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Marco teórico

El feminicidio puede apreciarse como un crimen de odio, como un genocidio en contra


de las mujeres, el cual e posible por el contexto ideológico y social del patriarcalismo, de
la misoginia, y de las violencias normalizadas en contra de las mujeres situación que
genera una responsabilidad del Estado por los crímenes cometido bien sea por acción u
omisión y aunque la implicación directa del Estado es bien difícil de constatar, no
lo es el incumplimiento de la debida diligencia que explica la impunidad del
feminicidio y de las violencias en contra de las mujeres (Donoso, 2008, p.9).

¿Qué es el feminicidio?

El término feminicidio surgió por primera vez en el texto A Satirical View of London at the
Commencement of Nineteenth Century (1801) para denominar “el asesinato de una
mujer”; y fue el término utilizado para describir los hechos violentos cometidos en contra
de las mujeres, empleado por primera vez por ella al testimoniar ante el Tribunal
Internacional sobre Crímenes Contra las Mujeres, en Bruselas en 1976.
El término “feminicidio” hace referencia a un tipo de homicidio específico en el que un
varón asesino a una mujer, chica o niña por ser de sexo femenino. A diferencia de otros
tipos de asesinato, los feminicidios suelen ocurrir en el hogar como consecuencia de
violencia de género. También se categorizan dentro de los crímenes de odio, dado que se
dan en un contexto en el que lo femenino ha sido estigmatizado durante años.
La palabra “feminicidio” está en disputa; hay autores que afirman que incluye cualquier
asesinato cuya víctima sea una mujer, independientemente del género de quien lo cometa
o de cuáles sean sus motivaciones.
El feminicidio es la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia
mujeres. Se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de género, como
pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad forzada o la mutilación
genital.

Feminicidio en Colombia

El feminicidio se ejerce todos los días y en todos los ámbitos; constituye la manifestación
concreta de la desigualdad y la discriminación
por razones de género, y una de las violaciones de derechos humanos más recurrentes y
generalizadas en el mundo: el derecho a la seguridad, la integridad, la libertad y la
dignidad de la persona. La violencia contra las mujeres y las niñas imposibilita el goce de
derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre, la mayoría de las veces es
perpetrada para conservar y reproducir situaciones de subordinación, y pone en riesgo a
la víctima de tal manera que puede derivar en su muerte. Niñas, mujeres jóvenes, adultas
y de edades avanzadas viven en riesgo constante de sufrir algún tipo de violencia en
diferentes ámbitos, y prácticamente todas, en algún momento de su vida, han sido
víctimas de violencia o han experimentado su amenaza por el simple hecho de ser mujeres
(ONU mujeres y otros, 2011).

En Colombia, según informe del Instituto Nacional de Medicina Legal ciencias forenses
2002-2009, se estableció que las principales víctimas de la violencia de pareja son las
mujeres con un total de 312.928 mujeres agredidas por sus esposos, compañeros o ex
esposos, con un marcado ascenso pasando de 36.460 en 2002 a 54.192 en 2009; es decir
que en el 2002 diariamente 99 mujeres fueron víctimas de violencia de pareja y en el
2009, 148 (Instituto Nacional de medicina legal, 2009), cifra de la cual Bogotá
presenta 12.171 en 2002, aumentando a 17.368 en 2009. En lo que respecta a
lesiones personales en contra de las mujeres en 2004 se presentaron 12.187 casos,
aumentando en 2009 a 41.889, sobre violencia sexual en el año 2004 se registraron 3.179
casos, pasando a 2009 a 4.293 casos, sobre violencia homicida, en el periodo
comprendido entre 2002 y 2009 se establecieron 11.976 asesinatos. De acuerdo con la
Alta Consejería Presidencial de Equidad para la mujer muestra que para el año 2010, de un
total de 57. 875 casos por maltrato pareja, 51.182 corresponden a mujeres, y que para
este mismo año sobre violencia sexual se reportan 16.916 dictámenes sexológicos en
mujeres que fueron abusadas sexualmente.

De esta forma Colombia de acuerdo al III Informe Internacional Violencia contra la


mujer en las relaciones de pareja, elaborado por el Centro Reina Sofía, el cual realizó
un estudio en 135 países del mundo, presenta uno de las índices más altos de
Suramérica en comisión de delitos de feminicidio especialmente en el ámbito de la
pareja, y se situó dentro de los primeros países, al igual que Puerto Rico, como los lugares
en los cuales aproximadamente la mitad de los asesinatos de mujeres se ejecutan con
armas de fuego.

Colombia ocupa la segunda posición en Latinoamérica con un porcentaje de 71,27 % de


comisión de delitos contra las mujeres en el hogar, la primera posición es ocupada por
México; también ocupa Colombia la tercera posición a nivel mundial, ranking que inicia
Chipre con un 303,15 %. En cuanto a los deli-tos en el ámbito de la pareja o expareja, el
país registró uno de los mayores incrementos entre 2000 y 2006, ocupando el segundo
puesto con un 51,28 %, de nuevo detrás de Chipre.
Estas cifras siguen en aumento actualmente en nuestro país a pesar de la creación de
leyes como la 1761 o Ley Rosa Elvira Cely, que tipifica el feminicidio como delito
autónomo y prohíbe el cambio de los cargos imputados, el Estado sigue estando en deuda
con las mujeres en cuanto a estrategias para hacerle frente a este flagelo. Aún faltan
muchas políticas publicas por parte del gobierno que apoyen a la mujer en cuanto a este
delito, además de que se convierte sumamente necesario hacer en cuentas e
investigaciones en las cuales podamos notar como está afectando esta problemática social
a nuestro país y de que forma podrías trabajar para que bajen las cantidad de feminicidas
dentro de Colombia con políticas y leyes que puedan realmente brindar protección, apoyo
y conciencia ante la sociedad la importancia de que los feminicidios bajen en nuestro país.

