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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1071/2019-S4 Sucre, 18 de

diciembre de 2019
SALA CUARTA ESPECIALIZADA Magistrado Relator: René Yván Espada
Navía Acción de amparo constitucional Expediente: 30157-2019-61-
AAC Departamento: Chuquisaca En revisión de la Resolución
116/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 1022 a 1028 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Willams Carrizo Aban contra María Tereza Garrón
Yucra y Ángela Sánchez Panozo ambas Magistradas de la Sala
Primera del Tribunal Agroambiental; y, Ángel María Reyes Serrudo,
Juez Agroambiental de Bermejo del departamento de Tarija. I.
ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 30 de abril de 2019, cursantes de
fs. 794 a 805 vta., y el de subsanación el 20 de mayo del
referido mes y año (fs. 818 a 833), el accionante expuso los
siguientes argumentos: I.1.1. Hechos que motivan la acción El 16
de octubre de 2017, Hipólito Carlos Aban inició una demanda en su
contra de resarcimiento de daños y perjuicios por cosecha de caña
de azúcar zafra 2016, ante el Juzgado Agroambiental de Bermejo
del departamento de Tarija; proceso que concluyó con la emisión
de la Sentencia 04/2018 de 19 de julio, por el cual se le condenó
pagar al demandante la suma de dinero de Bs123 416,39 (ciento
veintitrés mil cuatrocientos dieciséis con 39/100 bolivianos);
por lo que, contra dicha Sentencia, el 26 de julio de 2018,
interpuso recurso de casación, el cual fue resuelto mediante Auto
Agroambiental Plurinacional S1a 86/2018 de 16 de noviembre,
fallos que resultaron ser lesivos a sus derechos fundamentales,
por lo siguiente: 2 a) La Sentencia 04/2018, no se encuentra
motivada, pues el referido Juez Agroambiental –hoy codemandado–,
no cumplió con la estructura mínima para tal efecto; toda vez
que, en su Considerando IV, únicamente se limitó a realizar citas
doctrinales de un autor argentino respecto al caso de
resarcimiento de daños por hechos ilícitos, la cual es
completamente distinta a su caso; empero, sustentó en la aludida
doctrina toda la Sentencia, existiendo de esta manera, desviación
normativa y abstracción de la labor de explicación de nexo de
causalidad entre los hechos concretos y la norma a aplicarse,
pues “…a todas luces tiene que ver lo que dice el art. 83 y 129
del Código Civil…” (sic); así también, el mencionado Juez valoró
la prueba apartándose de los marcos legales de razonabilidad;
toda vez que, le dio valor a una declaración voluntaria, misma
que no fue sometida a contradicción; y, b) El Auto Agroambiental
Plurinacional S1a 86/2018, carece de motivación y congruencia;
puesto que, no resolvió todos los agravios en el fondo y de
acuerdo al problema jurídico planteado en su recurso de casación;
el cual, se detalla a continuación: 1) La errónea apreciación y
valoración de la prueba; toda vez que, el juzgador otorgó
ilegalmente valor probatorio a una medida cautelar que el propio
Juez tramitó y “decretó sin competencia” (sic) el 2016; 2) La
errada valoración de la Sentencia Agroambiental Nacional S2a
082/2017 de 9 de agosto; 3) La designación de un perito
incompetente y la errónea valoración de un peritaje visiblemente
defectuoso; 4) La ilegal valoración de documentos ficticios por
parte del juzgador; y, 5) El desproporcionado y exagerado
honorario que el Juez ordenó cancelar al perito de oficio,
lesionando de esta manera el art. 203.II del Código Procesal
Civil (CPC). Respecto a los agravios 2, 3, 4 y 5, el citado Auto
Agroambiental Plurinacional aludido, realizó una técnica de
argumentación, reiterando lo expuesto por el Juez inferior, hecho
que generó error de apreciación de la prueba e hizo que no se
resuelva el fondo de los señalados agravios (2, 3, 4 y 5), pues,
correspondía que lo hagan de manera clara, precisa y explícita
con cada agravio; asimismo, existió falta de valoración integral
de la prueba. Consiguientemente, tanto la Sentencia 04/2018 como
el Auto Agroambiental Plurinacional S1a 86/2018, se encuentran
carentes de motivación y congruencia, dado que los ahora
demandados, no expusieron criterio sobre el fondo del proceso,
debido a que realizaron una apreciación arbitraria de la prueba;
es decir, tergiversaron completamente la prueba testifical y
documental, arribando a conclusiones que no reflejan la misma,
