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Los principales problemas de salud

Prevención primaria de la enfermedad


cardiovascular con fármacos
Félix Miguel García
Gerencia de Atención Primaria Valladolid Oeste. Valladolid.

Alejandro Merino Senovilla


EAP La Victoria. Valladolid.

María José Montero Alonso


Gerencia de Atención Primaria Valladolid Oeste. Valladolid.

Los conceptos epidemiológicos clásicos de prevención pri- REDUCCIÓN DE LA PRESIÓN ARTERIAL


maria (evitación de la enfermedad), secundaria (detección
precoz de la enfermedad) y terciaria (prevención de las com-
plicaciones potenciales de la enfermedad), conviven con la Presión arterial y riesgo cardiovascular
extendida distinción, no exactamente equivalente, entre pre-
vención primaria (intervención sobre personas sin la enfer- Existe una gran cantidad de estudios prospectivos que revelan
medad que se pretende prevenir) y secundaria (intervención una asociación entre presión arterial (PA) y morbimortalidad car-
sobre pacientes que ya han sufrido la enfermedad). Así, se diovascular. Las revisiones de conjunto más importantes han
habla de prevención secundaria de fracturas o de infarto de sido realizadas por el grupo inglés Prospective Studies Co-
miocardio para referirse al intento de evitar una nueva frac- llaboration. En 1990, a partir de datos de 9 estudios, se mostró
tura o un reinfarto. que un aumento de 10 mmHg de la presión arterial diastólica
(PAD) se asociaba con incrementos en la incidencia de accidente
Ha de tenerse en cuenta que las intervenciones que preten- cerebrovascular (ACV) y de cardiopatía isquémica (CI) de 2,27 y
den evitar de forma primaria una enfermedad se realizan sobre de 1,6 veces, respectivamente. Cuando la diferencia era de 5
personas sanas en lo que respecta a esa enfermedad. De ahí mmHg los incrementos respectivos eran de 1,5 y 1,261. En 2002
que estas intervenciones deban cumplir de forma estricta dos reunieron datos individuales de 61 estudios prospectivos (un
requisitos básicos: haber demostrado eficacia clara de magni- millón de personas), y mediante cálculos sofisticados y no inme-
tud suficiente, y tener un balance beneficio/riesgo claramente diatamente inteligibles encontraron que una presión arterial sis-
favorable. En otro orden, y dado que su aplicación se realiza, en tólica (PAS) 20 mmHg o una PAD 10 mmHg superiores a la
general, sobre amplios grupos de población, también cabe exi- «usual» se asocia con un riesgo de mortalidad cerebrovascular y
gir que las intervenciones sean costo-efectivas. de mortalidad coronaria dos veces mayor2. Los autores de ambos
estudios gustan destacar que esta relación aparece como conti-
Este texto examina las principales intervenciones farmacoló- nua, gradual e independiente y sin dintel debajo del cual no apa-
gicas para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascu- rezca su asociación con el riesgo de muerte por ACV o CI, «al
lar, centrándose en tres aspectos básicos: su justificación, los cri- menos hasta límites tan bajos como 115/75 mmHg».
terios de inicio de las intervenciones y los objetivos intermedios
del tratamiento. Para ello se han tenido en cuenta los ensayos y Sin embargo también existen datos que relacionan PAD
metaanálisis originales, así como las principales guías de prácti- baja con mayor incidencia de CI en personas mayores de
ca clínica y consensos. No se ha revisado la seguridad de los fár- 60 años (seguimiento de 20 años de cohortes de Fra-
macos ni las intervenciones sobre el estilo de vida. mingham)3; y también un estudio (seguimiento de 9 años de
una cohorte de mayores de 85 años4) que encuentra mayor
Las tablas se presentan en la versión electrónica (www. mortalidad total en ancianos con PAS inferior a 140 mmHg
AMF -semFYC.com). En la tabla 1 se relaciona la denomina- (respecto a 140-159 mmHg) y menor mortalidad cuando la
ción, acrónimo y referencia de los estudios originales y PAD es superior a 90 (respecto a 80-89 mmHg).
metaanálisis que se citan. En la tabla 2 se ofrece un listado
de las principales guías y consensos nacionales e internacio- La mayor capacidad predictiva de CI en individuos meno-
nales. Los principales resultados de los ensayos y metaanálisis res de 50 años corresponde a la PAD, y en mayores de 60 años
se recogen en las tablas 3a a 3d (ver nota metodológica en a la presión de pulso (diferencia entre la PAS y PAD) (por la
www.AMF-semFYC.com), y las principales recomendaciones mentada relación inversa de la PAD con el riesgo de CI en este
de los principales consensos en la tabla 4. grupo de edad)3.

