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PROLOGO: Este mensaje es para incentivar a los hermanos a conseguir una literatura muy

fácil de entender, barata y que  revele secretos de la Historia que conciernen el enemigo Nº
1 del cristianismo.
 Hoy en día el protestantismo ha perdido su auge y aun una buena parte de su esencia. Los
que se dicen cristianos se autodefinen como evangélicos y son renuentes y avergonzados
para aceptar el termino “protestante”. Pocos  conocen el evangelio de salvación por fe sin
obras: “Concluimos pues que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley” Ro
III 28. Y ninguno casi quiere protestar contra los falsos evangelios que promueven una
salvación por fe con obras. Claro que la fe misma es una obra pero 100% divina mientras
que las obras de la fe son una “mezcla” divino – humana; y estas obras nunca justifican  al
creyente. La organización más religiosa que promueve esa clase de evangelio falso es el
Vaticano. En efecto su evangelio sigue la doctrina de Pelagio  con algunas moderaciones.
(Se llama semi – pelagianismo). A  ello agregan un montón de doctrinas diabólicas que
promueven  la idolatría de una forma descarada. Y contra esa maquinaria infernal pocos
protestan: no hay casi protestantes verdaderos. Etimológicamente un protestante era un
seguidor de M. Lutero, el padre de La Reforma. Y nos llamaban protestantes  desde la
segunda  dieta de Espira en  1529.
 La Escritura misma nos manda protestar: “Amados por la gran solicitud que tenia de
escribiros acerca de nuestra común  salvación, me ha sido necesario escribiros
exhortándoos  que  contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los
santos”  Judas 3. También dice: “Por que no tenemos lucha contra carne y sangre, sino
contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo”…
EF VI 12. La lucha no es contra Karol Wotjyla sino contra el papa y el papado que son los
peores gobernadores   de las tinieblas de este siglo.

Esta protesta costó la vida a millones de cristianos. Las persecuciones encabezadas por el
papa de Roma mediante la Inquisición segaron más vidas que las que fueron encabezadas
por los cesares de la Roma Imperial. Gracias a la sangre derramada por las multitudes de
hermanos del siglo de la Reforma Protestante (XVI) hoy tenemos la libertad para anunciar
el evangelio verdadero y denunciar el Anticristo por medio de la Escritura. “Y el llegado
allá fue de gran provecho a los que por gracia habían creído porque con gran vehemencia
públicamente refutaba a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo”.
Hecho XVIII 28. Seamos como este hermano y con gran vehemencia refutemos
públicamente el catolicismo romano  por medio de la Escritura y no por medio de
violencias ,torturas, hogueras y masacres, demostrando que el evangelio de salvación por fe
sin obras es el verdadero evangelio y que su peor enemigo es el papado  diabólico. “El
temor de Jehová es aborrecer el mal” y la obra mas perfecta de Satanás es el catolicismo
romano. En los siglos pasados era fácil entender que el papado era la peor plaga para la
humanidad pues las Inquisición y el papa a través de sus horrendas torturas, ejecuciones
masivas, hogueras, cruzadas, etc., demostraban a aun a los incrédulos que no tenían nada
que ver con el amor de Dios y su Evangelio. Hoy la política del Anticristo ha cambiado
completamente; el ecumenismo ha reemplazado la Inquisición y el discurso sutil les
permite aun mostrarse con una Biblia bajo el brazo: ellos no adoran a Maria; la adulan, su
papa no es Dios en la tierra a pesar de ser infalible y suplir a Cristo (Vicario de Cristo), etc.
No obstante mi propósito aquí no es
escribir una  diatriba sobre el papado
satánico, pues para esto os aconsejo leer
libros de Lutero, Calvino, Fox, etc.…Todos
los grandes teólogos protestantes llaman al
papa Anticristo y a su trono, trono de
Satanás. Mi propósito es aportar nuevos
elementos históricos de una forma
brevísima  pues los conseguí mayormente
en la historia de Alberto Rivera publicada 
por Jack Chick. (www.chick.com/es/). En
efecto la editorial chick publica en la serie
“los cruzados” en 6 volúmenes tipo
“tebeo”  (tiras cómicas) la historia de un ex
– sacerdote jesuita español  A. Rivera
nacido el 19/09/35 y fallecido el 20/6/97.
También en la misma editorial aconsejo la
lectura  de  “ la gran traición” que es el
testimonio de otro ex – sacerdote franco
canadiense Charles Chiniguy inspirado de
la autobiografía que el escribió en el siglo 
XIX: “ 50 años en Roma”. Citare pues los
descubrimientos en orden cronológica
para incentivaros mucho a conseguir esta
literatura muy barata pero muy edificante
y reveladora. Hay unos pequeñísimos
errores  en esta colección por causa de la
línea de pensamiento que es arminiana lo
que explica  el juicio erróneo que hacen a
Agustín, pues es cierto que su enfoque de
la iglesia apoya Roma pero no sus
doctrinas sobre la salvación, el pecado, la
gracia, la predestinación que han servido 
la causa protestante ¡Recordad que el 
papado  diabólico ha rechazado las
doctrinas de Agustín y la ha adoptado las
doctrinas de su opositor personal: Pelagio!
Así pues aprendí por medio de esas publicaciones que:
1- El Islam fue una invención papal (leer :”el profeta”). La esposa de Mahoma: Khadijal,
era una rica viuda seguidora del papa y Waraquah el primo católico de Muhammad
interpretaba las profecías de Alá. El papado proporcionaba el dinero y el entrenamiento de
Mohamed. En cuanto a Alá, era el ídolo de la tribu de Mahoma. El plan político era usar 
las tribus árabes que eran renuentes a aceptar  el catolicismo romano para tomar Jerusalén y
trasladar allá el trono papal. Al tener mucho éxito los conquistadores árabes se negaban a
entregar Jerusalén al papa y el plan del anticristo fracasó. Intentó luego conseguir Jerusalén
por medio de las cruzadas. Además si alguien se la pena de leer el Corán  se dará cuenta
que efectivamente huele a catolicismo pues hay una pagina sobre Jesús y dos paginas sobre
Maria. Jesús es rebajado a simple profeta y Maria es mas exaltada que él.

2 – La guerra de Secesion en EE.UU.  Fue fomentada por el Vaticano. Pues Roma veía con
gran inquietud surgir una muy poderosa nación protestante. Ningún país reconoció los
estados confederados como nueva nación sino el anticristo papal. El asesinato de Abraham
Lincon fue un complot organizado por Roma.
3- El nazismo fue un invento papista. Los jesuitas fueron los que inventaron esta nueva
inquisición.

4 – El fascismo también fue facilitado por el Vaticano para recobrar su poder temporal que
Napoleón habría quitado al papado. Desde Mussolini, el Vaticano  ha vuelto a ser un estado
que acuña sus propios euros.

5- El comunismo es también un invento del catolicismo romano. Pues desde siglos Roma
ha intentado raer de la faz de la tierra el catolicismo ortodoxo ;él cual se puede jactar tanto
como el papado de la sucesión  sin interrupción de sus obispos. Cosa  que alega Roma para
proclamar su autoridad y veracidad como única iglesia verdadera. Pero el Anticristo no ha
podido destruir este catolicismo oriental a causa del Zar  de Rusia que era el sostén militar
y político del catolicismo ortodoxo. Para derribar el Zar, maquinaron la primera guerra
mundial , pues Francia había pactado con Rusia y después trabajando estrechamente con
Marx, Engels, Trotstoy, Lenin y Stalin pusieron en pie el regimen comunista. De paso
aprendí también que Fidel Castro es un jesuita bajo juramento. Además de esto los jesuitas
controlan: los alumbrados, el C.F.R., la Banca Internacional, la mafia, el Club de Roma, el
Opus Dei, los Masones, el movimiento de la Nueva Era.

6- El pentecostalismo y una gran parte del protestantismo  tradicional están bajo control de
Roma  mediante líderes famosos y vendidos como Katherin Kuhlman y Billy Gram., sin
hablar de Jim Jones otro bien entrenado jesuita.
He aquí pues unas de las más importantes revelaciones  que nos dió Alberto Rivera en estas
revistas baratas pero que propositamente llegan difícilmente a las librerías cristianas. La
gente prefiere leer los cuentos milagrosos de Katherin Kuhlman o Benny Hinn que saber
que el Vaticano esta infiltrado en sus iglesias, en sus gobiernos, en sus sistemas educativos,
en su prensa, en la política de su país, en las oficinas de la aduana que impiden que llegue
tal literatura desde Estados Unidos. No se si llorar o reír cuando oigo los humanos decir:
“oremos por nuestro país para que cese la guerra, o el hambre, o las catástrofes naturales, o
la injusticia social, etc.”  Cosas por las cuales hay que orar pero orar con el entendimiento
sabiendo que la raíz de todos estos males se nutre de la influencia  de las enseñanzas de
Roma: “Dios esta airado contra el impío todos los días”, y no hay pecado peor que la
idolatría enseñada en el nombre de Jesús. Es totalmente ingénuo, estúpido, creer que latino
América saldrá un día de su pobreza endémica. Latino América es católica romana y esta
bajo la maldición de Jehová, hasta el fin del mundo. Oremos más bien que venga el reino
de Cristo y que destruya el reino del papa tal como oraba Martín Lutero. El cuenta: “No
puedo mas orar sin maldecir. Si digo: Santificado sea tu nombre, he de decir: ¡maldito el
nombre de los papistas y de todos los blasfemadores!  Si digo: ¡Venga tu Reino! Debo
decir: ¡Maldito sea el papado! Si digo: ¡Sea hecha tu Voluntad!  Digo también: malditos
sean los proyectos de los papistas. Y así es que oro ardientemente cada día”
¡Protestante de rodillas y a orar y a crecer en el conocimiento no solo de la Palabra de Dios
sino de la Historia que enfrento la verdadera iglesia cristiana!
He aquí unos datos históricos conocidos que os ayudaran a estar despiertos. Si los tenéis
presentes en la memoria. Los saque del compendio Halley: 

HISTORIA DE LA IGLESIA
LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO (3)
Carlomagno Incrementa Grandemente el Poder Papal

LEON III, 795-816 D.C., a cambio del reconocimiento de Carlomagno, en el año 774, del
poder temporal del Papa sobre los Estados papales, dio a Carlomagno en el año 800 el título
de “Emperador Romano”, combinándose así los dominios romanos y francos en el ‘Sacro
Imperio Romano,” cuya capital se traspasaba así de Constantinopla a Aquisgrán en
Alemania occidental. Carlomagno (742-814) rey de los francos y nieto de Carlos Martel, el
que había salvado a Europa de los mahometanos, era uno de los más grandes soberanos de
todos los tiempos. Reinó 46 años, e hizo muchas guerras y conquistas. Sus dominios
abarcaban la moderna Alemania, Francia, Suiza, Austria, Hungría, Bélgica y partes de
España e Italia. El ayudaba al Papa, y éste le ayudaba a él. Fue una de las influencias
determinantes en elevar al Papado a la categoría de potencia mundial. Poco después de su
muerte, mediante el tratado de. Verdún (843), su imperio se dividió en lo que llegó a ser los
comienzos de la moderna Alemania, Francia e Italia, Desde entonces y durante siglos, hubo
lucha incesante en que disputaban la supremacía los Papas y los reyes alemanes y
franceses.

El “Sacro Imperio Romano”

Establecida de esta manera por Carlomagno y León III, constituía la declaración romana de
su independencia de Constantinopla y del restablecimiento del Imperio Occidental; sobre el
trono, reyes alemanes con el título de “César” conferido por los Papas; una supuesta
continuación del antiguo Imperio Romano. Este imperio había de estar bajo el control
conjunto de los papas y de los emperadores alemanes, rigiendo los emperadores en lo
temporal y los Papas en lo espiritual. Pero ya que la Iglesia era institución de Estado, no
siempre era fácil determinar asuntos de jurisdicción, y la disposición dio por resultado
muchas luchas acerbas entre emperadores y Papas. El Sacro Imperio Romano, “nombre
más bien que hecho cumplido,” vivió mil años, y le puso fin Napoleón en 1806. Sirvió su
propósito en refundir las civilizaciones romana y alemana. “En este Imperio se refundió
toda la vida del mundo antiguo: de él nació la vida del mundo moderno.”—Bryce.
Esteban IV, 816-7. Pascual 1, 817-24. Eugenio II, 824-7. Valentín, 827.
Gregorio IV, 827-44, Sergio II, 844-7. León IV, 847-55.
Benedicto III, 855-8.

Las Decrétales Seudo-Isidorianas Ayudan al Papado

NICOLÁS 1, 858-67, el Papa más grande desde Gregorio I hasta Gregorio VII  Fue el
primer Papa en usar corona. Para apoyar sus pretensiones de autoridad universal usó con
gran efecto las “Decrétales Seudo-Isidorianas”, libro que apareció cerca del año 857 y
contenía documentos que pretendían ser cartas y decretos de obispos y concilios de los
siglos segundo y tercero, todos ellos tendientes a enaltecer el poder del Papa. Eran
documentos espúreos y falsificaciones premeditadas de antiguos documentos históricos.
Pero su carácter espúreo no se descubrió sino varios siglos después. Sea que Nicolás sabía
que eran falsas o no, cuando menos mintió al afirmar que se habían conservado en los
archivos de la Iglesia Romana desde tiempos antiguos. Pero sirvieron su fin de “sellar con
la autoridad de la antigüedad las pretensiones del sacerdocio de la Edad Media.” “El
Papado, producto del transcurso de varios siglos, se presentaba como algo que había sido
completo e inalterable desde el comienzo mismo.” Entre estos documentos estaba la
“Donación de Constantino,” según la cual éste entregaba al obispo de Roma las provincias
occidentales con todas las insignias imperiales. “El objeto fue datar desde cinco siglos antes
el poder temporal del Papa, que en realidad descansaba en las donaciones de Pepín y de
Carlomagno.” “El más colosal fraude literario de todos los tiempos.” “Fortaleció más al
Papado que ningún Otro medio, y en gran parte constituye la base de la ley canónica de la
Iglesia Romana.”

El Gran Cisma del Cristianismo

Nicolás intentó interferir en los asuntos de la Iglesia Oriental. Excomulgó a Focio, patriarca
de Constantinopla quien a la vez le excomulgó a él. Siguió la división del cristianismo, en
el año 869 (completada en el 1054). Aun cuando el Imperio se había dividido desde el 395,
y aunque había habido una larga y acerba lucha entre el Papa de Roma y el patriarca de
Constantinopla por la supremacía, sin embargo la Iglesia había-seguido siendo una sola. A
los concilios habían asistido representantes tanto del Oriente como del Occidente. Durante
los seis primeros siglos había correspondido al Oriente la corriente principal de la vida, y
era la parte más importante de la Iglesia. Todos los concilios ecuménicos se habían
celebrado en Constantinopla o cerca de ella, y en el idioma griego; y en ellos se habían
resuelto las controversias doctrinales. Pero ahora por fin la insistente pretensión del Papa de
enseñorearse del cristianismo entero, se había hecho insoportable, y el Oriente se separó de
manera definitiva. El concilio de Constantinopla, del año 869, fue el último concilio
ecuménico. Desde ahora en adelante la Iglesia griega tenía sus concilios, y la romana los
suyos La brecha se ha profundizado con los siglos. El trato brutal de Constantinopla por los
ejércitos del Papa Inocente III, durante las Cruzadas, amargó aún más al Oriente, y la
creación del dogma de la infalibilidad papal en 1870 ahondó aún más el abismo. Partido así
en dos, el cristianismo experimentó otro gran cisma en el siglo 16, bajo la orientación de
Martín Lutero, por la misma causa:
la insistencia del Papa en enseñorearse sobre el pueblo de Dios.

El Periodo Más Negro del Papado

Adriano II, 867-72. Juan VIII, 872-82. Mariano 1 882-4. Con estos Papas comenzó la época
más negra del Papado, 870-1050. Los historiadores han llamado los 200 años de Nicolás Y
hasta Gregorio VII, la “media noche de las Edades Oscuras.” El soborno, la corruptela, la
inmoralidad y el derramamiento de sangre lo hacen casi el capítulo más negro de toda la
historia de la Iglesia,
Adriano III, 884-5. Esteban V, 885-91. Formoso, 891-6. Bonifacio VI, 896. Esteban VI,
896-7. Romano, 897. Teodoro II, 898. Juan IV, 898-900. Benedicto IV 900-3. León V, 903.
Cristóbal, 903-4.
 
HISTORIA DE LA IGLESIA
LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO (4)
El “Reinado de las Rameras”
Sergio III (904-11 D.C.) tenía una concubina, Marozía. Esta, su madre Teodora (esposa o
viuda de un senador romano) y su hermana llenaron la silla papal de sus amantes e hijos
bastardos, e hicieron del palacio papal una cueva de ladrones.” En la historia este período
se denomina la “Pornocracia”, o “Reinado de las Rameras” (904-963).
Anastasio III, 911-3. Landón, 913-4. Juan X, 914-28, “fue traído de Ravena a Roma y
hecho Papa por Teodora (quien también tenía otros amantes), para la más fácil gratificación
de sus pasiones.” Murió sofocado por Marozía, quien luego a su vez elevó al Papado a los
engendros suyos, León VI, 928-9, Esteban VII, 929-31, y Juan XI, 931-6, su propio e
ilegítimo hijo. Otro hijo suyo nombró a los cuatro siguientes: León VII, 936-9, Esteban
VIII, 939-42, Marino II, 942-6, y Agapito II, 946-55.
Juan XII, 955-63, nieto de Marozia, “fue culpable de casi todo crimen. Violaba a vírgenes
y a viudas de alta y de baja calidad; cohabito con la concubina de su padre; hizo del palacio
papal un lupanar; y fue muerto en el acto de adulterio por el airado esposo.”
Las Profundidades de la Degradación Papal
León VIII, 963-5. Juan XIII, 965-72. Benedicto VI, 972-4.
Benedicto VII, 975-83. Juan XIV, 983-4.
Bonifacio VII, 984-5, asesinó al papa Juan XIV, y “se mantuvo sobre el ensangrentado
trono papal mediante el- reparto pródigo de dineros robados.” El obispo de Orleans,
refiriéndose a Juan XII, Leo VIII y Bonifacio VII, les llamó “monstruos de culpabilidad,
llenos de sangre e inmundicia; anticristos sentados en el templo de Dios.”
Juan XV, 985-96. Gregorio V, 996-9. Silvestre II, 999-1003.
Juan XVII, 1003. Juan XVIII, 1003-9. Sergio IV, 1009-12.
Benedicto VIII, 1012-24, compró el puesto de papa mediante soborno abierto. Esto se
llamaba “simonía”, es decir, la compra o la venta de puestos eclesiásticos por dinero.
Juan XIX (1024-33), compró el Papado. Era lego, y escaló en un solo día a todos los grados
clericales.
Benedicto IX, 1033-45, fue hecho papa siendo niño de 12 años, mediante convenio
monetario con las poderosas familias reinantes en Roma.Sobrepasó en maldad a Juan XII;
cometía asesinatos y adulterios en pleno día; robaba a los peregrinos sobre las tumbas de
los mártires; criminal horrendo, a quien ell pueblo arrojó de Roma.”
Gregorio VI (1045-6) compró el Papado. Había tres Papas rivales Benedicto IX, Gregorio
VI y Silvestre III. “Roma pululaba de asesinos asalariados; se violaba la virtud de los
peregrinos; aun las iglesias se profanaban con sangre.”
Clemente II, 1046-7, fue nombrado Papa por el Emperador Enrique III de Alemania, “por
cuanto no se hallaba a ningún clérigo romano que fuera exento de la contaminación de
simonía y fornicación.” La asquerosa situación demandaba una reforma.
Dámaso II, 1048. Había grandes protestas contra la inmundicia y las infamias papales.  El
clamor por una reforma halló su contestación en Hildebrando.
La Edad de Oro del Poderío Papal
Hildebrando, pequeño de estatura, torpe en apariencia, débil de voz, pero grande en
intelecto, fogoso de espíritu, y resuelto, hombre de “sangre y hierro” y partidario celoso del
absolutismo papal, se asoció con el elemento reformista y llevó al Papado a su siglo (le oro
(1049- 1294). Dominó los cinco reinos papales anteriores al suyo propio:
León IX, 1049-54; Víctor II, 1055-7, último Papa alemán; Esteban IX, 1057-8; Nicolás II,
1059-61, bajo cuya administración la elección de los Papas se le quitó al Emperador y se
puso en manos (le lOS cardenales (desde entonces todos los, Papas, con pocas excepciones
tales como los de Avignon, han sido nombrados de entre el clero italiano) Alejandro II,
1061-73.
GREGORIO VII (Hildebrando). 1073-85. Su objetivo magno fue reformar al clero. Los dos
pecados prevalentes del clero eran la inmoralidad y la simonía. Para combatir su
inmoralidad, Gregorio insistió denodadamente en el celibato. Para combatir la simonía (la
compra de puestos eclesiásticos con dinero), combatió el derecho del Emperador de
nombrar a dignatarios eclesiásticos. Prácticamente, todo obispo y sacerdote había comprado
su puesto, pues la iglesia era dueña de la mitad de las propiedades y tenía grandes rentas, y
el sacerdocio era un buen medio de vivir lujosamente. Los reyes solían vender los puestos
eclesiásticos al más alto postor, haciendo caso omiso de su idoneidad y carácter. Esto llevó
a Gregorio a una lucha acerba contra Enrique IV, emperador (le Alemania. Este depuso a
Gregorio, quien a su vez excomulgó y depuso a Enrique. Sobrevino la guerra, y por fin
Gregorio fue arrojado de Roma y murió en el exilio. Pero había hecho el Papado en gran
parte independiente del poder imperial. Repetidamente se había llamado a si mismo, “Señor
de reyes y príncipes”, y había hecho valer sus pretensiones.
Víctor III, 1086-7. Urbano II, 1088-99, continuó la guerra contra el Emperador. Se hizo
caudillo del movimiento de las Cruzadas, que aumentó más y más el dominio papal del
cristianismo.
Pascual II, 1099-l.l8. Continuó la guerra con el Emperador alemán sobre l derecho de hacer
nombramientos eclesiásticos.
Gelasio II, 1118-9. Calixto II, 1119-24, llegó a un acuerdo con el Emperador alemán en el
concordato de Worms (1122), que trajo la paz después de 50 años de guerra.
Honorio II, 1124-30. Inocencio II, 1130-43, se mantuvo en el papado mediante la fuerza
armada, contra el antipapa Anacleto ir, a quien habían nombrado algunas familias
poderosas de Roma.
Celestino II, 1143-4. Lucio II, 1144-5. Eugenio III, 1145-53. Anastasio IV, 1153-4.
Adriano IV, 1154-9, el único papa inglés, dio Irlanda al rey de Inglaterra y le autorizó para
que entrara en posesión (le ella. Esta autorización fue renovada por el Papa siguiente,
Alejandro III, y se llevó a cabo la ocupación en 1171.
Alejandro III, 1159-81, fue el Papa más grande entre Gregorio VII e Inocencio III, en
conflicto con cuatro anti-papas. Renovó la guerra contra el Emperador alemán, Federico
Barbarroja, quien después de cinco campañas y muchas batallas campales entre sus
ejércitos y los del Papa y sus aliados, con grandes matanzas, celebró la Paz de Venecia en
1177. Alejandro fue arrojado de Roma por el pueblo, y murió en el exilio tal como habían
muerto muchos Papas anteriores.

La Cima del Poderío Papal


INOCENCIO III, 1198-1216, el más poderoso de todos los Papas. Reclamo ser “vicario de
Cristo”, “vicario de Dios”, “Supremo Soberano de la Iglesia y del Mundo”; tener el derecho
de deponer a reyes y príncipes; que “todas las cosas en la tierra, en el cielo y en el infierno
están sujetas al Vicario de Cristo.” Llevó a la Iglesia al dominio supremo del Estado. Los
reyes de Alemania, Francia, Inglaterra y prácticamente todos los monarcas de Europa
obedecían a su voluntad. Aun trajo bajo su control al Imperio Bizantino, aunque su trato
brutal de Constantinopla alejó aún más al Oriente del Occidente. Jamás en la historia ha
ejercido mayor poder un solo hombre. Ordenó dos Cruzadas. Decreto la transubstanciación.
Confirió la confesión auricular. Declaró que el sucesor de Pedro “jamás podrá en manera
alguna apartarse de la fe católica” (o sea la infalibilidad papal). Condenó la Carta Magna
británica. Prohibió la lectura de la Biblia en el idioma del pueblo. Ordenó el exterminio de
todo hereje. Instituyó la Inquisición. Ordenó la matanza de los albigenses. Más sangre se
derramó bajo dirección suya y de sus sucesores inmediatos, que en época alguna de la
historia de la iglesia, salvo en el intento del Papado de aplastar la Reforma en los siglos 16
y 17. Creería uno que Nerón, la Bestia, hubiese vuelto a la vida bajo el nombre del Cordero.
El Poder Papal mantenido por la Inquisición
La Inquisición, llamada el “SANTO OFICIO,” fue instituida por Inocencio III y
perfeccionada bajo el segundo Papa después de él, Gregorio IX. Era la corte eclesiástica
para descubrir y castigar a los herejes. Bajo ella, a todos se les exigía informar contra los
herejes. Cualquier sospechoso podía ser torturado, sin saber el nombre de su acusador. El
proceso era secreto. El inquisidor pronunciaba sentencia y la víctima era entregada a la
autoridad civil para ser encarcelada de por vida, o para ser quemada. Los bienes de la
víctima se confiscaban y se repartían entre la iglesia y el Estado. En el período
inmediatamente después de Inocencio III, la Inquisición hizo su obra más mortífera en el
sur de Francia (véase Albigenses), aun cuando hizo grandes multitudes de víctimas en
España, Italia, Alemania y los Países Bajos. Más tarde, la Inquisición fue el arma principal
del intento papal de sofocar la Reforma. Se dice que en los 30 años del 1540 al 1570, no
menos de 900,000 protestantes fueron muertos en la guerra de exterminio del Papa contra
los valdenses. Monjes y sacerdotes dirigiendo, con crueldad implacable y saña brutal, la
obra de torturar y quemar vivos a hombres y mujeres inocentes, y haciéndolo en el nombre
de Cristo, por mandato directo del “Vicario de Cristo”! La Inquisición es la cosa más
infame de toda la historia. Fue inventada por los Papas, y usada por ellos durante 500 años
para mantener su poder. Ninguno de los posteriores “santos” e “infalibles” Papas ha dado
excusa o satisfacción alguna por ella.

Sigue la guerra contra los Emperadores de Alemania


Honorio III, 1216-27. Gregorio IX, 1227-41. Inocencio IV, 1241-54, dio la sanción papal al
uso de la tortura para arrancar confesiones de los sospechosos de herejía. Bajo estos tres
Papas, Federico II, nieto de Federico Barbarroja, uno de los enemigos más resueltos que el
Papado jamás haya tenido, encabezó el Imperio en su postrer gran lucha contra el Papado.
Después de repetidas guerras el Imperio fue humillado, y el Papado quedó supremo.
Alejandro IV, 1254-61. Urbano IV, 1261-4. Clemente IV, 1265-8. Gregorio X, 1271-6.
Inocencio V, 1276. Juan XXI, 1276-7. Nicolás III, 1277-80. Martín IV, 1281-5. Honorio
IV, 1285-7. Nicolás IV, 1288-92. Celestino y, 1294.
Comienzos de la Decadencia Papal
Bonifacio VIII, 1294-1303, en su célebre bula ‘Unan Sanctam”, dijo, ‘Declaramos,
afirmamos, definimos y pronunciamos que es del todo  necesario para la salvación que toda
criatura humana esté sujeta al Pontífice Romano.” Sin embargo era tan corrompido que
Dante, quien visito a Roma durante su pontificado, llamó al Vaticano una “sentina de
corrupción,” y le asignó,. juntamente con Nicolás III y Clemente V, a las partes más bajas
del infierno. Bonifacio recibió el Papado en su cima; pero halló la horma de su zapato en
Felipe el Hermoso, rey de Francia, a cuyos pies el Papado fue humillado hasta el polvo y
comenzó su época de decadencia.
El Control Francés del Papado
El Papado había sido victorioso en sus 200 años de lucha contra el Imperio Alemán. Pero
ahora el rey de Francia había llegado a ser el primer monarca de Europa. Entre el pueblo
francés crecía un sentido nacionalista y un espíritu de independencia (producto en parte, sin
duda, de la brutal matanza papal de los albígenses franceses en el siglo anterior), y Felipe el
Hermoso, con quien comienza la historia de la Francia moderna, continuó la lucha contra el
Papado, Su conflicto comenzó contra Bonifacio VIII, con motivo de un impuesto sobre el
clero francés, El Papado fue sometido al Estado de manera completa; y después de la
muerte de Benedicto XI, 1303-4, el palacio papal fue trasladado de Roma a Aviñón, sobre
la frontera sur de Francia, y durante 70 años el Papado fue un mero instrumento de la corte
francesa.
El “Cautiverio Babilónico” del Papado
70 años (1305-1377) durante los cuales el palacio papal estuvo en Aviñón.
Clemente V, 1305-14. Juan XXII, 1316-34, el hombre más rico de Europa.
Benedicto XII, 1334-42. Clemente VI, 1342-52. Inocencio VI, 1352-62. Urbano V, 1362-
70. Gregorio XI, 1370-8. La avaricia de los Papas (le Aviñón no conocía límites.
Impusieron onerosos impuestos; todo oficio eclesiástico se vendía por dinero, y se creaban
muchos puestos nuevos, para ser vendidos para llenar las arcas de los Papas y mantener a
su lujosa e inmoral corte. Petrarca acusó a la residencia papal (la violación, adulterio y toda
manera de fornicación. En muchas parroquias la gente insistía en que los sacerdotes
tuvieseis concubinas, como medio de proteger el honor de sus propias familias. El
‘cautiverio” fue un duro golpe para el prestigio del Papado
El Cisma Papal
40 años (1377-1417) durante los cuales había dos grupos de Papas, uno en Roma y otro en
Aviñón. Cada uno reclamaba ser “vicario de Cristo”, y anatematizaba y maldecía al otro.
Urbano VI, 1378-89, restableció el palacio papal en Roma.
Bonifacio IX, 1389-1404. Inocencio VII, 1404-6. Gregorio XII, 1406-9. Alejandro V,
1409-10.
Juan XXIII, 1410-15, llamado por algunos el criminal más depravado que jamás se haya
sentado en el trono papal, culpable de casi todo crimen. Siendo cardenal en Bologna, 200
doncellas, monjas y mujeres casadas fueron víctimas de sus amores; siendo Papa, violaba
monjas y vírgenes; vivió en adulterio con su cuñada; culpable de sodomía y otros vicios sin
nombre; compró el Papado, vendió cardenalatos a hijos de familias ricas; negaba
abiertamente la vida futura: El fue papá al mismo tiempo que Gregorio XII y ambos
abdicaron a favor de Martin V. Fue luego catalogado como un antipapa por lo cual en el
siglo XX aparece otra vez un Juan XXIII.
Martín y, 1417-31, con el cual terminó el cisma papal; pero este cisma había sido
considerado escándalo por toda Europa, con él el Papado había sufrido una irreparable
pérdida de prestigio.
Eugenio IV, 1431-47.

Los Papas del Renacimiento, 1447-1549


Nicolás V, 1447-55, autorizó al rey de Portugal para que hiciera guerra contra pueblos
africanos, los esclavizara y tomara sus bienes.
Calixto 111, 1455-8. Po II, 1458-64, tuvo muchos hijos ilegítimos, hablaba abiertamente de
los métodos que usaba para seducir a las mujeres, estimulaba a los jóvenes al desenfreno y
aun ofrecía instruirles en ello.
Paulo II, 1464-71, “llenó de concubinas su casa.”
Sixto IV, 1471-84, sancionó la Inquisición Española; decretó que el dinero podía sacar
almas del purgatorio; fue cómplice en un complot para asesinar a Lorenzo de Médicis y a
otros que se oponían a sus planes; usó del Papado para enriquecerse a sí mismo y a sus
familiares; hizo cardenales a ocho sobrinos suyos, algunos de ellos apenas niños; en sus
festejos lujosos y pródigos rivalizó con los Césares ; en riquezas y en pompa él y sus
parientes pronto sobrepasaron a las antiguas familias romanas.
Inocencio VIII, 1484-92; con diferentes mujeres casadas tuvo 16 hijos; multiplicó los
puestos eclesiásticos y los vendió por enormes sumas de dinero; decretó el exterminio de
los valdenses, y envió un ejército contra ellos, nombró Inquisidor General de España al
brutal Tomás de Torquemada, y mandó que todos los gobernantes le entregaran los herejes.
Permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro. Fue el causante de los truenos de
Savonarola contra la corrupción papal.
Alejandro VI, 1492-1503, el más corrompido de los Papas del Renacimiento; licencioso,
avaro y depravado. Compró el Papado; por dinero hizo muchos nuevos cardenales: tuvo
numerosos hijos ilegítimos a quienes reconocía abiertamente y colocaba en altos puestos
eclesiásticos mientras aún eran niños; éstos, juntamente con su padre, asesinaban a
cardenales y a otros que les estorbaban. Tuvo por concubina a la hermana del cardenal que
llegó a ser el próximo Papa.
Pío III, 1503, al esposo de la cual aplacaba con regalos.
Los Papas del día de Lutero
Julio II, 1503-13, el más rico de los cardenales, compró el Papado con grandes rentas de
numerosos obispos y estados eclesiásticos. Siendo cardenal, se había burlado del celibato.
Fue envueltos en luchas interminables sobre la posesión de ciudades y principados;
mantuvo y encabezó personalmente grandes ejércitos, y fue llamado el Papa Guerrero.
Emitió indulgencias. Fue Papa cuando visitó Roma Lutero, quien quedó horrorizado de lo
que veía.
León X, 1513-21, fue Papa cuando Martín Lutero inició la Reforma Protestante. Hijo de
Lorenzo de Médicis; hecho arzobispo a los 8 años y cardenal a los 13, a cuya edad ya había
recibido 27 diferentes cargos eclesiásticos, lo que significaba una vasta renta. Se le había
enseñado a considerar los puestos eclesiásticos únicamente como fuente de ingresos.
Obtuvo el Papado mediante negociaciones; vendía los honores eclesiásticos; todo puesto
eclesiástico se vendía, y muchos nuevos se creaban; nombró cardenales cuando tenía
solamente siete años. Anduvo en negociaciones interminables con reyes y príncipes
procurándose el poder secular, siéndole completamente indiferente el bienestar espiritual de
la Iglesia. Mantuvo la corte más lujosa y más licenciosa de toda Europa; sus cardenales
rivalizaban con reyes y príncipes en sus magníficos palacios, sus grandes festejos y sus
séquitos de sirvientes; y sin embargo, este sibarita reafirmó la bula “Unam Sanctarn” que
declara que para ser salvo, todo ser humano ha de someterse al Pontífice Romano. Emitía
indulgencias a tarifa tuvo muchos hijos ilegítimos. Fue enemigo resuelto de los
protestantes, y ofreció a Carlos V un ejército para que les hiciera la guerra.
Llegan los Jesuitas
La contestación de Roma a la secesión luterana fue la Inquisición, bajo la dirección de los
jesuitas, orden fundada por el español Ignacio de Loyola (1491-1556), sobre el principio de
obediencia absoluta e incondicional al 4apa, con el objeto de recobrar el territorio perdido
ante protestantes y mahometanos, y la conquista del mundo entero para la Iglesia Católica
Romana. Su blanco supremo era la destrucción de la herejía (el pensar cualquier cosa
diferente de 10 que el Papa mandara pensar), para cuyo logro todo era justificable; el
engaño, la inmoralidad, el vicio y aun el asesinato. Su lema era “para la mayor gloria de
Dios”; sus medios, las escuelas, buscándose especialmente a los hijos de las clases
dominantes y tratándose en todas ellas de alcanzar el dominio absoluto del alumno; el
confesionario, especialmente para con los reyes, príncipes y gobernantes civiles, a quienes
toleraban toda clase de vicio y de crimen con tal de- alcanzar su favor; y la fuerza,
persuadiendo a los gobernantes a que ejecutaran las sentencias de la Inquisición. En Francia
fueron los responsables de la matanza de San Bartolomé, las guerras religiosas, la
persecución de los hugonotes, la revocación del Edicto de Tolerancia de Nantes, y la
Revolución Francesa. En España, los Países Bajos, el sur de Alemania, Bohemia, Austria,
Polonia y otros países dirigieron la matanza de multitudes sin número. Mediante estos
métodos detuvieron la Reforma en el sur de Europa, y virtualmente salvaron de la ruina al
Papado.

LAS DOS BESTIAS


    

PROLOGO

      Hace más de 20 años que estoy denunciando quiénes son las bestias del capítulo XIII,
su imagen y su marca. No siendo yo nada, y esta interpretación no conforme a la
interpretación tradicional, no se ha divulgado nunca. Pero hoy quiero anunciarlo una vez
más y por escrito ni debo ni quiero agradar a los hombres sino a Dios. El que tenga oído,
oiga, y los demás seguirán pegados a su televisor (ya que tienen sus canales y emisoras
supuestamente evangélicas)...

     Los tiempos son malos, todas las congregaciones están cayendo en la apostasía, y las
cosas irán de mal en peor. Pero a pesar de que la bestia vence a los santos (Ap.XIII; 7) hay
un premio para los que alcanzarán la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el
número de su nombre (Cap. XIV; 2).
     Antes de dar mi explicación sobre el tema de las 2 bestias de Ap XIII quiero recordaros
que mi forma de interpretar la Escritura es el método que adoptan los dispensacionalistas
clásicos (a pesar de no ser dispensacionalista).Significa que me atengo al sentido literal y
natural del texto. Es una forma histórica gramatical de interpretación. No desecho las
alegorías que puede contener el verso, pero rechazo la escuela espiritualista de Orígenes o
de Harold Camping el director de Family Radio.
     Espero que esta enseñanza sirva para que no sigamos como quien golpea el aire, no
sabiendo dónde se halla el enemigo en forma real y actual ¡Tomad vuestras espadas, es
decir vuestras Biblias y acerquémonos al campo de batalla!

     En el libro del Apocalipsis en el capitulo XIII vemos dos bestias subir; una del mar y
otra de la tierra. Ya que estamos en los últimos años de este sistema de cosas; pues el
Evangelio ha sido publicado a todas las naciones e Israel ha vuelto a ser una nación; y
como el Señor dijo que todo pasará en una sola generación no hay ninguna duda que desde
la segunda guerra mundial estamos en la última generación. El día y la hora nadie sabe pero
los años si sabemos. El año de su venida tampoco sabemos.. Y  nadie en aquel siglo XVI
podía entenderlo bien, pues el libro de Revelación se refiere principalmente al siglo XX y
XXI.
     Ya estamos en el siglo XXI y ahora sí, es el tiempo de comprender el libro último de la
Biblia. Pero a cada uno Dios le da la interpretación correcta de una parte del libro ¡cuántos
hermanos se han empeñado en darnos una explicación completa y correcta según ellos de
todo este misterioso libro! Por mi parte no me atrevo a presumir y confieso que no lo
entiendo todo, pues la interpretación correcta solamente la da el Espíritu Santo y El da a
todos un trocito, un pedazo para que juntos nos edifiquemos y no nos creamos
independientes del cuerpo místico de Cristo. Expondré aquí la parte que Dios me reveló
sobre las dos bestias, la imagen de la bestia, y su marca y su número.
     Nosotros los premilenialistas sabemos que el Apocalipsis trata de los acontecimientos
últimos antes del regreso de Cristo Jesús a la tierra. Por lo tanto la interpretación correcta
no puede pasar por alto  lo que hace la actualidad, o Historia en estos tiempos. ¿Ahora os
pregunto, quiénes son las grandes potencias de este mundo contemporáneo?, ¿quiénes han
sido o son los hombres que hicieron la historia en el siglo XX?, ¿cuáles son las invenciones
que han cambiado el mundo en estos últimos años?, responded antes de seguir la lectura, y
juzgad a la luz de los acontecimientos y de la Escritura, los que tenéis el Espíritu de verdad.
No obstante, hay que aplicar este principio rigurosamente: los acontecimientos han de
concordar con las Escrituras y no las Escrituras con los acontecimientos. Es decir que se
puede aceptar o rechazar tal suceso con relación a lo que dice la Biblia, en cambio no se
puede olvidar o forzar un verso para hacer concordar la Escritura con un suceso.

     LA PRIMERA BESTIA


     CAPITULO XIII
     Esta bestia sube del mar y tiene siete cabezas y diez cuernos (v1). Este monstruo es el
nuevo Imperio Romano. El capitulo XVII nos da las claves en los versículos 7, 8, 9, 10,
11,12 y 13, pues en el verso ocho vemos que esta potencia ya ha existido, no existe cuando
Juan la ve dominada por Babilonia que se sienta encima y va a existir otra vez.
     En efecto, este nuevo Imperio Romano existía en los días de Jesús, ha cesado con las
invasiones en el siglo VI, y aparece hoy como la Unión Europea cuyo inicio fue con el
tratado (de libre comercio) de Roma el 25/03/1957 que dio luz a la Comunidad Económica
Europea.  Esta bestia sube del mar porque la expansión de Roma se hizo desde las orillas
del mar Mediterráneo que llamaban los latinos “mare nostrum” (el mar nuestro). Las siete
cabezas son los siete montes que rodean la ciudad de Roma. Vaticanus (Vaticano) es uno de
esos montes y significa lugar de adivinación. Así que estas siete cabezas representan hoy el
nuevo imperio, la Roma Papal. Los diez cuernos son las diez naciones que han firmado el
tratado de Maastricht sobre la moneda única: El Euro. Eran 12 votantes y 2 rechazaron el
tratado; Inglaterra que es Anglicana, y Dinamarca que es protestante. Los diez que firmaron
son naciones de tradición católica.
     En el capitulo XIII verso 1 vemos que sobre sus cabezas hay un nombre blasfemo.
Significa que el Papa ostenta el título de Vicario del Hijo de Dios, sin embargo sabemos
que el suplente de Dios en la tierra es el Espíritu Santo. Sabemos también que VICARIUS
FILII DEI suma 666 con todas las letras cifras que contienen este título.
     Hoy ningún jefe de ninguna organización religiosa política o militar se ha atrevido a
hacerse pasar por el Suplente, el sustituto de Dios en la tierra, salvo el Papa con su título
blasfemo y su falsa infalibilidad, pues el representante de Cristo en la tierra es el mismo
Dios (Espíritu Santo).Por lo tanto la bestia es el Catolicismo Romano y a la Unión Europea
juntos ; el nuevo Imperio Romano donde el Papa jugará el papel del nuevo César,
acumulando el poder religioso y político dentro de unos cuantos años Apelaré también a
otra parte de la Biblia para corroborar que la Unión Europea atea y católica es el nuevo
imperio romano: el libro de Daniel.
     En Daniel, capítulo II del verso 31 al 46 vemos toda la historia del mundo desde los días
de Nabucodonosor hasta la Parusía, bajo la forma de una imagen. Esta visión nos habla de
los 4 imperios que afligieron la nación de Israel; ¡pues imperios han habido muchos más
que 4! Casi todos los estudiosos concuerdan en que el primero fue el babilónico, el segundo
el medo-persa, el tercero el griego, el cuarto el romano. La nación de Israel desapareció en
el año 70 bajo la vara de hierro del emperador romano Tito. Hasta 1948 no hubo imperio
que azotara la nación de Israel, pues había sido disuelta, solo quedaba la diáspora judía.
Pero ahora en el siglo XX reapareció Israel como nación y por ende ha de reaparecer el
cuarto imperio que la va a azotar otra vez. El verso 41 nos indica que el último imperio es
el mismo imperio romano, pues es de hierro también, y no se lo cita como un quinto
imperio sino que sigue siendo el cuarto, pero mezclado con barro. Y esto es lo que
diferencia la U.E del antiguo imperio romano: está dividido, no tiene la unidad del antiguo
imperio. No tiene lengua común, no tiene capital, tampoco tiene un pueblo dominante. Es
un conjunto de pueblos, de centros, de idiomas. Es hierro en cuanto a lo que se parece o
hereda política, geográfica, histórica, cultural y económicamente, (el euro es el nuevo
denario), pero es barro en lo que difiere del antiguo imperio romano. El verso 43 nos habla
de alianzas humanas es decir tratados de Roma, de Maastricht, etc. Estos tratados son barro,
no tienen la fuerza de la Roma imperial. El verso 44 nos indica claramente que la segunda
venida de J.C es durante este nuevo y ultimo imperio. Ahora ¿es la U.E amiga de Israel o
enemiga? La U.E no se declara todavía enemiga de Israel, pero sí, amiga y sustentadora de
los palestinos. Su política exterior es pro- Palestina, a lo opuesto de los Estados Unidos
antes de la era Obama. Así que poco a poco vamos a ver subir con más y más claridad este
nuevo imperio romano, enemigo de Israel, y potencia mundial. Fijaos que al principio se
llamaba Comunidad Económica Europea, después fue Comunidad Europea y ahora estamos
en la Unión Europea. El nuevo imperio romano está aquí, con su odio y menosprecio a la
Escritura y al pueblo de Israel que es testimonio vivo de la veracidad histórica de la
Escritura. Esta bestia pregona su gran humanismo (pues odia el calvinismo) y su élite
científica darwinista modela el pensamiento moderno para probar que la Escritura es un
cuento mítico, dejando como suprema autoridad moral y espiritual la iglesia católica
romana. Por lo cual la U.E mantiene su tradición católica romana para conservar un aspecto
moral y espiritual, no dejando de ser cada día más una verdadera Sodoma. Reparamos por
fin que la U.E tiene casi los mismos límites geográficos que el antiguo imperio romano
exceptuando África del norte y Oriente medio. Su centro espiritual (o más bien espiritista)
es el Vaticano, y empezó a formarse a partir del tratado de Roma. Hay que ser muy ciego
para no ver que la U.E es el nuevo imperio romano en forma más frágil.
     Sin embargo el nombre “bestia” tiene otro sentido que le es consubstancial, es decir que
significa también su cabeza, la cual es la persona  que la preside. La “bestia” no es solo la
Unión Europea, es también su presidente cuando sea permanente. En el año 2010 el
presidente de la UE es uno de turno por 6 meses y es además presidente de su propia
nación. Alemania está proponiendo un cambio para que el presidente de la UE no sea al
mismo tiempo presidente de su  país propio y que la presidencia sea de 2 años y medio.
(Después vendrán el ejercito común y la constitución).Veamos pues la bestia en su aspecto
personal.                              .
     El último presidente de la U.E. será el Anticristo; el que será lanzado vivo al lago de
fuego (Ap.XIX; 20).Tal como Dios es Padre, Hijo y E.S, también las fuerzas de las
tinieblas se han organizado en una trinidad diabólica: Satán, el Anticristo y el falso profeta.
Ha habido muchos anticristos tal como encontramos muchas figuras de Cristo en el
Antiguo Testamento. Isaac, Moisés, David, tipifican a Cristo en ciertos aspectos de su vida.
Pero hay 1 solo Cristo y 1 solo Anticristo. Este Anticristo, el último presidente de la UE,
será plenamente un engendro espiritual de Satanás. Esto es ciertísimo y no soy el único en
saberlo y declararlo. Ahora ¿Quién será? Esto es un misterio. W. Pink decía que sería un
sirio de ascendencia judía. Hay muchas conjeturas alrededor de esta persona.  .
      La clave de esta interpretación se halla en Ap.XVII 9, 10,11.Los 7 montes tipifican
Roma (v9) o el catolicismo romano. Por lo tanto los 7 reyes (v10) son reyes de Roma y por
consecuente son 7 papas: “5 de ellos han caído, UNO ES, (es decir: es el hombre de
pecado, el hijo de perdición, el Anticristo escatológico), y el otro aun no ha venido…”
Según lo que entiendo, estos papas han de ser contados desde que se creó la CEE en 1957,
pues la bestia que ha de venir empieza a formar sus cuernos con el Tratado de Roma. Es
cierto que Pió XII estaba todavía en vida pero era su último año y dice el verso que 5 son
caídos.  ¿Qué significa “son caídos”? Creo que se refiere a su actitud frente a los judíos que
siempre han sido una amenaza para el Vaticano que está aferrado a su teología del
reemplazo de Israel por la Iglesia, en su interpretación postmilenarista de las profecías. Pio
XII, era un aliado de Hitler con quien firmó un concordato en 1933 cuando era todavía el
cardinal Pacelli. (Franz von Papen fue el que firmó el concordato y era el representante de
Hitler,  también estaba presente el prelado Montini  futuro Pablo VI). Pio XII nunca cayó
delante de los judíos, siempre mantuvo su posición odiosa y despreciativa para con ellos. El
22 de junio 1943 Amleto Giovanni Cicognani, el delegado apostólico enviado por Pío XII a
Washington D. C., escribió al presidente F. Roosevelt pidiéndole impedir el
establecimiento de un estado hebreo en Palestina. Sus pobres argumentos eran que los
católicos gozaban de ciertos derechos sobre los lugares santos de Palestina, que esta tierra
siendo la cuna del cristianismo, si los judíos se posesionaran de ella esto sería un duro
golpe al cariño que le tienen los católicos. Y que si bien los judíos habitaron allá antaño ¡no
hay axioma histórico que sustente la necesidad de un pueblo a que vuelva a un país que
abandonaron hace 19 siglos!  En  1957, al fin del reino de Pio XII, su ministro de asuntos
exteriores y colaborador cercano, el señor Domenico Tardini dijo al embajador de Francia
según fuentes diplomáticas israelíes: “Siempre he tenido la opinión de que nunca ha habido
una razón de orden prioritario para que ese Estado (hebreo) fuera establecido. La culpa es
de los Estados occidentales. Su existencia es un factor de riesgo inherente para la paz en el
Medio Oriente. Ahora Israel existe, y no hay ninguna forma de destruirlo, pero cada día
pagamos el precio de tal yerro”.
      Por lo contrario  Juan XXIII cayó  de esta posición altanera y diabólica delante de la
nación elegida de Dios, y por ende en su encíclica “Nostra Aetate” (nuestros días), en la
cuarta parte, afirma que hay un lazo que une a los cristianos con los judíos, y que no se les
puede imputar la muerte de Cristo, ni decir que están bajo maldición. Dice también que hay
que rechazar todo antisemitismo, no por razones políticas sino por el amor espiritual
evangélico que reprueba el odio, la persecución, las muestras de antisemitismo, dirigidas a
los judíos en cualquier época  y por cualquier persona.
     Así que pienso que hay 2 buenas razones para empezar la lista de los 7 reyes de Roma
por Juan XXIII: el Tratado de Roma en 1957, y el cambio de tono referente a los judíos a
partir de Juan XXIII, pues hasta el Número 6 que será el Anticristo, todos mantendrán una
posición caída frente a la nación de Israel que tuvieron por fin que reconocer ¡no por amor
evangélico sino por razones políticas en 1993!  Pero el Número 6 no caerá, no bajará el
tono, delante de la realidad histórica de la nación israelita sino que será la caída de los
judíos hasta que vuelva  nuestro Señor Jesucristo en llama de fuego para darle el pago
mandándolo vivo al lago de fuego. Además hoy  tenemos al papa Francisco I de 76 años, lo
cual si fuera el hombre de pecado, el Número 6, implicaría que dentro de 10 años
aproximadamente después de los 7 años de gran Tribulación a los 86 años mantenga al
mundo entero bajo una mano de hierro mandando a todos los habitantes de la tierra que le
adoren como a Dios haciéndose pasar por Dios y llevando a cabo grandes conquistas
militares y políticas. No me parece que un hombre de tal edad tenga la energía y el carisma
necesario para tal empresa… Se necesita un hombre más joven para conquistar el mundo,
no  un viejo papa decrepito como suelen ser. Además a Dios no le gusta compartir los
secretos del futuro con falsos profetas, pues en esos días se ha hablado mucho de un obispo
católico de la Edad Media, llamado Malaquías, que dio la lista de todos los papas hasta el
último; el cual sería Francisco I según sus visiones y cálculos… Ni los mayas paganos con
su calendario que terminaba en 2012, ni Malaquías el católico romano con sus trances
extáticos, tienen al Espíritu de la profecía que tenemos nosotros los cristianos nacidos de
nuevo, y que nos permite entender las Escrituras.
      He aquí pues la lista de los  5 últimos papas “caídos” antes de la llegada del hijo de
perdición: Primero Juan XXIII (1958/1963), 2º Pablo VI (1963/1978), 3º Juan Pablo II
(1978/2005), 4º Benedicto XVI, 5º Francisco I, y después le seguirá, si no me equivoco, el
sexto; el Anticristo, el cual será apoyado por el séptimo papa que será el falso profeta. Esta
lista amigos, es sujeta a cambio después de la muerte o de la dimisión de Francisco I, pues
en escatología tratamos con eventos futuros y si bien nuestra base es la Biblia, no existe la
infalibilidad en ningún estudiante de la Escritura ni aun en ningun doctor en teología de
fama internacional… No se cuenta Albino Luciani, conocido como Juan Pablo I, que duró
un mes aproximadamente, en 1978; pues no llevó la triple tiara que indica el ejercicio de
sus funciones  y prerrogativas en los 3 campos del poder religioso, político y militar; y por
lo tanto no quiso reinar como obispo de los obispos, (solo aceptó el “palium” que es  la vara
común de cualquier obispo). Por lo cual al cabo de 33 días es muy probable que los jesuitas
lo eliminaran.
    ¿Por qué el Anticristo es el sexto papa? Porque es el número adecuado para todo
anticristo y  el verso10 hablando del sexto rey dice: “uno es”. Significa: este uno es la
bestia; el Anticristo, el hombre de pecado, el hijo de perdición.  Ese papa # 6 va a hacer una
cosa ya vista en América latina, y hecha por 2 sacerdotes católicos. En efecto en
Barranquilla, gran metrópoli colombiana, el cura Hoyo dejó su ministerio pastoral para
desempeñar el cargo de alcalde, e igualmente en Paraguay el obispo Lugo dejó su oficio
religioso para ejercer el cargo de presidente de la república. Así que el papa # 6 dejará su
cargo de papa de Roma para tomar la presidencia de la UE. Por dejar sus oficios de cura
para una gran alcaldía, de obispo para una presidencia de una nación o de papa para dirigir
la UE, no pierden ellos su “unción sacerdotal”, según el dogma papista. Estamos hoy en
una gran crisis financiera mundial, y el Vaticano tiene más oro que la reserva federal de los
Estados Unidos; 100 toneladas el uno y 30 el otro, según ciertos rumores… No sería
asombroso que a cambio de rescatar el sistema financiero de la UE el papa No 6 se
propusiera como presidente de la UE y abandonara su oficio de “santo padre”
momentáneamente. No obstante creo que será más bien el factor terror que hará que la U.E.
entregue el pleno poder al papa Número 6.En efecto el Rapto de la Iglesia y  la visión de la
ira del Cordero que tendrá el mundo, al abrirse el 6º sello, (Ap.VI; 12 al 17), lo echará en
los brazos del papa Número 6. Siempre será papa de Roma pero no en función. Por lo cual
se elegirá un séptimo papa para desempeñar las funciones sacerdotales. Ese séptimo
“cuando venga es necesario que dure breve tiempo”. Pienso que el papa No7 será el falso
profeta. Tal como el Espíritu Santo glorifica al Hijo, el falso profeta glorificará a su
compadre Número 6.Cuando lo haya hecho, el papa # 6 retomará su función sacerdotal sin
dejar la presidencia de la UE y será así el octavo. Ese octavo se proclamará Dios y exigirá
que le adoren cuando se haya posesionado del templo de Jerusalén que los judíos habrán
reconstruido y usado durante 3 años y medio, debido a un acuerdo pasado con el Anticristo.
Desde el lugar santísimo el octavo papa que es el sexto emitirá un culto televiso obligatorio
para todo el mundo, como hizo Nabucodonosor con su estatua de oro: Dn.III; 1 a 7. Se
cumplirá entonces literalmente y sencillamente el verso 11 de ApXVII : “La bestia (el
Anticristo, el presidente del nuevo imperio romano),que era (el cesar del antiguo imperio
romano que se autoproclamaba Dios) y no es, es también el octavo (el nuevo papa que
cumulará el poder secular y religioso) : y es de entre los 7 (pues era el papa No 6 elegido en
Roma por el concilio tradicional de cardenales unos años antes) , y va a la perdición : Ap.
XIX 20.Esta es la interpretación más sencilla de un verso muy difícil de entender. El
tiempo la validará o la anulará. Si mi interpretación es correcta; predice lo va a suceder. Si
no; es parcialmente incorrecta y me equivoqué en comenzar a contar los 7 papas con Juan
XXII  o es totalmente errónea y los 7 reyes de Ap.XVII; 10 no son los últimos 7 papas.
¡Pronto sabremos! Sin embargo, volviendo al capítulo XIII, hay un acontecimiento pasado
que confirma mi interpretación de un acontecimiento futuro. El v 3 de Ap. XIII dice: “vi
una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada…” En los
versos 12 y 14 se insiste en que la bestia fue herida. Esta insistencia tiene como propósito
de ubicar en el tiempo las 7 cabezas, que son los 7 últimos papas. Nunca he sabido en la
larga lista de papas, de uno que fue herido públicamente con arma de guerra y que luego se
recuperó, excepto a fines del siglo XX en la persona de Juan Pablo II. Ese acontecimiento
fue universalmente difundido. El hermano Alberto Rivera nos revela en “El profeta”
( Chick Publications) el porqué de ese atentado. La meta era doble: recibir atención
mundial con la simpatía de todos los líderes del mundo y acercar el mundo musulmán al
papa por causa del generoso perdón que concedió el papa herido a su asesino Mehmet Ali
Agca. (Mehmet era uno de los mejores pistoleros de Europa, y ¡falló disparando al papa a
solo 3metros!) La Biblia ya lo había declara siglos antes: un papa (un rey) entre los 7
últimos había de ser herido con  arma mortal y recuperarse luego. El papa No 4 era aquel.
Veremos más adelante que hay otra información precisa en el Capítulo XIII para ubicarnos
en el tiempo.
     LA SEGUNDA BESTIA
     La primera bestia tal como la Unión Europea junto con el Papado, muchos ya lo han
percibido. Lo que no se dice (salvo el falso cristianismo adventista) es que la segunda bestia
del capítulo XIII, representa los Estados Unidos de Norte América. ¿Cómo puede ser
posible en este fin de mundo que la primera potencia entre las naciones no tenga ninguna
parte en las profecías de Apocalipsis? ¡Imposible!, por lo tanto aquí en el capítulo XIII
vemos aparecer la otra bestia (v11), que es Estados Unidos. Tal como Roma, los EE UU
desarrollaron su poderío partiendo de la costa este hasta la Costa Pacífica, lo que significa
que fue una conquista puramente terrestre: “otra bestia que subía de la tierra”. Es también
un imperio; una bestia, pero tiene alguna apariencia de cordero, porque es de tradición
protestante.
     Hoy en día esa nación ha dejado de ser lo que fue aquel tiempo de su primera
constitución en la cual prohibía dar participación en el gobierno a un católico romano. Ya
no se opone a Roma como lo requiere la Palabra de Dios, sino que es un protestantismo
corrompido. La consecuencia de este hecho lamentable es que ayudará al Papado
promoviendo el ecumenismo: v12. Y no le irá bien como nos lo cuenta el capítulo XVII. En
este capítulo XVII, la segunda bestia aparece como una prostituta sentada sobre la primera
bestia. Es decir, que en este momento EE.UU. domina la Unión Europea.
     En el capitulo XVIII se nos identifica esta mujer ramera como una ciudad riquísima,
grandísima y como puerto famoso (v17 y 19), es decir Nueva York que también representa
a los EE.UU. En esta ciudad “se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos
los que han sido muertos en la tierra” v24. Aquí la interpretación no puede ser literal, por lo
tanto, es espiritual. Nueva York ha sido la ciudad más famosa del mundo (“The big
Apple”), en su afán de elevarse hasta las nubes construyendo sus rascacielos, (acordaos del
“Empire State Building”…) Por eso se llama Babilonia en este libro de Juan. Fue en
Babilonia (tierra de Sinar: Gen.XI 2) que se intentó construir una torre que alcanzara los
cielos: la Torre de Babel  y es el mismo espíritu que inspiró la construcción de Nueva York:
la nueva Babilonia. Es un espíritu diabólico de orgullo, y es homicida como el mismo
Satán. Por lo tanto, sabiendo que el espíritu que inspiró la fundación de la antigua y nueva
Babilonia es el mismo que inspiró los asesinos de todos los hombres, podemos comprender
este versículo 24 del capítulo XVIII en forma espiritual. Hemos de recordar también que en
Nueva York está la sede central de la O.N.U. (organización de las naciones unidas). Esta
organización es el segundo intento en la historia de formar un gobierno mundial. La S.D.N.
(sociedad de las naciones) habiendo sido el bosquejo de la ONU antes de la segunda guerra
mundial. Aquel primer intento ocurrió en los días de Nimrod: Gen X y la meta era la misma
que hoy: organizarse sin Dios para superar los problemas glorificándose a sí mismo, (Gen
XI; 4). Aquel sueño de grandeza y humanismo fracasó en Babel y ¡se está repitiendo hoy en
día en Nueva York, la nueva Babilonia!
    (La interpretación literal es la que se debe usar salvo si no tiene sentido. La
interpretación espiritual toma el lugar de la interpretación literal o la complementa. Pero
Adán y Eva estuvieron en un jardín y los cristianos estarán en una ciudad celestial y los no
cristianos en un lago de fuego. No es un cuento, es la realidad pasada o futura. Ahora
podemos sacar una enseñanza espiritual del pasado del jardín terrestre a la ciudad celestial.
Y es muy interesante lo que nos dice el hermano W. Nee en cuanto a ello. Pero de
espiritualizar tanto el hecho histórico hasta negarlo como lo hace Roma con el paraíso, la
resurrección, la Jerusalén Celestial, el lago de fuego, esto ¡nunca jamás! Las Escrituras no
son un cuento místico, son primeramente el relato histórico y real de la relación de Dios
con su creación).
      Pero volvamos al capítulo XVII donde vemos el fin de Babilonia a mano de Roma o
para decirlo claramente, el fin de EE.UU. a mano de la UE. Esto se nos describe en los
versos 16 y 17, donde vemos que la Unión Europea destruye por fuego a EE.UU. Supongo
que será un ataque relámpago con armamento nuclear. Hoy en día se ve rivalidad entre los
EE.UU. y la UE. El nuevo Imperio Romano quiere la hegemonía, quiere el poder total
sobre la tierra. Pero mientras EE.UU. está de píe, la UE no lo conseguirá, por eso se han
unido naciones enemigas en el pasado como Francia y Alemania. Francia tuvo su imperio,
España también, Alemania intentó, Italia fue la que tuvo más éxito, pero todas estas
naciones han comprendido que solas no reinarán pero en conjunto como nuevo Imperio
Romano sí lo van a conseguir. ¡Sin sombra de duda pues escrito está en la Biblia!, ahora :
¿cuándo sucederá la destrucción de los Estados Unidos por Europa?. Al toque de la
trompeta 7 del sello 7: Ap. XVI; 19. Ya que EE.UU. es el poderoso aliado de Israel, su
destrucción posiblemente ha de acontecer antes de la invasión de Israel. A la luz de esto se
puede también percibir los atentados terroristas del 11 de septiembre 2001 contra Nueva
York y Washington como un preludio de la forma en que serán aniquilados los EE.UU.
usando vuelos comerciales cargados con bombas nucleares y perpetrados por fanáticos
musulmanes para salvar la buena imagen humanista de la Unión Europea. (La profecía
supera la ficción y la realidad, la imaginación). El Papado siempre ha soñado trasladar su
trono de Roma a Jerusalén. Enviaron varias Cruzadas en la Edad Media con este propósito
(leer “el profeta de Jack Chick Publications”) porque la Iglesia original empezó en
Jerusalén, y si el Papa se trasladara a esta ciudad, tendría mucho más autoridad y
argumentos para imponer su dominio diabólico.
     Hemos visto que son las dos bestias, ahora vamos a ver qué son la imagen, la marca y el
número de la bestia. Pero sin embargo, reitero la pregunta que os hice al principio: ¿Cuales
son las invenciones que han cambiado el mundo? ¡Hay muchas diréis! El capitulo XIII nos
revela las más impactantes. Se hallan en los versos 13,14 15 y 16, lo cual significa que son
inventos americanos, pues el autor de estas maravillas científicas y tecnológicas es la
segunda bestia . En el v 13 leemos que “hace descender fuego del cielo delante de los
hombres.” Nunca el hombre ha hecho descender “técnicamente” fuego del cielo a la tierra
hasta que los hermanos Wright inventaron el avión. Entonces poco después, durante la
primera guerra mundial, el hombre empezó a hacer descender fuego del cielo, sin ningún
misterio, es decir delante de los hombres, y desde entonces sabemos todos lo que es un
bombardeo. Y hablando de fuego; hay un fuego que lanzaron los americanos desde el cielo,
que supera todos los fuegos inventados anteriormente. Se trata de la bomba atómica. En
1945 Nagasaki e Hiroshima padecieron el fuego del cielo a la vista de todos los hombres.
¿La aviación y la fisión nuclear no son inventos que cambiaron mucho el mundo
contemporáneo? Veamos ahora otra invención de impacto universal.
     Se halla los v 14 y 15. La Palabra de Dios la llama: la imagen de la bestia. Es una
imagen inventada por 2 galos: los hermanos Lumiere, pero no pudieron hacer que su
imagen hablase. En efecto la primera imagen animada (a la cual se le infunde aliento, dice
la versión R.V.) parlante es una película americana. La Biblia dice claramente que es una
imagen hecha por los moradores de la tierra, por el genio americano, a la cual se le infundió
aliento. Lo que confunde al lector y le esconde la descripción tan sencilla y clara que le
hace la Escritura de nuestras pantallas de TV, de cine y de internet, es que el énfasis no está
sobre el invento americano sino sobre su uso final que será durante los 3 años y medio de la
segunda parte de la semana 70 de Daniel (IX 27 y XII 11) y que será para  promover la
abominación desoladora: el culto televisivo obligatorio al nuevo cesar, el papa No6; el
Anticristo. ¡Ya se ven muchas radios cristianas que piden a sus oyentes participar en la
oración, poniendo la mano encima de la radio. La gente está acostumbrándose a orar
delante de una radio y adorará delante del televisor. Todo se hace progresivamente pero la
meta es la adoración de la imagen de la bestia que trae condenación tal como la marca de la
bestia. Millones van a caer por medio de este aparato controlado por el Príncipe de la
Potestad del Aire (pues funciona por medio de las ondas). La televisión es la espada del
diablo y de Roma y con ella daña la mente y el espíritu del hombre, pero es otro tema que
trato en otros artículos.
     Ya hay gente que en vez de congregarse prefiere asistir a un culto transmitido por
televisión. Pero todavía no es obligatorio bajo pena de muerte participar en esos cultos o
misas. Satán tiene dos formas de destruir al pueblo de Dios: la forma sutil y la forma brutal.
La forma sutil es por medio de infiltración y propagación de doctrinas falsas tocante a la
persona de Jesús (el caso de los testigos de Jehová, de los mormones, de los unitarios. etc.),
o tocante al evangelio, (el caso de los católicos, neo-Pentecostés, arminianos etc.). El diablo
agrede internamente al cuerpo de Cristo en la tierra. La forma brutal es por medio de
persecuciones y aniquilación física de los cristianos. Los cuatro primeros siglos de la era
cristiana fueron testigos del acoso brutal de Satanás a las iglesias por parte de los cesares.
Después se usó el método sutil con las controversias arianistas, montanistas,
patripasianistas, macedonianas... hasta que se implantó la maquinaría católica romana con
su brazo secular dirigido por la Inquisición (dominicana en su principio) y luego con los
jesuitas que saben usar todos los métodos y cuya política maquiavélica es que el fin,(que
toda rodilla se doble delante del papa), justifica los medios. El diablo volvió al método
brutal con su apogeo en el siglo de la Reforma protestante. Al no poder aplastar el
Protestantismo en sus territorios, volvió al método sutil. Hoy el método sutil se llama
ecumenismo. Claro que en los territorios donde reina Satán abiertamente (es decir donde
tiene en su poder el brazo secular) él se deleita más en el método brutal; pues él ha sido
homicida desde el principio: J. VIII; 44. Hoy estamos en un periodo de guerra sutil, por
ende las iglesias locales se desmoronan desde adentro, pues doctrinas heréticas y ministras
de Satanás (pastoras) están invadiendo los pulpitos. Misas y cultos neo-pentecostales
forman parte del programa televisivo. Pero no es obligatorio participar en ellos. Sin
embargo después del Rapto, el método brutal volverá a aparecer con más fuerza que nunca:
M.XIII.19. En efecto el Rapto ocurrirá al final del sexto sello: Ap. VI; 12 al 17. La tierra
será entonces desolada, la gente confusa y aterrorizada, los cristianos habrán sido
arrebatados, solo quedarán los 144.000 judíos sellados y convertidos y un remanente de
escogidos gentiles que alcanzará salvación durante las siete ultimas plagas (trompetas o
copas) .En ese tiempo reinará el Anticristo y el falso profeta con todo poder; él que no
quisiere adorar frente al televisor será decapitado: Ap.XX.4.
     Es obvio en la Escritura que hay dos resurrecciones. La primera es antes del Milenio y la
de los otros después. Pero la primera resurrección se produce en dos tiempos: el Rapto,
luego la segunda venida de Cristo. Nosotros si no dormimos antes seremos arrebatados y no
creo que veamos tal ley que nos condena a muerte por no asistir en los cultos televisivos.
En cambio los que nacerán espiritualmente después del Rapto, ellos, sí, enfrentarán la pena
de muerte por no adorar la bestia y su imagen, y también serán resucitados para el Milenio.
(No hay que olvidar que hay mínimo 7 años entre el Rapto y el descenso de Jesús a la
tierra)
     Serán tiempos donde parecerá que ¡Nerón y la Inquisición española volvieron los dos al
mismo tiempo! Ap.XX.4. apunta lógicamente a estos dos movimientos en la resurrección
de los justos. En efecto vemos que las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús,
de los que no habían adorado la bestia ni su imagen, ni habían recibido su marca, reinarán
con Cristo en su Milenio. Si ellos son los únicos en reinar: ¿qué pasa con los que vivieron
antes del siglo XXI? Sería pues excluir la mayoría de los cristianos del reino milenial. Su
resurrección habría entonces de ocurrir con los impíos después de los 1000 años. Pero en
esa resurrección todos comparecen delante del trono blanco y son juzgados según sus
obras: Ap.XX.12. Esto contradice el evangelio de salvación por fe y no por obras o con
obras.. Por lo cual los cristianos han de ser todos participes de la primera resurrección.
Reparamos también en que hay una situación paralela para los impíos, pues ellos tienen así
mismo una resurrección de condenación en dos tiempos: el falso profeta y la bestia son
echados al lago de fuego 1.000 años antes que el diablo y el resto de su seguidores:
Ap.XIX.20. Así que si no admitimos la resurrección en dos fases: justo antes del Rapto y
después de la gran tribulación; sea limitamos el reino milenial de Cristo de forma
incongruente, sea pasamos por alto versos de la Escritura. Ambas opciones son
inaceptables. La una va en contra del evangelio de gracia y la otra suprime palabras de la
Escritura y lleva maldición: Ap.XXII.19.
     En el versículo 16 llegamos al dinero electrónico. Otra gran invención estadounidense
del siglo XX. La marca de la bestia es sencillamente un “micro chip” injertado bajo la piel
que reemplazará las tarjetas de crédito y débito. El sistema ya funciona; hay miles de
animales de parques zoológicos y unos hombres que han recibido la marca de la bestia. En
Barcelona y en las islas Baleares en España, hay discotecas que proponen ya ese chip para
tener acceso a un servicio especial y pagar sus bebidas y entrada. Es preciso enfatizar que la
condenación es para los que reciban este “micro chip” bajo la piel (cap. XIV v9, 11-XVI 2),
y los que adoran delante del televisor y los ecuménicos, (archivo #4 : “La imagen de la
bestia”). Porque hoy en día hay tres formas de comprar y vender: 1; con el dinero
electrónico (lo que llegará a ser la marca de la bestia), 2; con billetes y monedas y 3; con
cheques. Comprar y vender con el nombre de la bestia o con el 666 no trae condenación.
Comprar con el nombre de la bestia es comprar con billetes y monedas llamados “euros” o
basados en el Euro, en efecto, muy pronto el euro (Europa es otro nombre de la bestia), será
la moneda universal tal como es ahora el dólar.  Comprar o vender con el número significa
usar cheques cuyo número incluye un 666, en el código de barras que llevan. En efecto
cualquier código de barras clásico, lleva el número de la bestia de forma prominente.
Dejadme explicaros: En el lenguaje electrónico la doble barra delgada y más larga que
todas las demás, representa la cifra 6. En los códigos de barra más comunes, encontráis esas
doble barras, cuyo significado es 6, al principio, en el medio y al fin del código. ¡Así que
todo producto industrializado y todo cheque llevan ya el número de la bestia: 666! En
cuanto a la marca de la bestia, no será tropiezo para los verdaderos cristianos, porque
ninguno se dejará poner un elemento electrónico bajo la piel. Pero en cuanto a la televisión,
casi todos la tienen con la excusa de que es únicamente para oír y ver las noticias. Pero que
harán con esta maldita caja del diablo cuando empiece la transmisión del Culto ecuménico
Universal? ¿Tendrán la valentía de botarla y sufrir persecuciones? Creo que sí. Pero mejor
es prevenir que curar. Haced lo que queréis, pero os aconsejo muchísimo, amigos,
deshaceros del televisor antes de estos días; será una forma de confirmar vuestra elección
por medio de una santidad en el hogar que no permite la entrada de la propaganda carnal y
diabólica de la TV.
     Es muy interesante reparar en que en este Capítulo XII se nos dan las invenciones más
sobresalientes de este siglo XX, en el orden cronológico. La Bomba Atómica 1945(v13), la
televisión en los años 50 (v.14 y 15), el dinero electrónico en los años70 (v.16 y 17). El
capítulo XIII termina con aplicar el número de la bestia al nombre de un hombre y se
podría aplicar al papa de Roma con su título blasfematorio de vicario (suplente) del Hijo de
Dios: VICARIVS FILII DEI, lo cual si se suma da 666;  V+I+C+I+V+I+L+II+D+I=666,
pero no es el nombre de un hombre ¿Quién fue el hombre peor del siglo XX? ¡Hitler, por
supuesto¡ El fue elegido con los votos católicos y su partido Nazi recibió la bendición de
Roma (como los fascistas de Mussolini en Italia). ¡Y ni Hitler y sus ministros de muerte, ni
Mussolini fueron excomulgados! Su programa era el favorito de Roma: destruir
completamente al pueblo Judío. Roma tiene dos enemigos y opositores serios que ha
intentado aniquilar durante siglos: los judíos y los protestantes. Los demás son pura paja.
Los va a vencer a ambos muy pronto mediante su maestría del engaño y de la mentira.
Hitler es el nombre del hombre que corresponde a 666 (a corresponde a 100 b 101 c a
102…y por fin z corresponde a 125.Así que:  h+i+t+l+e+r=666). De esta manera se ubica el
capítulo XIII en el espacio y en el tiempo mediante el número que corresponde al
endemoniado alemán llamado Hitler: Europa del siglo XX. Pero hay que reparar en 2 cosas
sorprendentes en el caso Hitler.
     1, este señor se llamaba a la verdad: Hidler. Pero para que suene más alemán que
austriaco, Adolfo cambió su apellido a Hitler, y sin darse cuenta cumplió la profecía que le
atribuye el número de la bestia.
      2, para calcular el número de la bestia que es el nombre de Hitler, hay que pasar por una
traducción del original griego a un idioma que se escribe en letras latinas.
     Así que una vez más se ve claramente la inspiración divina de la Biblia, pues en una
obra escrita por un hombre, el idioma original es el que siempre expresa mejor la calidad de
la obra; ¡“El Quijote de la Mancha” es mejor en español que en ingles, tal como las obras
de Shakespeare son mejores en ingles que en francés! Pero la Biblia no es una obra
humana, sino divina, y contradice esa ley inmutable para las obras humanas. Hay este
pasaje en la Biblia que  revela una cosa importante solamente en la traducción del texto,
mientras que la esconde en el original: “cuan insondables son sus juicios e incomprensibles
sus caminos”. Y estoy seguro que hay otros pasajes que expresan mejor la intención del
Espíritu Santo en una traducción que en el original. Comparad con el Corán; ese escrito,
como es de invención humana, (y con ayuda de católicos), sigue la ley inmutable de los
escritos humanos, y la sigue tanto que los musulmanes están mandados a rezar en árabe…
    
     CONCLUSION.
     Poco tiempo falta para que se cumplan las profecías. Es muy importante fijarse (v12) en
los versículos 11 del capítulo XIV y 2 del XV y 2 del XVI y 20 del XIX porque se refieren
a la verdadera paciencia: v12 del XIV. La verdadera paciencia en los días que vienen será
apartarse del ecumenismo de Roma, no participar en los programas ecuménicos
transmitidos por televisión y no usar el dinero electrónico injertado bajo la piel, y eso
conllevará persecución y tribulación. La falsa santidad es hoy en día “no bebo, no fumo y
soy tolerante con cualquier clase de doctrina o estilo de vida”, esto es aprobado por la
buena sociedad y no trae persecución ni tribulación sino alabanza por parte del mundo.
Queda claro que el abuso del alcohol o de tabaco o de comida no es digno del cristiano pero
que el Reino de Dios no es cuestión de comida, de bebida, tiene que ser repetido en los
oídos de los protestantes débiles. “El reino de Dios no consiste en palabras sino en poder”.
      Muchos se abrigan con la esperanza del Arrebatamiento antes de las tribulaciones, pero
hasta el final del sexto sello no habrá Arrebatamiento. (Mateo XXIV v 29 30 y 31
corresponde al Ap. VI del 12 al 17). La gran mayoría cree que la Apostasía y la aparición
del hombre de pecado será después del Rapto, pero la Apostasía ya está aquí y el hombre de
pecado está esperando en algún lado su momento de revelarse con gran poder y astucia
diabólica. Soy pretribulacionista y por ende creo que no estaremos durante la gran
Tribulación que durará 7 años, pero la Apostasía ya está aquí y el Anticristo está por
revelarse pronto, y es muy posible que lo conozcamos antes del Rapto.
      Casi nadie excepto la editorial Chick, la cual a pesar de ser arminiana, denuncia los
peligros y el enemigo principal de la iglesia que ha sido, es y será el catolicismo romano.
Las iglesias están todas infiltradas, la economía, los medios de comunicación controlados
por el enemigo que es jesuita como el papa actual. No te apoyes en tu pastor o en tu
congregación que salvo unas excepciones ya están en la trampa del ecumenismo, pues
ninguna congregación denuncia a Roma. El Protestantismo tradicional está podrido y poco
tiene que ver con el Protestantismo original que es protesta formal contra Roma desde la
dieta de Espira en 1529.
Volvamos a la raíz del movimiento, seamos verdaderos protestantes como Lutero, Calvino,
Spurgeon, R. Williams y otros. Apoyémonos sobre los fundamentos de la Reforma que
nunca moverán: Sola Fide, Sola Scriptura (es decir, salvos por la fe únicamente, la Biblia
única autoridad suprema).
     Así no habrá decepción, así resistiremos hasta el día final (2 Pedro III 17,18) “Así
vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error
de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.
AMEN”.

Resumen de lo esencial que expone este artículo:


 La bestia de 7 cabezas y 10 cuernos es el imperio romano llamado hoy Unión Europea. Sus
7 cabezas son el lado religioso: el Vaticano y sus papas. Sus 10 cuernos son los principales
Estados miembros de la UE.
La segunda bestia es Estados Unidos. Babilonia es Nueva York. Esta bestia en su aspecto 
religioso es el Protestantismo apóstata.
El fuego del cielo es la bomba atómica.
La imagen de la bestia es el fenómenos audio visual, principalmente la TV.
La marca de la bestia es el dinero electrónico implantado bajo la piel.
Hitler es el 666.    

 ¿TIEMPO DE NUEVO AVIVAMIENTO O DE VIEJAS HEREJÍAS?

      Me dirijo en este a los escogidos que tienen dudas y sienten inquietud en cuanto a este
“avivamiento” que parece arrastrar el mundo entero y especialmente a Latinoamérica. Os
ruego por lo tanto informaros sobre la Reforma Protestante del siglo XVI, que después de
1.000 años de tinieblas católicas romanas iluminó otra vez el mundo. Os ruego volver a los
maestros aprobados por Dios, reteniendo lo bueno de sus enseñanzas, pues por ser hombres
hay puntos en los cuales se han equivocado. Leed sermones y enseñanzas de Lutero,
Calvino, Spurgeon, Chantry, Pink etc. Y apartaos de vosotros mismos y de los falsos
maestros modernos. El mismo padre de la Reforma; Martín Lutero decía en su tiempo:
“como Pablo, peleamos con la Palabra de Dios contra los fanáticos de nuestros días, y
nuestros esfuerzos no son completamente vanos. El problema es que hay muchos que no
aceptan ser instruidos. No quieren escuchar la razón: no quieren escuchar la Escritura,
porque están embrujados por el engaño del diablo que puede hacer parecer una mentira
como si fuera la verdad”. Estamos en la Apostasía, así que recordad lo que dijo Jesús:
“Muchos son los llamados, pero poco los escogidos” (Mateo XX; 16).  Para mayor
información sobre el tema aconsejo el libro: “Señales de los apóstoles” de W.J. Chantry,
editado por la editora Estandarte de la Verdad.
 
     El fenómeno del movimiento pentecostal tiene ya un siglo de edad, (más o menos). Está
hoy en día en pleno auge y ha rebasado de una manera aplastante el protestantismo
tradicional en cuanto número de seguidores. Así que hoy hay 2 clases de evangélicos; la
mayoría que es Pentecostés y la minoría que es de tradición protestante, (dentro de los
cuales se destacan los calvinistas por la pureza de su soteriología).
 
     Empecemos por la minoría que va disminuyendo. Somos esparcidos en varias
denominaciones que no voy a citar porque estoy convencido por las Escrituras que el
denominacionalismo, así como el congregacionalismo es un grave error. Las iglesias son,
según la pauta bíblica, puramente locales, (os aconsejo leer: “La Iglesia Normal” de
Watchman Nee sobre este tema), tal como son las iglesias bautistas. Más bien identificaré
ambos grupos por sus doctrinas básicas comunes, porque a la verdad si uno mira las
instituciones, las iglesias locales, el estado de corrupción es igual en ambos sectores.
Nosotros los “tradicionalistas” somos arraigados en las doctrinas básicas de la Reforma
Protestante y de ahí no nos movemos. Como Martín Lutero creemos en una salvación
basada en la fe únicamente; no creemos que el hombre tenga algún libre albedrío para
aceptar el evangelio (leer “El Siervo albedrío” de M. Lutero). El decía: “Si cualquiera
atribuye alguna parte de la salvación aunque fuese la más insignificante al libre albedrío del
hombre, el tal no sabe nada de la gracia, y no ha asimilado a Jesucristo como es debido”.
Creemos en la elección incondicional, en la predestinación del Padre, es decir que: “Todas
las cosas ha creado Jehová para sí mismo, y aún al impío para el día malo”. (Proverbios
XVI; 4), según lo explica muy bien Juan Calvino en su concepto de doble predestinación, o
según lo que repite Spurgeon en su sermón titulado “La redención limitada”. Es decir, que
Dios ha decidido de antemano a quien Él salvará y a quien El mandará con toda justicia y
razón al lago de fuego. Como decía el mismo Spurgeon: en el piso del infierno está escrito:
“Por tus pecados” y en la entrada del cielo hay un letrero a la entrada diciendo: “Por
gracia”. El número de salvos ha sido fijado por el Padre antes de la creación del mundo, y
no faltará ni será añadido ni uno a la lista. Estas 2 doctrinas; la de salvación por fe que sacó
a la luz nuevamente M. Lutero y la de predestinación que enfatizó nuevamente Calvino, son
las dos caras de la misma moneda. Es decir los 2 aspectos inseparables del único y
verdadero Evangelio. Si no resplandece uno de los 2 aspectos, estamos en un evangelio por
lo menos dudoso. “Por gracia sois salvos, por medio de la fe” dice la Escritura y esta gracia
es la elección inmerecida que nos ha sido concedida antes que existiera la tierra y los cielos.
Así que la predestinación es el sello, y la fe es la cara de la misma moneda. Hoy en día
circulan muchas falsas monedas, solo las disciernen los verdaderos hijos de la Reforma;
¡porque miramos cuidadosamente ambos lados! En cuanto a la Biblia no solamente es la
Palabra de Dios en su totalidad sino que es lo único que necesitamos para la salvación,
santificación, y edificación obradas por el Espíritu Santo (2 Tim III; 16, 17). No
necesitamos visiones, profecías, milagros, lenguas angélicas, sueños ni ninguna
manifestación exterior del Espíritu Santo, para crecer en el conocimiento de Nuestro Señor,
sino que en las Escrituras tenemos la visión, la profecía, la manifestación verdadera del
Dios verdadero, y esto es el milagro más poderoso que disfrutamos, porque Satanás ha
querido siempre destruir o esconder o adulterar esta divina Biblia que fue arrebatada de sus
manos a precio de sangre y sufrimiento de  millones de mártires de la fe.  Hoy la tenemos
completa y al alcance de todos, pero muchos se olvidan lo que costó. Que Dios haga
milagros hoy, ¡lo creo!; pero no es su forma usual de actuar para con nosotros. Sé que
Jehová excepcionalmente obra milagros y se manifiesta de una forma extraordinaria, pero
como dice el refrán galo: “la excepción confirma la regla”. Y la regla es que Dios nos habla
únicamente por medio de su Palabra Inspirada: la Biblia, y el milagro más extraordinario
que opera hoy en día es quitar los corazones de piedra y dar corazones de carne; es resucitar
muertos espirituales y darles vida eterna en su espíritu y alma por medio de su Palabra y la
persuasión y virtud del Espíritu Santo. Así dice J. Calvino en su “Institución de la religión
cristiana”, Libro 1, parte V, capitulo 9 párrafo 1: “Por tanto no es cometido del Espíritu
Santo que Cristo prometió, inventar revelaciones nuevas y nunca oídas o formar un nuevo
género de doctrina..”, y en párrafo 4 :“Que dirán a esto esos orgullosos y fantaseadores que
piensan que la más excelente iluminación es desechar y no hacer caso de la Palabra de
Dios, y en su lugar, poner por obra con toda seguridad y atrevimiento cuanto han soñado y
les ha venido a la fantasía mientras dormían?”.  Agustín (354-430) dijo que en el periodo
primitivo, el Espíritu Santo cayó sobre quienes creían, y hablaban en lenguas que jamás
habían aprendido, “como el Espíritu les daba de que hablasen”. Estas eran señales
adaptadas a esa época. Pues precisaba haber aquella evidencia del Espíritu Santo en todas
las lenguas sobre toda la tierra. Aquella cosa fue hecha como evidencia de que el mensaje
apostólico era de origen divino, pero tal como se instala un andamio para la construcción de
un edificio, igualmente al terminar la obra, se quita el andamio. En cuanto a casos
excepcionales J. Calvino los reconoce en la Institución libro 4 capitulo 3 párrafo 4:
“Aunque no deja de suscitarlos de vez en cuando, según lo requiere la situación… San
Pablo llama profetas, no a todos los que en general declaran la voluntad de Dios sino a los
que recibían alguna revelación particular (Ef. II; 20 y IV;  11). De estos en nuestro tiempo
no los hay, o son menos manifiestos.” Pero es preciso hoy advertir a los excepcionales que
han vivido realmente una experiencia extraordinaria, dramática con el Señor, que a esos les
sería muchísimo mejor guardar para ellos mismos su experiencia y nunca mencionarla
públicamente. No necesitamos en absoluto oír de su experiencia, ya tenemos suficiente con
los “grandes profetas” de hoy en día que cada semana reciben y charlan con el mismo
Señor Jesús glorificado en su cuarto o en su carro. O con los que oyen voces del cielo cada
fin de semana, o con los que tienen visiones cada vez que programan su heroico ayuno.
Estamos hartos de estos charlatanes .Así que si nos sois charlatanes, callaos la boca y no
perturbéis las iglesias con vuestras experiencias; seguid lo que edifica, seguid la regla
común; no esperéis más experiencias extraordinarias, porque si hay más de esas
experiencias sois de los charlatanes, porque Dios nos habla a todos por medio de su Palabra
escrita. La excepción que se repite no es excepción: es engaño de Satanás. “¿Por qué estáis
mirando al cielo?”, se les preguntó a un grupo muy favorecido que vio la ascensión del
Señor: Hechos I; 11, y esto para que dejen de mirar al cielo. No miremos al cielo, miremos
a las Escrituras y ahí ciertamente veremos, oiremos, comulgaremos con Dios. “Porque
Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Cor. XI; 14) y ese sí, aparece a menudo y se
comunica con esos charlatanes, y falsos “ministros de justicia: cuyo fin será conforme a sus
obras”, y cuyo falso evangelio es de obras, de plata y de milagros que no tienen nada que
ver con el evangelio de gracia, el evangelio que nos devolvió la Reforma protestante.
     Tal como el feminismo que se ha introducido en todas la denominaciones, mediante el
lavado de cerebro televisivo, el neo pentecostalismo se basa en casos excepcionales para
establecer sus errores. Los feministas recurren al caso de Débora, profetisa, esposa de
Lapidot (Jueces IV; 4) para promover el ministerio de las pastoras, y la autoridad de las
mujeres sobre los hombres en las congregaciones. No dudo que Débora fuera mujer
consagrada, pero al mismo tiempo sabemos que “después de la muerte de Aod, los hijos de
Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová” (Jue. IV;  1). En estos últimos días
la situación es igual, pues ya que el testimonio de las iglesias es tan malo y muy a menudo
falso, Jehová, excepcionalmente, despierta a unos pocos por medios milagrosos, que llevan
en sí la Palabra de Dios a la conciencia de los que experimentan tales manifestaciones
sobrenaturales. Pero son casos raros que después no buscan a Dios fuera de las Escrituras.
Los nuevos montanistas hacen de la excepción la regla y caen en herejías y demonología.
Así que no dudo que hay todavía casos excepcionales que hayan recibido una señal
milagrosa en su vida pero son la excepción que confirma la regla, y esta es la regla: Dios no
usa medio sobrenaturales para confirmar su Palabra. Lo hizo al principio, ya no hay
necesidad de confirmar el canon de las Escrituras después de 2000 años de aceptación por
parte del cuerpo de los creyentes bíblicos. La Palabra misma es el sello de la verdad del
Evangelio, pues permanece para siempre. El que predica por medio de la Palabra escrita
únicamente puede ser verdadero (según su doctrina), el que usa poderes sobrenaturales es
ministro de Satán.
     En Marcos I; 40-45 y VII; 33-36, Lucas V; 14, y Mateo VIII; 4 y IX; 30-31, vemos que
Jesús prohíbe rigurosamente que se divulgue sus milagros por razones prácticas y
doctrinales.
1. Prácticas: porque Él quería poder circular, y predicar libremente, y los milagros
provocaban desorden público; la gente se amontonaba, y quería hacerle rey a la fuerza. Así
que había peligro de sedición, o disturbios.
 2. Doctrinales: porque Él quiere que por fe lo sigamos, El quiere seguidores espirituales,
no carnales que necesitan ver, tocar, comer para creer.  Es cierto que otras veces quiere que
se sepa que Él hace milagros por razón doctrinal; para afirmar que su doctrina es de Dios,
frente a las autoridades espirituales (Juan el Bautista) y religiosas (las sinagogas): Lucas
VI;  6, 10, VII; 21-22, XIII; 10, XIV; 1.2.3.4, los demás casos de milagros los hace por
compasión.
     Hoy en día las Escrituras completas y la Historia de la Iglesia proclaman sin necesidad
de más evidencia que Jesús es Señor de señores; El cual sigue diciendo “bienaventurados
los que no vieron y creyeron”( Juan XX; 29). Él quiere que andemos por fe no por vista.
Así mismo todos los cristianos verdaderos tenemos al Espíritu de la profecía: (Ap. XIX;
10). Y este Espíritu nos capacita para entender e interpretar correctamente todas las
profecías, advirtiéndonos claramente que está tajantemente prohibido agregar alguna
profecía al libro de las profecías: (Ap. XXII; 18). Esta es pues la posición común del
protestantismo verdadero que nació de la Reforma del siglo XVI. La Reforma tiene que
seguir, pero dentro de los 2 parámetros básicos: “Sola Fides, Sola Scriptura”, (“Fe
solamente, Escritura solamente”), que son los fundamentos del cristianismo bíblico. Los
cuales han sido nuevamente puestos por Martin Lutero y consolidados por Juan Calvino.

     Frente a nosotros los descendientes de la Reforma, ha surgido el cristianismo que se


autodefine como (neo) “Pentecostal”. Este grupo dividido en varias denominaciones, se
caracteriza por sus doctrinas, y en esto mismo está basada mi afirmación de que este
movimiento está encabezado por Satanás. Una de estas doctrinas que caracterizan el neo
pentecostalismo se llama: arminianismo. Es una nueva forma de semi pelagianismo.  Niega
la predestinación y se restablece el libre albedrio. A la verdad el arminianismo es el
resultado de un complot de los jesuitas, que al ver que no podían vencer el protestantismo
por la fuerza, decidieron inyectar esa falsa doctrina semi pelagiana, bajo un nuevo nombre,
usando a Jacobo Armiño como “autor”, y al arzobispo de la iglesia anglicana, llamado
William Laud, para introducirla en la nación protestante que es Inglaterra. (Si queréis saber
más de esto os aconsejo mi artículo: “El arminianismo: la carretera para Roma”).
     Hay también otra vieja herejía que ha producido con el arminianismo este movimiento
neo pentecostal. Es más antigua aún, data del segundo siglo y fue iniciada por Montano, un
asceta que se consideraba como el último de los grandes profetas. Estaba acompañado
también por dos profetisas; Maximilla y Prisca. En aquella época fue declarado el
Montanismo herejía, y se enfatizó la suficiencia de las Escrituras. Esto ocurrió en un
concilio a fines del siglo 2.

     Creo que el “Pentecostalismo” empieza por el Montanismo y desemboca en el


Arminianismo. En efecto el Montanismo es el énfasis de una disfunción particular de los
dones del Espíritu Santo, (que ha terminado con la publicación de las Escrituras completas)
como: lenguas, profecías, milagros etc. Dones que poseía la primera generación de
cristianos. Los Montanistas creían (y sus descendientes los neo pentecostés) que había de
seguir esta dispensación hasta el regreso de Jesús. De ahí que su fe no estaba basada
únicamente en las Escrituras sino también y principalmente en lo que ven y sienten y se
manifiesta exteriormente.
     Por consiguiente, los nuevos montanistas de hoy, cuando no ven, ni sienten, ni se
manifiesta nada, pueden creer que perdieron la fe y por lo tanto la salvación y caen en la
herejía de Armiño.  Como ya lo dije, el holandés Jacobo Armiño, en el siglo XVII fue el
hombre que principió esta doctrina, que tiene ahora su nombre. Esta herejía fue condenada
por el sínodo de Dortretch en los Países Bajos en 1619, después de 6 meses de conferencias
y sesiones. El sínodo condenó los 5 artículos de los manifestantes herejes, llamados
remonstrantes, y adoptó los famosos 5 puntos del calvinismo (1 depravación total del
hombre, 2 elección incondicional de Dios, 3 expiación limitada, 4 gracia irresistible, y 5
perseverancia de los santos).
     Según Armiño, Cristo Jesús murió por todos los hombres sin excepción y cada uno
puede ser salvo si decide aceptar el evangelio. Según ellos, la redención es un hecho
general que abarca toda la humanidad; es ilimitada. Sostienen que Jesús murió por Pedro
como por Judas Iscariote, por Pablo como por Nerón, por David Livingston como por
Adolfo Hitler. La diferencia está en que unos aceptaron y otros rechazaron, el evangelio, de
su propia voluntad (o no permanecieron en él). Dicen que cada hombre puede decidir; tiene
libre albedrío. Como los que sostiene esta doctrina no pueden borrar de la Biblia los
términos elección y predestinación; los aplican al cuerpo de Cristo y no a cada individuo.
Enseñan que es una elección o predestinación corporativa, no personal. Es decir, que
fundamentalmente son como los católicos romanos: los que forman parte de su “santa
madre iglesia” son salvos mientras no se aparten de ella. La verdadera diferencia es que la
sede de los neo pentecostés, esta por lo general en New York y la de los católicos en Roma.
(Leer “las 2 bestias”). Si uno mira las apariencias ve diferencias grandes y puntos de vista
opuestos entre católicos y pentecostales, pero si se fija en la doctrina fundamental de la
elección es exactamente el mismo espíritu que dice: “cree en el Señor Jesucristo y serás
salvo, si perseveras al mismo tiempo en la lista de obras muy bíblicas o tradicionales que
vamos a enseñarte”. Un puente está ya formado entre pentecostés y católicos carismáticos,
se llama: “Oración Fuerte al Espíritu Santo”. Este falso evangelio empieza por fe, pero se
mantiene por obras. El verdadero evangelio “es poder de Dios y en él se manifiesta la
justicia de Dios por fe y para fe como está escrito; el justo la fe vivirá”. (Romanos I; 16-
17). Así que tomando un ejemplo extremo; si mañana me emborracho como Lot, y me
acuesto con mis hijas o cometo adulterio y asesino al marido ofendido como David, a pesar
de todo sigo siendo hijo de Dios y voy al cielo aunque no les guste a los religiosos. Así lo
decidió Dios; pero, ¡cuidado¡ “nuestro Dios es fuego consumidor”(Heb. XII; 6) y fijaos en
la disciplina recibida por Lot y David después de sus caídas. Quien practica tales cosas no
es hijo de Dios y se engaña a sí mismo. Pero yo, como escogido, si caigo así, Dios me
levantará después de producir en mi un arremetimiento genuino, y no cambiará su designio
eterno par agradar a los arminianos y neo-pentecostés. Por ello tengo el gozo y la seguridad
de la salvación que no pueden tener los que forman parte de esos grupos, que prometen mil
maravillas y milagros en la tierra, pero ninguna certeza sobre el destino último de sus
seguidores. Los católicos piensan que mientras van a misa son salvos y los pentecostales
mientras hacen la vigilia el ayuno y sobre todo pagan el diezmo son salvos.

     Hay también una semejanza entre el neo-pentecostalismo y el catolicismo romano aparte
de su doctrina semi pelagiana, (o arminiana), es que ambos creen en  milagros y
apariciones. Roma no produce tantos milagros y apariciones como el neo-pentecostalismo
pero sí, los produce mediante su ídolo favorito: la Virgen de Guadalupe, de Fátima, del
Carmen, etc. Ambos lados, de todas formas se deleitan en sus revelaciones que les
proporciona el padre de todas las mentiras; Satán. A unos se les aparece Santa María, a
otros el mismo Jesús, pero a ambos se les olvida que “por fe andamos y no por vista” y que
“si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este
libro” La semejanza también que tienen es que ellos son los dos movimientos apostatas que
más atraen al mundo. Son los peores enemigos del Evangelio de Cristo y de su pueblo. 
Como dijo C. H. Spurgeon: “La más encarnizada es la oposición  de los que son 
exteriormente religiosos en contra de los que han nacido de lo alto y que adoran a Dios en
espíritu y en verdad”.  Los religiosos que más buscan a Dios en lo exterior, en señales y
prodigios, y no en lo interior mediante el oír por la Palabra de Dios, son estos dos grupos: el
catolicismo es el grupo de la tradición; ¡la tradición que quebranta la Ley!, y el neo-
pentecostalismo es el grupo de la unción; la unción efímera, pasajera del rey Saúl que
¡pronto acude a la pitonisa!     
     Ahora analizaremos un poco a la luz de las Escrituras las maravillas prometidas por los
movimientos Pentecostales: Empezaremos por la salud. Estos grupos prometen a sus
seguidores sanidad y milagros de sanidad pero el mismo gran apóstol Pablo no pudo evitar
la enfermedad a pesar de que oró para ser sanado, y de que era obra de un demonio.( 2
Cor.XII; 7-9). Prometen también riquezas, dinero, pero;  “hermanos míos oíd: ¿”No ha
elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe (¡no dinero!), y herederos
del reino que ha prometido a los que le aman?”, (Stg.II; 5). Ahora no estoy sugiriendo que
Dios nos quiera en la miseria, pero no nos ha prometido mansiones, carros y lujos en este
siglo. Ellos además prometen dones sobrenaturales par todos, pero nos explica el capítulo
XII de 1 de Corintios, que el Espíritu da a cada uno como El quiere, (verso 11), y no da a
todos dones de sanidad o lenguas o milagros (versos 29 y 30). Hay que reparar en que esos
dones eran indispensables en la Iglesia del comienzo; pues la Biblia no estaba terminada.
¡Ahora tenemos las Escrituras completas! En el tiempo de Pablo no era el caso. La Biblia
en Lucas XVI; 31 dice: “si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán
aunque alguno se levantare de los muertos”, o en otras palabras “Si no creen lo que dice la
Escritura, los milagros no los convencerán". Esto nos da a entender que sus milagros no
sirven hoy en día sino para atraer a los ingenuos y explotar su credulidad. Así que
desaparecieron de la lista de los dones: el de sanidades, de hacer milagros, de profecía, y de
interpretación de lenguas.
      En cuanto a lenguas puede haber unos casos excepcionales de que algunos hablen en
lenguas pero  ¿sería el hablar en lenguas angelicales manifestar los gemidos indecibles del
Espíritu Santo cuando hace intercesión por el que ora? pues es muy probable que lo haga en
una lengua del cielo… Creo que sí porque en este caso hay auto edificación, pues el
creyente pide lo que Dios quiere que pida, lo cual será otorgado aunque él mismo no sabe
lo que ha pedido sino solo el Espíritu Santo lo sabe. Así que me parece que la explicación
de lo que es hablar en lenguas angelicales es R.VIII; 26 donde leemos: "Y de igual manera
(que no vemos lo que esperamos: v.25), el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; PUES
QUÉ HEMOS DE PEDIR COMO CONVIENE, NO LO SABEMOS, pero el Espíritu
mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles". Ahora se plantea la pregunta de que
si es posible que uno hoy hable en lengua. 
     Hasta hace muy poco pensaba que era imposible pero al enfocar de Romanos VIII; 26 de
la forma que expuse, no podemos negar que el Espíritu Santo siga su intercesión. Ahora no
es que estoy seguro que mi interpretación de R.VIII: 26 sea buena sino que emito una
hipótesis que puede dar lugar a unas excepciones. Así que si esa hipótesis es válida, quizá
haya personas que expresen los gemidos indecibles del E S., es decir que oren en lengua
celestial. No obstante es imposible entonces que haya una persona que sea capaz de traducir
esas palabras, ni aun el que los emite, por la sencilla razón de que entonces estaría
añadiendo palabras al libro de la profecía: Ap.XXII; 18. En efecto hablar en lenguas
angelicales y poder traducirlas es dar una nueva profecía, lo cual es IMPOSIBLE porque
Dios no añadirá ningún mensaje a su Palabra que es la Biblia. Así que el ministerio de las
lenguas ha cesado desde que la Biblia se ha completado, pero como sigue la intercesión del
Espíritu Santo no podemos descartar que unos tengan el don de expresar lo que no
entienden pero que les edifica porque piden lo que conviene. Por lo cual si bien pueda
haber unas personas con tal don, desde que se terminó el canon de la Biblia no deben hablar
en lenguas angelicales en público pues como no hay traducción posible, ni traductor en
vida, no es de edificación para los presentes, sino al contrario es un elemento de confusión,
que caracteriza las congregaciones pentecostales. Ellos pues se imaginan que estamos en un
tiempo de milagros y de lenguas angelicales, lo cual es totalmente falso, porque estamos en
el tiempo de la Biblia abierta para todos y traducida en todos los idiomas. Puede haber
excepcionalmente milagros o gente que hable en lenguas, pero es una excepción a la regla,
y la regla es: SOLA SCRIPTURA. El pentecostalismo está basado sobre excepciones que
convierten en nueva regla, cuando en verdad la excepción confirma la antigua regla. Cómo
Dios hace excepcionalmente milagros, ellos instituyen de nuevo los ministerios de
milagros, como Dios sana excepcionalmente un cáncer en fase final, ellos instituyen los
ministerios de sanidad, como quizás Dios le da excepcionalmente a un creyente el hablar en
lenguas, ellos enseñan que tenemos que buscar ese don. El don de lenguas tenía 2 metas:
edificar al creyente porque no sabía que pedir, y si había uno que pudiera traducir el
mensaje, entonces era una profecía de Dios. Hoy en día teniendo toda la Palabra de Dios
podemos conocer la voluntad revelada de Dios y pedir lo que conviene, y en cuanto a
profecía también las tenemos todas, y el que se atreve a añadir una palabra al libro de la
profecía, (la Biblia), cae automáticamente bajo la maldición de Jehová. Así que el cristiano
no debe buscar ese don, y es preciso que sepa que toda interpretación de lenguas
angelicales hace a Dios mentiroso pues El ha dicho por boca de su apóstol Juan, que el que
añadiere palabras al libro la profecía Dios añadirá sobre él las plagas que están escritas en
este libro. La base de todas las grandes religiones falsas es SIEMPRE AÑADIR A LA
BIBLIA REVELACIONES EXTRA. Que sea el catolicismo con sus vírgenes, los
pentecostales con sus lenguas interpretadas y profecías, los mormones con su libro, los
musulmanes con su Corán. La única forma de quedarse en la verdad es aceptar única y
exclusivamente la Biblia como Palabra de Dios. “Sola Scriptura” (solamente la Biblia) es el
dogma de los protestantes, por lo cual los pentecostales no son protestantes. Creen que Dios
les entrega mensajes extra bíblicos y caen automáticamente en la maldición de Juan XXII;
18.   
      Además las lenguas fueron dadas por señales a los judíos inconversos: 1 Cor.XIV; 21 y
22. Ya ellos no necesitan oír a los gentiles hablar de forma extraordinaria en lenguas
extranjeras o celestiales para saber que los gentiles se han vuelto hacia el Dios de Israel,
pues hace más de 2000 años que contamos los años a partir del nacimiento de nuestro Señor
Jesús, el descendiente de David según la carne...Repito pues que no hay ministerio de
lenguas, pues un ministerio es para ministrar, y desde que la Biblia es completa Dios nos
ministra por medio de su Palabra escrita que no admite añadiduras. Claro que utiliza
evangelistas, maestros y pastores que administran la Palabra de Dios a sus oyentes, pero su
obligación es hablar conforme a la Palabra la cual prohíbe tajantemente que se añada
palabra alguna a la Biblia. Así que si hay una excepción que hable en lenguas ¡que se calle
en la congregación, pues no hay ningún intérprete desde hace siglos, ni habrá, porque la
Escritura no será quebrantada por una nueva profecía: 1 Cor.XIV; 28!
 

     Cor. XIII; 8 dice: “cesarán las lenguas", y como ya vino lo perfecto (la Biblia) y se
acabó lo que es incompleto como las antiguas declaraciones en lenguas de origen
sobrenatural (v10), los que hoy en día hablan en lenguas “angelicales” de una forma
sobrenatural son la gran mayoría unos imitadores y repetidores de formulas y palabras
oídas o inventadas, o ciertamente gente tan engañada que los demonios les tomaron el
control de la lengua y así se contaminan profiriendo palabras sucias o vanas, pensando que
están edificándose en el espíritu con bellas palabras angelicales.(Tal vez puede haber unas
excepciones pero estoy hablando de la masa de engañadores y engañados). No hay que
olvidar que lo que contamina al hombre es lo que sale de su boca y no lo que entra
(Mat.XV; 11). Por ello el enemigo se empeña en promover este hablar en lenguas que cesó
hace siglos y que además se registró únicamente en la iglesia de Corinto. Hemos de reparar
también que en toda la Biblia se cita textualmente el hablar en lengua angelical una sola vez
y de una forma hipotética: “si yo hablara lenguas humanas y angélicas”, (Cor.XIII; 1). Por
lo demás, excepto las conversaciones oídas en lugares celestiales y el fenómeno en Corinto,
el don de lenguas era poder hablar únicamente idiomas de las naciones y no de los ángeles,
(como en el día de Pentecostés). Al contrario el neo pentecostal muy raras veces habla
idiomas terrenales sino casi siempre lenguas angelicales (o más bien demoníacas). Y repito
que es importante reparar en que tener a una persona que habla en lengua desconocida, y
otra que supuestamente  tiene el don de interpretarla, es como tener a un falso profeta en 2
personas, pues dice Ap. XXII; 18: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la
profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él la plagas que
están escritas en este libro”. Los que hablan en lenguas extrañas, con los que las traducen
son gente que añade a las profecías que Dios nos ha dado en la Biblia, por lo cual son sin
ninguna sombra de duda falsos profetas. Pero no hay que ir tan lejos para descubrir a sus
falsos profetas, pues  tienen también a gente que declara directamente en español nuevas
mensajes de Dios, sin pasar por una lengua extraña. Mensajes de prosperidad económica,
de salud, de todo lo que agrada a la carne… Está muy de moda en esos grupos
pentecostales los pactos para recibir toda clase de bendiciones terrenales. Significa que los
ingenuos pagan a uno que tiene la “unción”, que quizá trajo en una maleta desde Nueva
York, el cual ora por ellos; y los imbéciles se quedan esperando la bendición mientras que
el astuto se toma un vuelo a Las Vegas con la maleta que nunca contuvo unción pero que
ahora está llena de billetes.
      En cuanto a la liturgia, esos grupos Pentecostales rayan en lo moderno. El rock
“cristiano” se toca con gran fervor y se gastan millones en la compra de baterías, guitarras
eléctricas, equipos de sonido potentes, para atraer a la juventud y transformar los coros y
cánticos espirituales en un “Woodstock”, un concierto de rock espectacular. Pero la Biblia
dice “agrandándole con temor y reverencia”, (Hebreos 12,28) ¿Dónde está la reverencia en
esos ritmos endiablados?
     Por una parte este movimiento alaba y nutre los deseos carnales y la vanagloria de la
vida y por otra parte cae en un lamentable legalismo sometiendo a los hermanos a preceptos
tales como: No manejes, ni gustes, ni aún toques, en conformidad a mandamientos y
doctrinas de hombres, cosas que todas se destruyen con el uso (Col II; 20 a 23). Esa gente
echaría al mismo Señor Jesús de su organización religiosa, pues El no solo  bebía vino sino
que transformó agua en vino y por eso dijo : “ Vino Juan el Bautista , que no comía pan, ni
bebía vino y decís: demonio tiene. Vino el Hijo del Hombre bebiendo y comiendo y decís
que es glotón y bebedor de vino…”. (Ellos cuando leen vino o mosto tienen que entender
zumo de uva). Echarían a Lutero que bebía cerveza a Calvino que bebía vino, a David
Livingston y a Spurgeon que fumaban tabaco. De todas formas odian las doctrinas de esos
gigantes de la fe; ellos son seguidores de Pelagio y Armiño… ¡Hasta han quitado la copa de
vino de la Santa Cena y la han reemplazado por unas copitas de juguito o gaseosa! Porque
dicen que un poco de levadura hace levantar toda la masa, malinterpretando esa cita que
trata de doctrinas y no de elementos físicos. El Señor dijo “bebed de ella todos”, (Mr.
XXVI;  27),   pero ellos anulan el mandamiento de Dios para guardar su tradición: (Mr.
VII; 9). Su tradición es que un cristiano no puede beber vino, y que una sola copa es anti
higiénico. (Leer articulo N° 6: “Esto es mi cuerpo”). Y es inútil repetirles lo que nos dijo el
Señor: “nada hay fuera del hombre que entre en él que le pueda contaminar”, o lo que dijo
Pablo a Timoteo: “No tomes solamente agua sino usa de un poco de vino a causa de tu
estomago y de tus frecuentes enfermedades” o lo que dice el salmista: “El hace producir el
pasto para las bestias, la hierba para que saque el pan de la tierra, y el vino que alegra en
corazón del hombre, (como en las bodas de Canaán cuando les dio el mejor vino después
que habían terminado el primer vino)”...Para ellos el pecado que es el aliado del diablo está
en la botella, aunque sabemos que el pecado mora en nosotros no en cosas…Pero ellos han
decidido que lo que contamina al hombre es lo que entra en él, y como no es la Biblia su
autoridad: te reprenden como al diablo si te atreves a contradecirles. Te vienen con Prov.
XXIII ; 31: “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece en su copa…” evitando
citar los versos anteriores que nos indican que aquí se trata de los alcohólicos los borrachos
que se detienen mucho en el vino, los que van en buscando la mistura en la cantina (v 29 y
30)…  Para nosotros todo es licito pero no todo conviene, y lo que me conviene a mí a
menudo no te conviene a ti y vice versa y sabemos ambos que los borrachos no heredarán
el Reino sino que su parte es el lago de fuego. La libertad verdaderamente evangélica es
limitada por el amor al hermano débil que no hay que escandalizar, pero que venga uno a
enseñarnos que me santifico porque no bebo un vaso de vino durante mi almuerzo, esto no
lo vamos a soportar para que la verdad del evangelio no sea mutilada. Si confunde mi casa
donde no hay TV, donde el noticiero de las 7 de la noche es un sermón de Spurgeon o
Lloyd Jones, con una cantina es que no le ha amanecido…  
      Esos grupos pentecostales hacen muchas otras cosas que son contrarias a las Escrituras,
basándose en versos que sacan de su contexto histórico o particular. Por ejemplo Deut. 11,
24 dice: “todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro”. Esta gente se imagina
que es una promesa para todo cristiano y va al lugar que le gusta pisándolo
cuidadosamente, metódicamente para posesionarse de ese terreno que codician con una
promesa que sí es de Dios, pero solamente para los Israelitas que iban con Moisés hace
unos miles de años atrás. Me contaron de una iglesia de las Asambleas de dios, (en efecto
su dios no es nuestro Dios), donde los fieles ponían las manos sobre la pared que limitaba el
terreno de su templo pidiendo que su dios quitase el terreno al vecino y se les diera!  O por
ejemplo para sacar plata, cambian de pacto a su antojo, citando Malaquías III; 10 (ya que va
con una promesa de bendiciones materiales). Es decir que usan la ley del sacerdocio
levítico cuando no estamos bajo esta ley antigua sino bajo la ley de la gracia, bajo el
sacerdocio según el orden de Melquisedec; “porque cambiado el sacerdocio necesario es
que haya también cambio de ley”, dice el Nuevo Testamento, y en este nuevo pacto o
testamento, nunca se menciona el diezmo sino la ofrenda: 2 Cor. IX; 7. Te reto amigo lector
que me encuentres en el NT la palabra diezmo aplicada a los creyentes del pacto de la
gracia. “Cada uno dé como se propuso en su corazón; no por necesidad (legal), ni con
tristeza porque Dios ama al dador alegre”. ¡Dios quiere tu corazón no tu diezmo, Dios
quiere toda tu vida no el 10% de tus ingresos ni el séptimo día de tu semana!
     Tengo que repetir también que en cuanto a profecías no se molestan en añadir "palabras
de Dios", basándose en las Escrituras que escribió Pablo diciendo que hay profetas en las
iglesias. Pero al escribir esto Pablo sabía que faltaban Escrituras a la Biblia, así que
necesitaban profetas para declarar cosas que todavía no habían sido ordenadas y escritas en
el Libro sagrado. Años después Juan escribe y concluye las Escrituras (o las profecías)
advirtiéndonos que nadie se atreva añadir ninguna profecía a la Biblia. (Apocalipsis XXII;
18). Así que si hay una Biblia al alcance, Dios no hablará, no declarará nada más de lo que
está escrito. Si estuviéramos hoy peor que Robinson Crusoe, (pues tenía una Biblia), en su
isla desierta rodeado por salvajes, ahí si surgirían profetas, lenguas y milagros por el poder
de Dios. ¡Pero es un caso muy excepcional, y solo repetirían lo que ya está escrito en la
Biblia! Se dice que en los tiempos poco antes de estallar la Reforma Protestante y la
publicación masiva de la Biblia en lengua vernácula, hubo un avivamiento por medio de
niños que profetizaban (en el sentido de citar pasajes de la Biblia bajo la inspiración del
Espíritu Santo) y lo creo sin duda pues, la Biblia estaba prohibida para el pueblo común
bajo decreto papal de Inocencio III 1198-1212, (parece una broma ese nombre para tal
persona). Ese mismo Papa ordenó el exterminio de todo hereje, instituyó la Inquisición,
ordenó la matanza de todos los albigenses y derramó sangre como Nerón su antecesor el
emperador romano. La Palabra de Dios, en los cielos, no está encerrada en un libro, pero sí;
muchísimo más de lo que todos los hijos de Dios necesitamos saber de la boca de Dios
durante nuestro peregrinaje terrenal, está completamente contenido en este libro: la Biblia.
     Lastimosamente esos grupos pentecostales necesitan ver milagros, prodigios, oír cosas
nuevas y caen a menudo en brujerías y hechicerías pintada con colores cristianos. Es que
para ellos, lo importante no es la justicia imputada de Dios a favor de los que creen, esto es
aburrido; lo importante es la unción, con los escalofríos en la espina dorsal, o la risa santa.
Por ejemplo basándose en Hechos IX; 4, han inventado el concepto de que el Espíritu Santo
tumba a las personas al piso. El “ministro” aplica la mano sobre la frente del pobre
engañado, le grita su fórmula mágica en el Nombre del Señor, y el ingenuo se cae como
muerto al piso, (¡a veces un empujón con la mano es necesario para los que resisten al
Espíritu!), y en verdad cae, pero la realidad es que ya era un caído al entrar en estos cultos,
solo confirma físicamente lo que era espiritualmente, doctrinalmente: Un caído de la gracia.
Ahora el poder que lo tumba es sicológico o demoníaco. “¡Ha sido tumbado por el
Espíritu!”, dicen con asombro, ¡como si el ministerio del Espíritu Santo fuera tumbar
físicamente a la gente; pues es todo lo contrario; es levantar espiritualmente a la gente!
      Hay otra hechicería, basada erróneamente en Hechos XIX; 12, que esa gente practica.
Toman pañuelos, invocan el Nombre de Jesús tocándolo y después mandan a la esposa que
lo ponga debajo de la almohada de su pobre marido incrédulo; ¡el cual después de pocas
semanas empieza a acudir a la congregación! También se pasan el tiempo echando
demonios de las casas, de los terrenos, de las ciudades y hasta de sus propios hermanos en
la “fe”. Pero en 1 de Cor.XIV; 20 Dios nos pide ser niños en la malicia, pero maduros en el
modo de pensar. También Ap.II; 24 nos habla precisamente del rechazo de Dios en cuanto
a esa gente que es tan conocedora de las profundidades de Satanás.
 
     Otra cosa que caracteriza el pentecostalismo es la gritería. Is. XL; 2 dice: “No gritará, ni
alzará su voz, ni la hará oír en las calles”. Y ello ha sido la actitud de nuestro Señor Jesús.
El nuevo Testamento nos amonesta también dejar toda gritería. Esa gente por lo general no
sabe hablar sin gritos o llantos o sollozos. Es un verdadero espectáculo verlos predicar con
sus altavoces en las calles. Claro que hay gente que puede ser salva al oír la Palabra de Dios
por medio de esos gritones; pues la Palabra es viva y eficaz, y no está atada. Pero el triste
espectáculo es que entre 2 trances en que se supone que están hablando en lenguas
angélicas instan a la gente, (y más bien la asustan), a creer en su evangelio torcido. Esta sed
de milagros y manifestaciones exteriores del Espíritu demuestra la carnalidad y la
ignorancia del neo pentecostalismo, y a veces por puro engaño, Satanás opera un prodigio,
pero a los que promueven esos cultos de milagros hay que aplicarles los versos 22 y 23 de
Mateo VII: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre,
y en tu nombre echamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad”.
 
     Por lo tanto, este movimiento Pentecostés forma parte de la apostasía encabezada y
planificada por Roma. Así que hermano si eres un escogido, entonces tienes oído para oír  y
si estás metido en esa clase de falso evangelio de las mil maravillas, escucha lo que dice la
Biblia: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis
parte de sus plagas”, (Apocalipsis XVIII; 4). Lo más importante en una congregación es su
doctrina, no su fama o sus obras, (2 Juan 9, Hechos II;  42).
La doctrina de la elección y predestinación no es algo superficial; es fundamental porque la
salvación por fe es un don que Dios ha decidido entregar a sus escogidos, personalmente,
antes que nacieran, antes que existiera alguna organización religiosa o denominación.
Cristo desde la eternidad pasada ha tenido un interés particular con la persona de cada uno
de sus escogidos, ha conocido, amado de antemano a cada uno de sus elegidos. No es el
Cristo que te pintan que murió por una masa indeterminada de  humanidad, pero que al
final solo salva a los que lo han escogido a Él. El Cristo de los arminianos-pentecostales es
un pobre salvador que se sangra por todos pero que salva solo unos pocos en comparación
con los perdidos. Salva a los que por su libre albedrio y su abstinencia y buenas obras
activan el poder de la sangre derramada en el Calvario. La verdad es que  el único que nos
salva es Dios, el único que nos santifica es Dios, el único que escoge unos y desecha otros
es Dios; “así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia”, (Ro.IX; 16 ). Si amas, si te regocijas en este soberano Dios;  únete en el
espíritu y en el conocimiento a los descendientes de la Reforma Protestante: escudriña las
doctrinas calvinistas a la luz de la Biblia, “Conoced la verdad, y la verdad os hará libres”.
Si te gusta lo novedoso, lo milagroso, lo “pentecostoso” eres un descendiente de unos
pobres herejes cuyo evangelio es para todos, pero que a la verdad no salva a nadie con toda
certeza, pero que ciertamente explota a todos económicamente.  El problema de los
escogidos que caen en esa trampa neo pentecostal, radica básicamente en la ignorancia de
estas doctrinas de salvación por fe únicamente la cual es conectada a la elección
incondicional: “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento”. Sin embargo parte
de  la culpa la tenemos también nosotros que conocemos la verdad y no la compartimos con
denuedo. Hay también al lado de la Palabra de Dios una Historia dolorosa y gloriosa de la
Iglesia protestante que es la verdadera y única Iglesia de Dios, que es desconocida por sus
propios hijos y que ha de ser recordada a los oídos de todos para no caer en las trampas y
los errores del pasado. Hay que seguir las pisadas y las interpretaciones correctas de los
más prominentes hijos de Abraham, padre de la fe, cuyos nombres han hecho Historia y
cuya perseverancia ha sacado a la Iglesia de las tinieblas de la Edad Media, en las cuales la
mantenía el papado; prohibiendo la divulgación y traducción de la Biblia. Es tiempo que se
enseñe y conozca lo que es la herencia de la Reforma.
      Dice el Señor en Marcos XIII; 22: “porque se levantaran falsos Cristos y falsos
profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos”.
Está cumpliéndose perfectamente en nuestros días esta profecía en el seno de las
congregaciones pentecostales, y la Palabra de Dios nos manda no menospreciar las
profecías, ¡las verdaderas! Seamos pues obedientes a Dios y luchemos para defender
nuestra Sagrada Fe contra las falsas doctrinas y enseñanzas. Aferrémonos únicamente a la
Biblia, porque aunque no todas las iglesias sean pentecostales todas se hundirán  en la
Apostasía, y esto antes que venga el Señor, y no después del Arrebatamiento como os lo
hacen creer los ministros asalariados para seguir cobrando sus salarios. No obstante la
Palabra de Dios permanecerá para siempre; no necesita a las iglesias para perdurar, son las
iglesias que la necesitan si quieren perdurar... ¡Sola Scriptura es nuestro fundamento!
“Salid de Babilonia pueblo mío”…  

PRÓLOGO

Hay cosas que muchos saben en su conciencia pero no se atreven a decir por varias razones.
Hace tiempo me ha impactado ese versículo en Hechos XVIII; 28: “ y llegado él allá fue de
gran provecho a los que por la gracia habían creído, porque con gran vehemencia refutaba
públicamente a los judíos demostrando por las Escrituras que Jesús era el Mesías”. 
Mirando también en la Historia de la Iglesia Reformada, veo que los cambios se iniciaron
cuando los verdaderos evangélicos, protestaron públicamente por medio de la Escritura
denunciando con gran denuedo y vehemencia que el papado no era un error sino la obra
más perfecta de Satanás,  y esto cambió la historia y reformó la Iglesia para la gloria de
Dios y el bien de la humanidad. Hoy que tenemos libertad para hablar, hoy que no pueden
(aunque lo desea en su corazón la alta jerarquía) matarnos, torturarnos y quemarnos
públicamente y legalmente como lo hicieron con 68 millones de personas por medio de la
Inquisición durante siglos, pocos se atreven a proclamar verdades que van en contra la
corriente del mundo y de Roma.
    Este artículo trata de la invasión de los pulpitos, misiones y ministerios por parte de las
mujeres. Un feminismo disfrazado de espiritualidad, de tolerancia, de amor y de otros
grandes principios muy bíblicos,  ha azotado las iglesias protestantes con tal fuerza que
hemos llegado a situaciones vergonzosas, indignas, irrespetuosas, e intolerables para el
verdadero pueblo de Dios. Espero que lo que escribo sea de provecho para los escogidos, y
doy gracias a Dios y a mi esposa por haber me inspirado para escribir sobre un tema tan
“caliente”.
En efecto,  sin la ayuda silenciosa de ella jamás me hubiera atrevido a escribir una sola
línea. ¡Las mujeres tienen una inmensa responsabilidad detrás de los hombres y no delante!,
y como dijo Martín Lutero en su comentario a los Gálatas: “Me explayé muchísimo en
explicar todo esto. Pero es que todas las palabras son pocas para inculcarlo a la gente de
nuestro siglo…tengo la plena certeza de que la Palabra de Dios, la Sagrada Escritura ha
sido tratada correctamente es cuando causa ofensa, especialmente entre los grandes y
poderosos del pueblo”. La Palabra de Dios es la piedra de tropiezo: Isaías VIII; 14”.
Uno de los sucesos más prominentes de los últimos 100 años que está cambiando la faz del
mundo,  y aún la vida de las Iglesias protestantes también, es el ascenso de las mujeres a
todos los puestos anteriormente reservados a los hombres. Hoy en día hay presidentes,
ministros, militares, camioneros y hasta boxeadores del sexo femenino. En las
congregaciones evangélicas hay pastores, obispos, misioneros, evangelistas de ambos
sexos, ya ello ha llegado a ser común y corriente, y la mayoría de la gente y de los
cristianos lo ven como un progreso, un avance, una evolución... Unos cuantos lo toleran, lo
admiten, lo soportan, por la presión ejercitada por el mundo, la carne y Satanás (no hay que
olvidar que las congregaciones están formadas por una mayoría de mujeres). Y una minoría
infinitesimal rechaza rotundamente este fenómeno feminista. Siendo protestantes, la
autoridad suprema ha de ser la Escritura; una de las columnas que sostienen la Iglesia
Reformada, (hay 4 columnas que son: Sola Fide, Sola Scriptura, Sola Gratia, Soli Deo
Gloria).  La Escritura apoya la minoría como lo vamos a comprobar en este pequeño
estudio. Y “si Dios con nosotros; ¿quién contra nosotros?”.
La verdad me da pena tener que demostrar cosas tan claras como las que vamos a
escudriñar. Ningún exegeta reformado de los siglos pasados pensó jamás dedicar un tratado
sobre un tema tan fácil de entender, tan desprovisto de controversia que cualquier recién
nacido de lo alto lo asimilaba en 5 minutos. Pero los días son tan malos, la apostasía tan
fuerte,  que se ha de explicar donde se halla la mano derecha y la mano izquierda, porqué el
agua moja y el sol calienta. Porqué se ha de repetir que Jehová es varón de guerra;  Ex.
XIV; 3,  y no asimilar a toda costa a  nuestro altísimo Dios. Lamentablemente las cosas
están como en Isaías III; 12:  “Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se
enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus
caminos”. Trataremos del rol de la mujer según la Biblia,  en la sociedad, en el hogar y en
la Iglesia local.

I. La mujer en la sociedad.
 A nivel político tenemos un solo caso en las Escrituras donde vemos a una mujer gobernar
al pueblo de Israel en el tiempo de los Jueces. Se llamaba Débora; Jueces IV; 4. Eran
tiempos de decadencia: Jue.II; 19, y por ello mismo Débora se hallaba en este cargo. Y esta
misma Débora reconoce que la gloria de Dios que es el varón, y en este caso se llama
Barac, se echará a perder porque perecerá el impío Sísara a mano de una mujer; Jueces IV; 
9. Vemos en este mismo libro de Jueces en el capítulo IX; 54, el mismo espíritu que
manifiesta que la derrota es menos vergonzosa a mano de un hombre que de una mujer,
¡porque la gloria de Dios es el hombre y la gloria del hombre es la mujer! Fue la excepción
que confirma la regla como dice el refrán francés. Según la pauta bíblica la mujer no debe
gobernar la nación, ni meterse en política: Is. III; 12. Tenemos por otra parte el ejemplo
opuesto a Débora; la famosa Jezabel metida en todos los asuntos del rey Acab, verdadera y
fiel sierva de “Satanás - Baal”: 1R.XVI;  31, y 1R.XIX; 1 y 2. ¡Hasta se perpetúa su nombre
con la misma fama en el Nuevo Testamento, Ap. II; 20! También otro ejemplo de Jezabel
en la Historia, en Francia,  durante la Reforma protestante del siglo XVI. Fue Catalina de
Medicis;  era la madre del rey Enrique III (un sodomita descarado) y del rey Carlos IX. Ella
influyó y presionó a su hijo débil de carácter, el señor Carlos, hasta que ordenó la masacre
de San Bartolomé en París donde perecieron 10.000 evangélicos en una sola noche. 
“Matadlos a todos y que no quede ni uno para reprochármelo”, dijo Carlos IX al ceder a su
madre; gran devota católica guiada por Jesuitas. Desencadenó en los días siguientes
masacres en toda Francia, que fueron elogiados y celebrados con pompa en una misa
solemne en Roma por el mismo Papa Gregorio III. La persecución y la guerra civil duraron
30 años por culpa de esa mujer que gobernaba detrás de sus hijos. ¡En esa época asesinaron
a 6 millones de evangélicos!
En Hechos XIII; 50 vemos también que se levanta persecución contra Pablo y Bernabé por
medio de mujeres piadosas y distinguidas. Así que como confirma la Palabra de Dios en 1ª
Tim.II; 14, Satán sabe que es más fácil engañar a la mujer que al hombre, por lo tanto es
insensatez poner a mujeres o niños en el poder a pesar de las excepciones como Débora o la
reina Victoria del imperio británico. Hoy en día Nueva Zelanda es un país elogiado por
tener más mujeres en el gobierno nacional; presidenta y primera ministra en otras. Nueva
Zelanda es también el país más avanzado en el uso del dinero electrónico. Allá se compra
un helado en la playa al vendedor ambulante con tarjeta; con dinero electrónico. Es también
el país donde se implantó bajo la piel  un “micro-chip” para promoción del nuevo dinero
electrónico incorporado. El hombre que recibió la marca de la bestia, es neo-zelandés  y se
llama: Kevin Warmick. Salió la noticia en la revista Año Cero, edición especial número
100. Se estudió durante 10 días la reacción del organismo humano al implante del
microchip. (Leer “Las 2 bestias”).
Así que Neo Zelanda es el país más feminista y el más preparado para recibir la marca de la
bestia: Ap.XIII; 16 y 17.
En el campo económico, según la Biblia, la mujer tiene libertad (sino no se le prohíbe su
padre o su marido) para ejercer sus habilidades en negocios:  Prov.XXX; 13- 14- 16- 18 -
24. Pero siempre bajo la supervisión del varón (v11) y su aprobación (v 28). Sea lo que sea
el campo de actividad en que se desempeña la mujer; el varón es su cabeza. A veces esa
cabeza no tiene que manifestarse, pero ahí está: v 11.

II La mujer en el Hogar.
 Enfocaremos este asunto dentro del hogar santificado. Es de anotar que excepto en las
naciones de origen hispanas el apellido de la mujer no se menciona una vez casada; se decía
Catalina Lutero o Idelette Calvin, etc. En la Biblia las genealogías son de tipo paternal,
nunca maternal, y aún las genealogías de Jesús siempre se inician en José no en María
directamente (Lucas 3v 23).
Esta tradición de seguir mencionando automáticamente el apellido de la mujer en los
hispanos parlantes me parece obviamente relacionada con el culto a la madre de Jesús;  la
mariolatría, el pecado pegado a los pueblos muy católicos. En el Antiguo Testamento,  la
Ley hace siempre distinción entre macho y hembra en los sacrificios y holocaustos. Y
cuando era una transgresión menor se ofrecía una hembra: Lev. IV; 27, 28 y V; 6. En efecto
si el pecado era cometido por un sacerdote o un jefe, la ofrenda era un animal macho, pero
cuando era uno del pueblo era una hembra. Lo cual tipifica el nivel de conocimiento: si es
alto la ofrenda era  un animal macho,  si es bajo la ofrenda es una hembra. Pues Cristo es
Varón de dolores, pero muchos recién nacido no tienen tal discernimiento.  También en la
ley musaica, la mujer que da a luz a un varón permanece inmunda 7 días: la mitad de
tiempo que si fuera una hembra: Lev. XII; 2 y 5. Reparad en Números XXX como la
autoridad del varón sobre la mujer es absoluta, pues el padre o el marido son como el Señor
Jesús para la mujer. Es el delegado de parte de Dios. Por ello aún en el asunto de los votos
es el hombre que valida o anula algo muy personal y serio entre la creyente y Dios. Muchos
dirán que esas leyes ya no son vigentes, pero a la verdad las leyes morales siguen
existiendo, lo que pasa es que los cristianos son los que no existen para la ley, en cuanto a
sus consecuencias: “Yo por la ley soy muerto para la ley”, dice el Nuevo Testamento.
Resulta que la ley no me alcanza con sus castigos eternos pero no deja de mostrarme el
carácter, la mente, el pensamiento de un Dios que no cambia jamás,  y si es verdad que en
Cristo no hay hombre, ni mujer, y que así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales
con Cristo Jesús, ello se refiere en lo absoluto, en la eternidad venidera y no en lo relativo a
nuestra vida terrenal, a nuestro peregrinaje por ese mundo donde seguimos siendo judíos o
gentiles, patrones o empleados, hombres o mujeres, pastores u ovejas, niños o adultos, ricos
o pobres, etc. Los que quieren ignorar esta realidad terrenal basándose en su “espiritualidad
profunda” son unos ignorantes que andan por las nubes y llenan de confusión a los
hermanos inmaduros. A los cuales hay que taparles la boca. Y esto es el asunto de este
artículo.
En un hogar cristiano la esposa tiene que estar sujeta en todo a su marido: Ef.V; 22 y 24.
Hoy en día se ha inventado el concepto de sumisión selectiva. Pero estos versos destruyen
esta idea; fijaos en las palabras  “como al Señor”,   “cabeza”, y “en todo”,(v 23). Ahora
estas palabras las pueden asimilar sólo mujeres creyentes (no las incrédulas); mujeres que
tienen a Dios y que saben que todas las cosas les ayudan a bien: Ro.VIII; 28. Muchos
toman por ejemplo a Abigail que según ellos desobedeció a Nabal, su marido. Pero a la
verdad ella no desobedeció en aquel momento a Nabal, porque Nabal ni era el insensato
que solía ser sino que estaba fuera de sí, completamente ebrio: 1 Samuel XXV; 36. La
mujer debe obedecer a su marido que conscientemente le ordena lo que tiene que hacer, no
a una persona que está fuera de sí; totalmente borracha o drogada o delirando o
posesionada. Abigail no prestó atención a una persona que ni era Nabal, pero cuando Nabal
se despertó le refirió lo que había sucedido (v37). El mandamiento de Dios a la mujer es
obedecer, someterse y respetar a su marido. ¡Claro que hablo de una sumisión que no viola
los mandamientos de la Ley moral de Dios!
Ella tiene que creer que Dios lo controla todo, y así es, porque el marido incrédulo es
santificado por la mujer creyente: 1 Cor.VII; 14. Es decir no salvo por ella sino que es
separado, apartado de cosas que haría o pediría a su mujer sin esa influencia que Dios obra
en él y alrededor de él sin que el hombre lo sepa, pues bien dice la Biblia: “De Jehová son
los pasos del hombre; ¿cómo pues entenderá el hombre su camino?”: Prov. XX;  24, y
también: “Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de
Jehová; a todo lo que quiere lo inclina”:” Prov. 21 v 1. Así que  el marido es el rey en el
hogar, y su deber es: ¡amar a su reina! Como Abraham creyó a Dios y se dispuso a
sacrificar a su propio hijo, el único heredero de la promesa, así también las hijas de Sara
tienen que creer a Dios, sabiendo que al momento de cometer el error mandado por su
marido, Jehová proveerá el carnero, el escape, y las bendecirá: Gen.XXII; 13 y 15. Una
sumisión de esa clase no es para cualquier mujer novata. Se necesita madurez, experiencia,
desarrollo espiritual. “Por fe andamos no por vista”, cosa imposible para la cristiana carnal
modelada por el mundo moderno y las teologías liberales y falsas, que por ejemplo anulan
el significado del verso 22 por el v 21 de Ef. V, cuando deducen que el marido debe
también someterse a la mujer. Es como decir que el Padre debe someterse al Hijo. Así no
es; el marido debe amar a su mujer y ser su cabeza y cuidarla y proveer a sus necesidades
como a su propio cuerpo, lo cual es ella. ¡Quien sería tan necio para despreciar y dañar su
mano derecha porque no sirve para ver! Cada miembro tiene su lugar y su función
específica. La función de la mujer es servir con amor a su marido porque para ello ha sido
creada. La razón de su existencia esencialmente es su marido, sus hijos, su casa, después
podrá servir en el campo de la iglesia. Pero si no cumple con el propósito para la cual fue
creada de nada le sirve cualquier otra actividad: 1ª Cor. XI; 9. En cuanto a separación, (no
divorcio), la mujer nunca puede tomar la iniciativa: 1ª Cor.VII; 10 y si hay separación
jamás puede volver a casarse mientras viva el marido que la abandonó: verso11 y verso 39,
pues sería cometer adulterio. Hoy en día esta forma de adulterio se practica comúnmente en
la mayoría de las iglesias, sacando versos de su contexto. En cuanto a hijas que son mujeres
aptas para casarse no les corresponde (si son cristianas) decidir si se van a casar o con quien
se van a casar. Esto es decisión de su padre: 1ª Cor.VII; 36, 37, 38.
Todas estas cosas son locura para el pensamiento moderno pero lo insensato de Dios es más
sabio que los hombres: 1ª Cor.I; 25 ¡Los tiempos cambian, alegan los modernistas! ¡Pero la
Palabra permanece para siempre! Tenemos que escoger entre la “locura” de Dios o la
locura de los tiempos. Una lleva a la gloria y la otra a la vergüenza. Citaré al que me
engendró en las doctrinas cristianas para terminar este capítulo. M. Lutero en sus
comentarios de Tito en el capítulo 2 dice cosas así: “La mujer fue creada para el hombre y
para parir hijos... amar al propio esposo, es decir, no limitarse solo a cohabitar con él, sino a
considerarlo como  su señor en todas las cosas sin pretensión alguna de dominio. Esta es
una cualidad muy rara en la mujer ya que por naturaleza, el sexo femenino se inclina hacia
todo aquello que está prohibido y ambiciona dominar, gobernar y dictar. Todo ello
desemboca en la discordia marital, las peleas, los gritos y las palizas... tienen suficiente
trabajo en casa como para mantenerlas ocupadas, pero algunas prefieren salir a la calle...
Por ello, ella disfruta del don más grande de Dios cuando se complace en su esposo y no en
otro, y cuando no centra su atención en nadie más que en su propio marido... Las mujeres
son del sexo débil y sujetas a la autoridad, de otro modo podrían sufrir terriblemente, así
deben vivir. La regla es perfecta, pero la vida no lo es y por ello se producen descuidos y
transgresiones. Existe la otra regla acerca del vaso más frágil: 1ª P.III; 7, por frágil que sea
físicamente, aún lo es más emocionalmente. Las mujeres varoniles son escasas. Suelen ser
débiles, miedosas, susceptibles, irritables y desconfiadas. Por tanto un hombre ha de tener
paciencia; es fácil hallar más bondad que maldad en ellas. Todos desearíamos que todo en
la mujer fuera perfecto... Cuando una mujer se ocupa en la cocina o cuida un fresal, lleva a
cabo una tarea diaria. No molesta al Espíritu Santo. Estas mujeres son diez veces mejores...
Una esposa se dedica a tareas al parecer muy corrientes a la vista de la gente, pero sin
embargo son extremadamente preciosas a la vista de Dios”.  Así hablaba el Padre de la
Reforma. Muchos dirán que es cuestión de cultura y de educación, ¡pero mentira!, es
cuestión de constitución. ¡Dios sigue creando sus criaturas con el mismo barro! Lo pintan
diferente los modernistas y evolucionistas, pero es una pintura que no resiste a la realidad
de que ellas son vasos más frágiles, a pesar de que siguen ellos escribiendo encima de su
pintura que son iguales de fuertes. El que tiene esposa lo sabe aunque no lo confíese por
temor al mundo moderno o ¡a su propia esposa! El que ama a su mujer la trata como ella es
según Dios y su conocimiento experimental: un vaso más frágil.
El que ni la ama ni la conoce la trata como un bastón, no viendo que es una flor frágil, pero
tan bella y preciosa y de olor fragante.
 
III. La mujer en la Iglesia.
Hablaremos ahora de la mujer en las iglesias locales según la Palabra de Dios. Lo que está
pasando en las iglesias es a la verdad el resultado de lo que está pasando en los hogares.
Primero que todo yo no culpo a las hermanas de la decadencia en que estamos. Ellas no
tienen la culpa; la culpa la tenemos únicamente nosotros los hombres.
No culpéis tampoco a la cabeza del varón que es Cristo, porque la Escritura es tan clara que
un niño entiende el asunto si le dejáis interpretar por sí mismo.
Empezaré por un escándalo que ya ni escandaliza hoy. Ocurrió hace unos años en una
iglesia luterana. Hay que destacar que esas Iglesias que se dicen luteranas son totalmente
anti Lutero. Niegan que el Papa es el Anticristo y   que su trono es el trono de Satanás como
solía decir Lutero (hasta se unieron con el enemigo número 1 de Lutero y de los cristianos),
tienen ministros mujeres y cuantas otras contrarias y opuestas a las enseñanzas de Lutero
(la doctrina de la predestinación por ejemplo). Lo que pasa es que se esconden detrás de su
nombre para ensuciar de la forma más vergonzosa la fama y las doctrinas del Padre del
protestantismo. Esto es el gozo máximo de Roma; ver a su peor enemigo aniquilado por
traidores que se dicen partidarios suyos. Tengo varios ayos en Cristo pero un solo padre
espiritual y me da ira, y me dan ganas de llorar al ver lo que han hecho con el nombre de
“mí siempre honrado padre espiritual”, (así lo llamaba Juan Calvino). Pero volvamos al
caso. Primer escándalo: una obispa nombró a una pastora en una congregación de un país
del norte de Europa. 2º escándalo: (ahora viene el colmo), esta pastora vive públicamente
con su cónyuge sin ser casada. 3 escandalo: ¡Y el colmo de los colmos;  el cónyuge es
también una mujer! Se quejó la “pastora” de que todavía era difícil ser lesbiana en una
iglesia luterana, pero tenía esperanza de que cambiaran las cosas en el futuro... ¡No es un
chiste! Apareció en los periódicos, porque unos cuantos se quejaron de tal situación. Esto es
un ejemplo vivo y contemporáneo de lo que sucede al permitir que la mujer sea cabeza del
varón, porque en este caso la cabeza de la mujer es Satanás.
Lo peor de la situación es que todo el cuerpo de Cristo en la tierra, está infectado por esta
enfermedad: el feminismo. No conozco ninguna iglesia de sana doctrina donde la mujer no
hable y se comporte conforme a la Palabra de Dios. Dice la Biblia en 1ª Cor.XIV; 33, 34,
35: “Como en todas las iglesias de los santos vuestras mujeres callen en la congregación, 
porque no le es permitido hablar sino que estén sujetas a sus maridos como también la ley
lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos. Porque es indecoroso
que una mujer hable en la congregación”. Hay que enfatizar las palabras “todas las iglesias
de los santos”, pues esto afirma una doctrina y no una circunstancia, y: “como también la
ley lo dice”, pues esto reafirma que esta cuestión es doctrinal y no circunstancial. En efecto
cuando el apóstol habla de la ley, es casi siempre para destacar la gracia. El aquí, nos
recuerda que hay 2 pactos el Antiguo y El Nuevo. El pacto antiguo o pacto de la ley tiene el
propósito de llevarnos al nuevo Pacto, el pacto de la gracia: Gal.III;  24. Tiene también otro
propósito que es testificar de la autenticidad del Nuevo Pacto Ro.XVI; 26 y Heb.X;  1.
Así que el hecho de, que las mujeres están mandadas a callarse,  no es un consejo personal,
no es un detalle; forma parte de las doctrinas de todas las iglesias y formaba parte de las
doctrinas de las sinagogas: y para establecer sin duda alguna que es mandamiento de Dios y
no de hombre lo declara rotundamente en el 1 Cor.XIV; 37 diciendo: “si alguno se cree
profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor”,  y lo
declara a los hermanos que se las echan de importantes de maduros en la congregación.
Porque como ya lo dije, un niño entiende estas cosas sin ningún problema. Pero los que
complican las cosas sencillas y evidentes no son los bienaventurados; los pobres en espíritu,
sino los ricos en espíritu; los que se creen espirituales. Esta gente trastorna lo que sea para
lucir de profeta o de maestro; transforma la gracia en obra, anula el mandamiento, pone la
confusión donde hay claridad con sutilezas y vanas filosofías.
También hay otra doctrina sobre la forma en que las mujeres tienen que participar en el
culto: 1º Cor. XI; 2 y 16. Me refiero al cabello. Se nos dice que la mujer tiene que tener el
pelo largo y tiene que orar o profetizar con un velo (una pañoleta). En cuanto al cabello
largo la mayoría lo pasan por alto y en cuanto al velo, dicen que el cabello largo sirve de
velo citando el versículo 15. Pero si con honestidad meditasen sobre el versículo 6 no
seguirían en su error. Porque este versículo manda a la mujer que si rechaza cubrirse con
una pañoleta o velo para orar o profetizar,  que también se corte el cabello. ¿Entonces
donde está el cabello que ha de servir de velo? La verdad es que para todo lo que no es
oración o profecía, ahí sí, el cabello le sirve de velo. Pero orar y profetizar, (lo cual
significa también leer la Escritura en público), requiere un velo para la mujer.
Otros modernistas y feministas alegan que los tiempos han cambiado, que esta costumbre
es de los tiempos de los Corintios. Pero la causa de este mandamiento no son los tiempos,
ni la sociedad, ¡son los ángeles, y ellos no cambian con el tiempo (V10)!
El verso 3 nos enseña claramente que mientras hay varón y mujer,  hay una jerarquía
establecida como el sol y la luna. No hay evolución: hubo creación y en esta creación Dios
ha creado el hombre varón y mujer para que le sirvan y le glorifiquen como Él lo ha
diseñado. La mujer fue creada por causa del varón: 1Cor.XI; 9, y como ayuda idónea,
(Génesis II; 18 y 20),  para que él pueda glorificar a Dios de la mejor forma. Por esto dice
también la Escritura que la gloria de Dios es el hombre y la gloria del hombre la mujer. El
sol es una maravilla, pero es aún maravilloso de noche porque la luna manifiesta su luz
reflejándola. ¡La luna sin sol, ni se vería! Pero con el sol brilla y la admiramos. La luna
ayuda al sol a brillar aún de noche. Pero su luz procede del sol, ella no tiene luz en si misma
sino que ha sido creada para reflejar la luz del sol durante la noche. La luna es también
símbolo (y más que símbolo) de la feminidad como el sol del principio masculino en todas
las culturas y en todos los tiempos porque la misma naturaleza nos enseña: 1ª Cor. XI; 4.
Ro. I; 20, y cuando la luna o el sol cambien de color y su luz sea diferente,  ¡no creáis, que
es porque hay una evolución en las cosas; es porque es el fin del mundo: Hechos II; 20!
Creo igualmente que si vemos a las mujeres hablando en las congregaciones y orando sin
cubrirse la cabeza y aún enseñando y predicando y teniendo autoridad sobre los hombres no
es porque estamos evolucionando espiritualmente, sino porque ya somos la generación del
fin del mundo. Antes de analizar el daño mayor que es dejar una mujer enseñar a hombres
en la iglesia, y ya que vimos lo del cabello, miraremos un poco lo del vestido. 1ª Tim.II; 9.
 Aquí se nos indica que tiene que ser, una forma de vestir agradable, graciosa que
embellece a la mujer sin que sea indecente y llamativa; limitando el maquillaje, las alhajas,
los peinados complicados y la plata invertida en todo ello. Hoy en día se ve hasta en los
coros mujeres jóvenes vestidas de minifalda u otras ropas que pertenecen al mundo de la
prostitución. La cosa va aún peor, otras se visten de pantalones, infringiendo así la Palabra
de Dios que dice: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer,
porque abominación es a Jehová tu Dios, cualquiera que hace esto”. ¡La inmensa mayoría
de las jóvenes de la iglesia se visten con pantalones! Si fuera falda pantalón seria ropa de
mujer, pero un pantalón es traje de hombre. Hace 50 años aún en Europa o Estados Unidos
no había mujeres vistiendo pantalones. Esta moda se ha introducido por medio de la
televisión en la cultura moderna. Pero es recién y la gente de más de 50 años lo puede
testificar. Como se ha generalizado tanto este fenómeno de la mujer en pantalón y con pelo
corto, los cristianos  creen que es normal: “vox populi, vox dei” decían los romanos de la
antigüedad y tenían razón, pues el príncipe del mundo es Satanás y sus huestes: Juan XIV;
30. Nosotros somos el pueblo de Dios y no podemos decir que seguimos la Palabra de Dios,
si la torcemos descaradamente, para transformar cosas que son de hombres y decir que
ahora son igualmente de mujeres. Ef. IV; 22, 23 y 24 nos insta a dejar la mente del mundo
atrás, con sus modas, apariencias, filosofías y adoptar una actitud, una manera de pensar
según el molde de la Palabra de Dios. Pero hoy nos conformamos al mundo que cambia y
no a la Palabra de Dios que nunca cambiará. Rechazar esto no es refugiarse en el desierto
del legalismo. Si una mujer vestida como prostituta o un hombre afeminado, o un
drogadicto haraposo entra en el lugar de reunión de la iglesia hay que recibirlo tal como se
presenta, no hay que prohibirle la entrada con una actitud agresiva o menospreciativa.
Luego con la Palabra de Dios hay que mostrarle con tacto, sin humillarlo delante de todos,
lo que es correcto.
Hay que amar al pecador y odiar el pecado. Pero si una persona participa públicamente de
la vida de la iglesia a través del bautismo o santa Cena o de una función cualquiera, no se
puede admitir en ninguna manera tales formas aborrecibles a Dios. Lo peor de esta
situación en que nos estamos hundiendo, es cuando se le deja a la mujer enseñar en la
iglesia. Tim.II; 11 al 15 prohíbe tajantemente a la mujer enseñar y dirigir al hombre.
 Dios quiere que en la congregación la mujer aprenda silenciosamente bajo la autoridad del
varón. Pero lo que más me llama la atención es que nos da las razones en los versos 13 y 14
y son 2. La primera es por razón de orden positivo: el hombre fue formado primero. Es
decir que antes de crear a la mujer, Dios formó al hombre con sexo masculino, y luego con
su propia costilla creó una  “varona” con sexo femenino. Nuestro Dios es Dios de orden, no
de confusión; por ello mismo ha instituido en sus leyes el derecho de primogenitura. Lo que
viene primero tiene más derecho y más responsabilidad que lo que viene después: Núm.III;
13. Las primicias nos enseñan también esto en las ofrendas. Así mismo Levítico XXVII; 3
al 7 valora cada individuo según su sexo y edad empezando siempre por el varón, el cual
tiene siempre más valor que la mujer. No es machismo de parte de Dios, es una valoración
práctica que Él hace. En el campo físico el hombre tiene más fuerza y en el campo
espiritual tiene menos impedimentos (es más racional y menos emocional que la mujer).
Así que si tenéis todavía un cuerpo de carne y huesos no glorificados; no os jactéis, no os
creáis ya ángeles porque tal como aquel Icario, de la mitología griega, que quiso volar muy
alto sin considerar que lo que le ataba las alas al cuerpo era cera, al acercarse demasiado al
sol, se fundió la cera, y cayó del cielo al mar Egeo, donde se estrelló y se hundió en sus
profundidades. Hoy hay muchísima gente como ese Icario que pronto se va a hundir, y
pocos que quieren humillarse y reconocer que todavía no hemos resucitado corporalmente y
que por tanto queda una tercera parte de nosotros que es polvo; varón o hembra, infectado
mortalmente por el pecado. Claro que al entrar en el pacto de la promesa o de la gracia,
Dios se muestra Señor de la ley escogiendo a Isaac el menor, a Jacob el menor, a David el
menor, pero es para mostrarnos lo que es la gracia, para alentarnos, sabiendo que nosotros
que no somos judíos, tenemos plena entrada a su Reino mientras que muchos de los que
tenían muchas más ventajas y preparación para entrar fueron rechazados. No obstante
Ro.III; 1: “¿Qué pues tiene más el judío o que aprovecha la circuncisión? Mucho en todas
maneras, lo primero ciertamente que la Palabra de Dios les ha sido confiada””  ¿O vais a
negar lo precioso, de la Palabra de Dios diciendo que en la gracia no importa la Escritura,
como hace el pentecostés con sus nuevas profecías falsas? ¡Desgraciado quien lo diga!
En el cielo no habrá más Biblia en la mano, ¡pero aquí en este mundo es vital que tengamos
la Biblia en la mano,  el pantalón bien ceñido para el varón, y  la falda suficientemente
larga para la mujer, a fin de que no exponga sus muslos a la vista de los pobres hermanos
que siguen luchando contra la carne y los pensamientos lascivos!
La segunda razón por la cual la mujer no puede enseñar y ni aún hablar (claro que debe
cantar y orar), es porque fue la primera en pecar mostrando más fragilidad que su marido.
Por esto Dios la encarga en asuntos que ella puede perfectamente desempeñar: los hijos, y
todos los cuidados caseros y así ser salva de los peligros que abundan fuera de un hogar
cristiano: 1 Tim.II; 15.
 El pecado original ha afectado permanentemente la creación de Dios, y la mujer por haber
sido la primera en pecar,  quizás haya recibido más daño en su constitución. El resultado es
igual para todos pues la paga del pecado es la muerte, pero el efecto es más visible, más
rápido según la dosis de veneno doblemente mortal que ha recibido la criatura. Y en la
tierra la primera a recibir la inyección letal  de la serpiente antigua, fue la mujer y después
el hombre y después el resto de toda la creación. Tomad el ejemplo de un tren lanzado a
toda la velocidad que se descarrila y choca de frente contra un muro. El primer coche será
el más dañado, después el segundo, después el tercero y hasta el último, y todo sufrirán
daños. Todos los coches están fuera de la vía, están fuera de servicio, ninguno sirve ya para
terminar el viaje. Pero comparad el deterioro del primer coche y del último y
comprenderéis lo que estoy diciendo. La naturaleza también lo enseña en un punto
particular: La mujer es la única criatura hembra que tiene flujo de sangre y según la ley
ceremonial, a la vista de Dios es inmunda hasta el octavo día después de haberse detenido
el flujo: Lev. XV; 19 al 30. Las vacas, las cabras, las gatas, etc. conciben de la misma
forma (ovulación, fertilización, gestación, alumbramiento) pero no tienen tanta
incomodidad  como la mujer. Además en la sangre está la vida: Gen.IX; 4, y este flujo de
sangre inmundo es la prueba real, íntimamente real para la mujer, de que su vida en este
mundo no es pura sino gravemente alterada por el pecado.
Así que se trata de una constitución heredada de nuestros primeros padres Adán y Eva. No
hay evolución, solo hay decadencia en el mundo, como en las iglesias. Cuando dejamos a
una mujer dirigir hombres, que sea en la oración, en el canto, en los anuncios,
automáticamente abrimos la puerta al diablo, porque luego querrán enseñar, predicar,
pastorear, fundar iglesias, etc., y llegamos al ejemplo típico de la obispa que nombra
pastora a una lesbiana en una congregación luterana... “Un poco de levadura levanta toda la
masa”: Gal.V; 9. Este verso se refiere a doctrina, no al cuento Neo-pentecostés de que si
bebo una cerveza voy a transformarme en alcohólico. Si cambiamos aún un poco las
doctrinas de Dios, destruiremos toda la obra de Dios. ¡Es vital perseverar en la doctrina de
los apóstoles! M. Lutero decía en sus comentarios de la Epístola a Filemón: “Esto mismo es
lo que suelo repetir; que se trata de un tema en el que hay que insistir: que hay que repetir la
doctrina cristiana porque se basa en el conocimiento, es decir, que lo más importante para
los cristianos es que adquieran cada vez un mayor conocimiento de Jesús, tal como dice
Pedro (2P 3v 18). Los fanáticos suponen que una vez que han oído la Palabra, ya lo saben
todo, como si ya estuvieran llenos del Espíritu Santo. ¡Dicho conocimiento es lo más
importante de lo que hacemos y vivimos en nuestras vidas!”.
Si seguimos la doctrina de Dios, la mujer ha de callar en la iglesia y vestirse decentemente.
Claro que ellas pueden y deben reunirse a solas y enseñar también a los niños en la escuela
dominical y cantar en los cultos y servir como diaconisas (Rom. 16 v1) es decir, en asuntos
administrativos o comunes. Ellas son también sacerdotisas como nosotros, pero su
sacerdocio está limitado en lo referente a la enseñanza, a los niños y  a las mujeres.
El Israel del antiguo Testamento es la sombra de la Iglesia del Nuevo Testamento, y ahí
vemos que Israel es el pueblo de Dios y que es la único nación que tiene un sacerdocio
válido en el culto verdadero al Dios verdadero, pero a pesar de ello, no todos son ministros,
sino únicamente los levitas y dentro de los levitas los únicos ministros que ofrecen los
sacrificios y el único a entrar en el lugar Santísimo son los descendientes de Aarón. Así es
en la realidad del Cuerpo de Cristo, todos somos santos, todos somos sacerdotes pero solo
ministros de la Palabra y de los sacramentos son varones ancianos instituidos por Dios y
aprobados por los otros ancianos. Hoy en día vemos a obispas, pastoras, misioneras, que
infringen el orden establecido por Dios por culpa de nosotros mismos. La situación va
empeorando cada día,  y esto ha de ocurrir pues fue profetizado en la Palabra cuando dijo
Jesús a sus discípulos: “imposible es que no vengan tropiezos; más ¡ay de aquel por quien
vienen! Mejor le fuera que se atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar
que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos”, (Lc.XVII; 1 y 2). El  camino que nos señala
la Biblia es muy estrecho en este mundo tan amplio, tan abierto, tan confuso, pero la
amistad del mundo es enemistad con Dios. La congregación que se atreva a seguir la
Palabra de Dios prohibiendo a las mujeres hablar cuando hay hombres presentes, será
tachada de fanática, machista, intolerante,  y quizás perderá miembros y prestigio, pero
ganará coronas por su fidelidad y acatamiento a la Escritura, y a la razón. ¡Pero por otro
lado una piedra de molino al cuello no es lo más aconsejable aunque la congregación sea
numerosa, prestigiosa, rica! Claro que no se puede hacer las cosas a la fuerza y decir:
“Mañana; ¡las mujeres sentaditas, calladitas, bien vestiditas y cabezas cubiertas cuando
oren!”, pues Dios nunca fuerza nuestra conciencia. Él la ilumina mediante su Palabra
inspirada e interpretada por un ministro fiel y verdadero.
La tarea empieza en el hogar no en la iglesia, allí el esposo  con amor, paciencia e
inteligencia espiritual ha de  reconquistar su ministerio de cabeza y ayudar a la esposa a
recuperar su privilegio de cuerpo protegido, amado, nutrido en lo físico como en lo
espiritual. Y quiero enfatizar este punto para que no se tuerza lo que estoy exponiendo, y se
favorezca el machismo y la explotación de la mujer usando la Palabra de Dios. El que exige
a la mujer obediencia total a su marido es Dios. El marido no puede exigirla, solo puede
enseñarle con paciencia y amor. Dios exige al hombre que ame incondicionalmente a su
mujer, pero antes de enseñarle a su mujer tiene que ser enseñado por su cabeza que es
Cristo: “El cual amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella”, (Ef. V v23 y v29). Y
Jesús nos enseña a que amar significa no solo estar listo a dar su vida por su esposa: v25,
sino que es sustentarla y cuidarla. Hay muchos hombres que se pasean de ahí por allá con
una Biblia debajo del brazo, hombres que no sirven a nuestro Señor sino que sirven a sus
propios vientres: Fil.III; 19. Esta gente elabora a un Cristo a su imagen y conveniencia, se
fabrica un falso Dios que le pueda servir, ya que es inservible para El.
La meta de ellos es comer sin trabajar, y si es posible hacerse pasar por maestros de la
Palabra. A estos hay que denunciar enérgicamente porque usan lo santo para asuntos
profanos y condenables. ¡Así que el que desee (y es un sano y santo deseo), que su mujer le
sea sujeta, que se sujete también al Señor! ¿Cómo un esposo puede esperar tal privilegio si
no es capaz de sustentar y cuidar a su esposa? Es decir, si no es capaz de traer a la casa el
dinero (ganado honestamente), para los gastos básicos de su esposa, de sus hijos y aún de
sus animales, y además para cubrir los gastos extras (medicina, champú, libro, regalitos…).
Hay muchísimos que se esconden detrás de una Biblia para no sudar, para holgazanear,
para engañarse a sí mismo y a unos pocos: 1ª Tim.V; 8 “Porque si alguno no provee para
los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”
 Sin embargo, esas nubes sin aguas, sí que exigen respeto, sumisión, admiración. Se quejan
de sus esposas que quizás actúen indebidamente para con ellos, pero ellos son los primeros
responsables y culpables: se reconoce el árbol a sus frutos,  y “el que no quiere trabajar
tampoco coma”. Estos individuos a veces dicen que quieren trabajar, pero como no
encuentran el trabajo que “merecen”, (pastor, evangelistas a sueldo fijo, empresario,
ejecutivo, etc.), y no pueden rebajar sus majestades al nivel de peones, obreros, pescadores,
empleados, entonces les toca a las esposas con el sudor de sus rostros comer su pan y
proporcionarlo a los maridos y a los hijos. ¡Y si hay animales;  ya no queda ni una migaja,
(Prov.XII; 10)!

Es urgente que los cristianos apaguen sus televisores y dediquen a la Biblia y a los maestros
de la Reforma el tiempo que le roban a Dios, para crecer en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo. No es cuestión de oración o de cultos, de ayunos, de vigilias, de santa
Cena; es principalmente, esencialmente, un asunto de dedicación a la meditación,
memorización, estudio de la Biblia: “Padre, santifícalos con tu Verdad, tu Palabra es
Verdad”. La santificación, en su aspecto experimental, es únicamente la obra de Dios,
Espíritu Santo por medio de la Palabra.
“Sola Scriptura” es una columna de la verdadera Iglesia; crezcamos, santifiquémonos por
medio de ella y pronto veremos que las hijas de Sara cantarán de gozo por la restauración
de las cosas antiguas: pues ninguno que beba del vino añejo, quiere luego el nuevo; porque
dice: “el añejo es mejor”, ( Lucas V; 39). Hoy en día se da de beber un vino nuevo (que a
menudo ni es vino) y ni siquiera se ha catado el vino añejo: gustad y ved, pero ¡por favor
gustad antes de rechazar las enseñanzas de los siglos pasados y de la misma naturaleza!
Nuestras compañeras y hermanas tienen el mismo Dios y Espíritu Santo que nosotros, y son
perfectamente aptas para entender estas cosas. No las menospreciemos sino que
enseñémoslas debidamente; las que son maduras espiritualmente serán las que nos darán la
victoria silenciosamente, sobre esta nueva plaga moderna, por la obra del Espíritu Santo en
los corazones y en las mentes renovadas por las Escrituras, y no envenenadas por la
televisión.
El que tiene oído para oír, oiga: “Jehová varón de guerra, Jehová es su nombre”.

He aquí un ejemplo para mis hermanas: la madre de Agustín de Hipona, el gran teólogo del
siglo V. Nos cuenta así:   
“Mi madre, pues, fue educada en la virtud y la templanza, más sometida por Ti, (Dios), a
sus padres que por sus padres a Ti. Cuando llegó para ella la edad de casarse, fue entregada
a un marido al que sirvió como al Señor, (Ef. V; 22). Se esforzó en ganarlo para Ti,
hablándole de Ti mediante sus virtudes, gracias  a las cuales Tú la hacías bella y le ganabas
la ternura respetuosa y la admiración de su marido. Ella soportó sus infidelidades con tanta
paciencia que jamás se produjo discusión alguna entre ella y él sobre este asunto. Ella
esperaba que tu misericordia viniera sobre él y que la castidad  llegara con la fe.
Mi padre tenía el corazón excepcionalmente bueno, pero estaba sujeto a violentas cóleras.
Ella sabía cuando él se dejaba arrastrar por sus impulsos, no resistirle ni en actos ni en
palabras. Cuando lo veía tranquilo y calmado, escogía el momento favorable para explicarle
lo que había hecho, si por casualidad había cedido demasiado ligeramente a su vehemencia.
Gran número de mujeres, cuyos maridos eran más suaves, no por eso dejaban de llevar
encima las marcas de los golpes, hasta el punto de que su rostro estaba a veces
completamente desfigurado.
En sus conversaciones, entre amigas, incriminaban los procedimientos de sus maridos. Pero
mi madre incriminaba su lengua, y como si bromease les daba este serio consejo: que desde
el instante en que oyeron la lectura de su contrato de boda, debían considerar este
documento como el escrito  legal que las convertía en esclavas; que por consiguiente debían
recordar su condición, y no hacerse las altivas con sus maridos. Ellas, que sabían qué mal
carácter tenía que soportar ella con su marido, se sorprendían porque nunca habían oído
decir, ni adivinado por ningún indicio, que Patricio hubiese golpeado a su mujer, o que
algún desacuerdo doméstico les hubiese puesto en conflicto, ni por un solo día. Ellas le
pedían familiarmente la explicación de eso, y  mi madre les enseñaba su método, tal como
ya lo he indicado anteriormente. Las que se inspiraban en ello, le daban las gracias, después
de experimentarlo; las que no lo tenían en cuenta, seguían siendo humilladas y maltratadas.
En los primeros tiempos, su suegra se había dejado influir contra ella por las insinuaciones
de sirvientas malintencionadas. Pero a fuerza de delicadezas, de paciente y perseverante
dulzura, ella consiguió desarmarla, hasta el punto de que la suegra denunció
espontáneamente a su hijo cuáles eran las lenguas intrigantes que habían intentado turbar la
paz doméstica entre ella y su nuera, y le pidió que las castigase. Patricio obedeció a su
madre, y partidario de la disciplina familiar, de la buena armonía de los suyos, hizo dar
latigazos a las delincuentes, a gusto de aquella  que las había denunciado, y que  prometió
igual recompensa a quien, creyendo serle agradable, fuese a hablarle mal de su nuera.
Nadie volvió  a arriesgarse a hacerlo, y ellas vivieron juntas, en una muy dulce armonía,
verdaderamente digna de ser recordada aquí.
A esta fiel sierva, en cuyo seno me creaste, oh Dios mío y misericordia mía, le diste otra
cualidad  preciosa. Cuando dos almas entraban en disentimiento y conflicto, ella sólo
procuraba restablecer la paz entre ellas. De nada servía que recibiese de ambas partes
recriminaciones amargas, como las que vomita toda enemistad hinchada de agravios y que
le duelen en el corazón; cuando en presencia de una amiga los resentimientos mal digeridos
se expanden en ácidas confidencias contra una enemiga ausente, Mónica no comunicaba de
la una a la otra más que aquello que pudiese contribuir a reconciliarlas.
Tamaña discreción me parecía  una virtud cristiana. Una triste experiencia  me hizo ver la
innumerable cantidad de gente que, por no sé qué repugnante contagio del pecado
expandido por doquier, va repitiendo a enemigos irritados lo que dicen los enemigos
irritados; y todavía más: ¡añaden cosas que no han sido dichas! Un hombre verdaderamente
digno de este nombre, ¿no debería pensar que no basta con no excitar jamás, ni aumentar la
enemistad ajena, sino más bien intentar, por su parte, extinguirla con buenas palabras?
Así era mi madre; y eras Tú, mi dueño y Señor, quien la habías formado así en la secreta
escuela de su corazón. Hasta su marido, en los últimos tiempos de su vida temporal, fue
ganado por ella para Ti; y cuando llegó a ser cristiano, ella no pronunció jamás, al hablar de
él, palabra alguna relativa  a los motivos de pesar que le había infligido antes de su
conversión. Ella era la sierva de tus siervos. Todos los que la conocían Te alababan
grandemente, Te honraban, Te amaban en ella, porque sentían en su corazón tu presencia,
atestiguada por los frutos de una vida tan santa. Había sido la esposa de un solo hombre,
había pagado a sus padres su deuda de gratitud, había gobernado bien su casa; sus buenas
obras daban testimonio de ella, (1ªTi. V; 4 y 10; Ga.IV; 19).
Había criado a sus hijos, dándoles el ser nuevamente tantas veces como les veía apartarse
de ti... Antes de que ella se durmiese en la muerte, ella fue quien cuidó de nosotros como si
hubiese sido nuestra madre, la de todos, y nos sirvió como si cada uno de nosotros hubiese
sido su padre.

LA IMAGEN DE LA BESTIA

PROLOGO
Este folleto tiene por objeto mostrarnos que estamos colando el mosquito y tragando el
camello, que buscamos sacar la paja del ojo de nuestro hermano y que tenemos una viga en
el nuestro. De que hemos pasado del refrán antiguo del imperio romano “panem et
circenses” (pan y juego) al nuevo adagio “made in USA”: hamburguesas y televisión”. Sé
que pocos aceptarán esta visión, pero si uno la recibe me daré por satisfecho. Lo que me
asombra mucho en estos días es la apatía frente a fenómenos devastadores e universales que
azotan las iglesias protestantes y habiendo tantos institutos teológicos y seminarios
evangélicos por todo el mundo no veo a ninguna eminencia licenciada afrentar y denunciar
claramente y sin componendas estos males tan obvios.
Para oír interpretaciones vivas y posiciones claras hay que volver la mirada hacia los
grandes predicadores, y teólogos de los siglos pasados. Por ello mismo elevo hoy mi voz a
pesar de no tener ninguna recomendación de parte de ningún organismo.
Gracias a Dios se puede todavía mencionar a unos grupos que claman tal una voz en el
desierto,  por medio de publicaciones como JACK CHICKS, y unos pocos maestros en
teología reformada que están sumergidos debajo de las miles de publicaciones neo
pentecostales y modernistas.
Recomiendo para mayor comprensión de este folleto, otro que se titula “Las 2 bestias”.
Hay un fenómeno que ha afectado el mundo entero en los últimos cincuenta años. Este
cambio ha modelado a toda la humanidad sin excepción de una forma profunda, acelerada e
irreversible. Estoy hablando del fenómeno audio visual. Para simplificar y tratar este tema
más eficazmente me limitaré a lo que llamamos televisión dejando a un lado lo que es el
computador y el Internet los cuales de todas formas usan un televisor.
Este medio de comunicación tiene ventajas insuperables, pero al mismo tiempo causa un
daño tan profundo en el pueblo evangélico que me hace pensar en el cuento del rey que
quería lucir el traje más asombroso y lujoso del mundo. Llegaron al palacio dos astutos
estafadores que le prometieron ese traje maravilloso con una tela hecha de un hilo tan fino
que nadie lo podía ver sino los dos falsos sastres que lo hilaban y confeccionaban delante
de toda la corte. Después de un tiempo cuando fue terminado su trabajo con esa tela
maravillosa, tan liviana y cómoda, llamaron al Rey, él cual se quitó su ropa y se vistió de
ese nuevo traje (invisible) tan elogiado y tan caro que todo el pueblo fue convocado para
admirarlo. Y todos lo admiraron hasta que un niñito montado sobre los hombros de su
padre exclamó a gran voz con gran sorpresa “¡el rey está desnudo!”. ¡Y hasta allí fue la
gloria del rey! Me propongo ser hoy este niñito sentado confiadamente sobre los 2 hombros
que nos proporciona nuestro Padre celestial que son la Biblia y la razón. Trataré este tema
lo más sencillamente posible con tres preguntas y con respuestas bíblicas ¿qué es la
televisión? ¿Para que designio ha sido fabricada? ¿Cómo lo logrará? Responderé
rápidamente a las dos primeras preguntas “¿Qué y para que?”, pues podéis consultar el otro
folleto “Las dos bestias” para mayor información. Dice el Señor Jesús “yo te alabo, oh
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste éstas cosas de los sabios y
entendidos, y las ha revelado a los niños. Si Padre, porque así te agradó” Lucas 10v 21.
Seamos pues niños y como tales preguntémonos ¿Qué es la televisión? De la forma más
sencilla posible la definición, debe de ser una imagen animada que habla y que es fabricada
por los hombres. Nadie puede refutar esta definición que a pesar de ser my sencilla es veraz
y completa. Bueno, esto es lo que dice la razón, y ¡sorpresa, es exactamente lo que dice la
Biblia en Apocalipsis 13 v 14 y 15!.
Fijémonos en estos versículos y únicamente en lo que se refiere a esta imagen pasando por
alto la bestia (que en este caso es Estados Unidos; ver el otro folleto)” ... los moradores
que ... hagan una imagen... y se le permitió animar la imagen,,, para que la imagen
hablase...” Una imagen animada que habla hecha por los hombres. Esto es la definición
bíblica de la televisión. Nunca ha existido en el pasado esta clase de imagen no es una
escultura, es una imagen, pero que tiene dos características prodigiosas; se mueve y habla.
Esto es una profecía cumplida y una invención de impacto tremendísimo para la humanidad
entera. La meta de esta invención es engañar a los moradores de la tierra (v14). En el
capítulo 19 v 20 se repite que las señales engañosas fueron recibidas, aceptadas por los que
habían adorado la imagen de la bestia. La meta pues es engañar y el engaño es que adoren
esta imagen: Cap. 14 v 9 y 11; Cap. 16 v 2; Cap. 19 v 20. Por el contrario los que entienden
el engaño de la televisión son los victoriosos Cap. 15 v 2.
Ahora ¿Qué es adorar? Según el diccionario es honrar con un culto religioso, amar con
extremo. Viene del latín ad orare: orar a (un superior). En la Biblia leemos en Exodo 34 v 8
“bajó la cabeza hacía el suelo y adoró”. Así que adorar la televisan es honrarla con un culto
religioso. Esto se cumplirá cuando el ecumenismo permita la transmisión de cultos de
varios credos y toda la gente participará en esos cultos mediante oración y postración
delante del televisor. Muchos dirán que no adoran la televisión sino el dios que proponen
adorar esos programas. Pero esto es un auto engaño pues el dios de estos programas no es el
Dios de la Escritura es un dios falso que en verdad no existe, así que se imaginarán honrar y
adorar a Dios mediante un culto transmitido por la televisión, pero ya que no existe tal dios
solo queda la imagen animada que habla y es lo que en verdad adorarán sin darse cuenta.
Este razonamiento es también el razonamiento católico.
El catolicismo enseña que orar delante de una imagen o una estatua o una cruz no es
adoración al objeto mismo sino a lo que representa e l objeto. Pero ese objeto no representa
lo que se imaginan erróneamente. Así que lo único real en su adoración es el objeto
material y no lo que creen que representa tal objeto. Y esto se llama idolatría, aunque lo
tapan con palabras como adulación en el caso de que el objeto represente un santo (María,
Pablo, etc.) o veneración. El segundo mandamiento es muy explícito sobre esa clase de
cultos, (Exodo 20 v 4 y 5). También Jesús dice “Dios es Espíritu y lo que le adoren es
necesario que le adoren en espíritu y verdad” Juan 4v24. Así que los que adorarán delante
la televisión no adorarán el dios que les presenta el programa pues no existe; solo adorarán
una imagen animada que habla ¡Estarán totalmente engañados!.En el verso 15 de Apo 13
vemos que la bestia hace matar a los que no puede engañar. La condenación por parte de
Dios a los que adoran la televisión o por parte de la bestia a los que no adoran la televisión
viene siempre por adorar o no adorar: mirar la televisión no es adorar. El televisor es un
aparato receptor, pero puede sin problema técnico transformarse en un aparato emisor. Es
decir, que se le puede incorporar un pequeño elemento electrónico que indique a la fuente
emisora en que casa nunca se prende el televisor a la hora del culto ecuménico.
 Os aconsejo mucho leer la novela de G. Orwell: “1984”. Esta novela describe un mundo
donde todas las clases medianas y altas, están bajo vigilancia continua en sus hogares, en
sus oficinas, mediante un sistema de televisores emisores y receptores. El que pone en tela
de juicio los noticieros televisivos, o emite cualquiera opinión discrepante está
automáticamente bajo arresto, para ser internado en un centro de rehabilitación, y luego ser
eliminado discretamente. Pues el sistema no quiere mártires de la libertad o de la verdad. Es
un sistema de dictadura basado sobre la manipulación de los medios de comunicación y el
terror a la policía. Hay otra novela que completa el cuadro, que es de Aldous Huxley: “El
mejor de los mundos”. Ahí se describe una sociedad dictatorial que se basa sobre la
selección y modelación de las clases sociales por medio de la genética, clases que luego se
controlan por medio del placer; orgias estatales  con droga perfecta y sexo desenfrenado en
los fines de semana. Estas 2 novelas fueron escritas por incrédulos que tenían más
discernimiento que la mayoría de los cristianos en cuanto a su visión de la sociedad
postindustrial.
Como en la novela 1984, pronto todos los que tienen un televisor en casa estarán bajo
vigilancia del estado, y cuando el Anticristo tome el poder, le será muy fácil ubicar a los
disidentes y eliminarlos cortándoles la cabeza: Ap.XIII; 15 y XX; 4. En estos días de los
derechos humanos, uno puede pensar que estamos muy lejos de tanta barbaridad, pero hace
70 años nadie pensaba en los campos de exterminación nazi y en los hornos de cremación,
donde 6 millones de judíos perecieron en solo 3 años, de una forma horrible. Días terribles
están pronto por llegar, para los que no habrán sido estimados dignos de escaparlos en el
Rapto, para encontrarse con Jesús en el aire: Lucas XXI; 35.36. La realidad supera la
imaginación, pues “cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre
son las que Dios ha preparado para los que le aman”, y la profecía supera la ciencia ficción,
así que “si no creéis, no subsistiréis”.
Ahora vemos como sucederán estas cosas: adoración de la imagen de la bestia y
persecución de los que no la adorarán. Se hará por medio de leyes y decretos de la bestia.
Pero las leyes las inventan los hombres, las sacan de su mente. Y está mente es modelada
por medio de la televisión.
La televisión funciona por medio de ondas en el aire y el príncipe de la potestad del aire es
Satanás EF 2v2,. Así que el príncipe de ese mundo (Juan 12v31) lo es también de los
medios de comunicación modernos.
Nuestras sociedades y especialmente los países más avanzados que son los países de
tradición protestante deben su superioridad, sus altos valores a un libro: la Biblia. ¿Porqué
se desarrollaron más el norte de Europa y Estados Unidos? No es porque la mayoría tiene
piel blanca, ojos azules y pelo rubio ¡No! Es porque son naciones que echaron fuera durante
un tiempo el catolicismo y se sujetaron a las enseñanzas de la Biblia. Son naciones de
tradición protestante. El protestantismo original (tal como lo formuló el padre de la
Reforma Protestante; Martín Lutero, un varón de pelo negro y ojos oscuros) es lo que trajo
desde el cielo hasta estas naciones las lluvias de bendiciones que ellas han heredado desde
hace cinco siglos: libertad, prosperidad, conocimiento, poderío, fama, etc. Todo ello lo
deben humanamente a Lutero y Gutenberg. Porque la interpretación y traducción no sirven
mucho si no hay difusión masiva y esto se debe a Gutenberg el inventor de la imprenta
cuyo primer libro fue una Biblia en latín. Las naciones más avanzadas han sido hasta hoy
las naciones del libro: las naciones protestantes. Que guste o no guste, son hechos históricos
con cifras y referencias al alcance de cualquier persona que sepa un poco de historia o de
economía o que tenga un poco de cultura universal.
“La Palabra de Dios es viva y eficaz” Hebreos 4 v 12. La civilización del libro (protestante)
ha sido un golpe muy duro al reino de Satanás en la tierra. El sabe que la difusión masiva
del libro (La Palabra del Señor corra y sea glorificada...” 2Ts 3v1) es una derrota para él.
Intentó durante 7 siglos mediante la Inquisición romana impedir la traducción y
propagación de la Biblia, torturando, quemando, asesinando a 6 millones de protestantes,
pero no ha podido parar esta bendita corriente de agua de vida.
Ha mandado herejes famosos para adulterar y corromper el significado de la Palabra de
Dios; Miguel Servet, Jacobo Arminio, John Smith, etc., pero sigue corriendo la Palabra del
Señor...
A la civilización del libro, no se le puede medir la civilización católica romana, con sus
estatuas e imágenes muertas, ni cualquier otra civilización que sea musulmana o budista, o
comunista, o hindú etc. ¡Entonces surge la civilización de la imagen animada que habla! Y
ahí si “La bestia vence a los Santos” Apo 13 v 7, Daniel 7 v 21. La primera cadena de
televisión en Europa era nazi y destinada a alentar a los soldados heridos de Hitler en los
hospitales.
Hermanos reformados somos el pueblo del libro; de la Biblia, somos “la sal de la tierra pero
si la sal se desvaneciere, ¡con que será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada
fuera y hallada por los hombres” mar 4v13. La Palabra de Dios nos manda no
conformarnos a este siglo, sino transformarnos por medio de la renovación de nuestro
entendimiento para que comprobemos cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta (Ro 12 v2), si queremos (y es lo que Dios nos manda) ser la sal de tierra, si
queremos crecer en el conocimiento de nuestro de nuestro Señor Jesucristo, si queremos
perseverar en la doctrina todo eso requiere santificación, y la santificación no es ayunar,
orar, hacer vigilias, ayudar a los pobres y otras buenas obras; todo ello lo hacen los
católicos, los unitarios, los musulmanes, los judíos etc. Jesús dice “Padre santificarlos en tu
verdad; tu Palabra es verdad” Juan 17 v 17.
Así que cuando estudiamos la Biblia, Dios Espíritu Santo nos santifica. Esto es el método
de Dios, santificar es separar (en el sentido original) de la contaminación del pecado, es
limpiar y Jesús dice “ya vosotros estáis limpios por la Palabra que os he hablado” J. 14v3.
La Sagrada Escritura es la Palabra inspirada y mediante ella recibimos la vida eterna y el
crecimiento de esta vida divina en nosotros. Juan 8v51. Hay muchas referencias Bíblicas en
cuanto a esto. ¡Buscadlas y las encontraréis! En su comentario de la carta de los Hebreos,
Martín Lutero dice “uno se aleja del Dios vivo cuando se aleja de su Palabra que es viva y
da vida a todas las cosas; en efecto es Dios mismo... sólo nos queda una cosa por hacer:
debemos exhortarnos celosamente a nosotros mismos y por así decirlo, sacudir nuestro
espíritu perezoso con la Palabra de Dios, meditar, leer y escuchar de continuo las
admoniciones del apóstol... así el corazón del hombre no se fortalece sino es por la Palabra
de Dios. Así que si la olvidamos no tardamos en caer en la trampa del amor de las cosas y
nos contaminamos. Solo nos limpiamos de dicha contaminación volviendo a la Palabra”.
Ahora viene una pregunta hermanos, que os suplico hacer a vosotros mismos. ¡Cuántas
horas pasáis mirando la televisión y cuantas horas dedicáis a la Biblia? O mejor dicho
¡cuánto tiempo dedicáis a entenebrecer vuestro entendimiento por medio de la televisión, y
cuanto tiempo os dedicáis a la renovación de vuestro entendimiento por medio de las
Escrituras? Haced la cuenta; es fácil, y seguro estoy que el resultado es aterrador para la
mayoría de vosotros. No os acuso, son los hechos, las cifras, el número de horas que han de
molestar vuestra conciencia. No me las echo de súper santo porque tengo una cuenta por
gracia positiva en cuenta a ese cómputo de horas. Porque yo como vosotros “soy carnal
vendido al pecado” Ro. 7 v 14. Si hay un televisor en la pieza donde estoy lo enciendo,
pues ¡no hay pecado en mirar la televisión un rato! ¡Y quedo atrapado por el artefacto del
príncipe de la potestad del aire! Me paso unas horas saltando de un canal a otro, un poco de
cultura por aquí, un poco de deporte por allá, mucha violencia por allá, un poco de adulterio
por acá, un poco neo pentecostalismo por ahí, un poco de catolicismo por el otro canal, un
poco de todo, pero sobre todo nada de evangelio verdadero, ¡nada! Y dicen que hay canales
cristianos... ¡Qué broma! Tenéis “enlace” por ejemplo. Deberían de llamar esa emisora
“enlazados”; hay varias del mismo estilo. Gente sonriente en un ambiente lujoso
predicando un evangelio falso. El que esta de moda: “dame la plata, y Dios te la
multiplicará”. Y esto es el engaño de la televisión: haceros gastar centenares de horas en
ver y oír cosas que en el mejor caso no os sirven para nada y en el caso común os
distorsiona la mente. Y además de desperdiciar tiempo es el mejor método para cortar la
comunicación dentro de una casa. Antes existía la costumbre aún en las casa de los
incrédulos de reunirse todos a la hora del almuerzo o de la cena y de compartir juntos la
comida y los sucesos o ideas o proyectos de cada uno. Había un momento de vida
compartida alrededor de la mesa, había comunicación y una cierta comunión, Hoy en día
aún en las casas de los protestantes, cada uno toma su plato y se sienta delante de la
pantalla mudo e hipnotizado ¡y se llama la televisión un medio de comunicación en vez de
llamarlo un rompe comunicación dentro de las casas y hogares! “No lo que entra en la boca
contamina al hombre... pero lo que sale de la boca, del corazón sale, y esto contamina al
hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios,
las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” Mar 15 v 11 y 18, 19.
Lo que sale del corazón del hombre es exactamente lo que sale de la pantalla del televisor.
La televisión es el mejor método para avivar y alimentar y excitar lo que ya está en el
corazón del hombre ¡Cuantos hermanos cometen adulterio, homicidio, pecado de codicia,
etc. en su mente mediante la televisión, sin hablar de la idolatría al fútbol o al base ball o
cualquier otro deporte donde los ídolos son un Maradona o un Pele o un Montoya. “Andad
en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne” dice la Escritura.
La televisión es el mejor instrumento para inducirnos a satisfacer los deseos de la carne,
muchos hermanos se abrigan detrás del “ilustre” noticiero, pero a pesar de ser “ilustre” no
deja de ser noticias del mundo y de la carne. Me interesan mucho las noticias del mundo
para observar el cumplimiento de las profecías pero no por esto dejaré entrar en mi casa
este aparato controlado totalmente por el príncipe de la potestad del aire. También so
pretexto de denunciar los estragos de la droga, la televisión enseña a los jóvenes clases de
drogas en que nunca habrían pensado. Denunciando, anuncia e informa y hace propaganda
sutil. Influye poderosamente en el comportamiento social ¿A qué se debe la propagación de
todas las plagas del siglo veinte: materialismo, feminismo, fornicación e adulterio,
homosexualismo, impudicia, indecencia, falta de respeto, culto al cuerpo y a la juventud,
violencia, ociosidad, desinterés a la lectura, cultura superficial, adivinación y magia, música
diabólica (rock pesado) etc.? Todo esto proviene del pecado que mora en toda la
humanidad. Pero lo que lo frena indirectamente, por medio de los cristianos es la Palabra de
Dios. Al contrario lo que manifiesta, propaga con gran publicidad, exalta y vulgariza todas
esas inmundicias y aberraciones productos de la pecaminosidad es la televisión y lo hace de
una forma sutil (cuando parece condenar la drogadicción) o de una forma abierta (cuando
exalta el deporte).
Al comienzo en los años sesenta, los programas eran decentes y a veces interesantes. Casi
no se veía un seno o un muslo, o una mujer en pantalón o gente inyectándose heroína o
matándose. Hoy en día forma parte del programa diario. Ver una mujer sin minifalda o no
ver una matanza llega a ser excepcional.
Esta normalización de la violencia influye tanto en la mente de los jóvenes del mundo que a
menudo se oye de una pequeña matanza en un liceo o universidad norteamericana donde un
joven dispara con arma de fuego sobre todos sus compañeros que están alrededor de él.
Tened por seguro que durante años se le fue grabando en su mente las películas de “Rambo
y Exterminator I, II y III”. Para el mundo es normal pero para el pueblo de Dios es un
adulterio espiritual. Hermanos evangélicos en vuestras casas no hay imágenes de santos o
estatuas de vírgenes porque sabéis que es idolatría. Hay mucho peor, hay una imagen
animada que habla y que os contamina cada día la mente. Y delante de esta imagen os
pasáis horas. Y sin daros cuenta esta imagen insidiosamente va modelando vuestra mente a
los conceptos modernos de este mundo. Y después una vez que la mente está distorsionada,
se introducen en las iglesias esas normas diabólicas aparecen las “pastoras”, las minifaldas,
las grandes sermones sobre la plata, la salud, el neo pentecostalismo etc.
Para tapar el escándalo mucho se esconden detrás de lo que llamo el evangelio higiénico:
“no debo, no fumo” pero ¡el daño en la mente es peor que el daño en el hígado o en los
pulmones!.
La única forma de salir de este callejón fangoso es sacando esos televisores y “betamax”
(bestia máxima) de vuestras casas y con la plata que invertisteis en ellos comprar buenos
libros. No hay que caer en el fanatismo, se puede ver el “ilustre noticiero” en casa de los
amigos, o hermanos o familiares o en el hotel o en el restaurante; desafortunadamente nos
sobran los sitios donde podemos ver de vez en cuando la televisión. Si en vuestras casas
impedís la entrada al televisor, abriréis automáticamente vuestras Biblias y otros buenos
libros que renovarán el espíritu de vuestra mente. Hermanos, el peor veneno para la
humanidad es esta imagen animada que habla. Estamos pasando de la civilización del libro,
es decir de la civilización judía cristiana, a la civilización de la televisión, es decir al nuevo
orden mundial del Anticristo. 5 veces se menciona en el Apocalipsis la imagen animada
que habla. Una vez en el capítulo 13 para definirla con su propósito V14, 15; después 3
veces para anunciar condenación capítulo 14 v 9 y 10, capítulo 16 v 2, capítulo 19 v 20.
¿Qué será para nosotros la televisión derrota o victoria? Si le cerráis la puerta de vuestra
casas es victoria, si la mantenéis dentro de vuestras casas es tropiezo. Os he expuesto como
el niñito que soy una verdad que tiene consecuencias sobre la renovación o deterioración de
vuestra mente. Si no os convence la interpretación bíblica de la imagen animada que habla
no podéis negar la razón; el sentido común. Dios tenga misericordia de nosotros y nos
conceda tener una razón basada sobre su Palabra y no sobre la televisión. Fijaos en el
argumento popular”visto en la televisión”. Si la televisión declara algo es verdad para todo
el mundo. Cuando regrese nuestro Salvador a la tierra dirán los medios de comunicación
que es una invasión de marcianos o un gaz alucinógeno que lanzaron los chinos al aire.
Cuando sea arrebatada la iglesia sin mancha ni arrugas es decir los escogidos no las
denominaciones, dirá la televisión que fueran gente desintegrada instantáneamente por un
rayo invisible de las nuevas armas rusas, u otro cuento. Todas esas películas de ciencia
ficción forman parte de un programa para denigrar científicamente las 10 plagas de Egipto
que Dios pronto va mandar a la tierra, es una preparación sicológica y mental. La televisión
es la lavadora del cerebro humano (¡En cuanto al arrebatamiento es probable también que
nadie se de cuenta del suceso por el mismo número insignificante de escogidos!). el
versículo 2 de Romano 12 dice “no os conforméis a este siglo...” El apóstol usa un
imperativo. Es un mandamiento. El que se conforma a este siglo es por excelencia el
televidente. Al contrario el que no se conforma a este siglo de la cultura audiovisual es el
que no mira la televisión, “sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita
de día y de noche” S 1 v 2. Reparemos también en el verbo conformar. En mi pequeño
diccionario de la lengua española conformarse es acomodarse, resignarse. No podemos
resignarnos, acomodarnos a “la corriente de este mundo conforme al príncipe de la potestad
del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2 v 2). Porque
este espíritu es el programador de vuestras emisoras de televisión.
La Biblia nos dice también “por fe andamos no por vista” 2 Cor 5 v 7 y “la fe es por el oír,
y el oír por la Palabra de Dios” Ro 10 v 17. El mundo al contrario anda por lo que ve no por
lo que oye. Recordad que Dios se llama también el Invisible (Heb. 11 v 27). Esta cultura
moderna de la imagen teledirigida animada y parlante es la destrucción de la cultura del
Libro en los países protestantes. Y un cáncer en la mente al grabar pensamientos inmundos
y diabólicos porque el televidente es pasivo y recibe lo que sale de la pantalla ¡ y ahí está la
trampa! Que queráis o no queráis que os guste o no os guste al mirar un programa recibís
imágenes, palabras y movimientos que se compilan en la memoria; un órgano esencial de la
mente y allí quedan registrados, grabados. Cuando se repite el mismo mensaje muchas
veces entonces de la memoria pasa al pensamiento y del pensamiento puede pasar al acto, y
todo eso ocurre de una forma pasiva e inconsciente.
Mientras que en el libro es lo contrario. El lector es activo, no recibe sino que escoge y se
esfuerza en captar el pensamiento del libro.
El que lee es consciente de lo que está asimilando, porque le toca gastar energía mental,
mientras que el televidente no es consciente de lo que está asimilando porque no le cuesta
ningún esfuerzo pasarse horas delante del televisor. En su libro “El hombre espiritual” W
Nee nos da a entender cómo trabajan los demonios para inducir la mente, y la voluntad de
los creyentes, logran su propósito a través de la pasividad, W. Nee nos enseña que Dios no
aniquila nuestra alma sino que requiere su cooperación bajo el espíritu del hombre
conectado con el Espíritu Santo. Al contrario toda obra de los demonios requiere pasividad
de la mente y de la voluntad, por ello mismo la televisión es la última arma poderosa de
Satán. Es la imagen de la bestia. En efecto mirar la televisión es poner su mente y voluntad
en un estado pasivo que da entrada a la obra de los espíritus malignos en la mente. Hay que
entender que en el nuevo nacimiento es el espíritu del hombre que es vivificado, el cuerpo
sigue albergando el pecado y sujeto a la muerte. El alma (mente, afecto, voluntad), queda
entre los dos, y hay una batalla entre el cuerpo de pecado que es el instrumento de Satanás
y el espíritu vivificado que es el colaborador de Dios Espíritu Santo para la conquista del
alma. Esta lucha dura toda la vida terrenal y el punto más estratégico en el alma es la
mente. Una vez conquistada la mente, se rinden las emociones y la voluntad del creyente.
Por esto Dios nos dice:  “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándonos y exhortándoos”, en Col. 3 v 16,  y:  ”porque las armas de nuestra milicia no
son carnales, sino poderosas; destruyendo fortalezas y toda altivez” en 2ª de Corintio 10 v 4
y 5 . Reparad que en esos versículo se trata de una destrucción en las fortalezas de la mente
que ocupan los demonios porque “argumento, conocimiento, y pensamiento” son productos
mentales.
Satanás por el otro lado dice “Mira bien el programa que te tengo en la televisión”. Dios
opera en nosotros por el oído: “La fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios” y Satanás
opera contra nosotros por los ojos “serán abiertos vuestros ojos... y vio la mujer que el árbol
era bueno para comer y que era agradable a los ojos” Gen 3 v 5 y 6.
Si creemos lo que oímos en la Palabra de Dios andamos bien, si creemos lo que vemos en
la televisión andamos mal. Pero lo que oímos de Dios en la Biblia y que vivifica nuestro
espíritu, para que more en nosotros, tiene que ser comprendido por la mente y así producirá
una emoción adecuada y alentadora y una voluntad bien dirigida, y efectiva. La mente es el
baluarte principal que ha estado en el poder de Satanás desde la caída de Adán. Desde la
Reforma, la Biblia ha reconquistado este baluarte en muchos santos ¡Pero cuidado! La
verdadera contra reforma no es la del concilio católico romano de Trento en el siglo XVI
sino la del siglo XX en la comunicación audio visual.(y tengo que repetir que no existe
televisión cristiana porque estos programas que se dicen cristianos son neo pentecostés o
ecuménicos y forman parte de la apostasía). La Escritura también confirma que la mente es
el punto más estratégico en la batalla por el control del alma en Marcos 7 v 21 se nos
enseña que el corazón del hombre (es decir el centro del hombre) es su mente, pues de la
mente (o del corazón) salen los malos pensamientos, los adulterios etc. Y muy a menudo en
la Biblia cuando se habla del alma se cita primeramente la mente, el corazón y luego se
añade el alma en su totalidad (mente, afecto, voluntad): Deut 11 x 13, 4 v 29. No obstante
el corazón tiene a veces un sentido mas amplio y puede abarcar el afecto; Salmo 7 v 9, Apo
2 v 23.
De todas formas sea mente o afecto el corazón pasivo es moldeado por los conceptos, las
ideas, las palabras e imágenes que emite la televisión para que el televidente siga la
voluntad de la carne y de Satanás ¡y no hablaré de los mensajes subliminales, que pueden
pasar por la televisión! Así que hay una batalla por la conquista de nuestra alma, y el arma
más poderosa usada por Satán es la televisión, por esto mismo Apo. 15 v 2 nos habla de
alcanzar victoria sobre la imagen de la bestia.
Fijaos también en la historia como en Alemania se hicieron los primeros televisores y de
Alemania salió la Reforma protestante, como en Francia se inventó el cine mudo y en
Francia nació el 2º gigante de la Reforma: Juan Calvino, como Estados Unidos creó la
primera película parlante y se expandió la cultura de la televisión y Estados Unidos ha sido
el país protestante ejemplar en la historia. Ved pues la luz de la historia el antagonismo
entre el Libro y la imagen teledirigida.
El Antiguo Testamento también nos enseña esa lucha entre la gente del Libro y la gente de
la imagen de Baal o de Astarté o del sol... No se puede el domingo acomodarse a lo que
dice la Biblia y el lunes resignarse a lo que dice la televisión. No se puede beber a dos
fuentes diferentes. Hay que ser honesto y serio: “nuestro Dios es fuego consumidor” Heb.
12 v 29 Temer a Jehová es apartarse del mal y la televisión es una poderosa fuente del mal:
¡Que Dios nos ayude en esta lucha contra nosotros mismos y contra la carne, pues nadie
nos obliga a beber a esta fuente y a pagar para beber; ni el mundo, ni el diablo! “Y el
Espíritu y la Esposa dicen: Ven, y el que oye diga ven. Y el que tiene sed, venga ¡y el que
quiera, tome del agua de la vida gratuitamente...! Amén; sí, ven, Señor Jesús.” Apo 21 v 17
y 20.

