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PERROS QUE HABLAN HUMANOS QUE LADRAN
ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE LA RECONFIGURACIÓN DE RELACIONES
ENTRE ANIMALES HUMANOS Y ANIMALES –NO HUMANOS- EN EL CONTEXTO
FAMILIA BOGOTANO

ADRIANA PARADA RAMÍREZ

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE ANTROPÓLOGA

DIRIGIDO POR:
MAGDALENA PEÑUELA

CARRERA DE ANTROPOLOGÍA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
2017

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A LA MEMORIA DE AURA ROSA Y PEDRO IGNACIO
POR SU ETERNO AMOR, PACIENCIA, CUIDADO Y CARIÑO A SUS ANIMALES DE COMPAÑÍA.

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TABLA DE CONTENIDO

Agradecimientos 8

Introducción 10

¿Dónde surge este trabajo?


¿Por qué de este trabajo?
¿El cómo?

Capítulo I

1.“Mi perro no es mi mascota es mi familia”: Antecedentes en la reconfiguración de la


estructura familiar. 37

1.1 La familia de ayer en Colombia (años 60 al 90)


2.1. La familia de hoy en Colombia (años 60 a la actualidad)

3.1 Familias extendidas a los animales –no humanos- (familias más que humanos o humano-
perro)

Capítulo II

2. “Mimos y Mimados”: Etnografía de las prácticas cotidianas de las familias alrededor


de las mascotas. 51

2.1 El lugar (Portales del norte)


2.2 Viviendas compartidas (entre dinámicas humanas y –no humanas-)
2.3 Ser un perro estrato cinco
2.4 ¿Nombres de perros o nombres humanos?

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2.4.1 Nombres de perros
2.4.2 Sobrenombres y apodos perrunos
2.4.3 Expresiones de afecto

2.5 El perro como un –hijo- de la familia


2.6 Del piso a la cama, de comedero al comedor, del pasto al baño (Espacios físicos)
2.7 Compañero incondicional (Espacios sociales)
2.8 Entre lengüetazos y besos (Formas físicas de relacionarse de animal a –animal-)

Capítulo III

3. Discusión: De la humanización animal a la animalización humana. 78

3.1 Animales humanizados, humanos animalizados

4. Reflexiones de cierre. 86

4.1 Reflexiones teóricas


4.2 Reflexiones metodológicas

5. Otras propuestas investigativas 90

Bibliografía 91

Anexos 96

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TABLA DE FOTOGRAFÍAS E ILUSTRACIONES

FOTOGRAFÍA 1 “La autora con Blacky la primera mascota de la familia” año:1995

FOTOGRAFÍA 2 “Normas para una sana convivencia CC. parque la colina “año 2017

FOTOGRAFÍA 3 “Barrio portales del norte” año:2016

FOTOGRAFÍA 4 “Miembros de la familia Sierra” siglo: XX

FOTOGRAFÍA 5 “Diferentes tipos de familia” año: 2015

FOTOGRAFÍA 6 “Letreros alusivos a las mascotas” año: 2017

FOTOGRAFÍA 7 “Perros de la familia Ávila” año: 2017

FOTOGRAFÍA 8 “Brandy” año: (S.F)

FOTOGRAFÍA 9 “Lorenzo” año: (S.F)

FOTOGRAFÍA 10 “Rex” año: (S.F)

FOTOGRAFÍA 11“Familia Ávila Beltrán” año: 2016

FOTOGRAFÍA 12 “Del piso a la cama” año: 2016

FOTOGRAFÍA 13 “Celebración de cumpleaños” año: 2017

FOTOGRAFÍA 14 “Celebración de una boda” año: 2017

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AGRADECIMIENTOS

Es imposible hacer un trabajo sobre las relaciones entre humanos y mascotas sin sentirme
inspirada por una. Por esa razón quiero agradecer a mi Oliver, el –no humano- animal que ha
interpelado mi racionalidad humana, y ha caminado a mi lado hace más de 6 años; además de
inquietar mi ojo etnográfico para que este trabajo fuera posible.

Quiero agradecer a mi padre, porque además de ser mi maestro, fue él quien inspiró mi
pensamiento para enamorarme de las ciencias sociales y hoy optar por el título de antropóloga.
Un título que comparto y dedico a él. A mi madre, gracias por ser la mejor asistente que pudo
tener esta investigación, por sus oraciones, por siempre confiar en que podría hacerlo y
brindarme su apoyo incondicional en los caminos difíciles que transite, enfrente y supere, en
medio del dolor que cada día me hizo más fuerte; para así poder culminar con este trabajo. A
mi hermano, gracias por ser el mejor cómplice de vida, y aunque comprendo lo difícil que es
para un artista entender la visión de una antropóloga, siempre se mostró interesado en la
producción de este documento, aportándole un poco de imagen, magia y color a este texto; sin
duda lo que mejor sabe hacer.

Además de ellos, este trabajo no hubiese sido posible sin la comprensión y el apoyo que me
brindo Esteban Jerez, quien además de ser un colega a quien admiro y respeto; es él roble solido
que ha aconsejado y apoyado mi vida desde todas las esferas. Gracias por sus consejos teóricos
y su perspectiva personal, que como padre gatuno aportaron a la construcción de esta
investigación.

Así mismo, nada de esto hubiese sido posible sin el apoyo y colaboración de un guía. Por esta
razón agradezco el tiempo, paciencia y sugerencias de mi maestra Magdalena Peñuela, quien
me brindo su mejor disposición para escucharme y aconsejarme. Con el fin de sacar adelante
este trabajo de la mejor manera posible.

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Por último, pero no menos importante, quiero agradecer al Cielo terrenal que durante un poco
más de 4 años ha estado presente en mi diario caminar. Y aunque ha sido un marinero
intermitente en este barco de vida, desde un inicio apoyo este trabajo, aportando desde su
increíble y mágica mirada antropológica; la cual le permitió regalarme sus mejores consejos.
Además de brindarme su sincero cariño y máxima compresión, que en tiempos finales necesité.
Esperando que, en un futuro no muy lejano, este documento pueda llegar a él, con el fin de
recibir sus comentarios y críticas; ya no como amor, sino como colega.

“Le he dado un nombre a mi dolor y lo llamo "perro" -él es


tan fiel, tan impertinente y desvergonzado, tan entretenido,
tan inteligente como cualquier otro perro- y lo puedo
mandar y dejar caer sobre él mis malos humores: así como
otros hacen con sus perros, sirvientes y esposas.”
Nietzsche, La ciencia jovial (Citado en Fleisner,2017)

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INTRODUCCIÓN

A lo largo del tiempo los seres humanos hemos construido nuestras vidas en compañía cercana
de los animales, quienes forman parte de nuestra historia, cotidianidad y son pieza fundamental
de las cosmovisiones en diversas culturas (Ulloa, 2002). Temáticas que han sido comprobadas
gracias a la gran cantidad de registros que demuestran la manera en que los seres humanos
hemos pensado de forma antropomórfica a los animales. Lo cual se manifiesta desde el
primitivo culto del oso de las cavernas, hasta las pinturas rupestres del paleolítico (Barfield,
2001).

Además de la evidencia histórica y cultural, la estrecha relación que han tejido los humanos con
los animales ha sido constatada en campos como: la literatura clásica (El coloquio de los perros
de Miguel de Cervantes, 1613; El sabueso de los Baskerville de Arthur Conan Doyle , 1902 ;
Soy un gato de Matsue Suzuki , 1905 y El cuervo de Edgar Alan Poe , 1958, entre otros) ; -
bien sea por las analogías de los animales en sus títulos o por que hacen alusión a ellos en sus
relatos- , la religiosidad ( el León de Judá y el cordero de Dios) (Barfiel, 2001), y el cine.
Aunque no pretendo profundizar dentro de este último campo, considero importante mencionar
que el cine nos ha otorgado un sin número de momentos que recrean la relación entre seres
humanos y animales (Flipper , 1963 ; Benji , 1974; Tiburón ,1975 ; Cujo, 1983; Beethoven,
1992; Babe , 1995; Doctor Dolittle, 1998 ; Tarzán , 1999 ; Como perros y gatos , 2001;
Madagascar, 2005; Eight Below , 2006 ; Frank , 2007; I am Legend , 2007 ; Marley & Me ,
2008 ; Bolt, 2008 , Kung Fu Panda,2008; 2009 ; Hachi: A dogs Tale, 2009; Zootopia, 2016;
The Secret Life of Pets, 2016 ; The boss baby , 2017 ; entre otros ). Para efectos de este trabajo,
el cine se convirtió en un “lugar” para evidenciar el primer juego de roles entre humanos y
animales.

Frecuentemente encontramos en las producciones cinematográficas “discursos idílicos y


humanizantes sobre los animales, uno de cuyos exponentes es Walt Disney “(Turbay, 2002,
p.104); compañía que se ha encargado de producir y difundir filmes animados, cuyas cintas
conceden a los animales características propias de los humanos; tales como: expresiones
faciales, bipedísmo y algunas emociones como el amor, el odio, lo feo, lo bonito, etc. Mientras

~ 10 ~
que a los humanos se les atribuyen capacidades consideradas inherentes a los animales, como:
sonidos, ladridos, olfato y cuadrúpedismo. Características que nos hacen reflexionar acerca de
la naturaleza del ser humano (Fleisner, 2017).

De la misma manera, otras películas que han recreado las relaciones de los animales y los
humanos, buscan reivindicar a los animales a través de sociedades imaginadas, en las cuales
son representados como sujetos de derechos sin una agencia humana que los acompaña. Tal
como lo anuncia Turbay (2002)

“Otras producciones cinematográficas, de gran acogida entre el público


infantil, plantean temas como la rebeldía, la democracia, lo derechos
individuales, apelando a una sociedad imaginaria de animales, donde en
ningún momento aparece el ser humano” (p.106)

De esta manera, todas estas expresiones cinematográficas confluyen en una “necesidad”


humana por entender al “otro”. Es decir; por comprender, imitar y reconocer conductas
humanas a través de los animales; por medio de la comunicación oral, lo cual se ve reflejado en
seres humanos que ladran, maúllan, graznan o cacarean. Mientras que los animales se
comunican por medio del lenguaje, características presentes en cintas que recrean estrechas
relaciones humanas y animales en contextos familiares. De acuerdo con lo anterior, Fleisner
(2017) plantea que:

“La sola mirada de los animales señala las grietas del muro con el que
protegemos nuestra humanidad y es el espejo en el que nos reconocemos no
ya como sujetos sino como partes de ese sentir sin sujeto, previo e
impersonal, esa emotividad primordial de lo viviente de la que provenimos”
(p.111)

~ 11 ~
Teniendo en cuenta lo anterior, las producciones cinematográficas fueron el primer
acercamiento para evidenciar las relaciones humano/ animal; y se convirtieron en motor de
inspiración para iniciar con este trabajo denominado: “Perros que hablan, humanos que ladran:
Análisis antropológico de la reconfiguración de relaciones entre animales humanos y animales
- no humanos- en el contexto familiar Bogotano”

¿Dónde surge este trabajo?

Desde que tengo uso de razón, los animales


siempre han acompañado mi contexto familiar
y personal (ver fotografía 1) 1 . Dentro del
plano familiar, recuerdo que mis abuelos
fueron grandes amantes de los animales,
aunque muy niños mudaron del campo a la
ciudad; en el caso de mi abuela materna era
muy común encontrar perros y gatos a los
cuales se les atribuía el rol de guardianes o
cazadores. Para mi abuela los perros de la casa
siempre estaban ubicados en la terraza,
FOTOGRAFÍA 1: PARADA, A (1995) “LA AUTORA posición que les permitía ser los vigilantes y
CON BLACKY, LA PRIMERA MASCOTA DE LA alertar sobre cualquier “peligro” cercano. En
FAMILIA”
las mañanas los perros deambulaban en el
barrio, mientras que al medio día llegaban para ocupar su espacio en la casa. En ese tiempo
estaba prohibido que alguno de los perros caminara por las habitaciones, los baños y las áreas
sociales. La historia con mi abuelo paterno era muy similar, en su casa era muy común
encontrar perros, gatos, gallinas y pericos.

1
La fotografía 1 permite evidenciar mi relación personal y familiar con las mascotas, la cual se convirtió en el
punto de partida que me permitió ubicarme como investigadora y objetivar el campo abordado.

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En la relación que construyeron mis abuelos con sus animales domésticos nunca escuché decir
que necesitaban de un trato especial. Por el contrario, si se enfermaban se curaban con
medicamentos de la casa o se esperaba su muerte, siempre se dejaban solos durante muchas
horas, se alimentaban con comida preparada en casa, nunca tenían que llevarlos a un piscólogo
o psiquiatra y cuando morían se empacaban en bolsas de basura para que posteriormente fueran
recogidos en la calle y arrojados en el basurero de la ciudad.

Todos estos cuidados que tenían mis abuelos con sus animales domésticos fueron heredados de
sus padres o abuelos, quienes a su vez los aplicaban con los animales que estaban a su cuidado
en el campo. Igualmente, para mis abuelos resultaba descabellado incluir a los animales dentro
del presupuesto familiar, puesto que en la ciudad era muy difícil encontrar lugares
especializados en animales. Además, de representar una gran cantidad económica que no
estaban dispuestos a pagar; ya que ellos argumentaban tener las técnicas y herramientas de
cuidado necesarias para sus animales; por lo cual no era imprescindible acudir a un experto o
profesional.

En mi casa la situación es muy diferente, hace un poco más de seis años, Oliver2 (la mascota
de la familia), no cumple un rol de cuidador o cazador, ya que este es considerado como un
niño menor de edad, al cual hay que prestarle todos los cuidados , cariño y atención humana
que éste exige, y que nosotros estamos dispuestos a brindarle.

De esta manera, la mascota de la casa se ha convertido en un miembro más de la familia, el cual


fue inevitable incluirlo dentro del presupuesto familiar, ya que sus gastos abarcan desde la visita
mensual a un profesional, hasta comida especial y juguetes para su entretención.

Además de esto, fue necesario reconfigurar los tiempos familiares con el fin de programar las
constantes salidas para evitar “depresión”, “estrés” y “ansiedad”, - enfermedades que hoy en
día son populares entre los humanos por estar asociadas al ritmo de la ciudad -; así como la
incorporación de la mascota en las actividades familiares diarias; tales como: llevarlo al centro
comercial, hacer las compras e incluirlo en los paseos familiares. Todo esto, teniendo en cuenta

2
Hoy en día es común asignar nombres y apellidos de personas a animales no humanos. “El nombre Oliver se
difundió por Europa desde Francia gracias a La Chanson de Roland, un cantar de gesta del siglo XVII” Recuperado
de: http://suhijo.com/2015/07/significado-del-nombre-oliver/

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que hace algunos años en la ciudad de Bogotá
se han venido expandiendo los locales y lugares
conformados bajo la filosofía “dogfriendly” o
“petfriendly”; los cuales se encuentran
ubicados en algunas de zonas al norte de la
ciudad y buscan a partir de unas “sanas” reglas
de convivencia, compartir con las mascotas
espacios que han sido pensado para el ocio
humano (ver fotografía 2).

De este modo, todas estas prácticas que hemos


extendido dentro de mi contexto familiar a
nuestra mascota, son contrastadas y
compartidas continuamente a través de historias
y relatos de mis vecinos, amigos y demás
familiares; para quienes los animales se han FOTOGRAFÍA 2: PARADA. A (2017) “NORMAS
PARA UNA SANA CONVIVENCIA “C.C PARQUE
convertido en miembros vitales de sus familias. LA COLINA LOCAL WAWAW. DIARIO DE
CAMPO.
Todo lo anterior, tiene como objetivo exponer los inicios que me llevaron a “objetivar mi propio
universo” (Bourdieu; 2000, p.91), cuya pretensión no es presentar una auto etnografía, por el
contrario; busco a partir del reconocimiento de las prácticas que hemos extendido a las mascotas
dentro de mi contexto familiar y social; realizar un examen crítico de mi propia experiencia,
para posteriormente abordar el campo investigativo. Tal como lo expone Bourdieu (2000):

“De lo que se trata el hecho de objetivar , en efecto , no es el antropólogo


haciendo el análisis antropológico , de un mundo ajeno, sino del mundo
social que ha hecho el antropólogo y la antropología consciente o
inconsciente que él compromete en su práctica antropológica ; no
solamente su medio de origen , su posición y su trayectoria en el espacio
social , su pertenencia y sus adhesiones sociales y religiosas , su edad, su
sexo , su nacionalidad , etc.; pero también y sobre todo su posición
particular dentro del microcosmos de los antropólogos ” (p.89)

~ 14 ~
Además de esto, la objetivación de las relaciones construidas entre los miembros de mi familia
y la mascota, me permitieron rastrear algunas categorías; tales como: cotidianidad, familiaridad
y relaciones humano / animal. Las cuales me dieron los insumos necesarios para poder realizar
una movilización crítica y analítica de mi experiencia personal a esta investigación. De acuerdo
con lo anterior, Bourdieu (2000) plantea que:

“El investigador puede y debe movilizar su experiencia, es decir, ese pasado


en todos sus actos de investigación. Pero él no está en el derecho de hacerlo
más que a condición de someter todas esas vueltas del pasado a un riguroso
examen crítico” (p.100)

Teniendo en cuenta lo anterior, es preciso mencionar, que no todas las relaciones


humano/animal se construyen bajo las mismas características; por el contrario, cuando se
realiza una investigación en torno a estas relaciones, debemos contemplar que factores como la
percepción, la interacción y la simpatía que construyen los humanos con los animales varían
dependiendo las tradiciones culturales (Descola,1998). Por esta razón, estas relaciones deben
ser estudiadas teniendo en cuenta el conjunto de factores externos que marcan estos vínculos.
Tal como lo expone Turbay (2002):

“La percepción que tenemos de los animales, la relación que sostenemos


con ellos y las actitudes hacia cada especie, dependerá de un conjunto de
factores ecológicos, económicos, sociales y culturales, que es necesario
conocer” (p.87)

En este orden de ideas, antes de comenzar con el desarrollo de este trabajo, considero importante
problematizar sobre la incorporación de los animales en los contextos familiares. Sobre este
aspecto, siguiendo a Tovar (2002) se considera que, cuando se habla de la inscripción de los
animales en contextos humanos se hace mención a las mascotas. Es decir, animales domésticos

~ 15 ~
que durante varios siglos han vivido en compañía cercana con los humanos, y en algunas
ocasiones bajo su mismo techo.

