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Figura 3.

61: Representación de pseudoperfiles con dispositivos Dipolo – Dipolo

Los métodos eléctricos de prospección geofísica comprenden variedad de técnicas que emplean
tanto fuentes naturales como artificiales, las cuales son de aplicación más amplia.

- Resistividades: es, sin duda, en todas sus modalidades, el más importante de todos los
métodos eléctricos. Este método permite suministrar una información cuantitativa de las
propiedades conductoras del subsuelo y se puede determinar aproximadamente la
distribución vertical de su resistividad. El método de resistividades permite no solo el
estudio de formaciones subhorizontales, sino también la determinación de formaciones
subverticales (fallas, filones, zonas de contacto, etc.).
- Sondeo eléctrico vertical (SEV): es la más importante de los métodos que utilizan corriente
continua producida por generadores artificiales. Su finalidad es la determinación de las
profundidades de las capas de subsuelo y las resistividades o conductividades eléctricas de
las mismas, mediante mediciones efectuadas en la superficie.
- Calicata eléctrica: constituye una aplicación menos importante de otros métodos. Se
trabaja con distancia interelectródica constante. La calicata se emplea principalmente para
detectar y delimitar cambios laterales en la resistividad.
- Tomografía eléctrica: visualización de alguna propiedad eléctrica del subsuelo (resistividad
o independencia general), mediante secciones continuas, generalmente verticales (en dos
en tres dimensiones). Esta metodología es intensiva y de alto detalle o resolución.

A título informativo, a continuación, se indican algunos valores típicos de resistividad en


diversas formaciones geológicas:
Cuadro 3.33: Valores típicos de resistividad en algunas litologías (Ohmios.m).

Litologia Resistividad (Ohmios.m)


Arenas 50-500
Arcillas 1-20
Conglomerados 1000-10000
Areniscas 50-5000
Margas 50-5000
Calizas 300-10000
Pizarras 100-1000
Granito 300-10000

Tomografía eléctrica de superficie

De entre las diversas variantes de estos métodos, la que combina la mejor resolución lateral y
vertical en el rango de profundidades que habitualmente interesa a los estudios geotécnicos es
la tomografía eléctrica.

Es por ello que la tomografía eléctrica está considerada como un


método eficaz para detectar los contacto entre los niveles de
diferente composición y las discontinuidades tales como zonas de
fractura o zonas afectadas por procesos de karstificacion.

Mediante la tomografía eléctrica se realizan medidas puntuales de resistividad a distintas


profundidades y a lo largo de un perfil de longitud determinada, obteniendo una
pseudosección de resistividades aparentes que constituirá el punto de partida del proceso de
inversión. Para ello, se utiliza un equipo multielectrodo capaz de realizar miles de punto de
medida en un corto periodo de tiempo, permitiendo obtener información del área en estudio
rápidamente.

Figura 3.62: Ejecución de un perfil de tomografía eléctrica de superficie.


Se clavan en el subsuelo a la vez un gran número de electrodos de acero, con un
espaciamiento constante, conectados mediante un cable multiconector. Esta alineación de
electrodos sigue el perfil geo-eléctrico en dos dimensiones (2D) que se quiere realizar.

El amperímetro y voltímetro van montados en un mismo aparato, al que a su vez se


conectan a los electrodos y un ordenador portátil.

deEl ordenador es programado para que realice una secuencia de medidas, y se conecta a
una caja de conmutación electrónica, que selecciona automáticamente los electrodos utilizados
para para la inyección de corriente y medida de potencial.

unCon estas lecturas se generarán los pseudoperfiles de resistividad aparente, que luego
serán procesados mediante software para obtener tomografías eléctricas.

La interpretación consiste en la resolución del problema inverso, es decir, calcular una


distribución de resistividades reales a partir de la sección de resistividades aparentes medidas en
campo. Para ello el programa informático utilizado sigue en proceso iterativo partiendo de una
hipótesis de modelo inicial y calculando la sección de resistividades aparentes que produciría este
modelo. El cálculo se realizará mediante algoritmos de diferencias finitas y/o elementos finitos,
donde, y esta es la característica fundamental de la inversión tomografíca, la variación del valor de
cada celda o bloque en el que se ha dividido la pseudoseccion está limitada por los valores de
resistividad que presentan los bloques adyacentes. Es decir, durante el proceso de inversión no
solo se tiene en cuenta el valor de la resistividad del punto donde se realiza el cálculo, sino
también los valores de resistividad de los bloques próximos a éste.

Al final de una iteración se obtiene un modelo de resistividad y la pseudoseccion de


resistividades aparentes que produciría ese modelo. En función del error entre la sección de
resistividad aparente medida y la calculada se modifican los valores de resistividad asociados a los
bloques, creando un nuevo modelo. Este proceso se repite iterativamente hasta que se obtiene
una sección de resistividades que se ajusta a la estructura geológica de la zona estudiada. A partir
de los valores de resistividad obtenidos y estudiando la distribución de zonas que aparecen es
posible realizar una atribución geológica, definiendo planos de falla , zonas de fractura, presencia
de diques, estado de alteración o meteorización del macizo rocoso, etc. En la Figura 3.36 se
muestra dos ejemplos de perfiles obtenidos mediante tomografía eléctrica de superficie.
Figura 3.36: Perfiles de tomografía electica superficie.

Tomografía eléctrica. Modalidad 3D

Como se ha visto en el aparcado anterior, la tomografía eléctrica tiene por objetivo específico
determinar la distribución real de la resistividad del subsuelo a lo largo de un perfil de medida
(2D), pero también es posible en un volumen determinado del medio estudiado (modalidad 3D) a
partir de los valores de resistividad aparente obtenidos mediante medidas por métodos
convencionales de corriente continua realizadas desde la superficie.

El factor clave de esta técnica es el número y distribución de las medidas de campo y de


ello depende no solo la precisión de sus resultados sino también de la profundidad de
investigación. Es por ello que se precisa un número muy alto de datos, con un pequeño espaciado
entre medidas para aumentar la resolución lateral.

Las medidas se hacen involucrando de forma progresiva varios rangos de profundidad. El


resultado final de este tipo de estudios 3D es un bloque tridimensional a partir del que se pueda
obtener múltiples secciones en cualquier dirección, con la distribución de la resistividad real del
subsuelo.

Las medidas de la resistividad aparente del terreno para un estudio mediante tomografía
eléctrica 3D efectúan por técnicas de corriente continua, siendo posible emplear una gran
variedad de dispositivos, variando la distribución y la función de los diversos electrodos del equipo
de medida. Entre estos dispositivos podemos citar: los de tipo Wenner, polo-dipolo, dipolo-dipolo,
polo-polo, radial, etc. A pesar de sus diferentes configuraciones todos ellos tienen en común la
disposición de los electrodos en forma de malla regular cubriendo toda la zona de estudio.

Para llevar a cabo las medidas con un dispositivo de electrodos situados sobre el terreno
en forma de malla, se hace circular por el terreno una corriente mediante dos electrodos (A,B)
clavados en el suelo midiendo su intensidad (I). al menos uno de estos electrodos (A,B) se sitúa en
la zona de estudio, formando parte de la malla. Mediante otros dos electrodos (M Y N) se mide la
diferencia del potencial (V) que se establece entre ellos al circular la corriente citada
anteriormente por el subsuelo.

Puesto que los electrodos de medida se disponen en malla, y debido a la naturaleza 3D de


las medidas, no existe un único electrodo A ni un único electrodo M o N, pudiendo todos los
electrodos de la malla del dispositivo desempeñar alternativamente el papel del electrodo A, M, B
o N.

Figura 3.64: Tomografía eléctrica 3D. Disposición de los electrodos en malla.


Al finalizar el programa de medidas se obtiene datos de resistividad aparente del terreno,
interpretables en los términos de interés para cada caso, de forma cualitativa mediante
modelización o bien de forma cuantitativa mediante inversión. Esta segunda forma constituye la
esencia de la tomografía eléctrica en cualquiera de sus variantes.