apartándose de esta manera, de los marcos legales de equidad
previsibles para decidir. I.1.2. Derechos y garantías
supuestamente vulnerados El accionante alegó como lesionado el
debido proceso en sus elementos de motivación, congruencia de las
resoluciones judiciales y valoración integral de la prueba; así
como, el derecho a la tutela judicial efectiva, citando al efecto
los arts. 115 3 y 117 de la Constitución Política del Estado
(CPE); y, 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH). I.1.3. Petitorio Solicitó se conceda la tutela,
disponiendo dejar sin efecto el Auto Agroambiental Plurinacional
S1a 86/2018, debiendo emitirse una nueva resolución resolviendo
su recurso de casación de manera motivada, congruente y
respetando parámetros constitucionales de forma inmediata y sin
esperar turno. Con costas. I.2. Audiencia y Resolución de la Sala
Constitucional Mediante Actas de 7 de junio y 2 de julio de 2019,
cursantes de fs. 854 a 855 vta.; y, 932 a 933 vta.,
respectivamente, la audiencia pública de esta acción de amparo
constitucional fue suspendida debido a la falta de remisión de
las diligencias de notificación a la parte demandada. Celebrada
la audiencia pública el 26 de julio del referido año, según
consta en el acta cursante de fs. 1003 a 1021 vta., en presencia
del impetrante de tutela acompañado de su abogado, las
representantes legales de las Magistradas del Tribunal
Agroambiental hoy codemandadas, y en ausencia del Juez
Agroambiental de Bermejo del departamento de Tarija, codemandado
y del tercero interesado; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción El solicitante de
tutela, a través de su abogado, ratificó los términos expuestos
en el memorial de interposición de esta acción de defensa y
ampliándolos, manifestó lo siguiente: i) La SCP 1348/2013 de 15
de agosto, indicó que el razonamiento judicial conforme a la
doctrina de la argumentación remarcó que consta de cinco
decisiones, dentro de ellas la subsunción y calificación jurídica
de los hechos relativa a la determinación sobre si los hechos
probados ingresan dentro del ámbito de la aplicación de la norma;
es decir, si constituyen un caso concreto al supuesto de hecho
abstracto previsto en la norma; por lo que, correspondía que el
Juez ahora codemandado señale la norma que se adecuaba a los
hechos de la demanda y analice la misma argumentando cuál es el
nexo de causalidad entre los hechos y la norma; empero, en el
caso concreto no se tiene ni siquiera la norma para declarar
probada la demanda; y, ii) El Auto Agroambiental Plurinacional
S1a 86/2018, tampoco citó ningún precepto que establezca el
porqué de los daños y perjuicios, pues, el Tribunal Agroambiental
debió velar por que la Sentencia 04/2018 se encuentre motivada y
pudo corregir dicho error; sin embargo, no lo hizo, pues se abocó
a repetir los argumentos expuestos por el Juez inferior, siendo
que los arts. 83 y 129 del Código Civil (CC), prevé que el único
que tiene derecho al daño y perjuicio es el propietario. I.2.2.
Informe de las autoridades demandadas 4 María Tereza Garrón Yucra
y Ángela Sánchez Panozo, Magistradas del Tribunal Agroambiental,
por informe escritos presentados el 7 de junio de 2019, cursantes
de fs. 850 a 853 vta.; y, 845 a 848, respectivamente, refirieron
los argumentos detallados a continuación: a) El Auto
Agroambiental Plurinacional S1a 86/2018, declaró infundado el
recurso de casación interpuesto por el ahora accionante contra la
Sentencia 04/2018; b) En el fundamento contenido en el mencionado
Auto en su Tercer Considerando, resolvió la supuesta errónea
valoración de la prueba al admitir la demanda principal en base a
una medida cautelar en la que Juez a quo declaró su incompetencia
en el 2016, efectuándose el concerniente análisis de los
elementos fácticos que cursan en los antecedentes, concluyendo
que no existió errónea valoración de prueba, mucho menos
vulneración de lo previsto en el art. 1287 del CC; c) En cuanto a
la supuesta errónea valoración de la Sentencia Agroambiental
Nacional S2a 082/2017, expresaron al igual que el Juez
codemandado su motivación respecto al referido fallo y el hecho
de que no se hubiese efectuado de acuerdo a la valoración aludida
por el hoy impetrante de tutela de acuerdo a sus pretensiones, de
ninguna manera puede ser acusada como una valoración errada; d)
