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Garantías constitucionales en el proceso penal

 JUICIO PREVIO:
*Marco normativo: - articulo 18 CN: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo,
fundado en ley anterior al hecho del proceso"+artículo 1 del CPPN:" ni penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso y sustanciado conforme a las disposiciones de esta ley" + articulo 8
Convención Americana sobre DD.HH: "Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente".

La exigencia de juicio previo impone la necesidad de la existencia de una sentencia judicial de condena firme para aplicar
una pena a alguien. Dicha sentencia posee un carácter constitutivo, debido a que, la voluntad del Tribunal en la sentencia
que lo condena, lo crea como instituto concreto que establece una nueva situación jurídica para quien la sufre.

El proceso, en tanto antecedente necesario al juicio y a la sentencia; su exigencia se relaciona con la demanda de que el
JUICIO sea el resultado de un procedimiento imparcial (fair trial), que permita al imputado una amplia oportunidad y
libertad de defensa, para influir en el juicio del tribunal. Este es el "juicio en su aspecto EXTERIOR", siendo un conjunto de
actos disciplinados por la ley procesal; cuyo objeto final es posibilitar la operación intelectual que llamamos SENTENCIA.

Toda sentencia judicial debe ser fundada para ser válida; entendiendo que se encuentra fundada (al menos en lo que hace
a la reconstrucción histórica de los hechos), cuando menciona los elementos de prueba a través de los cuales se arriba
racionalmente a una determinada conclusión. Esos elementos han sido válidamente incorporados al proceso y son aptos
para ser valorados, y exteriorizan la valoración probatoria, esto es, que contiene la explicación del porqué de la conclusión,
siguiendo las leyes del pensamiento humano (PP lógicos de igualdad, contradicción, tercero excluido y razón suficiente), de
la experiencia y la psicología común.

Formas de violar la garantía del juicio previo en cuanto a su forma:

1. cuando se realiza enteramente por escrito. De nuestra CN (art. 18) surge que la pena puede ser impuesta mediante juicio
oral, público y por jurados. En los juicios por escrito, no existe el principio de inmediación (el juez no interactúa con las
partes ni con los testigos) ni una verdadera controversia ni tampoco continuidad ya que los plazos de vuelven más
extensos. 
2. Cuando se produce “delegación”, es decir, cuando no son verdaderamente los jueces quienes toman la decisión y arman
la sentencia. Esta violación a la garantía del juicio previo, se fundamenta a partir de que en el artículo 1 de la CN el Estado
argentino adopta la forma Republicana de gobierno, mediante la cual, solo el Poder Judicial a través de sus funcionarios(los
jueces), puede juzgar a los ciudadanos frente a un hecho que se les imputa.
3. Cuando la prueba no se produce en el juicio, sino que se produce sólo por escrito.

 DEFENZA EN JUICIO
*Marco normativo: Art 18 de la Constitución Nacional : " Es inviolable la defensa en juicio de la persona
y de los derechos"+ art. 8.2 a, b, c, d, e, f, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos"(...)Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías
mínimas:
a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete si no comprende o no
habla el idioma del juzgado o tribunal;
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;
c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;

d) derecho del inculpado  de defenderse personalmente o de ser asistido  por un defensor de su elección y
de  comunicarse libre y privadamente con su defensor;

e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no
según la legislación interna si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrase defensor dentro del
plazo establecido por la ley;
f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia,
como testigos o peritos de todas personas que puedan arrojar luz sobre los hechos (...)"

En el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 14. 3 en el cual el contenido de la


norma es similar al del tratado internacional antes mencionado.

Existe un principio garantizador tan básico que, si no se le da cumplimiento, las restantes garantías quedan en letra muerta
o dejan de cumplir su función específica. Ese principio es el derecho intangible que tiene todo ciudadano a defenderse de
los cargos que se le realicen en el curso de un proceso penal.

El derecho de defensa, dentro del proceso penal cumple el papel por un lado de actuar en forma conjunta con las demás
garantías: y por el otro, es la garantía que torna operativas a todas las demás. Por ello, el derecho de defensa no puede ser
puesto en el mismo plano que las otras garantías procesales; ya que permite que las demás garantías tengan vigencia
concreta dentro del proceso penal.

El derecho de defensa, no puede tener limitaciones. Generalmente estas limitaciones se dan en el aspecto temporal de la
misma, en la cual se sostiene " Que solo a partir de una imputación formal, el imputado adquiere el carácter de sujeto
procesa, y el derecho de defensa solamente puede ser ejercido por el sujeto procesal en cuanto a tal ".
Este razonamiento es claramente erróneo. El derecho de defensa está relacionado con la existencia de una imputación y no
con el grado de formalización de tal imputación. Por lo tanto, el derecho de defensa debe ser ejercido desde el primer acto
de procedimiento en sentido lato, es decir, desde el mismo momento en que la imputación existe, por vaga e informal que
sea.
Este derecho de defensa es un derecho del imputado, que éste debe poder ejercer personalmente. Esto es lo que se
denomina, DEFENSA MATERIAL, es decir, el ejercicio del derecho de defensa por parte del propio imputado.
El derecho de defensa material se concreta primordialmente a través de lo que se conoce como el " derecho a ser oído" o
"el derecho de declarar en el proceso". La declaración del imputado, es el momento particular del proceso penal en el cual
se ejerce el derecho de defensa.
La posibilidad de declarar del imputado debe ser entendida del modo más amplio posible. El imputado tiene derecho a
declarar en cualquier instancia del proceso y específicamente, tiene el derecho particular de declarar durante la
instrucción, investigación, o preparación de la acusación; y cuantas veces quiera, dentro de lo razonable durante el juicio.
En equivalencia con esta posibilidad, el imputado también tiene el derecho de negarse a declarar en cualquier instancia del
proceso y el tribunal debe acatar su decisión.
Paralelamente a estos derechos, el imputado tiene, personalmente otras facultades, como la posibilidad de intervenir en
todos los actos del proceso, puede presentar pruebas y puede examinar y controlar la prueba. Para poder ejercer
plenamente este derecho, el imputado debe tener la posibilidad de conocer cuáles son los hechos que se le imputan y en
virtud de qué se fundamenta dicha imputación. Esto implica que el imputado debe tener la mayor libertad posible para
acceder a la información que se va acumulando a lo largo del procedimiento.
Frente a esto, la CSJN en el fallo "BENITEZ", deja sentado que es ilegitima la prueba que se obtenga sin el control de la
defensa y concluye que el derecho de defensa en juicio, exige que el imputado haya tenido una oportunidad adecuada y
apropiada para desafiar y cuestionar a un testigo y/o cualquiera que hubiera hecho declaraciones en su contra.
Cualquier restricción a este derecho a la información debe ser excepcional, debe ser limitado tanto en cuanto a su duración
como a los actos sobre los que rige, y debe fundarse en verdaderas razones de urgencia o necesidad imperiosa con relación
a la eficacia de un determinado acto del proceso.
Para reforzar los derechos antes mencionados, la Constitución Nacional establece la obligatoriedad de la asistencia letrada.
Este derecho y obligación, consiste en el aspecto FORMAL del derecho de defensa en juicio, y consiste en que el imputado
debe ser asistido por un defensor letrado, abogado, que con su conocimiento de las leyes y el proceso, acreciente su
posibilidad de defensa.
La defensa en juicio no es únicamente un derecho disponible por parte del imputado, sino que también está en juego la
legitimidad del juicio y del proceso en general conforme a lo exigido por el Estado de Derecho. Según nuestro régimen
constitucional, el defensor es un asistente directo del imputado; en tal carácter, debe guiarse por los intereses y
necesidades de la defensa de su cliente.
El defensor técnico, como asistente del imputado, su función principal consiste en sugerir elementos de prueba a la
administración de la justicia o a los fiscales, en particular de los actos donde se produce la prueba y controlar su desarrollo,
interpretar la prueba y el Derecho conforme a las necesidades del imputado.
El imputado tiene también derecho a la elección de su defensor. Se trata de un asistente de "confianza" y , por lo tanto, el
imputado debe tener la mayor libertad posible para elegirlo.
En el fallo "NUÑEZ" la CSJN, aborda el tema de la defensa en juicio formal, la cual surge de la situación en la que el
defensor de Nuñez renunció unos días antes de la audiencia debate y varios días después, el Estado le dispuso un nuevo
defensor al imputado, generando una grave violación al derecho de defensa en juicio; ya que el imputado permaneció más
de 10 días privado de su libertad sin contar con asistencia letrada y sin comparecer ante la autoridad fiscal y/o judicial que
había solicitado su detención. Respecto a esto la Corte sostuvo : " (…) que este tribunal tiene dicho que en materia criminal,
en la que se encuentran en juego los derechos esenciales de la libertad y el honor, deben extremarse los recaudos que
garanticen plenamente el ejercicio del derecho de defensa. La tutela de dicha garantía ha sido preocupación del tribunal
desde sus orígenes, en los que señaló que el ejercicio de la defensa debe ser cierto, de modo tal que quien sufre un proceso
penal ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal, al extremo de suplir su negligencia en la provisión de
defensor asegurando, de este modo, la realidad sustancial de la defensa en juicio
Que también esta Corte ha señalado reiteradamente que los reclamos de quienes se encuentran privados de su libertad,
más allá de los reparos formales que pudieran merecer, deben ser considerados como una manifestación de voluntad de
interponer los recursos de ley, y que es obligación de los tribunales suministrar la debida asistencia letrada que permita
ejercer la defensa sustancial que corresponda."

 JUEZ NATURAL
*Marco normativo: art 18 de la CN" (...) nadie puede ser penado sin un juicio previo, fundado en ley
anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la
ley antes del hecho de la causa"+ Art.1 del CPPN:" Nadie podrá ser juzgado por otros jueces que los
designados de acuerdo con la Constitución y competentes según sus leyes reglamentarias" +Pacto
internacional de derechos civiles y políticos, art. 14, inc. 1: "(...) a ser oída públicamente y con las
debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial , establecido por la ley, en la
substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de
sus derechos u obligaciones de carácter civil"
Si se observa el desarrollo histórico de la garantía del juez natural, la idea del mismo, procuraba una imparcialidad fundada
en el hecho de que el juez no respondiera a los intereses del monarca, del señor feudal o de algún sector poderoso de la
sociedad. En un contexto como el de la sociedad feudal, donde la fuente principal de la ley era la costumbre,
estrechamente ligada a la vida local, se hacía imprescindible que tanto el juez como los jurados conocieran la vida local
como las costumbres del lugar. Con el desarrollo del concepto racional del Derecho y la aparición del Estado monopolizador
del poder, se fue perdiendo esa idea de juez, y surgiendo una nueva concepción, de un magistrado que simplemente era
quien le daba la vida concreta y real a las decisiones abstractas tomadas por el legislador racional; siendo el juez, un tercero
imparcial e independiente de las partes designado de manera anterior a la comisión del hecho.
Una buena manera de asegurar la independencia e imparcialidad del tribunal es evitar que el sea creado o elegido, por
alguna autoridad, una vez que el caso sucede en la realidad, esto es, que se coloque frente al imputado tribunales ad hoc,
creados para el caso o para la persona a juzgar. Es por ello que nuestra Constitución Nacional prohíbe que alguien sea
juzgado por comisiones especiales o sea sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
Es claro que nuestra Constitución, ha intentado asegurar como garantía ha intentado asegurar, como garantía justiciable, la
imposibilidad de manipular el tribunal competente para el enjuiciamiento de tres maneras específicas: al declarar la
inadmisibilidad de las comisiones especiales ; al impedir que juzguen tribunales creados con posterioridad al hecho objeto
del proceso; y al indicar que es competente para juzgar el tribunal-federal o provincial- con asiento en la provincia en la que
se cometió el hecho .
La regla es clara, el único tribunal competente para el juicio es aquél designado como tal por la ley vigente al momento en
que se comete el hecho punible objeto del procedimiento ; en segundo término, cancela el efecto retroactivo que se
pudiera pensar o que el legislador pudiera atribuirle a una ley de competencia. Las leyes de competencia, entonces, solo
rigen para el futuro, esto es, para hechos punibles cometidos con posterioridad a que entren en vigor, y no pueden ser
aplicadas para determinar la competencia de los tribunales respecto de los hechos sucedidos con anterioridad a su
vigencia.
Una excepción a la aplicación de este principio, puede darse en los casos en los que el tribunal competente al momento del
hecho, desaparezca, por ejemplo, en casos de perderse la soberanía territorial sobre determinado territorio o por una
trasformación total del sistema de administración de justicia . Si el problema que crea la mutación ex post facto de la
competencia, no está provocado por el poder político arbitrariamente, con la exclusiva intención de disimular la
designación de tribunales nuevos para la atención de ciertos casos o el juzgamiento de personas determinadas; la nueva ley
general de competencia puede atribuir competencia a los tribunales creados con posterioridad al hecho.
Esta excepción planteada, se da en la realidad y es tratada por la CSJN en el fallo "GRISOLÍA", en el cual posterior al hecho,
se le designa un nuevo órgano y tribunal que va a entender en su causa. La riqueza del fallo radica en que la Corte,
menciona los requisitos que debe tener esa situación del tribunal por otro a posteriori del hecho generador del litigio. Estos
serían que: "primero dicha modificación sea por ley formal, segundo que los tribunales a los que se atribuya la nueva
jurisdicción en los casos sean de manera general, o sea que también posean jurisdicción en otros casos similares que se
ventilen, y por último estables y permanentes, esto vinculado con la característica que otorga la CN al Poder Judicial, porque
sino gozaran de dichos privilegios, no serían estrictamente en palabras de la Constitución, jueces. Caso contrario se estaría
creando una comisión especial de modo solapado, cosa que sí está fuera de discusión y que se adapta de modo literal a lo
que veda expresamente el Art. 18 CN".
Para finalizar la Corte Suprema entiende que la garantía de juez natural no ha variado tanto a lo largo de los años y de los
distintos cuerpos normativos y "claramente que no es la persona como juez la dotada de jurisdicción, que la jurisdicción
está en el órgano en sí, o sea, no es la persona la que juzga sino, que quien cubra el cargo, será el que se avocará al caso;
dicha construcción permite salir al paso también sobre cuestiones como vacancias, renuncias o la muerte misma del juez
designado antes del hecho de la causa, evitando así consagrar la injusticia ocasionada por la impunidad que vendría a dar
la lectura estrictamente literal de la norma, contraviniendo, como estableciera el dictamen del Procurador General, el
propósito preambular de “afianzar la justicia”. La garantía se cumple cuando los jueces son nombrados en virtud de ley
general fundada en la Constitución; e involucra la posibilidad de ocurrir ante algún órgano jurisdiccional."

