GUIA PRÁCTICA DE LA JARDINERIA

LA MÜLTIPUCACIÓN
DELAS PLANTAS
 SUMARIO
Introducción 4-7 División de mata 96-99
Hijuelos y estolones 100-101
Glosario 8-11
T A L L O S 102-103
HERRAMIENTAS Y Acodos/Acodo simple 104-107
EQUIPAMIENTO 12-13 Acodo aéreo 108-109
Control del medio ambiente 14-15 Acodo terminal 110-111
Cuchillos 16-17 Acodo en cepellón 112-113
Podaderas 18-19 Acodo francés 114-115
Recipientes 20-23 Acodo ramificado 116-117
Composts 24-25
Hormonas de enraizamiento 26-27 Esquejes/Esquejes de tallo 118-119
Riego 28-29 Preparación de u n esqueje de tallo
Fertilizantes 30-31 120-123
Higiene 32-33 Esquejes apicales 124-127
Plagas 34-35 Esquejes de tallo semiherbáceo 128-129
Enfermedades 36-37 Esquejes de tallo herbáceo 130-131
Esquejes de plantas semileñosas o
S E M I L L A S 38-39 perennifoliadas 132-135
Recolección y almacenamiento 40-41 Esquejes de tallo leñoso 136-143
Siembra en semilleros 42-43 Coniferas 144-147
Desarrollo de las semillas 44-47 Subarbustos 148-149
Especies alpinas 48-49 Rododendros 150-151
Plantas de macizos y arriates 50-51 Brezos 152-153
Plantas herbáceas 52-53
Heléchos 54-55 H O J A S 154-155
Esquejes de hoja con pecíolo 156-157
A R B O L E S Y A R B U S T O S 56-59 Esquejes de nervio medial y transversal
Compra y recolección 60-61 158-159
Extracción 62-63 Incisiones en los nervios 160-161
Preparación de u n cuadro de siembra Hojas divididas en cuadritos 162-163
64-65 Hojas de monocotiledóneas 164-165
Siembra de vivero 66-67 Embriones foliares 166-167
.Árboles y arbustos exóticos 68-69
I N J E R T O S 168
RAÍCES 70-71 Injerto a caballo 168-171
Esquejes de raíz 72-77 Injerto de lengüeta en corona 172-173
Raíces tuberosas 78-79 Injerto de lengüeta lateral 174-175
Injerto por hendidura lateral 176-177
T A L L O S MODIFICADOS 80-81 Injerto de yema 178-179
Tubérculos 82-83 Injerto de yema en rosales 180-181
Rizomas 84-85 Injerto de canutillo 182-183
Corraos 86-87
Bulbos 88-89 PRODUCTOS FTTOSANITARIOS
Bulbillos y bulbos axilares 90-91 184-187
Bulbos escamosos 92-93
Multiplicación por corte basal de índice 188-191
bulbos 94-95 Agradecimientos 192
Introducción
Uno de los proyectos más apasionantes
que puede emprender u n agricultor es
la multiplicación de las plantas que c u l t i
va. Pocas experiencias proporcionan la
emoción y el respeto sentidos por quien
ha llevado a cabo con éxito la germina-
ción de las semillas de u n bancal o de
una planta leñosa p a r t i c u l a r m e n t e
difícil, o ha logrado el arraigo de u n es-
queje o la unión de las dos partes de u n
injerto.
La multiplicación vegetal se viene
practicando desde que el hombre primi-
tivo abandonó la vida nómada, y se
asentó en u n pedazo de tierra, donde
empezó a cultivar sus propios alimen-
tos. Las técnicas de multiplicación vege-
tal empleadas en estas civilizaciones
antiguas, como la babilónica o la china,
están todavía vigentes y se siguen apli-
cando en el siglo x x .
Uso de este volumen
Elobjetodeeste volumen es presentar al
gunos factores básicos que intervienen
en la multiplicación,de manera que el hor-
ticultor que desee aventurarse en este
campo encuentre explicados estos prin-
cipios elementales y sólo tenga que
aprender a aplicarlos a través de su ex-
periencia.
N o se pretende dar soluciones a todos
los problemas; solamente es una guía.
Inevitablemente, algunas técnicas no
han sido incluidas, ya sea porque son
m u y complicadas o porque no siempre
producen resultados satisfactorios. N o
se mencionan las hortalizas, debido a
que son muchos los libros especializados
en los que se proporciona información
detallada sobre este tema. Sin embargo,
se describen una serie de métodos
comprensibles para que el horticultor
pueda efectuar la reproducción de la
mayor parte de las plantas vegetativa-
mente o mediante semillas.
En las últimas páginas se incluye u n
índice de más de 700 géneros de plan
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tas de las que se estudian las técnicas
adecuadas de multiplicación. Algunos,
como los rododendros, se han tratado
con más detalle y ocupan una página
entera, ya que su multiplicación puede
realizarse por varios métodos, igual-
mente adecuados.
Contenidos
Los conceptos y consejos mencionados
están enteramente basados en núes
tra experiencia, obtenida a lo largo de
20 años practicando diferentes sistemas
de multiplicación vegetal y enseñando
a estudiantes de horticultura y a jardi-
neros aficionados.
Nuestra intención ha sido presentar
las diferentes técnicas en una secuencia
lógica, en siete secciones diferentes.
Por ejemplo, hemos presentado en la
misma sección los acodos y los esquejes
de tallo, porque ambos sistemas sirven
para inducir la producción de raíces a
partir del tallo. Hasta ahora, los métodos
de multiplicación se han explicado de
manera confusa, los esquejes de raíz, ta-
llos y hojas se agrupaban juntos, cuan-
do existe m u y poca o ninguna rela
ción entre ellos.
El libro comienza con u n glosario de
términos usados e n la multiplicación,
que el jardinero quizá no conozca. A u n -
que la mayor parte del texto está escrito
en u n lenguaje llano, es inevitable
incluir algún término específico; este
glosario servirá de ayuda cuando surja
alguna dificultad sobre el uso o signifi-
cado de ciertas palabras.
Es necesario leer la sección de herra-
mientas y equipamiento antes de reali-
zar cualquier tipo de multiplicación. En
ella se explica la importancia de las ca-
mas frías, germinadores, nebulizadores,
etc., y se dan advertencias útiles para
seleccionar los tiestos y semilleros más
adecuados entre la gran variedad de
productos que existen en el mercado. Se
expone asimismo el uso correcto de los
Introducción
mejor selección y las plantas se origina-
rán de estirpes de buena calidad. Sólo
las formas mejores y más selectas
pueden destinarse a la multiplicación, y
deben proceder de razas saludables, sin
infecciones víricas. Muchas plantas, en
especial las variedades más antiguas y
populares, difieren más o menos de su
forma original. A pesar de pertenecer al
mismo cultivar, varían considerable-
mente y a veces existen varios clones;
hay que tener en cuenta este hecho
cuando se selecciona el material.
Otra limitación, que debe considerar-
se cuando la multiplicación se efectúa
por métodos vegetativos, es que la capa-
cidad regenerativa de la planta está
afectada por la edad del esqueje y de la
planta madre, así como por la del culti-
var del que procede.
El material vegetal del año en curso
se regenerará más rápidamente que el
viejo, y la capacidad de echar raíces se-
rá mayor en una planta juvenil, es decir,
inmadura e incapaz de producir flores y
frutos. Tan pronto como germina la se-
milla y se produce la nueva planta, ésta
empieza a «envejecer» y su potencial
regenerativo comienza a declinar. Las
plantas y cultivares más viejos poseen
niveles de respuesta muy bajos. Las po-
das o los cultivos forzados sólo sirven
para recuperar un poco de este poder de
regeneración. En consecuencia, el hor-
ticultor deberá aceptar que este tipo de
plantas es difícil de multiplicar. Por
ejemplo, una azalea caducifolia, del tipo
Exbury, que germinó a partir de una se-
milla hace unos cuarenta años, será
mucho más fácil de multiplicar que una
del tipo Ghent, que se originó hace más
de 140 años. Es importante darse cuen-
ta de esta diferencia; todas las plantas
que proceden de una misma forma se-
leccionada tienen la misma edad fisioló-
gica, independientemente de la época
en que se efectuó su multiplicación ve-
getativa.
6
Preparación del material
Una vez escogidos los tipos más conve-
nientes, la siguiente fase consistirá en la
preparación del material vegetal, de
manera que cuando llegue la fecha de la
multiplicación posea su máxima capaci-
dad regenerativa. Se puede hacer me-
diante técnicas de crecimiento, como
las podas, abonados y riegos, o forzando
a la planta en un medio más cálido que
el normal.
Condiciones favorables para la
regeneración
Es necesario estimular la regeneración,
favoreciendo los procesos que subya-
cen al desarrollo de una planta nueva y
completa. Esto se consigue colocando el
material en un medio ambiente propicio
y fácil de controlar, como, por ejemplo,
una cama fría o un semillero. No se tra-
ta únicamente de acelerar la regenera-
ción, sino también de minimizar las
oportunidades de que la planta muera
por enfermedad, putrefacción, o agota-
miento de las reservas nutritivas. Se
puede fomentar la producción de raíces
en un tallo con un baño de hormonas de
enraizamiento, o practicándole un cor-
te cerca de la base.
La facultad de las plantas para regene-
rarse está también influenciada por las
diferentes estaciones del año. La mul-
tiplicación debe realizarse durante la
estación recomendada por este libro.
Supervivencia
Cuando se ha colocado el material en el
medio apropiado para su multiplicación,
es de vital importancia asegurar su su-
pervivencia hasta que esté establecido.
El único modo de hacerlo es mante-
niendo una higiene absoluta en el me-
dio y limpiando cuidadosamente todos
los utensilios y herramientas. Es nece-
sario también aplicar un fungicida, y un
plaguicida de efectos generales o
específicos. Cuanto más corto sea este

período de supervivencia, menos ries-
gos habrá de que las cosas vayan mal.
.Asentamiento de l a n u e v a p l a n t a
Después de la regeneración se llega a la
última fase de la multiplicación, que
consiste en el asentamiento e integra-
ción de este material joven. Las partes
nuevas que aparecen en un esqueje, ya
5ea de hoja o de tallo, y que van a origi-
nar la planta completa, necesitan tiem-
po para integrarse con el esqueje origi-
nal. El hecho de que un esqueje de tallo
eche raíces no implica la formación de
una planta nueva: para que se produzca
un crecimiento integrado y equilibrado,
ambos sistemas han de desarrollarse en
compenetración. Es relativamente fácil
hacer que un esqueje regenere las par-
INTRODUCCIÓN
tes que faltan, pero lo más difícil es
lograr el asentamiento de la planta. Es
necesario apartarla del medio protector
y aclimatarla, hasta que se convierta en
un individuo autónomo, que pueda de-
sarrollarse sin dificultad en su habitat
normal, tanto en el interior como en el
exterior Este proceso es la tarea más ar-
dua en la multiplicación vegetal.
E l c a m i n o d e l éxito
Si el horticultor comprende a través de
este libro los fundamentos y labores bá-
sicas de la multiplicación y sigue sus
propios criterios en cada caso concreto,
podrá abordar esta empresa con con-
fianza. Este último factor es la base del
éxito en todos los aspectos de la mul-
tiplicación.
Glosario
Ácido giberélico. (Giberilina). Principio ac-
tivo que, al igual que el AIB, AIA y ANA,
entra en la composición de las hormonas de
enraiz amiento.
Aclimatar. Véase página 47.
Acodo. Tallo que se va a acodar. Dícese tam-
bién de la planta arraigada, en el momento
de separarla de la planta madre o inmediata-
mente después.
Acodo aéreo. Véase página 108.
Acodo en cepellón. Véase página 112.
Acodo compuesto. Técnica similar a la del
acodo simple. El tallo se acoda repetidas ve-
ces a lo largo de toda su extensión. Se practi-
ca poco.
Acodo francés. Véase página 114.
Acodo ramificado. Véase página 116.
Acodo simple. Véase página 104.
Acodo terminal. Véase página 110.
Acodo en zanja. Variedad de acodo ahilado.
Adventicio. Que surge casualmente o en
partes desacostumbradas; así, una yema o
raiz que se desarrolla a partir de un tejido
que, normalmente, no daría lugar a dichos
órganos.
Ahilamiento. Blanqueo de un tallo al que se
priva de la luz sin haber estado expuesto a
ella anteriormente.
AIA. Ácido indolacético. Propiedades pa-
recidas al AIB; a veces le sustituye.
AIB. Ácido indolbutírico. Favorece la for-
mación de raices y entra, como principio ac-
tivo, en la composición de algunas hormonas
de enraizamiento.
Aireación. Grado de penetración del aire a
través de un medio denso, como el compost.
Almocafre. Instrumento agrícola de hierro
de figura corva, rematado en una lengüeta
de dos cortes opuestos entre sí y mango de
madera, que sirve para escardar y para
trasplantar.
ANA. Ácido naftalenacético. Principio activo
que entra en la composición de la mayor par-
te de las hormonas de enraizamiento en
polvo.
Apelmazar. Retirar el exceso de compost y
comprimir la superficie del mismo en una
maceta o semillero, con ayuda de una pren-
sa, una regleta, la palma de la mano o los
dedos.
Axila. Ángulo superior que forman la hoja o
el pecíolo con el tallo en que se insertan.
Basal. Situado en la base o extremo inferior.
El corte basal en un esqueje es el realizado
en el extremo inferior. Las raíces o retoños
básales de una planta son los más inferiores.
Blanqueo. Privación de la luz en un tallo o
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vastago, de manera que su color verde (debi-
do a la clorofila) desaparece. El blanqueo
suele provocar un desarrollo rápido del tallo.
Bloques de tierra. Macetas de turba.
Bulbilo. Véase página 90.
Bulbillo. Véase página 90.
Bulbo. Véase página 88.
Caída de la hoja. Dícese de la época en qu
las hojas se desprenden del tallo, debido a la
formación de una capa de tejido suberoso.
Cajonera. Véase página 14.
Calor ambiental. Calor que tiene el compost
(en un germinador, por ejemplo) y que favo-
rece la aparición y el desarrollo de las raíces.
Suele crearse artificialmente.
Callo. Tejido protector de cicatrización que
se desarrolla en cualquier superficie dañada
de la planta.
Cama fría. Véase página 14.
Cambium. Conjunto de células indiferen-
ciadas que constituyen el tejido activo de los
tallos, raices u hojas, a partir del cual se de-
sarrollan los tejidos conductores.
Capilaridad. Subida del agua por encima del
nivel normal a través de conductos muy pe-
queños, por ejemplo, los intersticios de la
arena. Cuanto más pequeños sean dichos
conductos, mayor será la ascensión del
liquido.
Clon. Grupo de individuos vegetales que se
han producido vegetativamente a partir de
una misma planta o de una parte de ella.
Compatibilidad. Condición existente cuan-
do el patrón y la púa se unen para dar origen
a una nueva planta, y el injerto tiene éxito.
La incompatibilidad puede estar determina-
da por reacciones químicas entre el patrón y
la pieza injertada, o porque exista una dife-
rencia demasiado grande en la yuxtaposi-
ción de sus tejidos. La incompatibilidad retar-
dada se da cuando un injerto, aparentemente
bien realizado, no prende porque la unión
entre los tejidos no ha sido suficiente.
Compatibilidad retardada. Véase compati-
bilidad.
Compost. Véase página 24.
Corona. Parte de la planta, situada más o me-
nos al nivel del suelo, que produce tallos. El
término se reserva a las plantas herbáceas y
a ciertos arbustos leñosos de crecimiento
muy denso; cuello de la raíz.
Crenada. Dicese de la hoja que tiene el mar-
gen ondulado y toscamente dentado.
Críptico, fruto. El que oculta la semilla o se-
millas, por la presencia de alas o porciones
carnosas.
Cuadro de siembra. Lugar donde se en-

ran las semillas, a una distancia deter-
ada, para que se desarrollen hasta el
cado, trasplante o recolección.
Cultivar. En floricultura, sinónimo de va
r«dad.
Chupón. Vastago que surge del tallo o de la
r=^z, bajo tierra o en superficie,
descamación de bulbos. Véase página 92.
Descortezar Véase página 104.
Deshidratación. Estado en el que la planta
;;erde agua con más rapidez de la que la fija.
Desmochar. Cortar a una planta la parte su-
perior- descabezar
Despertar germinativo. Transcurrido el
r-enodo de latencia, las yemas y botones em-
piezan
z.ezí a desarrollarse. Normalmente, el des-
:ert¡ar ocurre cuando la temperatura sóbre-
rasa los 5 °C.
Dicotiledónea. Planta con flores cuyas se-
Dico
millas,
•milla al germinar forman dos hojas o coti-
ledones.
Diferenciación. Proceso por el que una o
células sencillas (por ejemplo, las del
bium) dan lugar a un órgano o tejido es-
alizado, como las raíces o los tejidos con-
ores.
minancia. Efecto de un órgano sobre
en general relacionado con su posición.
Asi, en el tallo existe una dominancia apical
en las yemas.
Embeber Empaparse, absorber agua.
Embrión. Componente básico de la semilla,
que en condiciones apropiadas germina y da
lugar a una nueva planta.
Embrión foliar. Véase página 166.
Endospermo. Tejido de reserva de las se-
rvillas; endosperma.
Entrenudo. Porción del tallo comprendida
entre dos nudos.
Ericácea. Perteneciente a la familia del rodo-
dendro y del brezo. Necesita suelos ácidos
para desarrollarse bien.
Esqueje. Parte del tallo, de la raíz o de la hoja
que se destina a la multiplicación.
Esqueje de hoja. Véase página 154.
Esqueje de hoja con pecíolo. Véase página
156.
Esqueje de nervio medial. Véase página
158.
Esqueje de raíz. Véanse páginas 72-77
Esqueje de tallo. Véase página 118.
Esqueje de tallo leñoso. Véase página 136.
Esqueje de tallo semimaduro. Véase página
130.
Esqueje de tallo tierno. Véase página 124.
Esqueje de tallo verde. Véase página 128.
Esqueje de yema axilar. Véase página 120.
GLOSARIO
Esquejes en subarbustos. Véase página 148.
Esquejes con talón. Véase página 122.
Estaca en T Véase página 123.
Estaca con yema. Véase página 142.
Estolón. Tipo de tallo modificado. Véase pá-
gina 100.
Foliar. Relativo a la hoja.
Fotosíntesis. Proceso que permite a las plan-
tas verdes elaborar hidratos de carbono a
partir del agua y del dióxido de carbono, uti-
lizando la luz como fuente de energía y la
clorofila como catalizador
Fragmentos (cuadraditos) de hojas. Véase
página 162.
Fungicida. Producto químico que destruye
los hongos.
Genética. Véase página 41.
Germinación. Véase página 44.
Germinador. Véase página 15.
Herbicida. Producto químico que destruye
ciertas plantas. Aplícase, por lo general, a los
agentes que eliminan las malas hierbas.
Híbrido. Planta originada por polinización
cruzada entre dos o más especies.
Hijuelos. Véase página 100.
Hilera. Disposición de las plantas o esquejes,
en linea recta y muy próximos, cuando se
plantan en el exterior
Hipocótilo. Porción de la plántula compren-
dida entre el tallo y la raíz. En ella, los tejidos
de la raíz se transforman en tejidos caulina-
res o viceversa.
Hojas escuamiformes. Hojas modificadas
que suelen producirse en tallos subterráneos
o modificados.
Hojas de monocotiledóneas. Véase página
164.
Hormonas de enraizamiento. Véase página
26.
Humedad. Cantidad de vapor de agua pre-
sente en la atmósfera. La humedad relativa
es la cantidad de agua presente en relación
con el nivel de saturación a una temperatura
determinada (el aire templado retiene más
agua que el aire frío).
Incisiones en las hojas. Véase página 160.
Incompatibilidad. Véase compatibilidad.
Inhibir Impedir un tipo de crecimiento o de-
sarrollo determinado.
Injerto. Véase página 168.
Injerto a caballo. Véanse páginas 168-71
Injerto de campo. El que se realiza sobre un
patrón establecido ya en el terreno, al aire
libre.
Injerto de canutillo. Véase página 182.
Injerto en escudete. Injerto de una pieza, lla-
mada escudete, que lleva un ojo o yema.
9
Glosario
Injerto por hendidura lateral. Véase página Plantador. Estaca de madera con una empu-
176. ñadura que sirve para hacer agujeros en el
Injerto de lengüeta. Véase página 172. suelo en los que se introducen las plántulas
Injerto de lengüeta lateral. Véase página en el repicado. Se pueden adquirir de varios
174. tamaños, según la profundidad y diámetro
Injerto de mesa. El que se realiza en un del agujero que se pretende hacer.
patrón móvil, es decir, sobre una raíz desnu- Platillo basal. Tallo cónico, aplastado o
da o cultivada en maceta. Las operaciones rechoncho, que aparece en el interior de un
correspondientes pueden efectuarse sobre la bulbo.
mesa de trabajo. Plumoso, crecimiento. Dícese del que da lu-
Injerto de yema. Véase página 178. gar a una serie regular y uniforme de ramas
Injerto de yema en rosales. Véase página laterales, que suelen ser cortas y del mismo
180. tamaño.
Insecticida. Véase plaguicida. Plúmula. Primer brote en el embrión.
Juvenil. Planta joven e inmadura, que no ha Polaridad. Fenómeno por el cual se distin-
alcanzado todavía la madurez sexual y, por guen dos polos opuestos, es decir, un extre-
lo mismo, no tiene capacidad de floración. mo superior y otro inferior.
Latente. Dormido. Las plantas o semillas la- Portainjerto. Patrón de un injerto, sobre el
tentes atraviesan por un periodo inerte para que inserta la púa.
sobrevivir a las condiciones adversas. Prensa. Pieza de madera plana, provista de
Lateral. Situado a un lado; las yemas o raíces un mango, que se usa para comprimir y nive-
laterales parten de un lado del tallo o raíz, en lar el compost.
lugar de disponerse en el extremo superior o Primordio. Principio de desarrollo de un ór-
en la base. gano en una nueva planta, como cuando apa-
Lote de semillas. Colección de semillas de rece la raíz entre las demás células indiferen-
una planta (o plantas) determinada. ciadas; rudimento.
Macetas de turba. Véase página 23. Profundidad de palada. Profundidad de la
Madura. Planta que produce flores y, por lo hoja de una pala de cavar, que normalmente
mismo, puede reproducirse sexualmente; equivale a 25 cm.
adulta. Prótalo. Generación sexual de un helécho.
Micorriza. Asociación entre las hifas de un Púa. Pieza que se injerta sobre el patrón o
determinado hongo y las raíces de algunas portainjerto. Cuando se establece, se con-
plantas; los hongos realizan muchas de las vierte en la parte principal del tallo de la
funciones que corresponderían a las raíces nueva planta.
y, a cambio, se nutren de los hidratos de car- Púa de escudetes. Tallo selecto y preparado,
bono de la planta. del que se obtienen los escudetes para reali-
Monocotiledóneas. Plantas con flores cuyo zar el injerto.
embrión posee un solo cotiledón. Radícula. Raíz primitiva del embrión, que
Nebulizador. Véase página 15. posteriormente se convierte en el primer
Nudo. Punto de unión entre la hoja y el tallo; plantón con raíz propia.
suele tener una yema axilar. Raíces desnudas. Raíces que se levantan del
Ojo. Yema. suelo para ser utilizadas en los injertos de
Patrón de semilla. Portainjerto que se ha ob- mesa.
tenido a partir de semillas, en lugar de por Raíz tuberosa. Véase página 78.
medios vegetativos. Reacción. Grado de acidez o alcalinidad de
Pecíolo. Pedúnculo de la hoja. un determinado suelo o compost. Se mide
Pericarpio. Cubierta del fruto. por el pH. Un pH 7 es neutro. Valores infe-
Persistentes. Partes vegetativas de la planta riores a éste indican un aumento de la aci-
que perduran a lo largo del periodo de la- dez; los superiores indican alcalinidad.
tencia. Recepar. Cortar el tronco de los árboles jó-
Pie. Tallo simple que se desarrolla hasta dar venes a poca altura sobre el suelo, o por en-
origen al tronco principal de un árbol o ar- cima del punto de unión del injerto.
busto. Regeneración. Desarrollo de las partes que
Plaguicida. Producto químico que se utiliza faltan en el material vegetalla que se acaba de
para combatir las plagas. Generalmente, el multiplicar; pordeejemplo, producción de
raices
término abarca insecticidas, vermicidas, aca- proceso a partir un esqueje de tallo. Dicho
ricidas, etc. da lugar a un individuo completo.
10

Repicado. Véase página 45.
Respiración. C o n j u n t o de r e a c c i o n e s
químicas que proporcionan a la planta la
energía necesaria para su crecimiento.
Rizoma. Véase página 84.
Sangrado. Véase página 27
Semillas Véase página 41
2
Semillas F . Véase página 41
Sésil. Desprovisto de tallo o pedúnculo. El
limbo y el nervio principal de una hoja sésil
están unidos directamente a la rama, a nivel
del nudo.
Siembra a voleo. Distribución uniforme de
ias semillas a lo largo del semillero. Difiere
de la siembra a chorrillo (con sembradora) y
a golpe (por hoyos).
Sistémico. Que ejerce una acción general en
toda la planta.
Suculenta. Dícese de ciertas plantas que han
desarrollado algún tipo de respuesta ante la
dificultad de captar agua fresca; las especies
suculentas son capaces de almacenar canti-
dades relativamente grandes de agua y ha-
cer frente a una prolongada sequía.
Tacos de turba. Véase página 23.
Tallo modificado. Véase página 80.
Tallo rastrero. Estolón. Véase página 100.
Transpiración. Proceso en v i r t u d del cual las
plantas pierden agua, de manera natural.
Tiene lugar sobre todo a través de las hojas.
Tubérculo. Véase página 82.
Tuberobulbillo. Véase página 86.
Tuberobulbo. Véase página 86.
Túneles de polietileno. Véase página 15.
Turgente. Material vegetal que está satura-
do de agua, con una elevada presión interna.
GLOSARIO
Unión. Vínculo establecido entre el patrón y
la púa, que, en adelante, prosiguen su creci-
miento en común.
Vastago p r i n c i p a l . Tallo con crecimiento
dominante, que suele ser el más alto.
Vastago secundario o s u b t e r m i n a l . El que
nace después del principal; generalmente
tiene u n crecimiento activo, aunque no tan
vigoroso como el de éste.
V e g e t a t i v a . Cualquier parte o propiedad de
la planta que no está asociada a la floración.
Un brote vegetativo no produce flores, como
tampoco lo hace una planta j u v e n i l .
V e r t i c i l o . Grupo de hojas o flores que, en
número variable (tres o más), b r o t a n a u n
mismo nivel del tallo.
V i a b i l i d a d . índice que corresponde a la pro-
porción de semillas que se mantienen vivas
en u n momento determinado.
Yema apical. Meristemo activo, en el extre-
mo de u n vastago o retoño.
Yema axilar. La que está en la axila foliar
Yema d u r m i e n t e . La que se produce con
normalidad pero que, por razones diversas,
no continúa su desarrollo, a menos que sea
estimulada por alguna circunstancia poco
frecuente.
Yema hibernante. Dícese de la que aparece,
por ejemplo, en la corona de las plantas her-
báceas y permanece durante el período de
latencia invernal, para desarrollarse en la es-
tación siguiente.
Yema t e r m i n a l . La situada en el extremo del
tallo, provoca el crecimiento de éste y per-
manece inerte a lo largo del período de la-
tencia.
Herramientas y equipamiento
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO

? a r a m u l t i p l i c a r las p l a n t a s a d e c u a d a m e n t e ción de p o s i b l e s p u t r e f a c c i o n e s , q u e i n f e c t a -
es n e c e s a r i o t e n e r u n área d e t r a b a j o l i m p i a rán e l e s q u e j e . P o r l a m i s m a razón, n o
y ordenada, contar c o n herramientas y uten- conviene empujar el esqueje d e n t r o del com-
slcos e f i c a c e s y m a n e j a b l e s , y s e g u i r u n p r o - post; h a y q u e h a c e r p r i m e r o u n a g u j e r o , c o n
cecnmiento m e t ó d i c o . C u a l q u i e r f a l l o e n u n a u n p l a n t a d o r de tamaño a p r o p i a d o , y des-
áe ías p a r t e s de este s i s t e m a n o s conduciría a pués i n t r o d u c i r e l e s q u e j e . E l p l a n t a d o r d e b e
ja frustración y , l o q u e es más i m p o r t a n t e , t e n e r , a p r o x i m a d a m e n t e , e l m i s m o diámetro
nos retrasaría e l t r a b a j o , c o n l o q u e se q u e e l e s q u e j e q u e se v a a p l a n t a r
reducirían las p r o b a b i l i d a d e s de é x i t o . A u n q u e m u c h a g e n t e u t i l i z a l a m e s a de l a
Las h e r r a m i e n t a s y e q u i p o f u n d a m e n t a l e s cocina, el escurreplatos o el banco del inver-
p a r a e l h o r t i c u l t o r e n las t a r e a s de m u l t i p l i - n a d e r o , e l m e j o r s i t i o p a r a p r e p a r a r esquejes
cación s o n : u n c u c h i l l o a f i l a d o , u n p a r de p o - e i n j e r t o s y s e m b r a r las s e m i l l a s es u n b a n c o
daderas, u n p l a n t a d o r , c o m p o s t a p r o p i a d o y de t r a b a j o e n e l i n t e r i o r d e l c o b e r t i z o , c o n
a n a serie de t i e s t o s y s e m i l l e r o s . Los u t e n s i - u n a estantería p a r a c o l o c a r las p i e z a s de las
Bos y los b u e n o s m a t e r i a l e s n o m e j o r a n n e - h e r r a m i e n t a s , u t e n s i l i o s , p o l v o s de e n r a i z a -
c e s a r i a m e n t e e l r e s u l t a d o de l a m u l t i p l i c a - m i e n t o , e t c . L a a l t u r a d e l b a n c o es u n f a c t o r
n o n , pero son i m p o r t a n t e s p o r q u e h a c e n el crítico p a r a l a c o m o d i d a d d e l h o r t i c u l t o r
t r a b a j o más fácil; e n c o n s e c u e n c i a , o b t e n e - cuando emplea u n tiempo considerable plan-
m o s d i c h o s r e s u l t a d o s c o n más r a p i d e z . t a n d o o e f e c t u a n d o l a b o r e s de m u l t i p l i c a -
E l u s o de h e r r a m i e n t a s a d e c u a d a s p r o p o r - ción. Los q u e están m a l situados, f a v o r e c e n
ciona al m a t e r i a l v e g e t a l el m e j o r comienzo, los d o l o r e s de e s p a l d a y de c u e l l o . Es f u n d a -
^or ejemplo, para evitar los desgarramientos m e n t a l u n a buena luz que i l u m i n e directa-
v m a g u l l a d u r a s a l p r e p a r a r u n e s q u e j e de m e n t e l a m e s a de t r a b a j o .
callo t i e r n o , se d e b e u t i l i z a r s i e m p r e u n E n m u c h o s aspectos, l a multiplicación v e -
c u c h i l l o a f i l a d o o u n a h o j a de a f e i t a r y u n a g e t a l es s e m e j a n t e a l a cirugía, y n a d a h a y
"jamina de c r i s t a l l i m p i a . Si e l m a t e r i a l está más r u t i n a r i o q u e u n a m e s a de o p e r a c i o n e s ,
dañado, se marchitará y f a v o r e c e r á l a a p a r i - d o n d e t o d a l a atención está c e n t r a d a e n e l
paciente.
A s í p u e s , e l s e c r e t o d e l é x i t o se basa e n te-
n e r t o d a s las h e r r a m i e n t a s y u t e n s i l i o s a m a -
Herramientas y utensilios n o , l i m p i o s y o r d e n a d o s , de m a n e r a q u e po-
básicos d a m o s r e a l i z a r c u a l q u i e r técnica de m u l t i p l i -
cación fácilmente, concentrándonos e n n u e s -
l j C u c h i l l o s , 2) h o j a s de a f e i t a r tro trabajo.
y 3) p o d a d e r a s Después de u s a r l a s , h a y q u e l i m p i a r r e p a -
4| P i e d r a de a f i l a r r a r y c o l o c a r las h e r r a m i e n t a s e n s u s i t i o
5) A c e i t e l u b r i c a n t e p a r a q u e estén d i s p o n i b l e s e n l a próxima
5l T r a p o s p a r a l i m p i a r ocasión.
~ d i s o l v e n t e y 8)
p a p e l de l i j a
91 Prensas (varias)
para apretar el compost
101 P l a n t a d o r e s BANCOS DE TRABAJO
11) C r i b a
12) E t i q u e t a s y lápiz b l a n d o La altura correcta del
I 3 l l i b r o de n o t a s b a n c o de t r a b a j o se de-
14| C i n t a s y bolsas de plástico t e r m i n a de l a s i g u i e n t e
15| Rafia, h i l o , e t c . m a n e r a : de p i e , m i r a n d o
a l f r e n t e y c o n los b r a z o s
161 Cañas p a r t i d a s
p a r a l e l o s a l c u e r p o , se le-
17) P u l v e r i z a d o r de m a n o
v a n t a n los antebrazos
18l R e g a d e r a
h a s t a q u e f o r m e n u n án-
19) F u n g i c i d a s
gulo recto con el tronco y
20) P l a g u i c i d a s
se g i r a n las muñecas co-
211 P o l v o s de e n r a i z a m i e n t o
m o se i n d i c a e n l a f i g u
221 Paneles de c r i s t a l p a r a
r a ; e l b a n c o d e b e estar a
c u b r i r los s e m i l l e r o s
l a a l t u r a i n d i c a d a p o r las
23) Lámina de c r i s t a l p a r a
p u n t a s de los dedos.
p r e p a r a r esquejes
24) M a c e t a s y 25) s e m i l l e r o s
26| C o m p o s t s y 27) f e r t i l i z a n t e s

13
Control del medio ambiente
El problema principal en la multiplicación es
asegurar la supervivencia del material
empleado (semillas, esquejes o injertos) has-
ta que se asiente y se convierta en una nueva
planta. Si el material que se ha utilizado es
adecuado y todos los tratamientos y cortes
se han efectuado correctamente, los resulta-
dos estarán en relación directa con el control
del medio ambiente. Cuanto más rápido sea
el proceso regenerativo, menos oportunida-
des habrá de posibles fallos.
Hay que tener en cuenta dos medios dife-
rentes en la multiplicación vegetal: el medio
aéreo, en el que hemos de considerar la tem-
peratura, humedad, equilibrio gaseoso y di-
fusión de la luz, y el medio de arraigo (suelo
o compost), que incluye temperatura, grado
de humedad, aireación y reacción (acidez/al-
calinidad). Cualquier parámetro debe medir-
se en relación con el efecto que produce en
los otros factores.
Un medio ambiente ideal es el que permite
una pérdida mínima de agua al material ve-
getal, con temperaturas ambientales frescas,
una adecuada penetración de luz para los fe-
nómenos de fotosíntesis, un equilibrio at-
mosférico normal entre el compost y el aire,
buen drenaje y un suelo (o compost) cálido
con una reacción neutra. El nivel al que ope-
ra un sistema particular de control del medio
ambiente limita las técnicas de multiplica-
ción que pueden desarrollarse dentro de él.
En general, el control debe ser mayor cuanto
menos resistente sea el material utilizado si
se quieren obtener buenos resultados. Las
oscilaciones climáticas son demasiado
amplias para que las plantas puedan multipli-
carse en el exterior, excepto las especies
más resistentes.
14
Cajoneras o camas frías
Un sistema inicial de control consiste en co-
locar una estructura con una tapa de cristal
sobre el suelo. Esta cajonera fría hace que
aumente la temperatura del suelo, reduce las
fluctuaciones de ésta, mantiene la humedad
y permite la penetración de la luz; puede uti-
lizarse para la multiplicación de un gran nú-
mero de plantas resistentes. Su principal
inconveniente, que es común a todos los me-
dios cerrados, es que la temperatura del aire
se eleva excesivamente en los días soleados.
Para solucionar el problema se puede abrir la
tapa, con lo que se produce una pérdida de
humedad, o cubrir el cristal para impedir la
entrada de luz, lo que ocasiona una reduc-
ción de la fotosíntesis.
Hay muchos tipos de plásticos que pueden
sustituir al cristal, pero sus características de
transmisión de luz y calor son menos satis-
factorias, sobre todo a finales de otoño y en
primavera, ya que no conservan el calor de
un modo tan eficaz como el cristal.
El modelo de cama fría más fácil de cons-
truir se hace con paneles individuales de
cristal, dispuestos en estructuras separadas
de madera. Suelen estar colocados uno al la-
do del otro, a lo largo de la estructura básica.
Es conveniente que el tablero de atrás sea
más alto que el de delante, y la pendiente de
la tapa debe estar orientada hacia el sur. Esta
cajonera es más efectiva si se cierran hermé-
ticamente todas las ranuras y se coloca un
vidrio doble, con dos tapas.
Invernaderos
El paso siguiente es el invernadero, en el que
se utilizan elementos y equipos un poco más
sofisticados. Los hay de muchas formas y ta-
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
maños. Los de madera tienen precios ele- ta con una bóveda que asegura u n ambiente
vados, y su limpieza y mantenimiento son cerrado. Se pueden adquirir en toda clase de
también caros. Los metálicos resultan más modelos y tamaños según las necesidades.
baratos y fáciles de limpiar y mantener pero,
si no tienen una buena estructura interna,
tienden a deformarse y no resisten m u y bien
los vientos fuertes.
Una caja cerrada, es decir, u n cajón con
una tapa de cristal, e n el interior de u n inver-
nadero proporciona u n medio de multiplica-
ción con buena temperatura para plantas de
interior y especies poco resistentes. El
control de la temperatura se consigue insta-
lando, en el fondo de la caja, una resistencia
regulada por u n termostato que mantiene el
calor ambiental.
Nebulizadores
El grado de control más complejo se obtiene
con los nebulizadores. Son sistemas abiertos
que mantienen automáticamente el n i v e l de
humedad, permiten una penetración total de
la luz y proporcionan calor ambiental sin ne-
cesidad de aumentar la temperatura del aire.
Estos sistemas requieren electricidad y agua
dentro del invernadero.
Campanas y túneles de polietileno
Son sistemas sencillos y baratos, que propor-
cionan u n medio ambiente cerrado suficien-
temente eficaz para plantas de multiplica-
ción fácil. Para las campanas se coloca una
bolsa de polietileno encima de una maceta o
bandeja y se sujeta con una o dos cañas, o
con u n alambre clavado en el compost; se
cierran herméticamente con una atadura
elástica. Los túneles que cubren las plantas
del exterior se construyen sujetando algunas
láminas de polietileno con alambres, y se
cierran e n los extremos.
Germinadores
Representan una alternativa a los nebuliza-
dores. Son portátiles y pueden usarse en el
invernadero, o en el interior de la casa si se
dispone de la luz adecuada. Constan de una
estructura de fibra de vidrio, con u n termos-
tato y cables para mantener el calor cubier-
15
Cuchillos
Sin duda alguna, el elemento más importante de hoja recta porque son más fáciles de afi-
del equipo que necesita u n horticultor para lar, aunque algunos los prefieren con la hoja
multiplicar sus propias plantas es el cuchillo. ligeramente curva. Los que tienen hojas ex-
Su elección es, tal vez, una de las decisiones cesivamente curvadas o en forma de garfio
más difíciles de tomar, ya que depende del t i - no sirven para la multiplicación vegetal; por
po de trabajo que se va a llevar a cabo. lo demás, son m u y difíciles de afilar.
Para la mayoría de las labores es mejor El cuchillo o navaja debe abrirse con facili-
utilizar u n cuchillo de peso medio, con una dad y su sujeción ha de ser m u y cómoda. La
hoja afilada hecha de una aleación de carbo- hoja abierta se retiene con la mano, sobre to-
no y acero. Para injertar se necesita uno más do cuando se corta material m u y resistente;
pesado. de este modo se evita que se afloje y que se
Los cuchillos usados en los injertos de es- mueva demasiado.
cudete terminan en forma de espátula, para Las hojas pueden tener uno o dos filos; los
que sea más fácil abrir la corteza, aunque es- dos tipos son igualmente eficaces. Los
te tipo de multiplicación se puede realizar cuchillos de u n solo filo se fabrican para per-
también con u n cuchillo ordinario. Si se sonas diestras y zurdas. Por lo general, la ca-
quieren obtener esquejes delicados, de da- lidad y diseño de estos utensilios está en rela-
lias, crisantemos, etc., conviene emplear una ción directa con su precio. Una hoja de acero
hoja de afeitar con uno de sus bordes prote- se mantendrá afilada más tiempo que otra de
gido por una cubierta metálica. clase inferior; por lo tanto, merece la pena
Los horticultores suelen utilizar cuchillos pagar la diferencia de precio.
C O R T E DE T A L L O S
LEÑOSOS
La planta se sujeta con la
mano izquierda, y con la
derecha se hace u n corte
sesgado, llevando el an-
tebrazo hacia atrás. El de-
do pulgar de la mano de-
recha se apoya en la par-
te superior del tallo, y el
cuchillo en la parte poste-
rior, de modo que el corte
quede entre el dedo y la
hoja.
16
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
Los cuchillos que se utilizan en la multipli- Afilado del cuchillo
cación vegetal no deben usarse nunca para Aunque este trabajo parece difícil y espe-
podar, cortar cuerda o cualquier otro trabajo cializado, resulta bastante fácil si utilizamos
para el que baste una navaja normal. un cuchillo de hoja recta y una piedra de afi-
Los tallos tiernos se cortan sobre una lámi- lar ancha y plana, con uno de sus lados más
na de cristal situada en el banco de trabajo. áspero que el otro. La piedra debe lubricarse
Los leñosos se sujetan con la mano izquierda, ligeramente con aceite para facilitar el movi-
y con la derecha se hace un corte sesgado, miento.
Üevando el antebrazo hacia atrás; el dedo La hoja se empuja a lo largo del lado áspe-
pulgar de esta misma mano se coloca sobre ro, acción que se repite varias veces sin apre-
la parte superior del tallo, y el cuchillo en tar demasiado. Por último, se frota por el la-
la parte posterior Nunca debe empujarse la do más fino. Esta operación se realiza en las
hoja hacia el dedo, porque podrían producir- dos caras de la hoja. Es necesario recorrer la
se accidentes. longitud total de la piedra para que no se des-
Es inevitable que el filo de los cuchillos se gaste de modo desigual.
desgaste con las resinas y jugos vegetales, lo Se pueden adquirir también piedras más
que reduce la eficacia del corte. Para impe- pequeñas o curvas, pero resultan más difíci-
dirlo se debe limpiar la hoja después de su les de manejar para los que no están acos-
uso con un disolvente (gasolina o tetraclo- tumbrados a usarlas; no obstante, con un po-
ruro de carbono) o frotarla con tierra fina o co de práctica enseguida se adquiere la ex-
con papel de lija. periencia necesaria.
Afilado de una hoja de filo cóncavo Afilado de una hoja de filo plano
1. Vierta un poco de 2. Deslice la hoja a lo Apoye la hoja sobre la
aceite sobre el lado más largo de la piedra. piedra. Haciendo una
áspero de la piedra de Levántela y repita este ligera presión sobre el
afilar Apoye la hoja movimiento varias veces. borde afilado, deslícela de
formando un ángulo muy Finalmente, frótela por el extremo a extremo.
agudo con la piedra. lado de grano más fino. Repita el movimiento.
17
Podaderas
Aunque el cuchillo se Jia considerado siem-
pre la herramienta principal para la multipli-
cación, la técnica moderna pone a nuestra
disposición las ventajas de un buen par de
podaderas; en los casos en que pueden utili-
zarse son mucho más eficaces que los
cuchillos, ya que su manejo es sencillo y rá-
pido, y reducen los daños causados al mate-
rial vegetal.
No sólo se usan para cortar tallos duros y
resistentes, sino también para realizar cortes
en tallos más tiernos, aunque éstos suelen
arreglarse finalmente con un cuchillo o una
hoja de afeitar.
Hay dos tipos básicos de podaderas: de «ti-
jera» y de «yunque». Las podaderas de yun-
que tienen una hoja afilada, generalmente
con filo cóncavo en ambas superficies, que
corta el tallo «aplastándolo» contra una su-
perficie ancha y plana (el yunque). Las de ti-
jera tienen también una hoja cortante, que
suele tener el filo plano en la superficie inter-
na. Dicha hoja corta al girar sobre la de inci-
dencia, como en un par de tijeras conven-
cionales. Las podaderas de este último tipo
son preferibles a las de yunque, porque ha-
cen cortes más limpios y causan menos con-
tusiones y magulladuras. Existen otros mo-
delos, como las que funcionan a modo de
trinquete, que no se emplean en las labores
de multiplicación.
Cuando se elige un par de podaderas hay
que tener en cuenta el tamaño, la comodidad
del mango y la facilidad de manejo. Es mejor
escoger unas de muelle, que vuelven auto-
máticamente a la posición inicial después de
cada corte; resulta muy pesado tener que
abrir las podaderas en cada incisión. Con-
viene asimismo que el modelo disponga de
un seguro, que mantenga las podaderas
cerradas cuando no se utilizan; de este modo
se evitan los accidentes y se protege el borde
cortante. Algunos tipos tienen un surco para
la savia, que impide que las cuchillas se pe-
guen. Las podaderas deben utilizarse exclusi-
vamente para la multiplicación vegetal, al
igual que las demás herramientas que se
emplean para estos fines; así se evita que las
hojas se desgasten antes de tiempo y dejen
de ser eficaces.
Como sucedía con los cuchillos, podemos
juzgar las podaderas según su precio: las más
caras suelen estar mejor diseñadas, se des-
montan fácilmente y tienen hojas de acero
de buena calidad, que se mantienen afiladas
durante mucho tiempo.
Cuidados y mantenimiento
Las podaderas, más que cualquier otra herra-
mienta, requieren un mantenimiento cons-
18
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
- _~;rues de usarlas, hay que limpiar ciones del fabricante. En su defecto, lo mejor
• 3fas con un disolvente (gasolina o es llevar las podaderas a un experto para que
• n d c n i r o de carbono) y con lija fina para las afile.
r_- i_- . i rríir.a. jugos vegetales y otros resi-
. - r _ T rueden perjudicar a las superficies Modo de hacer un corte limpio
Es conveniente frotar las hojas y A l utilizar las podaderas hay que observar
piezas móviles con un aceite ligero, dónde se practica el corte; los modelos de
i prevenir el óxido y mantener su buen yunque suelen ser bastante grandes y no
dentó. siempre nos dejan ver el lugar en que reali-
S la calidad es buena y las cuchillas se lim- zamos dicho corte. Hay que procurar
: ¿z ::er. no tendremos que afilarlas casi alejar la hoja de incidencia de la superficie
- _- :Í Algunos modelos se pueden graduar de corte prevista; de este modo eliminare-
: r_; '.i acción de corte se conserve co- mos el riesgo de magulladuras.
s o es debido. Para practicar un corte limpio hay que ha-
r-: ¿aderas se afilan de varias maneras; cer una presión firme con las dos hojas de la
- ¿ i rcrriente es desmontarlas primero y podadera. Nunca se forzará la herramienta,
.a; hojas como si fueran cuchillos. En pues sólo se conseguiría torcer las cuchillas
- rasos, las hojas gastadas se recam- y dañar las bisagras asi como el material ve-
- ¿z er. lugar de afilarse. Es conveniente getal. Si se trata de un tallo duro y resistente,
T-ÍSZÍ: el folleto que se adjunta con estas hay que girar un poco las hojas después de
-_¿—i_Tj.er.tas y seguir siempre las instruc- cada corte hasta atravesarlo del todo.
Carie bien hecho Corte mal hecho Corte con podadera
de yunque
No apoye la hoja de Corte el tallo haciendo
incidencia a ras del tallo presión con la hoja afilada
principal, porque quedaría sobre el yunque, sin
un trozo sin cortar desgarrarlo ni aplastarlo.
19
Recipientes
pueden adquirir con una profundidad de 3/4
o de 1/2. Las hay también más altas que
anchas. Se elegirá u n recipiente en el que
quepa sólo el mantillo o compost suficiente
para el objetivo perseguido.
El principal factor que conviene tener en
cuenta al elegir una maceta es su capacidad
de drenaje. Si utilizamos u n compost bien
drenado, no hará falta disponer trozos de
tiesto en el fondo, pero éste debe contar
siempre con agujeros de drenaje; por esta
misma razón, cuando se dispone de u n siste-
ma de riego capilar los agujeros deben per-
mitir la subida del agua desde el medio capi-
lar, que puede ser arena o estera, hacia el
compost. La maceta de la izquierda es la úni-
ca de las tres que tiene los agujeros de drena-
je situados correctamente (debajo).
fe 0 c
r >
o o
c \ c
/c \
0
Con los recipientes cuadrados se apro-
vecha mejor el espacio que con los redondos,
ya que pueden agruparse sin dejar huecos
entre ellos. Además, poseen u n volumen ma-
yor en relación con su superficie; una mace-
ta redonda convencional, de 9 centímetros
de diámetro, tiene la misma capacidad que
una cuadrada de 7 cm. Sin embargo, las ma-
Macetas
Son los elementos más comunes dentro del
equipo necesario para la multiplicación. Si
elegimos tres o cuatro tamaños de macetas
del mismo tipo, las tareas diarias de riego y
manejo se regularizan y facilitan.
Generalmente, las macetas tienen una pro-
fundidad equivalente a su anchura, pero se
20