Respecto a que se hubiera designado un perito incompetente para
la realización de la labor pericial encomendada y errónea
valoración de peritaje defectuoso; en el primer párrafo del Auto
cuestionado, se efectuaron precisiones conceptuales destinadas a
un entendimiento de apreciación de la prueba, para luego ingresar
al caso concreto y de forma motivada resolvieron que la
designación del perito y el informe por él elevado no fueron
objeto de representación alguna, además de manera fundada y
amparándose en la normativa vigente, expusieron los motivos por
los que no es pertinente cuestionar en casación sobre la validez
del informe pericial; en mérito a lo cual, se arribó a la
conclusión que el Juez Agroambiental de Bermejo del departamento
de Tarija, no resolvió de forma contraria a lo establecido en el
art. 202 del CPC; por lo que, se concluye que no es evidente la
vulneración de ningún derecho fundamental; e) Sobre la supuesta
ilegal valoración de documentos ficticios que hubiese realizado
el Juez a quo; se determinó que, la valoración efectuada por
dicha autoridad fue de forma integral, deviniendo de una
declaración voluntaria notariada y de varias declaraciones
testificales y no así únicamente de un documento privado
aclarativo; y, f) Con relación a que el Juez de primera instancia
hubiera ordenado cancelar un exagerado honorario profesional al
perito de oficio; el mismo, fue respondido de acuerdo a lo
previsto en el art. 203.II del adjetivo civil. Por lo expuesto,
se concluyó que el fallo se encuentra fundamentado, motivado y
congruente en cumplimiento al debido proceso; así también, se
realizó una correcta valoración probatoria, resolviéndose todos
los puntos cuestionados en el recurso de casación que fue
declarado infundado del cual emerge la presente acción de amparo
constitucional; por lo que, solicitó la denegatoria del mismo.
Ángel María Reyes Serrudo, Juez Agroambiental de Bermejo del
departamento de Tarija, por informes escritos presentados el 7 y
28 de junio de 2019, cursantes de fs. 838 a 841 vta.; y, 904 a
907 vta., respectivamente, señaló lo siguiente: 1) La Sentencia
04/2018, deviene de una demanda de resarcimiento de daños y
perjuicios por la indebida cosecha de caña de azúcar, la cual fue
incoada por Hipólito Carlos Aban en contra de Willams Carrizo
Aban –ahora accionante–, el cual se funda en que el impetrante de
tutela, sin haber plantado la caña de azúcar, menos realizado el
5 mantenimiento de la plantación y existiendo una prohibición de
cosecha de caña de azúcar “por parte” del solicitante de tutela
(medida cautelar) emitida por el Juzgado Agroambiental de Bermejo
del referido departamento; no obstante, el nombrado, sin respetar
la resolución judicial, procedió a la cosecha del producto
agrícola, beneficiándose de las ganancias que no le correspondía;
para llegar a dicho razonamiento, como autoridad efectuó antes y
después de la medida cautelar una inspección judicial en el
predio objeto de la aludida medida, evidenciando en la última
inspección que éste, cosechó la caña de azúcar, es más, en el
mencionado acto procesal el procesado confesó haberlo hecho; de
ello, se advirtió que el componente de razonabilidad se cumplió
en la Sentencia 04/2018, pues el accionante se benefició de una
cosecha que no le concernía; 2) La citada Sentencia, tiene
coherencia y estructura tanto en el fondo como en la forma, desde
la parte considerativa de los hechos, la identificación del
problema, la valoración de la prueba; así también, se realizó una
valoración integral de todos los medios probatorios admitidos,
conforme consta en el Considerando III de la Sentencia 04/2018;
además, concurre un enlace con todos los hechos probados y no
probados, tanto en la demanda principal como de la
reconvencional, existiendo relación con todos los considerandos
del fallo; 3) La Sentencia 04/2018 se encuentra debidamente
fundamentada, motivada y congruente; toda vez que, se demostraron
los elementos procesales para la procedencia de la demanda de
resarcimiento de daños y perjuicios y el medio probatorio por el
cual se estima probada; 4) Con relación al tercer componente de
la motivación y fundamentación, se tiene la claridad y sencillez;
al respecto, el indicado fallo es claro con términos entendibles
y la parte dispositiva es comprensible y responde tanto al
