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Maquinas inutiles

Introducción a las ideas de Bruno Munari


LE MACCHINE INUTILI

Muchas personas me conocen por ''aquéllo de las máquinas inútiles'' incluso hoy recibo
preguntas acerca de estos objetos que idee y construí durante 1933. En aquellos tiempos
imperaba el ''​novecento italiano​'' con todos sus maestros muy serios, todas las revistas de arte
no hablaban de otra cosa que no fueran estas graníticas manifestaciones de arte y yo, con mis
máquinas inútiles los hacía reír; además estos objetos fueron construidos con segmentos de
cartón pintado con planos de colores y a veces con una bola de vidrio soplado; todo sostenido
por bastoncitos de madera fragilísimos e hilos de seda. El total debía ser muy liviano para
poder girar con el aire y el hilo de seda funcionaba muy bien para distribuir la tensión.

Cómo se reían mis amigos, incluso aquellos que más valoro por el compromiso que le ponen a
sus trabajos. Casi todos tuvieron en su casa una máquina inútil mia que colgaban
generalmente en la habitacion de sus hijos, claramente porque era una cosa ridícula y reciente,
mientras que en el living tenían esculturas de Marino Marini y pinturas de Carrá y Sironi. Es
cierto que en comparación con una pintura de Sironi, donde se ve ''la garra del león'', yo, con
mis cartoncitos e hilos de seda no podía ser tomado muy en serio.

Estos amigos míos descubrieron después a Alexander Calder que construía ''​móviles​'', pero de
hierro pintado de negro en colores violentos; Calder conquistó rápidamente el ambiente y yo
pareci un imitador.
Qué diferencia existe entre mis máquinas inútiles y los ''​móviles'' ​de Calder? Creo sería mejor
aclarar este asunto: más allá del hecho que los materiales de construcción eran distintos, son
distintos los modos de construir el objeto. La única cosa en común es que son objetos
colgantes que giran. Pero hay muchos objetos colgantes y siempre ha habido, además del
hecho que mi amigo Calder tiene un precursor en Man Ray que en el 1920 construyó un objeto
con el mismo principio.

Todos los elementos que componen una máquina inútil están en relación armónica entre sí.
Supongamos que comenzamos con una esfera de vidrio soplado A de la cual obtenemos el
disco A + ⅓R que se obtiene añadiendo un tercio del radio de la esfera al diámetro de la misma
esfera, mientras en el interior del disco de carton está indicada ahora la medida de la esfera.

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El diámetro de este disco determina las otras dos formas geométricas B y 2B (una el doble de
la otra). El reverso de estas formas está pintada en mode negativo al de delante. Las maderas
que sostienen la forma son incluso en relacion al diametro de la esfera: 3A, 5A, 6A. El total es
colgado y balancea sostenido por hilos de seda.
En vez la naturaleza de los ​móviles ​de Calder​ ​es diferente: parece que parten de una
inspiración de carácter vegetal. Se podría decir que Calder es el primer escultor de árboles;
hay escultores de figuras, de animales, pero de árboles entendido en el sentido vivo de las
cosas que oscilan, de ramas y hojas en medidas progresivas, no había existido nunca. Agarren
un ramo de hojas y observen un móvil de Calder, tienen el mismo principio, tienen la misma
oscilación, el mismo comportamiento dinámico.

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Los elementos que componen una máquina inútil en vez, giran todos sobre sí y entre ellos sin
tocarse, tienen un origen geométrico y explotan las dos caras de los elementos rotantes para
producir efectos de variaciones cromáticas. A menudo el público quiere saber cómo nació la
idea y aqui esta la respuesta: en 1933 se pintaban en Italia los primeros cuadros abstractos que
no eran otra cosa que formas geométricas o espacios coloreados sin ninguna referencia con la
así llamada naturaleza exterior. A menudo estos cuadros abstractos eran naturalezas muertas
de formas geométricas pintadas en un modo realista. Morandi, se decía, realizaba sus cuadros
abstractos haciendo uso de botellas y vasos como pretextos formales. De hecho el sujeto de
los cuadros de Morandi no son las botellas son la pintura detenida en esos espacios. Entonces
botellas o triángulos eran lo mismo y al reporte formal y cromático entre los elementos que
componen la obra debía nacer la pintura.

