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SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA DE PRONAMCHACS COMO

PROGRAMA DE GESTIÓN DE CUENCAS EN EL ÁREA ANDINA 1981 –


2009
(RESUMEN)

EL PROBLEMA DE LA GESTION DE CUENCAS HIDROGRAFICAS EN EL PERU

Los factores socioculturales juegan un papel importante en el uso y cuidado de los


recursos de las cuencas. Es el Programa Nacional de Manejo de Cuencas
Hidrográficas y Conservación de Suelos el que le dio la valoración a estos recursos
naturales y a los habitantes andinos en el uso y manejo sostenible de sus cuencas.

El PRONAMACHCS en sus inicios planteó una visión integral de la cuenca; sin


embargo, la estrategia fue comenzar de lo más simple, cuidar los suelos de la erosión
y captar el agua de lluvia en beneficio de las plantas, pastizales y árboles, para con el
tiempo ir integrando el resto de componentes complejos de la gestión de cuencas. Es
decir el punto de inicio, es el cuidado de los suelos y aguas a través de la difusión
masiva de tres técnicas de control de la erosión y captación del agua: Las terrazas de
absorción o de formación lenta o acondicionamiento de andenes para las plantas, las
acequias o zanjas de infiltración para los pastizales y forestales, viveros de pastos
para trasplantarlos en áreas apropiadas con rotación del pastoreo y los surcos en
contorno.

Para lograr este cometido se tomó dos medidas:

 Se hizo el manual técnico que graficara las formas de implementar las técnicas
con la conducción del primer jefe del PRONAMACHCS, quien fue el ingeniero
Lorenzo Chang- Navarro Levano, quién con su equipo multidisciplinario e
ingenieros de campo se entronizaron en los caseríos y comunidades
campesinas de las partes altas de las cuencas
 Se elaboró una guía metodológica de promoción para que los ingenieros de
campo pudieran comunicarse y coordinar con los agricultores y ganaderos
andinos, teniendo en cuenta sus expectativas, formas propias de organización
y dinámica de trabajo y cumplieran el efecto multiplicador, es decir enseñarse
unos a otros. Avanzando hasta llegar a todos los miembros de las
comunidades. Esta guía se llamó “Estrategias de Promoción de las
Comunidades y Caseríos Andinos para la Gestión de las Cuencas”.

El éxito de un programa o proyecto de gestión de cuencas y el cuidado de los recursos


naturales de las cuencas, no solo depende de la tecnologías y de los métodos o
mecanismos de estimulación o animación de las instituciones promotoras, sino
también de saber detectar y tener en cuenta los factores socioculturales en que se
encuentran influyendo en los habitantes andinos y que contextualizan su actitud
favorable o desfavorable al cuidado de sus cuencas.

Existen tres tipos de cuencas en el Perú y los países andinos, las del Pacífico, las del
Atlántico que también se le llama de la amazonia, porque las fuentes de agua de las
partes altas de estas cuencas, derivan primero en ella y las cuencas del lago Titicaca.
Cada tipo tiene una configuración geográfica y humana diferente, con sus propios
problemas, retos, potencialidades y límites.

Las del Pacífico con un volumen hídrico muy reducido, una demanda de agua muy
grande porque en sus partes bajas existe las más importantes ciudades del país y una
agricultura de exportación cada vez mayor y poco pobladas en sus partes medias y
sobre todo altas, con gran potencialidad erosiva en la partes medias y una
interdependencia muy inmediata y fuerte entre sus recursos naturales y humanos. En
cambio, las del Atlántico, más amplias, con mucho mayor volumen hídrico, con
importante población en sus partes altas (ciudades interandinas) aunque nunca como
las partes bajas del Pacífico y una agricultura más de mercado interno que de
exportación y con menor interdependencia inmediata entre sus recursos naturales y
humanos.

Un mundo diferente son las cuencas del Titicaca, muy altas, con importante volumen
hídrico por el agua, pequeñas como las del Pacífico, más proclives a la ganadería con
triple fin (industrial, textil y consumo inmediato) y al comercio regional e internacional.