De la misma manera, es importante evidenciar que existe una separación entre los animales que
se han incluido en los espacios humanos para el consumo, y aquellos que a lo largo del tiempo
se han integrado a la familia. Puesto que, en los animales familiares, se han reconfigurado unas
relaciones especificas medidas por el cariño y el afecto. Sobre este hecho, Turbay (2002)
considera que:

“La alternativa de integrar o consumir los animales se encuentra en la


base de la asimilación de los animales a la sociedad humana, en tanto la
voluntad de domesticar reposa sobre el establecimiento de nuevas
relaciones, tanto de proximidad como de distanciamiento. La relación
individualizada entre el ser humano y el animal, desarrolla un lazo
personal, los buenos tratos permiten el aprendizaje de comportamientos
sociales elementales (higiene, espacios reservados) y no tienen como fin la
producción de carne. Cuando la intervención humana se orienta más hacia
la especie que hacia el individuo, cambia el estatus animal y se permite
entonces criar para obtener carne “(p.102)

Ahora bien, cuando hablamos de las relaciones entre seres humanos y animales, cabe
preguntarse ¿Qué es lo humano? y ¿Qué es lo animal? Sobre este aspecto, considero que resulta
difuso para algunas personas discernir entre lo animal y lo humano. En la cotidianidad3 es
recurrente escuchar frases como: “tráteme bien no como animal”, “respéteme no ve que somos
humanos no animales” o “Yo no soy ningún animal”. Expresiones que son consideradas como
ofensas y dan a entender una superioridad humana sobre lo animal, que por lo general va
reforzada con la idea de la razón (Prieto,2008). En esta medida, existe hoy en día una
separación entre lo animal y lo humano:

3 Se usa el termino cotidianidad como: “un lugar estratégico para pensar la sociedad en su compleja pluralidad
de símbolos y de interacciones, ya que se trata del espacio donde se encuentran las prácticas y las estructuras,
del escenario de la reproducción y simultáneamente, de la innovación social” (Reguillo, 2002, p.11)

~ 16 ~
“La clarificación de los límites entre el mundo animal y el humano es tanto
más urgente cuanto que la confusión se ha extendido también al mundo
científico y académico. En la medida en que la cuestión antropológica es
ofuscada por el prejuicio materialista, se intenta en nuestros días una
reinterpretación del hombre ciertamente reduccionista en clave
animalista” (Prieto, 2008, p. XV)

De esta manera, este trabajo busca apartarse de algunas discusiones religiosas, bioéticas y del
especismo 4. Para así, desde un sentido antropológico argumentar que, siguiendo a Ulloa (2002)
cada cultura5 es la encargada de construir su noción de lo humano, marcando fronteras, atributos
y relaciones con aquellos otros considerados como -no humanos-. Las cuales varían de acuerdo
a los intereses culturales, la posición histórica, las relaciones económicas, simbólicas, políticas,
entre otras. Por esta razón y para efectos de este trabajo, incluiremos al ser humano como parte
de lo animal bajo las nociones: animales humanos y animales -no humanos- o mascotas 6 ; entre
las cuales no se considera “lo humano como opuesto a lo animal “ (Salcedo,2002,p.218) , sino
como parte de lo animal; lo cual permiten plantear una posible animalización del ser humano.

Teniendo en cuenta las nociones que se usarán dentro de este trabajo, es preciso mencionar que
como afirma Prieto (2008) “existe también un sano interés hacia los animales y hacia aquello
que el hombre comparte con ellos” (p. 17). Por esta razón, esta investigación se ubica dentro
del contexto familiar. Ya que son muchas las mascotas que han ocupado un lugar como

4 “El especismo es la discriminación de aquellos que no son miembros de una cierta especie (o especies). En
otras palabras: el favorecimiento injustificado de aquellos que pertenecen a una cierta especie (o especies)”
(Horta, 2008, p.2).

5
“La cultura, por su parte, se refiere al repertorio de pensamientos y acciones que exhiben los miembros del
grupo, repertorio cuya transmisión de generación en generación es independiente de la herencia genética
“(Harris, 1979, p.63)

6 Se entiende como mascota “aquella que se encuentra bajo control humano, vinculado a un hogar,
compartiendo intimidad y proximidad con sus cuidadores y recibiendo un trato especial de cariño, cuidado y
atención que garantizan su estado de salud” (Díaz, 2015). Para efectos del trabajo de campo, la noción mascota
fue la más nombrada y reconocida por las personas para referirse a sus animales domésticos.

~ 17 ~
integrantes de la familia, para lo cual es necesario problematizar sobre una reconfiguración de
la estructura familiar7.

Si bien es cierto, durante los últimos años, las estructuras familiares han tenido un gran cambio.
Antiguamente, se pensaba que la única manera de entender una familia era aquella que estaba
conformada bajo una estructura nuclear, es decir; una pareja heterosexual (hombre y mujer) y
sus hijos (humanos). Hoy en día podemos encontrar una gran variedad de familias, que se han
ido transformando por factores externos.

Siguiendo a Tovar (2003), actualmente existen una gran cantidad de familias que se separan y
luego se reconstruyen bajo una nueva relación, al igual que familias uniparentales, donde no
hubo matrimonio, o por no haber una nueva unión queda una persona con la responsabilidad
total de los hijos. De esta manera, argumento que la nueva conformación de la familia, está
atravesadas por cambios demográficos, sociales, políticos y económicos, los cuales han hecho
que se transforme la manera de concebir, construir y entender a la familia.

Así, según Tovar (2003), la antropología ha contribuido para pensar nuevas nociones en torno
a la estructura familiar, pues a lo largo del tiempo la disciplina antropológica se ha dado a la
tarea de problematizar todas las posibles relaciones sociales que dan origen a la familia.
Abarcando así múltiples uniones que van más allá de la monogamia y la heterosexualidad.

De esta manera, cabe preguntarse: ¿Podemos considerar a un -no humano- animal como parte
de la familia? Sin duda alguna pensaría que sí, ya que desde la disciplina antropológica se abre
un amplio panorama para contemplar dentro de la reconfiguración de la estructura familiar a
los miembros -no humanos- animales, pues las personas han acogido a las mascotas como parte
de su historia familiar, es decir; como integrantes que tienen un rol y un lugar.

Siguiendo con esto, podemos asegurar que las personas no solo han adaptado a los animales -
no humanos- en sus familias, sino que a su vez los han pensado desde la idea de la
humanización, la cual se busca mantener a partir de esfuerzos financieros y emociones (Serpell,

7
Se entiende como estructura familia como: “el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan las
formas en que interactúan sus miembros. Así, la familia es conceptualizada como un sistema que opera a través
de pautas transaccionales que regulan la conducta de sus miembros. La repetición de las transacciones
establecería pautas acerca de cómo, cuándo y con quién relacionarse” (Díaz,2015, p.86)

~ 18 ~
1996). Todo esto a cambio del estatus, la exoticidad o el afecto; valores que son adjudicados
por el ser humano y varían dependiendo del animal al que se le es otorgado. De acuerdo con lo
anterior, Fleisner (2017) plantea que:

“Los animales de compañía" llevan la mejor parte en esta estructura


general de la lógica del capital, dado que, salvo excepciones como el
Festival de la carne de perro de Yuli, no son exterminados diariamente, sino
que solo se les exige su decoratividad (gatos), exoticidad (chanchos) o, en
el menos sofisticado de los casos, su incondicionalidad y máxima
dependencia afectiva (perros)” (p.111)

De esta manera, gracias a las características biológicas que posee el perro, este ha permitido su
domesticación y una mayor afinidad con las estructuras humanas. Tal y como lo asegura
Gómez, Atehortua & Orozco (2007):

“Todos los cánidos viven y trabajan en sociedad. Al separarlo de la madre


y hermanos de camada, e introducirlo a un ambiente diferente, donde sus
únicos compañeros van a ser personas, el perro traslada su
comportamiento social a su nueva “manada”. Esta capacidad de adaptarse
fácilmente a convivir con las personas ha permitido la domesticación del
perro” (p.379)

De acuerdo con lo anterior, hay que tener en cuenta que dentro del sistema domesticatorio
occidental, según Digard (citado por Fleinser 2017), se ha generado una hiperdomesticación y
sobrevaloración de los animales que se han inscrito en la familia. Cabe tener en cuenta que
como agrega Mullin (2002), esa “domesticación actual” o hiperdomesticación, debe ser
considerada dentro de un proceso continuo de construcción y análisis. Además de ser un
aspecto para tener en cuenta cuando se habla de las relaciones presentes y futuras entre las
personas y otras formas de vida.

~ 19 ~
De esta manera, Digard (citado por Flesiner 2017) introduce el concepto “petichismo”; cuya
noción se usa para describir la situación moderna de los animales que han ocupado un lugar en
la intimidad de la familia, más exactamente como niños sustitutos –los cuales profundizare en
el capítulo 1 dentro de las tipologías de la familia más que humana-

Siguiendo con lo anterior, Gonseth (citado por Turbay 2002), agrega que las relaciones que se
han construido con los animales en los contextos urbanos, están mediadas por el amor, la
aversión, protección, y la explotación comercial; entre otros. Esto, genera que las mascotas
reciban un amor desmedido “que lleva a desnaturalizar a los animales, especialmente al perro
y al gato” (Turbay,2002, p.104). De esta manera, cuando los animales se incluyen en contextos
familiares se convierten en hijos.

Todo lo anterior, se encuentra evidenciado según Gonseth (citado por Turbay 2002) en el
incremento poblacional de las sociedades industriales y urbanas, donde existe un creciente
individualismo de las personas, reflejado en los espacios que brinda el comercio; razón por la
cual se han expandido lugares para el ocio y entretenimiento individual y en algunos casos para
compartir con sus mascotas. Todo esto ha generado que los seres humanos se piensen de
manera individual, situación que contempla carencias afectivas y emocionales en los humanos,
las cuales han suplido en los últimos años con los animales de compañía.

Por tal razón, las personas extienden cuidados - de manera desmesurada- a sus mascotas, idea
que el capitalismo ha acompañado, al proliferar un sin número de marcas comerciales que
ofrecen ropa, cepillos de dientes, panaderías, colegios, guarderías, servicios funerarios para
llevar el duelo por la muerte de sus animales queridos; entre otros. De acuerdo con lo anterior,
Fleisner (2017) plantea que:

“ Los animales son amados, protegidos y educados, para mejor continuidad


del sistema capitalista de dominación: como objetos de afecto elegidos, nos
afianzan como consumidores especiales (de allí la selectividad del amor,
que explica Digard a partir de un sistema de oposiciones: la cinofilia va
acompañada de una catofobia, por ejemplo); como potenciales
consumidores especiales, ellos mismos garantizan la prosperidad de las

~ 20 ~
industrias alimentarias, las clínicas y toda la gama de servicios específicos
de cuidados ” (p.111)

De esta manera, aseguro que los animales -no humanos- están pasando por un proceso de
humanización, apoyado por un “fetichismo” que los ha convertido en “mercancías
fantasmagóricas” (Fleisner ,2017). Lo cual ha generado una relación de dependencia de los
animales con los humanos, convirtiéndolos en objetos inútiles y decorativos; los cuales poseen
derechos, reciben un nombre y no son considerados como suculentos y /o exóticos platillos.
Aunque cabe recordar que las primeras relaciones que construyeron los humanos con aquellos
–no humanos – dentro de las casas, se dio con el objetivo de proveer alimento, vestido, carne
y trabajo (Tovar,2002).

En este sentido, es importante reconocer el doble carácter que poseen los animales. De esta
manera, argumento que además de considerarlos como objetos de consumo, en otras
oportunidades se han pensado bajo la humanización. Asimismo, los animales, han estado
involucrados en un número de debates por parte de las organizaciones que velan por sus
derechos, pues hay quienes consideran que tratar a las mascotas como humanos puede ser
considerado como un tipo de maltrato animal. Puesto que, según Fleisner (2017) hoy en día los
animales de compañía son “usados para la fruición material o estética de la especie humana”
(p.115)

De este modo, los- no humanos- animales no son los únicos que se han visto incluidos dentro
de cuestionamientos, puesto que según Digar (citado por Fleinser 2017) lo que los humanos
aman de las mascotas es la dependencia y la imagen que devuelven de nosotros.

Siguiendo con esto, se puede afirmar que en el esfuerzo (financiero o emocional) que invierte
el ser humano por ver en sus mascotas una imagen semejante a él; se explica según Mauss
(1971) a partir de la “ley de contigüidad”; la cual considera que cada parte de una cosa es
idéntica a la cosa en sí y tiene todas sus características, que se contagian por contacto directo
(Begueira,2016). Por esta razón según la ejemplificación desde la magia, Mauss (1971)
considera que:

~ 21 ~
“La magia que se ejerce universalmente sobre los restos de comida,
procede de la idea de que hay contigüidad, identidad absoluta entre esos
restos, los alimentos que han sido ingeridos y la persona que los ha comido,
que se ha hecho sustancialmente idéntico a lo que ha comido” (p.88)

Lo cual permite pensar que, así como “somos lo que comemos “, no solo la contigüidad se
puede interpretar en la comida o en la magia, sino que además puede ser entendida y aplicada
en todo lo que está en contacto con una persona. Tal y como las relaciones construidas con los
animales en contextos familiares. De acuerdo con lo anterior Mauss (1971) expone que:
“también se da la misma relación entre una persona y sus animales domésticos, su casa, el tejado
de su casa, sus tierras, etc.” (p. 89)

De esta manera, la ley de la contigüidad simpática nos permite dar los primeros pasos para
entender porque se dice que los animales de compañía se parecen a sus dueños y porque estos
últimos ven representados sentimientos como: el amor, el odio o los celos en sus mascotas.
Por esta razón, argumento que estas características “humanas” transferidas a los –no humanos-
, permiten deducir porque los –no humanos - animales se han humanizado e incorporado de
una manera tan profunda en las estructuras familiares.

Siguiendo Ulloa (2002), quien agrega que los seres humanos se han humanizado o culturalizado
a través de expresiones artísticas, anulando su animalización; mientras que los animales
necesitan un proceso de domesticación que los acerque a lo cultural –humanización-

De esta manera, considero que cuando el ser humano borra su animalidad, se reencuentra con
su ser (animal) al convivir –para este caso dentro de la familia - con el “otro”, que, aunque
parece diferente, no es muy distinto a él:

“El ser humano, como criatura morfológicamente especializada y


biológicamente deficitaria, se ve en la necesidad de poner en practica la
compleja interioridad (fantasía, pensamiento y lenguaje, sobre todo) que le
ha sido dada para poder subsistir. La deficiente dotación biológica
característica del ser humano (comparado con los demás animales) no es,
según este autor, solo de índole morfológica (a la que llame primitivos,

~ 22 ~
entendidos como falta de adaptación al medio ambiente) sino también de
tipo funcional. El hombre es un ser sin instintos o, al menos, un ser con una
acusada reducción de los mismos” (Prieto, 2008, p.503)

Sobre este asunto, Ingold (citado por Ramírez 2010) agrega el concepto de “Interanimality”,
noción que me permite entender la superioridad humana sobre su condición animal, la cual
contribuye en este trabajo, para contemplar la posibilidad de una animalización del ser humano.

“ Interanimalidad es un concepto que denuncia la ilusión de la superación


humana de la condición animal , cuando por ella se entiende lo determinado
, mecánico , instintivo y limitado a la mera corporalidad (constitución
ontogénica), o un pasado evolutivo que ha quedado atrás con la adquisición
de herramientas o del lenguaje articulado (condición filogenética) , o la
depuración y distanciamiento de nuestros espacios vitales como espacios
humanos , sin animales ( constitución social , cultural e histórica)”
(Ramírez, 2010,p.34)

Siguiendo con esto, desde una perspectiva ontológica, se plantea que “todo opuesto se define
de modo cabal, en cuanto opuesto, como negación del otro extremo “(Melendo, 1982, p.146);
en términos de Aquino (como se citó en Melendo, 1982) “todo opuesto aparece como negación
de su opuesto” (Melendo, 1982, p.146). Esta afirmación es evidenciada en la negación que a
lo largo de la historia ha tenido el ser humano frente al animal -su opuesto-. Así, el hombre dejó
de concebirse como bestia para pensarse como superior a lo animal, capacidad que le otorga la
“razón”.

Siguiendo los planteamientos de Melendo (1982) cuando se oponen los opuestos uno de ellos
se revela como positivo y el otro como negativo; es decir, uno de ellos demuestra mayor
densidad ontológica que el otro. Lo cual puedo evidenciar en las relaciones que construyen los
humanos y sus mascotas dentro del contexto familiar; en los cuales los humanos y -no humanos-
animales están en el mismo nivel de igualdad en la jerarquía social.

~ 23 ~
Así, los humanos dejan aflorar sus características animales y los animales manifiestan
cualidades “humanas” en un constante proceso de intercambio de identidades. De esta manera;
desde el punto de vista humano, el animal se emancipa del pensamiento y se abre camino a un
plano de lo viviente y lo sintiente, mientras que el humano encuentra su esencia del ser,
retomando su posición de animal. Construyendo así la discusión central de este trabajo, en la
cual se humaniza al animal y se animaliza el humano.

Teniendo en cuenta los argumentos presentados a lo largo de esta introducción, este trabajo se
centra en la reconfiguración de las relaciones entre humanos y no humanos –animales – dentro
del contexto familiar, al incorporar para este caso perros dentro del ciclo de vida familiar8 – .

Decido trabajar con perros, ya que estos a diferencia del gato “al que a veces se describe como
una perfecta antimascota porque ofrece una resistencia al dominio total “Fudge (Citado por
Fleisner,2017), son el objeto más perfecto de la domesticación. Que de acuerdo con Fleinser
(2017) se plantea que:

“El perro (…) el animal en el que el dominio y el afecto llegan a una zona
de indiscernibilidad tal que hasta los filósofos más lúcidos han supuesto en
ellos la complicidad con la concepción burguesa del amor” (p.111)

Además de esto, Siguiendo a Descola (1998) las manifestaciones de simpatía por los animales
son ordenadas en una escala de valor cuya cima es ocupada por aquellas especies que son
percibidas como las más próximas al hombre en términos de comportamiento, fisiología,
facultades cognitivas y capacidades que les atribuyen en torno a las emociones. Como lo es
el caso del perro, al cual las personas consideran como “el mejor amigo del hombre”. Teniendo
en cuenta lo anterior Díaz (2016) agrega que:

8
“Las familias han evolucionado de acuerdo a los cambios que van trascurriendo en el tiempo en cuanto a la
composición, edad de sus integrantes y diferenciación de necesidades y roles. El concepto de ciclo de vida familiar
hace referencia a estas etapas de tránsito en la vida familiar, desde su conformación hasta la salida de los hijos
“(Gómez, 2008, p.64)

~ 24 ~
“Los perros, principalmente, se han convertido en objeto de estudio para
analizar sus similitudes biológicas con los humanos y entender por qué
logran incidir tanto en nuevos y positivos comportamientos de nuestra
especie” (p.36)

Siguiendo con esto, los perros al igual que los humanos y a diferencia que muchos otros
animales domésticos, integran diferentes escalas de una jerarquía social. Por esta razón según
Tovar (2002), los perros a lo largo del tiempo se les ha reconocido como la compañía más
cercana del ser humano. Tal y como lo asegura Gómez, Atehortua & Orozco (2007):

“Los canes han sido compañeros fieles de reyes, emperadores, de la


aristocracia, pero también de personas de escasos recursos económicos, no
siendo esto un impedimento para la entrega de su amor y lealtad” (p.379)

Teniendo en cuenta lo anterior, cabe aclarar, que no todos los perros gozan de una misma
jerarquía; pues esta cambia dependiendo de la posición social, económica y ocupacional de sus
dueños. Tal y como lo anuncia Díaz (2002):

“Los perros, animales domésticos por excelencia, tienen diferentes roles en


la misma cultura, variaciones que se ven claramente según sea la clase
social, el género y la ocupación de los dueños “(p.244)

Por tal motivo, es usual encontrar grandes celebridades que gustan tener perros de raza
chihuahua para pasearlos dentro de lujosos bolsos. Mientras que otros, optan por conseguir
perros que les represente una entrada económica, como es el caso de razas Pitbull o Bull terrier,
reconocidas por ser perros de pelea y apuesta; sin olvidar los perros de las personas que viven
en la calle, quienes en algunas ocasiones reciben más privilegios que su acompañante, ya que

~ 25 ~
estos “callejeros” según lo anuncia Salcedo (2002), se han convertido en aliados que brindan
calor y vigilancia a sus dueños.

De esta manera, incursiono en el campo urbano, al analizar las relaciones que han construido
los humanos y los perros dentro de las familias de un barrio estrato cinco de la ciudad de Bogotá.
Así, la ciudad capital se encuentra dividida en 6 estratos sociales, esta estratificación se realiza
teniendo en cuenta los términos socioeconómicos con base en las características de las
viviendas, lo cual permite al distrito tener bajo control la ciudad en términos de facturación y
subsidios. De esta manera los inmuebles son clasificados así: 1) bajo-bajo, 2) bajo, 3) medio-
bajo, 4) medio, 5) medio-alto, y 6) alto (Secretaria de hacienda, s.f)

Según esta clasificación, puedo evidenciar que en el estrato 5 se encuentra una gran cantidad
de personas que poseen un poder adquisitivo medio-alto, que permite marcar pautas especificas
en las relaciones que construyen con sus mascotas.

