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LAS ACADÉMICAS.

PROFESORADO UNIVERSITARIO Y GÉNERO'

MARÍA JOSÉ ALONSO SÁNCHEZ (*)

RESUMEN. Las Académicas tiene como objetivo principal el análisis de las carreras aca-
démicas de las mujeres y los varones en la universidad española, de sus trayectorias
profesionales en esta institución. Se describe, fundamentalmente, el carácter desigual
de estas trayectorias; cómo las mujeres se estancan en ciertas categorías del profeso-
rado (como ayudantías o asociaturas) y encuentran numerosos obstáculos a la hora
de acceder a posiciones que implican poder y privilegio en la universidad (como
cátedras y rectorados) en contraste con los varones. La investigación se dedica en
buena medida a dar cuenta de la naturaleza de esas cortapisas que impiden la pro-
moción profesional de las mujeres en la universidad.
AssneAcr. W omen A cademicians- main objective is the analysis of women and men's
academic careers in the Spanish university and their professional careers in this
institution. We mainly describe the unequal nature of these careers and how wotnen,
unlike men, come to a standstill in certain teaching staff's categories (such as
lectureships and part-time lectureships) and find many obstacles to get positions that
entail power and privilege al the university (such as chaira and vice-chancellorships).
Our research is devoted to a great extent to inform about the nature of these obstacles
that hamper women's professional promotion in the university.

Esta monografía supone el colofón de una con toda su fuerza la relevancia de su obje-
ambiciosa investigación subvencionada en to, la desigual carrera académica de hom-
forma conjunta por el Instituto de la Mujer bres y mujeres en la Universidad, la signifi-
y la CICYT (perteneciente al prestigioso cación de sus resultados e incluso la opor-
Plan Nacional de I+D), y, con más exacti- tunidad científica de los temas que acome-
tud, se ubica en el «Programa sectorial de te. Propongo describir y sobre todo aquila-
estudios de las mujeres y del género». La tar esta especie de fenómeno, que ha
publicación del informe de resultados de supuesto Las A cadémicas, a partir de la
cualquier estudio de envergadura suele valoración pormenorizada de aquellos tres
constituir la mayor parte de las veces y puntos básicos.
lamentablemente un final excepcionalmen-
te feliz. Por ello mismo, la mera difusión de PRETENSIONES DEL ESTUDIO
este volumen, que haya conseguido no per-
manecer encerrado y amontillándose en las Empecemos por el principio, el objetivo de
bodegas de alguna institución, indique ya este estudio resulta ser tan claro como

(*) Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE).


(1) GARCÍA DE LEÓN; GARCÍA DE C,ORTÁZAR (COORIS.): Las académicas (profesorado universitario y género).
Madrid, Instituto de la Mujer, 2000. ISBN: 84-7799-971-6. 623 pp.

-
Revista de Educación, núm. 328 (2002), pp. 465-475 465
Fecha de entrada: 02-02-2002 Fecha de aceptación: 04-05-2002
ambicioso y se corresponde con el análisis los padres, etc.) y preguntas típicas de la
de la situación de las mujeres en altas esfe- sociología de las profesiones como años y
ras profesionales; la oportunidad de unas tipo de formación, satisfacción con su actual
profesionales concretas en un campo pro- situación profesional, expectativas de pro-
fesional concreto: las docentes de universi- moción, etc.
dad en España. Más específicamente se tra- En un intento de atajar las percepcio-
ta de comprender en profundidad la des- nes e interpretaciones que de su situación
igual posición profesional de la elite acadé- profesional hacen los docentes, de registrar
mica femenina en su contraste con la elite un discurso más puramente subjetivo, se
masculina y para ello, se presta una aten- convocaron las técnicas cualitativas de la
ción preferente al desarrollo de las carreras entrevista en profundidad y el grupo de
académicas de hombres y mujeres. discusión. Los protagonistas de las entre-
De este modo, el análisis se concentra vistas en profundidad fueron catedráticos y
en el proceso de realización de la carrera catedráticas; mientras que se realizaron
docente pero con la intención de desvelar grupos de discusión con estudiantes de
las cortapisas y los obstáculos soterrados postgrado, profesoras y profesores asocia-
que entorpecen el ascenso de las universi- dos y titulares. Con estas herramientas se
tarias a posiciones de máximo prestigio en logra reconstruir una trayectoria profesio-
su ámbito profesional, y no tanto en la nal, entretejer retrospectivamente una his-
escalera objetiva de posiciones a recorrer toria personal y una historia profesional,
en un camino de promoción profesional. con lo que se esclarece sobradamente
En una palabra, se evalúa la racionalidad aquello que hay detrás y empuja hacia lo
efectiva de esos procesos de promoción que son hoy los docentes universitarios.
profesional en la universidad lo que se per- Sólo resta apuntar que se prima el análi-
fila, sin duda, como uno de los atractivos sis por género y ramas de conocimiento con
más sobresalientes de este trabajo. la intención de encontrar lógicas de carrera
Para hacerse con un objeto tan rele- diferentes por género y campos académicos.
vante se optó por muestrear todos los tra-
mos que conforman las carreras docentes
(doctorado, asociaturas y ayudantías, titu- UNA PROBLEMÁTICA EN SU MARCO
I a riclades y, por último, cátedras), al INTELECTUAL
entender que aquellos obstáculos se dise-
minan en el tiempo y adoptan naturalezas ¿En qué marco intelectual de referencia se
diversas en cada uno de los tramos de inserta esta problemática específica de la
carrera. Más específicamente la metodolo- trayectoria profesional en el ámbito univer-
gía empleada presenta una magnífica arti- sitario? En este sentido podemos contar tres
culación de técnicas de recogida de datos tradiciones intelectuales que convergen y
tanto cuantitativas como cualitativas. que se ven ampliamente reforzadas por este
La técnica de recogida de datos de trabajo que neutraliza en buena medida las
carácter cuantitativo habilitada no es otra lagunas o insuficiencias más descollantes
que la encuesta estandarizada. Fue aplica- esas líneas de investigación y que se corres-
da a los siguientes colectivos: alumnos de ponderían con: estudios sobre la universi-
doctorado, profesores titulares de universi- dad, estudios de género y, podría decirse
dad, catedráticos y profesores de escuela que englobando a los anteriores, los estu-
universitaria y, por último, a profesores no dios de sociología de las profesiones.
numerarios. Con ella se trata esencialmente
de situar a los encuestados en sus coorde-
nadas socio-profesionales actuales a través ESTUDIOS SOBRE LA UNIVERSIDAD
de la formulación de cuestiones sociodemo-
gráficas básicas (edad, estado civil, número Es altamente reseñable cómo el estudio en
de hijos, nivel educativo y ocupacional de discusión permite acceder a la estructura

