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BAPTISTWAY GUÍA DE ENSEÑANZA PARA ADULTOS®

El Libro de Génesis
Personas en una relación con Dios

Don Garner
Thomas V. Brisco
Janet Burton
Traci Hubbell
Craig West

Dallas, Texas
El Libro de Génesis—Guía de enseñanza bíblica para adultos

Derecho de autor © 2010 por BAPTISTWAY PRESS®.


Todos los derechos reservados.

Impreso en los Estados Unidos de América

Ninguna parte de este libro puede ser usada o reproducida de ninguna manera sin
permiso escrito excepto en caso de citas breves. Para información, comuníquese con
BAPTISTWAY PRESS, Baptist General Convention of Texas, 333 North Washington,
Dallas, TX 75246–1798.

BAPTISTWAY PRESS® está registrada en la Oficina de Patentes


y Marcas Registradas de los Estados Unidos.

A menos que sea indicado lo contrario, todas las citas bíblicas son de la
Santa Biblia, Versión Reina Valera, 1960. Los pasajes bíblicos marcados
NVI son tomados de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional,
Derecho de autor © 1999 por Bíblica. Usada con permiso.

Equipo de administración BAPTISTWAY PRESS®


Director Ejecutivo, Baptist General Convention of Texas: Randel Everett
Director, Centro de Educación/Discipulado: Chris Liebrum
Director, Equipo Estudio Bíblico/Discipulado: Phil Miller
Editor, BAPTISTWAY PRESS®: Ross West

Traducción: Adlín Cotto, Ph.D.


Portada y diseño interior y producción: Desktop Miracles, Inc.
Impresión: Data Reproductions Corporation

Primera edición: Abril 2010


ISBN–13: 978–1–934731–46–8
Cómo hacer mejor uso de esta
Guía para el líder

Guiar a una clase a estudiar la Biblia es una encomienda sagrada. Esta


Guía para el líder ha sido preparada para ayudarle a dar lo mejor a esta
importante tarea.
En cada lección encontrará primero el “Comentario bíblico” para los
maestros, para ayudarle en su estudio y preparación. Las tres secciones
del “Comentario bíblico” son “Entendiendo el contexto”, “Interpretando
las Escrituras” y “Enfocando en el significado.” “Entendiendo el contexto”
provee un resumen a todo el pasaje de trasfondo que también establece
el contexto del libro de la Biblia siendo estudiado. “Interpretando las
Escrituras” provee comentario bíblico versículo por versículo en el pasaje
focal. “Enfocando en el significado” ofrece ayuda con el significado y la
aplicación del texto focal.
La segunda parte principal de cada lección es los “Planes de ense-
ñanza”. Encontrará dos planes de enseñanza completos en esta sección.
El primero es llamado “Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje”,
y el segundo es llamado “Plan de enseñanza—Discurso y preguntas”.
Seleccione el plan que mejor se adapte a su clase y su estilo de enseñanza.
Usted también puede usar y adaptar ideas de ambos. Cada plan tiene la
intención de ser práctico, de ayuda e inmediatamente útil según usted
se prepara para enseñar.
Los encabezados principales en cada plan de enseñanza tienen
la intención de ayudarle a ordenar cómo usted enseña para seguir el
flujo de cómo las personas tienden a aprender. El primer encabezado
principal, “Conectando con la vida”, provee ideas que le ayudarán a
comenzar su sesión de clase donde sus participantes se encuentren y
atraer a la clase al estudio. El segundo encabezado principal, “Guiando
el estudio bíblico”, ofrece sugerencias para ayudar a su clase a partici-
par activamente en el estudio de las Escrituras y a desarrollar un mejor
entendimiento de esta porción del mensaje bíblico. El tercer encabezado

3
4 Génesis: Personas en una relación con Dios

principal, “Fomentando la aplicación”, está diseñado para ayudar a los


participantes a enfocar en cómo responder con sus vidas al mensaje.
Según usted comienza el estudio con su clase, asegúrese de encontrar
maneras para ayudar a su clase a conocer la fecha en que se estudiará
cada lección. Usted puede usar una o más de las sugerencias siguientes:

• En la primera sesión de estudio, den un vistazo general breve al


estudio identificando con su clase la fecha cuándo cada lección
será estudiada. Guíe a su clase a escribir la fecha en la tabla de
contenido en sus Guías de estudio y en la primera página de cada
lección.

• Haga y despliegue un cartelón indicando fecha cuándo cada


lección será estudiada.

• Si todos los miembros de su clase tienen correo electrónico,


envíeles las fechas cuándo las lecciones serán estudiadas.

• Provea un marcador de libros con las fechas para las lecciones.


Usted puede incluir información acerca de la iglesia y usar el
marcador como una herramienta para la visitación también.

• Diseñe una calcomanía o etiqueta auto—adhesiva con las fechas


para las lecciones, y colóquela en la tabla de contenido o la portada
interior.

A continuación incluimos algunos pasos que puede tomar para ayu-


darle a prepararse bien para enseñar cada lección y administrar bien su
tiempo al hacerlo:
1. Comience temprano en la semana antes de que su clase se reúna.
2. Si sus maestros de estudio bíblico para adultos se reúnen para revi-
sar y preparar la lección, planifique participar. Si sus maestros de
estudio bíblico para adultos no tienen este tiempo de planificación,
busque cómo comenzar uno. Usted, sus compañeros maestros, y su
iglesia se beneficiarán de este estímulo y preparación mutuos.
Cómo hacer mejor uso de esta Guía para el líder  5

3. Dé un vistazo general al estudio en la Guía de estudio. Repase la


tabla de contenido y vea cómo cada lección se relaciona con el estu-
dio en general. Entonces, lea o repase la introducción al estudio del
libro que está siendo estudiado.
4. Considere cuidadosamente la Idea principal, la Pregunta a explorar,
y la Meta de enseñanza sugeridas. Éstas pueden ayudarle a descu-
brir el enfoque principal de esta lección en particular.
5. Use su Biblia para leer y considerar en oración los pasajes bíblicos
para la lección. Usar su biblia en su estudio y en la clase durante
la sesión provee un modelo positivo para que los miembros de su
clase usen sus Biblias y presten más atención al estudio bíblico ellos
mismos.
6. Después de leer los pasajes bíblicos en su Biblia, entonces lea el
comentario el comentario bíblico en la Guía de estudio. El comen-
tario bíblico está diseñado para ayudarle en su estudio bíblico. Lea
además los artículos cortos—“al margen”—en cada lección. Tienen
la intención de proveer información para enriquecimiento e ins-
piración adicionales y para fomentar la meditación y aplicación.
Trate de contestar por usted mismo las preguntas incluidas en
cada lección. Tienen la intención de fomentar mayor meditación
y aplicación, pero también pueden ser usadas en la sesión de clase.
Continúe su estudio bíblico con la ayuda del comentario bíblico
incluido en la Guía para el líder.
7. Repase los “Planes de enseñanza” en esta Guía para el líder.
Considere cómo estas sugerencias pueden ayudarle a enseñar este
pasaje bíblico en su clase para cumplir con la meta de enseñanza.
8. Considere en oración las necesidades de su clase, y piense en cómo
usted enseña puede ayudar a su clase a aprender mejor.
9. Desarrolle y siga un plan para la lección basado en las sugerencias
en esta Guía para el líder, con las alteraciones necesarias para su
clase.
10. Disfrute guiar a su clase a descubrir el significado de los pasajes
bíblicos y a aplicar estos pasajes a sus vidas.
6 Génesis: Personas en una relación con Dios

¡GRATIS! Comentarios adicionales en inglés para el estudio bíblico


para adultos por el Dr. Jim Denison, presidente del Centro para la Fe
Informada y teólogo en residencia, Baptist General Convention of Texas,
Dallas, Texas, en línea en www.baptistwaypress.org y pueden ser baja-
dos gratis. Estas lecciones se ponen en el Internet una semana antes del
primer domingo de clases.

¡GRATIS! Recursos didácticos en inglés para usar en su clase, dispo-


nibles para bajar de www.baptistwaypress.org. Preste atención a las
indicaciones en los “Planes de enseñanza” para este estudio. Visite en—
línea www.baptistwaypress.org y presione en “Teaching Resource Items”
para este estudio. Estos artículos son seleccionados de los “Planes de
enseñanza”. Son provistos en—línea para facilitar la preparación de
hojas de trabajo y artículos similares para la lección. Se otorga permiso
para bajar estos recursos didácticos, imprimirlos, sacar copias según sea
necesario, y usarlos en su clase.

¡GRATIS TAMBIÉN! Un plan de enseñanza en inglés por Dennis


Parrott, líder de educación cristiana con muchísima experiencia, dispo-
nibles cada semana en www.baptistwaypress.org.

ADEMÁS: Se provee ayuda para enriquecer la enseñanza en inglés en la


edición del Internet del Baptist Standard. El acceso es GRATIS visitando
la página del Web del Baptist Standard en www.baptiststandard.com.
Llame al 214–630–4571 para comenzar su subscripción a la edición
impresa del Baptist Standard.
Escritores de esta Guía para el líder

Don Garner escribió el “Comentario bíblico” de las lecciones 1–3. El Dr.


Garner enseña Antiguo Testamento y Arqueología Bíblica en Carson—
Newman College, Jefferson City, Tennessee. Él ha servido en diferentes
iglesias bautistas como pastor, pastor interino, maestro de Biblia, y líder
de retiros. Entre sus otros escritos, Don escribió el comentario en Esdras,
Nehemías y Ester que fue distribuido por la revista Guidepost. Él ha
escrito anteriormente para BAPTISTWAY®.

Thomas V. Brisco escribió el “Comentario bíblico” de las lecciones 4–8.


Dr. Brisco sirve como decano de la Escuela de Teología y Seminario
Logsdon en la Universidad Hardin-Simmons. Anteriormente él enseñó en
la Universidad de Baylor, el Seminario Teológico Bautista Southwestern,
y la Universidad Bautista Ouachita. Él ha servido en numerosas iglesias
como pastor interino. Ha escrito anteriormente para BAPTISTWAY® y
además es el autor del Atlas Bíblico Holman.

Janet Burton escribió los “Planes de enseñanza” de las lecciones 1–3.


Ella vive en Austin, Texas, y es muy conocida por su trabajo como edu-
cadora cristiana, autora y conferencista. Ella ha escrito dos libros y es
una escritora de currículo con experiencia, habiendo escrito numerosos
materiales de estudio para BAPTISTWAY®.

Traci Hubbell escribió los “Planes de enseñanza” de las lecciones 4–6.


Ella es miembro de la Iglesia Bautista South Oaks en Arlington, Texas.
Además de ser la bibliotecaria para los niños en la iglesia South Oaks, ella
sirve en los ministerios de preescolares, escolares y solteros. Ella tiene un
grado de maestría en comunicaciones y es una autora y especialista en
resolución de conflicto basado en la fe. Traci vive en Arlington con su
hijo Nick y su hija Emma.

7
8 Génesis: Personas en una relación con Dios

Craig West es el autor de los “Planes de enseñanza” para las lecciones


7–9. Él sirve como pastor de la Primera Iglesia Bautista, Charleston,
Arkansas. Él también ha servido como ministro de música y educación
en varias iglesias en Texas, y se graduó del Seminario Teológico Bautista
Southwestern. Craig ha escrito anteriormente para BAPTISTWAY®.
El Libro de Génesis:
Personas en una relación con Dios
Cómo hacer mejor uso de esta Guía para el líder 3
Escritores para esta Guía para el líder 7

Fecha de estudio

U n i d a d u n o

Comenzando por el principio


Lección 1 ������� Adán y Eva: Todo se trata de “mí”
Génesis 3 13
Lección 2 ������� Caín y Abel: ¿A quién le importa?
Génesis 4:1–16 23
Lección 3 ������� Noé: Hallando gracia
Génesis 6:5–9; 7:1–6; 8:13–22 35

U n i d a d d o s

Hacia adelante con Dios


Lección 4 ������� Abraham: Siguiendo por fe
Génesis 11:31—12:7; 15:1–6; 17:1–8 47
Lección 5 ������� Sara: Risa ante la promesa de Dios
Génesis 18:1–15; 21:1–7 62
Lección 6 ������� Jacob: Engaño y bendición
Génesis 25:21–34; 27:22–36b; 32:22–32; 35:9–12 76
Lección 7 ������� José: Tentado pero fiel
Génesis 39 92
Lección 8 ������� José: Participando en el propósito de Dios
Génesis 45:1–15; 50:19–21, 24 105

Cómo ordenar materiales de estudio bíblico adicionales 119

9
Texto focal
Génesis 3

Trasfondo
Génesis 2:4—3:24

Idea principal
Cuando las personas rechazan
el llamado de Dios a vivir
en el mundo de Dios en
fidelidad a Dios, ocurren
consecuencias desastrosas

Pregunta a explorar
¿Cómo está usted
ansiosamente tratando
de suplir sus necesidades
percibidas en vez de vivir
en fiel confianza en Dios?

Meta de enseñanza

L e c c ión u no Guiar la clase a relacionar


el relato de Adán y Eva a

Adán y Eva: sus decisiones respecto a


vivir en fidelidad a Dios

Todo se trata
o en egocentrismo

de “mí”

U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
11
12  Unidad 1: Comenzando por el principio

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

En el idioma español, la palabra génesis indica algo acerca de orígenes


o comienzos. Nos referimos al génesis de una idea o el génesis de una
relación para referirnos al comienzo de tales cosas. Los traductores de
la Biblia en español escogieron la palabra génesis para reflejar la antigua
palabra hebrea bereshith, literalmente en principio, con lo que Génesis
comienza. Este libro inicia la historia bíblica y genuinamente se gana
el nombre de libro de comienzos. Los cincuenta capítulos de Génesis
nos dicen las historias de comienzo tras comienzo en la relación que el
Creador tiene con Su creación, con la humanidad en general, y con los
hijos de Abraham en particular.
Los primeros once capítulos describen el comienzo del cosmos, la
raza humana, el pecado, la muerte, el castigo, la gracia, y la esperanza.
Dentro de estos capítulos uno encuentra una larga lista de principios—
los principios de la luz y la oscuridad, el día y la noche, el sol y la luna,
las plantas y los animales, el hombre y la mujer, el pecado y la confesión,
lo bueno y lo malo, la obediencia y la rebeldía, el juicio y la gracia, la vida
y la muerte, la lluvia y el arco iris, y el orgullo y la humillación, la comu-
nicación y la confusión, el individuo y la tribu.
Abraham y los otros antecesores de los judíos nos dan muchas histo-
rias de comienzos que comprenden los capítulos 12—50. Comenzando
con Abraham, el padre de los judíos, los judíos se convierten en agentes
por medio de quienes Dios quiere bendecir y redimir a toda la humani-
dad, generación tras generación. Así, Génesis 12–50 puede ser titulado
como Las historias de la familia de los antecesores del pueblo de Dios.
Fiel a cualquier legado familiar que es narrado de manera certera, estas
narrativas honestamente incluyen héroes y villanos, éxitos y fracasos,
gozos y desilusiones.
Las ocho lecciones de este estudio tienen que ver con personas de
las páginas de Génesis cuyas experiencias de la vida con Dios pueden
instruirnos en la actualidad. ¿Quién escogió servir a Dios fielmente y
por qué? ¿Cuándo alguien le falló a Dios y cómo? ¿Cómo la toma de
decisiones en mi vida refleja el mismo camino que siguió este antiguo
Lesson 1: Adán y Eva: Todo se trata de “mí”  13

peregrino en fe—para bien o para mal? ¿Qué puedo aprender acerca de


mi relación con Dios al leer estas inspiradoras historias de los principios
de personas de fe llenando las páginas de Génesis?
En esta primera lección acerca de “Personas en una relación con
Dios”, conoceremos a la primera pareja humana y veremos claramente
sus errores evidentes en su andar con Dios. Pero, ¿reconoceremos nues-
tros propios tropiezos en los serios fracasos cometidos por Adán y Eva?

Interpretando las Escrituras

Trasfondo: Dios hizo una creación maravillosa (2:4–25)

El relato de la creación de Dios hallado en Génesis 2 fue escrito para


enfocar claramente en la maravilla de los seres humanos y sus relaciones
en el mundo de Dios. La narrativa enfoca brillantemente en la experien-
cia humana—el hombre en el jardín de la provisión de Dios (Génesis
2:4–17); el hombre y los animales que Dios colocó a su lado (Génesis
2:18–20); el hombre y la mujer y su relación de satisfacción mutua en el
plan de Dios (2:20–25).
Note que en la narrativa de la creación en Génesis 1, nuestros ojos
se elevan a la grandeza del cosmos, y recordamos la transcendencia
y el poder de Dios como el Creador de todas las cosas. Y dijo Dios, y
fue así. Génesis 2, en un sentido, nos lleva al principio según vemos y
escuchamos la historia de la vida del hombre y la mujer comenzando su
peregrinaje en las decisiones de cómo vivir en el mundo de Dios en el
nivel más básico. Claramente, nos inclinamos a pensar de esta manera
porque la palabra adam (humanidad) es un juego de palabras con la
palabra similar para tierra, adamah (una forma femenina de la misma
raíz). Conociendo ese juego intencional en las Escrituras, lea otra vez los
versículos que dicen: “Entonces Jehová Dios formó al hombre [adam] del
polvo de la tierra [adamah]” (2:7). La humanidad es mortal, hecha por
diseño divino del polvo de la tierra, y al polvo de la tierra regresaremos
(3:19).
Además, el cuadro de Dios en Génesis 2 es uno de inmanencia (esto
es, estar presente muy de cerca) en vez de trascendencia celestial como
en Génesis 1. Dios es descrito en Génesis 2 como tomando acción como
humano en el ámbito humano: Dios moldeó el barro como un alfarero
14  Unidad 1: Comenzando por el principio

y respiró vida como un técnico emergencias médicas (2:7); Dios plantó


un jardín con plantas y árboles selectos como un horticultor (2:8); Dios
colocó la humanidad en el jardín como un oficial de recursos huma-
nos transfiere a un empleado para una tarea específica (2:15–17); Dios
hizo a la mujer de la costilla del hombre como un artista moldeando un
objeto nuevo de una porción significativa de uno anterior (o algo como
mi abuela quien prepara una docena de panecitos del pie de la masa de
ayer, guardada en su bote de harina).
El autor bíblico inspirado describió a un Dios Creador participando
en las vidas diarias de personas particularmente creadas para el lugar
más prominente en el orden de las cosas de Dios. ¿Cómo responderían a
las iniciativas de Dios hacia ellos?

Una creación maravillosa arruinada desde adentro (3:1–7)

3:1–3. La “audaz” serpiente levantó su astuta cabeza y tentó a la “mujer” a


que escuchara una interpretación alternativa de los propósitos de Dios. La
mujer y su compañero habían recibido las instrucciones de Dios directa-
mente, pero ahora decidieron considerar una perspectiva completamente
diferente. La serpiente puso en tela de juicio la palabra de Dios para ellos,
y pronto la mujer fue atrapada en una red de engaño y error.

3:4–5. La tramposa serpiente presentó una versión contradictoria a la


agenda de Dios, y la mujer pronto se encontró atrapada en la retórica.
Ella cayó presa de una sugerencia simple pero muy poderosa: Te irá mejor
si persigues tu propia voluntad y sabiduría en vez de seguir la voluntad y
la palabra de Dios. Ella consideró la acusación contra Dios de que Dios
estaba reteniendo algo de la humanidad: Dios no quiere lo mejor para
nosotros y lo está aguantando a propósito. Note que la esencia de la voz
de la tentación sonó algo como lo siguiente: ¡Aprovéchate! ¡Vive la buena
vida! Te irá mejor si actúas en tu propia voluntad y no la voluntad de
Dios. No escuches a Dios; Dios no es digno de confianza. Busca lo que te
convenga y piensa solamente en ti.

3:6–7. Así la mujer recurrió a su propio pensamiento como superior a


la Palabra de Dios. Ella analizó solamente los aspectos positivos de su
curso de acción, no sus drásticas consecuencias. Ella dejó de tomar en
serio la sabiduría de Dios que conoce cómo su creación funciona mejor
(sin mencionar la desobediencia que su decisión representó).
Lesson 1: Adán y Eva: Todo se trata de “mí”  15

Seguramente, el hombre no hizo mejor. Él sucumbió a una nueva


agenda sin una sola palabra que recordara a la mujer la firme palabra
de instrucción de Dios. La serpiente, la mujer, y el hombre todos se
unieron en el error siendo cometido. Entonces, el hombre y la mujer se
dieron cuenta que sus diferencias en su acto de rebeldía ahora eran más
prominentes que su lazo común en el plan de la creación de Dios. Así
comenzaron esfuerzos serios por esconderse. La desobediencia a Dios
significó nuevas barreras en su relación entre sí. El pecado hacia Dios
había comprometido la transparencia el uno con el otro.

El Creador confronta el fracaso (3:8–13)

3:8–9. Dios tenía la intención de que el jardín fuera un buen lugar (la
palabra hebrea eden significa placentero, y así le llamamos paraíso o
lugar placentero.) Dios diseño los árboles para ser fuentes positivas de
alimento, belleza y discernimiento (2:9). Una vez el hombre y la mujer
dejaron de seguir la voluntad de Dios, sin embargo, ellos se adelantaron
a la agenda de Dios con la suya propia. En ese momento, ellos se apre-
suraron a esconderse de Dios entre aquellos muchos árboles que eran
la provisión frondosa de Dios para su bien. Pero, ellos no encontraron
ningún lugar dónde correr, dónde esconderse. Dios llegó, preguntando:
“¿Dónde estás?” Por supuesto, Dios no estaba pidiendo información sino
que los estaba buscando.

3:10–11. La búsqueda personal de parte de Dios por la humanidad forzó


al hombre a anunciar su conciencia de sus diferencias, confesar su temor
de las consecuencias, y describir su intento por esconderse de Dios.

3:12–13. El juego de culpar es una vieja táctica que las personas usan para
desviar la responsabilidad de sus errores hacia otra persona. Cuando
Dios confrontó al hombre, el hombre culpó a la mujer. En vez de admitir
su propia decisión independiente de ignorar las instrucciones de Dios, el
hombre trató de evadir responsabilidad diciendo: Fue idea de ella—y no
te olvides, Dios, la idea de darme una mujer fue tuya en primer lugar—yo
simplemente seguí. Entonces la mujer usó la misma táctica: La serpiente
engañadora me encontró en un momento débil, y yo la seguí. Dios espe-
raba más obediencia fiel a la verdad y menos rendimiento débil a la
maldad. La fidelidad y la obediencia siempre son el deseo de Dios para
nosotros y nuestra felicidad.
16  Unidad 1: Comenzando por el principio

El Creador condena las decisiones equivocadas (3:14–19)

3:14–15. Las consecuencias son serias y difíciles cuando desobedecemos


el plan de Dios. La vida en el orden creado de Dios siempre funciona
mejor cuando seguimos la voluntad de Dios. Pero, habiendo actuado en
contra de esa voluntad, cada una de los responsables fueron condenados
por Dios—la serpiente, la mujer y el hombre.
Note cuán específicamente cada uno de los juicios se relaciona con
aspectos particulares de cada vida—y cada juicio describe cómo las
cosas operarían en un mundo ahora dañado por el pecado y la maldad.
Los eruditos se refieren a la naturaleza explicativa de este pasaje etiolo-
gía. (Etios significa razón o causa, y logos significa explicación acerca
de.) Este artículo literario con frecuencia era empleado en la literatura
antigua para explicar por qué las cosas en el mundo son como son. A
cambio, las vidas de la serpiente, la mujer y el hombre son descritas en
un mundo caído como plagadas por los resultados negativos y continuos
del pecado.
Por tanto, la serpiente en el jardín de Dios se arrastraría siempre por
la tierra, buscando seguridad según huye de la cuchilla de las herramien-
tas de cultivo del hombre que le cortarían la cabeza. Causando mordida
dolorosa y a veces fatal, la serpiente atacaría al hombre en su talón desde
la cobertura de la hierba o arbustos. La antipatía continua entre estas
dos criaturas de Dios revela cuán lejos el hombre había caído desde el
tiempo feliz de nombrar los animales que Dios había hecho como sus
compañeros naturales (2:19).

3:16–17. En su vida en el mundo maravilloso de Dios, ahora dañado por


el pecado y el desorden, la mujer sufriría por problemas particulares a su
rol tradicional. Su nombre “Eva” (3:20, vida), una vez una señal de espe-
ranza, ahora acarreaba un lado oscuro. Dar a luz ahora no solamente le
traería el gozo de dar vida sino también la amenaza de los “dolores de
parto”. El dolor al dar a luz a una nueva vida sería un recordatorio de que
este mundo está dañado por el pecado, el dolor y la muerte. Sin embargo,
su identidad y capacidad para ayudar, creadas por Dios para producir la
próxima generación, no le permitiría abandonar su rol de dar vida, aún
con sus amenazas inherentes.

3:18–19. El hombre era un agricultor a quien Dios había colocado para


cuidar y mantener el jardín de la creación de Dios (2:15). Pero, el trabajo
Lesson 1: Adán y Eva: Todo se trata de “mí”  17

del hombre fuera de la voluntad de Dios estaría marcado por labor ago-
tadora, con sudor goteando de su barbilla (el significado literal de la frase
hebrea en 3:19a). Zarzas, cardos y malas hierbas amenazarían constante-
mente su cosecha y reverterían completamente sus esfuerzos de limpiar
y cultivar el terreno. Atrapado en el pecado y viviendo fuera de la volun-
tad de Dios, la condición humana es como un estilo de vida de un paso
hacia adelante, y dos hacia a atrás.

El Creador preserva la posibilidad de esperanza (3:20–24)

3:20–21. En el punto más bajo en la historia, Dios dio señales de espe-


ranza al hombre y la mujer. Dios reemplazó sus hojas de higo con
vestimentas de pieles de animales, coberturas más funcionales y dura-
deras para la ardua vida que les esperaba. Dios también serviría como
Protector durante sus tiempos difíciles.

3:22–24. Estos versículos relatan el primer acto de juicio de Dios sobre


la humanidad. Aquí leemos acerca de un Dios amoroso que no hace
mención de lo que sucedería si el fracaso y la desobediencia humana
hubieran sido ignoradas (3:22). Note que Dios interrumpe y no completa
su declaración porque las consecuencias eran demasiado horribles de
repetir (3:22). Así Dios intervino para separar al hombre y la mujer de
cualquier posibilidad de que pudieran comer del segundo árbol y per-
petuarse a sí mismos en una vida separados de Dios para siempre. Las
Escrituras indican que Dios actuó en amor al removerlos de la presencia
del “árbol de la vida” para que no pudieran comer de él y por lo tanto
condenarse en su estado de rebeldía y separación de Dios. Dios los remo-
vió del Edén para, en un sentido, ganar tiempo hasta que Dios pudiera
proveer una manera para devolverlos al Edén y darles del fruto de la vida
eterna como la respuesta de Dios a la fidelidad de ellos (3:24).
Aún en este oscuro capítulo de la Biblia, la respuesta de Dios al fra-
caso humano es juicio atenuado por la gracia. Note que la última palabra
de este texto es vida, no muerte. Dios encontraría una manera para
devolver a la humanidad al jardín del paraíso para comer del “árbol de la
vida” y vivir en comunión con Dios para siempre. Según el capítulo ter-
mina, el árbol en medio del jardín es el símbolo máximo de esperanza.
18  Unidad 1: Comenzando por el principio

Enfocando en el significado

¿Aprenderán del fracaso los seres humanos? ¿Tomarán mejores deci-


siones fuera del jardín que las que tomaron en el jardín? ¿Puede el
conocimiento de errores pasados ayudarnos a tomar decisiones más
sabias en el futuro? Además, ¿cómo escoge Dios responder a nuestras
decisiones—las malas así como las buenas?
El egoísmo es la esencia del pecado. Dios es amor y demuestra un
comportamiento enfocado en otros. La esencia del pecado humano es un
comportamiento centrado en sí mismo. Qué transformación sucede en
la vida cuando nos comprometemos a amar a Dios y a nuestro prójimo
como a nosotros mismos.