Por último, existen dos situaciones que ponen en tela de juicio el alcance de dicha garantía y son:

a) juez correccional que actúa durante la etapa de instrucción y de juicio.


La línea jurisprudencial que terminó consagrando que es invalido que quien actuó como juez de instrucción pueda luego
constituir el tribunal de juicio del imputado, tuvo un largo recorrido.
Un primer fallo de importancia fue dictado por la Cámara Nacional de Casación Penal, por medio de su Sala IV, en el caso
"GALVAN". Allí ese tribunal resolvió de manera fundada que resulta contrario a la garantía del juez imparcial que quien se
ha desempeñado en un proceso correccional como juez en la etapa previa de investigación, actúe luego como juez a cargo
del tribunal de juicio. El caso llego a la Cámara de Casación Penal, la cual le hace lugar a la recusación penal; haciendo notar
que la actuación del mismo juez en la etapa de juico de quien lo ha hecho durante la investigación, era susceptible de
despertar un temor de parcialidad. Agregó que en tales condiciones un magistrado que intervino como juez de instrucción
ya ha formado opinión, aun mínimamente, sobre la culpabilidad que en el hecho le ocupo a quien es perseguido
penalmente, constituyendo tal temor de parcialidad causa suficiente para el apartamiento del mismo.
Mientras la Sala IV se pronunciaba de esta manera, la Corte Suprema a partir de la llegada del caso "ZENZEROVICH"(la
defensa del imputado plantea la recusación de una jueza correccional luego de que había actuado en la etapa de
instrucción, dictar el procesamiento del imputado y disponer su inhabilitación), entendió por mayoría que no le
correspondía pronunciarse, pues la resolución recurrida no constituía una sentencia definitiva.
Los doctores Fayt y Boggiano votan en disidencia, considerando que el rechazo de la recusación, en las condiciones en que
ella había sido planteada, debía considerarse una sentencia definitiva al encontrarse severamente cuestionado el ejercicio
de imparcialidad de la administración de justicia. Pero en lo relativo a la decisión a adoptar, los jueces entendieron que la
actuación de un mismo juez como instructor del proceso y luego como tribunal de enjuiciamiento no conducía
necesariamente a cuestionamientos sobre su imparcialidad.
Finalmente, en el caso "LLERENA"(2005), la Corte Suprema siguió la línea del procurador general en "ZENZEROVICH" ,
entendió que la decisión que había rechazado la recusación planteada respecto del juez correccional que intervino en la
etapa de investigación, equivalía por sus efectos a una sentencia definitiva a los fines del recurso extraordinario. Dijo así
que dicha decisión producía un perjuicio tardía insuficiencia reparación ulterior, ya que de tener que pronunciarse esta
Corte luego de llevado a cabo el juicio y agotados los recursos pertinentes, se produciría una dilación indebida del proceso
en perjuicio del imputado, como así también un dispendio jurisdiccional innecesario, tomando en cuenta que de resolverse
favorablemente la pretensión de la defensa, se debería realizar un nuevo juicio.
El voto de los jueces Zaffaroni y Highton señalaron que la imparcialidad como valor podía verse desde dos puntos distintos,
uno objetivo y uno subjetivo. El primero ampara al justiciable cuando éste puede temer la parcialidad del juez por los
hechos objetivos del procedimiento, sin cuestionar la personalidad, la honorabilidad ni la labor particular del magistrado
que se trate; mientras que el segundo involucra directamente actitudes o intereses particulares del juzgador con el
resultado del pleito.
Lo trascendental del fallo es que la Corte haya afirmado que la garantía del juez imparcial esta por encima de los casos
concretos que el legislador pueda imaginar, como demostrativos de una posible parcialidad.( CARRIO)

b)juez que integró un tribunal de Alzada y que luego actúa en el tribunal de juicio.

La CSJN rechazó la queja promovida por la defensa de "DIESER" contra la resolución que denegó el recurso de
inconstitucionalidad local, a su vez interpuesto contra la sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal, que
confirmó la condena dictada por el juez de primera instancia. Contra este pronunciamiento se interpuso recurso
extraordinario federal, cuya denegación dio lugar a la queja. La defensa técnica de la afectada se agravia de que fue
afectada la garantía que le asiste a su defendida de ser juzgada por un tribunal imparcial, porque dos de los tres
magistrados, integrantes de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, que suscribieron el voto mayoritario en la condena son
los mismos que intervinieron previamente en diversas apelaciones suscitadas en el mismo proceso.

Frente a esto la CSJN hace lugar a la queja y declara procedente el recurso extraordinario y revoca la sentencia apelada.
Dentro de este voto mayoritario, cabe destacar el del doctor Argibay donde considera que resulta incompatible con la
garantía de imparcialidad la circunstancia que se un mismo juez el que intervenga en la instrucción del proceso y el que
actúe en la etapa de juicio. No puede haber dudas razonables de que el órgano jurisdiccional que es tribunal de alzada del
magistrado de instrucción carece objetivamente de imparcialidad para juzgar.

 PRINCIPIO DE INOCENCIA E INDUBIO PRO IMPUTADO


*Marco normativo: art. 18 de la CN, de manera implícita siendo una garantía que deriva de la garantía de
juicio previo y de no declarar contra uno mismo+ Art 1 CPPN:"ni considerado culpable mientras una
sentencia firme no desvirtúe la presunción de inocencia de que todo imputado goza"+ Declaración de los
Derechos del hombre y del ciudadano, art 9 "debe presumirse que todo hombre es inocente hasta que
haya sido declarado culpable"+ Declaración universal de los Derechos Humanos, art.11.1 "Toda
persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad"+ Pacto de San José de Costa Rica, art.8 "Toda persona inculpada de un delito tiene derecho
a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad".

Una de las primeras derivaciones que surgen de la garantía del juicio previo, es el mandato constitucional de que nadie
puede ser considerado culpable sin una sentencia, obtenida en un juicio que lo declare como tal.
El principio de inocencia fue reconocido por las más importantes declaraciones relativas a los derechos humanos y este
reconocimiento surge como una reacción ante los abusos de la Inquisición (como modelo de proceso penal arbitrario),
forma parte de la conciencia universal acerca del valor de la persona .
Una persona fuera del ámbito penal, no se dice que es inocente, sino que se considera que se mantiene o se posee la
cualidad de "libre"; una vez que ella ingresa al ámbito concreto de actuación de las normas procesales, allí sí tiene sentido
decir que es "inocente", porque eso significa que, hasta el momento de la sentencia condenatoria, no se le podrán aplicar
consecuencias penales. La formulación de esta garantía implica:
a)que solo la sentencia tiene esa virtualidad
b)que al momento de la sentencia sólo existen dos posibilidades: o culpable o inocente. No existe una tercera posibilidad
c)que la "culpabilidad" debe ser jurídicamente construida
d)que la construcción implica la adquisición de un grado de certeza
e) el imputado no tiene que construir su inocencia
f)el imputado no puede ser tratado como una persona culpable
Estos principios antes mencionados conforman la situación o el status básico de un ciudadano sometido a proceso. El llega
al proceso con un estatus que debe ser destruido y en ello reside la construcción de la culpabilidad.
Construir con certeza la culpabilidad significa destruir sin lugar a dudas la situación básica de la libertad de la persona
imputada. Si no existe ese grado de certeza no se puede arribar a la decisión de culpabilidad. Ese es el principio de FAVOR
REI, comúnmente mencionado como INDUBIO PRO REO. Según él, la situación básica de libertad debe ser destruida
mediante certezas; caso en contrario, permanece el status básico de libertad.
Se debe entender que no se trata de ningún beneficio a favor del reo, sino una limitación muy precisa a la actividad
sancionatoria del Estado. Este principio rige, fundamentalmente como principio rector de la construcción de la sentencia
como un todo, pero también sirve para interpretar o valorar algún elemento de prueba general. Este principio aplicado a la
valoración de la prueba o a la construcción de la sentencia es una de las consecuencias directas y mas importantes del
principio de inocencia.

 NE BIS IN IDEM
*Marco normativo: Art 33 de la CN de manera implícita a partir de su redacción en la reforma de 1994+
Art 75 inc. 22 implementación de tratados con jerarquía constitucional+ Art 1 del CPPN:"ni perseguido
penalmente más de una vez por el mismo hecho."+ Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos
art 14.7 :"Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país".
+Convención Americana sobre Derechos Humanos Art 8.4:"El inculpado absuelto por una sentencia
firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos."

Nuestra Constitución Nacional, no previó originariamente en forma expresa esta garantía, sin embargo se la ha reconocido
como una de las garantías no enumeradas, pero que surgen del sistema republicano y del Estado de derecho. Las
Constituciones provinciales, en cambio, disponen sobre la materia con formulas variadas.

Si se analizan dichos textos constitucionales, se lograra analizar cómo algunos poseen un alcance más restringido para
dicha garantía, entendiéndola como aplicable a toda aquella persona que posea una sentencia definitiva o que ya haya sido
procesado y perseguido judicialmente. Dicha redacción, genera una interpretación muy acotada del ámbito de protección
de la norma. Para lo cual, se ha acordado que la fórmula correcta debe impedir la múltiple persecución penal, simultanea o
sucesiva, por un mismo hecho. Se entiende que dicho enunciado no inhibe el recurso de revisión, por una condena injusta,
a favor del reo: las garantías sólo juegan en favor, no en contra , de quien sufre el poder penal del estado y revisar la
condena para lograr la absolución o una sanción más benigna no significa perseguirlo penalmente, sino por el contrario,
concederle otra oportunidad para fundar su inocencia o, al menos, la aplicación errónea del poder penal. Esto último, es
aclarado por la CSJN en el fallo "WEISSBROD", en el cual la Corte le rechaza el argumento de afectación a la garantía ne bis
in idem , la cual había sido planteada frente a que la anulación dispuesta por la Cámara de un proceso ya fallado en primera
instancia, y el reenvío a la etapa de instrucción, implicó volver a jugar a una persona por un mismo hecho. El argumento de
los jueces de la Corte Suprema, consiste en que : Por la existencia de vicios esenciales en el procedimiento (…) no puede
entenderse que la causa fue juzgada dos veces, ni que se produjo la retrogradación del juicio (…) La nulidad declarada no
implica violar dicho principio, ya que de ser así la nulidad carecería de todo sentido en cuanto jamás se podría condenar al
imputado sin que se lesionase el “non bis in ídem”, razonamiento que resulta inaceptable. Por el contrario, dado que la
sentencia anulada carece de efectos, no puede decirse que al dictarse una nueva haya dos fallos que juzguen el mismo
hecho, pues hay sólo uno que puede considerarse válido”.

