Fecha: 03 de Febrero de 2019

Título del Sermón: El Señor estará conmigo

Versículo Bíblico: Salmos 23:4~6

Sal 23:4~6 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré

mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me

infundirán aliento. 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis

angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi

vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Desde que Adán y Eva pecaron toda la humanidad camina en el valle

de sombra de muerte. Vivimos en medio de cardos y espinos cargando

nuestros pesados problemas y cargas. Aunque somos cristianos y

creemos en Jesús también andamos por el valle de sombra de muerte

en nuestras vidas. Cuando nos enfrentamos a problemas difíciles de

sobrellevarlas, o nos encontramos en el final de un callejón sin salidas,

no sabemos qué hacer o a quién acudir, encontrándonos en plena

oscuridad.

1. Aunque ande en valle de sombra de muerte

No nos desesperemos ni perdamos las esperanzas aunque andemos

en valle de sombra de muerte. David, siendo pastor de ovejas, confesó

diciendo en Salmos 23:4,

4
Sal 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal

alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán

aliento.

Cuando caminamos por el camino de la vida nos encontramos con

calles planas como así también con valles de sombra de muerte como

si nos derivaran a un gran abismo, por lo que nuestros corazones se

llenan de inseguridad, temor y terror. En esos momentos, el ser

humano se hace esta pregunta: “¿ Por qué Dios deja que vayamos

hacia el valle de sombra de muerte?”.

Por cierto, nosotros no sabemos los motivos de los pequeños y grandes

problemas, pero de algo debemos estar muy seguro, que Dios hace

que atravesemos por el valle de sombra de muerte porque nos ama.

Dios permite que tengamos aflicciones y angustias para nuestro

beneficio.

El pastor C. Stanley dijo: “Nosotros aprendemos más cuando estamos

en el valle que en la cima”. Es así, aprendemos más cuando pasamos

por el valle del sufrimiento que cuando alcanzamos una posición alta

por medio del éxito.

Hay una frase que dice: “Un buen capitán no se prepara en un mar en

calma”, es decir, para ser un buen capitán, éste debe vencer las

grandes olas y tempestades. En Salmos 34:19, dice:

Sal 34:19 19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le

librará Jehová.

Ante las adversidades y los problemas, no tengamos miedo ni temor,

mas bien, estemos confiados y tengamos nuestros ojos puestos

solamente en Dios.

2. El Señ or estará conmigo

Cuando pasamos por el valle de sombra de muerte no lo hacemos

solos, pues el Señor está con nosotros. Las ovejas no van solas en el

camino pues con ellas siempre va su pastor que las guía.

Nosotros no estamos solos, pues el Señor camina junto a nosotros. En

cualquier situación y circunstancias, fijemos nuestros ojos en el Señor,

reprendamos el temor y disfrutemos de la paz que solo él nos da.

En el evangelio de San Juan 10:11, Jesús dijo:

 11
Jn 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las

ovejas.

A través de la muerte de Jesús en la cruz, somos salvos del pecado y

la muerte, y ya no estamos solos, pues nuestro Señor está en cada

paso de nuestras vidas.

Los pastores cuidan, protegen y salvan a sus ovejas con una vara, de

la misma forma, nuestro buen pastor Jesucristo, por medio de su cruz

nos salva y libra del mal, pues la cruz de Jesús es la vara de salvación

de cada uno de nosotros.

La cruz es la vara de que nos libra y salva del pecado, desesperanza,

enfermedad, pobreza y muerte. Si nos sujetamos en esta cruz nosotros

podremos vencer, pasar y superar todo valle de sombra de muerte.

Jesús está con nosotros. É l está en el lugar donde nos encontremos.

Cuando pasemos por el valle de sombra de muerte no miremos a los

costados, solamente fijemos nuestras vistas en el Señor. En Salmos

23:6, dice:
6
Sal 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los

días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Todos sabemos que nuestro Dios es clemente y misericordioso, él es

nuestro buen pastor.

3. Junto a aguas de reposo me pastoreará

El valle de sombra de muerte no es un lugar donde nosotros tenemos

que permanecer, sino es un túnel que debemos atravesar. Cuando

pasamos por ese valle, el dolor y las angustias son solo momentáneas,

no son eternas.

Si somos guiados por nuestro buen pastor, él hará que pasemos el

valle de sombra de muerte para llevarnos en lugares de delicados

pastos para hacernos descansar. En Isaías 40:11, dice:

Is 40:11 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los

corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién

paridas.

Al pasar por el valle de sombra de muerte nuestro buen pastor

Jesucristo nos toma en sus brazos y nos lleva a pastos delicados para

que descansemos. Solo debajo de la cruz hay pastos y lugar de

descanso. En Deuteronomios 2:7, dice:

Dt 2:7 7 pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus

manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años

Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.

Dios nos guía, nos viste, nos alimenta, nos protegue y nos sustenta,

por lo que aunque andemos en valle de sombra de muerte no debemos

temer, al contrario, tenemos que sujetarnos más y más a él.

John Wesley, fundador de la iglesia metodista, antes de partir al cielo

dijo con todas sus fuerzas “Lo mejor de todo es que Dios está con

nosotros”.

No hay ningún barco que no se encuentre con fuertes y grandes olas y

ráfagas de vientos en esta vida. No obstante, ante estas situaciones es

importante que salgamos y empujemos hacia adelante. Con nuestras

fuerzas es imposible vencer a las fuertes olas de la vida. Para poder

vencerlas y pasar exitosamente por el valle de sombra de muerte

necesitamos la poderosa ayuda de Dios, sujetarnos de su mano y

aferrarnos en su Palabra.

Atravesar por el valle de sombra de muerte es pasar y superar un túnel.

Una cueva es muy diferente a un túnel. La cueva no tiene salida, pero

el túnel por más oscuro y largo que sea, si avanzamos paso a paso

encontramos la salida.

Al salir del túnel entendemos muchas realidades, y entre ellas, es que

el túnel es el camino más corto. El túnel está hecho para que no

atrevesemos la alta y díficil montaña. Aunque en estos momentos

estemos dentro de un túnel, no nos desesperemos ni mucho menos

perdamos las esperanzas.

Al salir del túnel nos daremos cuenta de que todo es por la misericordia

de Dios. En ese oscuro túnel, aunque nada se pueda ver o palpar,

sujetémonos de la mano de Dios, para que él en su gran misericordia

nos lleve hacia la salida. Es tiempo que demos pasos agigantados de

fe y nos dejemos guiar por Dios hacia un futuro bendecido y próspero.

Espero que cada uno de nosotros nos sujetemos de la poderosa mano

de Dios para vivir así una vida más que victoriosa.

Oremos: Dios Padre lleno de amor y misericordia. Gracias te

damos por estar siempre con nosotros cuando pasamos por

el valle de sombra de muerte. Confesamos en este momento

que la cruz de Jesús es la vara de salvación y guía en

nuestras vidas.

Gracias te damos por salvarnos y hacernos libres del valle del

pecado, enfermedad y pobreza por medio de la gracia de la

cruz.

Creemos y confiamos que con tu fuerza y ayuda nosotros

atrevesaremos cada túnel o valle de sombra de muerte que

lleguen a nuestras vidas. Señor, nosotros somos débiles por

lo que necesitamos de tu ayuda y que nos des una firme y

absoluta fe.

Todo esto te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor

Jesucristo. Amén.