SISTEMATIZACION DE LA EXPERIENCIA DE PRONAMACHCS COMO


PROGRAMA DE GESTION DE CUENCAS 1981-2009

Es un texto que consta de dos secciones: En la primera sesión se hace notar los
antecedentes de los esfuerzos de los habitantes y del Estado para cuidar y gestionar
sus cuencas, que nos otorga elementos importantes para examinar con mayor claridad
lo que se hizo antes de PRONAMACHCS y otras instituciones, que intentaron
promover el buen uso de los recursos naturales de las cuencas andinas, sean del
Pacífico, Atlántico o el Titicaca.
En la segunda sesión, si se analiza directamente al PRONAMACHCS, su continuidad
y sus etapas, sus logros y limitaciones, sus avances y retrocesos y sobre todo las
lecciones a obtener para cualquier programa o proyecto que pretenda cuidar y
gestionar masivamente el territorio de las cuencas andinas.

1. ANTECEDENTES HISTORICOS DE PRONAMACHCS DESDE LA EPOCA


PREHISPANICA, COLONIAL Y REPUBLICANA

A diferencia de la actualidad, los Estados y pueblos prehispánicos si montaron,


inicialmente, una organización social para enfrentar el reto del espacio andino en la
partes bajas, medias y sobre todo altas de buena parte de las cuencas andinas,
como una continuidad, a través del cuidado de las cuencas andinas.

En el incanato de trataba de hacer grandes obras públicas, tanto de protección del


medio ambiente (ordenamiento del territorio: andenes, canales de riego,
forestación, cochas, defensa ribereña, etc.) como de la producción, bajo el
asesoramiento técnico, promoción y diseño un conjunto de funcionarios públicos
que ordenaban el territorio de las cuencas para mejorar las condiciones de vida de
la nobleza y la población.
Los incas plantearon un ordenamiento territorial en base a la cuenca. El gran reto
de los incas fue delimitar grandes espacios alrededor de las fuentes de agua,
donde se realizara un conjunto sistémico de medidas y obras públicas,
relacionadas entre sí.

La andenería de este modo no se veía como un componente tecnológico aislado


sino vinculado a múltiples factores, servía para la protección de las ciudades y
campos de cultivos, eran como un muro para evitar los desastres; para soportar
monumentos religiosos a través de construcciones más finas; para evitar la
erosión; para utilizar al máximo el agua de lluvia, para prevenir los desastres, para
ampliar la frontera agrícola, para vincular los grupos humanos en un sistema de
reciprocidad y para la generación de microclimas que permitieran una variedad de
cultivos, según la planificación del Estado. La prioridad de los cultivos fue el maíz,
es un producto con gran capacidad de durabilidad y peso ligero, que a su vez tenía
la característica de nutrir y otorgar resistencia al cuerpo humano para las grandes
caminatas por las laderas y altoplanicies andinas y los enfrentamientos en las
guerras y batallas.

El surgimiento de la República no fue un resurgimiento del mundo andino, esta


tarea fue siempre como una tarea pendiente, no claramente especificada. Todo el
debate se centró en que si se creaba una monarquía constitucional o un Estado
Liberal.

En ninguno de los dos diseños cabía el reflotamiento de las laderas andinas y la


articulación de la población indígena al Estado Nacional, en igualdad de
condiciones de los otros grupos culturales del país.

En los 70 se produjo un nuevo viraje al fortalecimiento de las partes altas de las


cuencas andinas: la costa. Ello se reflejó en el apoyo que la reforma agraria
dictaminada por los militares del Gobierno del presidente Juan Velasco Alvarado
(1969 - 1975) otorgó a las cooperativas agrarias costeñas con créditos y
facilidades de comercialización interna y externa; así como el impulso a las
irrigaciones con el fin de favorecer al sector exportador, considerado a priori,
como la base del desarrollo nacional.

En relación a la sierra y especialmente en relación a las partes altas de las


cuencas andinas, solo se apoyó a la minería y al desarrollo de un sector de las
altoplanicies andinas para una ganadería exportadora de lana y productora de
carne, leche y derivados, propulsando las SAIS, especialmente en Junín y Puno.

Es así que en las décadas del 50 y 60 se crearon los SCIPA o CIPAS que eran
agencias de extensión agrícola con apoyo de la AID y el BID; ambas instituciones
no promovieron la conservación de los recursos naturales sólo insistieron en el
aprovechamiento de las tierras de las partes bajas de las cuencas.

Contexto Sociocultural inmediato en que surgió en que surgió PRONAMACHCS


Primer fenómeno sociocultural: Por primera vez el Estado comienza a interesarse
en habilitar el ande para una agricultura intensiva en las partes altas de las cuencas
andinas, disponiendo diversas medidas para la conservación de suelos y agua dentro
de una perspectiva de cuidado de las cuencas. Se tomó tres medidas de importante
dimensión:

Creó un organismo especializado, llamado PRAT - VIR en el año 2006, el cual, se


financió con el 5% del dinero del FONAVI, que se cobró a los empleados públicos con
el fin de colocarles viviendas y se empleó parte de esta suma, para reconstruir
andenes y canales de riego o reservorios prehispánicos.