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Prepare una ayuda visual en cartulina para la unidad. Comience


con dos hojas de papel: azul claro y verde. Use el azul como tras-
fondo. Desgarre el papel verde horizontalmente como una colina, y
péguela sobre el papel azul, dejando una cantidad generosa de cielo.
En la parte superior, escriba las letras siguientes: “Comenzando por
el principio: Génesis 3–11”. De papel de construcción, recorte tres
objetos: un árbol verde, una nube gris, y un arco iris. Espere hasta
el paso dos para desplegar la ayuda visual.
2. Introduzca esta lección con la información en el primer y segundo
párrafo de “Vistazo al estudio” en “Introduciendo el Libro de
Génesis: Personas en una relación con Dios” en la Guía de estudio.
Según menciona la lección uno, fije el árbol a la ayuda visual, sim-
bolizando la historia de Adán y Eva. Para la lección dos, añada la
nube gris para Caín y Abel. Añada el arco iris para la historia de
Lesson 1: Adán y Eva: Todo se trata de “mí”  19

Noé. Indique que el tema del estudio es: “Personas en una relación
con Dios”. Note que también será un estudio de personas relacio-
nándose entre sí, debido a que ambos están entrelazados.
3. En una pizarra escriba: “Su jardín del Edén”. Pregunte: Si fuera
a visualizar su situación ideal, ¿cuál sería su localización? ¿Sus
relaciones? ¿La situación en su trabajo? Invite a los participantes a
compartir respuestas durante tres minutos en estos temas. Entonces,
explique que las preguntas que exploraremos en este estudio son:
• ¿Qué sucedió para arruinar la situación ideal de Adán y Eva?
• ¿Cómo nuestras decisiones personales afectan nuestras
relaciones?
• ¿Estamos poniendo nuestras necesidades percibidas primero
que la obediencia fiel a Dios?

Guiando el estudio bíblico

4. Lea Génesis 3:1–6 como diálogo, pidiéndole a un participante que


lea las palabras de Eva y otro participante que lea las palabras de la
serpiente. Como líder, lea el resto de la narración, deteniéndose en
cada cita. Use el texto bíblico impreso en la Guía de estudio para
que todos tengan la misma traducción.
Pregunte: Si esto fuera un drama, ¿cuál sería el escenario?
¿Quiénes fueron los primeros tres personajes introducidos? Anote
las respuestas en la pizarra. Continúe diciendo: ¿Por qué Satanás
se acercó a Eva en la forma de una serpiente? ¿Cómo podemos con-
fundir la tentación con el pecado? Refiérase al material en “El acto
(3:1–6)” de la lección uno en la Guía de estudio para enriquecer la
discusión.
5. Continúe con una lectura en diálogo de Génesis 3:7–13, aña-
diendo voces para las palabras de Dios y Adán. Guíe al grupo a
evaluar cómo el pecado de Adán y Eva cambió la relación entre
ellos mismos; su relación con Dios; y sus sentimientos acerca de
sí mismos. Refiérase al material en la Guía de estudio en la lección
uno bajo “La responsabilidad (3:7–13)”.
6. Pídale al grupo que busquen Génesis 3:14–19 en parejas para des-
cubrir el castigo que Dios impuso en la serpiente (Satanás), en Eva,
20  Unidad 1: Comenzando por el principio

y en Adán. Después que compartan las respuestas, pregunte: ¿Cuál


es la consecuencia más seria del pecado de Adán y Eva?
7. Complete el pasaje reclutando a alguien que lea Génesis 3:20–24
para el grupo mientras ellos identifican las acciones hacia Adán
y Eva. Pídales que evalúen cómo la compasión de Dios moderó su
castigo contra Adán y Eva. Entonces, guíelos a explicar por qué
removerlos del jardín fue un acto de compasión y discutan cómo
su desobediencia en última instancia interrumpió el plan de Dios
para la humanidad. Refiérase a “Las repercusiones (3:14–24)” en la
lección uno en la Guía de estudio para dirección al responder.

Fomentando la aplicación

8. Presente el problema en el artículo corto: “Una pregunta de una


tienda de comestibles” en la Guía de estudio, y pida que respon-
dan. Continúe con: ¿Qué necesidad humana básica es tentada en
esa situación? Según el tiempo se lo permita, comparta una o ambas
de las situaciones siguientes de ¿qué harían ustedes? para discutir:
a. Después de un arduo día de trabajo le invitan a parar a
darse unos tragos antes de llegar a su casa. Sabiendo que hay
alcoholismo en su familia, ¿qué haría usted?
b. Su debilidad siempre ha sido la ropa costosa, pero usted sabe
que, si compra el artículo deseado, no podrá diezmar este
mes.
9. Cierre con estas preguntas: ¿Qué aprendemos de Génesis 3 acerca
de nuestras propias decisiones acerca de vivir en fidelidad a Dios o
en egocentrismo? ¿Qué defensas tenemos cuando las tentaciones nos
acosan?

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Introduzca esta unidad preguntando: ¿Prefiere estudiar la Biblia por


libros o por estudios de personajes? Señale a la página del contenido
Lesson 1: Adán y Eva: Todo se trata de “mí”  21

de la Guía de estudio, repase las lecciones en el estudio, y note que


ustedes estudiarán Génesis en dos maneras: como estudio del libro
y como estudio de personajes.
Según dan un vistazo al contenido, pida que algunos volunta-
rios compartan su personaje favorito de los ocho estudios, y por
qué. Pregunte: ¿Cuál de estas personas es la menos familiar para
ustedes? ¿Qué esperan aprender de un estudio acerca de relacionarse
con Dios? Invite a alguien que abra la clase en oración pidiendo que
Dios bendiga la serie de estudios.

Guiando el estudio bíblico

2. Pida que alguien lea Génesis 3:1–6, e instruya al grupo que preste
atención a la conversación entre la mujer y la serpiente. Después
de la lectura, pregunte qué conocen acerca de la serpiente. Anote
las respuestas en la pizarra. Pida que un participante (reclutado
de antemano) lea el artículo “Satanás”, el cual da más luz a esta
estudio. Pregunte: ¿Por qué es bueno estar conscientes de quién es
Satanás y cómo trabaja? ¿Cuáles pueden ser los peligros de enfocar
demasiado en él?
3. Pregunte: ¿Cuál es la diferencia entre la tentación y el pecado? De
la sección de la Guía de estudio, “El acto (3:1–6)”, en la lección uno,
enumere los pasos en la realización del pecado: curiosidad, duda, y
desobediencia. Muestre cómo cada uno de estos pasos fue ilustrado
en la situación de Eva.
4. Mientras un voluntario lee Génesis 3:7–13, dibuje a los cuatro per-
sonajes de la historia en la pizarra, escribiendo Dios en la parte
superior, Satanás en la parte de abajo, y Eva y Adán a la derecha y la
izquierda. Pregunte: ¿Cómo las relaciones cambiaron debido a este
acto de desobediencia? Dibuje una flecha entre Eva y Adán, mientras
el grupo busca la respuesta en los versículos 7 y 12. Dibuje flechas
de Adán a Eva hacia Dios mientras buscan la respuesta en los ver-
sículos 8–10. Encuentre pensamientos adicionales en la sección de
la Guía de estudio “La responsabilidad (3:7–13)” en la lección uno.
22  Unidad 1: Comenzando por el principio

5. Tome estos pasos para examinar las repercusiones, usando ideas en


la sección de la Guía de estudio “Las repercusiones (3:14–24)” en la
lección uno y en el “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder.
• En el diagrama del paso cuatro, dibuje un círculo alrededor
de Satanás, y pídale al grupo que encuentren su castigo en
Génesis 3:14–15.
• Señale el significado del protoevangelio (el primer evangelio)
en el versículo 15.
• Marque Eva con un círculo, y pídale al grupo que encuentre
las dos consecuencias de ella en el versículo 16. Pregunte:
¿Cómo difiere esto de la intención original de Dios en Génesis
1:26–27 y 2:18?
• Marque Adán con un círculo y guíe al grupo a buscar sus
consecuencias en los versículos 17–19.
• Lea Génesis 3:20–24, y señale cómo la compasión de Dios
moderó Su juicio en estas acciones.

Fomentando la aplicación

6. En la pizarra limpia, enumere estas cinco palabras clave: oportu-


nidad, decisión, trampas, responsabilidad, gracia. Lea las cinco
verdades importantes para el estudio de hoy, que se encuentran en
“Aplicando la lección a la vida” en la lección uno en la Guía de estu-
dio. Guíe al grupo a determinar cuál de éstas es más importante
en sus vidas hoy. Anime a algunos voluntarios a que respondan.
Continúe la discusión con estas preguntas:
• ¿Cómo nos da esperanza 1 Corintios 15:22?
• ¿Por qué es importante para nosotros la promesa en 1 Juan 1:9?
• ¿Qué nos enseña Santiago 4:7–8 acerca de resistir los trucos
de Satanás?
• ¿Qué aprendemos de Génesis 3 acerca de nuestras
propias decisiones acerca de vivir en fidelidad a Dios o en
egocentrismo?
Guíe a los participantes a unirse en círculo para orar.
Texto focal
Génesis 4:1–16

Trasfondo
Génesis 4

Idea principal
Las personas que desean
tener una relación correcta
con Dios también deben
tener una relación de
interés por los demás.

Pregunta a explorar
¿En qué maneras perjudicamos
a otras personas vez de
interesarnos por ellas?

Meta de enseñanza

L e c c ión d o s Guiar a la clase a identificar


maneras cómo interesarse

Caín y Abel: por otras personas,


incluyendo sus familias,

¿A quién le
en vez de perjudicarlas.

importa?

U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
23
24  Unidad 1: Comenzando por el principio

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

En la narrativa de Génesis, este excepcional libro de comienzos para el


pueblo escogido de Dios, seguimos la herencia judía de generación en
generación. Por supuesto, las genealogías trazan el árbol genealógico
judío (vea Génesis 5; 10; 11 para citas de nacimientos y muertes). Pero,
las historias nos dicen de las interacciones y las relaciones—las buenas y
las malas.
En la lección anterior trazamos las malas decisiones y relaciones
rotas que Adán y Eva sufrieron entre sí y con Dios. Esta semana veremos
a la próxima generación de humanos reflejando las consecuencias del
pecado egoísta. A través de la familia humana, los lazos rotos llegaron
a caracterizar la vida separados de la voluntad de Dios. Como parte de
un vistazo general de Génesis 1—11, leemos en el capítulo 4 acerca del
primer nacimiento documentado y la primera muerte. Felizmente, el
nacimiento reveló el gozo que viene a quienes participan en la creación
como co-creadores con Dios de la vida, el amor, y relaciones compro-
metidas. Tristemente, la muerte fue un homicidio, un fratricidio, un
hermano mató a otros por motivos egocéntricos.
Dios había creado a los seres humanos como criaturas sociales y tuvo
la intención de que las personas se llevaran bien entre sí. Pero el egocen-
trismo, la avaricia y los celos pronto reemplazaron el interés sincero por
la otra persona. La envidia y el resentimiento interrumpieron un estilo
de vida de empatía cálida y responsabilidad por las necesidades de los
demás.

Interpretando las Escrituras

El nacimiento de una familia (4:1–2)

Adán y Eva procrearon una segunda generación de seres humanos. Dos


hijos (y finalmente un tercero, Génesis 4:25) les nacieron. Caín fue el
mayor, y Abel fue el menor. Estos dos niños persiguieron vocaciones
diferentes en la vida. Abel fue “pastor de ovejas”, mientras que Caín fue
“labrador de la tierra”.
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 25

Dos ofrendas diferentes a Dios (4:3–5a)

4:3–4a. Como era de esperar, estos dos jóvenes, cada uno diferente del
otro, presentaron dos ofrendas diferentes a Dios. Además, ellos lleva-
ron sustancias diferentes como el contenido de sus contribuciones en
su adoración a Dios. Caín llevó “una ofrenda del fruto de la tierra” (4:3),
aparentemente una ofrenda de cereal del grano que él había cosechado.
Abel, por otro lado, llevó “de los primogénitos de sus ovejas, de lo más
gordo de ellas” (4:4a).

4:4b–5. La reacción de Dios a cada una de las ofrendas fue tan dramática-
mente diferente como los dos hombres que las presentaron. Sin embargo,
las Escrituras no nos dan ninguna explicación sencilla o directa para la
reacción de Dios. Para algunos estudiantes de la Biblia, este texto es uno
de los pasajes más perturbadores en las Escrituras porque documenta
tan diferentes respuestas de Dios tan diferentes hacia cada individuo y
ofrenda—hacia uno, aceptación; y para el otro, rechazo.
Intérpretes cuidadosos de la Biblia han ofrecido varias posibles razo-
nes para las diferentes respuestas de Dios. Una explicación popular y
ampliamente difundida es que Dios obviamente prefiere las ofrendas de
sangre sobre las ofrendas de cereal. Pero, esa información requiere que
leamos en el texto la práctica, preferencias y normas para sacrificios que
llegaron más tarde. No fue sino hasta que se instituyó la ley mosaica que
la carne sería considerada una ofrenda superior al grano. Si Caín hubiera
sabido que Dios tenía tal preferencia, entonces él hubiera intercambiado
su grano por un animal para presentar una ofrenda de sangre. Pero,
¿cómo lo hubiera sabido?
Una segunda posible interpretación para las diferentes respuestas de
Dios depende de la calidad de las ofrendas que fueron presentadas, no si
la categoría era carne o grano. La Biblia es clara aquí. Caín presentó “una
ofrenda” del fruto de la tierra, mientras que Abel ofreció “de los primogé-
nitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas” (4:3–4, italicas para énfasis).
Caín simplemente ofreció algo, pero Abel pagó un precio significativo.
Caín dio a Dios una propina miserable a la misma vez que Abel llevó
lo mejor. El primero fue desagradable ante Dios; el segundo encontró
favor delante de Dios. Recuerde las palabras de Pablo acerca de la clase
de ofrendas fielmente motivadas que Dios aprecia: “Cada uno dé como
propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). Además, Hebreos 11:4 afirma la
26  Unidad 1: Comenzando por el principio

diferencia en la fidelidad de los dos hermanos con estas palabras: “Por la


fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”.

La decisión crucial de una respuesta rebelde (4:5b–7)

4:5b. La respuesta de Caín de enojo y resentimiento es un giro crítico en


la historia. Aún la expresión de su cuerpo, su expresión facial, revelaron
el profundo resentimiento que Caín sintió por la respuesta favorable de
Dios hacia su hermano. La desilusión finalmente conduciría a los celos,
los que se convirtieron en malicia y entonces en asesinato premeditado
(Génesis 4:8).

4:6–7. Pero, antes de que las cosas llegaran muy lejos, y en un acto de
gracia, Dios intervino con una pregunta de advertencia: ¿Por qué estás
reaccionando así? Puedes escoger otro tipo de respuesta. Dios le advir-
tió a tener cuidado en su próximo paso—con la implicación de que una
segunda oportunidad para corregir el sacrificio podía ser posible. Más
aún, Dios advirtió a Caín que “el pecado está a la puerta; con todo esto,
a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él” (4:7). En otras palabras:
igual que un animal salvaje, el pecado te vencerá y te consumirá si no te
mantienes alerta contra tal destino. Si no puedes dominar lo salvaje de la
tentación pecaminosa, entonces te dominará. Ésta es una verdadera lucha
entre la vida y la muerte.

La ruptura del amor y el interés mutuo (4:8–9)

4:8–9a. Caín no obedeció la palabra de Dios y llevó a cabo su vengativo


plan, matando a su hermano a sangre fría. Al igual que con Adán (3:13),
Dios le hizo una pregunta: “¿Dónde está . . . tu hermano?” Igual que
anteriormente, Dios no estaba pidiendo información sino buscando la res-
puesta apropiada de parte de Caín. Caín a cambio escogió evadir a Dios,
mintiendo directamente como si pudiera escapar del enredo (recuerde el
intento de David de encubrir su pecado con Betsabé en 2 Samuel 11–12).
4:9b. La palabra hebrea para “guarda” está relacionada de cerca con
la palabra pastor y puede acarrear acciones positivas como cuidar o
respetar. ¿Intentó Caín negar, desviar, o descontar su seria situación
delante de Dios ridiculizando la idea de que él debía estar pastoreando
a su hermano pastor? Sin embargo, la relación del familiar más cercano
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 27

al hermano de uno está entre los lazos más cercanos conocidos en el


Antiguo Testamento (desde comprar la libertad en Levítico 25:48, a
vengar la sangre en Números 35:9–28, a preservar la línea de la familia
en Deuteronomio 25:5–10, a un gran respaldo personal en Proverbios
17:17). Así, el Caín negar descaradamente conocimiento alguno de dónde
se encontraba Abel fue una mentira frente a Dios, así como un rehusarse
a reconocer su lazo de sangre con Abel.

El juicio—y la gracia de Dios (4:10–17)

4:10–12. Dios le preguntó a Caín: “¿Qué has hecho?” Dios sabía bien lo
que Caín había hecho. La tierra de la santa presencia de Dios había sido
contaminada por el derramamiento de sangre inocente (vea Números
35:33–34). Un precio debía ser pagado. Dios pudo haber actuado inme-
diatamente como el Vengador Divino de la sangre de Abel, la cual
clamaba a Dios desde la tierra (Génesis 4:10). Pero Dios le preservó la
vida a Caín y lo condenó a un estilo de vida de frustradamente tratar de
sembrar así como vagar constantemente sin hogar.

4:13–17. La gracia de Dios es revelada en que Caín sobrevivió y no fue


muerto. Más aún, respondiendo al temor ansioso de Caín de morir a manos
de alguien, Dios misericordiosamente marcó a este triste vagabundo como
protección permanente de la venganza de otros. Dios le otorgó cierto nivel
de protección (compare con las vestimentas de pieles en 3:21).
Errando (vagar) (la palabra hebrea es nod) como extranjero en
la tierra, Caín llevó la señal externa de la protección de Dios. Pero el
hombre interior estaba condenado constantemente por los efectos socia-
les y espirituales de las relaciones rotas con su familia, la tierra y Dios. La
conciencia de Caín debió haberle acusado constantemente, tal vez como
el hombre culpable en la historia corta de Edgar Allen Poe: “El corazón
delator” (The Tell—Tale Heart) 1.
El pecado y sus consecuencias pueden ser negados por un tiempo,
pero nunca pueden ser dejados atrás completamente. Los errores deben
ser corregidos, como Dios lo desea. Caín se encontró así mismo muy
lejos del Jardín del placer (palabra hebrea eden) de sus padres—“He aquí
me echas hoy de la tierra y de tu presencia me esconderé” (4:14a; com-
pare con 3:23–24). El aislamiento social que su pecado le ocasionó fue
una muerte en vida, un infierno en la tierra.
28  Unidad 1: Comenzando por el principio

Enfocando en el significado

Tal vez, como uno de mis profesores dijo, Adán y Eva pensaron que se
habían salido con la suya. Cuando un rayo no los partió por la mitad
inmediatamente, tal vez ellos concluyeron que la serpiente estaba correcta
(“no morirás”, 3:4). Pero luego, mientras miraban el rostro pálido de su
hijo muerto, ellos se dieron cuenta de la verdad de la Palabra de Dios. Por
supuesto, Dios estaba en lo cierto. El pecado siempre resulta en muerte
y separación; solamente Dios es la fuente de vida como debe ser vivida
juntos y en amor y fidelidad.
Dios deseó que la experiencia humana fuera compartida—
• Madres y padres, compartiendo el don de la vida misma
• Hermanos y hermanas, compartiendo en el cuidado y desarrollo
que viene dentro de la vida familiar
• Miembros de la familia extendida, compartiendo en la identidad y
dirección necesarias para criar la próxima generación saludable y
feliz
• Vecinos y amigos, compartiendo una red social de significado y
contribución positiva al mundo
• Extraños, pero conciudadanos en el mundo, compartiendo un
planeta creado por Dios con criaturas especiales y personas
particulares, cada una de las cuales es preciosa, creada a la
imagen de Dios.

Interesarnos por otras personas es un privilegio creado por Dios


para nosotros como personas de fe. Jesús hizo eso claro cuando él con-
testó ¿qué debo hacer para estar bien con Dios? y entonces “¿quién es
mi prójimo?” con las verdades del Buen Samaritano (Lucas 10:25–38).
Cualquier persona en necesidad debe recibir nuestro interés en el nombre
de Dios y dentro de la voluntad de Dios para toda la creación.
¿Cómo podemos volver un oído sordo al llanto de las personas ham-
brientas a nuestro alrededor? Ronald J. Sider nos desafía directamente,
los visiblemente consumidores y ricos ciudadanos del mundo, en su libro
clásico, Los cristianos ricos en una época de hambre: Moviéndonos de
la prosperidad a la generosidad (Rich Christians in an Age of Hunger:
Moving from Affluence to Generosity).2
¿Cómo podemos continuar permitiendo que la escasez crítica de
pozos de agua fresca en África sub—Sahara resulte en patógenos en el
agua matando niños inocentes por millares?
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 29

¿Cómo podemos actuar como Caín frente a la epidemia devastadora


del Sida que puede ser controlada por medicinas conocidas que no están
siendo distribuidas ampliamente entre quienes tiene mayor necesidad?
¿Cómo podemos rehusar reconocer la crisis de nuestro ambiente y la
mayordomía cristiana apropiada sobre toda la tierra de Dios, el ecosis-
tema del planeta, y las preciosas criaturas que Dios colocó en él? Estamos
siendo desafiados hoy día con nuestras responsabilidades a amar a Dios
y cuidar de los demás al cuidar de la tierra de Dios.3
Cuando la humanidad deja de “labrar . . . y cuidar” la tierra como
mayordomos de Dios, nosotros también nos encontramos afuera del
Edén, más allá del ambiente de placer y plenitud en el orden de Dios,
tal y como sucedió con Adán y Eva. También, si continuamos tomando
malas decisiones—a pesar de las claras advertencias de Dios de que tome-
mos mejores decisiones—nos encontraremos errantes y extranjeros en la
tierra como Caín, experimentando la maldición de una tierra árida, sin
cosechas, con aire y fuentes de agua contaminados, e innumerables otras
maldiciones a causa de nuestro mal comportamiento.

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Acomode las sillas formando tres círculos si es posible. Según los


participantes van llegando, diríjalos a sentarse en estos grupos de
conversación. (Un plan alterno para clases con más de 18 partici-
pantes sería pedirles a los miembros que formen grupos pequeños
de no más de seis personas cada uno.) Escriba estas preguntas en
la pizarra o papel:
• ¿Cuántos hermanos (o primos si no tiene hermanos) habían
en su familia?
• ¿Dónde se encuentra usted en el orden de nacimiento?
• ¿Se parecían mucho sus hermanos o eran muy diferentes?
30  Unidad 1: Comenzando por el principio

• ¿Se siente más cerca de unos que de otros hoy día?


• ¿Cuánto participa en sus vidas?
2. Después de cinco a siete minutos de compartir, refiérase a la
“Pregunta para explorar” de hoy. Instruya a una tercera parte del
grupo a discutir maneras cómo a veces perjudicamos a nuestras
familias; una tercera parte a discutir maneras cómo perjudicamos a
otras relaciones; y una tercera parte maneras cómo perjudicamos a
la sociedad en general. Permita cinco minutos para que conversen,
entonces pídales que compartan con el resto del grupo. Abran el
estudio bíblico con una oración pidiendo dirección y disposición
para obedecer.

Guiando el estudio bíblico

3. Pida que alguien lea Génesis 4:1–2, y pregunte: ¿Qué podemos ver
del diseño de Dios para el matrimonio y la sociedad en estos dos ver-
sículos? Refiérase a “La primera familia (4:1–2)” en la lección uno
en la Guía de estudio.
4. Pídale al grupo que piensen en respuestas para estas preguntas:
• ¿Cómo sería la casa de la primera familia?
• ¿Cómo pasarían sus días?
• ¿Qué estilos de parentesco tendrían Adán y Eva?
• ¿Cuánta diferencia en edad habría entre Caín y Abel?
5. Pida que alguien lea Génesis 4:3–5 mientras el resto de la clase
identifica las diferencias entre las ofrendas de Caín y Abel. Reciba
las respuestas. Entonces invite a alguien que lea Hebreos 11:4. En
la pizarra enumere las actitudes siguientes: casual, obligatorio,
mediocre, airado. Pida que el grupo identifique a cuál hermano
describe cada uno de estos términos. Entonces desafíelos a sugerir
la actitud positiva opuesta de cada una. (Ejemplos: casual/generoso;
obligatorio/con gozo; mediocre/mejor esfuerzo; airado/agradable.)
6. Reclute a alguien que lea Génesis 4:6–7. Entonces, comience una
discusión acerca de las actitudes correctas en la adoración con pre-
guntas como las siguientes:
• ¿Cómo nuestra actitud hacia otros adoradores afecta nuestra
capacidad para agradar a Dios?
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 31

• ¿Qué dones de participación podemos aportar a la


experiencia de adoración?
• ¿Qué constituye una ofrenda de sacrificio de cómo nos
ganamos la vida?
• ¿Cómo debemos responder cuando otro adorador puede dar
una ofrenda mayor o mejor que la nuestra?
Provea explicaciones adicionales según sea necesario, usando la
información bajo “El primer homicidio (4:3–8)” en la lección dos
en la Guía de estudio y en el “Comentario bíblico” en esta Guía para
el líder.
7. Lleve a cabo una lectura en diálogo de Génesis 4:8–16 reclutando
a dos personas que lean las palabras de Caín y Dios. Como líder,
lea la narrativa deteniéndose para el diálogo. Use el pasaje bíblico
impreso en la Guía de estudio para que todos los participantes estén
usando la misma traducción. Sugiera que la clase enfoque en este
incidente como un juicio por asesinato. En la pizarra escriba las tres
frases para el juicio: el caso del fiscal; el caso del abogado defen-
sor; y la sentencia del juez. Formen tres equipos, y asigne una frase
para que cada uno planifique, basándose en los versículos 8 al 16.
Permita diez minutos, y entonces pídales que compartan sus deci-
siones. A continuación encontrará algunos ejemplos:
Fiscal: no remordimiento, rehúsa admitir culpa, ataque no—provo-
cado, homicidio premeditado
Defensa: locura temporal, víctima de abuso cuando era niño, no
testigos ni evidencia,
Sentencia: trabajo forzado, expediente criminal para toda la vida,
rechazado por la sociedad
Pregunte: ¿Por qué el Juez no sentenció Caín a la muerte? ¿En qué
maneras conmutó Dios su sentencia? ¿Fue justa la sentencia?

Fomentando la aplicación

8. Desafíe al grupo a sugerir cómo la historia pudo haber sido escrita


si Caín hubiera seguido el consejo de Dios en los versículos 6–7.
32  Unidad 1: Comenzando por el principio

Ayude preguntando: ¿Cómo pudo Caín haber manejado mejor su


ira y sus celos? ¿Cuál pudo haber sido el resultado?
9. Use el comentario en “Enfocando en el significado” en esta Guía
para el líder para guiar a la clase a pensar en maneras cómo pueden
interesarse por otros seres humanos, incluyendo a sus familias, en
vez de perjudicarlos. Refiérase a las diferentes áreas mencionadas en
“Enfocando en el significado”—familias; vecinos y amigos; extraños,
incluyendo a personas con hambre y personas diferentes de nosotros;
problemas ambientales en el mundo. Discutan estas áreas en la clase
como grupo o invite a grupos de dos o tres participantes a que selec-
cionen un área y consideren la necesidad de interés en ella.
10. Cierren la clase cantando el himno “Dios, yo quiero ser
cristiano”.4

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Haga referencia a esta declaración que abre la lección dos en la Guía


de estudio, y pregúntele a los participantes si están o no de acuerdo:
“En ningún lugar en la vida hay tal brecha entre lo que esperamos y
lo que en realidad experimentamos como en nuestra vida familiar”.
Según sea necesario, haga referencia a los primeros tres párrafos en
la lección. Pregunte: ¿Es la vida familiar el área más difícil en la cual
tenemos que funcionar? ¿Por qué o por qué no?
Lea la segunda cita del párrafo dos en la Guía de estudio, y pre-
gúntele al grupo si están de acuerdo o no: “He llegado a la conclusión
de que cada familia es disfuncional hasta cierto punto”. Continúe
leyendo la “Pregunta a explorar” para esta lección.
2. Escriba en la pizarra: “Problemas para el día de hoy”. Enumere los
siguientes debajo del título:
• Familias disfuncionales
• Rivalidad entre hermanos
• Resolución de conflicto
• Motivación para la adoración
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 33

• Juicio contra gracia


• Responsabilidad de ayudar a otros
Abra orando porque crezcamos en madurez espiritual durante el
estudio según buscamos maneras cómo interesarnos por otros seres
humanos, incluyendo a nuestras familias, en vez de perjudicarlos.