Es importante aclarar que los valores de resistividad aparente obtenidos no corresponden


a la distribución real de la resistividad del subsuelo. Por lo tanto, no son directamente
interpretables desde el punto de vista de interés geológico, sino que es preciso realizar la inversión
de esta serie de datos para obtener resultados con resultados geológicos.

El empleo de un dispositivo 3D multiplica el número de datos obtenidos y con ello la


capacidad para resolver de forma detallada cualquier accidente puntual del subsuelo, siempre que
se den las necesarias condiciones entre sus dimensiones y la profundidad a la que se localiza.

Es evidente que la precisión y la resolución de los resultados de un estudio mediante


tomografía eléctrica en la modalidad 3D es muy superior a las correspondientes a la metodología
clásica 2D, porque involucran un volumen de datos muy superior y porque tienen en consideración
los efectos laterales, que en estas últimas puedes ser muy importantes y no manifestarse de forma
correcta en su verdadera situación en las secciones de resistividad obtenidas mediante medidas en
la modalidad 2D.

Esta particularidad resulta especialmente interesante cuando el objetivo del estudio


constituye un elemento “puntual” del subsuelo, como por ejemplo un hueco o cualquier otro
accidente de origen kárstico. En todo caso la capacidad resolutiva del método es directamente
proporcional al volumen de los accidentes a detectar inversamente proporcional a la profundidad
a que se localicen. En consecuencia, ha de definirse en cada caso de forma cuidadosa cual es
espaciado entre los electrodos más conveniente para cada estudio en función de los objetivos a
resolver y de la profundidad a investigar.

Figura 3.65: Aplicación de la tomografía eléctrica 3D para la detección de cavidades


kársticas.

Tomografía eléctrica sondeo – superficie


En este tipo de dispositivo, los electrodos se sitúan en sondeo y en superficie. Se crea una
secuencia de medida dipolo-dipolo, que es la que mayor resolución ofrece, aunque es más
susceptible a los ruidos eléctricos que puedan existir en la zona, como tomas de tierra, corriente
vagabundas, etc. Para esta secuencia, se emplean todos los electrodos disponibles, generando un
número muy elevado de combinaciones emisor – receptor. Para cada cuadripolo de medida se
realiza una lectura de voltaje e intensidad, a partir de la cual se obtiene la resistencia
posteriormente, se realiza el procesado de los datos obtenidos de forma similar al procesado de
datos de superficie, generando finalmente una sección que muestra la distribución de
resistividades existente en el volumen rocoso delimitado por la situación a la que llegan los
electrodos de superficie y en el sondeo.

Un elemento fundamental al realizar dispositivos de este tipo es que le sondeo tenga agua,
bien gracias a que el nivel freático este situado cerca de la superficie, o bien rellenándolo de forma
artificial, ya que el fluido constituye el elemento a través del cual se transmite el campo eléctrico
generado por los electrodos de corriente, lo que permite la lectura entre los electrodos de
potencial. En la Figura 3.66 adjuntada se muestra una imagen del tipo de electros utilizado
mediante esta técnica.

Figura 3.66: Tomografía eléctrica sondeo – superficie. Detalle del electrodo interior del
sondeo

Los electrodos se disponen a partir de la zona entubada del sondeo, ya que la presencia de la
tubería genera lecturas erróneas que afectan a la sección final procesada. Por ello, dependiendo
de la situación de cada sondeo, se realiza una configuración determinada definiendo el número de
electrodos activos y cotas a las que se sitúan.
En la fijura 3.67 se muestra una imagen de la seccion obtenida tras procesar los datos
correspondiendo a un sondeo y su linia de superficie

Figura 3.67: sección de bloques y de contornos en la tomografía sondeo superficie

Tomografía eléctrica cross-hole

Mediante la tomografía eléctrica cross-hole se obtiene datos acerca de la distribución de las


resistividades existentes entre un volumen de roca delimitada por la situación de dos sondeos

Para que el sistema sea operativo se deben cumplir las condiciones explicadas en el punto anterior
en cuanto a las características que debe presentar el sondeo.

La secuencia creada para realizar el tomógrafo utiliza todas las combinaciones posibles entre
emisores -receptores generando un numero de puntos de medida distribuciones entre los sondeos
investigación

Mediante un software adecuada se realiza el proceso de inversión, generando una sección con la
distribución de resistividades en el terreno (suelo y/o roca) comprendido entre sondeos en
estudio. a partir de los datos geológicos aportados por los sondeos e realiza la atribución geológica
definiendo zonas de fractura, a cambio en la calidad del macizo rocoso, cambios litológicos, etc.
Figura 3.68:perfil de tomografía eléctrica cross-hole entre dos sondeos

3.8.4 METODOS ELECTROMAGNETICOS

La tierra es un imán natural que da lugar al campo magnético terrestre

Las pequeñas variaciones de este campo (anomalías magnético) pueden indicar

La presencia en profundo de sustancias (suelos, rocas y minerales) de diferentes susceptible


magnético

El método magnético sirve para dar información sobre el basamento y su profundidad


particularmente para entornos cristalinos y metamórficas. De igual manera ayudara a estudiar la
geología regional y estructural

Los resultados que se obtienen no pueden no pueden ser interpretados directamente de manera
cuantifica a partir de los datos de campo

Los equipos más usados hoy dieron son los magnetómetros de protones

La resonancia magnética protónica (saturado o no saturado) de los acuíferos el MRS permite


estimar las propiedades del acuífero, como cantidades de agua, porosidad o permeabilidad
hidráulica

En geotecnia su aplicación principal es para la localización de conducciones metálicas enterrados,


contactos litológicos, falla, diques, masas mineralizadas, etc siendo su utilidad muy limitadas

Son aquellas que estudian la respuesta del terreno cuando se propaga a su través campos
electromagnéticos

La gran variedad de formas de géneros o detectar campos EM, así como la diversidad de sus
características, dan lugar a un mayor número de técnicos de aplicación cualquier otro método
geofísico

En principio pueden clasificar en dos grandes grupos:


-técnicas en las que predominan las corrientes de conducciones: bien de fuente de inducción
próxima (que, a su vez, pueden dividirse en métodos FDEM y en métodos TDEM) bien en fuentes
de inducción lejana

-técnicas en que los corrientes desplazamientos predominan sobre las corrientes de conducción:
georradar o GPR

Los dos métodos mas utilizados en estudios geológicos son :

-very low frequency: medida electromagnéticos que permiten delimitar las fracturas o fallas de un
acuífero particularmente útil en caso de estudios de acuíferos fracturados como los sistemas
karsticos

-sondeos electromagnéticos en el dominio temporal (SEDT O TDEM): tiene ventaja (sobre los
otros) por su capacidad de mayor poder de penetración que permite obtener información hasta
grandes profundidades y a través de recubrimiento conductora

-tomografía electromagnética por radio-ondas: este método se utiliza para investigar la estructura
geológica general

-georadar o GPR (ground prnetrating radar) es un método eléctrico particular que se utiliza
fuentes de corriente alterna donde se usa la reflexión de ondas electromagnético de muy alta
frecuencia (80 a 500 MHZ). Permite de manera versátil y rápida, la investigación a poca
profundidad del subsuelo

Very low frecuency (VLF)

Mediante este método se miden las modificaciones de amplitud e inclinación que sufren la
componente en fase y en cuadratura de una señal electromagnética de muy baja frecuencia
cuando en su trasmisión por el terreno atraviesan elementos conductores, como son las zonas de
falla. esta señal es capaz de trasmitirse a miles de kilómetros a lo largo de la corteza terrestre

Existe una red de emisoras distribuidas por todo el mundo y su señal, seleccionando las emisoras
más adecuadas para cada zona de trabajo y para cada objetivo, se registra con los equipos
geofísicas pertinentes

Georadar o GPR (ground penetrating radar )

Los equipos de georadar ,también denominado por su siglas inglesas GRP son herramientas
geofísicas ,relativamente jóvenes , ya que solo cuentan con 25 años de desarrollo y aplicación en la
ingeniería civil