Se inspiró en el modelo pre-hispánico, en forma significativa, con el acompañamiento


de una vivienda rural de nuevo tipo, que recogiera la tradición andina aunque
acompañada con elementos modernos.

Ordenó y financió, desde el gobierno central, a las corporaciones, que fueron un


antecedente de las actuales gobernaciones regionales, desde 1987 a 1990, para que
reconstruyera los andenes y las obras de infraestructura necesarias para habilitar al
ande hacia una agricultura y ganadería intensivas, sobre todo en lo que se llamó, en la
década de los 60 y 70, la mancha india del Perú, en el sur peruano. Y en la década de
los 80, se les cambió de nombre con el llamado trapecio andino.

Creó en 1987, un Programa Nacional de Manejo de Cuencas y Conservación de


Suelos PRONAMACHCS, sobre la base de un programa de suelos creado
anteriormente, 1981-1986, para que se cuidara las partes altas de las cuencas, que
acertadamente se consideraban estratégicas, para el cuidado de todas las cuencas
andinas tanto del Pacífico, Atlántico y del Titicaca, en beneficio de todas las cuencas
en su conjunto y el mantenimiento de la paz, después del terrorismo que azotó estas
partes altas:

Segundo fenómeno sociocultural: Como se ha señalado anteriormente, en 1981-


1993, Sendero Luminoso le declaró la guerra al Estado y sociedad peruanas, tomando
como centro de sus operaciones al área rural y precisamente las partes altas de las
cuencas andinas, abandonadas por el Estado Peruano aunque recientemente tenidas
en cuenta, de acuerdo al modelo chino de la banda de los cuatro, aplicando el
terrorismo como arma principal para convencer a los campesinos para ir del campo a
la ciudad, señalando que cualquier acción de apoyo a los campesinos desde este
Estado discriminador y creador de desigualdad, era como aletargarlos y engañarlos.

En otras, palabras, esta década tuvo dos caras: La primera cara fue un Estado que
empezaba a tomar en serio a los habitantes andinos con programas bien financiados,
con un equipo importante de profesionales sensibles y con gran sentido social y
técnico que tuvo un importante peso en los campesinos andinos con el PRAT –VIR,
las Corporaciones y finalmente el PRONAMACHCS. La segunda cara fue la rebelión
de movimiento terrorista de Sendero Luminoso, que cuestionaba precisamente a este
Estado que había abandonado a los campesinos andinos de las partes altas de las
cuencas andinas, desde la colonia hasta la república, hasta la década de los 80.

Evolución del PRONAMACHCS hasta su integración a AGRORURAL


Posteriormente hubo un largo periodo de negociaciones con la AID, que culminó en la
formulación definitiva de dicho proyecto bajo el impulso del Ing. Jorge Yánez y la
aprobación del convenio PERÚ-AID en 1981 por el que se creó el Programa Nacional
de Conservación de Suelos y Aguas en Cuencas Hidrográficas.

El convenio concluyo en 1986. En 1987, se realizó una primera autoevaluación que fue
motivo de un libro, ‘‘5 AÑOS DE CONSERVACION DE SUELOS CON LOS
CAMPESINOS DE LOS ANDES PERUANOS’’ y el Programa pasa íntegramente al
Estado al Interior de la Dirección General de Aguas y Suelos del Ministerio de
Agricultura.

En vista del efectivo impacto que estaba teniendo este programa y que fue difundido
en otro libro llamado “Impacto de la Conservación de Suelos en la Sierra Peruana”,
donde se precisa con cifras este impacto en la agricultura, ganadería y forestería
andinas.

Finalmente sancionando lo avanzado y acordado, se crea el Programa Nacional de


Manejo de Cuencas y Conservación de Suelos mediante el decreto Supremo 002-88-
AG, el 04 de Enero de 1988, en concordancia con el artículo 46 del decreto legislativo
N° 424 ley orgánica del Sector Agrario promulgada el 26 de Junio de 1987.