Seguido con esto, cuando enfatizo en la clase social no lo hago con la pretensión de hablar
exclusivamente en términos de acumulación de propiedades; por el contrario, según Bourdieu
(1979) la clase social es la relación que se sostiene entre las propiedades (volumen y estructura
del capital) y los efectos que se ejercen sobre esas propiedades. Lo cual, me permite entender,
porque dentro de este sector, existen algunas mascotas –las cuales son consideradas como
propiedades del ser humano- que cuentan con su propio caminador, niñera, veterinario y
peluquero; servicios que son ofrecidos para la exclusividad de las mascotas, pero que a la final
representan una satisfacción para el dueño; quien es el que invierte su capital.

Por consiguiente, el campo que decido problematizar es el barrio Portales del norte, ubicado en
la localidad de Suba al norte de Bogotá. Allí es muy común encontrar personas que gozan de
una buena posición economica, la cual es compartida con sus mascotas. Según Bourdieu (1998)
dentro de este lugar se hace evidente el “habitus de clase”, concepto que está incorporado en
la condición de clase y los condicionamientos que esta clase impone; al tratarse de un barrio
estrato cinco. De acuerdo con lo anterior Bourdieu (1998) plantea que:

~ 26 ~
“Hay que construir la clase objetiva como un conjunto de agentes que se
encuentran situados en unas condiciones de existencia homogéneas que
imponen unos condicionamientos homogéneos y producen unos sistemas de
disposiciones homogéneas, apropiadas para engendrar unas prácticas
semejantes, y que poseen un conjunto de propiedades comunes, propiedades
objetivadas, a veces garantizadas jurídicamente (como la posesión de bienes
o de poderes) o incorporadas, como los habitus de-clase (y, en particular, los
sistemas de esquemas clasificadores) ” (p.100)

Por esta razón, dentro de este lugar se observan perros que deambulan por viviendas de millones
de pesos, los cuales tienen en común los lujos que sus dueños ofrecen para ellos, considerando
a los –no humanos- animales dentro de este lugar como mascotas y en algunos casos como:
hijos. Y para efectos de este trabajo como objetos de estudio:

Teniendo en cuenta las nociones planteadas, mi pregunta de investigación es: ¿Cómo se han
reconfigurado las relaciones entre animales humanos y animales -no humanos- dentro de
familias estrato cinco del barrio Portales del norte en Bogotá?

¿Por qué de este trabajo?

Desde el inicio de la disciplina antropológica ha existido un gran número de investigaciones


sobre la estrecha relación que han construido los humanos con los animales. Siguiendo a
Barfield (2001), las primeras tesis estuvieron orientadas en el ¿Cómo? y ¿Por qué? de la
domesticación, la clasificación, los mecanismos y motivos de la domesticación y
descubrimientos arqueológicos.

Más adelante, los trabajos introducidos por el antropólogo norteamericano Marvin Harris
(1966) abrieron las posibilidades para pensar a los animales como “ítems o apoyos funcionales
según una perspectiva sistémica /ecológica” (Barfield, 2001, p.42). Por otro lado, Levi –
Strauss incursionó dentro de estos estudios orientando investigaciones sobre la manera en la
cual los animales son percibidos y analizados (Barfield,2001).

~ 27 ~
Siguiendo a Mullin (2002), hay que tener en cuenta que en la actualidad el universo etnográfico
en torno a las relaciones entre humanos y animales cada día es más “multi-sited”, involucrando
a los animales en una variedad de contextos que incluyen espacios rurales, urbanos y
tecnológicos. Además, en temas como capitalismo, ecoturismo, movimientos sociales, políticas
sobre el alimento de mascotas, conversaciones de género sobre caballos y preocupaciones más
antiguas para la disciplina como el parentesco; entre otros.

En el caso colombiano, los primeros trabajos de las relaciones humano/animal, estuvieron


orientados por las ciencias naturales, más adelante otros investigadores sociales centraron su
atención en perspectivas indígenas que contemplan temáticas como: relatos, chamanismo,
espíritus, religiosidad, mitos, entre otros. En efecto, sirvieron como plataforma para que se
pensara en los estudios urbanos (Tovar,2002; Salcedo, 2002), entretanto otras disciplinas
simultáneamente incluían dentro de sus perspectivas , el vínculo entre seres humanos y
animales9 , tales como; la psicología (Bonilla, 2008; Díaz, 2014; Videla, 2015), la filosofía
(Fernández, 2007; Prieto, 2008), la medicina veterinaria (Marcos y López, 2006) y la Zootecnia
(Gómez, Atheortua & Orozco, 2007).

Por otro lado, algunos antropólogos aportaron con estudios en torno a las relaciones afectivas
y emocionales en la relación humano/animal. Muchos de ellos, relacionados con prácticas de
amamantamiento, crianza y cuidado de los animales en algunas comunidades indígenas
(Milliet, 1987). Siguiendo con esto, otros científicos sociales se dieron a la tarea de incluir las
relaciones humano/animal en contextos familiares, los cuales problematizan la estructura
familiar extendida a los animales. (Minuchini ,1977; Albert y Bulcroft, 1988; Ceberio, 2006).

De esta manera, este trabajo pretende aportar a los estudios de la familia y a la reconfiguración
de las estructuras familiares cuando se incluyen a -no humanos- dentro del ciclo de vida
familiar, sin olvidar las condiciones materiales y sociales que influyen en estas relaciones. Por
tal motivo, esta investigación se centra en las relaciones construidas entre humanos/animales
de manera conjunta, incluyendo a las mascotas en el plano social y cultural, y no como un apoyo

9
Uso las categorías: seres humanos - animales cuando me refiero a trabajos de otros autores o temáticas que
los contemplan bajo esas nociones.

~ 28 ~
para abordar un contexto determinado (Segata,2012). Tal y como se ha evidenciado en trabajos
anteriores sobre las relaciones humano/animal.

Seguido a esto, pretendo realizar una etnografía en lugares poco comunes pensados para un
antropólogo, los cuales contemplan, una peluquería, un colegio y un cementerio para perros.
Espacios que en muy pocas ocasiones han sido plateados desde la antropología, permitiendo así
que se interpele los alcances del campo para los antropólogos y se incentiven estos lugares para
mantenerlos dentro del campo antropológico.

Además de esto, se pretende realizar una contribución a la disciplina antropologíca en dos


perspectivas. La primera en el estudio del “otro” (-no humano -) como lo son las mascotas.
En segundo lugar, en la discusión y problematización de las nociones: animalización y
humanización respectivamente, retomando los estudios clásicos de la antropología filosófica
sobre la naturaleza humana.

Dentro de este marco, este trabajo aporta en el estudio de la familia, las relaciones entre
animales humanos y animales no humanos y en la problematización y discusión de la
animalización y la humanización. De igual manera, permite aportar en las temáticas locales.

Visto de esta forma, este trabajo se enmarca en Bogotá, pensando en la ciudad como “un
escenario por descubrir y aprender “(Dangond, 2008, p.11). Lugar donde hace algunos años el
gobierno y otros sectores de la población vienen discutiendo la posición de los animales dentro
del campo político y jurídico. Implementando en enero del 2016 la Ley No 1774, la cual
reconoce a los animales como seres sintientes:

“Artículo 1°. Objeto. Los animales como seres sintientes no son cosas,
recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial,
el causado directa o indirectamente por los humanos, por lo cual en la
presente ley se tipifican como punibles algunas conductas relacionadas con
el maltrato a los animales, y se establece un procedimiento sancionatorio
de carácter policivo y judicial”. (Ley No 1774 de 2016).

~ 29 ~
En torno a esto, esta ley ha traído un sin número de interrogantes y discusiones. Puesto que ha
polarizado las posturas sobre los animales en dos direcciones; la primera en la de aquellas
personas que no están de acuerdo en la humanización de los animales, pues consideran que unas
mascotas son simplemente eso un “animal” (sin sentimientos o emociones) y la segunda en la
de aquellos que piensan que los animales, deben ser considerados en una escala superior a la de
seres con sentimientos. Por esta razón, este trabajo se centra en una discusión que está en auge,
y que contribuye dentro de estas reflexiones; puesto que propone que los animales - no
humanos- son parte de la estructura familiar, es decir; sujetos que a lo largo de los años se les
ha otorgado una posición (afectiva, emocional y económica) dentro de la familia.

Así mismo, esta investigación aporta a los estudios Latinoamericanos de las relaciones entre
humanos y no humanos –animales-, ya que gran cantidad de académicos que han trabajado
sobre estos temas son de habla inglesa, enmarcando este trabajo en la riqueza del idioma
español.

Para finalizar, esta investigación busca contribuir con las perspectivas teóricas que se han
abordado a lo largo de los años frente a esta temática. Ya que por ser considerado como un
estudio que abarca pocos años de investigación; el posicionamiento teórico frente a este tema
aún está en proceso de construcción.

¿El cómo?

Esta investigación surge a partir de un primer ejercicio de observación, el cual me permitió


“obtener una descripción extensa y un registro detallado “(Guber, 2005, p.172) de los vínculos
construidos entre seres humanos y animales, evidenciadas en algunas producciones
cinematográficas, considerando que el cine es un “lugar” que impulsa estereotipos, modelos y
realidades. De esta manera, estos filmes permitieron que me cuestionara y así construyera
algunas bases para incluir dentro de mi cotidianidad un ejercicio de observación, que diera
cuenta de las relaciones que hemos construido con los -no humanos- animales.

A partir de lo anterior, me dispuse a entender algunas relaciones construidas con las mascotas
dentro mi familia, realizando una lista de las prácticas que hemos extendido a nuestro perro.

~ 30 ~
Las cuales, posteriormente fueron objetivadas y contrastadas con relatos de amigos, conocidos,
cercanos y amantes de los animales; quienes veían a sus mascotas como integrantes de su
familia.

De esta manera, fue un viaje a USA en el año 2014, que me permitió evidenciar que la tenencia
de las mascotas iba acompañada de mucho más que cariño , cuidado y amor; puesto que en
un país que gira en torno a la capitalización y a la mercancía, pude constatar que existe un
gran mercado en torno a las mascotas, en especial los perros -aunque ya se ha extendido a otros
animales como los gatos, pini pigs , guinea pig , conejos , ratas ,chinchillas, hámster , entre
otros - ; es a los perros a quienes se les ofrecen mayor cantidad y variedad de artículos, tales
como : camas, casas, ropa, vestidos, disfraces, zapatos, cepillos, cremas de dientes, rampas,
juguetes , comida , delantales , coches , pañales , premios , vitaminas , medicinas , muñecas
inflamables , placas conmemorativas , perfumes y cualquier cantidad de artefactos para evitar
el olor ; entre otros. Los cuales, por su elevado costo, el cual oscila entre los 20 a 2.000 dólares,
solo pueden ser adquiridos por personas que tengan el capital suficiente para “satisfacer” unas
necesidades creadas por el ser humano y reforzadas por el mercado.

Situación que no es muy diferente en Colombia, ya que según el periódico El tiempo (2017),
desde hace algunos años se viene dando un incremento acelerado en el mercado de mascotas,
el cual podría generar 1.4 billones de pesos para este año. Lo cual se proyecta en la capital del
país, ya que hoy en día en algunos sectores de la ciudad proliferan tiendas y lugares
especializados donde se comercializan productos para perros – aunque en una menor cantidad
que en USA-, las personas que los obtienen deben gozar de una buena posición económica
gracias a su elevado costo. Puesto que, según la revista virtual Finanzas Personales (2016)
agrega que el mantenimiento de una mascota puede oscilar entre $280.000 y $550.000 pesos
mensuales dependiendo de su tamaño. El cual representa una gran inversión mensual, si se
tiene en cuenta que en un país como Colombia el salario mínimo equivale a $737.710 mil pesos.

Más adelante, y aún con mis inquietudes etnográficas e investigativas, tuve una conversación
con una persona cercana, la cual me comentó que su perro iba todos los días al colegio. Por tal
motivo los integrantes de su familia debían prepárale la lonchera del día, ya que dentro de los
servicios que incluyen en el colegio, los “profesores” realizan caminatas ecológicas para sus

~ 31 ~
estudiantes de cuatro patas. Anécdota que llamó mi atención, pues pese a contar con una
mascota en mi familia, nunca contemplé la posibilidad de enviarlo al colegio.

Por esta razón, decido movilizarme a su lugar de residencia, el cual queda ubicada en el barrio
Portales del Norte entre la carrera 162 y 164 con Boyacá (Ver fotografía 3), que conecta con
una avenida principal por la cual transitan cientos de carros diariamente. En el costado oriental,
se ubican un gran número de viviendas de estrato 5 y 6. Lo que más llama la atención de este
lugar, es que la mayoría de las personas que allí residen tienen mascota, y recorren con ellas los
lugares comunes del sector, tales como: parques, andenes, tiendas y semáforos. Esto les permite
crear vínculos con los demás vecinos y habitantes a través de los animales -no humanos-, razón
por la cual es habitual escuchar entre “desconocidos” frases como: “¿Cómo siguió Danielita?,
si la llevó al vete “.

Teniendo en cuenta que según un estudio realizado por el periódico El Espectador (2016) 6 de
cada 10 colombianos tienen mascotas. Es en este lugar donde me propongo a realizar mi trabajo
de campo etnográfico, entendiendo etnografía como: “una técnica de investigación que estaría
definida por la observación participante” (Restrepo, 2011, p.9). Allí en primer lugar me ubico
como observadora para enlistar algunas conductas que tienen las personas con sus mascotas en
lugares comunes. Seguido a esto realizo algunas preguntas a dueños de mascotas que durante
la primera semana vi repetidamente en algunos lugares. Lo cual cuestionó la manera en como
estaba eligiendo a mis informantes y los datos dentro del campo. Por esta razón deseché esa
información y volví a seleccionar nuevamente a los informantes, entendiendo éstos como: “un
individuo que puede suministrar datos de manera directa y no medida, pues él es el portador de
su cultura y de sus pautas sociales “(Guber, 2005, p.128).

~ 32 ~
FOTOGRAFÍA 3: PARADA, A (2016) “BARRIO PORTALES DEL NORTE”. DIARIO DE CAMPO.

Con el objetivo de evitar los sesgos de mi trabajo de campo, me dispuse a asistir a algunas
reuniones de vecinos que realizaron en 3 conjuntos residenciales, con el fin de conocer cuáles
eran las problemáticas de convivencia. Allí pude constatar que en todos los conjuntos tenían
problemas con las personas dueñas de los perros, puesto que argumentaban que las mascotas
creaban malos olores, hacían mucho ruido, rasgaban y dañaban las zonas comunes de los
conjuntos y usaban de baño los lugares alhedaños del lugar; lo cual generaba un sin número de
molestias e incomodidad para aquellos que no son muy allegados o afectuoso con los perros.

En estas reuniones pude evidenciar dos posiciones que siempre han estado presentes cuando se
habla de los animales, las cuales giran en torno al afecto o al rechazo. Pero para efectos de este
trabajo, decidí iniciar mi investigación con aquellos vecinos que tenían una posición afectiva o
emocional con las mascotas, y quienes los consideraban como parte de su estructura familiar.

En esta medida, en la primera fase de campo trabajé con 7 familias, distribuidas así: Miriam y
su perro (Sasha); Carlos Mario , Aleida su hijo Sergio y su perro (Daniel); Jorge , Marta y sus
hijos Vivian , Andrés y su perras (Fiona , Letty y Negro ) ; Carlos , Mary , su hija Angie y
su perro ( Rocky) ;Estela , su hijo Mario y su perro (Google) ; Ramiro y Luisa y su perro
(Benjamín) y una familia conformada por Luis y Olga , sus hijos Santiago y Juliana y su
perra (Tabita) , la cual había fallecido meses atrás 10 (Anexo 1). Realizando así un trabajo

10
Todas las entrevistas y fotografías aquí registradas contaron con el consentimiento informado de los
participantes. Anexo 3: Formato de consentimiento informado para personas entrevistadas en la investigación.

~ 33 ~
etnográfico dentro de sus viviendas, incluyendo la observación participante como una
herramienta metodológica en este trabajo, entendiendo esta como:

“La observación participante consiste en dos actividades principales:


observar sistemática y controladamente todo lo que acontece en torno del
investigador, y participar en una o varias actividades de la población”
(Guber ,2001, p57).

Siguiendo con lo anterior Bourdieu (2000) agrega sobre la observación participante:

“Designa, me parece, la conducta de un etnólogo que se sumerge en un


universo social ajeno para observar una actividad, un ritual, una
ceremonia, y, en el ideal, mientras que participa “(p.87)

De esta manera, la observación participante me permitió ver y reconocer espacios, realidades y


prácticas cotidianas, que contribuyeron para la obtención de información y posteriormente
análisis de datos acerca de lo observado puesto que siguiendo a Escobar (2001), la observación
participante me permitió involucrarme con las familias y realizar un análisis de las relaciones
construidas entre humanos y - no humanos- animales:

“Estar compartiendo la cotidianidad de estas personas y viviendo en estos


lugares, permite que el etnógrafo se convierta en alguien conocido que
puede atestiguar situaciones que otros extraños difícilmente tienen la
oportunidad de hacerlo. Además, la familiaridad adquirida le permite al
investigador comprender más adecuadamente eso que sucede, y que para
alguien totalmente extraño sería difícil sino imposible de descifrar”
(Restrepo, 2001, p13)

~ 34 ~
Teniendo en cuenta la observación participante como referente metodológico dentro de las
familias, también trabajé a partir de entrevistas semi estructuradas, entendidas estas como: “un
diálogo formal orientado por un problema de investigación” (Restrepo,2007, p.1), el cual me
permitió “construir los marcos de referencia de los actores a partir de la verbalización asociada
libremente “(Guber, 2005, p222). Estas entrevistas fueron realizadas al integrante que tuviera
mayor cercanía y afinidad con la mascota de la familia -la cual por lo general era asumida por
la persona más joven de la familia-, contemplando criterios como: cuidado, protección, cariño
y cercanía.

A partir de esto, la entrevista me permitió evidenciar que dentro de las prácticas cotidianas que
tienen estas familias con sus animales de compañía, existen unos lugares que hacen parte del
cuidado, la protección y el cariño a las mascotas; los cuales van solventados por lo económico.
De esta manera, el análisis de la información, me permitió etnografiar tres lugares, en los cuales
realicé entrevistas y observación participante -los cuales profundizaré en el capítulo 2- . Cabe
anotar, que los lugares escogidos fueron orientados por las familias, los cuales permiten
enriquecer no solo la pregunta investigativa, sino que a su vez cuestionan la animalización del
humano y la humanización del animal.

De esta manera, en el capítulo I presento una contextualización sobre la etimología de la noción


familia, para así iniciar con un recorrido sin la pretensión de ser exhaustiva, acerca de la
transformación de la familia desde los años 60 a la actualidad. Con el fin de ubicarme en el
contexto colombiano y evidenciar los desafíos y las trasformaciones que han enfrentado las
estructuras familiares en Colombia, teniendo en cuenta los aspectos culturales y sociales de
estas trasformaciones. Todo esto con el propósito de profundizar en las familias extendidas a
los animales; realizando una exposición de la reconceptualización del término familia cuando
se incluyen –no humanos- animales dentro de estas estructuras; para finalizar evidenciando las
tipologías de las familias extendidas a los animales.