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social u ocupacional típica de la institución ESTUDIOS DE GÉNERO
universitaria y, por tanto, a los contornos
básicos de la universidad como mercado También los estudios de género han adole-
de trabajo particular. A este respecto podría cido durante largo tiempo de una sequía de
decirse que estamos de enhorabuena ya análogas dimensiones a la del caso prece-
que no suelen ser muy abundantes las dente en lo que se refiere al estudio de las
monografías que informen de las interiori- mujeres en las cimas del mundo profesio-
dades del ámbito académico. Quizá, y nal. Sin embargo, esta situación sí que cam-
como no hay regla sin excepción, única- bia de dirección y lo hace a finales de los
mente pueda mencionarse la que lleva por ochenta gracias a la creciente preocupa-
título La tribu universitaria: fenomenología ción por el desigual acceso de las mujeres
de los catedráticos de la universidad espa- a posiciones de poder y responsabilidad.
ñola2, que contiene una crítica sagaz a Empezó a corporeizarse lo que hasta ahora
aquella institución y a su modus operandi. era imperceptible: los «techos de cristal» o
En contraste, la producción de estudios impedimentos invisibles que retenían a las
especializados se dirigiría preferiblemente a mujeres en posiciones profesionales inter-
la sustantiva cuestión de la inserción de los medias y contribuyó a ello enormemente el
titulados universitarios en el mercado de tra- hecho de que el feminismo superara defi-
bajo general y, correlativamente, a los pro- nitivamente su resistencia al estudio de eli-
verbiales desajustes entre los diplomas uni- tes profesionales femeninas 4 . Muy acerta-
versitarios y las necesidades de ese merca- damente se comprobó que, en definitiva,
do3 . Pero, repito, nada que explore media- las elites son un indicador fehaciente de un
namente el mercado de trabajo propiamen- gran cataclismo social, como se defiende
te científico, ni siquiera la inserción laboral en el texto de Las Académicas:
específica de los estudiantes de doctorado, Investigar a mujeres profesionales tiene el
una desatención tan extendida entonces interés de ver la punta del .iceberg de un
como el interés por la Ciencia y la Investi- cambio social importante, de la visible
gación en España. revolución que se está operando en la

