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El Libro de Génesis
Personas en una relación con Dios
Don Garner
Thomas V. Brisco
Janet Burton
Traci Hubbell
Craig West
Dallas, Texas
El Libro de Génesis—Guía de enseñanza bíblica para adultos
Ninguna parte de este libro puede ser usada o reproducida de ninguna manera sin
permiso escrito excepto en caso de citas breves. Para información, comuníquese con
BAPTISTWAY PRESS, Baptist General Convention of Texas, 333 North Washington,
Dallas, TX 75246–1798.
A menos que sea indicado lo contrario, todas las citas bíblicas son de la
Santa Biblia, Versión Reina Valera, 1960. Los pasajes bíblicos marcados
NVI son tomados de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional,
Derecho de autor © 1999 por Bíblica. Usada con permiso.
3
4 Génesis: Personas en una relación con Dios
7
8 Génesis: Personas en una relación con Dios
Fecha de estudio
U n i d a d u n o
U n i d a d d o s
9
Texto focal
Génesis 3
Trasfondo
Génesis 2:4—3:24
Idea principal
Cuando las personas rechazan
el llamado de Dios a vivir
en el mundo de Dios en
fidelidad a Dios, ocurren
consecuencias desastrosas
Pregunta a explorar
¿Cómo está usted
ansiosamente tratando
de suplir sus necesidades
percibidas en vez de vivir
en fiel confianza en Dios?
Meta de enseñanza
Todo se trata
o en egocentrismo
de “mí”
U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
11
12 Unidad 1: Comenzando por el principio
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
3:8–9. Dios tenía la intención de que el jardín fuera un buen lugar (la
palabra hebrea eden significa placentero, y así le llamamos paraíso o
lugar placentero.) Dios diseño los árboles para ser fuentes positivas de
alimento, belleza y discernimiento (2:9). Una vez el hombre y la mujer
dejaron de seguir la voluntad de Dios, sin embargo, ellos se adelantaron
a la agenda de Dios con la suya propia. En ese momento, ellos se apre-
suraron a esconderse de Dios entre aquellos muchos árboles que eran
la provisión frondosa de Dios para su bien. Pero, ellos no encontraron
ningún lugar dónde correr, dónde esconderse. Dios llegó, preguntando:
“¿Dónde estás?” Por supuesto, Dios no estaba pidiendo información sino
que los estaba buscando.
3:12–13. El juego de culpar es una vieja táctica que las personas usan para
desviar la responsabilidad de sus errores hacia otra persona. Cuando
Dios confrontó al hombre, el hombre culpó a la mujer. En vez de admitir
su propia decisión independiente de ignorar las instrucciones de Dios, el
hombre trató de evadir responsabilidad diciendo: Fue idea de ella—y no
te olvides, Dios, la idea de darme una mujer fue tuya en primer lugar—yo
simplemente seguí. Entonces la mujer usó la misma táctica: La serpiente
engañadora me encontró en un momento débil, y yo la seguí. Dios espe-
raba más obediencia fiel a la verdad y menos rendimiento débil a la
maldad. La fidelidad y la obediencia siempre son el deseo de Dios para
nosotros y nuestra felicidad.
16 Unidad 1: Comenzando por el principio
del hombre fuera de la voluntad de Dios estaría marcado por labor ago-
tadora, con sudor goteando de su barbilla (el significado literal de la frase
hebrea en 3:19a). Zarzas, cardos y malas hierbas amenazarían constante-
mente su cosecha y reverterían completamente sus esfuerzos de limpiar
y cultivar el terreno. Atrapado en el pecado y viviendo fuera de la volun-
tad de Dios, la condición humana es como un estilo de vida de un paso
hacia adelante, y dos hacia a atrás.
Enfocando en el significado
Planes de enseñanza
Noé. Indique que el tema del estudio es: “Personas en una relación
con Dios”. Note que también será un estudio de personas relacio-
nándose entre sí, debido a que ambos están entrelazados.
3. En una pizarra escriba: “Su jardín del Edén”. Pregunte: Si fuera
a visualizar su situación ideal, ¿cuál sería su localización? ¿Sus
relaciones? ¿La situación en su trabajo? Invite a los participantes a
compartir respuestas durante tres minutos en estos temas. Entonces,
explique que las preguntas que exploraremos en este estudio son:
• ¿Qué sucedió para arruinar la situación ideal de Adán y Eva?
• ¿Cómo nuestras decisiones personales afectan nuestras
relaciones?
• ¿Estamos poniendo nuestras necesidades percibidas primero
que la obediencia fiel a Dios?
Fomentando la aplicación
2. Pida que alguien lea Génesis 3:1–6, e instruya al grupo que preste
atención a la conversación entre la mujer y la serpiente. Después
de la lectura, pregunte qué conocen acerca de la serpiente. Anote
las respuestas en la pizarra. Pida que un participante (reclutado
de antemano) lea el artículo “Satanás”, el cual da más luz a esta
estudio. Pregunte: ¿Por qué es bueno estar conscientes de quién es
Satanás y cómo trabaja? ¿Cuáles pueden ser los peligros de enfocar
demasiado en él?
3. Pregunte: ¿Cuál es la diferencia entre la tentación y el pecado? De
la sección de la Guía de estudio, “El acto (3:1–6)”, en la lección uno,
enumere los pasos en la realización del pecado: curiosidad, duda, y
desobediencia. Muestre cómo cada uno de estos pasos fue ilustrado
en la situación de Eva.
4. Mientras un voluntario lee Génesis 3:7–13, dibuje a los cuatro per-
sonajes de la historia en la pizarra, escribiendo Dios en la parte
superior, Satanás en la parte de abajo, y Eva y Adán a la derecha y la
izquierda. Pregunte: ¿Cómo las relaciones cambiaron debido a este
acto de desobediencia? Dibuje una flecha entre Eva y Adán, mientras
el grupo busca la respuesta en los versículos 7 y 12. Dibuje flechas
de Adán a Eva hacia Dios mientras buscan la respuesta en los ver-
sículos 8–10. Encuentre pensamientos adicionales en la sección de
la Guía de estudio “La responsabilidad (3:7–13)” en la lección uno.
22 Unidad 1: Comenzando por el principio
Fomentando la aplicación
Trasfondo
Génesis 4
Idea principal
Las personas que desean
tener una relación correcta
con Dios también deben
tener una relación de
interés por los demás.
Pregunta a explorar
¿En qué maneras perjudicamos
a otras personas vez de
interesarnos por ellas?
Meta de enseñanza
¿A quién le
en vez de perjudicarlas.
importa?
U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
23
24 Unidad 1: Comenzando por el principio
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
4:3–4a. Como era de esperar, estos dos jóvenes, cada uno diferente del
otro, presentaron dos ofrendas diferentes a Dios. Además, ellos lleva-
ron sustancias diferentes como el contenido de sus contribuciones en
su adoración a Dios. Caín llevó “una ofrenda del fruto de la tierra” (4:3),
aparentemente una ofrenda de cereal del grano que él había cosechado.
Abel, por otro lado, llevó “de los primogénitos de sus ovejas, de lo más
gordo de ellas” (4:4a).
4:4b–5. La reacción de Dios a cada una de las ofrendas fue tan dramática-
mente diferente como los dos hombres que las presentaron. Sin embargo,
las Escrituras no nos dan ninguna explicación sencilla o directa para la
reacción de Dios. Para algunos estudiantes de la Biblia, este texto es uno
de los pasajes más perturbadores en las Escrituras porque documenta
tan diferentes respuestas de Dios tan diferentes hacia cada individuo y
ofrenda—hacia uno, aceptación; y para el otro, rechazo.