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Eficacia del tratamiento antihipertensivo ciencia cardíaca y en pacientes con nefropatía diabética (ver
más adelante)9-10.
Frente a placebo y en prevención primaria se han ensayado
tiazidas (6 ensayos con dosis bajas), betabloqueantes (BB, 5 Los principales consensos divergen en el tratamiento de
ensayos), antagonistas del calcio (ACA, 1 ensayo) y antagonis- elección que recomiendan: tiazidas a dosis bajas salvo indica-
tas de angiotensina II (ARA II, 1 ensayo). En general estos estu- ciones específicas (JNC, OMS, OSAK), cualquiera (ECS-EHS,
dios han incluido personas en torno a los 70 años y con obje- CEIPC) o la estrategia conocida inicialmente como AB/CD (IECA
tivo de tratamiento alrededor de 160-150/95-90 mmHg. Tres o BB en menores de 55 años y ACA o tiazidas en los mayores),
metaanálisis han sumarizado los datos. La mortalidad total y y posteriormente A/CD, preconizada en las guías anglosajonas
cardiovascular (CV) es reducida únicamente por tiazidas a dosis sin más fundamento evidencial que el hecho de que IECA y BB
bajas solas o asociadas a BB (reducción absoluta del riesgo, consiguen una mayor reducción de la PA en jóvenes.
RAR 1,1 a 1,3%). Las tiazidas reducen la incidencia de ACV en
un 2,3%, asociadas a BB en un 1,1%, ACA en un 1,4% y BB en El papel de los BB es objeto de reciente controversia al no
un 0,6%. La incidencia de CI sólo es reducida por tiazidas mejorar, al contrario que las tiazidas, la supervivencia, y obtener
(1,9%); cuando se asocian a BB, el tamaño del efecto se redu- un menor tamaño de efecto que éstas, y haber resultado el ate-
ce a la mitad en varones y desaparece en mujeres. Los ARA II nolol inferior al amlodipino (estudio ASCOT-BPLA) y al losartán
no logran superar al placebo, aunque ha de tenerse en cuenta (estudio LIFE) en la reducción de ACV9. De este modo, mientras
que el 84% del grupo placebo del único ensayo disponible reci- que NICE aconseja relegar los BB de la primera línea de trata-
bió tratamiento antihipertensivo (ver tabla 3 en www.AMF- miento de la HTA (lo permite en gente joven con intolerancia a
semFYC.com). En un macrometaanálisis reciente (casi un IECA/ARA II, mujeres con posibilidad de gestación y estado sim-
millón de personas), que incluye 27 ensayos clínicos en pre- páticomimético), ECS-EHS atribuye estos peores resultados de
vención primaria (la mayoría excluidos aquí y en otros metaa- los BB a la potenciación de efectos metabólicos al asociarse con
nálisis y guías por diversas razones) se observa un efecto con- tiazidas e insiste en su utilidad en postinfarto y post-ACV.
junto de los antihipertensivos en la prevención primaria de la
CI de 0,39% y de ACV de 1,23% (RAR, cálculo nuestro)5 Respecto al tratamiento de elección en los hipertensos dia-
béticos, la evidencia es compleja de interpretar pues, por un
Desde la década de 1980, pero con mayor profusión en la de lado, ni IECA ni ARA II superan a otros grupos en prevenir mor-
1990, se han llevado a cabo gran número de ensayos que han bimortalidad CV ni complicaciones renales duras, y por otro,
comparado el efecto de distintos regímenes antihipertensivos. IECA y ARA II han demostrado mejorar variables subrogadas de
Estos ensayos han reclutado personas en torno a los 50-65 años, enfermedad renal (efecto antiproteinúrico) aunque esta pro-
mezclan personas sanas y con enfermedad CV y utilizan antihi- piedad tenga una repercusión clínica incierta y no pueda ser
pertensivos en ambas ramas para conseguir objetivos de PA infe- atribuida a efectos específicos más allá del descenso de la pre-
riores a 140/90 mmHg. Los tres metaanálisis que han sumariza- sión arterial. Solamente en diabéticos con nefropatía grave e
do los datos ofrecen conclusiones distintas (superioridad de las insuficiencia renal, IECA y ARA II han demostrado reducir la
tiazidas6, equivalencia de todos los grupos7 y ausencia de efecto incidencia de enfermedad renal terminal11. De ahí que las reco-
específico más allá del descenso de la PA)8. Sin embargo, la lec- mendaciones de los consensos varíen: no recomendación espe-
tura detallada de los resultados de estos metaanálisis permite cífica, tiazidas o IECA, o IECA (o ARA II), como grupo de elec-
obtener conclusiones similares, a saber: ningún grupo supera a ción o como componente del tratamiento. Sí existe acuerdo en
las tiazidas; éstas superan a los inhibidores de la enzima de con- recomendar IECA (o ARA II) como tratamiento de elección en
versión de la angiotensina (IECA) en reducción de ACV y a ACA diabéticos con micro o macroalbuminuria.
en reducción de IC (frente a ARA II no se ha enfrentado). Por su
parte, ACA obtiene mejores resultados, en prevención de ACV,
que IECA, BB y la asociación de tiazidas con BB y mejores que
ARA II en prevención de CI. El metaanálisis de Law5 compara
Cuándo iniciar el tratamiento con fármacos
cada grupo frente al resto de forma conjunta y sólo para CI y antihipertensivos
ACV. No encuentra diferencias excepto en ACV: superioridad de
ACA e inferioridad de BB frente al resto (ver figura 1 en Existe un consenso general acerca de que ha de iniciarse tra-
www.AMF-semFYC.com). tamiento farmacológico de la HTA cuando la PA se sitúa persis-
tentemente por encima de 160/100 mmHg (o 150/95) tras 1-3
Al contrario que el resto de grupos de antihipertensivos, meses de consejos sobre estilos de vida. Si la PA es igual o supe-
ARA II se ha comparado poco y en pacientes específicos: fren- rior a 180/110 mmHg debe iniciarse tratamiento farmacológico
te a BB en personas con hipertrofia ventricular izquierda y en cualquier caso. (Ver tabla 2 en www.AMF-semFYC.com.)
alto riesgo CV en el estudio LIFE (a los que supera en preven-
ción de ACV), frente a ACA e IECA en prevención secundaria La actitud que hay que adoptar cuando la PA es igual o
a los que no supera (ensayos VALUE y ONTARGET), en insufi- superior a 140/90 mmHg pero inferior a 160/100 (o 150/95)

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varía en función del RCV del paciente. Si éste es «alto» (≥ 20% cifras así de bajas, fundamentalmente en ancianos, y en apelar a
medido con tablas de Framingham y derivadas; ≥ 5% con la prudencia clínica.
SCORE) todas las guías indican el tratamiento farmacológico.
Si el RCV del individuo es bajo o moderado, se aconseja insistir Las guías recomiendan una primera valoración de la efica-
en las medidas sobre el estilo de vida, reevaluar la situación cia del tratamiento al cabo de 1-3 meses, y una vez estabiliza-
cada 1-5 años e instaurar tratamiento farmacológico, o no, da la PA, controles cada 3, 6 o 12 meses.
contando con la opinión del paciente.

Los resultados del estudio HYVET apoyan el tratamiento


de la HTA también en pacientes muy ancianos (> 80 años), REDUCCIÓN DE LOS LÍPIDOS PLASMÁTICOS
aunque con objetivos de PA más conservadores (en el ensa-
yo < 150/80 mmHg con cumplimiento en el 48%), dada la
Lipoproteínas de baja densidad
citada asociación inversa entre los niveles de PA y la morta-
lidad en personas muy ancianas. y riesgo cardiovascular

