Вы находитесь на странице: 1из 4

GENERAL DE LAS CIVILIZACIONES

::!':~·-
publicada baJO la dirección de
MAURICE CROUZET
Inspecto r gene1'al de Insti'UCción Pública de Frnnria

~-

VOLUMEN 1

ORIENTE Y GRECIA
e o l 'I'HIBUJDO A ESTE VOLUMEN
ANTIGUA
11 1 1111 "'' l'l•lli•: I.I .Ó. Introducción

1 Primera y segunda parte POR


. 1 e onclusión
Tercera parte ANDRÉ A YMARD y JEANNINE AUBOYER
Profesor en la Sorbona Conservadora del cMusée Guimet> de París

Introducción por
EDUARDO RIPOLL PERELLÓ
Profesor de la Universidad de Barcelona

Prefa cio general por


MAURICE CROUZET

Pr efa~io general a la edición española por


JAIME VICENS VIVES

EDICIONES DESTINO
BARCELONA
·p ru BAP T ~ N c•l exten so territorio que actualmente se designa con la cómoda expresión
1 ,1 ele Próximo Oriente, se desarrollaron las dos más grandes y antiguas ci-
v •l iznciones que vivieron en la periferia del Mediterráneo. En Egipto y
~ lVI I 10 JE , ] tJp Ll\ L_~ f, opolamia aparecen las primeras creaciones impresionantes por el esfuerzo
l11111t1uw que atestiguan.
D L PRÓ 1 10 l{l 1

/ ,, flldiiT('S del éxito


La ventaja que en estos lugares consigue el hombre sobre
sus •
semeJantes d e otras regiones,
• con 1os cua1es h a b ía
,.,. l~g ipto
r Mt·wpotamia compartido hasta entonces el primitivo modo de existen-
cia, se justifica en gran parte por la bondad de la natu-
' •"• '"· Son dos países de valles y llanuras, en los cuales un clima cálido está
""IJ"••u nc•ute asegurado, mientras que grandes ríos, llegados de regiones lejanas
,,,.,..¡. la pluviosidad es abundante, aportan el agua y con ella el limo necesario
In · ·~··lución. De esta manera, en medio de una zona de desiertos, entre los
' u .. l, ulgunos pueden contarse como los más inhumanos del mundo, se hallan
'' ..... .1,.H lus condiciones favorables al nacimiento de dos oasis, de una extensión
d, 111111 fertilidad sin parangón en las cercanías del Mediterráneo.
Puna c·l hombre fue suficiente aprender a valorar estas benditas tierras
• " 111111 Hc·ric de tanteos que aún desconocemos. Tarea simple en apariencia,

¡ u 1o ••1a In que hay que reconocer una dificultad real Al mismo tiempo que
.1, '" '" íu y mejoraba su técnica agrícola, el hombre tuvo que dominar el agua,
lu c l1111 contra su exceso, a veces tan nocivo como su escasez, hacer retroceder
• 1 l'""''"w y el desierto, abriendo y cuidando una red de canales de drenaj o
d. 1 1 1 ac·icín. En suma: conquistar la tierra para obligarla a una disciplinada
f, 1 11l1dncl .
l'nna una labor de esa amplitud, la acción individual estaba condenada a
l11 '"l'olc-ueiu. El hombre no habría llegado a nada eficaz si no se hubi ru
.. , ,,.,, •.,,n .lo c·on sus vecinos en amplias comunidades y no hubiera dado u ·Alas
, .. , .. ' ltliC'Ium politica y social apta para coordinar el estudio, la realización
, • 1 .1 i , f,· ulc~ ele las obras de interés colectivo. Si no propiamente jefes en sen-
' .lo tuililar, en lu práctica le eran necesarios guías y conductores lo suficiente-
'"' u le ••·H pol aclo para que su autoridad no fuese sin cesar puesta a discusión.
1,,. uc-cc·t-~idud y el provecho de tal obra pacífica no constituyen verduclcs
d. 111c · uwutc ~ tun inmediatas como las de la unidad de acción contra un ene-
'" l'"· l'c •t n, por olTa parte, ]a guerra no es nunca permanente, mientru que
t. htt~utlclc• fuc ·nu clelluhor·co se repite cada año, siempre renovada, conso]iduclu
LAS CIVILIZACIONES IMPERIALES DEL PRóXIMO ORIENTE LAS CIVILIZACIONES IMPERIALES DEL PRóXIMO ORIENTE