(2) A. NIETO GARCÍA: La tribu universitaria: fenomenología de los catedráticos de universidad. Madrid,
Tecnos, 1985.
(3) Por ejemplo, entre los trabajos de esta índole más recientes pueden mencionarse los siguientes: A.
SÁENZ DE MIERA: Entorno al trabajo universitario: reflexiones y datos. Madrid, MECD-Consejo de Universida-
des, 2001; G. CASTILLO CEBALLOS: De la universidad al puesto de trabajo: estrategias y recursos para acceder
al primer empleo. Madrid, Pirámide, 2000; J. CASAL (et al.): La inserción social y profesional de los jóvenes. Madrid,
CIDE, 1991.
Entre los más lejanos en el tiempo pero igualmente significativos: V. Pfttez-DIttz: Universidad y empleo.
Madrid, Confederación Española de Cajas de Ahorro, 1981; J. MARTÍN MORENO: Unitersidad, fábrica deparados:
informe sociológico sobre las necesidades de graduados universitarios en España y sus perspectivas de empleo.
Barcelona, Vicens-Vives, 1979.
Las universidades también suelen producir informes sobre la trayectoria profesional de sus egresados,
como: Estudio de la inserción laboral de las titulados universitarios de la Universidad Carlos IIL Madrid. Uni-
versidad Carlos III, 2000; Investigación sobre la trayectoria ocupacional de laboral de los diplomados de estadís-
tica de la UCM. Madrid, Consejo Social de la Universidad Complutense, 1999; J.P. ENCISO (dir.): Requisitos de cua-
lificación para el empleo: itinerarios deformación e inserción profesional de los diplomados de CC. Empresaria-
les. Lleida, Universidad de Lleida, 2001.
Y, por último, son cita obligada los estudios sobre el acceso al empleo de los universitarios firmados por la
Fundación Universidad-Empresa.
(4) El feminismo había venido considerando tradicionalmente a las mujeres en el top profesional un gru-
po de elite que no necesitaba de la teoría feminista o de teorías paralelas a las aplicadas a los varones.

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definición social de lo femenino, comenzan- experimentado recientemente algunos de-
do por estos sectores de elite y vehiculándo- sarrollos, desenvolvimiento que se debe en
se al resto de las mujeres, de tal manera que buena parte al impulso adquirido por los
la imagen social dominante de lo femenino, estudios de género y profesiones. Como ha
la mujer profesional se impone como valor ido comprobarse con anterioridad (ver
social (...) y además se impone también a ejemplos bibliográficos en nota de pie de
estas mujeres como modelo ideológico (...).
(...) Analizar a las mujeres altamente cualifi- página), las investigaciones que sobre pro-
cadas tiene igualmente el interés de investi- fesiones se vienen realizando desde los
gar el .top. de mujeres en terrenos difíciles años ochenta consisten justamente en estu-
y resistentes .de facto. a su incorporación, dios de caso (sobre catedráticos/as, políti-
pese a la existencia de mecanismos legales cos/as, periodistas, etc.) en los que apare-
que la propugnan. Poner al descubierto la ce el género como variable independiente
sobreselección social (especie de .darwinis- primordial; de ahí que, en cierto modo, los
mo social.) que la entrada a un ámbito análisis de género actúen de fuerza motriz
social muy cualificado y nuevo opera sobre de los ralentizados estudios sobre profesio-
las mujeres es demostrar, «a sensu contra- nes.
rio., la enorme distancia y la dificultad que
para la generalidad de las mujeres tiene el
acceso a dicho campo, puesto que la abun-
dancia de requisitos sociales para poder PRINCIPALES RESULTADOS
superar esa sobreselección es sólo patrimo-
nio de minorías (pp. 458-459). La primera conclusión significativa de esta
investigación es el carácter altamente des-
Surge de este modo una nueva y pujan- igual de la Universidad como ámbito pro-
te línea de investigación en la que conflu- fesional. Los datos empíricos obtenidos
yen la preocupación por el género y el permiten representar fácilmente la imagen
poder. Entre la bibliografía especializada de la estructura del profesorado universita-
en esta materia en España, destacamos la rio como una pirámide con una base
referenciada al final del artículo. La canti- amplia (constituida por los profesores no
dad de monografías que acumula el ámbi- numerarios: asociados y ayudantes), un
to de la política es algo especialmente des- nivel intermedio (compuesto por los profe-
tacable. sores titulares) y una mínima cúpula (ocu-
pada por las cátedras). Pero lo verdadera-
mente subrayable es la diferencial presen-
SOCIOLOGÍA DE LAS PROFESIONES cia femenina en cada uno de los escalones
de esta pirámide. Así, ellas están cerca del
Tampoco se cuentan por docenas los estu- 50% en lo que se refiere a la primera cate-
dios sobre profesiones en la sociología goría (de las que el 47% son profesoras
española; un campo temático fundamental- ayudantes y el 32% asociadas), suponen un
mente copado por trabajos de índole 33% del profesorado titular y, por último, el
exclusivamente teórica o producidos por 11% de las cátedras estarían ocupadas por
los propios colegios profesionales —y, por mujeres.
tanto, dedicados en su mayoría al «auto- Esta realidad profesional poco tiene
bombo., o a trazar retratos de sí mismos que ver con la abultada proporción de
poco fieles a la realidad de su funciona- mujeres en las aulas universitarias (un 53%
miento— (De Miguel, 1984) Sin embargo, de los universitarios son mujeres), ni siquie-
también los estudios sobre profesiones han ra se corresponde con lo que acontece en

(5) A. DE MIGUEL; J. MARTÍN: Sociología de las profesiones en España. Madrid, CIS, 1984.