Guiando el estudio bíblico

3. Lea Génesis 4:1–2, y comente brevemente acerca de plan de Dios


para el matrimonio y la sexualidad y también acerca de la impor-
tancia de la familia en la sociedad. Incluya información de “La
primera familia (4:1–2)”.
4. Pida que alguien lea Génesis 4:3–8 y haga las preguntas siguientes:
• ¿Qué motivación pudo haber ocasionado que estos dos
hombres presentaran una ofrenda a Dios, ya que no aparece
ninguna instrucción para hacerlo?
• ¿Pueden detectar la diferencia en la actitud entre ambos?
(Compare con Hebreos 11:4).
• ¿Cómo piensan que “Jehová miró con agrado”—en palabras,
impresiones, o acciones?
• Recordando Hebreos 11:4, ¿cómo pudo la ofrenda de Caín no
haber sido ofrecida “por fe”?
5. Pida que alguien lea el artículo corto “Sacrificio” en la Guía de estu-
dio. Invite a los participantes a definir sacrificio. Pregunte: ¿Por
qué el sacrificio de Abel fue un sacrificio más verdadero? ¿Qué nos
enseña esto acerca de cómo debemos dar nuestras ofrendas a Dios?
6. Guíe al grupo a repasar Génesis 4:6–7 otra vez para descubrir cómo
Dios le dio a Caín una opción para arrepentirse. Continúe con:
¿Qué clase de hombre parece haber sido Caín? ¿Por qué se volvería
contra su hermano? ¿Piensan que pudo haber conflicto en ocasio-
nes anteriores?
7. Reclute a alguien que lea Génesis 4:9–16 mientras la clase identifica
los detalles del desafío de Dios para Caín. Refiera al grupo a estos
versículos y la sección “Juicio y gracia (4:9–16)” en la Guía de estu-
dio, y guíelos a contestar estas preguntas:
34  Unidad 1: Comenzando por el principio

• ¿Por qué no fue aceptable la respuesta de Caín en el versículo 9?


• ¿Qué dos juicios pronunció Dios en los versículos 10–12?
• ¿Qué demostró Caín: remordimiento o lástima de sí mismo?
• ¿Qué demuestran los versículos 15–16 acerca del carácter de
Dios?
• ¿Cómo afectó el resultado a Caín?

Fomentando la aplicación

8. Refiérase a la lista en la pizarra (vea el paso 2), y pregunte qué pasaje


les sugiere cada uno de ellos. Entonces, borre la pizarra y escriba
estas palabras: rivalidad; celos, ira destructiva, sentido de fracaso.
Pregunte: ¿Qué puede evitar que seamos dominados por estos impul-
sos negativos?
9. Pida que respondan a las preguntas 2, 3, y 5 en la Guía de estudio.
Pregunte: ¿De qué maneras tenemos que interesarnos por otras
personas, incluyendo nuestras familias, en vez de perjudicarlos
como lo hizo Caín con su hermano Abel? Entonces, pídales que
consideren la pregunta 4 en silencio.
10. Repase con la clase el corto artículo “Aplicando esta lección a su
vida” en la Guía de estudio.

Notas

1. Encontrará la historia corta de Poe en


www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/corazón.htm. Accesado 12/2/2009.

2. Ronald J. Sider, Rich Christians in an Age of Hunger: Moving from Affluence to


Generosity, rev. ed. (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, 2005).

3. Vea H. Paul Santmire, Brother Earth: Nature, God, and Ecology in a Time of Crisis
(Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, 1970); The Travail of Nature (Minneapolis,
Minnesota: Fortress Press, 1985); y Nature Reborn (Minneapolis, Minnesota: Fortress
Press, 2000); y www.hpaulsantmire.net (accessed 11/6/2009). Vea además Tony
Campolo, How to Rescue the Earth Without Worshiping Nature: A Christian’s Call to
Save Creation (Nashville: Thomas Nelson, 1992). Vea también Robert M. Parham, Loving
Neighbors Across Time: A Christian Guide to Protecting the Earth (Birmingham, AL:
New Hope, 1991).

4. El Himnario Bautista (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), no. 314.
Texto focal
Génesis 6:5–9; 7:1–6; 8:13–22

Trasfondo
Génesis 6:5—9:17

Idea principal
Dios actúa con gracia y
misericordia aún en medio
de llevar juicio por la
maldad de las personas.

Pregunta a explorar
¿Por qué suceden buenas cosas?

Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a explicar
qué revelan las acciones
L e c c ión t r e s de Dios en relación a Noé
acerca de Dios e identificar

Noé: maneras cómo observaré el


cuidado continuo de Dios a

Hallando gracia
pesar de la maldad humana.

U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
35
36  Unidad 1: Comenzando por el principio

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

En medio de un mundo de maldad y tragedia, nos inclinamos a pregun-


tar: ¿Por qué suceden cosas tan malas en el mundo de Dios—el mismo
mundo que Dios declaró ser “muy bueno” (Génesis 1:31)? Desde la pers-
pectiva bíblica, una pregunta igualmente importante fácilmente pudiera
ser: ¿Por qué suceden cosas tan buenas en un mundo tan dispuesto al
quebrantamiento y la maldad deliberada de pecadores rebeldes? La his-
toria de Noé revela a un Dios que obra para bien aún frente al peor de
los males.
Recuerde que Adán y Eva fueron creados en inocencia en Edén
pero se encontraron afuera del Jardín, luchando constantemente en un
mundo de pecado, frustración, dolor y muerte. Entonces, el asesinato
de Abel por Caín reveló la profunda oscuridad del corazón humano—
un corazón creado para amor desprendido, pronto dominado por celos
egoístas.
Noé y sus contemporáneos poblaron un mundo tan comprometido
por el pecado y la maldad que Dios tuvo que intervenir como Dios el
Juez. La única pregunta era: ¿Qué quedará cuando Dios termine este gran
esfuerzo de lidiar con el problema del pecado? La historia de Noé nos
dice mucho acerca de la humanidad y la respuesta de Dios a un pueblo
pecador.

Interpretando las Escrituras

La decisión de Dios de actuar (6:5–6)

6:5. El pecado y sus consecuencias corrían rampantes por toda la crea-


ción. La capacidad humana dada por Dios para pensar, ser creativo, y
actuar voluntariamente fue canalizada en esquemas malvados y com-
portamientos pecaminosos. El homicidio premeditado por Caín se
convirtió en un rastro de lo que sucedería a través de la raza humana.
El problema era tan serio que Dios fue forzado, por los hombres tomar
Lesson 3: Noé: Hallando gracia  37

malas decisiones consistentemente, a confrontar el pecado del hombre


directamente antes de que su maravillosamente planificada creación se
deshiciera en completa auto—destrucción.

6:6. La dramática situación provocó un cambio de actitud en Dios. La


Biblia dice que Dios se “arrepintió” de haber creado a la humanidad.
La frase literal en hebreo es Dios suspiró un profundo suspiro. Piense en
un padre completamente frustrado, al punto de la desesperación por los
constantes problemas de conducta de un hijo voluntarioso, no sabiendo
que más hacer sino deteniéndose a respirar profundo. Es el suspiro de
una desesperación total. El padre nunca desea que el hijo no existiera,
pero siente dolor en su corazón por el comportamiento que parece estar
más allá de su alcance para cambiar.
La condición humana seriamente declinando condujo a una alte-
ración de la táctica divina. Anteriormente, Dios había actuado para
contener el pecado aislando o marginando al pecador (Adán y Eva
fueron expulsados del jardín; Caín fue condenado a errar sin base de
operaciones para su pecaminosidad.) Pero, el pecado humano no podía
ser contenido; se había esparcido por doquiera y había corrompido a todo
el mundo. Así que, Dios determinó lidiar con el problema del pecado en
una manera amplia y radical, destruyendo el pecado al destruir a los
pecadores.
¡Cuán ordenada e impecable pudo haber sido la creación sin el
libre albedrío del hombre a la corrupción pecaminosa y el desorden! El
mundo pudo haber sido un jardín botánico puro, un ecosistema balan-
ceado de plantas y animales. Después de todo, fue el elemento humano
de corrupción creativa lo que sacó todo fuera de balance. Sin embargo,
sin ningún ser humano hecho a la “imagen” de Dios (1:26–27) y respi-
rando el aliento de Dios (2:7), el amor eterno de Dios no hubiera tenido
un enfoque personal ni una manera hacia quien expresar su amor.
“Dios es amor” (1 Juan 4:8). Cuando nuestro amor humano es recha-
zado por otra persona, tendemos a reaccionar con dolor, y queremos
tomar represalias con más rechazo. Pero, el corazón adolorido de Dios
responde de manera muy diferente. La gracia amorosa de Dios trata vez
tras vez de salvar la relación y redimir a la otra persona. El profeta Oseas,
con un profundo entendimiento a raíz de su propio dolor, expresó esta
actitud amorosa de Dios: “¿Cómo podré abandonarte [y repudiarte com-
pletamente]?  . . . , Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama
38  Unidad 1: Comenzando por el principio

toda mi compasión . . . ; porque Dios soy, y no hombre” (Oseas 11:8–9).


El corazón quebrantado de Dios se inflama y recibe; nuestros corazones
quebrantados se vuelven fríos y amargados.
El Dios de la Biblia es el Dios de la segunda oportunidad—para la
raza humana en general y para los individuos. Jesús reveló al Dios de
amor cuando le dio una segunda oportunidad a la mujer atrapada en
adulterio (Juan 8:2–11). Aquellos hombres rodeándola conocían la ley y
estaban listos para aplicarla con cálculo frío (y con el bono de atrapar a
Jesús en su enfoque poco ortodoxo de aplicar las Escrituras). Pero Dios
en Cristo respondió al pecado de ella con salvación cálida. Si se lo per-
mitimos, Dios nos ayudará a responder de la misma manera.

Regresar del caos para comenzar de nuevo (6:7–9)

6:7. El pecado llegó a ser tan prevaleciente que Dios tomó medidas drás-
ticas contra él. Un Dios de corazón quebrantado decidió borrar el pecado
de la faz de la tierra. Pero, después que todo hubo acabado, Dios nunca
más volvería a lidiar con el pecado de esta manera (vea 8:21–22).

6:8. “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. Solamente un hombre
es mencionado en una luz positiva—una persona buena en medio de
una vasta multitud de seres humanos malvados. Pero la gracia y la for-
taleza de Dios se combinan de maneras tan misteriosas que solamente
uno es suficiente para que Dios actúe. La gracia es un movimiento que
comienza en la minoría, no la mayoría.
A través de las Escrituras encontramos a Dios obrando con una per-
sona, o un grupo pequeño de personas, para cumplir sus propósitos en
la historia. Piense en Abraham y Sara quienes viajaron con Dios para
comenzar un pueblo nuevo (Génesis 12); el pequeño ejército de Gedeón
(Jueces 7); María en el jardín, a quien el Jesús resucitado envió con las
buenas nuevas (Juan 20); los Doce y finalmente las 120 personas a quie-
nes Jesús dejó a cargo de la misión cristiana (Hechos 1:12–15); la pareja
Priscila y Aquila quienes anclaron la iglesia en Éfeso (Hechos 18:24–28);
y el unigénito Hijo a través de quien la gracia de Dios entra a todo el
mundo (Juan 3:16).
Cuando Noé (la palabra hebrea significa descanso) nació, su padre
comentó: “Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras
manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo” (Génesis 5:29). El padre
Lesson 3: Noé: Hallando gracia  39

terrenal de Noé reconoció la necesidad de gracia y liberación de las dificul-


tades. Fiel a las aspiraciones esperanzadas de su padre, Noé se convirtió en
la persona que Dios usó para dar al mundo una segunda oportunidad.

6:9. Así, Noé y su familia fueron el linaje que Dios usó para volver a
poblar un mundo inundado. Sí, innumerables vidas humanas se perde-
rían en el diluvio, pero la raza humana sería preservada. En las aguas del
diluvio, no solamente los pecadores se ahogaron, sino que la tierra fue
lavada para comenzar otra vez como una creación de segunda oportuni-
dad. Al regresar al caos acuático de donde había comenzado, el cosmos
resurgiría para un mejor principio.
Numerosos libros en discipulado cristiano han bosquejado las carac-
terísticas de la fidelidad en la persona que Dios usa. Pero, encontraremos
que no hay mejor lista que esta descripción del carácter de Noé: “justo”
(la palabra hebrea significa recto); “perfecto” (la palabra hebrea implica
maduro); “caminó con Dios” (vea el estilo de vida de Enoc en 5:24).
Recuerde que el sufrido Job vivió una vida similar de fidelidad disci-
plinada y paciente delante de Dios y también fue descrito en términos
similares (Job 1:1, 8; 2:3; 42:7).

Colaboración de Dios para preservar la vida (7:1–6)

7:1–4. Dios le dijo a Noé exactamente qué hacer. El plan era claro, com-
pleto y efectivo. La meta era “para conservar viva la especie sobre la faz
de la tierra” (Génesis 7:3) para que todas las formas de la vida creada
por Dios fueran continuadas y renovadas después de que la destructiva
inundación hubiera decrecido. La voluntad y el camino de Dios eran
definitivos—y Noé confió en ellos completamente.
Podemos imaginarnos un escenario en el cual Dios pudo haber
actuado sólo para este tipo de limpieza. Pero la Biblia informa que Dios
escogió actuar con un colaborador en vez de unilateralmente. Desde la
creación de la humanidad en adelante, Dios continuamente escoge tra-
bajar con y a través de seres humanos que responden a la voluntad de
Dios en el mundo. Así, Dios nombró a Noé como colaborador en esta
importante misión.

7:5–6. Noé había pasado mucho tiempo–600 años—desarrollando su


relación con Dios a través de un andar en fidelidad diaria. Dios escogió
40  Unidad 1: Comenzando por el principio

poner el futuro del orden creado en las manos de Noé. La confianza de


Dios en Noé estaba bien depositada. La respuesta de Noé confirmó la
evaluación de Dios acerca de Noé cuando él “hizo conforme a todo lo
que le mandó Jehová” (7:5; vea 6:22; 7:9).
La fe de Dios en Noé para recibir instrucción fue reciprocada por
la fe de Noé en Dios para seguirla. Por eso nos referimos a la vida de
discipulado bíblico como una relación personal con Dios. Una persona
obedece y sigue al Dios personal en una relación dinámica de dar—
y—tomar, respeto, honor, amor, y fidelidad el uno del otro. Cualquier
persona razonable escogería vivir dentro de tal bondad (vea Salmos 11;
16; 23; 27; 36; 62; 73; 85; 91; 112; 115; 119; 127; 128; 145; 146).

El compromiso de Dios a un futuro con esperanza (8:13–22)

8:13–19. El diluvio no duró para siempre. El juicio llegó a su final, y


Dios inició un nuevo comienzo. Así como Dios asignó responsabilidad
al primer hombre y la primera mujer, Dios llamó a Noé y su familia a
la responsabilidad de velar por que “todos los animales fructifiquen y
multipliquen sobre la tierra” (Génesis 8:17; vea 1:22, 28). Las “familias”
de la tierra, humana y animal, salieron del arca para repoblar la buena
creación de Dios una vez más.

8:20–22. Noé respondió con adoración por medio del sacrificio de olor
agradable a Dios (vea Efesios 5:1–2). Dios respondió a la renovación del
compromiso de Noé (recuerde sus 600 años de fidelidad anteriores) con
el compromiso renovado de Dios con la humanidad.
Dios tiene un récord largo de paciencia, perseverancia, y gracia hacia
nosotros. Usted puede leer más allá de nuestro texto focal y encontrar
las palabras en Génesis 9:14–15 acerca del arco iris como el emblema de
la gracia de Dios. Dios obviamente determinó lidiar con el pecado de
manera diferente a partir del diluvio. Nunca más los pecadores serían
eliminados en un esfuerzo masivo por erradicar el pecado. La gracia y
el amor motivarían todo juicio futuro para que nuestra redención, no
destrucción, pudiera ser el resultado. Y, al final, Dios estuvo dispuesto a
perder a Su Hijo, “lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14), para resolver
el problema del pecado y redimir al mundo de una vez y para siempre.
Dios se convirtió en uno de nosotros para hacer por nosotros lo que no
podíamos hacer por nosotros mismos. Dios es amor.
Lesson 3: Noé: Hallando gracia  41

Enfocando en el significado

Dios es capaz, y siempre está listo, para recibir nuestro arrepentimiento


y darnos un nuevo comienzo. “Dios es amor” (1 Juan 4:8) y por lo tanto
viene a nosotros como un Dios de gracia. Ese es el punto que el autor
Philip Yancey hizo acerca de Dios en el libro ¿Qué es lo maravilloso
acerca de la gracia? (What’s So Amazing About Grace?).1 No solamente
el Nuevo Testamento, sino también el Antiguo Testamento, están llenos
de historia de los maravillosos actos de la gracia de Dios. A través de
toda la Biblia, leemos que el juicio de Dios siempre es atenuado por la
gracia de Dios.
A veces la Biblia compara a Dios con un padre que siempre ama, y
sin embargo debe disciplinar, a un hijo amado. El hecho es que toda dis-
ciplina o castigo de un padre amoroso será administrada solamente por
el bien del hijo. La disciplina en amor es administrada solamente en el
mejor interés del niño. De hecho, una definición simple de abuso pater-
nal es un acto que confronta o lastima al niño pero que proviene de una
agenda personal egoísta del padre/adulto. Sacármelo del pecho es una
excusa pobre para arremeter contra alguien; y el síndrome de patear al
gato no es justificación para castigar con demasiada severidad a un hijo
desobediente. Tales reacciones abusivas con frecuencia vienen en expre-
siones de ira que en realidad son una emoción desplazada. Esto es, una
situación anterior con alguien más, tal vez en el trabajo, irritó al adulto.
Entonces, el comportamiento del niño (aún si es mal comportamiento)
suscita una reacción paternal fuerte que está fuera de proporción y es
destructiva. Solamente los actos de corrección que califican como edu-
cacionales o beneficiosos para la madurez del niño pueden ser llamados
disciplina amorosa. Para citar a Jesús de otro contexto (Mateo 7:9–11), el
amor paternal de Dios conoce lo que necesitamos y entonces nos lo da
con liberalidad en gracia.
42  Unidad 1: Comenzando por el principio

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Consiga un libro para niños que tenga la historia de Noé, tal vez de
la biblioteca de la iglesia. Lea la historia a la clase, mostrando las
ilustraciones, para re-familiarizar a los participantes con este largo
pasaje bíblico de una manera amena. (Reclute a un miembro de la
clase para que haga esto, si es posible.)
2. Haga referencia en la Guía de estudio a la Idea principal para esta
lección, junto con la Meta de estudio. Reclute a alguien que lea cada
uno para demostrar que esta sesión explora cómo Dios se relaciona
con la humanidad frente a la maldad. Invite a un participante que
guíe en oración por alcanzar la meta del estudio.

Guiando el estudio bíblico

3. Note que la épica de Noé antes del diluvio pudo haber sido una fas-
cinante historia para periodistas explorar. Visualice a un hombre
anciano construyendo un arca grande tipo barcaza en medio de
tierra seca. Asigne a siete individuos o equipos una de las siguientes
preguntas de periodismo para explorar. Pídales que encuentren sus
respuestas en el pasaje bíblico y planifiquen un informe de una sola
oración. (Hay una copia de las asignaciones a los grupos para los
pasos 3 y 4 en los “Recursos didácticos” para este estudio.)
(1) ¿Quién? (Génesis 6:8–10; Noé, su esposa, sus tres hijos, y sus
esposas)
(2) ¿Por qué? (Génesis 6:5–7, 13; la prevaleciente maldad de la
humanidad)
(3) ¿Qué? (Génesis 6:14–16; una gran arca de tres pisos para
sostener animales)
Lesson 3: Noé: Hallando gracia  43

(4) ¿Cuándo? (Génesis 5:32; 6:18; 7:6; después que Noé tuvo 500
años de edad, y con tres hijos ya adultos)
(5) ¿Cómo? (Génesis 6:17–18; un gran diluvio destruiría toda la
vida excepto la familia de Noé, y Dios comenzaría de nuevo
con ellos)
(6) ¿Qué debía hacer Noé? (Génesis 6:19–21; 7:2–3; tomar una
pareja de todos los animales, siete de todos los animales
“puros”, y suficiente comida para sobrevivir)
(7) ¿Dónde? (Génesis 8:4–5; la vecindad de la Cordillera Ararat,
considerada Turquía en la actualidad)
Permita de tres a cinco minutos para que los grupos encuentren las
respuestas a sus preguntas. Encuentre información importante en
los pasajes bíblicos y en la sección de la Guía de estudio: “La razón
para el diluvio”.
4. Pida a los mismos grupos que hagan una historia para después del
diluvio, usando las mismas preguntas anteriormente asignadas, y
usando los pasajes bíblicos y la sección en la Guía de estudio: “El
resultado del diluvio”, para investigar.
(1) ¿Cuándo? (Génesis 7:11–12, 24; 8:13–14; cuando Noé tenía
600 años de edad, el diluvio duró 150 días, y todo el episodio
duró un año y diez días)
(2) ¿Quién? (Génesis 8:15–17; Noé, su familia, y todo tipo de
seres vivientes)
(3) ¿Qué hizo Noé? (Génesis 8:20; adoró a Dios)
(4) ¿Hasta cuándo mostraría Dios su gracia? (Génesis 8:21–22;
mientras la tierra permanezca)
(5) ¿Por qué? (Génesis 9:8–11; para que Dios pudiera proveer un
nuevo comienzo con Noé y su familia)
(6) ¿Qué hizo Dios? (Génesis 9:12–13; Dios estableció un nuevo
pacto con la señal de un arco iris)
(7) ¿Qué significaría? (Génesis 9:14–17; la vida no volvería a ser
destruida completamente)
Después de tres a cinco minutos, pida que compartan sus informes
en una sola oración. Encuentre información útil en la sección en la
44  Unidad 1: Comenzando por el principio

Guía de estudio: “El resultado del diluvio”, y en los paréntesis para


cada pregunta.

Fomentando la aplicación

5. En la pizarra enumere estas tres palabras:


• Consecuencias
• Fe
• Gracia
Reclute a dos participantes que lean Gálatas 6:7 y Salmos 7:15.
Entonces pregunte: ¿Pueden pensar en una experiencia en sus vidas,
o en la vida de otra persona, cuando la ley de las consecuencias fue
demostrada con claridad?
Reclute a otro participante que lea Hebreos 11:7. Entonces pre-
gunte: ¿Qué aspecto de la fe de Noé les inspira más? Continúe: ¿Qué
les sugieren algunas de las verdades de Dios en relación con Dios y
su relación con Noé respecto a Dios y cómo Él se relaciona con las
personas?
Refiérase nuevamente a Génesis 8:15–17 y 8:20–21, y pida que
definan gracia. Pregunte cómo ellos ven la gracia de Dios ilustrada
hacia la familia de Noé y hacia el mundo natural. Continúe con:
¿Pueden pensar en maneras específicas cómo Dios manifiesta Su
gracia para nosotros, aún cuando hemos sido desobedientes? ¿Cuál
debiera ser nuestra respuesta a la gracia de Dios?
Cierren cantando una estrofa del himno “Gracia admirable”2

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. En la pizarra escriba los nombres siguientes: John Bunyan; William


Carey; Roger Williams; Martin Luther King, Jr.; Rosa Parks.
Pregunte: ¿Qué conocen acerca de una o más de estas personas?
Permita que compartan de cada una (Bunyan, defendió las creen-
cias bautistas, escribió El progreso del peregrino; Carey, inició el
movimiento misionero moderno cuando comenzó a predicar que
Lesson 3: Noé: Hallando gracia  45

el evangelio tenía que ser llevado a todas las personas; Williams, vea
el artículo corto en la Guía de estudio; Parks, comenzó el boicot en el
autobús en Birmingham, Alabama; King, dirigió el movimiento de
los derechos civiles). Continúe: ¿Qué tienen en común estas cinco per-
sonas? (Todas defendieron causas nobles contra la presión social.)
2. Señale que Noé también defendió una causa noble contra la presión
social. Haga referencia y lea la Meta del estudio para esta lección
de la Guía de estudio: “Explicar qué revelan las acciones de Dios en
relación a Noé acerca de Dios e identificar maneras cómo observaré
el cuidado continuo de Dios a pesar de la maldad humana”.

Guiando el estudio bíblico

3. Lea el primer párrafo bajo “La razón para el diluvio” en la Guía de


estudio. Pídale al grupo que reconstruya la situación considerando
los versículos siguientes y respondiendo a las preguntas.
• Génesis 6:5. ¿Cuál era la condición de la humanidad?
• Génesis 6:6. ¿Cómo se sintió Dios acerca de su condición?
• Génesis 6:7. ¿Cuál fue la solución de Dios?
• Génesis 6:8–9. ¿Cuál fue la excepción a Su plan?
• Génesis 7:1–5. ¿Cómo respondió Noé?
4. Dibuje dos columnas en la pizarra y titúlelas “Noé” y “Dios”. En la
columna titulada “Noé”, escriba estos versículos, y guíe al grupo a
descubrir las cualidades de la vida de Noé:
• Génesis 6:9 (justo, perfecto en sus generaciones, caminó con
Dios)
• Hebreos 11:7 (lleno de fe)
• Génesis 6:22 (obediente)
• Génesis 7:24 (paciente)
• Génesis 8:20 (un adorador)
5. En la columna titulada “Dios”, escriba estos versículos, y guíe al
grupo a encontrar las características de la naturaleza de Dios en la
historia:
• Génesis 6:6 (profundamente entristecido por nuestro pecado)
• Génesis 6:8 (consciente de nuestra situación espiritual)
• Génesis 6:9 (deseando caminar con nosotros)
46  Unidad 1: Comenzando por el principio

• Génesis 6:13 (decidido en cuanto al pecado y sus


consecuencias)
• Génesis 6:22—7:1 (recompensando la obediencia)
• Génesis 8:20–22 (lleno de gracia)

Fomentando la aplicación

6. Reclute a alguien que lea la sección: “Cuadros del diluvio” en la


Guía de estudio. Invite a que compartan comentarios adicionales
acerca de lo que el pasaje bíblico para el estudio acerca de Noé nos
dicen acerca de Dios. Enfatice la gracia de Dios al relacionarse con
Noé y proveer una segunda oportunidad.
7. Continúe dando las guías en el artículo corto: “Aplicando la expe-
riencia de Noé a su andar diario”. Pida por sugerencias para la tercera
guía, acerca de desarrollar una estrategia para cambiar los actos
negativos en positivos. Fomente sugerencias como las siguientes:
• Escriban sus estrategias con pasos específicos, y refiéranse a
ella con frecuencia.
• Comparta sus intenciones con un compañero de oración de
confianza.
• Periódicamente comparta con su compañero su progreso en
cuanto al cambio de su comportamiento.
• Recompénsese a usted mismo de una manera saludable
cuando haya progreso.
• Admita y pida ayuda cuando tropiece.
• Comparta su testimonio de cómo Dios le ha ayudado a
crecer en su andar diario.
8. Cierre leyendo las palabras del himno “Día en día”.3

Notas

1. Philip Yancey, What’s So Amazing About Grace (Grand Rapids, Michigan: Zondervan,
2002).

2. Himnario Bautista, (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), Núm. 183.
Letra, estrofas 1–3 por John Newton (1725–1807).