De este modo se le otorga al Programa amplia autonomía, ligándose directamente al


Vice ministerio de Agricultura, en base al justo criterio de que el área de
responsabilidad del Programa de Manejo de Cuencas abarca toda la cuenca,
especialmente en sus partes altas y sus diferentes componentes, como son las
irrigaciones, la forestación, el manejo del agua y del suelo y la promoción de la gestión
de estos recursos por los diferentes actores sociales de las cuencas, incluyendo a los
otros organismos públicos y a las instituciones o empresas privadas. Por tanto este
programa no podía estar subordinado a una de las partes que vendría a ser la
Dirección General de Aguas.

Este programa de cuencas, en los años 1988-1991 continúa con los trabajos de
conservación de suelos, por la falta de presupuesto, pese a la gran perspectiva de su
creación. Sin embargo existen tres hechos que lo levantan irremediablemente:

El apoyo de Ministerio de Agricultura 1992 -1996, dirigido precisamente por uno de la


ingenieros que participó en el equipo directivo del programa de suelos mencionado, el
Ingeniero Absalón Vásquez, que le dio un presupuesto que paso de un millón de soles
que tenía a sesenta millones de soles en 1996, tratando de incorporar nuevos
elementos: La infraestructura Hidráulica, la forestación masiva y la generación de
comités de microcuencas.

El segundo hecho fue la fusión del convenio FAO-Holanda, que en forma


independiente había estado implementando formas novedosas de forestería
comunitaria, con cortinas de vientos para los cultivos, manejo forestal, bosques de
protección, terrazas múltiples. con hileras de árboles; todo ello en base al montaje de
miles de miles de viveros forestales participativos, que enriqueció y profundizó lo que
había venido haciendo PRONAMACHS, solo con zanjas de infiltración con hileras de
árboles.
El tercer hecho fue la incorporación a las áreas conservadas de una importante
infraestructura hidráulica de pequeño tamaño, con la integración de algunos
programas y proyectos del MINAG y en base a proyectos que presentaban los
usuarios, asesorados por los ingenieros de campo, que no siempre coincidían con las
mismas áreas conservadas promovidas por el PRONAMACHCS.

Los avances del PRONAMACHS, eran de indudable presencia en el campo de las


partes altas de las cuencas andinas, de innegable importancia, basta ver los dos
primeros cuadros que ofrecemos. En el primero, se puede constatar que se construyó
andenes en 1,843 hectáreas, terrazas en 1,084 y terrazas de formación lenta en
11,333 hectáreas; zanjas de infiltración en forestales ,2554 hectáreas y pastos
tratados en 2,475 hectáreas, en diferentes calidades, que se constató en la evaluación
citada. Lo importante es que se llegó a 69, 925 familias andinas.

No existió provincia en el Perú, sin ninguna presencia de PRONAMACHCS en las


partes altas de las cuencas andinas. Es desde precisamente 1996, que la lucha contra
la pobreza se convirtió en una digna meta a seguir, que diversas instituciones
internacionales, se interesaron en el inmenso trabajo del PRONAMACHCS, para
tomarlo como punto de partida institucional, como fue el caso del Banco Mundial, que
se intentó, integrar las tecnologías conservacionistas con las productivistas, potenciar
los comités de microcuencas para reforzar la participación de los agricultores y
ganaderos andinos de las partes altas de las cuencas andinas y agregar la parte del
desarrollo de la agroindustria y ganadería intensiva.

Se crearon los llamados proyectos de Manejo Intensivo de Microcuencas Alto Andinas


MIMAS, que agregaron el elemento productivo y empresarial a lo que hacía
PRONAMACHS y aumentaron la cantidad y la calidad de los canales de riego y
cultivos. De este modo hubo semilleros de cultivos con sus almacenes, cobertizos para
los animales. A fin de que les llevara forrajes andinos, multiplicación de pequeñas
empresas de derivados de leche, textiles y artesanías.

Este proceso duró hasta el 2003 y hubo un desencuentro entre PRONAMACHCS y el


Banco Mundial, que hizo se separarán y que este tipo de convenio fuera sustituido por
la Cooperación Japonesa a través de la entidad promotora oficial JICA, generándose
los llamados proyectos del Banco Internacional de Cooperación del Japón, JVIC1,
JVIC2 y JVIC3.

Todo ello, debido a la crisis económica de 1998-2001, la incomprensión del presidente


Toledo de este programa, viéndolo con ojos más de lucha contra la pobreza y
desarrollo rural, que como gestión de cuencas, más aun con la duda que había servido
para las campañas electorales de Fujimori y finalmente a las limitaciones del Gobierno
de Alan García que también lo vio como un programa de lucha contra la pobreza:

Todos recortaron el presupuesto del programa regular y solo se centraron en los


proyectos con ayuda externa, circunscrito a microcuencas específicas, a diferencia del
regular de larga y grande dimensión.