Podría parecer una pregunta trivial, porque la verdad un verdadero protestante o un verdadero
evangélico es un verdadero Cristiano. Protestante es sinónimo de evangélico. Son dos términos
esencialmente iguales. Expresan la misma realidad pero de una forma más clara lo dice el uno. Y
hay que ser muy claro en estos tiempos de confusión y ecumenismo para no caer en el engaño
sutil de Satanás que sabe transformarse en ángel de luz y sus ministros en ministros de justicia 2ª
Cor. XI 13, 14, 15.
En el nuevo testamento no se encuentran palabras tales como católico, evangélico, protestante, la
única palabra para definir a los creyentes en Cristo que se halla, es cristiano. (Hechos XI 26 XXVI 28
y 1p IV 16.
Pero lastimosamente decirse uno mismo cristiano no significa mucho en estos días. Los católicos
Romanos se dicen cristianos, los católicos ortodoxos también, los mormones, los testigos, los neo
Pentecostés, un número sin fin de herejes afirman ser cristianos; y el mundo y hasta cristianos
verdaderos les conceden este glorioso titulo por falta de conocimiento o de discernimiento. En la
época apostólica, el diablo no había todavía levantado falsas iglesias, por lo tanto las iglesias
tenian una sola fe universal, denominarse cristiano era la única forma de declararse "hombre o
mujer de este camino" Hechos IX 2. Hasta el siglo segundo no hubo necesidad de usar otro
término para definirse. Era la época apologética, los principales enemigos del camino eran los
paganos y los gnósticos,(del siglo III hasta el siglo V). Todavía no había surgido el papado. En
aquella época las iglesias verdaderas eran católicas pero una sola era romana; ¡la de Roma! En
aquel tiempo eran iglesias apostólicas y católicas pero no romanas. Su fe estaba basada en el
credo de Nicea, elaborado durante la controversia Arriana en Bitinia en 325. En aquellos tiempos
brotaron una multitud de herejías tal como la monarquía, arriana, montanista, macedoniana,
pelagiana etc... Así que el término cristiano tuvo que ser especificado como católico según el credo
de Nicea.
Después del siglo V se levantó la bestia (Apocalipsis XIII), apareció el papado, se inventó el
catolicismo romano y fue necesario identificarse como evangélico. Llamaron antes de la Reforma a
los cristianos verdaderamente católicos: lollardos (partidarios de Wiclife), Hussitas, Valdenses. Y
de paso si nos fijamos en esos grandes evangélicos anteriores a la Reforma es instructivo reparar
en las historias de Wiclife, Savonarela y Huss. Savonarela y Huss fueron verdaderos evangélicos del
siglo XV, pero de no atreverse a atacar sin componendas el papado, ese mismo papado los pudo
quemar como herejes. Wiclife en el siglo XIV se levantó con el mismo ímpetu que Lutero, era
también catedrático y algunos nobles se pusieron de su lado. Llamó al papa anticristo, rechazaba
la transubstanciación y las oraciones por los muertos, el celibato etc... Ha sido llamado "La estrella
matutina de la Reforma". Él murió pacíficamente en su parroquia de Lutter Worth en el año de
1385. De ello la lección que hay que sacar es, que a la bestia romana hay que tratarle como bestia,
ni discutir o tener tratos con ella. El que juega con el fuego se quema, a este fuego hay que echarle
baldados de agua de vida que es la Palabra de Dios hasta apagarlo totalmente. Hay que combatir
la mentira con la verdad y nunca pactar con ella. Recordad a J. Huss que tenía salvoconducto para
ir a negociar, y que creyó en la palabra de ellos y murió en la hoguera. Y recordad a Wicliffe que
siguió firme adversario de Roma, que no designaba al papa con otro nombre que el de Anticristo y
Jehová lo guardó y lo hizo morir en su casa,tranquilamente.
En el siglo XVI llega Martín Lutero y llega con él la Reforma que es la plenitud de la compresión de
la teología en el campo fundamental de la soteriología objetiva y sobre todo subjetiva (es decir
doctrinas de la expiación desde ambos lados; del Redentor y de los redimidos). Desde entonces es
preciso definirse como herederos de la Reforma protestante, como reformado, o como
protestante, para diferenciarse de las herejías católicas romana y ortodoxa o de la herejía neo-
Pentecostés o mormona o russelista (testigos de Jehová),(Es de reparar que en ingles existe solo la
palabra protestante para decir reformado). La necesidad de apelarse con un nombre nuevo es
debido a la aparición de falsas doctrinas a las cuales se opone la verdadera y eterna doctrina cada
vez más aprofundizada y mas brillante. Considero que lo más importante en la Iglesia militante es
la doctrina. Hechos II 42 nos da la orden de importancia en la vida de la iglesia original de
Jerusalén. Y lo primero era que perseveraban en la doctrina de los apóstoles, luego venía la vida
congregacional, cada vez que hubo embestida en contra de la sana doctrina, tuvo luego un cambio
de apelación para "los hombres del camino".
Si hoy te llamas evangélico bien puedes ser un neo-Pentecostés o un arminiano. Si te llamas
protestante o reformado ya se sabe que lado y a que doctrina perteneces ¿surgirán otras herejías
y consecuentemente otra respuesta doctrinal y otro nombre de los seguidores de la sana
doctrina? Sí y no. Sí porque están surgiendo "nuevas herejías" herejías como el mesianismo que es
el más viejo partido enemigo con que luchó el apóstol Pablo constantemente: los judaizantes. No;
porque la respuesta definitiva global y plenaria de la doctrina del glorioso evangelio ha sido dada
en el siglo XVI por los padres de la Reforma protestante, principalmente Martin Lutero y Juan
Calvino. Ha habido una evolución en la comprensión y asimilación del dogma pero la Reforma
protestante ha sido la maduración del dogma y el final de esta evolución. Ahora nos toca protestar
contra Roma y sus aliados ecuménicos (como lo hicieron nuestros antepasados en la Dieta del
Espira en 1529, y de allí viene el término protestante: de los seguidores de Lutero que participaron
en aquel encuentro), y perseverar en la reforma de la iglesia hasta la segunda venida de nuestro
Salvador Jesucristo.
Dice Apocalipsis XIII 7 que a la bestia se le permite vencer a los santos es decir que la apostasía
encabezada por Roma no permitirá que se reformen las iglesias verdaderas pero por lo menos
podemos y debemos seguir protestando. Así que al surgir una nueva herejía, también se crecía en
el conocimiento de la verdad y tocaba usar nuevas palabras para diferenciarse de los enemigos de
la verdad que se cobijaban con los tradicionales términos de cristianos y católicos, y evangélicos.
Al llegar la plenitud del conocimiento del evangelio en el siglo XVI, no tenemos ya que responder a
los herejes y adoptar un nuevo nombre para identificarnos como verdaderos creyentes. Juan
Calvino en la "Institución" cap. XIII 4 nos habla de la utilidad de ciertas nuevas palabras diciendo
"pero aquella nueva palabra daba a conocer cuales eran los verdaderos cristianos y cuales los
herejes". Esta palabra hoy en día es protestante (o reformado). Significa que somos herederos y
seguidores de la Reforma protestante del siglo XVI. Significa que creemos en las doctrinas
comunes de Luteros, y Calvino que esencialmente son la negación de todo bien en el hombre
natural (o ruina total del hombre terrenal a todo nivel), doble predestinación, salvación por fe sin
obras; gratuita e inmerecida, gracia irresistible etc. Sola gratia, Sola Fides, Sola Scriptura, Soli deo
gloria como solía decir Lutero en aquel tiempo. Ahora es importante ser sobrio y no caer en el otro
extremo de querer definirse mas allá de este término, porque así se pierde la unidad de la fe
común a todas las iglesias protestantes y caemos en el sectarismo donde cada uno dice yo soy de
la presbiteriana, yo de la luterana, yo de la bautista etc. ¿acaso esta Cristo dividido? Cor I 13.
Hay que identificarse con la doctrina sana no con una denominación o una misión o una
congregación, porque la doctrina verdaderamente apostólica aunque fue transmitida por los
apóstoles vino de Dios. Así mismo la explicación de esta doctrina divina aunque fue transmitida
por Lutero y Calvino vino tambien de Dios. "Dios mismo constituyó a unos apóstoles, a otros
profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos". Ef. IV
11-12. Los apóstoles todos sabemos quienes eran pero hoy en día lamento decir que si no hubiese
leído unos tratados de Martín Lutero estaría todavía en una crasa ignorancia por la escasez de
maestros eficientes o mejor dicho instituidos por Dios. Y hablando de estos ilustres maestros y
padres de la Reforma: M. Lutero y J. Calvino quisiera aclarar unas cosas que pocos saben. De
hecho muchos hacen una gran distinción entre los 2 por 2 hechos principales: la doctrina de la
Santa Cena, y las iglesias luteranas y presbiterianas (calvinistas). En cuanto a la Santa Cena el
choque no fue entre Lutero y Calvino, sino entre Lutero y Zwinglio.
En 1535 M. Lutero compró en una librería alemana una copia del "breve tratado sobre la Santa
Cena de nuestro Señor" de Juan Calvino, traducido del francés al latín. Después de leerlo dijo: "yo
podría haberle confiado todo el asunto de esta controversia a él (J. Calvino) desde el principio. Si
mis oponentes hubiesen hecho lo mismo, ya estaríamos de acuerdo". En cuanto al desarrollo de
las iglesias que se auto denominaron luteranas (y esto contra la misma voluntad de Lutero que
repetía que las iglesias son de Cristo y no de Lutero) a penas él se murió su ayudante Melanchton
traicionó su maestro y escribió un tratado titulado "fides non est sola" (la Fe no es sola) en
completa oposición al lema de Lutero "Sola fides" (solamente la Fe). Puso en olvido las doctrinas
de la predestinación y de la gracia, que eran fundamentales para Lutero y no era violentamente
opuesto a Roma como Lutero. Además este mismo Melanchton nunca transmitió a Lutero una
carta de Calvino y alguno de sus escritos pidiéndole su comentario. Su carta terminaba diciendo
"ojalá que pudiera volar hacia donde está usted, y gozar por unas pocas horas de su compañía,
pero puesto que esto no nos es concedido en la tierra, espero que pronto nos veamos en el Reino
de Dios. Adiós renombrado señor, distinguido ministro de Cristo, y mi siempre honrado padre
espiritual".
Martín Lutero fue traicionado por su mejor amigo. El cual impidió la unidad del movimiento y
precipitó las iglesias evangélicas que seguían a Lutero en una decadencia hoy total. Me parecen
Lutero y Calvino como Moisés y Aarón guiando el pueblo de Israel afuera de Egipto y a través del
desierto. Lutero tal Moisés encargado de sacudir el yugo de el faraón, y Calvino tal Aarón
encargado de la organización del culto.
Lamentablemente nunca se encontraron y la unidad del protestantismo ha sufrido muchísimo
daño desde entonces. Ya hemos visto que protestante tal como originalmente apodaran a los
evangélicos, seguidores de Martín Lutero o reformados como seguidores de Juan Calvino es la
misma cosa si uno se fija en la teología fundamental de ambos maestros y padres de la Reforma
Protestante. Si relacionamos los términos con las iglesias luteranas y calvinistas la diferencia es
muy grande debido a la decadencia de ambos y sobre todo de la que se dice luterana, la cual es
enemiga de Lutero. Así que cuando digo soy protestante no me refiero a las iglesias sino a la
teología de "mi siempre honrado Padre Espiritual" Martín Lutero. No al desarrollo que dio
Melanchton y otros traidores. J. Calvino fue el que mantuvo la línea pura y dura de Lutero. Pero
ambos son de la misma estirpe, linaje de Abraham, padre de la fe y Calvino se reconoció como hijo
espiritual de Lutero.
La predestinación y la negación del libre albedrío así como otras doctrinas fundamentales, los
unían en la misma corriente. Pero hay una doctrina que les caracterizaba también y que tiene que
ser un sello muy importante para reconocer el verdadero protestante, es la doctrina o más bien el
dogma de que el papa es el más destacado anticristo, y que Roma es la bestia (Apo. XIII). En efecto
el sentido etimológico de protestante viene de pro testare en latín que significa dar el testimonio y
por ende dar el testimonio del evangelio. Pero el sentido histórico surgió de la Dieta de Espira en
1529 donde los seguidores de M. Lutero protestaron contra las propuestas papistas. Así que un
protestante es un evangélico que protesta, denuncia lucha no contra el aire sino contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo (Ef. VI12) es decir contra el enemigo N°1 de la iglesia: el
Vaticano. Los demás enemigos que vemos son subproductos de la bestia romana. Decía Lutero
"Me siento ya más libre en mi corazón pues sé finalmente que el papa es el Anticristo, y que su
trono es él trono de Satanás".
Juan Calvino: "llamamos al papa Anticristo", Juan Knox. "El papa es el mismo Anticristo", Carlos H.
Spurgeon: "debemos aconsejar en forma intrépida y juiciosa a los que se inclinan hacia los errores
de Roma: debemos decirles acerca de las funestas actuaciones del papado" y todo protestante es
verdadero si además afirma que el papado no es iglesia sino sinagoga de Satanás. Ello no lo
descubrió al principio de su carrera Lutero, sino que más crecía en el conocimiento de la verdad
más se daba cuenta de lo diabólico que es Roma. En 6 siglos de Inquisición del XIII al XIX esta
organización ha derramado la sangre de 67 millones de personas. Hoy no lo puede hacer por el
freno que le puso la Reforma Protestante. Pero el freno esta desgastándose muy rápidamente en
estos días postreros... Roma no ha cambiado sino que sus doctrinas son cada vez más diabólicas.
En los días de la Reforma no había todavía deificado a Maria y al Papa. Esto ocurrió en el siglo XIX
en el dogma de la inmaculada concepción y asunción de Maria y de la infalibidad papal. He aqui
unas fechas :1854 el papa Pio IV proclama la inmaculada concepción, 1870 el concilio Vaticano
ratifica el dogma de la infabilidad papal, 1922 el papa Benedito XV proclama María co redentora
junto con Jesus, 1950 el papa Pio XII proclama la asunción de María. Sin hablar de otras blasfemias
que encontré en el último catecismo aprobado por Juan Pablo II como por ejemplo que la venida
en la carne del Verbo era la dispensación de un nuevo culto a Dios mediante imágenes y estatuas!
Os aconsejo mucho leer las 6 revistas que tratan de la vida de Alberto Rivera publicadas por Jack
Chick, donde os asustareis al conocer toda la estrategia astutamente diabólica que maneja Roma;
a través de los siglos. Tal como la Jerusalén celestial es la madre de los cristianos, así Roma es la
madre de todos los hijos de perdición preparados para destrucción. No hay camino de perdición
que no lleve a Roma. ¡Esto se llama hoy en día ecumenismo! Pero dejemos la bestia a un lado y
volvamos a nuestro tema: por que es esencial definirse protestante. Por 2 razones: la falta de
claridad que tienen los términos evangélicos o cristianos y el perjuicios grave que conlleva el
denominacionalismo. En efecto ser evangélico es algo demasiado amplio e identificarse con una
denominación es algo demasiado estrecho.. Ilustraré el caso estrecho con 2 ejemplos. Tengo una
hermana que durante años estuvo en una denominación de sana doctrina. Los pastores le
enseñaron más o menos la doctrina reformada pero siempre omitieron contarle que la doctrina
venía de la Reforma. Si no que se empeñaron a inculcarle que la doctrina sana era la exclusividad
de la "Alianza" (nombre de la denominación). Ella no sabía quien era Lutero o Calvino, o que era la
Reforma, o que era el protestantismo. Ella solo sabía que la verdad bien interpretada salía de la
"Alianza". Al mudarse a la capital del país, no pudo encontrar iglesia Alianza en la cercanía de su
casa, así que se metió en un grupo de herejes cuya doctrina es una mezcla de montanismo,
arminianismo y comercialismo. Una sucursal de la famosa empresa internacional herética
"Asambleas de Dios". Otro caso que ocurre a menudo dentro de las iglesias bautistas es que
también los hermanos se identifican con ser bautistas. Pero uno puede ser bautista y ser un gran
cristiano y de la misma forma puede ser también un gran anti-cristo. Ser bautista significa 2 cosas
esencialmente, y ambos son muy buenas pero no fundamentales. Significa que no se bautizan los
niños (y el bautismo es por inmersión) y que la congregación es puramente local, completamente
independiente. Por lo demás hay bautistas arminianos, bautistas neo-Pentecostés y hasta
bautistas unitarios. Gracias a Dios quedan verdaderos hijos de la Reforma que son los bautistas
"particulares" (o calvinistas) frente a aquellos herejes bautistas "generales". Y así como dice la
Escritura "mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento". Este conocimiento histórico y
doctrinal que proviene del siglo XVI no es enseñado en el pequeño Remanente de iglesias
verdaderas.
Por lo tanto la situación se está empeorando hasta el punto que los evangélicos verdaderos se
avergüenzan del Glorioso titulo de protestante. Pero como dice el apóstol "no me avergüenzo del
evangelio porque es poder de Dios... porque en el evangelio se revela la justicia de Dios por fe y
para fe, como esta escrito el justo por la fe vivida" (Rom. I 16). Este evangelio basado en la fe y
testificado por la Escritura es la substancia del protestantismo original, es la base de la iglesia
reformada: "Sola Fides, Sola Scriptura".
Evidentemente los más culpables de esta falta de conocimiento son los pastores que por razones
partidarias son renuentes a fundamentar, los hermanos sobre las bases de nuestra religión
reformada pero nosotros tampoco no podemos echarles la culpa ya que la pereza, la avaricia
( Comprar la Institución de Calvino, cuesta como mínimo U$ 70 dólares) el formalismo, la falta de
amor a la verdad que es el mayor estorbo, nos hunden cada día más en la confusión, hasta que un
día doblemos la rodilla delante de un representante ecuménico del anticristo romano.
Me espanta también la indiferencia. Cada vez que veo una fogata me viene a la mente los miles y
miles de hermanos que por amor a la verdad, por ser cristianos bíblicos, dieron su vida y
afrentaron muerte tan espantosa. A veces los quemaban a fuego lento, (en jaulas rotativas que
daban vuelta por el medio de la hoguera). ¡ Sin pensar más en las otras torturas que inflingió la
Inquisición a otros millones de personas! Y hoy en día todo esto se queda en el olvido, pero tal
como la sangre de Abel, sigue clamando al cielo, la sangre de estos millones de mártires sigue
clamando por justicia y venganza de parte de Dios sobre la bestia, sobre el Vaticano. Y no nos
vengan con el cuento de que el año pasado el Papa Juan Pablo II pidió perdón por crímenes contra
la humanidad, contra la cristiandad y esto manteniendo el dogma de la infalibilidad; ¡es absurdo!
¡Es decir fallo pero soy infalible! Por ende nos es menester no ser ingenuos; esa gente es muy
preparada, muy astuta, muy culta y es perita en decir blanco con la palabra negro. No obstante se
reconoce el árbol por sus frutos.
América y Europa son los ejemplos más convincentes en cuanto a los frutos del catolicismo y del
protestantismo. El norte de ambos continentes es protestante de tradición. Significa que ha
habido durante siglos separación más o menos nítida de los asuntos civiles y religiosos, ha habido
libertad, y países como Estado Unidos, Inglaterra, Dinamarca, Noruega, Suecia han prosperado
grandemente hasta ser los países más ricos y poderosos del mundo. Al contrario el sur de América
y de Europa que se ha quedado bajo el yugo papal han sufrido guerras, pobreza, dictaduras de
toda clase. España que tuvo un grande imperio, ha estado postrada en el subdesarrollo y la
dictadura durante décadas y hasta que entró en la Unión Europea era parte del tercer mundo.
Francia por haber mantenido una política agresiva contra Roma ha prosperado a pesar de ser
católica por tradición. Y ni vamos a hablar de los países latino Americanos que tienen tantos
recursos naturales y todavía están en la miseria y los grandes conflictos armados, por ser tan
grandes devotos al catolicismo romano. Todo esto se comprueba matemáticamente e
históricamente. El sistema católico romano ha sido un parásito muy poderoso que ha chupado las
riquezas, las energías de todos los países que lo han acogido. Este sistema controla la educación, la
política, la prensa, la tierra de una forma muy descarada, (ya en el siglo XI Gregorio VII se había
llamado a sí mismo "señor de reyes y príncipes"), y hoy de una forma muy sutil a través de la
economía de los concordatos, y de los gobernantes fieles suyos. El mismo Papa León XIII hace 100
años todavía reclamaba haber sido nombrado cabeza de todo gobernante, y ocupar el lugar en
Dios Todopoderoso en la tierra. Insistía en la infalibilidad papal, llamó a los protestantes
"enemigos del nombre de cristiano" y proclamaba entre otras cosas como único medio de
cooperación la sumisión absoluta al Pontífice romano. Se podría también hablar de otro "infalible"
León X (1513-1521) que decretó la quema de herejes como de ordenación divina, o Inocencio IV
(1227-1254) que dio la sanción papal al uso de la tortura para arrancar confesiones.
La historia del vaticano es larga y repleta de horrores, mentiras, prodigiosos engaños y genocidios.
En cuanto a la historia secreta el hermano Alberto Rivera, anteriormente jesuita de alto nivel
denunció al convertirse a la verdad casi todas las estrategias y hechos ignorados en las
publicaciones Jack Chick. Aconsejo también la lectura de "cortinas de humo" de J. Chick donde
descubrimos a Katherin Kulman y Billy Graham y otros como agentes encubiertos de Roma.
Así que nosotros el remanente escogido, nosotros los hijos de la Reforma, no vamos a perder el
tiempo con las sutilezas de Roma, vamos a seguir protestando contra el papado y el ecumenismo,
vamos a gloriarnos en el Señor de que somos protestantes, hijos de la Reforma y no el tipo
evangélico flojo denominacional e ignorante que florece en estos días. Como en los días de Elías,
somos muy pocos pero aunque seamos solamente 700, Jehová hará que no doblemos nuestras
rodillas delante del Baal romano y su política ecuménica I Reyes XIX 18. Nos echarán de las iglesias,
nos tildarán de fanáticos, pero somos cimentados en la Roca eterna y las 4 columnas Sola Gratia,
Sola Fides, Sola Scriptura, Soli deo Gloria; del edificio en el cual crecemos, nadie puede
estremecerlas.
No olvidemos las palabras de nuestro señor Jesucristo: "No penséis que he venido para traer paz a
la tierra; no he venido para traer paz, sino espada" Mateo X 34.
Estamos en tiempos de guerra, no de paz, es urgente asir la espada del Espíritu que es la Palabra
de Dios y con gran vehemencia refutar públicamente a los ecuménicos demostrando en la historia
que Roma es la bestia y que fuera de las doctrinas reformadas solo se encuentran paja y basuras
de toda clase ¡Qué Dios nos dé el valor y la inteligencia para ser verdaderos protestantes, para
"contender ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos" Judas III
Amén

PROLOGO

Este pequeño estudio ha sido la respuesta a mi oración en la cual pedía a Dios que me diera
la interpretación correcta de la Santa Cena. Fue un día en que me había propuesto ir a la
iglesia para participar de este sacramento, pero debido a las malas condiciones
metereológicas no pudimos con mi esposa cumplir con nuestro deseo, pero fue mucho
mejor, porque Dios me iluminó por medio de su Palabra y me dío la respuesta que ha
apaciguado mi espíritu y ha esclarecido satisfactoriamente mi mente en cuanto a este
misterio que es partir el pan. Espero que muchos reciban este fruto y disfruten
personalmente de este gozo, que ahora siento por tener claridad en un asunto tan
importante, por medio de este pequeño análisis. y ójala que resulte en una reconciliación
despues de una disputa que ha dividido las iglesias de la Reforma Protestante durante 5
siglos.

ESTO ES MI CUERPO

La Santa Cena ha sido la piedra de tropiezo para las iglesias protestantes desde el principio
de la Reforma. El padre del protestantismo M. Lutero y el maestro de la reforma Juan
Calvino han desarrollado la misma teología evángelica pura y verdadera. Hasta en la
interpretación de la Santa Cena habrían podido concordar, pero nunca se encotraron y el
encuentro entre Martin Lutero y Zwinglio en Marburg en 1529 hizo fracasar el intento de
unificación de la corriente reformada, debido a la disensión sobre la Santa Cena. El
encuentro se terminó agriamente despues de que Lutero escribió en latín y encima de la
mesa "Hoc Est Corpus Meum" (esto es mi cuerpo) para mostrar su apego a la interpretación
literal de la Escritura y resistir a la profanación de la Santa Cena y otras herejías que habían
de seguir.
Mi propósito en este folleto es dar la interpretación que pueda reunirnos en vez de
dividirnos alrededor del sacramento del altar. Primero que todo quiero dejar claro que
rechazo completamente tanto el canibalismo idolátrico del catolicismo romano y ortodoxo
como el simbolismo profano de Zwinglio.
Lastimosamente en casi todas las iglesias evangelicas predomina la interpretación de
Zwinglio. Es decir que el pan y el vino son puros símbolos cuyo alcance no es más que
identificarse con Cristo delante del mundo, tal como si uno llevara una camiseta que tiene
la inscripción "Jesucristo es mi redentor". Y esto es la lógica del simbolismo. Si el pan y el
vino son puros símbolos Zwinglio tiene la razón y Calvino se equivocó porque concede un
poder, una virtud que no puede tener un símbolo. Porque un símbolo es un elemento que
representa algo. Tiene la función única de representar pero en ninguna manera tiene la
virtud de lo que representa. El símbolo, o la figura, señala algo pero no lo comunica, no lo
hace presente. Juan Calvino asegura que el pan y el vino son figuras pero al mismo tiempo
les asigna un poder que no pertenece a figuras. No obstante dice "pues bien veo que no lo
puedo comprender con mi entendimiento, y así lo confieso de buen grado.." Y El, como
Lutero confiesan que no entienden ese misterio pero que lo aceptan. Lo que ambos aceptan
es que en la Santa Cena nos es dado un alimento espiritual que se recibe por fe y que
fortalece nuestro hombre interior. Lo que los divide no es el resultado o el propósito de la
Santa Cena sino el modo; Juan calvino dice que es por medio de los elementos que son
símbolos y Martin Lutero que es por medio del mismo cuerpo y sangre de Cristo bajo los
elementos.
Así que la disputa no es sobre el beneficio de la Santa Cena. Así dice Juan Calvino en la
Institución libro 4, capitulo 17 párrafo 31: " por tanto nuestra controversia y diferencia es
solo en cuanto al modo. Ellos ponen a Cristo en el pan, nosotros decimos que no es licito
hacer descender a Cristo del lugar que ocupa en el cielo. Quien de nosotros está en lo
cierto, que lo juzguen los lectores; con tal que se evite la calumnia de quitar a Cristo de la
Cena..."
En el párrafo 24 dice "decimos que Jesucristo desciende hacia nosotros, tanto por el signo
exterior y visible, como por su Espíritu para vivificar verdaderamente nuestras almas con la
sustancia de su carne y de su sangre”, y tambien párrafo 31 "El ordena que en su Cena
reciba su cuerpo y su sangre bajo los signos de el pan y el vino; me manda que lo coma y
que lo beba. Yo por mi parte no dudo, sino creo que verdaderamente me lo da y que lo
recibo" Asi que Juan Calvino niega y afirma al mismo tiempo que el cuerpo y la sangre
están relacionados con el pan y el vino. Se contradice abiertamente; quiere y recibe los
frutos del cuerpo y de la sangre del crucificado pero niega que están presentes
verdaderamente porque Cristo tiene un solo cuerpo y esta en el cielo hasta que vuelva en la
parusia; (segunda venida de Cristo) por lo cual no puede estar en el pan y el vino. No puede
admitir la presencia real en el sacramento y tampoco la quiere negar y asumir la posición
lógica y clara del puro simbolismo de Zwinglio porque él sabe que es una profanación del
sacramento. Por lo contrario Lutero es más consecuente y su interpretación es literal porque
aborrece torcer las Escrituras cuando su mente no entiende. El defiende la posición de la
iglesia original hasta los siglos II y III.
En aquellos tiempos ningún padre ortodoxo de los que se tienen registros declaró que la
presencia del cuerpo y de la sangre de Cristo en la santa cena fuese símbolica (aunque
Clemente y Orígenes estuvieron cerca de afirmar esto), y no hubo alguno que dijera de
forma especifica que los elementos experimentaban un cambio sustancial (aunque Ignacio
Y Justino estuvieron a punto de afirmarlo). Dentro de los limites de estos dos extremos se
encontraba la doctrina de la presencia real. Así que Lutero destruyó el concepto católico
romano que es una mezcla de magia idolátrica y canibalismo y se opuso firmemente a la
profanación del sacramento por parte de los partidarios del "puro símbolo" como Zwinglio
y Oecolampade. Y no por atenerse a la tradición antigua de las iglesias originales sino por
atenerse al texto sagrado. Y le doy toda la razón, en efecto Marcos, Mateo y Pablo al tratar
de la Santa Cena usan siempre el verbo ser: "esto ES mi cuerpo" Ninguno usa otro verbo
como significar, simbolizar, representar.
Si uno solo hubiera usado una sola vez uno de estos verbos, entonces la cosa serÍa
claramente simbólica. Pero el autor; el Espíritu Santo, no admitió otro verbo sino: ser.
Hasta Juan nos confirma ello con las palabras de Jesús cuando dice en Juan 6 v 55: "Porque
mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida" El texto sagrado es sin
ambiguedad, aunque no lo entendamos no lo podemos negar; ser no quiere decir
simbolizar, representar, significar. Y tampoco "mi cuerpo" ha de tomarse como "el signo de
mi cuerpo". Calvino sacando varios ejemplos de la Biblia intentó probar que ser puede
entenderse como representar, significar, simbolizar, pero la repetición reiterada del verbo
ser únicamente, en el caso de la Santa Cena excluye tal subterfugio. Hay que ser honesto y
admitir lo que no entendemos. ¿Quién entiende como puede ser un solo Dios en 3
personas? Nadie. Nosotros lo admitimos, lo creemos y no lo entendemos. Pero hay un
monton de herejes que al no entender, simplifican y niegan que Jesucristo es Dios que el
Espiritu Santo es Dios. No obstante este asunto de la presencia real en la Santa Cena
aunque queda misterioso en parte, es más comprensible por otra parte. Los teólogos
luteranos se han empantanado mucho para explicar como podría estar presente el cuerpo y
la sangre en los elementos y al mismo tiempo estar en el cielo, y han inventado una de
nueva escolástica protestante. Ha habido muchas perdidas de tiempo de energía, muchas
divisiones muchas contiendas que no han aprovechado a nadie sino a Satanás.
Mi posición es como la de M. Lutero. Me atengo a la Escritura que repite el verbo ser
varias veces y nunca usa otro verbo para definir los elementos “y mientras comía, Jesús
tomó pan y bendijo y lo partió y les dio diciendo tomad, esto Es mi cuerpo. Y tomando la
copa y habiendo dado gracias, les dio; y les dijo: esto ES mi sangre del nuevo pacto, que
por muchos es derramada”. Marco 14 v 22-23-24. Ahora bien; aquí Jesús se refiere a su
cuerpo crucificado, no se refiere a su cuerpo glorificado. Porque esta institución de la Cena
del Señor es para recordar el sacrificio de la cruz: 1Cor 11 v 24-25. El cuerpo y la sangre
que recibimos en la Cena no es el cuerpo que reviste el Señor en el cielo, es el cuerpo de la
humillación y no el cuerpo glorioso. El señor tiene un solo cuerpo pero este cuerpo de carne
y sangre que ha revestido en la tierra se ha transformado en cuerpo de gloria porque “la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios”: 1ª Cor 15 v 50.
Así que la comunión que tenemos en la Santa Cena es con el cuerpo y la sangre del hombre
Jesús crucificado (1ª Cor. 10 v 16), no es con el Jesús glorificado sentado a la diestra de
Dios Padre de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Esta Cena es un
recordatorio que tiene la virtud de alimentar nuestra fe y fortalecer nuestro hombre interior.
Es una prédica, un sermón vivo sobre el hecho transcendental de nuestra salvación
efectuada en la cruz del calvario una sola vez para siempre. Es como dice Lutero la
distribución de los méritos de la muerte expiativa de Cristo Jesús. Pero este sermón es
tridimensional porque “la fe viene por el oír, y oír por la palabra de Dios” y en la predica
normal esta fe viene (o se consolida, si uno es ya nacido de nuevo) únicamente por medio
del oír la Palabra con el poder del Espíritu Santo que nos permite asimilarla. Para acertar
mejor lo que estoy diciendo, miremos en Lucas 24 v 25 al 35. El mismo Señor Jesús,
después de su resurrección aparece a dos de sus discípulos que no le reconocen. El les
explica el evangelio por medio de las Escrituras: v 27, pero ellos no le reconocen hasta que
tome el pan, lo bendiga, lo parta, y les dé. Es exactamente lo que hizo en la noche que
instituyó la Santa Cena: Lucas 22 v 19. Al hacer esto otra vez con los dos discípulos, ellos
se dieron cuenta de la presencia real del Señor entre ellos y al mismo tiempo desapareció.
Lo que quedó después, aparte del pan partido, es que ya su fe en la resurrección del Señor
llegó a ser cierta y firme, como lo testifican a los apóstoles en el verso 35. Aquí vemos la
eficacia del sacramento que después de la exposición de la Escritura actúa como un
catalizador de la fe.
En el caso del sacramento del altar esta fe se consolida no solo en el oír sino también con el
tocar y con el gustar. Es tridimensional. Dios nos habla únicamente por medio de las
Escrituras pero para sellar más profundamente en el espíritu humano el hecho primordial y
esencial de la salvación por la fe en la sangre de Cristo; El además de habernos mandado
una carta del cielo que es la Biblia nos ha mandado una película en 3 dimensiones; un
“vídeo” que es la Santa Cena! En la versión de 1611 “King James” que es la versión inglesa
protestante original; (y la mejor) en 1ª Cor. 11 v 26 donde la versión Reina Valera dice
“todas las veces que comiereis este pan y bebiereis de esta copa la muerte del señor
ANUNCIAIS hasta que El venga” esta versión inglesa dice “todas las veces que comiereis
este pan, y bebiereis de esta copa ciertamente MOSTRAIS la muerte del Señor hasta que El
venga”.
El diablo ha azotado en estos últimos años la cristiandad por medio del fenómeno audio
visual. (leed “la imagen de la Bestia” para más información en la página de Internet
SolaFides o conseguidlo el folleto Nº4 de la serie “protestante hoy”).
Pero esta vez me da un gratísimo placer de poder usar esa cultura audio visual podrida para
explicaros el sentido de la Santa Cena y hacer que “su espada entrara en su mismo
corazón”: Sal. 36 v 15. Porque si aceptáis (y si no lo aceptáis no sois cristianos) que la
Biblia es la carta escrita por Dios y mandada a los hombres para su salvación, no tendréis
dificultad en aceptar que el sacramento del altar es el reportaje verdadero de la crucifixión y
muerte de nuestro Señor Jesús. Y ese reportaje verdadero concuerda con las palabras del
Señor Jesús. Por ello cuando la versión inglesa dice “ciertamente mostráis”, expresa
perfectamente lo que sucede en la Santa Cena. Mostramos la crucifixión y la muerte de
nuestro salvador. Humanamente hablando, pasamos la película de su muerte en la cruz pero
ahí no es ningún actor contratado por una empresa cinematográfica, ahí presenciamos
realmente bajo los elementos expuestos y la virtud vivificadora de las palabras del Señor, la
muerte del Señor. Si uno de vosotros por ejemplo haya rodado la película de la boda de su
hija y luego la muestra a sus amigos, todos de una forma virtual verán no una
representación simbólica, o una actuación de actores contratados sino que tu les mostrarás a
tu hija realmente, no a una copia o una imitadora. Les dirás con toda razón “esta es mi hija
en vestido de novia”, no “esa imagen animada representa a mi hija, o simboliza, o
significa” ¡NO¡ Dirás: “esta es mi hija, realmente mi hija en aquel feliz momento”. Lo
mismo sucede en la Santa Cena, pero de una forma no bidimensional sino tridimensional. Y
no es simbólico es aún más real, porque como lo hace notar M. Lutero muy
pertinentemente, si el asunto de la Cena fuera sencillamente simbólico ¿por qué no se ha
conservado la ceremonia judía del cordero pascual que se comía cada año y en el día de la
misma crucifixión de nuestro Señor?
Ahí el simbolismo es perfecto porque el cordero de Dios que quita el pecado está
representado por un mismo cordero sacrificado en el mismo día de la muerte de Jesús, ¿por
qué haber entonces cambiado un símbolo perfecto por uno menos perfecto? Por ello en la
Santa Cena asistimos a un hecho pasado, consumado pero ese recordatorio es más vivo que
si hubieran filmado el verdadero Cristo, Jesús en la cruz del calvario. Cada vez que
tomamos la cena ciertamente mostramos la muerte del Señor y no es una película inventada
por el hombre sino que es un reportaje en vivo y directo que nos dejó el Señor para alentar ,
animar y alimentar nuestra fe.
Ahora cualquiera puede explicar como se graba la imagen y el sonido en un rollo
cinematográfico pero como Dios graba el hecho real, vivo de la crucifixión de su carne y el
derramamiento de su sangre en el pan y en el vino, esto es un misterio divino; esto va más
allá de nuestras pequeñas posibilidades. A nosotros se nos manda discernir el cuerpo de
Cristo en el pan y el vino, no explicar como se realiza este inefable “reportaje”. Nosotros
solo tenemos que saber que en la Santa Cena presenciamos realmente lo que sucedió 2000
años atrás. La presencia real nos incumbe a nosotros. Somos nosotros que tenemos que
hacernos presente a aquel grandioso hecho que pasó, que Dios en su misericordia nos pone
delante de nosotros y hasta dentro de nosotros de una forma incomprensible pero viva y
real en la mesa sagrada. ¡Nada de simbólico en la película de la boda de tu hija! Así que
porque vas a decir que la “película” de la muerte del primogénito de Dios es simbólica,
porque no entiendes como funciona “el arte cinematográfico divino”. Más bien reverencia
profundamente este momento sagrado donde el mismo Jesús crucificado te es presentado
bajo una forma en 3 dimensiones, visual y material por el pan y el vino, espiritual por la
palabra de Jesús oída con fe.
No es simbólico es real, es el glorioso hecho pasado de redención hecho presente si puedes
(y lo debes) distinguirlo con los ojos de la fe. ¡Y no olvides que la fe es la substancia de las
cosas que se esperan y la demostración de las cosas que no se ven: Heb. 11 v 1!. Y aquí en
el Altar del sacramento tomamos por fe la substancia de nuestra salvación que es el cuerpo
y la sangre del Señor bajo los elementos y tenemos la demostración de nuestra salvación
porque este cuerpo y esta sangre lo comemos y la bebemos y nos da la vida eterna como el
pan y el vino sustentan nuestros cuerpos, mortales al ingerirlos. El hecho de ingerir el
cuerpo y la sangre bajo las dos especies es participar (de forma virtual o espiritual), es
participar es formar parte del cuerpo de Cristo por la fe de forma real. Porque si nuestra fe
no se alimenta del cuerpo y de la sangre del Señor no es la fe de Cristo. El dio su cuerpo y
derramo su sangre en la cruz, para que por medio de su muerte vivamos. Tenemos que
recibir esta comunión de la sangre y del cuerpo por fe para tener vida eterna. A la verdad,
en el momento en que creíste, en que naciste de nuevo, tuviste comunión con el cuerpo y la
sangre por la fe, sin ningún elemento físico y sin ninguna intervención humana directa si no
por el poder del Espíritu Santo. Pero después tenemos que edificarnos y fortalecernos en
comunión los unos con los otros alrededor del cordero sacrificado, para ser uno en El. Así
que el sacramento del altar sirve para fortalecer y alimentar nuestra fe personal y confirmar
nuestra participación como miembro de la iglesia de Cristo. (Ningún sacramento regenera o
salva al hombre; Bautismo y Santa Cena son únicamente obras importantes de la fe. Pero
hay que rechazar el sacramentalismo y siempre reafirmar la salvación por fe sin obras y sin
sacramentos.) Cada vez que tomamos la Santa Cena mostramos realmente, pero
misteriosamente la muerte del señor Jesús, y no bajamos a Jesucristo del cielo, porque su
cuerpo allá o es carne ni sangre sino que recordamos de una forma real y viva su muerte. La
presenciamos verdaderamente con los ojos espirituales, por medio de la fe asistimos
realmente no simbólicamente a este suceso grandioso ocurrido una sola vez en el pasado.
El que entiende este misterio de esta forma lo entiende correctamente porque lo entiende tal
como lo declara y lo repite la Palabra de Dios: “Esto es mi cuerpo”.
Durante muchos años me ha costado comprender este misterio. Nunca he podido aceptar la
simplificación de los partidarios del simbolismo porque la Escritura no lo permite. Pero
ahora por medio de esta pobre pero eficaz comparación humana de la santa cena como un
reportaje grabado en 3dimensiones que Jesús nos ha dejado, puedo comprender y aceptar
sin violentar mi intelecto, las palabras que junto con los elementos forman el sacramento de
la Santa Cena. Con este ejemplo que acabo de dar y que es el más adecuado para entender
el significado de la Cena del Señor, conservamos la Palabra de Dios sin torcerla como lo
hace Calvino, aceptamos la presencia real en los elementos como uno que no puede negar
la realidad de un hecho grabado en una cinta. Con todo gozo y sin fantasías confesamos que
realmente bajo las especies del pan y del vino vivificados por la Palabra de Dios,
presenciamos realmente, no simbólicamente, el hecho pasado de nuestra redención en la
cruz del calvario, mas perfectamente que si viésemos este hecho trascendental en una
pantalla. Esto tiene que movernos a gratitud, a reverencia. Esto debe animarnos a amar y a
creer mas en el Señor y en su obra.
Veamos ahora aspectos prácticos, y exteriores del sacramento del Altar, después de haber
considerado el aspecto espiritual, interno de ello. Lo haré brevemente porque son asuntos
fáciles de determinar y ya ampliamente tratados por los reformadores. Pero como para
recordar lo que dijeron me dedicaré a esto ahora. Pues se ha puesto en olvido estas cosas
sencillas pero aún de importancia.
Empezaré por la frecuencia con que se debe tomar (o más bien como dice la versión
inglesa: King James, “ciertamente mostrar la muerte del Señor”) el sacramento
conmemorativo. Según la Escritura es cada vez que la iglesia local se reúne (Hechos 2 v
46). También dice la Biblia “y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión
unos con otros, en el partimiento del pan, y en las oraciones”. El partimiento del pan o
Santa Cena era parte común del culto, de la vida de la iglesia local, no era algo excepcional
sino habitual. Como dice Calvino en el libro 46 “y ciertamente, la costumbre que manda
comulgar una vez al año es una invención indudable del Diablo. Porque no hay duda alguna
de que en aquellos tiempos la cena se proponía a los fieles siempre que se juntaban en
asamblea..” Hoy en día, impera la costumbre diabólica de comulgar 1 o 2 veces al año en
casi todas las iglesias. Claro está que por la interpretación puramente simbólica (que no es
calvinista) la Santa Cena se reduce a algo menos importante que las oraciones (y de hecho
es más importante según el orden dado en Hechos 2 v 42). Las iglesias locales dedican más
tiempo a las buenas obras de tipo social que a la conmemoración de nuestra redención.
Guardamos los días festivos de la Roma papal como la Navidad que es un invento pagano
basado en la mentira de que Jesús nació el 25 de diciembre, o celebramos la pascua al
mismo tiempo que los judíos o los católicos, cuando la Palabra nos libera de guardar
cualquier día y nos insta a celebrar la pascua cristiana todos los días del año; al reunirse la
congregación. Guardamos fechas como tradición sagrada y olvidamos conmemorar a
menudo con libertad en cuanto a fechas lo que nos manda el Señor. “Bien guardáis vuestra
tradición para anular el mandamiento de Dios”. Estamos en plena decadencia. Cuando el
Israel del Antiguo Testamento era castigado por Dios al mismo tiempo que se destruía el
templo, también cesaban los sacrificios. Ese castigo de Dios incluía el cese de los
sacrificios ordenados en la Ley, hoy en día, el templo somos nosotros el Israel del Nuevo
Testamento y nuestro papel no es prefigurar como lo hacía el Israel carnal, el sacrificio de
Cristo sino anunciarlo y mostrarlo en la celebración del sacramento del altar. Pero el
castigo ya ha empezado y no se celebra la Cena del Señor tanto como se debería.
En cuanto a como; la situación no es igual sino peor. Si miramos a los ministros que han
sido instituidos para ministrar el sacramento y predicar el evangelio; pocos cumplen con su
vocación. No hay que olvidar que la Cena del Señor es una prédica viva en tres
dimensiones de la doctrina de la expiación. Es un sermón sobre la sustancia misma del
evangelio con pocas palabras de Dios, unidas a 2 elementos y que han de proporcionar por
medio de la fe del que lo recibe un alimento espiritual provechoso y asequible aún al más
iletrado o analfabeto, o recién convertido. Es un alimento idóneo para todos sea lo que sea
su estado de crecimiento. Es el trabajo del pastor proveer cuidadosamente al rebaño este
pasto divino. Este sermón universal para la iglesia, esta prédica esencial es uno de los
trabajos esenciales de los pastores. Tienen la responsabilidad de supervisar el buen orden y
la perseverancia en ello. Hoy en día cualquiera se encarga de distribuir la Santa Cena.
He visto a mujeres partiendo el pan, a niños comiéndolo como si fuera un pan común, o una
golosina extraña. Muchos ni disciernen la iglesia del edificio cuanto menos el cuerpo de
Cristo y por ende ni sufren el castigo del que come y bebe indignamente sin discernir el
cuerpo del señor, porque no son del señor. El padre castiga a los hijos que ha recibido y a
los bastardos les reserva el gran Día del Juicio. No los disciplina. Así que si vemos muy
pocos enfermos debilitados, muertos, castigados por el Señor por haber recibido el
sacramento sin discernimiento no es que la Palabra de Dios (1ª Cor. 11 v 29-30-31-32) haya
fallado, es que las congregaciones están formadas de muchos llamados pero de poquísimos
escogidos en estos últimos días. Recordar lo que dice Jesús en cuanto a nuestros días: “pero
cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18 v 8.
Ahora el amor lo sufre todo, y nuestra actitud para con los de nuestra congregación es de
considerarlos a todos como hermanos a pesar de saber que muchos no lo son. Y ello hasta
que se manifieste claramente su incredulidad. ¡Es casi de alegrarse de que se celebre una
vez al año la Cena del Señor; así por lo menos se evita tanta profanación del sacramento!
Pero hoy casi nadie se asombra, estamos acostumbrados a que mujeres nos enseñen,
profanen con sus manos el sacramento del altar partiendo ellas el pan y a ver gente no
regenerada o inconsciente como los niños comer y beber el cuerpo y la sangre de nuestro
Señor. Estamos echando perlas a los puercos y pan sagrado a los perros. Pero nuestra falta
de reverencia y rebeldía no se encuentra solamente en las personas sino que también se
manifiesta en los elementos que usamos. Si voy a recibir una persona que amo, respeto y
estimo muchísimo a mi mesa intentaré servirle lo que le gusta ¡si puedo! Ahí en el
sacramento, la mesa, es del Señor y El quiere aderezarla con pan y una copa de vino.
Pero la nueva costumbre es que el vino es peligroso (y de paso se tacha a la sabiduría
encarnada de no haber sido sabio al ordenar esas bebidas alcohólicas en su sacramento); por
ende no hay que usar bebidas alcohólicas según la sabiduría humana, carnal y diabólica
sino que es preferible en muchos casos usar jugo de uva, zumo o cualquier otro líquido.
También esa abominable sabiduría por razones de higíene y de prevención de enfermedades
contagiosas ha quitado la copa (de uso colectivo) del Señor, (“bebed de ella todos” dice
Jesús) y ha instituido la copita personal para cada creyente ¿dónde queda la comunión en
esta división? Claro que como para la mayoría no estamos en presencia del cuerpo y de la
sangre del Señor, sino que son meros símbolos de poco valor, no importa que desechemos
la copa de la salvación como dice el salmista en S 116 v 13 y la cambiemos por “la copita
de mi tradición”
En las Escrituras siempre se menciona la copa, nunca hay plural porque es la copa del
Señor, 1 Cor. 10 v 21 es la copa de bendición: 1ª Cor. 10 v 16. ¿Con que autoridad nos han
quitado la copa de la salvación para darnos una copita personal? ¡Esta trampa ya la había
hecho el papado con el mismo pretexto que el vino es peligroso y hoy caemos nosotros!
¡Que necios somos! El papado quemó a Juan Huss y decretó una cruzada contra sus
partidarios en Bohemia un siglo antes de la Reforma protestante, en gran parte porque se
atrevió a devolver a los fieles la copa de bendición. Hoy somos tan indiferentes, tan ciegos,
tan ignorantes y tan flojos que no hay necesidad de mandar a la bestia; al papado,
aplastarnos con una cruzada, solo se necesita introducir unos miserables legalistas en las
asambleas y atemorizar a los creyentes con los microbios y ya se nos priva de la copa de la
salvación. Y de paso dejadme decíros que estoy convencido de que reemplazar la copa
colectiva por copitas personales es destruir la Santa Cena. Ahí donde hay copitas no hay
Cena del Señor sino una mala imitación. Siguiendo el ejemplo de una película; no se puede
proyectar una película de 8 milímetros con un proyector de 16 milímetros. Es imposible, no
puede funcionar. En el Antiguo Testamento al terminar el Tabernáculo en el desierto se
manifestó Dios en una nube: Ex 40 v 33 y 34 y este tabernáculo fue hecho en los más
mínimos detalles ( y son muchísimos los detalles) según el mandamiento de Dios: Ex 39 v
43.
En su bondad y misericordia Cristo Jesús instituyó el sacramento del altar de una forma
sencillísima en comparación con las complicadas y detalladas figuras del tabernáculo que
honró con su presencia real en la nube. !y eran figuras! y acordaos también como Dios
castigo a Uza en la era de Nacon (2a Sam 6 v 7); como lo mató por haberse atrevido a tocar
el arca que era solamente un símbolo del Dios Hombre. Pues estaba hecha de oro (símbolo
de la divinidad) y acacia (madera incorruptible; figura de la naturaleza humana pura de
Jesús) y contenía las tablas de la ley, lo que significaba que ese Dios Hombre la cumplió.
Pero aquel Uza la tocó con muy buena intención; para que no caiga, no siendo él, levita, y
fue castigado de muerte por tocar indebidamente una figura de Cristo.
Hoy en la Santa Cena no son figuras sino la realidad del cuerpo y de la sangre que
ciertamente mostramos con el partimiento del pan y el ofrecimiento de la copa. Dios solo
nos pide un pan y una copa de vino para manifestar de una forma viva y verdadera lo que
hizo en la cruz del calvario. No hay lista larga de elementos con peso, materias especiales
(oro, plata, acacia, bronce, lino etc.). Solo 3 elementos un pan, una copa y vino. Pero en
nuestro loco atrevimiento desechamos la copa y a veces cambiamos el vino por otro
líquido. En tal caso ya no hay Santa Cena; ya nos hemos ido de Jerusalen a Betel imitando
el culto verdadero como lo inventó Jeroboam: 1 Reyes 12 v 25 al 33. Dios nos ha aliviado
muchísimo en cuanto al ritual, a los sacramentos. Solo tenemos 2 sacramentos muy
sencillos y de costo insignificante. Pero Satanás nos ha engañado tanto que no vemos que
quitar la copa es destruir el sacramento. Dios había diseñado las antiguas ordenanzas con
sus elementos y su forma de proceder e igualmente El ha diseñado los nuevas
simplificandolas. Pero nosotros que no somos tan locos para llenar un tanque de gasolina
con ACPM si sabemos que el motor no es diesel, nos atrevemos a hacer esto con las cosas
sagradas. Somo respetuosos con las cosas profanas y seguimos las instrucciones del
constructor, pero con las cosas sagradas; las 2 cositas sencillas que nos pido el Diseñador
divino, las botamos y hacemos como a Satanás le da la gana, según nuestros principios de
gran moralidad mundana (el vino es alcohol y por lo tanto es peligroso) y de gente muy
higiénica (los microbios son peligrosos). Y no hay ninguna excusa porque las Escrituras
son muy claras y pecamos contra el Señor al beber de una copita personal cuando El repite
“bebed todos de ella”. El pecado es la infracción del mandamiento del Señor. La Santa
Cena con copitas es una infracción porque “bebed todos de ella” es un mandamiento; pues
el verbo está al imperativo. Así que pecamos al participar en una forma que contradice,
infringe el mandamiento de Jesús. Pero la ley del mundo impera en la iglesia: “donde va la
gente, va Vicente”. Pero oíd: Dios es el legislador, y El no juzga según Vicente y su gente,
El juzga según su Palabra. Uno me dirá “pero la carne de nada sirve, es el Espíritu que
vivifica”; citando Juan 6 v 63. A este responderé que es cierto; el pan y la copa de vino no
son nada, si no pobres elementos que no tienen virtud alguna para el alma y el espíritu.
Igualmente el proyector, la pantalla y el enchufe no tienen valor; lo que interesa es la
película. No vamos al cine a mirar una pantalla ni un proyector, vamos a mirar una película
que nos interesa. No nos interesan estos aparatos pero sin estos aparatos comunes y sin
interés, ¡Olvidémonos de la película apetecida! ¡Quédaos en casa a leer un buen libro!
Igualmente sin estos elementos comunes que son el pan y la copa de vino; yo no voy a
perder el tiempo y a pecar contra Dios, voy a quedarme en casa y leer mi Biblia. Así como
no hay películas sin proyector, no hay Santa Cena sin la copa de vino. Para las cosas
sagradas, como el culto, los sacramentos somos muy permisivos, tolerantes o más bien
profanos, pero para las cosas profanas no encendemos de una ira santa si sabemos que al
hermano Andrés le gusta fumarse un puro cubano o beberse una copita de “cognac”
después del almuerzo. Ahí sí juzgamos cuidadosamente al pobre hermano que infringe la
“santísima tradición” de la congregación. Filtramos el mosquito imaginado y tragamos el
camello verdadero.
Y ya que hablamos de tradición voy a comprobaros que aún la tradición apoya la Escritura.
Pero no la tradición moderna sino la tradición oriental (judío-árabe) milenaria. Hoy Israel
ha adoptado costumbres occidentales pero los árabes han guardado las tradiciones antiguas
que ambos pueblos compartían. He vivido meses y aun he nacido en un país árabe y hablo
por experiencia personal y no por relatos de otros. En la tradición oriental milenaria, se
come todos sentados en el piso sobre esteras o colchonetas, la mesa es bajita (si es que hay
mesa) tiene 30 ó 40 cm de altura. Se come sentado o acostado. Hay un sólo plato para todos
y se come con la mano sin utensilios como tenedores o cuchillos o cucharas. Pero cada uno
tiene su propio vaso o copa para beber. Así que en una mesa oriental todos meten la mano
en el mismo plato pero cada uno bebe su propia copa. Y así se aderezó la mesa del Señor en
aquella noche. Pero El no tomó la jarra de vino y llenó las copas de los apóstoles sino que
tomó su copa y la dio a ellos. Así instituyó la Santa Cena y así lo decreta la Escritura y lo
confirma la tradición todavía vigente de los árabes descendientes directos de Abraham. Por
lo tanto con la Palabra de Dios (que es más que suficiente) y con la tradición oriental os he
comprobado que la Cena del Señor instituida en Medio Oriente demuestra la voluntad del
Señor de no usar varias copas sino una sola copa: la copa del Señor.
Por lo tanto os toca rendiros a la voluntad del Señor usando una sola copa o seguir en una
mala imitación de la Santa Cena con la costumbre moderna de las copitas. Porque esas
copitas aparecieron hace pocos años después del invento del microscopio que reveló los
microbios. Antes, durante siglos, solo se usaba la copa de uso colectivo, según la enseñanza
clarisíma del Nuevo Testamento. Nadie puede discernir por su hermano el cuerpo del
Señor, esto es un asunto estrictamente personal y Dios juzgará a cada uno personalmente.
Pero en cuanto a los elementos aunque puede haber cierta libertad es decir vino tinto o
blanco, o seco, o semi seco, copa de oro, plata, bronce, vidrio, acero pan ácimo, leudado, de
harina de trigo, de flor de harina, de harina de cebada, pan completo o blanco etc. (No
obstante, lo más correcto sería pan ácimo y vino tinto seco). Hay libertad en los elementos
pero cambiar el elementos por otro esto es profanación y anulación de la ordenación del
Señor. ¡Es pecado! “El que tiene oídos, oiga”. En este asunto me quedaré firme porque
Jehová me dice en su Palabra “Si te conviertes, yo te repondré, y delante de mi estarás; y si
sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviertanse ellos a ti, y tu no te
conviertas a ellos”. Jer 15 v 19. ¡A vuestra tradición no me convertiré! ¿Os convertiréis a
mi exhortación? Esto es grave hermanos, o estoy difamandoos gravemente y merezco el
castigo de Dios, o estáis en un profundo sueño y es urgente que os despertéis antes de que
venga la disciplina del Señor? Pero por favor no paséis por alto este asunto sagrado: sed
fríos o sed calientes pero no tibios.
Porque sabéis que “por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” Apo.
3 v 16.
En el Antiguo Testamento tenemos aun varias partes que anuncian la institución de la Cena
del Señor. En Génesis 14 v 18 vemos a Melquisedec el representante del nuevo sacerdocio
(y a la vez más antiguo sacerdocio), sacar pan y vino y bendecir Abraham el padre de la fe.
No quiero tratar con la misteriosa persona del Melquisedec pero ahí vemos que la bendición
sigue al ofrecimiento del pan y del vino. Y eso figura muy bien que podemos esperar
bendición del partimiento del pan y de la repartición del vino.
En Génesis 44 v 2, vemos a José, otro tipo de Cristo, mandar a su mayordomo poner su
copa en el costal de su hermano menor. Reparad en que repite dos veces “copa”: la primera
vez dice “mi copa”; esto es en relación con la identificación propia de José (el Cristo
tipificado) y después dice “la copa de plata” esto es en relación con la redención: pues la
plata siempre significa el precio de nuestra salvación: Cristo fue vendido por 30 monedas
de plata. Y siguiendo más adelante con esta misma analogía de la copa de José como la
copa del Señor; vemos pues, que robar la copa merece castigo de muerte para el ladrón y
trabajos forzados para los cómplices según la boca de los mismos acusados: Génesis 44 v 9.
Sí la analogía es valida, y ciertamente lo es, robar la copa del Señor en la Santa Cena y
reemplazarla por las copitas de “Vicente y su gente” es hacerse digno del castigo de muerte
para el autor de este sacrilegio: el mismo Satanás, y nosotros merecemos la servidumbre de
los falsos evangelios, y sernos quitada la libertad que disfrutamos en el verdadero
evangelio, el cual está desapareciendo de las iglesias por medio de tales sutilezas
diabólicas. En el Salmo 116 v 12 y 13, vemos la copa como un sacrificio de alabanza. Dios
nos ha mandado predicar el evangelio y como ya lo dije, la Santa Cena es una predica viva,
real y tridimensional de la salvación por medio de la fe en la sangre del Jesús crucificado.
La copa forma parte viva de este sermón y es una “palabra clave” en este sermón, que no se
puede transformar. No soy salvo por la vida de Jesús sino por su muerte y resurrección.
Muchos aceptan hoy que si imitamos su vida nos salvamos. Igualmente muchos hoy
aceptan una copita personal en vez de la copa de la salvación. El evangelio es muy, pero
muy sencillo. Pero también es muy estricto en su “funcionamiento”. La puerta es angosta y
por ella no pueden pasar los “Ave María”, la buenas obras, las copitas personales, las
buenas intenciones, y toda invención e intentos humanos. Por esta puerta se pasa desnudo,
después de haber comido con fe el cuerpo y la sangre que ciertamente mostramos en la
Santa Cena cuando partimos el pan y tomamos la copa de la salvación (Salmo 116 v 13).
También para que reflexionemos sobre el castigo que es para la iglesia de no tener la Santa
Cena tal como la instituyó el Señor, Jeremias 16 v 7 nos cuenta como forma parte de la
disciplina de Dios sobre Israel cuando les dice “ni partirán pan... ni les darán a beber vaso
de consolación”. Supongo que era una costumbre judía en los día de luto. Pero ahí el
significado escondido era también la consolación que tenemos los cristianos de la
resurrección gloriosa a través de la muerte expiatoria de Cristo figurada en esta costumbre y
manifestada hoy en la Santa Cena. Formaba pues parte del castigo no darles a beber el vaso
de consolación. Y nosotros también, estamos recibiendo hoy a menudo el mismo castigo,
aunque la mayoría no lo siente, unos pocos si lo sentimos y lo lamentamos y lo declaramos
como estoy haciéndolo en este mismo estudio. Por lo demás estoy seguro de que si otro se
da la pena de cavar un poco más en el Antiguo Testamento descubrirá otros ejemplos que
tipifican la copa del nuevo pacto o el pan de vida que tenemos presentes en la Cena del
Señor. La diferencia es siempre la misma: en el Antiguo Testamento es una figura, en el
Nuevo Testamento es una realidad. El Antiguo Testamento dice y repite “pronto se
manifestará claramente el Señor” y ello por medio de figuras. El Nuevo Testamento dice y
repite “se ha manifestado, se manifiesta, y aún se manifestará más el Señor Jesús”.
Hemos visto brevemente lo que se refiere al sacramento del altar. Espero que sea de ayuda
para el entendimiento personal de los creyentes al acercarse a la sagrada mesa, con la
debida reverencia para sacar el máximo provecho de este sacramento. Al nivel colectivo
esta percepción puede ayudar a establecer la unión entre los que sólo conocen y admiten la
interpretación de Lutero o la de Calvino. Dios quiera que la Santa Cena después de haber
sido la piedra de tropiezo de los hijos de la reforma protestante pueda llegar de ser su lugar
santísimo, de comunión con el Señor y de reconciliación con todos sus miembros. “La copa
de bendición, que bendecimos ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que
partimos ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros con ser
muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan” Amén

LA SANTIFICACIÓN AJENA

      Existe hoy en día una confusión grandísima en casi todos los aspectos doctrinales del
cristianismo. Todo cuanto debido a la ignorancia en que parece deleitarse el pueblo
cristiano. De hecho el conocimiento de la verdad nos humilla totalmente mientras que bajo
la lobreguez de la ignorancia podemos imaginar un Cristo que nos engrandece al lado de
Dios. Hemos puesto en olvido los grandes dogmas de la Reforma protestante que se
cristalizan en los credos del siglo XVI y XVII: confesión de Augsburgo, de Dordtrecht, de
Westminster etc. Uno de los puntos claves trata de la ruina total del hombre natural. En
estos días de humanismo y ecumenismo nos hemos olvidado de dónde venimos: del fango,
y a donde vamos: a la gloria, y por quien alcanzamos la meta: Dios. Quiero tratar este
pequeño estudio del proceso de santificación.
     La mayoría del pueblo cristiano tiene un concepto completamente equivocado de la
santificación. Se les ha enseñado que la santificación es el resultado de un esfuerzo
personal. Pero que sea elección, salvación y santificación, todo es obra de Dios. El Padre
elige, el Hijo justifica, el Espíritu Santo santifica; como dice 1 P.I; 2: “elegidos según la
presencia de Dios Padre, en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados
(justificados) con la sangre de Jesucristo”. El hombre no tiene ninguna parte en estos 3
aspectos de la obra de Dios. El hombre es un vaso de barro, es completamente pasivo, lo
único que tiene ese vaso es que puede llegar a ser consciente de la obra de Dios en su
formación. Y es un maravilloso don de Dios que uno se dé cuenta de lo que el Señor está
haciendo con él. Es de gran asombro y de gran gozo. Pero muy pocos están interesados en
contemplar al Alfarero moldeándole. La mayoría están empeñados en imitar a Jesús o por
lo menos a los apóstoles o a los santos que encontramos en la Biblia. No cabe duda que en
todos los casos la imitación es tan mala que al final del intento hallamos una réplica exacta
de Judas Iscariote, de Pilato o de un fariseo empedernido en sus ceremonias. En el mejor de
los casos, si el imitador es de corazón honesto, encontraremos una persona desesperada de
sí misma y quizás más cerca del camino. Examinemos un poco esta santificación humana
antes de exponer la santificación divina.

     LA AUTO SANTIFICACION O SANTIFICACION HUMANA.


     Este intento de alcanzar la santificación mediante un programa y esfuerzos personales
tiene su raíz en la ignorancia y por ende mala interpretación de las Escrituras. Una multitud
al leer versos como “sed santos porque yo soy santo”, se imaginan que Dios da este
mandamiento para que lo cumplamos. Pero en la Escritura cuando vemos un tiempo
imperativo o un condicional no significa en ninguna manera que el hombre pueda cumplir
lo que dice Dios. Al contrario es una forma muy usual para Dios, para mostrarnos nuestra
incapacidad y corrupción. Cuando leemos “sed santos porque yo soy santo” (1° P 1 v 16) si
somos conscientes tenemos que exclamarnos “no lo puedo; es imposible para mi” y rogar a
Dios diciendo “hazlo tú en mí porque para Ti nada hay imposible” y así debe ser nuestra
actitud frente a cualquier mandamiento de Dios. Todo lo que Dios expresa en cuanto a su
voluntad con nosotros en una forma condicional o imperativa no es para que lo acatemos
sino para que nos demos cuenta de nuestra miserable condición y que Le supliquemos que
Él lo haga en nosotros. Es muy importante discernir los tiempos de los verbos para no
confundirse y errar. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece… ya no vivo yo mas Cristo
vive en mi”: Aquí son verbos al indicativo y es cierto que nada hay imposible para Cristo
que mora en mi. “Sed santos…”: aquí es un imperativo y yo no puedo cumplir el
mandamiento, solo Dios puede cumplirlo en mi, por mí y para su gloria. Como decía
Agustín “dame lo que mandas y manda lo que quieres”. Esta regla para comprender
correctamente la Escritura a base de un sencillísimo análisis gramatical la expuso con gran
claridad Martín Lutero en su obra magistral “El siervo albedrío”; esa obra trata
principalmente de la imposibilidad de alcanzar la salvación por esfuerzos o méritos
humanos. Habla de la esclavitud de la voluntad o de la “noluntad” (inexistencia de la
voluntad para el bien).
Pero se puede sin duda extender el pensamiento de M. Lutero y aplicarlo no solamente a la
salvación sino también a la santificación y esto intentaré con la ayuda de Dios. Como el
apóstol Pablo: “yo sé que en mi no mora el bien” (leer capítulo 7 de Romanos) y esto no lo
sabía antes de ser salvo sino después; porque antes de ser salvo uno se cree bueno pero
después de ser salvo y de crecer en el conocimiento de Dios uno se sabe malo. Pero se
necesita un cierto crecimiento para llegar al conocimiento de la profundad maldad de sí
mismo y de la bondad de Dios. Se necesitan años, por lo general, con experiencias
personales y enseñanzas provistas por los maestros de la Reforma.
     Me duele advertiros que en las iglesias no vais a recibir comida sólida; enseñanza de un
nivel que supere los rudimentos de la fe cristiana… Os tocará buscar fuera de la
congregación pero “sin dejar de congregaros como algunos tienen por costumbre” … Pero
volvamos a nuestras ovejas descarriadas que se imaginan que pueden acatar mandamientos
como: amar a su prójimo como a sí mismos, o ser santos; (ya que la santificación es el tema
de hoy). Ellos no han comprendido que “Dios llama las cosas que no son como si fueran”.
Es decir no han entendido que todavía somos nosotros los cristianos en la tierra unos
miserables pecadores que Dios considera justos por los méritos de su Hijo amado
Jesucristo. No han evaluado correctamente los estragos del pecado que mora en nosotros y
que morará hasta la muerte física. No saben que un santo en la tierra no es un santo en el
cielo. En la tierra somos pecadores redimidos, en el cielo seremos como Él es pero la
diferencia entre los 2 estados es abismal. Para llegar al resultado final nuestros esfuerzos,
buenas intenciones, buenas obras, nuestra persona entera con toda su dedicación es tan
inútil como una aspirina para curar un cáncer en su fase final. Solo Dios puede hacer lo
imposible. Nosotros solo podemos pecar y morir. Pero en un santo Dios opera los milagros
de santificar y salvar.
Nosotros somos vasos de barro; no robots como nos acusan decir unos. Un vaso de barro no
hace nada, es el Alfarero que lo hace todo. Al olvidar esto los inmaduros intentan proceder
a la santificación y lo único que hacen es estorbar la obra de Dios Espíritu Santo en ellos,
cometiendo el pecado de presunción. Esos pobres ignorantes de su propia naturaleza
pecaminosa pegada a su carne tienen su propio programa de santificación. Por lo general
practican el “cultismo”. Es decir que se imaginan que si se congregan muy a menudo van a
santificarse. El ayuno es también un gran instrumento en su santificación imaginaria, así
como las horas pasadas arrodillados en oración; que no son sino vanas repeticiones de
palabras. Las buenas obras de tipo social como ofrenda para los desplazados, los asilos de 
ancianos, los dispensarios, también son muy destacadas. Los retiros espirituales en
campamentos. Lo que consumen, lo que visten aún puede ayudar en su técnica de auto
santificación. Y además cada uno se inventa otros métodos de abstinencia, otras reglas,
leyes, otras buenas obras. En fin el programa es muy diverso según las personalidades, los
gustos o tendencias. Muchos rayan en el masoquismo, en lo ridículo, pero de todas formas
todos están destinados al fracaso ¡y más pronto se dan cuenta del fracaso, mejor! Todos
pasamos por algún programa que nos hemos inventado o que nos han inventado la
congregación o la tradición. ¡Pero ay del que se queda en esos programas de santificación
humana! Y mientras uno no entiende que tal como la salvación es pasiva: es obra ajena, así
es la santificación; no hay santificación verdadera no hay crecimiento espiritual sin el
conocimiento previo de nuestra total incapacidad.
     El capítulo 9 de Romanos tendría que ser memorizado por todos los cristianos. Somos
los cristianos, vasos de barro, pero vasos de misericordia. No hay libre albedrío en la
salvación ni tampoco en la santificación. El hombre espiritual tiene el privilegio de
observar la obra del Espíritu Santo en su vida, y la sabiduría celestial de no mover un dedo
sin la guía del Espíritu Santo. Dice la Escritura: “Fiel es El que llama, El cual también lo
hará”. Así que tenemos que aprender a no hacer nada para que Él haga su obra en nosotros.
Hay que renunciar a nuestras obras de santificación y considerarlas como trapos de
inmundicia antes de poder avanzar en el Camino. Si no hacemos nada por nuestra cuenta
propia, Él hará como lo ha prometido.

LA SANTIFICACION DE TIPO CIRCUNSTANCIAL

Hay otra clase de santificación en la Biblia que es la de tipo circunstancial y temporánea.


Esta santificación es principalmente exterior, mientras que la santificación divina es
totalmente interior. El caso más común de esta clase de santificación se halla en el núcleo
familiar: 1 Cor. 7 v 14. En este verso, vemos a toda una familia santificada mediante una
mujer creyente. Pero hay otros casos, y para incluirlos todos, se puede decir que cualquier
persona que ha oído el evangelio verdadero ha sido santificada. No hay que olvidar que las
palabras: santo, santificación y santificar tienen el sentido etimológico y actual de ser
apartado, puesto a un lado, separado para Dios. Cualquiera que ha oído el verdadero
evangelio ha sido colocado en un posición privilegiada, que no ha tenido ni tendrán
millones y millones de personas. En efecto el misterio de Dios no ha sido manifestado a
cada ser humano. ¡Cuántos todavía ni saben del nombre de Jesucristo, y cuantos han pasado
a la eternidad sin oír el nombre de Jesús de Nazaret! Pero este privilegio de haber oído el
evangelio no significa que ha sido recibido. El misterio de Dios reconciliando a la raza
humana en su Unigénito Hijo Jesucristo les ha sido manifestado a muchos pero no revelado
a sus conciencias. Esto es la santificación exterior, temporánea, de tipo posicional. En el
templo del Antiguo Testamento, el atrio con su puerta ancha prefigura y simboliza esta
realidad, y contrasta con la puerta estrecha del mismo templo cuyo acceso es reservado
exclusivamente a los Levitas. En el capítulo 6 de Hebreos del verso 1 al 8 se nos describe a
tales personas que han sido santificadas de forma momentánea. Han tenido una posición de
santos, y tenían que ser considerados así por la iglesia. (Pues solo Dios conoce a sus
elegidos). Estaban en el atrio y ¡hasta entraron en el templo un momento, hasta han recibido
la santificación injertada pero el injerto fue rechazado, no pudo dar su fruto: v 4 y 5! Esta
clase de santificación no es como la auto santificación porque viene de Dios, pero no hay
salvación pues no transforma definitivamente la conciencia de los que la reciben. Pone a
estas personas en una posición privilegiada; pues participan de los beneficios que Dios
concede a sus hijos en este mundo. Y los pone también en una posición peligrosísima;
recibirán condenación doble por ser hipócritas si se quedan en esta clase de santificación y
no llegan a la santificación divina, ajena e injertada con éxito. Bueno es recordar a menudo
que la verdadera santificación del Espíritu Santo es siempre posterior en su obra
transformadora a la salvación, mientras que esta santificación de tipo posicional es anterior
a la salvación (sí es que la persona forma parte de los escogidos). Una gran parte de las
iglesias está formada por esos cristiano nominales. Y esta clase de santificación puede
preceder sea a la salvación y santificación divina, sea a la auto santificación y toda su
inutilidad, sea a la apostasía y su condenación irreversible.

LA SANTIFICACIÓN DIVINA

     La santificación es obra de Dios Espíritu Santo en la vida del cristiano porque Dios
Padre nos ha santificado en la eternidad pasada: Judas 1. Es útil recordar que hay 3 clases
de santificación: la predestinación es la santificación de Dios Padre, la cual expresa su
voluntad de adoptar a los elegidos como hijos, esta voluntad es cumplida en la santificación
de Cristo Jesús: Heb.13; v.12, y hay también la santificación del Espíritu Santo que es la
aplicación  la voluntad del Padre en el momento de la regeneración por medio de la obra
del Hijo. Estas 3 clases de santificación son eternas, irreversibles e instantáneas; no sujetas
a cambio. Muchos se imaginan que se requiere después de la regeneración un proceso de
transformación ulterior para ser apto para participar de la herencia de los santos en luz. Sin
embargo si fuera así nunca estaríamos listos para entrar en el reino de Dios, pues siempre
llevamos el pecado adentro a pesar de los años de vida luchando contra nuestros 3
enemigos: la carne, el mundo, el diablo. El que acaba de ser engendrado por la Palabra de
Dios y el Paracleto, está listo para vivir con Dios toda la eternidad, y el más experimentado
de todos los santos no está más listo que él. ¡Cuántos se van para la eternidad sin haber
alcanzado la madurez espiritual! El nivel como alumnos de Jesucristo, que alcanzamos en
el curso de nuestra vida terrenal, determina el uso que el Espíritu Santo puede hacer de
nosotros aquí para contender por la fe que ha sido un vez dada a los santos, y también
determinará nuestra posición en el reino de Cristo y de Dios, pero no tiene nada que ver en
cuanto al privilegio de gozar de la herencia de la vida eterna. Así que el tema que estoy
tratando es la santificación experimental que es nuestro diario andar en el espíritu y no en la
carne. Así que veo 2 clases de santificación por el Espíritu: el momento de la regeneración
cuando el Espíritu Santo entroniza a Cristo Jesús en nuestra consciencia, en nuestro
espíritu, y la santificación práctica del Espíritu que es nuestro diario vivir en la fe de Cristo.
Esta santificación experimental o práctica, no altera la santificación judicial o eterna,
nuestro diario andar con Dios es imperfecto, mientras que nuestra posición como elegidos
nacidos de nuevo es perfecta, y así como no tenemos ninguna participación en aquella
santificación eterna tampoco tenemos participación real en la presente santificación del
Espíritu. Este paralelismo no ayuda a mantener la mente clara en cuanto a este asunto.
Además como en la santificación del Espíritu Santo, la santificación del Padre que es la
predestinación se concretiza en la vida del elegido por la fe, la cual “viene por el oír, y el
oír por la Palabra de Dios”.
Muchos dirán citando versos de las Escrituras que somos colaboradores de Dios, que
cooperamos en la obra de Dios. Pero aunque se habla así en la Escritura, es por adaptarse a
nuestra forma de hablar. Todos decimos: “El sol sale al este y se oculta al oeste”. Pero
sabemos que en realidad el sol no se mueve. Igualmente Dios nos habla de una forma
humana para que todos puedan entender. Por ejemplo cuando dice la Escritura que Dios se
arrepintió de haber hecho hombre en la tierra (Gen 6 v 6) sabemos que es una forma usual
de hablar, no es una verdad absoluta porque Dios no comete jamás errores para que se
arrepienta: “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo del hombre para que se arrepienta”.
Así es en cualquier verso que pueda parecer indicar una participación activa del hombre en
su santificación. Es un modismo, una forma de hablar. En lo absoluto el hombre no tiene
ninguna participación ni en la salvación ni en la santificación. Dios nos imputa la justicia de
Cristo y también su santidad; “mas por Él estáis en Cristo Jesús, El cual nos ha sido hecho
por Dios sabiduría, justificación santificación y redención”.
La justificación (o salvación) y la santificación son cosas ajenas al hombre mortal. Son 2
cosas que Dios nos atribuye, nos imputa. Es una justicia y una santidad ajena, que pertenece
al Dios hombre: Jesucristo. Fijaos en Juan 17 v 19 que dice: “Yo me santifico a mí mismo,
para que también ellos sean santificados en la verdad”. En este versículo tenemos el verbo
santificar en 2 formas: “me santifico” que es pronominal indicativa (una forma activa) y
“sean santificados” una forma pasiva. Jesús es Dios por ello mismo se santifica y los demás
son hombres y reciben la santificación. Hay muchos versos en forma pasiva: “ya habéis
sido santificados” Cor 6 v 11 “…y los que son santificados” Heb. 2 v 11 “somos
santificados” Heb 10 v 10, para describir la imputación e atribución de la santidad al
hombre. Y cuando el verbo está en una forma activa es Dios el sujeto del verbo.
     Esta santidad ajena que se nos atribuye la vemos descrita en el salmo 51 donde David
pide a Dios que actúe para santificarle. Le dice “purifícame”, no dice me purificaré,
“lávame… crea en mi o Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí…
espíritu noble me sustente”. Ahí David, el ungido de Dios confiesa que no tiene un espíritu
recto y noble sino que lo necesita. Se ha dado cuenta de que su espíritu sin la gracia es
rebelde, vendido al pecado. Sigue diciendo: “abre mis labios y publicará mi boca tu
alabanza” v 15. Ahí vemos verbos indicativos que muestran la acción de Dios sobre el
santo, los otros verbos al indicativo futuro no son acciones de David para santificarse:
“entonces enseñaré... cantará mi lengua tu justicia... publicará mi boca tu alabanza”. Son
reacciones espontáneas a la santidad injertada en el hombre interior (espíritu y alma). David
no pretende santificarse, al contrario en los v 2, 3, 4, 5 reconoce que le era impuesto por su
naturaleza pecaminosa revolcarse en el lodazal del pecado. Para que la Palabra y el juicio
de Dios contraste con su estado natural, para que el santo varón sepa que la santidad no es
suya, ni los frutos de la santificación que son alabanza, conocimiento, gozo, alegría etc. Lo
que es nuestro es la perversidad, la rebelión, la egolatría y todos los pecados. Muchos echan
la culpa a Satanás. Pero él con su propia culpa tiene suficientes cargos para estar en el
centro del lago de fuego por la eternidad. La culpa la tenemos nosotros, porque sabemos el
bien y el mal, y hacemos el mal sin ser forzados sino en contra de nuestra propia
conciencia. ¿Dirá el ladrón al juez: “No me puedes castigar pues he nacido ladrón”?. Sería
insensato; la justicia reclama el castigo del ladrón. Igualmente no vais a dejar vuestra casa
invadida por ratas y cucarachas porque no tienen la culpa, ¡pues han nacido así! También
tienen ojos, corazón, miembros como nosotros. Pero la limpieza de vuestras casas exige la
exterminación de esta plaga “inocente”. ¡Y bien locos (como los hindúes) si no matáis esas
plagas! Así que nosotros somos barro y El que nos moldea a través de la salvación y de la
santificación es Dios, para que seamos vasos de honra. Pero: “reconoced que Jehová es
Dios; El nos hizo y no nosotros a nosotros mismos”: salmo 100 v 3.
Ahora que queda claro que Dios es el único en santificar y que el hombre no hace nada sino
recibir este don de la santificación tenemos que ver como Dios nos santifica. Aunque hay
un simil entre salvación y santificación en cuanto a que ambas cosas son atribuidas,
regaladas, imputadas, existe una gran diferencia en la modalidad. La salvación es
instantánea, es un regalo de Dios que El pagó en el momento que murió en la cruz y que
recibimos en el momento en que creemos. Por lo contrario la santificación experimental es
un proceso que empieza después de la salvación (estoy hablando de la santificación del
Espíritu Santo) y dura todo el resto de la vida terrenal. La salvación es obra de Dios Hijo, la
santificación basada en la salvación es obra de Dios Espíritu Santo. El Paracleto (el  E.S.)
usa únicamente la Palabra de Dios para lograr su meta en nosotros: “santifícalos en tu
verdad: tu palabra es verdad” J. 17 v 17. Este es el método de Dios el Consolador, para
santificarnos. Las oraciones, los ayunos, los cultos, las buenas obras no nos santifican para
nada, son el fruto de la santificación, lo único que nos santifica es la verdad y la verdad es
la Palabra de Dios, es la Biblia. Jesús dijo. “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Las palabras que
Dios nos dirige en la Escritura nos santifican si las recibimos, y producen entonces
ciertamente, fe, oraciones, buenas obras, cultos y excepcionalmente ayunos. Pero estas
cosas aparte de la fe no santifican para nada; son el producto de la santificación. ¡Cuántos
entienden esto al revés!, y su vida espiritual es un fracaso total y sus actividades religiosas
un producto de la carne que huele a fariseo. Por ello mismo Dios nos insta a que “la Palabra
de Cristo more en abundancia en vosotros enseñándonos y exhortándonos unos a otros en
toda sabiduría cantando con gracia en vuestros corazones al Señor”: Col 3 v.16. Reparad
como los cantos graciosos al Señor son productos de la Palabra de Dios morando en
abundancia en nosotros. Ahora cabe preguntar ¿cómo mora la Palabra de Dios en nuestro
corazón? Sencillamente por el estudio continúo de la Palabra y por su memorización. El
Espíritu es “El que produce en nosotros así el querer como el hacer por su buena voluntad”
dice la Biblia. Así que Dios mismo nos hace querer estudiar y memorizar su Palabra. Por la
gracia de Dios soy “adicto” a la Palabra de Dios. Ha llegado a ser mi droga cotidiana.
Necesito mi dosis de Palabra para vivir, si no leo, si no repaso los versículos que he
memorizado, me siento mal, incómodo, inquieto, cargado con un malestar interior. Siento
hambre espiritual, y solo me sacia la Biblia. Puedo pasar de ir a cultos, de ayunar, de
vigilias, de otras muchas buenas obras durante todo el resto de mi vida. Esto me afectaría
poco en verdad. Pero como decía Martín Lutero: “la Palabra de Dios es Dios mismo”, y sin
ella no puedo vivir. ¡Estoy enganchado! Y no es mi voluntad propia; como cualquier
drogadicto, no puedo vivir sin mi dosis; estoy controlado por mi adicción, ¡aleluya!
Y quiero volver en este aspecto muy importante de la voluntad personal. Hablando
humanamente, normalmente, es cierto que quiero leer la Biblia, quiero santificarme. Pero
esta voluntad mía no es mía a la verdad. Es la obra de Dios que la ha producido y me la ha
concedido. Es una voluntad ajena que ha vencido mi voluntad natural de una forma muy
sutil e irresistible. Porque mi voluntad propia, original es esclava del pecado. Lo que yo
quiero naturalmente es exaltarme, es glorificarme, es vivir en deleites, es pecar y pecar y
pecar. La nueva voluntad ha llegado a ser mi voluntad pero no proviene de mí, proviene de
Dios. “Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el espíritu, y el del espíritu contra la carne y estos 2 se oponen entre sí para
que no hagáis no lo que quisiereis”.
Estos dos versos; el 16 y 17 del capítulo 5 de Gálatas nos permiten discernir lo que es la
“noluntad” es decir la aparente voluntad del hombre natural y del hombre regenerado. Esa
pobre y débil voluntad no hace nada por si misma sino pecar. Es tan importante como el
timón de un barco pero no tiene piloto automático. Lo que impulsa ese timón son los
deseos. Nuestra voluntad no tiene ninguna libertad. No hay libre albedrío ni siquiera para el
cristiano. No queremos y actuamos conociendo, determinando exactamente la situación
sino que impulsados por un deseo tomamos una cierta determinación. Reaccionamos a los
deseos, no controlamos nada. Solo Dios acciona, nosotros no podemos más que reaccionar,
estamos bajo control total de los deseos. Sea del deseo del Espíritu de Dios, sea de Satanás,
sea del deseo del alma sea del cuerpo físico en sus necesidades básicas: comer, beber,
dormir etc. Uno dirá: “pero en pequeñas cosas tú decides, tienes libertad”. Ni aún en esto,
digo yo. Por ejemplo abro la nevera porque tengo un poco de sed y quiero beber. Ahí hay
agua, gaseosa, cerveza, limonada. No sé que tomar, al final cojo la cerveza. Después pienso
¿por qué he querido tomar la cerveza? Y me doy cuenta de que el ácido del limón en este
momento no me caia bien, el azúcar de la gaseosa no iba a saciar mi pequeña sed, y la
botella de agua era demasiado liquido para esta pequeña sed. Se podría añadir muchos
factores más; objetivos y subjetivos. Se podría aun analizar el estado biológico de mi
organismo (azúcar en la sangre, acidez en el estomago, carencia de tal mineral etc.) para
determinar cuál era la bebida idónea para aquel preciso momento. Pero yo al abrir la nevera
no tengo todos los datos y escojo según un deseo, no según un conocimiento total de mí
estado y de los elementos propuestos. Solo Dios tiene poder para discernir y evaluar
correctamente toda situación grande y pequeña, y escoger la mejor opción o solución. Solo
Dios tiene libre albedrío porque solo Él tiene conocimiento total. Nosotros actuamos a
menudo por reacción a los deseos no por conocimiento real.
Así que la verdad que pocos aceptarán es que no tenemos voluntad propia. No hay libre
albedrío antes de la salvación enseñó Lutero en su obra: “De siervo albedrío”, sin extender
su análisis mas allá por ser una respuesta a Erasmo sobre la aceptación del evangelio por el
hombre natural. No obstante seguiré su pensamiento y me atreveré a ir más allá del tema de
la salvación y a afirmar que después de la salvación tampoco hay libre albedrío. Tenemos
aparentemente una voluntad propia así como aparentemente el sol cada mañana sale de su
tálamo. Pero es un modismo, es una forma de hablar. En verdad ni tengo voluntad propia ni
el sol sale: Dios inclina mi corazón a donde Él quiere: “como el repartimiento de las aguas,
así es el corazón del rey, en la mano de Jehová, a todo lo que quiere lo inclina… de Jehová
son los pasos del hombre; ¿cómo pues entenderá el hombre su camino?” (Prov. 21 v 1 y 20
v 24). Y la tierra gira sobre si misma y no mueve el sol ni ápice en la relación con la tierra.
Así que mi aparente voluntad, (“mi noluntad”) es presa sea del Espíritu que comulga y
mora en mi espíritu, sea de Satanás que controla mi carne (mi yo, mi persona natural) por el
pecado que mora en ella. Somos vasos de barro, hechura suya somos, no hacemos nada, no
queremos nada no somos nada, en absoluto. Decía Agustín, que el hombre es como un
caballo; según el jinete que lo monta ahí va. Si lo monta el Espíritu de Dios va por el buen
camino, si lo monta Satanás va para perdición. ¡Pero que inmenso privilegio, que
maravilloso, poder ver al Alfarero trabajando, moldeando los vasos que somos! Porque esto
solo lo ven los vasos de honra preparados para gloria. Esto es el privilegio y forma parte del
gozo exclusivo de los escogidos. Lastimosamente muy pocos elegidos han alcanzado esta
visión del Alfarero divino. Les ofende ser vasos, quieren ser más que hechuras, que
criaturas, anhelan el ser en su esencia. Parece que envidian secretamente a Dios, al  gran
“Yo Soy”. Como Satanás quiere hacerse pasar por Dios igualmente muchos no pueden
rechazar este pecado de orgullo, que es el pecado original. No se resignan a ser vasos de
barro, quieren trabajar al lado del Alfarero en su transformación. Y esto es debido a la
ignorancia. No han considerado uno de los puntos dogmáticos principales de la Reforma
protestante, al primer punto del calvinismo: la depravación total del hombre. El proceso de
restauración, o de santificación nunca termina en este peregrinaje terrenal. Siempre
arrastramos en el cuerpo y en el alma esta depravación. Pero se va aminorando en el alma
de los escogidos porque ¡el Alfarero sabe moldear el barro que somos! Y ello lo hace
mediante su Palabra.
     Muchos desprecian la memorización de la Palabra de Dios pero es un error grandísimo.
Piensan que es un ejercicio fútil y trabajoso. Pero el corazón o alma donde ha de morar la
Palabra de Cristo se compone del intelecto y no solo del afecto. Y la memoria es una parte
esencial del intelecto. Esta parte hay que saturarla para poder pensar y hablar conforme a la
Palabra de Dios. No podéis renovar vuestras mentes si vuestras memorias no han
almacenado suficiente Palabra de Dios. Y no podéis renovar vuestros  espíritus sin la
mente. ¡Tenemos que empapar la memoria de esta bendita agua de vida! Cuantas horas
pasamos tragando basura por los oídos y por los ojos mirando la imagen de la bestia: la
televisión, el Internet, el cine. Pero la renovación del espíritu de nuestra mente, es decir
nuestra santificación se opera por medio de la Palabra de Dios, por la Escritura. Muchos me
dirán: “Tú eres un papagayo, repitiendo tus versos”. Yo les diré “Así sea; soy un papagayo,
y me encanta repetir durante horas versos de la Biblia. Ojalá pudiera recitar toda la Biblia
en todos los idiomas, ¡qué lástima que me faltan tantísimos versos para memorizar y repetir
cada día!”. Claro que a diferencia del papagayo comprendo lo que repito y por eso mismo
lo repito con tanto agrado. Hoy en día reina la auto santificación y no se enseña la
santificación verdadera que es únicamente por las Escrituras. “Sola Scriptura” es una
columna principal de la Iglesia protestante verdadera. Porque Dios y su Palabra son uno.
Por lo tanto ha de ser la autoridad suprema en la congregación y en el cristiano. El pastor,
los ancianos, son autoridades delegadas que son temporáneas pero la Palabra de Dios es
Dios mismo y no puede perder ni su autoridad ni su poder y eficacia. En el caso de que no
nos sometamos a Ella, somos nosotros que nos perdemos, Ella no pierde nada sigue siendo
Dios por la eternidad. La Palabra de Dios nos santifica cuando es aplicada por el Espíritu
Santo mismo. Es decir cuando Él la hace comprender y aceptar por nuestra mente. Luego es
amada automáticamente porque Ella nos libera y nos ilumina: “lámpara es a mis pies tu
Palabra, y lumbrera a mi camino” S. 119  v.105. El santo verdadero es él que ama la Biblia
porque sabe que su santificación está en sus palabras que son espíritu y vida. El hombre
espiritual sabe que era polvo y al polvo habría de volverse Gen. 3 v 19, pero se regocija
porque Dios ha decidido hacer de ese polvo piedra viva por el poder de su Palabra aplicada
a su espíritu. El polvo y la piedra no mueven, son elementos totalmente pasivos. Pero la
piedra viva reacciona automáticamente a la Palabra viva de Dios y se produce la
santificación: la edificación del templo de Dios. Repito que aunque recibimos en la Biblia
instrucciones para cumplir con la voluntad del Señor (que es nuestra santificación): 1 Tel 4
v 2 y 3 nunca los podremos cumplir nosotros mismos; solo Dios las puede cumplir en
nosotros, mediante su Palabra que por la comunión del Espíritu Santo con nuestro espíritu
humano produce una reacción en nuestra alma, la cual automáticamente se inclinará hacia
la obediencia y cumplirá mediante la gracia y el poder de Dios el mandamiento o el consejo
o la instrucción. Pero tal como la vela empuja el barco cuando sopla el viento, así como
nosotros, la vela sin el viento que es el Espíritu Santo no sirve para nada. Y tampoco sirve
aunque haya viento si no está colocada en la posición correcta; al contrario puede ser
peligroso, se puede voltear la embarcación si la vela está en una posición mala. La posición
buena que necesita la vela, la da la Palabra de Dios, la Biblia, correctamente interpretada.
  Ef.4 v.23 dice: “… y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Esto también  nos revela
la importancia  de la mente en el proceso de santificación. El espíritu del creyente ha  sido
vivificado en el nuevo nacimiento mediante la Palabra: “Él de su voluntad nos hizo nacer
por la palabra de verdad” (Santiago 1 v.18).Sin embargo esto fue el principio; el nacimiento
espiritual. En el principio Dios E.S. iluminó nuestro espíritu. Luego esta luz divina empezó
a iluminar nuestra alma y especialmente nuestra mente por medio de la Palabra inspirada: la
Biblia.
Lo primero: el nacimiento, es instantáneo, lo siguiente: la santificación es progresiva y pasa
por la mente. El meditar, estudiar, leer, memorizar la Biblia es una actividad puramente
anímica o mental. Pero en el creyente verdadero es lo que da el crecimiento espiritual, es lo
que alimenta el espíritu del hombre: su intuición, su conciencia, su espontaneidad. Por esto
dice el apóstol, el espíritu de vuestra mente. El espíritu del hombre es la morada del
Espíritu Santo pero esta se amplia, se restaura, se perfecciona por medio del trabajo de
asimilación de la Palabra de Dios hecho por la mente.
     Por analogía podríamos decir  que el hombre es más que un estómago ambulante, pero si
no se llena correctamente  ese estomago, pronto desmayara este hombre. Igualmente el
espíritu es la realidad del hombre, pero si su mente no se llena de la Palabra de Dios, esta
realidad desembocará en una eternidad de dolor. En el proceso de santificación la mente
determina el crecimiento del espíritu. Ella es como el estómago que digiere el alimento que
es la Palabra  y lo transforma en sangre que es la vida misma.  Por esto dice Jesús mis
palabras son espíritu y vida.  Pero no lo son como magia o brujería sino como una
asimilación mental que nutre y da el crecimiento al espíritu, y todo esto bajo el poder y la
guía del Espíritu Santo.  Por lo cual bien se puede entender esta expresión “espíritu de
vuestra mente” como que lo que moldea  nuestro espíritu es nuestra mente.  Y la forma en
que lo moldea depende de lo que absorbe, asimila esta mente.  Y el único alimento que le
conviene es la pura Palabra de Dios y sus derivados que son comentarios, estudios y
análisis de esta misma Palabra por los maestros que Dios ha instituido.  (Para conseguir
estos “derivados” es importante ir a las librerías o al internet y evitar las iglesias).  Siendo
la meta final de la santificación que de almas vivientes lleguemos a ser espíritus
vivificantes.  Pero este proceso empieza  por la mente nutrida por la Palabra y termina en el
espíritu cada vez más apto para la comunicación con el E.S.   Otro verso como Ro.12 v.2
confirma el papel que juega la mente en  la santificación: “ y no os conforméis a este siglo
mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento para que experimentéis cual sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.  La mente, el pensamiento, el
entendimiento son sinónimos.  El pensamiento carnal, terrenal es lo que arrastramos de
nuestra condición de pecadores, el pensamiento espiritual es lo que heredamos de la Palabra
de Dios comunicada, interpretada por el Espíritu Santo.  Esto es la renovación de nuestra
mente que tiene dos aspectos según lo declara este versículo, la reformación o santificación
de nuestra vida y el conocimiento de la voluntad de Dios lo cual nos vuelve cada día más
aptos para glorificar y servir a Jehová.  Por ende uno puede ser santo sin usar mucho su
entendimiento, porque el asunto es esencialmente espiritual y no mental.  Pero para ser útil
al Señor y crecer en su conocimiento la mente es el órgano esencial,  “porque los que son
de la carne piensan en las cosas de la carne y los que son del espíritu y en las cosas del
espíritu”.  Tal como las obras no salvan de ninguna manera pero son la señal más segura de
esta salvación sin obras, así es el pensamiento que mantenemos (es decir, el espíritu de
nuestra mente); es un testimonio del Espíritu Santo a nuestro espíritu de que somos hijos de
Dios si este pensamiento se halla en Jesucristo.  El pensamiento Cristo céntrico confirma
nuestra salvación y adelanta nuestro proceso de santificación.  Sin embargo este
pensamiento no es mío originalmente, me ha sido dado por el Espíritu Santo que iluminó
mi espíritu, (mi conciencia, intuición, voluntad espontánea), el cual a su vez despertó el
pensamiento en Jesucristo y allí empieza la salvación y el proceso de santificación.
Así que nosotros mientras no movamos, no actuemos, sino que la Palabra mora en
abundancia en nosotros; avanzaremos, actuaremos automáticamente o mejor dicho Dios
avanzará, Dios actuará en su templo, que somos nosotros. Esta es la santificación divina:
“ya no vivo yo, más Cristo vive en mi” es decir no muevo yo, Cristo mueve en mí y me
impulsa.

     Conclusión

     Espero que este breve bosquejo de lo que es la santificación verdadera, ayude a muchos
a comprender la dependencia total que necesitamos de la Escritura. Hoy en día muchos
tienen la Biblia bajo el brazo cuando salen a la calle pero no la tienen en lo interior de su
ser. La inmensa mayoría no la comprende porque no existe enseñanza verdadera de las
doctrinas de la Biblia en las iglesias locales. (Quizás también porque no ya quedan muchos
elegidos entre las naciones; después de 2000 años de llamamiento es muy probable que esta
acabándose el tiempo de los gentiles…) La Biblia ya no es la autoridad suprema porque
estamos en la apostasía. No creo que exista una iglesia local en el mundo que sea fiel a la
Palabra. ¡Y si me equivoco sería de muy poco! Lo importante en las congregaciones no es
agradar a Dios, acatar su Palabra. Lo importante es agradar a las mujeres que forman la
mayoría del rebaño, a los jóvenes (o neófitas), a la carne. ¡Excusas; no tenemos ninguna!
Las doctrinas esenciales (soberanía de Dios, doble predestinación, gracia irresistible,
infalibilidad de la Escritura, depravación total del hombre etc.) han sido claramente
explicadas, expuestas por M. Lutero, por J. Calvino y sus sucesores. Pero sus enseñanzas
pasaron de moda, son muy duras para el glorioso hombre moderno. Son escandalosas,  es
mejor el pelagianismo, el arminianismo, el montanismo y otras viejas herejías que exaltan
al hombre en su empeño de auto santificación. Por supuesto la ignorancia que reina en las
congregaciones ha borrado los nombres de esos famosos herejes y hace pasar esas herejías
como algo nuevo, como una nueva teología. “Salvo por fe sin obras”: eso no produce plata
segura. (Aunque es la verdad). Es muchos más productivo económicamente y mucho más
decente y atractivo el evangelio moderno, ecuménico, feminista y comercial. No obstante
una cosa es segura: no me santificaré, Él lo hará, yo no. No haré planes de oración, ayunos,
vigilias, buenas obras. A Él sea la obra y la gloria. Seguiré regocijándome de ser un vaso de
misericordia, un siervo inútil del Señor, una “hechura suya creada en Cristo Jesús para
buenas obras las cuales Él preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Ef. 2 v
10).
      Ahora bien lo que he dicho de que no hacemos nada, ni tenemos que hacer nada para
santificarnos es verdad, pero es una forma de hablar absoluta, pues Pablo dice en 1 Cor.15,
v.10: “…antes he trabajado yo más que todos ellos (verdad relativa a su experiencia diaria),
pero no yo sino la gracia de Dios conmigo, (verdad absoluta)”. Así que también se puede y
se debe exhortar a los hermanos a trabajar para el Señor a esforzarse en la santificación
diaria. Hay una forma de hablar que es pertinente para cada caso. Cuando uno viene de una
civilización católica romana como es el caso de la mayoría de los cristianos de habla
hispana, es mejor hacer hincapié en el lado absoluto, como acabo de hacerlo, pues venimos
de una cultura donde la cultura papista diabólica  nos ha inculcado la salvación por obras.
No obstante para el cristiano que ha nacido en una civilización protestante como el
anglosajón, es mejor hacer hincapié en el esfuerzo personal porque se les ha inculcado la
salvación sin obras, a tal punto que la mayoría creen que la salvación no produce obras y se
imaginan tener la fe salvífica con un mero formalismo religioso ortodoxo y tradicional. Así
que bien se puede decir que uno no puede santificarse por sí mismo, que uno tiene que dejar
que el Espíritu Santo lo santifique, y al mismo tiempo decir que uno ha de esforzarse para
santificarse, sabiendo que Dios “es El que produce en nosotros el querer, como el hacer
según su buena voluntad”. Os daré un ejemplo vivo para ilustrar esto.
      Hace unos años solía hacer una cosa que delante de Dios no era pecado pero que podía
ser tropezadero para mis hermanos si lo supiesen. Así que me guardaba que los que no eran
mis íntimos lo supiesen para no ser escándalo a los demás. No obstante era una forma
egoísta de andar, y la ley del amor ha de prevalecer sobre la ley de la libertad. Después de
caer en pecado de mentira por esconder ese placer que me permitía delante de Dios, pues
no era pecaminoso, pero que es culturalmente ofensivo para muchos, me di cuenta que tenía
que abandonar esto por amor a mis hermanos, para no ser tropiezo para ellos y también
para que no caiga otra vez en la mentira. Así que hice voto a Dios de dejar esto. Pero al
principio, no fue un abandono total sino parcial a lo cual me comprometí, y sucedió que en
el mismo momento de pronunciar mi voto al considerar el amor de Cristo que dejó todas su
prerrogativas para llegar a ser oveja de matadero, me dio vergüenza y su amor venció mi
reticencia y abandoné totalmente esa libertad que me otorgaba el evangelio pero que fue
tropiezo en diversas ocasiones. Así que me esforcé y me santifiqué tomando esa
determinación. Pero a la verdad fue la fe que obra por el amor: el cual ha sido derramado en
mi corazón por el Espíritu Santo,(Ro.5; v.5) que produjo en mi ese esfuerzo y esa
determinación. Por tanto antes de pelear por cuestiones de palabras es sabio y prudente
analizar cuál es la intención que está detrás de las palabras, y el enfoque de la cuestión.
    Terminaré suplicándoos para vuestra verdadera santificación que renunciéis a vuestros
ayunos, campañas, retiros espirituales (¡a veces sin una sola Biblia!), vigilias, largas
oraciones, ofrendas para obras caritativas y que invirtáis vuestro tiempo en la meditación y
la memorización de la Palabra de Dios y vuestro dinero en obras de Lutero, Calvino,
Spurgeon, Pink y otros maestros reformados instituidos por Dios. Y esto para no ser
papagayos, sino instrumentos en la mano de Dios, para que Él pueda usaros para comunicar
su verdad a los escogidos. Dios hoy en día no usa las iglesias para difundir el único y
verdadero evangelio. Este es el tiempo de la Apostasía. Dios el Espíritu Santo nos santifica
por la Escritura, por ende oremos que  nos use a nosotros: los esclavos inútiles del Señor,
los vasos de barro.

     Soli Deo Gloria.

 
BREVE COMENTARIO DE ROMANOS IX

 PROLOGO
Este breve comentario del capítulo 9 de Romanos no lo he hecho para agregar algo a los
comentarios que hicieron M. Lutero, J. Calvino y otros teólogos. No siendo yo erudito, ni
teniendo conocimiento en griego o en hebreo, no hay ninguna pretensión o deseo de
exhibición de un arte que no manejo. ¡Lo hice por puro placer! Porque él capitulo 9 de
Romanos es mi capitulo preferido de toda la Biblia. Ha sido como una pequeña meditación
y recapitulación de este maravilloso texto. Me gusta más que todas las otras Escrituras
porque descubre el misterio de la voluntad de Dios en la doctrina de la doble
predestinación. El gozo de la salvación tiene todo su fundamento en esta doctrina y la
Palabra de Dios nos manda: “regocijaos en el Señor siempre, otra vez digo regocijaos”. Si
el hombre tiene alguna parte en su salvación y aun en su santificación, no hay nada para
regocijarse sino más bien para entristecerse y angustiarse. Pero gracias a Dios este pasaje
de la Escritura nos revela a Dios como al Alfarero y a nosotros los cristianos como vasos de
barro preparados para gloria. No hay duda alguna que tal Alfarero terminará la buena obra
que ha empezado. Espero que este pequeño comentario incompleto os aumente la sed de
estudiar y memorizar estos maravillosos versos y os haga comprender la necesidad de
profundizar las grandes doctrinas reformadas sobre la gracia, la ruina total de hombre. la
soberanía de Dios, la predestinación, la elección etc…
He usado la versión Reina Valera 1960 que es la mejor (Con la1909) en castellano y
también cotejé un poco con la King James (1611) que es la mejor en ingles.
VERSO 1. Aquí el apóstol va a empezar a tratar temas esenciales del evangelio verdadero:
la soberanía de Dios y la predestinación. Por lo tanto como en toda cosa de suma
importancia comienza por un juramento, hecho en el nombre de Cristo y testificado por 2
personas: el mismo Pablo (mi conciencia) y el Espíritu Santo. Como lo dice la ley siempre
ha de haber 2 testigos para afirmar cualquier cosa.
VERSO 2 y 3. Parece aquí que el tema del capitulo es su angustia para el pueblo de su
sangre. Pero es como introducción al tema que se propone tratar.
VERSO 4 Aquí Pablo da las características del pueblo judío que son 5. La adopción de
Abraham. La gloria en Cristo Jesús. El pacto que es la formalización, o concretización de la
adopción y de la gloria. La promulgación de la ley que fue dada a Moisés. El culto que fue
confiado a Aaron y a la descendencia de Levi. Añade las promesas que contienen los dos
pactos. Promesas esencialmente terrenales en cuanto se refiere al pacto de la ley y
esencialmente espirituales en cuanto se refiere al pacto de la gracia entregado a Abraham,
padre de la fe.
VERSO 5 Este verso contiene de paso el dogma de Cristo Jesús el Dios Hombre, el Mesías,
Hijo de David e Hijo de Dios. Pero no es el tema que se propone tratar Pablo y enseguida
concluye “Amen”
VERSO 6 A partir de este versículo empieza el apóstol a tratar lo que se proponía con la
maestría divina del Espíritu Santo. Primero que todo establece la infalibilidad de la Palabra
de Dios: “No que la Palabra de Dios haya fallado..” Y después muestra donde esta la falla:
en el pueblo que lleva el nombre de Israel pero que no es el Israel de Dios.
VERSO 7 Aquí remonta al origen mismo del pueblo de Israel a Abraham. Habría podido
comenzar en Jacob pero no quiere dejar ninguna excepción o duda atrás quiere encerrar
toda la descendencia en su exposición. No quiere que ninguna carne se salve;ni el hijo de
Agar, ni los hijos de Cetura. Pero aparece el nombre de Isaac.
VERSO 8 Aquí nos da la explicación en cuanto a Isaac. Isaac no es considerado hijo de
Dios por ser hijo Abraham sino por ser hijo nacido de la promesa de la Palabra. Hoy en día
cuantos por ser hijos de pastores o de miembros de una iglesia, o por formar parte de una
nación de tradición protestante se imaginan que son hijos de Dios. Pero esto no depende de
la descendencia de uno, esto depende del consejo secreto de Dios, de su voluntad secreta
manifestada en el momento, en el instante del nuevo nacimiento.
VERSOS 9 Y 10 Aquí se nos cita la palabra de la promesa hecha a Abraham e Isaac.
VERSO 11 Este verso puesto entre paréntesis, de hecho contiene la doctrina de la
predestinación. Tendría que ser memorizado por todos los hijos de la promesa. Opone los
méritos humanos a la gracia que Dios otorga soberanamente a quien le place. Lo que hay
que destacar es la soberanía de Dios: su propósito es inmutable y los méritos y obras
humanas no lo pueden cambiar ni hallan cabida en él.
VERSOS 12 Y 13 El apóstol vuelve a las palabras de la promesa hecha a Isaac. “A Esaú
aborrecí” muchos dicen que hay que tomar el verbo aborrecer como abandonar. Dicen que
es un hebraísmo pero me pregunto: ¿abandonar alguien para que pase la eternidad en el
lago de fuego, no es una indiferencia más espantosa que el odio? Dios no es indiferente,
Dios es muy comprometido con su creación, el pecador no lo deja indiferente al contrario lo
enfurece: Salmo 7 v 11- 12.y13. Además Malaquias extiende esa ira sobre la descendencia
de Esaú: Edom, La indiferencia olvida, el odio persigue generación tras generación.
VERSO 14. Viene la pregunta natural: Él nos ha creado a todos y salva solo a unos; ¿no es
injusto tal actitud, no es parcialidad? “En ninguna manera” he aquí la respuesta tajante.
VERSO 15 Citando Exodo 33 v 19 Pablo proclama aquí la soberanía de Dios sobre sus
criaturas v 16. La consecuencia de esta soberanía excluye iniciativa y obras humanas. Sino
que por una parte manifiesta una virtud divina: la misericordia.
VERSO 16 Y 17 Por otra parte el poder y la fama de Dios en la destrucción del impío. Es
algo muy duro para el orgullo humano aceptar esto. El hombre tiende a creerse el centro del
universo. Pero la razón de la creación no es el hombre es la manifestación de los atributos
de Dios. Es la glorificación del Todopoderoso. Y esta razón sobra para cualquier propósito
que tenga Dios en su sabiduría.
VERSO 18 Este verso concluye en este pensamiento sobre la soberanía de Dios: él es justo
y libre para disponer de su creación.
VERSO 19 Otra vez Pablo expresa la mente humana y carnal que pide cuenta a Dios, que
cuestiona su justicia.Se siente amargura y criticismo en el tono.
VERSO 20 La respuesta corresponde al atrevimiento del hombre pecador. Primero le hace
notar su audacia irrespetuosa: “Alterques”. Segundo lo baja del estrado donde se había
colocado el hombre para preguntar a Dios como si fuera otro hombre, como si hubiera
igualdad entre ambos. El hombre es polvo en Génesis 3 y 19. Aquí lo compara con barro.
Es que en el Nuevo Testamento el plan de Dios se revela completamente. El designio del
Altísimo esta cumpliéndose. El trabajo de Dios en su creación máxima: el hombre, va más
allá que “El polvo de los siglos”. Del polvo no queda nada, del barro van a quedar vasos.
VERSO 21 “Vasos para honra y otros para deshonra”. Dios nos muestra aquí que no es
indiferente que en Él es sí o no, amor u odio, aceptación o rechazo. No hay intermedio con
Él. No hay purgatorio, o cosas hechas a media. El hombre natural igual sea blanco o negro,
judío o gentil, hombre o mujer, rico o pobre es una única masa pero de ella Dios forma,
crea unos para la salvación; la honra y otros para la perdición; la deshonra. Tal como la
masa el hombre es inerte en la mano de Dios. Él hace lo que quiere con sus criaturas. Todo
esto lo dice en forma interrogativa, para señalar la indignación de Dios a los que se atreven
a hacer preguntas irrespetuosas. Si respondiera, significaría que la pregunta es aceptada,
pero responder en forma interrogativa señala que aunque hay respuesta no hay agrado, hay
regaño: “Responde al necio como merece su necedad” Pro. 26 v 5.
VERSO 22 Y sigue la respuesta al necio. Dirigiéndose al necio empieza por tratar con su
propio caso. Es como si dijera “¡Tú necio te voy a decir porque te he hecho, ya que me lo
preguntas!”. Son tres las razones citadas para la creación del impío. Pero implican más. La
primera es “Mostrar su ira” Aquí es lo que ya decía anteriormente; Dios es “Fuego
consumidor” y quiere que esto se sepa a través de la manifestación de sus castigos, sobre
ejemplos como faraón, Saúl, los sodomitas, los contemporáneos de Noé. Etc. Esta razón
corresponde también a su santidad. La segunda es “Hacer notorio su poder”. Su nombre es
el “Todo Poderoso” (o una de sus virtudes). El mismo da poder a sus enemigos para
mostrar su superioridad “Todas las cosas ha creados Jehová para sí mimo, y aun al impío
para el día malo”. ¿Tiene Dios necesidad de mostrar su superioridad? Absolutamente sí.
Los impíos la niegan y los santos la olvidan. Es preciso que su poder espante la negación y
la ingratitud. Tomemos un caso recién: Hitler. Dios lo levantó, le dio poder absoluto en
Alemania y luego en toda Europa para destruirlo completamente y avergonzar a la nación
alemana por medio de una nación poderosa, y de tradición protestante. ¡Esto es notorio,
aunque no guste!. La tercera razón es su mucha paciencia. Él quiere mostrar sus virtudes y
eso es el propósito básico de toda la creación. Entre ellas está la paciencia. Es tan paciente
que esta virtud alcanza aun a los impíos. Él es el Dios de toda paciencia. Nosotros lo
sabemos, los impíos el día del gran juicio lo confesarán. Estas tres virtudes santidad
(expresada en la ira), poderío, paciencia citadas en este verso sobran para declarar sin más
rodeos que los que van a perdición son preparados para ello mismo. Y aquí tocamos la
doctrina de la doble predestinación. Esta doctrina es aborrecida totalmente por los no
cristianos. Es natural .Lo lamentable es que muy pocos cristianos la aceptan y si la aceptan
la evitan, tienen vergüenza confesarla. La predestinación de los escogidos no plantea
mucho probablemente, lo que nos molesta es la predestinación de los impíos. Pero Martín
Lutero decía que la fe es creer que Dios es bueno a pesar de que salva tan pocos y manda al
infierno la mayoría. Esto es fe verdadera. No veo tanta bondad (por mi ceguera) y veo tanta
ira pero creo lo que declara la Escritura; Dios es amor, Jehová es misericordioso. Los
impíos no nacen de la nada, nacen de la voluntad de Dios. Han sido ordenados para
destrucción antes de los siglos y son destinados a tropezar en la Palabra y a ser
desobedientes 1 Pedro 2 v 8. Es cierto que visto desde nuestra altura parece cruel. Pero
desde nuestra altura no vemos nada, no entendemos nada. En el cielo tendremos la altura
suficiente para divisar todo el asunto y exclamaremos postrándonos y adorando: “Justo eres
Tu, sabio, misericordioso, buenos son tus designios, buena tu voluntad, verdad tu Palabra
que oímos y que ahora comprendemos totalmente”. Mi posición sobre el asunto es como la
de Lutero y de Calvino. Como C. H. Spurgeon me declaró “hyper calvinista” mi posición es
supralapsaria. Es decir que Dios antes de crear a los hombres había ya predestinado unos
para salvación y otros para perdición. Hay la posición moderada infralapsaria que sostiene
que Dios después de la caída, elige los santos. Así que según esta visión; antes todos para
gloria, solo después de la caída interviene la elección para salvar una porción de la
humanidad. Esta visión es muy humana no es la visión divina. Es como para excusar a Dios
y hacer creer que hubo un accidente no previsto en la creación: el pecado original.Y que
entonces como remedio, Jehová intervino en su plan de salvación y elección. Esto no es lo
que dice la Escritura: “Como un cordero sin mancha y sin contaminación ya destinado antes
de los tiempos de los siglos”. Para Dios no hay pasado, presente o futuro como para
nosotros. Todo esta como encerrado en un libro (el libro de la vida). Él es el autor del libro
que cuenta su gloria. Al empezar a escribir el libro de la creación (hablo humanamente, ¡y
no puedo mas!) Él sabía ya el final. El centro del libro, el principio, el final es la persona de
Jesucristo, “La imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”, después de
Jesucristo supongo que le vino a la mente los nombres de los salvos y después de los
perdidos. Jehová decidió edificarse un templo vivo es decir consciente. Para ello usa
piedras vivas que somos nosotros.Su misericordia ha sacado esas piedras preciosas de un
materia vil y aborrecible, para su Santidad. Lo que queda de esa masa y que no entra en la
construcción del templo son los vasos de deshonra. El sabía que iba a quedar un número de
piedras reprobadas, y así lo quiso (para mostrar su ira). Pero su intención primordial no era
dejar piedras reprobadas sino construir un templo vivo. Aunque aún las piedras reprobadas,
los vasos de deshonra participan en su glorificación, y para esto han sido creadas, no
centralizan el interés del Arquitecto divino. Por ello la Escritura usa el termino
predestinación únicamente para los escogidos y los reprobados son ordenados, preparados.
Pero esto ha sido todo diseñado, planificado antes de la creación del mundo. Así que a la
pregunta que uno haría ¿por qué este es predestinado para la gloria y ese predestinado para
la destrucción eterna? Mi respuesta es que no tiene que ver con el elemento que sale de la
misma cantera contaminada, sino que tiene que ver con el número de piedras, de ladrillos
que se necesitan para la construcción de ese perfecto edificio vivo y divino, y supongo que
el número de los perdidos tiene su importancia para destacar le ira santa y el poder de Dios
en su ira, ¿Habrá 666 millares de perdidos y 144 millares de escogidos? Dios es el
Arquitecto, al final nos revelará todos estos misterios.
La mente de Dios no es humana es probable que todo este plan haya sido instantáneo. Esto
es misterio divino. Quizás en la eternidad lo comprenderemos por ahora es suficiente
aceptar que Dios tiene una voluntad secreta que es la edificación de su templo tomando
como material la humanidad y que desde aquella voluntad eterna todo ha sido ordenado: el
pecado original, la salvación de unos, la perdición de otros, el cielo, el infierno etc… Todo
ha sido programado para su gloria. Aún el pecado de soplarse la nariz en el mantel recién
lavado por tu mama cuando tenías 5 años un día de agosto, esto también fue pre ordenado.
No hay detalle que no sea programado: Mateo 10 v 29 y 30. Pero esta voluntad secreta es
también sagrada y hay que postrarse y adorar delante de ella, expresaba M. Lutero. El deseo
de Dios no es destruir su propia creación pero su programa (su voluntad secreta) lo impone.
Por ejemplo yo no deseo en ninguna manera que el cirujano me corte la piel con su navaja
pero para sacarme el tumor tiene que hacerlo. El programa es mucho más importante que el
deseo y muy a menudo va contra el deseo. “Porque de tal manera Dios amó al mundo que
dio a su hijo unigénito” ¿Creéis que el Padre deseaba ver a su amado Hijo colgando y
agonizando casi desnudo de una cruz? Ciertamente no era su deseo pero era su programa. Y
su programa es más que válido; es glorioso.
VERSICULO 23 Ahora Pablo después de tratar con la gloriosa santidad de Dios que
desencadena ira sobre los pecadores no redimidos nos habla de su gloriosa misericordia. Y
el texto va de gloria en gloria “riquezas de su gloria… para gloria” , también termina el
verso con la misma insistencia sobre el pasado eterno del programa de Dios. “Preparó de
antemano…” Es que esto es el tuétano del capítulo: lo que Dios predeterminó en la
eternidad pasada, en los tiempos anteriores a la creación. El presente es decir esta creación,
sirve únicamente a mostrar sus virtudes y atributos. No necesitaba mostrárselos a si mismo
pero por puro amor decidió manifestarlos a una parte escogida de su creación. Decidió
compartir la visión de su gloria con ángeles y hombres insignificantes. Es cierto que esto
aumenta su gloria porque este amor manifestado en la cruz del calvario era pero no existía
hasta aquel momento. No obstante es como un multimillonario que se ha ganado 1 dólar.
No lo necesitaba en lo absoluto. Dios se glorificó aún mas pero por puro amor a sus
criaturas no por auto satisfacción: “ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” J. 17 v 5.
VERSO 24. El apóstol indica quienes son las criaturas que reciben ese amor: los llamados,
los escogidos. Y es un amor que sorprende a todos pues nos abarca también a nosotros los
gentiles. Es un amor sorprendente y que va mucho más lejos de lo que pensaba la nación
escogida: Israel.
VERSOS 25 Y 26. Pablo siempre se apoya en el Antiguo Testamento porque aunque él es
autoridad presente y habla como apóstol y profeta no puede afirmar algo sin la autoridad
pasada. En estos 2 versos trata de los gentiles. Aunque fue un misterio oculto desde siglos y
edades, que nosotros los gentiles, seamos injertados en el árbol genealógico de Abraham,
sin embargo la Escritura lo apuntaba claramente pero un velo tenia que ser quitado o
rasgado.Ello sucedió al morir Jesús en la cruz. Hoy en día la mayoría de los pastores y
maestros hablan como Pablo; citan Escrituras y las explican. Pero no son como Pablo o
Pedro o cualquier escritor de la Biblia. Y nadie lo es por supuesto. Es menester citar
siempre las Escrituras para afirmar algo. Pero no podemos explicar un verso una doctrina
sin tomar en consideración las enseñanzas de los siglos, el progreso del dogma. Cualquier
interpretación bíblica verdadera tiene que seguir en la línea que el Espíritu Santo ha trazado
dentro de la iglesia en el curso de esos 20 últimos siglos. Todas las doctrinas han sido dadas
en las Escrituras pero para ser interpretadas correctamente fue preciso siglos de duras
luchas contra falsas interpretaciones, contra herejías. Se han necesitado 15 siglos para llegar
a la interpretación de las grandes doctrinas de la Biblia, con Lutero y Calvino hemos
llegado a la comprensión total del evangelio, con el padre de la Reforma M. Lutero y su
hijo espiritual mayor; J. Calvino, el dogma cristiano ha sido establecido ¡pero sorpresa!,
hoy se desprecia la autoridad delegada por el Espíritu Santo a estos 2 santos varones, que
cristalizaron las doctrinas bíblicas y transformaron l iglesia apostata en iglesia reformada. Y
cada uno habla como si fuera un apóstol.
Esto es pecado de orgullo, o de ingratitud o de ignorancia o de cobardía. Esta actitud
encubre muchos pecados y ha llevado las iglesias protestantes a la ruina y a la herejía y a la
apostasía. Si uno lee C. H. Spurgeon reparará en que él cita a menudo Lutero. El se gloria
en Cristo, pero no en cualquier Cristo de moda, sino en el Cristo bíblico verdadero que sale
de un análisis que el define “hyper calvinista”. Así hablaba, enseñaba, el príncipe de los
predicadores en Gran Bretaña en el siglo XIX. Hoy nuestras eminencias en los púlpitos en
las estaciones radiofónicas casi nunca citan a Lutero o Calvino sino para denigrarlos. Ellos
(los maestros de hoy) son doctores “sabelotodo” no necesitan a otro maestro “pasado de
moda”. Parece que Dios les interpreta directamente la Escritura. No han recibido nada de la
herencia de la iglesia, no sacan nada del tesoro de la iglesia .Es de suma importancia saber
que la Iglesia tiene un tesoro accesible a todos.Los dogmas son el tesoro de la Iglesia .No
son el fantasma de los meritos humanos que exhibe el anticristo de Roma.Muchos pastores
a la verdad son de cierto modo el instrumento inconsciente de la apostasía. Claro que hay
excepciones como Chantry, Sproul, Pink… Pero ya son viejos y el horizonte se ve cada día
mas despoblado de buenos pastores y maestros.
VERSOS 27, 28 Y 29. Ahí Pablo siguiendo con el testimonio del Antiguo Testamento se
dirige hacia los judíos que sorpresivamente quedan reducidos a un resto pequeño en el plan
de salvación de Dios: v 27. En cuanto al v 28 la traducción española difiere con la inglesa,
que dice que “Él terminará la obra y la acortará en rectitud: porque una obra corta hará el
Señor sobre la tierra”. Lutero en este caso sigue la versión Reina Valera que no habla de
obra o trabajo sino de sentencia y palabra. Y deduce que se acortará la Palabra en justicia es
decir se quitarán las sombras, las figuras, y ceremonias de la ley y del Antiguo Testamento.
Y la Palabra de fe que es corta quedará solamente. Calvino se inclina hacia la sentencia
ejecutada sobre el pueblo judío que deja solo un remanente. En cuanto a mi opinión me
atengo a la versión King James y pienso más bien en el programa, en el plan entero de Dios
elaborado en la eternidad pasada y que esta por cumplirse brevemente ya que desde la
aparición de Jesús siempre se habla en la Escritura de los últimos días. Pero en el verso 29
parece que Calvino está más cerca de la interpretación correcta pues Pablo sigue charlando
específicamente de Israel. Y en este verso lo que dice Isaías tiene mucho valor doctrinal y
pedagógico. Doctrinal porque nos habla de la gracia. Aunque en este caso esta gracia se
dirige a Israel, podemos aplicarla a nosotros el Israel de Dios ya que la gracia viene del
único de Dios de los judíos así como de los gentiles. Y la gracia tiene su origen en el
beneplácito en el buen placer de Dios. Su característica es que es gratuita e inmerecida, su
virtud es que nos rescata de la inmundicia del pecado, de las garras de Satanás. Y aquí el
apóstol cita los pecados peores que no son naturales o obras de la carne sino contra
naturaleza y obra del demonio de la lujuria. Todo pecado mancha el alma. Los pecados de
fornicación manchan aun el cuerpo. Pero el pecado de perversión sexual; de
homosexualidad mancha el ser humano en sus tres componentes: espíritu, alma y cuerpo.
(Mi concepto del hombre es tricotomista). Este ejemplo tiene un valor pedagógico en el
sentido de que nos recuerda que sin la gracia, la ley del pecado es como la ley de la
gravedad, siempre nos hace caer mas abajo. Esto humilla totalmente al yo, al hombre
natural, y nos permite crecer en el conocimiento de Dios y de su gracia que es el evangelio.
“Humillate delante del Señor, y El te exaltará”.Un sabio griego decía “conócete a ti
mismo”(¿Socrates?). Esto es básico para crecer en el conocimiento de la verdad. Si uno no
se da cuenta que “Engañoso es el corazón del hombre, más que todas las cosas y perverso..”
No sabe nada de la gracia, no puede entender la misericordia de Dios. Dios ha decidido
crear los vasos de honra de una misma masa de perdición. Solo Adán y Eva fueron creados
de un barro limpio y el resultado fue desastroso, ¡cuánto peor seria el resultado para
criaturas creadas de una masa contaminada,si no interviniese la gracia de Dios!
VERSOS 30 Y 31. Esto es la conclusión para gentiles y judíos. Es una repetición de la
doctrina de la ruina total del hombre y de la misericordia de Dios. Y de sus designios
secretos. La mente humana no puede comprender a Dios .La lógica humana es contraria a
la lógica divina.
VERSO 32. ¿Por qué? La fe es la clave, y es don de Dios y además no es para todos y no se
produce por obras como en el caso de la justicia que es por la ley y que es imposible
alcanzar. Pero no tener fe no es excusa pues la Escritura manda creer y el pueblo judío se
gloria de tener la Escritura lo que es legítimo, pero alegar comprenderla sin haber creído en
Cristo Jesús es hacerse reo de doble condenación. Por ello mismo la Palabra de Dios es
llamada espada de 2 filos más cortante que cualquier otra espada y Pablo la usa con una
pericia divina. Su exposición de esas doctrinas esenciales de la esclavitud de la voluntad, o
más bien inexistencia de la voluntad (leer el siervo albedrío de M. Lutero), de la doble
predestinación, de la soberanía de Dios empezó por un testimonio personal testificado por
el Espíritu Santo y termina en este capitulo por el testimonio incontrovertible de la
Escritura.
 

DE VERSIONES Y REVISIONES

                            
        En estos últimos días son muchos los males que azotan las iglesias protestantes, una de
las columnas que sostiene el templo de Dios es la Escritura. Y son tantos que ya no existen
iglesias fieles a la Biblia hoy en día. La iglesia Reformada se había edificado sobre 4
fundamentos que son: Soli Deo Gloria (para la gloria de Dios únicamente), Sola Gratia
(gracia únicamente) y Sola Scriptura (Escritura únicamente) y Sola Fides. Todos estos
fundamentos han sido atacados y no hay ninguna iglesia local que tenga las 4 bases. Esto
explica la apostasía. Intentaré Dios mediante, tratar hoy de la embestida de Satán contra la
cuarta columna: Sola Scriptura. El enemigo tiene dos formas de derrumbar esta columna
que sostiene el baluarte de la verdad que es la Iglesia; quitando a la Biblia su autenticidad y
quitándole su autoridad.
      El método del diablo para destruir la autoridad de la Biblia es usando a científicos que
no han nacido de nuevo y que son la inmensa mayoría. Esos hijos de Satanás; sus últimos y
eficaces sacerdotes, atacan la Biblia de dos formas: por medio de la teoría de la evolución y
por medio de sus hallazgos arqueológicos de copias que dicen ser más antiguas que las
usadas por los reformadores del siglo 16.
      La teoría de la evolución; para refutarle, es preciso ser científico y no lo soy. Pero
gracias a Dios, tenemos a unos hermanos que son destacados científicos. Todavía existen
escuelas y universidades que enseñan el creacionismo en los Estados Unidos. El mejor
libro, de fácil comprensión que he encontrado se titula “El colapso de la evolución” de
Scott M. Huse, publicado por Chick publications. Este libro es completo pues destruye esa
farsa evolucionista y diabólica en los cinco campos básicos de la ciencia: geología, física,
matemáticas, biología y antropología. Es preciso leerlo y tenerlo en su biblioteca personal.
Me ha ayudado mucho en comprender científicamente lo que creía sencillamente. Además
es barato y no comprarlo es menospreciar un instrumento de gran utilidad para nuestra
lucha contra la mentira. Y amar a Dios es defender su Palabra. Y el libro de Génesis es su
Palabra. Y la teoría de la evolución enseñada en todo el mundo ridiculiza el libro de
Génesis y lo reduce a unos cuentos mitológicos egipcios y babilonios. Además si el
principio de la Biblia es un cuento mitológico, el final llega a ser un cuento alegórico.
Jesucristo mismo llega a ser un engañador o un ignorante cuando habla de Noé (Lucas 17 v
26) y así mismo Pedro cuando dice que solo quedaron 8 personas después del diluvio (1
Pedro 3 v 20). El efecto lógico también de esa perversa teoría es que destruye también la
existencia del pecado original. Si hay evolución no hay pecado original pues no existió
Adán. La Escritura dice que el pecado entró por un hombre: Adán, y se quitó por otro
hombre: Jesús el Cristo, llamado segundo Adán. Si no existió el primer Adán, no hay
necesidad del postrer Adán. Si hay evolución, no hay caída, al contrario del estado bestial
surge el hombre moderno. La teoría de Darwin (el cual murió negándola) destruye
totalmente la teología y la soteriología que son el tesoro, y la vida de la iglesia apostólica y
protestante. Aceptar la teoría evolucionista es apostatar. La expiación del pecado hecha por
Cristo Jesús no es una expiación moral como pretendía la herejía de Abelardo en el siglo
11, es una expiación real, sustitutiva y forense. En el primer hombre Adán, estamos todos
incluidos pues él fue el padre de toda la humanidad. En el postrer Adán, Cristo Jesús,
estamos incluidos todos los escogidos. Si no existió Adán no existe pecado original
transmitido de generación en generación y entonces la ortodoxia de Agustín, Lutero,
Calvino es herejía y la herejía de Pelagio, Abelardo, Arminio y aún de todas las sectas
empezando por Roma es ortodoxia. (Roma es evolucionista teísta).
      Pero la Escritura dice: “así como en Adán todos mueren, así mismo todos serán
vivificados en Cristo” 1 Cor. 15 v 22. La ruina total, la depravación completa del hombre
forma parte de los dogmas esenciales de la Reforma (sínodo de Dort) y esta depravación
tiene su raíz en el pecado de Adán nuestro común ancestro a todos los miembros de la raza
humana. Hace varios años asistía en una iglesia protestante en el sur oeste de Francia. Se
llama “iglesia Reformada de Francia”. En aquel tiempo ya habían negado la veracidad de
Génesis y caído en la trampa del evolucionismo. Mas aún atacaban a Roma y mantenían
cierta ortodoxia. Pasé a visitar al pastor varios años después y me enteré que ¡no solo se
habían vuelto ecuménicos sino que también negaban el dogma básico de la predestinación¡
     Todo empezó por el evolucionismo y desembocó en una apostasía abierta, descarada. El
otro método científico para destruir la autenticidad de nuestra Biblia es la arqueología. En
efecto las Biblias que usamos nosotros los protestantes han sido durante cinco siglos las
mismas. Para el hispano parlante es la antigua versión de Casiodoro de Reina del año 1569
revisada por su compatriota Cipriano de Valera en 1602. Hubo otras versiones y hasta 1960
eran fieles a la traducción reformada original. Después del 60 las otras versiones pierden
cada vez más su integridad, aunque en el 2010 Chick publicó una buena revisión de la RV
1909.La arqueología como toda ciencia puede servir y ha servido para bien. Muchos
fragmentos y pergaminos encontrados a fines del siglo 19 y durante el siglo 20 han
confirmado la autenticidad de nuestras Biblias. Toda ciencia es buena si se usa para la
gloria de Dios. El problema hoy es que se usa en contra del conocimiento de Dios. El
problema hoy es que predominan los científicos incrédulos y la arqueología se usa en
contra de la autenticidad de nuestras Biblias protestantes. ¿Cómo lo hacen? Primero
encuentran un rollo o un pergamino, después de una datación con el carbono 14 afirman
que este fragmento es más antiguo que las copias que usaron los reformadores Casiodorio
de Reina, Cipriano de Valera, M. Lutero para la traducción al alemán, W. Tyndale para la
traducción al ingles etc. Hay que saber que la datación por el carbono 14 no es nada segura,
como cualquiera datación basada en la radio actividad. Pues estos cálculos están todos
obligatoriamente basados sobre 3 presuposiciones y puede haber más! (Leer “el colapso de
la evolución” para más información). También por la escritura y la forma de las letras y
otros detalles pueden determinar la antigüedad. Así que una vez que han determinado que
el fragmento encontrado es más antiguo que la copia usada por los reformadores, le asignan
una autoridad superior. Y a pesar de lo dudoso de su datación todos aceptan el testimonio
de esos científicos incrédulos. Y claro que estos nuevos pergaminos tienen textos que
modifican y anulan muchas cosas impactantes para la teología. Por ejemplo este verso ha
estado durante siglos y siglos registrado en 1° Juan 5, 8: “y tres son los que dan testimonio
en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. Este versículo es el
único en toda la Biblia que declara abiertamente con toda claridad la Santísima Trinidad.
No hay texto más revelador y explícito que este. Pues dicen estos científicos y eruditos
modernos que no existe en las copias más antiguas que han encontrado. O que está escrito
al margen. Deducen pues que ha sido añadido y que no forma parte de la Escritura ¡Gran
regocijo en los rangos de los unitarios y russelistas (los Testigos)! Podría citar otros
ejemplos donde quitan palabras a la Palabra de Dios, basándose en sus últimos
descubrimientos arqueológicos. Pero basta con este que borra la afirmación explícita de la
Santísima Trinidad, de nuestras Biblias heredadas de la Reforma. Tengo dos argumentos
para destruir los razonamientos diabólicos de esa gente que busca invalidar nuestras
Biblias. Primero; les voy a conceder que sus escritos hallados son más antiguos que los que
usaron los reformadores ¡Y es una concesión! Así que ellos exhiben una copia más antigua.
¡Pero es una copia que están exhibiendo, no es el original! Además desde el primer siglo se
hacían copias, centenares de copias, y luego miles de copias. Así que entre esas miles y
miles de copias nuestros modernistas han encontrado unas copias más viejas que son
diferentes de las copias usadas en el tiempo de M. Lutero. Pero una copia no puede tener
más autoridad sobre otra copia a pesar de ser más antigua. Porque como ya lo dije son miles
de copias en cada siglo. Así que afirmo (basados en la providencia de Dios) que las copias
que ellos han encontrado son copias defectuosas a pesar de ser más antiguas (y esto por
concesión). Han encontrado copias defectuosas y no copias fieles. Además repito;  una
copia del siglo 10 puede ser más fiel que una copia del siglo 5, pues si la del siglo 5 es la
decima  copia desde el original, mientras que la  del siglo 10 es la séptima desde el texto
original, ¡entonces es más fiel la más recién! Si hubieran encontrado el original, me
sometiera a una nueva traducción, pero no existen los originales, solo existen copias y
restos de miles de copias. Ellos están exhibiendo copias defectuosas. Lo afirmo
categóricamente porque creo en la providencia de Dios y ellos no creen en esta bendita
providencia. En efecto la esencia de la soteriología cristiana,(doctrinas concerniente la
expiación), nos ha sido dada en el siglo 16 por Martín Lutero (y confirmada
sistemáticamente por Juan Calvino). La Reforma protestante ha sido la maduración del
progreso del dogma. Desde entonces hubo muy pequeños avances en la soteriología, y solo
sobre puntos secundarios en varias ramas de la teología, (bautismos de niños, separación
entre el gobierno civil y el gobierno de la iglesia, doctrinas escatológicas etc.) El campo
soteriológico ha dado sus frutos en el siglo 16, lo demás es añadidura. Para esa culminación
del conocimiento del evangelio eterno y verdadero, Dios había proporcionado no solo
hombres sino también copias que permitieron una comprensión y sobre todo una traducción
óptima. “Nuestro Dios no es Dios de confusión, sino de paz” dice la Escritura. El
protestantismo fue basado sobre la Escritura. Dios es un Dios histórico. Él lo había
preparado todo para que sus maestros escogidos pudieran con toda seguridad empezar la
Reforma que necesitaba urgentemente la Iglesia.
     Dios mismo proporcionó las mejores copias para las traducciones. No hay duda de ello.
El que duda de esto, duda de Dios, de su providencia, de su sabiduría. Comparad las
traducciones reformadas en diversos idiomas y ved como se parecen; ¡palabra por palabra!
En toda Europa las traducciones son muy parecidas. El coordinador del gran movimiento
protestante del siglo 16 fue Dios. Y Él supo coordinar todo a la perfección. Usó los
hombres eruditos, santos, valientes, idóneos y proporcionó las copias más perfectas. Él
planificó todo el movimiento reformador. Así que no hay que poner en tela de juicio la
sabiduría y acción de Dios en la historia de la Iglesia. Él es la cabeza de la Iglesia, por ende
la Reforma de la Iglesia basada sobre el dogma “Sola Scriptura” no se llevó a cabo con
copias defectuosas sino con las mejores copias. Los escépticos, los modernistas y los
incrédulos aceptan las nuevas copias defectuosas. Yo las rechazo y solo acepto el Textus
Receptus, (Texto Recibido), y el masetorico  y  sus traducciones del siglo 16, porque creo
firmemente en la providencia y sabiduría de Dios. Es cuestión de fe, y de lógica.
     Estoy consciente de que aquí, estoy declarando una doctrina, que implícitamente ha sido
aceptada durante 5 siglos. Pero hay que ser explícito. Lo que afirmo además es que el canon
de las Escrituras no ha sido fijado por los padres de la Iglesia a fines del segundo siglo sino
por los padres de la Reforma en el siglo 16. En efecto en el segundo siglo se formó un
canon de la Escritura. Pero resulta que la Biblia católica romana tiene todavía otro canon,
pues contiene libros apócrifos. Fueron los reformadores, los que rechazaron los textos
apócrifos y que impusieron el canon definitivo de las Escrituras. Y a la verdad, los mismos
reformadores no se dieron cuenta de ello. Martín Lutero mismo dice a propósito del
"Johannine comma"(1 J. 5 v 7): “Los libros griegos no incluyen estas palabras, sino más
bien parece que los católicos insertaron este verso a causa de los arrianos... ”. (Comentarios
de 1° Juan). Él sabía ya, que este verso estaba ausente de los manuscritos griegos
conocidos. Excepto 4 que lo contienen como una traducción de la Vulgata latina. La
primera mención en griego data de las actas del concilio Lateranense en 1215. Bien pudo
ser que reapareció en 1215 porque las anteriores lo habían eliminado.  Pero a pesar de lo
sospechoso en cuanto al origen histórico de este verso, Martin Lutero, Juan Calvino,
Guillermo Tyndale, Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera y todos los traductores de la
Reforma incluyeron este verso en sus versiones. Ellos reconocieron que este verso es
Palabra de Dios. Según la lógica y el aparente conocimiento histórico, debían rechazarlo,
pero según el Espíritu que los animaba lo incluyeron. “Porque Dios mismo produce en
nosotros así el querer como el hacer según su buena voluntad.” Si alguno añadió este verso,
Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro: Ap. 22 v. 18. Pero lo que está
escrito, está escrito, y ya no se puede borrar. Lo que los Reformadores tradujeron es el
canon definitivo de las Escrituras. Tenemos 2 ejemplos en el Nuevo Testamento que
ilustran bien mi concepto. El más contundente se halla en Mateo 17 v 24 al 27. Pedro
afirma una cosa en cuanto al impuesto que Jesucristo niega. Pero para no ofender a los
recaudadores, Jesús acepta pagar el impuesto de una forma milagrosa pero discreta: v 27.
Así que el Señor transformó el yerro de Pedro en un despojamiento claro de su calidad de
Rey de reyes cumpliendo así de un modo más completo lo que dice posteriormente de Él la
Escritura en Fil. 2 v 6 a 8. Es especialidad de Dios únicamente, sacar luz de las tinieblas,
santos de los pecadores y transformar errores en verdades. El otro ejemplo es más
controvertido pero quiero proponerlo aún. En Hechos 1 v 15 al 26, vemos a Pedro actuar
otra vez de forma que me parece equivocada. Él decide que ha llegado el momento de
reemplazar a Judas Iscariote por uno de la compañía de los discípulos cercanos: v 21. “Y la
suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los 11 apóstoles” v 26. Así que según la
iniciativa de Pedro tenemos que contar a Matías como el nuevo duodécimo apóstol, aunque
la Escritura no dice que Pedro se levantó lleno del Espíritu, sino que se levantó en medio de
sus hermanos: Hch1 v.15, pues el Espíritu vino más tarde, en otro día, el día de pentecostés:
Hch. 2 v.4. Pero a mi parecer era Pablo el duodécimo apóstol. Pablo el apóstol de los
gentiles, era de la tribu de Benjamín. Benjamín era el menor de los hijos de Jacob: el
último, y así como Pablo se llama a sí mismo el más pequeño de los apóstoles: 1 Cor.15 v
9, así también nosotros los gentiles somos los últimos en la herencia de Israel. Pero por la
gracia de Dios, el último llegó a ser el primero (1° Cor. 15 v 10), y nosotros los gentiles
rebaño llamado por Pablo, entramos en el pacto de Abraham antes que los judíos. Así que
los 2 errores de Pedro despojaron temporáneamente al Señor del derecho que tenía de no
pagar el impuesto, y a Pablo de su apostolado entre los 12. (Si me equivoco el nombre de
Matías estará sobre un cimiento de la Jerusalén celestial, y si no ¡será el nombre de
Pablo!:Ap. 21 v 14). Pero lo que los santos atan en la tierra, está atado en el cielo. Tenemos
una autoridad delegada por Dios. Esta autoridad delegada comete errores. Pero mientras no
toca la substancia del evangelio y la persona de Cristo, Dios tolera esos errores y aún se
sirve de ellos. Y nosotros debemos respetar la autoridad de la Iglesia mientras no traspasa
ciertos límites. La Iglesia Reformada ha determinado el canon definitivo de las Escrituras
porque la Reforma se basa en las Escrituras. Así que este verso controvertido en cuanto a su
origen, tiene que ser aceptado como parte integral de la Palabra de Dios. Pues no
contradice, sino que confirma el dogma trinitario, y ha sido incluido por todos los
Reformadores en sus traducciones. Ha sido declarado Palabra de Dios por las iglesias
protestantes; y nosotros los protestantes de hoy no podemos rechazar lo que ha sido atado
por nuestros padres. Hay que respetar la autoridad delegada. Si Dios no hubiese querido
que este verso fuera considerado Palabra de Dios habría producido en los reformadores un
rechazo por lo menos parcial de unos cuantos. Pero todos lo incluyeron: no hubo
controversia. Así que forma parte del canon de la Escritura por voluntad de Dios a pesar de
que quizá ¡llegará por medio de un "atrevido” como Pedro! Cristo no tenía que pagar
impuesto pero lo pagó, Matías a lo mejor no tenía que ser el duodécimo apóstol pero lo fue,
y este verso tal vez no tenía que ser incluido pero aquí está en nuestras Biblias. Como dijo
Pilato: “Lo que he escrito, he escrito”. Y era una gran verdad que había escrito en 3
idiomas. Las autoridades religiosas intentaron cambiar esta declaración escrita por un impío
porque les molestaba esta gran verdad. Hoy en día pasa igual con este versículo. Describe
una verdad transcendental y quizás fue escrita por un impío, pero escrito está en nuestras
Biblias protestantes, y las profecías del impío Balaam son verdaderas a pesar del estado
espiritual del profeta. Fue aceptado por los maestros de la Reforma, los cuales fueron
instituidos por Dios para fijar el canon definitivo de la Biblia. Ahora los maestros de la
apostasía vienen con el canon de las Escrituras según el Anticristo, el cual niega al Padre y
al Hijo: 1° J. 2 v 22. Y este usa toda clase de pequeñas verdades para destruir la verdad con
un montón de copias fraudulentas.
     Claro que esas copias defectuosas alegran todas las sectas, empezando por la más
peligrosa y poderosa: Roma. El catolicismo romano como cualquier otra secta, imagina una
salvación que tiene sus límites dentro de sus muros. La tradición y el papa tienen más
autoridad que la Escritura. Así que cualquier descubrimiento o concepto que pueda
disminuir la autoridad de la Escritura es bienvenido para ellos. Los Testigos también tienen
la misma filosofía y aun tienen la peor traducción de la Biblia. En efecto es traducida del
inglés y con enormes adulteraciones hasta el punto que ni tiene construcción gramatical
correcta. ¡Se encuentran sentencias sin sentido! Y lo propio de cualquier secta que se dice
cristiana es disminuir la autoridad de la Palabra de Dios y reemplazarla por la interpretación
que sigue la corriente de su jerarquía. El protestantismo original tiene la característica
opuesta. Lutero puso como fundamento la autoridad suprema de la Escritura sobre la
tradición, los concilios, los papas. En el protestantismo verdadero la Biblia es lo que
manda, y la salvación no depende de ninguna iglesia sino únicamente de acatar el
mandamiento de la Biblia: creer en el Señor Jesús. Como lo repito siempre; estamos en la
apostasía. Las iglesias van cayendo una tras otra. Pero no dependemos, nosotros los
protestantes, de las iglesias ¡en ninguna manera! Dependemos de la gracia de Dios,
otorgada por la fe y revelada en las Escrituras. Estas Escrituras nos han sido traducidas por
los Reformadores y no hay que creer en las nuevas traducciones modernas. Hay que
rechazarlas y aferrarnos a nuestras antiguas traducciones. Estas nuevas traducciones forman
parte también de un plan de prueba ordenado por Dios para probar nuestra fe. Muchos ya
han caído, otros caerán, pero los escogidos pasarán la prueba y se mantendrán fieles.
Muchos aducen que las nuevas traducciones son más comprensibles. Pero el castellano que
usa la versión Reina Valera es puro y nos enseña además a enriquecer nuestro conocimiento
de esta rica lengua. Todos hoy están listos para aprender computación, electrónica pero son
renuentes a perfeccionar su propio idioma: “Haciéndose sabios se hicieron necios”; (¡o
iletrados!). Os amonesto pues aferraros a nuestras versiones RV. Quiero también de paso
advertir a propósito del peligro de los mesiánicos que son una secta de judaizantes. Esa
gente se imagina, que cualquier traducción de la Biblia es defectuosa. En sus mentes
estrechas se han convencido de que la Biblia solo se puede leer en hebreo para ser
entendida. ¡Hasta niegan que el Nuevo Testamento fuera escrito (excepto Mateo) en griego
koiné! Esos pobres herejes no saben que la interpretación correcta no depende del idioma
usado sino del Espíritu Santo. Martín Lutero intentó usar las glosas de los judíos pero se dio
cuenta de lo vacío e inútil de ellas y lo declaró contundentemente. Dios habla todos los
idiomas perfectamente y su Palabra tiene que ser interpretada por el Espíritu Santo: 2 Pedro
1 v. 20. No importa que sea declarada en hebreo, en ingles o en chino. Lo que importa es
que Dios Espíritu Santo nos revele el sentido, y eso por ahora está escondido para los judíos
incrédulos, y es revelado únicamente a los cristianos. Además la inspiración divina de la
Biblia se prueba también aun mucho más por las traducciones. El versículo 18 del capítulo
13 de Apocalipsis nos aclara que el número de la bestia es número de un hombre (versión
inglesa King James) y su número es 666. En este caso el hombre se llama Hitler. Ese
hombre fue dedicado por Satanás para destruir al testigo vivo de la autenticidad de la
Escritura: el pueblo judío. Ahora bien, el texto fue escrito en griego y Hitler se escribe con
letras latinas ¡Pero sorpresa! A pesar de esto Hitler corresponde al 666 si se suma las letras
latinas de su nombre, tomando por clave la a equivalente a 100, la b a 101, la c a 102… la z
a 125.
H + I + T + L + E + R =666
107+108+119+111+104+117=666
     Así mismo el pontífice romano, el papa (el mayor anticristo, y el Anticristo
escatológico), lleva 2 títulos escritos sobre su tirara que son: VICARIUS FILII DEI y
también LATIN VS REX SACERDOS. ¡Ambos títulos sumando la letra correspondiente a
números romanos dan 666!
Así que si no se traduce la Biblia en idiomas que usan el alfabeto latín no sale a la luz esta
profecía del hombre cuyo nombre corresponde al número de la bestia. “Toda la Escritura es
inspirada por Dios” y así mismo lo revelan a veces con más claridad las traducciones fieles.

     No hay que olvidar que la interpretación la da el Espíritu Santo. No es cuestión de ser
muy erudito; es cuestión de ser ungido por el Paracleto. Porque si fuera cuestión de letra y
no de Espíritu, los hebreos y los eruditos en griego serían los maestros de la Biblia. Pero así
no es: “porque la letra mata, mas el Espíritu vivifica…”. El que puede entender la Escritura
correctamente es el que tiene al Espíritu Santo. No hay otra forma. Ahora Dios adiestra al
maestro. Tampoco puede ser iletrado; como sucedió en los días apostólicos cuando Jesús en
persona capacitaba a pescadores: Lucas 24v 45. Se necesita un conocimiento del uso del
idioma, no importa cuál sea el idioma; pues tenemos buenas traducciones en casi todas las
lenguas. Además el maestro que ha captado el sentido que quiso expresar Dios en el idioma
original (hebreo o griego) puede rendirlo mejor en otro idioma. El hebreo por ejemplo tiene
solamente 3 tiempos, el castellano tiene muchos más y así la traducción tiene más exactitud
en cuanto a tiempos si el traductor ha captado la idea. Otro ejemplo: el alemán tiene una
sola palabra para decir fe y creencia, el inglés y los idiomas latinos tienen dos palabras. Por
ende es muy útil comparar las traducciones y copias de la época de la Reforma para tenerlo
todo más claro; si uno por supuesto sabe varios idiomas. El que conoce solamente el
español, también puede comparar las revisiones de 2010, 1960 y 1909 y si tiene acceso a la
de 1862, o 1602, ¡mejor aun! Lo que creo ciertamente es que lo mejor, lo insuperable en
traducciones salió del siglo 16. Con esto, evidentemente no niego que lo mejor es saber el
griego y el hebreo para analizar uno mismo la copia del texto original, y lamento no saber
ni el uno ni el otro. Pero de todas formas lo primordial es que el Espíritu dé el sentido. Y
como no me canso de repetirlo; Dios es un Dios histórico, y en su providencia ha revelado
completamente el sentido del evangelio eterno a los reformadores, y a todos ellos les ha
proporcionado las mejores copias. Y eso para que la Reforma protestante pudiera estallar
como una bomba poderosísima que sacudió al mundo entero. Y sigue sacudiéndolo, aunque
con menos fuerza hoy. Maestros escogidos y traducciones fueron los ingredientes de esta
bomba. Los nuevos ingredientes de hoy para impactar las iglesias son muy pobres. Es como
comparar un petardo húmedo con la bomba atómica. Pero es una prueba para nuestra fe.
¿Vamos a caer en la trampa? ¿Vamos a usar contra el enemigo pólvora negra mojada o
fisión del átomo? Es el tiempo de la Apostasía por lo tanto la gran mayoría está cayendo en
la trampa, y se come el cuento de los científicos incrédulos y de los eruditos modernos;
negando la providencia de Dios. Y no solamente la providencia sino también la sabiduría
de Dios. Porque no sería sabiduría esconder las mejores copias para el gran avivamiento
realmente espiritual del siglo 16, pues estuvo basado sobre la doctrina de la fe, y entregarlas
para la gran apostasía de los siglos 20 y 21. ¿O será que los hombres descubren la verdad
cuando quieren, cuando tienen herramientas modernas, cuando sus diositos carbono 14,
potasio argón y uranio plomo se la concedan? ¿O será que Dios se había quedado
somnoliento durante 5 siglos y se ha despertado plenamente hoy revelando a la cristiandad
las copias fieles en el siglo 20 para el gran gozo de los herejes que no soportan versos como
el 7 de 1° Juan? Es como decir que la Reforma prosperó con moneda falsificada y que
ahora la apostasía prospera con oro puro. ¡Qué insensatez tal discurso! Pero este discurso lo
oímos desde los púlpitos. “Haciéndose sabios, se hicieron necios”…    No hay mejores
traducciones que las del siglo 16. ¿Soy un fanático? ¡Sí! Soy totalmente fanático de la
providencia de Dios. Y mando al diablo todas las traducciones modernas y las nuevas
interpretaciones. Y es un placer mandarlas de regreso a su padre Satanás; cosa que no
podrán hacer mis contradictores con las traducciones y maestros de la Reforma, pues al
hacerlo se descubrirían demasiado. Ellos tienen que adoptar el discurso sutil y diabólico:
“Sí; la traducción Reina Valera es buena, sí; Calvino fue un maestro… pero blablabla…”
Esos agentes del diablo pronto os entregarán una versión adaptada a su interpretación. Ya
que borran versos con la autoridad de unas copias adulteradas por algunos herejes
monarquianos, o ebionitas, o patripasianistas, o arrianistas de aquella temprana época;
¿qué será su próximo descubrimiento arqueológico? ¿Que Pedro fue el primer papa de
Roma? ¿O que la palabra fe significa María en el original? ¡Hay muchas sorpresas para los
ingenuos en un futuro próximo! Y volviendo a esos herejes de aquellos primeros siglos de
nuestra era cristiana, es lógico pensar que al ser condenados por la ortodoxia no por ello
todos se retractaron. Tened por seguro que muchos siguieron en sus herejías, creyendo que
poseían la verdad. Y para asegurarse que su mentira siguiera después de su muerte;
temiendo la persecución, ellos ciertamente hicieron sus copias fraudulentas que apoyaban
su interpretación errónea y las escondieron bien empacadas para que se conservaran
después de la persecución temida. Y estas son las copias más antiguas que descubren
nuestros arqueólogos y eruditos incrédulos hoy. Mientras que en la misma época los
copiadores ortodoxos no se esforzaron tanto para conservar sus copias fieles pues estaban
por todos los sitios y recopiladas a menudo.
     Después de haber quitado la autenticidad a nuestras versiones protestantes, es fácil
quitarles su autoridad. Pues la autoridad depende de la autenticidad. Nuestras iglesias
reformadas una vez que dudan de la autenticidad de la Biblia versión Reina Valera. Se
precipitan hacia las versiones modernas o hacia versiones populares y ecuménicas.
Versiones que so pretexto de actualizar el idioma, cambian a menudo el sentido o lo
aminoran. Tomemos por ejemplo Hebreos 11 v 1. En la RV de 1909 la traducción es igual a
la versión inglesa King James de 1611; dicen ambas: “Es pues la fe la substancia de las
cosas que se esperan…”  La R V de 1960 dice en cambio: “Es pues la fe la certeza de lo
que se espera”. La diferencia entre substancia y certeza es notable. Y aquí se trata de una
definición de la fe. ¡Se trata de algo sustancial para la certeza de lo que creemos! Por esto
afirmo que la última revisión que se puede aceptar es la de 1960 y la de 2010 publicada por
Chick porque después es de mal en peor. Un verso como: “El nos guiará aun más allá de la
muerte” en la 1960 tiene un sentido un poco más profundo en la 1909:”El nos capitaneará
aun más allá de la muerte”. Los grandes temas y doctrinas que trata la Escritura no pueden
simplificarse. La teología es la reina de las ciencias. La Biblia es para todos pero es también
para que todos crezcan en el conocimiento de Dios durante toda la vida. No son todos los
versos de la Biblia aptos para ser asimilados por todos al mismo tiempo. Pero hay suficiente
para todos. “Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida ¿Con que se sazonará? Ni para
la tierra, ni para el muladar es útil: la arrojan fuera”: Lucas 14 v 34 35. Es precisamente lo
que están haciendo con las nuevas versiones, haciendo la Palabra de Dios insípida para
arrojarla fuera del gobierno de las iglesias.
     También las tradiciones y la corriente del mundo poco a poco reemplazan la autoridad
de la Escritura. El pastor llega a ser la autoridad suprema del momento. Pero él es también
sometido al sufragio de la congregación o al comité central de la denominación. Esas
congregaciones y denominaciones son también sometidas al poder económico, el cual
proviene de la corriente del mundo que desembolsa dinero si le agrada lo que se le enseña.
Y esa misma corriente del mundo fluye en los hogares cristianos mediante la TV, la cual es
programada “según el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los hijos de
desobediencia”, según  Satanás. Éste es al final la autoridad que está tomando el control de
las iglesias. Pero todo ello es para que se cumpla la Escritura cuando nos previene de la
Apostasía que ha de acaecer antes de la segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo: 2
Tes.2 v.3. Así que hermanos elegidos, no os asustéis ni os asombréis de lo que está
sucediendo, sino que someteos a la autoridad suprema de vuestras Biblias de la Reforma,
( la Reina Valera). Y resistid a todas las sugerencias y mentiras de los modernistas. ¡Que la
Palabra de Dios (en sus versiones aprobadas por el Dios que dirigió la Reforma) corra y sea
glorificada!

     AMEN.

PECADOS: ¿PERMITIDOS U ORDENADOS?

La inmensa mayoría de los cristianos no saben lo que significa la soberanía de Dios. Le


conceden en su ignorancia una cierta soberanía en cuanto a lo positivo: elección, salvación,
santificación. Pero cuando se trata del lado negativo: del pecado, se imaginan que Dios no
tiene control. Dicen que Dios permite que ocurra el mal pero se ofuscan si se les enseña la
verdad: Dios ordena el mal.
Esta enseñanza correcta la encontramos principalmente en el libro 1 capitulo 18 de la
“Institución de la religión cristiana” de Juan Calvino; el segundo maestro de la Reforma
Protestante, después de Martín Lutero. Es muy lamentable darse cuenta que pocos pastores
han leído esta obra magistral ¡y cuantos raros hermanos la habrán consultado una sola vez!
Esta obra es básica para tener un conocimiento real de nuestra fe apostólica y reformada. Es
menester tenerla en su casa, si uno se dice amador de la Palabra de Dios. En este capitulo
18 Juan Calvino demuestra con su renombrada maestría respaldada por muchos versos de la
Escritura, que Dios no permite el pecado sino que lo ordena; sin ensuciarse y sacando bien
del mal: “Se verá clara y manifiestamente que los que ponen una simple permisión en lugar
de la providencia de Dios, como si Dios permaneciese mano sobre mano contemplando lo
que fortuitamente acontece, desatinan y desvarían sobremanera; pues si fuese así los juicios
de Dios dependerían de la voluntad de los hombres… y yo he demostrado suficientemente
que Dios es llamado autor de todas las cosas que estos críticos dicen que acontecen
solamente por su ociosa permisión. Dios atestigua que El crea la luz y las tinieblas, que
hace el bien y el mal, y que ningún mal acontece que no provenga de El (Am 3 v 6)”. Mi
propósito no es tratar este tema en general pues Juan Calvino lo ha tratado ya, y me
parecería a un papagayo repitiendo las palabras de su amo. Quiero tratar de un aspecto en
particular de esta cuestión pues un amigo refuto esta enseñanza cobijándose con la excusa
que todos los versos citados por Calvino conciernen los pecados cometidos por los impíos.
Por lo tanto quiero enfatizar lo que Juan Calvino daba por lógicamente incluido: que todos
los pecados, todo el mal proviene de la voluntad de Dios y aún los pecados de los
escogidos. Así que el tema es: Dios ordena los pecados de los santos. Esta verdad es
escandalosa para casi todos, pero no deja de ser verdad por ser piedra de tropiezo. Todos
citarán versos tales como “Sed santos porque Yo soy santo” o “Todo aquel que peca no le
ha visto, ni le ha conocido y no puede pecar, porque es nacido de Dios” y muchos más
versículos que parecen demostrar que Dios no quiere que pequemos. Pero se olvidan de que
como dice Juan Calvino “…(la voluntad de Dios) siendo una y simple en Dios, se nos
muestra a nosotros múltiple y de diferentes maneras, porque debido a la corta capacidad de
nuestro entendimiento no comprendemos como El bajo diversos aspectos quiera y no quiera
que una misma cosa tenga lugar” tal como enseñaba Martín Lutero: Detrás de la voluntad
manifestada de Dios está la voluntad secreta de Dios y en esta voluntad secreta reside la
explicación de todos los pecados: de los impíos y de los santos. La voluntad una y simple
en Dios es que sea glorificado su Nombre: salmo. 86 v 9. Dios ha de ser glorificado por las
buenas obras y por las malas obras; recibiendo estas obras su justa retribución que
manifiesta el carácter santo, glorioso, maravilloso del Creador. Para tratar este tema del
pecado ordenado por Dios para el santo usaré los versos 6, 7 y 8 del salmo 30 de David.
“En mi prosperidad dije yo: no seré jamás conmovido, porque Tú, Jehová, con tu favor me
afirmaste como monte fuerte”. En este pasaje hallamos el porqué Dios ordena el pecado en
la vida del santo. La razón principal de ello es la presunción que mora en el alma del
cristiano, claro está que esta presunción nace de nuestra ignorancia, de nuestra falta de
conocimiento experimental. Todos los cristianos tenemos esta tendencia a la presunción.
Ella nace de una convicción santa, de que Dios está con nosotros y en nosotros. “Si Dios es
por nosotros ¿quién contra nosotros?” Ro. 8 v 3. Espiritualmente somos prósperos
completos en Él: pues en El mora la plenitud de la divinidad. Jamás se nos quitará esta
prosperidad espiritual pues Él dice: “Yo esto con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo.” (Mt 28 v 20). Así que llegamos a la conclusión lógica de que somos invencibles,
intocables, indispensables. Claro que a menudo confesamos que es por la gracia de Dios
pero olvidamos fácilmente que todavía somos una contradicción viviente. Somos pecadores
y santos al mismo tiempo. Como decía M. Lutero el peor enemigo del cristiano no es el
papa de Roma, es el papa que mora en nuestros corazones. Es el yo, es la carne, es uno
mismo. Este yo vendido al pecado no pierde una ocasión para exaltarse: “En mi
prosperidad dije yo…”. Esta exaltación y presunción del yo, necesita ser abatida por Dios.
Porque nunca tenemos que olvidar que nosotros somos hijos adoptivos de Dios. No somos
hijos por naturaleza. Por naturaleza somos hijos del diablo, por adopción somos hijos de
Dios. Para recibir la herencia de esta adopción es preciso tener buena dosis de humildad:
prov. 22 v 4. Este don preciosísimo de esta virtud cardenal: la humildad,no se puede recibir
en estado de victoria, se recibe en estado de derrota, de caída, de pecado. Abatir nuestra
presunción y orgullo para hacernos crecer en la humildad y en el conocimiento de la verdad
en cuanto a nosotros mismos y a Dios es el porqué Dios ordena el pecado en nuestra vida.
Es muy fácil y muy común decir y oír decir “yo soy un miserable pecador”, pero es otra
cosa saberlo de veras. Esto no se enseña con teorías, y versos de la Biblia. Esto se aprende a
través de los pecados que cometemos. No hay otro método. Hay sobre este tema un sermón
de Martín Lutero que se titula: “que tus pecados sean fuertes”. Fue escrito en 1521, pero
siempre es de actualidad. Dice tales cosas como: “Dios no salva a aquellos que son
solamente pecadores imaginarios. Sé un pecador, y que tus pecados sean fuertes, pero que
tu confianza en Cristo sea más fuerte, y regocíjate en Cristo quien es victorioso sobre el
pecado, la muerte y el mundo. Cometeremos pecados mientras estemos aquí… ora con todo
tu ahínco porque eres completamente pecador” Así que Dios ordena el pecado en nuestra
vida para sacar un bien más grande que el mal cometido. Un refrán galo dice “no se hace
tortilla sin partir huevos”. Para quebrantar nuestra ignorancia y orgullo es preciso caer en el
pecado. (No estoy hablando del pecado de apostasía ni de practicar el pecado).
Ahora veamos como Dios ordena el pecado y regresamos enseguida al Salmo 30 v 7:
“Escondiste tu rostro, fui turbado”. Dios ordena el pecado pero no se involucra, no se
ensucia, no participa en ello. Simplemente: “esconde su rostro”. En otras palabras nos priva
momentáneamente de su gracia. Él nos deja caer. La ley del pecado que mora en nuestros
miembros funciona como la ley física de gravedad. Es una ley en el campo espiritual.
Cuando no nos sostiene la gracia, caemos automáticamente; pecamos voluntariamente o no.
Da igual; el resultado es que nos vence el pecado. Dios no tiene que hace algo para que
pequemos. El ha de hacer nada. Por lo tanto no se involucra en ello. Se involucra nuestra
persona, el mundo y Satanás. “Sola Gratia” es una columna de la iglesia protestante. Todo
lo bueno, lo santo, lo agradable en nosotros es producto de la gracia de Dios. Se distinguen
según J. Calvino 2 clases de gracia. La gracia común para el mundo pecador y la gracia
especial para los santos. Esta gracia especial es la luz del rostro del Señor sobre nosotros
como dice poéticamente la Escritura: Salmo 4 v 6. Cuando Dios deja por un momento de
alzar sobre nosotros la luz de su rostro, enseguida nos rodean nuestras tinieblas carnales.
Nosotros somos sujetos pasivos, Dios es el único soberano activo. Cuando en su soberanía
y sabiduría infinita Jehová desactiva su gracia especial en nuestra vida nosotros nos
hundimos en el fango de nuestra natural concupiscencia: Santiago 1 v 13, 14 y 15. Es más,
cuando estamos privados de la gracia por voluntad de Dios; su Palabra llega a ser un
aguijón que nos precipita aun más en el pecado. En efecto para interpretar correctamente la
Palabra de Dios se necesita el Espíritu de Dios. Por gracia de Dios, el Espíritu nos ilumina
y nos da el sentido real, la interpretación correcta, la inteligencia espiritual para que el
logos (para que logos la palabra anunciada en griego) se transforme en Rhema (palabra
revelada). Sin la gracia no hay guía del Espíritu Santo y lo que queda es letra muerta; letra
que mata. De ahí vienen las malas interpretaciones, las herejías, las disensiones y
contiendas. Pues sin la gracia hasta lo bueno, lo divino como la Palabra llega a ser pecado.
¡y esto proviene principalmente de nosotros no de Dios! No quiero hablar aquí de la
voluntad humana para querer el bien sin la gracia. Esta voluntad naturalmente inclinada al
bien no existe en ninguna manera. Si no hay gracia no hay voluntad humana que pueda
decidirse entre el bien y el mal. Es lo que llama M. Lutero la “noluntad” en su obra “De
siervo albedrío”. Así que nuestra aparente voluntad no tiene ninguna fuerza para resistir a la
ley del pecado. Al contrario ese fantasma es esclavo del pecado. Hemos visto brevemente
como el Señor ordena el pecado, terminaremos ahora con la cuestión ¿para qué?. El verso 8
del S 30 nos lo declara “A ti, oh Jehová clamaré, y al Señor suplicaré”.
Aquí llegamos al bien que Dios en su maestría divina saca del mal. El pecado turba la
conciencia, hiere al hombre espiritual. Cuando un cristiano cae, la primera reacción es
clamar. Espontáneamente clamamos a Dios. El clamor proviene de considerarse a sí
mismo. Encarcelado nuevamente por el pecado el creyente manifiesta su angustia a Dios:
clama a Jehová. Después de la caída no podemos pretender nada. Acabamos de ver y de
vivir nuestra miseria de pecador, no queda nada de la ilusión del monte fuerte que creíamos
ser. El pecado revela que somos polvo. El pecado manifiesta nuestra fragilidad y debilidad.
Solo así comprendemos realmente que nada somos sino miserables pecadores. Cuando
caigo en pecado, mi bautismo, mis buenas obras, mi conocimiento teológico, mi
experiencia o madurez que me imaginaba, todo ello queda reducido a polvo. No encuentro
ayuda en ello, al contrario todo ello testifica contra mí. ¡Yo soy carne y carne putrefacta!
“Miserable de mí, ¿quien me librará de este cuerpo de muerte? : Ro 7 v 24. He llegado al
punto donde quería llevarme el Señor: al conocimiento verdadero de mi condición de
pecador, porque ahora clamo a Jehová. Y no solo clamo sino que suplico: “Y al Señor
suplicaré...” la suplica proviene de considerar a Dios en su misericordia. Este es el otro
propósito de Dios, que no solamente conozcamos realmente nuestra miseria sino también
que acudamos a su misericordia. El que no se sabe perdido no se da cuenta de que necesita
al Salvador, él que no ha caído, no pide ayuda. El conocimiento del Dios Salvador; de
Jesucristo viene a los que primeramente se dan cuenta de su estado y entonces claman a
Jehová, y luego se acuerdan que El es amor y perdón y entonces le suplican. De ello se
deduce que Jehová ordena el pecado en nuestras vidas para que cayendo nos demos cuenta
de que sin El nada podemos hacer sino pecar. Esto nos enseña que somos totalmente
dependientes de su gracia. De su gracia provienen las virtudes suyas con las cuales Él nos
capacita para la lucha cotidiana. Pero a veces esas virtudes nos parecen propias cuando en
verdad son ajenas. Y así creemos como el salmista que somos un monte fuerte aunque
confesemos que es por su favor. Es preciso caer para no creer en nuestras virtudes sino
reconocer que todo es dado por gracia y que las virtudes que nos fueron concedidas no son
nuestras por naturaleza. Hay también otro propósito, otro bien que saca Jehová de nuestros
pecados, que es la alabanza. Esta alabanza de su misericordia brota de un espíritu recto, de
un corazón quebrantado. Y Dios mora entre las alabanzas de su pueblo dice la Biblia.
Mediante los clamores, las suplicas, las alabanzas de los creyentes, Dios inspiró muchos
textos de la Biblia. Si David no hubiera cometido adulterio y asesinato premeditado, nunca
tendríamos salmos tales como el 32 y el 51. y muchas otras Escrituras son el resultado del
arrepentimiento de un pecador. ¡Aprendemos pecando! Y ciertamente es la peor forma de
aprender; pero debido a nuestra condición de criaturas que en maldad hemos sido formados
y en pecado nos concibieren nuestras madres (S 51 v 5) no podemos escapar a esa dolorosa
y vergonzosa forma de aprender. Es nuestra herencia de Adán que desaparecerá en la tumba
o en el Rapto de la Iglesia. Pero tenemos por otro lado la consolación y certeza que aún este
asqueroso lado de nuestra ambigua naturaleza de “pecador-santo” está ordenada y
controlada por Dios y “sabemos que todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios”.
Querer ignorar esta constitución es hundirse más en pecados mayores. En efecto el pecado
de la hipocresía es uno de los peores. Jesucristo nunca insultó a pecadores tales como
prostitutas, ladrones, traicioneros, avaros, pero a los hipócritas, los trató de serpientes e
hijos de Satanás. No caigamos en la hipocresía haciéndonos pasar por gente que no peca ni
tampoco en la desesperación porque somos santos que pecan. Si no más bien reconozcamos
la soberanía y sabiduría de Dios en todos los aspectos de nuestra vida incluyendo nuestros
pecados. DémosLe gracias porque El ha ordenado nuestros pecados para bien y no para
perdición como en el caso de los inconversos. “Un cordero sin mancha y sin contaminación
ya destinado antes de los tiempos de los siglos...” como dice este verso antes de nacer ,Dios
había preordenado nuestros pecados y por esto también había preparado el cordero que
quita el pecado. Este cordero y nuestros pecados preexistieron antes de la fundación del
mundo. Como dice Lutero (ver más arriba) no hay nada imaginario. Cristo Jesús pagó el
precio exacto de los pecados de los escogidos (y exclusivamente de los elegidos). Así que
el rescate corresponde a la suma de todos los pecados cometidos por los elegidos. Por ende
si fue decidido el precio esto implica que fue también decidido la suma de los pecados.
Nada ni nadie influyó en esta decisión de Dios de pagar un precio por una suma de pecados,
y esto antes de la fundación del mundo. Él decidió cual sería el precio y cual la suma. No
olvidemos que Él es el autor de la historia de la creación. Todo lo que ha sucedido, lo que
sucede, lo que sucederá ha sido planeado en sus más mínimos detalles. Por esto “El llama
las cosas que no son como si fueran”, por esto nos llama santos, a nosotros que somos
todavía pecadores.
No hay nada, ni bien ni mal que El no haya decidido de antemano que acontezca. Para Dios
no hay pasado, presente, futuro. La omnisciencia es la virtud divina que con la
omnipotencia proclama el único libre albedrío verdadero y eterno existente. Por ello mismo
en su libertad y en su sabiduría es decir manifestando su libre albedrío., Él decidió la suma
exacta de los pecados de los escogidos. Ni uno más, ni uno menos. Nuestro Dios es un Dios
de justicia y de orden. Porque si como se imaginan los de la falsa doctrina de la expiación
ilimitada, Cristo hubiera pagado por todos los pecados de toda la humanidad, entonces
nadie iría a juicio, ni tampoco a condenación eterna, pues no creer en Jesús es pecado. Dios
nos manda creer, es la ley de la fe. Y el pecado es la infracción de la ley. Pero si Jesucristo
hubiera pagado por todos los pecados, entonces el pecado de no creer en Él, habría sido
pagado y ya habría sido cancelado el día del Juicio final y apagado el infierno hace 2000
años en el monte del calvario. Pero la Biblia no deja, especialmente en el Nuevo
Testamento, de advertirnos acerca del Juicio venidero y del infierno, y del lago de fuego.
Por lo tanto la doctrina reformada de la expiación limitada, nos lleva también a la
conclusión de que tal como el Padre preparó al hijo para hacer notorias las riquezas de su
gloria también Él ordenó los pecados nuestros (mediante la inacción suya, y la acción del
diablo y del mundo y de nosotros mismos).
Este planteamiento tiene consecuencias sobre la soberanía y la omnisciencia de Dios. El
plan de Dios y sus virtudes son una tela fina. Si uno agarra un hilo y lo saca, daña toda la
tela. Que el hilo se llame soberanía, libre albedrío, omnisciencia o pecado ordenado, todo
esto esta entretejido. No se puede tocar un hilo sin alterar toda la tela. Si el pecado es
permitido, Dios puede saber la conclusión lógica de cada pecado. Él puede saber en que va
a parar la cosa. Pero no sabrá que pecado se cometerá y que es la conclusión definitiva. Si
el pecado es permitido entonces existe el libre albedrío del hombre, pues él puede pecar
como quiere; le está permitido, no impuesto. Siendo así, Dios conoce todas las
probabilidades y conclusiones posibles pero no sabe el final de todo. Sabe todo
virtualmente no absolutamente. Tiene una omnisciencia virtual no real. El final depende de
la voluntad humana y del poder de influencia de la carne y del mundo de Satanás. Dios
queda en ello como un espectador que conoce todas las tramas de las historias probables
pero no la historia. Él sabe que su causa va a triunfar pero no exactamente como, en los
detalles. El pecado permitido restablece el libre albedrío del hombre. Como dijo M. Lutero
a Erasmo en su respuesta, “De siervo albedrío”: lo que aprecio en ti, lo que alabo, es que tú
solo has tocado el fondo del asunto, lo esencial de todas las cosas, es decir: el libre albedrío.
Tú, no me aburres con contiendas ajenas, con el papado, con el purgatorio con las
indulgencias y otras naderías por las cuales me desafían. Tú has agarrado el nudo, has
golpeado a la garganta. Gracias Erasmo. Así que los que creen en el pecado permitido no
creen en la omnisciencia y omnipotencia de Dios. Porque la omnipotencia es poder sacar lo
mejor de lo peor. Ellos creen en el libre albedrío, en un Dios espectador que interviene de
vez en cuando en la historia. Nosotros los protestantes, seguidores de M. Lutero, creemos
en el Dios histórico, actor principal, y autor de todas las cosas. Confesamos ser vasos de
barro en la mano del divino Alfarero. No hay azar, no hay decisiones humanas, no hay
probabilidades. Hay juegos de azar, hay “noluntad” humana, hay un plan único y definido
en sus más mínimos detalles. Por ende hay omnisciencia y soberanía absoluta de Dios. El
hombre actúa según los designios predeterminados de Dios para que la gloria que se
manifestará totalmente al fin sea de Dios únicamente: ¡Soli Deo Gloria¡ Nuestras mentes
humanas no divisan el final de todas las cosas y se rebelan contra tal doctrina sana. Pero
nosotros tenemos la mente de Cristo y aceptamos por fe lo que no podemos entender ahora:
“por fe andamos, no por vista”. Ni un cabello, ni un pajarillo cae en tierra, ni un pecado se
comete sin que todo sea planificado por Dios: Ez 14 v 9.
Hay otro pasaje en Ez 18 v 31 y 32 que muestra claramente que Dios, no desea (dice la
versión francesa de L.Segond), no se deleita (dice la segunda versión inglesa de King
James)en la muerte del que muere: v 32. Pero el v 31 nos muestra que la determinó pues
manda al hombre: haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Aquí Dios manda
claramente, indiscutiblemente, algo totalmente fuera de la capacidad humana. Solo Dios
puede crear un corazón y espíritu nuevos, y esto lo manda al pueblo escogido, no al pueblo
que no le conozca. El pecado es la infracción del mandamiento de Dios. Así que Dios al
mandarnos el bien, nos ordena pecar sino acudimos antes a su gracia y misericordia o para
que acudamos después de pecar a su gracia y misericordia. Estos versos son un testimonio
irrefutable de la Escritura del pecado ordenado para el pueblo santo por parte de Dios. Es lo
que nos explica M. Lutero en su obra “De Siervo albedrío” que Dios con su buena Palabra
y sus santos mandamientos provoca en nuestra carne pecaminosa el pecar. “El aguijón de la
muerte es el pecado, y el poder del pecado la ley”. En el momento que Dios retira su gracia,
caemos en los pecados. Y la gracia por ser gracia no es una deuda que Dios tiene para con
nosotros. Cuando retiene su gracia, especial, nosotros los cristianos pecamos. Y es especial
porque la retiene temporáneamente,de vez en cuando. No es como la gracia común que un
día se acaba para siempre. Por lo tanto en este momento está ordenado el pecado del
creyente para que entienda mejor lo imprescindible de la gracia, y su estado de vaso de
barro de criatura, de hijo adoptivo: “¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y de la
ciencia de Dios!” (Romanos 11 V 33) . Y para rematar mi afirmación usaré además Marcos
14v 29, 30, 31, 66 hasta 72. Esto trata de la negación de Pedro. Este pecado había sido
ordenado por Dios, profetizado por Jesús (v 30) y cumplido (v 66 al 72). Es un caso notorio
del pecado ordenado. Nuestros contradictores alegarán que predecir el pecado no es
ordenarlo. Pero es puro desatino. Porque no se puede predecir, profetizar, el futuro si no ha
sido determinado, ordenado de antemano ; porque si Dios sabe lo que va a pasar de
antemano y deja que ocurra tal suceso, es que quiere que acontezca. Si no quisiera tal futuro
no crearía todas las circunstancias para ello. Cambiaría las circunstancias y por ende el
futuro. Pero como quiere tal futuro: lo encabeza, lo dirige hacia donde Él quiere. El
problema es que muchos confunden el deseo y la voluntad de Dios y con esto tropiezan y
no entienden. Pero el deseo de Dios se cumple cuando está conforme a su voluntad. Lo que
quiere, lo que le importa a Dios encima de todas las cosas, encima de sus propios deseos es
que se haga su voluntad. Cuando su deseo no concuerda con su voluntad entonces no se
cumple. El Padre nunca había deseado que insultasen, se mofasen, escupiesen, crucificasen
a su amado Unigénito. Pero su voluntad y la voluntad de su Hijo era que el sacrificio del
Justo por los injustos se cumpliera. Y así fue; en contra de sus propios deseos Dios quiso
despojarse de su dignidad y pasar por los sufrimientos, la muerte y el infierno.
Jesús no dijo a Pedro “probablemente, es muy posible que me niegues” ¡No¡ Él dijo: “De
cierto te digo que tu…” No hay probabilidades, hay necesidad impuesta por la Palabra de
Cristo, que Pedro peque negándole. Tiene que cumplirse la profecía. Porque Cristo vino a
cumplir las profecías hechas por Él y para Él, ¿fue forzado Pedro a pecar por Dios? ¡No!
Pedro fue forzado por sí mismo, por su propia naturaleza pecaminosa, por su propia
cobardía. Pero fue Dios que decidió entregarle a su propia flaqueza y debilidad quitándole
su gracia que solo da la fuerza para resistir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…”
y sin El nada podemos sino pecar y negarle.
CONCLUSIÓN
Como ya lo dije esta enseñanza es muy dura para la mayoría pero es lo que llama la Biblia:
“Comida sólida”. A pesar de mi torpeza espero que este breve estudio sirva para consolar a
los creyentes cuando caen en pecado y para que por medio de esta doctrina importante
sepan con toda certeza que Él terminará la buena obra que ha empezado en nosotros.
Espero también que os sirva para confiar más en la soberanía y omnisciencia de nuestro
Padre, para amarle más y aborreceros más a vosotros mismos como pecadores reales que
somos en este mundo. Los demás, los herejes, que sigan crujiendo los dientes, pues como
dijo M. Lutero: “Yo predico a los escogidos”.
AMÉN

7 TROMPETAS 7 COPAS

 Tengo que confesar que el estudio de las doctrinas escatológicas no es mi tema favorito.
Me gusta mucho más meditar y escribir un poco acerca de las grandes doctrinas del
evangelio eterno, como la doble predestinación, la soberanía de Dios, la gracia, la fe, la
ruina total del hombre etc. Lastimeramente estas doctrinas preciosísimas son
menospreciadas e ignoradas por la mayoría de los que se dicen cristianos. Tiene mucho más
éxito cualquier tratado sobre los eventos del final, sobre Apocalipsis. Pero como la Biblia
nos manda no menospreciar las profecías; estoy decidido a compartiros este pequeño
estudio sobre un tema apocalíptico.
     Una vez más no estoy de acuerdo con la interpretación general y esto es la razón por la
cual quiero exponer mi punto de vista. Como ya los sabéis, tengo una escatología diferente
de la de las escuelas clásicas del milenarismo. Por ejemplo para mí la segunda bestia del
capítulo 13 y la Babilonia de los capítulos 17 y 18 son la misma cosa es decir los Estados
Unidos con su protestantismo apóstata y ecuménico. La imagen de la bestia es
sencillamente la televisión y el fuego del cielo que hallamos también en el capítulo 13; v.13
es el bombardeo atómico (Hiroshima, Nagasaki…) y hay otras cosas que voy descubriendo
por la gracia de Dios. Todos tenemos que admitir que la interpretación de la Biblia,
especialmente en escatología es una cuestión de revelación progresiva. Tengo que hacer
resaltar que aunque mi postura es futurista tiene algunos rasgos históricos que cubren la
historia contemporánea. Por ejemplo no comparto la interpretación clásica futurista que
afirma que después de las cartas a las 7 iglesias: capítulos 1 al 3 ocurre el Arrebatamiento
de la Iglesia y empieza directamente el tiempo de los judíos, dándonos un lapso de tiempo
entre 7 y 10 años. Según lo que entiendo, el Arrebatamiento ocurre en el sexto sello:
Capítulo 6; v.12, lo que implica que desde el capítulo 4 al 22 los eventos descritos acaecen
en los siglos XX y XXI, solo después del sexto sello, cuando empiezan a ser tocadas las 7
trompetas del séptimo sello, el tiempo se acorta y entramos en la semana 70 de Daniel, (y
aun el paso del sexto sello al séptimo puede significar unos pocos años más).
 
