Sábana Radio Comunitaria

Tema: Salud Mental en el Trabajo

El tema que vamos a tratar hoy refiere a la Salud Mental en el Trabajo, un tema que
seguramente nos convoca a todos ya que un aspecto importante de la vida del adulto
radica precisamente en el área laboral.

De hecho pasamos a diario muchas horas en nuestro trabajo, en algunos casos más
horas en el ámbito laboral que en el personal.

El ámbito laboral habilita la creación de vínculos con los compañeros de trabajo, con
superiores con las personas con quienes interactuamos en el mismo. Es por eso que
nos permite explorar y potenciar nuestras capacidades vinculares así como también
profesionales.

Nos establecemos metas, y creamos a partir del proyecto laboral nuestro proyecto vital
personal. Si pensamos en el proyecto laboral naturalmente se pueden venir a nuestra
mente diversas cuestiones dependiendo de nuestra etapa vital y contexto, como por
ejemplo la independencia, seguridad económica, la vivienda, la conformación familiar,
la creatividad, la producción, la consolidación de nuestra profesión. Es por eso que en
cada uno el trabajo puede representar múltiples sentidos.

La promoción de la salud mental consideramos es uno de los puntos fundamentales. A

nivel general promover salud mental en el trabajo consiste en acciones para crear
entornos y condiciones de vida que propicien este estado de equilibrio y permitan a las
personas adoptar y mantener modos de vida saludables.
A nivel colectivo, grupo de trabajo ej y a nivel de la organización en donde trabajamos
consideramos que se deben fortalecer los factores protectores y disminuir los factores
de riesgo. Esto significa trabajar en mayor medida en prevención, para no tener que
trabajar sobre las consecuencias.

Les queremos compartir algunos ejemplos de estrategias para promover la salud

mental en el trabajo:

· Promover la participación activa y la toma de decisiones entre los trabajadores.

Cuando se invita a la participación en distintos niveles favorecemos el
 involucramiento. Es ser y hacer parte.
· Definir claramente las funciones y responsabilidades de cada puesto de trabajo.
Esto brinda estructura, saber qué hacemos, y para qué.
· Reconocer la utilidad del labor del trabajador para la organización en la que se
encuentran. Así como reconocer nuestro propio labor como trabajador.
Reconocerme y ser reconocido, dos fundamentales de la salud mental en el
trabajo.
· Promover la comunicación fluida entre los entre trabajadores y entre los
trabajadores y otras autoridades de la organización. Esto también debiera ser un
compromiso entre nosotros mismos, los trabajadores. Mantener una
comunicación fluida y clara implica también poder consensuar, negociar,
intercambiar y construir, incluso cuando es desde la diferencia.
· Promover la conciliación de la vida laboral con la personal. Sería positivo que
desde la organización se promueva esto, pero fundamental resulta que cada uno
de nosotros como trabajadores podamos realizarnos y desarrollarnos en el
ámbito laboral y poder hacerlo también a nivel personal. Para esto es necesario
tener espacios temporales, incluso espaciales diferenciados. Cuando salgo del
horario laboral, idealmente dejar el trabajo atrás, para poder tener espacios
sociales, de ocio y descanso propios.
· Promover y ejercitar el respeto y actitudes despectivas o discriminatorias para
con otros.
· Promover la formación continua, es decir el desarrollo dentro del ámbito laboral.
Esto como trabajadores tanto como si somos encargados o jefes de una
organización. Existen ciertas falacias respecto a que si se invierte en formación
de un empleado, este toma esta educación y luego puede irse a otro empleo. Si
bien esto cabe dentro de las posibilidades, nos acerca a un pensamiento
limitado y bastante mediocre. El conocimiento es también salud. Y en la medida
en que una persona reciba oportunidades, podrá mientras decida estar en una
organización volcar la misma en pro de esta. Está comprobado que la gente no
solo trabaja con mayor argumentos, y habilidades, sino también con mayor
entusiasmo y sentido de pertenencia.
· Disponer de procedimientos para la resolución de conflictos.Esto refiere a la
capacidad de resolución de conflictos propios, así como también las estrategias
organizacionales para abordar este tema.
· Promover y/o exigir condiciones ambientales adecuadas para el bienestar de los
trabajadores en el desempeño de sus tareas tales como el espacio físico acorde
a la tarea, la iluminación, temperatura, higiene, etc.
· Propiciar condiciones de equidad de género en cuanto a responsabilidades y
salarios.