petitorio de la demanda como a la contestación; 5) En cuanto a la
supuesta arbitrariedad, para determinar la misma, se debe
examinar si la Resolución se encuentra suficientemente motivada;
y, en el caso de análisis, se advirtió que la Sentencia comprende
los cuatro elementos de la motivación consistentes en la
razonabilidad, congruencia, claridad y sencillez, así como la
interdicción de la arbitrariedad; 6) El abogado del ahora
impetrante de tutela, maliciosamente acostumbra copiar partes de
sus resoluciones, tratando de confundir a las autoridades que
deben resolver los recursos, omitiendo transcribir la parte en la
que se motiva y fundamenta, como en el presente caso, actuando de
manera desleal, temeraria y antiética, conducta que es sancionada
por el art. 65 del CPC; y, 7) No existió lesión al debido proceso
en sus elementos de fundamentación y motivación, al contrario, se
demostró que la presente acción de amparo constitucional responde
al desacuerdo a la Sentencia 04/2018 y al Auto Agroambiental
Plurinacional S1a 86/2018, intentando que vía esta acción tutelar
se modifique la razón de la decisión judicial, pretensión que se
encuentra alejada de la naturaleza de la acción de defensa;
asimismo, se utilizó como argumento lo previsto por los arts. 83
y 129 del CC, relativos a los frutos naturales y a las obras
hechas por un tercero con materiales propios; en lo referente, el
solicitante de tutela no expresó ni fundamentó sobre los
artículos antes mencionados en su contestación a la demanda, así
como tampoco en su recurso de casación; no obstante a ello, se
tiene que en materia agraria se cuenta con procedimiento
especial, con connotaciones diferentes y características
distintas a la jurisdicción ordinaria, por ello, no toda norma
civil es aplicable al proceso oral agroambiental, aspecto que es
desconocido por el accionante. Por lo expuesto, solicitó se
deniegue la tutela impetrada y de comprobarse la mala fe y 6
temeridad en la presentación de la actual acción de defensa,
pidió que se remitan antecedentes al Ministerio de Justicia y
Transparencia Institucional. I.2.3. Intervención del tercero
interesado Hipólito Carlos Aban, mediante memorial presentado el
28 de junio de 2019, cursante de fs. 900 a 902, manifestó lo
siguiente: i) La acción de amparo constitucional presentada por
Willams Carrizo Aban, no cumple con los requisitos exigidos para
solicitar la tutela constitucional; puesto que, al margen de
transcribir in extenso citas doctrinales y jurisprudenciales, no
tiene un análisis ni razonamiento por medio del cual, se adecúen
los hechos motivo de la acción de defensa y su relación con los
derechos vulnerados, aspecto que impide se dé curso y la
concesión de tutela; ii) La acción de amparo constitucional no
puede ser usada como mecanismo supletorio de otras
jurisdicciones, así como tampoco debe considerarse como una
tercera instancia de un procedimiento de otra jurisdicción, como
se pretende en el presente caso; iii) Si bien existe excepción al
principio de subsidiariedad cuando la protección resulte tardía y
cuando exista la inminencia de un daño irremediable e irreparable
de no otorgarse la tutela; sin embargo, en el caso de análisis,
no concurre ninguno de los presupuestos, puesto que simplemente
se trata en el fondo de la obligación del pago de daños y
perjuicios de parte del hoy impetrante de tutela hacia su
persona; iv) El derecho a la tutela judicial efectiva es
exclusivo de la parte demandante que acude al órgano
jurisdiccional para solicitar el respeto a un derecho o a una
pretensión de cualquier clase; por lo que, no debe confundirse
con el derecho a la defensa que es propio del demandado, quien en
mérito al referido derecho puede realizar las acciones necesarias
y las solicitudes que vea convenientes con la finalidad de
ejercer su defensa; en consecuencia, no es posible que al momento
de la interposición de la presente acción tutelar, el solicitante
de tutela argumente la vulneración al derecho a la tutela
judicial efectiva o de acceso a la justicia, por cuanto no es un
derecho que le ampare dentro del proceso donde detenta la calidad
de demandado; y, v) Por lo mencionado, pidió se declare la
“IMPROCEDENCIA” de la acción de defensa por no cumplir los
requisitos señalados y no poder dirimirse en el fondo la
problemática planteada. Con la imposición de costas procesales.