En prevención secundaria o cuando existe daño de órganos La relación exacta entre el colesterol y las lipoproteínas de
diana, el tratamiento farmacológico está indicado a partir de baja densidad (LDL) con la aterosclerosis y la enfermedad CV es
140/90 mmHg, aunque algunas guías rebajan el dintel a motivo de controversia desde antiguo. De un lado, la hipótesis
130/85 mmHg. lipídica sostiene que existen razones biológicas (estudios de
laboratorio de inducción de aterosclerosis), genéticas (hiperco-
lesterolemias familiares y mutaciones), epidemiológicas y clíni-
cas (los ensayos de intervención) que muestran una relación
Objetivos del tratamiento farmacológico consistente entre niveles de colesterol o LDL y enfermedad CV
de la HTA en varones, mujeres, jóvenes, ancianos, con y sin otros factores
de riesgo CV o enfermedad CV14. Grundy, de hecho, considera
Se dispone de un ensayo clínico (HOT12) cuyo objetivo fue que la LDL es «la fuerza motriz» de la aterosclerosis, el «momen-
comprobar la relación entre distintos niveles de PAD (90, 85 y to culminante» de la prevención15. De forma que llega a deno-
80 mmHg) con la morbimortalidad CV. No se encontraron dife- minar «riesgo residual más allá de la reducción del LDL» al taba-
rencias estadísticamente significativas. En un análisis en fun- co, al síndrome metabólico y a los factores de la pared arterial.
ción de la PA realmente lograda (prescindiendo del análisis por
intención de tratar y, por tanto, con nivel de evidencia corres- Además, existen datos epidemiológicos y clínicos (también
pondiente a un estudio de cohortes y no de ensayo clínico), las una interpretación distinta de los hallazgos genéticos o angio-
incidencias de morbimortalidad fueron similares: de 75 a 90 y gráficos) que matizan el papel causal y/o clínico del LDL16.
de 120 a 150 mmHg. Como se ha destacado en un artículo anterior17, el colesterol es
un factor de riesgo cardiovascular (FRCV) débil o no lo es en
A este respecto es ilustrativa la siguiente afirmación de la personas mayores de 50 años, y un mismo nivel de colesterol se
guía europea ECS-EHS 2007: «En la guía de 2003, a la vez que asocia a mortalidad coronaria tres veces superior en los países
se recomendaba situar la PA debajo de 140/90 mmHg en todos del norte de Europa que en los del sur y Japón. Lo mismo ocu-
los hipertensos, admitíamos que era sólo una recomendación rre con el LDL. Por ejemplo, ni éste ni los índices clásicos coles-
prudente, pues la evidencia procedente de ensayos clínicos terol/HDL o LDL/HDL predicen la aparición de episodios coro-
acerca del beneficio de conseguir este objetivo se limitaba a los narios a largo plazo18 o la proteína C reactiva predice mejor los
pacientes con diabetes o con enfermedad CV, y se basaba en acontecimientos CV que el LDL; de hecho, el 46% de los acon-
un análisis post hoc del ensayo HOT». tecimientos CV ocurrieron en mujeres con LDL inferior a
130 mg/dl19. Los resultados de los ensayos clínicos con hipoli-
En el caso de pacientes diabéticos, las guías difieren en reco- pemiantes abundan en esta inconsistencia: Superko ha desta-
mendar como objetivo terapéutico PA < 140/80 y 130/80 mmHg. cado, en controversia con Grundy, que la reducción de LDL,
Las evidencias que apoyarían estas últimas cifras proceden de incluso a niveles de 70 mg/dl, coexiste en los ensayos clínicos
datos de subgrupo, ensayos con sesgos potenciales o con resulta- con tasas de morbimortalidad CV elevadas, aunque sean infe-
dos contradictorios13, circunstancia reconocida explícitamente riores a las del grupo control20. Y los recientes ensayos ENHAN-
por ECS-EHS («la evidencia sobre el beneficio de un objetivo CE21 y SEAS22 coinciden en mostrar que las sustanciales reduc-
estricto < 130/80 mmHg es más limitada»; «el beneficio no es ciones adicionales de LDL logradas mediante la adición de eze-
impresionante») y JNC («aunque los datos disponibles son en cier- timiba a la estatina no se traducen en resultados clínicos.
ta medida escasos para justificar un objetivo tan bajo como
éste»). De ahí la insistencia de los consensos en advertir al clínico Por último, los niveles bajos de colesterol se asocian con mayor
sobre la dificultad operativa de lograr, en muchas ocasiones, mortalidad por cáncer, especialmente de pulmón23, hígado y pán-

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creas, y también incidencia de otros cánceres y enfermedades res- citado. Confirman que las estatinas no reducen la mortalidad
piratorias24. La aparición en el estudio SEAS22 de mayor inciden- coronaria (la CV y la cerebrovascular no se analizan) y que la
cia de cáncer (incremento absoluto del 3,6% en 4 años) en la magnitud de su efecto es del 1,4 al 1,66% en reducción abso-
rama de tratamiento intensivo con simvastatina más ezetimiba luta de episodios coronarios y del 0,4% en episodios cerebro-
abunda en estos hallazgos. También se ha observado un incre- vasculares (ver tabla 3 en www.AMF-semFYC.com). El último
mento de mortalidad coronaria y total asociadas a niveles bajos metaanálisis (Brugts) también encuentra reducción en morta-
de LDL, aunque su carácter causal no está establecido25. lidad total (0,58%), pero lo hace a expensas del ensayo JUPITER
y de utilizar datos de mortalidad de una extensión observacio-
nal del ASCOT. Estos resultados son similares a los de varios
metaanálisis publicados con anterioridad y que han venido
Eficacia del tratamiento hipolipemiante
concluyendo que «la reducción absoluta del riesgo es propor-
(estatinas) cional al riesgo basal»; las estatinas «no han demostrado pro-
porcionar un beneficio global […] en prevención primaria»; «en
Se dispone de ocho grandes ensayos clínicos que han eva- prevención primaria [las estatinas] proporcionan únicamente
luado la eficacia de las estatinas en la prevención primaria de mejoras […] pequeñas y de escasa relevancia clínica»29.
la enfermedad CV. Dos de ellos están realizados en población
hipertensa (ALLHAT, ASCOT), otros dos en población diabética y Respecto a subgrupos clínicamente importantes, cabe decir
mayoritariamente hipertensa (CARDS y ASPEN) y uno en lo siguiente:
mayores de 70 años (PROSPER). Excepto un ensayo (MEGA,
Japón) se han desarrollado en países de alto riesgo CV (EE.UU., Como se ha dicho, salvo contadas excepciones, los ensayos
norte de Europa y Reino unido), y han incluido mayoritaria- con estatinas han incluido a pocas mujeres. Un metaanálisis
mente varones de mediana edad (55 a 66 años) (ver tabla 3 en que recoge datos de subgrupo no encuentra efecto de las esta-
www.AMF-semFYC.com). tinas en mujeres sin antecedentes de enfermedad CV, mientras
sí lo hace en prevención secundaria30, hecho que confirma el
Ninguno de estos ensayos ha logrado reducir la mortalidad único ensayo realizado mayoritariamente en mujeres sin enfer-
(total, coronaria o CV). La cardiopatía isquémica se redujo entre medad CV (MEGA), donde la reducción de episodios coronarios
un 0,5 y un 2,26%. Sólo en dos ensayos se observa reducción y CV se obtiene a expensas del minoritario subgrupo de varo-
de ACV (ASCOT 0,63% y CARDS 1,3%). La reducción de episo- nes (31%), mientras que en las mujeres no aparece efecto.
dios CV en conjunto oscila del 1,1 del MEGA al 4% del CARDS.
En mayores de 70 años se dispone de un ensayo específico
El último gran ensayo publicado con estatinas (rosuvastati- (PROSPER, media de edad, 75 años) donde las estatinas mues-
na) en prevención primaria es el JUPITER, que reclutó nada tran eficacia en la prevención secundaria de la enfermedad CV,
menos que a 17.802 personas «aparentemente sanas» con nive- pero no en prevención primaria.
les de LDL < 130 mg/dl pero con proteína C de alta sensibilidad
elevada. Su interrupción prematura a los 1,9 años, hecho que Finalmente, en los diabéticos sin enfermedad CV, se dispone
puede falsear al alza sus resultados (RAR de infarto o de ictus de dos ensayos específicos, CARDS y ASPEN, y de datos de sub-
del 0,4% y de mortalidad total del 0,6%) y el claro conflicto de grupo de cinco ensayos. En el CARDS se encontraron reduccio-
intereses (su primer firmante está relacionado con la patente nes del 1,9% en episodios coronarios y del 1,3% en ACV. En
del reactivo de proteína C) restan valor, de momento, a esta ASPEN no se halló efecto. Y tan sólo en uno de los cinco ensa-
nueva línea de intervención. yos (datos de un subsubgrupo del ensayo HPS) se encontró efec-
to. En los metaanálisis se constata un tamaño del efecto dos a
En los últimos años se ha publicado un gran número de me- tres veces superior en diabéticos en prevención secundaria que
taanálisis. Muchos recogen conjuntamente resultados de ensa- en diabéticos sin enfermedad CV (2,08% y 2,6% por mmol) 31-32.
yos realizados en prevención primaria y secundaria y/o mezclan
distintos hipolipemiantes. El más reciente incluye hasta 20
ensayos realizados en prevención primaria en poblaciones
específicas, heterogéneas, con objetivos principales diversos y Eficacia del tratamiento hipolipemiante
con problemas metodológicos, además de no permitir conocer (fibratos, resinas y ezetimiba)
la RAR26. Otro metaanálisis muy citado del CCT Collaborators27
presenta los resultados en términos de unidades de descenso Respecto a los fibratos, si se excluye el fallido estudio de
de LDL, un parámetro de utilidad epidemiológica pero no clíni- 1978 con clofibrato auspiciado por la OMS, se dispone de dos
ca. Por fin, Ward et al. han venido publicando varios informes grandes ensayos en prevención primaria: HHS (gemfibrozilo) en
técnicos, que NICE ha tomado como base, y que utilizan una población general y FIELD (fenofibrato) en diabéticos. No afec-
clasificación de los ensayos muy compleja28. Dos metaanálisis tan a la mortalidad y reducen la incidencia de CI (1,4% en el
recogen los grandes ensayos en prevención primaria que se han HHS) o de episodios CV (1,4% en el FIELD).

