Вы находитесь на странице: 1из 5

DAYANA MARCELA GAITAN ZAPATA

CODIGO: 201456166

LAS RELACIONES INTERPERSONALES


EL SISTEMA DEL FALSO YO Y DE LA BASURA TAMBIEN SE VIVE
Ronald David Laing (nacido el 7 de
octubre de 1927 en Glasgow (Escocia) y muerto el 23 de
agosto de 1989), fue un psiquiatra escocés que escribió sobre
la enfermedad mental, especialmente la psicosis.
Laing es conocido por sus teorías sobre las causas de las perturbaciones
mentales. Su teoría sobre los padres "esquizógenos" estuvo a contrapelo
de la ortodoxia psiquiátrica de su tiempo. Frecuentemente fue asociado
con el movimiento anti psiquiátrico, aunque rechazó el epíteto.

Según Laing el hombre sano es un loco que se ha curado, al menos


exteriormente, antes de haber alcanzado la segunda fase de la locura:
tal vez siga estando loco (en el sentido de ser un rebelde) pero ha
dejado de manifestar los signos externos más comprometedores de la
misma. Prefiere manifestar su rebeldía por estos caminos más secretos
e indirectos, pero oficiales, canalizados y reconocidos como de utilidad
pública que nuestra sociedad todavía no ha cerrado, y que son el arte y
la política. Para ser más exactos: el hombre sano es aquél que ha
reconocido la necesidad del "falso yo". Todos tenemos un yo falso, un yo
alienado, sometido a las exigencias de la sociedad. "En la vida ordinaria
-dice Laing- no parece fácil que las cosas pasen de otro modo". El
esquizofrénico se caracteriza precisamente por rechazar este falso yo.
Intenta considerar la totalidad de su existencia objetiva como la
expresión de este falso yo. Sin embargo, "si un hombre no es
bidimensional, si no tiene una identidad bidimensional basada en la
conjunción de su identidad-para-otro y su identidad-para-sí, si no existe
a la vez objetiva y subjetivamente, sino que solamente tiene identidad
subjetiva, para-sí, entonces no puede decirse sea real".

De esta manera El falso yo es una concesión indispensable que hacemos


a los demás. El psicótico sueña con la transparencia absoluta, con la
ausencia de máscaras, en una palabra, con lo irreal. Quiere ser admitido
como verdaderamente es. Y sin embargo, cuanto más atrae la atención
hacia su verdadero yo, más teme revelarlo, pues tiene miedo de caer en
poder de quien descubra su secreto: "Aspira a ser conocido, pero esto es
también lo que más teme" Y paradójicamente, "mientras el yo se
parapeta cada vez más en una serie de relaciones imaginarias... el
sistema del falso yo invade progresivamente el ser del individuo hasta
que prácticamente todo sea concebido como de su pertenencia". Y "la
propia disociación del yo y el cuerpo, conduce a una situación psicótica
en la que el cuerpo es concebido como algo que actúa no solamente
para complacer a los demás y conciliarse con ellos, sino como algo
efectivamente poseído por los otros": así es el propio loco quien nos
invita a definir su locura por medio del concepto de posesión. El hombre
sano, al contrario, comprende que esta infección -el falso yo- era
inevitable; prefiere cuidarla (en todos los sentidos de la palabra),
mantenerla para mejor circunscribirla, antes que mutilarse pretendiendo
arrancarla. Sabe que es más importante amar que ser amado; aspira
más a comprender que a ser comprendido.

¿Alguna vez se han preguntado cómo es la locura? ¿Cómo es el mundo


de las personas que existen en una realidad distinta para nosotros pero
real para ellas? Este libro nos da una perspectiva desde un punto de
vista psiquiátrico y además extremadamente humano.
En un inicio el autor nos lo aclara: no intenta hacer un desarrollo
científico sobre la locura, sino abordar el tema desde el punto de vista
de la ontología y la ciencia de las personas. Ésta ciencia de las personas
busca no despersonalizar a los pacientes – en este caso a los
esquizoides y a los esquizofrénicos-, al no convertirlos en un objeto a
quienes los médicos al tratar de ser “objetivos” despersonalizan,
encasillándolos en una serie de “síntomas”. En cambio Laing nos indica
que es necesario entender a estas personas poniéndose en su lugar y no
tratando de “arreglarlas”, sino de comprenderlas y lograr poco a poco
que se vuelva independiente y libre.