La gran pregunta es qué pasó con PRONAMACHCS, que finalmente en lugar seguir
potenciándose en forma independiente, se integró a otra institución, como el
AGRORURAL, cuyo fin era la promoción del mercado y el desarrollo rural. La
respuesta no es tan compleja como parece, se podría formular cinco razones, para su
investigación definitiva.

La primera es la confusión del PRONAMACHCS, por parte del Gobierno de Alan


García de que era un programa de lucha contra la pobreza y su poca conciencia de la
urgente necesidad del fortalecimiento de un programa de gestión de cuencas,
necesario no solo a los pobres de las partes altas sino a toda la población peruana de
todas las partes de las cuencas andinas,

Especialmente de las poblaciones de las partes bajas de las cuencas andinas donde
vive la mayor parte de la población peruana para asegurar, agua, en cantidad y calidad
para consumo doméstico, para la agricultura sea de mercado nacional o para la
exportación, para las industrias e incluso para las actividades extractivas.

La segunda razón es el PRONAMACHCS mismo y la forma cómo lo concibieron los


diferentes gobiernos. Si bien, el gobierno del Presidente Fujimori le cabe el tremendo
mérito de haber impulsado el PRONAMACHS, con relativo éxito, cometió el tremendo
error de utilizar a los ingenieros de campo y a los campesinos tanto para su campaña
electoral de 1996 como la del 2000.

Ello generó una respuesta del gobierno próximo que fue el del Gobierno del presidente
Toledo, 2002 – 2006 que despidió a más de 200 ingenieros de campo, por haber
colaborado en las campañas electorales y a cambio puso en su lugar contadores,
abogados, profesores de colegio, etc.

Disminuyendo notablemente la calidad del servicio técnico y por tanto del aporte del
propio PRONAMACHCS, tanto en la gestión de cuencas como en la propia lucha
contra la pobreza. Este suceso le hizo perder fuerza y legitimidad al PRONAMACHS
en la población, que ante la arremetida de considerarlo, solo como un programa de
lucha contra la pobreza, no estuvo en condiciones de plantear con convicción y
seguridad los verdaderos objetivos de un programa como el de PRONAMACHCS, que
iba más allá de la lucha contra la pobreza.

La tercera razón, ya se ha mencionado, fue la pérdida de eficacia del


PRONAMACHCS, al disminuir el programa regular a favor de los programas
financiados por el Banco Mundial y el JICA, que se convirtieron en los ideales a
perseguir y por su enorme financiamiento, con importantes incentivos, que hacía fácil
aunque peligrosa la aceptación de los habitantes andinos. Sin embargo, estos
programas súper financiados, comenzaron a disminuir, al retirarse primero el Banco
Mundial y al disminuir el aporte del JICA, posteriormente. Al constatarse la
disminución del apoyo externo y para remate, frente a la afrenta que significaba la
pérdida de personal y la capacitación, durante varios años, las condiciones de
respuesta del PRONAMACHCS, disminuyeron significativamente.

La cuarta razón, fue los celos institucionales que se generó tanto en las instituciones
públicas, como las privadas como ONGs y otras. La abrumadora presencia del
PRONAMCHCS en el campo, quitaba cada vez más espacio a las otras instituciones.
El tremendo apoyo de los gobiernos, aunque errático, como se ha descrito, y la ayuda
internacional, hizo que el PRONAMACHCS, acaparara muchas microcuencas y
distritos andinos. En este caso, también el PRONAMACHCS, cometió un error de
sectarismo, que al verse fuerte en lugar de integrar en su trabajo, las desconocía y
hasta combatía.

La quinta razón se encuentra en la evolución de la sociedad peruana, la migración


masiva de la población andina de las partes altas de las cuencas andinas, por su afán
de progreso en las ciudades de la costa e interandinas y el abandono del Estado, 1940
hasta la actualidad; agudizada por el terrorismo donde el desplazamiento de la
población de las partes altas, para salvarse de la balas fue enorme 1983 - 1993.

