Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Nadie tiene el derecho de publicar, reproducir y/o distribuirla, si es que no cuenta con
la del autor, de no ser así, estaríamos rebajando las obras a la calidad autorización de
res nullius, inconcebible en el marco de un Estado de Derecho.
Sujeto pasivo
En el caso del sujeto pasivo, tampoco se exige una cualidad espera, por lo que
podrá serlo tanto una persona natural como una persona jurídica; a quien la LDA,
reconozca como autor de una obra, al autor de una representación o ejecución
artística.
Cabe agregar que el Editor, cuando se la han sido cedidos los derechos de autor
de una obra, se constituye en el titular de los derechos patrimoniales, por lo que
también puede ser considerado «sujeto ofendido».
A todo lo no dicho, remítase a lo expuesto en el punto 2) del artículo 0 del CP.
MODALIDAD TÍPICA
Presupuesto esencial, para que se pueda configurar alguno de los supuestos
delictivos comprendidos en el artículo 217° del CP, es que ser realista «sin
autorización del autor o titular de los derechos»; contrario sensu, si el agente
comete por ejemplo la modificación total de la obra, con la autorización del autor,
estamos ante una causal de «atipicidad penal», pues los hechos intelectuales, son
disponibles por su titular.
Ante ciertos supuestos no se requiere la autorización del autor, para tomar parte
del contenido de su obra para determinados fines. La necesidad por asegurar la
propagación y la difusión de la cultura, como medio indispensable para el
desarrollo de una comunidad, puede dar lugar a una declinación en un derecho de
autor en puridad «individual». El artículo 44° de la LDA, establece que es
permitido realizar, sin autorización del autor ni pago de remuneración, citas
de obras lícitamente divulgadas, con la obligación de indicar el nombre del autor
y la fuente, y a condición de que tales citas se hagan conforme a los usos
honrados y en la medida justificada por el fin que se persiga. Citar, como bien se
dice en la doctrina, no es reproducir, citar es mencionar, insertar o haber
referencia, y ello, normalmente, es un proceso dialéctico, bien reforzando una
cuestión, bien criticándola. Así pues, el verbo citar en nada se encuentra
emparentado con el de reproducir, y si el injusto se forma a través de la
reproducción, es evidente que queda fuera, y por tanto excluido en el supuesto de
la cita, por no adaptarse a la conducta descrita en el tipo.
Así también es lícita, dice el artículo 45° (in fine), sin autorización del autor,
siempre que se indique el nombre del autor y la fuente, y que la reproducción o
divulgación no haya sido objeto de reserva expresa: La difusión, con ocasión de
las informaciones relativas a acontecimientos de actualidad por medios sonoros o
audiovisuales, de imágenes o sonidos de las obras vistas u oídas en el curso de
tales acontecimientos, en la medida justificada por el fin de la información, la
difusión por la prensa o la transmisión por cualquier medio, a título de información
de actualidad, de los discursos, disertaciones, alocuciones, sermones y otras
obras de carácter similar pronuncia-en público, y los discursos pronunciados
durante actuaciones judiciales, a medida en que lo justifiquen los fines de
información que se persiguen, en perjuicio del derecho que conservan los autores
de las obras difundidas a publicarlas individualmente o en forma de colección y, la
emisión por radiodifusión o la transmisión por cable o cualquier otro medio,
conocido o por conocerse, de la imagen de una obra arquitectónica, plástica, de
fotografía o arte aplicado, que se encuentren situadas permanentemente en un
lugar abierto al público.
El artículo 34° de la LDS, dispone que la distribución, a los efectos del presente
capítulo, comprende la puesta a disposición del público, por cualquier medio o
procedimiento, del original o copias de la obra, por medio de la venta, canje,
permuta u otra forma de transmisión de la propiedad, alquiler, préstamo público o
cualquier otra modalidad de uso o explotación. Cuando la comercialización
autorizada de los ejemplares se realice mediante venta u otra forma de
transmisión de la propiedad, el titular de los derechos patrimoniales no podrá
oponerse a la reventa de los mismos en el país para el cusí han sido autorizadas,
pero conserva los derechos de traducción, adaptación, arreglo u otra
transformación, comunicación pública y reproducción de la obra, así como el de
autorizar o no el arrendamiento o el préstamo público de los ejemplares. El autor
de una obra arquitectónica no puede oponerse a que el propietario alquile la
construcción.