cetas cuadradas son más incómodas de relle-
nar y hay que cuidar que el compost de las
esquinas esté bien apretado.
Otra consideración importante es la utili-
zación de recipientes rígidos o blandos. Los
tiestos con reborde suelen ser menos fle-
xibles que los que no lo tienen y son más
fáciles de apilar Las macetas rígidas son in-
sustituibles en la multiplicación, aunque los
recipientes de plástico negro pueden usarse
en las etapas de repicado. El inconveniente
r r i n c i p a l de las macetas blandas es su ten-
dencia a combarse, que dificulta su llenado.
El material del que está hecha una maceta
es asimismo importante. Antes siempre se
hacían de barro, pero h o y se usa menos este
material debido a su coste, duración y peso.
Actualmente, la mayor parte de los tiestos
rígidos son de plástico y tienen la ventaja de
ser más baratos, ligeros y duraderos. A l g u -
nos recipientes plásticos se v u e l v e n quebra-
dizos con el tiempo, por la acción de los ra-
vos ultravioletas. Los de polipropileno son
resistentes y dan m u y buenos resultados.
Las macetas de plástico son fáciles de lim-
piar y de almacenar mientras que las de
barró hay que remojarlas, fregarlas y esteri-
izarlas después de cada uso, lo que a veces
representa una pérdida de tiempo. El barro
es poroso y , en él, la tierra se seca antes que
en el plástico, lo que nos exige más trabajo.
NLACETAS DE USAR Y TIRAR
Se pueden obtener algunas macetas de es-
te tipo, que suelen estar hechas de mate-
rial orgánico tratado de diversas mane-
ras. Las más corrientes son las de turba
prensada, a través de la cual pueden
abrirse camino las raíces de las plantas.
HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
Los recipientes anchos tienen mayor esta-
bilidad, así que, cuando sea posible, se deben
comprar tiestos de base ancha y con los cos-
tados casi verticales. Esta forma permite ade-
más u n mayor volumen de compost y una su-
perficie útil más extensa.
Para ahorrar,muchos horticultores utilizan
envases de yogur de queso o de crema en
vez de macetas «auténticas». Pueden servir
siempre que estén limpios y tengan u n buen
drenaje; es preciso llenarlos con u n compost
apropiado y atenderlos debidamente.
Semilleros
Cuando se trabaja con u n número relativa-
mente grande de plantones o esquejes, como
ocurre en la producción de plantas para ocu-
par u n bancal o macizo, los semilleros resul-
tan más prácticos que las macetas.
Generalmente son de madera blanda y de
unas dimensiones de 35 por 22 cm; la profun-
Son m u y útiles porque permiten hacer los
trasplantes sin alterar las raíces, que, f i -
nalmente, arraigarán en el suelo. Los
recipientes de papel y materias fácilmen-
te corruptibles son también eficaces.
La principal desventaja de estos tiestos
es que resultan caros.
21
Recipientes (cont.)
1. Coloque los tacos
en un compartimiento
estanco. Eche agua
lentamente a su alrededor
y espere hasta que se
hinchen.
22
didad puede ser de 5 o 6 cm, según las necesi-
dades concretas. Este tipo de semilleros son
caros y además duran muy poco, porque se
pudren con facilidad. Sin embargo, tienen la
ventaja de que son firmes y no se deforman.
Existen muchos modelos de semilleros de
plástico con las mismas dimensiones básicas.
La característica más importante es la cali-
dad del drenaje, que es fundamental para
asegurarnos de su utilidad. Hay una gran
variedad de materiales plásticos que se
emplean en la fabricación de semilleros; los
mejores son los más gruesos, porque no se
deforman cuando se cogen por una esquina,
y los que no se vuelven quebradizos con los
rayos ultravioletas. De todos modos, la gran
ventaja del plástico reside en su larga dura-
ción y fácil limpieza. Se pueden adquirir ta-
maños reducidos, de 15 por 22 cm y de 5 cm
de profundidad.
Algunos semilleros están hechos de otros
materiales, como turba prensada, papeles es-
peciales o poliestireno expandido, pero re-
quieren un manejo muy cuidadoso. A veces
se tiran después de usarlos; con este recurso
se solventa el problema de la higiene, pero se
incrementan los gastos. Los semilleros de po-
liestireno, con compartimientos separados
para cada semilla o esqueje, retienen mejor
el calor y estimulan el crecimiento.
2. Entierre las semillas o 3. Plante en el exterior
o esquejes cuando cuando aparezcan las
los tacos hayan absorbido raíces a través de los
la cantidad de agua agujeros de la malla.
necesaria.
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
GOMO en el caso de las macetas, muchos los bloques sean hexagonales, porque, si se
- - : ----- - ¿ndejas de madera para la fru- colocan con las paredes juntas, tardan más
»de pescado o cualquier embalaje de tiempo en secarse. Antes de preparar los blo-
pueden sustituir a los semilleros ques hay que asegurarse de que el mantillo
anales, con tal de que se limpien posee el grado adecuado de humedad. Para
' tengan un drenaje apropiado. averiguarlo se coge un poco de mantillo hú-
medo y se aprieta con cuidado, pero firme-
turba y macetas de turba mente; tiende a desmenuzarse. Si se deshace
demasiado es que está muy seco, y si no se
; sistema se elimina el uso de mace- desmigaja, está húmedo.
-r:s. y se trasplanta o replanta la Se rellena el molde con el compost hasta
LT_ : i: er/.era. Para ello se utiliza mantillo que todas sus partículas formen un bloque
B 337 t a prensado en forma de taco y su- único. Se le coloca sobre una bandeja y se
: rcc _r.a malla, que se hincha y empapa deja durante 24 horas para que se consolide,
- í. : r . a _ otro tipo de tierra prensada en antes de insertar la semilla o el esqueje.
Cuando la planta empieza a crecer las raíces
Estos crecipientes» son útiles y muy efica- invaden la tierra.
-educen la alteración de las raíces al Se planta en el exterior tan pronto como
•áaeac. k) que significa que el crecimiento aparezcan las raíces a través de las paredes
• se üetiene en el momento del trasplante. del bloque.
acos de turba resultan caros, pero
«TÍ-:Í rué dan muy buenos resultados y
-san para plantones pequeños o es-
peses resistentes, intensifican el desarrollo
bftís raices.
~ i c v ; : : gasto inicial que representa ad-
IUT t un molde para hacer los bloques
•BÉe detener a muchos horticultores que
-•í-r-r/.i--multiplicar cantidades grandes
jejes o semillas. Es conveniente que
KJI I \é de turba
L Saqete el molde por los 2. Vacie el molde cuando 3. Entierre la semilla
e s ladoscon las manos y esté lleno y deje las o el esqueje y cubra
•BECroc-izcalo en compost macetas sobre una con compost. Hay que
~ r^~~ " bandeja. Espere 24 horas asegurarse de que las
para que se consoliden. paredes de las macetas
están en contacto.
23
Composts
En términos generales, el compost es un sus-
tituto del suelo natural; en él se multiplican y
establecen las plantas. Para cumplir estas
funciones, el compost necesita ciertas pro-
piedades: estar bien aireado, retener agua,
poseer los nutrientes necesarios y conducir
el calor Los componentes del compost de-
ben contribuir a crear estas condiciones par-
ticulares y a mantenerlas durante toda la
vida activa del mismo. Para prevenir las pla-
gas, enfermedades y malas hierbas, estos
elementos constituyentes deben estar esteri-
lizados.
El único componente que no es en princi-
pio estéril es la tierra franca. Para esterili-
zarla se coloca en un recipiente ancho y pla-
no (por ejemplo, una lata de horno) y se pone
en el horno a 82 °C durante 30 minutos. Los
mejores resultados se obtienen cuando la
tierra franca está seca y se tapa la lata; de es-
te modo, el vapor producido favorece la este-
rilización. Se enfría y se criba la tierra franca
antes de usarla.
Compost de esquejes
Si queremos preparar un compost de es-
quejes, hay que tener en cuenta dos facto-
res: primero, debe retener la suficiente
humedad para evitar la desecación de los
esquejes y, segundo, hade poseer un elemen-
to que facilite la aireación en el interior del
medio.
La turba es el componente que suele usar-
se para retener agua; se pueden adquirir va-
rios tipos distintos, pero la mejor es la de
esfagno, porque se mantiene en buenas con-
diciones durante mucho tiempo. Conviene
hacerla pasar por una criba de 0,6 cm para
que adquiera uniformidad.
La arena permite la aireación del medio,
así como un drenaje adecuado; la turba tien-
de a apelmazarse con el agua. El tipo que más
se utiliza en horticultura es una arena
gruesa, no caliza, lavada y triturada, con
partículas de 0,3 a 0,15 cm de diámetro.
Dichas partículas deben ser puntiagudas y
angulosas, con forma irregular para favore-
cer el drenaje y la aireación.
Estos elementos básicos se pueden susti-
tuir por turba de juncos, serrín bien meteori-
zado, perlita, vermiculita y polvo de carbón;
en realidad puede servir cualquier material
que posea unas propiedades físicas ade-
cuadas, que sea químicamente inactivo y
más o menos estéril biológicamente.
Los composts de esquejes suelen tener par-
tes iguales (en volumen) de turba y arena,
aunque es muy difícil calcular la cantidad de
turba que existe en una mezcla determinada.
Los horticultores determinan las propieda-
24
des del compost con el tacto, sin necesidad
de medir sus componentes.
Compost para la germinación de semillas
La composición de este tipo de compost no es
muy diferente a la de los anteriores, a excep-
ción de que necesita más atenciones en lo
que se refiere a los nutrientes y aspectos
químicos.
Los elementos básicos para la germinación
pura y simple son la turba y la arena. Sin em-
bargo, cuando los plantones permanecen
cierto tiempo en el compost hay que añadir
tierra franca, que actúa como amortiguador
mantiene los nutrientes y controla la deseca-
ción. La cantidad que se necesita no es muy
grande: la fórmula ideal estaría compuesta
por 2 partes de turba, 2 de arena y 1 de tierra
franca (en volumen).
Las semillas son muy sensibles a la acidez,
por lo que la arena debe mezclarse con cal,
en forma de tierra de creta o caliza, en una
cantidad de 7 g por cada 6 1 de compost.
Aunque normalmente no se incluyen
mezclas complicadas de nutrientes en los
composts de semillas, el fosfato constitu-
ye un factor importante. Se mezclan con la
arena 7 g de superfosfato por cada 12 litros
de compost
Compost para el repicado de plantones
Son parecidos a los composts de semillas. El
medio debe permitir el desarrollo de las
raices, por lo tanto ha de contener una canti-
dad suficiente de agua y nutrientes para que
el crecimiento siga su curso normal; hay que
cuidar la relación acidez/alcalinidad y evitar
que el compost se seque con facilidad.
El componente fundamental de estos com-
posts es la turba, aunque antiguamente era
la tierra franca el elemento básico. Su uso ha
disminuido debido a las dificultades para ob-
tener material uniforme que pueda entrar a
formar parte de una fórmula determinada.
La turba es más fácil de normalizar y se utili-
za como constituyente base. Por otra parte,
la tierra franca ejerce una influencia de
control y regulación en el agua y en los
nutrientes que la turba no posee; por esta ra-
zón, los composts basados en este último ele-
mento requieren un alto grado de manipula-
ción y mantenimiento. De todos modos, es
conveniente utilizar la tierra franca, aunque
sea en pequeñas cantidades, para que actúe
como amortiguador Paradójicamente, se
trata de producir un compost sin tierra fran-
ca, al que se le añade un poco de este ele-
mento.
Las plantas jóvenes necesitan nutrientes,
que se agregan en forma de 28 g de fertili-

r o r cada 9 1 de c o m p o s t , a m e -
T . l i n e a n t e r e c o m i e n d e o t r a dosis.
- rr.ercado a l g u n a s m a r c a s co-
: - : : rr.i :sts de t u r b a , c u y a c a l i d a d
— r r : r a d a . Su p r i n c i p a l i n c o n v e -
í i : e r . ¿ e n c i a a la d e s e c a c i ó n , c o n la
s i r v i e n t e de r e h u m e d e c e r el
esto deja de ser u n p r o b l e m a
u n agente h u m i d i f i c a d o r En
: - T - - r . : i ~ la v e n t a j a de q u e v i e n e n
y empaquetados e n bolsas
de u n t a m a ñ o m a n e j a b l e *
r e h u m e d e c e r u n c o m p o s t de
nade una pequeña cantidad
tanúdificador p o r ejemplo, u n ja-
m o c a deben utilizarse detergen-
m de c o m p o s t s
: r e t e n d e c o n estas m e z c l a s es o b -
a t p r o d u c t o u n i f o r m e , p o r l o q u e es
mezclar los i n g r e d i e n t e s a
l e a d l a f á c i l si se d i s p o n e d e u n a caja
- ¿c.-.i : : r . u n a c a p a c i d a d c o n o c i d a ,
• q o e basaremos la fórmula; la cal y
- se a ñ a d e n e n r e l a c i ó n a esta
• l o c a n tos i n g r e d i e n t e s e n capas, f o r -
• i r ¿ pila, sobre u n suelo l i m p i o de
: -- _ i y los f e r t i l i z a n t e s se espar-
srencana de la arena. T o d o el c o n j u n t o
: : i r _ r . " _ : : : s á m e n t e c o n una pala.
¿des para la adquisición de compost co-
s a continuación la composición de los
ue el interesado pueda hacérselo por sí
HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
C O M P O N E N T E S DE DIVERSOS TIPOS DE
COMPOSTS
(en volumen)
Compost para esquejes
Partes iguales de turba (cribada) y arena
(partículas de 0,3-0,15 cm)
Compost para germinación de semillas
2 partes de turba (cribada)
2 partes de arena (0,3-0,15 cm)
1 parte de tierra franca (esterilizada)
14 g de tierra caliza y 7 g de superfosfato por
cada 12 1 de compost.
Compost para el repicado de plantones
COMPOST P A R A M A C E T A S
7 partes de tierra franca (esterilizada)
3 partes de turba (cribada)
2 partes de arena (0,3-0,15 cm)
3 g de tierra caliza y 16 g de fertilizante
básico por cada 5 1 de compost.
COMPOST DE M A C E T A S SIN TIERRA
FRANCA
3 partes de turba (cribada)
1 parte de arena (0,3-0,15 cm)
16 g de fertilizante básico y 16 g de tierra
caliza por cada 5 1 de compost
COMPOST DE M A C E T A S C O N U N A
PEQUEÑA C A N T I D A D DE TIERRA F R A N C A
7 partes de turba (cribada)
2 partes de arena (0,3-0,15 cm)
1 parte de tierra franca (esterilizada)
16 g de cualquier fertilizante básico y 16 g de
tierra caliza por cada 5 1 de compost.
En el cultivo de plantas ericáceas se prescinde
de la cal.
M O D O DE CRIBAR LA TURBA
Se hace pasar la turba a través de una criba de
0,6 cm, antes de mezclarla con los restantes
ingredientes del compost.
Hormonas de enraizamiento
Ciertos productos químicos favorecen o re-
gulan la tasa de crecimiento de las plantas
cuando se usan en dosis mínimas. Pueden
emplearse también para estimular otro tipo
de respuestas, como por ejemplo, la forma-
ción de los racimos frutales.
Estas sustancias trabajan en concentra-
ciones muy bajas y dentro de unos límites
muy críticos; un producto que estimula la
fructificación en una concentración determi-
nada y facilita el arraigo de un esqueje en
otra distinta puede utilizarse como herbici-
da en una tercera concentración. Es muy im-
portante seguir las instrucciones minuciosa-
mente, en lo que se refiere a la dosificación,
si se quieren obtener buenos resultados.
Hay que tener en cuenta que estas sustan-
cias no constituyen una panacea: no podrán
inducir el desarrollo de las raíces si esta ca-
pacidad no está presente en el tallo de mane-
ra inherente. Su acción consiste en incre-
mentar esta capacidad innata del tallo, para
que produzca raíces en mayor cantidad y
más rápidamente. El uso de estas hormonas
no tiene mucho sentido cuando el esqueje
procede de una planta saludable y se mul-
tiplica en la estación adecuada. Deben utili-
zarse con precaución y sólo en aquellos ca-
sos en que haya probabilidades de obtener
resultados efectivos.
Las hormonas de enraizamiento que exis-
ten en el mercado se suelen vender en forma
de polvo, mezcladas con una base de polvos
de talco. Se emplea el talco porque es muy
suave y carece de propiedades abrasivas,
que podrían dañar al esqueje. La hormona
propiamente dicha es el ácido indolbutírico,
conocido como AIB. En algunas ocasiones se
puede sustituir por el ácido indolacético
(AIA) o por el ácido naftalenacético (ANA). La
concentración que se utiliza para multiplicar
esquejes leñosos es de 0,8 por ciento de AIB
en talco; puede usarse en concentraciones
más bajas, hasta la cuarta parte de la cifra an-
terior Las hormonas de polvo suelen estar
basadas en el ANA.
A veces se incorporan fungicidas a estos
polvos, para impedir el desarrollo de posibles
putrefacciones en los esquejes*
Las hormonas de enraizamiento se fabri-
can también en forma líquida; la sustancia
está disuelta en agua o en algún disolvente
orgánico, como el alcohol.
Estas hormonas no deben aplicarse a esque-
jes de hojas o de raíz. Para éstos no hay aún
productos que favorezcan su regeneración.
Modo de empleo
Es necesario conocer dos premisas básicas
antes de aplicar estos productos. Primero,
26
que la concentración empleada para inducir
la formación de las raíces no es la más ade-
cuada para su desarrollo posterior Segundo,
aunque la hormona puede absorberse a
través de la corteza, la mayor parte de esta
sustancia pasa a través del corte realizado en
la base del esqueje.
A l aplicar el producto, hay que tener
cuidado para que sólo la superficie del corte
basal entre en contacto con el polvo, y éste
no se adhiera a la parte externa del tallo; si la
hormona está en forma líquida, el tallo no
debe sumergirse más de 2,5 cm.
Las hormonas inducen el desarrollo de las
raíces, pero pueden causar su muerte si éstas
emergen y se impregnan del polvo que ha
quedado en la corteza. En muchos casos no
mueren totalmente, pero ciertas plantas
pueden sufrir mermas en condiciones deter-
minadas; lo mejor es adoptar un sistema que
sea conveniente para todo tipo de plantas.
Cuando el polvo se adhiere con dificultad a
la base del esqueje, éste debe sumergirse pri-
mero en agua. Esta precaución resulta muy
útil en los esquejes tiernos, que siempre se
benefician con la humedad.
Para preparar hormona líquida, se disuelve
una pastilla en una cantidad determinada de
agua, siguiendo las instrucciones. Se deja la
base del tallo dentro de la solución durante
12-24 horas. Como la concentración de este
tipo de productos es mucho más baja que la
de las hormonas en polvo, la corteza no sufre
daños y el tallo puede sumergirse a cualquier
profundidad.
Si se utiliza alcohol como disolvente, se
moja la base del esqueje en la solución y
se deja secar hasta que se evapore; la hormo-
na quedará impregnada en el tallo.
* Algunos de nuestros lectores han provocado extrañeza e
incluso escepticismo al pedir hormonas o polvos de enraiza-
miento. Hay que admitir que ciertos productos de jardinería
se encuentran con más dificultad en España que en naciones
como Inglaterra, Alemania o Francia, donde la jardinería es-
tá más desarrollada, pero tales hormonas de enraizamien-
to existen también entre nosotros.

de aplicar correctamente las hormonas de
!
ento
1 . S — c r j a la base del 2. Impregne la base del
•HC-jr.-E- en agua. tallo con la hormona en
polvo.
S A N G R A D O E N E S Q U E J E S DE T A L L O
De¿ mismo modo que ciertas sustancias
- \ra^ son capaces de incrementar la
formación de raíces en u n esqueje, exis-
r: :vr== técnicas que estimulan la pro-
éacdón natural de hormonas y favore-
:~- i. arraigo de la planta.
- - algunos casos, entre la corteza y los
- : : s leñosos hay una vaina de u n ma-
i'r.L ne inhibe el desarrollo de las
••oes. Si dañamos parte de los tejidos de
es~i viir.a. las raices se producen normal-
Mente. Esto se consigue mediante una
i e sangrado.
E ~e:odo más corriente consiste en
« a t a r u n trozo de la corteza de los 2 ó
: básales del esqueje; se utiliza u n
- - erüado para que los tejidos leño-
HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
Modo incorrecto
Asegúrese de que la
hormona no queda
adherida a la corteza.
sos queden apenas descubiertos. Tam-
bién se consiguen buenos resultados
practicando tres o cuatro incisiones, de
2,5 cm de largo, en la corteza basal del es-
queje, con una profundidad que alcance
los tejidos leñosos.
Estas técnicas son m u y efectivas en los
rododendros, adelfillas y enebros, pero
no deben usarse indiscriminadamente
porque podrían dar origen a infecciones y
putrefacciones. Sólo son necesarias en es-
quejes leñosos y viejos; los más tiernos
no precisan cortes. La experiencia nos di-
rá cuándo es necesario efectuar cortes en
un esqueje; si no se producen raíces y es-
te hecho no se puede atribuir a ninguna
causa determinada, lo más probable es
que el tallo responda a la técnica de
sangrado.
27
Riego
Los riegos que realizamos para mantener el
crecimiento de las plantas en macetas no
suelen ser m u y eficaces. La principal dificul-
tad estriba en que no se efectúan con la sufi-
ciente regularidad n i en la cantidad que la
planta necesita. Existen varios sistemas de
riego automáticos y semiautomáticos; su efi-
cacia depende de la calidad de los materiales
y de la instalación.
El agua es necesaria en la multiplicación
vegetal, ya que produce evaporación y , de
este modo, aumenta el grado de humedad;
asimismo, mantiene la turgencia de los es-
quejes y de las plantas, que la adquieren a
través de sus raices.
Los plantones y esquejes recién arraigados
se riegan con agua tibia. Hay que evitar el
agua fría porque podría frenar su desarrollo
y enfriar la temperatura del suelo. Cuando el
agua corriente es m u y dura, conviene utili-
zar agua de lluvia.
Conviene colocar u n depósito de agua en
el invernadero, para que alcance la tempera-
tura ambiente. El depósito tiene la ventaja de
que se evapora agua a través de su superficie
y el invernadero adquiere niveles de hume-
dad elevados.
El mayor problema que se presenta estriba
en saber si el agua empleada en los riegos ha
sido suficiente. Cuando no se tiene mucha
experiencia, lo mejor es ajustarse a unas
condiciones limitadas: se utilizarán macetas
del mismo tipo y tamaño, y u n compost lo
más uniforme posible; de este modo resulta
más fácil aprender las técnicas de riego.
El riego desde arriba, con una roseta sujeta
a una regadera o manguera, ayuda a distri-
buir mejor el agua. Este sistema evita el
endurecimiento del compost y facilita el dre-
naje y la penetración. Hay que regar en pe-
queñas cantidades y con mucha frecuencia,
para que el agua pueda secarse cada vez que
alcance el borde de la maceta o semillero.
Los sistemas capilares son ventajosos para
el horticultor, porque impiden el encharca-
miento, pero pueden crear problemas al
principio si la capilaridad es escasa y provo-
ca una desecación excesiva.
La eficacia de estos métodos depende del
material utilizado, que suele ser fieltro, fibra
de vidrio o arena. El fieltro es m u y fácil de
instalar, pero la arena proporciona u n con-
tacto más efectivo. Se forra una bandeja, a la
que se han quitado los costados, con láminas
de politeno. Se perfora el plástico, haciendo
varios agujeros en los lados al mismo nivel,
1 cm por debajo de la altura deseada. Se
rellena con arena fina hasta arriba y se vier-

Cuatro métodos de riego por acción capilar

Elija una bandeja sin
paredes laterales y con
buen drenaje. Se forra con
láminas de politeno. Se
agujerea el plástico 1 cm
por debajo de la altura
deseada. Se rellena con
arena y se riega
abundantemente. Se
colocan los recipientes
sobre el lecho capilar, de
modo que no haya bolsas
de aire entre éste y el
compost.

28
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO

r agua sobre ella. Los agujeros evitan que el
agua ascienda más de lo debido.
Los recipientes deben estar firmemente
rutilados sobre el lecho capilar para que el
agua entre con facilidad en la maceta o se-
•fiDero, en ausencia de cámaras de aire
entre el lecho y el compost.
S el compost está encharcado, hay que de-
jar que se seque antes de volver a regar
Cuando un compost de turba se seca y hay
dificultades para rehumedecerlo, se añade
un poco de jabón suave al agua para facilitar
su penetración. La mayoría de estos com-
posts llevan un agente humidificador incor-
porado para que no se presente este tipo de
problemas.

RIEGO DEL COMPOST DESDE ARRIBA

Se debe utilizar una regadera con una ro- rige la regadera hacia el compost cuando
seta de agujeros pequeños. Se comienza a el flujo sea continuo y se retira antes de
verter el agua fuera del recipiente. Se di- parar el riego.

Introduzca las macetas en Introduzca uno de los Introduzca un poco de

i cubeta con agua.
Cuando estén
•empapadas se retiran
-s se dejan secar
extremos de una cinta
absorbente en un barril
con agua. Se coloca el
otro extremo dentro de la
turba, por debajo de las
macetas.
cinta absorbente en la
base del recipiente. El
otro extremo de la cinta
se sumerge en un poco de
agua, situada a un nivel
más bajo que la maceta.

29
Fertilizantes
Deficiencia de
Existen muchos malentendidos acerca del
papel que desempeñan los nutrientes en el
desarrollo de las plantas; por esta razón, a
menudo se emplean de modo incorrecto en
las fases de multiplicación y asentamiento.
Los tres elementos fundamentales que las
plantas necesitan para adquirir un desarrollo
adecuado son nitrógeno, potasio y fósforo.
Estos materiales, unidos al carbono, hidróge-
no y oxígeno, constituyen los componentes
básicos de los tejidos vegetales. En un segun-
do plano se sitúan el calcio, azufre y magne-
sio, que se requieren en cantidades más
pequeñas; por último, la planta utiliza los oli-
goelementos: hierro, manganeso, boro, mo-
libdeno y cobalto, en dosis mínimas.
El nitrógeno es un factor sumamente im-
portante en el crecimiento de la planta. Su
deficiencia se manifiesta por un desarrollo
lento y achaparrado, con falta de color en las
hojas. Las plantas absorben este elemento en
forma de nitrato o de sales amónicas. Es uno
de los ingredientes principales de las
proteínas, tan necesarias para el crecimiento
de todo ser vivo. Interviene muy directa-
mente en el desarrollo de las hojas, que cons-
tituyen parte importante de los tejidos vege-
tales; sin embargo, también es indispensable
en la formación del tallo, raíces, flores y se-
millas. Como componente proteico es de vi-
tal importancia en el desarrollo de los cromo-
somas.
La función del potasio no es tan fácil de
explicar Actúa como catalizador en todas
las reacciones químicas. Está muy relaciona-
do con los procesos de fotosíntesis y con el
aporte de nutrientes alrededor de la planta;
esto explica su intervención en el crecimien-
to de las hojas. Es asimismo importante para
otras partes de la planta en las que tienen lu-
gar reacciones químicas de otra índole. Su
deficiencia se puede observar en los bordes
de las hojas, que se vuelven de color amarillo
pálido; esta coloración va extendiéndose ha-
cia dentro y los márgenes adquieren un tono
marrón, con aspecto chamuscado.
El fósforo, que se aplica en forma de fosfa-
tos, realiza dos misiones diferentes en el
desarrollo vegetal. En primer lugar es un
componente esencial de unas proteínas muy
especializadas que constituyen los cromoso-
mas. Segundo, representa la principal fuente
de energía, y es transportado y liberado
durante las innumerables reacciones
químicas. La escasez de fosfato es difícil de
determinar, sobre todo cuando la carencia es
poco importante; suele asociarse con un cre-
cimiento raquítico y una coloración purpú-
rea o rojiza en las hojas. Estos síntomas tam-
bién se observan cuando existen daños en

30
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
las raíces, c a u s a d o s p o r p l a g a s o p u t r e f a c -
ciones.
Los demás e l e m e n t o s se e n c u e n t r a n e n
c a n t i d a d e s s u f i c i e n t e s e n los f e r t i l i z a n t e s ge-
n e r a l e s , y a sea c o m o c o m p o n e n t e s s e c u n d a -
r i o s o c o m o i m p u r e z a s , p o r l o q u e n o es ne-
cesario aplicarlos i n d i v i d u a l m e n t e .
Las d e f i c i e n c i a s de h i e r r o y magnesio
p u e d e n causar algunos problemas. El magne-
sio i n t e r v i e n e e n l a f o r m a c i ó n de l a c l o r o f i l a ,
q u e p r o p o r c i o n a e l c o l o r v e r d e a las p l a n t a s .
Su f a l t a p r o v o c a u n a « c l o r o s i s » e n las h o j a s
más v i e j a s , q u e se v u e l v e n a m a r i l l a s ; e s t o se
d e b e a q u e las p l a n t a s t r a n s f i e r e n e l m a g n e -
sio de las p a r t e s v i e j a s a las más n u e v a s .
U s o a d e c u a d o de l o s f e r t i l i z a n t e s
Las p l a n t a s j ó v e n e s d e b e n d i s p o n e r de t o d o s
los n u t r i e n t e s n e c e s a r i o s . Los c o m p o s t s q u e
están b i e n p r e p a r a d o s s u e l e n t e n e r las c a n t i -
dades a p r o p i a d a s . Sin e m b a r g o , las s e m i l l a s
g e r m i n a n e n u n m e d i o q u e sólo p o s e e fosfa-
t o ; t a n p r o n t o c o m o las h o j a s c o m i e n c e n a
d e s a r r o l l a r s e , necesitarán n i t r ó g e n o y p o t a -
sio p a r a c o n t i n u a r s u c r e c i m i e n t o . L o s f e r t i l i z a n t e s se c o m e r c i a l i z a n b a j o
El h o r t i c u l t o r , si l o desea, p u e d e p r e p a r a r múltiples f o r m a s . Las más c o m u n e s s o n ;
su p r o p i o a b o n o líquido, p e r o es más s e n c i l l o líquido, p o l v o , p a s t i l l a s y s p r a y ( v é a s e
u t i l i z a r c u a l q u i e r a de las múltiples m a r c a s pág. 1 8 7 ) .
q u e e x i s t e n e n e l m e r c a d o . Si l a p l a n t a
m u e s t r a d e f i c i e n c i a de p o t a s i o , p o r e j e m p l o ,
hay que comprar u n fertilizante c o n u n alto APLICACION DE FERTILIZANTES
c o n t e n i d o d e este n u t r i e n t e , p e r o q u e n o
c o n t e n g a sólo este e l e m e n t o ; c o n v i e n e se-
g u i r c u i d a d o s a m e n t e las i n s t r u c c i o n e s .
Los f e r t i l i z a n t e s orgánicos, c o m o l a h a r i n a
de h u e s o s , l a s a n g r e seca, l a h a r i n a de asta,
etc., s o n de acción m u y l e n t a y n o e j e r c e n u n
efecto realmente beneficioso e n u n a planta
q u e p r e s e n t a d e f i c i e n c i a s de n u t r i e n t e s .
En los medios cerrados, c o m o macetas y
s e m i l l e r o s , d e b e n e v i t a r s e también los f e r t i l i -
z a n t e s inorgánicos ( n i t r a t o sódico, s u l f a t o
amónico, s u l f a t o d e h i e r r o , s u l f a t o potásico y
s u p e r f o s f a t o s ) ; sus e f e c t o s químicos s o n de-
masiado enérgicos y p u e d e n a l t e r a r e l
e q u i l i b r i o de l o s demás n u t r i e n t e s .
Cuando haya u n a carencia generalizada
de m a g n e s i o , h a y q u e s u s t i t u i r l a c a l i z a m a g -
nésica (caliza dolomítica) d e l c o m p o s t p o r
tierra caliza o r d i n a r i a .
Las p l a n t a s q u e v i v e n e n m e d i o s ácidos y Se p r e p a r a c u a l q u i e r f e r t i l i z a n t e n o f o l i a r
las ericáceas, c o m o los b r e z o s y r o d o - s i g u i e n d o las i n s t r u c c i o n e s d e l f a b r i c a n -
d e n d r o s , t i e n d e n a p a d e c e r d e f i c i e n c i a s de t e . Se a p l i c a s o b r e e l c o m p o s t , a l m i s m o
h i e r r o ; esto se r e m e d i a a p l i c a n d o u n c o m - t i e m p o q u e se p r o t e g e n las h o j a s c o n l a
p u e s t o d e h i e r r o , e n e l c o m p o s t o e n las m a n o . O t r o m é t o d o de aplicación consis-
hojas. te e n sumergir la maceta e n u n a cubeta
Si se u t i l i z a u n f e r t i l i z a n t e f o l i a r , es necesa- q u e c o n t e n g a u n a solución d i l u i d a de fer-
r i o s e g u i r las i n s t r u c c i o n e s d e l f a b r i c a n t e a l tilizante, y dejarla durante toda la noche
pie de l a l e t r a . Los n u t r i e n t e s se s u e l e n v e r - para que lo absorba.
t e r s o b r e las h o j a s c o n u n a r e g a d e r a .
31
Higiene
Uno de los mayores tropiezos con que nos
enfrentamos en la multiplicación es la pérdi-
da de esquejes y plantones, debido a la ac-
ción de diversas plagas y enfermedades. En
la mayor parte de los casos se deben a fallos
del horticultor en el mantenimiento de las
condiciones higiénicas.
El éxito de la multiplicación se basa en la
prevención y control de los posibles agentes
patógenos. N o se trata únicamente de man-
tener los esquejes y plantones fuera del al-
cance de dichos agentes; es necesario tam-
bién tomar medidas de higiene en el lugar
de trabajo, en los recipientes y herramien-
tas, en el compost, en el material que se va a
multiplicar y en todas las labores que se
practiquen.
El banco de trabajo, dentro del cobertizo,
debe estar siempre escrupulosamente limpio
y ordenado. Antes de dejar las plantas en el
interior del invernadero, hay que fregar bien
todas las grietas y rincones con una solución
desinfectante, para eliminar todos los restos
de infección. Este trabajo se realiza con más
facilidad en u n invernadero metálico y mo-
derno que en uno tradicional, de madera, en
los que la limpieza es mucho más dificultosa.
32
La mejor época para limpiar es al comienzo
del invierno, cuando las tareas de multiplica-
ción son m u y escasas. Después de esta pri-
mera fase, los demás problemas se controlan
mediante el uso rutinario de fungicidas y pla-
guicidas, que penetran en todos los escondri-
jos del invernadero. Algunos productos
químicos son imprescindibles para el control
de la arañuela roja, mosca blanca, moscas
del género Sciarída, mildius y hongos
causantes de podredumbres.
Para evitar infecciones cruzadas es conve-
niente retirar los recipientes y el compost
que no se usen en la primera oportunidad
que se presente. El compost ya gastado pro-
porciona u n medio propicio para la propaga-
ción de hongos y de esciáridos.
Tal vez la causa principal de las infec-
ciones y putrefacciones que surgen en el
compost sea la utilización de recipientes su-
cios para la multiplicación. Es de suma im-
portancia que estén limpios no sólo de espo-
ras, sino también de malas hierbas, como la
pamplina o el mastuerzo. La infección suele
comenzar en la corteza del suelo y a veces,
los productos químicos ayudan a su disper-
sión en las macetas y semilleros. Todos estos
recipientes deben lavarse con una solución
jabonosa hasta que estén completamente
limpios. Las macetas de barro necesitan per-
manecer en remojo para completar su lim-
pieza. Las herramientas se limpiarán cuida-
dosamente después de usarlas, para que no
se conviertan en u n foco de infección.
El compost empleado en la multiplicación
debe estar esterilizado. La forma más fácil de
conseguirlo es fabricarlo con ingredientes
estériles. La turba es m u y acida por naturale-
za y por lo mismo,, estéril. La arena suele
estar esterilizada mediante la adición de di-
versos productos químicos. El único compo-
nente que necesita esterilización es la tierra
franca; esta operación se realiza en u n hor-
no, a 82 °C, en u n recipiente ancho y plano,
cubierto con una tapadera para que el calor
producido estimule el proceso de esterili-
zación.
Hay que tener presente que aunque todos
los componentes sean estériles, pueden de-
jar de serlo si quedan expuestos a los ele-
mentos. El compost debe guardarse siempre
en bolsas y en lugar protegido, para que se
mantenga en buenas condiciones. Nunca de-
be usarse u n compost ya gastado, n i siquiera
esterilizado, porque el equilibrio químico
puede estar alterado.
El material vegetal debe estar libre de todo
tipo de infecciones; los esquejes y púas que
estén contaminados no pueden destinarse a
la multiplicación. Para prevenir las enferme-
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO

dades hay que sumergir los esquejes de hojas

en una solución fungicida. Después de plan- LIMPIEZA DE M A C E T A S Y SEMILLEROS
tarlos, conviene regarlos con una solución
del mismo tipo, más diluida. Las semillas en
germinación se pulverizan con u n fungicida
o con u n compuesto de cobre para reducir al
mínimo la contaminación por hongos.
Los esquejes y plantones en desarrollo se
fumigan y pulverizan regularmente con fun-
gicidas y plaguicidas; es una precaución ruti-
naria contra las infecciones por hongos o
mildius, y contra las plagas de araña roja,
mosca blanca y esciáridos.

Hay que fregar bien todos los recipientes,

antes y después de usarlos, para que
queden completamente limpios y se eli-
minen todos los posibles focos de infec-
ción. Se retiran los restos de tierra y pro-
ductos químicos que hayan quedado
adheridos a las paredes. Las macetas de
barro deben permanecer en remojo para
completar su higiene.

Esquejes de hojas Plantones

1 Sumerja el esqueje en 2 Llene una maceta con Pulverice los plantones

solución fungicida compost. Plante el esqueje que acaban de germinar
ida para prevenir las y empape el compost con con u n fungicida o con u n
enfermedades. una solución diluida de compuesto de cobre.
fungicida.

33
Plagas
Las plagas pueden causar muchas molestias
en el momento de la multiplicación. Atacan a
un gran número de plantas y es imprescin-
dible que el horticultor las conozca y sepa
tratarlas adecuadamente.
Si una planta o esqueje infectado se intro-
duce en el medio de multiplicación, las tem-
peraturas elevadas y la humedad ambiental
provocarán una explosión de los gérmenes
infecciosos.
Por lo tanto, el material empleado debe es-
tar en la medida de lo posible, totalmente
exento de todo tipo de plagas. Es más seguro
y más fácil combatir las plagas en la planta
madre, antes de obtener los esquejes que
van a dar lugar a nuevos ejemplares. Sin em-
bargo, esto no siempre es posible, y las medi-
das rutinarias de control de plagas han de
aplicarse continuamente para evitar las in-
fecciones en el invernadero o en el huerto.
Pulgones y mosquitos
Algunos insectos, como el pulgón y los mos-
quitos, están presentes, de modo invariable
y en pequeño número, en casi todas las plan-
tas durante la estación de crecimiento. Es
muy importante combatirlos porque, además
de causar un debilitamiento rápido cuando la
población aumenta, pueden transmitir enfer-
medades víricas.
El método más práctico de aplicación de in-
secticidas consiste en el uso de aerosoles,
preferiblemente durante la noche. Los más
eficaces son los que contienen piretrum o
malatión. Estos productos químicos no de-
ben utilizarse cuando las plantas están ex-
puestas a la luz del sol.
34
Araña roja
No es, propiamente, un insecto; está provista
de ocho patas y teje su propia tela. La
mayoría son pequeñas y difíciles de observar
a simple vista, pero,como suelen aparecer en
grandes cantidades, su acción colectiva re-
sulta evidente.
Un signo característico de su presencia es
un moteado amarillo en algunas hojas, que
se vuelven de color marrón herrumbroso y
adquieren un brillo grisáceo, debido a la for-
mación de la tela.
Se desarrollan bien en el medio de multipli-
cación, donde la población puede crecer sin
dificultad a causa de las altas temperaturas;
atacan a diversas especies de plantas: pepi-
nos, ciclamen, dalias y coniferas.
Los métodos de lucha no siempre son fáci-
les, porque los insecticidas más eficaces son
también nocivos para el hombre. El sistema
más sencillo consiste en mantener la pobla-
ción a un nivel mínimo, reduciendo el núme-
ro de individuos hibernantes; se consigue
haciendo limpiezas rutinarias durante el
invierno. De todos modos, a veces sobre-
vienen epidemias, que se contrarrestan pul-
verizando, a intervalos regulares, con pro-
ductos químicos que contienen dimetoato o
malatión; la rotenona en forma líquida tam-
bién reduce la infección.
•• •¡sí' •• * y
Esciáridos
Estas moscas negras, de pequeño tamaño, se
aprecian más por su movimiento que por
ellas mismas. Su aparición es bastante re-
ciente y se cree que está asociada al uso, ca-
da vez mayor de composts de turba. Los
 HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO

adultos se sienten atraídos por la turba hú- que se siembra o se planta en la maceta. Los
meda y ponen sus huevos sobre ella. De és- productos más eficaces son los que con-
tos salen unas larvas pequeñas y blancas que tienen BHC.
devoran todo lo que está a su alcance, en es-
pecial las raíces jóvenes y suculentas de un
esqueje o plantón.
Los daños aumentan cuando el compost es-
tá encharcado, ya que el número de huevos
puestos es mayor y las raíces resultan más
afectadas. Para evitarlo, conviene que los
riegos sean ligeros y frecuentes, y que el
compost no esté continuamente empapado.
El control químico no es fácil. Los adultos
poseen una gran movilidad y son casi impo-
sibles de destruir; la tendencia generalizada
es dirigir la lucha contra las larvas. La incor-
poración de un insecticida granular en el
compost tiene efectos preventivos. Si se
declara una infección, lo mejor es humede-
cer el compost con polvos de BHC.

Moscas de invernadero
Es una de las plagas más molestas, y ataca a
las plantas que se desarrollan bajo cristales.
Los adultos son pequeños y blancos, seme-
jantes a polillas. Las larvas, de color blanco
verdoso y en forma de escama, viven en el
envés de las hojas y se alimentan de sa-
via; segregan una sustancia azucarada que
vuelve a las hojas pegajosas y favorece la
aparición de un moho negro y hollinoso. Las
larvas toleran la mayor parte de los insectici-
das, pero los adultos pueden controlarse con
productos que contengan piretrum, biores-
metrín o resmetrín.

Babosas y caracoles
Se alimentan de las plantas jóvenes de casi
todos los cultivos. El uso continuo de cebos
para babosas mantiene a la plaga a un nivel
mínimo. Cuando sobreviene una infección
Gorgojos masiva, hay que aplicar metaldehído.
Las larvas de este insecto son mucho más da-
ñinas de lo que parecen y aunque no consti-
tuyen plagas en el área de multiplicación,
pueden causar estragos en las plantas jóve-
nes, recién plantadas. Cuando un plantón se
marchita repentinamente, es muy probable
que esté afectado por el gorgojo. Los adultos
ponen sus huevos en el suelo o en el com-
post. Las larvas son blancas, con la cabeza
marrón, y se alimentan de las raíces cerca-
nas. En los últimos años, los gorgojos han
causado muchos problemas, debido a que su
ciclo vital no se conocía con exactitud.
El único método satisfactorio de contro-
larlos es matando a las larvas inmediatamen-
te después de la eclosión, con un insecticida
en polvo que se aplica al compost cada vez

35
Enfermedades
El medio donde se realizan las labores de
multiplicación proporciona, a menudo, con-
diciones propicias para el establecimiento y
propagación de ciertas enfermedades, aun-
que el problema se puede evitar si se toman
las oportunas medidas de higiene. El horti-
cultor necesita conocer los síntomas de estas
enfermedades y los medios de combatirlas.
Botritis
Esta enfermedad está causada por u n hongo,
Botrytis cinérea. Es u n organismo que apare-
ce con mucha frecuencia, capaz de distintos
grados de parasitismo. Se desarrolla en am-
bientes fríos y húmedos y se le reconoce por-
que forma una putrefacción marrón en los
esquejes y plantones, que termina por
cubrirse de u n moho grisáceo. Una vez es-
tablecido, es m u y difícil de controlar su ex-
pansión. Para evitar epidemias, se colocan
los esquejes y plantas jóvenes en una atmós-
fera cálida y bien ventilada, manteniendo
una higiene rigurosa. Si la infección se pre-
senta, hay que entresacar con cuidado las
plantas afectadas y destruirlas. Las plantas
restantes se pulverizan con benomilo o me-
tiltriofanato, para impedir una nueva inva-
sión de la enfermedad. El uso excesivo de es-
tos fungicidas puede dar lugar a la aparición
de cepas resistentes.
Podredumbre
Este tipo de enfermedades se deben a u n gru-
po de hongos de especies afines, aunque
también pueden ser causadas por otros orga-
nismos. A f e c t a n a los plantones en germi-
36
nación: las hifas del hongo, que parecen
filamentos de algodón, se extienden rápida-
mente sobre la superficie del suelo o del
compost; cuando entran en contacto con la
planta, el hongo parásito penetra en sus teji-
dos, causándoles la muerte. El problema es
más grave cuando los hongos están presen-
tes en el suelo o compost y son capaces de
sobrevivir sin parasitismo. Los terrenos ago-
tados constituyen u n foco de infección y
nunca se volverán a utilizar para sembrar o
plantar esquejes. Existen diversos factores
que complican los efectos perjudiciales de
estos hongos: u n número m u y elevado de
plantones; temperaturas demasiado altas o
demasiado bajas, que perjudican el de-
sarrollo de las plantas; ventilación escasa y
suelos excesivamente húmedos, y , por últi-
mo, los daños causados por las heladas en los
esquejes y plantones.
La enfermedad se reconoce porque las
plantas jóvenes mueren rápidamente.
Para evitarla se siembran las semillas a la
densidad adecuada, de modo que los planto-
nes no estén amontonados; hay que colo-
carlas en u n lugar bien iluminado, con venti-
lación y temperatura templada,y regar con
moderación. Conviene pulverizar antes de
la germinación, con u n compuesto de cobre.
Cuando las semillas hayan germinado, con-
viene v o l v e r a pulverizar.
Si la enfermedad está ya establecida, los
esquejes y plantones se pulverizan con u n
fungicida de cobre, que suele destruirlo. Por
desgracia, el cobre es tóxico para algunas
plantas, así que conviene leer las instruc-
ciones con detalle antes de aplicar u n fungi-
cida de esta clase.

Rhizoctonia
Este hongo causa muchos problemas en hor-
ticultura. Vive sobre el compost y ataca al
material vegetal en los lugares donde la hu-
medad es elevada y la temperatura dema-
siado cálida. En los procesos de multiplica-
ción suele afectar a los esquejes cultivados
en el interior de vaporizadores, cajoneras
cerradas o macetas cubiertas con bolsas de
plástico. Produce una putrefacción basal en
los esquejes y cuando se ha establecido, es
difícil de combatir
Para prevenir las infecciones de Rhizocto-
nia, hay que esterilizar una o dos veces al
año el lugar donde se realiza la multiplica-
ción. Es necesario utilizar herramientas y re-
cipientes completamente limpios, y asegu-
rarse de que el compost es nuevo y estéril.
Si, de todos modos, se presenta la infec-
ción, se entresacan y destruyen las plantas
afectadas.
Enfermedades víricas
las plantas sufren numerosas enfermedades
—oducidas por diminutos organismos v i -
vientes llamados virus. En la mayoría de los
rasos, la planta tolera la presencia del virus y
exhibe ciertos síntomas, en forma de motea-
do amarillo o de mosaico, en las hojas. Estos
síntomas no deben confundirse con los efec-
tos causados por las deficiencias de hierro o
magnesio (véase pág. 30).
Las enfermedades víricas reducen el vigor
de la planta, lo que puede significar u n des-
censo en la producción de material apto para
ja multiplicación, debido a que el desarrollo
es más débil que en otras plantas no afecta-
das de la misma especie o variedad. Nunca se
multiplicar a partir de plantas que
an estar infectadas, ya que el virus
ía al vastago.
No está en manos de los horticultores re-
ducir n i eliminar la infección de una planta
enferma. Todo lo que pueden hacer es pre-
HERRAMIENTAS Y EQUIPAMIENTO
venir la difusión del mal, extrayendo y
quemando los ejemplares afectados.
Algunas enfermedades víricas son trans-
mitidas por pulgones y mosquitos, que infec-
tan las plantas mientras se alimentan; el
contagio a otras plantas sanas se controla
administrando plaguicidas regularmente, f u -
migados o en aerosoles.
También se transmiten por medio de gusa-
nos, en suelos no esterilizados y por contac-
to, por ejemplo, con u n cuchillo de multipli-
cación. Cuando se toman esquejes de una
planta enferma, el cuchillo se convierte en
u n foco de infección. H a y que desinfectar
siempre las herramientas y las manos si se
sospecha la presencia de una enfermedad
vírica.
El único modo de evitar problemas en la
multiplicación es utilizar material sano,
exento de virus, lo cual no es más que una
utopía, ya que no es fácil reconocer con cer-
teza los síntomas de las enfermedades
víricas. A u n q u e los virus se pueden transmi-
tir a través de las semillas, existen algunas
plantas, como Daphne mezeieum, cuyas se-
millas son inmunes a estos ataques. Se
pueden adquirir plantones de árboles frutales
y de unos pocos cerezos ornamentales, y a
tratados contra los virus.
Algunas enfermedades, como el mosaico
de Daphne, se reconocen fácilmente colo-
cando la planta a la luz: el mosaico aparece
de u n color amarillo claro. Otras son más
difíciles de detectar y pueden confundirse
con deficiencias minerales o con los efectos
perjudiciales de ciertas plagas.
37
Semillas
La multiplicación a partir de semillas no es saúcos y codesos utilizan hidratos de carbo-
u n proceso m u y rentable, si consideramos el no como sustancia de reserva; sus semillas
gran número de semillas producido por la
planta madre y la cantidad relativamente
pequeña de plántulas que alcanzan la madu-
rez en condiciones naturales. El horticultor Pericarpio
debe conocer todas las posibles limitaciones Cubierta
e intentar superarlas, con el f i n de obtener de la semilla
una cosecha aceptable.
N o obstante, esta técnica puede llegar a Cotiledones
ser m u y útil y satisfactoria, al permitir la
reproducción prolifica de las plantas. Otra de
sus ventajas es que las distintas semillas se Hipocótilo
Radícula
recolectan sin causar lesiones a las plantas,
lo cual es inevitable en la multiplicación ve-
getativa.
La semilla resulta de la fecundación de la
parte femenina de la flor p o r e l polen, produ- Haya, Fagus sylvatica x 2.5
cido por el gameto masculino. Es el producto
final de la reproducción sexual, que va a dar
lugar a una población con características va-
riables. Con u n cultivo programado es
posible eliminar la mayor parte de esta va-
riación y obtener plantones uniformes en to-
dos los sentidos. Esta es la técnica empleada
en la producción de bancales de hortalizas y
de arriates de flores, debido a que estas plan-
tas tiene u n ciclo v i t a l m u y corto, que permi-
te u n programa de cultivo intensivo. Las
plantas leñosas son más variables, porque su
ciclo vital es más largo y tienen tendencia a
la polinización cruzada en su habitat natural.
Las semillas representan la base de la su-
pervivencia del mundo vegetal. Constan de
u n embrión, que es una planta en su estadio
más inmaduro, u n tejido nutricio, que man-
tiene al embrión durante el periodo de laten- Tilo, Tilia platyphyllos x 9
cia y en las primeras fases de su desarrollo, y
una cubierta protectora. El embrión, a su
vez, posee u n pequeño sistema radicular o son estables y de vida larga, con pocos ries-
radícula; u n tallo, o plúmula, con las hojas gos de deshidratación. Las que almacenan
o cotiledones (que a veces constituyen una grasas o aceites, como las de peonías, mag-
reserva nutritiva), y u n hipocótilo, o frag- nolias y castaños, se deshidratan y dete-
mento de unión entre la raíz y el vastago. Las r i o r a n con el paso del tiempo, con lo que se
figuras muestran dos ejemplos de embrión: dificulta la supervivencia y el almacena-
en uno de ellos, las sustancias nutrientes son
aportadas por el endospermo, y en el otro
por los cotiledones.
Dentro de las semillas se pueden apreciar
ciertas diferencias.
La enorme variación que existe en el tama-
ño influye, inevitablemente, en el resultado
de la multiplicación. Las semillas grandes,
como las bellotas, castañas y avellanas, ger-
minan con facilidad y por lo general, se es-
tablecen bien. Las m u y pequeñas, como las
de los rododendros y lobelias, poseen una ta-
sa de germinación y supervivencia m u y baja.
También hay diferencias entre los mate-
riales que sirven de alimento al embrión. Los Roble, Quercus tubia x 1
38
 SEMILLAS

Las variaciones en las características de las

semillas y frutos son infinitas; pueden tener
alas, garfios u otro tipo de formaciones que
les ayudan a dispersarse y que se despren-
den fácilmente. La forma de la semilla hace
que ésta caiga en la posición más adecuada
para la germinación. En las labores de
siembra, hay que asegurarse de que la colo-
cación es la correcta; en caso contrario, el
tallo puede brotar distorsionado.

Semillas comerciales
Se pueden adquirir empaquetadas y en otros
Rhododendron máximum x 24 formatos que facilitan la siembra, haciéndola
más precisa. Las «pildoras» de semillas están
cubiertas con u n material de fácil descompo-
sición, que se desintegra con la humedad.
Esta característica es m u y útil en semillas
miento. Es mejor dejar que las semillas ma- pequeñas, porque facilita su manejo. Tam-
duren en la planta y recolectarlas inmediata- bién se venden en cintas de papel o plástico
mente antes de la siembra. degradable, espaciadas adecuadamente. La
Las sustancias de reserva evitan la deshi- cinta se corta a la medida deseada, se en-
dratación, pero también i n f l u y e n en el buen tierra en u n surco, a una profundidad de 1
estado de la cubierta y en su capacidad de cm, y se cubre con tierra.
protección. Las semillas de los sauces tienen
cubiertas m u y poco desarrolladas y sobrevi-
ven poco tiempo, mientras que las de los
guisantes de olor, codesos y altramuces son
muy fuertes e impermeables y soportan
periodos largos bajo condiciones m u y diver-
sas. La especie Nelumbo nucífera posee unas
semillas que mantienen su viabilidad en las
turberas durante más de m i l años.

Arce real, Acer platanoides x 3

Saúco, Sambucus nigia x 10

Magnolia grandiflora x 2 Aceituna, Olea europaea x 1

39
Recolección y almacenamiento
A u n q u e las semillas se suelen comprar el
horticultor puede extraerlas, recolectarlas y
almacenarlas a partir de sus propias plantas.
Esta práctica proporciona resultados espe-
cialmente buenos en el caso de árboles y ar-
bustos, a los que se ha dedicado u n capítulo
por separado. Es necesario etiquetar cada
tanda de semillas. Las que no se puedan iden-
tificar no servirán para nada.
Las plantas anuales de bancales y arriates
son razas selectas que se han reproducido a
partir del mismo tipo. El problema que se
presenta e n la recolección de las semillas de
estas plantas es que pueden haber sido fe-
cundadas con polen de especies m u y diver-
sas, y darían lugar a híbridos y ejemplares
atípicos. La dificultad se resuelve comercial-
mente cultivando las plantas parentales en
grandes áreas aisladas. Algunas especies, co-
mo los pensamientos, se autopolinizan, y sus
semillas pueden recolectarse con toda con-
fianza.
Recolección y secado de semillas de flores
Las semillas de algunas flores, como las de
campanillas y anémonas, se recogen y
siembran cuando todavía están verdes, pero
las de la mayoría de las plantas herbáceas se
secan primero, y luego se extraen y alma-
cenan.
La recolección se efectúa cuando están
maduras, antes de que tenga lugar el proceso
Extienda las cápsulas Haga u n ramillete con los
carnosas sobre u n papel, tallos antes de ponerlos a
en una caja o bandeja. secar, con las flores
Deje secar al sol hasta que metidas en una bolsa de
se puedan extraer las papel marrón.
semillas.
40
de dispersión, lo cual requiere una observa-
ción minuciosa. Si están encerradas dentro
de u n fruto, el trabajo resulta más fácil, y a
que la semilla está totalmente desarrollada
antes de que el fruto madure y se disperse. El
único inconveniente, en este caso, es sepa-
rar la semilla del fruto. En muchas ocasiones
hay que secarlo al sol, en una atmósfera se-
ca, o en una alacena aireada.
Cuando los frutos se recogen uno por uno,
se abren y se extienden sobre u n papel de se-
da, en una caja o bandeja, y se dejan secar Si
se h a n recogido las flores enteras, se prepara
u n ramillete con unos cuantos tallos y se
cuelga para que se seque, con las flores
dentro de una bolsa de papel marrón que se
ata a los tallos; de vez en cuando se sacude la
bolsa, para que las semillas secas se despren-
dan y caigan en su interior Cuando las flores
son m u y pequeñas conviene dejar la bolsa
abierta. Todo este conjunto se coloca en u n
medio ambiente cálido, a 21 °C.
La cubierta de las semillas secas se rompe,
y se procede a la limpieza del material dispo-
nible. Según el tamaño, la selección se hace
con la mano, con una criba, o con una aven-
tadora.
Las semillas grandes y carnosas, como las
de ciclamen, lirios y eléboros, no responden
bien al tratamiento de secado; por esta ra-
zón conviene dejarlas madurar en la misma
planta y recogerlas antes de la dispersión.
Ate la bolsa y colóquela
en u n lugar seco y
aireado. Sacuda de vez en
cuando para que las
semillas caigan.