El argumento que esboza la CSJN, como fundamento a la aplicación de esta garantía, es similar al que expuso la Corte
Suprema de EEUU en el año 1942, que años después nuestra Corte replico en el fallo "POLAK":"la importancia de este
principio y explica que se encuentra debido a que el aparato estatal con todo el poder que conlleva no puede exponer a un
individuo a repetidos esfuerzos condenatorios sumergiéndolo en molestias, gastos y sufrimiento, viviendo en un constante
estado de inseguridad y ansiedad, aumentando la posibilidad de que si es hallado inocente luego sea hallado culpable por
otro tribunal."
Para que existe persecución penal múltiple, se deben dar tres requisitos:

1) IDENTIDAD DE LA PERSONA PERSEGUIDA: Consiste en que debe tratarse del mismo imputado mismo imputado en una y
otra persecución penal, comprendiéndose como imputado a la persona que es indicada como autora del hecho o partícipe
en él ante cualquiera de las autoridades establecidas por la ley para la persecución penal. Es decir, el principio rige
individualmente y no posee efecto extensivo

2) IDENTIDAD EN EL OBJETO DE PERSECUCIÓN: La imputación tiene que ser idéntica, y lo es cuando tiene por objeto el
mismo comportamiento atribuido a la misma persona. Es decir se juzga nueva mente el mismo hecho factico, separado de
cualquier calificación penal.

3) IDENTIDAD DE LA CAUSA DE PERSECUCIÓN: Es necesario que se trate del mismo motivo de persecución.

 Reincidencia y garantía del doble juzgamiento

Artículos del Código penal:

ARTICULO 14 — La libertad condicional no se concederá a los reincidentes. 


ARTICULO 52.- Se impondrá reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última condena, cuando la
reincidencia fuere múltiple en forma tal que mediaren las siguientes penas anteriores:
1. Cuatro penas privativas de libertad, siendo una de ellas mayor de tres años;
2. Cinco penas privativas de libertad, de tres años o menores.

Existe una gran discusión doctrinaria en base a si la reincidencia se la podría considerar inconstitucional debido a que afecta
el principio ne bis in idem. Esta teoría es expuesta por el doctor Zaffaroni en el fallo "ALVAREZ ORDOÑEZ", en el cual le
resto de los magistrados denegó la existencia de cuestión federal suficiente. En cambio Zaffaroni sostiene " lo ineficaz de
todos los discursos doctrinarios por legitimar la agravación invariable y automática de la pena por reincidencia, equivale a
la violación del principio que prohíbe la doble punición, pues el plus de pena o cualquier agravación de ésta que se imponga
al segundo delito, lo será en razón del primero, el cual es un delito que ya ha sido juzgado y penado.". Previo a este fallo la
Corte declara la inconstitucionalidad del artículo 52 del CP sostenido que era una clara violación al derecho penal de autor y
que violaba el principio de legalidad y el de la doble persecución múltiple.

Sin embargo en base al artículo 14 del CP y la imposibilidad del otorgamiento de condicional a los reincidentes, La Corte
Suprema de Justicia a diferencia de Zaffaroni ha mantenido su postura frente a esta cuestión, se ve expuesta en
innumerables sentencias entre ellas en el caso "VALDEZ"; en el cual la Corte sostiene :" el principio constitucional
enunciado prohíbe la nueva aplicación de la pena por el mismo hecho, pero no impide al legislador tomar en cuenta la
anterior condena (entendida ésta como un dato objetivo y formal ), a efectos de ajustar con mayor precisión el tratamiento
penitenciario que considere adecuado para aquellos supuestos en los que el individuo incurriese en una nueva infracción
criminal"

 DERECHO A SER JUZGADO EN UN PLAZO RAZONABLE


*Marco normativo: Constitución Nacional de manera implícita en el art. 18 en base al juicio previo y al
art. 75 inc. 22 + Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos art 9.3: " Toda persona detenida
o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado
por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a
ser puesta en libertad." + art 14.3.c: " A ser juzgado sin dilaciones indebidas" +Convención Americana
de los derechos del hombre art.25 + Pacto de San José de Costa Rica art.7.5: " Toda persona
detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para
ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o ser puesta en
libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso."

El imputado debe obtener sentencia firme en un plazo que sea razonable para poder expulsarlo de la situación de
incertidumbre. Aplica conjuntamente con la prisión preventiva y otras medidas de coerción.

Para analizar si un plazo es razonable se debe tener en cuenta la complejidad del caso, es decir, la cantidad, la complejidad
y calidad de la prueba, la cantidad de testigos y de imputados; también la conducta del imputado, es decir, si este se
presenta y cumple con las normativas; el comportamiento y desempeño de las autoridades competentes; y, incorporado
por la CIDH en el fallo Valle, la afectación física y/o psicológica que le provoca a la persona el plazo del proceso.

Esta garantía posee fundamento en las normas de carácter internacional y en la jurisprudencia ya sea de la CSJN Y DE CIDH.
El principal fallo argentino sobre este tema es el fallo "MATTEI", en el cual se lo procesa por el delito de contrabando, en el
cual el proceso duro más de 4 años y esos cuatro años el acusado los trascurrió detenido bajo la figura de prisión
preventiva . Frente a esto la CSJ, establece :" Que tanto el principio de progresividad como el de preclusión reconocen su
fundamento en motivos de seguridad jurídica, y en la necesidad de lograr una administración de justicia rápida dentro de lo
razonable, evitando así que los procesos se prolonguen indefinidamente".
Binder realiza un análisis de esta sentencia de la Corte y establece ciertas conclusiones en base a la teoría de esta garantía y
la opinión jurisprudencial:
a) Una vez que una persona ha sido acusada de cometer un delito, nace a partir de allí un derecho a obtener una sentencia
que defina su situación "de una vez para siempre".
b) Anular lo actuado y retrotraer el proceso a instancias anteriores a la acusación si no ha mediado falta de parte del
imputado, importa para éste obligarlo a "volver a soportar las penosas contingencias del juicio criminal".
c) Exponer más de una vez a una persona al riesgo de recibir una pena por un único hecho, va "en desmedro de uno de los
pilares básicos del ordenamiento penal vinculado con el problema en debate, cual es el del 'non bis in idem'".
En suma, el acusado tiene un derecho constitucional a que su proceso avance.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos por medio del fallo "TRABAJADORES DE LA HACIENDA BRASIL VERDE VS.
BRASIL" establece una interpretación clara específica sobre la resolución de los casos en un plazo razonable según lo
establece las leyes internacionales. El caso surge a partir de la actitud reacia y dilatadora que tuvo la justica brasilera frente
a las distancias presentaciones que realizaron los trabajadores de la hacienda "Brasil verde", en las cuales denunciaban el
maltrato y la explotación que recibían por sus dueños. Desde que se efectuaron esas denuncias en el Ministerio Público
Federal del Brasil en junio del 1997, pasaron 11 años hasta que en el 2008 se declaro la prescripción del caso.

En cuanto a la celeridad del proceso señaló que el “plazo razonable” al que se refiere el artículo 8.1 de la Convención se
debe apreciar en relación con la duración total del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta la sentencia
definitiva. El derecho de acceso a la justicia implica que la solución de la controversia se produzca en tiempo razonable, ya
que una demora prolongada puede llegar a constituir, una violación de las garantías judiciales. Para determinar el
incumplimiento de la garantía judicial de plazo razonable en el proceso penal, la Corte examinó los cuatro criterios
establecidos en su jurisprudencia en la materia:

1) la complejidad del asunto: El Tribunal ha establecido varios criterios, entre ellos, la complejidad de la prueba, la
pluralidad de sujetos procesales o la cantidad de víctimas, el tiempo transcurrido desde la violación, las características del
recurso consagradas en la legislación interna y el contexto en el que ocurrió la violación. La Corte observó que en el caso
las características del proceso no configuraban una complejidad alta que justificara una duración de más de 10 años del
proceso ya que denuncias en contra de los dueños de la hacienda estaban fundamentadas en la inspección de abril de 1997
a la Hacienda Brasil Verde, y el Ministerio Público Federal contaba con información suficiente para presentar las denuncias.

2) la actividad procesal del interesado: En el caso la Corte no encuentra elementos que permitan inferir que existió algún
tipo de actividad o conducta por parte de los interesados que entorpeciera el proceso. Por el contrario, los trabajadores
encontrados en la diligencia de 1997, no pudieron participar en los procesos llevados a cabo por los hechos comprobados
en la Hacienda. Es decir que para la CIDH no hubo entorpecimiento de los damnificados al proceso penal de esta causa,
sino más aun no se les dio la posibilidad de poder ejercer su derecho de defensa.

3) la conducta de las autoridades judiciales: La CIDH estimó que existieron retrasos en el proceso penal que obedecieron a
los conflictos de competencia y la falta de actuación diligente por parte de las autoridades judiciales. Además consideró
que no se han presentado razones que expliquen la inacción de las autoridades judiciales ni el retraso derivado de los
conflictos de competencia. Por ello, la Corte estableció que las autoridades judiciales no procuraron en forma diligente que
el plazo razonable fuera respetado en el proceso penal. En lo que respecta a la prescripción de la acción penal, observa que
la misma fue aplicada conforme a la interpretación de la legislación local vigente al momento de los hechos. No obstante
esto, la Corte nota que la prescripción obedeció a que “habían pasado más de 10 años desde que se había realizado la
denuncia, que la pena máxima a aplicarse era de ocho años y que la prescripción de la pena era de 12 años, por lo que solo
en caso de que fueran condenados a la pena máxima no se daría la prescripción”. Por lo tanto, el paso del tiempo que
eventualmente provocó la prescripción, es resultado de la falta de diligencia de las autoridades judiciales brasileñas.

4) la afectación generada en la situación jurídica de la persona involucrada en el proceso: Para determinar la


razonabilidad del plazo se debe tomar en cuenta este punto, en este sentido, la corte ha establecido que si el paso del
tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará necesario que el procedimiento avance
con celeridad a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve. En el presente caso constata que la resolución del
proceso penal en contra de los dueños de la hacienda, hubiera impactado en el otorgamiento de reparaciones a los
trabajadores. Como consecuencia de la falta de resolución de dicho proceso, el otorgamiento de reparaciones no ocurrió,
ocasionándoles una afectación a los trabajadores quienes no recibieron ningún tipo de indemnización por las condiciones
en las que habían sido mantenidos en dicho lugar.

 GARANTÍA DE LA DOBLE INSTANCIA


*Marco normativo: Constitución Nacional implícito en el art.18 con el derecho de defensa en juicio y el
art.75.inc.22 +Convención Americana sobre Derechos Humanos art. 8.2, h "derecho de recurrir el
fallo ante el juez o tribunal superior" +Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
art.14.5:"Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena
que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescripto por la ley".

Protege la facultad de poder pedir revisión de la sentencia condenatoria o del caso por un Tribunal Superior. Protege
también la utilización de los recursos, por ejemplo, el de apelación.

El derecho del doble conforme se entiende como la imposibilidad de que se ejecute la pena antes de que un Tribunal
fiscalice la legalidad de la sentencia condenatoria. Se busca fiscalizar y corregir todo error en la sentencia, incluyendo
aquellos que sean consecuencia de la actuación de su defensa técnica.