1
LA TORRE, V Protección penal del derecho de Autor cit. P. 138
En el caso de nuestro derecho positivo, la distribución de la obra, sólo abarca
aquellas copias publicadas de forma «ilícita», pues si quien la distribuye es el
editor, dicha distribución será «lícita», a menos que distribuya un número mayor al
autorizado por el autor, pudiendo incurrir en la hipótesis delictiva contenida en el
Inc. c) del artículo 220° del CP. El artículo 37° de la LDA, prevé que siempre que
la Ley no dispusiere expresamente lo contrario, es ilícita toda reproducción,
comunicación, distribución, o cualquier otra modalidad de explotación de la obra,
en forma total o parcial, que se realice sin el consentimiento previo y escrito del
titular del derecho de autor.
El tipo subjetivo del injusto viene cubierto por el dolo, conciencia y voluntad de
realización típica, el agente debe saber que está difundiendo y/o comunicando una
obra al público, o en su defecto trasmitir o retransmitir dichas obras, sin tener
autorización de su titular. Cualquier equívoco sobre una supuesta autorización, ha
de ser resuelto bajo las reglas del error de cubierto.
La infracción normativa bajo análisis revela una particularidad, que extingue a las
tres anteriores, pues en este caso el agente cuenta con autorización del autor,
para reproducirla, distribuirla o comunicarla al público, por un número limitado de
ejemplares; donde la sustantividad del escrito típico aparece cuando el Editor,
reproduce, distribuye y/o comunica, la escritura en un mayor número al autorizado.
Se supone que en el contrato de autorización, existe una cláusula contractual, en
la cual se ha fijado de antemano al número de ejemplares de la edición.
Nótese que los verbos rectores recogidos en la redacción normativa, las mismas
que se hace alusión en los incisos b) y c) del articulado, le la distinción radica en la
calidad del agente, pues al tener la autorización para distribuir la obra hace las
veces del «Editor», constituyendo tanto un tipo especial propio. A nuestro parecer,
esta modalidad del acto debió ser incluida en el artículo 216° como circunstancia
agravante, efectos de preservar la coherencia sistematizadora de la conducta
típica. Por otro lado, debe merecer una reacción punitiva atenuada con respecto
supuesto de circunstancias delictivas.
La autorización debe ser por «escrito», por lo que el legislador excluye ámbito de
protección, aquellas autorizaciones que se den verbalmente, las cuales pasarían a
ser reprimidas, según los alcances.
El artículo 96° de la LDA, dispone que el contrato de edición es aquel el cual el
autor o sus derechohabientes, ceden a otra persona llamada por, el derecho de
publicar, distribuir y divulgarla obra por su propia cuenta riesgo en las condiciones
pactadas y con sujeción a lo dispuesto en esta El artículo 97° (in fine), en su inc.
h) establece que en el Contrato de publicación se debe establecer el número
mínimo y máximo de ejemplares que lanzará la edición o cada una de las que se
convengan. Mientras que el artículo 121° de la LDA, en lo que respecta al contrato
de inclusión fonograma dispone que el autor de una obra musical, o su
representante, autoriza al productor de fonogramas, mediante remuneración, a
grabar o fijar una fecha para reproducirla sobre un disco fonográfico, una banda
magnética, un aporte digital o cualquier otro dispositivo o mecanismo análogo, con
fines de reproducción y venta de ejemplares. La autorización otorgada por el autor
editor, o por la entidad de gestión que los represente, para incluir la obra in
fonograma, concede al productor autorizado, el derecho a reproducir otorgar
licencias para la reproducción de su fonograma, condicionada al o de una
remuneración y, el artículo 122° (in fine), establece que la autorización concedida
al productor fonográfico no comprende e! derecho de comunicación pública de la
obra contenida en el fonograma, ni de ningún otro derecho distinto a los
expresamente autorizados.
Por su parte el artículo 46° (¡n fine), estipula que es lícito que un órgano de
radiodifusión, sin autorización del autor ni pago de una remuneración adicional,
realice grabaciones efímeras con sus propios equipos y para utilización por una
sola vez, en sus propias emisiones de radiodifusión, de obra sobre la cual tengan
el derecho de radiodifundir. Dicha grabación para ser destruida en un plazo de tres
meses, a menos que se haya convenio con el autor uno mayor. Sin embargo, tal
grabación podrá conservarse "chivos oficia/es, también sin autorización del autor,
cuando la misma da un carácter documental excepcional.