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Nos gustaría compartir con uds algunos datos y cifras importantes respecto a la salud
mental en el trabajo:

· El trabajo es totalmente beneficioso para la salud mental, nuestro desarrollo

psíquico e integral. Sin embargo, un entorno laboral negativo puede causar
problemas físicos y psíquicos. Reconocer cuando el trabajo nos está costando
salud, es un desafío. Poder hacerlo en tiempo y forma habilita la recuperación de
la salud, y la creación de nuevas estrategias vitales.
· La depresión y la ansiedad son algunas de las patologías más asociadas a un
malestar laboral. La atención de éstas tiene una gran repercusión económica. Se
ha estimado que cuestan anualmente a la economía mundial US$ 1 billón en
pérdida de productividad.
· El acoso y la intimidación en el trabajo son problemas cada vez más frecuentes
que pueden tener considerables efectos negativos en la salud mental.
· Las organizaciones pueden y deben aplicar medidas eficaces para promover la
salud mental en el lugar de trabajo y mejorar las condiciones.
· Es bien conocido que el desempleo es un factor de riesgo de problemas
mentales, mientras que la obtención de un empleo o la reincorporación al trabajo
ejercen efectos protectores para los individuos.

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Riesgos para la salud relacionados con el trabajo:

Hay muchos factores del entorno laboral que pueden afectar a la salud mental. En la
mayoría de los casos, los riesgos que conllevan se deben a una interacción inadecuada
entre el tipo de trabajo, el entorno organizativo y directivo, las aptitudes y competencias
del personal y las facilidades que se ofrecen a este para realizar su trabajo. Por
ejemplo, puede ocurrir que una persona tenga las aptitudes necesarias para llevar a
cabo sus tareas pero no disponga de suficientes recursos o no reciba el apoyo que
necesita debido a las prácticas de gestión y administración de la empresa. En otros
casos la persona podría tener muy buenas aptitudes y actitudes para un ámbito laboral,
pero no para otro. El malestar en un x ambiente no determina una generalidad. Muchas
veces se trata de encontrar nuevas combinatorias, nuevas posibilidades.

En este sentido es muy común ver riesgos que guardan relación con el contenido del
trabajo. Por ejemplo, puede que las tareas asignadas a una persona no se adecúen a
sus competencias o que la carga de trabajo sea permanentemente elevada. Algunos
trabajos, como ocurre con los que desempeñan el personal humanitario y el de primera
intervención, o aquellos trabajos ïnsalubles¨ acarrean un riesgo más elevado, pueden
afectar a la salud mental, deviniendo en algún padecimiento psiquiátrico o en un
consumo nocivo de alcohol, drogas o psicofármacos. Cabe destacar que los riesgos
pueden ser superiores en situaciones en las que el equipo no está cohesionado o no se
dispone de apoyo social o mutuo. Por lo que, no sólo es positivo adquirir cada uno
herramientas para afrontar estas situaciones, sino que también es de vital importancia
colectivizarlas, generar un aprendizaje grupal, para que el ambiente y grupo laboral sea
más saludable.

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SEBASTIAN:

Nos detendremos ahora en algunas formas que toma el malestar laboral. El acoso
psicológico y la intimidación en el trabajo (mobbing) son causas muy frecuentes de
estrés laboral y otros riesgos para la salud de los trabajadores, y pueden ocasionar
problemas tanto físicos como psicológicos. Estos efectos en la salud tienen
consecuencias para las empresas, que se concretan en pérdidas de productividad por
la desmotivación de los trabajadores y una alta rotación del personal. Pero lo más
fundamental recae en el propio trabajador quien normalmente ve afectada su vida
familiar y social negativamente.

Este comportamiento está relacionado a una variedad de factores incluyendo

discriminación de género, religiosa, étnica, de edad, nacionalidad,
discapacidad,antecedentes, orientación sexual, y otras variedades, así como de
razones socioeconómicas.

El mobbing ocurre en todos los lugares de trabajo por todo el mundo, pero es un
fenómeno relacionado con la cultura; por tanto, la forma como se lleva a cabo y la
manera como se percibe puede variar en diferentes países. El primer investigador que
trató científicamente éste problema fue Heinz Leymann, un psicólogo sueco quien tomó
prestado el término mobbing de las ciencias animales. Este término, que literalmente
significa “formar una multitud alrededor de alguien para atacarlo/la”, define el
comportamiento de algunas especies animales que aislan a uno de sus miembros
quien, por varias razones, va a ser expulsado del grupo. Claramente lo que sucede en
el mundo animal, pasa también en el nuestro. En este contexto el mobbing se aplica al
ambiente de trabajo para indicar el comportamiento agresivo y amenazador de uno o
más miembros de un grupo, a quien llamaremos acosador, hacia un individuo, el
objetivo o la víctima, aunque, ocasionalmente puede practicarse en grupos.