-Características o limitaciones establecidas de manera jurisprudencial a esta garantía:

 la forma más adecuada para asegurar la garantía de la doble instancia en materia penal prevista en la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en el art. 8°, inc. 2°, apartado h), es declarar la invalidez constitucional de la
limitación establecida en el art. 459, inc. 2 del Código Procesal Penal de la Nación, en cuanto veda la admisibilidad
del recurso de casación contra las sentencias de los tribunales en lo criminal en razón del monto de la pena
(GIROLDI)
 de la conjunción de ambas normas surge que la garantía del derecho de recurrir ha sido consagrada sólo en
beneficio del inculpado. Cabe concluir, entonces que el MPF es un órgano del Estado y no un sujeto destinatario de
lo mencionado, no se encuentra alcanzado/amparado por la norma de rango constitucional; no obstante que el
legislador conceda igualmente aquel derecho si lo considera necesario. Y que, por otra parte, no es ocioso señalar
que el estado como titular de la acción penal puede auto limitar en los casos que considere que no revisten
suficiente relevancia como para justificar su actuación y no se ha demostrado que haya afectado la calidez de otras
normas constitucionales. Normas en juego: el artículo 458 del Código Procesal Penal de la Nación (1) De
la sentencia absolutoria, cuando haya pedido la condena del imputado a más de tres (3) años de pena
privativa de la libertad, a multa de doscientos mil australes (A200.000) o a inhabilitación por cinco (5)
años o más.
2) De la sentencia condenatoria, cuando se haya impuesto una pena privativa de libertad inferior a la
mitad de la requerida.”+ Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos art.14.5:"Toda persona
declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya
impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo prescripto por la ley". (ARCE)
 La interpretación de la Cámara Nacional de Casación en cuanto al art. 456 CPPN es inconstitucional ya que su
carácter restrictivo vulnera la garantía de la doble instancia a favor del acusado. Nada está especificado en el
código en cuanto a que evaluar cuestiones de hecho no le compete a la Cámara de Casación. Dicho argumento es
inconstitucional en virtud de la garantía establecida en los arts. 8 inc. 2 CADH y 14 inc. 1 PIDCP, los cuales tiene
jerarquía constitucional a través del art. 75 inc. 22 CN (1994). (CASAL)
 En el caso “Mohamed vs Argentina”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dijo que el Art. 8.2 de la
Convención protege el “derecho a recurrir el fallo ante el juez o tribunal superior”; y que por eso es contrario a ese
derecho que no sea garantizado frente a quien es condenado por una sentencia que revoca una decisión
absolutoria. Dijo que el recurso debe ser eficaz y accesible, y las formalidades para que sea admitido deben ser
mínimas.
La Corte Interamericana señaló que el recurso extraordinario federal procederá cuando se trate de: validez de una
ley, tratado, norma constitucional o arbitrariedad de una sentencia. (CARRASCOSA)
 la Procuradora General de la Nación, se plantea la necesidad de una revisión amplia de la primera sentencia
condenatoria y la necesidad de determinar la vía más idónea para realizar esa revisión, y considera que el recurso
federal no es el más idóneo. Considera que suscita cuestión federal suficiente porque está en tela de juicio el
alcance del derecho de recurrir, pero que el REF, al excluir las cuestiones fácticas y probatorias, no es la mejor vía
para revisar la decisión del tribunal superior. El recurso extraordinario federal, por sus limitaciones formales y
materiales, no constituía un medio adecuado para lograr una revisión amplia de los agravios relacionados con la
valoración de la prueba, el dolo y la imposición de la pena.
En “Mohamed v. Argentina” la Corte Interamericana declaró que el derecho a obtener una revisión amplia del fallo
también le asiste a la persona que es condenada, por primera vez, por un tribunal revisor que conoce en el recurso
deducido contra la sentencia absolutoria dictada en primera instancia. Reconoce también que los Estados parte
deben garantizar de un modo eficaz el derecho a exigir que esa revisión tenga lugar, aunque la legislación procesal
aplicable no prevea específicamente un recurso ordinario a tal efecto. En cuanto a esto, en el caso en cuestión, al
no haber un tribunal superior, la Corte plantea que sea revisada la causa por un tribunal de igual jerarquía pero
distinto al que dictó la condena. La referencia a que el derecho a recurrir el fallo condenatorio se ejerce ante "un
juez o tribunal superior" debe entenderse como la exigencia de que el órgano revisor pueda brindar garantías de
independencia e imparcialidad suficientes para asegurar la satisfacción del fin al que apunta la regla del artículo
8.2.h de la Convención, y no como una obligación de asegurar la existencia de una estructura de tribunales
organizados jerárquicamente. La inexistencia de un tribunal jerárquicamente superior al que dicta el fallo
condenatorio no constituye un obstáculo para hacer efectiva la revisión amplia a la que tiene derecho el
condenado, pues lo importante es que el recurso garantice la posibilidad de un examen integral de la decisión
recurrida.
Normas en juego :Código Aduanero ARTICULO 866. – Se impondrá prisión de tres (3) a doce (12) años
en cualquiera de los supuestos previstos en los artículos 863 y 864 cuando se tratare de estupefacientes en
cualquier etapa de su elaboración o precursores químicos.
ARTICULO 871. – Incurre en tentativa de contrabando el que, con el fin de cometer el delito de
contrabando, comienza su ejecución pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad.
Código Procesal Penal Art. 470. - Si la resolución impugnada no hubiere observado o hubiere aplicado
erróneamente la ley substantiva, el tribunal la casará y resolverá el caso con arreglo a la ley y a la
doctrina cuya aplicación declare.
Anulación
Art. 471. - Si hubiera inobservancia de las normas procesales, la cámara anulará lo actuado y remitirá el
proceso al tribunal que corresponda, para su substanciación. + artículo 8.2.h de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos: el derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
(DUARTE)

 PROHIBICIÓN DE REFORMATIO IN PEJUS

Conectado con la garantía de defensa en juicio se consagra este instituto de raigambre constitucional, referido únicamente
al procesado, y se basa en la imposibilidad de agravar la situación del procesado ante la falta de recurso acusatorio.
Procede en los casos donde el imputado fue el único que recurrió la sentencia firme o habiendo el fiscal desistido en el
recurso acusatorio interpuesto. Importa resolver sin jurisdicción, afectar la situación alcanzada con el fallo firme de la
instancia inferior, agravándola, y comprometer las garantías consagradas en el artículo 18 de la CN. La reformatio in pejus
se vincula con el agravio del apelante y no con el acierto del fallo del a quo, por lo tanto sin un agravio real del apelante, la
jurisdicción del tribunal de alzada no pudo abrirse desde que no quedó efectivamente planteado contra la sentencia un
recurso firme. Mantener el recurso al solo efecto de que la Cámara se pronuncie, equivale tanto como a un procedimiento
de consulta carente de fundamento legal.

Resultaría arbitrario concederle al procesado la facultad de impugnación y, al mismo tiempo, exponerlo al riesgo de que
por el ejercicio de dicha facultad, y sin existir recurso de la parte acusadora, su situación procesal se vea empeorada,
colocándolo en la disyuntiva de correr el citado riesgo o consentir una sentencia que considera injusta.

Las sentencias de tribunales de segunda instancia fijan el tope de la condena que ha de sufrir un procesado, si ellas no son
recurridas por el Ministerio Público.

Asimismo la reformatio in pejus es aplicable a los procedimientos cumplidos en la Justicia Militar.

La doctrina no aplica en los siguientes casos:


 Si el juez al dictar sentencia impone una pena mayor que la solicitada por el fiscal.
 A la Cámara cuando concede recursos contra prisiones preventivas. La Alzada se halla habilitada para pronunciarse
sobre delitos que no han sido objeto de resolución por el juez de instrucción.
 Si durante la tramitación de la causa el fiscal pide un sobreseimiento definitivo y el juez dicta únicamente un
provisional.
 Si mediante un recurso apelatorio mantenido en segunda instancia, la Cámara impone pena más grave que la
solicitada por el fiscal.

 PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
Derivada de igual manera de la garantía de defensa en juicio, reclama que exista congruencia entre el reproche final que se
le hace al imputado y los hechos concretos que motivaron su acusación.
Los cambios de calificación no están contemplados en esta garantía propia de la defensa en juicio pues no importa agravio
constitucional el cambio en la calificación del delito, facultad del tribunal. Podría contemplarse como violatoria del principio
de congruencia aquella sentencia de una tribunal superior respecto de la apelación a una sentencia firme recurrida por la
defensa, únicamente cuando el cambio de calificación implicase un claro agravamiento de la situación del procesado.
Es deber de los magistrados restringir el pronunciamiento a los hechos que constituyeron materia del juicio. Debe también
discriminarse en el examen del proceso penal la participación de cada uno de los procesados en los hechos históricos sobre
los cuales se fundamentará la decisión del administrador de justicia.

 IURA NOVIT CURIA


Ante la afirmación "el juez conoce el derecho", máxima que facultaría a los funcionarios judiciales a actuar de oficio ante
determinadas cuestiones de fondo en las causas que tramitan, las garantías de juez imparcial, debido proceso y defensa en
juicio imponen ciertas limitaciones a las facultades discrecionales de los jueces.
El juez se supone el árbitro de todo proceso, asumiendo un rol imparcial que pondere las pruebas provistas por las partes y
examine los hechos sin prejuicio alguno. El principio procesal de imparcialidad tiene tres despliegues: la impartialidad (el
juez no debe ser parte), la imparcialidad (el juez debe carecer de todo interés subjetivo en la solución del litigio) y la
independencia (el juez debe poder actuar sin subordinación jerárquica respecto de las dos partes).
Sin embargo el juez es quien conoce el derecho y debe hacerlo aplicar, entonces es importante armonizar ambos aspectos
durante la tramitación del proceso a fin de respetar las garantías constitucionales de los imputados.

 GARANTÍA DE NO DECLARAR CONTRA SÍ MISMO


Art. 14 inc 3. g) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos / Art. 8 inc 2. g) Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
"Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías
mínimas: 3. g) A no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse/declararse culpable."
Art. 18 Constitución Nacional
"Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo."

Nadie puede ser declarado culpable sin una sentencia firme obtenida en un juicio previo que lo declare como tal. Esta
garantía impone límites a los funcionarios actuantes en los procesos en cuanto a los requisitos que las declaraciones de
quien es juzgado por delitos, faltas o contravenciones deben satisfacer para no vulnerar los derechos del imputado.

- Declaraciones bajo juramento: No es posible interrogar imputado bajo juramento puesto que entraña una coacción moral
que lo compele a declarar en su contra. La declaración debe emanar de la libre voluntad del encausado, quien no debe
verse siquiera enfrentado con un problema de conciencia, cual sería la disyuntiva de fallas a su juramento o decir la verdad.
El juramento de decir verdad se toma a quienes declaran como testigos, pero incluso implica una violación a esta garantía
interrogar como testigo, bajo juramento de decir verdad, a la persona que según el interrogatorio aparece como
sospechada de ser autor o cómplice de los supuestos hechos que se trata de esclarecer.

- Identificación en rueda de presos: No viola la garantía, pues la autoincriminación refiere a las "comunicaciones verbales"
del imputado. (Fallo Cincotta; Estados Unidos)
- Testigo que declara falsamente para no incriminarse: Si de las preguntas formuladas en juicio puede derivar
responsabilidad personal para el testigo, ha de entenderse que declara en causa propia y por lo tanto no le es exigible la
verdad de los hechos sobre los que versa el interrogatorio. (CNCrim. y Corr., Sala IV, 3/5/66, <<Montero>>)
Cabe distinguir en este caso de los testigos que declaran cuando ya existe un proceso penal en trámite por los hechos por
los que se le interroga, de los casos donde no se ha iniciado una investigación de ese tenor. Solo en ese último supuesto se
entiende que el testigo se está exponiendo a un enjuiciamiento penal y solo allí jugaría entonces su privilegio de no
incriminarse, con el correlato de que si miente no comete el delito de falso testimonio. Pero cuando se ha iniciado ya una
causa penal, y el testigo lo sabe, lo que debe utilizar es su derecho a no responder, y no mentir impunemente.