Intérpretes cuidadosos de la Biblia han ofrecido varias posibles razo-
nes para las diferentes respuestas de Dios. Una explicación popular y
ampliamente difundida es que Dios obviamente prefiere las ofrendas de
sangre sobre las ofrendas de cereal. Pero, esa información requiere que
leamos en el texto la práctica, preferencias y normas para sacrificios que
llegaron más tarde. No fue sino hasta que se instituyó la ley mosaica que
la carne sería considerada una ofrenda superior al grano. Si Caín hubiera
sabido que Dios tenía tal preferencia, entonces él hubiera intercambiado
su grano por un animal para presentar una ofrenda de sangre. Pero,
¿cómo lo hubiera sabido?
Una segunda posible interpretación para las diferentes respuestas de
Dios depende de la calidad de las ofrendas que fueron presentadas, no si
la categoría era carne o grano. La Biblia es clara aquí. Caín presentó “una
ofrenda” del fruto de la tierra, mientras que Abel ofreció “de los primogé-
nitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas” (4:3–4, italicas para énfasis).
Caín simplemente ofreció algo, pero Abel pagó un precio significativo.
Caín dio a Dios una propina miserable a la misma vez que Abel llevó
lo mejor. El primero fue desagradable ante Dios; el segundo encontró
favor delante de Dios. Recuerde las palabras de Pablo acerca de la clase
de ofrendas fielmente motivadas que Dios aprecia: “Cada uno dé como
propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). Además, Hebreos 11:4 afirma la
26 Unidad 1: Comenzando por el principio
4:6–7. Pero, antes de que las cosas llegaran muy lejos, y en un acto de
gracia, Dios intervino con una pregunta de advertencia: ¿Por qué estás
reaccionando así? Puedes escoger otro tipo de respuesta. Dios le advir-
tió a tener cuidado en su próximo paso—con la implicación de que una
segunda oportunidad para corregir el sacrificio podía ser posible. Más
aún, Dios advirtió a Caín que “el pecado está a la puerta; con todo esto,
a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él” (4:7). En otras palabras:
igual que un animal salvaje, el pecado te vencerá y te consumirá si no te
mantienes alerta contra tal destino. Si no puedes dominar lo salvaje de la
tentación pecaminosa, entonces te dominará. Ésta es una verdadera lucha
entre la vida y la muerte.
4:10–12. Dios le preguntó a Caín: “¿Qué has hecho?” Dios sabía bien lo
que Caín había hecho. La tierra de la santa presencia de Dios había sido
contaminada por el derramamiento de sangre inocente (vea Números
35:33–34). Un precio debía ser pagado. Dios pudo haber actuado inme-
diatamente como el Vengador Divino de la sangre de Abel, la cual
clamaba a Dios desde la tierra (Génesis 4:10). Pero Dios le preservó la
vida a Caín y lo condenó a un estilo de vida de frustradamente tratar de
sembrar así como vagar constantemente sin hogar.
Enfocando en el significado
Tal vez, como uno de mis profesores dijo, Adán y Eva pensaron que se
habían salido con la suya. Cuando un rayo no los partió por la mitad
inmediatamente, tal vez ellos concluyeron que la serpiente estaba correcta
(“no morirás”, 3:4). Pero luego, mientras miraban el rostro pálido de su
hijo muerto, ellos se dieron cuenta de la verdad de la Palabra de Dios. Por
supuesto, Dios estaba en lo cierto. El pecado siempre resulta en muerte
y separación; solamente Dios es la fuente de vida como debe ser vivida
juntos y en amor y fidelidad.
Dios deseó que la experiencia humana fuera compartida—
• Madres y padres, compartiendo el don de la vida misma
• Hermanos y hermanas, compartiendo en el cuidado y desarrollo
que viene dentro de la vida familiar
• Miembros de la familia extendida, compartiendo en la identidad y
dirección necesarias para criar la próxima generación saludable y
feliz
• Vecinos y amigos, compartiendo una red social de significado y
contribución positiva al mundo
• Extraños, pero conciudadanos en el mundo, compartiendo un
planeta creado por Dios con criaturas especiales y personas
particulares, cada una de las cuales es preciosa, creada a la
imagen de Dios.
Planes de enseñanza
3. Pida que alguien lea Génesis 4:1–2, y pregunte: ¿Qué podemos ver
del diseño de Dios para el matrimonio y la sociedad en estos dos ver-
sículos? Refiérase a “La primera familia (4:1–2)” en la lección uno
en la Guía de estudio.
4. Pídale al grupo que piensen en respuestas para estas preguntas:
• ¿Cómo sería la casa de la primera familia?
• ¿Cómo pasarían sus días?
• ¿Qué estilos de parentesco tendrían Adán y Eva?
• ¿Cuánta diferencia en edad habría entre Caín y Abel?
5. Pida que alguien lea Génesis 4:3–5 mientras el resto de la clase
identifica las diferencias entre las ofrendas de Caín y Abel. Reciba
las respuestas. Entonces invite a alguien que lea Hebreos 11:4. En
la pizarra enumere las actitudes siguientes: casual, obligatorio,
mediocre, airado. Pida que el grupo identifique a cuál hermano
describe cada uno de estos términos. Entonces desafíelos a sugerir
la actitud positiva opuesta de cada una. (Ejemplos: casual/generoso;
obligatorio/con gozo; mediocre/mejor esfuerzo; airado/agradable.)
6. Reclute a alguien que lea Génesis 4:6–7. Entonces, comience una
discusión acerca de las actitudes correctas en la adoración con pre-
guntas como las siguientes:
• ¿Cómo nuestra actitud hacia otros adoradores afecta nuestra
capacidad para agradar a Dios?
Lesson 2: Caín y Abel: ¿A quién le importa? 31
Fomentando la aplicación
Fomentando la aplicación
Notas
3. Vea H. Paul Santmire, Brother Earth: Nature, God, and Ecology in a Time of Crisis
(Nashville, Tennessee: Thomas Nelson, 1970); The Travail of Nature (Minneapolis,
Minnesota: Fortress Press, 1985); y Nature Reborn (Minneapolis, Minnesota: Fortress
Press, 2000); y www.hpaulsantmire.net (accessed 11/6/2009). Vea además Tony
Campolo, How to Rescue the Earth Without Worshiping Nature: A Christian’s Call to
Save Creation (Nashville: Thomas Nelson, 1992). Vea también Robert M. Parham, Loving
Neighbors Across Time: A Christian Guide to Protecting the Earth (Birmingham, AL:
New Hope, 1991).
4. El Himnario Bautista (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), no. 314.
Texto focal
Génesis 6:5–9; 7:1–6; 8:13–22
Trasfondo
Génesis 6:5—9:17
Idea principal
Dios actúa con gracia y
misericordia aún en medio
de llevar juicio por la
maldad de las personas.
Pregunta a explorar
¿Por qué suceden buenas cosas?
Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a explicar
qué revelan las acciones
L e c c ión t r e s de Dios en relación a Noé
acerca de Dios e identificar
Hallando gracia
pesar de la maldad humana.
U n i d a d u n o
Comenzando por
el principio
35
36 Unidad 1: Comenzando por el principio
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
6:7. El pecado llegó a ser tan prevaleciente que Dios tomó medidas drás-
ticas contra él. Un Dios de corazón quebrantado decidió borrar el pecado
de la faz de la tierra. Pero, después que todo hubo acabado, Dios nunca
más volvería a lidiar con el pecado de esta manera (vea 8:21–22).
6:8. “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. Solamente un hombre
es mencionado en una luz positiva—una persona buena en medio de
una vasta multitud de seres humanos malvados. Pero la gracia y la for-
taleza de Dios se combinan de maneras tan misteriosas que solamente
uno es suficiente para que Dios actúe. La gracia es un movimiento que
comienza en la minoría, no la mayoría.