Un cierto grado de competencia en la vida laboral diaria resulta ser normal y útil. El
Mobbing difiere de los conflictos normales por dos razones principales: se caracteriza
por acciones no éticas y finalmente es contraproducente para todos.

En una situación de mobbing el clima se vuelve confuso, la comunicación ambigua, y la

interacción hostil. La siguiente tabla que trataremos de compartirles compara conflictos
en situaciones “saludables” con conflictos que caracterizan situaciones de mobbing. Es
positivo poder establecer ciertas diferencias, porque no todo es mobbing o acoso.

Respecto a los efectos sobre la salud y la calidad de vida, podemos decir que el
mobbing tiene el potencial de causar o contribuir a muchos trastornos psicopatológicos,
psicosomáticos y comportamentales. Esto probablemente depende de la duración e
intensidad de los estímulos estresantes, no es lo mismo padecer esto una vez en la
vida, que si esto es repetido y sostenido en el tiempo. Sin embargo las peculiaridades
de la personalidad de la víctima pueden jugar un rol protector o agravante, por esto no
debemos subestimar las acciones como tampoco los efectos. Por ej, si alguien está
pasando a nivel personal por una pérdida, o una situación muy angustiante. recibir
mobbing, puede desencadenar sentimientos muy desequilibrantes.

Los efectos sobre la salud generalmente comprenden un número de síntomas que

podemos reconocer. Estos son:

El mobbing afecta entonces a la autoestima y la eficacia de la víctima en todos los

dominios y tiene efectos en todas las áreas de la vida, tal como la familia, los amigos,
las relaciones sociales y el ambiente de trabajo. La víctima se torna confusa, menos
eficiente y con un alto nivel de miedo, culpa y vergüenza, de éste modo afecta no sólo
el trabajo sino también las relaciones interpersonales.
Acoso:

Otro de los casos que ocasiona mayor malestar laboral, y por ende va en detrimento de
la salud mental laboral es el acoso. Si bien no todo computa como acoso, muchas
veces naturalizamos cuestiones que si lo son.
FRASE PARA COMPARTIR:
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Pautas para crear un entorno saludable de trabajo:

Un aspecto importante para conseguir que el lugar de trabajo sea saludable es la

formulación de normas, acuerdos, estrategias colaborativas, es decir que impliquen a
todas las partes. En un lugar de trabajo saludable, los trabajadores y los directivos
contribuyen activamente a mejorar el entorno laboral promoviendo y protegiendo la
salud, la seguridad y el bienestar de todos los empleados. En una guía publicada
recientemente por el Foro Económico Mundial se recomienda que las intervenciones
tengan un triple enfoque:

· proteger la salud mental reduciendo los factores de riesgo relacionados con el

trabajo;
· promover la salud mental desarrollando los aspectos positivos del trabajo y las
cualidades y capacidades del personal; y
· tratar de solucionar los problemas de salud mental, con independencia de su
causa.
· también.. tomar conciencia del entorno de trabajo y de cómo se puede adaptar
para promover una mejora de la salud mental de los distintos empleados;
· conocer las necesidades de cada trabajador y las oportunidades de que dispone,
con el fin de elaborar mejores políticas en materia de salud mental en el lugar de
trabajo; y
· conocer cuáles son las fuentes de apoyo a las que pueden recurrir las personas
para pedir ayuda.

Algunas intervenciones y prácticas adecuadas para proteger y promover la salud

mental en el lugar de trabajo:

· aplicar y hacer cumplir las políticas y prácticas de seguridad y protección de la

salud, que permitan detectar el estrés patológico, las enfermedades y el
consumo nocivo de sustancias psicoactivas, así como facilitar recursos para ello;
· informar a los trabajadores de que pueden pedir ayuda;
· promover la participación del personal en las decisiones, transmitir una
sensación de control y de participación e implantar prácticas en la organización
que promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal;
· ofrecer a los empleados programas de desarrollo profesional; y
· reconocer y recompensar la contribución del personal.

En este mismo sentido es importante la posición que tomemos cada uno de nosotros
para con nosotros mismos, para con el trabajo y para con nuestros compañeros. Si
trabajamos de lo que nos gusta es positivo poder agradecer esto, y reconocer el
camino que hemos transitado para estar aquí. Si actualmente tenemos un trabajo que
no nos reconforta es saludable poder reconocer algún aspecto positivo del mismo, los
vínculos que construimos, aprendizajes que pudimos tener en el mismo, pero
fundamental resulta poder reconocer el carácter transisacional. Es decir, esto no es
estático, nos podemos mover de allí. Y para ello resulta sustancial pensar en una
estrategia, que puede ser por ej salir a buscar nuevas oportunidades, en ámbito
diferentes, acercar nuestras capacidades e intereses a nuestras oportunidades.
Muchas veces existe miedo a transitar por nuevos espacios, pero cuando los espacios
ya conocidos se saturan, cuestan salud fisica y emocional es saludable hacer cambios.
Esto implica también hacernos de nuevas herramientas, que pueden ser cursos, un
nuevo cv, nuevos contactos, tejer redes, y fundamentalmente salir. Empujar el
movimiento.
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Es importante problematizar acerca del estrés laboral y los mecanismos que operan en
el mismo.