El gran desarrollo de la electrónica de los últimos años unido a la demanda de equipo de georadar
a nivel mundial , ha supuesto una gran mejora de dichos quipos, equipos de georadar a nivel
mundial ,ha supuesto una gran mejora de dichos equipos así como de sus aplicaciones ,junto con
la aparición de modelos especialización

En la década de los años 80 del pasado siglo, con el desarrollo de los primeros bancos de
calibración y sobre todo a partir del proyecto internacional de investigación
“STRIPA”dobre fracturación de macizos rocosos ha sido posible el desarrollo equipos georadar
para sondeos con antenas direccionales que permitan la dirección y el buzamiento de las
discontinuidades en macizos rocosos con cierta precisión

*su principal aplicación en ingeniería civil se centra en la detección de cuevas servicios y


yacimientos

Los equipos de georadar generan mediante una antena emisora , impulsando electromagnético de
muy corta duración en frecuencias comprendidas entre 10MHZ y 2 ghz que en su recorrido a
través del terreno intererpetan objetos y superficies de discontinuidad donde parte de la energía
es reflejada siendo esta percibida por la antena

En muchos aspectos el georadar es el equivalente electromagnetismo de la simia de reflexión y es


por ello que pueda aplicarse un proceso similar. se diferencia principalmente de esta última en
contraste físico ya que el coeficiente de reflexión para las ondas electromagnéticas es tres veces
mas alto para las ondas sísmicas siendo la energía reflejada en un 15 % al 30% de la emitida. sim
embargo su penetración es pobre comparándola con la de las ondas sísmicas

Obimiante los fenómenos de propagación trasmisión reflexión se estudia dentro de la teoría


general de los campos electromagnetismo teoría que excede con creses el objetivo descriptivo de
este epígrafe
3.8.5 métodos gravimétricos

El método esta basado en el estudio la variación de la componente vertical del campo gravitatorio
terrestre

Las anomalías están originadas exista en un lugar un cuerpo de mayor o menor densidad que la del
entorno

Se realiza mediciones relativas es decir se miden las variaciones laterales de la tracción gravitatoria
de un lugar al otro puesto que en estas mediciones se puede lograr una presión satisfactoria mas
fácilmente en comparación con las mediciones del campo

La unidad de media es el migal y la unidad gravimétrica ug

El método gravimétrico se emplea como un método de reconocimiento en eral en hidrología


subterránea para definir los limites de los acuíferos (profundidad de las formaciones
impermeables extensión de la formación acuífera natural y estructura de las fonaciones del
subsuelo)

*en geotecnia se aplica para los huecos

3.8.6 testificación geofísica en sondeos

Unas de las técnicas geofísicas de gran utilidad para medir determinación propiedades físicas de
las formaciones geológicas atravesarles por sondeos es la testificación geofísica

La principal diferencia respecto a las técnicas empleadas en superficie radica en que en este caso
receptor y emisor se sitúan en una sonda que mediante un cable de acero es desplaza en general
en sentido ascendente a lo largo de un sondeo previamente perforado como resultado se obtiene
lo que se denomina log

Las propiedades físicas medida en sondeo son prácticamente las mismas que las utilizadas en
superficie como el potencial espontaneo resistividad eléctrica radiactividad
Dependiendo de la litología existente en la zona de estudios es posible emplear una sonda que
defina claramente alternativas etológicas presencia de niveles guía valoraciones en la calidad de la
roca aportes de agua zonas de fractura datos estructurales hidrológicas

Obteniendo una idea clara y precisa de la estructura geológica existentes en el área de estudio y
en muchos casos de los parámetros geotécnicos del terreno

Existen multitud de sondas diferentes dependiendo del fabricante y del principio físico en que se
basa las medidas realizadas, la descripción particulita de cada una de ellas desborda claramente el
alcance de este documento

Analizando los datos portados por cada una de ellas es posible conocer y definir la forma clara y
precisa la situación del terreno estado de alteración presencia de fallas propiedades eléctricas
módulos de deformación información estructural y flujo de agua en los sondeos todo ello junto
con los datos geofísicos testificaciones geológicas y la cartografía geológica permite definir la
estructura y el modelo geológico de la zona estudiada

Sonico de onda completa

en la figura de 3.71 se muestra la imagen obtenida tras el proceso de registro sónico de onda
completo en un sondeo geotécnico perforado mientras que en la foto se muestra la sonda
utilizada para la obtención de ese registro

Mediante esta di agrafia además de poder realizar una interpretación cualitativa de las zonas de
falla y/o fractura es posible estimar a través de la medición de las velocidades Vp y Vs los módulos
dinámicas de deformación de macizo rocoso

Acostic televiewer
Genera una imagen de las paredes del sondeo registrando la amplitud y el tiempo de viaje de las
ondas acústicos reflejadas en la interfaz entre fluido de perforaciones y las paredes de sondeo. La
calidad de las imágenes registradas depende del contraste de las intendencias características del
fluido en el sondeo y el terreno atravesado en la perforación las imágenes obtenidas se orientan
mediante magnetómetros y acelerómetros referenciados habitualmente respecto al norte
magnetico. A partir de los datos obtenidos y tras un proceso de análisis de datos definiendo las
familias de junta y fracturas que aparecen en el log junto con los daros de desviación del sondeo y
orientación aportan los datos necesarios para conocer el estado tensional del macizo rocoso
Fullbore Formation microimager/High Resolution Azimuthal laterolog

Mediante las sondas FMI y HALS-HNGS creadas por Schlumberger se obtienen imáge nes
orientadas de micro-resistividad de las paredes del sondeo y resistividad-conduc tividad
somera y profunda respectivamente, a partir de las cuales es posible realizar un análisis
estructural del macizo rocoso, conociendo las distintas familias de fractu ras (dirección y
buzamiento), grado de fracturación, RQD, etc., lo que permite carac terizar los distintos
materiales que aparecen en la zona. Los datos obtenidos son muy similares a los que se
consiguen mediante la sonda acoustic televiewer.

3.8.7 PRECAUCIONES

La Geofísica dispone de numerosas técnicas para resolver cuestiones sobre la


caracterización de los suelos y las rocas (macizos rocosos).

Si nos ceñimos al reconocimiento geotécnico, que es precisamente el objeto del presente


libro, cabe decir que los procedimientos geofísicos son generalmente muy atractivos,
particularmente cuando los reconocimientos a realizar son muy extensos, habida cuenta la
rapidez de ejecución y su bajo coste cuando se comparan con otras técnicas de
reconocimiento. Como contrapartida, la información que se obtiene está sujeta a ciertas
limitaciones.

Siempre que se utilice un reconocimiento geofísico, es recomendable lo siguiente:

- Completar el reconocimiento con la realización de sondeos mecánicos que permitan el


necesario contraste.

- Utilizar la información geofísica, principalmente, para interpretar información geotécnica


concreta obtenida en los puntos de contraste.

- Cuando se realicen reconocimientos geofísicos y sondeos mecánicos, suele ser interesante


realizar en primer lugar la geofísica, por cuanto que en caso de ob-

servarse zonas concretas de difícil o dudosa interpretación con

mallas o irregularidades no previstas, puede intensificarse la carnp,,ñIn deos en tales lugares.

- Realizar los reconocimientos geofísicos según alineaciones de interes.

- En general, esas alineaciones serán los perfiles que después se utilice para definir las situaciones
de proyecto.

- La interpretación de los resultados de los reconocimientos geofísicos debe ser realizada por
técnicos especialistas. En general, se requiere la utilización de programas informáticos adecuados.

- El técnico que realice la interpretación debe dejar constancia clara de la tecnica de análisis que
haya utilizado y de la posible recisión de la información final que obtiene.

Como conclusión final, citar que es necesario siempre utilizar varios métodos geofisicos que

confirmen la bondad de nuestras conclusiones o apoyarlas en datos obtenidos mediante otras

técnicas de reconocimiento del terreno más conweacionales.

PROGRAMACIÓN DEL RECONOCIMIENTO


4.1. INTRODUCCIÓN

La decisión del tipo y número de prospecciones (sondeos, penetrómetros, calicatas) a realizar en


cada emplazamiento y la profundidad de reconocimiento de las mismas es una de las cuestiones
más críticas en la planificación de las investigaciones in situ y depende de varios factores.