- Exhortación del imputado a decir la verdad: La Corte en fallos como Pablo Schoklender o Agüero Corvalan ha sentado que
la garantía de no declarar contra sí mismo se satisface con la voluntariedad de las declaraciones en la medida en que al
imputado le quedara muy claro que él no tiene obligación de declarar. En ese sentido el ser interrogado por un juez en sede
policial por una urgencia que lo amerite y la exhortación a declarar son salvadas por la libre determinación del imputado de
declarar de acuerdo a su voluntad. Pero para ello, sería de suma importancia que se le reconociera jerarquía constitucional
tanto al derecho de imputado de negarse a declarar, como a la obligación del juez de comunicarle al imputado ese derecho.

- No hacerle saber al imputado su derecho de negarse a declarar: En la causa de Sergio Schoklender parece ser que lo
constitucionalmente exigible es que se le brinde al encausado la posibilidad de "oponerse" al acto, sin que exista obligación
ninguna de comunicarle que él goza de ese derecho. A los jueces les está vedado compeler a los imputados a declarar.
Ausentes evidencias de una compulsión tal, la confesión que se obtenga será válida, sin importar el grado de ignorancia
que el imputado pueda haber tenido acerca de que le asistía algún derecho de negarse a suministrar pruebas en su contra.

- No relevar al imputado de su juramento anterior como testigo: En este caso la Corte separa el núcleo de la garantía contra
la autoincriminación, de las salvaguardas procesales instrumentadas para salvaguardar el goce de aquella garantía. En
Bianchi la Corte afirmó que suponer que una hipotética omisión formal de poner al encausado en conocimiento de sus
derechos que en el caso no ha afectado la libre determinación de este pudiera causar la nulidad del acto implicaría
convertir a los medios tendientes a proteger el ejercicio de aquella garantía en sí misma, con olvido del carácter
meramente instrumental que tales medios revisten.
Petracchi en disidencia advirtió que el fundamento de la nulidad de una declaración prestada bajo esas condiciones no es el
de que la declaración haya sido coactivamente determinada, sino la imposibilidad de tener la convicción contraria.

- Declaraciones policiales "espontáneas": La presencia del juez de instrucción desde los primeros momentos del
procedimiento implica una garantía de legalidad de tales actuaciones. Dentro de las obligaciones y facultades de los
agentes de policía no figura la de tomar declaración a la persona detenida, esta debe ser tomada por el juez
inmediatamente luego de encontrarse el detenido a su disposición. En Quezada la Corte dijo que si bien puede admitirse,
sobre todo en los territorios nacionales por la situación especial que crean las distancias y el aislamiento, que los
funcionarios policiales puedan interrogar a los procesados a los fines de la investigación, las manifestaciones que hagan
estos no tienen el valor de prueba de confesión, pues el Código solo admite la confesión judicial y esta solo puede ser
prestada ente el juez competente y con los requisitos que aquél indica. Estas manifestaciones solo pueden tener el valor de
un indicio en cuanto concuerden con otros elementos de prueba. A fin de destruir el valor indiciario le corresponde al
imputado demostrar que aquella declaración fue obtenida compulsivamente.
A partir del caso Montenegro, donde las declaraciones fueron consecuencia de apremios ilegales efectuados por los
agentes policiales, la Corte consideró que el acatamiento por parte de los jueces de el mandato constitucional de otorgar
valor indiciario a las declaraciones efectuadas ante efectivos policiales no puede reducirse a disponer el procesamiento y
castigo de los eventuales responsables de los apremios, porque otorgar valor al resultado de su delito y apoyar sobre él una
sentencia judicial, no solo es contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena administración de
justicia al pretender constituirla en beneficiaria del hecho ilícito. Posteriormente en cosas como Ruiz, Roque, se remitió a
los principios sentados en Rayford distinguiendo el valor de las pruebas de cargo entre aquellas que podrían haber sido
incorporadas por una fuente independiente o autónoma.
Lo que el legislador intenta con esta garantía es quitarle a la policía toda facultad de interrogar a quienes aparezcan
conectados con un hecho punible, lo único que puede hacer es dirigirle preguntas para establecer su identidad. Ello
siempre que se le haga saber al sospechoso que le asisten los derechos de tener un defensor con quien podrá entrevistarse
previo a su declaración con el juez, y que en esa instancia el imputado tendrá derecho a negarse a declarar.
En Cabral, Agustín el Alto Tribunal indicó que la mera comunicación de un dato, en la medida que no sea producto de
coacción, no es un indicio que deba desecharse de la investigación criminal, pues lo contrario llevaría a sostener que la
restricción procesal (Art. 184 inc. 10 CPPN) impide a los funcionarios investigar pistas que pudieran surgir de esa
comunicación.
Incluso a partir de fallos como Patterson y Cabral, Héctor se han tenido como válidos los testimonios de oficiales de policía
respecto de lo que oyeron de boca de los interrogados valorados como prueba de cargo.
Reglas Miranda: rigen solo cuando una persona haya sido detenida, y la policía inicia respecto de ella un interrogatorio. No
rigen en cambio cuando un policía hace simples indagaciones tendientes a esclarecer un hecho previo a un arresto, y
tampoco cubren la situación de quien de manera voluntaria, esté o no detenido, habla a la policía sin que esta haya
buscado iniciar el diálogo. en ese caso el Estado tendrá la carga de demostrar la real "voluntariedad" de esa declaración,
como realizar las advertencias requeridas, a saber:
1. Indicarle al detenido su derecho a permanecer en silencio, y advertirlo de que cualquier manifestación suya puede ser
usada en su contra.
2. Hacerle saber su derecho a contar con un abogado defensor, el cual puede estar presente durante el interrogatorio
policial.
3. De querer contar con un abogado defensor, el imputado debe ser informado de su derecho a citarlo a la dependencia
policial, debiendo el interrogatorio suspenderse hasta la llegada del abogado.
4. Ese derecho incluye la facultad de consultar con el defensor, previo a prestar cualquier declaración.
5. Si el detenido carece de medios para contratar un abogado, debe informársele de su derecho de contar con un defensor
público u otro que se le designe, debiendo igualmente cesar el interrogatorio si el imputado requiere que ese defensor esté
presente.
6. El mero silencio del imputado ante esos avisos no es suficiente para que se considere que ha renunciado a sus derechos;
esa renuncia debe constar de forma fehaciente y expresa.
7. Si en el juicio del acusado el fiscal no demuestra que todos estos requisitos han sido observados, ninguna evidencia
obtenida como consecuencia del interrogatorio puede ser usada en contra de aquél.
Según Carrió, los jueces deben distinguir entre los casos en que alguien ha sido ya detenido, de los que se refieren a
simples encuentros con la policía y posibles sospechosos, previo a una detención. En el último supuesto, las indagaciones
que la policía haga acerca de las actividades del sospechoso, o las preguntas que se le formulen tendientes a esclarecer su
situación, solo implicarían violación a la garantía constitucional en examen en la medida en que esté afectada la
voluntariedad de los dichos del sospechoso. Pero paralelamente, si la policía está solo tratando de esclarecer un hecho
dudoso y , sin haber privado de su libertad a nadie, dirige simplemente preguntas a una persona y ésta responde con
dichos que la incriminan, no parece que eso implique trasgredir derechos de los imputados. En cambio, la situación será
distinta si una persona ha sido ya detenida y se encuentra custodiada por la policía. Se tendrá siempre la dude de si esos
dichos del detenido han sido realmente "espontáneos", el test que la mera ausencia de coacción en esos casos debería ser
mucho más exigente para tener a esa manifestación como constitucionalmente válida. Condiciones para dicho test:
1) Que quien realiza la declaración haya sido suficientemente alertado por la policía de que goza del derecho constitucional
de no contestar ninguna pregunta, ni siquiera las destinadas a constatar su identidad.
2) El imputado sepa que será inmediatamente llevado ante el juez para que preste allí la declaración que desee, previo a lo
cual podrá entrevistarse con un abogado.
3) La policía no transforme su derecho a indagar acerca de la identidad del detenido en un verdadero interrogatorio sobre
los hechos motivo de la detención.
4) Quede a cargo del Estado la demostración de que todos estos principios han sido observados, para poder "utilizar" en
contra del imputado cualquier dicho que lo incrimine vertido durante su detención policial, sea que esa utilización esté
dada por la confesión misma del imputado, o por los dichos del policía que la escuchó.
En los casos de flagrancia el CPPN autoriza a la policía a requerir del sospechoso datos para orientar el curso de la
investigación. Sin embargo al norma continúa advirtiendo que la información que se obtenga del imputado no podrá ser
documentada ni tendrá valor alguno en el proceso. Entonces, cuál es la utilidad de brindar a la policía esta herramienta?

- Inspecciones corporales y otras medidas de "utilización" del imputado: Con qué facultades cuentan funcionarios policiales
o judiciales para "utilizar" el cuerpo del imputado con el objeto de avanzar en una investigación u obtener a partir de allí
evidencias.
El procesado está sujeto a la revisación corporal, de modo no sólo pasivo sino también activo, esta revisación puede ser
hecha aún en contra de su voluntad cuando el examen médico, realizado por persona idónea no conlleva peligro para su
persona. El límite de la requisa corporal de que se trate es que no tenga connotaciones "particularmente humillantes" y se
efectúe con suficiente "resguardo del pudor individual". Prevé situaciones como la extracción de sangre para el dosaje
alcohólico e incluso prácticas donde equivalga a agilizar un proceso natural independiente de la voluntad de la persona,
como en los casos de mulas transportando droga ingerida. Es que la garantía solo resguarda la manifestación de la persona
y su derecho a mantener silencio en ejercicio de su libre determinación de la implementación de cualquier medio coercitivo
que busque compeler al encausado a auto incriminarse, sin embargo la realización de requisas corporales no implican un
hacer del imputado sino ser utilizado como sujeto pasivo de prueba. En los casos de extracción de sangre para estudio
genético y de histocompatibilidad puede prescindirse de la voluntad del imputado cuando esa evidencia es de índole
materia, es decir, existe relación directa con el objeto procesal de la causa, siendo el mismo conducente para el
esclarecimiento del hecho investigado, y no excediendo los límites del proceso en el que fue dispuesto. Sin embargo en
casos donde el sujeto, mayor de edad, se negó a colaborar con la muestra de sangre, se entendió que se violaría el derecho
a la intimidad, privacidad y libertad personal, afectando la dignidad de la persona humana.
Importa distinguir entre el rol del imputado como sujeto de prueba activo (reconstrucción de un hecho), aspecto amparado
por la garantía de autoincriminación, de un sujeto de prueba pasivo (ronda de reconocimiento), donde se contemplan los
casos mencionados. Lo que importa aquí es diferenciar las "comunicaciones" del imputado, contemplándolas de forma
amplia encontrándose entre ellas la redacción de un cuerpo de escritura.

- Autoincriminación y secreto profesional: Se presupone que aquél que asumió voluntariamente la posibilidad de ser
penado, a pesar de ello, no esté obligado a denunciarse, de modo que el haber cometido un delito no solo no reduce el
valor de la garantía sino que es, precisamente, lo que le otorga sentido. En otros casos se considera el rol de los médicos
como funcionarios públicos con el deber de denunciar aquellos presuntos ilícitos que ante ellos se presenten y observa
también el riesgo asumido por quien delinque que en primer lugar se pone en dicha situación de riesgo que conlleva la
posibilidad de autoincriminarse de complicarse el proceso y deber recurrir a un médico. Sin embargo crea una distinción
irrazonable entre quien concurre a atenderse a un hospital público y quien tiene los medios para recurrir a un sanatorio
privado.
 DETENCIÓN POR PARTE DE AUTORIDAD COMPETENTE

Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal. Convención Americana sobre Derechos del Hombre

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales.

2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada sin demora del cargo o
cargos formulados contra ella.

5. Toda persona detenida o retenida debe  ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley
para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin
perjuicio de que continué el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el
juicio.

6. Toda persona privada de su libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida,
sin demora, sobre la legalidad de tal amenaza dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán
interponerse por sí o por otra persona.

7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente dictados por
incumplimientos de deberes alimentarios.

Artículo 14. CN- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten
su ejercicio; a saber: de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino.

Art. 18 CN - Nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente.

Art. 13 Constitución CABA- La Ciudad garantiza la libertad de sus habitantes como parte de la inviolable dignidad de las
personas. Los funcionarios se atienen estrictamente a las siguientes reglas:

Nadie puede ser privado de su libertad sin una orden escrita y fundada emanada de autoridad judicial competente, salvo
caso de flagrante delito con inmediata comunicación al juez.