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los estudios de doctorado, en los que ya un incluso, las mujeres completan su primera
51% del alumnado son mujeres6. licenciatura con otros estudios universita-
De todo ello se deduce la circunstancia rios (26% de las profesoras titulares frente
de una incorporación aún muy minoritaria al 20% de los profesores) y estancias en el
de las mujeres a la universidad como pro- extranjero (un 39% de ellas frente a un 36%
fesionales y, por tanto, la existencia incon- de ellos) en una proporción ligeramente
testable de un desequilibrio profesional superior a la de los varones. Del mismo
entre ambos sexos en la distribución de modo, emplearon prácticamente los mis-
plazas entre todas las categorías docentes mos años en realizar su tesis doctoral, entre
de esta institución. Como se expone en dos y cinco años. La obtención de la pri-
este mismo volumen, constituyen una sal- mera plaza como profesor fue para ambos
vedad a esta tónica general aquellas áreas sexos rápida y sencilla, cuatro años de
de conocimiento de más reciente creación media una vez licenciados tardan en con-
—como las que pertenecen a las Ciencias seguir esta plaza que les otorga experiencia
Sociales—, en ellas se observa una composi- docente. Igualmente, el tiempo medio
ción del profesorado por género mas igua- transcurrido entre la lectura de la tesis y el
litaria, seguramente porque no estén toda- acceso a la titularidad es de cuatro años
vía bien perfilados en ellas los círculos de (3,8 años en el caso de las mujeres, y 4,1
poder académico. años para los varones, de hecho). Ambos
Esta asimetría profesional difícilmente señalan la universidad como único campo
será superada con el mero paso del tiem- profesional en el que se han desarrollado
po, como se apunta asiduamente desde el como profesionales (76% de las profesoras
sentido común, ya que la cantidad de así lo afirma junto con el 70% de los profe-
mujeres en aquellas categorías profesiona- sores). La dedicación a la profesión es
les se ha incrementado mínimamente des- equiparable, sus expectativas de promo-
de 1994 y apenas se despega del 30%. Los ción y actitudes hacia la universidad tam-
datos de la investigación desmontan con- poco se diferencian en esencia, etc. En sín-
tundentemente, entonces, un argumento tesis, el trasfondo de este desequilibrio
temporal que esconde ideológicamente las profesional no se halla en factores de exce-
causas materiales y sociales de la desigual- lencia académica, es decir, en una distribu-
dad laboral entre varones y mujeres bajo ción diferenciada por sexos de los factores
un pretendido ajuste de las desventajas objetivos que se contienen en el currícu-
femeninas con el paso del tiempo. lum vitae como publicaciones, experiencia
Sin embargo, podría pensarse a su vez docente, dedicación a la profesión, trayec-
que estas diferencias cuantitativas en reali- toria formativa, etc.
dad responden a unas trayectorias profe- En la búsqueda de los orígenes de esta
sionales divergentes en función del género. descompensación es de gran utilidad, sin
De ninguna manera, el examen de las tra- embargo, la revisión de la estimación que
yectorias profesionales de los docentes de hacen los docentes de los factores más
universidad indica taxativamente que las determinantes para alcanzar una plaza de
carreras académicas de mujeres y varones titular. De entre los aspectos que serían
son enormemente similares. Para empezar más influyentes en los procesos de promo-
exhiben perfiles formativos semejantes, ción profesional dentro de la universidad

(6) Datos relativos al curso académico 1997-98, según INE: Estadística de la Enseñanza Superior en Espa-
ña, curso 1997/1998. Madrid, 2000. Para el curso 2000-2001 el porcentaje de mujeres matriculadas en Tercer
Ciclo fue del 52% frente al 48% de los doctorandos que eran varones. Fuente: Consejo de Universidades, Madrid,
2002.