Si bien autor sólo podrá serlo quien está autorizado por el titular de la para
reproducir las copias de la obra, debe indicarse que no se podrá arar en este
precepto permisivo, quien reproduce ejemplares en cantidad significativa, donde el
fin comercializador queda fuera de toda duda.
4. LA MODALIDAD GRAVADA
La pena será no menor de cuatro años ni mayor de ocho y con sesenta a ciento
veinte días multa, cuando el agente la reproduzca total o parcialmente, por
cualquier medio o procedimiento y si la distribución se realiza mediante venta,
alquiler o préstamo al público u otra forma de transferencia de la posesión del
soporte que contiene la obra o producción que supere las dos (2) Unidades
Impositivas Tributarlas, en forma fraccionada, en un solo acto o en diferentes
actos de inferior importe cada uno.
FORMAS AGRAVADAS
Art. 218.- "La pena será privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho
años y con noventa a ciento ochenta días inulta cuando:
a) Se dé a conocer al público una obra inédita o no divulgada, que haya recibido en
confianza del titular del derecho de autor o de alguien en su nombre, sin el
consentimiento del titular.
b) La reproducción, distribución o comunicación pública se realiza con fines
comerciales u otro tipo de ventaja económica, o alterando o su imprimiendo, el
nombre o seudónimo del autor, productor o titular de los derechos.
c) Conociendo el origen ilícito de la copia, o reproducción, la distribuya, al público,
por cualquier medio, la almacene, oculte, introduzca en el país o la saque de éste.
d) Se fabrique, ensamble, importe, exporte, modifique, venda, alquile, ofrezca faro, la
venta o alquiler, oponga de cualquier otra manera en circulación dispositivos,
sistemas tangibles o intangibles, esquemas o equipos capaces de soslayar otro
dispositivo destinado a impedir o restringirla realización de copias de obras, o a
menoscabarla calidad de las copias realizadas, o capaces de permitir o fomentar
la recepción de un programa codificado, radiodifundido o comunicado en otra
forma al público, por aquellos que no estén autorizados para ello.
e) Se inscriba en el Registro del Derecho de Autor la obra, interpretación, producción
o emisión ajenas, o cualquier otro tipo de bienes intelectuales, como si fueran
propios, o como de persona distinta del verdadero titular de los derechos.
Segundo elemento a saber, es que se puede tratar de una obra «inédita» o de una
obra «no divulgada». La obra inédita, según el artículo 2.27 de la LDA, es aquella que
no ha sido divulgada con el consentimiento del autor o sus derechohabientes;
mientras que la obra no divulgada, es aquella que aún no ha sido accedida por el
público por primera vez con el consentimiento del autor, el artista o el productor,
según el caso, por cualquier medio o procedimiento conocido o por conocerse, tal
corno se desprende del artículo 2.9 (in fine)
Tercer elemento a saber, es que haya recibido en confianza del titular del derecho de
autor o de alguien en su nombre; v. gr., el autor que le entrega la obra al editor para
que la revise, a un colega para que le de ciertas recomendaciones, etc.; precisamente
este es el fundamento que reviste de sustantividad a! injusto como circunstancia
agravante. El quebrantamiento, la defraudación de la confianza depositada en el
agente por parte del sujeto pasivo, es lo que incide en el reproche jurídico-social,
dando lugar a una reacción penal en términos más enérgicos.
La obra debe haber sido entregada por el autor o por alguien que actúe en su nombre
(representante legal); si quien proporciona la obra, es una persona ajena al autor, que
no actúa a su nombre, para que el receptor la divulgue; quien lo recibe será reprimido
según la figura delictiva contenida en el inc. c) del artículo 216° y quien la entrega,
será penado por el delito de hurto y/o ingreso indebido a una base de datos (delito
informático).
El tipo subjetivo del injusto, se cumple sólo con dolo, conciencia y voluntad de
realización típica, el agente debe saber que no cuenta con la autorización de su titular
para disponer su comunicación al público.
El tipo subjetivo del injusto exige, el dolo, conciencia y voluntad de realización típica;
el agente sabe que está alterando y/o suprimiendo el nombre del titular de los
derechos de autor sin su consentimiento.