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Se dispone de dos grandes ensayos con resinas de intercam- decir, no existe apoyo evidencial para una definición operativa
bio: Dorr (colestipol) y LCR (colestiramina), que obtuvieron de «alto riesgo», y los resultados clínicos de las estatinas en
resultados negativos salvo en la variable combinada. prevención primaria se mueven en número necesario a tratar
(NNT) entre 60 (episodios coronarios) y 268 (episodios cerebro-
A pesar de llevar en el mercado desde 2004, no se ha publi- vasculares), sin afectar a la mortalidad y en condiciones ópti-
cado ningún ensayo que haya estudiado la eficacia clínica de mas en países de alto riesgo basal (ver tabla 3 en www.AMF-
ezetimiba en monoterapia. Sí se dispone de dos ensayos recien- semFYC.com). Si nos fijamos en el único estudio realizado en
tes con ezetimiba asociada a estatinas en pacientes específicos un país de bajo riesgo como España (MEGA), el NNT alcanza las
y en prevención secundaria, con resultados negativos a pesar 200 personas para evitar un nuevo episodio coronario (90 si se
de reducir significativamente el LDL21-22. unifican todos los episodios CV).

Por todo ello es razonable interpretar las evidencias dispo-


nibles en prevención primaria en el sentido de reservar las
¿Cuándo iniciar el tratamiento estatinas para varones de 40-70 años, con alto riesgo CV.
con fármacos hipolipemiantes? Cualitativamente, el perfil del candidato óptimo para las
estatinas es un varón a la vez diabético de varios años de evo-
Un dato inicial que hay que tener en cuenta es la variabili- lución, hipertenso y fumador. En mujeres y en ancianos
dad existente en las recomendaciones nacionales e internacio- mayores de 70 años sin tratamiento previo, las estatinas
nales y las lagunas o zonas de ambigüedad que en ellos pue- habrían de utilizarse muy selectivamente, de forma muy res-
den encontrarse respecto a la indicación de hipolipemiante. tringida o rara vez.

Parece existir acuerdo en que ha de intervenirse con estatinas


en personas con niveles muy altos de colesterol total o de LDL.
En concreto cuando superan, respectivamente, cifras de 320 y Objetivos del tratamiento farmacológico
240 mg/dl (el norteamericano NCEP habla de LDL ≥ 190 mg/dl). con hipolipemiantes
También parece existir acuerdo en tratar la hipercolesterolemia
familiar, un proceso específico relativamente frecuente (1 de Los ensayos clínicos con estatinas frente a placebo, tanto en
cada 400 adultos aproximadamente), aun en el caso, poco fre- prevención primaria como en secundaria, no se han realizado
cuente, de tener cifras de colesterol inferiores a 300 mg/dl. titulando dosis en función de objetivos terapéuticos. En esto se
diferencian, por ejemplo, de los ensayos con antihipertensivos,
En el resto de los casos, y en personas sin enfermedad CV, donde el proceder habitual consiste en ir ajustando la dosis y/o
existe un acuerdo genérico en recomendar estatinas a personas asociar fármacos hasta conseguir las cifras de PA que se hayan
de «alto RCV» cuando el LDL supere los 100, 115 o los 130 definido.
mg/dl. Los consensos británicos utilizan como único criterio la
estimación del RCV con independencia del LDL. Tampoco se dispone de ningún ensayo cuyo propósito haya
sido fijar el nivel óptimo de LDL o de colesterol, o comparar dis-
Las discrepancias surgen en la definición de «alto RCV». tintos objetivos de LDL, en relación a la reducción de la morbi-
Unos lo definen como puntuación SCORE ≥ 5%, otros median- mortalidad. De nuevo, a diferencia del caso de la HTA.
te distintas versiones de Framingham ≥ 20%. Unos consideran
a los diabéticos directamente como de «alto riesgo»; otros, úni- La justificación teórica de los objetivos en función de LDL
camente cuando superan los 40 años; otros cuando superan los procede de modelizaciones matemáticas y de extrapolaciones a
40 años y presentan alguna otra condición, y otros no se pro- partir de análisis post hoc de los ensayos clínicos y de estudios
nuncian. Algunos, en caso de diabetes, bajan el dintel de inicio epidemiológicos generales27,34. Pero estos objetivos (< 130 mg/dl
a LDL > 100 mg/dl (o el objetivo a menos de 100). Finalmente, en prevención primaria y < 100 a 70 mg/dl en secundaria) no tie-
el NCEP recomienda también tratar cuando el RCV estimado es nen justificación evidencial, como ha puesto de manifiesto la
moderado o bajo si existen dos o más FRCV y el LDL es superior revisión de Hayward et al. para el Veterans Affaire Center35.
a 130 y 160 mg/dl, respectivamente.
Por todo ello, cobra fuerza la opción clínica tomada por
Estas discrepancias tienen como consecuencia que el núme- NICE y, en general, por las recomendaciones británicas, que
ro de personas que habrían de iniciar tratamiento con estati- entre nosotros ha recogido la guía de Osakidetza, de no reco-
nas varía sustancialmente, como pusieron de manifiesto tem- mendar objetivos de LDL ni dosis altas de estatinas ni segui-
pranamente entre nosotros Ramos et al.33. miento de niveles lipídicos, sino la utilización de la dosis están-
dar que ha sido empleada en los ensayos clínicos, que logran
La razón de fondo de estas discrepancias radica en que las un descenso en LDL aproximado del 35%. En concreto optan
evidencias que las sustentan no tienen suficiente solidez, es por simvastatina 40 mg. Las dosis equipotentes de estatinas