Esta migración ha traído como consecuencia que se haya despoblado el campo


andino, debilitado las comunidades campesinas y haya disminuido el espíritu en los
pobladores que quedan más niños y personas de la tercera edad, que adultos con
capacidad para ser incluidos en los tremendos trabajos de cuidado de la cuencas, que
merece una respuesta, porque todas nuestras cuencas dependen en su felicidad de lo
que se haga en las partes altas de las cuencas andinas. Con este factor en contra, los
trabajos del programa regular se hicieron más difíciles, más todavía si los altamente
financiados, tendieron a disminuir su apoyo y la débil oposición final a la pérdida de su
autonomía e integración a AGRORURAL, no se dejó esperar.

Es importante concluir esta parte del texto, con lo avanzado por parte del
PRONAMACHCS, en el 2009, y que la institución prácticamente como último intento
de subsistir, presenta al congreso de la República, una propuesta de financiamiento y
continuidad, que rebela la dimensión que adquirió PRONAMACHCS en su parte final
de su existencia. Se había llegado a 125 provincias, 938 distritos, 809 microcuencas; a
5,557 organizaciones campesinas y a 137, 399 familias campesinas. No existe en la
historia del Estado Peruano, una institución pública que le haya sido posible tener el
impacto y relevancia que tuvo PRONAMAHCS en las partes altas de las cuencas
andinas.

SISTEMATIZACION DE LA EXPERIENCIA DE PRONAMACHCS Y SUS


LECCIONES PARA UN PROGRAMA DE GESTION DE LAS CUENCAS ANDINAS

Habiéndose creado legalmente PRONAMACHS, se tuvo 28 años de una importante


trayectoria, (1981-2009) con varias etapas en su evolución, generando una
multiplicidad de lecciones aprendidas que todo futuro programa deberá tomar en
cuenta.

Durante la primera etapa agronómica 1981-2003 y algunas lecciones obtenidas. Se


otorgó bastante importancia las técnicas de conservación aguas y suelos en las
microcuencas, a interesar los agricultores andinos en adoptar técnicas
conservacionistas no solo para proteger de la erosión de sus áreas agrícolas sino
también para mejorar su productividad. Complementariamente, a promover las
técnicas de conservación de pastizales y forestales con las mismas técnicas
conservacionistas.
Posteriormente hacer un trabajo conjunto con las instituciones a través de comités
interinstitucionales primero y comités de gestión de microcuencas, después. Esta
etapa termina con la incorporación del personal y técnicos del convenio FAO Holanda
para promover en mayor medida la forestación y reforestación de los andes
acompañando a las técnicas de conservación de suelos.

De esto modo tenemos las cuatro primeras grandes lecciones que obtuvo
PRONAMACHCS:

PRIMERA LECCIÓN: No se puede promover a las otras instituciones afines al cuidado


de las cuencas solo capacitando acerca de cómo instalar las tecnologías
conservacionistas, sino que había que demostrar en la práctica que si se podría
redibujar las laderas andinas, con el concurso de los ingenieros y técnicos y los
habitantes rurales organizados para dicho fin. El impacto tendría que abarcar por lo
menos una diversidad de microcuencas, para que tenga un efecto de demostración de
la viabilidad física, social y cultural de dichos trabajos.

SEGUNDA LECCIÒN: Que no se puede tener como óptimas, anteladamente,


determinadas técnicas conservacionistas, que fueron probados en otros contextos
físicos, socioeconómicos y culturales y no necesariamente en nuestro país, diverso y
accidentado, pluricultural y con alta despoblación por migración. Las técnicas foráneas
podrían haber ocasionado un buen impacto, aunque no en las laderas andinas,
complejas y diversas.

Así también, estas terrazas de banco propuestas inicialmente tenían talud de pastos
en lugar del muro de piedra clásico de los antepasados andinos, lo que comparando
también les traía problemas, porque el muro de piedra conserva el calor del sol del día
y lo proyecta en la noche en los suelos, poniéndolos en mejores condiciones para
recibir las heladas, fenómeno natural, que ellos lo ven devastador.

TERCERA LECCIÓN: Que si se trata de promover las prácticas de conservación de


aguas y suelos, habría que trabajar con las otras instituciones para haya una
promoción de dichas prácticas, en forma masiva y no aislada: por ello se formaron los
comités interinstitucionales de conservación de suelos y aguas.

CUARTA LECCIÓN: Era entonces, de suma importancia instalar en las propias


parcelas, áreas de conservación, al lado de áreas no conservadas para que los
cultivadores se den cuenta en la práctica, respecto a los beneficios de las prácticas
conservacionistas sobre las prácticas que ellos hacían o tratar de llegar a una síntesis
entre ambas. La promoción y el gasto en incentivos fue muy discreto y no hubo
mayores inversiones en infraestructura hidráulica.

