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vox
HoRRísoNt

Luis Hernández

Serie de Libros Peruanos

Pd&pPE*

ffi
Editado por el Departamento Relaciones Corporarivas
de Perróleos del Perú.
lndice
r ,k Her,ánicz C¡m¡¡cro: -vox Hati'ana-
Selccción r ¡rólogo Je Mirko L¡uer
i,.,. t"i.i.*,ñt l'ru 2ul4 lir8PP' l8\ I1crn
ScguDdx edic;ón. iunio 2014 Presentación l1
O Edicrones CuPi
Prólogo t3
leru A'
PETROIIRU S
l'erróleos dcl
Deparu¡mento Rcl¡cione§ CorPÚr¡iiva De Orilk
;.I;;: ;'il,,Lrn',a1 M"-c1r Ir0 Irmr2- r''r'(l

i;i¿i."", riirl,,r" <0u0


'n'xo'
tt»o) tt»1 ]ardinero de cizaña 2t
w1!v.Pct¡oPeru.com'pe LJna voz que no es... 26
coPe@PetroPe com'Pc

De Charlie Melnih
n: p¿rci¿lnrc'r'' in Pic\io
li'Lclil,ro no p'dr,:'er r'¡rodrhido' ni lor¡l Cha¡lie Melnik 28
li"lo' lo' dccchu' ¡ 'ewa'los'
,'",",''. , ",,i,'. ¿.i """' La canción de Charlie 30

Distño tlc Po«rda' Mutrnrc 5 A' De La¡ constelaciones


.r. ,","r"'*: l'rr r'' i ' I ópez c 'hnr't
i ,'.'1,,.. l
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I::,:l;li::il;i..':;', l;,' H. i"¿" ¿" t" r""'in'!:3 un \' ñidld c¿'Í,i' ¡ d(r Pe Los sigos del zodiaco 35
"
Géminis 35
Aries 36
ISBN: 97i1-(.1 2 a202-10-0
Po
i i.,il. , n.ri' ," ,.t"' r¡ H;hrio¡c' r N'cr"n¿r dcr 't Scorpio 36
"n
N.2014-08510 l'lscls 37

l'rin,rm cdición: I981


Acuario 37
l)c l,r scltccií¡n de Miko l'¡uer Virgo 38

Anc S A {l' Tau¡o 38


lrl¡rc*r cr l.irho &
l{lJ( l: 205{)9.}l2l lfl Leo 39
l)ir«iir'rrr; lr' I<¡uir¡uc t)46' llLcña Capricornio 39

l.irrrrr l'Lrú, )urrlr rlc 'l{)14


La parte más trabajada de su poesia, creo, se ha ido imponiendo
frente a sus <livertimentos más desaprensivos Los vapores de la marihuana
con¡estataria han ido cediendo ante los asomos del laurel insticucional'
que

en un poema é1 metió en los mllarines como testimonio de compromiso con


la rebeldía.

Mirko Lauer

VOX HORRISONA
Luis He¡nández
18
Selección y prólogo de Mirko Laue¡
I

JARDINERO DE CIZAÑA

¿Quién so! !o, ter


sin forma que el océano

FMNCOIS MAURIAC

-Pon arriba,
donde nunca pueden 21
verla,
tu seáa1,
jardinero de cizaña...
-ya vienen tras de ti.
Pronto,
pon arriba ru señal.

Cielo nuevo
que pof un momento
del alma al co¡azón
creímos nuestro.
r i:

De Orilla De Orill¿

Dewanecido Ya,

3
triste es tu huida,
intento, afán Poniente sol,
amado, florecido... perdida tu belleza,
Donde uno, una vez oculto ya, no hallado
quiso llamarte tu destino.
rostro, corazón, luz Y silencio, Sólo serás, siempre;
suyo serás, no serás nuest¡o, infinito en tu ocaso,
perdida así inme¡so ¡u silencio.
toda tu vida. Esta¡án en ti tan sólo
las rosas muertas,
canciones sumergidas,
2 tinto en el mar, 21

inmóvil en tu vida,
Hemos melto a viYir ignorado tu cielo.
lo mismo
de ayer y
de mañana. 4
El agua sube Ya,
cubriendo Aunque nada hubiera
los días llevado al mar con mi alegría,
y las horas: no sentí nunca
de mí el sonido de las ondas,
ya sólo queda la espuma en la ribera.
el mar claro y nacicnte, A1-rora
dc mf el amor a las playas
ya sólo qucda es demasiado
cl mar, tristc, tPagatlo. lejano.
, .';i|

De Orilh
Yo pensaba en el mar
Sin el soPlo como cuando leía
fugaz de la arena, y el mar sonaba igual:
brota el mar No es posible sentarse,
desde el fondo los bancos están mojados,
sin hallazgo. los bancos estdn mojados,
y podridas las madtras.
Porque ahora han llegado
5 el mar y los senderos
a la proa en la noche
Ce¡rado, adormecido cauce sob¡e ondas azules
de todo lo que aún quisimos, y no puedo tomarlos.
deshecho 1a, deshecha vida No es posible sentarse.
cerrada hacia poniente [a sonrisa' Viven aún como arena
Poniente sol, que no regresa las luces de la calle.
a cubri¡ de luz
lo ya apagado, no vivido,
tan limpio de recuerdos.
Legiones de senderos inconstantes
que el mar y lo ignorado
cierran iuntos,
Sabemos Ya el final
aún así inmenso es el fracaso,
muertos ya, ce¡rada la sonrisa'

g6

El agua al fondo
cortada
en la línea de las
algas.
" .-. ir

De Oilk De Orilh

UNA VOZ QUE NO ES...