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son: simvastatina, 20-40 mg; pravastatina y lovastatina, 40 los recientes y específicamente dirigidos a la búsqueda de un
mg; atorvastatina, 10 mg, y fluvastastina, 80 mg (ver anexo en objetivo óptimo de HBA1c (ACCORD, ADVANCE y VADT, todos
www.AMF-semFYC.com). realizados en diabetes tipo 2). Existe una excepción: en los
diabéticos con sobrepeso del UKPDS34, el tratamiento con
metformina frente al convencional (dieta) redujo la mortali-
REDUCCIÓN DE LA GLUCEMIA dad total (RAR 7%) y la incidencia de infarto de miocardio
(6,4%), aunque con unos intervalos de confianza (IC) al 95%
EN LA DIABETES MELLITUS
muy amplios. Tanto el DCCT como el UKPDS han seguido
controlando los resultados clínicos una vez concluido el
Diabetes y riesgo cardiovascular correspondiente ensayo. Con las limitaciones metodológicas
inherentes a este tipo de seguimientos postensayo, hay que
Los estudios epidemiológicos clásicos han mostrado que la reseñar que en el DCCT42 se registró una reducción del 3,6%
presencia de diabetes se asocia a una mayor incidencia de epi- en los episodios CV (con RRR del 42% e IC de 9 a 63%) y en
sodios cardiovasculares36 y de mortalidad coronaria y cerebro- el UKPDS43 se mantuvo, en el grupo de metformina, la reduc-
vascular37, del orden de dos veces más que si no está presente. ción encontrada en el ensayo clínico en la mortalidad total
Un metaanálisis reciente, que recoge 37 estudios prospectivos, (RAR 8,4%) y en la incidencia de infarto (RAR 7%), y apare-
concluye que el riesgo de mortalidad coronaria en mujeres dia- ció un nuevo resultado estadísticamente significativo en el
béticas es unas tres veces superior que en no diabéticas, y alre- grupo de sulfonilurea o insulina en esas mismas variables CV
dedor de dos veces en varones38. (RAR 4,6% y 3,2%, respectivamente). Cabe reseñar que se ha
publicado un metaanálisis que «sugiere» que la mejora del
En 2001, el NCEP-ATP III consideró la diabetes como un control glucémico reduce la incidencia de episodios macro-
«equivalente de riesgo coronario», a efectos de decisiones tera- vasculares44. Pero se trata de un metaanálisis que crea una
péuticas (inicio y objetivos terapéuticos similares a la enferme- variable combinada propia y que utiliza datos no publicados
dad CV establecida), basándose en un estudio, el de Haffner, que no coinciden con los resultados de los ensayos origina-
que ha sido refutado por nuevos estudios de mayor calidad les. De hecho, la ADA no tiene en cuenta de forma efectiva
metodológica, que rebaten la hipótesis de la equivalencia de los resultados de este estudio.
riesgo, pues muestran que los pacientes coronarios tienen
entre dos y tres veces mayor riesgo de mortalidad coronaria, CV Respecto a las complicaciones microvasculares, ningún
y de infarto de miocardio que los diabéticos39. Probablemente estudio ha mostrado reducir las variables duras: ceguera,
el estudio más matizado al respecto sea el de Howard, una deterioro visual, edema de mácula, vitrectomía o fallo renal.
cohorte poblacional de 4.549 personas seguida durante Sólo los estudios clásicos encuentran reducción en la necesi-
12,6 años, que concluye que el riesgo del diabético respecto a dad de fotocoagulación tanto en diabéticos tipo 2 con RAR
no diabético varía en función de los factores de riesgo CV con- del 2,7% (en el grupo de sulfonilurea o insulina, pero no con
comitantes (de 1,6 a 4,6 veces), mientras que el riesgo de los metformina, UKPDS) como en los de tipo 1, aunque única-
pacientes coronarios, diabéticos o no, es del orden de seis veces mente en los pacientes con retinopatía moderada de partida
superior al de la población sana40. (DCCT, reducción de 1,4/100 pacientes-año). El DCCT es el
único ensayo que encuentra una reducción de la aparición o
progresión de la retinopatía (3 pasos en una escala de 25,
Eficacia del tratamiento hipoglucemiante RAR en torno al 15%), y también, cuando ya existe retino-
patía, de la progresión a retinopatía proliferativa. Respecto a
La relación entre HBA1c y enfermedad CV ha sido sumariza- las variables subrogadas de daño renal en algunos casos
da en un metaanálisis que reconoce las limitaciones de los (DCCT y ADVANCE) se encuentra mejoría (aparición de
estudios que le sirven de base (pocos, pequeños, heterogéneos microalbuminuria en torno a un 2% menos o de macroalbu-
y con posibilidad elevada de sesgos de confusión y publica- minuria en los diabéticos tipo 1 con retinopatía previa,
ción). Encuentra que 1 punto porcentual de incremento en la 0,8/100 pacientes año). También se logra la significación
HBA1c se asocia con un riesgo relativo de enfermedad CV (y de estadística en las variables combinadas «episodios microvas-
cada uno de sus componentes), de alrededor de 1,18 en diabe- culares» duros en el UKPDS rama sulfonilurea o insulina (RAR
tes tipo 2, pero no en diabetes tipo 1, con la excepción en este 2,4%) y «nefropatía» en ADVANCE (RAR 1,1%). Finalmente,
caso, de la arteriopatía periférica41. sólo el DCCT encuentra reducción de neuropatía clínica (RAR
7-9%).
Sin embargo, la reducción de la glucemia plasmática con
hipoglucemiantes no ha demostrado claramente evitar la Los resultados del UKPDS y DCCT se mantienen en sus res-
aparición de enfermedad CV, ni en los ensayos clínicos clási- pectivos seguimientos postensayo de 1043 y 445 años (el segui-
cos (DCCT en diabetes tipo 1 y UKPDS en diabetes tipo 2, ni miento de 11 años del DCCT42 no ofrece datos al respecto). El
tampoco en el resto de pequeños ensayos publicados) ni en estudio ACCORD no proporciona datos.