Causas de feminicidio

Las razones que llevan al feminicidio son variadas, pero la más común son
los celos. Muchos hombres agresores alegan que los celos los llevan a cometer el
asesinato de sus parejas. Sobre todo, si se trata de una supuesta infidelidad.

La segunda causa que lleva a un hombre a perpetrar ese delito es la decisión de su pareja
de separarse, lo que no es aceptado por su agresor. Mientras que el rechazo o la negación
a una relación también es motivo de ataque. La adicción a las drogas y el alcohol también
se cuentan como causantes de la violencia del hombre hacia la mujer. 
Otro motivo es el machismo, en la sociedad actual todavía existe un fuerte arraigo de la
población masculina a creer que son superiores a las mujeres, lo que conlleva a la
discriminación y el maltrato constante, que regularmente termina en el feminicidio. “El
agresor es una persona criada dentro de una cultura machista cuyo objetivo es mantener
el control sobre una mujer hasta lograr su subordinación”. El crimen organizado también
figura como un factor que ocasiona una gran cantidad de feminicidios, en especial en
países centroamericanos, donde proliferan grupos criminales y del narcotráfico.
Tipos
Muchos autores consideran que no existe un solo tipo de feminicidio, sino que, por el
contrario, habría varios en función de cuáles son las causas concretas que llevan a
perpetrar el asesinato de una mujer. En todos ellos estaría presente la cuestión de género,
pero también aparecerían otras que variarían dependiendo del caso.

A continuación, veremos cuáles son los tipos de feminicidio más comunes. Es necesario
tener en cuenta que en todos los casos se considera que el agresor tan solo puede ser un
hombre.
Feminicidio íntimo
Esta clasificación se referiría a los asesinatos de mujeres cometidos principalmente por sus
parejas o ex parejas. Sin embargo, en algunos casos la definición se amplía para incluir
también todos aquellos en los que el agresor es otro miembro de la familia, como por
ejemplo un padre, un hermano o un hijo.

Algunos estudios apuntan a que hasta el 75% de los asesinatos de mujeres se producen en
el ámbito de la familia o la pareja íntima. Además, estas tienen una probabilidad mucho
más alta de sufrir agresiones a manos de alguien de su círculo cercano que los hombres.
Por tanto, el feminicidio íntimo es uno de los tipos más importantes.

Feminicidio no íntimo
Los feminicidios no íntimos son aquellos en los que el agresor no tenía una relación
directa con la víctima. Existen básicamente dos tipos: feminicidio de carácter sexual, y
asesinatos en serie.

En los feminicidios de carácter sexual, el asesinato se daría al mismo tiempo que una
violación u otro tipo de agresión de esta clase. Se considera que, para que un asesinato de
este tipo sea considerado feminicidio, la principal motivación del agresor debe ser el
hecho de que su víctima es una mujer.

En los asesinatos en serie, la principal motivación sería el odio hacia las mujeres o
misoginia. De esta manera, el agresor se dedicaría a buscar víctimas del sexo femenino y a
atacarlas sin más motivo que su género.

Feminicidio a causa del honor


En algunas culturas, el comportamiento de los miembros de una familia tiene un impacto
directo sobre el «honor» de todos los miembros de la misma.

Así, cuando una mujer se comporta de maneras «no aceptables» (por ejemplo, teniendo
sexo premarital o vistiendo de forma inadecuada), sus familiares pueden elegir asesinarla
para solucionar el problema.

Este tipo de feminicidios tienen lugar sobre todo en culturas no occidentales; y las
maneras de llevar a cabo el castigo son muy variadas. Es frecuente, por ejemplo, que los
familiares de la víctima decidan lapidarla, quemarla viva o apuñalarla para restituir el
honor que perciben que han perdido debido a su comportamiento.

Feminicidio debido a orientación sexual o identidad de género


Algunos investigadores consideran que un tipo diferente de feminicidio es aquel cuyas
víctimas son mujeres pertenecientes al colectivo LGBT. En estos casos, la teoría dice que
los asesinatos se producirían debido a una mezcla de motivos de género, y homofobia o
transfobia, según el caso.

Se sabe que las mujeres homosexuales o transexuales tienen mayores probabilidades de


sufrir agresiones y de ser asesinadas. En algunas culturas, incluso, estos crímenes se
cometen como «castigo» a la víctima por violar la norma social de la heterosexualidad.

Infanticidio femenino
Por último, quizás uno de los tipos de feminicidio más terribles es aquel cuyas víctimas son
niñas pequeñas, a las que se asesina por el hecho de pertenecer al sexo femenino. Esto
ocurriría principalmente en culturas en las que los varones son valorados muy por encima
de las mujeres.

Así, por ejemplo, en sociedades como la china o la musulmana, algunas familias decidirían
asesinar a sus hijas para no tener que soportar la «carga» de tener que criar a una mujer.
Por suerte, este tipo de crímenes ha disminuido bastante en las últimas décadas.

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