      Quiero hoy tratar de las 7 trompetas de Apocalipsis capítulos: 8, 9, 11, y de las 7 copas:
capítulo 16. Sin embargo reitero lo que acabo de decir: mi interpretación es futurista e
histórica al mismo tiempo. Es decir que creo que la mayoría de los acontecimientos son
para los siglos XX y XXI, pero hay eventos que pertenecen a siglos atrás, como por
ejemplo los capítulos 1 al 3 que hablan de 7 iglesias locales en el siglo 1 y 2 y que también
pueden describir la historia de la Iglesia en sus 2000 años de existencia en forma
metafórica.   Mi interpretación es pues, literal e histórica y futurista al mismo tiempo.
Tengo muchísima estima para mis hermanos teólogos presbiterianos, pero en cuestiones
escatológicas, no comparto para nada su forma de espiritualizar, de tomarlo todo como
alegorías, cuando tratan del libro Apocalipsis, pues ellos siguieron el método católico de
interpretación escatológica. (Mientras que el papado diabólico es postmilenialista,  la
mayoría de ellos es amilenarista).  Esto no daña por nada mi comunión con estos hermanos
pues lo que nos une es el mismo evangelio caracterizado por los 5 puntos del calvinismo, y
no saber si hay un reino de mil años literales de Cristo en este viejo planeta antes de la
eternidad o no. Para mí lo hay, para ellos no. Pero que lo haya o que no lo haya, lo que nos
importa es la eternidad, no los 1000 años que son como 1 día frente a ella. Si me equivoco:
bien para ellos. Si no me equivoco: bien para nosotros los milenaristas. Sin embargo la
posición de las iglesias en los primeros siglos apoyaba esta interpretación literal de los 1000
años. Eran kiliastas (o quiliastas) hasta el siglo V, hasta la aparición de Orígenes, Jerónimo
y Agustín; los grandes fundadores de la interpretación sistemáticamente alegórica.
     En este breve estudio quiero tratar mediante la ayuda del Espíritu Santo, de las 7
trompetas y de las 7 copas. En el libro de Apocalipsis las trompetas aparecen en los
capítulos 8, 9 y 11. Estas 7 trompetas son el resultado de la apertura del séptimo sello. El
tema de los 6 primeros sellos no los quiero tratar aquí. Pero os aconsejo mucho la lectura de
una serie de 6 tebeos editada por (Jack) Chick Publications, y especialmente la quinta parte
de la historia de Alberto Rivera titulada “los 4 jinetes”. Él declara que el caballo blanco
(cap. 6 v.2) es el papa ecuménico, el caballo rojo (v.4), es el comunismo (creación del
papado: ver “Los padrinos”, tercera parte de la misma edición), el caballo negro es el papa
negro; el general de la orden de los jesuitas; los tesoreros y políticos del Vaticano. Y esta
interpretación me parece correcta y aun ortodoxa pues desde los días de la Reforma el papa
ha sido identificado como el anticristo y el papado como la bestia de Ap. 13. Así que os
aconsejo mucho la compra de toda la colección Alberto. Para más información consultad:
www.chick.com/es o www.chick.distrib.asp
     Según lo que pude comprender, el arrebatamiento de los escogidos y la primera
resurrección acontece entre el final del sexto sello y el principio del séptimo. Por lo cual
soy pretribulacionista. El capitulo 7 trata de ello a partir del verso 9. Lo que queda cierto es
que los 4 primeros sellos han sido abiertos. El cuarto sello; el caballo amarillo (Ap. 6 v 7 y
8), es lo que vemos en el llamado cuarto mundo que son países donde las miserias humanas
alcanzan su colmo con guerras, hambre, epidemia y azotes de la naturaleza que ocurren de
forma casi simultánea; porque después de los países en vía de desarrollo: el Tercer mundo,
vienen los países más arruinados y azotados por toda clase de males: el Cuarto mundo.
Después del sexto sello y del arrebatamiento de la Iglesia, vienen las 7 plagas últimas del
séptimo sello. Y mi concepto es que estas 7 plagas así como son llamadas siete trompetas,
también son llamadas siete copas. Mi afirmación es que las 7 trompetas y las 7 copas son
exactamente las mismas plagas, los mismos eventos relatados y vistos desde diferentes
ángulos. Recordemos que en Génesis capitulo 1 y 2 se repite 2 veces el mismo
acontecimiento de la creación del hombre. En el capítulo 2 se detalla mucho más lo que ya
se expuso en el capítulo 1. Igualmente, sucede esto en Apocalipsis; lo que narra el capitulo
8 lo cuenta otra vez el capitulo 16 agregando más información. Haciendo una comparación
sistemática esto se hace evidente.
     Al empezar a tratar con los ángeles que tocan las trompetas o vierten las copas uno se da
cuentas que son los mismos, pues ellos salen del templo celestial de Dios: 8 v.3 a 5 y 15 v.5
a 8. Y al mismo tiempo porque en este momento el templo está lleno de humo: 8 v 4 y 15 v
8. Además con este humo suben las oraciones de los santos que bien pueden ser el resultado
del quinto sello (6 v 10). Son oraciones que piden venganza sobre los que derraman la
sangre de los santos. Por ello mismo al ser atendidas estas oraciones se deduce que nadie
puede interceder por los habitantes de la tierra: 15 v 8. Ya ha sido arrebatada la Iglesia (es
decir los escogidos que en su gran mayoría estaban fuera de las iglesias locales). Ya viene
la ira de Dios sobre la tierra, y es obra de Dios directamente, en ninguna manera es por
medio de hechos humanos.
 
     Primera plaga:
     Consiste en granizo y otros fenómenos que parecerán a erupciones volcánicas que
queman las 1/3 parte de la vegetación: 8 v 7. Además sufren, los hombres que usan el
dinero electrónico incorporado bajo la piel de la mano derecha o de la frente y que
participan en los cultos del Anticristo, transmitidos por televisión: 16 v.2. (Leer “la imagen
de la bestia”).
 
     Segunda plaga:
     Esta encadena una tremenda contaminación del mar. ¿Será una erupción volcánica
submarina que parece destruir toda la fauna marina, alterar el color y la sustancia del agua y
provocar tempestades en que se hunden la tercera parte de las naves? El capitulo 8 es más
explicativo pues nos da las proporciones de la destrucción mientras que el capitulo 16 ve
que hay sitios donde todo está destruido; los sitios de las erupciones (si son erupciones
volcánicas). Ahora se plantea una pregunta importante: ¿De qué mar se trata aquí? Hay 7
mares y 5 (o 6 se cuenta la Antártida) continentes en la tierra, pero en la Biblia solo se citan
el mar Mediterráneo, el mar salado, el mar rojo y el mar (lago) de Tiberias, no hay ninguna
referencia al océano Pacífico o a América. En la Biblia cuando no se precisa el mar como
Rojo o de Galilea se entiende siempre como el Mediterráneo. Cuando se refiere al mar
Grande es siempre el Mediterráneo. La mayoría creen que las 7 olas de plagas que vienen
sobre la tierra durante la Tribulación son de alcance universal, pero excepto  quizás la
primera plaga, la cuarta que afecta el sol y por consiguiente toda la tierra, y la séptima, el
resto de la plagas probablemente afecten solamente al Medio Oriente y al nuevo imperio
romano, que como el antiguo está a la orilla del “Mare Nostrum”. Afectan la zona del
conflicto entre la bestia, (la Unión Europea) e Israel y sus vecinos.
 
     Tercera plaga:
     Aquí es el agua dulce que llega a ser contaminada. Como en la plaga precedente
tenemos la proporción del daño (1/3 parte) indicada en el capítulo 8 v.10.Así es como se
produce el daño: mediante una estrella fugaz cuyo polvo al desintegrarse contamina
muchos grandes ríos. Evidentemente es un azote de alcance regional pues si fuera universal
se necesitaría varias estrellas para afectar los 2 hemisferios y todos los continentes.  El
capitulo 16 enfatiza más en el “porque” que en el “como”: v 5-6-7. Cuando el v 4 del
capítulo 16 dice que las aguas se convirtieron en sangre significa que se volvieron impuras,
venenosas. (Tomar sangre es prohibido en la ley levítica).
 
     Cuarta plaga:
     De la misma forma la cuarta trompeta (8 v 12) describe esta plaga de una forma más
técnica dándonos la proporción de los daños y la cuarta trompeta (16 v 8 y 9) repara más
bien en el efecto sobre los hombres y sus reacciones negativas. Esta plaga afecta el sistema
solar. Puede tratarse de grandes eclipses y de la desaparición de muchas estrellas que
habrán terminado su tiempo en esos días (habrán consumido su energía y se apagarán). El
poder de quemar los hombre con fuego será supongo sencillamente por una disminución de
la capa de ozono que hará que los rayos del sol quemen a los hombres. Es asombroso ese
endurecimiento del corazón perverso del hombre. Tal como el faraón de Egipto, ellos
reconocen que es la mano de Dios pero es para blasfemar, porque “haciéndose sabios se
hicieron necios”. Sabrán muy bien como se producen unas plagas, pero nunca querrán
reconocer porque se producen: por sus pecados, su idolatría, su egolatría, su rebelión, su
ateísmo, su impiedad: 16 v. 9 y 11. Este fenómeno aterrador afecta a todo el planeta.
Además el número 4 es el numero del testimonio universal; hay 4 evangelios, y 2 testigos
son lo que se necesita para probar algo, y 2 más 2 son 4, lo que apunta a una confirmación
absoluta.
 
     Quinta plaga:
     Tinieblas y dolores son la quinta plaga. En el capítulo 9 se nos da una visión en espíritu
de lo que sucede. La estrella que cae y que abre el pozo del abismo puede ser un ángel
(Ap.1 v.20) o sencillamente un enorme meteorito que abre el pozo del abismo 9 v.1 al 11.
Ese pozo es un sitio debajo de la tierra donde moran muchos demonios. Abierto ese pozo,
se escapan humo y demonios que atormentan a los hombres inconversos. No hay que
olvidar que quedan 144.000 escogidos de las 12 tribus de Israel y quizá haya todavía unas
pocas conversiones. Lo interesante es la descripción de esos espíritus diabólicos. En efecto
no hay que olvidar que los espíritus también tienen cuerpos espirituales. No son viento o
nubes, como los espiritualistas piensan. Dios mismo que es Espíritu reviste a veces un
cuerpo espiritual, pero a diferencia de sus criaturas puede revestir el cuerpo que quiera. No
se puede dogmatizar en un tema tan misterioso. Pero aquí en este capítulo la descripción de
esos demonios es literal. Lo que pasa es que no los podrán ver los hombres con sus ojos de
carne. Solo sentirán el dolor y verán las tinieblas extenderse. Y de paso quiero reafirmar
que cualquier visión de demonios, de ángeles, de querubines o de Dios que nos presenta la
Biblia, hay que tomarla en el sentido literal. Sabiendo que las formas que se describen no se
pueden ver con los ojos físicos (a no ser que Dios o el ángel revistan un cuerpo físico como
en el caso de la visita de Jehová con dos ángeles a Abraham en Gen. 18).
     Por ejemplo en Apocalipsis 19 se nos describe al Señor Jesucristo viniendo en gloria, y
se nos dice que de su boca sale una espada aguda: v 15. Esto es literal, el Señor Jesucristo
mismo bajará del cielo y saldrá una espada aguda de su boca, y sus ojos serán como una
llama de fuego: v 12. Así que se presentará literalmente y todo ojo lo verá. Le verán sobre
su caballo blanco con ejércitos celestiales que le seguirán. Nada de alegorías, pero tampoco
nada de fantasías, la espada que sale de su boca es la Palabra de Dios que es descrita en la
Escritura “como una espada viva y eficaz y más cortante de toda espada de doble filo”. El
error común es separar el cuerpo espiritual del concepto espiritual. En la tierra tenemos
conceptos espirituales como el concepto de la sabiduría, la bondad, la verdad, o sus
opuestos la necedad, la maldad etc. Y sabemos representarlos con figuras alegóricas o
metáforas. La Biblia nos habla así también cuando dice por ejemplo “bebe el agua de tu
misma cisterna”. Entendemos que trata de la esposa y no de una agua o una cisterna literal:
Prov. 5 v 15 y 18. Usamos comúnmente toda clase de lenguaje figurativo. Pero en la
resurrección no creo que será así. Veremos a Dios cara a cara y no habrá más simbolismos,
figuras y sombras. Todo será intensamente real. No habrá conceptos sino realidades que se
manifestarían en formas infinitas. Veremos a Dios Hijo en forma real de un Cordero
inmolado, de un Jinete cabalgando sobre un caballo blanco, de un Hombre sentado en un
gran trono blanco, y hasta en la frente de los escogidos y en cada piedra de la Jerusalén
celestial, no serán figuras, serán realidades eternas manifestadas en cuerpos celestiales.
Tendremos un cuerpo espiritual pero sus posibilidades son algo fuera de nuestro
entendimiento actual. “Él dijo y fue hecho, mandó y existió”. Este verso expresa lo que
intento decir. La Palabra de Dios es Espíritu. Pero el Espíritu o la Palabra, al manifestarse,
al exteriorizarse crea una realidad tangible en materia física o espiritual, como un cuerpo de
luz. Esto es la realidad celestial, divina que se expresa en formas y cuerpo reales no en
conceptos abstractos como se imaginan los espiritualistas. Esta clase de enseñanza se
relaciona más bien con física nuclear, o molecular. Es que hay que saber y proclamar que la
teología es la reina de las ciencias. Todas las ciencias humanas cuando llegan al alcance
máximo del entendimiento humano empiezan a acercarse a la ciencia divina; a la teología.
      Me da mucha pena ver el triste estado de la juventud cristiana que no sabe esto. Estos
jóvenes están muy empeñados en estudios, en clases de biología, historia, paleontología etc.
Y poquísimos estudian la reina de las ciencias. Pero como dice Pablo “ciertamente y aun
estimo todas las cosas como perdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura”: Fil. 3 v. 8. Él era una
persona culta y sabía lo que decía por el Espíritu Santo. Cuantos jóvenes dicen hoy que
Jesús es su Señor pero sus conocimientos universitarios no son pérdida y basura para ellos
cuando los comparan con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. A estos le
consagran horas y horas y el estudio de la Escritura queda muy atrás. ¡Qué vergüenza, qué
ignorancia, qué locura! Piensan de hecho en que su diploma universitario les va a conseguir
un buen puesto en la sociedad mientras que la teología no les producirá plata. Y es verdad,
la teología no produce plata sino cosas de valor infinitamente más elevado, demasiado
elevado para ser apreciado por el cristianismo formal. Como dice la Escritura a los puercos
no hay que echarle perlas. Hay que echarles basura para que engorden bien y vayan al
matadero. No obstante el joven cristiano no es un puerco, es un futuro rey y sacerdote, así
que me quedo asombrado de que se alimente tanto de basura cuando tendría que tener
hambre de la Palabra de Dios.
      Pero volvamos al tema en este capítulo 9 de Apocalipsis. Tenemos la descripción literal
de lo que no se ve con estos ojos de carne pero que veremos con los ojos del cuerpo
resucitado y glorificado. El capitulo 16 nos añade otras informaciones sobre los dolores y
las tinieblas. Los dolores irán acompañados de ulceras o provendrán de las mismas ulceras.
Todo ello, provocado por esos demonios: v 11. También nos ubica geográficamente el
centro de esta actividad: La Unión Europea que es la bestia: v 10 (leer el archivo N°1: Las
dos bestias), lo que significa que el alcance de esta plaga es regional, no universal.

     Sexta plaga:


     Tal como en Egipto, durante las 10 plagas, aquí también el castigo se hace cada vez más
fuerte. Ahora es muerte ocasionada por 4 ángeles al mando de un ejército celestial: 9 v. 15
y 16. Como en la quinta plaga los hombres no ven nada con sus ojos pero caen muertos la
tercera parte de ellos. Y como no ven; no creen y no se arrepienten y siguen en sus graves
desvaríos: v 20, 21. Además de esta mortandad elevada, también vemos que Dios ordena el
castigo final a través de un plan militar estratégico mediante 3 demonios que inducen a los
hombres a que peleen contra Israel. Se llama Armagedón el lugar de la trampa que Dios les
prepara. Esto lo describe más ampliamente el capitulo 16 v.12 al 16. Sin embargo el
capitulo 8 alude también claramente a ello, pues nos habla igualmente del río Éufrates: v
14. En efecto se seca el río Éufrates para dejar pasar los ejércitos del Oriente; parece que
será una alianza ruso-china apoyada por los árabes...El alcance de esta plaga es también
regional: Medio Oriente. La tercera parte de los hombres que componen ese inmenso
ejercito perecerán Siguiendo la costumbre y mente satánica, el mundo al final de esas 6
plagas echará la culpa sobre los judíos, sobre la nación de Israel. Ya que no quedará en la
tierra escogidos para matar se volverá la furia del mundo incrédulo sobre la nación que fue
escogida desde el principio.
      En esos días se manifestarán los 2 testigos en Jerusalén, cuando Israel este cercado por
ese inmenso ejercito: 11 v. 3 al 11. Es también muy notable que cómo lo dije anteriormente
el Arrebatamiento de la iglesia de gran  mayoría gentil ocurre en el sexto sello, y aquí
vemos el arrebatamiento de los 2 testigos judíos que ocurre en la sexta trompeta cuando ha
vuelto el tiempo de la conversión de los judíos. En la Biblia hay 4 arrebatamientos
definitivos: 2 personales y 2 colectivos. Los arrebatamientos  definitivos de una sola
persona son: primero el arrebatamiento de Enoc que no es judío, y segundo el
arrebatamiento de Elías que es judío. Los arrebatamientos colectivos serán primero la
Iglesia que es gentil en gran mayoría al sexto sello, y segundo los 2 testigos que son judíos
a la mitad de la semana 70 de Daniel. ¿Serán arrebatados también los 144 000 redimidos de
las 12 tribus de Israel en ese momento? No se sabe pero los  vemos en el capítulo 14; v.1
con el Cordero sobre el monte de Sión y en el v.6 vemos que un ángel está mandado a
predicar el evangelio a los moradores de la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo.
Quizá los 144 000 anuncien a sus hermanos judíos el evangelio durante el ministerio de los
2 testigos que dura 3 años y medio, y luego son arrebatados y un ángel se encarga entonces
de anunciar el evangelio. Pasarían por los 3 años y ½ de la Tribulación pero escaparían de
la Gran Tribulación que es también de 3 años y ½. Es una suposición, os dejo sopesarla.
     Son tiempos de suma tensión y angustia. Se acerca el final, ha pasado la mitad de la
semana 70 de Daniel, se entra en la segunda mitad que ya no es la Tribulación sino la gran
Tribulación;  la atención se concentra sobre lo que es realmente el centro de la historia
humana: Israel y Jerusalén.
 
     Séptima plaga:
     Esta última plaga afecta a todo el planeta, por lo cual es la número 7 que indica la
perfecta remuneración de la maldad del hombre, (el 7 siempre indica perfección);  consiste
en tempestades, maremotos, un terremoto de proporciones gigantescas y un granizo
espantoso: 11 v 19 y 16 v 21. Ap.X; 7 dice:  “…en los días de la voz del séptimo ángel
cuando él comience en tocar la trompeta”, lo que indica que no es un día sino varios que
pueden corresponder a varios años: 3 y ½ probablemente. El terremoto y el granizo son de
un tamaño nunca visto en toda la Historia del hombre sobre la tierra. El capitulo 16 nos
informa además que Babilonia (Nueva York) es destruida. Y esto lo relata detalladamente
los capítulos 17 y 18. El único aliado político y militar de Israel: Estados Unidos es
entonces destruido por la Unión Europea mediante un ataque nuclear sorpresivo hecho al
estilo del 11 de septiembre del 2001, pero esta vez, supongo con aviones de línea comercial
cargados con bombas nucleares.

     Conclusión.
      Al comprender que las 7 trompetas son las 7 copas, tenemos un cuadro mucho más
preciso de las últimas plagas que van a azotar a los réprobos en los últimos días. Esto tiene
que alentarnos a predicar la reconciliación con Dios por medio de Jesucristo con más
ahínco y también debe despertar nuestra gratitud por los castigos que merecemos igual que
los demás, pero que no nos tocarán por los méritos de nuestro Gran Salvador Jesucristo.
¡Aleluya! Al final de estos eventos mundiales se abren los cielos y llega el Señor de señores
a destruir a sus enemigos y a reinar sobre esta tierra durante 1000 años con sus santos 11 v
15, 19 v 11 al 21. Empieza el Milenio: 20 v 1 al 10.
      Mi propósito en este breve estudio ha sido esencialmente comprobaros que las 7
trompetas son las 7 copas. (No soy el único en verlo así). Espero que esto haya quedado
claro. Tal como el Israel del Antiguo Testamento durante las 10 plagas, la Iglesia no será
afectada por esas 7 plagas pues habrá sido arrebatada. La hora y el día nadie lo sabe pero el
tiempo está aquí; se acerca la apertura del sexto sello, y después quedan muy pocos años.
Las profecías se están cumpliendo, no creo que este viejo mundo corrompido pase el año
2059, pues desde 1939, (fecha del principio de la segunda guerra mundial que precipitó los
eventos y provocó con la caída de Hitler la creación del Estado hebreo) a 2059 hay 120
años que son el limite extremo de la vida humana: Ge.6, v.3. Creo que estamos en la última
generación, pero la hora y el día de nuestra liberación nadie sabe. Estemos atentos;  pronto
se oirá la voz del arcángel y el sonido de la trompeta…
     MARANATHA.

   

SALID DE ELLA

En Apocalipsis 18 v 4 está escrito: “y oí una voz del cielo que decía: salid de ella, pueblo
mío, para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”. Como ya
lo he explicado en el articulo: “Las 2 bestias”, la interpretación que tengo de la segunda
bestia es que ella es Estados Unidos en el sentido literal y el protestantismo corrompido en
el sentido espiritual. Babilonia es Nueva York y por lo tanto es también la segunda bestia
del capítulo 13 de Apocalipsis. Es como decir Paris por Francia o Madrid por España. Los
Estados Unidos son la nación protestante por excelencia, pero no quiero meterme en
política y tratar de esta nación sino que quiero aquí, tratar del lado espiritual de esta bestia
que es el falso protestantismo y sus sectas. No soy hereje (neo) Pentecostés, por lo tanto:
¡no oí una voz del cielo que decía: Salid de ella! Pero era asiduo radio escucha de Family
Radio y oía  a menudo a Harold Camping predicar sobre este tema. (Hoy, no escucho más a
esa emisora, porque ha caído en graves errores doctrinales). Así que ¡sí, oí una voz, pero de
la radio, en ondas cortas! Y estoy agradecido a Dios por haberme confirmado lo que intuía,
y sobre todo por hacerme conocer que ya es el tiempo de anunciar la salida de Babilonia. Es
decir la salida de las iglesias locales.
      Es una cosa muy triste tener que proclamar esta verdad: hay que salir de las iglesias
locales. Pero la Escritura lo dice y el plazo ha llegado, pues las evidencias de apostasía son
abrumadoras. Las iglesias evangélicas han llegado a ser Babilonia tal como el Vaticano es
desde hace siglos las 7 cabezas de la bestia que tiene 10 cuernos, (capitulo 13 de
Apocalipsis). Esta apostasía ha ocurrido en 50 años aproximadamente.
Las señales de la apostasía y edificación de la nueva Babilonia por parte de las
congregaciones evangélicas son varias. Como dice la Biblia “mi pueblo pereció porque le
faltó conocimiento”. La primera razón y señal es la ignorancia de las doctrinas esenciales
del evangelio: depravación total del hombre natural, predestinación, soberanía de Dios,
gracia irresistible y todos los grandes dogmas protestantes. Se predica un evangelio si no
falso o adulterado, por lo menos mutilado; un evangelio arminiano. El neo pentecostalismo
está infiltrándose tal como el ecumenismo: al papa de Roma no le llaman Anticristo. El
legalismo y el feminismo reinan a sus anchas. Y el materialismo y comercialismo alimentan
los sueños de unos e hinchan los bolsillos de las jerarquías. Al nivel moral, el divorcio y
segundo matrimonio es común, así como las minifaldas y la música mundana. Para
compensar y auto justificarse el método es: los heroicos programas de ayuno, las vigilias y
las buenas obras de tipo social. Sin hablar del ministerio juvenil y las misioneritas y otras
actividades que puede inventar la mente carnal con la inspiración del diablo. Y para
terminar el cuadro apocalíptico no hay que olvidar la profanación y omisión de la Cena del
Señor,  (leer folleto N°6: Esto es mi cuerpo). He aquí la descripción real de las iglesias
evangélicas en todo el mundo. Siempre hay unas excepciones pero nunca las he visto.
Martín Lutero decía que la iglesia verdadera está donde se predica el evangelio puro y se
administran los sacramentos. Hoy en día no creo que haya 1 iglesia evangélica entre 1000
que merezca este título. Muchos dirán que mi visión es muy pesimista pero no lo es. Mi
visión es correcta. Así están las cosas hoy. Empapaos bien de la Palabra de Dios y conoced
bien la doctrina apostólica y reformada y no podréis afirmar otra cosa, si sois sinceros.
Todos estos síntomas de la apostasía son cada uno, una razón para salir y no participar en
los pecados de las iglesias evangélicas de hoy.
Si uno es sincero y honesto no puede quedarse dentro del sistema de las iglesias. Uno ha de
romper toda relación con la congregación local. Pero esto debe ser basado sobre un defecto
doctrinal de primer grado o en el caso de que el pastor sea una mujer. En efecto si el
evangelio que se predica es falso hay que salir definitivamente de tal congregación. Si la
doctrina de salvación no es por fe sin obras sino que requiere obras, es decir, si es
arminianismo  no hay que dudar en salir. También si tocan al dogma de Jesucristo
verdadero hombre y verdadero Dios, es preciso salir. Si la congregación es (neo)
pentecostés tampoco se puede quedar. Es decir si hablan en lenguas, creen en visiones y en
nuevas profecías, en el don de milagros, si tienen interés en hechos sobrenaturales etc. Si el
pastor es una mujer, aunque la doctrina de salvación y todo lo demás sea muy ortodoxo,
hay que salir urgentemente. Toda congregación que presente estos rasgos es sinagoga de
Satanás. No hay otra medida sino romper todo lazo con tal organización servidora del
diablo. ¿Donde está la iglesia que no padece esos síntomas de apostasía? Me gustaría
saber…
     De hecho el ministerio de la Palabra, la evangelización del mundo ya no es el oficio de
las iglesias. Tal como en los días de Ezequiel y Daniel, el pueblo de Dios ha sido deportado
a Babilonia. Es decir que el culto oficial y los sacramentos han sido anulados. No podemos
comulgar y adorar en espíritu y verdad dentro de las congregaciones. Es totalmente nocivo
intentar crear nuevas iglesias locales, pues es el tiempo de la Apostasía: las Escrituras lo
declaran, los hechos lo comprueban. No tenemos más el consuelo y auxilio de los
sacramentos, y del culto congregacional, pero nos queda la Palabra de Dios y la comunión
de los santos: pues “donde 2 están reunidos en mi Nombre, aquí estoy”, dice el Señor. Así
que está por terminar el tiempo de las iglesias, ha llegado la apostasía y la acción de Dios se
desarrolla fuera de las iglesias evangélicas. Es una situación muy dolorosa y peligrosa pero
“donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia”. Para alimentarnos espiritualmente Dios
ha provisto comida sobreabundante fuera de las iglesias evangélicas. Nunca en la historia
de la cristiandad hemos tenido acceso tan fácil a la Biblia y a todas las enseñanzas de los
maestros de la Reforma. Que sea por escrito o por medio radial o por Internet, jamás hemos
tenido tanta facilidad para alcanzar comida sólida (y líquida) espiritual. El diablo satura el
mundo con sus engaños pero Dios nos sacia también a través de los medios de
comunicaciones modernos. Claro que hay que escudriñarlo todo y sacar lo bueno. Pero
jamás la Palabra de Dios ha corrido con tanta fuerza desde que las iglesias han dejado de
ser útiles en su oficio. Es cierto que la mayoría de lo que circula en hojas de papel o en
ondas, o en el Internet es porquería y nadería pero el pequeñísimo porcentaje de
conocimiento teológico que queda, sobra para nuestra edificación, y es mucho más
abundante que durante los siglos pasados, cuando solo los que iban a seminarios e institutos
bíblicos de ciertos países disfrutaban de tal privilegio.
     Además aparte de la edificación personal no hay que olvidar el ministerio personal.
Como ya lo dije no hay que involucrarse en un ministerio congregacional, pues es pérdida
de tiempo en el mejor de los casos,  y traición en la mayoría. Es cierto que hay pastores que
han desempeñado durante muchos años con cierta fidelidad su misión y les tengo respeto y
admiro su paciencia por aguantar tal presión de Satanás y de la carne dentro de las
congregaciones. Son un freno a la decadencia y su conciencia les dirán cuando salir, o
seguramente los echarán las mismas congregaciones. Frente a esta minoría de fieles
ministros están los asalariados que sirven sus vientres, ¡y son la mayoría! Pero para los que
hoy se sienten llamados al ministerio, tienen que saber que aunque ha desaparecido el
ministerio de apóstoles y pastores, quedan fuera de las iglesias los ministerios de profeta,
evangelista y maestros. Cuando digo profeta no es de ningún modo en el sentido (neo)
pentecostés. Digo: profeta, en el sentido de declarar públicamente la Palabra escrita de
Dios. Este es un ministerio para todos los cristianos: jóvenes, mujeres, hombres, pueden y
deben repetir a los oídos de sus vecinos, familiares, compañeros de trabajo, y de todos sus
prójimos unos versos de la Biblia en cualquier momento oportuno. Leer la Biblia a oídos de
otros es profetizar ¡Hagámoslo todos! ¡A tiempo y fuera de tiempo!
En cuanto a los ministerios de evangelista y maestro, estos 2 son reservados exclusivamente
para los hombres y hombres ancianos en el estudio de la Palabra, y que tienen el don para
ello, y la experiencia en la vida cristiana. Las mujeres y los jóvenes pueden ayudar en este
ministerio comprando y distribuyendo folletos, dando testimonio más con sus vidas que con
sus palabras. Dando sus ofrendas a un programa radial cristiano o montando un programa
en el internet, o contribuyendo en los gastos de impresión de folletos, o de páginas Internet,
o regalando Biblias, apoyando a los gedeones etc. Pero el ministerio de evangelista es
reservado a hombres preparados por Dios que sencillamente exponen al mundo el
evangelio, con sus doctrinas básicas, por todos los medios posibles.
El último ministerio es el de maestro. Este ministerio es más estrecho pero más profundo
que el de evangelista. El evangelista pone los fundamentos de la fe en Cristo, el maestro
edifica encima con todas las doctrinas y dogmas de nuestra religión protestante. Es un
oficio para piadosos; como dice M. Lutero en sus comentarios al capítulo 4 v 7 de 1° de
Timoteo: “En primer lugar el modo de ejercitar la piedad es sin duda enseñar a los demás…
la parte más considerable de la piedad es la dedicada a la enseñanza… la oración es un
instrumento notable, pero el ministerio de la Palabra es mucho más grande. No existe obra
más sublime que la enseñanza… sin embargo, la piedad se dirige concretamente a la
propagación de la Palabra y de la religión cristiana… La gente común no debe dejarse
llevar por la idea que predicar la Palabra sea una tarea sencilla”. Hoy en día quedan muy
pocos maestros, y los buenos ya son de edad avanzada. Falsos maestros abundan por todo
lado y ocupan las iglesias. Pero verdaderos maestros enseñando por publicaciones, radio e
Internet son pocos. La razón es que la Biblia profetiza en 2° Tim 4 v 3 y 4: “Porque vendrá
tiempo, cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias…” Esta profecía esta
cumpliéndose al pie de la letra hoy. La doctrina sana es un insulto al evangelio moderno.
Ella glorifica a Dios únicamente y humilla al hombre totalmente. El evangelio actual no
soporta esto: el creyente tiene que cooperar con la gracia, tiene que participar en su
salvación, tiene que santificarse por sus obras meritorias, ayunos, vigilias, oraciones, etc.
Enseñar la sana doctrina, es decir tener una soteriología calvinista,  significa salir de la
membrecía oficial de la congregación y ser tachado de fanático, licencioso y otros títulos
“honoríficos”, (pues es la Palabra de Dios que se defiende en este ministerio). Y ninguna
iglesia local soporta la doctrina pura. Ahora, como dice la Biblia: “No os hagáis maestros
muchos de vosotros…”. Ha de haber llamamiento por parte de Dios, seguido por un
conocimiento sólido de las grandes doctrinas de Evangelio, testimonios de apoyo de
hermanos conocedores de la Palabra, y sobre todo amor intenso por la Palabra, interés
ferviente por la doctrina, por la Historia de la Iglesia y de sus dogmas. Y sobre todo
humildad y ningún interés por la plata. Estos ministerios “extramuros” no producen plata:
producen gastos, indiferencia, odio, envidia. Nada agradable sino la satisfacción de servir a
Dios fielmente. ¡Que Dios levante en estos días evangelistas y maestros! Y que los demás
hermanos y hermanas les apoyen en su obra. La deportación a Babilonia duró 70 años y
creo que va a ser aproximadamente la misma duración para la Iglesia militante de hoy. El
Señor viene pronto. Mientras tanto tenemos la Palabra profética escrita: la Biblia, las
enseñanzas de los maestros de la Reforma: Lutero y Calvino y sus descendientes
espirituales como Spurgeon, Chantry, Lloyd, Pink etc. No tenemos iglesias y sacramentos,
pues estas han sido invadidas y estos profanados, pero “el justo por la fe vivirá”, no por las
obras o por las ordenanzas, y menos por los recintos del culto. La comunión de los santos
se mantiene a través de los siglos, de los medios de comunicación, de la devoción, en cada
hogar, en las reuniones privadas. No obstante quiero reafirmar que no es el tiempo para
crear nuevas iglesias sino para salir de las iglesias y alimentarnos directamente de la
Palabra de Dios e instruirnos directamente por medio de las obras de nuestros padres
espirituales : Martín Lutero y todos los maestros distinguidos que le siguieron en la familia
calvinista. “Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará”; ¡He aquí una bella
profecía (Dn.12 v. 4) para alentarnos a instruirnos con lo que se escribió en
Wittenberg(Alemania) y en Ginebra(Suiza), y luego en Inglaterra y en los Estados Unidos!
“El que tiene oídos para oír ¡oiga!”. Nuestros contradictores citando Mateo 16 v 18
alegarán que la iglesia de Cristo no puede caer. Pero la iglesia de Cristo es la iglesia
apostólica y católica (en el sentido etimológico: universal,  no en el sentido romano y
diabólico). Esta iglesia es invisible y es compuesta por todos los escogidos de todos los
lugares y edades. Esta iglesia de Cristo no tiene hoy casi nada que ver con las iglesias
locales y con las denominaciones evangélicas. Hace años ya que las iglesias protestantes
han dejado, han echado fuera las enseñanzas de la Escritura y los dogmas de la Reforma.
Nuestras iglesias evangélicas han sido vencidas por la bestia romana mediante el
arminianismo y neo pentecostalismo que desembocan en el ecumenismo. Nunca he oído en
mi vida un pastor enseñar que el papa es el más grande anticristo. Esto era una doctrina
básica de la Reforma. Hace tiempo ya que las mujeres han tomado el control de las iglesias.
Y el diablo sabe manipularlas con facilidad. Hace tiempo ya que la doctrina primordial,
esencial de la elección incondicional ha sido abandonada o rechazada. Hace tiempo ya que
predicar una salvación eterna, gratuita, garantizada por la predestinación y sin obras es
escándalo. La libertad cristiana tal como la interpretaba M. Lutero, (“el cristiano es un
señor libre sobre todas las cosas, y no está sometido a nadie”), esto es también piedra de
tropiezo. Hoy el “evangélico normal” está sometido a reglamentos en el uso de las cosas
(ayuna, no bebas vino, no fumes...) y se somete a cualquiera mujercita que se las echa de
pastora. Hace tiempo ya que no brilla la luz del evangelio en las congregaciones, sino que
Satanás transformado en ángel de luz enseña el camino al infierno mediante las buenas
obras y la fe en el hombre. Esto es la descripción de las iglesias evangélicas. He asistido
fielmente durante años a unas pocas iglesias de sana doctrina, (pues al mover, me tocaba
cambiar de congregación), pero a pesar de que el pastor conoce la doctrina verdadera los
oyentes pueden pasar 10 años escuchándole; al final están siempre en una infancia
espiritual enfermiza: no saben discernir entre calvinismo o arminianismo, entre doctrina
bíblica y doctrinas de hombres, entre mandamientos de Dios y tradiciones. No hay
crecimiento, hay raquitismo crónico. Por lo tanto, a pesar de que las puertas del Hades que
no prevalecerán contra la iglesia invisible y universal, en cuanto a las iglesias locales, hace
tiempo que Satanás tiene a sus ministros controlando y apagando la luz del evangelio. Por
cada iglesia local verdadera que muere, nacen 100 iglesias falsas. El (neo) pentecostalismo
es muy propicio para ello ¡Con tantas visiones y lenguas “angelicales” (demoniacas) en
medio de ellos, cada semana aparecen unos nuevos apóstoles, fundadores de nuevas
iglesias! El Vaticano, supongo, también en sus planes de ecumenismo, facilita la creación
de falsas iglesias evangélicas que le ayudan a destruir el protestantismo verdadero. En
cuanto a las viejas denominaciones protestantes hace tiempo que están en un sueño
profundo, por el efecto de la soporífera tradición. Así que aparentemente hay un
avivamiento, pero a la verdad es una decadencia. Muchos van de iglesia en iglesia
buscando la “verdadera”. Pero son cada día más raras y pronto desaparecerán totalmente.
No hay que perder el tiempo buscando una iglesia fiel, o creando una nueva secta;  hay que
dedicar nuestra energía a la propagación del evangelio puro de la Reforma Protestante. Esta
propagación no se lleva a cabo por medio de las iglesias, sino que es una tarea personal
unida al esfuerzo común de todos los creyentes despiertos. Antes de Moisés, hubo
pregoneros de la Palabra de Dios de modo informal: Enoch, Noé, Job etc. Después, con la
ley se creó la sinagoga y la Palabra se enseñaba por medio de las sinagogas. Ahora como en
los tiempos de Noé hemos vuelto al método informal debido a la misma decadencia que
había en aquellos tiempos. Ha terminado el tiempo de las iglesias, hemos vuelto al tiempo
de Noé y de Lot, y pronto seremos arrebatados en las nubes. Podemos también comparar la
situación actual con la que enfrentó Elías en su tiempo. En aquel tiempo Israel había caído
en la apostasía; se rendía más culto a Baal que a Jehová. Hoy lo que aparenta ser el Israel
de Dios; las iglesias locales, casi todas han caído en el mismo pecado. Se honra un dios que
no es el Dios de las Escrituras, se predica un evangelio falso, egocéntrico, y muy pronto
todos doblarán las rodillas delante del Baal romano: el Papa de Roma. Pero no hay que caer
en desesperación, Dios hará que queden los 7000 protestantes verdaderos que no doblarán
las rodillas ante la política ecuménica de Roma (1 Reyes 19 v 18). Somos pocos y muy
esparcidos. No tenemos iglesias y templos donde adorar. Pero formamos parte de la Iglesia
universal y adoramos en espíritu y en verdad en todo lugar. Y contra este cuerpo invisible
de Cristo, contra esta Iglesia, las puertas del infierno no prevalecerán. Por ende todos
tenemos que ofrendar para las publicaciones, las emisoras, las páginas Internet, y participar
en el esfuerzo de evangelización mundial.
Todos tenemos que distribuir folletos. Unos están encargados de escribir, otros de traducir,
otros de enviar, otros de imprentar. Hay mucho oficio para todos. El Espíritu Santo
coordina todo este movimiento. No hay fama, no hay riquezas en este movimiento pero hay
“poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al Judío primeramente y al Griego
también. Porque en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito el justo por la fe vivirá”, hay también libertad, (“donde está el Espíritu del Señor,
allí hay libertad”), en este movimiento del Espíritu del Señor afuera de los templos y
congregaciones. La predicación hecha fuera de todo control congregacional, no hace
acepción de personas. “Yo predico a los escogidos”,  decía M. Lutero, y así es hoy cuando
se predica el puro evangelio sin consideración y relación con cualquiera iglesia local. El
pastor de una iglesia local está sumiso a sus oyentes; los feligreses le pagan para oír lo que
les agrada. En un ministerio “extramuros” no dependemos de nadie sino de la gracia de
Dios, y la inspiración del Espíritu Santo. El asunto es anunciar la verdad aunque sabemos
que solo una minoría apreciará. Pero que me importa a mí, los que son destinados a
tropezar con la Verdad. Esto fue ordenado por Dios. Lo que importa es que sea anunciado
todo lo que está escrito y que sea explicado según la doctrina bíblica, la que se llama hoy
doctrina  reformada. Tampoco importan los motivos de los que anuncian las doctrinas
protestantes: que sea para vanagloriarse, o de corazón sincero. Lo importante es que los
dogmas de la Reforma se propaguen con denuedo. La Inquisición no puede masacrarnos
legalmente como lo hicieron durante 6 siglos, los medios de comunicación son baratos y
rápidos: ¡Que corra la Palabra de Dios y sea glorificada, que sea anunciado su Nombre, que
se sepa que Jehová es soberano! Jesucristo nuestro Redentor, y no volverá hasta que sea
predicado el evangelio a todas las naciones. Esta predicación del evangelio fuera de las
iglesias es más rápida y alcanza más gente que la predicación limitada dentro de cuatro
paredes. A la verdad esta predicación alcanza todo el planeta de una forma instantánea por
medio de la radio o de la Internet. (Evidentemente la televisión está excluida como método
de predicación: leer el archivo n1:“La imagen de la bestia”). Dejemos a los arquitectos de
Babilonia organizar su evangelio falso de prosperidad, feminismo, ecumenismo por medio
de las denominaciones y canales de televisión. ¡Salgamos de Babilonia! Tal como Israel
salió de Egipto y pasó por el desierto donde cayeron los incrédulos, así también a nosotros
nos toca atravesar el desierto sin la mesa del Señor, sin el culto oficial, sin el refrigerio que
brindaban a lo largo de los siglos las iglesias evangélicas. No obstante tenemos la Palabra
viva de Dios y la mejor teología al alcance de todos en la internet, como el mana para
alimentarnos y la columna de fuego para guiarnos. ¡Pronto llegaremos a Canaán! Mientras
tanto sigamos en el ministerio de la reconciliación con Dios; predicando la verdad, toda la
verdad que nos revela la Escritura, sin esconder lo que nuestra limitada mente humana no
entiende. La ciencia aumentará dice la Biblia. Y esto se ha hecho realidad afuera de las
iglesias. En las librerías y bibliotecas, y sobre todo en la red internet se hallan numerosas
obras de los mejores maestros que Dios nos ha dado a lo largo de la Historia de la Iglesia.
En tales obras aprenderéis que Dios ordena el pecado, que no hay libre albedrío, que no hay
nada bueno en el hombre civilizado, que las mujeres están excluidas del ministerio de la
Palabra, y muchas otras doctrinas aborrecidas por las iglesias evangélicas de hoy. Tenemos
hoy en día gran oportunidad para crecer en el conocimiento de la verdad. Pero hay que salir
de los límites de las iglesias locales. ¡Hay que salir de Babilonia! La comunión de los
santos se mantiene fuera de los límites del tiempo y del espacio. Pero hay que tener mucho
cuidado en basarla en los dogmas del calvinismo, en lo que se refiere a la soteriología,
(doctrinas de la expiación). Pues hay cosas que no son sanas en el calvinismo, como su
eclesiología, su doctrina del bautismo de los infantes, su escatología amilenarista.  Así que
hay cosas que no comparto con mi padre espiritual Martín Lutero, ni con con Juan Calvino,
ni aun con Charles Haddon Spurgeon. Pero todos los escogidos tenemos la misma actitud:
¡Estamos de acuerdo absolutamente con nuestra conciencia de acuerdo a lo que hemos
entendido en la Biblia! Sin embargo sabemos que nosotros somos falibles, (no como el
anticristo romano que desde 1870 se declara infalible), y debemos tolerar y soportar las
interpretaciones contrarias que no afectan lo esencial: el Evangelio eterno de gracia Y no
solamente es menester tolerar y soportar, sino también analizar las interpretaciones de otros
hermanos y estar siempre listos a cambiar nuestras interpretaciones si las que ellos nos
exponen son correctas a la luz de la Biblia. Adoptar nuevas interpretaciones y abandonar
las antiguas que resultan erróneas es señal segura de un crecimiento espiritual verdadero.
(Estoy hablando de doctrinas secundarias). El fanático se aferra a su interpretación y no la
discute. El espiritual está siempre listo para poner su interpretación a prueba, porque si es
correcta resiste a cualquier enfoque hermenéutico.
Hay que andar en la comunión de la fe de Cristo con nuestros hermanos hijos de la
Reforma protestante del siglo XVI. Por tanto así como dijo Martín Lutero en sus últimos
años: “Aquel que después de mi muerte despreciare la autoridad de esta escuela y de esta
iglesia, aquel será un hereje y un perverso. Porque es aquí (Wittenberg) primero, que Dios
ha purificado su Palabra y la ha revelado nuevamente…” Hoy en día la palabra de la cruz,
ha sido expulsada de las iglesias, y reemplazada por palabras “de hombres corruptos de
entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia;
¡apártate, de los tales!”: 1 Tim.6 v5. ¿Lo harás, saldrás de Babilonia?
 

     Quisiera añadir unas palabras sobre las misiones que son sostenidas por las iglesias
locales y enviadas a todo el mundo. Como dice el refrán: “Tal palo, tal astilla”. Las iglesias
han apostatado la fe de Cristo, por ende las misiones que fundan o alimentan, son
organizaciones que del mismo modo usan el nombre de Jesús para llenarse el estómago.
Las misiones evangélicas no son lo que eran en los siglos pasados. Ahora son O.N.G. de la
peor clase, pues las O.N.G. seculares no usan el nombre de Dios en vano para su negocio.
Ellas, las seculares, hacen buenas obras sociales para apaciguar la conciencia del ciudadano
americano o europeo, para sostener su dogma humanista y para llenarse los bolsillos.
 Las misiones evangélicas son más atrevidas. Dicen que sirven para evangelizar al mundo.
El problema es que su evangelio es tan falso como el evangelio de las iglesias y su
predicación no es por medio de la Biblia, sino por medio de obras sociales: construcción de
viviendas,  acueductos,  hospitales, orfanatos, etc. Después de pasar el tiempo en sus
buenas obras sociales, a veces, susurran en el oído de un nativo: “Cristo te ama”…
Pero lo que más odian las misiones es que se les hable de teología, y en cuanto a
soteriología subjetiva ni aún saben lo que significa. Ellas están allá para proveer las
necesidades básicas de los pobres, no para perder el tiempo en sutilezas como: saber si la
expiación es limitada o ilimitada. Para ellas; un Cristo ecuménico, higiénico, discreto, que
alimenta el estómago y sana la diarrea, ¡esto es lo que hay que predicar!
Los problemas del alma se resuelven con las formulas mágicas: “¡Cristo te ama!” y
“¡aplausos al Señor!”.
Las misiones son una estafa de la peor clase. Odian los asuntos espirituales, les toca por
fuerza mayor a todos sus miembros rezar diez “¡CRISTO TE AMA!” y un “¡APLAUSOS
AL SEÑOR!”, para mostrar que son cristianos en la onda, pero no hay profundizar ninguna
doctrina que sea susceptible de dañar el ambiente ecuménico; sería controversial y
fanatismo religioso peligroso. El asunto es canalizar los millones de dólares y euros,
(hablando de la pobreza material y espiritual que azota a los países exóticos), hacia sus
cuentas bancarias en Suiza. Después los jóvenes  que quieren viajar  y descubrir países sin
tener que pagar el viaje ni organizarlo, lo pueden hacer bajo el glorioso nombre de
misionero, (no es Ecoturismo, es “Cristo-turismo caritativo”), y entonces los nativos
reciben lo que les interesa: agua, comida, tejas de zinc, grifos, papel higiénico, tuberías en
PVC, medicamentos, micro-créditos etc.  Así las iglesias  locales de los países ricos se
sienten muy satisfechas con su sacrificio presupuestal y su cumplimiento del nuevo gran
mandamiento que han elaborado: “Por tanto id y haced acueductos y microempresas en
todas las naciones”. ¡Por lo cual, hermanos, por respeto al nombre de Nuestro Señor
Jesucristo, ni un centavo más para las misiones evangélicas!

TRICOTOMISMO

Ha sido una tradición por siglos y siglos considerar al hombre como un ser compuesto por 2
partes: el alma y el cuerpo físico. Pero siempre ha habido también unos como Orígenes que
desde el principio de la Iglesia han sostenido que son 3 los componentes del ser humano:
espíritu, alma y cuerpo. Martín Lutero mismo declara en su comentario del verso 12
Capitulo 4 de Hebreos. "Pero siguiendo la fe seguiremos al apóstol cuando en 1 de Tes. 5 v
23 divide al hombre en 3 partes... en relación con este tema, Orígenes fue el que más se
esforzó en explicarlo y después de él, Jerónimo cuando al referirse a Galatás 5 v 17
manifiesta que todo el mundo sabe que el cuerpo o la carne, es nuestra parte más baja, el
espíritu por el cual somos capaces de obras divinas es la más elevada, y el alma que reside
en medio de los dos..." En los círculos reformados la inmensa mayoría lo ve según la
tradición, pero según las Escrituras he llegado a la convicción opuesta. La Biblia nos
describe la naturaleza humana en 3 partes: espíritu, alma y cuerpo. ¡Así que soy
tricotomista! No obstante esto es una doctrina secundaria que no afecta mi comunión con
los demás hermanos protestantes. El fundamento de la Iglesia es Jesucristo unigénito de
Dios y el evangelio de la salvación por fe sin obras. Esta doctrina no altera para nada los
dogmas protestantes pero sí ayuda a comprender mejor el proceso de santificación, y por
ende vale la pena exponerla. Watchman Nee ha escrito sobre este tema un libro (en tres
partes) que se titula “El hombre espiritual”. Me ha ayudado mucho para comprender y
apreciar esta doctrina pero se explaya muy extensamente y la nociva influencia del neo
pentecostalismo que ha sufrido el autor le resta valor a la obra. Por lo tanto intentaré
exponer brevemente y claramente la doctrina tricotomista dentro de la corriente reformada.
Los tradicionalistas afirman que el alma es sinónimo del espíritu. Alma y espíritu son una
misma cosa. Nosotros los tricotomistas afirmamos que el espíritu es una cosa y el alma es
otra cosa, y esto basándose en el testimonio abrumante de la Biblia. Empezando por
Génesis 1 v 26 “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”, donde el Trino de
Dios se expresa al plural: “hagamos” Dios es 1 en 3 personas ¡ grande misterio inefable!
Nuestra limitada mente no puede comprender tan ilimitado conocimiento. No obstante “…
las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas…” (Ro. 1 v 20) y la
creación misma: nuestro mismo cuerpo proclama la Trinidad. El cuerpo es cabeza, tronco y
miembros. La cabeza es 1 cosa, así el tronco y así los miembros, pero esos 3 componentes
forman un solo cuerpo. Igualmente el alma se describe tradicionalmente como: voluntad,
afecto e intelecto. Así también es el espíritu humano, según lo veo yo, como: voluntad
espontánea, conciencia e intuición. El espíritu humano es un aliento de vida, es como el
viento. No se puede describir en si mismo. Es invisible, sin forma. Así que tal como
conocemos el viento por sus virtudes: frío, caliente, fuerte, apacible, dirigido hacia este,
oeste, norte, sur etc. Así mismo el espíritu humano no se puede definir precisamente, sino
que por sus virtudes, sus poderes se pueden inferir que tal cosa proviene del espíritu o tal
otra del alma que igual al espíritu se discierne por sus características o virtudes.
Hay una concepción claramente tricotomista en la creación humana. Mi cuerpo soy yo, mi
alma soy yo, mi espíritu soy yo. Son 3 componentes muy diferentes y a menudo opuestos
entre ellos (a diferencia de Dios que es 1 sin contradicción) pero soy un solo y único ser
humano. Nosotros los cristianos somos una contradicción viviente; somos pecadores y
somos santos. Los demás no tienen este dilema son simplemente, totalmente pecadores: sus
buenas obras son trapos de inmundicia delante de Dios, y sus malas obras son la expresión
natural de su esencia. Quisiéramos ser totalmente santos pero es imposible en este cuerpo y
en esta vida terrenal porque el cuerpo sigue siendo cuerpo de muerte donde mora el pecado
que afecta también el alma que es el centro de nuestra vida y el componente intermedio
entre cuerpo y espíritu. Fijaos en la diferencia total entre el cuerpo y el espíritu. El cuerpo
esta interesado únicamente en sus necesidades y placeres: comer, dormir, beber, copular,
evacuar etc. Esta totalmente centrado en sí mismo. Al contrario el espíritu del cristiano está
totalmente centrado en su relación con Dios. Todo lo que considera es su comunión íntima
con el Espíritu Santo. Ninguna cosa material o moral o social; nada le interesa en si mismo,
sino que todo esta enfocado con relación al sentir del Espíritu Santo. El alma al contrario
siendo coyuntura puede tener un enfoque mundanal (y entonces se llama carne) o un
enfoque celestial.
Lo que ha sido vivificado en el nuevo nacimiento es solamente el espíritu humano, no el
alma como creen los tradicionalistas. Ro 8 v 16 dice: el Espíritu mismo da testimonio a
nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Aquí vemos claramente que ser hijo de Dios
no es algo físico como lo creen los judíos por medio de la circuncisión o por medio del
bautismo de agua como lo afirman los católicos y anglicanos, ni aun es algo anímico por
medio de la tradición, cultura, disciplina, sino que es algo totalmente espiritual; del Espíritu
Santo a nuestro espíritu. Eso significa que aunque no lo comprendemos con la mente, ni
hubo deseo o voluntad de ser cristiano, misteriosamente, intuitivamente sabemos que la
Biblia es la única y exclusiva Palabra de Dios; deseamos oírla y nuestra conciencia sigue
los parámetros de la Biblia. Según lo que entendemos en la Biblia se ajusta la conciencia:
“El que es de Dios la Palabra de Dios oye”. Este oír no es físico, ni intelectual; es espiritual,
es decir que moldea la conciencia, impulsa el hombre a hacer la voluntad de Dios, y
despierta la intuición. Este es el testimonio del Espíritu a nuestro espíritu: el centro de
nuestro ser ha hecho de la Biblia el centro de su vida. Después poco a poco el alma cambia
sus afectos, deseos y modos de pensar, al subordinarse a las virtudes del espíritu. Por lo
cual la doctrina tricotomista es la única base para una explicación correcta del proceso de
santificación. Si el alma fuera hecha nueva en la regeneración del nuevo hombre, dudaría
en gran manera de mi nueva condición o de la vuestra. (Sobre todo cuando considero mi
afán por ir a pescar, o vuestro interés en el mundial de fútbol.) La Escritura dice que la
Palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que cualquier espada de doble filo y penetra
hasta partir el alma y el espíritu las coyunturas y los tuétanos. En el nuevo nacimiento la
Palabra de Dios divide el alma y el espíritu. Antes de esta resurrección espiritual obrada por
la Palabra de Dios, nuestra alma está al servicio de nuestro cuerpo y el espíritu está muerto:
es decir inactivo. Sin embargo los espiritistas, las brujas, los adivinos tienen su espíritu
activo pero por medio de Satanás y sus demonios. Por lo cual pueden tener poderes, pero
todo ello desemboca en destrucción, engaño y muerte.
Dios es Espíritu, y el Espíritu Santo se comunica, vivifica nuestro espíritu humano, el cual
entonces deja de ser asimilado y ahogado por el alma. Las virtudes del espíritu humano
empiezan por causa de su comunión con el Espíritu Santo a manifestarse, contrastandose
con las virtudes del alma. Las coyunturas (el alma es coyuntura entre cuerpo y espíritu) y
los tuétanos; (el espíritu es tuétano; centro del nuevo hombre) se revelan como 2 cosas
distintas y empieza a formarse un nuevo orden en la vida del creyente. Este nuevo orden es
la santificación que nos lleva de alma viviente en esta tierra hasta espíritu vivificante en el
reino de Dios: 1 Cor. 15 v 45. Esto no significa que se elimina el alma sino que el centro de
la vida del cristiano se desplaza poco a poco del alma hacia el espíritu. Seremos para
siempre espíritu, alma y cuerpo. Creemos en la resurrección del cuerpo en el último día.
Nuestro ser es 1 en 3 como Dios lo es. Pero lo que cambia es el orden en el ser humano
vivificado. En el nuevo nacimiento el espíritu del hombre es vivificado. Se le ha
comunicado vida eterna, vida perfecta. Y es el único componente hecho perfecto en nuestra
persona, al nacer de nuevo. Ahora tenemos un espíritu nuevo en comunión constante con
Dios. Nuestro espíritu es la morada del Espíritu Santo. No es al alma y menos el cuerpo.
Pero aun siendo el espíritu el centro del hombre; el alma y el cuerpo albergan también el
divino Huésped sin tener contacto directo con Él. Por lo cual dice la Escritura: andad en el
espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el
espíritu, y el del espíritu contra la carne y estos se oponen entre sí para que no hagáis lo que
quisiereis. Este verso expone claramente la lucha interna del cristiano. El deseo de la carne
es lo que quiere naturalmente el alma según sus afectos y sus razonamientos. El deseo del
espíritu es lo que quiere Dios en nosotros según lo que nos comunica la intuición y la
conciencia vivificada. Y hay una lucha entre la voluntad natural del alma (es decir una
voluntad relacionada con el cuerpo, y el mundo) y la voluntad del espíritu (Es decir una
voluntad que espontáneamente no se estriba en el razonamiento sino en la intuición y en la
conciencia). Y eso produce lo que llama Martín Lutero: la noluntad (“para que no hagáis lo
que quisiereis”). Tenemos pues que seguir de una forma espontánea lo que nos dicta
nuestra conciencia y lo que nos sugiere nuestra intuición. Y es algo imposible sin la Palabra
de Dio asimilada correctamente por nuestra mente. Por ende la cooperación del alma es
requerida por nuestro espíritu. Somos 1 en 3. Al nacer de nuevo, al ser bautizado por el
Espíritu Santo, nuestro espíritu es vivificado, iluminado y nuevo y sin mancha. Está en
comunión permanente con Dios Espíritu Santo quien mora en él. El alma entonces entra en
un proceso gradual de renovación, mientras que el cuerpo se queda igual: "un saco
hediondo" como lo calificaba M. Lutero. La resurrección del espíritu humano es
instantánea, la resurrección del cuerpo lo será también en el último día, mientras que el
alma tiene una resurrección progresiva que se llevará totalmente a cabo en la segunda
venida de nuestro Señor Jesucristo (o después de su reino de 1000 años en la tierra: el
milenio). Así que no hay que preocuparse mucho por “el saco hediondo” sino guardarlo de
la fornicación que es el único pecado que lo contamina: 1 Cor 6 v 18. Lo que tiene que
preocuparnos es el crecimiento de nuestro espíritu en intuición, autoridad o voluntad
espontánea y conciencia, y la renovación de nuestra alma en su mente, sus afectos, y su
voluntad que tiene que ser limitada. Y el crecimiento del espíritu humano está ligado a la
renovación del alma. Por lo cual dice la Escritura: No os conforméis a este siglo sino
transformaos por medio de la renovación de nuestro entendimiento (Ro 12 v 2) y renovaos
en el espíritu de vuestra mente (Ef 4 v 23). Así que la mente (o el entendimiento) participa
en el crecimiento del espíritu, y el espíritu humano revestido del Espíritu Santo, reforma el
alma viciada conforme a los deseos engañosos. Hay una interdependencia entre el espíritu y
su mente que es parte del alma. La cooperación y la comunión entre el espíritu y el alma
dependen únicamente de la Palabra de Dios. “La Palabra de Dios es viva y eficaz…, El
espíritu es el que da vida: la carne para nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado
son espíritu y vida”. El espíritu vivificado siente y quiere las cosas de Dios, pero sin el
entendimiento no puede alcanzarlas y asimilarlas, para poder crecer. Igualmente la mente
humana puede escrudiñar las Escrituras pero sin el sentir del espíritu no puede
comprenderlas. El espíritu humano vivificado crece por medio de la Palabra de Dios
entendida por su mente, y a su vez la mente se limpia con la Palabra de Dios que ha sido
asimilada por el espíritu del hombre. Por lo cual dice la Biblia “la Palabra de Cristo more
en abundancia en vosotros…” Una mente limpia es el principio de la transformación del
alma, pues el afecto y la voluntad siguen el pensamiento. Lo que moldea nuestra alma es el
pensamiento. La mente es el baluarte del alma: si vuestra mente esta llena de la Palabra de
Dios, vuestro corazón y vuestra intención serán hacia Dios. Pero para que se llene de la
Palabra de Dios tiene que actuar el espíritu del hombre influyendo, intuyendo,
concientizando al cristiano de la importancia del estudio permanente de la Biblia.
El espíritu vivificado sin la ayuda de una mente empapada de la Palabra de Dios, no crece,
y no guía al cristiano en una vida espiritual. Su voluntad espontánea, su órgano directivo no
funciona normalmente. Igualmente una mente que no recibe la intuición, que no escucha la
voz de la conciencia llega a ser enemiga de la Palabra de Dios. Solo recibe letra muerta de
la Biblia. La persona cae en el legalismo o fanatismo. La mente se empobrece, se envenena.
Así que hay que andar en el espíritu (es decir querer seguir su intuición y su conciencia)
renovándolo por medio de una mente saturada de versos bíblicos. He tenido la triste
experiencia durante 10 años de seguir a Dios mediante mi propio espíritu vivificado pero
sin la indispensable ayuda de una mente saturada de la Palabra de Dios. El resultado fue
tiempo perdido y obras inútiles o vergonzosas. Era hijo de Dios, salvo pero como dice
Pablo en 1 Cor 3 v 1: carnal, niño en Cristo. Ni sabía lo que era el evangelio verdadero.
Creía que Jesucristo era mi único Señor, Salvador y mediador, pero estaba persuadido que
además de la fe necesitaba obras. Era un cristiano carnal, hasta que empecé a leer unas obra
de M. Lutero, quien me reveló el evangelio verdadero y lo que es la vida cristiana. Por ello
en el Nuevo Testamento, vemos que los cristianos pueden cometer pecados tremendos:
adulterio, fornicación, asesinato (stg 4 v 2) etc... Muchos al ver a un cristiano caer en tan
horrendos pecados, en seguida juzgan y declaran que ese pobre individuo no es cristiano.
Pero caer no es practicar, y donde la conciencia no ha sido iluminada por la Palabra de
Dios, no hay pecado. En efecto la ley del cristiano está escrita en su conciencia (su espíritu)
pero si todavía esta ley no ha sido inscrita en la conciencia por medio de una mente que
estudia concienzudamente la Palabra de Dios, entonces donde no hay ley no hay pecado.
Por lo cual dice la Escritura que no juzguemos a nuestros hermanos: St 4 v 11, 12. El niño
en Cristo, no puede andar solo. Necesita la enseñanza de maestros verdaderos, que son
escasos hoy en día. El cristiano carnal no anda según el espíritu sino según el alma. Si su
naturaleza es emocional le encontrareis en la herejía neo-pentecostal, si es intelectual en la
herejía arminiana o otra peor. Pero si crece y entiende la relación espíritu-alma dentro de su
ser, entonces un día encuentra el equilibrio y desecha las herejías, las falsas doctrinas y el
engaño de la apostasía general que ha penetrado casi todas las congregaciones. Este
equilibrio permite andar en el espíritu. Recordad que la Reforma protestante empezó
realmente en la dieta de Worms en 1521 cuando Martín Lutero al final del encuentro dijo:
“ya que su Majestad y Señoría (el emperador Carlos V) piden una respuesta clara, la daré
sin cuernos ni dientes: A menos que se me convenza por las Escrituras o por recta razón (ya
que papas y concilios a menudo han errado y se han contradicho entre sí), a menos de que
sea convencido de esta forma, yo estoy atado por los textos de la Biblia; mi conciencia es
cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, pues no es seguro ni
justo actuar contra la conciencia. Que Dios me ayude. Amen”. ¡Ahí empezó el
protestantismo!. Reparad en el papel decisivo de la conciencia (el espíritu), de la razón (el
alma) y de la Palabra de Dios en la respuesta histórica y transcendental del Padre de la
Reforma. Esto es andar en el espíritu: una conciencia cautiva de la Palabra de Dios
entendida, sostenida por una recta razón. Esta relación vital entre las virtudes del espíritu y
las virtudes del alma proporciona el crecimiento armonioso del cristiano verdadero. Lo que
manda es la conciencia y lo que la sostiene y se subordina a ella es la razón y ambas
virtudes son iluminadas por la Palabra de Dios. La resurrección completa empieza en el
espíritu del hombre, se transmite al alma y termina en el cuerpo en el día final. Pero no hay
que olvidar que el alma y especialmente la mente es esencial para el crecimiento espiritual.
Pues la Palabra de Dios tiene que pasar normalmente por la mente para llegar al espíritu, el
cual a su vez por su comunión permanente con el Espíritu Santo le devuelve el verdadero
significado de la Palabra. La mente recibe el “logos” (la Palabra escrita), el espíritu si lo
asimila mediante el Espíritu Santo lo transforma en “Rhema” (la Palabra asimilada o viva),
lo cual renueva el pensamiento o lo transforma, y este a su vez reactiva, da crecimiento al
espíritu. Es una relación continua y estrecha entre alma y espíritu. El espíritu siendo
director al servicio del Espíritu Santo y el alma ayuda idónea de su espíritu.

Como  lo aclara muy bien Watchman Nee en su libro “Conocimiento espiritual”, la
conexión entre el espíritu y el alma se realiza por la conciencia (una parte del espíritu) y la
mente (otra parte del alma).  Ahí esta nuestro verdadero yo, nuestro corazón. Dice: “es
como el centro operativo de un sistema telefónico a donde vienen a converger y son
conectadas las líneas. Todo lo que entra en el espíritu le entra a partir del corazón.  De ahí
que el corazón es el punto de contacto de todas las comunicaciones.   El espíritu se pone en
contacto con el alma a través del corazón; y es a través del corazón que el alma transfiere al
espíritu lo que ha recogido del exterior.  El corazón es el lugar donde se encuentra nuestra
personalidad; es nuestro verdadero yo”.

Pero quien no entiende este proceso, quien no discierne el espíritu del alma; si es verdadero
cristiano, no perderá su salvación, pero sí perderá tiempo, sufrirá más, tropezará a menudo
y hasta puede ser entregado a Satán para destrucción de la carne a fin de que el espíritu sea
salvo en el día del Señor (1 Cor 5 v 5). En efecto el alma es la coyuntura entre cuerpo y
espíritu. Naturalmente está condicionada por el cuerpo, luego por la regeneración del
espíritu, se ve moldeada y sometida al espíritu por la Palabra de Dios. Así que el alma se
confunde con el cuerpo y se llama carne en la vida natural o en la infancia espiritual: Mateo
16 v 17. El cristiano nace en su estado anímico pero ha de alcanzar el estado espiritual,
donde el espíritu vivificado gobierna el alma. Daré un ejemplo sencillo para facilitar la
comprensión. Estás en una congregación cuya doctrina de la salvación es correcta, estás en
comunión con tus hermanos y te sientes bien; tu alma se regocija. Un día una mujer sube la
púlpito y enseña cosas correctas. Tu sabes por la Escritura que no le es permitido a la mujer
enseñar al hombre, ni tener dominio sobre él. Tu conciencia te redarguye pero tu afecto
para con tus hermanos y el razonamiento moderno te inducen a pasar esto por alto. ¿Qué
harás? ¿Seguirás tu conciencia, o tu afecto y el pensamiento moderno? ¿Andarás en el
espíritu o en la carne (el alma)? Si eres un cristiano carnal, anímico, te quedarás sentado y
dirás: ¡amen! Como el resto de tus hermanos. Si eres espiritual seguirás tu conciencia y
serás impulsado hacia la salida. Tu conciencia cautiva de la Palabra de Dios te impulsará a
salir. El cristiano carnal anda según sus afectos, sus pensamientos, el cristiano espiritual
anda según su conciencia moldeada por el pensamiento Bíblico según la intuición y el
impulso que da el Espíritu Santo. Es así de sencillo pero es doloroso en la practica. Dice
Jesús: “porque todo el que quiere salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, este la salvará”. (Lucas 9 v 24). La vida del incrédulo y del recién convertido
es su alma. Toda su vida gira en torno a sus pensamientos, afectos y proyectos. Todo ello
tiene que ceder, perderse ante las exigencias de la nueva conciencia, del nuevo impulso
interno, de la misteriosa intuición, condicionados todos por el Espíritu de Cristo, para
llevarnos a tener la mente de Cristo. Como ya lo dije creo en una salvación eterna por
medio de la fe que excluye toda obra. Todos somos salvos por gracia, por medio de la fe.
Pero creo también que hay unos que entrarán “chamuscados” (1 Cor 13 v 13) en la gloria y
otros llevando una corona. (2° Tim. 4 v 8). Claro que como lo confiesa Pablo, la corona es
el resultado de la gracia que operaba en la vida de los tales, y el “chamuscado” es el
resultado de una vida anímica. Sin embargo “técnicamente”, operacionalmente, todo
depende del discernimiento de las virtudes del alma y del espíritu. El que no discierne la
preeminencia del espíritu sobre el alma no podrá acabar la carrera con una corona. El que
discierne estas cosas hará su conciencia cautiva de la Palabra de Dios mediante una mente
saturada de lecturas y comentarios bíblicos.
Andará pues en el espíritu y alcanzará la corona que por gracia le ha sido preparada antes
de la fundación del mundo por el Padre: Mateo 20 v 23.
CONCLUSIÓN
Espero que esta breve, enseñanza os ayudará para entender la diferencia entre espíritu y
alma. No me he explayado en explicar las virtudes del espíritu tales como la intuición y el
impulso (o voluntad espontanea) porque son cosas misteriosas mientras que la conciencia
nos habla como una pequeña voz de adentro, y por lo tanto es más comprensible. Lo
importante es que sepáis ahora discernir la procedencia de cualquier pensamiento, proyecto,
obra, movimiento para poder andar en el espíritu y no en el alma (o carne). El espíritu debe
crecer y el alma debe ser reformada. El espíritu debe ser el centro: la cabeza, el alma debe
ser la periferia: el miembro útil. Ilustraré (para terminar) este concepto con una figura clara
de tricotomia que hallamos en el A. T. En Lev 8 v 23 y 24 vemos a Moisés poner sangre en
el lóbulo de la oreja derecha de Aaron, en su dedo pulgar de la mano derecha y en el dedo
pulgar del pie derecho y repite lo mismo con los hijos de Aaron. Como sabemos los ritos de
la ley son figuras de la realidad en Cristo. Así que Aaron y sus hijos, son el sacerdocio que
somos nosotros hoy los cristianos, y la sangre puesta sobre ellos, representa el lavamiento
de nuestros pecados por medio de la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Y ahí vemos que
ese lavamiento empieza por la cabeza que es la parte mas alta del hombre y ello representa
el espíritu, luego sigue con la mano, que es la parte mediana y representa el alma, y termina
por el pie que es la parte más baja del hombre que figura el cuerpo. Así como lo dije la
salvación empieza por el espíritu luego procede con el alma y en el día final termina con la
resurrección del cuerpo ¡y fijaos en la excelencia de la figura que nos da Dios en este rito
mosaico! En efecto la mano (tal como el alma es el órgano que esta entre el espíritu y
cuerpo) sirve para escribir sobre las maravillas de Dios e igualmente para soplarse la nariz.
El alma puede también regocijarse en Dios o en un partido de fútbol. Mientras tanto el
espíritu se puede contristar, apagar pero no tiene conexión con las cosas del mundo y el
cuerpo puede gozar solamente de las cosas del mundo; no tiene conexión con las cosas
espirituales.
Por lo demás hermanos que “el mismo Dios de paz os santifique por completo y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, El cual también lo hará."
Amén

(1 Tes 5 v 23)

ODIO SANTO

Tal como existe en este mundo el día y la noche, el bien y el mal, también existe el amor y
el odio. En el mundo venidero, en la nueva Jerusalén, en los cielos nuevos solo existirán el
bien, el día y el amor. La oscuridad, el mal y el odio estarán confinados en el lago de fuego.
Pero para los que vivimos hoy nos confrontamos con esta realidad dual y paradójica;
porque es evidente que la noche y la oscuridad son una bendición para poder descansar,
dormir y un estorbo para caminar o ejercer muchas actividades provechosas, y aún como
dice un refrán popular “no hay mal que por bien no venga”. Pero quiero tratar
específicamente del odio. El pueblo cristiano es su inmensa mayoría considera el odio
como pecado. Tradicionalmente se piensa que odiar es malo sobre todo si se trata de odio
contra personas. Pero “bien anuláis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición”
dice el Señor Jesús. Porque a pesar de mandarnos amar a nuestros enemigos, también nos
ordena odiarlos en ciertos casos, así que hay un odio pecaminoso y un odio santo.
El odio pecaminoso es fácil de determinar por su procedencia. Si odiamos a alguien por
razónes de interés personal :estamos pecando. No digo con ello que no hay que resistir al
ladrón, o al hombre sanguinario pero odiarlo es pecado. Pues Dios nos manda amar a
nuestros enemigos: Mat. 5 v 44. Está claramente prohibido odiar a una persona o a un
pueblo por motivos que conciernen asuntos terrenales.
Son tantos los versos en el Nuevo Testamento que nos mandan amar, que nos enseñan la
ley de amor que no voy a citarlos. Tenéis vuestras Biblias y concordancias y podéis
encontrarlos sin ninguna dificultad. Odiar a nuestros enemigos es pecado, hay que amarlos.
Y amarlos es principalmente orar por ellos y predicarles el evangelio de paz. Esta
enseñanza se encuentra a lo largo de todo el Nuevo Testamento y ha sido materia de miles
de sermones durante 20 siglos. Así que no voy a explayarme en esto. Iré al grano: el odio
santo.
Es un hecho que Dios nos mando a veces a odiar: “el temor de Jehová es aborrecer el mal”
Prov 8 v 13. Todo cristiano comprende que hay que aborrecer actitudes, pensamientos,
principios, filosofías que van en contra de la piedad: 2 de Cor 10 v 5. Todo cristiano odia el
mal como le es ordenado. Y es fácil mientras tratamos con conceptos, teorías, principios.
Mientras estamos en el campo abstracto; todos aborrecemos santamente. Pero al llegar al
campo de batalla; en la vida real ya no sabemos odiar y nos topamos con el lema “hay que
odiar el pecado y no al pecador” y es cierto que por lo general hay que amar al pecador
pues siendo nosotros también pecadores, Dios sigue amándonos: “mas Dios muestra su
amor para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros” dice la
Escritura. Pero hay casos de pecadores que Dios nos manda odiar, porque estos casos no
son nuestros enemigos personales, son sus enemigos. Cristo dice: “amad, pues a vuestros
enemigos” L 6 v 35. Pero jamás ha dicho “amad a mis enemigos” sabemos que Dios
aborrece al pecador inconverso: “Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se
arrepiente, El afilará su espada” Salmo 7 v 11, 12.
Dios ama única e incondicionalmente a sus escogidos. Los demás disfrutan de su
generosidad y paciencia, longanimidad y benignidad porque El quiere mostrar su ira y
hacer notorio su poder cuando se acabe la porción de ellos: Ro 9 v 22. Pero Dios no ama al
pecador desprovisto de la sangre del cordero. Dios lo odia y a veces nos manda odiarlo
también. El problema es discernir quien, cuando y como odiar al pecador según el
mandamiento de Dios, pues solo Dios odia santa y justamente al pecador inconverso porque
El sabe exactamente la naturaleza de su pecado y la intención del culpable. Nosotros siendo
pecadores e ignorantes no podemos juzgar a nadie. Juzgamos doctrinas, dogmas, conceptos
y odiamos justamente la maldad como principio. Pero a veces la maldad se hace hombre, o
mejor dicho el hombre se viste con la maldad absoluta. La maldad relativa nos envuelve a
todos y procede en parte de nuestra ignorancia. El hombre que se viste de la maldad
absoluta no lo hace por ignorancia sino conociendo la verdad. Estos son los hipócritas, los
apóstatas, los que han pecado contra el Espíritu Santo, los anticristos y a veces hasta los
mismos cristianos que pueden caer momentáneamente en esta clase de pecados. Para ello
Dios manda que no oremos para ellos y al punto también de que oremos que sean
entregados a Satanás, (1 Cor 5 v 5) ¡en los casos donde queda aún esperanza¡ Pero este
aborrecimiento para con tales personas tiene un limite debido a la posición. Es decir; Dios
odia las criaturas que El creó para destrucción (ved Ro. 9) pero nosotros odiamos las
personas que se identifican como anticristos apostatas, blasfemadores contra el Espíritu
Santo, no por lo que son sino por quien representan. Aborrecemos al personaje no a la
persona. Tal como los creyentes son embajadores de Cristo igualmente los anticristos son
embajadores de Satanás. Y todo embajador es enviado a un país extranjero cuya lengua y
cultura conoce, asi como conoce la voluntad y los designios de la autoridad que lo envía.
Así mismo los anticristos conocen el pueblo de Dios y sus doctrinas y también cual es la
voluntad de quien los envió. Lo que no conocen es el nombre de su dirigente: Satán. A esos
hay que odiar con pasión santa, por amor a Dios y a su Verdad.
Tomaré un ejemplo muy adecuado que trata con una persona santa que llega a ser un
instante un personaje aborrecible; representante del mismo diablo. Es el apóstol Pedro. En
Mateo 16 v 22, 23 vemos a Jesús odiar a Pedro que es asimilado a Satanás.En este
momento, ya Pedro no es el bienaventurado Simón hijo de Jonás (v 17), es el mismo
Satanás. Nuestro Señor no le habla con compasión, no le dice “pobre Pedro, estás muy
equivocado, déjame explicarte, vuelve tus oídos y tu corazón a mis palabras, amigo mío…”
le dice de forma agresiva y sin ningún tipo de consideración o afecto: “quítate de delante de
mi Satanás…” No hay peor insulto que tratar a una persona de Satanás. El diablo es el
colmo de toda la maldad, impureza que haya en la creación. Aquí no hay amor, hay odio, y
odio santo.
Así que la regla general es amar al pecador. Pero estoy tratando aquí con la regla particular.
Empezaré con lo mas fácil de distinguir: los pecadores que son jerarcas de sectas que usan
perversa e hipócritamente el nombre del Señor Jesús y las Escrituras. A la verdad son
muchas las sectas y es mucho mejor dedicar la atención y el odio a la más poderosa,
peligrosa y antigua secta: la organización católica romana. Lo que llamamos nosotros los
protestantes verdaderos: la Bestia (Apo13). Repito: el asunto no es odiar al pobre pueblo
engañado por este sistema diabólico. Lo que es preciso odiar es este sistema y sus columnas
que son la alta jerarquía. Personalmente no odio al señor Karol Wotjyla; al contrario me da
pena ver a este pobre hombre viejo, enfermo y engañado por el diablo. Lo que odio es el
papa Juan Pablo II porque él no es un hombre común es la personificación del dogma
católico romano. El es la ley, porque lo que dice es ley y dogma para millones de esclavos
del diablo. El es el mayor anticristo, él es el hombre de pecado que se sienta en el templo de
Dios y se hace pasar por Dios con su dogma de infalibilidad papal decretado en 1870. Lo
que digo del papado no es nada nuevo, es algo que ha sido repetido, enseñado ampliamente
por los maestros de la Reforma. Pero se ha puesto en olvido hoy en día por la mayoría de
los protestantes. Martín Lutero fue muy prolijo sobre el tema. Aborrecía la jerarquía
romana encima de todo. Dijo: “Si muero que (Dios) permita que otro te (al papa) trate mil
veces más duramente que yo. Pues el papado satánico es el último desastre de la tierra, y el
mayor que los diablos con toda su potencia, alcanzarán a inventar. Dios nos ayude. Amen.”
Muchos critican y criticarán al padre de la Reforma por ese santo odio que tenía al papa y a
su séquito. Hasta sus colaboradores como Malanchton intentaban aquietarlo y moderarlo.
Pero fue en vano: más crecía Lutero en el conocimiento de la verdad más odiaba al papa y
sus acólitos. Este odio santo contra la bestia (el Vaticano) y el mayor anticristo (el papa) no
es enseñando hoy en los círculos protestantes. ¡Nos avergonzamos de ser protestantes! Hay
que promover este odio santo que no pide derramamiento de sangre humana sino
derrocamiento de estos gobernadores de las tinieblas de este siglo : no tenemos lucha contra
sangre ni carne sino contra esta organización satánica romana. No hay que usar misiles, y
bombas sino únicamente la espada del espíritu que es la Palabra Dios y la Historia. Estoy
aterrado cuando veo el profundo sueño de los evangélicos y aun del mundo político. Este
estado demoniaco: el Vaticano, tiene más oro que el banco federal de los Estados Unidos.
Acuña su moneda; el euro (que ahora supera el dólar) con la efigie de Juan Pablo II en una
cara. Está metido en negocios de toda clase, está involucrado en todo asunto político
mundial, haciendo pasar su pontífice por el apóstol del pacifismo cuando tiene las manos
empapadas de la sangre de 67 (o más) millones de personas que ha matado por medio de la
Inquisición y otros medios en solo 6 siglos. Sus doctrinas son más diabólicas que en el siglo
16, pues la infabilidad papal, la deificación de María datan de fines del siglo 19 y mediados
del 20. Pero el lobo ha perfeccionado su vestido de oveja y ni siquiera los cristianos
bíblicos se dan cuenta del engaño.
El anticristo papal ha llegado a ser considerado como el hombre de paz cuando él es el
hombre de pecado, desde hace siglos. Mucho minimizan el papel del papa en el mundo y en
la cristiandad. Pero él es el campeón del ecumenismo y el hombre más respetado del
planeta. Su influencia es tremenda y muy sutil. La meta del sus jesuitas es siempre la
misma: que todos se arrodillen delante de él y lo confiesen como Señor de los señores.
Ahora bien ,no hay que olvidar que el papa es el hombre más rico de la tierra; y la plata es
el nervio de la guerra, el dinero es lo que mueve el mundo. Es necedad gravísima imaginar
que ese sistema tan poderoso con una meta tan clara no es peligroso. Que tristeza que no se
oiga una voz como la de Luther que no cesaba de decir cosas como: “quisiera ver todos los
púlpitos de predicación, los conventos, las abadías, las capillas en llamas, y que todo esto
sea reducido a cenizas y polvo a causa de la horrorosa seducción de las pobres almas…
debemos destruir la idolatría del papa, reducirla a polvo… ¡la corte romana¡ el papa, obispo
del diablo, el diablo encarnado. No: es el excremento que el diablo ha botado en la
iglesia… cuando un cristiano ve los emblemas del papa, debe escupir sobre ellos, y taparlos
con lodo. Para la gloria de Dios… confieso que he sido a menudo demasiado violento, pero
jamás en cuanto al papado. La cabeza del Anticristo es el papa al mismo tiempo que el
Turco. El papa es el espíritu, el Turco la carne…” El doctor M. Lutero ha sido a veces muy
crudo y hasta vulgar hablando del “satanísimo papa”. Pero a la verdad yo me deleito
leyendo sus tratados teológicos que sobrepasan todo lo que los otros teólogos han escrito,
exceptuando al apóstol Pablo, y me relajo y alimento mi santo odio hacia Roma con sus
ataques directos al Anticristo romano. Esta clase de odio hay que perfeccionarlo y nutrirlo.
Para esto M. Lutero es la mejor fuente. En Apocalipsis 2 vemos a Dios reprendiendo la
iglesia de Efeso, pero en el verso 6 la felicita por aborrecer las obras de los nicolaitas. Os
afirmo que esos nicolaitas y sus obras no son nada en comparación con el papado y sus
doctrinas. Hay un galardón para los que aborrecen las obras del Vaticano; tenedlo por
seguro. Unos me argüirán que hay que odiar las obras y no su autor. Pero en el caso del
papa, ese abominable personaje, se identifica tanto con sus obras y dogmas que pierde su
nombre y apellido propio y toma otro nombre inventado por el diablo. Hoy el gran
Anticristo de turno se llama Juan Pablo II. Claro que le deseo a Karol Wotjyila que se
convierta y que viva. Pero a Juan Pablo II, y sus colegas, que Jehová haga caer fuego
encima de ellos como lo hizo con Sodoma. ¡y aun con más fuerza¡ El eje del mal no es
Kabul, Bagdad y Corea del Norte como se imagina el presidente Bush. El eje del mal es el
Vaticano. Pero a ningún hombre le será dado el honor y privilegio de bombardear el nido
del Anticristo: “Mía es la venganza yo pagaré dice Jehová”. Muchos alegarán que soy loco,
fanático y peligroso. Pero no lo soy ,soy muy realista por tres razones: la doctrina, la
Historia y la experiencia. La doctrina de salvación, según el Anticristo romano es una
mezcla de fe y obras; es sutilmente diabólica.Además las otras doctrinas importantes del
cristianismo han sido eliminadas y reemplazadas por decretales y leyes humanas y
diabólicas. La idolatría siendo lo más fundamental con el uso de imágenes y la deificación
de María. La Historia del papado es un río de sangre inocente derramada que por valles de
mentiras fabulosas, prostituciones, sodomía,pasa debajo de lujosos puentes de lujuria, y que
desemboca en un mar de inmensas riquezas acumuladas con el sudor y la sangre de
naciones enteras. ¿Sabéis por ejemplo que hoy en día, el “santo” papa recibe
automáticamente una parte de los impuestos de cada alemán (a no ser que el contribuyente
haga una declaración que se oponga a esto) y que esta ley vigente proviene del gobierno del
endemoniado católico romano Adolfo Hitler? ¡Y hay muchísismas cosas más que no
sabemos, y peores!.
También mi experiencia personal me alienta a odiar cada día más esos personajes con su
sistema: su madre de todas las prostituciones. En efecto he crecido en una cultura católica
romana. El día que nací de nuevo, que creí de todo corazón en Jesucristo fue maravilloso.
Pero el conocimiento del evangelio verdadero fue durante años oscurecido por esta cultura
diabólica que os hace creer en una salvación por obras de toda clase. ¡Cuanta basura comí
creyendo que esto me santificaba¡ unos se meten en monasterios, otros hacen voto de
castidad, otros se flagelan, otros hacen peregrinajes. Es asombroso cuan amplio es el
camino romano que lleva a la muerte, a la vergüenza, a la perversión sexual, a la hipocresía.
Para mí como para todos los que son protestantes de la estirpe de Lutero, todos los caminos
de maldad llevan a Roma. Y es un deber moral y una enseñanza espiritual atacar con la
Biblia y la Historia al papa y sus cardenales, curas y monjes. Esta gente es el Vaticano es la
bestia de Apocalipsis 13. Ahora lo repito, nada de violencia física; Jehová se encargará de
mandarlos al lago del fuego. Nosotros debemos denunciarlos con gran vehemencia, con
santo odio. Somos muy pocos los que atacamos la bestia romana. Pero como esta escrito “la
bestia vence a los santos” y ya está hecho… Este santo odio que estoy promoviendo contra
estos gobernadores de las tinieblas de este siglo es el mismo que demostró y nos enseño
Jesús cuando trataba con los fariseos, los escribas y saduceos. Toda esta gente era lo más
religioso que se podía ver. Eran los dirigentes de la religión verdadera en su época. Pero
eran casi todos una pandilla de hipócritas y mercaderes de la Palabra de Dios. A eso, Jesús
no les hablaba con ternura, no intentaba convencerlos de pecado con una parábola, o una
señal. 1No¡ A esa clase de gente los condenaba al infierno, y les insultaba con palabras muy
duras como: serpientes, generación de víboras, hipócritas (Lucas 23 v 29,33). Hoy el clero
católico romano peca más que los fariseos. Porque por lo menos, las víboras esas se
oponían directamente a Jesús, pero nuestras víboras romanas hace siglos que han venido en
el nombre de Jesús, quemando en hogueras a cristianos, atando las conciencias, sepultando
el evangelio bajo su abominable idolatría y mariolatría. Y hoy casi nadie se atreve a darles
su nombre merecido de víboras y generación de serpiente, e hijos de Sodoma. Porque como
nos enseña el capitulo 1 de Romanos v 18 al 27 que los que honran y dan culto a las
criaturas antes que al Creador (v26) Dios los entrega a pasiones vergonzosas como la
homosexualidad (v27). Un fervoroso marianista da culto a la criatura María antes que a
Jehová el Creador y por ende puede estar bajo este castigo de Dios. Esto nos explica porque
tantos sacerdotes romanos han caído en la homosexualidad, y pedofilia. En los mejores
casos fornican, y después de estos hechos se las echan de consejeros matrimoniales y
elevan el matrimonio a nivel de sacramento ¡Que desfachatez¡ Como decía M. Lutero:
“Deseo con todo mi corazón el día cuando todos los monasterios sean arrancados,
destruidos y abolidos, ya que todavía existen. Quisiera Dios que les mande una lluvia de
azufre y fuego que consumió Sodoma y Gomorra, y que los precipite en el fondo de la mar,
para que desaparezca hasta el recuerdo de ellos… Pero esos “asnos - papas” que están en
Roma no saben aún que son asnos, ni siquiera saben si son hombres o mujeres…” Al
pueblo católico romano hay que profesar amor, orar para que se arrepientan de su idolatría.
Pero a la alta jerarquía que manejan millones de millones de euros en la compra de
influencia, de fabricas, de acciones; a estos dirigentes que saben lo que hacen,
(especialmente los cardenales, obispos y jesuitas) ,hay que aborrecer, hay que denunciarlos.
Napoleón 1, emperador de los franceses conocía el poder de ellos y decía que los jesuitas
eran el ejercito más peligroso e infiltrado que había. Hoy en día la gente y hasta los
cristianos creen que son inofensivos y que solo se dedican a sus ceremonias, y al cultivo del
humanismo ¡Que ingenuos somos¡ Es urgente que el remanente escogido se despierte de su
sueño y se de cuenta que Roma es la bestia y el papa el mayor Anticristo: que ellos son el
enemigo número 1 de la cristiandad y de la humanidad.
Ahora veamos pues los casos particulares que no son la Bestia sino los “Himeneos y
Alejandro” (1era de Tim 1 v 20) que nos rodean en la vida cotidiana. Tenemos muchos
enemigos que nos rodean pero hay que amarlos y no odiarlos. No obstante los que son
enemigos conscientes del Señor requieren todas las imprecaciones de David en sus salmos:
“Dios mío, ponlos como torbellinos… persíguelos así con tu tempestad… sean deshonrados
y perezcan..” salmo 83 o las de Pablo:“El Señor le pague conforme a sus hechos” 2 Tim 4 v
14. Esto concierne a pocas personas, personas que no pecan por ignorancia sino conociendo
perfectamente la verdad ¡1era Tim 1 v 13). Son los apóstatas descarados y también los
sutiles. Los descarados son fáciles de reconocer, pues después de haber conocido la verdad
la pisotean. Los sutiles son los que no la pisotean con sus palabras sino con sus hechos.
Estos se dejan conocer después de un tiempo por sus frutos. Confiesan con sus labios al
Señor pero maldicen en sus corazones a sus siervos. Aparentan ser cristianos pero su dios
es su vientre y su monedero. Han hecho del evangelio un negocio y desprecian a Dios y su
Palabra, sentándose en la congregación de los santos y meditando cuanta plata o fama o
honor sacarán de su hipocresía diabólica. Bien dice David en el S 119 v 113 “Aborrezco a
los hombres hipócritas…”. Ese caso lo encontramos en las personas de Ananías y Safira:
Hechos 5 v 1 al 15. Muchos interpretes de la Biblia opinan que Ananías y Safira eran
cristianos verdaderos pero que pecaron y fueron castigados por Dios como ejemplo.
Sostienen que ellos no perdieron su salvación. No estoy de acuerdo con esta interpretación
(¡y ojalá me equivoque¡). Para mí, Ananías y Safira no eran salvos; nunca conocieran en su
corazón al Señor de gloria. Porque Satanás puede engañar al creyente, y lo engaña muy a
menudo, pero no puede llenar su corazón: v 3. El corazón del cristiano ya está ocupado por
Dios. Está atacado y a veces vencido por Satán pero nunca posesionado otra vez. Además
un cristiano peca por temor, por ignorancia, por sorpresa como Pedro quien negó al Señor 3
veces por temor: Lucas 22 v 57 al 60. El pecado de Ananías y Safira fue planificado y
llevado a cabo con determinación: v8. Tenía por origen la esencia del pecado original: el
orgullo espiritual acompañado por la insaciable envidia (a José de sobrenombre Barnabe
cap 4 v 36, 37), la hipocresía y la mentira. Ciertamente tenían también una expectativa
materialista, pues si la iglesia hubiera alcanzado el poder temporal, ellos habrían podido
recibir unos puestos de “cardenales”. Pero se burlaban de Dios y su hipocresía les llevó a
una muerte pública y vergonzosa por la mano de Dios directamente. No hubo expresión de
amor al pecador por parte de Pedro. No les llamó a arrepentimiento. Los cuestionó como un
juez. Y pronunció fríamente la sentencia sobre Safira v 9. Ningún amor por parte de Pedro,
e ira vengativa por parte de Dios. Esa clase de pareja abunda en nuestros tiempos. Y como
no estamos en los días de milagros y señales por parte de Dios sino en los tiempo más
provechosos, de la Biblia abierta a todos, sus estratagemas funcionan a menudo y los vemos
como el pastor y la “pastora” de congregaciones apostatas, y neo-pentecostales, llenos de
plata y de fama (o por lo menos, en búsqueda de plata y fama).
Después de haber tratado con el aborrecimiento que debemos tener hacia ciertos personajes
terminaré con el odio personal que es preciso, indispensable, sentir hacia nuestra propia
carne. “Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, y madre, y mujer e hijos y hermanos,
y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”. Lucas 14 v 26.
Muchos aminoran el sentido del verbo aborrecer hasta reducirlo al significado de
abandonar. ¡Pero no estoy de acuerdo una vez más¡ Este santo odio está explicado
claramente en Deut. 13 v 6 al 10. Esto significa que cuando nuestra propia familia en la
carne se opone directamente y activamente a nuestra relación con el Señor, entonces en este
momento hay que odiarlos como los enemigos de Dios y tener en la mente por lo menos
(por respeto al 5to mandamiento) las palabras que Jesús dirigió a Pedro : “!Quítate de
delante de mí, Satanás¡”. Si no odias a tu propia familia en este momento no puedes ser
discípulo de Jesucristo. El odio santo como el amor santo son los frutos de la presencia del
Espíritu Santo, son una prueba de nuestra elección. Ahora bien este odio a nuestra familia
se caracteriza por su aspecto esporádico. Es en el momento preciso en que ellos se levantan
entre Dios y nosotros que debe manifestarse el aborrecimiento. Al desaparecer su
oposición, desaparece nuestro odio y reaparece el amor natural a nuestros familiares.
Además aun en el momento de odio este amor natural templa todo exceso. No es el odio
constante que debemos mantener contra el papa, y otros personajes diabólicos ajenos a
nuestra carne. Pero es igual de naturaleza y de intensidad en el momento conflictivo. Es una
carga, es una cruz que nos toca llevar.
Muchos no han podido entender este mandamiento de Jesús de aborrecer a nuestros
familiares porque no han comprendido que es una cuestión de situación conflictiva en un
tiempo determinado. Por ende suavizan el sentido del verbo aborrecer y así tuercen la
Escritura, o caen en una locura patricida, matricida y fratricida al considerar que es un odio
permanente que nos pide el Señor. Para terminar consideraré el peor enemigo que tenemos
que odiar, más peligroso que el “satanisimo” papa: nuestra propia persona, nuestra propia
vida, nuestro propio yo. Este es el enemigo No 1 que hemos de aborrecer con mas ahínco.
Los demás nos atacan de vez en cuando; pero este es el más constante, el más pegado pues
es nosotros mismo: nuestra carne, nuestra alma en su parte viciada todavía por el pecado.
“Miserable de mí, quien me librará de este cuerpo de muerte” se exclamaba Pablo (Rom 7 v
24). Para ayudar al creyente en esta tarea esencial de odiarse a si mismo, Dios en su bondad
nos ha dado la ley escrita en nuestras conciencias y detallada y explícita en la ley moral que
nos entregó Moisés. Esta ley es un espejo para considerar al hombre natural que somos
todavía: St 1 v 23, 24. En este espejo vemos nuestra fealdad: concupiscencia, avaricia, gula,
orgullo, vanidad, hipocresía, pereza, etc.… Todos padecemos de una gran cantidad de
defectos ominosos y aborrecibles en grados diferentes. Pero si por la gracia de Dios
llegamos a mirar honestamente lo que somos naturalmente, no tendremos dificulta en
aborrecer nuestras personas. Pero somos tan deshonestos o olvidadizos que no nos vemos
tal como somos por naturaleza y en vez de odiar la persona que somos, la soportamos y
hasta nos hace sonreír. “El que ama su vida la perderá, el que odia su vida en este mundo la
hallará”. Miremos bien nuestras vidas en este mundo. Porque la vida que vivimos es lo que
somos en realidad. “Se reconoce el árbol por sus frutos” dice el Señor Jesús. Cuando pienso
en lo que he dicho, o escrito, o pensado, o hecho que no era correcto, que era pecaminoso
me doy cuenta de lo tan aborrecible que soy que ni lo considero bastante, ni alcanzo a
aborrecerme como es debido: “¡miserable de mí¡”. Pero gracias doy a Dios por su Palabra
encarnada e inspirada que me revela mi triste condición de pecador, y en momentos de
gracia especial, me da el privilegio de aborrecerme a mi mismo. Y también me hace anhelar
la vida nueva en un cuerpo y alma resucitados. Pero tal como el arrepentimiento precede a
la salvación, también el aborrecimiento a uno mismo precede el amor a Dios. María, la que
ungió los pies de Jesús (Lucas 7 v 38) es el ejemplo típico del pecador que se ha visto tal
como es y que llora, aborrece su propia persona y se echa con amor sincero a los pies del
Salvador. No es que el fariseo era mejor que ella; es que sus pecados eran menos visibles.
Por lo tanto no se aborrecía a si mismo ni amaba tanto al Señor como lo pretendía. Pero
Dios que todo lo ve, vio el amor en la que se aborrecía a sí misma y la falta de amor en el
que se complacía en sí mismo. ¡ Que Dios nos conceda este santo odio contra nosotros
mismos para que crezcamos en el santo amor para con Jesucristo!
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora… tiempo de
amar y tiempo de aborrecer..”. Eclesiastés 3 v 1 y 8. Asi que amemos u odiemos; todo sea
hecho para gloria de Dios.
¡Que Jehová nos de la sabiduría y el discernimiento para hacer lo que conviene a su debido
tiempo¡ Amén.

EL HOMBRE DEL CIELO

     Me siento constreñido a pedir perdón a mis lectores por la falta de coherencia que puede
haber en este breve estudio. En efecto me propuse tratar un tema conciso: el uso inadecuado
del término: "Madre de Dios" pero no pude escapar al tema tan profundo del la naturaleza
humana de Jesucristo. Así que no estoy satisfecho con lo poquito que me explayé en tan
sublime tema, y tampoco soy capaz de escribir los volúmenes que merecen tal maravilloso
asunto. No obstante espero que haya podido explicar lo poco que me ha sido permitido
comprender: "Examinadlo todo, retened lo bueno"
     Hay una expresión que siempre me ha chocado, que nunca he podido aceptar a pesar de
todas las explicaciones dadas por los teólogos a lo largo de los siglos. Martín Lutero la
usaba frecuentemente y hasta R. C. Sproul en nuestros días la usa. Es: Madre de Dios.
Claro que el argumento válido es que hay que entender la Madre del Dios-hombre. Pero a
pesar de ello mi espíritu rechaza tal término. Hay argumentos que mi mente recibe pero en
el espíritu hay un rechazo claro y profundo. Base del rechazo de mi conciencia a pesar de
las razones válidas que alega la mente es el temor reverente a Jehová de los ejércitos. Dios
es santo. El es el Santísimo Dios en 3 Personas. Asociar la segunda persona de la Trinidad
con una criatura cuyo título es superior al titulo de Hijo (el titulo de Madre) es blasfemia.
Porque un padre y madre son superiores de un hijo y atribuir una Madre, (que es además
una criatura infectada por el pecado original) a Dios es una falta de respeto a la dignidad y
santidad de Dios. María es la madre de nuestro Señor, es bendita entre todas las mujeres
mas ¡no es la Madre de Dios¡ También recordad que honrar a la criatura antes que el
Creador es caer bajo una maldición: R 1 v 25, 26 y a pesar que este título fue inventado por
los teólogos para recalcar la divinidad de Cristo, esto ha llevado a una "divinización" de
María. Hubo muchas buenas intenciones (proclamar la unión de la 2 naturalezas), pero el
resultado ha sido confusión e mariolatría a lo largo de los siglos.
     En los siglos 4, 5 y 6 hubo muchas controversias que tocaban el meollo de nuestra fe: la
persona de Jesucristo. Aparecieron muchas herejías: Apolinarismo, Nestorianismo,
Eutiquianismo,y también las herejías  Monofisita, y Monotelita. El concilio de Calcedonia
en 451 dió la respuesta ortodoxa a esas herejías confesando en su credo: "Uno y el mismo
Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, confesado en 2 naturalezas, sin confusión, sin conversión,
sin división, sin separación". Y antes de estas herejías que reconocían la divinidad de Cristo
de una forma equivocada, hubo las herejías Monarquiana, y Arriana que negaban la 2da
persona de la Trinidad o la divinidad de Cristo. Estas herejías fueron deshechas en el
concilio de Nicea en 325. Pero volvamos a Nestorio que teniendo buenas intenciones cayó
en herejía al dividir a Jesucristo en 2 personas: una humana, otra divina. Tengo la misma
intención que Nestorio es decir que me opongo al término "Madre de Dios" pero ¡Dios me
guarde de caer en una herejía¡ Jesucristo es una sola persona que tiene 2 naturalezas sin
confusión, sin conversión, sin división, sin separación. Jesús: verdadero Dios y verdadero
hombre, como solemos decir. Pero estos credos y definiciones importantísimos para
salvaguardarnos de errores graves no nos explican el misterio sagrado del Dios – Hombre.
Podemos siempre decir lo que no es Jesús y afirmar unas cuantas cosas de quien es. Pero
explicar quién es Dios en cualquier de sus 3 personas es imposible para la mente humana.
Avanzamos en el conocimiento del Hijo de Dios más por negaciones que por afirmaciones.
Más negando errores que afirmando verdades: "tal conocimiento es demasiado maravilloso
para mí, es alto no lo puedo alcanzar" dice la Biblia. Y aquí quiero oponerme al uso del
término "Madre de Dios" sin dividir la persona de Cristo Jesús; sin caer en el
Nestorianismo.
     Este término "Madre de Dios" fue inventado con buenas intenciones. Era contrarrestar
Arrio y sus discípulos y proclamar la divinidad de Jesús. El fin era bueno pero el medio
malo. Para defender la divinidad de Jesús ofendieron la Deidad dando comienzo a una
idolatría cristianizada que ha llevado y está llevando a millones de almas al infierno. Esta
idolatría es tan prominente que tiene su propio nombre: mariolatría.
     La mariolatría empieza por este título: Madre de Dios. Titulo que está basado sobre la
verdad de la unidad de la persona Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre nacido de
una mujer virgen. Pero tomaré un ejemplo opuesto para explicaros mi posición. Tu eres un
ser humano y este ser humano es mamífero. Tu eres un mamífero. Esto es pura verdad.
Todos somos mamíferos. Pero si te llamo "mamífero" y te digo: "!mamífero escúchame¡"
¿No te gustaría, cierto?. Te falto de respeto porque aunque eres un mamífero eres más que
un mamífero, eres un hombre hecho a la imagen y semejanza de Dios. Al usar este título de
Madre de Dios estamos faltando de respeto a la grandeza de Dios. Aunque sabemos que se
refiere al Dios – Hombre, y no al Dios Padre o al Dios Espíritu Santo, estamos dándole un
principio a Dios Hijo en una criatura: María. Para mi suena a blasfemia. Porque primero
que todo, Dios sea Padre, Hijo o Espíritu Santo no tiene principio ni en el tiempo y muchos
menos en una criatura contaminada por el pecado original.
     "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá El
que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad": Mi 5 v 2. Así que aunque salió el Dios Hombre del vientre de María, no era su
primera salida. Antes, desde el principio, desde los días de la eternidad varias veces salió el
Verbo. En Génesis vemos por lo menos 2 salidas del Dios Hombre en el capítulo 14 v
18,19 y 20 en la persona de Melquisedec, y también en todo el capitulo 18 cuando se le
aparece a Abraham como un varón acompañado por 2 varones más. En aquellas 2 veces:
¿Cómo Dios se vistió o fue hecho carne? Supongo que de la nada pues: "El dijo y fue
hecho, mandó y existió" ¡Para Dios nada es imposible sino no ser Dios¡ y para que sepamos
que no fue una visión o el Espíritu Santo bajo una apariencia corporal: Jehová hecho
hombre, se lavó los pies (Gen 18 v 4), comió mantequilla, leche y carne: v8. Es cierto que
en este caso los ángeles tomaron también cuerpo humano. Pero nunca pueden asumir la
naturaleza humana que es tripartita constantemente en su constitución (excepto por el
flagelo de la muerte). Además Dios no nos da muchas informaciones sobre estos espíritus
administradores; sería pues necedad explayarme en este misterio. Lo que es cierto es que el
Dios Hombre no ha tenido principio en el vientre de María sino que es eterno. Sin embargo
no estoy limitando el Verbo en forma de hombre. ¿En la eternidad pasada, el Verbo está en
forma de Hombre constantemente o tiene una manifestación "cíclica" pero eterna en forma
de Hombre? ¡No lo sé! Son misterios que sobrepasan ampliamente nuestra capacidad
mental limitada a nuestra dimensión humana. Frente a tales cavilaciones es mejor meditar
en el Pro. 17 v 27: "El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el
hombre entendido".
     Sabemos que somos rescatados por el sacrificio sustitutivo de Cristo Jesús, el Cordero
que muere por nosotros las ovejas descarriadas. Como dice la ley: ojo por ojo, diente por
diente. Así que hombre por hombre. El hombre ha pecado, el hombre ha de pagar por sus
pecados personalmente. Pero Dios se hace hombre y paga por el culpable. Así que la
justicia ha sido cumplida en la muerte, y en la bajada al infierno, de nuestro sustituto Jesús
y aprobada y glorificada por Dios en su resurrección y ascensión a la diestra de Dios Padre.
Todo esto es catecismo básico para un protestante. Pero mi énfasis es que este sustituto ha
existido desde los días de la eternidad. Pues el Espíritu Santo dice en 1 Pedro 1 v 19: "…
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros
tiempos por amor de vosotros".
     Es además muy notorio que cada vez que se habla en el N.T. del tiempo anterior a la
fundación del mundo, se dice de los escogidos que son predestinados. Porque a ellos Dios
les da un destino antes que vengan a la existencia. No obstante para una persona ya
existente en el momento de fijar su destino, no se puede usar el verbo predestinar sino el
verbo destinar. La única persona revestida de humanidad en los tiempos anteriores a la
creación del mundo es Jesucristo. Por lo cual este verso 20 no usa el término predestinado
sino destinado. Ahora sé que alguien podría alegar que en griego no se usa esta
terminología distintiva. Pero como ya lo dije en otro articulo:"De versiones y revisiones”, la
Biblia del Cántaro es la mejor traducción, porque fue el Espíritu Santo que capacitó a
Casiodoro de Reina y a Cipriano de Valera para darnos el más adecuado significado de las
palabras del texto original. ¡La traducción española superando a veces en concisión y
precisión el griego koiné del original! De hecho ningún idioma es perfecto y el chino a
veces debe de expresar mejor el pensamiento divino que el hebreo. Ahora no niego que lo
mejor es tener el texto en el idioma original, pero a veces es más fácil captar el sentido en
una traducción hecha por un santo que lo expresó claramente, porque lo entendió
claramente.

     Desde antes de la fundación del mundo el Verbo era Hombre (Cordero) pero se
manifestó al tomar carne de una virgen hace unos 2000 años. Pero esa virgen María no fue
la Madre del Dios Hombre. Porque el Dios Hombre siempre ha existido. Ella fue un
instrumento, fue una sierva del Señor (Lucas 1 v 38). Pero ella no le dio nada. El tomó
carne de ella (como dice un antiguo credo), después de haberla creado unos años antes. Ella
no es el principio del Dios Hombre, el cual no tiene principio ni fin de días. Su embarazo
milagroso es el principio de la manifestación redentora del Dios Hombre. En esta
oportunidad el Dios Hombre se hizo carne, es decir que asumió la condición de hombre
terrenal totalmente no como en el caso del rey de Jerusalén: Melquisedec, o de una visita
breve a Abraham. En aquellas 2 ocasiones; nada de especialmente humillante, nada de
pasar por 9 meses en unas entrañas oscuras, nada de pesebre, nada de infancia, nada de
sumisión a un padre y madre; criaturas pecadoras, y tantas otras pruebas tan duras para el
Señor de Gloria. En este caso Jesús, dejó todos sus privilegios y se hundió en la bajeza de
una vida de sufrimiento: de varón de dolores. "El cual siendo en forma de Dios, no estimó
el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres: y estando en la condición de hombre, se
humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Fil 2 v 6 al
8). Por lo cual Dios le exaltó y decidió que no era en el nombre de Melquisedec, o de "Dios
de Abraham" que se doble toda rodilla sino en el nombre de Jesús (v9, 10 11). Aunque el
sacerdocio de Jesús es el mismo que el de Melquisedec: S 110 v 4, aunque el es también el
Dios de Abraham. Pero la manifestación del Verbo redentor y mediador es Jesús de Nazaret
porque "hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo hombre".
Por ende el Dios Hombre asumió totalmente la humanidad porque nació y murió, pero era
la manifestación redentora del Verbo como Dios Hombre.
     Tenemos también otro versículo que afirma que Jesucristo es antes que naciese de
María: “Nadie subió al cielo, sino El que descendió del cielo: el  Hijo del Hombre, que está
en el cielo”. J III 13. Aquí se nos declara que el Hijo del Hombre está en el cielo ¿Por qué
se usa el tiempo presente? ¡Debería el tiempo pasado! Pues cuando Dios se refiere a la
eternidad no hay tiempo como nosotros lo concebimos. Y como Jesucristo no tiene
principio en ninguna madre  como hombre celestial, bien puede usarse el presente. Dice por
ejemplo la Escritura hablando de la exaltación  de los Santos: “…así mismo nos resucitó y
nos hizo sentar en los lugares celestes con C J…” Pero por ahora nuestros cuerpos no han
sido resucitados y no estamos sentados en los cielos con Jesús sino que estamos gimiendo
en nuestro cuerpo esperando este día glorioso mientras pasamos por el valle de sombra de
muerte. Aquí también se refiere a la eternidad y el tiempo es Dios que lo determina como
quiere o ¡lo anula! Así que en realidad el Hijo del Hombre estaba en el cielo desde el
principio. La Palabra de Dios dice: que hay cuerpo animal y hay cuerpo espiritual  (Cor. 15
v.44) y que así como hemos traído la imagen del terrenal traeremos también la imagen del
celestial (v49). No hay problema en reconocer que el Señor Jesús es el hombre del cielo y
que después de haber traído la imagen del primer Adán, traeremos la imagen de Jesús,
llamado 2º Adán. Pues nosotros los cristianos pasamos primero por el hombre terrenal y en
un segundo tiempo llegamos a la imagen del celestial: v 46. Por esto se le llama postrer
Adán, por cuanto el apóstol se enfoca desde nuestro historial como hijos de Adán. Pero lo
que opino es que Jesucristo ha tenido su cuerpo celestial antes de tener su cuerpo terrenal al
contrario de nosotros. El ha sido como nosotros en la tierra: verdadero hombre terrenal y
nosotros seremos como él es en el cielo en cuanto al cuerpo celestial por lo menos. Es
interesante reparar en que en 1 Cor.15 v. 40 se citan primero los cuerpos celestiales y luego
los cuerpos terrenales mientras que después hablando de la resurrección de los muertos se
sigue el orden  opuesto: versos 42 al 49. Mi pregunta es: ¿Tomó Jesucristo cuerpo celestial
después de resucitar de los muertos? O ya tenía un cuerpo celestial? Si tomó un cuerpo
celestial después de haber revestido el cuerpo terrenal de humillación entonces no es
primogénito entre muchos hermanos ya que Enoc y Elías subieron al cielo mucho tiempo
antes y en cuerpos glorificados pues la carne y la sangre como tal no pueden heredar el
reino de Dios (v50). Luego supongo que  lógicamente el Hijo de Dios ya tenía su cuerpo
celestial antes de vestir el cuerpo terrenal para su ministerio de Redentor de la humanidad.
Quisiera detenerme un poco más sobre la expresión “Primogénito de toda criatura, porque
en El son criadas todas las cosas…” versión (1602). Aquí  se nos dice que Jesús es la
primera de todas las criaturas. Pero esto se aplica a su naturaleza humana que El mismo
creó en la eternidad pasada. La creación tiene 6000 años, mas antes no existía el tiempo, era
la eternidad  pasada. En aquella dimensión, el Verbo creó su vestido: la humanidad
celestial, y se vistió de ella. Luego creó los cielos y la tierra. Así que la creación empezó
después de que el Verbo se vistió de humanidad celestial. El es el arquetipo de la
humanidad, es el patrón de la creación.,  es la medida, el marco de todas las cosas, y todas
las cosas son creadas según este marco divino y por El (ver 16). Por ello se le llama
primogénito de toda criatura aunque tiene principio en una dimensión donde no hay
principio ni fin. Misterio inefable para seres finitos. No obstante queda clarísimo que este
primogénito no tiene principio en una criatura  que existió hace  solamente 2000 años
(María); de otra forma ya no sería primogénito de toda criatura. Ahora bien, Dios es
Espíritu no es cuerpo, ni aun celestial. Se viste de cuerpo celestial, se vistió de cuerpo
terrenal pero no es consubstancial: ¡Dios es Espíritu no es cuerpo! Dios-Hijo tiene cuerpo
humano pero no es cuerpo como nosotros  somos imprescindiblemente, es decir  cuerpo
alma espíritu. Tomare otra vez el ejemplo del vestido: el bombero tiene su uniforme que lo
identifica delante de la sociedad pero el no necesita del uniforme para ser un hombre y ni
aun apagar un incendio. Así Dios en cierta manera no necesita revestir un cuerpo celestial
para ser Dios; El es Dios sin cuerpo celestial, El es Espíritu y no se viste de humanidad por
necesidad propia sino por gusto, por beneplácito, por amor, ¡por nosotros!
     Podríamos aun ir más lejos en la interpretación “el Hijo del Hombre que está en los
cielos” si considerásemos que El que está en los cielos durante toda la eternidad indicada
por el verbo al presente, no es el Hijo del Hombre sino el Hombre. Significaría que Jesús es
este Hombre celestial que pertenece a la eternidad pero que al bajar a la tierra y al
despojarse de su gloria y al tomar la forma de sirviente, al ser hecho a semejanza de Adán
se autodenomina como el Hijo del Hombre. El Hombre es Jesús en su forma gloriosa  de
Hombre del cielo y el Hijo del Hombre es Jesús, verdadero hombre terrenal hecho a nuestra
semejanza pero sin pecado. Ahora no estoy cometiendo el error del monarquismo
modalístico diciendo que el Padre llega a ser el Hijo en cierta dispensación sino que el
mismo Verbo cuando se viste de humanidad en el cielo se llama el Hombre del cielo y
cuando baja a la tierra y se viste de carne se llama Hijo del Hombre  para indicar el despojo
que se impone; el estado menor al cual baja. Pero “3 son los que dan testimonio en el cielo
el Padre, el Verbo y el E.S….” Y el Padre nunca es el Hijo en ningún momento. ¡El
monarquismo es herejía! No es que la persona de Jesús en la tierra es el hijo de Jesús en el
cielo. Sino que es una forma de hablar para indicar que el arquetipo humano en el cielo es
mayor en cuanto a cualidades  que el mismo arquetipo hecho carne en la tierra; siendo la
misma persona el Verbo. Igualmente nosotros mismos podemos ser padres e hijos al mismo
tiempo. Tu eres por ejemplo hijo de tu padre Miguel y padre de tu hijo Joaquín. Esto no
significa que te engendraste a ti  mismo. El Verbo hecho carne; Jesús en su bajada a la
tierra fue hecho hombre como nosotros  (pero sin pecado) y como es el nuevo Adán que
llega a la semejanza del marco celestial se denomina a si  mismo como Hijo del Hombre,
como primogénito entre muchos hermanos, siendo en su forma original el Hombre del cielo
primogénito de toda creación y unigénito del Padre. ¡Así que no soy patripasianista! sino
que me parece que el  título Hijo del Hombre se refiere al  mismo Hombre del cielo que no
se auto-engendra; pues fue engendrado en la matriz de María por obra del E. S., sino que
baja de su Gloria celestial y se hace semejante a las criaturas que fueron creadas por El, (J I
3, Col I 16) las cuales llegan a ser como hijos de este Hombre celestial y que llegan por lo
tanto a ser en verdad hijos adoptivos del Padre celestial. Fijaos también en que Ezequiel se
le llama Hijo de hombre  2 veces (Ez. II 1 y III 17) pero nunca Hijo del Hombre.  Se le da
casi el mismo título pero en forma más “diminutiva”, porque Jesucristo es el primogénito
entre muchos hermanos y arquetipo del nuevo Adán desde la eternidad. En el Evangelio
según Juan está escrito: “Pues que, si vierais al Hijo del Hombre donde estaba primero” (VI
62). Esta Palabra del Señor es reveladora también, pues no dice el Hijo de Dios, lo que no
implicaría forma humana, sino Hijo del Hombre. Y este Hijo del Hombre estaba primero en
el cielo antes de bajar a la tierra en forma de siervo, hecho a la semejanza de los hombres.
El Verbo es Hijo de Dios sin necesidad de vestir un cuerpo celestial humano, pero si se
denomina Hijo del Hombre es por llevar forma humana en Gloria. Creo que el Señor usa
los términos Hijo de Dios e Hijo del Hombre de modo intencional según la enseñanza que
nos quiere impartir. Y aquí me parece que quiere indicarnos que el Hombre del cielo es lo
primero que era antes que bajase a la tierra en una constitución parecida a nosotros en
cuanto a la humanidad terrenal aunque sin pecado. ¡Es una tarea ardua y peligrosa navegar
entre tantos escollos y arrecifes y bajos sin quedar atrapado en: nestorianismo,
apolinarismo, sabelianismo, patripasianismo! pero el crecer en el conocimiento del Hijo de
Dios es un mandato de Dios aunque es sumamente difícil para nuestras pobres mentes
humanas deshabilitadas por el pecado. A la verdad me siento como caminando sobre
huevos y no presento todo esto como una doctrina sino como una opinión personal sujeta a
cambio. No quiero dar principio a una nueva herejía y estoy dispuesto a olvidar todo esto y
a borrarlo pero por otro lado la teología no es una ciencia finita sino infinita y ha de haber
un crecimiento continuo en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador J.C.
      Hubo esbozos de esta visión del Hijo del Hombre en Apolinario, en Osandier, y en
otros, pero  Apolinario cayó en herejía al  mutilar la persona y específicamente el alma
humana de Jesucristo en la tierra. La ortodoxia siempre afirma y lo afirmo, que Jesucristo
para ser nuestro Salvador fue como nosotros en su espíritu, alma y cuerpo. Esto es esencial
pues la salvación requiere un sustituto exacto en todos los aspectos de nuestra humanidad.
Y en ello me aparto de las herejías. No obstante estoy consciente de que estoy pisando
“tierras incógnitas” impulsado  por el deber de crecer en el conocimiento pero atemorizado
por lo sagrado de la cuestión pues concierne al Hijo de Dios, y por la debilidad de mi mente
que fácilmente puede ser distorsionada por mi imaginación ¡Así que maldito el que confía
en el hombre (Gilberto en este caso), y sea nuestra única autoridad la Escritura interpretada
por el E.S.!  Así que os repito que formulo una opinión que puede interesar a unos
hermanos pero no establezco una doctrina nueva, ni lucharía por ella pues este tema no es
esencial ni afecta la integridad del evangelio eterno. Si mi opinión es correcta me alegraré,
y si es errónea me entristeceré pero no cambiara mi fe y mi salvación que es basada  en mi
Redentor; verdadero Dios y verdadero hombre como nosotros. Además es obvio que toda
herejía concerniente la segunda persona de la Santísima Trinidad  rebaja, o mutila el Verbo
de Dios. El monarquianismo unitario niega la divinidad de Jesús, el monarquianismo
modalístico lo reduce a una manifestación temporánea dentro de la creación, el
eutiquianismo fusiona y no respeta las dos naturalezas… Todas las herejías le quitan a
Jesucristo integridad o unidad a su Persona divino- humana. No le glorifican como
verdadero Dios eterno y verdadero hombre justo, hecho a la semejanza de Dios. En cambio
me arriesgo a decir que El es el primogénito de toda criatura en el sentido literal en lo que
se refiere a su naturaleza de hombre del cielo sin por ello creer en unas herejías que reducen
al Hijo de Dios a una criatura (aunque alegan que Él es la más alta). Solamente opino que el
Verbo se vistió de una humanidad celestial antes de la creación y luego de una humanidad
terrenal al tomar carne de María, para redimirnos y llevarnos  la dimensión del Hombre del
Cielo, y esto  hago basándome en la Escritura y quedándome en los límites que requiere la
verdad del evangelio eterno. Quizás he investigado secretos demasiado altos para  mi pobre
entendimiento pero estoy compartiéndoos una idea no estoy estableciendo una doctrina. De
todas formas esta opinión no rebaja la persona de Jesucristo ni la mutila como suelen hacer
las herejías sino que realza su humanidad sin destruir el propósito mismo por lo cual el
Verbo se hizo Hombre en el cielo y en la tierra y por otro lado sin limitar al Hijo de Dios en
la forma humana, pues El es Dios y no se confunde con su “vestido humano” aunque esto
lo caracteriza para con su creación; pues el hombre es la criatura que El ha escogido para
manifestar su gloria en el  de la forma más perfecta: “Cristo en vosotros la esperanza de
Gloria” (Col I 27).
      A la verdad este concepto de la humanidad de Cristo que proviene del cielo no es nuevo
pues en su tiempo Juan Calvino lo conocía y lo rechazó como herejía y producto de la
imaginación (Comentario a 2 Tim 2 v 8). Pero no da nombre a esa herejía, así que no fue
algo que dividió la cristiandad. Ahora bien; tengo mucho respeto a J. Calvino y sé que su
teología es correcta en un 100% en lo que concierne  su soteriología. Pero hay puntos
teológicos en que se equivoca, y esta doctrina no viene de mi imaginación sino de las
Escrituras. Claro que de las Escrituras se pueden sacar muchísimas doctrinas falsas si no se
compara Escritura con Escritura. En este caso he comparado Escritura con Escritura y he
llegado a esta concepción. Pero siendo un tema tan misterioso no quiero presentar esto
como una doctrina. Es más bien mi opinión personal la cual no es infalible y puede cambiar
si a la luz de la Escritura me doy cuenta que estoy errando. Además no estoy inventando
una humanidad según mi imaginación sino que creo que existe una sola humanidad pero en
3 estados diferentes: la humanidad celestial (1era Cor 15 v 45 y 47), la humanidad de Adán
y Eva antes del pecado, y la humanidad caída después del pecado. Para nosotros nuestra
humanidad empieza en la tierra (v 46). Para el Señor desde el principio su humanidad es del
cielo (v 48). La diferencia principal entre el Hombre del cielo y el hombre terrenal reside
principalmente en que uno vive por su alma, y el otro por su espíritu. Uno es alma viviente
otro espíritu vivificante: v45. Pero la humanidad es una y se caracteriza por su tricotomía
excelente (cuerpo, alma y espíritu). Lo que cambia esencialmente entre el Hombre del cielo
y el hombre de la tierra es el orden de mando dentro de esta tricotomía. (Os aconsejo leer
"Tricotomismo" para entender mejor lo que estoy diciendo, o “El hombre espiritual” de
W.Nee). Así que cuando el Verbo se hizo carne no significa que se hizo hombre en este
momento sino que asumió la posición del Adán antes del pecado y tomó cuerpo de carne y
huesos, vació su alma de todo recuerdo de su gloria, por lo cual su espíritu se quedó
limitado, pero en comunión constante con su propia naturaleza divina. Hizo bajar el nivel
de su humanidad celestial al nivel de la humanidad de Adán antes del pecado, sin perder su
humanidad celestial. Al crecer supo intuitivamente la gloria que tenía con el Padre antes de
tomar la forma de siervo. Creció en su cuerpo y en su alma y en su espíritu como Adán
antes de la caída. Creció como un hombre de la tierra siendo el Hombre del cielo que se
había despojado de sus privilegios voluntariamente al tomar carne de la virgen María: Fil 2
v 7. Como dice acertadamente este verso: tomó forma y fue hecho semejante. No dice que
su naturaleza humana era de siervo y de hombre de la tierra. Sino que se rebajó a este
estado siendo siempre lo que ha sido desde el principio del mundo: el Hombre del cielo. Al
bajar su humanidad al nivel de la tierra pudo elevar nuestra humanidad al nivel del cielo,
porque El es Dios y para Dios nada es imposible. "Así como por la desobediencia de un
hombre, muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los
muchos serán constituidos justos”: este es el paso de hombre de la tierra al Hombre del
cielo. Porque el hombre de la tierra en su principio era inocente, mientras que el Hombre
del cielo es justo. (Y quiero repetir que 3 son los estados de la humanidad: la humanidad
justa y gloriosa en el cielo, la humanidad inocente y pura en el Edén y la humanidad
corrupta y perversa en el mundo.)
     Como ya lo dije llevamos la imagen del Hijo no del Padre, ni del Espíritu Santo. Esta
imagen es esbozada en Adán, y perfeccionada en Cristo Jesús. Ser hecho conforme a la
imagen de su Hijo no puede referirse a su divinidad, pues teniendo nosotros un comienzo
ya quedamos sin comparación posible con el Creador. Así que la imagen de su Hijo que
llevamos se halla en su humanidad. Con ello también se plantea la cuestión de la
preexistencia humana. Nosotros existimos en el momento que nacemos del vientre de
nuestras madres. Pero siendo escogidos en Cristo Jesús desde antes de la fundación del
mundo (Ef 1 v 4) tenemos una preexistencia en la eternidad pasada. Hemos sido
predestinados; significa que antes de nacer nuestro destino ha sido ya trazado. Así que el
origen del hombre está en la eternidad pasada y confinado en la persona increada de
Jesucristo. Pero la manifestación de la raza humana empieza en la tierra, en el Edén, en la
persona creada del polvo: Adán. El error es confundir origen y manifestación. Fijaos en la
genealogía que nos da Lucas en el capítulo 3 v 38. Ahí descubrimos que Adán es hijo de
Dios. Es decir que el primer hombre de la tierra es hijo del Hombre del cielo. Por el pecado
se perdió esta filiación celestial, hasta que el Hombre del Cielo; el Hijo de Dios, bajará a la
tierra en forma de siervo hecho semejante a los hombres de la tierra (Fil 2 v 7, 8). Pero hay
dos clases de filiaciones. Hay la filiación natural que transmite la misma naturaleza del
progenitor al engendrado, y hay la filiación adoptiva que transmite los privilegios pero no
la naturaleza. Adán era hijo por creación, no por engendramiento: no fue engendrado por
Dios, sino creado. Mientras que el Señor Jesús fue engendrado por Dios Espíritu Santo
cuando tomó carne de la virgen María: Sal 2 v 7. El ha sido engendrado por Dios, nosotros
somos creados en Adán y engendrados en Cristo. Pero volviendo al tema de la
preexistencia humana, vemos que esta preexistencia está en Cristo Jesús antes de la
fundación del mundo. Así que la humanidad creada tiene su origen en una persona
increada. Cuando no existía hombre en la tierra, en el cielo ya existía el proyecto de la
humanidad creada, y tenía su origen y su patrón en Cristo Jesús. La Biblia dice que fuimos
escogidos en Cristo Jesús antes de la fundación del mundo (Ef. 1 v 4) y que su gracia nos
ha sido dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos (2 Tim 1 v 9) mas ahora es
manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo. Es importantísimo reparar en
que en este verso (2 Tim v 9) se nos dice que la gracia nos es dada en C.J. antes de los
tiempos de los siglos. Por lo tanto C.J. es antes de la creación aunque El aparece en la
Historia miles de años después del primer día. Dios es amor desde la eternidad y su gracia
es una manifestación de su amor. Pero dentro del amor eterno siempre ha estado presente la
gracia. El amor y la gracia son inseparables, así como la gracia y Jesucristo. Inseparables
son también las dos naturalezas de Jesús. Por consiguiente la humanidad de Jesús es eterna,
y es lógicamente lo que expresa este verso, lo cual nos expone manifiestamente la eternidad
de Jesucristo en relación con la gracia y la manifestación de Jesucristo en relación con su
aparición histórica. Por lo demás hay que enfatizar que en este versículo no se nos dice que
la gracia nos es dada en Cristo sino que nos es dada en Cristo JESUS. Jesús es el nombre
humano del Cristo. Si hubiera omisión del nombre de Jesús habríamos podido deducir que
la humanidad del Cristo empezó en Belén. Pero al afirmar que antes de los tiempos de los
siglos el Cristo es Jesús, ello descarta tal posibilidad. El meollo de todo este asunto es
determinar si Cristo Jesús es antes de los tiempos de los siglos o si tiene 2000 años y pico,
el meollo de todo este asunto es determinar si el Verbo había proyectado ser Jesucristo en la
eternidad pasada pero no lo era, o si era ya Jesucristo antes de su aparición en Judea. Más
como dice la Escritura: "El es antes de todas las cosas y todas las cosas en El subsisten, y El
es la cabeza del cuerpo que es la iglesia": Col 1 v 17 y 18. Siendo la cabeza de la iglesia es
menester que sea humano, y siendo antes de todas las cosas es preciso que sea eterno. Así
que, o separamos las dos naturalezas en la eternidad pasada y le agregamos la naturaleza
humana en su manifestación histórica, o conservamos la unidad de las dos naturalezas
desde antes de los tiempos de los siglos, y creemos que Jesús es el Hombre del cielo antes
de manifestarse como hombre en la tierra. Así que C.J. no tiene principio en su ser, pues El
es Dios, pero si tiene principio en su aparición como Salvador cuando fue engendrado por
el Espíritu Santo en el vientre de María. La persona de Jesucristo es eterna pero su
manifestación es histórica. La humanidad tiene su origen en el patrón humano del Verbo y
su salvación en la gracia redentora de Jesús. Y todo esto antes que fuera creada, antes de los
tiempos de los siglos; cuando era un proyecto en la mente divina. No obstante este proyecto
nació en Cristo Jesús. C.J. no nació de este proyecto. C.J. apareció cuando se llevó a cabo
el proyecto: nació de la virgen María en relación con el estado humano que quiso asumir al
grado más bajo posible. Pero repito que su humanidad es anterior a la creación, es la raíz de
nuestra humanidad regenerada: es la raíz de David (Ap. 5 v.5),  y no el hijo de David como
pensaban los fariseos acerca del Cristo. Es de suma importancia recordar además que Cristo
significa el Ungido. Vemos el significado de tal unción en Lev. 8 v 12. La unción es la
consagración del sacerdote. Para ser sacerdote, uno ha de ser ungido. Así que Cristo es el
Ungido porque tiene el sacerdocio. El es el mediador entre Dios y los hombres. Pero El no
pudo ser el mediador mientras no tuviera naturaleza humana; porque el sacerdote representa
la humanidad delante de Dios, y la reconcilia. El Cristo por lo tanto es imprescindiblemente
humano por una parte y por otra parte es divino. Aunque su manifestación tiene una fecha
histórica, Cristo Jesús existía antes de su revelación. Ciertamente era un misterio (Ef. 3 v 5)
pero ya tenía su ser en dos naturalezas en la eternidad pasada dentro de un propósito eterno:
"Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor" (Ef. 3 v 11). Hay
modismos que empleamos sin problema mientras tenemos un conocimiento seguro. Digo:
"Ha salido el sol, se ha puesto el sol" y todos me comprendéis. A pesar de ello todos
sabemos que el sol ni sale ni se pone. El sol a la verdad no se mueve; es la tierra la que se
mueve y nos da la impresión de que el sol se mueve. Por nuestra posición tan ínfima frente
a estos movimientos cósmicos, tenemos impresiones que han forjado esta forma de hablar
común y corriente, aceptable en lo relativo, pero falsa e incorrecta en lo absoluto. Así se
puede decir que Jesús es hijo de David según la genealogía, según nuestra posición en el
tiempo, y según nuestra forma de hablar es relativamente correcto. Pero si hablamos según
la verdad absoluta; Jesús no es hijo de David, es Señor de David (M 22 v 45), es la raíz de
David. Y me parece que cuando se habla de la raíz de David es evidente que es raíz en
cuanto a su humanidad. Cuando la Escritura habla metafóricamente del hombre o de las
naciones, usa a menudo la imagen de un árbol, así que la raíz de la humanidad escogida es
Jesucristo Hombre. La humanidad regenerada empieza y se nutre de su raíz tal como el
árbol. Por ende la raíz del árbol, que representa al humano regenerado es Cristo Jesús, sus
hojas son la doctrina pura, y sus frutos las obras. Cuando la Biblia trata el tema de la
naturaleza divina del Señor usa generalmente la imagen de la piedra como en la visión de
Daniel: D 2 v 45 o la peña de Horeb: Ex 17 v 6. Porque la humanidad como el árbol puede
ser injertada y transformada, mientras que la divinidad como la roca no sufre mutaciones,
no puede ser perfeccionada.
     Dice la Biblia que la gloria de Dios es el hombre. Esto significa que los atributos de
Dios se manifiestan en el hombre. No obstante sabemos perfectamente que esta gloria no se
ve en el hombre desde Adán. Esta gloria solo se puede encontrar en el Hombre del cielo:
Jesucristo. Este Hombre ha manifestado esta gloria en la tierra cuando apareció en
semejanza de hombre terrenal. Pero la gloria solo pertenece a Dios y la manifestación de
sus atributos tiene cabida solamente en el Hijo de Dios el cual es el Dios Hombre.
     Está humanidad es anterior a la creación del cielo y de la tierra y es el modelo de la
última y más alta creación de Dios hecha en el último día de sus obras: el 6º día. El hombre
de la tierra fue hecho según el modelo del Hombre del cielo, pero la conformidad de esta
imagen celestial se llevó a cabo cuando se manifestó el Verbo en la carne, en la tierra hace
2000 años, y tomando forma de siervo pudo cumplir con la justicia divina y atribuirla a los
siervos que creen en El. Por lo tanto, el Unigénito de Dios llegó a ser el primogénito entre
muchos hermanos después de asumir una vida terrenal en forma de siervo y morir en la
cruenta cruz cargando con nuestras culpas que son tan numerosas que se ánodo tanto en
ellas; que ni se veía como hombre sino como la misma encarnación del pecado: "se hizo
pecado". Así que el propósito de la creación es manifestar la gloria de Dios a unas criaturas
que la puedan vislumbrar a través de una forma compatible con la excelencia de tal
majestad, es decir, a través de la humanidad gloriosa de Cristo concedida a los regenerados,
a los escogidos.
     No fue el principio del Dios Hombre en la matriz de María. Y esto prohíbe por lo tanto
el uso del título de Madre de Dios. María fue la madre de nuestro Señor: Lucas 1 v 43, la
madre del niño Jesús: Mat 2 v 13 pero nunca la Escritura menciona la Madre de Dios,
mientras que sí, abundan los versos que aclaran que este Jesús es verdadero Dios y
verdadero hombre. Pero este verdadero hombre que nació en Belén y murió en el Gólgota,
era más hombre que nosotros, era sin pecado, era el Hombre celestial que bajó no
solamente al nivel de hombre terrenal común, sino que bajó al máximo nivel hasta ni ser
considerado hombre por los hombres sino gusano: Salmo 22 v 6, y aun hasta ser la
encarnación humana del pecado: "al que no conoció pecado por nosotros lo hizo pecado
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en el" 2da Cor. 5 v.22. Pero que sea
hombre terrenal u hombre celestial, el hombre tiene un patrón divino. Por lo cual Dios dijo
en Génesis 1 v 26 "hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza". Aquí habló el Trino
de Dios. Pero también como lo hace notar Watchman Nee, en el verso 27 nos encontramos
con un singular: "y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó…" Y no
dice "y como dijo Dios: a nuestra imagen, así fue hecho…" sino "a su imagen" es decir a la
imagen del Hijo de Dios. Y sería torcer gravemente las Escrituras, involucrar a los ángeles
en la creación del hombre. Esto nos da a entender este pasaje del evangelio según Juan 1 v
34, 35 que dice: "Porque tu siendo hombre, te haces Dios. Jesús les respondió: ¿No está
escrito en vuestra ley: yo dije dioses sois?. Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la
Palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada)..." Este verso nos declara que los
que reciben la Palabra de Dios siendo hombres son hechos dioses. Claro que nunca seremos
Dios, pues somos criaturas con un principio de vida (que no terminará), pero siempre
seremos criaturas, aunque en El fuimos creados para ser dioses en la eternidad: reunión de
los dioses donde está Dios que juzga en medio de ellos, por su Palabra, hechos dioses,
todos hijos del Altísimo (S 82 v 1 y 6). Dioses en el sentido de tener autoridad como las
tienen por ejemplo los jueces y magistrados. Pero volvamos al tema relacionado a este
inefable misterio. Jesús sabiendo de antemano lo que harían con María: la reina del cielo
(Jeremías 7 v 18 y 44 v 17 al 25), se esmeró en evitar tratar en público a María como su
madre. Esta actitud aparece a los 12 años: Lucas 2 v 49, 50, pero empezó cuando el niño
comenzó a discernir el bien del mal, a discernir su naturaleza divina. Al empezar su
ministerio público la única palabra que usa para con María es: mujer. Para un judío como
para un gentil decir mujer a su madre es algo ofensivo. Pero para el Creador del universo
llamar mujer a la criatura que El hizo no solamente es correcto sino que es muy sabio pues
El conocía los peligros de llamarla "madre". El mismo Jesús evitó cuidadosamente llamar
madre a María. ¡Y nosotros la llamamos Madre de Dios¡ en Juan 2 v 4 le dice: "¿Qué tienes
conmigo mujer"? En Lucas 8 v 19 al 21 no se molesta para ir a recibir a su madre y medio
hermanos sino que se queda con sus discípulos y dice que ellos; sus oyentes, son su madre
y sus hermanos. Cuando una mujer de la compañía le dijo "bienaventurado el vientre que te
trajo y los senos que mamaste" El dijo "antes bienaventurados los que oyen la Palabra de
Dios y la guardan" y no actúa así con María solamente sino también con sus padres; sus
antepasados gloriosos. Hablando de David que según la interpretación general era
considerado como padre de Cristo: M 22 v 42, lo pone en el lugar de siervo de Cristo según
las propias palabras de David: v 43. Y expone una contradicción evidente: un padre piadoso
no puede ser siervo de un hijo aun más piadoso: v 45. También al disputar con los judíos
sobre su parentesco con Abraham, les echa a la cara que en verdad Él es el verdadero padre
de Abraham y no su descendiente: J. 8 v 58. Por ende sabiendo que Jesucristo es el mismo
ayer, hoy y por los siglos y que El es Dios y Hombre, que El es una persona en dos
naturalezas sin confusión, sin conversión, sin división, sin separación (credo de
Calcedonia), no podemos atribuir su humanidad a María, a David y a Abraham. Más bien
es lo contrario: la humanidad de María, David y Abraham proviene de Jesucristo. ¡Así
es¡ A la verdad María no es la madre de Jesús, ni David, ni Abraham sus antepasados. O
desde luego tendríamos que dividir a Jesús en dos personas ¡Y caer en el Nestorianismo!
Pero en su manifestación histórica se dice que María es la madre de Jesús, y que David y
Abraham son sus antepasados: "Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros…
Este es de quien yo decía: el que viene después de mí, es antes de mi" Jn. 1 v 14 y 15. En
estos versos Juan nos dice lo que estoy intentando expresar: se manifestó Jesús después de
Juan, pero a la verdad es antes. En cuanto a nosotros somos creados hombres terrenales y
luego llegaremos a ser totalmente hombres celestiales en el día de la Resurrección.
     Pero en cuanto a la persona de Jesús es completamente diferente. El es el Hombre
celestial desde la eternidad, que se hizo hombre terrenal cuando tomó carne de una virgen
para hacernos hombres celestiales. He aquí otro verso que nos habla de la humanidad
gloriosa de Jesús anterior a la creación: "A los que antes conoció, también los predestinó
para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito
entre muchos hermanos". (Ro 8 v 29). Y este versículo nos demuestra que la conformidad a
la imagen de Dios se halla en el Hijo, no en el Padre ni en el Espíritu Santo. No puede
haber similitud entre Dios y sus criaturas en cuanto a su esencia divina sino únicamente en
cuanto a la naturaleza humana gloriosa del Hijo cuyo principio es desde la eternidad
pasada. Cuando la humanidad era un proyecto en la mente de Dios: "a los que antes
conoció…", es evidente que fue concebido este proyecto con el propósito de manifestar la
imagen de su Hijo por medio de unas criaturas parecidas a El en su aspecto de Hombre del
cielo. El Verbo en el seno del Padre es un misterio inefable, pero el Verbo sentado a la
diestra de Dios Padre se revela como el Dios Hombre, y se manifiesta a toda la creación por
medio de su persona teantrópica y por medio de sus muchos hermanos hechos conformes a
su imagen en cuanto a su naturaleza humana gloriosa compartida. Sin embargo quiero
reiterar que el Verbo es Dios y no necesita ser hombre para ser el Hijo de Dios. La
humanidad que toma el Verbo en su manifestación es otra naturaleza; sin confusión, sin
conversión, sin división, sin separación, con la naturaleza divina. La humanidad del Hijo de
Dios tiene un principio en la eternidad pasada, mientras que el Verbo no tiene ni principio
ni fin y es completo y divino y perfecto con o sin la naturaleza humana. Que se vista de
humanidad o que no se vista de humanidad, esto no Le cambia nada, ni Le agrega ni Le
quita. La única diferencia es que la creación no puede verle, no puede alcanzar a comunicar
con El o adorarle sin su vestido humano: sin su Humanidad gloriosa. La diferencia estriba
en que a la creación le es concedido el privilegio de gozar del espectáculo de su gloria por
medio de su Humanidad gloriosa. Yo, desnudo no me puedo presentar ante vosotros: es un
espectáculo demasiado vergonzoso. El Verbo sin su vestido humano es un espectáculo
demasiado refulgente para nosotros: "nuestro Dios es fuego consumidor". Pero la
Humanidad gloriosa de Jesucristo es como un vestido muy precioso y útil para el Verbo. La
Humanidad gloriosa no lo hace Dios; no se fusiona con la divinidad. Así que cuando el
Verbo se viste de su Humanidad se llama Jesucristo.
La humanidad de Cristo es la forma exterior más alta de la manifestación de Dios para
nosotros. La creación tiene su apoteosis en el hombre y su patrón en la humanidad de
Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre que se encarnó hace 2000 años
perfeccionando así su humanidad a través del sufrimiento, de la obediencia y de la
humillación; cosas que no podían efectuarse en el cielo y que resultaron en un incremento
de sus cualidades y en la expresión de tales cualidades a través de sus muchos hermanos.
No dejó de ser el Unigénito de Dios pero mediante su encarnación ha llegado a ser además
el primogénito entre muchos hermanos. Mas detengámonos todavía en este verso 29 y más
particularmente en las palabras: "conformes a la imagen de su Hijo". Vemos aquí que la
creación del hombre prevista en la eternidad pasada tiene el propósito de ser conforme (es
decir con la forma) a la imagen (se refiere al aspecto exterior) del Hijo de Dios. Y es lo
propio de una imagen; exhibir, representar fielmente lo que se puede ver. Evidentemente
nadie puede ver a Dios y vivir : Ex 33 v 20. Es una visión demasiado fuerte para una
criatura. Toda visión de Dios en su gloria dada a los profetas y santos hombres se confina
en una forma humana. Muchos espiritualizan esos pasajes de la Escritura alegando que
Dios no tiene cabeza, brazos, piernas, etc… Pero se equivocan porque la segunda persona
de la Trinidad, sí tiene cuerpo humano y esto antes de la encarnación, puesto que estas
visiones de Dios ocurren mayormente en el Antiguo Testamento. La percepción de la gloria
de Dios se realiza a través de la forma humana porque la gloria de Dios es el hombre (1
Cor. 11 v 7). Esta forma humana perfecta tiene su origen en el Hijo de Dios y no en Adán.
Lo que sucede es que muchos confunden imagen y semejanza, por lo cual no pueden
concebir que la imagen de Dios es el Hombre del cielo. En Gen. 1 v 26, la santísima
Trinidad usa ambos términos al hablar de la creación del hombre de la tierra porque hay
semejanza de Dios en este hombre en cuantos a cualidades como inteligencia, voluntad,
señorío etc. Estas cualidades son inherentes a las tres Personas de la divinidad. Sin embargo
en el verso 27, Dios usa solo el término "imagen" porque en su aspecto exterior el hombre
se parece al Hijo y a nadie más. Es verdad que semejanza puede ser sinónimo de imagen
porque tiene un sentido más amplio: Ex 20 v 4. Pero imagen es mas restrictivo y su uso en
su interpretación literal significa representación visual de un objeto o de un paisaje o de una
persona. Ahora preguntad a cualquier pintor: ¿qué es lo mas difícil de pintar? Y os dirá: "un
rostro humano". También supongo que todos habéis visto una de estas películas de ciencia
ficción donde aparecen extraterrestres supuestamente superiores a la raza humana, que
llegan a nuestro planeta. Pero qué risa, que ridículo, que desgracia cuando intenta el
cineasta dar aspecto físico propio a esos seres superiores. Son feos y ridículos. No obstante
todos estos cineastas están intentando imaginar lo mejor posible la forma exterior de un ser
superior. Todos saben de belleza y todos sabemos. Pero sus imaginaciones desbordantes no
alcanzan para nada, ni aún a igualar un poco la belleza de una criatura humana, la
hermosura de un rostro femenino. Intentan pero no pueden, porque no existe en la creación
forma más bella que la forma humana, porque es la forma de Dios Hijo en su
manifestación. Y El tiene preeminencia en todo. Como dice la Biblia: "en El habita toda la
plenitud de Dios corporalmente" (Col 2 v 9). Este cuerpo que expresa la gloria de la deidad
es un cuerpo humano glorioso. Esta humanidad gloriosa es anterior a la encarnación, pues
"es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación… el que es el principio:
por cuanto agradó al Padre que en El habitase toda plenitud". (Col 1 v 15 al 19).
     Quisiera detenerme un poco más sobre la expresión "primogénito de toda criatura,
porque en él son criadas todas las cosas..."Aquí se nos dice que Jesús es la primera de todas
las criaturas. Pero esto se aplica a su naturaleza humana que fue creada por El mismo en la
eternidad pasada. La creación tiene como 6000 años. Así que antes no existía el tiempo; era
la eternidad "pasada”. En aquella dimensión el Verbo creó su vestido, su traje: la
humanidad celestial. Se llamó Jesucristo, el Cordero de Dios. Luego es probable que
empezara a crear cielos y tierra .Jesucristo es el arquetipo de la humanidad, es el marco de
toda la creación, es la medida fundamental. Todo fue creado dentro de este marco y por Él:
v16. Los ángeles tienen también su  medida según el patrón humano: Ap.21 v.17. Por lo
cual se Le llama primogénito de toda criatura, aunque tiene principio en una dimensión
donde no hay ni principio ni fin. ¡Misterio inefable para seres finitos! Pero lo que sí es
comprensible es que el primogénito de toda criatura no tiene principio en una criatura,
(María), que existió hace solamente 2000 años ¿Cómo  se llamaría primogénito si no fuera
así?    
     Ahora pues, siendo el primogénito de toda creación, siendo antes de todas las cosas debe
de ser la misma persona a pesar de llegar a ser el primogénito entre los muertos después de
su encarnación y resurrección. Por esto dice Jesús en otra parte: "Padre glorifícame Tú al
lado tuyo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese". (J 17 v 5) La
imagen, pues, del Dios invisible no puede cambiar porque siendo plenitud de Dios
corporalmente no puede mejorar. Lo que se agregó después de la resurrección fueron los
títulos como el de primogénito de entre los muertos y un perfeccionamiento en la
obediencia del Hijo. Pero la imagen, la forma gloriosa y corporal no ha empezado con la
encarnación; es desde la eternidad y es perfecta y por lo tanto sin mudanza. Esto se declara
contundentemente en Ap. 1 v 17 y 18: "Yo soy el primero y el último, y el que vivo, y he
sido muerto, y he aquí que vivo por lo siglos de los siglos" a no ser que caigamos en el
Nestorianismo, tenemos que admitir que esta persona es primero que Adán, y también
último; siendo el último Adán después de compartir su condición terrenal. Dios no puede
morir pero en su estado de hombre en la tierra pudo gustar la muerte. Si reconocemos que
El que murió en la cruz y resucitó es el mismo que el primero y el que vive por los siglos de
los siglos, no podemos negar que su humanidad existió antes de la encarnación. O
separamos la naturaleza humana y la naturaleza divina, y damos un principio a la persona
de Jesús en la encarnación, y sería un Nestorianismo ante creacionista, o reconocemos la
unión de las dos naturalezas en una persona que es el primero según dice este verso. La
clave está en: "estuve muerto". Estas dos palabras indican sin controversia alguna que se
trata de Jesucristo hombre. Es notorio también que en este primer capitulo de Apocalipsis,
el Señor dos veces declara: "y soy el alfa y la omega, principio y fin, el primero y el
último." (v 8 y 11). Claro que afirma su deidad: "el Todopoderoso" (v 8), pero afirma
también su humanidad al mismo tiempo por cuanto la deidad no tiene principio ni fin. Sin
embargo la manifestación de la deidad tiene un principio y un fin en la humanidad de Cristo
Jesús. La humanidad del Verbo está relacionada con la creación, es la máxima
manifestación de la deidad para nosotros y por eso vemos a Juan caer como muerto a sus
pies (v 17). La persona de Jesucristo tiene un principio desde la eternidad pasada, y tiene un
fin en la eternidad futura. Lo que trato de expresar es la inmanencia de la humanidad en la
segunda persona de la Trinidad. El Verbo es Hombre desde la eternidad pero se manifiesta
como Hombre del cielo y hombre en la tierra cuando actúa como Creador o Redentor.
Tomaré un ejemplo sencillo. El pájaro cuando duerme puede parecerse a una piedra, pero
cuando se despierta y se mueve; empieza a volar y nos revela que es un ave. Igualmente
Dios cuando no actúa, no tiene principio ni fin, ni forma: es inefable. Pero cuando actúa,
crea, salva, es Dios y Hombre en la persona de Cristo Jesús. La humanidad gloriosa es
inmanente en el Verbo. Jesucristo ha sido, es y será: Heb. 13 v 8. No podemos dar un
principio a la humanidad gloriosa de nuestro Señor en el tiempo sino en la eternidad
pasada. La inmanencia de la gloriosa humanidad en el Verbo concuerda con el testimonio
de la Escritura. El dar principio de esta humanidad en el vientre de María quebranta la
Escritura. Confundir la humanidad en su esencia y en su estado lleva a contradicciones
insuperables en la interpretación de la Palabra de Dios. Discernir esencia y estado en la
humanidad de Jesús armoniza con los principios hermenéuticos de la interpretación bíblica.
No hay que olvidar que "Dios llama a las cosas que no son como si fueran", y Dios no es
hombre para mentir pero también es Hombre y estuvo en condición de hombre en la
persona de Cristo Jesús: "¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y de la ciencia de
Dios!": Ro. 11 v 33.
     Lo repito no estoy limitando el Verbo eterno a la humanidad que conocemos hoy. Sino
que digo que el Verbo es el Dios – Hombre desde los días de la eternidad. Y bien puede ser
más que el Dios Hombre: "Tal conocimiento es demasiado alto para mí, no lo puedo
alcanzar". Al bajar de la gloria celestial, abandonó por un tiempo parte de sus privilegios, y
tomó forma de siervo, en la condición de hombre terrenal (Fil 2 v 7,8). La persona de
Jesucristo es eterna; El es el Dios Hombre. Nosotros somos criaturas hechas a la imagen y
semejanza del Dios Hombre. Como criaturas, hemos sido formados de la tierra: "polvo
eres" (Gen 3 v 19). Pero el modelo es el Dios Hombre: el Unigénito de Dios. Al caer en el
pecado, la humanidad se alejó del modelo celestial: "y al polvo volverás". Se hundió. Para
rescatarnos y restaurar la verdadera humanidad que era sin pecado, y llevarla a la altura del
modelo original que es el Dios Hombre, este mismo Dios Hombre bajó de su gloriosa
mansión y tomó la posición más baja que puede tener el hombre en esta tierra. Se despojó
de sus privilegios, enfrentó la peor condición humana en la tierra. Nació miserablemente,
vivió humildemente, murió espantosamente. Todo esto en la condición de siervo y hombre
terrenal con un cuerpo de carne y sangre, un alma condicionada por las pruebas y
sufrimientos de este mundo y un espíritu quebrantado por tales limitaciones anímicas y
corporales. Pero a pesar de estar en la condición de un hijo de hombre, El ha sido es y será
siempre el Hijo del Hombre. Y en el Nuevo Testamento se da este título siempre con
mayúscula: Hijo del Hombre. Porque El es la manifestación del Hombre celestial; del Dios
Hombre. (Hijo significaría manifestación y Hombre; Dios Hombre). Esta manifestación
última y suprema ha sido perfeccionada en las aflicciones que se relacionan con la
condición terrenal que El asumió al nivel más bajo: hasta la muerte y muerte vergonzosa de
cruz. (Hebreos 2 v 9 y 10). Por lo tanto sí, puede ser substituto del más miserable pecador;
pues tomó su lugar en la cruz. Así que Jesús nació como cualquier hijo de hombre, vivió
como hombre carpintero y después de un breve ministerio público donde manifestó su
naturaleza divina, murió como un criminal. Jesús nació, tuvo madre biológica y padre
adoptivo terrenales, y murió en la cruz. En su manifestación gustó la vida, y la muerte del
hombre común. Estuvo con sus padres, sus medio hermanos, estuvo viviendo con ellos y
estuvo muerto 3 días y 3 noches: "Y El que vivo y estuve muerto":  Ap. 1 v 18. No obstante
al bajar de su estado celestial, de su gloria con el Padre, dejó momentáneamente sus
privilegios, sin dejar de ser lo que El es, el Hijo del Hombre. Y el Hijo del Hombre no tiene
madre, no tiene principio, no tiene fin, no muere: es Dios. Sin embargo al asumir nuestra
condición terrenal pudo gustar esta cosas y especialmente lo peor que es la muerte y el
infierno. Por eso dice la Palabra en Oseas 13 v 14 "Oh muerte yo seré tu muerte y seré tu
destrucción oh Seol". Jesús al asumir completamente la condición humana en su triste
estado terrenal tuvo acceso a la muerte y al infierno. Pero al cabo de 3 días y 3 noches tal
prisionero rompió las cadenas de la muerte y las puertas del infierno. Pues, tuvo entrada a
este estado (la muerte) y sitio (infierno) porque El se hizo pecado en la cruz, y la paga del
pecado es la muerte. Pero acoger tal huésped fue mortal para la muerte e infernal para el
infierno: "sorbida es la muerte en victoria" 1 Cor. 15 v 54. La condición de hombre terrenal
le permitió gustar la muerte y bajar al infierno como cualquier pecador. Pero al darse cuenta
la muerte y el infierno que en verdad este reo no dejaba de ser la Vida misma, y el Santo de
Israel; hubo grandísimo caos abajo y el prisionero cautivó la cautividad, se apoderó de la
llave del infierno y de la muerte (Ap. 1 v.18) y salió victorioso y "dio dones a los hombres
y a los rebeldes para que habite entre ellos Jah Dios". La muerte y el infierno debían
acogerle porque El se hizo maldito; porque colgó del madero, pero no pudieron retenerlo
porque "nuestro Dios es fuego consumidor" ¡Y este fuego estaba consumiendo el fuego del
Hades¡ Era imposible al fuego del infierno soportar el fuego de la presencia del Hijo del
Hombre más de 3 días y 3 noches. Así que para resumirlo todo diré que el Hombre
celestial, el Verbo tomó forma de hombre terrenal (se hizo carne) para que nosotros los
hombres terrenales podamos tomar forma de hombres celestiales. Pero la humanidad
verdadera tiene su origen en el Hijo de Dios, su prototipo terrestre en Adán, y su final en el
Hijo del Hombre. Por lo tanto dice el Señor: "Yo soy el primero y el último" (Ap. 1 v 17).
Por ende siempre hay que comprender que aunque Jesús nació, sufrió, murió como un
hombre para satisfacer la justicia de Dios y llevarnos a su reino eterno, es muy peligroso
atribuir su humanidad a las entrañas de una criatura y concluir que Dios tiene una Madre, o
que Dios muere. Y aunque estuvo muerto en la cruz, y bajó a los infiernos, aunque el Hijo
del Hombre experimentó una separación momentánea con el Padre, era imposible que esto
siguiera mucho tiempo porque la creación misma no lo habría aguantado: Lucas 23 v 44 y
45, y hasta el infierno se habría disuelto. Así que Dios en la persona Jesús probó la muerte
pero como era imposible que ella lo retenga mucho tiempo: "¡quitó la muerte, y sacó a luz
la vida y la inmortalidad por el evangelio". A diferencia de nosotros que ciertamente
podemos ser unidos a la muerte y al infierno y ser lanzados al lago de fuego (Ap. 20 v 14)
por toda la eternidad si no creemos en el Hijo de Dios. Por lo tanto hermanos tengamos
cuidado con términos que rebajan, que ultrajan la majestad de Dios y conciben la verdadera
humanidad en el prototipo arruinado de Adán y sus descendientes y no en el postrer Adán:
el Hijo del Hombre (1 Cor. 15 v 45). Como dijo Pilato sin entenderlo: "He aquí el
Hombre": J 19 v 5. Y este Hombre aunque tuvo madre, comió, bebió, murió, este Hombre
no tiene principio ni fin, y El es Señor y Creador de su madre y aún la muerte de la muerte.
Tengámosle reverencia y no le atribuyamos Madre a Dios sino que alabemos y
glorifiquemos únicamente a su Padre celestial.
     Jesucristo es la imagen del Dios invisible (Col 1 v 15) manifestado eternamente (v17) y
nosotros los creyentes somos creados luego a su imagen, a la imagen del Hijo. Por esto se
llama también primogénito de toda creación. Esto es la visión que se contempla desde la
eternidad y desde el principio. La Palabra de Dios es muy explícita en este asunto en 1 Cor.
15 v 47 "El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es
del cielo". Esta Palabra se dirige a los cristianos de Corintio y a todos los cristianos, es
decir para nosotros que nacemos primero de la carne y luego del Espíritu. El hombre del
cielo "que es Cristo en nosotros la esperanza de gloria" se manifiesta después de nacer en la
carne. Por ende aquí se habla de la manifestación del Hombre del cielo en segundo lugar.
Más su origen es desde antes de la fundación del mundo pues este Hombre del cielo es el
Señor quien no tiene principio de días ni fin. ¿Pero no sería herejía decir que la humanidad
en Cristo es divina? Y caer en un nuevo Eutiquianismo (absorción de lo humano por lo
divino) o en una nueva herejía  monofisita, (fusión de lo humano y divino). Es verdad que
hay este peligro si uno no se mantiene firme en el Credo de Calcedonia y es lo que quiero
hacer: mantenerme en la ortodoxia. Lo haré afirmando que el Verbo es verdaderamente
Dios y verdaderamente hombre, sin confusión, sin conversión, son división sin separación.
El Hijo de Dios es una persona que tiene dos naturalezas distintas, la naturaleza humana
original y aun perfeccionada por las aflicciones de su ministerio terrenal, y la naturaleza
divina. (No estoy hablando de una humanidad divina sino de una humanidad celestial). Se
nos permite comunicar, comprender a Dios únicamente por medio de su Hijo que tiene la
naturaleza humana original, y que al despojarse de los privilegios de su doble naturaleza y
al bajar al nivel de la naturaleza humana terrenal, haciéndose carne pero sin pecado,
bajando al nivel de Adán antes del pecado, al nivel del prototipo humano terrenal en su
nacimiento, siguió bajando más hasta ser la encarnación del pecado en la cruz, y así nos
redimió y nos trajo a la dimensión del Hombre del cielo. Digo pues que la humanidad de
Jesucristo es increada, mientras que la humanidad de Adán fue creada. Pero a pesar de
rebajar su humanidad increada al nivel de la humanidad creada, a pesar de hacerse carne,
sigue siendo el Hijo del Hombre manifestado como el hijo de María. Al revés, se puede
decir que nuestra humanidad creada en Adán a pesar de ser destinada para una dimensión
divina, seguirá siendo limitada a su humanidad. Porque aunque tendremos atributos divinos
como vida eterna, salud eterna, gozo eterno, cuerpo eterno, con todo no seremos el Dios
Hombre. El cual siendo el Hombre original sigue siendo Dios más allá de su forma de
Hombre celestial. Igualmente nosotros teniendo atributos divinos seguiremos siendo
siempre no más allá de nuestra humanidad. La humanidad increada del Hijo del Hombre no
limita su divinidad, sino que bajándole su intensidad, la manifiesta a su creación. Nuestra
humanidad creada y regenerada en Cristo Jesús nos permitirá gozar del espectáculo de la
gloria de Dios por toda la eternidad; alrededor de nosotros y dentro de nosotros: "Cristo en
vosotros la esperanza de gloria". Esto es lo máximo que se puede otorgar a cualquier
criatura: gozar conscientemente de la manifestación gloriosa de Dios en su reino eterno.
Esto es debido al amor de Dios: "porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo
Unigénito" y a la constitución humana que nos caracteriza entre todas las criaturas del
universo; constitución hecha a la imagen y semejanza de Dios Hijo. La humanidad es la
expresión máxima de la creatividad genial de Dios porque forma parte de su ser en la
segunda persona de la Santísima Trinidad: "¿qué es el hombre, para que tengas memoria de
él, y el hijo del hombre para que lo visites? le has hecho poco menor que los ángeles, y lo
coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos: todo lo
pudiste debajo de sus pies" S 8 v 4 y 5. Pero esta constitución perdió toda capacidad de
comunicar con Dios y de alcanzar la meta final del hombre que es llegar a ser del cielo, al
entrar el pecado en ella. Por ello, el nuevo nacimiento es llegar a ser una nueva criatura en
Cristo Jesús. La antigua humanidad, el viejo hombre terrenal muere poco a poco, y el nuevo
hombre celestial surge poco a poco. La humanidad queda pero se transforma de terrenal a
celestial. Y esta humanidad celestial que recibimos viene del Señor. Pero uno podría
preguntar "¿y que de la humanidad de Adán antes del pecado? ¿No era similar a la de
Cristo?" Aparentemente sí, pues era perfecta sin pecados. Pero a la verdad, no. Porque el
hombre Adán sin pecado, antes de su caída, tenía comunión externa con Dios: Gen. 3 v 8.
Jehová se paseaba y hablaba con él exteriormente. Pero la nueva humanidad en Cristo Jesús
tiene una comunión interna con Dios: Jehová habla al hombre nuevo desde adentro. Dios
estaba con el hombre de la tierra (Adán), mientras que Dios está dentro del Hombre del
cielo: Jesús. Y este hombre del cielo es Dios Hijo, el cual es uno con Dios Padre. En cuanto
a nosotros los cristianos, los nuevos hombres en Cristo, seremos como El es por adopción
no por origen. Por gracia no por derecho: dioses pero no Dios, 1 en Dios por medio del
unigénito Hijo de Dios; mientras que el Verbo es uno con Dios Padre por naturaleza, por
esencia, no por adopción o por función: Así como dice el Señor "para que todos sean 1;
como Tú, oh Padre, en Mí y yo en Ti, que también ellos sean 1en nosotros, para que el
mundo crea que Tu Me enviaste. La gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean 1,
así como nosotros somos 1. Yo en ellos, y Tu en Mí…" J 17 v 21, 22, 23. Ahora bien, uno
podría refutar todo lo que digo a propósito de la humanidad eterna, increada de Cristo
citando el Salmo 2 v 7: "Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú, Yo te
engendre hoy". Pero aquí no se trata de lo que es el Hijo del Hombre en los cielos. Aquí se
trata de su manifestación en la tierra: "Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como
posesión tuya los confines de la tierra" (v8). En su manifestación tomó forma de hombre
terrenal, engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de María. Aquí Jehová declara que
este hombre parecido a los demás, es Hijo de Dios y Señor de toda la tierra. Y este Salmo
no está dirigido al pueblo escogido para instruirle de los tan grandes misterios de la 2da
Persona de la Trinidad. Este salmo va dirigido en contra de las gentes, los pueblos, los
reyes de la tierra, los príncipes: v 1 y 2. No es para instruir a los piadosos sobre las 2
naturalezas unidas en 1 sola persona. Es para humillar: v 4, amenazar: v5, anunciar: v6,
aquietar y amonestar: v 10, y mandar a los impíos: v 11 y 12, cosas que conciernen el reino,
y la autoridad de este hombre despreciado y desechado entre los hombres (Isaías 53 v 3)
que es el Señor Jesús. Contra quien se amotinan judíos, romanos, gobernadores (Pilato)
reyes (Herodes), príncipes (Caifás) etc. Por lo demás en cuanto a la naturaleza divina de
Jesús, esta es inefable, solo podemos vislumbrarla a través de su Humanidad gloriosa, y
¿quién sería tan atrevido y ciego para intentar hablar del misterio de unión de las 2
naturalezas: divina y humana? ¡Sería como explicar el misterio de la Santísima
Trinidad¡ ¡Sería proferir blasfemias inconscientemente¡
     Quisiera agregar antes de concluir que el hecho de que Dios el Verbo se vista de
humanidad tiene también una repercusión en su sentir, la cual se nota en su hablar. Por lo
general dicen los teólogos calvinistas que cuando leemos que Dios se arrepiente de haber
hecho algo, es una forma de hablar porque “Dios no es hombre para mentir, ni hijo de
hombre para arrepentirse”. Pero aunque yo mismo soy calvinista, me parece que es un
subterfugio que los arminianos  se apurran en denunciar para sostener su doctrina del libre
albedrio. Creo más bien que cuando Dios dice que se arrepiente, no es una forma de hablar
sino que es justamente el Dios Hombre hablando, es decir la segunda Persona de la
Trinidad revestida de humanidad. En ese momento se expresa Dios en su condición
humana, la cual siente el dolor en su propia carne santa, y lo lleva a lamentar ciertas cosas
como humano, cosas que como Dios no siente porque todo lo que hace Dios es perfecto y
no tiene que  arrepentirse de nada en absoluto. El Verbo al hacerse hombre celestial o
terrenal, entra en una dimensión diferente a la dimensión totalmente divina, y desde ese
nivel más bajo, su compasión le hace enfocar de una forma diferente las cosas. Por lo cual
expresa cosas, sentimientos que son ajenos a su divinidad, pero reales en cuanto a su
humanidad. Esto se nota cada vez que Dios aparece en forma humana antes de su
encarnación y conversa por ejemplo con Abraham. No hay que olvidar que desde nuestra
dimensión temporal todo parece ser fracaso, pues aun el glorioso Milenio se termina por
una rebelión de gran proporción. Así que Dios, cuando irrumpe en nuestro mundo bien
puede expresar su pesar en su condición humana, como Verbo hecho hombre. No hay
contradicción sino enfoques diferentes según la posición que asume Dios; si habla en lo
absoluto de su divinidad; ahí todo es perfecto, o si habla en lo relativo de la humanidad, que
el Hijo de Dios ha revestido experimentando la realidad de la humanidad en sus 3 estados:
celestial en la eternidad, inocente durante su vida terrenal, culpable en el Calvario.
    
      Por lo demás, Dios nos guarde de intentar imaginar lo que es su deidad sino que
limitando nuestra curiosidad vana y pecaminosa, esforcémonos en crecer en el
conocimiento del Hijo del Hombre por medio de la Escritura; pues somos nosotros
hombres, y El es el único Camino que nos lleva a Dios. ¡Alabado sea Jesucristo nuestro
Salvador que no se avergüenza llamarnos sus hermanos¡  Aleluya.