I.2.4. Resolución La Sala Constitucional Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca, por Resolución de
116/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 1022 a 1028 vta., denegó
la tutela solicitada, en base en los siguientes fundamentos: a)
Para que una resolución sea comprendida por las partes, no
requiere de una fundamentación extensa con citas
jurisprudenciales internacionales, sino es suficiente que sea
comprensible para las partes del por qué se emitió la decisión;
b) Para la interposición de la acción de amparo constitucional
existe una carga para la parte accionante, pues no basta con
referir que una resolución carece de motivación y fundamentación,
sino que debe señalar con precisión qué es lo que la autoridad
demandada no fundamentó o motivó, para que sea el Tribunal de
garantías el que analice los argumentos; asimismo, debe indicar
la relevancia constitucional que tiene 7 dicha omisión de
fundamentación o motivación que incida en el resultado de la
determinación; c) Si bien, el impetrante de tutela en audiencia
sostuvo que el Juez Agroambiental de Bermejo del departamento de
Tarija, no citó en la Sentencia 04/2018, norma del Código Civil,
en la cual sustentó su decisión de declarar probada la demanda
ordinaria de resarcimiento de daños y perjuicios interpuesto por
Hipólito Carlos Aban –ahora tercero interesado–; sin embargo, no
demostró la relevancia constitucional de este argumento; así
también, en la demanda de acción de amparo constitucional no
cuestionó este aspecto; d) De acuerdo al principio de
subsidiariedad, el solicitante de tutela solo puede cuestionar la
resolución de cierre y no así las de instancia; e) El Auto
Agroambiental Plurinacional S1a 86/2018, dio respuesta a los
agravios expresados en el memorial del recurso de casación,
conforme a lo siguiente: 1) Respecto a la errónea valoración de
la prueba al admitir la demanda principal en base a una medida
cautelar en la que el propio Juez a quo declaró su incompetencia
en el 2016; señaló que no es evidente que el mencionado Juez
Agroambiental hubiera fundamentado su decisión en una medida
cautelar del 2016 donde se hubiese declinado competencia, sino se
basó en otra medida cautelar aplicado el 22 de agosto de 2017; 2)
En cuanto a la supuesta errónea valoración de la Sentencia
Agroambiental S2a 082/2017; se indicó que no es evidente que en
dicha Sentencia se hubiese sostenido que el “señor Carrizo” (sic)
hubiera afectado el interés legítimo de Hipólito Carlos Aban; por
el contrario, refirieron que la nombrada Sentencia Agroambiental
en ningún momento hizo alusión a lo argumentado por el
accionante, manifestando que para la procedencia de la demanda de
resarcimiento de daños y perjuicios no se requiere tener la
titularidad sobre la propiedad de algún inmueble, lo que debe
probarse es el daño ocasionado, y si bien, de antecedentes se
tiene que, al fallecimiento de la madre de Willams Carrizo Aban –
hoy impetrante de tutela– se reconoció el derecho propietario a
favor de éste; empero, la plantación de caña de azúcar fue
efectuada por Hipólito Carlos Aban, de quien se desconoció su
derecho propietario; sin embargo, se deben resarcir los daños
producto de la cosecha de caña de azúcar efectuada por el
solicitante de tutela, conforme asevero en su confesión judicial,
la cual fue tomada en cuenta por el Juez a quo; 3) Con relación a
la supuesta designación de un perito incompetente para la
realización de la operación encomendada y errónea valoración del
peritaje defectuoso; se manifestó que si no se encontraba de
acuerdo el procesado con la designación del perito, tenía la
posibilidad de objetar dentro del plazo de tres días; empero, no
lo hizo, además, el perito cumplió con su labor, emitiendo su
informe pericial sobre los daños ocasionados a Hipólito Carlos
Aban, producto de la cosecha de caña de azúcar; 4) En cuanto a la
ilegal valoración de documento ficticio; se señaló que el Juez de
la causa efectuó la valoración integral de otros medios
probatorios como la testifical para arribar a la determinación;
y, 5) En cuanto a que el precitado Juez Agroambiental ordenó