3
Junto al muro
c¡ece la hierba:
su sombra,
la sombra de la luna;
mágica, ances¡¡al,
la sombra de mi cuerpo,

1 v4
Una voz que no es
LLUVIA
nue§tra
también puede
Vamos afuera, la lluvia
llamarnos.
mojará
la cara, el traje.
Vamos afuera,
2
saltatemos
los charcos,
Coge de tu corazón
y al mirar el cielo
tan sólo
se nos llenarán los ojos
lo que ames...
de agua y de contento.
desecha lo demás.
De Chdrlie Melnik De Cha ie Melnil¿

3
CHARLIE MELNIK
Quién, qué lluvia
hará surgir el día.
El estaba en todo,
Alora que no regresas
ld no lo estd rt/iJ.
desde tu noche perfecta.
MAETERLINCK

Qué poco encuentro ahora


1
de tus cantos
en la ñrente cegada
Como cuando vivías del océano;
cantarás. lo que entonces cantabas:
Aunque no vuelvas. lluvia viril tu voz
antigua
2 ent¡e la hie¡ba:
tu viejo piano, compañero,
Ahora que no vuelves, der¡ibando
Charlie Melnik, navíos de¡ruidos en los días.
mi viejo, mi antiguo Ahora que no regresas,
compañero; el camino del ma¡
cuando ni la ma¡ea más alta hacia la casa
cub¡e esta somb¡a lleva sólo la huella
de pena. de la imagen sin fin
Ahora que no regresas de tus canciones.
los caminos ce¡rados, old cap,
los caminos cerrados.
De Charli¿ Melnik De Charlie Mel iL

5
de¡ribando
Qué pena recogeJ entonces' la yerta soledad
la muda floración
de las ciudades.
de mi amargura.
Ahora que no vuelves
ni el ave, ni los rastros
cuando el i ba.
ill
Sólo la seca Paz-
¡Sólo el hondo sentido
tendida
del estiol
de tu cuerpo.
Mi sombra triste,
mis manos que rebalsan
el reflejo incesante
de las olas
y el sonido sin paz
LA CANCIóN DE CHARLIE de los naufragios
acudiendo
al dolor de mis canciones.
I

Puedo llegar al mar 7


con la sola alegría de mis cantos'
Mi sueño alerta entre los barcos,
dolido y escrutando
la oscura paz,
cubie¡tá,
Mi voz altísima de tus manos.
en los bosques:
las hojas intrincadas,
la fr-onda de las cañas
De Chd ie Mellxih De Charlie Melnih

I Ahora que no vuelves, l

cómo el viento del ma¡


Las rocas enclavadas. limpia las calles,
Tu vieio Piano, qué ruta hermosa,
ru viejo piano flotando, quién puede ahora florecer
el asfalto quebrado en el viaje no emprendido
y las veredas' de tus años.
El mar inmenso, Perdido
a la herida cercana
de las cosas, t0
lo poco de dicha que llevaban'.
lo poco de dicha que encontrabas Now, as I was young and
con el agua ya leiana ea:y under the apple boughs
de tus cantos. DYI,AN THOMAS
La bruma de tu voz,
tu antiguo Piano,
I
nrs dedos silenciosos,
compañero,
Qué añn limpio llevabas
Ias ruinas de las PIaYas. que no pueden mis manos
sin forma
¡Siempre el abismo feclearte.
de los días pasados!

il
Como todo es igual, nada turba
Como todo estaba en ti, entre tu ausencia
la forma de las cosas el refejo de las ramas
ha tomado del manzano,
la perfecta oquedad sólo tus brazos, tu pura
de tu descanso, calma.
De Charlie Melnih De Las Conaelariones

¡Cómo tu rostro 5e
oscutece
en eI agua conmovida! LOS SIGNOS DEL ZODIACO
La anrigua cuerda rePlegada,
la pobre hierba iluminando
el recuerdo excavado de los
pozos.
Cómo es lo mismo todo:
tu muerte baio bosques
GEMINIS
perdida o recreada'
Es extraña nuestra canción. Es demasiado triste
De qué alta raí2, y antiguo lo que
c¿ntamos. Nuest¡a canción no ¡os pertenece. y si
qué ríos, se ios oye en
las.noches, en las ferias, es porque no somos ajenos
brotó el olvido llamado al cansancio
y la gloria, porque la paz que €nconrramos
rle tus cantos. a .ubrir po.
un día el deseo. "lcanzará

