Вы находитесь на странице: 1из 4

5 actitudes tóxicas de los compañeros de trabajo

En el entorno laboral, el hecho de pasar muchas horas a la


semana con personas con intereses y roles diferentes a los
nuestros puede hacer que surjan algunas actitudes tóxicas.

Se trata de formas de actuar y predisposiciones de conducta que


nos perjudica a nosotros y al resto del equipo, empeorando el clima
laboral y haciendo que el rendimiento de la organización esté
lastrado, al menos en parte.

Como es muy fácil que estas actitudes tóxicas se cronifiquen,


haciendo que todos los miembros del equipo se adapten (y se
resignen) a convivir con ellas, conviene detectarlas cuanto antes y
cortarlas de raíz, por el bien de todos.

Veamos cuáles son estas actitudes tóxicas de los compañeros y


cómo luchar contra ellas.

1. La opción menos mala

Ciertos compañeros de trabajo pueden llegar a crear un sistema de


manipulación básicamente involuntaria, basada en su mal humor.
Estas personas aprovechan sus momentos de mal genio para crear
pequeños chantajes que pone en riesgo el funcionamiento global de
equipo de trabajo. Básicamente, lo que hacen es intentar que el
resto de compañeros hagan sacrificios para apaciguarlos, cargando
con parte de su trabajo como en una estrategia en la que se elige el
mal menor.

Lo que ocurre es que, en primer lugar, el motivo por el que estas


personas están de mal humor no tiene por qué tener nada que ver
con lo que ocurre en el trabajo, y por tanto en muchas ocasiones
no es responsabilidad del resto de sus compañeros. Sin embargo,
las consecuencias de su enfado sí repercuten en el clima laboral,
creando la ilusión de que se trata de un problema de la empresa.

De este modo, los otros estarán dispuestos a "cargar" con las


consecuencias del mal humor y le darán un trato preferente a esta
persona. A su vez, llega un punto en el compañero que se está
beneficiando de esto "aprende" que su mal humor está
recompensado.

En el caso de que detectemos esta actitud tóxica, lo ideal es


propiciar que el departamento de Recursos Humanos contacte con
esta persona para explorar los orígenes de su estado emocional y
ver de qué modo se puede resolver sin que afecte negativamente al
conjunto de la organización. Enfrentarse a esta persona con la
misma intensidad emocional que ella emplea en quejarse no es
recomendable, porque puede generar un efecto rebote y hacer que
se muestre aún más enfadada, esta vez haciéndonos partícipes de
su enfado.

2. Haciendo que el conflicto se expanda

En el seno de una organización es relativamente frecuente que


surjan ciertos roces y conflictos entre algunas personas. El modo
en el que se resuelvan estos conflictos será determinante a la hora
de evitar que el conflicto afecte al funcionamiento global de la
empresa, pero en algunas ocasiones pueden aparecer personas
dispuestas a hinchar el tamaño de estas pequeñas luchas.

El motivo es que, para romper su posición arrinconada en el


conflicto, algunos compañeros pueden querer romper su
aislamiento haciendo partícipes de la disputa a personas que, por
el rol que tienen en la empresa, no tienen por qué posicionarse a
favor o en contra de alguien.
Es por eso que merece la pena saber reconocer cuándo ocurren
estos casos para actuar de manera consecuente según la
naturaleza del conflicto: ciertas peleas se resuelven en privado.

3. Ejerciendo de falso manager

En las intrigas y pseudo-conspiraciones que pueden aparecer


dentro de una organización, uno de los métodos más utilizados es
intentar ganarse a ciertas personas haciéndoles regalos que no
han pedido. Así, por ejemplo, algunas personas pueden llegar a
actuar con paternalismo hacia nosotros.

Los comentarios condescendientes ante nosotros, o incluso los


intentos de que oigamos cómo estos falsos managers hablan bien
de nosotros ante otros compañeros cuando "se supone que no
saben que estamos escuchando" son clásicos de mal gusto que no
tenemos por qué tolerar si sospechamos que no forma parte del
comportamiento espontáneo de estas personas y forman parte de
una estrategia para ganarse nuestro favor. En estos casos, lo ideal
es mantener un trato cortés pero no dar muestras de
agradecimiento ante estos regalos no pedidos. En estos casos, la
asertividad lo es todo.

4. El tráfico de información

En el mundo globalizado la información es poder, y algunas


personas pueden dedicar una parte importante de su jornada
laboral a intentar cotillear acerca de todo lo que ocurre en la vida
laboral y personal de sus compañeros.

Esto puede tener sus motivos en la utilidad que ciertas


informaciones pueden tener a la hora de ir ascendiendo en la
empresa, o puede deberse al simple placer de curiosear. En todo
caso, ante este tipo de comportamientos es bueno comunicar de no
hay una justificación válida para creerse con derecho a saberlo
todo acerca de lo que hacen los compañeros de trabajo. Dentro de
las organizaciones, la necesidad de privacidad sigue siendo de total
importancia, a pesar de que exista trabajo en equipo.

5. La ametralladora de críticas

Otros compañeros pueden llegar a ser muy insistentes con ciertas


críticas que son, básicamente, infundadas. En este caso es muy
posible que el hecho de intentar hacernos cómplices de estas
críticas no forme parte de ninguna estrategia planeada para
ponernos en contra de alguien: hay personas a las que
simplemente les gusta criticar.

En estos casos, lo ideal para hacer que las dinámicas de trabajo en


equipo no se resientan es, en primer lugar, tener claro de que esa
persona en cuestión critica sin motivos, y en segundo lugar,
hacerle ver de manera educada que no pensamos como ella.
También puede ser útil animarla a formalizar sus quejas, ya que,
por un lado, hará saber de manera clara los motivos de sus quejas,
y en segundo lugar, se verá forzada a adoptar una postura en la
que defender su posición exigirá un cierto esfuerzo, lo cual
posiblemente le haga plantearse hasta qué punto tiene razón.

Вам также может понравиться