3. Himnario Bautista, (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), Núm. 364.
Texto focal
Génesis 11:31—12:7;
15:1–6; 17:1–8

Trasfondo
Génesis 11:27—25:11

Idea principal
Por fe y a pesar de sus
continuas dudas, Abraham
respondió a la vida de
Dios—y a una promesa
transformadora de bendecir
a todas las naciones de la
tierra por medio de él.

Pregunta a explorar
¿Cómo podemos creer—y
continuar creyendo—
cuando creer parece
humanamente imposible?

Meta de enseñanza

L e c c ión c uat r o Guiar a los adultos a resumir el


rol de la fe en la experiencia de

Abraham: Abraham con Dios y compartir


momentos cuando Dios los ha

Siguiendo por fe
sostenido a pesar de sus dudas.

U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
47
48  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

Las lecciones en la unidad “Hacia adelante con Dios” salen de Génesis


12—50. Ellas exploran la gran promesa de Dios a Abraham de que
por medio de su descendencia toda la tierra encontraría bendición.
Trazaremos esta promesa en lecciones en Abraham, su esposa Sara, su
nieto Jacob, y su bisnieto José. A lo largo del camino, descubriremos
que Dios invita a personas a participar en su plan de traer redención al
mundo entero.
Las lecciones anteriores en Génesis 3—11 pintaron un cuadro lúgu-
bre de los efectos del pecado en el mundo bueno que Dios había creado.
A pesar de que la intención de Dios fue bendecir a Su creación (Génesis
1:22, 28; 5:2; 9:1), el pecado de Adán y Eva destrozó la relación entre
Dios y Su creación. Las generaciones siguientes demostraron el mismo
patrón de rechazar a Dios, finalmente resultando en un mundo fractu-
rado donde reinaban el pecado y el egocentrismo (Génesis 4—5). ¿Había
esperanza alguna para el mundo?
Dios comenzó a contestar esa pregunta con una serie de promesas
hechas a Abraham (Abram). Estas promesas formaron el centro de un
pacto que Dios hizo con él. Este pacto fue diseñado para contrarrestar los
efectos del pecado y finalmente traer redención al mundo. El propósito
explícito del pacto fue que por medio de los descendientes de Abraham
“serán benditas todas las familias de la tierra” (12:3).
Esta lección enfoca en pasajes seleccionados que tratan con una de
las promesas hechas a Abram—que él sería el padre de muchas naciones.
Para que la promesa se cumpliera, Abram necesitaba un heredero. Pero,
considerando la edad de Abram y su esposa Sarai (Sara) y el hecho de
que Sara era estéril, la promesa de un hijo parecía humanamente impo-
sible. Según el tiempo pasó y Sara no concibió, Abram intentó proveer
un heredero por otros medios. Pero, Dios no está limitado por la posi-
bilidad humana. A pesar de sus dudas, Abram aprendió a confiar en la
promesa de Dios. Por fe Abram comenzó una jornada que resultó en el
establecimiento de una nueva nación—Israel—y finalmente bendiciones
para todos los pueblos de la tierra.
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  49

Interpretando las Escrituras

La familia de Abram (11:27–32)

11:27–30. El nombre “Abram” significa padre exaltado o mi padre es


exaltado. Dios más tarde cambiaría el nombre de Abram a Abraham—
padre de multitudes o naciones (17:5). El padre de Abram, Taré, vino de
Ur de los Caldeos, una ciudad antigua cuyas ruinas hoy están localiza-
das al sur de Iraq. Taré tuvo tres hijos—Abram, Nacor, y Harán (11:26).
El hermano de Abram, Harán, murió en Ur, dejando huérfano a su hijo
Lot.
Abram se casó con Sarai, su media hermana (20:12), una costumbre
comúnmente practicada entre pueblos nómadas en tiempos antiguos.
El versículo 30 siniestramente afirma que Sarai era estéril, un dato
repetido dos veces para un efecto dramático. En el mundo antiguo, la
esterilidad era una gran tragedia y fuente de vergüenza para la mujer y
su familia. Los hijos eran considerados una bendición de Dios; el futuro
de una familia dependía de un heredero que pudiera continuar con el
linaje familiar. Como veremos, la incapacidad de Sarai de concebir un
hijo estaba en contraste agudo con las promesas de Dios de bendecir a
Abram. El tema de la esterilidad, un tema principal en Génesis, vuelve a
aparecer en la vida de Jacob.

11:31–32. Taré—acompañado por Abram, Sarai y Lot—migró de Ur a


Harán, una ciudad localizada a lo largo del Río Balikh en Siria moderna.
El destino original de Taré era Canaán, localizada más al sur. Génesis
considera la región alrededor de Harán, conocida como Aram Najaryin
(24:10, NVI) o Padán Aram (28:2, NVI), como la tierra natal de los
patriarcas. Más tarde Abram envió a un siervo a Harán para buscar
esposa para su hijo Isaac de entre su parentela (24:1–10; 25:20). De igual
manera, las dos esposas de Jacob, Raquel y Lea, vinieron de la familia
extendida de Abram viviendo en esta región (Génesis 29).

El llamado de Dios a Abram (12:1–3)

12:1. Dios mandó a Abram a dejar Harán (note el imperativo: “Vete”)


y viajar a un lugar no mencionado que Dios le mostraría. A pesar
de que el destino no fue especificado, Canaán, la meta original de la
50  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

migración de Taré, debió haber sido asumida (11:31; vea también 12:5;
17:9). El término Canaán se refiere a la región a lo largo de la costa
del Mediterráneo colindando con la Península del Sinaí en el sur y
las montañas del Líbano al norte. Números 34:2–12 provee la descrip-
ción bíblica más completa de Canaán. Esta tierra había sido ocupada
durante mucho tiempo por diferentes grupos étnicos conocidos colec-
tivamente como Cananeos.
Seguir el mandato de Dios sería costoso. Abram tuvo que abandonar
su tierra natal (“de tu tierra”), su familia inmediata (“tu parentela”), y el
sistema de apoyo que sostenía a los antiguos pueblos tribales (“la casa de
tu padre”). Dios invitó a Abram a una jornada por fe hacia lo descono-
cido, abandonando la seguridad del pasado por un futuro incierto que
solamente Dios podía hacer posible.

12:2–3. Estos versículos contienen una serie de promesas divinas expre-


sadas en forma de bendiciones ofrecidas a Abram y sus descendientes.
Dios prometió cuatro cosas: (1) hacer de los descendientes de Abram
una “gran nación”, una frase que mira hacia la formación de la nación
de Israel; (2) “bendecir” a Abram, lo que en el Antiguo Testamento por
lo regular significa causar que una persona prospere (vea Levítico 26:4–
13; 28:3–15); (3) “engrandecer el nombre” de Abram, lo que anticipa
la línea real de David (1 Samuel 7:9); y (4) proveer protección divina—
“Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré”.
Colectivamente estas promesas forman el centro de un pacto hecho con
Abram que presagió el nacimiento de Israel siglos después. Note espe-
cialmente el uso repetido del pronombre “Yo” en el diálogo divino, un
indicador de que el cumplimiento de estas promesas vendría solamente
por los actos de Dios, no por el ingenio humano.
Sin embargo, la parte más importante del pacto era la magní-
fica promesa de Dios de que por medio de la descendencia de Abram
“serían benditas todas las familias de la tierra”. La selección de Dios de
Abram puso en movimiento el plan divino de traer redención a toda la
humanidad.

La respuesta de Abram (12:4–7)

12:4–5. El mandato de Dios de “ir” fue acompañado por la declaración


simple de que Abram “se fue”. Como lo expresa el autor de Hebreos,
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  51

por fe Abraham dejó su tierra natal “sin saber a dónde iba” (Hebreos
11:8). Acompañado por su esposa Sarai y su sobrino Lot, Abram salió de
Harán a la edad de setenta y cinco años y se dirigió hacia Canaán.

12:6–7. La jornada de aproximadamente 500 millas probablemente tomó


varios meses. Al llegar a Canaán, Abram viajó por toda la región, acam-
pando durante un tiempo cerca de Siquem en el encino de Moré. Siquem
estaba localizado en las montañas centrales de Canaán. El nombre
“More” significa maestro e implica que el encino de More pudo haber
sido un lugar donde uno recibía instrucciones de un oráculo. Los árboles
con frecuencia tenían posición sagrada en el antiguo Cercano Oriente
como lugares de revelación divina.
Dios “apareció” primero a Abram en el encino de More. La Biblia
usa este término, “apareció”, para referirse a una teofanía, un evento
dramático en el cual Dios escoge revelarse a Sí mismo más plenamente a
los humanos. Con mayor frecuencia el propósito de la teofanía es revelar
información nueva, dar mayores instrucciones, o animar al destinata-
rio. En este caso, Dios reveló por primera vez en las Escrituras que la
tierra de Canaán algún día pertenecería a los descendientes de Abram.
Esta importante promesa se convirtió en un tema principal en los pri-
meros cinco libros de la Biblia (el Pentateuco) junto con la promesa de
muchos descendientes para la familia de Abram. Dios aparecería otra
vez a Abram en momentos críticos de su vida (Génesis 17:1; 18:1).
Abram levantó un altar a Dios en este lugar sagrado. Más tarde, los
lugares donde Abram y su familia adoraron a Dios (Siquem, Betel, y
Hebrón) se convertirían en importantes centros de adoración para Israel.

De Canaán a Egipto a Canaán (12:8—14:24)

12:8–10. Una hambruna en Canaán forzó a Abram y Sarai a buscar refu-


gio en Egipto, donde el Río Nilo proveía una medida de protección para
tales desastres. Sarai y Abram entraron a la región como extranjeros, el
primer presagio de una era por venir cuando los antecesores de Israel tam-
bién residirían como extranjeros en Egipto. Mientras en Egipto, Abram
identificó a Sara como su hermana para evitar el peligro del rey egipcio
quien, debido a la belleza de Sarai, podía matar a Abram para añadirla
a su harén. Faraón descubrió el engaño cuando Dios envió juicio sobre
Egipto. Faraón inmediatamente ordenó que la pareja fuera expulsada.
52  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

13:14–18. La pareja regresó a Canaán y se estableció entre Betel y Ai.


Génesis 13 narra cómo Lot, el sobrino de Abram, movió su familia a
la región de Sodoma, localizada cerca del Mar Muerto. Dios reafirmó
a Abram la doble promesa de tierra y muchos descendientes (“como el
polvo de la tierra”).

14:1–24. Génesis 14 describe un ataque por una coalición de cuatro reyes


en las ciudades del valle, donde Lot se había establecido. Al saber de
este ataque, Abram y los hombres de su clan (318 en total) persiguieron
y derrotaron a los maleantes, rescataron a Lot, y recuperaron el botín
tomado en el asalto. Las acciones de Abram le ganaron la bendición del
misterioso Melquisedec, rey de Salem (tradicionalmente entendida como
Jerusalén) y sacerdote del “Dios Altísimo”.

Las dudas de Abram y la promesa de Dios de un hijo (15:1–6)

15:1–3. En una visión, Dios recordó a Abram que él no tenía nada que
temer y le prometió una gran recompensa. Dios sería el “escudo” de
Abram, un término obviamente derivado de la milicia. La imagen se
relaciona bien con la promesa anterior de Dios de proteger a Abram y su
familia (12:3a). Pero, la promesa de una gran recompensa provocó que
Abram dudara de Dios: ¿Qué valor tendría una recompensa para una
persona sin heredero? Aparentemente Abram había tomado las riendas
del asunto adoptando a Eliezer, tal vez un esclavo de la casa, como su
heredero legal.

15:4–6. Dios enfáticamente rechazó el plan de Abram de adoptar a


Eliezer (“no te heredará éste”) e hizo una promesa audaz y específica:
el heredero de Abram sería un hijo biológico (“sino un hijo tuyo”). El
uso de la frase “vino a él palabra de Jehová” enfatizó la certeza de la pro-
mesa. Usando el cielo nocturno como un símbolo dramático, Dios dio a
Abram una ilustración visual de la promesa: los descendientes de Abram
serían más que las innumerables estrellas que llenaban los cielos.
Abram respondió en fe creyendo la palabra de la promesa de Dios. La
palabra “creyó” indica una fe confiada que descansa en la promesa y en
Quien prometió. Tal fe fue característica de la vida de Abram, evidente
por su respuesta inicial al mandato de Dios de dejar su tierra y viajar a
un país desconocido.
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  53

Como resultado, Dios contó la fe de Abram como “justicia”, un tér-


mino que expresa el concepto de relación correcta. La respuesta confiada
de Abram a la promesa de Dios resultó en una relación correcta entre
Abram y Dios. Aunque él no podía ver cómo la promesa de un hijo podía
ser cumplida y a pesar de sus dudas, Abram escogió confiar en la pala-
bra de Dios. Los escritores del Nuevo Testamento con frecuencia citan
Génesis 15:6 para ilustrar el principio importante de que somos justi-
ficados (declarados justos, rectos) delante de Dios por fe, no por obras
(Romanos 4:1–25; Gálatas 3:6–14; vea además Santiago 2:23 donde el
punto no es que somos justificados por buenas obras sino que las buenas
obras son la evidencia natural de la fe genuina.)

Dudas continuadas y otra solución alternativa (15:7—16:16)

15:7–20. A pesar de su fe, Abram continuó luchando con las dudas.


Cuando Dios repitió la primera promesa de proveer a tierra a los descen-
dientes de Abram (Génesis 13:17), Abram preguntó qué garantía podía
tener de que la promesa sería cumplida (15:7–8). Lo que sigue es una
descripción de un rito antiguo y oscuro diseñado para sellar un trato o
pacto entre dos partes. Al pasar por encima de los cadáveres de los ani-
males desmembrados, Dios (descrito como un horno humeando y una
antorcha de fuego, 15:17) básicamente juró un juramento de cumplir su
promesa. Durante el rito, Dios reveló que los descendientes de Abram
experimentarían 400 años de esclavitud en Egipto antes de que Dios los
llevara de la esclavitud a la Tierra Prometida.

16:1–16. Para vencer su vergüenza causada por la esterilidad y proveer a


Abram de un hijo, Sarai ofreció su esclava egipcia Agar como una madre
suplente, una costumbre aceptada en aquella época (vea 30:2, 9). Agar
concibió, pero el arreglo produjo tensión entre Sarai y Agar.
Agar huyó al desierto solamente para encontrarse con el ángel del
Señor, quien prometió multiplicar su descendencia y le dio instrucción
de nombrar al niño “Ismael”, que significa el Señor escucha. Siguiendo el
mandato del ángel, Agar regresó a Sarai y finalmente dio a luz a Ismael,
el hijo de Abram. A pesar de no ser el heredero prometido por Dios a
Abram, Ismael se convirtió en padre de los habitantes del desierto, inclu-
yendo las tribus árabes (25:12–18).
54  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

El pacto de Dios con Abraham (17:1–8)

17:1–3. Nuevamente Dios apareció a Abram en una visión cuando él


tenía noventa años de edad. Veinticuatro años habían pasado desde que
Abram primero emigró a Canaán, y todavía Sarai no había tenido un
hijo. El nombre “Dios Todopoderoso” (El Shaddai) fue especialmente
usado por los antecesores de Israel (Éxodo 6:3). A pesar de que el sig-
nificado permanece oscuro, Génesis típicamente usa este nombre en
conexión con la promesa de muchos descendientes (Génesis 28:3; 35:11;
48:3–4).
Como preludio al pacto, Dios invitó a Abram a andar delante de
él y ser perfecto (“Vive en mi presencia y sé intachable”, NVI). Andar
era usado en el Antiguo Testamento como una metáfora para describir
un estilo de vida en particular. Cuando asociado con la palabra “per-
fecto”, la imagen es la de una vida caracterizada por justicia, integridad,
y obediencia a la voluntad de Dios (vea 5:22 y 6:9, donde Enoc y Noé
“anduvieron con Dios”). Note que Abram se postró en un acto de sumi-
sión a la voluntad de Dios.

17:4–8. Dios repitió y expandió muchas de las promesas anteriores


hechas a Abram que forman las características esenciales del pacto. El
enfoque central ya había sido hecho claro: multiplicar a Abram “en gran
manera” (17:2). Abram sería el padre de muchas naciones, una promesa
ya obrando a través del nacimiento de Ismael, quien se convirtió en
el padre de los que habitan en el desierto. Reyes vendrían de la línea
de Abram, una promesa hecha explícita aquí por primera vez. Mateo
1:1–17 enumera los reyes de Judá quienes trazaron sus antepasados hasta
Abram, culminando en el más grande de todos los reyes, Jesús.
Como una garantía simbólica de que los descendientes de Abram
serían innumerables, Dios cambió el nombre de Abram a Abraham, que
significa antecesor (o padre) de multitudes. En tiempos bíblicos, los nom-
bres eran más que etiquetas para identificar a una persona. Los nombres
con frecuencia expresaban una característica o destino deseado por los
padres para el niño. El nuevo nombre de Abraham anticipaba y afir-
maba la certeza del cumplimiento de la promesa de Dios.
Dios añadió dos nuevos elementos al pacto. El pacto sería multi-
generacional, extendiéndose por todas las generaciones de Abraham, y
“eterno” en duración. Este último pensamiento probablemente significa
que el pacto no tenía un fin predeterminado. El versículo 8 regresa a la
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  55

promesa anterior de tierra para Abraham y sus descendientes (Génesis


12:7; 13:14–15; 15:18). Este versículo, por primera vez en Génesis, men-
ciona a Canaán como la Tierra Prometida, notando que la misma tierra
donde Abraham residía como extranjero sería “heredad (posesión, NVI)
perpetua” para sus descendientes.
La última promesa divina, “Seré el Dios de ellos”, definió el futuro
del plan redentor de Dios. Dios escogió a Abraham y así el Israel futuro
y entró en un pacto con ellos para traer salvación a todas las naciones
de la tierra (12:3). La elección de Dios de Abraham no fue basado en
mérito, sino en misión divina. El propósito de las bendiciones divinas
sobre Abraham y sus descendientes era para que ellos se convirtieran en
bendición a otros a través de la obediencia fiel a la voluntad y los propó-
sitos de Dios.

Enfocando en el significado

Los temas dobles de promesa y bendición están en el corazón de la his-


toria de Abraham. Dios prometió bendecir a Abraham y hacer de él una
gran nación por medio de la cual toda la tierra un día hallaría bendi-
ción. Al hacerlo así Dios ofreció un futuro que Abraham no pudo ver
plenamente ni obtener por sí mismo. La jornada a la cual Dios llamó a
Abraham solamente podía tomarse por fe.
Cuando Dios dijo “vete”, Abraham obedeció, a pesar de que le costó
a él y su familia. Tal vez ninguna jornada ha tenido mayor importancia
para el mundo que ésta. El plan de Dios para la redención del hombre
comenzó con unos pocos pasos tomados por un nómada sin tierra hacia
un país desconocido.
Como hemos visto, las dudas también fueron parte de la jornada.
La promesa de muchos descendientes pareció imposible a la luz de la
esterilidad de Sara. Abraham quería confiar en Dios, pero la promesa
de un hijo pareció humanamente imposible, particularmente a la luz
de la edad avanzada de Sara. Hemos observado cómo Abraham y Sara
idearon un número de planes alternos para ayudar a Dios (adoptando a
Eliezer, proveyendo un posible heredero a través de Agar). En cada caso
Dios rechazó los planes alternos y llamó a Abraham a confiar radical-
mente en la provisión de Dios. Dios le pidió a Abraham que confiara
en su palabra aún cuando el futuro era incierto. Tener fe significa ser
56  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

obediente a la luz que nos da, confiando en la provisión de Dios para lo


que todavía no se ve o entiende (Hebreos 11:1, 8–12).
Al igual que Abraham, somos llamados a seguir a Dios en la jornada
de fe, confiando en las promesas de Dios y obedeciendo los mandatos de
Dios. Las dudas vendrán. Al igual que Abraham, enfrentaremos tiempos
cuando la fe parece imposible a la luz de las circunstancias humanas.
Seremos tentados a volvernos a ideas humanas para obtener lo que sola-
mente Dios puede proveer. Sin embargo, Dios continúa llamándonos
a una relación de confianza basada en las promesas de Dios y nuestra
obediencia. En el proceso, Dios no solamente otorga bendiciones sobre
nuestras vidas sino que también nos permite el gran privilegio de unir-
nos en su plan transformador de usarnos para llevar bendiciones al
mundo entero.

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Diseñe la siguiente hoja de trabajo y saque copias para su clase.


(Encontrará una copia de la hoja de trabajo disponible en los
“Recursos didácticos” para este estudio en www.baptistwaypress.org.)
Según los miembros comienzan a llenar la información, pídales que
piensen en tiempos cuando se han mudado de casas, comenzando
desde su infancia. Pídales que escriban sus respuestas debajo de
cada encabezado en cada movida. Antes de la sesión, complete el
suyo para usarlo como ejemplo.
De dónde me A dónde me Cómo me sentí En quién tuve
mudé mudé acerca de la que confiar
movida para la movida

1.
2.
(3, etc.)
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  57

2. Después que todos hayan completado la información, invite a que


respondan a las preguntas siguientes:
a. ¿Alguno de ustedes nunca se ha mudado, ni siquiera de
la misma casa? ¿Cómo se siente haber permanecido en el
mismo lugar?
b. ¿Cuántos de ustedes se mudaron por lo menos una vez?
¿Cómo se sintieron acerca de la movida? Pídales que hablen
acerca de la confianza que tuvieron o no tuvieron en la
persona que les pidió que se mudaran.
c. ¿Cuántos de ustedes se han movido a otro lugar pero no
sabían para dónde iban antes de partir? Pregúnteles cuán
importante fue para ellos confiar en la persona o personas
pidiéndoles que se mudaran. Basados en su confianza, o falta
de confianza, ¿cuán seguros se sintieron de mudarse?
3. Desarrollando el tema de confiar en otros para movidas en nues-
tras vidas, haga la transición a introducir esta unidad de estudio,
lecciones cuatro a la ocho. Explique que Génesis ahora enfoca en
un hombre, su esposa, y uno de sus descendientes quien finalmente
bendeciría a toda la humanidad. Explique que esta bendición
comenzó con una movida de lo conocido a lo desconocido para esta
familia; comenzó con un acto de fe.
4. Tenga un tiempo de oración antes de continuar con el estudio
bíblico.

Guiando el estudio bíblico

5. Distribuya lápices y pedazos de papel. Mientras un voluntario lee


Génesis 11:31—12:7, pídales que escriban cada bendición mencio-
nada. Pregunte cómo estas bendiciones y promesas nos afecta hoy
día.
6. Resuma la información en la Guía de estudio en el último párrafo
debajo del encabezado “La promesa de Dios y la fe de Abraham
(11:31—12:7)” y el primer párrafo bajo el encabezado “La duda de
Abraham y la afirmación de Dios (15:1–6)”. Reclute a un volun-
tario que lea Génesis 15:1–6. Explique estos versículos según sea
58  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

necesario, usando la información de estos versículos en la Guía de


estudio y en el “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder. Guíe
a su clase a mencionar momentos cuando han dudado de Dios y
cómo lidiaron con sus dudas. Enfatice de 15:5–6 cómo Dios lidió
con Abraham en su duda al seguir animándolo.
7. Invite a un voluntario que lea Génesis 17:1–8. Explique estos ver-
sículos usando información en la Guía de estudio en los primeros
dos párrafos bajo “Estableciendo el pacto y cambiando nombres
(17:1–8)” y el “Comentario bíblico” en estos versículos en esta Guía
para el líder. Escriba el nombre “Abram” con su significado, padre
exaltado. Justo debajo escriba el nombre “Abraham” con su signi-
ficado, padre de muchas naciones. Permita que comenten acerca de
lo que significó el cambio de nombre para Abraham.
8. Enfatice de Génesis 17:1–8 la exhortación continua de parte de Dios
para Abraham a pesar del hecho de que todavía Abraham no tenía
heredero. Guíe a su clase a mencionar momentos cuando su fe les
ha permitido continuar hacia adelante a pesar de estar enfrentando
situaciones que parecían imposibles de vencer.

Fomentando la aplicación

9. Divida su clase en grupos de tres a seis personas cada uno. Pídales


que discutan las preguntas siguientes. (Hay una copia de las pre-
guntas disponible en los “Recursos didácticos” para este estudio en
www.baptistwaypress.org.)
a. ¿Qué hubiera pasado con Abraham si la fe no hubiera sido
parte de su vida?
b. Si usted tiene fe de que Dios se moverá de cierta manera, y
Dios no hace lo que usted esperaba, ¿qué pensaría y sentiría?
c. Pensando en su hogar y trabajo, ¿cuán fácil es vivir una vida
de fe?
d. ¿Cómo mantiene su fe a pesar de las dudas?
10. Después de permitir de seis a nueve minutos para compartir, pida a
algunos participantes que compartan sus pensamientos con la clase
en algunas de estas preguntas.
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  59

11. Guíe a la clase a orar en grupos de dos o tres personas. Anime a


cada grupo pequeño a cerrar en oración en silencio, orando porque
sus compañeros dependan de la ayuda de Dios para andar en fe a
pesar de las dudas.

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Según la clase comienza, invite a los participantes a compartir


momentos cuando:
a. Sintieron que Dios les llamaba en una dirección específica,
pero la dirección no hacía sentido
b. Dios los llamó a mudarse de un lugar de comodidad
c. Experimentaron dudas acerca de Dios y la dirección de Dios
Por último, invítelos a hablar acerca de cuán importante fue su fe
durante esos momentos.
2. Recuerde a la clase que durante las pasadas tres lecciones, ellos han
estudiado algunos de los primeros personajes en la Biblia. Repase las
lecciones brevemente. Explique que el estudio en Génesis durante
las próximas cinco lecciones ahora enfocarán en una familia. Este
enfoque revelará los movimientos que Dios pidió a los miembros
de esta familia, la duda que sintieron, y la fe que fue vital durante
esos momentos. Invite a alguien que abra en oración.

Guiando el estudio bíblico

3. Reclute a alguien que lea Génesis 11:31—12:7 mientras la clase iden-


tifica qué le pidió Dios a Abraham que hiciera y cómo él respondió.
Reciba las respuestas. Resuma los puntos clave de la Guía de estudio
bajo el encabezado “La promesa de Dios y la fe de Abram (11:31—
12:7)” y el “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder en estos
versículos.
60  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

4. Pregunte:
a. ¿Qué tuvieron que dejar Abram y Sara para seguir la
dirección de Dios?
b. ¿Cuáles son las bendiciones y promesas de estos versículos?
c. ¿Qué significan estas bendiciones para nosotros?
5. Invite a alguien que lea Génesis 15:1–6 mientras la clase identifica
cómo Abram interactuó con Dios. Resuma los puntos clave bajo
“La duda de Abram y la afirmación de Dios (15:1–6)” en la Guía de
estudio y el “Comentario bíblico” de estos versículos en esta Guía
para el líder.
6. Pregunte a la clase qué pudo haber pasado por la mente de Abram
cuando le dice a Dios que Eliezer, uno de sus sirvientes, podía ser
su heredero ya que él no tenía hijos. Pregunte cómo respondió Dios
al comentario de Abram. Señale que a pesar de que Abram dudó,
Dios continuó trabajando con Abram, y Abram continuó teniendo
fe.
7. Pida que alguien lea Génesis 17:1–8. Resuma la información bajo el
encabezado “Estableciendo el pacto y cambiando nombres (17:1–8)”
en la Guía de estudio y provea información adicional en estos ver-
sículos del “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder. Indique
que Abram y Sarai tomaron las riendas del plan de Dios cuando
Abram tuvo un hijo, Ismael, con Agar, en Génesis 16. Note, sin
embargo, que las promesas de Dios fueron para Abram y Sarai, no
Abram y Agar. Invite a la clase a mencionar momentos cuando han
tomado las riendas de un asunto en vez de esperar en Dios.
8. Haga referencia y repase el artículo “De Abram a Abraham” en
la Guía de estudio. Permita que comenten en lo que significó el
cambio de nombre para Abraham.
9. Pensando acerca de toda la lección, guíe a la clase a mencionar
maneras cómo Abraham demostró duda así como fe.
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe  61

Fomentando la aplicación

10. Haga referencia y resuma las “Implicaciones y acciones” en la Guía


de estudio.
11. Haga referencia a las preguntas al final de la lección en la Guía de
estudio. Guíe a la clase a responder las preguntas, particularmente
las preguntas 1–4 y 6.
12. Anime a la clase a considerar tener un diario de fe. Sugiera que
pueden usar su diario para escribir pasajes bíblicos en fe, escribir
oraciones de fe, y anotar cada vez que dan un paso de fe. También
pueden anotar las veces cuando dudan pero su fe les ayuda a con-
tinuar hacia adelante.
13. Cierre en oración, pidiéndole a Dios que aumente la fe de cada uno
de los participantes a pesar de las dudas que puedan tener.
Texto focal
Génesis 18:1–15; 21:1–7

Trasfondo
Génesis 18:1–15; 21:1–7

Idea principal
La vida nos llama a escoger
entre reír ante la promesa de
Dios o confiar en ella para
que podamos reír con gozo.

