Cuándo un ciudadano acude a un centro sanitario es evaluado, diagnosticado y
finalmente derivado a la atención de un especialista. Esto ocurre en el marco de atención de salud física y este procedimiento se asemeja al flujo de intervención de casos de salud mental porque en nuestro sector también existe diversidad de fundamento teórico pisoterapéutico. En el presente trabajo académico las autoras analizan las diferencias de dos corrientes de la psicoterapia como son el Psicoanálisis y el Conductismo a partir de sus conceptos, épocas de desarrollo, la finalidad y los antecedentes de sus campos de acción que permita identificar la función de cada especialidad. Con la finalidad de respaldar el trabajo del psicólogo quien interviene casos en el campo de salud mental. Porque toda acción tiene como fundamento a una teoría que interviene en el cambio conductal y psicológico de la persona a partir de la gestión de un conjunto organizado de técnicas para promover la mejora de las condiciones que motiva al paciente para ser asistido. Entre las principales corrientes psicológicas podemos señalar a las siguientes el Estructuralismo, Psicoanálisis, Psicodinámica, Funcionalismo, Humanismo y Conductismo. Estas teorías amplían el desarrollo de esta ciencia. Antecedentes y desarrollo de la Corriente Conductual Los antecedentes. Surge a finales de los años cincuenta y principio de los sesenta en Sudafrica, Inglaterra y Estados Unidos, con fundamentos de las teorías del aprendizaje como una alternativa a las interpretaciones y tratamientos tradicionales de la conducta anormal. Esto se fundamenta porque alguno de los autores como Eysenck (1964) exponía que la terapia de conducta consistía en modificar positivamente la emoción y la conducta humanas; para Ullman y Krasner (1965) esta acción incluía muchas técnicas diferentes, todas estrechamente relacionadas con el campo del aprendizaje. La primera teoría que fundamenta esta corriente es la propuesta por el filósofo ruso Ivan Pavlov quien inicia sus experimentos con animales y descubre un proceso básico de aprendizaje, y lo denomina condicionamiento clásico dando los primeros indicios de lo que posteriormente se denominó el Enfoque Conductual. Olivares, Méndez, Maciá (1997) plantean que las formulaciones de Pavlov sobre el Condicionamiento Clásico establecieron una base conceptual para dar cuenta de la conducta y para elaborar técnicas de tratamiento porque se entendía que los organismos aprenden influenciados por los estímulos del ambiente. En esta misma línea de desarrollo, Skinner planteaba las existencias de otro tipo de aprendizajes llamado condicionamiento operante, proceso por el cual los comportamientos se adquieren, se mantienen o se extinguen. Frente a las dos posturas, el trabajo de Albert Bandura, expuesta a partir de la teoría del aprendizaje social, afirma que el aprendizaje no solo se produce por la experiencia personal sino también en la observación de otras personas con la información recibida por símbolos verbales o visuales, los cuales constituyen variables críticas después de cierta interpretación. Sin embargo, Aaron Beck y Albert Ellis son quienes aplican los principios de el condicionamiento clásico, operante y social para dar un enfoque cognitivo conductual que se aplica en terapia. En esta corriente se realza frente al trabajo desarrollado por John Broadus Watson, quien fue considerado el padre del conductismo, gracias a su artículo Como ve la psicología un conductista. En esa época el estructuralismo y funcionalismo, estas dos escuelas psicológicas estaban en auge y además el psicoanálisis estaba ya estructurado en Europa como la tan necesaria oposición al modelo psiquiátrico. Es decir, la psicología estaba adoptando un carácter más subjetivo en la mayoría de sus escuelas y la reflexología estaba destinada a pasar a la historia como parte de la evolución de la historia de la psicología. Watson (1930) propone que el objeto de estudio sea la conducta y que esta sea examinada bajo parámetros muy similares a los que utilizaban las ciencias naturales. Esto se entendía como una continuidad de la investigación reflexológica iniciada en Rusia. Sin embargo, existía una novedad se dejaba de lado de que el sistema nervioso central y periférico eran esenciales para el funcionamiento adecuado del organismo. Para Watson, el sistema nervioso es primero una parte del cuerpo humano; segundo un mecanismo especializado, que sometido a la influencia de un estímulo dado capacita a sus poseedores para reaccionar con los músculos y glándulas con mayor rapidez y en forma más integrada de lo que le seria dable si él no existiese. Por lo que se entiende que, la función principal del cerebro tiene que ver con un proceso de irradiación sensorial y motora. En lo señalado podemos fundamentar con la comparación que realiza Watson entre animales que poseen un sistema nervioso central y animales que no lo poseen aduciendo como diferencia característica entre estos