Leyendas de Paraguay

Karau 

Según la leyenda , Karau fue un joven que, en una noche en que su madre
estaba muy enferma, éste salió a buscar remedios para ella. Pero en el
camino encontró una fiesta y allí se quedó a bailar con la señorita más
hermosa de la noche, prometiéndose que sólo se quedaría un momento. 
A la medianoche, cuando la diversión empezaba a aumentar, se le acercó un
amigo que muy serio le empezó a hablar. Le dijo que deje de bailar, que traía
la noticia de que su madre había muerto. El joven, como si no le importara lo
que había escuchado, pidió que siguiera sonando la música, pues seguiría
bailando, y dijo a su amigo que el que murió ya murió y que habría tiempo
para llorar. 
Ya por la madrugada, el joven preguntó a su dama dónde quedaba su casa, a
lo que la mujer le respondió que su casa quedaba muy lejos, pero que podría
ir a visitarla los días en que extrañe a su madre. Luego de escuchar estas
palabras, el joven se dio cuenta de lo que había hecho y se arrepintió. Salió
del lugar llorando amargamente, repitiendo que su madre ya se murió. 
Dijo que desde ahora vagaría sin rumbo por los esteros y en esos lugares se
vestiría por siempre de luto. Por haber sido un mal hijo, Tupã lo castigó; lo
vistió con un plumaje negro y lo condenó a llorar. 
Que pasa, si descuidamos la familia, cuál será el resultado que obtendremos si dejamos a un lado
lo más preciado de nuestras vidas, si dejamos que esa persona muera sin que nosotros mismos
estemos ahí o sabiendo que fue por culpa de nosotros que ese ser tan preciado se haya ido. El
karma siempre nos encuentra.

Karau, esta leyenda, es una leyenda originaria de Paraguay.

Se puede decir que al principio es realista, el joven que va a buscar la medicina para su madre ya
que ella estaba muy enferma es una actitud demasiado común en la sociedad. Al paso de la
leyenda, se ve que el personaje al trascurso de la búsqueda de la medicina se topa con una fiesta
en el camino, es muy positivo ya que lo dejan entrar a la fiesta, aparte baila con la joven más
hermosa de la noche y comparándolo con casi todos los humanos decide quedarse solo un rato
pero como es común este no cumple el horario y se queda hasta altas horas de la noche.

Después podemos ver el comportamiento de casi todos los ebrios de las fiestas, el personaje es
terco, no deja que le hablen y para colmo cuando le dicen que su madre había fallecido, él,
ignorando lo grave de la noticia impacta con una frase (El que murió ya murió y que habría tiempo
para llorar). Esta frase es una ofensa par un ser tan querido como nuestra propia madre,
remplazar a un ser tan querido por seguir en la fiesta, no es el hecho de llorar es el hecho de
acompañar a su madre durante el trascurso de su pasaje al otro mundo.

Ahí, llego el karma, ya cuando el joven en sano juicio se dio cuenta que su madre había fallecido,
se arrepintió de una forma descabellada, se quiso castigar, sintió una gran culpa y decidió vagar sin
rumbo por lo esteros vestido de luto honrando a su madre. Pero esto para Tupã no fue suficiente
castigo, eso no era suficiente castigo ya sea cualquier tipo de persona, asi que lo vistió con plumaje
negro y lo condeno a llorar. Esto último podemos describirlo como un reflejo de vestir de luto, ya
que vestir de luto es vestirse de negro, por otro lado podemos decir que como el joven había dicho
que después habría mucho tiempo para llorar, Tupã concedió lo dicho, lo condeno a llorar el resto
de sus días y el resto de su tiempo.