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RECOMENDACIONES PARA LA LECTURA DE JURISPRUDENCIA:

Recuerde que el manejo de la jurisprudencia no es algo con lo que se nace, sino que es
una destreza que se adquiere mediante el ejercicio y la dedicación. Cuantos más fallos lea,
más rápido podrá familiarizarse con ellos. Lo importante es no dejar de hacerlo, y no
desanimarse si de uno se apodera la sensación de que las sentencias son algo incomprensible.
Todos los estudiantes de derecho experimentamos esa sensación alguna vez. No hay que
permitir que ella domine nuestras acciones: en lugar de escaparle a las cátedras que trabajan
con jurisprudencia, hay que enfrentarse a ellas y dar batalla. Un abogado que le tiene rechazo
a la jurisprudencia es como un herrero alérgico al hierro. Los siguientes once puntos son
meramente orientativos, pero quizás sea conveniente que el estudiante aplique algunos de
ellos, sobre todo con la lectura de los primeros fallos, y también para la preparación de
exámenes. El último punto, el número 11, es una recomendación más general.

1) Lea la sentencia completa. Si viene acompañada de votos concurrentes y votos


disidentes, no deje de leerlos, pues muchas veces en ellos aparece información valiosa
para la adecuada comprensión del caso. Lo mismo aplica para el caso de que la
sentencia venga precedida de un dictamen, o de las sentencias dictadas por tribunales
inferiores. EN ESTA PRIMERA LECTURA NO HAGA RESÚMENES.
2) Vuelva a leer la sentencia. En esta segunda lectura sí puede hacer resúmenes y
anotaciones. Si hay votos concurrentes y disidencias intente analizar cuáles son los
diferentes argumentos que proponen los jueces en cuestión. En caso de haber un
dictamen (o sentencias de tribunales inferiores) repita el mismo ejercicio. Luego de
estas dos lecturas, vuelva a leer el fallo al menos una vez más (y todas las que sean
necesarias).
3) Identifique la fecha en que se dictó la sentencia. ¿Cuántos jueces componían la Corte
en ese momento? ¿Todos los jueces participaron en esa sentencia o alguno se
abstuvo de hacerlo? En caso de que haya votos concurrentes y disidentes, determine
si el “voto mayoritario” (el que aparece en primer lugar) fue efectivamente apoyado por
más de la mitad de los jueces que integran el tribunal.
4) Las sentencias judiciales, sobre todo las de la Corte, suelen hacer un breve resumen
del expediente en los primeros considerandos. Identifique si la sentencia que acaba de
leer fue dictada por la Corte en ejercicio de su competencia originaria o de su
competencia por apelación. Si fuera un caso de competencia por apelación, identifique
el tipo de recurso (recurso extraordinario, recurso de queja por denegación del
extraordinario, recurso ordinario de apelación, etcétera). Identifique también cuál parte
fue la que interpuso o dedujo el recurso en cuestión.
5) Intente establecer cuál es el motivo del pleito judicial: quiénes son las partes y cuál es
el objeto del reclamo que una de ellas le dirige a la otra. Haga un esfuerzo por
determinar el tipo de proceso (amparo, habeas corpus, habeas data, acción declarativa
de certeza, acción de daños y perjuicios, desalojo, proceso penal, despido,
incumplimiento de contrato, accidente de trabajo, acción contenciosoadministrativa,
nulidad, etcétera). De la misma manera, establezca cuál fue el resultado del pleito en
las instancias anteriores (si las hubo).
6) Luego de reseñar brevemente los antecedentes del caso, las sentencias describen los
argumentos que las partes pusieron a consideración del Tribunal. Si se trata de un
caso de competencia originaria, se describirán los argumentos vertidos en el escrito de
demanda y en el de contestación de demanda. Si se trata de un caso de competencia
por apelación, se describirán los argumentos vertidos en el escrito del recurso de que
se trate (extraordinario, queja, ordinario de apelación, etc.), y en el respectivo escrito de
contestación del recurso. Identifique cuáles son esos argumentos.