Pero, ¿Cómo es este mundo de las personas esquizoides? Es en todos


sus ángulos obtusos, una vida llena de dolor, debido a que es un ser
divido. Posee un complejo sistema de un “yo verdadero” que se
encuentra en su interior y que trata de proteger al aislarse en un mundo
que poco a poco se convierte en vacío, debido a la falta de contacto
humana y real con el mundo. Y también posee un sistema de “falso
yo“, que es el yo que se muestra al mundo y que sólo será (si acaso en
un inicio) un reflejo que busca ser una coraza para que nadie descubra
su verdadero yo. En general podemos decir que es un ser con poca
confianza y seguridad existencial para enfrentar la vida diaria y sus
problemas sin tener miedo a desaparecer.
¿Por qué se tiene tanto miedo a que alguien descubra al “yo
verdadero”? Pues debido a que percibe el mundo de una manera
diferente al resto de las personas, y se siente débil y cree que las
personas externas le pueden “robar” su esencia verdadera, el mundo
puede ser tan grande que lo puede tragar borrándolo y a eso es a lo que
tiene más miedo el esquizoide: a ser borrado y por tanto inexistente en
el mundo. Pero para poder existir, necesita ser reconocido, por los otros,
por quienes están en el mundo real, y aunque les tema, procura convivir
a través del falso yo. Sin embargo, este falso yo termina convirtiéndose
en un enemigo: en lugar de proteger, es demasiado lejano a sí mismo   y
por tanto se hace un extraño, del que el sujeto desconfía.

Entre los interesantes temas que desarrolla este libro, Laing, aborda
casos que documentó con de otros médicos y poco a poco ejemplifica la
realidad y el camino de ser un esquizoide a ser un esquizofrénico, en
donde finalmente el paciente puede existir en un estado catatónico del
que puede ser imposible salir. En uno de los últimos casos aborda un
caso totalmente esquizofrénico, en donde la locura es manifiesta y clara
y nos indica lo importante que es la reconstrucción y el conocimiento del
paciente a través de las personas más cercanas y cómo más que hablar
de un padre o una madre que propicien la esquizofrenia, en realidad es
la estructura familiar, la que tiene mucho que ver en el  desarrollo  de la
enfermedad.

Encontramos 5 etapas muy importantes en el desarrollo del falso YO:


1. Fantasía y experiencia: Ronald Laing propone que la  fantasía sea
considerada "modo" de experiencia. Hace una crítica a la concepción
psicoanalítica de la fantasía. A partir de Freud, es cierto, empezó a
reconocerse que las fantasías tenían un sentido, eran síntomas de algo,
pero de algo de una u otra manera patológico. Laing afirma que la
fantasía necesita ser explorada desde un punto de vista fenomenológico
y existencial, es decir, que la fantasía tiene un significado existencial
para las personas, y puede ser considerada por su función, como una
operación de cartografiado de cualquier dominio de la experiencia, a
cualquier orden de la experiencia. Por otro lado, el autor resalta el hecho
de que todo el psicoanálisis se basa en inferencias. Las "fantasías
inconscientes" sólo pueden ser inferidas, nunca observadas, dado que
tanto la mente, el inconsciente y la misma fantasía son ubicadas
"dentro" de la persona. 