En cuanto al número y tipología de las prospecciones depende de los objetivos y alcance de la


Campaña de Investigación Geotécnica, así como de la representatividad de la zona investigada por
cada sondeo.

Desgraciadamente, los tiempos disponibles y el coste de inversión en la campaña son dos serios,
severos e intransigentes factores que, en más ocasiones de las desea-das, influyen en el alcance
del reconocimiento geotécnico del terreno.

En cuanto a la profundidad de investigación cabe decir que sólo con carácter orientativo los
sondeos deberían alcanzar, como mínimo, el techo del sustrato más profundo que pudiera verse
afectado por cualquier actuación de una estructura sobre el terreno (cargas, filtraciones,
deformaciones, etc.).
4.2. RECONOCIMIENTO DEL TERRENO EN OBRAS DE EDIFICACIÓN

Para la programación del reconocimiento del terreno se deben tener en cuenta todos los datos
relevantes de laparcela, tanto los topográficos o urbanísticos y generales del edificio como los
datos previos de reconocimientos y estudios de la misma parcela o parcelas limítrofes si existen, y
los generales de la zona realizados en la fase de planeamiento o urbanización.

, Según el Documento Básico CTE SE-C, Seguridad Estructural-Cimientos, a efectos

del reconocimientodel terreno, la unidad a considerar es el edificio o el conjunto de

os de una misma promoción, clasificando la construcción y el terreno según los cuadros siguientes.

Cuadro 4.1: Clasificación del tipo de construcción (CTE).

Tipo Descripción

C-0 - Construcciones de menos de 4 plantas y superficie construida inferior a


300m2
C-1 - Otras construcciones de menos de 4 plantas
C-2 - Construcciones entre 4 y 10 plantas
C-3 - Construcciones entre 11 a 20 plantas
C-4 - Conjuntos monumentales o singulares o de más de 20 plantas

 En el cómputo de plantas se incluyen los sótanos

Grupo Descripcion
T-1 Terrenos favorables aquel. con poca variabilidad y en los que la práctica
habitual en 1a zona es de cimentación directa mediante elementos aislados.
T-2 Terrenos Intermedios: los que presentan variabilidad. o que en le zona no
siempre se recurre a la misma solución de cimentación, o en los que se puede
suponer que tienen rellenos antrópicos de cierta relevancia. aunque
probablemente no superen los 3.0 rn

T-3 Terrenos desfavorables los que no pueden clasificarse en ninguno de los tipos
anteriores. De forma especial se consideraran en este grupo los siguientes
terrenos:
a) Suelos expansivos
b) Suelos colapsables
c) Suelos blandos o sueltos
d) Terrenos kersticos en yesos o calizas
e) Terrenos venables en cuanto a composición y estado
f) Rellenos antropicos con espesores superiores a 3 m
g) Terrenos en zonas susceptibles de sufrir deslizamientos
h) Rocas volcanicas en coladas delgadas o con cavidades
i) Terrenos con desnivel superior a 15º
j) Suelos residuales
k) Terrenos de mansmas
La densidad y profundidad de reconocimientos debe permitir una cobertura co• rrecta de la zona
a edificar. Para definirlos se tendrá en cuenta el tipo de edificio, la superficie de ocupación en
planta y el grupo de terreno (ver cuadros 4.1 y 4.2). Con carácter general, el mínimo de plintos a
reconocer será de tres. En el Cuadro 4.3 se recogen las distancias máximas clme. entre puntos de
reconocimiento que segun el CTE no se deben sobrepasar y las profundidades orientativas P bajo
el nivel final: la excavación. La profundidad del reconocimiento en cada caso se fijará teniendo
cuenta el corte geotécnico del terreno y las prescripciones de dicho documenw* que

Todos los puntos de reconocimiento en planimetría y altimetría, deben q"

reflejados en un plano, referidos a puntos fijos claramente reconocibles del enwr'°. en su defecto a
coordenadas UTM.
Cuadro 4.3: Distancias máximas entre puntos de reconocimiento y profundidades operativas (CTE).

       
Grupo de terreno
Tipo de construcción T1 T2
dmax(m) p (m) dmax(m) p (m)
C-0, C-1 35 6 30 18
C-2 30 12 25 25
C-3 25 14 20 30
C-4 20 16 17 35

En el caso de que las distintas máximas excedan las dimensiones de la superficie a


reconocer, deben disminuirse hasta que se cumpla con el número de puntos mínimos requeridos.

En el caso de edificios con superficie de planta superiores a los 10.000 m 2 se podrá reducir
la densidad de puntos. Esta reducción tendrá como límite el 50% de los obtenidos mediante la
regla anterior aplicada sobre el exceso de la superficie.

Las condiciones fijadas anteriormente no son de aplicación en los reconocimientos del


terreno para la elaboración de los estudios geotécnicos de los proyectos de urbanización.

En el cuadro 4.4 de establece el número mínimo de sondeos mecánicos y el porcentaje del


total de puntos de reconocimiento que pueden sustituirse por pruebas continuas de penetración
cuando el número de sondeos mecánicos excedan el mínimo especificado en dicho cuadro.

Cuadro 4.4: Número mínimo de sondeos mecánicos y porcentaje de sustitución por ensayos
continuos de penetración (CTE).

         
Número minimo % de sustitución
  T-1 T-2 T-1 T-2
C-0 1 66
C-1 1 2 70 50
C-2 2 3 70 50
C-3 3 3 50 40
C-4 3 3 40 30

Debe comprobarse que la profundidad planificada de los reconocimientos ha sido


suficiente para alcanzar una cota en el terreno por debajo de la cual se desarrollarán asientos
significativos bajo las cargas que pueda transmitir el edificio (concepto de bulbo de tensiones).

Dicha cita podrá definirse como la correspondiente a una profundidad tal que en ella el
aumento neto de tensión en el terreno bajo el peso del edificio sea igual o inferior al 10% de la
tensión efectiva vertical existente en el terreno en esa cota antes de construir el edificio, a menos
que se haya alcanzado una unidad geotécnica resistente tal que las presiones aplicadas sobre ella
por la cimentación del edificio no produzca deformaciones apreciables.
unidad geotécnica resistente a la que se hace referencia en el párrafo anterior debe
comprobarse en una profundidad de al menos 2 m, más 0.3 m adimensionales por cada planta que
tenga la construcción.

El aumento neto de tensión en el terreno podrá determinarse utilizando los ábacos y


tablas existentes en la literatura geotécnica de uso habitual o también, de forma aproximada,
suponiendo que la carga del edificio se distribuye uniformemente en cada profundidad sobre una
superficie definida por planos que, buzando hacia el exterior del área cargada en la superficie del
terreno, alcanzan dicha profundidad con líneas de máxima pendiente 1H:2V.

En el caso que se prevean cimentaciones profundas mediante pilotes, se llevarán a cabo


las comprobaciones antes indicadas suponiendo que la cota de aplicación de la carga del edificio
sobre el terreno es la correspondiente a una profundidad igual a las dos terceras partes de la
longitud de los pilotes. Salvo justificación, en el caso de pilotes columna se comprobará que la
profundidad igual a las dos terceras partes de la longitud de los pilotes. Salvo justificación, en el
caso de pilotes columna se comprobará que la profundidad investigada alcanza aproximadamente
cinco cinco diámetros (5D) por debajo de la punta del pilote previsible a utilizar.

Por último, en caso de terrenos del grupo T-3 (antes citado, según el CTE) o cuando el
reconocimiento se derive de otro que haya resultado insufiente, se intercalarán puntos de
reconocimiento en las zonas problemáticas hasta definirlas adecuadamente.

4.3 RECIBIMIENTO DEL TERRENO EN OBRAS LINEALES

En cuanto a la programación del reconocimiento del territorio en obras lineales, la Guía de


Cimentación en Obras de Carreteras GCOC, del Ministerio de Fomento explícita que para poder
proyectar una cimentación es indispensable disponer de la información del terreno
suficientemente detallada. El alcance de la investigación y los procedimientos que deben utilizarse
habrán de decidirse teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

- Cimentaciones que han de realizarse. En este sentido debe disponerse de una definición lo más
completa posible de la ubicación de los apoyos de las estructuras y de los terraplenes, que
posteriormente serán objeto de estudió.