En el capítulo II, presento a través de un estudio etnográfico, la manera como los seres humanos
se relacionan con las mascotas –para este caso perros - dentro del contexto familiar. Y como
estas prácticas se han extendido a otros espacios como los salones de belleza, los colegios y las

~ 35 ~
funerarias caninas. Explorando en este capítulo las relaciones construidas entre los seres
humanos y los –no humanos- animales dentro del contexto familiar Bogotano.

Para finalizar con el capítulo III, el cual busca a partir de las relaciones analizadas en el capítulo
anterior, problematizar la humanización de los animales que se ha hecho evidentes durante la
elaboración del trabajo etnográfico. Presentando así, un nuevo abordaje teórico enfocado en la
humanización de los animales y la animalización del ser humano, evidenciando desde los
contextos familiares.

~ 36 ~
CAPITULO I

1.“Mi perro no es mi mascota es mi familia” 11: Antecedentes en la reconfiguración de la


estructura familiar.

En todas las sociedades, sea cual sea su religión, política o economía siempre han estado
presentes las familias. Aunque éstas no se representen ni se entiendan de la misma manera y
bajo el mismo concepto, se hacen evidentes en todas las culturas.

Es clara la importancia que esta institución social ha ejercido en la sociedad; tal como lo
evidencia Levi Strauss (1986) “¿acaso no ha nacido y crecido cada uno de nosotros en el seno
de una familia a la cual nos une los más profundos sentimientos? “(p. 12). De ahí que la familia,
ha sido abordada dentro la academia en una compleja dualidad de perspectivas teóricas y
metodológicas, importancia que no se les ha otorgado a todas las instituciones sociales puesto
que, gracias a la singularidad y variedad de la estructura familiar, ésta permite hacer un estudio
cada vez más desafiante e interesante.

A lo largo de los años, las familias alrededor del mundo han enfrentado un gran número de
transformaciones, reflejadas en cambios evidenciados en las formas de construir y entender las
estructuras familiares. De esta manera, aspectos sociales, económicos, tecnológicos, culturales,
entre otros; han contribuido para que haya una fragmentación de la familia. Aunque existen hoy
nuevas formas de comprender la estructura familiar, cabe resaltar que en muchos países
alrededor del mundo en especial América Latina, la familia tradicional sigue manteniéndose
como uno de los pilares más importantes para la religión y la política.

De esta manera, antes de comprender los cambios y transformaciones por las que ha pasado la
familia, cabe preguntarse ¿Qué es familia? En este sentido, el termino familia es una palabra
de origen latino, la cual apareció en Roma derivado de famŭlus que significa servidor

11
Frase tomada de fragmento de entrevista realizada a Vivian Ávila registrada el 28 de enero 2017.

~ 37 ~
(Zonabend,1986) ya que esta era usada para designar a los esclavos y servidores que vivían bajo
un mismo techo, tal y como lo afirma Ernout y Meillet 1951 (citado por Zonabend 1986):

“Familia debió designar el conjunto de esclavos y servidores que vivían


bajo un mismo techo […] después, la casa en su totalidad: por una parte,
el señor, y, por otra, la mujer, los hijos y los criados que vivían bajo su
dominación […]” (p.17)

Más adelante el termino familia fue acuñado para nombrar todas las posibles uniones de
parentesco; definición que hasta hoy, es entendida en algunas sociedades bajo este significado.

Dentro de esta perspectiva y para efectos de este trabajo, el término familia es entendido como:

“Una compleja institución social basada en necesidades humanas


universales de carácter biológico (la sexualidad, la reproducción y la
subsistencia cotidiana), cuyos miembros comparten un espacio social
definido en términos de conyugalidad, de paternidad – maternidad, y de
relaciones de parentesco. Además de las necesidades biológicas ya
mencionadas, surgen otras de naturaleza psicológica, igualmente
importantes como el afecto, el cuidado y el reconocimiento, componentes
ideológicos y afectivos y estructuras de poder.” (Alonso ,2008, p.21)

Aunque la definición anterior abarca un amplio panorama para entender la noción familia, es
importante tener en cuenta que, para efectos de este trabajo, la familia debe ser interpretada
bajo la multiplicidad de formas que trae este concepto. De esta manera, es preciso mencionar
dentro de esta definición, todos aquellos cambios culturales que ha enfrentado esta institución.
Abarcando así la diversidad de uniones, entre las cuales se contempla el vínculo de parejas del
mismo sexo (Alonso,2008), y la integración y vinculación que han tenido los –no humanos-
animales, que, aunque legalmente no se han contemplado como miembros dentro de esta
estructura, si lo han hecho desde una perspectiva afectiva y/o emocional. Contemplando la

~ 38 ~
posibilidad de la reconfiguración de categorías como: maternidad, paternidad, hermandad;
entre otros. Tal y como lo evidencia Borsotti (1980) (Citado por Alonso 2008):

“La noción “familia” involucra una multiplicidad de formas de


organización, funciones y relaciones, que varían según el ciclo vital de sus
miembros, la ubicación del grupo dentro de sectores de clase social, la
situación económica, el momento histórico y las condiciones de
migración. “(p.22)

Teniendo en cuenta la etimología de la palabra familia, cabe mencionar que este término se ha
ido resignificando a lo largo de los años, al igual que la incorporación y exclusión de algunos
miembros, quienes se han convertido en imprescindibles dentro de esta estructura; incluyendo
a su vez ”nuevos” integrantes humanos y –no humanos -. Estos, han permitido sostener y
moldear las estructuras familiares.

De esta manera, este capítulo busca conocer y contextualizar a través de un marco teórico e
histórico cultural de referencia, las realidades y transformaciones por las cuales han transitado
las estructuras familiares en Colombia. Estas, sirven como insumos para que - desde un
momento, un lugar, una posición social y económica específicos - evidenciar la configuración
actual de la estructura familiar en Bogotá cuando es incluido un –no humano- animal; tema
central de este trabajo. Como lo anuncia Levi-Strauss (1986) “nos interrogamos con inquietud
por las formas futuras de nuestras instituciones familiares. Es posible que ya existan
prefiguradas en otras sociedades, antiguas o contemporáneas” (p.15)

~ 39 ~
1.1. La familia del ayer en Colombia (años 60 al 90) 12

Hay quienes argumentan que todo tiempo pasado fue mejor, y más cuando se trata de una
institución social como lo es la familia. Razón por la cual, dentro de nuestra cotidianidad, las
personas suelen relacionar los acontecimientos sociales con la familia, puesto que hay quienes
consideran que esta debe ser el primer pilar que sostiene toda la sociedad. Y cuando es
modificada o descompuesta, dificulta y entorpece las realidades socio-locales:

“Existe una tendencia a percibir las transformaciones de la familia como


algo negativo, “lo tradicional” se considera un valor perdido y, además,
se siente nostalgia del tiempo en que el bienestar del grupo era más
importante que el del individuo. Podemos inclinarnos a pensar que ciertas
instituciones familiares para que una sociedad sea sana. Hay quienes
añoran las épocas en que “era mejor” que las mujeres se quedarán en sus
casas atendiendo a sus hijos y a los quehaceres domésticos.” (Tovar,
2003, p.14)

Existen una gran variedad y cantidad de estudios interdisciplinarios sobre la familia


colombiana. Entre los cuales, toma gran relevancia la antropología al ser una disciplina que ha
contribuido a pensar las trasformaciones familiares a partir de un estudio significativo desde la
cultura.

Con base en lo anterior, entre los años 60 a los 90; Colombia atravesaba su mayor momento de
violencia, el cual marcó gran cantidad de zonas del país. Por lo cual fue necesario evidenciar
una inminente migración de cientos personas del campo a la ciudad, entre los cuales también
migraron los animales de contextos rurales a urbanos. En este sentido, dentro de la ciudad se
empezaron a evidenciar familias que vivían con animales del campo como gallinas, gallos,
perros, entre otros; dentro de espacios urbanos.

12
Tomo como referencia estas décadas, porque a nivel teórico - siguiendo los autores citados en este
documento-; me permiten evidenciar una transformación y plantear una comparación entre la familia de ayer y
de hoy.

~ 40 ~
Para los años 60, la sociedad colombiana consideraba como familia a la unión ejercida entre
una pareja heterosexual, es decir; un hombre y una mujer; los cuales convivían bajo un mismo
techo, cuya vida sexual estaba dispuesta para la procreación y se encontraban regidos bajo unas
normas y principios de economía y solidaridad (Gutiérrez, 2003). Por lo anterior, aunque los
animales hacían parte del panorama de la época, en ningún plano se consideraban como
miembros de la familia. (Ver fotografía 4)

Más adelante, siguiendo a Gutiérrez (2003)


la incorporación de la mujer al mundo
laboral, implicó una transformación
importante para la familia, que modificó su
estructura. Ya que, la mujer antiguamente
era reconocida por ser la encargada de la
crianza de los hijos y de realizar las labores
domésticas dentro del hogar. Así, como la
responsable del fomento y enseñanza de los
valores morales que debían ser impartidos
dentro de la familia. Ocupando la mayor
cantidad de su tiempo en la estabilidad
familiar y negando cualquier posibilidad de
educación y trabajo fuera del hogar. Todo
esto, argumentado a través de la naturaleza,
pues se consideraba que las funciones que
tenía la mujer en la familia eran parte de su
naturaleza, mientras que el hombre estaba
FOTOGRAFÍA 4 CUELLAR G. (SIGLO XX) “MIEMBROS destinado a la cultura (Gutiérrez, 1983).
DE LA FAMILIA SIERRA” RECUPERADA DE
HTTP://WWW.BANREPCULTURAL.ORG/BLAAVIRTUAL/GUM
ERCINDO-CUELLAR

No obstante, cabe resaltar que, aunque las


mujeres se ocupaban totalmente de las responsabilidades de la casa, eran los hombres – padres
- quienes asumían el poder y la autoridad total sobre la familia y su economía. Por lo cual se
presentaba una indiscutible relación de poder; en la cual el hombre mantenía su hogar, pero era

~ 41 ~
la mujer quien tenía que obedecer y servir al hombre, encontrando las mujeres “su estatus y
desempeños a su servicio incondicional “(Gutiérrez, 2003, p.276)

Además de esto, la familia estaba moldeada a partir de instancias como la economía, la religión
y la justicia, instituciones que les impedía escapar de la normatividad (Gutierrez,2003), las
cuales, si se modificaban o se transformaban, tenían una gran repercusión dentro de su
estructura familiar. Siguiendo a Gutiérrez (2003):

“La familia de ayer se definía a instancias de la economía, la religión, la


educación, la justicia … que la respaldaban y controlaban, al tiempo que
una cultura, amoldada a su imagen, protegía el modelo doméstico e
imponía, mediante controles y reconocimientos, un paradigma ajustado al
todo institucional. Al unísono, este marco institucional y cultural
ambientaba el transcurrir familiar, lo controlaba, enaltecía, premiaba o
sancionaba. Mediante un trueque de relaciones, cada institución actuaba
de acuerdo a lo esperado y las receptoras respondían en acople con las
expectativas “(p.275)

De la misma manera, hasta los años 70 la ley y la cultura exigían a los individuos desde su
nacimiento, la conformación de una familia por medio del matrimonio. Esto con el fin de
ubicarse en escalas superiores de la sociedad. Por este motivo, el matrimonio hizo parte de los
sectores medios y superior, requisito indispensable para “el reconocimiento social de los padres
y del grupo filial” (Gutiérrez, 2003, p. 285). Incluyendo a su vez a los hijos quienes podían
acceder a más privilegios si habían nacido dentro de un matrimonio (Gutiérrez 2003)

Finalmente, siguiendo a Gutiérrez de Pineda (2003), las presiones legales, los valores culturales,
los regímenes de control y sanción que moldeaban los comportamientos de la vida familiar, son
algunas de las características que se hacen evidentes dentro de la vida y la estructura que
conforman la familia del ayer.

~ 42 ~
2.1. La familia del hoy Colombia (años 90 a la actualidad)

Los cambios sociales, económicos y políticos del país han afectado en gran medida las
estructuras familiares. Por este motivo es importante evidenciar una nueva reinterpretación
teórica y académica de las formas y estructuras familiares comparadas con el ayer:

“Los rápidos cambios sociales, económicos y políticos que vive el país


hacen necesario un análisis sobre la familia, que incluya las nuevas
posiciones teóricas y brinde herramientas para la investigación”
(Tova,2003, p.22)

Siguiendo con esto, el primer cambio que se hace evidente en la forma de entender la familia
hoy, se debe a las instituciones sociales que antiguamente moldeaban y controlaban las
estructuras familiares. En este sentido, la religión que antiguamente era la institución social
más rígida que moldeaba la sociedad, fue acoplándose a las nuevas realidades socio culturales;
abriendo un campo más laxo ante las problemáticas actuales.

De esta manera, las trasformaciones de algunas instituciones sociales, afectaron las formas
familiares; al ser la familia la receptora de los cambios y transformaciones (Gutiérrez, 2003).
Desencadenando así, un sin número de cambios reflejados en la familia actual. Esto,
ejemplificado en torno a las uniones, puesto que cada vez son más notorias las parejas que se
reconstruyen en una nueva relación, contemplando el divorcio y la separación como una
alternativa para formar nuevas uniones. Sin desconocer, que en la actualidad se contempla una
gran diversidad de vínculos las cuales abarcan a las parejas del mismo sexo, los vínculos poli
amorosos, (Gutiérrez, 2003) y la incorporación de –no humanos- animales.

Además de esto, otra de las modificaciones más importantes que ha influido en las estructuras
familiares, se debe a los cambios demográficos a causa de la violencia que durante esta época
azotó al país. Por esta causa, se dio una importante migración de la población de las periferias
urbanas al centro; es decir del campo a las grandes ciudades. Estos cambios demográficos
afectaron los núcleos familiares, generando una disminución en el tamaño y las estructuras
familiares (Tovar,2003); ya que, durante esta época, hubo una reducción de los hijos,

~ 43 ~
contemplando dentro del promedio colombiano a no más de tes hijos por familia, a comparación
de otras épocas donde frecuentemente se podría alcanzar hasta ocho.

Por otra parte, es importante mencionar que la economía y la educación, impulsaron a las
mujeres al empoderamiento en los sectores económicos. Evidenciado durante esta época con
la participación de las mujeres en el ámbito laboral, razón por la cual cada vez se demuestra
una disminución de hogares donde las mujeres se ocupan total y únicamente de la crianza de
los hijos y enseñanza de los valores familiares que antiguamente eran su responsabilidad
(Gutiérrez, 2003).

Además del papel de la mujer dentro de los sectores económicos, se evidencia un aumento
considerable de personas solteras sin hijos y la madre –solterísimo y padre- solterísimo. Por
otra parte, es importante mencionar que hoy en día, las leyes son los pilares más importantes
por los que se rige la sociedad, resaltando el reconocimiento e importancia que se da a las
uniones de hecho. Otorgándole menor atención al sacramento del matrimonio, que en el ayer
se consideraba como un requisito indispensable para acceder a beneficios de la sociedad. Tal
como lo expone Gutiérrez (2003)

“La ruptura familiar, las reincidencias nupciales y el madresolterismo


han contribuido a incrementar las familias uniparentales, en las que la
cabeza económica la asume la madre porque el hombre elude su
obligación o no está en capacidad de satisfacerla ni existen autoridades
con poder suficiente para obligarlo a satisfacer su rol progenitura”
(p.284)

Siguiendo a Gutiérrez (2003), enlisto algunas de las características más relevantes que se hacen
presentes en la familia urbana actual. Las cuales considero importantes resaltar para este
estudio. Aunque hay que tener en cuenta que a pesar de no estar situadas en un lugar o una clase
social específica; permite a grandes rasgos comparar algunas diferencias sociales y culturales,
de las familias de hoy frente a las de ayer.

Por consiguiente, una de las primeras características que es importante resaltar en las familias
de hoy es la separación del hombre como proveedor único de ingresos, que en tiempos pasados
~ 44 ~
se trataba de una imposición de la cultura. Hoy ha pasado a un segundo plano, ya que el hombre
en algunos casos paso a ocupar el papel de “proveedor menor”. Ligado al punto anterior, se
presenta un trueque de roles, lo que permitió que fueran las mujeres las encargadas del trabajo
y la economía, mientras los hombres incursionaron en las labores domésticas.

Es por eso, que en la actualidad se hace presente la colaboración económica de los dos
integrantes de la familia, ejemplificado en las uniones de parejas que aportan y dividen sus
gastos en igualdad de condiciones, las cuales permite decidir en conjunto los gastos mutuos
de la familia. Por otra parte, las uniones de hecho se han hacen cada día más evidentes, entre
las cuales se manifiestan las parejas del mismo sexo, que buscan a través de la adopción
constituir nuevas estructuras familiares. Para finalizar, incluyo dentro de esta lista el
reconocimiento e incorporación de –no humanos- (animales) como miembros de la familia, más
exactamente como hijos, las cuales permiten entender una nueva dimensión de estudio sobre la
familia urbana (Díaz ,2015).

3.1 Familias extendidas a los animales –no humanos- (familias más que
humanos o humano-perro)

FOTOGRAFÍA 5 ANONIMO (2017) “DIFERENTES TIPOS DE FAMILIA “RECUPERADA DE:


HTTPS://WWW.BABYGEST.ES/ACCESO-IGUALITARIO-A-LA-GESTACION-SUBROGADA/DIFERENTES-TIPOS-DE-FAMILIA/

~ 45 ~
“A veces quisiera tener un perro,
pero luego recuerdo que tengo a mi
Ramón en casa; es tan parte de mi
familia, es como mi hijo y a veces
olvido que él es un perro no una
persona “ 13

No porque se hable de animales se hace referencia a los mismos tipos, la misma raza o la misma
forma de jerarquizarlos en nuestra vida. Tal es el hecho, que los seres humanos hemos trazado
algunas distinciones sociales y culturales en torno a los - no humanos- animales. Diferencias
que se ejemplifican con la selección que hacemos entre aquellos animales que comemos y
aquellos que no son aptos para el consumo.

Tal es el caso de la India, lugar en el que las vacas son sagradas, protegidas y veneradas por los
humanos, que, bajo los principios del hinduismo - religión predominante en la India-; considera
a estos animales como símbolo “de todo lo que está vivo” (Harris, 1974, p.16). Extendiendo
para ellas una gran cantidad de bienes y servicios en pro de su beneficio, ya que estas son
consideradas como parte de la familia (Harris ,1974)

“Los hindúes veneran a sus vacas (y toros) como deidades, las


mantienen alrededor de las casas, les ponen nombres, les hablan, las
cubren de flores y borlas, les ceden el paso en los cruces concurridos y
procuran meterlas en refugios para animales cuando enferman o
envejecen y ya no es posible cuidar de ellas “(Harris ,1989, p. 56)

13
Fragmento de entrevista realizada a Carlos Ramírez, papá de Ramón y vecino. Registrada el 20 junio de 2016.

~ 46 ~
De esta manera, aunque en la India la vaca sea sagrada y hasta parte de la familia, en otros
lugares del mundo no es considerada como un animal espiritual, pero si como uno apto para su
consumo. Hay variabilidad en la forma en la que nos relacionamos con las vacas, dependiendo
de las particularidades de cultura. Esta es la encargada de marcar fronteras y límites en las
relaciones que construimos con los –no humanos- animales. Entre los cuales se encuentran
aquellas relaciones construidas con aquellos animales que comemos y los que no. Tal como lo
afirma Harris (1974):

“Todas las personas conocen ejemplos de hábitos alimenticios


aparentemente irracionales. A los chinos les gusta la carne de perro,
pero desdeñan la leche de vaca; a nosotros nos gusta la leche de vaca,
pero nos negamos a comer carne de perro; algunas tribus de Brasil
se deleitan con las hormigas, pero menosprecian la carne de venado.
Y así sucesivamente en todo el mundo “(p.37)

Además de los animales que comemos y los que no, otra gran separación está relacionada con
aquellos animales que nos producen repulsión o asco. Por ejemplo, el cerdo, animal prohibido
por el dios de los antiguos Israelitas, quien impidió cualquier tipo de relación con este, ya sea
alimenticia o de contacto, puesto que el cerdo es considerado como sucio; condenándolo al total
rechazo. Mientras que otros animales domésticos como las gallinas o los perros fueron
aceptados y además protegidos. (Harris, 1989)

Así como existen culturas y lugares en las cuales el cerdo produce repulsión al comerlo y al
tocarlo, existen otros lugares donde ven en el cerdo un animal digno de ser amado, cuidado o
protegido. Demostrado en las formas de relacionarse con ellos, tales como: el habla, la crianza
o el cuidado; para luego hacerlo parte de sus platillos.