A través de las Escrituras encontramos a Dios obrando con una per-
sona, o un grupo pequeño de personas, para cumplir sus propósitos en
la historia. Piense en Abraham y Sara quienes viajaron con Dios para
comenzar un pueblo nuevo (Génesis 12); el pequeño ejército de Gedeón
(Jueces 7); María en el jardín, a quien el Jesús resucitado envió con las
buenas nuevas (Juan 20); los Doce y finalmente las 120 personas a quie-
nes Jesús dejó a cargo de la misión cristiana (Hechos 1:12–15); la pareja
Priscila y Aquila quienes anclaron la iglesia en Éfeso (Hechos 18:24–28);
y el unigénito Hijo a través de quien la gracia de Dios entra a todo el
mundo (Juan 3:16).
Cuando Noé (la palabra hebrea significa descanso) nació, su padre
comentó: “Éste nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras
manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo” (Génesis 5:29). El padre
Lesson 3: Noé: Hallando gracia 39
6:9. Así, Noé y su familia fueron el linaje que Dios usó para volver a
poblar un mundo inundado. Sí, innumerables vidas humanas se perde-
rían en el diluvio, pero la raza humana sería preservada. En las aguas del
diluvio, no solamente los pecadores se ahogaron, sino que la tierra fue
lavada para comenzar otra vez como una creación de segunda oportuni-
dad. Al regresar al caos acuático de donde había comenzado, el cosmos
resurgiría para un mejor principio.
Numerosos libros en discipulado cristiano han bosquejado las carac-
terísticas de la fidelidad en la persona que Dios usa. Pero, encontraremos
que no hay mejor lista que esta descripción del carácter de Noé: “justo”
(la palabra hebrea significa recto); “perfecto” (la palabra hebrea implica
maduro); “caminó con Dios” (vea el estilo de vida de Enoc en 5:24).
Recuerde que el sufrido Job vivió una vida similar de fidelidad disci-
plinada y paciente delante de Dios y también fue descrito en términos
similares (Job 1:1, 8; 2:3; 42:7).
7:1–4. Dios le dijo a Noé exactamente qué hacer. El plan era claro, com-
pleto y efectivo. La meta era “para conservar viva la especie sobre la faz
de la tierra” (Génesis 7:3) para que todas las formas de la vida creada
por Dios fueran continuadas y renovadas después de que la destructiva
inundación hubiera decrecido. La voluntad y el camino de Dios eran
definitivos—y Noé confió en ellos completamente.
Podemos imaginarnos un escenario en el cual Dios pudo haber
actuado sólo para este tipo de limpieza. Pero la Biblia informa que Dios
escogió actuar con un colaborador en vez de unilateralmente. Desde la
creación de la humanidad en adelante, Dios continuamente escoge tra-
bajar con y a través de seres humanos que responden a la voluntad de
Dios en el mundo. Así, Dios nombró a Noé como colaborador en esta
importante misión.
8:20–22. Noé respondió con adoración por medio del sacrificio de olor
agradable a Dios (vea Efesios 5:1–2). Dios respondió a la renovación del
compromiso de Noé (recuerde sus 600 años de fidelidad anteriores) con
el compromiso renovado de Dios con la humanidad.
Dios tiene un récord largo de paciencia, perseverancia, y gracia hacia
nosotros. Usted puede leer más allá de nuestro texto focal y encontrar
las palabras en Génesis 9:14–15 acerca del arco iris como el emblema de
la gracia de Dios. Dios obviamente determinó lidiar con el pecado de
manera diferente a partir del diluvio. Nunca más los pecadores serían
eliminados en un esfuerzo masivo por erradicar el pecado. La gracia y
el amor motivarían todo juicio futuro para que nuestra redención, no
destrucción, pudiera ser el resultado. Y, al final, Dios estuvo dispuesto a
perder a Su Hijo, “lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14), para resolver
el problema del pecado y redimir al mundo de una vez y para siempre.
Dios se convirtió en uno de nosotros para hacer por nosotros lo que no
podíamos hacer por nosotros mismos. Dios es amor.
Lesson 3: Noé: Hallando gracia 41
Enfocando en el significado
Planes de enseñanza
1. Consiga un libro para niños que tenga la historia de Noé, tal vez de
la biblioteca de la iglesia. Lea la historia a la clase, mostrando las
ilustraciones, para re-familiarizar a los participantes con este largo
pasaje bíblico de una manera amena. (Reclute a un miembro de la
clase para que haga esto, si es posible.)
2. Haga referencia en la Guía de estudio a la Idea principal para esta
lección, junto con la Meta de estudio. Reclute a alguien que lea cada
uno para demostrar que esta sesión explora cómo Dios se relaciona
con la humanidad frente a la maldad. Invite a un participante que
guíe en oración por alcanzar la meta del estudio.
3. Note que la épica de Noé antes del diluvio pudo haber sido una fas-
cinante historia para periodistas explorar. Visualice a un hombre
anciano construyendo un arca grande tipo barcaza en medio de
tierra seca. Asigne a siete individuos o equipos una de las siguientes
preguntas de periodismo para explorar. Pídales que encuentren sus
respuestas en el pasaje bíblico y planifiquen un informe de una sola
oración. (Hay una copia de las asignaciones a los grupos para los
pasos 3 y 4 en los “Recursos didácticos” para este estudio.)
(1) ¿Quién? (Génesis 6:8–10; Noé, su esposa, sus tres hijos, y sus
esposas)
(2) ¿Por qué? (Génesis 6:5–7, 13; la prevaleciente maldad de la
humanidad)
(3) ¿Qué? (Génesis 6:14–16; una gran arca de tres pisos para
sostener animales)
Lesson 3: Noé: Hallando gracia 43
(4) ¿Cuándo? (Génesis 5:32; 6:18; 7:6; después que Noé tuvo 500
años de edad, y con tres hijos ya adultos)
(5) ¿Cómo? (Génesis 6:17–18; un gran diluvio destruiría toda la
vida excepto la familia de Noé, y Dios comenzaría de nuevo
con ellos)
(6) ¿Qué debía hacer Noé? (Génesis 6:19–21; 7:2–3; tomar una
pareja de todos los animales, siete de todos los animales
“puros”, y suficiente comida para sobrevivir)
(7) ¿Dónde? (Génesis 8:4–5; la vecindad de la Cordillera Ararat,
considerada Turquía en la actualidad)
Permita de tres a cinco minutos para que los grupos encuentren las
respuestas a sus preguntas. Encuentre información importante en
los pasajes bíblicos y en la sección de la Guía de estudio: “La razón
para el diluvio”.
4. Pida a los mismos grupos que hagan una historia para después del
diluvio, usando las mismas preguntas anteriormente asignadas, y
usando los pasajes bíblicos y la sección en la Guía de estudio: “El
resultado del diluvio”, para investigar.
(1) ¿Cuándo? (Génesis 7:11–12, 24; 8:13–14; cuando Noé tenía
600 años de edad, el diluvio duró 150 días, y todo el episodio
duró un año y diez días)
(2) ¿Quién? (Génesis 8:15–17; Noé, su familia, y todo tipo de
seres vivientes)
(3) ¿Qué hizo Noé? (Génesis 8:20; adoró a Dios)
(4) ¿Hasta cuándo mostraría Dios su gracia? (Génesis 8:21–22;
mientras la tierra permanezca)
(5) ¿Por qué? (Génesis 9:8–11; para que Dios pudiera proveer un
nuevo comienzo con Noé y su familia)
(6) ¿Qué hizo Dios? (Génesis 9:12–13; Dios estableció un nuevo
pacto con la señal de un arco iris)
(7) ¿Qué significaría? (Génesis 9:14–17; la vida no volvería a ser
destruida completamente)
Después de tres a cinco minutos, pida que compartan sus informes
en una sola oración. Encuentre información útil en la sección en la
44 Unidad 1: Comenzando por el principio
Fomentando la aplicación
el evangelio tenía que ser llevado a todas las personas; Williams, vea
el artículo corto en la Guía de estudio; Parks, comenzó el boicot en el
autobús en Birmingham, Alabama; King, dirigió el movimiento de
los derechos civiles). Continúe: ¿Qué tienen en común estas cinco per-
sonas? (Todas defendieron causas nobles contra la presión social.)