Segunda etapa: Agrícola 1992-2001 y algunas lecciones obtenidas

Cuando hubo un cambio de gobierno, efectivamente se pasó de un programa reducido


a la conservación de aguas y suelos a uno que tuviera algunos componentes propios
de un programa promotor de un manejo integral de cuencas. El añadido más
destacado que se promovió primero fue la construcción de una pequeña
infraestructura hidráulica que potenciara productivamente las áreas conservadas
mediante las prácticas conservacionistas o para las áreas no conservadas. Para ello,
se exigió un diagnóstico de las cuencas a conservar, poniendo por delante un balance
hídrico que diera lugar a la multiplicación de pequeños proyectos de riego y las
diversas prácticas conservacionistas y se sentaran las condiciones para un desarrollo
agro industrial.

El énfasis en la hidráulica se debió a dos razones:

 La primera razón: El hecho que se partiera solo de áreas conservadas,


a través de la puesta en práctica de tecnologías conservacionistas para
captar el agua de lluvia tuvo limitado impacto “a los ojos de los
agricultores” y sobre todo en el bienestar de los agricultores y en los
ingresos campesinos y en el interés de parte de ellos, para extender en
forma masiva las mismas prácticas conservacionistas, en la medida que
la temporada intensa de lluvias solo se reduce a tres meses en las
montañas andinas.
 La segunda razón: La conducción del programa y ingenieros del
programa, fue trasladada de los ingenieros agrónomos hacia los
ingenieros agrícolas en esta segunda etapa, más tendientes y formados
para apreciar la infraestructura hidráulica y dar asesoramiento a favor de
la colocación de dicha infraestructura agrícola como canales y
reservorios y en la instalación de riego por aspersión.

El último proyecto de PRONAMACHCS, apoyado inicialmente por el JICA fue


precisamente uno más agresivo de infraestructura hidráulica, el cual, fue mermado por
los problemas financieros que fueron creados tanto por el terremoto de Japón como
por las dos crisis financieras internacionales 2009 y 2012.

Con esta experiencia, queda la reflexión sobre si la gestión de cuenca deberá ser
dependiente del desarrollo rural de las partes altas, porque dicho cometido persigue
fines más amplios, que beneficiar únicamente a la población pobre de las partes altas
de las cuencas sino también a la población de toda la cuenca, en especial a las partes
bajas, donde se encuentra la mayor parte de la población que requiere de un volumen
hídrico considerable en sus ciudades, sea para consumo doméstico, industrial, agrario
u otros. Así también las partes medias y bajas están interesadas en su seguridad
frente a los desastres naturales que ocurren sobre todo en los tres meses de mayor
precipitación pluvial en las laderas andinas.

La nota fundamental de esta época fue que PRONAMACHS, concentró todas sus
energías en llevar a cabo, los MIMAS y los JVICS vinculados a los programas de
luchas contra la pobreza, dejando de lado, poco a poco, a las instancias organizativas
del PRONAMACHS que no tenían financiamiento especial, disminuyendo
notablemente su ritmo y dinámica. Todo el trabajo regular se redujo al mantenimiento
de lo realizado o máximo una lenta ampliación de lo avanzado.

La confusión de los fines de PRONAMACHCS, con respecto a la lucha contra la


pobreza, trajo consigo que el gobierno del Presidente Alán García, lo confundiera al
PRONAMACHCS como un organismo dentro de esta lucha contra la pobreza y al
tratar de reducir el número cuantioso de los programas de lucha contra pobreza se lo
integró a otro organismo vinculado a los mecanismos del mercado y de apoyo a la
producción como es AGRORURAL, integrando la labor que hacía PRONAMACHCS
con lo que hace AGRO RURAL, con las ventajas y desventajas que esta situación
trajo.

Condicionantes sociales de los agricultores andinos, promovidos por


PRONAMACHS para aceptar técnicas conservacionistas en la década de los
ochenta.

El método de comunicación escogido por este Programa Nacional de Manejo de


Cuencas y Conservación de Suelos, en sus siete primeros años, que se prolongaron
hasta el 2002, fue el de fomentar la participación de los agricultores en la
construcción y difusión de las técnicas o prácticas conservacionistas, en función de los
beneficios permanentes, que se podrían obtener con la mejora de las condiciones de
producción, derivadas de la puesta en práctica de dichas técnicas en sus propias
parcelas y fundos.