“El amor a los cerdos incluye criar cerdos como miembros de la


familia, dormir junto a ellos, hablarles, acariciarles y mimarles,
llamarles por su nombre, conducirles con una correa a los campos,
llorar por ellos cuando están enfermos o heridos, y alimentarles con

~ 47 ~
bocados selectos de la mesa familiar. Pero a diferencia del amor a las
vacas entre los hindúes, el amor a los cerdos incluye también el
sacrificio obligatorio de cerdos y su consumo en acontecimientos
especiales. A causa del sacrificio ritual y el festín sagrado, el amor a
los cerdos proporciona una perspectiva más amplia de la comunión
entre hombre y bestia “(Harris,1974, p.47)

De esta manera, existe una multiplicidad de distinciones que hemos marcado con los –no
humanos-. Así, los seres humanos hemos construido un complejo proceso de selección con
aquellos –no humanos – animales a los que hemos invitado en nuestras casas. Lo cual, nos
permiten abrir el panorama antropológico para entender la multiplicidad de formas que se
identifican cuando hablamos de las relaciones que hemos construido con los –no humanos-
dentro de la familia. Pero que deben ser leídas e interpretadas teniendo en cuenta el lugar, la
época y las condiciones materiales desde donde surgen estas relaciones.

Por esta razón, hace un poco más de 10 años las personas han construido una especial cercanía
con las mascotas. Este proceso implica un gran componente afectivo, emocional (Tovar,2002)
y económico, que moldean estas relaciones.

“La idea de comer a nuestra mascota nos produce repugnancia, pues


se puede pensar que son miembros de nuestra familia y que por lo
tanto gozan de una posición privilegiada, y hasta de igualdad dentro
de la casa. Las mascotas reciben alimento gratis, sin tener que
trabajar por ello y no siempre se espera que retribuyan el afecto
“(Tovar, 2002, p244)

Todo esto, teniendo en cuenta que los animales llegaron a convivir con los humanos hace más
de 10.000 años, por un proceso de sedentarización y domesticación. En especial los gatos y los
perros, quienes fueron animales que incorporaron por sus habilidades dentro de las labores del
cultivo.

~ 48 ~
“Con el cultivo de granos y la necesidad de almacenar los productos
excedentes, el gato resulto el animal ideal para mantenerlos libres de
roedores y el perro contribuyo cuidando a los alimentos almacenados
de los intrusos que desearan entrar a robar “(Tovar, 2002, p247)

Por otra parte, en la antigüedad se encuentra una importante evidencia de la posición que se le
atribuyo a los perros en la Grecia clásica. Lugar en el que “el trato a las mascotas también
reflejaba el estrato social de sus amos” (Tovar, 2002, p247).

De esta manera, aunque el perro sea considerado como un viejo integrante dentro del contexto
familiar 14 (Díaz, 2014), fue hasta hace algunos pocos años que empezó un proceso de
reconocimiento de la mascota como parte de la estructura familiar. Este se ha constatado en la
manera en cómo se relacionan los humanos con los –no humanos – animales que han incluido
en sus hogares. Tal como lo evidencia una encuesta realizada en Buenos Aires, Argentina; en
la cual se demostró “que entre las actividades cotidianas que 407 dueños compartían con sus
animales de compañía: 99 % les hablaba, 98 % jugaba con ellos, 60,4 % les hacía regalos, 89,9
% los fotografiaba y 53,1 % les permitía dormir en su cama” Bovisio, Fracuelli, Gonzales
(2004) (Citado por Díaz 2014).

En este sentido, teniendo en cuenta la incorporación de los perros dentro del contexto familiar,
es preciso mencionar que la validez de estos en la familia, genera cambios y transformaciones
no solo dentro de las estructuras familiares, sino que a su vez cuestiona e incorpora nuevas
nociones para entender esta noción.

Partiendo de este punto, Power (citada por Díaz, 2008) propone la incorporación de las nociones
familia humano-perro y familia más que humana. Respecto a las cuales afirma:

14
En la imagen de la familia Sierra (Fotografía 4), se evidencia al perro como parte del panorama de la época,
aunque este no posa con ellos y no tiene cercanía con la pareja.

~ 49 ~
“Una doble tendencia: a) de adecuación de los perros hacia las
expectativas humanas de comportamientos apropiados para la familia
y el hogar; y b) de la familia ampliada por los esfuerzos de los
participantes para incluir a los perros como perros en las rutinas y
prácticas diarias, sumado al carácter único y la agencia de los perros
como organizadores activos de la forma de la familia en el día a día”
(Díaz, 2014, p.9)

Para finalizar, argumento que la incorporación de los -no humanos- animales no solo genera un
cambio teórico en la conceptualización de la familia, sino que a su vez abre el panorama para
que se modifiquen los sistemas familiares, con el fin de incluir a un integrante –no humano-
dentro de esta estructura (Diaz,2015). Contemplando todos cambios que se puedan generar a
nivel cultural, político y económico, al reconocer a un miembro –no humano- como parte de la
estructura familiar.

~ 50 ~
CAPITULO II

“Mimos y Mimados”: Etnografía de las prácticas cotidianas de las familias alrededor de


las mascotas.

“Definitivamente a ellos solo les falta


hablar, cuando yo estoy triste, cuando
yo estoy triste o feliz ella parece que
me entendiera y me escuchara. Y
cuando ella está enferma, parece que
me avisaran, se acerca y me avisa que
quiere baño o que necesitan que la
consienta. No hablamos el mismo
idioma, pero nos hacemos entender
“15

El “habitus de clase” propuesto por Bourdieu (1979), es el concepto que nos permite leer la
manera en como los condicionamientos de una clase social determinada – que para este caso se
trata un barrio estrato cinco -, se imponen de manera homogénea en los vínculos que construyen
los dueños con sus mascotas.

En este sentido, la clase social es un determinante dentro de estas relaciones, ya que no es


gratuito, que en la ciudad de Bogotá, existan seis estratos sociales16, donde los perros no
siempre tienen una posición privilegiada y mucho menos familiar de manera homogénea. De
esta manera, en barrios cuyo estrato social es bajo o medio –bajo, se ve una mayor proliferación
de perros callejeros. Los cuales viven fuera de la casa y el alimento que logran conseguir son
sobrantes de comida que encuentran en bolsas de basura. Situación que genera problemas en

15
Fragmento de entrevista realizada a Miriam Ávila, mamá de Sasha y vecina. Registrada el 12 junio de 2016.

16
Relaciono el “habitus de clase” con los estratos sociales, ya que los estratos me permiten evidenciar las
divisiones socioeconómicas de los barrios en Bogotá.

~ 51 ~
la salud pública. Ya que, el poco control sobre ellos, crea una gran cantidad de excrementos y
enfermedades.

Teniendo en cuenta lo anterior, agrego que en definitiva la clase social es el principal


condicionante dentro de las relaciones estudiadas. De esta manera, la familia, al ser una
institución social receptora de cambios y transformaciones Gutiérrez (2002), representa un
lugar estratégico para inscribir las relaciones entre humanos y no humanos –animales-. En este
sentido, cabe preguntarse si las familias extendidas que nos propone Power (citada por Díaz,
2015) – expuestas en el capítulo anterior – se pueden encontrar en todas las clases sociales
bogotanas. Y sin duda alguna, pensaría que no, puesto que las clases sociales y la familia como
el lugar de estudio, permiten entender que dentro de las familias estudiadas – pertenecientes a
un estrato social alto – se pueda pensar en la existencia de las familias más que humanas o
humano –perro-, respectivamente. Todo gracias a la incorporación que se ha hecho de los
perros dentro de la estructura familiar, que genera una reconfiguración de las relaciones entre
las personas y las mascotas, como si se trata de una ecuación [ (Clase social) + (Familias más
que humanas) + campo = reconfiguración de relaciones entre humanos y mascotas]. Relaciones
que conllevan a que los animales se acerquen a la humanización, lo cual se evidencia cuando
los perros son entendidos como niños sustitutos (Fleinser 2017).

Con este propósito, esta etnografía parte de dos miradas que siempre estuvieron presentes en el
desarrollo de este trabajo de campo. La primera, la relación que construye el ser humano con
lo no humano –animal –, y la segunda, enfocada hacia la interpretación instintiva que hacen los
humanos de los gustos, comportamientos, momentos y necesidades de las mascotas. Todo esto
como si se tratara de una relación animal – animal; y que desde la posición humana es la
acertada. Esta proviene de la ley de la contigüidad que nos propone Mauss (1971), en la cual
las mascotas son extensiones de las personas, por lo tanto, se comportan igual a ellas. Sobre
este asunto Callois (1939) agrega:

“A la ley mágica: las cosas que estuvieron una vez en contacto permanecen
unidas, corresponde la asociación por contigüidad, del mismo modo que la
asociación por semejanza corresponde exactamente a la attractio similium
de la magia: lo semejante produce lo semejante” (p.133)
~ 52 ~
En este caso, lo semejante seria la posición animal del ser humano, cuando convive con un
“otro” animal, que en este caso son las mascotas. Pero para completar la idea de Mauss (1971),
es necesario incluir el concepto de mimesis que nos plantea Callois (1939) en el cual el ser
humano y las mascotas “se vuelven similares en el espacio” (Salcedo,2002), agregando que
según Canetti (Citado por salcedo2002):

“Una persona puede ser reconocible en determinadas fórmulas que usa a


menudo y un animal que la imita puede que recuerde exteriormente a esa
persona” (p.221)

Razón por la cual los animales y las personas dentro de las viviendas actúan y se apropian de
del espacio, de los objetos y de las formas en las que se relacionan uno a uno. Todo esto como
“un asunto de ceder y volverse otro “(Salcedo,2002, p.219). Entonces, el perro familiar, se
comporta como alteridad del ser humano. (Salcedo, 2002)

Teniendo en cuenta el marco teórico anterior, presento esta etnografía como una tabla de
contenidos culturales. Tal y como lo anuncia Levi- Strauss (citado por Propp 1991):

“Claude Lévi-strauss propone una manera de aproximarse a las


complejidades de la actividad humana consiste en abstraer símbolos clave de
sus contextos de experiencia para proyectarlos sobre un eje vertical,
paradigmático, de tal modo que puedan ser contemplados como una tabla de
contenidos culturales” (p.348)

En su desarrollo y posterior análisis -teniendo en cuenta los condicionamientos que hacen la


clase social- se caracterizó por presentar grandes generalidades. Las cuales expongo en los
siguientes numerales.

~ 53 ~
2.1 El lugar (Portales del norte)

Al llegar a la avenida Boyacá con calle 164 se encuentra ubicado el barrio Portales del norte.
Por la entrada de la calle principal al occidente, se pueden divisar una gran cantidad de viviendas
que están divididas entre casas y apartamentos, todas en su mayoría colorean el panorama con
tonalidades entre amarillo y naranja. Al bajar por las calles, se hace notoria la distribución del
espacio, ya que la calle principal de los carros, casi que supera el doble del tamaño de los
andenes. Situación que me permite pensar en la existencia de una gran cantidad de vehículos
que transitan por el lugar.

Este barrio, como muchos otros del sector es pequeño, es decir; no ocupa más de 3 cuadras, ya
que por lo general se encuentra unido con los barrios aledaños. Característica que causa
confusiones entre los residentes, puesto que en algunas ocasiones cuando pregunte por el
nombre del barrio, los habitantes decían conocerlo como Colina Norte o San José. Todo esto,
porque los límites entre barrio y barrio se hacen muy difusos, razón por la cual, las personas no
tienen una apropiación con el barrio en sí, sino con los conjuntos residenciales que ocupan. Esto
lo pude constatar, cuando los vecinos del lugar me preguntaban por el conjunto de casas o
apartamentos que estaba buscando, ya que para ellos es mucho más fácil ubicar los nombres de
los conjuntos, que el nombre del barrio.

Como es característico en barrios de clase media- alta el comercio es muy limitado, porque se
diferencia de otros sectores de la localidad que suelen tener una mayor cantidad y variedad de
comercio. Por su parte, dentro de este lugar no existen más de tres locales comerciales, que
están ubicados debajo de un conjunto de edificios. Por consiguiente, el aislamiento del lugar
con los sectores aledaños, obliga a las personas a conseguir víveres y otro tipo de alimentos o
productos al otro lado de la Av. Boyacá.

Por otra parte, una característica que llama mi atención es la tranquilidad y poca gente que al
parecer reside en este sector. De esta manera, en muy pocas ocasiones se ven personas o niños
jugando en las calles, y esporádicamente recorren el lugar motos de domicilios, empleadas
domésticas –reconocibles por su uniforme-, celadores, policías, servicios como EMI, spa a

~ 54 ~
domicilio y personas que hacen parte de los servicios públicos de la ciudad, tales como la ETB
o el Acueducto.

Aunque al parecer el lugar siempre está en aparente calma y tranquilidad, al pasar el tiempo el
movimiento da inicio. De esta manera, alrededor de las 6:00 de la mañana puedo observar en
las calles un gran número de personas que salen a caminar acompañadas de sus mascotas.
Motivo por el cual, el ejercicio y las caminatas que realizan las personas del sector en horas de
la mañana, me permiten reconocer los primeros vecinos que habitan en este lugar.

Minutos más tarde, las calles se inundan de carros y rutas escolares, así como guarderías y
colegios perrunos, los cuales entran al lugar con el fin de recoger tanto a niños como a perros.
Todo esto constatado en la observación y entrevistas que pude realizar en las porterías; en las
cuales salían los adultos, llevando a su mascota en una mano y a los niños en la otra, con el fin
de entregarlos en sus respectivas rutas- humanas y perrunas, respectivamente -, que se parecen
en forma, color, estructura y logos que acompañan su “decoración” e identificación. Durante
este lapso de tiempo, empiezan a ser reconocibles los primeros caminadores, los cuales prestan
su servicio para sacar a pasear a manadas de 8 a 10 perros. Recorriendo el lugar en medio de
estrechos andenes, gran cantidad de carros y lujosas viviendas.

Alrededor de las 9:00 de la mañana, todo parece volver a la soledad característica del lugar, por
lo cual baja el flujo de carros y esporádicamente se hace notoria la presencia de una o dos
personas con sus respectivos perros. Así como camiones y carros que prestan servicios a
domicilio, los cuales llegan al sector para brindar sus servicios tanto a personas como a
mascotas.

Pero la aparente tranquilidad del lugar no dura mucho, entre las 15:00 y 17:00 horas reaparecen
los caminantes perrunos, las rutas escolares y las rutas caninas. Las cuales llegan con el fin de
devolver a sus respectivas casas tanto a humanos como a –no humanos- animales.

~ 55 ~
Estas dinámicas aparecen nuevamente entre 19:00 y 21:00 horas, en las cuales vuelven a salir
deportistas acompañados de sus mascotas, re
aparecen los caminadores que llegan a
entregar a los perros, una que otra ruta canina
recorre el sector, y las personas dan su paseo
nocturno con sus mascotas como
acompañantes.

Durante el fin de semana, se pueden apreciar


una gran cantidad de mascotas que habitan en
el barrio. Todo gracias a la ciclovía que abre
los domingos por la avenida Boyacá, y en la
cual los grandes protagonistas son los perros,
ya que durante este lapso se ven todo tipo de
razas, colores y tamaños. Los perros durante
el tiempo de ciclovía parecen ser un
accesorio humano, el cual decora bicicletas,
patinadores, trotadores y caminantes.
FOTOGRAFÍA 6 PARADA, A (2017) “LETREROS
De la misma manera, personas y perros que ALUSIVOS A LAS MASCOTAS” BARRIO PORTALES
DEL NORTE. DIARIO DE CAMPO.
recorren la ciclovia de la ciudad, pueden
encontrar una gran cantidad de ventas callejeras, tales como: comidas, bebidas y demás
productos alimenticios, que para mi sorpresa no son de exclusividad para los humanos. Hoy en
día, han surgido de manera acelerada empresas independientes, las cuales promocionan y
venden helados, brownies, croquetas y pasteles especiales para perros. Lo cual, es motivo de
risa entre algunas personas, ya que en alguna oportunidad una vendedora de salpicones, jugos
y fruta me comentaba de manera caricaturesca: “definitivamente esta ciclovía ya no se sabe
para quién es, porque ahora hay más comida para perros que para personas, en cualquier
momento viene un perro y me compra salpicón (risas)” (Fragmento de entrevista Señora Rosa,
vendedora de la ciclovía, Registrada el 15 de febrero 2017)

~ 56 ~
Este barrio inquieta mi ojo etnográfico, ya que gran parte de sus habitantes tienen mascotas, lo
cual encuentro reflejado en letreros que hacen alusión al cuidado de las mismas. En muchos
conjuntos, pude notar que existen salidas para las personas que llevan mascotas y para las que
van solas, así como gran cantidad de letreros que exigen recoger los desechos (ver fotografía
6), dispensadores de bolsas para recoger las heces y caricaturas en los carros que hacen alusión
a la presencia de perros en las familias. Por lo anterior, considero que este es un interesante
lugar, ya que la cotidianidad transcurre en medio de dinámicas humanas y perrunas.

2.2 Viviendas compartidas (entre dinámicas humanas y - no humanas –)

Acceder al interior de las viviendas de las personas no es tarea fácil, y más cuando me propongo
a observar y cuestionar en el interior de las casas las relaciones que han construido las familias
con sus mascotas. Agregando, que la disciplina antropológica no ayuda a hacer nuestra tarea
más fácil, puesto que en muchas ocasiones somos seres exóticos para quienes pueden ser
considerados como nuestros informantes.

Aunque no pienso que todos los antropólogos que hagan trabajos sobre las relaciones entre
seres humanos y-no humanos- animales, deben tener una afinidad o gusto por las mascotas.
Considero que mi estrecha afinidad con los perros hizo que mi trabajo fuera más fácil, y me
permitiera, abrir las puertas para entrar a las viviendas de las personas. Y así, dentro de la
cotidianidad de la vida familiar, poder conocer las estrechas relaciones que han construido los
humanos con sus perros. Teniendo en cuenta lo anterior, lo relaciono con algunos apartes de
una entrevista que realice a una dueña de perro:

“(…) Ay! pero vea como Sasha se le acerca a saludar, eso que está
haciendo quiere decir que quiere que le consientan la barriga y que usted
le cayó bien, porque esta es una descarada, la vez pasada vino el señor que
me trae la ropa de la lavandería y se puso a gruñirle. Cuando a ella no le
cae bien una persona yo también dudo, ellos tienen como una habilidad
especial, como un sexto sentido para percibir las malas energías de las

~ 57 ~
personas (…)” (Fragmento de entrevista Miriam Ávila, Registrada 10 de
junio 2016)

Sin duda alguna, los perros dentro de las familias, siempre jugaron el papel de fieles
acompañantes durante las entrevistas, en algunos momentos se inquietaban y se acercaban a
olerme, y en otros casos participaban y atentamente se quedaban con sus dueños o recostaban
su cabeza sobre mis piernas para que fueran acariciados. Todo esto como si mi deber humano
fuera brindarles caricias y mimos. Situación que me permitió acercarme de una manera más
profunda a las familias. Como si por medio de los –no humanos- animales, surgieran redes –
imaginarias – de confianza, que sin duda alguna ayudaron para que las personas sintieran mayor
afinidad con esta investigadora.