Pregunta a explorar
“¿Hay para Dios alguna
cosa difícil?”1

Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a compartir
momentos cuando, al igual
que Sara y Abraham, se
L e c c ión c inc o
rieron frente a la promesa
de Dios, y otros momentos Sara: Risa ante la
promesa de Dios
cuando confiaron

U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
62
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  63

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

Esta lección continúa explorando la lucha por mantener la fe en las pro-


mesas de Dios a pesar de circunstancias aparentemente imposibles. En
la lección anterior, observamos cómo Abraham confió en Dios y viajó
con su familia a una nueva Tierra Prometida. Sin embargo, Abraham
luchó para creer una de las importantes promesas que Dios le había
hecho: la promesa de un hijo (Génesis 15:2–4). Sara era estéril, y la edad
avanzada de la pareja creó dudas acerca de un heredero nacido natural-
mente. Dudando de la capacidad de Dios de cumplir esta promesa, Sara
y Abraham trataron otros medios para establecer un heredero legítimo.
Aún así, Dios enfáticamente afirmó que Sara daría a luz a un hijo de
Abraham (Génesis 15:4).
Esta lección enfoca en Sara y su reacción a la inverosímil promesa
de que ella tendría un hijo. Hasta este momento, Dios no ha compartido
esta promesa con Sara directamente. Sin embargo, ya sabemos que Sara
jugaría una parte vital en el pacto hecho con Abraham y compartiría
las bendiciones prometidas. En un diálogo anterior con Abraham, Dios
le instruyó que el nombre de Sarai fuera cambiado a “Sara”. A pesar de
que ambos nombres significan princesa, el cambio de nombre fue una
señal de su nuevo rol en el pacto de Dios. Sara, también, sería una parte
vital del plan redentor de Dios para bendecir a todas las naciones de la
tierra. Dios reveló que Sara tendría un hijo de Abraham y afirmó su
papel como la matriarca del Israel futuro: “Sí, la bendeciré, y vendrá a
ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella” (17:15–16). Sin
embargo, la pregunta permaneció: ¿Cómo se cumplirían tales magnífi-
cas promesas?
Dos capítulos en Génesis proveen una respuesta a la pregunta en las
vidas de Sara y Abraham. El capítulo 18 describe una visita divina a la
pareja que culminó en el anuncio del nacimiento: Sara concebiría un hijo.
Este anuncio pareció tan incrédulo que Sara se rió ante la sugerencia, tal
y como Abraham lo había hecho anteriormente (17:7). ¡Seguramente tal
cosa era imposible! Sin embargo, en el capítulo 21 veremos cómo Dios
cumplió su promesa cuando Sara dio a luz a su hijo, Isaac, cuyo nombre
significa él ríe.
64  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Interpretando las Escrituras

Una visita inesperada (18:1–8)

18:1. La frase “le apareció Jehová” provee al lector con una clave vital
que Abraham no tenía: Dios estaba entre los visitantes que pronto serían
recibidos por Abraham. El autor de Génesis ha usado la misma frase
para resaltar eventos importantes en la jornada de Abraham, como por
ejemplo cuando Dios reveló más información o reafirmó una promesa
(12:7; 17:1).
El contexto para la visita fue el encinar de Mamre cerca de Hebrón.
Abraham y su familia habían acampado allí anteriormente (13:18).
Después de completar sus quehaceres matutinos, Abraham descansó
frente a su tienda durante el calor del mediodía que era típico de aquella
región. Tal vez Abraham dormitaba.

18:2. Abraham repentinamente se dio cuenta de tres hombres de pie


cerca de él. El uso de dos verbos “alzó sus ojos y miró”, indica que algo
importante estaba por suceder. Dejando su tienda, Abraham corrió hacia
los hombres y se postró ante ellos, honrando así a los huéspedes inespe-
rados. En culturas antiguas, la llegada inesperada de extranjeros podía
presagiar la visita de una figura importante, tal vez hasta una deidad
(Hechos 14:11–13).
Los eruditos debaten si las acciones de Abraham indican que él sos-
pechó de la naturaleza poco común de los visitantes o si simplemente
reflejó el saludo acostumbrado de huéspedes en aquel tiempo. En cual-
quier caso, el versículo 1 ya nos informó que Jehová estaba presente entre
los tres (vea además Génesis 18:13–14). En otros lugares aprendemos que
las otras dos figuras eran ángeles de Jehová quienes tendrían parte en la
ejecución del juicio sobre Sodoma y Gomorra (19:1–13).

18:3–5. Abraham saludó a los visitantes y ofreció hospitalidad a uno de


los visitantes a quien se dirigió como “señor”. Evidentemente Abraham
había identificado a éste como el portavoz del grupo. El uso del singular
en el versículo 3 contrasta con el plural en los versículos 4–5.
Extender hospitalidad a extranjeros era una obligación sagrada en el
mundo antiguo. Esto era particularmente cierto entre pueblos nómadas
cuya seguridad y bienestar con frecuencia dependía de la generosidad de
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  65

otros. La ley bíblica mandaba que Israel protegiera y ofreciera consuelo


a cualquier extranjero precisamente porque los antepasados de Israel
una vez habían sido extranjeros en la tierra de Egipto (Levítico 19:33–
34; Deuteronomio 10:19). Esta responsabilidad era tan sagrada que un
anfitrión podía poner las vidas de su propia familia en riesgo con tal
de proteger a un extranjero. Por ejemplo, Lot abrió su hogar a los dos
ángeles y voluntariamente ofreció sus dos hijas cuando los hombres de
Sodoma y Gomorra demandaron que sus huéspedes les fueran entrega-
dos (Génesis 19:1–11; vea también Jueces 19:16–30).
Abraham ofreció a los tres invitados agua para lavar el polvo de sus
pies, una cortesía común en una época cuando caminar era el modo
principal de transportación (vea Lucas 7:44). Él dirigió a los invitados
a la sombra de un árbol para descansar del calor. Como era la costum-
bre, Abraham invitó a los visitantes a compartir una comida, descrita
modestamente como “un bocado de pan” para asegurar que la oferta
fuera aceptada.
18:6–8. Estos versículos reflejan la urgencia de Abraham (“fue de prisa”,
“corrió”) para proveer para sus huéspedes. Abraham puso a Sara y
un siervo en acción. El “bocado de pan” se convirtió en una generosa
comida. Sara preparó “panes cocidos”—probablemente panes redondos
cocidos sobre piedras calientes. Tres “medidas” (seah en hebreo) de flor
de harina, una cantidad grande, harían una cantidad generosa de pan.
Abraham personalmente seleccionó un becerro y le pidió al siervo que lo
preparara hirviéndolo o asándolo. Las dietas antiguas rara vez incluían
carne—particularmente res—lo cual hacía de la comida una particular-
mente festiva. La mantequilla (requesón, NVI) y la leche complementaron
el festín. Como era la costumbre, Abraham colocó los alimentos delante
de sus invitados y se estuvo con ellos mientras comieron.

Un asombroso anuncio (18:9–15)


Estos versículos cambian el enfoque de Abraham a su esposa Sara, y
vemos por primera vez la reacción de Sara a la promesa de Dios de
un hijo. En capítulos anteriores, Dios había compartido esta promesa
solamente con Abraham, a pesar de que uno puede deducir que Sara
tenía cierto conocimiento acerca de esto. Aquí, sin embargo, Sara escu-
chó la promesa aparentemente imposible con sus propios oídos. Note el
juego con la palabra “risa” por toda esta sección, lo que nos recuerda un
66  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

anuncio anterior que Dios hizo a Abraham (Génesis 17:17–22). Mantenga


en mente que el nombre de Isaac significa él ríe.

18:9. Después del festín, los visitantes hicieron una pregunta directa a
Abraham: “¿Dónde está Sara tu mujer?” Sorprendentemente, estos visi-
tantes misteriosos conocían el nombre de la esposa de Abraham, tal vez
el primer indicio que la pareja tuvo de la identidad poco común de sus
invitados. El uso del plural “ellos” indica que los tres estaban interesados
en la respuesta. La respuesta de Abraham indicó que Sara estaba en la
tienda fuera de su vista. Las mujeres casadas por lo regular no participa-
ban en la cena ni tenían conversaciones con hombres.

18:10. El propósito de la visita se hizo claro cuando uno de los visitantes


hizo la dramática declaración: “Sara tu mujer tendrá un hijo”. Este anun-
cio confirmó la promesa de Dios hecha en ocasiones anteriores de que
un hijo le nacería a Abraham y Sara (15:2–4; 17:15–16). No se identifica
quién habló. El hebreo simplemente dice “él dijo”; la versión Reina Valera
dice: “Entonces dijo”. La Nueva Versión Internacional dice “entonces dijo
uno de ellos”. Sin embargo, el intercambio que siguió aclaró que Dios
hizo la declaración (18:14). La frase “Al tiempo señalado volveré a ti”
enfatizó que el nacimiento incluía la intervención divina, garantizando
así su cumplimiento (vea 18:14; 2 Reyes 4:16).
Sara, escuchando desde la tienda, oyó el anuncio del nacimiento. El
texto indica que el que hablaba tenía su espalda hacia Sara (“detrás de
él”).

18:11. En este momento, el narrador interpuso un comentario respecto a


la edad de Abraham y Sara. Ambos eran muy ancianos; Abraham tenía
noventa y nueve años (Génesis 21:5) mientras que Sara tenía ochenta y
nueve (17:17). Sara ya había pasado la edad de la menopausia (“Le había
cesado ya la costumbre de las mujeres”), el tiempo cuando concebir hijos
ya no era posible.

18:12. La naturaleza ridícula del anuncio causó que Sara se riera. El


versículo revela algo de sus pensamientos. Vislumbramos a una mujer
resignada a un destino certero. Ella había “envejecido” (el verbo significa
desgastarse). Años de desilusión acerca de la posibilidad de tener un hijo
habían permitido que la tristeza y la desesperanza definieran su vida.
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  67

Tal vez su esterilidad se había convertido en fuente de reproche y mofa


dentro de la familia (vea la respuesta de Agar a Sara en 16:4–6; también
Lucas 1:24–25). La frase “tendré deleite” se refiere a la intimidad de la
sexualidad humana o el gozo de la maternidad. Ambas posibilidades
desafiaron la lógica y eran contrarias a las expectativas normales, por
consiguiente, la risa.
Sin embargo, las dudas de Sara no fueron diferentes de las expresadas
anteriormente por Abraham. Abraham también se rió a la posibilidad de
Sara concebir un hijo, particularmente considerando la avanzada edad
de la pareja. En vez de creer la promesa de Dios, Abraham ofreció su hijo
por Agar, Ismael, como una alternativa al dilema causado por la esterili-
dad de Sara (Génesis 17:17–18).

18: 13–15. Las dudas privadas de Sara se hicieron públicas cuando el que
anunció el nacimiento preguntó: “¿Por qué se ha reído Sara?”. A pesar de
que la pregunta fue dirigida a Abraham, él permaneció en silencio. La
pregunta debió haber sorprendido a Sara porque ella estaba fuera de la
vista. Más sorprendente fue el darse cuenta de que este extranjero cono-
cía los pensamientos del corazón de Sara (“¿Será cierto que he de dar a
luz siendo ya vieja?”). ¿Quién era este extranjero omnisciente que leía los
pensamientos más íntimos de las personas?
El extranjero expresó el corazón del asunto haciendo una pregunta
crucial: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?” (18:14). Esta pregunta,
expresada en otro lugar clamando por fe en las promesas de Dios a pesar
de circunstancias aparentemente imposibles (vea Jeremías 32:17), desafía
la sensibilidad y las expectativas humanas acerca de lo que es posible.
Los comentaristas por lo general consideran la pregunta como retórica
en naturaleza, demandando la respuesta: No, nada es demasiado difícil
para Dios.
La pregunta sirvió como una reprensión de la falta de confianza de
Sara (y Abraham) en la promesa de Dios. Pero, debemos notar además
que la pregunta invitó a una respuesta de fe basada en el reconocimiento
de que Dios no está limitado por posibilidades humanas. Jesús habló
respecto a esto cuando se dirigió a sus discípulos: “Para los hombres es
imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para
Dios” (Marcos 10:27). Sin embargo, Sara, atrapada por años de frus-
tración y desilusión, no pudo ver más allá del ámbito de la posibilidad
humana para abrazar un futuro ya preparado por Dios.
68  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Dios reafirmó la promesa de un hijo hecha en el versículo 10. “Al


tiempo señalado volveré a ti” (Génesis 18:14; vea también 18:10) fue
usado anteriormente en Génesis 17:21 cuando Dios prometió un hijo
a Abraham. La declaración insinúa la naturaleza milagrosa del naci-
miento predicho. Impulsada por el temor, por el mensaje o el mensajero
(vea también Lucas 1:30–35), Sara negó reírse ante la promesa de que
ella tendría un hijo, pero el misterioso visitante insistió que, de hecho,
Sara se había reído. Su negación fue irónica considerando que su hijo
futuro sería nombrado Isaac, que significa él ríe. Es significativo que,
ni Sara ni Abraham intentaron responder a la pregunta de Dios. Por
su silencio ellos dejaron el asunto de incredulidad o fe en la promesa
sin resolver.

La promesa cumplida: El nacimiento de Isaac (21:1–7)

21:1–2. La increíble promesa de un hijo se hizo realidad veinticinco


años después que Abraham y Sara llegaron a Canaán. A pesar de las
dudas de Abraham y Sara, estos versículos enfatizan la fidelidad de
Dios de cumplir su palabra precisamente “como había dicho . . . como
había hablado” en dos ocasiones anteriores (Génesis 15:4–6; 17:15–22).
Esto es particularmente aparente en la frase “en el tiempo que Dios le
había dicho”, lo que repite el lenguaje de Génesis 17:21 y 18:14. A pesar
de que Sara concibió de una manera normal a pesar de la avanzada
edad de Abraham, estos versículos no dejan lugar a la duda de que el
nacimiento de Isaac fue un milagro realizado por el poder transforma-
dor y la gracia de Dios, llevando vida a lo que parecía estéril (Romanos
4:16–17; Hebreos 11:11–12).

21:3–5. Estos versículos resaltan la obediencia de Abraham en respuesta


al don de la gracia de Dios de un hijo. Como instruido anteriormente,
Abraham nombró al niño “Isaac”, que significa él ríe en hebreo (Génesis
17:19). Abraham circuncidó a Isaac al octavo día, justo como Dios lo
había ordenado (21:4). El que Abraham tuviera 100 años de edad para el
nacimiento de Isaac resalta la naturaleza milagrosa del evento.

21:6–7. Sara respondió al don de Dios de un hijo con un gozo desenfre-


nado. Dios había transformado la risa de incredulidad de Sara en una
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  69

expresión de gozo inconmensurable—“Dios me ha hecho reír”. Las per-


sonas que escucharon las buenas nuevas del nacimiento de Isaac, por lo
tanto, se regocijarían con Sara (“conmigo”).
El versículo 6 emplea un juego de palabras con la palabra hebrea
para reírse. El nombre de Isaac significa él ríe. El segundo uso del verbo
paralela el nombre de Isaac exactamente. Este versículo presume y edi-
fica en dos ocasiones anteriores donde la risa de Abraham y Sara expresó
incredulidad (17:17–22; 18:12–15).
La mayoría de los comentaristas consideran el versículo 6 como
una expresión espontánea del gozo de Sara por la bendición de Dios
(17:16–17). Génesis presenta a Dios como uno que trae bendición a toda
Su creación (1:22, 28; 2:3; 5:2; 9:1; 12:3), y el don de un hijo a la edad de
Sara seguramente debe ser considerado como una bendición inesperada
e increíble. Pocos comentaristas, sin embargo, interpretan la oración
como significando que las personas se reirían de Sara, no con ella. El
versículo entonces significa que Sara esperaba que otros se rieran de
una anciana mujer experimentando un embarazo tan tarde en la vida.
Como una última afirmación de su gozo, Sara presentó la pregunta
retórica que nuevamente resalta la naturaleza milagrosa del nacimiento
de Isaac (21:7). ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara tendría
un hijo en este tiempo en sus vidas? La respuesta es nadie. La idea de
tal evento estaba tan lejos de cualquier posibilidad humana que nadie
hubiera podido predecirlo. Sin embargo, la poderosa palabra de pro-
mesa de Dios transformó la desesperación en esperanza e hizo posible
un futuro que nadie esperaba. Como una afirmación final de gozo, Sara
exclamó: “Pues le he dado un hijo en su vejez”. La promesa de Dios se
había cumplido.

Enfocando en el significado

¿Alguna vez ha estado en una situación donde no parece haber ninguna


solución buena? ¿Alguna vez se ha encontrado hundiéndose en la incer-
tidumbre, la desesperación, y la desesperanza frente a circunstancias que
parecían abrumadoras? Sara estaba exactamente en tal situación, a pesar
de las promesas de Dios hechas a su esposo. Seguramente a tan avanzada
edad y con tal larga historia de desilusión y tal vez ira por su condición
estéril, la idea de poder dar a luz parecía imposible.
70  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

En el primer encuentro, Dios le pidió a Sara que pensara en una de las


preguntas más cruciales para la vida: ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?
Intuitivamente sabemos que la respuesta es no, pero la vida encuentra la
manera de desafiar esa idea. A veces la vida nos presenta con situaciones
aparentemente imposibles que pueden llevar a la desesperación. Frente a
circunstancias aparentemente sin esperanza, Sara se rió ante la promesa
de Dios.
Debemos tener cuidado de no caer en la trampa de que Dios es un
mago celestial quien puede ser llamado a remover situaciones difíciles
o amenazantes o proveer para todos nuestros antojos. Dios no está en
el negocio de proveer para todos nuestros antojos, pero él sí promete
proveer para nuestras necesidades. Por otro lado, Dios hace posible el
futuro que ha prometido de acuerdo a sus propósitos. Sara tendría un
hijo, contra toda probabilidad humana. Dios llamó a Sara (y Abraham)
a creer en el hijo prometido, a pesar de su incapacidad mutua de aceptar
la promesa a simple vista.
Sara le dio un hijo a Abraham, tal y como Dios lo había prometido.
El capítulo 21 captura el gozo indescriptible que Sara experimentó des-
pués de una vida de desilusión y vergüenza por su condición estéril. La
promesa de Dios había transformado su vida y abierto un nuevo futuro
para la familia patriarcal.
Estos capítulos demuestran que Dios no es obstaculizado por
circunstancias difíciles o aparentemente imposibles. Dios es completa-
mente capaz de cumplir lo que sirve para los propósitos de Dios. Frente
a circunstancias aparentemente insuperables y a pesar de la desespe-
ranza humana, Dios cumple su promesa de traer vida en medio de la
esterilidad. Nuestra decisión es confiar o reír ante las promesas que
Dios da.
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  71

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Según las personas llegan a la clase, distribuya papel y lápiz. Pídales


que imaginen que tienen una oportunidad para tener de invitado
a la persona, pasada o presente, que ellos admiran más. Pídales
que tomen unos minutos para planificar qué harán desde que el
invitado llegue hasta que se vaya. (Esto puede ser con diagramas,
itinerarios, menús, eventos, etc.)
2. Pida que los participantes formen parejas. Deles varios minutos
para que compartan sus planes con su compañero, mencionando
quién sería su invitado.
3. Ahora, pídales que imaginen que este invitado importante les da
unas noticias que cambiarán sus vidas. Pídales que piensen en algo
que siempre han querido, un sueño que han tenido pero que parece
imposible. Dígales que imaginen que su invitado les dice que su
sueño se hará realidad dentro del próximo año. ¿Cuáles son algunas
de las respuestas en términos de sus pensamientos, sentimientos, y
reacciones? Pregunte si alguno de ellos se reiría ante la idea de que
su sueño pueda hacerse realidad.
4. Explique que esta lección continúa con la historia de la lección
anterior de Abraham, su esposa Sara y su fe. Explique que la histo-
ria comienza con tres visitantes importantes llegando a la tienda de
Abraham. Guíe en oración antes de continuar.

Guiando el estudio bíblico

5. Pida a tres o cinco voluntarios que dramaticen la historia de hoy.


Usted necesitará:
a. una Sara
b. un Abraham
c. uno o tres visitantes
72  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Llame a los voluntarios a un lado y pídales que lean Génesis 18:1–15.


Dígales que solamente tendrán varios minutos para prepararse.
6. Mientras los voluntarios se preparan, guíe la clase a recordar algu-
nos de los planes que hicieron durante el ejercicio en el paso uno.
Recuérdeles que su historia comienza con la llegada de algunos
visitantes y Abraham rápidamente atendiéndolos. Reclute a alguien
que lea Génesis 18:1–15. Después de la lectura, note las veces que
parece ser un visitante y las veces que parecen ser tres. Refiérase a
la explicación en la Guía de estudio. Entonces, señale algunas de las
cosas que Abraham hizo cuando los visitantes llegaron.
7. Regrese los voluntarios al grupo. Indique que en la lección cuatro,
el nombre de la esposa de Abraham era Sarai y en esta lección su
nombre es Sara. Refiérase a Génesis 17:15, y repase los datos del
artículo corto “De Sarai a Sara” en la Guía de estudio.
8. Pida que los voluntarios presenten la historia bíblica.
9. Cuando los voluntarios terminen, permita que los participantes
comenten en lo que aprendieron de la presentación. Entonces, guíe
a la clase a discutir la risa de Sara de Génesis 18:12, incluyendo
por qué piensan que ella se rió. Luego, guíelos a repasar Génesis
18:1–15, pidiéndoles que identifiquen cómo Sara y Abraham res-
pondieron. ¿Respondieron en fe?
10. Reclute a un voluntario que lea Génesis 21:1–7. Explique que el
nombre del bebé, Isaac, significa él ríe. Guíe a la clase a discutir lo
que indica la risa de Sara en este pasaje.

Fomentando la aplicación

11. Invite a alguien que lea Génesis 18:14 y alguien más que lea Mateo
19:26. Pregunte: ¿Cómo se relacionan estos versículos a nuestro nivel
de confianza en las promesas de Dios? Pregunte si han habido tiem-
pos en sus vidas cuando pensaron que algo era demasiado difícil de
alcanzar, aún para Dios. ¿Qué tendríamos que hacer para demostrar
fe en que Dios hará lo que parece imposible? ¿Cuán diferentes serían
nuestras vidas si lo hiciéramos?
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  73

12. Formen grupos de no más de seis personas cada uno, y pídales que
trabajen en las preguntas para esta lección en sus Guías de estudio
y discutan en sus grupos las preguntas y sus respuestas.
13. Guíe a los miembros a pensar en la fidelidad de Dios durante la
semana entrante y en tiempos cuando Dios nos hace reír de gozo
debido a su amor por nosotros.
14. Cierre en oración, pidiéndole a Dios que los participantes crezcan
en un conocimiento seguro de que con Dios, todas las cosas son
posibles.

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Varios días antes de la sesión, reclute a dos participantes dispuestos


a compartir un testimonio de un tiempo cuando dudaron de la
habilidad de Dios de rescatarlos de una situación pero Dios probó
ser fiel. Considere ofrecer su propio testimonio de una situación
similar, ofreciendo tres testimonios. Comience la sesión con los
testimonios.
2. Explique que el estudio de hoy continúa con la historia de Abraham
y Sara de la lección anterior, y al igual que estos testimonios, la clase
considerará una situación aparentemente imposible para Abraham
y Sara.

Guiando el estudio bíblico

3. Señale que en la lección de la semana anterior, el nombre de la


esposa de Abraham era Sarai pero en la lección de hoy su nombre
es Sara. Refiérase al artículo “De Sarai a Sara” en la Guía de estudio.
Haga referencia también a Génesis 17:15.
4. Guíe a los participantes a buscar en sus Guías de estudio el enca-
bezado “Hospitalidad apresurada (18:1–8)”, y entonces reclute a
un miembro que lea Génesis 18:1–8. Después que el pasaje ha sido
74  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

leído, pregunte si alguien notó que a veces el pasaje parece decir que
había un visitante y otras veces menciona tres visitantes. Discuta
los pensamientos en estas diferencias. Añada información del
“Comentario bíblico” en 18:2 en esta Guía para el líder. Pregunte si
Abraham se dio cuenta en este momento que Dios era su invitado
especial. Resalte los puntos clave de 18:1–8, usando información en
la Guía de estudio y el “Comentario bíblico” en esta Guía para el
líder.
5. Ahora, pídales que busquen el encabezado “Un mensaje para Sara
(18:9–15)” en la Guía de estudio. Pídale a alguien que lea Génesis
18:9–15 mientras la clase identifica cómo respondió Sara. Después
de leer, permita que contesten por qué los visitantes le pregunta-
ron a Abraham dónde estaba Sara. Pregunte cómo respondió Sara.
Señale que Sara expresó duda al igual que Abraham había expre-
sado duda anteriormente. Refiriéndose a la risa de Sara, pregunte
acerca de momentos en las vidas de los participantes cuando se
han reído o han tomado a la ligera la idea de que Dios cumpliera
lo que parecía imposible. Entonces, pregunte acerca de momen-
tos cuando confiaron en Dios. Resalte los puntos clave de 18:9–15,
usando información en la Guía de estudio y el “Comentario bíblico”
en esta Guía para el líder.
6. Pida que los participantes busquen el encabezado “El cumplimiento
(21:1–7)” en la Guía de estudio. Reclute a un participante que lea
Génesis 21:1–7 mientras la clase identifica menciones adicionales
a la risa. Pregunte si Sara continuaría dudando hasta que quedó
embarazada o si creyó cuando los visitantes estaban presentes.
Resalte los puntos clave de 21:1–7, usando la información en la
Guía de estudio y el “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder.
Asegúrese de notar el significado del nombre de Isaac.

Fomentando la aplicación

7. Invite a la clase a mencionar tiempos cuando se han reído


a. En incredulidad
b. Para protegerse a sí mismos
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios  75

Entonces, pídales que mencionen momentos cuando se han reído


c. De emoción
d. En anticipación
e. Debido al cumplimiento de una promesa
8. Guíe a los participantes a hablar acerca de las promesas de Dios
para ellos, incluyendo las veces cuando se rieron ante la aparente
imposibilidad de tales promesas, y veces cuando se rieron porque
Dios cumplió Sus promesas.
9. Pida a un participante que lea Mateo 19:26 y Génesis 18:14. Cierre
en oración, pidiéndole a Dios que aumente nuestra fe de que nada
es imposible para Dios.

Notas

1. Génesis 18:14, RV 1960.


Texto focal
Génesis 25:21–34;
27:22–36b; 32:22–32; 35:9–12

Trasfondo
Génesis 25:19–34;
27:1—33:20; 35:1–29

Idea principal
Tan difícil como puede ser
entender o aceptar, Dios puede
escoger bendecir personas
imperfectas para que puedan
cumplir la misión de Dios

Pregunta a explorar
¿Qué se requiere para que usted
crea que es una persona a quien
Dios desea bendecir y usar para
cumplir los propósitos de Dios?