PROLOGO

Este texto se debe ver como un complemento a dos tratados que escribí anteriormente. Por
ello es más corto y abarca mucho en pocas palabras. Por ende es preciso leer: “Salid de
ella” y también “Esto es mi cuerpo”, para tener un concepto más preciso de lo que estoy
expresando aquí.
Estamos viviendo los últimos años antes de la parusía y tal como dice la Escritura: “se
aumentará la ciencia”. Hoy tenemos una comprensión más clara de muchos aspectos
doctrinales. Hace poco recibí el entendimiento correcto del sacramento del altar que es la
santa Cena y hoy quiero proseguir en este campo de los sacramentos, considerando
especialmente esta vez, el sacramento del bautismo.
Nuestro Señor Jesucristo instituyó 2 sacramentos en su primera venida: el bautismo y la
Cena del Señor. Pero ¿Qué es un sacramento? Como lo definió muy bien Agustín : “el
sacramento es la unión de un elemento (físico) con la Palabra de Dios”. En el bautismo
tenemos el agua unida a las palabras divinas: “en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo”, en la santa Cena tenemos el pan y el vino unido a la Palabra “comed; esto
mi cuerpo, bebed; esto es mi sangre…” no obstante es menester tener siempre presentes en
la mente estas palabras del Señor Jesús, cuando tratamos acerca de los sacramentos: “… La
carne para nada aprovecha, las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida” (J6 v 63).
Por lo tanto rechazo totalmente cualquier tipo de regeneración sacramental que sea por el
agua o por el pan, sin caer en el otro extremo de Zwingli y sus partidarios modernos que no
ven mas en el bautismo de agua que un baño de perro o que no disciernen el cuerpo y la
sangre en el pan y el vino (leed “Esto es mi cuerpo”). Hagámonos 2 preguntas para tratar
este tema.
La primera es: ¿para que se instituyen estos 2 sacramentos? Pues; para dar testimonio: 1ª J5
v 8 o para conmemoración: Lucas 22 v 19. Dar testimonio o conmemorar son cosas
similares aunque tienen un enfoque diferente. Y es lo que pasa entre el bautismo de agua y
la santa Cena. El uno se celebra una sola vez dando testimonio público de una aceptación
personal del Trino Dios. Pues uno nace el Espíritu Santo una sola vez; el bautismo del
Espíritu Santo y es el fundamento de la vida cristiana. Luego se testifica del bautismo del
Espíritu Santo mediante el bautismo del agua una sola vez tambien. Se puede decir que el
bautismo del Espíritu Santo es el momento en que se recibe la fe de Cristo y el bautismo de
agua es obra de esta fe y resultado de la aspiración de una buena conciencia hacia Dios. En
la regeneración del E.S. (el bautismo de fuego) nos es concedido el conocimiento de Jesús
de Nazareth ,Hijo del Padre, Salvador personal y verdadero Dios y hombre. En este
bautismo se revela Dios en la persona de Jesús. El énfasis esta en el Nombre y en la
segunda persona de Dios. Mientras que la Cena del Señor es un sermón tridimensional
sobre la expiación de nuestros pecados. Esta enseñanza sobre la salvación basada
exclusivamente en la sangre de la cruz hay que repetirla toda la vida porque nuestra
tendencia natural y pecaminosa siempre nos induce a creer en una salvación con obras. Por
lo tanto la Cena del Señor se celebra a menudo. El fundamento es creer en Jesucristo Hijo
de Dios y por ende creer en la revelación de la Santísima Trinidad. Y esto corresponde a los
bautismos. Muchos son salvos y todavía no han entendido lo que significa la salvación por
fe en la sangre de Jesús. Pero creen es decir han sido bautizados en Cristo por el E.S. y dan
testimonio de ello bajando a las aguas en el nombre del Padre, del Hijo y del E.S. En el
caso del bautismo de agua tenemos que recordar siempre que es un testimonio en la tierra.
Es decir que es sujeto a cambios, no es eterno, puede ser falso y muy a menudo lo es.
Muchos teólogos han tenido problemas con relación la importancia del bautismo en agua.
M. Lutero cuyo lema era “salvación por fe sin obras”(sola fide) tropezó un poco con ello
cuando atribuía un poder al sacramento aunque siempre lo supeditaba a la fe y a la Palabra,
J. Calvino también sostenía el bautismo de los infantes como el nuevo rito de la
circuncisión para los cristianos y todo ello desembocó en la doctrina de la regeneración
bautismal. Doctrina diabólica que tanto agrada al catolicismo romano, anglicanismo y otras
herejías. Este yerro proviene de la confusión entre fe y obras de la fe, entre Palabra de Dios
y elemento. Lo que salva es la fe no sus obras: Ef 2 v 8. Lo que vivifica es la Palabra de
Dios, no el elemento usado en el sacramento. Y esta confusión proviene también de los
casos excepcionales que encontramos en Hechos 2 v 38. Ahí vemos a Pedro lleno del
Espíritu Santo: v 4 profetizando a los oyentes que se arrepienten y que después de
bautizarse en agua recibirán el E.S. Pero no significa que el agua les dará el E.S. Es la
Palabra de Dios que acaban de oír y la Palabra de Dios que van a oír en el bautismo que les
da el E.S. El está revelando lo que va a suceder a sus oyentes que reciben la palabra suya
que es de hecho la Palabra de Dios: v 41.
Estamos aquí en un caso excepcional en que coincide el momento de la regeneración con el
momento en que se recibe el sacramento. Pero lo que se recibe en el sacramento como en el
sermón es la Palabra de Dios. El momento en que la Palabra de Dios vivifica al oyente es
asunto de Dios. Por lo general sucede antes de recibir cualquier sacramento,
excepcionalmente al recibir el sacramento, y menudo después de haberlo recibido. Pero es
presumir mucho participar de un sacramento sin haber sido participante del E.S.
previamente. Es caer en doble condenación si la fe nunca viene. Los sacramentos no han
sido instituidos para llevar al oyente a la fe de Cristo, sino para fortalecer la fe, sellarla en la
mente pero no para sellar nuestro espíritu con el E.S. , o para decirlo de otra forma para
salvarnos. Pero como ya dije el bautismo de agua es un testimonio en la tierra. Y para
entender bien lo importante de este asunto hay que saber que hay 2 testimonios: el
testimonio en el cielo y el testimonio en la tierra, como también hay 2 libros de la vida: el
libro de la vida en la tierra y el libro de la vida en el cielo. El testimonio en el cielo lo da la
Santísima Trinidad, pero el testimonio en la tierra lo da el E.S., y las iglesias a través de la
Palabra y de los sacramentos. El libro de la vida en el cielo está en las manos de Dios, pero
el libro de la vida en la tierra esta en manos de los ancianos que admiten o rechazan la
membresía de los feligreses. En el cielo todavía permanece intacto; el testimonio y el libro,
pero en la tierra hay dispensaciones, y cambios en los registros de las congregaciones. En
efecto estamos presenciando el fin del testimonio de las iglesias locales y por ende la casi
nulidad de sus registros en cuanto a confiabilidad, en cuanto a ser el libro de la vida en la
tierra. Por ello podemos entender cuando el Salmo 69 dice en el verso 28: “sean raídos del
libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos” cosa que no se podría entender si
hubiera un solo libro de la vida, pues entonces se desplomaría la doctrina esencial de la
predestinación. O cuando Apo III 5 declara : “…No borraré su nombre del libro de la
vida…”. El libro de la vida en la tierra ha sido el registro de los miembros de las iglesias
locales durante 2000 años y en el Antiguo Testamento eran las 12 tribus de Israel. El
bautismo de agua ha sido la base de la admisión en este registro. Hasta hace unas décadas
las iglesias protestantes tenían un registro bastante conforme al registro que Dios tiene en el
cielo a pesar de ser muy incompleto . Se podía pensar que tantos bautismos en agua
correspondían a tantos bautismos en el E.S., especialmente en las congregaciones bautistas
particulares (calvinistas). Pero la situación está cambiando a pasos gigantescos. La
apostasía esta reinando cada día más y ya las iglesias locales fieles a la Palabra de Dios son
una excepción y están destinadas a desaparecer totalmente. Así que el testimonio que da el
bautismo de agua no corresponde a la realidad espiritual. Al desaparecer las iglesias locales
fieles, desaparecerán también el testimonio dado a través de los sacramentos. Pues sin la fe
es imposible agradar a Dios, aunque uno vaya a bautizarse en el Jordán o use la copia
exacta de la copa del Señor. Si no hay la fe de Cristo, las creencias de las denominaciones
no podrán vivificar, ni edificar a ninguno. El fin de las iglesias locales; es el fin de los
sacramentos,pues como decía M. Lutero: “la iglesia verdadera se halla donde se predica el
evangelio y donde se administran los sacramentos”. Hoy no hay que esperar ni un nuevo
avivamiento, ni a un nuevo M. Lutero, hoy hay que refugiarse en la promesa que nos da
Dios en Sofonías 2 v 18 (versión gala): “Reuniré a los que andan tristes, lejos de las fiestas
solemnes, los que han salido de tu seno: están cargados con el oprobio”. Hay que esperar al
Señor que pronto vendrá de las nubes a salvar a sus escogidos. Así que el bautismo de agua
ha sido durante siglos un testimonio, una confesión personal hecha en publico, una
admisión en la iglesia local o para decirlo de otra forma una inscripción en el libro de la
vida en la tierra, también ha sido un acatamiento al mandamiento de Jesucristo. Por ende ha
tenido su importancia durante la dispensación de las iglesias locales en un periodo de 2000
años.
Ahora intentaré responder a la pregunta ¿por qué ha instituido Dios los sacramentos? Desde
luego me parece evidente que ha sido la mejor y más sabia pedagogía para inculcar la
doctrina de los apóstoles a la inmensa mayoría de cristianos iletrados durante siglos. Hoy
estamos acostumbrados a ver Biblias en los estantes. Biblias en todos los idiomas; baratas y
buenas. También el nivel de alfabetización ha subido muchísimo en un siglo. Pero antaño y
aun en los días postreros a la Reforma protestante, la Escritura no era al alcance de todos, ni
tampoco el privilegio de saber leer. Durante siglos millones han tenido que ir a la iglesia
local para oír la Palabra de Dios. Y en los años anteriores a la Reforma ni oían la Palabra de
Dios sino que bebían el veneno de las doctrinas diabólicas del papado en ceremonias y
pompas hechas en un idioma incomprensible para la mayoría (el latín). Así que Dios,
conociendo de antemano el empeño de Satanás para callar su Palabra, la dejó imprimida en
elementos comunes y universales: agua, pan y vino. En el agua escribió el dogma de la
Santísima Trinidad, y en el pan y el vino, el dogma de la expiación por la sangre de Cristo
Jesús. ¡Teología y soteriología al alcance de todos! Claro que el papado satánico hizo lo
que pudo para adulterar el bautismo agregando aceite y sal al agua, o quitando el vino en la
eucaristía, y transformando el pan en pastillas que no tienen nada que ver con el pan
nuestro de cada día. Pero como es la Palabra que vivifica, mientras esté unida a los
elementos requeridos no importa que agreguen sal y aceite y que sea el mismo anticristo
que administre los sacramentos.
Por lo tanto sabiendo que el sacramento del bautismo es también una predicación viva, un
sermón en 3 dimensiones podemos entender ese misterioso versículo 29 de I de corintios.
M, Lutero no lo había entendido y daba una interpretación que me parece un poco
extravagante y basada sobre una tradición no muy común y curiosa. El decía que los
primeros cristianos solían bautizarse frente a las sepulturas para dar testimonio de su fe en
la resurrección del cuerpo. En la Biblia no existe tal caso. Y en la historia de la iglesia no
fue algo generalizado y duradero. Para entender correctamente este versículo hay que
comprender que sí, se trata aquí del bautismo de agua pero que no se trata de los muertos en
la tumba sino de los muertos en delitos y pecados que siguen caminando sobre la tierra
hacia su destino final que es el lago de fuego. Se les predica a estos muertos en el espíritu
que hay que morir a la forma de vivir mundanal ahogado en el agua viva que es la Palabra
de Dios para salir a una nueva vida eterna. Hay que rendirse, sumergirse en obediencia a la
Palabra. Hay que morir a nuestro yo y esto se hace mediante un ahogamiento en el agua
viva (la Palabra de Dios) y esta muerte y vida nueva es la obra el trino Dios como dice
Santiago I - 18:
El de su voluntad nos hizo nacer por la palabra de verdad para que seamos las primicias de
sus criaturas. Por esto también la tradición de sumergir totalmente en un rió al convertido
era la más fiel a la enseñanza de la Escritura, pues muestra totalmente de una forma
material, la realidad espiritual del pecador que nace del Espíritu por el agua que es la
Palabra de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
 El que recibe con fe el sacramento es fortalecido en su hombre interior por la Palabra de
Dios, oída y unida a estos elementos que forman parte de su vida cotidiana. Después de
haber realizado con solemnidad y reverencia el bautismo de agua y de seguir participando
en la Cena del Señor, su vida en la tierra le recordará a través de cada baño, de cada comida
el pacto nuevo del Trino de Dios. Hasta los impíos y blasfemos dan testimonio de ellos
cuando burlándose de Dios, llaman al vino sangre del Señor. Su condenación esta escrita en
el agua, que usan para bañarse, en el pan y vino que consumen cada día. Igualmente por
medio de esos elementos sencillos se graba en la mente de los escogidos la revelación del
Trino de Dios y la salvación por la sangre del Cordero, porque la Palabra de Dios ha sido
unida a estos elementos en el sacramento y sigue en la mente siendo asociada a estos
elementos de la vida diaria. Las iglesias locales han sido diseñadas por el Señor para el
único propósito de que corra la Palabra de Dios y sea glorificada. Durante siglos han
predicado esta Palabra en los templos de forma oral y la han administrado a sus feligreses
de forma sacramental. La mayoría de las iglesias no han podido superar el nivel básico, se
quedaban con los rudimentos, pero la salvación no depende de la erudición o del
conocimiento teológico sino de la fe en Jesucristo el Hijo de Dios, en quien somos
bautizados por el E.S. y de lo cual damos testimonio a través del agua y del pan y del vino.
Pero para el que no ha sido bautizado por el E.S. su testimonio es una farsa que le costará
doble condenación. (Por lo cual considero inapropiado el bautismo de los infantes…) Sin
embargo es tiempo que abramos los ojos y comprendamos que en estos días las iglesias
locales están terminando su misión. “Porque es tiempo de que el juicio comience por la
casa de Dios”: 1P 4 v 7. Ya ha comenzado el juicio y Dios esta usando otros canales para
que su Palabra corra y sea glorificada. Esta usando cada día menos las iglesias y por ende
los sacramentos que son de uso exclusivamente congregacional. “Pero donde el pecado
abunda sobreabunda la gracia” Está derrumbándose el acueducto de la Palabra que son las
iglesias locales pero están brotando manantiales afuera de los templos. Millares de Biblias a
la disposición de cualquier individuo, programas radiales como Family Radio, sitios en la
red de Internet, folletos distribuidos gratuitamente etc.… Es mucho mejor poseer una Biblia
que participar de los sacramentos. En la Biblia lo tenemos todo y mucho más de lo que
alcanzaremos a asimilar. En los sacramentos tenemos lo elemental, lo básico, lo esencial, lo
fundamental. Así que no hay que despreciar lo que ha sido de inmensa utilidad durante
siglos, pero tampoco hay que aferrarse a un mundo particular de recibir la Palabra de Dios,
si Jehová ha decidido que hoy hay que tomarla directamente, y buscar a los maestros en las
librerías más que en los templos, si estamos en una nueva dispensación: “la lluvia tardía”
tal como dice H. Camping presidente de Family Radio. Por lo cual el apóstol Pablo nos
declara hoy: “Por tanto dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo vamos adelante a
la perfección…” (Heb. 6 v 1). Con esto no estoy diciendo que ya no existen maestros
verdaderos en las congregaciones, sino que esta clase, que son un freno a la apostasía está
en vía de extinción. Los sacramentos han sido durante siglos el principal modo de grabar la
Palabra de Dios en la mente de una gran mayoría de cristianos iletrados y sin recursos para
tener en casa una Biblia. Hoy el ocaso de las iglesias locales y el auge de los modos de
comunicación coinciden para que sin duda alguna veamos que el vehículo de la Palabra de
Dios se ha perfeccionado y no requiere de las congregaciones locales y de los sacramentos,
sino que vuela sobre hojas de papel barato, ondas radiofónicas y programa de Internet.
Ahora nada es perfecto y todo tiene su ventaja. (Aprendí a orar y a cantar en una iglesia
local). Pero cada cosa tiene su tiempo, tiempo de sacramentos y tiempo de Palabra que
vuela, tiempo de congregarse y tiempo de desierto, tiempo de avivamiento y tiempo de
apostasía, tiempo de conocimiento elemental y tiempo de perfeccionamiento en el
conocimiento.
Por supuesto que sabemos que siempre ha habido cristianos maduros. Pero el conocimiento
teológico nunca ha sido tan fácil de conseguir como hoy en día y es una gran vergüenza ver
el nivel tan bajo de los cristianos de hoy. Porque somos inexcusables cuando gastamos
tanta plata para asuntos carnales y tan poco dinero y tiempo en obra y tratados de Lutero,
Calvino, Spurgeon etc… La mayoría se satisface con los sacramentos y hasta con las
palabrerías huecas de una mujer insensata que se cree “pastora”, en vez de aprovechar bien
el tiempo porque los días son malos.
Maranatha

 
DIES DOMINI: EL DÍA DEL SOL

     Hay una tradición que desde hace 20 siglos se ha transformado en mandamiento para la
inmensa mayoría de los cristianos. Este error ha sido provechoso en cierta medida pero hoy
puede ser tropiezo y causar cierta angustia en la conciencia de muchos hermanos. Estoy
hablando de la observancia, como ley moral, del domingo como día especial de adoración y
de culto. Hace 50 años no valía la pena denunciar este error, este falso mandamiento, pues
existían iglesias evangélicas que predicaban fielmente el evangelio eterno; tal día de la
semana era como un ayo que llevaba a muchos hacia la fe que es por oír la Palabra de Dios
por el pastor de una iglesia protestante. Esta creencia universal de que el domingo es el día
del Señor llevaba a muchos a las iglesias para salvación, edificación o santificación. Pero
hemos entrado en los últimos días, en los días de la apostasía, donde Satanás se sienta en el
templo de Dios que es espiritualmente las congregaciones. Hoy hay que salir de las iglesias
y este falso mandamiento puede en ciertos casos estorbar la salida de Babilonia (tenemos
un artículo concerniente esto, titulado: “Salid de ella”).
     Domingo viene del latín: Dies Domini, es decir día del Señor. Este día de la semana se
llama en la Biblia primer día de la semana nunca día del Señor. El inventor de esta
confusión y mentira es Constantino el emperador romano que jamás fue cristiano (se
mandó a bautizar en agua sobre su lecho de muerte), sino el instrumento escogido de Satán
para destruir las iglesias cristianas desde dentro, pues desde afuera era un fracaso rotundo.
Con Constantino, el mundo, la idolatría, la simonía penetraron las iglesias, las
corrompieron, y esta estrategia fue tan exitosa que dio a la luz a la “santa madre iglesia de
Roma” es decir la bestia de Apocalipsis XIII con su Anticristo papal. Fue un proceso que
abarcó siglos y hasta el siglo XVI muchos cristianos quedaron atrapados en el engaño
romano. Luego llegó la Reforma Protestante y la 1ª Bestia de 7 cabezas del capítulo XIII de
Apocalipsis fue descubierta. Lastimosamente les ocurrió lo mismo a las iglesias evangélicas
del siglo XX y se han transformado en la 2ª bestia de Apocalipsis XIII, en Babilonia, (leer
para más información sobre el tema: “Las dos bestias”). Pero la Palabra de Dios permanece
para siempre y los fundamentos del Protestantismo son Cristo solamente (Solus Christus),
la salvación por fe sin obras (Sola Fide), la suprema autoridad de la Escritura (Sola
Scriptura), la gracia de donde todo procede (Sola Gratia) y la gloria de Dios como meta
última (Soli Deo Gloria). La iglesia local no es ningún fundamento, ni es indispensable para
el verdadero protestante de hoy, sino que en muchos casos se ha transformado en una cueva
de ladrones; especialmente en el medio pentecostal, donde les hablan más del diezmo que
de la sangre del Cordero que fue inmolado. Estoy convencido por las Escrituras que la era
de las iglesias ha llegado a su fin y por ende esta tradición del domingo cuyo origen es
católico romano, tradición que impone el domingo como día del Señor debe ser combatida
para ayudar a aliviar las conciencias de los hermanos y facilitarles la salida de un sistema
religioso que se ha corrompido tal como lo preveía la Escritura: “Porque no vendrá (Jesús
en gloria) sin que antes venga la Apostasía…”  El catolicismo romano (de donde salimos
nosotros los reformados en el siglo XVI), es también una mezcla abominable que contiene
principios judaizantes y una forma ilusoria de sacerdocio levítico. El invento del domingo
como día del Señor es una forma sutil de judaizar, es decir de volver a la ley. Como todos
sabemos; las leyes de Jehová son de dos clases. Hay leyes morales y leyes ceremoniales.
Las leyes morales perduran para siempre aunque no son una amenaza para los escogidos
sino una delicia, un código escrito en la conciencia regenerada, una parte de su nuevo ser,
una ley ya no escrita en tablas de piedra sino en corazones limpios, mientras que las leyes
ceremoniales (estatutos y ordenanzas) han sido abrogadas desde la muerte de Cristo Jesús
en la cruz: “porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley”
dice la Escritura. El problema ha sido que muchos no se han dado cuenta de que en el
Decálogo, el cuarto mandamiento no es moral, sino ceremonial. A pesar de ello este
mandamiento era como moral para los judíos pues era señal del pacto de Jehová hecho en el
Sinaí para los descendientes de Israel, (Ex.XXXI; 13, Ez.XX; 12).  “La salvación viene de
los judíos” dice el Señor Jesús, por lo tanto a ellos les incumbía mantener esta identidad por
medio del día del reposo o sábado hasta que llegara el verdadero reposo en el día de la
crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.
     Para ellos este mandamiento era moral y ceremonial al mismo tiempo. Dios es conocido
como el Dios de Israel y ellos tenían el deber moral de testificarlo mediante el acatamiento
al 4º mandamiento. Pero cuando vino el Señor a la tierra ese mandamiento dejó
completamente de ser moral, aun para los judíos. Si fuera moral entonces nuestro Señor
Jesús nunca hubiese quebrantado esta ley, pues se habría convertido en un pecador, y ya no
habría podido ser el sustituto para los pecadores.
    Muchos teólogos dicen que Jesús nunca quebrantó el cuarto mandamiento pero se
equivocan, pues hay pasajes que aluden a tal quebrantamiento cuando por ejemplo le dijo al
paralítico que se llevara su lecho, porque está prohibido por la ley llevar una carga en día de
reposo: Jer.XVII; 21 y J.V; 8 y 10. No obstante hay 2 pasajes inequívocos donde se ve que
Jesús quebranta el sábado, pues en uno nuestro Señor no niega su quebrantamiento del
sábado sino que  compara su transgresión a la transgresión en que incurrió David y sus
hombres cuando huían de Saúl: Lc.VI; 1 a 5. En efecto en el verso 2 los fariseos los acusan
diciendo: “¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?” y Jesús no les
responde que no están haciendo nada ilícito, sino que está haciendo como David. (Y de
paso puede ser que la acusación no era solamente sobre las espigas arrancadas sino también
sobre la distancia caminada que tal vez rebasaba la que es autorizada en sábado…) Si el
sábado fuera una ley moral como nos han enseñado en las iglesias; ¿Podría decir Jesús que
el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado? Porque si uno transgrede una ley moral; bien
puede transgredir todas: Stg.II; 10 11. Si el cuarto mandamiento es moral como los demás
mandamientos, y Cristo podía quebrantar el cuarto mandamiento, bien podía entonces
quebrantar los otros 9 mandamientos del Decálogo. Pero es cosa irrelevante y absurda
emitir tal hipótesis,  pues tenía que ser sin pecado para poder pagar por nuestros pecados.
Así que Cristo como Hijo del Hombre podía quebrantar el sábado porque no es una ley
moral, es una ley ceremonial que tipifica Su obra a nuestro favor. Estaba haciendo su obra,
entonces no necesitaba preocuparse por una metáfora, por una ley ceremonial, algo que no
es sino una imagen de su obra a nuestro favor. ¿Vas a distribuir fotos de tu persona a
personas a quienes estás hablando para que sepan quién eres tú? ¡Claro quer no! Ahora
quiero insistir otra vez  sobre este hecho de que si no hubiese transgredido el cuarto
mandamiento, nuestro Señor les habría enseñado la interpretación correcta de este
mandamiento, ¡pero no!, al contrario les dice que transgrede como David transgredió, y que
no está sometido a esta ley sino que es Señor de ella y por lo tanto no está sujeto a ella en
ninguna manera. Más claro no canta un gallo, ¡él que tiene oídos para oír oiga lo que dice el
mismo apóstol Juan en J.V; 18: “Y procuraban aun más matarlo porque no solo
QUEBRANTABA EL SABADO, sino que también llamaba a Dios su propio Padre,
haciéndose igual a Dios”. Aquí está el segundo pasaje inequívoco, pues no es un reporte de
sus enemigos acusándole de quebrantar el sábado, sino que es el reporte de su más íntimo
amigo y discípulo: Juan el apóstol. Nadie va a negar que Jesús afirmara que Dios era su
propio Padre, así que tampoco se puede negar que quebrantara el sábado, pues son las 2
razones evidentes por las cuales querían matarlo. No olvidéis que cuando les dijo: “Desde
ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder y viniendo en las nubes”, en
aquel preciso instante fue condenado a muerte por blasfemia: Mt.XXVI; 64, 65, 66.
Además ¿con qué propósito sanaba Jesús enfermedades el sábado? Pues no veo el interés
de duplicar el odio haciendo una cosa que podía parecer una transgresión si era mal
interpretada. Es evidente que lo hacía para mostrar que El era el Señor del sábado y no el
súbdito del sábado, y cuando el Señor llega el súbdito se hace a un lado, no tiene que
reclamar nada a su Señor. Él quería mostrar que el sábado era tan solo una figura del
descanso que El ofrece a los que creen en El. El sábado señalaba al que dijo “Venid a mí
los que estáis trabajados y cansados y Yo os haré descansar”, así que llegado el descanso en
Cristo ya no hay que señalarlo sino disfrutarlo, hay que entrar en el reposo, como dice
Hb.III; 4: “…nosotros que hemos creído entramos en el reposo”. A mí me parece evidente
por el propio testimonio del Señor y del apóstol Juan que Jesús sí, quebrantó el sábado,
abolió esta ley ceremonial y no podemos volverla a edificar como un domingo. Reitero que
no estoy en contra de reunirse el domingo, lo que estoy en contra es erigir el domingo como
una ley sabática.  
     Así que para nosotros los gentiles de la dispensación de la gracia tal deber moral no
existe, y en cuanto a  ordenanzas; no veo más que la Santa Cena. Pues aun el bautismo de
agua es un ritual judío y no cristiano, que fue instituido por Moisés en el Sinaí: Lev.8; v.6.
Pocos se dan cuenta de esto pero es debido a la forma de traducir. En efecto en el AT lo que
se traduce lavamiento, es bautismo en el NT. Los traductores del NT no se dieron la pena
de traducirlo al español y dejaron el termino griego: “bautismo”,  que significa
simplemente: lavamiento o inmersión en agua.
       Como ya lo dije el catolicismo romano tiene principios judaizantes acompañados de un
odio visceral a los judíos. Por ende no entienden que el 4º mandamiento era específico para
los judíos y no es moral para los cristianos; transformaron el día de reposo en el día del
Señor. Consideran que el día de reposo: el sábado debería transformarse en día del Señor:
domingo, para diferenciarse del judaísmo. Y es notorio que domingo en ingles es “Sunday”
que traducido es: día del sol, (igual en alemán: Suntag), como notorio también es que
Constantino, el promotor de este día, era un  adorador del sol… Pero a nosotros los
cristianos creyentes gentiles no nos toca acatar el 4º mandamiento en el sentido literal. Sino
que tenemos que interpretarlo y acatarlo únicamente en el sentido espiritual. Guardar el 4º
mandamiento en el sentido literal nos haría caer en la herejía adventista y tal como dice la
Escritura “de Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis
caído” Gal 5 v 4. Y peor aún es guardarlo en el sentido literal cambiando el día sábado por
el día del sol (domingo); es burlarse del Santo Decálogo y seguir llevando una etiqueta
propia del catolicismo romano, el enemigo número 1 de nuestro Señor Jesucristo. Pocos
saben que Juan Calvino intentó cambiar esta situación proponiendo que las congregaciones
se reuniesen el miércoles en vez del domingo. Pero la tradición no le permitió tal reforma…
Guardar el 4º mandamiento en el sentido espiritual no es guardar un día de la semana, es
sencillamente creer de todo corazón en el Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
El apóstol Pablo por el Espíritu Santo nos lo explica muy bien en Hebreos, (¡Sí, creo como
A.W.Pink y otros, que Pablo es autor de esta epístola!), en el capítulo 4; v 3: “pero los que
hemos creído entramos en el reposo”. He aquí la forma de entrar en el reposo; por fe en
Jesucristo. En cuanto al día, a la fecha: v 7 dice: “otra vez determina un día: Hoy,…si
oyereis hoy su voz”. El día es hoy, no es sábado ni domingo específicamente, sino que son
todos los días de la semana desde que Jesús empezó su ministerio como sumo sacerdote,
ofreciéndose en la cruz hace 2.000 años hasta que vuelva muy pronto. Cada día que se
predica el evangelio de gracia es el día de reposo para los que creen, no es un día de la
semana como creen los judíos y otro día como creen los católicos, es una dispensación; son
miles y miles de días, es cada día hasta la segunda venida en gloria del Señor Jesús: más de
2.000 años. Y los que entran en este reposo no es que dejan de trabajar y empiezan a hacer
ceremonias religiosas bien vestiditos, y perfumados… ¡No! Significa que ya no trabajan
para alcanzar su salvación, no tratan de amontonar buenas obras para pagar la entrada al
reposo eterno, sino que su conciencia, su esperanza, su vida futura y eterna se basa
exclusivamente en la obra de otro hombre; del Hombre Jesús Cristo crucificado por
nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación. Éste es el reposo del
creyente y el día puede ser cualquier día de la semana. Es el día en que el corazón por la
acción irresistible del Espíritu Santo se abrió al evangelio, el Señor entró en este corazón
por medio del Paracleto y de la Palabra, y este día se repite cada día de la vida del creyente.
Este día de la conversión es el día del Señor y es diferente para cada uno: el momento, el
segundo, el minuto, la hora, el día, el mes, el año es particular a cada creyente. Es diferente,
digo, en el sentido de cuándo empezó, pero luego es igual para todos los creyentes, todos
los días son días de descanso en el Señor. El día del Señor es la manifestación interna del
Señor al hombre y esto es tipificado por el cuarto mandamiento.
      El día del Señor ha venido ya para millones desde hace siglos, está viniendo hoy para
muchos otros y vendrá también mañana para los otros elegidos. Pero habrá también otro día
del Señor más especial que es el gran día del Señor y es la manifestación de Jesucristo al
mundo entero en su segunda venida: la Parusía. Será un día del Señor común a toda la
humanidad creyentes e incrédulos: “porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre
todo soberbio y altivo… y se meterán en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las
peñas por la presencia formidable de Jehová y por el resplandor de su majestad, cuando Él
se levante para castigar la tierra” (Is. 2 v 12 al 22). Ese día será de reposo para pocos y de
terror para muchos. Y ese también es otro día del Señor. Ese es el día del Señor al que se
refiere Juan en Apocalipsis 1v10 cuando el Espíritu le hace presenciar los acontecimientos
de ese gran día. ¡No significa que el domingo estaba en el Espíritu, (¿o en el espíritu?, es
decir fuera del cuerpo), como lo sugieren ciertas concordancias, sino que el Espíritu le hizo
ver la manifestación apocalíptica del Señor, en el día de su segunda venida!
     Lo repito pues: el domingo en la Biblia se llama primer día de la semana no se llama día
del Señor. El día del Señor es la manifestación  interna del Señor Jesús Cristo para los
cristianos el cual esta figurado por el séptimo día de la semana (el sábado) para los judíos y
es también la Parusía. El Milenio en el sentido escatológico, es también el día de reposo
para la creación que fue creada en 6 días, y hoy estamos llegando al final del sexto milenio
desde la creación y pronto entraremos en el séptimo que será de reposo, pues Satán estará
encerrado y por fin descansaremos y habrá paz;  no olvidemos que para Dios 1 día es como
1000 años: 2P. 3 v.8. Para que no queden dudas apelaremos una vez más a la Palabra de
Dios. Cuando Pablo dice en Gálatas 4 v.4 y 5 que al manifestarse el Hijo de Dios, nos
redimió a nosotros que estábamos bajo la ley (v4 y 5) en todos sus aspectos morales y
ceremoniales  nos indica que ya no estamos obligados legalmente a cumplir los requisitos
de la ley para alcanzar salvación eterna. (La ley moral sigue vigente para guiarnos en la
santidad, y la amamos, pero los que estamos bajo la gracia, no estamos bajo su jurisdicción
en cuanto a justificación).  En cuanto a la ley ceremonial; parte de esos débiles y pobres
rudimentos son los días que se guardan: los sábados (v10) y las festividades. La palabra
“rudimentos” aparece 2 veces en este pasaje en los versos 3 y 9. En el verso 3 habla de los
rudimentos del mundo. Tomemos pues un ejemplo para clarificar el asunto.
      Cuando uno es niño, el maestro usa cosas o elementos comunes para enseñar. Por
ejemplo en el caso de un niño que está aprendiendo a leer y escribir; la palabra escrita va
acompañada de una imagen que la explica visualmente. Es una enseñanza rudimentaria, o
básica, que utiliza elementos comunes que son corrientes en el mundo donde vivimos: las
imágenes para el caso del niño escolar. Por ejemplo, lee o escribe la palabra vaca debajo del
dibujo de una vaca. En el caso del niño espiritual que nos presenta Pablo, las lecciones
básicas de la enseñanza de la verdadera religión son días, meses, tiempos y años que se
habían de guardar como dice el verso 10. Pero una vez que el niño ha crecido estos días de
reposo, estos sábados, estas festividades y años sabáticos no ayudan para nada, son una
carga; una esclavitud: v.9. Volviendo al ejemplo del niño que aprendía a escribir;
supongamos que ya sabe escribir después de 2 años de estudio. Imaginaos que el maestro le
pida que vuelva a hacer un dibujo encima de cada nombre que escribe. Si escribe vaca,
tiene que dibujar una vaca al lado de la palabra, si escribe niño tiene que dibujar un niño, si
escribe pájaro tiene que dibujar un pájaro etc. Esos dibujos que le servían cuando apenas
deletreaba y empezaba a trazar las letras del alfabeto, ahora no solamente son inútiles sino
que le estorban grandemente si tiene que redactar varias páginas. ¡La ayuda en la enseñanza
rudimentaria se ha vuelto un gran estorbo en la enseñanza superior! Igualmente los días de
reposo, que son buenos para el cuerpo y para el alma, son una esclavitud para el espíritu del
cristiano, cuando se toman como un mandamiento. En todo el NT no hay ningún verso que
diga: “Hay que guardar el sábado o el primer día de la semana”. Por lo contrario aquí el
Espíritu Santo por la boca de Pablo nos advierte que guardar días de reposo como una
condición para la aceptación delante de Dios, es volver a la ley ceremonial de la cual hemos
sido liberados en la cruz de Jesús cuando expiró y se rasgó el velo, dando a entender que
desde este momento entramos en el lugar santísimo, es decir en el cielo delante del trono de
la gracia, por la fe, y que las figuras de la ley ceremonial tales como los días de reposo y
circuncisión habían perdido su utilidad didáctica. El catolicismo ha reemplazado el sábado
por el domingo y la circuncisión por el bautismo de agua, y el protestantismo en su mayoría
no ha podido rectificar esos errores. En el periodo de transición de la sinagoga a la iglesia,
era un método aceptable para los judíos recién convertidos, y habituados a sus ceremonias,
pero el hecho de haber continuado en los pobres rudimentos, después de que Israel haya
rechazado el evangelio, y que el tiempo de los gentiles haya empezado, fue un error que
permitió al papismo imponer su yugo férreo sobre los creyentes. Creo que es una buena
parte del misterio de la iniquidad que ya estaba obrando en los días de Pablo: 2 Tes.2; v 7.
Por ende, aquí Pablo condena la actitud de los creyentes que se imaginaban que cada
sábado (y domingo ahora) era día santificado por Dios, día santo a Jehová. Esta enseñanza
era correcta para el judaísmo, no lo es para el cristianismo. Es un retroceso de la realidad de
la presencia del Señor en todos los días de nuestra vida a una figura que era anunciadora de
esta realidad. Una vez que Cristo me ha dado la paz en el corazón, esa paz que sobrepasa
todo entendimiento no se guarda con días y ceremonias sino con meditar la Palabra de día y
de noche. Que apartemos un día para meditar más la Palabra de Dios y dejando de lado
todo trabajo lucrativo y que sea el domingo: está bien, pues el cuerpo y la mente lo
necesitan. No estoy en contra de la tradición de descansar 1 día en la semana y de reunirse
en este día; es saludable es provechoso y es una señal para los incrédulos que somos
cristianos, esta costumbre es buena en sí. Lo que es malo es transformar una costumbre o
una tradición en ley, dice Ro.14 v.5 y 6: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga
iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que
hace caso del día, para el Señor lo hace; y el que no hace caso del día para el Señor no lo
hace”. Es una cuestión de conciencia, es personal, y si bien una congregación local ha
decidido de guardar un día para el Señor, no puede imponer este día a otras congregaciones
en otros lugares. Uno es libre de guardar o de no guardar un día, por ende se vuelve un
atropello a la libertad evangélica cuando se enseña que Dios nos manda guardar un día de
reposo como los judíos. Dios nos manda reposar en la obra de Cristo por medio de la fe, tal
como Él reposó de sus obras el séptimo día, es decir: dejó de crear nuevas criaturas, así de
la misma manera nos ordena dejar de esforzarnos para adquirir la salvación por nuestras
obras y descansar en la obra de su Hijo Jesucristo en la cruz del Calvario, de lo cual el
cuarto mandamiento era la figura o señal: Ex.31; v.13 y Ez.20; v.12. ¡Volver a los
rudimentos de la ley ceremonial es como comer las peladuras y botar la fruta! Es total
desperdicio: “me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros” (v11) nos
dice el Espíritu Santo a los que hemos creído y nos aferramos a tradiciones, mandamientos
de hombres, sombras y rudimentos.
     También en Colosenses el apóstol nos reitera que nos guardemos de caer en la trampa de
esta doctrina falsa y peligrosa en el capítulo 2 v.16 al 17. El sábado judío es la sombra, la
realidad (o cuerpo como dice el texto) es Cristo en nosotros la esperanza de gloria.
¡Lastimeramente cuanta la gente juzga el cristianismo verdadero no a la luz de la doctrina
de la fe de Cristo sino basándose sobre la sombra del sábado que es el domingo católico!
(El mismo sábado siendo la sombra del resultado de la fe genuina que es el reposo o el no
actuar del creyente para recibir una salvación basada sobre la obra de otro; la obra de
nuestro Salvador Jesús en la cruz). El judío se aferra a la sombra y el católico romano a la
sombra deformada de la sombra judía. ¡Gracias a Dios no todos los protestantes están
aferrados a la sombra de la sombra ! Lo que produce la sombra es la interferencia de un
objeto delante de la luz. Como nadie puede ver a Dios y vivir, Dios ha usado sombras para
darse a conocer en los tiempos del Antiguo Testamento. Estas sombras son los ritos y leyes
ceremoniales que Dios dio a Moisés. Pero esas leyes no son la luz, no revelan a Dios,
solamente Lo vislumbran. Es como ver a Dios de espaldas no de frente. Ahora con la
venida de Jesucristo vemos la luz de frente, el evangelio de gracia nos revela Dios sin
sombra ni duda como nuestro Padre Celestial. Aunque no Lo podemos ver con nuestros
ojos de carne, Lo vemos a través de los ojos de la fe. Ya, no necesitamos un sacerdote, una
ceremonia, un día para acercarnos a Dios, para conocerle;  por la fe estamos en la luz,
entendemos las Escrituras, estamos en Dios y llegamos a ser luz para el mundo si
caminamos en santidad; somos templos el Dios viviente. Guardar el domingo como el día
del Señor del cuarto mandamiento del Decálogo es volver a los rudimentos falsos, es
olvidar que el día del Señor ha sido es y será siempre la revelación y manifestación de
Jesucristo. Y el domingo es un día de la semana; el primer día para los judíos, el último
para los demás, pero no es el día del Señor en el sentido bíblico. ¡El domingo de
Constantino es sombra de la sombra mosáica! Claro que las sutilezas de los maestros
transformarán el sol de Constantino en sol de justicia, (como se llama Cristo en las
Escrituras), y llegarán además de crear el nuevo sábado “cristiano” (el domingo) a inventar
la fiesta de la natividad, cuando las Escrituras nos enseñan claramente que Cristo Jesús
nunca pudo haber nacido en invierno (pues los pastores estaban afuera con sus rebaños en
aquella noche y los turnos de los sacerdotes tampoco concuerdan con el mes de diciembre).
El papismo es especialista en inventar leyes de hombres corruptos de entendimiento y
privados de la verdad, para fortalecer la superstición y la idolatría.
     Para concluir, quede bien claro que el día del Señor en la Escritura es la manifestación
de Jesucristo a los creyentes durante 2.000 años como a los incrédulos en su segunda
venida. Repetimos que este día del Señor para los cristianos es figurado por el 4º
mandamiento del Decálogo. He dicho al principio que la mala interpretación del sábado que
lo transforma en domingo tenía ciertas ventajas. La principal era que permitió imponer un
día de descanso para toda la sociedad. El cuerpo, y la mente necesitan un descanso
hebdomadario. Y es la única cosa positiva de esa apostasía que veo claramente. Porque
creer que domingo es el día del Señor tal como lo declaró Constantino el adorador del sol
es ocultar la fe. Es cambiar lo extraordinario, (y espantoso para los incrédulos), de este día
de la manifestación de Jesucristo en una rutina religiosa y legalista. No obstante estamos
viviendo en una sociedad que se cree cristiana y donde impera el dogma y la cultura
católica romana: ¿Que haremos el domingo, día festivo? Bueno, como dice la Escritura:
“aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”, nosotros los elegidos tenemos
que aprovechar este día de descanso para leer la Palabra de Dios, meditarla, practicarla y
compartirla con más ahínco que los otros días. Esto es lo más importante y lo mejor que
podamos hacer. Porque los que hemos creído ya hemos entrado en el reposo que nos da en
la conciencia la obra de Jesús en la cruz en aquel día del Señor en que creímos en El. Ahora
esperamos el otro día del Señor; el gran día de Su regreso. Tal como hay dos
advenimientos: el del siervo crucificado, y el del Rey de reyes en gloria, así es el día del
Señor en estas dos formas: el día de nuestra conversión y el día de nuestra glorificación en
Él por Él y para Él.
     Las iglesias han hecho del domingo un ídolo. Por lo general las iglesias evangélicas
tienen 3 servicios por semana: el servicio del estudio bíblico muy poco concurrido el
miércoles en la noche, el servicio dominical por la mañana cuando se llena el edificio y el
servicio de la noche medio vacío. El servicio del domingo en la mañana es el servicio de
nuestros modernos fariseos, los que adoran a Dios en carne perfumada y ceremonias
pomposas, pero: “Hijitos guardaos de los ídolos” (1ª Juan 5v21). Así que muchos
aferrándose a esta mala interpretación del día del Señor creen la tradición que ha pasado del
catolicismo al Protestantismo y ha socavado la obra de Dios. Porque la obra de Dios es que
creamos al que envió el Padre: Jesucristo (J.6; v.29), no es que nos reunamos el día
domingo a adorar un Cristo eucarístico. Era bueno reunirse cualquier día como iglesia local
hasta hace unos pocos años, hoy la Apostasía vuelve esto peligroso y usa la tradición para
confundirnos: “Bien anuláis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición” y el
mandamiento hoy es “Salid de ella (Babilonia o las iglesias evangélicas corruptas) pueblo
mío”: Ap. 18; v.4.
     La tradición dice: “Si eres cristiano de veras, congrégate en una iglesia local el
domingo”. La Escritura nunca ha mandado esto aunque los primeros cristianos tenían en el
principio la buena costumbre de hacerlo para demarcarse del sábado judío. Era una buena
costumbre porque la Iglesia salía del judaísmo y el primer día de la semana fue el día de la
resurrección de nuestro Señor lo cual apunta también a una nueva creación. Había que
afirmar frente al judaísmo que el cristianismo no era un complemento del judaísmo sino la
revelación completa de lo que prefiguraba el judaísmo. Lastimeramente la costumbre se ha
vuelto tradición y la tradición, mandamiento y el mandamiento apostasía. Poco aceptarán
mi posición por la fuerza de la tradición, pero ninguno podrá refutarme basándose en la
Escritura si no recurre a alegorías y razonamientos humanos. No existe un mandamiento
para los cristianos que diga:”Os es necesario reuniros el primer día de la semana para
salvación del alma”, sino que el Señor Jesús nos dice: “El que no naciere de agua (la
Palabra de Dios: Ef. 5 v.26) y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”.
      ¿Qué escucharéis la tradición o la Escritura? Hoy es el día de reposo, entrad en ello
eternalmente por la fe de Cristo Jesús, no esperéis cada fin de semana para justificaros
delante de Dios por una rutina religiosa, no sea que os sorprenda el Día del Señor: “He aquí
el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en
soledad, y raer de ella a sus pecadores” (Is. 13 v 9). “Como se dijo: si oyereis HOY su voz
no endurezcáis vuestros corazones”: Heb. 4 v 7. Hoy es el día del Señor, hoy es el día de
salvación, no esperéis domingo, porque si esperáis un día de la semana para salvaros; ese
día será el día de la tradición, de la traición, el día del sol, el día del Anticristo romano.
 
MARANATHA.

El divorcio ha sido un tema muy debatido y de mucha controversia en las iglesias


reformadas. Hoy en día la mayoría de los que se dicen cristianos evangélicos han caído en
la aceptación del divorcio y por supuesto del matrimonio que le sigue. Esto no es bíblico.
Se que hasta Martín Lutero tenia una posición liberal en cuanto al asunto, pero se equivocó
pues Jesucristo afirma a menudo que “cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, adultera y el que se casa con la repudiada, adultera.” (M19v
9). Esto es clarísimo, no hay apelación. En el antiguo pacto mosaico, la poligamia y el
divorcio eran permitidos por la dureza del corazón. En el nuevo pacto, nos fue dado un
corazón de carne y a partir de este momento no se puede divorciar ni tomar otra esposa. El
divorcio y la poligamia quedan abolidos por la ley del amor del Nuevo Testamento. Esta
tajantemente prohibido divorciar salvo por causa de fornicación. Pero aquí muchos
tropiezan y confunden fornicar y adulterar y por ende practican el divorcio bajo tan mala
interpretación. Porque hay un solo caso permitido de divorcio que es por causa de
fornicación, no de adulterio. Si el marido o la esposa caen en adulterio no es causa de
divorcio. Es la fornicación no el adulterio el único motivo de divorcio legal delante de
Dios. Una pareja casada no puede cometer fornicación, ¡es imposible!, solo puede cometer
fornicación agravada es decir adulterio. Lo cual no justifica de ninguna manera el divorcio.
¿que significa pues fornicación en este contexto?
La Escritura nos lo revela si con la ayuda del Espíritu Santo la escudriñamos.
Deuteranomio 22v20 y 21 nos da la respuesta clara: “Mas si resultare ser verdad que no se
halló virginidad en la joven, entonces la sacaran a la puerta de la casa de su padre, y la
apedrearan los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando
en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.” . Así que un hombre se puede
divorciar legalmente de su mujer y casarse otra vez sin pecar si hubo fornicación antes del
compromiso matrimonial. Es decir que la mujer le hizo creer que era virgen cuando a la
verdad fornicó anteriormente. El contrato se hizo basado sobre una mentira; la mujer
engañó al hombre (Deut.22v13 y14), por tanto el hombre puede repudiarla sin pecar. Es el
único caso en que un cristiano se pueda divorciar legalmente. Claro que si la mujer no
engañó al hombre y le confesó que ya no era virgen sino que había fornicado anteriormente
y el hombre le perdonara y la tomara por mujer ya no se puede divorciar después por causa
de fornicación. Es la fornicación cometida por la mujer ante del matrimonio y cubierta que
puede dar paso legal al divorcio para el cristiano y al nuevo casamiento. Aparte de esta
única condición, solo la muerte rompe el lazo matrimonial. Tenemos también un testimonio
en el Nuevo Testamento que no es tan claro como Deuteranomio 22v20 y21, pero que aún
puede servir para confirmar más este caso del cristiano que contrajo matrimonio con una
mujer que fornicó antes sin confesarse. 1 Cor 6 v15,16 y 18 dice: “¿No sabéis que vuestros
cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitare pues, los miembros de Cristo y los haré
miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se una con una ramera,
es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos serán una carne… Huid de la fornicación.” Es
cierto que aquí no se trata específicamente de este caso en particular de fornicación
encubierta por una mujer que así alcanza casarse con un cristiano, pero si lo abarca. “Huid
de la fornicación” en este caso significaría: divorcia si descubriste que la virgen prometida
era en realidad una prostituta y no la cristiana que fingía ser.
Es preciso también dejar bien claro que solo el hombre puede repudiar a su mujer por esta
causa. La mujer jamas puede divorciarse, ni aún bajo el mismo pretexto. “Porque el varón
no procede de la mujer,sino la mujer del varón,y tampoco el varón fue creado por causa de
la mujer, sino la mujer por causa del varón”(1Cor.11v8 y 9). La mujer es un vaso más frágil
y su virginidad es un bien muy precioso. No lo es para el hombre aunque no carece de
valor( Apo 14v4), no tiene la misma importancia que para una mujer. Así que la Palabra de
Dios es muy clara: salvo el caso que acabo de explicar bíblicamente no existe divorcio para
los cristianos. Por supuesto que hay un escape para situaciones insoportables y es la
separación. 1ª de Cor 7 nos da las pautas a seguir y los limites . En este capitulo el Espíritu
Santo nos enseña que la mujer puede separarse de su marido (v 11) físicamente pero el
contrato sigue vigente hasta la muerte de uno de los dos. Me parece que son casos extremos
cuando hay maltrato regular de la mujer por parte del incrédulo. Por lo tanto la iniciativa de
la separación siempre tiene que venir de la parte incrédula y no rompe el lazo matrimonial
sino la vida en común. La reconciliación es siempre posible mientras no se casa el
incrédulo o la incrédula otra vez
Si ocurriere esto entonces el cristiano (o la cristiana) deberá esperar que se muera el
cónyuge para poder contraer un nuevo matrimonio. Pero una cosa es cierta: el creyente no
puede divorciarse y casarse otra vez; cometería adulterio. Puede quedarse separado (o
separada) toda la vida mientras no hay reconciliación, pero está prohibido casarse otra vez.
Esta es la única alternativa al divorcio. Hemos de reparar en que el matrimonio es la
relación mas importante para el creyente después de su relación con Dios. La Palabra de
Dios usa muy a menudo la relación entre marido y mujer como figura de la relación entre
Cristo y el cristiano.
El matrimonio en si no es sagrado pero ciertamente tipifica una relación sagrada. No es un
sacramento como pretende el papado diabólico, pero tiene su origen en el propósito de Dios
para que el hombre viva conforme a su voluntad y aprenda como es el amor de Cristo para
con nosotros. Lastimosamente hemos olvidado estos principios básicos y la institución del
matrimonio está siendo mancillada, pisoteada, no solo por el mundo (que ahora casa no
solo a los adúlteros sino a homosexuales), sino también por las iglesias. En casi todas las
iglesias hoy en día se considera pecado fumar un cigarrillo y beber una cerveza pero es
normal divorciarse por cualquier pretexto y volver a casarse. Tal como las doctrinas de
demonios del catolicismo romano que han hecho pecado comer carne el viernes, así
también las iglesias evangélicas inventan pecado donde no lo hay, y donde hay lo legalizan
como en los casos del ministerio femenino, del domingo, del divorcio, etc…
Sé que hoy en día esta interpretación tiene muy poca aceptación. Muchos hermanos han
caído en la trampa del divorcio y del re-casamiento es decir adulterio. Pero Dios es
poderoso y misericordioso para perdonar y levantar a los que han caído. El problema no es
tanto que se haya cometido adulterio porque por este pecado y otros peores ha muerto Jesús
en la cruz. El problema es que no se confiesa el pecado del divorcio y del adulterio sino que
se justifica el pecado usando la Biblia y eso no tiene perdón es propiamente diabólico.
Porque “si confesamos nuestros pecados ,El es fiel y justo para perdonar nuestros y
limpiarnos de toda maldad” pero si no los confesamos sino que los justificamos, ya no hay
perdón sino ira y juicio de Dios sobre tales insolencias e impertinentes procederes… Pecar
es lastimosamente humano, pero justificar el pecado con la Escritura es un error cuyo
inspirador es el diablo. Ahora no estoy diciendo que el cristiano que ha sido engañado sobre
este tema va a perder su salvación. Esto es imposible. Denuncio este pecado para que los
hermanos que están por caer o han caído en esto (y son miles), eviten en esta vida el castigo
que les espera y la perdida de beneficios que sufrirán en la vida futura. Como decía Martín
Lutero, mi padre espiritual, que no hay que confiar en los padres espirituales ni en la
iglesia, ni en los concilios, solo la Escritura es la autoridad. La Palabra de Dios es muy
clara en este asunto pero muchos se tragan las palabras de los maestros y de las iglesias.
Hemos heredado la misma tendencia que los pobres católicos; nos sometemos a la voz de la
congregación, a la voz del pastor y no a la voz del esposo: Cristo Jesús. La congregación
local pasará, el pastor desaparecerá, la apostasía crecerá pero la Palabra de Dios permanece
para siempre. Y esta es piedra de tropiezo para las iglesias de hoy. ¿ A quien creéis a la
Palabra de Dios o a la voz de la congregación?. A quien creeréis a Jesús que repite “ Por
tanto lo que Dios juntó no lo separe el hombre” (Mat19v6,Mat10v9) o a las sutilezas del
diablo. ¿A quien creéis? Confesareis el divorcio como pecado o lo justificareis? Sabed pues
que “el que es de Dios, la Palabra de Dios oye”.
 El divorcio es una piedra de tropiezo para muchos, que conocen la Palabra de Dios, que
son eruditos, y saben hebreo y griego y son muy bien instruidos en las doctrinas calvinistas.
Yo no tengo el conocimiento que ellos tienen, pero como dice la Escritura: “el
conocimiento envanece, pero la caridad edifica” y también “Si alguno enseña otra cosa y no
se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y  a la doctrina que es
conforme a la piedad, nada sabe y delira…”. Ellos no tienen caridad hacia sus propias
almas, no ven que están cargados con el pecado de adulterio. En vez de apiadarse de su
propio estado y confesar su pecado de adulterio, para no tener que estar bajo la disciplina
del Señor, se endurecen, y  su conocimiento les sirve para interpretar la Escritura de una
forma que justifica su adulterio. En Marcos X; 11 y 12, Jesús dice: “…cualquiera que
repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a
su marido y se casa con otro, comete adulterio”. Ellos por lo general dicen que la culpa es
de su esposa, que ella no es cristiana, y que por lo tanto no podían permanecer en yugo
desigual, y por eso se separaron; lo cual es permitido , y se casaron de nuevo con una
cristiana; lo cual es adulterio. Y después se empeñan en trabajar en la vid del Señor, pero su
trabajo no puede dar ningún fruto, porque Dios no puede respaldar el trabajo de un
adúltero. Tienen que confesar su pecado, y el Señor los limpiará, y luego los pondrá a
trabajar donde quiera. Mientras tanto pierden el tiempo y siguen en su rebeldía. “¿Cómo los
que estamos muertos al pecado, viviremos todavía en él?”. En vez de limpiar su pecado por
el poder de la sangre de Jesús en una confesión humilde, estos hermanos, endurecen la
cerviz, y siguen bajo la disciplina del Señor. Me he topado con unos  hermanos  que se
deleitan en subir a las cumbres de la ciencia, pero que no ven que sus pies no están aptos
para pisar el lugar santísimo. Tienen que quitarse sus zapatos que están manchados por el
pecado del adulterio o de la fornicación,  pues “sin santidad nadie verá a Dios”. La
impureza sexual no es ningún pecadillo, es un pecado que excluye del ministerio de la
Palabra. Dios puede usar un ignorante como yo, y aun uno que sea más ignorante, si
andamos sinceramente con nuestro Dios,   llamando pecado lo que es pecado y
confesándolo cuando se manifiesta en nuestra propia vida. Hoy en día, estamos en una
cultura de adulterio y fornicación. La sociedad ha legalizado esos pecados y aun peores.
Los cristianos se han acostumbrado a ver pastores que se divorcian y se casan otra vez, se
han acostumbrado al adulterio. Se han acostumbrado a ver minifaldas y mujeres desnudas,
se han acostumbrado a la fornicación. La impureza sexual es un pecado que contamina el
cuerpo: “Huid de la fornicación. Cualquier  otro pecado que el hombre cometa, está fuera
del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”,(1Cor.VI; 18). Creo que lo
que confirma al cristiano que su fe es verdadera, que no es una creencia basada sobre un
conocimiento mental de las doctrinas cristianas, es la sensibilidad al pecado. El
conocimiento perfecto del pecado viene por la ley que fue dada en el monte Sinaí. El
cristiano ama esta ley, y esta ley es muy específica sobre todo lo concerniente a las
relaciones sexuales. Un cristiano  tiene que ser muy sensible a toda impureza sexual y
aborrecerla completamente. Sansón perdió su fuerza por su pecado de fornicación, David
tuvo que sufrir mucho después de su adulterio y llegó a ser muy viejo a los 70, que ni pudo
conocer a su última esposa. Pero David reconoció su adulterio, mientras que la mayoría de
los cristianos que son adúlteros, hoy se ponen de acuerdo para considerar que casarse otra
vez mientras esta todavía viva la primera esposa no es cometer adulterio. Se ponen de
acuerdo para decir que fumar un cigarrillo o beber una cerveza es pecado, (no estoy
hablando de tabaquismo o alcoholismo, sino de un uso moderado), pero que divorciar y
casarse otra vez es muy normal  y a veces aconsejable. “A la ley y al testimonio, si no
hablan conforme a esta palabra, es porque no hay luz en ellos”. Hermano si tu esposa
cometió adulterio y se fue a vivir con otro hombre, esto no te da el derecho  de casarte otra
vez, no te da derecho a cometer también adulterio. Y si lo hiciste por el engaño de la
concupiscencia o de los falsos maestros, no te desesperes, confiesa a Dios que eres un
adúltero, y Él te limpiará y restaurará tu vida espiritual. No tienes que abandonar a la mujer
con quien cometiste el adulterio, pues David siguió teniendo a Betsabé como esposa, sino
solo reconocer que cometiste el adulterio  con ella,  a pesar de que te entregaron un
certificado de matrimonio. Si no te arrepientes,  tu vida espiritual seguirá siendo un fracaso
rotundo, y serás salvo,  si de verdad has creído,  pero como arrebatado del fuego, habiendo
despilfarrado toda tu vida por el pecado de adulterio, que intentabas cubrir con el pecado de
orgullo. ¡Dios nos guarde a todos de  caer en estos terribles pecados!

PROLOGO: Este mensaje es para incentivar a los hermanos a conseguir una literatura muy
fácil de entender, barata y que  revele secretos de la Historia que conciernen el enemigo Nº
1 del cristianismo.
 Hoy en día el protestantismo ha perdido su auge y aun una buena parte de su esencia. Los
que se dicen cristianos se autodefinen como evangélicos y son renuentes y avergonzados
para aceptar el termino “protestante”. Pocos  conocen el evangelio de salvación por fe sin
obras: “Concluimos pues que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley” Ro
III 28. Y ninguno casi quiere protestar contra los falsos evangelios que promueven una
salvación por fe con obras. Claro que la fe misma es una obra pero 100% divina mientras
que las obras de la fe son una “mezcla” divino – humana; y estas obras nunca justifican  al
creyente. La organización más religiosa que promueve esa clase de evangelio falso es el
Vaticano. En efecto su evangelio sigue la doctrina de Pelagio  con algunas moderaciones.
(Se llama semi – pelagianismo). A  ello agregan un montón de doctrinas diabólicas que
promueven  la idolatría de una forma descarada. Y contra esa maquinaria infernal pocos
protestan: no hay casi protestantes verdaderos. Etimológicamente un protestante era un
seguidor de M. Lutero, el padre de La Reforma. Y nos llamaban protestantes  desde la
segunda  dieta de Espira en  1529.
 La Escritura misma nos manda protestar: “Amados por la gran solicitud que tenia de
escribiros acerca de nuestra común  salvación, me ha sido necesario escribiros
exhortándoos  que  contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los
santos”  Judas 3. También dice: “Por que no tenemos lucha contra carne y sangre, sino
contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo”…
EF VI 12. La lucha no es contra Karol Wotjyla sino contra el papa y el papado que son los
peores gobernadores   de las tinieblas de este siglo.

Esta protesta costó la vida a millones de cristianos. Las persecuciones encabezadas por el
papa de Roma mediante la Inquisición segaron más vidas que las que fueron encabezadas
por los cesares de la Roma Imperial. Gracias a la sangre derramada por las multitudes de
hermanos del siglo de la Reforma Protestante (XVI) hoy tenemos la libertad para anunciar
el evangelio verdadero y denunciar el Anticristo por medio de la Escritura. “Y el llegado
allá fue de gran provecho a los que por gracia habían creído porque con gran vehemencia
públicamente refutaba a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo”.
Hecho XVIII 28. Seamos como este hermano y con gran vehemencia refutemos
públicamente el catolicismo romano  por medio de la Escritura y no por medio de
violencias ,torturas, hogueras y masacres, demostrando que el evangelio de salvación por fe
sin obras es el verdadero evangelio y que su peor enemigo es el papado  diabólico. “El
temor de Jehová es aborrecer el mal” y la obra mas perfecta de Satanás es el catolicismo
romano. En los siglos pasados era fácil entender que el papado era la peor plaga para la
humanidad pues las Inquisición y el papa a través de sus horrendas torturas, ejecuciones
masivas, hogueras, cruzadas, etc., demostraban a aun a los incrédulos que no tenían nada
que ver con el amor de Dios y su Evangelio. Hoy la política del Anticristo ha cambiado
completamente; el ecumenismo ha reemplazado la Inquisición y el discurso sutil les
permite aun mostrarse con una Biblia bajo el brazo: ellos no adoran a Maria; la adulan, su
papa no es Dios en la tierra a pesar de ser infalible y suplir a Cristo (Vicario de Cristo), etc.

No obstante mi propósito aquí no es


escribir una  diatriba sobre el papado
satánico, pues para esto os aconsejo leer
libros de Lutero, Calvino, Fox, etc.…Todos
los grandes teólogos protestantes llaman al
papa Anticristo y a su trono, trono de
Satanás. Mi propósito es aportar nuevos
elementos históricos de una forma
brevísima  pues los conseguí mayormente
en la historia de Alberto Rivera publicada 
por Jack Chick. (www.chick.com/es/). En
efecto la editorial chick publica en la serie
“los cruzados” en 6 volúmenes tipo
“tebeo”  (tiras cómicas) la historia de un ex
– sacerdote jesuita español  A. Rivera
nacido el 19/09/35 y fallecido el 20/6/97.
También en la misma editorial aconsejo la
lectura  de  “ la gran traición” que es el
testimonio de otro ex – sacerdote franco
canadiense Charles Chiniguy inspirado de
la autobiografía que el escribió en el siglo 
XIX: “ 50 años en Roma”. Citare pues los
descubrimientos en orden cronológica
para incentivaros mucho a conseguir esta
literatura muy barata pero muy edificante
y reveladora. Hay unos pequeñísimos
errores  en esta colección por causa de la
línea de pensamiento que es arminiana lo
que explica  el juicio erróneo que hacen a
Agustín, pues es cierto que su enfoque de
la iglesia apoya Roma pero no sus
doctrinas sobre la salvación, el pecado, la
gracia, la predestinación que han servido 
la causa protestante ¡Recordad que el 
papado  diabólico ha rechazado las
doctrinas de Agustín y la ha adoptado las
doctrinas de su opositor personal: Pelagio!
Así pues aprendí por medio de esas publicaciones que:
1- El Islam fue una invención papal (leer :”el profeta”). La esposa de Mahoma: Khadijal,
era una rica viuda seguidora del papa y Waraquah el primo católico de Muhammad
interpretaba las profecías de Alá. El papado proporcionaba el dinero y el entrenamiento de
Mohamed. En cuanto a Alá, era el ídolo de la tribu de Mahoma. El plan político era usar 
las tribus árabes que eran renuentes a aceptar  el catolicismo romano para tomar Jerusalén y
trasladar allá el trono papal. Al tener mucho éxito los conquistadores árabes se negaban a
entregar Jerusalén al papa y el plan del anticristo fracasó. Intentó luego conseguir Jerusalén
por medio de las cruzadas. Además si alguien se la pena de leer el Corán  se dará cuenta
que efectivamente huele a catolicismo pues hay una pagina sobre Jesús y dos paginas sobre
Maria. Jesús es rebajado a simple profeta y Maria es mas exaltada que él.

2 – La guerra de Secesion en EE.UU.  Fue fomentada por el Vaticano. Pues Roma veía con
gran inquietud surgir una muy poderosa nación protestante. Ningún país reconoció los
estados confederados como nueva nación sino el anticristo papal. El asesinato de Abraham
Lincon fue un complot organizado por Roma.

3- El nazismo fue un invento papista. Los jesuitas fueron los que inventaron esta nueva
inquisición.

4 – El fascismo también fue facilitado por el Vaticano para recobrar su poder temporal que
Napoleón habría quitado al papado. Desde Mussolini, el Vaticano  ha vuelto a ser un estado
que acuña sus propios euros.

5- El comunismo es también un invento del catolicismo romano. Pues desde siglos Roma
ha intentado raer de la faz de la tierra el catolicismo ortodoxo ;él cual se puede jactar tanto
como el papado de la sucesión  sin interrupción de sus obispos. Cosa  que alega Roma para
proclamar su autoridad y veracidad como única iglesia verdadera. Pero el Anticristo no ha
podido destruir este catolicismo oriental a causa del Zar  de Rusia que era el sostén militar
y político del catolicismo ortodoxo. Para derribar el Zar, maquinaron la primera guerra
mundial , pues Francia había pactado con Rusia y después trabajando estrechamente con
Marx, Engels, Trotstoy, Lenin y Stalin pusieron en pie el regimen comunista. De paso
aprendí también que Fidel Castro es un jesuita bajo juramento. Además de esto los jesuitas
controlan: los alumbrados, el C.F.R., la Banca Internacional, la mafia, el Club de Roma, el
Opus Dei, los Masones, el movimiento de la Nueva Era.

6- El pentecostalismo y una gran parte del protestantismo  tradicional están bajo control de
Roma  mediante líderes famosos y vendidos como Katherin Kuhlman y Billy Gram., sin
hablar de Jim Jones otro bien entrenado jesuita.
He aquí pues unas de las más importantes revelaciones  que nos dió Alberto Rivera en estas
revistas baratas pero que propositamente llegan difícilmente a las librerías cristianas. La
gente prefiere leer los cuentos milagrosos de Katherin Kuhlman o Benny Hinn que saber
que el Vaticano esta infiltrado en sus iglesias, en sus gobiernos, en sus sistemas educativos,
en su prensa, en la política de su país, en las oficinas de la aduana que impiden que llegue
tal literatura desde Estados Unidos. No se si llorar o reír cuando oigo los humanos decir:
“oremos por nuestro país para que cese la guerra, o el hambre, o las catástrofes naturales, o
la injusticia social, etc.”  Cosas por las cuales hay que orar pero orar con el entendimiento
sabiendo que la raíz de todos estos males se nutre de la influencia  de las enseñanzas de
Roma: “Dios esta airado contra el impío todos los días”, y no hay pecado peor que la
idolatría enseñada en el nombre de Jesús. Es totalmente ingénuo, estúpido, creer que latino
América saldrá un día de su pobreza endémica. Latino América es católica romana y esta
bajo la maldición de Jehová, hasta el fin del mundo. Oremos más bien que venga el reino
de Cristo y que destruya el reino del papa tal como oraba Martín Lutero. El cuenta: “No
puedo mas orar sin maldecir. Si digo: Santificado sea tu nombre, he de decir: ¡maldito el
nombre de los papistas y de todos los blasfemadores!  Si digo: ¡Venga tu Reino! Debo
decir: ¡Maldito sea el papado! Si digo: ¡Sea hecha tu Voluntad!  Digo también: malditos
sean los proyectos de los papistas. Y así es que oro ardientemente cada día”
¡Protestante de rodillas y a orar y a crecer en el conocimiento no solo de la Palabra de Dios
sino de la Historia que enfrento la verdadera iglesia cristiana!
He aquí unos datos históricos conocidos que os ayudaran a estar despiertos. Si los tenéis
presentes en la memoria. Los saque del compendio Halley: 

HISTORIA DE LA IGLESIA
LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO (3)

Carlomagno Incrementa Grandemente el Poder Papal

LEON III, 795-816 D.C., a cambio del reconocimiento de Carlomagno, en el año 774, del
poder temporal del Papa sobre los Estados papales, dio a Carlomagno en el año 800 el título
de “Emperador Romano”, combinándose así los dominios romanos y francos en el ‘Sacro
Imperio Romano,” cuya capital se traspasaba así de Constantinopla a Aquisgrán en
Alemania occidental. Carlomagno (742-814) rey de los francos y nieto de Carlos Martel, el
que había salvado a Europa de los mahometanos, era uno de los más grandes soberanos de
todos los tiempos. Reinó 46 años, e hizo muchas guerras y conquistas. Sus dominios
abarcaban la moderna Alemania, Francia, Suiza, Austria, Hungría, Bélgica y partes de
España e Italia. El ayudaba al Papa, y éste le ayudaba a él. Fue una de las influencias
determinantes en elevar al Papado a la categoría de potencia mundial. Poco después de su
muerte, mediante el tratado de. Verdún (843), su imperio se dividió en lo que llegó a ser los
comienzos de la moderna Alemania, Francia e Italia, Desde entonces y durante siglos, hubo
lucha incesante en que disputaban la supremacía los Papas y los reyes alemanes y
franceses.

El “Sacro Imperio Romano”

Establecida de esta manera por Carlomagno y León III, constituía la declaración romana de
su independencia de Constantinopla y del restablecimiento del Imperio Occidental; sobre el
trono, reyes alemanes con el título de “César” conferido por los Papas; una supuesta
continuación del antiguo Imperio Romano. Este imperio había de estar bajo el control
conjunto de los papas y de los emperadores alemanes, rigiendo los emperadores en lo
temporal y los Papas en lo espiritual. Pero ya que la Iglesia era institución de Estado, no
siempre era fácil determinar asuntos de jurisdicción, y la disposición dio por resultado
muchas luchas acerbas entre emperadores y Papas. El Sacro Imperio Romano, “nombre
más bien que hecho cumplido,” vivió mil años, y le puso fin Napoleón en 1806. Sirvió su
propósito en refundir las civilizaciones romana y alemana. “En este Imperio se refundió
toda la vida del mundo antiguo: de él nació la vida del mundo moderno.”—Bryce.
Esteban IV, 816-7. Pascual 1, 817-24. Eugenio II, 824-7. Valentín, 827.
Gregorio IV, 827-44, Sergio II, 844-7. León IV, 847-55.
Benedicto III, 855-8.

Las Decrétales Seudo-Isidorianas Ayudan al Papado

NICOLÁS 1, 858-67, el Papa más grande desde Gregorio I hasta Gregorio VII  Fue el
primer Papa en usar corona. Para apoyar sus pretensiones de autoridad universal usó con
gran efecto las “Decrétales Seudo-Isidorianas”, libro que apareció cerca del año 857 y
contenía documentos que pretendían ser cartas y decretos de obispos y concilios de los
siglos segundo y tercero, todos ellos tendientes a enaltecer el poder del Papa. Eran
documentos espúreos y falsificaciones premeditadas de antiguos documentos históricos.
Pero su carácter espúreo no se descubrió sino varios siglos después. Sea que Nicolás sabía
que eran falsas o no, cuando menos mintió al afirmar que se habían conservado en los
archivos de la Iglesia Romana desde tiempos antiguos. Pero sirvieron su fin de “sellar con
la autoridad de la antigüedad las pretensiones del sacerdocio de la Edad Media.” “El
Papado, producto del transcurso de varios siglos, se presentaba como algo que había sido
completo e inalterable desde el comienzo mismo.” Entre estos documentos estaba la
“Donación de Constantino,” según la cual éste entregaba al obispo de Roma las provincias
occidentales con todas las insignias imperiales. “El objeto fue datar desde cinco siglos antes
el poder temporal del Papa, que en realidad descansaba en las donaciones de Pepín y de
Carlomagno.” “El más colosal fraude literario de todos los tiempos.” “Fortaleció más al
Papado que ningún Otro medio, y en gran parte constituye la base de la ley canónica de la
Iglesia Romana.”

El Gran Cisma del Cristianismo

Nicolás intentó interferir en los asuntos de la Iglesia Oriental. Excomulgó a Focio, patriarca
de Constantinopla quien a la vez le excomulgó a él. Siguió la división del cristianismo, en
el año 869 (completada en el 1054). Aun cuando el Imperio se había dividido desde el 395,
y aunque había habido una larga y acerba lucha entre el Papa de Roma y el patriarca de
Constantinopla por la supremacía, sin embargo la Iglesia había-seguido siendo una sola. A
los concilios habían asistido representantes tanto del Oriente como del Occidente. Durante
los seis primeros siglos había correspondido al Oriente la corriente principal de la vida, y
era la parte más importante de la Iglesia. Todos los concilios ecuménicos se habían
celebrado en Constantinopla o cerca de ella, y en el idioma griego; y en ellos se habían
resuelto las controversias doctrinales. Pero ahora por fin la insistente pretensión del Papa de
enseñorearse del cristianismo entero, se había hecho insoportable, y el Oriente se separó de
manera definitiva. El concilio de Constantinopla, del año 869, fue el último concilio
ecuménico. Desde ahora en adelante la Iglesia griega tenía sus concilios, y la romana los
suyos La brecha se ha profundizado con los siglos. El trato brutal de Constantinopla por los
ejércitos del Papa Inocente III, durante las Cruzadas, amargó aún más al Oriente, y la
creación del dogma de la infalibilidad papal en 1870 ahondó aún más el abismo. Partido así
en dos, el cristianismo experimentó otro gran cisma en el siglo 16, bajo la orientación de
Martín Lutero, por la misma causa:
la insistencia del Papa en enseñorearse sobre el pueblo de Dios.

El Periodo Más Negro del Papado

Adriano II, 867-72. Juan VIII, 872-82. Mariano 1 882-4. Con estos Papas comenzó la época
más negra del Papado, 870-1050. Los historiadores han llamado los 200 años de Nicolás Y
hasta Gregorio VII, la “media noche de las Edades Oscuras.” El soborno, la corruptela, la
inmoralidad y el derramamiento de sangre lo hacen casi el capítulo más negro de toda la
historia de la Iglesia,
Adriano III, 884-5. Esteban V, 885-91. Formoso, 891-6. Bonifacio VI, 896. Esteban VI,
896-7. Romano, 897. Teodoro II, 898. Juan IV, 898-900. Benedicto IV 900-3. León V, 903.
Cristóbal, 903-4.
 
HISTORIA DE LA IGLESIA
LISTA DE LOS PAPAS Y DEL PAPADO (4)
El “Reinado de las Rameras”
Sergio III (904-11 D.C.) tenía una concubina, Marozía. Esta, su madre Teodora (esposa o
viuda de un senador romano) y su hermana llenaron la silla papal de sus amantes e hijos
bastardos, e hicieron del palacio papal una cueva de ladrones.” En la historia este período
se denomina la “Pornocracia”, o “Reinado de las Rameras” (904-963).
Anastasio III, 911-3. Landón, 913-4. Juan X, 914-28, “fue traído de Ravena a Roma y
hecho Papa por Teodora (quien también tenía otros amantes), para la más fácil gratificación
de sus pasiones.” Murió sofocado por Marozía, quien luego a su vez elevó al Papado a los
engendros suyos, León VI, 928-9, Esteban VII, 929-31, y Juan XI, 931-6, su propio e
ilegítimo hijo. Otro hijo suyo nombró a los cuatro siguientes: León VII, 936-9, Esteban
VIII, 939-42, Marino II, 942-6, y Agapito II, 946-55.
Juan XII, 955-63, nieto de Marozia, “fue culpable de casi todo crimen. Violaba a vírgenes
y a viudas de alta y de baja calidad; cohabito con la concubina de su padre; hizo del palacio
papal un lupanar; y fue muerto en el acto de adulterio por el airado esposo.”
Las Profundidades de la Degradación Papal
León VIII, 963-5. Juan XIII, 965-72. Benedicto VI, 972-4.
Benedicto VII, 975-83. Juan XIV, 983-4.
Bonifacio VII, 984-5, asesinó al papa Juan XIV, y “se mantuvo sobre el ensangrentado
trono papal mediante el- reparto pródigo de dineros robados.” El obispo de Orleans,
refiriéndose a Juan XII, Leo VIII y Bonifacio VII, les llamó “monstruos de culpabilidad,
llenos de sangre e inmundicia; anticristos sentados en el templo de Dios.”
Juan XV, 985-96. Gregorio V, 996-9. Silvestre II, 999-1003.
Juan XVII, 1003. Juan XVIII, 1003-9. Sergio IV, 1009-12.
Benedicto VIII, 1012-24, compró el puesto de papa mediante soborno abierto. Esto se
llamaba “simonía”, es decir, la compra o la venta de puestos eclesiásticos por dinero.
Juan XIX (1024-33), compró el Papado. Era lego, y escaló en un solo día a todos los grados
clericales.
Benedicto IX, 1033-45, fue hecho papa siendo niño de 12 años, mediante convenio
monetario con las poderosas familias reinantes en Roma.Sobrepasó en maldad a Juan XII;
cometía asesinatos y adulterios en pleno día; robaba a los peregrinos sobre las tumbas de
los mártires; criminal horrendo, a quien ell pueblo arrojó de Roma.”
Gregorio VI (1045-6) compró el Papado. Había tres Papas rivales Benedicto IX, Gregorio
VI y Silvestre III. “Roma pululaba de asesinos asalariados; se violaba la virtud de los
peregrinos; aun las iglesias se profanaban con sangre.”
Clemente II, 1046-7, fue nombrado Papa por el Emperador Enrique III de Alemania, “por
cuanto no se hallaba a ningún clérigo romano que fuera exento de la contaminación de
simonía y fornicación.” La asquerosa situación demandaba una reforma.
Dámaso II, 1048. Había grandes protestas contra la inmundicia y las infamias papales.  El
clamor por una reforma halló su contestación en Hildebrando.
La Edad de Oro del Poderío Papal
Hildebrando, pequeño de estatura, torpe en apariencia, débil de voz, pero grande en
intelecto, fogoso de espíritu, y resuelto, hombre de “sangre y hierro” y partidario celoso del
absolutismo papal, se asoció con el elemento reformista y llevó al Papado a su siglo (le oro
(1049- 1294). Dominó los cinco reinos papales anteriores al suyo propio:
León IX, 1049-54; Víctor II, 1055-7, último Papa alemán; Esteban IX, 1057-8; Nicolás II,
1059-61, bajo cuya administración la elección de los Papas se le quitó al Emperador y se
puso en manos (le lOS cardenales (desde entonces todos los, Papas, con pocas excepciones
tales como los de Avignon, han sido nombrados de entre el clero italiano) Alejandro II,
1061-73.
GREGORIO VII (Hildebrando). 1073-85. Su objetivo magno fue reformar al clero. Los dos
pecados prevalentes del clero eran la inmoralidad y la simonía. Para combatir su
inmoralidad, Gregorio insistió denodadamente en el celibato. Para combatir la simonía (la
compra de puestos eclesiásticos con dinero), combatió el derecho del Emperador de
nombrar a dignatarios eclesiásticos. Prácticamente, todo obispo y sacerdote había comprado
su puesto, pues la iglesia era dueña de la mitad de las propiedades y tenía grandes rentas, y
el sacerdocio era un buen medio de vivir lujosamente. Los reyes solían vender los puestos
eclesiásticos al más alto postor, haciendo caso omiso de su idoneidad y carácter. Esto llevó
a Gregorio a una lucha acerba contra Enrique IV, emperador (le Alemania. Este depuso a
Gregorio, quien a su vez excomulgó y depuso a Enrique. Sobrevino la guerra, y por fin
Gregorio fue arrojado de Roma y murió en el exilio. Pero había hecho el Papado en gran
parte independiente del poder imperial. Repetidamente se había llamado a si mismo, “Señor
de reyes y príncipes”, y había hecho valer sus pretensiones.
Víctor III, 1086-7. Urbano II, 1088-99, continuó la guerra contra el Emperador. Se hizo
caudillo del movimiento de las Cruzadas, que aumentó más y más el dominio papal del
cristianismo.
Pascual II, 1099-l.l8. Continuó la guerra con el Emperador alemán sobre l derecho de hacer
nombramientos eclesiásticos.
Gelasio II, 1118-9. Calixto II, 1119-24, llegó a un acuerdo con el Emperador alemán en el
concordato de Worms (1122), que trajo la paz después de 50 años de guerra.
Honorio II, 1124-30. Inocencio II, 1130-43, se mantuvo en el papado mediante la fuerza
armada, contra el antipapa Anacleto ir, a quien habían nombrado algunas familias
poderosas de Roma.
Celestino II, 1143-4. Lucio II, 1144-5. Eugenio III, 1145-53. Anastasio IV, 1153-4.
Adriano IV, 1154-9, el único papa inglés, dio Irlanda al rey de Inglaterra y le autorizó para
que entrara en posesión (le ella. Esta autorización fue renovada por el Papa siguiente,
Alejandro III, y se llevó a cabo la ocupación en 1171.
Alejandro III, 1159-81, fue el Papa más grande entre Gregorio VII e Inocencio III, en
conflicto con cuatro anti-papas. Renovó la guerra contra el Emperador alemán, Federico
Barbarroja, quien después de cinco campañas y muchas batallas campales entre sus
ejércitos y los del Papa y sus aliados, con grandes matanzas, celebró la Paz de Venecia en
1177. Alejandro fue arrojado de Roma por el pueblo, y murió en el exilio tal como habían
muerto muchos Papas anteriores.

La Cima del Poderío Papal


INOCENCIO III, 1198-1216, el más poderoso de todos los Papas. Reclamo ser “vicario de
Cristo”, “vicario de Dios”, “Supremo Soberano de la Iglesia y del Mundo”; tener el derecho
de deponer a reyes y príncipes; que “todas las cosas en la tierra, en el cielo y en el infierno
están sujetas al Vicario de Cristo.” Llevó a la Iglesia al dominio supremo del Estado. Los
reyes de Alemania, Francia, Inglaterra y prácticamente todos los monarcas de Europa
obedecían a su voluntad. Aun trajo bajo su control al Imperio Bizantino, aunque su trato
brutal de Constantinopla alejó aún más al Oriente del Occidente. Jamás en la historia ha
ejercido mayor poder un solo hombre. Ordenó dos Cruzadas. Decreto la transubstanciación.
Confirió la confesión auricular. Declaró que el sucesor de Pedro “jamás podrá en manera
alguna apartarse de la fe católica” (o sea la infalibilidad papal). Condenó la Carta Magna
británica. Prohibió la lectura de la Biblia en el idioma del pueblo. Ordenó el exterminio de
todo hereje. Instituyó la Inquisición. Ordenó la matanza de los albigenses. Más sangre se
derramó bajo dirección suya y de sus sucesores inmediatos, que en época alguna de la
historia de la iglesia, salvo en el intento del Papado de aplastar la Reforma en los siglos 16
y 17. Creería uno que Nerón, la Bestia, hubiese vuelto a la vida bajo el nombre del Cordero.
El Poder Papal mantenido por la Inquisición
La Inquisición, llamada el “SANTO OFICIO,” fue instituida por Inocencio III y
perfeccionada bajo el segundo Papa después de él, Gregorio IX. Era la corte eclesiástica
para descubrir y castigar a los herejes. Bajo ella, a todos se les exigía informar contra los
herejes. Cualquier sospechoso podía ser torturado, sin saber el nombre de su acusador. El
proceso era secreto. El inquisidor pronunciaba sentencia y la víctima era entregada a la
autoridad civil para ser encarcelada de por vida, o para ser quemada. Los bienes de la
víctima se confiscaban y se repartían entre la iglesia y el Estado. En el período
inmediatamente después de Inocencio III, la Inquisición hizo su obra más mortífera en el
sur de Francia (véase Albigenses), aun cuando hizo grandes multitudes de víctimas en
España, Italia, Alemania y los Países Bajos. Más tarde, la Inquisición fue el arma principal
del intento papal de sofocar la Reforma. Se dice que en los 30 años del 1540 al 1570, no
menos de 900,000 protestantes fueron muertos en la guerra de exterminio del Papa contra
los valdenses. Monjes y sacerdotes dirigiendo, con crueldad implacable y saña brutal, la
obra de torturar y quemar vivos a hombres y mujeres inocentes, y haciéndolo en el nombre
de Cristo, por mandato directo del “Vicario de Cristo”! La Inquisición es la cosa más
infame de toda la historia. Fue inventada por los Papas, y usada por ellos durante 500 años
para mantener su poder. Ninguno de los posteriores “santos” e “infalibles” Papas ha dado
excusa o satisfacción alguna por ella.

Sigue la guerra contra los Emperadores de Alemania


Honorio III, 1216-27. Gregorio IX, 1227-41. Inocencio IV, 1241-54, dio la sanción papal al
uso de la tortura para arrancar confesiones de los sospechosos de herejía. Bajo estos tres
Papas, Federico II, nieto de Federico Barbarroja, uno de los enemigos más resueltos que el
Papado jamás haya tenido, encabezó el Imperio en su postrer gran lucha contra el Papado.
Después de repetidas guerras el Imperio fue humillado, y el Papado quedó supremo.
Alejandro IV, 1254-61. Urbano IV, 1261-4. Clemente IV, 1265-8. Gregorio X, 1271-6.
Inocencio V, 1276. Juan XXI, 1276-7. Nicolás III, 1277-80. Martín IV, 1281-5. Honorio
IV, 1285-7. Nicolás IV, 1288-92. Celestino y, 1294.
Comienzos de la Decadencia Papal
Bonifacio VIII, 1294-1303, en su célebre bula ‘Unan Sanctam”, dijo, ‘Declaramos,
afirmamos, definimos y pronunciamos que es del todo  necesario para la salvación que toda
criatura humana esté sujeta al Pontífice Romano.” Sin embargo era tan corrompido que
Dante, quien visito a Roma durante su pontificado, llamó al Vaticano una “sentina de
corrupción,” y le asignó,. juntamente con Nicolás III y Clemente V, a las partes más bajas
del infierno. Bonifacio recibió el Papado en su cima; pero halló la horma de su zapato en
Felipe el Hermoso, rey de Francia, a cuyos pies el Papado fue humillado hasta el polvo y
comenzó su época de decadencia.
El Control Francés del Papado
El Papado había sido victorioso en sus 200 años de lucha contra el Imperio Alemán. Pero
ahora el rey de Francia había llegado a ser el primer monarca de Europa. Entre el pueblo
francés crecía un sentido nacionalista y un espíritu de independencia (producto en parte, sin
duda, de la brutal matanza papal de los albígenses franceses en el siglo anterior), y Felipe el
Hermoso, con quien comienza la historia de la Francia moderna, continuó la lucha contra el
Papado, Su conflicto comenzó contra Bonifacio VIII, con motivo de un impuesto sobre el
clero francés, El Papado fue sometido al Estado de manera completa; y después de la
muerte de Benedicto XI, 1303-4, el palacio papal fue trasladado de Roma a Aviñón, sobre
la frontera sur de Francia, y durante 70 años el Papado fue un mero instrumento de la corte
francesa.
El “Cautiverio Babilónico” del Papado
70 años (1305-1377) durante los cuales el palacio papal estuvo en Aviñón.
Clemente V, 1305-14. Juan XXII, 1316-34, el hombre más rico de Europa.
Benedicto XII, 1334-42. Clemente VI, 1342-52. Inocencio VI, 1352-62. Urbano V, 1362-
70. Gregorio XI, 1370-8. La avaricia de los Papas (le Aviñón no conocía límites.
Impusieron onerosos impuestos; todo oficio eclesiástico se vendía por dinero, y se creaban
muchos puestos nuevos, para ser vendidos para llenar las arcas de los Papas y mantener a
su lujosa e inmoral corte. Petrarca acusó a la residencia papal (la violación, adulterio y toda
manera de fornicación. En muchas parroquias la gente insistía en que los sacerdotes
tuvieseis concubinas, como medio de proteger el honor de sus propias familias. El
‘cautiverio” fue un duro golpe para el prestigio del Papado
El Cisma Papal
40 años (1377-1417) durante los cuales había dos grupos de Papas, uno en Roma y otro en
Aviñón. Cada uno reclamaba ser “vicario de Cristo”, y anatematizaba y maldecía al otro.
Urbano VI, 1378-89, restableció el palacio papal en Roma.
Bonifacio IX, 1389-1404. Inocencio VII, 1404-6. Gregorio XII, 1406-9. Alejandro V,
1409-10.
Juan XXIII, 1410-15, llamado por algunos el criminal más depravado que jamás se haya
sentado en el trono papal, culpable de casi todo crimen. Siendo cardenal en Bologna, 200
doncellas, monjas y mujeres casadas fueron víctimas de sus amores; siendo Papa, violaba
monjas y vírgenes; vivió en adulterio con su cuñada; culpable de sodomía y otros vicios sin
nombre; compró el Papado, vendió cardenalatos a hijos de familias ricas; negaba
abiertamente la vida futura: El fue papá al mismo tiempo que Gregorio XII y ambos
abdicaron a favor de Martin V. Fue luego catalogado como un antipapa por lo cual en el
siglo XX aparece otra vez un Juan XXIII.
Martín y, 1417-31, con el cual terminó el cisma papal; pero este cisma había sido
considerado escándalo por toda Europa, con él el Papado había sufrido una irreparable
pérdida de prestigio.
Eugenio IV, 1431-47.

Los Papas del Renacimiento, 1447-1549


Nicolás V, 1447-55, autorizó al rey de Portugal para que hiciera guerra contra pueblos
africanos, los esclavizara y tomara sus bienes.
Calixto 111, 1455-8. Po II, 1458-64, tuvo muchos hijos ilegítimos, hablaba abiertamente de
los métodos que usaba para seducir a las mujeres, estimulaba a los jóvenes al desenfreno y
aun ofrecía instruirles en ello.
Paulo II, 1464-71, “llenó de concubinas su casa.”
Sixto IV, 1471-84, sancionó la Inquisición Española; decretó que el dinero podía sacar
almas del purgatorio; fue cómplice en un complot para asesinar a Lorenzo de Médicis y a
otros que se oponían a sus planes; usó del Papado para enriquecerse a sí mismo y a sus
familiares; hizo cardenales a ocho sobrinos suyos, algunos de ellos apenas niños; en sus
festejos lujosos y pródigos rivalizó con los Césares ; en riquezas y en pompa él y sus
parientes pronto sobrepasaron a las antiguas familias romanas.
Inocencio VIII, 1484-92; con diferentes mujeres casadas tuvo 16 hijos; multiplicó los
puestos eclesiásticos y los vendió por enormes sumas de dinero; decretó el exterminio de
los valdenses, y envió un ejército contra ellos, nombró Inquisidor General de España al
brutal Tomás de Torquemada, y mandó que todos los gobernantes le entregaran los herejes.
Permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro. Fue el causante de los truenos de
Savonarola contra la corrupción papal.
Alejandro VI, 1492-1503, el más corrompido de los Papas del Renacimiento; licencioso,
avaro y depravado. Compró el Papado; por dinero hizo muchos nuevos cardenales: tuvo
numerosos hijos ilegítimos a quienes reconocía abiertamente y colocaba en altos puestos
eclesiásticos mientras aún eran niños; éstos, juntamente con su padre, asesinaban a
cardenales y a otros que les estorbaban. Tuvo por concubina a la hermana del cardenal que
llegó a ser el próximo Papa.
Pío III, 1503, al esposo de la cual aplacaba con regalos.
Los Papas del día de Lutero
Julio II, 1503-13, el más rico de los cardenales, compró el Papado con grandes rentas de
numerosos obispos y estados eclesiásticos. Siendo cardenal, se había burlado del celibato.
Fue envueltos en luchas interminables sobre la posesión de ciudades y principados;
mantuvo y encabezó personalmente grandes ejércitos, y fue llamado el Papa Guerrero.
Emitió indulgencias. Fue Papa cuando visitó Roma Lutero, quien quedó horrorizado de lo
que veía.
León X, 1513-21, fue Papa cuando Martín Lutero inició la Reforma Protestante. Hijo de
Lorenzo de Médicis; hecho arzobispo a los 8 años y cardenal a los 13, a cuya edad ya había
recibido 27 diferentes cargos eclesiásticos, lo que significaba una vasta renta. Se le había
enseñado a considerar los puestos eclesiásticos únicamente como fuente de ingresos.
Obtuvo el Papado mediante negociaciones; vendía los honores eclesiásticos; todo puesto
eclesiástico se vendía, y muchos nuevos se creaban; nombró cardenales cuando tenía
solamente siete años. Anduvo en negociaciones interminables con reyes y príncipes
procurándose el poder secular, siéndole completamente indiferente el bienestar espiritual de
la Iglesia. Mantuvo la corte más lujosa y más licenciosa de toda Europa; sus cardenales
rivalizaban con reyes y príncipes en sus magníficos palacios, sus grandes festejos y sus
séquitos de sirvientes; y sin embargo, este sibarita reafirmó la bula “Unam Sanctarn” que
declara que para ser salvo, todo ser humano ha de someterse al Pontífice Romano. Emitía
indulgencias a tarifa tuvo muchos hijos ilegítimos. Fue enemigo resuelto de los
protestantes, y ofreció a Carlos V un ejército para que les hiciera la guerra.
Llegan los Jesuitas
La contestación de Roma a la secesión luterana fue la Inquisición, bajo la dirección de los
jesuitas, orden fundada por el español Ignacio de Loyola (1491-1556), sobre el principio de
obediencia absoluta e incondicional al 4apa, con el objeto de recobrar el territorio perdido
ante protestantes y mahometanos, y la conquista del mundo entero para la Iglesia Católica
Romana. Su blanco supremo era la destrucción de la herejía (el pensar cualquier cosa
diferente de 10 que el Papa mandara pensar), para cuyo logro todo era justificable; el
engaño, la inmoralidad, el vicio y aun el asesinato. Su lema era “para la mayor gloria de
Dios”; sus medios, las escuelas, buscándose especialmente a los hijos de las clases
dominantes y tratándose en todas ellas de alcanzar el dominio absoluto del alumno; el
confesionario, especialmente para con los reyes, príncipes y gobernantes civiles, a quienes
toleraban toda clase de vicio y de crimen con tal de- alcanzar su favor; y la fuerza,
persuadiendo a los gobernantes a que ejecutaran las sentencias de la Inquisición. En Francia
fueron los responsables de la matanza de San Bartolomé, las guerras religiosas, la
persecución de los hugonotes, la revocación del Edicto de Tolerancia de Nantes, y la
Revolución Francesa. En España, los Países Bajos, el sur de Alemania, Bohemia, Austria,
Polonia y otros países dirigieron la matanza de multitudes sin número. Mediante estos
métodos detuvieron la Reforma en el sur de Europa, y virtualmente salvaron de la ruina al
Papado.

 INFIERNO: ¿Estado o lugar?


     En estos días de grande Apostasía estamos presenciando el derrumbe de muchos dogmas
bien establecidos desde hace siglos. La soberanía de Dios, la predestinación, la esclavitud
de la voluntad humana, la salvación por fe únicamente, etc.…toda la esencia de las
enseñanzas bíblicas está siendo pervertida y hasta un dogma del credo más antiguo (el
credo de los apóstoles) está puesto en tela de juicio: “descendió a los infiernos”  Tratare en
este tema del infierno en este pequeño mensaje, con el favor de Dios y estribándome en su
Palabra.
     Hoy en día se predica en la gran mayoría de las iglesias locales un “evangelio aguado” y
¡es tan aguado que están apagando las llamas del infierno que amenazan con toda certeza a
las almas impenitentes! El gran asunto es atraer cantidad de gente (pues es buen negocio) y
para ello hay que evitar asustarla con llamas de fuego que atormentarán a los incrédulos día
y noche durante toda la eternidad. El infierno revela a un Dios que es fuego consumidor y
juez implacable porque sumamente justo. Esto revela una justicia que rebasa nuestros
conceptos muy equivocados de la gravedad del pecado. Pues no me doy cuenta de la
gravedad del pecado si no fuera por la gravedad de la justa pena incurrida. Es verdad que
podemos entender un poco lo ominoso del pecado por el precio que tuvo que pagar nuestro
Salvador Jesucristo. Pero nadie puede comprenderlo solamente por la humillación y el
sufrimiento del Señor; pues para comprenderlo tendríamos que conocer realmente su gloria
celestial, y tener corazones más sensibles de lo que la mayoría de nosotros tenemos por
ahora.  
     Sabemos hasta qué punto bajó; hasta la muerte de cruz, pero no vislumbramos desde
donde bajó. Nadie ha visto al Señor sentado a la diestra de Dios Padre. Por lo tanto nadie
puede concebir realmente, el despojamiento que efectuó nuestro Redentor. Mientras que
por la doctrina del infierno uno entiende mejor lo que significa la transgresión de la ley de
Dios. A ninguno de nosotros nos gusta esta doctrina del infierno. ¡Seamos francos! Por
nuestra ignorancia, por nuestro entendimiento limitado de la gravedad del pecado, no
podemos comprender cómo Dios va a imponer un castigo justo pero eterno, sobre criaturas
que fueron buenas a nuestros ojos: parientes, amigos, conocidos, gente honesta, amigable.
¡Es incomprensible para nosotros!
     Pero Dios no nos pide comprender tales cosas; El nos exige fe en su justicia y en su
Palabra. Decía M. Lutero que viendo tanta gente destinada al infierno y tan pocos
escogidos, le era difícil creer que Dios fuera bueno; pero como la Escritura dice que Dios es
bueno y misericordioso; él lo creía. “Por fe andamos, no por vista”.  A primera vista, el
infierno es una pena demasiado dura, pero la Escritura dice que es lo que requiere la justicia
de Dios. Así que no hay que discutir: “Antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso;
como está escrito: para que seas justificado en tus palabras y venzas cuando fueres
juzgado” , ( Ro. III; 4). El problema  es que “en maldad he sido formado, y en pecado me
concibió mi madre” (S. LI ; 5) por lo tanto no nos damos cuenta de lo horrendo del pecado
si no fuera por lo horrendo su justa retribución. Ahora bien, ninguno que se diga cristiano
puede negar la importancia que le da Jesús al infierno en sus sermones. ¡Nuestro Salvador,
nos salva primeramente del pecado y por ende de sus consecuencias que es el infierno, y
luego peor aún: el lago de fuego! El habla mucho más del infierno que del paraíso. Así que
no se puede escapar  a la dualidad paraíso-infierno que nos pinta vívidamente nuestro
Señor. Pero muchos no pudiendo eludir la palabra infierno, se empeñan en transformar su
sentido. Desde los días de Orígenes (el campeón de la alegorización integral de la Biblia),
pasando por Juan Calvino  el gran teólogo protestante, hasta llegar a nuestros días de
grande apostasía, el infierno ha sido espiritualizado. Se le ha quitado su sentido literal y
dado un significado espiritual únicamente. Juan Calvino por ejemplo a pesar de ser un
verdadero teólogo aprobado por Dios  cayó en este error hasta el punto que quería cambiar
el orden en el credo de los apóstoles. Aseguraba que era equivocado decir “fue crucificado,
muerto y sepultado; descendió a los infiernos”  Según pensaba él; lo correcto era decir: “…
fue crucificado; descendió a los infiernos, muerto y sepultado”. Juan Calvino y muchos
hermanos reformados hoy en día piensan que Jesús descendió a los infiernos antes de morir
y de ser sepultado. Descender a los infiernos significa para ellos estar bajo la ira de Dios,
estar separado de Dios sin tener nada que ver con un sitio. Es verdad que el infierno implica
automáticamente la ira de Dios y la separación con Dios pero según la Escritura es más que
esto. Es definitivamente un lugar donde se siente la ira y la separación de Dios.
Espiritualizar el infierno y reducirlo a un estado anímico-espiritual es quitarle gran parte de
lo horrendo que es. Millones de personas hoy en día viven muertos en delitos y pecados:
están bajo la ira de Dios y separados de Él, ¡Según esta definición ya estarían en el infierno!
Pero ni lo saben, ni lo sienten, y gozan de una vida humanamente feliz sin Dios y sin
esperanza, mientras gozan de los beneficios terrenales que Dios les concede en Su
paciencia. Espiritualmente están ya en el infierno solo falta que se den cuenta de ello en el
día final. El infierno es estar separado de Dios pero, ¡Cuánta gente se goza hoy de esta
separación mientras puedan recrearse en sus pecados y aprovechar de los beneficios de la
creación!  Espiritualizar el infierno es quitarle buena parte de su realidad horrenda y por lo
tanto la realidad horrenda del pecado, es quebrantar la Escritura y negar en cierta forma la
resurrección del cuerpo. Pero antes de detallar estas consecuencias quiero aclarar una cosa
entre infierno y lago de fuego. El infierno es llamado también prisiones de oscuridad (2P.
II; 4), prisiones eternas (Judas 6). Así que el infierno es una cárcel que en el último día será
trasladada al lago de fuego (Ap. XX; 14). El infierno tiene dos aspectos según lo
consideramos antes o después del juicio final. Es decir antes de la resurrección del cuerpo o
después. Siempre es una cárcel pero igual que en este mundo: hay la cárcel antes del juicio,
que es la cárcel preventiva (estar en custodia)   y la cárcel después del juicio que es donde
se paga efectivamente la condenación. De todas formas el infierno en la Biblia es un lugar
donde se va el ser humano después  de su muerte, nunca antes. Antes del día del gran juicio
se va el hombre en su alma y espíritu, después del juicio se va en cuerpo resucitado, alma y
espíritu. El infierno antes del juicio es la cárcel preventiva donde el alma espera su juicio, el
infierno después del juicio es el lago de fuego donde se efectúa la paga del pecado que es la
muerte segunda (Ap. XX 14). Así que  hay una diferencia que se podría comparar a estar
encerrado en el calabozo del cuartel de la policía y estar mandado a purgar su pena en la
penitenciaría después de haber recibido la sentencia del juez. En la primera cárcel uno sabe
que está en la espera del juicio pero no sabe cuáles son todos los cargos y cuál será la
sentencia exacta, pero en la segunda cárcel (el lago de fuego) uno ya sabe cuáles son todos
los cargos retenidos, cual es la sentencia y la intensidad exacta del castigo. ¡La situación va
de mal en peor: del Hades al lago de fuego, de sentir el castigo solo en el alma y en el
espíritu y después sentirlo también en el cuerpo!         
      Decía pues que negar que el infierno fuera un sitio y no solamente un estado anímico-
espiritual era quebrantar las Escrituras y negar en parte la resurrección del cuerpo. La
Biblia dice:”…mejor te es que se pierda uno de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno  (M. v 29)…temed más bien a Aquel que  puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno (M. X 28)…en el Hades alzó sus ojos…envía a Lázaro para que moje
la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua (L. 23,24)…Aunque cavase hasta el Seol
(Amos IX 2)… Abrió la tierra su boca, y los tragó … descendieron vivos al Seol, y los
cubrió la tierra (Nu XVI 32, 33)”. Sé que muchos alegarán que la historia de Lázaro es un
cuanto alegórico, pero se equivocan pues cuando es un cuento nunca se dan nombres a los
personajes. Y además  usar el nombre del padre de la fe: Abraham para ilustrar un cuento
alegórico seria falta de respeto y mentira de parte de Jesús. Así que de estos versos que he
citado entendemos que el infierno es un lugar donde es echado el incrédulo con cuerpo, que
actualmente este sitio se encuentra debajo de la tierra y que luego será echado en el lago de
fuego que es el infierno ultimo. Bien se puede añadir a esta lista de versos Fil II 10: “para
que en el Nombre de Jesús toda rodilla se doble, de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra…” donde vemos que el uso de la palabra rodilla excluye toda
espiritualización de estos  3 sitios.   Propiciamente se usó esta palabra rodilla y no voluntad
o corazón  para evitar un sentido figurado y hacer énfasis en el sentido literal del cielo, de
la tierra  y del infierno como sitios ocupados por cuerpos y no solamente por puros espíritus
incorpóreos. He dicho que solo después de la resurrección y del gran Juicio será el castigo
aplicado en todo rigor, sobre la persona completa que tendrá su cuerpo resucitado. Pero esto
no quita que antes de la resurrección de los cuerpos, las almas humanas tengan una forma
corporal (¿etérea?) pero no un cuerpo; pues vemos a las almas que están debajo del altar
recibir vestiduras blancas: Ap. VI;  9 al 11. Los “espiritualistas” dirán que las vestiduras
blancas son las acciones de los justos (Ap. XIX 8) que el altar simboliza la presencia de
Dios etc.…No me opongo a estos significados espirituales, los acepto pero también me
opongo a limitar la realidad del más allá a conceptos puros que no tienen consistencia o
cuerpo. Dios es Espíritu no es cuerpo y aunque se viste de cuerpo no es cuerpo es Espíritu.
No soy mormón o tan infantil como para hacer de Dios un ídolo creado por mi imaginación
¡Dios no es cuerpo! Pero nosotros  no somos Dios, nosotros somos criaturas y somos
cuerpos. No solamente cuerpos sino cuerpos, almas y espíritus. Pero no tenemos existencia
completa sin cuerpo. Nuestra realidad aquí en la tierra como en el cielo es necesariamente
una tricotomía: cuerpo, alma, espíritu. No sé cuáles serán las cualidades de mi cuerpo
espiritual pero una cosa sé; es que mi cuerpo seguirá siendo parte integral de mi ser. Por
esto mismo opino que negar el infierno como sitio es en parte negar la resurrección del
cuerpo. Si no hay cuerpo, no hay sitio. Este es mi argumento principal: la creación de un
cuerpo implica obligatoriamente su ubicación en un espacio. Si es cuerpo terrenal su
ubicación está en la tierra, si es cuerpo celestial su ubicación está en el cielo. Es totalmente
sin sentido creer en la resurrección corporal sin creer en la ubicación de este cuerpo. El
cuerpo y su ubicación forman la realidad de esta dimensión sea en la tierra, sea en los
cielos. Como el pez requiere agua para su existencia así el cuerpo requiere sitio. Así como
nuestra constitución humana está basada en un alma y espíritu que moran en un cuerpo, así
mismo este cuerpo no tiene  sentido sin el lugar  dimensional que le corresponde ¡Es una
lógica incontrovertible! Si hay cuerpo, hay para mi sitio. Si hay pulmones es que hay aire.
El pulmón es diseñado para el aire, y el aire es elaborado para el pulmón. Igualmente la
resurrección del cuerpo implica la ubicación de este cuerpo, ligado a su alma y a su espíritu.
Esta  ubicación es el lago de fuego para el incrédulo y el reino de Cristo y de Dios para el
creyente. Si no hay resurrección  del cuerpo, entonces el infierno es un estado solamente
(tal como dice el catolicismo romano ahora),no un sitio. Pero si creemos en la resurrección
de nuestros cuerpos, no podemos negarles su sitio: infierno o cielo. Negar el infierno como
sitio es negar la resurrección del cuerpo para los impíos pero Jesús dice: “No os maravilléis
de esto, porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los
que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieran lo malo a
resurrección de condenación” J. V 28,29. Los que niegan el infierno como un sitio niegan la
resurrección corporal  de los impíos. Aminoran seriamente la pena incurrida, es decir que
disminuyen por el otro lado, la grandeza de la salvación que nos trajo Jesucristo. Como ya
lo dije lo horrible del pecado se ve por su justa retribución. Desde los días de Orígenes se
ha introducido en el pensamiento cristiano una forma sutil de maniqueísmo. Lo que es 
espiritual no tiene manifestación física. Según este pensamiento el cuerpo no tiene
existencia, es un mundo de conceptos abstractos y absolutos .Su concepto es que hay que
alegorizar a lo máximo y por ende creer que el infierno es un sitio, que los querubines
tienen alas, que la Jerusalén celestial es una ciudad, que además tiene un rió en medio de la
calle donde crece el árbol de la vida que produce 12 frutos y que sus hojas son para la
sanidad de las naciones; esto es para ellos un disparate. Para mí el disparate no es la
comprensión espiritual de estas realidades corporales. Sé que las hojas simbolizan la
doctrina de Cristo, el árbol Cristo, sus frutos sus obras, el rió la eterna Palabra de Dios. Para
mí el gran disparate de estos teólogos es que quieren separar el cuerpo y el espíritu en el
mundo venidero y su interpretación es fantasmagórica en cierto modo. Se hacen Dios se
hacen puro Espíritu. No aceptan que somos criaturas y que nuestra existencia es dentro de
un cuerpo terrenal o espiritual y que la verdad aunque es puramente espiritual no la
podemos alcanzar si no toma una forma. (¡Por esto Dios se vistió de humanidad!). Nuestro
conocimiento de la verdad pasa obligatoriamente por una experiencia corporal. Igualmente
nuestro gozo de la eternidad pasa obligatoriamente por la resurrección de nuestro cuerpo:
“porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó
vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe… ¿cómo resucitarán los
muertos?  ¿Con que cuerpo vendrán?...hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales”,  Cor.
XV; 13, 14, 35, y 40. “Porque como el cuerpo sin espíritu esta muerto así también” el
espíritu sin cuerpo, o es el mismo Dios eterno que no necesita cuerpo para existir, o por lo
contrario es un pobre fantasma.
     Pero volvamos a nuestro tema que es el infierno: cárcel (Hades)  de los incrédulos
después de la muerte física y penitenciaria eterna (lago de fuego) después del gran día del
juicio. Como ya lo dije pienso que los espíritus de los muertos en pecados bajan a un sitio
debajo de la tierra donde esperan la resurrección de sus cuerpos para luego ser presentados
delante de su Juez, ser sentenciados y echados al lago de fuego con sus cuerpos resucitados.
Ahora indaguemos un poco esta bajada al infierno de nuestro Redentor. Ro X 6 y 7 dice:
“…No digas en tu corazón ¿Quién subirá al cielo? (esto es para traer abajo a Cristo);  o
¿Quien descenderá al abismo? (esto es para hacer subir  a Cristo de entre los muertos)”.  El
verso 6 nos habla de la subida al cielo de Cristo. Esta subida descrita en Hechos IV; 9 y 10.
Y sabemos que es una subida corporal que implica una ubicación corporal en el cielo. El
verso 7 por lo contrario, describe una bajada al infierno. Y aunque la bajada fue en espíritu
pues el cuerpo fue resucitado al volver del infierno al tercer día, nos ubica el infierno
debajo de nuestros pies y el cielo arriba de nuestras cabezas, encima de las nubes y muy
allá de ellas y del primer cielo. Y como ya lo he sugerido, aunque las almas no tienen
cuerpo real antes del gran día de la Resurrección no dejan de tener un sitio donde están y
por lo tanto una forma sutil. Estar dormido o muerto en la Escritura son a veces sinónimos (
J XI 11, AL 14) Por ende cuando dormimos y tenemos un sueño es algo parecido a la
muerte. Y en este sueño a menudo nos vemos y vemos a la gente con cuerpo pero no son
sus cuerpos reales son formas corporales sin sustancia, como fantasmas. Y esto puede ser la
realidad del infierno donde los condenados ya sufren en el alma antes de su resurrección, y
de ser lanzados con sus cuerpos resucitados al lago de fuego; el infierno eterno, ( la cadena
perpetua). Los griegos tenían este concepto del Hades pero no creían en la resurrección de
los muertos. Y fijaos que negar que Jesús subiera corporalmente al cielo es igual que negar
que bajara al infierno. La resurrección del cuerpo implica su ubicación sea en el cielo de
Dios sea en el lago de fuego. Excepto en el caso único y exclusivo del trino Dios, nosotros,
sus criaturas no tenemos existencia real sin forma corporal. Nuestra realidad requiere
cuerpo y el cuerpo requiere ubicación. Fijaos en Col. II; 17. Aquí se nos dice que las leyes
ceremoniales son la sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo es de Cristo. Es decir que
la realidad  que proyecta estas sombras es Cristo mismo; cuerpo y realidad  son una misma
cosa para nosotros los hombres… Pero volvamos al tema de la bajada de Cristo Jesús al
infierno.
     El credo de los apóstoles cita este hecho referido en las Escrituras, especialmente en
Efesios IV 8 al 10 y I de Pedro III, 18 AL 19. En los versículos de estos dos pasajes se nos
ubica el infierno como parte más baja de la tierra, se nos dice que predicó a los espíritus
encarcelados y que se llevó las llaves del infierno (“llevó cautiva la cautividad”).  Hay que
entender que antes que Jesús bajase al infierno todas las almas iban al infierno justos como
injustos. Es como en las prisiones humanas; hay calabozos, celdas comunes, celdas
particulares. El Hades para los justos no era, el calabozo de los incrédulos, si no un lugar de
silencio, de reposo, de consolación. Pero hasta que bajara Jesús todos los espíritus iban al
Seol. Jesús bajó porque como nuestro sustituto tenía que bajar. Pero ya había ganado la
batalla contra Satán y el pecado pues  desde la cruz dijo: “Consumado es” (J. XIX; 30). Así
que bajó no para quedarse, sino para librar a los creyentes y llevarlos al cielo: Ef. IV; 8.
     Después de tres días y tres noches resucitó en su cuerpo y tenía las llaves del infierno:
Ap. I; 18. Desde entonces los muertos en el Cristo van directamente al cielo, y no tienen
que pasar por el infierno pues ya no hay que esperar el juicio y la condenación; nuestro
juicio y nuestra condenación fueron llevados a cabo hace 2000 años en la cruz del calvario.
Ya no hay custodia, no hay encarcelamiento preventivo, no hay infiernos para los cristianos
(ni hay por supuesto lago de fuego). Sin embargo es importante también entender que el
paraíso es a la verdad el lugar donde se encuentran las almas de los justos. Muchos dicen
que el paraíso es el huerto de Edén pero no aparece nunca la palabra paraíso como
sinónimo del huerto del Edén. Creo más bien que el sinónimo de “paraíso” es, en la
Escritura, la expresión: “seno de Abraham”. Así que el paraíso antes de la resurrección de
nuestro Señor Jesús estaba abajo en el infierno, y era el seno de Abraham. Por lo cual
cuando dice Jesús al ladrón crucificado a su lado: “Hoy mismo estarás conmigo en el
paraíso”, no le habla de subir al tercer cielo sino de bajar al infierno en la parte que no era
de tormento sino de consolación; en el seno de Abraham (Lc. XVI; 25), en el paraíso. Sino
¿cómo podría decir a María Magdalena, en el día de su resurrección, que no había subido
todavía al Padre si el paraíso estuviera siempre arriba en el cielo: J.XX; 17? Después de su
resurrección llevó el paraíso arriba, pues el paraíso estaba cautivo abajo hasta que se pagara
efectivamente con su sangre el precio del rescate, por ende dice  la Escritura: “llevó cautivo
la cautividad”. El credo de los apóstoles es cierto cuando dice que Jesús fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos… No ascendió a los cielos con el ladrón a quién le prometió que estaría
aquel mismo día en el paraíso, sino que murió en el Calvario descendió a los infiernos a la
parte llamada seno de Abraham, o paraíso (antiguo), donde pasó 3 días y noches, y
ascendió después de su resurrección llevándose a los suyos, los cuales están ahora en el
paraíso el cual desde entonces está reubicado en el tercer cielo según el testimonio personal
del apóstol Pablo: 2 Cor.XII; 2 y 4. La Escritura no se contradice, ¡es la tradición que muy
a menudo contradice la Escritura!
      Para los que mueren sin Cristo les espera el infierno y luego el lago de fuego en cuerpo
real y resucitado y no en forma abstracta, en sentido figurado. La realidad de la vida eterna
o de la muerte eterna se experimentará en un cuerpo real donde mora el alma  y el espíritu
de un ser humano tan real en la tierra como en el cielo como en el lago de fuego.

Esta doctrina del infierno como un sitio es la doctrina de la Escritura en su interpretación


natural, o gramático-histórica. Es lo que nos dice el credo más antiguo y más aceptado de
todos: el credo de los apóstoles, y es un argumento esencial en la predicación del verdadero
evangelio. Claro que no es de moda presentar la ley, el pecado, el infierno como
introducción a la predicación del evangelio. Pero si no hay estos ingredientes, ¿de qué nos
sirve un Salvador? “Jesús te ama” es la llave de la predicación moderna. Pero esto no
interesa mucho al pecador. Por lo general su familia lo ama, sus amigos también, su
panadero, su banquero, sus amantes, etc.… Si además a esa clase de predicación se le
agrega un infierno abstracto, un lago de fuego sin llamas, una prisión simbólica que solo
significa una separación con Dios (separación que ya está disfrutando con toda alegría)
¿Qué resultado puede dar tal evangelio? Somos engendrados por la Palabra de verdad y no
por palabras sin sentido real con fines lucrativos. No rehusemos anunciar todo el consejo de
Dios. A nadie le gusta que hablemos de sufrimientos eternos, pero hay que hablar del
peligro para evitarlo. El médico que te diría que la meningitis que padeces es sólo una
migraña es un estafador, y farsante peligroso. Jesucristo vino a salvarnos del fuego del
infierno, del lago de fuego donde serán echados y allí se quedaran toda la eternidad,
literalmente y corporalmente todos los incrédulos. Es una grandísima Salvación que nos
trajo Jesús ¡Alabado sea su Nombre eternamente y para siempre! El lago de fuego además
cumple dos propósitos: ejecutar el juicio de Dios sobre los incrédulos, cumplir la justicia de
Dios (y es imprescindible  porque “justicia y juicio son el cimiento de su trono”), y enseñan
a los salvos que “la misericordia y la verdad van delante de su faz”. El lago de fuego
mostrará a la multitud de los redimidos la misericordia  que Dios les concedió y la verdad
sobre lo aborrecible que es la transgresión de la ley y la antigua naturaleza a la cual
escapamos por su gloria Quizás si Satanás hubiera visto el lago de fuego, habría seguido
llamándose Lucifer. El lago de fuego nos impulsará perpetuamente a dar loores a nuestro
Redentor. Será un  perpetuo incentivo a la gratitud. El lago de fuego será recordatorio
perpetuo y en cierta forma quemará todo  germen de ingratitud. “Todo lo que ha hecho
Jehová, lo ha hecho para Sí mismo, y aun al impío para el día malo”. Jehová resucitará al
impío como al justo para echarlo en el lago de fuego. Como dice la Escritura a Faraón:
“para esto mismo te he levantado para mostrar en ti mi poder y para que mi Nombre sea
anunciado por toda la tierra”, (Ro. IX; 17). Así mismo levantará Dios al impío, lo resucitará
de los muertos para mostrar en él también su poder como juez y para que su Nombre sea
alabado en los nuevos cielos y la nueva tierra, por su salvación y su misericordia para con
los redimidos. El reino de Dios es primeramente espiritual pero su manifestación está ligada
para nosotros que tenemos cuerpos a una ubicación  en una nueva dimensión creada por
Dios. El reino de Dios es puramente espiritual, pero los que se imaginan su manifestación
sin forma corporal niegan la resurrección y su propia existencia como seres compuestos de
cuerpo y espíritu. Existir viene de ex: fuera y estar: estar fuera. Solo Dios es en lo absoluto;
manifestado ante su creación o no manifestado; “Yo soy” es su Nombre. Nosotros no
somos en lo absoluto; tenemos nuestra existencia de Él, por Él, para Él, y en Él. Pero
nuestra existencia requiere un lugar para su manifestación, sea la tierra, los cielos, o el lago
de fuego para el impío. Por esto mismo oramos: “Venga tu reino así como en el cielo
también en la tierra”.  Amén.
    

ULTRACALVINISMO

 En estos días difíciles de la gran apostasía hay un fenómeno que estamos presenciando dentro del
remanente escogido. La gran  mayoría del rebaño del Señor permanece en ignorancia mientras
que un porcentaje ínfimo esta alcanzando un nivel de conocimiento envidiable en comparación
con lo que se podía alcanzar en los siglos anteriores: “la ciencia se aumentará”   (Dn XII 4). Parece
que hay una sima entre el cristiano común; es decir anormalmente subdesarrollado, y el cristiano
maduro. No hay clase intermedia, estamos en un tercer mundo espiritual: una masa de escogidos
que bebe leche adulterada y una elite que se nutre de manjares deliciosos que nos aderezaron
nuestros padres espirituales tales como Agustín, Lutero, Calvino, Spurgeon,etc…Por esto creé este
sitio en la red Internet, para compartir gratuitamente con todos, lo que me ha enseñado el Espiritu
Santo a traves de la Biblia y de las enseñanzas de estos padres.  Me gustaria ver surgir una clase
media y asi  salir de este “tercer mundo”. Pero “mis pensamientos no son vuestros pensamientos”
dice Jehová. Asi que lo dejo todo en sus manos y trataré hoy un tema reservado normalmente
para la elite que vive en su torre de marfil rodeada de murallas de licenciaturas, diplomas, y
catedras. Quiero compartir con vosotros una posición doctrinal, la cual no es común ni aun en la
torre de marfil. Se llama el supralapsiarianismo, o ultra- calvinismo, o hiper- calvinismo.
En efecto dentro de la teologia ha habido un desarrollo progresivo de los grandes dogmas
cristianos. Agustin, Lutero, y Calvino son la encarnación principal de este desarrollo. Pero me
parece que llegamos con Spurgeon a la madurez del conocimiento. Agustin, (el cual ya creia en la
doble predestinación), puso los fundamentos de todas las grandes doctrinas, Lutero sacó a la luz el
evangelio eterno de  salvación por fe sin obras,Calvino nos enseñó acerca de  la predestinación.
Tristemente muy pocos llegan al grado calvinista de conocimient de Spurgeon. Ahora se dice que
no más de un calvinista en cien sostiene la posición supralapsariana. Me parece que aun en la
torre de marfil, (leed seminarios e institutos bíblicos) son escasísimos!
Allá los pocos que han asimilado las doctrinas calvinistas son infralapsarianos o sublalapsarianos.
Estoy por lo tanto tratando el tema relacionado con el momento, si asi se puede decir, en que Dios
predestinó a sus escogidos. Los sublalapsarianos sostienen que Dios eligió a su pueblo después de
la caida. El orden del plan de Dios según ellos es: 1° crear la raza humana, 2° permitir la caida, 3°
elegir a los santos y abandonar en su justa condenación a los incrédulos, 4° proveer la redención
por medio de Jesucristo, y 5° aplicarla a los creyentes. Hay tambien la posición infralapsariana que
dentro del mismo orden coloca el 4° punto antes  del 3°: Dios proveyo la salvación antes de la
elección. Es la posición más moderada, se auto-define como calvinismo moderado. Pero proveer la
salvación antes de la elección  implica una expiación ilimitada; lo cual niega el tercer punto básico
del calvinismo: la expiación limitada. En efecto son 5 los puntos que definen el calvinismo: 1
depravación total, 2 elección incondicional, 3 expiación limitada, 4 gracia irresistible, y 5
persevancia de los Santos. ¡Asi que a la verdad la posición común del calvinista moderado de hoy
no es calvinista! Si la expiación es ilimitada se trata mas bien de un semi-arminianismo o semi-
calvinismo, pero no es calvinismo.
Esto es la posición clásica dentro de la ortodoxia protestante. No obstante rechazo esta posición.
Nosotros, la infima minoria; los ultra-calvinistas, creemos que Jehová escogió a su pueblo antes de
la caida en pecado de Adán y Eva. Seguimos el orden siguiente: 1 Dios eligió a su pueblo y desechó
al resto de la humanidad, 2 creó a la raza humana, 3  la dejó caer , 4 proveyo la expiación para los
escogidos y 5 aplicó la salvación mediante la proclamación del evangelio. Ninguna de las
confesiones reformadas enseña la posición supralasariana, porque  la objeción que se da es que
no puede haber elección antes de la creación, ni reprobos, ni salvos antes de la caida. La creación
es para ellos antes de la elección y de la redención. Pero la Escritura da otro testimonio: El profeta
Jeremias declara: “Antes que te formase en el vientre  te conocí y antes que nacieses te santifiqué,
te di por profeta a las naciones” (Jer.I 5). Así que Dios conoció a Jeremias antes que sea un
embrión y tambien lo santificó, es decir lo apartó antes que naciera en pecado y cayera luego en
pecado (Salmo 51 v 5) . RIX 2 es tambien contundente. Claro que los hermanos subla e
infralapsarianos replican que ellos: Jeremias, Jacob, Esau, etc… existian en Adán. Pero es una
sutileza demasiado sutil para nosotros. Existir viene del latin ex: fuera, y de la raiz del verbo ser. 
Existir es la manifestación exterior de un ser. Pero Dios llama las cosas que no son como si fueran
dice la Escritura. No hay necesidad para El de crear para conocer, amar u odiar. Tal como todos
aceptamos el término predestinacion sería bueno que los “moderados” aceptasen el termino pre-
existencia. Por que ellos saben muy bien que cualquiera obra pre-existe en la mente de cualquier
arquitecto, pero no aceptan esto del gran Arquitecto Divino, con el fin de “excusarle” por haber
creado piedras desechables: “Mas antes, ¿quien eres tú oh hombre, para que alterques con Dios?
Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por que me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero
sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para  honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si
Dios queriendo mostrar su ira, y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de
ira preparados para destrucción?”
En la Biblia, Dios habla a veces del hombre como de un vaso de barro y de sí mismo como del
alfarero. Es una excelente analogía. Pero no hay que olvidar que Jehová es perfecto y por ende es
un alfarero perfecto. El alfarero humano puede ser muy profesional pero es fallible. Puede idear
un vaso pero a veces  no lo puede hacer tal como quería. En cambio “todo lo que El quiso, lo hizo”
dice la Escritura. El hombre imagina, inventa, elabora, cosas, proyectos, planes pero ha menudo
no  puede llevarlos a cabo, y casí nunca tal como lo planeó en los detalles le resulta la cosa. Dios es
omnipotente y omnisciente, así que lo que El planea, se lleva a cabo. Un arquitecto  elabora los
planos de una casa y luego la construye. Hubo primero una planificación y luego una realización.
La casa existió en la mente del que deseaba la casa, luego se plasmó la idea sobre un plan y
después se edificó la casa sobre el terreno. Pero hubo primero una casa en la mente de alguien.
Pre- existió la casa antes de edificarse.
Asi tambien pre-existió el hombre terrenal en la mente divina y este hombre terrenal ya estaba
caido y esclavo del pecado. Luego lo creó Jehová, inocente y puro en las personas de Adan y Eva,
pero el plan elaborado antes de su creación era la de una humanidad perdida  para que luego Dios
mostrará su poder, su justicia y su misericordia a hombres y angeles. No hay que olvidar que Cristo
es el cordero sin mancha y sin contaminación ya destinado antes  de la fundación del mundo (P.I
19,20)
Si el Cordero fue preparado antes de la fundación del mundo, igualmente lo fue la humanidad
caida. Nuestro Dios es Dios de orden. El no juega a los dados. Digo esto porque los subla e
infralapsarianos nos presentan un Creador que crea con repuesto por si acaso hay un roto en su
creación. Para ellos la caida es como un accidente y Cristo el repuesto para arreglar el problema.
Pero esto va en contra de la omnisciencia del Todo Poderoso. Jehová no permitió la caida, si no
que la ordenó a fin de que el Cordero ya destinado antes de la fundacion  del mundo exibiese sus
atributos y nos hiciese participes de su gloria. La Biblia presenta a los creyentes como el templo de
Dios y a cada uno como una piedra viva de este templo.  Esto es el asunto de la creación:  un
templo vivo; Cristo el todo y en todos (Col III 11).  La meta de Dios para con su creación es su
manifestación plena dentro de un templo vivo constituido de millones de piedras vivas.   Antes de
crear el primer átomo, este plan estaba ya elaborado en la eternidad pasada.  Por lo cual dicen las
Escrituras que fuimos escogidos según la presciencia de Dios (Pedro I. 2). La meta siendo esa
Jerusalén celestial,  ese gran templo, queda claro que Dios antes de crear el primer hombre,
contabilizó la cantidad exacta de piedras vivas que necesitaba.   Es decir que “habiendo sido
predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria….”  (Ef.I 11, 12) creó luego el primer
hombre que cayo en la desgracia del pecado arrastrando toda la humanidad en la inmundicia y
perversión para exaltarse usando un material prodrido y desechable y convirtiendolo en piedras
vivas, puras y preciosas por medio de su Hijo Jesucristo. 
Porque hacer una buena obra con un buen material está bien.   ¡Pero hacer una obra maravillosa
con un material inservible, esto tiene la firma de Jehová!  Dios se glorifica en esto, convertir lodo
en oro.  Pero no es un juego, pues costó la humillación total al Verbo llevar a cabo esta obra.   Se
trata de gloria y de gloria en gloria por toda la eternidad.  Por ende hablando de forma alegórica,
el gran constructor determinó el numero de ladrillos que necesitaba para la construccion de una
casa y los sacó de una cantera pésima, y luego transformó esos ladrillos de barro vil en lingotes de
oro, con los cuales construyo la casa para las bodas de su hijo mayor.   Así que conforme a un
número preciso de piedras vivas nos predestinó Dios para la construcción de la Jerusalén
celestial.   Antes de la creación, hubo el plan con el número de escogidos.  Es cierto que hubo
tambien un número preciso de reprobados.  Por eso se habla de doble predestinación.   Pero hay
que tener cuidado con lo que esto puede inducir a pensar.  En la Escritura nunca se nos habla de
predestinados para ira, para destrucción.  Se nos habla de vasos de ira preparados o ordenados
para destrucción.  La meta del Creador es construir, edificar, no destruir y arruinar.  Pero como en
el cielo asi tambien en la tierra; cuando el hombre  toma piedras de una cantera para una obra
sabe que quedaran piedras desechadas, quebradas, inservibles.  Pero la meta no es el numero de
piedras inútiles y restantes sino la construccion del edificio con las piedras utiles.  Igualmente Dios
había decidido sacar  de la cantera de la humanidad caida  un numero preciso de piedras para la
construcción de su templo,aun antes de crear esa cantera.  Esto es predestinacion. Del resto que
sobró, (y es mucho), tal como El lo habia decidido de antemano ,lo usaría para manifestar su
poder, su ira, y su justicia.  Esto es ordenación.   La predestinacion se relaciona con la obra de
salvación, la ordenación con el juicio.  A pesar de ello, se puede habla comunmente de doble
predestinación.   Aunque los que quedaron condenados no fueron el motivo de la creación, sino
los elegidos en quienes Dios puso su mente y los predestinó.   Los reprobados son predestinados
por consecuecia, los elegidos son predestinados por necesidad.   Pero tal como ninguna empresa
empezaria a cavar canteras para producir piedras desechables, tampoco Dios creo al hombre para
manifestar su ira, sino para manifestar su amor ¡Amor incomprensible si no vemos al mismo
tiempo la manifestación de su justa ira! No obstante, como lo nota muy bien Spurgeon, nunca se
dice que los réprobos son inumerables,en cambio  los escogidos sí lo son, como lo exclama el
apóstol Juan en el Apocalipsis.
Ahora la razon evidente por la cual la doctrina supralapsariana es rechazada por la mayoría de los
calvinistas, reposa en la penosa aceptación del primer punto del calvinismo: depravación total.  En
efecto somos siempre renuentes en reconocer este primer punto.  Por la tendencia natural y
perversa que nos es propia, queremos considerar al hombre como el centro de la creación, pero es
una burda y pecaminosa equivocación pues el centro de la creación es “Cristo en nosotros la
esperanza de gloria”.  Nosotros somos vasos de barro, el tesoro es lo que está adentro,  así que
Dios no creó al hombre como un fin en sí mismo sino como un medio para manifestarse en sus
obras. Todo el propósito de la creación es manifestar la gloria divina.   Por lo cual, el plan de Dios
empezó por diseñar los vasos de barro que iban a contener el tesoro de su presencia divina.  Por
ende todo empezó por la elección y no por la creación.  Dios contabilizó en su mente las piedras
vivas que iba a necesitar para la construcción de su templo, luego creó la cantera de donde las iba
a sacar.  Los calvinistas moderados en glorificar a Dios, creen que todo empieza en la creación del
hombre terrenal, nosotros, los ultracalvinistras creemos que todo empieza en el hombre celestial;
Cristo Jesús reproducido en millones de escogidos ya programados, elegidos, antes de su
creación:  (R VIII 29).  La Biblia lo declara sin cesar, ella nos cuenta de la gloria de Dios.  Dios se
gloría en salvar al hombre  y en destruirlo (EX XIV, 17).  Dios se gloría en verter su misericordia en
unos vasos de barro y en verter su ira en otros.   Pero hoy en dia el humanismo, el sutil enemigo
de Dios, se ha infiltrado hasta en las filas de los que se dicen seguidores de las grandes doctrinas
calvinistas. La doble predestinación es el tema tabu para muchos, pues despoja al hombre de toda
iniciativa y lo pone en su sitio de vaso de barro, de criatura sin libre albedrío. Por esto la doctrina
infralapsariana esta tan de moda en el pueblo remanente de Dios, pues esconde la elección detrás
de la creación y de la expiación.
Sin embargo nuestro Dios es soberano, omnisciente y omnipotente, y todo lo que quiere, lo hace.
Con El, hay un propósito planificado, deliberado, anticipado que no permite cosas como la caida
de la raza humana y después provee un repuesto a Adam en la persona de Cristo. ¡No! El, todo lo
dirige y lo ordena hasta el fin glorioso que habia planificado antes de crear los cielos y la tierra.
Ciertamente no entiendo ahora como Jehová se podrá glorificar en tantos horrores, desastres,
perdiciones, atrocidades que han sucedido, suceden y sucederán en esta creación. ¡No lo entiendo
y no lo puedo entender y me horroriza! Pero un dia todos lo entenderemos. Por ahora lo creo por
el testimonio de las Escrituras, del Espiritu Santo y de mi propia existencia.
Ahora pues hay  tendencias nefastas en el supralapsarianismo, con la cual chocó nuestro gran
hermano  C.H. Spurgeon. Él estaba predicando en una congregación hipercalvinista, sobre un
verso de la Escritura que dice que Jehová oye el graznido de las crías de los cuervos. Afirmó pues
con toda razón,  que si Dios condescendía a escuchar hasta criaturas tan despreciables como los
cuervos, también podía escuchar las oraciones, aun de los incrédulos. Lo rodearon después del
culto los ancianos para reprenderlo, hasta que una anciana de la congregación los hizo callar y 
avergonzó a todos sus opositores de tan alta autoestima. Así que una tendencia nefasta es creerse
superior a todos los demás,  y negar que Dios esté atento a todas sus criaturas, y las escucha y les
concede muchas bendiciones a pesar de la ingratitud de los impíos. Dios no creó el mundo para la
gloria de sus escogidos;  Dios hizo todo para la gloria de su Nombre: “No por ser vosotros más que
todos los pueblos, os ha querido Jehová y os ha escogido, porque vosotros eráis el más
insignificante de todos los pueblos”. Así que si hubiese una razón propia a nosotros por la cual
Dios nos escogió; sería nuestra especial  insignificancia, bajeza y vergüenza.
 Veo otra tendencia nefasta en que suelen caer algunos de los hipercalvinistas;  es que uno puede
exaltar tanto el designio eterno e inmutable de Dios que llega al punto de minimizar la
responsabilidad humana. Esto es un tema muy hondo, delicado, y  controvertido. Sin extenderme
mucho sobre este tema, sin embargo es preciso  decir que no se puede reducir la naturaleza
humana a un robot porque Dios lo ordena todo de ante mano. Es verdad que no hay libre albedrio,
es verdad que el hombre no participa ni en  la más insignificante parte de su salvación, es verdad
que ni las oraciones de los santos pueden cambiar el destino que ya ha sido trazado desde la
eternidad pasada en todos sus detalles;  tal como dijo M. Lutero: “Si cualquiera atribuye alguna
parte de la salvación al libre albedrio del hombre, el tal no sabe nada de la gracia y no ha asimilado
a Jesucristo como es debido”. Pero a pesar de que somos programados como máquinas, no somos
máquinas, ¡por la sencilla razón de  que nos damos cuenta que somos como máquinas!,  y esto; 
que se llama nivel de conciencia,  no lo podrá jamás alcanzar ningún ordenador, porque ninguna
máquina, ni animal tiene conciencia. Por ende este nivel de conciencia, (que en niveles más bajos
no reconoce que somos programados de antemano para el fin que Dios quiso asignar a cada uno,
según Le plació),  esta conciencia sin importar su nivel, nos hace a todos, elegidos o no, 
responsables de nuestra vida. ¿Quien es el ladrón que delante del juez va a decir: “Sería injusto
condenarme por mis latrocinios, señor juez,  ya que no tengo la culpa de haber heredado una
naturaleza de ladrón”? Si uno sabe que tiene una enfermedad hereditaria y que hay una cura para
su enfermedad, y no intenta procurársela, porque no le gusta el tratamiento, y su enfermedad le
procura ciertas ventajas, como por ejemplo estar libre de la obligación de trabajar, y luego muere
de esta misma enfermedad ; ¿Quién  tiene la culpa:  la enfermedad o el enfermo?  Este es el caso
de los que infieren que la predestinación anula la responsabilidad humana. Dios ha decidido quién
se va condenar, pero los mismos reprobados aprueban esta decisión, porque a pesar de que su
conciencia los redarguye y les advierte del peligro y de la locura suya, siguen procediendo
locamente, echando la culpa a Dios de que les ha dado la naturaleza corrupta en la que se
deleitan,  como bien dice Judas (verso 8 y 10): “No obstante de la misma manera también estos
soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores…
Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se
corrompen como animales irracionales”. Así que cualquiera que quiere minimizar la
responsabilidad humana basándose en los designios secretos del Padre, no  actúa sabiamente,
porque ese equilibrio entre designio inmutable y responsabilidad humana sigue siendo un misterio
para todos nosotros: “¡Cuan insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!”, nos
exclamamos maravillados,  con el apóstol Pablo, y con David repetimos: “Tal conocimiento es
demasiado maravilloso para mí; alto es no lo puede comprender”.
Hay otro punto que quisiera aclarar antes de terminar. Esta controversia entre supralapsarianos  y
sublalapsarianos puede ser completamente vana, por el hecho de que discutimos del orden del
plan de Dios, en la eternidad pasada. ¿Pero tiene la mente infinita del Padre, un pensamiento
secuencial? ¿Su omnisciencia y sabiduría no abarcarán de una vez todos los pasos de su plan? Me
temo que en esa controversia nos metemos un poco en el lugar de Dios para decidir cual era el
procedimiento y el orden adoptado en su plan, en una dimensión donde no existe tiempo.
 Creo que la única controversia que puede haber no es tanto sobre el orden del plan de Dios, sino
más bien sobre la prioridad, el fundamento, el propósito de su plan. Y sabemos que “todas las
cosas ha creado Jehová  para sí mismo, y aun al impío para el día malo”. Así que todo ha sido
creado para la gloria de Dios. Dios se gloria en destruir a Faraón y se gloria en salvar al más
insignificante de los pueblos. Ahora  donde resplandece más la gloria de Dios: ¿en aplicar su
justicia y destruir al pecador,  o en aplicar su justicia y su amor al mismo tiempo, y salvar al
pecador por medio del sacrificio de su Unigénito? La justicia de Dios es gloriosa  y también lo es su
amor. No obstante el segundo caso  es una manifestación duplicada de la gloria divina. Por lo cual
soy supralapsariano, porque siendo la meta de la creación la gloria de Dios, esa misma gloria se
encuentra duplicada en el Cordero destinado antes de la fundación del mundo. Y  como era
destinado antes de la creación de Adán y de su pecado, los escogidos son la principal “materia”,  (y
materia que había de ser necesariamente podrida por el pecado), en el plan de Dios para
manifestar a lo sumo su gloria.

Asi que antes del principio, Jehová predestinó a los hombres que ya pre-existian en su mente para
que los cielos y la tierra contasen su gloria por toda la eternidad.  Os guste o no os guste: ¡Soli Deo
Gloria!

Todos los creyentes sabemos que antes de creer en el Señor Jesucristo hemos pasado por el
arrepentimiento y antes del arrepentimiento habíamos pasado por la convicción del
pecado.    Sin convicción y sin arrepentimiento no hay salvación.  Esto es imprescindible.
El pecado es la infracción de la ley. La ley siempre ha sido grabada en la conciencia
humana: “porque las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.” Ro. I 20  Leed también Ro. II 12.
Así que todo ser regenerado en Cristo ha sido tocado antes en su conciencia por el Espíritu
Santo que le ha convencido de pecado y luego le ha concedido lamentar profundamente
este pecado, para después revelarle la Palabra de Dios, el Verbo encarnado que le quitará la
carga del pecado de encima. Esto es la experiencia común de todos los elegidos. El Espíritu
Santo obró en nuestra conciencia para revelarnos nuestra depravación total y nuestro
glorioso Salvador. Es un proceso interior, en la conciencia, es decir en el espíritu, hecho por
Dios Espíritu Santo. No obstante no es mi propósito tratar el tema de la convicción de
pecado en la salvación sino el tema de la convicción de pecado en el proceso de
santificación personal.  Son dos cosas similares en parte pero diferentes en ciertos
aspectos.  En efecto “por gracia sois salvos por medio de la fe”, y “la fe viene por el oír, y
el oír por la Palabra de Dios”  Esto es salvación.   Y es preciso reparar en que no esta
escrito: “la fe viene por el oír, y el oír la Palabra de Dios” como muchos lo interpretan, sino
: “la fe viene por el oír sino el oír por la Palabra de Dios.

Es decir que no es al oír la Palabra de Dios que nos viene la fe automáticamente, sino que la
fe viene cuando la Palabra de Dios es decir el Verbo de Dios, Jesucristo nos da el oído
espiritual para poder comprender.  En efecto el Verbo nos envía al Espíritu Santo que nos
capacita proveyéndonos un oído que puede asimilar lo que declara la Escritura acerca de
Jesús de Nazaret.

La convicción de pecado en el creyente es de la  misma índole. El Espíritu nos redarguye 


de pecado basándose en nuestro conocimiento escritural de Dios.  En el creyente verdadero;
es decir en el protestante genuino, la Escritura es la regla de vida, la autoridad suprema que
rige la conciencia.  “Sola Scriptura” es una base fundamental de nuestro Camino. Como
dijo Martín Lutero al comparecer delante del emperador Carlos V para defender su causa en
la ciudad de Worms (Alemania) en 1521: “A menos de que se me convenza por las
Escritura o por recta razón (ya que papas y concilios a menudo han errado y se han
contraído entre si), a menos pues de que sea convencido de esta forma, yo estoy atado por
los texto de la Biblia; mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. No puedo ni quiero
retractarme de nada, pues no es seguro ni justo actuar contra la conciencia....

El pecado es la infracción de la ley.  Pero la ley escrita es muerta a no ser que esté escrita
en el corazón. La conciencia de cada uno de nosotros tiene que mandar y determinar lo que
es pecado y lo que no es. Pero en los protestantes como en el padre de ellos: M. Lutero esta
conciencia es cautiva, es atada, es conforme a la Palabra de Dios. La conciencia del
creyente siempre es atada a la Escritura, pero su conformidad se perfecciona según el
conocimiento de las Escritura.  Dios no nos imputa, no castiga pecados cometidos por 
ignorancia. El nos castiga según nuestro conocimiento adquirido de su ley, según el nivel
de conciencia que poseemos. Lo que rige el protestante es su conciencia propia, y lo que
moldea y rige su conciencia es su conocimiento de la Escritura. Dios nos disciplina según
este conocimiento que sobrepasa evidentemente -----la razón sin contradecirla. Así que el
camino que es Jesús se sigue por medio de la conciencia iluminada cada día mas, por la
sola Escritura Santa.  No hay otra forma verdadera, claro que hay otras formas de seguir a
otro Jesús que son carnales, engañosas y diabólicas. Pero siguen a un Cristo falso; y son
caminos de destrucción.
Lo mas lamentable es que esos caminos son el producto de las congregaciones locales.
Hemos entrado en la era del fin de las iglesias como lo repite incansablemente el hermano
Harold Camping en su emisora internacional: Family Radio.
Las iglesias locales están cayendo unas tras otras en la apostasía, mediante herejías y
corrientes del siglo conforme al principio de la potestad del aire. Feminismo,
evolucionismo, humanismo son unas de las corrientes mas fuertes que arrastran a los
feligreses hacia la perdición. “Mi pueblo fue destruido porque le falto conocimiento”, dice
la Escritura. En las congregaciones el conocimiento es apenas básico y por ende la
tradición, los ancianos y pastores (y pastoras), la modernidad son la autoridad suprema que
rigen los miembros de estas organizaciones. La conciencia del creyente no está atada a las
Escritura, si no a la Iglesia local. Tal como los católicos, la conciencia la rigen otros
hombres con sus puntos de vista particulares. ¡claro que buscan apoyar sus dictados
forzando la Escritura, pero es una cortina de humo!
Detrás no está el Espíritu Santo, detrás están la carne y el diablo. Tomemos dos ejemplos
clásicos de nuestra era: Las mujeres y el alcohol.
La Biblia dice: “Como en todas las iglesias de los Santos, vuestras mujeres callen en la
congregación, porque no les es permitido hablar si no que estén sujetas como también la ley
dice: y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos, porque es indecoroso que
la mujer hable en la congreción”
Hay otros versos en el N. T. como en el A.T. que prohíben a la mujer no solo hablar sino
tener autoridad sobre el varón: “Porque la cabeza de la mujer es el varón y la cabeza del
varón es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios”... Hay bastante versos sobre este asunto. Es
clarísimo, no hay ninguna dificultad para entenderlos. Un niño lo comprende
perfectamente. No hay ningún misterio en ello. No obstante no existen iglesias donde la
mujer no hable en la congregación y hasta es muy común nombrar a pastoras ¿Que
sucedió? Sucedió que la conciencia de esta gente  no es cautiva de la Palabra de Dios .
Como pretenden amar la Palabra de Dios sacan entonces un verso de su contexto y lo
malinterpretan. Hablan de Debora (jueces IV 4), o de que en Cristo no hay varón ni mujeres
y con  tales disparates y mal interpretaciones apagan las dudas y siguen la corriente de este
mundo. El otro ejemplo clásico es tocante al uso de bebidas alcohólicas. Las autoridades
eclesiásticas evangélicas prohíben el consumo de alcohol. La Biblia nos enseña que la
borrachera es pecado. Pero también nos enseña que Dios hizo“el heno para las bestias, la
hierba para el servicio del hombre sacando el pan de la tierra y el vino que alegra el corazón
el hombre, el aceite que hace brillar el rostro...”v 14 y 15. En el N.T 
vemos a Jesús comiendo y bebiendo vino y empezando su ministerio cambiando el agua en
vino en las bodas de Canaan ¡cuando la gente ya había acabado el vino!   “¿ Es Cristo
ministro de pecado? ¡ En ninguna manera!” ; el vino es una bendición cuando se sabe usar.
Igualmente la plata y el oro. Pero en exceso es pecado, como el amor al dinero es avaricia y
el exceso de comida es glotoneria.
Pero la tradición evangélica latino-americana ha decretado que el beber vino es pecado y
para sustentarlo, malinterpreta unos versículos como “no es de los reyes, oh Lemuel, no es
de los reyes beber vino” Prov. XXXI 4.¡ No sé porque no prohíben el matrimonio pues el
verso 3 dice: “no des a las mujeres tu fuerza”!
He tomado estos dos ejemplos tradicionales pero hay muchos más que se dan hoy en día.
Hemos olvidado que en Cristo estamos bajo la ley de libertad la cual se restringe
únicamente por la ley del amor al prójimo. Los que están todavía en la iglesias locales no
disfrutan de esta ley. En su famoso tratado “ De la libertad del cristiano”,el tema es : Un
cristiano es  libre y amo sobre todo y no está sometido a nadie (esto es la ley de libertad).Y
también, Un cristiano es un esclavo sumiso en todo y a todos. (Esto es ley del amor).
Cuando los feligreses no beben una cerveza no es por amor al hermano débil en la fe (¡ y
muy débil!) sino por temor al mandamiento de su “papa pastor” y de su “Santa madre
iglesia local”.
La conciencia personal no manda en esta gente, la Biblia no es su suprema autoridad. Lo
que manda es la tradición de su denominación y la interpretación de su pastor: pero : 
“maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo y su corazón se aparta
de Jehová”. Lo que manda en  el regenerado es su conciencia personal, y lo que moldea su
conciencia personal es su comprensión  de la Escritura. La infracción de la ley es pecado, lo
demás son artimañas de Satán para hacernos caer de la gracia libertadora. Evidentemente
hay cosas que la Escritura no denuncia directamente pero por recta razón se sabe que es
pecado porque es evidente. No esta escrito en la ley de Dios: “ no te inyectaras heroina para
calmarte, los nervios, ni fumaras bazuco para festejar”. La recta razón lo clama sin
necesidad de la autoridad de la Palabra de Dios. Aunque la Biblia lo dice también de varias
formas cuando prohíbe destruir el cuerpo que es el templo del Espíritu Santo, o cuando dice
“ todas las cosas me son licitas mas yo no me dejare dominar de ninguna”: I Cor VI 12.
Ahora sí, me es licito y me es conveniente inyectarme morfina (lo cual es semejante a
heroina) para cortarme una pierna con gangrena. Muchos han olvidado que el cristianismo
es la única religión verdadera y que es totalmente espiritual y que no tiene que ver con la
materia  y con los rudementos y elementos de este mundo.
Los usamos y los desechamos según lo determina la conciencia de uno y no la del vecino.
Ahora bien cada uno tiene su propia conciencia y esta es la voz que se debe escuchar
encima de todo. Porque  Dios es Espíritu y El se comunica a nuestro espíritu, el cual está
formado en gran parte por la conciencia . Del Espíritu Santo a nuestro espíritu allí es de
donde procede la ley que nos debe dirigir e instruir acerca del pecado. ¡No procede de la
iglesia local!  La conciencia es una pequeña voz que dice sí o no, pero a menudo no puede
explicar el por qué. Para ello tenemos la Palabra de Dios. Para explicarnos  el por qué e
identificar si es la conciencia que habla y nos redarguye de pecado o si es el acusador de los
creyentes; Satanás que está susurrando mentiras piadosas a nuestros oídos. “A la ley y al
testimonio; si no hablan conforme a esta palabra es que no hay luz en ellos”( Is IX 20 )dice
la Escritura. El rey , el gobernador de mi diario vivir tiene que ser mi conciencia. Este rey
está sentado y mira y analiza todas las cosas desde su trono que es la Biblia. Y este rey es
súbdito y se considera esclavo del Rey de Reyes: Jesucristo. EL propósito de las iglesias
locales  (como las sinagogas en el A.T.) era instruir la gente en la ley de Dios y en la
obediencia de la fe  de Jesucristo.¡ Esto se acabó! Mandamientos y doctrinas de hombres
que tienen la conciencia cauterizada, son lo que proporcionan las congregaciones de hoy. El
espíritu del anticristo papal ha infiltrado las denominaciones. No tiemblan las conciencias
delante de la Palabra de Dios sino delante de los hermanos o de la pastora. Terminaré
preguntándote: ¿Estas atado por los textos de la Biblia, es tu conciencia cautiva de la
palabra de Dios?. Si no es tal tu posición, escucha lo que te dice Dios: “ Este es el reposo,
dad reposo al cansado, y este es el refrigerio, mas no quisieron  oír. La palabra, pues de
Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras
renglón, línea sobre línea, un poquito allí otro poquito allá hasta que vayan y caigan de
espaldas y sean quebrantados, enlazados y presos.( Is XXVIII 12,13.)
Este verso descubre muy bien la situación. Dios nos dice que echemos nuestra carga sobre
El, pero el religioso quiere justificarse por si mismo y desecha la gracia y se acoge a la ley
que lo condena irremisiblemente, pues esta es la función de la ley. Usar la letra muerta de la
ley es fatal. Hay que hacer uso de la conciencia vivificada por la fe de Cristo para luego
para luego deleitarse en  ley y ser iluminado por ella. Pero usar la ley para justificarse es
presunción loca e hipocresía. Sigue tu conciencia únicamente si eres cristiano genuino,
porque en ella mora Cristo. Ella es la que te convencerá de pecado por medio de la Palabra
Escrita. No hay otra forma: ¡Cristo en nosotros la esperanza de gloria y el discernimiento y
aborrecimiento genuino del pecado!.

Es notorio que las grandes doctrinas bíblicas han sido siempre un escándalo para el
humanista, el filósofo, el evolucionista y todo lo que conforma el mundo. Pero aún
para muchos que se dicen cristianos evangélicos hay problemas para asimilar
doctrinas de diversas índoles. La predestinación de los escogidos, la ordenación de los
incrédulos para perdición, la soberanía de Dios, la depravación total del hombre, y
otros dogmas calvinistas reciben un rechazo casi pleno por la inmensa mayoria de los
evangélicos modernos; es decir neo-pentecostes y arminianos.
Pero aun entre los reformados hay discrepancia sobre varios temas. Los
infralapsarianos creen que Dios escogió a los suyos despúes de la caída de Adan, los
supralapsarianos, (como el compañero de J. Calvino en la obra: Teodoro de Beza),
antes de la fundación del mundo. Y aún entre estos últimos hay discrepancias cuando
se toca el tema de la naturaleza humana regenerada en Cristo.
Como hiper-calvinista (supralapsariano) mantengo una posición bastante extrema
sobre este asunto. !No es que me gusta por puro masoquismo o sadismo rebajar
nuestra condición humana, pero mi comprensión de la Escritura y mi experiencia
personal me han llevado a ciertas conclusiones desagradables para muchos de mis
hermanos pero satisfactoria para mí, pues ensalza a Dios y por ende rebaja la carne.
Acepto y confirmo que nosotros los redimidos somos vasos de barro preparados para
gloria : Ro. IX 23. Todos aceptarán esta conclusión, pues es bíblica. Pero pocos
aceptarán las consecuencias que conlleva esta conclusión. El capitulo IX de Romanos
es la clave para entender nuestra naturaleza humana; de donde viene y a donde va.
Aquí el Espíritu Santo usa la imagen de un vaso de barro para describir la naturaleza
humana y la de un alfarero para describir al Creador Omnipotente. Esta metáfora se
usa mas de una vez en la Biblia como por ejemplo en Isaias LXIV 8 : Ahora pues,
Jehova, tu eres nuestro Padre; nosotros barro, y tu El que nos formaste; así que obra
de tus manos somos todos nosotros. Es importante reparar en que tal como en
Romanos IX los regenerados no dejan de ser vasijas de barro. La diferencia con los
reprobos es que somos vasijas de misericordia preparados para gloria: ¡Pero somos
vasijas de barro!. Esto no cambia. Una vasija no tiene ningún poder en sí misma. No
tiene voluntad propia, no tiene iniciativa propia. Es algo completamente pasivo.
Y ahí está la discrepancia. Muchos hermanos se imaginan que una vez que hemos
nacido de nuevo hemos recibido una naturaleza dotada de cierta independencia en
cuanto a decisiones, proyectos y logros. Piensan que hemos pasado de un estado pasivo
a un estado activo. Pero esto no es cierto; la vasija queda por toda la eternidad vasija
en mano del alfarero. La vasija queda inmóvil, él que la mueve es el Alfarero. El
alfarero la modela, la perfecciona, la embellece. Pero nosotros seguimos siendo
totalmente pasivos como antes de la conversión. Hay no obstante dos diferencias
enormes: somos transformados de gloria en gloria, y tenemos conciencia de ello. “El
primer hombre Adan fue hecho alma viviente, el postrer Adán espíritu vivificante.
Una parte importante del espíritu es la conciencia, y está conciencia vivificada se da
cuenta de lo que Dios está operando en ella y a traves de ella. Esta es la gloria del
hombre: ser conciente de la obra de Dios.
Conocer a Dios, ver a Dios, estar lleno de Dios, para que Dios sea todo y en todos.
Desde el balcón de nuestra humanidad tenemos el privilegio nosotros los redimidos de
ser llamados a contemplar la obra de Dios en su nueva creación por toda la eternidad.
Ya somos concientes de su obra en este mundo y en nuestro diario vivir pero es solo
un comienzo que no tiene fin y va de gloria en gloria. “Cristo en nosotros la esperanza
de Gloria” esto es el principio cuando nacemos de nuevo; que Dios sea todo en todos
los elegidos. Esto es el programa que no tiene fin. Muchos se imaginan que Dios les ha
dado un libre albedrio después de nacer de lo alto. Pero no creo que sea así. Creo más
bien que Dios nos ha vivificado el espíritu para que nuestra voluntad sea conforme a
la suya. Dijo Cristo  : “He descendido del cielo para no hacer mi voluntad, si no la
voluntad del que me envió”.
Así que el propósito de Dios en nosotros, sus vasos de barro, es que su Espíritu nos
lleve e incline nuestra voluntad que estaba sujeta a los deseos de la carne, a seguir
espontáneamente su voluntad: “como los repartimientos de las aguas así está el
corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere, lo inclina”.
Nuestra voluntad seguirá la voluntad de Dios automáticamente en la eternidad futura.
¡Entonces somos robots! dirán algunos. Pero el robot no tiene conciencia de que es un
robot. Pues si lo supiera ya no seria robot. Nosotros tenemos (o tendremos) conciencia
de que somos vasos de barro y esto nos hace muy especial. Ver a Dios morando en
nosotros es un “espectáculo” inefable. Nadie puede ver a Dios y vivir. Es como hundir
una botella vacía y tapada a centenares de metros debajo del agua. La presión la
aplasta indefectiblemente. Pero si esta botella está llena de agua la puedes hundir todo
lo que quieras; queda intacta. Igualmente nosotros teniendo a Dios Espíritu en
nosotros, por medio de Dios Hijo, podemos acercarnos a la presencia temible,
formidable de Dios Padre y seguir viviendo y seguir gozando de esta visión gloriosa.
Este es el gozo supremo. Y lo que lo acrecienta grandemente y me permite apreciarlo
es saber que soy únicamente un vaso de barro. La Biblia en varios pasajes nos enseña
esto, como por ejemplo en Ap.IV 10 y 11. Muchos hoy creen que ya no son vasos y que
acercarse a Dios es como acercarse a un vecino acaudalado.¡Hasta le dicen papa! Pero
el conocimiento de nuestra de nuestra naturaleza que no es más que un vaso de barro,
nos hará  postrarnos ante su presencia y echar a sus pies nuestras coronas.
Estas coronas son la recompensa de nuestras obras. Y estas obras los 24 ancianos las
echan a los pies de Dios. No las echan porque no valen nada, las echan porque se dan
cuenta que en   realidad las obras que hicieron no eran suyas. Las devuelven a su
dueño apresuradamente y humildemente. Pablo dice lo mismo: “El que planta, nada
es, y el que riega nada es porque el que da el crecimiento es Dios” y en otra parte
declara que ha obrado poderosamente y enseguida aclara que es la gracia de Dios en
el que obró. Así que el vaso de barro, el hombre, no hace nada,  es Dios en el que hace
todo.
Lo único que hacemos por nuestra propia cuenta es pecar confesó John Knox el
reformador escoces en su lecho de muerte :“ Cuando joven, como maduro, y ahora
como veterano de muchas batallas, no hallo en mí  más que vanidad y corrupción”.
Dios se complace en obrar a traves de nosotros, y parece que hacemos algo bueno,
pero así como parece que el sol se levanta sobre el oriente, cuando es en realidad la
tierra que se mueve, así también parece que los cristianos hacen buenas obras. La
realidad es otra: es otra: Dios encubierta, secretamente, obra en nosotros y a traves de
nosotros. “De Jehova son los pasos del hombre como pues el hombre conocerá su
camino” dice la Biblia.
Todo bien viene del Altísimo, y su obra se perfecciona en los sacrificios de alabanza, es
decir fruto de labios que confiesan su Nombre en todo lo que hagamos. Dios ama al
humilde y humilde viene del latin humus: tierra, Dios ama al que sabe que es polvo,
que es nada. Este conocimiento, esta virtud, este don, la humildad es un órgano
esencial para percibir la realidad suprema: “ cuando soy debil entonces soy fuerte”
dice el apóstol Pablo. La humildad es antecedente a la gloria como la arrogancia es
antecedente a la ruina. Saber que somos nosotros los creyentes vasos de barro, es
decir criaturas que no tienen en si mismo voluntad ni poder ni sabiduría para obrar el
bien es de suma importancia para que Dios pueda obrar en nosotros y a traves de
nosotros. Y este saber es don de Dios. Si uno recibe este conocimiento,(y todos los
cristianos han de recibirlo) entonces empieza el difícil aprendizaje de no hacer nada
por si mismo, de ser pasivo ,para que Dios actue en nosotros : “ Andad en el espíritu y
no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la carne es contra el espíritu y
el del espíritu contra la carne. Y esos se oponen entre sí para que no hagáis lo que
quisieraís”. En otras palabras mi conciencia ( espíritu) que me dice que nada soy y
nada puedo batalla contra mi egocentrismo que me dice lo contrario y esta lucha hace
que ni el hombre interior que se va formando a la imagen de Cristo ni el hombre
natural y  degenerado tienen satisfacción. Si dejo que Dios obre el bien en mí y a
traves de mí, siempre habrá una falla por mi naturaleza pecaminosa y si dejo mi
naturaleza pecaminosa obrar en mí, no podré gozar del pecado como los incrédulos
pues mi conciencia me perturbará ¡ no puedo hacer lo que quiero! “ Miserable de mí,
¿Quien me librara de este cuerpo de muerte?” exclamó Pablo.
Lutero decia: “ Si alguno atribuye alguna parte de la salvación aunque fuese la más
insignificante 
 al libre albedrio del hombre, él tal no sabe nada de la gracia y no ha asimilado a
Jesucristo como es
debido” Voy más lejos y digo que si algún creyente atribuye alguna parte de sus
buenas obras a su libre albedrio no ha entendido la medida de la gracia y de la
soberanis de Dios. Ahora bien esto no significa que entre nosotros no hay ninguna
diferencia. Porque cada vaso de misericordia recibe de parte de Dios una medida de
honra particular. Y hay que honrar al que Dios honra. Cada creyente hace las obras
que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas, pero han sido
programadas. Automáticamente por la gracia que actúa en él, el cristiano hace las
obras que le fueron atribuidas antes de ni siquiera pensarlas. Todo ha sido
programado por Dios. Muchos se imaginan que sus oraciones pueden cambiar el
curso de los eventos. Porque creen que tiene libre albedrio después, de nacer de lo
alto. Pero así no es. Nuestras oraciones han sido programadas tambien. El Espíritu
Santo usó la imagen de un vaso de barro para describir la condición humana. Hoy  en
día podríamos decir que somos un programa grabado en un C.D. Todo  ha sido
grabado antes que naciésemos, nuestros pecados y las buenas obras de Dios en
nosotros y a traves de nosotros. Dios es él quien nos programó a todos. No habrá
ningún cambio en su programa, porque es perfecto, por que desemboca en la
edificación de la Jerusalén celestial. La diferencia que existe entre los CD y nosotros es
que llegaremos todos a ser concientes de esta realidad, y esto es como la diferencia
entre la muerte y la vida, el infierno y el cielo, la luz y las tinieblas. El apóstol Pablo al
principiar ciertas epístolas se autodefine como siervo y esclavo de Jesucristo. ¿Que es
un esclavo?, es como una cosa; se vende se compra, se golpea, se mata se hace lo que
quiere con él y no tiene ningún derecho o libertad. Otras veces se proclama apóstol de
Jesucristo. Hé aquí el concepto: Pablo es vaso de barro: siervo, preparado para gloria:
Apóstol. Pero él tiene bien claro su condición humana el sabe que “Jehova creó todas
las cosas para sí mismo, y aún impìo para el día malo”.
No existe libertad de acción para el creyente, existe libertad del pecado para ser
siervo, esclavo de la justicia de Cristo y de Dios. Mis oponontes dirán que esto lleva al
fatidismo, a la inacción, al desinterés, a la facilidad. Pero están muy equivocados,
somos programados para buenas obras. Somos programas de acción, de oración, de
alabanzas, de expresión de la divinidad en millares de forma. Y en esto, yo el CD
pregrabado me glorio por que sé lo que soy y para donde voy con toda seguridad y
confianza (lo cual no sucede con un CD normal), siendo yo nada sino una grabación,
tengo a Dios en mi programa, como mi fin, mi razón de ser, mi gloria.  Nadie ni nada
cambiará este programa, nadie lo borrará, siendo nada he llegado a saber que soy
eterno gloriosomente, que soy un CD que empezó con canciones de borracho y
parrandero pero que ahora ha comenzado a producir himnos de alabanzas todavía
rayados y muy imperfectos pero sin duda que pronto serán perfectos y sin fin. “El que
quiere gloriarse, gloriese en el Señor”. Amen.                

JERICÓ, HOY

     El famoso teólogo Agustín de Hipona dijo: “El Antiguo Testamento tipifica el Nuevo, y
el Nuevo revela el Antiguo”. Esto es el principio fundamental de la hermenéutica. El que
no se da cuenta de esto no alcanza a disfrutar los tesoros que contiene la Biblia. Hay
muchísimos ejemplos de esto en la Escritura. Cristo Jesús aparece en el A.T. en Génesis III;
15, como la simiente de la mujer, está tipificado también en todos los patriarcas, en el
cordero pascual, en la serpiente de bronce, en la roca de Horeb, en todos los animales
sacrificados, en el material usado en el tabernáculo, etc.
     Todo el A.T. está saturado de la presencia de la persona y obra de nuestro Señor Jesús
bajo diversas formas, sombras y figuras. El siglo XXI es para mí claramente el último siglo.
Muchas profecías están cumpliéndose como la de Daniel cuando habla de los pies de hierro
mezclado con barro cocido de la imagen que vio Nabucodonosor. Las piernas de hierro; 
casi todo los estudiosos de la Biblia las ven como representando al imperio romano, y no
somos unos pocos a ver claramente que los pies son el nuevo imperio romano con más
debilidad que su antecesor: la Unión Europea. Tenemos otra figura de los acontecimientos
escatológicos en la toma de Jericó del capítulo VI de Josué. Esa toma de Jericó tipifica
claramente los siete sellos, las siete trompetas o las siete copas de Apocalipsis.
       En efecto la orden de Jehová para la toma de Jericó es dar la vuelta durante siete días y
el séptimo día dar siete vueltas. Esto prefigura los acontecimientos del fin del mundo. Los
siete días señalan los siete sellos: Ap V 1, y el séptimo con sus siete vueltas alrededor de
Jericó es la apertura del séptimo sello con sus siete castigos últimos representados por las
siete trompetas (Ap. VIII, IX, X, XI) y las siete copas (Ap. XVI).
      Sabiendo pues que la toma de Jericó es un cuadro detallado de la toma de la tierra por
Nuestro Señor Jesucristo, volvamos a Jericó para ver lo que está sucediendo hoy.
     En el vaso 1 de este capítulo VI de Josué, vemos una insistencia en que “Jericó estaba
cerrada, bien cerrada”. Jericó es una alegoría del mundo de hoy, y este mundo está bien
cerrado a la presencia de Dios. Hay tensión por todo lado: problemas, catástrofes, crisis,
guerras, hambrunas, epidemias. No obstante ninguna nación, ningún poder proclama que la
solución es rendirse a Dios, arrepentirse y creer en el Señor Jesucristo. Abundan las
propuestas para solucionar los problemas como el mejoramiento de la educación, el avance
de la ciencia, el desarrollo tecnológico. Falsos dioses aparecen al lado del antiguo y siempre
vigente Dios Mamón. La diosa Televisión, el dios Democracia, el dios Universidad, el dios
Programa espacial, el dios Tecnología, el dios Electricidad. En fin, multitud de dioses han
brotado de la mente esclava del pecado, como solución a sus problemas. Con esto no estoy
negando lo bueno de estas cosas si se usaran para la gloria de Dios y no la del hombre. Lo
que Dios da al hombre como: la capacidad, la imaginación, la inteligencia, para crear estas
cosas, el hombre lo usa para negar a Dios. El mundo está cerrado, bien cerrado a su Creador
y odia a su pueblo. Sin embargo a pesar de estar bien cerrado a la voluntad de Dios vemos
en el verso 2 que Jehová ha determinado entregar la ciudad a Josué, es decir el mundo a
Jesucristo.
     El plan diseñado por Dios se describe en los versos 3, 4, y 5. Es un plan sorprendente 
pues no es progresivo ni tampoco es súbito. Es muy desconcertante para el mundo, como lo
fue para los habitantes de Jericó ver a los Israelitas dar la vuelta a su ciudad
silenciosamente con los sacerdotes tocando. No era para ellos una táctica de guerra común.
Igualmente hoy varios sellos han sido abiertos y para el mundo no tiene sentido de eventos
que anuncian la catástrofe final para los hijos de desobediencia. El primer sello; es decir el
caballo blanco el cual es el papa de Roma, que va venciendo toda oposición con la política
ecuménica, ha sido abierto. El segundo que es el caballo bermejo, el cual representa el
comunismo y sus guerras con millones de víctimas también ha sido abierto. El tercer sello
es el caballo negro, el cual representa el dominio financiero de los jesuitas (el gran general
jesuita se le conoce como el papa negro), también ha sido abierto, y el control de la
economía mundial por el Vaticano, les permite producir hambrunas o prosperidad donde les
conviene. ¡Saber que los jesuitas tienen en sus cajas más oro que el Banco Federal de los
EE.UU. no llama la atención del mundo; tan ciego es! El papado pasa como organización
inofensiva y caritativa para el ciudadano común. El cuarto sello también ha sido abierto,
este es el caballo amarillo y reúne todas las plagas, las cuales se derraman en lo que
llamamos: el Cuarto mundo. El quinto no se puede saber si ha sido abierto pues es un
evento celestial. No obstante es probable que estemos al umbral del sexto sello con sus
catástrofes a nivel cósmico y terrenal: terremotos, tsunami. (Esta interpretación de los
cuatro caballos del apocalipsis  podéis conseguirla en la serie Alberto Rivera publicada por
Jack Chick: www.chick.com/es/).
     La táctica de rodear Jericó tocando bocinas y llevando el arca del testimonio aunque es
extraña para los habitantes de Jericó es una figura para el mundo de hoy. En efecto Jesús
dijo que antes del fin del mundo el evangelio ha de ser predicado a todas las naciones. No
ha de ser aceptado sino anunciado. De hecho esto está llevándose a cabo de una forma muy
diversa y completa. El mundo oye el Evangelio de varias formas que atraviesan todas las
barreras culturales, idiomáticas, geográficas.
     El internet, la radio, la prensa están llevando el mensaje de la verdad a pesar de la basura
que conllevan por otra parte. El mundo oye aunque no le guste que Jesucristo es Rey de
reyes y que pronto volverá. Pero no pasa nada, sigue siendo cerrado, y atónito. Todo está
listo para que el Rey vuelva en gloria; los ángeles y el ejército del Señor están aparejados,
pero como en Jericó están silenciosos; expresan el último día: v.10. No es como pretenden
hoy los neo pentecostés que hay manifestaciones angelicales, milagros y señales. Solo se
oyen las bocinas y se ve el arca del testimonio. Va a haber cataclismos, terremotos pero
nada que se vea sobrenatural hasta el ultimo día: “Para que oyendo, oigan y no entiendan y
no se conviertan y les sea perdonado sus pecados”.
Así que por ahora sigue el programa de evangelización y es la tarea en que tenemos que
ocuparnos los que estamos en el mundo hasta el arrebatamiento, al fin del sexto sello o
principio del séptimo sello. Creo que es la enseñanza más importante de esta alegoría
histórica. Las bocinas representan los predicadores y el arca el contenido de la predicación.
El mundo está hoy atónito por todos los acontecimientos que están ocurriendo, se habla de
la aceleración de la historia. En medio de este acelere, se aumenta también los métodos de
predicación y los predicadores. El derrumbe de las iglesias como canal de evangelización
hace que los que salen de las iglesias locales se transformen en evangelistas y predicadores.
Antes había que ir a la iglesia para oír el mensaje de salvación, hoy el mensaje se oye por
doquier: las bocinas están tocando. Pero el mundo no se rinde; las puertas de Jericó se
mantienen bien cerradas y sus habitantes confían en los muros que ha edificado su necia
imaginación para escapar de la ira venidera. Hasta proliferan dentro de la ciudad impía
iglesias y evangelios dedicados a satisfacer sus apetitos desenfrenados de orgullo, riquezas
y placeres. Solo Rabat la prostituta y los de su familia escaparán.
     Las bocinas del evangelio seguirán tocando apresurando el día de la salvación para unos,
y el día del justo juicio de Dios para muchos. A partir de Josué VI, 15 se  nos da el cuadro
del fin del mundo es decir  la apertura del séptimo sello: Ap. VIII, IX, X, XI, con sus siete
toques de trompetas. Es en el verso 16 de Josué VI que empiezan las actividades
sobrenaturales: “Josué dijo al pueblo: Gritad por que Jehová os ha entregado la ciudad”. En
efecto las siete trompetas y las siete copas de Apocalipsis tratan de acontecimientos
provocados por la mano de Dios, es decir por sus ministros los ángeles. Lo sobrenatural
empieza a afectar el mundo. Hasta el evangelio es predicado de forma sobrenatural por
medio de un ángel: Ap. XIV. Desde el verso 16 hasta el verso 26 vemos en la destrucción
de Jericó lo que le espera al mundo de hoy en los últimos años luego del arrebatamiento de
los escogidos: destrucción total por medios sobrenaturales. Vemos los muros de Jericó
derrumbarse: v 20 y luego el exterminio de todo ser humano excepto los de la casa de
Rahab. Al ejército celestial no le escapará ningún incrédulo, todos los que se opusieron a
Jesús serán exterminados. Los únicos que serán salvos, será el remanente escogido que se
habrá convertido después del arrebatamiento: los 144 .000 israelitas convertidos a la fe de
Cristo como primicias, los judíos y los demás gentiles también convertidos. Será muy poca
gente, muy aborrecida y muy despreciada durante la gran Tribulación. Tal como Rahab la
ramera que era despreciable y su familia que cabía en una sola casa, así serán los escogidos
de los últimos años: pocos y despreciados. Lo único que diferenciaba la casa de Rabat de
las otras (además de su despreciable fama de prostituta) era un cordón de grana en la
ventana que daba afuera sobre la muralla: II; 18. Este cordón de grana representa
obviamente la fe en la sangre de Cristo. Y es una fe que no se expresará muy abiertamente
pues el día del juicio empieza cuando se acaba el día de salvación. Y será la posición de los
elegidos en los últimos días, tendrán que huir, esconderse para no ser destruidos. El
evangelio será predicado de manera muy especial en sus últimos días: por un ángel, por los
2 testigos: Ap.XI, y por los 144.000.
     Poca gente quedará con vida después de la destrucción de este mundo por nuestro, gran
Rey. No quedará ciudad ni vestigios pero tal como se guardó  y se dedicó a Jehová la plata
el oro, los utensilios de bronce y de hierro; v 24, es probable que lo que es de valor como el
conocimiento y la ciencia se conserve para el Milenio pero sea usado únicamente para  la
gloria de Jehová. Volviendo a Rahab y su familia: v.25, vemos que “habitó entre los
israelitas hasta hoy”. Es decir que disfrutó de la victoria, y de la conquista del pueblo
elegido sin ser ella misma israelita. Esto puede a lo mejor sugerir que lo que quedarán con
vida luego del Arrebatamiento y hasta la venida del Rey de reyes serán los que repoblarán
la tierra durante del reino Milenial. En efecto en el verso 26 Josué hace un juramento que se
cumplió unas generaciones después en la persona de Hiel de Betel: 1R. XVI; 34. Esto
concuerda con la última rebelión de Gog y Magog al fin del Milenio cuando Satanás es
suelto un poco de tiempo y junta multitudes en contra del campo de los Santos; Ap. XX-7,
8 y 9. El capítulo VI se termina proclamando la fama de Josué por toda la tierra y esto es
una alegoría histórica del reino milenial y universal de Jesucristo sobre toda la tierra. Jericó
no es la única alegoría histórica, Sodoma es otro tipo de Apocalipsis.
     Igual que en Jericó, la gente estaba cerrada a Dios y encerrada en sus vicios
extremadamente perversos. Igual que en Jericó, Lot y su familia, una minoría despreciada
(gen XIX – 9) son sacados a salvo de la ciudad por los vengadores de Dios. E igualmente
Lot engendra después pueblos impíos como los amonitas y los moabitas tal como Jericó es
reedificada luego. Noé también es una alegoría del fin de este mundo y del Milenio
venidero.
     En efecto en Gen.VII; 11 vemos que en el año 600 de Noé empezó la destrucción de un
mundo completamente corrompido, y en el capítulo VIII; 13, en el año 601 de la vida  de
Noé en el primer día del primer mes, las aguas se secaron sobre la tierra, y un mundo que
ha sido limpiado va a volver a existir. Todo esto tipifica los 6000 años, desde que Dios creó
el mundo y durante los cuales el mundo no ha dejado de corromperse. Estamos a un paso de
entrar en el séptimo milenio, estamos por entrar en el Milenio. El entrar en el Milenio es
tipificado por el año 601 de Noé. Igualmente la tierra va a ser limpiada de los pecadores
rebeldes, Cristo va a volver con su santos resucitados y reinará sobre un mundo nuevo. Pero
los pueblos que estarán bajo el gobierno de Cristo y de su Iglesia, será gente que no habrá
sido glorificada todavía, que  habrá pasado a través de la gran Tribulación y que se
multiplicará durante ese Milenio, como se multiplicaron los hijos de Noé. Una multitud de
ellos no serán regenerados y seguirán al diablo en su última rebelión al fin de los 1000
años. Esta alegoría histórica apoya además nuestra posición según la cual la tierra tiene
apenas 6000 años y no más como sostienen unos hermanos creacionistas, o como sostienen
los incrédulos evolucionistas.
     Hoy el mundo está como en los días de Noé, ha llegado a ser una gran Sodoma, una
nueva Jericó. La Historia se repite, como en el A.T. No obstante tiene un fin porque la
semana de la creación es de 7 días, y como 1 día es como 1000 años para Dios: 2P.III; 8,
esto significa que nos acercamos al Día de reposo, al Milenio. Después no habrá octavo
Día  de 1000 años, pues no hay semana de 8 días, después se empieza nueva tierra y nuevo
cielo, donde el pecado, la muerte, y el diablo no tienen acceso.  Ciertamente es muy
provechoso escudriñar el AT y meditar aquellos acontecimientos de aquella era para poder
vislumbrar lo que pronto está por acontecer. Miramos 3 alegorías, sin embargo hay más, y
todas nos harán exclamar: ¡Nada nuevo  debajo del cielo!

 
La Biblia es la Palabra de Dios y es la autoridad suprema del verdadero hijo de
Jehová.Sola  Scriptura es una de las dos columnas principales de la Reforma Protestante,
siendo la otra: “sola fide”. Todos los protestantes estámos de acuerdo sobre esto. Las sectas
aparecen por las interpretaciones diversas sobre doctrinas diversas, encontradas en la
Escritura. Así que después de la hazaña de M. Lutero, quien volvió a colocar la Escritura en
su sitio de honor, la cual había  sido sepultada bajo las tradiciones, las ceremonias y las
decretales del papado diabólico, surgió el problema de la interpretación de la Biblia. En
aquellos tiempos tenían un arte para interpretar la Biblia que se llama la escolástica. Esos
doctores buscaban en un verso 4 sentidos: el significado literal (el más despreciable para
ellos), el significado espiritual en una alegoria, el significado sublime que se encontraba en
la anagogia, o el significado moral que habrían de sacar de su tropo. Esta era la forma
común de interpretar la Biblia heredada de la tradición de la iglesia católica romana. El
padre de esta complicada ciencia era  Orígenes quien impuso en el siglo 2 las bases de este
arte que llegó a oscurecer la luz resplandeciente del evangelio eterno. Martín Lutero se dio
cuenta de ello y restableció el principio de la supremacía de la interpretación literal sobre
las alegorías, anagogias y tropos.

No obstante sus interpretaciones quedaron a veces con secuelas de la herencia de siglos de


escolástica. Pero la luz del evangelio le iluminó por completo, y a pesar de los residuos del
pasado que no pudo eliminar completamente, fue el instrumento que Dios usó para que de
una sinágoga de Satanás saliera una iglesia verdadera, reformada..
El protestantismo nació y el evangelio fue nuevamente predicado a todas las naciones y la
Historia tomo un  nuevo curso a pesar de la furia del diablo y de su hijo predilecto: el papa
de Roma.

Hoy en día, gracias a los reformadores y a los mártires y  héroes del siglo XVI tenemos
acceso libre a la Biblia y derecho a interpretarla sin dar cuenta a nadie sino a Dios en el
último día. Esto es una inmensa bendición que no hay que malgastar. Para los verdaderos
protestantes, es decir los hermanos cuya autoridad suprema, no es su pastor, ni su
denominación, ni su padre espiritual sino la Escritura solamente, se les proponen hoy en día
dos escuelas de interpretación: la interpretación histórico-gramatical y la interpretación
espiritual sacada de alegorías. La primera lleva automáticamente al premilenarismo  y la
otra al amilenarismo o postmilenarismo. Estas dos maneras de interpretar no son
antagónicas sino que al contrario son complementarias.

El asunto principal es decidir cual de los dos métodos es el principal. Para mí como para M.
Lutero, la interpretación alegórica viene en segundo lugar. Hay que enfocar el texto bíblico
de una forma natural y sencilla; es decir de una forma histórico-gramatical. El texto relata
hechos y las palabras expresadas han de ser comprendidas en un sentido literal.

Cuando el resultado de esta interpretación no concuerda con la realidad nuestra, entonces


nos toca recurrir a la interpretación basada en alegorías. Por ejemplo el libro de Apocalipsis
requiere a menudo la interpretación figurada. La bestia de siete cabezas y diez cuernos no
tiene  realidad en nuestro mundo y es figura de siete montes y diez reyes (Ap. XVII 9,10).
Pero si la letra describe una realidad sencilla no hay que descartarla y enfocarse únicamente
en su sentido espiritual. Claro que en casi toda realidad histórica hay una enseñanza
espiritual que hay que buscar después de haber aceptado esta realidad histórica. Por ahora
vemos las cosas a través de un velo, no podemos ver la sabiduría en persona; cuando
veamos a Cristo Jesús veremos la sabiduría en persona. Por ahora vemos la sabiduría de
Dios a través de las palabras de la Escritura mediante un oído abierto por el E.S. Pero la
realidad de esta sabiduría se manifiesta a través de acontecimientos históricos predichos por
la Escritura y que ocurren delante de nuestros ojos. Por ello dice la Escritura “no
menospreciéis las profecías”.

Para ilustrar lo que estoy diciendo voy a interpretar una porción de las Escrituras de manera
espiritual por medio de alegorías y de manera literal. Se trata del verso 12 del Salmo 66:
“Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, y nos
sacaste a abundancia” Una posible forma de interpretar alegóricamente este verso es
dándoles a todos los elementos de este verso otro sentido que el literal. “Hiciste cabalgar
hombres sobre nuestras cabezas” significaría entonces que lo que gobernaba nuestra vida
no era la Palabra de Dios, la cual libera al hombre: “conoced la verdad y la verdad os hará
libre”, sino palabras, doctrinas y mandamientos de hombres que son muy numerosos, y
aplastantes, lo que expresa la palabra cabalgar. Y se usa “nuestra cabeza” para enseñar que
es una opresión no tanto física sino  mental y espiritual. “Pasamos por el fuego” podría
interpretarse como la acción del E.S., sobre la conciencia :“Dios es fuego consumidor” dice
la Biblia. El E.S. es El que nos redarguye de pecado. Pasar por el fuego es sentir la
acusación de una conciencia tormentada por las exigencias de la ley de Dios. Es el proceso
de arrepentimiento que se describe aquí. Luego viene" el pasar por el agua", es decir el
nuevo nacimiento después de los dolores del parto cuando nace el nuevo ser. Después de
una conciencia torturada por los pecados denunciados por el E.S. a través de la ley viene el
refrigerio: la liberación en Cristo. El bautismo del Espíritu viene después del
arrepentimiento de obras muertas o malas. El bautismo del E.S. siempre es figurado y
expresado por el agua. Nacer de nuevo es ser sumergido en un baño que lava el alma y re-
crea un nuevo espíritu en el hombre regenerado. Y esto se hace mediante la Palabra de
Dios, la cual produce la fe en los escogidos, la cual fe salva y transforma al hombre en
nueva criatura: “la fe viene por el oir, y el oir por la Palabra de Dios”. Es cosa común
en la Biblia presentar la Palabra de Dios como agua de vida (Ez V 26, Is LV 1 y 3, Apo
XXII 17, J VII 37 Yy38, etc…) Llegámos ahora a la ultima parte del verso que reza: “ y
nos sacaste a abundancia” es decir que del reino de Satanás nos trasladó Dios al reino de su
amado Hijo Jesucristo  en quien tenemos la redención de nuestros pecados por la fe y
llegamos  a ser co-herederos con Cristo de los cielos y de la tierra conforme a la promesa
hecha a Abraham . Somos hechos reyes y sacerdotes del Dios altísimo y todas las riquezas
materiales como espirituales no serán entregadas muy pronto. De la pobreza, de las migajas
con que nos engañaba Satán, llegamos a la abundancia verdadera que nos regala Dios por
su Hijo.

Esto puede ser una interpretación  alegorica sacada de este verso. Claro que se puede
entender y ahondar mucho más el sentido espiritual que se da en estas palabras tomadas
alegóricamente. He esbozado solamente una interpretación alegórica para dar un ejemplo.
No para hacer un largo estudio conforme a la ciencia de la  hermenéutica y de la exégesis.
No es mi asunto, ni de mi capacidad.

 Ahora volvámos al mismo verso e interpretémoslo de forma literal. Es mucho más fácil,
pero encontrarle una aplicación personal es casi imposible. Parece que no tiene sentido para
nosotros hoy en día. O por lo menos muy poco interés. La interpretación literal es fácil de
entender pero a menudo su realidad es restringida a muy poca gente. En cambio la
interpretación alegórica es mucho mas difícil de entender pero si es aplicable por lo general
a multitudes. Es la diferencia entre “logos” y “rhema” que explica W. Nee, en sus escritos.
Logos es la Palabra de Dios anunciada y Rhema es la Palabra de Dios experimentada
personalmente. En el caso de este verso 12 del Salmo 66, el logos se transformó en rhema
para mi esposa y yo mismo y la interpretación literal se impuso sobre la interpretación
alegórica; la cual no obstante conserva su validez pero no de forma tan impactante en mi
vida aunque más esencial en cuanto a nuestro destino eterno.

Hace unos años compre un terreno y construí una casita  en el pie de una loma en una zona
peligrosa donde grupos ilegales armados mantienen sus actividades peligrosas. Una noche
bajaron de la loma un grupo de hombres fuertemente armados; y efectivamente llegaron por
encima de la casa donde dormíamos: “hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza”.
Luego hubo tiroteo una gran parte de la noche, en la tierra durante los combates entre los
terroristas y las fuerzas del estado, y desde el aire por helicópteros armados con
ametralladoras pesadas: “pasamos por el fuego”. Unas semanas después; por la zozobra que
reinaba en el caserío, decidimos huir y tomamos  un barco un día de fuertes lluvias: “…y
por el agua”.

Por fin llegamos a un sitio seguro, donde pudimos trabajar y ahí Dios nos prosperó todo el
tiempo que estuvimos en aquel sitio: “…y nos sacaste a abundancia”. Así que se cumplió
enteramente y literalmente este verso de la Biblia para nosotros. Este ejemplo de la Palabra
de Dios vivida en la carne no es el único, hay muchos más que no voy a contar ahora. Por
ello puedo afirmar que “ la Palabra de Dios es viva y eficaz y mas cortante que toda la
espada de dos filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu…”. En efecto en ella hay
cosas que conciernen  nuestra vida anímica, es decir nuestra historia personal en este valle
de sombra de muerte y nuestra vida espiritual que trasciende  nuestro diario caminar en esta
tierra y que concierne el desarrollo espiritual  del hombre interior que se va formando a la
imagen de Jesucristo. Al alma le corresponde la interpretación literal y al espíritu del
hombre la interpretación alegórica. Así que no hay que desechar ninguna de las dos
interpretaciones, no hay que menospreciar el alma; no hay que menospreciar la
interpretación literal, porque “lo espiritual no es primero, sino lo animal, (anímico); luego
lo espiritual” (1 Cor XV 47). Lo que ahora discernimos de la gloria venidera es poco, es a
través de un velo (lo cual es nuestra propia carne; nuestra vida terrenal), vemos sombras de
las cosas venideras. Pero  estas sombras, esta vida terrenal, nos permite tener un
conocimiento de las cosas venideras. Si no consideramos nuestra vida en su dimensión
terrenal, si no la analizamos, no podremos vislumbrar las cosas celestiales que por ahora
son imposibles contemplar en nuestro estado actual. Dios se halla en una luz inaccesible
para nosotros. Pero esta luz proyecta sombras que nos ayudan a avanzar en lo espiritual. Y
esto es la función de la interpretación literal, confirmar la realidad de Dios en nuestra vida
de vanidades, en nuestra vida terrenal. Y no solo la realidad de Dios por su Palabra escrita
sino también la fidelidad de su Palabra en sus promesas y amenazas.

El gran defecto en muchos es aferrarse a una interpretación y desechar la otra sin analizarla.
El niño se aferra a su tetero y solo bebe leche, y no crece normalmente pues le falta la
comida sólida, el viejo solo come carne no consume leche y por falta de calcio se le caen
los dientes y sus huesos se vuelven quebradizos. Y así son los que se aferran a una sola
interpretación que a menudo fuerzan para que se quede dentro del género que estiman
válido. ¡Así no es! Hay que empezar con una interpretación literal que es sostenible y luego
buscarle el significado espiritual si lo hay. No hay que forzar la Escritura. No hay que
olvidar que “la piedad (interpretar la Biblia es ejercicio piadoso) para todo aprovecha pues
tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” 1 Tim IV 8.

Esto es lo que hacen muchos o se fijan en las promesas que conciernen esta vida presente o
se fijan en las promesas para la vida eterna. Es decir interpretar las Escrituras solamente de
forma literal y es grotesco y burdo en muchas ocasiones  o la interpretan como Orígenes de
una forma alegórica únicamente y su conocimiento no tiene consistencia, es
fantasmagórico, es abstracto como un sueño. La vida presente en este cuerpo de carne
determina la vida futura en el cuerpo glorioso. Y aunque lo que nos importa es la eternidad,
no hay que olvidar que de una semilla sencilla nace un árbol con frutos. Así mismo no
menospreciemos la interpretación literal porque podemos dañar así grandes verdades
espirituales. El ejemplo típico es el hecho de interpretar (como lo hace el papado diabólico)
el relato de Génesis como una alegoría. La gente que hace esto es por supuesto
evolucionista. Esta gente se cree muy espiritual y todos los sucesos de Génesis son
considerados como leyendas y mitos Babilonienses  y Egipcios. El paraíso, Adán y Eva, el
diluvio, Noe y el arca, etc.…bueno ¡todo es pura ficción y tiene por meta enseñarnos
verdades espirituales! El problema es que cuando llegamos al Nuevo Testamento esta
interpretación alegórica de Génesis derrumba todo el conocimiento soteriológico que
hemos adquirido. Pues la Escritura dice en 1 Cor XV 21, 22: “Porque por cuanto la muerte
entro por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así
como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados". El que niega
Adán y el pecado originado por él, niega a Jesucristo y su obra en la Cruz. Y todo esto por
rechazar la interpretación literal y aferrarse a la interpretación alegórica. Así que hay que
tener mucho cuidado. Podemos también ir al otro lado y considerar el ejemplo opuesto que
nos ofrece a menudo la herejía neo-Pentecostés. Esta gente interpreta literalmente: “Y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mar XXVIII 20). Y
resulta que así  ¡se les aparece Jesús en el cuarto, en el camino, en el carro! Claro que no
hay ninguna alegoría en este verso pero hay que entenderlo espiritualmente: “de manera
que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne: y aun si a Cristo
conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.” (2 Cor V 16). Jesús está con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo por medio de Espíritu Santo que mora en nosotros.
Aquí la interpretación literal quebranta la Escritura y la alegórica no sirve ¡El sentido
espiritual rebasa a menudo moldes de interpretaciones.

Concluiré pues que la realidad expresada por la Escritura usa muy a menudo
acontecimientos históricos, y esto implica una interpretación  literal (histórico gramatical) o
parábolas, figuras, alegorías o ninguno de los dos métodos, y nos declara verdades sin
soporte de personas, suceso o  figuras. No hay que desechar ningún método de
interpretación. A menudo se complementan pero de todas formas el único  que nos da la
clave de la comprensión de las Escrituras es Jesucristo que nos envió al Espíritu Santo para
que sepamos lo que Dios nos ha concedido. Asi que siempre que abrimos nuestras Biblias,
para poder interpretar con la guía del Paracleto, oremos a Dios.
El  E. S. es el único que nos da la interpretación correcta, sea a través de una comprensión
literal del texto, sea a través de una alegoría: L XXIV 45, 49. Y esta interpretación siempre
esta en armonía con el contenido de la Escritura en su totalidad,lo que se llama
hermeneutica . No obstante, no olvidemos que Jesús dijo: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los  sabios y entendidos, y las has
revelado a los niños. Sí Padre porque así te agradó.” (L X 21). Los escolásticos de la Edad
Media de ser tan sabios se hicieron necios, y con sus tropos, anagogias y alegorías
perdieron la luz del evangelio. Hoy en día muchos de los milenaristas  y post milenaristas
con su sentido alegórico de la marca de la bestia, y del milenio se van  a perder el viaje a las
nubes, al encuentro del Señor Jesús,y  van a beber las copas de la ira de Dios, y pronto van
a comprar en el supermercado su Biblia versión ecuménica internacional sin efectivo, sin
cheque sino con “el micro chip” injertado bajo la piel de su mano derecha o de su frente
(Apo XIII 16, 17) Advertencia: El exceso de alegorías en Génesis o en Apocalipsis  es
fatal! El que tiene oído para oír oiga...                  

Quiero también agregar algo concerniente, no al método de interpretación que acabamos de


mirar, sino a la actitud que hay que tener en cuanto a la escuela de interpretación, o en
cuanto al maestro que recibió esa interpretación. Bien dice la Palabra : “…entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron, siendo inspirados por el Espíritu Santo…”(2 P.I 20-21). El autor de la Escritura
es el E.S. ; esto , todos lo reconocemos. ¡La falla está en que muchos olvidan que el
intérprete es también el E.S.! Se han formado muchísimas escuelas de interpretación
privada. Cada denominación es una escuela de interpretación privada, cada iglesia local es
una escuela de interpretación privada. La teología ha engendrado miles de sectas por causa
de privatización de la interpretación. Toda doctrina o dogma cristiano es el producto de una
interpretación de una porción de la Escritura. Cuando es el E.S. quien revela el significado
del pasaje de la Escritura, la interpretación es por supuesto correcta. (Es importante también
saber que a menudo el E.S. tiene varias interpretaciones de un mismo pasaje.) El problema
es cuando el significado es producto del razonamiento humano, (estoy hablando de pasajes
de la Escritura que contienen doctrina). Sabemos que lo más importante en nuestra religión
es la doctrina, después viene la comunión, el sacramento y las oraciones : Hechos II 42.
Hay doctrinas cristianas, hay doctrinas humanas, y aun a veces hay doctrinas diabólicas en
todas las iglesias de todos los tiempos. Hoy estamos en la Apostasía, pero las doctrinas
cristianas permanecen como el fundamento de los escogidos. Cuando digo que soy
protestante, me refiero a que soy un seguidor de las doctrinas que el E.S. reveló
nuevamente a M. Lutero, concerniente a la autoridad suprema de la Biblia y la salvación
por fe, no por obras. Martin Lutero es mi padre espiritual, pues él fue quien me engendró en
el evangelio verdadero de salvación por gracia, por medio de la fe. Cuando digo que soy
calvinista, significa que reconozco que Juan Calvino fue el maestro que usó el E.S. para
revelar claramente 5 doctrinas claves (o dogmas), para la correcta comprensión de lo que es
el hombre en relación con Dios. Ciertamente Lutero y Calvino recibieron otras
interpretaciones del E.S., pero no voy a detallarlo todo aquí. Estos 2 padres de la Reforma
recibieron la interpretación del E.S. de unos pasajes claves de la Escritura, luego
restablecieron con esto la doctrina evangélica pura, y así nació el Protestantismo, que es el
renacimiento del cristianismo autentico, desde el seno del catolicismo romano ; “porque
Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es El que resplandeció en
nuestros corazones (¡reformados!) para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios
en la faz de Jesucristo “ : 2 Cor. IV 6. El lema de Calvino era : después de las tinieblas : la
luz. Ahora, el peligro es cuando uno confunde el instrumento de Dios con el E.S… Honro a
mi padre espiritual ; M.Lutero, mas el no es el interprete de la Escritura, tampoco lo es
Calvino, ni lo soy yo, pues “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada”.
“Maldito el varón que confía en el hombre” dice la Biblia. Si acepto todas las doctrinas de
Calvino , porque soy calvinista ; estoy bajo maldición. Uno tiene que separar el trigo de la
cizaña. En Lutero, en Calvino, en Spurgeon, en Pink, y en todos los maestros instituidos
por Dios hay bastante trigo para recoger, pero hay también un poco de cizaña. Es preciso
discernir si la doctrina es elaborada a partir de una interpretación de la Escritura revelada
por el E.S. o si por el contrario es basada en una interpretación privada. Por ser protestante
no he de creer en la presencia real del cuerpo y de la sangre bajo los elementos del pan y
del vino, como creía Lutero, creo más bien en una presencia verídica pero virtual en el
sacramento del altar. (Leer “Esto es mi cuerpo”). Por ser calvinista, no he de creer que el
bautismo de los infantes es bíblico, como lo sostenía hábilmente Juan Calvino. Por ser un
fiel seguidor y lector asiduo de C.H. Spurgeon, no he de creer que el bautismo de agua es
imprescindible después de la regeneración del Espíritu, pues no estamos en el siglo XIX ,
durante la era de las iglesias, sino en el XXI, en la era de la Apostasía. Todos los cristianos
hemos sido hechos participes del E.S. , por tanto todos somos capacitados para reconocer si
la doctrina que se nos presenta está basada en una interpretación privada o divina. Muchos
caen en el error de asimilar todo lo que dice un gran teólogo porque por medio de él,
recibieron luz anteriormente. Otros que se creen más espirituales que los demás, como H.
Camping de Family radio, se imaginan que solo ellos han recibido la revelación de la
interpretación de la Palabra, porque dice que antes, Dios no quería darla, sino que la
reservaba para esta dispensación del fin de la era de las iglesias. (No obstante, no niego que
he recibido en los años pasados buena enseñanza de Harold. ) No hay que caer en estos 2
extremos, sino que tal como dice la Biblia : “ Escudriñadlo todo, retened lo bueno”. No hay
dudas de que Dios nos ha dado grandes maestros que recibieron la interpretación del E.S.
en pasajes claves de la Escritura, y por ende nos adoctrinaron correctamente. Sin embargo
la Biblia contiene mucho material para edificar sobre el fundamento de los apóstoles,
profetas, y sobre el edificio de los maestros instituidos por Dios. A pesar de que por lo
general recibimos la interpretación correcta por medio de los maestros, no hay que olvidar
que nunca es privada y que Dios puede dártela directamente, si eres nacido de la Palabra y
del Espíritu. Serán migajas en comparación con lo que recibimos por medio de los grandes
maestros reformados, pero son siempre perlas que alegran el corazón, por el hecho de ser
un favor especial del E.S. ¡Qué triste y peligroso en comparación, el creyente que no busca
recibir revelación de la interpretación de la Escritura de forma directa y personal, sino que
sigue en todo su maestro en teología! El tal creyente ha olvidado que “ninguna profecía de
la Escritura es de interpretación privada”, y atribuye la interpretación correcta a un teólogo
o un maestro, en vez de reconocer que tal maestro ha recibido una cierta interpretación de
la Escritura del E.S. , pero que no ha recibido toda la interpretación de todas las partes de la
Biblia, lo cual pertenece únicamente a su autor (e intérprete) : el Paracleto, el cual revela a
quien quiere y cuando quiere el sentido de la porción que quiere. A quien honra el Espíritu,
hemos de honrar ; por ello siempre estoy atento a lo que dicen los maestros aprobados por
Dios, sin caer en una forma de idolatría erudita. Es muy importante saber uno en que
corriente esta nadando ; por mi parte estoy en la corriente calvinista, pre milenarista, pre
tribulacionista, tricotomista , etc… Pero también es importante saber que es una corriente,
¡ no es un estanque ! muchos se quedan estancados en una escuela de interpretación
privada, y no reciben más revelaciones de la interpretación de la profecía de la Escritura.
Por lo cual se vuelven fanáticos, amargados y cortos de vista. Se quedan atrapados en el
siglo XVI o XVII o XX, ¡pero estamos en el siglo XXI! El E.S. quiere revelarnos cosas
nuevas que no contradicen las cosas viejas. Sabemos que el vino añejo es mejor que el
nuevo, pero no hay que despreciar lo que nos brinda el E.S. hoy.¡ Una vez que hemos
abierto la botella , hay que beberla, porque si no la bebemos, al cabo de unos días se va a
volvernos vinagre! Así que terminemos el añejo y probemos el nuevo.

Nuestro Dios es cada día menos de moda si me permitís la expresión. En efecto el Dios de
Calvino, es decir el Dios verdadero, el Dios de la Escritura, es ignorado, negado y
blasfemado por la inmensa mayoría de evangélicos nominales y denominacionales cuando
se les presenta sentado en su trono y gobernando según el designio de su voluntad,
“habiendonos predestinado para ser adoptados hijos suyos, por medio de Jesucristo, según
el puro afecto de su voluntad”. (Leer Ef. I 3 al 14). Términos como “según el puro afecto de
su voluntad” “según su beneplácito,” “según el designio de su voluntad” son insoportables
a los que defienden el libre albedrio del ser humano. Católicos que son semipelagianistas y
evangélicos que son arminianos condenan al unísono las grandes doctrinas de la soberania
de Dios y de la predestinación. Nos dicen a nosotros hipercalvinistas que nuestro Dios es un
tirano y que nosotros somos robots. ¿Que les respondemos? Esto es mi asunto hoy: intentar
dar una respuesta clara y basada en la Biblia a la ignorancia y al disparate de tales
afirmaciones.
No obstante quiero primero confesar de buena gana que hay muchisimos maestros
arminianos mucho más preparados, cutrural, intelectual, linguistica (no sé nada de hebreo
griego y latin), y academicamente (no tengo ninguna licencia o diploma en teológia) que
yo. De los cuales tengo respeto y recibo enseñanzas preciosas en el campo escatologico o
de la hermenéutica entre otros. “Examinadlo todo, retened lo bueno” dice la Escritura.

Sin embargo teniendo la mente de Cristo no podemos, los que aceptamos y revenreciamos
al Todo Poderoso que gobierna y salva según su beneplacito, quedarnos callados frente a
los que no entienden el asunto blasfemando a Dios, tachandolo de tirano. La acusación
principal de ellos, que resulta en tales insultos a la Majestad Divina, es que según nuestra
interpretación calvinista Dios crea  hombres para enviarlos al infierno. Esta forma de hablar
no es conveniente porque hay preguntas que no hay que hacer porque no estamos
preparados para la respuesta o dignos de la repuesta ¿ Pedirá un niño de 10 años a sus
padres que le informen sobre el presupuesto establecido para la educación de su hermano
mayor el año entrante?. No creo que lo haga y si lo hiciera, bien le pondrian responder sus
padres que esto no es asunto suyo y ¡que mas bien vuelva a sus tablas de matemática!.

Esto es exactamente lo que hacen los arminianos, los que defienden el libre albedrio y
niegan la predestinación personal. A estos Pablo  los anticipa en sus preguntas y les da la
respuesta que se merecen: “Pero me dirás: Por qué, pues inculpa? Porque ¿quien ha
resistido a su voluntad? .
Mas antes, Oh hombre, ¿quien eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro,
al que lo formó, ¿por qué me has hecho así? (Rom. IX 19.20)
Es cierto que la doctrina de la predestinación personal nos lleva automaticamente a esa
clase de preguntas y conclusiones. Pero “el que refrena su lengua es sabio” y “Tal
conocimiento es demasiado para mí” dice la Escritura. La Biblia es clarísima sobre el tema
de la predestinación y es preciso estudiarlo a fondo. Pero en el lado positivo, en el lado que
concierne a los predestinados.
Preguntar el por qué de los que no son elegidos ya no es inquirir diligentemente sobre la
predestinación. En el caso de los reprobos se habla de destino y no de predestinación: 1
Pedro II. 8.

Así que a la gente que se escandaliza de que Dios haya creado a Lucifer y a sus demonios,
y a los seguidores suyos es decir la humanidad que no ha sido comprada por la sangre de
Cristo, Pablo les da la única respuesta que se merecen ¡y en forma de pregunta para que
sepan que no se lo merecen! En los versos 20, 21 y 22 de Romanos IX.

Esa gente con sus cavilaciones indebidas no cree en la predestinación personal sino en una
predestinación corporativa: la iglesia es predestinada y los que quedan en ella son los
escogidos ¡Si se quedan!. Razonan así porque no pueden borrar el término predestinación.
Este mismo término si se se aplica al individuo anula el libre albedrio que tanto alardean.
Su razonamiento es que Dios no predestina a nadie en particular sino que prevee,tiene
conocimiento previo del camino que el hombre escogerá. Esto contradice las Escrituras
pues : “De Jehová son los pasos del hombre,¿Como pues el hombre entenderá su
camino?”.Además Dios no es solamente omnisciente sino tambien omnipotente.Si El sabe
que el hombre escogerá el camino de muerte¿por qué no le inclina el corazón,o no le
cambia las circunstancias para que no siga ese camino? Y si lo deja seguir ese camino es
que quiere que así sea,pues :”Todo lo que Jehová quiere lo hace ,en los cielos,y en la
tierra ,en los mares y en los abismos”.La presciencia de un Dios pasivo no concuerda con la
predestinación del Dios verdadero y activo de la Biblia. ¡Insuperable dilema en que se
hallannuestros semi-pelagianos, arminianos y humanistas para rescatar la libertad y el libre
albedrio de los vasos de barro que somos! La libertad del hombre a expensas de la
soberania de Dios es su gran negocio.La predestinación corporativa es para ellos la única
formula para negar la predestinación individual, ya que no pueden borrar esta palabra tan
ofensiva para su dignidad y su ética. Y claro que para ellos la corporación predestinada es
principalmente su secta que abarca otras sectas y sectores según lo concede su beneplácito
y dogmas!. Ellos han decidido que Dios no puede crear una persona para mandarla al
infierno. Pero “ todas las cosas creó Jehova para sí mismo, aún al impio para el día malo”
Para ellos es totalmente inmoral que Dios predestine una persona hecha a su imagen y
semejanza al lago del fuego para toda la eternidad. Pero su plantamiento  es doblemente
equivocado, pues en primer lugar como ya lo dije, Dios predestina únicamente a los
elegidos, los demas son destinados. En esto se equivocó J. Calvino al hablar de doble
predestinación. Hay una sola predestinación, la cual es de los escogidos y por los demás es
un destino que les es asignado. La diferencia entre estos dos términos predestinación y
destino tiene su importancia en que nos revela un poco el carácter de Dios que no es el
creador sádico que alegan los arminianos. Dios ha elegido antes de la fundación del mundo 
a los que va a glorificar en la eternidad. Es decir que ha planificado antes de crear los cielos
y la tierra quienes serán los escogidos. No ha planificado quienes serán los que van a ir al
lago del fuego. Su intención antes de crear era glorificarse en seres glorificados. Luego
debido a la forma como decidió, según su sabiduria y el consejo de su voluntad, llevar a
cabo este plan maravilloso, le tocó asignar el destino del resto de la humanidad que servía
de cuña en la cual nacerían los elegidos: “¿ O no tiene potestad el alfarero sobre el el barro
para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” (RIX 21). En su
sabiduria Dios ha decidido crearnos a partir de una masa de barro, es decir que a partir de
una materia sucia ha decidido crear seres predestinados a ser la imagen precisa de su
persona y la respalndor de su gloria, pues así es Jesucristo eternamente y así seremos un
día. Así que despues de elaborar este plan, despues de predestinar a los suyos, creó la
humanidad potencialmente pecadora  con Adán y Eva, y luego  la humanidad pecadora
efectivamente ; nosotros los descendientes de Adán. Pero el plan original no era crear
hombres para mandarlos al infierno, era crear hombres para moldearlos a la imagen de su
Hijo.Para glorificarse en su misericordia, justicia y sabiduria le tocó luego crear esta masa
humana de donde sacaría a sus elegidos, dejando los reprobos como muestra  de esta misma
justicia ( para con los reprobos) , misericordia (para con los elegidos) y sabiduria. Dice un
refran galo: “no se hace tortilla, sin romper huevos” ¿Vale la pena romper huevos para
hacer tortilla? ¡Claro que si! Igualmente estoy más que seguro que Dios es sabio y sabe que
vale la pena lo que él ha planificado. En cuanto a los millones que van a condenación no
hay que olvidar que no es injusto. Nadie recibira condenación injusta. La pena
corresponderá exactamente a la ofensa.

Tenemos todos la tendencía a imaginar el castigo injusto de un niño de 10 años quemado


por toda la eternidad por sus mentiritas. ¡ Y nos escandalizamos naturalmente! Pero
solamente tenemos  unos datos muy incompletos, sobre la gravedad de la ofensa, sobre la
naturaleza del cuerpo resucitado que va a sufrir el castigo, sobre los grados de sufrimientos
porque “aquel siervo que conociendo la voluntad de su Señor,y no se preparó ni hizo
conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas
de azotes será azotado poco...” L  XII 47, 48. Mientras que el único dato seguro que
tenemos en cuanto al castigo los condenados es que será un castigo justo. Nada de
inocentes torturados sino culpables justamente castigados. A pesar de que no nos regocija
mucho el castigo de la justicia por ser todavia pecadores, hemos por lo menos de aceptarlo
y reverenciarlo como la pared intermedia  de separación entre la vida y la muerte, la luz y
las tinieblas.

En segundo lugar el hombre era hecho a la imagen y semejanza de su Creador antes de que
cayera en pecado: Ya no hay imagen y semejanza al Creador si no a Satanas. Por supuesto
quedan unos vestigios y residuos de la gloria primera pero ¡ un residuo y un vestigio no es
nada glorioso! ¡Es más bien un recuerdo de la caída! Una acusación a nuestra conciencia.
Como dice David en el Salmo 51 v 5: “He aquí en maldad he sido formado y en pecado me
concibió mi madre” ¿Quien acusará al Juez por haber condenado al transgresor de la ley?
¡Nadie! “La destrucción acordada rebosará justicia” Es X 22. Pero nuestros oponentes
humanistas recurren al viejo argumento del Adan caído “La mujer que me diste por
compañera me dió del árbol, y yo comí” Gen III 12 . Es decir echan la culpa a Dios (ver
Rom IX). Sin embargo la culpa la tenemos nosotros al presente, y la heredamos tambien
genéticamente de nuestros antepasados. Pero la razón humana e humanista sigue diciendo:
“pero si Dios sabia que el hombre iba a pecar y luego engendrar pecadores que serían
destinados para el infierno. ¿por qué decidió que este plan que El diseñó siguiera su curso?
¿No es  esto cruel y tiránico?” Y sigue alocada su discurso, haciendose abogada del diablo
y de sus seguidores; la humanidad reprobada cuyo corazón es engañoso más que todas las
cosas y perverso. Martin Lutero cuando meditaba sobre este tema decía: “Yo no entiendo
como Dios mandando tanta gente al infierno puede ser bueno. Pero la Escritura lo dice y yo
lo creo”

No podemos explicar esta paradoja porque no tenemos el conocimiento requerido para


poder entender. La razón humana queda atrapada en este laberinto y hay que acallarla y
someter nuestro entendimiento a lo que declara la Biblia. Sí; Dios crea al impio para el día
malo, sí; Dios es amor,
sí ; Dios es sabio, justo y todas las cualidades que podamos nombrar tienen su plenitud en
El a pesar de que ahora no vemos los frutos de todas estas cualidades manifestadas
plenamente. “Ahora vemos a través de un velo”. Y el destino eterno de los reprobos es una
cuestión incomprensible para nuestra ética terrenal pero sabemos que Dios es justo y bueno.
La Escritura lo afirma sin cesar y todo escogido lo experimenta diariamente. Sin embargo a
traves del velo, vislumbramos una razón por lo menos que explica el destino horroroso de
la mayoria de nuestros semejantes, familiares y conciudadanos. En Romanos IX tenemos
las explicación más clara: Dios quiere mostrar su ira y hacer notorio su poder. Dios quiere
glorificarse destruyendo y castigando al impío. La razón natural no puede entender esto,
pues es intrisicamente egocentrica. Per nosotros los elegidos, tenemos una mente renovada
y una visión cristocentrica de todas las cosas que nos revela la Escritura. Sabemos que
todas, las cosas creó Jehova para sí  mismo; para su gloria. Y la gloria de Dios es el hombre
y este hombre, es Jesucristo. La gloria de este Hombre es la mujer y esta mujer es la Iglesia
universal e invisible.