Hemos llamado en ayuda a la fatiga. Hemos subido los


mu¡os.
Hemos dejado en casa al hermano, al mismo hermano
que guarda
Si refiesctras -quizá sea que volvamos- el gastado cuaderno d. ,u, übii.
qué habría de decirte.
Hemos ascendido los mares, uno a uno llegado. y es que Nave,
lo más Sur y vencido, nos aguarda. y t"I r.,
"r,. ¡u.go
inventamos, esre juego en que ardemos conlun<jido..
l;
"venido
ha
de sus manos a las nuestras_

Y en nuestro corazón, que jamás fue duro, es poniente


aho¡a,
Porque pese a que f ,imos simples e in¿lcanzables,
hemos
sobrevivido al hermano. Lo hemos dejado. ciego y am¿rgo,
en
sus viajes no emprendidos: sólo t¡azos de los
dldos sil.n"ciosos
sobre el mapa.
it,l

De Las Constelaciones De La¡ Constelaciones

ARIES Ptscls

Es el Sur quien nos lleva y nos olvida


Tomamos de la Estación que muere
Los despojos. Hacia el ¿lba posrrera. Sus presagios.
Tomamos los añicos lucientes Aprendidos sin miedo en las estrellas,
Del Verano. Son tan solo la fo¡ma como el agua
Con ellos en la tarde, heridores de Estío, Centellante ha llegado.
Entretejemos
El recuerdo pacífico y cruel ACUARIO
Del aire helado.
]ugador de tenis de una noche
scoRPlO AI regreso, Acuario, constelado.
Yo no sé si esa prisa que alcanzasre

Hacia fu¡ia este camino: En tu duro golpear en la fatiga


Esta calle bajo luna, ba.jo áspera [una,
Ténga un término de paz o de deseo
Sueña. Acuario. caído en los espacios.
Sin esquinas. Los prestigios del agua
Todo pleno en tu mudo parecer en tus heridas
Que nos muestra sus lentos pilares derruidos'
Algo recordarás aquí de la canción de [a tie¡ra, Errante, confundido, enrregado
De la músic¿ giranre de la esfera. Al oscuro y al cansancio.
Algo recordarás de la maiestad de los días perdidos,
Dc los días arados en las manos. como cintas: Sin embargo a nosotros no es dado
Irrimit¿rble es esta melodía: Nunca a tu forma llegar,
I lircil esranque las tardes que bebimos en las calmas
Nunca un lugar en tu juego
t,lcos¡rs. Enrre luces crecidas en alambres.
Los gimnasios del ma¡ son esta brisa,
I l¡rcllr lrrri¡r coltclucc esta canción.
Estos peces exrraños: pobres signos del agua
Attnt¡ttc cl tltrlcc Novie mbre
Nor dcltllx' crt cstrcllls' Que en su ascenso a la dicha se han perdido.
li'lovrtrhr¡,
De Las Constelacione¡ De Las Co stelation?\

VIRGO LEO

Tú debiste estar Madrigales, los cornos, Ios oboes.


Cuando el sol y esPiga Los malditos silencio, d" 1",
""r.r.rd"s.
Las encíclicas del padre muerto en Roma
Agosto era un mes tan simPle.
Ya despues de Ia guerra en mis menriras,
Agosto el mes más simPle,
es Sus mentiras, Los lerreros del cine de
mi barrio.
Yo soy ahora quien sueña, Una dulce y sensata podredumbre: los leones.
Quien dobla lentamente
En las esquinas. Qué diré de los ieones.
G¡ises fieras nacidas sin el habla,
TAURO Sin el hondr¡ senrido de las violas.
Nunca solos ni perdidos en cinemas.
Qué antiguas estirPes del dolor Nunca en Roma.
Vivieror-r en tus entrañas, toro.
Toro formado a imagen
De mi insomnio. CAPRICORNIO
De qué ocultos guariques, como humo
Surgió tu alma: crótalo negro, Const¡uimos un burdel que entregaríamos felices a los
Toro entre banderas. ángeles.
Crótalo en la selva de [a a¡ena do¡ada' Pagamos con el diezmo sagrado el pecado abominable.
Abjuramos de la fe ante el hueso caído del parillo.
Si creado contemplo tu amargura, Sólo así podremos abandona¡ la casa de los tópicos
Tu alma, roro, girantes.
Se to¡na en mí celeste comPañero:
Tuyas son como mías CÁNCER
Las Fugaces visiones
De esta tie¡¡a. Sólo a lujuria y astucia
Es eterno aquí el amor:
Abismo de veladas literarias,
" ,.. r¡!

De la Co §eldciones De Las Constekdon¿,

De valses y colectas. te aguardaba. No dudaste ya más, vagaste inmerso por las


Un plañido de melismas estancadas se levanta carpas absurdas. Tir inocencia, tu inocensia aprendida en los

A nivel de arcos y pinos. colegios, ineficaz e inene, hasta el úlrimo día en que agobiado
revelaste a tu pena que morías.
Esta es la única canción que balan,
La única canción que aprendieron las jovencitas
En la turbia y seca paz de las historias bíblicas. Aho¡a asciendes. Si tu juego y la tarde flotan juntos, sé que
existes, extraño y nunca fi¡erte, frente a aquello que venga de
Sólo cuando la noche descabalgue.
los astros.
La noche que preludian los tubos talados del órgano
En las iglesias:
Rodará por las calles la nostalgia
Y brilla¡án al viento
Las luces de los fósforos.