y m ejorada. Para dar órdenes y hacerse obedecer en este terreno, los guías tu- ura a superioridad aplastante sobre sus vecinos. Estos dos países, pues, posey -
vic":ron necesidad de una autoridad especialmente fuerte. Ésta sólo pudo sur- 1011 m uy pronto medios de conquista y de dominación exteriores.
~ ¡ r c1e un haz de creencias religiosas que impusiese al hombre una sumisión
Sin embargo, en la práctica los usaron eri forma desigual. La necesidad de ,
lotul, una reducción considerable, e incluso el aniquilamiento, de su actividad nHc·gu rar su orden interno, sometiendo progresivamente nuevos pueblos fu ,
iuclividual y su fusión en una masa de trabajo disciplinado. pm· ejemplo, menos permanente para Egipto que para Mesopotamia. Se pucd
Tres fueron, pues, los factores que en Egipto y en Me- ,. .. ¡ (~xplicar, dejando aparte la psicología, que lo que es tentador llamar "im-
El m isterio de estos
sopotamia dejaron sentir conjuntamente su in fl uenc1a:·
pni ulismo", no domina de una manera continua en la historia de Egipto. Y sin
éxitos
sin duda, en primer lugar, las condiciones naturales, pero • ... !.argo, el país estaba obligado por la geografía, primero a realizar su uni-
utiliza das por una organización colectiva estrechamente ligada con la religión. d ncl , e inmediatamente a vigilar los desiertos limítrofes a fin de disfrutar ma
;, ( :úrn o estos dos últimos factores, humanos ambos, aparecieron y cómo se ge· • nlm u de ·la prosperidad de su valle. Fuese como fuese le era ~ecesario con-
nc ~ mli z aron hasta el punto de adquirir una fuerza tan grande? He aquí el gran ' e 11 ir·¡.¡e y continuar siendo, territorial y demográficamente, un gran Estuc1o,
mi Hie r·io, probablemente insondable para siempre, pues el nacimiento de una pu•·H lo era ya por definición y por poco que quisiese serlo.
n · li ~ i ó n es irreductible con la convicción de una utilidad material, que no es El Próximo Oriente ofrece la particularidad, sin analogía en el resto de 1
•mfic·ie nte para justificar la aceptación duradera por las multitudes de una obli- 111u nd o mediterráneo, de que el principio de las grandes civilizaciones vu tw-
gue ión, a veces muy pesada. ,, ., ldo en b reve plazo por la aparición de los "imperios". Tomados en sí naiH-
J...o que hace este misterio más impenetrable y aún más emocionante es que .. ,.. o considerados en el conjunto de la historia, los dos hechos no estún no-
tH~ tra ta no de una sola, sino de dos apariciones aproximadamente contemporá- •' '" .. in mente relacionados: en otros lugares o en otros momentos se cono<~c · u
n eas. La civilización egipcia y la civilización mesopotámica aparecen consti- • '' d 1:r.n(·iones muy importantes que se desvanecen en la fragmentación polític·u,
tu iel as, e n sus rasgos fundamentales, algunos siglos antes del final del IV mi- ' · v1c·c·vcrsa, grandes imperios en los que la civilización queda muy atru Huclu .
lc·nio, h aci a el 3.200 a. de J. C. Actualmente es imposible decir cuál de las dos J', 1u In t:oincidencia cronológica existe en el Próximo Oriente. Lejos de rcpn -
pn·c·ecli ó a la otra. Por otra parte, aunque se descubriera la anterioridad de , .. , ,. , c·n él u n encuentro fortuito, responde seguramente a una relación muy
uua el e ellas no podríamos llegar a la conclusión de que existiese una imitación
' " ' 11 ,. •
ele ~ la anti gua por la moderna. Ambas presentan más de un carácter común,
1•: 11 eHtos primitivos períodos, el esfuerzo colectivo de la población, tunlo