Meta de enseñanza
L e c c ión se i s
Guiar a los adultos a
mencionar implicaciones de las Jacob:
Engaño y
bendiciones de Dios a Jacob

bendición

U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
76
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  77

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

La lección seis continúa el tema de la intención de Dios de bendecir toda


la tierra por medio de la familia de Abraham. El enfoque está en Jacob,
hijo de Isaac y nieto de Abraham. Jacob es una figura central en la his-
toria de Israel. De hecho, Dios cambió su nombre a Israel, y los hijos y
nietos de Jacob son los antecesores de las tribus de Israel.
La historia de Jacob desafía nuestras nociones comunes acerca de la
justicia y a quién Dios puede usar para cumplir los propósitos de Dios.
Dios escogió a Jacob para heredar las bendiciones y promesas dadas pri-
mero a Abraham. Sin embargo, como veremos, Jacob con frecuencia usó
el engaño y la astucia para ganar ventaja sobre otros. Motivado por el
deseo de obtener bendiciones, Jacob aprovechó cada oportunidad para
promover su interés propio. Esto fue particularmente cierto con su rela-
ción con Esaú, su hermano. Descubriremos que aún en el vientre de su
madre, Jacob luchó por ganar ventaja sobre su hermano.

Interpretando las Escrituras

El nacimiento de dos hijos y una venta imprudente (25:21–34)

Nuestro primer texto focal se desenvuelve en dos escenas particulares:


el nacimiento de dos hijos que personifican a dos naciones (Génesis
25:21–26); y la venta de la primogenitura (Génesis 25:27–34). Juntas, las
dos historias establecen el escenario para el conflicto entre Jacob y Esaú
así como las naciones que personificaron, Israel y Edom. Estos versícu-
los revelan la realidad básica que definió la vida de Jacob: Dios escogió
a Jacob por encima de Esaú para recibir las bendiciones y continuar con
las promesas hechas a Abraham e Isaac (25:23). Veremos que la preemi-
nencia de Jacob no tuvo nada que ver con su dignidad sino que fue un
asunto del derecho de Dios de escoger de acuerdo a sus propósitos.

25:21–23. El tema de la esterilidad aparece nuevamente en las historias


de los antecesores de Israel. Al igual que Sara, Rebeca no podía tener
78  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

hijos, una condición que presentaba una amenaza a la promesa de Dios


de una multitud de descendientes hecha a Abraham. Después de veinti-
cinco años de espera (compare 25:20 y 25:26), Dios contestó las oraciones
de Isaac, y Rebeca concibió. Más tarde aprendemos que ella daría a luz a
gemelos fraternos (25:24).
Sin embargo, el embarazo causó gran dolor según los gemelos
luchaban violentamente en el vientre de Rebeca. Temiendo por su vida,
Rebeca buscó consejo de parte de Dios y recibió una palabra profética.
De acuerdo al oráculo, Rebeca llevaba dentro de ella a dos naciones—
Israel y Edom—cuyas luchas prenatales simbolizaban sus relaciones
futuras. El mayor, a pesar de ser el más fuerte, serviría al menor, un
revés sorprendente a la costumbre tradicional en la cual el mayor siem-
pre tenía precedencia sobre el menor. Esto fue particularmente cierto en
asuntos relacionados con los derechos de herencia. Allí el primogénito
siempre era favorecido (vea 25:29–34).

25:24–28. El nacimiento de los gemelos aclaró el significado del oráculo


y proveyó el contexto para nombrar a los dos varoncitos. Los nombres
eran importantes en el Israel antiguo y con frecuencia indicaban el
carácter y destino de un niño. Las características físicas o eventos en
el nacimiento con frecuencia proveían oportunidades para nombrar al
niño, como fue el caso de Esaú y Jacob. Los nombres de los dos her-
manos son explicados en estos versículos por el uso de asociaciones de
sonidos entre palabras hebreas similares.
El primogénito, Esaú, también conocido como Edom y por lo tanto el
padre de los edomitas (36:1), era pelirrojo y “velludo como una pelliza”.
El nombre Edom suena como la palabra para rojizo (25:30), mientras que
la palabra hebrea traducida para “velludo” suena muy similar a Seir, la
tierra donde los edomitas vivieron (36:8; vea además 27:11 donde Esaú
es descrito como velludo).
Jacob, el segundo hijo, agarró del talón de Esaú al nacer. El nombre
de Jacob suena similar a la palabra hebrea para talón, o posiblemente
una palabra que significa suplantar. El nombre de Jacob significa, por
lo tanto, suplantador o uno que agarra por el talón. Su nombre lo marcó
como un hombre destinado para el conflicto, uno que agarró lo que
deseaba y explotó cada oportunidad para salir adelante.
Los hermanos eran muy diferentes. Esaú era cazador y prefería
el aire libre. Jacob era más hogareño, cómodo con la vida pastoral. El
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  79

favoritismo familiar siniestramente prejuició su crianza. Isaac amó a


Esaú, cuyas destrezas de caza y proeza culinaria con animales de caza
deleitaba a Isaac (27:7), mientras Rebeca prefirió a Jacob, probablemente
debido al oráculo que ella había recibido explicando el nacimiento de
sus hijos.

25:29–34. Más tarde, Jacob cocinó un guiso rojo (rojo, un juego de pala-
bras en el nombre de Edom). Esaú había estado cazando y tenía mucha
hambre o estaba cansado o ambos. Él le pidió a Jacob de comer del
guisado. El tono áspero de la petición de Esaú indicó una persona más
interesada en la satisfacción del momento que en su futuro.
Reconociendo la oportunidad de ganar ventaja sobre su hermano,
Jacob ofreció intercambiar el guisado por la primogenitura de Esaú. El
derecho del primogénito otorgaba privilegios especiales al hijo mayor,
incluyendo una porción doble de la herencia de la familia (Deuteronomio
21:17–20). Aunque cierta evidencia sugiere que la primogenitura podía
ser vendida, la bendición del padre dada al primogénito no sería afec-
tada por tal transacción, como veremos más adelante.
Esaú rápidamente hizo el trato, mencionando que una herencia
futura no le haría bien en su presente necesidad (Génesis 25:3: “He aquí
yo me voy a morir”, probablemente una hipérbole). La demanda insensi-
ble de que Esaú hiciera un juramento antes de comer sugiere que Jacob
consideró el intercambio como una proposición de negocios en vez de
una oportunidad para ayudar a su hermano. Es verdad que Esaú pudo
haber dicho que no y de hecho estaba dando la espalda (“despreciando”)
una gran bendición—su primogenitura. Pero, Jacob calculó justamente
que, conociendo a su hermano, un trato rápido y provechoso estaba a la
mano. Al aprovecharse de la vulnerabilidad de Esaú, Jacob estableció sus
credenciales como una persona ingeniosa y astuta.

Engaño y bendición (27:1–29)


27:1–22. Según Isaac envejeció, él planificó un tiempo para bendecir a
Esaú. La bendición del padre era un acto particularmente poderoso e
importante. Determinaba el destino de la persona que la recibía. Una vez
dada, la bendición era legalmente vinculante e irrevocable. Por lo regu-
lar el padre daba la bendición cerca del final de su vida e incluía a todos
sus hijos (compare la bendición de Jacob sobre todos sus hijos; 48:8–20;
80  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

49:1–28). En este caso, Isaac claramente tenía la intención de favorecer a


Esaú sin considerar a Jacob (27:1–4).
Cuando Rebeca escuchó las intenciones de su esposo, ella ideó un
plan para engañar a Isaac a bendecir a Jacob en vez de Esaú. El complot
incluía engañar a Isaac, ahora afligido con visión deteriorada, a creer
que Jacob era Esaú. Jacob, aunque renuente al principio porque creía que
el plan no funcionaría (27:11–13), se unió al complot.
Rebeca preparó una comida deliciosa justo como Isaac lo había soli-
citado, vistió a Jacob con la ropa de Esaú, y le puso pieles de cabra en
sus brazos y cuello para simular el vello del cuerpo de Esaú (27:14–17).
Isaac sospechó cuando la cena de animales de caza apareció tan rápido,
y buscó verificar la identidad del que la había preparado (27:18–21).

27:22–29. El engaño funcionó. Dos veces Jacob le mintió a su padre cla-


mando ser Esaú, pero el olor de la ropa de Esaú y la textura de las pieles
de cabra convencieron a Isaac que quien estaba delante de él era sin duda
Esaú. Después de terminar la comida, Isaac pronunció la bendición sobre
Jacob. La bendición contenía cuatro elementos: (1) abundancia de agri-
cultura; (2) dominio sobre naciones; (3) superioridad sobre su hermano;
y (4) protección de sus enemigos. ¡En la bendición, Isaac identificó erró-
neamente a Jacob como su verdadero sucesor, y por lo tanto la cabeza de
la familia así como el heredero de las promesas hechas a Abraham (12:3;
vea también 28:3–5)!

27:30–36b. Al descubrir el engaño, Isaac “se estremeció grandemente”,


una frase que expresa temor y escándalo. Una vez expresada, la bendi-
ción tenía sustancia y poder que impactaban la vida del que la recibía, y
no podía ser revertida (“Yo le bendije, y [Jacob] será bendito”). A pesar
de que Esaú le suplicó a Isaac que le bendijera, el daño a la posición
y futuro de Esaú ya estaba hecho. Al robar su bendición, Jacob robó a
Esaú de su prosperidad futura (prosperidad agrícola), posición familiar
(los derechos del primogénito), y el llamado (heredero de las promesas
hechas a Abraham).
Predeciblemente, Esaú clamó en profunda desesperación (“clamó
con una muy grande y muy amarga exclamación”) una vez se dio cuenta
de lo que había sucedido. Usando un juego de palabras con el nombre de
Jacob—el que suplanta –Esaú acusó a Jacob de robarle su primogenitura
y su bendición.
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  81

El engañador engañado: Jacob y Labán (27:36c—32:21)

A pesar de que Isaac dio una bendición por separado (27:36c–40), Esaú
detestó a su hermano y procuró matarlo. Reconociendo el peligro, Isaac
envió a Jacob al hermano de Rebeca, Labán, quien vivía en Harán, para
encontrar una esposa entre la parentela de Rebeca (27:41—28:5). El viaje
daría tiempo para que las cosas se enfriaran.
Durante la jornada a Harán, Dios apareció a Jacob en un sueño.
Él repitió las promesas hechas anteriormente a Abraham, con lo cual
Jacob nombró el lugar Betel, “casa de Dios” (28:10–22). Más tarde Dios
otra vez apareció a Jacob en Betel y amplió en las promesas ancestrales
(35:1–15).
Al llegar a Harán, Jacob se enamoró de Raquel, una de las dos hijas
de Labán (29:1–13). Él acordó trabajar para su tío, cuidando del ganado,
durante un período de siete años para recibir a Raquel como esposa.
Después que Jacob completó los siete años de servicio, Labán engañó
a Jacob haciendo que se casara con su hija mayor, Lea (por costumbre
la hija mayor debía casarse primero) en vez de Raquel. Note la ironía:
¡Jacob el engañador había sido engañado! Al descubrir que había sido
engañado, Jacob prometió otros siete años de servicio para obtener a
Raquel como esposa también (29:21–30).
La familia de Jacob creció rápidamente mientras estuvo en Harán
(29:31—30:24; 35:16–21). Lea y su sierva Zilpa le dieron a Jacob ocho hijos y
una hija (Lea—Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zebulón, Dina; Zilpa—
Gad y Aser). Raquel, a pesar de ser inicialmente estéril, al final dio a luz a
dos hijos: José y Benjamín (Benjamín nació más tarde en Canaán, 35:16–
20). La sierva de Raquel, Bilha, le dio dos hijos a Jacob: Dan y Neftalí.
Dios causó que el ganado de Labán prosperara bajo el cuidado de
Jacob, aumentando significativamente la riqueza de Labán (30:27).
Cuando Jacob expresó deseo de regresar a Canaán, Labán obstaculizó
y prometió pagar por el servicio de Jacob. Los dos parientes hicieron un
trato permitiendo que Jacob aumentara su propia riqueza mientras que
simultáneamente servía a Labán. Labán pensó que había salido ganando,
pero las técnicas de crianza selectiva de Jacob y la intervención y ben-
diciones de Dios aumentaron grandemente los rebaños de Jacob (30:43;
31:1–9).
Desconocido por Labán y por mandato de Dios, Jacob y su familia
salieron de Harán para regresar a Canaán (31:3, 10–13). Labán persiguió
82  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

a Jacob a través del Éufrates hasta Gilead al este del Río Jordán (31:19–
42). Él acusó a Jacob de actuar de manera engañosa. Sin embargo, Labán
y Jacob resolvieron sus diferencias e hicieron un pacto (31:43–55).
Jacob enfrentaba un encuentro más difícil con su hermano Esaú. Él
envió mensajeros adelante para informar a Esaú que su familia estaba
regresando a Canaán. Cuando Esaú supo que Jacob estaba de regreso,
él y 400 hombres corrieron a encontrarse con él. Jacob asumió lo peor
y preparó un plan para evitar el desastre. Él dividió su familia y reba-
ños en dos campamentos, oró que Dios honrara la promesa de otorgar
protección divina, y envió a tres grupos adelante llevando regalos (más
de 550 animales) en un intento por apaciguar a Esaú (32:20; la palabra
traducida “apaciguar” puede significar expiar) y efectuar una reconci-
liación (32:3–21).

Un encuentro divino y un nombre nuevo (32:22–29)

32:22–23. Jacob envió a su familia a través del Río Jaboc mientras él per-
maneció solo en el lado norte del río. Veinte años habían pasado desde
que había visto a Esaú por última vez. ¿Qué traería el mañana? El nivel
de ansiedad de Jacob debió haber sido alto.

32:24–29. Durante la noche Jacob luchó con un extranjero misterioso


quien al final bendijo a Jacob y le dio un nombre nuevo. Claramente
éste fue un incidente crucial en la vida de Jacob, pero los eruditos han
debatido durante mucho tiempo el significado del incidente. Algunos
eruditos creen que esto fue un sueño describiendo una batalla espiritual
adentro de Jacob según él luchaba con su pasado. Sin embargo, la mayo-
ría de los eruditos están de acuerdo con que éste fue un evento real.
¿Quién atacó a Jacob esa noche? El texto persistentemente rehúsa
identificar al adversario de Jacob explícitamente, tal vez para aumentar el
suspenso. Al principio el oponente de Jacob es simplemente un “hombre”.
Sin embargo, otros indicadores apuntan a la naturaleza sobrenatural del
visitante nocturno como un ángel (vea 32:1; también Oseas 12:4) o Dios
mismo. El extraño indirectamente reveló su verdadera identidad en el
versículo 28 declarando que “has luchado con Dios”, una identificación
confirmada cuando Jacob declaró: “Vi a Dios cara a cara” (32:30).
El ataque inesperado provocó una lucha de vida—o—muerte, pero
Jacob no se rendía. Según Jacob ganó ventaja, el extraño le causó una
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  83

dolorosa herida en “el sitio del encaje de su muslo” (el significado anató-
mico preciso del término es incierto).
La perseverancia implacable de Jacob movió a su adversario a soltarlo
porque “raya el alba” (32:26). Evidentemente el extraño (Dios) quería
proteger su verdadera identidad, extendiendo así gracia para Jacob; nadie
podía ver a Dios y vivir (Éxodo 33:20). Aún así, Jacob rehusó darse por
vencido y demandó una bendición como el precio para cesar la batalla.
Jacob, el engañador y maquinador, estaba dispuesto a arriesgar la muerte
para conseguir una bendición.
La petición de Dios por el nombre de Jacob constituye un punto de
clímax en la narrativa. Como hemos visto en el caso de Abraham y Sara,
los cambios de nombre indicaban una nueva posición pero no necesa-
riamente un cambio en carácter. Israel, el nuevo nombre de Jacob, reflejó
el hecho de que él había “luchado con Dios y con los hombres y [había]
vencido” (Génesis 32:28). Hablando estrictamente, la palabra Israel signi-
fica algo como Dios gobierna o juzga, o tal vez Dios lucha. El significado
del nombre dado en el texto refleja la lucha entre Dios y Jacob, una lucha
que anticipó la relación futura entre Dios y su pueblo escogido, Israel.
A pesar de la lucha, o tal vez debido a ella, Dios le otorgó a Jacob su
petición y lo bendijo. Dios había bendecido a Jacob en muchas maneras
antes, a pesar de las faltas obvias de Jacob y su falta de mérito perso-
nal. Para conmemorar el importante evento, Jacob nombró aquel lugar
Peniel (rostro de Dios) porque “he visto a Dios cara a cara, y fue librada
mi alma” (32:30).

Reconciliación con Esaú y regreso a Canaán (33:1–20, 35:1–8)

La reunión entre Esaú y Jacob fue exitosa. Jacob claramente se some-


tió a su hermano gemelo mayor, repetidamente llamándole “mi señor”
y ofreciendo regalos. (¿Fueron los regalos ofrecidos en parte como
compensación por las injusticias cometidas contra Esaú?) Esaú recibió
calurosamente a su hermano. Esaú invitó a Jacob a regresar con él a
Seir, pero Jacob declinó y se estableció en Sucot al lado este del Jordán
cerca de veinticinco millas al sur del Mar de Galilea. Más tarde él viajó a
Siquem en la tierra de Canaán (33:18). Allí acampó y levantó un altar en
las afueras de la ciudad (33:18–20).
Después del sangriento incidente en Siquem en el cual Simeón y Leví
vengaron el honor de su hermana Dina (34:1–31), Dios mandó a Jacob
84  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

a que regresar a Betel (35:1). Dios había aparecido por primera vez a
Jacob en Betel cuando él huía hacia Canaán por temor a Esaú, asegu-
rando a Jacob protección dondequiera que él fuere con una promesa de
que Jacob un día regresaría a Canaán (28:10–22; note particularmente el
versículo 15).
Después de remover de su familia los dioses ajenos, Jacob partió
hacia Betel a pesar de las amenazas de los cananeos que allí vivían. Dios
proveyó protección enviando un “terror” sobre las villas a lo largo del
camino (35:5). Al llegar a Betel, Jacob levantó un altar a El-Betel (“El
Dios de Betel”) tal y como se le había ordenado.

Una última bendición divina (35:9–12)

Dios apareció a Jacob en Betel una segunda vez y pronunció una doble
bendición. Primero, Dios reafirmó el cambio de nombre, indicando así
la nueva posición de Jacob como la personificación de una nueva nación,
Israel (35:10). La narrativa asume que el lector conoce la explicación ante-
rior dada para el cambio de nombre. Por lo tanto, Jacob/Israel lucharía
con Dios en muchas maneras, pero prevalecería.
La segunda bendición incorporó muchas de las promesas que ante-
riormente Dios hizo a Abraham ((12:1–3; 17:1–8), Isaac (26:2–5), y Jacob
(28:10–22). Las promesas mantienen una consistencia asombrosa de
generación en generación, enfatizando la fidelidad de Dios y Su compro-
miso con Su pueblo.
Tierra y descendencia son particularmente prominentes en las bendi-
ciones, pero la promesa de naciones y reyes descendiendo de Jacob repite
muy de cerca las promesas originalmente hechas a Abraham (17:5–6).
Dios afirmó que Jacob/Israel era el verdadero heredero del pacto hecho
originalmente con Abraham. Así, Jacob tomó su lugar dentro de la
familia escogida por Dios para finalmente traer bendición a todas las
naciones de la tierra.

Enfocando en el significado

La vida de Jacob desafía nuestras ideas preconcebidas en muchos niveles


acerca de a quién Dios puede usar para cumplir los propósitos de Dios.
Por un lado, Dios escogió a Jacob lejos de mérito alguno, habiendo hecho
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  85

la selección aún antes de que Jacob naciera. Así, Dios bendijo a Jacob vez
tras vez durante toda su vida, a pesar de las faltas obvias de Jacob.
Jacob usó su astucia para explotar a otros y ganar ventaja. Él fue un
suplantador, robando a su hermano de su bendición y primogenitura, y
un engañador, mintiendo a su padre para obtener la bendición del pri-
mogénito. El conflicto constante, muchas veces auto-infligido, afligió a
Jacob durante toda su vida. Sin embargo, Dios escogió a Jacob, perma-
neció con él durante todas las experiencias de su vida, buenas y malas,
luchó con él en el Río Jaboc, y finalmente lo bendijo como heredero de
las promesas ancestrales hechas a Abraham. El deseo de Dios de bende-
cir acarrea un poder que transforma vidas, nos conecta a cada uno de
nosotros con el propósito y plan de Dios para cambiar el mundo.
Al igual que Jacob, todos nosotros tenemos faltas. Ninguno de noso-
tros es perfecto. Dios no está limitado por nuestras imperfecciones y
conducta pecaminosa en lo que Él puede hacer con nuestras vidas. Dios
desea bendecirnos y usarnos para cumplir sus propósitos. No tenemos
que ser ingenuos al pensar que nuestras acciones y decisiones no le
importan a Dios. ¡Todo lo contrario! Somos llamados a vivir a la luz de
la voluntad de Dios y Su diseño para nuestras vidas. Dios escoge bende-
cirnos a pesar de nuestra imperfección.
Por otro lado, la elección de Dios de Jacob sobre Esaú alteró la sabidu-
ría convencional de aquel tiempo que favorecía al mayor sobre el menor.
A veces pensamos que Dios puede usar solamente aquellos de posición
y perfección para cumplir Su voluntad. Pero, Dios con frecuencia usa
a lo imperfecto, lo débil y lo marginal para llevar a cabo Su obra. De
hecho, los antecesores de Israel eran don nadies sin posición ni privile-
gio cuando Dios los escogió (Deuteronomio 7:7–11). Sin embargo, Dios
escogió a Jacob/Israel para ser el instrumento por medio del cual serían
benditas todas las naciones.
86  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Planes de enseñanza

Plan de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Lleve a la clase varias copias de libros que contengan nombres y


sus significados. Trate de conseguir suficientes copias para que dos
o tres participantes compartan una copia. (Mujeres embarazadas,
mujeres con niños pequeños, y bibliotecas públicas son buenos
recursos para encontrar tales libros.)
2. Antes de la clase, escriba lo siguiente:
a. Abram, padre exaltado
b. Abraham, padre de muchas naciones
c. Esaú, peludo
d. Edom, rojo
e. Jacob, él agarra el talón o él engaña
f. Israel, él lucha con Dios
Recuérdeles que el cambio del nombre de Abram a Abraham marcó
un cambio en la historia de su vida. Diga que así como Dios cambió
el nombre de Abram, en esta lección veremos cómo Dios cambió el
nombre de Jacob para marcar un cambio en la historia de su vida
también. Explique que también verán que, a pesar de que Jacob
vivió de acuerdo a su nombre, él engaña, aún así Dios lo escogió
para bendecirlo.
Ahora, pídales a los participantes que usen los libros menciona-
dos en el paso uno para buscar sus nombres y ver si los significados
determinan quiénes son o eran. Pregunte cuál sería el significado
de sus nombres si Dios les diera un nombre nuevo que describiera
dónde ellos están en este momento.
Recuérdeles que Dios escogió bendecir y usar a Jacob a pesar de
su naturaleza engañadora, y que Dios desea bendecirnos y usarnos,
también, a pesar de nuestra naturaleza pecaminosa.
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  87

3. Guíe a la clase en oración.

Guiando el estudio bíblico

4. Divida a la clase en cinco grupos. Explique que cada grupo ayudará


a enseñar la clase. Asigne a cada grupo uno de los cinco encabe-
zados de la lección de hoy. (Si su clase tiene menos de cuatro en
asistencia, formen dos grupos, asignando los primeros dos encabe-
zados a un grupo y los últimos tres encabezados al otro.)
a. “El nacimiento de dos naciones”, Génesis 25:21–34
b. “Una transacción impulsiva entre hermanos”, Génesis
25:27–34
c. “Robando la bendición”, Génesis 27:22–36b
d. “Lucha con ángeles, caderas lastimadas, e Israel”, Génesis
32:22–32
e. “Afirmación de la bendición de Dios sobre Jacob/Israel”,
Génesis 35:9–12
Mientras los grupos se preparan, pida que cada grupo lea los
comentarios en la Guía de estudio así como los pasajes bíblicos
correspondientes para cada encabezado asignado. Cada grupo pre-
sentará un resumen compartiendo de cuatro a seis datos de su(s)
encabezado(s).

Fomentando la aplicación

5. Pida a la clase sus opiniones generales acerca de Jacob y Esaú.


Pídales que imaginen que Dios les está pidiendo su opinión en
cuanto a cuál de los dos hermanos, Esaú o Jacob, bendecir. ¿Cuáles
serían sus respuestas? ¿Por qué?
Pregunte si alguna vez han conocido a alguien que parecía
prosperar a pesar de ser engañador. Pregunte si alguna vez le han
preguntado a Dios respecto a esa situación. Pregunte qué pien-
san acerca de Dios bendiciendo a Jacob a pesar de que él era un
tramposo.
88  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Ahora, pídales que mencionen algunas razones por las cuales


están contentos porque Dios escogió bendecir a Jacob.
6. Guíe a la clase a mencionar algunas implicaciones de que Dios ben-
dijera a Jacob.
7. Debido a que esta actividad es personal, pídales a los participantes
que se dispersen alrededor del salón si hay espacio. De otro modo,
dirija a su clase a escribir sus pensamientos más personales usando
un código, algo que ellos pueden entender o simplemente que pien-
sen en sus respuestas en vez de escribirlas.
Provea lápiz y papel; pídales que dividan el papel trazando una
línea por la mitad. En la parte de arriba de una de las columnas
escribirán “Lo que he hecho”, y en la parte de arriba de la otra
columna escribirán “Lo que Dios ha hecho”.
Debajo del encabezado “Lo que he hecho”, pídales que enumeren
algunos de sus pecados, sean pasados o presentes (o simplemente
que los recuerden en vez de escribirlos). Debajo de “Lo que Dios ha
hecho”, pídales en escriban algunas de las bendiciones que Dios les
ha dado.
Cuando hayan terminado, pídales que escriban “Dios escoge
bendecirme y usarme” en letras grandes encima de sus respuestas
bajo la columna “Lo que he hecho”. Pregunte cómo se siente saber
que Dios quiere bendecirnos no importa las cosas malas que hemos
hecho.
8. Cierre en oración pidiéndole a Dios que abra los ojos de cada per-
sona, revelando las bendiciones de Dios en sus vidas.

Plan de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Pídale a la clase que mencionen algunas personas de la Biblia quie-


nes, a pesar de sus malas acciones, Dios bendijo y usó para cumplir
Sus planes. (Por ejemplo, David.)
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  89

2. Pregunte si Dios ha usado o bendecido a alguno de ellos en una


situación específica, a pesar de su carácter en aquel momento. (No
espere una respuesta pública.)
3. Dígale a la clase que esta lección se trata del nieto de Abraham, Jacob.
A pesar de que Jacob fue un tramposo, Dios lo bendijo y lo usó.
4. Escriba y repasen el árbol genealógico de Abraham y Sara.
Incluya a
a. Ismael, el hijo de Abraham y Agar, la sierva
b. Isaac, el hijo prometido de Abraham y Sara
c. Rebeca, esposa de Isaac
d. Esaú, el gemelo mayor de Isaac y Rebeca
e. Jacob, el gemelo menor de Isaac y Rebeca
5. Guíe a la clase en oración.