LIBRA

Es noche. Y han llegado,


Venciendo las nubes,
La estrella sutil,
El pérfido planeta
Y la magia
De las regiones áureas.

SAGITARIO

Colmarla, conmovida ha quedado la tierra tras tu paso último'


St¡bcs: sotr somb¡as las que arrastras en tu ascenso, y no es fácil
llcl¡rr l sus designios.

l'lrr cl pcsrrr dcl agua ente los rieles, supiste que en las ¡amas
elevaron, la caída cansada
¡r,,r,r",u*, tlonclc cl streño y el tedio te
,li
,.1

tt:

De l¿s Constehciones De I* Constekcionq

FEDERICO CHOPIN GALILEO

Que has muerto es verdad, así como es posible Galileo:


Deberías poseer a Gloria Swanson
Que nazca quien con encanto
Pueda oírte t¡ina¡: En un set de palmeras.
Sea quizá que al morir no recordara§

Que tu blanca y abatida,


Tu Polonia, Galileo:
Harta estaba del pincel El a¡io errante, Fede¡ico,
Del romántico y las ninfas Te persigue
Sabiamente aferradas a esta derra. Y no sabe ni boliche de los ast¡os.

Hoy el lento esparcimiento del estuco te recue¡da.


[.as personas que un Sábado prefieren Galileo:
La tristeza que juzgan elevada En Japetus const¡uyeron
Te retratan y admiran tus cabellos, Una pira de lirios para ti.
Sobre el piano los yesos de la ñm4
Mascarillas de muerte, tu suspiro
Ultimo, y tu mano ce¡cenada
Por el tajo fugaz del contrapunto.
t,

De Lds Constelaciones De La¡ Constelaciones

EZRA POUND: CENIZAS Y CILICIO


F,zta:
Sé que si llegaras a mi barrio
Los muchachos dirían en la esquina:
Qué tal vie lo, che' su madre,
1 Y yo habría de volve¡ a ser e] muerto
Que a tu sombra escribie¡a salmodiando
Tower of Pisa Unas f¡ases ideales a mi oboe.
Alabaster and nor ivory Y eterno, El milagto sc oculta entre lo oscu¡o
Para fe¡ias de fascistas Donde olvido y memoria son ran sólo
Quien la canta. Los reflejos de lo áspero y amado,
La ilusión que ha surgido del enebro.
Y ebrio ya de belleza y en demencia
(Puede ser que sus oios sean nuestros) 45
Duramente recuerdo tus poemas,
Rojo mar y el adriático crePúsculo Viejo fioca,
Y dos guerras he¡rumb¡adas en su frente: Mi amigo inconfesable .

Frenre a l¿ lívida amenaza de la historia;


Ezra Pound,
Ezra
Y su ejército perenne en Pie
De muerte.

Torre de Pisa
F.t cinis et cilicium.
" -'- t
I --.

f)e Ins Consteláciones De Las Con¡t¿laciones

De la ete¡na cuidad de los bu¡deles),


Un crepúsculo de rouge cobra banderas,
EL BOSQUE DE LOS HUESOS Baptisterios barrocos y carcochas.
Como el paso senil del bienamado, ahora Ilueve
Una fronda de estiércol y confeti:
Solitarios son los actos del poeta
Como aquellos del amor y de la muerte.

Mi país no es Grecia,
Y yo (23) no sé si deba admirar
Un pasado glorioso
Que tampoco es pasado.
Mi país es pequeño y no se extiende
Más allá del anda¡ de un cartero en cuatro días,
Y a buen t¡en.
46

Quizá sea que ahora yo aborrezca


Lo que oteo en las tardes: mi País
Que es la plaza de totos, los museos,
Jardineros sumisos y las viejas:
Sibilinas amantes de los pobres,
Muy proclives a hablar de cardenales
(Solteros eternos que hay en Roma)'
Y jaurías doradas de marocas.

Mi país es letreros de cine: gladiadores,


Las farmacias de turno y tonsurados,
Un vesti¡se los Sábados de fiestas
Y familias decentes, con un hijo naval'

Abatido entre Lima y La Herradura


(El rincón de Hawai a diez kilómet¡os
De [,as Corstel¿ciones De Las Con¡telaciones

CANTOS DE PISAC
CUARTETO OPUS I3f

CANTO PRIMERO

Digamos que eres un muchacho,


A través de la soledad de los teiados, Acaso el que ullara
Como fruro. malvados de la no.he La sortija clel durazno,
Los últimos cuartetos de Beethoven: Pensemos que ella fue creciendo en tu dedo
Igual los ha de oír Hasta hacerse lelana como un astro.
Quien es deseo vaga
O aquel que solitario yace Digamos que eres un muchacho
Junto a la mujer Que juega en una nave de piedra
Con quien ya jamás ha de soñar. Al abordale.
Pensemos que atrapaste tu vejez
Gato, mi querido y sordo gato, Con unos garfios,
Yo sé que a través de tus patas, Inútilmente.
A través de tu aciaga cabellera
Y la noche que me envuelve, Inútilmente dibujaste sobre tu cuerpo
Hemos vuelto a bebet Al vagabundo cruel
Hemos llegado De las islas aladas;
A tener un lugar bajo los cielos. Sin deseo, sin prisa, sin belleza,
E¡es solo en la noche del espacio.
,-.t
,. ]