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destacan reveladoramente: disponer de varones otorgando así un valor puramente
buenas fuentes de información, para el normativo a su universalismo. En definiti-
83% de los profesores/as; currículum, va, es patente que la raíz de este problema
señalado por un 79% de los encuestados; y no es de naturaleza personal o de sociali-
facilidad para las relaciones sociales, valo- zación profesional, sino de carácter institu-
rado por un 73%; frente a cualidades pura- cional: es una cuestión de estar bien situa-
mente personales como la brillantez o la do en los círculos del poder o no estarlo.
simpatía (considerados en un 71% y un A la vez, esa falta de apoyo por parte
41% respectivamente), o dotes profesiona- de los departamentos informa sobre qué
les (como contar con capacidad organizati- tipo de estímulos reciben los profesores
va, 60%; saber trabajar en equipo, 51%; encuestados en el desarrollo de su carrera
tener dotes de dirección, 50%; o disponibi- académica. A la cuestión: «¿Quién les ani-
lidad de horario, 47%). Lo verdaderamente mó, desde el ámbito académico, a presen-
subrayable aquí, más que las divergencias tarse a la oposición?» (p. 314), responden
de criterio por géneros que son en buena como sigue: un 22% de los titulares dice
medida irrelevantes, es que figuren en pri- que nadie; un 22% afirma que el departa-
mer lugar factores difícilmente delimitables mento; un 16% colegas y compañeros, un
u objetivables que sugieren la existencia de 15% el director de la tesis; un 10% el cate-
una política de promoción escasamente drático del departamento y, finalmente, un
racionalizada y dependiente de las lógicas 6% otras personas. Es decir, destaca por su
del poder, es decir, fundamentalmente de relativa ausencia el apoyo directamente
grupos de influencia que controlan los institucional, lo que insinúa que el desarro-
recursos y las oportunidades. llo de una carrera académica supone un
Los datos que vierte la investigación de proceso considerablemente solitario y, a su
Las A cadémicas acerca de las aspiraciones vez, certifica la inexistencia de una comu-
profesionales futuras de los docentes son nidad científica fuerte que encauce y guíe
centrales para esclarecer los intrincados los esfuerzos intelectuales. En términos
engranajes que mueven esos procesos de generales, entonces, se investiga en solita-
promoción. Sólo la mitad de los profesores rio, sin embargo pueden establecerse dife-
titulares estaría dispuesto a concursar por rencias a este respecto según áreas de
una cátedra y la razón para no hacerlo se conocimiento. Así, destaca un proceso de
identifica expresivamente con la falta de carrera más individual, apoyado en las pro-
apoyos por parte del departamento. Corre- pias iniciativas personales en las Ciencias
lativamente, se aprecia una considerable Sociales y en Humanidades, y más dirigido
distancia porcentual entre las opiniones de y apoyado institucionalmente, más en
varones y mujeres, un 54% de las profeso- equipo, en el caso de Ciencias Exactas y
ras indican esa falta de apoyos frente a un Tecnología. Las lógicas de carrera diver-
41% de los varones. Una diferencia nada gentes por áreas de conocimiento comien-
desdeñable que apuntaría al hecho de que zan ya a percibirse vivamente desde un
aquella desigualdad profesional deriva, nivel de postgrado y se comprueba en la
muy probablemente, del apoyo diferencial mayor intensidad de la vida académica y
que obtienen los profesores y profesoras en la cantidad de apoyos y contactos inte-
por parte de sus departamentos. Estos ten- lectuales que reciben los doctorados de
derían a promocionar, si acaso, más a los estos últimos campos científicos7.

(7) La razón para que esto haya venido siendo así durante años es la forma particular de escribir una tesis
en los departamentos de ciencias exactas y tecnología, y que puede resumirse gráficamente en la máxima del
-uno para todos y todos para uno-. Esto significa que el doctorando toma como tema de tesis una pequeña parte

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Se accede también con esta investiga- objetivo final, la titularidad. Por tanto, la
ción a las fases básicas y características fun- carrera académica combina desde sus ini-
damentales de los procesos de carrera pro- cios una implicación y un compromiso con
fesional en el mundo universitario. La el trabajo intelectual elevado con la pro-
vocación investigadora y docente funciona yección de un futuro profesional no garan-
como motor principal para empezar una tizado8.
carrera académica. En su inicio, son esen- Pero lo que más conviene destacar es,
ciales las calificaciones ya que son estas las insisto, la existencia de importantes corta-
que abren la puerta a becas precloctorales pisas al proceso de promoción profesional
que financian y otorgan el tiempo necesa- de las mujeres en la universidad que se
rio para hacer la tesis, además de ser un relacionan con la acusada discrecionalidad
elemento angular en el currículum vitae. de los departamentos y la existencia de
Incluso, y durante el periodo de licenciatu- grupos de poder u organizaciones informa-
ra, es importante ir tejiendo relaciones con les de decisión de las que las mujeres sue-
el personal del departamento, ya que faci- len estar excluidas. Es esta la materia bási-
litará posteriormente encontrar tema y ca del poder académico intuida por los
director de tesis. Una vez leída la tesis el datos de encuesta y que se hace plena-
siguiente paso es el acceso a una plaza de mente visible en las entrevistas en profun-
profesor asociado, aunque es bastante fre- didad aplicadas a los docentes. Con ellas se
cuente compatibilizar la redacción de la revela de lleno la gramática del poder a tra-
tesis con el disfrute de una asociatura. Esta vés de los que están en él o, más expresa-
situación docente, definida por la precarie- mente, el como se origina en esas relacio-
dad laboral, suele extenderse en el tiempo nes sociales clientelares, soportes fácticos
al convocarse pocas plazas de profesor de las jerarquías institucionales. De este
numerario. Alcanzar el escalón de la titula- modo, los resultados estadísticos se ven
ridad es, por tanto, un proceso largo y cos- apuntalados por los discursos proporciona-
toso pero una vez que se consigue se mini- dos por las técnicas cualitativas implemen-
miza la tensión provocada por la falta de tadas en este estudio. Es más, magistral-
seguridad en el trabajo acumulada por la mente entretejida, la parte cualitativa ali-
situación anterior. La promoción a cátedra menta incluso al marco teórico funcionan-
es, sin duda, la más difícil y la más depen- do sobre éste como refuerzo. Algunas de
diente de la endogamia académica. las conclusiones más destacadas en esta
Esta secuencia de posiciones encierra parte cualitativa son:
igualmente, y como ya se ha indicado par- • En el mercado profesional universi-
cialmente, un proceso de carrera incierto y tario sucede una clara discrimina-
solitario. El aspirante se encuentra en una ción en función de género lo que
paradójica posición, conoce la estructura hace de la universidad una institu-
de promociones incluso los requerimientos ción esencialmente «androcéntrica».
básicos para promocionar, pero no sabe si • El funcionamiento de redes informa-
aun dando todos los pasos conseguirá el les o de influencia empujan a que el

