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GONZÁLEZ LÓPEZ CARLOS GABRIEL

DESARROLLO SUSTENTABLE
17 DE OCTUBRE DE 2017

DEFINIENDO A LA DEMOCRACIA

El concepto de democracia ha sido ampliamente debatido entre politólogos y


juristas, teniendo diferentes posicionamientos e incluso determinadas cargas
ideológicas que han impedido llegar a un consenso en torno a una definición única
y universal que permita entender el análisis de casos concretos, sin remontarse a
dicha discusión teórica.

El problema en torno a la definición de la democracia fue percibido desde el siglo


XIX por intelectuales como Alexis de Tocqueville (1957) donde hacía notar que “es
nuestra forma de utilizar las palabras democracia y gobierno democrático la que
produce mayor confusión. A menos que se definan claramente esas palabras y se
llegue a un acuerdo sobre las definiciones, la gente vivirá en una inexplicable
confusión de ideas, para beneficio de demagogos y déspotas”.

Cabe resaltar que dicha idea nace de la preocupación, por parte de los teóricos de
la democracia, de reducir la interferencia de otros conceptos sobre el de
democracia, ya que mucho se ha hablado de varios tipos de democracia como la
económica o laboral, dejando reservada una democracia política; tal es el caso
mexicano en donde su Constitución Política la ha definido como un sistema de
vida.

Es así como Sartori (2002) habló de un problema como lo es el estiramiento de


conceptos, acción mediante la cual los investigadores sociales tienden a
generalizar un concepto para explicar diferentes realidades, perdiendo totalmente
el significado original del mismo.
De acuerdo con Norberto Bobbio (1998) han existido tres escuelas del
pensamiento, las cuales han influido en la formación de la teoría contemporánea
de la democracia: la Teoría Clásica o Aristotélica, la Teoría Medieval y la Teoría
Moderna o Maquiavélica. En un primer momento, el término democracia se
remonta a la Grecia antigua, que la concebía como una de las tres formas de
gobierno identificadas por los filósofos en esa época.

Dentro de dicho contexto, se percibía a la democracia desde su enfoque


etimológico, la unión entre el demos y el kratos, es decir el poder del pueblo. No
obstante, intelectuales como Giovanni Sartori (2007) han puesto en
cuestionamiento dicho planteamiento teórico, ya que son debatibles los fines con
los que se ejerce el poder, y por otro el sujeto determinado como pueblo, debido a
que bien podría hacerse referencia a toda una población o por otro a sólo una
parte de la población, en donde han predominado los discursos ideológicos de
izquierda, haciendo alusión a las clases minoritarias o más desprotegidas por el
gobierno.

En segundo lugar, la Teoría Medieval tiene su origen en el Imperio Romano,


donde se señalaba que dicho poder del pueblo podía ser delegado en un
representante político, dando pauta a la idea de la democracia representativa.
Finalmente, la Teoría Moderna que nace con el surgimiento de Estados modernos
en forma de República, concepto que etimológicamente se ha vinculado al bien
común.

Son diversas las concepciones que han sido elaboradas con relación a la
democracia, pasando posteriormente por las visiones socialistas y liberales, en
donde el liberalismo estableció dos de sus principios básicos como lo son el voto
universal y elecciones libres, mientras que el socialismo argumentaba que dichas
premisas eran sólo un punto de partido, ya que existían limitaciones a la
participación ciudadana en un sistema representativo.

A pesar de ello, dichas doctrinas no pudieron conciliar las ideas de igualdad y


libertad en una forma de gobierno, por lo que nacieron corrientes como la elitista o
del elitismo democrático con autores como Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca,
Robert Michels o Joseph Schumpeter, en donde se partía de la idea de que en la
realidad las democracias se reducían a la posibilidad que tienen los ciudadanos de
elección de sus representantes, que resultarían de una competencia entre élites.

La definición de la democracia de ésta manera se fue acercando hacia un enfoque


más realista que contrastaba con la realidad de diferentes sistemas políticos, por
lo que Robert Dahl (1996) comienza a dar una visión de la democracia en tanto un
ideal a alcanzar, definiéndola como “un sistema político entre cuyas características
se cuenta su disposición a satisfacer entera o casi enteramente a todos sus
ciudadanos” (p. 13), es decir algo que no se ha alcanzado en sociedad alguna.

Por ello que Dahl opta por adoptar el concepto de poliarquía, que comprende a los
regímenes que no son completamente democráticos, pero que cumplen con
ciertas características a las que aspira la democracia como elecciones libres,
libertad de expresión, tolerancia política, pero que no son cumplidas del todo.

Es así como la democracia se comienza a percibir como un ideal, sin embargo, es


tarea de la ciencia política definir y estudiar a la democracia desde un enfoque
realista, sin caer en extremismos o romanticismos, con el fin de garantizar su
propia cientificidad en cuanto a la adopción de metodología y lenguaje propio para
su estudio.

La democracia siempre debe ser perfectible, como tarea fundamental de cualquier


Estado, sin embargo, debe conceptualizarse una democracia realista y sin
adjetivos, que permita entenderla como forma de gobierno, que integra
mecanismos institucionales de participación ciudadana a partir del sufragio
universal y de la libertad de elección, pero que debe transitar hacia nuevas formas
de incidir en la toma de decisiones como lo son el referéndum o el diseño de
políticas públicas, en un sistema electoral que es entendible a partir de la
competencia de élites y en las cuales se delegan ciertas atribuciones para incidir
en los asuntos públicos. “La única manera de salvar a la democracia es la de
tomarla como es, con espíritu realista, sin ilusionar ni ilusionarse” (Bobbio, 1988, p.
148).
Referencias generales:

Bobbio, Norberto. (1984). El futuro de la democracia. México, Fondo de Cultura


Económica.
Bobbio, Norberto. (1987). La democracia realista de Giovanni Sartori. Revista
italiana, Teoría Política no.1, pp.148-158.

Dahl, Robert. (1996). La poliarquía. España, Tecnos.

Sartori, Giovanni. (2002). La política: Lógica y método en las ciencias sociales.


México, Fondo de Cultura Económica.

Sartori, Giovanni. (2007). ¿Qué es la democracia? México, Taurus.

Tocqueville, Alexis de. (1957). La democracia en América. México, Fondo de


Cultura Económica.

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