La Biblia nos ordena crecer en el conocimientode Cristo, y de su voluntad para con


nosotros como dice Pablo en Ef I 16 al 19: “no ceso de dar gracias por vosotros haciendo
memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el
Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduria y de revelación en el conocimiento de El,
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepaís cual es la esperanza a que El
os ha llamado, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cual la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos”... Tenemos la
orden de fijar nuestra mente, nuestro corazón, nuestros pensamientos en Cristo, nuestra
cabeza, nuestro todo. La Biblia es clara sobre el destino de los incrédulos  pero no nos pide
investigar la maldición a la cual escapamos por gracia. Nos pide investigar las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos.

Esta gloria es infinita, mientras que nuestra mente es finita. Así que es una locura y
desobediencia querer crecer en el conocimiento del destino de los reprobos. ¡Esto no es
nuestro asunto!. Además los insensatos que altercan con Dios sobre este asunto olvidan una
cosa es que “justicia y juicio son el cimiento de tu trono” (Salmo 89 v 14). Ellos saben que
Dios es amor pues lo dice la Escritura muy a menudo, este mismo v 14 sigue diciendolo :
“misericordia y verdad van delante de tu rostro”. Lo que olvidan es que para llegar delante
del rostro de Jehová, para alcanzar la misericordia, hay que acercarse primero al trono.
Porque antes de ver la faz del Rey se distingue de lejos primeramente su trono.

Entre ver el trono y ver el rostro mide una distancia considerable. La distancia que hay
entre el jardin de Getsemaní hasta el sepulcro de Arimateo pasando por el Calvario. Todos
verán el trono de Dios porque todos seremos juzgados (aunque hay 2 juzgados) pero no
todos veran su rostro sino solo los de limpio corazón: (Mateo V 8). Así que altercar con
Dios, diciendo “Dios es amor, por lo tanto no puede condenar lo que El creó” es una
necedad. Dios no es amor para la gran mayoria de la humanidad. Para ellos, El es su
Creador, su sustendador y su juez infalible, riguroso y muy paciente  y generoso al
presente. Nuestro Dios es fuego consumidor . No es amor, para la mayoria es justicia, juicio
y fuego consumidor. Dios es amor en Jesucristo para todos los que creen en su Nombre.
“Porque Dios amó tanto al mundo que dió a su Hijo Unígenito para que todo aquel que en
El crea no se pierda, más tenga vida eterna”. “Mas el que no cree ya ha sido condenado”
dice en otra parte  la Escritura...

Fuera de Cristo no existe el amor de Dios para la humanidad caida. Existe la generosidad y
la paciencia presentemente y luego el justo juicio con la horrenda y justificada condenación
eterna. Esto es lo que declara expresamente la Escritura  La cual nos manda expresamente
tambien no evaluar el numero de los condenados, y la severidad de la pena incurrida, sino
más bien mirar a Cristo Jesús la esperanza única de salvación, gloria y dicha eterna. Por
supuesto que nos duele  ver a nuestros familiares y amigos caminando hacía el fuego
eterno. Los amamos y nos duele porque sabemos que a pesar de nuestras oraciones y
predicaciones terminarán la mayoria en el lago de fuego. Este pensamiento puede ser
desanimador y amargo. Pero cada hombre llevará su propia carga. La nuestra es predicarles,
suplicarles, insistir e interceder con ruegos y oraciones ante el trono de gracia, por si acaso
uno de ellos esté en la lista de los escogidos y así alcanze misericordia y verdad. No
podemos hacer más y no tenemos que cargar con ese dolor de saber que muchos no son
elegidos. Nuestro Dios no es un tirano sádico que crea gente para torturarlos toda la
eternidad, El es justo y no les aplicará una pena injusta, El es sabio y el castigo de los
incrédulos tiene una función esencial porque expresa la justicia y el juicio y por ende
sostiene su trono, es parte de la base de su gloria. Si amamos más a los  hombres que a Dios
no somos dignos de su reino dice Jesús: Mat X 37.
Forma parte de tomar la cruz de Cristo afirmar y defender la soberanía de Dios. En efecto
nos duele en la carne saber que este dogma esencial condena buena parte de nuestros seres
queridos y nos hace repulsivos a ellos. Todo lo que Dios planea y hace es bueno y todas las
cosas ayuden a bien a los que aman a Dios. ¡Es cierto que para el incrédulo la ecuación está
al reves! Pero ¡por amor a nuestros seres queridos incrédulos hemos de poner en tela de
juicio la sabiduria y la bondad de Dios? Nunca sea el caso, como dice la Palabra: “Antes
bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso como está escrito: para que seas justificado
en tus palabras y venzas cuando fueres juzgado”. (R III 4). Meditar sobre el destino eterno
de los incrédulos, y usar esto para convencer a quienes pudieramos es bueno. El problema
que luego acarrea pecado es meditar tanto en ello que dudemos de la sabiduría y bondad de
Dios. Pensar en esto para exaltar su bondad para con nosotros en Cristo Jesús es bueno.
Pensar en esto para andar entristecidos y dudosos todo el tiempo es obra del diablo, padre
de todas las mentiras, que quiere que acusemos a Dios de ser un despota sádico. No nos
incumbe cargar con la inquietud y la pena que nos da saber que muchos seres queridos
nuestros se van para el infierno mientras no resulte esto en súplicas al Señor y predicación
de Evangelio. “Echa tu carga sobre Jehová y el te sustentará”. El destino eterno de nuestros
prójimos incumbe a Jehová  no a nosotros. El mandamiento para nosotros es “regocijaos en
el Señor siempre, otra vez os digo, regocijaos”. Somos mandados a edificar y a ser
edificados en la construcción del templo de Dios. Somos piedras vivas y buscamos por
medio del evangelio a otras piedras vivas que han de conformar la ciudad de Dios. No
somos llamados a pararnos ante los escombros que no van a servir a la construcción de la
Jerusalen celestial y a llorar sobre ellos desesperadamente. Nuestra misión es buscar entre
los escombros el material que Dios ha escogido para la construcción celestial por medio de
la predicación del evangelio. Lamentarse sobre lo que no va a servir en la edificación de la
Jerusalen celestial es humano, es natural y normal y forma parte de la cruz que tenemos que
llevar. Pero hay que caminar y no quedarse parado. Al caminar miramos cada día más cerca
lo bueno, lo sabio que es el Señor. Al quedarse parado meditando sobre un asunto que no
nos concierne nos llena de dolor y de dudas. ¡Y el que duda cae! “Cuando Pedro le vió, dijo
a Jesus: Señor ¿y que de este?” Y esto es lo que preguntamos a menudo al ver a nuestros
seres queridos perdidos aún despúes de haberles predicado la buena nueva y de seguir
orando por ellos. Creo que la respuesta de Jesús a Pedro sigue válida para nosotros aún en
nuestro caso “¿Que a tí? Sigueme tu”. 

Dice la Escritura en 2.J.9: “Cualquiera que se extravia, y no persevera en la doctrina de


Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo ese sí tiene al Padre y al
Hijo”. Asi que la doctrina de Cristo es lo primordial, despues de tener la doctrina, se debe
agregar las buenas obras y el crecimiento en el conocimiento de todo lo que enseña la
Biblia.  Hoy en dia se hace muy poco énfasis sobre lo primero, y mucho sobre lo adicional:
pero ¿que es la doctrina de Cristo?. En pocas palabras es que el hombre Jesus es Jehová el
Hijo, nuestro Redentor y que creyendo en El como tal tenemos vida eterna, sin hacer nada:
“el que cree en mi tiene vida eterna”. Esto es la doctrina de la fe de Cristo y perseverando
en ello y en las buenas obras, confirmamos nuestra elección. El que cree en Jesucristo tiene
vida eterna. El que añade algo o quita algo a lo que implica eso no es de Dios.  Es muy
sencillo y deslumbrante a la vez. Es muy aterrador para el diablo y su séquito esta
declaración y el lucha para que sea sepultada bajo todas las artimañas que pueda:
evolucionismo, materialismo, catolicismo, neopenticostalismo, etc. 

No vale la pena estudiar como engaña Satán a los que son ateos o de diversas religiones que
no anuncian a Jesús como su mensaje central.  En cambio, creo que vale la pena advertir
acerca de los peligros que incurren los cristianos cuando empiezan a prestar demasiada
atención a temas y doctrinas que no son la esencia del evangelio.  “No todos lo que me
dicen: Señor, Señor entrarán en el reino de los cielos.....”; M VII 21.

Hoy en día la mayoría de los que llaman a Jesús Señor no son cristianos; no perseveran en
la doctrina de Cristo, confian en sus buenas obras, en su sinceridad, “adulan” a su virgen, a
su papa, a su santa madre iglesia, a su pastor, hasta se imaginan que adoran y sirven a
Jesucristo.   El diablo los tiene bien atrapados, aun más que a los incrédulos.  El incrédulo
sabe que no cree en Jesús, mientras que el católico como el pentecostes creen que creen en
Jesus.  Sin embargo siempre hay un peligro para Satanas; es que tienen acceso a la Biblia y
de hecho la pasean mucho debajo del brazo. (como el neo-pentecostes) o la exponen mucho
sobre un púlpito, a manera de una estatua de su virgen (como el católico).  Siempre existe
pues el peligro que un verso sencillo alumbre la mente entenebrecida de esta pobre gente. 
El diablo tiene como objetivo mantener la confianza de esta gente en sus iglesias.

Para lograr este propósito usa varios metodos y tambien una rama del conocimiento
bíblico : la escatologia.
La escatologia es un campo de investigación que ha de ser especialmente promovido entre
los cristianos hoy en dia, pues nos acercamos al fin de los tiempos y las profecías estan
cumpliendose al pie de la letra una tras otra.  Siempre que la doctrina de Cristo y la
soteriologia (doctrinas sobre la expiación) tienen la preeminencia es bueno despues
dedicarse al estudio escatológico.  En cambio estudiar escatologia sin tener bases solidas en
teologia y soteriologia es atollarse con más certeza.  Lo experimenté personalmente durante
10 años.  El capitulo XIII de Apocalipsis se había convertido en un credo para mi, y a pesar
de ser salvo, yo no entendia con mi mente lo que era el evangelio.  Desperdicié 10 años
rodeado de falsos hermanos, hasta que Dios me sacò de tal situación desesperante por
medio del evangelio que descubri al leer las obras de M. Lutero.   La escatologia es
peligrosa en este caso,  lo sabe muy bien el enemigo y la usa tambien como un arma para
que la gente quede atrapada en sus sectas.  Os dare dos ejemplos para exponer esto 
claramente.

El primero concierne principalmente  los católicos.  Hace unos años lei un artículo en la
prensa nacional cuyo titulo era “Con su dinero bajo la piel”.  Trataba de la marca de la
bestia del capitulo XIII de Apocalipsis. Muchos cristianos y seudocristianos ya saben que la
marca de la bestia será un microchip injertado bajo la piel y muchos de ellos se imaginan
que la perdición eterna será unicamente asegurada para los que reciben la marca de la
bestia, es decir, que la fe de Cristo no es lo que es definitivamente determinante sino la
marca de la bestia.  Pero la Biblia dice enfaticamente que “el que no cree, ya ha sido
condenado”.  En este mismo articulo decía el autor : “de otro lado grupos cristianos
radicales se oponen al dispositivo porque lo consideran “la marca de la bestia” mencionada
en la Biblia.  Según el sito web los ministerios de los ultmos dias
(www.tldm.org/news4/markofthebeast.htm) el Apocalipsis habla....”.  Ya que hablaba de
cristianos radicales, siendo yo clasificado por mis oponentes como fundamentalista
extremista , me pareció interesante dar una vuelta por ese sitio !La sorpresa fue grande! !
Esos cristianos radicales no eran más que mariolatras enfurecidos! En ese sitio, su virgen
satánica advertía a sus seguidores que no habia que recibir la marca de la bestia; el
microchip bajo la piel. Satanas mismo detrás de su idolo favorito llamado la virgen Maria,
les decía que no recibieran la marca de la bestia.   ¿Por qué Satan dice a los católicos que
rechazen las trampas que el mismo ha preparado? Sencillamente porque sabe que hoy en
día aun los católicos tienen acceso a la Escritura y a veces la leen.  A pesar de que la
interpretación de Apocalipsis es preterista oficialmente, muchos de los que leerán ese
capitulo XIII se darán cuenta que la marca de la bestia será el microchip.  Podrian entonces
salir de la iglesia romana y acercarse al Protestantimo. El ecumenismo y la elocuencia de
sus teólogos podrian no ser suficientes para impedir la salida de muchos. (aunque como
sabemos solo saldrán de la trampa los escogidos, los otros se quedaran o caerán en otras). 
El católico del siglo XXI tiene a la verdad dos cabezas según su personalidad. El papa de
Roma es la cabeza oficial. Pero el idólo de la Virgen de Guadalupe, de Fátima, del Carmen
made in Taiwan, made in China, made in USA, made in India, etc....es la otra cabeza: la
cabeza mística, la esperanza verdadera de la mayoría de los católicos. María para los
católicos , es la personificación de la humanidad perfecta sin la obra de Cristo.Es la
humanidad perfecta que no necesita a Jesús crucificado pues no tiene pecado ni original ni
personal,pero simpatiza ,ama ,ayuda  a Jesús e iintercede por los demás delante de El. Se la
han imaginado sin pecado, reina del cielo, madre de Dios. Ella es todo para la mayoria de
los católicos. Diga lo que diga el papa, la Biblia, la Historia,mediante ella se pueden
entregar a la idolatria y toda clase de pecados sin tener que enfrentarse a la Palabra de
Dios.Es el ídolo favorito creado por Satán.
Ella es su verdad, su esperanza y un fundamento esencial del catolicismo que hace siglos ha
desechado la doctrina agustina de la depravación total del hombre y ha adoptado la doctrina
pelagiana moderada.. Por lo cual al ver el tema de la marca de la bestia, interpretado de la
misma manera por su conciencia y por su idolo, no le dará razón al católico mariolatra para
salir de Roma y acercarse al protestantismo. ¡Se quedará bien atascado en su idolatria pero
sin la marca de la bestia! ¡Siervo de la bestia sin su marca! ¡Que buen chiste para el
diablo !.

El segundo ejemplo de como el enemigo usa la escatología para que la gente se quede en
sus iglesias apostatas (y no quedará ni una que no sea apóstata) lo ví en una pelicula.
Muchos seudo evangélicos pasan más tiempo delante de su televisor que leyendo,
meditando, rumiando la Escritura. Para que se queden en este estado soñoliento, Satanás les
provee con cadenas de televisión “cristiana” tipo Enlace y montones de películas bíblicas.
En toda esta producción cinematográfica hay un género muy apatecido hoy que es
escatológico. A veces la obra cinematográfica sigue más o menos el relato bíblico. Pero
hace poco estando en un hotel y perdiendo el tiempo mirando la imagen de la bestia, miré
un rato el final de una pelicula de este género. Me llamó la atención que citaban fielmente
la Escritura, que  los hechos concordaban parcialmente con los acontecimientos
profetizados en la Biblia. Pero lo más impactante para mí fue ver que no se veía ningún
papa o cardenal, pues ninguan referencia al anticristo romano y lo más pernicioso de todo
que los verdaderos cristianos en la película se encontraban reunidos, en comunión en sus
iglesias. No se predicaba la salida de las iglesias  sino al contrario la permanencia y
crecimiento de las iglesias.

En aquella película, aquel que se convertía acudía automaticamente a la iglesia local. Así
que la meta del, principe del mundo es que las iglesias crezcan porque el las controla. Lo
importante es esconder el evangelio. La escatologia tiene que ver con el juicio. No con la
salvación. En su segunda venida, Jesús viene sin relación con el pecado. En su primera
venida trató con el pecado, en su segunda venida viene a exterminar a sus enemigos y a
implantar el imperio de 1000 años. Por lo cual el diablo promueve el estudio bastante fiel
de la escatólogia para los niños en la fe. Esto le es útil pues, desvia la atención del único
método de salvación que es por la fé de Cristo sin obras.

La mentira sola no puede erigir su baluarte; necesita un poco de verdad .como cemento .
¡Que le importa a Satanás que seas un erúdito, que tengas amplios conocimientos y varias
licenciaturas teológicas! Lo importante es que te quedes investigando, confiando en las
iglesias como baluarte de la verdad, y que no creas que la salvación es instantánea,
incondicional, predestinada, asegurada eternamente, y basada en la gracia unicamente con
exclusión de cualquier obra humana ¡Sola fide, sola Scriptura! Esto es la fortaleza de todos
los creyentes a traves de todos los siglos.

JEHOVÁ  BENDIGA BURUNDI


Hoy 14 de marzo 2009, la república de Burundi en la África negra ha incorporado en su
Constitución una ley que castiga la homosexualidad.  En seguida ha habido enérgicas
protestas en la ONU y críticas ásperas de parte de las organizaciones pro derechos
humanos.   Esta noticia me sirve hoy para meditar en este asunto enfocándolo desde 2
perspectivas: una es ética y otra profética.   Nosotros cristianos bíblicos nacido del Espíritu
Santo seguimos la doctrina que es conforme a la piedad.  Esto es nuestra ética.  Es opuesta
a la ética mundanal y a la ética de las iglesias apóstatas (y todas los son).

No vale la pena considerar la moral mundanal; es un derivado de la moral cristiana que es


conforme a la corriente de este mundo cuyo príncipe es Satanás.   Cada día se esfuerza más
y más el mundo, en eliminar el derivado hasta que el hijo de perdición; el Anticristo que
está por tomar la presidencia de la Unión Europea tome las riendas de la política
internacional y elimine los últimos rastros de influencia  cristiana.  La ética de la
cristiandad apóstata sigue el mismo camino a velocidad menor.  Su ética es una pálida
copia de la ética mundanal.  El evangélico moderno es un tipo cuya moral es no fumar
cigarrillos y no beber vino.  El evangelio moderno, es decir apóstata, manda Jesucristo al
infierno otra vez por transformar agua en vino y a los más grandes predicadores y
misioneros (como C.H. Spurgeon y David Livingtson)  condenan por fumar tabaco.  En
cambio no tienen ningún reparo si su pastora es lesbiana (como sucede en las iglesias
luteranas) o si su pastor es divorciado y casado de nuevo.  Son ciegos guiados por ciegos
que profesan caminar en la luz.  Dejémoslos en su locura e hipocresía :”El que es injusto
sea injusto todavía ; y el que es inmundo, sea inmundo todavía…” Ap. XXII 2. Claro que el
colmo de la hipocresía y del engaño no son ni el mundo, ni las iglesias evangélicas.  El
colmo siempre ha sido y siempre será (hasta su destrucción por el mismo Jesucristo) la
iglesia católica romana.  Ellos aparentan ser defensores del matrimonio, enemigos de la
fornicación, del aborto, del adulterio, de la homosexualidad y de todas las perversiones
sexuales.  Pero a lo largo de los siglos la Historia ha revelado que su sacerdotes y papas son
proporcionalmente (comparándolos con los pastores de las iglesias protestantes)  los
campeones del perjurio (pues hicieron votos de castidad), de la fornicación, del adulterio,
de la sodomía y de la pedofilia.  Solo citare un caso entre los miles: el papa Sergio III (904
-11 DC).   Ese tenia una concubina llamada Marozia. Ella con su madre Teodora y su
hermana llenaron de sus amantes e hijos bastardos la silla papal e hicieron del palacio papal
una cueva de ladrones.  En la Historia este episodio se denomina la “pornocracia” o
“Reinado de las Rameras”. No obstante no se puede omitir  al papa Juan XXIII del siglo
XV,( no el Juan XXIII del siglos XX), el cual ocupó el puesto desde 1410 hasta 1415(  lo
cedió a Martín V después). Aquel anticristo era el criminal más depravado de todos:
practicaba además de violar monjas, el adulterio  la fornicación y la sodomía.  Para noticias
más recientes hay que leer los casos de pedofília  por parte de sacerdotes americanos, que  a
menudo llenan portadas en los periódicos de este país.

Ahora ¿cuál debe ser la postura del protestante  nacido de nuevo frente a lo que la Biblia
llama: sodomía, (lo que le mundo llama homosexualidad). Aquí como en cualquier asunto
la autoridad es la Escritura. Deuteronomio XXIII 17 dice: “no haya ramera de entre las
hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel”.  Lev XVIII 22 dice: “No te
echaras con varón como con mujer, es abominación.” Lev XX dice “si alguno se ayuntare
con varón como con mujer abominación hicieron; ambos han de ser muertos, sobre ellos
será su sangre”.
Así que la homosexualidad es pecado pues “ el que peca infringe la ley y el pecado es la
infracción de la ley” y  la paga del pecado es la muerte segunda sea lo que sea el pecado .
Hay pecados que incurren también en la pena de muerte física según la ley de Dios tales
como el homicidio, la fornicación, el adulterio, la bestialidad, la idolatría, la sodomía, etc.
Nosotros como cristianos bíblicos renacidos del E.S. por la Palabra de Dios hemos recibido
una nueva conciencia que se somete con alegría a la ley de Dios.  A pesar de infringirla a
veces, la amamos.  Así que sostenemos sin vacilar que la homosexualidad es perversión y
abominación que  merece la pena de muerte.  No obstante como dice Jehová Jesús. “El que
este sin pecado, sea primero en arrojar la piedra”. J VIII 7.
Así que nosotros no hemos recibido el ministerio de condenación sino de reconciliación. 
Usamos la ley de Dios para convencer al pecador de su estado de perdición y de perversión
para que corra al Redentor. No la usamos para humillarlo sino para que se humille el
mismo delante de Dios (y de los que ha ofendido).  Juzgaremos y reinaremos en el imperio
milenial de Jesucristo. Ahora suplicamos, rogamos a los perdidos que consideren sus
caminos y se arrepientan.  Pero si hoy un gobierno legaliza la sodomía, decimos que esta en
contra de la ley de Dios, esto es diabólico.  En cambio si un gobierno castiga la
homosexualidad decimos que esto está bien, pues es conforme al espíritu de la ley de Dios. 
No aborrecemos a los pecadores pues todos somos pecadores, pero si aborrecemos el
pecado (que es la infracción de la ley de Dios). Esta es la ética cristiana; no hay ni
evolución, ni cambio debido a la circunstancias culturales: “la ley de Jehová es perfecta…
el temor de Jehová es limpio que permanece para siempre” S XIX 7.9.  (Estamos hablando
de la ley moral no de las leyes ceremoniales).  Así que el protestante de corazón, no de
tradición, aborrece el pecado de la homosexualidad e insta a los sodomitas a arrepentirse de
un pecado abominable que contamina no solamente el alma sino también el cuerpo (como
cualquier pecado de índole sexual: adulterio, fornicación, bestialidad).

Veamos ahora el aspecto profético de este pecado.  En efecto Jesús profetizó tocante a ello,
señalando que su segunda venida será cuando haya una auge tremendo de esta
abominación: “Así mismo como sucedió en los días de Lot… así será el día en que el Hijo
del Hombre se manifieste” L XVIII 28-30.   Desde los días apostólicos hasta hoy, nunca ha
habido tal crecimiento de este pecado en los países de tradición  cristiana.  Esta ofensiva
masiva de Satanás en este campo de la pureza sexual es característico de los últimos 50
años.  El adulterio hace tiempo ya que ha sido legalizado por el divorcio, la fornicación es
el elemento principal en toda campaña publicitaria, y la homosexualidad está ya legalizada
en casí todos los países democráticos del mundo.  Estamos de hecho en una repetición de
los días de Lot a nivel mundial. ¡La profecía de Jesús esta cumpliéndose al pie de la letra! 
El consuelo para nosotros es que Jesús está por volver durante esta generación.  Ahora
¿cómo Satán puede hacer tragar ese camello de la sodomía al mundo, bajo el pretexto de
los derechos humanos?   Es algo asombroso que se compare el odio a este pecado
abominable al racismo. Y esto es el método para promocionar la sodomía como si fuera una
lucha contra el racismo.  La clave de esta política diabólica es intoxicar las mentes para
hacer creer que uno nace sodomita.  Es decir que el asunto es genético.  Para convencer a la
gente que tal disparate es verdadero, el diablo usa la imagen de la bestia: la televisión, el
cine.  Hollywood, la meca del cine esta empeñado en producir montones de películas que
sostienen la tesis genética de la homosexualidad.  Bajo una teoría seudo científica el mundo
se traga el gen de la sodomía, como ya se ha tragado el hombre mono de la evolución. 
“Haciéndose sabios se hicieron necios”.   Es que si un hombre nace sodomita o una mujer
nace lesbiana es igual que si naciera blanco, negro o amarillo; lo justo es aceptar y amar lo
que Dios (o el azar para los ateos) creó.  El leopardo no puede cambiar su color, ni el sueco,
ni el chino, ni el etíope. Discriminar una persona porque ha nacido negra es racismo, es
pecado, es abominable a los ojos de Jehová; el cual no hace acepción de personas.  El plan
de Satán es hacer creer con falsos argumentos científicos que existe otra raza humana que
no se distingue por su color sino por sus inclinaciones sexuales diferentes de lo común. 
Bajo estas premisas promueven el homosexualismo y condenarlo sería puro racismo y por
lo tanto injusticia condenable, odio perverso. Esta es la táctica básica de Satán para que el
mundo se transforme en una gran Sodoma y que la raza humana perezca otra vez bajo un
diluvio de fuego esta vez.   “Pero nosotros tenemos la palabra profética más segura a la que
hacemos bien en estar atentos como una antorcha que alumbra un lugar oscuro hasta que
esclarezca el día y el lucero de la mañana salga en nuestros corazones” 2P. I 19
Por la Escritura conocemos el origen de esta perversión sexual.  Pablo inspirado por el E.S.
nos lo explica detalladamente en Romanos I del verso 18 hasta el verso 32.  En este pasaje
se nos dice explícitamente que la homosexualidad no es hereditaria, no es genética; es
sencillamente un castigo de Dios sobre cierta clase de pecadores: “Dios los entregó a la
inmundicia en las concupiscencia de sus corazones de modo que deshonran entre sí sus
propios cuerpos... Por esto Dios los entregó a  pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza y de igual modo también los
hombres…Dios los entregó a una mente reprobada…” (v 24-26-28) Claro que no es Dios
directamente que obra en la mente de esta gente para que hagan cosas que sean contra
naturaleza. Lo único que hace es que les priva de una parte de su gracia común y esto da
entrada a los demonios especializados en la lujuria y en toda clase de depravaciones en el
comportamiento sexual.  Esos espíritus demoníacos se posesionan entonces de la mente y
del espíritu de aquellos rebeldes y los llevan en pos de vicios contra naturaleza.  La
fornicación y el adulterio no son pecados contra naturaleza, no requieren posesión
demoníaca.  La propia naturaleza caída del hombre lo lleva a estos pecados.  En cambio la
homosexualidad, la pedofilia y la bestialidad son los frutos de la actividad de los demonios
en el espíritu y mente de una cierta clase de pecadores.  No hay nada genético o hereditario;
son sencillamente casos de posesión que envilecen y quitan dignidad y honor a los que
padecen ese castigo infligido por demonios e ordenado por Dios.  Por  lo tanto no es nada
inmutable pues dice la Palabra: “Yo hiero y Yo sano”.  Tal como Dios impone el castigo,
así mismo puede levantarlo si es  de su beneplácito.    Algunos santos fueron victimas de
ese flagelo pero Dios los ha renovado: “las cosas viejas pasaron”; nuevas criaturas son en
Cristo Jesús.  No olvidemos todos  que “si Jehová de los ejércitos no nos hubiera dejado un
resto pequeño, como Sodoma fuéramos y semejantes a Gomorra”?.  Mientras que en Dios
hay perdón y renovación al alcance de cualquier pecador hundido que clama por
misericordia, el mundo cuyo príncipe es Satanás, se burla de esos hombres y mujeres que
han perdido su dignidad y honor haciéndoles creer que hay dignidad y honor en una
depravación y perversión sexual obrada por demonios! Ahora ¿quién son las victimas que
se han merecido tal castigo? Según nos dice Pablo en Romanos I, son personas que tienen
conocimiento de Dios (v21) pero que odian a Dios para hacerse ellos mismo como Dios
(v25).  Son impíos llenos de orgullo y de arrogancia: “antes del quebrantamiento es la
soberbia y antes de la caída la altivez de espíritu”.  Esto explica también porque los países
desarrollados como la U.E. y las EE.UU son los que promueven con tanto ahínco la
legalización y el matrimonio de los sodomitas.  Estas naciones son las que han alcanzado el
más alto nivel de alfabetización, , modernización, poderío, enriquecimiento.  Son los países 
que tienen el derecho de veto en la ONU.  Han recibido mucho de Jehová, pero ahora lo
niegan abiertamente y por su humanismo quieren hacerse como Dios a través de las
ciencias profanas y la tecnología.  “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas”.  Es
un hecho que todo país de cultura cristiana que alcanza el deseado nivel tecnológico para
que la televisión por cable y la Internet entren en todos los hogares, pronto se vuelve una
nueva Sodoma.  En cambio los países más pobres del mundo, como los de África negra, a
pesar de haber conocido el nombre de Jesús sin prestarle mucha atención, no padecen ese
castigo.  Pues no tienen nada para gloriarse y por lo tanto Jehová no les envía ese castigo de
la homosexualidad.  He viajado bastante por esos países y no he visto ni oído de esta clase
de réprobos.  Abundan fornicación, adulterio, prostitución, pero no hay casi sodomitas y
lesbianas  por la gracia de Dios.  El hombre blanco es el que tiende más a gloriarse por la
bendición de Noe sobre Sem y el hombre negro es el que se siente más abatido por la
maldición de Noe sobre Canaan (Gen IX 25 -26).  Por lo cual, el grupo que es más
susceptible de recibir el castigo de la homosexualidad es el blanco y el menos es el negro. 
Los hechos lo demuestran. ¡Id a París donde el alcalde es un sodomita famoso e id a
Burundi donde castigan tales personas!  ¡Hechos no solo palabras!  Así mismo fijaos en la
Historia de la Antigüedad.  En la edad de oro  de Grecia, tal pueblo era conocido por su
nivel cultural encima de los demás.  Tanto que el que no era griego era llamado bárbaro es
decir, persona ignorante.  La patria de la filosofía y de las artes en general era Grecia.  El
imperio romano que eran gente del campo y guerreros, “latinizaron” la cultura helénica
para apropiársela.  Tenían en gran estima el aporte griego a su cultura bárbara.  No
obstante  los famosos guerreros griegos, los famosos filósofos y artistas eran en gran parte
pederastas y hacían alarde de esa practica abominable.   La homosexualidad era
culturalmente aceptada en aquella sociedad tal como ahora lo es en la Unión Europea; el
nuevo imperio romano.

Ahora pues ¿para que nos sirve tal conocimiento? Creo que es útil tener esos datos para 2
propósitos.  1 es el campo de la evangelización.  Podemos evangelizar a mongólicos con
éxito pero sabemos que no se curaran de su enfermedad (excepto un milagro) porque es
genética. En cambio ganar un sodomita para Cristo es sanar una persona enteramente, y no
solo vencer la carne sino también al diablo.  Hay cura total para esas pobres personas cuyo
real problema no es la homosexualidad sino el orgullo y la arrogancia y todos los pecados y
vicios que enumera Romanos I del verso 29 al 31. En los cuales se complacen y
promueven: v 32. Pues ya que no les dan vergüenza practicar tales cosas, Dios  los entrega
a un pecado sobremaner5a vergonzoso. De hecho el ladrón puede jactarse de su astucia, el
adúltero de su encanto para seducir, el avaro de su cuenta bancaria, el violento de sus
peleas, el borracho de su cava, pero el sodomita no puede  jactarse de jugar el papel de
mujer, ni la lesbiana de jugar el papel de hombre. Aunque lo hacen y el mundo aplaude sus
desfiles y celebraciones del “gay pride”, a espaldas el mundo se rie de ellos porque es como
vestir una cerda de ropas costosísimas, adornarle el hocico y las patas con anillos y collares
de oro fino y presentarla a un reinado de belleza. Discurran lo que discurran; una cerda no
puede ser reina de belleza. Igualmente un hombre no puede ser una encantadora esposa. A
pesar de tratar de callar la voz de la razón con sofisticados argumentos, la verdad no dejar
de ser que todo esto es ridículo y vergonzoso. La homosexualidad es solo el fruto de una
actitud  altanera  y rebelde delante del Dios de la Biblia.  El problema no es mental ni
biológico, es espiritual.  La solución, la vacuna es espiritual y su nombre es  Jesucristo.
Antes de terminar quisiera haceros reparar en que esta gran Sodoma universal profetizada
por Jesús en su primera venida ha tenido sus fundamentos puestos por el espíritu de la
lujuria y de la fornicación.   Es obvio que la gran mayoría de los que están a favor de la
legalización de esta abominación no son ellos mismos sodomitas y lesbianas.   Ellos
quieren justificar esas lujurias abominables para abolir aun el pensamiento de que exista el
pecado de fornicación y de adulterio.  Es una forma de pensamiento “grandhiano”. A
Gandhi, el gran líder de la independencia de la India, le encantaba el sermón del monte y
siempre lo tenía a la mano y en la mente.

Pero por otra parte odiaba la doctrina del pecado original y de la expiación.  Con su
admiración y defensa de las obras de la fe escondía su odio al Cristo de los protestantes.
Así actúan nuestros líderes liberales y humanistas.  Defienden los derechos humanos para
poder revolcarse en la inmundicia y la perversión.  En efecto si el pecado contra naturaleza
es legalizado y protegido  por la ley ¿dónde aparecerá el pecado natural? ¡Ni se
mencionará! Recordad los que han leído “1984”; como el gobierno de estas naciones se
empeñaban en crear un nuevo idioma que consistía en simplificar a lo máximo el idioma
tradicional, quitándole palabras que pudieran expresar conceptos como libertad, amor,
independencia de tal manera que ni se podía traducir al nuevo idioma las constituciones
elaborados por los Reformadores. Con la legalización de la sodomía desaparecerán aún las
mismas palabras: fornicación, adulterio.  Esto es la meta de nuestros gobernadores pues si
pocos son sodomitas, casi todos son adulterios y fornicarios.  Hace 40 años, en mi familia y
en mi entorno no conocía de ningún adultero público es decir un divorciado casado otra
vez, y era escandaloso que una hija se casara sin ser virgen.  Era la norma, y el 95% de la
gente no era cristiana, eran casi todos ateos-católicos.  Hoy en día en 4 décadas se han
invertido las cosas.  Casi todos son fornicarios y adúlteros, y habrá 1% de vírgenes que se
casen y no divorcien.  ¿Qué pasó?  El diablo ha usado con eficacia una de sus armas
especiales: el audiovisual que es la imagen de la bestia (Ap XII 14-15).

Las masas han sido procesadas; se ha hecho un lavado de cerebro por medio de la
televisión. Tal como la fe viene por el oír, el pecado a menudo viene por el ver: Gen III 6. 
Películas, novelas, programas científicos (como national geografic, History Channel que
son fervientes evolucionistas) han inculcado que no hay nada vergonzoso en exponer y usar
nuestros órganos genitales como animales evolucionados.  Mujeres en minifalda, en
pantalones y desnudas es realmente tan común y normal como el sol y la luna y los
supermercados.  La castidad, la continencia, la abstinencia, el dominio propio sobre los
impulsos bajos, estos es cosa de monjes y monjas, o cosa del pasado para la inmensa
mayoría de la población de los países “desarrollados” (en el pecado).  La vida sexual es un
tema sagrado para el mundo moderno. La copulación sin normal éticas pero con normas
higiénicas es la gran lucha de los defensores del derecho humano.   En este ambiente de
orgía romana: ¿qué significa fornicación y adulterio?
¡Absolutamente nada! O más bien significa: hombre común del siglo XXI.  Y Jesús
llamaba a sus contemporáneos: “generación adultera”.  Hoy no se puede hablar de
generación adultera, sino de civilización depravada sexualmente.  Para tapar la depravación
masiva de las civilizaciones occidentales cuyos habitantes son fornicarios y adúlteros en el
90% es necesario promover una depravación más completa por lo cual el esfuerzo tan
significativo del nuevo presidente de los EE.UU y de Francia y Holanda en la ONU para
legalizar la sodomía.  En el reino de los ciegos, el tuerto es rey, dice un refrán.  ¡En una
sociedad donde se casan hombres con hombres y mujeres con mujeres, el adulterio y el
fornicario son santos!

Así que la gran meta de la civilización moderna es promover y banalizar tanto el


inmoralidad sexual que lleguemos a la amoralidad.  El cristianismo bíblico elimina el
pecado de la conciencia por medio de la fe en la sangre de Cristo.  La sociedad  moderna
elimina la conciencia de pecado, por medio de la televisión.  Así que supongo que esta
republica de África negra no tiene acceso a muchos canales de televisión. ¡Jehová Bendiga
Burundi!

El otro propósito es discernir los tiempos. Tal como la agonía tiene sus síntomas propios, el
fin del mundo tiene los suyos.  Y uno de los más evidentes síntomas es la propagación,
legalización, exaltación de ese flagelo.  El mundo esta volviéndose totalmente diabólico y
es aun probable que el Anticristo, el último presidente de la U.E. ( leer “las dos bestias” )
sea también un sodomita: Daniel XI.

De todas formas, esta actividad demoníaca tan visible nos recuerda que el tiempo se acerca,
que tenemos que predicar a tiempo y fuera de tiempo la salvación por fe sin obras;  el
evangelio eterno.  No perdamos el tiempo con la ecología, o las buenas obras de índole
social; la mies está madura, muchos sodomitas, lesbianas, fornicarios, adúlteros y
pecadores de todo tipo han de ser libertados por la Palabra de Verdad.  ¡Cristo viene en esta
generación no en la próxima!  Nuestra tarea es cortar las ligaduras de los prisioneros de
Satán con la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios.  No escatimemos los  esfuerzos.
Tal como Lot y sus hijas ; muchos han de escaparse del diluvio de fuego que ha de caer
pronto sobre la gran Sodoma internacional de nuestros últimos días. ¡Jehová nos use y nos
guarde!   Maranatha.

CON VESTIDOS DE OVEJAS

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas pero por
dentro son lobos rapaces” dice Jesús en M. VII 15. Esto es una advertencia sumamente útil
en los días de hoy.  Hace poco estaba con mi esposa escuchando un programa radial. El
tema era la gran comisión.  El locutor se esforzaba mostrando lo apremiante que es
anunciar a Jesús por doquier con gran ahínco y pasión.  El discurso era sencillo y ortodoxo;
ni aún mencionó la necesidad de estar afiliado a una denominación.  No obstante al tono de
la voz le faltaba pasión y al referirse a San Francisco de Asís me llegaron unas sospechas. 
Terminó el sermón sin rayar en ninguna herejía.  El contenido era limpio y aceptable para
cualquier cristiano verdadero.  ¡No obstante mis sospechas eran del todo fundadas: la
emisora se llamaba “Radio católica mundial”! 2 ó 3 días después hubo en el sitio donde
vivimos un retiro espiritual de un grupo evangélico trinitario. ¡Aquella noche no pudimos
dormir: eran neo-Pentecostés!  De las 6 de la tarde hasta las 2:30am  de la madrugada
hicieron bulla y a las 6h 30m reanudaron el espectáculo: gritos, llantos, brincos, caídas al
piso, bailes, aplausos  etc...  Pues hasta prefiero los borrachos que no os dejan dormir de
noche pero que por la mañana no madrugan (y no usan el nombre del Señor en vano). Estas
2 herejías; la católica romana y la neo pentecostal son las que producen la más grande
cantidad y la más peligrosa clase de lobos vestidos de ovejas.  Es cierto que existen también
los lobos que provienen de los Testigos de Jehová, de los mormones, del catolicismo
oriental, de la ciencia cristiana  etc.   Pero los que tienen el mejor vestido de oveja son los
católicos romanos y los neo Pentecostés trinitarios, por lo cual solo trataré de los 2 lobos
mayores.  ¿Cuál es el propósito de los lobos? Y ¿Cómo lo logran?

En la Biblia a menudo se usan metáforas claves como las del pastor, de las ovejas y de los
lobos.  El pastor es el mismo Señor  Jesús, o el obispo (pastor de la congregación), las
ovejas son los fieles, y los lobos los impíos que atacan a los creyentes.  El símil es
perfecto.  La meta del lobo es nutrirse matando ovejas. La meta de los curas y de los
pastores herejes es la misma: vivir a costillas de sus feligreses e impedir que tengan acceso
gratuito a los verdes prados del evangelio de gracia.  La Biblia manda a todo hombre
ganarse el pan con el sudor de su frente. Los predicadores del falso evangelio de Roma y de
Montana (el padre del neo-Pentecostalismo) ganan el pan, el vino, el aceite, la plata y el oro
con el sudor de las frentes de sus seguidores. Además de estas cosas materiales ganan
también poder, admiración, respeto, temor.   Como pequeños anticristos se sientan en el
templo de Dios (la iglesia) como Dios haciéndose pasar por Dios.  El cura quita el pecado
original mediante formulas mágicas que pronuncia sobre aguas bautismales y sigue después
bajando al mismo Jesús del cielo confinándolo en una galletita de harina en la misa, luego
con otros sacramentos vivifica y santifica a sus feligreses.  El pastor neo-Pentecostés
transmite el E.S. mediante la imposición de sus manos milagrosas, y le da ordenes.  La obra
teatral de ambos es de estilo completamente diferente pero no es más que una obra teatral
cuyo autor original es Satanás.  El resultado es que quitan la lana a las ovejas, y eso es su
meta principal, pues el dios de ellos es su vientre. ¿Ahora como logran este propósito?
Primero hay que aclarar que el mercado de la religión ha sido siempre próspero.  El
problema para Roma es guardar su clientela mientras que para los otros es conseguir nueva
clientela. El ecumenismo es la política católica romana para guardar a sus clientes.  Para 
que no se vayan a las otras denominaciones trinitarias tienen que imitarlas. Proponen ahora
a su clientela nuevas “obras de teatro”  al estilo neo-Pentecostés (esta clase la llaman
carismática) y aun tienen programas al estilo evangélico liberal.  Claro que tal como las
grandes empresas y bancos se fusionan; Roma sabe que el futuro está en una fusión con las
otras religiones conservando su supremacía y poder.  El Anticristo perfeccionará los
detalles… En cuanto a los neo-Pentecostés el método para sacar lana y conseguir nuevas
ovejas es fruto de un manejo profesional de la psicología.  Conocen los mecanismos de la
mente saben cuales son los deseos, anhelos, frustraciones, temores de la mente carnal.  No
son maestro en teología, son maestros en psicología. Muchos caen en sus redes, y aun
escogidos se quedan enlazados y presos por tiempos cortos o largos…

La advertencia de nuestro Señor Jesús es: “Guardaos”.  El sabía que surgirían muchos
falsos profetas y pastores.  Hoy en día estamos ya en la Apostasía.  Nos toca ser muy
cautelosos.  La primera medida para no caer en la trampa de esos mercaderes de la Palabra
es no ir a ninguna iglesia local, sea lo que sea la denominación: “Salid de ella (Babilonia:
las iglesias evangélicas apostatas) pueblo mío, para que no participéis de sus pecados”.  La
segunda medida es crecer en el conocimiento de Dios y esto implica imprescindiblemente
estar bien fundamentado en la doctrina de la fe: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina;
persiste en ello. Pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”.  (1Tim IV
16).
En efecto aunque los lobos presiden las congregaciones siempre buscan aumentar sus
ganancias y salen de sus templos buscando a quien engañar.
Un conocimiento sólido de los 5 puntos claves del calvinismo (1 depravación total, 2
elección incondicional, 3 expiación limitada, 4 gracia irresistible, 5 perseverancia de los
santos)  y una conciencia atada a las 2 columnas de protestantismo original:  Sola fide, Sola
Scriptura, son la vacuna eficaz contra esta plaga.  Hay un refrán que dice que la mejor
defensa es el ataque.  Creo que en este caso es muy oportuno, pues la táctica del enemigo es
en ambos casos (católico y neo-Pentecostés) presentarse con cierta ortodoxia anunciando a
Jesús como verdadero Dios y verdadero hombre.  Tapan su mario latría y su herejía bajo
unos dogmas esenciales.  Si uno se queda en los rudimentos de nuestro Camino no se
percatará del engaño que se esconde detrás de su aparente ortodoxia.  Ellos evitarán toda
controversia tocante la autoridad suprema, infalible y exclusiva de la Biblia, o la corrupción
total de la naturaleza humana o de la salvación por fe sin obras.  Lo que les interesa es
vuestra plata y vuestra sumisión.  A lo más alto nivel puede ser satanismo declarado, más
abajo es puro negocio.  De todas formas es mejor prevenir que curar por lo cual cada vez
que me topo con una supuesta oveja del Señor Jesús, investigo de una vez que es
exactamente la doctrina que profesa tal persona. A tal Cristo tal doctrina; pues hay muchos
falsos cristos que nos rodean y solo la doctrina revela el Cristo verdadero de la Escritura tal
como lo asimilaban los apóstoles, Atanasio, Agustín, Wiclef, Lutero, Calvino.  Como bien
dijo C.H. Spurgeon: “La antigua verdad que san Pablo predicó, que San Agustín predicó, y
que Calvino predicó, es la verdad que yo también debo predicar.  De no hacerlo, dejaría de
se fiel a mi conciencia y a mi Dios”. Estamos en guerra mientras no vuelva el Rey, el león
de la tribu de Juda en persona propia.  Las 2 bestias ya han vencido a los santos (leer
archivo No. 1); pues tal como Juda y Jerusalem fueron destruidos por las legiones de
Vespasio en el año 70 A.D., igualmente hoy las antiguas iglesias protestantes fieles a la
Palabra de Dios han sido aniquiladas mediante la infiltración de los lobos vestidos de
ovejas.  Tal como existió la diáspora judía, hoy existe la diáspora cristiana.  Durante casi
2000 años los judíos no han podido tener su templo ni presentar sus ofrendas conforme a la
ley de Moisés, igualmente hoy en día el cristiano nacido de nuevo y de ojos abiertos no
puede congregarse como se solía hacer antaño.   Hemos sido expulsados de las iglesias
locales por el enemigo que se ha tomado el púlpito.  No obstante “donde abunda el pecado,
sobreabunda la gracia”.  A fuera del redil de la iglesia local nos toca buscar ayuda para
asimilar, dirigir, rumiar correctamente la Palabra de Dios.   Nos toca devorar los escritos de
los grandes maestros en las librerías, bibliotecas, en la Internet.  “La ciencia aumentará”
dice la Biblia, hablando de los últimos días.  Y es lo que está ocurriendo.  La comunión de
los santos que era antaño casi limitada a la iglesia local, se ha internacionalizado mediante
los medios de comunicación modernos.  La gracia de Dios y la ira venidera están siendo
notificadas hasta los confines de la tierra.  Pero sabemos que pronto se acabará el día de
gracia y vendrá el día de la ira.  Pronto los mismo lobos vestidos de ovejas se encargarán de
criminalizar el protestantismo fundamentalista quitándonos el acceso a los medio de
comunicación modernos.  Aprovechemos pues el buen tiempo porque los días son malos. 
A la pax Americana le seguirá la segunda versión de la pax Romana, que puede superar
novelas como “1984” de George Orwell o “Brave new World” de Aldous Huxley.  La
realidad supera la ficción, por ello creer y entender lo que anuncia la Biblia no es común
“pues la fe no es de todos”.  “Guardaos de los falsos profetas…”  es una advertencia muy
importante.  No se sabe cuanto tiempo vamos a poder gozar de la libertad que nos han
comprado a precio de sangre nuestros mártires de la Reforma Protestante.  Estados Unidos
que era el campeón de la defensa de la libertad está siendo arrastrado hacia el pensamiento
humanista de la Unión Europea.  Con Obama, la gran nación protestante está cayendo
definitivamente en la gran Apostasía.  Pronto serán legalizados los abortos y los
matrimonios de sodomitas y lesbianas, pronto serán castigados los defensores de los valores
éticos de la religión cristiana bajo el cargo de intolerancia, odio y racismo (¡Como si el
homosexualismo fuera una raza!).  Hasta he oído que este presidente quiere proponer una
moneda única universal.  ¡Será el Euro, sin menor sombra de duda!  La segunda bestia
EE.UU. “ejerce toda la autoridad de la primera bestia (U.E o nuevo imperio romano)en
presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, y
hacia que a todos pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una
marca en la mano derecha o en la frente (un microchip injertado bajo la piel) y que tuviese
la marca (dinero electrónico, mismo chip), o el nombre (euro es la moneda de la Unión
Europea) o el número de su nombre (que es 666,el cual será escrito sobre todo cheque)” 
Ap XIII 12,16,17.

Esta gran recesión ampliamente anunciada puede ser el catalizador de todas estas
profecías.  Así que tengamos cuidado, pues unos dicen que el arrebatamiento es ante de la
gran tribulación, otros dicen que es en la mitad y otros al fin.  Yo no sé, pero sea lo que sea,
creo que es prudente empezar a almacenar las informaciones, las enseñanzas, el
conocimiento que ahora es tan fácilmente disponible.  Pues de un día a otro puede
desaparecer de la radio y de la Internet tal conocimiento, y puede ser muy útil y alentador
para los creyentes que han de pasar por la gran tribulación, que sean judíos o gentiles: 
“compra la verdad, y no las vendas: la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia” Pr XXIII
23.

Hay también otro enfoque en este “guardaos de los falsos profetas”.  Sabemos que los
elegidos nunca se perderán pues tienen vida eterna, pero no tenemos tiempo eterno en este
sistema de cosas.  Tenemos un tiempo muy limitado.   Por lo cual dice la Biblia:
“Aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”.  Consecuentemente esos falsos
profetas pueden hacernos perder el tiempo, distrayendo nuestra mente  de las cosas
necesarias y haciéndola divagar en cosas fútiles.  Nos proponen preocuparnos de la
ecología, de la justicia social, de la salud pública, de las hambrunas etc. Y es cierto que nos
duele ver todos estos flagelos.  Los católicos no dejan de hablar de injusticia social (cuando
el Vaticano tiene más oro que la reserva federal de los EE.UU), los neopentecostes solo
piensan en salud física y prosperidad económica, y el resto se preocupa del calentamiento
global.  ¡Pero guardaos de estos falsos profetas!  Lo único que hacen es distraernos de la
meta nuestra: predicar el evangelio de salvación por fe excluyendo obras.  (Pues la
salvación produce sus obras, pero jamás obra humana alguna producirá salvación).  Todos
los problemas de la humanidad y de la creación entera provienen del pecado original y de
los pecados personales: “la paga del pe      cado es la muerte”.  El calentamiento global por
ejemplo proviene de la industrialización masiva.  Esta industrialización tiene por meta
producir bienes de consumo.  Y estos bienes son para la satisfacción de los deseos carnales
que nunca serán satisfechos.  Cualquier problema que tengamos tiene por origen el pecado. 
Y la única cura para el pecado es la fe personal depositada en la sangre de Cristo: Así que
hermanos no perdamos este precioso tiempo intentando sanar las hojas del árbol enfermo
una por una.  Vayamos a la raíz, de todas las dolencias que es el pecado.  Prediquemos a
Cristo Jesús de forma práctica y con denuedo.
No desperdiciemos el tiempo: “guardaos de los falsos profetas”

Nosotros los protestantes verdaderos es decir arraigados en las doctrinas esenciales de la


Reforma del siglo XVI, proclamamos y predicamos lo que se llama la teología de la Cruz. 
A la verdad no nos interesa ni la infancia, ni la adolescencia de Jesús  y mucho menos la
vida de sus familiares excepto desde un punto de vista profético.  Lo que nos interesa
sumamente es el crucificado como dice Pablo : “y cuando fui a vosotros para anunciaros el
testimonio de Dios no fui con excelencia de palabras o de sabiduría pues me propuse no
saber cosa alguna entre vosotros sino a Jesucristo y a este crucificado”.

Es cierto que nos interesa sumamente también el Cristo resucitado y glorificado pero es la
consecuencia, el fruto de la crucifixión.   De la muerte de cruz del único justo que piso esta
tierra depende la vida nuestra y vida eterna.  Se puede enfocar de muchas maneras la
muerte espantosa que sufrió nuestro bendito Salvador: No obstante la más importante sin
duda es la que está enfocada en el aspecto jurídico.  Lo que llamamos la justificación
forense.  La justificación forense es la base del “sola fide” de Lutero, es la esencia de la
teología de la Cruz.  El que no ha entendido que la salvación eterna es una cuestión de
justicia, de juicio, de tribunal, de ley, de juez, y de abogado, no ha entendido el evangelio,
es un pobre ignorante que bien puede ser salvo (pues la salvación no es por conocimiento),
pero que es inútil, débil y sujeto a toda clase de caídas.  “Justicia y juicio son la morada de
tu trono” dice la Escritura.  El evangelio verdadero es el arreglo de un grave problema en la
justicia divina. El asunto es puramente jurídico.  La Biblia, Cristo, el cristianismo son la
respuesta adecuada para el único problema real que enfrenta toda la humanidad: el día del
Juicio.   La justificación exclusivamente por fe en la muerte del sustituto nazareno es el
mensaje central y salvador de la Palabra de Dios.  Lo demás no se puede olvidar, pero ¡aquí
está la perla de gran precio!  No es mi intención tratar el tema de la justificación forense. 
Muchos grandes teólogos y evangelistas lo han tratado muy a menudo y de forma clara. 
¿quién soy yo para agregar algo? ¡Os aconsejo leer Martin Lutero sobre este tema, es el
mejor a mi parecer!  Quiero con la ayuda de Dios Espíritu Santo enfocar la Cruz desde su
aspecto práctico en la vida cotidiana del creyente:  la vivencia bajo la Cruz de Cristo es el
tema de mi meditación.  Otros mucho mejor que yo han tratado este aspecto de la cruz; y el
que más me ayudó a entenderlo ha sido Watchman Nee.  Sin embargo es un aspecto donde
cada uno puede agregar su grano de arena, pues la vivencia bajo la Cruz tiene un aspecto
muy personal a pesar de ser regido por principios comunes a todos.

Ccómo definir la vivencia bajo la Cruz?  El apóstol Pablo la define perfectamente en pocas
palabras inspiradas por el E.S.: “sabiendo esto que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con el, para que el cuerpo del pecado sea destruido a fin de que no sirvamos
mas al pecado… Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios
en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Ro XI 6-11).   Llevar su cruz no es lo que la mayoría de los
cristianos se imaginan.  No es buscar vivir las duras experiencias por las cuales paso Jesús
o sus grandes predecesores o seguidores.  No es ayunar, orar durante horas, hacer votos de
castidad, de pobreza, de sumisión a un ideal o a una secta.   Esto no es llevar su cruz.  Esto
es doctrina diabólica, católica romana por excelencia.  Tal como el diablo propone a través
de las falsas iglesias (y todas son falsas hoy en día) una salvación con obras o por obras,
igualmente enseña que llevar su cruz es sufrir los rigores de la vida de Jesús.  Llevar su
cruz no es sufrir imitando lo inimitable de la vida de nuestro Señor.  ¡Esto es dramática
payasada que raya en la blasfemia! El pobre Francisco de Asís fue el triste campeón de esta
doctrina diabólica. Llevar su cruz es como dice Pablo en Ro XI 6 y 11 primeramente saber
y luego considerar.  Tratemos del saber.
  Es saber que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo.  Pero hay que
saber primero que el cristiano en su peregrinaje terrenal es una persona dividida.  Es una
especie de Doctor Jekill y Mister Hide.   Es un diablo y un santo a la vez.  Es un hombre
viejo y un hombre nuevo.  Es un hombre celestial espiritual y al mismo tiempo un hombre
terrenal y diabólico.  El inconverso no vive tal situación es sencillamente terrenal y
diabólico. Por la gracia común, Dios le ha concedido una conciencia básica de su Creador y
de ciertas leyes que permiten que no se exterminen uno a otro automáticamente.  No es que
el hombre común no desee exterminar  a su vecino, violarle su mujer, quitarle sus bienes y
esclavizar a sus hijos.  Esto es su deseo intimo y secreto: “engañoso es el corazón  del
hombre más que todas las cosas y perverso…”  lo que pasa es que por la gracia común de
Dios se da cuenta que no le conviene actuar así públicamente, pues sería imposible vivir en
sociedad y gozar de los bienes de la civilización.  Así que por convivencia y convenio se
viste de las prendas del hombre civilizado:  cultura, moral, obediencia exterior a las leyes
del gobierno, humanismo, cristianismo tradicional, induismo, islamismo etc… Pero debajo
del traje exterior (tal como Jehová le concedió a Adán y a Eva túnicas de pieles para tapar
su vergüenza: Gen III 21) siempre esta la fiera diabólica que odia al Dios vivo y verdadero.

Esto es el hombre natural y civilizado “muerto en delitos y pecados, un hijo de Satanás, un


ser malvado, peligroso y depravado totalmente por la sencilla razón de que tiene conciencia
que existe un Dios de justicia pero lo odia y en vez de odiarse a si mismo se esfuerza
durante su peregrinaje hacia el tribunal supremo en creer en contra de su conciencia básica
que los problemas están en el traje, que están afuera y no adentro, en su propio corazón. 
En el lado opuesto está el hombre nacido de nuevo por la Palabra de Dios aplicada a su
conciencia por el E.S.  Este hombre regenerado ha recibido un golpe de espada que es la
Palabra de Dios, la cual ha dividido su alma y su espíritu: “porque la Palabra de Dios es
viva y eficaz y mas cortante que una espada de doble filo, penetrante hasta partir el alma y
el espíritu.”   De ahí en adelante es un hombre dividido: su alma y su espíritu han sido
separados.  En su alma ve la presencia del viejo hombre y en su espíritu se ve la presencia 
de su nuevo hombre.  El alma que es intelecto, afecto y voluntad egocéntrica y esclava del
pecado, ha de ser purgada y transformada.  Esta alma formada en maldad y en pecado
concebida, ha de dejar el mando al espíritu que es conciencia, intuición  y voluntad
espontánea y sensible al E.S.  El alma no ha de ser destruida sino renovada y transformada. 
Ella es la morada del viejo hombre.  El viejo hombre la ha moldeado conforme a su
naturaleza podrida. El viejo hombre es el hombre terrenal cuyo dios es su vientre, cuya
gloria su vergüenza, que solo piensa en lo terrenal.   Este hombre terrenal, este viejo Adán,
esta herencia genética contaminada por el pecado original, es lo que el creyente era antes de
ser conocido por Dios.    Era mi naturaleza, mi yo.  Este yo terrenal y diabólico solo se
deleitaba en exaltarse a si mismo y satisfacer todos los deseos que podían despertar sus
órganos físicos y su mente depravada y sus afectos contaminados.  El alma en su estado
natural  ha crecido en un mundo contaminado y vendido al pecado.  El príncipe del mundo
es Satán, y el afecto, el pensamiento y la voluntad (noluntad diría Martín Lutero) han sido
moldeados dentro de sus dominios.  Se ha desarrollado el hombre viejo que vive “conforme
al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia”.  Pero
mientras que el inconverso vive únicamente esta realidad anímica  del viejo hombre, el
creyente ha empezado a vivir otra realidad en su espíritu. Su conciencia ha sido iluminada y
totalmente despertada a la realidad eterna y absoluta.   Es consciente de que Jesús es el
camino,  la verdad y la vida y de que su antigua manera de pensar, gozar y actuar es una
locura, una abominación, una rebelión contra Dios.   Es consciente de que su antigua
naturaleza es completamente pecaminosa y de que “la paga del pecado es la muerte”.  Sabe
que Cristo Jesús murió como sustituto suyo en la cruz del calvario.  Sabe que Cristo no
murió por ningún pecado propio sino por los que el creyente ha cometido, comete y
cometerá a causa de  la naturaleza pecaminosa que lleva en su cuerpo y alma.  Sabe que
Cristo Jesús fue clavado en una cruz en su lugar.  Así que  sabe que el lugar que le
corresponde a su vieja personalidad heredada de sus padres es el lugar de la ejecución.  Al
mentiroso, al ladrón, al adultero, al asesino, al ególatra el lugar que le corresponde es el
cadalso.  Cristo Jesús fue a la cruz a recibir lo merecido de la naturaleza humana caída.  El
nos representa en la cruz, la cruz es el sitio que le conviene a nuestro viejo hombre, la cruz
es lo que exige la justicia divina a nuestro yo terrenal.  Dios ha planeado crearnos de nuevo
en Cristo Jesús. Pero en esta nueva creación no tiene arte  ni parte el yo terrenal.  Un nuevo
yo espiritual  esta siendo formado por el E.S. el cual se rige por la conciencia y no más por
los afectos terrenales que llenan y guían el alma.  Es necesario pues saber que el viejo
hombre no tiene futuro, o mas bien su futuro es la destrucción total en el día de la
resurrección.  De la crucifixión de Cristo adquirimos no solamente la justificación forense
sino también este saber: que no hay ninguna esperanza para el hombre terrenal, que el único
sitio adecuado para el es el cadalso mientras viva.   Por lo cual dice el E.S. por boca de
Pablo: “ sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado justamente con el”.
El hombre egocéntrico no tiene ningún futuro, ya fue definitivamente condenado en el
calvario.  Esto es el significado de la cruz para el creyente en cuanto a su yo antiguo,
terrenal y diabólico.

Ahora una cosa es saber, otra cosa es vivir conforme a nuestro conocimiento.  Saber lo que
significa la cruz para el ego no es llevar su cruz. Llevar su cruz es saber y considerar.
   La vivencia de la cruz es usar este saber para mantener en su debido sitio mi vieja
naturaleza pecaminosa.   Es un proceso mental continuo:  “Así también vosotros 
consideraos muertos al pecado”. Tenemos que tener siempre en mente que siendo cristiano
nacido de la Palabra de Dios por el E.S., no podemos actuar, pensar, hablar conforme a
nuestra naturaleza anterior.   Esta ha sido condenada, delante de Dios es ya sepultada pues
“El llama las cosas que no son como si fueran”.  Tenemos que considerarnos muertos al
pecado.  Bien dijo M. Lutero:   “como creyente nosotros todavía no nos hemos despegado
completamente de nuestra naturaleza pecaminosa, y aun tenemos inclinación hacia el
pecado.  No amamos y tenemos a Dios lo suficiente.  Nos dejamos llevar por el enojo, la
envidia, la impaciencia, la inmoralidad sexual y otros malos impulsos.  Pero no actuamos
según estos impulsos porque como Pablo dice, crucificamos nuestra naturaleza pecaminosa
con sus pasiones y deseos.   Suprimir la maldad, ayunar o ejercitar otras disciplinas
espirituales no es suficiente  para crucificar la naturaleza pecaminosa.   Solo sucede cuando
vivimos por el Espíritu.  Las amenazas de Dios de castigar el pecado también sirven como
una advertencia y nos infunden miedo a pecar.  Armados con la Palabra de Dios, la fe y la
oración, nos rehusamos a ceder a los deseos de la naturaleza pecaminosa.  Al resistir a la
naturaleza  de esta forma, clavamos sus deseos y antojos en la Cruz  para que la naturaleza
pecaminosa, (a pesar de que aún esta viva y se mueve) no pueda lograr lo que quiere, ya
que esta clavada manos y pies en la Cruz.  En resumen debemos crucificar la naturaleza
pecaminosa mientras vivamos en la tierra.  Esto significa que somos conscientes de sus
deseos pero no los obedecemos.  Con la armadura de Dios y las armas espirituales  de la fe,
la esperanza y la espada del Espíritu, peleamos contra la naturaleza pecaminosa, y con estos
clavos la clavamos a la Cruz para que se sujete al Espíritu.  Cuando morimos, dejamos la
naturaleza pecaminosa por completo.  Cuando resucitemos, tendremos una naturaleza pura,
sin pasiones ni anhelos pecaminosos”.  Así que mientras vivimos arrastramos con nosotros
el viejo yo, el “Mr Hide”.  Pero considerando constantemente que merece la muerte y que
la recibió ya en la persona de Cristo: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado”, colocamos nuestra vieja naturaleza en el sitio adecuado para ella : en la Cruz,
donde clavada por la Palabra de Dios, la fe, la esperanza la mantenemos inmóvil inoperante
y agonizante. En efecto no puede considerar mis deseos pecaminosos como algo horrible y
al mismo tiempo saciarlos, porque la consideración de lo que merece el cumplimiento del
pecado es obra del E.S. en mi espíritu y El no me da solamente el considerar mi naturaleza
corrupta sino que me da el poder de clavarla en su debido sitio : “Porque los que hemos
muerto al pecado ¿cómo viviremos aun en el?”  En efecto  cuando por los ojos de la fe nos
vemos condenados y ejecutados en la persona de Jesús crucificado , como es posible seguir
practicando el pecado?    Un muerto, o una persona agonizante, no puede actuar en ninguna
manera.  Si sigue activa es una contradicción que niega la fe, es una forma de apostasía
abierta.  Así que es cierto que anhelamos la destrucción total del yo carnal, pero nos toca
mientras vivimos asegurarnos de que siga sin  cesar el proceso de agonía del asqueroso Mr
Hide.  Y esto es mediante una actitud mental dictada por la Palabra de Dios con versos
como: “consideraos muerto al pecado” (Ro VI 11),”pero lo que son de Cristo han
crucificado la carne” (Gal V 24),  “ya no vivo yo mas Cristo vive en mi”.

Esta meditación constante de la Palabra, mantiene despierta la conciencia, paraliza el viejo


hombre, lo clava en la Cruz y alimenta el nuevo hombre.
Por ende llevar su cruz es mediante una meditación o consideración constante de lo que
declara la Palabra de Dios concerniente la naturaleza heredada de mis padres biológicos. Es
mantener bajo condenación, vergüenza, y agonía continua mi lado egocéntrico. De esta
disposición mental y espiritual surgen conflictos : “el deseo de la carne es contra el espíritu
y el del espíritu contra la carne, y estos se oponen entre si para que no hagáis lo que
queráis.”  Pero los conflictos no son la vivencia de la Cruz, los conflictos son los productos
de esta vivencia, que es una actitud mental constante, que mantiene despierta la conciencia
de Cristo y la nutre para que sea más y más consciente ; pues la Palabra de Dios es espíritu
y vida.  Tomemos por ejemplo Gal II 19-20 : “Porque yo por la ley soy muerto para la ley a
fin de vivir para Dios.  Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo mas vive
Cristo en mi, y lo que vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a si mismo por mi.”
Como ya lo dije llevar su Cruz es saber y considerar.  Tengo que saber lo que significan
estos 2 versos.  Es menester que entienda lo que quiere decir : “por la ley soy muerto para
la ley.”  (Esto lo explica el verso siguiente).  Si entiendo que la ley me ha condenado a
muerte y que Cristo ha sido ejecutado en mi lugar ,entonces sé  que para la ley ya no existo:
pues ya no le debo nada.  Y el saber y creer esto es obra del E.S. y por lo tanto Cristo vive
en mi.   Y si Cristo vive en mi tengo poder sobre el agonizante ego pecaminoso que todavía
tengo para mantenerlo en su debido sitio de ejecución por la fe.   Sabiendo eso, lo que me
toca es seguir considerándolo constantemente, no dejándome mover de la esperanza del
evangelio.  Por lo cual dice el E.S.: “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos  unos a otros en toda sabiduría...”

Que Dios el E.S. nos dé siempre de mirar a la Cruz para ver cuan grande es su amor para
con nosotros en Cristo Jesús, y cuan justo necesario y bueno es que agonice y muera para
siempre ese viejo y asqueroso Gilbert Hide. 

Hace poco estuve visitando a un hermano y amigo. Este estimado hermano en la fe


calvinista tiene también un programa en la Internet: www.misioncristianareformada.com.
Tuvimos una pequeña controversia sobre la manera como Dios envía su Evangelio hasta los
confines de la tierra. Armando sostenía  que Jehová  siempre usa ministros capacitados para
notificar al mundo las buenas nuevas, mientras que yo afirmaba que no siempre es así, sino
que “si estos callaran, las piedras clamarían” LucasXIX 40.

Es cierto que para llegar al conocimiento doctrinal del evangelio y para alcanzar  la
sabiduría de Cristo hay que pasar  por los maestros instituidos por Dios  a lo largo de la era
cristiana. Si uno fuera tan genial como Agustín podría alcanzar cierta madurez con solo el
estudio de la Palabra de Dios. No obstante se quedaría enano espiritual en comparación con
el creyente normal que ha acudido a las enseñanzas de los maestros que surgieron de la
Reforma. Hay un progreso en el dogma y la revelación de muchas doctrinas ha sido
progresiva. Lo que llamamos calvinismo es la maduración de la soteriología  subjetiva; es
decir los beneficios que recibe el creyente de la obra ex piadora de Cristo en la cruz, y de la
hamartologia entre otras cosas. Así que no niego lo impredecible de los ministros  y
maestros de la Palabra.

 La madurez y el conocimiento  profundo y la sabiduría pasan por la comunión de los


santos  con sus grandes maestros y eruditos. Lo que si niego es que ellos sean
indispensables para alcanzar la salvación ,la cual se ofrece únicamente en el evangelio y !en
el evangelio crudo!.

Hay un solo evangelio eterno, no hay otros evangelios. Pero este evangelio único y
verdadero tiene una profundidad, una anchura, una altura infinita. Ahora bien el propósito
esencial del evangelio es la salvación  de las almas; “El (Dios) de su voluntad nos hizo
nacer por la Palabra de verdad para que seamos primicias de sus criaturas”  Sant  I 18.
¿Cuanta palabra de verdad he de asimilar para nacer de nuevo?. ¿He  de pasar por
sacramentos, he de entender un número mínimo de doctrinas? ¿Cual es el requisito mínimo
para ser salvo? El requisito mínimo es lo que llamo  el evangelio crudo. ¡Que es el
evangelio crudo? Una sola palabra: JESUS. Desde los tiempos apostólicos “no hay otro
nombre dado a los hombres debajo del cielo en que podamos ser salvos”  La salvación se
encuentra en un hombre no en una doctrina. Este hombre se llama Jesús y es oriundo de
Nazaret.

El que cree que  Jesús es su único Salvador y Señor tiene vida eterna: El mismo lo dice “de
cierto os digo el que cree en mi tiene vida eterna” Ahora hay que discernir entre creencia y
fe: “Por gracia son salvos, por medio de la fe...” La creencia es un Jesús procedente de
cierta tradición religiosa y esta tradición aun reformada no salva.  Solo salva la fe “y esto
no de vosotros, pues es don de Dios”. La fe como don de Dios es lo que salva. La fe de mis
abuelos no me va a salvar, es la fe recibida  personalmente del E.S. que me salva. Esta fe
salvadora es una revelación del E.S. a nuestro espíritu (el cual es : conciencia, intuición y
voluntad espontáneamente sometida a la Palabra de Dios). Cuando mi conciencia queda
iluminada por el hecho de que Jesús es mi  luz, mi todo, entonces soy hecho hijo de Dios.
Esto no significa que he sido instruido en las grandes doctrinas básicas del cristianismo.
Solo significa que he encontrado la solución a la miseria que hundía mi vida en
desesperación. No es preciso que sepa muchas cosas sobre Jesús, lo único que he de saber
es que es un hombre y mucho más que un hombre!

Este hombre es: ” ¡Señor mío y Dios mío!” como dijo Tomas (J. XX 28). Así que el
evangelio crudo  no apela al intelecto, apela a la conciencia únicamente. El evangelio crudo
revela  el nombre del Dios – Hombre:  Jesús. Nada más y nada menos. El Espíritu Santo
aplica este evangelio a las conciencias  en formas diversas  según las dispensaciones. Puede
usar una piedra  donde esta  grabado el Nombre de Jesús, puede usar una niñita cantando el
Nombre de Jesús, puede usar una hoja de papel caída en el camino donde esta escrito el
Nombre de Jesús, puede usar  la radio, la Internet , los teólogos,(hasta puede hablar
directamente el E,S) . Excepto los demonios, todo lo puede usar. Muchos se preguntaban
como fue que Francia  en poco años casi se volvió protestante en el siglo XVI. La respuesta
fue que por medio de Salmos cantados en francés muchos dejaron la idolatría romanista.  
El salmo exitoso fue entonces el numero 115.  C.H. Spurgeon cuenta que nació de nuevo al
oír “mirad a mi y sed salvos todos los términos de la tierra”  Miró a Jesús y fue salvo. El
evangelio crudo es  sencillamente un hombre cuyo nombre es Jesús. Recibir este nombre
como la gran Solución,  como el anhelo del corazón, es la salvación : “mas a todos los que
le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios ...”
La mediación de los ministros de la Palabra no es  imprescindible ; la samaritana  
comunicó el nombre  de Jesús a   sus conciudadanos antes que Jesús mismo  se comunicara
con ellos. Este evangelio en su forma más básica, este evangelio crudo puede ser recibido
por niños , por ancianos, por discapacitados mentales pues no necesita el uso de la mente,
es un rayo de luz que alumbra la conciencia del oyente con una sola palabra: JESUS. Ahora
bien el evangelio crudo es una  persona: la persona humana y divina de Jesús que ilumina la
consciencia, pero el evangelio completo es además la persona de Jesús en su humanidad y
divinidad analizada por la mente y “otras muchas cosas que hizo Jesús las cuales si se
escribieran una por una    pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían
de escribir.” J. XXI 25. El evangelio es uno solo pero el conocimiento que adquirimos por
el E.S. y la Palabra de Dios lo vuelve de crudo a completo. Y esta es la característica del
verdadero evangelio el que se recibe por revelación  del E.S que
con el tiempo y el estudio y la ayuda de los verdaderos maestros se vuelve un río
impetuoso.
Era al principio un vaso de agua que sació mi sed en el desierto del mundo donde me
arrastraba agonizando, y se ha vuelto un río inmenso que me lleva hacia una ciudad
celestial de donde procede. ¡El evangelio es agua de vida ; se empieza por un vaso y
después uno se encuentra navegando en un río!. El evangelio tiene un fundamento:
Jesucristo y también tiene un edificio puesto encima, edificio hecho en materiales nobles
como oro, pues es obra divina, como plata; es precio de sangre, y perlas preciosas que son
la participación de los santos  en los sufrimientos de Cristo 1 Cor III 11.12 . Pero el
fundamento es Jesucristo, y si ya no queda perito arquitecto para ponerlo, de la boca de los
niños y de los que maman se fundará! S VIII 2. En cuanto al edificio que se construye
encima, esto ha de ser hecho por verdaderos maestros de la Palabra, pues tal como el
fundamento es Jesus, el edificio es doctrinas acerca de Jesús y sus obras. Esto es el
evangelio “crudo” y se puede sacar dos aplicaciones. Una es práctica y otra es escatológica.

La aplicación practica, es que para anunciar a Jesús, no hay que esperar o graduarse en un 
seminario bíblico. El que ha recibido a Jesús en su espíritu está mandado a proclamar  el
Santo Nombre, donde  quiera que vaya: “ El que cree en mi, como dice la Escritura, de su
interior, correrán ríos de agua viva” J VII 38. Si hemos recibido el testimonio del E.S
acerca de Jesús en nuestro espíritu, el mismo  E.S nos impulsará a proclamar el Nombre de
nuestro Salvador. No estorbemos al E.S con requisitos falsos ,(estoy hablando de proclamar
el Nombre de Jesús, no de enseñar las doctrinas que los ,maestros y evangelistas han de
exponer debidamente).

La otra aplicación es escatológica. Si a todas las naciones les ha sido notificado que Jesús
es el Señor, entonces el evangelio “crudo” les ha sido anunciado. Que no haya sido recibido
es una cosa pero que ha sido anunciado esto es evidente. Por ende no pasará esta
generación sin que vuelva el Rey de reyes: Mat. XXIV 14. ¡Decidme por favor si existe
todavía una nación que no ha oído que Jesús es el Rey de los cristianos! Creo que no; pues
los medios modernos de comunicación han anulado muros y distancias. Así que si el
evangelio es fundamentalmente Jesucristo entonces, el Rey esta por venir, tardara a lo
máximo unas 6 décadas. Pero si el evangelio es Jesucristo y todo el edificio (ciertamente
preciosísimo)  de sus doctrinas, entonces estamos todavía lejos de la Parusía.

 Terminaré con mi experiencia personal. Como cualquier  nacido por la Palabra de verdad,
mi gozo y mi deleite después de proclamar  a Jesús es crecer en el conocimiento doctrinal
de mi Señor. Después de pescar un alma, el gozo máximo para mi es estudiar doctrinas
bíblicas. Pero como dice la Biblia : “ el conocimiento envanece, mas  el amor edifica”, por
lo cual no estemos envanecidos en nuestro conocimiento sino que estemos siempre listos
para anunciar sencillamente a Jesucristo y a este crucificado (los que tenemos
conocimiento)  . Primero el amor a Dios y a nuestro prójimo y luego  el crecimiento en el
conocimiento de  Dios. Así lo declara la Palabra de Dios: “ y esto pido en oración que
vuestro amor  aun abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento” (Fil I 9.)
¿Para que  devorar libros o enciclopedias sobre la pesca, si nunca  he podido sacar un
pescado?
“Mejor un pájaro en la mano que 10 volando”. Es cierto que los hombres que Dios usó para
grandes cosas eran o llegaron a ser eruditas. Pero esos eran los generales de Dios. Hoy en
día la Bestia: el catolicismo romano (Ap. XIII). ha vencido a los santos mediante
infiltración y ecumenismo. Las iglesias protestantes que eran el ejército de los santos han
sido derrotadas. La única opción que tenemos es una guerra de guerrilla formando células
informales de cristianos verdaderos usando todos los medios de comunicación modernos a
nuestro alcance. Los que hemos alcanzado madurez seamos diligentes en la edificación de
los que solo conocen el evangelio crudo, porque para esto nos capacita Dios. Recuerdo los
10 años que desperdicie por estar basado únicamente en el evangelio crudo.
Lo único que sabía era que Jesús era “Señor mío  y Dios mío”. Y que la Biblia era Palabra
de Dios. ¡Pero ni sabia lo que significaba el evangelio acerca de la justicia y del juicio de
Dios!.
No entendía la salvación por fe sin obras, si no que me inventaba mis buenas obras para
agradar, aplacar o suavizar la ira de Dios sobre mis pecados.  ¿Cuantas almas hoy todavía 
estarán en esta triste condición, queriendo pagar miserablemente una deuda que fue pagada
perfectamente en la cruz  del Calvario hace 2000 años ? . El evangelio crudo da vida pero
no da fuerza. La fuerza viene con el conocimiento de las grandes doctrinas de la cruz: “Mi
pueblo pereció porque le faltó conocimiento”.
Muchos han sido vivificados por el Espíritu mediante el evangelio crudo pero han de andar
también por el espíritu mediante el conocimiento completo del evangelio. Esto requiere
estudio diario de la Escritura y la ayuda de  los maestros instituidos por Dios,  es decir los
maestros de la fe reformada. Sin embargo quiero repetir mi afirmación confirmada con la
Escritura y experimentada personalmente al nacer de nuevo,  que el evangelio que vivifica
no es la comprensión intelectual de una doctrina o de un dogma, es la revelación de
Jesucristo en la conciencia del elegido de Dios por medio del E.S. No es poseer el
conocimiento de Jesucristo es ser poseído por Jesucristo. No es haber conocido a Dios
como Jesucristo sino más bien ser conocido de Jesucristo. Por esto mismo a los que
profesan ser cristianos por haber hecho milagros en  su Nombre. El mismo les dirá en el día
del gran juicio: “nunca os conocí obreros de iniquidad “. El evangelio a la verdad, tiene por
meta que la criatura  humana y caída sea posesionada sea por el Espíritu Santo en el
nombre de Jesús. Esta posesión empieza en el espíritu del hombre (pues Dios es espíritu y
se comunica a nuestro espíritu).
Es  este primer paso, el cual es el principal, que califico de evangelio crudo. Luego la mente
afectada por la conciencia, recibe anhelante las doctrinas del evangelio completo. Y así el
alma queda posesionada poco a poco por la Palabra de Dios que es Jesucristo.  
En cambio reparad en que la posesión por espíritus inmundos actúa de forma opuesta. Esa
clase de posesión demoníaca aniquila  el uso de la mente. Pues el uso de la razón al
identificar el espíritu inmundo causaría el rechazo de tal posesión. Ningún impío se
gloriaría de ser posesionado por un espíritu que es súbdito del padre de las mentiras:
Satanás. El escogido de Dios al contrario se gloria en ser esclavo de Jesucristo.
 El modo en que el E.S. se posesiona de nosotros  es siempre anunciando a nuestra
conciencia que Jesús es el Señor. Después la mente escudriñara a través de la Escritura y
con la ayuda del  E.S quien es exactamente este Jesús y cuales son sus obras. Y así se
efectúa la posesión por el E.S. de la criatura errante que vuelve a su Hacedor y propietario
legal de una forma dócil, gozosa y voluntaria.

Los que hemos entendido esto y además  no cesamos  de regocijarnos en la justificación
forense somos llamados a edificar sobre el fundamento que es Jesucristo. Cuanta erudición
a veces es gastada en naderías y asuntos vanos. Siempre lamento no ser erudita, me gustaría
mucho serlo, pero no lo soy, ni le seré. La ignorancia es en todos casos una plaga, pero a
veces la mucha erudición puede serlo, y lo es  cuando no es fundamentada sobre Cristo. En
cambio cuando la erudición va sujetada al celo de la cruz, allí si hay bendición. El caso mas
prominente para mi es  C.H Spurgeon. Cuando quiero leer algo edificante  en la internet
voy directamente a www.spurgeon.org  ¡aquí sí, encuentro comida sólida: erudición y celo
por la causa de Cristo!
¡Dios nos use como este famoso hermano mostrando el mismo celo aunque no la misma
erudición y destreza!.
Seamos portadores del evangelio completo a los que solo conocen al evangelio crudo. 

    Hace poco mi hermano en la fe reformada; Armando, me dijo que era dispensacionalista.
En mi ignorancia no sabía nada de esta escuela de interpretación. Siempre he sido
premilenialista pero no sabía que existían varias corrientes. Para instrucción mía compre
pues un excelente libro sobre este tema cuyo titulo es “El dispensacionalismo ayer y hoy”
del dispensacionalista clásico Charles C. Ryrie. Desde entonces sé cuales son las diferentes
interpretaciones milenaristas. Sin embargo ninguna me ha convencido. Veamos
primeramente que son, pues hay básicamente dos escuelas de interpretación  milenarista.
La  una se llama teología del pacto y la otra se llama dispensacionalismo.
     La teología del Pacto se caracteriza por la importancia dada a los dos pactos. En ella la
Escritura está estructurada alrededor del Pacto de las obras y del Pacto de la Gracia, hasta
puede considerarse un tercer pacto: el Pacto de la redención que sería el fundamento del
pacto de la gracia entre Dios y los elegidos, este pacto de la redención siendo el convenio
entre el Padre y el Hijo hecho en la eternidad pasada. Así que los defensores de la teoría del
Pacto ven el desarrollo del plan de Dios en tres movimientos:
El pacto de  redención establecido entre el Padre y el Hijo en la eternidad pasada,  cuando
el Padre propone al Hijo como Jefe y Redentor de los elegidos y el Hijo acepta pagar el
precio de la redención de ellos.
El pacto de las obras establecido entre Dios y Adán en el jardín del Edén.
El pacto de la gracia establecido justo después de la caída de Adán y Eva.
     El otro rasgo que caracteriza la teología del Pacto es que no diferencia claramente la
iglesia de la nación de Israel. Se considera que el Israel de Dios es la iglesia, y por lo tanto
la interpretación no es rigurosamente literal sino que a menudo es alegórica o espiritual en
los textos proféticos.
     El dispensacionalismo  clásico se caracteriza por 3 puntos básicos.
Se efectúa  una distinción clara entre la nación judía y la Iglesia. En ningún momento, ni
aun en la eternidad, hay fusión entre la nación de Israel y la Iglesia. Son dos entidades
totalmente diferentes.
El método hermenéutico es lo que se llama interpretación literal, o histórico gramatical. Es
decir que la interpretación del texto es sencilla, natural y evita recurrir a la alegoría o buscar
un sentido espiritual sobre todo cuando se trata de textos proféticos.
“Soli Deo Gloria” (solamente la gloria de Dios) es la meta de Dios y no la salvación de los
hombres.
Estos son los tres elementos que fundamentan el dispensacionalismo, y no el número de
dispensaciones;  pues la teología del Pacto también enumera hasta 4 o 5 dispensaciones en
el cumplimiento del único pacto de la gracia después de la caída de Adán. No obstante el
dispensacionalismo clásico ve 7 dispensaciones en el cumplimiento del plan de Dios. Cada
dispensación siendo una relación particular de Dios con el hombre, el cual es responsable
de cumplir con los requisitos propios a esta forma de gobierno que Dios ha establecido por
un tiempo. Cada dispensación es una prueba particular que termina con el fracaso del
pueblo de Dios y luego sigue con una nueva prueba, o nueva economía, o política de Dios
para el pueblo a quien le toca vivir en este periodo de la Historia. En efecto en el
dispensacionalismo hay varios pueblos de Dios. No obstante sea cual  sea el pueblo y la
dispensación, la salvación es por gracia, por medio de la fe y esta gracia está en la sangre de
la cruz. Sin embargo solamente los del pueblo  de la dispensación  de la gracia es decir de
la Iglesia, saben realmente que todo se basa en la sangre derramada de Jesús de Nazaret en
la cruz  del Calvario. Las 7 dispensaciones clásicas son: la dispensación de la inocencia de
Génesis I- 3 a III- 6, de la conciencia; Génesis III – 7 a VIII- 14, del gobierno civil; Génesis
VIII- 15 a XI-9, de la autoridad patriarcal: Génesis  XI-10 a Ex XVIII;- 27, de la ley
mosaica: Ex XIX- 1 a 3 XIV 30, de la gracia: Hechos II- 1 a Ap. XIX; 21, del Milenio: Ap.
XX; 1 a 15.No consideran la eternidad como otra dispensación.
      Siendo breve pero tratando de ser completo hay que añadir que existen también 2
nuevas clases de dispensacionalismo   que son el dispensacionalismo progresivo que afirma
que Jesús ya esta sentado en el trono de David en el cielo, (tampoco hace distinción tan
clara entre Israel y la Iglesia), y hay además el ultra dispensacionalismo que no acepta que
la Iglesia empezó en el día de Pentecostés, como tampoco acepta el bautismo de agua y
sostiene que la esposa de Cristo no es la Iglesia sino Israel.
     Os he expuesto de forma muy breve las dos grandes  escuelas de interpretación
premilenialista y ninguna de las dos me convence,  aunque ambas tienen argumentos muy
validos y valiosos para sostenerse del punto de vista bíblico. Estoy totalmente de acuerdo
con la teología del Pacto en cuanto a considerar que todo el plan de Dios gira alrededor de
los pactos de las obras y de la gracia. Esto es el hilo conductor de toda la Escritura. Pero no
estoy de acuerdo en cuanto al desarrollo que dan a este plan. Además,  la interpretación a
menudo alegórica de muchas profecías del A. T. lleva esta escuela de interpretación a
confundir  la nación de Israel con la Iglesia del NT en ciertos pasajes de la Escritura. Por
esto no puedo adherir a tal escuela.
     Igualmente estoy de acuerdo con el dispensacionalismo en cuanto a sus 3 características
esenciales  que son la distinción rigurosa entre Israel y la Iglesia en las profecías del A.T.,
su hermenéutica histórico- gramatical (o interpretación literal), y su “Soli Deo Gloria”. Sin
embargo concebir cada dispensación como un plan de prueba propio a cada época, pueblo y
circunstancias, es forzar la Escritura. ¡Las dispensaciones de la conciencia, del gobierno
civil y de la autoridad patriarcal se desarrollan en solamente 65 capítulos de la Biblia de
Génesis a Éxodo! Y la división entre otras dispensaciones está basada en conclusiones de
poco peso. Excepto la dispensación de la ley y de la gracia, que se basan en un programa
testificado por el N.T. repetidamente,  las demás dispensaciones se basan sobre el estado
del hombre (como en la dispensación de la inocencia y de la conciencia) o se fundamentan
sobre un edicto nuevo de Dios (como en la dispensación del gobierno civil cuando se
establece la pena de muerte) o sobre un acontecimiento importante como en la dispensación
de la autoridad patriarcal, que empieza después del fracaso de la torre de Babel (Gen XI
10). Así que  excepto la ley y la gracia, las demás dispensaciones no tienen fundamentos
sólidos testificados por el NT.  Por lo cual se encuentran a lo largo de la breve historia del
dispensacionalismo por lo menos 9 esquemas dispensacionalistas como el de P. Poiret, J.
Edwards, Watts. J. N. Darby, J. Brooks, J. Gray, C.I. Scofield, el esquema progresivo y el
ultra dispensacionalista.  ¡Y claro que con el tiempo el número va a crecer! Sobre  las 3
bases sólidas y bíblicas del dispensacionalismo han edificado montones de dispensaciones
de paja. Por lo cual no me convence ninguna escuela dispensacionalista.
Ahora bien, repito que estoy de acuerdo  con la base de la teología del Pacto y la base del
dispensacionalismo. El desarrollo que dan ambas escuelas de interpretación es lo que
rechazo. Para mí la verdad está en los fundamentos de ambas escuelas,  que si se combinan
creo que sí, permiten edificar un dispensacionalismo bíblico serio. Llamaría esto el
dispensacionalismo de los 2 pactos o la teología  del Pacto dispensacional. ¡Escoged el
nombre que os guste!
     Tal como los doctores de la teología del Pacto, veo toda la Escritura estructurada
alrededor del Pacto de la ley (o de las obras) y del  Pacto  de la Gracia. El fallo de ellos es
que dicen que el pacto de las obras fue anulado y reemplazado por el Pacto de la Gracia
después de la caída de  Adán. Tal como los dispensacionalistas, ellos se basan en el estado
del hombre para delimitar una dispensación. ¡Piensan que debido a  su caída en Adán, el
hombre es totalmente incapaz para seguir por el camino de las obras y por lo tanto se acabó
el pacto de la Ley; desde Génesis III 15 hasta la eternidad, solo existe el Pacto de la gracia.
Es ciertísimo que desde que Adán pecó;  “Por la Ley ningún ser humano será justificado
delante de Dios”.
     Ninguna duda; después del pecado original el hombre es totalmente incapaz de transitar
por el camino de las obras, solo queda el camino de la gracia por medio de la fe. Camino
que ya había sido determinado desde la eternidad pasada en el pacto de Redención hecho
entre el Padre y el Hijo. Sin embargo si las dispensaciones no se elaboran artificialmente
sobre el estado, o la condición, o las circunstancias del hombre como lo hacen partidarios
del Pacto y sus oponentes dispensacionalistas, entonces podemos encontrar una base sólida
en la Escritura para comprender cuales son las verdaderas dispensaciones establecidas por
Dios. Lo que sostengo es que Dios  no retrocede sino que hace progresar su plan en tres
fases comunes a los dos pactos, lo cual es conforme al “Soli Deo Gloria” de la Reforma,
pues es una exposición progresiva de su sabiduría , de sus justicia y de su bondad Y es
lógico que se empiece por el pacto de las obras y se siga con el pacto de la gracia, pues el
pacto de la gracia es el cumplimiento perfecto del pacto de la ley por nuestro sustituto
Jesucristo: “No vine a abrogar la ley sino a cumplirla” dijo el Señor. Así que siempre hay
un progreso en el conocimiento y en la revelación. Este progreso se hace por medio de tres
dispensaciones por cada pacto. A cada dispensación de la ley le sigue una dispensación de
la gracia. Lo que da un desarrollo armonioso del plan de Dios para la humanidad y la
revelación de su gloria.
     Dios declara a menudo en la Biblia que los creyentes serán reyes (y sacerdotes), que
reinaremos con Cristo y que regiremos las naciones con vara de hierro. Ahora pues, se
plantea la pregunta ¿quienes son las naciones que van a ser salvas (Ap. XXI 24)? Como ya
lo dije, desde Adán hasta la segunda venida de Cristo  la salvación es por medio de la fe.
Pues aunque los judíos vieron a Cristo Jesús en su primera venida, no lo reconocieron como
su Mesías a causa de su apariencia (menospreciable para ellos) de siervo y no de Rey. En su
segunda venida, Jesús viene como Rey de reyes y Señor de señores., viene a reinar, a
administrar justicia, juicio y venganza con vara de hierro es decir con justicia y juicio de
Dios, perfectos e inflexibles.
Tradicionalmente cuando pensamos en la segunda venida de Cristo, nos imaginamos (aun
nosotros los premilenialistas) una destrucción total y repentina de todos los incrédulos en
todos los continentes. Pero es una forma tradicional y natural de pensar. Muy a menudo el
pensamiento tradicional empaña el espejo de nuestro espíritu, y nuestra intuición queda
embotada a pesar de las claves que nos da la Escritura. En la Biblia es evidente que el
regreso de nuestro Señor será notorio y repentino para todo el globo terráqueo: “Porque
como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la 
venida del Hijo del Hombre”, (Mat  XXIV; 27). Pero esto no implica que su imperio se
establezca tan repentinamente con la destrucción masiva de todos los incrédulos. Lo que sí
deja bien claro la Escritura, es que Cristo aterriza en el monte de Sión con sus santos
redimidos y ahí empieza a reinar (Is. XXIV; 23), después de haber destruido
completamente a todos los ejércitos que habían subido contra Jerusalén (Ap. XIX; 17 al 21)
en la campaña militar de Armagedón. Lo que veo es que Cristo reina de una vez en Israel
después de haber destruido los ejércitos enemigos que habían invadido la tierra santa, y
después de haber mandado al Anticristo (la bestia; el gran caudillo de la Unión Europea) y
al falso profeta directamente al lago de fuego.
      Luego empieza el crecimiento del imperio milenario con la destrucción final de los que
se rebelaron abiertamente contra Cristo, los que recibieron la marca de la bestia y adoraron
su imagen (Ap. XIV 9-10) y la sumisión de los demás al nuevo orden mundial e imperial.
Por lo cual dice Isaías LII; 12: “Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes
repartirá despojos...''.  También Daniel VII; 11 y 12: nos enseña la destrucción total del
nuevo Imperio romano (la bestia) y la prolongación de vida de los otros antiguos poderes
sometidos al nuevo imperio de la ley. Cristo Jesús, como los demás emperadores que le
precedieron, conquistará y repartirá despojos. Toda la tierra será conquistada y nosotros los
santos, administraremos y regimos las naciones conquistadas para Cristo según su ley. Los
súbditos de los santos serán la gente que habrá quedado después del Arrebatamiento. No
todos serán incrédulos, no todos serán abiertamente partidarios de la bestia.
     Será gente que al ver las grandes señales creerán, por medios extraordinarios: Ap. XIV;
6. No formarán parte del cuerpo de Cristo donde todos son reyes  y sacerdotes: 1 P II 9. No
tendrán un cuerpo resucitado y glorificado. Serán regidos por Cristo y sus santos, (claro que
los 144000 judíos forman una clase aparte y ciertamente forman parte del cuerpo de
Cristo). Esta gente seguirá casándose y multiplicándose durante mil años. Serán judíos y
gentiles. Cuando se termine la dispensación del Imperio de la ley, cuando la Ley haya sido
aplicada a toda la humanidad mostrando sus frutos que son la paz y la prosperidad para
todas las naciones, y haya revelado al mundo entero la santidad de Dios, entonces Satanás
será suelto y los que no amaban el gobierno de Cristo, se rebelarán y serán echados al lago
de fuego: Ap. XX; 7, 8, 9, 10. Luego solo quedará de esta gente, los que amaban a sus
gobernantes y ellos serán las naciones salvas de Ap. XXI; 24. Los reyes de ellos seguirán
siendo los santos que llevarán la gloria y la honra de estas naciones a la Jerusalén celestial;
pues solo entran en ella los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero: Ap. XXI;
26,  27. Estaremos entonces en el reino eterno de la gracia donde Dios será todo en
todos, aunque de una forma única y exclusiva en sus santos de la primera resurrección pues
solo los que están o entran en la nueva Jerusalén tienen acceso a los frutos del árbol de la
vida, mientras que las naciones  que son los que pasarán la prueba del Milenio, parece que
solo tienen acceso a las hojas: Ap. XXII; 2.  Por ende la segunda razón de ser del Milenio
es después del desarrollo final del pacto  de la ley, la formación definitiva de las naciones
de la nueva tierra. Creo pues que la Iglesia ha de seguir reinando por la eternidad y ¡no creo
que las naciones que andarán a la luz de ella serán los santos ángeles!
      Así que discrepo con los dispensacionalistas clásicos en cuanto a su forma de ver Israel
en la eternidad. Ellos ven la Iglesia  e Israel siempre distintos en las profecías del AT.  Y
estoy de acuerdo con ellos en este punto, pues las profecías del  AT. Por lo general no van
más allá del Milenio con el Mesías sentado sobre el trono davídico.  Vislumbran la
eternidad, solo tienen un enfoque y un ámbito nacional, aunque a veces hay atisbos del la
Iglesia como en Is.LIV. Y aunque Israel como nación tiene la eternidad asegurada, las
profecías del A.T no divisan la nueva Jerusalén;  solo hablan de la Jerusalén de abajo
restaurada, gloriosamente. Pero el Israel de Dios (es decir los judíos de corazón  nacidos del
Espíritu  antes del Milenio) y la esposa del Cordero (la Iglesia)  es una sola cosa en la
eternidad.  ¿Como pueden ellos afirmar que la Iglesia es siempre diferente al Israel de Dios
en la eternidad, cuando la esposa del Cordero es la nueva Jerusalén, en cuyas puertas están
escritos los nombres de las doce tribus de Israel: Ap. XXI; 2 y 12? No creo que en el
Milenio Israel sea la Iglesia, aunque veo que la Iglesia gobernará en Israel y en todo el
mundo. Pero en la eternidad  la Iglesia es  la nueva Jerusalén y es una ciudad, no es una
nación,  no es un país. Es una ciudad  “extra terrestre“: Ap. XXI; 2. Pues ella desciende del
cielo. No es la capital que elige un pueblo en su territorio nacional, como fue la Jerusalén
de la Israel nacional: la ciudad de David. Es una nueva dimensión relacionada con la
historia de la humanidad regenerada. Esta historia es marcada por los dos pactos que fueron
revelados a Israel concerniente al pacto de las obras y a la Iglesia concerniente al pacto de
la gracia. Por lo cual las doce puertas tienen los nombres de los hijos de Israel y los doce
fundamentos, los nombres de los doce apóstoles. Así que la nueva Jerusalén no es una
nueva nación israelita, es una ciudad divina, es la Iglesia eterna, es la esposa del cordero, 
es la luz de las  naciones entre las cuales estará Israel como cabeza con sus redimidos
israelitas del Milenio.
     Es cierto también que los reyes de las naciones que serán salvas y que traerán la gloria y
honor de ellas a la nueva Jerusalén serán miembros de la Iglesia y probablemente de origen
gentil. Es muy común hoy en día ver gentes de doble nacionalidad y lo será aun más en el
Milenio y en la eternidad (Zac. II; 10, 11) solo que será el privilegio de los que participaron
en la primera resurrección siendo de origen gentil como bien dice la Escritura: “Los
príncipes de los pueblos se reunieron como pueblo de Abraham”. Los dispensacionalistas
clásicos afirman también que los creyentes del A. T.  no participarán del Milenio, pero
Hageo II 21 al 23 declara que Jehová hará uso muy especial de Zorobabel en el día que
haga temblar los cielos y la tierra (v. 6 y 21) y no está hablando del día de la eternidad sino
del día de la segunda venida de Cristo; del Milenio pues se habla de la gloria del templo: v
7 y 8.
     Así que veo dos clases de elegidos: los elegidos que nacieron desde Adán hasta el Rapto
de la Iglesia y los elegidos que nacieron (de nuevo) desde el Rapto hasta el fin del Milenio
y fin del mundo. La primera clase judíos como gentiles forman la Iglesia, el cuerpo de
Cristo, la esposa del Cordero. Su rasgo fundamental es que fueron salvos todos por gracia
por medio de la fe. La segunda clase de elegidos son los que forman las naciones del
Milenio, y luego son únicamente naciones durante toda la eternidad. Su rasgo fundamental
es que fueron salvos por gracia pero no por medio de la fe pues “la fe es la sustancia de las
cosas que se esperan, la prueba de las cosas que no se ven”: Heb. XI; 1. Los que se salvarán
durante el Milenio no esperarán un reino de justicia y paz, pues como dice R VII 24: “La
esperanza que se ve no es esperanza, porque lo que alguno ve ¿a que esperarlo?“ Ni estarán
sometidos a un gobierno invisible e imperfecto. Vivirán la realidad del gobierno imperial de
Jesucristo. Su salvación como la nuestra será basada sobre la gracia que es la justicia de
Cristo imputada a los elegidos. Pero ellos no tendrán que creer como nosotros en la eficacia
de la Cruz, pues verán al crucificado reinando sobre todas las naciones, distribuyendo
despojos a sus seguidores  y castigando a sus opositores. No es la fe que determinará su
elección será más bien el amor: “El que no amare al Señor Jesucristo sea anatema”,  (Cor.
XVI;  22).
     Nosotros por la fe experimentamos la realidad de la presencia invisible de Jesucristo en
nuestra vida y por esto lo amamos; Él nos trae paz en la conciencia, libertad, y toda clase de
bienes. Así que el amor procede de la fe (y no  lo contrario como sostenía Agustín). En el
Milenio el amor no procederá de la fe sino que procederá de un estado de hecho y de
derecho. Cristo reinará y su imperio universal no tendrá fin. El hombre cuyo corazón no es
limpio no lo amará a pesar de ver los frutos de tal gobierno: estará sometido a la ley pero no
la amará, y cuando sea suelto Satanás se manifestará su corazón perverso en la última
rebelión contra Dios.
      Por lo tanto aunque nosotros los cristianos vivimos en un mundo hostil, somos más
bienaventurados  que los que vivirán en el Milenio pues como “Jesús le dijo: porque me has
visto Tomas, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron`` (J. XX; 29). Y más
conciso es el E. S. cuando dice en  2 Cor. IV; 17, 18: “que no mirando las cosas que se ven
sino las que no se ven, esto produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria”, lo cual es formar parte del cuerpo de Cristo y participar en las bodas del Cordero
como esposa. Esto es la herencia de los que vivieron antes de la dispensación del imperio
de la ley. 
     Tal como los dispensacionalistas basándose en su “Soli Deo Gloria”, veo las
dispensaciones basadas en los 2 pactos: el pacto de las obras (o de la Ley) y el pacto de la
Gracia. Pero no veo como los teólogos del Pacto, una diminuta dispensación de la Ley
seguida por una dispensación sin fin de la Gracia. Veo seis dispensaciones basadas no en la
condición humana sino en el nivel de revelación y aplicación de los dos pactos. A cada
pacto le corresponden tres dispensaciones. Estas tres dispensaciones de cada pacto son el
desarrollo del mismo pacto: vislumbrado, revelado totalmente y aplicado universalmente.
Así que desde la creación de Adán hasta su caída, llamaría  esta dispensación la de la Ley
básica. Después de la caída hasta Moisés sería la dispensación de la gracia básica. De
Moisés hasta Jesús de Nazaret llamaría esta dispensación la de la ley revelada. Desde la
primera venida de Jesús  hasta su segunda venida, hablaría de la dispensación de la gracia
revelada. Luego el Milenio lo considero como la dispensación de la aplicación universal de
la Ley o imperio de la Ley. Y la eternidad futura sería lógicamente la aplicación universal
de la gracia o  reino de la gracia.
      La ley de Jehová enseña la gloria de la santidad de Jehová y la ley de la gracia enseña la
gloria de su amor en Jesucristo. Así vamos de gloria en gloria en el curso de las
dispensaciones, y como dice Is.XLV; 8: “Rociad cielos de arriba y las nubes destilen
justicia, ábrase la tierra y prodúzcanse la salvación y la justicia: háganse brotar juntamente.
Yo Jehová lo he creado”, lo que significa que la justicia  viene de lo alto, pero la salvación
y la justicia se producen juntas cuando se abrió la tierra y resucitó Jesús de los muertos. Así
que las dispensaciones giran alrededor de la ley y de la gracia. Por lo cual a pesar de que
cada dispensación se enfoca sea en las obras, sea en la gracia, no deja totalmente de lado las
enseñanzas del otro pacto. ¡Veámoslo y analicemos estas seis dispensaciones!
La dispensación (del Edén).
     Esta es la administración más corta de todas. Empieza en Génesis I y  termina en
Génesis  III: Aquí Dios gobierna al hombre mediante una sola ley básica: “Y mandó Jehová
Dios al hombre…mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás” Gen. II 16 y
17. La vida dependía de acatar una sola ley básica: no comer tal fruto. Era una ley muy
básica muy elemental. Adán y Eva  eran capacitados para cumplirla; el camino hacia la
eternidad mediante esta ley era humanamente transitable. Acatar ese único mandamiento
aseguraba una vida sin fin llena de delicias: Gen II – 9. El enfoque es la Ley: es la
dispensación de la ley básica. Pero no quita que  la gracia esta presente, pues graciosamente
se le entrega a Adán un jardín ya plantado de todo árbol delicioso y además de todas las
riquezas materiales que recibe   se  le concede a ambos una dignidad inmerecida. En efecto
Adán se ve como cabeza de toda la tierra: Gen. II; 19, aunque no  ve que está más desnudo
que todos los animales: v 25.

     2. La dispensación de la gracia básica.


     El trato de Dios con el hombre cambia después de la caída de Adán y Eva en Gen III 6.
¡El camino de la ley esta definitivamente por encima de las capacidades del hombre caído!
Por ende se vislumbra la gracia en el mismo momento de la condenación cuando Dios
promete a la mujer una simiente que herirá la serpiente en la cabeza: Gen. III; 15. En el
mismo capitulo en el v. 21 otra vez se vislumbra la gracia de Dios en las túnicas de pieles.
En el verso 7 intentaron cubrirse con hojas, lo cual tipifica la justificación  por obras
propias, y en el v. 21 se tipifica la justificación por gracia cuando Jehová mismo cubre la
vergüenza del hombre quitando la vida a unas criaturas suyas, para proveer pieles en vez de
hojas de higuera. En el capitulo siguiente otra vez se vislumbra la gracia en el sacrificio de
corderos que ofrece Abel: v 4. La muerte de Abel y la condenación de Caín tienen dos
consecuencias evidentes. La primera es que esto confirma que la ofrenda de Abel era la que
agradó a Dios pues Caín lo asesinó por celos. Así que la gracia se vislumbraba en la
condenación de la serpiente y en la ofrenda de Abel. Aunque no podían entender
claramente el plan de salvación por medio de Jesucristo,  todos sabían que Dios había
prometido una simiente a la mujer,  que heriría la serpiente, el enemigo del hombre, y
también que Dios miraba con agrado el sacrificio de corderos escogidos. Todo el plan de la
salvación por gracia  está ya vislumbrado.
     La segunda consecuencia es que Set sustituye (como lo indica su nombre) a Abel y
entonces vemos que Dios evangeliza a su pueblo por medio de la familia. Este evangelio
vislumbrado, o este “proto evangelio”, se transmite dentro de una familia: la de Set. En el
capitulo VI vemos que al mezclarse las familias descendientes de Set  con las otras familias
de la tierra se corrompió el conocimiento de la gracia básica. “Pero Noé halló gracia ante
los ojos de Jehová” Ge. VI; 8. La familia de Noé llega a ser entonces la portadora  de la
buena nueva y lo primero que hace Noé al salir del arca es ofrecer sacrificios de animales
limpios: VIII-20. Lo cual agrada a Jehová y por ende manifiesta  la señal del pacto de la
gracia en el cielo: el arco iris. Este pacto visible que Dios hizo en el tiempo de Noé no era
más que otro elemento del gran pacto de la Gracia. Pues se vislumbraba en ello la paciencia
de Dios basada en el sacrificio de su Hijo, simiente de la mujer, tipificado en los
holocaustos de Noé.  Después de Noé, la humanidad sigue su curso degenerativo a pesar de
saber que Dios juzga la maldad y perdona al piadoso. Pero al fin de esta dispensación de la
gracia básica (o vislumbrada a través de la promesa hecha a la mujer, de los sacrificios y
holocaustos de Abel y de Noé, del arco iris), Jehová escoge otra familia entre los
descendientes de Noé. Escoge a Abraham: Gen XII-1. En Abraham se confirma la gracia:
Gen XV 6. Y se le añade promesas grandes. Pero más que todo Abraham vio el día de Jesús
y se gozó. ¿Cómo  lo vio?
     Supongo que después de estar a punto de sacrificar a su propio hijo Isaac y de ofrecer un
carnero en su lugar, Jehová le dio  a entender más claramente quien ha de ser esa simiente
de la mujer prometida en el amanecer de la raza humana. Sabía que ese  hombre sería
descendiente suyo, pero con la historia de Isaac aprendió que habría algo milagroso en ese
hombre que había de venir. ¡Vio el día de Jesús! Pero aunque tenía todos los elementos
para comprender el plan de salvación de toda humanidad no le fue revelado el misterio del
Verbo hecho carne, lo vio en Isaac pero no lo comprendió pues ¡estaba en la dispensación
de la gracia básica! Como  ya lo dije aunque cada dispensación se enfoca en su pacto (de la
ley  o de la gracia), no quita que siempre  enseña algo del otro pacto. En efecto durante la
dispensación de la gracia vislumbrada, se enseña un poco también acerca de la ley: se
establece la pena de muerte, se prohíbe consumir sangre, se impone la circuncisión y a
Abraham se le dio mandamientos, estatutos y leyes: Gen XXVI – 5 ¡Pero el gran precepto
de esta dispensación es que la fe es lo que agrada a Dios! Lo que sigue a las dispensaciones
de la ley básica y de la gracia básica son las dos  dispensaciones de la revelación completa
de la ley y de la gracia.

     3. La dispensación de la ley revelada.


     “Pues la ley por medio de Moisés fue dada”. Esta dispensación empieza con el
ministerio de Moisés. En Génesis,  Jehová había condicionado la vida eterna al acatamiento
de una sola ley; no se necesitaba más leyes pues el estado del hombre era bueno en gran
manera, con esta una sola ley básica, la relación entre el Creador y su criatura se mantenía
armoniosamente. Jehová visitaba al hombre en el Edén y le hablaba directamente. Después
de la caída, esta ley desaparece y solamente aparecen unas pocas nuevas leyes que Dios da
a Noé y Abraham. Para los hombres de todo el mundo la ley básica queda “escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia y acusándoles o dejándoles sus razonamientos”.
(Ro II-15). No hay que olvidar que la ley no tiene como único propósito el conocimiento
del pecado, tiene otros propósitos. “La ley de Jehová es perfecta que hace sabio al sencillo”
La ley de Jehová revela también el carácter santo y puro de Dios. Así que no solamente nos
da de saber que es el pecado, pero también nos instruye sobre la clase de Dios que tenemos
y cuales son sus estándares morales que tenemos que seguir.
      La ley de Jehová es delicia también para el hombre espiritual y es muerte para el
hombre carnal. Es delicia porque hace crecer en el conocimiento de Dios y es muerte
porque condena al hombre terrenal cuyo dios es el vientre y cuya gloria es su vergüenza. La
dispensación de la ley revelada empieza con el ministerio de Moisés y termina con la
crucifixión de Jesucristo. Pero toda la ley es revelada a un solo hombre: Moisés, y en pocos
años. La ley es gloriosa pues revela el glorioso y santo carácter de Dios, y es un ayo que
nos lleva a Cristo haciéndonos desesperar de nosotros mismos: Gal III- 24. La ley
totalmente revelada a Moisés y entregada a la nación de Israel, tiene dos aspectos: uno es el
aspecto moral y otro el aspecto ceremonial. El primero es eterno, el segundo es
dispensacional y nacional. No obstante las leyes ceremoniales son todas unas enseñanzas
veladas de la gracia de Dios en Cristo Jesús.  Es cierto que para la mayoría de los judíos el
camino de las obras de la Ley solo sirvió para acrecentar la lista de sus pecados, pero sin
embargo hubo personas como David en que el camino de las obras les llevó a la meta que
se propuso Dios al revelar su ley. Estas personas supieron, aprendieron que “…no quieres
holocaustos, los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado…” (Salmo LI; 16,17). La
dispensación de la ley revelada glorifica el carácter  de Dios, humilla al hombre, y lo
prepara para el paso siguiente que es el 4°.
  
     4.  La dispensación de la gracia revelada.
     “La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (J. I; 17). Con Abraham
estábamos en medio de la  dispensación de la gracia vislumbrada, con Jesucristo estamos en
la gracia revelada completamente. El pacto eterno de la gracia se sella con la resurrección
de Jesucristo de los muertos. La revelación de la ley era dentro del ámbito nacional, el de la
gracia, tiene un ámbito internacional. Hoy estamos en el año de gracia 2012. Hace dos
milenios que la gracia ha sido manifestada y revelada al mundo entero. “El que cree en Él
no es condenado, el que no cree ya ha sido condenado”. El portador del mensaje ahora no
es una familia, ni una nación, es un organismo internacional: la Iglesia. No hay ninguna
añadidura a la ley, ya ha sido revelada completamente en la dispensación anterior. Más bien
hay una abolición de todas las leyes ceremoniales, las cuales eran figuras de esta misma
gracia revelada en Cristo. Esta dispensación se terminará con la Parusía.

     5. El imperio de la ley o Milenio.


     Esta dispensación dura mil años. Es el desarrollo final del Pacto de la Ley. Después de 
haber sido básica en el Edén, revelada completamente en Israel, ahora es aplicada a toda la
humanidad dentro del imperio de Cristo. Nuestro Señor Jesús estará en esta dispensación
sentado en el trono de David en Jerusalén, Él es el Rey de reyes, es decir que reinará sobre
los israelitas legítimamente y directamente, y sus santos que lo acompañaran en su segunda
venida son constituidos reyes y sacerdotes de todas las naciones y reinarán bajo su mando,
imponiendo y aplicando la ley de Jehová en todos los extremos de la tierra: “regirá las
naciones con vara de hierro”  dice la Escritura. La vara de hierro es la ley de Jehová
proclamada y aplicada sin demora y sin falta. La diferencia entre la dispensación de la ley
revelada y la de la ley aplicada (el Imperio de la ley) reside también en que su alcance es
internacional y concierne a judíos  como a gentiles. Todas las naciones estarán bajo la vara
de hierro y los frutos de tal disciplina estricta serán: paz y prosperidad.  Los frutos de la ley
serán visibles y gloriosos. En aquel tiempo venidero la cuestión no será creer en el Señor
Jesús sino amar el gobierno del Rey de reyes. Todos se someterán, no todos lo amarán, pero
la ley será  aplicada y glorificada.
      Muy a menudo antes de ver   las tres dispensaciones que desarrollan el Pacto de ley
desde su infancia en el Edén hasta su plenitud en el Imperio de Cristo, no entendía la
utilidad del Milenio. Aceptaba el Milenio porque la Escritura lo anuncia claramente en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento (para quien usa una interpretación natural o literal).
Lo aceptaba; pues la Escritura es mi autoridad suprema pero no lo entendía. ¿Por qué mil
años más en una situación rara donde el santo tiene “un pie en la eternidad y otro en el
tiempo”? era algo extraño, ilógico, para mí. Pero si pensamos las cosas a partir del “Soli
Deo gloria”  de la Reforma, y si usamos una interpretación realmente histórico-gramatical
como los dispensacionalistas, entonces el Milenio se hace útil. El Milenio no es para la
felicidad del hombre, el Milenio es para que Dios sea glorificado con respecto a su ley, la
cual revela su carácter. El Pacto de las obras es admirable. Ningún ser humano excepto el
Señor Jesús ha podido transitar con éxito por ello. Pero es admirable y tiene que ser
admirado, por lo cual es preciso el Milenio. La dispensación del Imperio de la ley
desplegará las grandezas y la perfección de esta ley. La dispensación de la ley revelada no
dio los frutos apacibles mucho tiempo, ni alcanzó más que una nación. El imperio de la ley
producirá paz, seguridad, prosperidad y conocimiento de Dios a lo ancho y largo de la
tierra.
     Esta dispensación terminara después de mil años. Se habrá comprobado que la ley es
perfecta y que aplicada por el Rey de reyes y sus santos es muy provechosa para todos. No
obstante estar sujeto a la ley y amarla son dos cosas muy diferentes. Satanás revelará la
diferencia cuando este suelto de nuevo: Ap. XX; 7.  La ley es un ayo, cuyo curso máximo
es de mil años para llevar a la humanidad entera al amor de Dios. Satanás será el revelador
del amor o del odio, al fin del curso. Ahora uno se podrá preguntar si en esta dispensación 
ultima del Pacto de las obras, se incluirán leyes ceremoniales. La Escritura lo declara
terminantemente: Zac. XIV; 17. ¿Cuántas leyes ceremoniales serán vigentes?  No lo sé.
Pero la diferencia es que el sentido espiritual será claramente revelado a las naciones. En el
tiempo de Moisés, el judío común cumplía con las ordenanzas rituales sin entenderlas. En
el imperio de Cristo lo que se cumplirá será entendido como una enseñanza sobre la gracia
pues la lluvia que cae del cielo y hace producir el pan y el vino a la tierra es don directo de
Dios a los que suben a Jerusalén para adorar al Rey y a celebrar la fiesta de los
tabernáculos. Los que no subieren no recibirán la lluvia: Zac.XIV; 17. Así que la gracia
manifestada por la lluvia estará relacionada con las leyes ceremoniales. En la dispensación
de la ley revelada, el acatamiento o desobediencia de la ley no producía una respuesta
directa de Dios de forma tan repentina. Hasta se imaginaban que su idolatría producía lluvia
y abundancia de pan y de vino: Jer.XLIV; 17, 18.
     Muchos teólogos y estudiantes de la Biblia dicen con toda la razón que Dios no vuelve
atrás. ¡Es cierto!  Deducen por lo tanto que en el Milenio sería contradictorio volver a las
leyes ceremoniales de Moisés. Pero así como lo entiendo no es volver atrás. Pues
primeramente estas ceremonias no son para el provecho y la enseñanza de los miembros de
la Iglesia pues ellos ya serán hechos partícipes de la naturaleza divina y no necesitarán
ninguna enseñanza sobre la realidad que ya gustarán en sí mismos, esos ritos serán para los
que vivirán en un cuerpo no transformado. La enseñanza de la gracia será mucho más clara
para ellos, pues aunque las figuras o ceremonias quedarán iguales, los sacerdotes y reyes
serán todos bien instruidos (pues serán los santos resucitados), y Dios mismo confirmará la
importancia de esa enseñanza mediante la lluvia o la sequia. Las leyes ceremoniales
anunciarán con toda claridad por medio del sacerdocio real de los santos la era final, el
gobierno eterno de Dios. Además esta dispensación preparará naciones aparte de la iglesia
para el reino eterno de la gracia.
     Os he expuestos 2 razones que sustentan la necesidad de un Milenio antes de la
eternidad. Sin embargo no es por demás repetir. La primera es que cada pacto; el de la ley y
el de la gracia, tiene un desarrollo progresivo en 3 etapas: básica, revelada completamente,
y aplicada universalmente. Así que según esta visión  el Milenio corresponde a la tercera
fase del desarrollo de la ley; es la ley aplicada universalmente, y después de esto viene la
eternidad que es la gracia aplicada universalmente. La segunda razón es que en la eternidad
ha de haber naciones que no son la Iglesia y que son las naciones que hubieren sido salvas, 
( Ap.XXI; 24), son la gente que vivió durante el Milenio en un cuerpo natural, no
glorificado, y que no participaron de la ultima rebelión encabezada por Satán al ser suelto
un poco de tiempo al final de los 1000 años:  Ap.XX; 7. Pero ahora veo también una tercera
razón que es ¡matrimonial!
     En efecto la Iglesia es la esposa del Cordero: Ap.XXI; 9. En muchos pasajes de la
Escritura,  así en el AT como en el NT,  el conjunto de los creyentes es llamado esposa o
novia. No es sencillamente una metáfora, sino que hay que entenderlo espiritualmente
como la esposa mística de Cristo, o también el cuerpo místico de Cristo, es decir que la
relación entre Cristo y los creyentes es como la relación perfecta  entre un esposo perfecto y
una esposa perfecto en cuanto a propósitos y actitudes. Ahora bien el matrimonio es algo
que fue instituido en la tierra cuando Dios le dio a Adán su esposa Eva. Sabemos que la
Iglesia estaba en Cristo antes de los tiempos de los siglos pues en El fuimos escogidos, pero
vino a existencia, (considerándolo desde la eternidad), en la tierra cuando los elegidos que
todos nacieron en este mundo con el pecado fueron redimidos por la muerte de cruz del
Cordero. Así que  tanto la Iglesia como su esposo divino han compartido la misma
condición, pues  “por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, El también participó
de lo mismo para redimir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte”:
Heb.II; 14. La Iglesia por lo tanto es una institución  cuyo destino es eterno y celestial pero
que tiene unas raíces en esta tierra, y un designio eterno en la nueva tierra después del
Milenio. Ahora este matrimonio místico siendo altamente bendecido, debe de producir una
numerosa descendencia que son las naciones que compondrán la eternidad. Siguiendo esta
lógica; los hijos de este matrimonio son los elegidos que nacerán durante el Milenio, de los
sobrevivientes de la gran Tribulación que participarán del Milenio,  con sus cuerpos no
glorificados.
     Desde Adán hasta la segunda venida de Cristo, los que son salvos,  judíos como
gentiles,  forman parte de la Iglesia, y a todos estos la promesa de la vida eterna incluye
también un reino eterno, Cristo nos prometió que nos dará autoridad sobre las naciones y
que las regiremos con vara de hierro:  Ap.II; 26, 27. Este reino empezará en el Milenio
donde se usará la vara de hierro para  castigar a los malos y disciplinar a los hijos de Dios
que todavía no habrán recibido sus cuerpos glorificados,  y que como  nosotros ahora,
tendrán el pecado que morará en ellos. Después del Milenio no habrá necesidad de usar la
vara de hierro, pues Dios será todo en todos, la muerte y el pecado habrán sido destruidos,
el diablo, y todos sus seguidores estarán en el lago de fuego por toda la eternidad. Sin
embargo la Iglesia seguirá teniendo la preeminencia pues ella será la luz de las naciones
salvas y recibirá de ellas honor y gloria: Ap.XXI; 24. Así que veo dentro del pueblo de
Dios 2 clases de santos: los que vivieron y fueron regenerados estando en un mundo bajo el
Maligno: 1J.V; 19, y los que fueron regenerados durante el Milenio en un mundo sin el
diablo suelto. Los primeros son miembros de la Iglesia, y los segundos son miembros de las
naciones que vivirán por toda la eternidad sobre la nueva tierra y bajo el nuevo cielo:
Ap.XXI; 1.
     En un matrimonio natural, después de las bodas, viene la vida en común con el propósito
de formar un hogar y la esperanza de tener hijos. Igualmente la esposa de Cristo celebra sus
bodas con su Señor en el cielo: “Después de esto oí una gran voz de una gran multitud EN
EL CIELO…y como la voz de una gran multitud que decía Aleluya…porque han llegado
las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado”, (Ap. XIX; 1, 7). Esas bodas durarán al
menos 7 años mientras que en la tierra los hombres pasarán por la gran Tribulación que es
la semana 70 de Daniel:  Dn.IX; 27. Después de estas bodas empieza su nueva tarea en esta
misma tierra,  que no es ahora suplicar humildemente a los hombres que crean en
Jesucristo, a través de sufrimientos, humillaciones, persecuciones y tribulaciones, como ha
sido el caso en estos 2000 últimos años, sino que empieza por sentarse en su trono para
juzgar al mundo  y luego reinar rigiéndolas con vara de hierro: Ap.XX; 4 y II; 26 y 27.
     La Iglesia universal es también llamada la congregación de los primogénitos inscritos en
el cielo: Heb.XII; 23. Si hay primogénitos esto implica que hay otros hijos después. En el
ámbito natural y según la ley de Moisés; los primogénitos son consagrados especialmente a
Jehová, tienen autoridad sobre sus hermanitos, y también reciben doble porción en heredad.
Esto es exactamente la posición de la iglesia frente a sus hermanos que nacerán durante el
Milenio; son especialmente consagrados a Dios pues son la luz de las naciones salvas,
tienen autoridad pues rigen las naciones con vara de hierro durante el Milenio y después
reciben gloria y honra de ellas, y tienen doble porción: el cielo nuevo de donde vienen y la
tierra nueva donde ministran la luz de Dios a todas la naciones.
     Ahora la diferencia entre los miembros de la Iglesia y los de las naciones es debida a su
formación. En cuanto al amor de Dios es igual en intensidad pero diferente en calidad. Tal
como un padre daría su vida por su esposa y por sus hijos, igualmente Cristo dio su vida
para los miembros de la Iglesia como para los miembros de las naciones salvas después del
Milenio. De la misma manera tal como una esposa conoce a su marido íntimamente, y sabe
todo lo que él posee, lo que piensa , lo que hace, y ella goza además de la misma autoridad
que él; puede usar su plata,  sus propiedades, su poder como delegada y representante legal,
así mismo es la Iglesia con respecto a su Señor. Los niños gozan de la comida, de la
educación, de las facilidades, y comodidades de la casa paternal pero no tienen la autoridad
y el conocimiento que tiene su madre de su padre. Esta es la relación que tendrán los
miembros de las naciones en la tierra eterna. Ahora bien ni la esposa llegará al
conocimiento completo de su divino esposo y de su Padre celestial, porque al Dios Trino ni
la eternidad proporciona una base suficiente para conocerlo totalmente, pues la Iglesia
como las naciones que serán salvas no dejan de ser ambas criaturas a pesar de que Dios sea
todo en todos.
     Es interesante también reparar en la gracia de Dios y en sus galardones, la gracia en que
es igual para todos, “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios
siendo justificados por su gracia mediante la redención que está en Cristo Jesús”, y los
galardones en que difieren por cuanto, las circunstancias en que nacieron ambos grupos son
totalmente diferentes y Dios no es injusto para olvidar el trabajo y la obra de cada uno:
Heb.VI; 10. Una cosa es confesar y seguir a Cristo cuando el precio es ser echado a los
leones por orden del emperador romano, o quemado a la estaca por orden de la Inquisición,
y otra cosa seguir a Cristo bajo el gobierno civil de sus santos, sin tener al mundo o al
diablo en su contra. Por lo cual la remuneración es justa, (aunque sabemos que a la verdad
Dios remunera lo que ha obrado en sus santos), pues la prueba es más dura en el caso de los
miembros de la Iglesia que para los miembros de las naciones del Milenio. En efecto la fe
es el medio de salvación para los escogidos de la Iglesia, y esta fe más preciosa que el oro,
es combatida y rechazada sistemáticamente por el mundo, mientras que en el Milenio, creo
que el amor será el medio de salvación, y ese amor será inculcado en las familias como en
las instituciones de todo el imperio de Cristo. Hoy tenemos que ir en contra de la corriente
del mundo cuyo príncipe usurpador es el diablo, en el Milenio el fiel tendrá que seguir la
corriente del nuevo mundo cuyo emperador será Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de
Señores.
     La Iglesia también que es la esposa de Cristo será también como una madre para la
educación de sus hijos durante el Milenio. Ella será encargada de regir las naciones con
vara de hierro, con la misma autoridad que le habrá delegado su marido celestial. La esposa
estéril en el AT era un oprobio, mientras que la mujer que daba a luz muchos hijos era
alabada y bendecida. Este cuadro se repite en el NT, pero al fin, en el caso de la Iglesia
durante el Milenio y la eternidad. En el Milenio educará a sus hijos, con la ley de Jehová y
la disciplina de la vara, y en la eternidad gozará de la honra y de la gloria que le traerán sus
hijos después de que se hayan graduado al cabo de los 1000 años y de su prueba final que
será la última rebelión encabezada por Satanás.

6. El Reino de la Gracia.
Esta dispensación empieza en Ap. XXII; 1, y no tiene fin; es la eternidad futura. Desde
Apocalipsis XXI 1 hasta Apocalipsis XXII tenemos una descripción muy arrobadora de una
dimensión inefable. Vemos la gracia claramente y repetidamente en el obsequio del agua de
la vida, en XXI; 6 y XXII; 17. El agua de vida será un rio limpio. Es decir que la gracia de
Dios y del Cordero será exterior, visible, fructífera: Ap. XXII; 1 y 2, pero también interna
pues se bebe esa agua  o más bien se bebió esta agua en las dispensaciones anteriores
VII;38.En pocas palabras el reino de la gracia será todo  y en todos por toda la eternidad. Y
esto por pura gracia, pues el rio del agua de vida saldrá  del trono del Cordero como
muestra real y permanente del Pacto eterno de Dios.
     En este reino de la gracia ya no hay necesidad de leyes ceremoniales,  por lo tanto no
hay templo: Ap. XXI; 22.En efecto; ¿para qué tener la foto del Amado si lo vemos cara a
cara? Y en cuanto a la ley moral; Cristo reinando en todo nuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo resucitado, es decir habiendo sido destruido el pecado y el cuerpo (la realidad) del
pecado, no hablaremos en ese tiempo de leyes morales, pues seremos manifestación,
encarnación de la Ley de Dios. ¡Enumerar leyes morales en  esa dispensación seria como
hacer estudios para comprobar que el agua es mojada! Para terminar, reparad en que el
último verso de la Biblia nos encomienda a todos a la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
Lo cual es el fin y la meta del programa de Jehová para la eternidad. Ahora no estoy
diciendo que la gracia es el designio de Dios, el designio de Dios en todo es su gloria. Pero
la gloria de Dios es el hombre y este hombre es Jesucristo. Y esta gloria es manifestada y
exaltada, magnificada y celebrada por toda la creación por medio de la gracia. ¡Pues en el
lago de fuego, no hay gracia, ni gloria, ni alabanza, sino crujir de dientes!
           
     Hasta aquí mi dispensacionalismo de los Pactos o mi teología del Pacto dispensacional.
Repito que estoy de acuerdo con el dispensacionalismo clásico en siempre discernir la
iglesia de la nación de Israel (en las profecías del AT). Como el dispensacionalista clásico
cuando leo: el Israel de Dios, entiendo por lo general: los israelitas que han sido
convertidos a la fe cristiana. Estoy también de acuerdo con el paréntesis durante el cual se
revelan los dos misterios escondidos desde siglos y edades. Es decir: 1 que la iglesia es un
organismo donde judíos y gentiles comparten la misma herencia. 2. Lo principal de la
herencia es Dios: “Cristo en vosotros la esperanza de gloria”. Este paréntesis se halla entre
la semana 69 y 70 de Daniel IX 20-27. Entre Pentecostés y el Arrebatamiento. No obstante
discrepo con el dispensacionalismo  clásico en lo que se refiere a la pluralidad de pueblos
que según ellos, Dios tiene. Es cierto que Jehová ha usado familia, luego  la nación de
Israel y después la Iglesia para ser portadores de su mensaje, sin embargo la diferencia está
en el grado de conocimiento propio a cada dispensación, lo cual equivale a decir que es
propio a la actividad y presencia del Espíritu Santo. Antes de la dispensación de la gracia el
Espíritu no moraba en los creyentes; venia sobre ellos y se podía ir: Salmo LI; 11. Así que
en la Iglesia del Nuevo Testamento  hemos llegado a una relación con Dios y a un
conocimiento mucho más profundo que en el Israel del AT. Pero esta diferencia
desaparecerá en la primera resurrección: Heb. XI ; 39,40, creo que los creyentes del AT  y
del  N T forman un solo pueblo en la eternidad: La Iglesia o la Jerusalén de arriba. La
característica de todos fue que por gracia fueran salvos por medio de la fe. Ahora es cierto
que como dice Jesús: “en la casa de mi Padre muchas moradas hay”. Por ende cada grupo y
quizá cada creyente tenga su propia morada. Jerusalén es una ciudad con sus barrios
respectivos. Puede haber el barrio de Noé, de Israel, de la Iglesia militante del NT. Pero la
Escritura dice: “… si sois de Cristo, linaje de Abraham sois y herederos  según la promesa”
(G. III; 9). También a Abraham se le da el titulo de padre de la fe. Abraham es pues
considerado como el dechado para todos los creyentes del AT como del N T. Jesús dice (J.
X; 16): “también tengo ovejas que no son de este redil (Israel); aquellas también debo traer
y oirán mi voz, y habrá un rebaño (la Iglesia)  y un pastor”. Así que el Israel de Dios en la
eternidad futura formará parte de la Iglesia. No obstante es cierto que en las dispensaciones
anteriores a la sexta, Israel no es la iglesia porque no ha sido todavía perfeccionada como lo
han sido los cristianos: Heb. XI; 40. Sin embargo a pesar de ver el cuerpo de Cristo como el
conjunto de todos los creyentes, veo también naciones que no serán la esposa del Cordero a
pesar de ser salvas: Ap. XXI; 24,26. En efecto durante el Imperio de la ley, el Milenio, la
base de la salvación aunque sea por gracia no será por medio de la fe. La gente que vivirá
bajo el gobierno imperial de Jesucristo no dudará que Jesús es el Señor de Señores. No se
necesitara fe porque Cristo reinará visiblemente en Jerusalén y sus santos resucitados y
glorificados administraran su imperio con poder y autoridad. Satanás no estorbará y la
justicia rebosará por doquier. La cuestión no será creer para los súbditos del Rey de reyes,
sino amar; ¿amarán a su Rey? Dice la Biblia; “El que no amare al Señor Jesucristo sea
anatema”. Esa gente que habrá vivido bajo el gobierno de Jesucristo y de sus santos
resucitados en la tierra durante el Milenio, formarán las naciones de la eternidad futura.
Ellas no serán la esposa del Cordero, la Jerusalén celestial, sino que “andarán a la luz de
ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y XXXX a ella.... y llevarán la gloria y la honra
de las naciones a ella”  (AP.XXI 24-26). Todos los que amaren al Rey de reyes durante la
dispensación del imperio de la Ley formarán parte de las naciones salvas de la dispensación
del reino de la Gracia pero no serán nunca la Iglesia, el cuerpo de Cristo (la esposa del
cordero, la Jerusalén de arriba). Serán como los hijos del matrimonio místico de Cristo y su
esposa la Iglesia que ellos van a tener durante el Milenio.
     Esta es pues la forma en que entiendo el plan de Dios, os dejo juzgar si se trata de la
teología del Pacto dispensacional o si se trata de dispensacionalismo de los Pactos… No
creo que la comprensión de tal tema dependa de la erudición sino más bien de la revelación
que el Espíritu Santo provee a cada uno. He tomado de las dos escuelas de pensamientos
los fundamentos  no para crear una nueva teología del Pacto sino porque los fundamentos
de ambas escuelas me parecen sólidos y verdaderos a la luz de toda la Escritura. El
desarrollo y la lógica en que se han encerrado y opuesto estas dos escuelas, es los que
rechazo,  pues ya no veo la misma autoridad escritural en sus conclusiones como se ve en
su bases. Esta controversia en el campo milenarista me hace acordar de la controversia a
propósito de la santa cena, entre los luteranos y reformados del siglo XVI. Ambos tenían
fundamentos bíblicos sólidos, pero cada uno siguió una lógica opuesta y agresiva en cuanto
al otro bando. El resultado fue una división grave y dañina del  protestantismo que alegró el
papismo y todos los demás herejes y enemigos de la Verdad. La formula luterana de
presencia real de Cristo bajo el pan y el vino (consubstanciación), no era el sentido real de
las palabras del Señor Jesús, y ni tampoco el simbolismo ultrajoso de Zwingli (comparaba,
por ejemplo el bautismo de agua a un baño de perro), la formula intermediaria de J.
Wycliffe: “el Señor está en el pan solo en un sentido, sacramental, espiritual y virtuoso” era
mejor, más conciliadora, mas bíblica, y más antigua. No obstante no estoy proponiendo una
solución conciliadora e intermedia entre estas dos escuelas premilenialistas para fomentar
la unión, sino que buscando la verdad en este campo, he llegado sin prejuicio, y sin
proponérmelo a la solución reconciliadora y equilibrada dentro del milenarismo, y esto
basándome en una interpretación literal de la Escritura,  y pidiendo a Dios que me muestre
la verdad. ¡A Él sea la gloria únicamente!
     SOLI DEO GLORIA.
 

En mi último artículo titulado “Mi dispensacionalismo” trataba el final del Milenio y decía
que aquella dispensación de mil años tenía dos metas. Una era que la ley sea aplicada
gloriosa y universalmente y la otra era que se creasen las naciones que han de participar en
la eternidad. Esas naciones son las que andarán a la luz de la nueva Jerusalén; la que
desciende del cielo de Dios (Ap. XXI 2 y 24).

El tema que quiero investigar con la ayuda del Espíritu Santo es la nueva Jerusalén. Como
decía J. Calvino: “Aprendo escribiendo”. Y así estoy yo, especialmente en relación con este
tema: ¡Espero aprender mientras escribo! El mismo apóstol Pablo escribiendo bajo la
inspiración del Espíritu Santo nos exhorta a que sepamos la esperanza a que Dios nos
llamó, y cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos (Ef I 18).

¿Cuál es la esperanza del cristiano verdadero? Hay muchas formas de responder a tal
pregunta. Yo diría que mi esperanza es estar siempre con Jehová Jesús y ser uno con el
trino Dios, tal como lo expresa Jesús en Juan XVII 21,22 y 23. Pero esa esperanza personal
se cumplirá exclusivamente dentro de un ámbito plural: Se cumplirá dentro de la Jerusalén
celestial, la cual es la esposa del Cordero, la cual es el cuerpo de Cristo, la cual es la iglesia
gloriosa, invisible ahora para los santos que peregrinan hoy en este valle de sombra de
muerte.

Mucho se ha escrito acerca de las iglesias pero poco en comparación, acerca de la iglesia
universal. Era muy importante tratar el tema de la organización de las congregaciones
locales durante dos mil años; pues las iglesias fueron el instrumento que usó Dios para dar a
conocer al mundo el evangelio eterno. Cuando se corrompía una iglesia, nacía otra del
estudio y del celo fiel a la Escritura.

El caso más prominente de corrupción ha sido la iglesia de Roma que se ha convertido en


las siete cabezas de la bestia (Ver mi primer artículo “Las dos bestias”). Hoy esta
terminándose la dispensación de la revelación de la gracia y hemos entrado en la gran
apostasía de todas las iglesias protestantes. Lo que está escrito tiene que suceder y me
parece el tiempo más propicio para meditar e investigar cuál es la esperanza gloriosa que
nos espera dentro de los muros de la Jerusalén celestial, que enfocarse sobre el caso
concluido y sin remedio de cómo restaurar las congregaciones locales.

Nuestra esperanza y nuestra gloria se hallan en la eternidad futura dentro de una ciudad
celestial. Es inútil y presuntuoso intentar describir la vida que transcurrirá dentro de una
nueva dimensión. ¡Es imaginar un pez viviendo como una golondrina! No obstante existen
los peces voladores y tales como estas criaturas tienen una noción real de lo que es volar;
nosotros también podemos a través de las Escrituras tener una noción real de lo que va a ser
la nueva y eterna dimensión a la cual estamos llamados a vivir. Como dice Pablo: “Ahora
vemos por espejo, oscuramente”…Así que algo vemos a pesar del velo de nuestra carne.

Esta nueva, gloriosa y eterna dimensión a la cual Dios nos predestinó tiene varios nombres
tales como la Iglesia, el cuerpo de Cristo, la esposa del Cordero, Jerusalén la celestial, el
monte de Sión. Cada nombre nos revela un aspecto de esa futura dimensión si los
analizamos detenidamente. ¡Lo haré brevemente!

La iglesia es un término de origen griego: e ekklesia que significa congregación o


asamblea. En este término el aspecto que se subraya es la reunión de la multiplicidad en
una unidad. La vida eterna a la cual somos llamados es una vida compartida con muchos
otros seres. La diversidad está llamada a la unidad armoniosa.

El cristianismo y la dimensión futura a la cual nos lleva, es totalmente opuesto a la celda de


los monjes y a la tradición anacoreta. No es ensimismarse sino abrirse al otro, que forma
parte de la asamblea santa. La Biblia nos indica también que esta congregación está
compuesta por los primogénitos que están escritos en los cielos, por los espíritus de los
justos hechos perfectos: Heb XII 23. Estas dos expresiones revelan la clase de reunión que
nos espera en el futuro. Un primogénito es el primer hijo que nace en una familia. En el
caso de la Iglesia se deduce que sus hijos siendo los primogénitos, hay aparte de ellos de
ellos otros hijos, que no son primogénitos, ni inscritos en los cielos. Así que hay varias
clases de hijos de Dios: Los primogénitos que están afiliados a los cielos y que forman la
Iglesia y los otros que no conforman la Iglesia.

Los que conforman la congregación de los santos son los que como Abraham creyeron en
la promesa de Dios. Desde Adán hasta la parusía (segunda venida de Jesucristo) todos los
que han creído de todo corazón a las promesas de Dios concernientes al Salvador; la
simiente que aplasta la cabeza de la serpiente (Gen III 15) han sido regenerados por el
Espíritu Santo e incorporados en la Iglesia universal, invisible, eterna y gloriosa. La cual se
manifestaba en la tierra a través de las iglesias locales y denominacionales en la
dispensación de la gracia revelada (es decir desde Pentecostés hasta recientemente). Estos
son los primogénitos. (Los que no creyeron en su corazón han sido y son condenados).

La segunda clase de hijos de Dios inscritos en los cielos son los ángeles que no siguieron a
Lucifer en su rebelión en la eternidad pasada. Y la tercera clase de hijos de Dios son las
naciones que quedarán después de la última rebelión al final del Milenio. La Iglesia o
congregación de los primogénitos juzgará a los ángeles ( 1 Cor VI 3) y serán reyes y
sacerdotes de las naciones durante el Milenio.

Después serán luz de las naciones en la eternidad futura. Estos primogénitos son también
“los espíritus de los justos hechos perfectos” (Heb.XII 23). Esta expresión nos confirma
que la Iglesia verdadera está conformada únicamente de los que han recibido la fe de Cristo
por la operación del Espíritu Santo. Solo los que han nacido del Espíritu y del agua que es
la Palabra de Dios son los justos hechos perfectos. No son gente que a través de un proceso
de purificación personal han alcanzado la perfección . Esto es un tipo de fábula católica . La
única forma de ser un justo hecho perfecto es creyendo en Jesús nuestro sustituto personal
el cual como dice la Escritura, “por una sola ofrenda perfeccionó a todos los que son
santificados” (Versión inglesa King James). Los ángeles que no han caído en la rebelión de
Lucifer deben su salvación a la gracia de Dios pero no por medio de la fe. La fe es entre
otras definiciones “la prueba de las cosas que no se ven” (heb. XI 1).
Los ángeles siempre ven a Dios (M XVIII 10) no han de creer en Dios. Hasta los demonios
saben perfectamente que Jesús es el Hijo del Altísimo: Lucas IV 41. No hay cuestión de fe
que se plantea para los ángeles. Igualmente para los redimidos del Milenio. Ellos vivirán
bajo el gobierno visible de Jesucristo. No se planteará la cuestión de la fe. La salvación que
es siempre para todos y en toda dispensación por gracia no será por medio de la fe. Nadie
preguntará durante el Milenio ¿Crees que Jesús es el Señor? La gracia no se manifestará en
la fe sino más bien en el amor. Los que no amarán a Jesucristo, el gran imperador universal
y rey de los judíos, se rebelarán y se condenarán al fin de los mil años. En cambio lo que
distingue los miembros de la Iglesia es la fe común que tuvieron durante su peregrinaje
terrenal. “Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan…” Y ¡Que son las cosas que
se esperan para un cristiano verdadero? Sin duda es la salvación de su alma, la redención de
su cuerpo, la manifestación del reino de Cristo en la tierra como en el cielo, y otras cosas
sublimes e inefables. Pero la sustancia de todo esto está en la persona de Cristo Jesús,
porque todas las cosas fueron creadas por El y para El. Así que la fe de Cristo en el corazón
del creyente es la misma presencia de Dios en la criatura. No se puede separar la fe genuina
de su autor y consumador (Heb XII 2). Intentaré expresar esto en un símil apropiado.
Imaginemos que estáis vigilando una habitación por medio de una cámara de video. En un
momento preciso se cortó el video por una falta en el sistema. No obstante quedó grabado
en las últimas imágenes, el pie del ladrón que estaba entrando en la habitación. No se ve
más que el pie. No se puede identificar perfectamente al ladrón. ¡El ladrón no es un pie
solamente! Pero el pie visto es la prueba que el ladrón estuvo allí ¡ No hay duda que no
entró el pie solito y luego salió! El pie y el ladrón son uno, pues el pie es del ladrón. Así
mismo es la fe de Cristo. La Fe y Cristo son uno. La Fe es la presencia de Dios en el
creyente. Es absurdo separar la presencia de Cristo de la persona de Cristo. Si hay Fe,
Cristo está aquí. La Fe es Cristo Jesús presente en el corazón del creyente. La fe es Cristo
Jesús realmente pero en forma velada. Para volver a mi ejemplo, la Fe es como ver el pie
del ladrón que entró a la habitación. En su segunda venida lo veremos cara a cara, ahora
solo vemos el “pie”. Y esta presencia de Dios en nosotros que es La Fe, es lo que hace de
los creyentes los primogénitos inscritos en los cielos. Cristo en nosotros es la esperanza de
gloria. Este es el privilegio especial de los creyentes: Dios morando en nosotros
eternamente. Si los ángeles hubiesen gozado de este privilegio nunca habría caído la tercera
parte en la rebelión de Lucifer, ni tampoco anhelarían mirar los ángeles las cosas que son
anunciadas en el evangelio. Las personas que vivirán bajo el gobierno de Cristo durante el
Milenio,quizas tampoco tendrán ese privilegio.

Solo en la eternidad Dios será todo en todos: 1 Cor XV 28. Por ende los miembros de la
Iglesia son los primogénitos, porque son los primeros participantes de la naturaleza divina;
2PI 4.Tenemos los creyentes el derecho de primogenitura que hace de la Iglesia la
autoridad suprema del universo creado; pues “los mandamientos de Jehová todos justos,
que permanecen para siempre”. La ley de primogenitura es lo que hace de los creyentes los
futuros reyes del universo. Ahora que hemos visto el fruto de la Fe me parece oportuno
discernir la Fe pura, o Fe de Cristo, de la creencia, para que nadie se ilusione de que es
primogénito inscrito en los cielos si solo tiene la creencia. En Marcos XVI 16 el Señor dice:
“El que creyere, y fuere bautizado, será salvo, más el que no creyere, será condenado”.
Grandes y apreciados teólogos han concluido que el bautismo de agua es imprescindible
después (y unos dicen que aún antes) de haber recibido la Fe de Cristo, para ser salvos.
¡Están equivocados!
“Pues si es por gracia, ya no es por obras, de otra manera la gracia ya no es gracia y si (La
Salvación) por obras, ya no es por gracia de otra manera la obra ya no es obra” Dice
también la Escritura “Concluimos pues que el hombre es justificado por la Fe sin las obras
de la Ley”. Hay otros versículos contundentes que excluyen cualquier obra humana de la
salvación. Bautizarse con agua es una obra humana, aunque sea mandada por el mismo
Dios; es obra humana. Así que el bautismo requerido en Marcos XVI 16 no es el bautismo
de agua.

“La salvación es de Jehová” de principio a fin. La Fe es una obra pero es una obra divina.
Totalmente fuera del alcance humano. Sabiendo pues que el bautismo de agua se lleva a
cabo con medios humanos y elementos físicos: ministro, agua, calendario, etc. no puede ser
que aquí se trate del bautismo de agua. Por lo tanto se trata del bautismo de fuego, el
bautismo del Espíritu Santo. Jesús vino precisamente a eso: a bautizarnos con el Espíritu
Santo no con agua: Juan I v 33.

El problema en Marcos XVI 16 está en la recta comprensión del verbo: creer. Hay creer y
creer. O por decirlo de otra manera, hay creencia y Fe. La Fe es creer por lo cual dice Jesús:
“De cierto, de cierto os digo; el que cree en mí, tiene vida eterna”. Pero este creer, es creer
con el corazón, es el creer de Romanos X 10: “ porque con el corazón se cree para justicia”.
Ahora para entender bien que es el corazón, el hermano Watchman Nee nos ha dado la
explicación más clara hasta hoy. El corazón, dice W. Nee, es como un centro de conexión
en el hombre interior donde se conectan la conciencia y la mente. Es el centro, el meollo de
la persona. No es él: “pienso por ende soy” de Socrates. Tengo muchos pensamientos que
me molestan, que me perturban, que me ofuscan pues que no son compatibles con mi
conciencia. Tengo pensamientos a veces pecaminosos y hasta diabólicos. Pero no son mis
pensamientos, son pensamientos que provienen del mundo, de Satanás y de mi yo carnal: el
que ha sido crucificado juntamente con Cristo. Mi pensamiento es el que está de acuerdo
con mi conciencia. En mi conciencia mora Cristo Jesús mediante la persona del Espíritu
santo. Así que el único pensamiento que pueda concordar con mi conciencia es el
pensamiento que proviene de la mente de Cristo y como “nosotros tenemos la mente de
Cristo” ( I Con II 16) nuestro pensamiento está basado en y alimentado por la Palabra de
Dios, la Escritura.

Este creer con el corazón no es el creer que habla Jesús en Marcos XVI 16, más bien es el
creer y ser bautizado. El creer sin ser bautizado por el Espíritu santo es solamente una
aceptación mental de una información. Aquí donde vivo, todos creen que Jesús es el Cristo,
que Jesús es el Señor, todos han sido bautizados en agua: todos son católicos romanos.

¡Pero ninguno fue bautizado con el Espíritu Santo! Tienen la creencia de que Jesús es el
Señor e hizo tal y tal cosa, pero ello no tiene conexión con su conciencia y con su
pensamiento interno. Así que hay un creer que es información y tiene influencia en el
intelecto, y hay el creer que tiene impacto en la conciencia y en el pensamiento y eso es la
Fe. Ahora no hay que desechar el creer “informativo”. Este creer es por lo general el paso
preliminar a la Fe que es ser bautizado del Espíritu Santo. Primero hay que recibir la
información de que Jesús es el Señor, y esto formaba parte de la cultura occidental durante
siglos, sin embargo lo que salva es el bautismo de fuego , no la tradición o la información.
El que recibe la información y luego la asimila en su corazón por la acción del Espíritu
Santo será salvo, más el que no quiere recibir la información de que Jesús es el Señor no
será salvo pues “No hay otro nombre dado a los hombres bajo el cielo en que podamos ser
salvos”. Esto es lo que dice Marcos XVI 16 en otras palabras. El relato de la mujer que tocó
el manto de Jesús en Lucas VIII 43 a 48 ilustra bien lo que trató de expresar. Allí vemos
una multitud que aprieta al Señor. Esa multitud ha recibido la información de que Jesús es
un varón de Dios. Ellos creen que Jesús es alguien grande. Pero Jesús no lo siente a pesar
de que lo aprietan. En cambio la mujer “decía dentro de sí; si tocare solamente su manto,
seré salva” (Mar IX 21). La multitud tenía cierta información sobre Jesús, la creía y se
agrupaban alrededor de Él. Creían pero no tenían fe. En cambio esta mujer había recibido la
misma información pero esta información no se quedó en sus orejas, entró en su corazón y
le dio la esperanza de ser salva, no sana (como bien traduce la versión Reina Valera). No
niego que deseaba ser sanada, pero su preocupación principal era la causa de su
enfermedad: el pecado.

Esta mujer tenía la fe: fue salva ¡y sana! El Señor la sintió como oveja suya y luego le sacó
la confesión de fe para la salvación de los oyentes presentes. ¡Solo la fe, el creer en su
corazón hace que una persona sea primogénito inscrito en el cielo!

Hay otro término sinónimo de Iglesia: El cuerpo de Cristo. Esta palabra enfoca la función
que cada uno tiene dentro de la Iglesia sea en la vida terrenal: Ro XII 4 a 8 o la función que
tiene la iglesia en la eternidad como el instrumento para sujetar todas las cosas: Ef I 22, 23
o también su función unificadora y reconciliadora entre los diferentes miembros que lo
conforman y también entre ellos y su cabeza: Cristo (Ef II 16 III 6). Este cuerpo es también
el instrumento cuya función es dar a conocer la sabiduría de Dios en los lugares celestes: Ef
III 11. Este vocablo “Cuerpo de Cristo” enfoca también la dependencia total de los
creyentes de Cristo Jesús.

Un cuerpo sin cabeza, no tiene ni vida, ni dirección, ni sentido. Un cuerpo decapitado es un


cadáver. La cabeza es la que dirige y organiza todos los asuntos y el cuerpo obedece y los
lleva a cabo. El cuerpo es instrumento pero en el caso de la Iglesia es la cosa creada más
preciosa del universo pues es la manifestación de Dios en su máxima plenitud.

El otro término que tiene casi el mismo enfoque es: La esposa del Cordero. La esposa es
cuerpo que pertenece a su marido, es también sujeta al marido. Depende de su marido y
esta creada como ayuda idónea del hombre. Pero la esposa añade al lado funcional del
cuerpo, el lado emocional y de belleza. “El hombre es la gloria de Dios, la mujer es la
gloria del hombre”. En el caso de la Iglesia cuando se la llama esposa del Cordero se
enfatiza el amor de Cristo por su Iglesia, la unión entrañable y amorosa, la belleza y la
gloria que acompañan esta creación especial. El gozo también esta enfatizado en este
término: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero y su esposa se ha preparado” (Ap XIX 7). Hay también en el término de esposa un
crecimiento, un desarrollo en el pasado y en el futuro. Una esposa antes de serlo, es virgen,
luego es novia, luego es esposa y termina por ser madre. En el Antiguo Testamento vemos
que los creyentes provenientes de la nación de Israel son llamados “La virgen”, La hija de
Sión (Is XXXVII 22). Es en el Nuevo Testamento que la virgen es desposada realmente con
su marido: Cristo Jesús.
Es en el Nuevo Testamento que la virgen llega a ser realmente la novia, luego la esposa y la
madre de todos nosotros: Gal IV 26. En efecto la madre de todos nosotros no es el mito
mariano de los católicos. Somos de hecho engendrados por el Espíritu Santo por medio de
la Palabra. Al momento de ser engendrados, somos incorporados en la Iglesia invisible
donde mora en abundancia esta misma Palabra que tal una leche espiritual nos da el
crecimiento.( La Palabra de Dios es Dios, decía Martin Lutero ). Es importante destacar que
la Iglesia es madre invisible y celestial. A pesar de poder vislumbrar una parte de ella en los
creyentes y antiguamente en las Iglesias locales, siempre ha sido invisible como entidad
completa, y lo seguirá siendo así, hasta que vuelva el Señor Jesús a la tierra. Pero nunca hay
que olvidar que esta esposa y madre somos nosotros los creyentes, para no caer en la
idolatría que corresponde a la mariolatría católica romana y ortodoxa. La cabeza de la
esposa es su marido. El que lleva la corona y ha de recibir el honor, la gloria, la alabanza y
la adoración es Dios no su creación sea la que sea. La esposa de Cristo, sirve, brilla, por y
para El.

Por fin tenemos dos términos que llevan connotaciones históricas y geográficas: El monte
de Sión y la Jerusalén celestial. Estos términos que también definen la congregación de los
santos en luz tienen su contraparte que son el monte Sinaí y la Jerusalén actual: Gal IV 21 a
26. No hay que confundir la ley y la gracia ni tampoco la nación de Israel y la Iglesia
invisible (ahora).

“La ley ha sido nuestro ayo para llevarnos a Cristo. Pero venida la fe ya no estamos bajo
ayo”. Igualmente Israel ha sido el molde, la maqueta, la sombra, la raiz de la Iglesia. La
Iglesia es un organismo celestial que tiene la cualidad especial de haber pasado por “El
horno de Egipto”. Para que su fe más preciosa que el oro sea hallada en gloria alabanza y
honra”.

En efecto todos los creyentes han pasado por este mundo terrenal ajeno a las promesas de
Dios y enemigo del pueblo de Jehová. Todos los miembros han tenido una historia personal
vivida en la tierra y todos han compartido la fe de Abraham y las experiencias de los santos
del Antiguo Testamento en grado alguno.

Israel ha tipificado la Iglesia. Por lo cual no hay que confundir la Jerusalén terrenal y la
celestial. La Jerusalem terrenal aún en su gloria milenial, cuando Cristo se sentará el trono
de David no tendrá la dimensión de la Jerusalén celestial .Pero la Jerusalén celestial es
marcada por toda la eternidad por su breve pasado en la tierra que fue como un molde. Las
puertas de su entrada son perlas que llevan los nombres de las doce tribus de Israel y como
bien lo hace notar Watchman Nee, las perlas son productos de una irritación, molestia,
herida en el interior de la concha marina…

La Jerusalén celestial tiene dimensiones extraordinarias que apuntan a su grandeza. Es


ciudad y por lo tanto organizada y compleja. Pero al revés de las ciudades terrenales que se
edifican con el material proveniente de la tierra, ella baja del cielo. Las ciudades terrestres
dependen del campo para subsistir y el campo depende del sol para que produzca. Aquí es
lo contrario, esta ciudad produce su propia luz y alumbra a las naciones. Y lo más
maravilloso, creo yo, está en que Dios mismo es el templo de ella: Ap XXI 22.
En una ciudad terrenal hay templos donde se espera (con mucho engaño) que Dios more
allí en cierto modo. Para decirlo de otra forma se espera que el contenido del envase, de
fabricación humana, es divino. Lo exterior es humano y lo interior es divino. En la
Jerusalén celestial no hay templo porque lo exterior es tan divino como lo interior: Dios es
todo en todos.Es una dimensión inefable que solo pueden atisbar borrosamente los que una
vez han experimentado la llenura del Espíritu Santo (y ¡que no cayeron en el neo
pentecostalismo!)

Es una dimensión donde, creo yo, toda la creación manifiesta las virtudes de Dios de una
forma más o menos intensa. La Jerusalén celestial siendo la forma más intensa de revelar la
gloria de Dios y el lago de fuego siendo también la forma de revelar la justa ira de Dios y
su odio a la maldad.

Miremos ahora al termino monte de Sion. Hace pensar en la majestad e inmutabilidad de la


Iglesia. A un monte siempre se sube y es una característica de la Iglesia. !Subir requiere
más esfuerzo que bajar! Se entra al reino de Dios a través de tribulaciones ; es un camino de
pruebas que llevan hacia arriba, a la gloria. La enemistad de la carne, del mundo, del diablo
hace penoso ese subir hacia Dios. El Todopoderoso mora en las alturas; en el monte de
Sion se ubica su ciudad. (Leed “el peregrino” de Bunyan).

Después de estas breves reflexiones sobre los sinónimos de Iglesia, lo que me parece
ineluctable es dar gracias a Dios por este privilegio infinito que nos ha concebido Jehová al
hacernos miembros de su Iglesia; piedras vivas de su templo, participes de la naturaleza
divina. Es importante recalcar que ser miembro del cuerpo de Cristo es la máxima dignidad,
autoridad y poder que se puede recibir de parte del Altísimo. Por lo cual dice el apóstol
Pablo; que las penas sufridas en este mundo no han de compararse con la gloria venidera.
Juzgaremos a los ángeles, reinaremos sobre los pueblos, recibiremos la gloria de las
naciones. Dios mismo nos delegará la autoridad suprema para regir el mundo milenial con
vara de hierro y para ser luz del nuevo mundo en la eternidad. No hay honor más grande
concedido a ningún humano o ángel fuera de la congregación de los santos salvos por fe,
por lo cual dice el apóstol: "Regocijaos en el Señor siempre, otra vez os digo, regocijaos".
Nuestra vida en esta tierra de exilio, ha de ser llena de gozo, de alabanza y gratitud.

Nuestro impedimento es no mirar hacia la esperanza y la herencia de los santos. Me da


pesar cuando recuerdo los días en que me congregaba en una iglesia local, y que en ella las
grandes preocupaciones eran la adquisición de más terreno, o la construcción de un
segundo piso, o la pintura de las paredes y otros asuntos del mismo nivel. !Faltaba mirar a
las cosas de arriba, faltaba saber cuál es la esperanza de los santos!. La Iglesia militante
había de tener prioridades espirituales no materiales. La Iglesia gloriosa, la que desciende
de los cielos tiene una dimensión especial donde lo exterior corresponde a lo interior, donde
lo material expresa lo espiritual en todo. Hoy no estamos en esta dimensión, pues el mundo,
la carne y Satanás usan la creación para combatir a su Creador. Nosotros teniendo la mente
de Cristo debemos hacer lo contrario: usar la creación para predicar a Cristo Jesús. Este
anhelo y animo se alientan con el conocimiento de la herencia que nos está reservada en el
cielo.!Que Dios Espíritu Santo nos dé de crecer en este conocimiento para que seamos cada
día mas celosos por el reino de Jesús! Maranatha.
 

! Como han caído los valientes!

Este programa: Sola Fides, tiene  ya varios años de estar en la internet. Hay cosas que he
dicho en el pasado, que no diría hoy. Cuando principié este programa, todavía me
congregaba en una iglesia bautista particular (es decir que el pastor era calvinista). Desde
entonces este pastor (y amigo) abandonó el ministerio,  y con mi esposa ya no nos
congregamos más en el ámbito de una iglesia local. Nos dimos cuenta de que hemos
entrado en la gran apostasía que ha de preceder la segunda venida de Jesucristo. El
abandono de las grandes doctrinas protestantes, el estado moral de la feligresía, el énfasis
de los pastores sobre asuntos sociales y económicos, apartando el oído de los feligreses de
la Palabra de la  Cruz y otros factores nos han despertado a la realidad de que Dios ha
dejado de usar las denominaciones y todas las iglesias locales para anunciar el evangelio
verdadero; el evangelio de salvación por fe sin obras. Sin embargo doy gracias a Dios por
haberme confirmado que la era de la iglesia ha definitivamente terminado, mediante el
programa radial de Family Radio.
Ha sido de consuelo y de ayuda para salir sin mirar atrás,  de esta Babilonia que son las
iglesias evangélicas de hoy. Supongo que la mayoría de vosotros conocéis Family Radio; la
emisora internacional que emite desde EEUU. Esta emisora se ha levantado por la gracia de
Dios, mediante las ofrendas de los creyentes, encima de todas las otras emisoras cristianas,
según dice su presidente Harold Camping. Emite en casi todos los países del mundo, en
todos los idiomas principales. Durante años el evangelio verdadero ha sido predicado por
esta emisora de forma clara y eficaz. Ha sido de bendición para miles de personas. A pesar
de ser una emisora amilenarista, he recibido enseñanza y fortalecimiento durante años. Veía
como crecía Family Radio; como un árbol frondoso que llegó a su cúspide cuando empezó
a proclamar la verdad del fin de la era de las iglesias. Luego empezaron a descubrir “otras
verdades” que resultaron herejías. Tal como dijo David en I Sam I 19: “¡Ha perecido la
gloria de Israel sobre tus alturas! ¡Como han caído los valientes!”.   Así se puede decir hoy
de Family Radio. Anteriormente instaba y animaba a la gente a oír Family Radio pero
últimamente tengo que rectificar mi discurso sobre ellos. Sin embargo de tal caída podemos
sacar unas enseñanzas que nos ayuden a todos a caminar humildemente con nuestro Dios.

Antes que todo ¿porqué afirmo que Harold Camping se ha extraviado peligrosamente,
después de haber caminado valientemente tantos años? Para mí son dos doctrinas nuevas
que me han apartado definitivamente de apoyar a Family Radio. Siempre he disentido con
Family Radio acerca de su escatología de tipo amilenarista. Pero como ya lo expliqué en mi
artículo: “La controversia escatológica”, esto no es impedimento para la comunión entre
hermanos. Claro que llegar a anunciar que el 21 de mayo de 2011 sea el día del fin del
mundo, me parece muy atrevido.

¡Y hoy estamos a 22 de mayo 2011, por ende Camping es un falso profeta! Ahora me
pregunto aun si la cosa no es más grave de lo que parece. Pues supe que él no vendió sus
bienes para este día, mientras que muchas personas que le creían vendieron sus casas y se
quedan hoy en la calle. Ha estado durante 2 años, me parece, predicando algo que él mismo
no creía, porque si lo hubiera  creído, habría vendido todo lo que tenia para, por ejemplo,
regalar docenas de miles de Biblias. ¿Será que hay detrás de Family Radio, un complot
jesuita, para hacer escarnio del cristianismo bíblico? En efecto, hoy el mundo entero está
comentando el disparate de Camping, y muchos sacarán la conclusión bien católica; que
leer mucho la Biblia  vuelve  la gente loca, y que el fundamento del protestantismo que es
la Biblia como autoridad suprema, es erróneo. La astucia diabólica de los jesuitas es capaz
de esto…

Dice la Escritura que la arrogancia precede la ruina y el orgullo precede la caída, (Prov.
XVI 18).   Pero mientras no se toca la obra y la persona de Cristo Jesús no tengo que tildar
a nadie de hereje. A pesar de interpretar la Biblia como discípulo de Orígenes (es decir de
espiritualizarlo todo) y de aburrirme con su numerología;  he disfrutado esta emisora
durante años ¡Pero se acabó con las dos últimas doctrinas que niegan la obra de redención
de Jesucristo en la cruz  del Calvario! Haciéndose sabios, se hicieron necios” dice la Biblia.
Harold Camping no deja de proclamar que nuestros hermanos y teólogos del  pasado a
pesar de haber recibido alguna luz sobre el evangelio, poco sabían. Ahora, según pretende
él,  Dios ha abierto los ojos de muchos (y por supuesto en particular los de Harold) y nos
revela por fin el evangelio puro. ¡Así que Agustín, Lutero, Calvino, Spurgeon no sabían lo
que era la gracia de Dios en Cristo Jesús! No obstante todo lo que expresa sana doctrina en
Family Radio se debe a que Harold Camping creció dentro de una iglesia reformada. Pero
el niega lo que recibió de sus padres espirituales y decide que hoy solamente se descubre el
evangelio puro. Que haya descubierto que las iglesias reformadas han apostado la fe de
Cristo, es muy valioso,  pero negar la herencia que recibimos de la Reforma protestante del
siglo XVI es rebelarse contra la verdad. ¡Ojala se arrepienta ya que pasó el 21 de mayo de
2011!  Por ahora Harold Camping me parece a  Absalón, el cual dice en 2 Sam XV 4:
“¡ Quien me  pusiera por juez en la tierra para que viniesen a mi todos los que tienen pleito
o negocio,  que yo les haría justicia!”Absalón consideraba que su padre David no era el
juez valido y establecido por Dios. Igualmente Harold Camping considera que su padre
espiritual Juan Calvino no era un teólogo válido y establecido por Dios sino que él; Harold
Camping, es el que realmente conoce el evangelio eterno. Por lo cual Dios, que exalta al
humilde y mira de lejos al altivo, lo ha entregado a una mente reprobada la cual se aparta de
la sana doctrina y cae en herejías. Por ahora veo dos doctrinas que contradicen la Escritura
y niegan la obra de Jesús en la cruz.

 
La primera doctrina falsa, no es nada nuevo, como se lo imagina el señor Camping; es una
doctrina típica de los ruselistas que se auto proclaman testigos de Jehová. Según ellos (y
según Family Radio ahora),  el infierno donde el gusano no muere y el fuego no puede ser
apagado (Marcos IX 43-44) no existe. No hay resurrección para los incrédulos. Ellos
mueren y no hay juicio, ni infierno, ni lago de fuego. Son aniquilados y pierden la herencia
de la vida eterna. No sufren, ni saben nada después de su muerte;  son como gallinas,
después de la muerte;  la nada. La única vergüenza que sufren, sin darse cuenta de ello,  es
que sus huesos (si quedan algunos)  son esparcidos fuera de su tumba el 21 de mayo 2011.
Pero ellos no sabrán, ni sentirán nada: han dejado de existir. No voy a citar versos para
refutar tales ideas;  no vale la pena. Es como explicar que hacer imágenes de Dios y
honrarlas es pecado. Jesús habló más del infierno que del paraíso. ¡El que tiene oído oiga!
Esta nueva doctrina de Family Radio además de torcer las Escrituras, tiene consecuencias 
sobre la obra de Cristo Jesús nuestro gran Salvador. Si no hay juicio, ni condenación, ni
pena, ni infierno, ni crujir de dientes, ni gusano que carcoma la conciencia ¿De qué me
salva Jesús?  Muchos grandes pecadores han disfrutado una vida llena de placeres, han
hecho lo que les daba la gana, han menospreciado a su Creador  y  han muerto
tranquilamente mediante analgésicos, rodeados de sus familiares y amigos. Han perdido la
herencia que de todas formas aborrecían: estar con Jesús toda la eternidad sin poder
practicar sus pecados preferidos. ¡Qué alivio para ellos la muerte! Pero si Jesús es el
Salvador,  entonces ha de salvarnos de algo terrible, y si es un gran Salvador (y lo es)
entonces nos salva de algo espantoso, pues: ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
(Heb. X 31). Si no hay juicio ni lago de fuego,  Jesús no es un gran Salvador. La
aniquilación no es nada de temer sobremanera: no ver, no sentir, no saber, no sufrir, no
temer, es nada. La nada no hace nada a nadie. Jesús nos salva de la nada: ¡ese es el nuevo
evangelio de Harold Camping!

 
Jesús salva de un sueño eterno que no es pesadilla ni ilusión; es nada. Si seguimos las
enseñanzas del señor Camping, Jesús no es un gran Salvador, ciertamente sigue siendo la
puerta que se abre para la vida gloriosa y gozosa de los santos pero es una opción. La otra
opción es gozar a lo máximo ahora sin preocuparse por una eternidad donde no pasa nada.
Según el nuevo evangelio de Family Radio, Jesús es el dador de una vida eterna llena pero
no es más el gran Salvador que conocimos ¡Solo nos salva de la nada!

 
La otra doctrina “revelada a Harold,  que rebaja a nuestro gran Salvador, concierne
directamente su obra en la cruz del Calvario. Basándose en Ap. XIII; 8: “Y la adoraron
todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida  del
Cordero que fue inmolado desde la fundación del mundo”, el señor Camping deduce que el
precio del rescate fue pagado en realidad en el cielo en la eternidad pasada. Por lo cual,
según Family Radio, la crucifixión de Jesús en el Gólgota no fue más que una confirmación
y demostración de lo que hizo en la eternidad pasada. Es casi un sacramento a lo estilo
católico; es una especie de misa. ¡No fue en la cruz del Calvario que pagó por nuestros
pecados!  Los sufrimientos de la cruz son solamente, según Harold, el recibo del pago que
hizo Jesús en el cielo. Olvidando Ef  II 15, 16, Heb X 20, 1 P IV 1, Col I 20 y otros versos
que dejan clarísimo que el rescate fue pagado , estando Jesús colgado del madero, Family
Radio rebaja la obra de expiación hecha en la cruz en una simple información de algo que
se hizo ya en la eternidad pasada. Como dice el refrán: del dicho al hecho, hay mucho
trecho. Lo que Dios dijo que sería Jesús cuando lo llamo Cordero en la eternidad pasada; es
el dicho. El Hecho se cumplió hace 2000 años y el mucho trecho es una vida de dolores con
una muerte vergonzosa y espantosa en la cruz del Calvario.

Todos los cristianos y aun los niños en la fe, saben esto. Esto es una enseñanza básica del
Espíritu Santo a través de la Escritura (igualmente lo relativo al infierno) ahora pues ¿Cómo
puede ser que un maestro como Camping, formado en la mejor teología (calvinista), caiga
en errores tan graves y burdos? Ya he dado varias respuestas: el orgullo siendo la raíz de
todas. Lo más asombroso es que toda su nueva teoría blasfematoria se basa en un solo
versículo que fue traducido de una manera confusa, pues dicen eruditas y exegetas
conocedores del griego, como Carballosa, que la traducción más apropiada de Ap.XIII; 8
habría sido: “Y adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos
desde el principio del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”. Lo cual
armoniza con Ap.XVII; 8: “…y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están
escritos  DESDE la fundación del mundo en el libro de la vida…” Así que Camping se
confundió gravemente,  pues son los elegidos que fueron escritos antes del principio de
mundo en el libro de la vida, y no el Cordero que fue inmolado, sino DESTINADO como
dice 1 Pedro I; 20,  en aquella remota eternidad pasada. Si Harold hubiese tomado consejo
de otros no habría caído en tal peligrosa herejía, pues dice Prov. XI; 14: “Donde no hay
dirección sabia el pueblo caerá, mas en la multitud de consejeros hay seguridad”. ¡Pero
Harold se comporta como una especie de papa infalible y no recibe consejos de nadie!  
Ahora dejando este caso notorio  de extravío, quiero  llamar vuestra atención sobre  el
hecho de que el conocimiento envanece, pero el amor edifica.

Hay muchos teólogos, maestros, estudiantes muy dedicados a la investigación de las


Escrituras que se han extraviado. Esta gente dedica cada día, horas y horas al estudio
sistemático de la Biblia. Ellos han acumulado el conocimiento de una forma, diría yo,
escolástica. Muchos maestros extraviados hablan el griego koiné, y el hebreo mosaico y
quizás también el arameo sin olvidar el latín,  mejor que nosotros el español. Pero un
analfabeto recién convertido entiende más que ellos el Camino. ¡Lejos de mí, desalentaros
a  escudriñar  las Escrituras y adquirir conocimiento!  “Mi pueblo fue destruido porque le
faltó conocimiento”, dice la Palabra de Dios. Lo que pasa es que Dios no mira a la obra
sino a la intención del corazón. Estudiar miles de horas la Biblia puede tener efectos 
contrarios  según la intención del corazón. Si estudio para que me adulen, para que me
llamen maestro y doctor en teología o para ganarme el pan cotidiano,  este conocimiento
me envanecerá por seguro. “El que se exalta, Dios lo humillará y el que se humilla Dios lo
exaltará.  Es muy fácil exaltarse con el conocimiento bíblico y caer en la peor especie de
orgullo: el orgullo espiritual. No es tan fácil humillarse con este mismo conocimiento,  pero
un corazón sincero e iluminado por el E.S. a medida que crecerá en el conocimiento del
primer punto del calvinismo: la depravación total del hombre,  se humillará. No hay que
imaginarse que el hombre carnal con su pensamiento diabólico,  no forma parte del ser de
un cristiano. Como lo explica muy bien Pablo en Ro VII y VIII, somos los cristianos una
contradicción viva que solo se resuelve cuando caminamos en el espíritu y no en la carne.
Como los gálatas podemos empezar  por el espíritu y terminar por la carne (gal III 3). El
recién convertido cuando empieza a conocer mejor a Jesús por medio del estudio de la
Escritura, está empezando  por el espíritu. En efecto es una prueba de presencia y actividad
del  E.S. en el creyente,  el interés por la Biblia. En estos días de Biblia abierta, el Espíritu
Santo induce irresistible y suavemente a todos  los elegidos que saben leer, a escudriñar las
Escrituras. Nuestro pensamiento se empapa poco a poco de la Palabra de Dios y nuestro
espíritu (conciencia, intuición, espontaneidad espiritual) se fortalece y empieza a tomar las
riendas (en mi artículo: “Tricotomismo”, hablo de esto). Este proceso de santificación y
crecimiento espiritual es igual para todos los santos, siempre es el E.S. que aplica la Palabra
de Dios a la conciencia del elegido mediante una mente renovada por la meditación de esta
misma Palabra. No voy a entrar en este tema en particular, pues es muy extenso, complejo
y profundo. Os consejo la obra de Watchman Nee  titulada: “El hombre espiritual”. Lo que
quiero dejar claro es que no hay fin de hacer muchos libros: y el mucho estudio es fatiga de
la carne: Ec XII 13.  Cuando vemos a eruditos grandes que llegan a conclusiones erradas,
cuando vemos tantos teólogos que a pesar de sostener que la salvación es por gracia y no 
por obras, y no obstante no admiten que si la salvación no tiene el sello de un sacramento o
de un formalismo o conformismo,  puede ser real, cuando vemos todo esto , comprendemos
que hay un conocimiento que envanece peligrosamente. Bien dice Pablo en 1 Cor XIV 19:
“en la iglesia prefiero hablar 5 palabras con mi entendimiento, para enseñar también a
otros, que 10.000 en lengua desconocida”.

 El conocimiento de la Palabra que enriquece es el que ha sido asimilado


experimentalmente. Hay que gustar o probar la Palabra de Dios en el vivir. El estudio de la
Palabra nos permite entender la vida que tenemos en Cristo. Es el mapa del viajero, pero no
es el viaje en si mismo sino es asimilada por una experiencia personal. Como dije al
principio;  la intención determina la clase de conocimiento. Dios Espíritu Santo revela los
misterios de la Biblia al que busca la gloria de Dios,  no la suya propia. Hay que escudriñar
constantemente la Escritura, pero el entenderla no es cuestión de sumar tantas horas cada
día. El conocimiento viene por revelación.  Dios revela a sus hijos las verdades que quiere,
cuando quiere, y a quien quiere. El conocimiento verdadero es como la pesca. Uno puede
pasar días y noches pescando y no coger nada. Otro puede pescar en 5 minutos un pescado
grande. El hecho es que hay que ir al mar, pero ni el tiempo, ni el anzuelo aseguran la
presa. Igualmente hay que ir a la Biblia, pero ni el tiempo ni la metodología aseguran el
conocimiento válido (el que no envanece). Todo depende de Dios. Dios es Espíritu y se
comunica a nuestro espiritu y mora en el. En mi experiencia personal, he comprobado que
la revelación de una verdad que Dios me da a través de la Escritura, viene por la parte
intuitiva de mi espíritu. La intuición es el lado por el cual viene la revelación. La erudición
puede ayudar la intuición,  confirmando el hallazgo de la intuición, pero no es el canal de la
revelación. Tenemos por ejemplo la revelación que tuvo M. Lutero cuando leyó en
Romanos I; 17: “mas el justo por la fe vivirá”. Como hombre muy erudito que era, sabía
que esta cita provenía de Habacuc II 4. El erudito ha almacenado muchos hechos doctrinas,
palabras, dichos, versos, historia, geografía, idiomas, etc.… Y cualquier erudito cristiano 
sabía que lo que cita Pablo,  se halla en Habacuc. Pero el verso 3 en Habacuc habla de una
visión, y el verso 5 empieza como un proverbio sobre el borracho. Entre una profecía y un
proverbio se halla en el verso 4, la doctrina esencial del evangelio en 7 palabras!  Así que la
erudición que nos manda a buscar  en Habacuc lo que cita Pablo, no sirve para nada. Dice
Martin Lutero a propósito de su revelación del evangelio: “Meditando día y noche estas
palabras (Ro I 17), Dios tuvo por fin piedad de mi: entendí que la justicia de Dios, es esta
por la cual el justo vive, por  el beneficio de Dios, es decir la fe, y que el pasaje significaba:
el evangelio revela la justicia de Dios, justicia pasiva, por la cual el Dios misericordioso
nos justifica por la fe. Entonces me sentí como renacido, me pareció que se abrieran de par
en par las puertas del paraíso… más tarde leí el libro de San Agustín: “de la letra y del
espíritu” y encontré sorpresivamente, que entendía también por justicia de Dios, la justicia 
con la cual Dios nos viste justificándonos. Me regocijé, aunque la cosa sea expresada
imperfectamente en este libro y que este padre no se explica completamente,  ni con
claridad, sobre la doctrina de la imputación”.

Así que la revelación que tuvo Martín,  pasó por la intuición primeramente.  En efecto dice
que estuvo meditando día y noche tal verso.  ¡Hay miles y miles de versos para meditar en
la Biblia! Pero intuyó que este verso tenía un sentido especial. Por lo cual lo meditó día y
noche. Luego llegó la revelación del significado por el E.S., y entonces la erudición lo llevó
a San Agustín para confirmación de esta verdad.
Así que la intuición es más importante que la erudición en el estudio de la Biblia.  La
erudición tiene su utilidad,  pero aunque luce mucho mejor para la carne que la intuición, 
para el Espíritu Santo es la intuición el canal de comunicación y revelación.  La erudición,
que se adquiere con mucho tiempo y esfuerzo, ayuda a discernir ilusión e intuición y es de
gran valor. Pero no vamos a crecer espiritualmente por ser eruditos sino por ser intuitivos
en nuestra meditación y estudio de la Palabra. Bien dice Jesús:  “Te alabo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos y las
revelaste a los niños”, (Mat XI 25).  ¿Ahora qué hacer para ser mas intuitivo? No hay nada
que hacer,  sino orar que Dios nos dé espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de Él,  y que alumbre los ojos de nuestro entendimiento: Ef. I; 17-18.
Siempre me asombra la claridad y la comprensión que tiene mi esposa. Ella nunca leyó “La
institución de la religión cristiana” de Juan Calvino, casi lee únicamente la Biblia. Pero si le
pregunto sobre una doctrina compleja, ella intuitivamente me da la respuesta correcta.
Repito que no quiero desalentar el estudio sistemático, ni el adquirir  conocimiento
mediante metodologías y esfuerzo intensivo, sin embargo la intención con la cual
procedemos hará de nosotros sepulcros blanqueados o baluartes de la verdad. Lo que quiero
recalcar es que la interpretación correcta de la Escritura no es de interpretación privada, no
pertenece a una escuela o instituto bíblico. La interpretación correcta pertenece al E.S.
únicamente y El la comunica al espíritu que es en parte intuición. Después la mente en base
a esto,  hace su labor y clasifica el asunto,  por lo cual dice la Escritura:  “…renovaos en el
espíritu de vuestra mente…”,” (Ef. IV; 23). Así que “el hermano que es de humilde
condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico en su humillación,  porque el pasará
como la flor de la hierba: Santiago I; 9. ¡Cuantos valientes generales del ejército de Jehová
han caído después de ganar tantas batallas!  Recordad a David que siendo un pastor,  mató a
Goliat con una piedra lisa, pero luego siendo rey y señor en Israel cayó por una mujer,
teniendo ya mujeres y concubinas nobles y hermosas. Es lo que nos puede pasar a todos si
Dios no nos guarda. Podemos andar en el espíritu durante años y por ende recibir
conocimientos numerosos. Pero después de haber recibido tantos conocimientos, podemos
caer en la trampa del orgullo espiritual e imaginarnos que nuestro conocimiento ha llegado
a ser la fuente del conocimiento y caer en una burda  herejía.  Dijo una gran verdad el
filosofo griego Sócrates :  “Yo sé que nada sé”. Esta es la postura correcta para el teólogo,
el maestro, el erudito: gloríense en su humillación. Cuando uno empieza a creer que su
conocimiento le garantiza andar en el espíritu, ya esta andando en la carne, su corazón está
apartándose de Jehová y su caída no tardará.  El altísimo nos guarde y nos conceda actuar
justamente, amar la misericordia y andar humildemente con nuestro Dios.
Amén.

CRONOLOGIA   DE  LA  SEGUNDA  VENIDA DE  JESUCRISTO

     El tema de la Parusía  siempre ha sido  y será misterioso en muchos aspectos. Nadie
puede decir lo que va a acontecer en detalles. A través de la Escritura vislumbramos los
eventos venideros según lo que el  Espíritu Santo quiere comunicarnos. Ahora todos los que
exponemos nuestra interpretación de lo que dice la Biblia acerca del fin del  mundo, lo
hacemos después de pedir a Dios que nos revele el significado de los textos sagrados.
Todos nos interesamos e indagamos sinceramente los últimos acontecimientos de la
Historia a la luz de la Palabra escrita (y no el contrario, escudriñar la Biblia a la luz de de la
Historia). Pero a pesar de nuestra sinceridad, oraciones, estudios y piedad, una inmensa
parte de los cristianos han sido casi completamente enceguecidos en cuanto a su escatología
por el hecho de estar en la escuela errada. Según la escuela de interpretación a la que
pertenecemos, entenderemos correctamente o construiremos castillos de naipes. ¡Gracias a
Dios la escatología no tiene nada que ver con la salvación y poco con la comunión de los
santos! No es un tema de vital importancia para el cristianismo saber la cronología del
regreso de Jesús. No obstante el Día del Señor se acerca y el estudio escatológico está
haciéndose más  propicio y fructífero en esta última generación que  en las anteriores.
Ahora bien, si la interpretación amilenarista o postmilenarista es correcta, nosotros los 
milenaristas estamos delirando acerca de cosas que no tienen realidad; son como fábulas
judías. En este caso nuestra comprensión de la Biblia en el tema escatológico sería
completamente nula. Si es así, nos avergonzaremos de no haber escuchado a los grandes
reformadores protestantes del siglo XVI. Eran todos amilenaristas. Por lo contrario, si
somos nosotros los premilenialistas, los que recibimos la forma correcta de interpretar,
serán los amilenaristas que se avergonzarán de haber seguido la tradición Reformada (y
católica). Sin embargo, hay un hecho histórico, que desde 1948 ha de perturbar la
conciencia  de los amilenaristas, postmilenaristas y preteristas: ¡Israel ha vuelto en el
panorama mundial como Estado soberano!  Clasifican este evento como algo sin
importancia y nos echan a la cara que como todo ha de consumarse en una sola generación;
ya hace tiempo que Jesús tendría que estar reinando en Jerusalén (Marcos XIII; 30). Es
cierto que si se entiende “una generación” como el paso de ser hijo a ser padre, es decir si
una generación es 30 o 40 años, entonces su argumento es válido. Pero si entendemos “una
generación” como el tiempo que dura la vida humana, entonces el plazo se extiende hasta
120 años,(Gen.VI; 3), aunque la medida común es de 70 u 80  (Salmo XC 10).Estoy cada
vez más convencido de que la Historia contemporánea seguirá cumpliendo al pie de  la letra
lo que profetizó la Biblia. Mi postura que es un poco particular, es fundamentalmente 
milenarista y pretribulacionista, (ver el artículo “Mi dispensacionalismo” para más detalle).
Ahora: ¿Qué hora es en el reloj escatológico?
El libro de Apocalipsis es el reloj escatológico más preciso que tenemos en toda la Biblia.
Ahí las horas se dan en sellos (cap.VI) y los minutos en trompetas o copas (cap.VIII y
XVI). No obstante “Toda la Escritura es inspirada de Dios y útil para enseñar…”, (2Tim III
16), por lo cual es menester acomodar lo espiritual a lo espiritual, es decir comparar
Escritura con Escritura para poder discernir, establecer y comprobar  la validez de una
interpretación. Por ende entre varios textos proféticos claves, Mateo XXIV sobresale y me
parece útil echarle un vistazo.
     A menudo en la Escritura las cosas no se dan en orden cronológico, o se hace también
un retroceso inesperado en la narración. Ved por ejemplo en J.XVIII donde se nos dice en
el verso 13 que llevaron a nuestro Señor Jesús primeramente a Anás, y luego a Caifás el
sumo sacerdote. Pero después del interrogatorio hecho por Caifás desde los versos 15 a 23,
la Escritura nos dice otra vez en el verso 24 que Anás Lo había enviado atado a Caifás; esto
para explicar el porqué tan fácilmente se atrevió a golpearle el alguacil. (La traducción en la
KJV es mejor, pues no dice: “Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote”, 
sino: “Ahora Anás lo había enviado atado a Caifás, el sumo sacerdote”). Igualmente en
Mt.XXIV hay 2 eventos diferentes que no se dan en orden cronológico. Nuestro Señor
empieza por hablar de la gran tribulación cuyo centro es Israel y luego habla del Rapto
cuyo enfoque es la Iglesia. La clave para entender esto es el verso 25 donde leemos: “He
aquí os lo he dicho antes”. Es algo lógico pues nuestro Señor vino a los suyos, a los judíos,
y por lo tanto habla primero del futuro de ellos, y después del futuro de la Iglesia. Claro que
la Iglesia está compuesta de judíos y gentiles pero su mayoría es gentil, y solo cuando se
complete el número de gentiles escogidos, se completará luego el número de judíos
escogidos: Ro.XI; 25 y 26. La Iglesia es una casa cuyo fundamento y cúpula es judío;
Moisés, los profetas y los 12 apóstoles son el fundamento, y los 144.000 judíos de cada
tribu, (Ap.VII; 4 a 8) son la cúpula, pero la casa es gentil en la mayoría de sus
componentes,  y esto para que nadie se glorié.
     Así que desde el verso 4 hasta el verso 25, nuestro Señor Jesús habla de la gran
Tribulación que corresponde a la semana 70 de Daniel, es decir que son los 7 últimos años
antes del juicio de las naciones y del establecimiento del imperio milenial de Cristo en esta
tierra. Habla de una gran tribulación cual no ha habido desde el principio del mundo, ni
jamás habrá después: v.21. Habla también en el verso 15 de la abominación desoladora que
fue dicha por el profeta Daniel, la cual permite conocer precisamente el tiempo del regreso
de Cristo a la tierra: Dn.XII; 11 y 12. Las  características de la gran Tribulación son: el
centro de los eventos que es Judea (v.16), el tiempo que es delimitado por la abominación,
o profanación del templo en Jerusalén (v.15), las condiciones terribles en que se encontrará
toda la humanidad (v.21 y 22).
     Por lo contrario después del verso 25, cuando ya les dijo a los discípulos lo que
concierne Israel principalmente, es decir cuando les dijo lo que ellos querían saber;  pues en
el verso 1, ellos como verdaderos judíos interesados en el futuro de su nación muestran al
Señor los edificios del templo, entonces Jesús habla de la venida del Hijo del Hombre para
sus escogidos; habla del Rapto. En esta descripción se nos presenta a Israel como una
higuera que tiene hojas pero no frutos, lo cual tipifica una nación que a pesar de existir no
tiene la fe de Cristo: v.32. Les habla de un evento específico que afecta al oriente como al
occidente, (v.27 al 31), lo cual es el Rapto que es visto por todos. Esta visión corresponde
al sexto sello de Ap.VI; 12 al 17. Pero el día del Rapto tiene la característica de ser
imprevisible, pues será como en los días de Noé: v.38 y 39. Así que las características del
día del Rapto son, contrariamente a la gran Tribulación: un alcance universal (v.27), un
tiempo indeterminado (v.39), unas condiciones normales de vida (v.38). Si uno percibe que
Mt.XXIV hace referencia a 2 periodos diferentes pero conectados, es decir la gran
Tribulación y el Rapto, tratados no en un orden cronológico sino según la lógica de la
Escritura, es decir primero los judíos y después los gentiles, entonces verá claramente los 2
cuadros. Pero si uno no se fija en el  verso 25 y cree que es todo un mismo cuadro;  tendrá
una visión muy borrosa de los acontecimientos que profetiza el Señor en este capítulo de
Mateo. Esta es la forma de entender correctamente Mt.XXIV, y la clave está en un
versículo aparentemente poco significativo: v. 25. Realmente la interpretación la da el
Espíritu Santo, pues ¡cuántas veces había leído este pasaje y no había visto los 2 cuadros
distintos sino que veía un solo cuadro muy borroso y confuso!
    