JWJ"O tanto en sus sistemas religiosos como en sus respectivas organizaciones ' " ' 1 H H J H~do cultural como en el de la aglomeración territorial, fue, a la ve rr.,
po 1í 1ico-sociales, de la misma manera que en la relación entre la religión y la 111111 • nuHn y u n efecto. De estas civilizaciones y de estos imperios, pu stoM cm
autoridad es ta blecida, se manifiesta más de una oposición fundamental. Los In · 111 ele · HU decadencia, siempre quedó alguna cosa de lo que habían siclf• e u
df·etos prácticos de sus métodos para la valorización agrícola del país son u 1111 •c·rac ~H, puesto que, en el desarrollo ulterior de los tiempos antiguoM, e 1
unúlogo por no decir idénticos. Pero la vida económica en sí misma, conside- 1', m•mu ( )ri('nte conservó siep1pre su original fisonomía. Por una parte ül li-
ru cl a c· n su conjunto, reviste formas muy diferentes en Egipto y en Mesopota- t ... ,¡, nnollo de la personalidad individual ha sido en él difícil. Mat rialnwn-
m iu. Se trata claramente de dos civilizaciones originales, nacidas separadamcn- '' • 11 ... ~.c• u del número total o de la densidad de la población, una uuiclucl
lé·, Hi n transfe ren cias ni copias entre una y otra, sino con simples adaptaciones
'"'"'""" c·cm tuha m uy poco.
de det alle. Cada una de ellas, en su área propia, postula para algunos cente- ln1nlrawnte t ambién el hombre se confundía con las masas. Todo oc·~tniú
raaa·c·H ele miles de hombres, la aceptación íntima de un conjunto de doctrinas, 11 1111n , In pn·s ión exterior de éstas hubiera sido suficiente para difit·uh su· e 1
c·u yu dl ('a ·i a, notable p ero incierta antes de su aplicación, no podía ser demos- " " '', •nuc ralo ele l a p ersonalidad: es difícil evitar que el reclutamiento fíHic·o
' n tclu previ amente y sobre la cual, sin embargo, se edificaron estas culturas. 1' " • • 1 ••·ul..-j() o p a ra el combate comunes, no lleve parejo como con~:~e<: uc·rwin
Así, misteriosa y precozmente elaboradas, las civilizacio- 1 '•' lu1nu1ic· uto int electual y moral. Por otra parte esta región fue sie mpre· In
l .n vocn_cián imperial nes egipcia y m esopotámica, por el mero hecho de su
d t•l I•nh:im o Oriente , • u ti, c·lc·cT icín (le los grandes estados territoriales. Los jefes politico¡.¡ JHII'c ~­
existen cia, por los recursos materiales que permitían " "" hn lw•· podido r esistir aquí la tentación muda de los amplios hori:r.oulc•H,
nrnw c·ar del suelo y acumul a r, por la coh esión interna que postulaban y <Juc· 1 '" ..... l.o, cpw impusie ron un sueño ilimitado d e conqui sta unive rsal u locluH
HU c:xito n~ forzuba e ntre los pue hloa •1ue la practicaban, aseguraban a éstoH 1 , ' l"' te • n a··íu n HUH llanuras y traspasaban los istmos o 1oH pU!;Os ; hn Hin e 1
54. LAS CIVILIZACIONES IMPERIALES DEL PR6XIMO ORIENTE

extremo, que el imperio persa, después de recoger la doble herencia territorial


de Mesopotamia y de Egipto, pretendía aún extenderla.
Así, por ciertas tendencias profundas, las tres grandes culturas imperiales
del Próximo Oriente, egipcia, mesopotámica y persa, se oponen a las civiliza-
ciones cuya hase territorial y política es mucho más restringida. Fueron. tres
conjuntos de vastos agregados humanos, con una civilización que no dejaba
lugar a la iniciativa individual. Como todas las visiones' un poco amplias, ésta
podría motivar más de una reserva y de un matiz, pero en su conjunto y a pe-
sar de su esquematismo, corresponde a la realidad.

Вам также может понравиться