Guiando el estudio bíblico

6. Haga referencia al artículo “Esaú/Edom” en la Guía de estudio.


Resúmalo o reclute a un participante para que lo resuma.
7. Dígale a la clase que en esta lección ellos escucharán acerca de dos
gemelos. El nombre del hermano mayor, Esaú, significa peludo.
Esaú a veces era llamado Edom, que significa rojo. El nombre del
hermano menor, Jacob, significa él agarra el talón o él engaña.
Pídale a la clase que identifiquen cómo estos significados se ven en
la historia.
8. Pídales que busquen el encabezado “El nacimiento de dos nacio-
nes (25:21–34)” en sus Guías de estudio. Reclute a alguien que lea
Génesis 25:21–34. Resalte los puntos clave en el pasaje y la sección
de la Guía de estudio.
Indique que debido a que Rebeca era estéril, Isaac oró porque
ella tuviera un hijo. A la luz de la promesa de Dios a Abraham de
hacerle una nación grande (Génesis 12:2), y a la luz de la esterilidad
de la propia madre de Isaac, pregunte al grupo cuál sería la actitud
de Isaac cuando oró.
90  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Explique: Isaac oró durante veinte años mientras esperaba por la


bendición de los hijos. ¿Qué piensan acerca de que Isaac oró durante
tanto tiempo? ¿Cuál ha sido el período más largo que ustedes han
orado por algo, esperando su bendición?
9. Pídale a la clase que busquen “Una transacción impulsiva entre
hermanos (25:27–34)” en las Guías de estudio. Reclute a alguien
que lea Génesis 25:27–34 mientras la clase identifica los detalles del
encuentro entre Esaú y Jacob. Resalte los puntos clave del pasaje,
la sección de la Guía de estudio, y el “Comentario bíblico” en estos
versículos en la Guía para el líder. Mencione:
a. Rebeca favoreció a Jacob. Pregunte a la clase por qué ella lo
favorecería.
b. Esaú trató su primogenitura, algo de un valor tremendo, con
falta de respeto. Pregunte cómo las personas hoy día tratan
cosas valiosas con una falta de respeto similar.
10. Guíe a la clase a buscar en sus Guías de estudio “Robando la bendi-
ción (27:22–36b)”. Resalte los puntos clave, y reclute a alguien que
lea Génesis 27:22–26b.
Pregunte si piensan que Rebeca estaba tratando de ayudar a Dios
con su plan al decirle a Jacob que engañara a su padre.
11. Pídales que busquen “Lucha con ángeles, caderas lastimadas, e Israel
(32:22–32)” en sus Guías de estudio y repásenlo. Resalte los puntos
clave, y entonces reclute a alguien que lea Génesis 32:22–32.
Pregunte si alguien ha sentido que Dios está luchando con él/ella,
y al final, recibieron bendición debido a eso.
12. Pídales que busquen “Afirmación de Dios de la bendición sobre
Jacob/Israel (35:9–12)” en sus Guías de estudio. Después de resaltar
los puntos clave, invite a alguien que lea Génesis 35:9–12. Enfoque
en los versículos 11–12. Pregunte qué significa para nosotros la ben-
dición de Dios para Jacob a la luz de la clase de persona que Jacob
era.
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición  91

Fomentando la aplicación

13. Permita que comenten en cómo se sienten acerca de Dios usando


y bendiciendo a Jacob, a pesar de que era un engañador. Señale
que Dios quiere usarnos y bendecirnos, a pesar de nuestra
pecaminosidad.
14. Guíe a la clase a discutir las preguntas al final de la lección en la
Guía de estudio.
15. Cierre en oración, pidiéndole a Dios que abra sus corazones a acep-
tar Sus bendiciones.
Texto focal
Génesis 39

Trasfondo
Génesis 37; 39—41

Idea principal
Reconocer nuestro lugar en los
propósitos de Dios y recordar la
confianza que otros han puesto
en nosotros puede ayudarnos
a hacer lo que es correcto
cuando enfrentamos tentación.

Pregunta a explorar
¿Cómo podemos fielmente
hacer lo que es correcto
cuando hacer lo malo parece
tan fácil y atractivo?

Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a identificar
L e c c ión sie t e
verdades del encuentro
de José que aplicarán a las José: Tentado
pero fiel
tentaciones que enfrentan

U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
92
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  93

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

Las lecciones siete y ocho salen de la vida de José. Veremos cómo Dios
obró para cumplir Su voluntad en medio de las circunstancias difíciles
y de prueba de José, incluyendo el conflicto familiar, relocalización, ten-
tación, y hasta desastres naturales. Sin embargo, a pesar de todo, Dios
continuó honrando las promesas hechas a Abraham de que por medio
de sus descendientes toda la tierra recibiría bendiciones (Génesis 12:3).
La historia de Jacob, el padre de José, continúa hasta su muerte en
Génesis 49:33, pero José es el personaje principal en Génesis 37—50. José
fue el penúltimo hijo de los doce hijos de Jacob. Los doce hijos colecti-
vamente representan a Israel (Génesis 29:31—30:22; 35:16–26). Aunque
menor que sus medios-hermanos, José era el favorito de su padre porque
era el primogénito hijo de Raquel, la amada esposa de Jacob. Como vere-
mos, este favoritismo jugó un papel importante en la historia de José.
La vida de José es una historia clásica de pobreza a riqueza. Vendido
en esclavitud por sus hermanos (37:1–36), José fue llevado a Egipto. Allí
él se ganó reputación de buen administrador y siervo de confianza en
la casa de un alto oficial egipcio. Sus circunstancias cambiaron rápi-
damente cuando la esposa del oficial trató sin éxito de seducir a José
(39:1–18). Injustamente arrojado en la cárcel, José se ganó el respeto del
carcelero quien confió el cuidado de los prisioneros a José (39:19–23).
Mientras estuvo en la prisión, la habilidad de José como intérprete
de sueños finalmente llamó la atención del rey de Egipto (40:1–23). José
interpretó correctamente dos sueños del rey que presagiaban una ham-
bruna devastadora que afectaría a Egipto y las naciones circundantes.
Reconociendo los dones de José, el rey le nombró como administrador
en jefe sobre todo Egipto, una posición de poder segunda al rey. José ideó
e implementó un plan para evitar los efectos de una sequía extendida y
salvar las vidas de muchas personas (41:1–57). Repetidamente el autor
bíblico explica la razón para el éxito de José: “El Señor estaba con José”
(39:2; vea además 39:3, 21, 23).
El resto de los capítulos de Génesis narran cómo José y sus hermanos
fueron dramáticamente reunidos y finalmente se mudaron con su padre
94  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

a Egipto. Estos capítulos, los cuales formarán la base para la lección ocho,
explican más plenamente cómo Dios estaba obrando tras bastidores en
la vida de José para cumplir con Su propósito mayor.
Nuestra lección de hoy explora cómo José enfrentó tentación y aún
así permaneció fiel a Dios y a las personas que habían confiando en él.
Daremos un vistazo a los recursos que José usó para vencer la tentación
y ver cómo la presencia de Dios trajo bendición a su vida—y a las vidas
de otros.

Interpretando las Escrituras

Vendido en esclavitud (37:1–36)

Génesis 37 provee el contexto para entender cómo José llegó a Egipto.


Primero encontramos a José a la edad de diecisiete años. Él ya se había
ganado el resentimiento de sus medios-hermanos debido al favoritismo
de su padre, el cual era claramente evidente por una túnica lujosa (una
túnica de mangas largas tejida especialmente que pudo haber sido bor-
dada) presentada por su padre Jacob (37:3). El resentimiento se volvió
en odio cuando José compartió dos sueños que implicaban que un día
él gobernaría sobre sus hermanos así como sobre su madre y su padre
(37:5–11). Veremos en la próxima lección que estos sueños tenían un sig-
nificado más profundo que lo que José y sus hermanos podían pensar.
La oportunidad de venganza ocurrió cuando Jacob envió a José a
ver cómo estaban sus hermanos cuidando de los rebaños de la fami-
lia en la vecindad de Siquem, treinta millas al norte del campamento
de Jacob en Hebrón. Los hermanos conspiraron para asesinar a José y
culpar las bestias salvajes de su muerte, pero Rubén—el hijo mayor de
Jacob—intercedió. Despojándole de su túnica, José fue arrojado en una
cisterna. Más tarde, Judá vio la oportunidad de hacer una ganancia a
la vez que evitaban derramar sangre. Él convenció a sus hermanos de
vender a José como esclavo a una caravana de ismaelitas que pasaba con
una carga de especias camino a Egipto.
Los ismaelitas, una de las tribus asociadas con los hijos de Ismael
(25:12–18), eran mercaderes que viajaban por las rutas del desierto desde
Arabia hasta Egipto. Los capítulos 37 y 39 alternan el uso de “ismaelitas”
y “midianitas” para describir al grupo que compró a José y lo transportó
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  95

a Egipto. Los eruditos continúan discutiendo la relación entre los dos


grupos. Posiblemente, el término “ismaelita” se refiere a un grupo más
grande de tribus con los cuales estaban relacionados los midianitas.

Un intermedio: Las acciones vergonzosas de Judá (38:1–30)

El capítulo 38 interrumpe la historia de José para describir el relato sór-


dido del comportamiento vergonzoso de Judá con respecto a su nuera
Tamar. Los detalles de la historia no pueden detenernos en nuestro estu-
dio de esta lección de José. Basta decir que la toma de decisiones éticas
de Judá en términos de su moralidad sexual y responsabilidades hacia
su nuera viuda se quedó corta comparada con el ejemplo establecido por
José.

Un siervo de confianza (39:1–6)

39:1. El versículo 1 continúa con el relato de la vida de José después


del intermedio de Génesis 38. Llevado por los ismaelitas a Egipto, José
se convirtió en un esclavo en la casa de Potifar, un oficial egipcio en la
corte de Faraón. Potifar era “capitán de la guardia”, un título general que
puede haber tenido connotaciones militares (vea Génesis 40:3).

39:2–6. El refrán “Jehová estaba con José” se repite por todo el capítulo
y explica por qué José fue tan exitoso en todo lo que hacía (39:2, 3, 21,
23). De hecho, la presencia de Dios había llevado bendiciones a Isaac y
Jacob mucho antes (26:3, 24; 28:15; 31:3). Hasta Potifar, a pesar de ser
un egipcio, se dio cuenta de que el éxito poco común de José de debía
al Dios de José, Jehová. Significativamente, el capítulo 39 usa el nombre
de Jehová—el nombre de pacto de Dios dado a Israel (traducido como
“SEÑOR)—a través de casi todo este capítulo (39:3, 5, 21, 23).
Potifar rápidamente promovió a José de esclavo en la casa a adminis-
trador, confiando todas sus posesiones al cuidado de José. El efecto neto
fue que Dios “bendijo” la casa de Potifar por medio de José. Hemos visto
muchas veces en Génesis cómo la presencia de Dios trae bendiciones.
Aquí tenemos otros indicios de que por medio de los descendientes de
Abraham, Dios tenía la intención de bendecir a otros (12:3).
El versículo 6 refuerza la confianza que Potifar había colocado en
José. Potifar estaba libre de preocupaciones porque tenía tal confianza
96  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

en el carácter y las habilidades de José. Potifar reservó un área solamente


para sí mismo: “el pan que comía”, un referencia a los asuntos personales
de Potifar o posiblemente un eufemismo para su esposa quien obvia-
mente estaba fuera de los límites (Génesis 39:6, 9).
El escritor añadió otra observación que nos prepara para el resto del
capítulo: “Y era José de hermoso semblante y bella presencia”. Estos tér-
minos, usados anteriormente para describir a Raquel (29:17), expresan
la idea de atractivo físico.

Resistiendo la tentación (39:7–12)

39:7. Atraída por la apariencia física de José, la esposa de Potifar intentó


seducirlo. “Duerme conmigo” tiene el tono de un mandato dado a alguien
quien se espera se someta, por tanto un juego de poder por la esposa del
amo sobre la persona que ella consideraba como propiedad. A primera
vista, el versículo 7 sugiere un intento similar o un momento cuando
José enfrentó tentación. Pero, el contexto total del capítulo indica que la
esposa de Potifar, movida por la lascivia y la oportunidad, persiguió a
José en ocasiones repetidas (vea 39:10).

39:8–10. José inmediata y decididamente rechazó los avances. Primero,


José notó que el esposo de ella había puesto toda su confianza en él.
Potifar le había confiado todas sus pertenencias—con la excepción espe-
cífica de su esposa—en las manos de José. José no traicionaría ni violaría
tal confianza participando en adulterio—aquí descrito como un “grande
mal” (vea Génesis 20:9 y Salmos 51:4 para un uso similar del término).
Segundo, al sucumbir a la tentación y cometer adulterio, José hubiera
pecado contra Dios (Génesis 39:9). Al usar el nombre más genérico de
Dios, Elohim, en vez del nombre poco común de Jehová, tal vez José
apeló a la conciencia religiosa de la mujer. Las sociedades más antiguas
consideraban el adulterio como un pecado serio contra el orden divino.
José rehusó violar su relación con Jehová. Él tenía una decisión que
tomar: permanecer fiel a Dios o sucumbir a un placer momentáneo y
violar el diseño de Dios para su vida. Claramente la esposa de Potifar
había calculado mal su juego de poder; la lealtad principal de José estaba
en un poder mucho mayor que estaba obrando en su vida—“Jehová
estaba con José”—para alcanzar un propósito mayor.
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  97

39:11–13. Incapaz de contener sus deseos egoístas, la esposa de Potifar


intentó forzarse sobre José cuando él estaba trabajando solo en la casa.
Ella le quitó su túnica (el verbo indica un acto violento) y demandó que
José se sometiera a sus deseos. Una discusión razonable ya no era posible;
era necesario tomar una acción decisiva. José corrió de la casa, dejando
la túnica en las manos de la esposa de su amo.

Acusaciones falsas y encarcelamiento (39:13–23)

39:13–17. Avergonzada y potencialmente comprometida en su propia


casa, la esposa de Potifar llamó a sus siervos e ideó una historia para
proteger su reputación—y tal vez su vida, porque el adulterio con fre-
cuencia era castigado con la muerte. De acuerdo a ella, José había
intentado violarla, pero sus alaridos la habían defendido exitosamente
del ataque—evidenciado por la túnica que José había dejado atrás. Ella
le echó la culpa del ataque a su esposo quien había llevado a ese “hebreo”
(usado aquí como un término de desdén para agitar temores étnicos y
sospechas contra extranjeros) en la casa para “que hiciese burla de noso-
tros”. La última frase significa para burlarse o jugar con alguien, que
puede hasta sugerir intimidad sexual. Ella repitió la historia a su esposo
con leves modificaciones para proteger sus propios intereses (39:16–17).

39:18–23. Como esperado, Potifar respondió en ira cuando supo de


la supuesta traición de José. ¿Qué castigo merecía? Conocemos poco
acerca de la ley egipcia en estos asuntos, pero es enteramente posible
que el castigo para el adulterio fuera la muerte. Esto era cierto en Israel
(Deuteronomio 22:22). Sin embargo, por razones no claras (¿Sospechaba
de la historia de su esposa? ¿Protestó José su inocencia de una manera
que hizo dudar a Potifar?), Potifar encarceló a José en una facilidad
donde mantenían a los presos reales (Génesis 39: 20). José había esca-
pado de un hoyo cuando tenía diecisiete años; ahora que se acercaba a la
edad de treinta (vea 41:46) se encontraba en otro.
Sin embargo, este nuevo revés de fortuna no derrotaría a José ni los
propósitos de Dios porque “el SEÑOR [Jehová] estaba con José y le exten-
dió su misericordia” (39:21). La importante palabra hebrea hesed, aquí
traducida “misericordia”, describe una característica básica del carácter
de Dios. Esta palabra ocurre más de 200 veces en el Antiguo Testamento.
Puede ser traducida de muchas maneras, incluyendo lealtad, devoción,
98  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

amabilidad, o amor. Cuando usado de Dios, hesed describe la devoción


consistente de Dios y Su interés por las personas (Éxodo 34: 6–7; Salmos
86:15; Jeremías 33:3). La idea básica es la fiabilidad y devoción de Dios
hacia Su pueblo.
Otra vez, la presencia de Dios hizo toda la diferencia. José halló
gracia en los ojos del jefe de la cárcel (Génesis 39:21), y Dios causó que
todo lo que José hiciera prosperara (39:23), exactamente como había sido
en el caso de la casa de Potifar. El carcelero confió a José el cuidado de
todos los prisioneros sin ninguna preocupación (“no necesitaba atender
cosa alguna”) acerca de cómo la prisión era administrada.
Los capítulos 40—41 expanden en las muchas maneras cómo el favor
y la presencia de Dios produjeron resultados asombrosos en la vida de
José. En la prisión, José usó sus habilidades dadas por Dios como intér-
prete de sueños para ayudar a dos oficiales egipcios encarcelados por
Faraón por crímenes no mencionados (40:1–22). Finalmente las habili-
dades de José como intérprete llegaron a la atención del rey, quien había
tenido dos sueños perturbadores—siete vacas flacas consumiendo siete
vacas gordas y siete menudas espigas de maíz tragando a siete espigas
llenas. Cuando ningún intérprete egipcio pudo adivinar el significado,
Faraón se volvió a José (41:1–32).
José correctamente entendió que los dos sueños hacían el mismo
punto. Después de siete años de abundancia, Egipto y el área circundante
enfrentarían una hambruna de siete años. Los dos sueños resaltaban la
certeza de que los eventos sucederían (41:32). Note particularmente que
José no tomó el crédito por la interpretación correcta (41:16); él repetida-
mente afirmó que Dios había provisto el entendimiento apropiado para
los sueños de Faraón (41:25, 28, 32). Para contrarrestar la amenaza, José
ideó un plan para preservar la vida en medio de la hambruna y urgió a
Faraón que seleccionara una persona de sabiduría y habilidades admi-
nistrativas para implementar el proyecto (41:33–36). El plan llamaba a
conservar las cosechas durante los siete años de abundancia para prepa-
rar para los siguientes siete años de sequía.
Reconociendo la sabiduría del plan, Faraón otorgó a José plena auto-
ridad sobre el proyecto. El rey observó correctamente que “el espíritu
de Dios” obraba en la vida de José, dándole sabiduría y discernimiento
(41:38–39). Al igual que Potifar y el jefe de la cárcel, el rey fue testigo
de cómo Dios había bendecido a José con dones y habilidades poco
comunes.
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  99

Faraón elevó a José a la posición de ser segundo en autoridad en


todo Egipto (41:40). La ceremonia de instalación en la corte real (41:41–
43) contenía muchos elementos encontrados en ceremonias similares
descritas en fuentes egipcias (presentaciones de un anillo, vestimentas
finas, una cadena de oro, y un carruaje ceremonial). José literalmente
pasó de una prisión a un palacio debido a la presencia protectora y guía
de Dios.
Como señal de su nueva posición, Faraón le dio a José un nombre
nuevo—Zafnat-panea (Su significado es incierto.)—y una esposa, Asenat,
hija de Potifera, sacerdote de On (41: 45). En la antigua Heliópolis, loca-
lizada en los suburbios al norte de Cairo moderno, estaba el lugar del
santuario principal dedicado al dios principal egipcio, el dios sol Re. El
matrimonio de José con una mujer de tal familia sacerdotal de influen-
cia era apropiado para su alta posición.
Asenat le dio dos hijos a José, Manasés y Efraín. Los nombres dados
a los dos hijos recuerdan cómo Dios ayudó a José a través de las difi-
cultades de la vida para bendecirlo. Manasés viene del verbo olvidar,
sugiriendo que Dios ayudó a José a vencer las dificultades del pasado.
Efraín se deriva de una palabra que significa fructífero, simbolizando
que Dios causó que José prosperara en su país adoptivo. Ambos nombres
capturan la idea de que la presencia de Dios llevó bendiciones a José a
pesar de las turbulencias en su vida.

Enfocando en el significado

La tentación es parte de la vida de todas las personas. Jesús mismo


enfrentó tentación desde su bautismo hasta la noche del jueves fatal
cuando enfrentó la posibilidad de la cruz solo en el Jardín de Getsemaní
(vea Hebreos 4:14–16). La pregunta no es si vendrán las tentaciones sino
cómo lidiaremos con ellas.
José respondió a las tentaciones sacando de dos recursos princi-
pales. Primero, José estaba muy consciente de la confianza que otros
habían depositado en él. Potifar confió todas sus posesiones al cuidado
de José; José no traicionaría tal confianza, a pesar de los persistentes
avances de la esposa de Potifar. Algunas cosas José no pudo controlar,
como ser vendido en esclavitud o ser encarcelado. Sin embargo, José
tuvo poder sobre sus actos en momentos de tentación. Él escogió no
100  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

ponerse en situación de comprometer sus convicciones o traicionar la


confianza de su amo.
José también sabía que su éxito se debía a la presencia y bendiciones
de Dios sobre su vida. Él entendía que caer en tentación era pecar contra
Dios (Génesis 39:9). En última instancia, todo pecado es contra Dios
(Salmos 51:4). En momentos de tentación podemos enfocar en Dios, cuyo
gozo principal es traer bendición a nuestras vidas. Ese conocimiento nos
da fortaleza en momentos de tentación.
Además, la misericordia de Dios estaba sobre la vida de José (Génesis
39:21). Dios tenía un plan para la vida de José más grande que cualquier
cosa que José pudiera imaginar. A través de las dificultades de la trai-
ción de sus hermanos, la esclavitud, la tentación, y el encarcelamiento,
Dios estaba obrando preparando a José para una tarea mayor de bende-
cir a muchas naciones. Dios perfeccionó las habilidades administrativas
de José, le dio sabiduría, y causó que todo lo que José hacía prospe-
rara (39:2–6, 21–23). Al final José llegó a una posición de prominencia,
segundo en poder, en Egipto. A pesar de que José no podía ver toda la
magnitud del plan de Dios para su vida mientras estuvo en la casa de
Potifar, él sabía que Dios estaba con él y determinó no fallarle a Dios, el
Amo supremo de su vida.

Planes de enseñanza

Planes de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Antes de la clase, prepare (o pídale a un miembro de la clase que


lo haga) una representación visual de cosas que tientan a las perso-
nas. (Ejemplos pueden incluir comida, dinero, títulos en el trabajo,
hombres/mujeres atractivos, etc.).
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  101

Guiando el estudio bíblico

2. Escriba en una pizarra (o cartulina) la Pregunta a explorar para la


lección de esta semana. Pídale a alguien que lea Génesis 39:1–7, y
entonces reclute a alguien que lea la Pregunta a explorar en voz alta.
Pregunte: Si ustedes fueran José, ¿cuál sería el próximo paso? ¿Por
qué?
3. Pida a los participantes que lean Génesis 39:1–2 otra vez. Pregunte:
¿Cuál era la situación de José en el versículo 1? (Cautivo de los
ismaelitas y entonces un esclavo en Egipto) ¿Cuál era la situación
de José en el versículo 2? (“un hombre exitoso”) ¿Qué idea en el
pasaje sugiere cómo ocurrió el cambio del versículo 1 al versículo 2?
(“Jehová estaba con José”). Esté preparado para también incluir los
versículos 3, 21, y 23 en la discusión de la última pregunta.
4. Pida que alguien lea Génesis 39:7–10. Recuérdeles que las tentacio-
nes buscan alejarnos de Dios. Pida que alguien lea la Idea principal
para la lección en la Guía de estudio. Pregunte: ¿Cómo se compara
la respuesta de José con la Idea principal?
5. Reclute a alguien que lea Génesis 39:11–12. Dirija la atención de los
participantes al párrafo en la Guía de estudio bajo el encabezado
“La derrota de la tentación (39:8–9, 11–12)” que menciona los bra-
zaletes QHJ. (Cada miembro debiera tener una copia de la Guía de
estudio, pero tenga algunas adicionales en caso de que sea necesa-
rio). Pasen un minuto o dos discutiendo los límites que José había
fijado para vencer la tentación. Pídales que compartan ejemplos de
buenos límites para ayudar a escapar la tentación en las vidas de los
cristianos.
6. Pida que los participantes formen grupos pequeños de dos o tres
personas cada uno. Entonces, diga: Supongan por un momento que
José se acostó con la esposa de Potifar. ¿Cuán diferente sería la histo-
ria? ¿Cómo se hubiera afectado el plan de Dios? Permita dos o tres
minutos a la clase para discutir y compartir con el grupo grande.
7. Haga una referencia a las tentaciones mencionadas en el Paso 1.
Permita de treinta segundos a un minuto para que los grupos
piensen en algunas respuestas que reflejen la respuesta de José
a la tentación (así como a la Idea principal). Guíe a la clase que
102  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

identifique la fuente de la resistencia de José a la tentación de la


esposa de Potifar (vea 39:9).
8. Reconozca que resistir la tentación puede crear situaciones incó-
modas y hasta no deseadas en nuestras vidas, a pesar de haber
hecho lo que es correcto. Resuma para la clase el resto de Génesis
39. Entonces pregunte: Resistir la tentación en sus vidas—o en la
vida de alguien conocido, ¿alguna vez ha creado una situación no
deseada o incómoda? ¿Qué cosas hemos visto en la vida de José que
puede ayudar a los cristianos a vencer tales circunstancias?

Fomentando la aplicación

9. Pida que un participante lea Lucas 16:10. Pregunte: ¿Qué podemos


aprender de este versículo acerca de enfrentar la tentación? ¿Cómo
podrían validar este versículo las acciones de José y lo que le sucedió?
Permita de treinta segundos a un minuto para responder.
10. Dirija a los participantes al artículo “Aplicando el texto” en la Guía
de estudio. Permita que respondan a las sugerencias. Ofrezca la
oportunidad de formar compañeros de oración con miembros que
deseen contabilidad.
11. Cierre la sesión leyendo Romanos 8:28 y recordándoles a los par-
ticipantes que aún cuando nuestras circunstancias parecen estar
fuera de control, cuando somos fieles a Dios, Dios obrará los even-
tos de nuestra vida para glorificarse. Cierre en oración.

Planes de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Según llegan los participantes, dirija su atención a la siguiente


declaración escrita en la pizarra (o una cartulina): “El dominio
propio es un elemento necesario para desarrollar carácter”. Pídales
que consideren si están de acuerdo o no con la declaración. Refiera
a los participantes a la Meta del estudio en sus Guías de estudio,
Lesson 7: José: Tentado pero fiel  103

explicando que esta lección les ayudará a descubrir maneras cómo


permanecer fieles a Dios cuando enfrenten tentación.

Guiando el estudio bíblico

2. Comience leyendo Génesis 39:1–6. Brevemente, dé un resumen de


Génesis 37, y pregunte: ¿Cómo indican los eventos en el capítulo
37 y el capítulo 39:1–6 que Dios estaba obrando en la vida de José?
(La declaración: “Jehová estaba con José”, 39:2; cómo José pasó de
esclavitud a tener éxito)
3. Señale que Dios estaba obrando partiendo de su promesa de pacto
con Abraham a través de la vida de José. Pregunte: ¿Cuán posible
es ver a Dios obrando en las circunstancias de nuestra vida cuando
estamos en medio de las circunstancias? Mencione que la clase con-
siderará esta idea en más detalle en la próxima lección.
4. Reclute a alguien que lea 39:7–12. Pregunte:
• ¿Parece que esta tentación es más un evento de una vez o un
evento repetido? (vea 39:7, 10.)
• ¿Qué hizo tan fuerte la tentación?
• ¿Cómo hubiera peligrado la vida de José si hubiera caído en
la tentación?
• ¿Qué razonamiento/respuesta dio José para resistir la
tentación? (Vea 39:8–9.)
5. Guíe a los participantes a leer los versículos 8–9 otra vez, enfati-
zando cómo José resistió la tentación. Pregunte: ¿Cómo aplica esto
a las tentaciones que enfrentamos hoy día?
6. Resuma brevemente el resto de Génesis 39, notando particular-
mente el versículo 23. Recuérdeles que, aunque las acciones de José
fueron sabias, más importante es el hecho de que las promesas de
Dios se estaban cumpliendo por medio de José, el individuo esco-
gido por Dios.
104  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Fomentando la aplicación

7. Dirija a los participantes al artículo “Aplicando el texto” en la Guía


de estudio. Pregunte: ¿Cuáles son algunas de los límites presentes en
la vida de José? (Respuestas pueden incluir el José rehusarse a estar
solo con una mujer casada, su ética de trabajo totalmente digna, su
compromiso con Dios.) Pregunte: ¿Cuándo es el mejor momento
para prepararse para la tentación?
8. Haga las preguntas siguientes:
• ¿Qué otro método de resistencia contra la tentación usó José?
(Vea 39:12.)
• ¿Qué otros métodos de resistencia podemos usar? (Vea
Efesios 6:10–18; Santiago 4:7–8; Colosenses 3:1–14.)
9. Cierre la lección en oración, pidiéndole a Dios que les ayude a estar
alerta en su andar cristiano y tener dominio propio por medio del
poder del Espíritu Santo.
Texto focal
Génesis 45:1–15; 50:19–21, 24

Trasfondo
Génesis 42—50

Idea principal
Según escogemos vivir en
fidelidad a Dios, Dios en
gracia y con frecuencia
misteriosamente nos guía a
participar en un propósito
mayor que Dios cumplirá.

