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R: Nace como una expresión del principio de separación de poderes de manera tal que la
Administración o el poder ejecutivo se encuentra subordinado a los actos de legislativo.
Es una técnica de sumisión de los órganos del Estado al Derecho. La Administración del Estado está
sometida a un Derecho especial diferente al que rige las relaciones entre particulares, en el que a
problemas similares les da soluciones diferentes.
- Orgánica: Ley en sentido estricto como un acto legislativo en lo relativo a la creación al origen de
los órganos del Estado, sin perjuicio de los órganos directamente creados por la CPR.
- Funcional: Se refiere a la actividad de los órganos del Estado, el principio de legalidad en este
aspecto obliga que la actividad que desarrolla un órgano del Estado, se encuentre contemplada en
algunos de los elementos de la norma, exige además una habilitación legal expresa y previa.
- Este mecanismo se llama ejecución de la ley. Entonces el problema consiste en determinar cómo
se concreta el contenido de este proceso ejecutivo.
Otto Mayer señala que la ejecución de la ley es la simple particularización de los mandatos
abstractos de la ley.
Stahl señala que mientras que los tribunales particularizan la ley al caso concreto, la
Administración realiza fines públicos materiales, pero los realiza dentro de los límites de la ley.
R: No puede concebirse un poder jurídico que no fuese el desarrollo de una atribución normativa
precedente, ello tiene dos consecuentes:
- El proceso de producción jurídica es una ejecución de la ley, la Administración no puede actuar
más que ejecutando normas precedentes.
- No existe ningún espacio libre de la ley en que la Administración pueda actuar, la disconformidad
constituye una infracción del ordenamiento jurídico.
El Derecho condiciona de una manera positiva la acción administrativa, debe existir una cobertura
legal. De este modo, para conocer si una actividad administrativa concreta es válida, debe ser
analizada desde su relación con el ordenamiento jurídico y solo en la medida que ella pueda
fundarse en una norma concreta o en un principio jurídico ella será válida.
Este mecanismo es otorgado por el ordenamiento jurídico, por lo que solo pueden existir
potestades concretas y no existen potestades ilimitadas. El poder que implica es finalizado, es
decir, que las potestades se otorgan para cumplir un fin, para satisfacer un interés general.
Las potestades pueden ser heteroatribuidas o autoatribuidas. Las primeras son aquellas otorgadas
por una norma generada por un sujeto público distinto al sujeto público que a quien se entrega la
potestad. Las otras, son creadas por el mismo destinatario de la potestad. En nuestro Derecho, no
se admiten las autoatribuidas.
Las potestades también pueden ser expresas e implícitas o inherentes. En nuestra legislación solo
existen potestades expresas.
También pueden ser específicas o genéricas. Respecto a las primeras, se refieren a un poder
concreto y determinado, mientras que las genéricas son aquellas que no especifican los poderes
que confieren, las que no son admisibles en nuestro ordenamiento.
Finalmente pueden ser innovativas o no innovativas. Las primeras son aquellas que modifican las
situaciones sobre las cuales recaen. Las no innovativas son aquellas que constituyen solo una
actividad de conservación, de registro y certificación.
- Potestad reglada es aquella en que se determinan con precisión lo que deben hacer los
órganos administrativos dada una situación de hecho corresponde dictar tal acto
administrativo.
- Potestad discrecional es aquella en que el órgano puede decidir, según su leal saber y
entender, si debe o no actuar y en el caso afirmativo, qué medidas debe tomar.
La discrecionalidad es la libertad, más o menos limitada de apreciación del interés público a los
fines de valorar la oportunidad de la acción y del contenido a dar a la acción misma.