organismos la rapidez con que perciben estímulos externos y producen una respuesta. Es así como se establece que todo sujeto aprende con todo su cuerpo por lo tanto es esencial para el psicólogo aprender el funcionamiento de los varios órganos glandulares, sensoriales y motores del organismo. Definición de la Corriente Conductual En esta misma caracterización desde la Teoría del Aprendizaje surgen las primeras definiciones. Según Yates (1970) la Terapia del Comportamiento es el intento de utilizar sistemáticamente el cuerpo de conocimientos empíricos y teóricos que resultan de la aplicación del método experimental en psicología y en disciplinas íntimamente relacionadas (fisiología y neurofisiología) con el fin de explicar la origen y el mantenimiento de los patrones de conducta anormales; y de aplicar dicho conocimiento al tratamiento o prevención de esas anormalidades por medio de estudios experimentales controlados del caso individual, tanto descriptivos como correctivos. Otros estudiosos, Mayor y Labrador (1984) refieren que modificación de conducta es una orientación terapéutica que considera a la conducta normal y a la anormal regidas por los mismos principios, que recurre a la evaluación objetiva y a la verificación empírica y, por ello, utiliza procedimientos y técnicas basados en la psicología experimental para eliminar conductas desadaptadas, sustituyéndolas por otras. A partir de ambos postulados por los autores consideramos que las definiciones de modificación de conducta, tiene como objetivo modificar la conducta utilizando como base las teorías de la psicología del aprendizaje y que representaban una alternativa al enfoque intra psíquico, basado en el concepto de enfermedad, que dominaba el campo de la terapia. La Teoría Conductual es una actividad terapéutica de carácter psicológico basada, principalmente en sus inicios, en la psicología del aprendizaje. Las técnicas usadas cuentan en una buena parte con base científica, pero también surgen de la experiencia clínica. Esta teoría nos indica que la conducta se conceptualiza como básicamente aprendida, y el objetivo de la intervención es el cambio conductual, cognitivo y emocional. Este enfoque pone el énfasis en los determinantes actuales del comportamiento, teniendo en cuenta los factores históricos. Modificando comportamientos y pensamientos Esta orientación terapéutica trabaja con constructos que hacen referencia al "mundo mental" no observable directamente, se hacen esfuerzos para que los elementos mentales que entran en juego en el diagnóstico y la intervención respondan a categorías bien delimitadas y traducibles a variables cuantitativas para poder hacer un seguimiento exhaustivo de los cambios que se realizan a nivel subjetivo. Se centra en los esquemas cognitivos y las categorías conceptuales a partir de las cuales la persona interpreta la realidad. La Terapia Cognitivo Conductual se basa en la idea de que las emociones y los estilos de conducta no dependen sólo de los estímulos físicos que nos llegan desde el entorno sino también de los pensamientos que dan forma a nuestra manera de percibir tanto esos estímulos como nuestros propios procesos mentales. Cómo se aborda, enseñamos al paciente a reconocer sus estilos de pensamiento que predisponen a llegar a conclusiones poco útiles, o pensamientos disfuncionales. Para esto es necesario entrenar a la persona para que sea capaz de reflexionar acerca de su propia manera de pensar y plantearse qué puntos son conflictivos y cuáles no lo son. De este modo, se persigue que el cliente tenga más capacidad para cuestionarse las categorías con las que trabaja y detectar patrones típicos de pensamiento que le causan problemas. Casos de intervención La Terapia Cognitivo Conductual puede ser aplicada en la mayoría de pacientes no implica la edad del sujeto así como el motivo de consulta. En antecedentes, esta terapia se utiliza para intervenir en trastornos de ansiedad y fobias, distimia, Trastorno Bipolar, depresión, entre otros. También puede utilizarse como ayuda en los casos en los casos de trastornos neurológicos en los que es necesario prestar apoyo para saber gestionar los síntomas de la mejor manera posible, e incluso en trastornos psicóticos relacionados con la esquizofrenia. La Terapia Cognitivo Conductual es el único tipo de psicoterapia cuyos resultados han sido validados a través del método científico. Eso significa que existen evidencias sobre la mejoría que experimentan las personas que han probado este tipo de terapias por el uso de estas intervenciones psicológicas, y no por otras variables. BIBLIOGRAFÍA Cepeda Armijos, Guillermo (2014). PSICOLOGÍA: LA CIENCIA DE LAS CIENCIAS. Sophia, Colección de Filosofía de la Educación, (16),25-45.[fecha de Consulta 09 de Abril de 2020]. ISSN: 1390-3861. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4418/441846097002 Benito, Ezequiel (2009). LAS PSICOTERAPIAS. PSIENCIA. 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