Por lo dicho no se podría decir, entonces, que las primeras conductas ladas sean
constitutivas de una complicidad primaria de la reproducción ejemplo, al tratarse de
una circunstancia ex-post a la consumación de la a antes mencionada, por lo que
guarda su propia sustantividad penal. Lo NO quiere decir, que el reproductor también
participe en el ocultamiento el almacenamiento, siendo, por ende, coautor de esta
modalidad del escrito.
En lo que respecta el dolo, su aspecto cognitivo debe cubrir todos los elementos
constitutivos de tipicidad penal, de saber que está distribuyendo al público, por
cualquier medio, almacenando, ocultando, introduciendo en el país o sacándolo de
éste, la copia o reproducción de una obra sin autorización de su titular. Quien sólo se
encarga de llevar al terminal aeroportuario o autobuses, las cajas cerradas con las
copias ilícitas para ser llevadas al extranjero, sin saber el origen ilícito, estará incurso
en un error de tipo, mediando una autoría mediata. Mas si ya la orden de importación
viene firmada por su el titular de la empresa, el representante general (Gerente
General), conducta del mensajero, será inocua, sin necesidad de fundamentar su
generación de responsabilidad vía la autoría mediata. Al revés si quien la transporta al
Ecuador, conoce de su origen ilícito podrá ser co-autor, con las personas que
permitieron el traslado de las copias ilícitas. Basta con el conocimiento del riesgo
típico, que el agente obre con dolo eventual.
El artículo 38° de la LDA, establece que el titular del derecho patrimonial tiene la
facultad de implementar, o de exigir para la reproducción o comunicación de la obra,
la incorporación de mecanismos, sistemas o positivos de autotutela, incluyendo la
codificación de señales, con el fin impedir la comunicación, recepción, retransmisión,
reproducción o modificación no autorizadas de la obra. En consecuencia, es ilícita la
importación, publicación, venta, arrendamiento, oferta de servicios o puesta en
circulación en cualquier forma, de aparatos o dispositivos destinados a descifrar;
señales codificadas o burlar cualquiera de los sistemas de autotutela comentados por
el titular de los derechos.
Ahora bien, no se reprime propiamente a quien ejecuta las conductas las reseñadas,
sino a quien fabrica, ensambla, importa, exporta, modifica, acude, alquila, ofrezca
para la venta o alquiler, o ponga de cualquier otra era en circulación dispositivos,
sistemas tangibles o intangibles, esquemas, o equipos capaces de soslayar otro
dispositivo. Resultando de ello que derecho penal, en este ámbito de la criminalidad,
se anticipa de forma rectificativa, a actos que aún no revelan una aptitud objetiva de
lesión para el bien jurídico tutelado. Se podría decir, que esta modalidad del injus-
gravado, significa la tipificación de «actos preparatorios»'93', a algunas cualidades de
los tipos legales anteriores. Sin embargo, es de verse, que; una sustantividad propia,
en todo caso de propiciar, mediante la venta, Amiento, alquiler, importación,
exportación, fabricación, ensamblaje, del derecho de divulgación, comercialización e
integridad de las obras legalmente protegidas, se vean mermadas, afectadas o
restringidas.
La pregunta, de todas maneras sería la siguiente: ¿Qué sucede con ellos que
adquieren dichos dispositivos electrónicos, y ejecutan actos contados a impedir la
realización de copias lícitas? El editor, competidor, que usa un mecanismo informático
en los sistemas de red, del otro editor, dañando la base de ciatos de sus archivos, que
contienen la obra. Tendrían que ser penalizados según las descripciones típicas que
se desprenden de los artículos 207°-A y 207°-B (delitos informáticos); a menos, que
dicho comportamiento se realice para luego, distribuirla o comunicarla al público.
Empero, la resolución de los delitos informáticos supondría en algunos casos un
concurso real de delitos, lo que en realidad no es jurídicamente admisible, pues estos
injustos son ejecutados con un fin determinado: diseñar, alterar, interceptar, copiar
información de una base de datos. En el caso que nos ocupa se relaciona de forma
específica con aquellas obras que reciben amparo legal por la LDA.
El artículo 70° de la LDA, establece que se presume, salvo prueba en contrario, que
es productor del programa de ordenador, la persona natural o jurídica que aparezca
indicada como tal en la obra de la manera acostumbrada, debe ser entendió de
común idea con lo previsto en el artículo 71° (in fine), en cuanto a la cesión de dichos
programas de los derechos patrimonial.
