Вы находитесь на странице: 1из 5

RESUMEN LIBRO “LA VENGANZA DE LA TIERRA”

Este libro se basa haciendo referencia a la Teoría Gaia que toma a la Tierra

como un organismo viviente, que se auto regula, formado por diversos

componentes, físicos, químicos, biológicos, humano que interactúan entre sí. Y

que los humanos estamos cada vez más infringiendo un daño mayor.

El crecimiento de la población humana, la degradación de la Tierra, el


agotamiento de los recursos, la acumulación de desechos, los cambios
climáticos, los abusos de la tecnología y la destrucción de la biodiversidad
en todas su formas, constituyen una amenaza para el bienestar de los
humanos, una amenaza a la que generaciones anteriores no hubieron de
enfrentarse.

Define a la humanidad que ha crecido en población de una manera progresiva

como si nuestra sola presencia en este mundo afecta a este organismo viviente

Gaia como si fuera una enfermedad.

Compara a Gaia como con un ser humano cuando está enfermo y nos brinda
cuatro posibilidades:  Destrucción de los organismos invasores  Infección
crónica  Destrucción del Huésped  Simbiosis

La Tierra con sólo un suspiro puede acabar con miles de personas y los
desastres que hemos presenciado hasta ahora no son nada comparado con lo
que puede llegar a pasar. Debido al abuso la Tierra, la mayoría de nosotros
moriremos es decir la enfermedad será erradicada. La Tierra es como un
paciente enfermo, tiene fiebre, y esto debe de ser nuestra mayor preocupación
probablemente este sea el comienzo de algo peor. Nuestras vidas y la de
nuestros descendientes dependen de mantener sano a este paciente.

El desarrollo sostenible del que muchos hablan y ponen supuestamente en


práctica no es la solución, hay que cuidar a la tierra porque si no ella cuidará de
si misma y entonces nosotros no seremos bienvenidos en este hogar al que
llamamos Tierra. El desarrollo sostenible no es la solución posible, tal vez hace
200 años cuando los cambios empezaban podría haber funcionado pero
ahora es demasiado tarde el daño ya está hecho.. Tal vez es que no
reaccionamos ¿por qué solamente hemos evolucionado en el sentido que
Darwin expresó de la supervivencia del más apto? Y seguimos siendo los
mismos seres tribales que solo viven por sus impulsos más básicos realicemos a
nuestro hogar. Y no nos damos cuenta de que formamos parte de algo mucho
mayor (La Tierra misma que está viva). Aunque dejáramos de inmediato de
tomar tierras y agua de Gaia para producir comida y combustible y no
contamináramos más el aire, la Tierra tardaría más de mil años en recuperarse
del daño que ya le hemos causado, y puede que ni ese drástico paso bastara
para salvarnos. Para corregir o suavizar las graves consecuencias de nuestros
errores pasados hará falta un extraordinario esfuerzo internacional y un
proceso cuidadosamente planeado para reemplazar los combustibles fósiles
por otras fuentes de energía más seguras. Como civilización, somos como un
toxicómano, que morirá si sigue consumiendo su droga, pero también morirá
si la deja de golpe.

Nuestra inteligencia y creatividad nos han metido en este atolladero. Son


importantes factores como el mal uso de la tecnología y la superpoblación de la
Tierra, debemos usarla sabiamente pensando en el bienestar colectivo de todos
los habitantes de la Tierra y de ella misma y no solo de unos pocos. El
calentamiento Global está acelerándose y casi no nos queda tiempo para
reaccionar. Lo que se necesita es recuperar el amor y la empatía por la
naturaleza que ya está perdida. Incluso si se toman medidas inmediatas se
avecinan tiempos difíciles. Debido a que somos resistentes lo que está en
juego no es la supervivencia de la humanidad si no el de la civilización. No basta
con apostar por las energías renovables y las políticas de ahorro de energía
para solucionar el problema al que nos enfrentamos, estos conceptos son poco
eficaces y caras tienen futuro pero no contamos con el tiempo necesario
para experimentar con ellas, además el uso de estas energías depende de
ciertos avances en tecnoología que hasta que estén al alcance do la mayoría
pasarían muchos años.

La energía nuclear es simplemente el medicamento que nos proporcionará una


fuente segura y constante de electricidad para que las luces de la civilización
sigan encendidas hasta que la energía de fusión, limpia y eterna —la energía
alimentada por el sol—, y las energías renovables estén disponibles. Y recurrir a
la energía nuclear no es lo único que tendremos que hacer si queremos evitar
que en este mismo siglo se produzca una nueva Edad Oscura. Debemos vencer
el miedo y aceptar la energía nuclear como una fuente de energía segura y
probada que causa perjuicios mínimos a escala global. Hoy es tan fiable como
pueda serlo cualquier otro sistema en el que intervenga la ingeniería humana,
y tiene las mejores estadísticas de seguridad de todas las fuentes de energía
a gran escala. Francia ha demostrado que puede convertirse en la principal
fuente de energía de una nación, pero a pesar de ello los gobiernos siguen
temiendo aferrarse al único salvavidas hoy disponible. Necesitamos una
cartera diversificada de fuentes de energía, entre las cuales la nuclear será
predominante, al menos hasta que la fusión se convierta en una opción viable.
Si las industrias bioquímicas pueden sintetizar comida a partir del dióxido de
carbono, el agua y el nitrógeno, que lo hagan, y démosle a la Tierra un respiro.
Hay que dejar de preocuparse por los estadísticamente ínfimos riesgos de
cáncer derivados de agentes químicos o de la radiación. Casi un tercio de
nosotros morirá de cáncer, fundamentalmente porque todos respiramos
aire, que está lleno del carcinógeno más peligroso: el oxígeno. Si no nos
concentramos en el peligro real, que es el calentamiento global, puede que
muramos mucho antes, como les sucedió a los treinta mil infortunados que
fallecieron en Europa durante la ola de calor del verano de 2003.