2. Señale que Noé también defendió una causa noble contra la presión
social. Haga referencia y lea la Meta del estudio para esta lección
de la Guía de estudio: “Explicar qué revelan las acciones de Dios en
relación a Noé acerca de Dios e identificar maneras cómo observaré
el cuidado continuo de Dios a pesar de la maldad humana”.
Fomentando la aplicación
Notas
1. Philip Yancey, What’s So Amazing About Grace (Grand Rapids, Michigan: Zondervan,
2002).
2. Himnario Bautista, (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), Núm. 183.
Letra, estrofas 1–3 por John Newton (1725–1807).
3. Himnario Bautista, (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1978), Núm. 364.
Texto focal
Génesis 11:31—12:7;
15:1–6; 17:1–8
Trasfondo
Génesis 11:27—25:11
Idea principal
Por fe y a pesar de sus
continuas dudas, Abraham
respondió a la vida de
Dios—y a una promesa
transformadora de bendecir
a todas las naciones de la
tierra por medio de él.
Pregunta a explorar
¿Cómo podemos creer—y
continuar creyendo—
cuando creer parece
humanamente imposible?
Meta de enseñanza
Siguiendo por fe
sostenido a pesar de sus dudas.
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
47
48 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
migración de Taré, debió haber sido asumida (11:31; vea también 12:5;
17:9). El término Canaán se refiere a la región a lo largo de la costa
del Mediterráneo colindando con la Península del Sinaí en el sur y
las montañas del Líbano al norte. Números 34:2–12 provee la descrip-
ción bíblica más completa de Canaán. Esta tierra había sido ocupada
durante mucho tiempo por diferentes grupos étnicos conocidos colec-
tivamente como Cananeos.
Seguir el mandato de Dios sería costoso. Abram tuvo que abandonar
su tierra natal (“de tu tierra”), su familia inmediata (“tu parentela”), y el
sistema de apoyo que sostenía a los antiguos pueblos tribales (“la casa de
tu padre”). Dios invitó a Abram a una jornada por fe hacia lo descono-
cido, abandonando la seguridad del pasado por un futuro incierto que
solamente Dios podía hacer posible.
por fe Abraham dejó su tierra natal “sin saber a dónde iba” (Hebreos
11:8). Acompañado por su esposa Sarai y su sobrino Lot, Abram salió de
Harán a la edad de setenta y cinco años y se dirigió hacia Canaán.
15:1–3. En una visión, Dios recordó a Abram que él no tenía nada que
temer y le prometió una gran recompensa. Dios sería el “escudo” de
Abram, un término obviamente derivado de la milicia. La imagen se
relaciona bien con la promesa anterior de Dios de proteger a Abram y su
familia (12:3a). Pero, la promesa de una gran recompensa provocó que
Abram dudara de Dios: ¿Qué valor tendría una recompensa para una
persona sin heredero? Aparentemente Abram había tomado las riendas
del asunto adoptando a Eliezer, tal vez un esclavo de la casa, como su
heredero legal.
Enfocando en el significado
Planes de enseñanza
1.
2.
(3, etc.)
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe 57
Fomentando la aplicación
4. Pregunte:
a. ¿Qué tuvieron que dejar Abram y Sara para seguir la
dirección de Dios?
b. ¿Cuáles son las bendiciones y promesas de estos versículos?
c. ¿Qué significan estas bendiciones para nosotros?
5. Invite a alguien que lea Génesis 15:1–6 mientras la clase identifica
cómo Abram interactuó con Dios. Resuma los puntos clave bajo
“La duda de Abram y la afirmación de Dios (15:1–6)” en la Guía de
estudio y el “Comentario bíblico” de estos versículos en esta Guía
para el líder.
6. Pregunte a la clase qué pudo haber pasado por la mente de Abram
cuando le dice a Dios que Eliezer, uno de sus sirvientes, podía ser
su heredero ya que él no tenía hijos. Pregunte cómo respondió Dios
al comentario de Abram. Señale que a pesar de que Abram dudó,
Dios continuó trabajando con Abram, y Abram continuó teniendo
fe.
7. Pida que alguien lea Génesis 17:1–8. Resuma la información bajo el
encabezado “Estableciendo el pacto y cambiando nombres (17:1–8)”
en la Guía de estudio y provea información adicional en estos ver-
sículos del “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder. Indique
que Abram y Sarai tomaron las riendas del plan de Dios cuando
Abram tuvo un hijo, Ismael, con Agar, en Génesis 16. Note, sin
embargo, que las promesas de Dios fueron para Abram y Sarai, no
Abram y Agar. Invite a la clase a mencionar momentos cuando han
tomado las riendas de un asunto en vez de esperar en Dios.
8. Haga referencia y repase el artículo “De Abram a Abraham” en
la Guía de estudio. Permita que comenten en lo que significó el
cambio de nombre para Abraham.
9. Pensando acerca de toda la lección, guíe a la clase a mencionar
maneras cómo Abraham demostró duda así como fe.
Lesson 4: Abraham: Siguiendo por fe 61
Fomentando la aplicación
Trasfondo
Génesis 18:1–15; 21:1–7
Idea principal
La vida nos llama a escoger
entre reír ante la promesa de
Dios o confiar en ella para
que podamos reír con gozo.
Pregunta a explorar
“¿Hay para Dios alguna
cosa difícil?”1
Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a compartir
momentos cuando, al igual
que Sara y Abraham, se
L e c c ión c inc o
rieron frente a la promesa
de Dios, y otros momentos Sara: Risa ante la
promesa de Dios
cuando confiaron
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
62
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios 63
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
18:1. La frase “le apareció Jehová” provee al lector con una clave vital
que Abraham no tenía: Dios estaba entre los visitantes que pronto serían
recibidos por Abraham. El autor de Génesis ha usado la misma frase
para resaltar eventos importantes en la jornada de Abraham, como por
ejemplo cuando Dios reveló más información o reafirmó una promesa
(12:7; 17:1).
El contexto para la visita fue el encinar de Mamre cerca de Hebrón.
Abraham y su familia habían acampado allí anteriormente (13:18).
Después de completar sus quehaceres matutinos, Abraham descansó
frente a su tienda durante el calor del mediodía que era típico de aquella
región. Tal vez Abraham dormitaba.
18:9. Después del festín, los visitantes hicieron una pregunta directa a
Abraham: “¿Dónde está Sara tu mujer?” Sorprendentemente, estos visi-
tantes misteriosos conocían el nombre de la esposa de Abraham, tal vez
el primer indicio que la pareja tuvo de la identidad poco común de sus
invitados. El uso del plural “ellos” indica que los tres estaban interesados
en la respuesta. La respuesta de Abraham indicó que Sara estaba en la
tienda fuera de su vista. Las mujeres casadas por lo regular no participa-
ban en la cena ni tenían conversaciones con hombres.
18: 13–15. Las dudas privadas de Sara se hicieron públicas cuando el que
anunció el nacimiento preguntó: “¿Por qué se ha reído Sara?”. A pesar de
que la pregunta fue dirigida a Abraham, él permaneció en silencio. La
pregunta debió haber sorprendido a Sara porque ella estaba fuera de la
vista. Más sorprendente fue el darse cuenta de que este extranjero cono-
cía los pensamientos del corazón de Sara (“¿Será cierto que he de dar a
luz siendo ya vieja?”). ¿Quién era este extranjero omnisciente que leía los
pensamientos más íntimos de las personas?