7) Una vez que se describen los antecedentes del caso y los argumentos que las partes
ponen a consideración del Tribunal, las sentencias analizan la admisibilidad de la
acción o recurso de que se trate. Según los casos el análisis de la admisibilidad puede
ocupar unas líneas, o bien puede requerir de un desarrollo de varias páginas. En
cualquier caso, es importante que el estudiante no confunda el análisis de la
admisibilidad con el de la procedencia. A los efectos de la adecuada comprensión del
caso, en sus resúmenes sería conveniente que el estudiante apunte cuál fue el
resultado del examen de admisibilidad, y si el Tribunal le dedicó un cierto espacio al
tema, haría bien en resumir los argumentos brindados sobre la cuestión.
8) Si el Tribunal decide que la acción o el recurso es admisible, recién ahí la sentencia
estudiará la cuestión de fondo, es decir, la procedencia de la acción o recurso
intentado. Es muy importante que el estudiante identifique adecuadamente cuáles son
los argumentos que ofrece la sentencia sobre cada cuestión tratada.
9) Tanto en el caso de los argumentos sobre la admisibilidad como en el de los
argumentos sobre la procedencia, intente distinguir aquellos que sean centrales o
principales, de otros que sean secundarios o accesorios. Un criterio posible para
distinguir unos de otros puede consistir en establecer la relación que ellos tengan con
la forma en que se resuelve el caso, y con los argumentos planteados por las partes. Si
un argumento tiene una conexión muy estrecha entre las características del caso, los
argumentos de las partes y la forma en que se resuelve, ese argumento es un gran
candidato a ser considerado como holding o ratio decidendi del caso. Si, en cambio, un
argumento no parece tener una relación directa con las circunstancias del caso, ni con
los argumentos planteados por las partes ni con la forma en que se resuelve, entonces
ese argumento probablemente será un obiter dictum. Un método útil (aunque para
nada infalible) para distinguir unos de otros puede ser el de intentar analizar si la
omisión de ese argumento tiene la fuerza suficiente como para dejar sin fundamento a
la resolución.
10) Finalmente, el estudiante encontrará la resolución. Es importante recordar de qué
manera se resuelve el caso, además de tener una noción de los argumentos que
sustentan esa resolución. Cuando se trata de casos en los que la Corte interviene en
virtud de un recurso extraordinario federal, el estudiante deberá prestar especial
atención a lo siguiente: en ocasiones, la Corte reenvía el expediente al Tribunal inferior
para que dicte una nueva sentencia, pero en otras ocasiones la Corte hace uso de la
facultad que le confiere el art. 16 de la ley 48, y ella misma resuelve el caso. Es
importante distinguir una situación de la otra.
11) EJERCICIO: Cada quince días (o 2 veces por mes), visite la sala de jurisprudencia de
la Facultad, o el Centro Documental de La Ley (también en la Facultad). Busque
jurisprudencia al azar, o elija algún tomo de los repertorios jurisprudenciales (o utilice
motores de búsqueda digitales) y lea fallos allí publicados (aunque sea uno), sobre
cualquier tema. De ser posible, busque sentencias que vengan acompañados de algún
comentario (conocidos en la jerga como “nota a fallo”). Observe de qué manera el autor
del comentario presenta la información sobre la sentencia, e intente determinar si la
nota a fallo es puramente informativa (un resumen de lo decidido en el fallo) o si, en
cambio, el autor expresa su opinión (favorable o desfavorable) hacia la sentencia. En
cualquier caso, procure desarrollar su propia opinión (tiene razón la sentencia o no la
tiene; tiene razón el comentarista o no la tiene, etcétera). Es recomendable que el
estudiante busque fallos sobre temas con relación a los cuales ya tenga cierto
conocimiento (p.ej.: si ya cursó “Derecho Civil – Parte General”, puede buscar fallos
sobre hechos y actos jurídicos o sobre los atributos de la personalidad).

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