Almacenamiento
Cuanto más tiempo permanece almacenada
una semilla, más sustancias nutritivas nece-
sita para su supervivencia; el embrión utiliza
estas sustancias en la germinación, y si están
casi agotadas, ésta será muy poco vigorosa.
Las condiciones de almacenamiento deben
reducir la actividad al mínimo.
Las semillas se guardan secas en bolsas de
tela o papel, en paquetes o en envolturas de
celofán; las de flores y hortalizas no deben
meterse en bolsas de plástico, porque este
material tiende a conservar la poca humedad
que existe.
Es imprescindible que el ambiente que ro-
dea a las semillas sea seco y frío; los lugares
más apropiados son el desván, el sótano, o
incluso el refrigerador Si hay algún riesgo
de humedad, se colocarán los paquetes en
una bolsa de politeno para protegerlos.
Si el secado se ha llevado a cabo correcta-
mente, muchas semillas de flores y hortali-
zas pueden almacenarse durante dos o tres
años, debido a que sus sustancias de reserva
son hidratos de carbono. Sin embargo, las
más carnosas acumulan grasas o aceites y su
vida es más corta, aunque se mantengan en
condiciones óptimas (no suelen durar más de
doce meses). El mejor modo de almacenar es-
tas semillas es en bolsas de plástico, dentro
del refrigerador con lo que mantienen el ni-
vel de agua adecuado.
Recolecte las flores Rompa las cápsulas secas
pequeñas cuando estén y elimine los residuos con
casi secas. Se meten en las manos o con una criba
una bolsa de papel y se o aventadora.
deja abierta hasta que se
sequen del todo.
SEMILLAS
GENÉTICA
Las plantas que proceden de semillas de
especies o variedades estables son simila-
res a sus parentales. No obstante, si uno
de los parentales es inestable o se mul-
tiplica vegetativamente, su descendencia
tiene muchas probabilidades de pertene-
cer al tipo normal, y no a la forma va-
riante.
En los cultivos vegetales se utiliza
mucho la técnica de hibridación F, En es-
te proceso, dos especies o variedades es-
tables se cruzan entre sí para producir
una generación híbrida (la primera gene-
ración filial o Fj). La ventaja de estos
híbridos es que suelen ser más vigorosos
que sus progenitores y pueden tener
características de altura, forma y color
que los hacen más apreciados.
Si estos híbridos F, se entrecruzan, su
descendencia o generación F2 no va a ser
muy parecida a la Fj sino que, en muchos
caracteres, se asemejará a los parentales.
Por lo tanto, la generación F2 ya no posee
los rasgos ventajosos de la Fj y será ne-
cesario producir semillas de esta última
cada año.
Guarde las semillas en
bolsas de tela o en sobres
de papel. Etiquételas con
claridad y colóquelas en
un lugar seco y frío.
41
Siembra en semilleros
La germinación y el asentamiento de una distribuye bien para que no queden cámaras
nueva planta se estimulan si se dejan las se- de aire, haciendo una presión ligera con los
millas en remojo, durante 12-24 horas, antes dedos en las esquinas. El compost no debe es-
de sembrar en el compost; éste debe poseer tar demasiado apretado.
una aireación adecuada, tener capacidad pa- Para igualar la altura del compost se utiliza
ra retener la humedad, una reacción neutra una tabla u otra pieza de madera, hasta que
y una cantidad suficiente de fosfato. Este ti- quede al nivel del borde del recipiente. Des-
po de compost es especial para los trabajos pués, con una prensa, se aprieta de modo
de siembra. uniforme, y se rebaja 0,5-1 cm.
Antes de elegir la maceta, cazoleta o ban- El recipiente está ya listo para la siembra.
deja hay que tener en cuenta la cantidad de Las semillas se distribuyen una a una si son
semillas que se van a sembrar. El recipiente grandes, o se vierten directamente del sobre
debe ser lo suficientemente grande como pa- cuando son de pequeño tamaño. El sobre ha
ra permitir el desarrollo de las semillas hasta de estar próximo a la superficie del compost
el momento del repicado. para evitar que las semillas reboten o que se
Se llena el recipiente con compost y se produzca una distribución desigual. Cuando
1. Deje las semillas 2. Llene el recipiente 3. Apriete el compost en
grandes en remojo, hasta arriba con compost. las esquinas y en la base
durante 12-24 horas, del recipiente, utilizando
antes de sembrarlas. las yemas de los dedos.
4. Nivele la superficie del 5. Compacte esta 6. Siembre la mitad de las
compost con una tabla. superficie hasta que semillas sin alzar mucho
quede a 0.5-1 cm por la mano para evitar que
debajo del borde del reboten,
semillero.
42
 SEMILLAS

semillas son m u y menudas es más fácil
reirías uniformemente si están mezcla-
bas con arena seca. Primero se siembra la mi-
tad del contenido del paquete; luego se gira
el semillero 9 0 ° y se vierte la otra mitad a lo
largo del compost.
Las semillas se cubren con u n poco de com-
post, que se hace pasar a través de una criba
de 0,3 cm, hasta que queda una capa unifor-
me. Por lo general, esta capa debe tener el
mismo espesor que las semillas.
El semillero se etiqueta y se riega, sumer-
giéndolo en una cantidad no m u y grande de
acua para que ésta penetre por acción capi-
lar. El agua nunca debe rebosar por encima
del borde del semillero. Después de regar
hay que esperar hasta que el compost se se-
que.
Los riegos también se pueden efectuar des-
de arriba, utilizando una regadera con una
roseta de agujeros pequeños. Se empieza a
verter el agua fuera del semillero; cuando el
flujo de agua es continuo, se dirige la regade-
ra sobre las semillas. Para dejar de regar se
aparta la regadera, de manera que no caigan
gotas aisladas en el compost.
El semillero se tapa con u n cristal y se colo-
ca en u n lugar oscuro, por ejemplo, una ala-
cena aireada. También se puede cubrir el
cristal con una hoja de papel y dejar todo el
conjunto en u n medio ambiente cálido, a
21 C.
6

7. Gire el recipiente 9 0 ° 8. Cubra las semillas con 9. Etiquete las semillas

sembré las semillas una capa de compost, que con su nombre completo y
restantes. se hace pasar a través de la fecha de siembra.
una criba; ésta debe
mantenerse cercana a la
superficie del semillero.

10. Riegue desde arriba
ron una regadera provista
de una roseta de agujeros
pequeños.
11. Cubra el semillero con
cristal para que las
semillas se mantengan
húmedas, a una
temperatura templada.
12. Coloque una hoja de
papel sobre el cristal para
reducir al mínimo las
oscilaciones de
temperatura.

43
Desarrollo de las semillas
Germinación
Es un proceso que abarca desde el momento
en que se somete la semilla a unas condi-
ciones propicias para su desarrollo, hasta
que la plántula produce hojas verdaderas y se
asienta como una nueva planta. Cuando se
proporcionan estas condiciones y la semilla
no germina, a pesar de estar viva, se habla de
estado latente (véanse págs. 57-59).
El agua es vital para el desarrollo de l
planta. El compost debe regarse inmediata-
mente después de la siembra, si la semilla no
ha estado en remojo antes.
Una vez que ésta ha absorbido agua en
cantidad suficiente, empiezan a desarrollar-
se la raíz y el tallo embrionarios, que acaban
por romper la cubierta de la semilla.
El embrión utiliza sus sustancias de reser-
va. El oxigeno se combina con los hidratos de
carbono que constituyen estas sustancias y
produce la energía necesaria para el creci-
miento. El compost ha de proporcionar un
medio bien aireado para satisfacer este re-
Cuando la semilla comienza a germinar querimiento masivo de oxígeno.
el embrión da lugar a una raíz y unas ho- Todos los procesos de crecimiento no so
jas. Estas hojas seminales suelen ser dis- más que reacciones químicas, que se activa
tintas de las hojas «verdaderas», que apa- con el agua. La semilla, pues, necesita un
recen más tarde. cantidad creciente de agua para completa
Desarrollo de la semilla
1. Retire la tapa de cristal 2. Pulverice regularmente 3. Riegue con un
y la hoja de papel cuando con agua, cuidando de fungicida para prevenir o
aparezcan las plántulas. que el compost no se combatir las
Sitúelos en un lugar bien empape demasiado. enfermedades causadas
iluminado. por hongos.
44

S Q desarrollo, y el compost debe estar en
condiciones de retener esta humedad.
Las reacciones químicas obedecen a leyes
flacas; la más sencilla de todas estas reglas
ficta que, cuanto más elevada sea la tem-
peratura, más aumentará la velocidad de
reacción. De ahí que las semillas inmersas en
m medio ambiente cálido germinen más rá-
meamente. Sin embargo, existen límites
biológicos para estos aumentos de tempera-
r l a que, en la práctica, son también de
índole económica, y a que el mantenimiento
de temperaturas elevadas resulta m u y caro.
La mayor parte de las semillas de flores y
rtalizas germinan a 21 C por término me-
0
dio, de manera que una alacena aireada es
~z— lugar excelente para la germinación. Para
las semillas de árboles y arbustos, véase la
página 56.
B semillero se cubre con una tapa de cris-
tal para que el vapor de agua se condense y
.as gotas caigan sobre el compost; de este
nodo se mantienen el calor y la humedad,
^as fluctuaciones de la temperatura se redu-
cen al mínimo cuando se cubre el cristal con
=rja hoja de papel.
3 papel y el cristal se retiran tan pronto
como aparecen las plántulas. Éstas se pulve-
Repicado
4. Golpee los costados del 5. Ahueque el compost
semillero, para que el con u n plantador para
compost y los plantones extraer las plantitas.
se despeguen de sus
aaredes.
SEMILLAS
rizan regularmente con agua y se trasladan a
u n lugar bien iluminado, pero que no esté e n
contacto directo con la luz solar, para evitar
que se quemen.
Las semillas en germinación están expues-
tas a ciertas enfermedades causadas por hon-
gos, que se evitan aplicando fungicidas de
cobre a intervalos regulares.
Si las plantitas permanecen e n el mismo
semillero durante algún tiempo, necesitarán
abono líquido, e n la concentración indicada
por el fabricante; la mayoría de los composts
de semillas sólo contienen u n fertilizante fos-
fatado.
Repicado
Cuando las plantitas puedan manejarse c o n
facilidad se trasplantarán a u n compost más
propicio, dejando entre ellos el espacio sufi-
ciente para que completen su desarrollo. Es-
ta operación se llama repicado.
Se llena el nuevo semillero con u n compost
para el repicado de plantitas o con otro de
composición similar (véase pág. 25) y se afir-
ma bien e n la base con las yemas de los de-
dos. Se hace presión con una prensa de ma-
dera para que el compost quede a 0,6-0,3 cm
del borde del recipiente.
6. Saque las plantitas
agarrándolas por las hojas
y tirando hacia arriba.
45
Desarrollo de las semillas (cont.)
Se riegan las plantitas y se sacan del pri-
mer semillero golpeándolo ligeramente, pa-
ra que el bloque de compost se despegue de
sus paredes. Se sujetan las plantitas por las
hojas y se extraen con la ayuda de un almo-
cafre, de manera que sus raíces se manten-
gan intactas. Nunca deben agarrarse por el
tallo.
Se hace un agujero con el almocafre en el
nuevo compost, de tamaño suficiente para
albergar las raices. Se introduce la plántula y
se aprieta el substrato a su alrededor Hay
que repetir esta operación con todas las
plantitas, colocando de 24 a 40 en cada reci-
piente.
Cuando el semillero está completo se
riega y se traslada a un medio cálido (a
21 °C), para que las plantas se establezcan
tan pronto como sea posible.
Aclimatación
Después del repicado, las plantas necesitan
endurecerse para poder ser trasplantadas al
exterior y soportar las bajas temperaturas,
las oscilaciones de humedad y los ataques
del viento, sin que su desarrollo se altere. Es-
7. Sujete la plantita con 8. Introduzca la plantita
una mano, mientras con la en el agujero y apriete el
otra hace un agujero en el compost a su alrededor
compost nuevo, con
ayuda de un plantador
46
to se consigue mediante un proceso de acli-
matación.
La mayoría de las plantitas crecen en un
medio protegido durante la primera parte
del año; de este modo adquieren el tamaño
adecuado para ser plantadas en el exterior
cuando ya han pasado las heladas. Cuando
se dispone de un número elevado de planto-
nes no resistentes, y el jardín no ofrece
muchos rincones protegidos, los horticulto-
res tienden a cultivar las plantas demasiado
juntas.
Esta situación incrementa el riesgo de en-
fermedades causadas por hongos, ya sea en
el tallo, en las hojas o en la raíz; las plantas se
debilitan y compiten por la luz y, debido a las
distintas necesidades de agua, precisan ma-
yores atenciones, que nos hacen perder
mucho tiempo.
Una vez que los plantones se han restable-
cido después del repicado se trasladan a un
medio ambiente más fresco. El más adecuado
es una cajonera que pueda cerrarse bien. En
las primeras semanas se aumentará la venti-
lación diurna poco a poco, hasta que la tapa
de la cajonera pueda quedar levantada las 24
9. Riegue cuando el
semillero esté completo y
colóquelo en lugar
templado (21 °C).
 SEMILLAS

-oras del día; en los días templados, la tapa
se retira del todo, y cuando acaba el proceso
va no se necesita en absoluto.
Las heladas rigurosas afectan a la tempera-
tura de la cajonera, por lo que conviene
lisiarla de algún modo para proteger a las es-
pecies semirresistentes. El material aislante
debe ser manejable y ligero, aunque con u n
grosor adecuado. Las esterillas suelen dar
buenos resultados.
Conviene vigilar los plantones de vez en
n a n d o para que no se sequen, aunque tam-
poco deben recibir muchos riegos; es prefe-
tienen las plantas de nutrirse. Muchos plan-
tones ya repicados transcurren varias sema-
nas en el mismo compost, hasta que se trasla-
dan a la posición definitiva cuando tienen u n
tamaño adecuado. El uso de u n fertilizante
comercial, a los intervalos indicados por el
fabricante, asegura el aporte de nutrientes.
Sin embargo, no se debe abusar de ellos por-
que dan lugar a plantas con u n desarrollo ex-
cesivamente vigoroso, que se vería frenado
en el momento del trasplante; también puede
aumentar el riesgo de enfermedades en la ca-
jonera. a

rible que padezcan escasez de agua a que es-

tén encharcados. Bajo estas nuevas condi-
ciones, con temperaturas más bajas, el com-
post húmedo es m u y sensible a los hongos,
rué causan putrefacciones en las raíces. Del
m s m o modo, la elevada densidad de plantas
favorece el desarrollo de enfermedades en
¡as hojas. Para evitarlas con u n fungicida con-
t i e n e pulverizar regularmente, ya sea para
prevenir la expansión de la enfermedad, o
con alguno de tipo general que impida la apa-
n d e n de epidemias.
Otro factor importante es la necesidad que

Aclimatación

10. Cubra la cajonera con
ana esterilla para proteger
i los plantones de los
daños causados por las
feriadas.
11. Levante la tapa de la
cama fría para permitir la
aclimatación.
12. Riegue con una roseta
de agujeros finos.
Añada u n fungicida y u n
fertilizante a intervalos
regulares.

47
Especies alpinas
Las s e m i l l a s de estas e s p e c i e s m e r e c e n c o n s i -
deración e s p e c i a l . G e n e r a l m e n t e se s i e m -
b r a n e n otoño o i n v i e r n o , e n recipientes que
c a r e c e n de c u a l q u i e r t i p o de p r o t e c c i ó n
c o n t r a l o s e l e m e n t o s . E n m u c h o s casos, l o s
p l a n t o n e s n o p u e d e n r e p i c a r s e h a s t a l a esta-
ción siguiente, p o r l o q u e e l compost debe
c o n t e n e r l o s n u t r i e n t e s n e c e s a r i o s p a r a sus-
t e n t a r a l o s b r o t e s j ó v e n e s d u r a n t e más de
d o c e meses.
Si las s e m i l l a s se h a n r e c o l e c t a d o e n e l p r o -
p i o h u e r t o , d e b e n s e m b r a r s e c u a n d o todavía
están frescas. Esta m e d i d a es f u n d a m e n t a l
para algunas plantas, como pulsatila, a c l a -
m e n , prímulas, g e n c i a n a s y l a m a y o r í a de las
b u l b o s a s , q u e se d e s a r r o l l a n m u c h o m e j o r
c u a n d o se h a n s e m b r a d o e n f r e s c o . Las se-
m i l l a s secas y a l m a c e n a d a s p u e d e n p e r d e r s u
viabilidad.
Las especies a l p i n a s s u e l e n s e m b r a r s e e n
c a z o l e t a s o m a c e t a s pequeñas, a m e n o s q u e
se r e q u i e r a u n g r a n n ú m e r o de e j e m p l a r e s .
Se elegirá u n a m a c e t a c o n e l tamaño ade-
c u a d o , q u e p e r m i t a e l d e s a r r o l l o de l o s p l a n -
t o n e s después de l a germinación.
E l c o m p o s t c o n s t i t u y e e l f a c t o r más i m p o r -
t a n t e . L a m a y o r í a de las p l a n t a s a l p i n a s n o
toleran la humedad y por lo mismo, el drena-
j e h a de ser p e r f e c t o , d a d o q u e e l s e m i l l e r o
permanece todo el i n v i e r n o e n el exterior El
c o m p o s t d e b e t e n e r u n a a l t a p r o p o r c i ó n de
a r e n a . P o r o t r a p a r t e , l o s p l a n t o n e s se de-
s a r r o l l a n d u r a n t e doce meses e n el m i s m o
S i e m b r a de especies alpinas
1. E l i j a u n r e c i p i e n t e c o n 2. R e t i r e e l e x c e s o de
b u e n d r e n a j e . Llénelo de compost hasta que su
c o m p o s t y apriételo c o n s u p e r f i c i e esté a l m i s m o
los d e d o s . nivel que la maceta.
48
m e d i o , y éste n e c e s i t a c o n s e r v a r s u e s t r u c t u -
ra y retener los nutrientes. La tierra franca
e s t e r i l i z a d a p r o p o r c i o n a t o d a s estas c a r a c t e -
rísticas y , p o r esta razón, es u n i n g r e d i e n t e
esencial.
E l c o m p o s t más a p r o p i a d o p a r a e s p e c i e s a l -
p i n a s está c o m p u e s t o p o r p a r t e s i g u a l e s ( e n
v o l u m e n ) de t u r b a c r i b a d a , a r e n a y t i e r r a
f r a n c a e s t e r i l i z a d a , c o n 7 g de s u p e r f o s f a t o y
3 7 g de c a l p o r c a d a 12 1 de c o m p o s t . Se c o m -
probará q u e t o d o s l o s c o m p o n e n t e s están
b i e n mezclados.
Se l l e n a l a m a c e t a c o n e l c o m p o s t , apretán-
d o l o l i g e r a m e n t e e n l a base, y se r e t i r a e l m a -
t e r i a l s o b r a n t e . Se p r e n s a c o n u n a t a b l a , p a r a
q u e s u s u p e r f i c i e esté a l a a l t u r a a d e c u a d a
p a r a l a s i e m b r a . Las s e m i l l a s m u y pequeñas,
c o m o las de Ramonda myconi, se m e z c l a n
c o n a r e n a f i n a y seca, y se s i e m b r a n v e r t i e n -
d o e l c o n t e n i d o d e l p a q u e t e c e r c a de l a su-
perficie d e l compost. Para l o g r a r u n a b u e n a
distribución se d e b e s e m b r a r l a m i t a d d e las
s e m i l l a s p r i m e r o ; se g i r a e l r e c i p i e n t e 9 0 ° y
se r e p i t e e l t r a b a j o c o n las s e m i l l a s r e s t a n t e s .
Las s e m i l l a s g r a n d e s , c o m o las d e Cydamen
neapolitanum, se s i e m b r a n e n l a estación
a p r o p i a d a . Se i n t r o d u c e n las s e m i l l a s e n e l
c o m p o s t c o n l a a y u d a de l a p r e n s a , p a r a q u e
estén e n íntimo c o n t a c t o c o n e l m e d i o , y se
las c u b r e c o n puñados de a r e n a h a s t a e l m i s -
mo borde del recipiente.
L a a r e n a p r o t e g e a las s e m i l l a s d u r a n t e e l
i n v i e r n o , f i l t r a e l a g u a de l l u v i a , p r o p o r c i o n a
3. H a g a presión h a s t a
que el compost quede
0,5 ó 1 c m p o r d e b a j o
del borde.
 —
SEMILLAS

a drenaje excelente, evita el desarrollo de terrupción del crecimiento y la consiguiente

musgos y algas y facilita la extracción de las
malas hierbas.
Hay que etiquetar la maceta, regarla y co-
locarla sobre una superficie bien drenada.
Mientras permanecen en el exterior, las se-
millas húmedas quedan expuestas al frío y
pueden congelarse, lo que provocaría la i n -
latencia en muchas especies.
La germinación tiene lugar en primavera.
En la mayoría de los casos, los plantones no
pueden repicarse hasta el otoño o la prima-
vera siguiente. Por esta razón, es necesario
aplicar abono líquido, siguiendo las instruc-
ciones del fabricante.

6. Cubra las semillas con

arena, manteniendo la
mano cerca del borde de
la maceta, para impedir
que los granos reboten.

8. Riegue las semillas. 9. Suministre

Coloque la maceta en el regularmente abono
exterior, sobre una líquido después de la
superficie bien drenada. germinación.

49
Plantas de macizos y arriates
El procedimiento de siembra es bastante sen- plantas adquieran el tamaño adecuado para
cillo y ofrece garantías de producir una co- que puedan ser trasplantadas al exterior al
secha buena y uniforme. mismo tiempo, de modo que produzcan u n
La dificultad principal estriba en saber buen efecto cuando florezcan.
cuándo hay que sembrar las distintas espe- La secuencia de siembra está determinada
cies. El objetivo del floricultor es que las por la velocidad de germinación y por la tasa
Siembra de plantas de macizos y arriates
1. Mezcle las semillas 2. Siembre a voleo, 3. Cribe u n poco de
pequeñas con arena seca manteniendo la mano compost sobre la maceta,
y fina para facilitar su próxima a la superficie del para cubrir las semillas.
distribución. compost.
4. Etiquete el recipiente 5. Riegue con u n 6. Cubra la maceta con
con el nombre de la fungicida para prevenir una lámina de cristal y
planta y la fecha de las enfermedades colóquela en u n lugar
siembra. criptogámicas. cálido (21 °C).
50
 SEMILLAS

J E ¡rxecimiento de los plantones de cada es-
pecie. Las plantas de desarrollo lento se
a e m b r a n e n primer lugar, pero hay que te-
j e r e n cuenta que en la primera parte del
sao l a luminosidad es escasa y puede retra-
sar el crecimiento.
l a s semillas se siembran en una maceta pe-
queña o en un semillero, dependiendo de la
3 r r i d a d requerida. Los composts de turba
san muy buenos resultados, ya que la germi-
s a o ó n es relativamente rápida a temperatu-
ras templadas; se pueden adquirir algunas
T a r c a s de fabricación comercial. Se llena el
recipiente con el compost y se deja suelto y
poco compacto para permitir un b u e n drena-
je. Los composts de turba tienen el inconve-
•ente de que se encharcan con facilidad,
3-ovocando la muerte de las semillas y un
áesarrollo pobre de las plántulas; el enchar-
~Ümiento suele asociarse con la aparición de
enfermedades criptogámicas y con ataques
áe moscas del género Sciarida.
Muchas plantas de arriates, como lobelia y
Begonia semperfloiens, t i e n e n unas semillas
pequeñísimas, que parecen motas de polvo y
son muy difíciles de sembrar a la densidad
adecuada. Deben mezclarse con arena fina y
seca, para distribuirlas con más facilidad, y
en tal caso no es necesario cubrirlas con
«ompost.
Las semillas se esparcen sobre el compost
arreando el paquete que las contiene por en-
zima de su superficie. No se deben sembrar
muchas para que las plántulas no estén de-
masiado juntas. Es conveniente cribar un
poco de compost sobre las semillas. Tras eti-
quetar el recipiente se riega con una regade-
ra o sumergiéndolo en agua. Debe añadirse
un fungicida (Ditiver Bavistin, Dowfume MC-
2, véanse págs. 184-187) al agua, cubriendo
después la maceta con un cristal para que
conserve la humedad. Después se coloca to-
do el conjunto en un medio cálido para esti-
mular la germinación; en esta etapa, la luz no
es muy importante.
Cuando surgen las plántulas, se colocan
en un lugar luminoso para favorecer su cre-
cimiento; la tapa de cristal se retira porque
mantiene una humedad excesiva y podría
provocar la aparición de enfermedades.
No obstante, la temperatura debe seguir
siendo elevada hasta que los plantones ad-
quieran el tamaño adecuado para ser repi-
cados.
Esta operación se lleva a cabo en macetas
individuales o semilleros. Es inevitable que
el desarrollo se detenga un poco con el
trasplante pero, cuanto más pequeñas y me-
nos ramificadas sean las raíces, menos daños
experimentarán las plántulas.
Las enfermedades causadas por hongos
representan uno de los mayores problemas.
Sólo pueden evitarse manteniendo una higie-
ne escrupulosa, sembrando a las densidades
adecuadas y aplicando fungicidas o algún
compuesto de cobre a intervalos regulares.

S E C U E N C I A DE SIEMBRA

R e t i r e el cristal cuando
aparezcan las plántulas y
traslade el recipiente a un
tarar bien iluminado.
Mediados de invierno
Antinhinum;
Begonia semperfloiens
Finales de Invierno
Dalias; Petunias;
Saipiglossis; Salvia
Finales de Invierno y
principios de primavera
Ageratum; Alyssum;
Lobelia;
Mesembryanthemum;
Nemesia; Scabiosa;
Tagetes (patula)
Finales de Invierno a
mediados de primavera
Callistephus; Nicotiana;
Poitulaca; Tagetes (erecta)
8. Repique las plántulas
en macetas individuales Mediados de primavera
cuando se puedan Zinnia
manejar adecuadamente.

51
Plantas herbáceas
La producción de plantas herbáceas a partir
de semillas es menos frecuente que la de es-
pecies alpinas o de bancales y arriates. La ra-
zón estriba en que las plantas herbáceas son
formas seleccionadas, que requieren mul-
tiplicación vegetativa. Sin embargo, algunos
especímenes de albarraces (Delphinium) y
altramuces (Lupinus) se reproducen muy
bien con este método.
La mayor parte de las especies herbáceas
resistentes, cuya dispersión se efectúa en la
naturaleza a finales de verano y en otoño,
poseen semillas que necesitan estar expues-
tas a bajas temperaturas durante cierto tiem-
po, para romper su latencia. Estas semillas se
siembran en otoño o invierno, en recipientes
que permanecen en el exterior; la germina-
ción tiene lugar en primavera.
Las semillas que se dispersan en verano,
después de lafloraciónprimaveral, no
suelen presentar caracteres de latencia, en
especial si se recolectan y siembran cuando
todavía están verdes. En estos casos, la ger-
minación es más rápida y las plántulas se es-
tablecen antes de la llegada del invierno.
Algunas plantas, especialmente las legumi-
nosas,poseen semillas con una cubierta muy
dura. Esta impide la germinación hasta que
se descompone y deja pasar el agua. Para
acelerar este proceso se rasca la cubierta
con una hoja de afeitar a fin de que el agua
pueda penetrar en su interior; otro sistema
consiste en frotar las semillas con papel de li-
ja o cualquier otro abrasivo hasta que la cu-
bierta se desgaste.
1. Llene el recipiente con 2. Compacte el sustrato
compost; apriételo con cualquier objeto,
ligeramente y quite el hasta que quede 0,6 ó 1
material sobrante con una cm por debajo del borde
tabla. del recipiente.
52
Otras especies, como los lirios y peonías,
tienen condiciones de latencia poco comu-
nes, que retrasan mucho la salida de las plán-
tulas Si las semillas se siembran en invierno
o primavera, germinarán a causa de la eleva-
ción de la temperatura, aunque sólo se pro
ducirá el sistema radicular. Para que se
desarrolle el tallo, la semilla ha de estar ex-
puesta a los fríos invernales. La plántula
completa no aparecerá hasta la segunda mi-
tad de la primavera; por ello hay que evitar
la tentación de arrancarlas si no han germi-
nado a principios de estación.
Siembra de plantas herbáceas
Las semillas se colocan en macetas pequeñas
o en semilleros, según la cantidad de que s
disponga. Cuando la velocidad de germina-
ción es baja, se llena el recipiente con una
mezcla de tierra franca, que mantendrá su
estructura durante mucho tiempo, a pesar de
estar expuesta a las condiciones atmosféri-
cas. Los sustratos de turba dan buenos re-
sultados cuando la siembra se realiza en pri-
mavera.
Se compacta el sustrato en las esquinas y
en la base del recipiente; se quita el material
sobrante con una tabla. Hay que apelmazar
el compost hasta dejarlo a 0,6 ó 1 cm del bor-
de de la maceta. Las semillas grandes se colo-
can a una distancia determinada y las pe-
queñas se siembran a voleo. Se las introduce
en el sustrato después de la siembra, par
que estén en íntimo contacto con el medio
se cubren con arena si van a permanecer en
3. Siembre las semillas
grandes a la distancia
recomendada, y las
pequeñas, a voleo.
 SEMILLAS

el exterior durante el invierno, o con com-
post cribado si la germinación va a ocurrir
pronto. Se etiquetan y se riega el recipiente.
Hay que colocarlo en el exterior, sobre una
superficie bien drenada, cuando las semillas
zecesiten refrigeración, o en un medio cáli-
do (a 21 °C) cuando ésta no sea necesaria.
Las especies de plantas herbáceas son
muy susceptibles a las enfermedades cripto-
gámicas, por lo que es preciso regarlos regu-
larmente con un fungicida sistémico; por
ejemplo, Ditiver Babistin, o con un compues-
to de cobre.
Cuando las plántulas adquieren el tamaño
adecuado, se repican en macetas indivi-
duales.

4. Introduzca las semillas 5. Cúbralas con arena o 6. Quite el exceso de

en el compost con la con compost cribado, arena con una tabla.
ayuda del plantador según sus características.

7. Etiquete el recipiente y 8. Aplique un fungicida, a 9. Repique las plántulas

negué las semillas.
Coloque el semillero
sobre una superficie bien
drenada.
intervalos regulares, hasta en macetas individuales
que aparezcan las cuando se puedan
manejar con facilidad.
53
Heléchos
Básicamente se reproducen por esporas, que
no tienen nada que ver con las semillas. La
planta representa una etapa asexual en la vi-
da del helécho y produce esporas, que son
también asexuadas. Dichas esporas se dis-
persan y germinan, y dan lugar a la genera-
ción sexual, llamada protalo. Éste tiene for-
ma de corazón pequeño y es de color verde,
es cuaniforme y con órganos sexuales mas-
culinos y femeninos que se fertilizan entre
sí, y producen la planta que denominamos
helécho.
Para multiplicar los heléchos es necesario
recolectar y sembrar las esporas en condi-
ciones que sean favorables para el desarrollo
del protalo y de la planta joven. La fertiliza-
ción del protalo requiere humedad.
Las esporas que salen despedidas cuando
se golpea un helécho están ya maduras y lis-
tas para la siembra. Se obtienen cortando
una planta e introduciéndola en una bolsa
grande de papel. Ésta se guarda en un lugar
seco durante un día y se sacude con fuerza
de vez en cuando, para que las esporas se
desprendan y caigan en el fondo. Nunca de-
be utilizarse la misma bolsa dos veces, por-
que las esporas podrían mezclarse con las re-
siduales de la vez anterior
El compost se fabrica con 8 partes (en volu-
men) de turba cribada, 2 partes de tierra
franca esterilizada para darle cuerpo y 1 par-
te de carbón vegetal triturado, que despren-
de un olor dulce.
Se elige una maceta limpia y estéril, de
unos 14 cm de diámetro, y se llena con com-
post. Se retira el material sobrante y se apel-
54
maza el compost con cualquier objeto, hasta
que quede a 1 cm del borde del recipiente. Se
cubre la superficie con una pequeña capa de
ladrillo triturado antes de esparcir las espo-
ras. Se tapa la maceta con un cristal y se colo-
ca sobre un platillo con agua blanda, a ser
posible de lluvia. Todo este conjunto se pone
en un medio cálido y sombrío (21 ° C), procu-
rando que el platillo esté siempre Ueno de
agua.
Los protalos aparecen en tres o cuatro se-
manas y cubren la superficie de la maceta, a
la manera de un musgo o una hepática. A
partir de este momento es necesario mante-
ner la humedad del recipiente, para que se
produzca la fecundación. La escasez de agua,
aunque sea durante un periodo muy corto,
puede dar al traste con todo el proceso. Con-
viene dejar la tapa de cristal para evitar los
ataques de moscas del género Sciarida y
otras no menos nocivas.
Transcurridas siete u ocho semanas, los
pequeños frondes del helécho surgen sobre
los protalos. El cristal se retira para que los
frondes se aclimaten y para rebajar el grado
de humedad, aunque la temperatura debe
mantenerse elevada (21 °C).
Cuando las plantas tienen el tamaño ade-
cuado se desentierran y se plantan en un
semillero, en compost para ericáceas o de
turba. Se cultivan en cama fría hasta que los
heléchos puedan separarse y plantarse en
macetas individuales.
Esta técnica se aplica a la mayor parte de
los heléchos resistentes y a muchas especies
de re0ones templadas.

1. Llene la maceta con
compost. Añada una
capa de ladrillo
pulverizado y esparza
las esporas.
4. Retire el cristal cuando
los frondes comiencen a
desarrollarse. El recipiente
debe permanecer en
un medio cálido.
SEMILLAS
2. Cubra el recipiente con 3. Mantenga una
un cristal. Colóquelo humedad constante. La
sobre un platillo con agua tapa de cristal no se quita
de lluvia, en un lugar cuando aparecen los
templado y sombrío. protalos.
5. Repique las plantas de 6. Separe las plantas y
heléchos cuando tengan trasplántelas a macetas
el tamaño adecuado. individuales.
Plántelas en semillero y
colóquelo en cama fría.
55
Arboles y arbustos
La multiplicación de árboles y arbustos a par-
tir de semillas suele ser satisfactoria y permi-
te al j a r d i n e r o practicar una serie de técni-
cas que, si dan buenos resultados, producen
ejemplares m u y duraderos en el huerto o
jardín. Se pueden adquirir algunas semillas
comercialmente, pero sólo las de aquellas es-
pecies en las que el proceso de desecación
resulta eficaz; por este m o t i v o , el jardinero
tiene que recolectar sus propias semillas en
la mayoría de los casos.
Es m u y importante que las semillas utiliza-
das en la multiplicación transmitan a su
descendencia los caracteres hereditarios de-
seados. Las que proceden de especies produ-
cen plantas m u y semejantes a sus parentales,
pero las de variedades seleccionadas v a n a
dar lugar a individuos que se asemejan más a
la especie originaria que a dicha variedad.
Por esta razón, los árboles frutales, que son
formas m u y especializadas, se multiplican
vegetativamente antes que por semillas.
El problema principal de las semillas de ár-
boles y arbustos son los distintos grados de
latencia, que complican la germinación.
56
Las semillas poseen una gran variedad de
formas y tamaños: pueden ser m u y pe-
queñas, como las de los rododendros, o gran-
des y en forma de nuez, como las de los
robles y castaños; en forma de disco, como
las de Wisteria, o con u n vilano, como las del
género Clematis. Todas estas características
responden a una capacidad individual de la
planta para reproducirse y sobrevivir' las se-
millas grandes poseen u n embrión también
grande y tienen más posibilidades de germi-
nar que las pequeñas, porque tienen más
sustancias de reserva. Teniendo en cuenta
este hecho, las semillas pequeñas deben re-
colectarse en mayor número que las de ma-
yor tamaño.
La cantidad de semillas que se recogen
puede variar de u n año a otro; hay que te-
nerlo en cuenta en el momento del almace-
namiento. Las hayas, por ejemplo, producen
buenas semillas una vez cada siete años y
otras plantas tienen también ciclos perió-
dicos.
El aficionado puede adquirir sus semillas
en una tienda o visitando parques y jardines,

aonde a veces se encuentra algún árbol o ar-
busto poco común. Los jardineros suelen ser
aniy generosos con sus plantas y, con fre-
cuencia, se sienten complacidos cuando al-
guien les pide esquejes o semillas.
Latencia
Cuando una semilla dispone de condiciones
favorables para su germinación, y no germi-
na a pesar de estar viva, se dice que se halla
aa estado latente.
Las semillas que se dispersan a finales de
« r a n o o en otoño, sin ningún tipo de laten-
caá, pueden germinar con normalidad, pero
¿as plántulas tienen que soportar unas con-
±ciones climáticas desfavorables que, muy a
menudo, acaban por destruirlas. Por esta ra-
zón, muchas plantas han desarrollado un me-
canismo que impide la germinación hasta la
legada de unas condiciones más propicias
para su establecimiento. Aunque este sis-
tema beneficia a la planta y aumenta las po-
sibilidades de éxito en la producción de
píantones, suele plantear muchos problemas
al jardinero. Éste debe esperar a que la
SEMILLAS
Las semillas ilustradas en las páginas 56,57y59
pertenecen a las siguientes especies:
I. Salix sp., 2. Juniperus deppeana; 3. Caiagana
aiborescens; 4. Gleditsia x texana; 5. Cotoneaster
horizontalis; 6. Corylus cornuta var califomica;
7. Robinia pseudoacacia; 8. Pyrus communis;
9. Koelreuteria paniculata; 10. Alnus sinuata;
II. Calocedius decunens; 12. Mahonia
aquiíoiium; 13. Morus alba í. tataiica;
14. Labumum anagyroides; 15. Piunus armeniaca;
16. Ilex aquiíoiium; 17. Fraxinus americana;
18. Yucca elata; 19. Eucalyptus íastigiata;
20. Populus íremontii var. íremontii; 21. Crataegus
sp.; 22. Carpinus carolirúana; 23. Acacia
melanoxylon; 24. Euonymus obovatus; 25. Malus
floribunda; 26. Malus baccata; 27. Ulmus
parviíolia; 28. Cedrus libani; 29. Clematis
virginiana; 30. Cytisus scoparius; 31. Viburnum
alnifolium; 32. Taxus baccata; 33. Juglans cinérea;
34. Aesculus hippocastanum; 35. Rosa eglanteria;
36. Ceanothus americanus; 3 7. Catalpa speciosa;
38. Cornus racemosa.
57
Arboles y arbustos
latericia se interrumpa de modo natural, lo
cual puede tardar mucho tiempo, o tratar de
forzar el proceso artificialmente, lo que a ve-
ces es difícil y complicado.
En las plantas leñosas existen tres tipos di-
ferentes de latencia.
El más simple se debe a la cubierta de la se-
milla, que es excesivamente gruesa y resis-
tente, e impide la entrada de agua; como el
embrión no recibe la humedad necesaria, no
se producirá la germinación. En la naturale-
za, esta latencia se reduce gradualmente de-
bido a la acción del sol, y de los hongos y
bacterias que descomponen la cubierta.
Existe un segundo tipo causado por la pre-
sencia de un embrión inmaduro, que necesi-
ta temperaturas elevadas para poder ger-
minar
No obstante, la forma más corriente de la-
tencia en las semillas de plantas de climas
templados se debe a una inhibición química
del desarrollo del embrión. Las temperaturas
frías del invierno interrumpen esta latencia
de modo natural, debido a que provocan una
cadena de reacciones que neutralizan la sus-
T A B L A DE L A T E N C I A S
Semillas con cubierta resistente
Acacia
Caiagana
Colutea
Cytisus
Gleditsia
Koelreuteria
Labuinum
Robinia
Ulex
Wistena
Semillas que requieren enfriamiento
Aliso (Alnusj
Manzano y peral
Agracejo (Berberís)
Haya (Fagus)
Cerezo y ciruelo
Ciematis
Bonetero (Euonymus)
Castaño de Indias (Aesculus)
Arces
Roble (Quercusj
Castaño (Castanea)
Parras (Ampelopsis; Parthenocissus; Vitis)
Nogal (Jugians)
58
(cont.)
tancia química inhibidora y permiten la ger-
minación cuando las condiciones climáticas
son adecuadas.
Si las semillas poseen solamente uno de es-
tos tres tipos de latencia, el problema no es
muy complicado. Sin embargo, muchas plan-
tas presentan sistemas de latencia combina-
dos, que son muy difíciles de vencer
Las semillas que se adquieren en el merca-
do están siempre secas; el proceso de madu-
ración ha terminado y poseen un grado de la-
tencia que impide la germinación mientras
su efecto no sea contrarrestado.
El jardinero que recolecta sus propias se-
millas puede evitar la aparición de la latencia
recogiéndolas cuando no están maduras e
impidiendo que se sequen; las semillas se co-
sechan cuando su color es verde o amarillo y
el fruto comienza a madurar. En este mo-
mento, la cubierta del fruto empieza a secar-
se para favorecer su dispersión. Parece ser
que los controles de latencia se desarrollan
en esta fase.
La recolección debe efectuarse cuando la
semilla está totalmente desarrollada y con
Semillas con cubierta resistente, que requieren
enfriamiento
Cornejo (Cornus)
Cotoneaster
Daphne
Carpe (Carpinus)
Magnolio
Arces
Rosas (Rosa)
Espino (Crataegus)
Viburnum
Tejo (Taxus)
Semillas que no presentan latencia
Catalpa
Ceanothus
Eucaiyptus
Moral (Morus)
Álamo (Populus)
Yucca
Semillas con cubierta resistente y embrión
inmaduro, que precisan enfriamiento
Fresno común (Fraxinus exceisior)
Acebo (üex aquiíolium)
 SEMILLAS

s c s sustancias de reserva completas, pero an-

tas de que se presente la latencia. De este
ñ o c o se evita el endurecimiento de la corte-
za y las necesidades de enfriamiento se re-
ducen al rrúnimo (lo imprescindible para
T—pedir la germinación antes de la primave-
ra*. Para que la germinación tenga lugar en
avera, los frutos de Daphne mezeieum
en recolectarse a primeros de j u n i o ,
ndo todavía son pequeños, verdes y du-
Esta especie posee unos sistemas de la-
ia m u y complicados que tardan mucho
en desaparecer o exigen procedimientos ar-
tificiales complejos, que deben evitarse.
Cuando las seminas recogidas están excesi-
Tamente inmaduras, los resultados suelen
ser desastrosos.
Una vez que la latencia ha desaparecido, la
i m i l l a germinará si se le proporcionan las
condiciones adecuadas. Los cambios en estas
condiciones, como por ejemplo u n calor ex-
cesivo, carencia de agua y oxígeno, etc.,
p u e d e n originar una latencia secundaria,
que, una vez que se ha iniciado, es m u y difí-
cil de interrumpir

59
Compra y recolección
Compra de semillas
La venta de semillas de árboles y arbustos es-
tá sometida a ciertas regulaciones que nos
proporcionan una seguridad acerca de este
producto; lo mismo ocurre con las de flores y
hortalizas. Pero lo cierto es que no existen
demasiadas garantías, ya que los vendedores
de semillas suelen recolectarlas en la natura-
leza y pueden etiquetarlas incorrectamente.
A veces se recogen semillas vacías, sin
embrión, aunque el fruto esté en perfectas
condiciones a simple vista.
Los recolectores y mayoristas suelen apli-
car a las semillas un tratamiento de secado,
que tiene dos inconvenientes: en primer lu-
gar, el secado incrementa la maduración de
la semilla e induce una latencia más profun-
da; en segundo lugar las grasas y aceites, al-
macenados por algunas semillas como sus-
tancias de reserva, degeneran con el secado,
con la consiguiente pérdida de viabilidad. Es-
ta pérdida depende de la cantidad de grasas y
aceites almacenados. Las semillas de frutos
en forma de nuez entran dentro de esta
categoría.
A pesar de estos inconvenientes, muchas
semillas se pueden comprar con absoluta
Sujete la rama con una mano y coja el
fruto con la otra.
60
confianza y sobreviven al proceso de secado
sin sufrir riingún daño. La experiencia ense-
ñará al jardinero a reconocer las semillas
afectadas por el secado. En la mayoría de los
casos, los vendedores no las ponen a la venta
si dudan de su viabilidad.
Recolección de semillas
La recolección de semillas presenta un gran
número de ventajas frente a la compra.
El jardinero conoce la identidad de cada
planta, su grado de resistencia y las condi-
ciones adecuadas para las distintas especies,
ya que las ha visto crecer Hay que tener en
cuenta que muchas plantas exóticas no son
demasiado resistentes, especialmente cuan-
do las semillas adquiridas proceden de re-
giones con clima más calido. Un parental
resistente no produce necesariamente una
descendencia de igual resistencia, pero
siempre existen más probabilidades de que
lo haga.
Otra ventaja de la recolección es que las
semillas pueden recogerse en el momento
propicio; esto es muy importante cuando se
recogen semillas inmaduras para evitar la la-
tencia.
Utilice una podadera de brazo largo para
cortar las pinas. La herramienta ha de
colocarse adecuadamente para evitar que
las pinas caigan sobre el recolector

Las semillas que se recolectan y siembran
sin someterlas a u n proceso de secado no
sufren pérdidas en su viabilidad.
Por último, el horticultor puede elegir el
lugar más apropiado para recolectar sus se-
millas y obtenerlas a partir de los especíme-
nes más saludables, exentos de plagas y en-
fermedades. La polinización es m u y difícil de
controlar y, a veces, las semillas resultantes
producen formas distintas de la planta
madre; sin embargo, si intentamos propor-
cionar una buena base genética, tendremos
muchas posibilidades de obtener las formas
deseadas.
Las semillas y frutos deben recolectarse en
perfectas condiciones y han de ser identifi-
cabas en todo momento. Este objetivo se
consigue etiquetando todos los recipientes
utilizados, registrando el nombre de la planta
parental, el lugar de procedencia y la fecha
de recolección, de modo que esta informa-
ción pueda ser útil en futuras compara-
ciones. La etiqueta acompañará a las semillas
hasta el momento de la siembra, cuando la
información contenida en ella se trasladará a
una etiqueta permanente. La tinta empleada
debe ser resistente al agua.
Ate una bolsa alrededor de la cintura para
conservar ambas manos libres y recoger
los frutos con más comodidad.
S E M I L L A S : árboles y arbustos
Las semillas inmaduras o voluminosas no
deben recolectarse en cantidades grandes n i
guardarse mucho tiempo en el mismo reci-
piente, ya que son m u y propensas a aumen-
tar de temperatura, con lo que se produciría
la muerte del embrión. Es mejor almace-
narlas en pequeños grupos, en bolsas de plás-
tico, y mantenerlas en el refrigerador' con-
viene sembrarlas lo más pronto posible para
tener la plena seguridad de que se desarrolla-
rán normalmente.
Las pinas grandes se cortan de una vez.
En los trabajos de recolección es conve-
niente conservar las dos manos libres, sobre
todo cuando hacen falta para alcanzar las ra-
mas de u n árbol. Este problema se soluciona
con una bolsa, que puede hacerse cortando
u n saco de fertilizante o de compost; a conti-
nuación se sujetan dos trozos de cuerda a los
extremos superiores de la bolsa, para poder
atarla a la cintura. Estas bolsas son más útiles
que los cestillos y cubos, porque abultan me-
nos y no molestan. Los sacos de arpillera no
sirven para este propósito, debido a que los
jugos de algunos frutos pueden traspasar la
tela y manchar la ropa, lo cual nunca es agra-
dable.
Coloque una etiqueta en el interior de la
bolsa con el lote de semillas, y otra atada a
la cuerda que cierra la bolsa.
61
Extracción
Algunas semillas de árboles y arbustos se se- la textura del fruto. Las de frutos en pomo,
paran del fruto para facilitar su siembra y al- como manzanas, peras, nísperos y membri-
macenamiento. En ciertos casos es necesario llos, se extraen después de separar la parte
guardar semillas que han sobrado de la carnosa.
siembra, o de un año para otro. Estos facto- Las semillas no muy grandes de frutos
res influyen en la viabilidad, que se puede jugosos, como el agracejo, se obtienen aplas-
definir como la proporción de semillas vivas tando el fruto y desliendo la pulpa en un
que hay en una muestra, en un momento de- recipiente. Si todo ello se agita de forma cir-
terminado. cular, las semillas se disponen en el centro
La limpieza y extracción de las semillas es del recipiente y el resto en las capas más ex-
una tarea aburrida y requiere tiempo, pero ternas; no hay más que retirar los residuos
es necesaria para distribuir las semillas de que hayan quedado con las semillas.
modo uniforme. Los frutos muy carnosos se maceran con
Los frutos secos, en cápsulas de gran tama- una prensa y se dejan en una jarra de agua
ño, se criban para separar las semillas. Las tibia para que fermenten; el recipiente se co-
que se desprenden del fruto directamente, loca en un lugar cálido durante algunos días.
como sucede con las del roble, castaño, Las partes carnosas quedan flotando y las
avellano, castaño de Indias y haya están ya semillas caen al fondo de la jarra. Se cambia
listas para sembrar Lo único que tenemos el agua dos o tres veces para retirar la pulpa
que hacer es cogerlas del árbol. y las pieles.
Los frutos alados deben secarse hasta que Las pinas de coniferas son los frutos más
se puedan quitar las alas, a menos que cada fáciles de manejar Se recogen antes de que
una de ellas posea su propia semilla, como en sus semillas comiencen a desprenderse y se
el caso del arce. Si el ala encierra una o más meten en una bolsa de papel, en una alacena
semillas, como sucede en las plantas con fru- aireada. Se agita de vez en cuando para que
tos crípticos, será preciso extraerlas una a caigan las semillas. Algunas pinas de abetos
una, o secar el fruto completo para sepa- se desintegran, y hay que separar sus ho-
rarlas, frotándolas o aventándolas. juelas. Estos frutos nunca deben abrirse en el
La extracción de semillas de bayas y de horno, ya que el ambiente excesivamente
frutos carnosos depende de su tamaño y de seco podría matar las semillas.
Meta las pinas en una Frote con las dos manos Separe las semillas
bolsa de papel, en el las semillas pequeñas y grandes de sus cápsulas
interior de una alacena secas o las que tienen con una criba,
aireada. Agite varias alas, para eliminar los
veces para que las residuos,
semillas se desprendan.
62

Extracción de semillas de frutos carnosos
L Desprenda la pulpa de
ios frutos carnosos.
•4. Retire los restos de
3típa sin verter las
semillas, que quedan en el
riendo de la jarra. Vuelva
s llenar el recipiente con
agua caliente.
2. Coloque el material
sobre una criba y
aplástelo con un objeto
plano para desmenuzar los
residuos de pulpa.
5. Saque las semillas de la
jarra cuando estén
completamente limpias y
quíteles la piel.
SEMILLAS: árboles y arbustos
3. Vierta la masa obtenida
en una jarra con agua
caliente y déjela en sitio
cálido durante unos días.
Lavado de semillas de
frutos carnosos
Aplaste los frutos con un
objeto plano. Agite la
pulpa de forma circular
con un poco de agua en
un barreño hasta que se
separen las semillas.
63
Preparación de un cuadro de siembra
El vivero o semillero al aire libre es el lugar
más apropiado para la multiplicación de ár-
boles y arbustos. Sus semillas pueden
sembrarse también en macetas o bandejas,
pero la calidad del compost se degrada con el
tiempo y la germinación puede verse afecta-
da si el recipiente se mantiene en el exterior
Otra ventaja del vivero es que permite un
mayor crecimiento y asentamiento de los
plantones antes del trasplante; los recipien-
tes pequeños pueden dificultar el desarrollo
de la raíz y del vastago. Además, las macetas
y semilleros exigen más atenciones en lo to-
cante a riegos y al suministro de nutrientes.
Los viveros son autosuficientes y permiten
el desarrollo de los plantones sin ningún tipo
de limitaciones. No hace falta que sean muy
grandes, ya que muchas plantas jóvenes
pueden crecer en un área relativamente pe-
queña; en un espacio que no llegue al metro
cuadrado pueden desarrollarse diez o doce
plantones de roble o castaño, 25 de magno-
lias y 50 o 70 de coniferas.
Las raíces de árboles y arbustos están
adaptadas a vivir en asociación con un hon-
1. Levante unas tablas 2. Incorpore turba y
alrededor del lugar mantillo de hojas; si el
elegido para el vivero, y suelo es muy denso,
rellene el espacio con un añada arena.
suelo apropiado.
64
go, que asume muchas funciones a cambio
del alimento necesario. Esta asociación suele
ser obligatoria para la planta, y muy necesa-
ria en las primeras etapas de su vida. Por lo
tanto, es preciso que estos hongos estén pre-
sentes en el cuadro de siembra en el momen-
to de la germinación; el mantillo de hojas
proporciona gran parte de estos microorga-
nismos.
La preparación del cuadro debe realizarse
en invierno; de este modo, el suelo tiene
tiempo de asentar y meteorizarse. Para me-
jorar el drenaje y las condiciones del suelo, y
de paso facilitar el mantenimiento de los
plantones, el cuadro ha de estar a una altura
superior al nivel del suelo. Se colocan unas
tablas de 20-22 cm de altura alrededor del lu-
gar elegido para el vivero. Éste no debe ser
muy ancho (unos 80 cm) para que las se-
millas puedan sembrarse de modo uniforme.
Con estas dimensiones todos los trabajos de
mantenimiento resultan más fáciles.
Se cava con la pala hasta una profundidad
de una palada, incorporando turba y si es
posible, mantillo de hojas. Cuando el suelo
3. Cave hasta una
profundidad de una
palada. Deje que el
terreno se meteorice
durante el invierno.
 - - • - - I
SEMILLAS: árboles y arbustos
es excesivamente denso se añade también El proceso de germinación depende funda-
arena. mentalmente del agua; la semilla ha de estar
En primavera se remueve y desmenuza el completamente empapada e hinchada para
suelo para favorecer la germinación de las que comience su actividad biológica. Des-
malas hierbas. Cuando éstas aparecen, se pués de esta etapa, el agua sigue siendo im-
pulverizan con algún producto herbicida o portante, porque constituye la base de todas
se sacan con la azada. las reacciones químicas de los seres vivos.
Antes de sembrar, se introduce con el No obstante, el terreno nunca debe estar
rastrillo un abono fosfatado, en una propor- encharcado. El aire contiene oxígeno, que
ción de 100 g por cada 80 cm2. Se comproba- también es un elemento esencial en todo es-
ra que el vivero esté nivelado, lo que facilita te proceso. La energía necesaria para el cre-
Á siembra y el riego y, de paso, permite cal- cimiento se obtiene de la combustión de los
rular la profundidad de la capa que va a hidratos de carbono de las sustancias de re-
cubrir las semillas. serva, para la cual se necesita oxígeno.
Cuando hay poco oxígeno, la germinación se
Condiciones idóneas de siembra retrasa.
Es conveniente que la germinación de las se- Otro factor muy importante es la tempera-
millas de árboles y arbustos —y de todas las tura. El crecimiento es el resultado de una se-
plantas— sea lo más rápida posible, para que rie de reacciones químicas cuya velocidad
el embrión pueda utilizar adecuadamente depende de ella: a mayor temperatura, ma-
sus sustancias de reserva. Por esta razón, las yor velocidad de reacción. Por lo tanto, la ta-
semillas deben sembrarse en las mejores sa de germinación está en relación directa
condiciones, en un cuadro aireado y bien con la temperatura del bancal y es mejor
drenado, con un aporte de agua correcto y sembrar en primavera, cuando el suelo em-
en un medio ambiente cálido. pieza a calentarse.
4. Remueva el suelo en 5. Estimule la 6. Rastrille un abono
aavera para germinación de las malas fosfatado y allane la
"desmenuzarlo bien. hierbas. Pulverícelas superficie del suelo.
después con un herbicida,
o arránquelas con la
azada.
65
Siembra en vivero
Densidad de siembra
Antes de sembrar es necesario calcular la
densidad correcta para que las semillas
puedan germinar y establecerse. No con-
viene sembrar a una densidad excesivamen-
te baja, porque se pierde mucho espacio; por
el contrario, si se entierran demasiadas se-
millas, los plantones producidos son m u y pe-
queños y propensos a las enfermedades. La
DENSIDADES DE SIEMBRA RECOMENDADAS
10-12 semillas por cada 80 cm 2 :
haya; cerezo; castaño; nogal y roble.
18-22 semillas por cada 80 cm 2 :
maguillo; arce; serbal; majuelo y mostajo.
25 semillas por cada 80 cm 2 :
Araucaria; Cotoneaste!; Daphne; Hamamelis;
magnolias; rosas; Vibuinum y vides.
35 semillas por cada 80 cm 2 :
agracejo; acebo; Mahonia y Skimmia.
50 semillas por cada 80 cm 2 :
Abies; Cedrus; Picea; Pinusy rododendros.
7. Siembre a voleo, 8. Introduzca las semillas
manteniendo la mano en el suelo con la ayuda
cerca del bancal para de cualquier objeto.
evitar que las semillas
reboten.
66
calidad de una población de plantas depende-
rá del desarrollo y vigor de cada ejemplar in-
dividual.
Una vez decidida la densidad de siembra,
esta cifra puede modificarse en función de
dos factores que v a n a determinar el número
de semillas sembradas. El primero es la viabi-
lidad, o proporción de semillas vivas y capa-
ces de producir nuevas plantas; se cogen
unas cuantas semillas y se abren, con objeto
de determinar en qué porcentaje son viables.
El segundo factor es la supervivencia. No es
m u y probable que todas las semillas germi-
n e n y den lugar a plantones; conviene, por lo
tanto, hacer u n cálculo de las posibles pérdi-
das causadas por malas condiciones de ger-
minación, putrefacciones, plagas y heladas.
Por regla general, cuanto más grande es la
semilla y más corto el período transcurrido
entre la siembra y la germinación, mayor es
el porcentaje de supervivencia.
Siembra en vivero
Cuando se ha calculado la densidad, se pro-
cede a la siembra, preferiblemente en u n día
tranquilo, colocando las semillas sobre la su-
perficie lisa del cuadro ya preparado. Las
grandes se colocan una a una, espaciándolas
de modo uniforme. Si se desea una distribu-
ción equitativa de las semillas más pequeñas,
h a y que sembrar a voleo, con la mano cerca
de la superficie del bancal para evitar que re-
9. Cubra con una capa de
1 cm de arena, utilizando
una laya que se sitúa
próxima a la superficie.

boten. Después de la siembra, las semillas se
•itroducen en el suelo para que estén en
mtimo contacto con éste y puedan absorber
agua. Se cubren con una capa de arena, que
se aplica con la pala, manteniendo ésta muy
baja para que las semillas no salten y no se
altere su posición. La capa de arena, de 1 cm
de profundidad aproximadamente, propor-
ciona una superficie bien drenada que actúa
como filtro y amortiguador del agua de llu-
ria; contribuye también a mantener la ai-
reación y facilita la extracción de malas
hierbas.
Por último, se alisa la arena con la parte
posterior del rastrillo, se etiqueta el cuadro y
se riega cuando sea necesario.
Este cuadro de siembra mantendrá las se-
millas en buen estado durante mucho tiem-
po, aunque estén expuestas a condiciones at-
mosféricas desfavorables.
Protección de los plantones
Después de la germinación, los plantones
pueden sufrir una serie de efectos perjudi-
ciales, que frenan su desarrollo o incluso
causan su muerte. El viento, por ejemplo, su-
pone una agresión para los plantones y redu-
ce su crecimiento de modo considerable. El
riego no alivia esta situación, ya que las se-
millas no pueden absorber la cantidad de
agua suficiente para compensar su pérdida.
Es mejor colocar una malla semipermeable
10. Alise la arena con la 11. Coloque un
parte posterior del cortavientos alrededor del
rastrillo y etiquete el vivero para reducir la
bancal correctamente. velocidad del viento
dominante.
SEMILLAS: árboles y arbustos
alrededor del bancal para proteger los cul-
tivos.
Cuando los plantones empiezan a surgir y
producen hojas verdes, necesitan nitrógeno
y potasio que sirvan de complemento al fos-
fato existente en el terreno. El aporte de
nutrientes puede realizarse aplicando una
capa de un fertilizante granular; sin embar-
go, conviene utilizar abono líquido, a la dosis
adecuada, empleando pequeñas cantidades a
intervalos regulares.
Los plantones de árboles y arbustos son
extremadamente sensibles a las heladas. En
su habitat natural están protegidos por la ar-
boleda y la maleza, pero en el vivero se
hallan al descubierto. Si hay peligro de hela-
das conviene protegerlos con una red de
agujeros pequeños, colocada sobre una base
semipermanente, o con periódicos extendi-
dos en las noches muy frias.
Es muy importante prevenir o combatir las
plagas y enfermedades causadas por áfidos,
hongos y mildius, pulverizando con fungici-
das y plaguicidas.
Si el cuadro ha sido preparado correcta-
mente, no existen muchas probabilidades de
que aparezcan malas hierbas,aunque el vien-
to puede arrastrar algunas semillas, que ger-
minarán en la arena. Cuando así suceda, se
arrancarán lo más pronto posible para evitar
que sus raíces atraviesen la capa de arena y
lleguen al suelo.
12. Proteja los plantones
contra las heladas con
periódicos extendidos.
67
Arboles y arbustos exóticos

Este tipo de árboles y arbustos se cultivan frías, aunque en estos climas se pueden culti-
más por su valor ornamental que por sus var arbustos fructíferos si se les proporciona
frutos. algún tipo de protección durante el invierno.
Los métodos utilizados en su multiplica- El problema principal estriba en que son
ción son similares, excepto en el caso del plantas perennifolias, que necesitan mante-
aguacate. Se llena una maceta con compost ner su tasa de crecimiento durante todo el
de semillas, que se comprime ligeramente en año.
la base y en las esquinas con las puntas de los Se extraen los huesos de los frutos. Es me-
dedos. Se retira el compost sobrante con la j o r sembrarlos cuando todavía están frescos,
ayuda de una madera recta y , con este mis-
mo utensilio, se hace presión sobre la super- Huesos de pomelo Granos de café
ficie hasta que quede a 0,5 o 1 cm del borde
del recipiente. Se siembran e introducen
las semillas en el compost. Se cubren con una
capa de compost cribado, de una profundi-
dad equivalente a su volumen. Se riega y eti-
queta la maceta, que se cubre con una lámi-
na de cristal y una hoja de papel; se traslada
el conjunto a u n medio ambiente cálido
(21 °C).
Cuando aparezcan las plántulas se retira
el cristal y la hoja de papel, y se deja la mace-
ta en u n lugar bien iluminado, a una tempe-
ratura templada. Conviene pulverizar con
Captan o con u n fungicida de cobre, a inter-
valos regulares, para prevenir las enferme-
dades.
Se repican las plantitas cuando puedan
manejarse con facilidad. Para realizar esta
operación, se golpea el recipiente y cuando
el compost se ha desprendido de sus paredes,
se extraen las plantas jóvenes cuidando de
no dañar sus raíces. Se llenan varias macetas
con el compost correspondiente (véase pági-
na 25), se hace u n agujero en cada una de
ellas y se ponen las plantitas , se riega y se
etiqueta. Las plantas deben colocarse en u n
medio ambiente cálido (21 °C) hasta que es-
tén totalmente establecidas.