El extranjero expresó el corazón del asunto haciendo una pregunta
crucial: “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?” (18:14). Esta pregunta,
expresada en otro lugar clamando por fe en las promesas de Dios a pesar
de circunstancias aparentemente imposibles (vea Jeremías 32:17), desafía
la sensibilidad y las expectativas humanas acerca de lo que es posible.
Los comentaristas por lo general consideran la pregunta como retórica
en naturaleza, demandando la respuesta: No, nada es demasiado difícil
para Dios.
La pregunta sirvió como una reprensión de la falta de confianza de
Sara (y Abraham) en la promesa de Dios. Pero, debemos notar además
que la pregunta invitó a una respuesta de fe basada en el reconocimiento
de que Dios no está limitado por posibilidades humanas. Jesús habló
respecto a esto cuando se dirigió a sus discípulos: “Para los hombres es
imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para
Dios” (Marcos 10:27). Sin embargo, Sara, atrapada por años de frus-
tración y desilusión, no pudo ver más allá del ámbito de la posibilidad
humana para abrazar un futuro ya preparado por Dios.
68 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Enfocando en el significado
Planes de enseñanza
Fomentando la aplicación
11. Invite a alguien que lea Génesis 18:14 y alguien más que lea Mateo
19:26. Pregunte: ¿Cómo se relacionan estos versículos a nuestro nivel
de confianza en las promesas de Dios? Pregunte si han habido tiem-
pos en sus vidas cuando pensaron que algo era demasiado difícil de
alcanzar, aún para Dios. ¿Qué tendríamos que hacer para demostrar
fe en que Dios hará lo que parece imposible? ¿Cuán diferentes serían
nuestras vidas si lo hiciéramos?
Lesson 5: Sara: Risa ante la promesa de Dios 73
12. Formen grupos de no más de seis personas cada uno, y pídales que
trabajen en las preguntas para esta lección en sus Guías de estudio
y discutan en sus grupos las preguntas y sus respuestas.
13. Guíe a los miembros a pensar en la fidelidad de Dios durante la
semana entrante y en tiempos cuando Dios nos hace reír de gozo
debido a su amor por nosotros.
14. Cierre en oración, pidiéndole a Dios que los participantes crezcan
en un conocimiento seguro de que con Dios, todas las cosas son
posibles.
leído, pregunte si alguien notó que a veces el pasaje parece decir que
había un visitante y otras veces menciona tres visitantes. Discuta
los pensamientos en estas diferencias. Añada información del
“Comentario bíblico” en 18:2 en esta Guía para el líder. Pregunte si
Abraham se dio cuenta en este momento que Dios era su invitado
especial. Resalte los puntos clave de 18:1–8, usando información en
la Guía de estudio y el “Comentario bíblico” en esta Guía para el
líder.
5. Ahora, pídales que busquen el encabezado “Un mensaje para Sara
(18:9–15)” en la Guía de estudio. Pídale a alguien que lea Génesis
18:9–15 mientras la clase identifica cómo respondió Sara. Después
de leer, permita que contesten por qué los visitantes le pregunta-
ron a Abraham dónde estaba Sara. Pregunte cómo respondió Sara.
Señale que Sara expresó duda al igual que Abraham había expre-
sado duda anteriormente. Refiriéndose a la risa de Sara, pregunte
acerca de momentos en las vidas de los participantes cuando se
han reído o han tomado a la ligera la idea de que Dios cumpliera
lo que parecía imposible. Entonces, pregunte acerca de momen-
tos cuando confiaron en Dios. Resalte los puntos clave de 18:9–15,
usando información en la Guía de estudio y el “Comentario bíblico”
en esta Guía para el líder.
6. Pida que los participantes busquen el encabezado “El cumplimiento
(21:1–7)” en la Guía de estudio. Reclute a un participante que lea
Génesis 21:1–7 mientras la clase identifica menciones adicionales
a la risa. Pregunte si Sara continuaría dudando hasta que quedó
embarazada o si creyó cuando los visitantes estaban presentes.
Resalte los puntos clave de 21:1–7, usando la información en la
Guía de estudio y el “Comentario bíblico” en esta Guía para el líder.
Asegúrese de notar el significado del nombre de Isaac.
Fomentando la aplicación
Notas
Trasfondo
Génesis 25:19–34;
27:1—33:20; 35:1–29
Idea principal
Tan difícil como puede ser
entender o aceptar, Dios puede
escoger bendecir personas
imperfectas para que puedan
cumplir la misión de Dios
Pregunta a explorar
¿Qué se requiere para que usted
crea que es una persona a quien
Dios desea bendecir y usar para
cumplir los propósitos de Dios?
Meta de enseñanza
L e c c ión se i s
Guiar a los adultos a
mencionar implicaciones de las Jacob:
Engaño y
bendiciones de Dios a Jacob
bendición
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
76
Lesson 6: Jacob: Engaño y bendición 77
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
25:29–34. Más tarde, Jacob cocinó un guiso rojo (rojo, un juego de pala-
bras en el nombre de Edom). Esaú había estado cazando y tenía mucha
hambre o estaba cansado o ambos. Él le pidió a Jacob de comer del
guisado. El tono áspero de la petición de Esaú indicó una persona más
interesada en la satisfacción del momento que en su futuro.
Reconociendo la oportunidad de ganar ventaja sobre su hermano,
Jacob ofreció intercambiar el guisado por la primogenitura de Esaú. El
derecho del primogénito otorgaba privilegios especiales al hijo mayor,
incluyendo una porción doble de la herencia de la familia (Deuteronomio
21:17–20). Aunque cierta evidencia sugiere que la primogenitura podía
ser vendida, la bendición del padre dada al primogénito no sería afec-
tada por tal transacción, como veremos más adelante.
Esaú rápidamente hizo el trato, mencionando que una herencia
futura no le haría bien en su presente necesidad (Génesis 25:3: “He aquí
yo me voy a morir”, probablemente una hipérbole). La demanda insensi-
ble de que Esaú hiciera un juramento antes de comer sugiere que Jacob
consideró el intercambio como una proposición de negocios en vez de
una oportunidad para ayudar a su hermano. Es verdad que Esaú pudo
haber dicho que no y de hecho estaba dando la espalda (“despreciando”)
una gran bendición—su primogenitura. Pero, Jacob calculó justamente
que, conociendo a su hermano, un trato rápido y provechoso estaba a la
mano. Al aprovecharse de la vulnerabilidad de Esaú, Jacob estableció sus
credenciales como una persona ingeniosa y astuta.
A pesar de que Isaac dio una bendición por separado (27:36c–40), Esaú
detestó a su hermano y procuró matarlo. Reconociendo el peligro, Isaac
envió a Jacob al hermano de Rebeca, Labán, quien vivía en Harán, para
encontrar una esposa entre la parentela de Rebeca (27:41—28:5). El viaje
daría tiempo para que las cosas se enfriaran.
Durante la jornada a Harán, Dios apareció a Jacob en un sueño.
Él repitió las promesas hechas anteriormente a Abraham, con lo cual
Jacob nombró el lugar Betel, “casa de Dios” (28:10–22). Más tarde Dios
otra vez apareció a Jacob en Betel y amplió en las promesas ancestrales
(35:1–15).
Al llegar a Harán, Jacob se enamoró de Raquel, una de las dos hijas
de Labán (29:1–13). Él acordó trabajar para su tío, cuidando del ganado,
durante un período de siete años para recibir a Raquel como esposa.
Después que Jacob completó los siete años de servicio, Labán engañó
a Jacob haciendo que se casara con su hija mayor, Lea (por costumbre
la hija mayor debía casarse primero) en vez de Raquel. Note la ironía:
¡Jacob el engañador había sido engañado! Al descubrir que había sido
engañado, Jacob prometió otros siete años de servicio para obtener a
Raquel como esposa también (29:21–30).