Artículo 64 Decreto Reglamentario 6580/58 - Por "prevención del delito" debe entenderse toda actividad de observación y
seguridad destinada a impedir la comisión de actos punibles y a recoger elementos de juicio sobre las actividades de las
personas de quienes se suponga fundadamente intenten cometerlos o hagan del delito su profesión habitual.

Artículo 94 Decreto Reglamentario 6580/58 - Las facultades expresamente enunciadas en la Ley Orgánica de la Policía
Federal no excluyen otras que, en materia no prevista, sea imprescindible ejercer por motivos imperiosos de interés general
relacionados con el orden y seguridad públicos y la prevención del delito.

Artículo 96 Decreto Reglamentario 6580/58 - Además de la observancia de las limitaciones precedentes, el ejercicio del
poder de policía anteriormente mencionado, se sujetará en especial a las siguientes condiciones:
1. Basarse en edictos, disposiciones y órdenes dadas por escrito con las formalidades reglamentarias;
2. No violar ninguna disposición de la Constitución Nacional, de un tratado o de una ley nacional;
3. No ser irrazonablemente ejercido;
4. No invadir innecesariamente los derechos privados de libertad y propiedad; y

5. Tener una relación actual con el objeto para cuya preservación se ejerce y ser adecuado y conveniente para lograr sus
fines.

Art. 282 CPPN - Cuando el delito que se investigue no esté reprimido con pena privativa de la libertad o parezca procedente
una condena de ejecución condicional, el juez, salvo los casos de flagrancia, ordenará la comparecencia del imputado por
simple citación.

Si el citado no se presentare en el término que se le fije ni justificare un impedimento legítimo, se ordenará su detención.

Art. 283 CPPN - Salvo lo dispuesto en el artículo anterior, el juez librará orden de detención para que el imputado sea
llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle indagatoria.

La orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para identificarlo y el hecho que se le
atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o inmediatamente después, con arreglo al artículo 142.

Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la orden verbal o telegráficamente, haciéndolo constar.

Art. 284 CPPN - Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener, aún sin orden judicial:

1°) Al que intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad, en el momento de disponerse a
cometerlo.

2°) Al que fugare, estando legalmente detenido.

3°) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de culpabilidad, y exista peligro inminente de
fuga o de serio entorpecimiento de la investigación y al solo efecto de conducirlo ante el juez competente de inmediato para
que resuelva su detención, y

4°) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de acción pública reprimido con pena privativa de
libertad.

Tratándose de un delito cuya acción dependa de instancia privada, inmediatamente será informado quien pueda
promoverla, y si éste no presentare la denuncia en el mismo acto, el detenido será puesto en libertad.

Art. 286 CPPN - El funcionario o auxiliar de la policía que haya practicado una detención sin orden judicial, deberá presentar
al detenido inmediatamente en un plazo que no exceda de seis (6) horas, ante la autoridad judicial competente.

Art. 287 CPPN - En los casos previstos en los incisos 1, 2 y 4 del artículo 284; los particulares serán facultados para practicar
la detención, debiendo entregar inmediatamente el detenido a la autoridad judicial o policial.

Art. 5 inc. 1 Decreto Ley 333/58 - Son facultades de la Policía Federal para el cumplimiento de sus funciones:

1.- Detener con fines de identificación, en circunstancias que lo justifiquen, y por un lapso no mayor de veinticuatro (24)
horas, a toda persona de la cual sea necesario conocer sus antecedentes.

Art. 1 Ley 23.950 (modificatoria del 5 inc. 1 DL. 333/58)- Fuera de los casos establecidos en el Código de Procedimientos en
Materia Penal, no podrá detener a las personas sin orden de juez competente. Sin embargo, si existiesen circunstancias
debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiere cometer algún hecho delictivo o
contravencional y no acreditase fehacientemente su identidad, podrá ser conducido a la dependencia policial que
correspondiese, con noticia al juez con competencia en lo correccional en turno y demorada por el tiempo mínimo necesario
para establecer su identidad, el que en ningún caso podrá exceder de diez horas. Se le permitirá comunicarse en forma
inmediata con un familiar o persona de su confianza a fin de informarle su situación. Las personas demoradas para su
identificación no podrán ser alojadas junto ni en los lugares destinados a los detenidos por delitos o contravenciones.

En principio la autoridad judicial es la única avalada para ordenar una detención válida. Sin embargo en caso de delitos
flagrantes, si el autor del delito fuera sorprendido en el momento de intentarlo, cometerlo, inmediatamente después, si
fuera perseguido o tuviera objetos o presentase rastros que permitieran sostener razonablemente que acaba de participar
de un delito, se podrá efectuar la detención por parte de funcionarios policiales. En ese caso se deberá avisar al juez
inmediatamente para validar efectivamente la detención (plazo de 6hs). La situación debe tener carácter urgente y estar
medianamente acreditada la comisión del delito. Asimismo el CPPN prevé otras circunstancias en las que autoriza a agentes
de policía a efectuar detenciones, aún sin orden judicial y son las referidas en el art. 284. El último caso en donde procede
la detención sin orden emanada de autoridad competente es el de las efectuadas por particulares en las situaciones que
dispone el art. 287.
Ahondando en los casos de detenciones por parte de efectivos policiales cabe mencionar que la única razón por la que
estos están facultados a restringir la libertad de los ciudadanos es por "averiguación de antecedentes", esto según lo
dispuesto en el Decreto Ley 333/58. Esta amplia facultad conferida ni siquiera requiere que el oficial a cargo de la
detención esté actuando en conexión a alguna denuncia o procedimiento existente. Con la promulgación de la ley 23.950,
modificatoria de la Ley Orgánica de la Policía Federal, se dispone que la detención es con los fines de acreditar la identidad
de una persona que, debidamente requerida, no lo hace de manera fehaciente. Entonces detención no será posible
respecto de quien tenga en su poder su documento de identidad, se requiere que existan razones que hagan presumir que
la persona requerida ha cometido o puede cometer un hecho delictivo o contravencional. El hecho que se confiera la
facultad de proceder a una detención bajo los supuestos mencionados en caso de una contravención amplía la facultad
prevista en el CPPN, al igual sucede de comprender la situación de quien "pudiere cometer un hecho delictivo o
contravencional" , pues todos los habitantes estamos en esta situación. Por lo tanto es importante que los tribunales exijan
que el policía que cumplió la detención identifique cuáles fueron las "circunstancias debidamente fundadas" que lo llevaron
a presumir que se estaba ante la inminencia de la comisión de un hecho ilícito. Asimismo el plazo se ha reducido a 10 hs, se
debe informar de la detención al juez de turno y se le permite al detenido comunicar su situación a algún familiar o persona
de confianza.
- Exclusión de la prueba obtenida en una detención ilegal: Cuándo una detención es ilegal?

CASO DARAY: En el mes de abril de 1991, en horas de la mañana, personal policial de la zona de San Rafael, Mendoza, que
se encontraban practicando controles de rutina, detuvo en la vía publica a Carlos Antonio Garbin, el cual conducía un auto
Mercedez Benz, con patente de Capital. Según el informe del policía interviniente, la razón de la detención fue para que el
conductor acreditara su habilitación para conducir el rodado.

Garbin exhibió la documentación solicitada, a pesar de esto el informe policial advierte que a Garbin se lo “invito” a
concurrir a la seccional de Policía, en donde se constato que el número grabado en el motor y en el chasis coincidía con la
cédula vehicular.

Mientras los oficiales de policía intentaban comunicarse con Bs. As. Para determinar “si el rodado poseía impedimento
legal alguno”, Garbin, “espontáneamente” involucró a sus hijos Claudio y Alejandro, diciendo que estos tenían automóviles
extranjeros con patentes diplomáticas. Garbin se ofreció a acompañar al personal a “entrevistarse” con sus hijos en una
bodega propiedad de aquél.
La policía logra intervenir en el domicilio de los hijos de Garbin, los cuales reconocieron su intervención en compras
irregulares de autos importados por diplomáticos, suministrando detalles de las operaciones y revelando el lugar donde
ocultaban los vehículos. Con dicha información la policía dejo constancia de que los Garbin quedaban detenidos e
incomunicados.

Luego de eso se le dio intervención al juez federal en turno por el presunto delito de contrabando, solicitándosele una
orden de allanamiento para el secuestro de los vehículos y de su documentación. El juez libró la orden y se secuestró un
automóvil con patente diplomática.

Arbitrariedad de la detención sufrida por Garbin padre: "En este caso los agentes de policía no presenciaron la comisión
de ningún delito, ni dejaron constancia de que tuviesen, al momento de detener al señor Garbin, ningún indicio que pudiera
razonablemente sustentar la sospecha de su vinculación con la comisión de un delito. Al contrario, no se advierte qué tiene
de sospechoso que una persona conduzca su propio automóvil portando la documentación habilitante expedida a su
nombre" (Consid. 12 voto Nazareno, Moliné y Levene)

La corte analizó si esa detención se ha llevado a cabo de manera compatible con el Art. 18 de la CN, el cual en la parte
principal dispone que nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente.

Además este voto señaló que todo proceso penal debe ser tramitado de acuerdo con una ley preexistente que al mismo
tiempo faculte y limite al Estado en el ejercicio de la coacción procesal (Consid. 11)

El voto de la mayoría afirmó un estándar en el nivel de sospechas necesarios para considerar válida una detención por vía
policial. El voto mencionó la necesidad de que se cuente con indicios vehementes de culpabilidad para proceder a la
detención.

Además agregó que se requiere que estén reunidas todas las cirscuntancias que justifiquen la razonabilidad de la
detención.

- Detenciones ordenadas por un fiscal: Son consideradas válidas en tanto dicho funcionario tiene delegada por mandato
judicial la investigación de un proceso, procede en casos de flagrancia o urgencia.

CASO CHAPARRO ÁLVAREZ VS. ECUADOR: Según la demanda, con motivo de la “Operación Antinarcótica Rivera”, oficiales
de policía antinarcóticos incautaron el 14 de noviembre de 1997, en el Aeropuerto Simón Bolívar de la ciudad de Guayaquil,
un cargamento de pescado de la compañía “Mariscos Oreana Maror” que iba a ser embarcado con destino a la ciudad de
Miami, Estados Unidos de América. En dicho cargamento, afirmó la Comisión, fueron encontradas unas cajas térmicas o
hieleras en las que se detectó la presencia de clorhidrato de cocaína y heroína. Según la demanda, el señor Chaparro fue
considerado sospechoso de pertenecer a una “organización internacional delincuencial” dedicada al tráfico internacional
de narcóticos, puesto que su fábrica se dedicaba a la elaboración de hieleras similares a las que se incautaron, motivo por
el cual la Jueza Décimo Segunda de lo Penal del Guayas dispuso el allanamiento de la fábrica Plumavit y la detención con
fines investigativos del señor Chaparro. Según la Comisión, al momento de la detención del señor Chaparro las autoridades
estatales no le informaron de los motivos y razones de la misma, ni tampoco de su derecho a solicitar asistencia consular
del país de su nacionalidad. La Comisión informó que el señor Lapo fue detenido, junto con otros empleados de la fábrica
Plumavit, durante el allanamiento a dicha fábrica. La detención del señor Lapo supuestamente no fue en flagrancia ni
estuvo precedida de orden escrita de juez, tampoco le habrían informado de los motivos y razones de su detención. Las dos
presuntas víctimas supuestamente fueron trasladadas a dependencias policiales y permanecieron incomunicadas cinco
días. El señor Chaparro no habría contado con patrocinio letrado al momento de rendir su declaración preprocesal y la
defensa pública del señor Lapo supuestamente no fue adecuada. Según la Comisión, la detención de las presuntas víctimas
sobrepasó el máximo legal permitido por el derecho interno y no fueron llevadas sin demora ante un juez.
51. El artículo 7 de la Convención tiene dos tipos de regulaciones bien diferenciadas entre sí: una general y otra específica.
La general se encuentra en el primer numeral: “[t]oda persona tiene el derecho a la libertad y a la seguridad personales”.
Mientras que la específica está compuesta por una serie de garantías que protegen el derecho a no ser privado de la
libertad ilegalmente (art. 7.2) o arbitrariamente (art. 7.3), a conocer las razones de la detención y los cargos formulados en
contra del detenido (art. 7.4), al control judicial de la privación de la libertad y la razonabilidad del plazo de la prisión
preventiva (art. 7.5), a impugnar la legalidad de la detención (art. 7.6) y a no ser detenido por deudas (art. 7.7).
93. En suma, no es suficiente que toda causa de privación o restricción al derecho a la libertad esté consagrada en la ley,
sino que es necesario que esa ley y su aplicación respeten los requisitos que a continuación se detallan, a efectos de que
dicha medida no sea arbitraria: i) que la finalidad de las medidas que priven o restrinjan la libertad sea compatible con la
Convención. Valga señalar que este Tribunal ha reconocido como fines legítimos el asegurar que el acusado no impedirá el
desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia47; ii) que las medidas adoptadas sean las idóneas para
cumplir con el fin perseguido; iii) que sean necesarias, en el sentido de que sean absolutamente indispensables para
conseguir el fin deseado y que no exista una medida menos gravosa respecto al derecho intervenido entre todas aquellas
que cuentan con la misma idoneidad para alcanzar el objetivo propuesto. Por esta razón el Tribunal ha señalado que el
derecho a la libertad personal supone que toda limitación a éste deba ser excepcional48, y iv) que sean medidas que
resulten estrictamente proporcionales49, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad
no resulte exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de la
finalidad perseguida. Cualquier restricción a la libertad que no contenga una motivación suficiente que permita evaluar si
se ajusta a las condiciones señaladas será arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la Convención.