2. Fantasía y comunicación: En este capítulo Laing habla de ese modo


particular de nuestra experiencia que tan importante papel juega en
nuestras relaciones con nosotros mismos, con los demás y con el mundo
en general: la fantasía. La fantasía está presente en todos los contactos:
existe, por supuesto, una fantasía social que la mayoría de nosotros
compartimos, sin darnos cuenta de ello. Cuando somos arrastrados por
ella puede suceder que nuestra identidad se pierda, que nos veamos
"enajenados" en ella. Es lo que el autor denomina "El sentimiento
entorpecedor de la realidad". Ahora bien, ¿qué cuando en virtud de esta
fantasía social que nos envuelve la confianza en nuestras propias
percepciones y valores? Se dice que estamos viviendo en una "posición
falsa"; no nos pertenece y no nos damos cuenta de que estamos en ella

3. Fingimiento y elusión: Laing define a la "elusión" como un doble


fingimiento: " es una relación en la que se finge uno a sí mismo que se
aleja propio yo original; después se finge que se regresa de este
fingimiento de suerte que parezca que se ha llegado de nuevo al punto
de partida. Un doble fingimiento simula no ser fingimiento". La única
salida de esta situación es regresar al primer estado, a un lado el primer
fingimiento. Este juego de "fingir" es alentado por padres y maestros
desde la infancia, cuando se les pide, se les exige a los niños, "ser sólo
unos niños"; así, se coarta todo el serio de posibilidades que el "ser"
contiene. Se aprende a ser sólo un niño, luego, sólo un adulto, y se
finaliza siendo sólo un viejito. Nunca se nos permite "ser uno mismo".

4. El contrapunto de la experiencia: La imaginación provoca efectos


físicos reales que son un poco distintos de la experiencia real. Esto
sucede en las relaciones personales. Una experiencia imaginaria puede
sustituir casi perfectamente una experiencia real. Casi nosotros
podemos manipular según nuestros deseos y fantasías la imagen del
otro y la imagen de nosotros mismos Así, elaboramos falseada mente la
relación que queremos

5. La frialdad, de la muerte: Laing relata en este capítulo, la experiencia


vivida por una mujer de 34 años después de nacer su tercer hijo,
durante un periodo de cinco meses; en ella se presenta una mezcla de
diferentes modalidades de experiencia: sueño, fantasía e imaginación. El
médico que la atendió no pudo diagnosticar ningún tipo de enfermedad
orgánica. En palabras de dicha mujer. "me parece haber estado viviendo
en una situación metafórico. Tejí un entapizada de símbolos y en él
estuve viviendo”. Después de vivir tal experiencia, la mujer se sintió
más "viva" que nunca.
Las razones por las cuales ciertas personas entran en "estados" de esta
clase, a juicio del autor, son desconocidas. La característica básica de la
experiencia que se relata es el sentimiento de "la frialdad de la muerte".
Este proceso puede ser considerado como una especie de "psicosis
puerperal", pero como anota Laing, " es muy posible que lo que
llamamos psicosis sea a veces un proceso natural de curación"

Ahora bien haciendo una relación entre el libro de la basura también se


vive de Soares costa, el sistema del falso yo de Laing y la sociedad
moderna considero que no hay mucha diferencia entre lo que esto
autores propone y la sociedad moderna pues vivimos en un mundo
extremadamente superficial en el cual lo que más importa son las
apariencias, es notable como el consumo es un factor importante en el
incremento del falso yo, no vemos los bienes materiales como modo de
subsistencia sino también de demostrar nuestro nivel social, las
personas siempre quieren mostrar lo que no son; día a día es más difícil
encontrar personas sinceras y verdaderas pues siempre prima la
hipocresía y la conveniencia, pienso que este tema da lugar para una
gran reflexión e inspirar a las personas para que realicen un cambio de
actitud pues la vida es algo maravilloso y las relaciones interpersonales
requieren de personas que se muestren tal y como son, para que exista
la confianza y puedan aportar al mismo lo mejor de cada uno.

“Me llamaron loco y yo los llamé locos. Y maldita sea, me


ganaron por mayoría de votos.” (Nathaniel Lee, al ser enviado a
una institución mental en el siglo XVII)

Вам также может понравиться