cancelar un exagerado honorario profesional al perito de oficio;
se indicó que al haber sido nombrado el perito de oficio, ambas
partes deben cancelar sus honorarios profesionales; en el caso,
se estableció la suma de dinero de Bs12 000.- (doce mil
bolivianos), de los cuales cada parte debía pagar la suma de Bs6
000.- (seis mil bolivianos); sin embargo, el solicitante de
tutela, interpuso recurso de reposición por ser el monto muy
elevado; por lo que, se redujo a Bs10 000.- (diez mil
bolivianos); además, la calificación de los honorarios del
perito, es una facultad del Juez a quo que fija en razón a la
complejidad de la pericia y al trabajo efectivo que se realizó,
siendo 8 en cada caso diferente, aplicándose principios como el
de proporcionalidad y razonabilidad, de acuerdo al peritaje
efectuado; asimismo, si la parte demandada no se encontraba de
acuerdo con el monto fijado, tenía la posibilidad de apelar dicha
decisión, pero no lo hizo; en virtud de lo cual, el hecho de no
haber apelado luego de la presentación del recurso de reposición,
se entiende que existió conformidad; f) Por lo expuesto y lo
alegado por el impetrante de tutela en la acción de defensa,
respecto a que no se dio respuesta a todos los agravios
expresados en el recurso de casación; no se evidenció la
trascendencia que tienen todas las supuestas lesiones invocadas,
pues una situación adquiere relevancia constitucional cuando la
determinación que vaya a tomarse puede modificar lo decidido; por
ello, en el caso en concreto, se consideró que conceder la tutela
para que se emita un nuevo Auto que únicamente complemente
aspectos omitidos sin relevancia constitucional, sería
desnaturalizar la esencia jurídica de la acción de amparo
constitucional; así también, no se señaló por qué resulta ser
injusto el Auto Agroambiental Plurinacional S1a 086/2018; g) Con
relación a la supuesta vulneración del derecho al acceso a la
justicia; no se tiene ningún elemento que haga suponer que se
hubiera lesionado el referido derecho; y, h) En cuanto a la
transgresión al derecho a la valoración integral de la prueba,
debido a que se apartaría de los marcos legales de razonabilidad
y equidad previsibles para decidir; no se cumplió con los
requisitos de autorestricciones de la jurisdicción
constitucional, así como tampoco en audiencia se indicó qué fue
lo irracional de la apreciación de la prueba efectuada por las
autoridades demandadas del Tribunal Agroambiental; es decir, no
se mencionó por qué la valoración probatoria de la Resolución de
cierre es arbitraria, absurda, ilógica o irracional; además, cabe
resaltar que solo se puede efectuar la valoración de la prueba en
sede constitucional en dos situaciones: Cuando se omite valorar
una prueba y aquella es determinante para la decisión; y, cuando
se realiza una valoración irracional e ilógica de una prueba cuya
apreciación sea determinante para la decisión arribada; empero,
en el presente caso, no se cumplió con los presupuestos y sub
reglas de la doctrina de las autorestricciones; en consecuencia,
no existió materia constitucional relevante para conceder la
tutela. I.3.Trámite Procesal en el Tribunal Constitucional
Plurinacional Por acuerdo Jurisdiccional TCP-SP-050/2019 de 22 de
octubre, a consecuencia de los conflictos sociales acaecidos en
el territorio nacional, la Sala Plena de este Tribunal dispuso la
suspensión de plazos procesales de las causas que se encuentran
en trámite y pendiente de resolución desde la fecha indicada,
habiéndose reanudado los mismos por su similar TCP-SP-052/2019 de
13 de noviembre, a partir del 14 de igual mes y año; por lo que,
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, es
pronunciada dentro del término legal estipulado por el Código
Procesal Constitucional. II. CONCLUSIONES De la revisión y
compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece
lo siguiente: 9 II.1. Cursa demanda de resarcimiento de daños y
perjuicios por cosecha de caña de azúcar zafra 2016, presentada
el 19 de octubre de 2017 por Hipólito Carlos Aban –hoy tercero
interesado– contra Willams Carrizo Aban –ahora accionante– ante
el Juez Agroambiental de Bermejo del departamento de Tarija (fs.