 REQUISA

Art. 230 CPPN - El juez ordenará la requisa de una persona, mediante decreto fundado, siempre que haya motivos
suficientes para presumir que oculta en su cuerpo cosas relacionadas con un delito. Antes de proceder a la medida podrá
invitársela a exhibir el objeto de que se trate.

Las requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor de las personas. Si se hicieren sobre una mujer serán
efectuadas por otra.

La operación se hará constar en acta que firmará el requisado; si no la suscribiere, se indicará la causa. La negativa de la
persona que haya de ser objeto de la requisa no obstará a ésta, salvo que mediaren causas justificadas.

Art 230 bis CPPN - Los funcionarios de la policía y fuerza de seguridad, sin orden judicial, podrán requisar a las personas e
inspeccionar los efectos personales que lleven consigo, así como el interior de los vehículos, aeronaves y buques, de
cualquier clase, con la finalidad de hallar la existencia de cosas probablemente provenientes o constitutivas de un delito o
de elementos que pudieran ser utilizados para la comisión de un hecho delictivo de acuerdo a las circunstancias particulares
de su hallazgo siempre que sean realizadas:

a) con la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razonable y objetivamente permitan justificar dichas
medidas respecto de persona o vehículo determinado; y,

b) en la vía pública o en lugares de acceso público.


La requisa o inspección se llevará a cabo, de acuerdo a lo establecido por el 2° y 3er. párrafo del artículo 230, se practicarán
los secuestros del artículo 231, y se labrará acta conforme lo dispuesto por los artículos 138 y 139, debiendo comunicar la
medida inmediatamente al juez para que disponga lo que corresponda en consecuencia.

Tratándose de un operativo público de prevención podrán proceder a la inspección de vehículos.

Para requisas personales se exige del juez decreto fundado en que haya motivos suficientes para presumir que una persona
oculta en su cuerpo cosas relacionadas con un delito. El requisito de motivos previos es el mínimo recaudo que
corresponde exigir a la policía cuando actúa en casos de emergencia sin orden judicial por la posibilidad de que le
procedimiento se frustre. Como ya vimos, respecto de la detención el recaudo es la existencia de "indicios vehementes de
culpabilidad" y el "peligro inminente de fuga".
- Criterios limitativos de la actuación policial: La flagrancia que permite prescindir de orden judicial se da solo en tanto y en
cuanto la comisión del delito sea exteriormente reconocible; es a todas luces incorrecto hablar de flagrancia cuando la
comisión del hecho solo pudo ser advertida como consecuencia de la requisa. (Sala I, Cámara Federal de la Capital)
En otro fallo la Sala II de la Cámara Federal de la Capital señaló también que en ciertos casos de riesgo para los policías por
la posibilidad de que los imputados estén armados, ese recaudo de "causa probable" podía descender a uno algo menor de
"sospecha razonable" para considerar válida una requisa de las ropas del imputado. Según lo desarrollado por la Sala II de
la Cámara Federal de San Martín, la sospecha razonable debe sustentarse en datos concretos y objetivos - tareas de
inteligencia, seguimientos o denuncias - que adjudiquen cabalmente a determinado sitio o a una o varias personas,
comportamientos o actividades relacionadas con la temática.
Del análisis jurisprudencial deviene que una requisa policial sin orden de juez requeriría de la concurrencia de: 1) indicios
vehementes propios de toda detención policial, y además de ello, 2) los "motivos suficientes" para presumir que la requisa
arrojará resultado positivo.

CASO FERNÁNDEZ PRIETO: El 26 de mayo de 1992 miembros del personal policial de la sección “Sustracción de
Automotores”” observaron  que circulaba un vehículo marca Renault 12 con tres sujetos en sus interior en 2actitud
sospechosa” interceptaron e hicieron descender a los ocupantes y lo requisaron en presencia de testigos, habiendo hallado
“ladrillos” característicos de picadura de marihuana tanto en el baúl como el interior del vehículo. Se incautaron de un
arma y proyectiles que se encontraban en el baúl.

Se procede  al secuestro de todo lo narrado y descripto, incluido el automotor y procediéndose a la detención de los
interceptados… (el acta es firmada por los preventores, los testigos  y el procesado).

En ningún momento los policías explicaron qué tenía de sospechoso conducir un automovil a las 19hs en Mar del Plata, qué
comportamiento en particular observaron de los imputados, o si alguna característica del vehículo les sugirió que éste
podía ser robado.
En este fallo la Corte se apartó del precedente Daray por entender que la defensa se agravió del acto inicial de
interceptación y requisa del vehículo y no de la posterior detención consecuencia del hallazgo de material incriminatorio.
Así menciona que existían razones de urgencia para no demorar el procedimiento al tratarse de un vehículo en circulación.

CASO TUMBEIRO: el 15 de enero de 1998, en las inmediaciones de la calle C. al 1700 de esta ciudad cuando el personal
policial identificó a Carlos Alejandro Tumbeiro al considerar que su actitud en la vía pública resultaba sospechosa, porque
su vestimenta era inusual para la zona y por mostrarse nervioso ante la presencia del patrullero. No obstante, luego de
acreditar su identidad con el documento que llevaba en su poder, ante el nerviosismo que exhibía se lo llevo al interior del
vehículo policial con el fin de establecer, a través del sistema dígito radial, si registraba pedido de captura, lo que dio como
resultado negativo.
Mientras se obtenía ese informe, se detectó que dentro del diario perteneciente a Tumbeiro, que estaba a su lado en el
asiento, había una bolsita con una sustancia que resultó ser cocaína. Ante este hallazgo, se convocó a testigos, se labró acta
de estilo y se procedió a la detención.

Luego de haberse revocado el fallo condenatorio de primera instancia por la actuación de la Cámara de Casación por
considerar nulo el procedimiento policial, la Corte anuló la sentencia de la Alzada consagrando el criterio según el cual las
conductas tan equívocas como un supuesto "nerviosismo", o no estar vestido de acuerdo a las usanzas del lugar, justifican
que un ciudadano sea privado de su libertad. Además se manifestó en cuanto a las "medidas cautelares de prevención" que
consistirían en un legítimo trámite de identificación llevado a cabo por los funcionarios policiales a la luz de las normas que
regulan su accionar. Para considerar a dicho trámite como legítimo, la Corte dijo que los oficiales de policía interceptaron al
encartado en actitud sospechosa, que fue ulteriormente corroborada con el hallazgo e estupefacientes, y comunicaron de
inmediato la detención al juez.

 PROTECCIÓN DEL DOMICILIO, PAPELES PRIVADOS Y COMUNICACIONES


Art. 18 CN - El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley
determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.
Art. 224. CPPN- Si hubiere motivo para presumir que en determinado lugar existen cosas vinculadas a la investigación del
delito, o que allí puede efectuarse la detención del imputado o de alguna persona evadida o sospechada de criminalidad, el
juez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar.
El juez podrá proceder personalmente o delegar la diligencia en el fiscal o en los funcionarios de la policía o de las fuerzas
de seguridad. En caso de delegación, expedirá una orden de allanamiento escrita, que contendrá: la identificación de causa
en la que se libra; la indicación concreta del lugar o lugares que habrán de ser registrados; la finalidad con que se practicará
el registro y la autoridad que lo llevará a cabo. El funcionario actuante labrará un acta conforme lo normado por los
artículos 138 y 139 de este Código.
En caso de urgencia, cuando medie delegación de la diligencia, la comunicación de la orden a quien se le encomiende el
allanamiento podrá realizarse por medios electrónicos. El destinatario de la orden comunicará inmediatamente su
recepción al Juez emisor y corroborará que los datos de la orden, referidos en el párrafo anterior, sean correctos. Podrá
usarse la firma digital. La CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION o el órgano en que ésta delegue dicha facultad,
reglamentará los recaudos que deban adoptarse para asegurar la seriedad, certidumbre y autenticidad del procedimiento. 
Cuando por existir evidente riesgo para la seguridad de los testigos del procedimiento, fuese necesario que la autoridad
preventora ingrese al lugar primeramente, se dejará constancia explicativa de ello en el acta, bajo pena de nulidad.
Si en estricto cumplimiento de la orden de allanamiento, se encontrare objetos que evidencien la comisión de un delito
distinto al que motivó la orden, se procederá a su secuestro y se le comunicará al juez o fiscal interviniente.
Art. 225 CPPN. Allanamiento de morada - Cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en sus dependencias
cerradas, la diligencia sólo podrá realizarse desde que salga hasta que se ponga el sol.
Sin embargo, se podrá proceder a cualquier hora cuando el interesado o su representante lo consienta, o en los casos
sumamente graves y urgentes, o cuando peligre el orden público.
Art. 226 CPPN. Allanamiento de otros locales - Lo establecido en el primer párrafo del artículo anterior no regirá para los
edificios públicos y oficinas administrativas, los establecimientos de reunión o de recreo, el local de las asociaciones y
cualquier otro lugar cerrado que no esté destinado a habitación o residencia particular.
En estos casos deberá darse aviso a las personas a cuyo cargo estuvieren los locales, salvo que ello fuere perjudicial a la
investigación.
Para la entrada y registro en el Congreso el juez necesitará la autorización del presidente de la Cámara respectiva.
Art. 227 CPPN. Allanamiento sin orden - No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, la policía podrá proceder al
allanamiento de morada sin previa orden judicial cuando:
1°) Por incendio, explosión, inundación u otro estrago se hallare amenazada la vida de los habitantes o la propiedad.
2°) Se denunciare que personas extrañas han sido vistas mientras se introducían en una casa o local, con indicios
manifiestos de ir a cometer un delito.
3°) Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se persigue para su aprehensión.
4°) Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está cometiendo un delito o pidan socorro.
5°) Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la víctima de una privación ilegal de la libertad y
corra peligro inminente su vida o integridad física (artículo 34 inciso 7 del CODIGO PENAL DE LA NACION). El representante
del MINISTERIO PUBLICO FISCAL deberá autorizar la diligencia y será necesaria su presencia en el lugar. 
Art. 228 CPPN. Formalidades para el allanamiento - La orden de allanamiento será notificada al que habite o posea el
lugar donde deba efectuarse o, cuando esté ausente, a su encargado o, a falta de éste, a cualquier persona mayor de edad
que se hallare en el lugar, prefiriendo a los familiares del primero. Al notificado se le invitará a presenciar el registro.
Cuando no se encontrare a nadie, ello se hará constar en el acta.
Practicado el registro, se consignará en el acta su resultado, con expresión de las circunstancias útiles para la investigación.
El acta será firmada por los concurrentes. Si alguien no lo hiciere se expondrá la razón.
Art. 229 CPPN. Autorización del registro - Cuando para el cumplimiento de sus funciones o por razones de higiene,
moralidad y orden público alguna autoridad competente necesite practicar registros domiciliarios, solicitará al juez orden
de allanamiento expresando los fundamentos del pedido. Para resolver la solicitud, el juez podrá requerir las informaciones
que estime pertinentes.
Art. 234. CPPN Intercepción de correspondencia - Siempre que lo considere útil para la comprobación del delito el juez
podrá ordenar, mediante auto fundado, la intercepción y el secuestro de la correspondencia postal o telegráfica o de todo
otro efecto remitido por el imputado o destinado a éste, aunque sea bajo nombre supuesto.
Apertura y examen de correspondencia.
Art. 235. CPPN Secuestro - Recibida la correspondencia o los efectos interceptados, el juez procederá a su apertura en
presencia del secretario, haciéndolo constar en acta. Examinará los objetos y leerá, por sí, el contenido de la
correspondencia.
Si tuvieren relación con el proceso, ordenará el secuestro; en caso contrario, mantendrá en reserva su contenido y dispondrá
la entrega al destinatario, a sus representantes o parientes próximos, bajo constancia.
Art. 236. Intervención de comunicaciones telefónicas- El juez podrá ordenar, mediante auto fundado, la intervención de
comunicaciones telefónicas o cualquier otro medio de comunicación del imputado, para impedirlas o conocerlas.
Bajo las mismas condiciones, el Juez podrá ordenar también la obtención de los registros que hubiere de las comunicaciones
del imputado o de quienes se comunicaran con él. 
En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos en los artículos 142 bis y 170 del CODIGO PENAL DE LA
NACION, o que tramiten en forma conexa con aquéllas, cuando existiese peligro en la demora, debidamente justificado,
dichas facultades podrán ser ejercidas por el representante del MINISTERIO PUBLICO FISCAL, mediante auto fundado, con
inmediata comunicación al Juez, quien deberá convalidarla en el término improrrogable de veinticuatro horas, bajo pena de
nulidad del acto y consecuente ineficacia de la prueba introducida a partir de él. 