Todo lo anterior, expuesto con el objetivo, de entender a los –no humanos – animales, como
actores de las relaciones con los humanos, y no simplemente como portadores de una
proyección simbólica. Latour (citado por Segata, 2014). Sobre este asunto Segata (2014)
reflexiona:

“Más que se considere la idea de que no hay actores en sí, aquí o allá, a
la espera de ser etnografiados. El desafío planteado en esta perspectiva
no es el de identificar quién o qué es un actor, pero cuando es. El foco está
en las asociaciones, en los efectos, en las contingencias o en lo que hace
en la relación. En ese caso, por encima, el animal provoca, aquí, una
redefinición de la propia idea de agencia y, por lo tanto, de lo social”
(p.124)

~ 58 ~
Por otra parte, las viviendas que me propuse a etnografíar son seis apartamentos y una casa. Por
lo general – como esta referenciado en las trasformaciones de la familia-, gracias al tamaño de
las familias de hoy, muchas optan por vivir
en apartamentos. Ya que estos ofrecen el
espacio y comodidad necesarios para los
integrantes de la familia, que por lo general
no superaba más de cuatro personas,
permitiendo así, que se incorporaran los –no
humanos- animales dentro del espacio físico.

De la misma manera, pude notar que la


mascota tiene los mismos privilegios dentro
del lugar que los seres humanos, es decir;
que, en términos de jerarquía y similitud, los
perros se comportan igual que sus dueños
dentro de las viviendas. Situación reflejada
en la forma en la que las mascotas se
FOTOGRAFÍA 7. PARADA, A (2017) “PERROS DE LA
FAMILIA AVILA” BARRIO PORTALES DEL NORTE. apropian de los espacios sociales (sala,
DIARIO DE CAMPO. comedor, concina, pasillos y habitaciones),
las sillas y los muebles de la casa. Igualmente, los perros son libres de caminar y jugar dentro
de todos los espacios del lugar (ver fotografía 7). A su vez, se puede sentir su presencia en las
casas gracias a los juguetes que se encuentran repartidos en el suelo o encima de las camas.
Como generalidad, dentro de las viviendas, las personas han adaptado para sus mascotas un
espacio o rincón, con el fin de agrupar los accesorios (camas, juguetes, correas y collares) y
brindar un lugar personalizado dentro de la casa, para uso exclusivo de sus perros.

Así mismo, han cambiado algunas características físicas de sus lugares de residencia para la
comodidad de sus perros, tal y como conseguir sofás a la altura de sus mascotas o ubicar sillas
para que ellos puedan alcanzar las ventanas.

~ 59 ~
Seguido con esto, mis observaciones me llevaron a cuestionar la finalidad de tener perros dentro
de los lugares. Ya que sin bien estos cuentan con muchos derechos, sus tareas en el hogar no
son limitadas, ya que las mascotas, dentro de la familia no retribuyen de manera económica o
alimenticia. Por el contrario, la gran cantidad de juguetes, ropa y comida, me permiten constatar
que su tenencia dentro de la casa representa un alto nivel económico. Razón por la cual, las
personas argumentan que, no existe una retribución material por parte de sus perros, pero si
existe a través de la fidelidad y la incondicionalidad, lo cual es satisfactorio y suficiente para
que un perro reciba cuidados y caricias. Considerando aquí el gran componente emocional que
aportan las mascotas dentro de la vida familiar.

Para finalizar, retomando con el espacio físico, es importante anotar que las residencias cuentan
con sala, comedor, estudio, y tres habitaciones. En general, todas las viviendas tienen servicios
públicos domiciliarios y en algunas ocasiones algunos lujos como artefactos tecnológicos,
pinturas costosas y muebles con silletería en cuero u otros materiales exclusivos. En todos los
casos son para exclusividad de personas y mascotas, por lo cual se pueden observar perros que
ven televisión, hacen visita en la sala y juegan con tabletas a través de aplicaciones electrónicas
especializadas para ellos.

2.3 Ser un perro estrato cinco

Sin duda alguna, ser un perro estrato cinco parece no ser una tarea fácil. Puesto que, así como
sus dueños, llevar un estatus y una forma de vida llena de lujos y servicios, esto ha producido
que estas mascotas se vean como humanos. Aunque ante mis ojos, en algunas oportunidades,
cuentan con servicios y objetos innecesarios. La mayoría de las veces son motivo de alegría y
orgullo para sus propietarios, quienes en medio de las entrevistas los lucían para mí:

“(…) a mi si me encanta que ella se vea bien vestida, por eso tiene sus
propias manticas y ropa para todos los climas, cuando la llevamos a pasear
a tierra caliente, ella tiene su flotador y posa como una princesa, ¿cierta
princesa?, ¿cierto? (…)” (Fragmento de entrevista Miriam Ávila,
Registrada el 10 de junio 2016)

~ 60 ~
De esta manera, los perros estrato cinco caminan entre apartamentos y casas como dueños del
lugar. Además de esto, todos comparten comida de alta calidad que en este caso es marca
MAX –una de las más caras del mercado-, modernas y sofisticadas camas, sofás especializados
para recibir las visitas en la sala, correas, collares con figuras, accesorios, juguetes y variedad
de ropa para todas las ocasiones. Así, un perro estrato cinco cuentas con cuidadores y
caminadores, lo cuales se encargan de entretenerlos, caminarlos y disminuir la depresión, estrés
y aburrimiento; sufrimientos más frecuentes para los perros estrato cinco.

En algunos casos, las mascotas dentro de las familias suelen ser objetos de belleza, por este
motivo las personas suelen llevarlos a la peluquería canina. Un lugar que se destaca por ser
lujoso y exótico, y que resalta en medio de otros lugares comerciales por ser un espacio lleno
de color y decoración alusiva a los perros, es decir; espejos en forma de huesos, patas de perro,
sillas con siluetas caninas y “perros famosos” de la internet.

Todo esto, se busca con el fin de peinarlos, bañarlos, masajearlos y rociar fragancias en sus
lomos y pechos, con el objetivo de disminuir el olor característico de su piel y pelo. Igualmente
les pintan las uñas, les hacen coletas, les ponen pañoletas, perlas y decorativos, con el propósito
de mantener satisfechos a sus dueños. Ellos pagan cuantiosas sumas de dinero, entre $80.000
y $200.000 pesos respectivamente, dependiendo de la raza, el tamaño y los servicios a adquirir
(Ver fotografía 8). Por lo general, estos perros cuentan con su propio peluquero perruno, quien
es el encargado de realizar modernos y sofisticados cortes de pelo. El cual trabaja con el fin de
satisfacer a los clientes humanos y lograr en cada perro una “personalidad” distintiva.
Dinámicas expresadas en un relato de un trabajador de la peluquería canina:

“ (…) yo nunca me imaginé que iba a terminar cortándole el pelaje a un


perro, mis amigos se burlan del trabajo que hago, pero siento que nací para
esto, a las personas les gusta que yo les corte y bañe a sus mascotas porque
sigo cada una de las indicaciones que me dan, que si colitas, que corto, que
no tan corto, una vez me pidieron como corte de león, ¿Si sabe cómo es ese?
, ahora le muestro la foto , también hace unas semanas me dijo una cliente
que iba con su perra a un matrimonio y la vestimos como pajesita para
llevar los anillos al altar , fue diferente pero no me arrepiento de lo que
~ 61 ~
hago , por eso yo tengo muchos clientes que ya son fieles a mí , y si eso les
hace felices ¿ porque no hacerlo? (…)” (Fragmento de entrevista realizada
a empleado peluquería canina, Registrada el 26 de mayo 2017)

Este relato me permite pensar en el petichismo de las mascotas, donde se invalida en su


complejidad las características que nos hacen pensar que un perro tiene determinadas formas
biológicas y evolutivas, para contemplar la total y completa satisfacción humana. Lo que
conlleva a acercar a las mascotas de una manera más contundente a la condición humana, que
para este caso es orientado en los ideales de belleza. Situación que cada día toma más fuerza,
no solo en los espacios de belleza, sino en aquellos colegios y cementerios caninos.

De esta manera, aparte de la peluquería, un perro estrato cinco debe tener una educación en un
colegio o guardería especializada. Así, en el colegio perruno, los entrenadores hacen las veces
de profesores, lo cuales son los encargados del entrenamiento de las mascotas. Para tal efecto,
los recogen en la puerta de la casa y los llevan a fincas cercanas a la ciudad de Bogotá. Esto
con el fin de jugar con ellos, realizar salidas recreativas, ecológicas y enseñarles trucos con el
objetivo de disminuir la energía que acumulan en los apartamentos. Lo anterior, me permite
pensar que los dueños han delegado sus responsabilidades a otras entidades, que, con
mensualidades de alrededor de 300.000 pesos, garantizan que los perros sean alegres y
tranquilos dentro del hogar. Además de ampliar su “ser” social al conocer otros perros y así
ampliar las redes de ¨amistad¨ con otros alumnos de cuatro patas que asisten al lugar. Eslogan
que es usado por el colegio canino, con el fin de atraer a su respectiva clientela.

Así mismo, dentro del cuidado y educación de un perro estrato cinco, no solo resaltan los
colegios, puesto que, en uno de los casos su dueña contrata una cuidadora especial que hace las
veces de “niñera”. Ella, es la encargada de pasearla, servir la comida a horas determinadas y
jugar con ella gran parte del día; hasta que su dueña puede retornar a casa después de sus labores
diarias. Esto en términos económicos le representa un valor de $750.000 pesos mensuales.
Todo con el objetivo de no dejar a su mascota sola durante tantas horas:

~ 62 ~
“(…) Tomo la decisión de contratar a Clarita porque Sasha es mi hija, yo
no tengo hijos, ni invierto mi dinero en nadie más que ella, y a veces pienso,
si tuviera un hijo me tocaría igual pagar para que alguien venga a cuidar
a mi hijo, para mi es lo mismo. A mi mamá no le gusta la idea de que gaste
tanto en ella, pero es mi compañera incondicional, quienes son los demás
para decir que debo hacer o como debo tomar las cosas (…) “(Fragmento
de entrevista Miriam Ávila, Registrada el 10 de junio 2016)

Consecutivamente, la belleza y la educación no son los únicos condicionantes que hacen pensar
que un perro tenga un estrato o clase social. Los profundos sentimientos que han generado
estas mascotas en las personas, han provocado que las familias consideren la situación post
mortem de las mismas. Por esta razón, en la ciudad de Bogotá se ha puesto en vanguardia la
cremación y el entierro de perros como parte del portafolio de servicios de las empresas, que
en algunas oportunidades es ofrecido por las mismas funerarias de humanos. Ahora bien, se
hace evidente, que botar a una mascota a la basura después de su deceso, resulta descabellado
para las familias de hoy. Ya que ellas, han construido estrechos lazos de compañía e
incondicionalidad con sus perros.

Por tal motivo, en las cercanías de la ciudad de Bogotá, se encuentran el cementerio para perros,
un lugar que no se diferencia de un cementerio humano, puesto que en este se pueden encontrar
lotes que tienen una duración de alrededor de 5 años, en los cuales son enterradas las mascotas
en un ataúd de cartón ecológico. Encima de cada una de las tumbas, se pueden observar lapidas
talladas en mármol con conmovedores mensajes de sus dueños, quienes en repetidas ocasiones
agradecen su fidelidad, incondicionalidad y familiaridad. Características que en términos
comparativos no se diferencian de un cementerio humano tradicional, exceptuando que no hay
ninguna imagen religiosa que indique que las mascotas tienen una filiación religiosa. Por tal
motivo, las personas suelen deducir que las mascotas trascienden a un “cielo de perruno” o un
“cielo para perritos”:

“(…) Nosotros quisimos enterrar a Tabita en el cementerio porque ella


merecía irse dignamente del mundo, queríamos que ella estuviera en un
lugar, no tanto para mí no, sino para los pelados que fue muy duro verla

~ 63 ~
partir, y a la final muy enferma, el cáncer ya le había consumido gran parte
de su cuerpo, y no merecía seguir un sufrimiento en la vida posterior-
(llanto)-. Los del cementerio vinieron y la llevaron, pero eso es bastante
duro, no crea que es fácil despedirse de estas mascotas, solo espero que este
en el cielo de los perros la hayan recibido como una gran compañera,
porque ella fue un ángel para todos nosotros (…)” (Fragmento de entrevista
a Olga Salcedo, Registrada el 8 de abril de 2016

Demostrando en este relato no solo un sentimiento a su mascota, sino una trascendencia de su


ser. Ya que se espera que su perro, se encuentre en un lugar mejor que el terrenal, libre de
sufrimiento y de enfermedad. Contemplando la posibilidad de un cielo exclusivo para
mascotas, afirmación que permite cuestionar la manera en que las personas ven reflejados en
los –no humanos – animales, entidades que poseen alma o espíritu, y así acercarlos cada día
más a la humanización que posteriormente pueda ir acompañada de la religiosidad. Situación
que me permite pensar en los límites religiosos que han marcado pautas entre lo humano y lo
animal, entendido a partir del entierro y cremación de las mascotas. Hecho que a lo largo del
tiempo ha estado marcado a partir de lo religioso, para lo cual Salcedo (2002) agrega:

“Esta polaridad entre lo humano y lo animal que históricamente ha tenido


como preámbulo el lugar central, tanto como a las formas de complejidad a
las que se refiere un templo, le ha servido al cristianismo para acentuar y
exaltar diferencias radicales con lo que no es humano y a lo que solamente
podemos referirnos en términos de parecidos “(p.219)

Pero ¿Qué sucede cuando prácticas que han tenido una exclusividad en los humanos se
extienden a las mascotas? Una situación que cada día cobra más relevancia en esta empresa,
puesto que además de los servicios de cementerio, este lugar ofrece un portafolio para la
cremación de las mascotas. Procedimiento que se puede realizar de forma individual o
colectiva, todo dependiendo de las necesidades y disposición de las personas, servicio que
incluye: el levantamiento del perro en el lugar, traslado, un diploma, un baúl recordatorio, la
guía de duelo y el cementerio virtual. Este último, se pueden encontrar mensajes que
demuestran las relaciones que han construido los humanos con sus mascotas (ver fotografía 8,

~ 64 ~
9, 10) y la necesidad de despedirlas con el fin de comenzar su camino a una “supuesta” vida
posterior al fallecimiento:

FOTOGRAFÍA 8 ANÓNIMO
(S.F) “BRANDY” CEMENTERIO
VIRTUAL.
HTTP://CEMENTERIOVIRTUALMASC
OTAS.COM/

~ 65 ~
FOTOGRAFÍA 9 ANÓNIMO
(S.F) “LORENZO”
CEMENTERIO VIRTUAL.
HTTP://CEMENTERIOVIRTUALMA
SCOTAS.COM/

FOTOGRAFÍA 10
ANÓNIMO (S.F) “REX”
CEMENTERIO VIRTUAL.
HTTP://CEMENTERIOVIRTUAL
MASCOTAS.COM/

~ 66 ~
Estas características y servicios otorgados a los perros estrato cinco, nos permiten cuestionar lo
cercano que están los perros a la humanización, diferenciándose de otras mascotas y de otros
animales, ya que estas mascotas se caracterizan por su cuidado, educación y entierro en la vida
posterior.

2.4 ¿Nombres de perros o nombres humanos?

Las formas en que las personas relatan la muerte de sus mascotas, y se refieren a ellas en medio
de las entrevistas y relatos, me hizo cuestionar la importancia del lenguaje en medio de la
reconfiguración de relaciones entre las personas y sus perros. En esta medida, a través del
lenguaje, se han creado códigos y formas de relacionarse. Razón por la cual la mayoría de las
mascotas participes de mi etnografía, atienden a un nombre, y cuando estos ladran, gruñen o
gimen, los humanos interpretan los sonidos bajo sentimientos, tales como; pereza, angustia,
impaciencia, sueño, cansancio o rabia. Todo esto, varía dependiendo de la lectura que se haga
de la situación. Creando así, una forma de entenderse entre humanos y –no humanos –
animales, la cual está mediada entre palabras y ladridos. Dicho esto, dividiré este numeral en
3 partes: (I) Los nombres de las mascotas, (II) los apodos y (III) las expresiones de afecto.

2.4.1 Nombres de perros

Aunque históricamente no hay un estudio que demuestre cómo han evolucionado los nombres
de los perros, afirmo que hoy en día muchos de ellos llevan nombres humanos. Por esta razón,
dentro de este estudio, encontré perros con nombres como: Benjamín, Ramón y Daniel. Si se
realizara una etimología de estos, estarían más asociados a las personas. Por lo cual, dentro de
este trabajo me resultaba confuso cuando las personas dentro de sus narraciones, hacían
referencia a sus mascotas, pero parecían hablar de otros humanos.

~ 67 ~
Dentro de otros espacios etnografíados, pude constatar la repetición de nombres humanos en
mascotas, tales como; Víctor, Mary, Daniela, Sofía, Tomás, Milena, Victoria, Rosa, Matías y
Mateo; entre otros.

Además de esto, las personas suelen registrar a sus mascotas con uno o dos apellidos familiares.
Y en los servicios médicos, las peluquerías o el cementerio; los perros cuentan con dos nombres
y dos apellidos. Esto mismo, se evidencia en el proceso de cedulación que ofrecen algunas
entidades, con el fin de reconocer a las mascotas como sujetos de derechos.

Todo esto demuestra la importancia y necesidad humana de construir una identidad y


familiaridad a través del nombre y los apellidos de las mascotas, lo cual a su vez permite que
las mascotas sean pensadas de una manera más familiar, lo cual conlleva a integrarlo dentro de
familia a partir de la filiación que existe en los apellidos.

2.4.2 Sobrenombres y apodos perrunos

Además de los nombres, las personas suelen llamar a sus mascotas por medio de apodos. En
este sentido, por lo general todos los dueños cuando se refieren a sus perros lo hacen en
términos cariñosos. En algunos casos, usan apodos que demuestran superioridad; tales como:
príncipe, rey, princesa. Y en otros, demuestran un sentido de propiedad al usar el adjetivo
posesivo “mi”, acompañado de una forma cariñosa de nombrarlos; tales como: mi cielo, mi
gordo, mi amor, mi lindo, mi bebe, mi chan, mi niño, mi novio, mi cosa, mi bonito, mi
chachorrito, mi amigo.

En otras oportunidades, los apodos están relacionados con cosas; tales como: Teterito, cosita,
tecito, carrito, tarrito, muñeco. Por último, encuentro apodos que los vinculan con otros
animales; tales como: ternerito, vaquita o cerdito. Demostrando en este último caso, una
especie de “superioridad” del perro frente a otras especies.

~ 68 ~
2.4.3 Expresiones de afecto

Además de los nombres y apodos que las personas les han otorgado a sus perros. Estas a su
vez van acompañadas de expresiones de afecto y cariño. Por tal motivo, las personas cuando
se dirigen a sus mascotas, suelen hacerlo a través de expresiones como “te amo mucho bebe”,
“te quiero mucho muñeco “, “te adoro mi rey “, “te amo mi gordo “, “te adoro mi cielo”. Las
cuales son enunciadas con un profundo afecto y en algunos casos como si el receptor se tratara
de un infante que no supera los 5 años.

Adicionalmente, las personas suelen a través de las palabras acercar a su mascota a los nexos
familiares. Motivo por el cual, suelen decirles a sus perros expresiones como: “somos
hermanitos”, “dígale a su mamá”, “donde está el papi que no lo veo “, “llame a su hermanito a
almorzar “, “yo soy su mamá”, “somos una familia” y “lo vino a visitar su prima”. Demostrando
aquí, los vínculos familiares que las personas suelen adjudicar a sus mascotas.

