Teniendo en cuenta lo aprendido en el desarrollo de la asignatura y en coherencia
con las actividades académicas realizadas con anterioridad, hemos entendido la importancia de entender la prueba, indistindamente de la jurisdicción donde se aplique, como mecanismo de convencimiento al juez par que falle una sentencia ajustada a derecho. No obstante, debemos tener claro su concepto para poder definir su importancia y su finalidad.
Según la Enciclopedia Jurídica, podemos definir el concepto de la prueba desde
dos perspectivas, del derecho procesal y del derecho civil:
- Concepto de prueba desde el derecho procesal: Actuación procesal por
la que las partes intentan acreditar los hechos aducidos en demanda o contestación a demanda convenciendo al juzgador sobre la veracidad de éstos. Los medios de prueba previstos en la ley son: 1) interrogatorio de las partes; 2) documental: pública o privada; 3) dictamen de peritos; 4) reconocimiento judicial, y 5) interrogatorio de testigos.
- Concepto de prueba desde el derecho civil: Demostración de la realidad
de un hecho o de la existencia de un acto jurídico. En sentido más restringido, procedimiento utilizado para ello.Cuando los medios de prueba están previamente determinados e impuestos por la ley, la prueba se dice que es legal. En el caso contrario, se dice que es libre. Ahora bien, en un concepto emitido por la Corte Constitucional en la Sentencia C- 496/15, se menciona que la importancia de las pruebas en todo procedimiento es evidente, pues solo a través de una vigorosa actividad probatoria, que incluye la posibilidad de solicitar, aportar y controvertir las que obran en cada trámite, puede el funcionario administrativo o judicial alcanzar un conocimiento mínimo de los hechos que dan lugar a la aplicación de las normas jurídicas pertinentes, y dar respuesta a los asuntos de su competencia ciñéndose al derecho sustancial.
Partiendo de nuestra percepción, la prueba, indistintamente de la jurisdicción en
la que se practique reviste entonces gran importancia y su finalidad consiste en la es la garantía que le otorga a las partes dentro del proceso para hacerle notorio al juez que pretenda una protección efectiva del derecho y actue de conformidad. Estas son necesarias para ilustrar el criterio del fallador y su pleno conocimiento sobre el asunto objeto del litigio, así como las posibilidades de contradecirlas y complementarlas en el curso del trámite procesal, son elementos inherentes al derecho de defensa y constituyen garantía de la idoneidad del proceso para cumplir las finalidades que le han sido señaladas en el Estado Social de Derecho.