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Objetivos del tratamiento farmacológico Con anterioridad a la aparición de los últimos tres estudios
hipoglucemiante que se vienen citando, el American College of Physicians reali-
zó un revisión crítica de las principales guías y consensos res-
pecto al objetivo óptimo de HBA1c, y ya insistió en que el obje-
La interrupción del ensayo ACCORD a causa de la aparición
tivo debería ser individualizado en función de la comorbilidad,
de un incremento en la mortalidad total y cardiovascular en el
expectativa de vida y también en función de las preferencias
grupo asignado a tratamiento intensivo (incremento respecti-
del paciente en lo que pueda afectar a su calidad de vida, fijan-
vo del 1 y 0,8% en 3 años), ha puesto de manifiesto, de un
do el 7% como «un objetivo razonable para muchos, pero no
lado, los efectos indeseables potenciales de las intervenciones
para todos los pacientes»46.
preventivas, y de otro la limitación de las variables interme-
dias como parámetros de control terapéutico o medidas del
Tras la publicación de los últimos estudios, la ADA, junto a
efecto.
otras asociaciones, ha presentado una «position statement»47
en la que, basándose en extrapolaciones y análisis de subgru-
Es necesario señalar, primero, que la expresión «tratamiento po, emite una recomendación general de mantener la HBA1c
intensivo» no tiene un significado único en todos los ensayos por debajo del 7%, pero señalando que esta cifra ha de indivi-
clínicos. Así, en el DCCT se comparó una intervención intensi- dualizarse en el sentido de ser un objetivo menos estricto en
va con 3 o 4 inyecciones de insulina para lograr glucemias pos- diabéticos con historia de hipoglucemias graves, expectativa
prandiales inferiores a 180 mg/dl y HBA1c inferiores al 6,05% de vida limitada, comorbilidad o presencia de complicaciones
frente a una intervención convencional que consistía en 1- micro o macrovasculares avanzadas, y sugiriendo, en cambio,
2 inyecciones de insulina para evitar síntomas. En el UKPDS se un objetivo más estricto en pacientes con buen estado.
comparó un tratamiento intensivo con insulina, sulfonilureas
o, en diabéticos con sobrepeso, metformina, para conseguir
glucemias posprandiales inferiores a 108 mg/dl frente a una
intervención dietética (y fármacos si fuera necesario) para ANTIAGREGACIÓN EN PREVENCIÓN PRIMARIA
mantener cifras posprandiales inferiores a 270 mg/dl. Y los tres
ensayos más recientes han tenido como objetivo estudiar si se Se dispone de seis ensayos clínicos y de tres metaanálisis que
obtienen beneficios clínicos intentando situar la HBA1c por han estudiado la eficacia del ácido acetilsalicílico (AAS) en la
debajo del 6% (ACCORD, VADT) o del 6,5% (ADVANCE) frente a prevención primaria de la enfermedad CV –ver tabla 3 en
niveles de 7 a 8% (ACCORD), una diferencia de 1,5% (VADT) o www.AMF-semFYC.com– (75 a 500 mg/día; duración de 3,6 a
según «guías locales» (ADVANCE). 10 años; varones y mujeres de mediana edad, entre 50 y 60
años). El hallazgo más destacable es la reducción de los episodios
DCCT y UKPDS lograron situar la HBA1c media entre 7 y 7,4 CV en torno a un 0,3-0,6%, subsidiaria de la disminución de IM
en el grupo de intervención y entre 7, y 9,1 en el control. Y los en varones (0,5-0,8%) y de ACV en mujeres (0,3%). El riesgo de
tres estudios más recientes, diseñados para fijar objetivos del ACV hemorrágico en los varones se incrementa en un 0,1%.
tratamiento en función de la HBA1c, logran, con el tratamien-
to intensivo, cifras de 6,3 a 6,9% respecto al 7-8,5% del trata- En ningún ensayo se logra reducir la mortalidad total; en
miento convencional. uno de ellos (PHS) se reduce la mortalidad coronaria (0,2%) y
en otro (PPP) la mortalidad CV (0,6%), resultados que no se
Nótese que en los estudios clásicos, donde se encuentran trasladan a los metaanálisis.
mejores resultados clínicos, el significado de «intensivo» es más
laxo que en los estudios más recientes. De hecho en el ensayo En paralelo, en todos los estudios se observa un incremento
ACCORD, como se ha comentado, apareció un incremento de la estadísticamente significativo de episodios de sangrado mayor,
mortalidad en el grupo de tratamiento intensivo, y el único fundamentalmente gastrointestinal, que el metaanálisis de
resultado positivo que puede encontrarse en el conjunto de los Berger cuantifica, a partir de estos ensayos, en 0,32% en varo-
tres ensayos más recientes ha sido la reducción de la variable nes y 0,25% en mujeres. Coincide con el 0,2-0,3% que Hayden
combinada «nefropatía» (RAR 1,1%) en el estudio ADVANCE encuentra en su revisión, más amplia.
que se traslada a la también combinada y heterogénea «episo-
dios micro y macrovasculares» (RAR 1,9%). Los NNT globales que Berger calcula para 6,4 años son de
333 varones y de 270 mujeres para evitar un nuevo aconteci-
En cambio, todos los ensayos coinciden en señalar una miento CV, y de 400 varones y 203 mujeres para provocar un
mayor frecuencia de efectos adversos en los grupos de inter- episodio de sangrado mayor.
vención intensiva: hospitalización (1,7 a 2,1% más frecuente),
hipoglucemias graves (de 0,3 a 7% más, que doblan o triplican Hay que hacer notar que los EC han incluido mayoritaria-
al correspondiente grupo de tratamiento convencional) o de mente personas con riesgo CV bajo, lo que puede explicar el
coma (de 2 a 11/100 pacientes-año más). reducido tamaño del efecto encontrado. En este sentido cabe