24 a 27 vta.). II.2. Consta demanda reconvencional de daños y
perjuicios planteada por el impetrante de tutela contra Hipólito
Carlos Aban y Ángel María Reyes Serrudo, Juez Agroambiental de
Bermejo del departamento de Tarija –hoy codemandado– (fs. 241 a
243 vta.). II.3. Dentro del proceso ordinario de resarcimiento de
daños y perjuicios por cosecha de caña de azúcar zafra 2016,
seguido por Hipólito Carlos Aban contra Willams Carrizo Aban, el
citado Juez Agroambiental, emitió la Sentencia 04/2018 de 19 de
julio, por la cual, declaró probada dicha demanda, sin costas y
costos por ser un proceso doble; improbada la demanda
reconvencional de daños y perjuicios planteada por Willams
Carrizo Aban, condenándolo al resarcimiento de daños y perjuicios
en el monto de Bs123 416,39 (ciento veintitrés mil cuatrocientos
dieciséis 39/100 bolivianos); y, concedió un plazo de cinco días
para que se haga efectivo el cumplimiento del resarcimiento de
los daños y perjuicios; y, dejó sin efecto la medida cautelar
tramitada en calidad de diligencia preparatoria interpuesta por
Hipólito Carlos Aban (fs. 705 a 714). II.4. Mediante memorial
presentado el 26 de julio de 2018, ante el referido Juez
Agroambiental, Willams Carrizo Aban, planteo recurso de casación
contra la Sentencia 04/2018 (fs. 768 a 774 vta.). II.5. Por Auto
Agroambiental Plurinacional S1a 86/2018 de 16 de noviembre, María
Tereza Garrón Yucra y Ángela Sánchez Panozo, ambas Magistradas de
la Sala Primera del Tribunal Agroambiental –hoy codemandadas–,
resolvieron declarar infundado el recurso de casación presentado
por el ahora impetrante de tutela contra la Sentencia 04/2018
(fs. 783 a 788). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO El
accionante señaló como lesionado el debido proceso en sus
elementos de motivación, congruencia de las resoluciones
judiciales y valoración integral de la prueba; así como, el
derecho a la tutela judicial efectiva; en virtud a que: i) El
Juez Agroambiental de Bermejo del departamento de Tarija –ahora
codemandado–, emitió la Sentencia 04/2018, que declaró probada la
demanda de daños y perjuicios e improbada su demanda
reconvencional, misma que carece de motivación, pues no se
cumplió con la estructura mínima para dicho efecto; toda vez que,
únicamente se limitó a realizar citas doctrinales
internacionales, la cual es distinta a su caso; existiendo en
consecuencia, desviación normativa y abstracción de la labor de
10 explicación de nexo de causalidad entre los hechos concretos y
la norma aplicable; asimismo, efectuó una valoración de la prueba
apartándose de los marcos legales de razonabilidad; puesto que se
dio valor a una declaración voluntaria, la cual no fue sometida a
contradicción; y, ii) Las Magistradas del Tribunal Agroambiental
–ahora codemandadas–, pronunciaron el Auto Agroambiental
Plurinacional S1a 86/2018, mediante el cual, declararon infundado
su recurso de casación interpuesto contra la Sentencia 04/2018;
fallo que también se encuentra carente de motivación y
congruencia; por cuanto, no resolvió todos los agravios en el
fondo y de acuerdo al problema jurídico planteado en el referido
recurso, limitándose a realizar una argumentación reiterando lo
expuesto por el Juez inferior, hecho que les generó error de
apreciación de la prueba, pues tergiversaron la prueba testifical
y documental, extrayendo conclusiones que no reflejan las mismas,
lo que ocasionó que no se resuelva el fondo de los agravios
expuestos en el recurso de casación, apartándose de esta manera
de los marcos legales de equidad previsibles para decidir;
tampoco, se hizo cita a ninguna norma que establezca el porqué de
los daños y perjuicios. En consecuencia, corresponde analizar, en
revisión, si tales extremos son evidentes y si constituyen actos
lesivos de los derechos fundamentales o garantías
constitucionales del accionante, a fin de conceder o denegar la
tutela impetrada. III.1. El debido proceso en sus vertientes de
una debida motivación de las resoluciones vinculadas con el
principio de congruencia Al respecto la SCP 0551/2019-S4 de 25 de
julio, señaló que: “Conforme se ha establecido a través de la
jurisprudencia emanada por este Tribunal y a la luz de la
Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, el
debido proceso alcanza en su aplicación interpretativa una triple
dimensión, constituyéndose tanto en derecho, como en garantía y a
su vez, en principio procesal. Esta triple dimensión, asegura la
protección de todos los derechos conexos que pudieran verse
vulnerados por actos u omisiones indebidas en la tramitación de
cualquier proceso, sea este judicial o administrativo. Así, el
derecho a una debida fundamentación y motivación de las
resoluciones, se constituye en la garantía del sujeto procesal de
que el juzgador al momento de emitir una decisión, explicará de
manera clara y sustentada en derecho, los motivos que lo llevaron
a tomar una decisión; argumentación que deberá seguir un orden
coherente respecto a los hechos demandados y exponer con
puntualidad los elementos jurídicolegales que determinaron su
posición. Dicho de otra forma, toda autoridad que dicte una
resolución, debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar
la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte
dispositiva de la misma, por cuanto la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará 11 pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso,
sino que también la decisión está regida por los principios y