de una investigación desarrollada en ese momento por un equipo de su departamento o instituto científico. La
implicación de todos es mayor porque a todos interesa que el proyecto salga adelante.
Es muy posible que este modelo de trabajo científico se exporte a otras áreas de conocimiento, si se tiene
en cuenta que la mayoría de las tesis (de .letras. o •ciencias") financiadas en la actualidad por organismos públi-
cos tienden a ser adscritas a proyectos de investigación solicitados por los mismos profesores.
(8) Sería de indudable interés valorar los efectos de la nueva Ley de Universidades (LOU) sobre este tra-
zado tradicional de la carrera profesional en la universidad.

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proceso de promoción profesional (...) en ámbitos donde las oposiciones
en la universidad sea en realidad un guardan unas reglas y controles raciona-
proceso de cooptación de candida- les y asépticos a grupos de presión, las
tos. mujeres triunfan. En las oposiciones,
• El poder, además, se perpetua retroa- que sólo se trata de ser -buenas y bri-
llantes estudiantes- (esfuerzo, trabajo,
limentändose, es decir, si vulgarmen- mérito) las mujeres se presentan y triun-
te se dice que el «dinero atrae al dine- fan; mientras que en oposiciones donde
ro- podemos expresar, mutatis priman las relaciones de poder (por
mutandi, que el «poder llama al excelencia, las oposiciones a cátedra de
poder-. El poder es una mercadería universidad) las mujeres ni se presentan
con valor de uso y valor de cambio, y o se presenta el reducido número de las
el problema de las mujeres académi- elites femeninas, es decir, una forma más
cas es que no tienen poder, que dis- de desigualdad (frente a hombres y
ponen de escaso poder para canjear. mujeres) y una discriminación para ellas
Es más, el quid se halla en que las mismas (...) (p. 457).
mujeres no pueden acceder al poder • La discriminación profesional de las
y no se trata tanto de que no están académicas adquiere asimismo la
socializadas en o inclinadas hacia él. forma de unas ventajas Sociales de
(...) en el mundo occidental, y den- partida o «excedente de valor
tro del marco profesional, la gran social- (p. 456) que han de conju-
diferencia por género es tener o no garse con el esfuerzo profesional
tener poder (...). De tal manera que propiamente dicho para que mu-
podríamos decir que manejar los chas mujeres logren escalar a lo
códigos y la práctica del ejercicio del más alto de la jerarquía académica.
poder es la gran asignatura pendien- Es aquí donde adquiere toda su
te para las mujeres profesionales en densidad explicativa el acento en
general y, en concreto, en la univer- las variables sociodemográficas, y
sidad (p. 451). sobre todo biográficas, que ayudan
Es decir, enfatizamos que se trata de
a cualificar las condiciones de acce-
un «problema de poder», y no tanto so al poder.
de un problema de socialización,
argumento sumamente empleado y Pues bien, en este estudio se repasan
que, aun siendo cierto, es débil y las trayectorias vitales de catedráticas de
remite la causa a la infancia, dando la universidad entre los 50 y 65 años de edad
sensación de un cierto fatalismo. y que, por tanto, comenzaron su andadu-
Socializarse en la competitividad y ra profesional en un contexto histórico
hasta en la agresividad es factible. extremadamente conservador frente al
Tener poder es difícil, choca frontal- papel de la mujer en la sociedad, y que las
mente con las constricciones del convierte en mujeres muy singulares res-
mundo social o de lo real en general pecto a sus coetáneas. En otra investiga-
(p. 455). ción de las coordinadoras de esta misma
• Los procesos de selección claros, obra se exploró el privilegio social acu-
objetivos, racionalizados son favora- mulado por estas mujeres altamente cuali-
bles a las mujeres y obtienen en ficadas traducido en un origen social ele-
ellos excelentes resultados. La dis- vado y una cultura familiar de origen tam-
crecionalidad, en cambio, juega en bién estimable, y que hace de ellas muje-
contra del éxito de las mujeres en res de elite y, al mismo, tiempo mujeres de
esos procesos. la elit. En esta ocasión, en cambio, se