- Estructura geológica y características del terreno, que habrán sido objeto del informe geológico -
geotécnico previo.

- Necesidades concretas del reconocimiento, que habrán sido expresamente identificadas en el


informe geológico - geotécnico previo.

- Posibles técnicas de reconocimiento disponibles, descritas en epígrafes anteriores.

La consideración de estos aspectos debe llevar a la definición de la campaña de


reconocimientos.

La definición de la referida campaña debe quedar claramente expuesta en un documento


donde figuren los siguientes elementos:

- Identificación de los objetivos de los reconocimientos.


- Trabajos de campo a realizar, incluyendo cuántos elementos se piensen utilizar:
calicatas, ensayos de penetración, sondeos mecánicos, estaciones geo mecánicas,
prospección geofísica, etc.

- Toma de muestras y ensayos de laboratorio que se crean más convenientes.

- Planos con ubicación suficiente precisa de los reconocimientos a realizar, que permitan
su replanteo.

- Criterios de adaptación de las labores de reconocimiento en función de los resultados


parciales que se vayan obteniendo.

Con norma general, según GCOC antes citada, los reconocimientos del terreno deben ser
suficientemente amplios, de manera que permitan conocer el terreno en las zonas de influencia de
las cimentaciones. Esa amplitud no solo debe ser suficiente en planta, respecto al eje del trazado,
sino también en profundidad, hasta sobrepasar la zona donde las cargas de cimentación pueden
tener efecto.

Las zonas amplias deben de reconocerse mediante técnicas adecuadas (cartografía


geológica, reconocimientos geofísicos, rozas y/o calicatas y algunos sondeos mecánicos y/o
ensayos de penetración continuos).

Generalmente, será suficiente alcanzar un conocimiento global que permita


decidir la ubicación precisa del trazado, la situación de las obras de fábrica y las tipologías
de sus cimentaciones.

En el entorno de los cimientos, el conocimiento del terreno debe ser más detallado. Han de
caracterizarse los distintos suelos y/o rocas que aparezcan en el subsuelo y han de investigarse
otros detalles, en particular los relativos a la situación del agua en el terreno. En las zonas de
afección de las cimentaciones han de intensificarse los reconocimientos hasta que la información
obtenida sea suficiente.

Al objeto de ilustrar lo que se entiende por «suficiente», a continuación, se incluyen


algunos conceptos aplicados a situaciones concretas. Con ello se espera ayudar al ingeniero en la
decisión relativa a la intensidad de los reconocimientos del terreno.

Calificación del terreno para determinar la intensidad del reconocimiento

La intensidad de los reconocimientos necesarios para estudiar las cimentaciones en obras


de carretera depende de la naturaleza del terreno y del tipo de obra a estudiar.

La naturaleza del terreno puede clasificarse según dos características esenciales que son la
variabilidad y la capacidad portante relativa (respecto a la necesaria para soportar bien la obra en
cuestión).

- Respecto a la variabilidad del terreno, pueden calificarse en homogéneos, normales y


heterogéneos, según se indica a continuación.

- Respecto a las condiciones de cimentación, pueden distinguirse a situaciones favorables,


normales o adversas, según se especifica más adelante.
Variabilidad del terreno

Las características del terreno suelen variar de un lugar a otro según leyes más o menos
predecibles. Se considera que la variabilidad de un terreno es "normal" cuando las características
geotécnicas en la vertical de un punto pueden producirse con precisión adecuada al fin que
persigue, interpolándolas entre las obtenidas en sondeos espaciados aproximadamente unos 20 m
entre sí.

Condiciones de cimentación

Las condiciones de cimentación pueden ser similares, mejores o peores que las correspondientes a
una situación que se podría calificar como «normal».

- Una situación "normal” es aquélla que, conduciendo a una cimentación usual,


relativamente fácil de ejecutar y sobre la que se tiene cierta experiencia previa, no resulta
especialmente sensible a las variaciones de calidad esperables en el terreno de
cimentación.

- Condiciones de cimentación adversa (peores que lo normal) pueden darse en aquellos


terrenos problemáticos que obliguen a utilizar procedimientos especiales de cimentación.
Para ilustrar esta situación se citan los siguientes ejemplos: cimentación de terraplenes,
puentes o muros en medias laderas de estabilidad dudosa y cimentaciones de terraplenes
sobre suelos excepcionalmente blandos.

- Condiciones de cimentación favorables (mejores que lo normal) son aquéllas en las que la
solución aplicada es de buen comportamiento, aunque las condiciones del terreno
cambien dentro del rango esperado. Como ejemplo puede citarse la cimentación de
puentes en rocas sedimentarias subhorizontales sanas en terrenos llanos, apoyo de
terraplenes en terrenos llanos, competentes y con el nivel freático bajo, etc.

Clases de reconocimiento

Atendiendo a la clasificación del epígrafe precedente, el reconocimiento necesario puede


calificarse como intenso, normal y reducido, aunque conviene considerar que existen algunas
situaciones en las que la acusada problemática del terreno requiere un reconocimiento
especialmente intenso. También, en el otro extremo, en situaciones homogéneas y favorables no
sería necesario más que un reconocimiento geotécnico esporádico. La relación que existe entre las
condiciones del terreno y la intensidad de los reconocimientos se indica en Cuadro 4.5.
Cuadro 4.5: Clases de reconocimiento del terreno (GCOC).

El documento donde se programen los reconocimientos debe contener información


suficiente para poder calificar la situación y, en consecuencia, es decir sobre la intensidad del
reconocimiento geotécnico que se necesita.

Antes de iniciar la realización de una campaña de reconocimiento geotécnico, se debe


haber analizado previamente la situación correspondiente y haber identificado los objetivos de los
reconocimientos, de manera que el número de puntos de reconocimiento y su situación estén ya
bastante condicionados por la geometría prevista de las obras a realizar y por la información
preexistente.

Es posible que durante la propia campaña de reconocimiento de observe que las


condiciones son más o menos homogénea las o favorables que lo previsto al iniciarla. En esos
casos conviene replantear la situación y ampliar o reducir la intensidad de la campaña
consecuente.

Número de puntos de reconocimiento en campañas de intensidad normal

De acuerdo con lo dicho en el apartado precedente, una campaña de reconocimiento se considera


de intensidad normal cuando el terreno es "normalmente homogéneo" y las condiciones de
cimentación son también “normales". Esta intensidad de reconocimiento también sería aplicable a
situaciones de terreno heterogéneo, siempre que, en compensación, la cimentación no sea
sensible a esa heterogeneidad (condiciones favorables). También sería aplicable a condiciones de
cimentación adversas siempre que, en compensación, el terreno sea más uniforme u homogéneo
que la que aquí se define como "normal".

La intensidad de los reconocimientos en las campañas de intensidad normal depende del


tipo de cimentación a estudiar, según se ilustra en el cuadro 4.6. en este cuadro se indica el
número (o la separación) de perfiles transversales al eje de la obra lineal que deben investigarse y
el número de puntos de reconocimiento que debe n hacerse en cada perfil.