Para finalizar, considero importante aclarar que los nombres, sobrenombres y las expresiones
de cariño; las presento como generalidades, ya que estas atravesaron de manera contundente
todas las familias y todas las entrevistas que fueron realizadas. Por lo cual, no hacen parte de
una entrevista o familia en particular, ya que aparecen en todos los vínculos familiares entre
humanos y mascota

~ 69 ~
2.5 El perro como un –“hijo”- de la familia

FOTOGRAFÍA 11 PARADA, A (2016) “FAMILIA ÁVILA BELTRÁN” BARRIO PORTALES DEL


NORTE. DIARIO DE CAMPO.

Como ya lo he mencionado anteriormente, son muchas las personas que han acogido a las
mascotas como parte de la historia y vida familiar. Por esta razón dentro de esta etnografía, la
primera forma de acercar a los perros a la familia es por medio de las palabras, las cuales
generan una filiación dentro de los contextos familiares.

Por este motivo, una de las maneras más frecuentes para referirse a las mascotas, es bajo la
noción –hijo-. En la mayoría de anécdotas y entrevistas las personas relacionan a los perros
como hijos de cuatro patas, que, aunque no comparten lazos de sangre, los une gran sentimiento.
Aunque en otros espacios pareciera una calificación sin importancia, esta toma relevancia
cuando son incluidos dentro de la familia, ya que las personas los cuidan y se espera que

~ 70 ~
respondan como tal. Además de esto, al incluir a los perros como hijos, las familias esperan
que tengan los mismos derechos y deberes que las personas:

“(…) Vivimos juntos hace 2 años y Benjamín es nuestro hijo, no creo que
tengamos más hijos de verdad, con el que tenemos está bien, quizá si tenemos
otro será uno igual a él, un hijo de cuatro patas, igual me parece que son
como lo mismo ¿no?, A mi si me da mal genio cuando el vecino nos jode, y
nos dice que no podemos bajar con él por el ascensor , con Benji, varias veces
le he dicho él es mi hijo entonces no suba al suyo – haciendo referencia al
hijo humano –(…) ” (Fragmento de entrevista, Luisa Gutiérrez , Registrada
20 de mayo 2016)

Pero los perros no son los únicos que se incluyen dentro de la familia o bajo como una categoría
relacionada con el parentesco. Además de eso, los dueños asumen diferentes roles en torno a
sus mascotas. Razón por la cual, las dueñas de los perros asumen el papel de madres.

“(…) Una vez escuché a mi mamá dando alaridos como una loca, porque
mi mamá cuando se pone brava se pone cosita seria, ¿O, no má?, de verdad
que yo juraba que estaba regañando a mi hermana, cuando salí a la sala
Fiona estaba en un rincón regañada porque se había comido un zapato de
mi mamá, pero por Dios que yo pensé que era a Vivian, los regaños eran
los mismos, pobre mi Fionis que se tiene que aguantar a la loca de mi mamá,
porque eso sí, Fiona a la que respeta es a mi mamá. Ella entiende que ella
es su mamá y merece respeto, como yo cuando mi mamá me regaña, me
toca salir a correr porque uy no que terapia la vieja (…)” (Fragmento de
entrevista, Andrés Ávila, Registrada 25 de mayo 2016)

En este sentido, el papel de la mujer en la familia cobra relevancia ya que en todos los casos
entrevistados, ellas siempre asumían el papel de madres protectoras y exigentes de las mascotas.
Asimismo, ellas se auto reconocían como “madres perrunas”, quienes estaban encargadas de

~ 71 ~
impartir las reglas para el mantenimiento de la mascota dentro de la casa, cuidar de ellas,
regañarlas, y consentirlas como si se tratara de un hijo más.

Por su parte, los demás miembros de las familias, se asumían como tal. Es decir, los niños y
adolescentes actúan como hermanos y los hombres como padres. Recreando toda la estructura
familiar entorno de las mascotas.

2.6 Del piso a la cama, del comedero al comedor, del pasto al baño (Espacios
físicos)

Así como lo expuse anteriormente, los perros no solo han ocupado un espacio en la vida de las
familias, sino que a su vez se han ido apropiando de los espacios físicos de las viviendas. De
esta manera, los perros dejaron de
pensarse como objetos que alguna vez se
encontraban en lugares como el patio las
terrazas de la casa, cuyo propósito era
estar alerta y avisar sobre los peligros
cercanos. Hoy en día hacen otros usos
del os espacios físicos, compartiendo y
viviendo bajo la compañía e intimidad
de los dueños.

Así, dentro de las viviendas


etnografiadas, los perros no solo
caminan en los pasillos, cocinas y baños, FOTOGRAFÍA 12 PARADA, A (2016) “DEL PISO A LA
sino que, a su vez, hacen uso de las camas, CAMA” BARRIO PORTALES DEL NORTE. DIARIO DE
CAMPO.
almohadas y cobijas, como si se tratara de
humanos. De la misma manera, son arropados y consentidos hasta que se quedan dormidos;
situación que me recuerda a la de un bebe recién nacido, al cual hay que calentar, cuidar y darle
su comida mientras duerme (ver fotografía 12).
~ 72 ~
Por otro lado, lo que antes era considerado como tazones para la comida de los perros, dentro
de dos de las viviendas fueron sustituidos por comederos, que se pueden adaptar al comedor de
la casa. De esta manera, los animales comen en la mesa con sus dueños - aunque a mi parecer
resulta muy incómodo para la anatomía de los perros - los dueños suelen argumentar que
disfrutan mucho más de su compañía si las mascotas comparten con ellos la comida. Todo esto,
teniendo en cuenta que, un - dueño de una mascota-, comentaba estar inscrito en un programa
de comida saludable para perros, la cual una vez a la semana le envía los ingredientes y recetas
especiales para cocinarle y variar su dieta. Por lo cual, no amerita que este coma en el piso de
la cocina, ya que el trabajo que toma cocinar la variedad de platos, merece una buena posición
dentro del comedor.

Además del dormitorio y la comida, las necesidades fisiológicas de las mascotas se hacen dentro
del baño de la casa. De esta manera, en dos oportunidades encontré bacinicas y plásticos
llamados “pañales” dentro del baño. Todo esto para que las mascotas puedan hacer sus
necesidades dentro de la casa, más exactamente en el mismo baño que las personas están
dispuestas a compartirlo con sus mascotas:

“(…) A mí que no me digan que mi sasha no es una limpia, porque la vez


pasada la lleve donde su prima, y estaba desesperada porque ella tenía pipi,
entonces lo que hizo fue entrar al baño y se orinó en la ducha. Yo le dije a
mi prima, si ve que ella está bien educadita, ya conoce los baños a la
perfección (…)” (Fragmento de entrevista Miriam Ávila, Registrada el 10
de junio 2016)

~ 73 ~
2.7 Compañero incondicional (Espacios sociales)

Como se ha mencionado anteriormente, los perros en los contextos humanos son mascotas que
se han logrado incluir de una manera profunda en las familias. En este sentido, los animales-
no humanos- además de incluirse en los espacios físicos, también hacen parte de los espacios
sociales.

De esta manera, uno de los eventos que más


llama mi atención son las celebraciones de los
cumpleaños para los perros. Dentro de esta
investigación, las personas solían argumentar
que celebrar los cumpleaños de sus “compañeros
incondicionales” representa una forma de
agradecimiento por su eterna y fiel compañía.
Por lo tanto, durante este día, mandan a pedir a
las empresas especializadas adornos, globos y
decoración. Además de esto, envían invitaciones
a sus familiares quienes también tienen perros,
para que asistan a la celebración y lleven
presentes para el homenajeado.
FOTOGRAFÍA 13 PARADA, A (2017)
“CELEBRACIÓN DE CUMPLEAÑOS” BARRIO
PORTALES DEL NORTE. DIARIO DE CAMPO.
Todo esto con el fin de poder hacer una celebración
de cumpleaños “perruna “, en la cual los perros son el centro de atención. Lo cual se hace a
través de cantos, tortas y snacks especializados para ellos. Celebraciones en las que pude
participar y observar detenidamente como los invitados –humanos y no humanos- recrean de
una manera similar el cumpleaños de una mascota. Todo como si se tratara de un humano y un
integrante de igual importancia en la familia. (ver fotografía 13).
Además de los cumpleaños, otras personas suelen incluir a sus mascotas en otras celebraciones
como matrimonios y bautizos. En las cuales, se cree que el perro es tan importante para la
familia, que debe ser partícipe de todos los eventos familiares. Teniendo en cuenta esto, en
alguna oportunidad pude observar fotografías de una mascota que acompaño a su dueña en su

~ 74 ~
matrimonio. En este caso, fue indispensable que el perro
estuviera vestido acorde a la celebración, llevando un tutu rosa
y posando junto a la novia (ver fotografía 14).

Siguiendo con esto, los perros a su vez también se han


convertido en fieles acompañantes en todos los espacios
deportivos para sus dueños. Ya que estos argumentan que “el
perro hace que ellos hagan ejercicio “y sean “personas más
activas”, ya que tener un perro implica programar salidas y
caminatas a horas determinadas.

“(…) Yo soy el encargado de sacar a Dani, porque el


necesita salir a caminar y esas cosas, por eso
aprovecho para ir a correr, pero ya que tú me dices, FOTOGRAFÍA 14 PARADA, A (2017)
“CELEBRACIÓN DE UNA BODA”.
como que él es el que me saca a mí no yo a él, mejor FOTOGRAFÍA DE UNA FOTOGRAFÍA.
DIARIO DE CAMPO.
dicho, el perro aquí soy yo (…) “(Fragmento de
entrevista realizada a Sergio, dueño de Daniel. Registrada el 9 de junio 2016)

2.8 Entre lengüetazos y besos (Formas físicas de relacionarse de - animal a


animal)

Además de la incorporación de las mascotas en los espacios sociales y físicos. Los humanos y
las mascotas suelen relacionarse de maneras muy cercanas. De esta manera, en todos los
contextos etnografiados las personas suelen acercarse a sus mascotas a través del contacto
físico.

En esta medida, “al perro se le abraza y se le habla como parte del lenguaje” (Salcedo,2002,
p.229. Razón por la cual, en este contexto los perros son consentidos y besados; mientras que
~ 75 ~
ellos según sus dueños, retribuyen esos afectos a través del lamer. El cual juega un papel muy
importante dentro de estas relaciones, puesto que según las personas el lamido de un perro
representa una forma de “contestar” a las caricias y mimos de los humanos.

En otras ocasiones la comunicación sigue siendo un factor clave en esta relación, ya que cuando
las personas hablan con sus mascotas, estas suelen adelgazar su voz y hacer con sus labios una
especie de “cuchicheo”. Como si se tratara de bebes que no comprenden el lenguaje, y
necesitaran una explicación extra. Mientras que, en este caso, los perros “responden” batiendo
sus colas.

“(…) Mire! ¡Mire! ¡Mire! Ay está contento, ve como me bate la cola, es así
como yo me entero que él me está poniendo atención, esa es su forma de
responder” (Fragmento de entrevista, Jorge Rodríguez, Registrada 9 de
mayo 2016)

Así mismo, las personas suelen jugar con sus mascotas, y en medio de los juegos los regañan
como humanos. Lo cual pude constatar al escuchar frases como: “así no bebe”, “no jugamos
más porque estas muy grosero” o “uy! Que verraco esta de un bravo “, adjudicándole a los
animales sentimientos de amargura, grosería e irrespeto.

Siguiendo con esto, las personas suelen argumentar que los perros poseen una personalidad, en
muchas ocasiones son consentidos bravos o amargados, además de ser malgeniados. Por tal
motivo, se les hacen reclamos como: “no me saludo” o “mire como me mira de feo”. Viendo
en los perros reflejado alguna emoción que les permita acercarse a entender las conductas de
sus mascotas.

Para concluir, siguiendo a Segata (2012) hoy en día se puede argumentar que orinar, mostrar
las garras, gruñir; entre otras ventajas evolutivas que permitieron a los perros marcar sus
territorios y conseguir comida, quedaron en el olvido ya que los perros parecen complementar
la decoración de los apartamentos, por lo cual se les han diagnosticado con un sin número de

~ 76 ~
enfermedades como depresión, estrés y ansiedad; entre otras. Además, de inviabilizar en su
totalidad sus habilidades ancestrales de captura de otros animales, lo cual ha sido sustituido por
comida especializada que produce heces sin olor. Además de esto, la inclusión de los animales
en centros de estética y belleza, ha hecho que ellos pierdan su capacidad olfativa, cambiándolas
por la aceptación de jabones especializados y perfumes que ocultan y disimulan su olor natural.

De esta manera, esta etnografía, nos permite pensar en la discusión general de este trabajo, la
cual gira en torno a la manera en que no solo hemos reconfigurado nuestras relaciones con los
–no humanos – animales y se han incluido en las familias, sino que, a su vez, al pasar por este
proceso, se han ido humanizado a través de las practicas anteriormente presentas. Todo esto en
un proceso continuo en el cual al mismo tiempo los seres humanos se han animalizado. Lo cual
expondré en el siguiente capítulo.

~ 77 ~
CAPITULO III

Discusión: De la humanización animal a la animalización humana

“Los hombres son animales, algunos


de los cuales crían a sus propios
semejantes.” Peter Sloterdijk

¿Qué tan iguales, qué tan diferentes, qué tan ellos, perros, somos, en tanto recorremos sus
mismas calles, entramos y salimos a y de los mismos espacios públicos y privados, caminamos
en línea recta, en zigzag o en multitud, sin mirar o saludar, nos solidarizamos y uniformamos
para ir a la oficina y para vigilar si los otros llevan bien el uniforme del buen hincha o del
ciudadano? (Salcedo, 2002, p217)

Con esta pregunta que nos plantea Salcedo (2002), y teniendo en cuenta que la reconfiguración
de relaciones entre seres humanos y no humanos –animales- ha generado que tanto personas
como mascotas, se mimeticen dentro de los espacios familiares –expuesto en el capítulo
anterior-. Agregando que según Callois, (1939):

“Podríase, pues, con cierto fundamento, considerar al mimetismo como


resultado de una especie de instinto, entendiendo por ello, con Kayes, un
movimiento que añade la necesidad fisiológica, actuando como fuerza
eficiente, a la imagen que prometió su apaciguamiento, actuante como fuerza
final. *Así, los fenómenos miméticos son producidos por un semejante
movimiento y constituyen al mismo tiempo la imagen apaciguadora de la
necesidad que lo determina” (p.148)

Me permito cuestionar, lo cercano que están los animales a la humanización y los humanos a la
animalización. Podría pensarse que hay una especie de metamorfosis “no estrictamente en el

~ 78 ~
perro, o en el hombre” (Salcedo, 2002, p.218), y no como si me basara de manera caricaturesca
en una película animada – inicio de este trabajo –, donde los antropomorfismos están
representados en la mayoría de las producciones cinematográficas. Esto es evidenciado cuando
los humanos ladran y caminan en cuatro patas y los –no humanos- animales se visten de traje,
trabajan, comen y se expresan como humanos.

De esta manera, cabe preguntarse ¿Qué es un animal humanizado?, cuestionamiento que


propongo, gracias a los trabajos de algunos autores principalmente brasileros (Calman de
Oliveira 2006, Segata 2012), quienes han trabajado sobre las relaciones construidas entre
humanos y –no humanos – animales. Abriendo paso al entendimiento de la humanización de
los animales, que, aunque las mencionan dentro de sus investigaciones, no se desarrollan con
la rigurosidad que estas merecen. Considerando así, que las relaciones de las personas con sus
animales de compañía –presentadas en la etnografía anterior-, fueron fundamentales para que
surgiera la pregunta dual en torno a la humanización animal y animalización de los humanos.

De esta manera, dentro del espacio familiar, los perros evocan una “figura” que no es perro,
todo gracias a las representaciones que hacen los humanos sobre esta mascota. Que, aunque
es “un ser definible anatómica y fisiológicamente” (Prieto,2003). Dentro de las familias
estudiadas son considerados y tratados como - hijos - humanos. Constatado a partir del cuidado,
el lenguaje relacional y las atenciones recibidas.

Antes de continuar con esta discusión, es importante tener en cuenta ¿Qué es lo humanizado?
y ¿Qué no es lo humanizado?, para posteriormente entender, a través de las relaciones
construidas entre las personas y sus mascotas, las características que me permiten pensar que
existe una humanización de los animales –no humanos-.

Sobre este asunto, Rombach (2004), considera que cuando hablamos de lo humanizado, no se
puede plantear en términos exclusivos de la razón, hacia lo cual, todo lo que se contemple bajo
la idea de la humanización debe ser considerado como lo “racional”. Puesto que, según Prieto
(2003), la razón “no puede ser entendida como producto de la evolución natural de la vida

~ 79 ~
animal hacia la humana “(p.225), es decir; no es exclusividad de la razón superar la
interanimality de la cual nos habla Ingold.

En este sentido, resultaría descabellado asumir que los animales-no humanos- pueden ser
considerados como seres racionales. Planteamiento realizado por autores como Peter Singer,
quien considera que “determinados animales no humanos son capaces de actos racionales”
(Prieto,2008. p.113). Sobre este hecho Plessner (citado por Prieto 2003) agrega:

“Por ello, solamente la razón, en el modo que se encuentra en el hombre,


constituye un don transbiológico, y en cuanto tal, pertenece en exclusiva al
hombre. La razón, proporciona al conocimiento humano una dirección
particular que no se encuentra en ningún animal, a saber, la dirección hacia
contextos de cosas, de la que obtiene un conocimiento objetivo, que
igualmente no existe en el mundo animal. Mediante esta peculiar dirección
cognoscitiva, el hombre se libera de las ataduras del instinto” (p.224)

Por otra parte, considero que, dentro de los contextos familiares, las personas suelen atribuirles
a las mascotas una “racionalidad”. Considerando que esta cercanía “racional”, que han
construido las personas con sus mascotas, se busca con el fin de acercar a los perros de una
manera más contundente a lo humano, sustentada con las relaciones que han construido las
personas con sus mascotas. Argumento contrastado a partir de una entrevista realizada:

“Mis perros para mí son todo, ellos son tan leales, tan bebes, tan inocentes ,
tan nobles, tan fieles, tan compañeros de vida que merecen de lo mejor, por
eso me gusta consentirlos con lo mejor no importa cuánto cueste, ese no es
el tema aquí, con decirle que confío más en mi perro que en las personas,
porque va y uno prende las noticias y solo muertes, nos matamos los unos a
los otros, nos violamos , nos asesinamos , ellos no , yo nunca he escuchado
un perro que mate a otro por la herencia o por el celular , por eso pienso que
los animales irracionales somos nosotros , vea somos tan irracionales que la
vez pasada escuche que un tipo , un animal eso sí , atarban, todos los días
llegaba borracho a la casa y cogía a palazos al perro , lo quemaba , lo
violaba , fue tan cruel el hijueputa este , que el perro disque perdió la

~ 80 ~
movilidad de una pata y quedo todo turuleto y perdió además un ojo , se lo
quitaron y lo llevaron al refugio y ¿sabe que hizo el perro? , se voló del
albergue donde lo tenían y se fue a buscar al dueño , al pobre no le
importaban los golpes solo entendió que ese era su dueño , por eso le digo
ellos son los racionales , se comportan más fieles , más honestos que las
personas “ (Fragmento de entrevista, Andrés Ávila , Registrada 25 de mayo
2016)

Bajo este relato, considero que la “racionalidad” que les atribuyen las personas a sus perros,
solo se trata de una representación humana de lo –no humano-, que según Mauss (1971)
operaría como “lo semejante produce lo semejante “. La cual inconsciente o conscientemente
buscan hacer las personas, con el fin de racionalizar lo irracional, y así superar esa condición
“animal” de las mascotas para incluirlos en la humanización, que para este caso sería la vida
familiar.