Cítricos*
La multiplicación de cítricos a partir de se-
millas es bastante simple, aunque hay que te-
ner en cuenta que la descendencia obtenida
responde siempre al tipo general de fruto. Si
se desea obtener una variedad determinada,
es necesario recurrir a la multiplicación ve-
getativa.
Los cítricos de regiones templadas suelen
ser árboles de tamaño medio. Estos árboles
no maduran n i producen frutos en zonas más

* Téngase en cuenta que este libro se ha escrito en

Inglaterra donde los cítricos son árboles realmente
exóticos. El lector español que quiera informarse
sobre esta clase de árboles, t a n comunes y repre-
sentativos de nuestro clima mediterráneo, puede
consultar Praloran, J.C., Los agrios, Blume, Barcelo-
na 1977, donde encontrará una abundante biblio-
grafía (N. del E.).

68

aunque soportan la desecación hasta cierto
punto.
Se colocan cinco semillas más o menos en
cada maceta, formando u n círculo sobre la
superficie del compost. Por lo general, las se-
-ijllas de cítricos germinan mejor a 21 ° C y
a se mantienen la humedad y la temperatu-
ra, las plántulas aparecerán en tres o cuatro
semanas.
Hueso de dátil Hueso de aguacate
SEMILLAS: árboles y arbustos
Cafetos
Estas plantas se pueden multiplicar por se-
millas; sin embargo, como ocurre en la
mayoría de los árboles frutales, los clones
más apreciados se obtienen por multiplica-
ción vegetativa. Los plantones no suelen dar
lugar a una buena cosecha, pero casi siempre
producen frutos, incluso cuando la planta
adulta es de tamaño reducido; u n arbolillo de
60-80 cm, cultivado en una maceta de 20 o
23 cm, puede florecer y dar frutos si se le
proporcionan las condiciones apropiadas.
Coífea arábica se desarrolla m u y bien a
partir de semillas y produce unas bayas de
color rojo brillante, que se v u e l v e n de color
carmesí cuando maduran; cada una de ellas
contiene una o dos semillas blancas, en for-
ma de alubia.
Los plantones son m u y sensibles a las en-
fermedades criptogámicas. Para combatirlas,
conviene pulverizar con Dowfume a inter-
valos regulares después de la germinación.
Las semillas tardan en germinar cuatro o cin-
co semanas.
El cafeto debe estar siempre en u n medio
ambiente cálido (21 °C), y necesita abonos
de vez en cuando.
Palmeras datileras
La mayor parte de los huesos de dátiles son
viables y pueden utilizarse en los procesos
de multiplicación. Las palmeras datileras no
producen frutos hasta que alcanzan 4 o 6
metros de altura.
Las semillas se siembran en macetas indivi-
duales. A u n q u e la planta puede germinar a
temperaturas relativamente bajas, la res-
puesta es más rápida y eficaz a 15°-21 ° C , y
las plántulas aparecen en siete u ocho sema-
nas.
Aguacates
A l igual que la mayoría de los árboles fruta-
les, las variedades más apreciadas de aguaca-
te requieren multiplicación vegetativa. El ár-
bol crece 4-6 m antes de madurar y de produ-
cir frutos.
Los huesos de aguacate son grandes y se
distribuyen en macetas individuales, llenas
de compost para semillas. Se deja el hueso
sobre el compost, en u n medio húmedo y cá-
lido (21 °C), para averiguar cuál es la parte
superior y cuál la inferior Cuando el tallo y
la raíz aparezcan se coloca la semilla en la
posición correcta y se lleva a u n ambiente
húmedo y templado.
Las semillas también pueden germinar en
agua, pero el trasplante del plantón al suelo
resulta difícil, por lo que conviene evitar es-
ta técnica de multiplicación.
69
La multiplicación de plantas a partir de sus
raíces es un proceso sencillo y rápido, que ha
sido totalmente abandonado.
En el año 1662, John Evelyn, en su libro Sil-
va, hablaba de la posibilidad de desenterrar
un árbol, dejando algunas de sus raíces para
que dieran lugar a nuevas plantas. En 1731,
Philip Miller, en su Diccionario de Horticultu-
ra, describe la multiplicación de ciertos árbo-
les a partir de esquejes de sus raíces, técnica
que era ya conocida por muchos horticul-
tores.
Pese a que la eficacia de esta técnica ha
quedado demostrada, nunca se ha llegado a
aplicar de un modo generalizado, excepto en
un pequeño número de plantas herbáceas;
parece ser que un cierto escepticismo ha
acompañado siempre a este método de mul-
tiplicación vegetal. Sin embargo, muchas
plantas pueden reproducirse de este modo, a
partir de pequeños fragmentos de material,
por lo que es necesario hacer hincapié en las
características fundamentales de este tipo de
regeneración y determinar un sistema que
garantice la obtención de buenos resultados.
Para empezar, debemos dividir las plantas
en dos categorías: las que pueden multipli-
carse a partir de raíces y las que no pueden,
al menos aparentemente. Las plantas que
producen yemas adventicias en sus raíces
son aptas para este tipo de multiplicación,
aunque dicha facultad no tiene por qué refle-
jar una capacidad especial de regeneración,
ni una ventaja espectacular
Existen muchas plantas capaces de produ-
cir yemas adventicias, pero su nivel de res-
puesta varía: algunas las producen como un
proceso normal de crecimiento, mientras
que otras necesitan algún factor que estimu-
le la iniciación de las yemas. Éstas pueden
crecer y dar lugar a nuevos vastagos o tener
otro desarrollo distinto.
Hay tres métodos de multiplicación a par-
tir de las raíces: por chupones naturales y di-
visión; por chupones de raíces aisladas, que
no se dividen, y por esquejes de raíz.
Cuando arrancamos una planta, es inevi-
table que algunas de sus raíces queden en-
terradas en el suelo. A veces, estas raíces de-
sarrollan chupones durante la primavera y a
finales de invierno que, si se establecen,
pueden desenterrarse y volverse a plantar al
final de la estación de crecimiento. Los géne-
ros Rhus (zumaques), Robinia, Ailanthus, Ru-
bus y Chaenomeles se multiplican de este
modo. No obstante, conviene efectuar la
multiplicación a partir de esquejes de raíz, ya
que con este método se aprovecha mejor el
espacio. La técnica de chupones se emplea
muy poco.
 RAÍCES

CHUPONES NATURALES
Se producen en algunas plantas, como las
lilas y cerezos. Estas plantas originan bro-
tes aislados, que desarrollan su propio sis-
tema radicular.
Hacia el final de la estación de creci-
miento, las raíces del chupón se separan
de la planta madre y se espera a que se es-
tablezca. Al cabo de unas pocas semanas
se desentierra el chupón y se trasplanta.
Si una planta injertada, por ejemplo un
rosal, produce chupones, deben cortarse
inmediatamente. En caso contrario, la
planta se debilitará, ya que el chupón pro-
cede del patrón y no de la variedad culti-
vada.

Chupones que se obtienen sin desenterrar las raíces

1. Cave profundamente en 2. Levante la planta, 3. Trasplante estos

el otoño alrededor de la
planta elegida. Asegúrese
de que todas las raíces
están cortadas.
dejando las raíces retoños al final de la
enterradas, para que éstas estación de crecimiento
den lugar a nuevos
retoños.
71

Esquejes de raíz
Momento adecuado para obtenerlos
La capacidad de los esquejes de raíz para re-
generarse varía según la época del año, por
lo que el momento de su obtención es muy
importante.
Este hecho no se había tenido en cuenta
hasta mediados del siglo xx. Sin embargo, las
investigaciones más recientes han estableci-
do que existen fluctuaciones en la capacidad
de la raíz para regenerar el tallo, y que es
inútil efectuar la multiplicación cuando la
respuesta de la planta está inhibida por una
influencia estacional adversa.
Probablemente, estas fluctuaciones han si-
do las causantes de que este método de mul-
tiplicación se considere poco seguro y sea ig-
norado en general por los horticultores, sal-
vo contadas excepciones.
Es necesario determinar la estación más
propicia para obtener estos esquejes y elegir
el momento adecuado para multiplicarlos.
Aparentemente, lo más lógico sería obte-
nerlos en la estación de crecimiento, pero es-
te sistema no da muy buenos resultados,
aunque se puede mejorar si se toman los es-
quejes al principio o al final de la estación.
Preparación de la planta
1. Desentierre una planta 2. Corte la porción aérea
lozana durante la estación de la planta y sacuda la
de crecimiento. tierra de las raíces.
72
Plantas que pueden multiplicarse a partir de esquejes de raíz
PLANTAS ALPINAS Geranium PLANTAS
Anchusa Lactuca HERBÁCEAS
Anemone Morisia Acanthus
Arnebia Prímula denticulata Anchusa
Cardunceílus
Erodium
Pulsatilla
Verbascum
Eryngium
Limonium
Algunas plantas dan lugar a nuevos
ejemplares en cualquier época del año, pero
esta capacidad es muy infrecuente. Tal vez
el mejor ejemplo sea el rábano picante, que
llega a convertirse en una mala hierba debi-
do a sus peculiares características: cuando se
rompen sus raíces, cada uno de los fragmen-
tos puede originar una nueva planta.
No obstante, casi todas las plantas mues-
tran una preferencia estacional. Las prime-
ras observaciones sugerían que la multiplica-
ción debía realizarse durante el invierno; la
experiencia nos ha enseñado que, aunque
esta regla puede aplicarse con éxito en las es-
pecies leñosas, el factor esencial es el
período de latencia y no necesariamente el
invierno. Muchas plantas herbáceas, en es-
pecial las alpinas, no atraviesan por un esta-
do latente durante el invierno. La pulsatila o
flor del viento (Pulsatilla vulgarís) empieza a
crecer en pleno invierno y, si los esquejes se
obtienen después de esta época, pierden su
capacidad de regeneración; el mejor momen-
to para la multiplicación es durante el
período de latencia, a finales de verano y
principios de otoño.
3. Limpie las raíces en un
barreño de agua o con
una manguera.
 Romneya Daphne genkwa Ailanthus TREPADORAS
Prunus (ciruelo y endrino) Catalpa Bignonia
RAICES
-•zuce ARBUSTOS Rhus (zumaque) Koelieuteiia Campsis
Verbascum Aesculus paiviflora Rubus Paulownia Eccremocaipus
Alalia Robinia Passiüora
SUBARBUSTOS Chaenomeles ÁRBOLES
Dendromecon Clewdendium Acacia (algunas especies)

Los mejores resultados se obtienen en la La raíz crece muy deprisa al principio de la

mitad de este período, que coincide con la
máxima respuesta. A l principio, la latencia
está todavía en desarrollo y más adelante su
influencia se debilita.
Preparación de la planta
Antes de la multiplicación, conviene prepa-
rar la planta madre para estimular el de-
sarrollo de sus raíces.
La facultad por parte de la raíz de producir
yemas adventicias, que van a dar lugar a
nuevos tallos, está presente en casi todas las
plantas, pero puede incrementarse. Para ello
se desentierra una planta lozana antes de la
estación de crecimiento y se corta la parte
aérea. Se reduce el sistema radicular cortan-
do las raíces cerca de la corona con un
cuchillo. Se vuelve a instalar la planta en el
suelo. La poda rompe el equilibrio natural
entre la raíz y el vastago, y la planta se de-
sarrolla rápidamente durante la estación de
crecimiento para recuperar dicho equilibrio.
Como resultado de este tratamiento, las
raíces nuevas muestran una capacidad supe-
rior para producir yemas.
estación y su tasa de crecimiento va disminu-
yendo, hasta que cesa totalmente al comien-
zo del período de latencia. Las raíces em-
piezan a crecer en primavera y la época de
mayor desarrollo coincide con la máxima ca-
pacidad de producir yemas; en otras
palabras, existe una relación directa entre la
tasa de crecimiento y la capacidad de rege-
neración. Por lo tanto, si disponemos de ma-
terial suficiente, es mejor tomar los esquejes
de la parte superior de la raíz, que empezó a
desarrollarse a principios de primavera.
Los esquejes se obtienen arrancando la
planta madre y cortando el tallo. Las raíces
se limpian de tierra lavándolas en un barre-
ño o con una manguera. Una vez realizada
esta operación se elegirán los trozos más jó-
venes, que son los que por su mayor vigor
resultan más apropiados para la multiplica-
ción.
Se cortan los fragmentos cerca de la coro-
na en ángulo recto con la raíz principal. Se
vuelve a plantar la planta madre.
Hay que eliminar el extremo delgado de
las raíces haciendo un corte sesgado. Se cor-

4. Corte los trozos de raíz 5. Vuelva a enterrar la 6. Deje que la planta se

cerca de la corona, planta en el lugar donde restablezca durante la
utilizando un cuchillo estaba. estación de crecimiento.
afilado.

73
Esquejes de raíz (cont.)

tan las prolongaciones fibrosas laterales pa-
ra facilitar el manejo del esqueje a la hora de
plantar
Esta operación de poda tiene, además, el
efecto de estimular la formación de nuevas
raíces, que podrán ser utilizadas para la mul-
tiplicación en la próxima estación de creci-
miento.
Tamaño del esqueje
El tamaño no es u n factor crítico si sólo se
obtiene u n esqueje de cada raíz, pero en las
plantas c o n gran capacidad de regeneración,
de las que se puede obtener más de u n es-
queje, el tamaño de éstos es u n elemento
m u y importante. Es necesario determinar las
dimensiones mínimas, para poder apro-
vechar el material disponible al máximo.
El tamaño de u n esqueje de raíz depende
de dos factores. En primer lugar, debe dispo-
ner de las reservas suficientes hasta que se
produzcan las primeras hojas verdes y la
planta pueda generar sus propios nutrientes.
En segundo lugar estas sustancias de reser-
va tienen que mantener el esqueje mientras
dure todo el proceso de regeneración.
El esqueje, pues, se compone de dos por-
ciones: de supervivencia y de regeneración.
El tamaño de la primera depende del tiempo
que tarde el esqueje en regenerar que a su
vez está determinado por la temperatura a la
que se realiza la multiplicación; el tallo se de-
sarrollará más rápidamente cuanto más cáli-
do sea el medio. U n esqueje que se obtiene y
se planta e n el exterior durante el invierno
no da lugar al tallo hasta mediados de prima-
vera, pero si se coloca e n u n propagador, a
18°-24 °C, puede regenerarse en cuatro se-
manas. Las necesidades de nutrientes, e n re-
lación con la temperatura, serán m u y dife-
rentes.
El tamaño de la porción regenerativa, e n
cambio, permanece constante cualquiera
que sea la temperatura; habrá que tener en
cuenta este factor al determinar las dimen-
siones del esqueje de raíz.
Como las raíces de la planta madre se po-
dan u n año antes de la obtención de los es-
quejes, todas las raíces nuevas tendrán u n
año de edad y u n grosor semejante.
Si el esqueje se va a plantar en el exterior,
debe tener una longitud de 10 cm como

Obtención de los esquejes

7. Desentierre la planta a 8. Lave las raíces y corte 9. V u e l v a a colocar la

mediados del período de los fragmentos más planta en su lugar
latencia y corte la porción jóvenes e n u n punto correspondiente del
aérea. cercano a la corona. huerto.

74
 RAÍCES

•Énimo, ya que necesita sobrevivir durante
"6 semanas aproximadamente. Una cama
nna, en el interior del invernadero, propor-
ciona un medio ambiente cálido, y la dura-
raon del proceso regenerativo puede redu-
cirse a la mitad; de este modo, los nutrientes
requeridos serán también menores y bastará
con una longitud de 5 cm. A 18°-24 °C el
periodo de regeneración se reduce a cuatro
semanas y en este caso, se pueden utilizar
esquejes de 2 ó 3 cm.
Polaridad del esqueje
En la multiplicación de esquejes de raíz es
muy importante distinguir el extremo supe-
rior del inferior para no cometer equivoca-
ciones en el momento de plantar. Algunos
horticultores sugieren plantar los esquejes
en sentido horizontal cuando sea difícil reco-
nocer su polaridad, lo que ocurre no pocas
Teces, dado que las raíces carecen de hojas o
áe yemas axilares que sirvan de referencia.
embargo, si los esquejes de tallo no se
plantan del modo descrito, no hay ninguna
razón para utilizar este método con los es-
quejes de raíz, independientemente de la di-
rección de crecimiento. Los esquejes planta-
dos verticalmente, en la dirección correcta,
alcanzan un desarrollo óptimo si proceden
de una planta saludable y se les proporciona
las condiciones adecuadas (véase página 76).
Por el contrario, los que se plantan en senti-
do horizontal tienen solamente un 40 por
ciento de posibilidades de regeneración.
Para reconocer cuál es el extremo superior
del esqueje (es decir el más próximo al ápice
de la planta), se hace un corte en ángulo rec-
to cuando se le separa de la planta madre; en
el extremo inferior se hace un corte sesgado
para eliminar la porción más delgada de la
raíz. Utilizando siempre este sistema, no
habrá ninguna duda sobre la polaridad del
esqueje y se evitarán equivocaciones de-
sagradables.
Tratamiento
Después de considerar los aspectos iniciales
y una vez obtenido el esqueje, el siguiente
paso consiste en el tratamiento que debemos
aplicar para incrementar la producción de
yemas y la supervivencia, hasta que el tallo
se desarrolle y se forme una nueva planta.

Preparación del esqueje

10. Corte las porciones
laterales y fibrosas.
11. Haga un corte en
ángulo recto en la zona
que estaba más próxima a
la planta madre.
12. Suprima la parte final
de la raíz, de menor
grosor, haciendo un corte
sesgado, para obtener la
longitud deseada.

75
Esquejes de raíz (cont.)
Actualmente no existe ningún producto que
estimule la regeneración de los esquejes de
raíz. Las hormonas de enraizamiento, utiliza-
das para inducir la producción de raices en
los esquejes de tallo, no sirven en los de raíz,
por cuanto disminuyen la producción de
yemas.
El mejor método de protección consiste en
la aplicación de una fina capa de polvos fun-
gicidas. Cuando se planta, el esqueje está ro-
deado de tierra o compost, que puede estar
encharcado y favorecer toda clase de putre-
facciones causadas por hongos. La supervi-
vencia dependerá de las precauciones que se
tomen contra estas enfermedades.
Se introducen los esquejes en una bolsa de
plástico y se añade un fungicida (una cucha-
radita por cada 100 esquejes de 2 ó 3 cm). Se
hincha la bolsa, retorciendo la parte superior
y se sacude enérgicamente. Los esquejes es-
tarán listos para plantar cuando queden cu-
biertos por una película de polvos fungicidas.
Si se siguen las instrucciones facilitadas en
el capítulo anterior para reconocer la polari-
dad del esqueje, no habrá problemas en este
sentido, aunque esté cubierto de polvo.
Tratamiento de los esquejes de raíz
1. Introduzca los esquejes 2. Cierre la bolsa y agite
en una bolsa de plástico hasta que los esquejes
con polvos fungicidas. estén recubiertos de
polvo.
76
Modo de plantarlos
Deben plantarse en un medio adecuado, que
no se seque con facilidad y permita una
buena aireación; además, ha de poseer los
nutrientes necesarios para sustentar al es-
queje durante el proceso de regeneración. El
suelo natural cumple todos estos requisitos,
y los esquejes se desarrollarán bien si dispo-
nen de luz o se colocan en una cama fría
sobre el suelo, al que se le añade turba y are-
na. Sin embargo, a excepción de las plantas
herbáceas perennes muy vigorosas, con-
viene plantar los esquejes en una maceta y
trasplantarlos al exterior una vez estable-
cidos.
Se elige un recipiente de un tamaño pro-
porcional al número de esquejes que se van a
multiplicar La proporción es de un esqueje
por cada 3 ó 4 cm; se pueden plantar, por
ejemplo, siete en una maceta de 9 cm. Se lle-
na el recipiente con compost de turba, que
contenga tierra franca; ésta va a actuar co-
mo amortiguador para prevenir la deseca-
ción y mantener el nivel de nutrientes. Se re-
tira el exceso de compost con una tabla y se
comprime un poco la superficie.
3. Llene una maceta con
compost. Haga varios
agujeros e introduzca los
esquejes verticalmente.
 RAÍCES

Se hace un agujero y se introduce el es- modo se estimula el desarrollo de las yemas

queje. La parte superior ha de estar al mismo y se reduce el riesgo de putrefacciones. Si los
rnvel que el compost. Se colocan los otros es- esquejes se han plantado en un compost hú-
quejes formando un circulo, espaciados de medo y se mantienen en un medio igualmen-
nodo uniforme, y se apelmaza el compost. te húmedo, el agua no es necesaria en abso-
Se cubre con una capa de arena y se retira luto.
la sobrante. El peso de la arena comprime el Muchas veces, cuando la yema se de-
compost y las puntas de los esquejes sobresa- sarrolla, se forman el tallo y las hojas, pero
len más, introduciéndose en esta capa, de lo no el sistema radicular. Éste crece más tarde,
que resulta una aireación casi perfecta para a partir de la base del nuevo tallo. Aunque
las nuevas yemas. No se debe regar Se eti- las raíces broten directamente del esqueje,
queta y se coloca el recipiente en un medio nunca aparecen antes que el tallo y las hojas;
adecuado (multiplicador cajonera, etc.), en no conviene regar mientras no lo hagan, pa-
relación con el tamaño del esqueje (véase pá-ra evitar putrefacciones.
gina 74). Se instalan las plantas jóvenes en un área
" Algunas plantas, como Romneya coulterí, bien iluminada. Se las aclimata antes de
-•o pueden tratarse como la mayoría, y sus trasplantarlas al exterior o a otro recipiente.
raices no se podan. Se multiplican colocando Hay que suministrar abono líquido, siguien-
=10 o dos esquejes en una maceta pequeña, do las instrucciones del fabricante.*
como si se tratara de una planta completa y
se trasplantan cuando están establecidos,
teniendo cuidado de no dañar las raíces.
Cuidados durante el crecimiento * Cuando hacemos alusión a algún producto fitosanitario
Los riegos deben ser moderados para que el opuedeabono compuesto sin citar marcas comerciales, el lector
consultar las últimas páginas donde encontrará to-
compost se mantenga bien aireado. De este do lo necesario (N. del E.).

Modo de plantar esquejes de raíz

4. Plante los esquejes a 5. Retire el exceso de 6. No riegue hasta que

ana distancia de 3 ó 4 cm.
Cubra el compost con una
capa de arena.
arena. Etiquete el hayan aparecido las
recipiente y deje que los raíces. Suministre abono
esquejes se desarrollen. liquido siguiendo las
instrucciones.
77
1
Raíces tuberosas
Algunas plantas herbáceas perennes se re-
ducen a una corona de yemas durante el
período de latencia, y sus raices se modifican
para almacenar nutrientes. Estas raíces,
gruesas y especializadas, se llaman tubero-
sas. Se distinguen de los tallos modificados
por su estructura y porque sus esquejes no
son capaces de formar yemas adventicias,
que son precisamente los que podrían dar lu-
gar a nuevas plantas.
Existen dos tipos de raíces tuberosas: unas
se desarrollan anualmente, como en las da-
lias, y otras son perennes y van aumentando
de tamaño, como en el caso de las begonias.
Las anuales se desarrollan a partir de
raíces laterales que surgen de la corona de la
planta. Durante la estación de crecimiento se
hinchan y forman racimos, que constituyen
órganos de reserva. Cada año, el crecimien-
to del tallo se realiza a expensas de las sus-
tancias almacenadas en las raíces que, al fi-
nal, acaban por morir y desintegrarse.
El desarrollo de las raíces perennes es
mucho más sencillo. Por regla general, la
radícula que emerge del plantón comienza a
modificarse, aumentando de tamaño y con-
virtiéndose en un órgano de reserva.
La división de raíces tuberosas no es una
técnica de multiplicación muy popular ya
1. Desentierre la planta al 2. Espolvoree con polvos
final de la estación de fungicidas, colocando las
crecimiento. Limpie la raíces sobre papel de
corona a fondo. periódico.
78
que la mayoría de las plantas que las poseen
pueden reproducirse a partir de esquejes de
tallo, hoja o yemas axilares, con mejores re-
sultados. No obstante, el éxito de la opera-
ción dependerá del modo en que se hayan al-
macenado las raíces. Las coronas deben lim-
piarse y espolvorearse con un fungicida. Se
envuelve cada una de las plantas en papel
de periódico y se las coloca en un medio
ambiente frío, a una temperatura inferior
a 5 °C.
Inmediatamente antes de la estación de
crecimiento, las raíces se dividen en distintas
porciones, cada una con una yema por lo me-
nos; de estas yemas van a surgir los tallos.
Hay que proteger las zonas donde se han
realizado los cortes con un fungicida (véase
pág. 185). Se sitúan los fragmentos a 21 °C,
en un lugar seco y aireado durante un par de
días, para que se produzca una capa de tejido
suberoso que va a actuar como una segunda
protección. Se plantan en un compost del pri-
mer tipo (para esquejes) si se van a trasplan-
tar pronto (un mes como máximo) o del se-
gundo tipo (para germinación) si van a per-
manecer más tiempo en el mismo substrato.
Se etiquetan y se dejan sin regar Se instalan
en un medio frío y se llevan a la luz cuando
aparezcan los brotes.
3. Envuelva la planta y
guárdela en un lugar frío
hasta que las raíces
comiencen a hincharse.

4. D i v i d a las r a í c e s e n
porciones; cada u n a de
estas d e b e t e n e r a l m e n o s
una y e m a .
5. V i e r t a p o l v o s
f u n g i c i d a s s o b r e las
superficies cortadas. Deje
las p o r c i o n e s e n u n m e d i o
c á l i d o , seco y a i r e a d o .
RAÍCES
6. P l a n t e l o s e s q u e j e s
cuando los cortes h a y a n
cicatrizado, formando una
c a p a de t e j i d o s u b e r o s o .
79
Tallos modificados
Son órganos que almacenan sustancias de re-
serva, que la planta utiliza durante el perío-
do de latencia. A menudo constituyen un sis-
tema natural de multiplicación y producción
de nuevas plantas.
Poseen todas las características de un tallo
verdadero, así como su misma estructura;
tienen un meristemo apical de crecimiento y
hojas con yemas axilares, que pueden estar
dispuestas en espiral, alternas o en pares
opuestos.
Yema apical
Capullo
floral
Corona
80
El tallo está modificado en el sentido de
que no siempre crece por encima del nivel
del suelo; a menudo se desarrollan horizon-
talmente y constituyen órganos de reserva.
Existen seis tipos distintos de tallos modi-
ficados, todos con hábitos y sistemas de cre-
cimiento diferentes. Se llaman tubérculos,
rizomas, cormos, bulbos, hijuelos y estolo-
nes. No deben confundirse con los sistemas
radiculares modificados, que no poseen nin-
guna de las características asociadas al ta-
llo.
Un tubérculo, por ejemplo, tiene «ojos»
que constan de un racimo de yemas y un ru-
dimento de hoja. Equivalen a los nudos de un
tallo típico. Están dispuestos en espiral, alter-
nos o en pares opuestos, desde la yema
apical hasta el otro extremo, por donde el tu-
bérculo estaba unido a la planta madre.
Yema
apical
Los rizomas son tallos especializados que
crecen en sentido horizontal bajo el nivel del
suelo o sobre la superficie. El tallo está seg-
mentado, compuesto por nudos y entre-
nudos; las hojas y las ñores se desarrollan a
partir de yemas laterales o apicales. El siste-
ma radicular y las raices laterales también
surgen de estos puntos.
Yema apical
 TALLOS MODIFICADOS

_: s cormos están constituidos por la base Los hijuelos son brotes laterales que se de-
zicrosada de u n tallo sólido, rodeada por sarrollan a partir de una axila foliar en la co-
jc;as en forma de escama. Éstas se unen al rona de la planta. El brote suele tener una
aiüo en distintos nudos, que tienen una yema sola yema, que se transforma en una plántu-
e i cada axila. En el ápice se sitúa otra ye-
x a que da lugar a las hojas y a los brotes
•ondos.

la con sus propias raíces y puntos de creci-

miento.
Los bulbos, en cambio, poseen u n tallo cor- Los estolones se originan del mismo modo
a carnoso y generalmente, vertical, con u n que los hijuelos. Crecen horizontalmente y
zseristemo de crecimiento en su ápice prote- en algunos de sus nudos se forman renuevos
aáo por hojas gruesas y carnosas, en forma
ue escamas. Las ñores y las verdaderas hojas
surgen del centro del bulbo.

a partir de las yemas laterales. Estas nuevas

plantas florecen y cuando se h a n estableci-
do, desarrollan sus propios estolones.

81
Tubérculos
En muchas ocasiones, el nombre de tubércu-
lo se ha utilizado incorrectamente en horti:
cultura, aplicándose a cualquier órgano de
reserva engrosado, que crece bajo tierra.
De hecho, los tubérculos son tallos
subterráneos modificados, que se han con-
vertido en órganos de reserva. Suelen ser re-
dondeados y de crecimiento anual. Las hojas
son membranosas, en forma de escamas, y
las yemas axilares producen brotes, que se
desarrollan en la estación de crecimiento
subsiguiente.
El número de plantas que forman verda-
deros tubérculos no es m u y grande; la más
conocida es la patata. Los tubérculos pueden
presentar yemas opuestas, como el tupinam-
bo, o dispuestas en espiral, como la patata, y
suelen tener protuberancias. Algunas liliá-
ceas acuáticas (género Nymphaea.) producen
pequeñas estructuras en forma de tubérculo,
que crecen en la raíz principal, a finales de la
estación de actividad vegetativa.
A u n q u e las patatas son m u y prolíficas en
la producción de tubérculos, las demás plan-
tas con este tipo de órganos los desarrollan
en pequeño número.
La cantidad de tubérculos se puede aumen-
PEQUEÑOS TUBERCULOS
Ciertas plantas producen tubérculos muy
pequeños a partir de las yemas axilares.
Posteriormente, estas yemas modificadas
se desprenden de la planta madre.
 tas que producen Tupinambo
irruios TALLOS MODIFICADOS
Plantas que desarrollan
pfcaea (nenúfares) pequeños tubérculos
v4ciu'menes
meolum (en especia] Begonia evansiana
Itaberosum) Dioscorea batatas

M r artificialmente. Estos tallos modificados

permiten la supervivencia de la planta PATATAS
«tarante el período de latencia; por consi-
s t e n t e , el momento más adecuado para
H I T triplicar los tubérculos por división artifi-
raai es en primavera, inmediatamente antes
áa comienzo de la etapa de crecimiento.
Se corta el tubérculo con u n cuchillo afíla-
te: cada trozo debe tener al menos u n «ojo»
a vema dominante. Se espolvorea con u n
tañgicida para reducir la posibilidad de infec-
oones criptogámicas. Se colocan sobre una
sefüla y se dejan e n u n lugar cálido (21 °C) y
ÍBCO, como por ejemplo una alacena aireada,
Airante u n par de días. Las superficies corta-
tes desarrollan una capa de tejido suberoso,
i c e sirve de protección. Estas «semillas» de
tabérculos no deben mantenerse mucho
taempo en u n medio seco, porque podrían
teshidr atarse.
Conviene plantarlas e n seguida, en u n ho-
TO de una profundidad equivalente al doble
te su tamaño. Los pequeños trozos comien- El tubérculo de la patata tiene una ci-
l a n a producir brotes y raíces, y pronto dan catriz en el extremo de unión con la plan-
k g a r a una nueva planta. Conviene eti- ta madre, y varios «ojos» o nudos dispues-
quetar con claridad e n todas las fases de la tos en espiral por toda su superficie.
•ultiplicación.

1. Corte el tubérculo con 2. Espolvoree con polvos 3. Plante los tubérculos

un cuchillo afilado. Cada fungicidas. Coloque las en el exterior cuando
trozo debe tener al menos piezas sobre una rejilla, hayan desarrollado una
un «ojo» o yema. en u n lugar cálido y seco. capa protectora de tejido
suberoso. Etiquételos.

83
Rizomas
Son tallos que crecen lateralmente sobre la
superficie del suelo, aunque en algunas
plantas son subterráneos. Los rizomas
suelen almacenar sustancias nutritivas en
cantidad variable, según las distintas espe-
cies.
Son perennes y su multiplicación se reali-
za artificialmente, por división, en la época
más adecuada; en la mayoría de los casos, el
mejor momento es después de la floración,
cuando el rizoma está alargándose y produ-
ce nuevas raices.
El crecimiento puede ser de dos tipos.
Uno de ellos, tipificado por el l i r i o cárdeno,
se caracteriza por la aparición de una yema
terminal, que se desarrolla y florece; el cre-
cimiento de la planta se realiza a partir de
una yema lateral. En la estación siguiente
se produce una nueva yema, que también
florece, y la planta sigue creciendo lateral-
mente. En la menta y el género Agwpyion,
el crecimiento se produce siempre a partir
de la yema t e r m i n a l , aunque de vez en
cuando aparecen yemas laterales de las que
surgen espigas floridas.
El hábito de los rizomas también varía. Los
de los espárragos no se extienden, sino que
se desarrollan en forma de corona; por el
contrario, los de la menta tienen u n creci-
1. Divida los rizomas 2. Desentierre los
después de la floración, rizomas con la h o r q u i l l a
cuando el viejo sistema y limpie la t i e r r a de sus
radicular muere. raíces.
84
miento rápido y continuo, y pueden ocupar
grandes extensiones de terreno en poco
tiempo.
Una de las plantas más fácil de multiplicar
por medio de rizomas es el lirio cárdeno. La
mejor época para la división y el estableci-
miento de las nuevas plantas es inmediata-
mente después de la floración, cuando el
viejo sistema radicular muere y comienzan a
desarrollarse las raíces nuevas. Se desen-
tierran los rizomas y se limpian de tierra. Se
eliminan los tallos viejos y se utilizan sola-
mente los que hayan crecido durante el año
en curso. H a y que reducir la longitud de sus
raíces a 5 ó 7 cm y recortar los limbos de las
hojas para disminuir la pérdida de agua du-
rante el desarrollo del nuevo sistema radi-
cular
Como regla general, los rizomas deben
plantarse a la misma profundidad a la que es-
taban, que en el caso de los lirios coincide
más o menos con el n i v e l del suelo. Suelen
tener dos filas de raíces dispuestas longitudi-
nalmente a lo largo de la superficie inferior
Para plantarlos se cavan dos zanjas poco
profundas, donde se introducen las raíces, y
se aprieta la tierra a su alrededor Conviene
etiquetar con claridad y regar, si es nece-
sario.
3. Elimine los rizomas
viejos.
*antas que producen Espárrago Ruibarbo
Heléchos (algunas Sansevieria
- i-
especies) Sello de Salomón TALLOS M O D I F I C A D O S
•wf ¿el paraíso (Sterilitzia Lirio cárdeno (Polygonatum)
•airee/ Lirio de los valles Smilax
Hpaía rex (Convallaria majalis) Zantedeschia
Menta
IIM^ÍT: cundidor Peonía

RIZOMAS E N C O R O N A te grande, a menos que se requiera una

Este tipo de rizomas, característico de
peonías y espárragos, son más difíciles de
multiplicar y constituyen las «raíces»
típicas de las plantas herbáceas perennes.
Es necesario efectuar muchos cortes para
dividirlos en piezas adecuadas para la
nultiplicación.
La división se realiza a finales de i n -
vierno, antes de que las yemas se alar-
guen y comience el crecimiento esta-
cional del rizoma. Es mejor fragmentar
pocas piezas, de u n tamaño relativamen-
multiplicación m u y rápida. En este últi-
mo caso se plantan los trozos pequeños
en macetas c o n compost para esquejes al
objeto de proporcionarles las condi-
ciones propicias para su establecimien-
to. Se espolvorean los cortes con u n fun-
gicida para prevenir las putrefacciones
causadas por hongos y bacterias. Se co-
locan las piezas en una atmósfera cálida
y seca (21 °C) hasta que desarrollen una
capa protectora de tejido suberoso. Se
plantan y se etiquetan c o n claridad.

1. Divida los rizomas en 2. Espolvoree las 3. Plántelos en el

corona a finales de superficies cortadas c o n exterior, tras dos dias e n
invierno. polvos fungicidas. lugar cálido.

4. Recorte las hojas y 5. V u e l v a a plantar los 6. Cubra las raíces c o n

reduzca las raíces a u n a rizomas sobre u n tierra. Etiquete y riegue
.ongitud de 5 ó 7 cm. caballón de t i e r r a , para que ésta se asiente.
colocando sus raíces en
dos zanjas laterales.

85
Cormos
Son muy similares a los bulbos y a veces se
confunden con éstos. Sin embargo, estruc-
turalmente son muy diferentes. Los cor-
mos o bulbos sólidos constan de un tallo
engrosado, transformado en órgano de re-
serva, y son más cortos y más anchos que
los bulbos. Las hojas del tallo se han conver-
tido en unas membranas delgadas y secas
que cubren el bulbo sólido y lo protegen de
las posibles lesiones y de la deshidratación.
Cada hoja posee una yema axilar; la parte
superior del cormo suele dar lugar a un
tallo florido y las raíces surgen de la base
cóncava. En algunas ocasiones, las yemas
situadas en la parte superior se desarrollan
y florecen.
Cada año aparece un nuevo bulbo sólido
alrededor de la base del tallo; por lo tanto,
C O R M O S PEQUEÑOS
86
su número está directamente relacionado
con la cantidad de tallos producidos por
los cormos anteriores. La mayor parte de
las plantas con este tipo de tallos modifica-
dos se reproducen bien de manera natural;
pero, si se desea obtener una cosecha ma-
yor hay que aplicar técnicas artificiales.
Se aconseja comprar el material en co-
mercios de confianza, pues es imprescin-
dible que Ips cormos estén exentos de enfer-
medades.
Se corta un bulbo sólido grande y lozano
en varias piezas, inmediatamente antes de
la estación propicia para plantar; cada trozo
debe tener al menos una yema. Se espolvo-
rea con polvos fungicidas (véase pág. 185)
para eliminar el riesgo de putrefacciones.
Se colocan las piezas en un lugar cálido y se-
co (por ejemplo, una alacena bien ventilada)
durante 48 horas. Las superficies cortadas
tienen tiempo de cicatrizar en estos dos
dias. Después se plantan en macetas indivi-
duales o en el suelo, y se etiquetan cuidado-
samente.
Cuando el bulbo sólido es demasiado pe-
queño y hay dificultades para cortarlo, con-
viene estimular el desarrollo de sus yemas
laterales arrancando el tallo principal o
extrayéndolo con un cuchillo. Una vez rea-
lizada esta operación se espolvorea con
polvos fungicidas y se planta en el exterior.
Durante la estación de crecimiento se pro-
ducen varios brotes, que darán lugar a
nuevas plantas.
Son cormos en miniatura que se pro-
ducen a modo de hijuelos, entre el bul-
bo sólido nuevo y el más viejo, que se
va desintegrando. Aparecen en cantidad
variable; los gladiolos pueden desarro-
llar más de 50.
Su producción está relacionada con la
profundidad a la que se encuentra el
tallo; a mayor profundidad, mayor nú-
mero de cormos.
Para su recolección, se desentierran
antes del invierno y se almacenan a una
0
temperatura inferior a los 5 C, en un lu-
gar bien ventilado y protegido de las he-
ladas. Los ejemplares demasiado secos
deben sumergirse en agua tibia durante
24 horas, antes de plantarlos en la esta-
ción siguiente. Se cultivan en el exterior
muy juntos, y se etiquetan cuidadosa-
mente. Suelen tardar dos años en alcan-
zar el tamaño adecuado para la flora-
ción.
nautas que producen cormos

•xiantheia Montbretia TALLOS MODIFICADOS

<xosmia Tritonia
ocus
adiólo

División

1. C o r t e e l c o r m o
en varios trozos, cada
ano c o n u n a y e m a , antes
de p l a n t a r e n e l o t o ñ o .
2. E s p o l v o r e e c o n p o l v o s
fungicidas. Coloque las
piezas sobre u n a rejilla y
déjelas e n u n l u g a r cálido
y seco.
3. P l a n t e c a d a u n o d e l o s
trozos e n u n a maceta, o
en el exterior, cuando
h a y a n desarrollado u n a
fina capa de tejido
suberoso. Etiquete c o n
claridad.

Inducción d e l a s y e m a s l a t e r a l e s

1. D e s e n t i e r r e e l 2. E s p o l v o r e e c o n p o l v o s 3. C a v e u n h o y o d e
: o r m o e n otoño. fungicidas. profundidad equivalente
Arranque el tallo al d o b l e d e l tamaño d e l
p r i n c i p a l o córtelo c o n c o r m o . Plántelo y
una navaja. etiquete con claridad.

87
Bulbos

Son tallos modificados y protegidos por ho-
jas e n forma de escama, transformadas e n
órganos de reserva. H a y dos tipos principa-
les de bulbos, tunicados y escamosos, y di-
fieren e n el desarrollo de las hojas.
ralmente, bastante estrechas. Las raíces
surgen a finales de verano o más tarde, y
duran todo el año.

Bulbos tunicados
Son típicos de narcisos y tulipanes (véase la
figura) y tienen hojas escamiformes, car-
nosas y m u y anchas, dispuestas e n capas
concéntricas alrededor del punto de creci-
miento. Cada hoja posee una yema axilar
Las hojas superiores se resecan y se vuel-
v e n membranosas, y p r o p o r c i o n a n una bue-
na protección contra las lesiones y la
deshidratación. Las raíces se desarrollan al
principio de la estación de crecimiento y
surgen en la superficie exterior del platillo
basal.

Reproducción natural en los bulbos

Se multiplican de modo natural por división
y e n algunos casos, éste es el único medio
que tienen de reproducirse. En la estación
de crecimiento, la yema apical comienza a
desarrollarse y da lugar a u n nuevo bulbo
durante la estación siguiente. Cuando una
yema axilar se transforma en u n punto de
crecimiento activo, también da lugar a u n
bulbo, que puede proseguir su desarrollo
durante u n año o dos, antes de separarse del

Bulbos escamosos
Se producen e n los lirios, y se diferencian
de los anteriores e n que no desarrollan una
cubierta seca y membranosa; son, asi-
mismo, mucho más propensos a la deshidra-
tación. Las hojas suelen tener forma de
escama y son m u y carnosas aunque, gene-

88
 dos que producen bulbos axilares TALLOS MODIFICADOS
g ú un proceso natural
jrrrn bulbiíeium
ixyiiophyllum
wmgentiae
-::num
¡es híbridos

amibo original (véase ilustración) y empezar
B florecer En los tulipanes y algunas espe-
ses del género Iris, el bulbo original se de-
nitegra después de la floración, dejando u n
equeño racimo de pequeños bulbos y uno
n e v o en floración (véase ilustración). Es-
es se arrancan en otoño y se plantan a una
rofundidad igual al doble de su tamaño.
Los bulbos axilares son bulbos diminutos
que crecen en las axilas foliares de los ta-
llos de ciertas especies de lirios, como por
ejemplo, L. tigrinum.
Se recolectan después de la floración,
cuando están maduros. Se colocan en una
maceta llena de compost para esquejes a 2.5
cm de distancia unos de otros. Se c u b r e n
con arena y se dejan en una cajonera. En el
otoño del año siguiente se trasplantan al ex-
terior ^^ssSHi

Los bulbillos son hijuelos que se de-

sarrollan en algunos lirios, como Lilium lon-
püomm y L. bulbiferum, bajo el n i v e l del
suelo, encima o debajo del bulbo principal.
A finales de verano se pueden separar y
¿antar, j u n t o con el bulbo principal, en po-
rción vertical y a la profundidad indicada
interiormente.
Por desgracia, m u y pocas especies produ-
;en bulbillos, aunque L. auratum, L. spe-
aosum y L. tigrinum los f o r m a n en pequeña
rantidad.

89
Bulbillos y bulbos a x i l a r e s
Bulbillos
Son bulbos diminutos que se desarrollan ba-
j o tierra.
Se puede inducir la producción de bul-
billos artificialmente, arrancando el tallo en
ñor y enterrándolo hasta que aparezcan
los bulbillos e n las axilas foliares.
Se cava u n a zanja de 15 cm de profundi-
dad, c o n las paredes laterales formando án-
gulo. Se extraen todas las yemas y flores del
tallo y se separa éste del bulbo, que perma-
nece enterrado. Se introduce el tallo e n la
zanja dejando su parte superior fuera de és-
ta. Se pulveriza c o n u n líquido fungicida y
se llena la zanja de arena o de u n compost l i -
gero antes de etiquetar
En otoño, los bulbillos comienzan a de-
sarrollarse en las axilas foliares de la parte
inferior del tallo. Se separan de la planta
madre y se plantan verticalmente, a u n a
profundidad equivalente al doble de su ta-
maño, aunque pueden dejarse in situ duran-
te u n año entero.
Este método es m u y sencillo y la única di-
ficultad que encierra es la posibilidad de
putrefacciones en el tallo, antes de la apari-
ción de los bulbillos.
Multiplicación por bulbo axilar
1. Desyeme la planta 2. Pince los bulbos de
elegida inmediatamente las axilas foliares cuando
antes de que empiece a estén maduros.
florecer.
90
Bulbos axilares
Son bulbos de pequeño tamaño, que se pro-
ducen e n los tallos por encima del n i v e l del
suelo. Este proceso natural constituye u n
medio m u y prollfico de multiplicación.
En algunas especies de lirios, como Lilium
candidum, se puede inducir la producción
de bulbos artificialmente, desyemando el
tallo antes de la floración. Los bulbos se
desarrollarán en las axilas foliares, durante
la estación de crecimiento. Se recolectan
cuando se tenga la plena seguridad de que
han finalizado su maduración.
Se llena una maceta c o n compost para es-
quejes (véase página 25); se r e t i r a e l sobran-
te con una tabla y se presiona hasta que la
superficie quede a 1 cm del borde del reci-
piente. Se colocan los bulbos sobre e l com-
post, a distancias de 2.5 cm, y se i n t r o d u c e n
en el substrato. Se c u b r e n c o n arena hasta
arriba. Conviene etiquetar la maceta y res-
guardarla e n u n a cajonera durante doce
meses, hasta el otoño siguiente, e n que se
trasplantan al exterior
Este método se puede aplicar también a
otras plantas, como algunas cebollas orna-
mentales.
3. Colóquelos en una
maceta con compost, a
una distancia de 2.5 cm.
Cúbralos c o n arena.
JTTÜS que producen L. speciosum L. chalcedonicum
IHMUOS L , tigiinum L. dauiicum TALLOS MODIFICADOS
weqmn un proceso natural L. x hollandicum
U f e m auraíuirt Lirios que producen L. leichtlinii
JL íMiíbiíerum bulbos a x i l a r e s L. x m a c u í a í i u m
E. a v á d e n s e como consecuencia del L . x íesíaceum
L -cngiioium desyemado y algunas especies de
L sardaiiniun Lilium candidum cebollas ornamentales

Multiplicación por bulbillos

^^^^^^^
1. Pince las yemas y 2. Separe el tallo del 3. Introduzca dos tercios
flores de la planta bulbo, que queda de tallo e n una zanja de
elegida. enterrado e n el suelo. 15 c m de profundidad.