De l¡ts Constelaciones De Las Constehcione:

CANTO SEGUNDO CANTO TERCERO

¡Un río. Melodía, dios, un río! Ast¡onauta,


El espacio en el cauce de lo alado, A mil millas del mundo que los homb¡es c¡earan
Sordo monstruo tallado por Estlo Para nunca conduci¡,
Entre un t¡iste f¡esco¡ Algo conoces de esta tierra
Oh, ignorado. Y algo olvidas,
Algo conoces de las aguas,
Tan eterno tu Otoño en la caída! Y ¡elatas solitario a tus espacios:
Como garra rapaz: sí, enredadera, En Atlántida, cuando se hunde océano
Flama amada del tiempo, desvaída Brillan oxidadas las máscaras de los esclavos.
Po¡ la turbia ca¡cancha, tan certera. Piensa ahora que te anudas a las ta¡des
Con el limo en los ojos.
Dios oculto en un vientre de roca: Piensa, con un niño en e[ pómulo celeste:
Destrozado, muda espina lanzada A la vuelta está e[ viento,
Por la noche fugaz sobre los cantos. El paisaje deleznable de las nieves.
No temas nunca el mar
Agotada en sí misma es honda roca Que también tiembla.
Cegadora de grutas ar¡ancadas No juzgues la carrera del Sol
Por las fieras llameantes de ama¡anros. Coronado por los zorros.
Suelta tus manos en los melos ajados del alambre:
En la última esquina del tiempo,
Mendigando el retorno, condenado,
Hallarás las mil fases de lo eterno.
.l{

De "La imagen', suplemento de I¿ ?¿rzsa De "La imagen', supleme¡to de La Prensa

FRAGMENTO LA COMED¡A DEL ARTE

De qué lugar del orbe soy


Entonces, digo
Viendo a mi oscura patria
YO conozco Quebrada entre la arena
De ti Desde un barco jocoso y sin bandera
Lo mejor Cuántas pobres mujeres de mi tierra
Tú conoces Ya perdieron por el mucho parir
De mí Las esperanzas
He aquí que te he amado Por la pampa y la entrega
A través Sin amor y sin pago.
Del bello dempo. Con qué cuido
Y a través Cultivo yo mi cuerpo
Del peor. Y lo malpongo,
Y jamás Amanezco un domingo
Con el sueño Y me comedio
Sino con el amor. Siempre llano al llamado
De los astros-

¿De qué astros?


Dime entonces qué ángulo, qué giro
Puede haber para mí
Y para mi raza
De "la imagen', suplemento de La Prcns¿ De "La imagen", suplememo de L¿ Ptensa

Con mi carro, A UN SUICIDA EN UNA PISCINA


Mis cóleras,
Mis uvas,
Y la mora engañosa
fias mi lente ahumado,
Tias mi cuerpo que ahíto y complacido No mueras más
Se hace el bobo, Oye una sinfonía pa¡a banda
El poeta, Volyerás a amarte cuando escuches
Y no conoce Diez t¡ombones
Cuánta sangre de otros Con su añil claridad
Se ha empleado Ent¡e la noche
Para el plante maldito de mis venas. No mue¡as
Entreteje con su añil cla¡idad
Por lo que Dios más ame
54 ,5
Sal de las aguas
Sécate
Contémplate en el espejo
En el cual te ahogabas
Quédate en el tercer planeta
Tan sólo conocido
Por te¡er unos seres bellísimos
Que emiten sonidos con el cuello
Esa unión entre el cuerpo
Y los ensueños
Y con máquinas ingenuas
Que se llwan a los Iabios
De "La imagen", suplenento de Ld Pre sa De "La imagen', suplemento de La P¡eru¿

O acarician con las manos


Arte purísimo HOMENAJE A RAFAEL SANZIO
Llamado música
No mueras más
Con su añil cla¡idad.

Señor
Ten Merced
De mi hijo
Porque él es epiléptico
Y sufre horrendamente
Porque muchas veces
Cae a1 agua
56
Y otras
Sobre el fuego

Y yo lo llevé
A tus discípulos
Mas ellos nada pueden

Este fue el último cuad¡o


De Rafael Sanzio
Antes de su muerte
El viernes santo de 1520
A la edad de 37.
:.,
-. : .fl

De Vox Hori¡ona De Vox Honímxa

ABEL

Abel, Abel, qué hiciste de tu hermano,


Di, qué hiciste,
Con el rallo de tu cuerpo siempre piro
Las sandalias lustradas y tus veintes.