La familia de Jacob creció rápidamente mientras estuvo en Harán
(29:31—30:24; 35:16–21). Lea y su sierva Zilpa le dieron a Jacob ocho hijos y
una hija (Lea—Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zebulón, Dina; Zilpa—
Gad y Aser). Raquel, a pesar de ser inicialmente estéril, al final dio a luz a
dos hijos: José y Benjamín (Benjamín nació más tarde en Canaán, 35:16–
20). La sierva de Raquel, Bilha, le dio dos hijos a Jacob: Dan y Neftalí.
Dios causó que el ganado de Labán prosperara bajo el cuidado de
Jacob, aumentando significativamente la riqueza de Labán (30:27).
Cuando Jacob expresó deseo de regresar a Canaán, Labán obstaculizó
y prometió pagar por el servicio de Jacob. Los dos parientes hicieron un
trato permitiendo que Jacob aumentara su propia riqueza mientras que
simultáneamente servía a Labán. Labán pensó que había salido ganando,
pero las técnicas de crianza selectiva de Jacob y la intervención y ben-
diciones de Dios aumentaron grandemente los rebaños de Jacob (30:43;
31:1–9).
Desconocido por Labán y por mandato de Dios, Jacob y su familia
salieron de Harán para regresar a Canaán (31:3, 10–13). Labán persiguió
82 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
a Jacob a través del Éufrates hasta Gilead al este del Río Jordán (31:19–
42). Él acusó a Jacob de actuar de manera engañosa. Sin embargo, Labán
y Jacob resolvieron sus diferencias e hicieron un pacto (31:43–55).
Jacob enfrentaba un encuentro más difícil con su hermano Esaú. Él
envió mensajeros adelante para informar a Esaú que su familia estaba
regresando a Canaán. Cuando Esaú supo que Jacob estaba de regreso,
él y 400 hombres corrieron a encontrarse con él. Jacob asumió lo peor
y preparó un plan para evitar el desastre. Él dividió su familia y reba-
ños en dos campamentos, oró que Dios honrara la promesa de otorgar
protección divina, y envió a tres grupos adelante llevando regalos (más
de 550 animales) en un intento por apaciguar a Esaú (32:20; la palabra
traducida “apaciguar” puede significar expiar) y efectuar una reconci-
liación (32:3–21).
32:22–23. Jacob envió a su familia a través del Río Jaboc mientras él per-
maneció solo en el lado norte del río. Veinte años habían pasado desde
que había visto a Esaú por última vez. ¿Qué traería el mañana? El nivel
de ansiedad de Jacob debió haber sido alto.
dolorosa herida en “el sitio del encaje de su muslo” (el significado anató-
mico preciso del término es incierto).
La perseverancia implacable de Jacob movió a su adversario a soltarlo
porque “raya el alba” (32:26). Evidentemente el extraño (Dios) quería
proteger su verdadera identidad, extendiendo así gracia para Jacob; nadie
podía ver a Dios y vivir (Éxodo 33:20). Aún así, Jacob rehusó darse por
vencido y demandó una bendición como el precio para cesar la batalla.
Jacob, el engañador y maquinador, estaba dispuesto a arriesgar la muerte
para conseguir una bendición.
La petición de Dios por el nombre de Jacob constituye un punto de
clímax en la narrativa. Como hemos visto en el caso de Abraham y Sara,
los cambios de nombre indicaban una nueva posición pero no necesa-
riamente un cambio en carácter. Israel, el nuevo nombre de Jacob, reflejó
el hecho de que él había “luchado con Dios y con los hombres y [había]
vencido” (Génesis 32:28). Hablando estrictamente, la palabra Israel signi-
fica algo como Dios gobierna o juzga, o tal vez Dios lucha. El significado
del nombre dado en el texto refleja la lucha entre Dios y Jacob, una lucha
que anticipó la relación futura entre Dios y su pueblo escogido, Israel.
A pesar de la lucha, o tal vez debido a ella, Dios le otorgó a Jacob su
petición y lo bendijo. Dios había bendecido a Jacob en muchas maneras
antes, a pesar de las faltas obvias de Jacob y su falta de mérito perso-
nal. Para conmemorar el importante evento, Jacob nombró aquel lugar
Peniel (rostro de Dios) porque “he visto a Dios cara a cara, y fue librada
mi alma” (32:30).
a que regresar a Betel (35:1). Dios había aparecido por primera vez a
Jacob en Betel cuando él huía hacia Canaán por temor a Esaú, asegu-
rando a Jacob protección dondequiera que él fuere con una promesa de
que Jacob un día regresaría a Canaán (28:10–22; note particularmente el
versículo 15).
Después de remover de su familia los dioses ajenos, Jacob partió
hacia Betel a pesar de las amenazas de los cananeos que allí vivían. Dios
proveyó protección enviando un “terror” sobre las villas a lo largo del
camino (35:5). Al llegar a Betel, Jacob levantó un altar a El-Betel (“El
Dios de Betel”) tal y como se le había ordenado.
Dios apareció a Jacob en Betel una segunda vez y pronunció una doble
bendición. Primero, Dios reafirmó el cambio de nombre, indicando así
la nueva posición de Jacob como la personificación de una nueva nación,
Israel (35:10). La narrativa asume que el lector conoce la explicación ante-
rior dada para el cambio de nombre. Por lo tanto, Jacob/Israel lucharía
con Dios en muchas maneras, pero prevalecería.
La segunda bendición incorporó muchas de las promesas que ante-
riormente Dios hizo a Abraham ((12:1–3; 17:1–8), Isaac (26:2–5), y Jacob
(28:10–22). Las promesas mantienen una consistencia asombrosa de
generación en generación, enfatizando la fidelidad de Dios y Su compro-
miso con Su pueblo.
Tierra y descendencia son particularmente prominentes en las bendi-
ciones, pero la promesa de naciones y reyes descendiendo de Jacob repite
muy de cerca las promesas originalmente hechas a Abraham (17:5–6).
Dios afirmó que Jacob/Israel era el verdadero heredero del pacto hecho
originalmente con Abraham. Así, Jacob tomó su lugar dentro de la
familia escogida por Dios para finalmente traer bendición a todas las
naciones de la tierra.
Enfocando en el significado
la selección aún antes de que Jacob naciera. Así, Dios bendijo a Jacob vez
tras vez durante toda su vida, a pesar de las faltas obvias de Jacob.
Jacob usó su astucia para explotar a otros y ganar ventaja. Él fue un
suplantador, robando a su hermano de su bendición y primogenitura, y
un engañador, mintiendo a su padre para obtener la bendición del pri-
mogénito. El conflicto constante, muchas veces auto-infligido, afligió a
Jacob durante toda su vida. Sin embargo, Dios escogió a Jacob, perma-
neció con él durante todas las experiencias de su vida, buenas y malas,
luchó con él en el Río Jaboc, y finalmente lo bendijo como heredero de
las promesas ancestrales hechas a Abraham. El deseo de Dios de bende-
cir acarrea un poder que transforma vidas, nos conecta a cada uno de
nosotros con el propósito y plan de Dios para cambiar el mundo.
Al igual que Jacob, todos nosotros tenemos faltas. Ninguno de noso-
tros es perfecto. Dios no está limitado por nuestras imperfecciones y
conducta pecaminosa en lo que Él puede hacer con nuestras vidas. Dios
desea bendecirnos y usarnos para cumplir sus propósitos. No tenemos
que ser ingenuos al pensar que nuestras acciones y decisiones no le
importan a Dios. ¡Todo lo contrario! Somos llamados a vivir a la luz de
la voluntad de Dios y Su diseño para nuestras vidas. Dios escoge bende-
cirnos a pesar de nuestra imperfección.