valores supremos rectores que orientan al juzgador, eliminándose
cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos
juzgados sino de la forma en que se decidió (SSCC 0863/2007-R,
0752/2002-R y 1369/2001-R, entre otras). En cuanto a la
motivación, la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, determinó lo
siguiente: ʽ…la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de
forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la motivación puede
ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas
del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido
contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce las
razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas
normas se tendrán por vulneradas’, coligiéndose que toda
resolución emitida dentro de un proceso judicial o
administrativo, debe inexcusablemente contener una adecuada
motivación respecto a los hechos en los que se base, a las
pruebas que se aportaron y a las disposiciones legales en las que
se sustente la decisión, puesto que el relacionamiento de estas
con los hechos que le dieron origen, constituye la fundamentación
y motivación a la que el debido proceso se refiere. Ahora bien,
de manera imprescindible, el derecho a una debida fundamentación
y motivación de las resoluciones, se encuentra vinculado con el
principio de congruencia, entendido como: ʽ…la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo
resuelto, en materia penal la congruencia se refiere
estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un
hecho distinto al atribuido en la acusación o su ampliación. Esa
definición general, no es limitativa de la congruencia que debe
tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que
implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, y que debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los
distintos considerandos y juicios de valor emitidos por la
resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo
resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales
que apoyan la razón que llevó a la determinación que se asume’
(SCP 0486/2010-R de 5 de julio); de donde se infiere que las
resoluciones judiciales, deben emitirse, en función al sentido y
alcance de las peticiones formuladas por las partes procesales.
12 En armonía con los criterios previamente glosados, la Corte
Constitucional de Colombia, refiriéndose a la motivación de los
fallos, estableció que: ʽ…la motivación suficiente de una
decisión judicial es un asunto que corresponde analizar en cada
caso concreto. Ciertamente, las divergencias respecto de lo que
para dos intérpretes opuestos puede constituir una motivación
adecuada no encuentra respuesta en ninguna regla de derecho.
Además, en virtud del principio de autonomía del funcionario
judicial, la regla básica de interpretación obliga a considerar
que sólo en aquellos casos en que la argumentación es
decididamente defectuosa, abiertamente insuficiente o, en
últimas, inexistente, puede el juez de tutela intervenir en la
decisión judicial para revocar el fallo infundado. En esos
términos, la Corte reconoce que la competencia del juez de tutela
se activa únicamente en los casos específicos en que la falta de
argumentación decisoria convierte la providencia en un mero acto
de voluntad del juez, es decir, en una arbitrariedad’. Respecto a
la congruencia de las resoluciones judiciales, como elemento
constitutivo del debido proceso, la SCP 0632/2012 de 23 de julio,
estableció que: ʽ…uno de los elementos del debido proceso es la
congruencia en virtud de la cual la autoridad jurisdiccional o
administrativa, en su fallo, debe asegurar la estricta
correspondencia entre lo peticionado y probado por las partes; en
ese contexto, es imperante además precisar que la vulneración al
debido proceso en su elemento congruencia puede derivar de dos
causales concretas a saber: a) Por incongruencia omisiva, en
virtud de la cual, la autoridad jurisdiccional o administrativa
emite una resolución sin considerar las pretensiones de las
partes, vulnerando con esta omisión el derecho a un debido
proceso y también el derecho a la defensa; y, b) por
incongruencia aditiva, en virtud de la cual, la autoridad
jurisdiccional o administrativa, falla adicionando o incorporando
elementos no peticionados o no discutidos por las partes en el
decurso de la causa’; razonamiento que nos permite concluir que
la congruencia, se traduce en la respuesta expresa a las
pretensiones formuladas por las partes, atendiendo todos y cada
uno de los puntos en los cuales se sustenta una acción o recurso
y que constriñe a la autoridad que los conoce a contestar y
absolver cada una de las alegaciones presentadas, debiendo,
además de ello, establecer una armonía lógicojurídica entre la
fundamentación y valoración efectuadas por el juzgador y la
decisión que asume” (las negrillas nos pertenecen). De lo
señalado se concluye que la congruencia como elemento del debido
proceso, responde a la estructura misma de una resolución, por el
cual, toda autoridad jurisdiccional, está obligada a contestar y
absolver cada una de las pretensiones expuestas por las partes en
su recurso, lo que implica que el fallo emitido debe responder a
la pretensión jurídica y expresión de agravios formulados por las
partes, y la concordancia que tiene que existir en todo el 13
contenido de la respectiva resolución, cuyos considerandos y
razonamientos deben guardar la concerniente coherencia y armonía.

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