No mirabas las ubres de las vacas


EN EL cuarto
Satélite de Júpiter
Ni el coloquio escondido de tus perros,
En el Pabellón
Sólo el humo de tu ofrenda que ascendía
De Clo¡o
Como ascienden las moscas hacia el cielo.
La orquesta
Interpretada
Sin embargo
La Elegía
Yo he visto a tu hermano y lo conozco
De Gabriel Fau¡é
Persiguiendo la cólera enrre vainas
como un eco
Entre campos de trigo
De la playa
Con los sucios vapo¡es de su llanto
De Tiouviel.le
Reposando en la tier¡a
La playa de arenas
Doradas por el mismo
Como pronos cadáveres sin deudos
Sol y alumbradas
Dime entonces qué hiciste
Por el mismo cielo
Hoy que yace tu hermano tan al este.
Cielo del tiempo.
Tú que nunca pensa§te que pafa to¡o
Era du¡o de ¡oer el Pa¡aíso.
"-,1

De Vox Hon/son¿ De Vox Horrí¡ona

Donde el tiempo es fácil


Y tu presencia
Sería como el reflejo
Del Sol en la perfecta
Thrde hoy das al mar
Antiguo de Agua Dulce
ZWEITE FASSUNG Sono cinte di mura
Los parque los alambres

IJN poco amigos


Del mar
Y de la blanca
Hoy das al mar antiguo Espuma sobre
De Agua Dulce El azul
El único ¡elato Del mar que trae
Sólo en la ma¡ El viento cruzando
De tarde en Agua Dulce El cristal que es
Enlazas tu corazón El ñn de la mar
A nadie y tu recuefdo El agua transparente
Me permite la dicha La profundidad
A través de latas Quieta y tranquila
Guijarros y el óxido De algunas playas
Tenue de las embarcaciones Cuando el viento
Tias partir Cae sobre la arena
Tan silencioso soy Como una bandada
Gaviotas y unas
Que si yo hablara
Llena¡ía de luz Aves pequeñas
l¿ nube el día Que dejan
Los ba¡es brillantes Ante el océano
Al borde de la ma¡ Una línea
Cañas pasto seco
..4

De Vox Honhoxa De Vm Hon*on¿

Tas las dunas


Down in the valley
Arkana, die kein genius
Dem Aug je bloj geliefert
TRES CANTOS DE AMOR
ENIAZAS tu corazón
A nadie
Y tu recuerdo me permite
La dicha
Y el óxido que dejan
Las embarcaciones
Tias partir
Thn silencioso soy
Que si te hablara
Tu voz respondería tú
¿Recuerdas
Con un lenguaje impalpable La Primavera?
Cruzando las luces
Llegando a ser El cla¡o Sol
Como el sol Y tú sonriente
Como [a calle
Quizás así me amaras
Como los parques
Como los parques soleados Recuerdas tú
¿
Tán silencioso soy Del Sol
Solo en la mar El límpido fulgor?
De Agua Dulce
¿Recuerdas el jardín
Prestas a nadie
En flo¡. Recuerdas
El único relato. Y entonces las estrellas
En tus ojos
Se ocultaban?
'.-t

De Vox Honíson¿
De Vox Honísona

¿Recuerdas tú la niebla
Tú el bosque
Y la sombra
Del árbol
En la noche
La quietud de los mares?

Olvida mejor
La Primavera.
CANCION PARA WOLFGANG GOETHE

Malagua de fresa
Malagua de cherri Los cromáticos yates
Maiagua de limón C¡uzan el mar azul
El azul océano Azul Prusia
La mar de la Her¡adu¡a
En [o alto. l,os c¡omáticos días
Que.jamás no han de volver
Plenan de flores geranios
3 Blancos y el esplendor
De los bares; Paz de los ba¡es
De nada me hablas Paz de los cinemas
Pero Donde recién ahora:
El est¡uendo Qué breve es la vida
De tu corazón Se inicia la Poesía
Te oculta La voz que incontable
Y en miste¡io
De a.lgo me hablas Vuelve para tomar
Pero el brillo De cada ser su primitiva
De tu amor Forma. Yo sé que Goethe
Me impide.
r tI:

De Vox Horrkona De Vot Horkona

No puede menos que el hacer


Calma¡ la noche el otoño
Las playas las centellas MELODIA ÁnrgE
El vaso de cerveza
Del apanado ebrio los pétalos
De la soledad, los desiertos
Y las extensiones pálidas
De espuma y sal
Con el cantar que proclama See how the orient deu,'. ..

ANDREA MAR§(/TI,I-
Que todas obras de La Creación
Son ta¡ bellas como el día primero
Y que, cada sentir cada anhelo
Es sólo paz:
l,a inquietante paz
El Sultán tenía
Que algunos llaman Mda.
Los labios ámbar
Por la pena