     Desde que empezó a hablar Jesús estamos en los postreros tiempos. ¡Hace 2000 años
que estamos en el tiempo del fin! Muchas son las generaciones que han vivido en este
tiempo. Sin embargo, a pesar de esto hay una generación que verá las cosas peculiares y
grandes de la consumación de los tiempos del fin, con la venida en gloria de nuestro
Salvador Jesús. Esta generación es la que vivirá; “cuando será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones” (Mat XXIV 14). Todas las
generaciones del pasado han visto terremotos, guerras, hambrunas, epidemias  etc. Esto ha
sido común a todas las generaciones pasadas. Lo que es totalmente nuevo hoy es que por
los medios de comunicación modernos, (vuelos internacionales, radio, imprenta, teléfono,
internet), el evangelio ha sido predicado a todas las naciones. ¿Qué nación no sabe que
Jesús es el Rey de los cristianos, o que estamos en 2013 después de Cristo Jesús? El
testimonio ha sido dado; que no haya sido recibido, sino menospreciado o prohibido, ¡esto
es otra cuestión! El hecho es que no hay nación alguna debajo del cielo que no tenga por lo
menos el nuevo Testamento traducido al idioma nacional. Hay que reparar en que el
testimonio ha de ser entregado a todas las naciones, no se especifican etnias, tribus, clanes o
personas particulares. Al contrario en Ap.XIV 6 y 7, vemos que el evangelio eterno ya no
es predicado por las Iglesia, la cual ha sido arrebatada, sino por un ángel del cielo, y esa
predicación sobrenatural, alcanza no solamente a toda nación sino también a toda tribu,
lengua y  pueblo. El medio habrá cambiado y la era también. Antes eran los cristianos que
predicaban, y era el tiempo de la gracia. Como decía Pablo: “os suplico en el Nombre de
Cristo; reconciliaos con Dios”.  Después del Rapto es un ángel que predica, y no suplica a
los oyentes que crean en  Jesús,  sino que manda y amenaza porque ya está pasando el
tiempo de la gracia, viene la hora del juicio, ya no es tanta cuestión de creer sino de
someterse al que está manifestando su ira y su gran poder. ¡La dispensación de la aplicación
universal de la Ley de Jehová está por empezar; el Milenio está en el umbral! En la era
presente, si el evangelio tuviese que ser traducido a todos los dialectos, siempre faltaría un
grupito o un clan que no habría recibido las buenas nuevas. Como dijo Cameron,  el gran
misionero americano del siglo XX: la Biblia es el mejor misionero, y la Biblia está presente
legal o ilegalmente en todas las naciones, en el papel, en la radio, en el internet, en una
memoria USB, en el viajero cristiano. Así que tal como dice Jesús: “entonces vendrá el
fin”. 
     Lo que dejan claro los relatos de Mateo, Lucas, y Marcos es que durante la última
generación , Jerusalén será habitada por los judíos, el culto judío después de haber sido
instituido nuevamente, será profanado ( Daniel XI 31), y luego Jerusalén  será sitiada  y
tomada. Mat XXIV desde v 5 al 14 corresponde a los 4 sellos de Ap.VI. Los  4 primeros
sellos son, según nos reveló  el hermano Alberto Rivera, un antiguo jesuita, convertido a
Cristo, las funestes actuaciones del papado en el siglo XX y XXI.(Para más información
entrar a: www.chick.com ) . Dice concerniente los 3 primeros,  que el caballo blanco del
primer sello  es el papa promoviendo el ecumenismo, el caballo rojo es el comunismo
desatando guerras fratricidas, (en efecto el comunismo fue un instrumento elaborado con el
apoyo logístico y financiero del Vaticano para derribar al zar de Rusia, gran protector de la
iglesia ortodoxa). El caballo negro es la orden jesuita que controla la alta finanza y la
economía mundial, y el caballo amarillo, digo yo, es la consecuencia de las precedentes
plagas que azotan en particular lo que se llama “el cuarto mundo”.  El quinto sello es un
misterio completo, pues es un acontecimiento celestial, y no tenemos acceso a esos lugares.
Pero hoy en día, en el año 2013, sabemos que el cuarto sello ha sido abierto, y quizá
también el quinto. Sabemos que el sexto sello no ha sido abierto, pues el sol no se ha puesto
negro, ni la luna roja, ni la gente se ha  escondido en las cuevas: Ap.VI; 12 a 17. Mientras
que los 4 primeros sellos cuentan las fechorías del Vaticano (la primera bestia de Ap.XIII) a
través de la política y la finanza internacional, el sexto sello trata de la actuación de Dios
con el mundo, la Iglesia y los judíos. El sexto sello trata también de la visión celestial que
aterra el mundo y aterroriza a toda la humanidad incrédula.
      En el capítulo VII  de Apocalipsis, vemos 2 sucesos relacionados con 2 grupos
importantes en la “economía” de Dios: la nación de Israel (v.2 a 8) y la Iglesia (v.9 a 17).
Esto ocurre dentro de la “hora” del sexto sello. Se nos dice que Dios selecciona  a 144.000
judíos  como testigos de Jesús  para la gran Tribulación que ha de suceder en el sello 7
(Ap.XIV; 3 y 4), y arrebata a la Iglesia que estaba en la tierra en el momento que precede
las 7 trompetas: Ap.VII; 14. Hace tiempo que intuía que el Rapto se producía en el sexto
sello, después o durante los primeros cataclismos. Pues todo concuerda; la Iglesia es
arrebatada y en su lugar el Israel de Dios (los 144 000 judíos escogidos de las 12 tribus de
Israel), que se incorporará a la Iglesia, siendo la plenitud de los judíos a entrar después de la
plenitud de de los gentiles: Ro.XI; 12 y 25, se queda en la tierra como testigo de Jesús y
blanco de la bestia y de Satán. Lo que me impedía afirmarlo era 1 Cor.XV; 52. En este
verso 52 se nos revela que la resurrección de los santos y el Rapto de la Iglesia que está en
la tierra (es decir los creyentes verdaderos, no las iglesias evangélicas que conforman la
nueva Babilonia) ocurre  a la final trompeta. La final trompeta es la séptima trompeta del
séptimo sello. Pero si uno no se da cuenta que en la Biblia, encontramos copas de
bendición, como en el Salmo XXIII; 5, y copas de maldición como en Apocalipsis,
trompetas de jubileo que anuncian expiación y libertad (Lev.XXV; 9 y 10), y trompetas de
alarma que anuncian muerte y dolores, ¡uno queda confundido! La final trompeta de 1
Cor.XV; 52 es de júbilo, anuncia redención y libertad. No tiene nada que ver con las 7
trompetas de Apocalipsis VIII. Así que sabemos en términos de sellos que Cristo baja del 
tercer cielo, donde está ahora sentado a la diestra de Dios Padre,  a las nubes cuando se abre
el sexto sello. Entonces  resucitan los santos y nosotros los que estamos en la tierra somos
transformados y todos juntos, seremos arrebatados en nubes para encontrarnos con el Señor
en el aire: 1 Tes.IV; 16 y 17.
     Es importante reparar en estas palabras: nubes y aire, porque estas 2 palabras nos
indican una sola segunda venida de Cristo pero en 2 fases, Cristo baja primero a la
atmósfera del globo terráqueo (el primer cielo) donde se reúne con los miembros de toda la
Iglesia universal y luego con ellos después de un período mínimo de 7 años, baja a la tierra
y “se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los olivos que está en frente de
Jerusalén al oriente…” (Zac.XIII; 4). Entre la parada en el aire, en las nubes y el
“aterrizaje” en el monte de los olivos, ocurren las 7 plagas orquestadas por las 7 trompetas
o copas de la ira de Dios. El día de la resurrección de los santos y del Rapto queda
escondido. Pues el quinto sello concierne las esferas celestiales (Ap.VI; 9) y los
precedentes sellos, cosas que han pasado y están pasando hoy en día. El sexto sello no
pasará desapercibido porque empieza por un gran terremoto  y visiones  de señales
cósmicas aterradoras.
     Durante muchos años, había pensado que el Rapto sería algo secreto. Pero los versos 15,
16 y 17 de Ap.VI nos revelan que los moradores de la tierra saben que es el día de la “ira
del Cordero” (v.16). Si el Rapto fuera secreto, nunca jamás confesarían que el día de la ira
de Jesús ha llegado. Los musulmanes dirían que Alá está enojado, los hinduistas que Shiva
está en acción, los ecologistas y los animistas que la madre tierra está castigando a sus
hijos, los ateístas que el asteroide número 666 ha impactado la superficie del sol etc. ¡Pero
no! Todos dicen que es la ira del Cordero; ¡Aun creo que la señal del Hijo del Hombre en el
cielo será la visión del mismo arrebatamiento de la Iglesia! Sea que presencien los
incrédulos el Rapto, o que el ángel de Ap. Cap. XVI; 6 y 7,  comience ya a predicar que
teman a Dios, le den gloria y le adoren, o que vean al mismo Jesucristo viniendo sobre las
nubes, la cosa queda clarísima en ojos de todos: Jehová-Jesús viene a juzgar y a reinar. A la
verdad estoy convencido por la visión de Esteban en Hechos VII 55 y 56, y por la oración
de Eliseo en 2 R VI 18 de que el mundo entero después del gran terremoto va a tener una
visión grandiosa: “y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla”(Ap.VI; 14).
     Verán las estrellas caer a la tierra: v 13. Van a tener una visión celestial. Pero es una
visión de la realidad que odian, no es que las estrellas cayeron a la tierra. Las vieron caer,
vieron el cielo abrirse, vislumbraron a Dios en su trono,  en el cielo, pero luego se
desvaneció la visión, y el sol, la luna y las estrellas estaban todavía en su sitio,  pues vemos
que más tarde en el séptimo sello a la cuarta trompeta,  la tercera parte del sol, de la luna y
de las estrellas se oscurecieron: Ap. VIII 12. Aquí vemos otra vez las estrellas afectadas
pero no es una visión, es lo que realmente está pasando, porque “los hombres se quemaron
con el gran calor”: Ap. XVI; 19. ¿Van a caer las estrellas a la tierra en el sello 6 y luego
volver al cielo para el sello 7? ¡No! Los reyes de la tierra y los grandes y los ricos y toda la
humanidad tuvieron una visión después del terremoto del sexto sello. Esta visión además de
aterrorizar a los moradores de la tierra revelándoles que no hay otro Dios que Jehová y que
él viene en la persona de Jesús para castigar, echará al mundo rebelde en los brazos del
papa de Roma ; el Anticristo. En efecto habrán sido arrebatados los verdaderos cristianos,
por lo cual los falsos cristianos y el mundo entero se entregarán a la bestia, al gran
anticristo romano, el cual con su política ecuménica y su sistema religioso idolátrico
parecerá como la respuesta adecuada para con Dios, por parte de una humanidad rebelde y
perversa. De hecho,  habrán visto a Jesús enojado en la visión celestial y en la tierra estará
el “vicario” de Cristo haciendo prodigios y señales en el nombre de Cristo por el poder de
Satán y pidiendo a la humanidad hacer la paz con Jesús en los términos del Vaticano. Os
recuerdo que el título oficial del papa es VICARIVS FILII DEI y corresponde también al
666 si se suma todas las letras cifras de este mismo título blasfematorio:
V+I+C+I+V+I+L+II+D+I=666. (La U se escribía V hasta el siglo XVII).
      Es muy triste y desolador darse cuanta que los teólogos, eruditos y estudiosos de la
Biblia casi nunca citan al papa de Roma como anticristo,  pasan por alto al que Juan Knox
(como todos los reformadores) describió como “el mismo anticristo”. El papa desde el
momento en que ha pretendido ser el obispo de los obispos es anticristo. Cada papa ha sido
un anticristo. Pero después del arrebatamiento, si mi entendimiento de los 7 reyes de
Ap.XVII: 10 y 11 es correcto, el papa no será un anticristo sino el Anticristo escatológico.
El papa siempre ha desempeñado la función de un anticristo notorio, (por lo menos para los
verdaderos protestantes). Las personas que han desempeñado esta función siempre han sido
anticristos. Pero el papa que después del Rapto seducirá el consejo de la Unión Europea y
será elegido presidente,  ese no será un anticristo como sus antepasados, ese será el
Anticristo escatológico en su función oficial y tradicional de anticristo. Ese es el hombre de
pecado, el hijo de perdición. Pocos evangélicos se fijan hoy en el papa como anticristo. El
materialismo ateísta es por ahora el campeón de Satanás. Pero después de la visión del
sexto sello, el ateísmo recibirá un golpe mortal, y el papado surgirá de nuevo como el
instrumento predilecto del dragón pues producirá la (cabeza de la) Bestia y el falso profeta.
 Repito lo que ya dije en el artículo “Las 2 bestias” (el cual ha sido reactualizado). La clave
de esta interpretación se halla en Ap.XVII 9, 10,11.Los 7 montes tipifican  Roma (v9) o el
catolicismo romano. Por lo tanto los 7 reyes (v10) son reyes de Roma y por consecuente
son 7 papas: “5 de ellos han caído, UNO ES, (es decir: es el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el Anticristo escatológico), y el otro aun no ha venido…” Según lo que entiendo,
estos papas han de ser contados desde que se creó la CEE el 25 de marzo 1957, pues la
bestia que ha de venir empieza a formar sus cuernos con el Tratado de Roma que unió a
Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Italia. Es cierto que Pió XII estaba
todavía en vida pero era su último año y dice el verso que 5 son caídos.  ¿Qué significa son
caídos? Creo que se refiere a su actitud frente a los judíos que siempre han sido una
amenaza para el Vaticano que está aferrado a su teología del reemplazo de Israel por la
Iglesia, en su interpretación postmilenarista de las profecías. Pio XII, era un aliado de Hitler
con quien firmó un concordato en 1933 cuando era todavía conocido como el cardinal
Pacelli. (Franz von Papen fue el que firmó el concordato y era el representante de Hitler, 
también estaba presente el prelado Montini  futuro Pablo VI). Pio XII nunca cayó delante
de los judíos, siempre mantuvo su posición odiosa y despreciativa para con ellos. El 22 de
junio 1943 Amleto Giovanni Cicognani, el delegado apostólico enviado por Pío XII a
Washington D. C., escribió al presidente F. Roosevelt pidiéndole impedir el
establecimiento de un estado hebreo en Palestina. Sus pobres argumentos eran que los
católicos gozaban de ciertos derechos sobre los lugares santos de Palestina, que esta tierra
siendo la cuna del cristianismo, si los judíos se posesionaran de ella esto sería un duro
golpe al cariño que le tienen los católicos. Y que si bien los judíos habitaron allá antaño ¡no
hay axioma histórico que sustente la necesidad de un pueblo a que vuelva a un país que
abandonaron hace 19 siglos!  En 1957, al fin del reino de Pio XII, su ministro de asuntos
exteriores y colaborador cercano, el señor Domenico Tardini dijo al embajador de Francia
según fuentes diplomáticas israelíes: “Siempre he tenido la opinión de que nunca ha habido
una razón de orden prioritario para que ese Estado (hebreo) fuera establecido. La culpa es
de los Estados occidentales. Su existencia es un factor de riesgo inherente para la paz en el
Medio Oriente. Ahora Israel existe, y no hay ninguna forma de destruirlo, pero cada día
pagamos el precio de tal yerro”.
      Por lo contrario  Juan XXIII cayó  de esta posición altanera y diabólica delante de la
nación elegida de Dios, y por ende en su encíclica “Nostra Aetate” (nuestros días), en la
cuarta parte, afirma que hay un lazo que une a los cristianos con los judíos, y que no se les
puede imputar la muerte de Cristo, ni decir que están bajo maldición. Dice también que hay
que rechazar todo antisemitismo, no por razones políticas sino por el amor espiritual
evangélico que reprueba el odio, la persecución, las muestras de antisemitismo, dirigidas a
los judíos en cualquier época  y por cualquier persona.
     Así que pienso que hay 2 buenas razones para empezar la lista de los 7 reyes de Roma
por Juan XXIII: el tratado de Roma en 1957 y el cambio de tono en la boca de los papas a
partir de Juan XXIII, pues hasta que llegue el Número 6 que será el Anticristo, todos
mantendrán una posición caída frente a la nación de Israel que tuvieron por fin que
reconocer ¡no por amor evangélico sino por razones políticas en 1993!  Pero el Numero 6
no caerá, no bajará el tono, delante de la realidad histórica de la nación israelita sino que
será la caída de los judíos hasta que vuelva  nuestro Señor Jesucristo en llama de fuego para
darle el pago mandándolo vivo al lago de fuego. Además hoy  tenemos al papa Francisco I
de 76 años, lo cual si fuera el hombre de pecado, el Número 6, implicaría que dentro de 10
años aproximadamente después de los 7 años de gran Tribulación, a los 86 años, mantenga
al mundo entero bajo una mano de hierro mandando a todos los habitantes de la tierra que
le adoren como a Dios haciéndose pasar por Dios y llevando a cabo grandes conquistas
militares y políticas. No me parece que un hombre de tal edad tenga la energía y el carisma
necesario para tal empresa… Se necesita un hombre más joven para conquistar el mundo,
una especie de Alejandro Magno, no  un viejo papa decrepito como suelen ser. Además a
Dios no le gusta compartir los secretos del futuro con falsos profetas, pues en esos días se
ha hablado mucho de un obispo católico de la Edad Media, llamado Malaquías, que dio la
lista de todos los papas hasta el último; el cual sería Francisco I según sus visiones y
cálculos… Ni los mayas paganos con su calendario que terminaba en 2012, ni Malaquías el
católico romano con sus trances extáticos, tienen al Espíritu de la profecía que tenemos
nosotros los cristianos nacidos de nuevo, y que nos permite entender las Escrituras.
      He aquí pues la lista de los  5 últimos papas “caídos” antes de la llegada del hijo de
perdición:
 Primero Juan XXIII (1958/1963)
 2º Pablo VI (1963/1978)
 3º Juan Pablo II (1978/2005)
4º Benedicto XVI (2005/2013)
 5º Francisco I (2013/?)
      Después le seguirá, si no me equivoco, el sexto; el Anticristo, el cual será apoyado por
el séptimo papa que será el falso profeta. No se cuenta Albino Luciani, conocido como Juan
Pablo I, que duró un mes aproximadamente, en 1978; pues no llevó la triple tiara que indica
el ejercicio de sus funciones  y prerrogativas en los 3 campos del poder religioso, político y
militar; y por lo tanto no quiso reinar como obispo de los obispos, (solo aceptó el “palium”
que es  la vara común de cualquier obispo). Por lo cual al cabo de 33 días es muy probable
que los jesuitas lo eliminaran.
    ¿Por qué el Anticristo es el sexto papa? Porque es el número adecuado para todo
anticristo y  el verso10 hablando del sexto rey dice: “uno es”. Significa: este uno es la
bestia; el Anticristo, el hombre de pecado, el hijo de perdición.  Ese papa # 6 va a hacer una
cosa ya vista en América latina, y hecha por 2 sacerdotes católicos. En efecto en
Barranquilla, gran metrópoli colombiana, el cura Hoyo dejó su ministerio pastoral para
desempeñar el cargo de alcalde, e igualmente en Paraguay el obispo Lugo dejó su oficio
religioso para ejercer el cargo de presidente de la república. Así que el papa # 6 dejará su
cargo de papa de Roma para tomar la presidencia de la UE. Por dejar sus oficios de cura
para una gran alcaldía, de obispo para una presidencia de una nación o de papa para dirigir
la UE, no pierden ellos su “unción sacerdotal”, según el dogma papista. Estamos hoy en
una gran crisis financiera mundial, y el Vaticano tiene más oro que la reserva federal de los
Estados Unidos; 100 toneladas el uno y 30 el otro, según ciertos rumores… No sería
asombroso que a cambio de rescatar el sistema financiero de la UE, el papa No 6 se
propusiera como presidente de la UE y abandonara su oficio de “santo padre”
momentáneamente. No obstante creo que será más bien el factor terror que hará que la UE
entregue el pleno poder al papa Número 6.En efecto el Rapto de la Iglesia y la visión de la
ira del Cordero que tendrá el mundo, al abrirse el 6º sello, (Ap.VI; 12 al 17), la echará en
los brazos del papa Número 6. Siempre será papa de Roma pero no en función. Por lo cual
se elegirá un séptimo papa para desempeñar las funciones sacerdotales. Ese séptimo
“cuando venga es necesario que dure breve tiempo”. Pienso que el papa No7 será el falso
profeta. Tal como el Espíritu Santo glorifica al Hijo, el falso profeta glorificará a su
compadre Número 6.Cuando lo haya hecho, el papa # 6 retomará su función sacerdotal sin
dejar la presidencia de la UE y será así el octavo. Ese octavo se proclamará Dios y exigirá
que le adoren cuando se haya posesionado del templo de Jerusalén que los judíos habrán
reconstruido y usado durante 3 años y medio, debido a un acuerdo pasado con el Anticristo.
Desde el lugar santísimo el octavo papa que es el sexto emitirá un culto televiso obligatorio
para todo el mundo, como hizo Nabucodonosor con su estatua de oro: Dn.III; 1 a 7. Se
cumplirá entonces literalmente y sencillamente el verso 11 de ApXVII : “La bestia (el
Anticristo, el presidente del nuevo imperio romano),que era (el cesar del antiguo imperio
romano que se autoproclamaba Dios) y no es, es también el octavo (el nuevo papa que
cumulará el poder secular y religioso) : y es de entre los 7 (pues era el papa No 6 elegido en
Roma por el concilio tradicional de cardenales unos años antes) , y va a la perdición : Ap.
XIX 20.Esta es la interpretación más sencilla de un verso corto pero muy difícil de
entender. El tiempo la validará o la anulará. Si mi interpretación es correcta, predice lo va a
suceder. Si no, es parcialmente incorrecta y me equivoqué proponiendo Juan XXIII como el
papa #1, o también puedo estar totalmente equivocado, y los 7 reyes no son los 7 últimos
papas. ¡Pronto sabremos! Sin embargo, volviendo al capítulo XIII, hay un acontecimiento
pasado que confirma mi interpretación de un acontecimiento futuro. El v 3 de Ap. XIII
dice: “vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada…”
En los versos 12 y 14 se insiste en que la bestia fue herida. Esta insistencia tiene como
propósito de ubicar en el tiempo las 7 cabezas, que son los 7 últimos papas. Nunca he
sabido en la larga lista de papas, de uno que fue herido públicamente con arma de guerra y
que luego se recuperó, excepto a fines del siglo XX en la persona de Juan Pablo II. Ese
acontecimiento fue universalmente difundido. El hermano Alberto Rivera nos revela en “El
profeta” ( Chick Publications) el porqué de ese atentado. La meta era doble: recibir
atención mundial con la simpatía de todos los líderes del mundo y acercar el mundo
musulmán al papa por causa del generoso perdón que concedió el papa herido a su asesino
Mehmet Ali Agca. (Mehmet era uno de los mejores pistoleros de Europa, y ¡falló
disparando al papa a solo 3metros!) La Biblia ya lo había declara siglos antes: un papa (un
rey) entre los 7 últimos había de ser herido con  arma mortal y recuperarse luego, ¡y el papa
No 4 era aquel! Pero volvamos al sexto sello…
     La consecuencia de esta venida del Señor con una parada en las nubes antes de bajar a la
tierra, es que no sabemos a qué hora vendrá el Hijo del hombre (Mat XXIV 44). La venida
del Señor y nuestro encuentro con El en el aire es un total misterio. Es inminente e
imprevisible. Después del Rapto, los que pasarán por la gran Tribulación, al contrario
tendrán un calendario preciso de la bajada del Señor Jesús desde las nubes a Jerusalén:
“Desde el tiempo que sea quitando el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora
habrá 1290 días. Bienaventurado el que espere y llegue a 1335 días”, (Daniel XII 11, 12).
La gran Tribulación durará 7 anos y será fácil para los que tienen conocimiento de la
Escritura discernir los tiempos y cumplimientos de las profecías. Pero no se puede decir
que desde el Rapto hasta la llegada de Jesús al monte de los olivos que el tiempo es
exactamente 7 años. De hecho la Biblia dice: “Y cuando abrió el 7 sello, se hizo silencio en
el cielo por media hora” (Ap.VIII; 1) Así que antes que ocurran las plagas y castigos de las
7 trompetas, hay una suspensión de actividades en el cielo de 1/2 hora. Es como la calma
antes del chubasco. ¿Qué tiempo es en la tierra, una media hora en el cielo? ¡Nadie sabe!
Puede ser años. No hay que olvidar que la semana 70 de Daniel empieza cuando “el pueblo
de un príncipe… por otra semana confirmará el pacto con muchos” (D IX 26, 27). Unos
opinan que puede pasar 10 años entre el Arrebatamiento y el descenso del Señor con todos
los santos sobre el monte de los Olivos… Ya sabemos que este pueblo es el pueblo que
conformaba el antiguo imperio romano, el que crucificó al Señor Jesús, destruyó Jerusalén
y la nación judía en el año 70, y que este mismo pueblo, que hoy conforma el nuevo
imperio romano (la Unión Europea), ha de firmar un acuerdo  con Israel que permitirá el
reanudo de los sacrificios en el templo de Jerusalén. Cuando empiece otra vez el culto judío
en el santuario entonces, sí, quedarán 7 años. Por ahora el príncipe de este pueblo no ha
surgido. El sexto papa que ha de tomar el control de la UE no está en el escenario, quizá
hasta que fallezca Francisco I.
     Así que el misterio de la iniquidad que ya estaba en acción en los tiempos de Pablo, 
sigue siendo misterioso hasta que aparezca el príncipe heredero de Satanás, el nuevo cesar
del nuevo y último imperio romano,  el cual impondrá su política internacional,
especialmente en el Medio Oriente.
     Ahora esa gran Tribulación que ha de venir después de la primera resurrección,  se
caracteriza por las 7 trompetas (o copas) que orquestarán la ira de Dios sobre el mundo
pecador, y  creo que se divide en 2 tiempos. El primer tiempo es cuando el culto judío es
reanudado en el templo (Ap. XI 1) y 2 profetas vienen  en el espíritu de Moisés y de Elías.
(La Ley y los profetas es la luz para el pueblo judío: “a la Ley y a los profetas; si no hablan
conforme a esta palabra, es porque no hay luz en ellos” dice la Escritura).  Estos 2 profetas
cumplen su ministerio durante 1260 días. Lo que indica que estos testigos vienen en el
espíritu de Moisés y Elías son las señales y poderes que tienen. Tal como Elías cuando
mandó fuego a consumir 2 escuadrones de 50 hombres y cuando cerró el cielo para que no
lloviese, y tal como Moisés que convirtió las aguas del Nilo en sangre e hirió la tierra de
Egipto con varias plagas, así actuarán esos 2 testigos. Es un periodo en que el Anticristo (el
último presidente de la Unión Europea y sexto papa) habrá hecho un acuerdo con Israel:
Daniel IX 27. Después quebrantará ese acuerdo, (es decir que será quitado el continuo
sacrificio; Daniel XII; 11)  matará a los 2 testigos, y entrará en el lugar santísimo exigiendo
adoración universal. En los últimos hechos de la política del nuevo cesar del nuevo imperio
romano se destacará también la destrucción de Babilonia (los Estados Unidos) previo al
ataque final sobre Jerusalén desde el lugar llamado Armagedón: Ap. XVI 19, XVII 16, 17 y
18. Son los últimos hechos, pues esta destrucción sucederá en la fase “copa séptima”, (copa
de la ira de Dios o trompeta). Ahora la sucesión de las copas es difícil de discernir en el
curso de los años que siguen el Rapto. Excepto la  copa 6 que corresponde al conflicto
armado que azota el Medio Oriente y que concuerda con el Rapto de los 2 testigos y el
quebrantamiento del pacto por parte de la bestia, no encuentro forma de decir par ejemplo:
“1 copa por año”. Puede ser que se  viertan las 7 copas en 1 año, como en 10 años, solo
Dios sabe y lo revelará a quien quiera. Al cabo de los 1335 días que empiezan con el cese
del continuo sacrificio en el templo, baja el Señor Jesús con sus ejércitos celestiales,
destruye la bestia (que es tanto la Unión Europea como el gran Anticristo, su presidente), el
falso profeta,(el papa Numero 7), y sus aliados que habían invadido  Israel . El Anticristo
que es el último caudillo de la Unión Europea es lanzado directamente al lago de fuego con
el falso profeta y tal vez también con todos sus seguidores. Luego empieza el gobierno
milenial de Jesús y de sus santos. Los mártires de la gran tribulación resucitarán y serán
añadidos a la Iglesia gloriosa que estaba en las nubes el día del Rapto, pues son los
consiervos de los mártires anteriores que vemos en la apertura del quinto sello: Ap.VI; 11 y
como dice Ap.XX; 4 ellos reinarán 1000 años con Cristo, los que fueron decapitados por el
testimonio de Jesús, y por la Palabra de Dios y que no habían adorado la bestia, ni su
imagen, ni habían recibido su marca. “Los primeros serán los últimos y los últimos los
primeros”: los primeros en entrar en la congregación de los primogénitos inscritos en los
cielos fueron los gentiles, (si lo miramos a nivel nacional),  a pesar de que la nación judía
fue la primera a ser llamada. Cristo con su esposa: la Iglesia gloriosa,  regirá las naciones
que hubieren quedado después de la gran Tribulación. El es el príncipe de los reyes de la
tierra tal como lo dice Apocalipsis I v.5 en todas las versiones anteriores a la Reina Valera
1960. (Miré este versículo en otras versiones y ninguno dice soberano de los reyes de la
tierra sino príncipe). Este título particular que encontramos en la revisión 1602 y 1909 de
Cipriano de Valera conlleva una confirmación del Milenarismo. En efecto si como piensan
los postmilenaristas y los amilenaristas, Cristo viene y nos introduce directamente en la
nueva tierra y en la eternidad futura, el título de príncipe de los reyes de la tierra no tiene
sentido. Es mejor traducir soberano para estas escuelas, (aunque estoy seguro que sería
forzar la palabra griega del texto original). Porque un príncipe es un heredero de reyes. Si
no hay Milenio y que Cristo reina directamente en la Nueva Jerusalén, no es heredero de
reyes algunos. Se puede decir que es el heredero del Padre celestial,  pero no es heredero o
príncipe de los reyes de la tierra. Y aun diciendo que estos reyes somos los santos, esto
tampoco tiene sentido, pues no es el heredero de la Iglesia sino su fundador y Señor. De
Cristo somos los coherederos y no lo contrario. En cambio si creemos en el reino milenial
entonces, sí, tiene sentido el título de príncipe de los reyes de la tierra. En efecto Jesús es el
Rey que hereda todos los reinos de la tierra. Es el último Rey de la tierra; todos los
imperios y reinos se derrumban y le dejan a Él el imperio sempiterno.  El es el heredero de
todos los reyes de la tierra que estuvieron antes de Él. Como dice Daniel II 44: “En los días
de estos reyes (hablando de la época del cuarto reino, es decir el nuevo imperio romano: la
Unión Europea.), el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido…”
Después de este gobierno imperial de Cristo, se concluye la Historia humana en esta vieja
tierra. Pero hasta aquí me limitaré, pues el asunto era mirar brevemente  la cronología de la
segunda venida de Jesús. Hay mucho que decir sobre la dispensación milenial o
dispensación de la aplicación universal de la Ley, pero es otro tema.
      Lo que más quiero recalcar en conclusión con el tema que he tratado, es que el Rapto
seguirá siendo una incógnita total en cuanto  a su fecha. Años atrás estaba seguro que la
señal más precisa que indicaba la inminencia del Rapto sería el nuevo sistema de dinero
electrónico, mediante un chip electrónico injertado bajo la piel: la marca de la bestia (Ap.
XIII 16),  pero ahora me doy cuenta que la Iglesia puede ser arrebatada antes de esto.
¡Nadie sabe la hora ni el día, por tanto velad nos dice el Señor! No obstante cada día nos
acerca más al día del Señor, y según el número de la bestia que es número de hombre, el
cual se llama Hitler (Ap. XII 18), como lo expliqué en mi primer artículo “Las dos bestias”,
ya hemos llegado a 74 años,  si tomamos 1939 como fecha de partida. Se podría tomar una
fecha anterior, como su toma de poder absoluto en Alemania unos años antes en 1933, o el
año en que empezó a regir leyes antisemitas... 1939 es desde luego la fecha más lógica para
este conteo, porque corresponde al inicio de la segunda guerra mundial , la cual fue el
factor determinante para que renaciera de nuevo el Estado hebreo en tierra de Palestina
como compensación por el “holocausto nazi”  . 70 años es la edad normal de vida de una
generación. 80 años es para los más robustos y 120 para las excepciones. No se puede
descartar 2013 como el año del Rapto ¡ni 2059!   Si el mundo llega a 2060 es que Hitler no
era el hombre  a quien le correspondía el numero de la bestia, pero recordad que en  las
dagas de sus tropas escogidas; los S.S., estaba grabado en su hoja: “el tercer Reich durará
1000 años”,  y también que el programa de ese anticristo era destruir a todos los judíos,
cuyo Rey será el emperador de todas las naciones durante 1000 años. Además no hay que
olvidar que su padre se llamaba Hidler, pero Adolfo cambió su apellido a Hitler para que
suene más alemán (era austriaco), y sobre todo para que se cumpla la profecía, sin que él se
dé cuenta, pues si A es 100, B 101, C 102… y Z  125 entonces: H+I+T+L+E+R= 666. El
día del Señor está muy cerca; ¿estás listo? ¿Has experimentado el “nacer por la Palabra” de
verdad, lo cual no tiene que ver con el “repite después de mi la oración de fe…” o con
entender los misterios del Apocalipsis de Juan? No se puede saber cuándo nos llame el
Señor a su encuentro en el aire, pero es preciso que sepas cuándo te ha librado del poder del
pecado, porque ¡esto es el boleto para el Arrebatamiento!
 Maranatha.

EL PECADO DE MUERTE

La blasfemia contra el E.S. es según lo enseña nuestro Señor Jesucristo, el único pecado
imperdonable: Marcos III 28. Ha habido durante la era cristiana varias opiniones en cuanto
a lo que es ese pecado que no tiene jamás perdón. Unos, como C. H. Spurgeon, dicen que
es un misterio; que no se puede identificar con certeza ese pecado. Otros, como Watchman
Nee, dicen que es imposible cometerlo, porque el Señor Jesús ya no está en la tierra, y
solamente los escribas pudieron cometerlo, por haber acusado al Hijo de Dios de echar
fuera los demonios por un espíritu demoniaco : Belcebú, habiendo presenciado ellos
mismos el poder sanador de Jesús. Otros, como Juan Calvino, dicen que este pecado tiene
un nombre: la apostasía. Puede haber otras opiniones acerca del pecado imperdonable, pero
no las he oído hasta hoy. No obstante, a la luz de la Biblia, he llegado a la misma
conclusión que J. Calvino.

Escribió Calvino en sus comentarios del cap.VI versos 3 al 6 de Hebreos : “…Mas el


Apóstol no habla aquí de hurto, o perjurio, o asesinato, o borrachera, o adulterio, sino de
una total deserción o apostasía del evangelio : cuando un pecador no ofende a Dios en
alguna cosa aislada sino que renuncia totalmente a su gracia divina…Ya entendemos pues a
quien excluía el de la esperanza de perdón, precisamente a los apostatas que se apartaban
del evangelio de Cristo, el cual previamente habían aceptado, y de la gracia de Dios : y esto
no acontece a ninguno sino al que peca contra el E.S…”.

Veamos pues, los pasajes de la Biblia que indican sin duda que la apostasía es el pecado de
muerte irremisible, y que dan la definición y la descripción de esa deserción del evangelio,
como dijo Calvino.
Marcos III 20 a 30 es el pasaje más indicado en los evangelios, para analizar el pecado
imperdonable, porque dice quien lo comete y en que consiste en este caso preciso. Aquí
vemos que los que cometen este pecado, son los escribas. ¿Quiénes son los escribas? Los
escribas son de hecho los teólogos judíos de la época de Jesús. Son los profesionales del
estudio de la Escritura. Son los fariseos maestros de los fariseos: ” la crema de la crema”.
( En efecto, en Mateo XII 24, se nos dice que son fariseos). Los escribas, pues, eran los
eruditas de las Escrituras, los que conocían a fondo la Palabra escrita, los que sabían que
Jesús hablaba conforme a la Escritura : Mr XII 14, los sabían que el Mesías tenía que ser
oriundo de Belén, de la tribu de Judá . (¡Nunca le preguntaron donde nació, ni a que tribu
pertenecía!). Eran los que conocían Isaías LIII y todas las profecías del Antiguo
Testamento. Eran las personas más informadas acerca del Mesías ; esperanza de Israel a lo
largo de los siglos. Así que reparamos en que en este caso ( como en todos los casos de
apostasía) los autores del pecado de muerte, son gente conocedora de la Verdad. Son
profesionales de la Palabra, y sobre todo ¡mercaderes de la Palabra! En este caso la
blasfemia contra el E.S. , que es el pecado de muerte, que es la apostasía, que es negar a
sabiendas la Verdad de Dios, fue decir : “Tiene espíritu inmundo”. Escrito está : “Por tus
palabras te justificarás, y por tus palabras te condenarás”. Muchas veces pecamos con
nuestra boca, y los incrédulos no cesan de pecar con sus palabras cada día. Sin embargo, en
Cristo hay perdón para quien se arrepiente, pues Jesús mismo dice : “A cualquiera que
dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado…” (M XII 32). Pero
una cosa es decir algo contra Jesús, y aun blasfemar su santo Nombre, estando uno hundido
en su ignorancia, y otra es blasfemar en presencia del mismo Dios (Jesús en este caso) en
plena acción sobrenatural y benéfica. Una cosa es oponerse a la verdad por ignorancia , y
aun sirviendo intereses viles, y otra oponerse a la Verdad divina, concienzudamente,
mirándola en acción ; pues ”el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.
Además esos escribas no solo se opusieron a la Verdad manifestando su poder, sino que la
blasfemaron ; ¡llamaron a Jesús Belzeebu, llamaron a Dios demonio! Vemos, pues, que en
Marcos III, el pecado irremisible incluye 3 factores : 1 Conocimiento avanzado de la
Verdad por medio de la Escritura. 2 Manifestación evidente del poder de Dios. 3 Oposición
virulenta y calumniadora de la Verdad. Estos 3 puntos siempre se encuentran en todo caso
de blasfemia contra el E.S.

Miremos ahora en 2 pasajes claves de la epístola a los Hebreos. El primero es Heb.VI de 4


a 8. Del v 4 al 6, se nos describe el factor 1 y 2 : conocimiento avanzado y manifestación
evidente del poder de Dios. La diferencia con Marcos III, es que la manifestación evidente
del poder de Dios es principalmente interior. No es tanto presenciar un milagro físico, sino
más bien haber tenido una experiencia personal y espiritual del poder de Dios en su propia
vida con un cambio significativo y positivo. Aquí uno podría decir : “ ¡ Entonces la
salvación se pierde! Pues ser iluminado, gustar del don celestial, ser hecho participe del
E.S., gustar de la buena Palabra de Dios y los poderes del siglos venidero,¿ No es a caso
haber nacido de nuevo? “. De hecho no lo es obligatoriamente como lo demuestran esos
casos. Es cierto que nacer de nuevo es pasar obligatoriamente por esta experiencia, pero el
resultado definitivo no se da en seguida y la condición preliminar no es la misma. Santiago
en su epístola en el cap. I verso 21 dice : “recibid con mansedumbre la Palabra implantada,
la cual puede salvar vuestras almas”. Así que la Palabra recibida es un implante en la
conciencia, hecho por el E.S. Pero tal como en el campo de la cirugía, hay implantes que
son aceptados o rechazados por el organismo del paciente, así también sucede en el campo
espiritual. El E.S. , a veces, decide implantar la Palabra en una gente que no es escogida. El
sabe que el implante será rechazado después de un tiempo, pero lo hace para que los
escogidos se examinen a sí mismos y se esfuercen entonces para afianzar sus corazones y
ser confirmados en la fe. En efecto, el espectáculo de la recaída de un apostata es realmente
escalofriante ; pues es el caso que relata Jesús, del hombre que fue liberado de un espíritu
inmundo, pero que no llega a ser morada permanente del E.S., cuyo estado es peor al fin :
Lucas XI 24 al 26. Tal espectáculo hace reflexionar y analizarse a uno mismo para
comprobar si uno está en la fe, si uno ha llegado a hacer firme su vocación. Pues, la
confirmación de la elección no es cuestión de palabras, ni de experiencias místicas o
extraordinarias, es cuestión de poder resistir y luego vencer cada vez más al diablo, al
mundo y a la carne. Es lo que llamamos el quinto punto del calvinismo : la perseverancia de
los santos. Por ende, la razón por la cual el Paracleto ilumina una persona que no ha sido
escogida desde antes de la fundación del mundo es pedagógica. Es para impulsar al recién
convertido a crecer espiritualmente y a andar humildemente con su Dios. Pues mientras no
vea los frutos visibles de su elección en su vida diaria, tendrá un santo temor que le apartará
de la jactancia y del orgullo, al considerar que la apostasía es posible para cualquiera
persona que ha recibido recientemente la Palabra implantada. Pablo en su epístola a los
Romanos, en el cap.XI, advierte a los gentiles, que han sido recientemente injertados en el
olivo, acerca de la posibilidad de ser de cortados si no permanecen en la fe y en el amor.
Bien declara Ro VIII 28 : “…todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios, a los que
conforme a su propósito son llamados”. ¡Hasta la apostasía de algunos, les ayudan a bien,
mostrándoles la necesidad de aferrarse a la fe, para caminar humildemente y en santo temor
: “…pero tú por la fe estas en pie. No te ensoberbezcas sino teme”.(R XI 20). Sin embargo
puede haber otra razón además de la pedagógica. “En el lazo que escondieron, fueron
atrapados” dice el salmista. Esta puede ser la otra razón. Dice también la Escritura que con
el limpio Dios se mostrará limpio y con el perverso se mostrará perverso. ¡Con Jehová no
se juega y el que juega pierde! He visto gente “meterse “ al evangelio ,no por la puerta
estrecha,(pues allí no se mete nadie sino que todos somos atraídos e introducidos por la
gracia irresistible), no con un corazón contrito, arrepentido, sino que buscando un interés
carnal , puede ser dinero, respetabilidad, fama, poder, esposa, etc... Empiezan a interesarse
en el evangelio con mucha diligencia. No hubo el arrepentimiento de corazón, no “son los
que con corazón bueno y recto retienen la Palabra oída, y dan fruto con perseverancia,”
(L.VIII 15). Esa gente cree que va a hacer uso de Dios , y Dios les concede de ser
iluminados, de ser hechos participes del E.S., de gustar de la buena Palabra de Dios y los
poderes del siglo venidero, pero son como “Saúl entre los profetas” ,como “Balaam ,hijo de
Beor…el varón de ojos abiertos ; …el que oyó los dichos de Dios. El que vio la visión del
Omnipotente ; caído pero abierto los ojos…” (Numeros XXIV 3 y 4). Son ellos mismos
que se hicieron candidatos para la apostasía, no los buscó el E.S., ellos Lo buscaron para
sus propios designios carnales. Ellos quisieron jugar con Dios, y Dios aceptó el reto y les da
el premio que corresponde a su locura. Las iglesias (neo)pentecostales son las que más
atraen esa clase de discípulos de Balaam. ¡Pero volvamos a Hebreos VI!

En el versículo 6, el E.S. nos da la descripción de la recaída sin remedio de los apostatas,


pues no pueden ser “otra vez renovados para arrepentimiento, ya que crucifican, (es mejor
traducción que “crucificando”, y se encuentra en varias traducciones y versiones clásicas),
de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, exponiéndole a vituperio”. La recaída de ellos es
que se pasan de nuevo al antiguo bando al que pertenecían antes de su conversión
momentánea. Los que son de Cristo se consideran crucificados juntamente con Cristo, los
que no son de Cristo, al contrario gritan como los judíos delante de Pilato : “¡Sea
crucificado!”. Ahora, no pueden crucificarlo de nuevo ; pues está en el cielo, sentado a la
diestra de Dios Padre, pero para sí mismos, en su corazón, en su pensamiento y deseo
intimo, hay que eliminarlo, destruirlo, maldecirlo, crucificarlo, lo cual era su actitud antes
de su aparente conversión, actitud más violenta ahora. Pues la Palabra ha sido rechazada y
tal como Amnón deseó ardientemente a su media hermana Tamar, y luego de acostarse con
ella “el odio con que la aborreció, fue mayor que el amor con que la había amado”,(2
Samuel XIII 15), y la expuso a vituperio, así mismo actúan los apostatas : quieren destruir a
Cristo y a su evangelio, y hacen que se hable mal de él por parte del mundo. Este vituperio
al que exponen a Cristo es de doble forma : activa y pasiva. Activa, porque ellos mismos
hablan mal de Cristo, y pasiva, porque el mundo tiene oportunidad para poner en tela de
juicio la eficacia del evangelio. Lo cual nos da también 2 razones para entender la
imposibilidad de la restauración de esos individuos. La primera razón siendo que la
revelación que tuvieron de Jesucristo no puede ser repetida, pues lo propio de una
revelación es manifestar una verdad secreta. A ellos se les reveló el secreto escondido
desde siglos y edades ; ya no es secreto para ellos, por lo tanto no puede haber una
repetición de la revelación. El nuevo nacimiento es la Palabra de Dios implantada con éxito
en el espíritu del creyente, mediante la acción del Paracleto. En otras palabras, significa que
Jesucristo se revela en la conciencia de uno como su propio Señor y divino Salvador. Pablo
lo expresa perfectamente en Gálatas I versos 12,15 y 16, cuando nos relata su conversión,
dice : “…pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por REVELACION de
Jesucristo…Pero cuando agradó a Dios…revelar a su Hijo EN mi…” Es imposible revelar
2 veces la misma cosa, y como Dios nos regenera por medio de la revelación de Jesucristo,
una vez esto ha sido efectuado, ya no puede haber otra revelación. La segunda razón es que
si hubiera posibilidad de restauración de los apostatas, los incrédulos tendrían las riendas
sueltas para primero poner en tela de juicio la eficacia del evangelio, al ver la primera
recaída, como ya lo dije, y luego para burlarse al ver la segunda, tercera, cuarta, quinta
recaída y restauración consecutiva. Sería exponer a vituperio al Hijo de Dios de forma
continua, y esto Dios nunca lo permitirá por amor a su santo Nombre. “Todas las cosas ha
creado Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo”. Dios ha creado al apostata
no para restaurarlo sino para destruirlo, re vindicando a su Hijo primogénito. El honor de
Dios exige la eliminación de cualquiera razón para burlarse de Él. Millones se burlan de El
hoy en día, pero sus razones no son válidas ; se basan sobre mentiras y opiniones erróneas.
Si un apostata pudiese ser restaurado, entonces habría por lo menos una razón justificada
para burlarse del Trino Dios. En efecto dice Jesús : ”Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco y les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi
Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi
Padre…” Un apostata es una persona que aparentemente ha sido arrebatada de la mano de
Jesús, porque no era oveja suya, no le fue dada por el Padre. Pero si esa oveja pudiese
volver al redil, entonces habría incoherencia dentro de la Santísima Trinidad, pues ¿Cómo
el Paracleto entregaría de nuevo al Hijo, lo que el Padre ha declarado por su recaída no
oveja suya? Si el propósito de Dios es confuso, y la conversión una experiencia repetible ;
¿Dónde está el fundamento firme, la sabiduría, la soberanía, la omnisciencia y
omnipotencia de Dios? Si la salvación se pierde y luego se recupera, luego se pierde otra
vez y se recupera ; la casa de Dios se parece más bien a un casino donde se juega a la
ruleta, cuyo cliente exclusivo seria el libre albedrio de la criatura pecadora. ¡El E.S.
contradice al Padre o el libre albedrio es el Rey : echad la suerte! Esto sería una burla
intolerable y por ende la restauración del apostata es imposible.

Luego los versos 7 y 8 nos ilustran perfectamente lo que se acaba de enseñar en los versos
4, 5 y 6. El símil es fácil de entender : la tierra es el hombre, la lluvia es la Palabra de Dios,
los labradores son los que están involucrados en la evangelización, la hierba y los espinos y
abrojos son los resultados del adoctrinamiento, y la bendición de Dios es la vida eterna. Es
menester subrayar las 2 palabras “muchas veces” en el verso 7. En efecto estas 2 palabritas
indican un conocimiento verdadero de la Palabra, un implante de la Palabra. El apostata no
es una persona que ha oído varias veces el evangelio sin prestarle mucha atención. ¡No! El
apostata al contrario se ha empapado de la Palabra de Dios como la tierra de la lluvia que
muchas veces cae sobre ella. El apostata es un conocedor de la Palabra y ha gustado de ella.
Ha conocido el verdadero evangelio ; lo ha recibido, pero no lo ha asimilado, sino que
después de un tiempo lo ha rechazado concienzudamente. Y es lo que nos explica Hebreos
X 26 a 31. Muchos interpretan mal este pasaje y atribuyen el castigo ; ” la horrenda
expectación de juicio”, a cualquier pecado premeditado. ¡En este caso el rey David estaría
ahora en el infierno después del asesinato premeditado del marido de Beersheva!
Watchman Nee nos explica claramente en uno de sus libros que este pecado es la apostasía,
pues el v29 nos define la transgresión cometida. En este pasaje encontramos otra vez los 3
elementos de la blasfemia contra el Espíritu Santo. En el versículo 26 hallamos el
conocimiento de la verdad , y la oposición calumniadora al Espíritu de verdad, la hallamos
en las palabras “voluntariamente” del v26 y “adversario” del v27. En el v29, encontramos
entrelazados los 3 factores que producen la apostasía o blasfemia contra el E.S.
Obviamente, “pisoteare”, “tuviere por inmunda” e “hiciere afrenta”, son expresiones que
indican la oposición violenta y calumniadora a la verdad, las palabras “Hijo de Dios”,
”sangre del pacto”, y “Espíritu de gracia “denotan el conocimiento avanzado de la verdad, y
la proposición “”en la cual fue santificado” es la manifestación evidente del poder de Dios
que ha experimentado el apostata, cuando Dios lo trasladó en un tiempo de las tinieblas a la
luz admirable.

En cuanto a la forma que toma la oposición y vituperación del Hijo de Dios, esta puede
expresase en una recaída en el ateísmo puro, en el catolicismo, en el unitarismo, en el
adventismo, en la ciencia cristiana o cualquiera otra herejía grave. Por ende es también útil
considerar ahora la Apostasía general, es decir la apostasía de las congregaciones. Las
iglesias como los individuos, cuando caen en la apostasía, muestran los mismos 3 rasgos
característicos : 1 conocimiento escritural de la verdad, 2 manifestación del poder de Dios,
y 3 oposición violenta y blasfemadora. Claro que hay muchas iglesias que no son apostatas,
pues nunca conocieron la verdad, ni su poder. Son puras sinagogas de Satán, desde su
fundación. Este el el caso de los unitarios, de los adventistas, de la llamada ciencia cristiana
. Una iglesia apostata siempre ha conocido la verdad, el Trino Dios, y fue instrumento de
Dios para la conversión de muchas almas. La iglesia católica romana es el ejemplo más
prominente. ¡Las iglesias protestantes, son el caso más recién! Pero en el caso de las
iglesias , hay que tener en cuenta, que aunque después de su caída en la apostasía, no hay
posibilidad de renovación o restauración, hay siempre un remanente escogido que escapa a
la ira venidera. ¡No todos los miembros de una iglesia apostata, son apostatas! La gran
mayoría no lo son, pero el cuerpo en su conjunto lo es definitivamente porque desde el
tiempo que cayeron , (como Roma por ejemplo, cuando cayó en la idolatría en el siglo VII),
ellos forman sus obispos, pastores, maestros en la doctrina apostata, por lo cual es
imposible reformar la iglesia apostata. M. Lutero quería al principio de su protesta formal ,
reformar Roma, pero era imposible, por lo que acabo de decir. El método de Dios siempre
ha sido abandonar tal iglesia (quitar el candelero de su sitio, dice Apocalipsis), y levantar
una nueva iglesia sobre el fundamento de la Escritura. Hoy hemos entrado en la gran
Apostasía que precede la aparición del Anticristo . “Porque no vendrá (la Parusía), sin que
antes venga la Apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición…” Así
que todas las iglesias que han conocido la verdad, sea las iglesias católicas, sea las
protestantes han caído en la Apostasía. No obstante muchos dicen : “¿ En qué vituperan al
Hijo de Dios, no lo exaltan, no le rinden culto?” Así parece, pero a la verdad lo pisotean y
desprecian la sangre del pacto en el cual fueron santificadas. En otras palabras, todas las
iglesias han rechazado la autoridad suprema de la Palabra de Dios. El evangelio eterno de
gracia ha sido expuesto a vituperio o adulterado. Ninguna iglesia enseña la salvación por fe
sin obras. Ninguna iglesia enseña que la salvación no depende de las iglesias, ni aun del
amor. Siempre añaden a la fe ,una virgen milagrosa, unos sacramentos, una forma de
piedad. Que la fe de Cristo produzca obras de amor y piedad es ciertísimo,(¡no produce
vírgenes!), pero lo que salva es la gracia por medio .de la fe ; el amor a Dios (además
siempre defectuoso) y al prójimo ,no salva, es el resultado de la salvación. Y si a caso
encontráis una iglesia reformada que enseña la justificación por fe sin obras, pronto os
daréis cuenta que enseña también la evolución y¡ que su pastor es una mujer llamada
Jezabel (Ap. II 20)!

Ahora para sacar una enseñanza práctica escuchemos al apóstol Juan : “Si alguno viere a su
hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá , y Dios le dará vida, esto es para los
que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual, yo no digo
que se pida. Todo pecado es injusticia : pero hay pecado no de muerte…”(1 J.V 16 y 17).
Así que cuando vemos a una persona que ha sido instruida en el evangelio verdadero, que
ha caminado en él durante un buen tiempo, y de repente se vuelve unitario o adventista, o
católico, no perdamos el tiempo orando por ella. Recordad Como Jehová reprendió a
Samuel por sus oraciones y su congoja acerca de Saúl. Esta persona ha cometido el pecado
de muerte, ha negado la fe. Si es unitaria, niega que Jesús es Dios, sabiendo que dice la
Biblia : “Yo, Yo Jehová, este es mi Nombre y fuera de mi no hay quien salve”, si es
adventista apostató la fe y se aferra a la maldición de la Ley, si se volvió católica, se
entregó a la mariolatría y al ”ceremonialismo” ¡Está descartado orar por los apostatas y por
las iglesias de nuestra era de la Apostasía.! No hay remedio para estos casos. Son casos
como Sodoma y Gomorra que fueron puestos por ejemplo : Judas 7, para que los cristianos
se apresuren a hacer firme su vocación mediante la obras que produce la fe genuina.

Para concluir, quiero recordar que a pesar de que la blasfemia contra el E.S. es el único
pecado imperdonable, todo pecado es de muerte sino está cubierto por la sangre de Cristo.
La inmensa mayoría de los que pasarán la eternidad en el lago de fuego, no habrán
cometido este pecado. Todo aquel que no tiene sacrificio por el pecado, ha de ser
sacrificado eternamente, sea apostata o no. La diferencia entre el apostata y los demás, es
que el tuvo un conocimiento real del camino de salvación, mientras que los otros no
quisieron conocerlo, pero el resultado es igual : el lago de fuego. El que conoció el Camino,
estaba mandado a andar en él, y el que no lo conoció, estaba mandado a buscarlo. Así que
nadie se reconforte o se tranquilice con el hecho de que no ha cometido la blasfemia contra
el E.S., y piense que siempre habrá una oportunidad para salvación. A los que están en el
Camino , dice la Palabra : “Andad en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne”,
pues si hay recaída en la incredulidad (que sabe disfrazarse de unitarismo, catolicismo,
adventismo), no habrá más remedio, y a los que están fuera del Camino, dice Dios : “
Buscad y hallareis…porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de
modo que no tienen excusa”,(Ro I 20). “El que tiene oído, oiga” y él que no lo tiene…
¡Pídalo!

EL SIERVO ALBEDRIO

Este es el título de la obra mayor de Martin Lutero,  según él mismo lo testificó. Ese libro
fue escrito en 1525, para responder a la “Diatriba del libre arbitrio” de Erasmo de
Rotterdam ; el gran erudito humanista y católico de la época. Acabo de leer una vez más
esta respuesta  magistral de M.Lutero,  y me parece oportuno hablar de ello, pues no sé si se
encuentra una versión en español, (esta obra está escrita originalmente en latín).

Primero que todo, quiero exhortar a mis hermanos a que consigan este libro, pues si no está
disponible en castellano, lo encontraréis fácilmente en ingles, alemán o francés. Si se
supera la barrera del idioma, es cierto que hay una pequeña  “barrera retórica”. En efecto es
una respuesta dirigida a la más alta eminencia de Europa en cuestión de erudición. Por lo
tanto, encontraréis en esta obra muchos términos que solo se usan en los círculos
académicos de aquella época, con muchas referencias a la cultura patrística, escolástica y
sobre todo greco-romana. Sin embargo el pensamiento es claro y aunque se puede perder
unas sutilezas que precisan de una erudición clásica, no hay que dudar en que la lectura de
esta obra es muy edificante para quien se atreve a leerla. Para los que no pueden, o no se
atreven, o no tienen la paciencia o el tiempo para dedicarse a leer esta obra, expondré
brevemente el tema de la controversia y sus argumentos.

El tema de la controversia, tal como lo declaran los títulos de la obra de Erasmo y de Lutero
es el libre arbitrio. Erasmo defiende el libre arbitrio del hombre natural y lo define así :
”Entendemos aquí por libre arbitrio,  la fuerza de la voluntad humana, tal que por ella el
hombre pueda apegarse a las cosas que conducen a la salvación eterna o apartarse de ella”.
Lutero por lo contrario niega rotundamente la misma existencia del libre arbitrio en cuanto
a las cosas que conducen a la salvación eterna. Erasmo tiene por antecesores  Orígenes,
Jerónimo, y sobre todo Pelagio,  (aunque lo niega ; ¡Lutero lo tacha de doble
pelagiano!).Los antecesores de Lutero son Agustín  y sobre todo la estrella matutina de la
Reforma : Wyclif, con el cual mantiene la postura de que todo acontece conforme al
propósito eterno de Dios,  es decir por necesidad, nada por decisión humana propia, sino
que la decisión humana es el resultado de la necesidad impuesta por el plan de Dios. Los
herederos de estas 2 escuelas de pensamiento antagónico son los arminianos, wesleyanos, y
evangélicos liberales y neo-pentecostales, por parte de Erasmo ,  y los calvinistas por parte
de Lutero. En efecto los luteranos pronto abandonaron las intransigencias dogmáticas de
Martin para seguir la diplomacia de Melanchton : hoy caminan con los papistas…
Para defender su postura, Erasmo apela tanto a la Escritura como a los padres de la Iglesia.
No obstante, afirma que la Escritura no es muy clara en este asunto del libre arbitrio, y que
sería sabio no tratar públicamente esta cuestión delicada. Lutero, al contrario, apela casi
únicamente a la Escritura,  afirma que es muy clara, especialmente en este asunto, y que es
preciso que se enseñe la doctrina de Wiclif de manera pública,  pues es una doctrina básica
de la fe cristiana que fundamenta la soberanía de Dios, su predestinación, su omnisciencia,
y el valor del evangelio de Cristo,  entre las cosas más importantes que atañen a esta
controversia. El libre albedrio corresponde a  la actividad de 2 partes  del alma : la razón y
la voluntad, (la tercera siendo el afecto). A lo largo de su respuesta a Erasmo, Lutero
destruye por medio de versos claros de la Escritura la existencia de cualquier libre arbitrio
en el hombre. Compara al hombre a un caballo que obedece al jinete que lo monta. Si es el
jinete original, es decir Satán, el hombre va a querer hacer las obras de Satán, si es el
Espíritu Santo, el hombre va a querer hacer las obras de Dios. No tiene ninguna libertad
para escoger su camino : “Porque de Jehová son los pasos del hombre, ¿cómo pues
entenderá el hombre su camino?” . Tomando pasajes de la Escritura como Ro.IX, Lutero
traza con maestría la Palabra de Dios. Si bien nadie puede negar que el hombre razona y
toma decisiones consecuentes, lo cual es lo propio del libre albedrio, Lutero demuestra que
ni es libre, ni tiene razón propia ; ¡es nada! En efecto el hombre natural “está muerto en
delitos y pecados” ;  ¿Cómo pues un muerto querrá y podrá razonar sobre la vida que no
conoce y que aborrece si se le predica ; pues es contraria a todos sus deseos, y tomar
decisiones para acercarse a ella? Las razones y decisiones del hombre natural, así como las
del hombre espiritual, son el producto de la acción de Dios en él  : “Porque en Él vivimos y
nos movemos y somos” dice la Biblia. He aquí la traducción de un pasaje del escrito de
Lutero concerniente este asunto : “ En cuanto a este punto, nosotros respondemos de esta
manera . así como el hombre, antes de ser creado para ser un hombre, no hace nada o no
provee ningún esfuerzo para llegar a ser una criatura, igualmente luego, una vez hecho y
creado, no hace nada o no provee ningún esfuerzo para quedarse así ; mas la una y la otra
cosa se producen por la sola voluntad de la virtud toda poderosa y de la bondad de Dios,
quien nos crea y nos conserva sin ayuda nuestra, pero no opera en nosotros sin nosotros : ya
que nos ha creado y conservado para operar en nosotros y para que cooperemos con Él, sea
que la cosa se produzca fuera de su Reino por consecuencia de la omnipotencia general, sea
que se produzca dentro de su Reino por la virtud singular de su Espíritu.  Lo mismo
decimos luego : el hombre antes de ser renovado en nueva criatura del Reino del Espíritu,
no hace nada, no provee ningún esfuerzo, para prepararse a esta renovación y a este Reino ;
y luego, una vez recreado, no hace nada, no provee ningún esfuerzo para quedarse en este
Reino, pero es el Espíritu quien solo hace la una y la otra cosa en nosotros, recreándonos
sin nosotros y conservándonos sin nosotros, después de habernos recreado ( tal como dice
Santiago : “Él de su voluntad, nos hizo nacer por la Palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas” : habla de la creación renovada). Pero no opera sin nosotros, ya
que nos ha recreado, y nos conserva para este mismo propósito : que Él opere en nosotros y
que cooperemos con Él. Es así que predica por nosotros, tiene piedad de los pobres por
nosotros, y  consuela a los afligidos por nosotros. Sin embargo en todo esto, ¿Qué se
atribuye al libre arbitrio? Mejor aún, ¿Qué se le deja sino nada?  ¡Y verdaderamente nada!”.
Erasmo por lo contrario supone una voluntad propia y una luz de la razón natural que puede
ayudar al hombre natural a acercarse a Dios y recibir así su gracia. Alega varias razones
para denigrar a Lutero y a Wyclif. Una es que si Dios da mandamientos, es porque se
pueden cumplir. A lo cual responde Lutero con la Palabra que por la Ley es el
conocimiento del pecado,  no el cumplimiento de la justicia, y que no hay que confundir el
imperativo o el condicional con el indicativo : que Jehová ordene hacer algo , o si
condiciona la bendición a ciertas condiciones, esto no significa que se puede hacer, sino
más bien es para mostrar nuestra impotencia,  que nos da órdenes y condiciones para que
como  dice Pablo la Ley  sea nuestro ayo para  llevarnos a Cristo . La otra razón alegada
por Erasmo es  que no tiene sentido, que un Dios bueno cree criaturas para echarlas al
infierno,  pues ellas no tienen otra opción que la de pecar y ser condenadas, si no hay libre
arbitrio y si no interviene la gracia soberana. A lo cual responde Lutero por la doctrina de
las 3 luces.  Estas son :  la luz natural, la luz de la gracia, y la luz de la gloria. Lo cual
significa por ejemplo, que a la luz de la razón natural, uno no entiende ¿porqué prospera el
malo y perece el justo?  Esto se entiende solamente a la luz de la gracia, es decir que solo lo
entiende el creyente,  pues sabe que” Dios ha escogido a los pobres de este mundo para que
sean ricos en la fe y herederos del Reino que ha prometido a los que le aman”, como lo dice
Santiago. Ahora la cuestión de¿ porqué Dios ha creado tantos impíos para el día malo?, esto
se sabrá en la luz de la gloria del Reino eterno ; entonces comprenderemos el porqué, y nos
maravillaremos de la sabiduría y bondad de Dios. Por ahora vemos como en un espejo,
entonces veremos nítidamente. Por ahora caminamos a la luz de la gracia que es la Palabra
escrita y revelada a los escogidos,  la cual dice “cuan insondables son sus juicios e
inescrutables sus caminos”, en la eternidad no  veremos por medio del  espejo, sino que
veremos a la Verdad cara a cara. Tal como dice la Escritura : “las cosas secretas pertenecen
a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros y nuestros hijos para
siempre…” Y es lo que reprocha justamente Lutero a Erasmo ; que no quiere indagar las
cosas reveladas en la Biblia como la presciencia de Dios que elimina el libre arbitrio, pero
que pregunta sobre los decretos secretos de la predestinación, que según su razón (natural)
niegan la bondad de Dios.

Os he dado un atisbo de lo que enseña Lutero en su obra “El siervo albedrio”, y espero que
esto os aliente a leer este libro para fundamentar bien vuestro conocimiento de Dios y del
hombre, según lo enseña la Biblia correctamente interpretada y explicada por los maestros
instituidos por Dios. Ahora, ¿esta vieja controversia es útil de volverla a levantar?  ¡No, no
es útil ; es imprescindible!
Como siempre lo estoy repitiendo, y lo repetiré ; estamos en los días de la gran Apostasía,
y  a pesar de que Satanás no ha introducido todavía al hombre de pecado,  al Anticristo
final y supremo :  el futuro jefe de la Unión Europea y cabeza de las iglesias apóstatas, él
está preparando la manifestación de su  hijo predilecto por medio de doctrinas diabólicas
que adulan el pensamiento carnal o humanista. La base de todo el edificio doctrinal de la
deificación del  ser humano  se estriba en  la doctrina del libre albedrio, lo que significa
que  el hombre tiene el poder de moldear su destino temporáneo y  eterno, mediante el uso
de su razón y de su voluntad, con una ayuda más o menos disponible de la gracia divina. La
gran mayoría de los cristianos están persuadidos de que existe un libre albedrio, de que el
hombre tiene poder de decisión, a pesar de que en lo profundo de su corazón saben por la
experiencia intima de su nuevo  nacimiento de que esto es mentira. Satán ha tomado
posesión de los pulpitos, y mediante sus ministros enseña la mentira de la fuerza del libre
arbitrio. La lucha del cristiano es contra el diablo, el mundo, y la carne. La carne es el
enemigo más persistente porque es una parte de nosotros, que no  dejará de acosarnos de
día y de noche hasta el momento de la resurrección. Conceder al hombre natural  una razón
y una voluntad que pueda acercarse a Dios, es invalidar la alabra de la cruz  ; la cual
condena al hombre natural,(no regenerado),en su totalidad. El primer punto del calvinismo
es la depravación total del hombre. El estudio de esta depravación se llama hamartologia.
En Agustín, Wyclif, Lutero, Calvino y todos los descendientes de ellos, el pecado no es por
imitación sino por constitución : “Porque así,  como por la transgresión de uno los muchos
fueron CONSTITUIDOS PECADORES…”(Ro V 19). El hombre no regenerado por la
gracia de Dios es una criatura depravada  especialmente en su razón y en su voluntad. No se
ha auto exterminado,  solamente porque la gracia común de Dios restringe los efectos de
esta depravación, mientras que yla gracia especial en los escogidos los anula cuando andan
en el espíritu y no en la carne. Por lo cual, el diablo se ha siempre empeñado en promover
la doctrina del libre albedrio para que los santos dejen de andar en el espíritu y para que los
incrédulos busquen a Dios mediante su propia razón y voluntad,  las cuales son esclavas del
diablo y del pecado, por ser moldeadas por las concupiscencias y la lujuria del mundo y de
la carne. En su conclusión, Lutero agradece a Erasmo por haber ido al grano, y no haber
contendido por naderías como el purgatorio y  las indulgencias. Hoy en día, se evita mucho
hablar de la depravación total del hombre y por ende de su falta total de libre arbitrio. Se
predica el evangelio de las obras y de la buena voluntad humana.  Hace ya casi 50 años que
se practica la invitación a la oración de fe, sea en grandes campañas evangelísticas o en
evangelización personal.  Spurgeon, en el siglo XIX, denunciaba la impotencia humana
para recibir el evangelio, decía que predicaba sin apelar en ninguna manera al libre albedrio
del hombre, sino apelando a la libre gracia de Dios. Predicaba y luego mandaba a sus
oyentes a sus casas,  orando que  Dios les diese de clamar a Él por misericordia en el
secreto de sus cuartos. Apelar a la razón, en la evangelizacion es  apelar a la locura del
hombre pues  : “¿No ha enloquecido Dios , la sabiduría del mundo?”, apelar  a su buena
voluntad es apelar  a un fantasma pues todos los designios del hombre son hacer el mal
desde antes del primer diluvio. La predicación del evangelio es una tarea loca : es hablar a
huesos secos : “La Palabra de la cruz es locura a los que se pierden”.

Este asunto del libre albedrio es vital para comprender y apreciar el evangelio único y
verdadero de la gracia de Dios. Comprender digo, porque si una parte aun ínfima de la
salvación depende de la buena voluntad del hombre entonces lo que dice la Biblia : “La
salvación es de Jehová” es mentira.  Y apreciar, porque la obra de Cristo en la cruz del
Calvario, es una obra fantástica que salva perfectamente a millones de personas
completamente perdidas.: “Pues por una sola ofrenda, perfeccionó para siempre a los que
son santificados”. El que no entiende la naturaleza de nuestra perdición y perversión, no
puede entender la naturaleza de nuestra salvación y regeneración. Este asunto del libre o
siervo albedrio ha sido durante todas las edades, uno de los puntos claves que delimitan el
campo de los verdaderos creyentes y de los falsos. En estos últimos días el humanismo, que
es raíz del  pelagianismo y arminianismo, ha sido entronizado rey del pensamiento moderno
universal. Por todas partes, se oye hablar de los derechos humanos, de la democracia, de la
libertad del hombre para desarrollar su vida según lo que bien le pareciere .  No estoy en
contra de los derechos humanos, la democracia y la libertad civil del hombre. Todas estas
cosas son el legado del protestantismo. ¡Esto,  se lo olvidan! Estoy en contra de la
deificación del hombre, y esta deificación se apoya en el fantasma del  libre albedrio cuyos
componentes son la razón y  la voluntad. Que el mundo siga las mentiras de Satanás es
normal, pues él es su príncipe y su padre.  No vamos a cambiar el mundo, solo esperamos
su juicio, el cual no tardará. Pero cuando se usa el nombre de Cristo y al mismo tiempo se
le atribuye una parte de la gloria al hombre, lo que hacen los católicos de la forma más
descarada con la deificación del papa (dogma de la infalibilidad, decretado en 1870)y de
María(mismo año ,dogma de su asunción y co redención entre otras mentiras
blasfematorias) , ahí hay que levantar la voz,  sacar la espada del Espíritu,  y cortarle la
cabeza a esta serpiente con un verso bien afilado como : “Por cuanto TODOS pecaron y
están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que está en Cristo Jesús…” o , “No existe hombre justo en la tierra
que haga el bien y no peque”. Toda la maldad perfeccionada  por el diablo tiene por
fundamento el elogio de la razón humana y de de su voluntad. El libre arbitrio es la piedra
angular de las maquinaciones del archí enemigo de Cristo.

La  O.N.U., la Unión Europea, el Vaticano, Los EE.UU. de Barack Obama tienen por
fundamento la esperanza en el poder del hombre para decidir y resolver sus problemas. El
cristianismo bíblico genuino tiene por uno de sus fundamentos,  la necesidad absoluta de la
gracia de Dios  en Cristo Jesús para alcanzar sus metas, pues reconoce que en el hombre
natural no hay más que corrupción : “engañoso es el corazón del hombre, más que todas las
cosas, y perverso…”, y que el hombre espiritual no es más que un vaso de barro, pero cuyo
contenido es Dios mismo (2 Cor.IV 7). Así que cuando la Biblia nos manda a pelear la
buena batalla de la fe, esto significa defender el dogma de la depravación total del hombre,
lo cual ensalza la salvación de Cristo. Como bien lo repite Lutero en su libro ; si la razón y
la voluntad natural del hombre pueden acercar a Dios, entonces estas partes más eminentes
del hombre no necesitan ser  renovadas, solamente las partes más bajas del hombre precisan
de la obra de Cristo. Esto es rebajar al Salvador y su obra. Es la pauta de todas las herejías :
exaltar al hombre y rebajar al Salvador. Es muy desolador el espectáculo de la cristiandad
hoy en día. Creo que la raíz de todas  las debilidades que padece el cuerpo de los creyentes
en la tierra es la ignorancia : “Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento”. Un sabio
dijo una vez : “¡conócete a ti mismo!” ; dijo una gran verdad, pues el arrepentimiento es el
primer paso hacia la salvación. El arrepentimiento es alcanzar por gracia el conocimiento
de la propia miseria total de uno. Es ver la realidad de nuestra ruina e impotencia en todos
los aspectos de nuestra persona,  y especialmente en los más eminentes : la razón y la
voluntad. Afirmar que el hombre tiene libre arbitrio, es señal de una ignorancia que pone en
tela de juicio la regeneración del que asume esta postura ;  pueda ser un teólogo erudito del
tamaño de Erasmo , no importa. Pues la razón misma, la que ellos tanto defienden, los
condena, ;  porque ¿cómo puede haber libre arbitrio,  si Dios ha decido de ante mano,  en la
eternidad pasada , todo lo que va a ocurrir? Esto, ni la luz natural de la razón puede
admitirlo. La verdad es eterna, la mentira tiene limitado su tiempo, pero en el presente sigue
la batalla entre ellas. No hay campo intermedio, no hay neutralidad. Todos estamos
involucrados, conscientemente o no, hay que tomar partido. Nosotros los cristianos hemos
de estar involucrados, no solamente conscientemente, sino concienzudamente en esta  lucha
por la verdad. Saber si hay libre arbitrio o no, no es una cuestión trivial, es un asunto que
determina qué clase de evangelio y qué clase de Cristo profesamos.  Él que es escogido y
que lo sabe por convicción obrada por el E.S. mediante la Palabra de Dios en primer lugar y
las obras de la gracia en segundo lugar, será llevado al campo de Wyclif y de Lutero,  el
escogido que no ha asimilado correctamente la Palabra de Dios o el  incrédulo serán
llevados al campo de Pelagio  y de Erasmo por necesidad de la consecuencia  (como dicen
los eruditos), y no por  el fantasma de su propia razón y libre voluntad. Así que los que
tenemos los ojos abiertos  ; gloriémonos en ser esclavos de la justicia en ser esclavos de
Jesucristo , Él cual nos ha librado de las cadenas  del pecado  y de las tinieblas de un libre
albedrio esclavo  ciego de Satán.  SOLA GRATIA,  SOLI DEO GLORIA.

LOS   DESEOS  DE  LA  CARNE

El cristiano tiene 3 enemigos, que son el diablo, el mundo, y la carne. Estamos en una lucha
encarnizada contra estos 3 enemigos irreductibles del creyente. El enemigo más  peligroso
para el creyente es la carne , pues es una parte de él mismo que no  puede suprimirse, sino
que solo se puede mantener  clavada en la cruz. Como dice el apóstol  Pablo : “Con Cristo
estoy  juntamente crucificado, pues  ya no vivo YO,  mas Cristo vive en mí…”Lo que
significa que el yo carnal, el ego natural , ha de ser mantenido bajo condenación, clavado a
la cruz. Esto se realiza mientras andamos en el espíritu (es decir a la luz de una consciencia
iluminada por el E.S.), no satisfaciendo los deseos de la carne. Para andar en el espíritu,
hemos de renovarlo constantemente por medio de la Palabra de Dios, aplicada por el
Paracleto. Como dice la Palabra : “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta” , (Ro.XII 2). Una vez renovada la mente por el
estudio, la meditación, y la memorización de la Escritura, entonces hay una renovación en
el espíritu de nuestra mente : Ef IV 23. Todos sabemos que ”los que son de la carne piensan
en las cosas de la carne y los que son del espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los
designios de la carne son enemistad contra Dios ; porque  no se sujetan a la ley de Dios, ni
tampoco pueden ; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros
no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros…” (RVIII 5 al 9).
Todos estos versos que acabo de citar son muy conocidos de todos los evangélicos un poco
maduros. En la teoría  todos dicen  : “ ¡Amen, hermano! ”. En la práctica el 99% siguen
viviendo confortablemente según la carne.

Hace poco recibí, un documental del  hermano  Jorge,  titulado : La reunión del mal. Ese
archivo trataba de la estrategia de Satán para combatir a los cristianos de nuestra era. En la
introducción decía que él, no podía impedirlos de reunirse,  leer la Biblia,  orar y practicar
todo lo referente a la piedad. Legalmente, no lo podía, pero en la práctica, ya lo había
hecho.  ¿Cómo? Sencillamente quitándoles el tiempo que requiere la práctica de la piedad.

El mundo,  es decir la sociedad siempre ha sido enemiga del cristianismo. Esto no ha
cambiado, lo que ha cambiado es la forma en que lucha el mundo contra el pueblo cristiano.
En tiempos antiguos, era la tarea de la Inquisición, con sus cruzadas, torturas y hogueras.
Hoy en día la lucha es más sutil, sin violencia física, sino por medio de la propaganda
comercial. La Biblia dice : “ Así que teniendo sustento y abrigo ,estemos contentos con
esto, pues ninguna cosa hemos traído al mundo ,y ciertamente ninguna cosa podremos
sacar...”,  también dice Jesús : “No os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer o de
beber ; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir… porque los gentiles buscan estas
cosas ; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de estas cosas.” El cristiano
de hoy lee estas palabras que salen de la boca de Dios y cree que las ha entendido, pero el
99%  no las ha entendido, porque  no las quiere entender, porque van contra su forma de
vivir mundanal y carnal. En el círculo de los creyentes,  un niño entiende estas palabras de
vida, un adolescente difícilmente,  y un adulto no las entiende,  porque ya está demasiado
enredado en las cosas de este mundo. Hace 100 años era mucho más fácil entender estas
palabras de vida, hoy el sistemas de millones y millones de cosas accesibles a casi toda la
humanidad ha tapado los oídos espirituales de los creyentes. Oro que el Espíritu Santo
destape los oídos de todos los que lean este artículo con corazón sincero.

Aunque las palabras de nuestro Señor Jesús son muy claras, voy a comentarlas, porque la
mayoría no las entiende en su significado real, sencillo, literal. Jesús nos dice que no nos
preocupemos por las cosas que nuestro Padre celestial sabe que tenemos necesidad. Estas
cosas  claramente enumeradas, son 3 : el comer, el beber , y el vestir. Son las cosas
indispensables para mantener en vida saludable el cuerpo. El mandamiento es que no nos
preocupemos por estas  3 cosas porque el Padre se ha comprometido a  proveerlas, (por
medio del trabajo generalmente). Muchos me dirán : “¿Quien no entiende estas palabras
sencillas?,¡ todos las entendemos!” A estos hermanos, les respondo  : ¿pues por qué os 
afanéis por tantas cosas que no son el comer, el beber y el vestir (que incluye el techo en
ciertas circunstancias)? Entonces, como respuesta,  empieza una lluvia de “pero”,  que son
las justificaciones de la carne para tener un coche, una moto, una casa propia y bonita con
conexión eléctrica y todo el electrodoméstico correspondiente, sin olvidar la imagen de la
bestia que es la TV, el computador con la internet, el seguro social, la pensión, los zapatos
para jugar futbol, las vacaciones de verano, la universidad de las hijas etc… Toda esta lista
de cosas innumerables, que no son el comer, el beber, y el vestir (¡ sobriamente por
supuesto!), no han de quitarnos el tiempo para Dios. Trabajar horas, meses, años para
conseguir cosas que no son indispensables, es  dejar de servir a Dios para servir a Mamón.
¡Y en esto están 99% de los cristianos! Ha habido por parte del mundo,  cuyo príncipe es
Satán, un lavado de cerebro del cual no se escaparon los cristianos, pues ha sido elaborado
contra ellos. La mente carnal hoy en día no concibe una vida digna sin conexión a la red
eléctrica. El cristiano de hoy tiene el mismo concepto que la mente mundanal. Confunde
vivir en el mundo y vivir como el mundo. La sociedad de consumo ha moldeado la mente
del creyente,  tanto, que ni se da cuenta que no hay más que 3 cosas necesarias en cuanto a
nuestra vida terrenal. Ni entiende las palabras de vida de Jesús sobre este asunto. Daré un
ejemplo sencillo para intentar abrir los ojos de los siervos indebidos de Mamón. Cristiano
Moderno,  (¡llamémoslo así!) llega a una ciudad donde ha conseguido un empleo a medio
tiempo. Tiene que buscar un alojamiento. Sea un apartamento, o una casita, o una pieza,
esto ya le cuesta casi la totalidad de su salario mensual. Por ende le es preciso conseguir
otro trabajo para poder comer y vivir decentemente. Claro que en su apartamentico, tiene
conexión eléctrica, bombillos, TV, nevera, equipo de sonido, hasta tiene un garaje para
cuando se compre el próximo mes el coche o la moto a crédito. A este cristiano normal, que
vive la vida de todo el mundo, jamás se le ocurrió pensar que a 5 km de su sitio de trabajo,
en el campo, hay una vieja casa casi abandonada, cuyo dueño estaría encantado alquilar por
nada ; pues  una casa habitada  por una persona normal,  no llega a ser una ruina, al
contrario. Claro que no hay electricidad, ni  agua ; hay que usar velas y sacar el agua del
pozo. Pero el hecho es que es mucho más amplia que el apartamentico,  está rodeada por
árboles y prados,  y el único ruido que se oye es el canto de las aves, y sobre todo no cuesta
nada. Así que si no tuviera ese pobre cristiano la mente entenebrecida por la luz 
INDISPENSABLE de la central eléctrica, se acomodaría en esta amplia casa, no tendría
que buscar otro trabajo, y tendría mucho tiempo libre para leer la Biblia, orar, predicar,
ejercer  la piedad. Y no le faltaría nada, ni comida , ni  bebida, ni vestido, ¡hasta podría
ahorrar un poco para comprarse literatura cristiana, y panfletos evangelisteros! Pero esto ni
se le pasó por la mente. ¡Vivir sin electricidad, oye (exclama Cristiano Moderno) : no
estamos en la Edad Media, estamos en el siglo XXI!  Esto dice el pobre Cristiano Moderno
que tiene que trabajar 12 horas por día, y que está comprometido  por años para pagar el
crédito de su coche, de su casa, de la educación superior de sus hijas. Y ¿ para qué su coche
,para ganar 15mn en el transporte cada día  e ir al campo los fines de semana? , ¿para qué
su casa propia que terminará de pagar, cuando ya le tocará pensar en comprarse una
sepultura?, ¿para qué la educación superior de sus hijas, para que se les enseñe la evolución
y a odiar el sistema de sociedad patriarcal que es el modelo bíblico, y que merezcan una
doble condenación si no son elegidas, y una confusión constante en su vida espiritual si lo
son?  Esto no lo analiza Cristiano moderno, no tiene tiempo para detenerse y analizarlo, a
duras penas el domingo va a un culto y oye un sermón insípido del  pastor Recoge Diezmos
y hasta lee de vez en cuando la Biblia cuando no se transmite por televisión  la selección
nacional de futbol durante el campeonato mundial. El diablo lo ha vencido quitándole su
tiempo  para leer la Biblia, la cual le mostraría la forma eficiente de vivir una vida útil para
la obra de Dios. Su vida es lo contrario de RoXIII 14 : está desvestido del Señor Jesús, y
proveyendo para los deseos de la carne.

Hay otro ejemplo de lucha contra la opresión y la injusticia que puede servir de ejemplo
para los cristianos en su lucha contra los deseos carnales que los oprimen y paralizan. Se
llama Gandhi  ; el gran libertador de la India. No era cristiano, pero  su lucha demuestra
claridad y eficacia, lo que hace falta a los cristianos modernos. Gandhi se dio cuenta que
Inglaterra mantenía a los indios bajo su yugo y se mantenía en parte de ellos,  sobre todo en
el campo de la industria textil. En efecto, empleaba a los indios en los campos de algodón
de la India, luego enviaba el algodón a Inglaterra, y lo devolvía a la India, manufacturado, 
y  así vendía su telas a los mismos indios.  Gandhi desarrolló una estrategia de liberación
del yugo ingles, por medio de un cese pacífico de cooperación comercial con ellos. Su
política era no comprar productos ingleses y  producir lo necesario de forma artesanal y
local. Y si no se podía producir, se abandonaba el uso de tal producto . Puso el hacha a la
raíz del árbol ; fue un éxito total , tanto que se quedó el torno de hilar como símbolo de la
independencia en la bandera de la India. Tenemos que imitar este ejemplo en nuestra lucha
contra los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vana gloria de la vida. Para que
nuestro crecimiento espiritual y nuestra lucha contra el reino de Satanás den resultados,
necesitamos dedicar tiempo a la oración y a la Escritura. Por esto el diablo ha inspirado esa
cultura de crédito y de consumo. Nuestro Padre celestial tiene para nosotros abundantes
provisiones para nuestras necesidades  ; “Él que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo
entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? “, (Ro
VIII.32).  No quiere que trabajemos  como esclavos, por  esas cosas esenciales para el
cuerpo. El problema es que la inmensa mayoría de los creyentes cree que   todas las cosas
que quiere darnos Dios para nuestras necesidades físicas incluyen  todos los artículos que se
encuentran en el supermercado. Esta es la prédica pentecostal por excelencia. Si gozar de
las comodidades modernas, requiere trabajar  tanto que no queda luego energía y ni tiempo
para escudriñar las Escrituras es preciso, desconectarse de la central eléctrica y vivir como
vivieron nuestros tatarabuelos. Afanarse para pagar las facturas de los deseos de la carne,
de los deseos de los ojos, y para mantener el nivel de la vana gloria de la vida moderna es
desistir de la milicia cristiana y enrolarse en la multitud de los siervos de Mamón. 3 cosas
son necesarias, no millones, como la propaganda y la cultura del consumo  proclaman. Lo
que pasa es que hemos nacido en esta sociedad de consumo ; recuerdo que cuando era niño
pensaba que los bebés se conseguían en el supermercado. ¡El cuento de las cigüeñas estaba
ya pasado de moda!  Estamos en una guerra  ; “ninguno que milita se enreda en los
negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo llamó por soldado”,(2Tim. II.4). Si te
consideras soldado de Jesús es tiempo que analices lo que estás cargando, o más bien lo que
estás pagando, no tanto en dinero sino más bien en tiempo. ¿Para qué estás trabajando en tu
vida social, para suplir las 3 necesidades básicas o para mantener el nivel de vida que es
digno del hombre moderno,(sabes  : el que cree en la evolución, en el hombre, y en lo que
dice la televisión)?  Está prohibido enredarse por  las cosas  del supermercado, dice la
Escritura : “No améis al mundo , ni las COSAS que están en el mundo(en el hiper mercado
hoy en día) “. Está prohibido trabajar por la carne , más allá del pan de cada día, Proverbios
XXIII 4 y 5 dice : “No te afanes por hacerte rico, ; Sé prudente, y DESISTE. ¿Has de poner
tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?  Porque se harán alas de águila y volarán al
cielo”. 3 cosas son necesarias, no  miles como se imaginan 99% de los cristianos. No voy a
citar los versos de Lucas IV 22 al 31 y otros que conocéis muy bien. “El Reino de Dios no
consiste en palabras sino en poder”, dice la Biblia. Si todavía estás trabajando como un
esclavo para mantener un nivel de vida conforme al de tu vecindario, no has probado el
poder de la Palabra de Dios de forma integral. “Conoced la Verdad y la Verdad os hará
libre”. ¿Libre de qué? Obviamente del pecado.  La fuerza del pecado está en la Ley, la cual
es su catalizador . Pero la raíz del pecado está en la concupiscencia, en los deseos
terrenales,  y la verdad del evangelio  nos da el poder de huir “de la corrupción que está en
el mundo por la concupiscencia”(2P.I. 4) . Así que si estás trabajando para alimentar falsas
necesidades  terrenales, (pues las verdaderas son 3),  la verdad no te ha hecho libre. Te
aconsejo, y no es una broma, ir a vivir en una cueva, con tu Biblia y unos buenos libros, y
trabajar a medio tiempo para suplir abundantemente las verdaderas necesidades, (te sugiero
la bicicleta como medio de transporte para ir de tu cueva  a tu sitio de trabajo). ¿ Estás listo
para desconectarte de la central eléctrica,  y vivir lejos del templo de Mamón, es decir del
super o hiper mercado?  ¿ Tienes fe para creer que Dios te dará la salud si estás lejos del
hospital, o si no tienes seguro social? “El justo por su fe vivirá…por fe andamos ,no por
vista…”  La fe produce una forma de vivir y de andar que es opuesta a la forma de vivir y
de andar del mundo.  Por su fe,  Rhahab la ramera, escondió a los 2 espías israelitas. Ella
tomó serios riesgos, puso su vida en peligro de muerte para poder salvarla. “El que quiere
salvar su vida la perderá”. Quedarse encerrado en la gran Jericó actual, actuando como sus
moradores, es exponerse a la destrucción cuando  los ejércitos de Dios hayan dado la 7ma
vuelta en el 7mo dia es decir al toque de la 7ma trompeta del 7mo sello. Rahab actuó de
forma muy atrevida y valiente, porque su fe era genuina.  Muchos, cuya fe no es genuina,
dirán : “me gustaría hacerlo pero tengo esposa (o concubina, lo cual está de moda en la
cristiandad moderna) e hijos en la escuela…” Adán dijo lo mismo : “la mujer que me
diste…” Seamos sinceros y honestos con la Palabra de Dios. El neo pentecostalismo tiene
mucha fuerza porque promueve el evangelio de la prosperidad. Su dios es propietario de
Carrefour y otras cadenas de distribución de bienes de consumo y sus hijos tienen  crédito
ilimitado para vivir la vida de Cresus (no de Jesús),  que según ellos mismos, se merecen.
Lo que más odia Dios es la hipocresía. Es muy recomendable decir : “Dios, sé propicio a
mí, pecador” (L.XVIII13),  pero es muy peligroso decir : “ soy siervo tuyo,  Señor”,
cuando uno se pasa toda la semana sudando, no para ganarse el pan de cada día, sino para
pagar las facturas de los deseos de la carne. En este caso huye a la cueva, hermano, haz
como Lot : Gen XIX 30 y ¡cuídate mucho de tus hijas que han crecido en esta gran Sodoma
universal!  Os repito  :  no estoy  bromeando o hablando por medio de figuras o alegorías,
tomadlo en sentido literal : es preciso que muchos vayan a vivir a una cueva. Este mundo
no es una gran Sodoma solo en el sentido espiritual  ; es primeramente una gran Sodoma en
el sentido literal. La mayoría de los cristianos verdaderos, el 99%, son una réplica de Lot, y
por ende tienen que ir a vivir a la cueva, o a aquella vieja casa abandonada en la montaña
donde no hay ni electricidad ni grifo. No esperes el día en que “los reyes de la tierra, y los
grandes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las
cuevas…”,(Ap VI.15).  ¡ Hazlo hoy por amor a la verdad ,Cristiano Moderno, y no mañana
por el terror que producirá la manifestación de la Verdad!   Esto es en cuanto al caso “Lot”
que es la inmensa mayoría  de los elegidos de hoy, si no me equivoco por exceso de
optimismo.

Ahora quiero dejar bien claro que no estoy promoviendo el desarrollo de una especie de
neo anacoreta protestante. La cueva es un medio, no es un fin. Además es un medio útil
solamente para los que tienen que dedicar tiempo para pagarse los lujos “democratizados”
de la sociedad de consumo.(Todo lo que no forma parte de las 3 necesidades  enumeradas
por Jesús es lujo o cosa facultativa). “Casa y riquezas son herencia de los padres” dice la
Escritura, por ende hay muchos cristianos que no tienen que gastar su precioso tiempo para
adquirir las cosas del supermercado. Ellos no necesitan una cueva, pues tienen a su
disposición una casa confortable con todas las comodidades que les dejaron sus padres en
herencia. ¡Que la disfruten!  La contienda no es por cosas , la contienda es por tiempo :
“Aprovechad bien el tiempo porque los días son malos”. Vivir en la opulencia o en la
pobreza ,no santifica a nadie ; la santificación es obra del Espíritu Santo por medio de la
Palabra. Es una obra que dura todo el tiempo de nuestra vida terrenal. Repito no hay nada
malo en poseer el último modelo de coche, o de computador, o de horno micro ondas, o de
lo que sea ;  lo malo es dedicar su tiempo para conseguirlo. Como Pablo tenemos que saber
vivir en la abundancia y en la escasez. No importa  que vivamos en un palacio conectado a
la central nuclear o que vivamos en una cueva a la luz de una vela. Lo que importa es que
dediquemos tiempo a la Palabra de Dios, para que more en abundancia en nosotros y corra
afuera de nuestro palacio o cueva,  y sea glorificada. Y la verdad es que tiene más mérito el
cristiano que vive realmente una vida espiritual fructífera, disfrutando  del palacio y de
todos los bienes de consumo sin sacrificarles su tiempo, que él que la vive en su cueva.
¡Daniel es mucho más útil y más usado por Dios desde el palacio real que Lot en su cueva!
Claro que el cristiano que vive con todas las comodidades modernas,  sin tener que
sacrificarles su tiempo, mire bien que está usando su estándar de vida para predicar o
ayudar a predicar el evangelio. Nuestras riquezas han de ser usadas para propagar el
evangelio por lo cual dice la Biblia : “come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre
corazón, pues tus obras ya son agradables a Dios”. La cueva y la suite imperial, la vela y la
central nuclear, la bicicleta y el avión supersónico, el humilde desayuno y el  banquete del
magnate no son más que oportunidades para dar gracias a Dios y combatir al enemigo,
“porque nuestras armas no son carnales mas son poderosas por la virtud de Dios para
derribar fortalezas ; derribamos toda altivez que se eleve contra el conocimiento de Dios y
llevamos todo pensamiento a la obediencia de Cristo”. No es un pobre peón que podrá tapar
la boca de los malvados políticos en las altas esferas del poder, ¡se necesita un Daniel para
esto! No se entra en el palacio presidencial con los pies descalzados, ¡se entra con el
magnífico coche de servicio de marca BMW!

Evidentemente la gran tentación después de leer este articulo es decir :”Yo soy un tipo de
Daniel, por lo cual debo seguir con mi estándar de vida”. Otros dirán que  si no tuviesen sus
hijos en el colegio, lo harían (se desenchufarían de la central eléctrica), otros buscaran un
verso  fuera de su contexto para justificar la factura mensual de los deseos de la carne. Por
mi parte me quedo en mi casita en las orillas de la selva, de donde escribo con un ordenador
portátil, pues no quiero gastar tiempo pagando la conexión a la red, mientras me sale más
barato el uso de la lámpara de kerosene. ¡Y DE LA LLUVIA DEL CIELO HE DE BEBER
EL AGUA!

LAS DOS RESURRECCIONES

La resurrección de los muertos, (estoy hablando de la resurrección de nuestro cuerpo), es el


fundamento de nuestra esperanza, porque si no ha de haber resurrección de justos así como
de injustos : “¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!”. La Biblia habla claramente
de 2 resurrecciones, una acaece al principio del Milenio, y la otra al fin de esa dispensación
milenial. La tradición evangélica tiene acertado que la primera resurrección es la de los
justos y la segunda es la de los injustos. ¡Una vez más, disiento con la tradición!

Veo claramente en la Biblia que la primera resurrección es la de una clase especial de


justos: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda
muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y
reinarán con Él 1000 años”, Ap.XX.6. Como lo declara este verso; son sacerdotes y reyes.
Es decir que el ministerio de ellos es de mediación y de gobernación. Estos santos son los
miembros del cuerpo de Cristo, son la Iglesia universal. Son “la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los cielos”, (Heb.XII.23 ). La mayoría de los cristianos
no entiende que hay 2 clases de santos. Hay los primogénitos inscritos en los cielos y hay
los otros que no tienen la primogenitura. Desde Adán hasta la segunda venida de Cristo,
todos los que creyeron en su corazón, en la simiente de la mujer que hiere a la serpiente
antigua, es decir al diablo, en la cabeza,(Gen.III.15), todos ellos forman parte del cuerpo de
Cristo. Claro que desde 2 milenios, todos los creyentes sabemos que El que venció al
diablo, al pecado, y a la muerte se llama Jesús de Nazaret. Judíos y gentiles formamos
juntos la Iglesia de Cristo, “donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión,
bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos”, Col. III.11.
Evidentemente ha de haber una mayoría de primogénitos de origen gentil, pues los últimos
serán primeros. Pero esto no produce ninguna molestia dentro del cuerpo de Cristo porque
en esta dimensión no hay ni judío ni gentil. Y además vemos que si la mayoría tuvo un
origen gentil, la ciudad celestial, sus puertas y sus fundamentos tienen nombres judíos.
Nadie se gloriará en sí mismo, sino que todos nos gloriaremos en Cristo, y ¡es preciso que
empecemos esto ya, en esta vida presente! Porque por ahí andan muchos de ambos lados
que se glorían en su origen o en su dispensacionalismo.

Los cristianos que se glorían en su origen, son la secta de los mesiánicos. Hay que ser
hebreo o tener antepasado judío o por lo menos una cultura hebrea para ser santo. No se
puede decir Jesús, sino que hay que decir Yeshua. Si no se lee la Tora en hebreo, no se
puede entender nada(a pesar de que los textos que los mismos judíos ortodoxos leen en sus
sinagogas, son traduciciones del griego de la Septuaginta) Para ellos, Dios habla en hebreo
y si lo hace en español o en mandarín, es para los cristianos de segunda clase. Son los
judaizantes con quienes tuvo que enfrentarse Pablo, de los cuales por un momento fue
Pedro.

La otra clase son los cristianos dispensacionalistas clásicos. Ellos, por el contrario, relegan
los santos del Antiguo Testamento a una clase inferior a los del Nuevo Testamento. Los
israelitas de los tiempos anteriores a la primera venida de Cristo no tienen parte en la
Iglesia, forman un cuerpo aparte de la congregación de los primogénitos inscritos en los
cielos. Así que Abraham padre de la fe, y por ende padre de todos los cristianos, se queda
fuera de la Jerusalén celestial, según ellos. Pero dice la Escritura en HebXI.10. : “…porque
esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”.

Entre estos 2 grupos “racistas”, hay una inmensa mayoría de creyentes que tienen un
concepto demasiado amplio de la Iglesia. Para ellos la Iglesia es todos los que han sido
salvados de la condenación eterna. Es una equivocación debida a nuestro apego natural a la
tradición. Aceptamos enseñanzas porque por siglos han sido aprobadas por las autoridades
instituidas por Dios : pastores y maestros. No obstante la Iglesia es algo muy especial, pues
además de ser un cuerpo cuyos miembros son hechos participes de la naturaleza divina, es
la esposa del Cordero y comparte su autoridad y su poder : “Al que venciere y guardare mis
obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y
serán quebradas como vaso de alfarero, como Yo también lo he recibido del mi Padre
…”Ap.II.26, 27. Por ende la Iglesia ha de pasar por 3 etapas para llegar a su estado de
plenitud : la milicia, la victoria y la gloria.

La milicia es la época que empezó en el día de Pentecostés y se termina con la Parusía. Es


tiempo de duras luchas y de supervivencia. Es el tiempo de la evangelización del mundo :
se anuncia la salvación por fe en Jesús. Como dice la Palabra : “…para que vuestra fe ,
mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada
en gloria, alabanza y honra cuando sea manifestado Jesucristo…”
La victoria es el Milenio, lo cual significa que el mundo entero se somete Cristo y a su
esposa. Es tiempo de conquista, ; el imperio de Cristo se apodera de todas las naciones y el
Rey de reyes está sentado en el trono de David, en la Jerusalén terrenal restaurada a una
gloria bien superior a la de tiempo de Salomón. La Iglesia gobierna, Israel es la nación
numero 1, pero no todos aman ese imperio aunque a él, todos se someten. Es el tiempo de
la Ley aplicada a toda la humanidad.

La gloria es la eternidad futura en una nueva tierra, donde las naciones que fueron salvas
después del Milenio sirven a Dios por gratitud y por ende honran a la Esposa del Cordero,
trayéndole su gloria y andando en su luz : Ap.XXI.24. Es la eternidad donde Dios es todo y
en todos los que viven en la nueva tierra.

Sin embargo sea lo que sea la época, la Iglesia está siempre en relación con naciones .
Muchos tienen la idea no bíblica de que en la eternidad todos los seres humanos que fueren
salvos formarán parte de la Iglesia. Ap.XXI.24 deja bien claro que la Iglesia recibe la gloria
y el honor de todas las naciones que sobrevivieren a la última gran rebelión de la
humanidad, encabezada por Gog y Magog, al final del Milenio.

La Iglesia nació en el día de Pentecostés, crece durante la época de la milicia, y llega a su


estatura plena en la primera resurrección. La primera resurrección no ocurre en un solo
tiempo sino en 2. El primer tiempo es un poco antes del Rapto. En este momento resucitan
los muertos en Cristo, es decir todos los creyentes desde Adán , (luego los que estemos
viviendo estaremos transformados y llevados con ellos sobre unas nubes al encuentro del
Señor en el aire : 1Tes.IV.16 y 17). El segundo tiempo acaece cuando Cristo baja a la tierra,
y pone sus pies sobre el monte de Sion (Ap.XIV.1).En esta fase de la resurrección de los
primogénitos, reciben sus cuerpos transformados los 144.000 escogidos de las 12 tribus de
Israel pues “estos fueron redimidos de entre los hombres, como PRIMICIAS para Dios y
para el Cordero”, Ap.XIV.4, y también son resucitados “las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la Palabra de Dios, los que no habían adorado la bestia
ni su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos ; y vivieron y
reinaron con Cristo 1.000 años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron los 1.000 años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que
tiene parte en la primera resurrección…” (Ap.XX.4, 5 y 6). Así que después del Rapto,
Dios agrega a su Iglesia el resto de los santos primogénitos que son los 144.000 y los
mártires de la gran Tribulación de 3 años y medio, que corresponde a la segunda mitad de
la semana 70 de Daniel. En efecto el verso 4 de Ap.XX nos habla de 2 clases de santos
primogénitos. La primera es : “ los que recibieron las facultad de juzgar”. Estos son los que
fueron resucitados o transformados en el momento del Arrebatamiento. Ellos recibieron la
facultad de juzgar pues todo cristiano es rey y sacerdote según dice 1 P.II.9 .La segunda
clase es la de los mártires de la gran Tribulación y los 144.000 judíos. Después de la
entrada de los mártires de la gran Tribulación y de los 144.000 hebreos cristianos, ya no
hay más primogénitos. La Iglesia estará completa, no se añadirá ni uno , ni se quitará
ninguno por toda la eternidad. Esta es la máxima bienaventuranza, este es el privilegio
inefable concedido graciosamente a una parte solamente de la humanidad salva.

¡Nos hace falta meditar mucho más sobre este privilegio que nos ha otorgado el Señor antes
de la fundación del mundo! Pensad hermanos en la prueba por la cual han de pasar nuestros
hermanos primogénitos durante el reino del Anticristo. Por ahora no nos decapitan por el
testimonio de Jesús, pero luego del Rapto la única manera de entrar en la Iglesia, si uno no
forma parte de los 144.000, será el martirio. Creo que esto debería incentivarnos a predicar
con denuedo, y por gratitud. El papado no puede mandarnos a la hoguera hoy en día, pero
pronto se dedicará a decapitar santos después de la sexta trompeta… Dios nos da ahora paz
y libertad y medios para predicar, exhortar y denunciar a los gobernadores de las tinieblas
de este siglo. No es tiempo de pensar en jubilarse o en comprarse casas lujosas, o en montar
negocios jugosos. Es tiempo de proclamar que Jesús es el Señor y que pronto viene a juzgar
este mundo rebelde y vendido al Diablo pues “sabemos que somos de Dios y el mundo
entero está bajo el maligno : 1 J.V.19. Es tiempo de advertir a los creyentes que los papas
de Roma siempre han sido anticristo y que el penúltimo será el Anticristo y el último papa
el falso profeta,(ver los artículos : “Las 2 bestias” y “Cronología de la 2ª venida”). Aparte
de Jack Chick, no veo ninguna otra voz levantarse con poder para denunciar al principal
enemigo de Cristo.. ¡ Qué vergüenza para todos los que tenemos la doctrina sana de
Calvino, no proclamar lo que decía el gran reformador francés : “Llamamos al pontífice
romano : anticristo”! Pero volveré a considerar esta doctrina genuinamente protestante , si
Dios me lo permite, en otra ocasión. Veamos ahora quienes son los que forman parte del
grupo de la segunda resurrección.

Este grupo comparecerá delante del gran trono blanco : Ap. XX.11.La interpretación
tradicional sostiene que todos los que comparecen en ese tribunal, son lanzados a l lago de
fuego. No obstante si fuera así, ¿tiene sentido, de que aparte de los libros que registran las
obras de los que comparecen, se abra el libro de la vida? Pues sabemos que ningún ser
humano será justificado por sus obras delante de Dios. “ Por gracia sois salvos…no por
obras” repite la Escritura. Exhibir el libro de la vida donde están inscritos los nombres de
los escogidos, sabiendo que ninguno de los que se presentan ante ese tribunal tiene su
nombre inscrito, me parece como una burla cruel. Lo correcto sería abrir los libros de las
obras de los convictos, sin darles falsas esperanzas de que en el libro del Cordero,
posiblemente se halla la remisión de sus pecados. ¡Si en este momento tan trágico para
millones de almas, aparece el libro de la vida es que hay salvación para una parte de ellos!

Evidentemente, para los que pecaron y que murieron sin la fe de Cristo , desde Adán hasta
la primera resurrección, no hay ninguna esperanza : la paga del pecado es la muerte y el que
no recibió el don de Dios que es la vida eterna por medio de la fe, ha de ser juzgados según
sus obras y conforme a la Ley, la cual lo mandará al lago de fuego por la eternidad. Sin
embargo , me parece que entre todas estas almas que vivieron durante esta época nuestra,
hay un numero impresionante que nunca pecaron ,y que tampoco forman parte de la Iglesia,
pues no llegaron al conocimiento del Salvador. Son los millones y millones de fetos, de
hijos abortivos , de niños que no llegaron a cometer su primer pecado, pues todos murieron
antes de que su conciencia se desarrollase suficientemente para ser culpables. Jesús dice :
“Dejad a los niños venir a mí, y no lo impidáis ; porque de los tales es el reino de Dios”.
Así que no creo que los niños y los fetos (que se masacran legal, masiva y
“honorablemente” en el trono de la bestia que es la Union Europea), forman parte de la
Iglesia, sino que forman parte de los santos de la segunda resurrección. La gracia de Cristo
los limpia del pecado original, y en los libros de las obras ,no se encuentra ninguna obra, ni
buena, ni mala. Son inocentes delante de la Ley de Jehová y amados por el Señor Jesús.
Pero no hay que olvidar que la congregación de los primogénitos inscritos en los cielos
tiene en común por lo menos el arrepentimiento de las obras muertas y la fe de Cristo, lo
que no tiene el grupo de los infantes. Que sea el ladrón que se salvó al último momento en
la cruz del Calvario o que sea el gran apóstol Pablo, todos los cristianos pasan por estas 2
experiencias intimas que iluminan y vivifican todo su espíritu : adquieren una voluntad
espontáneamente sometida a Dios, una intuición de las cosas espirituales y una conciencia
más sensible al pecado y a la realidad de Jesucristo como camino, verdad y vida propia y
personal. En el feto o en el niñito no puede haber conciencia de pecado, ni por lo tanto
conocimiento del que nos salva del pecado . Es cierto que Juan el Bautista, cuando era un
feto se estremeció en el vientre de su madre Elisabet (L.I.44), pero una cosa es alegrarse de
la presencia del Señor cuando no se ha cometido ningún pecado y otra cuando ya el pecado
ha empezado su obra en nosotros. Una cosa es estremecerse de frio en la ducha , otra es
caer desde arriba de las cataratas del Niágara en sus frías aguas . La experiencia es muy
diferente a pesar de que se trata de la misma sustancia : H.O2., y de la misma persona. Esto
es lo que ocurre, en relación con los santos primogénitos y los otros santos que no son
solamente los fetos y niños.

Hay también otro grupo de personas que comparecerán en el tribunal del gran trono blanco
y que están igualmente inscritas en el libro de la vida. Son los santos escogidos desde antes
de la fundación del mundo , que no habrán recibido todavía su cuerpo espiritual durante el
Milenio, los que no participaron en la primera resurrección. Son los que no sufrieron el
martirio durante el reino del Anticristo y no eran de los 144.000, ellos no formarán parte de
la Iglesia después del Rapto. No obstante como no adoraron a la bestia , ni a su imagen, ni
recibieron su marca, (os aconsejo leer mi primer artículo que ha sido reactualizado : “ las 2
bestias”),sino que temieron a Dios, estos entrarán en el reino milenial de Cristo con su
cuerpo terrenal. Ellos se multiplicarán y poblarán la tierra durante los 1000 años del
imperio de Cristo. Ellos y su descendencia, vivirán en condiciones muchísimo más
favorables que las que conocemos ahora. El envejecimiento volverá a ser muy lento, como
en los tiempos de Adán, Satán estará encerrado, habrá paz y prosperidad. Pero la muerte
seguirá activa, y el pecado morará todavía en sus miembros, con todas las consecuencias
que conlleva. La mejor descripción del estado de esos santos la tenemos en el capitulo LXV
del verso 13 al 25. En este pasaje vemos que hay niños y viejos, que hay muerte y
pecadores : v20. Construyen casas, plantan viñas y beben el vino de ellas : v.21. Vemos
también que por lo menos en el monte de Sion, los animales han vuelto a su mansedumbre
edénica ; se han vuelto vegetarianos como en el principio de la creación (v.25). Esta
porción del libro de Isaías es un cuadro muy alentador, pero definitivamente no describe la
eternidad futura donde no hay muerte ni pecado, ni vejez. Esta nueva población ,
descendientes de la humanidad que pasó la prueba de la gran Tribulacion, se dividirá en 2
grupos : los que aman el nuevo orden impuesto con vara de hierro por Cristo y por nosotros
los santos de la primera resurrección , (Salmo II.9 y Ap.II.26 y 27), y los que no lo aman
pero que se someten por fuerza. Pero que amen o que no amen el imperio de Cristo, todos
ellos será sujetos a la muerte física por el pecado que morará en ellos, tal como mora ahora
en nosotros. Así que muchos de los santos de la segunda resurrección morirán por accidente
y otras causas, y por asesinato ,especialmente durante la última rebelión encabezada por
Gog y Magog y fomentada por el mismo Satán que habrá sido suelto de su prisión al final
de los 1000 años : ApXX.7,8 y 9. Además según lo que leemos en 2 P.III del 7 al 12 estos
“cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y
las obras que en ella hay serán quemadas”. La Escritura no habla de otros arrebatamientos
excepto los de Enoc , de Elías y de los santos que estén vivos en los días previos a la
segunda venida de Cristo. Supongo pues que todos los que vivirán en el Milenio, en la
dispensación de la Ley aplicada universalmente ; lo que llama la Escritura la vara de hierro
que regirá las naciones, (la cual estará en las manos de Jesús y de los primogénitos de sus
santos que conforman la Iglesia), todos estos morirán, justos como injustos y serán
resucitado para comparecer ante el gran trono blanco. Los que por la gracia especial de
Dios amaban la Ley y el imperio de Cristo ,bajo el cual vivieron 1000 años en cuerpos
terrenales, estos serán justificados delante del gran trono blanco por la sangre de Cristo, tal
como nosotros ahora.( Los santos primogénitos inscritos en los cielos que conforman la
esposa del Cordero y los santos que vivirán en cuerpos no glorificados durante el Milenio y
que conformarán las naciones de la eternidad futura , ambos grupos son salvos por gracia,
el primer grupo por medio de la fe, el segundo por medio del amor). Los que no amaban la
Ley de Jehová y el imperio de Cristo, participarán en la última gran rebelión de Gog y
Magog , si no han muerto antes, y en aquel ultimo tribunal serán condenados y lanzados al
lago de fuego.

Resumiendo y concluyendo diré 2 cosas :

La primera que la Iglesia es un cuerpo especial, ; es el cuerpo de Cristo, y va de gloria en


gloria, de luz en luz. Esta luz ya brilla hoy en nuestros corazones pero el mundo no la ve,
mañana brillará durante 1000 años, y el mundo la verá en los frutos del nuevo orden que
impondrá , y pasado mañana en la eternidad futura , el nuevo mundo andará gustosamente,
sin necesidad de vara de hierro , a la luz de su luz, tal como dice la Escritura : “en tu Luz
veremos la luz”.

La segunda, es que estamos en los últimos días de este sistema de cosas, y como dice
Daniel XII.4 : “…la ciencia aumentará”. El Paracleto está revelando cosas nuevas en el
campo de la escatología, como lo hizo en el campo de la soteriología en los días de la
Reforma protestante, no obstante las interpretaciones tradicionales, a menudo nos cierran el
paso con conclusiones que no. tienen realmente un sólido fundamento escritural . ¡Que
Dios nos libre de la tradición en un campo tan lleno de sorpresivas revelaciones! ¡Pues la
tradición es lo opuesto a la sorpresa, y mi Dios es un Dios de sorpresa! Así que escuchemos
a Jehová que nos manda diciendo : “Clama a Mí, y Yo te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tu no conoces”. Amén.

EL DIOS DE BETHEL

El Dios eterno tiene muchos nombres maravillosos, y cada cual enfoca un aspecto de su
Ser. En Génesis XXXI. 13, Dios mismo se autodenomina el Dios de Bethel. ¿Cuál es el
significado de este nombre? ¿Es importante conocer al Dios de Bethel? Veamos pues.

“Yo soy el Dos de Bethel, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste voto…”declara
Dios a Jacob. Así que el Dios de Bethel es el Dios de un sitio particular donde uno se
relaciona con Dios. El encuentro de Dios con Jacob fue en Bethel y para cada cristiano
verdadero ha de haber momentos en su vida donde se encuentra con Dios en un sitio
preciso de forma dramática. El Dios de Bethel es el Dios del encuentro personal y decisivo.
Personal ; pues Jacob hasta llegar a Beth-el en grandes apuros, solamente conocía al Dios
de Abraham su abuelo y de Isaac su padre. Conocía a Dios mediante otras personas. Tenía
un conocimiento intelectual, tradicional de Dios. Había oído hablar de Jehová, pero nunca
Jehová le había hablado personalmente. El Dios de Bethel es el Dios que nos habla
personalmente. Claro está que hoy en día Dios no nos habla a través de sueños como lo
hacía antes de que se complementase la Biblia. Ahora Dios habla únicamente a través de su
Palabra. Pero esta Palabra inspirada que es la Biblia ha de hablarnos personalmente. El
griego tiene 2 palabras para definir la Palabra de Dios : una es “logos”, otra es “rhema”.
Logos es la palabra que todos podemos leer u oír en la Biblia, rhema es la palabra que nos
toca el espíritu

Así mismo el encuentro con el Dios de Bethel no es solamente personal, sino que es
también decisivo. En efecto Jacob después de oír a Jehová hablarle en sueño, determina
hacer un memorial santo con la piedra que le sirvió de almohada, y hacer un voto. El
encuentro momentáneo y personal trajo consecuencias decisivas en su vida.

El Dios de Bethel es el Dios de los nuevos rumbos. El provoca cambios en la vida de sus
hijos cada vez que tiene con ellos un encuentro personal en una situación especial, (por lo
general, tal como Jacob, es una situación angustiosa). El Dios de Bethel es
consecuentemente el Dios que nos regenera espiritualmente. “ El de su voluntad, nos hizo
nacer de nuevo por la Palabra de verdad para que seamos primicias de sus criaturas”, dice
la Escritura en Santiago. Ha de haber un encuentro personal y decisivo con Dios , por
medio de la Palabra (rhema) para nacer de nuevo. Yo soy muy enfático en la necesidad de
aferrarse a la sana doctrina conforme a la piedad. Me glorío en ser protestante
fundamentalista con una soteriología de tipo calvinista. Sin embargo hay muchos que van a
ir al cielo sin saber nada de soteriología, lo único que habrán sabido es que el Cristo Jesús
de la Biblia es su Señor personal y su Dios único. Han tenido un encuentro con el Dios de
Bethel y esto les hace herederos de Dios y coherederos de Cristo. Por lo contrario muchos
ya se encuentran en el infierno después de haber pasado su vida proclamando la confesión
de fe de Westminster o rezando el credo de los apóstoles. Hay que tener un encuentro
personal con el Dios de Bethel, pero no hay que ir a Bethel para ello. Muchos se imaginan
también que hay que ir a un sitio especial para encontrarse con Dios. De esto nació la estafa
de los peregrinajes promovidos por el papado. Sin embargo, la peor estafa hoy en día, es
hacer creer a la gente que van a encontrarse con Dios cuando vayan a la iglesia del barrio.
Es cierto que en la iglesia local se encuentra el logos pero no encontraréis el rhema, pues el
Espíritu Santo ha abandonado las iglesias, ha salido de Babilonia, y nos dice : “Salid de ella
pueblo mío, y no participéis en sus pecados”. Lo primordial desde luego es tener este
encuentro decisivo , (esta regeneración del espíritu), con Dios, con el Dios de Bethel, con el
Dios que un Dia te habla en un sitio preciso ,(¡claro que no es Bethel en la inmensa mayoría
de los casos!), en un momento preciso, en una situación precisa. El sitio y el momento, a la
verdad son el resultado de una situación precisa. Tal como Jacob encontramos, o más bien
Dios decide encontrarnos en una situación apremiante. Todos los hijos de Dios han tenido
por lo menos un encuentro con Dios cuando estaban hundiéndose en el fango del pecado y
se dieron cuenta por la gracia de Dios que estaban perdidos y clamaron a Dios por
salvación y él los oyó se reveló a ellos como Jesús de Nazaret y los salvó y ellos tomaron
gozosos un rumbo opuesto al que tenían antes de este encuentro decisivo y trascendental.
Después empezamos a conocer a Dios en otros aspectos. Empezamos a conocer a Dios
como el Dios de Abraham, cuando hemos asimilado la justificación por fe, también lo
descubrimos como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, cuando lo comprendemos
como el Dios de la Historia y de las promesas, también como el Dios de Israel, cuando
entendemos lo que significa que la salvación viene de los judíos (Jn IV 22), como el Dios
de los gentiles también, cuando lo vemos como la cabeza de la iglesia. Hay muchas formas
de enfocar nuestra relación con Dios, y a cada una le corresponde un nombre adecuado o
varios. En cuanto al Dios de Bethel que veo como el Dios de los encuentros dramáticos, El
es el Dios de la salvación eterna y de los nuevos rumbos. El creyente genuino ha de
encontrarse una vez por lo menos con el Dios de Bethel, pero lo normal es que durante su
vida espiritual tenga otros encuentros en tiempos de peligro espiritual. La vida espiritual es
una vida de crecimiento, no de estancamiento. El estancamiento es un peligro. Estamos
programados para ir de gloria en gloria, es decir para que Dios resplandezca en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo (2
Cor. IV 6).Hemos de crecer en el conocimiento de Dios, pero nuestra vieja naturaleza
aunque ha sido condenada y clavada en la cruz, todavía sigue estorbándonos. A menudo los
deseos de la carne, la tradición evangélica, la cultura, frenan y aun detienen este
crecimiento espiritual. Nos vemos atrapados en un callejón sin salida. Queremos salir
adelante pero no vemos el camino. Entonces en medio de esta angustia espiritual, aparece el
Dios de Bethel para mostrarnos el rumbo nuevo, para revelarnos una nueva verdad. La vida
con Dios, no es una vida de misteriosas ceremonias al estilo del papado diabólico. La vida
con Dios es una vida de misterios revelados unos tras otros, y esto ocurre durante crisis,
choques y conflictos interiores y exteriores. La Reforma protestante es el ejemplo por
excelencia de la manifestación del Dios de Bethel. La Reforma no tiene sus raíces en una
conspiración de hombres deseosos de escapar al sistema del Anticristo papal. ¡No! La
Reforma tiene sus raíces en el encuentro de un pobre hombre desmayándose en el laberinto
de las buenas obras, a quien de repente el Dios de Bethel muestra la “escalera que estaba
apoyada en tierra y su extremo tocaba en el cielo”. Martin Lutero llamó esta escalera : Sola
Fide. Subió por ella, salió del laberinto, y estalló la Reforma protestante. “Las cosas
secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y nuestros
hijos para siempre …” La Biblia es el libro de los misterios revelados, lo que no está en ella
son los misterios guardados . No obstante la revelación se produce en Bethel, es decir en
una situación de crisis personal. El Dios de la Biblia es un Dios de revelación personal en
medio de conflictos, pues la carne, el mundo, y Satán hacen todo lo posible para impedir las
revelaciones de Dios que destruyen sus poderes. Muchos se contentan con el Dios de la
tradición reformada y evitan así las crisis que de hecho son la tierra donde está apoyada la
escalera del Dios de Bethel, cuyo extremo toca el cielo. Pues por medio de esas crisis Dios
nos revela cosas nuevas que nos acercan más a Él. La tradición sustenta un estado de
quietud, de confianza, de estabilidad. Pero aunque soy muy aficionado a la liturgia
protestante tradicional, sé por experiencia propia que el conocimiento de las grandes
verdades de Dios, fue una revelación que Dios me otorgó en medio de una tempestad
espiritual. Tal como Jacob, tuve que huir de mi parentela, y dormir solo bajo las estrellas
antes de que se me aparezca la escalera de Lutero. Las 2 grandes verdades del cristianismo
han sido para mí, encuentros con el Dios de Bethel. Y estas 2 grandes verdades son los 2
misterios más sublimes revelados en la Escritura : Cristo en mi la esperanza de gloria, y yo
gentil soy linaje del Abraham y heredero de las promesas de Dios por la fe. Hay verdades
que Dios nos revela en medio de un estudio rutinario de la Biblia, sin estar atribulados. Pero
ha de haber por lo menos un encuentro con el Dios de Bethel, porque ahí está la única
escalera que permite ascender al cielo. El nuevo nacimiento es doloroso en su primera fase
que es el arrepentimiento (de lo que somos más de lo que hacemos). Es un estado de crisis.
Claro que según los casos la crisis es más o menos aguda, pero en esta situación angustiosa
se nos revela el Señor, en un Bethel. Igualmente hoy en día ha de haber un Bethel para
todos los cristianos genuinos porque han de abandonar la iglesia local y encontrarse con
Dios en el desierto. Ha llegado la Apostasía, pronto se revelará el hombre de pecado, y
seremos arrebatados los que hemos pasado por la experiencia de Bethel. El cristianismo se
llama en el Nuevo Testamento : el Camino(Hechos XXII 4). Cristo es el camino. Este
Camino no es una autopista, es estrecho e imposible de andar sin la gracia de Dios. A veces
nos extraviamos, a veces nos dormimos, y entonces aparece nuestro Salvador como el Dios
de Bethel para darnos fuerzas e instrucciones a través de una revelación contenida en su
Palabra. El que concibe el cristianismo como una suma de doctrinas, una suma de cultos,
una suma de ceremonias y sacramentos, no ha gustado de la buena Palabra de Dios y los
poderes del siglo venidero. El cristianismo es vida nueva, injertada que te pone a caminar, a
luchar, a sufrir, a gozar, a buscar nuevas respuestas. No es la rutina de un domingo, es una
expectativa constante de un amanecer glorioso con el lucero de la mañana saliendo en
nuestros corazones. El que no experimenta así la vida cristiana, ha de pasar por la
experiencia que tuvo Jacob en Bethel o perecerá.

EL ANTICRISTO

Hace poco tiempo, estaba escuchando la radio, y oí al papa Benedicto XVI que decía que
los cristianos que a la luz de la Biblia sostenían que la nación de Israel.tenía derecho sobre
toda la tierra de Palestina, eran peligrosos. A la verdad siempre ha habido 2 grupos
especialmente peligrosos para el papado : los judíos que son un testimonio vivo de la
veracidad histórica de lo que nos cuenta la Biblia, y los protestantes (fundamentalistas) que
creen en el Dios que encamina la Historia según lo que está escrito en su Biblia.

La santa Biblia nos relata la Historia de la humanidad, desde su creación en el sexto día
hasta su entrada en la eternidad futura. Nuestro Dios es un Dios histórico, no es un dios
teórico! A pesar del arte y la erudición de los Jerónimo y Orígenes que durante la Historia
de la Iglesia militante, han querido apartarnos de la realidad histórica y llevarnos a sus
neblinas alegóricas y a sus sueños anagógicos, los cristianos que como niños reciben la
Palabra de Dios, en primera instancia como palabras sencillas, literales, son los que reciben
la interpretación correcta de la Biblia. Pues así dice Jesús : “Te alabo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las revelaste
a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó”.,(M.XI 25 y 26). No niego de ninguna manera
que detrás del suceso histórico, hay enseñanzas morales, espirituales, a veces sublimes e
inefables, pero el que quiere negar el soporte histórico de tales enseñanzas, es mejor que
estudie la sicoanálisis. El daño será menor, pues perderá el tiempo, estudiando sueños
lascivos de adolescentes y cuentos de viejas, pero no se entrometerá en los dichos de
Jehová, haciéndolos pasar por mitos babilónicos y egipcios, como lo hace el papado cuando
interpreta el relato de la creación en Génesis.

En efecto, lo que más teme el catolicismo romano es la Historia., a pesar de que ayer oí el
papa decir en la radio que era muy necesario conocer bien la historia, ¡claro que debía
hablar de la historia según el enfoque jesuita! No voy a rastrear sus maquiavélicos,
sanguinarios y diabólicos hechos a través de los siglos ; pues hay libros de Historia para
contar las hogueras y torturas de la Inquisición española , los masacres de la san Bartolomé,
o las cruzadas contra los albigenses y otras minorías. Sin embargo siempre aconsejo
profundizar el tema con las revelaciones de Alberto Rivera, publicadas por Chick
publication, (www. Chick.com). Solo os recordaré que en los días de la Reforma, los papas
de Roma mandaron a asesinar más cristianos que sus predecesores, los cesares del antiguo
imperio romano. El difunto papa Juan Pablo II, pidió perdón por esas atrocidades cometidas
en el nombre de Dios y de María., pero pedir perdón y seguir manteniendo el dogma de la
infalibilidad papal es como decir : “ a veces fallo, pero soy infalible”. El papado tiene
graves problemas con lo que cuentan los libros de Historia, pero su pesadilla mayor es lo
que cuenta la Biblia acerca de él. Porque la Biblia no solo cuenta su origen sino su presente
y peor aun su futuro. Por lo cual hizo esta advertencia al mundo religioso, el señor
Ratzinger : “ los protestantes fundamentalistas son peligrosos”. Hay que reconocer que
Benedicto XVI tiene toda la razón ; ¡nosotros los protestantes pre milenaristas, somos
potencialmente los más peligrosos para sus planes! Digo potencialmente porque a pesar de
tener la forma correcta de interpretar la Biblia, es decir una forma histórico-gramatical,
llegamos a muchas conclusiones diferentes. El pre milenarismo, tiene varias escuelas de
interpretación, entre las cuales hay el dispensacionalismo ( para el cual el pre milenarismo
es solo un aspecto de su forma de interpretar), que se divide también en varias corrientes
bien diferentes la una de la otra.. Tengo mi propio dispensacionalismo o mi propia teología
del Pacto. (Escribí un artículo sobre este tema, se titula : “Mi dispensacionalismo”).Así que
no pertenezco a ninguna escuela privada de interpretación, “porque ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada….” (2 P.I.20). En efecto, muchos pre milenaristas no
ven el papado en la Escritura. En la época de la Reforma protestante, todos nuestros
grandes teólogos entendían que la Escritura habla del papa cuando cita al hombre de
pecado, al hijo de perdición, al anticristo, al falso profeta. Hoy en día, somos una minoría a
decir como John Knox :. “ El papa es el mismo anticristo”, o como Martin Lutero : “ …sé
finalmente que el papa es el Anticristo, y que su trono es el trono de Satanás”. Hay unos
versos en el Nuevo Testamento que sobresalen en cuanto a esta doctrina genuinamente
protestante. ¡Mirémoslos!

Los hallamos en la segunda epístola a los tesalonicenses, capítulo II del verso 3 al 10. Es
una descripción asombrosa y misteriosa de este hombre de pecado. Es misteriosa porque a
la verdad describe al Anticristo en 2 aspectos diferentes pero con las mismas palabras. En
este pasaje encontramos el Anticristo tipificado en su función papal a través de la Historia,
y al Anticristo escatológico que es una persona en particular. Es lo propio de la Biblia
contar a veces en un solo pasaje, eventos diferentes que tienen características comunes y
actores diferentes que llevan el mismo nombre pero que en esencia son uno a pesar de ser
otras personas en épocas diferentes. Así sucede con Gog y Magog, con Babilonia, con
Roma etc…Este pasaje de 2 Tesalonicenses II, se puede interpretar correctamente a la
manera de M.Lutero.

Para el padre de la Reforma, el papa es el Anticristo, es el hombre de pecado y el hijo de


perdición que encontramos en el verso 3. Pero no es un papa en particular, sino que todos
los papas son anticristos. Todos se oponen a Dios y exigen que se los consideren como
vicarios del Hijo de Dios, es decir como suplentes del Espíritu Santo en la tierra, es decir
como Dios , cuando declaran algo con su tiara en la cabeza. Por esto se hacen llamar santo
Padre ; título que pertenece únicamente a Dios Padre. La suma de las letras que son cifras
en latín, del título oficial del papa : VICARIVS FILII DEI dan el numero de la bestia, el
cual es 666.(en latín la U se escribía V).Como dice Ap.XIII 18 : “Aquí hay sabiduría. El
que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su
número es 666”. Esto es la interpretación correcta del verso 4. En este mismo verso
encontramos que los papas se sientan en el templo de Dios. El templo de Dios, Lutero lo
interpreta como la iglesia católica romana. En el verso 6, Pablo recuerda a los discípulos
que algo en el presente, es decir en el primer siglo de la era cristiana, detiene su aparición.
Lutero acierta diciendo que ese algo que impide la aparición del papado, era el mismo
cesar, el cual era prudente no citar abiertamente, en aquella época de persecuciones. El
verso 7 nos informa que Satán estaba ya fomentando la aparición del obispo de los obispos.
De hecho en la primera epístola a los corintios vemos en el capítulo I . v. 11 y 12 , que
Satán ya había introducido ese espíritu de exaltación para con un ministro de Dios : “Cada
uno de vosotros dice : yo soy de Pablo ; yo de Apolos ; yo de Cristo ( lo cual a la verdad
significa yo soy de yo)”. Los seguidores de la religión católica romana son seguidores del
papa, el cual se autoproclama heredero del primer papa que según ellos fue Pedro.. Es algo
fantástico que sabiendo todos que Pedro era el apóstol de los judíos y Pablo el apóstol de
los gentiles, el papa de Roma se diga sucesor de Pedro. Porque según ellos, Pedro terminó
su ministerio en Roma, lo cual lo descarta la Biblia, pues en la carta a los romanos, Pablo
no lo saluda, y además Hechos XVIII 2 dice : “ …venido de Italia con Priscila su mujer,
por cuanto Claudio, (el imperador romano), había mandado que todos los judíos saliesen de
Roma”. ¡Quizás en los archivos del Vaticano tengan el permiso especial que fue concedido
por el cesar de turno a Pedro, el pescador judío, para estar en Roma y preparar un trono
papal! Sabemos por la Biblia que Pablo estuvo en Roma un buen tiempo. La estafa más
inteligente hubiera sido decir que el papa es el heredero de Pablo ; el famoso apóstol de los
gentiles ,el cual residió en Roma, pero por esta misma razón se usa el término “misterio de
la iniquidad” en 2 Tes.II.7. La palabra misterio denota siempre algo cuya procedencia es
sobrenatural : viene de Dios o de Satán en este caso. El papado se ha montado poco a poco
sobre afirmaciones y declaraciones en flagrante contradicción con lo que dice la Biblia. Es
un misterio que tanta gente, eruditos como políticos y gobernantes , se haya dejado engañar
por mentiras tan descaradas. Pero como es misterio de la iniquidad y que toda esa gente se
complace en la injusticia : v12, la estafa ha funcionado perfectamente desde que cayó el
imperio romano con sus cesares, y tendrá la máxima manifestación en el tiempo de la
segunda venida de Cristo en gloria : v8 y 9. Así que para M. Lutero, el papa ha tenido, tiene
y tendrá siempre la función de Anticristo, y lo que lo detenía en los días de Pablo era el
mismo imperio romano encabezado por sus cesares. Pues los emperadores exigían
adoración y sumisión, que es lo que siempre ha exigido el papa de Roma de una forma sutil
o brutal. Por ende tuvo que esperar la caída del imperio romano para aparecer claramente.

Como decía más arriba, este pasaje 2 Tes. tiene 2 interpretaciones adecuadas, la primera es
la que sostenía M. Lutero ; viendo el papa en su función de Anticristo a través de los siglos,
y la segunda viendo el papa en la persona del Anticristo escatológico .En este caso la
apostasía del verso 3, no concierne solamente la apostasía de la iglesia católica romana ,
sino la gran apostasía general de todas las iglesias, que ya ha empezado con el movimiento
ecuménico y culminará bajo el reino del Anticristo, el cual debe de ser el próximo papa
después de Benedicto XVI , es decir el papa numero 6, siendo el numero 1 : Juan XXIII
durante los días de Hitler, quien es el hombre en particular cuyo número es 666 ; os
aconsejo leer “Las 2 bestias” y “Cronología de la segunda venida “para más información y
entendimiento sobre este tema. En el verso 4, el templo de Dios ha de entenderse como el
nuevo templo que construirán los judíos en Jerusalén, el cual será profanado por este papa
numero 6, (el cual será al mismo tiempo el presidente general permanente de la Unión
Europea), En efecto esto concuerda con la mitad de la semana 70 de Daniel, cuando el
Anticristo hará cesar el sacrificio y la ofrenda (Dn IX 27). El verso 7 habla del origen de su
ministerio diabólica que a estaba fomentando Satán en los días apostólicos, mientras que el
verso 8 habla del fin del papado y del Anticristo escatológico, cuando venga Jesús en
gloria. No hay quien más encaje en este pasaje de 2 Tes. como el papado y el papa futuro
presidente de la Unión Europea. El papado tiene su origen en Roma, su historia está
conectada con la iglesia de Roma, y tiene sus raíces en la tendencia carnal de exaltar a un
apóstol encima del otro . Solo el papado puede ser un misterio de los tiempos de Pablo y a
la vez un papa en particular. Hace casi 500 años todos los protestantes entendían esto, hoy
pocos lo ven. Es cierto que por ahora el papado parece tener poco poder político, pero las
apariencias engañan. Todos los gobiernos de la UU.EE y el gobierno federal de los EE.UU.
están endeudados más allá de todo plan de rescate de índole humano. El penúltimo papa
(pues el ultimo el numero 7, será el falso profeta, y solo promoverá a su compadre numero
6), “cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios
mentirosos, y con todo engaño de iniquidad”, resolverá los problemas económicos y
políticos que son insuperables ahora, y llevará el mundo al lugar que en hebreo se llama
Armagedón para la confrontación final con el Rey de reyes y Señor de señores.

Nuestro deber hoy en día es ser testigos de Jesús, pero frente a nosotros el falso testigo de
Jesús, el hombre de pecado, el papa de turno, está usando un estilo evangélico y ecuménico
para engañar si fuera posible aun a los escogidos. Sabemos que los escogidos no se
perderán por causa de las artimañas del papado, pero pueden perder tiempo y oportunidades
de crecimiento y de servicio si no tienen claro quién es el papa de Roma. Estoy seguro de
que muchos de los escogidos que no han nacido de nuevo, o que son recién nacidos están
todavía presos de este misterio de la iniquidad. Todavía están engañados por el hijo de
perdición. Nuestro deber, nuestro ayuno, es soltar las ataduras del catolicismo romano. Sé
por experiencia personal, que no habría desperdiciado 10 años de mi vida si un hermano me
hubiese explicado lo que es el evangelio de la gracia a luz de la Biblia, y lo que es la bestia
de 7 cabezas. ¡Que Jehová nos use para que derribemos fortalezas, y la mayor está en
Roma!

PECADO  DE HOY
Acabo de recibir la visita de 2 miembros de la secta de los russelistas, y me dio rabia pensar
en el celo, la dedicación y la fraternidad que reina entre esta gente perdida. Me da rabia
porque en el campo de los santos, lo que reina es la indiferencia. A no ser que me
equivoque y que no haya indiferencia en el campo de los protestantes sino extinción de los
protestantes nacidos de la Palabra y del Espíritu, el hecho es que comparando nuestra
actitud con la de ellos, hemos de sentirnos avergonzados.
Jesús, resumió  toda la ley en 2 mandamientos: 1. Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El pecado que es la transgresión de la ley,  es por lo
tanto: no amar  a Dios y no amar a su prójimo.   Pero hay básicamente 2 formas de no amar:
una forma activa que es odiar y una forma pasiva que es ser indiferente. ¿Cuál es la peor
forma: el odio o la indiferencia? Podría preguntar de otra forma: ¿Cuál es el peor enemigo:
el que lo es abiertamente o el que lo es encubiertamente? Sin duda el peor enemigo es el
segundo porque no se puede prever de donde vendrá el golpe. Igualmente la indiferencia es
peor que el odio. Los fariseos y los doctores de la ley odiaban abiertamente a Jesús, pero no
pudieron prenderlo hasta que actuó Judas Iscariote; el cual no odiaba a Jesús abiertamente,
sino que las cosas espirituales lo dejaban indiferente. ¡Para él;  mejor la plata en la mano
que el reino en los cielos!
 No creo que las 7 iglesias en Apocalipsis representen cada una, una dispensación, sino que
pienso más bien, que se puedan ver como un cuadro general de las iglesias durante todos
los tiempos. Pero reparad en que la única iglesia que no tiene ni  un miembro para mitigar
la vergüenza de su estado,  es la iglesia de Laodicea, pues aun Sardis,  que tiene nombre de
que vive pero que está muerta, tiene unas pocas personas que no han manchado su vestidura
y andarán con Cristo. Laodicea es el fracaso más completo y esto es debido a su
indiferencia, o tibieza: Ap.III; 15 y 16. Uno puede odiar una persona pero al mismo tiempo
reconocer sus cualidades  y virtudes. Pero que diga Cristo a una congregación: “te vomitaré
de mi boca” es lo peor, pues  indica asco. Ni es digna esta persona de odio, solo produce
menosprecio y asco.
Trataré pues del pecado de indiferencia para con Dios, y luego para con el prójimo.
PARA CON DIOS.
La indiferencia para con Dios se manifiesta en varios campos. Puede ser en el campo de la
oración, o en el campo del estudio y de la lectura de la Biblia, o en el campo de la doctrina.
No obstante el campo más peligroso es el campo de la doctrina, porque si hay indiferencia
en la doctrina, esta mala hierba se propagará a todos los otros campos. Si ignoro las
doctrinas que subrayan la importancia de la oración, o de la regeneración y santificación
por medio de Palabra de Dios, entonces proliferará esa cizaña en estos campos y en todos
los campos , pues la doctrina cristiana trata todos los campos de la vida espiritual, moral ,
social, matrimonial, parental, y aun corporal . “Mi pueblo pereció porque le faltó
conocimiento”. Una de las primeras cosas que hizo Jesús para sus apóstoles al resucitar, 
fue abrirles el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras: L.XXIV; 45,  y luego
les mandó que  enseñaran a los discípulos que guardasen todas las cosas que el Señor había
mandado: Mat.XXVIII; 20. ¿Pues para qué tratar las hojas, si el mal está en la raíz?  Y la
raíz de nuestra religión cristiana es la doctrina de los apóstoles, y esta doctrina  la
encontramos en toda su pureza y plenitud en la Biblia solamente; SOLA SCRIPTURA, es
el fundamento  del cristianismo auténtico; lo llamamos: Protestantismo. Ahora bien,  hay 2
clases de protestantes: el protestante formal o tradicional y el protestante por revelación.
 La primera clase es por supuesto la mayoría, y es la membrecía  oficial de las iglesias
evangélicas.  Ellos son evangélicos porque su familia o su papa es evangélico,  o su país si
es anglo-sajón, también pueden serlo por interés terrenal; están buscando una esposa, una
buena reputación, una autoestima, un oficio respetable donde no hay que sudar etc. Ellos no
han nacido de lo alto y aunque puede haber mucho interés en los cultos de oración (ya que
para ellos, significa pedir prosperidad), o en cualquier otra clase de actividad religiosa, a
pesar de ello,  hay un desinterés profundo en la doctrina. Claro que tienen una doctrina,
pero es cuestión de tradición no de convicción nacida de una investigación personal y
diligente de la Palabra. Para esta gente la indiferencia en cuanto a los asuntos doctrinales es
natural.
 La otra clase de protestantes son los genuinos hijos de Dios nacidos por la Palabra y por el
Espíritu Santo. En esta clase la indiferencia en cuanto a los asuntos doctrinales no es
natural, es un engaño satánico. “El que es de Dios, la Palabra de Dios oye”, dice Jesús. Este
verbo:”oye”, ha de entenderse de 2 formas:  de forma natural,  es decir que oye o lee
regularmente la Escritura, y de forma espiritual, lo cual significa que si uno es de Dios ha
recibido oídos espirituales para captar el sentido de la Palabra y ser afectado,  y
transformado por ella. ¿Porqué esos hermanos han caído en este pecado?  Veo 2 razones.
 La primera es debida a los deseos de la carne. Todos hemos nacido en este mundo
moderno que nos ofrece  (a crédito) multitud de comodidades a cambio de tiempo laboral.
Escribí un artículo sobre el tema, titulado: “ Los deseos de la carne”. Así que no voy
explayarme sobre el tema este. Solo diré que estos hermanos trabajan tanto que cuando
llegan a casa, están extenuados, y solo les queda tiempo para lo básico: bañarse, cenar y
dormir. No queda energía para concentrarse en la Biblia, y antes de ir a dormir lo único que
se les facilita para su mente cansada es un programa en la imagen de la bestia: la TV.  
La segunda razón es debida a su iglesia local. El evangelismo ha siempre mandado a los
que creyeron,  y a los que creen,  unirse a una congregación local que sea fiel a la Palabra
de Dios. Esto ha sido una enseñanza tradicional y verdaderamente bíblica. El cristiano
solitario y secreto es un cuento egipcio de los siglos V y VI  que se llama: “Los
anacoretas”, es también un cuento católico romano;  con sus órdenes monásticos y
contemplativos. Hasta las últimas décadas el cristiano tenía que congregarse dentro de una
iglesia evangélica local. Pero hemos llegado al fin de la era de las iglesias, pues dice la
Escritura: “Pero no vendrá, (Cristo Jesús), sin que venga primero la apostasía, y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición…” La Biblia nos enseña que antes que
venga Cristo ha de haber apostasía. Y después de la apostasía se manifestará con todo poder
y pompa el hijo de perdición, el papa No 6, (leer  “Las 2 bestia” ,para poder  entender quien
es  Número 6). No obstante la apostasía no es algo repentino y espectacular. La apostasía se
extiende insidiosamente, como un cáncer o una lepra en el cuerpo. La Biblia llama esta
enfermedad,  desde los tiempos de Pablo: el misterio de la iniquidad. Este misterio de la
iniquidad, bien lo podemos llamar hoy ecumenismo;  lo cual es una actitud de indiferencia
para con la doctrina de los apóstoles. Las iglesias han sido instituidas por el Señor Jesús
como el acueducto del agua de la vida, como las pregoneras de la verdad. La misión de las
iglesias es difundir y luchar por la doctrina de Cristo, como dice Judas, verso 3: “Amados
por la gran solicitud que tenia de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido
necesario escribiros EXHORTÁNDOOS que  contendáis ardientemente por la fe que ha
sido una vez dada a los santos”. Las iglesias protestantes ya no protestan contra el enemigo
número 1 del evangelio de Cristo: el papado. Por lo cual se enfocan en la moral, en las
buenas obras, en el amor, pero evitan hablar de la doctrina genuinamente, esencialmente y
únicamente cristiana: la doctrina de la salvación por fe. El SOLA FIDE de la Reforma ha
sido poco a poco sepultado debajo del universalismo, (es decir la doctrina falsa de la
expiación universal), y  del humanismo,  por los agentes secretos del ecumenismo al
servicio del  papa de Roma. El hijo de Dios que ama a su Señor, hace como María, la
hermana de Lázaro: se siente a sus pies, deja el trajín mundano y oye la Palabra de Dios
con devoción. Pero las iglesias que han entrado en la apostasía, tienen por características
formar ejércitos de “martas”, para que precisamente no se den cuenta sus feligreses,  que
están en la apostasía; ¡pues hay tantos desplazados, tantos desempleados, tantos enfermos,
tantos pobres, tantos huérfanos que ya no hay tiempo para escuchar lo que dice la Palabra!
Pero a esto responde Jesús y nos dice: “esta es la obra de Dios: que creáis en el que ha
enviado”. La obra de Dios es el evangelio donde se revela la justicia de Dios POR fe y
PARA fe. La obra de Dios no tiene por meta arreglar este mundo, la obra de Dios es
anunciar que este mundo está destinado a la destrucción total y a ser reemplazado por un
nuevo mundo donde reinará la justicia. Como el diablo no puede destruir el testimonio de la
Escritura, se dedica a destruir el interés por este testimonio tan claro, mediante su
infiltración ecuménica en todas las iglesias. Predestinación, justificación forense, expiación
limitada, salvación por gracia no por obras, depravación total del hombre natural, todas esas
doctrinas esenciales que han de animar, exhortar y fortalecer al creyente han sido calladas,
o apenas aludidas en las iglesias evangélicas de hoy. El hermano que siente interés por
ellas, se sentirá pronto como extraño en medio de la congregación, y tendrá que decidirse a
salir de Babilonia o desinteresarse de ellas porque son controversias que apagan “el gran
fuego del amor ecuménico”. Y este amor a la unidad es pecado porque está basado sobre la
indiferencia a las doctrinas de los apóstoles, y esta indiferencia es una forma hipócrita de no
amar a Dios. Muchos alegarán que a pesar del poco interés por las doctrinas protestantes, la
asistencia  a los cultos testifica del amor a Dios, pero la Biblia dice en el salmo 132; v.2 ,8
versión inglesa del rey Santiago, (K.J.V.): “Adoraré hacia tu santo templo, y alabaré tu
Nombre, por tu benevolencia y por tu verdad: pues has exaltado tu Palabra ENCIMA de
todo tu Nombre”. Si no hay amor hacia la Palabra, cuyo sinónimo es la doctrina, no hay
verdadero amor. El verdadero amor ama a la persona por lo que es,  y no por lo que da.
Quien es Jehová es, es lo que nos enseña su doctrina. El desinterés por la doctrina es un
pecado encubierto, pero muy difundido entre los hermanos que todavía no han salido de la
gran Babilonia, que en sentido espiritual es el conjunto de las iglesias evangélicas del siglo
XXI. Por medio de este pecado, el cáncer de la apostasía ha podido esparcirse por todo el
cuerpo de las iglesias protestantes. Este cáncer no es nuevo, y si lo dudáis,  os aconsejo
entrar a www.spurgeon.com.mx y buscar en una serie de artículos cuyo tema se titula: La
controversia del declive. He aquí un corto pasaje:
En agosto de 1887, el propio Spurgeon escribió un artículo describiendo el declive de la
doctrina evangélica, en general entre los disidentes, (los modernos de la época). Spurgeon
concluía su artículo declarando que nunca subordinaría la verdad en búsqueda de la unidad
de una denominación. Este primer artículo revela el otro lado de la “controversia del
declive”, es decir la vida espiritual de aquellos que se encontraban rodando cuesta abajo.
Spurgeon decía: “En el fondo de la falsedad doctrinal  viene un declive natural de la vida
espiritual evidenciado por el gusto de diversiones cuestionables o dudosas, y el cansancio
por los devocionales. El hecho es que a muchos les gustaría unir la iglesia con el escenario,
los juegos de naipes con la oración, los bailes con los sacramentos. Cuando la vieja doctrina
ha partido, el entusiasmo por el Evangelio se extingue; no debe sorprender que la gente
busque algo más  a manera de deleite”.
Con esa controversia,  Spurgeon se separó definitivamente de la unión bautista por razones
puramente doctrinales, y muchos de sus propios seguidores lo traicionaron. El avivamiento
que hubo durante el ministerio de Charles Haddon Spurgeon fue el resultado de su interés
apasionado por la doctrina calvinista, igualmente la Reforma protestante tiene sus raíces en
el mismo interés apasionado de Martin Lutero por la doctrina de la salvación por fe, no por
obras. Hoy en día: ¿Se puede hablar de un declive? ¡Por supuesto que no! Si uno no ha
caído en este pecado de indiferencia hacia la Doctrina, se da cuenta de que el declive está
lejos atrás;  hoy estamos en la apostasía. La apostasía es el fruto del pecado de la
indiferencia para hacia la doctrina. El diablo no es indiferente a ella, a él no le importa que
se reúne la gente en el nombre de un falso Cristo con un falso evangelio. Al contrario, no
hay persona tan perdida como la que se cree salva. Su hijo predilecto: el  hombre de
pecado, el gran Anticristo final, el papa número 6 ha de reinar sobre esa clase de gente. Y
hoy es tan grande esta apostasía que las iglesias tienen ahora pastoras (hasta pastoras
lesbianas; como en las iglesias luteranas). Jezabel ha tomado el control, falta poco para que
el hombre de pecado,  las enamore y se siente en el templo de Dios como Dios, haciéndose
pasar por Dios. ¡Hermanos, despertad de vuestra indigna indiferencia y salid de Babilonia y
no participéis más en sus pecados!
PECADO DE INDIFERENCIA PARA CON EL PROJIMO.
En este caso hablaré de mi prójimo como mi hermano en la fe, es decir que hablaré de la
indiferencia que se encuentra en la comunión de los santos.
 ¡Cosa  ciertamente paradójica! ¿Cómo puede haber indiferencia en una comunión? La
comunión de los santos está basada en el amor hacia Dios. Dios nos manda, DESPUES de
amarle sobre todas las criaturas, amarnos unos a otros. Como ya lo vimos más arriba, el
amor a Dios es el amor  a su doctrina, y el no amor a Dios se expresa en el cristianismo
agonizante o falso,  en la indiferencia hacia esta misma doctrina. Escrito está que al fin de
la era nuestra,  el amor de muchos se enfriará. Es lógico que si se enfría el interés por la
sana doctrina, también se enfrié el amor fraternal. Si no me interesa el conocimiento de
Dios ¿Cómo puede interesarme una persona que solo se interesa en lo que no me interesa?
Esta persona me pondrá mal, pues me hará notar por su conversación que estoy vacio.
Recuerdo unos años atrás, cuando visitaba a un hermano dedicado al estudio de la Palabra.
Él atendía una tienda, pero siempre estaba en el mostrador unos panfletos evangelisteros, y
una Biblia al alcance de la mano. Siempre que pasaba allá, nos sentábamos y compartíamos
durante buenos ratos lo que el Señor nos enseñaba en su Palabra. Pero pasaron los años,
desaparecieron los panfletos, y en su lugar ahora trona el televisor, y no hay tiempo ni
ganas de hablar de asuntos doctrinales. Los cuidados del mundo ahogaron el amor a la
doctrina, y desapareció la comunión que teníamos. Bien dice la Biblia: “el amor al dinero
es la raíz de todo mal”. Ahora no hay que basar el amor al hermano sobre una aceptación de
los 5 puntos del calvinismo. No todos los cristianos verdaderos llegan al conocimiento que
implica estos 5 puntos. Muchos los rechazan, pero nosotros no los rechazamos por ser
arminianos y errar grandemente en estos puntos. El amor todo lo soporta, todo le cree. Uno
ha de creer que Dios alumbrará un día el corazón de estos hermanos para que entiendan
estas cosas. Lo que me da pena es ver la indiferencia o el rencor que hay entre los hermanos
que sostienen la misma doctrina calvinista.
He experimentado varias veces esta falta de afecto entre hermanos de la misma casa. Se
acabó la comunión con ellos, no por contiendas acerca los puntos esenciales de la doctrina
calvinista, mas por puntos secundarios. Me parece falta de amor pelearse por cuestiones
escatológicas, o por doctrinas que no afectan la sustancia de nuestra fe y esperanza.
Mientras estamos de acuerdo sobre la persona de Jesús y sobre la salvación por fe, debemos
mantener la comunión los unos con los otros. No conozco todavía un hermano que cree lo
que recibí del Señor; que la televisión es la imagen de la bestia, (Ap.XIII; 14, 15). ¡Ni uno,
pues todos la tienen en casa! Y de paso; si acontece que un día un hermano reciba también
esta verdad, ¡ que me lo comunique! (solafides2005 yahoo.com). El rechazo general de esta
doctrina, a pesar de tener cada día más importancia, no me estorba, no me vuelvo
indiferente a mis hermanos porque no creen lo que me fue revelado. Ahora no quiero caer
en otro pecado: el pecado de presunción. Pues no soy tan ciego como para creer que soy un
dechado en lo que se refiere al amor fraternal. No obstante, lo que sé es que me apasiona,
por la gracia de Dios, estudiar sus doctrinas, y compartir con mis hermanos lo que he
recibido y que me comparten lo que ellos han recibido. No padezco indiferencia para con
mis hermanos porque donde están 2 o 3 reunidos en su Nombre, ahí está Jesús. No busco
imponer mis puntos de vista, los expongo sabiendo que he de errar a veces, pues no creo en
la infalibilidad humana y ¡mucho menos papal! Lástima,  he tenido choques con otros
hermanos que se sintieron ofendidos por mis posiciones sobre el divorcio y el re casamiento
pero lo que más duele es ver esa indiferencia generalizada acerca de una comunión en torno
a la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es doctrina, es enseñanza, no es vacuidad: “Así
será mi Palabra que sale de mi boca; no volverá vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié”, (Is. LI; 11). Ojala haya un nuevo
avivamiento basado en el amor a las maravillosas y alentadoras doctrinas de Dios,( aunque
Wesley llamaba la doctrina de la predestinación: el horrible decreto), seria refrigerio para la
iglesia militante y fragmentada. Que el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones,
derrita el hielo de nuestra indiferencia concerniente sus doctrinas y así nos una en una
sincera y santa comunión en Cristo Jesús. Amén.

LA MUERTE  DE  CRUZ

Ayer, hablando con un amigo y hermano, tuvimos un pequeño choque en cuanto a la


palabra de la cruz. Es la segunda vez que me topo con el mismo tipo de reacción de parte de
hermanos, que a pesar de ser avanzados en edad, son niños en el conocimiento. Creo que
hay muchos que opinan erróneamente en cuanto a l madero en que fue colgado el Salvador
nuestro, y por ende quiero aquí  disipar esa nube de razonamiento humano que oscurece la
palabra de la cruz.

Esos hermanos sostienen que la cruz es un instrumento de tortura ignominioso, y por lo


tanto ni hay que mencionarlo, y mucho menos usarlo como símbolo de nuestra religión,
pues sería necedad y caer en idolatría. Necedad dicen, porque si Jesús hubiese sido
ejecutado en una silla eléctrica, tendríamos entonces que usar la silla eléctrica como
símbolo de nuestra religión,  e idolatría dicen,  porque lo que nos salva es el Señor Jesús y
no un palo de madera. No niego que estos 2 argumentos son apoyados por una cierta lógica
y contienen cierta verdad, pero el error más pernicioso siempre está compuesto de cierta
lógica y verdad.

Ese hermano, en su celo por la verdad me acusó de ser casi católico romano por refutar sus
argumentos. Así que antes de responder a esas 2 afirmaciones concernientes a la cruz de
madera, de parte de esos hermanos evangélicos, quiero aclarar mi posición frente al
concepto popular que tiene el católico romano.

Primero el católico no se contenta de una cruz como símbolo, sino que le clava encima una
pequeña estatua representando al crucificado. Estos crucifijos son transgresiones descaradas
del  segundo mandamiento: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza…no te inclinarás a
ellas ni las honrarás…” , (Ex.XX ;4 y 5). Así que según entiendo, no se puede hacer
ninguna imagen  o estatua como elemento en la devoción o en la adoración. Y aun hacer
una imagen de Jesús en los tebeos, como lo hace J. Chick, con fin didáctico o evangelistico,
para gente iletrada, o que poco lee, es un error, pues está basado sobre una mentira, porque
no existe ningún retrato original de Jesús y además sabiendo que Jesús es Dios y que Él
nos  manda andar por fe no por vista, y adorar a Dios en espíritu y en verdad, dibujar a Dios
Hijo es pecado. La fe viene por el oír no por el ver, y además ver imágenes de mentiras.
Dios se llama también: el Invisible, (He.XI; 27). Pero aunque el católico use una simple
cruz, sin estatuilla encima, él no la ve como simple símbolo, él ve allí un poder presente,
una presencia de Dios, una virtud misteriosa o algo sagrado en ese pedazo de madera. El
católico ha sido enseñado en la idolatría de una forma muy peligrosa, pues cubre sus
abominables prácticas idolátricas con términos sofisticados de cultos adulatorios, de
transubstanciación, y razonamientos filosóficos explicando que no rinden culto a la imagen
sino a lo que representa la imagen, (y cabe añadir que lo que representa es una mentira).
Para ellos la cruz es un elemento físico más,  en su culto y cultura idolátricos; tiene poder
en sí mismo, pero no entienden o aborrecen el significado real de la cruz. Así que lejos de
nosotros los verdaderos protestantes , esas prácticas abominables, como arrodillarse delante
de un pedazo de madera, o adornarlo, o pasearlo  en procesión por las calles, u honrar de
cualquier manera ese elemento físico que no tiene ningún valor, ni poder en sí mismo. El
símbolo de la cruz, como cualquier símbolo dirige nuestra mente a una realidad superior.
Esta realidad es que “llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”, nada
más y nada menos. Tener una cruz en una pared es como tener este versículo escrito en la
pared. Claro que en un país católico es mejor tener el versículo escrito que dibujado, pues
evita confusiones. Pero un versículo escrito o dibujado en forma de cruz es una verdad para
ser asimilada mentalmente, meditada, y predicada. No es para practicar la idolatría. Pero
¡Ojo!,  repetir: “llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”, y seguir
intentando apaciguar la conciencia que nos redarguye de pecado,  procurando evitar el
pecado y haciendo buenas obras, como hacen los evangélicos arminianos, es peor que
llevar una cruz de madera  en procesión por las calles, como lo hacen los católicos, pues ya
no es burda idolatría, sino sutil egolatría. Es comer la cascara y botar la nuez .Uno es el
evangélico de tradición; esclavo de la letra muerta, y  otro es el católico; esclavo del
elemento físico que ha llegado a ser mágico en su imaginación entenebrecida. Por rende
para mi tener una cruz dibujada o de madera, en su casa no es un pecado, si se entiende
como representación gráfica de la verdad que  “Cristo padeció una sola vez por los pecados,
el justo por los injustos, para llevarnos a Dios”,( 1P.III;18). Darle cualquier honra al objeto,
es como quitar a Jesús encima  del burrito, (cuando hizo su entrada triunfal en Jerusalén),  y
aclamar y honrar el burrito. El burrito es un burrito y nada más, como la cruz es un pedazo
de madera y nada más,  lo que interesa es la persona que cabalgaba encima del burrito y la
misma persona que murió en la cruz. Espero haber sido claro sobre mi aborrecimiento a
toda clase de reverencia  u honra atribuidas a pedazos de madera, burros y reliquias, lo cual
es una característica del catolicismo.

Ahora quiero responder a mis hermanos que son tan celosos en la verdad pero faltos en el
conocimiento. Ellos dicen que lo importante es que murió y resucitó, pero que sea en una
cruz o que fuera decapitado, no tiene ninguna importancia. Son como el tipo que decía: “¿A
mí qué me importa que el Señor sea judío o chino? A mí me da igual, pues lo importante es
que sea un hombre que pague por mí, que soy otro hombre”.  Al  cual, un hermano le
respondió: “¡A mí, sí me importa que sea judío, pues así se cumplen las Escrituras!”. Ahí
está el punto clave: Cristo Jesús vino a cumplir las Escrituras. “El que habla, hable
conforme a la Escritura”. Nosotros los protestantes, no somos neo-pentecostales que
reciben nuevas palabras de Dios mediante sus lenguas y sueños y apariciones y profetas, lo
cual es todo un engaño de Satanás. Nosotros los reformados, predicamos exclusivamente al
Cristo de la Biblia, pero de toda la Escritura. Por lo cual es preciso que como dice Pablo
prediquemos el evangelio, “no con sabiduría de palabras para que no se haga vana la CRUZ
de Cristo. Porque la PALABRA DE LA CRUZ es locura a los que se pierden, mas a los que
se salvan, esto es a nosotros es poder de Dios”… Así que la cruz no es un detalle sin
importancia como lo afirman los indoctos. La cruz es muy importante porque tiene varios
aspectos que son esenciales para la doctrina de la infalibilidad de la Escritura y de la
expiación.

Cristo Jesús vino a cumplir las Escrituras del Antiguo Testamento, como Él mismo lo
afirma varias veces. En Éxodo  acontecen muchas cosas que son alegorías históricas de la
muerte de Jesús en la cruz. En la noche de la salida de Egipto, debían comer el cordero
pascual sin quebrarle ningún hueso; lo cual indicaba que Jesús no podía morir apedreado o
decapitado, o despeñado, o de cualquiera muerte que hubiese quebrado un hueso. También 
cuando Moisés levantó una serpiente de bronce en un asta en el desierto para sanar al
pueblo de las mordeduras de las víboras; esto era un cuadro más de la crucifixión. 
Tenemos también en los Salmos otros cuadros de la crucifixión; el salmo XXII siendo el
más conciso. En fin hay bastantes pasajes en el A.T. que profetizan claramente la muerte de
cruz del Salvador. Nuestra fe está basada en lo que declara la Biblia, no en cuentos de
viejas, o tradiciones, o visiones; “SOLA SCRIPTURA” es un  fundamento esencial del 
verdadero cristianismo, del protestantismo. Se sabe que Jesús es el verdadero Cristo porque
cumplió todas las profecías concernientes  su primera venida, y entre ellas es de suma
importancia que debía morir en una cruz. Lo que declara la Biblia debe forzosamente
ocurrir pues Dios no es hombre para que mienta. Así que el verdadero Salvador de los
hombres debía morir en una cruz, sino no era el Cristo de la Escritura sino un falso Cristo.
Ahora si Dios declaró de antemano que su Hijo había de morir en una cruz, es porque tiene
unas razones muy importantes. El Padre no decidió que el Hijo debiera sufrir tanto por
razones fútiles.

La primera razón que veo, es evidentemente para llevar la maldición en toda su plenitud. La
Escritura dice: “Maldito, por Dios es el colgado”, ( De.XXI; 23). La única forma de morir
que conlleva expresamente maldición en la Biblia, es cuando se cuelga o se ahorca a una
persona. Cristo vino a llevar la maldición de todo su pueblo, no de 1 o 2 individuos, sino de
millones. Le tocó cargar con una mega maldición. Por ende le tocó morir de la forma la
más maldita delante de Dios: colgado en un madero. Como dice la Palabra: “Al que no
conoció pecado, lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él”.
Cristo nunca fue pecador, pero fue hecho pecado. La única forma de entender esto para mí,
es mediante una figura. Imaginaos una camioneta sobrecargada de gavillas de heno. Hay
tanto heno amontonado  encima, y aun en los lados que desaparece el vehículo. Solo se ve
el heno, no se puede ver ni la clase de camioneta, ni su color, ni su chofer; solo se ve el
cargamento de heno. Es heno desplazándose por la carretera, pues no se ve nada más que
esto. Así estuvo Cristo en la cruz; tan sobrecargado con nuestros pecados que el santo
Hombre no se veía más, solo se veía el pecado. Jesús se hizo maldito por nosotros, pero no
maldito como lo podría ser un hombre, sino maldito como millones de hombres. La muerte
que corresponde al que lleva tantas maldiciones encima,  debe ser la muerte más maldita
posible, y esta es la muerte de cruz.

La otra razón para que Cristo muriera colgado, es que su muerte había de ser pública,
notoria. Había de ser un espectáculo impresionante, espeluznante, estremecedor y revelador
para toda la eternidad. Esto ya fue profetizado en el  Éxodo,  cuando Moisés al mandato de
Dios,  levantó la serpiente de bronce sobre un asta para que todo aquel que fuera picado por
las víboras mirara a ella y sea sanado. El remedio no fue escondido dentro de una tienda o
en el tabernáculo sino que fue expuesto en lo alto a la vista de todos: “Y como Moisés
levantó la serpiente en el desierto, así  ha de ser levantado el Hijo del hombre, para que
todo aquel que creyera en Él, no se pierda mas tenga vida eterna”. La muerte de cruz es una
muerte larga que llamaba la atención a todos aquellos que pasaban delante de un supliciado.
Era un espectáculo terrible que duraba horas, y esto concuerda con el designio de Dios de
llamar la atención sobre la muerte de su Hijo y su agonía que duró 6 horas. Una muerte
vergonzosa, maldita, extremadamente dolorosa, y expuesta a los ojos de todos. La
maldición hecha espectáculo en la cruz, nos constriñe a nosotros los cristianos, y condena
irremisiblemente a los indiferentes. Por lo cual no es un detalle la muerte de cruz;  es la
muestra más grandiosa del amor de Dios. No prestar atención a la muerte de cruz es no
querer contemplar el amor de Dios en su expresión más intensa. Cristo no borró la marca de
los clavos en su cuerpo glorificado. La marca de la cruz está sobre sus manos y sus pies por
toda la eternidad y cuando el profeta Habacuc dice: “Su gloria cubrió los cielos, y la tierra
se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz, rayos brillantes salían de su mano,
y allí estaba escondido su poder”, se puede interpretar que él  está hablando alegóricamente
la palabra de la cruz en una forma misteriosa y sublime. ¿Porque como se puede llenar la
tierra de alabanza, cuando todo el género humano está bajo la maldición de la ley? ¿Qué
alabanza puede salir de una masa demente;  hijos de Satán? Pero la gloria de Dios nos
iluminó y no nos destruyó, porque la luz y su propia gloria vinieron a nosotros en la
persona de Jesús, y por el poder de una muerte maldita a lo sumo por ser una muerte de
cruz, nos justificó. En la cruz está escondido el poder de transformar las tinieblas en luz,
por eso, ve Habacuc que de su mano horada salen los rayos brillantes de la plenitud de su
inconmensurable, e inefable amor. Por lo cual también Pablo dice: “… cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría; pues me propuse no saber cosa alguna entre vosotros, sino a Jesucristo y a este
CRUCIFICADO”. Cuando el apóstol habla del evangelio, usa como sinónimos: la palabra
de la cruz, la cruz de Cristo: 1Cor.I; 17.

Hay una tercera razón para la muerte de cruz, que es jurídica. Los judíos en el tiempo de
Poncio Pilato, no podían legalmente ejecutar una persona. Esto era una prerrogativa del
gobierno supremo de Roma. El derecho  romano concedía a sus ciudadanos condenados a
muerte, una muerte rápida por decapitación. Esto es lo que probablemente padeció Pablo
por ser ciudadano romano. Los demás podían sufrir muertes muy dolorosas, entre las cuales
era la muerte de cruz, una de las más comunes. Así que la muerte de cruz era una muerte
legal reservada para los esclavos y todos los ciudadanos de segunda clase, es decir los no
romanos. Jesús era el siervo de los siervos, los cuales vivían bajo el dominio del imperador
romano. No podía morir de otra forma  por su condición social y también porque su muerte
había de convencer al mundo de juicio: “ Y cuando él venga, convencerá al mundo de
pecado, de justicia, y de juicio…de juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado”, (J.XVI; 8 y 11). En efecto su muerte en la cruz fue una muerte legalmente
aplicada por el gobierno de turno. Ese gobierno de turno era el gobierno del imperio más
potente y duradero de toda la Historia humana. Ese gobierno imperial tipifica todos los
gobiernos humanos instituidos que ha habido,  que hay y que habrá en la tierra. Ese
gobierno condenó legalmente a muerte, y  a sabiendas, un justo. Por lo cual habla el verso
11, del príncipe del mundo, porque él es el que está detrás de todos los gobiernos humanos.
“Y nosotros somos de Dios, y sabemos que el mundo entero está bajo el maligno”. Lo
sabemos porque vino el Consolador (verso 8);  el  Espíritu de verdad, y nos ha convencido,
nos ha demostrado,  por esta condenación supremamente injusta de parte de las autoridades
legales que el mundo está bajo juicio y que su príncipe es el mismo diablo. Cristo vino a
deshacer las obras de Satán. Pero las obras del diablo no son solamente las que van en
contra las leyes de los gobiernos;  sus peores obras son las que los gobiernos a menudo
ordenan, y la mayor fue condenar legalmente al Autor de todo bien a la muerte, y a la
muerte reservada para los desechos de entre sus súbditos. Es cierto que “no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas, pues es servidor de
Dios”, (Ro.XIII; 1 al 7). El servicio ordenado por Dios, que han de prestar las autoridades, 
es mantener la paz y el orden, ¿para qué? ¿Para que los ciudadanos del mundo, gocen de un
próspero negocio, y que puedan libre y seguramente ir de fiestas en coloquios? Dios no
concede la bendición de tener autoridades encargadas de mantener la paz y el orden para
que la masa demente se llene la barriga, y se vanaglorie, Su propósito es que puedan
reconocer que todo bien viene de lo alto y que su Palabra corra y sea glorificada. Por lo
cual instituye las autoridades, pero ellas mismas son conformadas por hombres que por la
mayoría son corruptos. Lo que implica que todas estas autoridades son temporales y
deficientes, y cuando llegan a su pleno auge y poder, caen bajo la condenación de Dios,
pues no pueden escapar a su propia corrupción interna y siempre terminan  condenando al
justo y liberando al malvado. Lo que le pasó al imperio romano, le pasa a todos los
imperios. Por ende la muerte de cruz, siendo una muerte judicial que fue aprobada  por 3
autoridades, (el sanedrín, Herodes y Roma) ,  y aplicada al único Justo que pasó por esta
tierra, condena abiertamente todos los gobiernos humanos;  como bien dice la Biblia en
Col.II; 15: “despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”, pues “habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y
el fruto de la justicia en ajenjo: Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos
adquirido poder con nuestra fuerza?”, (Am.VI; 12, 13). Así la muerte de cruz condena
enfáticamente la justicia humana y todo su aparato jurídico a pesar de que Dios lo mantiene
temporalmente hasta la venida en gloria del Juez de toda la tierra.

Pienso que he dado suficientes razones bíblicas y consecuentes para convencer a mis
hermanos evangélicos que no todo lo que exhibe el catolicismo es satánico. Una cruz sin
figura encima es el símbolo por excelencia del cristianismo. El catolicismo es la obra más
perfecta de Satán, justamente por eso, porque mezcla grandes verdades, como la cruz, La
santísima Trinidad, el nacimiento virginal del Salvador, con abominables idolatrías.
Muchos evangélicos  no saben que Agustín a pesar de haber sido un fiel hijo de la iglesia
romana, fue a la verdad el padre de la iglesia a quien apelaron con más insistencia los
grandes reformadores. Agustín era un verdadero teólogo y su soteriología fue usada por
Lutero y Calvino para demostrar que no estaban predicando herejías. Su eclesiología era
mala y la usan los católicos, su soteriología era  buena y la usamos nosotros los
protestantes. El celo es bueno, pero sin conocimiento se transforma rápidamente en
fanatismo. Yo odio de todo mi corazón al catolicismo romano, pero sé que la iglesia de
Roma durante los 5 primeros siglos fue la campeona de la ortodoxia, y no es por azar que el
libro más sustancioso de toda la Biblia haya sido la epístola a los romanos. La tradición
abominable de los papistas de arrodillarse delante de un pedazo de madera, se ha trocado
por la tradición evangélica de ver en la cruz el símbolo del Anticristo romano. Nosotros,
protestantes, predicamos la palabra de la cruz, es decir; predicamos que por  la muerte
maldita del Justo,  recibimos la vida bendita. Enseñamos las doctrinas de la salvación por fe
para que no se haga vana la cruz de Cristo, es decir para que esa muerte especialmente
maldita,  por ocurrir en una cruz y no por cualquier otro instrumento, sea recibida como lo
que es: la única puerta de entrada al reino de Dios. No juzguemos las cosas por sus
apariencias o por tradiciones. No veamos en un símbolo un ídolo, porque los papistas lo
han hecho así. La tradición evangélica legalista, arminiana y neo pentecostal que ha sido
importada por los hermanos americanos es otro ídolo que hay que destruir. Todo ha de ser
juzgado a la luz de la Escritura, pero según la interpretación de su Autor: el Espíritu Santo.
El que tiene oído para oír, ¡Oiga!

 
 

EL  ARMINIANISMO: LA CARRETERA


PARA  ROMA
El titulo de mi artículo lo tengo prestado de un artículo sobre una correspondencia  personal
de Augusto Toplady (1740/1778). Toplady  fue un ferviente teólogo y pastor calvinista,
afiliado a la iglesia anglicana, muy conocido por su famoso himno: “Roca de la eternidad”.
Podéis encontrar el artículo en ingles en: www.spurgeon.org , se titula: “Arminianism: The
road to Rome”. Muchos elogian a Toplady por sus himnos, pero la gran mayoría,
calvinistas incluidos, lo critica  por su actitud agresiva para con los arminianos y
especialmente Juan Wesley. Tal juicio es injusto porque él fue el defensor más  ferviente de
la verdadera doctrina apostólica que se llama  calvinista. Han pasado casi 2 siglos y medio
desde entonces, y ahora cualquiera que tiene ojos para ver alabará a ese gran hombre, y
celebrará su celo y su percepción aguda de la realidad, pues el estado actual de las iglesias
protestantes testifica que tenía toda la razón.
     Anteriormente había traducido ese artículo al español y lo había incluido en el mío. Pero
como el artículo de Toplady no es un tratado sistemático sobre el arminianismo sino trozos
de conversación por escrito entre él y unos amigos, es evidente que al texto le falta mucha
claridad, pues el contexto es ajeno  para nosotros, y el estilo es más bien estilo “noticiero de
la noche” con el último reporte de los acontecimientos;  acontecimientos que para nosotros
tienen siglos…Añadid a ello mis errores de traducción y todo resulta bastante confuso. Así
que decidí más bien suprimir la traducción de la correspondencia de Toplady y daros el
contenido de forma breve pero clara.
     En primer lugar el hermano Toplady declara sin tapujos que el famoso predicador Juan
Wesley no es un pastor que cuida de la ovejas de Cristo, sino un lobo que las dispersa,
porque se empeña febrilmente en negar la doctrina de la elección incondicional para
implantar la doctrina del libre albedrio. En segundo lugar nos revela que Jacobo Arminio, el
cual era anteriormente calvinista, trajo su herejía al volver de un viaje que hizo a Roma. Y
el hecho es que el arminianismo es una réplica protestante del pelagianismo o
semipelagianismo católico romano. De esto surge la pregunta: ¿Arminio no sería un agente
secreto de Roma? Porque los jesuitas sabían y declaraban que el calvinismo era
absolutamente irreconciliable con el catolicismo, a causa de la doctrina de la elección  que
hacía que todo dependiese de los decretos anticipados de Dios, y por ende anulaba las
pretensiones papales que hacen depender la salvación de la “santa madre iglesia de
Roma”… ¡Y Roma mantiene su poder porque pretende poseer las llaves del cielo y del
infierno! Por fin el tercer elemento de peso que encontramos en ese artículo, es que las
sospechas de que el arminianismo viene de Roma y trae de nuevo sus convertidos a Roma
son totalmente justificadas por la carta que se encontró en una gaveta del despacho del
recién difunto arzobispo de Canterbury: el señor  William Laud, de la Iglesia anglicana. Esa
carta tenía escrito encima por la propia mano de Laud la fecha de Marzo 1628. Es
importante recalcar que Laud era un ferviente arminiano dedicado a restaurar muchos
rasgos del culto católico romano en los utensilios y altares que él como arzobispo  de la
iglesia imponía de nuevo en las iglesias de Inglaterra. Otra vez se les ordenaba a los fieles a
doblar la rodilla delante del sacramento, y ¡del altar nuevamente restaurado! Así que no hay
duda en cuanto a la relación cómplice que  mantenía Laud con los jesuitas. El propósito de
esta carta escrita por un jesuita era dar al Superior de los jesuitas, entonces residente en
Bruselas, un informe sobre la situación de los asuntos civiles y eclesiásticos en Inglaterra.
He aquí un extracto de la misma:
“Padre Rector, no deje que el desaliento de la sorpresa cautive su ardiente y celosa alma por
la súbita e inesperada sesión del Parlamento. Tenemos ahora muchas cuerdas para nuestro
arco. HEMOS IMPLANTADO ESA DROGA ARMINIANA, la cual esperamos PURGUE
a los protestantes de su herejía; y esto florece y lleva fruto a su tiempo. Para una mejor
prevención del PELIGRO DE LOS PURITANOS, los arminianos ya han cerrado los oídos
del duque de Buckingham, y tenemos a los de nuestra religión, que se mantienen
continuamente en la cámara del duque, para ver quién entra y sale; no podemos ser
demasiado circunspectos y precavidos en cuanto a esto. En este momento estoy
transportado de alegría, al ver como felizmente todos los instrumentos y  los medios, sean
grandes como pequeños, cooperan en nuestros  propósitos. Pero para volver al principal
punto: NUESTRO FUNDAMENTO ES EL ARMINIANISMO…”  

     Este articulo de Toplady, es una prueba contundente de que hay un complot urdido
desde el principio de la Iglesia. Pablo hablaba del misterio de la iniquidad diciendo que ya
estaba obrando. Desde el principio, Satán introdujo a sus agentes en las iglesias para
destruirlas por medio de doctrinas ponzoñosas que destruyen el evangelio de la gracia,
reemplazándolo por falsos evangelios que mezclan la gracia salvadora con las obras de la
ley o de la tradición. Pero dice la Escritura:”si es por gracia, ya no es por obras, de otra
manera la gracia ya no es gracia, y si es por obras, ya no es por gracia, de otra manera la
obra ya no es obra”. En el principio de la Reforma todos los protestantes ortodoxos,
mantenían las doctrinas de la gracia, de la predestinación, de la depravación total de
hombre. M. Lutero decía que la mejor obra que escribió era: “El siervo albedrio”. La
escribió en el año 1525, como una respuesta a la diatriba del libre albedrio de Erasmo de
Rotterdam. En el prefacio, le agradece a Erasmo por no cansarle con indulgencias, misas y
otras doctrinas por el estilo, sino por plantear el asunto que importaba realmente: ¿Tiene el
hombre poder en cierta medida para obedecer a Dios? En su diatriba Erasmo le atribuye un
cierto poder al hombre, mientras que Lutero mantiene el dogma de la incapacidad total del
hombre, lo cual forzosamente atribuye todo  a la gracia y a la predestinación. En los años
de Toplady, a mitad del siglo XVIII, la mayoría de las iglesias protestantes eran todavía de
sana doctrina, es decir que su soteriología era calvinista. Pero el misterio de la iniquidad, ya
tenía sus campeones. Arminio, un holandés instruido en la fe calvinista, reintrodujo el
pelagianismo bajo su propio nombre, y luego no han faltado los maestros de las doctrinas
arminianas. El más famoso ha sido J. Wesley. No pienso que Wesley fue un agento directo
de Roma, sino más bien trabajó para Roma sin darse cuenta. En cuanto a Arminio, yo creo
tal como Laud , él fue un agente de los jesuitas. ¡Yo creo en la teoría del complot! Siempre
ha habido una lucha encarnizada por la Verdad: “porque no tenemos lucha contra carne y
sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales en COSAS, (esta es la traducción correcta según el
puritano erudito Gurnall), celestes”. La lucha  empezó con Pablo contra los judaizantes,
después Agustín contra Pelagio, luego Lutero contra Erasmo, después sigue Calvino contra
Arminio, Whitefield contra Wesley, Spurgeon contra los liberales, y hoy seguimos en la
misma lucha. Los tiempos cambian, también los actores, pero la batalla es siempre en torno
a los mismos dogmas: predestinación, gracia soberana, depravación total del hombre. Por
un lado están los defensores del hombre, diciendo: “¡El hombre en cierta medida, puede y
debe hacer algo en relación con Dios”, los llamamos hoy arminianos, y por otro lado los
detractores del hombre diciendo: “el hombre en su estado natural es una cloaca que huele a
diablo”; nos llamamos calvinistas.
     Han pasado 250 años desde los días de Toplady, y el misterio de la iniquidad ha
avanzado a pasos gigantescos. ¿En que estamos hoy? Las iglesias evangélicas, pues ya no
se atreven a llamarse protestantes, son en un noventa por ciento arminianas en sus doctrinas
soteriológicas. Quedan un 10% de iglesias calvinistas, pero si no son evolucionistas, son
feministas. La droga soberana que los jesuitas implantaron ha hecho mucho efecto en
menos de 3 siglos; casi todos son arminianos. Hoy en día el evangelio que circula es el de
la expiación ilimitada y de la elección condicional. Pero Roma sabe muy bien que el
arminiano clásico necesita todavía un proceso más de transformación, pues aunque su
doctrina fundamental  sale de Roma, es renuente a quebrantar  los primero y segundo
mandamientos del Decálogo. El mismo J. Wesley decía acerca del papa de Roma: “Él es en
el sentido más categórico, el hombre de pecado, porque él acrecienta toda forma de pecado
sin medida”. En las últimas décadas, el hermano que ha denunciado con más eficacia y
valentía el papado es arminiano y se llama Jack Chick. Él publica el testimonio devastador
de un ex jesuita español: Alberto Rivera, que confirma lo que denunciaba Toplady, y revela
mucho más de lo que se sospechaba hasta ahora. Así que la doctrina arminiana viene de
Roma, pero no conduce a Roma directamente, pues muchos hermanos arminianos son
usados por Dios en esta batalla contra el Anticristo romano.
     Ser cristiano no es ser calvinista, ser cristiano es creer exclusivamente en Jesús como el
único mediador entre Dios y los hombres, es saber que Jesús es Dios y hombre y que la
salvación depende enteramente de su muerte y resurrección, la cual se recibe mediante la
fe. Ser calvinista es  haber asimilado los 5 puntos del calvinismo:
 1 elección incondicional
 2 expiación limitada,
3 depravación total,
 4 gracia irresistible,
 5 perseverancia de los santos.
  Los arminianos rechazan estos 5 puntos a pesar de que muchos son auténticos cristianos,
por la razón sencilla de que nunca oyeron otro sonido de trompeta.  Lutero habla de esta
clase de cristiano que llamamos hoy arminiano, diciendo: “Si cualquiera atribuye alguna
parte de la salvación, aunque fuese la más insignificante al libre albedrio del hombre, el tal
no sabe nada de la gracia y no ha asimilado a Jesucristo como es debido”. El calvinista es el
cristiano que sabe de la gracia y ha asimilado a Jesucristo como es debido.
     El arminianismo es la carretera para Roma, pero no directamente. Es la carretera que
Roma ha planificado, para absorber a los evangélicos,  pero se transforma en autopista en el
último tramo. Esta autopista es completamente arminiana en sus doctrinas básicas, pero se
transforma en vía exprés para Roma mediante las doctrinas de Montano. Montano fue un
hereje que en los primeros siglos del cristianismo, turbó a las iglesias pregonando que los
ministerios de profecía, y  de milagros habían de ser vigentes hasta la segunda venida de
Cristo. Hubo un concilio que condenó esa postura, diciendo que esos ministerios se habían
acabado después de la era apostólica, y que ese andamio de milagros, lenguas, profecías
nuevas había servido para establecer la verdad evangélica, es decir el Nuevo Testamento, 
pero que Dios lo había removido, pues su Palabra dada en el Antiguo y Nuevo Testamento
es lo único que necesitamos para conocerle. El Montanismo se llama hoy: neo
pentecostalismo, (aunque la mayoría lo llama pentecostalismo). No obstante quiero aclarar,
que creo que Dios es un Dios de milagros, y que obra a veces milagros en el mundo físico;
es decir puede sanar milagrosamente, puede hacerte caminar sobre las aguas, hacerte pasar
por el fuego sin que te quemes, o cualquier otra cosa que anula las leyes naturales de este
mundo. Creo que Dios puede hablar  excepcionalmente a una persona directamente, si
quiere, pero no añadiendo profecías a lo que está escrito en su Palabra; la Biblia. Lo que
rechazo es que haya ministerios de milagros, palabras proféticas nuevas y por ende
profetas. Creo que Dios hace milagros excepcionalmente, pero no comúnmente, como se lo
imagina el pentecostés de hoy. No hay ministerios extraordinarios de profetas, de
intérpretes de lenguas angelicales,  de milagros etc. El milagro que Dios hace hoy en el
mundo físico es excepcional; es la excepción que confirma la regla, y la regla es que Dios
usa solamente su Palabra para tratar con el hombre: SOLA SCRIPTURA, es el fundamento
de los protestantes.
     He dicho que el pentecostalismo es el último tramo de la carretera “arminianismo”, que
se transforma en autopista para llevar a toda velocidad a los evangélicos modernos de
regreso a Roma. Lo digo sin vacilar, pues TODAS las iglesias pentecostés son arminianas,
no existe NI UNA que sea calvinista. El arminianismo le enseña al hombre que tiene
capacidad para acercarse a Dios y andar en sus mandamientos. El paso siguiente lo da el
neo-pentecostalismo;   hace creer al hombre que tiene el poder y el derecho de disfrutar ya
la gloria eterna. Ambas escuelas presumen locamente de los poderes humanos. Pues el
único poder que tiene en sí el ser humano es pecar, y hundirse más en las profundidades de
Satanás. El arminianismo engaña al hombre haciéndole creer que puede caminar hacia Dios
si quiere, y que puede querer también por sí mismo. El pentecostalismo engaña al hombre
haciéndole creer que puede entrar en “la cuarta dimensión”, como dice Yonghi  Cho, y
vivir viendo a Dios directamente a través de sus experiencias sobrenaturales. Uno camina
hacia por sí mismo Dios y el otro entra en su casa en el cielo por medio de trances. El
pentecostalismo es el desenlace lógico del arminianismo.  El arminianismo exalta al
hombre en cierta medida, el neo pentecostalismo lo exalta sin medida, y con sus visiones y
milagros, y lenguas angelicales y nuevos profetas, relega la Biblia al mismo puesto que la
relega el catolicismo. Esa autopista de regreso a Roma ha de conectarse con el movimiento
carismático católico, y entonces, el plan de Roma será consumado. La Biblia no será más la
autoridad suprema, para esos evangélicos,  y de hecho ya no lo es, sino que la aparición de
un ángel o de una virgen determinará el rumbo, el cual es la sumisión al Anticristo: el papa
de Roma.
     ¿No habéis oído que Benny Hin el muy famoso evangelista pentecostés cometió
adulterio con otra famosa tele evangelista?  Pero eso nos interesan los chismes; lo que nos
interesa saber es que cometió su pecado en Roma, pues vino allá para entregar la plata de
una ofrenda de sus discípulos al  papa Benedicto XVI, porque ¡ese gran predicador
pentecostés tiene un oficio también en la biblioteca del Vaticano! Frente a tal espectáculo
de vergüenza y de traición, unos  maestros pentecostales moderados aseguran que no tienen
nada que ver esa clase de pentecostalismo.  Según ellos su neo pentecostalismo es más
sobrio y por lo tanto se jactan de ser más bíblicos pero “un poco de levadura levanta toda la
masa”. Ellos están al principio de la autopista, ¡mientras que Benny ha llegado al peaje!
Pero si no salen de la autopista “neo pentecostalismo”, llegarán también ellos al peaje.
     Ahora pues, quiero dedicar unas palabras a mis hermanos cristianos que han sido
atrapados en esos caminos heréticos. “El que es de Dios, la Palabra de Dios oye” dice la
Escritura. Así que estoy dirigiéndome a los que de verdad consideran la Escritura, tal como
ellos mismos la entienden, como su suprema autoridad. No me interesa la gente que se
aferra a la interpretación de su pastor o de su iglesia o de su tradición, porque  no tiene
convicción propia. Siempre digo que soy calvinista, pero es porque estoy convencido
personalmente de la veracidad de los 5 puntos del calvinismo. No soy calvinista de
tradición, sino de convicción. Estoy en total desacuerdo con la escatología de Juan Calvino,
y con su bautismo de infantes y otras cosas que son por la mayoría residuos de la cultura
católica romana. Igualmente cuando digo que M. Lutero es mi padre espiritual, significa
que él fue el instrumento que Dios usó para que por fin la luz del evangelio iluminase  mi 
mente. Lutero fue, él que me explicó la salvación por fe sin obras. No obstante, su concepto
del bautismo de agua se confunde con el concepto bíblico del bautismo del Espíritu, es
decir que como casi todos cuando ve escrito bautismo ve en seguida agua en vez de ver
Espíritu…Siendo él el primero en salir de Roma, todavía tenía más residuos del catolicismo
que empañaban su mente, que los que tenía Calvino. ¡Y es normal! Y aun Spurgeon que es
el maestro con quien estoy de acuerdo en un  98%, hay un 2% en que no estoy de acuerdo.
El estaba viviendo en la era de las iglesias, y pensaba que el bautismo de agua era necesario
para la salvación. Basado en: “El que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no
creyere será condenado”, asumió que el bautismo de agua era necesario  para salvación. Por
mi parte, entiendo que este verso no habla del bautismo de agua sino del bautismo del
Espíritu pues vemos en Hechos XIX;  4, que una cosa es creer en aquel que vendría y otra
cosa es recibirlo por medio del Espíritu: verso 6. Una cosa es creer lo que dice la Escritura,
es decir asentir mentalmente y otra cosa es nacer de la Palabra y del Espíritu. Así que la
interpretación correcta de este verso es que hay que primero recibir la información que nos
da la Escritura o la iglesia o el hermano y después esta misma información ha de ser
aplicada a la conciencia, no puede quedarse como una aceptación mental,  sino tiene que
llegar a ser una revelación en la conciencia,  y esto es ser bautizado por el Espíritu.  Pero no
quiero entrar ahora en este tema…      Así que como decía M. Lutero: “Yo predico a los
elegidos”, igualmente a mi no me importa lo que piensa el  fariseo, me interesa comunicar
las verdades,  con las cuales Dios me enriquece, a los elegidos, porque son para ellos
exclusivamente.
     No soy el primero en proclamar que el fin de la era de las iglesias ha llegado. El primero
fue Harold Camping, el director de Family Radio. Lo que yo sentía, él me lo confirmó. El
testimonio de Harold fue determinante para que aceptase esa tremenda verdad que el
Espíritu Santo ha abandonado las iglesias evangélicas, y que El obra afuera usando
particulares,  y por medio de una difusión masiva de la Biblia y del conocimiento bíblico, 
gracias a los medios de comunicación modernos (excepto la televisión que es la imagen de
la bestia). Como dijo Daniel: “Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se
aumentará”.  Hoy por medio de la internet, el que quiere leer los escritos de Agustín,
Wycliffe, Lutero, Calvino, Spurgeon, Hodge, Pink, Bates, Bunyan, Owen, Gurnall  y
muchos más, se va a un café internet,  y por 1 dólar tiene acceso al conocimiento que
durante siglos fue reservado para los ministros o los hermanos que podían pagarse el lujo
de una biblioteca cristiana. Es verdad que mientras el conocimiento aumenta, la comunión
entre hermanos disminuye, pero donde 2 o 3 se reúnen en torno a la Palabra, en el Nombre
del Señor Jesús, El está presente y sigue la comunión de los santos. Además fue profetizado
que en el último tiempo el amor se enfriará, y hasta el mismo Señor nos advirtió que habrá
poquísima fe: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”, (Lucas
XVIII; 8). Lamento que Harold Camping haya caído en la herejía aniquilacionista y en la
negación de la obra completa de la cruz en el Calvario, pero no deja de ser verdad lo que
predicaba sobre el fin de la era de las iglesias. Igualmente los Testigos o russelistas, son
anticristos pero no deja de ser verdad que el nombre de Dios es Jehová, o Iehová , o
Yahvéh, aunque para su propia perdición niegan el hecho de que Jesús es Jehová.
     Así que a mis hermanos que están todavía en una iglesia, les repito lo que dice la Biblia,
hablando del  sistema religioso babilónico que hoy es el conjunto de las iglesias
evangélicas: “Salid de ella pueblo mío.  y no participéis en sus obras”. Salid de ellas por
razones doctrinales, porque desde que ellas abandonaron las doctrinas apostólicas de la
gracia soberana, de la predestinación, de la perversión del corazón humano, de la
suficiencia y autoridad de la Escritura, de la fe como UNICO y EXCLUSIVO medio de
salvación, ellas han ingresado en la carretera del arminianismo, y hoy la mayoría se
encuentran en la autopista del pentecostalismo que se une al fin al movimiento carismático,
un organismo del catolicismo romano destinado para este mismo propósito de absorber a lo
que llaman “los hermanos separados”. Con una pregunta simple podéis resolver las dudas.
¿La predestinación es una doctrina bíblica o no? No estoy hablando de un conocimiento
anticipado de Dios sobre el destino que escogerán libremente los seres humanos, porque
este es el concepto arminiano de la predestinación. Concepto absurdo pues, si el hombre es
libre de escoger, ¿cómo es posible entonces que Dios sabiendo de ante mano que millones
escogerán el camino de la destrucción perpetua,  ponga en marcha este plan,  cuando según
los teólogos arminianos,  Él no quiere que ninguno perezca a pesar de que no puede
impedirlo por respeto al libre albedrio?  Así que ¡la omnisciencia de Dios revela que no
posee omnipotencia o que no posee sabiduría! Pero dice la Escritura: “Todo lo que quiso
Jehová lo hizo, en el cielo arriba, en la tierra abajo y en el mar”… La predestinación bíblica
es un programa predeterminado por Dios que no anula la voluntad del hombre sino que la
inclina según ese mismo programa; “Porque como los repartimientos de las aguas, así está
el corazón del rey en la mano de Jehová, a todo lo que quiere lo inclina”. Si hay
predestinación, no hay libre albedrio, pues todo está programado de ante mano,  antes de
que el hombre nazca; “Pues no habían nacido, ni habían hecho ni bien ni mal para que el
propósito de Dios conforme a la elección permaneciese”… Y si hay libre albedrio, entonces
Dios puede tener omnisciencia pero pierde automáticamente su omnipotencia. Ahí está la
encrucijada: arminianismo seguido de pentecostalismo donde el hombre le quita poder a
Dios y por sus decisiones decreta su destino, o calvinismo donde el hombre es una masa de
barro en la mano del alfarero. ¿El hombre escoge servir a Dios o es escogido para servirle? 
Si Dios te ha revelado que “engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”,
entonces sabes que por ti mismo, lo único que te gusta servir son tus deseos perversos y 
que por lo tanto naturalmente tu padre espiritual es Satanás. Sabes pues que hay que ser
escogido de Dios para seguir a Jesús, pues Él mismo te lo dice: “Ninguno puede venir a mi
sino le fuere dado del Padre”. No puedes ir a Él por ti mismo sino por la intervención
soberana y todopoderosa de Dios Espíritu Santo en tu voluntad, la cual por naturaleza es
vendida al pecado como lo dice Pablo: “mas yo soy carnal, vendido al pecado, ¿Quién me
librará de este cuerpo (realidad) de muerte?”.  Si aceptas, o más bien si te han sido
reveladas esas verdades de tu impotencia y de la omnipotencia de Dios, entonces no puedes
seguir en la carretera del arminianismo o en la autopista del neo pentecostalismo. Tienes
que salir de tu iglesia cuyas pastoras son guías ciegas para ciegos. El que ama más a sus
hermanos que al Señor no es digno de Él. La comunión es con Dios primeramente y luego
con los hermanos. En los días de Jeroboam, había en Israel un culto oficial a Jehová. Tenía
sus sacerdotes que no eran conformes a la ley, sus altares no conformes a la ley, sus
becerros de oro desafiando la ley, sus fiestas para olvidar las fiestas de Jerusalén conforme
a la ley . Hoy, los evangélicos, estamos en lo mismo:  tenemos un culto oficial a Jehová que
no es conforme a su ley, y los becerros de oro delante de los cuales rendimos el culto son el
libre albedrio, el poder humano, las buenas obras, y los deseos de la carne. Ese culto oficial
es decir;  arminiano y pentecostés no es idolátrico como en los días de Jeroboam, ¡es peor,
es un mal más arraigado y sutil, es un culto y una enseñanza egolátrica! ¿Seguirás adorando
a ese Cristo falso que ama a todos pero que no salva a todos, por respeto al libre albedrio,
(o ¡a los derechos humanos!), o saldrás de tu organización para adorar al Cristo de la Biblia,
Él que dice: “Yo os escogí a vosotros, vosotros no me escogisteis”?  Si eres escogido antes
de la fundación del mundo, un día, Dios quiera que sea muy pronto, el Paráclito inclinará tu
voluntad y saldrás antes de llegar al peaje que está al fin de la autopista pentecostal, donde
ya está Benny Hin, en uniforme blanco,  cobrando para su patrón:  el anticristo papal.
     Ahora muchos alegan que Cristo dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra
su iglesia: Mat.XVI; 18. Pero confunden la Iglesia invisible, cuyos miembros como Pedro,
han recibido una revelación del Padre que está en los cielos, (tal como lo expresa
claramente el verso 17), con las congregaciones que con el tiempo llegan a la Apostasía.
Los elegidos nunca se perderán, es decir que las puertas del infierno nunca prevalecerán
contra ellos, ellos están seguros y nadie puede arrebatarlos de la mano de Dios. Y ellos
conforman la Iglesia invisible a través de los siglos y de las denominaciones que
aparecieron  una tras otra.  Mientras las iglesias  sostienen con  ahínco la doctrina
arminiana (y católica), de que uno  puede perderse después de haber sido salvo, como
entidades corporativas se auto condenan  a la perdición segura. Pues dice la Biblia: “por tus
palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”.
     Como dije anteriormente  tal vez quede un pequeño porcentaje de iglesias que sostienen
la sana doctrina, sin aun haber caído en el evolucionismo, o en el ministerio femenino. Hay
todavía pastores reformados muy preparados, que esperan un nuevo avivamiento. Se
esfuerzan por ofrecer sermones llenos de fe, de enseñanzas, de poder para conmover las
almas y llevarlas al arrepentimiento o  animarlas a la perseverancia. Esperan que aparezca
un nuevo Lutero, o un nuevo  Jonathan Edwards o un nuevo Spurgeon para que las iglesias
se despierten de su sueño mundano y hagan resplandecer la gloria de Dios sobre la faz de
Jesucristo. Su anhelo es justo y santo pero no concuerda con lo que profetiza la Escritura,
pues el evangelio ha sido predicado a todas la naciones, y no hay que esperar a un nuevo
Lutero sino al mismo Señor Jesús, El cual ha de venir después de la gran Apostasía de las
iglesias que hoy está  propagándose rapidamente. Es cierto que mientras pueden predicar el
evangelio en su plenitud, su ministerio es útil. Pero más temprano que tarde estos
verdaderos pastores tendrán la espalda contra la pared: o aceptarán que mientras ellos
predican la doctrina calvinistas en el pulpito, sus maestros de la escuela dominical inyecten
la droga arminiana, o no aceptarán traicionar a su Señor y perderán el puesto, la pensión, el
seguro social, y el honor de ser llamado pastor. Y no estoy especulando, pues ese caso lo he
visto en una iglesia bautista, donde asistíamos con mi esposa, cuyo  pastor prefirió irse, con
la bendición de Dios que quedarse con la maldición de Dios y los honores y ventajas del
sistema religioso egolátrico y babilónico. Si uno quiere ser fiel en los puntos esenciales de
la doctrina no tendrá otra opción que salir de la iglesia.
     Hermanos el protestantismo que heredó su nombre en la segunda dieta de Espira en
1529, sigue protestando fuera de las iglesias contra las propuestas de Roma. Las iglesias
evangélicas ya no son protestantes; están todas en la carretera o en la autopista que lleva de
regreso a Roma, pues sus doctrinas provienen de Roma. Los verdaderos protestantes están
saliendo, o han salido del camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de
muerte. “Porque no vendrá (el Señor) sin que antes venga la apostasía…” dice 2 Tes. II; 3,
por ende; ¡poned en práctica lo que dijo Clemente, el patriarca del tercer siglo: “la Escritura
el criterio por el cual se distingue la verdad y la herejía”, escudriñad las Escrituras y
ciertamente comprenderéis que la Apostasía  está aquí! Por tanto como dice Heb.VII; 12:
“No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas: porque buena cosa es afirmar el
corazón con la GRACIA”,  por tanto “Salid de babilonia pueblo mío y no participéis en sus
pecados”.
     MARANATHA.