4. Pulverice c o n u n 5. Llene la zanja de arena 6. Deje que transcurra el

fungicida, como Captan o o de compost ligero y verano; recoja los
Benomilo. etiquete c o n claridad. bulbillos e n otoño para
volverlos a plantar

91
Bulbos e s c a m o s o s
C u a n d o se p r e t e n d e o b t e n e r u n a g r a n c a n -
t i d a d d e b u l b o s d e u n a m i s m a v a r i e d a d es
n e c e s a r i o e m p l e a r técnicas a r t i f i c i a l e s , t o -
d a v e z q u e l a t a s a n a t u r a l de multiplicación,
a u n q u e m u y e s t a b l e , es b a s t a n t e b a j a .
U n o d e e s t o s m é t o d o s se r e a l i z a a p a r t i r
d e e s q u e j e s d e h o j a s , q u e e n l o s b u l b o s es-
tán m o d i f i c a d a s e n f o r m a d e e s c a m a ; p o r es-
t e m o t i v o se h a b l a d e d e s c a m a c i ó n d e
bulbos.
Los b u l b o s escamosos, c o m o los de los l i -
rios, son r e l a t i v a m e n t e pequeños, c o n hojas
e s t r e c h a s q u e se p u e d e n a r r a n c a r c o n f a c i l i -
d a d d e l p l a t i l l o b a s a l . Su multip licaci ó n se
r e a l i z a c u a n d o h a y m a t e r i a l d i s p o n i b l e . Es
m e j o r l l e v a r l a a cabo c o n b u l b o s frescos,
q u e se p u e d e n a d q u i r i r a m e d i a d o s de o t o -
ño. Los b u l b o s i m p o r t a d o s t i e n e n e l i n c o n -
v e n i e n t e de que s u e l e n estar l i g e r a m e n t e
m a r c h i t o s , y n o son idóneos p a r a la m u l t i p l i -
cación.
L o s e s q u e j e s se o b t i e n e n d e b u l b o s f r e s -
cos y t u r g e n t e s , t i r a n d o d e las h o j a s h a c i a
f u e r a h a s t a q u e se r o m p e n , c e r c a d e l p l a t i l l o
b a s a l . Si e l b u l b o está a l g o b l a n d o , las h o j a s
se c o r t a n c o n u n c u c h i l l o a f i l a d o .
Sólo se u t i l i z a n u n a s c u a n t a s h o j a s d e las
c a p a s más e x t e r i o r e s . E n a l g u n o s casos, co-
m o e n l o s l i r i o s (LUium), n o c o n v i e n e d e s e n -
t e r r a r el b u l b o p a r a efectuar l a descama-
ción; l a o p e r a c i ó n se r e a l i z a a b r i e n d o u n
a g u j e r o a l r e d e d o r d e l b u l b o , q u e se v u e l v e
1. Q u i t e a l g u n a s h o j a s d e l 2. U t i l i c e s o l a m e n t e u n a s
bulbo, tirando hacia fuera c u a n t a s h o j a s d e las c a p a s
o cortándolas c o n u n exteriores.
cuchillo.
92
a c u b r i r después d e a r r a n c a r l e a l g u n a s
hojas.
Estas h o j a s m o d i f i c a d a s p u e d e n ser v e c t o -
res de m i c r o o r g a n i s m o s causantes de p u t r e -
facciones. Para e v i t a r enfermedades se
i n t r o d u c e n e n u n a b o l s a d e plástico l l e n a de
p o l v o s f u n g i c i d a s y se a g i t a c o n f u e r z a has-
t a q u e t o d a s las h o j a s e s t é n t o t a l m e n t e c u -
b i e r t a s de u n a f i n a capa de p o l v o s .
Se m e z c l a n las h o j a s c o n u n a c a n t i d a d
e q u i v a l e n t e a l cuádruple d e s u v o l u m e n de
u n m a t e r i a l adecuado para su multiplica-
ción, q u e p r o p o r c i o n e l a h u m e d a d y a i r e a -
c i ó n n e c e s a r i a s . L a v e r m i c u l i t a h ú m e d a da
b u e n o s r e s u l t a d o s c u a n d o está e s t e r i l i z a d a
y se m e z c l a c o n t u r b a m o j a d a y a r e n a , a
p a r t e s i g u a l e s . Se c o l o c a l a m e z c l a e n u n a
b o l s a de plástico y se e t i q u e t a . Se i n f l a l a
b o l s a y se c i e r r a a t a n d o l a p a r t e s u p e r i o r
D e b e g u a r d a r s e e n u n m e d i o cálido ( 2 1 ° C )
h a s t a q u e se d e s a r r o l l e n las n u e v a s plán-
tulas.
L a v e l o c i d a d d e r e g e n e r a c i ó n está r e l a -
c i o n a d a c o n l a t e m p e r a t u r a , a u n q u e es u n a
característica v a r i a b l e ; a l g u n o s b u l b o s se
multiplican con m a y o r rapidez que otros.
Por lo general, el proceso r e g e n e r a t i v o du-
r a seis u o c h o s e m a n a s .
Las plántulas t i e n e n a s p e c t o d e b u l b i l l o s y
se d e s a r r o l l a n e n l a b a s e d e l a h o j a . C u a n d o
e s t o s b u l b i l l o s a p a r e z c a n , habrá q u e sacar
las h o j a s d e l a b o l s a y p l a n t a r l a s v e r t i c a l -
3. M é t a l a s e n u n a b o l s a
l l e n a de p o l v o s f u n g i c i d a s
y agite c o n fuerza.
Mantas a las que se aplica TALLOS MODIFICADOS
el tratamiento de descamación
Fritülana
jjium
•'omocharis

mente, en u n compost para esquejes (véase (21 °C) y b i e n iluminado. A principios de

página 25). Se pueden plantar en macetas
individuales de 7 u 8 cm, o en u n semillero
hondo, según la cantidad de que se dispon-
ga. Los extremos de las hojas se dejan fuera
del compost. Se cubre con arena y se eti-
queta. H a y que regar con moderación y
mantener las plántulas en u n lugar cálido
primavera, las hojas de los bulbillos sobre-
salen y a por encima del compost. La aclima-
tación se efectúa en verano.
A l final de la estación, las hojas que
s i r v i e r o n de esquejes se m a r c h i t a n y se se-
paran de los bulbos. Éstos deben plantarse
inmediatamente.

4. Mézclelas con u n 5. I n f l e la bolsa y 6. Saque las hojas cuando

material adecuado para etiquétela. Guárdela en aparezcan los bulbillos,
su multiplicación en una una alacena aireada. en la superficie basal de
bolsa de polietileno. las escamas.

7. Plántelas dejando la 8. Aclimate en verano, 9. Separe los bulbillos de

parte superior fuera del
rompost. Cubra con
arena, etiquete y coloque
el recipiente en u n sitio
rálido y bien iluminado.
cuando los bulbillos los esquejes cuando éstos
hayan producido nuevas se marchiten. Vuélvalos a
hojas, que asomarán a la plantar cuanto antes.
superficie del compost.

93
Multiplicación por corte basal de bulbos
Algunos bulbos de este tipo, como los del ja-
cinto, aumentan de tamaño anualmente y
se reproducen muy despacio, por división
natural. Por consiguiente, si se requiere un
número elevado de plantas, es necesario
emplear técnicas artificiales de multiplica-
ción.
Sus hojas son grandes y no se pueden
arrancar con facilidad, como en el caso de
los bulbos escamosos. En consecuencia, to-
das las técnicas empleadas para inducir la
producción de nuevos bulbos se realizarán
dejando las hojas in siíu.
Existen dos métodos diferentes de multipli-
cación artificial: por escalpado y por inci-
sión. El primero de ellos se realiza a finales
del período de latencia y consiste en raspar
con una cucharilla el casquete basal del bul-
bo, para que la superficie de las hojas quede
al descubierto. La operación debe hacerse
con un solo movimiento, por lo que la herra-
mienta utilizada desempeña un papel impor-
tante; una cucharilla vieja y afilada garantiza
resultados excelentes. También se puede
usar un cuchillo, aunque no es muy aconse-
jable porque la punta podría dañar el centro
del bulbo y dar lugar a putrefacciones. Des-
pués de quitar el casquete se espolvorea la
superficie cortada con polvos fungicidas pa-
ra evitar enfermedades.
Se coloca el bulbo al revés, con la superfi-
cie cortada hacia arriba, sobre una rejilla o
Incisión
una bandeja llena de arena seca. Se deja a
una temperatura de 21 °C, como mínimo,
para estimular el desarrollo de callosidades
en las hojas, que las protegen de las posibles
infecciones. Es importante que el bulbo esté
en un medio ambiente seco, aunque no tan-
to como para provocar la deshidratación de
las hojas. El mejor lugar es una alacena bien
ventilada, siempre y cuando la arena esté
hímeda.
Los bulbillos comienzan a desarrollarse
en dos o tres meses, sobre las superficies
cortadas de las hojas. El bulbo grande se
planta en una maceta, en la misma posición
en la que estaba, de manera que los bul-
billos queden por debajo de la superficie del
compost. Hay que etiquetar con claridad,
aclimatar y dejar la maceta en una cajo-
nera.
En primavera, los bulbillos producen ho-
jas y el bulbo original comienza a desin-
tegrarse. Al final de la estación se desen-
tierran y se separan los bulbillos para
volverlos a plantar Generalmente, tardan
tres o cuatro años en adquirir el tamaño
adecuado para la floración.
Existe otro método que da lugar a bulbos
floridos en menos tiempo, basado en una
técnica similar; los bulbillos se producen en
menor cantidad pero tienen mayor tamaño,
debido a que las hojas del bulbo original re-
sultan menos dañadas.

1. Practique dos cortes 2. Manténgalo en un 3. Deje el bulbo sobre

en ángulo recto en el
platillo basal del bulbo.
94
lugar seco y cálido hasta una bandeja, en una
que la cubierta del bulbo alacena aireada, hasta
se abra, y espolvoree con que se desarrollen los
polvos fungicidas. bulbillos.
 •utas que responden TALLOS MODIFICADOS
stos tratamientos
mpanillas (Galantus y
aco/um)
ántos
chenalia

H proceso es semejante al anterior pero
en vez de raspar el casquete completo, se le
practican unas muescas con un cuchillo afi-
lado. Se cortan las hojas hasta una profun-
didad de 0.6 cm. En los bulbos grandes se
hacen cuatro cortes en forma de asterisco,
pero en los pequeños basta con dos cortes
en ángulo recto para obtener buen resultado.
Hay que mantener el bulbo en un medio
cálido (21 °C) y seco durante un día. Se es-
polvorea con un fungicida y se sigue el mis-
mo tratamiento que en el método anterior
Los bulbillos producidos sólo tardan dos o
tres años en florecer

Escalpado

1. Raspe el casquete basal 2. Asegúrese de que 3. Espolvoree con un

del bulbo utilizando una todas las hojas han sido fungicida y coloque el
vieja cucharilla afilada. cortadas. bulbo al revés sobre una
bandeja.

4. Deje el bulbo en un 5. Plante los bulbos al 6. Desentierre y separe

lugar bien ventilado hasta revés, con los bulbillos los bulbillos al final de la
que aparezcan los por debajo de la estación, y vuélvalos a
bulbillos sobre las superficie del compost. plantar
superficies cortadas.

95

División de mata
Plantas herbáceas con corona fibrosa
1. Desentierre la planta
que se va a dividir,
después de la floración.
4. Recorte los tallos para
reducir la pérdida de
agua.
96
Plantas herbáceas con
corona fibrosa
Achillea
Alchemüla
Alyssum
Aster
Caltha
Campánula
2. Sacúdala para quitar la 3. Lave la corona y las
tierra. raíces en un barreño o
con una manguera.
5. Desprenda los trozos de 6. Divida las piezas más
la zona periférica de la duras con un cuchillo de
corona; éstos deben tener trinchar.
al menos una buena yema.
Chrysanthemum Lythrum Sagina
Doionicum Mimulus Solidago TALLOS MODIFICADOS
Erigeion Monarda Tiareila
Geníiana Polemonium Trollius
3eranium Prunella Verónica
Helenium Pyiethrum
Hemerocallis Raoulia
Lupinum Rudbeckia

la división es el método más corriente de
multiplicación en muchas herbáceas peren-
nes, pero también se usa para rejuvenecer al-
gunas plantas y mantenerlas en buenas condi-
ciones. El método es asimismo aplicable a al-
gunos arbustos, como el zumaque, que pro-
duce chupones, a plantas perennes semileño-
sas como el lino de Nueva Zelanda, que de-
sarrolla una corona de bulbos reproducto-
res, y a la mayoría de las plantas con tallos
modificados, como, por ejemplo, el lirio cár-
deno (véanse las págs. 80-95).
Plantas herbáceas con coronas fibrosas
La técnica más sencilla de división se aplica a
especies herbáceas perennes, como los cri-
santemos, que poseen raíces fibrosas y una
corona relativamente suelta. La parte cen-
tral de esta corona se vuelve leñosa en el
transcurso de dos o tres años. La porción le-
ñosa se desecha, ya que produce pocos bro-
tes y pierde su vigor; el resto de la corona se
divide en fragmentos de un tamaño ade-
cuado, que se vuelven a plantar para dar lu-
gar a nuevos ejemplares.
El único factor variable en este tipo de
multiplicación es la época en que debe lle-
varse a cabo. Por regla general, el momento
más oportuno es después de la floración, de-
bido a que se han producido muchos brotes
vegetativos y el sistema radicular está en
pleno desarrollo. Si la floración se produce
muy tarde, la multiplicación se efectúa en la
primavera siguiente.
Se desentierra la planta madre y se sacude
la tierra. Se lava la corona en un barreño o
con una manguera, para quitar todos los resi-
duos. La división puede realizarse sin esta
preparación previa, pero resulta más fácil
manejar plantas limpias, sobre todo cuando
el suelo es húmedo y fangoso. Se recortan
los tallos hasta que queden casi al nivel del
suelo, para evitar innecesarias pérdidas de
agua; esta precaución reviste especial impor-
tancia en verano. Se arranca un fragmento,
provisto de una buena yema, de la periferia
de la corona, que es la parte que da lugar a
los brotes más jóvenes; la parte central no
sirve para la multiplicación. Cuando los tro-
zos no se desprenden, se cortan con un
cuchillo de trinchar o con una herramienta
semejante. Se plantan en el exterior tan
pronto como sea posible, a la misma profun-
didad que estaban anteriormente. Como
medida de seguridad se deben tratar con un
fungicida antes de enterrarlos. Hay que
etiquetar y regar las cepas, o mejor enchar-
carlas.

7. Cave un hoyo en el 8. Riegue 9. Mantenga la mata

suelo y vuelva a plantar abundantemente, limpia de malas hierbas.
las matas. Apelmace la utilizando una regadera
tierra y etiquételas. con un aspersor

97

•

División de mata (cont."
Plantas herbáceas con corona carnosa
Muchas plantas herbáceas desarrollan una
corona compacta y carnosa, que se divide
con dificultad.
La mejor época para multiplicar estas plan-
tas por división es al final del período de la-
tencia, cuando las yemas empiezan a des-
puntar revelando las partes más vigorosas.
Se desentierra la planta madre y se sacude
para quitarle la tierra. Se lava la corona a
fondo y se corta en trozos utilizando un
cuchillo del tamaño adecuado. Las matas hi-
jas pueden ser grandes o pequeñas, pero de-
ben tener al menos un retoño bien de-
sarrollado. Las yemas latentes no deben utili-
zarse, puesto que no siempre se desarrollan
de modo satisfactorio. Conviene espolvorear
las superficies cortadas con polvos fungici-
das para evitar las putrefacciones. Los frag-
mentos no deben secarse demasiado, en es-
pecial los de plantas con raíces muy carno-
sas. Se tratan con un fungicida para evitar
problemas, se vuelven a plantar en el suelo o
en una maceta los más rápidamente posible y
se etiquetan con claridad.
División natural de especies alpinas
Las campánulas y otras especies alpinas se
multiplican por división de modo natural se-
Plantas herbáceas con corona carnosa
1. Desentierre la planta al 2. Lave la corona a fondo
final del período de y divídala en trozos que
latencia. tengan, al menos, una
yema desarrollada.
98
Plantas herbáceas con
corona carnosa '
Astilbe
Hosta
parando sus coronas y dando lugar a nuevos
individuos en cada estación.
Después de la floración, o en la primavera
si la planta florece en otoño, como Gentiana
sino-ornata, se desentierran las raíces y se
hacen las divisiones. Se vuelven a plantar
tan pronto como sea posible, se etiquetan y
se riega en abundancia.
Este sistema de multiplicación es sencillo y
muy efectivo. Si las divisiones se hacen con
mucha frecuencia, la tasa de multiplicación
aumentará enormemente. Por el contrario,
si se deja la planta in siíu durante mucho
tiempo, se forman menos individuos, pero de
mayor tamaño.
Plantas herbáceas semileñosas
Algunas especies perennes con hojas er-
guidas y ensiformes, como las del género
Phoimium, aumentan de tamaño mediante
una suerte de hijuelo que da origen a una co-
rona de brotes individuales, cada uno con su
propio sistema radicular.
Para multiplicar estas plantas es mejor di-
vidirlas en primavera, aunque la operación
se puede realizar en cualquier época del año.
Se desentierran y se limpian de tierra; si es
necesario, se lava la corona en un barreño o
con una manguera. Cuando es dura y leñosa
3. Espolvoree con polvos
fungicidas y vuelva a
plantar inmediatamente.
 alpinas que se Plantas herbáceas Arbustos leñosos
ii de modo natural semileñosas Aronia
TALLOS MODIFICADOS
Coitadeiia Endrino
Phormium Lilo
la d e o t o ñ o Yuca
(especies

su parte central, las divisiones se hacen

ido con una laya o u n hacha. H a y que ESQUEJES D E C O R O N A
itar los trozos en seguida para que las
i no se sequen.

astos leñosos
•Ciertos arbustos leñosos, como el endrino,
aroducen chupones que dan lugar a matas
iarrviduales. Se desentierran estas plantas
i el período de latencia y se limpian a fon-
Se divide la mata e n varias porciones del
iño adecuado. Por lo general, la parte
ral es leñosa y tiene pocas raíces, de mo-
que no sirve para la multiplicación. Las
hijas se obtienen de los retoños más
íes y vigorosos, situados en la periferia
I matorral.
Se cortan las ramas para reducir la pérdida
áe agua; de este modo, cuando aparezcan las
•remas en primavera, y a estará bien de-
sarrollado el sistema radicular Se vuelven a
jtantar las divisiones e n el suelo y se eti-
E qpetan. Las plantas c o n coronas m u y sueltas se
Los chupones se desentierran e n el multiplican separando los tallos periféri-
periodo de latencia y se utilizan para produ- cos; éstos deben tener u n sistema radicu-
cir nuevas plantas. lar adventicio. Las porciones de tallo, o
Si la planta ha sido injertada, se divide el «esquejes de corona», se plantan inme-
patrón y no la variedad cultivada, para obte- diatamente.
ner una continuidad en los cultivos.

Arbustos leñosos con chupones

.jmm.
1. Separe los chupones del 2. Recorte el vastago y 3. Vuélvalos a plantar en
arbusto durante el período una parte de la raíz. seguida. Etiquete y riegue
de latencia. en abundancia.

99
Hijuelos y estolones
Hijuelos
Son plántulas que se desarrollan lateralmen-
te en los tallos, por encima o por debajo del
nivel del suelo; el tallo surge del cuello de la
raíz y no suele tener yemas.
Las siemprevivas y otras muchas plantas
que forman hijuelos son muy pequeñas al
principio, con unas raíces diminutas. El siste-
ma radicular no se desarrolla del todo hasta
el final de la estación de crecimiento.
Para acelerar el proceso de multiplicación,
se separa el hijuelo de la planta madre en pri-
mavera. Se puede plantar en el jardín o en
una maceta, utilizando un compost de es-
quejes al que se le añade arena para mejorar
el drenaje y favorecer el desarrollo de las
raíces.
Cuando el crecimiento del bulbo es muy
pobre, se estimula su desarrollo eliminando
la parte superior de la planta. Esta operación
produce el mismo efecto que cuando se pin-
za una yema terminal.
Aunque el término «hijuelo» se aplica a las
plántulas que se separan de la planta madre
durante la estación de crecimiento, también
se emplea para describir los brotes de creci-
miento lento, que se producen en algunas
monocotiledóneas, como por ejemplo las yu-
cas. Cuando estos brotes están maduros, se
separan de la planta madre y se plantan en
macetas, aunque a veces tardan años en ad-
quirir un tamaño normal.
1. Separe el hijuelo de la 2. Plántelo en una maceta
planta madre en llena de un compost de
primavera. esquejes, al que se le
añade arena.
100
Las pinas producen vastagos que se pue-
den emplear en la multiplicación cuando el
fruto está casi maduro. Dichos vastagos reci-
ben diversos nombres (barbados, chupones)
y se cortan junto al cuello de la raíz, para vol-
verlos a plantar
Algunas especies que poseen bulbos o cor-
mos originan anualmente plántulas dotadas
de las mismas características que la planta
madre. Estas plántulas se llaman cormos pe-
queños (véase pág. 86), bulbillos y bulbos
axilares (véase pág. 90).
Estolones
Son tallos más o menos horizontales que sur-
gen de la corona y se arrastran por el suelo.
Las hojas suelen tener forma de escama y las
raíces se producen en los nudos. Las yemas
laterales dan lugar a nuevas plantas que
quedan aisladas cuando se deteriora el tallo
del estolón. Un ejemplo típico de este tipo de
reproducción es la fresa.
Las plántulas echan raíces y se convierten
en nuevos individuos rápidamente. Sin em-
bargo, cuando no se ejerce ningún control,
las matas se desarrollan mucho y cuesta tra-
bajo separarlas de la planta madre. Para evi-
tarlo, conviene entresacar los estolones con
regularidad.
Se cultiva la planta madre en un buen com-
post, que favorezca el desarrollo de sus
raíces; se entresacan algunos estolones a
3. Corte los chupones de
las pinas junto al cuello de
la raiz y plántelos en el
exterior uno a uno.
 tt^m que producen Siemprevivas Geum reptans
TALLOS MODIFICADOS
Yuca. Gramíneas (algunas
* -135 . : especies!
Plantas que producen Potentilla
ja. de N u e v a Zelanda estolones Saxífraga sarmentosa
Ajuga reptans
•ña: P i t a (Agave) Fresa
I Entresaque algunos 2. Llene una maceta con 3. Cave u n hoyo e n el
estolones a principios de compost para esquejes. suelo, debajo de la
-rerano para estimular u n Comprímalo hasta que su plántula, e introduzca la
crecimiento vigoroso. superficie quede a 1 c m maceta.
del borde del recipiente.
principios de verano y se fijan los restantes a Éstas se introducen en el suelo, en sendos
La superficie del compost, e n posición radial. hoyos situados más bajos que la planta en de-
Este método facilita e l arraigo de los tallos, sarrollo. Los recipientes se llenan de com-
aunque la velocidad de crecimiento es ma- post y se colocan en la posición adecuada. El
Tor cuando se introducen los estolones e n estolón se sujeta c o n una horquilla de
nacetas. alambre para que arraigue en la maceta.
4. Sujete la plántula con 5. Disponga las macetas que sirven de unión
una horquilla. e n posición radial, cuando las plantas estén
alrededor de l a planta totalmente establecidas.
madre. Corte los tallos
101
mam
HÜH

mm
mm

Tallos

La reproducción de plantas a partir de sus establecimiento de las raíces después de la

tallos es una de las técnicas de multiplicación
vegetativa más empleadas.
El proceso comprende la iniciación, el de-
sarrollo y el establecimiento del sistema ra-
dicular, antes o después de que el tallo se se-
pare de la planta madre; se puede llevar a ca-
bo de dos maneras diferentes: por acodos y
por esquejes de tallo.
En, los acodos, se induce la producción de
raíces antes de separar al tallo de la planta
madre. El problema principal es conseguir el
separación.
Por el contrario, las raíces de los esquejes
de tallo se producen después de cortarlos. Es-
te método presenta algunas dificultades, ya
que el esqueje debe mantenerse v i v o hasta
que eche raíces, aunque tiene la ventaja de
que se ocupa mucho menos espacio que con
el sistema de acodos.
Los tallos empleados en la multiplicación
deben tener una elevada capacidad de rege-
neración. El horticultor ha de saber recono-

Brotes vegetativos Brotes floríferos

Nudo

Entrenudo

102
I

i
esta capacidad, ya que afecta directa-
Mente a los resultados del proceso.
La edad de la planta madre y la del tallo
roe se va a multiplicar influyen en el de-
arrollo de las raíces.
Los plantones que han germinado recien-
r m e n t e no pueden florecer ni producir sé-
Balas, debido a que todavía no han alcanza-
áo la madurez sexual. Estas plantas juveniles
solo se pueden reproducir asexualmente, por
Multiplicación vegetativa, y poseen una gran
capacidad de regeneración. Algunas plantas
3namentales, como ciertas variedades de
ciedra y de ciprés, viven en un estado juve-
nil permanente, y echan raíces con más faci-
idad que las variedades adultas.
No obstante, este tipo de plantas carece de
valor en jardinería, ya que son incapaces de
Sorecer y producir semillas. En su mayoría
naduran con el tiempo y se convierten en
piantas adultas después de la floración.
La capacidad de regeneración disminuye
con la edad. Por esta razón, a veces no es fá-
cil multiplicar ejemplares ya maduros vege-
tativamente. El problema se soluciona impi-
diendo lafloración;de este modo se incre-
menta la regeneración a partir de las partes
vegetativas de la planta.
La floración se evita efectuando podas ri-
gurosas, que estimulan la producción de re-
toños vegetativos (nofloríferos).Cuanto
más resistentes sean los tallos podados, más
rápido será el desarrollo de los nuevos reto-
ños y de sus raíces. Los primeros brotes que
surjan tendrán una capacidad de regenera-
ción superior El crecimiento se estimula
también con cultivos forzados, a una tempe-
ratura mínima de 16 °C. En estas condi-
Ramita florida de granado (Púnica granatum)
TALLOS
ciones se consigue el arraigo de tallos muy
reacios.
Como ya se ha dicho, la edad de la planta
madre también influye en el proceso de re-
generación. Los tallos de una planta vieja
apenas producen raices, aunque se poden
bien. Cuando la planta procede de una se-
milla, el jardinero conocerá su edad exacta y
sabrá si está en buenas condiciones para la
multiplicación.
Las plantas obtenidas por multiplicación
vegetativa se regeneran bien si la reproduc-
ción se ha efectuado recientemente, aunque
no siempre ocurre asi. En ocasiones, la planta
es muy vieja, y su capacidad de respuesta
muy baja. Si la planta original procede de
una semilla y posee caracteres ornamentales
muy apreciados, debe multiplicarse siempre
vegetativamente, para que estos caracteres
se mantengan en las sucesivas generaciones;
la capacidad de regeneración disminuirá,
empero, con el tiempo, a pesar de las podas.
De todo ello se deduce que las variedades
nuevas (jóvenes) se multiplican con más faci-
lidad que las viejas. Esto es evidente en algu-
nas plantas, como las azaleas caducifolias, de
las que se pueden adquirir distintas varieda-
des; las del tipo Ghent tienen 140 años, las
Ilam no pasan de los 20 años, y las Exbury
cuentan 40 años de edad. Las dos últimas se
multiplican fácilmente a partir de sus tallos.
Antes de proceder a la multiplicación, hay
que considerar cuál es la época más ade-
cuada para realizarla. En algunas plantas, la
capacidad de producir raíces varía conside-
rablemente a lo largo del año, mientras que
en otras no existe ninguna variación esta-
cional.
103
Acodos/Acodo simple
Los acodos constituyen una de las técnicas
más antiguas de multiplicación de plantas le-
ñosas. Con ella se fuerza al tallo a producir
raices antes de separarlo de la planta madre.
El método es fácil y no requiere ningún tipo
de control ambiental que asegure la supervi-
vencia del tallo mientras se desarrolla el sis-
tema radicular Probablemente, los primeros
horticultores observaron este proceso en la
naturaleza, y lo repitieron imitando las con-
diciones naturales y modificando la técnica.
En los acodos, como en cualquier otro mé-
todo de multiplicación, hay que tener en
cuenta las características del taño que se va a
acodar, así como las del suelo en el que van a
desarrollarse las raíces.
Las condiciones del tallo tienen un efecto
significativo en el resultado de la multiplica-
ción. Debe ser vigoroso, de crecimiento rápi-
do, y tener una elevada capacidad de regene-
ración. Algunos tipos de acodos, como el lla-
mado en cepellón, estimulan esta capacidad,
pero en otros casos, como en los acodos
simples, es necesario efectuar podas en la
planta madre antes de comenzar la multipli-
cación. La altura de las ramas se reduce has-
ta el nivel del suelo.
El terreno que rodea la planta madre tam-
bién requiere cierta preparación, al objeto
de facilitar el desarrollo de las raices. El
arraigo del tallo depende, en primer lugar de
la privación absoluta de luz y además, de la
disponibilidad de oxígeno, y de la humedad y
temperatura.
La oscuridad es muy importante para que
las raíces empiecen a desarrollarse. Cuanto
antes se prive al tallo de la luz, más efectiva
será su respuesta. Los tallos deben enterrar-
se o aporcarse para que produzcan raíces, y
esta operación se debe realizar lo más pronto
posible. Los retrasos en el aporcado suelen
tener efectos negativos sobre la capacidad
de regeneración, incluso en tallos vigorosos,
que echan raíces con facilidad.
Por otra parte, el suelo debe retener bien
el agua, y poseer buenas condiciones de
aireación y drenaje. Si los acodos se realizan
en un suelo ordinario, y no en una cama es-
pecialmente preparada, hay que cavar en
profundidad para proporcionar un buen dre-
naje que impida el encharcamiento del terre-
no. Según la densidad del suelo, se añadirá
turba o arena para hacerlo más ligero.
El calor aumenta la producción de raíces,
por lo que conviene que el tallo y el suelo es-
tén expuestos a la luz solar Sin embargo, el
efecto beneficioso de la temperatura no se
produce cuando el suelo está seco; la hume-
dad debe mantenerse efectuando riegos en
las épocas de sequía.
104
En la mayoría de los casos, la tierra que
cubre el acodo se retira una vez que éste ha
arraigado. A partir de este momento el aco-
do se puede desenterrar para volverlo a
plantar procurando que las raíces no se se-
quen.
Los tallos que echan raíces con dificultad
deben estar totalmente establecidos antes de
desplantar el acodo. Para favorecer el es-
tablecimiento se separan los acodos de la
planta madre tres o cuatro semanas antes de
desenterrarlos y se vuelven a plantar des-
pués.
Las podas estimulan también este proceso,
porque provocan un desequilibrio entre el
tallo y la raíz que induce el fenómeno del
arraigo.
Acodo simple
Es uno de los métodos más sencillos y efica-
ces, y se puede aplicar a una gran variedad
de plantas leñosas; tiene la ventaja de que
apenas ocasiona trastornos a la planta
madre.
La parte del tallo más próxima al extremo
se entierra en el suelo para estimular la pro-
ducción de raíces. Cuando el sistema radicu-
lar se ha establecido, el tallo puede separarse
de la planta madre. Las raíces se desarrollan
porque la mayor parte de los nutrientes y la
actividad hormonal están restringidos a la por-
ción enterrada del tallo. Estos tallos deben
tener una elevada capacidad de regenera-
ción y enterrarse próximos a la superficie del
suelo.
Doce meses antes de efectuar el acodo,
hay que podar la rama o ramas de la planta
madre para que se produzcan vastagos jóve-
nes, de crecimiento rápido. Éstos se doblan y
manipulan con facilidad, y echan raíces en
seguida.
Normalmente, se acoda a finales de invier-
no o a principios de primavera, cuando el
suelo está en buenas condiciones para el cul-
tivo.
Si esta técnica se lleva a cabo en el huerto,
hay que preparar el suelo a fondo para que
resulte efectiva. Se cava en profundidad y se
añade turba y arena en cantidad suficiente, a
fin de transformar el suelo en un medio ade-
cuado para el arraigo, con óptimas aptitudes
de retención de agua, aireación y drenaje.
Se suprimen las hojas y brotes laterales del
tallo elegido y se dobla hasta el nivel del
suelo. Conviene marcar la posición del tallo
en el terreno, a una distancia de 22 cm de su
extremo. Se cava una zanja en este punto, de
10-15 cm de profundidad en uno de sus lados
y ligeramente inclinada en el extremo más
próximo a la planta madre.
 TALLOS: acodo

Es obligado restringir la actividad nutricia cimiento de las raices. Se planta el acodo en

y hormonal en los tejidos del tallo, pues de una maceta o en el exterior y se etiqueta. Si
•alo depende la formación del sistema radicu- las raíces no están todavía bien desarrolla-
Tm. Generalmente se consigue doblando el das, conviene dejarlo durante u n año para
aOo en ángulo recto; sin embargo, en algu- que se establezca, antes de trasplantarlo.
B S plantas que arraigan con dificultad, es A la hora del trasplante definitivo se proce-
necesario hacer una muesca en el tallo, cor- derá como se haría en un trasplante normal: se
tando u n trozo de la corteza con u n cuchillo, desentierran las raíces abriendo un hoyo de
a dñéndolo con u n alambre de cobre en el un diámetro superior al que aquéllas ocupan
beodo. bajo tierra. Se colocan en su emplazamiento,en
Se dobla el tallo en ángulo recto, a 22 cm otro hoyo similar al primero, se cubren bien,
ae su extremo y se introduce en la zanja, presionando la tierra, y se riega abundante-
p o y a n d o la punta sobre el costado recto; el mente.
srtremo debe sobresalir por encima del ni- m i
Tel del suelo. Cuando el tallo tiende a levan-
tarse, se sujeta con horquillas de alambre. Se
cobre con tierra y se riega abundantemente.
Hay que mantener el suelo siempre húme-
áo, sobre todo en los periodos secos. Las llllillll
raíces suelen desarrollarse durante la esta-
rsón de actividad vegetativa.
En otoño se separa el acodo de la planta
• •
madre para adaptarlo a una existencia inde-
pendiente.
Tres o cuatro semanas más tarde se recor-
ta la parte superior para estimular el estable-

MODOS DE DESCORTEZAR EL TALLO m

Q u i t e u n anillo de la Rodee el tallo con u n Haga u n corte sesgado en

corteza, de anchura trozo de alambre de cobre la mitad del tallo. Separe
ligeramente inferior a y apriételo bien con las las superficies cortadas
1 cm, utilizando u n dedos. con u n palillo.
cuchillo afilado.

105
lili
{¡•¡I
IBl
 Acodo simple
1. Pode las ramas más
bajas de la planta madre
durante el período de
latencia para estimular el
crecimiento.
4. Lleve el tallo hasta el
n i v e l del suelo y marque
su posición a una
distancia de 22 cm de la
punta.
106
(cont.)
2. Trabaje el suelo 3. Corte las hojas y brotes
alrededor de la planta a laterales de u n tallo joven
finales de invierno o a y vigoroso, en los 10-
principios de primavera, 60 cm del extremo,
añadiendo turba y arena.
5. Cave una zanja con uno 6. Doble el tallo en ángulo
de sus costados vertical y recto, a 22 cm del
de 10-15 cm de extremo, y sujételo contra
profundidad. el lado recto de la zanja.

7. Llene la zanja de tierra
para cubrir el tallo y
apriétela bien.
10. Corte la parte superior
tres o cuatro semanas más
tarde.
TALLOS: acodo
8. Riegue 9. Separe el acodo de la
abundantemente, planta madre en otoño.
utilizando una regadera
ordinaria. Mantenga el
suelo siempre húmedo.
11. Desplante el acodo 12. Vuelva a plantar en el
cuando sus raices estén exterior o en una maceta
bien desarrolladas. Si no y etiquete. Deje que se
lo están, déjelo durante establezca antes de
un año o más. trasplantarlo.
107
Acodo aéreo
Esta técnica artificial de multiplicación vege-
tativa se conoce desde hace mucho tiempo.
Los chinos la emplean desde hace más de
4000 años, y por esta razón se le ha llamado
también acodo chino. En algunos casos, el
término «acodo aéreo» se utüiza para descri-
bir las acodaduras realizadas en la gran era
de la horticultura francesa, durante los siglos
xvn y xvm.
Con este método de multiplicación se esti-
mula la producción de raíces en u n tallo sin
podar de una planta leñosa; para lograrlo se
suprimen los 15-22 cm apicales, y el resto se
sustrae a la luz. La combinación de estos dos
procesos provoca la aparición de las raíces,
cuyo desarrollo se completará rodeándolas
de tierra húmeda y templada. A partir de es-
te momento, el tallo puede separarse de la
planta madre y establecerse para dar lugar a
u n nuevo individuo.
La técnica del acodo aéreo es aplicable a
muchas especies de tallos leñosos. Para lle-
varla a cabo no es necesario disponer de u n
equipo especializado, como tampoco causar
demasiados trastornos a la planta madre.
Puede efectuarse durante la primavera, en
los tallos ya maduros de la estación anterior,
o a finales de verano en los vastagos resis-
tentes del mismo año. En el primer caso se
acoda en una porción próxima al meristemo
de crecimiento.
Se selecciona el tallo y se despoja de los
brotes secundarios que surjan en los 15-
30 cm terminales.
Se descorteza como se indica en la página
104, para que los nutrientes y las hormonas
se concentren en esta porción. Se espolvorea
con polvos de enraizamiento para impulsar
el desarrollo de las raíces.
El medio más eficaz para provocar el creci-
miento del sistema radicular es el musgo de
esfagno, porque retiene agua, proporciona
buena aireación y es m u y fácil de manejar
Se deja el musgo en remojo durante una
noche para que se humedezca por completo.
Se cogen dos puñados de esfagno y se hace
una bola con ellos para que todas sus fibras
queden entretejidas. Cuando esta bola alcan-
za u n diámetro de unos 6 cm se divide en dos
mitades, como si fuera una naranja. Se rodea
la parte que se va a acodar con el musgo, de
modo que quede bien apretado.
El esfagno se envuelve con una lámina de
plástico negro, que se sujeta con cinta adhe-
siva. Es m u y importante que todo el conjun-
to esté bien impermeabilizado para evitar
que el musgo se encharque. Para ello se colo-
ca la cinta en espiral alrededor de los extre-
mos del plástico, hasta cubrir también una
parte del tallo.
EL plástico retiene la humedad y mantiene
u n medio ambiente cálido; asimismo, impide
la entrada de luz y permite la circulación de
gases a través del musgo.
El acodo tendrá raíces al final de la esta-
ción de crecimiento.
Transcurrido el período de latencia, hay
que podar el tallo hasta reducirlo al mismo

1. Suprima las hojas y
brotes laterales de la por-
ción terminal del tallo.
2. Haga una muesca para
estimular el desarrollo del
sistema radicular (véase
pág. 105). Trate con
hormonas de enraizamiento.
3. Tome dos puñados de
musgo de esfagno y
apriételos hasta hacer una
bola de unos 6 cm de
diámetro.

108
Plantas que se pueden multiplicar „ .
•or acodo aéreS T A L L O S : acodo
íicus elástica
5amamelis
agnolio
xiodendro
tamaño que tenía cuando comenzó la opera- go que rodea las raíces. Se introduce el aco-
ción de acodadura. Después se corta con do en la maceta y se apelmaza el compost a
m a s podaderas para separar el acodo de la su alrededor para que esté en íntimo contac-
planta madre y se retira el plástico. to con el medio. N o conviene hacer dema-
La etapa más delicada de todo este proceso siada presión para no comprimir el musgo y
es el establecimiento del acodo. H a y que lle- las raices. Se etiqueta y se coloca el recipien-
nar una maceta con compost para esquejes te en u n lugar protegido hasta que las raíces
(véase pág. 25) y mullir ligeramente el mus- completen su desarrollo.
4. Divida el musgo en dos 5. Rodee la parte del tallo 6. Envuelva todo el con-
mitades. que se va a acodar con el j u n t o con una lámina de
musgo, de modo que éste plástico negro y sujétela
quede bien apretado. con cinta aislante.
7. Pode la parte superior 8. Separe el acodo de la 9. Mulla el musgo que
del tallo al final del planta madre con la ayuda rodea las raices y plante el
período de latencia. de unas podaderas y retire acodo en una maceta llena
el plástico. de compost adecuado.
109
Acodo terminal
Es una técnica especializada de acodo que se tiplicación debe efectuarse a partir de plan-
aplica a varios miembros del género Rubus, tas exentas de este tipo de enfermedades.
como las zarzamoras y frambuesas. Cuando Se elige un tallo joven y fuerte que se haya
la yema terminal de la planta se entierra en desarrollado durante la primavera. Cuando
el suelo se hincha y produce raíces, dando haya alcanzado una longitud de 27 a 35 cm
lugar a un nuevo individuo. El horticultor se pinza la yema terminal para estimular el
puede modificar este proceso según sus ne- desarrollo de las ramas. El crecimiento de es-
cesidades. te tipo de tallos es rápido y vigoroso, por lo
El método de acodo terminal resulta valio- que el proceso anterior debe repetirse varias
sísimo para la multiplicación de unas cuantas veces hasta mediados de verano; en esta
especies, y se puede llevar a cabo en el huer- época habrán aparecido ya seis u ocho ye-
to sin causar trastornos a la planta madre, en mas bien desarrolladas.
lo que respecta a lafloracióny producción El tallo estará listo para ser acodado a par-
de frutos. tir de este momento, pero sus raíces son fi-
Las especies del género Rubus, sobre todo nas y fibrosas. Por este motivo, es necesario
las variedades fructíferas, son propensas a preparar bien el suelo, para evitar daños al
las enfermedades víricas, por lo que la mul- sistema radicular cuando se trasplante.
1. Pince la yema de un 2. Repita la operación 3. Trabaje el suelo
tallo basal que se haya hasta que se hayan adecuadamente. Añada
desarrollado durante el formado seis u ocho turba y arena en los 15
año en curso. yemas. cm superiores.
4. Doble el tallo y cave 5. Introduzca la yema en 6. Cubra con tierra y
una zanja de 10 cm de la parte más profunda de riegue con una regadera
profundidad debajo de la la zanja y sujétela con una ordinaria.
planta. horquilla.
110
 jutas que responden TALLOS: a c o d o
es al acodo terminal
Kbuesas
ZDUS phoenicolasius
'Jiyisoideus «Plenus»
ulmiSolius bellidiflorus
Enamora

Hay que cavar y trabajar el suelo a fondo.
Conviene añadir una capa de materia orgá-
nica, a cierta profundidad, al objeto de que
conserve la»humedad e impida la deshidrata-
eión de las raíces. Los 15 cm superiores se
rellenan con arena y turba.
Se dobla el tallo y se marca el punto en el
fue su ápice toca el suelo. A partir de dicho
ponto se cava una zanja de 10 cm de profun-
d a d . Las paredes de la zanja han de ser ver-
ticales, excepto la más próxima a la planta
madre, que es ligeramente inclinada, para
(fue la planta crezca en sentido vertical
Se coloca la yema terminal en la parte más
profunda de la zanja y se sujeta con una hor-
quilla de alambre. Se la cubre con tierra, se
comprime ésta y se riega.
El brote surgirá del suelo en el transcurso
de tres o cuatro semanas,aproximadamente.
Hay que cortar el tallo original a finales de
verano a la altura del cuello de la raíz de la
planta madre
Más adelante se corta el resto del tallo y se
poda el acodo antes de desplantarlo; esta
operación se efectúa en otoño, después de la
caída de la hoja. Se vuelve a plantar el acodo
inmediatamente y se etiqueta.
Ante la imposibilidad de plantar ense-
guida, habrá que proteger las raices envol-
viéndolas en papel de periódico húmedo, que
se introduce en bolsas de plástico. Se cierra
la bolsa para que las raíces no se sequen.
Este tipo de multiplicación vegetativa se
puede repetir todos los años.

7. Separe el tallo original 8. Corte el resto del tallo 9. Pode la parte superior
a finales de verano. cuando se hayan caído las del acodo.
hojas del acodo.

10. Desentierre el acodo 11. Plántelo 12. Envuelva los acodos

con cuidado para no dañar inmediatamente en un que no se puedan plantar
sus raíces, finas y fibrosas. suelo bien cultivado y en papel de periódico
etiquete con claridad. húmedo.
111
Acodo en cepellón
4. Repita la operación 5. Retire la tierra a
hasta que queden principios de invierno,
cubiertos 22 cm de cada después de la caída de la
vastago. hoja.
Itaatas reproducidas
par acodo en cepellón
Canelos
ünzanos
Üanbrillos
Es un sistema de acodadura totalmente artifi-
cial; la planta madre se cultiva con el único
fin de dar origen a nuevas plantas.
Se utiliza para producir patrones especiali-
zados, que sirven para controlar el vigor y
tamaño de un árbol, concretamente, de árbo-
les frutales. No obstante, se puede emplear
también en otras plantas que respondan bien
a laspodas anuales.
Se planta un acodo, esqueje o plantón, ya
arraigado, en un terreno bien cultivado y se
etiqueta. Nunca deben utilizarse plantas in-
jertadas, porque sólo reproducen el patrón y
no la variedad cultivada. Los patrones de ár-
boles frutales se designan a veces con las
siglas EMLA, que significan que el clon del
que proceden está exento de enfermedades
Tincas. Se poda el patrón durante la primera
parte del período de latencia, dejando un
tallo de 3-5 cm.
En la primavera siguiente se aporcan los
-rotes cuando éstos midan 15 cm de longi^
tud, de modo que toda la planta quede cu-
bierta de tierra. Hay que asegurarse de que
todos los brotes están completamente en-
terrados. No conviene retrasar el aporcado,
ya que la privación de la luz, en las primeras
etapas, es uno de los factores más críticos en
este tipo de acodadura.
Cuando los brotes comiencen a crecer se
aporcarán de nuevo hasta que queden cu-
biertos los 22 cm básales.
. Vuelva a plantarlos 8. Cultive el suelo
inmediatamente y alrededor de la planta
etiquete con claridad. madre y límpielo bien.
TALLOS: acodo
A partir de este momento no es necesario
hacer ninguna otra labor a menos que el ve-
rano sea demasiado seco, en cuyo caso con-
viene efectuar riegos para facilitar el de-
sarrollo de las raíces. Hay que mantener el
terreno húmedo y templado alrededor de los
tallos. El agua en exceso rebaja la temperatu-
ra del suelo.
A principios de invierno, después de la
caída de la hoja y cuando los vastagos están
en plena latencia, se retira la tierra que los
cubría, para que toda la planta quede ex-
puesta a la temperatura ambiente. Los vasta-
gos habrán desarrollado ya sus propias
raíces.
Se separan los tallos de la planta original
utilizando unas podaderas. Se vuelven a
plantar inmediatamente y se etiqueta con
claridad.
Tenriinadas todas estas operaciones se ca-
va el suelo alrededor de la planta madre y se
limpia bien hasta que no quede ningún resi-
duo que pueda tapar la planta. Se añade un
fertilizante general, en una proporción de
110 g por cada 90 cm2.
Las yemas deben estar expuestas al frío in-
vernal para que puedan brotar en la prima-
vera siguiente, época en que se vuelve a re-
petir el proceso. Los resultados dependen de
los cuidados que se presten a la planta
madre, es decir a su salud y buen estado ve-
getativo
9. Añada un fertilizante
general (110 g por cada
90 cm2) en la primavera
siguiente.
113
Acodo francés
Es un método derivado del acodo en cepellón período de latencia se recepa dejándolo a
y, como tal, exige una planta especialmente 2-5 cm sobre el nivel del suelo.
cultivada, a partir de la cual puedan de- Durante la siguiente estación de creci-
sarrollarse otras nuevas. Con él se obtiene miento, la planta deberá crecer sin ulteriores
una producción anual de acodos arraigados, intervenciones.
aunque en principio tardan más tiempo en Cuando hayan caído las hojas, se reducen
establecerse que con otros métodos. los vastagos a un número manejable, que se-
Se prepara el terreno cavándolo en profun- rá como máximo de ocho acodos vigorosos.
didad y añadiéndole algo de materia orgáni- Se recortan todos a la misma longitud y a
ca, turba y arena gruesa. Se planta un acodo continuación, se estaquillan horizontalmen-
provisto de raíces y se etiqueta. Hay que de- te sobre el suelo. Si esta operación se efectúa
jar que se establezca durante toda una esta- a principios de invierno, los brotes despunta-
ción de crecimiento. En la etapa inicial del rán de manera uniforme en primavera.
1. Plante un acodo 2. Pode el tallo a 2,5-5 cm 3. Reduzca el número de
radicado y etiquételo. de altura cuando se inicie vastagos a ocho al año
Deje que se establezca el período de latencia. siguiente, tras la caída de
durante una estación. la hoja.
4. Recorte los puntos 5. Estaquille los tallos 6. Retire las horquillas
apicales para que todos horizontalmente sobre el cuando los tallos midan
los vastagos tengan igual suelo. 2,5-8 cm de longitud.
longitud. Trabaje el suelo.
114
 ntas que pueden TALLOS: acodo
"pilcarse por acodo
Cotinus coggygria (Rhus
cotinus) y sus variedades
Thelycrania sanguínea,
algunas especies de arce
Llegada esta última estación, se retiran las tiempo sea excepcionalmente seco. Se evita-
clavijas u horquillas cuando los vastagos al- rá, en todo caso, el exceso de humedad.
canzan 5-8 cm de longitud. Se trabaja el Entretanto, la cepa central habrá formado
suelo. Se distribuyen los tallos por igual, a una nueva sucesión de vastagos, los cuales
modo de estrella, en torno a la cepa y debajo se someterán el próximo año al proceso de
de cada uno de ellos, se cava una zanja de 5 acodadura.
cm de profundidad. Se introduce cada tallo Tras la caída de la hoja se abren suavemen-
en su zanja y se cubre, de manera que sólo te los lomos de tierra, con ayuda de la horca.
asomen las puntas de los renuevos. Hay que Se podan los tallos radicados a ras de la cepa,
aporcar los nuevos brotes a medida que cre- respetando los brotes del año en curso. Cada
cen, dejando siempre los ápices al descubier- tallo se divide en las pertinentes plantas indi-
to, hasta que el caballón se eleve unos 13 cm viduales, cada una con su propio sistema ra-
sobre el suelo. No se riega, a no ser que el dicular
7. Introduzca cada tallo 8. Aporque los renuevos a 9. Con la horca abra los
en una zanja de 5 cm de medida que crecen, hasta lomos al final de la
profundidad. Cúbralo, que el caballón sobresalga estación vegetativa.
pero no los ápices. 13 cm del suelo.
10. Corte los tallos a ras 11. Divida cada tallo en 12. Plante de inmediato
de la cepa, ignorando todo plantas individuales, cada en plena tierra. Etiquete y
posible renuevo. una con su propio sistema riegue a fondo.
radicular
115
Acodo ramificado
Esta técnica se utiliza para multiplicar nume- Hay que cavar una capa de suelo; si es pe-
rosos brezos y brecinas, rododendros ena- sado y propenso a los encharcamientos se le
nos y otras plantas emparentadas con ellos, incorporará turba y arena gruesa. De este
así como cualquier arbusto de porte idóneo modo ganará en ligereza y se facilitará la
que no se preste bien a otros métodos. aireación.
Se desentierra con un buen cepellón una Se cava un hoyo bastante amplio para que
planta que esté ya madura y, a ser posible, quepa en él la planta entera, con los extre-
desparramada. A continuación se entierra mos de los tallos apenas visibles. Hay que
por completo, de modo que sólo asomen los trabajar bien la base del hoyo a fin de procu-
extremos de las ramas. Éstas echarán raíces, rar un drenaje eficiente; el anegamiento
y entonces deberán desenterrarse, separar- dificultaría la emisión de raices.
se de la planta madre y plantarse para que se Se desplanta el individuo parental con su
establezcan por su cuenta. cepellón intacto, a ser posible. Se introduce
El acodo ramificado no es, necesariamen- en el hoyo y se distribuyen sus ramas en una
te, el método de multiplicación más aconse- cualquiera de tres ordenaciones diferentes;
jable, toda vez que los individuos resultantes la elección dependerá del biotipo del
no suelen estar tan bien conformados como ejemplar
los nacidos de esquejes; es, empero, un méto- Cualquiera que sea la distribución adopta-
do simple y fácil de realizar da, se procurará que no asomen del suelo
Se prepara una planta durante el periodo más que 2,5 cm de los tallos; una exposición
de latencia, podándola enérgicamente para mayor de los mismos provocaría un creci-
estimular la formación de vastagos vigoro- miento desgarbado. Se cubre la planta con
sos, con capacidad de echar raíces. Los tallos tierra bien hollada y se etiqueta.
más viejos, que no han sido sometidos a po- Hay que regar durante la estación vegeta-
das, responden peor a la multiplicación, pero tiva, cuando el suelo esté seco.
todos suelen regenerarse. Se desentierra la totalidad de la planta en
El procedimiento se pone en práctica en otoño. Las ramas habrán echado raíces, por
primavera, antes de que se reanude la activi- lo general muy próximas a la superficie. Se
dad vegetativa, pero cuando no queda rastro separan las distintas plantas hijas y se plan-
de hielo en el suelo, para poder desmenu- tan en el exterior o en macetas. Se etiquetan
zarlo y trabajarlo. y se desecha la vieja cepa.
1. Pode la planta durante 2. Trabaje el terreno a la 3. Desentierre la planta
la latencia, para conseguir primavera siguiente. conservando el cepellón
tallos con alta capacidad Añada turba y arena en tan intacto como sea
de radicación. caso necesario. Cave un posible. Introdúzcala en el
hoyo muy amplio. hoyo.
116
 Eiica
i-tas que se pueden Rhododendron, tipos T A L L O S : acodo
Hebe, tipos de tallos enanos y de hoja pequeña
:

•oltlpllcar por acodo

ramificado enhiestos Vaccmium
Andrómeda Kalmia angustifolia
:-^:una Ledum
Cassiope Pernettya
Doboec/a Phyüodoce

FORMAS DE ENTERRAR LA PLANTA En caso de plantas con ramas frágiles se

Si la ramificación es escasa se comprimen apila la tierra entre ellas, separándolas
las ramas en una sola hilera, hacia el bien. La escarda resulta aquí más difícil.
centro de la planta. De este modo se La distribución clásica consiste en ca-
ahorra espacio y se facilita la labor de es- var un hoyo en forma de cuenco y empu-
carda. No es aconsejable cuando la planta jar todas las ramas hacia el perímetro; la
produce un denso conglomerado de tierra se apila en el centro. En este caso
tallos, porque el arraigo no será satisfac- resulta fácil escardar pero se desapro-
torio si las raíces carecen de espacio sufi- vecha espacio.
ciente.