Nuestro objetivo debe ser detener el consumo de combustibles fósiles tan


pronto como sea posible y cesar en la destrucción de hábitats naturales en todo
el mundo. Ya que estamos cultivando más de lo que la Tierra puede permitirse,
y si tratamos de cultivar el planeta entero para alimentarnos, aunque sea con
granjas orgánicas, seríamos como los marineros que queman los maderos de
su barco para no pasar frío. Los ecosistemas naturales+ de la Tierra no existen
para que nosotros los convirtamos en tierras de cultivo, sino para mantener el
clima y la química del planeta. Una vez que la Tierra empiece a avanzar
rápidamente hacia su nuevo estado más caliente, el clima desbaratará el
mundo político y empresarial. Las importaciones de comida, combustible y
materias primas serán cada vez más difíciles conforme los proveedores de otras
regiones se vean desbordados por sequías e inundaciones, de modo que
necesitamos planear cómo sintetizar nuestra comida utilizando poco más que
aire, agua y unos pocos minerales, y para hacerlo será imprescindible una
fuente segura y abundante de energía. Dejemos de lado el miedo y nuestra
obsesión por los derechos personales y tribales y seamos lo bastante
valientes como para ver que la verdadera amenaza procede del daño que
le hagamos a la Tierra viva, de la que formamos parte y que es, en efecto,
nuestro hogar. Sus objetivos no son fijos sino que se ajustan al medio
ambiente de cada momento y se adaptan a las formas de vida que alberga en
cada época. Gaia es un sistema fisiológico porque parece tener el objetivo
inconsciente de regular el clima y la química de forma que resulten adecuados
para la vida. Para comprender y tratar de salir del lío en el que nos hemos
metido con el cambio climático es necesario conocer la verdadera naturaleza
de la Tierra e imaginarla como el ser vivo más grande del sistema solar, no
como algo inanimado Hasta que no se produzca este cambio en nuestros
corazones y mentes no percibiremos instintivamente que vivimos en un
planeta vivo que responderá a los cambios que efectuamos sobre él bien
aniquilando los cambios o bien aniquilándonos a nosotros. A menos que
veamos la Tierra como un planeta que se comporta como si estuviera
vivo, al menos para regular su clima y su química, no dispondremos de la
voluntad suficiente como para cambiar nuestra forma de vida y comprender
que precisamente esa manera de vivir es nuestro peor enemigo.

Se perfilan dos planteamientos básicos: el primero consiste en reducir la


cantidad de calor que la Tierra recibía del sol, el segundo en eliminar el dióxido
de carbono u otros gases invernadero del aire o de las fuentes de combustión.
Construir en el espacio una pantalla solar que se colocaría entre la Tierra y el
sol. Con un disco reflectante de unos once kilómetros de diámetro, colocado en
el punto Lagrange entre la Tierra y el sol (es decir, el punto en que la atracción
gravitacional del sol y de la Tierra es igual y opuesta y en el que haría falta muy
poca energía para mantener el parasol en su sitio).El disco podría reflejar o
dispersar una parte de la luz solar que recibiera y con ello enfriar nuestro
planeta.

Hay una solución mucho más práctica de lo que parece a primera vista:
sabemos que las nubes bajas marinas forman parte del enfriamiento
natural, posible gracias a la emisión de dimetil sulfuro por parte de las algas
marinas. La sensación general era que se trataba de ideas con mucho
potencial Pero esto solo alivia la mitad del problema; el dióxido de carbono
generado por las actividades humanas continuaría aumentando su saturación
en la atmósfera y acidificando los océanos al disolverse en ellos.. El
problema es el enorme volumen que generamos y qué hacer luego con él.
Nuestra auto reguladora Tierra había evolucionado favoreciendo a las especies
que dejaban un mejor entorno para su progenie y eliminando las que destruían
su hábitat, pero no me di cuenta de que habíamos sido destructivos hasta tal
punto y habíamos dañado tan gravemente. Quizá tenemos el tiempo justo para
empezar y terminar esta guía o manual de supervivencia con una visión holística
de lo que significa la civilización humana sobre la faz de la Gaia. La Tierra es
nuestra única oportunidad hay que cuidarla y respetarla este libro tiene un
valor intrínseco y debería ser tomado como lo que es una guía para vivir en el
mundo del mañana.

Вам также может понравиться