“EL CABALLERO DE LA

ARMADURA OXIDADA”
ROBERT FISHER

María Paula Peña Chaves – Grado 5

 I. EL DILEMA DEL CABALLERO:

Hace muchos años existió un caballero que era muy

valiente, le gustaba el peligro, su armadura era muy
brillante y era el mejor caballero del reino. Tenía
una esposa que se llamaba Julieta y un hijo que se
llamaba Cristóbal, él los quería mucho pero pasaba
muy poco tiempo con ellos.
Se la pasaba de combate en combate. Un día su
esposa lo amenazó que si no se quitaba la armadura
ellos se iban. El caballero reaccionó y se la intentó
quitar pero no pudo quitársela. Noel herrero del
reino ni ninguna otra persona se la pudo ayudar a
quitar. El caballero decidió ir al bosque a buscar a
Merlín que era el único que le podría ayudar a
quitar la armadura y recuperar su familia.

Reflexión: Aunque parece que lo tenemos todo lo

material, lo más importante es tener a la familia.
II. EN LOS BOSQUES DE MERLÍN:

El caballero emprendió su búsqueda por los

bosques pero no encontraba a Merlín, pasaron
muchos días y se dio cuenta que se creía el mejor
caballero pero no sabía ni siquiera orientarse en el
bosque, ni mucho menos conocía que frutos comer.
Cuando estaba bien débil el caballero encontró a
Merlín que estaba junto a unos animales. Merlín
empezó a hacerlo reflexionar sobre la vida que
llevaba el caballero y le dio de beber agua dela vida
y frutos del bosque para que se recuperara. Un día
el caballero quería devolverse al reino a encontrarse
con su familia, pero Merlín le dijo que debía
escribirle una carta al hijo a ver si lo querían ver.
Una paloma mensajera le llevo la carta y el hijo le
devolvió una carta en blanco, lo que quería decir
que no lo conocía muy bien al padre.

Reflexión: Cuando pensamos saberlo todo, en verdad poco sabemos. Debemos abrir nuestra
mente y nuestro corazón para aprender cosas nuevas.
III. EL SENDERO DE LA VERDAD:

El caballero lloró en la noche por la hoja en blanco que le había

enviado su hijo Cristóbal, pero Merlín le dijo que era el primer
paso para poder deshacerse de la armadura. Merlín le dijo que el
caballero se debía quitar la armadura solo, que lo debía hacer ya
porque se estaba perdiendo de cosas tan bonitas como un beso,
un abrazo o el olor de una flor. Merlín le dijo que habían dos
caminos: Uno era fácil pero que lo conduciría a seguir con los
mismo defectos y otro camino que aunque era muy empinado lo
iba a ayudar ser mejor persona y se podría quitar la armadura
que por muchos años llevaba consigo. Merlín de dio una llave
para que abriera tres castillos. Uno del silencio, otro del
conocimiento y otro de la valentía y la osadía. Al caballero lo
acompañó la ardilla y la paloma, partieron y a la mañana
siguiente el caballero notó que la armadura se le había caído una
parte de la cara por las lágrimas que había derramado por su
hijo.

Reflexión: A pesar de los problemas que podamos tener no depende de los demás si no de
nosotros mismo que pongamos mejor actitud y una mejor cara para solucionarlos.
 IV. EL CASTILLO DEL SILENCIO:

El caballero abrió la puerta del castillo con mucho miedo, primero porque la ardilla y la
paloma no lo acompañarían y segundo porque era un castillo demasiado silencioso. Al
entrar se encontró con el rey y después de saludarlo le dijo que debía estar en silencio y le
aparecería la puerta de la salida del castillo. El rey desapareció y el caballero solo quedó en
silencio y a medida que fue escuchando su propio “yo” aparecía una puerta que lo llevaba a
una sala más pequeña y reflexionaba lo errores que cometió con su esposa Julieta y que
tenía mucho miedo de estar solo lloró. El caballero escuchó su “yo” y le dijo que lo podía
llamar Sam, que hasta ahora estaba escuchando su corazón y que durmiera. Cuando
despertó estaba afuera del camino y la paloma y la ardilla le dijeron que había permanecido
mucho tiempo en el castillo y el caballero le dijo que había sido una sola noche. Lo otro
bueno era que por haber llorado se le había oxidado la parta de la cara de la armadura y se
le había caído. Llamó a Merlín y el le dijo que lo que había pasado era real.