Por su parte el artículo 76° (in fine), prevé que no se requiere la autorización del autor
para la reproducción del código de un programa y la producción de su forma, cuando
sean indispensables para obtener la interohabilidad de un programa creado de forma
independiente con otros proformas, siempre que se cumplan los requisitos siguientes:
a.- Que tales acciones sean realizados por el licenciatario legítimo o por cualquier otra
persona litada para utilizar una copia del programa o, en su nombre, por parte una
persona debidamente autorizada por el titular; b.- Que, la informa-) indispensable para
conseguir la interoperabilidad no haya sido puesta previamente, o después de una
solicitud razonable al titular de manera fácil, rápida tomando en cuenta todas las
circunstancias, a disposición de personas referidas en el numeral primero; y, que
dichos actos se limiten latamente a aquellas partes del programa original que resulten
imprescriptibles para conseguir la interoperabilidad. En ningún caso, la información se
obtenga en virtud de lo dispuesto en este artículo, podrá utilizarse para fines distintos
de los mencionados en el mismo, ni para el desarrollo, producción o comercialización
de un programa sustancialmente similar en expresión o para cualquier otro acto que
infrinja los derechos del autor, ha información tampoco podrá comunicarse a terceros,
salvo cuando sea rescindible a efectos de interoperabilidad del programa creado de
forma ¿pendiente. Lo dispuesto en este artículo no se interpretará de manera su
aplicación permita perjudicar injustificadamente los legítimos intereses del autor del
programa o aquélla sea contraria a su explotación normal.
Dicho lo anterior, es de verse que no se hace alusión a los actos que han tipificado en
esta agravante, en cuanto a quienes se dedican a fabricar, importar, exportar, vender
o alquiler estos dispositivos electrónicos que dan atentar contra los derechos
inherentes a la titularidad de las obras protegidas. Es en realidad, una consideración
de orden político-criminal.
El tipo subjetivo del injusto, requiere únicamente "de la presencia del D, sólo ha de
saber el agente, que está fabricando, ensamblando, importando, exportando,
vendiendo o alquilando, sistemas electrónicos capaces neutralizar aquellos
dispositivos legítimamente instalados por el titular los derecho de autor para impedir la
reproducción no autorizada de una escritura. Si por ejemplo quien vende estos
esquemas electrónicos, ignora su nacionalidad operativa, estará incurso en un error
de tipo, pudiéndose dar os de una posible autoría mediata.
Quien fabrica y a la par vende el dispositivo, el software, al revelarse conductas que
se realizan en espacios de tiempo diversos, estará incurso en concurso real de
delitos. No se puede decir que estamos ante un conflicto diferente de normas penales,
por la sencilla razón de que no es un mismo tío objeto de valoración punitiva.
el elemento subjetivo del injusto viene contenido por el dolo, la conciencia del riesgo
típico, de saber que está inscribiendo en el registro de la oficina competente, una obra
que no es de su autoría. La creencia errónea como causa-habiente le corresponde la
titularidad exclusiva de la obra de ser resuelto bajo las reglas del error de tipo.
Luego se tiene que la norma implica que la distribución debe realizarse mediante
venta, alquiler o préstamo al público u otra forma de transferencia de la posesión del
soporte que contiene la obra o producción, eso puede significar que la distribución
debe hacerse mediante la VENTA DEL SOPORTE que contiene la obra, mediante el
alquiler DEL SOPORTE que contiene la obra etc, por tanto supuestos de transferencia
de la obra que consistan no en la venta, alquiler o préstamos del soporte que contiene
la obra sino de la obra misma no podrían encuadrar en el tipo penal, así a menera de
conclusión tenemos:
RECOMENDACIONES
Preveer márgenes de pena que permitan sancionar, proporcionalmente con mayor
severidad a quien realiza más de una conducta a quien reproduce y a la vez
distribuye, que al que sólo reproduce o sólo distribuye
Establecer un criterio objetivo para diferenciar el ilícito penal del ilícito administrativo
por lo que podría generalizarse a los demás supuestos de los Art. 217 y 218 del CP
quizás disminuyéndolo en el tipo básico y reservando para el tipo agravado las 2 UIT
o encareciéndolo en este último supuesto.
CONCLUSION
Se deberá establecer un tipo básico que sancione penalmente la modificación,
reproducción, distribución al público, así como la comunicación de una obra sin
autorización, e independientemente una conducta de otra, de modo que constituya
delito cualquiera de ellas.