En este sentido, considero importante mencionar que, aunque bajo la postura de este trabajo no
es posible considerar a los animales como seres racionales, si tomo a los evolucionistas, con el
fin de entender que, aunque los –no humanos- animales no son racionales si son inteligentes,
aunque en un grado inferior que el humano. Según Plessner (Citado por Prieto 2008)

“Los evolucionistas han entendido siempre la inteligencia como algo de lo


que también los animales participan, aunque sea en un grado inferior. Aquí
es donde radica el mayor peligro para una adecuada compresión de la
naturaleza humana, porque de este modo el hombre pasa a ser uno más en la
amplia serie de los animales “(p.224)

Razón por la cual, lo que las personas aman de sus perros, es la representada “inteligencia” de
éstos, la cual está ligada a los instintos (Prieto, 2008). Evidenciado en el relato anterior, ya que
lo que valora el amo de su perro no es la racionalidad, sino los instintos que lleva al perro a
actuar en determinadas situaciones. Postura que es exaltada por los dueños de las mascotas,

~ 81 ~
quienes en repetidas ocasiones suelen argumentar que sus mascotas son inteligentes. Situación
que ha permitido a los perros acercarse a las complejidades de la vida humana.

Por otra parte, discernir en que es la humanización y dar una sola posición resultaría muy
pretencioso por parte de este trabajo. Aunque si considero que es importante partir de una
definición acerca de “humanizarse”. La cual tomo del planteamiento presentado por Carbonell
y Hortola (2013), quienes consideran que:

“Desde la perspectiva actual, entendemos por “humanizarse” el proceso de


singularidad evolutiva que nos ha llevado a la conciencia operativa. La
humanización es la emergencia de la inteligencia operativa, producto de su
socialización. Es la adquisición de la capacidad de pensar sobre nuestra
inteligencia, de entender el proceso de la vida y de adaptarse al entorno
través del conocimiento, la tecnología y el pensamiento.”

Por consiguiente, siguiendo a Rombach (2004), se plantea que el hombre debe “encontrarse con
la naturaleza y sus iguales de manera que uno fomente al otro y cada uno se abra en el otro”
(p.436). En este sentido, es aquí donde el hombre humaniza a las mascotas al encontrarse con
la naturaleza animal que los une. Y ese proceso de humanización solo se logra, inscribiendo a
las mascotas –perros- dentro de su cultura. Contemplando el debate clásico de la antropología
Naturaleza/ Cultura, en el cual según Ulloa (2002) existe una dualidad entre animalidad y
humanidad, lo cual relaciona a los animales como parte de la naturaleza y a los humanos como
parte de la cultura. Debate que considero importante mencionar, pero que no pretendo
desarrollarlo en este capítulo. Sobre este asunto Prieto (2008) agrega:

“El hombre es, por naturaleza, según su propia constitución biológica, un


ser familiar y cultural, destinado a conocer el mundo “(p.213)

De esta manera, esta discusión pretende partir del ser humano como parte de la naturaleza, es
decir; en su ser ontológico, que para este caso sería el animal. Y a su vez como parte de la
cultura. Dentro de espacio estudiado, arrastra a las mascotas a la humanización por medio de

~ 82 ~
la educación, el cuidado, la belleza y los espacios funerarios. Enfoque que según Ulloa (2002),
entiende a los animales como parte de la humanidad. Evidenciado en espacios y prácticas que
parecían ser exclusivos de la condición humana; tal y como los ritos funerarios.

Además de esto, otra forma de humanizar a los animales, está ligada a todo aquello que ha
hecho reducir los instintos naturales de los perros. Quienes originalmente, se desempeñaban
como cazadores, guardianes y pastores. Para hoy en día ser considerados como extensiones de
las personas. Aparentemente se han adaptado muy bien en los espacios humanos, tanto que en
algunas ocasiones son entendidos como personas.

En este sentido, considero que los animales dentro del espacio estudiado –la familia- han sido
humanizados. Todo esto, evidenciado gracias a la reconfiguración de las relaciones entre las
personas y sus mascotas. Representaciones que surgen cuando las personas le otorgan, una
imagen humana a sus perros. Evidenciado en la manera de habitar y apropiarse de los mismos
espacios, concederles nombres y apellidos, hablarles esperando una respuesta, cuidarlos como
niños e incluirlos en todo aquello que los ha acercado a lo cultural, aspecto exclusivo del
hombre. Esto, reforzando con la idea de la humanización en –la cual el hombre se reconocer
como tal -, y del cual parecen los humanos tener la absoluta y completa verdad. Que siguiendo
a Rombach (2004), es entendido como:

“El hombre no existe sin una imagen del hombre. El hombre no vive al día
tal y como se presentan las cosas, sino que vive orientado, mirando hacia un
mundo de tareas, basándose en un conjunto de premisas formado por
condiciones y posibilidades, es decir, bajo la luz de un proyecto de ser, sea o
no consciente de él.” (p.19)

De esta manera, podemos pensar que los animales dentro de los contextos familiares son
humanizados. Afirmación que nos permite entender desde una mirada ontológica, la
animalización del ser humano cuando convive y se apropia del “otro” animal. De esta manera

~ 83 ~
argumento que según Agamben (2002) “la humanización integral del animal coincide con una
animalización integral del hombre” (p.142)

En este sentido, en la reconfiguración de las relaciones entre humanos / no humanos –animales-


, argumento que, así como los animales se han humanizado, los humanos se han animalizado.
Partiendo de un enfoque ontológico, el cual opera cuando los animales –humanos – coexisten
en un lugar como la familia y se unen gracias a eso que tienen en común. Que para este caso es
la condición animal. Según Melendo (1982) es entendido como:

“Si la descripción se acepta, y no hay motivo para no hacerlo, esa


imposibilidad de coexistir, esa mutua exclusión, se daría de forma radical y
absoluta en los extremos contradictorios, mientras que los demás opuestos
admitirían una cierta <<coexistencia>>: en cuanto su sujeto es común, en
cuanto pertenecen al mismo género, etc.” (p.145)

Así, teniendo en cuenta las relaciones entre los dueños y sus perros, la posición ontológica del
ser humano se revela al coexistir con su opuesto. En este sentido dentro de las relaciones
estudiadas, el ser humano como animal, permite el cuidado, cariño y afecto de otro animal, en
una relación animal-animal. Argumento que según Melendo (1982) se entiende como:

“La positividad o negatividad afecta la categoría ontológica de los


opuestos, a su rango en la escala de los seres, y no a su caracterización
formal como opuestos “(p.146)

Por esta razón, cuando el humano extiende los cuidados a la mascota-su opuesto-, lo hace como
si se tratara de un humano. Y esos cariños y afectos se construyen a partir de lo que él es. Esta
afirmación me permite entender por qué dentro de la etnografía –descrita en el capítulo anterior
– cuando los humanos cuidan a sus mascotas, lo hacen como si el recepto se tratara de niños –
menores de edad-.

~ 84 ~
En este sentido, entendiendo al hombre en su naturaleza animal, este se humaniza en los
contextos familiares cuando deja aflorar sus instintos, los cuales fueron superados con la razón.
Entendiendo que, para este caso, los instintos humanos se ven reflejados en la manera de
interpretar a las mascotas, es decir; es todo aquello que permite a los dueños entender las
necesidades e inquietudes de las mismas, como si hicieran una lectura “natural” de la forma en
la que se relacionan con las mascotas. Que acertadas o no, dejan aflorar la posición animal que
siempre lo ha acompañado, pero que solo se revela ante su “opuesto”.

Para finalizar, argumento que la humanización de los animales se da a partir de la superación


de los instintos básicos fundamentales, que las personas buscan para acercar a las mascotas a lo
racional, mientras la animalización de los humanos se genera a partir del entendimiento e
interpretaciones que hacen los humanos de los sentimientos y necesidades de las mascotas, en
una relación animal-animal. Lo que permite pensar en los animales humanizados y los humanos
animalizados.

~ 85 ~
REFLEXIONES DE CIERRE

Quisiera empezar mencionando que, gracias a la extensión y novedad del tema abordado, sería
muy pretencioso realizar unas conclusiones cerradas de este trabajo. Por este motivo, me
permito presentar estas reflexiones de cierre divididas en dos partes. Por un lado, las posturas
teóricas y por el otro las metodológicas. Así como las falencias que encontré durante el
desarrollo de esta investigación. Que quedaran abiertas para futuras reflexiones sobre la
temática abordada.

4.1 Reflexiones teóricas.

Las relaciones entre los humanos y los –no humanos – animales dentro de esta investigación,
me permitieron replantear lo importante que son los factores externos en la construcción de
estos vínculos. Motivo por el cual, cuando se hacen estudios sobre estas correlaciones, resulta
imprescindible no contemplar todo lo externo a estas construcciones. Argumentando que según
Tovar (2003):

“Los animales no dejan de producir diferentes sensaciones y reacciones en


los humanos. No a todos despiertan las mismas emociones de ternura y
afecto, ni siquiera dentro de la misma cultura, la misma clase social, o la
misma familia” (p.255)

Motivo por el cual, la clase social y los condicionamientos que hace una clase, sobre las
relaciones humano/no humano-animal-, representa un aspecto determinante para entender la
reconfiguración de estos vínculos. Puesto que, aunque en la ciudad de Bogotá existan un gran
número de personas que tienen mascotas, no en todas las clases sociales se les trata igual, se les
atiende de la misma manera, o se les cuida bajo los mismos parametros.

En este sentido, los animales de compañía a lo largo de la historia, han sido estudiados desde
todas las formas. Éstas abarcan desde la adoración, el sacrificio, la jerarquía, hasta la

~ 86 ~
clasificación; entre otras. Hoy en día, estos estudios deben giran en la manera en como los no
humanos- animales- se han incluido de una manera tan profunda en la la cotidianidad de la
vida familiar, que además de ser objetos decorativos de los seres humanos, hacen parte de sus
familias. Todo esto, como si aquello que está dentro del plano de lo –no humano-, representara
una extensión más de las personas, tal y como se ha evidenciado con los perros dentro de los
espacios familiares.

En este sentido, dentro de las familias, los perros han dejado de pensarse como –animales-, para
considerarse como –hijos- humanos. Los cuales, según la perspectiva humana, actúan bajo
este rol y se les reconoce a nivel social, cultural y familiar como tal.

De esta manera, la incorporación de los no humanos –animales- es constatada gracias a la


reconfiguración de relaciones entre humanos y -no humanos-. En este sentido, podríamos
considerar que los perros hacen parte de un estrato social, tienen un nombre y un apellido, se
les reconoce como parte de las estructuras familiares, se relacionan en los espacios sociales,
reciben educación, cariños, cuidado, afectos, se peinan, maquillan, bañan y su muerte a la vida
posterior se contempla bajo un ritual de enterramiento.

Relaciones que no solo han modificado el entendimiento sobre las mascotas. Puesto que, a su
vez, han interpelado la posición humana con respecto a los no humanos – animales-. En este
sentido, es importante evidenciar que las mujeres y madres de familia se han acercado a los
animales bajo una posición “materna”. Mientras que los hombres son padres, los niños y
adolescentes, hermanos y toda una estructura familiar gira en torno a las mascotas.

Pero la manera en la que nos comportamos, las posiciones y relaciones que hemos asumido en
torno a ellos, dice más sobre nosotros mismos. Siguiendo a Tovar (2003):

“Las contradicciones que tenemos en la relación humanos y animales son


muchas y la manera como tratamos a los animales dice mucho sobre lo que
somos “(p.256)

~ 87 ~
Por esta razón, a través de esa reconfiguración de relaciones entre humanos y –no humanos –
animales, surgieron dos categorías fundamentales que nutren esta discusión. La primera, la
cual gira en torno a la humanización de los animales y la segunda a la animalización de los
humanos.

En este sentido, argumento que los animales dentro de los contextos familiares están
acercándose a la humanización. Todo esto reconocido a través de prácticas humanas; tales
como: adjudicarles un nombre, llevarlos a pasear, ponerles ropa, cargarlos en coches, alzarlos
para impedir que caminen, darles biberones, teteros; entre otros. Así mismo, sus
comportamientos naturales como ladrar o gruñir, son conocidos como pereza, sueño, celos o
temor. Todo lo anterior, acompañado con enfermedades urbanas como depresión o estrés.

Pero esta humanización, va acompañada de una superación del instinto natural de los animales.
Lo cual ha generado que los perros hiperdomesticados, se acomoden a la complacencia de las
necesidades humanas. Que como consecuencia ha generado una disminución de sus instintos.

En este proceso, existe una conexión dual con los humanos. Razón por la cual las personas
cuando se relacionan con sus mascotas lo hacen por medio de una interpretación instintiva. Por
lo cual el ser humano, adjudica a los movimientos y acciones de sus mascotas una interpretación
por medio de los instintos, como si se tratara de una relación animal –animal. La cual me
permitió contemplar la animalización de los humanos.

4.2 Reflexiones metodológicas.

Como ya lo he expresado anteriormente, mis posturas reflexivas en la metodología de este


trabajo, me permitieron entender que mi cercanía con los perros fue una característica clave,
para acercarme a la intimidad de las familias. Y así, poder realizar un estudio riguroso que
permitió realizar un abordaje profundo, hoy descrito en este documento.

~ 88 ~
En este orden de ideas, no podría considerar que todos los antropólogos que hagan un estudio
sobre las relaciones humano / no humano –animal- deben tener una relación de proximidad con
lo –no humano -. Pero si considero importante tener en cuenta que el ojo etnográfico de estos
estudios debe apuntar en las dos direcciones. Puesto que, en la recopilación del estado del arte
de esta investigación, fueron muchos los trabajos que, aunque pretendían evidenciar las
relaciones humano – no humano -, invalidaban completamente la postura del “otro” – no
humano – y lo convertían en simplemente un vehículo para entender un hecho cultural
particular.

En este sentido, hago evidente una gran falencia metodológica que existe en el estudio de las
relaciones entre humanos y –no humanos -. Y aunque la etnografía es una excelente
herramienta metodológica, se queda corta cuando nuestro “otro” a estudiar se trata de un no
humano –animal -. Por lo tanto, considerando necesario implementar una herramienta que nos
permita estudiar humanos y no humanos – plantas, animales. etc. – de forma conjunta.

~ 89 ~
OTRAS PROPUESTAS INVESTIGATIVAS

Durante la construcción de la propuesta investigativa, fueron diversos autores quienes ayudaron


a moldear y centrar esta investigación. Todo gracias a las preguntas y dudas que surgían de sus
trabajos. Las cuales quedaron en el aire, para que luego fueran abordadas por otros
investigadores. Importantes aportes que contribuyeron para la elaboración de este trabajo.

Por este motivo, gracias al poco abordaje que me permitió esta investigación. Durante el
desarrollo de este trabajo, fueron surgiendo temas y preguntas investigativas, las cuales quise
recopilar en forma de listado. Todo esto con el fin de abrir un gran panorama investigativo y
así, poder realizar un aporte a la academia, para proponer más investigaciones que giren en
torno a los estudios sobre los no humanos –animales-.

En este sentido, enlisto a continuación algunas temáticas que surgieron durante el desarrollo de
este trabajo:

- Estudios de género que contemplen el rol de las mujeres y su relación con las mascotas.
- Relaciones construidas con otros animales que se han integrado a la familia, como el gato o
los pini pigs.
- Relaciones construidas entre los perros y los trabajadores; es decir perros celadores, perros
policías, perros rescatistas.
- Los ritos de paso en torno a los funerales y entierros de las mascotas.
- Las relaciones “afectivas “o “eróticas” que construyen los seres humanos con los –no humanos
– animales. El caso de los zoofílicos.
- Los animales como sujetos de derechos ante la ley.
- Las relaciones con los animales que no contemplen al animal como hijo, sino como esposo o
pareja. El caso de las mujeres que se casan con los perros.
- Los animales como parte del consumo y del mercado.
- Las relaciones que construyen los humanos con los animales de los mataderos.

~ 90 ~
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~ 95 ~
Anexos
Anexo (1)

~ 96 ~
~ 97 ~
Anexo (2)

Formato de consentimiento informado para personas entrevistadas en la investigación:

PERROS QUE HABLAN, HUMANOS QUE LADRAN: ANÁLISIS


ANTROPOLÓGICO DE LA RECONFIGURACIÓN DE RELACIONES ENTRE
ANIMALES HUMANOS Y ANIMALES -NO HUMANOS- EN EL CONTEXTO
FAMILIAR BOGOTANO
Usted está invitado(a) a participar en la investigación académica

Perros que hablan, Humanos que ladran: Análisis antropológico de la reconfiguración de


relaciones entre animales humanos y animales no humanos en el contexto familiar
Bogotano.
Esta investigación tiene como objetivo principal: Analizar la reconfiguración de las relaciones
entre animales humanos y animales -no humanos- dentro de familias estrato cinco del barrio
portales del norte de Bogotá.

Si usted está de acuerdo en participar en esta investigación, su participación consistirá en una


entrevista que se realizará en un lugar determinado por usted y a la hora que usted considere
más adecuada. Usted puede escoger libremente si quiere participar de la entrevista y, en caso
afirmativo, también puede escoger cuáles preguntas de la entrevista quiere contestar y cuáles
no. Las preguntas son generales sobre su opinión acerca de los temas que interesan a la
investigación y no comprometen en nada su integridad física ni moral. Durante la entrevista, el
investigador tomará apuntes y si usted lo autoriza, él registrará la conversación usando una
grabadora digital. Su nombre no aparecerá en los apuntes y si usted autoriza ser grabado(a),
toda la información que podría identificarlo(a) será borrada de la grabación.

Todas las preguntas que tenga con respecto a la investigación o al desarrollo de la entrevista
serán contestadas antes de la entrevista y usted tendrá derecho a retirarse de la entrevista en
cualquier momento, si así lo desea. Su participación no tendrá ningún riesgo para usted ni
representará beneficios directos para usted. Además de su tiempo, esta entrevista no representa
costo alguno para usted, pero usted tampoco recibirá compensación alguna por su participación.

Solamente el investigador tendrá acceso a su nombre y a cualquier información que usted


provea para este estudio. Para mantener la confidencialidad, no se revelará su nombre en ningún

~ 98 ~
reporte o publicación que resulte de esta investigación a menos de que usted manifieste
expresamente su interés en ser relacionado(a) con las respuestas que usted emita en su
entrevista. En todo caso, toda la información de la entrevista será guardada en un lugar seguro
protegido del libre acceso de cualquier persona ajena a la investigación, que no sea el
investigador principal.

Al participar en esta entrevista, usted está dando su permiso para que la información compartida
sea utilizada para los fines y propósitos estrictamente académicos que tiene esta investigación.
Esta investigación tiene como investigador a Adriana Parada Ramírez y hace parte de un
proceso académico conducente a obtener un título académico en el programa Antropología de
la universidad Pontificia Universidad Javeriana. Puede remitir cualquier observación adicional
a los datos de contacto del investigador que aparecen bajo la firma adjunta.

______________________________

Adriana Parada Ramírez


C.C. 1019046922
Investigador(a) (Tesista)
Pontificia Universidad Javeriana
Parada-a@javeriana.edu.co

Entiendo plenamente las condiciones arriba expuestas y estoy de acuerdo con participar en la
investigación en calidad de entrevistado(a). Además:

SI___ No____ autorizo que se grabe la entrevista.

Autorizo que se use mi nombre propio (___) o un pseudónimo (___) en cualquier informe
derivado de la investigación.

~ 99 ~
~ 100 ~

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