MI  EVANGELIO
“…mi evangelio”: Romanos II; 16.
Hace años que estoy escribiendo artículos en”www.solafides.elgratissitio.com”, y doy
gracias a Dios por ello, pues a veces me desaliento, y me pregunto: “¿Para qué seguir en
algo que interesa muy pocos hermanos y que solo te puede ganar enemigos?”. Pero
entonces  aparece un comentario alentador, y decido proseguir.
El propósito principal de este sitio es edificarnos en la fe. El programa está dirigido a
cristianos, pero  es cierto también que hay gente que lee mis artículos por curiosidad o
como espías que quieren saber lo que se urde en el campo de los protestantes
fundamentalistas. A ellos también soy deudor, pues la curiosidad o el odio, pueden ser
usados por Dios para que ellos también reciban el don de la vida eterna. Así que mi
propósito hoy no es explayarme sobre una doctrina o un tema particular, sino sencillamente
predicar mi evangelio, a los que no lo conocen.
Usaré como base a mi pequeño sermón esa expresión de Pablo: mi evangelio, para
introducirlo y luego Juan III; 18 para exponerlo. Que Dios me ayude porque ¿Quién es
suficiente para esto?
Mi evangelio.
Son 2 palabritas pero eso era la razón de vivir y de morir de Pablo y ha de ser la de todos
los cristianos verdaderos. Hoy en día, circulan muchos evangelios, y cada iglesia propone el
suyo, como el verdadero. Pero Pablo no proponía el evangelio de la primera iglesia fundada
por los primeros discípulos y apóstoles del Señor, sino que él proponía su evangelio
proprio. No era diferente del de los apóstoles que estaban en Jerusalén, era el mismo en su
contenido, pero no era un don de la iglesia de Jerusalén sino un don personal de Dios a su
persona. Y he aquí la diferencia entre los falsos evangelios que circulan en nuestros
tiempos y mi evangelio que es el único, verdadero y eterno.
Antes de declararos mi evangelio es preciso que os diga de quien lo recibí, y como lo
recibí. Serán pues mis credenciales para presentaros este evangelio mío.
¿De quién lo recibí? Tal como dice Romano I; 1: “Verdad digo en Cristo, no miento, y mi
conciencia me da testimonio por el Espíritu Santo”,  lo recibí directamente de 3 personas.:
el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. El Espíritu Santo fue el primero en entrar en contacto
conmigo. Como El es Espíritu, trató con mi espíritu, e iluminó mi conciencia. Me mostró
una parte de mi depravación, y de la perversidad de mi persona, suficientemente para que
me espantase de mi condición miserable y horrorosa y clamase por salvación. Luego hizo
entrar a Jesucristo  en mi consciencia como mi Salvador, mi Dios, mi Luz, mi Todo. Y una
vez que Jesucristo fue entronizado en mi consciencia por el Espíritu Santo, el Hijo a su vez
me reveló en su Palabra a su Padre, que ahora es mi Padre. Así que el Padre envió al Hijo,
quien a su vez envió al Espíritu tratar conmigo.
¿Cómo lo recibí?
Lo recibí en mi espíritu, por la acción del Espíritu Santo. Su acción es misteriosa, y todo
poderosa. Yo no hice nada para prepararme a recibirlo sino que hice todo para disgustarle.
Pero como bien decían los fariseos, hablando despreciativamente de Jesús: “Este recibe a
los pecadores” y como lo confirma su Palabra en 1Cor.I; 28: “y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios…”, así fue como por la obra del Espíritu Santo dentro de mi
espíritu, de mi conciencia,  recibí a Jesús; sin mediación humana ninguna, sin sacramento,
ni iglesia, ni pastor, ni evangelista. Y como dice la Escritura: “El que tiene al Hijo tiene
también al Padre”. Aquel mismo día fui hecho heredero del Padre y coheredero con el Hijo,
y templo de Dios Espíritu Santo; en un segundo, en una mirada: “Mirad a MÍ y sed salvos
todos los términos de la tierra” dice la Escritura. Esa experiencia mía de salvación propia,
tiene sus circunstancias particulares, pero es la común  salvación de todos los cristianos
verdaderos. La consciencia no la toca el ministro, ni el hermano, ni la iglesia, ni el
sacramento, ni aun la Escritura. La consciencia puede ser tocada y vivificada únicamente
por el Espíritu Santo quien usa la Palabra de Dios, generalmente, (pero no siempre como en
el caso de Pablo), por medios humanos. Y ahí entra la acción exterior de la iglesia, de los
sacramentos, de los pastores, evangelistas, hermanos etc. Todos esos medios humanos son
transportadores de la Palabra y la llevan al alma e principalmente a la mente, pero no tienen
ningún poder para penetrar la consciencia. La salvación empieza en el espíritu, no en el
alma, en la consciencia, no en el intelecto.
No obstante Dios nos manda predicar el evangelio, a todas las almas de los perdidos, y
según su designio eterno, el Espíritu Santo lo aplicará a las consciencias de sus elegidos.
Intentaré ahora cumplir mi deber y anunciaros mi evangelio, el único y verdadero, el
evangelio que predicaban Pablo, Agustín, Lutero, Calvino, Spurgeon y todos los verdaderos
siervos de Jesucristo. Usaré la primera parte del verso 18 de Juan III: “El que en Él cree, no
es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado”.
En esta parte del verso se repite 2 veces 2 verbos: creer y condenar. Hablemos
primeramente del  condenar que se menciona aquí.
La condenación a la cual se refiere Jesús, es la condenación eterna. Es la condenación que
sigue a la muerte, a la resurrección de los injustos, en el día del juicio delante del gran trono
blanco: Ap.XX; 11 a 15. Como dice la Escritura: “Le es dado al hombre morir un sola vez y
después el juicio”. La condenación consiste en que el hombre culpable ha de ser echado por
toda la eternidad en un lago de fuego. No es una metáfora, es real. Todos los hombres
resucitarán, es decir que recibirán de nuevo su cuerpo, pero será esta vez indestructible, y
los que serán condenados serán echados al lago de fuego para padecer una destrucción
eterna, pues sus cuerpos serán indestructibles; la Biblia habla de perpetua destrucción, del
humo de su tormento que sube por los siglos de los siglos: Ap.XIV; 11. Así que se trata de
una condenación eterna que castiga JUSTAMENTE el cuerpo, el alma y el espíritu.
La condenación es para todos los que pecaron, es decir todos los que infringieron la ley de
Dios. Desde que dijiste tu primera mentirita a los 8 años eres un transgresor de la ley;  eres
un pecador, y “la paga del pecado es la muerte” primera y segunda. No hay en la Biblia
pecado venial y purgatorio. En la Biblia todo pecado es mortal, y ninguna buena obra tuya
o de María o de los santos puede anular la sentencia: “El alma que pecare, esa morirá” dice
la Escritura. Una vez que cayó una mosca muerta en tu perfume, le puedes agregar  más
perfume, no dejará de ser dañado. Una vez que rayaste el disco; queda rayado para siempre.
La paga del pecado no es la  muerte o amontonar buenas obras tuyas o de los demás, la
paga del pecado es únicamente la muerte. La justicia humana se puede sobornar, pero no la
justicia de Dios. “La justicia y el juicio son la morada de tu trono” dice la Palabra hablando
del trono de Dios. Su majestad y su honor están en la justicia y en el juicio, así que Dios
siendo Dios para siempre, no dejará que su majestad sea desalojada de su morada por un
pecado que no ha sido juzgado y condenado, y que por ende destruye la perfecta justicia de
Dios. No sueñes amigo, lo que le debes a la justicia de Dios, lo pagarás y no escaparás. Tú
has pecado, como cualquier ser humano nacido de mujer; “porque no hay diferencia por
cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. Eres un destituido y un
condenado por una ley eterna, tan eterna como su Autor. “La ley de Jehová es perfecta que
permanece para siempre”, dice el salmista. Y esta misma ley requiere que mueras
indefectiblemente y seas lanzado cuerpo, alma y espíritu al lago de fuego por toda la
eternidad. Tú dices que no eres tan malo como Hitler. Es posible, y  Dios es justo, para
aplicarte el castigo justo. ¡No será tan duro como el de Hitler, pero será tan eterno y por lo
tanto terrible! Muchos andan ahora de nuevo con una vieja herejía que volvió de moda: la
aniquilación del pecador. Es una doctrina que nos gusta a todos, pues ¿quién se va a
regocijar en el tormento eterno de los perdidos?  ¡Nadie sino el diablo, sino fuera él mismo
a parar en el centro del lago de fuego! Como decía Lutero: “No entiendo como un Dios
bueno puede mandar al infierno tanta gente, pero la Biblia dice que Él es bueno, ¡por tanto
lo creo!”. Por ahora no nos regocijamos al anunciar que el tormento de los perdidos es
eterno, pero lo dice la Biblia y esto es la autoridad y la verdad pura para nosotros. Es una
verdad terrible el lago de fuego, pero es  exactamente tan terrible como el pecado mismo.
Es justicia, no es crueldad. Nadie se regocija cuando pasa delante de un penitenciario, pero
ninguna persona honesta y sensata diría que hay que destruir ese lugar. Al contrario ese
lugar es muy útil y necesario para contener la maldad. ¡Liberad a todos los presos, y veréis 
como se aumentará en seguida la maldad en la ciudad! Así que la justicia perfecta de Dios
manda que todo pecador sea echado al lago de fuego. Es mala noticia para toda la raza
humana, pero esto garantiza la eterna paz; que el diablo y sus seguidores no puedan volver
a atacar a los santos. No hay que olvidar que el hombre ha sido hecho a la imagen y
semejanza de Dios, por lo cual su destino es eterno.
Ahora que la mala noticia ha sido declarada; que la justicia nos persigue y nos alcanzará, os
quiero anunciar la buena noticia, que es el evangelio de gracia; mi evangelio.
La ley estipula: “Alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, el alma que pecare, esa
morirá”. Cada uno de nosotros desde que empezamos a discernir el bien del mal, hemos
hecho el mal; hemos pecado. Por lo cual cada uno debe morir y morir eternamente en el
lago de fuego. La muerte es lo único que satisfará la justicia eterna. La buena nueva es que
Dios ha provisto un medio para que vivas eternamente, sin que su justicia quede abolida por
un instante. “Alma por alma”, Jesús por el vil pecador, el justo por el injusto. Aquí están los
2 caminos: pagas tu cuenta por ti mismo, o Jesús paga por ti. El primero te llevará al lago
de fuego, el segundo a la Jerusalén celestial. Supongamos que te debo millones de dólares,
y llegó el plazo para devolverte la plata. Resulta que en este día no tengo ni un centavo.
Como tú representas una entidad bancaria, no una casa de beneficencia, me mandas a la
cárcel hasta que te cancele  el último centavo de la deuda;  lo cual es justo. Unos días
después, viene a visitarme un caballero a mi celda, me habla con toda cortesía y amabilidad
y me dice que oyó de mi caso y que se compadeció de mi situación y que por lo tanto
pagará toda mi deuda, sin que yo tenga que hacer nada. Unos días después salgo libre de la
cárcel, con una invitación para participar a un banquete en el castillo de aquel caballero que
pagó mi deuda, y recibir un puesto de alto honor en su gobierno, pues él es presidente de
una poderosa nación. ¡Qué he hecho yo para pagar la deuda y salir de la cárcel y recibir 
tanto honor? ¡NADA! Esto es mi evangelio, en el  cual no se hace nada para recibir la
salvación y la vida eterna: “por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto NO ES DE
VOSOTROS, pues es DON de Dios, NO POR OBRAS, para que nadie se gloríe”. Jesús
dice:”De cierto, de cierto os digo él que cree en mi tiene vida eterna”. Tú dirás: “¡Esto ya lo
he oído en casi todas las iglesias!” Es posible amigo, pero es también seguro que todas las
iglesias te han dicho que este es el paso principal, pero que después hay que agregar unos
pasitos tuyos más, sin los cuales no hay salvación. Ahí está el lazo que te tiende Satán, ahí
está el evangelio de Roma y de las otras sectas. Ellos afirman que el paso principal para tu
salvación, es creer en Jesús, pero esto es una mentira que pisotea la sangre del pacto, pues
la fe en el sacrificio expiatorio, la fe en el sustituto por tus pecados, no es en ningún manera
el paso principal para la salvación, porque es la salvación misma y completa sin nada más,
ni nada menos, pues dice la Biblia: “por una sola ofrenda perfeccionó para siempre a los
que son santificados” y también en  1 Juan I; 7: “La sangre de Cristo nos limpia de todo
pecado”.  El bautismo de agua, la oración de fe, el ayuno, el diezmo, el hablar en lenguas,
el culto del domingo, la santidad sin la cual nadie verá a Dios, la piedad  y muchas obras
diversas según la denominación, toda buena obra que hagas es el resultado de la salvación,
pero no tiene ni  una sombra de participación en ella. Te confirman tu fe en tu espíritu y la
comprueba a los ojos de los demás, pero tu salvación es totalmente y únicamente la obra de
Jesús en la cual no tienes, ni tú, ni María, ni nadie arte ni parte: “La salvación es de
Jehová”. Este evangelio de hoy,  que suma la obra de Jesús en la cruz a las obras de los
santos para salvación, no es el verdadero evangelio, es un triste evangelio. Te dicen: “Cree
en Jesús  y serás salvo si haces también esto”.  El padre de este triste evangelio, se llama
Arminiano, su abuelo se llamaba Pelagio, y su ancestro lo llamamos el viejo Adán. Mi
evangelio lo llaman calvinismo, y es el único y verdadero evangelio. Evangelio significa la
buena nueva de que no tengo que hacer absolutamente nada para ser salvo, mi evangelio es
don de Dios, no es por obras. La salvación es totalmente incondicional, es el resultado de la
visita benévola, inevitable  y programada desde la eternidad pasada del Rey de reyes,  a mi
mundo de tinieblas internas, para llevarme a su mundo de luz admirable. No puedes hacer
nada para provocar la salvación o para evitarla. Es un decreto eterno en que solo Dios tiene
autoría. Dios decidió salvarnos sin exigir ni que movamos el meñique, pagando el mismo el
costo de la operación: la muerte de su Unigénito. Pero no va a salvar a todos sino solamente
a una parte de la humanidad: los elegidos. A estos les da un día en su vida, el tiquete de
entrada al cielo: la fe en Jesucristo. “El que cree en él no es condenado, el que no cree ya ha
sido condenado”, dice la Escritura. Así que la fe es la llave que abre la puerta del cielo.
Pero esta llave que te da Dios y que abre la puerta del cielo, Él te la  entrega en un llavero,
que son las obras que acompañan la fe, el cual puede ser un sencillo alambre, o un costoso
llavero de oro incrustado de diamantes. El llavero es totalmente inútil para abrir la puerta,
necesitas la  llave. Tú que no crees todavía en Jesucristo, estás sin llave. ¡No te vayas por
los supermercados del evangelio de hoy, donde te proponen llaveros adaptados a tus gustos
o a tu lógica! Tú no necesitas buenas obras y cartas de recomendacion de María o de tus
hermanos. Tú necesitas un hombre que muera en tu lugar y que vaya al infierno en tu lugar,
pues eso es lo que requiere la ley a todo aquel que la infringe. Lo siento,  aunque quisiera
morir por ti, no serviría para nada pues, yo también soy un infractor de la ley. “No hay
hombre justo en la tierra que haga bien y que no peque”, no hay. ¡Oíste! El único que nunca
pecó es el Verbo hecho carne: Jesucristo. Por lo cual “no hay otro nombre dado a los
hombres bajo el cielo en que podamos ser salvos”. ¿Te interesa ese regalo divino de la vida
eterna? O quizá prefieres un plan complicado de salvación con misterios y ceremonias
pomposas y condiciones numerosas. Al hombre natural no le gusta este plan, es demasiado
sencillo, es demasiado fácil. Es muy sencillo pues el justo paga por los injustos para
llevarnos a Dios, pero creerlo no es fácil; es imposible, porque la fe es una obra divina. Tú
no tienes nada que hacer, Dios tiene que hacerlo todo, pues “la salvación es de Jehová”.
Dios te manda creer en su Hijo Jesucristo únicamente, no en su iglesia o en tus  buenas
obras, y lo creerás si Dios te da la fe. La única condición que necesitas para recibir  este
don maravilloso es ser un pecador, pues Jesús solo recibe a los pecadores, no a los justos, y
por lo tanto como cualquier hijo de Adán estás plenamente capacitado. ¿Has reconocido
que tu corazón es engañoso más que todas las cosas, y perverso? Esto es lo que dice la
Biblia del corazón humano. ¿Crees que Jesús pagó tu cuenta, no parcialmente, sino
totalmente, desde tu nacimiento hasta tu muerte? Entonces no tienes nada que hacer, pues
dice la Escritura: “Concluimos pues que el hombre es justificado por la fe sin las obras de
la ley”. Y las mejores obras son las que manda la ley de Dios, no las que inventan los
hombres. Pero me dirás: “entonces puedo seguir en la borrachera y en la fornicación”. Si
crees de todo corazón en mi evangelio, es posible desafortunadamente que caigas en esto,
pero es imposible que sigas en eso, porque dice la Palabra de Dios que “aquel que ha
nacido de Dios no practica el pecado”. ¡Así que amigo no te preocupes por la santidad, ella
te es entregada juntamente con la fe, la santidad es el llavero, ahora necesitas la llave!
Preocúpate por la llave; cree en el Señor Jesús y se abrirá para ti la puerta del cielo. Olvida
la iglesia, los hermanos, la moral, los sacramentos, todo esto no ha salvado a nadie ni te
salvará tampoco porque lo único que salva es la muerte del justo por el injusto, por lo cual
dijo Pablo: “Cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios no fui con
excelencia de palabras, pues me  propuse no saber cosa alguna entre vosotros sino a
Jesucristo y a ESTE CRUCIFICADO”. La Iglesia universal eterna e invisible está fundada
sobre la confesión de fe de Pedro; “Tu eres el Cristo”, igualmente tu salvación personal está
fundada sobre la misma confesión de fe, aunque la tuya es más completa, porque sabemos
que Cristo fue crucificado y resucitó al tercer día.
No hay salvación en la iglesia, la salvación está en el Gólgota. No hay salvación en las
buenas obras, la salvación está en la muerte de cruz del único justo que vivió sobre esta
tierra. Tienes que creer que Jesús hizo todo para salvarte, y que tú no puedes hacer nada  y
que no debes hacer nada. ¡Fuera las buenas obras, fuera las ceremonias, fuera la buena
moral, solo la sangre derramada del Cordero te hará apto para el cielo y una vida de buena
moral y buenas obras! Si crees en este mi evangelio,  es tuyo también, y no te va a salvar
quizás mañana, sino que ya estás salvo para siempre. Oye a nuestro Señor: “Mis ovejas
oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará de mi mano, Mi padre que me las dio mayor es que todos, y nadie
puede arrebatarlas de la mano de mi Padre”. ¿Lo crees?  ¡Lo tienes: Padre, Hijo Espíritu
Santo, vida eterna, todo es tuyo y tu eres de Cristo!
Ahora me pesa tener que agregar esta advertencia para los que han recibido el evangelio de
la gracia, pero es mi deber y es para que ninguno se desligue de esta gracia y caiga en la
trampa de los mercaderes de la Palabra. Dice la Escritura: “pero no vendrá (Jesús) sin que
antes venga la apostasía”. Hasta el siglo XX, el Señor ha usado a las iglesias evangélicas
para llevar a cabo su plan de evangelización y perfeccionamiento de los santos. Ahora
estamos en el último siglo y la apostasía  está aquí. Este evangelio mío, el evangelio de los
protestantes del siglo XVI, de los calvinistas, de los puritanos, el evangelio eterno, ha sido
expulsado de las iglesias evangélicas y ha sido reemplazado por un evangelio torcido, un
evangelio arminiano que niega la salvación sin obras;  la salvación que depende del decreto
eterno  de Dios. El evangelio de las iglesias de hoy niega la soberanía de Dios, y su
predestinación. El evangelio de las iglesias de hoy es por lo general  no solamente
arminiano sino  pentecostés al mismo tiempo y esto ¡te llevará de regreso a Roma! Así que
apártate de las iglesias y busca a Dios en la Biblia, ahí lo encontrarás soberano, glorioso
muy encima del diosito de las iglesias que depende de la voluntad de sus  criaturas para
llevar a cabo  sus planes. Yo no tengo ningún interés material o profano para decirte esto,
los que quieren que estés  con ellos en su congregación o denominación  tienen  un interés
material: sacarte el diezmo o la ofrenda, o es que la tradición les ha cerrado el
entendimiento, y no pueden o no quieren admitir esa triste verdad: “Salid  de Babilonia
pueblo mío  y no participéis en sus malas obras”. No pienses tanto en la comunión de los
santos, ella sigue informalmente cuando 2 cristianos se reúnen en  oración o en torno a la
Biblia, tu fidelidad tiene que ser al Señor, es decir a su Palabra. En el ultimo día serás
juzgado por tu fidelidad a la Palabra no a tu congregación. No se puede transigir con las
verdades fundamentales de nuestra religión. Una de estas verdades cardinales es que “Dios
muestra su amor para con nosotros en que siendo aun pecadores Cristo murió por
nosotros”, lo que significa que estábamos muertos en delitos y pecados, y que Él de su
voluntad nos hizo nacer por la Palabra de verdad. No hicimos nada, ni queríamos hacer
nada para ser  salvos, Dios nos salvó según su beneplácito y nos dio sed del agua de vida y
quisimos beber de esa agua. Pero uno quiere beber porque tiene sed, lo que produce el
querer es la sed, no el agua. Y nadie querrá beber si Dios no produce la sed en el. Te digo
solemnemente que si no bebes  del agua de vida, tu fin es el ser quemado, así que: Cree en
el Señor Jesucristo (El de la Biblia) y serás salvo incondicionalmente y eternamente.
¡Olvida el llavero, ase la llave y abre la puerta de la vida eterna!
¿Dirás: Amen?  ¡Si tienes sed lo dirás! Que Dios te bendiga.
 
COMENTARIOS A HEBREOS XIII; 8 a 16

Hace poco, por curiosidad leí una pequeña parte del discurso de Pablo VI sobre la nueva
política católica,  adoptada durante el Segundo Concilio  Vaticano, hace 50 años. Hablaba
primero de los católicos ortodoxos, exaltando su larga tradición episcopal, su liturgia, y sus
rituales, los cuales son a veces más  “pesados” que los de de Roma. Luego se dirigía a los
“hermanos separados” de las iglesias protestantes. Ahí el discurso fue más breve, pues las
discrepancias son mucho más numerosas, y profundas. El tenor del discurso era amigable y
condescendiente. Para resumirlo;  el catolicismo romano consideraba desde entonces que
somos cristianos,  a pesar de nuestra miseria espiritual debida sobre todo,  a la carencia de
alimento sacramental. En efecto el protestantismo se caracteriza por su sobriedad escritural
en cuanto al uso de sacramentos y rituales. La maquinaria romana por el contrario se basa
en el ritualismo pomposo, misterioso y engañoso.
Debido a la nueva política ecuménica de Roma los protestantes, ya no protestan; son ahora
mansos evangélicos que dócilmente y gradualmente se dejan llevar de regreso al redil del
papa de Roma. Ahora cuando uno escucha una emisora “cristiana” en la radio, tiene que
esperar a veces un buen rato antes de poder saber si la emisora es  evangélica o Radio
Vaticano. Ambos bandos usan los mismos himnos, y predican el mismo evangelio basado
sobre el libre arbitrio. Esto me hace pensar en la situación que se vivió durante 2 siglos
aproximadamente en Israel después del reino de Salomón. En los días de Roboam, hijo de
Salomón, el reino fue divido en 2: Judá e Israel. Jeroboam,  el primer rey del Israel divido,
por causa de su incredulidad, teniendo por lo tanto,  temor de que el pueblo de Israel se
volviera a Roboam por el hecho que el culto divino tenía su centro en Jerusalén, instituyó
un culto idolátrico e hizo 2 becerros de oro diciendo a su pueblo: “Bastante habéis subido a
Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de Egipto”: 1 R.XII; 26 a
33. Desde aquel día nunca hubo un solo buen rey en Israel; todos sin excepción eran
idólatras a pesar de que invocaban el nombre de Jehová. Solamente en Judá, se levantaba
de vez en cuando un rey que servía a Jehová en verdad. En Juda se enseñaba la verdad, en
Israel la mentira. Pero por ser un mismo pueblo dividido en 2 reinos, Israel llegó a ser
tropiezo para Juda. Israel contaminaba a Juda con sus idolatrías, y su hermandad inducía a
Juda a hacer alianzas indebidas y desastrosas. Como dijo el Señor Jesús: “Y los enemigos
del hombre serán los de su casa”, (Mat. X; 36). El caso más notable fue el de Josafat, un rey
bueno que servía a Jehová, pero que cayó 2 veces en el mismo error de hacer alianza con el
reino idolátrico de Israel: 2 C.XVIII; 1, 2, 3 y XX; 35, 36, 37.
 La Historia se repite; cambian los actores y los lugares, pero los principios que la rigen son
los mismos. Bien se puede aplicar el nombre de Israel al catolicismo romano y de Juda al
protestantismo. Roma desde que instituyó sus 2 becerros de oro que son el papa y la reina
del cielo, es decir una santa María mitológica, se ha apartado para siempre de Jehová.
Desde entonces el protestantismo que nació dentro del catolicismo romano, ha sido la única
religión en el mundo que ha enseñado la verdad de Dios. No obstante el misterio de la
iniquidad que estaba  en acción en los días de Pablo, está obrando dentro del
protestantismo, y ya se hace evidente que poco falta para que la apostasía de las iglesias
protestantes sea total, por medio del ecumenismo, arminianismo y neo pentecostalismo.
Para advertir una vez más a mis hermanos del peligro en que estamos, de ser inducidos a
hacer alianza con el peor enemigo de Cristo Jesús,  y a fin de que seamos “tenidos dignos
de escapar de todas las cosas  que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”,
(Lucas XXII; 36), me parece útil intentar escudriñar 9 versos claves en Hebreos XIII. ¡Que
el Espíritu Santo me permita llevar a cabo con eficacia esa tarea!
Hebreos XIII; 8: Jesucristo es el mismo, ayer, y hoy, y por los siglos.
Aquí, tal como dice J.Calvino, Pablo no se refiere al misterio del Verbo de Dios en la
eternidad, o a la naturaleza de su persona, sino más bien a como se ha revelado Cristo a los
hombres,  desde el principio. Este Cristo es el Cristo revelado en  las Escrituras. No va a
haber más revelaciones de Cristo aparte de las que se nos dan en las Escrituras. Desde los
tiempos apostólicos han aparecido falsos cristos de todo tipo: unitario, gnóstico,
revolucionario, extraterrestre raelita,  etc. El Cristo que hemos recibido por el anuncio de la
Biblia, no puede mañana, ni ayer, ser el descendiente de una especie de monos humanoides,
según los descubrimientos hoy de la falsa ciencia, sino que tomó carne de una virgen
descendiente de David, quien es descendiente de Adán. No tenemos que esperar descubrir
un nuevo Cristo por medio de la arqueología o de la biología molecular o de la astronomía.
Nuestro conocimiento de Cristo va creciendo,  pero está basado en los mismos datos, desde
que Juan terminó de escribir el Apocalipsis. No aceptamos otro testimonio  acerca de Cristo
que no esté conforme a la Escritura. Y como dijo Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero
mis palabras no pasaran”,(L.XXI; 33). Por lo cual el Jesús que conoció Pablo, es el mismo
que conoció Lutero, es el mismo que conocemos nosotros hoy, y que se conocerá en el
Milenio y en la eternidad. En Dios no hay variación ni sombra de cambios. Antaño,  la
teología era llamada reina de las ciencias, y aunque las ciencias profanas le han usurpado el
trono, no deja de ser la reina para los hijos del Rey.
Verso 9: No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas;  porque buena cosa es afirmar
el corazón con la gracia, no con viandas que nunca aprovecharon a los que se han ocupado
de ellas.
 En este verso se pone de relieve cual es el Jesucristo que se predica: al que afirma el
corazón con la gracia. Y cuál es el peligro que nos puede apartar de la gracia que es en
Cristo Jesús: las doctrinas extrañas y diversas,  que consisten esencialmente en prestar
atención a elementos físicos, en este caso: viandas. Es cierto que Pablo estaba hablando a
los cristianos judíos que habían de dejar las sombras de las cosas venideras tipificadas en
las ceremonias, ordenanzas  y rituales mosaicos por la realidad de la expiación de los
pecados en el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario.
 “Doctrinas diversas y extrañas”; esto es lo propio del ritualismo que instituye
supersticiones y tradiciones  basadas sobre cuentos de viejas y que no tienen ninguna
autoridad bíblica. Jesús les dijo a tales maestros: “Bien anuláis el mandamiento de Dios
para guardar vuestra tradiciones”. La religión judía estaba plagada por esta corriente híper
ritualista, de la cual nació el Talmud y otros escritos vanos y dañosos. Pero  detrás de este
fondo histórico de las iglesias de los tiempos apostólicos, está el conflicto perpetuo entre la
religión formalista e hipócrita y la religión verdadera en espíritu y en verdad, cuyo
fundamento es la gracia de Dios. Caín y Abel fueron los primeros actores de este conflicto.
Ambos hermanos ofrendaron a Jehová, pero solo fue aceptada la ofrenda de Abel. No es
que Dios prefiere la carne a la hierba, sino que a Dios lo que le interesa en cualquier acto
devocional, es la disposición del corazón y no el elemento ofrecido. Abel trajo de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas, mientras  que Caín no trajo de las
primicias del fruto de la tierra, (G. IV; 3 y 4).Abel dio de lo mejor que tenia, mientras que
Caín dio cualquier manojo de trigo o cualquiera fruta. Abel consideraba que Jehová es
excelso y por lo tanto digno de recibir lo mejor de sus ovejas, Caín no tenía tanta
consideración. La gracia de Dios en el corazón de Abel produjo amor hacia Dios que se
reveló en una ofrenda costosa. El que solo se ocupa del elemento exterior que puede
implicar un acto devocional  es un nuevo Caín y es la clase de actitud que Pablo quiere
prohibir cuando usa un imperativo: No os dejéis llevar…Es también útil reparar en que se
nos dice que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. Ese interés en
elementos físicos que no tienen nada que ver con el culto que ha de ser en espíritu y en
verdad, es siempre una pérdida de tiempo y de energía. Recuerdo cuando me congregaba en
una iglesia evangélica, que el interés y las ofrendas no estaban destinados principalmente a
proclamar la eficacia de la sangre de la cruz para expiar los pecados. El gran asunto era la
reunión administrativa de todos los ancianos para evaluar el costo y la altura de los  muros
que había que edificar para la casa del culto. Edificar templos de piedras era el trabajo
legitimo de Salomón, no es nuestro asunto.
Verso 10: tenemos un altar del cual no tienen derecho de comer los que sirven al
tabernáculo.
Aquí a la verdad hay 2 altares: el altar de los cristianos que está en los cielos y el altar de
los judíos que está en el tabernáculo. Toda la religión verdadera está centrada en el altar
donde se derrama la sangre del sacrificio pues “sin derramamiento de sangre no hay
expiación de pecado”. El judaísmo era la verdadera religión hasta que el velo del templo se
rasgase el día de la muerte de Jesús. Desde entonces todas las ceremonias  que se hacían en
el templo de Jerusalén fueron abolidas pues eran solo figuras del sacrificio expiatorio hecho
en la cruz. No hay altar terrenal en el servicio de Dios, ni más sacrificios que no sean
puramente espirituales. Por lo cual en esta dispensación de la gracia revelada está prohibido
sacrificar cualquier animal o elemento físico en un altar. Si lo que durante la dispensación
de la ley revelada, (es decir la ley de Moisés), ha sido abolido, ¿de qué se ufanan los
católicos, con sus sacerdotes que ofrecen según ellos, el sacrificio incruento del cuerpo y de
la sangre de Jesucristo sobre sus altares?  Sabemos que por un solo sacrificio hecho en la
cruz,  Jesús nos hizo perfectos a nosotros los creyentes. Ya no hay más sacrificios que
ofrecer, ni cruento, ni incruento, ni en figura, ni en elementos. No voy a tratar sobre la
abominación de la misa, pues es un tema que ya ha sido ampliamente debatido. Solo quiero
subrayar  que lo que dice Pablo en este verso a propósito de sacerdotes ordenados
legítimamente por Dios según la ley que El mismo dio en el Sinaí, ha de ser repetido por
nosotros con más ahínco a esa gente que sirven en altares que se han inventado, con
sacrificios imaginarios y blasfematorios: ¡Con mucha más razón,  no tienen derecho de
comer de nuestro altar! Hablan de nosotros condescendientemente, como hermanos
separados, que sufren de grande carencia espiritual, por no tener sus altares según el orden
de Jeroboam. Nosotros protestantes no podemos responderles de la misma forma. Tenemos
que ser sinceros y decirles la verdad:  los que sacrifican en sus altares, los que hacen y
participan en la misa, no tienen derecho  de acercarse al trono de la gracia, no tienen acceso
a Dios, no son cristianos que puedan predicar el evangelio, si es que hay 10 cristianos entre
sus millones. Está prohibido concederles el titulo de hermanos católicos, ¿Qué parte tiene el
templo de los ídolos y la Iglesia del Dios viviente?
Verso 11 y 12: Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre a causa del pecado es
introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.
Por lo cual también Jesús para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera
de la puerta.
Ahí viene la explicación completa de la exclusión completa de los que creen que un
sacrificio de animal (cruento) o de ostia (incruento, según la terminología católica) tiene
poder para expiar el pecado. El lenguaje usado aquí, corresponde al culto aarónico y
levítico que se ofrecía en el templo de Jerusalén. Sabemos pues que todo ese servicio
sacerdotal era una figura del sacrificio de Cristo en la cruz, por lo tanto, hay que discernir
espiritualmente el significado de las palabras que usa el apóstol;  son palabras alegóricas,
pues se refieren a un culto que es una tipificación de la realidad que es Cristo Jesús.
”Los cuerpos de aquellos animales” son la representación de la persona de Jesucristo, El
cual acabó su misión terrenal , consumiendo su vida en un lugar de maldición, en el
Gólgota, fuera del lugar santo que era Jerusalén para la religión judía. El dijo al rendir su
espíritu cuando colgaba del madero: “consumado es”, (J.XIX; 30). El plan de la redención
se efectuó en su cuerpo de carne, fuera de la ciudad santa. Por lo cual los cuerpos de los 
animales eran quemados, consumados fuera del templo, pues representaban a Jesús maldito
por nosotros.
“Cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote”.  Los
cuerpos de los animales hablaban del hecho histórico de la muerte física y maldita de Cristo
en la cruz. La sangre de aquellos animales habla del efecto  de esta muerte en los lugares
celestes, delante del trono de Dios. El santuario mosaico era la representación del santuario
celestial, según lo que le fue dicho a Moisés por  Dios en el monte Sinaí: “Ten cuidado de
hacer todas las cosas conforme a las que te fueron enseñadas”. Así que esta ceremonia de
introducción de la sangre en el lugar santísimo, representaba a Jesucristo nuestro sumo
sacerdote según el orden eterno de Melquisedec, que se presenta ahora y por toda la
eternidad delante de Dios con su muerte consumada en la cruz, la cual cumple todas las
exigencias de la Ley divina concerniente al pecado, y nos hace aceptables y muy amados
por el Dios 3 veces Santo.
“Por lo cual también  Jesús…”  Esto es la clave de la figura y de todas las figuras. Todos
los ritos y ceremonias judías tienen su explicación en esta frase: “por lo cual también
Jesús...” El es el cumplimiento de toda la ley: moral y ceremonial. La ley moral;  Jesús la
cumplió por nosotros viviendo una vida intachable en nuestro lugar, y la sigue viviendo hoy
en nosotros por medio del Espíritu Santo. Así que la ley moral sigue vigente, mientras que
la ley ceremonial ha sido abolida porque era la representación de la obra consumada en la
cruz del Calvario. Ahora uno podría decir que también el cristianismo tiene la santa cena
que representa la muerte de Jesús a nuestro favor y que por lo tanto sigue vigente una nueva
ley ceremonial. No obstante hay grandísimas diferencias. El sacrificio mosaico era un
sacrificio real de un animal, y tenía virtud real para el que lo ofrecía. En efecto aunque no
comprendía  la gran mayoría de los judíos, el sentido de aquel rito, era un rito obligatorio
que aseguraba la membrecía en la congregación de Jehová. En cambio la santa cena,
requiere primero un entendimiento de su significado, hay que discernir el cuerpo y la
sangre, dice el apóstol, para participar de ella. No es un sacrificio, es un aniversario, y una
prédica hecha con elementos físicos unidos a la Palabra de Dios, para enseñar a los
principiantes en la fe , la cual en ellos es todavía  rudimentaria. Además no tiene virtud en
sí misma para asegurar nuestra membrecía en la congregación eterna de los primogénitos
inscritos en los cielos; no es una condición para la salvación sino un instrumento
rudimentario para predicar la salvación, y confirmar la fe.  Así que no hay ley ceremonial
para el cristiano, todas las leyes ceremoniales han sido abolidas. La fe es lo que nos une al
cuerpo de Cristo. Los 2 sacramentos que instituyó el Señor,  sirven dentro del ámbito de la
congregacional local pero no dentro del ámbito de la congregación universal e invisible,
que es lo que importa realmente.
“para santificar al pueblo mediante su propia sangre…”Jesús es el que sacrifica, el es
nuestro sumo sacerdote en el cielo delante del trono del juicio de Dios. “Vengo a ti para
hacer tu voluntad” dice en otra parte. Él es el que ofrece la victima que ha de expiar
nuestros pecados, no es el sumo sacerdote según el orden aarónico que ofrece el sacrificio
efectivo que limpia el pecado. Es Jesús, nuestro sumo sacerdote, que se ofrece a sí mismo.
El es el que sacrifica, y que es sacrificado. Por medio de su muerte nos compró el remedio,
y por medio de su intercesión nos lo administra por el  Espíritu Santo. Pero toda nuestra
santificación está basada en su muerte, el proceso pertenece al Espíritu Santo que ministra
sobre el fundamento de la sangre de Cristo una vez derramada para siempre a favor de los
creyentes.
“padeció fuera de la puerta.” La puerta es la puerta del tabernáculo. El padeció fuera del
templo, porque estaba bajo la maldición del que cuelga de un madero, y esto hubiera
contaminado el templo judío. Pero el sentido que interesa no está en  una interpretación
literal, está en la interpretación espiritual. El templo de Herodes era el centro de la religión
judía, la cual como ya lo dije,  consistía en gran parte en  ceremonias tipificando el
sacrificio real de Jesús por los pecados de los escogidos. Así que;  “ fuera de la puerta”, ha
de entenderse como fuera de toda esta religión expresada en tipos y figuras. Jesús en la cruz
no es una representación alegórica de la expiación del pecado, es la misma realidad de la
expiación. “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden, mas para nosotros es poder
de Dios”. Los que están metidos en religiones de símbolos y ceremonias que tipifican la
salvación, están todavía como los judíos incrédulos cuya esperanza esta basadas en
sombras  de cosas venideras, cuando hace ya casi 2000años que la salvación ha sido
revelada y manifestada por el Evangelio. Cristo crucificado, resucitado, glorificado y
predicado a los gentiles es el fin de los misterios, de las ceremonias, de los rituales, de una
santificación a través de elementos físicos. La santificación es obra del Espíritu Santo en la
conciencia del creyente por medio de la Palabra inspirada de Dios.
Verso 13: Salgamos pues a Él,  fuera del campamento llevando su vituperio
Esto significaba para los hebreos convertidos al cristianismo el deber de abandonar la
antigua forma de adorar. El campamento es toda la estructura material: el templo, y ritual:
las ceremonias. No puede uno permanecer en la antigua forma de culto y entrar en la nueva.
Si  aplicamos esta imperiosa exhortación a los gentiles, significa abandonar la religión
tradicional y ceremonialista, como lo es el catolicismo. “Llevando su vituperio”; el
abandonar la tradición de los padres causa escándalo, pero es la consecuencia y el precio
que hay que pagar para seguir la verdad, que es Cristo. Ese vituperio, es la desnudez, del 
culto y del servicio cristiano verdadero. No venimos con monumentos, con estatuas e
imágenes, y altares, y candelabros, e incienso y todo el aparato de las religiones falsas. No
usamos símbolos  y figuras para presentar misterios velados que ni los que  sirven en estos
cultos entienden el significado real de su locura.  No hay misterios dolorosos, sino que
exponemos la verdad con toda claridad y sencillez: Cristo Jesús por su muerte y su
resurrección ha adquirido la salvación completa y eterna de todos los que en Él creen.
“Porque la Palabra de la cruz es locura para los que se pierden”,(1 Cor. I; 18): he aquí
nuestro vituperio.
Verso 14: porque no tenemos aquí ciudad permanente sino que buscamos la porvenir.
Seguir a Cristo es un caminar continuo, no hay un monasterio para pararse ahí y esperar
dentro de una rutina que el reino de Dios venga a nosotros. El reino de Dios está en
nosotros, y nos mantiene como peregrinos en este mundo. No hay nada estable en este
mundo para el creyente. Pensar que uno ha encontrado la iglesia denominacional  perfecta y
descansar en su seno es creer que hay una cuidad permanente para nosotros en este mundo.
La iglesia luterana es un buen ejemplo del carácter transitorio de los sistemas que
construyen los hombres para encerrar la verdad. A Lutero le fue revelado la verdad
evangélica de la salvación por fe, no por obras, de la predestinación, de la soberanía de
Dios, pero estas verdades no se quedaron en Wittenberg, sino que se fueron a Ginebra
donde estaba Calvino, luego pasaron a Escocia con John Knox, y luego atravesaron el
océano atlántico y desembarcaron en los Estados Unidos. Y así es que la verdad no se
queda en un lugar , sino que lo visita y luego se va para otro. La ciudad donde mora la
Verdad de forma inconmovible está en los cielos, no en la tierra,  y hacia ella estamos
viajando por medio de la fe. Como dijo M. Lutero en sus comentarios al Salmo 102, verso
8: “Tengo al mundo debajo de mí, y al cielo encima de mí, y así, entre la vida del mundo y
la vida eterna, planeo solitario en la fe”.
Verso 15: Así que ofrezcamos siempre a Dios por medio de Él,  sacrificio de alabanza que
es fruto de labios que confiesan su Nombre.
Este es el servicio divino al cual estamos todos los creyentes,  nacidos de la Palabra y del
Espíritu, llamados a prestar. El sacerdocio es universal para los cristianos, y no necesita
ordenación humana, templos de piedras, altares, vestimentas especiales, entrenamiento en
ritos complicados con formulas extrañas. Estamos mandados todos a ofrecer el sacrificio de
alabanza. Solo se necesita un corazón dispuesto, renovado por la fe en Jesús, y una boca
que habla de la salvación que ha encontrado personalmente en el Cordero de Dios. “Dios es
Espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren” dijo en Señor.
El verso 15 dice : “siempre”, y el apóstol dice en otro pasaje “predicad la Palabra a tiempo
y fuera de tiempo”. El sacrificio que hemos de ofrecer  es en todo lugar y en todo tiempo.
Confesar que Jesús es el Señor es nuestro oficio sacerdotal. Hombres y mujeres, niños y
ancianos; todos los que han nacido de nuevo tienen que ofrecer este sacrificio. (Claro que
confesar el nombre de Jesús, no es el ministerio de maestro o pastor o evangelista, pues
estos son ministerios reservados para hombres, ancianos de buen testimonio.) Esta forma de
sacrificio y este sacerdocio universal, son parte del vituperio que hemos de llevar. Tal como
Jesús vino como un pobre carpintero anunciar el mensaje de vida eterna, nosotros
aparecemos como pobres sacerdotes delante del mundo; sin altares, sin coronas y mitras. La
religión cristiana es espiritual, usa elementos como el agua, el pan y el vino en sus 2
sacramentos, pero es para edificación de los principiantes, como dice Pablo en Heb.VI; 1:
“Dejando ya los rudimentos”…Es como los dibujos en  los libros para enseñar a los niños a
leer. Una vez que saben deletrear bien;  no  son útiles. Igualmente el cristiano recién nacido
y sobre todo el que no sabe leer necesitaban los sacramentos, pero luego la edificación es
únicamente por medio de la Palabra de Dios. El mundo cree lo que ve, nosotros predicamos
lo que no se ve y que no se puede ver pues Jesús mora en una luz inaccesible. “La fe viene
por el oír, y el oír por la Palabra de Dios”, y “sin fe es imposible agradar a Dios”. No hay
nada material ni en la fe, ni en el objeto de la fe: Jesús, ni en el suministrador de la fe: el
Espíritu Santo. Dios se llama también: el Invisible, y su servicio se hace delante de un altar
invisible, pues está en el cielo delante del trono de la gracia,  con elementos invisibles que
son las confesiones orales provenientes de un corazón sincero,  del Nombre de Jesús. Si
uno compara la religión cristiana verdadera y todas las falsas religiones, se da cuenta que es
la más sencilla y la más libre de todas, porque se basa en la Palabra únicamente, no en
ceremonias, lugares santos, días especiales, dieta particular, idioma exclusivo. Es libre
como el viento, gratuita como el agua, y poderosa como el fuego.
Verso 16: Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios
se agrada Dios.
Aquí, el Espíritu Santo por medio de Pablo, nos indica otra clase de sacrificio, que también
es espiritual, pues no usa un elemento especial en el mundo físico, sino que puede usar
cualquier elemento. Este sacrificio es el que se hace con la mano izquierda. La mano
derecha es la que trabaja en el campo de la doctrina pura, la mano izquierda es la que
trabaja en el campo del amor. “Hacer el bien” se refiere a un servicio universal, que se
extiende a amigos como a enemigos;  no tiene límite. El incrédulo anda por vista no por fe,
Jesús para él es un mito. Sin embargo  la fe en acción produce sacrificios de amor que dan
pan al hambriento, agua al sediento, medicina al enfermo, que si bien no lo van a salvar,
van a inquietar, van a estremecer la lógica natural del incrédulo que es:   bien por bien y
mal por mal. Dios quiere que seamos la sal del mundo, y hacer el bien en un mundo sumido
en la maldad es como aplicar sal sobre una herida; les herirá la consciencia. Y esto agrada a
Dios;  que testifiquemos de Él con el sacrificio de alabanza primero y después con el
sacrificio de amor.
“ de la ayuda mutua no os olvidéis”, esto concierne los que son de la misma casa: los
cristianos. Siendo un mismo cuerpo tenemos que preocuparnos unos por otros y proveer la
ayuda necesaria. Cuando un miembro sufre todos sufrimos si realmente formamos parte del
cuerpo. En otro pasaje la Escritura nos manda procurar el bien primeramente para los
hermanos antes que para el mundo. Cristo oró por los suyos no por el mundo: J.XVII; 9.
Por lo cual aunque oramos por todo el mundo y hacemos el bien  a todo el mundo sin
distinción, nuestra intención está dirigida primeramente a los elegidos que forman parte del
mundo, que todavía no han salido de él pero que sabemos que saldrán por la gracia
irresistible de Dios;  son invisibles para nosotros,  por lo cual no podemos restringir nuestro
ministerio a unos cuantos, nos dirigimos a todos. Escrito está que en los últimos días el
amor se enfriará. Esto se está cumpliendo al pie de la letra. El cristianismo evangélico se ha
vuelto formal  y funciona como la maquinaria católica romana;   consiste en cultos, ayunos,
vigilias, ayudas humanitarias, Es un programa, no brota de un corazón adolorido, sino de un
corazón satisfecho con una justicia por obras. Dentro de la familia cristiana, hoy en día, la
ayuda mutua no debería consistir tanto en cosas materiales, sino más bien proveer leche no
adulterada y vianda solida para la alimentación espiritual de nuestros hermanos. Por
experiencia propia sé lo que es esa falta de ayuda mutua.  Uno por causa de seguir
comiendo las basuras de la doctrina diabólica de la salvación por fe y por obras, puede
terminar comiendo literalmente la basura que está en los contenedores. La doctrina que
seguimos determina los parámetros de nuestra vida, y la ayuda mutua en el conocimiento
de la sana doctrina es la más preciosa para que andemos cono es digno de nuestra vocación.
De esto la mayoría se ha olvidado, y muchos van a caer en las fauces de la loba romana.
Esta ayuda mutua, es  el asunto de mi programa en la red internet. Estoy intentando proveer
ayuda en el campo de las antiguas doctrinas soteriológicas del calvinismo y en escatología
premilenialista.  Soy consciente de mi insignificancia y de mi falta de erudición, pero como
no oigo ninguna voz de maestro que dé el grito de alarma, me siento constreñido por el
Espíritu Santo a elevar mi voz. Hay buenos maestros hoy en día como Carballosa, que son
eruditos y que saben “trazar la Palabra”. Ellos saben o divisan el peligro pero no se atreven
a denunciarlo. ¿Será por la presión de las casas editoriales, o por algún temor de
persecución? Para oír claramente que el papa de Roma es el Anticristo hay que volver al
siglo XIX. ¿Sabéis que Spurgeon llamó al papa: el primogénito del  diablo? El lobo que se
sienta en el trono de cesar en Roma, sigue siendo una cabeza de la primera  bestia de
Apocalipsis XIII. Yo digo que Benedicto XVIII es la quinta cabeza, y que después de él
viene la sexta, que será el gran Anticristo, el hijo de perdición, el último emperador del
nuevo imperio romano: La Unión Europea.  Puedo equivocarme en cuanto al número, pero
no en cuanto a la bestia en sí. Como dice mi esposa: “El orden de los factores no altera el
producto”.  Hay poca enseñanza pública acerca de la redención particular, de la falacia del
libre albedrio pero la hay. No obstante las conclusiones lógicas y bíblicas que se han de
sacar de esas preciosas verdades no se hacen. Si las iglesias han abandonado las doctrinas
fundamentales del calvinismo, si  las mujeres ocupan pulpitos, si el evolucionismo  se ha
introducido en las denominaciones tradicionales, si la herejía neo pentecostal se ha
extendido como el gran puente que se unirá al movimiento carismático católico romano y
consumirá la destrucción de las iglesias evangélicas, ¿por qué, pues,  no quieren nuestros
maestros admitir que la Apostasía ha empezado y que hay que salir de la Babilonia que las
iglesias evangélicas han estado formando en las últimas décadas?  “Velad, pues, en todo
tiempo orando que seáis tenidos dignos de escapar de todas las cosa que vendrán, y de estar
de pie delante del Hijo del Hombre”, (L. XXI; 36). Excepto Jack Chick, un valiente
hermano, que a pesar de ser arminiano, da gritos de alarma, no veo a ningún maestro
calvinista que realmente haga su trabajo de atalaya. Nuestra gran esperanza en estos días es
la inminencia del Rapto. Dios nos ha dado la libertad de expresión, a precio de la sangre de
los mártires protestantes, y nos ha provisto de medios modernos y eficaces para publicar la
verdad. “Aprovechad el tiempo porque los días son malos”, dice la Escritura y veo a
nuestros maestros  despilfarrando el tiempo   colando  el mosquito de la injusticia social y
tragando el camello de amor papista hacia los hermanos separados. ¿Serán tenidos dignos
nuestros maestros calvinistas de hoy, de escapar de todas la cosas  que vendrán?  Al que ha
recibido mucho, se le pedirá más.  Dios exhorta en su Palabra  a que nuestros maestros
reformados,  contiendan ardientemente por la fe que ha sido dada una vez a los santos.
Todos tenemos que luchar la buena batalla de la fe, pero los que están armados con
erudición, conocimiento, cátedras y fama tienen que estar en las primeras líneas, y no
pobres desvalidos como yo. El campo de batalla por la fe de los santos, se halla en el valle
de la sombra del ecumenismo, y el general de los ejércitos de Satán es como lo llamaba
Spurgeon ; el primogénito del diablo: el papa de Roma. ¿Habrá ayuda mutua en el campo
de los santos o defección de nuestros oficiales?

¿VIOLENCIA O NO  VIOLENCIA?

Jesús dijo en Mateo V; 39: “Pero yo os digo; no resistáis el mal; antes a cualquiera que te
hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”.
Este mundo está lleno de violencia, y a nosotros cristianos nos toca enfrentarla cualquier
día. Puede ser verbal o física. Según lo que nos dice nuestro Señor en Mateo, no tenemos
que resistir con violencia al violento. No obstante grandes teólogos como M. Lutero
interpretan este principio de la no violencia de una forma relativa; es decir que este
mandamiento se aplica al cristiano en su corazón, no en su posición secular. Dice el padre
del protestantismo en sus comentarios al sermón del  Monte: “Este texto también ha dado
origen a muchas cuestiones y errores entre casi todos los teólogos que no han sido capaces
de distinguir claramente entre lo espiritual y lo secular, entre el reino de Cristo, y el mundo.
Una vez se han confundido ambos en lugar de estar clara y exactamente separados, nunca
puede llegarse a una correcta comprensión del cristianismo”. Según lo que nos enseña
Lutero; el cristiano como cristiano no resiste el mal con violencia sino con no violencia,
pero como marido, o padre de familia, o negociante, o soldado, o policía, o juez, ha de
actuar según la ley y usar la fuerza cuando es requerida. Estoy de acuerdo con Lutero, y es
útil recalcar también que Jesús dijo en otro momento: “…el que no tiene espada, venda su
capa y compre una” y también “cuando tu des limosna no sepa tu mano izquierda lo que
hace tu mano derecha”. Así que todo depende con que mano actuamos, si actuamos como
agente social o como ciudadanos de la Jerusalén celestial.
Todo cristiano ha de odiar la violencia física, “porque no tenemos lucha contra sangre y
carne sino contra principados, potestades, contra los gobernadores de las tinieblas en 
asuntos celestes”. Estamos en una guerra continua, pero “las armas de nuestra milicia no
son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia  a Cristo”,(2Cor.X; 4 y 5). Está pues clarísimo
que el evangelio se propaga y se defiende con una sola arma: la espada del Espíritu que es
la Biblia. ¡Recordad a Zwinglio que tomó la espada para defender su causa y pereció en un
campo de batalla a mano de soldados católicos!
En mi alma soy cuáquero, es decir partidario de la no violencia. No me veo en un campo de
batalla, apuñalando, y cortando cabezas. Para mí es un horror matarse unos a otros en un
campo de batalla, o en una riña. Me es repugnante la violencia física y no sería ni un buen
policía, ni un buen soldado. No obstante como ciudadano temporal de este mundo estoy a
favor de la pena de muerte, del mantenimiento de las fuerzas armadas y policiacas, y doy
gracias a Dios todos los días por ellas. En el ámbito de mi vida social estoy listo a apelar a
la fuerza pública para defender mi integridad física y la de mis familiares, pero prefiero la
conciliación o el perdón cuando no incentivan las fuerzas del mal. Así que estoy a favor del
uso de la violencia cuando es regulada por la justicia y el derecho conforme a la Ley de
Dios, pero personalmente aborrezco la violencia  y me opongo a ella por la no-violencia.
Me gusta mucho lo que dijo Gandhi hablando de su lucha no-violenta para la independencia
de la India:” Quiero la simpatía del mundo, en esta lucha del derecho contra el poder”.
Tenía razón;  el derecho o la justicia tienen más eficacia que el poder de las armas y por
ende pudo vencer con ellos al imperio británico. No obstante, no hay que sistematizar esto,
porque si se hubiera afrentado a Hitler y a sus nazis, la no-violencia habría servido para un
exterminio  rápido de los “gandianos”. Por ende la no violencia es la respuesta por
excelencia del cristiano verdadero, pero no excluye el recurrir a la fuerza en casos
específicos. Andar en el espíritu es la única forma de actuar correctamente. He aquí 2
anécdotas para ilustrar esto.
Una vez tuve un altercado con una persona rica, grosera, y violenta. Cometió una injusticia
contra mí  y fui a recalcarle que no había actuado según el derecho y la cordura. Le hable
con respeto  y paciencia  mostrándole que su forma de actuar era ilegal e irrespetuosa. Su
respuesta fue un flujo de improperios, palabras sucias, y amenazas. Tanto se enfureció que
vino hacia mí para golpearme. ¡No sabía que hacer al verlo correr hacia mí con el puño
levantado! Una cosa sabía;  que estaba en lo correcto y que la Biblia dice: “Resistid al
diablo y huirá de vosotros”. Pero no había tiempo de llamar a la policía, y no quería
tampoco oponerme violentamente al violento, así que me quede parado sin mover, y
esperando el golpe. Llegando con toda su furia sobre mí, ese pobre malvado, se cayó
literalmente a mis pies, luego se levantó asustado y todo asombrado, y se fue el rabo entre
las piernas como un perro amedrentado. ¡Yo también quede asombrado y me fui dando
gracias a mi Dios que es mi fortaleza y mi protector! Sucedió exactamente lo que dice el
Salmo XXVII; 2: “Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis
enemigos, para comer  mis carne, ellos TROPEZARON Y CAYERON”.
Otra vez, un vendedor de drogas me amenazó con un palo , dándome a entender que
cualquier día me golpearía. La razón era que no lo dejaba entrar en mi sitio para vender su
mercancía. Unos días después fui a verle y le dije.” Yo no voy a pelear contigo con palos y
piedras, yo voy a usar revólver, es decir que voy a llamar al que lleva el revólver para 
detenerte, voy a llamar a la policía”. (Hablarle del evangelio en este momento habría sido
echar perlas a los puercos). El resultado fue que se asustó y me dejó en paz desde entonces.
Pero unos meses después lo encontré en la calle, todo en enfermo, sin nadie que le ayudara
para comprar medicina para sus llagas purulentas, y entonces fue la oportunidad de poner
en práctica el amor cristiano. Me lo lleve a la tienda, le compre los antibióticos para el
tratamiento, y Dios lo sanó luego. ¡ Pude además darle unos tratados evangelisticos!

¡Doy gracias a Dios de que nunca tuve que usar violencia para defenderme, desde que la
Palabra de Dios ordena mis pasos,  pues odio la violencia! Bien dice el Salmo 119; v.133 y
134: “Ordena mis pasos con tu Palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mi. Redímeme
de la violencia de los hombres y guardaré tus mandamientos”. Por tanto la no violencia no
es para mí una política sistemática como lo veía Gandhi, sino más bien una actitud cristiana
y una gracia que Dios me otorga cuando me permite practicarla. Y hasta ahora me ha
permitido practicarla y mi deseo es que sea así hasta el fin. El hecho es que hay que resistir
al mal, y mejor la violencia con valor que la no violencia por cobardía, siendo lo excelso la
no violencia que se opone con valor.
Sabemos que el diablo es un ser violento porque “ha sido homicida desde el principio”,
(J.VIII; 44). Pero es también un ser astuto, y si por medio de la no violencia puede destruir
al cristianismo bíblico; no tardará el lobo a vestirse de oveja. Los EE.UU son la nación de
origen, cultura y tradición protestantes. El papado siempre ha deseado la ruina de toda
nación protestante. Como no pudieron destruir esa gran nación por medio de la guerra de
Secesión a mediados del siglo XIX, (leer: “la gran Traición” editado por Chick
Publications, www.chick.com/es/ ), están logrando su objetivo por medio de la no-
violencia. (En efecto los jesuitas estaban detrás del conflicto entre los estados norteños y
sureños;   sabed pues que la única potencia que reconoció a los estados del Sur como
nación independiente, fue el Vaticano). Por lo cual  en el siglo XX atacaron el
protestantismo en los EE. UU. por medio del nombre y apellido del hombre que más odió el
catolicismo romano: Martin Lutero y por la doctrina cristiana de la no violencia. ¡No es que
resucitaron a Martín Luther, sino que adoptaron el discurso y el ecumenismo de Martin
Luther King Junior! Todos conocemos a ese famoso pastor negro que luchó contra el
racismo y la segregación de una forma no violenta y eficaz.  El problema es que detrás de
su lucha justa por la igualdad de derechos, se escondía el ecumenismo. Su discurso más
famoso se titula: “Tuve un sueño”. Sin embargo su sueño es una pesadilla para cualquier
cristiano realmente bíblico; para cualquier protestante verdadero. Todos los cristianos
sabemos que Dios no hace acepción de personas, y que blanco, negro, amarillo, es igual
“por cuanto TODOS pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados
gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús”. El racismo es
pecado, y para apoyarlo hay que ser un malvado o un imbécil o los 2 al mismo tiempo. El
problema con Luther King Junior,  es que para filtrar el mosquito del racismo, se tragó el
camello del ecumenismo, pues en su discurso soñaba ver  a los protestantes caminar
tomados de la mano con los católicos. ¿Qué tiene que ver el sistema idolátrico del
Anticristo romano con la iglesia del Dios viviente? ¡Detrás de Luther King Jr, estaba el
papado! Recuerdo muy bien cuando era adolescente, (criado en una familia de tradición
católica),  y que seguía las clases de catecismo, que el cura era de “onda” liberal, y organizó
un taller durante varias semanas sobre Martin Luther King Jr.  ¡Nos dio un cuadro muy
lindo,  el cura,  del pastor supuestamente protestante; mejor dicho fue una enseñanza
práctica sobre el ecumenismo!  Hasta  la Casa Blanca en Washington ha aprendido la
lección, pues en los años 80 decretaron un día nacional festivo en honor a Luther King Jr.
 El ecumenismo es la última arma mortal que Roma ha fabricado para destruir el
protestantismo. Claro que es la etapa  final después de  pacientemente durante 2 siglos
haber  injertado  la falsa doctrina arminiana,  y  hace 50 años la herejía neo-pentecostés,
dentro de las iglesias protestantes. (Leer mi artículo: “El arminianismo: la carretera par
Roma”).El ecumenismo está basado sobre la no violencia no solamente al nivel físico, sino
también al nivel doctrinal. Después de haber perseguido, torturado, quemado y masacrado a
miles y miles de protestantes, (por no decir millones),  mediante su “Santa Inquisición”, y
no haber podido exterminarnos, decidieron eliminarnos por medio de una infiltración no
violenta e insidiosa. Nos llaman hermanos separados ahora. No obstante el protestante  de
convicción y no de tradición, juzga el papado a la luz de la Biblia y sabe que lo que importa
es la doctrina no el estilo del día. “Pero en cuanto a nuestra común salvación, me ha sido
necesario escribiros, exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada
una vez a los santos”, dice el apóstol. En todo lo que ataña la doctrina del Evangelio, es
pecado no ser violento, hay que empuñar la espada del Espíritu, y arremeter 
vehementemente contra los enemigos de la gracia soberana de Dios, no queriendo su
destrucción sino su conversión. ¡Claro que en cuanto a su organización deseamos su
destrucción total! Esto lo hará Jesús cuando vuelva: Ap.XIX; 20.
Así que la violencia física, es para el cristiano algo indeseable, pero a veces requerido
según las circunstancias,  y entonces ha de ser manejada por las fuerzas legalmente
establecidas. Pero tenemos una lucha que no es contra carne y sangre, y que requiere
violentos esfuerzos para poder derribar las fortalezas del enemigo. En esta lucha no usamos
palabras groseras sino la santa Palabra de Dios. Esta clase de violencia que usa la palabra
de Dios es santa y necesaria. Pero a menudo esta santa violencia no se dirige a nuestros
enemigos exteriores como el catolicismo romano, sino a nuestro enemigo más íntimo:
nuestro hombre exterior, nuestro ego carnal, nuestro yo mundanal. Jesús habla
precisamente de esto en  Mateo XI; 12 cuando dice: “desde los días de J. el Bautista, hasta
ahora el Reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Nunca me han
convencido totalmente las interpretaciones clásicas a propósito de este verso. Lutero
pensaba que se refería a que el pueblo quería hacer a Jesús rey de Israel a la fuerza: J. VI;
15. En efecto ¿Cómo los que usan la violencia física pueden arrebatar el Reino de los
cielos? ¡Ciertamente arrebatan a menudo los reinos políticos de este mundo, pero el Reino
de los cielos, no se puede conquistar con espada, porque es espiritual en su esencia! Creo
que Jesús está hablando aquí de una violencia hecha al hombre exterior, a la mente terrenal,
al razonamiento tradicional o mundanal. Hasta los días de Juan, el pueblo judío tenía el
concepto bíblico de la justificación por la Ley. Juan llega entonces diciendo de Jesús: “He
aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Creer que la fe en Jesús, podía
justificar y otorgar la vida eterna era hacerse violencia a uno mismo y aun al Reino de los
cielos. Jesús no había pagado todavía por los pecados del pueblo, y “sin derramamiento de
sangre, no hay remisión”: Heb.IX; 22. Después de su resurrección, aceptar la salvación por
fe en el sacrificio expiatorio, no violenta ni el razonamiento ni la Ley que impide que todo
pecador entre al Reino de los cielos,  pues la obra de la Cruz cumple la Ley. Pero antes de
su crucifixión, los seguidores de Jesús que estaban empapados en la Ley y en el legalismo
de la tradición y de la enseñanza farisaica,  tuvieron que forzar las puertas del Reino que
están guardadas por la Ley que requiere la muerte del pecador,  y entonces por una fe que
hace violencia al entendimiento, poseyeron así el Reino de los cielos.
Me parece que hoy estamos en una época similar. Las señales de los tiempos muestran que
Jesús está por volver pronto. La Apostasía nos urge a salir de las iglesias locales y
denominacionales, pero la tradición bi-milenaria, sostenida por la orden verdaderamente
apostólica de fundar iglesias y de congregarse dentro de sus estructuras ministeriales, nos
hace difícil aceptar esta nueva situación; este exilio babilónico que estamos padeciendo.
Las iglesias evangélicas de hoy son Babilonia espiritualmente,  y no podemos someternos a
sus ministros (que a menudo son pastoras y a veces lesbianas,  como en las iglesias
luteranas), para que nos inyecten la droga arminiana, neo pentecostés,  y ecuménica que nos
hará despertar postrados a los pies del papa de Roma. ¿Cuándo fue la última vez que oíste a
tu pastor decir en el pulpito que el papa es el Anticristo y su trono el trono de Satán?
¿Cuándo te dijeron que somos justificados sin obras algunas? Hay que salir de Babilonia.
“Salgamos pues a Él fuera del campamento llevando su vituperio”. Pero esto es hacerse
violencia a uno mismo, pues la tradición y la Escritura interpretada fuera del contexto
actual de la gran Apostasía, nos impiden salir a Él. Pero son los violentos que arrebatan el
Reino de los cielos; los que hacen violencia al pensamiento tradicional, y prefieren llevar el
vituperio que acomodarse en una banca de la iglesia de Laodicea, donde todos son tibios;
les dan lo mismo calvinismo o arminianismo, pastor o pastora, salvación por fe o por obras,
y al fin de cuentas Cristo o “Vicarius Fili Dei” no tiene importancia para ellos. Estamos en
el tiempo de Laodicea, pues creo que las 7 iglesias corresponden a los 2 milenios de la
historia de la Iglesia militante. Hoy Cristo nos dice lo que nunca dijo antes a las otras las 6
iglesias que tipifican las etapas  anteriores de esta historia: “He aquí YO ESTOY A LA
PUERTA, y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él
conmigo”. ¿Harás el esfuerzo violento de levantarte de la banca, y salir a abrirle la puerta?
¡Apúrate porque Laodicea la vomitará de su boca!
MARANATHA.

LA CONEXION FATIMA

Hace 20 años que me fue revelado que las 2 bestias de Apocalipsis XIII son la Unión
Europea de tradición católica, y los Estados Unidos de América de tradición protestante,
que la imagen de la bestia es la TV, y que la marca de la bestia es el dinero electrónico que
será pronto implantado en forma de chip,  bajo la piel de la mano derecha o de la frente.
Desde entonces, basado sobre estas premisas, se me ha permitido entender mucho mejor
ese misterio libro de la Revelación de Juan. Hace como 10 años que empezamos este
programa “Sola Fides” en el internet, y los 2 primeros artículos fueron: “Las 2 bestias” y
“La imagen de la Bestia”. Los he actualizado con nuevas informaciones, con el paso de los
años.
Ningún hermano, que yo sepa, ha aceptado estas verdades. A pesar de esto muchos ven que
efectivamente la Unión Europea es la primera bestia del capítulo XIII;  que es el nuevo
imperio romano. Ninguno ve que la segunda bestia es  EEUU.  y que Babilonia es Nueva
York, nadie ve que el fuego del cielo es la bomba atómica , nadie ve que la imagen de la
bestia es la TV. Muchos ahora empiezan a ver que la marca de la bestia es el chip injertado
bajo la piel.
Las razones “técnicas” de esa ceguera son evidentes. (Digo técnicas,  porque en realidad
Dios es que da la luz  o la niega). No quieren aceptar esas verdades, primero  porque la
tradición evangélica y el evangelio nos han venido principalmente de los Estados Unidos, y
segundo porque todos tienen un televisor en casa. El que acepta esas verdaderas tiene que
echar su televisor al basurero y abandonar su denominación cuya sede central está en los
EE.UU. ¡Imaginaos el trastorno profundo que provocaría en casa de los hermanos, el actuar
así! ¡No más culto dominguero de 2 horas una vez a la semana, acompañado de 20 horas de
televisión semanal!  Solo Biblia,( y aconsejo también reemplazar el televisor por  un
ordenador conectado al internet para bajar buenos sermones y literatura puritana). ¡No más
documentales evolucionistas de “National Geographic”, no más películas y telenovelas; es
decir no más mentiras e imágenes de sexo y violencia en el hogar! Esto será un trauma
familiar para muchos hogares que se dicen cristianos. Desde su niñez se han acomodado a
oír la Biblia y a ver mujeres destapadas en los comerciales televisivos. Pueden leer un
salmo y después oír y ver  tranquilamente en su pantalla, la ultima propaganda sobre las
toallas higiénicas. ¡Anuncios sobre trapos de inmundicia y  canticos de Sion se
entremezclan alegremente en esos hogares!
¡Siendo así la situación, bajo control de la tradición y de la mundanalidad;  nadie acepta mi
visión anti televisión! No obstante,  será pronto muy difícil no darse cuenta de que el chip
bajo la piel es la marca de la bestia. Y cuando resulte así,  muchos prestarán más atención a
lo que digo. En efecto si uno se da cuenta  de que el chip es la marca de la bestia, entonces
sabrá automáticamente que fueron los americanos que lo inventaron; la compañía IBM, y
consecuentemente  el resto de la interpretación de las 2 bestias, de su imagen, del fuego del
cielo y  lo demás  que anuncio en mis artículos, ha de ser la interpretación lógica. De hecho
las 3 grandes invenciones que han cambiado el panorama mundial en el siglo XX fueron
americanas, y tal como lo anuncia  el capitulo XIII en orden cronológico: 1. Verso 13: El
bombardeo nuclear (Nagasaki e Hiroshima en 1945). 2. Verso 14 y 15: la TV en los años
50 .3. Verso16 y 17: el dinero electrónico, con el microchip inventado en la década de los
60 por Carl Sanders y otros científicos de  IBM, al pedido de del FBI y CIA para un futuro
programa de identificación de los ciudadanos mediante el implante de un chip. El
estudiante serio y sincero de la Escritura, si  acepta que la marca de la bestia es el chip bajo
la piel, no podrá negar la TV y  el bombardeo atómico (el avión es también una invención
americana del año 1901 por los hermanos Wright), ni  tampoco negará que los EE.UU. son
la segunda bestia. Entonces también, sacará la conclusión de que la Escritura no es un
cuento mitológico, ni ha de ser espiritualizada como pretenden hacer los teólogos
amilenaristas o post milenaristas. El pre milenarismo es entonces la escuela correcta de
interpretación y aun mi dispensacionalismo peculiar habría de ser considerado más
detenidamente. Y todo esto   molesta sumamente a Satanás, pues el Milenio es su
encarcelamiento que precede el fin definitivo de su horrible carrera que terminará en el lago
de fuego. ¡Cuántas veces el diablo ha intentado destruir al pueblo judío para frustrar el
Milenio! La última fue con el hombre cuyo nombre corresponde al número 666, (A=100,
B=101, C=102, D=103…Z=125. H+I+T+L+E+R= 666).
Por ahora soy el único en denunciar  su plan final claramente, pues mis hermanos pre
milenaristas no quieren reconocer que la imagen animada que habla, (Ap.XIII; 14 y 15) es
el televisor que mantienen en sus hogares, y por tanto no se les ha amanecido. Cuando se
empiece la participación obligatoria al culto televisivo, entonces considerarán mi 
advertencia, pero será demasiado tarde pues, los televisores serán entonces receptores-
emisores, y  se presentarán a sus puertas la policía del Anticristo con una orden de captura.
Claro que creo que el Rapto será antes, pero hay que pensar en los que se van a quedar…Y
además nadie es infalible, y ¿si me equivoco,  y que el Rapto es a la mitad de la gran
tribulación o al final? Es mucho mejor evitar tener el aparato que reportará la no asistencia
al culto televisivo ecuménico de la bestia, y que está conformando las mentes al espíritu
carnal y diabólico.
Sé que la inmensa mayoría de mis hermanos si me leen, dirán que estoy  soñando
pesadillas, que mi falta de erudición, de preparación teológica y mi imaginación han
trastornado mi interpretación. ¡Yo mismo lo he pensado!  El problema es que aunque a
veces he dudado de lo que afirmo del capítulo XIII, y aunque nadie ha recibido mi
testimonio, veo a uno que está muy inquieto acerca de mis afirmaciones:  es Satán, el padre
de todas las mentiras. No ha escatimado sus esfuerzos para tapar mi interpretación, en la
red  internet, con sus interpretaciones. El sí,  se preocupa, y ha montado por lo menos 2
programas para confundir a los que sospechan que la marca de la bestia es el chip bajo la
piel, y que consecuentemente después puedan llegar a mis conclusiones. He descubierto por
lo menos 2 de sus programas, para evitar que una interpretación literal de la marca de la
bestia lleve a muchos al protestantismo milenarista. He llamado su contra ofensiva: la
conexión Fátima.
Como decía C.H. Spurgeon: “El papa es el primogénito del diablo”. Ese primogénito ha
engendrado hace unos 14 siglos, un nieto al diablo que se llamaba: Mohammed o Mahoma.
Esto lo reveló el jesuita convertido  al cristianismo: Alberto Rivera, en la revista No 6 de la
serie Alberto editado por  Chick Publications,(www.chick.com ). El Vaticano creó esa
religión, porque las tribus árabes rechazaban el catolicismo, y el  papa las necesitaba,  si
quería tomar el control de Jerusalén, para instalar su trono allá. La primera esposa del
profeta árabe era una rica devota  católica: Khadijah, con la cual tuvo 2 hijos y  4 hijas; una
se llamaba Fátima, la cual se casó luego con el primo, y  sucesor de Mahoma. Tenía
también un primo católico: Waraquah,  que supervisaba la redacción del Corán; 2 páginas
para María, y 1 para Jesús.  Los acuerdos secretos que establecieron las 2 partes fueron
rápidamente quebrantados una vez que el islam empezó su sorprendente conquista, y se
volvieron enemigos durante siglos. Pero ahora  hay un acercamiento mediante las
“apariciones de la Virgen” en Fátima, Portugal a principios del siglo XX. Fátima era de
hecho la hija de Mahoma, y así mediante un puente de mentiras establecido sobre
apariciones  del ídolo de los católicos: la Virgen, en un sitio que honra a la hija de
Mohammed, el ecumenismo está involucrando el islam en su programa.  Resulta entonces
que  hoy, la mano derecha de Satán en el campo religioso para engañar al mundo es el
catolicismo, mientras que el islam es su mano izquierda. ¡Y se ve en esta contra ofensiva
que nos llevan en la red internet!
 El primer sitio, y el más antiguo, lo descubrí en 2003, es:
www.tldm.org/News4/MarkoftheBeast.htm  .Allí entráis, y os anuncian que la marca de la
bestia  de Ap. XIII; 16 y 17, es  el chip implantado bajo la piel. ¿Pero quién les dio esa
interpretación?  Os dicen al fin del artículo que es una revelación de la Virgen de las rosas,
(¡pues no van a decir que lo encontraron en “Sola Fides”!). Así que el pobre católico que
lee la Biblia, no tendrá que salir del sistema idolátrico católico para llegar a ser un valiente
mártir, ¡pues la Virgen lo apoya en su lucha! No tendrá que poner en tela de juicio la
enseñanza idolátrica de Roma, no tendrá que volverse un protestante, al contrario, solo
tendrá que ser un poco menos papista pero mucho más marianista. El resultado es igual, ya
que ningún tipo de idólatras heredará el Reino de Dios.
El segundo sitio, es más recién, lo descubrí este año, es:
www.youtube.com/watch . Solo pude ver el documental No 2, en su versión francesa. Es un
excelente documental sobre la marca de la bestia. Os explican quien inventó el chip, lo
relacionan también con el tercer Reich de Hitler, os muestran como se implanta, cuáles van
a ser los argumentos para imponer esa nueva modalidad de pago, hasta os dan la
interpretación correcta de otro verso, en Ap.XVI: 2: “Y fue el primer ángel, y derramó su
copa sobre la tierra; y vino un pestilente y maligna ulcera sobre los hombres que tenían la
marca de la bestia….”. En efecto el chip contiene un liquido: litio, (el mismo que usan
ciertas pilas de celulares), y  si se rompe  el chip en el cuerpo, produce severas ulceras,
según dicen los médicos. Así que tiene mucha información válida. Pero el diablo  cuando
os expone unas pequeñas verdades, no es para instruiros, es para que traguéis grandes
mentiras. Una  de esas, y la menos importante es que según ese documental, los
instigadores de ese gran complot internacional son unos banqueros judíos. Recordad que
para Satán y sus hijos es muy importante la destrucción de los judíos. (¡Claro que no nos va
a decir que son los jesuitas que manejan la finanza internacional!). Pero las 2 grandes
mentiras son: 1.Afirmar que según los “científicos” solamente 3% de la Biblia no ha sido
infiltrada y adulterada. 2. Después de haber usado únicamente la Biblia “en sus 3%”,
terminan invocando  a Ala, ya que  su dios es el dios del Corán, no de la Biblia. Y esto es
una mentira blasfematoria; “pues Jehová varón de guerra, Jehová es su Nombre” dice la
Biblia. Ala no es Dios, Jehová-Jesús es el único y verdadero Dios.
Tienen más documentales pero no pude verlos, sin embargo supe según los comentarios de
los internauta que es pura propaganda musulmana. Intenté meterme en el foro;  me
registraron, pero no pude participar, ni con una frase…
Ahora pues os pido que reflexionéis. ¿Por qué, se inquietaría el enemigo de mi
interpretación, si no es válida? ¿Para qué montar programas denunciando la marca de la
bestia, como yo la denuncio, si estoy equivocado? En toda guerra, el adversario inspecciona
sus frentes de batalla, y donde ve una brecha, se apresura a taparla. No se inquieta, ni
moviliza sus fuerzas, si el adversario dispara en vano sus flechas. Al contrario lo deja que
desperdicie su tiempo y sus municiones. En este caso veo que Satán moviliza sus 2 brazos
potentes para tapar la brecha que estamos haciendo en uno de sus frentes de batalla. Ha
movilizado el ala marianista del catolicismo y la “hermandad” musulmana. ¡Es mucho
movimiento, si lo que denunciamos es de poca importancia!
 ¡Despertad hermanos!  Hemos hecho una brecha en un frente muy importante de la
campaña bélica de Satanás. El teme que con la interpretación literal, histórico-gramatical,
del capítulo XIII de Apocalipsis, muchos se den cuenta de la veracidad literal e histórica de
la Biblia. El teme el protestantismo milenarista, porque somos el brazo derecho de Jesús en
la tierra, tal como el Vaticano es el brazo derecho del diablo. Por consiguiente usa por un
lado la mariolatría, y por el otro lado el islam para confundir a los que oigan lo que dicen
los versos 16 y 17 del capítulo XIII, para que si creen que hay un Dios miren más bien a la
Virgen o en el Corán que en la Biblia, y si son incrédulos,  que rechacen la Biblia por verla
citada por peligrosos fundamentalistas islámicos.  Desgraciadamente hasta ahora, aunque
veo unos hermanos premilenialistas, que reconocen el chip como la marca de la bestia, no
he oído ninguno que acepte la consecuencia de esto sobre la interpretación del resto del
capítulo XIII de Apocalipsis. Porque si el dinero electrónico inventado por los americanos
es una invención de impacto mundial, que es fácil de identificar como la marca de la bestia
para todo aquel que usa una interpretación literal; ¿Cómo pueden negar que la imagen
animada que habla sea el fenómeno audiovisual y que el fuego del cielo sea el bombardeo
atómico?  Pues esas invenciones,  todas americanas y tecnológicas,  han cambiado el
ajedrez mundial y son además dadas en orden cronológico. Igualmente: ¿Cómo pueden
negar que Hitler es el hombre cuyo apellido corresponde al 666, y perder así  la clave que
nos  ubica el capitulo XIII en el tiempo y en el espacio? ¡Todos sabemos que Hitler fue el
instrumento más sobresaliente del diablo en la Historia contemporánea!  Pero ya he dado la
repuesta anteriormente.
 Lucas XXI; 36 dice. “VELAD, pues, orando en todo tiempo,  que seáis tenidos por dignos
de ESCAPAR DE TODAS ESTAS COSAS QUE HAN DE VENIR, y de estar en pie
delante del Hijo del Hombre”. Como estamos en la época de Laodicea, pocos velan sino
que la mayoría son tibios, y se adormecen delante de la imagen animada que habla, pero así
no escaparán de la gran tribulación y afrentarán el martirio o la muerte eterna. Vale la pena
ser atalayero de Jehová, pero pocos quieren deshacerse de su televisor, y es un requisito
indispensable en estos días, si recibís esta interpretación y buscáis la santidad. Ahora,
hermanos hay solo 2 probabilidades en cuanto a lo que os anuncio: Mi interpretación es
errónea, y el micro chip implantado no es la marca de la bestia, y entonces estoy  dando
golpes al aire. O mi interpretación es correcta, y el chip es la marca de la bestia, pero
entonces no podéis honestamente rechazar el resto de mi interpretación y os toca reconocer
que la segunda bestia es los Estados Unidos y su protestantismo de tradición,  y que la
imagen de la bestia es la TV;  pues el chip es un invento tecnológico como el fenómeno
audiovisual, o el avión o la bomba atómica. No podéis en esos versos que describen los
inventos de la segunda bestia, usar una interpretación alegórica en los 2 primeros casos,  y
luego terminar con una interpretación literal. Que el Espíritu Santo os abra los ojos, o me
convenza de error. Y os confieso que recientemente he orado a Dios que me mostrase si
estoy equivocado, y la respuesta fue el correo de un amigo que me enseño el documental
No 2 de youtube, sobre el nuevo orden mundial.
Quiero ahora hablar a los que han admitido, o admitirán, esta interpretación literal, y clara
del capítulo XIII, para que no caigan en otra trampa que el enemigo ha preparado para los
que ven la Historia contemporánea a la luz del Apocalipsis de Juan. El mismo libro de
Apocalipsis dice en el capítulo VII; 14: “Estos son los que han salido de la gran tribulación,
y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en LA SANGRE DEL CORDERO” y
también en cap.XII, 11: “Y ellos lo han vencido POR LA SANGRE DEL CORDERO, Y
POR LA PALABRA”.  La trampa del diablo para  quienes les ha sido revelado estos
misterios de las 2 bestias, es hacerlos enfocarse sobre este asunto, y olvidar que para
perecer en el lago de fuego, no es preciso, ni un chip en la mano derecha, ni participar en el
culto televisivo que organizará el Anticristo; lo único que  lleva el hombre al lago de fuego
es el pecado que no ha sido limpiado con la sangre del Cordero: “El que cree en El no es
condenado, él que no cree ya ha sido condenado”.
Durante los 10 primeros años de mi vida cristiana, Satanás me mantuvo en esa trampa,
hasta que Dios quiso sacarme de ese hoyo,  cuando a Él clame. Había recibido al Señor
Jesucristo en mi corazón; era nacido de nuevo. Pero como todo recién nacido necesitaba la
leche espiritual, que es la Palabra de Dios, para crecer. Por desgracia, pues estamos en la
época de Laodicea, ningún hermano , o maestro se me acercó para indicarme las riquezas
incomprensibles de nuestro Señor Jesús y  la obra que Él hizo en la Cruz. Creía en Jesús
como mi Señor y mi Dios, pero no sabía nada del poder de la sangre derramada a mi favor,
ni de la importancia de escudriñar constantemente las Escrituras, y de orar sin cesar. Todos
nacemos arminianos, decía Spurgeon,  y por ende no entendía nada de la gracia de Dios.
Pero sí, poco después supe lo que eran las 2 bestias del Apocalipsis. ¡Y caí en la trampa de
Satanás!  Me enfoqué en los detalles de la segunda venida de Cristo, sin haber asimilado el
Cristo del Calvario. El Evangelio es: Cristo crucificado por nuestros pecados y resucitado
para nuestra justificación. ¡El Evangelio no es la revelación de las 7 trompetas de
Apocalipsis! Crecer en el conocimiento de Dios es crecer en el conocimiento de su gracia
que fue manifestada plenamente en la cruz del Calvario. Así que perdí 10años de mi vida
predicando, revelaciones que no salvan a nadie y  sufriendo un raquitismo espiritual crónico
y severo. No le deseo a ningún cristiano recién nacido caer en tal trampa. Por lo cual es
muy importante colocar cada cosa en su debido sitio. Como dice Pablo:”Cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría, pues me propuse no saber cosa alguna entre vosotros SINO A CRISTO, Y A
ESTE CRUCIFICADO”.
 Al recién nacido hay que darle su leche espiritual y es Cristo crucificado. La Palabra de la
Cruz, es nuestro Evangelio. Antes de enfocarse sobre la segunda venida de Cristo, es
menester estar bien fundamentado en las doctrinas de la expiación. El crecimiento
espiritual, se efectúa únicamente al pie de la Cruz. Y aun una vez que uno ha bien
asimilado las doctrinas del pecado, de la redención, de la fe; doctrinas que están ligadas a la
Cruz, no por esto  deja atrás esas enseñanzas y  meditaciones, para fijarse en el Cristo
glorificado, que vendrá pronto a reinar, pues el Cristo glorificado tiene las marcas de los
clavos en las manos: J.XX; 27. El principio de la vida cristiana en este mundo está en la
Palabra de la Cruz, y el éxtasis eterno de los santos en el cielo es mirar en medio del trono y
de los 4 seres vivientes, y en medio de los ancianos un Cordero en pie como INMOLADO:
Ap.VI; 6. El amor de Dios se manifiesta perfectamente y enteramente en la cruz del
Calvario donde murió Jesús. Todo pasará; las profecías, las lenguas,  pero el amor es
eterno,  nunca pasará; pues Dios es amor. Así que entender las profecías concernientes a la
segunda venida de Jesucristo en gloria tiene su sentido, y su utilidad, porque pueden
convencer a indoctos o incrédulos: 1Cor.XIV; 24, y también nos alientan a nosotros los
creyentes, porque son señales que indican que pronto se completará nuestra redención:
1Cor.XIV; 22. Pero convencer al oyente por medio de las profecías sobre las 2 bestias,  de
que la Biblia es la Palabra de Dios infalible, no es la meta; la meta es llevarlo arrepentido al
pie de la Cruz para que encuentre allí la salvación y el gozo eterno.
¡Así  que quede bien claro para mis lectores, que no soy un extravagante aficionado al
escrutinio de las últimas palabras de Barack Obama o de Sarkozy, para determinar si el
quinto sello ha sido abierto!  Para mí el vivir es Cristo, y esto es a través de su muerte de
Cruz. No obstante nos dice la Escritura: “No apaguéis al Espíritu, no menospreciéis las
profecías”. Por ende hay que seguir todo el consejo de Dios, dando a cada verdad revelada
su lugar adecuado para nuestra vida espiritual, sabiendo que Cristo crucificado es el lugar
excelso para todos nosotros. Sin olvidar que en estos últimos días, si bien la marca de la
bestia no ha sido  todavía implantada masivamente, ya está aquí, y mi deber es recordaros
que de la misma manera,  aunque no ha comenzado todavía el culto televisivo obligatorio al
Anticristo, ¡ya la imagen de la bestia está en vuestros hogares!
 “Hombre prevenido vale por dos” dice el refrán…

¿PORQUÉ PREDICAR?
A menudo, nuestros adversarios nos acusan, a nosotros calvinistas, de ser fatalistas y de
desalentar la piedad por lo que llamaba J. Wesley: “el horrible decreto”, cuando se refería a
la doctrina de la predestinación. Intentaré responder brevemente a la pregunta: ¿porqué
predicar y orar si sabemos que todo ha sido determinado de ante mano?
Primero quiero afirmar que nuestro dogma de la predestinación es un baluarte de nuestra fe
que ha sido siempre el blanco de los ataques de todos nuestros enemigos. En este baluarte
está también salvaguardada la soberanía de Dios y el secreto de sus designios concernientes
a la raza humana entera. Efectivamente, creemos que “no depende del que quiere ni del que
corre, sino de Dios que tiene misericordia….y que al quiere endurecer endurece”. No voy a
entrar en este debate que ha sido ampliamente debatido por nuestros grandes teólogos.
(Aconsejo a los que quieren  inquirir el asunto con diligencia leer: “. “La muerte de la
muerte, en la muerte de Cristo” por J. Owen). La raíz de esta contienda de los siglos es a la
verdad la defensa del  humanismo en contra del calvinismo. Unos ven en el hombre un libre
albedrio, otros ven una voluntad encadenada a su naturaleza corrupta; una “noluntad” decía
Lutero. Nuestros adversarios pelagianos y arminianos, no han entendido cuán grande es la
ruina del hombre natural, y en medio de los escombros de su naturaleza están siempre
descubriendo una tendencia hacia lo bueno,  una propensión hacia la bondad. “Engañoso es
el corazón del hombre más que todas la cosas y perverso” dice la Escritura, y por lo cual
engañados por su propio corazón, se oponen a la sana doctrina.
Por ende,  según la sana doctrina que enseña la Escritura, y si tal como dijo ese santo
Reformador J. Knox :  “Cuando joven, como maduro, y ahora como veterano de muchas
batallas, no hallo en mí más que vanidad y corrupción”;  ¿ qué diré de mí ? Solamente
exclamaré mi confusión y mi vergüenza con las mismas palabras del apóstol Pablo.
“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios por
nuestro Señor Jesucristo”. Reconozco pues mi impotencia en cuanto a hacer el bien,
reconozco que soy un vaso  de barro en las manos del divino alfarero, que hará conmigo
según lo que Él ha planeado en su sabio consejo,  antes de que creara el primer átomo.
Reconozco que Jehová ha programado todo;  el bien y el mal, para gloria de su Nombre,  y
que no hay ni un pelo de mi cabeza que caiga sin que haya sido planeado, desde la
eternidad pasada. Nuestra historia personal y la gran Historia del universo han sido
programadas en sus más ínfimos detalles, y absolutamente nada cambiará el programa
original.
 Entonces dicen nuestros adversarios: “¿Por qué predicar y orar, si todo ha sido
predeterminado y nada puede alterar el curso del destino?” Es absolutamente verdad, que
nuestra predicación y  nuestras oraciones, no van a cambiar nada de nada. Todo ha sido
programado, y es como un CD o una película, una vez que ha sido grabado, no va haber
cambios milagrosos; se quedará  siempre igual.  Bien podría ser la repuesta a todos los
destinos: “Escrito está”. Jesucristo mismo vino a cumplir las Escrituras. Pero aunque
nuestra predicación  y nuestras oraciones, no van a cambiar el curso de los eventos, sea de
la vida personal, o nacional, o universal, no son inútiles, sino que son imprescindibles, 
porque forman parte del  curso de los eventos. Así que la primera respuesta que os doy;  es
que somos programados para orar y predicar. Muchos hermanos aun  calvinistas dirán que
soy extremista y que las cosas no son tan sencillas como si fuéramos robots.   La Biblia
dice en Isaías LXIV: “Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?...Ahora pues Jehová, tu
eres nuestro Padre: nosotros barro, y Tu el que nos formaste”.  A menudo la Palabra de
Dios nos describe como vasos de barro en la mano del alfarero divino. Es una metáfora
perfecta,  pues sale de la boca de Jehová. Nuestros adversarios ven contradicción entre
predestinación y responsabilidad personal diciendo.”¿Porqué pues inculpa, quien ha
resistido a su voluntad?”, pero la respuesta es clara: “¿Hombre quien eres tú para que
alterques con Dios?  Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?”.
No hay ninguna contradicción entre predestinación y responsabilidad, la contradicción es
cuando el hombre quiere desde su ignorancia tratar cosas que no pertenecen al ámbito de su
consciencia. Es como si se me pidiera hablar sobre los aminos ácidos o el ARN o ADN.
¿Que tengo yo que decir sobre cosas que no conozco, ni nunca he estudiado? Lo único que
diría, serian disparates. “De Jehová son las cosas secretas, mas las reveladas son para
nosotros y para nuestros hijos”. Es un secreto la congruencia de la predestinación y de la
responsabilidad humana. Antes de que Cristo muriera y resucitara había también un
misterio oculto desde siglos y edades: ¿Cómo reconciliar la justicia con la misericordia? A
pesar de tener todos los elementos de ese enigma expuestos públicamente en las leyes
ceremoniales, ningún teólogo judío  lo había entendido. Estamos en lo mismo hoy; 
tenemos muchos elementos para comprender lo congruente de este enigma, pero hasta la
segunda venida de Cristo, no lo entenderemos a cabalidad. Lo que nos pertenece ahora,  es
nuestra consciencia que nos hace responsables de nuestra perdición porque nos redarguye
de pecado. Todo hombre es inexcusable “porque lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifestó”, Ro.I; 19. Dios ha puesto en cada ser razonable los
parámetros de su justicia, de una forma adecuada para cada cual. Y todos sabemos que no
hemos seguido los parámetros de la justicia, que fueron implantados por Dios en nuestra
consciencia. Así que todos nos sabemos culpables delante de la justicia divina. Pero los
incrédulos y los arminianos, arremeten contra la doctrina de la predestinación a fin de
escapar a la jurisdicción de su consciencia;  los primeros para excusar su maldad y los
segundos para exaltar su bondad imaginaria. La doctrina de la predestinación concierne
únicamente a los elegidos, la Biblia nunca habla de predestinación doble como decía J.
Calvino. Los reprobados han sido ordenados para destrucción no predestinados. No nos
incumbe escudriñar los propósitos secretos de Dios, sino regocijarnos en la doctrina de la
predestinación como la sustancia misma del gozo de la salvación. Pero volvamos a la
pregunta: ¿Porqué predicar y orar? con una segunda respuesta: “Porque el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”,(Ro.V;  5).
En efecto predicamos y oramos por los demás por amor a Dios y a nuestros prójimos.
Por amor a Dios, porque si Le amamos guardamos sus mandamientos. Su mandamiento es
“Id y haced discípulos a todos las naciones”, así que si Le amamos le obedeceremos y
predicaremos y oraremos para la conversión de las naciones. Dios es nuestro Señor, y si le
amamos le servimos y le obedecemos.
Por amor a sus escogidos. Muchos,  y aun calvinistas, urgen a los cristianos a predicar
porque cada día se pierden miles de almas;  miles mueren sin Cristo. Pero Jesús dijo: “Mis
ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, y Yo les doy vida eterna, y no
perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi padre que me las dio es mayor que
todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre”. Por ende que prediquemos o que
no prediquemos;  ninguna oveja perecerá. Si uno es una oveja descarriada de Cristo, ha de
oír su voz un día antes que muera. La oirá de una forma o de otra. El Espíritu Santo sabe a
quién usará, si es que decide usar una persona: “La salvación es de Jehová”. Yo no predico
para salvar a la gente, yo predico para que la salvación se haga patente en los escogidos.
“Yo predico a los elegidos” decía  Lutero. Mi amor al prójimo en la predicación, no me
constriñe por la perdición eterna de las almas, sino por la perdición temporal de los
escogidos que todavía no han oído la voz del buen pastor; la voz de Jesús. Me da pena
saber que hay  ovejas de Cristo que todavía están siendo pastoreadas por asalariados, y que
están siendo heridas por Satanás, cuando para estas hay el antídoto contra las mordeduras
de la serpiente antigua. Esas ovejas son todavía lobos, o cualquier otro animal inmundo, al
servicio de sus deseos impuros y del diablo. Pero me da pena, porque sé que han de ser
transformadas en ovejas de Cristo, según su designio eterno, y todavía están haciéndose
daño y dañando a otros. Lo que me impulsa a predicar y orar por la salvación de los demás,
es que me da pena  la perdición temporal de los escogidos, que todavía no han sido
regenerados. No somos cristianos de nacimiento, de nacimiento formamos parte de la masa
demente de la humanidad sin Cristo. Todas las ovejas de Cristo han pasado por una
metamorfosis milagrosa. Todos han nacido de nuevo por la Palabra de Dios y por el
Espíritu Santo, y se han convertido de lobos a ovejas. Habiendo conocido la vida
desgraciada de la persona sin fe, el amor al prójimo nos constriñe a predicar el evangelio
para que los escogidos que yacen todavía en la inmundicia de sus pecados, salgan lo más
pronto posible del reino de las tinieblas y sean trasladados al reino del amado Hijo de Dios.
Así que no somos responsables de la perdición eterna de nuestros prójimos; ellos mismos
son los responsables de su perdición por su amor al pecado. Nuestra responsabilidad
concierne la perdición temporal de los escogidos, porque ellos son programados para un día
recibir la salvación eterna, la cual Dios nos ha dado el privilegio de proclamar mediante el
Evangelio. No tenemos que andar abrumados por el desespero al ver tanta gente caminar
alegremente o tristemente hacia su condenación eterna, sino que tenemos que andar con la
esperanza de ser colaboradores de Dios y participar por su gracia en esa gloriosa labor de
rescate de las almas de los elegidos, sabiendo que ni uno se perderá, aunque nosotros a
menudo perdemos la ocasión de pescar un alma para el Señor. Ahora, no hay que inferir
que el amor cristiano está restringido a los elegidos únicamente, lo que está restringido es la
eficacia salvadora de nuestra predica a los elegidos únicamente. Predicamos y oramos por
todos, pues no sabemos quiénes son los elegidos. Y amamos a nuestros familiares, a
nuestros amigos y aun a enemigos aunque muchos mueren en sus pecados. Amamos al
pecador y odiamos al pecado. Dios a veces oye también la oración y el gemir de los
incrédulos, y los salva de la situación dolorosa en que se puedan encontrar, pues si prepara
al cuervo su alimento cuando sus polluelos claman a Dios,(Job XXXVIII; 41),   ¡Cuánto
más oirá cuando claman a El criaturas hechas a su imagen y semejanza! Siendo humanos
hemos de amar a la humanidad, siendo pecadores como los demás,  hemos de amar a los
pecadores. Es cierto que Dios amó a Jacob y aborreció a Esaú, pero El ve las cosas desde
una perspectiva, diferente y perfecta. Nosotros desde nuestra humanidad manchada por el
pecado, somos todos pecadores;  escogidos como reprobados, y  no hay nada en nosotros
mismos para que nos enaltezcamos encima de los demás, por lo cual el amor es debido a
todos los miembros de la raza, como tal, (pero no como agentes activos y conscientes de la
mentira y de su padre: Satán). Jesús mismo siendo hombre, aunque sin pecado, se dolía por
la perdición de los hijos de Israel. ¡Cuanto más nosotros que compartimos  la misma
naturaleza  pecaminosa de los perdidos,  y que merecemos el mismo destino, hemos de
lamentar su condición miserable y espantosa!
He respondido  brevemente que predicamos por amor a Dios y a los elegidos. Ahora, más
brevemente aun, quiero responder a otra pregunta  que se podría plantear: ¿Para qué
predicar?
Todos diremos: para que se salven los hombres o que se salven los escogidos. No obstante
esto no es la primera razón, es la segunda. La primera razón es para venga el Reino de
Cristo a la tierra. Todo lo que ha hecho y programado Jehová es para su gloria: “Todas la
cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo”. En la oración del
Señor, la primera cosa que Jesús nos enseña a pedir es que sea santificado su Nombre y que
venga su Reino. Esto se cumple mediante la predicación, pues dice Mateo XXIV; 14: “Y
será  predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones y entonces vendrá el fin”.  Así que predicamos para que se termine el tiempo de
los gentiles, que entren en el campo de los santos los elegidos de entre las naciones, para
que empiece la salvación de los judíos elegidos, y que venga el juicio de Dios sobre los
impíos, y que Cristo venga a reinar desde Jerusalén, sentado sobre el trono de David:
Ro.XI; 25 y 26. “Tiempo es de actuar o Jehová porque han invalidado tu Ley”. Por esto
predicamos; para que actúe Jehová y establezca su reino en todo el planeta, y rija las
naciones con vara de hierro. El primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas,
es decir no tener dioses ajenos delante de Jehová. Antes de amar al prójimo hemos de amar
a Dios. El cristiano verdadero no desea que venga el Reino de Cristo en la tierra para reinar
conjuntamente con su Señor, sino para que se ejecute la venganza de Dios sobre sus
enemigos, para que el reino de las tinieblas sea destruido completamente y que se levante
gloriosamente e invenciblemente el Reino de nuestro Señor Jesucristo. El amor a Dios es
odiar el mal. El mundo odia a Cristo, porque odia la Ley de Jehová. Cristo no vino a abolir
la Ley (moral), ni en su más pequeña clausula. Él vino a cumplirla por nosotros en su
primera venida y vendrá  a establecerla con mano de hierro a su segunda venida. Queremos
este establecimiento de la Ley, queremos ver a nuestro Rey, ejecutar su venganza sobre sus
enemigos irreductibles y destruirlos. Queremos ver al Imperio del Rey de reyes, destruir los
gobiernos de esta tierra, y establecer su reino de paz y justicia por 1000 años y ver en esta
tierra cumplirse lo que “así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto
no será más as´; sea exaltado el bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo
reduciré, y esto no será más, hasta que venga Aquel cuyo es el derecho, y Yo se lo
entregaré”, (Ez.XXI; 26 y 27). Estamos hastiados de ver hoy el Nombre de Jesús
blasfemado, burlado, usado para sacar plata o para fomentar el divorcio y el adulterio,
según la práctica y las doctrinas de las iglesias de hoy, de ver la O.N.U. y todos los líderes
de las naciones de tradición cristiana promover los derechos de los sodomitas entre otras
aberraciones que esconden detrás de su carta magna de los derechos humanos;  el
espectáculo que nos da el mundo es cada día más ofensivo para los que tienen ojos
espirituales. Por lo cual predicamos para que venga el Señor, para que venga su Reino y
acabe con esas abominaciones.
La segunda razón es por supuesto para que se efectúe la salvación de los escogidos, pues
¿como creerán si no les es anunciado el evangelio? Por lo general, Dios ha programado la
salvación de sus escogidos mediante la predicación del evangelio hecha por sus siervos.
Pero no es que Dios nos necesita; pues como dijo Pablo: siervos inútiles somos. Nosotros
somos los que necesitamos trabajar por el Señor, no es Él que nos necesita. Nos hace el
gran honor y el gran favor cuando nos manda trabajar a su viña. Dios no nos necesita,
somos nosotros que Lo necesitamos. Nadie se va salvar porque fui mandado a predicar, ni
tampoco nadie se perderá porque no prediqué. Que Dios nos use, o no nos use, de igual
manera;  se salvarán todos los que han sido predestinados para gloria, y se perderán todos
los que han sido ordenados de antemano para destrucción.  Por ende nadie ha de engreírse
por un cargo honroso que le ha sido concedido graciosamente, o desesperarse por no haber
sido enviado a predicar públicamente; lo cual es el caso de todas las hermanas, y de muchos
hermanos. La predicación precisa de 2 factores esenciales: la Palabra de Dios y el Espíritu
Santo que la aplica a la conciencia del oyente. El predicador es el elemento usual para
llamar al pecador a oír y a recibir el evangelio. Pero el hombre no es un elemento
indispensable, y no soy el único en poder decir que he nacido de la Palabra de Dios y del
Espíritu, sin intervención de ningún ser humano. Así que predicamos para que los
escogidos reciban  el don de Dios, pero sabiendo que somos deudores a Dios por ese
trabajo santo que nos proporcionó, y no el contrario, como se imaginan los predicadores
pentecostés, que exigen a Dios su salario en dólares.
La tercera razón es para redargüir al mundo de pecado de justicia y de juicio: J.XVI; 8. Las
naciones que han tolerado, por efecto de la gracia irresistible de Dios, y mediante la sangre
de los mártires, el cristianismo,  han sido favorecidas encima de las demás. Y más pura la
doctrina de Cristo implantada en la nación, más bendiciones recibe tal nación. El
predominio universal de las naciones anglo sajones es debido a la mayor penetración del
protestantismo, y particularmente del calvinismo. Esto es un hecho histórico, y cultural
irrefutable,  que condena al mundo entero por su obstinación diabólica, en seguir en sus
tradiciones idolátricas, o en sus doctrinas ateas o budistas. Un país muy católico es un país
cuyo dirigente ha de ser un Mussolini o un Pinochet, o un Franco, un país comunista ha de
tener un Stalin, un país musulmán ha de tener un Ayatolá o un Gadafi, pero un país
protestante siempre ha tenido su Constitución, su Carta Magna. La libre predicación bíblica
condena definitivamente e históricamente al mundo. La atención del mundo está en estos
días, (a principios del 2011), focalizada en las revueltas que están ocurriendo en los países
árabes. Pero no hay que ser profeta para predecir que cuando cae una dictadura en un país
musulmán es para que se establezca otra dictadura. El Corán condena a la pena de muerte a
cualquier  musulmán que se convierta a otra religión. No solo la libertad de expresión sino
de consciencia está prohibida en los países radicalmente musulmanes. ¡No por nada es la
religión musulmana un producto del Vaticano! La predicación del evangelio en países
radicalmente católicos o musulmanes les convence tanto de de pecado  que en vez de
arrepentirse se ponen furiosos y usan el brazo secular para erigir hogueras o cortar cabezas.
El mundo es convencido de juicio cuando mira los frutos de estas religiones apostatas
sedientes de la sangre de los santos.
Espero haber  dado  un esbozo claro de las motivaciones del cristiano que cree en el Dios
soberano, omnisciente y omnipotente que nos revela la Biblia. Nuestros adversarios
siempre nos acusan de fatalismo e indiferencia, pero el amor es lo contrario de esto: el amor
todo lo cree, todo lo soporta, y el amor es nuestra motivación mayor. Ellos por lo contrario
predican a menudo por motivos que no son tan puros, pues el hombre según ellos tiene una
participación meritoria en sí, que sea en la predicación o en la recepción del evangelio. No
obstante como dijo Pablo: “Cristo es anunciado y en esto me gozo, y me gozaré aun”.
Ahora es un hecho lamentable que se oye  escasamente un predicador calvinista en la calle.
La razón es que el amor se ha enfriado, tal como Jesús lo profetizó al hablar acerca de
nuestros días. Hay muchos calvinistas de cabeza, y de tradición, pero pocos de corazón. Lo
mejor es tener la mente bien clara sobre el propósito eterno e inmutable de Dios, con el
amor de Dios derramado en nuestros corazones. Pero si no es así, es mejor ser un arminiano
con amor,  que un calvinista sin amor: “porque si no tengo amor, nada soy”,(1Cor.XIII; 2).
¡ Que Dios alumbre el entendimiento de unos, y  prenda  el  corazón de otros!

LA CONVERSIÓN DE SAUL
La conversión de Saúl fue una conversión espectacular a pesar de no diferir en nada de la
conversión del más desapercibido de todos los cristianos. Toda conversión genuina tiene
sus 2 pasos imprescindibles que son arrepentimiento e entronización de Cristo Jesús en la
conciencia. Es muy revelador estudiar este tópico a través de los comentarios de Pablo
concernientes a su propia experiencia. ¡No es por nada que 4 veces oímos de su conversión
en el NT: 3 veces en los Hechos, y 1 vez en Gálatas!
Cuando se  pregunta: ¿Donde y cuando se convirtió el apóstol Pablo?, la mayoría
responden: “¡En el camino a Damasco!”. Están equivocados. Veamos pues el relato más
preciso de Pablo, por ser autobiográfico, que encontramos en Gálatas I; versos 12 a 24. En
el verso 16, Pablo nos dice que Cristo fue revelado en él. Esto no sucedió en el camino a
Damasco. En el camino a Damasco, le rodeó un resplandor de luz, oyó una voz que le
habló, y prosiguió su camino, vuelto ciego hasta Damasco: Hechos  IX; 3 a 8. Jesús se
reveló  a Pablo, en el camino, de una forma exterior y emocional. Por lo cual se quedó en
Damasco sin ver, ni comer, ni beber, durante 3 días: verso 9. Así que en el camino a
Damasco empezó el drama del arrepentimiento para Pablo. Es un caso excepcional por la
duración de este paso. ¡3 días a llorar su miseria, 3 días de penitencia real, 3 días
descubriendo su depravación total, 3 largos días de revelación de la magnitud de sus
pecados! Pero no hubo conversión sino después que Ananías puso las manos sobre él:
versos 17 y 18. El arrepentimiento no es la salvación, es el paso imprescindible antes de ser
salvo, pero no es la salvación. Muchos llegan a un conocimiento exterior, emocional de
Jesucristo y lloran sus pecados pero no resultan ser salvos porque la salvación es: “Cristo
en nosotros, la esperanza de gloria”. La salvación no es un reconocimiento de nuestra
culpabilidad y un conocimiento mental y emocional de Jesucristo. La salvación es Cristo
Jesús entronizado en la conciencia. La conciencia es una de las partes más esencial de
nuestro espíritu, y la salvación  empieza en la conciencia, cuando el Espíritu Santo entra a
morar en ella en el Nombre de Jesucristo. Dios es Espíritu y el trono de su morada en el
hombre es su espíritu. Luego, la salvación se expande al alma y termina en el cuerpo en el
día de la resurrección. Pablo fue salvo oficialmente después de que Ananías le dijo:
“Ahora,  pues, ¿por qué te detienes? Levántate y sé bautizado; y lava tus pecados
invocando el Nombre del Señor”.  Se levantó Pablo, invocando el Nombre de Jesús, y en el
mismo instante fue bautizado por el Espíritu Santo y lavado de sus pecados. (La versión
Reina Valera 2010 editada por Chick Publications, es la única en traducir correctamente,
porque las demás versiones R. V. dicen “bautízate”, y esto induce a pensar que se trata del
bautismo de agua). Gálatas I; del 15 al 24 confirma sin duda que Cristo no fue revelado en
Pablo en el camino a Damasco, porque afirma en esos versículos que después de recibir la
revelación de Cristo en él, no consultó  a ninguno, ni fue a Damasco, ni a Jerusalén sino a
Arabia.  Por lo contrario después de la aparición de Jesús en el camino, se fue a Damasco y
tuvo que recibir la visita de Ananías antes de ser investido del Espíritu Santo: Hechos IX;
11. Del relato de la conversión de Pablo, podemos sacar 2 conclusiones, certificadas por
todos los creyentes que han sido regenerados en Cristo. Primero; el arrepentimiento no es la
salvación, sino el paso preliminar  y obligatorio a ella. Segundo; la salvación es el instante
cuando el Espíritu Santo toma posesión de nuestra conciencia en el Nombre de Jesús; esto
se llama bautismo de fuego o del Espíritu. En este instante llegamos a ser de hecho, salvos
eternamente. Todos los que hemos nacido de la Palabra y del Espíritu concordamos en esto.
No obstante a menudo, la Escritura no especifica cuando se refiere al bautismo del Espíritu
y cuando se refiere al bautismo del agua. Uno tiene que analizar el contexto
cuidadosamente para poder determinar qué clase de bautismo  está a la vista. El catolicismo
romano o ortodoxo han apostado la fe de Cristo, ya hace siglos, en parte por no entender y
rechazar  lo que dijo Jesús en J.VI; 63 “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que os he hablado son espíritu y vida”. El protestantismo, el cual
salió del catolicismo romano, ha tenido, y todavía tiene que luchar contra esta tendencia
arraigada en nuestra  mente carnal, que siempre quiere asociar la salvación y la
santificación a elementos físicos, es decir a los 2 sacramentos del NT, o a buenas obras. Si
uno estudia un poco el progreso del dogma en lo que se refiere a las 2 ordenanzas
evangélicas, ve en Lutero mucha influencia del catolicismo en sus conceptos  sobre la santa
cena y el bautismo de agua, luego Calvino no es tan influenciado pero no deja de defender
el bautismo de los infantes, lo cual es puro catolicismo, y  llegando a los bautistas
particulares (calvinistas) como Spurgeon,  se ve que ha habido un progreso positivo a pesar
de que siempre quedan residuos del catolicismo.
En efecto una vez C.H.Spurgeon, hizo un sermón basado sobre Marcos XVI; 16 que dice:
“El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere será condenado”, y
afirmó que se sentía constreñido por la Escritura  a declarar que el bautismo de agua era
imprescindible para salvación. Es cierto que en el contexto histórico en que estaba
Spurgeon, es decir  la Inglaterra fundamentalmente protestante de la era victoriana; un
ingles que sabía que el Señor Jesús nos mandó testificar de nuestra fe públicamente
mediante el bautismo de agua y no lo hacía, no era salvo, pues la fe sin obras no es la fe de
Cristo es una imitación que no resistirá al día del juicio, ni resiste al juicio del mundo. El
que cree, ama al Señor y obedece a sus mandamientos, y uno de ellos era, sin duda, 
bautizarse en agua. Sin embargo, lo que era válido en aquellas circunstancias de la época y
del lugar, es un error si se sale del contexto peculiar. “Por gracia sois salvos, por medio de
la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras” y también; “Concluimos
pues que el hombre es justificado por  fe, sin las obras de la ley”. Hay muchos pasajes, y
aun toda la Biblia proclama que la salvación es por fe, no por obras. También proclama la
Escritura que la salvación es para buenas obras que glorifican a Dios. La Reforma estalló
porque Lutero entendió que la fe es lo que justifica y no las obras. Entendemos que lo que
justifica la autenticidad de nuestra fe delante de los hombres, y la meta de nuestra fe son las
buenas obras, pero es esencial para conservar la pureza del evangelio,  afirmar contundente,
ardiente y constantemente,  que las obras no salvan nunca a nadie; la única obra que salva a
todos,  es la obra de Cristo en la cruz del Calvario. La salvación por fe incluye buenas obras
automáticamente, pero no es por obras. Las buenas obras son para que el Nombre de
Jesucristo sea glorificado en nosotros y nosotros en Él: 2Tes.I; 12. Dentro de esas obras que
acompañan obligatoriamente la salvación instantánea por fe, está el bautismo de agua como
una de las más notorias y común, si es que el creyente ha de vivir cierto tiempo después de
haber recibido el don de la vida eterna. Pero siempre hay que tener en la mente que “por
una sola ofrenda (Jesús) ha perfeccionado para siempre a los que son santificados”. Como
ya he dicho en otra oportunidad; la fe es la llave que nos abre las puertas del cielo, y esta
llave está entregada en un llavero que puede ser un simple alambre, como el ladrón que se
salvó en las últimas horas de su agonía cuando confesó que Jesús era  Rey, o en un costoso
llavero  de oro incrustado de diamantes, como fue la vida del apóstol Pablo. ¡El Llavero no
abre las puertas, pero la llave es siempre entregada con un llavero!
Por ende hay que tener sumo cuidado en la lectura del NT, cuando uno se topa con la
Palabra “bautismo”, y no confundir la predicación elemental de la salvación que es el
bautismo de agua y  la salvación misma que es el momento cuando la Palabra de Dios ha
sido injertada eficazmente en la conciencia del creyente por el Espíritu Santo, lo que se
llama bautismo de fuego. Jesús vino a bautizarnos con el Espíritu Santo, la Cruz fue el
medio, no la meta. La meta final es que Dios sea todo en todos, y esta meta se cumplirá
después del Milenio en la nueva tierra, bajo el nuevo cielo; será la dispensación eterna de la
gracia aplicada universalmente a todos los habitantes del nuevo mundo, bien dijo A. Gray:
“La gracia es la gloria militante, y la gloria es la gracia triunfante”.
Igualmente hay que tener sumo cuidado en la lectura del NT, cuando uno se topa con la
palabra creer, y no confundir la creencia que puede ser honesta y sincera, con la fe de
Cristo, es decir la fe que proviene del trino Dios. Volviendo al ejemplo de la conversión de
Saúl, vemos claramente la diferencia entre ambos. En Hechos IX; 5 y 6, vemos que Pablo
cree que Jesús es  Señor, y  le dice: “¿Señor que quieres que yo haga?”. Pero no es la fe
salvadora que ha recibido en ese momento, es una información indudable que ha recibido
mediante la aparición del Señor Jesús. Esa manifestación de Jesús, no lo ilumina con el
gozo de la salvación, sino que lo vuelve ciego físicamente, y luego lo pone 3 días en estado
de conmoción interna, pues ni come, ni bebe durante 3 días, porque ya sabe con toda
certeza que es un gran pecador, que estuvo en violenta rebelión contra el Señor. No hay
duda que cree que Jesús es el Señor y que no fue un demonio que le apareció en el camino,
pero esto le produce turbación penosísima, porque le revela su condición interna de
depravación total. Sabe en su mente que Jesús es el Señor y sabe en su conciencia que él
Pablo, es un gran pecador, pero no sabe en ese momento quién es Jesús en su espíritu, en su
conciencia, hasta que aparezca Ananías que viene para que sepa quién es Jesús en su
espíritu por medio del Paracleto; para que sea lleno del Espíritu Santo: Hechos IX; 17. En
Hechos XXII; 16 sabemos que Pablo fue lleno del Espíritu Santo, es decir que fue
bautizado en fuego cuando invocó el Nombre del Señor. Como dice la Escritura:”Todo
aquel que invocare el Nombre del Señor será salvo”, (Joel II; 32). En el bautismo de agua el
penitente no invoca el nombre del Señor, es el ministro que lo hace, ni tampoco lava sus
pecados. ¡Pues si fuera así; ¿porqué no volver a Roma, o quizás  ir a la ciudad de Salt Lake,
la capital de los mormones, pues ellos lavan los pecados en agua aun a los que ya han
muerto, y no piden el celibato para ser un santo, sino que permiten la poligamia? Es
asombroso ver que aun distinguidos y poderosos hermanos en el Señor, se  contradijeron a
ellos mismos por confundir la fe y la creencia, el bautismo de agua y el bautismo de fuego,
el tipo y el anti tipo.
También en Hechos VIII, vemos la diferencia entre creer mentalmente y creer
espiritualmente. “Creyeron a Felipe que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
Nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo y
habiéndose bautizado…”: versos 12 y  13. Igualmente en Hechos XIX; 2: “Les dijo:
¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron,;  ni siquiera hemos oído
si hay Espíritu Santo”. Por lo tanto es evidente que hay creer y creer. Cuando la Biblia dice:
“El que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado”, no
hay referencia  aquí al bautismo de agua como pensaba C.H.Spurgeon sino al bautismo del
Espíritu. Por lo general hay que recibir la información que nos proporciona  la Biblia, y
nuestro conocimiento natural (R.I; 20), sobre Dios y nuestro estado de perdición. Esto es
creer con la mente, y el que rechaza la veracidad de esta información, se condena, él mismo
se cierra el camino de la gracia. Pero creer con la mente no salva, es un paso hacia la
salvación, pero no es la salvación. Hay que creer de todo corazón, y no solamente como
todos creemos que Julio Cesar fue emperador de Roma. Creer de todo corazón es cuando el
Espíritu Santo ilumina nuestra conciencia con el conocimiento de Jesucristo y afecta así a
todo el hombre interior.  Hay creer con la mente y creer con el corazón. (Tal como nos
explica Watchman Nee en su obra “El hombre espiritual”; el corazón es la conexión entre
la mente y la conciencia).
He tratado brevemente este tema, pues ya había hablado acerca de ello en otros artículos,
pero no es inútil volver a insistir. No es que sea como Zwinglio que equiparaba el bautismo
de agua al lavamiento de un perro. Ya he explicado mi posición en cuanto a los
sacramentos, diciendo que son métodos pedagógicos instituidos por Dios para infundir de
una manera  ceremonial los rudimentos de la religión cristiana, no a los que participan de
ellos,  sino a los que presencian al acto sacro. Pero el tiempo de las iglesias esta
acabándose, y de la misma manera esa forma rudimentaria de enseñar con elementos que
acompañan la Palabra de Dios. La mayoría de mis hermanos, han siempre creído que los
sacramentos tienen un beneficio particular en sí. Pero el beneficio particular siempre ha
sido principalmente para los que asisten como espectadores inconversos,  a estos actos
religiosos. Ciertamente en cuanto al bautismo de agua, hay para el que se bautiza un
beneficio,  que es hacer notorio su pertenencia al ejercito de Jehová, y animarlo a seguir
valientemente a su Señor,  pero la enseñanza de que Dios es 3 personas, y que el agua que
tipifica la Palabra de Dios ha renovado el creyente a una nueva vida, es para los que
presencian la ceremonia, no para los que participan en ella. No hay nada en el agua, o en el
vino o en el pan de los sacramentos que pueda edificar al creyente verdadero:”la carne para
nada aprovecha”. Nosotros creyentes genuinos, sabemos que Dios  “de su voluntad nos
hizo nacer por la Palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”.
Estamos en la era de Laodicea, y Cristo está a la puerta y llama. El nos llama a salir de las
iglesias que una vez fueron protestantes, pero que ahora de protestantes, ni siquiera tienen
el nombre, pues ahora se autodenominan evangélicas, para no indisponer a sus “hermanos”
católicos. Hay que salir de Babilonia. Daniel XII; 4 dice: “Muchos correrán de aquí para
allá, y la ciencia se aumentará”. El que se queda sentado en las bancas de su denominación,
no adquirirá conocimiento, hay que correr afuera y no participar más en los pecados de
Babilonia. Hay que ser protestantes de verdad, y protestar contra las propuestas ecuménicas
del Anticristo romano, y buscar el conocimiento en la Biblia, y no en los sacramentos que
fueron instituidos por carencia de Biblias disponibles durante siglos. Los maestros y
pastores del pasado han dejado mucha enseñanza provechosa y ahora accesible por el
internet. Uno puede correr a través de los siglos, por este medio y conseguir  conocimiento
sobre las interpretaciones de los mejores teólogos de la Iglesia.  La predicación eficaz del
evangelio, es obra del Espíritu Santo, en los que han creído a la Palabra, y la proclaman
afuera de las 4 paredes de la iglesia de Laodicea. El tiempo es corto y mucho mejor que los
sacramentos, “tenemos la Palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar
atento , como a antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que esclarezca el día y salga el
lucero de la mañana en vuestros corazones”…Concluiré citando a Augusto Toplady :
”Completa, Señor, el numero de tus elegidos, y venga tu Reino pronto”.

EL TESORO DE LA IGLESIA
Siempre repito en mis artículos que la era de las iglesias está prácticamente
terminada, que hemos entrado en la gran Apostasía que precede la aparición del
Anticristo final y la segunda venida del Señor. No obstante, salir del sistema
religioso actual, tiene por fundamento el conocimiento y la búsqueda del mismo
conocimiento. No es salir por razones triviales, o por disgustos con el manejo del
presupuesto de la congregación. Si uno ha de salir es por razones doctrinales
fundamentales, no es por disentir sobre la copas o la trompetas del Apocalipsis.
Uno sale por herejías o desorden moral grave. No voy a hacer la lista de las
herejías;  la más común siendo el neo pentecostalismo, o de la inmoralidad
reinante;  un ejemplo típico siendo las mujeres que suben al púlpito. Todo aquel
que quiere seguir fielmente las enseñanzas claras de la Biblia, saldrá de la gran
Babilonia que conforman hoy las iglesias evangélicas. Sin embargo,  mi asunto
hoy no es tratar con la gran ramera de Apocalipsis XVII; 5, mi asunto es el tesoro
de la Iglesia.

 ¿Qué es el tesoro de la Iglesia? Ciertamente no es lo que inventó la bestia


romana de 7 cabezas, no es como dice el catolicismo;  la acumulación de obras
meritorias de los santos a favor de los fieles que no suman suficientes obras para
ir al cielo. Esto es una de sus doctrinas blasfematorias que niega la eficacia del
único sacrificio de Cristo que hace perfectos a todos los santos. Para mí,  el
tesoro de la Iglesia es el progreso del dogma.

Hasta el siglo XX, Jehová ha usado las iglesias, como el acueducto para llevar el
agua de vida a las naciones; la Palabra de la Cruz. Cuando se corrompía una
iglesia o denominación, levantaba otra. Siempre ha habido una lucha por la
verdad, y por lo tanto nuestros campeones que se afrentaban en esta lucha
espiritual  contra los lobos que introducían herejías, eran nuestros maestros y
pastores. Esta lucha en el seno de la Iglesia militante durante 20 siglos nos ha
dejado un tesoro: el progreso del dogma. Cada herejía ha sido la oportunidad para
los maestros instituidos por Dios de profundizar la doctrina que estaba
amenazada por los herejes. Atanasio afirmó la divinidad de Cristo en su
contienda contra el arrianismo, Agustín afirmó la doctrina del pecado original
contra los pelagianos, Lutero afirmó la doctrina de la salvación por fe, no por
obras contra los papistas, el calvinismo afirmó 5 puntos doctrinales esenciales
contra el arminianismo, y así ha sido durante todos  los siglos; una lucha perpetua
de la luz contra las tinieblas. Pero la Luz va aumentando, no se apaga para volver
a aparecer con la misma intensidad. Como Dice Daniel XII; 4: “Muchos correrán
de un lado a otro y la ciencia aumentará”. Las enseñanzas de estos grandes
teólogos que Dios dio a las iglesias en el curso de los siglos, no se han perdido,
sino que se han acumulando formando el tesoro de la Iglesia.

Así que salir de las iglesias, no es para empezar de nuevo en cero como se
imaginan, unos orgullosos, que afirman que teniendo al Espíritu Santo y a la
Palabra de Dios, no necesitan  ninguna ayuda humana. Es cierto que rehusamos
la enseñanza de las pastoras instituidas por Satanás, pero necesitamos la
enseñanza que los grandes maestros nos han dejado desde hace 2000 años hasta
ahora. Y todavía hay maestros que enseñan cosas nuevas. Hay que salir de las
iglesias, pero no desnudo sino llevándose el tesoro de la Iglesia.

Ya lo he dicho: el tesoro de las iglesias es el conocimiento cada vez más


profundo de las doctrinas bíblicas que nos han entregado los teólogos a través de
los 2.000 años de la Historia de la Iglesia militante. ¿Dónde está ese tesoro; en un
baúl enterrado en una isla remota? No hermanos, este tesoro lo tenéis completo
en vuestra casa, o en vuestro barrio a la esquina. Acceder a ello no cuesta casi
nada, sino unos “clics”, ¡Ese precioso tesoro está en el internet! Claro que en las
librerías y bibliotecas, se consigue también, pero es mucho más oneroso y
dificultoso.

Dios ha abierto completamente hoy las puertas del conocimiento a quien quiere
adquirirlo, por medio del internet. (Y de paso os recuerdo que es un país
protestante que ha inventado ese maravilloso instrumento: EE.UU.). Es verdad
que hay muchísima basura y programas diabólicos en el internet, pero que una
perla se encuentre en el fango no le quita absolutamente nada de su valor. La
Biblia y las mejores obras de los mejores teólogos están al alcance de la
población mundial. (Puede haber pocas naciones que impidan los programas
cristianos en sus territorios, pero son una minoría insignificante, y Biblias en
papel han circular entonces discretamente). Además este tesoro está creciendo de
día en día, porque aunque se acabó el ministerio pastoral, siguen vigentes los
ministerios de maestros y evangelistas, los cuales agregan nuevas perlas al tesoro
antiguo. Hay un incremento tremendo en la rama escatológica, especialmente en
el campo premilenialista. (Aconsejo el sitio: www.raptureready.com a los que
creen que somos la ultima generación).

Ahora, bien, sabemos que si Dios abre una puerta es para que entremos. Sé que
para muchos hermanos de más de 60 años, se les parece difícil manejar ese nuevo
instrumento. Los comprendo, pues lo mejor es ciertamente el libro de papel. Pero
los más jóvenes, no tenemos excusa para la ignorancia, pues como dijo Pablo a
Timoteo: “Entre tanto que vengo ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza”. Por el internet podemos hacer fácilmente esas 3 cosas hasta que el
Señor nos llame arriba en el aire. El enemigo no está durmiendo, usa todos los
medios posibles para apartar los oídos de la gente de oír el evangelio verdadero.
Satanás tiene a sus ministros arropados como ministros de justicia. Los curas
hablan como pastores evangélicos, los neo-pentecostés se pasean con una Biblia
debajo del brazo, los ruselistas (los testigos) distribuyen Biblias adulteradas…
Toda esa gente está preparada para difundir sus falsos cristos, y nosotros no
podremos resistirles si no tenemos un conocimiento superior a lo de antaño. Para
predicar el evangelio, no se necesita más que un verso, pero para refutar y vencer
a los contradictores y herejes profesionales, se necesita más que un conocimiento
básico. Antes la guerra se hacía con hondas, espadas, arcos, hoy es con misiles,
torpedos y aviones supersónicos. En el campo de batalla espiritual ha habido
también un cambio sinilar; los argumentos han de ser más precisos, hemos de
tener unos conocimientos históricos y científicos básicos además de un
conocimiento experimental  y maduro de las grandes doctrinas de la religión
cristiana. Sabemos que la Escritura se explica por la Escritura, pero por lo general
a mí me toca recurrir al tesoro de la Iglesia para saber cuál es la Escritura que
revela el significado de la otra Escritura. Gracias a Dios, puedo recibir
enseñanzas de Lutero, de Pink, de Nee, de Gurnall, de Wycliffe, de Owen etc.
Pero tengo que abrir la puerta de una biblioteca o de una librería o hacer unos
clics en mi ordenador. Y lo que aprendo, después lo entrego en mi programa Sola
Fides, pues dice la palabra de Dios: “Dad y se os dará”.

Así que animo a mis lectores a que hagan lo mismo, y mucho más;  que
aprovechen bien el tiempo porque los días son malos, pero la puerta del arsenal
para pertrecharnos abundantemente está totalmente abierta en el internet. Las
enseñanzas del pasado son preciosas, pero faltan enseñanzas para el presente.
Somos muchos que sabemos que las iglesias evangélicas de hoy son un
supermercado o un club social, somos muchos en saber que la televisión es la
espada de Satanás, somos muchos los que sabemos cuál es el evangelio
verdadero, y hay muchos que saben cosas que no sabemos, y todos esos muchos
se quedan callados, cuando la puerta está abierta, no solamente para recibir
conocimiento, sino también para enseñar. Uno no sale del sistema religioso
babilónico de hoy para jugar el papel del anacoreta, sino para proclamar el
evangelio verdadero con toda la autoridad que da la Escritura,  la cual si es
correctamente interpretada,  no contradice la enseñanza de los siglos pasados sino
que la enriquece. “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel;
oirás, pues, tú la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte”. Los atalayas
hoy no están en las iglesias, donde les dicen: “paz y prosperidad”, los atalayas
han de estar en todo lado, y el internet es la forma más eficaz de proclamar por
todo lado, la Vieja Historia, como decía C.H. Spurgeon. Jesús dice en Lucas XII;
8: “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el
Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; mas el que me
negare delante de los hombres será negado delante de los ángeles de Dios”.
Hermano, ¿te has dado cuenta que la internet es una forma excepcional de
confesar a Jesús, porque tu confesión alcanza los confines de la tierra en un
segundo?  Además sabed que no confesar cuando uno tiene oportunidad es negar
a Jesús. Es pecado por omisión. Muchos y muchas dirán que no tienen capacidad 
para escribir artículos, y tienen razón.  Ciertamente Dios no nos pide hacer cosas
para las cuales no nos pertrecha. ¡Pero confesar a Cristo, no significa
automáticamente escribir diatribas,  obras teológicas, y subir grandes programas
en la red!

A menudo me meto en unos foros entre internautas, y es la oportunidad para


proclamar que Jesús es la verdad, el camino y la vida, citando versículos de la
Biblia. Cualquier tema de actualidad permite exponer la verdad, y confesar a
Jesús. La gente en esos foros es más abierta pues como se esconde detrás de un
apodo,  no se siente inhibida. No he podido pescar un alma a través de esos foros,
pero más de una vez pude exponer a Cristo crucificado por nuestros pecados, y
he tapado la boca a unos que se creían sabios blasfemando,  y resultaron necios y
ridículos con sus argumentos. La ultima vez uno empezó diciéndome que la
Biblia era como un libro de cuentos infantiles, y terminó ¡confesando que creía
en los extraterrestres al estilo de las películas de Hollywood! Quedó ridículo, y
no fue la Biblia que quedó como un libro de cuentos infantiles, sino las teorías
“raelitas”. Al que le da, se le requiere más. Dios con la red internet nos ha dado
una audiencia mundial, casi gratuita, y permanente, y no podemos quedarnos
perplejos delante de tal puerta abierta, detrás de la cual está el tesoro de la iglesia
y una oportunidad extraordinaria de confesar a todas las naciones que nuestro
Jesús es el Señor de señores, Reyes de reyes y que pronto viene. “He aquí, he
puesto delante de ti una puerta abierta la cual nadie puede cerrar, porque aunque
tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”:
Ap.III, 8. Tenemos poca fuerza, no somos campeones del tamaño de Lutero y
Calvino,  pero tenemos la Palabra, la puerta está abierta, el que entra y lucha Dios
lo guardará de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los
que moran sobre la tierra, (Ap.III; 10). Hoy el papa y su Inquisición no pueden
mandarnos a la hoguera, Dios les ha quitado el uso legal del brazo secular y
tenemos libertad y posibilidad de anunciar el evangelio a todas las naciones por
medio del internet, hasta una niña de 10 años puede testificar eficazmente en un
foro de internautas. Como dice el Salmo CXVI; 10: “Creí; por tanto hable”, así
que los que hemos creído, tenemos a nuestra disposición un instrumento
poderosísimo y seguro para hablar. Hoy no nos cuesta hablar, no
menospreciemos esa puerta abierta. Mañana, después del arrebatamiento, esta
puerta se cerrará y confesar el Nombre de Jesús costará la cabeza; el martirio será
la tribulación más común del cristiano de la gran tribulación.  ¿Has creído de
veras en Jesús?  ¡Entonces habla; pues Jehová nos ha abierto una puerta, por la
cual tenemos acceso a una audiencia mundial! Si no hablas, es que no has creído
de todo corazón, posiblemente has creído intelectualmente, pero no
espiritualmente: porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se
confiesa para salvación. En efecto tu boca confiesa tu salvación y la extiende a tu
auditorio, que por el internet es mundial. ¿Te has dado cuenta de tu
responsabilidad? Espero que mis pobres palabras te ayuden a comprender lo
urgente de la situación, lo apremiante de la gran comisión, lo universal de nuestra
tarea. Muchos leyendo mis artículos dirán que soy muy atrevido, cuando hablo
del papado diabólico, pero están equivocados; no soy atrevido, soy prudente
como la serpiente. Sé que hoy se puede libremente anunciar el verdadero
Evangelio y denunciar a los numerosos anticristos y aprovecho esta gran
oportunidad que hace firme mi elección, en mi espíritu,  y me hace considerar el
Arrebatamiento, como algo más cierto que la sepultura. La verdad es que los
atrevidos son los que se dan el lujo de callar hoy, para mañana esperar su
llamamiento para el martirio, si es que son elegidos…

¡Que Dios nos use a todos HOY, pues ya no hay excusa para cruzarnos las
manos!

MARANATHA.

A MIS HERMANOS ARMINIANOS

“Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento”, dice la Biblia. A menudo, exhorto a mis
hermanos a abandonar las iglesias donde se reúnen y a congregarse en casa en torno a la
Escritura, fuera de la jerarquía eclesiástica, porque la Apostasía está aquí. Sin embargo, uno
no sale del sistema religioso evangélico por ignorancia, sino por conocimiento. El problema
es que la gran mayoría de los evangélicos son arminianos, y muchos han caído en la trampa
del (neo) pentecostalismo. (Por regla; un pentecostés tiene siempre una soteriología
arminiana). Mi asunto en este artículo no es hacer un tratado sobre el arminianismo, pues
ya muchos autores muy preparados lo han hecho, y además no sería capaz de esto. Mi meta
es llamar la atención de los que están en tal doctrina, que el arminianismo tiene por raíz el
yo carnal, y exhortarlos a rechazar esta herejía, para poder caminar en el gozo de la
salvación.
      No obstante, me parece útil exponer brevemente algunos puntos esenciales del
arminianismo, pues por lo general un calvinista, sabe que es seguidor de las doctrinas de
Juan Calvino, y no se avergüenza confesarlo, mientras que la mayoría de los arminianos, ni
saben que son discípulos de Jacobo Armiño; teólogo y pastor holandés del siglo XVI. En su
obra: “La muerte de la muerte en la muerte de Cristo”, pagina 232, Juan Owen un famoso
teólogo inglés, nos da 8 puntos clave de las doctrinas antagónicas del armianismo y del
calvinismo. Helas aquí:
Arminianismo. Cristo murió por todos los seres humanos sin excepción.
Calvinismo. Cristo murió solamente por los elegidos.

A. La mayoría de los seres humanos están condenados.


C. Sin duda alguna, Cristo salvará a todos por quienes murió.

        3. A. Cristo no obtuvo para los por quienes murió la gracia que salva irresistiblemente.
            C. Cristo mediante su muerte ha obtenido la gracia necesaria, para todos por quienes
murió, a fin de que alcancen la salvación.
         4. A. Cristo no se preocupó de que la salvación que está en Él, fuera anunciada a la
mayoría de los hombres.
              C. Cristo proporciona los medios, y revela el camino de la vida a todos los que por
quienes murió.

          5. A. Cristo no ha ratificado un pacto de gracia con ningún cuerpo de creyentes, mas
solamente ha permitido que por su muerte, Dios pudiese, si así lo desease, establecer una
nueva alianza, con los que quisiera, sobre los términos que le placiese.
              C. El nuevo pacto de la gracia ha sido confirmado a todos los elegidos en la sangre
de Jesús.

           6. A. Es posible que a pesar de haber muerto por todos, Cristo no salve a nadie.
               C. Cristo por su muerte ha redimido sobre las bases de una alianza y de un
acuerdo, un pueblo garantizado y particular, y el beneplácito del Señor prosperará en su
mano hasta el fin.

           7. A.  Cristo no tenía más intención de redimir a su iglesia que a la simiente de la
Serpiente.
               C. Cristo  amó a su iglesia y se dio por ella.

            8. A.  Cristo no murió por la infidelidad de alguno en particular.


                 C. Cristo murió por la infidelidad de los elegidos.

Habiendo recordado a mis lectores los puntos más sobresalientes de discordia entre
arminianos y calvinistas, quiero ahora ir a la raíz de esta controversia. En efecto, ambos
partidos tienen argumentos para sostener su propia interpretación de la Escritura. El
calvinista por ejemplo, cuando ve la palabra “todos (los hombres)”, la interpreta a menudo
como toda clase, todo género de hombre, mientras que el arminiano  en los mismos casos,
interpreta a menudo  como todos los miembros de la raza humana, como cada individuo. El
calvinista ve a todos los elegidos en su diversidad, y el arminiano ve a todos los seres
humanos sin excepción. De tales discrepancias en la interpretación, nacen estas 2 escuelas
de pensamiento opuesto. No obstante la raíz va más allá de la interpretación, la
interpretación de cada escuela nace del concepto que cada una tiene sobre el hombre
natural.
Esto me hace pensar en la pelea que nosotros los creacionistas tenemos con los
evolucionistas. Los mismos hechos científicos a nuestro alcance,  son interpretados por
nosotros a la luz de la Biblia, que dice que el hombre es una criatura que cayó de su estado
original puro  e inocente a un estado corrupto y culpable,  mientras que los evolucionistas,
los interpretan a la luz de su dogma humanista, que afirma que el hombre alcanzó  salir de
un estado bestial para acceder a un estado superior mediante circunstancias favorables y
fortuitas. Sin embargo es evidente que sea en el caso evolución o creación, o sea en el caso
arminianismo o calvinismo, la lógica está a favor así del creacionismo como del
calvinismo, porque el fundamento de nuestros adversarios es el azar, que por su repetida
acción sistemática y rectora de procesos múltiples y muy sofisticados,  deja de ser azar, en
el campo de la evolución, y en el campo del arminianismo, la exaltación del libre albedrio
hace de Jesús el elegido de los hombres, y no el Elector, lo cual contradice sus propias
palabras cuando dice el propio Señor en J. XV; 16: “No me elegisteis vosotros a Mi, sino
que Yo os elegí”.
     Afirmo sin vacilar que el hombre carnal es el autor de las doctrinas arminianas. Nosotros
calvinistas, afirmamos a la luz de la Biblia, de la Historia, y de nuestra experiencia personal
que la naturaleza humana es semejante a un cadáver putrefacto, donde se retuercen
centenares de gusanos repugnantes. No hay nada que hacer con el hombre natural sino
sepultarlo lo más pronto que se pueda en el bautismo de Cristo, pues “engañoso es el
corazón más que todas las cosas y perverso”. Al contrario, el arminiano piensa que en el
corazón del hombre queda alguna chispa de vida espiritual, que con la ayuda de la gracia
divina, puede producir una aceptación del evangelio.
     Sin embargo hermanos míos; vosotros que habéis nacido de la Palabra y del Espíritu
Santo, os ruego que recordéis el día en que nacisteis de nuevo. En aquel bendito día,
¿tomasteis la decisión de recibir a Cristo en vuestro corazón? Por mi parte, así no fue, y sé
que todos los que han experimentado una salvación tan grande, si son sinceros, dirán lo
mismo. En efecto el día en que Dios decidió trasladarme de mis tinieblas a Su Luz
admirable, no hubo toma de decisión mía. Ciertamente tuve un impulso irresistible hacia
Jesús, pero no fue en ninguna manera una decisión de mi libre albedrio. Fue como cuando
una persona está ahogándose, y se le echa una boya salvavidas. En ese instante, la persona
está desesperada, en pánico, y la única cosa que sabe es que está pereciendo
irremisiblemente. Cuando recibe la boya, no reflexiona ni un segundo si va a agarrar la
boya o no, se aferra a ella con todas sus fuerzas, no porque se decidió por esta opción, sino
justamente porque no hay otra opción; ¡es la boya o la muerte espantosa, y la muerte
espantosa no es ninguna opción para un hombre a quien le queda un poquito de sentido!
Esta es la experiencia común de casi todos los hijos de Dios. ¡Alas,  muy pocos se acuerdan
de esto y prefieren escuchar el canto de las sirenas,  que los lisonjea con una cierta
responsabilidad en su salvación, debido a una cierta capacidad y dignidad inherentes a su
naturaleza humana! Por supuesto que la responsabilidad humana existe, pues la conciencia
es un elemento común a todos los seres humanos. Pero esta responsabilidad humana se
limita a nuestra propia condenación y perdición. Voluntariamente actuamos en contra de
nuestra conciencia. Pero la salvación, que es justificación, santificación y redención, está
muy por fuera del alcance de nuestra responsabilidad. Nosotros somos responsables de
nuestra propia destrucción, y solo Dios es responsable de nuestra grandiosa salvación,
porque “por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de
Dios, no por obras, para que nadie se glorié”: Ef. II; 8.
     Jehová es el Alfa y la Omega en la obra de salvación, y el hombre no es más que un
mendigo acosado por la necesidad,  que pide limosna.  “La salvación es de Jehová”, no
depende de nuestras decisiones. Nuestras decisiones personales, como hombre natural,  son
las que nos llevan al infierno, no tienen nada que ver con el camino al cielo. Os daré otro
ejemplo para dejar fuera de duda que el libre albedrio es un fantasma. (De paso os aconsejo
leer la mejor obra de M. Lutero, según su propia opinión, titulada: “El siervo albedrio”).
      Imaginad a 2 personas que están durmiendo en su respectivo cuarto, bajo el efecto de un
somnífero. En plena noche, se produce un incendio en el edificio. Ambos se despiertan
difícilmente en medio del humo, divisando las llamas cercanas. Uno se echa por la ventana,
y cae 4 pisos abajo: ¡muerto  de una vez! El otro se envuelve en una sábana húmeda y sale
apresuradamente por la salida de urgencia, y se salva. Evidentemente, ninguno de los 2
contempló la opción de quedarse cómodamente en su cama. Esto es un cuadro de la
salvación; cuando el E.S. nos despierta del sueño profundo, pues estábamos muertos en
delitos y pecados, y nos revela a Jesucristo como la única salida de socorro de tan espantosa
situación. El que se da cuenta de su estado de corrupción interior, por la acción del
Paracleto, no empieza a preguntarse si se va a quedar así o si va a aceptar la salvación que
está en Cristo, a la próxima campaña evangelística de la asociación Billy Graham. Apenas
Jesús le es revelado como el camino de escape, no reflexiona ni un minuto; se deja caer en
los brazos del Salvador. “Mirad a Mí y sed salvos “, dice la Escritura. No es cuestión de
meditar y tomar decisiones, sino de mirar, y al momento que uno ve con el ojo espiritual
que Dios acaba de darle, es salvo. ¡La decisión es de Jehová! Él se revela a quien quiere
porque dice  Ro.IX; 15: “Tendré misericordia del Yo tenga misericordia, y me
compadeceré del que Yo me compadezca…y al que quiere endurecer endurece”. Se revela
a sus escogidos mostrándoles su estado de perdición total, y luego a su Hijo Unigénito, el
Salvador de los hombres. El orgulloso negará esta gran verdad, y se atreverá a afirmar que
él ha elegido a Jesús como su Salvador personal, y que Cristo nunca ha elegido a  persona
alguna antes de la fundación del mundo. Claro que como no puede borrar el término
elección de la Biblia, habla de ello como de un conocimiento que Dios tenía antes de la
fundación del mundo,  de las buenas decisiones y obras que iban a hacer los que fueron
elegidos, haciendo de la elección el resultado del libre albedrio y no de la gracia soberana
de Dios. Pero la Biblia dice: “Así que no depende del que quiere ni del que corre sino de
Dios que tiene misericordia”. El armiñano hace depender su salvación de su libre albedrio
que decide si la sangre del Cordero será eficaz en su caso personal, o si fue vertida en vano.
¡Lo que implica que Jesús fue un Salvador fracasado pues vertió su sangre por todos los
hombres sin excepción, pero la mayoría de los que alcanzaron la edad de razón, se
perdieron!
     Esta verdad todos los que han pasado de muerte a vida, la saben, pero pocos la
confiesan, por 2 razones: la una es interna y la otra es externa. La más tenaz siendo la
primera; la interna. En este caso, hay que reparar en que el hombre regenerado, aunque está
sentado en los lugares celestes con Cristo, es decir que tiene acceso al trono de la gracia, no
obstante camina en esta tierra maldita por el pecado, y no ha sido eliminada su naturaleza
carnal en el nuevo nacimiento. El pecado sigue morando en nosotros, aunque ya no es el
capitán a bordo, el capitán ahora es Jesús, sigue haciendo parte de la tripulación, y
fomentando motines y sabotajes. La naturaleza carnal, habitada por el pecado, es el aliado
natural de Satán, y nos toca cohabitar con ella hasta la muerte o el Rapto. Es una
cohabitación forzada, y  debemos mantener este viejo hombre crucificado, mediante un
pensamiento cristocéntrico como dice Ro VI;11:  “consideraos muertos al pecado”, pues el
capitán ahora es Jesús, y está prohibido recibir directivas del hombre natural;  hay que
mantenerlo encerrado en la bodega, durante toda la travesía. Pero el intenta siempre forzar
la puerta y grita continuamente detrás de ella cosas como: “No eres tan malo, depende de ti,
ayúdate y Dios te ayudará, lo importante es ser una buena persona, etc.” Esa razón interna
provista por el viejo hombre, no quiere confesar que la salvación es de Jehová, y que Él la
otorga a quien quiere, según Su beneplácito, y que ha decidido no otorgarla a todos según
sabio designio eterno. Esta razón natural se niega a confesar esta verdad,  porque es muy
humillante reconocer que somos menos que nada, que somos según nuestra naturaleza
propia unos seres depravados,¡ verdaderos talleres ambulatorios,  donde los demonios
pueden practicar y perfeccionar sus actividades abominables! Esta es la realidad del hombre
sin Cristo en su corazón y una parte de la realidad del cristiano. Nadie puede regocijarse
con esa herencia genética que recibimos de Adán, pero la mayoría de los cristianos, que son
arminianos,  intentan esconderse las consecuencias de esto, para no desesperar de sí mismo,
o peor aún,  para poder gloriarse  “un poquito” de haber sido capaces de usar
adecuadamente una parte de la masa global de gracia que Cristo proporcionó para todos y
cada uno. (Pues esto es el concepto despreciable que tienen de la gracia: algo común que no
expresa el amor tan especial de Dios para con sus escogidos). No es nada alentador
confesar con Pablo que “la ley es espiritual, mas yo soy carnal, vendido al pecado”, y que
apenas me alejo de Cristo, caigo de nuevo en el fango de mi naturaleza corrompida. Sin
embargo es esencial tener esto siempre presente en la mente, para poder andar en el
espíritu, no satisfaciendo los deseos de la carne, y así poder agradar a Dios.
     La razón externa que  impulsa a no confesar la triste realidad implacable del ego carnal,
es la enseñanza tradicional que han recibido los evangélicos. El calvinismo tuvo su apogeo
en los países anglo-sajones hace 2 siglos, pero el complot urdido por Roma, mediante el
arzobispo anglicano Laud, a fin de inyectar la doctrina arminiana en el protestantismo ha
hecho sus efectos desde entonces. El protestantismo que no se vuelve calvinismo termina
regresando al catolicismo romano de dónde provino, y esto lo saben muy bien los jesuitas.
El calvinismo ha decrecido notablemente en el protestantismo, y lo que queda es a menudo 
amilenarista, evolucionista y tradicionalista…Por lo contrario el arminianismo, que es otro
nombre para el semi-pelagianismo católico, reina en la gran mayoría de las
denominaciones, y en todas las iglesias pentecostés. Por lo cual los evangelicos se imaginan
que es muy bíblico repetir la oración de fe, proporcionada a los asistentes de las campañas
evangélisticas modernas. Por lo general, después de un sermón que apela a los
sentimientos, a las emociones y a promesas egocéntricas, piden a los oyentes incrédulos
subir a la tarima y repetir delante de la asamblea un modelo de oración preparado de
antemano por la organización religiosa.  El hecho es que es un asunto de decisión personal,
es como ir a votar: tenéis 2 candidatos en lista: Jesús y Satanás. Tenéis que echar vuestra
papeleta con el nombre del candidato elegido en la urna, durante las horas de apertura del
centro electoral. Si votaste por Jesús: ¡Aleluya, aplausos al Señor! Pero durante esta
campaña electoral está totalmente fuera del discurso oficial mencionar el “horrible
decreto”, (como lo llamaba Juan Wesley), de la elección y predestinación de Dios. He aquí
más o menos el evangelio del siglo XXI. Es muy halagador, y conviene perfectamente a la
dignidad humana y a los derechos humanos: es humanista totalmente. Le gusta mucho a
nuestra vieja naturaleza corrompida, que teme el verdadero evangelio que dice: “Con Cristo
estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi”.
     Las consecuencias de estas falsas doctrinas egocéntricas, hacen que es tan fácil recibir
hoy la salvación, como perderla mañana, y por ende la seguridad de la salvación eterna es
pecado de presunción, ¡tal como lo decreta el catolicismo romano! No obstante,  hacer
depender mi salvación de mis decisiones y buenas obras, las cuales ponen en marcha una
especie de maquinaria de la salvación, alimentada con una gracia impersonal y universal,
de un Salvador que nos ama condicionalmente,  requiere una buena dosis de orgullo y
arrogancia. Buen epitafio sería sobre la tumba del arminianismo el proverbio: “Antes del
quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”, (P.XVI; 18).
     Esta falsa doctrina tiene por consecuencia quitar el gozo de a salvación a quien se da
cuenta de que naturalmente está vendido al pecado. Pero el E.S. nos manda en la Escritura
diciéndonos: « Regocijaos en el Señor siempre, otra vez os digo regocijaos”, cosa
imposible a hacer sin cesar, si la salvación depende de mí, aun en lo más mínimo. No hay
ninguna seguridad personal de salvación, la seguridad de la salvación eterna es para la
iglesia, no para el miembro. Es el espíritu del papismo que ata a sus feligreses a su “santa
madre iglesia”, la cual mientras alberga a su hijo le proporciona una esperanza de salvación
condicional. ¡El arminianismo es la carretera de regreso a Roma!
     Por supuesto que ser arminiano no priva de la salvación, solamente de la seguridad y del
gozo de ella. Sin embargo, la pérdida es considerable cuando uno camina por el valle de
sombra de muerte, porque con tal esperanza, es más probable  arrastrarse que andar, lo cual
no es muy alentador ni para el discípulo, ni para los que lo rodean. Por ende aconsejo, y aun
ruego, a mis hermanos arminianos que sean más sinceros en cuanto al indeseable huésped
llamado pecado,  que mora en su miembros, el cual no saldrá ni con oración, ni con ayuno,
ni con retiros espirituales, y admitir que solamente  la muerte o el Rapto pondrá fin a esa
cohabitación forzosa, para así tener más estima hacia nuestro bendito Señor, el cual nos
ama incondicional, personal y eternamente.
     La verdad exalta al Creador, y humilla a la criatura, la mentira hace lo opuesto. El
calvinismo sostiene que el hombre terrenal es una criatura depravada y enemiga de Dios, el
arminianismo sostiene que a pesar de su estado pecaminoso, el hombre puede, si quiere,
llegar a ser amigo de Dios. David el hombre según el corazón de Dios dice: “He aquí en
iniquidad he nacido, y mi madre me concibió en pecado…Bienaventurado el hombre a
quien Jehová no imputa iniquidad, en cuyo espíritu no se halla fraude”.  ¿Eres tu mejor que
David?
     Ahora algunos me objetarán diciendo: “¿En qué  puede regocijarse uno, si no hay nada
más que corrupción en nosotros?”. El gozo no está en nosotros, el gozo está en Cristo,
quien a pesar de nuestro estado natural abominable, murió por nosotros para llevarnos a
Dios. La vida cristiana no es egocéntrica, sino Cristocéntrica. El pensamiento debe de ser
mantenido sobre la persona del Salvador, y no sobre nuestra propia persona. La
introspección no es el camino. Mi persona tal como es naturalmente es un asunto
clasificado. No es escarbando en un basurero que voy a regocijarme, sino paseándome en el
jardín del Amado. Mi salvación no depende de mí, mi salvación depende de Dios de
principio a fin. Mis buenas decisiones y obras no provienen de mí, sino de Cristo en mí. El
pecado proviene de mí, la santidad proviene de Cristo. El arminianismo es una obstinación,
lo cual es una forma de idolatría, porque atribuye una parte de la salvación al hombre
natural. Como hombres terrenales somos responsables de nuestra perdición, como hombres
espirituales somos responsables de mantener el viejo hombre crucificado, encerrado en la
bodega, para que nuestro capitán Admirable lleve nuestro barco al puerto seguro, como
dice R.XIII; 14: “Mas vestíos del Señor Jesucristo y no proveáis para satisfacer los deseos
de la carne”. El arminiano siempre codicia un pequeño mérito en la salvación de Jehová. Y
este pequeño mérito, es según se imagina, la causa determinante, que activa el poder de la
sangre de Cristo a su favor, todo el tiempo que mantiene su voluntad en el servicio
cristiano. Hermano mío, la salvación no está en el poder de tus decisiones y esfuerzos
personales, “porque así dice Jehová el Señor el Santo de Israel: en descanso y en reposo
seréis salvos, en quietud y en confianza será vuestra fortaleza”: Is.XXX; 15.
     ¿Aceptarás esta invitación y este consejo de desesperar completamente de ti mismo y
apoyarte en todo sobre nuestro todo: Jesucristo? Hay un solo camino para toda clase de
hombre, es gratuito, pues Jesús pagó todo con una sola ofrenda, no es un camino de rosas,
pero es un camino seguro, y el que ha sido inducido a tomarlo, llegará al fin de este camino
por el poder de la misma Persona que lo indujo al principio: el Espíritu Santo. Todos Los
demás caminos llevan a Roma.
¡Que el Paracleto ilumine tu camino!

 
EL SALMO DE LA IGLESIA

     Hace poco leí el Salmo 87, ¡y me impactó tanto que decidí memorizarlo de una vez!
Como milenarista, hago una diferenciación entre la nación de Israel y la Iglesia en el
tiempo y en las profecías, entre el Israel nacional del pasado, del presente, del Milenio, y el
Israel de Dios que son los hebreos cristianos que forma parte de la Iglesia juntamente con
los gentiles. Hemos oído en estos últimos años  de  unos judaizantes que se autodenominan
mesiánicos, los cuales se extravían gravemente  dándole a la descendencia carnal de Jacob
una importancia que no tiene en absoluto, y otros dispensacionalistas  clásicos que van al
otro extremo, y echan a los patriarcas , profetas y santos del Antiguo Testamento fuera de la
Iglesia. Ahora quisiera compartir con mis lectores  unos comentarios sobre este maravilloso
Salmo que merece el título de:  “Salmo de la Iglesia”,  y que me ha impartido gozo, como
miembro  del Cuerpo de Cristo.  ¡Que el Espíritu Santo me inspire para que sea de
provecho para  los que lo leen, como para el que lo escribe!

     Verso 1: Su cimiento está sobre el monte santo.


     La versión gala L. Segond  dice: “Está fundada sobre los montes eternos”. De hecho el
cimiento de la Jerusalén terrenal no es santo, pues toda la tierra ha sido contaminada por el
pecado,  y de los primeros habitantes de Jerusalén, los jebuseos, dice la Escritura en
Ezequiel XVI; 3: “Tu origen, tu nacimiento es del atierra de Canaán; tu padre era un
amorreo y tu madre una hetea”.  Por lo cual el Espíritu Santo no está hablando aquí de la
Jerusalén terrenal, sino de la celestial. Nos parece más bien ese monte santo, como el
mismo Cristo Jesús, pues Él es la Roca sobre la que se edifica la Iglesia universal, y esta
misma roca es un monte que pronto llenará toda la tierra, tal como lo declara Daniel II; 35:
“…Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra”.
La Iglesia no tiene otro fundamento que Jesucristo, el cual es santo y eterno en sí mismo,
siendo  Jehová el  “Shaddai” o Todo Poderoso.

      Verso 2: Ama Jehová las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob.
     Este verso va confirmando, que Sión aquí no es sinónimo de la Jerusalén terrenal sino de
la Iglesia. En efecto  aquí Dios Espíritu Santo hace una  evaluación comparativa de Sion y
de  Jacob. Pero a pesar de que unos podrían decir que es una comparación entre Jerusalén;
capital de la tribu de Judá, cuidad de David, con el resto de las ciudades de Israel, la verdad
es que esto no tendría sentido, porque  vemos que el amor que muestra Jehová a Sion es
muy por encima del amor que muestra a Israel, (Jacob), pues compara puertas con moradas.
Si hubiera comparado morada con morada, habría sido posible que se tratara de la ciudad
de David;  pero amar más una puerta que una morada  denota el valor grandísimo de tal
puerta. Una morada es constituida por lo general de varias puertas, muros, techo,
habitaciones; por lo tanto las puertas de Sion no son hechas de material común como la
moradas de Jacob pues en tal caso no podría hacer la comparación. Igualmente la Iglesia
eterna no tiene ningún elemento común, cada elemento ha sido “divinizado”, todos somos
hechos partícipes de la naturaleza divina a través del nuevo nacimiento, todos somos
piedras vivas donde mora el Dios vivo. En cambio la nación de Israel a pesar de tener unos
elementos de la misma sustancia que la Iglesia, (porque estos pocos elementos  son los
elegidos que forman parte de la Iglesia), por lo general está compuesta de vasos de barro
preparados para ira. Por lo cual el amor que Dios tiene a la Iglesia es mucho más grande
que el que tiene a la nación de Israel. El amor de Dios a la Iglesia es eterno y sobrepasa
todo entendimiento, el amor que Dios tiene al Israel nacional es por causa de los patriarcas
y de las promesas que les hizo,  y del remanente escogido.

     Verso 3: Cosas gloriosas se han dicho de ti Ciudad de Dios.


     Otras versiones usan  el presente, pero no importa el tiempo, pues  se trata de la Ciudad
de Dios, la eterna, y no de la ciudad de David, la terrenal; en las esferas celestiales el
tiempo no se mide con el movimiento de los astros. Jerusalén significa en hebreo: visión de
paz. Es la visión que tuvo Juan en Apocalipsis XXI, cuando vio la santa ciudad, la nueva
Jerusalén descender del cielo dispuesta como una esposa ataviada para su marido, (v.2). Las
palabras nuestras no pueden expresar cosas inefables, y por lo tanto el salmista no entra en
detalles, pues son cosas misteriosas que la Escritura no desvela, solo nos da atisbos. Son
cosas que se dicen en los lugares celestiales donde los ángeles se asombran de la gloria
venidera que se manifestará cuando el número completo de los elegidos entren en el
disfrute de su herencia en Cristo Jesús.

     Verso 4: Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí
Filistea y Tiro, con Etiopía; este nació allá.
     Este verso aclara definitivamente que no son los hijos de Coré los autores del Salmo
sino el Espíritu Santo. ¡Judíos no podrían hablar así de sus más acérrimos enemigos,  si no
fuera por la inspiración del Espíritu Santo,  El cual está hablando de la nueva Jerusalén, 
donde morarán los hijos de Dios,  provenientes de todas las naciones, inclusive de las más
hostiles a la nación hebrea! Rahab,  (un nombre antiguo para Egipto que significa: orgullo,
ferocidad), y Babilonia fueron los opresores más feroces y poderosos de Israel y a pesar de
ello, Dios testifica que tiene escogidos entre ellos, como entre las demás naciones. Saber
que carne y sangre no heredarán el Reino de Dios, ni tampoco impedirá que los escogidos
provenientes de culturas tan antagónicas al Dios de Israel alcancen salvación y
conocimiento, esto nos anima a todos nosotros que no tenemos raíces judías. El pueblo
árabe por ejemplo, que compone muchas naciones hoy, está envuelto en las densas tinieblas
de la religión musulmana, pero no hay duda que Dios tiene a sus escogidos en medio de esa
masa perdida. Este mismo pueblo es hoy el enemigo más abiertamente enfurecido de la
nación de Israel y de Cristo, pero hay un remanente para el Señor, cuyo nacimiento se
origina en el cielo, en la Jerusalén celestial. Os aconsejo la lectura de la autobiografía
escrita por Mosab Hassan Yousef: “Son of Hamas” (Hijo de Hamas), para que veáis que
esto es real.

     Verso 5: Y de Sion se dirá: Este y aquel han nacido en ella, y el Altísimo mismo la
establecerá.
     Sigue el énfasis sobre el origen múltiple de los elegidos, pero reparamos en que hay una
asimilación total entre la ciudad celestial y sus habitantes; lo que se dice de ella es lo que se
comenta de sus moradores. Estamos acostumbrados a considerar a los hijos de Dios como
piedras vivas que conforman la ciudad eterna, pero lo tomamos como una metáfora. No
obstante el mundo venidero y especialmente la Jerusalén de arriba son otra dimensión, y
esa dimensión hacia la cual nos estamos dirigiendo, existía en Cristo antes de la fundación
del mundo. Tal como Eva estaba en Adam antes que fuera extraída de su costado,
igualmente nosotros estábamos en Cristo antes de venir a la existencia. Hemos sido
engendrados para vida eterna dentro del proyecto eterno de Dios en Cristo; nuestro nuevo
nacimiento es debido a que éramos un elemento del proyecto eterno: la Esposa del Cordero,
la cual es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo: Ef. I; 23. La elección que
concierne nuestras personas hace que hemos nacido allá, y la predestinación que concierne
nuestras circunstancias hace que el Altísimo llevará a cabo su proyecto con toda seguridad
y gloria.
      “Y el Altísimo mismo la establecerá”, después de enfocar la composición tan
diversificada de la Iglesia, el E.S. dirige nuestra atención sobre su dueño. Otra versión dice:
“Y es el Altísimo quien la mantiene firme”. La idea siendo que Dios es su fortaleza. La
Iglesia debe su existencia y permanencia a su Creador divino. Ella es  el cuerpo de Cristo,
la plenitud de aquel que lo llena todo en todo: Ef.I; 22. La Iglesia eterna es la manifestación
de la gloria de Dios para toda la creación, pues está habitada por Dios perpetuamente de
una forma extraordinaria;  dice el apóstol Juan en Ap.XXI; 22: “Y no vi templo en ella; 
porque el Señor Dios Todo Poderoso, y el Cordero son el templo de ella”. Lo que establece
la Iglesia, lo que la afirma, es que ha sido hecha participe de la naturaleza divina. Por ahora
vemos como a través de un velo, pues cada hijo de Dios tiene a Jehová morando en su
conciencia, en su corazón;  porque el E.S. ha venido en el Nombre de Jesús, y el que tiene
al Hijo, tiene al Padre: 1 J.II; 23. Pero no sabemos lo que esto implica en la eternidad ser
hechos semejantes a nuestro Redentor. Tenemos aquí vislumbres, promesas en la Escritura
que nos confirman la gloria venidera a la cual hemos sido llamados, pero son cosas, por
ahora, que ojo no puede ver, ni oído oír, ni corazón entender. Lo que sabemos es que tal
como Dios es el autor y consumador de nuestra fe, El es también el dueño, el arquitecto, el
morador y el protector de la Iglesia,  y su anhelo.

     Verso 6: Jehová contará al inscribir a los pueblos: este nació allí.
     Tenemos 3 verbos en este versículo: contar, inscribir, nacer, y todos ellos se refieren a la
bendita doctrina de la elección y predestinación.
     Contar: esto nos enseña que Dios tiene un número preciso de hijos: “Nadie puede venir a
mí, si no le fuere dado del Padre”, dice Jesús. Solamente los elegidos cuentan a la vista de
Dios. El los estima como la niña de su ojo, pero los demás les tiene reservado el lago de
fuego que ha sido preparado desde la eternidad pasada para el diablo y sus seguidores:
“Dios esta airado contra el impío todos los días de su vida”.   Este contar está basado sobre
el nacer.
      Nacer: “este nació allí”. Para ser contado en el rebaño del Señor, hay una condición que
es: haber nacido de nuevo, del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. “El de su voluntad
nos hizo nacer POR la Palabra de verdad”. Pero el nacer referido aquí, no es el nacer de la
experiencia personal, es decir el nacer de nuevo después del arrepentimiento, sino el nacer
desde la perspectiva eterna;  el nacer programado en el consejo de Dios,  conforme a su
elección y predestinación: “El llama las cosas que no son como si fueran”. La Jerusalén
celestial es la corona de la creación de Dios, es su gloria, y por ende se llama la
congregación de los primogénitos inscritos en los cielos; fueron inscritos ante de existir,
antes de tener su ser fuera de la mente divina, antes que fuese creado cosa alguna. Nacimos
en la mente de Dios antes de nacer en este planeta: “antes que te formase en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué”:  Jer.I; 5. Esto se llama: elección incondicional.
     Inscribir a los pueblos: Esto es un gozo especial para la mayoría de los escogidos que
son de origen gentil.  Saber que Dios ha tomado a sus escogidos de entre todas las naciones,
tribus, y pueblos, nos llena de alegría y de asombro. Nos revela una vez más que sus
pensamientos no son como los nuestros, son muchísimo más elevados y a la vez
condescendientes que los nuestros. La mente terrenal hubiera pensado que Dios elegiría
únicamente entre los descendientes de Israel, o a lo máximo incluiría a los refinados
griegos, o a los poderosos romanos, pero ¡no!  Jehová se place en humillar la mente carnal,
y exaltar lo bajo y lo despreciado; el salva al pigmeo iletrado de la espesa jungla africana,
como al rabí de la simiente de Aarón. Todos ellos fueron escogidos en Cristo antes de la
fundación del mundo, nacieron en la mente infinita de Dios, son parte de la Jerusalén
celestial, es decir que fueron incluidos en el número de sus hijos adoptivos, lo cual es su
proyecto principal, inicial,  y eterno, cuando se decidió a crear una esposa para su Hijo
Unigénito la cual saldría de su costado sangriento en la cruz del Calvario.

     Verso 7: Y cantores y tañedores en ella dirán: todas mis fuentes están en Ti.
     La versión francesa L. Segond dice: “Y los que cantan y los que danzan se exclaman…”
Me parece expresar mejor la idea, pues en la eternidad todos estaremos cantando y tañendo
las harpas de Dios dando la honra,  la gloria,  la alabanza, y la acción de gracias a nuestro
Dios. Pero ahora pocos cantan y se regocijan en su salvación. Hay tantas falsas doctrinas,
falsos evangelios. Muchos hemos pasado por el engaño del catolicismo, muchos al salir del
catolicismo cayeron en el arminianismo, y la mayoría en el (neo) pentecostalismo. Bien
decía Spurgeon: “Todos nacemos arminianos”. Todos estos pobres hermanos, aunque
cantan en los cultos de sus iglesias, y hasta danzan como lo hacen los pentecostés,
lastimosamente no son los cantores y tañedores de este verso 7. Exteriormente cantan y
bailan, pero interiormente no hay el gozo de la salvación, pues no conocen la elección
incondicional, la gracia irresistible, la perseverancia asegurada hasta el fin por promesa de
Dios y acción del Espíritu Santo. Todos ellos aunque han salido de la trampa del papado, 
creen que su salvación depende en parte de ellos y por ende no pueden cantar realmente, no
pueden hacer lo que dice el Espíritu a través de Pablo: “Regocijaos en el Señor SIEMPRE,
otra vez digo: ¡Regocijaos!” En cambio, nosotros que por fin llegamos a entender la
soberanía de Dios, y su propósito de salvar a un número fijo de elegidos, de los cuales
formamos parte por medio de la fe que Dios nos dio; una fe no fingida que produce obras
de santidad y caridad, nosotros  nos regocijamos ahora y eternamente en esta salvación tan
grande y tan bien cimentada en el designio eterno  de Jehová;  “Así que recibiendo nosotros
un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios”. Cantamos y
tañimos nuestras harpas ahora mismo porque sabemos que formamos parte del Cuerpo de
Cristo, y que nuestra Cabeza nos guía irresistiblemente hacia un final glorioso
proporcionándonos todo lo que necesitamos, bienes y aun tribulaciones para llegar a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo. ¡Aleluia!

     Conclusión.
     He titulado este maravilloso Salmo 87: el Salmo de la Iglesia, pero al final de este breve
comentario, nos damos cuenta que podría también llamarse el Salmo de la elección
incondicional. Pablo en el NT habla de 2 misterios esenciales que habían sido escondidos
desde siglos y edades. El uno es que Cristo mora en cada creyente, y por ende somos tan
individual como colectivamente templos del Dios viviente: Col.I; 26 y 27. El otro es que
nosotros los gentiles, somos coherederos de las promesas de Dios con los judíos,  sobre la
misma base: Ef.III;  5 y 6. En este Salmo tenemos estos 2 misterios claramente anunciados.
Es un vislumbre profético  que rebasa ampliamente la esperanza que tenía el Israel
nacional, y que una vez más comprueba que la Escritura es divinamente inspirada, pues
declara cosas que no subieron en corazón de hombre y que han de acontecer con toda
seguridad. No obstante el AT está lleno de vislumbres de la gloria venidera y de estos 2
misterios, pues Pablo recuerda a los hebreos que  “la Escritura previendo que Dios había de
justificar por la fe a los gentiles, predicó antes el evangelio a Abraham, diciendo: En ti
serán bendecidas todas las naciones”.
       Reparemos también  en que este salmo es maravilloso porque habla de la Jerusalén
celestial, de la Iglesia invisible, es decir que habla de misterios que no eran revelados sino
vislumbrados en el tiempo de los hijos de Coré, pero no lo hace de una forma alegórica,
sino de una forma literal, pues Egipto, Babilonia, Filistea son gentiles de verdad. Por lo
cual no se necesita alegorizar tampoco para deducir que la Sion de este salmo es otra que la
terrenal, pues la ciudad de David es de la tribu de Judá, mas la que buscaba Abraham es la
invisible, la celestial, “porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios”: Heb. XI; 10. Y Abraham es también padre de los judíos, los cuales
tenían que saber, aunque sea solo una minoría,  que la esperanza de su gran patriarca era
más allá de los montes de Canaán, que su esperanza estaba  en los montes eternos. Bien
decía Agustín el teólogo de Hipona: “El Antiguo Testamento tipifica el Nuevo Testamento,
y el NT revela el AT”.
     Sin embargo sucede que a veces  es el AT que revela el NT. Por ejemplo este misterio
revelado de que los gentiles somos coherederos con los judíos de la promesa hecha a
Abraham,  se tipifica en J.XXI; 11 donde leemos: “Subió Simón Pedro, y sacó la red a
tierra, llena de grandes peces; 153, y aun siendo tantos la red no se rompió”. Uno al leer
esto puede pensar que es una anécdota sin mayor sentido, y que fueran 153 o 98 pescados;
¡esto da igual! Pero toda la Escritura es inspirada y útil para enseñar, y esta aparente
anécdota tiene una gran enseñanza sobre la Iglesia universal, donde los  gentiles son tantos,
tan numerosos, en comparación con los judíos. La Iglesia está construida sobre la Roca que
es Cristo, el Dios hecho hombre, es fundamentada sobre los profetas y Apóstoles, así que la
Roca y los fundamentos son todos hombres judíos. Pero los muros son de un material
mayormente gentil. Pedro es el apóstol que abrió la puerta a los gentiles en la casa de
Cornelio en Cesárea, (Hch.X), y desde entonces los últimos a ser llamados son los primeros
a entrar en el Reino de Cristo. Pedro el judío, pescador de hombres por mandato de Cristo,
saca en este pasaje sobre la playa 153 peces grandes.
Esto tipifica la edificación de la iglesia sobre el fundamento judío de los apóstoles y
profetas, edificación con un material de mayoría gentil. Para entender esta alegoría histórica
hay que ir a 2 Cro. II; 17, donde leemos: “Y contó Salomón todos los hombres extranjeros
que había en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron
hallados 153 mil seis cientos”. Estos 153 600 gentiles sirvieron como lo dice el verso
siguiente para proporcionar las piedras para la edificación del templo en Jerusalén. El anti
tipo de Salomón es Cristo, el anti tipo de David es el Padre, y el anti tipo de estos 153 600
extranjeros es la Iglesia del Dios viviente donde somos una mayoría de gentiles, y todos
nosotros judíos como extranjeros, somos piedras vivas. Pues el hecho es que aparte del
trabajo de fundación de la Iglesia que fue obra de los Apóstoles los cuales eran todos
judíos, la edificación de la Iglesia, ha sido en los siglos posteriores y hasta hoy, obra de los
gentiles y compuesta por los gentiles en gran mayoría.
De esta manera nadie se puede gloriar ante la presencia de Dios; pues ver unos sólidos
fundamentos con algunas piedras colocadas encima no es ningún espectáculo glorioso, sino
más bien algo triste que denota la impotencia del constructor para llevar a cabo su obra,
porque cuando uno construye una casa es para tener un techo sobre la cabeza ¡no unos
cimientos debajo de sus pies!, y en cuanto a morar en una casa que no tiene fundamentos,
es como un castillo de naipes, ¡si uno estornuda todo se derrumba!.
Así somos los gentiles sin los judíos: un castillo de naipes, y así son los judíos sin los
gentiles: una casa sin muros,  ni puertas, ni ventanas, ni techo. Pero “Jehová ama las puertas
de Sion más que las moradas de Jacob”, y por tanto ha derribado la pared intermedia de
separación entre judíos y gentiles y ha edificado su Iglesia sobre el fundamento judío de los
Apóstoles y profetas, con piedras escogidas de entre todas las naciones. Esto se vislumbra
en todo el AT, pero se revela en el NT.  ¡No obstante, mi Dios es un Dios de sorpresas y a
veces revela el sentido de un pasaje del NT en otro pasaje del AT como en el caso “153”;
qué sorpresas, qué misterios, qué revelaciones contiene la Biblia! Bien dice el himno
español:
      “Santa Biblia, para mí eres un tesoro aquí; Tu contienes con verdad la divina voluntad;
Tú me dices lo que soy, de quién vine y a Quién voy”.
     

LA HISTORIA Y MI HISTORIA

Es cierto que en muchos casos lo pequeño es la réplica de lo grande, lo micro de lo macro,


lo personal de lo nacional, lo individual de lo universal. Comparad un átomo con sus
electrones que giran alrededor de él con un sistema cósmico; y entenderéis  que hay una
analogía  asombrosa entre cosas minúsculas e inmensas, que denota la existencia de leyes
comunes que rigen a toda la creación de Dios. Esta analogía no se limita a cosas físicas sino
que se extiende a cosas espirituales. Me he dado cuenta que la historia de mi propio
desarrollo espiritual, es la réplica de la Historia de la Iglesia en la tierra, de la Iglesia
militante. “Tal palo, tal astilla” dice el refrán popular. La Iglesia militante, que se llama
protestante desde los días de Lutero, no es un edificio acabado, sino que es un organismo
vivo que ha ido creciendo durante los siglos, y por ende su forma ha estado cambiando,
hasta llegar a una cierta perfección. Igualmente la experiencia personal del creyente no
puede ser algo estático, sino que ha de ser algo dinámico, si es que tal individuo anhela
llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Es un mandamiento anhelar esto,
pues dice 2P.III; 18: “Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor”).

     “Donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia”. Es un hecho que hoy estamos como
en los días de Noé o de Lot, y por ende abunda el pecado descaradamente y por doquier.
Pero sobreabunda la gracia, y por esto mismo he podido comprender mejor por medio de
mi desarrollo espiritual, el desarrollo histórico de la Iglesia protestante y su desenlace final.

     Nací de nuevo por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo, hace unos 28 años. Fue la
experiencia más maravillosa de toda mi vida. El Espíritu Santo  me reveló mi miseria y
corrupción interna espantosa, y luego que clamé a Dios por misericordia, el Paracleto,
enviado por Jesús,  entronizó a Jesucristo en mi conciencia y en mi corazón; nací de nuevo.
No fue la oración de fe instituida por nuestros evangelistas modernos, sino más bien un
gemir profundo que exhaló 2 palabritas: “¡O Dios!”, lo que abrió la puerta de mi corazón a
Jesús, mi Señor y mi Dios.
     Antes de nacer de nuevo era como la gran mayoría de mis conciudadanos: ateo de
convicción, con cultura católica romana. Sin reconocerlo era un hijo de la iglesia papal. Fui
bautizado en agua a los  8 días de haber nacido, luego, sin tener fe alguna, ni entendimiento
alguno de lo que es el evangelio, pasé por todo el proceso de la maquinaria diabólica del
papismo, que te declara hijo activo de la “ verdadera” iglesia cuando tragas la ostia en la
eucaristía de confirmación a los 13 o 14 años. (A la verdad, no pude tragar esa ostia en
aquel momento, pues me dio ganas de vomitar y la tiré al piso discretamente durante el
coro). Lo importante para mí, en todo ese proceso mecánico de discipulado, era la plata que
me había prometido mi madre si llegara hasta mi primera “comunión”.

      Así se encontraba el cristianismo al fin de la Edad Media; ahogado en la superstición, la


idolatría, el ceremonialismo, la politiquería y el mercantilismo del Vaticano. Pero Llegó la
luz, por medio de un monje agustino que Dios usó: M. Lutero. Aquel fue el Padre del
protestantismo. Vino anunciando el evangelio verdadero de salvación por fe puesta
únicamente en el Crucificado, y la autoridad suprema de la Biblia. Igualmente, después de
10 años de haber nacido de nuevo, y de haberlos gastados en esperanzas falsas, y fantasías
de mi imaginación,  el Espíritu Santo me indujo a leer las obras de Lutero, y llegué a ser un
protestante verdadero, basado sobre los 2 fundamentos luteranos: Sola Fide, Sola Scriptura.
Entonces, empecé a congregarme en una iglesia reformada (calvinista) de tipo muy
tradicional; presbiteriana.

      Igualmente la Iglesia protestante, en su forma luterana, no pudo salir del


ceremonialismo que arrastraba desde que salió de Roma. Sus grandes controversias giraban
sobre la santa cena, y la presencia real de Cristo bajo los elementos del sacramento. Se
quedó atrapada en la tradición y en el ceremonialismo. Hace poco vi una foto del bautismo
de un infante de una pareja real en un país del norte de Europa,  donde la iglesia estatal ha
sido luterana durante casi 5 siglos, y si no hubiese leído la información, ¡habría pensado
que se trataba del bautismo de la infante de los reyes de España! Hoy en día la iglesia
luterana es tan apóstata que tiene pastoras lesbianas ordenadas por obispas…

     Después de un tiempo, fui a vivir a otro lugar y tuve que salir de esa iglesia
presbiteriana. Fue una bendición,  pues esa iglesia reformada, parecía más a un club social
selecto que a una iglesia! Habían llegado a aceptar  la teoría de la evolución con tanto
fervor,  que el mismo pastor desde el pulpito arremetió una vez contra los creacionistas.
Todo estaba muy reglamentado y supervisado por el presbiterio, el sínodo, la asamblea
general de los ministros. La tradición jerárquica presbiteriana y  el pensamiento liberal
habían apagado al Espíritu; no había vida, en esa iglesia;  se cumplió la Palabra dicha en 2
Tim.III; 4 y 5: “infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”. Eso fue lo único que
pude percibir en aquella época, pues no había estudiado ni las doctrinas del bautismo de los
infantes, ni su eclesiología. Era yo mismo un niño en la fe y en el conocimiento.

     La nueva iglesia, donde llegué, era una denominación de origen americana, más fiel a la
Palabra; no bautizaban a los niños, y eran creacionistas. No obstante, no era autónoma, y
como toda denominación, una iglesia madre, que se hallaba en otra ciudad, controlaba al
pastor. Pasé 2 años, en esa iglesia;  fueron los 2 años más fructíferos dentro del sistema
eclesiástico, pues el pastor era conocedor de las grandes doctrinas,  amaba y enseñaba la
Palabra de Dios. En esta iglesia me casé. Luego nos tocó mover a una gran ciudad. Allá,
nos congregamos en una iglesia bautista, cuyo pastor era calvinista. Duramos como 3 años,
hasta que decidimos salir definitivamente de esta iglesia, y no volver más a buscar una
iglesia local donde congregarse, pues entendimos que la Apostasía había comenzado. En
efecto se veían mujeres en minifalda cantando en el coro, mujeres en el pulpito enseñando y
teniendo autoridad sobre los hombres, y además,  mientras el pastor intentaba inculcar la
doctrina sana, es decir calvinista, desde el púlpito, los maestros de escuela dominical
enseñaban arminianismo, sin hablar de la forma deshonrosa de administrar la Santa Cena o
de la falta de interés general en temas de doctrinas  que podían ofender la mundanalidad
crónica de los feligreses…

     Así que el ciclo que recorrí dentro de las iglesias, fue similar al desarrollo histórico de la
Iglesia protestante verdadera. Salí de Roma, con las enseñanzas de Lutero llegué al
protestantismo, luego me congregué en denominaciones calvinistas, y terminé en una
iglesia bautista particular, es decir calvinista. En efecto el protestantismo comienza con
Lutero, pero ha de perfeccionarse y conservarse en el calvinismo, porque si se mantiene la
doctrina del libre albedrio, tarde o temprano la iglesia cae de nuevo en lo que caracteriza el
catolicismo romano: “Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo,
y su corazón se aparta de Jehová”. Como ya lo dije en otro artículo;   el arminianismo es la
carretera que lleva de regreso a Roma, aunque por lo general se transforma en el último
tramo en autopista neo pentecostal, (todo pentecostés es arminiano), para conectarse con el
bulevar periférico carismático católico, antes de llegar a los pies del papa. El calvinismo es
bueno en su aspecto soteriológico, pero en otros temas como eclesiología, o bautismo de
infantes, Juan Calvino estaba todavía empapado con el espíritu católico romano. Las
iglesias que alcanzaron a conformarse más al canon de las Escrituras fueron las iglesias
bautistas particulares, es decir con soteriología calvinista. Siendo las iglesias bautistas, el
modelo de iglesias más fiel a la Escritura, echémosles un vistazo.