Por otro lado, la elección de Dios de Jacob sobre Esaú alteró la sabidu-
ría convencional de aquel tiempo que favorecía al mayor sobre el menor.
A veces pensamos que Dios puede usar solamente aquellos de posición
y perfección para cumplir Su voluntad. Pero, Dios con frecuencia usa
a lo imperfecto, lo débil y lo marginal para llevar a cabo Su obra. De
hecho, los antecesores de Israel eran don nadies sin posición ni privile-
gio cuando Dios los escogió (Deuteronomio 7:7–11). Sin embargo, Dios
escogió a Jacob/Israel para ser el instrumento por medio del cual serían
benditas todas las naciones.
86 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Planes de enseñanza
Fomentando la aplicación
Fomentando la aplicación
Trasfondo
Génesis 37; 39—41
Idea principal
Reconocer nuestro lugar en los
propósitos de Dios y recordar la
confianza que otros han puesto
en nosotros puede ayudarnos
a hacer lo que es correcto
cuando enfrentamos tentación.
Pregunta a explorar
¿Cómo podemos fielmente
hacer lo que es correcto
cuando hacer lo malo parece
tan fácil y atractivo?
Meta de enseñanza
Guiar a los adultos a identificar
L e c c ión sie t e
verdades del encuentro
de José que aplicarán a las José: Tentado
pero fiel
tentaciones que enfrentan
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
92
Lesson 7: José: Tentado pero fiel 93
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
Las lecciones siete y ocho salen de la vida de José. Veremos cómo Dios
obró para cumplir Su voluntad en medio de las circunstancias difíciles
y de prueba de José, incluyendo el conflicto familiar, relocalización, ten-
tación, y hasta desastres naturales. Sin embargo, a pesar de todo, Dios
continuó honrando las promesas hechas a Abraham de que por medio
de sus descendientes toda la tierra recibiría bendiciones (Génesis 12:3).
La historia de Jacob, el padre de José, continúa hasta su muerte en
Génesis 49:33, pero José es el personaje principal en Génesis 37—50. José
fue el penúltimo hijo de los doce hijos de Jacob. Los doce hijos colecti-
vamente representan a Israel (Génesis 29:31—30:22; 35:16–26). Aunque
menor que sus medios-hermanos, José era el favorito de su padre porque
era el primogénito hijo de Raquel, la amada esposa de Jacob. Como vere-
mos, este favoritismo jugó un papel importante en la historia de José.
La vida de José es una historia clásica de pobreza a riqueza. Vendido
en esclavitud por sus hermanos (37:1–36), José fue llevado a Egipto. Allí
él se ganó reputación de buen administrador y siervo de confianza en
la casa de un alto oficial egipcio. Sus circunstancias cambiaron rápi-
damente cuando la esposa del oficial trató sin éxito de seducir a José
(39:1–18). Injustamente arrojado en la cárcel, José se ganó el respeto del
carcelero quien confió el cuidado de los prisioneros a José (39:19–23).
Mientras estuvo en la prisión, la habilidad de José como intérprete
de sueños finalmente llamó la atención del rey de Egipto (40:1–23). José
interpretó correctamente dos sueños del rey que presagiaban una ham-
bruna devastadora que afectaría a Egipto y las naciones circundantes.
Reconociendo los dones de José, el rey le nombró como administrador
en jefe sobre todo Egipto, una posición de poder segunda al rey. José ideó
e implementó un plan para evitar los efectos de una sequía extendida y
salvar las vidas de muchas personas (41:1–57). Repetidamente el autor
bíblico explica la razón para el éxito de José: “El Señor estaba con José”
(39:2; vea además 39:3, 21, 23).
El resto de los capítulos de Génesis narran cómo José y sus hermanos
fueron dramáticamente reunidos y finalmente se mudaron con su padre
94 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
a Egipto. Estos capítulos, los cuales formarán la base para la lección ocho,
explican más plenamente cómo Dios estaba obrando tras bastidores en
la vida de José para cumplir con Su propósito mayor.
Nuestra lección de hoy explora cómo José enfrentó tentación y aún
así permaneció fiel a Dios y a las personas que habían confiando en él.
Daremos un vistazo a los recursos que José usó para vencer la tentación
y ver cómo la presencia de Dios trajo bendición a su vida—y a las vidas
de otros.
39:2–6. El refrán “Jehová estaba con José” se repite por todo el capítulo
y explica por qué José fue tan exitoso en todo lo que hacía (39:2, 3, 21,
23). De hecho, la presencia de Dios había llevado bendiciones a Isaac y
Jacob mucho antes (26:3, 24; 28:15; 31:3). Hasta Potifar, a pesar de ser
un egipcio, se dio cuenta de que el éxito poco común de José de debía
al Dios de José, Jehová. Significativamente, el capítulo 39 usa el nombre
de Jehová—el nombre de pacto de Dios dado a Israel (traducido como
“SEÑOR)—a través de casi todo este capítulo (39:3, 5, 21, 23).
Potifar rápidamente promovió a José de esclavo en la casa a adminis-
trador, confiando todas sus posesiones al cuidado de José. El efecto neto
fue que Dios “bendijo” la casa de Potifar por medio de José. Hemos visto
muchas veces en Génesis cómo la presencia de Dios trae bendiciones.
Aquí tenemos otros indicios de que por medio de los descendientes de
Abraham, Dios tenía la intención de bendecir a otros (12:3).
El versículo 6 refuerza la confianza que Potifar había colocado en
José. Potifar estaba libre de preocupaciones porque tenía tal confianza
96 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Enfocando en el significado
Planes de enseñanza
Fomentando la aplicación
Fomentando la aplicación
Trasfondo
Génesis 42—50
Idea principal
Según escogemos vivir en
fidelidad a Dios, Dios en
gracia y con frecuencia
misteriosamente nos guía a
participar en un propósito
mayor que Dios cumplirá.
Pregunta a explorar
¿Cómo las circunstancias de
nuestra vida y las decisiones
que tomamos se relacionan
con los propósitos de Dios?
Meta de enseñanza
Guiar a la clase a explicar
L e c c ión o c ho cómo los eventos en la vida de
José encajan con el propósito
Participando
los propósitos de Dios
en el propósito
de Dios
U n i d a d d o s
Hacia adelante
con Dios
105
106 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Comentario bíblico
Entendiendo el contexto
Trasfondo (42:1—44:34)
reinaría sobre su familia ahora era hecho realidad (37:8, 10)! José tenía
las vidas de ellos en sus manos. ¿Qué intentaría hacer? ¿Se vengaría?
José presentó los planes para salvar a su familia a Faraón, quien los
endosó sin reserva (45:16–20). Faraón suplió carretas y otras provisiones
para la mudanza, y los hermanos regresaron a contar las buenas nuevas
a Jacob (45:21–28). Jacob estaba sorprendido ante las noticias de que José
estaba vivo, y rápidamente se dirigió a Egipto.
Camino a Egipto, Dios habló a Jacob en Berseba, el pueblo más al sur
en Canaán antes de entrar el Desierto del Sinaí. Tal vez Jacob necesitaba
una palabra de afirmación de que dejar la tierra de la promesa, Canaán,
por Egipto era lo correcto de hacer. Dios calmó los temores de Jacob,
revelando que Jacob se convertiría en una gran nación en Egipto (46:3).
Dios estaría con Jacob y sus antecesores en Egipto y un día los devolvería
a Canaán.
Jacob y su familia viajaron a Egipto. Allí, lágrimas de gozo acom-
pañaron la reunión entre José y Jacob (46:29–30). Establecidos en la
tierra de Gosén, Jacob y sus descendientes “se aumentaron y se mul-
tiplicaron en gran manera”, exactamente como Dios había prometido
(47:27). Cuando Jacob aproximaba la edad de 147 años, él bendijo a todos
sus hijos, incluyendo a los dos hijos nacidos a José y su esposa egipcia,
Asenat—Manasés y Efraín (48:1–21; 49:1–28). Al morir, José enterró a
Jacob en su cueva ancestral en el campo de Macpela cerca de Mamre
(Hebrón) en (49:29—50:14).