4. Deje que asomen sólo 5. Riegue durante la 6. Desplante en otoño.

los 2,5 cm superiores de
los tallos. Apelmace bien
la tierra y etiquete.
época de actividad
vegetativa, cuando el
suelo esté seco.
Separe cada tallo radicado
y plántelo en plena tierra
o en tiestos. Etiquete
cuidadosamente.
117
Esquejes de tallo
El cultivo de plantas a partir de esquejes de
tallo es, con mucho, el método más populari-
zado de multiplicación vegetativa. Sin em-
bargo, sólo e n los últimos 150 años ha de-
sempeñado u n papel significativo, gracias a
la disponibilidad de materiales económicos y
al desarrollo de invernaderos, camas frías,
etcétera.
La principal dificultad que se plantea al to-
mar estos esquejes es que u n tallo, separado
de la planta madre, tiene que sobrevivir
cuando todavía no ha echado raíces n i se ha
establecido por su cuenta. Aquí radica la di-
ferencia entre esta técnica y la de acodadura
(véase pág. 104), en la cual el tallo no se sepa-
ra de la planta madre hasta que ha formado
su propio sistema radicular
Puesto que u n esqueje de tallo no es sus-
tentado por la planta madre, corresponde al
horticultor suministrarle los nutrientes que
necesita. Es su cometido garantizar, no sólo
que el medio de multiplicación estimule el
desarrollo de raíces, sino que mantenga a la
j o v e n planta hasta que sea autosuficiente.
Selección de un tallo idóneo
La capacidad del tallo para producir raíces
dependerá de la edad del progenitor y de la
variedad de que se trate, así como del tallo
seleccionado para la multiplicación (véase
pág. 102). El horticultor deberá escoger una
planta que haya madurado hace poco, y que
corresponda a una variedad relativamente
nueva.
Hay que podar enérgicamente el progeni-
tor para estimular la rápida formación de
vastagos vegetativos, a partir de los cuales se
tomarán los esquejes, dada su mayor facul-
tad de arraigo. Cuanto más enérgica sea la
poda, más rápida será la regeneración. El éxi-
to de la multiplicación por esquejes de tallo
depende enteramente de la capacidad de
enraizamiento de los mismos; de ser escasa o
nula, el tallo deberá desecharse.
La facultad de u n tallo para emitir raíces
puede fluctuar con las estaciones, pero en
función de las propiedades del tallo, es decir
si es tierno o leñoso, etc. Los esquejes de
tallo t i e r n o se toman cuando h a n empezado
a despuntar las yemas, e n primavera, y su ca-
pacidad de radicar es mayor que e n los es-
quejes de tallo leñoso, que se toman al final
de la estación vegetativa. A h o r a bien, como
el tallo tierno es todavía inmaduro, está más
expuesto a la deshidratación, la putrefacción
y las enfermedades, por lo que necesita u n
medio perfectamente controlado para de-
sarrollarse.
Las sustancias de reserva del esqueje se
aprovechan, no sólo para iniciar el creci-
118
miento radicular, sino para el mantenimien-
to del esqueje hasta su autonomía como indi-
viduo. La magnitud de las reservas está en
función de las características del tallo: u n es-
queje de tallo maduro (leñoso) será capaz de
sobrevivir mucho más tiempo que otro inma-
duro (tierno). En consecuencia, se le estimu-
lará para que eche raíces cuanto antes, de
modo que no llegue a agotar su reserva de
nutrientes. Asimismo, se le expondrá lo me-
nos posible a las variaciones atmosféricas
para evitar que se deshidrate; los esquejes
foliares son particularmente propensos a la
pérdida de agua.
El esqueje debe tomarse de u n tallo de cre-
cimiento rápido formado e n el año e n curso,
y en la estación que convenga a sus caracte-
rísticas (por ejemplo, los de tallo tierno a
principios de verano, y los de tallo leñoso du-
rante la latencia). En t a l caso producirá
raíces con mediana rapidez, sin la adición ar-
tificial de hormonas de enraizamiento; el tra-
tamiento con estas últimas tendrá escasa o
nula eficacia. Por el contrario, si las plantas
arraigan con dificultad, el esqueje debe in-
troducirse e n hormonas de enraizamiento
por el extremo que ha de quedar enterrado.
Control del ambiente
La velocidad a la que u n esqueje de tallo for-
ma raíces está en función de la temperatura
ambiente. Los procesos que rigen el naci-
miento de las raíces son, en esencia, quími-
cos; a mayor temperatura, más velocidad de
reacción química y , por ende, de arraigo.
A h o r a bien, si la totalidad del esqueje se
mantiene caliente, el ápice vegetativo se de-
sarrollará también, y los nutrientes dejarán
de cumplir su principal cometido, que e n este
caso es la formación de raices. Las reservas
pueden llegar a agotarse antes de que el indi-
viduo sea autosuficiente. Así, pues, u n es-
queje necesita dos temperaturas: u n medio
aéreo fresco, para mantener u n crecimiento
apical mínimo, y una temperatura cálida en
la base, para estimular la producción de
raíces.
La temperatura exacta varía con las carac-
terísticas del tallo, y con su tendencia a
deshidratarse. Los esquejes de tallo tierno
precisan una temperatura en la base de
21 °C, y una temperatura aérea t a n fresca
como se pueda proporcionar' para ello son
ideales los nebulizadores. Por su parte, los
esquejes de tallo leñoso se regeneran en el
exterior siempre que el suelo esté bastante
caldeado y que el aire no esté demasiado
frío, pero sí fresco. Los esquejes de tallo ver-
de, los semimaduros, y los de plantas peren-
nifolias necesitan u n ambiente cálido y hú-
 TALLOS
medo; una forma de proporcionárselo con- para reducir al mínimo las pérdidas de agua
sste en disponer un tiestecillo con agua en el y, así, garantizar su supervivencia.
taterior de la maceta que contiene los es- Los esquej es semi-herbáceos se toman de los
quejes y el compost, y proteger el conjunto ápices de tallos foliares, entre principios y
con una campana de polietileno; o bien se mediados de verano. Sus tallos son tiernos,
mtroduce la maceta de los esquejes en otra aunque menos que en el caso anterior, y de-
mayor, llena de turba húmeda, y se protegen ben instalarse en un medio ambiente contro-
las dos con polietileno. La principal desven- lado, como una cajonera cerrada.
taja de estos dos procedimientos reside en Los esquejes herbáceos se preparan a fi-
que el jardinero podría regar en exceso, con nales de verano, de porciones caulinares que
lo que los esquejes se verían expuestos a han aminorado su crecimiento y se han ligni-
putrefacciones y enfermedades criptogámi- ficado en parte, pero que están todavía en
cas. Son preferibles las camas frías, las cajo- plena actividad vegetativa. Aunque estos
neras provistas de tapa y los túneles de po- tallos foliares están sujetos a la perdida de
Betileno. agua, pueden sobrevivir en medios no tan ri-
gurosamente controlados.
Diferentes tipos de esqueje Los esquejes semi-leñosos son tallos to-
En lo que a multiplicación se refiere, pode- mados de plantas perennifolias durante el in-
mos clasificar los esquejes de tallo en cinco vierno. Los tallos están casi lignificados pe-
tipos, atendiendo al estado de lignificación. ro, al ser foliares, su latencia no es total y
Los apicales (de tallo tierno) poseen hojas, y precisan de cierto control ambiental.
corresponden a la primera actividad vegeta- Los esquejes de tallo leñoso se toman de
tiva que tiene lugar en primavera. Estos tallos áfilos, es decir, sin hojas, de plantas ca-
*_allos son, por lo regular, muy tiernos, por- ducifolias, cuando se hallan en plena laten-
que han crecido con extraordinaria rapidez; cia. Para sobrevivir tienen necesidad de un
hace falta un control ambiental y minucioso control ambiental mínimo.
POR DÓNDE SE CORTA Esqueje nodal Esqueje internodal
EL TALLO
Un esqueje nodal es el que
ha sido cortado inmediata-
] mente debajo (3 mm) de un
nudo o yema. A dicho ni-
vel se suelen cortar los
tallos tiernos e inmaduros,
porque entonces son más
recios y resistentes a las
enfermedades criptogámi-
cas. El caso contrario es el
del esqueje internodal, mé-
todo que suele aplicarse a
tallos más maduros y ligni-
ficados.
Otras variantes son los
esquejes de yema axilar y
con talón (págs. 120-123),
y las estacas con yema
(pág. 142).
En el índice se hace refe-
rencia a estos métodos.
119
Preparación de un esqueje de tallo
Esquejes de yema axilar El esqueje se corta con podaderas, cuchillo
Los esquejes o estacas de yema axilar se u hoja de afeitar, dependiendo de la dureza
pueden tomar de cualquier tipo de tallo, ya del tallo. Por encima de la yema debe quedar
sea herbáceo, semi-herbáceo, leñoso o pe- el menor muñón posible, para evitar posibles
rennifolio. Cada esqueje se compone de una podredumbres o apoplejías.
hoja, una yema en la axila foliar y una El corte basal se hace 2,5-4 cm por debajo
brevísima porción de tallo. La hoja aporta del superior- de este modo queda una por-
nutrientes para el sustento del individuo y ción de tallo suficiente para fijar el esqueje al
para los necesarios procesos regenerativos; medio de cultivo. Esta previsión tiene parti-
la yema sienta las bases del nuevo sistema cular importancia cuando se trata de plantas
caulinar; y en la porción de tallo se produci- con hojas grandes, o que tienden a sufrir
rán las raíces. putrefacciones.
Para tener éxito, el horticultor debe Por lo demás, las plantas de hojas grandes
emplear tallos con una elevada capacidad de plantean más problemas de distribución es-
radicar. Si la planta madre es leñosa hay que pacial; la superficie foliar se reduce supri-
podarla enérgicamente. Así brotarán nuevos miendo parte de la hoja, o enrollándola y su-
tallos, que crecerán a extraordinaria veloci- jetándola con una goma para que ocupe me-
dad y, por lo mismo, tendrán un elevado po- nos espacio. Se le aplican hormonas de
tencial radicante. enraizamiento a la base del esqueje.
Se escoge uno de estos nuevos tallos, pro- En un tiesto lleno de compost para es-
visto de una hoja indemne, plenamente ex- quejes se hace un hoyo. Se entierra el es-
pandida y madura. De ser la hoja inmadura, queje con la yema a ras de la superficie, y
el esqueje completará el desarrollo foliar an- bien firme, para que no se balancee. Se eti-
tes de iniciar la formación de raíces, con lo queta y se riega con un fungicida. Los es-
que aumentan las probabilidades, por ejem- quejes resistentes se instalan en una cama
plo, de putrefacción. Hay que asegurarse de fría; los menos resistentes, en un medio más
que la axila foliar cuenta con una yema protegido y bien iluminado, como una cajo-
viable (ciertas enredaderas de Virginia no nera cerrada o un nebulizador o bien una
forman yemas en todas las axilas foliares). bolsa de plástico tapando la maceta.
Esquejes de yema axilar
1. Pode la planta madre, si 2. Seleccione un renuevo 3. Haga un corte en
es preciso, para que forme con una hoja madura ángulo inmediatamente
nuevos tallos con elevado intacta y una yema viable encima de la yema,
potencial de en la axila, cuando la
enraizamiento. estación esté avanzada.
120
Plantas que pueden Ficus elástica TALLOS: esquejes de tallo
Multiplicarse Habeilea
por esquejes de yema Hederá (hiedra
«llar Mahonia
Aphelandia Ramonda
Camelia Vitis (vid)
Clemátide

YEMAS CON DOS HOJAS

1. Corte un tallo con hojas 2. Divida el tallo a lo 3. O bien suprima una

opuestas justo por encima largo, con un cuchillo hoja. Introduzca el
de la yema, y practique afilado, para obtener dos esqueje en hormonas de
otro corte 2,5-4 cm más esquejes. enraizamiento. Plántelo y
abajo. etiquételo.

4. Practique otro corte, 5. Enrolle o recorte la 6. Plántelo en maceta,

en recto, 2,5-4 cm por
debajo del primero.
hoja, si es grande. con la yema a ras de la
Introduzca el esqueje en superficie. Apelmace bien
polvo de hormonas de la mezcla y riegue con un
enraizamiento. fungicida.
121
Preparación de un esqueje de tallo («mu
Esquejes con talón quejes con talón de tallos tiernos y verdes
He aquí una forma tradicional de preparar que van a regenerarse en un medio parcial-
esquejes o estacas, que puede aplicarse a los mente controlado, como un germinador Es-
tallos herbáceos, semiherbáceos, leñosos o tos esquejes se pueden realizar en cualquier
perennifolios. época del año.
Un joven vastago secundario se desgaja Se sujeta la base del vastago secundario
del tallo principal junto con un talón en su entre el pulgar y el Indice, y se propina un
base, es decir, una delgada cuña o astilla de fuerte tirón para desprenderlo con una larga
corteza y madera, desprendida del viejo astilla.
tallo. Si no se desgaja con facilidad, hay que
Se trata de proporcionar al esqueje una ba- introducir la hoja del cuchillo en ángulo con
se firme, que lo proteja de posibles podre- el tallo principal, y cortar el esqueje con su
dumbres. Al mismo tiempo, queda al descu- correspondiente talón.
bierto la base hinchada del vastago del año Se recorta el talón y se suprimen las hojas
en curso, que posee una elevada capacidad que puedan estar próximas a él. En los es-
de producir raíces. quejes de tallo leñoso y semileñoso con-
Este tipo de esquejes suelen tomarse de viene acortar el extremo. Se introduce el
tallos que tardan algún tiempo en desarrollar extremo del esqueje en un polvo o líquido de
raíces, como son los que se plantan en otoño hormonas de enraizamiento.
y tienen que sobrevivir al invierno antes de Los esquejes de tallo leñoso se entierran
arraigar, o los de tallo semileñoso que se ins- directamente en el suelo; los semileñosos y
talan en una cama fría. También se toman es- subarbustivos se instalan en una cama fría;
Esquejes con talón
1. Sujete la base del 2. Recorte el talón y 3. Haga un hoyo en el
vastago entre los dedos suprima las hojas suelo o en la mezcla de
índice y pulgar Desgájelo próximas a él. Introduzca tierra. Plante el esqueje.
con un fuerte tirón. la base en hormonas de Etiquételo y riegúelo con
enraizamiento. un fungicida.
122
 TALLOS: esquejes de tallo

ios esquejes más tiernos deben protegerse
t un germinador Se etiquetan y riegan con
¡ fungicida.
tacas en «T» invertida
"Tienen un apéndice, en forma de rabo de T
i la base, que las protege de las enfermeda-
ées criptogámicas. Se toman únicamente de
los semileñosos y leñosos, y propor-
cionan resultados excelentes en muchos
ampiares de Berberís, que se multiplican en
oño y se plantan en camas frías.
Se aconseja realizar estas estacas en tallos
! tendencia plumosa, es decir con numero-
; y pequeños vastagos secundarios.
Hay que recepar la planta madre en invier-
para estimular la formación de tallos vi-
arosos con elevada capacidad de enraiza-
dento.
Al final de la estación de desarrollo vege-
üvo se toman las estacas en T de estos
¿evos tallos. Se corta horizontalmente el
Estacas en «T» invertida
tallo principal, con podaderas de tijera, justo
encima del nudo de inserción de una rama
secundaria. Es importante hacer este corte
superior tan próximo al vastago secundario
como sea posible; cuanto más largo sea el
muñón, mayor será la posibilidad de marchi-
tamientos y podredumbres.
A continuación se practica otro corte hori-
zonal a unos 2 cm por debajo del primero,
con lo que la rama se separa, con un apéndi-
ce en forma de rabo de T del tallo principal.
Si el apéndice es grueso, se hiende con un
cuchillo y se recortan las hojas que pudieran
crecer en la base.
Se introduce la base del apéndice en un
preparado de hormonas de enraizamiento.
Se prepara un hoyo bastante amplio para alo-
jar el apéndice y parte de la estaca. Las esta-
cas semilenosas se entierran en una cama
fría, y las leñosas, en pleno suelo. Se eti-
quetan y riegan con un fungicida para preve-
nir enfermedades criptogámicas.

1. Corte horizontalmente 2. Haga un corte basal a 3. Introduzca el corte

el tallo principal, con
podaderas, justo encima
de la rama elegida.
2 cm del primero. Suprima
las hojas próximas al
apéndice de la T
basal en hormonas de
enraizamiento. Plante la
estaca y etiquétela.
Riegue con un fungicida.
123
Esquejes apicales
Se toman de la parte más joven del tallo mente rápido y, si se toma el esqueje cuando
y por lo mismo, resultan más difíciles de el brote ha crecido lo suficiente, mayor será
mantener con vida. En compensación, son su capacidad de producir raíces. Las partes
los que tienen más capacidad de producir apicales de las plantas que se corten estando
raíces: cuanto más joven e inmaduro sea el más avanzada la primavera crecerán más
esqueje, mayor será su potencial de enraiza- despacio, estarán más maduras y su capaci-
miento y por ende, su probabilidad de rege- dad de enraizar será menor1 son los esquejes
nerarse con éxito. de tallo verde o herbáceos.
Las formaciones de tallo tierno surgen Cabe la posibilidad de obtener esquejes
continuamente en la porción terminal de tiernos en épocas más avanzadas mediante
cualquier tallo, a lo largo de la actividad ve- cultivo forzado, es decir, incrementando las
getativa. Al madurar, el tallo se va endu- temperaturas por encima del nivel normal,
reciendo y lignificando. A mayor índice de con lo que se acelera el crecimiento. Para
crecimiento terminal, mayor porción de tallo lograrlo se pueden instalar las plantas cadu-
sin lignificar cifolias de exterior en el ambiente caldeado
Por consiguiente, los esquejes de tallo tier- de un invernadero, o someter las plantas de
no se toman en primavera, de las puntas ter- interior a una temperatura aproximada de
minales de crecimiento rápido. Cuando la 29 °C. La capacidad de emitir raíces se esti-
yema despunta, el crecimiento es notable- mula al máximo si se poda con energía l
1. Pode enérgicamente las 2. Llene un recipiente con 3. Corte la porción
plantas leñosas en compost para esquejes. terminal, de crecimiento
invierno, para que formen Apelmácelo bien hasta 1 rápido, de un tallo en
tallos con capacidad cm del borde. primavera, a primeras
de enralzamiento. horas de la mañana.
124
 TALLOS: esquejes de tallo

planta madre en invierno, para estimular un
crecimiento rápido; después, en primavera,
se incrementa la temperatura ambiente y
por último, se toman los esquejes en cuanto
se han formado los brotes apicales.
Los esquejes de tallo tierno son sumamen-
te sensibles a la deshidratación. Sus hojas in-
—aduras no están del todo desarrolladas, y
no han adquirido por completo los mecanis-
mos destinados a reducir la pérdida de agua.
La menor falta del precioso líquido obstaculi-
zará el desarrollo de las raíces y, para cuan-
do el esqueje empiece a marchitarse, todo
desarrollo radical habrá cesado.
El secreto del éxito estriba en reunir los es-
quejes en pequeños grupos, y mantenerlos
en condiciones de plena turgencia antes de
plantarlos.
Se llena un recipiente con compost para es-
quejes, el cual se apelmaza bien hasta una
distancia de 1 cm del borde.
Se corta el esqueje a primeras horas de la
mañana, cuando el tallo se encuentra en ple-
na turgencia. A media tarde, la evaporación
normal a que está expuesta la planta será su-
perior a la fijación de agua, y la planta se re-
sentirá de eUo.
Si el tallo ha crecido menos de 10 cm desde
la yema despuntada, se cortará con un talón,
es decir, con la porción hinchada de la base
que experimentaba el crecimiento más rápi-
do cuando el nuevo tallo empezó a desarro-
llarse a partir de su yema.
Inmediatamente se introduce el esqueje
en una bolsa de polietileno o en un cubo de
agua. La bolsa se mantendrá a la sombra, pa-
ra evitar que el esqueje se marchite (una im-
portante causa de fracasos).

4. Sitúe el esqueje al 5. Corte la base del tallo O bien recorte el talón, si

instante en una bolsa de 3 mm más abajo de una el esqueje está provisto
polietileno o un cubo de axila, si el esqueje mide de él.
agua, a la sombra. más de 10 cm.

125
Esquejes apicales (cont.)
Conviene plantar el esqueje cuanto antes. Se introduce la base del esqueje en un fun-
De no ser posible, se conservará en el depar- gicida en polvo; los esquejes de tallo tierno
tamento de verduras del frigorífico, donde la no necesitan ningún tratamiento de hormo-
temperatura fresca impedirá una deshidrata- nas de enraizamiento, pero se puede mezclar
ción excesiva. AIB al 0,2 % con el fungicida.
Si el esqueje tomado mide más de 10 cm, se Se prepara un hoyo en el compost y se en-
apoya sobre una lámina de cristal y se practi- tierra el esqueje hasta la altura de las hojas,
ca en él un corte nodal, es decir, un corte en con cuidado de no dañar la base. No deben
la base del tallo, inmediatamente debajo (3 tocarse unas hojas con otras. Se etiquetan y,
mm) de una yema o axila. De este modo se le para mejor afirmarlos, se riegan desde arri-
confiere una superficie dura y sólida, que ba, con una regadera de agujeros muy pe-
contribuirá a prevenir las enfermedades queños; presionando con la mano se podrían
criptogámicas. Si el esqueje se tomó con un dañar los esquejes.
talón, se recorta éste. Tan pronto como sea posible, se instalarán
Se suprimen las hojas que crezcan en el los esquejes en un medio de germinación
tercio inferior del esqueje, el cual dependerá bien iluminado, como un aparato nebuliza-
de las hojas restantes para proveerse de los dor, una cajonera cerrada o un túnel de po-
nutrientes necesarios, hasta que las raíces se lietileno que conserve la humedad de los es-
hayan establecido. quejes.
6. Suprima las hojas del 7. Haga un hoyo en el 8. Etiquételos con toda
tercio inferior del esqueje. compost. Entierre el claridad. Riegue desde
Introduzca el corte basal esqueje hasta el nivel de arriba. Colóquelos en un
en un fungicida en polvo. las hojas. Plante los medio protegido y bien
ejemplares restantes. iluminado.
126

El nebulizador tiene la ventaja de mante-
ner fresca la parte superior de los esquejes,
mientras que las temperaturas aéreas son al-
tas en una cajonera cerrada o en el túnel de
polietileno. Una temperatura aérea intensa
estimulará el crecimiento apical hacia arri-
ba, proceso en el que se invertirán parte de
los nutrientes, tan necesarios para el de-
sarrollo de las raíces. Pero si se procura
sombra para reducir la temperatura aérea,
disminuirá la luz que incide en las hojas, en
detrimento de la elaboración de nutrientes y
de la velocidad de regeneración.
Se crea así un circulo vicioso que no es fá-
cil romper sin un aparato nebulizador, el
cual mantiene un ambiente aéreo fresco y
un elevado tenor de agua en los esquejes.
Como los esquejes de tallo tierno proceden
de la parte inmadura de la planta, son sen-
9. Pulverice con una 10. Aclimate los esquejes
solución diluida de gradualmente, una vez
fungicida líquido, por lo arraigados.
menos una vez por
semana.
TALLOS: esquejes de tallo
sibles a las caprichosas mudanzas del entor-
no; cuanto más tardan en arraigar, más posi-
bilidades tienen de sucumbir a alguna in-
fluencia externa. Por ello es vital la veloci-
dad con que se regeneran. El índice de
arraigo dependerá de la temperatura que ro-
dea a la base del esqueje; en general, cuanto
más elevada sea ésta, más rápido procederá
el arraigo. La temperatura ideal, siempre en
la base del esqueje, es de 21-24 °C.
Por lo menos una vez por semana con-
viene pulverizar un fungicida líquido sobre
los esquejes, para protegerlos de enfermeda-
des fúngicas.
Cuando hayan arraigado, se aclimatarán
sustrayéndolos gradualmente a su medio
protegido; por último, se trasladan a tiestos
con compost para esquejes (véase pág. 25) y
se etiquetan.
11. Páselos a macetas con
compost adecuado y
etiquételos.
127
Esquejes de tallo semiherbáceo
Una diferencia fundamental, aunque sutil,
entre los esquejes apicales y los de tallo semi-
herbáceo reside en su velocidad de regene-
ración. A primera vista son muy similares,
pero los de tallo semiherbáceo se toman de
ápices tiernos , cuando la actividad vegetati-
va primaveral ha perdido algo de su ímpetu
inicial. El tallo está algo más endurecido y
lignificado, porque la porción terminal tier-
na no se distancia de la lignificada con igual
rapidez. En efecto, a medida que avanza la
estación, los esquejes semiherbáceos se endu-
recen más y más. No hay que perder de vis-
ta, empero, que requieren el mismo control
ambiental que los esquejes apicales. Los es-
quejes de tallo semiherbáceo se utilizan pa-
ra multiplicar una extensa variedad de árbo-
les y arbustos, como los groselleros, que arrai-
gan con facilidad, y la mayoría de las plantas
herbáceas, por ejemplo los crisantemos. Por
el contrario, las plantas que echan raíces con
dificultad deben multiplicarse por esquejes
de tallo tierno, porque los que ahora estu-
diamos tienen menos capacidad de enraiza-
miento.
Las plantas leñosas se recepan en invierno,
para estimular el crecimiento rápido de ta-
llos con elevado potencial de enraizamiento,
los cuales servirán para la multiplicación en
la época de actividad vegetativa.
Se toman los esquejes cuando la velocidad
de crecimiento de estos tallos empieza a
declinar, por lo general a principios de vera-
no para la mayoría de las plantas de exterior.
Se llena un recipiente con compost para es-
quejes, que se apelmaza bien hasta 1 cm del
borde.
Se toma el esqueje de un tallo en plena tur-
gencia, con los vastagos de la estación en
curso, a primeras horas de la mañana. De in-
mediato, se introduce en un cubo de agua o
una bolsa de polietileno, a la sombra, porque
es de vital importancia mantener la turgen-
cia en este caso. Si el esqueje pierde agua, se
verá mermada su capacidad de echar raíces.
Sobre una lámina de cristal, y con ayuda de
un cuchillo, se reduce la longitud del esqueje
a 7-10 cm. Dicha longitud dependerá en
buena medida de la cantidad de partes tier-
nas que presente el esqueje. Se suprimen las
hojas de la mitad inferior, y se introduce la
base en un polvo de hormonas de enraiza-
miento (AIB al 0,2 %).
Se hace un hoyo en el compost y se intro-
duce el esqueje en él, hasta la altura de las
hojas. Se etiqueta y riega con un fungicida.
Se instala en una cajonera cerrada, nebuliza-
dor o túnel de polietileno, para prevenir la
excesiva deshidratación y el marchitamien-
to. Se procurará que el esqueje reciba la luz
suficiente para elaborar los nutrientes nece-
sarios, ya que sus reservas son muy escasas.
El arraigo debe producirse en un lapso de
tres a ocho semanas. Una vez arraigado, el

1. Pode las plantas leñosas 2. Llene un recipiente con 3. Introduzca el esqueje al

en invierno, para que
formen tallos vigorosos
con elevada capacidad de
enraizamiento.
128
compost para esquejes. instante en un cubo de
Corte un tallo vigoroso, agua, a la sombra.
entero, a primeras horas
de la mañana.
ftantas que pueden Delphhüum TALLOS: esquejes de tallo
11 ir Forsythia
por e s q u e j e s d e t a l l o Geiaiúum
~ de Parras {de uva y
Aibustos de baya y drupa ornamentales)
Ceanothus Philadelphus
¡libes (grosella)
Qirvsanfhemum

esqueje se sustrae al medio de multiplica- traslada a un tiesto con compost, para el repi-
ción, pero se mantiene bien protegido y se cado de plantones (véase pág. 25) y se eti-
Ta aclimatando poco a poco. Por fin, se queta claramente.

4. Reduzca la longitud del 5. Suprima las hojas de la 6. Introduzca la base del

esqueje a 7-10 cm, con mitad inferior cortándolas esqueje en un preparado
ayuda de un cuchillo a ras del tallo con un de hormonas de
afilado y sobre una lámina cortaplumas. enraiz amiento.
de cristal.

7. Haga un hoyo en el 8. Riegue con un 9. Aclimate el esqueje

compost. Introduzca el fungicida. Instale el
esqueje hasta la altura de conjunto en un medio que
las hojas. Etiquete. impida la deshidratación y
proporcione sombra.
arraigado. Cambíelo de
maceta y etiquételo.
129
Esquejes de tallo herbáceo
Hacia finales del verano, el crecimiento
anual del tallo aminora y las partes camina-
res de la planta se endurecen. Los esquejes
tomados en esta época se denominan de tallo
herbáceo Al ser más gruesos y lignifica-
dos que los de tallo tierno, están mejor dota-
dos para sobrevivir Con todo, están expues-
tos a los mismos problemas de pérdida de
agua, toda vez que son portadores de hojas.
Los esquejes herbáceos tienen un conte-
nido de reservas nutrientes relativamente
alto y, por lo mismo, son capaces de sobrevi-
vir y de formar raices con una escasa ilumi-
nación.
Muchas plantas caducifolias con una ele-
vada capacidad de enraizamiento, como el
género Deutzia, se multiplican a partir de
esquejes herbáceos, al igual que ciertas
plantas de hoja perenne.
Hay que podar la planta madre cuando co-
mienza el período de latencia, para que for-
me tallos vigorosos de crecimiento rápido,
destinados a la multiplicación en la tempora-
da siguiente. Estos tallos estarán más capaci-
tados para echar raíces que los tomados de
plantas no podadas.
Se prepara el suelo, en cama fría, cavándo-
lo en profundidad. Se añade turba y arena
gruesa para mejorar el drenaje y la capaci-
dad de retención de agua. Se cubre la superfi-
cie con una capa de 2,5 cm de arena fina (de
construcción), que mejorará el medio de
arraigo. Si se van a tomar sólo unos cuantos
esquejes, basta con llenar un recipiente con
I
el compost adecuado y cubrirlo con 2,5 cm
de arena fina.
Los esquejes semimaduros se toman de un
tallo principal, con todos sus vastagos de la
estación en curso, o bien de las ramas cuan-
do crecen numerosas sobre el tallo (porte
plumoso).
Si la parte apical del tallo es tierna, debe
suprimirse, pero en cambio se respetará si se
ha formado la yema terminal y el crecimien-
to se ha interrumpido. Con ayuda de las po-
daderas, se reduce la longitud del esqueje a
10-15 cm, dependiendo del vigor de la
planta.
Las hojas inferiores se cortan a ras del
tallo, a fin de dejar 5 cm de tallo limpio en la
base.
Se trata la superficie del corte basal con un
polvo de hormonas de enraizamiento a la
concentración indicada por el fabricante pa-
ra esquejes herbáceos (AIB al 0,4 %).
Se practica un hoyo en el suelo de una ca-
ma fría. Se entierra el esqueje a unos 3 cm de
profundidad, con la base apenas adentrada
en la tierra que subyace a la arena. Se dispo-
nen los esquejes tan próximos como sea fac-
tible, más o menos a 7-10 cm de distancia. Se
etiquetan minuciosamente.
Se riegan con una solución diluida de fun-
gicida, lo que contribuye, además, a afirmar
la arena que rodea los esquejes. Se cierra la
cajonera herméticamente y se sitúa a la
sombra, para que las hojas no se abrasen. Si
la temperatura rebasa los 27 °C, convendrá

1. Pode la planta madre 2. Prepare el suelo de la 3. Corte un vastago, con

nada más empezar la cajonera con una cava en todas sus formaciones de
latencia, para estimular el profundidad. Añada turba la estación en curso, a
crecimiento de tallos y arena gruesa. Cubra con finales de verano. Suprima
fuertes. 2,5 cm de arena fina. la parte apical si es tierna.

130
Plantas que pueden Forsythia TALLOS: esquejes de tallo
multiplicarse Philadelphus
por esquejes semlmaduros Prunus (ciruelos)
Cornus (cornejos) de ornamentales
corteza coloreada Ribes (groselleros) de flor
Deutzia Weigela
Diervilla
airear la cajonera desde su extremo más ba- to no conviene mover los esquejes. Se les su-
jo. Siempre que el ambiente se reseque, ministrará regularmente un abono liquido, y
habrá que regar lo bastante para restituir un agua cuando estén secos. Una vez disipado el
alto grado de humedad. riesgo de heladas, se retiran las esteras
El arraigo puede sobrevenir con bastante aislantes y se ventila la cajonera, levantando
rapidez si el clima invernal es suave; de lo la tapa durante el día, hasta retirarla definiti-
contrario, tendrá lugar al final de la estación, vamente. Tras la caída de las hojas en otoño,
o en primavera. se desentierran y trasplantan los nuevos
Durante la sucesiva estación de crecimien- ejemplares. Se etiquetan con claridad.
4. Acorte el esqueje hasta 5. Trate la superficie del 6. Plante los demás
10-15 cm. Suprima las corte basal con hormonas esquejes a 7-10 cm de
hojas de los 5 cm de enraizamiento. distancia. Etiquete y
inferiores. Entierre cada esqueje a riegue con un fungicida.
3-4 cm de profundidad. Tape la cajonera.
7. Riegue el suelo cuando 8. Retire el aislante y 9. Desentierre y
esté seco. Retire las hojas ventile la cajonera cuando trasplante las nuevas
caídas. Aisle la cajonera ya no haya riesgo de plantas cuando hayan
con esteras. heladas. Suministre perdido sus hojas, en
sistemáticamente un otoño. Etiquételas
abono líquido. minuciosamente.
131
Esquejes de plantas perennifoliadas
La multiplicación de árboles y arbustos pe-
rennifolios a partir de esquejes de tallo es un
método tradicional y eficaz. Los esquejes pe-
rennifolios se toman de tallos muy maduros
y lignificados casi por entero. No pueden
considerarse esquejes de tallo leñoso o esta-
cas porque no son áfilos ni están del todo la-
tentes, debido a su carácter perennifolio. Al
estar provistos de hojas, necesitan suficiente
control ambiental como para prevenir una
pérdida excesiva de agua.
En invierno se poda el parental del que se
van a tomar los esquejes. Así se estimula el
desarrollo de vastagos fuertes, vigorosos y
de crecimiento rápido, con elevada capaci-
dad para enraizar
Estos esquejes se realizan entre finales de
verano y principios de otoño; el arraigo
tendrá lugar, generalmente, durante el in-
vierno. Ello no es óbice para que las plantas
perennifolias puedan multiplicarse a partir
de esquejes tiernos en una fase más tempra-
na. Estos esquejes deben tratarse de acuerdo
con las características de los tallos (tiernos,
verdes o sernimaduros).
Se prepara el suelo en una cajonera, ca-
vándolo en profundidad y mezclándolo con
arenisca, turba y arena fina.
Los esquejes tomados a finales de verano
deben medir 10-15 cm de longitud, aunque
ésta guarda relación con el tamaño normal
de la planta y la cuantía del crecimiento
anual. Los esquejes de un ejemplar enano de
Hebe, por ejemplo, medirán entre 3 y 4 cm.
Si se va a regenerar el esqueje en una mezcla
sin esterilizar, en una cajonera o un túnel de
polietileno, conviene prepararlo con un ta-
lón (véase pág. 122), nítidamente recortado.
Se deja en el esqueje cualquier yema ter-
minal que haya podido formarse. En cambio,
si el crecimiento prosigue, se cortará el
extremo tierno con un cuchillo.
Se limpia de hojas el tercio o la mitad infe-
rior del esqueje. Cuando se trata de plantas
que arraigan con dificultad, como Daphne,
Eleagnus o Magnolia giandifloia, conviene
practicar un corte vertical, de 2,5 cm de lon-
gitud, en la base del esqueje.
Se baña la superficie de corte con un polvo
de hormonas- de enraizamiento a la con-
centración para esquejes maduros (IBA al
0,8 %), procurando cubrir bien la herida.
Al objeto de economizar espacio, se redu-
cirá el tamaño de las hojas grandes, cortando
cada limbo por la mitad con unas tijeras.
Se practica un hoyo en el suelo preparado
en la cajonera, y se entierra el esqueje hasta
la altura de las hojas. Éstas deben tocar unas
con otras, pero sin superponerse, pues de lo
contrario tenderían a adherirse por medio de
132
una película de agua, favoreciendo las putre-
facciones.
Se etiquetan los esquejes y se riegan con
una solución diluida de fungicida. Se cierra la
tapa de la cajonera, procurando que no
queden resquicios. Se sombrea la estructura
con una mano de encalado, o cubriéndola
con una rejilla, a fin de reducir las fluc-
tuaciones de temperatura durante el día, y el
consiguiente abrasamiento de las plantas. Ya
en el otoño, al disminuir la intensidad de luz
y la duración del día se puede suprimir el
sombreado. Si son necesarios los riegos, se
aconseja incorporar al agua un fungicida.
Cada cierto tiempo, se inspeccionará la ca-
jonera para retirar las hojas caídas y los es-
quejes marchitos. Mientras exista riesgo de
heladas, conviene cubrir la cajonera con es-
teras aislantes.
Los esquejes se dejan ia situ durante toda
la estación de crecimiento. Se trasplantan en
otoño, con muchísimo cuidado para no dañar
las raíces, que en las plantas perennifolias
suelen ser gruesas, carnosas y quebradizas.
Se etiquetan las plantas.
ESQUEJES PERENNIFOLIOS EN
NEBULIZADOR
Se poda el parental en invierno. A finales
de verano, se llena un recipiente con
compost para esquejes. Se toma un es-
queje de 10-15 cm de longitud, de un vas-
tago de la estación en curso. Se pinza la
parte apical, si es tierna. En la base se rea-
liza un corte nodal.
Se limpia de hojas el tercio inferior del
esqueje y se practica un corte vertical,
poco profundo, si la planta es de arraigo
difícil. Se baña la base en hormonas de
enraizamiento.
Se reduce el tamaño de las hojas gran-
des. Se prepara un hoyo en el compost y
se introduce el esqueje en él. Se plantan
los esquejes restantes de manera que las
hojas rocen apenas unas con otras. Se eti-
quetan y riegan con un fungicida. Se ins-
talan en una cajonera cerrada con nebuli-
zador
Hay que estar atento al exceso de hu-
medad, porque la escasa luz y las bajas
temperaturas que reinan durante el in-
vierno no contribuyen demasiado a secar
el compost. Una vez arraigados los es-
quejes, se aclimatan poco a poco.
llantas que Choisya tipos perennifolios
TALLOS: esquejes de tallo
pueden
— l l l p l l i ii II Daphne Magnolia grandiíloia
sor esquejes perennifolio Elaeagnus Pmnus lauiocerasus
Escallonia (laurelcerezo)
uba Hebe Pyiacantha
nothus Lonicera (madreselva),
asus lusitanica

1. Pode la planta madre 2. Cave el suelo a fondo 3. Tome un esqueje con

en invierno, para que en una cajonera. Añádale talón a finales de verano,
forme vastagos vigorosos. arenisca, turba y arena en un tallo de la estación
fina. en curso.

1. Llene un recipiente con 2. Corte un tallo 3 mm 3. Trate el tallo con

compost para esquejes. más abajo de un nudo. hormonas y plántelo.
Apelmácelo bien hasta Pince el extremo si es Sitúelo en un aparato
1 cm del borde. tierno. Suprima las hojas nebulizador
básales.

133
E s q u e j e s d e p l a n t a s perennifoliadastcont)
4. Recorte el talón. Pince 5. Suprima las hojas del 6. Practique un corte de
los puntos terminales tercio o la mitad inferior 2,5 cm en la base de los
tiernos. tallos que arraigan con
dificultad.
7. Bañe la superficie del 8. Reduzca el tamaño de 9. Entierre el esqueje,
corte basal en hormonas las hojas grandes para hasta la altura de sus hojas,
de enraizamiento. ganar espacio. en el suelo predispuesto
en la cama fría.
134

10. Plante los restantes
esquejes. Etiquételos y
riegúelos con u n
fungicida.
13. Retire las hojas caídas
de la cajonera. Cubra con
esteras aislantes.
11. Cierre la tapa de la
cajonera, y protéjala de la
luz mientras ésta sea
intensa.
14. Aclimate los esquejes
gradualmente en
primavera.
T A L L O S : esquejes de tallo
12. Riegue con
frecuencia, mezclando
fungicida diluido e n el
agua.
15. Trasplántelos en
otoño, con cuidado para
no dañar las raíces,
carnosas y frágiles.
135
Esquejes de tallo leñoso
Una de las técnicas más fáciles de multiplica-
ción vegetativa es la basada en esquejes de
tallo leñoso o estacas.
Un esqueje de tallo leñoso es el que se to-
ma, durante el período de latencia, de una ra-
ma plenamente madura de u n árbol o arbus-
to caducifolio. Como el esqueje carece de
hojas, el grado de control ambiental que pre-
cisa para su supervivencia es mínimo.
A l igual que en casi todos los métodos de
multiplicación vegetativa, la preparación del
parental, mediante una poda enérgica reali-
zada u n año antes de tomar el esqueje, es
quizá el factor más importante del éxito. Una
poda enérgica y rigurosa estimula la forma-
ción de tallos con elevada capacidad de
echar raíces.
Dónde y cuándo tomar el esqueje
U n tallo crece a distinto r i t m o a lo largo de la
estación. Se desarrolla con rapidez en prima-
vera, y después el crecimiento va aminoran-
do hasta el otoño, época en que cesa por
completo. Incluso al final de la estación de
crecimiento, la base de u n tallo formado en
1. Pode la planta madre 2. Pase la mano por u n
rigurosamente durante el tallo foliar del parental a
período de latencia. principios de otoño.
136
primavera conserva la máxima capacidad de
echar raíces, y puede utilizarse para la
mayoría de las estacas.
Las plantas que no tienen problemas de
arraigo, como los sauces, chopos y groselle-
ros, v e n m u y poco mermada su capacidad de
emitir raíces a lo largo del tallo, por lo que
cualquier porción de éste sirve para preparar
estacas.
Si se trata de plantas de difícil arraigo, co-
mo las variedades ornamentales de Prunus,
conviene incluir la base hinchada del es-
queje, que se corta a ras del tallo principal
(véase pág. 19).
Las estacas se pueden tomar en cualquier
momento del período latente, pero la época
ideal es después de la caída de la hoja, e in-
mediatamente antes de que despunten las
yemas axilares; en cambio, tienen menos po-
der de arraigo al principio del nuevo año.
Las estacas tomadas justo antes de que des-
punten las yemas latentes necesitan u n me-
dio ambiente protegido, por ejemplo una ca-
jonera, o bien u n control minucioso para im-
pedir que se formen las hojas antes que las
3. Si las hojas se
desprenden, corte el tallo
con todas sus formaciones
del año en curso.
Plantas que pueden Groselleros ornamentales Spiiaea, especies y
multiplicarse (de flor) variedades TALLOS: esquejes de tallo
por estacas (tallo leñoso) Populus (chopos) Vibumum, tipos
Comus (cornejos) de Prunus (ciruelos) de íollaje caducifolios de floración
corteza coloreada ornamental invernal
Cotoneaste/, híbridos de -Rosa, especies e híbridos
gran talla modernos
Groselleros negros Salix (sauce)
raíces, lo que llevaría a la deshidratación por evaporación. La razón más frecuente por
prematura y a la muerte del individuo. Por la que estas estacas no llegan a echar raíces
esta razón, es aconsejable tomar los esquejes estriba en la deshidratación. Para evitarlo,
a la caída de la hoja, cuando se pueden plan- conviene dejar que aflore del suelo la menor
tar en plena tierra. porción de esqueje posible. Ahora bien, si se
La «caída de la hoja» convencional tiene lu- planta a demasiada profundidad, las yemas
gar cuando el tallo, después de formar una no se desarrollarán como es debido.
capa suberosa de abscisión para aislar cada Es imprescindible que sobresalga una por-
órgano foliar, pierde éstos por obra de la llu- ción suficiente de esqueje para permitir el
via, los hielos o el viento. Por lo que toca a la desarrollo de tres yemas. En la práctica, la
planta, empero, se desentiende de las hojas tercera yema puede quedar justo bajo tierra,
una vez formada la capa suberosa de absci- pues a dicha profundidad su desarrollo no se
sión, y ésta es la verdadera «caída de la verá inhibido. Así que, en la mayoría de los
hoja». casos, no deben sobresalir del suelo más que
El horticultor desliza la mano por el tallo 2,5 cm de esqueje.
de una planta. Si las hojas se desprenden, es En principio, el esqueje forma raíces a lo
que la capa de abscisión está completa; es el largo del tallo y en la superficie del corte ba-
momento de tomar las estacas. sal. Con el tiempo, las primeras desaparecen,
y el sistema radicular de la nueva planta se
Tamaño de un esqueje de tallo leñoso desarrolla a partir de las raíces básales exclu-
Tradicionalmente se toman estacas de 25-30 sivamente. Es conveniente estimular el pro-
cm de longitud, pero los ejemplares más cor- ceso bañando la base en hormonas de
tos proporcionan resultados muy superiores. enraizamiento y manteniendo una buena
Aunque desprovistos de hojas, los es- aireación a su alrededor La capa superficial
quejes de tallo leñoso pierden algo de agua del suelo, esto es, los 5 cm superiores, son los
4. Haga un corte sesgado 5. Haga un corte 6. Bañe sólo el corte basal
justo encima de la que va horizontal 15 cm más en hormonas de
a ser la yema terminal. abajo del primero. enraizamiento.
137
Esquejes de tallo leñoso (cont.)
que encierran mayor cantidad de aire. Lo
ideal es plantar el esqueje en dicha capa.
El problema es que un esqueje plantado a 5
cm de profundidad, y con sólo 2,5 cm sobre-
saliendo del suelo, es demasiado corto para
sobrevivir: tiende a deshidratarse con facili-
dad, apenas tiene base de fijación y contiene
escasos nutrientes de reserva para sustentar-
se durante el período de latencia. La longi-
tud, pues, debe aumentarse en vista de todos
estos factores; una solución de compromiso
es un tamaño aproximado de 15 cm.
Multiplicación
La planta parental debe podarse enérgica-
mente durante la latencia, para estimular el
rápido crecimiento de los tallos.
Llegada la «calda de la hoja», se corta un
tallo lignificado con todas sus formaciones
del año en curso, con ayuda de un par de po-
daderas. Conviene cortarlo a ras del tallo pa-
rental, para evitar muñones. Se practica un
corte sesgado lo más cercano posible a la ye-
ma que va a ser la terminal; recordemos que
la parte basal del esqueje es la dotada de ma-
7. Entierre los manojos de 8. Trabaje el suelo a
esquejes en un cajón de fondo haciendo una zanja
arena y etiquételos. de 12-13 cm de
profundidad.
138
yor capacidad de enraizamiento. Entonces se
hace otro corte, esta vez horizontal, 15 cm
más abajo del primero, despreciando la posi-
ción de las yemas.
Sólo se tratará el corte basal del esqueje,
no el tallo, con un polvo de hormonas. La
concentración en este caso es de 0,8 % de
IBA. Si se preparan esquejes de tallos idó-
neos y en la estación oportuna, la hormona
de enraizamiento tendrá escaso efecto, ex-
cepto en las plantas que arraigan con dificul-
tad.
Los esquejes preparados a la «calda de la
hoja» se agrupan en manojos de diez o doce
y se entierran profundamente en un cajón de
arena; se etiquetan y dejan en reposo el res-
to del invierno. También se pueden plantar
directamente en un terreno bien trabajado.
Las plantas de fácil arraigo sobreviven sin
problemas en plena tierra, pero las demás
encontrarán beneficioso el entorno más ho-
mogéneo, con temperaturas más altas, de
una cajonera.
Cuando las yemas latentes estén a punto
de abrirse, en primavera, se cava en profun-
9. Desentierre los
esquejes y plántelos
verticales en la zanja, a
10-15 cm de distancia.
 TALLOS: esquejes de tallo

ifidad la cama de multiplicación. Con una la-

va se prepara una zanja de 12-13 cm de pro- TALLO UNICO
fundidad. Se retiran los esquejes del cajón de
preña y se plantan, verticales, en la zanja.
Hay que dejar 10-15 cm de separación entre
ios ejemplares, y 30-37 cm entre las hileras
cuando se trabaja en el exterior- en el caso
de una cama fría, esta última distancia se re-
duce a 10 cm. Se afirma bien el suelo, dejan-
do 2,5 cm de los esquejes al descubierto. Se
etiqueta cada hilera.
Los esquejes cultivados en el exterior
pueden perder «agarre» cuando el terreno se
hiela, y en tal caso habrá que afirmarlos de
nuevo. Se dejan in situ durante la estación de
actividad vegetativa. En otoño se desplantan
ios esquejes arraigados, cada uno de los Para cultivar una planta de tallo único,
males habrá formado varios tallos, y se por ejemplo un árbol, hay que estimular
trasplantan a sus posiciones definitivas del sólo el desarrollo de la yema terminal en
jardín. el esqueje. Se planta éste verticalmente
Los esquejes plantados en cama fría debe- en el suelo, con el ápice apenas cubierto.
rán protegerse hasta que formen algunas Asi se inhibe el desarrollo de las yemas
raíces, tras lo cual se aclimatan. Conforme restantes, y la planta produce un tallo
progresa la estación de crecimiento se va ha- único.
ciendo más difícil aclimatarlos con éxito.

10. Afirme el suelo,
dejando al descubierto
2,5 cm de cada esqueje.
Etiquételos.
11. Vuelva a afirmar los
esquejes si se levantan
con el hielo.
12. Desplante los esquejes
arraigados al otoño
siguiente. Trasplántelos y
etiquételos.
139
Esquejes
Desyemado
de tallo leñoso (cont.)
Para conseguir patrones de Rosa laxa y Ro-
A veces se requiere una planta provista de
un tallo único o «pie» en la parte basal y ra-
mificada a partir de cierta altura. Para lograr
una planta de estas características, la estaca
debe ser más larga que de costumbre y tener
más de 2,5 cm aflorando del suelo. No obs-
tante, la mayor longitud de la estaca hará
que tiendan a desarrollarse más yemas a lo
largo del tallo.
Para evitar ramificaciones indeseadas se
cortarán todas las yemas, excepto las tres su-
periores, al llegar la «caída de la hoja». De-
ben desprenderse totalmente con un
cuchillo afilado, pero sin hacer incisiones
profundas; se procurará que no queden ye-
mas durmientes ni porciones germinales. Re-
sulta más sencillo desyemar la planta ahora
que cortar más tarde los tallos.
Las matas de grosellero espinoso y rojo se
multiplican normalmente a partir de estacas
desyemadas, de 25-35 cm de longitud. De tal
suerte se forma un tallo único en la base que
permite la circulación del aire en torno a la
mata, con lo que se previenen los ataques de
mildiu.
Tallos de médula blanda o hueca
En muchas plantas leñosas, como las del gé-
nero Foisythia, no es posible realizar estacas
por el método descrito en las páginas 136-
139, porque tienen la médula blanda o
hueca. De quedar al descubierto, sería inva-
dida por hongos y bacterias que podrían des-
truir el esqueje.
Existen dos medios de solucionar este
problema: tomar una estaca de 15 cm de lon-
gitud y tratar la base con cera, o bien practi-
car el corte basal justo bajo la inserción de
una yema axilar Las estacas tratadas de esta
forma arraigarán con el mismo éxito que las
de médula sólida.
Para empezar se funde cera de vela (para-
fina) hasta que se vuelva líquida. A la base de
una estaca de 15 cm se aplica la cera de mo-
do que quede adherida una gota, la cual se
enfriará rápidamente «sellando» la herida.
140
sa multifloia Simplex se toman estacas de 20
cm de longitud y se suprimen todas las ye-
mas,excepto las dos superiores; así los rosa-
les no forman estolones.
Para evitar enfermedades conviene tratar
con un producto cicatrizante las superficies
desyemadas. Cabe la posibilidad de dejar que
se forme el callo naturalmente, pero, si la hu-
medad ambiental no es suficiente, se corre el
peligro de que los esquejes se sequen.
En consecuencia, es mejor pintar las heri-
das con cera, o con algún producto específi-
co de los que se encuentran en el comercio.
Los esquejes se tratan con hormonas de
enraizamiento. Se plantan y etiquetan. En el
caso de los rosales, hay que dejar al descu-
bierto las dos yemas superiores y la impres-
cindible porción de tallo para realizar injer-
tos en escudete cuando la estación se en-
cuentre más avanzada.
Las estacas de grosellero rojo y espinoso
deben plantarse con la tercera yema a 5 cm
de la superficie. Al término de la actividad
vegetativa se desentierran y se plantan con
mía porción mayor de tallo al descubierto.
Hay que tener cuidado para no calentar en
exceso la cera, lo que dañaría irremisible-
mente a la planta.
Es éste mi método muy eficaz, siempre que
no se deteriore la cubierta de cera al mane-
jar, amontonar y plantar las estacas.
Otra solución consiste en hacer el corte
basal a la altura de un nudo situado inme-
diatamente debajo de una axila, donde la mé-
dula suele ser sólida. Se elegirá el nudo más
próximo a la longitud habitual de 15 cm para
el esqueje. Algunas plantas, como Kenia,
tienen entrenudos muy largos, por lo que
pueden tomarse estacas de hasta 20-25 cm
de longitud.
Se recomienda cortar las plantas de médu-
la blanda con un cuchillo, porque las podade-
ras podrían causar magulladuras; sin embar-
go, se pueden utilizar unas de tijera, bien afi-
ladas.
Plantas que pueden Plantas con médula Leycesteria T A L L O S : esquejes de tallo
necesitar desyemado blanda o hueca que se Philadelphus
Grosellero espinoso multiplican por estacas Weigela
Grosellero rojo Deutzia
Rosa laxa Forsythia
Rosa multiflora Simplex Keiria

Tratamiento de un corte internodal Corte nodal

1. Tome una estaca de 2. Bañe la base de la Haga el corte bajo la axila

exactamente 15 cm de estaca con cera. foliar que diste 15 c m (o la
longitud. Funda u n poco distancia más aproximada)
de cera hasta que licué. del ápice.

141
Esquejes de tallo leñoso (cont.)
Estacas con yema
Esta técnica se reserva normalmente a la vid,
pero puede adaptarse a cualquier planta de
médula sólida y que se preste a la multiplica-
ción por estacas. Las estacas con yema son el
equivalente, en tallos leñosos, de los es-
quejes de yema axilar.
Se recepa la planta durante el período dur-
miente, para estimular un crecimiento vigo-
roso.
Se llena un tiestecillo con compost para es-
quejes, que se apelmaza bien hasta 1 cm del
borde con ayuda de una regleta.
Llegada la «caída de la hoja», se corta de la
planta madre un tallo con todas sus forma-
ciones de la estación en curso. Con las poda-
deras se practica un corte sesgado justo en-
cima del nudo de una yema axilar, procuran-
do no dejar muñón, que podría marchitarse y
acarrear la muerte de la yema. El corte basal
se efectúa perpendicular al tallo, a 3-4 cm del
primero. Si la planta tiene dificultad para
arraigar conviene sangrar el esqueje; para
142
ello se aplica un cortaplumas a la parte
central del tallo, en el lado opuesto a la ye-
ma, y se levanta una tira muy superficial de
tejido, hasta la base.
El corte basal y la herida se impregnan de
polvo de hormonas, a la concentración pro-
pia de las estacas (AIB al 0,8 %). Se hace un
agujero en el compost preparado. Se planta
el esqueje vertical, de modo que la yema
quede a ras del suelo. En cada tiesto se planta
una sola estaca.
Se etiqueta el conjunto y se instala en el
plantel del invernadero o en una cajonera
cerrada; cuanto mayor sea la temperatura,
más rápida será la regeneración.
Conviene regar la estaca para impedir su
deshidratación, pero con mucha prudencia
en invierno, ya que en este período durmien-
te el compost tiende a encharcarse, con la
consiguiente putrefacción de la planta. Se
aclimata la estaca una vez arraigada, y se
trasplanta en primavera. Como siempre, se
etiqueta.
 T A L L O S : esquejes de tallo

4. Practique otro corte, 5. Levante una fina lámina 6. Impregne con

perpendicular al tallo, a de corteza, en la cara hormonas de
3-4 cm del primero. opuesta a la yema, desde enraizamiento las
el centro de la estaca superficies de corte. Haga
hasta abajo. un hoyo en el compóst.

7. Plante la estaca 8. Instale la estaca en un 9. Aclimate la estaca una

vertical, con la yema a ras plantel del invernadero. vez arraigada.
de la superficie. Riegue para prevenir la Trasplántela en
Etiquétela. deshidratación. primavera.