CASO FIORENTINO: Diego Fiorentino fue detenido cuando ingresaba con su novia en el hall de su edificio y al ser
interrogado reconoce ser poseedor de marihuana que guardaba en su departamento, en el cual vivía con sus padres por lo
que habría autorizado el ingreso del personal policial (siendo menor de edad), se encuentran en su habitación 5 cigarrillos y
5 colillas de picadura  de marihuana y 38 semillas de la misma especie.
A los padres del procesado una comisión policial les exige el ingreso al domicilio, y al momento de ingresar, estos no
habrían prestado autorización, con lo cual se habría realizado un allanamiento. El planteo del fallo es que se viola una
garantía constitucional porque el personal policial, fuerzas de seguridad deben tener orden de allanamiento firmado por
juez competente, más en este caso que ya se había efectivizado la detención del imputado. Los padres testimoniaron que
estando en la cocina de su domicilio ven ingresar dos personas desconocidas y detrás de ellos iban su hijo y su novia, más
otras dos personas (policía) y luego estos se introdujeron a su dormitorio.
En el caso no se configura ninguna excepción ni existe consentimiento válido que permita la introducción del personal
policial al domicilio del procesado. Los padres no autorizaron el allanamiento, es ilógico derivar la existencia de un supuesto
consentimiento tácito por ausencia de oposición cuando ya se había consumado el ingreso, máxime  si se tiene en cuenta el
modo en cómo se desarrollaron los hechos. Por lo expuesto el allanamiento es ilegitimo. El Ato Tribunal declaró la invalidez
del registro domiciliario y del secuestro practicado en tales condiciones. Declaró procedente el recurso extraordinario
interpuesto, dejando sin efecto la sentencia condenatoria.
- Allanamientos dispuestos por los fiscales: Dicho agregado aparece dentro de las normas que facultan a la policía a actuar
sin orden judicial previa y como excepción a que los ingresos domiciliarios requieren orden del juez. Lo que esta norma
dispone es que no sea solo la policía quien evalúe la situación de necesidad que la norma contempla, sino que ella actúe
con autorización y en presencia del agente fiscal.

- Precisión en el contenido de la orden de allanamiento: En ella han de consignarse con precisión qué es exactamente lo
que la policía está facultada a revisar y eventualmente a secuestrar. El criterio puede considerarse amplio en tanto
contempla que si al ejecutar la orden el policía se topa, inadvertidamente, con elementos demostrativos de la comisión de
un delito, parece razonable que ella esté autorizada a secuestrar lo encontrado, así como todo aquello que pueda ser
entendido como abarcado dentro del material a recabar por la expresa orden del juez del registro.

- Allanamientos nocturnos: Los ordenamientos procesales suelen requerir que el allanamiento de un lugar habitado, aun
con orden judicial, tengan lugar de día, salvo situaciones de urgencia o gravedad, cuando signifique un peligro para el orden
público o cuando el interesado consciente que el ingreso tenga lugar durante la noche. La Cámara Federal de La Plata
especificó en una instancia que en el allanamiento nocturno de una vivienda, se requiere que la policía actúe haciendo
sonar el timbre, notificando la orden de allanamiento y penetrando después si el morador consciente libremente.

Los criterios expuestos por la Corte a lo largo de sus sentencias son:

*El consentimiento de aquel en cuyo domicilio la policía ingresa hace que eso no sea un allanamiento.

*Ese consentimiento determina que no haya necesidad de requerir orden judicial, ni que importe si existían razones de
urgencia como para ingresar sin dicha orden.

*El ingreso así consentido puede tener lugar de día o noche, indistintamente.

*La policía puede dirigirse a lo de un individuo con el propósito de obtener su consentimiento, sin que se sepa què razones
en concreto se tuvieron en cuenta para suponer que en ese domicilio habría evidencias demostrativas de la comisión de un
delito. Tampoco importa si un juez, en esas condiciones, hubiera autorizado el ingreso.

*Una vez obtenido el consentimiento la policía puede registrar a sus anchas, podría interpretarse ello siempre, en verdad,
incluso cuando lo hace a partir de una orden judicial.

La ratificación del consentimiento expresado por el morador en sede judicial hace a la validez del registro de la vivienda.

Claramente el consentimiento a un allanamiento domiciliario no puede ser tácito, en Rayford la Corte entendió que tal
actitud debe hallarse expresada de tal manera que no queden dudas en cuanto a la plena libertad del individuo al formular
la autorización. Posteriormente la Corte consideró pertinente la aplicación de un análisis global de la situación fáctica, para
ver en qué medida existen indicios de coerción o intimidación sobre el imputado. Ausentes tales indicios, l consentimiento
será válido.

Se comprende el criterio domicilio ampliamente respecto de la garantía que tutela la privacidad e intimidad de los
individuos, en efecto se resguarda el ambiente en que el hombre se desenvuelve, por lo que ha de entenderse necesaria la
orden de allanamiento precisa que permita el registro de otros efectos personales como lo son cofres cerrados, cartas
privadas y e-mails. Será necesario que el individuo se haya comportado de manera tal de exhibir un interés en mantener el
ámbito de privacidad digno de tutela. En lo que respecta a los automóviles la movilidad de estos hace peligrar que la
prueba buscada se pierda, por lo que la regla debería ser la exigencia de orden judicial, pudiéndose siempre dejar una
consigna policial junto al vehículo, mientras se tramita la orden.

- Respecto de las comunicaciones: Un llamado telefónico anónimo alertó a la División Drogas Peligrosas de la Policía
Federal de que en una casa se vendían estupefacientes. Se indicaba la dirección, el teléfono y los datos de su ocupante, una
mujer. Sólo sobre la base de ese llamado anónimo el juez ordenó tareas de inteligencia del lugar y la intervención
telefónica. Esa intervención disparó otras, descubrió a varias personas y permitió imputarlas por comercio de drogas.
Carlos José Quaranta resultó condenado a cinco años de prisión y recurrió la sentencia de condena hasta llegar a la Corte.

El agravio de Quaranta se centró en la violación a la garantía de inviolabilidad del domicilio del art. 18 de la C.N. ya que,
dijo, el juez no tenia motivos para ordenar la intervención telefónica de la mujer que derivó en la captación de su propio
teléfono y en su condena posterior. La Corte, reafirmando su jurisprudencia en Rayford, le dio la razón.

El derecho a no sufrir injerencias arbitrarias en la vida privada, en la de la familia, en el domicilio o en la correspondencia


(que consagran los arts. 18 y 19 de la C.N. y los Pactos internacionales de Derechos Humanos) alcanza también a las
comunicaciones telefónicas. La injerencia en ellas (el levantamiento de su secreto) sólo puede ser dispuesta por un juez en
resolución motivada cuando median en la causa elementos objetivos idóneos para fundar una mínima sospecha razonable.
La sola existencia de un llamado anónimo que advierte sobre una supuesta actividad ilegal y motiva no sólo la formación de
un proceso penal sino la intervención del teléfono del domicilio denunciado y de los que con él se comunicaban, no cumple
con dichos estándares. De todo ello habla Quaranta, caso en el que la Corte no encontró un cauce de investigación
independiente distinto a la intervención ilegal y, por aplicación de la regla de exclusión (doctrina del fruit of the poisonous
tree, el Estado no puede beneficiarse de una actividad ilegal), anuló todo lo actuado y absolvió al condenado.

En cuanto a la duración de una intervención telefónica, por tratarse de un supuesto que afecta derechos fundamentales
ella no puede prolongarse indefinidamente, por lo que no puede disponerse la prórroga de la restricción si los resultados
no han sido elevados al magistrado para que pueda ponderar la necesidad de la misma.

Respecto de los descubrimientos casuales que puedan darse referidos a la comisión de un delito diferente por el cual la
intervención telefónica se ha autorizado, si bien es posible y puede originar el inicio de una causa por separado, no puede
ser llevado a cabo por el juez de instrucción sin la necesaria instrucción del MPF y si no lo es en el marco de su competencia
operado por las reglas de los arts. 36 y 50 de CPPN. Sin embargo también se sostiene que la prevención no puede renunciar
a investigar por propia iniciativa una “notitia criminis” descubierta mediante una intervención telefónica legalmente
autorizada. Respecto de la persona que ha de ser intervenida procederá en todo caso en el que se permita consignar un
dato que surgía de la prueba existente que permitió sospechar que mediante aquel número telefónico podrían efectuarse
llamadas vinculadas con el hecho investigado, no es necesaria la participación del imputado en las conversaciones.

REGLA DE EXCLUSIÓN

Los medios obtenidos en violación de garantías constitucionales no son admisibles como prueba de cargo.
Los argumentos esgrimidos para fundamentar la validez de esta regla refieren al aspecto ético del valor de “justicia”
comprometido si a fin de garantizar la viabilidad del proceso se vulneran las garantías tuteladas por el sistema y ello en
virtud del actuar del mismo órgano encargado de la tarea de obtener la “verdad”. No implica que por aplicación de dicha
regla las personas culpables de comisión de un delito no reciben sanción, sino que es a partir de las garantías que la
Constitución enuncia.

DOCTRINA DEL FRUTO DEL ARBOL VENENOSO: Si agentes de policía ingresan ilegalmente en el domicilio de una persona, o
si interrogan a un sospechoso por medio de apremios, los elementos encontrados en el domicilio o los dichos vertidos por
quien ha sido coercionado, no serán admisibles como prueba en contra de quienes han padecido tales violaciones de sus
garantías constitucionales. No solo resultan inadmisibles en contra de los titulares de aquellas garantías las pruebas
directamente obtenidas del procedimiento inicial sino además todas aquellas otras evidencias que son “fruto” de la
ilegalidad originaria.

Sin embargo las excepciones a la regla de exclusión son aquellas situaciones en las que existe en un proceso un cauce de
investigación distinto del que se tenga por ilegítimo, de manera de poder afirmarse que existía la posibilidad de adquirir la
prueba cuestionada por una fuente independiente, entonces esa prueba será válida. No es suficiente para aceptar la
existencia de un curso de prueba independiente que, a través de un juicio meramente hipotético o conjetural, se pueda
imaginar la existencia de otras actividades de la autoridad de prevención que hubiesen llevado al mismo resultado
probatorio; es necesario que en el expediente conste en forma expresa la existencia de dicha actividad independiente que
habría llevado inevitablemente al mismo resultado.

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