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primaron los factores de privilegio directa- efectivamente pocas y, de hecho, la mayo-
mente relacionados con la socialización ría cree conveniente implementar medidas
de las catedráticas y que hacen referencia de promoción para todo el profesorado,
explícita, en primer lugar, a un padre nada únicamente un 17% extendería el estableci-
tradicional que no sólo funciona como miento de acciones específicas para las
modelo por seguir sino que las empuja a mujeres, corno por ejemplo la llamada
continuar estudios universitarios e inser- «cuota académica .. Es más, un 62% de las
tarse en una trayectoria profesional. A tra- docentes creen que esas acciones en favor
vés de él se socializan en ciertos valores de las mujeres académicas no serían nece-
masculinos igualmente: sarias, junto con un 82% de los profesores
varones. Estas mismas opiniones se repro-
... podríamos decir que son mujeres que ducen en otros colectivos entrevistados
han introyectado un arquetípico «super-ego
masculino . (batallador, exigente, arriesga-
como los estudiantes de postgrado, de los
do...) (p. 434). que un 76% considera que las mujeres tie-
nen en la universidad las mismas oportuni-
En segundo lugar, son primogénitas o dades profesionales que los varones (69%
mujeres sin hermanos varones o, lo que de las chicas y 82% de los chicos así lo
viene a ser lo mismo, herederas directas del manifiestan), suponiendo un indicador
impulso profesional paterno. Y, en tercer inmejorable de la extensión social de cier-
lugar, poseen un gran capital afectivo, son tas ideologías como la de la igualdad de
personalidades muy reforzadas emocional- oportunidades de las que instituciones
mente, percibiéndose en el alto grado de corno la universidad y la educación en
autoestima y seguridad en sí mismas que general son paladines. De este modo, la
dejan entrever en las entrevistas en profun- particular división del trabajo universitario
didad. y la distribución desigual del poder acadé-
Finalmente, habría que mencionar el mico cuentan con la inmejorable coartada
complejo entramado de actitudes que de la meritocracia para encubrir los princi-
envuelve el terna de la desigualdad profe- pios sobre los que realmente se sustentan.
sional de las mujeres en la Universidad. A esto habría que añadir, el hecho de
Este es un aspecto de importancia capital, que la mayoría de las elites académicas
ya que, las posibilidades de que esta situa- permanecen ciegas a su situación de
ción de flagrante desigualdad evolucione excepcionalidad profesional y, consecuen-
dependerán en buena medida de que se temente, exhiben una endeble conciencia
comience siquiera a percibirla o reconocer- feminista e histórica al no reconocer aque-
la. Los resultados en este sentido son un llos extras biográficos que las catapultaron
tanto clescorazonadores. Si bien un 60% del profesionalmente en unos contextos socia-
profesorado reconoce que las mujeres con les de referencia muy poco elásticos, es
puestos de responsabilidad académica son decir, muy conservadores respecto al

(9) Más exactamente, el nivel de estudios del padre de las elites académicas femeninas es apreciable y tam-
bién el de la madre y, en ambos casos, superior al nivel educativo de los padres de las elites masculinas. La cua-
lificación profesional de los padres puede calificarse asimismo de media-alta: tres de cada cuatro son empresa-
rios, profesionales liberales, profesores, funcionarios superiores o directores de empresa... Además un 20% de
las madres de las académicas trabajaban como profesionales. M. GARCIA DE CORTÁZAR; M'A. GARCIA DE LEÓN:
-Mujeres en minoría: una investigación sociológica sobre las catedráticas de universidad en España-, en Opinio-
nes y A ctitudes, 16 (1997).
Sin embargo, estas diferencias sociales de origen entre varones y mujeres se atenúan considerablemente en
el caso de los profesores y profesoras titulares, encontrándose entre ellos una mayor heterogeneidad en cuan-
to a la clase social de procedencia.