El estrés laboral surge cuando las exigencias de trabajo son altas y capacidad de
control esta exigencia es baja.

Por capacidad de control de la exigencia entendemos la posibilidad de tener autonomía

y empoderamiento en el trabajo, es decir de poder tomar decisiones, controlar los
ritmos y las formas de ejercer las actividades, y la posibilidad del trabajador de
desplegar sus capacidades y su creatividad. También el apoyo social tanto por parte de
compañeros como de superiores colaboran en la capacidad de control de la exigencia
laboral.

También se dice que el estrés laboral se produce cuando el trabajador presenta un alto
esfuerzo y una baja recompensa por su tarea. Esta baja recompensa no solo puede
vivenciarse con un bajo salario sino también se manifiesta en la vivencia de inseguridad
del trabajador, por ejemplo con la amenaza de ser despedido y de quedarse sin
empleo, la precariedad de los contratos de trabajo, cambios organizacionales forzados,
la falta de expectativas de promoción laboral. También hay baja recompensa cuando no
se vivencia un respeto, reconocimiento, apoyo adecuado. Ante esto la autoestima del
trabajador y su productividad decaen.

El estrés laboral cuando de algún modo se cronifica se denomina como el conocido

“Burn-out” . El mismo se manifiesta en los trabajadores en aspectos tales como una
vivencia de sentirse totalmente agotado, el retraimiento, tener sentimientos y actitudes
negativas hacia las personas de su ámbito laboral y a la tarea, y la no realización
personal en el ámbito laboral. También son frecuentes síntomas psicosomáticos.

El estrés laboral sin dudas puede ser predisponente de trastornos tales como la
ansiedad y depresión.

Por otra parte nos gustaría enfatizar el Apoyo en el trabajo a las personas con
trastornos mentales:

Las organizaciones tienen la obligación de prestar apoyo a las personas con trastornos
mentales para realizar su trabajo o reincorporarse al mismo. La flexibilidad horaria,
adaptación de las tareas asignadas a estas personas, lucha contra ambientes hostiles
de estos trabajos pueden ayudar en estos aspectos.

Los estudios demuestran que el desempleo, en particular si es de larga duración, es

perjudicial para la salud mental.

El artículo 27 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las

personas con discapacidad proporciona un marco mundial jurídicamente vinculante
para promover los derechos de las personas afectadas, entre ellas las que presentan
discapacidades psicosociales. En el texto se reconoce el derecho de las personas con
trastornos mentales a trabajar en igualdad de condiciones con las demás y sin sufrir
ningún tipo de discriminación, así como a recibir apoyo en su lugar de trabajo.
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El trabajo tal como lo venimos sosteniendo, tiene un papel central en la vida de la

mayor parte de las personas adultas, y es también una construcción social y un pilar
fundamental de la sociedad humana. Una actividad laboral satisfactoria contribuye a
dar sentido a la propia existencia, mejorar la salud y la autoestima, las relaciones
sociales y el estatus socioeconómico. Por el contrario, unas condiciones negativas de
trabajo o la ausencia del mismo, con escasa satisfacción, falta de influencia y de control
en la toma de decisiones sobre las condiciones y el contenido de la tarea realizada
pueden asociarse con efectos indeseables para la salud de las personas. Estos
factores repercuten y se expresan como vimos en un elevado estrés, baja satisfacción
laboral y mala calidad de vida, reconocidos factores de riesgo para la salud mental y
física en general.

***Destacar importancia de equilibrar los diferentes ámbitos donde las personas

interactuamos, poder generar separación saludable del ámbito laboral, con el personal.
No llevar trabajo a casa. No continuar hablando sobre problemáticas o situaciones
estresantes del trabajo en casa. Poder tener otras actividades además de las laborales,
como ser de ocio o ejercicio. Reconocer la posibilidad de encontrar nuevos horizontes
laborales, dependientes o independientes. Reconocer la naturaleza del desempleo en
la sociedad en que vivimos. Aceptar tensión vital. Frustraciones. Relación con ser el
sostén de la casa. Buscar recursos. Tejer lazos solidarios. Buscar a terceros que sean
de ayuda. No a la omnipotencia. ///