Pregunta a explorar
¿Cómo las circunstancias de
nuestra vida y las decisiones
que tomamos se relacionan
con los propósitos de Dios?

Meta de enseñanza
Guiar a la clase a explicar
L e c c ión o c ho cómo los eventos en la vida de
José encajan con el propósito

José: de Dios y decir cómo eventos


en sus vidas encajan con

Participando
los propósitos de Dios

en el propósito
de Dios
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
105
106  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Comentario bíblico

Entendiendo el contexto

En nuestra lección anterior, observamos cómo José subió a una posición


de autoridad en Egipto. La presencia de Dios causó que José prosperara
en todo lo que hizo, a pesar de la traición de sus hermanos, la seducción
de la esposa de su amo, y un subsiguiente encarcelamiento basado en
acusaciones falsas. Dependiendo de su relación con Dios, José permane-
ció fiel frente a circunstancias de prueba y difíciles.
Esta lección enfoca en cómo Dios obró en todas estas experiencias
para poner a José en la posición correcta en el momento preciso para
servir los propósitos de Dios. Dios usó a José para proveer protección
para su familia en medio de una hambruna devastadora, asegurando así
su futuro. Egipto se convirtió en un refugio temporal para el pueblo de
Israel. En el proceso, José se convirtió en el catalizador llevando recon-
ciliación y sanidad a una familia quebrantada por los celos y la rivalidad
entre hermanos.
La historia de José también señala al propósito mayor de Dios de
que muchas naciones y pueblos serían bendecidos por medio de los
descendientes de Abraham. Dios usó a José para proveer alimento para
personas de otros países afectados por la hambruna mortal. El plan que
José implementó para salvar a Egipto y su familia llevó vida y esperanza
para muchas otras personas (Génesis 41:57).

Interpretando las Escrituras

Trasfondo (42:1—44:34)

Los eruditos están de acuerdo en que Génesis 45:1–15 es el clímax para


la historia de José. Los capítulos 42–44 establecen el escenario para la
revelación dramática y reconciliación final entre José y sus hermanos.
Lo que sigue es un resume breve de los eventos que conducen al texto
focal de esta lección.
La hambruna severa predicha por José ocurrió después de los siete
años de cosechas abundantes (Génesis 42:53–57). Desesperado por
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 107

salvar a su familia, Jacob envió a diez de sus hijos a Egipto a encon-


trar comida. Sin embargo, Jacob rehusó permitir que Benjamín, su hijo
menor y único hijo que le quedaba (o eso pensaba) de su amada Raquel,
hiciera el viaje.
Al llegar a Egipto, los hermanos se presentaron delante de José para
comprar grano. A pesar de que José reconoció a sus hermanos, ellos
no le reconocieron (42:8). Cuando se postraron, José recordó sus prime-
ros sueños que anticiparon el día cuando él gobernaría sobre su familia
(42:9; vea 37:5–11). Ese día había llegado, a pesar de que sus hermanos no
estaban conscientes de ello. Note que repetidamente en estos capítulos
los hermanos de José se postraron delante de él en cumplimiento del
sueño.
Escogiendo no revelar su verdadera identidad, José acusó a sus
hermanos de ser espías a pesar de sus protestas de que eran “hombres
honestos” representando a su envejeciente padre y un hermano menor.
José puso a los hermanos en prisión durante tres días. Preocupado
acerca del verdadero carácter de sus hermanos, José ideó una prueba.
Para demostrar su honestidad, un hermano debía permanecer en la pri-
sión mientras los otros llevaban el grano a Canaán y regresaban con el
hermano menor, Benjamín (42:7–20).
La angustia de dejar a un hermano atrás causó que los hermanos
recordaran, con aparente arrepentimiento, su crimen llevado a cabo
años antes contra José. José lloró en silencio mientras escuchaba la dis-
cusión (42:21–24; note que los hermanos no estaban conscientes de que
José podía entender su lenguaje porque asumieron que él era egipcio).
Dejando atrás a Simeón, los otros hermanos se dirigieron a Canaán
con sus asnos cargados de grano. Sin embargo, José ordenó que el dinero
pagado por el grano les fuera devuelto en secreto en las bolsas de cada
hermano. El descubrimiento del dinero provocó gran consternación
entre Jacob y sus hijos. El informe de que Simeón se había quedado en
Egipto en espera de llevar a Benjamín a Egipto creó más angustia para
Jacob. Él ya había perdido a un hijo de Raquel y ahora corría el riesgo
de perder al otro. Esto era más de lo que Jacob podía soportar; él rehusó
dejar ir a Benjamín (42:25–38).
Según aumentó la hambruna, desesperado Jacob cedió y permitió
que Benjamín acompañara a sus hermanos a Egipto (43:1–15). Judá juró
su vida como garantía de que Benjamín regresaría a Canaán, el primer
indicio de que al menos uno de los hermanos de José había cambiado.
108  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Cuando Benjamín apareció en la casa de José para un banquete, José,


sobrecogido por la emoción, se excusó y lloró en privado en otra habita-
ción, todavía ocultando su verdadera identidad (43:16–34).
José ideó otra prueba para sus hermanos. Además del grano, José
ordenó poner su copa de plata en el saco de Benjamín. Entonces, ins-
truyó a sus siervos a interceptar la caravana camino a Canaán y arrestar
al hombre responsable por el supuesto robo. ¿Abandonarían los herma-
nos a Benjamín como abandonaron a José años antes? El descubrimiento
de la copa en el saco de Benjamín sorprendió a los hermanos. Pero, en
un acto de solidaridad, rehusaron dejar solo a Benjamín y regresaron
con él a enfrentar al oficial egipcio (44:1–13).
Judá apeló apasionadamente por la vida de Benjamín delante de
José. Él argumentó que la pérdida de Benjamín mataría a su padre Jacob,
porque el único hermano de sangre (“de los hijos de su madre”; 44:20) de
Benjamín estaba muerto. Judá había prometido su vida como garantía
(“depósito”) por la seguridad de Benjamín y suplicó que José le aceptara
como esclavo de por vida en lugar de Benjamín.

Una revelación dramática (45:1–3)

45:1–3. El momento culminante en la historia de José llega ahora. José


se dio cuenta de que sus hermanos habían cambiado, evidente más cla-
ramente en el profundo interés de Judá por el bienestar de su padre y
Benjamín. José también había cambiado. Ahora él era el oficial sabio y
de alto rango de Egipto, no el descarado joven soñador cuyo favoritismo
por su padre había creado una brecha entre sus hermanos.
Incapaz de controlar sus emociones, José ordenó que todos salieran
de la habitación excepto sus hermanos. Él lloró (vea además 42:24; 43:30),
esta vez tan alto que el sonido llegó más allá de su propia casa a la casa
de Faraón. Solo con sus hermanos y probablemente hablando en hebreo,
José reveló su verdadera identidad—“Yo soy José”. Inmediatamente
preguntó acerca de su padre, posiblemente porque temía lo peor, consi-
derando las palabras de Judá.
La revelación produjo silencio y consternación entre los hermanos. Su
mundo se había virado patas arriba con esta sorprendente declaración.
José, a quien habían presumido muerto (o por lo menos desaparecido),
ahora estaba delante de ellos como la segunda persona más poderosa
en el imperio más grande en la tierra. ¡El sueño de José de que un día
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 109

reinaría sobre su familia ahora era hecho realidad (37:8, 10)! José tenía
las vidas de ellos en sus manos. ¿Qué intentaría hacer? ¿Se vengaría?

La mano de Dios discernida (45:4–8)

Acercando a sus hermanos, José reiteró su verdadera identidad y añadió


un detalle que solamente él y sus hermanos conocían: ellos le habían
vendido en esclavitud. Los hermanos no tenían la más mínima duda de
la identidad de José, solamente temor acerca de lo que sucedería luego.
Reconociendo la angustia y hasta la ira por el pasado, José les pidió a
sus hermanos que consideraran cómo Dios había usado el pasado para
asegurar el presente y el futuro.
El versículo 5 captura la enseñanza central para toda la historia de
José. Dios había estado obrando en todos los eventos, buenos y malos, de
la vida de José para cumplir Sus propósitos. Más específicamente, Dios
usó el complot de los hermanos de vender a José en esclavitud como
un medio para proteger y preservar la familia de Jacob de los efectos
de la terrible hambruna. Note que José enfatizó este punto tres veces
(“Para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros”, 45:5b;
“Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre
la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación”, 45:7; “No me
enviasteis acá vosotros, sino Dios”, 45:8a).
De acuerdo a José, Dios había jugado un plan decisivo en todo lo que
había sucedido, forjando el futuro usando eventos humanos (aún malos)
para cumplir Su voluntad. Dios anticipó la gran hambruna (41:25–36)
y colocó a José en una posición clave como “padre de Faraón” (esto es,
consejero principal), y “señor de toda su casa, y por gobernador en toda
la tierra de Egipto” (45:8; vea también 41:37–45) para preservar la familia
de Jacob. Note que los títulos “padre”, “señor” y “gobernador” también
son usados acerca de Dios; por tanto José actuó para preservar a su fami-
lia de maneras similares como Dios opera hacia toda su creación para
preservar y bendecir.
Los sueños de José habían encontrado cumplimiento final. Al colo-
car a José en tan exaltada posición, Dios le había dado a José el poder
para proveer para su familia en tiempo de suma necesidad (45:10–11).
Dios también usó a José como un enlace vital para mantener las pro-
mesas originalmente hechas a Abraham y pasadas a Isaac y Jacob para
bendecirlos y protegerlos, y darles muchos descendientes para que otros
110  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

también fueran bendecidos (12:1–3; 27:23–24; 28:12–15).


Debemos notar que José parecía estar tan excitado y sorprendido
acerca de los eventos como sus hermanos. El texto no indica que José
conocía el final de la historia antes de que sucediera. La conciencia de que
Dios había estado actuando detrás y a través de los diferentes eventos del
pasado para cumplir sus propósitos parece haber sido completamente
inesperada de parte de José. José y sus hermanos no eran autómatas
actuando en un escenario divino; sus decisiones individuales tuvieron
consecuencias, buenas y malas. Sin embargo, los propósitos de Dios no
podían ser derrotados o negados. Dios en Su libertad y soberanía estaba
obrando para cumplir Su voluntad para traer bendición precisamente en
las decisiones y eventos de la existencia humana.

José provee para la seguridad de su familia (45:9–15)

José inmediatamente se hizo cargo y desarrolló un plan para proveer


para las necesidades de su familia. Como señor de Egipto, él tenía el
poder de proveer protección durante los cinco años de hambruna que
quedaban (45:11; vea también 50:21). La frase “perecer de pobreza” se
refiere a prometer o vender propiedad o miembros de la familia para
obtener alimento para sobrevivir, una ocurrencia común entre los pobres
en tiempos de hambre (vea 47:13–26).
José ordenó que sus hermanos llevaran un mensaje a Jacob: salgan
de Canaán inmediatamente (“Daos prisa”); vengan a Egipto con toda
la familia, incluyendo esposas, hijos, y animales; y establézcanse en la
tierra de Gosén (45:9–10). La tierra de Gosén, también llamada la tierra
de Ramesés (47:11), era parte del delta al este de Egipto, localizado cerca
del borde al norte con el Sinaí y por tanto más cerca de Canaán. Faraón
mantenía los rebaños reales en esta región muy apropiada para la crianza
de animales, un dato que pudo haber llevado a José a seleccionar Gosén
para suplir las necesidades de la familia de Jacob (47:28–47:6).
El interés de José por su familia es obvio. Dos veces mencionó a su
padre (45:9, 14), aparentemente preocupado por los efectos del hambre
y la tensión producida por los viajes de sus hijos. José encargó a sus her-
manos, particularmente a Benjamín, que llevaran las noticias a Jacob
de que él no solamente estaba vivo sino que era grandemente honrado
en Egipto (45:12–13). Todo debía ser hecho con urgencia (“daos prisa”,
45:9, 13).
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 111

Otra vez sobrecogido por la emoción, José volvió su atención a


Benjamín. Llorando de gozo ante su único hermano de la misma mamá,
José abrazó a Benjamín, besándolo en el cuello como una señal de
afecto profundo. Entonces besó a sus otros hermanos, y ellos hablaron.
Lo que dijeron no se documentó, a pesar de que después encontramos
que los hermanos abrigaban temor de que José de alguna manera bus-
cara vengarse (50:15–18). Todavía no había ocurrido una reconciliación
completa.

La familia de Jacob va a Egipto (45:16—50:18)

José presentó los planes para salvar a su familia a Faraón, quien los
endosó sin reserva (45:16–20). Faraón suplió carretas y otras provisiones
para la mudanza, y los hermanos regresaron a contar las buenas nuevas
a Jacob (45:21–28). Jacob estaba sorprendido ante las noticias de que José
estaba vivo, y rápidamente se dirigió a Egipto.
Camino a Egipto, Dios habló a Jacob en Berseba, el pueblo más al sur
en Canaán antes de entrar el Desierto del Sinaí. Tal vez Jacob necesitaba
una palabra de afirmación de que dejar la tierra de la promesa, Canaán,
por Egipto era lo correcto de hacer. Dios calmó los temores de Jacob,
revelando que Jacob se convertiría en una gran nación en Egipto (46:3).
Dios estaría con Jacob y sus antecesores en Egipto y un día los devolvería
a Canaán.
Jacob y su familia viajaron a Egipto. Allí, lágrimas de gozo acom-
pañaron la reunión entre José y Jacob (46:29–30). Establecidos en la
tierra de Gosén, Jacob y sus descendientes “se aumentaron y se mul-
tiplicaron en gran manera”, exactamente como Dios había prometido
(47:27). Cuando Jacob aproximaba la edad de 147 años, él bendijo a todos
sus hijos, incluyendo a los dos hijos nacidos a José y su esposa egipcia,
Asenat—Manasés y Efraín (48:1–21; 49:1–28). Al morir, José enterró a
Jacob en su cueva ancestral en el campo de Macpela cerca de Mamre
(Hebrón) en (49:29—50:14).
La muerte de Jacob reavivó los temores entre los medios hermanos
de que José pudiera buscar vengarse por sus pecados pasados (50:15–18).
Aparentemente ellos enviaron un mensajero a acercarse a José (50:16a;
vea la Nueva Versión Internacional “Le mandaron a decir”, aunque la
Reina Valera 1960 dice: “enviaron a decir a José”.) Suplicando perdón
(aparentemente por solicitud de su padre moribundo), los hermanos
112  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

reconocieron el “crimen” cometido contra José y se refirieron a sí mismos


como “siervos”. Movido por su súplica, José y los hermanos lloraron
juntos. La oportunidad para reconciliarse completamente ahora estaba
a la mano.

Reconciliación y más allá (50:19–26)

50:19–20. José rápidamente mandó a los hermanos a que no temieran;


él no era Dios, quien solamente puede juzgar la culpabilidad de una per-
sona y evaluar una sentencia apropiada. José enfocó en la reconciliación
y el futuro, no el pasado.
Más aún, José había llegado a una sorprendente conclusión acerca de
su vida y la obra de Dios en ella. Al venderlo en esclavitud, los herma-
nos claramente tuvieron la intención de hacerle “mal” a José (la palabra
significa maldad), pero Dios había vuelto el mal en bien “para mantener
en vida a mucho pueblo”. Dios tomó el plan malvado tramado por los
hermanos y lo usó para cumplir sus propósitos y obrar para bien.

50:22–26. José vivió hasta los 110 años de edad, lo suficiente como para
disfrutar la gran bendición de ver a su familia hasta la tercera genera-
ción (50:22–23). Al final de su vida, José anticipó el futuro cuando Dios
sacaría al pueblo de Israel de Egipto de regreso a Canaán, cumpliendo la
promesa de una tierra originalmente dada a Abraham y entonces pasada
a Isaac y Jacob (50:24). A pesar de los altibajos en la vida de José, Dios
había usado a José como parte de un gran plan universal de bendecir
a toda la tierra. José vivió lo suficiente como para ver parte del plan
cumplido, pero él sabía que había más por venir. Su última petición fue
que sus huesos fueran llevados a Canaán cuando Dios cumpliera la pro-
mesa de sacar al pueblo de Israel de Egipto (50:25; vea Éxodo 13:19; Josué
24:32; Hebreos 11:21–22).

Enfocando en el significado

Hemos oído decir que Dios obra de maneras misteriosas. La vida nunca
es una línea recta; puede estar llena de dobleces y curvas, algunas de las
cuales nos pueden dejar perplejos. A veces es muy difícil ver la mano de
Dios en medio de los eventos en nuestras vidas. Esto fue verdaderamente
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 113

cierto en la vida de José. ¿Cómo podía Dios estar obrando en las cosas
malas que José experimentó? Sin embargo, desde el momento en que José
fue vendido en esclavitud por sus hermanos, por medio de acusaciones,
encarcelamiento y por último ser promovido a una posición exaltada en
la tierra de Egipto, Dios tenía su mano sobre José.
Aunque no perfecto, José fue fiel a Dios en las decisiones que tomó.
Como testificamos en la lección siete, José fue fiel frente a la tentación
sexual. Él resistió cualquier deseo de buscar venganza contra sus herma-
nos a pesar de que estaba en posición de hacerlo. Al ser obediente a Dios,
José estaba en posición de servir a Dios. Pero, había más obrando que lo
que José pensaba. La mano de Dios estaba obrando misteriosamente y
en gracia para cumplir sus propósitos en todas las escenas de la vida de
José.
La información crucial provista por la vida de José es que Dios usó
el plan malvado de sus hermanos para lograr algo bueno. Esto revela la
verdadera medida de la profundidad de la gracia de Dios y su determina-
ción implacable de sacar vida de la muerte. El que Dios esté obrando en
medio de nuestra condición humana, a pesar de que no siempre vemos
cómo, es también el fundamento de la esperanza cristiana. El Nuevo
Testamento repite la misma verdad en una escala grandiosa en Romanos
8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. No todo
es bueno ni causado por Dios, pero Dios puede usar todas las cosas para
cumplir Su propósito.
Génesis hace claro que el propósito máximo de Dios es bendecir
a Su creación y sacar vida de la muerte cuando necesario. Los pro-
pósitos de Dios no pueden ser detenidos ni obstruidos por la maldad
perpetrada por humanos. Él obró dentro y a través de toda las expe-
riencias de la vida—incluyendo la maldad—para obrar para bien. A
veces somos presionados por ver la mano de Dios obrando, pero pode-
mos estar seguros de que el plan de Dios, comenzando con Abraham
para traer bendición a todas las familias de la tierra, continúa hacia
una victoria triunfante.
José jugó un papel vital al promover los propósitos de Dios en su
tiempo. Hoy, Dios nos llama a cada uno a obediencia fiel, confiando que
en todo en la vida Dios puede obrar en cada experiencia para promover
sus propósitos a través de nuestras vidas.
114  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Planes de enseñanza

Planes de enseñanza—Actividades de aprendizaje

Conectando con la vida

1. Según los participantes llegan, entrégueles una pieza de un rompe-


cabezas. Pídales que traten de determinar cuál será el cuadro del
rompecabezas. (Tenga un rompecabezas casi terminado cerca, pero
cúbralo para que no puedan verlo). Cuando todos los participantes
hayan llegado, refiéralos a la Meta de estudio para la lección en sus
Guías de estudio. Pídales que mantengan sus piezas del rompeca-
bezas en sus manos. Guíelos en oración.

Guiando el estudio bíblico

2. Dé un breve resumen de Génesis 42—44, asegurándose de demos-


trar los actos de Dios a favor de José. Discutan brevemente cómo
estos actos condujeron a Génesis 45.
3. Lea (o pida que un participante lea) Génesis 45:1–7. Entonces
pregunte:
• ¿Qué evitó que José se vengara contra sus hermanos cuando
descubrió quiénes eran?
• Basados en los versículos 5 y 7, ¿cómo se vio José a sí mismo
en esta situación?
• ¿En qué maneras pudo haberse desviado José del curso en su
vida en este momento?
4. Presente un resumen breve de las promesas del pacto que Dios hizo
a Abraham (refiérase a Génesis 12:1–3; 22:15–18). Pregunte: ¿Cómo
usó Dios la vida de José para cumplir sus promesas? (Las respuestas
pueden variar, pero asegúrese de que se discuten todos los aspectos
de las promesas: el linaje de Abraham; la promesa de bendición; y
todos los pueblos siendo bendecidos.)
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 115

5. Pida que alguien lea los versículos 8–11. Entonces pregunte: ¿Por qué
les diría esto José? Invite a alguien a leer Génesis 37:5–10. Entonces
pregunte: ¿Cómo concordaban los dos sueños con lo que José dijo a
sus hermanos en 45:8–11?
6. Guíe a los participantes a formar grupos pequeños de dos o tres
personas cada uno para considerar lo siguiente:
a. ¿Qué cosas evitan que las personas reaccionen como José lo
hizo con sus hermanos?
b. ¿Qué posición en su familia ahora asumió José? (vea 45:9–15)
c. ¿Cuáles son algunas de las cosas que evitan que los creyentes
vean sus vidas como José vio la suya?
(Hay una copia de las preguntas para esta actividad dis-
ponible en los “recursos didácticos” para este estudio en
www.baptistwaypress.org.)
7. Después de cerca de cuatro minutos, dé la oportunidad de que los
participantes compartan sus respuestas mientras los guía por cada
pregunta. Entonces, pregunte: ¿Ven prisa o apuro en lo que José les
pidió a sus hermanos que hicieran? ¿Por qué o por qué no? Permita
varios minutos para que discutan la necesidad de actuar intencio-
nalmente para traer a otros a la seguridad eterna del reino de Dios
por medio de una relación personal con Cristo.
8. Resuma brevemente Génesis 46:1—50:14, mencionando lo siguiente:
la movida de Jacob y su familia a Egipto; los años de hambre durante
los cuales el liderato de José preservó la vida; la muerte de Jacob.
Pida que alguien lea 50:19–21. Explique el temor de los hermanos
y la respuesta en santidad de José. Pregunte: ¿Qué demuestra esta
declaración acerca de cómo José entendía el plan de Dios?
9. Refiera a los participantes a la Idea principal para esta lección en
sus Guías de estudio. Permita unos minutos para considerar esta
declaración. Pida que compartan sus comentarios y dirija la discu-
sión para incluir cómo fue realidad en la vida de José.
116  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

Fomentando la aplicación

10. Pida que alguien lea Génesis 50:20, y entonces pregunte: ¿Cómo
puede este versículo ayudarnos a entender mejor y cumplir con la
Idea principal para esta lección? Después que contesten, pregunte:
¿Cómo podemos vislumbrar lo que Dios está haciendo en nuestras
vidas?
11. Haga referencia a las piezas del rompecabezas que tienen desde el
Paso 1. Pregunte: ¿Cómo se sintieron tratando de descubrir todo
el cuadro con una sola pieza? Revele el rompecabezas escondido,
invitándolos a añadir sus piezas para completar el rompecabezas.
Permita que compartan cuál es significado de esta actividad.
12. Cierre la sesión en oración, pidiéndole a Dios que nos ayude a con-
fiar en Él en momentos cuando no vemos el resultado final.

Planes de enseñanza—Discurso y preguntas

Conectando con la vida

1. Según llegan los participantes, entregue una copia del caso de estu-
dio del naufragio, Parte A. (Hay una copia de la parte A del caso de
estudio disponible en los “Recursos didácticos” para este estudio
en www.baptistwaypress.org.) Pídales que piensen en qué harían en
esa circunstancia. Cuando todos hayan llegado, pídales que com-
partan sus respuestas. Entonces, lea la Parte B del caso de estudio
del naufragio. Infórmeles que la clase de hoy les ayudará a entender
mejor los eventos en sus vidas desde la perspectiva de los propósitos
de Dios. Guíe en oración.

Caso de estudio: Parte A


El único superviviente de un naufragio se encontró en una pequeña
isla deshabitada. Él oró que Dios lo rescatara, pero pasaron sema-
nas sin ningún resultado. Él había construido una choza de madera
como su único refugio, y fue capaz de pescar peces pequeños con
sus manos para comer.
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 117

Un día mientras cocinaba su comida diaria, el viento sopló el


fuego hacia su choza. La choza cogió fuego y se quemó. “Dios,
¿cómo permitiste que esto sucediera?”, él clamó.

Caso de estudio: Parte B


Temprano al día siguiente, el hombre despertó por los sonidos de
voces llamando desde un pequeño bote en la orilla. Él corrió al agua
según ellos se acercaban. “¿Cómo supieron que yo estaba aquí?, les
preguntó. Ellos contestaron: “Vimos sus señales de humo ayer”.

Guiando el estudio bíblico

2. Resuma brevemente Génesis 42—44. Muestre cómo estos eventos


desarrollan una anticipación de lo que José hará como respuesta a
sus hermanos.
3. Lea Génesis 45:1–7. Pregunte:
• Basándose en las declaraciones de José, ¿cómo él logró tanto
a través de su vida? (Los actos de Dios por José, etc.)
• ¿Cuál fue el propósito para la subida dramática de José al
poder? (El cumplimiento del plan de Dios)
• ¿Dirían que la mayoría de las personas actuarían como José,
o actuarían diferente?
4. Reclute a alguien que lea Génesis 45:8–15. Comparta un breve relato
de Dios preservando la promesa a Abraham (Génesis 12:1–3; 22:15–
18) por medio de José. Dirija a los participantes a la Idea principal
en sus Guías de estudio. Explique: Años pasaron entre José haber
sido vendido en esclavitud, ser encarcelado, y llegar a ser el segundo
en comando en Egipto, y su reunión con sus hermanos. Entonces
pregunte: ¿Qué podemos aprender de las experiencias de José para
la actualidad?
5. Recuerde a los participantes los sueños de José (37:5–10).
Pregunte:
• ¿Pueden ver el cumplimiento de aquellos sueños en los
pasajes bíblicos para esta lección? ¿De qué maneras?
• ¿Fue José más perdonador o más vengativo en sus acciones?
¿Cuál sería más beneficioso para los planes de Dios?
118  Unidad 2: Hacia adelante con Dios

• ¿Cuán rápidamente llegó José a entender lo que Dios estaba


haciendo en su vida? ¿Cómo sucedería esto?
6. Resuma brevemente Génesis 46:1—50:14, mencionando lo
siguiente: la movida de Jacob y su familia a Egipto; los años de
hambre durante los cuales el liderato de José preservó la vida; la
muerte de Jacob. Entonces, lea 50:19–21, 24. Explique estos ver-
sículos, usando información en los primeros dos párrafos bajo el
encabezado “Permaneciendo con el plan de Dios (50:19–21, 24)” en
la Guía de estudio. Provea información adicional del “Comentario
bíblico” en 50:19–26 en esta Guía para el líder. Guíe a la clase a dis-
cutir el papel de José al seguir el plan de Dios. Comente en cómo
José continuó cumpliendo la promesa de Dios, como se ve en el
versículo 24.

Fomentando la aplicación

7. Recuerde a los participantes el caso de estudio en el paso 1. Pregunte:


¿Creen que la mayor parte del tiempo vemos nuestras vidas sim-
plemente en parte y desde el centro de las cosas, o las vemos desde
una perspectiva celestial? ¿Cómo podemos ver más desde una pers-
pectiva celestial, la perspectiva de Dios? Permita a los participantes
unos breves momentos para responder. Entonces pregúnteles cómo
podemos asegurarnos que nuestros actos continuarán el plan de
Dios.
8. Refiera a la clase al corto artículo “Aplicando la historia” en la Guía
de estudio, y pídales que lo repasen. Entonces, permita unos breves
momentos para que oren en silencio, pidiéndole a Dios que ayude
a la clase a ver sus vidas desde Su perspectiva según confían en Él
diariamente.
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