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destacar que en el macroestudio realizado en casi 40.000 semejante en la aparición o desarrollo de varias afecciones
mujeres (WHS) se encontró efecto en los subgrupos de: mayo- microvasculares52. En la extensión observacional53 del estudio a
res de 65 años, hipertensas, hipercolesterolémicas y en las dia- 13,3 años, se encontró una reducción absoluta de mortalidad
béticas, y no en los respectivos subgrupos complementarios. total del 20% y un 12,5% de mortalidad CV (NNT 8), a pesar de
que los dos grupos convergen en parámetros y tratamientos a
A la luz de estas evidencias, las guías, consensos y revisiones partir de la finalización del ensayo. Los 160 diabéticos de este
formulan de modo distinto su recomendación: o bien desacon- estudio tenían microalbuminuria, más de la mitad enfermedad
sejan la intervención con AAS en personas de bajo riesgo CV y neuropatía y una cuarta parte retinopatía, además de un
(PAPPS) o bien la aconsejan (en dosis de AAS 75-100 mg/día) índice de masa corporal medio alrededor de 30. La intervención
únicamente en las personas de alto riesgo CV, o cuando los incluyó técnicas de modificación del comportamiento e IECA y,
beneficios potenciales de la intervención superen a los riesgos según necesidad, estatina, otros antihipertensivos y metformina,
(USPSTF). Ha de destacarse que el consenso europeo 4ª-EJTF (y glicacida y/o insulina, con el objetivo de lograr una presión arte-
su adaptación española por el CEIPC) coloca el dintel en una rial inferior a 140/85 mmHg, colesterol total inferior a 190 mg/dl
puntuación SCORE superior al 10%, en lugar del 5% con que y HBA1c menor de 6,5%.
habitualmente se define el alto riesgo con estas tablas.
También se advierte que cuando existe HTA, la PA se controle El estudio SANDS (499 diabéticos sin enfermedad CV) no
con carácter previo al inicio de la antiagregación. En cualquier obtuvo diferencias en morbimortalidad CV entre el grupo
caso, la decisión debe ser individualizada valorando tanto la sometido a tratamiento intensivo (con objetivos de PA ≤
eficacia esperada como el riesgo potencial de sangrado. De 115/75 mmHg y de LDL ≤ 70 mg/dl) y a tratamiento estándar
hecho existen expertos que desaconsejan el uso de AAS en pre- (objetivos, respectivamente, 130/85 y 100). Sí se encontró una
vención primaria48. reducción estadísticamente significativa del grosor de la ínti-
ma media carotídea en el primer grupo54.
Dos estudios específicos realizados en población diabética
(POPADAD y JPAD) han obtenido resultados negativos salvo en Para poder extrapolar los espectaculares resultados (en com-
la variable compuesta mortalidad coronaria y cerebrovascular paración con los del resto de ensayos aquí revisados) del STENO,
en JPAP (RAR 0,7%). En los subgrupos de diabéticos de los incluso a diabéticos graves, parece necesaria una confirmación
ensayos citados, los resultados no son homogéneos: bien no se consistente, dado el pequeño tamaño del estudio, los amplios
encuentran diferencias de efecto entre diabéticos y no diabé- intervalos de confianza y sus limitaciones metodológicas.
ticos (HOT, PHS), bien es mayor (WHS) o menor (PPP) en los
diabéticos. Además en el principal metaanálisis en prevención
secundaria y alto riesgo49 no se encontró efecto en el numero-
so grupo de diabéticos (5.126). Por ello las recomendaciones de COMENTARIO FINAL
la ADA y de otras instituciones (utilizar AAS en todo diabético
tipo 2 mayor de 40 o de 50 años, y en los más jóvenes si tie- En la tabla de la pag 383 se presenta un resumen del tama-
nen factores de riesgo CV asociados o con 10 años de evolu- ño del efecto (NNT) de los principales metaanálisis con fárma-
ción) no parece estar sustentada por las evidencias disponi- cos en prevención primaria. Únicamente tiazidas a dosis bajas
bles50,51. De hecho el 4ª-EJTF recomienda antiagregación única- (mejor solas que asociadas a BB) han demostrado mejorar la
mente en los diabéticos con enfermedad CV, y el ESC-EASD en supervivencia (ver texto para la interpretación del resultado de
las mismas circunstancias que en los no diabéticos. Por tanto, Brugst con estatinas). Tiazidas y ACA –ver tabla 3 en www.
la recomendación más adecuada en este momento sería la AMF-semFYC.com– (y por comparación otros antihipertensi-
misma que en la población general, esto es, considerar el vos) reducen ACV, y las estatinas episodios coronarios, con NNT
balance beneficio/riesgo del tratamiento preventivo con AAS en torno a 50. La aspirina en prevención primaria alcanza
en los diabéticos con RCV «alto» y PA controlada. NNT de 200.

Hace un par de décadas Geoffrey Rose se percató de que las


intervenciones individuales sobre personas de alto riesgo son sólo
INTERVENCIONES MULTIFACTORIALES una parte de la estrategia preventiva, pues el grueso de los casos
aparece en personas de riesgo moderado o bajo por constituir el
Se han publicado dos pequeños ensayos clínicos abiertos grupo poblacional más numeroso. Ante esta situación, el camino
que miden el efecto de intervenciones intensivas multifacto- recorrido en la prevención primaria de la ECV ha sido el de ir
riales, uno en diabéticos graves (STENO52-53) y otro en diabéti- incrementando la población susceptible de intervención indivi-
cos en prevención primaria (SANDS54). dual (en general con fármacos), mediante la promoción del uso
de instrumentos de estratificación del riesgo en población sana y
STENO (n = 160) obtiene reducciones absolutas de episodios situando los dinteles de intervención y los objetivos terapéuticos
CV nada menos que del 20% (NNT 5 durante 7,8 años), y efecto en niveles cada vez más bajos. Esta tendencia no es apoyada por

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Tabla 5

Número de personas que es necesario tratar para evitar un nuevo episodio (NNTa) en los principales metaanálisis
en prevención primaria
Fármaco MA Añosb MT MCV Mco Mce Co ACV ECV IC
Tiazidas dosis bajas Psaty 1997 2,8-5,8 76 72 – – 52 44 – 53
Tiazidas con BB INDANA Var 1997 2-5,8 90 72 NS 313 88 89 41 –
Tiazidas con BB INDANA Muj 1997 2-5,8 NS NS NS NS NS 76 50 –
BB Psaty 1997 2-5,8 NS NS – – NS 222 – 41
BB Wiysonge 2007 3,4-5,8 NS NS – – NS NS 149 –
Estatinas Thavendiranathan 2006 4,3 NS – NS – 60 268 – –
Estatinas Brugst 2009 4,1 189 – NS – 73 313 – –
AAS Hayden 2002 3,6-6,8 NS – NS – 156 NS – –
AAS Eidelman 2003 3,6-6,8 – NS – – 161 NS 159 –
AAS Berger Var. 2006 6,4 NS NS – – 120 NS 270 –
AAS Berger Muj. 2006 6,4 NS NS – – NS 400 333 –
Hipoglucemiantes Kelly 2009 3,4-10,7 NS NS – – 109 NS NS NS