Las notas aclaratorias al cuadro 4.6 son las siguientes:

a) Normalmente, en cada punto de reconocimiento se realizará un sondeo mecánico a


rotación con recuperación de testigo. No obstante, parte de los sondeos pueden
sustituirse por los siguientes reconocimientos:
 En suelos blandos, entre 1/3 y 2/3 de los puntos deben reconocerse mediante ensayos
penetrométricos estáticos, piezocono preferiblemente.
 En suelos cuya consistencia sea "media" o algo menor que "media", hasta la mitad de
los puntos del reconocimiento pueden sustituirse por ensayos penetrométricos
dinámicos continuos.
 En situaciones de suelo firme o muy firme, hasta la mitad de los sondeos puede
sustituirse por exploraciones mediante calicatas.
 En situaciones de roca aflorante, hasta dos tercios de los puntos pueden reconocerse
mediante estaciones geomecánicas con censado de litoclasas.

b) En condiciones que no sean "normales" el número de puntos de reconocimiento


recomendable será diferente según se indica en la citada GCOC.
c) En cuanto a la cimentación de puente de varios tramos, en general es recomendable
reconocer todos y cada uno de los apoyos de los puentes. Además, en aquellos casos en
los que el apoyó es de grandes dimensiones (estribos de apoyo conjunto de varias
calzadas, por ejemplo) será necesario reconocer al menos dos puntos por cada apoyo.
d) Respecto a la cimentación de puentes de un tramo y pasos inferiores, en general estás
estructuras se apoyan a lo largo de dos alineaciones paralelas que, a efectos de los
reconocimientos geotécnicos, pueden considerarse como una sola cuando están poco
separadas, del orden de unos 8 m como máximo, siempre que no se haya detectado la
presencia de fallas, discontinuidades o singularidades de otro tipo entre ambas. El número
de puntos de reconocimiento que conviene establecer en cada alineación depende de ella
longitud de la obra para obras de gran longitud, mayor que unos 100 m, conviene que los
reconocimientos no resulten espaciados más de 50 m entre sí.
e) Para la cimentación de muros de contención, los apoyos de ellos mismos deben
reconocerse con espaciamientos cortos. El comportamiento de estas estructuras es muy
sensible a pequeñas variaciones locales del terreno, que deben conocerse con suficiente
detalle. Cuando los muros son de más de 5 m de altura conviene establecer al menos dos
puntos de reconocimiento en cada perfil y pasar a tres puntos cuando la altura supera los
10 m.
f) En lo que respecta al apoyo de terraplenes y de rellenos en general, debe investigarse
normalmente, mediante perfiles espaciados no más de unos 100 m entre su y cada perfil
realizar al menos dos reconocimientos puntuales en terraplenes bajos (H<10m) y al menos
tres en terraplenes altos (H>10m).
g) Depósitos de suelos blandos que se van a tratar: la intensidad del reconocimiento, en
estos casos, es mayor que la indicada para los apoyos de los terraplenes sobre terrenos
que no han de tratarse, así el número de puntos por perfil reconocimiento, dependerá de
la anchura de la sección transversal de la obra.
Cuadro 4.6: Número de puntos de reconocimiento recomendados en situaciones normales (GCOC).
4.4 TOMA DE MUESTRAS
Las muestras geotécnicas se toman tanto en el interior de los sondeos como en las
calicatas con el fin de obtener una cierta cantidad representativa de material del terreno
investigado, para posterior ensayo en laboratorio.
los tipos de muestras son:
- -Muestras inalteradas
- -Testigos parafinados
- -Muestras alteradas
- -Muestras de agua
Las muestras inalteradas (MI) son las que no sufren alteraciones en su estructura ni en su
humedad natural. En los sondeos geotécnicos se extraen mediante tomamuestras
normalizado a distintas profundidades y en calicatas mediante muestras en bloqueo hinca
de tubos a presión o golpeo, como se verá más adelante.
Los testigos parafinados (TP) suelen ser testigos de roca procedentes de sondeos que se
recubren con parafina (inmediatamente después de la extracción) para no alterar su
condición natural.
Las muestras alteradas(MA) son muestras que sufren alteraciones de su estructura y
humedad natural, pero conservan su composición mineralógica. Se obtienen en las
calicatas y su objeto es la realización de ensayos de identificación, compactación, etc., no
de resistencia.
Las muestras de agua se obtienes en los acuíferos detectados durante la perforación con
el fin de realizar análisis químicos. los análisis de laboratorio mas frecuentes son el PH, el
contenido de sales, materia orgánica y elementos contaminantes. Las muestras no deben
tomarse inmediatamente después de finalizar la perforación para dejar que se decanten
los residuos debidos a la ejecución del sondeo (partículas sólidas en suspensión, restos de
agua de inyección, lodos de perforación). El agua se recoge en botellas de plásticos
limpias, lavándolas con la misma agua antes de llenarlas. Cada muestra de agua debe
llevar indicada la fecha y os datos identificados del sondeo al que pertenece y profundidad
de la misma.
A este respecto, el Documento Básico CTE define las muestras como:
- Muestras de categoría A. Son aquellos que mantienen inalteradas las siguientes
propiedades de suelo: estructura, densidad, humedad, granulometría, plasticidad y
componentes químicos estables. Es el caso de las que identifican como “muestras
inalteradas (MI).
- Muestra de categoría B. Son aquellas que se mantiene inalteradas las siguientes
propiedades del suelo: humedad, granulometría, plasticidad y componentes
químicos estables. Se incluyen aquí los denominados “testigos parafinados “(TP).
- Muestras de categoría C. Se incluyen aquí todas aquellas muestras que no
cumplen las especificaciones de la categoría B, conocidas como “muestras
alteradas” (MA).

Cuadro 4.7: Categorías de las muestras de suelos y rocas para ensayos de laboratorio
(CTE).

Propiedades a determinar Categoría mínima de las muestras


- Identificación organoléptica C
- Granulometría C
- Humedad B

- Límites de Atterberg C
- Peso específico de las partículas B
- Contenido en material orgánico y en CaCO. C

- Peso específico aparente Porosidad A


- Permeabilidad A
- Resistencia A

- Deformabilidad A
- Expansividad A
- Contenido en sulfato solubles C

Según lo previsto en la planificación del reconocimiento (ver epígrafes anteriores de este


capítulo), se deberán tomar muestras de los lugares especificados para identificar y
determinar las propiedades geotécnicas del terreno mediante ensayos de laboratorio.
El número y procedencia de las muestras dependerán, por lo tanto, de los datos que sea
necesario conocer para elaborar el informe geotécnico.
Las propiedades que se puedan determinar a partir de una muestra dependes del grado
de alteración que se presenta, esto es, de las modificaciones que sufra en su estructura
desde su situación original en el terreno natural hasta que llegue al laboratorio, después
de ser extraído en los sondeos, las calicatas u otros procesos.
Normalmente, se considera que una muestra es inalterente si se mantiene las
características siguientes:

- Tamaño de las partículas


- Humedad
- Densidad
- Índice de densidad
- Permeabilidad
- Compresibilidad
- Resistencia al corte

Una muestra estaría totalmente alterada sin ninguna de las propiedades se conservase
razonablemente próxima a los valores naturales in situ.
Lógicamente, debe evitarse el lavado o segregación de las partículas (salvo que alguna
razón particular lo justifique en un caso concreto), porque motivaría que cualquier ensayo
sobre la muestra no fuese representativo.

La toma de muestras en suelos


Las muestras inalteradas se suelen tomar a un nivel inferior del fondo del sondeo y/o de la
base del revestimiento. A tal fin, porción del suelo remodelado en el fondo del sondeo
debe eliminarse con cuidado de no modificar la zona de donde se tomará la muestra. Esto
se hará por medio de una cuchara de limpieza, nuca con el chorro de agua.
En el proceso de la toma de la muestra no se debe permitir la vibración o flexión del
varillaje en la toma de muestra.
La penetración total del tomamuestras no debe ser, en ningún caso, superior a su
longitud inferior. No obstante, debe procurarse que la muestras se extraigan con una
longitud mínima de 500 mm.
Para cada toma de muestra, el operador debe preparar una estadillo o parte en el que
anotara los siguientes datos:
- Referencia de la obra.
- Empresa encargada del sondeo.
- Numero clave del sondeo.
- Fecha y operación que efectúa la toma.
- Identificación (nombre o código) de la muestra.
- Profundidad a la que se torna la muestra: su límite superior y límite inferior.
- Tipo y características de tomamuestras utilizados.
- Método empleado de la penetración del tomamuestras.
- Longitud de la muestra extraída.
- Longitud de la muestra conservada.
- Cota absoluta de la superficie del terreno y posición del nivel freático.
- Columna litológica de la vertical correspondiente.
- Observación sobre las dificultades encontradas en el curso de la toma y,
especialmente, sobre las precauciones tomadas en caso de presencia del agua en
el sondeo.