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papel asignado a las mujeres en la socie- pronunciado que en otras instituciones
dad. Muchas de estas mujeres son suscep- sociales. La observancia puramente norma-
tibles de experimentar entonces el llamado tiva de este principio tiene sus efectos más
'síndrome de la abeja reina' y que consiste notables en la carrera académica de las
en: mujeres en la universidad, haciendo de ella
(...) tendencia de algunas mujeres que han una carrera, fundamentalmente, de obstá-
alcanzado altas posiciones en áreas tradi- culos. Parece demostrado que el hecho de
cionalmente dominadas por hombres a que los tribunales académicos escojan, en
sentir que lo han hecho por sus propios un proceso de oposición profesional, ver-
méritos, sin ninguna consideración a su daderamente a los mejores constituye una
sexo. Asimismo, tendencia de esas mujeres entelequia, y que, por el contrario suelen
a no ahorrar a las otras mujeres los esfuer- promocionar sólo aquellos que más se agi-
zos que ellas mismas han tenido que des- tan socialmente.
plegar para llegar al puesto de responsabi-
lidad donde están, incluyendo también la Aun así, habría que interrogarse acerca
tendencia a sacar gloria y beneficio del de si se consigue trazar plenamente un
hecho de ser tan pocas las de su sexo en su esquema ordenado de los obstáculos que
ámbito. Por último, tendencia de estas paralizan el ascenso profesional de las
mujeres a disociarse de su sexo y a no ser mujeres en la academia. Se ha comprobado
solidarias con los problemas de la mayoría ya que el grado de éxito en esta empresa es
de las mujeres (p. 464). ciertamente elevado, sin embargo, se
hubiera cerrado el círculo por completo
con un capítulo de conclusiones finales
BALANCE FINAL dedicado a articular o poner en relación
con los demás capítulos entre sí. Sin un
Como se ha venido indicando repetida- balance final de estas características las tra-
mente, Las A cadémicas es un volumen de yectorias y carreras se leen entrecortada-
incuestionable valor científico por varias mente y se confunden, de hecho, con las
razones. En primer lugar, hay que recono- posiciones profesionales a las que final-
cer que constituye un excelente libro de mente conducen.
consulta, ya que se accede fácilmente y en Una buena forma de hilar esas trayecto-
un único texto a las principales líneas de rias profesionales sería preocuparse por
investigación de género y profesiones. aquellos que se van quedando en cada uno
Contiene igualmente un buen armazón de los peldaños de las carreras académicas y
teórico en el que se deja notar el peso de registrar como se consigue saltar en la prác-
una dilatada trayectoria investigadora en tica de un estadio a otro, lo que podría
temas de género de las coodirectoras. En suponer una interesante segunda parte
segundo lugar, destaca por su rigor meto- absolutamente complementaria de la pre-
dológico y ambicioso diseño empírico que sente investigación. Por ejemplo, y a este
proporcionan el retrato de una universidad respecto, no deja de ser inquietante la cir-
muy feminizada en su base, en cuanto a la cunstancia de que, a pesar de que existe una
distribución por género de su alumnado, proporción de doctorandas mayor que de
pero extremadamente desigual como ámbi- doctorandos, las primeras continúan leyen-
to profesional. En este sentido, se pondría do menos tesis que los segundos (el 44% de
en entredicho el universalismo que la califi- las mujeres consigue leer efectivamente
ca y que, sin duda, sigue siendo más una tesis frente al 56% de los varones)'0.

(10) INE: Estadística de la Enseñanza Superior en España, 1999-2000. Tesis doctorales aprobadas en el
curso 1997-1998.

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Quizá sería adecuado rastrear más intensa- parlamentos nacionales existentes al
mente el por qué de estas debacles obser- 31 de octubre de 1991. Madrid, Cortes
vando más directamente a aquellos que, en Generales, 1992.
cada tramo de este proceso profesional, los GARCÍA DE CORTÁZAR, M.; GARCÍA DE LEÓN, Ma
padecen. A.: «Mujeres en minoría: una investiga-
Un análisis con esta pretensión exige ción sociológica sobre las catedráticas
obviamente un diseño de panel, o el segui- de universidad en España. , en Opinio-
miento de un grupo de individuos a lo largo nes y A ctitudes, 16 (1997).
de toda su carrera profesional. Sin embargo, — Profesionales del periodismo. Hombres
el estudio de panel sería en este caso una y mujeres en los medios de comunica-
opción tan deseable como inviable, doble- ción. Madrid, CIS, 2000.
mente inviable. Por una parte, su coste eco- GARCÍA DE LEÓN, M A.: Las elites femeninas
nómico, de por sí importante, se dispararía
en el análisis de una carrera profesional tan españolas. Madrid, Queimada, 1982.
prolongada en el tiempo como la carrera Elites discriminadas (sobre el poder de
académica. Por otra, esa misma extensión las mujeres). Barcelona, Anthropos,
en el tiempo puede propiciar que finalmen- 1994.
te nos quedemos sin sujeto-objeto dadas las — Las mujeres políticas españolas (un
altas dosis de mortalidad académica que ensayo sociológico). Madrid, Comuni-
suceden en esos procesos. En definitiva, en dad de Madrid, Dirección General de la
el intento de convertir lo pensable en algo Mujer, 1991.
efectivamente real, Las A cadémicas quizá JORNADAS DE APOYO AL LOBBY EUROPEO DE
siga siendo lo mejor que tenemos y lo mejor MUJERES: Las mujeres y el poder político.
a lo que podamos aspirar. Madrid, Instituto de la Mujer, 1994.
ROMERO, M.: La empresaria española.

BIBLIOGRAFÍA Madrid, Instituto de la Mujer, 1988.


URIARTE, E.; ELIZONDO, A.: Mujeres en políti-
CORTES GENERALES: Las mujeres y el poder ca: análisis y práctica. Barcelona,
político: encuesta realizada en los 150 Ariel, 1997.

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