AAS, ácido acetilsalicílico; ACV, accidente cerebrovascular; BB, betabloqueantes; Co, episodios coronarios; ECV, episodios cardiovasculares; IC, insuficiencia cardíaca; MA, metaanálisis; Mc, mor-
talidad cardiovascular; Mce, mortalidad cerebrovascular; Mco, mortalidad coronaria; MT, mortalidad total; Muj., mujeres ND, sin datos; NS, no estadísticamente significativo; Var., varones.
a
NNT obtenidos a partir de las reducciones absolutas del riesgo, calculadas con los datos ofrecidos por los respectivos metaanálisis. Los NNT de Thavendiranathan y de Bergen (ECV) son
de los autores del metaanálisis. Se inclyuen tanbién los resultados del único estudio.
b
Duración en años de los ensayos que se incluye en el metaanálisis o duración media ponderada ofrecida por los autores.
Más información en tablas 1 y 3 en www-AMF-semFYC.com

las evidencias que aquí se han resumido en términos de resulta- lar mortality: a meta-analysis of individual data for one million adults in
dos de los ensayos y del esfuerzo terapéutico que hay que reali- 61 prospective studies. Lancet. 2002;360:1903-13.
3. Franklin SS, Larson MG, Khan SA, Wong ND, Leip EP, Kannel WB, et al. Does
zar. De ahí la necesidad de retomar decididamente la que debería
the relation of blood pressure to coronary heart disease risk change with
ser la parte central de una estrategia preventiva de la ECV en aging? The Framingham Heart Study. Circulation. 2001;103:1245-49.
población sana, esto es, la estrategia poblacional y de salud públi- 4. Rastas S, Pirttila T, Viramo P, Verkkoniemi A, Halonen P, Juva K, et al.
ca que Rose temprana y argumentadamente aconsejó. Association between blood pressure and survival over 9 years in a gene-
ral population aged 85 and older. J Am Geriatr Soc. 2006;54:912-8.
5. Law MR, Morris JK. Use of blood pressure lowering drugs in the preven-
tion of cardiovascular disease: meta-analysis of 147 randomised trials in
RESUMEN the context of expectations from prospective epidemiological studies.
BMJ. 2009;338:b1665. doi:10.1136/bmj.b1665.
Se realiza una revisión de las principales intervenciones far- 6. Psaty BM, Lumley T, Furberg CD, Schellenbaum G, Pahor M, Alderman MH, et
macológicas preventivas de la enfermedad cardiovascular (anti- al. Health outcomes associated with various antihypertensive therapies used
hipertensivos, hipolipemiantes, hipoglucemiantes y antiagregan- as first-line agents: a network meta-analysis. JAMA. 2003;289:2534-44.
7. Turnbull F; Blood Pressure Lowering Treatment Trialists' Collaboration.
tes), centrada en las evidencias que las justifican, los criterios de Effects of different blood-pressure-lowering regimens on major cardio-
inicio del tratamiento y los objetivos terapéuticos intermedios. Se vascular events: results of prospectively-designed overviews of randomi-
revisan los ensayos clínicos y metaanálisis, así como las principa- sed trials. Lancet. 2003;362:1527-35.
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384 AMF 2009;5(7):375-385 20


Félix Miguel García Prevención primaria de la enfermedad cardiovascular con fármacos
Alejandro Merino Senovilla
María José Montero Alonso

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Cuaderno del médico de familia.


Prevención primaria de la enfermedad cardiovascular con fármacos

El principal resultado de los antihipertensivos es la reducción de ACV. En prevención primaria


únicamente las tiazidas a dosis bajas, solas o asociadas a betabloqueantes, han demostrado
reducir, frente a placebo, la mortalidad total y cardiovascular y la incidencia de cardiopatía
isquémica.

Está indicado el tratamiento con fármacos cuando la PA es igual o superior a 160-150/100-95


mmHg y cuando la PA ≥ 140/90 mmHg en personas de «alto riesgo». En bajo riesgo se aconseja
optimizar las medidas sobre los estilos de vida.
Se está empezando a sustituir la recomendación de objetivo de PA inferior a 130/80 mmHg por
el menos estricto y más ceñido a la evidencia disponible de 148/80 mmHg como cifra de
referencia.

En prevención primaria, las estatinas no han demostrado mejorar la supervivencia (ver


excepciones e interpretación en el texto). El tamaño del efecto en términos absolutos es del
2% en la reducción de episodios coronarios y CV y 0,5% en ictus. Este tamaño puede ser el
doble en los diabéticos, la mitad en países de bajo riesgo, y es menor o desaparece en mujeres
y mayores de 70 años.

En general se recomiendan estatinas cuando las cifras de LDL son muy elevadas (≥ 240 o
colesterol total ≥ 320 mg/dl) y en varones de «alto riesgo» CV y LDL > a 130 mg/dl. Pero no
existe acuerdo en la definición operativa de «alto riesgo».

Dada la falta de evidencias, consensos recientes se decantan por recomendar dosis estándar de
estatina sin fijar objetivos de LDL en prevención primaria.

Los resultados positivos en los ensayos clínicos con hipoglucemiantes se han logrado con
HbA1c medias alrededor de 7-7,4% frente a HbA1c de 7,9-9,1. Los ensayos con objetivos más
estrictos (< 6-6,5%, logrados 6,3-6,9%) no han conseguido resultados clínicos netos y aparece
un incremento de mortalidad total y CV. Hospitalización, hipoglucemia grave y/o coma son dos
o tres veces superiores con tratamiento intensivo. Por ello el objetivo general HbA1c < 7% ha
sido matizado en el sentido de individualizarlo al alza en casos de comorbilidad,
complicaciones avanzadas, historia de hipoglucemias graves, baja expectativa de vida y/o mala
calidad de vida a causa del tratamiento.

El AAS reduce la incidencia de infarto de miocardio en varones sanos del 0,5 al 0,8% y en
mujeres los ictus en torno al 0,3%, sin afectar a la mortalidad, en ensayos que han durado de 4
a 10 años. La incidencia de episodios de sangrado mayores es un 0,3% superior. Por ello ha de
considerarse la relación beneficio/riesgo antes de iniciar el tratamiento, también en diabéticos.

Versión completa del cuaderno de familia en www.AMF-semFYC.com

21 AMF 2009;5(7):375-385 385

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