Cuando la hinca se realiza con la presión continua, debe indicarse la velocidad de la


penetración. Si se mide la presión de la penetración, debe anotarse asimismo la variación
de esta presión en función del avance del tomamauestras.
Si la toma de muestras inalteradas en sondeos se realiza por persecución, normalmente
se contabiliza los golpes necesarios para penetrar 30 cm, después de haber desechado los
primeros 15 com. A l numero de golpes obtenidos se le denomina “Ni” para diferenciar
del ensayo SPT(Ni=Nspt/2).
En la interrupción de jornada no debe dejarse el sondeo al nivel al que se prevea tomar
una muestra al día siguiente.
No resulta adecuado obtener muestras inalteradas a partir de los testigos extraídos
durante el avance del sondeo, ni del interior del tomamuestras, por lo que este deberá
esta prevista de una camisa interior que recoja la muestra o, en caso contrario deberá ser
conservada en la parte del tomamuestras prevista para este fin.

Figura 4.3: Toma de muestras inalteradas en sondeos geotécnicos


También es posible obtener muestras inalteradas de ciertos testigos de sondeos tallado
manualmente un bloque en el terreno, en paredes de pozos, zanjas o calicatas que se
hayan entibado. Deben sellarse y transportarse con cuidado para que no se alteren y
almacenarse en una “cámara húmeda” hasta el momento de su empleo en laboratorio.

Figura 4.4: Toma de muestras inalteradas en calicatas.


Las dimensiones del tomamuestras han de ser tales siendo.
- Di=Diámetro, interior del corte.
- De=Diámetro exterior corte.
- Ds=Diámetro del tubo.

Se cumpla que:

De2−Di2
< 0,10
Di2
Di−De
< 2mm
2
Di−Ds
< 0,01
Ds

A este respecto, el CTE indica que para su obtención es preciso emplear tomamuestras
con una dimensión normalizada según el siguiente cuadro.
Cuadro 4.8: Especificaciones de la categoría A de tomamuestras (CTE).

El bisel de corte ha de ser circular, sin melladura, irregularidad u oxido. El interior del
tomamuestras ha de estar pulido. La muestra se conservará en el mismo tomamuestras.
En suelos duros normalmente se utiliza un toma - muestra de rotación de tubo doble, con
tubo interior dependiente del giro del exterior y provisto de una camisa para la
conservación de la muestra. L a camisa será suficientemente rígida como para evitar las
deformaciones del testigo. El tubo interior deberá sobresalir por debajo del nivel de la
barrera o, por lo menos, estar a nivel de esta. Él toma muestra está provisto de una
válvula de bola o similar, que permita la salida del líquido del tubo interior sin comprimir
la muestra y que ayude a extraer el testigo. Debe evitarse que el fluido de perforación
entre en contacto con la muestra.
Él toma muestra tipo “Shelby” (Fig4.3) se emplea para extraer muestras poco alteradas al
hincarlos en suelos blandos.
Las muestras alteradas tomadas en testigos de sondeos deben tomarse del centro del
testigo, y se introducen en un recipiente que debe ser sellado e impermeabilizado con
parafina u otro material. El recipiente de la muestra debe ser referenciado con el numero
o clave de identificación del sondeo y con la profundidad de extracción.
Las muestras alteradas tomadas en calicatas, rozas y excavaciones efectuadas
manualmente o con maquinaria normalmente se toman a mano y pueden transportarse
en bolsas o sacos sin que se pierda material debiendo ser convenientemente etiquetadas.
Conservación de las muestras de suelo
Las muestras alteradas se introducen en recipientes de cristal provistos de tapa estanca,
de forma que no se produzca pérdida de material ni de humedad, inmediatamente
después de extraídas.
Las muestras inalteradas deben permanecer en las camisas del tomamuestras de tubo
delgado. Debe procederse a su conservación inmediatamente después de obtenidas.
Una vez extraído el tomamuestras se retira la zapata y la cabeza y se observará el estado
del suelo en ambas extremidades del cuerpo del tomamuestras. Se comprueba que el
terreno natural no alterado lo ha llenado completamente, sellándose a continuación los
extremos con sendas tapas e impermeabilizando todas las juntas con parafina u otro
material. Si se advirtiese la presencia de material alterado o extraño, debe ser eliminado,
siendo recomendable cortar la camisa o el tomamuestras hasta que solo quede el suelo
inalterado. En cualquier caso, no deben rellenarse total o parcialmente los espacios vacíos
con el material diferente de la muestra.
En principio, deben emplearse sólo tapas no metálicas, o del mismo material que el
tomamuestras o la camisa.
Almacenaje y transporte de las muestras
Todas las muestras han de ser protegidas del calor y del frío. Todas las muestras, y
especialmente las tomadas en suelos blandos, son sensibles a las vibraciones y a los
golpes, por lo que éstos han de ser evitados a lo mejor posible.
Todas las muestras deben llegar cuanto antes al laboratorio, donde se van a ensayar, para
evitar alteraciones y perdidas de humedad. En ningún caso debe una muestra ser
transportada de forma que transcurran más de 24 horas desde que sale del lugar donde se
sondea hasta que llegue al laboratorio.
Todas las muestras han de ser debidamente embaladas, a fin de evitar que se deformen,
para lo cual han de ser colocadas en cajas con relleno.
En obra, se deben conservar
las muestras en un sitio fresco y húmedo, hasta que haya suficientes para evitar una
remesa.
5. Ensayo de laboratorio
La determinación de las características geotécnicas de un terreno se realiza
fundamentalmente mediante ensayos de laboratorio. Estos ensayos se ejecutan sobre las
muestras previas obtenidas en el terreno, y, dependiendo del tipo de ensayo, se exigen
distintas calidades de la muestra. Los ensayos pueden hacerse tanto en suelos como en
rocas.

Los ensayos realizados deben tener en cuenta dos aspectos fundamentales: el primero es la
naturaleza de los suelos atravesados, que condiciona la sección de los mismos, y el segundo
la tipología de la obra a realizar.

5.2 Ensayos en suelos


Para la determinación de las propiedades del suelo los ensayos pueden clasificarse en los
siguientes grupos:

 Ensayos de identificación (físico y químicos).


 Ensayos de estados.
 Ensayos de compactación.
 Ensayos de permeabilidad.
 Ensayos de deformabilidad volumétrica.
 Ensayos de resistencia.

Ensayo de identificación de suelos

Intenta caracterizar el suelo tanto en cuanto a sus características físicas como a la posible
presencia de elementos químicos que puedan afectar a sus condiciones de uso. Es posible la
utilización de muestras alteradas, puesto que, normalmente, la propia preparación de la
muestra para el ensayo exige su alteración.

Los ensayos físicos de identificación están dirigidos básicamente a clasificar su suelo según
distintos sistemas de clasificación (SUCA,AASTHO,PG3,etc). Son los siguientes:
Granulometría por tamizado, para obtener la curva granulométrica de los tamaños gruesos
de suelo y su porcentaje en finos (limos y arcillas). Se realiza segun norma UNE 103101.

Granulometría por sedimentación (norma UNE 103102), utiliza con la fracción fina del
suelo (limo y arcillas). Su resultado es poco relevante para la Clasificación, puesto que los
finos dependen más de su plasticidad

Determinación de los límites de Atterberg, para definir las características plásticas del
suelo. Hay dos normas de uso, una de ellas para el limite liquido (UNE 103103) y otra para
el limite plástico (UNE 103104).

Los ensayos químicos buscan obtener el contenido en elementos químicos que impidan o
restrinjan el uso de un suelo, generalmente para rellenos, o que obliguen a la utilización de
materiales que están protegidos frente a su ataque en aquellas partes de la obra que se
encuentren en contacto con el terreno. Entre estos ensayos están:

Determinación del contenido de materia orgánica. Utilizando tanto para detectar el espesor
de tierra vegetal como para la clasificación de un suelo según el PG3. Existen dos tipos de
ensayos para el fin: el método del permanganato potásico (UNE 103204) y el método del
peróxido de hidrogeno (UNE 7368). El primero de ellos es el propuesto por el PG3.