143
Coniferas
Las coniferas son en su mayoría árboles y ar-
VASTAGOS DE UNA CONÍFERA bustos perennifolios, algunos de los cuales
se pueden multiplicar por diferentes clases
Principal de esquejes. En general, los abetos, pinos
y piceas no responden bien a la multiplica-
ción por esquejes, por lo que es preciso re-
currir a las semillas o, si se persiguen varie-
Secundario dades especiales, al injerto.
El que los esquejes de coniferas tengan
que ser multiplicados en un medio cálido, co-
mo es el de una cajonera cerrada, o en otro
más fresco, como el de una cama fría, no
afecta para nada a la estación en que se pre-
paran.
Los esquejes de ciprés se toman en otoño o
invierno, y los de tejo y enebro a principios
de año, después de que las plantas parentales
hayan estado sometidas a un periodo de he-
ladas.
Hay que seleccionar esquejes de plantas
jóvenes, en plena actividad vegetativa, como
los setos que se podan regularmente y que,
por lo mismo, forman vastagos fuertes y vi-
gorosos.
Multiplicación en un medio cálido
1. Llene un recipiente con 2. Corte un vastago 3. Limpie de hojas los
compost para esquejes. vigoroso, principal o 2,5-4 cm inferiores del
Apelmácelo hasta 1 cm secundario, incluyendo 6 esqueje. Impregne la base
del borde. mm de corteza ya con hormonas de
formada en la base. enraiz amiento.
144
"Mttrrp" que pueden Juniperus, tipos de TALLOS: esquejes de tallo
••ÉUpllcdrse por crecimiento bajo
Podocarpus
oemaecypans (excepto Sequoia
_ oootkatensis) Sequoiadendwn
i Cupressocyparis Taxus
Thuja

Es preferible tomarlos de la parte apical de nera cerrada o un aparato nebulizador

La planta, dado que los esquejes básales tien-
den a transformarse en individuos de confor-
mación atipica, en el sentido de que conti-
núan creciendo horizontalmente.
Las coniferas varían mucho en cuanto a
hábito de crecimiento. Existen vastagos prin-
cipales, que son los puntos vegetativos de las
ramas; vastagos secundarios o subtermina-
tes, que también aumentan de tamaño; y en
fin, vastagos terminales plumosos, cuyo ta-
maño no aumenta.
Para la multiplicación por esquejes es
imprescindible escoger vastagos con un pun-
to vegetativo bien diferenciado, y de ahí que
los vastagos plumosos no resulten satisfacto-
rios. De no estar presente el punto vegetati-
vo, la planta crecerá empenachada, sobre to-
do en los tipos de follaje amarillo.
Multiplicación de coniferas en un medio
cálido
Los esquejes de coniferas destinados a rege-
nerarse en un medio cálido, como una cajo-
tienen la base más tierna que los destinados
a la multiplicación en cama fría; también se
establecen más rápidamente.
Se llena un recipiente con compost para es-
quejes, que se apelmaza bien hasta 1 cm del
borde.
El ápice de un vastago de conifera es ver-
de; se va tiñendo de amarillo conforme se
desciende en el tallo, hasta adquirir un tono
castaño.
Se corta del parental un vastago principal o
secundario, que exhiba un crecimiento vigo-
roso. Se practica un corte limpio de aproxi-
madamente 6 mm en la corteza marrón, de
modo que el esqueje sea verde casi por ente-
ro, pero cuente con una protección leñosa
en su base.
Se limpian de hojas los 2,5-4 cm inferiores
del esqueje. No hay que suprimir el punto,
vegetativo. Se impregna la base con polvo de
hormonas de enraizamiento, a la concentra-
ción para esquejes maduros (AIB al 0,8 %).
Se practica un agujero de 2,5 cm en el com-

4. Haga un agujero de 5. Etiquételos. Riegue con 6. Aclimate los esquejes

2,5 cm en el compost.
Entierre el esqueje.
Plante los restantes
a 3,5-5 cm de distancia.
una alcachofa de agujeros
pequeños. Sitúe el tiesto
en un nebulizador o
cajonera cerrada.
ya arraigados. En
primavera, cámbielos de
maceta y etiquételos.
145
Coniferas (cont.)
Multiplicación en cama fría
1. Eleve el nivel del suelo
de la cajonera hasta 15-20
cm de la tapa.
4. Suprima las hojas del
tercio inferior, con un
cuchillo o a mano.
146
2. Tome un esqueje con 3. Recorte el talón.
talón a partir de un
vastago vigoroso.
*
5. Impregne el corte basal 6. Practique un agujero
con polvo de hormonas de de 2,5 cm en el suelo
enraiz amiento. preparado. Introduzca el
esqueje y apelmace bien
la tierra.

post, se introduce el esqueje y se afirma
bien.
Debe guardarse una distancia de 3,5-5 cm
entre los esquejes. Se etiqueta el recipiente
y, acto seguido, se riega con una alcachofa
de agujeros finos. Se instala el conjunto en
un nebulizador o cajonera con tapa.
Los esquejes arraigarán en el término de
tres a cuatro meses. Entonces se aclimatan y,
en primavera, se cambian de maceta.
Multiplicación de coniferas en cama fría
Resulta más sencillo, aunque también más
lento, multiplicar los esquejes de conifera en
una cama fría.
Se prepara el suelo de la cama antes de to-
mar los esquejes, elevando el nivel hasta 15-
20 cm de la tapa. De este modo, la temperatu-
ra y la humedad se mantendrán uniformes.
Se parte un tallo del parental doblándolo
hacia abajo, para que se desprenda con un ta-
lón.
Se recorta el talón con un cortaplumas. Las
hojas del tercio inferior del esqueje se cor-
tan, con un cuchillo o a mano, procurando
dejar una pequeña cicatriz que estimulará el
7. Plante los esquejes 8. Aisle la cama fría con
sucesivos a 5 cm de esteras, hasta que
distancia; riegue con un desaparezca el peligro de
fungicida y cierre la tapa heladas.
de la cajonera.
TALLOS: esquejes de tallo
proceso de arraigo. No hay que suprimir el
punto vegetativo.
Se impregna la base con un polvo de hor-
monas de enraizamiento, a la concentración
propia de esquejes de tallo maduro (AIB al
0,8 %). Se practica un agujero de 2,5 cm en el
suelo de la cajonera, y se planta el esqueje en
él. Se apelmaza bien la tierra. Los esquejes
restantes se sitúan a 5 cm de distancia; se eti-
quetan. Se riega con una solución diluida de
fungicida y se cierra la tapa de la cajonera.
Es imprescindible que el entorno se con-
serve absolutamente limpio e higiénico, toda
vez que los esquejes tienen que sobrevivir
casi un año en la cama fría.
Se dejan los esquejes sin más interven-
ciones hasta el verano, momento en que la
cajonera deberá ventilarse y colocarse a la
sombra, para evitar abrasamientos. Con este
fin se pinta la tapa con un producto para en-
calar de los que se encuentran en el comer-
cio, o se protege con una rejilla. Se riegan los
esquejes para evitar su deshidratación.
En otoño, se desentierran, y se cambian de
maceta o trasplantan a sus posiciones defini-
tivas del jardín.
9. Proteja la cajonera de
la intensa luz estival.
Trasplante los esquejes
arraigados en otoño.
147
Subarbustos
Ciertas plantas leñosas de crecimiento bajo, tá obligado a utilizar vastagos floríferos, hay
como la salvia, que suelen tratarse como her- que cortar la flor y su parte de tallo, hasta la
báceas, reciben el nombre de subarbustos. porción foliosa.
En su mayoría, arraigan con facilidad, y su La porción terminal tierna se suprime con
multiplicación por esquejes de tallo, tomados un cortaplumas, o se pinza entre los dedos
al final del verano, no plantea problemas. índice y pulgar El corte basal se efectúa con
Se prepara el suelo de la cajonera cavándo- las podaderas, a 10 cm del extremo superior
lo en profundidad. Si es preciso, se le añade Una forma sencilla de medirlo consiste en su-
arena gruesa para garantizar el drenaje. jetar el tallo en la palma de una mano (de
A finales de verano se cortan algunos vas- adulto), y cortar la parte que sobresale por
tagos con todas sus formaciones de la esta- abajo.
ción en curso. Es preferible seleccionar ra- Se suprimen las hojas de la mitad inferior
mas nofloríferas,por más que no abunden del esqueje, ya sea arrancándolas con la ma-
en algunas plantas, como el espliego. Si se es- no o cortándolas con un cortaplumas.
1. Pode la planta parental 2. Prepare el suelo en una 3. Corte un vastago no
durante la latencia, para cajonera, cavándolo en florífero a finales de
que forme vastagos profundidad. Si es preciso, verano. Suprima el ápice,
vigorosos. añada arena gruesa. si es tierno.
4. Haga un corte basal 5. Limpie de hojas la 6. Trate la base con un
con podaderas, como a 10 mitad inferior del esqueje. polvo de hormonas de
cm del vértice. enraizamiento.
148
Subarbustos aptos para Rosmarínum (romero)
U multiplicación en cama Huía (ruda) TALLOS: esquejes de tallo
T".a Salvia (salvia)
Aitemisia Santolina (abrótano
Bailóla hembra)
Hypeiicum calycinum Senecio laxiíolius
Lávandula (espliego) S. monroi
z-.omis Vinca

Se impregna la base del esqueje en polvo Se cierra la tapa de la cajonera y se protege

de hormonas de enraizamiento (AIB al
0.4-0,5 %).
Se hace un agujero en el suelo preparado,
hasta una profundidad igual a la mitad de la
longitud del esqueje, es decir, de unos 5 cm.
Se apelmaza bien la tierra alrededor del talli-
to. Hay que respetar una distancia de 10 cm
entre los esquejes y entre las hileras.
Se etiquetan los esquejes con toda clari-
dad. Después de colocar en la regadera una
alcachofa de agujeros gruesos se riega con
una solución diluida de fungicida (véase pág.
185) como protección.
de la luz. Conviene inspeccionar los esquejes
cada cierto tiempo, y regar cuando den
muestras de sequía. Cuando la intensidad de
la luz disminuya se retirará la protección de
la cajonera y se reducirán los riegos. Ante la
inminencia de heladas se aislará la estructu-
ra con esteras, las cuales deben retirarse du-
rante el día si el tiempo lo permite.
Una vez arraigados, los esquejes se aclima-
tan por etapas en primavera. Seguidamente
se desentierran y trasplantan a sus posi-
ciones definitivas del jardín. Se etiquetan co-
mo de costumbre.

7. Prepare un hoyo y 8. Plante los esquejes 9. Cierre la cajonera y

plante el esqueje, hasta la restantes a 10 cm de dele sombra hasta que
mitad de su altura. distancia. Etiquete y disminuya la intensidad de
riegue con un fungicida. la luz.

10. Proteja los esquejes de 11. Aclimate poco a poco 12. Desentiérrelos y
las heladas con esteras. los esquejes arraigados en trasplántelos una vez
primavera. aclimatados. Etiquete.
149
Rododendros
El género Rhododendion constituye un gru- el esqueje tendrá ahora unos 10 cm de longi-
po de plantas sumamente extenso y variable, tud. Se cortan algunas de las hojas restantes,
cuyos esquejes exhiben distintas capacida- al objeto de reducir la superficie foliar y faci-
des de arraigo. Los híbridos resistentes de litar la plantación.
flores grandes y los tipos enanos de hoja me- Se sangran los 2 cm inferiores del esqueje,
nuda son los que mejor se prestan a la mul- haciendo una muesca superficial con un cor-
tiplicación por esquejes. taplumas. Se impregnan las superficies de
corte en una mezcla concentrada de hormo-
Híbridos resistentes de flores grandes nas de enraizamiento (AIB al 0,8 %). Esta
Conviene preparar el compost antes de to- precaución reviste particular importancia
mar los esquejes, para evitar innecesarias cuando se trata de variedades «Britannia»,
demoras, con la consiguiente pérdida de que en general arraigan con dificultad.
agua que ello supondría. Se mezclan partes Se practica un agujero en el compost pre-
iguales de arena gruesa no caliza y de turba parado y se introduce el esqueje en él. Se
cribada. Se llena un recipiente con el com- plantan los sucesivos esquejes tan próximos
post, que se apelmaza bien hasta 1 cm del como sea posible.
borde. Se etiqueta el recipiente y se sitúa en un
Los esquejes deben proceder del segundo medio bien iluminado, con una temperatura
brote de actividad vegetativa, y se toman a de 21 °C en la base. Para reducir la pérdida
finales del estío. Dicho origen se reconoce de agua, se cubre el recipiente con una lámi-
porque los vastagos rematan en una «umbe- na muy fina de polietileno transparente, o se
la», lo que no ocurre durante la actividad ve- introduce en un nebulizador
getativa inicial. Como medida de protección, se suministra
Se suprimen todas las hojas, a excepción una solución diluida de fungicida una vez por
del verticilo terminal (grupo de hojas más semana.
próximo al ápice). Hay que pinzar la yema El arraigo no se producirá hasta bien avan-
terminal, tanto si es floral como vegetativa. zado el nuevo año.
Entonces se apoya el esqueje en la palma Los esquejes arraigados se aclimatan y se
de la mano, de modo que su ápice quede al trasplantan a finales de invierno o principios
nivel del índice. Se corta a la altura del canto de primavera; se etiquetan e instalan en una
de la mano, con un par de podaderas afiladas; cama fría.
1. Llene un recipiente con 2. Suprima todas las 3. Reduzca el esqueje a
partes iguales de arenisca hojas, excepto el verticilo 10 cm de longitud, con un
y turba tamizada. Corte terminal. Pince la yema par de podaderas afiladas.
un tallo joven y maduro a terminal, tanto si es floral Suprima parte de las hojas
finales de verano. como vegetativa. restantes.
150
 TALLOS: esquejes de tallo
RODODENDROS ENANOS post preparado. Se planta el esqueje y se
Son los que plantean menos problemas a riega con un fungicida; se etiqueta. A
la hora de tomar esquejes, aunque algu- continuación se emplaza en un ambiente
nas variedades, dependiendo de su fi- húmedo y bien iluminado, con calor en la
liación, arraigan con más dificultad que base; un aparato nebulizador es ideal pa-
otras. ra crear estas condiciones. Una vez
Se mezclan bien, a partes iguales, arena arraigado, el esqueje se aclimata poco a
gruesa no caliza y turba tamizada. Se lle- poco en primavera. Se cambia de maceta
na un recipiente del tamaño adecuado y se etiqueta.
con compost —calculando 3,5-4 cm2 por
esqueje— y se apelmaza éste con suavi-
dad.
Se elige un tallo del año en curso que
haya formado la yema terminal, lo que en
general se produce a finales de verano o
principios de otoño. Con un par de poda-
deras ainadas se corta el tallo a 3-4 cm del
ápice. Se arrancan o cortan las hojas de la
porción inferior
Se sangra el esqueje con una muesca
superficial de 1 cm en la base. Esta herida
no es imprescindible, pero muchas va-
riedades se benefician del método, por lo
que conviene adoptarlo como norma. Se
tratan las superficies de corte con polvo
de hormonas de enraizamiento (AIB al
0,8 %).
Se hace un agujero de 1-2 cm en el com-
4. Haga una muesca 5. Plante el esqueje en el 6. Pulverice un fungicida
superficial en los 2 cm compost. Etiquete el semanalmente. Aclimate
inferiores del esqueje. recipiente e instálelo en el esqueje arraigado y
Imprégnelo con hormonas un nebulizador con 21 °C cámbielo de maceta a
de enraizamiento. de temperatura en la base. principios de primavera.
151
Brezos
Un método extraordinariamente prolífico, y distinto para cada variedad, teniendo en
bastante sencillo, de multiplicar los brezos es cuenta que la velocidad de arraigo es distinta
a partir de esquejes. en cada caso.
La estación indicada para hacerlo es el ve- Se llena el recipiente con el compost y se
rano, aunque el momento exacto depende de comprime con una regleta, hasta 1 cm del
la existencia de vastagos no floríferos, que borde.
son los destinados a la multiplicación. Se corta un vastago vegetativo de 2,5-4 cm
No es recomendable tomar esquejes de de largo, con podaderas bien afiladas. Se
vastagos con yemas florales ya formadas, suprimen las hojas de la parte inferior El es-
porque tienden a arraigar mal y tarde, sobre queje está listo para ser plantado y no es ne-
todo si se trata de brezos defloracióninver- cesario aplicar hormonas que estimulen la
nal. En cambio, los tipos defloraciónestival emisión de raíces.
se pueden multiplicar a partir de vastagos Se practica un agujero de profundidad
florecidos, en caso de que escaseen los no igual a la mitad del esqueje, el cual se intro-
floríferos. duce en aquél. Los sucesivos esquejes se
Se poda la planta durante la estación dur- plantan a 2 cm de distancia.
miente, para estimular la formación de vasta- Se sitúa el recipiente en un medio protegi-
gos fuertes y vigorosos. do. El arraigo será más rápido si se prevén
Se prepara compost para esquejes con par- una humedad elevada y calor en la base; el
tes iguales (en volumen) de arenisca y turba nebulizador proporciona el entorno ideal.
de esfagno tamizada. Es muy importante que Una cajonera bien tapada, con sombra en ve-
la turba esté tamizada y los terrones bien rano y esteras aislantes en invierno, servirá
desmenuzados; de lo contrario, sería difícil lo mismo, pero el arraigo de los esquejes to-
separar los esquejes arraigados sin causarles mados al final de la estación podría no produ-
daños. cirse hasta la primavera.
Se escoge un recipiente de tamaño ade- Se aclimatan los esquejes ya arraigados y
cuado al número de esquejes que se va a to- se pasan a macetas en primavera. Hay que
mar previendo una distancia de 2 cm entre poner especial cuidado para no dañar las
unos y otros. Conviene usar un recipiente raíces al entresacarlos.
1. Pode la planta parental 2. Mezcle partes iguales 3. Corte un vastago
durante la estación de arenisca y turba de vegetativo de 2,4-4 cm.
durmiente, para que esfagno e introduzca Suprima las hojas de la
forme vastagos vigorosos. la mezcla en un recipiente. porción inferior
152
 T A L L O S : esquejes de tallo

4. Haga u n agujero de 5. Plante los esquejes 6. Sitúe el recipiente en

profundidad igual a la a 2 cm de distancia. u n medio protegido.
mitad del esqueje; plante Etiquételos y riegúelos
éste. con u n fungicida.

CUÁNDO SE T O M A N
ESQUEJES

Finales de primavera/verano
Erica x darleyensis
E. engería (mediterránea)
E. herbácea (carnea)

Principios/mediados de
verano
Erica vagans
Mediados/finales de verano
Erica arbórea
E. australis
E. lusitanica
E. x veitchii
Finales de verano/principios
de otoño
Daboecia cantábrica
Erica ciliaris
E. cinérea
E. tetralix
E. x watsonii

7. Aclimate gradualmente 8. Páselos a tiestos en Principios/mediados

los esquejes, una vez primavera, con cuidado de de otoño
arraigados. no dañar las delicadas Calluna vulgaris
raíces.

153
Hojas
Algunas plantas —en su mayoría las de inte-
r i o r que pertenecen a las familias begoniá-
ceas, crasuláceas y gesneriáceas— tienen la
capacidad de desarrollar hijuelos en las ho-
jas. Es éste u n sencillo y eficaz método de
multiplicación, que puede realizarse de dos
Asplenium bulbiferum
Tiarella cordifolia
154
modos: por embriones foliares surgidos natu-
ralmente, o por esquejes de hoja creados de
manera artificial.
Los embriones foliares son el resultado de
u n especializado proceso que tiene lugar en
ciertas plantas, como Cymbalaiia muralis o
Helxine soleiiolü. En v i r t u d de dicho proce-
so, la planta aisla células simples en peque-
ñas zonas de sus hojas en el curso de su
desarrollo; más adelante, estas células son
capaces de originar nuevos individuos.
El número de plantas que pueden multipli-
carse por esquejes de hoja es relativamente
reducido, y el éxito de la técnica está en fun-
ción de diversos factores ambientales, hasta
cierto punto controlados por el horticultor
Los esquejes de hoja deben prepararse úni-
camente a partir de hojas que se hayan ex-
pandido por completo hace m u y poco. Si la
hoja es inmadura y no ha alcanzado su tama-
ño definitivo, dedicará toda su energía a ma-
durar y crecer De este modo se retrasa la
formación del nuevo individuo y, puesto que
el esqueje aislado de la planta madre no tiene
quien lo sustente, es más probable que sur-
j a n problemas, como podredumbres y otras
enfermedades.
Cuando una hoja acaba de alcanzar su su-
perficie definitiva, está capacitada para ela-
borar nutrientes con eficiencia, y todavía
tiene cierta esperanza de vida, vida que
podrá dedicar a la regeneración. En este mo-
mento, la hoja es todavía lo bastante joven
como para multiplicarse, capacidad que se ve
mermada con la edad.
La hoja seleccionada ha de ser completa,
normal e intacta, para no estar expuesta a
Saintpaulia ionantha (violeta africana)
 HOJAS

podredumbres, y para que la descendencia multiplican con éxito por esquejes de yema
que de ella salga sea típica. Asimismo, debe axilar (véase pág. 120). Otros tipos especiali-
estar a salvo de parásitos y enfermedades. zados de esqueje de hoja son los preparados
Dado que la mayoría de las plantas aptas a partir de bulbos (véanse las págs. 92 y 95).
para la multiplicación por esqueje de hoja se
cultivan en interior o invernadero, es po-
sible tomar esquejes a lo largo de todo el Sansevieiia trifasciata
año, siempre que se disponga de hojas
nuevas, pero y a maduras. Lo que si varia es
la velocidad de regeneración; en invierno,
las temperaturas y la intensidad de la luz son
bajas y , en consecuencia, la elaboración de
nutrientes y la velocidad de multiplicación
se v e n reducidas.
Una vez separada de la planta madre, la ho-
ja está m u y expuesta a la desecación, por lo
que el medio ha de estar absolutamente
controlado. Los esquejes de hoja deben am-
bientarse siempre en u n germinador o cajo-
nera, o bien protegidos con una lámina de
cristal o u n túnel de polietileno.
La causa más frecuente de fracasos, en es-
te método de multiplicación, es que la hoja se
vea expuesta a podredumbres antes de for-
mar u n individuo autosuficiente. Así, pues,
es importante que todos los materiales, reci-
pientes, composts y hojas estén limpios y sin
desperfectos.
A u n q u e muchas plantas tienen hojas capa-
ces de enraizar no todas poseen la capacidad
de multiplicarse a partir de esquejes foliares.
Las que adolecen de dicha facultad sólo se

"Vi

Streptocarpusxhybridus Begonia rex

155
Esquejes de hoja con pecíolo
Este s i m p l e y e f i c a z m é t o d o de m u l t i p l i c a -
ción c o n s i s t e e n u s a r u n a h o j a c o m p l e t a , c o n
s u p e c í o l o . Su d e s v e n t a j a r e s i d e e n q u e se de-
s a r r o l l a n m u y p o c a s p l a n t a s a p a r t i r de c a d a
hoja.
Las p o d r e d u m b r e s y e n f e r m e d a d e s s o n las
p r i n c i p a l e s causas d e l f r a c a s o , p o r l o q u e se
deben utilizar siempre herramientas, reci-
pientes y composts escrupulosamente lim-
pios.
Los e s q u e j e s se p u e d e n t o m a r e n c u a l q u i e r
é p o c a d e l año, s i e m p r e q u e se d i s p o n g a de
una hoja nueva y plenamente expandida.
Se p r e p a r a e l c o m p o s t c o n p a r t e s i g u a l e s
de a r e n a g r u e s a y t u r b a t a m i z a d a . Se l l e n a
u n recipiente bastante amplio para alojar los
esquejes. Se a p e l m a z a b i e n l a m e z c l a h a s t a 1
c m del borde.
Se c o r t a l a h o j a e l e g i d a a n i v e l d e l p e c í o l o ,
c o n a y u d a de u n c o r t a p l u m a s o u n a c u c h i l l a
p a r a c a u s a r l e e l m e n o r daño p o s i b l e . Se c o n -
s e r v a n 5 c m de p e c í o l o u n i d o s a l l i m b o .
Se h a c e u n p e q u e ñ o a g u j e r o e n e l c o m p o s t ,
a la p r o f u n d i d a d j u s t a p a r a alojar e l esqueje.
Éste se p l a n t a i n c l i n a d o , c o n e l l i m b o c a s i
t e n d i d o s o b r e e l s u b s t r a t o . C u a n t o más su-
p e r f i c i a l se e n c u e n t r e l a base d e l p e c í o l o ,
más a i r e circulará a s u a l r e d e d o r y l a res-
1. L l e n e u n r e c i p i e n t e c o n 2. C o r t e u n a h o j a i n t a c t a ,
p a r t e s i g u a l e s de a r e n i s c a que haya madurado p o r
y turba tamizada. completo recientemente.
156
p u e s t a ganará e n r a p i d e z . Se a p e l m a z a a h o r a
el c o m p o s t alrededor d e l pecíolo. U n a vez
p l a n t a d o s t o d o s l o s esquejes, se e t i q u e t a n y
r i e g a n c o n u n f u n g i c i d a d i l u i d o ( v é a s e pág.
185} p a r a l o c u a l se u t i l i z a u n a r e g a d e r a c o n
a l c a c h o f a de a g u j e r o s f i n o s .
Se i n s t a l a n l o s e s q u e j e s e n u n m e d i o de h u -
medad constante y elevada, para i m p e d ir su
deshidratación. L a t e m p e r a t u r a , s o b r e t o d o
p a r a p l a n t a s de i n t e r i o r , h a de ser b a s t a n t e
a l t a , y e l m e j o r m o d o de p r o p o r c i o n a r l a es
utilizando u n germinador con 20 ° C en la
base.
L a l u z q u e r e c i b e n l o s e s q u e j e s h a de bas-
tarles p a r a elaborar los n u t r i e n t e s necesa-
r i o s a las n u e v a s p l a n t a s . E x c e s i v a , podría
a b r a s a r l o s esquejes. E n g e n e r a l , u n a s o m b r a
l i g e r a c o n s t i t u y e l a m e j o r solución d e c o m -
promiso.
Los r e t o ñ o s se formarán e n l a s u p e r f i c i e de
c o r t e d e l p e c í o l o (a v e c e s a p a r e c e n v a r i o s ) ,
a l t é r m i n o d e c i n c o a seis s e m a n a s . C o n v i e n e
d e j a r l o s t r a n q u i l o s h a s t a q u e s u tamaño per-
m i t a manejarlos y separarlos e n plantas indi-
v i d u a l e s , q u e se p a s a n a t i e s t o s y a c l i m a t a n .
Si se c a l c u l a q u e v a a t r a n s c u r r i r c i e r t o t i e m -
p o a n t e s d e l s u c e s i v o c a m b i o de m a c e t a , se
les administrará u n a b o n o líquido.
3. R e c o r t e e l p e c í o l o a 2,5
c m del limbo, con u n
cortaplumas.
 Plantas que pueden multiplicarse Hr) •. o
por esquejes de hoja con pecíolo n u J a s
Begonias (a excepción de Begonia
Peperomia capeiata
?. metallica
Saintpaulia

J re
7. Sitúe los esquejes en 8. Aplique un abono 9. Traslade las plantas a
semisombra, en un líquido cuando las macetas cuando su
germinador con calor en plantitas hayan empezado tamaño permita
la base. a desarrollarse. manejarlas.
157
Esquejes de nervio medial y transversal
E l n e r v i o m e d i a l o p r i n c i p a l de u n a h o j a es l a
prolongación del pecíolo y , c o m o t a l , sirve
también p a r a l a multiplicación p o r e s q u e j e s .
Los e s q u e j e s d e n e r v i o m e d i a l s o n a p l i -
cables a c u a l q u i e r h o j a que presente u n solo
n e r v i o p r o n u n c i a d o e n e l c e n t r o , y l a técnica
r e s u l t a p a r t i c u l a r m e n t e útil e n e l g é n e r o
Streptocarpus.
A n t e s de t o m a r l o s e s q u e j e s se c o m p r o b a -
rá l a e s c r u p u l o s a l i m p i e z a de t o d a s las h e r r a -
m i e n t a s y demás útiles. D e n o m e d i a r esta
precaución, las e n f e r m e d a d e s constituirían
una. amenaza.
Este t i p o d e e s q u e j e s se p u e d e r e a l i z a r e n
c u a l q u i e r é p o c a d e l año, s i e m p r e q u e l a p l a n -
t a p o s e a u n a h o j a a p r o p i a d a q u e , c o m o y a sa-
b e m o s , h a de estar i n t a c t a y r e c i e n t e m e n t e
expandida.
Se l l e n a u n r e c i p i e n t e de plástico c o n c o m -
p o s t p a r a e s q u e j e s . Se r i e g a a c o n c i e n c i a y se
deja que drene el agua.
ESQUEJES DE NERVIOS TRANSVERSA-
LES
Se a p o y a u n a h o j a i n v e r t i d a s o b r e u n c r i s -
t a l l i m p i o . Se s u s t r a e e l n e r v i o m e d i a l c o n
u n a h o j a de a f e i t a r de m o d o q u e las dos
m i t a d e s d e l l i m b o q u e d e n separadas, y
q u e los n e r v i o s t r a n s v e r s a l e s t e n g a n u n a
s u p e r f i c i e de c o r t e e x p u e s t a a l a i r e .
Se p r e p a r a u n s u r c o p o c o p r o f u n d o e n
1. A p o y e u n a h o j a 2. P r e p a r e u n s u r c o p o c o
i n v e r t i d a sobre u n cristal profundo en compost
l i m p i o . Sustraiga el n e r v i o humedecido para
m e d i a l c o n u n a h o j a de e s q u e j e s . P l a n t e los
afeitar esquejes erectos.
158
Se c o r t a l a h o j a e s c o g i d a , s i n dañarla, y se
a p o y a b o c a abajo sobre u n c r i s t a l l i m p i o .
C o n a y u d a d e u n c o r t a p l u m a s se r e c o r t a e n
t i r a s q u e n o r e b a s e n l o s 5 c m de a n c h o , si-
guiendo la linea marcada por el n e r v i o . Cada
t i r a d e b e p o s e e r u n a p o r c i ó n de n e r v i o e n e l
c e n t r o , y dos «alas» a los l a d o s .
Se p r e p a r a u n a z a n j a p o c o p r o f u n d a e n e l
c o m p o s t y se i n s e r t a c a d a e s q u e j e v e r t i c a l , a
la p r o f u n d i d a d s u f i c i e n t e p a r a q u e se m a n -
t e n g a e n p i e . Se a p e l m a z a l a t i e r r a . Los es-
q u e j e s d e b e n g u a r d a r 2,5 c m de d i s t a n c i a
entre unos y otros.
Se p u l v e r i z a s o b r e e l r e c i p i e n t e u n f u n g i c i -
da ( v é a s e pág. 185) p a r a p r o t e g e r l o s esque-
j e s c o n t r a p o s i b l e s e n f e r m e d a d e s criptogá-
micas.
Se e t i q u e t a e l r e c i p i e n t e y se sitúa e n u n
a m b i e n t e cálido (21 ° C ) y húmedo, q u e esti-
mulará e l p r o c e s o d e a r r a i g o . Las h o j a s de-
b e n contar con suficiente luz para elaborar
u n r e c i p i e n t e l l e n o de c o m p o s t p a r a es-
quejes, p r e v i a m e n t e humedecido. Se
p l a n t a n l o s e s q u e j e s v e r t i c a l e s , c o n las su-
p e r f i c i e s de c o r t e i n t r o d u c i d a s apenas e n e l
c o m p o s t y se a p e l m a z a éste s u a v e m e n t e .
Las plántulas se formarán e n las super-
f i c i e s de c o r t e a l c a b o de 5-8 s e m a n a s .
C u a n d o s u tamaño p e r m i t a m a n e j a r l a s , se
s e p a r a n y se p a s a n a m a c e t a s .
3. I n s t a l e e l r e c i p i e n t e e n
u n g e r m i n a d o r . Pase las
plántulas a m a c e t a s
c u a n d o s u tamaño l o
permita.
 tm qne pueden HOJAS
aplicarse por
tries de nervio

ios nutrientes; sin embargo, conviene evitar
ios rayos directos del sol, que podrían abra-
sarlas. Un germinador o una cajonera calien-
te serian lo ideal, aunque un túnel de polieti-
leno sujeto con un alambre o estaca basta pa-
n proteger los esquejes.
Para rehumedecer el compost que empieza
a secarse se recurre a la inmersión en un ba-
ño de agua.
'Los retoños brotarán en cuestión de cinco
a ocho semanas, pero estarán listos para el
trasplante varias semanas más tarde.

1. Llene un recipiente con 2. Corte una hoja intacta, 3. Apoye la hoja invertida
compost para esquejes. recientemente madurada, sobre un cristal limpio,
Riegúelo bien y deje que de la planta madre. Córtela en tiras no más
el agua drene.

4. Prepare una zanja poco 5. Etiquete el recipiente. 6. Rehumedezca el

profunda. Inserte un Pulverice un fungicida. compost reseco por
esqueje y afírmelo. Plante Sitúe el conjunto en un inmersión. Pase las
los esquejes restantes a germinador caliente. plántulas a macetas
2,5 cm de distancia. cuando crezcan.

159
Incisiones en los nervios
Las plantas cuyas hojas no presentan u n ner-
vio medial prominente y una serie de
nervios transversales, sino una nervadura
más ramificada, no se prestan bien a la mul-
tiplicación por esquejes foliares. Sin embar-
go, los nervios de algunas de estas plantas
son capaces de regenerar nuevos individuos
y para multiplicarlas, se practican una serie
de incisiones que estimulan la regeneración,
pero dejando la hoja entera. Esta técnica está
particularmente indicada en las variedades
de Begonia rex, debido al tamaño de sus
hojas.
Es imprescindible limpiar bien todos los
materiales y herramientas. Se llena u n se-
millero con compost para esquejes, el cual se
comprime hasta 1 cm del borde. Se riega en
abundancia y se espera a que el agua drene.
Se separa del parental una hoja, plenamen-
te expandida e intacta. Se apoya boca abajo
sobre u n cristal. Se corta el peciolo a ras del
limbo, con ayuda de u n cortaplumas. Se prac-
tica una incisión de 2 cm perpendicular a u n
nervio principal, con el mismo cortaplumas.
Se repite la operación hasta que la superficie
160
de la hoja presenta una hendidura por cada
2
2,5 c m .
La hoja hendida se apoya, con el haz hacia
arriba, en la superficie del compost que llena
el semillero. Si la hoja no descansa aplastada
contra el sustrato, se fija con una horquilla
de alambre. Se etiquetan los esquejes minu-
ciosamente. Se pulveriza sobre el semillero
un fungicida, para prevenir posibles ataques
fúngicos, y se cubre el conjunto con una lá-
mina de cristal.
Hay que situar los esquejes a la luz, esen-
cial para la elaboración de nutrientes y por
lo mismo, para el desarrollo de las plántulas.
Sin embargo, se evitarán los rayos directos
del sol, que podrían abrasarlas. Una cajonera
cerrada con calor en la base constituye el
mejor medio para multiplicar una hoja por
este método.
La velocidad a la que se desarrollen las
plántulas dependerá de la temperatura am-
biente: a 21 °C tardarán en aparecer tres o
cuatro semanas. En cuanto las jóvenes plan-
tas se puedan manejar fácilmente, se proce-
de a separarlas y trasladarlas a tiestos.
 I pueden
; por
¡ en los nervios
especies
1. Llene un semillero con
::r/.p:¿t para esquejes.
Riegue y deje que el agua
¿rer.e.
7. Cubra con una lámina
¿e cristal limpio. Sitúe los
esquejes en un medio
cálido y sombreado.
HOJAS
2. Separe una hoja 3. Apoye la hoja invertida
plenamente madura e sobre el cristal. Corte el
intacta del parental. pecíolo.
8. No mueva las plántulas 9. Separe las plántulas
de su medio protegido en cuando su tamaño permita
un principio. manejarlas. Trasládelas a
tiestos y aclimátelas.
161
Hojas divididas en cuadraditos
Toda hoja que se regenere vegetativamente formando hileras distanciadas 1 1,5 cm. Se
puede multiplicarse si se divide en cuadradi- etiqueta el semillero con toda claridad.
tos, pero este método se reserva, en general, Se pulveriza sobre los esquejes u n fungicida.
a las plantas de hoja grande, sobre todo a las Se cubre el conjunto con u n cristal limpio
variedades de Begonia lex. Su principal ven- para conservar la humedad. Se traslada a u n
taja reside en que proporciona numerosas medio cálido (18-21 °C), al abrigo de la luz
plántulas a partir de una sola hoja. solar directa, pero lo bastante iluminado co-
Este método de multiplicación exige cortar mo para que las hojas puedan elaborar
pedacitos de hoja que v a n a estar expuestos nutrientes. Una cajonera cerrada es lo ideal,
a humedades y putrefacciones. Así, pues, pero puede sustituirse por el alféizar de una
conviene utilizar herramientas y materiales ventana orientada al este o al oeste.
limpios y esterilizados, y observar escrupu- Si el compost se había regado bien en u n
losas medidas higiénicas en todo momento. principio, y si el semillero está cubierto, casi
Se llena u n semillero de plástico limpio con no hará falta regar En caso de secarse el
compost para esquejes, el cual se presiona compost, se rehumedece por inmersión en
hasta obtener una superficie lisa a 1 cm del u n baño de agua.
borde. Se riega el compost y se espera a que Las plántulas aparecerán en las superficies
el agua drene. de corte de los nervios principales más próxi-
Se corta una hoja madura e intacta de la mos al pecíolo. A una temperatura de 21 °C,
planta madre y se apoya boca abajo sobre su aparición tendrá lugar en el término de
una lámina limpia de cristal. Con ayuda de cinco a seis semanas, pero las nuevas planti-
una cuchilla y una regla se corta la hoja en tas no estarán listas para el traslado hasta va-
pedacitos cuadrados de 2 cm de lado, apo- rias semanas después. Cuando hayan desple-
yando suavemente la regla sobre la hoja pa- gado las primeras hojas se ventilará el se-
ra no magullarla. Hay que desechar los peda- millero para aclimatarlas gradualmente.
zos dañados. Cuando el tamaño de las plántulas permita
Los esquejes se apoyan horizontales sobre manejarlas sin problemas se trasladarán a
el sustrato, con el haz hacia arriba; se v a n macetas individuales.
1. Llene u n recipiente con 2. Separe de la planta 3. Corte la hoja en
compost para esquejes. parental una hoja intacta, cuadraditos de 2 cm, con
Comprímalo hasta 1 cm en plena madurez. ayuda de una cuchilla y
del borde. Riegue bien y Apóyela boca abajo sobre una regla,
deje que el agua drene. u n cristal limpio.
162
• ^ • r a n que pueden HOJAS
—ilTi|ilii ii r p o r
r u f r a d i t o s de hojas
Begonia rex y especies
•riBoanadas

HOJAS RUGOSAS O VELLOSAS ra que los pedazos se mantengan erectos.

hojas rugosas, vesiculadas o tomento-
sas, como las de Begonia masoniana, no
descansarán horizontales, en contacto
con el sustrato. Es mejor plantarlas en
sentido vertical, a la profundidad justa pa-
Se procurará que el corte basal (donde se
forman las plántulas) esté e n contacto
con el compost.
Se etiqueta el semillero, se pulveriza u n
fungicida y se cubre

1. Corte una hoja rugosa 2. Plántelos verticales e n 3. Pulverice u n fungicida

en cuadraditos de 2 cm de el compost. Apelmace y cubra el recipiente con
lado. bien éste. polietileno.

4. Apoye los esquejes con 5. Cúbralos con u n crisal. 6. Trasládelas a macetas

el haz hacia arriba sobre Instálelos en u n ambiente individuales cuando su
el compost, a 1,5 cm de cálido y sombreado. tamaño permita
distancia. Etiquete y Aclimate las plántulas manejarlas sin problemas;
pulverice u n fungicida. cuando tengan hojas. etiquételas.

163
Hojas de monocotiledóneas
Las plantas monocotiledóneas, como Sanse- Se comprobará la absoluta limpieza de to-
viena triíasciata y Galanthus nivalis (campa-das las herramientas y materiales antes de
nilla de invierno), tienen las hojas recorridas tomar los esquejes. Se llena un recipiente
por una serie de nervios paralelos. Algunas con compost para esquejes, el cual se pre-
de estas plantas se pueden multiplicar en siona hasta 1 cm del borde con ayuda de una
cualquier época del año por esquejes de ho- regleta. Se riega bien y se deja que el agua
ja, siempre que tengan la capacidad innata drene.
de formar hijuelos en la superficie de corte Se corta del parental una hoja intacta, en
del nervio, y que se disponga de hojas apro- plena madurez. Se apoya con el envés hacia
piadas. arriba sobre un cristal limpio y con una
Los esquejes de hojas normales, como las cuchilla, se hacen una serie de cortes per-
de Lachenalia, Galanthus y Leucojum (cam- pendiculares a los nervios. La hoja debe
panillas), tienden a marchitarse enseguida, quedar dividida en trozos de 2,5-3 cm de
por lo que se deben plantar cuanto antes pa- ancho.
ra que se conserven turgentes. En las plantas Se prepara un surco poco profundo y se
suculentas, como Sanseviena, la pérdida de plantan los esquejes verticales, con la base
agua no es tan crítica. firmemente sujeta en el sustrato; se dispo-
Los esquejes foliares de las plantas bulbo- nen en hileras, a 2,5 cm de distancia. Se eti-
sas con hojas delicadas, como Hyacinthus queta el recipiente y se pulveriza el conjunto
(jacinto), han de tocarse lo menos posible, con un fungicida, como medida de protec-
plantarse con cuidado y pulverizarse con un ción contra enfermedades criptogámicas.
fungicida; de lo contrario, no tardarán en Se sitúa el recipiente en un medio cálido
marchitarse y morir (21 °C) y húmedo, para evitar que las hojas
1. Llene un recipiente con 2. Separe una hoja 3. Divídala en secciones
compost para esquejes. plenamente expandida e de 2,5-3 cm de ancho,
Riegue bien y espere a intacta. Apóyela boca siguiendo la dirección de
que drene. abajo sobre un cristal. los nervios.
164
 •tiledóneas que aloides Neisonii HOJAS
i multiplicarse por Leucojum
> de hoja Sansevieria hahnii
£m¿\non S. triíasciata, a excepción
' US de S. triíasciata Laurentii
~psis S. zeylanica
tlhus Scilla
-nalia, en especial L.

i s e q u e n y m a r c h i t e n . L a l u z d e b e s e r sufi-
~níe p a r a l a e l a b o r a c i ó n d e s u s t a n c i a s ESQUEJES DE HOJAS EN PUENTE
ricias, p e r o c o n v i e n e e v i t a r l o s r a y o s d i -
" o s d e l s o l , e n p r e v e n c i ó n de p o s i b l e s
" m a d u r a s . U n a c a m p a n a de p o l i e t i l e n o
rá las c o n d i c i o n e s a d e c u a d a s ; e m p e r o ,
cajonera cerrada sita e n el i n v e r n a d e r o
e l m e d i o i d e a l , a condición de q u e se m a n -
ga e s c r u p u l o s a m e n t e l i m p i a .
El c o m p o s t se r e h u m e d e c e , c u a n d o sea
so, p o r inmersión e n u n b a ñ o d e a g u a .
3 t i e m p o q u e t a r d a n l o s p l a n t o n e s e n apa-
r e c e r d e p e n d e d e l t i p o de p l a n t a . P o r l o r e g u -
l a r , las s a n s e v i e r i a s se r e g e n e r a n e n u n a s
seis a o c h o s e m a n a s , d u r a n t e e l v e r a n o . L o s
j a c i n t o s y las c a m p a n i l l a s de i n v i e r n o q u e
h a n sido m u l t i p l i c a d o s e n p r i m a v e r a , n a d a
más m a d u r a r las h o j a s , se r e g e n e r a r á n e n e l Las h o j a s d e Heloniopsis se r e g e n e r a n p o r
l a p s o de c u a t r o a seis s e m a n a s . C u a n d o l a s los d o s e x t r e m o s . Se r e d u c e s u tamaño a
plántulas se p u e d a n m a n e j a r s i n p r o b l e m a s 4-5 c m , s e c c i o n a n d o l o s e x t r e m o s a p i c a l y
se p a s a n a m a c e t a s i n d i v i d u a l e s y se e t i q u e - b a s a l . Se p l a n t a e l e s q u e j e e n f o r m a de
tan; más t a r d e se a c l i m a t a n e n s u e m p l a z a - p u e n t e , c o n l o s d o s e x t r e m o s e n e l sus-
miento definitivo. trato.

SW> V?
4. P l a n t e l o s e s q u e j e s 5. P u l v e r i c e u n f u n g i c i d a . 6. R e h u m e d e z c a e l
verticales e n surcos Sitúe e l r e c i p i e n t e e n u n compost, si llega a
s i t u a d o s a 2,5 c m de m e d i o cálido y h ú m e d o . secarse, p o r inmersión e n
distancia. agua.

165
Embriones foliares
Cierto número de plantas son capaces de de-
sarrollar grupos aislados de células simples
en determinadas partes de sus hojas. Como
resultado de ello, estas células o embriones
adventicios llegan a transformarse e n
nuevas plántulas. En determinadas condi-
ciones de cultivo, el fenómeno tiene lugar de
forma natural; así ocurre, por ejemplo, en el
género Mitella. Otras plantas, como el géne-
ro Caidamine, sólo responden de esta forma
si las hojas se separan de la planta madre.
La localización de dichos embriones sobre
la hoja depende de las características de cada
planta, y no tiene nada que ver con la forma
en que se desarrollan los retoños. En Ka-
lanchoe, por ejemplo, las plántulas crecen
entre los bordes dentados de las hojas; en Mi-
tella y Caidamine aparecen en el punto de
unión del peciolo con el limbo. Los miembros
del género Sedum, en cambio, producen una
sola plántula en la base de cada hoja sésil.
Cuando las plántulas se forman natural-
mente, basta con desprenderlas del parental;
en ocasiones, por ejemplo en Kalanchoe, el
mismo retoño se desprende en cuanto em-
pieza a formar raices. Se plantan e n compost
para esquejes, en u n semillero rotulado. Una
vez establecidas se trasladan a tiestos indivi-
duales.
En otros casos en que los embriones fo-
liares también se desarrollan de forma natu-
ral (Asplerdum, Cystoperis, etc.), es mejor se-
Para estimular el desarrollo de plántulas
1. Corte una hoja cuando 2. Apoye la hoja sobre el
se haya expandido del compost y etiquétela.
todo. Llene u n recipiente Emplácela en u n medio
con compost para cálido (21 °C), húmedo y
esquejes. sombrío.
166
parar la hoja j u n t o con las plántulas, para
darles ocasión de establecerse plenamente
antes de ser aisladas de la hoja parental. Esta
última se apoya horizontal sobre el compost
para esquejes, en u n semillero. Si no quedase
plana sobre la superficie, habría que suje-
tarla con una horquilla de alambre. Se eti-
queta el recipiente y se emplaza en u n lugar
sombreado del invernadero. H a y que procu-
rar que la hoja parental no llegue a secarse.
Se separan las plántulas y se distribuyen en
macetas, una vez arraigadas y establecidas,
lo que deberá producirse al cabo de siete a
ocho semanas.
En ciertas plantas, por fin, el desarrollo de
plántulas a partir de embriones foliares sólo
se ve estimulado si se cortan las hojas; es el
caso de Tiaiella. Cuando la hoja se ha de-
sarrollado por completo se desprende de la
planta madre y se pone en u n semillero con
compost para esquejes. Después se etiqueta
y se traslada a u n medio cálido (21 °C), hú-
medo y umbrío, como el procurado por una
campana de polietileno; en él debe permane-
cer hasta que se desarrollen y establezcan
las plántulas (cinco a siete semanas). Enton-
ces se separan y se pasan a macetas indivi-
duales. Las suculentas, como Sedum y Ka-
lanchoe, pueden reposar en u n estante del
invernadero hasta que desarrollen sus plán-
tulas. Ciertos tipos de Kalanchoe responden
mejor si se estimulan las hojas.
3. Espere a que las
plántulas se desarrollen y
establezcan. Entonces
páselas a macetas
individuales y etiquételas.
 ñ u t a s que desarrollan Plantas que precisan
naturalmente embriones íoliares HOJAS
Aaptenium estimulación para desarrollar plántulas
Cysiopterís CaTdamine
Kalanchoe
Sedum
Tzimiea menzjesii Tiarella

Establecimiento de plántulas producidas naturalmente

1. Corte una hoja junto 2. Sujete la hoja contra el

con sus plántulas. Llene
un recipiente con compost
para esquejes y
comprímalo.
3. Procure que la hoja no
compost con una se seque. Separe las
horquilla. Etiquétela y
plántulas y métalas en
emplácela a la sombra, en macetas, una vez
el invernadero. arraigadas.

LOCALIZACIÓN DE LOS EMBRIONES FOLIARES

167
Injerto a c a b a l l o
El injerto es una técnica que consiste en unir superior del patrón y se sustituye por la púa;
dos partes de plantas diferentes, de modo y la lateral, cuando la púa se injerta en u n la-
que se integren y continúen creciendo como do del patrón, y la parte superior de éste no
si de una sola planta se tratase. se suprime hasta después de conseguido el
Una de las piezas, la púa, es por lo general empalme.
u n tallo de la planta que se desea multiplicar Habida cuenta del tiempo que se invierte
Dicha púa se inserta en el sistema radicular en las necesarias labores preparatorias, el in-
de otra planta, que recibe el nombre de jerto resulta en principio mucho menos
patrón o portainjerto. Las técnicas de injerto atractivo que otras técnicas relativamente
son m u y diversas. fáciles de multiplicación vegetativa, como
Se distinguen dos posiciones básicas de in- son los esquejes de tallo o los acodos. Sin em-
jerto: la apical, en la que se elimina la parte bargo, algunas plantas, entre las que se en-
VENTAJAS APORTADAS POR DIVERSOS PORTAINJERTOS
Portainjerto Ventaja Planta
Serie East Mailing (EM) Controla el vigor Manzano
Serie Mailing M e r t o n (MM) Resiste a los pulgones lanígeros y Manzano
controla el vigor
Colt, F12/1 Controla el vigor Cerezo
Membrillo East Mailing Controla e l vigor Peral
Brompton, Pixie, St J u l i e n A Controla el vigor Ciruelo
Rododendro «Cunningham's White» Tolera hasta u n p H 7 Rododendro
Rosa chinensis «Manetti» Tolera suelos húmedos y salobres Rosales
No forma estolones; presenta pocas (cultivados e n tiesto)
Rosa laxa espinas y u n hipocótilo largo Rosales
Injerto a caballo
1. Seleccione una planta 2. Seleccione una planta 3. Forme u n haz con las
idónea como patrón. idónea como material de púas. Entiérrelas en u n
Plántela en el exterior injerto. Corte algunos sustrato fresco, bien
Etiquétela y espere a que tallos leñosos de gran drenado. Etiquételas.
transcurra una estación vigor, que servirán como
vegetativa. púas.
168
 INJERTOS

cuentra Hamamelis, no se prestan a la mul- Son muchos los problemas que se asocian a
tiplicación por ningún otro método vegetati- esta técnica del injerto. El principal consiste
vo cuando se precisan formas seleccionadas, en garantizar la compatibilidad de las dos
por lo que se injertan en patrones de otras plantas; he aqui una limitación que obliga a
plantas. seleccionar las especies y variedades que
La principal razón de esta técnica estriba van a injertarse en determinados portainjer-
en que se transmiten a la planta multiplicada tos. Lo normal es injertar las variedades en
las cualidades del portainjertos. Así, se han su propia especie originaria, o cuando menos
obtenido por selección diversos patrones de en una muy emparentada con ella.
frutales, que permiten controlar el tamaño y Para tener éxito, es de vital importancia
el vigor fructífero de otras variedades fruta- emplazar correctamente los diversos tejidos
les. Otras ventajas que puede poseer el del tallo, de modo que la unión sea rápida y
patrón son la resistencia a las plagas y enfer- sin solución de continuidad. El cambium es la
medades; la tolerancia de altos niveles de hu- parte del tallo que se encuentra inmediata-
medad en el suelo y de concentraciones de mente debajo de la corteza, encargada de un
sal; y la capacidad de adaptación a suelos crecimiento activo. Las capas de cambium
muy alcalinos. Cuanto mayor sea la porción correspondientes a la púa y al patrón deben
de portainjertos incorporada a la nueva plan- situarse en perfecta contigüidad una con
ta, más influencia ejercerá en el individuo re- otra, o al menos tan próximas como sea po-
sultante. sible.
Otra ventaja del injerto es que se puede El que un injerto «prenda» como es debido
unir más de una púa al patrón; ésta caracte- depende también de que se realicen y enca-
rística resulta particularmente útil en el casoren los cortes con rapidez y limpieza; las su-
de árboles frutales, puesto que una variedad perficies de corte deben ponerse en contacto
polinizadora idónea se puede injertar sobre sin la menor demora. Si llegan a secarse, los
un árbol o arbusto ya injertado con otra va- tejidos morirán y opondrán una insalvable
riedad; es asimismo posible injertar un tallo barrera a la integración de las piezas.
ornamental en el que, a su vez, se prende En el éxito de la empresa influye, pero sólo
otra variedad. hasta cierto punto, la pericia artesanal.

4. Seccione todas las 5. Corte el patrón a la 6. Desentierre las púas.

ramas en los 30-40 cm altura en que se va a Hágales un corte apical
inferiores del patrón, injertar la púa. Haga un justo encima de la cuarta
antes de que despunten corte sesgado de 4 cm en yema (aproximadamente),
las yemas axilares. la parte superior desde la base.