Personalmente pensaba que, en vez de pintar esos cuadros y esos triángulos u otras formas
geométricas dentro de la atmósfera, más realista (si piensan en Kandinsky) de un cuadro, sería
incluso interesante liberar las formas abstractas de la estaticidad de la pintura y suspender en
el aire, colgadas entre sí de modo que vivan con nosotros en nuestro ambiente, sensible a la
atmósfera propia de la realidad. Y así lo hice: corté estas formas, las proyecté en relación
armónica entre sí, calculé también la distancia y las pinté del otro lado (aquella que en los
cuadros no se ve nunca) en modo diverso así que rotando en el aire presentaron
combinaciones varias. Las hice livianisimas y use hilo de seda para favorecer la rotación
máxima.

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No se si Calder partió del mismo principio, pero el hecho es que estábamos juntos para
confirmar un pasaje del arte figurativo de las dos, o tres dimensiones a la cuarta dimensión: el
tiempo.

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Otros tipos de máquinas inútiles proyectadas en aquel periodo (1935/1954) construidas con madera balsa, cartones
e hilo de seda. Algunos eran construidos con hilo de acero elastizado y listones de madera. Los elementos estaban
siempre colgados con hilos de seda. El hilo de acero les daba una elasticidad particular a las baquetas de madera.

El nombre ''máquina inútil''se presta a muchas interpretaciones. En la intención del autor estos
objetos eran considerados como máquina porque estaban hechos de varias partes que se
movían, colgantes entre sí y además por la famosa leva (que no es otra cosa que una barra de
hierro o de madera o de otro material) es una maquina, quizas de primer grado. Inútil porque
no produce, como otras maquinarias, bienes de consumo material, no elimina mano de obra, no
hace aumentar el capital. Algunos sostenían que eran muy útiles, porque producen bienes de
consumo espirituales (imagenes, sentido estético, educación del gusto, información genética,
etc.)

Otros confundieron estas máquinas inútiles pertenecientes al mundo de la estética, con esas
humorísticas que dibuje en el periodo de estudiante, con el propósito puro de hacer reír a mis
amigos. Estas máquinas humorísticas fueron luego publicadas por Einaudi en un libro hoy
inconseguible intitulado: Las máquinas de Munari. Eran proyectos de extrañas construcciones
hechas para moverle la cola a un perro vago, para prever la aurora, para volver musical el hipo
y otros chistes musicales, inspiradas en el famoso diseñador americano Rube Goldberg.

Extractos de ''Arte come mestiere'' 1966. Ed.Laterza

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MACCHINE INUTILI 1933-34

Nacida en la bella mitad del ​novecento italiano,​ clásico, monumental, heroico y granítico, mis
máquinas inútiles siempre fueron consideradas como chistes o mejor como jueguitos, ni
siquiera juegos (los juegos son cosas serias) jueguitos recientes. De hecho no eran ni de
bronce como debe ser una escultura verdadera, ni de mármol, ni mucho menos pintadas al óleo
sino con témperas, no se colgaban de la pared como los cuadros, más bien al techo como las
lámparas de araña, en suma no se sabía cómo catalogarlas: no eran pinturas, no eran
esculturas, qué eran? Eran los jueguitos de Munari. ​En aquellos tiempos ​la pintura y la
escultura ​eran el único medio permitido, por la cultura oficial, a los artistas para expresarse.
Todos los otros modos y los otros materiales no entraban en el catálogo oficial del arte: eran
juegos o chistes de tipo extraño, difíciles de definir.
Cuando el fascismo abrió la puerta de la autarquía cultural y dejo entrar obras de arte
extranjeras, se conocieron las obras de Calder que ya operaba en E.E.U.U. Es cierto que
Calder es tomado en consideración también por ser extranjero, ​construye sus objetos de hierro,
en resumen, puede ser considerado un verdadero escultor (otros escultores también han hecho
obras de hierro) y además sus precios son muy altos. Todas valoraciones que frente a un
objeto construido en cartón pintado con témpera, varitas de madera e hilos de seda, como las
máquinas inútiles hacen orientar decisivamente el juicio más favorable de la parte de Calder.
Incluso hoy la gente está más abierta a aceptar como obra de arte objetos enormes de bronce
dorado que pequeñas esculturas de cartón, para ser usadas y tiradas.

Extracto de ''Codice Ovvio'' 1971 Einaudi editore

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Cuando Steinberg dibujaba sus primeras viñetas humorísticas para el Bertoldo y estudiaba
arquitectura en Milán, fuimos invitados a colaborar en una publicación humorística para la cual
proyecté, inspirándome en el famoso diseñador americano Rube Goldberg (de quien se
hablaba pero del cual vi mucho tiempo después sus dibujos) las máquinas humorísticas.
Algunas de estas fueron después publicadas en una edición Einaudi de 1942, al lado de juegos
de palabras e historias extrañas.

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Algunas máquinas de Rube Goldberg:

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LE MACCHINE DI MUNARI (1942)

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