Junto al claro estanque


Un lúpulo verde
Que no olvido

Yo recuerdo ese tiempo


Con algo de soledad
Alambres.
De Vox Horisona Dc Vox Horrísona

Soy materialista;
J'appélle un chat, chat
O, me.jor aún, creo escribi¡
Sin segundas intenciones
Más bien por llevar
Un ideal. Cierto Ideal
Into the glories ofth' Alnrighty Sun Que podría ser
ANDREA MAR\IF,LL El no tolerar
Ante mí el sufrimiento
Y de ahí la flor
No permitir ante mí. . .
Mejor cantemos una melodía
Que proviene de nosotros,
Y es muy nuestra,
5og Luisito Hernández Puesto que esta canción
CMP 8977 Tiene en sí existencias
Ex campeón de peso welter Como toda canción
Interbarrios; soy Billy "Qué es aquella flor
The Kid, también. Que llevas
Y la exuberancia Pueda ser ya marchita
De mi amor Una flor de lejanos días
Hace que se me haga Y te dirá de mí"
Un nudo en el pulmón Los malos no tienen canciones
Y el Amo¡ lo vie¡to. Y creo que La Poesía
Algo de común hay Es entregar al Universo
Con el Agua el Amor. El propio corazón
AIgo existe en HrO Sin desgarrarse
Que es más que espejos "O make me a masli'
Acequias, ríos, Únicamente un ejemplo:
Albercas, estanques y La poesía conduce
¿Por qué no?: océanos.
l

De Vox Horrí¡ona De Vox Horrísona

Es evitar el dolo¡
Hacia [a propia destrucción A quienes en tu camino etc.
Poor Dylan Thomasl
Juro por Apolo Musagerae
Cita¡edo, Dios de la Medicina
Now say nay Y la Poesía
Aio¡a sí no
Pero el sufrimiento No tolerar ante mí
Es un camino
El dolor: Los cromáticos
Plagado de peligros
Yates tiene un tenue
E innecesario, no llores Tácto de belleza
Dylan, no llores Paul Verlaine Oder-Dichtung und wahrheit
Soy materialista
Los polícromos barcos
"En el co¡azón tenía
Llevan un impalpable
l,a espina de una ilusión Amor, Amor que basta
Logré arrancármela un día Para que la bóveda celeste
Ya no siento el coraz6i'
Y los parque
Quizá por eJlo diría Y tantas cosas
¡a¡ no sufrir, Poetas! Así es; que si Dios
Mejor escribir algo No existe
Que sea el mundo Qué importa
A través de tus ojos Pues de todas fo¡mas
And Through your eyes Existe
To your heart Esta es la soñada coherencia.
Qué diré entonces
Qué es lírica
Creo que el ser humano
Está hecho a imagen
y semejan etc.
Visto así, la Poesía
Sería c¡eación.
Mas no. Poesía
..t

De Vox Honísona
De Vox Honísona

MI CORAZóN
Se enredó
Y desde entonces TETRAILIADA CANNABINOL
En tu alma
Dormían los paisajes
Y la flor perpetua
De los jardines
Jamás recorridos. Iii
Y una tarde
Era un gordo y tímido
Que acontece tú
Me hablabas Violinista niiio.
De algo me hablas Luego creció y tornose
Pero el brillo de tu corazón En el adolescen¡e
Te oculta A quien ninguna mujer
Algo me dices Rechaza¡a:
Pero el estruendo Atlético, vivaz, analfabeto.
De tu alma Sólo alguien lo rehusó:
Me impide Una que en su corazón
Sobre el mar Soñaba
Ve íamos el üanscu¡so Con un lento y músico gordo.
Del verano las flores
Del Estío las .ioyas Asi perdió Menelao a Helena,
La armonía que La chicoyita de Tioya.
No debe ser quebrada.
De Vox Honison¿ De Vox Ho*son¿

Mientras ni tu sonríes prEarando


Mi rluerte en lo lejano de tu sueño
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ GUSTAVO MAHLER

Mientras llamas por teléfono


Y otros te contemplan.
74
Mienfras tocas con la mano derecha
Ata¡dezco
El Concierto en Sol para la mano izquierda
He dejado, hace tiempo
La hora del mediodía.
Mientras observas el film
Navego solo por los ríos
Con indiferencia ¡o estudiada.
Cuyos cauces
Son dulces a mis ojos
Mientras paseas la playa
Y decienden
Con las joyas de este Invie¡no.
Suavemente
Hacia la noche.
Mient¡as la mitad de tu nomb¡e
Basta para alejar el mal.

Mientras vives sin preguntarte,


Mientras oyes tus canciones,
Yo esc¡ibo, extrañado.
" ,.': rl

I ,:1.

De Vox Hofflsona
De Vox Honinna

POEMA AL SESQU¡CENTENARIO STABAT MÁTER

Stabat Máter
Inquietas se agimn Esperando en la comisaría
En sus pasarelas las misses Ante la sorna del alférez
Hoy se elige
Stabat Máter
Seño¡ita Pe¡ú Aguardando que concluya
En el Hospital del Niño La voraz semiología
Penan infantes
De los médicos
Y Pseudomonas Stabat Máter
Son las doce de la noche Descuajeringada, entregada
En Radio Naciona.l A obstet¡ices somnolientas
Que la Patria
Al Eterno elevó. Stabat Máte¡
Sola en la noche
Stabat Máte¡
En las vitrinas de las tiendas
En el día de la madre
Stabat Máte¡ once veces Dolorosa
Y una grande voz le dijo
No llores más, mujer, desde hoy
Hay otro ángel en los cielos.
De Vox Horrl¡on¿ De Vox Honí¡ona

Beber el vino
Y jamás
Me he dolido
En tu presencia
Adiós amo¡
EL ELEFANTE ASADO Muchas yeces
Y jamris.