Reflexión: Para saber realmente que defectos tenemos

debemos escuchar a nuestro propio “yo” para poder
mirar en nuestro corazón en que estamos fallando.
V. EL CASTILLO DEL CONOCIMIENTO

Esa vez al llegar al castillo del conocimiento si entraron con ellos ardilla y paloma, porque
ellas le dijeron que el silencio es para uno pero el conocimiento es para todos y por eso
podían entrar también. Ya estando adentro era demasiado oscuro, había un letrero que
decía que el conocimiento era la luz del camino y luego otro letrero que decía que si alguna
vez había confundido necesidad por amor, el caballero recordó todo lo malo que había sido
con Julieta y aceptó que primero debía quererse a sí mismo para después querer a los
demás. Eso lo ayudaría a ser mejor persona. Siguieron a un jardín que tenía un árbol de
manzanas muy grande y ahí tuvo una conversación con Merlín, la paloma y la ardilla, donde
le hicieron caer en cuenta que debía tener ambición de corazón y no mental. La ambición de
corazón era la más sana y la ambición mental no solo le hacía daño a él si no a las personas
que lo rodeaban. Al aceptar eso pudieron salir del castillo y sin armadura en los brazos y
piernas.

Reflexión: Debemos querernos y aceptarnos a nosotros

mismos y luego a los demás y lo más importante es la
ambición de corazón que nos ayudará a progresar a nosotros
mismos y también a los demás.
VI. EL CASTILLO DE LA VOLUNTAD Y LA OSADÍA:

Cuando llegaron a ese castillo vieron que era el más grande de todos y cuidaba la entrada un
dragón muy grande que botaba fuego por la boca, nariz y orejas. Era el dragón de la duda y
el miedo. Pidió ayuda a Merlín para poder pasar pero no llegó, la paloma Rebeca le dijo al
caballero que el conocimiento de uno mismo podía matar al dragón del miedo y la duda. Lo
intentó una vez pero se devolvió asustado y quemado por el dragón. Al segundo intento se
fue hacia el dragón pensando que era una ilusión y que él podía vencerlo. A medida que se
acercaba al dragón se iba colocando más pequeño hasta que desapareció. Cuando llegó a la
puerta del castillo para abrirlo se desapareció el castillo y quedaron nuevamente sobre el
camino de la verdad, La paloma y la ardilla le dijeron al caballero que por haber demostrado
valentía y confianza no tenía que aprender nada en el castillo, por eso pudieron seguir el
camino empinado.

Reflexión: Siempre debemos saber que la

confianza en las capacidades en nosotros mismo
derrotarán las ilusiones del miedo y la duda.
VII. LA CIMA DE LA VERDAD:

El caballero empezó a escalar el último tramo del camino, se volvió

demasiado peligroso, porque le salía sangre en las manos por estar
sosteniéndose de piedras filosas que no lo dejaban caer en el
abismo. Llegó hasta una parte que decía aunque este universo
poseo nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me
aferro a lo conocido. Su “yo” le dijo que debía dejarse caer al
abismo para poder seguir adelante, al principio no lo acepto pero
el cansancio lo obligó a soltarse, cuando iba cayendo empezó a
recordar todas las excusas que había dicho por no aceptar sus
propios errores y se prometió que nunca más iba a culpar a los
demás por sus desgracias. Apenas pasó eso ya no siguió cayendo
para abajo si no para arriba y llegó hasta la cima de la montaña.
Cuando llegó se arrodilló y lloró porque comprendió todos sus
errores y con las lágrimas rompió lo que le quedaba de armadura.
Agradeció a todos y lleno de amor sería un mejor ser humano.

Reflexión: Debemos estar abiertos a los cambios siempre y cuando sean positivos, de
muchas enseñanzas y también debemos aceptar los errores que son culpa de uno mismo y
no de los demás.
¡¡GRACIAS!!