La muerte de Jacob reavivó los temores entre los medios hermanos
de que José pudiera buscar vengarse por sus pecados pasados (50:15–18).
Aparentemente ellos enviaron un mensajero a acercarse a José (50:16a;
vea la Nueva Versión Internacional “Le mandaron a decir”, aunque la
Reina Valera 1960 dice: “enviaron a decir a José”.) Suplicando perdón
(aparentemente por solicitud de su padre moribundo), los hermanos
112 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
50:22–26. José vivió hasta los 110 años de edad, lo suficiente como para
disfrutar la gran bendición de ver a su familia hasta la tercera genera-
ción (50:22–23). Al final de su vida, José anticipó el futuro cuando Dios
sacaría al pueblo de Israel de Egipto de regreso a Canaán, cumpliendo la
promesa de una tierra originalmente dada a Abraham y entonces pasada
a Isaac y Jacob (50:24). A pesar de los altibajos en la vida de José, Dios
había usado a José como parte de un gran plan universal de bendecir
a toda la tierra. José vivió lo suficiente como para ver parte del plan
cumplido, pero él sabía que había más por venir. Su última petición fue
que sus huesos fueran llevados a Canaán cuando Dios cumpliera la pro-
mesa de sacar al pueblo de Israel de Egipto (50:25; vea Éxodo 13:19; Josué
24:32; Hebreos 11:21–22).
Enfocando en el significado
Hemos oído decir que Dios obra de maneras misteriosas. La vida nunca
es una línea recta; puede estar llena de dobleces y curvas, algunas de las
cuales nos pueden dejar perplejos. A veces es muy difícil ver la mano de
Dios en medio de los eventos en nuestras vidas. Esto fue verdaderamente
Lesson 8: José: Participando en el propósito de Dios 113
cierto en la vida de José. ¿Cómo podía Dios estar obrando en las cosas
malas que José experimentó? Sin embargo, desde el momento en que José
fue vendido en esclavitud por sus hermanos, por medio de acusaciones,
encarcelamiento y por último ser promovido a una posición exaltada en
la tierra de Egipto, Dios tenía su mano sobre José.
Aunque no perfecto, José fue fiel a Dios en las decisiones que tomó.
Como testificamos en la lección siete, José fue fiel frente a la tentación
sexual. Él resistió cualquier deseo de buscar venganza contra sus herma-
nos a pesar de que estaba en posición de hacerlo. Al ser obediente a Dios,
José estaba en posición de servir a Dios. Pero, había más obrando que lo
que José pensaba. La mano de Dios estaba obrando misteriosamente y
en gracia para cumplir sus propósitos en todas las escenas de la vida de
José.
La información crucial provista por la vida de José es que Dios usó
el plan malvado de sus hermanos para lograr algo bueno. Esto revela la
verdadera medida de la profundidad de la gracia de Dios y su determina-
ción implacable de sacar vida de la muerte. El que Dios esté obrando en
medio de nuestra condición humana, a pesar de que no siempre vemos
cómo, es también el fundamento de la esperanza cristiana. El Nuevo
Testamento repite la misma verdad en una escala grandiosa en Romanos
8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. No todo
es bueno ni causado por Dios, pero Dios puede usar todas las cosas para
cumplir Su propósito.
Génesis hace claro que el propósito máximo de Dios es bendecir
a Su creación y sacar vida de la muerte cuando necesario. Los pro-
pósitos de Dios no pueden ser detenidos ni obstruidos por la maldad
perpetrada por humanos. Él obró dentro y a través de toda las expe-
riencias de la vida—incluyendo la maldad—para obrar para bien. A
veces somos presionados por ver la mano de Dios obrando, pero pode-
mos estar seguros de que el plan de Dios, comenzando con Abraham
para traer bendición a todas las familias de la tierra, continúa hacia
una victoria triunfante.
José jugó un papel vital al promover los propósitos de Dios en su
tiempo. Hoy, Dios nos llama a cada uno a obediencia fiel, confiando que
en todo en la vida Dios puede obrar en cada experiencia para promover
sus propósitos a través de nuestras vidas.
114 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
Planes de enseñanza
5. Pida que alguien lea los versículos 8–11. Entonces pregunte: ¿Por qué
les diría esto José? Invite a alguien a leer Génesis 37:5–10. Entonces
pregunte: ¿Cómo concordaban los dos sueños con lo que José dijo a
sus hermanos en 45:8–11?
6. Guíe a los participantes a formar grupos pequeños de dos o tres
personas cada uno para considerar lo siguiente:
a. ¿Qué cosas evitan que las personas reaccionen como José lo
hizo con sus hermanos?
b. ¿Qué posición en su familia ahora asumió José? (vea 45:9–15)
c. ¿Cuáles son algunas de las cosas que evitan que los creyentes
vean sus vidas como José vio la suya?
(Hay una copia de las preguntas para esta actividad dis-
ponible en los “recursos didácticos” para este estudio en
www.baptistwaypress.org.)
7. Después de cerca de cuatro minutos, dé la oportunidad de que los
participantes compartan sus respuestas mientras los guía por cada
pregunta. Entonces, pregunte: ¿Ven prisa o apuro en lo que José les
pidió a sus hermanos que hicieran? ¿Por qué o por qué no? Permita
varios minutos para que discutan la necesidad de actuar intencio-
nalmente para traer a otros a la seguridad eterna del reino de Dios
por medio de una relación personal con Cristo.
8. Resuma brevemente Génesis 46:1—50:14, mencionando lo siguiente:
la movida de Jacob y su familia a Egipto; los años de hambre durante
los cuales el liderato de José preservó la vida; la muerte de Jacob.
Pida que alguien lea 50:19–21. Explique el temor de los hermanos
y la respuesta en santidad de José. Pregunte: ¿Qué demuestra esta
declaración acerca de cómo José entendía el plan de Dios?
9. Refiera a los participantes a la Idea principal para esta lección en
sus Guías de estudio. Permita unos minutos para considerar esta
declaración. Pida que compartan sus comentarios y dirija la discu-
sión para incluir cómo fue realidad en la vida de José.
116 Unidad 2: Hacia adelante con Dios
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10. Pida que alguien lea Génesis 50:20, y entonces pregunte: ¿Cómo
puede este versículo ayudarnos a entender mejor y cumplir con la
Idea principal para esta lección? Después que contesten, pregunte:
¿Cómo podemos vislumbrar lo que Dios está haciendo en nuestras
vidas?
11. Haga referencia a las piezas del rompecabezas que tienen desde el
Paso 1. Pregunte: ¿Cómo se sintieron tratando de descubrir todo
el cuadro con una sola pieza? Revele el rompecabezas escondido,
invitándolos a añadir sus piezas para completar el rompecabezas.
Permita que compartan cuál es significado de esta actividad.
12. Cierre la sesión en oración, pidiéndole a Dios que nos ayude a con-
fiar en Él en momentos cuando no vemos el resultado final.
1. Según llegan los participantes, entregue una copia del caso de estu-
dio del naufragio, Parte A. (Hay una copia de la parte A del caso de
estudio disponible en los “Recursos didácticos” para este estudio
en www.baptistwaypress.org.) Pídales que piensen en qué harían en
esa circunstancia. Cuando todos hayan llegado, pídales que com-
partan sus respuestas. Entonces, lea la Parte B del caso de estudio
del naufragio. Infórmeles que la clase de hoy les ayudará a entender
mejor los eventos en sus vidas desde la perspectiva de los propósitos
de Dios. Guíe en oración.
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