Se trataba de atraer a los agricultores por los resultados productivos en las parcelas
de los agricultores, al instalar las prácticas conservacionistas, en beneficio de ellos
mismos y estos resultados fueran los acicates para que continuaran y ampliaran las
prácticas.

Métodos de promoción y desarrollo institucional del PRONAMACHCS en sus


inicios

Al inicio del Programa se llevó a cabo la metodología tradicional de la extensión, es


decir se actuó bajo los siguientes cuatro supuestos que dentro del circuito tradicional
de comunicación otorgaban un énfasis en el emisor que vendría ser el extensionista,
tomando al agricultor casi como un receptor: El trabajo de promoción debía recaer en
los extensionistas ingenieros o técnicos agropecuarios que eran supuestamente los
que conocían las técnicas conservacionistas alternativas a las prácticas tradicionales
de los agricultores que se suponía favorecían necesariamente a la erosión de los
suelos

a) Según este supuesto, los agricultores debían aprender las nuevas técnicas
del uso del suelo a través de prácticas alternativas, hechas con los extensionistas que
oficiaban como profesores y los agricultores líderes, quienes eran impelidos a
convocar a otros para favorecer el aprendizaje del mayor número de ellos.
Estas prácticas sólo debían enseñarse en una cantidad mínima, para no confundir al
campesinado, partiendo de las terrazas de absorción internacionales, que algunos les
decían andenes sin piedra, como la práctica más óptima y perfecta. Con la justa se
enseñaba que en la parte de menor declive de las laderas debían enseñarse los
surcos a nivel y la acequias de infiltración para los pastos y forestales.

Posteriormente, los agricultores debían hacer réplicas en sus propias parcelas,


constatando que dichas técnicas favorecían a mayores rendimientos que sus prácticas
tradicionales de carácter supuestamente erosivo. Dichas réplicas debían ser
realizadas con otros agricultores, para así lograr un efecto multiplicador que se creía
era la clave de la difusión masiva de dichas técnicas.

El interés fundamental era difundir las prácticas conservacionistas a la mayor cantidad


de agricultores. Como el Programa sólo contaba con un número reducido de
extensionistas, había que enseñar esta metodología a todos los técnicos o
profesionales del Ministerio de Agricultura o de otras instituciones tanto del Estado
como de las Organizaciones No Gubernamentales que desarrollen labores de
dirección o difusión de cualquier tecnología en relación a la actividad agropecuaria.

Progresivamente el PRONAMACHCS se consolida y crece tanto por que recibe


nuevos encargos, responsabilidades y recursos, también porque acoge a parte de los
proyectos racionalizados.

Los habitantes rurales andinos al comprobar este nuevo giro del proyecto, crecieron en
su demanda de un mayor apoyo a la agricultura mediante proyectos de irrigación y de
fomento agropecuario para obtener varias cosechas al año y potenciar su
productividad

Se multiplicaron las tecnologías empleadas, las cuales, se aplicaron en una amplia


cobertura de las microcuencas. Sin embargo, si bien tuvo efectos benéficos para la
calidad de la población, si hubieran sido planificadas en forma articulada los efectos,
habrían sido mayores.

En sus primeros 10 años (1981-1990), el proyecto pudo proponer la instalación de


diferentes prácticas conservacionistas en 7,952 hectáreas. En cambio, en sólo tres
años (1991-1993), ha logrado 15,482 hectáreas, duplicando su rendimiento, en
relación a una etapa más larga.

En otras palabras, en el programa regular de PRONAMACHCS, se aplicó un conjunto


de técnicas y tecnologías no articuladas, sin un sistema técnico que las coordinara, en
beneficio de todas las microcuencas tratadas. Y lo más preocupante fue que el trabajo
de las microcuencas, se independizó de la planificación de toda la cuenca, no fueron
parte de una estrategia para llegar a toda la cuenca.

Se generaron hasta 1,550 pequeñas empresas comunales, que basándose en su


colaboración en el cuidado de los recursos naturales, haciendo terrazas, acequias de
infiltración para pastos y forestales, recibían los beneficios múltiples. Sin embargo,
desde 1998, el país entra en recesión y el apoyó, sobre todo para el programa regular,
no financiado por el Banco Mundial o por el JBIC, bajó ostensiblemente. Los
campesinos acostumbrados al apoyo externo, cesaron su colaboración y fueron
conminados a apoyar las elecciones de un candidato predeterminado.

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