169.
Injerto a caballo (cont.)
Buena parte del resultado depende de que se cuando la corteza se desprende fácilmente
proporcionen las condiciones idóneas para del portainjertos.
que los tejidos se desarrollen, consolidando
la unión. En la práctica, esto significa que de- Injerto a caballo
ben prevenirse las pérdidas de agua, y que Se utiliza normalmente para multiplicar ár-
las partes injertadas han de estar calientes y boles frutales, pero da buenos resultados en
protegidas hasta su consolidación. otros árboles y arbustos, provistos de tejidos
Tradicionalmente, las piezas injertadas se que consolidan sin problemas a temperatu-
cubrían y ataban con rafia, pero en la ac- ras más o menos bajas.
tualidad se suelen envolver con una tira de Se selecciona una planta idónea como por-
polietileno transparente, de 1,5 cm de an- tainjertos y se planta en el exterior. Se eti-
cho. De esta suerte se rodean y aislan por queta y se deja que se establezca durante to-
completo las superficies de corte, con lo que da una estación de crecimiento vegetativo.
la evaporación queda reducida al mínimo. A mediados de invierno se selecciona una
Cuando se trata de plantas de interior el planta destinada a proporcionar la púa. De
punto de unión se protege con una tira de ella se toman unos cuantos tallos leñosos,
caucho antes de instalarlas en un ambiente con todas sus formaciones de la estación an-
húmedo. terior. Se reúnen en un manojo y se en-
Una vez que ha prendido el injerto, el de- tierran hasta 15 cm de profundidad, en un
sarrollo de la nueva planta dependerá de que sustrato fresco y bien drenado. Se apelmaza
se combata la competencia que pueda ofre- el suelo y se etiqueta el conjunto. Cuando las
cer el patrón. Por ello se suprimen todos los púas hayan prendido, en primavera, estarán
vastagos subsiguientes que puedan desarro- menos desarrolladas que los vastagos del
llarse a partir de éste. patrón.
Aunque en teoría es posible realizar injer- Se prepara este último cuando su savia ha
tos en cualquier época del año, la mejor esta- empezado a ascender lo que suele producir-
ción es, en la mayoría de los casos, la prima- se justo antes de que despunten las yemas.
vera. Empero, los injertos por escudete de- Se poda para dejar un tallo único, sin ningu-
ben postergarse hasta mediados del verano, na rama.
7. Haga un corte basal de 8. Practique una muesca 9. Repita la operación en
4 cm, con el mismo vertical de 1-1,5 cm en el la púa, procurando que las
ángulo que en el patrón, y portainjerto, a un tercio muescas coincidan, en
terminando justo debajo de altura en la superficie sede y en inclinación.
de la yema inferior de corte.
170
 INJERTOS

Los árboles frutales (en particular los man-
zanos) se injertan a 22-25 cm del suelo, para
gritar problemas de hongos pero, por otra
parte, las plantas ornamentales se injertan lo
x a s próximas al suelo que sea posible, en
prevención de las antiestéticas protuberan-
cias que pueden aparecer con ciertas aso-
-aciones de patrón y púa.
Se corta, pues, el portainjertos a la altura
convenida con un par de podaderas afiladas;
acto seguido se practica un corte sesgado de
4 cm en la parte apical, utilizando un cor-
taplumas.
Se desentierran las púas. Se elige una cuyo
diámetro basal sea similar al de la parte supe-
rior del patrón. Se toma un cortaplumas o
mchillo bien afüado y se secciona la parte
superior sobre la cuarta o quinta yema a
partir de la base. En esta última se hace otro
corte sesgado de 4 cm, que termine justo ba-
jo una yema; hay que procurar que su incli-
nación coincida con la del corte del portain-
lertos.
Tenemos así las dos piezas del injerto a ca-
ballo. Para conferirles rigidez, practicaremos
una muesca en cada pieza; como a un tercio
de altura en la superficie sesgada del portain-
jerto se practica una incisión vertical de
1-1,5 cm de profundidad; se repite la opera-
ción en la púa, haciendo que las dos muescas
coincidan, en sede y en inclinación.
Se apoya la púa sobre el patrón; si éste es
más grueso que aquélla, se desliza hacia un
lado hasta que las dos capas de cambium
coincidan perfectamente. Se atan con cinta
de polietileno transparente especial para in-
jertos, de modo que queden bien sujetas las
piezas. Se aplica una pintura protectora a la
parte superior de la púa.
Por lo que respecta a una amplia gama de
árboles y arbustos, incluidos los manzanos y
perales, las piezas injertadas pueden perma-
necer así hasta que consoliden. En el caso de
los cerezos, sin embargo, la zona de unión
debe cubrirse con una bolsa de polietileno,
que se ata más abajo; la temperatura elevada
acelera el proceso de regeneración.
La cinta adhesiva y la bolsa de polietileno
se retiran tan pronto como las superficies de
corte empiezan a formar un callo, indicio de
que el injerto está prendiendo.
Se poda cualquier vastago que pueda for-
mar el patrón. Estos vastagos, a veces muy
numerosos, entran en competencia con el in-
jerto aún no bien establecido y podrían malo-
grarlo si no se suprimen a tiempo. Además, si
es preciso, se reducen los de la púa a uno solo,
para obtener un árbol o arbusto de tallo único.

10. Apoye la púa sobre el
patrón, naciendo coincidir
las incisiones.
11. Ate firmemente la
zona de unión con cinta
de polietileno
transparente. Aplique
pintura protectora de
árboles a la parte apical
de la púa. Etiquete.
12. Retire la cinta de
polietileno en cuanto
empiece a formarse el
callo. Pode los vastagos
que forme el portainjerto.
171
Injerto de lengüeta en corona
El injerto de lengüeta es, quizá, la forma más se practica un corte sesgado de 3,5-4 cm, par-
sencilla de unir dos plantas, puesto que re- tiendo de un punto próximo a la yema y ter-
quiere poca precisión manual; se utiliza para minando en el centro de la base. Se repite el
multiplicar una amplia gama de arbustos y proceso en la cara opuesta de la púa.
árboles ornamentales. Suave, pero firmemente, se inserta la púa
A mediados de invierno se toman algunos en la muesca del patrón. Hay que dejar una
tallos, con todas sus formaciones de la esta- pequeña porción de la superficie de corte de
ción previa, de una planta idónea como ma- la púa al descubierto, fuera del patrón; de es-
terial de injerto. Se reúnen en un haz y se en- te modo se estimula la regeneración cicatri-
tierran en el suelo, a 15 cm de profundidad; zal de los tejidos, que formarán el callo.
además de impedir que se sequen, esta medi- Con cinta de polietileno transparente, es-
da los mantiene fríos y retrasa su desarrollo. pecial para injertos, se ata con firmeza la zo-
A finales de invierno o principios de prima- na de unión. Se aplica al ápice de la púa una
vera se elige un portainjerto idóneo, ya sea pintura especial para árboles, que reducirá la
un plantón de un año, ya una parte sustan- pérdida de agua evaporada.
cial de raíz que esté creciendo con vigor Se Se introducen las piezas injertadas en un
desentierra y se lava. cajón de turba y arena, de modo que el punto
El injerto se lleva a cabo en la corona de la de unión quede enterrado. Se etiqueta el
raíz, o en el hipocótilo del plantón. Con ayu- conjunto y se traslada a un medio protegido,
da de un cortaplumas se hace un corte hori- como una cama fría o cajonera cerrada, o
zontal a la corona del patrón; acto seguido bien al invernadero. Cuanto más elevada sea
se le hiende en vertical a lo largo de 3 cm la temperatura, más rápida será la unión,
sobre la superficie de corte. siempre que las piezas injertadas no se deshi-
Se desentierran las púas; se escoge una draten.
provista de yemas sólidas y lozanas, y con un Cuando la unión empiece a consolidar, las
diámetro similar al de la parte superior del superficies de corte expuestas dejarán ver
patrón. En el ápice de la púa, se hace un cor- un callo, más apreciable encima del patrón,
te sesgado justo encima de una yema, donde los tejidos cicatrizales entrelazan y
siempre con un cuchillo bien afilado. En la confieren rigidez al conjunto.
parte basal se da un corte horizontal, a 15 cm Cuando se juzgue que la unión es lo bas-
del primero. Ahora, para formar la lengüeta, tante sólida, se retirará la cinta de politeno.
1. Reúna algunos tallos, 2. Seleccione un 3. Practique una incisión
formados en la estación portainjerto idóneo a vertical de 3,5 cm en el
previa, a mediados de finales de invierno o centro de dicho corte,
invierno. Entiérrelos en el principios de primavera,
suelo y etiquételos. Desplántelo y lávelo.
172
Plantas que se prestan al
injerto de lengüeta en
Ciataegus (majuelo)
Fagus (haya) INJERTOS
corona Hibiscus
Aesculus (castaño de Malus (manzano silvestre)
Indias) Paithenocissus
Cerezos de flor (Prunusj Sorbus aucuporia (serbal
Cotoneaster, tipos de silvestre)
crecimiento alto Wisteria

Entonces se pasa a una maceta el árbol o ar- queta con tinta indeleble y se ata a la nueva
busto formado o se planta en el exterior de- planta. Es conveniente cortar los vastagos
pendiendo de su vigor Se escribe una eti- del patrón para evitar la competencia.

4. Desentierre las púas. 5. Corte a bisel los 3.5 cm 6. Empuje la púa en la

Haga un corte sesgado inferiores por los dos muesca del patrón,
encima de una yema, y lados, para formar la dejando expuesta parte de
otro horizontal 15 cm más lengüeta. las superficies de corte.
abajo.

7. Ate la zona de unión 8. Entierre las piezas 9. Retire la cinta de

con cinta de polietileno injertadas en un cajón de polietileno cuando
transparente. Trate el turba y arena. Etiquételas empiece a formarse el
ápice de la púa con y emplácelas en un medio callo. Trasplante al
Pomona (véase pág. 187). protegido. exterior la nueva planta.

173
Injerto de lengüeta lateral
Es el método de injerto lateral más sencillo y tallos, con todas sus formaciones de la esta-
eficaz, y se utiliza ampliamente para mul- ción anterior. A ser posible se cortarán los
tiplicar tanto plantas caducifolias como pe- tallos con las yemas apicales intactas.
rennifolias. Se elige un tallo o púa de grosor equivalen-
La estación habitual se sitúa entre finales te al del patrón. Se practican dos cortes ses-
de invierno y principios de primavera, justo gados de 3,5 cm en la base, uno frente a otro,
antes de que despunten las yemas axilares. para formar la lengüeta.
Cuando se trata de plantas perennifolias, sin Partiendo de 5 cm sobre el nivel del suelo,
embargo, el método es factible siempre que se hiende el patrón a lo largo de 3,5 cm,
se disponga de vastagos recién madurados, y adentrando el cuchillo hasta un tercio del
que el portainjerto pase por una fase de cre- grosor del tallo.
cimiento activo. Para plantas con mucha sa- Con suavidad se abre la herida para intro-
via, que sangran cuando se las corta, es ducir la púa. Si ésta fuese más estrecha que el
aconsejable injertar al principio de la esta- patrón, habría que encarar las capas de cam-
ción de crecimiento, y secar los patrones an- bium en un lado. Se libera la tensión aplicada
tes de hacerlo. sobre el tallo para abrir el corte.
Se toma un plantón de un año, ya etiqueta- Se envuelve ampliamente la zona de unión
do, y se cultiva en maceta durante otro año. con cinta de polietileno transparente, y se
Conviene informarse previamente de si este etiqueta el producto del injerto.
plantón, que va a constituir el portainjerto, Se instala en el invernadero; el injerto
está emparentado y por ende, es compatible prenderá en cuestión de seis a ocho sema-
con la planta que se va a injertar en él. nas, dependiendo de la especie. Este entorno
Como unas tres semanas antes de proce- es preferible a un medio cálido y húmedo,
der al injerto se sitúa el patrón en un lugar al como el de una cajonera con tapa, donde las
abrigo de las heladas para estimular su cre- yemas se verían estimuladas en su desarrollo
cimiento. Se deseca, sobre todo si procede de y una vez unidas las piezas, habría que acli-
una planta caducifolia, reduciendo los riegos matar la planta, lo cual es muy difícil de con-
al mínimo, o suprimiéndolos por completo. seguir con éxito.
Se limpian de hojas los 7-10 cm inferiores del Cuando el injerto haya consolidado se reti-
tallo portainjerto. ra la cinta de polietileno y se corta la mitad
Se selecciona la planta que va a sumi- del patrón que queda sobre la zona injertada.
nistrar la púa y se toman de ella algunos Dos semanas después se corta la parte de
1. Cultive un plantón de 2. Ponga a secar el patrón 3. Seleccione la planta
un año, etiquetado, en un en un lugar abrigado, que va a proporcionar la
tiesto durante otro año. antes de que despunten púa. Corte algunos tallos
las yemas. Limpie de hojas con todas sus formaciones
los 7-10 cm inferiores. de la estación anterior.
174
tantas que se prestan al Betula (abedul) INJERTOS
•ferto de lengüeta Corylus avellana
ateral (avellano)
Hamamelis
{escullís (castaño de Rhododendron

tace japonés (Acer)

portainjerto que resta sobre la zona de
uiión, a f i n de que la púa se transforme en el
bástago principal de la planta. Se protege la
superficie de corte con pintura especial para
irboles, si es bastante extensa.
El riego es, probablemente, el aspecto más
delicado del mantenimiento. Hay que ha-
cerlo en pequeñas cantidades y a menudo,
procurando que la planta esté más bien seca,
pero en u n medio húmedo.

4. Practique dos cortes 5 . Partiendo de 5 cm sobre 6. Flexione el tallo

sesgados de 3,5 cm, uno el n i v e l del suelo hienda suavemente para abrir la
frente al otro, para formar el portainjerto a lo largo herida. Inserte la púa y
la lengüeta basal. de 3,5 cm. libere la presión ejercida.

7. Ate la zona de unión 8. Retire la cinta y corte 9. Corte el patrón

con cinta de polietileno la mitad del patrón, una restante, sobre la zona
transparente y etiquete el vez consolidado el injertada, dos semanas
conjunto. Emplácelo en u n empalme. después. Proteja el corte
invernadero. con Pomo na (véase pág. 187).

175
Injerto por hendidura lateral
Tradicionalmente, esta técnica se ha venido de costumbre. Por tratarse de una perennifo-
utilizando para multiplicar coniferas, pero lia, el proceso de desecación no debe ser tan
hoy se lleva a cabo en cualquier planta que enérgico como en las plantas de hoja caduca.
se preste al injerto lateral. La unión que re- A l cabo de tres semanas, cuando el patrón
sulta de este tipo de injerto es algo más erec- da signos de actividad de crecimiento, se lle-
ta que la obtenida con la modalidad de len- va a término el injerto.
güeta lateral (véase pág. 174). Después de seleccionar la conifera que va
Cuando se hienden las coniferas, exudan a proporcionar la púa, se corta u n vastago
resina y pese a la costumbre de secar los principal, formado en la estación de creci-
portainjertos con antelación, la resina se miento anterior La longitud de la púa depen-
adhiere a la hoja del cuchillo, reduciendo su de del vigor con que se desarrolla, pero debe
capacidad cortante. Por esta razón hay que incluir una parte y a lignificada, provista de
conservar la hoja del cuchillo limpia, en- corteza castaña. Se limpia de hojas el tercio
juagándola cada cierto tiempo en u n mate- inferior de la púa. C o n u n cuchillo bien afila-
rial absorbente diluido en u n disolvente or- do, se practica u n corte sesgado de unos 3 cm
gánico, como acetona. Es fundamental lim- en su base. Por el lado contrario se da u n pe-
piar el disolvente de la hoja con u n paño lim- queño corte, para formar una cuña.
pio, para que no contamine los tejidos vege- Se cortan todas las hojas de los 15 cm infe-
tales. riores del portainjerto. A 6-8 cm sobre el ni-
Los patrones destinados al injerto por hen- vel del suelo se hace u n corte sesgado de 3
didura lateral se cultivan, casi invariable- cm, llevando el cuchillo hacia abajo y hacia
mente, en maceta, dado que las finas y fibro- dentro; la profundidad de corte debe alcan-
sas raíces de las coniferas son propensas a zar 3 m m en la base. A c t o seguido se da u n
deshidratarse. tajo horizontal allí donde terminaba la pri-
Las coniferas se injertan a finales de mera incisión, y se extrae la astilla de made-
invierno/principios de primavera, o bien en ra resultante. A h o r a hay que unir las dos
el verano avanzado, aunque en este último piezas; si las dimensiones coinciden, serán
período surgen problemas, porque los árbo- más fáciles de manipular En caso de que la
les han de conservarse vivos durante el in- púa sea más estrecha que el patrón, se desli-
vierno, para después ser aclimatados en pri- zará hacia u n lado, para encarar las dos ca-
mavera. pas de cambium. Las bases entrelazadas de
A finales de invierno o principios de prima- las dos piezas conferirán algo de rigidez al
vera, se somete a u n proceso de desecación conjunto, lo que no obsta para que deban
la conifera cultivada en maceta, que consti- atarse firmemente.
tuirá el patrón; para ello, se riega menos que Para ello se puede utilizar una tira de
1. Seleccione una conifera 2. Seleccione la conifera 3. Limpie de hojas el
cultivada en tiesto, que que va a proporcionar la tercio inferior de la púa.
servirá como patrón, y púa. Corte u n vastago
suprímale los riegos a vigoroso, con una porción
finales de invierno. ya lignificada en la base.
176
 INJERTOS

caucho, pero el polietileno transparente tie- Cuando se cultivan varias coniferas en

ne la misma eficacia y, de paso, impide la
evaporación alrededor de las heridas.
Se etiquetan las piezas injertadas y se man-
tienen en un ambiente cálido y húmedo, pa-
ra estimular su desarrollo y unión; el medio
perfecto es una cajonera cerrada, con o sin
calor en la base.
Se riega con moderación, pues la planta de-
be permanecer más bien seca hasta que for-
me el callo.
tiestos y en condiciones cálidas y húmedas,
están expuestas a sufrir diversas enfermeda-
des, así como invasiones por parte de la ara-
ñuela roja; de ahí que convenga pulverizar
cada cierto tiempo con fungicidas y plagui-
cidas.
Una vez que ha prendido el injerto, lo que
suele llevar de seis a diez semanas, se retira
la cinta de polietileno y se aclimata en el in-
vernadero.

4. Haga un corte sesgado 5. Corte las hojas de los 6. Dé un tajo en la parte

de 3 cm en la base y otro, 15 cm inferiores del inferior del primer corte,
más breve, en el lado patrón. Practique en su perpendicular a éste.
opuesto, para formar una base una incisión de 3 cm
pequeña cuña. de longitud.

7. Desprenda la astilla de 8. Sitúe la planta en un 9. Aclimate la planta, una

madera. Una la púa al
portainjerto y átelos con
cinta de polietileno.
medio cálido y húmedo,
hasta que las dos piezas se
unan. Pulverice con un
fungicida.
vez consolidada la unión.
Retire la cinta y corte por
etapas el patrón.
177
Injerto de yema
El injerto de yema o en escudete es un méto- de los tejidos subyacentes se prepara el
do con el qué se vienen multiplicando tradi- patrón. Se inserta una yema de rosal en el hi-
cionalmente las rosáceas. Una yema proce- pocótilo de un plantón de rosal (véase pág.
dente de la planta que se quiere multiplicar 180), y una yema de árbol en un tallo de una
se introduce bajo la corteza del portainjerto, cepa compatible, a la altura oportuna.
de modo que queden en contacto la parte Se cortan todas las hojas y ramas que cre-
posterior de la yema y la superficie de corte cen en los 30 cm inferiores del patrón. Se ha-
del patrón. Esta técnica sólo se puede llevar a ce una incisión en forma de T en la corteza;
cabo cuando la corteza del portainjerto se para ello, se practica un tajo horizontal y
desprende con facilidad, lo que suele ocurrir después otro vertical, lo bastante amplio co-
entre finales de primavera y finales de ve- mo para alojar la yema elegida. La tensa cor-
rano. teza empezará a desprenderse de la madera;
Se selecciona un portainjerto idóneo, ya se abren las dos solapas resultantes para dar
sea un plantón o un acodo de un año. En ple- cabida a la yema.
no invierno se planta en el exterior; se eti- Se elige una planta con yemas bien forma-
queta y se espera a que arraigue. das. Se corta un tallo con todas las for-
Cuando la corteza se desprende fácilmente maciones del año en curso, provisto de ye-
1. Plante un portainjerto 2. Corte todas las hojas y 3. Haga una incisión en
en el exterior durante el ramas de los 30 cm forma de T en la corteza.
invierno y espere a que se inferiores del patrón en Desprenda las dos solapas
establezca. verano. de corteza.
4. Seleccione una planta 5. Corte las hojas, pero 6. Practique un corte
con yemas bien formadas. conservando 1,2 cm de superficial en el tallo, 6
Corte un tallo vigoroso. cada pecíolo adheridos al mm más abajo de una
tallo. yema madura.
178
 u que se prestan al Melocotonero INJERTOS
• B e» escudete Membrillo
Níspero
Peral
Rosales
Serbal

n i >:ddas y l o z a n a s . Se r e t i r a n las h o j a s , m a d e r a , .es q u e l a p r i m e r a n o e s t á l o b a s t a n t e

: e r : : e i n d o 1,2 c m de c a d a p e c í o l o a d h e r i -
? a r a este t i p o de i n j e r t o h a y q u e selec-
z : - ¿ r y e m a s de l a p a r t e c e n t r a l d e l t a l l o q u e
J ^ T W m a d u r a s . Las de l a p o r c i ó n b a s a l
- i r . ir. estar e n fase l a t e n t e , y las a p i c a l e s
UÍT- todavía inmaduras.
5e h a c e u n c o r t e s u p e r f i c i a l e n e l t a l l o , 6
ZL~ ~ = s a b a j o de u n a y e m a m a d u r a , y se
: - u r . u a p o r d e t r á s de e s t a ú l t i m a , l e v a n t á n -
JZ'.Í j u n t o c o n e l e s c u d e t e de c o r t e z a . E l cor-
sé c e b e ser l o b a s t a n t e p r o f u n d o c o m o p a r a
-•z d a ñ a r e l « o j o » de l a y e m a .
A c o n t i n u a c i ó n se c o m b a l a c o r t e z a y se
raspa l a m a d e r a a d h e r i d a a e ü a . Si se
d e s p r e n d e n v e s t i g i o s de y e m a j u n t o c o n l a
m a d u r a , p o r l o que debe desecharse.
Utilizando el pecíolo foliar c o m o asidero,
se d e s l i z a l a y e m a d e n t r o d e l c o r t e e n T d e l
p o r t a i n j e r t o , y se r e c o r t a e l e s c u d e t e a r a s d e
la incisión h o r i z o n t a l .
Se a t a l a z o n a de u n i ó n c o n c i n t a de p o l i e t i -
leno transparente, dejando al descubierto la
y e m a y e l p e c í o l o , y se e t i q u e t a e l c o n j u n t o .
A l c a b o de t r e s o c u a t r o s e m a n a s , l a y e m a
se h a b r á u n i d o a l p a t r ó n y p o d r á r e t i r a r s e l a
cinta.
A f i n a l e s de i n v i e r n o o p r i n c i p i o s de p r i m a -
v e r a se c o r t a l a p a r t e s u p e r i o r d e l p a t r ó n
p o r e n c i m a de l a y e m a , l a c u a l se d e s a r r o l l a -
rá y crecerá sin dificultades durante la pri-
mavera siguiente.

7. P r o s i g a e l c o r t e p o r 8. C o m b e l a c o r t e z a y ¡i» § . D e s l i c e l a y e m a e n 1^
d e b a j o de l a y e m a , h a s t a raspe la madera que incisión e n T del patrón.
desprenderla c o n su subyace a ella. Recorte el escudete c o n
escudete. limpieza.

10. A t e l a u n i ó n c o n c i n t a 11. Retire la cinta u n a vez 12. C o r t e e l p a t r ó n p o r

de p o l i e t i l e n o , d e j a n d o a l consolidada la unión. e n c i m a de l a y e m a a
descubierto la y e m a y el f i n a l e s de i n v i e r n o o
pecíolo. p r i n c i p i o s de p r i m a v e r a .

179
Injerto de yema en rosales
Los rosales híbridos de Té y Floribunda de- Se retira la tierra que cubre el cuello del
ben multiplicarse por injerto en escudete, en portainjerto, y se hace en él una incisión en
este caso más recomendable que los es- forma de T Se levantan ligeramente las dos
quejes de tallo. Su ventaja reside en que los solapas de corteza.
plantones que constituyen los portainjertos Se selecciona una planta apta para propor-
potencian el vigor de las variedades más dé- cionar la yema. Se corta un tallo cuyas flores
biles, que sobre sus propias raices no acaben de marchitarse, con todas sus forma-
rebasarían los 25 cm de altura. ciones de la estación en curso. En esta fase,
La selección de un portainjerto idóneo es casi todas las yemas del tallo serán aptas pa-
una de las decisiones más importantes a la ra la multiplicación. Se suprimen las hojas.
hora de multiplicar rosales. Aunque nada Se apoya la hoja de un cortaplumas inme-
nos impide tomar un plantón de rosal sil- diatamente debajo de una yema. Se corta en
vestre de un seto para utilizarlo como superficie, hacia arriba y por detrás de la ye-
patrón, con ello no sólo perjudicaríamos a la ma, la cual se levanta junto con su escudete.
flora natural, sino que obtendríamos un por- Se inserta la yema, con la uña del escudete
tainjerto poco aconsejable. hacia arriba, en la incisión en T del patrón.
Un patrón de rosal no debe formar estolo- Se recorta el escudete a ras del tajo horizon-
nes cuando la mata se plante en su posición tal. Se cubre la yema con cinta adhesiva de
definitiva. Lo ideal es que pertenezca a una caucho y para mejor» sujetarla, se prende
variedad poco espinosa; además, el proceso con una horquilla. La cinta de caucho vulca-
de consolidación del injerto se verá facilita- nizado, especial para este tipo de injertos, se
do si el cuello del patrón es relativamente desintegra más o menos a la misma velocidad
largo. Todas estas ventajas las encontramos, con que la yema se une al patrón, en el térmi-
en la especie Rosa laxa. no de cuatro a cinco semanas. La consecuen-
En invierno se planta un patrón joven, con cia es que no hay necesidad de rasgarla, por-
5-8 mm de cuello, en plena tierra. Las demás que no constreñirá la expansión de la planta.
plantas se distribuyen a 22 cm de distancia La yema se desarrollará antes de que ter-
en una hilera, y se aporcan para que queden mine la estación, o a lo largo de la siguiente.
cubiertos los cuellos. A finales de invierno se poda la parte api-
El injerto de yema se realiza cuando la cal del patrón, sobre la yema, con lo que se
corteza del patrón se desprende con facili- impide la formación de posibles estolones. Al
dad, por lo general a partir de mediados de otoño siguiente se trasplanta la mata a su po-
verano o las primeras semanas del otoño. sición definitiva.
1. Plante un patrón joven 2. Retire la tierra que 3. Seleccione una planta
de 5-8 mm de cuello en cubre el cuello Haga con yemas bien formadas,
plena tierra, en invierno. una incisión en forma Corte un tallo cuyas flores
Aporque y etiquete. de T en el cuello. acaben de marchitarse.
180
 INJERTOS

- : í i . e s eitándar prenderse. Sobre el portainjerto se insertan

- _ r — o s rosales se multiplican sobre pa-
•_-:n&5 ¿e P.osa ragosa, especie que forma
taüos únicos de 180-240 cm de altura. Se
. ir.: ir, en invierno, siguiendo una hilera, y
~e F_;e:an a rodrigones mediante alambre. El
_-. i~z i e yema se realiza al verano siguien-
:¿ roando la corteza da muestras de des-
dos, o a veces tres, yemas en apretada espi-
ral, para obtener una copa más uniforme y
regular La altura de inserción de las yemas
axilares depende de la longitud de tallo que
se desee. Los rosales estándar suelen injer-
tarse á 1 m de altura; los de forma semialta, a
unos 80 cm.

4. Haga u n corte 5. Inserte la yema, c o n su 6. Recorte el escudete a

superficial, por debajo de escudete hacia arriba, ras de la incisión
una yema. Levante el entre la corteza rasgada horizontal,
escudete. del patrón.

7. Cubra la yema con 8. Corte el patrón por 9. Desentierre y

cinta adhesiva de caucho. encima de la yema, a trasplante el nuevo rosal
Sujétela con una finales de invierno. al otoño siguiente,
horquilla.

181
Injerto de canutillo
1. Plante un portainjerto 2. Suprima todas las
idóneo a la intemperie, en ramas y hojas de los 30-40
invierno. cm inferiores del patrón a
mediados de verano.
•a
4. Deseche el extremo 5. Practique un corte
apical, más tierno, de los sesgado de 6 mm, hacia
vastagos. Corte todas las abajo, en el patrón. 3 cm
hojas a ras del tallo. más arriba, corte a bisel
hasta llegar al corte.
182
3. Seleccione una planta
apta para el injerto. Corte
unos vastagos vigorosos
y con yemas maduras.
6. Repita la operación en
el vastago que va a ser
injertado, procurando que
el canutillo incluya una
yema en el centro.
 INJERTOS

El injerto de canutillo es, posiblemente, el Se selecciona una planta idónea para sumi-
más simple dentro de las modalidades de ye- nistrar la yema. Se cortan en ella unos cuan-
ma, dado que entraña muy pocas opera- tos vastagos vegetativos, con todas sus for-
ciones y lo que es más importante, propor- maciones del año en curso y con yemas bien
ciona un mayor contacto entre las capas de maduras, al menos en la parte basal. Se de-
cambium de las piezas empalmadas. secha el extremo apical más tierno y, con su-
Se extirpa de la corteza del patrón un «ca- mo cuidado, se cortan todas las hojas a ras
nutillo» o trozo tubular y se sustituye por del taUo.
otro, de iguales dimensiones, que incluya A un ángulo de 45 grados, se practica un
una yema de la planta que se pretende mul- corte de 6 mm en el tallo del patrón. Ahora,
tiplicar. unos 3 cm más arriba del primer corte, se
Este tipo de injerto sirve para reproducir corta el tallo a bisel hasta que la hoja del
cualquier planta de la familia Rosáceas, a cuchillo llegue a la hendidura inicial; se
condición de que la madera esté lo suficien- extrae la astilla o canutülo.
temente endurecida y madura. Para tener En el vastago que se va a multiplicar se re-
éxito es imprescindible prevenir las pérdidas pite la misma operación, procurando que el
de agua tapando a la perfección los cantos de canutillo resultante incluya una yema más o
corte. menos en el centro.
El injerto de canutillo se puede efectuar en Se embute el canutillo en el lugar corres-
cualquier época del año, siempre que se dis- pondiente del patrón y se ata con cinta de po-
ponga de yemas bien maduras, y que la tem- lietileno. Es preciso rodear bien el tallo con
peratura sea lo bastante elevada (como la cinta, para que el canutillo quede perfec-
mínimo 10 °C) para permitir una consolida- tamente sujeto.
ción rápida. Al cabo de tres o cuatro semanas, la yema
Si bien la técnica es aplicable a patrones habrá prendido en el patrón y podrá retirar-
cultivados en maceta, como Magnolia gian- se la cinta, con lo que aquélla podrá engro-
diílora, por lo general se lleva a cabo en por- sar
tainjertos que se han plantado a la intempe- Llegado el invierno se corta el patrón casi
rie en invierno. a ras de la yema, pero sin dañarla. A la si-
A mediados de verano se suprimen todas guiente estación se abrirá la yema, o antes si
las ramas y hojas de los 30-40 cm inferiores el injerto se realiza pronto y todo se ha desa-
del tallo portador del injerto. rrollado normalmente.

7. Embuta el canutillo con 8. Retire la cinta, una vez 9. Corte el portainjerto,

su yema en el hueco
correspondiente del
patrón. Cúbralo con cinta
transparente.
consolidada la unión.
casi a ras de la yema, en
invierno. La yema se
desarrollará en la
siguiente estación.
183
Productos fitosanitarios
Dado el carácter de nuestras publicaciones,
donde pretendemos proporcionar al lector
los más modernos adelantos técnicos y
científicos logrados en países de tradición
jardinera superior a la nuestra, es decir, ofre-
cer lo mejor de allende nuestras fronteras
con lo mejor que nosotros poseemos, hemos
creído no sólo conveniente, sino absolu-
tamente necesario informar a nuestros lec-
tores de los productos fitosanitarios co-
mercializados en España y al alcance de
cualquier profesional o aficionado. Con har-
ta frecuencia no es la falta de medios lo que
impide una jardinería o una horticultura
modelo, sino la falta de información.
Insecticidas
Existen no pocas firmas españolas, o radica-
Insecticidas
Actellic 50-E (metilpiriminfos)
Actellic Oil Invierno
Babosil Gr.
Croneton 50 LE
Cymbush-espfv. (cipermetrina)
Dipterex
Dursban 48 LE
Folithion
Gesal
Gesal antilímacos
Uzetan
Malafin-4 esplv (malatión)
Malafin-50 (malatión)
Mesurol
184
das en España, que ofrecen productos efi-
caces contra cualquier plaga de insectos o
enfermedad agrícola. Los productos que a
continuación citamos deben ser utilizados si-
guiendo siempre las instrucciones de uso de
los fabricantes. Éstos, en todo caso, no se
responsabilizan de los fracasos debidos al uso
inadecuado de sus productos, ya sea bajo el
punto de vista de la proporción, del tiempo
de aplicación, de las circunstancias espe-
ciales en cada caso, etc., ni de los accidentes
que pudieran sobrevenir de una utilización
irresponsable de los mismos: dosis, tiempo de
espera tras la aplicación, aplicación equivo-
cada, ingestión por inadvertencia, etc. La lis-
ta no pretende ser exhaustiva, sino una
muestra de lo que en los centros especializa-
dos puede adquirirse.
Tipúlidos de las praderas. Toda clase de
tipúlidos: cochinillas, arañuelas y prays.
Especial para olivos.
Para tratamientos invernales al aceite.
Contra caracoles y babosas.
Especial para pulgones en todas las
plantas.
Polivalente: mosca blanca, escarabajo,
orugas, trips y pulgones.
Orugas masticadoras y minadoras.
Mosca de la fruta, chinches de las hojas,
escarabajo de la patata.
Toda clase de orugas, mosca blanca,
cochinillas, pirales, escarabajos, insectos
del suelo, maíz, tomate y otros cultivos
de huerta.
Mosca blanca, cochinillas, trips, orugas
en frutales, viñedos y cítricos.
Antihormigas, granulado.
Antilímacos: caracoles y babosas,
granulado.
Contra pulgones, mosca blanca, araña
roja, cochinillas y otros insectos en
plantas de adorno y de flor
Malatión en polvo. Contra hormigas,
pulgones, orugas del huerto.
Malatión líquido. Insectos del ganado.
Granulos contra caracoles, babosas y
cochinillas de la humedad.
 PRODUCTOS FITOSANITARIOS

Oleo Folidol 3-L Para tratamientos invernales al aceite.

Oliocin invierno Para tratamientos invernales al aceite.
Plictran (cihexatin) Acaricida especial para araña roja: para
frutales de hueso y pepita y para
cultivos de huerta y ornamentales.
Racusan 40 L.E Insecticida líquido para pulgones de
frutales y de jardín.
Agrolac-I (dimetoato) Pulgones del huerto, mosca de la
cebolla, minadores, etc.
Under Polvo Contra hormigas y otros insectos del
1Fungicidas jardín y del hogar

gicidas y herbicidas, ya que, por lo general,

Todo lo dicho sobre los insecticidas, salvo al- contienen productos activos tan perjudi-
guna diferencia insignificante, así como las ciales para la salud humana como los de
advertencias, valen igualmente para los fun- aquéllos.
Fungicidas
Agrocros Céspedes Fungicida contra las enfermedades del
césped.
Bayleton Contra el oidio, roya de frutales,
viñedos, tomates y otras hortalizas.
Cuprocol (cobre) Contra el moteado del manzano y peral;
monilia, lepra, cribado de frutales de
hueso; mildiu y alternaría del tomate.
Euparen Contra la botritis, moteado, mildiu, roya
oidio, araña roja.
Gesal Doble acción: insecticida/fungicida en
aerosol.
Gesal Insecticida/fungicida en aerosol,
especial para rosales.
Milgo-E (etirimol) Especial para oidio de cereales y de
cucurbitáceas.
Mycodifol (cáptafol + Folpet) Especial para la vid: mildiu, antracnosis
y podredumbre gris.
Nimrod (bupirimato) Exclusivo contra el oidio de frutales,
plantas ornamentales y hortalizas.
Plantvax-EC (oxicarboxina) Para el control de royas en plantas
ornamentales, cultivos de huerta y
cereales.
Sanspor (captafol) Contra mildiu, alternaría, cladosporium,
botritis del olivo, frutales, patata,
tomate, judía y otras hortalizas.
Cupertine (Sulfato de Cobre) Contra mildiu (viña y hortícolas) y
moteado (níspero y frutales)

185
Productos fitosanitarios (cont.)
Herbicidas
Bi-Hedonal Liquido. Contra las malas hierbas de
hoja ancha en céspedes.
Gramoxone Extra (paraquat+Emético) Herbicida para todos los cultivos.
Letal Plant Herbicida general.
Sedumin Col-A (atrazina) Herbicida para maíz, sorgo y avellano.
Terraklene Extra (paraquat + Simacina) Para viñas, frutales de pepita y olivo.
Totacol Extra (paraquat + diuron) Para frutales de pepita, viña, olivo,
cítricos, alfalfa.
Ustinex Malas hierbas en caminos y terrazas.
Abonos
Quizés este capítulo sea el más conocido de planta, con tierra y abono, tiene satisfechas
los lectores por ser el más utilizado, tanto a ni- todas sus necesidades. Estos libros que ofrece-
vel doméstico, como hortícola y de jardín. La mos al lector y la experiencia, le enseñarán
razón se basa en la creencia de que cualquier que nada hay más lejos de la realidad:
Abonos foliares Líquido para disolver en agua:
vitaminas, fitorreguladores y
oligoelementos.
Agrocros 14-6-5 Abono foliar líquido con NPK.
Bayfolan S Para una adecuada nutrición de toda
clase de plantas.
Gesal Abono granulado para césped.
Gesal Abono granulado para el jardín.
Gesal Abono para macetas.
Zeltifoliage Abono con NPK y oligoelementos Mg B
Cu Co Fe Mo Z (Z.A.). Se comercializa
bajo las formas 20-20-20 (sólido), 4-25-
30 (sólido) y 8-10-5 (líquido).
186
 PRODUCTOS FITOSANITARIOS
HORMONAS DE ENRAIZ AMIENTO
Queremos hacer una mención especial de es-
te producto, prácticamente desconocido por
e¿ aficionado, y sólo utilizado a nivel de co-
operativas agrícolas o de grandes viveros es-
pecializados. Con el desarrollo de la
jardinería y la horticultura en nuestras lati-
tudes, el lector lo solicita cada vez con ma-
vor frecuencia, casi siempre con resultado
negativo.
Hormonas de enraizamiento
Para esquejes herbáceos.
Superclav
Raifort N(ormal) Para esquejes de madera tierna.
Raifort F(uerte) Para estacas de madera semidura.
Raifort SF (super fuerte) Para estacas de madera dura.
Varios
Incluimos en este apartado aquellos produc- pero que no por ello dejan de ser importan-
tos que sólo se utilizan en casos especiales, tes:
Berelex Regulador del crecimiento.
Desinfectante de suelos (nematocida,
Dowfume MC-2 (bromuro de metilo) herbicida, etc.).
Germidorm Antigerminativo de la patata.
Pomona Sellador impermeabilizante para la poda.
Producto alemán comercializado en
España.
Sanitocire Cera parafina, de aplicación en caliente,
para sellar e impermeabilizar los
injertos: contiene fungicidas.
187
índice
Abelia, 133 Asentamiento de la nueva Carduncellus, 72
Abies, 66 Carpinus, 58
Acacia, 58, 73 planta, 7 C. caroliniana, 57
A. melanoxylon, 57 Asplenium buUnferum, 154, 166 Cassiope, 117
Acanthus, 72 ylster, 96 Castanea, 58
Acebo, 58, 66 AsíSbe, 98 Castaño, 58, 66
Acer, 175 Aubrieta, 99 de Indias, 58
4. platanoides, 39 Aucuba, 133 Catalpa, 58, 73
AchiUea, 96, 97 Babosas y caracoles, 35 C. speciosa, 57, 58, 73
Achimenes, 83, 84 Battota, 149 Ceanothus, 58, 129, 133
Acidanthera, 87 Begonia, 157 C. americanus, 57
Aclimatación, 46, 47 S. evansiana, 83 Cedrus, 66
Acodo aéreo, 108 i?, masoniana, 163 C. libani, 57
en cepellón, 112 B. rea;, 85, 155, 157 160, 161, Cerasus lusitana, 133
francés, 114 162 Cerezo, 58, 66, 179
ramificado, 116 B. semperflorens, 51 Chaenomeles, 70, 73
simple, 104 Berberís, 58 Chamaecyparis, 145
terminal, 110 Beíwfa, 175 Choisya, 133
Aescuíus, 58 Bignonia, 73 Chrysanthemum, 97, 129
Ae. parvijlora, 73, 173 Bloques de tierra, 23 Chupones naturales, 71
Ae. hippocastanurn, 57 58 Bonetero, 58 Ciruelo, 58, 179
Áfidos, 34 Botritis, 36 Cítricos, 68
Agave, 101 Brezos, 152 Clematis, 57, 58, 117
Ageratum, 51 Brotes floríferos, 102 C. virginiana, 57
Agracejo, 58, 66 vegetativos, 102 Clerodendrum, 73
Agropyron, 84, 85 Bulbülos, 90 Codeso, 38
Aguacates, 69 multiplicación por, 90 Coffea arábica, 69
Ailanthus, 70, 73 Bulbos, 88 Colutea, 58
Ajuga reptans, 101 axilares, 90 Compost, 49
Álamo, 58 descamación, 92 componentes de diversos
Alchemüla, 96, 97 escamosos, 88 tipos, 25
Aliso, 58 reproducción natural, 88 de esquejes, 24
Almendro, 179 tunicados, 88 mezclas, 25
Alnas, 58 para la germinación de
A sinuata, 57 Café, 68, 69 semillas, 24
Alyssum, 51, 96, 97 Cafetos, 66 para el repicado de plantones,
Ambiente, control, 118 Calda de almáciga, 36 24
Ampelopsis, 58 Cajoneras, 14 preparación, 49
Anchusa, 72 CaMdium, 83 riego, 29
Andrómeda, 117 CaUistephus, 51 Coniferas, multiplicación, 144
^werocme, 72 Calluna, 117 ConvaMaria majalis, 85
Antirrhinum, 51 C. vulgaris, 117 153 Corraos, 86
Aphelandra, 121 Calocedrus decurrens, 57 división, 86
Aralia, 73 Caltha, 96 Cornejo, 58, 66
Araña roja, 34 Camas frías, 14, 146, 147 Cornus, 58, 66, 131, 137
Araucaria, 66 Camellia, 121 C. racemosa, 57
Árboles y arbustos, 56 Campanas de polietileno, 15 Cortaderia, 99
Arbustos leñosos, 99 Campánula, 96, 99 Corte internodal, 141
Arce, 58, 66 Campsis, 73 nodal, 141
japonés, 175 Canna, 85 Coryllus avellana, 175
real, 39 Caragana, 58 C. cornuta, 57
Arnebia, 72 C. arborescens, 57 Cotinus coggygria, 115
Aronia, 99 Cardamine, 166, 167 Cotoneaster, 58, 66, 137, 173
Artemisia, 149 Cardo cundidor, 85 C. horizontalis, 57

189
Crassula, 101 de nervio medial, 158 Heléchos, 54
Crataegus sp., 57, 58, 173 de nervio transversal, 158 Helenium, 97
Crocosmia, 87 de raíz, tratamiento, 74 Hekmiopsis, 165, 166
Crocus, 87 de tallo, sangrado, 27 Helxine soleirolii, 154
Cupressus, 145 de yema axilar, 120 HemerocoMs, 97
Cyclamen neapolitanum, 48 diferentes tipos, 119 Herramientas básicas, 12, 13
Cimbalaria muralis, 154 internodales, 119 Hibiscus, 173
Oystopteris, 166 nodales, 119 Híbridos resistentes, 150
Cytísus, 58 perennifolios, 132 Hijuelos, 100
polaridad, 75 Hojas en puente, 165
Daboecia, 117 tamaño, 74 rugosas, 163
D. cantábrica, 117, 153 Estacas en "T" invertida, 123 seminales, 47
Dahlia, 51 Estolones, 100 Hormonas de enraizamiento, 26,
Daphne, 58, 66, 133 Eucalyptus, 58 27
Z). mezereurn, 37, 58 E.fastigiata, 57 modo de empleo, 27
D. genkwa, 73 Evonimus obovatus, 57, 58 Hosta, 99
Dátil, 69 Hyacinthus, 164, 165
Delphinium, 52, 129 .FasrHS, 58, 173 Hypericum calycinum, 149
Dendromecon, 73 £ sylvatica, 38
Desarrollo de la semilla, 47 Fertilizantes, uso, 30 Ilex aquifolium, 57 58
Desyemado, 140 aplicación, 30 Injerto
Deuteia, 130, 131, 141 £¿CTÍS elástica, 109, 121 a caballo, 168, 169, 170
DierviUa, 131 Forsythia, 129, 131, 140, 141 de canutillo, 182
Dioscorea batatas, 83 Frambuesa, 111 de lengüeta, 172
Doronicum, 97 Fraxinus americana, 57 de yema, 178, 180
£ excelsior, 58 por hendidura, 176
Eccremocarpus, 73 Fresa, 101 Invernaderos, 14
Echeverría, 101 Fresno, 58 Iris, 89
Elaeagnus, 132 FrüiUaria, 93 Ixia, 87
Embriones foliares, 166 Ixolirion, 87
Endrino, 99 Galantus nivalis, 95, 164, 165
Endymkm, 165 Genciana, 99 Juglans, 58
Enfermedades víricas, 37 Genética, 41 J. cinérea, 57
£Wca, 117, 153 Gentiana, 97 Juniperus, 145
£ arbórea, 153 G sino-ornato, 98 J. deppeana, 57
£ cuustralis, 153 Geranium, 72, 97, 129
£ cüiaris, 153 Germinación, 42, 44 Kalanchoe, 166, 167
2?. cinérea, 153 Germinadores, 15 K. angustifolia, 117
£ erigena, 153 Gesneria, 159 Kalmia panúndata, 57
£ herbácea, 153 Geum reptans, 101 ferio, 140, 141
£ lusüanica, 153 Gladiolo, 87 Koelreuteria, 58, 73
£ tetralix, 153 Gleditsia, 58
£ vagans, 133 G. x texana, 57 Laburnum, 58
Erigeron, 97 Gloxinia, 159 i . anagyroides, 57
Erodium, 72 Gorgojo de la parra, 35 Lachenalia, 95, 164, 165
Eryngium, 72 Gramíneas, 101 L. aloides, 165
Escallonia, 133 Granado, 103 Lactuca, 72
Esciáridos, 34 Groselleros, 137 Latencia, 57
Espárrago, 85 Lavandida, 149
Especies alpinas, siembra, 48 Haberlea, 121 Ledum, 117
Esquejes, 122 Hamamelis, 66, 109, 169, 175 Leucojum, 164
con talón, 122 Haya, 38, 58, 66 Ley cestería, 141
de corona, 99 Hebe, 117 M i í í m , 92, 93
de hojas, 33 Hederá, 121 L. auratum, 89, 91
190
 L. bulbiferum, 89, 9 1 Morus, 5 8 P. fremontii, 57
L. canadense, 9 1 M a#>a, 5 7 Portainjertos, 168
L. candidum, 90, 9 1 M o s c a s de i n v e r n a d e r o , 3 5 Portulaca, 51
L. chaekedonicum, 91 Multiplicación, 138 Potentilla, 101
L. daurkum, 91 fases, 5 Preparación d e l m a t e r i a l , 6
L. hoüandicum, 9 1 Prímula, 9 9
L. leichüini, 9 1 Nebuüzadores, 15 P denticulata, 72
L. longiflorum, 89, 9 1 Nelumbo nucífera, 3 9 P r o d u c t o s fltosanitarios, 184
L. x maculattium, 91 Nemesia, 5 1 abonos, 186
L. myriophyttum, 89 Nenúfares, 8 3 fungicidas, 185
L . pardaLinum, 91 Mcotiana, 51 h o r m o n a s de e n r a i z a m i e n t o ,
L. sargentiae, 89 Níspero, 179 187
L. spedosum, 89, 9 1 Nogal, 58, 6 6 insecticidas, 184
L . x testaceum, 9 1 Nomocharis, 93 varios, 187
L. tigrinum, 89, 9 1 Nymphaea, 8 2 , 83 PruneUa, 9 7
L i t o , 99, 113 Prunus, 73, 1 3 1 , 136, 137, 173
L i m o n e r o , 109 Olea europaea, 39 P armeniaca, 57
Limonium, 72 P laurocerasos, 133
L i m p i e z a de macetas y semillas, Palmeras datileras, 6 9 PulsatiUa, 72
31 Papaver, 73 P vulgaris, 72
L i n o de N u e v a Zelanda, 1 0 1 Parras, 58, 129 Púnica granatum, 103
Lirio, 89 Parthenocissus, 5 8 ; 173 Pyracantha, 133
cárdeno, 85, 9 7 Passiflora, 73 Pyrethrum, 97
de l o s valles, 85 Patatas, 82 Pyrus communis, 57
Lobelia, 3 8 , 5 1 Pauknunia, 73
Lonicera, 133 Peonía, 8 5 Queráis, 5 8
Lupinus, 52, 9 7 Peperomia caperata, 157 Q. rubra, 3 8
Lythrum, 97 P metalMca, 1 5 7
Peral, 58, 179 Raíces tuberosas, 78, 7 9
Macetas, 2 0 Pemettya, 117 Ramonda, 1 2 1
de t u r b a , 2 2 , 23 Petunia, 5 1 P. myconi, 4 8
de u s a r y tirar, 2 1 Phüadelphus, 129, 1 3 1 , 1 4 1 Raoulia, 9 7
y semillas, limpieza, 3 1 Plüomis, 149 Regeneración, fases favorables,
Magnolia, 58, 66, 109 P f t t o , 73 Repicado, 4 5 , 4 7
M. grandiflora, 3 9 , 133, 182 Phormium, 99, 1 0 1 Rhizoctonia, 37
Maguillo, 66 Phyllodoce, 117 Rhododendron, 117 150, 175
Mahonia, 66, 121 Picea, 6 6 P. máximum, 3 9
M. aquifolium, 57 Pinus, 6 6 PJIMS, 7 0
Majuelo, 66, 179 Pina, 1 0 1 P. cotinus, 115
Malus, 173 Pita, 1 0 1 P * e s , 129, 1 3 1
M. baccata, 57 Plantas de m a c i z o s y arriates, Riego d e l c o m p o s t , 2 9
M. floribunda, 5 7 Plantas herbáceas, 9 7 9 8 Rizomas, 8 4
Manzano, 5 8 siembra, 52 e n corona, 8 5
M e l o c o t o n e r o , 179 Plantones, protección, 6 7 Robinia, 5 8 , 70, 73
M e m b r i l l o , 179 Podaderas, m a n t e n i m i e n t o , 18 P. pseudoacacia, 57
Menta, 8 5 d e tijera, 18 Roble, 5 8 , 6 6
Mesembryanthemum, 51 de muelle, 18 R o d o d e n d r o s , 6 6 , 109, 150
Mezclas de c o m p o s t , 2 5 de y u n q u e , 18, 19 Romneya, 73
Mimulus, 97 Podocarpus, 145 P. coulíeri, 7 7
MUeVía, 166, 167 Podredumbre, 36 Posa, 58, 137
Manar da, 9 7 Polemonium, 97 P. eglantería, 5 7
Montbretía, 8 7 Polygonatum, 85 P too, 140, 1 4 1
M o r a l , 58 Pomelo, 68 P. multiflora, 140, 1 4 1
Morisia, 72 Populus, 58, 1 3 7 P. multiflora simplex, 1 4 0

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Rosales estándar, 181 desarrollo, 47 TiareUa, 97, 166, 167
Rosmarinum, 149 recolección, 40, 60 r cordifolia, 154
Rubus, 70, 73 recolección y secado,'40 Tíím platyphyUos, 38
R. phoenicolasius, 111 Semilleros, 21 Tilo, 38
R. thyrsoideus, 111 Senecio laxifolius, 149 Tolmiea menziessi, 166, 167
R. ulmifblius bettidiflorus, 1 1 S. monroi, 149 Tritonia, 87
Rudbeckia, 97 Sequoia, 145 Troüius, 97
Ruibarbo, 85 Sequoiadendron, 145 Tropaeolum, 83
Ruta, 149 Serbal, 66, 179 Tubérculos, 82
Siembra, condiciones idóneas, Túneles de polietileno, 15
Sagina, 97 densidad, 66 Tupinambo, 83
Saintpaulia, 157 en vivero, 66
S. ionantha, 154 secuencia, 51 tfer, 58
Salix spí, 57, 137 Siemprevivas, 101 Ulmus parvifolia, 57
Salpigiossis, 51 Skimmia, 66 Uso de fertilizantes, 30
SaMa, 51, 149 Smilax, 85 Utensilios básicos, 12, 13
Sambucus nigra, 39 SoUdago, 97
Sangrado de esquejes, 27 Sorbus aucuparia, 173 Vaccinium, 117
Sansevieria, 85, 164 Spiraea, 137 Verbascum, 72
S. hahnii, 165 Statice, 73 Verónica, 97
S. trífasciata, 155, 164 Sterüitzia reginae, 85 Viburnum, 58, 66, 137
S. zeylanica, 165 Streptocarpus, 155, 159 V alnifolium, 57
Santolina, 149 Subarbustos, 148 Vides, 66
Saúco, 38 Supervivencia, 6 Hwca, 149
Saxífraga sarmentosa, 101 Fiíís, 58, 121
Scabwsa, 51, 54 Tagetes, 51
Sciarida, 32, 51 Tallo; 102 Weifirefa, 131, 141
Scüta, 165 de médula blanda, 140 Wisteria, 57, 58, 173
Secuencia de siembra, 51 modificado, 80
Sedwm, 166, 167 único, 139 Fwcca, 58, 99
Selección del material, 5 Taxus, 58, 145
Sello de Salomón, 85 T. baccata, 57 Y elata, 57
Semillas Tejo, 58 Zarzamora, 111
almacenamiento, 41 Thalictrum, 99 Zinnia, 51
comerciales, 38 Thelycrania sanguínea, 115Zumaques, 70
compra, 60 Thuja, 145
Agradecimientos
Autor y editores quieren manifestar su sin- Cambridge.,y George Ward (Moxley) Ltd.,
cero agradecimiento a los siguientes orga- Darleston.
nismos e instituciones privadas por su va- Artistas: Linda Broad, Pamela Dowson,
liosa ayuda y consejo en la preparación de Chris Forsey, William Giles, Tony Graham,
este libro: Blagg & Johnson Ltd., Newark; Vana Haggerty, Terry Lawler, Colin Sal-
Burton McCall (Horticultura!) Ltd., Leices- món, Mike Saunders y Ralph Stobart.
ter; Humex Ltd., Weybridge; Jiffy Garden Ilustración: Mary Zipes.
Products, Rotherfield; Margaret Lee-Elliot; Las ilustraciones a pluma de las páginas
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimen- 26, 31, 33, 39, 47, 103, 105 son de Marisa
tación (Departamento de Entomología), Bendala.
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