Conséruame en Lz
fiaLlad
De las cosat abruptas
Tengo el ensueño vago
Y sin Sol
De haberte visto;
Y de la agujas grises
Y también ent¡eabrirse
EZRA POUND
78 El aire
A tus pasos amor mío.
Y entre vidrios,
Bajo, en el horizonte:
El día.
Esta es [a histo¡ia
de Mowli
El niño oveja

Adiós amo¡
Te he visto
Muchas yeces
Reluciente
Beber el agua
Y también
' ., f

De Vox Hotríson¿ De Vox Honkona

De Jesús María
Mi barrio natal.
Tienen el extraordinario
Brillo
De todo lo que amarnos
Los ojos de mi amor
PRELUDIO NUMERO OCHO Perdido
EN "LA'' MENOR Tienen el ext¡aordinario
Brillo
De lo que alguna vez amamos
El b¡illo de los vidrios
En la pista
Los campos del trigo Cascos de ce¡veza
De mi Rusia natal Vitrinas coloreadas
Son como los campos Con la lentitud
Verdes de mi EspaÁa De la ta¡de inve¡nal
El Sol de mi Bar¡anco Hay algo en la niebla
Natal Que aún merece
Es del color Ser de nomb¡e amor
De Lima mi ciudad Y también
El mismo Sol Nostflgico, un amor
Del planeta donde La canción que amó
Yo haya nacido Tiene la suave tersura
Es el mismo Sol De un mundo anterior
Que como estrella F,n rrn árbol
Bendice al niño Descansa el universo
O recibe la bendición Que aún merece
De los ojos claros El reflejo
Del anciano En las tiendas
Las monedas Coloreadas
De Vox Hotísona De Vor Hont¡ona

Los ovillos
Los muáecos agujas
Flo¡es mermelada ¡isas
De una madera
Demasiado firme
Es la vida
Pe¡o lleva
La esc¡itura
Del tiempo.
RECUERDAS TU LA PRIMAVERA

Esta au¡o¡a de Primavera


No sé por qué
Me hace
Sufrir
Aunque feliz
Rompo en llorar
Pero
Al to¡nar el día
Yo oí
Tir yoz
Sobre el césped
De vinilo y la bruma
¿Recuerdas tú la Primave¡a?
Í)e Uox Hotítond
l)e Vox Honhona

Azu[ como el recue¡do


Azul como olvidar
Y mira
A Federico Hólderlin
Al fondo en el valle
Brillando baio el agua
Y los infinitos resplandores
Ciego como una esff€lla.
A FEDERICO HOLDERLIN

Tan lejos de ti mismo


Como cetca
De[ duro y sacro reino
En espera del sol
Junto al cielo naranja
Tan ce¡ca
En espera del Sol
Tras una tapia
De maderas
Hierba en e[ suelo
Y titubeas ante todo
A¡te el cielo
Ante los dos rostros
Del ciego alado loco
Dulce como el recuerdo
Dulce como el olvido
De Vox Honl¡ona De Vox Hoúsona

DEDICATORIA CHANSON D'AMOUR

Sólo tuve
Un Amor humano
A todos los prófugos del mundo, a quienes quisieron
Porque el Amor
contemplar el mundo,
No es el cielo
a los prófugos y a los ffsicos puros, a las teorías
Por eso tengo
restringidas y a la generalizada.
Algunas asrillas
A todas las cervezas junto al mar. En el corazón
A todos lo que, en el fondo, tiemblan al ver un guardia. Pero el Amor
A los que aman a pesar de su dolor y el dolor que el Es el cielo
Tiempo hace florece¡ en el alma.
Quise decir:
No es ciego
Pero soy Billy
The Kid
Y como voy
Herido por la
Espalda he
Dejado a mi
Amor, que no
Me espera,
Porque el tiempo
Es breve; pero
Me ama.
' "4t

De Vott Horrísoaa
De Vox Horrbona

LO MEJOR que me
Sucedió fue
Habe¡te conocido
How can I see you,
No, how can I tell
You how, no, because
My love. Un día
Conocí el poder
Ligero de la palabra:
Yo ta¡tamudeaba
LA MISMA soledad En f¡ases,
Del Desie¡to Con los ojos: tales
Lo salvará Ojos que en la mar
De ser solita¡io Se agotan. Que
89
Su misma arena En el mar pierden
Azul lo libra¡á Un refejo, el asfalto?
De se¡ el mar Dime? Oíste allá
Gracias Desierto- Lon¡ano de mi corazón:
Era un aa¡decer
Inexplicable
Y tú tañías
Las cercanas hojas
Del geranio, hiedra.
Agua que desciendes
Y también eres hiedra,
Sombra que
No eres mía
Pero refracras
Los mágicos colores
Que soñaste
" _-.t

I -".

De Vm Horrísona De Vox Horrisona

Sombra que
no e¡es mía:
Yo conozco de ti
La forma cómo
besas el tiempo

Creo además,
Que es lo único
qu€ tengo.
HOY el agllita salada
no de la mar
es
es detanto querer
de tanto llo¡a¡.

8"ry
Agua Dulce, febrero 1977

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