Determinación del contenido de sulfatos solubles en suelos, para determinar la agresividad


de estos al hormigón. Existen dos posibles ensayos. Uno de ellos es cualitativo (UNE
103201) e indica la presencia de estos iones solubles. El segundo es cuantitativo (UNE
103201), y proporciona el porcentaje de sulfatos solubles en el suelo.

Determinación del contenido de sales solubles en los suelos. La norma que establece el
procedimiento es la NLT-114, y se requiere para determinar la clasificación de un suelo
según el PG3, en la construcción de terraplenes.

Determinación del contenido de yesos en suelos que, al igual que el anterior, se utiliza en la
clasificación se un suelo según PG3 para su uso en terraplenes. La norma que indica el
procedimiento es la NLT-115.

Determinación de la acidez Baumann-Gully para determinar la agresividad de un suelo


frente al hormigón. Viene recogida en la Instrucción de Hormigón Armado (ENE). Obtiene
el contenido de iones hidrogeno que el humus de un suelo es capaz de liberar.
Granulometría por tamiz
El análisis granulométrico consiste en determina el tamaño de las partículas que constituyen
el suelo y fijar, en porcentaje de su peso total, la cantidad de gramos de distintos tamaños
que el mismo contiene.

Para clasificar suelos con partículas de tamaño igual a superior a 0,075 mm (0.08mm UNE
y/o n⁰ 200ASTM), el método más usado, y directo para separar el suelo en fracciones de
distinto tamaño es el tamizado (<<mecánico>>,o por vía seca ).

Para agregados menores de 0,075 mm, la distribución granulométrica puede ser estudiado
mediante la sedimentación (<<hidráulico>>, o por vía húmeda) de dicha fracción en agua
destilada (hidrómetro), mediante el método de la pipeta y del densímetro.

En el caso del análisis granulometría por tamizado, cabe decir que la herramienta principal
de trabajo para este proceso es la malla o tamiz. El procedimiento completo de este método
esta normalizado y se encuentra descrito en la norma UNE 103 101 y en la norma NLT-104
del laboratorio del transporte y mecánica del suelo.

Figura5.1 algunos tamices utilizados en el proceso del tamizado.


El tamiz está compuesto por un marco rígido y una malla caracterizada por su
espaciamiento uniforme entre hilos denominado <<aberturas>>, <<cernido>>, o <<luz de
malla>>, a través del cual se hace pasar la muestra de suelo seco.

Existen diversas series normalizadas de tamices. Las mas empleadas son la ASTMD-
2487/69 americana y la UNE 7050 española. Se emplean series normalizadas de tamices de
abertura decreciente, quedando así retenido en cada uno parte del suelo cuyas partículas
tengan tamaño superior al del cernido de dicho tamiz.

A este respecto, citar que existe dos escuelas: la escuela alemana que utiliza tamices de
plancha metálicos dispuestos en forma de cuadricula. No puede afirmarse, en ningún
momento, que una escuela sea superior a la otra en este aspecto. Ya se utilice una o la otra,
siempre debe tenerse la precaución de no mezclar ambas normas, advertencia que puede ser
aplicada a todas las ramas restantes de la ingeniería civil. Estas mallas son fabricadas con
mucho rigor en acero inoxidable o bronce y se montan en unos aros del mismo material.
Estos aros disponen de rotulo donde el fabricante imprime el número de cedazo y el tamaño
de la abertura.

El análisis granulométrico por tamizado se realiza tomando una determinada cantidad


medida de suelo seco retenido en cada tamiz se pesa y se determina el porcentaje
acumulado de material que pasa porcada tamiz.

Figura 5.2: tamizado del suelo en una Figura 5.3: determinación del peso
serie de mallas retenido en una malla
El porcentaje de material que pasa por cada tamiz, determinado de la forma antes citada,
se representa en un grafico semilogarítmico. Los diámetros de las partículas se indican
en el eje de las abscisas (en mm) y el porcentaje que pasa se representa en el eje de
ordenadas. En la figura (fig. 5.4 y fig. 5.5) a continuación adjuntas, se muestran algunas
plantillas tipo (tomadas de las normas UNE y NLT).
Granulometría por sedimentación
En el caso del análisis granulométrico por sedimentación, cabe decir que, al aumentar la
finura de las partículas, el tamizado se hace cada vez más pesado , tal que se invierte
mucho tiempo para llegar a la separación completa de cada fracción granulométrica
fina. De hecho, la fabricación de estos tamices presenta sus limitaciones y a partir de la
abertura de 0,08 mm es necesario acudir a los métodos de sedimentación hidráulica por
vía húmeda.

El análisis de la distribución de partículas del suelo se hace, generalmente, por


sedimentación en agua. Así, se comienza por mezclar en una probeta un líquido
(generalmente, agua destilada), con una cantidad de suelos seco. Para lograr la
dispersión de las partículas en el líquido es preciso recurrir a la adición de pequeñas
cantidades de ciertos productos químicos y proceder a la agitación energética del
conjunto. Una vez conseguida la suspensión uniforme del suelo en el seno del líquido,
se coloca la probeta en posición vertical y se estudia la sedimentación de sus partículas.

Esta técnica se basa, como ya mencionamos, en la ley de stakes, siendo los dos métodos
más difundidos el de la pipeta de Robinson (Gee y Bauder) y el del hidrómetro de
Bouyoucos. En ambos casos, se busca medir es la concentración de partículas dispersas
del suelo por unidad de volumen de la suspensión. Ambos son considerados
procedimientos estándar para la determinación de la distribución de tamaño de
partículas de la fracción del suelo (>2mm) (Day; Gee y Bauder; Geey Or).

El método de la Robinson se utiliza más en trabajos de Genesis e investigación en


relacion con la agronomía. En lugar de introducir el hidrómetro, a la profundidad
considerada y tiempo preestablecido, se toma una muestra del agua con sólidos en
suspensión, secándose a estufa y pesando la cantidad de material.

El método de Bouyoucos tiene la ventaja de dar resultados similares a los del método de
la pipeta dentro de un tiempo de ensayo razonable, sin la necesidad de pretratar las
muestras ni de largos periodos de reposo, evitando el pesaje exacto de pequeñas
cantidades de sustancia colida. Sin embargo, en trabajos de Genesis e investigación, en
los que se requieren estimaciones precisas del contenido de arcilla en los horizontes
genéticos del suelo, resulta más recomendable el método de la pipeta.
Es, precisamente, uno de los conflictos para la elección del procedimiento la selección
de los pre-tratamientos y los agentes dispersos, considerando su efecto en los agentes
cementantes naturales, ya que esto depende del interés o propósito de la determinación.
Así, la determinación de la distribución de tamaño de partículas tiene especial
importancia en el estudio de la morfología, la Genesis y la clasificación de los suelos
por lo que el método recomendado es el de la pipeta.

Método de la pipeta o de Robinson


El método de la pipeta es ampliamente utilizado por su simplicidad y razonable
precisión. Este método fue desarrollado independientemente por científicos ingleses,
norteamericanos y alemanes a comienzo de los años 1920.
Consiste, básicamente, en la determinación de la densidad de partícula en suspensión a
profundidades fijas y a intervalos de tiempo determinados, mediante la utilización de
una pipeta graduada. Cada muestra de suspensión es colocada en una capsula tarada y
desecada en estufa (a temperatura entre 105° y 110°C). Cuando se llaga a un peso
constante, se pesa el residuo y se halla la concentración.

El método de la pipeta mide el porcentaje en peso de cada tamaño de partícula que se


encuentra en una suspensión suelo/agua, después de la destrucción de la materia
orgánica y de los agregados, así como la dispersión de las partículas de arcilla. Se
asume que todas las partículas son esféricas y tienen la misma gravedad especifica. La
suspensión es estabilizada bajo condiciones claramente definidas y las partículas son
separadas por sedimentación(<50µm) y por tamizado(50µm-2000µm).

Para obtener buenos resultados y minimizar errores, las partículas analizadas deben ser
independientes unas de otras (no deben existir agregados de partículas), por lo tanto, se
requiere un tratamiento de dispersión previo al análisis granulométrico.

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