     Una iglesia es bautista cuando tiene sus 2 fundamentos específicos, que son:  el
bautismo de agua en inmersión para los que han alcanzado la fe de Cristo, y la autonomía e
independencia de cada iglesia.

     Bautismo es una palabra griega que significa en español: inmersión. Por lo cual los
bautistas rechazan cualquier otra forma de bautismo de agua que no sea una inmersión total
de la persona. Ni tampoco aceptan el bautismo de infantes, sino únicamente de creyentes
verdaderos. Esta postura es bíblica. El bautismo de infantes es una característica del papado
y acarrea ruina a las iglesias incorporando personas que no tienen fe. Las iglesias
protestantes que conservaron esa tradición diabólica; pues es burlarse de Dios decir que uno
es cristiano porque le rociaron unas gotas de agua cuando era bebe, conservaron una parte
del espíritu del anticristo papal. Tal como sometieron la entrada al reino de Cristo a un
elemento físico:  el agua,  igualmente sometieron a las iglesias a organizaciones
denominacionales, a sínodos y concilios extra locales. En la Biblia cada congregación local
es independiente, tiene sus ancianos pertenecientes a esta localidad, y la iglesia no tiene
autoridad superior a ella, solo la Biblia es la autoridad superior. Las iglesias protestantes
que no han adoptado este modelo bíblico de gobierno han imitado al Vaticano e incurrido
en un atropello flagrante de la libertad de expresión como de conciencia. Claro que no
alcanzaron a establecer una nueva Inquisición, pero a pesar de todo quemaron, ejecutaron,
aprisionaron, multaron, vejaron a unos hermanos más protestantes que ellos, más bíblicos,
oprimieron a verdaderos hijos de Dios. Los bautistas por lo contrario han siempre sido los
mejores defensores de la libertad, y no solo para los protestantes sino para todo el mundo.
En septiembre 1644 en Rhode Island,  por la iniciativa de Roger Williams, se estableció por
primera vez en la tierra un gobierno que garantizaba la completa libertad de religión. Jesús
dice: “Se conoce el árbol por sus frutos”, el protestantismo en su forma más pura es el que
ha adoptado las doctrinas verdaderamente bíblicas de los bautistas particulares.

      Ahora no todo es puro dentro de la familia bautista, pues allí encontráis también toda
clase de herejías peligrosas y doctrinas del Anticristo. Los bautistas particulares son de sana
doctrina calvinista, pero los bautistas generales pueden ser unitarios, arminianos, neo
pentecostés etc. Al final de su gloriosa carrera el famoso C.H.Spurgeon, el pastor bautista y
calvinista,  de Londres, daba el toque de alarma, saliendo de la Unión de las iglesias 
bautistas, por lo que él llamó: “La controversia de la decadencia doctrinal”, (The
downgrade controversy). Esto ocurrió a fines del siglo XIX. Ha pasado más de un siglo
desde entonces, y hoy no estamos en una controversia doctrinal,  ¡sino en una apostasía
general! Por lo cual salí aun de esta iglesia bautista, acabando mi recorrido personal dentro
del sistema de las iglesias, el cual ha correspondido al recorrido del protestantismo en su
perfeccionamiento a través de las diferentes formas de iglesias que surgieron a lo largo de 5
siglos.

     Ahora, muchos hermanos, estarán de acuerdo conmigo, que la situación en las iglesias
evangélicas es alarmante, pero pocos se atreven a llegar a la conclusión evidente de que la
era de las iglesias ha acabado y que estamos en el tiempo de la Apostasía. Cristo viene
pronto, nadie sabe la fecha, pero por la Escritura sabemos la generación. Jesús vuelve en los
días de la generación que ve el evangelio predicado a todas las naciones: Mat.XXIV; 14,
que ve el mundo transformado en una gran Sodoma: L.XVII; 29, 30, que ve a Israel
resurgir como nación: Mr.XIII; 28, 30, y que ve la gran Apostasía: 2Ts.II; 3. La Biblia,
hablando de Babilonia dice en Ap.XVIII; 4: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis
partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.  Babilonia significa: tierra de
confusión. La tradición evangélica interpreta Babilonia como Roma,  y esto desde los días
de Lutero. Pero Roma no es ninguna tierra de confusión. Donde reina el catolicismo
romano, reina un orden estricto, no hay ninguna confusión; el papa es el suplente de Cristo,
sus sacerdotes cumplen sus funciones sacramentales de forma mecánica, y los feligreses
tienen que creer y obedecer sin vacilar. El catolicismo tiene muchas cosas abominables y
repulsivas, pero  el orden que impone no presta a confusión para nada. La Babilonia de
Apocalipsis es de hecho los Estados Unidos de Norte América, con sus centenares de sectas
de apelación cristiana. La nación que ha sido favorecida por Dios por ser la nación
protestante por excelencia, ha caído en una total confusión en cuanto a su protestantismo.
El arminianismo, el neo pentecostalismo, el mormonismo, la “ciencia” cristiana, el
russelismo, y otras abominaciones han contaminado la herencia protestante, de una nación
que fue fundada por calvinistas. Aun la forma más pura de cristianismo bíblico que se
hallaba en las congregaciones bautistas particulares ha sido amancillada y poseída por  el
espíritu del mundo. La causa primera de esto es que escrito está que no vendrá Jesús, antes
que venga la Apostasía. Pero las causas instrumentales o secundarias que han llevado a esta
apostasía, son:  la tradición, y sobre todo la televisión.
     Hay que salir del sistema de las iglesias locales;  “salgamos pues a Él, llevando su
vituperio”. Nos tildarán de fanáticos por  botar el televisor y renunciar a participar en cultos
mundanos. ¿Creéis que uno (el pastor incluido)  puede empaparse del espíritu del mundo y
de Satanás, todos los días de la semana siendo un televidente, y el domingo dejar ese
espíritu mundano en la puerta del templo, para revestirse del espíritu cristiano?  ¡No se
puede beber la copa del Mundial, y la copa del Señor, porque nuestro Dios es un Dios
celoso! Hay que escoger: la vía ancha o la vía estrecha, la televisión o la Biblia. “Nada hay
fuera del hombre que entre en el que le puede contaminar, sino lo que sale de él, esto es lo
que contamina el hombre”, dijo Jesús haciendo puro cualquiera cosa que se ingiérase en el
cuerpo. Pero la televisión  no tiene nada que proporcionar al cuerpo, sino que es dirigida a
la mente únicamente, para conformarla al espíritu de la potestad del aire, (no olvidéis que
las ondas que llegan a su receptor pasan por el aire; el dominio de Satán), que ahora opera
en los hijos de desobediencia. La televisión es la imagen de la bestia: Ap.XIII; 14 y 15.

     Hay también una interpretación tradicional de las 2 ordenanzas que nos dejó nuestro
Señor para toda la era de las iglesias,  que ponen un freno a muchos. El viene ahora así que
se ha terminado la era de las iglesias. Pero muchos que se dan cuenta de esto, no se atreven
a dejar la iglesia local por causa de una interpretación tradicional de versos como: “El que
creyere y fuere bautizado, será salvo, mas el que no creyere será condenado”.  Así que
piensan que el bautismo de agua es un requisito indispensable para ser salvo, y por ende no
puede haber un fin de la era de las iglesias hasta el Rapto, pues el uso de los sacramentos es
de carácter eclesiástico. El pensamiento de esos hermanos es que si no hay iglesias que
bautizan en agua no puede haber salvación. Es una interpretación errónea de la Escritura
que lleva a muchos a quedarse dentro de Babilonia. Jesús bautiza  con el Espíritu Santo: J.I;
26, y no con agua. Este es el bautismo que salva. Muchos creen, pero no son salvos, porque
“también los demonios creen y tiemblan”: Stg.II; 19. Todo el mundo cree que estamos en
2011 después de Jesucristo, todos los que forman parte de las iglesias creen en Jesucristo y
fueron bautizados en agua, pero el mundo y la mayoría de los cristianos nominales son
condenados. Creer mentalmente que Jesús es el Señor no salva a nadie. Hay que creer y ser
bautizado con el Espíritu Santo para ser salvo. Es decir hay que recibir la información con
la mente, esto es creer y luego esta información a propósito de Jesús ha de sumergir todo
nuestro ser, es decir que ha de penetrar e iluminar la conciencia, y prender el corazón con el
fuego divino del Espíritu Santo; esto es ser bautizado. Por regla general cuando la Escritura
no menciona el agua, el bautismo referido es el bautismo de Jesús; el Bautismo con el
Espíritu Santo.

     Mis queridos hermanos bautistas peleaban con toda razón contra el bautismo de niños, y
cualquier otra forma de bautismo que no sea una inmersión total en el agua. Ellos sabían
del peligro que acarrea la doctrina papal de regeneración bautismal en agua. Sin embargo el
peor peligro es creer con la razón sin que la conciencia haya sido iluminada, sin haber sido
sumergido por el Nombre de Jesús con el Paracleto, sin haber recibido el bautismo de
fuego. Una vez que uno discierne claramente el bautismo de fuego del bautismo de agua en
la Escritura, no tardará a comprender que realmente la era de las iglesias, y de los
sacramentos ha terminado, y  verá escrito en las puertas de los templos: Icabod.

    Estamos con mi esposa leyendo en estos días el libro de Jeremías, y su contexto se aplica
perfectamente a nuestro contexto. Los que se quedaron en Jerusalén, eran los higos malos,
que de malos no se podían comer, y los que fueron deportados eran buenos, muy buenos:
Jer. XXIV; 2 y 3. Hoy en día los que se quedan en el sistema tradicional de las iglesias van
para malos, y terminarán en el regazo del papa, mientras que los que se dan cuenta que
estamos en un sistema religioso babilónico, y salen de esto,  van para lo bueno: el
arrebatamiento. Los protestantes que se dan cuenta que estamos en Babilonia, se aferran a
lo único que no sufre los efectos de la gran Apostasía: la Biblia,(especialmente en su
versión protestante, es decir Reina-Valera), los que se imaginan que la iglesia evangélica de
hoy es como una parte de la Jerusalén celestial, no admiten la autoridad suprema de la
Biblia, y siguen a sus falsos profetas y a sus pastoras tipo “Jezabel”, que les hacen creer que
son muy bíblicos y que la apostasía general es un nuevo avivamiento universal. Se tragan
toda la basura que desde los pulpitos les tiran, la cual es muy conforme a lo que ven a la
televisión cada día. Se tragan el ministerio de mujeres, con sus pantalones y minifaldas, se
tragan el divorcio, el humanismo, el ecumenismo, el materialismo, el liberalismo, el
relativismo,  el pentecostalismo, hasta el evolucionismo teísta.  Nada nuevo bajo el sol; la
Historia se repite,  y las profecías son a menudo de cumplimiento repetitivo, pero su
cumplimiento es cada vez más universal. Os aconsejo la lectura de Jeremías, pues es la
descripción  precisa del estado de la Iglesia en nuestros días.  ¡Y si no lo creéis, no
subsistiréis: Is.VII; 9!

      He terminado mi ciclo en las iglesias, y las iglesias han terminado su ciclo.  Doy gracias
a mi Dios, por haberme llevado de tal forma  en mi peregrinación dentro del sistema de las
iglesias, porque  cuando  considero mi propia historia, veo la Historia de la iglesia militante
a través los siglos, pues nunca salí, excepto al final, por ser un disidente;  al contrario
siempre procuraba ser fiel a mi congregación mientras no ponía en peligro el evangelio
verdadero. Cada vez que iba a haber este conflicto, Dios me sacaba a otro lugar, e ingresaba
en una nueva iglesia más conforme al modelo bíblico, hasta que llegué a una iglesia
bautista particular, que es el modelo más bíblico de iglesia local. Dios me ha llevado de este
modo,  para confirmar por medio de mi propio recorrido que fue similar al recorrido de las
iglesias protestantes en su desarrollo hacia la perfección, que hemos llegado al fin de la era
de las iglesias.  Fue en el mejor modelo de iglesias; una iglesia bautista, que me di cuenta
que la Apostasía general que tiene que preceder el regreso de Cristo, ha llegado. La
próxima Iglesia donde me reuniré con mis hermanos para adorar a mi Señor Jesús, será
perfecta, sin manchas, ni arrugas, ni cosas semejantes,  ¡y he de ir allá sobre una nube! 

     MARANATHA.

¡EL ARGUMENTO EQUIVOCADO!

Mi contienda esencial siempre ha sido y será a favor del evangelio de gracia, en contra de
los falsos evangelios de obras que pululan por doquier. Frente a nosotros están los
arminianos, y los pentecostales que se dicen también evangélicos,  pero que niegan la
eficacia de la sangre del Cordero, si no es “activada” por sus buenas obras. Se parecen a los
católicos en el fondo, pues no conciben una salvación totalmente gratuita. La salvación
depende para ellos, en parte de la obra de Cristo en la cruz, y en parte de sus propias obras
piadosas. Como los católicos, no hay salvación fuera de su iglesia, o fuera de alguna
iglesia. El bautismo de agua, y la participación en la vida de una iglesia es imprescindible
para ellos, así como otras obras piadosas. Esta es la piedra de tropiezo para muchos. No
niego que unos son salvos, a pesar de su ignorancia, pero la mayoría ha apostatado la fe de
Cristo, aferrándose a unos trapos de inmundicia que es la justificación por obras: “De
Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis, de la gracia habéis caído”.
     Ahora no soy un calvinista antinomiano, (es decir uno que afirma que la Ley ha sido
abolida). Sé que dice Dios: “Sed santos porque Yo soy santo” y también: “sin  santidad,
nadie verá a Dios”. Pero mantengo que “por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no
de vosotros, pues es don de Dios, NO POR OBRAS para que nadie se gloríe”: Ef.II; 8 y 9.
La salvación es únicamente y exclusivamente obra de Dios, y nosotros no contribuimos
para nada en ella, porque “por una sola ofrenda, perfeccionó para siempre a todos los que
son santificados”. La salvación produce santidad y buenas obras, pero lo contrario, es decir
que las buenas obras producen la salvación, es un engaño satánico.
     No obstante nuestros adversarios, siempre nos echan a la cara que la Palabra de Dios
dice en Santiago,  que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe:
Stg.II; 24. La Escritura no se contradice, sino que muchos la tuercen para hacerle decir lo
que le agrada a la carne. Por lo tanto creo que es útil echarle una mirada a esta Epístola, y
ver lo que realmente nos dice el Espíritu Santo a través de Santiago, ya que es uno de los
textos favoritos de nuestros opositores.

     SANTIAGO II; 14 al 26.


Del verso 14 al 17, el argumento gira sobre la vitalidad de la fe. La suma de ello es que la
fe produce obras, y si no hay obras es muerta: v.17. Es cierto que una fe muerta no puede
salvar a nadie. Solamente una fe verdadera, es decir viva, puede salvar. Y si es viva, es
activa y produce obras: “porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús PARA
BUENA OBRAS”. Así que la fe tiene una vida propia que la caracteriza, y fue dada para
expresar este mismo carácter que son las buenas obras, la piedad, la santidad. Hoy la
mayoría de los cristianos lo son nominalmente, pero no realmente,  porque no se ve el fruto
de la fe en su vida, que es la santidad experimental que obra el E.S. en la vida cotidiana del
creyente. Claro que uno actúa según la medida de su fe, y no se puede esperar tanto de un
niño en la fe como de un creyente maduro. Pero en todo caso hay una sensibilidad a la
enseñanza de la Biblia que produce un andar cada vez más firme en las pisadas de nuestro
gran Hermano Jesús. Esa sensibilidad es una sensibilidad al pecado, mientras uno más
conoce la Ley, mas detecta el pecado. Pero la pauta es para todos la misma: un pecado
detectado es automáticamente un pecado aborrecido. Las apariencias engañan, y muchos se
engañan a sí mismos y a los demás, porque oran porque ayunan porque cantan porque
hacen vigilias porque no beben vino etc. Uno de los frutos de la fe verdadera es el
aborrecimiento al pecado, y particularmente al pecado de la fornicación.
      La fornicación es el único pecado que contamina el cuerpo como el alma, porque el que
se une a una ramera es una sola carne con ella, y como la ramera no cesa de fornicar, uno
sigue implicado en sus pecados por el cuerpo de ella al cual queda unido, mientras no hay
arrepentimiento y fe en la sangre de Cristo que limpia todo pecado. Hay también el pecado
de adulterio, que cometen miles de cristianos cuando se divorcian y se casan nuevamente,
hay el pecado de impudicia con las ropas indecentes que llevan las mujeres, lo cual activa
el pecado de lascivia en la mirada de los hombres. Es cierto que hay muchas formas de
pecar, y la fornicación ha siempre existido, sin embargo está en pleno auge en nuestros
días, porque estamos en los días de Sodoma. Santiago toma como ejemplo el pecado de
avaricia o de falta de amor verdadero: v 16, para comprobar la presencia o la falta de una fe
viva. Hoy en día, creo que la impureza sexual es el pecado que más declara el estado de la
fe de uno. Evidentemente, pocos son los que dicen que tienen la fe de Cristo y que
practican la fornicación abiertamente, pero ¡cuántos no reaccionan delante de la pantalla de
su televisor al ver chicas medio desnudas o desnudas! He visto peor aun; en una iglesia,
mujeres cantando coros en la tarima, en minifalda y con escotados que dejaban ver la mitad
del seno. Y todos aparentemente, no veían nada de anormal en ello. ¡La fe que no produce
odio hacia tal impudicia dentro de una congregación reunida  un domingo por la mañana es
muerta!
     Por lo cual se hace el reclamo pertinente en el verso 18: “…muéstrame tu fe sin tus
obras”. La fe es como el viento;  no se ve, pero produce efectos. El viento hace navegar los
veleros hacia su puerto de destino, así también la fe hace andar al cristiano en santidad. El
que profesa tener comunión con Dios ha de tener hechos que sustentan su religión. Hechos
relacionados con la Ley moral de Dios, y no con mandamientos y doctrinas de iglesias
apóstatas.
     La razón de ese reclamo que hemos de hacer, nos la da el verso siguiente, el 19: los
demonios creen también. En efecto hay creer y creer. La mayoría creen con la cabeza, pero
pocos con el corazón. Creer en Dios con la cabeza, es algo que muchos perdidos y los
demonios tienen en común. Esto es un creer mental. Es haber recibido una información
sobre Dios y asentir sobre la veracidad de tal información. Cuando Satanás puso a prueba al
Salvador en el desierto, utilizó un pasaje de la Escritura; el Salmo 91; versos 11 y 12 para
hacerlo caer en el pecado de orgullo espiritual. Satán creía en esta promesa de la Escritura
para los santos, y por esto la usó para tentar a Jesús. ¡Así que el mismo diablo cree en la
Escritura pero tiembla, y no se regocija por lo que le promete! De la misma manera
muchos, y diría la mayoría creen en Dios, porque han recibido información solida basada
en la Escritura, o recibida por medio de la tradición, la cultura, la familia, los amigos etc.
Mentalmente asintieron a la verdad de que hay un Dios, y que se manifestó plenamente en
la persona de Jesús quien murió y resucitó para salvar a los pecadores. Pero no son salvos,
porque esto no ha afectado su corazón. Su conciencia no ha sido iluminada por el Espíritu
Santo, y no se dan cuenta de lo que significa la información que creen intelectualmente
sobre el destino de ellos y del universo entero. Siguen insensibles en su conciencia y en sus
afectos, y sus pensamientos siguen siendo egocéntricos. ¡Creen como los demonios!
     Hasta el verso 21, Santiago trata de la vitalidad de la fe, y todos; arminianos como
calvinistas estamos de acuerdo que una fe muerta no salva. La discrepancia aparece en la
interpretación de los versos siguientes hasta el fin del capítulo. Santiago toma 2 ejemplos
notorios de fe viva, con la actuación de Abraham cuando estuvo a punto de sacrificar a su
hijo Isaac, y con la actuación de Rahab que puso su vida en peligro al esconder a los 2
espías israelitas.  De ahí concluye que las obras justifican: v 21, 24 y 25. Así que 3 veces
nos repite el E. S. por boca de Santiago que el hombre es justificado por las obras y no
solamente por la fe, como lo declara el mismo Espíritu en Efesios II; 8 y 9. ¿Se contradice
Dios? ¡En ninguna manera! Muchos hermanos intentan explicar esa aparente contradicción
hablando del misterio de la relación entre la responsabilidad humana y la predestinación, o
del equilibrio que hay que mantener entre el libre albedrio y el decreto eterno de Dios. Es
cierto que existe la responsabilidad moral de todo hombre, porque todos hemos sido
dotados de una conciencia que nos redarguye de pecado, pero esa responsabilidad no tiene
que ver con nuestra salvación eterna sino más bien con nuestra perdición eterna, pues “la
salvación es de Jehová”, y también dice la Escritura: “Si es por gracia ya no es por obras de
otra manera, la gracia no es gracia, y si es por obras, ya no es por gracia, de otra manera la
obra ya no es obra”. Cierto es también que el cristiano tiene su responsabilidad en su
caminar con el Señor, por lo cual dice la Palabra: “…ocupaos en vuestra salvación con
temor y temblor”, pero no es obrar para alcanzar la salvación sino que es obrar dentro de la
salvación que ha sido graciosamente otorgada. La aparente contradicción se esfuma si uno
se da cuenta que no se está hablando de la justificación delante de Dios sino delante de los
hombres, y es lo que plantea muy claramente el verso 18 cuando dice”. “muéstrame tu fe
sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Después repite el verbo ver 2 veces:
“no ves” en el verso 22 y “vosotros veis” en el verso 24. ¿Y qué es lo que vemos? ¿No son
las obras de Abraham y Rahab, que nos muestran lo que es una fe viva, es decir activa, con
obras? Para nosotros, uno se justifica por las obras, es cristiano no porque recita un credo o
conoce mucha Biblia, sino porque sus obras muestran su fe. Necesitamos  obras para
justificar nuestra salvación ante nuestros propios ojos, y ante los ojos de los demás. Pero la
fe es don de Dios, y El no necesita ver nuestras obras, para comprobar que tenemos la fe
que El mismo nos dio. ¡El tiene una memoria que nunca falla!
      Así que todo ese argumento que muchos usan con las palabras de Santiago II; 24: “…el
hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”, es totalmente equivocado
porque ¡no quieren ver el verbo “ver” que encabeza la sentencia! Porque no ven que se trata
de justificarse ante los ojos de los hombres, no ante los ojos de Dios.
     Termina el capitulo con el verso 26 que reitera cual era el tema.  El tema era que la fe
sin obras está muerta, y por ende no puede salvar, y ¡no la salvación por obras, como se
imaginan muchos!
     Hay otro argumento equivocado que se usa a menudo para demostrar que la salvación
no es exclusivamente de Jehová, sino que requiere una cooperación humana. Este se
encuentra en 1 Tim.II; 4 donde se dice que Dios quiere que todos los hombres sean salvos, 
pero como la mayoría se va a condenación eterna, esto implica que el hombre ha de hacer
algo, que Dios no puede hacer aunque lo quiere. Si Dios quiere salvar a todos,
necesariamente ha provisto el medio para todos. Y es lo que proclaman los arminianos;  que
Cristo murió por todos los hombres sin excepción, porque El quiere que todos sean salvos.
Hablan de la doctrina de la expiación ilimitada. Sin embargo Dios, según ellos, ha dado al
hombre un libre albedrio, que puede frustrar su voluntad de salvar a todos, y como tiene 
más consideración al libre albedrio humano que a su voluntad claramente expresada en este
verso; la decisión final la toma el hombre aceptando el evangelio o rechazándolo. Como no
sé nada de griego, mas miré en diversas Biblias traducidas en 4 idiomas, y en varias
revisiones. Consulté un total de 7 Biblias diferentes. Todas excepto una,  traducen con la
palabra: “quiere”,  la palabra del texto original en griego. La única que hace excepción y
traduce con la palabra: “desea” es una versión moderna llamada: English Standard Versión.
Como dice el proverbio galo: la excepción confirma la regla. Así que no hay duda que la
traducción correcta es que Dios no desea sino que quiere que todos los hombres sean
salvos. ¡Parece entonces que los arminianos  y los semi pelagianos (los católicos) tienen la
razón!  Y la razón de ellos es que el hombre tiene el control de su destino eterno, que la
voluntad del hombre prevalece sobre la voluntad de Dios, aunque sea para su eterna
perdición. El yo, el ego ha de tener la última palabra para ellos. (Reparad en que los
católicos dicen a veces: “Santo Dios”, pero usan más la expresión: “Santísima Virgen”,
pues María es un alter ego divinizado). Casi toda herejía tiene su fundamento en la
exaltación del ego o de un alter ego, en detrimento de la gloria de Dios.
      A tal interpretación, la mayoría de los teólogos calvinistas, responden que la expresión:
“todos los hombres”, no significa todos los miembros de la raza humana sino toda clase de
hombres. Esta respuesta es válida y destruye el argumento de nuestros adversarios. Sin
embargo creo que hay otra clave además de la que tenemos en la palabra “todos”;  está en
la palabra “salvación”. En efecto si Pablo está hablando en este capítulo de la salvación
eterna, y suponiendo que la palabra “todos” significa cada miembro de la raza humana,
entonces no hay duda que todos los seres humanos serán salvos, porque “todo lo que quiere
Jehová lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”,
(Sal.CXXXV; 6) y también: “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para
que se arrepienta. El dijo, ¿y no  hará?,  habló, ¿y no ejecutará?”, (Num.XXIII; 19), y otra
vez en Daniel IV; 35 nos dice: “El hace según su voluntad en el ejercito del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano y le diga: ¿Qué haces?”.  Esto nos
muestra de paso que clase de Dios predican los arminianos; un Dios que quiere que todos
sean salvos, pero cuya voluntad no se cumple pues muchos ya han ido al infierno,  y cuya
Palabra que acabo de citar,  es engañosa. Pero mantengo que aquí Pablo no está
refiriéndose a la salvación eterna. Esta epístola es de tipo pastoral, y habla principalmente
de asunto prácticos relacionados con la vida cristiana en este mundo. Fijaos en que antes de
afirmar que Dios quiere que todos los hombres sean salvos, el apóstol pide que se hagan
oraciones por los gobernantes para que se pueda vivir “quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad”. En efecto los gobiernos son instituidos por Dios para salvarnos del
caos, del asesino, del ladrón, del estafador, del secuestrador etc. Cuando somos salvos de
estos peligros, entonces podemos predicar y publicar el evangelio. Mirad a los países
musulmanes, donde los gobiernos, no garantizan la libertad de conciencia o de religión. El
musulmán que se convierte a Cristo es pasible de la pena de muerte en muchos de esos
países. La gente en esas dictaduras no es salva de la opresión religiosa que impide que
vengan al conocimiento de la verdad. Y Dios quiere que todos sean salvos del caos y de la
opresión y vengan al conocimiento de la verdad. Lo que quiere, Jehová , lo hace , y lo ha
hecho desde hace 4 siglos en los países protestantes, y aun está hecho ahora en el resto del
Occidente, y lo hará pronto en toda la tierra en su Reino milenial. Dios no quiere que todos
los hombres sean salvos eternamente, El quiere que sean salvos de la opresión, del caos
para que tengan la oportunidad de oír lo que dice la Biblia. ¿Es uno salvo, antes de llegar al
conocimiento de Jesús, o después? La Escritura dice: “No hay otro Nombre dado a los
hombres bajo el cielo en que podamos ser salvos”, por lo tanto es preciso llegar al
conocimiento de la verdad, es decir de Jesús, antes de ser salvo. ¡No obstante el verso 4
dice lo contrario; que Dios quiere que los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de
la verdad! Lo dice así porque no se trata de la salvación eterna, sino de una salvación
temporal. En este mismo capítulo, el apóstol habla de otro caso de salvación temporal
cuando habla de que la mujer será salva engendrando hijos: verso16. Aquí se trata de la
salvación del ocio, del chisme, de la indiscreción, de la palabrería vana, y de todos los
peligros que acechan la mujer que está en la calle en vez de estar ocupada en su casa, con
sus hijos. A esas, Satanás les tiene preparadas sus trampas: capítulo V; 13 y 15. En el
capítulo IV habla también reiteradamente de salvación temporal. En el verso 10 dice que
Dios es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. Sabemos que “sin
fe es imposible agradar a Dios” y que “el que no cree ya ha sido condenado”, por lo cual es
imposible que Dios conceda la salvación eterna a todos los hombres; “porque la fe no es de
todos”, dice la Escritura y lo evidencia el mundo a cada instante. Por ende se refiere aquí
otra vez a una salvación temporal que concierne a toda la humanidad. De hecho  cada
segundo que pasa,  Dios nos salva de la muerte física, por enfermedad, accidente, agresión
etc. En el verso 16; Pablo habla de otros 2 tipos de salvación temporal, que conciernen esta
vez a los creyentes. Aquí habla primeramente de salvar el testimonio como líder, (“para que
tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”: v.15), por lo cual le dice Pablo: “Ten cuidado
de ti mismo”. El cristiano tiene que salvar su testimonio, porque Satanás quiere destruirlo, y
el mundo está pendiente de cualquier pecado cometido que pueda echar a perder el
testimonio personal del Cristo que predicamos. Hay también otra cosa de la cual
necesitamos ser salvos, y que hoy en día ha arruinado las iglesias evangélicas, y es la
herejía. Por ende le dice Pablo a Timoteo que tenga cuidado de la doctrina. Una doctrina
sana nos salva de muchos dolores, sufrimientos, angustias, engaños y pecados. El que sabe
que la salvación es por fe, no por obras, entra en el reposo del verdadero sábado. Se salva
de duras caídas al querer subir al cielo amontonando buenas obras.
     Hay otros versículos que toman los arminianos y los católicos para sostener su doctrina
semi pelagiana. No voy a escudriñarlos ahora, sino que quiero ahora concientizar a mis
oyentes sobre la necesidad de pelear la buena batalla de la fe, y en este caso me refiero a la
defensa de la doctrina de la salvación por fe no por obras. Y aun más: de la salvación por fe
sin obras.
He leído recientemente, unas excelentes enseñanzas y sermones de Martyn Lloyd-Jones, un
pastor famoso de Londres que murió a fines del siglo XX. El era un calvinista convencido,
y sus enseñanzas tienen una frescura y una claridad diáfana. No obstante escribió un
artículo sobre Howel Harris y el avivamiento que ocurrió en sus días en el siglo XVIII en el
Reino Unido, en el cual alentaba a la unidad entre calvinistas y arminianos dentro del
espíritu metodista. Howel Harris era un hermano del país de Gales, cuya doctrina era
calvinista, y por medio del cual Dios produjo un avivamiento, esto ocurrió durante los días
de Whitefield, Toplady, Rowland, y de los hermanos Wesley. Es cierto que Dios usa
arminianos para evangelizar las masas, y hoy en día gente como Jack Chick; el editor
internacional de los tebeos de evangelización, está haciendo una gran obra para el Señor.
No obstante, comparto la actitud de Toplady, que enfrentó duramente a Wesley por enseñar
la herejía arminiana, porque él sabía que detrás del arminianismo estaba Roma al acecho,
lista para absorber al protestantismo, una vez que se debilitará en sus grandes doctrinas de
la predestinación, de la expiación limitada, y de la depravación total del hombre natural.
Toplady estaba al tanto del complot jesuita para acabar con el protestantismo por medio de
la introducción de doctrinas falsas que niegan la soberanía de Dios y la eficacia completa
del sacrificio de Cristo hecho una sola vez para siempre. Informó a los cristianos del
complot que involucraba al arzobispo de la iglesia anglicana: Laud, el cual tenía contactos
secretos con los jesuitas para promover el arminianismo dentro del protestantismo. Toplady
fue criticado unánimemente por su postura inflexible y sus ataques directos en contra de
John Wesley. Pocos creen hoy en ese complot, y por eso muchos grandes hermanos como
Lloyd-Jones bajaron la guardia frente al fenómeno arminiano-pentecostal.
     Pero el hecho es que después de que se retirara del ministerio pastoral, en su iglesia de la
capilla de Westminster, el sucesor de Lloyd-Jones, introdujo la herejía pentecostal, y al
cabo de unos años, esa iglesia perdió las 2 terceras parte de su membrecía. Los ancianos
que resistían a las nuevas doctrinas fueron sacados, y la capilla donde durante tantos años
se había predicado el evangelio verdadero de forma muy eficaz, se transformó en el circo
pentecostés de siempre: gente gritando y tirándose al piso bajo la unción del espíritu ¡que
no es santo!
     No niego que muchos hermanos a pesar de ser arminianos sean de Cristo, y que Dios los
use más que a nosotros. Sin embargo su evangelio no es el evangelio de la Biblia. Tiene
graves errores que no impiden que la conversión de los oyentes, pero que ciertamente
impiden su crecimiento en la gracia y en el conocimiento de la verdad, y que abre la puerta
al catolicismo romano, mediante el pentecostalismo que es la conexión al movimiento
carismático católico. En efecto todos los pentecostales trinitarios tienen una soteriología
arminiana. Promover el libre albedrio es la raíz de todas la grandes herejías modernas. La
base del ecumenismo es el argumento equivocado; es decir: “podemos  hacer algo para ser
salvos”. Claro que no están de acuerdo sobre lo que se puede hacer, pero están de acuerdo
de que el yo, el ego, tiene una participación activa en la salvación, y esto los une en un
mismo espíritu de sutil egolatría.
     Sé que mi postura frente al arminianismo es dura, y que frente al pentecostalismo mi
oposición es total, pero sé que  por esas 2 herejías Roma ha destruido el protestantismo.
Estamos viviendo tiempos muy peligrosos y ya han entrado falsos maestros que han
introducido encubiertamente herejías destructoras, y aun han negado que solo la sangre de
Jesús,  derramada en la cruz,   nos ha rescatado para siempre a nosotros los que hemos
creído de todo corazón: 1 P.II; 1.  Por lo cual como dice el Señor a los fieles de la iglesia
que estaba en Tiatira: “…pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga”. Los
pentecostales siempre usan el verso 9 de Gálatas V, que no entienden, para imponer su
legalismo. Siempre repiten: “Un poco de levadura leuda toda la masa” para prohibir a sus
fieles un vaso de vino o una cerveza, porque según lo que entendieron, es que el que bebe
vino ha de ser un borracho, y ¡reparad en que lo mismo decían los fariseos a propósito de
nuestro Señor! No entienden que la levadura no tiene nada que ver con el uso del alcohol o
del tabaco, sino que la levadura tipifica la falsa doctrina que echa a perder la gran verdad de
la salvación por gracia y no por obras:  ved versos anteriores del 1 al 8. Por lo cual a fin de
retener esta gran verdad y gran salvación gratuita e inmerecida, es preciso tener sumo
cuidado con la levadura que el enemigo ha introducido en casi todas las doctrinas del las
iglesias evangélicas de hoy. A la verdad a mi no me importa lo que piensa un hermano de
mi escatología, lo que me importa es nuestra común salvación basada únicamente en la
sangre del Cordero. Pero aunque todos saben que sin derramamiento de sangre no hay
remisión de pecado, todos también quieren añadir a la sangre de Cristo el sudor de sus
buenas obras sin la cual piensan que no puede haber perdón. A estos hay que resistir,
porque detrás de ellos está Satanás, preparando el camino de regreso a Roma. El amor es
gran mandamiento, pero primero amarás a Dios sobre todas la cosas y después a tu prójimo
como a ti mismo. Hacer depender la eficacia de la sangre del Cordero de mi libre albedrio,
como hacen los arminianos, es introducir levadura en la masa, y esto no es amor al Señor.
Somos pocos hoy en día en retener las doctrinas puras de la gracia irresistible, de la
expiación limitada, de la depravación total de la naturaleza humana, de la perseverancia
garantizada de los santos, de la elección incondicional, somos pocos calvinistas de corazón
ardiendo por esas verdades preciosísimas y consoladoras. (¡Porque sin duda calvinistas de
tradición y de biblioteca hay bastante en comparación!)  Pero como dijo el hermano
americano  Garrison: “Uno con Dios es una mayoría”.
     Así que donde hay un hermano que pelea la buena batalla de la fe, y hoy en día esa pelea
es en contra de las iglesias evangélicas que han caído en la trampa del pentecostalismo, hay
una mayoría, que al final vencerá. Sé que es fácil decirlo, pero difícil vivirlo. Pero el justo
vivirá por su fe, y aunque vemos multitudes acudiendo a iglesias que son cuevas de
ladrones, cuyo propósito es sacar el diezmo, y la ofrenda, es decir explotar la ignorancia de
muchos hermanos niños en la fe, nosotros que conocemos la verdad del evangelio de
gracia, somos llamados a seguir el ejemplo de Lutero, quien siendo solo contra todos, pero
firme en su conocimiento personal, experimental, de la salvación por fe no por obras, hizo
que brillase otra vez la luz del Evangelio por todo el mundo. La lucha es la misma, pero no
podemos esperar un avivamiento dentro de las iglesias, porque estamos en la Apostasía,
sino que esperamos mucho mejor que un avivamiento, porque esperamos al mismo Señor
Jesús que descenderá del cielo.
Por ende digan lo que digan nuestros adversarios, y lo dicen usando argumentos
equivocados, nuestra respuesta definitiva y bíblica,  será siempre esta: “Concluimos pues
que el hombre es justificado por la fe, sin las obras… ”

MARANATHA.

LAS 2 FORTALEZAS DE SATANAS

      Desde el principio de la Historia ha habido una lucha constante entre la luz y las
tinieblas, entre los hijos de Dios y los hijos del diablo, entre la verdad y el padre de las
mentiras. Pero tal como en las guerras humanas, las armas  han  ido perfeccionándose a lo
largo de los siglos, así que también en nuestra lucha espiritual las armas del enemigo
aunque funcionan todas sobre los mismos principios, han cambiado. Cuando el papa tenía a
su disposición el brazo secular, su arma favorita era la Inquisición con sus tribunales, salas
de tortura y hogueras. Los tiempos han cambiado gracias a la Reforma protestante y hoy en
día el ``Santo Oficio` (nombre actual de la Inquisición) no es el arma eficaz del Anticristo y
el diablo.
     En estos tiempos modernos, Satán combate a los cristianos mediante nuevas armas. Ha
edificado 2 fortalezas que llevan a cabo la destrucción del protestantismo mediante una
infiltración insidiosa y sumamente eficaz.
     A menudo he denunciado esas 2 peligrosas armas que como un cáncer han carcomido el
corazón  del protestantismo. Sin embargo como dice Pablo en Fil. III 1: “A mi no me es
molesto el escribiros las mismas cosas y para vosotros es seguro”. Así que quiero
exhortaros otra vez a derribar estas 2 fortalezas del enemigo que son: la televisión y el neo-
pentecostalismo.
     La televisión.
    Hace unos años, escribí un pequeño articulo que se titula: ¨La imagen de la bestia¨, por
ende no voy a volver a insistir sobre el hecho de que la televisión es la imagen de la bestia:
Ap. XIII; 14 y 15. La mayoría de mis hermanos no quieren recibir esta interpretación que
me fue revelada por el Espíritu Santo. No quieren aceptar que la imagen animada que habla
y que es fabricada por los moradores de la tierra es la televisión. Sin embargo las pocas
interpretaciones que he oído van de un robot, en el caso de J. Chick, hasta un acto de
ventriloquía en el libro del erudita milenarista Evis L. Carballosa: “Apocalipsis”. ¡El ateo
George Orwell estaba mas cerca de la interpretación correcta de la imagen de la bestia en su
novela “1984” que nuestros eruditos!
     La razón principal  de esta ceguera es a la verdad el hecho de que mis hermanos
mantienen en casa el televisor. Dejando pues a un lado mi interpretación de la imagen de la
bestia, quisiera demostraros que de todas formas la televisión es el arma más poderosa que
está usando Satanás para destruir al pueblo de Dios.
     Jehová dice: “sed santos porque Yo soy santo”. La santificación experimental es obra
del E.S. por medio de la Palabra. Jesús dijo: “Padre santifícalos por tu verdad, tu palabra es
verdad” En otras palabras el E.S. nos explica en el NT que ha de haber una renovación del
espíritu de nuestra mente: Ef. IV 23. En el nuevo nacimiento la conciencia es iluminada por
la revelación de J.C. pero luego esta misma conciencia necesita ser alimentada por la
Palabra de Dios que es asimilada, digerida, escudriñada, memorizada cada día por la mente.
Conforme alimentamos nuestra mente con la Palabra de Dios, la conciencia crece, recibe
más luz, y Cristo se va formando en ella. No hay ningún misterio en ello pues dice Col.I 26,
27: “El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido
manifestado a sus santos a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este
misterio entre los gentiles que es: Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Cristo es la
simiente incorruptible que ha sido plantada en nuestra conciencia, es decir en nuestro
espíritu, (lo cual abarca además de la conciencia: la intuición y la voluntad espontanea o
impulso espiritual). Esta simiente incorruptible es también indestructible, sin embargo
necesita agua para crecer, y esta agua es la Palabra de Dios, la cual es suministrada por la
mente. Por esto Cristo en nosotros es un hecho para todo aquel que ha nacido de nuevo,
pero no se manifestará hasta el día de la resurrección de los justos, por lo cual es llamado
esperanza de gloria. Hasta aquí estoy convencido que todos mis hermanos me siguen.
Todos sabemos que El de su voluntad nos hizo nacer por la Palabra de verdad y que esta
Palabra no es solamente espíritu y vida, sino también leche espiritual para el recién nacido
y comida sólida para el anciano. Todos sabemos pues de lo imprescindible de que la
Palabra de Cristo more en abundancia en nosotros. Cristo es realmente todo para sus
escogidos; El es la simiente incorruptible, el agua de vida, la luz, la verdad, el camino, el
principio, el fin.
     Ahora pues, esta simiente incorruptible crece según la regamos regularmente con el agua
de vida que es la Palabra escrita de Dios: la santa Biblia. Pero ¿Qué pasa si uno riega su
simiente un día con agua pura y otro día con agua acida o radioactiva? ¿Crecerá bien esa
simiente? ¡Por supuesto que no! Esto es lo que hace la mayoría de los cristianos. Pasan
unos minutos estudiando o leyendo la Biblia, es decir renovando el espíritu de su mente, y
luego 1 hora llenando su mente de imágenes y palabras obscenas, violentas, blasfematorias
cuando prenden su televisor. Jesús dijo que se conoce el árbol por sus frutos ¿Cuales son
los frutos de la televisión?, ¿Qué difunde?
     Analicemos un poco los programas que produce la televisión. Hay 2 clases: los
programas de información (cultura, educación, arte, ciencia, noticias) y los  de
entretenimiento (deporte, películas, novelas, teatro, música, farándula). La primera clase
enseña doctrinas muy perniciosas para la fe bíblica. Programas como “National
Geographic” o “Discovery Channel” afirman con toda la autoridad del gremio de los
científicos ateos o católicos, que somos el producto de la evolución, que la tierra y el
cosmos tienen millones de años y que  por lo tanto la ecuación que resuelve la complejidad
de ese mundo es: azar + tiempo+ big bang = vida. (De vez en cuando en el noticiero de la
noche, terminan anunciando que hay que agregar unos millones de años más al cómputo
actual). La evolución es un punto clave en la estrategia de Satanás para derribar el
cristianismo bíblico. Por otra parte las noticias, aunque pueden tener cierta utilidad en
cuanto al cumplimiento de las profecías, tienden a ejercer un ambiente depresivo sobre el
televidente, con la mira de prepararlo para acoger el nuevo orden mundial que ha de ser la
panacea de todos los problemas que acosan a las sociedades modernas. Siendo siempre la
solución final; la destrucción de los judíos…
     Los programas  de entretenimiento son mucho más agresivos, sea en el campo
cinematográfico, sea en el mundo de la música contemporánea, pues no solo promueven la
evolución sino también la fornicación, el adulterio, la sodomía, la brujería, el feminismo, la
blasfemia, el vocabulario grosero y todo lo que es conforme a la inmoralidad de este siglo.
     Recuerdo las películas de acción hace unos 40 años, donde no faltaba la violencia, pero
por lo general el héroe era un hombre que luchaba con los malos y al fin se casaba con la
mujer bonita. Hoy en día, el héroe es una mujer, que derriba a los hombres en 3 patadas, y
nada de casamiento al fin, después del clásico beso francés, sino  durante la película, se nos
ofrece sexo sucio en directo. No creo que sea útil seguir describiendo los programas
televisivos de hoy, pues todos sabemos que no promueven el evangelio de gracia (solo el
evangelio de prosperidad o de Roma), sino todo lo que contradice la ley moral de Dios, y
todo lo que puede debilitar la autoridad de la Escritura, o estigmatizar al cristianismo 
bíblico bajo la sospecha de terrorismo, sectarismo peligrosos para la sociedad. ¡Todos
sabemos que la televisión no promueve el calvinismo milenarista! Todos sabemos que el
contenido moral de los programas televisivos es anti bíblico. Ahora: ¿porqué mis hermanos
siguen teniendo, esta máquina de lavar el cerebro en casa?
      Os recuerdo hermanos que pagáis cada mes  la electricidad y a veces la conexión para
que llegue a vuestras casas palabras e imágenes que  contristan al E.S. y ofenden la moral
cristiana. ¡Esto es el colmo: pagar para contaminarse la mente en casa! Pero como casi
todos mantenéis el anatema en casa, pensáis que vuestro pecado no os alcanzará. Hermanos
estáis involucrados en una gran conjuración internacional, es una gran traición al Espíritu
Santo: guardáis un aparato que difunde automáticamente blasfemias, mentiras, lujuria, y
toda clase de deseos carnales; esto será un serio cargo en vuestra contra, que tendréis que
afrontar en el tribunal de Cristo si no os arrepentís y echáis este maléfico artefacto fuera de
vuestras casas. ¡Y acordaos de que como el pecado de Acab alcanzó a toda su familia,
igualmente el pecado de mantener este manantial de perversión en casa afectará a todos los
miembros de la casa!.  La Biblia dice en Ro.XII 2: “No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Para esto tenemos la
Biblia, para  hablar, pensar, actuar conforme a sus mandamientos y preceptos. La TV es
exactamente lo contrario, es  para conformarnos a este siglo. Satanás que es el príncipe de
la potestad del aire,  controla la televisión que funciona por medio de las ondas radio que
pasan por el aire; es decir por su territorio. ¿Creéis que dentro de las comisiones que eligen
los programas televisivos, hay cristianos nacidos de la Palabra y del Espíritu? Al ver los
programas, sabemos que los que forman esas comisiones que regulan los programas no son
de Dios. ¡Y si no son de Dios, son del diablo! Estoy seguro que esa gente tiene un programa
bien establecido que es destruir la autoridad de la Biblia, promoviendo  una ética humanista
con el fin de preparar el camino para el nuevo orden mundial cuyo gran jefe será el
Anticristo, el ultimo cesar del nuevo imperio romano: la Unión Europea. Sabiendo todos 
que la televisión conforma al televidente a este siglo y que la Escritura nos manda  no
confirmarnos a este siglo: reitero mi pregunta: ¿Porqué  guardáis vuestros televisores en
casa, hermanos?
     A la verdad ninguno puede dar una respuesta que le justifique. ¡Os reto hermanos a que
me citéis 1 solo programa de la última decada, que nunca diga una palabra, o exprese un
pensamiento en contra de la verdad bíblica! El hecho es que la Apostasía que ha
comenzado, está directamente relacionada con la televisión. Desde que entró ese artefacto
del príncipe de la potestad de las ondas radio televisivas en los hogares cristianos, el nivel
moral ha bajado lenta pero irresistiblemente hasta conformarse a la moral mundana. Yo veo
por todo lado a las hijas de los verdaderos cristianos vistiendo pantalones y preparando su
carrera profesional en la universidad. Nunca las he visto preparándose para ser esposas
obedientes a sus maridos y amas de casa ¿Por qué? Porque sus papas, como ellas han sido
convencidos por la televisión que la mujer tiene su rol fuera de la casa y que puede tener
autoridad sobre el varón en la casa o en la sociedad, y si los que son el dechado de la grey
han sido engañados gravemente: ¿qué será de los demás? No hay ninguna duda que la gran
apostasía de las iglesias evangélicas tiene su raíz en el  hogar de los hermanos, en el labor
insidiosa y nociva que durante años ha tenido lugar en sus mentes por medio de la
televisión.
      Nosotros el remanente escogido por gracia, predicamos la doctrina de la fe que es
conforme a la piedad. Es decir que las verdades espirituales que exponemos han de
fomentar una vida moral intachable. ¿Como puede un pastor predicar esas grandes
doctrinas en una congregación, mientras sus hijitos miran en la televisión “Las aventuras de
la buena brujita”? ¿No sabéis que la brujería es pecado? Hermanos, vuestras oraciones,
vuestros estudios, vuestra vida espiritual no puede progresar realmente mientras mantenéis
la imagen animada que habla en contra de la piedad y la verdad, en vuestras casas. Jehová
se quejaba de que durante los 40 años que mantuvo milagrosamente cada día al pueblo de
Israel en el desierto, todavía muchos llevaban el tabernáculo de Moloc, y la estrella  de su
dios Renfán, que se hicieron para adorarlas: Hch VII 43. Hermanos, estáis haciendo lo
mismo; comiendo el mana de Dios, que es su Palabra escrita, y al mismo tiempo tenéis un
cuarto donde está la televisión, que todavía no adoráis, pero falta poco; pues sabéis que
desde allí se difunden malos pensamientos y doctrinas de demonios, pero nunca os ha
venido a la mente botar ese maldito aparato. Habéis crecido, (yo también), con esto en casa;
desde la niñez, forma parte de vuestro entorno y  ha conformado vuestro pensamiento a este
siglo, lo ha conformado tanto que a pesar de todas las suciedades y blasfemias que habéis
visto y oído , nunca habéis pensado echar fuera ese tabernáculo de Moloc, sino que seguís
el consejo de la misma pequeña pantalla que os dice: acostar los niños temprano, vigilar los
programas, evitar los que tienen demasiado sexo y violencia, conformarse solamente a las
brujitas buenas y al evolucionismo de Discovery Channel. ¿Hasta cuando Dios soportará
esta hipocresía? Porque ya no es ignorancia, pues todos los que estáis leyendo este articulo
sabéis que tengo la razón, si es que el Espíritu  de verdad mora en vosotros, Así que ya no
es pecado de ignorancia, sino de hipocresía y de obstinación. ¿Seguiréis con vuestro
tabernáculo de Moloc u os consagraréis de verdad  a Jehová, renovando  con la Biblia  el
espíritu de vuestra mente, y no ensuciándolo con la TV? Sé que mis palabras son duras,
pero cuando un incendio esta propagándose de casa en casa, es criminal sugerir
discretamente a los moradores que seria oportuno levantarse de su cama. No es tiempo para
sugerir o susurrar consejo, es tiempo para alertar y vociferar que un fuego de inmoralidad
está propagándose desde adentro de las casas de nuestros hermanos adormecidos. ¡Oh
como anhelo un avivamiento en los hogares de mis hermanos! Ese avivamiento comienza
con apagar el televisor y echarlo fuera de la casa. Sueño que un día se oiga decir en las
conversaciones de los mundanos: “Este es protestante radical : no tiene televisor en casa”.
Y no más el tradicional comentario: “este es evangélico; no bebe vino”, pues os aseguro
que Cristo no tiene nada en contra del uso moderado  del vino o de la cerveza pero sí, tiene
mucho aborrecimiento para con el contenido de los programas televisivos! Decía C.H
Spurgeon: “Por más que yo ame el credo de la cristiandad, afirmo que el verdadero
cristianismo es más una vida que un credo… Hemos de preocuparnos mis queridos
hermanos de que nuestra religión sea cada vez más la consecuencia exterior de la vida de
nuestra alma. Muchos son retenidos por un:  “no debes hacer esto, ni eso otro, ni lo demás
allá” y  son conducidos por un: “debéis hacer estos y esto otro”. Pero existe una doctrina
frecuentemente tergiversada, la cual es no obstante una verdad bendita,(la doctrina de la
gracia), que debería morar en vuestros corazones: por consiguiente vosotros no hacéis la
voluntad de Dios porque esperáis ganar el cielo o soñáis con escapar de la ira divina por
vuestras propias acciones , sino porque haya en vosotros una vida que busca todo lo que sea
santo, puro, justo y verdadero y no puede soportar lo malo… Una de las razones por las
cuales creo que la Iglesia de Dios tiene actualmente tan poco influencia en el mundo, es por
la gran influencia que el mundo ejerce sobre ella. Hoy día oímos a los cristianos que
pueden hacer esto o aquello: cosas por las que sus antepasados los puritanos preferían haber
muerto en la estaca antes que tolerarlas. Demandan que puedan vivir  como las personas
mundanas y mi triste respuesta a sus suspiros por semejante libertad es: “hacedlo así si os
atrevéis… si sentís ese apetito por la comida de los  perros: ¡adelante perros, comed vuestra
basura! Las diversiones mundanas son alimento apropiado para simples fingidores e
hipócritas….” "¿Os gusta el futbol, la telenovela?  Entonces: prended vuestros televisores 
y comed vuestra basura", habría dicho Spurgeon hoy en día. ¿Os gusta las enseñanzas de
Spurgeon? Sabed pues que el no aceptaba como miembro de su iglesia, gente que iba al
teatro. ¿Qué diría hoy nuestro amado hermano, si viera los programas de la televisión, que
sobrepasan 1000 veces en inmoralidad las obras de teatro de la Inglaterra de la era
victoriana? ¿No hablaría con más vehemencia y ciertamente con mucho más poder que yo?
¡Si no os gusta lo que mi miserable e insignificante  persona os declara, no pretendáis que
os gustan las palabras del príncipe de los predicadores, pues aunque no lo digo con tanta
eficacia, expreso el mismo sentir!
    Ro XII 2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento  para que comprobéis cual sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta”. Los que no han entendido que la televisión es hecha para
conformar la mente del televidente a este siglo, son ciegos, pues hasta incrédulos, como
George Orwell en su novela "1984", lo sabían. Ahora vosotros que sabéis esto, no os hagáis
el oído sordo a la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Esta voluntad es que echéis
fuera de vuestras casas esas lavadoras infernales del pensamiento cristiano, que es la
televisión. Diréis que soy el único en decir esto pero como dijo el hermano americano
Garrison “1 con Dios es una mayoría”. En este asunto no tengo ni una sombra de duda: el
E.S. está conmigo y a pesar de que sois millones de hermanos amados en el Señor que
mantenéis  la TV en casa, estáis completamente errados si guardáis el televisor en vuestros
hogares. Lo único que lamento es no haber declarado antes esta verdad, de que la voluntad
de Dios agradable y perfecta, para con nosotros es: botar la televisión, y que me falta más
destreza para derribar esa fortaleza, pero confío en mi Dios que muchos van a despertarse y
proclamar esta verdad con más poder y eficacia: ¡que tener  TV en casa es pecado! Hebreos
III 13 dice: ”…antes exhortándoos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice:
hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado”, y por esto
confieso que he tardado demasiado para exhortaros a botar fuera de vuestros hogares ese
artefacto que os tiene a muchos ya endurecidos por el engaño del pecado. Hermanos, habéis
sido procesados por la televisión para que vuestra conciencia no reaccione ante la
inmoralidad. Podéis ver en la pequeña pantalla, brujas, prostitutas, violencia, mujeres con
pelo corto, hombre con el pelo largo, podéis oír blasfemias, teorías evolucionistas,
discursos humanistas, todo lo inmundo, todo lo indecente se ve en vuestra casa en el cuarto
donde está vuestro televisor, tanto que os parece  normal como una nevera o una licuadora
en la cocina; forma parte de vuestro paisaje, de vuestro entorno, y os ha endurecido ¡Pero el
que es de Dios oirá mi exhortación, porque el Espíritu de verdad no lo dejará en paz hasta
que eche fuera su tabernáculo de Moloc!
     Esto es las urgencia del día, no es predicar el evangelio , ni orar , porque el E.S, no
prosperará vuestros esfuerzos mientras mantenéis esa actitud pasiva que alberga al enemigo
en el seno de vuestro hogar. Esta actitud pasiva es traición manifiesta al Espíritu de
santidad que mora en vosotros los elegidos, y bloquea consecuentemente todos vuestros 
sinceros deseos  y esfuerzos para crecer espiritualmente y ser útiles al Señor. Sembráis
mucho, cosecháis poco, porque predicáis a un Dios santo y al mismo tiempo albergáis al
enemigo en casa y pagáis para que el televisor difunda toda clase de imágenes y palabras
inmundas: “limpios pues de la vieja levadura… celebremos la fiesta, no con la vieja
levadura, no con la levadura  de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura de
sinceridad y verdad”. Hermanos, “no hablo como quien manda… sino para probar la
sinceridad de vuestro amor”. Creo que en este asunto hay también una falta evidente de
sinceridad que resulta en una tibieza generalizada como la de los creyentes de Laodicea, lo
cual es la condición sine qua non  para la gran Apostasía que está en camino. La televisión
os ha acostumbrado a soportar la inmundicia que sus programas vierten en vuestros hogares
para formar parte de vuestra cultura, de vuestro mundo, y por ende ha impedido que seáis
sinceros y consecuentes con los mandamientos de la ley moral de Jehová. “No améis al
mundo, ni las cosas que están en el mundo, el que ama al mundo, el amor del Padre no está
en el porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne , los deseos de los ojos y
vana  gloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo “,  así que sabiendo, (y no
pudiendo negarlo si sois sinceros) , que la TV nutre los deseos de la carne, los deseos de los
ojos y la vanagloria de la vida, estáis infringiendo este mandamiento, pues nadie os fuerza a
pagar para comprar este artefacto y seguir pagando cada mes electricidad y conexión. Es
una falta de amor a Dios, para no decir amor al mundo, que es evidente.  No hay excusa
para alimentar la carne: “Andad en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne” dice
la Biblia. La mayoría alega que ven poco la televisión y que por lo tanto, ésta no los
influencia. ¿Pero acaso vivís solos en vuestras casas? ¿No tenéis esposas e hijos que la
miran y que así se conforman cada día a este siglo? La verdad  es que “bien anuláis el
mandamiento  de Dios para guardar vuestra tradición”. La tradición evangélica siendo que
beber una cerveza, o un vaso de vino o fumar un cigarrillo es pecado, cuando “ nada hay
fuera del hombre que entre en él que le pueda contaminar”, pero que mantener en casa un
aparato de donde proceden palabras sucias, mentiras, imágenes que fomentan la lujuria y la
lascivia y toda clase de inmundicia, de deseos carnales y filosofías de hombres corruptos de
entendimiento que niegan a Dios, esto no es pecado, cuando “ lo que sale de él esto lo es lo
que contamina al hombre”, es decir lo que sale de la pequeña pantalla, porque ella está
programada por la mente carnal y diabólica que todos albergamos: unos con gozo ( los
inconversos) otros con dolor (los elegidos).
     “Cría cuervos, y te sacaran los ojos” dice el refrán español. Es lo que muchos cristianos
están haciendo con sus hijos, dejándolos mirar la televisión en casa. Muchos hermanos son
como Sansón: hijos de Dios, pero les gustan las prostitutas. La televisión es una madre de
prostitutas. Por medio de ella nuestras jóvenes aprenden a vestir pantalones, a tener el pelo
corto, a ser dueñas de su propio cuerpo, es decir a practicar luego la fornicación y el aborto.
“No tenemos lucha contra carne y sangre sino contra principados, contra potestades, contra 
huestes espirituales de maldad en asuntos celestiales” Hermanos, estamos en una lucha
espiritual  y la espada del enemigo es la televisión. Este aparato contamina al hombre
porque afecta su mente y sus pensamientos. Los ensucia mediante la repetición constante de
mensajes e imágenes que aunque chocan al principio la conciencia de los cristianos, por el
efecto de la repetición deja luego de molestarla. La televisión es como una droga; al
principio tiene efecto rápido y la conciencia cristiana se chocará fácilmente solo al ver una
publicidad sobre un champú donde se ve una mujer desnuda en la ducha. Pero como todas
las drogas, con el uso contínuo, se necesita una dosis cada vez mayor para tener su efecto.
El cristiano que cada día se expone a la pequeña pantalla pronto estará mucho mas
interesado en las elecciones municipales que el la doctrina de la elección. Pronto se
acostumbrará a la impureza sexual, al dominio de las mujeres y a toda la propaganda
humanista y materialista que el príncipe de la potestad del aire difunde. Su religión no será
una relación viva y que conforma su mente a la mente de Cristo mediante la exposición de
la Palabra de Dios: Salmo CXIX 130, sino que será una relación esporádica, un pobre freno
cada día más desgastado, que no impedirá que su mente y su forma de vivir se conforme a
este siglo.
     Repito que este proceso de decadencia moral y espiritual que produce la televisión en
los hogares cristianos, es un proceso lento, progresivo pero ineluctable.   Esta vida  es un
camino por donde todos hemos de transitar hacia nuestro destino eterno. No hay paradas:
uno avanza, o retrocede. La televisión es hecha para retroceder, y lo he visto a mi alrededor
en todos mis hermanos que la poseen, o más bien que se hacen poseer por ella sin darse
cuenta.
     Hace poco mi amada esposa quiso participar en un culto en la iglesia donde nos casamos
(una iglesia supuestamente calvinista). Ella era la única mujer en falda, pues hasta la mujer
del pastor viste pantalones. La segunda vez que fue, cantaban himnos, cuyas letras
aparecían en la pantalla de un ordenador, ¡se quedó muda en medio del himno! En efecto se
dio cuenta de que detrás de las letras del himno aparecían imágenes de Jesús, del “divino”
corazón y otros idolos católicos. Los demás siguieron cantando, y hasta hermanos que
conocen bien las doctrinas bíblicas cantaban delante de estas imágenes. ¿Que pasó? Lo que
sucede es que como no tenemos televisión en casa, mi esposa es sensible a imágenes que
chocan con su espíritu, mientras que los demás hermanos y hermanas tienen todos sus
televisores en casa y están tan acostumbrados  a ver violencia, sexo y toda clase de
inmundicias que perdieron su sensibilidad al pecado; así que poca cosa es ver un “divino
corazón” detrás de las letras de un himno protestante cuando están acostumbrados a ver
peor cada día en sus hogares delante de sus televisores.
     Prov. VIII 13: “El temor de Jehová es aborrecer el mal”; el mal es todo lo que se opone
a la voluntad revelada de Dios en su Palabra escrita. “No vestirá la mujer traje de hombre,
ni el hombre ropa de mujer, porque abominación a  Jehová es cualquiera que esto hace”
dice la Palabra en Deut. XXII 5. Reparad en que el verso cita a la mujer en primer lugar,
porque  la mujer es más susceptible de caer en tal abominación que el varón. Esto no es una
ley ceremonial, es una ley moral y por ende es vigente para hoy. Por lo tanto el cristiano
que teme de veras a Jehová no permitirá que su esposa y sus hijas vistan pantalones (¡como
no permitirá que sus hijos vistan faldas!), no obstante casi todos lo permiten, y los pastores
son los primeros en dar el mal ejemplo. La razón es que la televisión que mantienen en sus
casas ha conformado sus pensamientos a este siglo, y ahora sus hijas visten pantalones y
¡todos juntos cantan himnos delante del “sagrado corazón”!
     Hermanos, la situación no es triste sino catastrófica, y el juicio de Dios ha empezado por
su casa que era el conjunto de las iglesias protestantes. Estamos en la Apostasía y es preciso
salir de las iglesias que de protestantes ni tienen ahora el nombre, y de evangélicas solo
tienen la fama. Pero el que sale del sistema babilónico y todavía mantiene su televisor en
casa,  ha hecho las cosas a medias. Ninguno que se dice evangélico tiene en su casa una
estatua de la Virgen o una imagen de Jesús, pero todos tienen peor; tienen una imagen
animada que habla, donde no aparece a menudo la Virgen , (aunque de vez en cuando en
unas películas), sino que todo el tiempo aparecen prostitutas, brujas, mentirosos, hombres
violentos, blasfemadores, enemigos de Dios. Cada vez que prendéis vuestra maldita imagen
animada que habla, estáis conformándoos poco a poco a este siglo. No hay santidad en casa
con la televisión. No podéis oír la Palabra de Dios, y en el mismo día llenar vuestra  mente
de imágenes y palabras que desafían la ley moral de Dios y la verdad de su Palabra. Este
asunto hermanos no es trivial, es esencial para vuestra santificación. “Jehová cuyo nombre
es: Celoso, Dios celoso es”; El no dará las riquezas espirituales a los que no quieren echar
fuera de su casa la imagen animada que habla.
     Ahora sé que muchos hermanos quieren echar fuera de la casa ese manantial de
corrupción y de perversión pero no pueden porque no tienen autoridad sobre sus esposas.
Pero la falta de autoridad es en parte el resultado de la propaganda televisiva que
constantemente promueve la infamia e inmoralidad de la autoridad del  varón sobre la
mujer, según el espíritu que opera en los hijos de desobediencia, segun la declaración de los
derechos humanos. Así que están  en un círculo vicioso: quieren echar la TV de la casa,
pero no tienen autoridad sobre sus esposas, y no tienen autoridad porque tienen la TV en
casa.
     “Amarás a Jehová  tu Dios con todo corazón, y con toda tu alma  y con todas tus
fuerza”. Este es el gran mandamiento y mantener en casa un aparato diseñado para destruir 
la ley moral de Dios es infringir ese mandamiento. Cierto es que la misma Palabra nos dice:
“Maridos amad a vuestras esposas como Cristo amó a la Iglesia”. Pero ¿es amar a su esposa
dejarla cada día beber del veneno de las telenovelas, sobre las cuales según me dijo un
hermano, unos productores invocan el nombre de Satán para que sean transmitidas y tengan
éxito? Os dejo juzgar, “pero yo y mi casa serviremos a Jehová”, (Jos. XXIV 15).
      Antes  de casarme, incluí en nuestro contrato de matrimonio que nunca entraría en
nuestra casa ese manantial de inmundicia que es la televisión. Fue una lucha durante unos
10 años mantener la imagen animada que habla fuera del hogar, ya que mi esposa como
toda mujer anhelaba de vez en cuando su telenovela. Pero con el paso de los años, las
telenovelas se han vuelto porno-novelas, narco-novelas, y como mi amada no pudo
acostumbrarse poco a poco a tanta inmundicia, cuando tiene la oportunidad de mirarlas en
el hotel o en casa de familiares, se queda horrorizada. Ya el E.S. la ha convencido, y  hoy
aunque le diese la plata y el permiso para comprarse un televisor, no lo haría. ¡Ya no tengo
lucha por ese lado! Es evidente que un cristiano que conoce un poco a su Dios sentirá que
vive inconsecuentemente si tiene un televisor en su hogar.   Si la esposa es cristiana de
veras aunque no tenga el mismo sentir, el deber del marido es echar fuera del hogar el
televisor, pues ella se someterá a su marido, y si no es cristiana, y no acepta esta decisión
de su marido, puede ser que una separacion momentanea sea la solución, dice la Escritura: 
“sepárese: pues no está el hermano sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz
nos llamó Dios” (¡Ojo: separarse no significa divorciar!). La santificación exige la
eliminación de la televisión. ¡Sin embargo cada uno tiene que proceder con sabiduria para
que la cura no sea peor que la enfermedad!
     Ahora puede haber el otro caso de un hogar cristiano donde el televisor está casi todo el
tiempo apagado, y por lo tanto no influye para nada en los miembros del hogar. Pero
entonces: ¿por qué tenerlo? Y sabiendo el daño que hace ese aparato del príncipe de la
potestad del aire en los demás hogares: ¿porqué no botarlo para ser un ejemplo para los
demás? Porque aunque uno no se intoxique con este veneno, al mantenerlo en casa, le hace
una propaganda pasiva: está diciendo a los demás que no es un veneno peligroso para la
mente; sino que es tan inofensivo como un cuadro de flores colgando en la pared. Esto no
está bien, pues la Biblia nos manda exhortarnos unos a otros en toda sabiduría. Esto es falta
de amor o falta de discernimiento, ¡de todas formas es falta!
     Para terminar hay el otro caso del hermano que está  tan conformado a este siglo, que no
aceptará esta enseñanza tan vital para la santificación y el crecimiento espiritual. Se ha
embotado tanto su espíritu que no reacciona ante la inmoralidad que difunde la televisión y
le gusta tanto su Mundial de futbol que me clasificará como fanático o puritano. Pero si es
de Dios, el Señor tratará con él, y cuando le abra los ojos sobre el estado moral y espiritual
de su casa, se arrepentirá y confesará que ha sido engañado, manipulado y lisiado por la
espada de Satanás y entonces considerará de otra forma mi amonestación y exhortación.
    En cuanto al cristiano formal y nominal, él no solamente se reirá de mi advertencia, sino
que para él, la televisión es también un modo para crecer en el conocimiento de su
evangelio falso mediante las emisoras pentecostales que nutren tan copiosamente sus
deseos carnales que confunde la gloria de Dios con sus deseos carnales. Pero hablaremos
luego de esa clase de cristianismo.
      Ahora quiero recordaros que si bien “andamos en la carne, no militamos según la carne;
porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo  pensamiento a la obediencia de Cristo “: 2
Cor X 4, 5. La televisión es una gran fortaleza de Satanás que justamente difunde
argumentos a favor de la evolución y toda altivez en contra del conocimiento bíblico de
Dios. Nos presenta siempre sus grandes científicos ateos a lo estilo Hawkins, que
determinan que la tierra no fue hecha antes que el sol y la luna y las estrellas y que el relato
de Génesis es un mito babilónico- egipcio, (lo que afirman también los católicos). Repito
ese ejemplo típico de la evolución,  pero sea lo que sea el tema tratado, el pensamiento que
difunde la televisión es siempre una rebelión abierta contra el pensamiento revelado de
Dios en su Palabra. Sabemos todos que la televisión no enseña del cristianismo bíblico. El
cristiano que no lo ha entendido está ciego a la realidad de hoy, no sabe donde esta el
campo de la batalla. El campo de batalla está en el aire donde pasan las ondas. Y el príncipe
de la potestad del aire ha  alcanzado una victoria aplastante en este campo. Nosotros
estamos mandandos a destruir las fortalezas del enemigo; son argumentos, altivez y
pensamientos, que la televisión difunde a nivel mundial  y las 24 horas del día. ¡Alas mis
hermanos que intentan destruir esas fortalezas, ellos mismos la erigen en su propio hogar!
Hermanos, suplicad que Dios os abra los ojos de vuestro entendimiento: “por fe andamos,
no por vista”. La televisión atrapa por medio de la vista, el E.S. nos guía por medio del oír
con fe la Biblia. No se puede hacer compromiso con el diablo, no se puede tener su imagen
en casa. Por ahora la televisión está  en su fase de conformar el pensamiento del cristian a
este mundo corrupto, pero la fase final será controlar a los televidentes mediante una
televisión interactiva, lo que significa que el televisor no será únicamente un receptor sino
un emisor-receptor para luego imponer la adoración del anti Cristo delante de la pantalla
pequeña en los últimos anos de su carrera fulgurante. Por ahora han sido 60 anos de lavado
de cerebro y los cristianos han sido también procesados vergonzosamente, pues desde que
hace unas décadas empezaron  a desnudarse mujeres en los programas, su deber era en
seguida botar ese aparato fuera del hogar.
     Ahora muchos  dicen que soy un fanático que quiere vivir en una cueva. Pero se
equivocan, a la verdad soy más peligroso que un fanático, porque predico la destrucción de
la televisión en los hogares y al mismo tiempo  la compra de computadores conectados al
internet para tener acceso a las obras de Lutero, Calvino, Fox, Knox, Spurgeon, Pink, Lloyd
Jones, Whitefield, Wycliffe, Owen, Toplady, Baxter, Bunyan etc. Esto con la mira de
capacitarnos para difundir el evangelio eterno, para la comunicación y comunión entre los
santos esparcidos por todo el mundo, para destruir las fortalezas del enemigo, invadiendo
su propio campo: el aire donde pasan todas las ondas radio, y esto con páginas web de tipo
protestante calvinista y milenarista. ¡Que Jehovah haga que por medio de este artículo, el
E.S. mueva a mis hermanos y que miles de televisores sean echados de los hogares de los
que son cristianos de verdad y que nazcan centenares de paginas de internet dedicadas a
glorificar la Palabra de Dios! Porque hay que escoger: santificación o televisión.
     Ahora por supuesto que sabemos que muchos santos que han tenido la TV en sus
hogares han ido al cielo, pero igualmente sabemos que David después de cometer adulterio
y asesinato premeditado fue al cielo. Claro que a pesar de la contaminación mental que
produce la televisión, la sangre de Cristo limpia de todo pecado. No obstante dice también
la Escritura en Ap XXII 2: “… el que es inmundo, sea inmundo todavía… y el que es santo
santifíquese todavía”. Así que la inmundicia de la televisión para el inmundo  y la
santificación por la Palabra para el santo: ¿A caso sale del mismo manantial agua salada y
agua dulce? ¿Queréis tentar al Señor? ¿No queréis hacer firme vuestra vocación?
     Os he denunciado  queridos hermanos, el arma poderosa del enemigo, y sé que la
mayoría lo sabía en su interior. Igualmente muchos saben en su interior que Satanás tiene
otra fortaleza para destruirnos. Y esta fortaleza está  bien conectada a la que acabamos de
derribar, pues tiene sus propios canales como "Enlace". (¡Enlazados sería más propio!)
     El pentecostalismo.
     El pentecostalismo es un arma poderosa de Satanás, que ha elaborado para conectarlo
con el movimiento carismático católico y así absorber las iglesias evangélicas en el
movimiento ecuménico que promueve el anticristo romano. No quiero extenderme sobre el
neo pentecostalismo en su aspecto doctrinal. (Aconsejo la lectura de: “Señales de los
apóstoles” de Chantry). Sabemos que su soteriología es arminiana y la gente que cae en esa
herejía, son gente de la cual profetizó Pablo diciendo: “Porque vendrá tiempo, cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros
conforme a sus propias concupiscencias y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas.”
     Hace unos días estando de viaje, prendí el televisor en el cuarto del hotel donde me
hospedaba y quise ver un rato la famosa emisora neo-pentecostés “Enlace” , pues hay que
estar al tanto de los movimientos de enemigo. Primero hubo una prédica de un tipo que fue
criado en un hogar evangélico “normal” (arminiano supongo) y que fue transformado en un
predicador pentecostés.  Dos veces habló de los cultos donde recibió su “segundo”
bautismo, y me llamó la atención que las 2 veces repitió que no se acordaba del sermón. Es
decir que para él,y ellos, el sermón o la doctrina, no tienen importancia, lo importante era la
sensación: el viento recio, los escalofríos y todo lo que apela al sensacionalismo o a lo extra
sensorial. Se jactaba de su hablar en lenguas angelicales y hablaba de nosotros los
evangélicos no pentecostés, de una forma despreciativa, como de gente que no cree en el
E.S. Después vino la alabanza y los cánticos. Esto también me llamó la atención; su liturgia
es una imitación (inferior) de un concierto de Michael Jackson. El sonido, la coreografía,
las chicas sensuales que bailan y cantan, son realmente un espectáculo para agasajar la
carne. Mejor dicho es igual que un concierto de “pop music” con la ventaja que no se paga
la entrada, (solo se diezma en la salida), y que el príncipe azul es un falso Cristo en vez de
un Rickie Martin. Luego apagué el televisor bien confirmado una vez más que la televisión
y el pentecostalismo son 2 poderosas fortalezas de Satanás.
     Quiero pues en esta segunda parte de mi artículo, tratar de la fortaleza
“Pentecostalismo” de una forma breve, y solo para exhortar a mis lectores a derribarla
constantemente con denuedo y vehemencia.
     El neo pentecostalismo tiene apenas un siglo desde que empezó a propagarse con fuerza.
Al principio fue algo dudoso para los evangélicos tradicionales. Luego por su fervor y su
éxito en las campañas evangelísticas ganó el respeto del protestantismo. Finalmente por
acomodarse tan perfectamente a los deseos de la carne que los evangélicos nutren
constantemente por medio de la televisión, ese movimiento ha conquistado el mundo
evangélico y tiene un sitio de honor en los programas de la televisión. Ahora el evangélico
“común y corriente” cree que hay que  hablar en lenguas “angelicales” para ser espiritual, y
está convencido de que Dios habla por medio de profetisas y pastoras y que los milagros no
son algo excepcional sino que forman parte de los ministerios diversos. Forman parte del
programa de toda iglesia apóstata. Claro que no todos han recibido su milagro, pero todos
los que están metidos en esa vieja herejía montanista tienen la esperanza ¡por lo menos de
un milagro económico!
     Los frutos del neo pentecostalismo son una ignorancia crónica de las grandes doctrinas,
con el rechazo especial de las doctrinas típicamente calvinistas, de la predestinación y de la
negación del libre albedrio, (lo cual es la base del ecumenismo), y un espíritu mercantil de
adivinación y de superación social. ¡ A la verdad les convendría mucho mejor cambiar los
66 libros de la Biblia por toda la colección de los libros de Harry Potter!
     Hoy en día no hay ninguna duda que el pentecostalismo no es un simple desvío, o un
énfasis exagerado sobre los dones del E.S. ¡No! El cristiano verdadero cuya autoridad es la
Escritura y solamente la Escritura, ha de entender que el neo pentecostalismo es un arma de
Satanás, por medio del  cual aparece como un ángel de luz y sus ministros como ministros
de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras de estafadores.
     Es tiempo hermanos de reaccionar. Hemos llegado a tal extremo que en el pensamiento
popular el cristianismo evangélico significa hablar jerigonzas ridículas o diabólicas, no
beber vino, pagar el diezmo y comerse cuentos de viejas que se hacen llamar pastoras! Es
tiempo hermanos de dejar de practicar el amor fraternal con los ministros de Satanás. Es
tiempo de atacar esa fortaleza para rescatar a los elegidos que han sido atrapados por esos
mercaderes de la Palabra porque nunca han oído el evangelio verdadero, y lo anhelan.
Anhelan otra clase de evangelio que esa farsa pentecostés, y si nos oyesen creerían porque
“el que es Dios, la Palabra de Dios oye”. Lastimeramente, la gran mayoría de los que
conocen la doctrina verdadera, es decir la doctrina calvinista, se callan, pero “no me
avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”.
Nosotros afirmamos con el apóstol Juan que “el que añadiere a las palabras de la profecía
de este libro, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro” (Ap. XXII 18),
así que afirmamos que el pentecostalismo es obra de Satanás, La sangre de nuestros
hermanos que han sido atrapados en ese movimiento diabólico nos será demandada si no
predicamos la verdad, si no les advertimos que están siendo engañados por mercaderes de
la Palabra, que la tuercen para acomodarla a sus concupiscencias.
     Por ende no hay que ir con rodeos cuando te topas con un pentecostés, tienes que tener
la misma actitud que con un católico. Tienes que mostrarle con la Biblia que Dios no ha
enviado a ningún profeta nuevo, ni a ninguna pastora. Tienes que denunciar este
movimiento, como se denuncia la idolatría católica romana. No puede haber compromiso y
respeto con el movimiento pentecostés; hermanos os suplico atacar sin demora y con toda
vuestra alma y con toda vuestra fuerza esta fortaleza de enemigo. No digáis más: “las
Asambleas de Dios”; decid lo correcto, lo honesto, lo verdadero; decid: “las asambleas de
Satanás” cuando habléis de esta denominación pentecostés internacional. Derribad sus
doctrinas falsas y denunciad sus pastoras adulteras, sus conciertos de rock, sus ganancias
multimillonarias, sus acuerdos de no agresión y de cooperación con Roma, quizás salvéis a
unos cuantos y por lo menos habréis cumplido con vuestro deber de soldado de la Cruz.
Que Dios nos de fuerzas, denuedo y audacia: y en El haremos proezas y derribaremos
fortalezas.
      Hermanos , frente a este movimiento hay solo 2 opciones: o es de Dios o es del diablo;
no hay otra posibilidad. Si es de Dios, los que los atacamos hacemos el juego de Satanás,
pero si es del diablo nosotros cumplimos con nuestro cometido de exhortar y resistir y
derribar las fortalezas del enemigo. Claro que en este campo de batalla no me siento solo,
como en el de la televisión, pero aun falta combatientes de rango raso. Porque entre
nuestros teólogos muchos son los que denuncian ese fenómeno, pero entre nosotros los
creyentes comunes, faltan muchos soldados de a pie que empuñen la espada del E.S. y
ataquen a este enemigo de la fe. “La amistad del mundo es enemistad contra Dios” y el
pentecostalismo es amistad con el mundo pues nutre los deseos de la carne con vanas
profecías. Los tiempos son malos, las iglesias han caído en la gran Apostasía y muchos
elegidos no han oído todavía el evangelio de gracia. Es nuestro deber derribar todo
argumento y toda altivez que se eleva contra   el conocimiento y llevar cautivo todo
pensamiento a la obediencia de Cristo. Es nuestro deber atacar esas 2 fortalezas del
enemigo: la televisión y el neo pentecostalismo, sabiendo que a la vedad son 2 instrumentos
que al final resultarán ser las grandes herramientas del Vaticano! ¡Adelante huestes del
Señor: “tenemos la palabra profética más segura a la cual hacéis bien en estar atentos como
a una luz que alumbra en lugar oscuro hasta que esclarezca el día”, y tenemos además el
internet para que nuestra voz sea oída hasta los confines de la tierra! ¡No perdamos el
tiempo, hay una brecha en el aire, en el dominio del príncipe de la potestad del aire,
entremos por ella, por el internet, y no hagamos como Joas el rey de Israel que disparó solo
3 veces en vez de 5 o 6. Disparemos sin cesar las saetas de nuestras doctrinas puras y
afiladas a las fortalezas de Satanás. No las acabaremos, Cristo las acabará, pero podemos
ser instrumentos de sanación para los elegidos que han sido contaminados y lisiados por
estos enemigos.
Maranatha

¿AGUA O ESPÍRITU?

       Quiero con la dirección del Espíritu Santo tratar de nuevo un tema de una forma más
metódica que las otras veces; me refiero a la doctrina de los bautismos. Este tema es de
importancia vital en nuestros días pues estamos en la Apostasía de todas las iglesias
evangélicas, y muchos se sienten constreñidos a quedarse en las estructuras eclesiásticas
por el uso que creen imprescindible, de los 2 sacramentos. Como ya lo dije en otro artículo;
los sacramentos (u ordenanzas) de la santa Cena y del bautismo son métodos elementales o
rudimentarios de enseñanza,  o de predicación del evangelio. A lo largo de los siglos
muchos santos no tenían acceso directo a la Escritura, sea por ser analfabetas, o por escasez
de biblias en lenguas vernáculas, o por la oposición papal, y por ende recibían la enseñanza
básica por medio de estos 2 sacramentos. Confesaban su fe y la alimentaban mediante esos
rituales que exponen de forma viva y externa las doctrinas esenciales del cristianismo. Pero
los tiempos han cambiado grandemente, y donde el pecado abunda sobreabunda la gracia,
por lo cual ahora casi todos los cristianos nacidos de la Palabra y del Espíritu saben leer y
tienen acceso personal a la Biblia. No obstante una interpretación errada de la Biblia puede
llevar a la conclusión de que la Palabra no es por sí misma suficiente para el Espíritu Santo
para llevar a cabo nuestra regeneración y santificación, sino que es preciso el uso de agua,
de pan y de vino, es decir de elementos físicos administrados ceremonialmente. No soy
Cuáquero, pues mi soteriología es calvinista, y la de ellos es arminiana, y tampoco se puede
tolerar que las mujeres hablen en la congregación como ellos dicen; en caso de trance…
Pero confieso que su rechazo de los sacramentos aunque fuese prematuro en su época,
(siglo XVII), hoy  en día es una medida de seguridad para no quedarse atrapado en la gran
Babilonia de las iglesias evangélicas. Sé por la Palabra de Dios, y por mi propia
experiencia  que los sacramentos no tienen ningún poder en sí mismos para regenerar y
santificar aparte de la Palabra que conllevan. Quiero decir que el agua, el pan y el vino, son
útiles en el rito para mostrar realidades espirituales, pero que “el Espíritu es El que da vida,
la carne para nada aprovecha”: J.VI; 63. En cuanto a la santa Cena, los protestantes no
tienen mucho problema para entender su significado y su aplicación. ¡Sin embargo hoy se
han ido al otro extremo, que es una profanación de esta divina ordenanza, cuando la
administran  mujeres, participan de ella niños y adultos inconversos, cambian la copa del
Señor en copitas higiénicas y desechables, el vino por una gaseosa, y solo les falta que
cambien el pan por una hostia! El problema que tienen muchos hermanos es con el
bautismo, que ven como el sello de la salvación, y esto se debe a una interpretación
defectuosa de la Escrituras. La gran mayoría de los maestros y teólogos nos han enseñado
que cuando leemos en la Escritura la palabra “bautismo” esta se refiere al bautismo de
agua. Es un error que tiene graves consecuencias. (El catolicismo se ha fortalecido
eficazmente aprovechándose de esa clase de interpretación). A la verdad cuando leemos la
palabra “bautismo” en el NT, esta se refiere por lo general al bautismo del Espíritu Santo,
excepto si se menciona el agua. Reparad que la misma ambigüedad surge en las Escrituras
con la palabra “espíritu”, porque en los manuscritos en griego todo está escrito en
mayúscula y solo el contexto puede indicar si se trata del espíritu del hombre o del Espíritu
Santo, y hay pasajes que pueden admitir los 2 sentidos, cuando por ejemplo se lee: “morada
de Dios en el Espíritu”, se podría también leer: “morada de Dios en el espíritu”.  Por lo
tanto veamos en el NT los pasajes donde se habla de bautismo sin referirse al agua.
Empezaremos por el libro de los Hechos de los Apóstoles.

     Hch.II; 38, 41: Pedro les dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo…
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como
3000 personas.”
     La gran mayoría se imagina que aquí la Biblia se refiere al bautismo de agua. Bautizar
significa etimológicamente: lavar o sumergir en agua. De allí se agarran calvinistas:
presbiterianos y bautistas; unos diciendo que la aspersión de agua corresponde al bautismo
ritual y  otros sosteniendo que ha de ser una inmersión total en agua. Personalmente me
parece más correcta la posición bautista que la de los presbiterianos, pero tampoco niego la
validez escritural de la opción presbiteriana de aspersión. ¡Pero en este caso Pedro no está
predicando ningún bautismo de agua, sea por aspersión o por inmersión! Les dice que se
arrepientan y que se laven o se aneguen en el nombre de Jesús, lo cual significa poner toda
su esperanza de perdón de pecados en Jesús, morir a toda otra esperanza, y recibirán al don
del Espíritu Santo. En cuanto al verso 41 que habla de recibir la palabra de Pedro,  y de ser
bautizado significa sencillamente que prestaron atención a la predicación de Pedro, y por
medio de su sermón el Espíritu los regeneró. Esta interpretación es confirmada por el
mismo Pedro en el capitulo siguiente donde  predica el mismo evangelio, aclarando de
forma inequívoca el significado de la palabra bautismo que usó en el sermón anterior,
diciendo en el verso 19: “arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Es la repetición
precisa del mismo discurso del capítulo precedente donde se sigue el mismo orden; 1
arrepentirse, 2 convertirse o bautizarse, lo cual lava el pecado, 3 recibir el don del Espíritu
o la consolación del Paracleto que trae refrigerio al alma. La Escritura se explica por la
Escritura, y si uno no ve que este discurso de Pedro es repetido 2 veces seguidas, es que no
tiene ojos para ver o ¡que no quiere ver! Así que bautizarse significa convertirse según las
propias palabras del apóstol Pedro. No obstante hay convertirse y convertirse y es lo que
vamos a ver en la prédica de Felipe a los samaritanos.

     Hch.VIII; 5 a 17.


     La obra del E.S. es misteriosa y aunque da el mismo resultado en todos los creyentes en
cuanto a justificación, santificación y redención, su forma de aplicarnos el evangelio es
diversa, y aun diría es especial para cada uno de los elegidos. Discernimos los resultados
pero el proceso queda fuera de nuestro entendimiento. Aquí vemos a Felipe predicando en
Samaria: v.5. “La gente unánime escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe”: v.6.
Por lo general el E.S. utiliza un predicador para llamar a los incrédulos. Es interesante notar
que primero creyeron a Felipe en el sentido de que asentaron por cierto lo que él decía, y
luego se bautizaban: v12. ¿Se trata aquí de bautismo de agua o del Espíritu? Del Espíritu no
es pues vemos en los versos14 a 17 que el Espíritu fue recibido después que los apóstoles
vinieron de Jerusalén y les impusieron las manos. Creo que aquí estamos en una época
especial de transición, pues como Jesús dijo que la salvación viene de los judíos, y que Él
vino a los suyos primeramente; el Espíritu Santo tenía que dejar esta verdad bien clara
desde el principio, porque sabemos que los judíos rechazaron el evangelio y que los
gentiles lo aceptaron, lo que ponía a los gentiles en peligro de caer en el pecado de
arrogancia, como dice Pablo: “No quiero hermanos que ignoréis este misterio para que no
seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos; que ha acontecido a Israel endurecimiento en
parte hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado”,(Ro.XI, 25). Así que para bien
dejar claro en los siglos venideros que la salvación viene de Jerusalén y no de Roma, el E.S.
no regeneraba a los creyentes hasta que sea hecho patente esta verdad por medio de los
apóstoles que venían de la ciudad de David a imponer las manos. Ahora ese bautismo de
los samaritanos era una conversión formal, es decir que habiendo recibido las verdades que
les presentó Felipe creyeron con su mente, con su sentimientos con su alma pero no con su
espíritu, y luego procedieron a bautizarse en agua.

     Hch.IX; 18: “…y levantándose, fue bautizado.”


    ¡ Ojalá les caigan también las escamas a muchísimos buenos maestros que todavía no se
han dado cuenta que aquí no se trata de ningún bautismo de agua, sino que queda evidente
que se trata del bautismo de Espíritu! El verso 17 lo declara contundentemente. En efecto
Ananías declara a Pablo que vino por parte del Señor para 2 propósitos bien definidos: 1
que reciba la vista y 2 que sea lleno del Espíritu Santo. ¡No es que reciba la vista y que
luego lo lleve a un rio para bautizarle con agua, pues ni le quedaba fuerza para caminar:
v19! Lo que profetiza Ananías se cumple a literalmente en el verso 18. Fijaos en el tiempo
usado: levantándose;  lo que implica una acción repentina, en un abrir y cerrar de ojos. Esto
excluye una ceremonia, aunque sea una aspersión de agua, pues para una ceremonia uno
tiene que prepararse y recobrar fuerza para hacer las cosas decente y reverentemente. Todo
en este versículo apunta al cumplimiento instantáneo de los 2 propósitos para los cuales fue
enviado Ananías: al momento…al instante…levantándose…Además si bautizarse con agua
es sinónimo de ser lleno del Espíritu Santo entonces la regeneración mediante sacramentos
es una pauta bíblica y Roma con toda su sistema supersticioso no parece tan equivocada…
Repito hermano si no hay referencia a agua en el texto es mucho más probable que se trate
del bautismo de fuego,( del Espíritu), y no de agua. Y en este pasaje es sin duda bautismo
del Espíritu.

     Hch.XVI; 15: “…y cuando ella fue bautizada, ella, y su familia nos rogó, diciendo…”
     En este caso se puede entender de ambas maneras. No obstante me parece más propio
considerar que se trata del bautismo del Espíritu a causa del verso anterior que dice: “…el
corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía”, lo cual
ilustra el proceso de conversión común que viene por prestar atención a las palabras de un
predicador y luego ser convencido eficaz y definitivamente por el Espíritu Santo, que es el 
bautismo de fuego. Además cuando ella ruega a Pablo y sus acompañantes que se queden
en su casa argumentando que si les parece que ha sido fiel;  no creo que la fidelidad que
podía convencer a Pablo fuera ceremonial pues el mismo dice: “No me envió Cristo  a
bautizar sino a predicar el evangelio…y mi palabra y mi predicación no fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría sino con  demostración del Espíritu y de poder  para que
vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios”: 1
Cor.I; 17 y II; 4 y 5. Además él mismo afirma haber bautizado en Corinto solo pocas
personas: Crispo, Gayo y la familia de Estéfanas.
 
     Hch.XVI; 33: “Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas;
y en seguida fue bautizado él, y todos los suyos”.
     Sin duda alguna aquí se trata del bautismo del Espíritu Santo. A no ser que uno quiere
transformar a nuestro apóstol en un fanático de los sacramentos que apenas le lavan las
heridas de los muchos golpes que recibió: v.23, se dedica en plena noche, a las 2 o 3 de la
madrugada, a hacer ceremonias religiosas como si la salvación dependiera de ellas, ¡cuando
el mismo apóstol habla de la salvación por el lavamiento, (o bautismo), de la regeneración
y de la renovación del E.S.: Tito III; 5! Si el bautismo de agua no es imprescindible para la
salvación, como todos los protestantes han de admitirlo si es que reconocen que la
salvación es por gracia por medio de la fe, entonces Pablo, al bautizar en agua a la familia
del carcelero a tales horas de la noche, apenas lavadas sus penosas heridas y antes de aun
comer un bocado de pan para recobrar fuerzas, (v.34), es decir al empeñarse en un ritual de
forma tan urgente, está en este caso contradiciendo su enseñanza principal. Porque para
desempeñar tal obra en tales circunstancias físicas y nocturnas, se requiere ser animado por
el E.S. quien demostraría así la importancia vital y perentoria del ritual del bautismo de
agua. Es un disparate ver aquí el bautismo de agua, si uno se detiene un poco a analizar la
doctrina de la fe y la condición humana de Pablo y de Silas. Por ende: “en seguida fue
bautizado él y todos los suyos”, significa que el E.S. los bautizó, pues dice el v.34 que el
carcelero se regocijó de haber creído, no de haber sido bautizado en agua. Abrid vuestros
ojos; Pablo es hombre como nosotros, no es una máquina de bautizar en agua a cualquier
hora de la noche, con una espalda sangrienta y dolorosa, ¡el Único que no se cansa y
bautiza a cualquier hora y en cualquier circunstancia es el Paracleto!

     Hch.XVIII; 8: “Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa;
y muchos de los corintios, oyendo creían y eran bautizados.”
     En este pasaje se puede interpretar de ambos modos la clase de bautismo referido. Sin
embargo es mucho más probable que se trate del bautismo del Espíritu, porque cuando
llegaron los colaboradores de Pablo lo hallaron entregado él solo, a la predicación de la
Palabra: v.5. Y Pablo mismo afirma en 1 Cor.I; 14 al 17 que Cristo no lo envió a bautizar
sino a predicar, y además que da gracias a Dios por haber bautizado solo a muy pocos
personas: Crispo, Gayo y la familia de Estéfanas, siendo los únicos que recuerda haber
bautizado. ¡Reparad bien en que da gracias a Dios por no haber bautizado a más personas,
para bien entender la poca importancia que daba Pablo al bautismo de agua! El verso 8 por
lo contrario nos dice que muchos eran bautizados, lo cual confirma que se trata del
bautismo de fuego, pues Pablo según su propio testimonio bautizó pocas personas en
Corinto. Ahora unos dirán que creer es ser bautizado en el Espíritu. Se equivocan pues
creer con la mente no es creer con todo el corazón. Para ser salvo hay que creer primero la
información que uno recibe, como digna de ser recibida, y después esta información creída
intelectualmente ha de ser recibida en la conciencia y morar en ella definitivamente, y esto
es el bautismo de fuego no de agua. ¡Cuántos millones creen y confiesan con la boca que
Jesús  es el Hijo de Dios que murió por nuestros pecados, pero lo creen por tradición, por
razonamiento, por impresión, por sueño pero no por revelación personal del E.S. y por ende
serán lanzados al lago de fuego!  Lo afirma también la Escritura contundentemente en
J.VIII; 30 al 47 diciendo: “…muchos creyeron en Él. Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en Él: si vosotros permaneciereis en mi palabra…Si fueseis hijos de
Abraham…Vosotros sois de vuestro padre el diablo”.

     Hch.XIX; 5: “Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.”
     Aquí se trata otra vez del bautismo del E.S. porque en el verso siguiente se nos dice que
vino sobre ellos el E.S. Además estos discípulos ni sabían que Jesús era su Salvador: v.4,
por lo tanto cuando Pablo les predica el Nombre en que han de ser salvos, es decir lavados
o bautizados, luego de recibir este Nombre son llenos del Espíritu y hablan en lenguas. Si
por lo contrario uno interpreta “fueron bautizados” como pasar por la ceremonia del agua,
entonces significa que el bautismo de agua precede el bautismo de fuego; herejía
peligrosísima que fundamenta la iglesia del Anticristo romano. Reparad también en que
dice el v.6: “habiéndoles impuesto Pablo las manos”, lo cual indica que mientras o al fin de
su predicación se manifestó el Paracleto con poder. En aquel tiempo de transición, es decir
del paso de la sinagoga a la iglesia, era propio del actuar del Espíritu Santo la imposición de
manos de un ministro judío para dejar bien claro la continuación de Su obra, que empezó en
el tiempo de la Ley la cual era un ayo para llevarnos a Cristo: Gal.III; 24, y que por tanto no
era un cambio de rumbo sino la continuación de un plan establecido desde los siglos
pasados, desde la eternidad. Es evidente por otro lado que en la institución del bautismo de
agua no hay ningún requerimiento de imposición de manos, sino solamente inmersión en el
agua (¡o aspersión para mi lector presbiteriano!). Es también confirmado que se trata del
bautismo de fuego pues Pablo se encuentra solo, sin sus colaboradores, y él no se dedica a
bautizar porque su misión es predicar, y da gracias a Dios por no bautizar con agua: 1Cor.I;
14.

     Hch.XXII; 16: “Ahora, pues, ¿porqué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su Nombre.”
     Aquí se repite por los labios de Pablo su experiencia de bautismo, la cual tratamos ya.
Solo agregaré que si uno se obstina a ver un bautismo de agua, entonces es el sacramento
que lava los pecados. Porque como dijo acertadamente Agustín que un sacramento es la
unión de la Palabra de Dios a un elemento físico, entonces aquí tenemos el elemento físico
en el agua del bautismo, y la Palabra de Dios en la invocación del Nombre de Jesús. Pero la
Escritura dice: “Él de su voluntad nos hizo nacer por la palabra de verdad”, y no por un
ritual que depende de la voluntad y agencia humana.

     Lc.III; 16: “…respondió Juan diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero
viene uno más poderoso que yo…Él os bautizará en E.S. y  fuego.”
     Sería muy, pero muy provechoso, que todos los evangélicos tuviesen este verso grabado
en sus mentes cuando leen las Escrituras. Cristo Jesús vino a bautizarnos con el E.S. no a
introducir  nuevas ordenanzas y ceremonias. Ciertamente que Él mismo se sometió a las
ordenanzas porque vino nacido de mujer y bajo la Ley, pero aunque nos dio los 2
sacramentos cristianos, no son sino rudimentos para recién nacidos. Nunca han tenido la
importancia que las iglesias muy pronto les concedieron, y por medio del cual el misterio
de la iniquidad empezó a trabajar hasta llegar a la formación del papismo. El sello de la
salvación de Cristo es el bautismo de fuego, el sello de la salvación del Anticristo es el
bautismo de agua. ¡Cuántos cristianos fueron asesinados por atreverse a rechazar la
regeneración  sacramental de Roma! Y aun cuántos protestantes anabaptistas, bautistas,
cuáqueros fueron perseguidos por sus propios hermanos por tener un concepto diferente de
una ordenanza que no salva ni sella la salvación. No pongo en tela de juicio, lo que el Señor
ha acatado o instituido, pero la mayoría se ha equivocado en el porqué, y en el cuándo ha de
ser utilizado. Hoy afirmo que no se ha de usar más los sacramentos porque la Biblia está al
alcance de todos y las iglesias que son los organismos que debían usar  los sacramentos han
caído en la Apostasía. “Salid de Babilonia pueblo mío y no participéis en sus pecados”, lo
cual implica no participar en sus sacramentos, instituidos por Dios pero pervertidos por los
hombres. No así de la Palabra de Dios que recibimos en nuestras Biblias antiguas de la
Reforma protestante, porque la Palabra de Dios permanece para siempre, a pesar de la
Inquisición en el pasado y del esfuerzo satánico en la promoción de nuevas traducciones
ecuménicas.

     Mat.XXVIII; 19: “Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”
     Aparentemente se puede interpretar de ambas maneras. Pero el verso 16 nos dice que los
11 discípulos, es decir los apóstoles,  fueron los que recibieron esta comisión, y como ya lo
hemos visto, en este periodo de transición entre la sinagoga y a iglesia, el bautismo de
Espíritu se efectuaba después de la imposición de manos de los apóstoles. Además 2 veces
se repite el verbo enseñar, la primera vez en el verso 19 refiriéndose a la Santísima
Trinidad, y la segunda vez en el verso siguiente refiriéndose a las enseñanzas particulares y
numerosas del Señor Jesús. Ahora, ¿para qué sirve las enseñanzas del Señor Jesús, sin la
revelación del trino Dios?  Para nada, sino para aumentar la culpa. Así que veo también
aquí el bautismo del Espíritu; los apóstoles tenían que ir afuera de Jerusalén predicando a
los gentiles el Dios verdadero y por medio de su predicación o de la imposición de manos,
(si la predicación había ya sido hecha por otros como Felipe en Hch.VIII; 15 a 18), darles el
Espíritu Santo, es decir bautizarlos

     Mr.XVI; 16: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere será
condenado.”
     Según la analogía de la fe, no hay duda que se trata del bautismo de fuego.  La salvación
es por fe no por obras; esto es la esencia del verdadero evangelio. Jesús dice: “De cierto de
cierto el que cree en mi tiene vida eterna”. Si ese verso 16 significara que a la fe hay que
añadir una obra ceremonial entonces el evangelio ya no es  gracia sino que requiere obras, y
ya no es evangelio, ¡no es buena noticia! Ese verso no dice: “El que tuviere la fe que
proviene de Dios, y fuere bautizado en agua será salvo”, pues creer y tener la fe de Cristo
son 2 cosas que pueden tener la misma apariencia, tal como se puede parecer un pedazo de
vidrio a un diamante. La palabra “creer”  significa aquí recibir la información de la
salvación en Cristo, pero esto no salva, lo que salva es que esa información no quede
solamente como un conocimiento intelectual sino que  ilumine la conciencia, y esto es lo
que hace el E.S. cuando la entroniza en nuestro espíritu en el bautismo de fuego. Por lo cual
el que no cree, es decir que no quiere recibir la información de la salvación por Cristo, no
tiene posibilidad de nacer de nuevo por la Palabra y por el Espíritu, y así escapar del juicio
venidero, porque no queda más propiciación por los pecados y entonces tal persona está
condenada. Fijaos en que en Lucas XXIV; 47, la comisión final del Señor es: “que se
predicase en su Nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones
comenzando en Jerusalén” y que  el evangelio de Juan termina diciendo en cuanto al
mensaje central de salvación: “Pero estas cosas se han escrito para que creáis que Jesús es
el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su Nombre”. En ninguno de
estos 2 evangelios aparece la palabra “bautismo”, porque la predicación y la fe son los
medios de salvación y acompañan automáticamente el bautismo del Espíritu que citan los 2
otros evangelios. Si el bautismo de agua fuera imprescindible para la salvación aparecería
en la comisión o enseñanza final de los 4 evangelios. Pero no es el caso, solo aparece 2
veces la palabra bautismo en Mateo y Marcos, y significa obligatoriamente bautismo del
Espíritu, pues como dice nuestro Señor Jesús: “la carne para nada aprovecha, las palabras
que os he hablado son espíritu y vida”. Además es aceptado por todos los estudiosos de la
Biblia que el evangelio según Mateo es dirigido más bien hacia los judíos, en cuanto a
Marcos , él era según la tradición probablemente un levita, mientras que Lucas era oriundo
de Antioquia es decir del centro misionero para la conversión de los gentiles, y Juan se
remonta a las alturas de la divinidad de Jesús desde el principio de su evangelio;  lo cual
explica que se encuentra esa palabra bautizar en el mensaje final de los 2 escritores que
tienen raíces y enfoque específicamente judíos. Reparad también en que Lucas era medico;
una profesión dedicada al bien de la humanidad sin restricción y Juan era un místico en
comparación con los otros. La tradición nos ha enseñado que el bautismo de agua es un
sacramento que caracteriza la iglesia militante, y por ende ha de ser una señal permanente
del cristianismo. En la Escritura está establecido que el sacramento que ha de perdurar en
las iglesias hasta que Él venga otra vez es la Santa Cena: 1 Cor.XI; 26. En la dispensación
de la Ley, no había ninguna ceremonia donde se tipificaba la expiación y la remisión de los
pecados por medio de comer juntos los sacerdotes un mismo pan y beber una misma copa
de  vino, por consiguiente la Cena del Señor es ciertamente un sacramento nuevo, ¡no así la
ordenanza del bautismo! El bautismo, o lavamiento en agua, desde los tiempos de Moisés
ha sido una ordenanza muy común en la religión judía. No solo bautizaban (lavaban) en
agua personas sino utensilios. Todo prosélito, es decir gentil, que entraba en el judaísmo
tenía que pasar por un bautismo de agua, igualmente cuando Moisés confirió el sacerdocio
a Aarón y a sus hijos los lavó (bautizó) con agua, siendo este rito instituido por los
sucesores de ellos, así que desde tiempos antiguos hasta los días de Juan el Bautista ese rito
era practicado muy a menudo por los judíos. Era una señal conocida y típica del judaísmo.
El pan y el vino en cambio son la señal de sacerdocio según el orden de Melquisedec:
Gen.XIV; 18. Así que el Señor Jesús no instituyó el bautismo de agua como lo hizo con la
santa Cena, sino que le dio un sentido nuevo, comunicando en ello un conocimiento nuevo
de Dios y de nuestra relación con El. Esto me hace dudar fuertemente de la vigencia y de la
utilidad de este rito, una vez que la nación de Israel rechazó definitivamente a Cristo,
rechazo que ha de perdurar hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado: Ro.XI; 25,
26. Creo más bien que este rito judío debía ser practicado a la expectativa de la conversión
de Israel, y una vez que se comprobó el rechazo de Israel,  me parece que no había
necesidad de practicarlo. En el concilio de Jerusalén, (Ro.XV; 20, 21, 29), el E.S. ordenó
por ley de amor hacia la sensibilidad judía que los gentiles se abstuvieran  de comer carne
con sangre o que fuera sacrificada a los ídolos. Era una pequeña carga impuesta a los
gentiles para no chocar a los hermanos judíos que durante siglos habían estado bajo leyes
ceremoniales que distinguían entre alimentos puros e impuros. Una vez que se confirmó el
rechazo general del pueblo judío a su Mesías, esas leyes dejaron de ser vigentes para las
iglesias gentiles. Por ende creo que igualmente el rito del bautismo de agua era un puente
ceremonial para los judíos  a fin de facilitarles la entrada en el cristianismo. Una vez
comprobado el rechazo judío, el puente no tenía razón de ser mantenido. Teníamos la Santa
Cena y con este ritual bastaba, porque el cristianismo verdadero; menos ceremonias tiene
mejor se mantiene. En efecto adorar a Dios se hace en espíritu y en verdad, no en
ceremonias que son solo sombras de la realidad. Satanás es un experto en hacer pasar las
sombras por realidad, y llevarnos a la superstición sacramental; un elemento importante del
misterio de la iniquidad… ¿Dónde está escrito que el bautismo de agua ha de durar hasta
que El venga? La tradición desde los primeros padres de la Iglesia le ha dado una
importancia, que ha facilitado grandemente el auge del catolicismo. Pero “maldito el varón
que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová”. El
NT no nos dice hasta cuando teníamos que no comer carne con sangre, sino que nos
informa que  que era por causa de los judíos que entraban en el redil de Cristo: Hch.XV, 21,
y lógicamente desde que las iglesias se dieron cuenta que el tiempo de los judíos se acabó
con la destrucción de su estado y de su templo en el año 70, la razón de no comer carne con
sangre por respeto a la cultura y sensibilidad judía no era más valida y limitaba
innecesariamente la libertad de los hijos de Dios, de gran mayoría gentiles. El lavamiento
en agua o bautismo es también un ritual específicamente judío, y no veo en el NT una frase
que sostenga su vigencia perpetua para los cristianos gentiles, más bien la razón me inclina
a pensar que su uso debía ser temporáneo, y aunque la tradición me acuse de herejía, no me
podrá perseguir ¡como persiguió tenazmente a los cuáqueros! Además que ¿dirá la tradición
del mismo apóstol Pablo que daba gracias a Dios que a ninguno había bautizado sino a
Crispo y a Gayo: 1Cor.I; 14? Os pido hermanos ponderar esas palabras de Pablo, porque
toda la Escritura es inspirada de Dios  y útil para enseñar. ¡El apóstol de los gentiles daba
gracias a Dios por no haber bautizado! La razón de esto nos la da en verso siguiente: “para
que ninguno diga que yo he bautizado en mi nombre”. Pablo no quería que este rito judío,
con su nuevo significado, fuera causa de confusión en la mente de los nuevos creyentes, y
por esto se regocija en no haber bautizado a muchos, sino a pocos. Si el bautismo de agua
fuera tan importante como nos lo han enseñado aun a nosotros los maestros protestantes:
¿como Pablo puede dar gracias por no usarlo? ¿Se puede dar gracias a Dios por no leer la
Escritura, por no orar, por no predicar, por no enseñar la verdad a los creyentes y a los
simpatizantes? ¡Cierto que no, porque son cosas vitales para la salvación y la santificación!
En cambio ningún sacramento es vital para la vida espiritual, y a menudo se han convertido
en una piedra de tropiezo para muchas iglesias. Mirad las iglesias luteranas con sus
pomposas ceremonias de bautismos de infantes, son la copia exacta de la iglesia del
anticristo romano. Recuerdo también haberme confrontado con un hermano presbiteriano
que afirmaba que no podía haber salvación sin la intervención y predicación de un ministro
de su iglesia. Si el sacramento, o el ministro, o la iglesia es motivo de confusión para
entender la salvación por gracia, entonces: ¡fuera el sacramento, fuera el ministro, fuera la
iglesia! Todos nacimos por la Palabra de Dios aplicada por el Espíritu Santo a nuestro
espíritu, y Él no está limitado, o forzado a usar tales agencias. Las ha usado porque  a Dios
Le agrada usarlas, y es un privilegio para el ministro o el hermano ser usado a favor de las
almas que han de ser salvas, pero Dios no necesita obreros que trabajen por El, sino que son
los obreros que necesitan el trabajo. ¡Cuán propensos somos a imaginarnos que somos
importantes y que Dios nos necesita! Pobres tontos y vanidosos somos; Dios no me necesita
ni te necesita, somos nosotros los necesitados. Necesitamos trabajar por Él y para El.
Somos como los obreros de la undécima hora de la parábola. Pablo mismo dice que somos
siervos inútiles. ¡Entonces cuánto más inútiles hoy en día los sacramentos que ministran
iglesias apostatas y pastoras de Satanás! Y no solo son inútiles sino que son lazos para
mantener prisioneros a los hermanos enceguecidos por la tradición. ¡Doy gracias a Dios por
no participar más en los sacramentos, y por estar sólo en el desierto donde Dios me
alimenta por su Palabra que es comida solida y agua de vida!

     Mr.X; 38: “Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis…ser bautizados con el
bautismo con que Yo soy bautizado?”
     Jesús habla varias veces en los evangelios de este bautismo que no es el bautismo del
Espíritu pues en él, el Paracleto siempre ha morado. Está hablando evidentemente de la
amarga copa que había de tragar en el Calvario; la copa de la ira de Dios vertida sobre él a
nuestro favor. Y cuando les dice a Jacobo y Juan que beberán de ella no habla en el sentido
de que ellos tuviesen que soportar la ira de Dios a nuestro favor sino en el sentido que
compartirían el sufrimiento que conlleva el servicio cristiano en los oficiales de los
soldados de la cruz: mártires, apóstoles, grandes evangelistas, protestantes en el tiempo de
la Inquisición…  Este bautismo es un bautismo de aflicción y de dolor. No es un lavado, es
ser anegado en el sufrimiento, no salpicado por el sufrimiento, (lo cual apoya la visión
bautista del bautismo de agua por inmersión).

     Ro.VI; 3, 4: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados con Él en la muerte por el
bautismo…”
     Se trata evidentemente del bautismo del E.S. porque dice el verso 4: “somos sepultados
con Él en la muerte por el bautismo”. El bautismo de agua representa de forma viva y
externa la realidad de nuestra resurrección espiritual. Representa; no es la resurrección
espiritual. Este bautismo en Cristo tiene una eficacia que no tiene ninguna agua física, solo
la tiene el Espíritu que nos permite considerarnos  muertos al pecado, y nos capacita para
impedir que reine el pecado en nuestra vida diaria,(v.11 y12). El verso 14 que habla del
resultado de dicho bautismo, dice que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia. Sería pues
un disparate imaginarse que uno accede a la gracia por una obra ceremonial como el
bautismo de agua: “porque si es por gracia ya no es por obras de otra manera la gracia ya
no es gracia”.

     1Cor.X; 2: “y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar.”


     Aquí no se trata del bautismo del E.S. porque “de los más de ellos no se agradó Dios”
sino que es una clase de proto-bautismo ceremonial extraordinario. Tal como los israelitas
rociaron la sangre de un cordero sobre los dinteles de sus puertas la noche de la muerte de
todos los primogénitos en Egipto para escapar de la décima plaga, lo cual fue hecho
ordenanza perpetua para los hijos de Israel,  y prefigura la salvación por medio de
Jesucristo, éste pasar por la nube y el mar los salvó de una muerte física y prefiguraba la
regeneración espiritual, pues el agua representa  el Espíritu, y la Palabra de Dios.

     1Cor.XV; 29: “De otro modo ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en
ninguna manera los muertos  resucitan?  ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?”
     Este verso ha sido interpretado de muchas maneras, pero todos vemos en este caso el
bautismo de agua. Lutero creía que era la costumbre de los primeros cristianos de
bautizarse en agua delante de los cementerios para así mostrar públicamente su fe en la
resurrección del cuerpo. Explicación un poco fantasmagórica basada sobre supuestas
tradiciones antiguas sin ninguna prueba convincente. Otro como Hodge tiene una
explicación más sostenible, diciendo que los judíos tenían muchos lavamientos rituales que
son bautismos, y que por consiguiente eso se refiere al lavamiento ceremonial requerido por
la ley después que uno haya tocado un muerto. Pero en primer lugar; esta carta fue escrita a
una congregación de cristianos griegos en mayoría no judíos. Además este verso sigue el
discurso de Pablo sobre la resurrección de los muertos, mientras que los lavamientos o
bautismos de la ley eran requeridos para estar ceremonialmente limpios y así poder
participar del culto oficial, y aunque esas ceremonias tipificaban realidades espirituales, a
pesar de ello la gran mayoría no las entendían, sino que las practicaban para ser buenos
judíos, y no con expectativas místicas o espirituales. Al principio de la carta a los corintios 
dice Pablo: “Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es
dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas sois enriquecidos en Él, en toda palabra y en
todo CONOCIMIENTO”, lo que hace que este ejemplo no sea muy adecuado por personas
que han adquirido un conocimiento claro, pedirles que se  fijen en sombras borrosas de la
antigua dispensación que ya no les conciernen en absoluto. Creo más bien que Pablo habla
del ritual del bautismo cristiano en agua cuyo objetivo principal es enseñar a los incrédulos,
o muertos espirituales,  que asisten a la ceremonia,  cual es la esperanza  cristiana por
excelencia, es decir la resurrección. Poniéndolo en otra forma significa: “¿para qué
predicarle por medio del bautismo de agua la resurrección a los que están muertos
espiritualmente, si no hay resurrección?  ¿Para qué insistir mediante esta ceremonia, con
esas personas cuya conciencia está apagada, muerta, a las realidades espirituales?”
 
     Ga.III; 27: “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.”
     Este es bautismo de fuego. Es importante saber que a menudo la expresión “en Cristo”
es sinónima de “por Cristo”, y sabemos que Cristo vino a bautizarnos con el E.S.: J.I; 33.
Así que más conveniente sería leer: bautizados por Cristo. Cuando Cristo nos concede el
bautismo del Espíritu, entonces somos nuevas criaturas creadas por Cristo Jesús para
buenas obras y para ser formadas a su imagen y semejanza. Esto es por la fe: v.25, 26.
¡Sería una blasfemia decir que si uno se bautiza en agua  es heredero de la promesa de vida
eterna, (v.29), pues Hitler y otros monstruos de tal magnitud fueron bautizados en agua!

     Ef.IV; 5: “Un Señor, una fe, un bautismo…”


     Aquí también se trata del bautismo de fuego, no de agua. Si fuera de agua: ¿Por qué no
se menciona la Cena del Señor? Además en este pasaje del verso1 a 6 el apóstol trata del
andar en el espíritu de nuestra mente y por ende recuerda a los creyentes todas las cosas
esenciales que siempre tenemos que tener presentes: somos un solo cuerpo; la Iglesia,
morada de un solo Espíritu; el Consolador, tenemos un solo Señor; Jesucristo, una misma
esperanza, una misma fe, que nos ha sido dada de una misma manera es decir por el
bautismo de regeneración, y un mismo Padre celestial. Es un llamado para guardar la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, y por ende apela a realidades espirituales y no a
figuras o rudimentos que alegorizan esas realidades. Nuestra comunión no se basa en
figuras sino en realidades espirituales compartidas por todos los que han gustado de la
buena palabra de Dios y los poderes de la vida venidera. Es el catolicismo que predica un
Cristo eucarístico y una regeneración sacerdotal, ¡nosotros no andamos en las sombras de
los sacramentos sino en la luz del sol de justicia  que ya ha empezado a amanecer en
nuestros corazones!

     Col.II; 12: “Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con
Él, mediante la fe en el poder de Dios que Lo levantó de los muertos.”
      Evidentemente es el bautismo de fuego que está a la vista. ¡Una ceremonia no puede
resucitar a los muertos, comunicándoles la fe!  “Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras”, y el bautismo de agua es
una obra ceremonial que nosotros programamos y cumplimos cuando queremos, lo que
excluye la gracia divina que comunica la fe cuando Dios quiere, no cuando nosotros lo
planeamos. Además en el verso 8, el apóstol nos advierte que seamos precavidos en contra
del peligro de las tradiciones de los hombres, que se apegan a ceremonias y a figuras,
porque es en la persona misma de Cristo que nosotros encontramos nuestra plenitud,  no en
representaciones de su Persona o de sus obras tipificadas en los sacramentos: v.9 y 10.

     1 P.III; 21: “A la figura de lo cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no
quitando las inmundicias de la carne, sino como testimonio de una buena conciencia
delante de Dios) por la resurrección de Jesucristo…”
    ¡Pensar que aquí se trata de bautismo de agua es tener escamas sobre los ojos! ¿Cómo
podría una figura corresponder a otra figura?  ¡No tiene sentido, porque una figura siempre
corresponde a una realidad! El arca de Noé fue una alegoría histórica de la salvación por
Cristo, salvación que se otorga no mediante otra alegoría ceremonial sino por el bautismo
del Espíritu Santo que nos introduce en la salvación garantizada por la resurrección de
nuestro sustituto Jesucristo que pagó la cuenta de nuestros pecados;  “Él cual fue entregado
por nuestras ofensas y resucitado para nuestra justificación”: Ro.IV, 25. Sin embargo como
lo aclaran las palabras entre paréntesis, este bautismo de fuego, no destruye nuestra
naturaleza pecaminosa, pero hace que “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que  somos hijos de Dios”: Ro.VIII; 16. ¡Pobres hombres engañados cuyas conciencias
cauterizadas se tranquilizan por  un ritual que a menudo ni recuerdan pues muchos  eran 
bebes el día de su bautismo de agua! ¡Dichoso el hombre cuya conciencia ha sido
vivificada por el Espíritu Santo y sabe que la sangre de Cristo lo lava continuamente de
todo pecado!
  
      CONCLUSIÓN.
     Hemos dado un breve vistazo a unos versos que hablan del bautismo sin referencia a
agua alguna y queda claro que por lo general es el bautismo del E.S. que está a la vista.
Ahora bien, ¿por qué tantos se han equivocado en cuanto a la interpretación del bautismo
en el NT? Más lo considero y más estoy persuadido que es uno de los elementos principales
del misterio de la iniquidad que ya había empezado en los días apostólicos. Este misterio de
la iniquidad ha dado luz a la iglesia católica romana, la obra más perfecta de Satán. El
protestantismo nació dentro del catolicismo, porque la iglesia católica conservaba la Biblia,
y ella es como los fariseos en el tiempo de Jesús que conservaban el AT sepultándolo bajo
sus tradiciones. Así que por medio de un avivamiento del E.S. basado en una comprensión
clara de las doctrinas evangélicas esenciales, la Reforma estalló y la luz del evangelio se ha
propagado desde entonces a todas las naciones. Lastimeramente aunque el espíritu está
dispuesto, la carne es débil, por lo cual muchas tradiciones y falsas interpretaciones han
continuado a opacar nuestra religión.  Recordad que Lutero y Calvino murieron creyendo
en la doctrina de la virginidad perpetua de María, cuando la Escritura es muy clara sobre el
caso.  Es verdad que poco a poco  el protestantismo se ha refinado hasta alcanzar su grado
de pureza más alto en la forma que adoptaron las iglesias bautistas particulares, pero
siempre se nos quedó algo pegado del catolicismo que es la religión carnal por excelencia y
ese algo es la importancia indebida conferida al bautismo de agua. He dicho pues que el
bautismo de agua fue un puente ceremonial para facilitar la entrada a los judíos, y ellos
mismos lo han confesado durante siglos en nuestra era cristiana. En efecto cuando un judío
se convierte al cristianismo, sus familiares se enardecen y lo vituperan, pero siempre
guardan la esperanza de que vuelva al judaísmo. Sin embargo cuando saben que el nuevo
discípulo de Cristo ha procedido a bautizarse en agua, entonces abandonan toda esperanza,
Y LO CONSIDERAN COMO COMPLETAMENTE PERDIDO, COMO MUERTO.
Porque para ellos es esta señal, no para nosotros…
      Para terminar diré que sé sin duda alguna que el cristianismo verdadero, bíblico, es una
religión totalmente espiritual, que no requiere de pan, de agua, de vino, de edificios, de
ningún elemento físico o de clase especial de sacerdotes por 2 razones:  la primera siendo
que Jesucristo me fue revelado por la Palabra de Dios que me convenció,  y me iluminó la
conciencia no por un poder natural que existía en mí, sino por el poder del Espíritu Santo
que vino a mí, y la segunda razón es que “tenemos la palabra profética más segura a la cual
hacéis bien en estar atentos, como antorcha que alumbra en lugar oscuro ” y esta palabra
profética, la Biblia, nos dice que la fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios. La
religión que se basa sobre sacramentos es la religión del Anticristo romano, la religión
verdadera se basa sobre la revelación personal de Jesucristo y es totalmente ajena a
elementos materiales y rituales bíblicos que son sombras y figuras de una realidad divina
eterna y trascendental a la cual entramos por la fe en Jesucristo, y esta fe es don de Dios.
Todos los que hemos nacido del agua que es la Palabra,  y del Espíritu,  lo sabemos pero el
viejo hombre que mora en nosotros aunque no puede apagar el testimonio del Espíritu a
nuestro espíritu, se empeña a empañar el lente de la fe con sus interpretaciones carnales de
los sacramentos, de la iglesia, del ministerio. Por lo cual todos tenemos una lucha acerba
contra la carne para  poder crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. M.
Lutero nuestro padre de la Reforma, nos sacó tal un Moisés de la esclavitud del papismo,
cuando hizo ondear el estandarte del protestantismo sobre la base inconmovible que llamó:
“SOLA FIDE, SOLA SCRIPTURA”. No obstante él mismo, como Moisés, no pudo entrar
a la tierra gloriosa, sino que solo la divisó. En efecto a pesar de saber y predicar la
salvación por fe, no pudo cruzar el Jordán del ceremonialismo, y el luteranismo se hundió
en disputas necias sobre la presencia real de Cristo bajo las especies del pan o del vino o
sobre la importancia del bautismo de los infantes. Calvino también tropezó con el bautismo
de los infantes, y aun Spurgeon tuvo problemas para interpretar Mat.XVI; 16. Como todas
las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios, aun la apostasía general de las iglesias
evangélicas tiene una ventaja para el escogido que salió de Laodicea, pues ya no tiene que
preocuparse por los sacramentos; en el desierto donde nos encontramos hoy no hay iglesias
verdaderas donde reunirnos y por ende no se plantea la cuestión controversial de los
sacramentos. Como dice Jehová en Is.XLIII; 19, 20: “Otra vez haré camino en el desierto, y
ríos en la soledad…daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo,
mi escogido”. ¿Hermano has encontrado ese camino, esas aguas en el desierto? Tenemos la
palabra profética más segura, y estamos de esta manera en lo verdadero, lo infalible,  lo
inconmovible, lo eterno, lo seguro; bien decía Lutero: “La Palabra de Dios es Dios”.
“Cuando soy débil, soy fuerte” clamaba Pablo, y nosotros somos débiles,  esparcidos y sin
apoyo alguno de ninguna organización eclesiástica, solo tenemos la Palabra de Dios y la
oración, y por ende somos fuertes porque la Palabra de Dios es viva y eficaz y la oración
eficaz del justo puede mucho, mucho más que los débiles y pobres rudimentos que han
esclavizado a millones de católicos, pues creer que un   sacramento  salva es erigir un ídolo;
y ¡ningún idólatra tiene herencia en el reino de Dios y de Jesucristo! Ahora sé que los
protestantes no han caído tan bajo, pero no obstante la tendencia carnal a poner su
confianza en sacramentos, como si sellasen la salvación está presente en muchos. ¡Solo
Dios santifica y salva!
     “Hijitos guardaos de los ídolos. Amen”: 1 J.V; 21.
      

¡IMAGENES, IMAGENES!

     Nosotros que somos del día no ignoramos las maquinaciones del diablo. Sabemos que
Jesús "no vendrá sin que antes venga la apostasía": 2 Tes.II; 3. Este camino hacia la
apostasía ha sido abierto mediante la introducción de la imagen de la bestia en los hogares
cristianos. Ya he tratado de este tema en otros artículos, y esta vez no quiero tratar en
particular de la imagen animada que habla, sino de la imagen en general, o más bien del uso
de la imagen que se ha expandido en las iglesias evangélicas.

Hace poco estuve descargando himnos protestantes antiguos desde la internet, y casi todos
los himnos iban acompañados de video clips. Me llamó la atención el hecho de que aun los
viejos himnos aparecen con imágenes  de Jesús detrás de las letras. Son básicamente 2
clases de imágenes;  la mayoría pintan al Jesús de las películas de Hollywood, y  el resto el
Jesús de las pinturas que se ven en los templos católicos. Ambas representaciones se
parecen, pues muestran un gringo con ojos azules, barba y pelo medio largo. El de Roma es
afeminado mientras que el de Hollywood es más varonil. No obstante se asemejan. El
hecho es que los evangélicos están acostumbrándose a ver imágenes representando a Jesús,
por medio de películas y de video clips. Ahora cantan himnos leyendo el texto en una
pantalla donde aparecen detrás de las letras imágenes del Jesús de las películas americanas,
o del Jesús de Roma. ¿Es permitido esto para el cristiano que se dice bíblico?

     ¡A la ley y al testimonio! Ex.XX; 4 dice: "No te harás imagen...ni las honrarás porque
Yo soy Jehová tu Dios fuerte y celoso..." Unos alegarán que no están honrando esas
imágenes del Jesús de Hollywood cuando cantan delante de ellas, pero usan a la verdad el
mismo razonamiento que los católicos que dicen que no adoran a sus estatuas cuando se
arrodillan delante de ellas sino que adoran la realidad que representan.  Pero si uno canta al
Señor mirando al mismo tiempo al Jesús de Hollywood, honra automáticamente esa
imagen, pues le concede cierta veracidad y no la rechaza por ser lo que es: una mentira.
Admitir imágenes en el culto divino es pecado porque es infracción del segundo
mandamiento. Recordad que : "El que peca infringe la ley, y el pecado es la infracción de la
ley". Cantar forma parte del culto divino, pues la Biblia repetidamente lo afirma,
especialmente en los Salmos, y como también decía M. Lutero: "Cantar es orar 2 veces".
Así que según la ley moral de Dios tener imágenes de Jesús es pecado; sea en el calendario,
en el video clip, en un cuadro colgado en la pared, siempre es pecado. Lo dice la Escritura y
por lo tanto "no hay sabiduría, ni consejo, ni entendimiento contra Jehová". El papado
sostiene que la encarnación de Jesús ha empezado una nueva dispensación en la cual el uso
de imágenes viene a ser permitido por el hecho de que Dios se hizo visible en la persona de
nuestro Redentor. Esto es mentira, pues el mismo Jesús dijo que no vino a abolir la ley sino
a cumplirla. Ciertamente, la ley ceremonial fue abolida en la cruz del Calvario, pero la ley
moral permanece para siempre. El segundo mandamiento del decálogo es ley moral y por lo
tanto ha de regir nuestra conducta en nuestra relación con Dios. Ahora bien, a pesar de que
no es imprescindible tener un entendimiento perfecto de la ley para estar obligados por ella,
el Espíritu Santo por medio de la Escritura nos da las razones de su existencia. Una de ellas
es que Jesús es Dios hecho hombre; digno de adoración y de honra,  y por lo tanto está
prohibido por el segundo mandamiento hacer representaciones de su Persona divina. El es
la Verdad encarnada y toda imagen que lo representa es además una mentira cuyo padre es
Satanás. Durante su breve estadía terrenal nadie pintó o grabó su aspecto físico, así que
toda representación es según la imaginación de los hombres; es ficción, es mentira. En
efecto Jesús no era un gringo versión Hollywood, ni un afeminado versión católica, sino
que era un carpintero judío cuyo aspecto queda oculto en las Escrituras, contrariamente al
aspecto de personas como Saúl que era alto, David que era rubio, Absalón que era hermoso
con abundante cabello. El único indicio de su aspecto se halla en Is.LIII; 2, donde se nos
informa que no había hermosura en El. Unos hermanos como C.H. Spurgeon han afirmado
que era hermoso porque fue concebido por el E.S. sin la mancha del pecado. Pero esto no
deja de ser una suposición y no una afirmación inequívoca de la Biblia. Personalmente creo
que tal como nuestro Señor se cuidó en público de llamar a María: madre, igualmente se
cuidó de tener el aspecto hollywoodiano que le prestan las películas. El dijo: "La carne para
nada aprovecha, las palabras que os he hablado son espíritu y vida", lo que lógicamente lo
llevaría a tener un aspecto no deseable a los ojos para que sean los oídos que fueran
atrapados por El y no los ojos.
     Hay otra razón espiritual que fundamenta también la razón moral que condena la
mentira, y que fundamenta ese 2o mandamiento. "Dios es Espíritu, y los que Le adoran en
espíritu y en verdad es necesario que adoren". Nosotros adoramos al Cristo de la Biblia, y
este Cristo es por ahora invisible aunque real, activo, y presente. Como dice el apóstol: "el
misterio oculto desde siglos y edades pero que ahora ha sido manifestado a sus santos a
quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de este misterio entre los gentiles que es
Cristo en vosotros la esperanza de gloria", lo que significa que este Cristo que servimos y
adoramos no está plasmado en una imagen de mentira, sino que vive en  nosotros, en
nuestra conciencia, por la presencia permanente del Espíritu Santo, y en nuestra mente por
la enseñanza de la Escritura únicamente. Además aunque nuestra meditación y nuestra
salvación está en el Cristo crucificado por nuestros pecados, cierto es que nuestra comunión
es con el Cristo resucitado y glorificado que ahora "habita en luz inaccesible, a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver": 1 Tim. VI; 16. Todo intento de
visualización, por ser una mentira, corta la comunión con el Cristo viviente. Por lo tanto
escrito está: "Por fe andamos, no por vista". Dice también la Palabra de Dios: "cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, ni subieron en corazón de hombre son las que Dios ha preparado
para los que Le aman", y estas cosas nos las revela Dios por medio de su Espíritu que mora
en nosotros, y no por imágenes de mentira. El camino que nos lleva a Dios Padre es Jesús,
y la fe que El nos da es el vehículo que nos transporta sobre este  camino, y "la fe viene por
el oír, y el oír por la Palabra de Dios", así que "por fe andamos no por vista". Esta es la
única forma de transitar por este Camino, y nuestros antepasados evangélicos y protestantes
lo transitaron durante siglos. Hoy estamos en la Apostasía y por ende todas las iglesias
evangélicas aceptan el uso de imágenes de Jesús en video clips y películas. No estoy en
contra de películas sobre Lutero, Wycliffe, Pablo, Pedro, pues ellos eran hombres como
nosotros, y poco importa cuál era su aspecto físico real porque no los adoramos. Pero rodar
una película sobre Jesús es dar a la mente del cristiano una comida envenenada porque tal
como dice 2 Cor.V; 16: "De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos
según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”. Sí
hemos conocido al Señor según la carne, ya no lo conocemos así". Hemos de conocerlo en
el espíritu y por el Espíritu Santo, El cual usa únicamente la Palabra de Dios para dárnoslo
a conocer de verdad. Visualizar con una imagen el objeto de nuestra adoración es
automáticamente idolatría. Durante el siglo VII en el sur de España hubo un concilio de la
iglesia romana que prohibió el uso de imágenes y estatuas en sus templos, pero esa sana
medida fue rápidamente revocada y desde entonces esa organización llegó a ser la bestia de
7 cabezas que persigue y  mata a los santos. Hoy en día el pentecostalismo ha contaminado
el protestantismo oficial, y ha introducido, los videos clips, las películas y el teatro como
medios de evangelización. Nosotros los protestantes por revelación y no por tradición,
sabemos cuál es el fin de esa política promovedora de los métodos visuales: asimilación y
destrucción del protestantismo formal. Los evangélicos están siendo procesados por la
televisión, por la cultura moderna, por sus pastores, para visualizar a su Redentor y así
asemejarlo al falso Cristo de Roma. Los evangélicos están admitiendo imágenes de un falso
Jesús a través de películas y video clips, mientras que los católicos están admitiendo el uso
de la Biblia en sus cultos idolátricos. Ambos lados están suavizando los aspectos
antagónicos que los caracterizaban durante siglos para unirse dentro de una mega-iglesia
ecuménica y carismática cuya sede central será Roma. Esto es la trampa en la cual van a
caer todas las iglesias evangélicas porque se han olvidado que "Jehová cuyo nombre es
celosos, Dios celoso es", El cual ha dicho: "Yo Iehovah, este es mi nombre y a otro no daré
mi gloria, ni mi alabanza a esculturas". ¡Han olvidado el segundo mandamiento! El agua
contaminada no se vuelve limpia agregándole unas gotas de agua pura; sigue siendo
contaminada. En cambio el agua pura se vuelve contaminada si le echas unas gotas de
veneno. Esto es lo que está ocurriendo hoy en día; el catolicismo sigue siendo la misma
abominación a pesar de que añaden unos versos bíblicos a sus imágenes, mientras que el
protestantismo deja de ser protestantismo cuando empieza a usar imágenes de Jesús, pues
nuestro fundamento es la Biblia,(Sola Scriptura), la cual prohíbe tajantemente el uso de
imágenes. El que ora o medita en Dios, visualizándolo en su mente, ha sido ya contaminado
por el pecado de idolatría.
     Ahora, ¿cómo hemos llegado a tal abominable estado? Hay varias razones, sin embargo
creo que la razón más obvia es la entrada del caballo de Troya en los hogares cristianos.
Ese caballo de Troya es la televisión que ha moldeado subrepticia pero ineluctablemente la
mente de los evangélicos durante décadas para conformarla a los parámetros inmorales de
este mudo cuyo príncipe es el diablo. La Escritura nos amonesta diciendo: "No os
conforméis a este siglo, sino que transformaos por medio de la renovación de vuestra
mente". Esta renovación es por medio de la Palabra de Dios, pero es preciso ser hacedores
de ella y no meramente oidores que se engañan a sí mismos., Una mente conectada a la
Escritura se renueva, pero una mente conectada a la Escritura y a la TV se auto engaña
porque lo que construye con sus manos lo destruye con sus pies. El evangélico ha sido
procesado por la TV, y por lo tanto no se da cuenta que la imagen  animada que habla, o la
imagen fija y muda, tienen el mismo propósito que es hacernos andar por la vista,
destruyendo así el camino de la fe. Es tiempo que se despierten los elegidos y que se den
cuenta de que no puede haber concordia entre la cultura, y el pensamiento bíblico y la
cultura y el pensamiento moderno; "La amistad del mundo es enemistad contra Dios".

     Cuando Israel caía en batalla o se dividía, se oía ese grito: "¡Israel a tus tiendas!", lo que
significaba que la causa común estaba perdida, y que por lo tanto cada uno tenía que cuidar
de lo que le incumbía personalmente. De la misma manera hoy no vamos a cambiar el
curso de la profecía; la apostasía ha de preceder el segundo advenimiento de nuestro
Salvador, y no va haber el surgimiento de iglesias nuevamente reformadas "porque es
imposible que los que una vez fueron iluminados, y gustaron del don celestial, y fueron
hechos partícipes del E.S. y  asimismo gustaron de la buena Palabra de Dios y los poderes
del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento": Heb. VI; 4,
5, y 6, Por lo cual ahora, el grito es: "¡Hermanos a vuestras Biblias!"

    
    

      

¿SEGURO SOCIAL O SEGURO SANTO?

    A menudo se ha tratado del dinero y de las riquezas, y siempre la Escritura ha llevado a
los que tienen al Espíritu Santo a concluir que no hay nada malo en tener mucho dinero,
sino que lo malo es el amor al dinero. Dios nos da la condición que El quiere según su
sabiduría y plan eternos: Jehová mata y da vida, hace rico y hace pobre. Así que el que es
rico no busque la pobreza y el que es pobre no busque la riqueza,  no obstante la sabiduría
clama: “No me des riqueza, ni pobreza, mantenme del pan necesario”... Cada posición
social tiene su ventaja y su desventaja, y por cierto la pobreza es un camino más seguro que
la riqueza para el crecimiento espiritual pues: “No ha escogido Dios a los pobres de este
mundo para que sean ricos en la fe…” Sin embargo hay una tentación más sutil que las
riquezas que nos acosa a casi todos en estos últimos días. De hecho, el diablo después de
haber probado a Job por la pérdida de sus riquezas,  dijo a Jehová: “Piel por piel, todo lo
que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano y toca su hueso y su
carne, y veras si no blasfema contra ti en tu misma presencia”: Job II; 4, 5. Como lo hizo
notar C.H.Spurgeon, no se encuentra a ningún santo notorio en la Escritura que caiga en
pecado por codiciar la plata. Los santos caen en pecado de adulterio y de homicidio
(David), de presunción y de cobardía (Pedro), pero no de avaricia. Igualmente hoy en día,
los cristianos verdaderos que han escapado de la trampa del neo pentecostalismo con su
evangelio de prosperidad, padecen muy poco esa enfermedad del amor al dinero,  la cual
aunque está latente en todos nosotros, no logra desarrollarse por la gracia de Dios  que nos
ha dado el conocimiento de que “el amor al dinero es raíz de todos los males”. Sin embargo
todos amamos la salud, y deseamos una vejez libre de inquietudes materiales, lo cual es
natural y no es malo en sí. Pero Satanás que es astuto sabe que ahí tiene una entrada para
minar nuestra fe.
     En nuestras sociedades modernas, se ha desarrollado un sistema más o menos completo
de seguro social y de pensión. Aparentemente es bueno, pues permite a los pobres y a las
clases medianas el acceso a tratamientos y operaciones quirúrgicas que solo podrían
pagarse los ricos y a pensiones que les aseguran su pan en su vejez, sin sudar o sin poner a
sudar más a sus parientes. “Pero nosotros somos de Dios y sabemos que el mundo entero
está bajo el maligno”, y no creemos en un mundo donde se eliminará la pobreza y la
enfermedad por medio del genio humano. Este mundo maravilloso está por llegar pronto,
cuando Cristo se sentará sobre el trono de David en Jerusalén, después de la gran
Tribulación... Y aunque sabemos que el cristianismo ha sido el factor determinante para
mejorar indirectamente a lo largo de los siglos, las condiciones y las relaciones dentro de la
sociedad, estamos también conscientes de que el gran usurpador;  Satanás, se las ingenia
por imitar ese mundo futuro, mediante lo que unos llaman: el Estado-Providencia. La
Unión Europea; la bestia de 7 cabezas y 10 cuernos, es la que da el compa de la marcha que
hay que seguir, por su capitalismo impregnado por el ateísmo, materialismo e humanismo
de sus masas. Pero no nos interesa la política, ni la economía,  lo que nos interesa es el
pueblo elegido de Dios, y las dificultades y los tropiezos que puede generar la sociedad
moderna, post industrial, en el caminar por la fe.
     El cristianismo no es un sistema de doctrinas cuyo fin es cambiar la sociedad y llevar a
los hombres a una felicidad terrenal. El cristianismo tiene por fin esencial anunciar el
evangelio de la gloria de Jesucristo, el Dios-hombre, a todo el mundo, visible e invisible. Es
una lucha que no es contra sangre ni carne, sino que consiste en derribar fortalezas que son
altivez y razonamiento humano o diabólico que se eleva contra el conocimiento de Dios, y
llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo: 2 Cor.X; 5. Para decirlo en pocas
palabras es proclamar que Jesús es el Señor de señores y Rey de reyes. Esto se hace por
medio de la fe en la Palabra de Dios. Así que hay 2 elementos esenciales en esta lucha, que
son la fe y la Palabra de Dios.
     Durante siglos Satanás ha hecho todo lo posible para impedir que se divulgue la Palabra
de Dios, pero desde los días de la Reforma hasta hoy ha sufrido una derrota cada vez más
seria. En este campo ha completamente perdido la batalla, pues la Biblia ha sido traducida a
todos los idiomas nacionales, y también a muchos dialectos, y por medio de la internet y de
los computadores y de las memorias USB, no hay fronteras que puedan impedir que entre
en cualquier país, aun sea Corea del Norte o Irán. Daos cuenta que en una cajetilla de
fósforos, cualquier turista o diplomático puede hacer penetrar en el país más cerrado del
mundo la Biblia entera en las mejores traducciones reformadas, con todo el mejor
conocimiento teológico acumulado a lo largo de los siglos. Así que a pesar de sus esfuerzos
para impedir su divulgación, el diablo no logra su meta porque la misma tecnología que él
usa para cometer sus atrocidades y sus genocidios, Dios la usa para que su Palabra corra y
sea recibida y glorificada en sus santos. Nada nuevo bajo el cielo; el imperio romano con su
red de vías de comunicación terrestre, que construyó para expandir su dominio, sirvió en la
mano de Dios para que el evangelio fuera publicado a todas las naciones desde Europa
occidental hasta Asia menor, y desde las remotas provincias germánicas hasta las costas de
África del norte.  Ahora Satán se empeña en la producción de versiones y revisiones
adulteradas y ecuménicas, pero no puede impedir que la Reina Valera siga reinando en
medios de esas traducciones inspiradas por los jesuitas. Por lo cual el frente de batalla se ha
desplazado hacia la fe de los santos, y los esfuerzos del enemigo, ya que por ahora no
puede usar las hogueras de la Inquisición legalmente, se concentran en el debilitamiento de
esta fe por ¡el fortalecimiento del seguro social!
     Parece una broma, pero no lo es. El enemigo tiene 2 métodos para combatir nuestra fe;
el método brutal y el método sutil. Corresponden ambos a su personalidad que es feroz
como el león,  y astuta como la serpiente. Por ahora el método brutal lo usa en los países
musulmanes, comunistas y del Cuarto mundo, pero en los países occidentales y en los del
tercer mundo en vía de desarrollo,  usa el método sutil. ¡El seguro social forma parte el
método sutil! Claro que su arma más poderosa para debilitar el espíritu del cristiano y
desmoronar su moral es la televisión, pero no es el tema hoy. Ahora no es que el seguro
social sea en sí mismo un peligro para la fe; tener un seguro social puede ser tan útil como
tener plata. El dinero no es un mal, el mal es el amor al dinero, así mismo tener un seguro
social no está mal, el mal es creer que esto garantiza la salud y la vida. Esto es un engaño
en que muchos creyentes caen. “Casa y riquezas son la herencia de los padres”, y no que
hay despreciar la herencia de los padres. Pero el que busca enriquecerse no quedará sin
castigo porque escrito está: “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción  perdición”. De
la misma manera si el trabajo que te toca, te provee automáticamente con un seguro social,
recíbelo con agrado, pero si no, no lo busques pues ¡allí viene el tropiezo!
     Muchos creen que el justo por su fe vivirá el domingo, pero que el resto de la semana ha
de vivir como todo el mundo. Creen que la fe abarca ciertos campos de su vida pero que no
ha de cambiar la forma de enfocar temas como la salud, la vejez, el tiempo libre. Así que la
mayoría trabaja no solamente para el vestido y la comida sino que les parece normal
trabajar para pagar un seguro social,  cotizar para  jubilarse,  y ahorrar para comprarse
televisores con pantalla plasma gigantesca. Pero esto no es andar en el espíritu sino
satisfacer los deseos de la carne. En efecto el que no recibe automáticamente un seguro
social, pero que paga para conseguirlo  está siguiendo la corriente de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire. La Palabra de Dios tiene mucho que decir sobre nuestra
salud y sobre nuestra vejez, y Dios nos asegura que El está pendiente de estos asuntos. El
dice: “serviréis a Jehová vuestro Dios y El bendecirá tu pan y tus aguas y Yo quitaré toda
enfermedad de en medio de ti…Hijo mío, escucha mis palabras e inclina tu oído a mis
razones, no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón porque son vida para
los que las hallan y medicina a todo su cuerpo…aun en la vejez fructificarán y serán
vigorosos y verde para anunciar que Jehová es recto…Y hasta la vejez Yo mismo, y hasta
las canas os soportaré Yo; Yo hice, Yo llevaré, yo soportaré, y guardaré…Y quitará Jehová
de en medio de ti toda enfermedad…Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e
hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos
sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque Yo
soy Jehová tu sanador… Yo hago morir y Yo hago vivir, Yo hiero y Yo sano y no hay
quien pueda libra de mi mano… ¿Está alguno enfermo? Llame a los ancianos de la iglesia,
y oren por él…Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará…Confesaos
vuestras ofensas y orad unos por otros, para que seáis sanados La oración eficaz del justo
puede mucho…” Son muchos las promesas de Dios que por medio de la fe se pueden
convertir en realidad, y si bien no eliminan la necesidad a veces de doctores, de drogas, de
hospitales;  pues Dios ha decidido usar a menudo agentes humanos así en el asunto de la
salvación eterna como de la sanación física y temporal, prohíben la adquisición  de un
seguro social por cuenta propia a quien goza de buena salud y quiere andar por fe.
     Quede bien claro que no estoy poniendo en tela de juicio, la medicina y sus avances, ni
el acceso a ella por medio del seguro social. No soy neo-pentecostés, y sé en carne propia
que no siempre Dios me sana directamente sino que a veces usa drogas y cirujanos. Sé
también que la mayor parte del tiempo no tengo que ir al médico sino que El me sana, y que
siempre que vaya o no vaya al médico, la primero cosa que debo hacer es ir al trono de la
gracia para sanación y confesión de mis pecados que pueden ser la causa directa de la
enfermedad, pues si no son la causa directa, de todas formas son automáticamente la causa
indirecta. Lo que afirmo es que pagar de su propia cuenta y por iniciativa personal un
seguro de salud o de vejez, gozando de buena salud, es negar la fe en la providencia, en el
cuidado, en la sabiduría de Dios, pues “sabemos que todas la cosas ayudan a bien a los que
aman a Dios”. Es decirle a Dios: “Tus promesas concerniente la salud, la vejez, eran validas
antaño pero hoy tenemos mejor que la Palabra profética, tenemos el seguro social que nos
garantiza el acceso a soluciones científicas, y metódicas de esos flagelos”. Repito que tener
un seguro que va incluido en tu trabajo puede ser una bendición, pero adquirir por ti mismo
un seguro o descartar un trabajo por ser informal, sin seguro, es  atentar contra la fe de
Cristo, y provocar enfermedades. Lo he visto en mi vida y en la vida de otros. ¡Parece que
cuando Dios les concede su deseo de tener seguro social les da también  la satisfacción de
usarlo a menudo, enviándoles las enfermedades que el seguro cubre! “Jehová cuyo nombre
es Celoso, Dios celoso es”, El nos ha dado un montón de promesas benditas que son
seguras, pues son palabras del Dios que no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para
retractarse, si por la fe nos asimos de ellas. Estas son el seguro santo que incluye todo,
porque todas las cosas son nuestras sea Pablo sea Apolo, sea Pedro, sea el mundo (con sus
mejores cirujanos y hospitales): 1 Cor.III; 21, 22. Pero si quieres asegurarte el mejor
cirujano y los mejores hospitales mediante un seguro social que Dios no te había dado, para
tu bien espiritual, para que descanse solamente en El, entonces bien puede ser que ¡el mejor
cirujano, o el mejor hospital te den un tratamiento peor que la enfermedad o te manden al
cementerio!
     Muchos no se dan cuenta de esa realidad, y aunque la ignorancia no es una excusa, ella
puede mitigar la gravedad de la ofensa. Alas, el caso es otro cuando vemos a los
profesionales de la Palabra; los pastores y los misioneros que no conciben desempeñar su
oficio sin seguro social. Esto también es un rasgo de la Apostasía. El pastor, el evangelista,
el maestro, han de ser ejemplos de la grey. Ejemplos de cómo se vive la vida cristiana, es
decir por fe en la Palabra de Dios. Al tener ellos seguro de salud y de pensión, el ejemplo
de su fe recibe un golpe duro pues aunque no confíen en ello , sus feligreses siempre podrán
sospechar de la sinceridad de su fe, y ¡con razón en la mayoría de los casos!  Hoy en día
casi todos exigen seguro laboral y pensión. Lo lógico es que los ministros no tengan
derecho ni a seguro ni a pensión,  pues su seguro y su pensión es Jehová y El suplirá todo lo
que les falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús: Fil.IV; 19. Que los
miembros  de su congregación provean para su diario vivir es normal pues el obrero es
digno de su salario, pero que le paguen un seguro y le coticen una pensión para su vejez es
mutilar el ejemplo de su fe. Hoy ser pastor, no es cuestión de vocación, no es un oficio
santo, es una profesión común que solo requiere una formación teológica en un instituto
que despacha títulos y doctorados a mujerzuelas cargadas de pecados. En el AT los levitas
no tenían derecho a un amplio territorio, solo tenían los ejidos y casas dentro de las
ciudades. No poseían lo que poseían sus hermanos;  su parte era Jehová. Esto es la pauta
que nos enseña el AT para los ministros del NT. ¡Si aplicaran este precepto, se haría una
limpieza rápida y eficaz del ministerio! Pero no soñemos con la sinceridad o la disposición
de los profesionales de la Palabra, pues son profesionales sostenidos por el derecho
laboral…
     Escrito está: “Andad en el espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne”. Andar en el
espíritu significa mantener la profesión de nuestra fe de forma consecuente, significa seguir
siempre una conciencia limpia e iluminada por la Palabra de Dios, significar creer de forma
consecuente los dichos de Jehová. Es seguir al Invisible como Abraham hizo. Satisfacer los
deseos de la carne es por lo contrario apoyarse en lo que nuestros ojos ven, y nuestras
manos palpan, es descansar en lo que el mundo, la sociedad nos propone para responder a
nuestras necesidades y anhelos. Dios nos manda andar por fe no por vista, y nos asegura
que ni un cabello de nuestra cabeza cae sin que El lo sepa y lo haya ordenado. Un seguro
social, adquirido por voluntad propia, niega de forma indubitable  el cuidado amoroso de
Dios, que la Biblia proclama de pasta a pasta para sus elegidos, y deja el manantial de
seguridad eterna para construirse cisternas rotas de seguridad carnal. “El reino de Dios no
consiste en palabras, sino en poder”, y muchos conocen las palabras de Dios; muchos son
teólogos, eruditos y profesionales de la Palabra, pero esto es amontonar ascuas de fuego
sobre sus propias cabezas si no ponen en práctica esas palabras de vida. La vida cristiana no
es una teoría, es una práctica diaria de preceptos que chocan constantemente con los
preceptos ateos y materialistas de nuestra sociedad moderna, es un estado de guerra
constante  contra pensamientos y razonamientos y actitudes comunes. Vivimos en el
mundo, pero no somos del mundo, y  el apego al seguro social es solo un ejemplo práctico
para probar nuestra fe, sin embargo para nuestros 3 enemigos; la carne, el mundo y Satán,
es  un arma eficaz para debilitarla. No son los oidores de la Palabra que serán justificados
sino los hacedores, pues la fe genuina produce obras. Una de estas obras es la dependencia
y la conformidad a la Palabra de Dios. Recuerdo todavía cuando en el liceo estudiamos “El
argumento de la apuesta” de B. Pascal, el gran pensador católico francés.  Su tratado era
como una exhortación a los incrédulos a que apostar a la existencia de Dios era más
provechoso que apostar a su inexistencia, pues poco se perdía en esta vida y mucho se
ganaba en la eternidad en el caso de su existencia, mientras que para el incrédulo obstinado;
poco ganaba en esta vida y mucho perdía en la eternidad. Creo que los cristianos bíblicos
están en una situación similar en cuanto a temas como la salud y la vejez, tienen que
apostar en cierta manera sobre la validez de las promesas de Dios para ellos. En efecto hay
un riesgo,  porque en asuntos de salvación temporal y de sanación física, las promesas de
Dios son condicionales, no como en lo concerniente a nuestra salvación eterna que es
incondicional. Y ¿quién puede decir: “Yo he servido a Jehová, así que El tiene que bendecir
mi pan y mis aguas y quitar todo enfermedad de en medio de mi”? Nadie que tiene
conocimiento básico de su propia naturaleza, de su depravación total en su viejo hombre
que sigue vivo aunque crucificado, se atreve a tal presunción. Sabemos  que nuestro
servicio a Dios está siempre manchado por el pecado que mora en nosotros, y que si bien
estas promesas son ciertas, se hacen realidad no por el cumplimiento perfecto de las
condiciones que exigen, sino por la misericordia de Dios. Como decía Agustín: Dios
recompensa las obras que El ha efectuado en nosotros, pero esas obras son nuestras por su
gracia,  pues por derecho de autor son suyas. Así que gozando de buena salud y teniendo
plata suficiente para comprarse un seguro: ¿Qué hará el cristiano?  ¿Apostará por la
misericordia de Dios que le concederá que esas promesas se hagan realidad a pesar del
cumplimiento imparcial de las condiciones exigidas, o renunciará a esa esperanza y pagará
un seguro social?  Tiene que apostar, tiene que decidirse, y su piel está en juego, (no su
salvación eterna). Sin embargo no es tan fácil, porque aunque sabemos que este cuerpo ha
de ser sepultado y volver al polvo de donde vino, (a no ser de que el Rapto ocurra), también
Dios nos manda que lo cuidemos porque es templo del E.S. y es la tercera parte de nuestro
ser, que ha de ser transformada para participar de la herencia de los santos en luz. Es una
cuestión crucial, y muchos la resuelven livianamente, cayendo en la trampa del neo
pentecostalismo que engaña a sus seguidores con su falso evangelio de salud y prosperidad
permanente, o cayendo en el otro extremo de la confianza en el sistema para resolver
problemas físicos y económicos. Ambas actitudes son perniciosas, muchos hermanos
calvinistas, y somos calvinistas los que hemos entendido el único evangelio de Dios, caen
en la segunda trampa. En cuanto a salvación eterna todos mis hermanos calvinistas son
buenos defensores de la verdad, pero cuando se trata de andar por fe en asuntos terrenales,
parece que para muchos,  allí Dios no tiene el control, y que el sistema ateo y materialista
tiene la solución. Las cosas no son así; Dios tiene el control en todo, y aun sobre  el sistema
ateo y materialista;  Él lo puede usar a favor de sus santos, pues al mismo diablo  y al
mismo pecado los usa para que crezcamos en fe, amor , esperanza: “todas las cosas ayudan
a bien a los que aman a Dios… y ni la muerte, ni la vida , ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada,
nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. No obstante sin
fe es imposible agradar a Dios, y creo que nos es hecho según nuestra fe. Jesús a veces dice
“Ve en paz, tu fe te ha salvado” y otra vez está traducido: “tu fe te ha sanado”. La fe sana
temporalmente y salva eternalmente. Hay un equilibrio entre el fanatismo neo pentecostés y
el dogmatismo intelectual de ciertos calvinistas, “porque Dios no nos ha dado espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de sabiduría”. Es el espíritu de cobardía que nos hace
precipitar y suscribir seguros de vida y de pensión, y por otro lado es el espíritu de
sabiduría que nos muestra lo oportuno o lo inoportuno de tales cosas. La vida cristiana no
es algo aparte de la vida social, es un todo  en todo, penetra todos los aspectos de nuestra
vida, y no hay situaciones o circunstancias que salen de su ámbito. Los santos no son gente
común y corriente, como afirmaba a menudo Lloyd Jones en sus sermones,  a pesar de estar
metidos en circunstancias comunes y corrientes, su forma de responder  ha de ser santa, y
las consecuencias de sus actos y decisiones han de ser pesados según el siclo del santuario.
Todo lo que hagamos  ha de ser para la gloria de Dios. ¿Estás seguro de que tu seguro no es
social sino santo? Muchos dicen que sí, pero recuerdan más fácilmente su número de
seguridad social que Ap.XIV; 9 y 10.
      ¡Que Dios nos aumente nuestra fe porque el seguro social  pronto viene en chips
implantados debajo de la piel de la mano derecha o de la frente!     

      

 EL FUNDAMENTO MISMO DEL NEO-PENTECOSTALISMO

     El protestantismo tiene hoy en día 2 enemigos que se destacan por su poder. El más
peligroso ha sido y siempre será el catolicismo, pero ha surgido en estos 50 últimos años
otro enemigo que a la verdad trabaja por el Vaticano, y se llama: (neo) pentecostalismo.
Hay muchos más enemigos, pero el pentecostalismo es el arma principal que el catolicismo
está usando para absorber lo que queda del protestantismo formal.
    Mucho se ha hablado de este asunto del pentecostalismo, y por lo general aunque  los
protestantes ortodoxos han rechazado este movimiento con todos los argumentos que la
Biblia nos provee, siempre queda para muchos una cierta duda sobre lo absoluto de
nuestras afirmaciones dogmáticas, pues el pentecostalismo se jacta de sus milagros y
muchos dan testimonio de que sí Dios sigue manifestándose de forma sobrenatural.  Así
que por un lado, el estudiante serio de la Palabra de Dios, que posee al Espíritu Santo, se da
cuenta a la luz de las Escrituras que las señales, prodigios milagros, y lenguas fueron dados
para confirmar la Palabra: Mr.XVI; 20, pero que una vez que la Palabra fue confirmada, es
decir que los 27 libros del NT formaron parte del canon de la Escritura, los fenómenos
sobrenaturales de parte de Dios han casi desaparecido, y la Biblia es la única y exclusiva
forma de crecer en el conocimiento de Dios. No obstante negar que Dios puede hacer
milagros y manifestarse de forma sobrenatural, es también un error. Lo que negamos con
toda certeza y vehemencia son los ministerios de profecías (lo que incluye el fenómeno de
las lenguas con sus traductores; porque esto equivale a agregar nuevas profecías), y de
milagros. Lo primero porque Juan XXII; 18 lo declara, y lo segundo porque no solamente
es inútil, sino que es un engaño para desvirtuar la Escritura que es la leche no adulterada
por la cual crecemos, y nutrir el deseo carnal de ver el mundo invisible, pues “por fe
andamos no por vista. Dios no tiene nada que agregar para instruir a su pueblo en el
conocimiento de la verdad, y de Jesucristo. Todo ha sido consignado en la Biblia: el
pasado, el presente y el futuro,  y no es que la Escritura tiene suficiente ciencia, sino que
contiene más de lo que podríamos asimilar en numerosas vidas. Por lo cual soy enemigo
acérrimo de las doctrinas del pentecostalismo, como del catolicismo. Las odio
perfectamente. Son mucho más peligrosas que las doctrinas blasfematorias de los unitarios
o musulmanes, que niegan que Jesucristo es Jehová, porque justamente el catolicismo y la
mayoría de las sectas pentecostales son trinitarios. Negar que Jesús sea Dios Todopoderoso,
deja el engaño de aquellos cultos muy expuesto para quiénes han nacido del Espíritu y de la
Palabra, mientras que afirmar la doctrina esencial de la Santísima Trinidad, como lo hacen
el catolicismo y el pentecostalismo trinitario, hace que los elegidos que salen de la Roma
papal caen a menudo en la Babilonia pentecostal. ¡Salieron del mercado de la tradición,
para entrar en el supermercado de la emoción!
     El pentecostalismo, es muy atractivo para quien no tiene buenos fundamentos bíblicos,
porque os viene con la Biblia en la mano, y sus pretensiones se basan en versos de la Biblia,
cosa que no puede hacer el catolicismo cuando inculca su mariolatría, y su infalibilidad
papal. El elegido que sale de la cueva del Anticristo romano, sale porque tiene sed del Dios
de la Biblia, y allí a la salida lo esperan los mercaderes de la Palabra: los pastores neo-
pentecostales. Y unos de ellos ya trabajan directamente por el papa, como Benny Hinn que
tiene un puesto de secretario en la biblioteca del Vaticano y trajo una vez, (mínimo), la
ofrenda de sus discípulos a los pies de Benedicto XVI. Esta gente habla citando la
Escritura,  y afirmando tener los mismos poderes sobrenaturales con los cuales fueron
investidos un tiempo corto los apóstoles y los santos de la primera generación. Usan los
casos excepcionales de milagros que Dios puede hacer hoy, y hacen de la excepción la
regla, apoyándose escrituralmente en los tiempos de milagros que hubo durante ciertas
dispensaciones en Israel y en el comienzo de la Iglesia. Su política ha tenido un éxito total y
ahora son aceptados como evangélicos pentecostales, por parte de las iglesias evangélicas
convencionales. Pero no son protestantes, porque tienen otra autoridad al lado de la
Escritura, tienen a sus profetas que añaden profecías al libro de las profecías. Claro que
para tapar este hecho tremendo, aducen que hay las profecías bíblicas que conciernen toda
la humanidad y hay profetas que tienen un ministerio que  concierne solo a ciertas personas
o congregaciones. Argumento sin sentido,  pues la Biblia está llena de profecías
restringidas a personas o grupos particulares.
     Todos los que por gracia hemos alcanzado entender lo que enseña la Palabra de Dios
acerca de los ministerios de milagros y de profeta, sabemos que desaparecieron hace siglos
cuando vino lo perfecto que es la Biblia; 1 Co.XIII; 9 y 10. Pero ahora decir que Dios
nunca puede hablar directamente, oralmente, a una persona, o que nunca hará un milagro
sobrenatural, es un error que justamente usa el enemigo para enredar a sus víctimas en el
pentecostalismo. Dios nunca hará una cosa que contradiga su Palabra escrita, y nuestro
Señor Jesucristo vino a cumplir las Escrituras, y volverá para cumplirlas. Sin embargo
afirmar dogmáticamente que Dios nunca interviene de forma milagrosa porque los
ministerios de milagros se acabaron es erróneo. Ciertamente no hay ministerios de profeta o
de milagros, pero que Dios puede excepcionalmente hablar a una persona o hacer milagros;
es un hecho comprobado que no tiene que dar base a las doctrinas diabólicas del neo-
pentecostalismo que engaña a sus seguidores para apartarlos de la leche espiritual que es la
Biblia y nutrirlos de ilusiones y extravíos. Esto lo sé por experiencia personal.
     Pablo varias veces en su defensa de la Verdad echó mano de su conversión
extraordinaria, o de una experiencia que lo llevó al tercer cielo: 2 Cor.XII; 1 a 12. Y es
notable que relatara esa experiencia para tapar la boca de los corintios que eran creyentes
que confiaban mucho en los dones extraordinarios que en aquella época Dios concedía.
Muchos hermanos calvinistas han escrito excelentes refutaciones de las arrogantes
pretensiones pentecostales basándose en la Escritura, y lo que yo pueda agregar no
alcanzaría la calidad del testimonio escritural que han dado en contra de esta peligrosa
herejía. (Aconsejo leer: “Señales de los apóstoles” de Chantry, o “Dejad que la Escritura
hable de las lenguas”). No obstante tengo un testimonio que justamente puede minar el
fundamento mismo del pentecostalismo. En efecto el pentecostalismo se basa en
experiencias sobrenaturales de la presencia y del actuar de Dios, y afirman que una vida
cristiana plena es vivir en una dimensión sobrenatural. Hablan a menudo del nuevo
nacimiento que según ellos es el momento en que uno cree en el Señor Jesucristo, y
después para los “espirituales”, hay que buscar el bautismo del Espíritu Santo con el hablar
en lenguas, el profetizar, tener trances y poderes milagrosos de sanación, o de tumbar la
gente aplicando la mano en la frente de los pobres ingenuos engañados…No creo que todo
esto sea falso, porque ¡sé que todo esto es falso!
     Siempre he sido discreto sobre la experiencia de mi conversión, y más he crecido por
gracia en el conocimiento de Dios menos he hablado de mi experiencia personal, porque
teniendo nosotros la Palabra profética más segura, la Biblia,  que alumbra como antorcha en
lugar oscuro, ¿para qué hablar de nuestras experiencias, sobre todo cuando es el tema
predilecto del pentecostalismo para atrapar a los cristianos principiantes en sus redes?  No
obstante a menudo me he preguntado: ¿por qué nací de nuevo de una forma tan particular? 
Todavía no tengo el asunto bien claro pero sé que una de las razones, es para combatir al
pentecostalismo sobre su propio terreno. Puede haber otras razones pero esta la más obvia.

     “Yo Soy Jesús”: Hch.IX; 5


     Hace 28 años nací de nuevo en un pequeño pueblo a 30km de la ciudad de Calvino:
Ginebra, en Suiza. Estaba muerto en delitos y pecados, y una noche después de festejar
como festejan los jóvenes incrédulos, empecé a sentir el peso de mi condición de pecador
perdido;  el Espíritu Santo me abrió los ojos sobre mi estado interno de corrupción moral.
No solo vi que estaba ya carcomido por la corrupción moral, sino que supe que no había
escapatoria en este camino hacia el infierno; que veía como degradación moral total, sentí
la presencia exterior de una fuerza maléfica que estaba sobre mi y que iba a posesionarme.
Era como estar en la oscuridad y sentir sobre tu nuca  el hálito de un león que  va a
despedazarte y devorarte .Un demonio iba a posesionarme y no iba a descender hacia el
infierno, como descienden la mayoría, es decir tranquilamente, con buenas obras
humanitarias, casi inconscientemente. ¡No! mi descenso iba a ser como un endemoniado,
como un oficial de Satanás. Todo el concepto falso y vanidoso de mi persona se había
esfumado en un segundo;  estaba perdido, sin defensa alguna, y un demonio estaba por
entrar y ocupar a sus anchas mi mundo, mi persona, mi yo destrozado y sin fuerza. Fue el
peor instante de mi vida; fue  aterrorizador. No había voces ni formas, todo estaba
silencioso y tranquilo exteriormente, en la pieza donde me encontraba, pero interiormente
pasaba por una tempestad espantosa, y la realidad la veía claramente: iba irresistiblemente
hacia abismos de corrupción por medio de un fenómeno de posesión demoniaca. Vi por la
gracia de Dios que no había escape posible, es decir que no podía escapar con razonamiento
o filosofía sobre la realidad o el mundo o el ser humano, estaba yo allí viendo mi vacío
hediondo, pues no veía nada bueno en mi, y sintiendo esta fuerza maléfica que iba en un
segundo próximo a llenar ese vacío. Clamé en mi angustia, del fondo de mi alma, y brotó
en mis labios 2 palabras: “Oh Dios”. ¡Allí nací! El Espíritu Santo entró en mí y me habló.
Pero me habló con voz audible, claramente, con voz de hombre, pero era la voz de Jehová
al mismo tiempo. La voz, la oí claramente como si  me hubieran injertado en el pecho un
pequeño alta voz. Desde dentro de mi ser resonó esta voz quieta pero clara y apacible. ¡Otra
Persona había entrado en mí! Me dijo 3 palabras: “Yo Soy Jesús”. Después pasé del
infierno al cielo. Una paz que sobrepasa todo entendimiento me inundó, me llenó de una
forma que solo el que ha pasado por esta experiencia sabe. No era que creía en Dios, es que
Dios había entrado en mi y era ahora posesionado por El: “Ya no vivo yo más Cristo vive
en mi…Cristo en vosotros la esperanza de gloria”... Lo que tengo que agregar es que en
este momento, no perdí mi personalidad, mi yo. Dios estaba dentro de mí, pero como otra
Persona, nada de fusión o de mezcla, sino yo lleno de paz y de gozo y Cristo en mi corazón.
Después de esta noche de gloria, pasé 2 días lleno del Espíritu Santo, diciendo a todos que
hay Dios, que Él existe de verdad…Tuve el privilegio de gustar del don celestial, de ser
hecho participe del Espíritu Santo de una forma plena, es decir probé unos instantes la
presencia de Jesucristo en mi corazón de forma extraordinaria, de la forma que vamos a
gozar durante toda la eternidad, aunque creo que con un cuerpo glorificado será aun más
glorioso. Estuve lleno de la plenitud de Dios de forma consciente  e inefable a la vez... Así
que después de haber sido trasladado de las tinieblas a su Luz admirable, hubo 2 días de
llenura del Espíritu, que no tuvieron la intensidad del momento de mi nacimiento, pero que
sin embargo fueron como entre el cielo y la tierra, y después retorné a un estado anímico
normal pero, ya era nueva criatura en Cristo Jesús, sabía que Dios es y que su Nombre es
Jesús y que me había salvado e iluminado con el conocimiento de su Hijo. Ya no había
marcha atrás, había recibido el sello del Espíritu, y El que comenzó la buena obra la
terminará, pase lo que pase Cristo había hecho morada en mi, y nada ni nadie, ni yo mismo,
podrían sacarlo de su nueva morada que había comprado con su sangre en la cruz del
Calvario.
     Esta experiencia divina sobrepasa de lejos cualquier milagro en el mundo físico, y aun
Lázaro cuando resucitó de los muertos, no gustó al Señor de esta forma. Tenía delante de
sus ojos a Jesús no glorificado, hablándole a sus oídos pero no hablándole desde adentro y
llenándole de su Espíritu. Después de pasar por tal experiencia; caminar sobre el agua, o
ver un monte ser echado al mar es poca cosa en comparación, pues excita la admiración,
nos hace caer de rodillas en adoración reverente, nos da un temor santo, pero un milagro en
el mundo físico no satura al hombre  del Espíritu Santo. El eterno Dios morando en tu
persona y sentir su presencia de forma tangible es algo que sobre pasa toda descripción. Y
lo más maravilloso es que no te pone en un estado de trance o de descontrol, o de agitación
mental. Es al contrario una paz indescriptible con una lucidez mental total: es estar lleno de
la plenitud de la divinidad, es el cielo en la tierra, es la manifestación del reino de Dios en
uno mismo, ¿qué más diré? pues las palabras no alcanzan a describir lo inefable. En el AT
el Espíritu venía sobre los profetas y aun entraba en ellos: como nos lo relata un profeta: “Y
el Espíritu entró en mí, y habló conmigo y me dijo”, pero después de Pentecostés su llegada
ha sido permanente en los elegidos y en todos los casos con poder notorio, aunque por lo
general de forma silenciosa. No fue el caso para mí, pero ahora en parte he entendido el por
qué.
     Ahora bien después de haber gustado al Señor de una forma tan excelsa: ¿Cuáles eran
los frutos de esta experiencia?  El resultado más importante era que había nacido de nuevo,
desde entonces Cristo mora en mí de forma eterna bajo la presencia de Dios Espíritu Santo.
Dios de su voluntad me hizo nacer por la Palabra para que sea parte de las primicias de sus
criaturas. Nada de bautismo de agua, de ministro predicándome, absolutamente ningún
agente humano intervino en mi nacimiento, ninguna preparación, nada; todo repentino, todo
divino, todo perfecto, todo maravilloso.  No hay riesgo alguno que pierda ese privilegio
pues dice mi Señor Jesús en su Palabra: “Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me
siguen, y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás ni nadie las arrebataré de mi mano.
Mi Padre que me las dio mayor es que todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi
Padre”. Pero ese resultado, aunque llegó de una forma peculiar y extraordinaria, es
exactamente el mismo resultado que si hubiera nacido al oír un sermón de un ministro del
evangelio y que el Espíritu hubiera actuado en mí silenciosamente y sin percibir a Dios de
forma tan maravillosa y poderosa. El hecho es que había nacido de nuevo y poseía o estaba
poseído por el mismo Cristo que millones y millones de hermanos. Pero doctrinalmente:
¿qué había aprendido? A la verdad poca cosa, sino lo esencial, lo básico: que Cristo moraba
en mí, no como una doctrina sino como una persona,(en la persona del Espíritu Santo),y
que Cristo era Dios. Por mi educación católica sabia que  Dios era 3 personas e
intuitivamente sabía que la Biblia es la infalible Palabra de Dios. No sabía nada más. Una
vez pasados estos 2 días de gloria, cuando deje de ser lleno del E.S., lo único que me
quedaba era ese conocimiento esencial y muy básico. Ciertamente tenía vida eterna, y El
que empezó la buena obra la terminará, pero esto no lo sabía todavía. Así que cuando pasó
la dicha sobrenatural, a pesar de tener un nuevo yo que veía todo bajo otros ojos, siempre
estaba el viejo yo bien vivo y molesto por ese intruso que había tomado el control, y el
rumbo de mi vida. Y a pesar de ser nueva criatura en Cristo Jesús, necesitaba el
conocimiento de mi Dios y de mi propia naturaleza pecaminosa, para poder controlar las
actuaciones del viejo hombre, y solo pudo imponerle unos límites de moral judía-cristiana
heredados por tradición de mis padres. Sabía que la Biblia era la Palabra de Dios pero no
sabía que también era la leche no adulterada por la cual venía el crecimiento. Por lo cual la
leía muy poco, concentrándome en lo más inapropiado para mi crecimiento: Apocalipsis, y
mi oración consistía en repetir un Padre Nuestro cada noche. Pasaron 10 años en este
régimen de alimentación espiritual basado en pan seco y agua estancada. Pero Dios, lo
quiso así, pues tenía al Espíritu Santo morando en mi y era por lo tanto equipado para
recibir la doctrina de la salvación por fe, no por obras, es decir para conocer el evangelio
que me había salvado, pero que no vislumbraba por causa de la cortina de humo con la cual
el catolicismo romano me había rodeado desde mi infancia. Dios no me mandó durante
esos 10 años de raquitismo espiritual extremamente severo a ningún hermano o evangelista
par a explicarme el Camino en que ya yo estaba, pero parado y no andando, o más bien
satisfaciendo los deseos de la carne (dentro de los limites de una cierta moral básica) y no
andando en el espíritu. Hoy sé la razón de esta privación de los medios de la gracia: la
Apostasía. Y doy gracias a Dios por ese trato especial y duro porque si hubiera conocido el
evangelio de forma clásica, todavía quizás estaría convencido que Dios usa las iglesias para
el perfeccionamiento de los santos, todavía estaría sentado en una banca esperando recibir
comida solida en vez de leche aguada, o peor quizá estaría compartiendo un pulpito con una
pastora de Satanás( pues toda pastora es instituida por el mismo diablo)…Pero dejemos de
hipótesis pues Dios tiene un programa predeterminado desde la eternidad, y no hay lugar
para hipótesis o opciones o libre albedrio humano en su programa, todo sucede por
necesidad. ¡ Había nacido de forma extraordinaria, e iba a conocer la doctrina pura del
Evangelio de forma extraordinaria también!

     “Se hallaron tus palabras y yo las comí. Y tus palabras fueron para mí el gozo y la
alegría de mi corazón; porque tu Nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los
ejércitos…Conviértanse ellos a ti y tú no te conviertas a ellos”: Jer.XV; 16 y 19.
     Entonces después de 10 años en el desierto, Dios me llevó a un avivamiento
espectacular. No fue tan sublime y maravilloso, como mi nuevo nacimiento, pero tuvo 
rasgos similares. Empezó por un pesar insoportable en mi espíritu. Sabía que Cristo era mi
Señor y mi Dios, pero andaba errante literalmente y espiritualmente, sin saber cuál era el
rumbo que Dios tenia para mí. Tenía un concepto católico de la salvación, es decir que
ignoraba que “por gracia sois salvo por medio de la fe y esto no de vosotros, pues es don de
Dios, no por obras para que nadie se gloríe”. Creía que uno se salvaba creyendo en Dios,
(para mí,  Dios era exclusivamente  accesible a través Jesucristo, pero quizás pensaba que
para otros podía ser Krishna o Alá), y por supuesto haciendo buenas obras. Como no era
católico, me había inventado mis propias buenas obras: “trapos de inmundicia”, las llama la
Escritura. El Espíritu Santo por fin me mostró mi fracaso, y mi confusión, usando entre
otras personas a mi hermano que se había vuelto un ferviente católico romano. Dios usó  a
estas personas para mostrarme que mi cristianismo era más que dudoso en su práctica,
porque a no ser que fuera el último cristiano sobre la faz de la tierra debía de tener otras
personas que compartían la misma fe. ¡Ellos tenían su “santa madre iglesia”, y yo estaba
solo,  no tenía sino que un conocimiento doctrinal muy elemental de Dios, que ellos
poseían  también! El catolicismo con su historia sangrienta, y sobre todo con sus cultos
idolátricos, nunca me había atraído. Para mi Cristo era mi todo, ni virgen, ni cura, ni papa
podían desplazar al Cristo vivo se  había revelado a mí en aquella noche de gloria y de paz.
Pero en este momento lo imperativo no era hacer la voluntad mía, sino la Suya para
conseguir de nuevo paz en mi conciencia. Así que fui solo a un sitio a orar otra cosa que el
Padre nuestro, y clamé a mi Dios pidiéndole que me mostrara su voluntad; si su voluntad
era que entrara en la iglesia católica, en un monasterio, estaba listo aun para eso. En aquel
tiempo erraba en bicicleta en el sur este de Francia, así que después de hacer esa suplica
tome mi bicicleta y me fui del sitio donde me alojaba, con mi tienda para acampar en la
naturaleza. Duré varios días vagando en bicicleta, acampando en la campiña, y esperando
una manifestación sobrenatural de Dios y ¡hasta una aparición de la Virgen! Estaba en
medio de una crisis espiritual seria y pensaba que Dios iba a actuar de forma extraordinaria
como la primera vez. Pero resulta que el sur este de Francia había sido una de las
poquísimas regiones (con el sur oeste) de Francia que tenía una historia marcada por el
protestantismo desde los días de la Reforma. Y a cada entrada de los pueblos había una
pancarta con el nombre del pueblo o aldea y debajo invariablemente, estaba escrito:
Domingo: misa a las 8 y culto a las 10. Después de pasar una docena de pueblos y unas
noches sin ninguna” virgen” que me visitara , el Espíritu Santo me iluminó; nada de voz, o
de manifestación sobrenatural sino que me inspiró una reflexión muy iluminadora. Para mí
siendo trinitario, el cristianismo en forma eclesiástica se resumía al catolicismo, pero ahora 
veía a la entrada de todos estos pueblos otra opción: el protestantismo. ¿Será que si no me
entra el catolicismo ni en la cabeza, ni en el corazón, es porque Dios me llama a otra
iglesia? Sabía lo que es el catolicismo pero el protestantismo no sabía nada, excepto lo que
había estudiado en el liceo sobre las guerras de religión en el siglo XVI y la masacre de la
noche de San Bartolomé en Paris bajo el reinado de Carlos IX. Así que decidí investigar la
cuestión, y no fui a una iglesia, sino que ¡fui a una biblioteca municipal! Empecé a leer
sobre el origen del protestantismo, y la base de su doctrina y ¡fue la luz! “Sola Scriptura”
era lo que sabía intuitivamente, pero que me fue manifestado claramente en ese momento.
Para mí desde el principio la Biblia era lo único que consideraba infalible a pesar de leerla
muy poco y de no entender el evangelio de la gracia que se exponía en sus benditas
páginas. Así que si ser protestante es tener como autoridad suprema la Escritura;
¡protestante era yo! En los meses que siguieron empecé a asistir a  iglesias protestantes el
domingo, pero esto no fue ni para bien, ni para mal. El manantial brotaba de las bibliotecas
municipales, donde devoraba una tras otra las obras de Martin Lutero. El fue el que me
engendró en el Evangelio verdadero. Lutero fue  mi padre espiritual,  para empezar a
caminar en la doctrina que es conforme a la piedad. La Biblia mi autoridad, la salvación por
fe sin absolutamente ninguna obra humana  fueron  los fundamentos que me permitieron
arrancar y que siguen propulsándome hacia el premio de la vocación a la cual fui llamado.
De la forma que empecé he seguido, es decir recibiendo de la Biblia la leche espiritual, que
poco a poco se ha transformado en comida sólida, pero siempre buscando la ayuda de los
grandes maestros a través de las bibliotecas y ahora del internet. “¿Y qué de las iglesias
protestantes o evangélicas?” me preguntaréis. Por la gracia de Dios a través de una iglesia
evangélica, conseguí una esposa nacida del agua(la Palabra) y del Espíritu; una verdadera
hija de Sara que es el deleite de mis ojos y la ayuda idónea que Dios había preparado y
preservado para mi…Por lo demás las iglesia evangélicas no tenían nada que darme
espiritualmente, ni yo nada que aportarles sino molestia, pues si la doctrina era correcta es
decir calvinista, las mujeres tomaban el pulpito, y si la moral cristiana era aparentemente
respetada la doctrina era arminiana. Descubrí que la Biblia no era la autoridad suprema de
ellas, y mi concepto del protestantismo es decir del cristianismo, tiene fundamentos que no
son sujetos a variación alguna, son la base de mi vida, caerán todas las iglesias, pero la
Palabra del Señor permanecerá para siempre. ¡Conviértanse a mi evangelio, pero yo no me
convertiré al de ellos, ni aceparé una mujer en el pulpito!  Hoy comprendo porque Dios no
me mandó un hermano maduro para que me explicara las doctrinas de la gracia con la
Biblia en la mano durante los 10 años que siguieron a mi nuevo nacimiento. Si hubiera sido
el caso, automáticamente habría  empezado a congregarme dentro de una iglesia local, y me
hubieran formado los pastores poco a poco, en la forma que hacen hoy, es decir
administrando leche adulterada para no chocar la mente mundana. Pero después de 10 años
de hambre, cuando entendí la verdad, la cual Lutero me explicó personalmente a través de
sus obras, comí esas enseñanzas y fueron el gozo y la alegría de mi corazón. Sola Fide y
Sola Scriptura eran y son mi camino y mi deleite. Con tal gratitud y gozo que tenia por esa
revelación no del Camino, ya lo conocía personal y experimentalmente, sino de la forma de
transitarlo correcta y exitosamente, al participar de la vida de una iglesia local, (empecé por
la iglesia reformada de Francia), pronto descubrí que no era el camino de ellos. Pretendían
que era su camino, pero no lo era. A pesar de tener al principio muy poco conocimiento,
una cosa sabía con certeza y era que la reverencia y la sumisión a la Palabra tiene que ser
total. La Palabra dice que estemos sujetos a nuestros pastores y por ende estaba sumiso a
ellos, pero sabiendo que la autoridad suprema es la Palabra. Nunca fui un feligrés
contencioso, y poco me importaba que la iglesia fuera amilenarista o premilenialista, o que
creyera en el bautismo de los infantes etc. Mientras se predicaba el evangelio de la
salvación por fe, cantaba con todos. Pero que se negara descaradamente cosas que dice la
Biblia de una forma clarísima, no lo podía ni lo puedo soportar. Cuando el pastor de esa
iglesia reformada, empezó a condenar el creacionismo, mi canto perdió entusiasmo. Y así
fue con las otras iglesias donde seguí congregándome 10 años, allá no fue el evolucionismo
sino el feminismo que me echó para atrás, hacia la salida. Si la Biblia dice que la mujer no
puede enseñar ni tener dominio sobre el hombre sino que debe estar sujeta, no hay nada
para discutir; escrito está, solo queda someternos.  Pero esto no es el espíritu de las iglesias.
La honestidad y la sinceridad  exigen que si uno ha decidido someterse enteramente a una
autoridad, no puede estar al mismo tiempo sometido a otra autoridad que la contradice
abiertamente. Pero esto lo hacen todas las iglesias que he conocido, y si no niegan la
doctrina verdadera, niegan la autoridad instituida por Dios. Y como no llegué a la doctrina
verdadera por medio de las iglesias sino de las bibliotecas municipales, no tenía un
agradecimiento natural hacia sus enseñanzas sino más bien un descontentamiento creciente
por ver que lo que me enseñaban los padres de esas iglesias, Lutero  y Calvino, iba en
oposición con sus pretendidos herederos. No estaba infectado por la tradición y por ende
descubrí después de 10 años sentado en las bancas del sistema eclesiástico, que estamos en
la Apostasía y que Dios ya no usa las iglesias evangélicas como las usó durante 20 siglos.
¡Salimos con mi esposa de Babilonia! Ahora hace algunos meses que el maestro que me
instruye se llama A.W.Pink. ¡Os lo aconsejo mucho! y lo encontraréis  ahora disponible 24
horas al día en www.spurgeon.org   También con mi esposa recibimos estos días sermones
de Lloyd Jones…
    Ahora esta breve autobiografía no era para exponer mi persona, y resaltar mis
experiencias sino para ilustrar un principio fundamental, con la mira de destruir los
fundamentos del neo pentecostalismo. El principio fundamental es que ninguna experiencia
personal extraordinaria, ningún milagro en el mundo físico, sirve para la edificación, o el
crecimiento espiritual. Si bien mi nacimiento fue con manifestación audible de Dios; oí la
voz de Dios, fui lleno del Espíritu, y no era unción del Espíritu, sino estar lleno de la
plenitud de Dios, lo cual se asemeja a una embriaguez divina sin efecto de pérdida de
control o disminución de las capacidades mentales, sino que al contrario la percepción de la
presencia de Dios en uno se hace manifiesta y altamente gozosa. Así nací, pero así no
crezco espiritualmente, ni nadie crece así. Estoy seguro de que muchos mártires durante la
Reforma protestante  gustaron de esa presencia tangible de Dios en ellos en los últimos
momentos, porque cantar salmos atado en una estaca y siendo el cuerpo devorado por las
llamas, esto no lo hace ningún hombre sin ser investido de un poder sobrenatural, y esto lo
hicieron niños y mujeres. También los profetas del AT experimentaron así la presencia de
Dios,  y así mismo de forma más acentuada y general la primera generación de cristianos.
Por ende el asunto no está  que si Dios puede hablar directamente a una persona, o si puede
hacer milagros, porque esto son hechos comprobados por  santos no pentecostés. El asunto
es que negamos tajantemente que Dios use medios extraordinarios y milagros para el
crecimiento en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. ¡No hay hoy ministerios de
milagros! La trampa del pentecostalismo radica precisamente en esto: poner las cosas al
revés. Ellos dicen que hay que creer en el Señor Jesucristo, y luego buscar el bautismo del
Espíritu que significa hablar en lenguas y moverse en una dimensión milagrosa. Ellos
llegan con un evangelio básico,  y adulterado por su soteriología arminiana, y una vez que
han hecho un discípulo le ponen en la búsqueda de lo sobrenatural para perfeccionarse.
Empiezan con un evangelio falso, y terminan en demonología y brujería, que llaman: “la
unción del Espíritu”. Muchos caen en la trampa, pero los elegidos no se quedan y salen del
lazo de esos mercaderes de la Palabra. Dios Espíritu Santo no trabaja así. Los milagros, o
las manifestaciones audibles de Dios son una excepción hoy en día, y no tienen el propósito
de hacer crecer espiritualmente,  porque el crecimiento en el conocimiento de Dios es
únicamente por medio de la Palabra escrita. El mismo apóstol Pedro lo dice claramente:
“…habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad…oímos esta voz enviada del
cielo…tenemos también la palabra profética MÁS SEGURA, a la cual HACÉIS BIEN EN
ESTAR ATENTOS como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro”: 2P.I; 16 al 20.
¡Prestad atención a estas 2 palabras: “más segura”, porque significan que oír la Palabra es
más seguro que ver a nuestro Señor Jesús transfigurado y a Moisés y Elías hablando con Él!
Dios puede engendrar, o salvar de un peligro inminente, o fortalecer en una muerte atroz de
forma extraordinaria, pero no nos da un crecimiento espiritual de forma extraordinaria sino
únicamente por medio de la Palabra escrita (o leída). Para esto nos ha dado la leche no
adulterada de la Palabra; ¡nada de milagros o de señales o de visiones para crecer en el
conocimiento de nuestro Salvador Jesucristo, como pretenden los pentecostés.
     Siempre digo. “Mi Dios es un Dios de sorpresas”. Y hablando de salvar de un peligro
inminente de una forma extraordinaria, tuve una sorpresa al leer la autobiografía  de Mosab
Hassan Yousef titulada: “Son of Hamas” (traducido es: hijo del Hamas). Yusef nos cuenta
en su libro su extraordinaria historia. El es palestino, hijo mayor de un fundador del famoso
movimiento islámico terrorista: Hamas. Llegó a ser agente secreto de los servicios secretos
israelíes, y lo más maravilloso es que poco a poco llega a ser cristiano. Digo poco a poco,
aunque sabemos que esto sucede en un segundo,  cuando Cristo es recibido en el corazón
como Dios y Salvador. Pero él pasó por un proceso lento antes de llegar a la revelación del
Hijo de Dios. Sucede que siendo ya convencido de que Cristo tiene la respuesta a todos sus
problemas, pero todavía no habiendo creído que Cristo Jesús sea Dios, se ve peligrando en
un coche que va a ser blanco de un disparo de roqueta desde un helicóptero israelí que lo
persigue. Cuenta que en ese momento oyó la voz de Dios internamente que le dijo: “¡gira a
la izquierda y sal rápido del coche!”, y después agrega ingenuamente, que los que hayan
oído esta voz entenderán, como si fuera algo no común pero que ocurre de vez en cuando…
Ingenuamente digo, porque esto es muy excepcional en el verdadero pueblo de Dios.   Al
leer esto me quedé dudando de la veracidad de su testimonio, por razones doctrinales, o
quizás por un dogmatismo que mantenía. En efecto: ¿Cómo es posible que el Espíritu
Santo, le hable directamente desde su interior, cuando esta persona todavía no es
convertida, y no la convierta en seguida, llenándola de Su presencia, y revelándole que
Jesús es Dios? Pues  en ese momento Yusef sale del coche, se salva la vida, pero nada de
ser lleno del Espíritu, o de confesar que Jesús es  Dios. El concepto que tenía era que el
Paracleto si entraba en una persona era para salvar su alma revelando al Hijo de Dios. No
obstante  dice la Escritura: “Saúl entre los profetas” y de Balaam, “Dijo Balaam el hijo de
Beor, dijo el varón de ojos abiertos, dijo el que oyó los dichos de Jehová, y el que sabe la
ciencia del Altísimo, el que vio la visión del Omnipotente, caído pero abierto los ojos…”
Estos malvados hablaron por el Espíritu Santo, y también en Hb.VI; 6, vemos que hay
hombres que pueden ser hechos participes del Espíritu Santo, ser iluminados, gustar del don
celestial, de la Palabra de Dios y de los poderes del siglo venidero y ¡no ser cristianos! Así
que revisé mi dogmatismo…Tenemos todos la tendencia mezquina de medir todo según
nuestra experiencia y conocimiento, y le ponemos unos límites a Dios, no porque
contradice la Escritura sino porque contradice nuestro entendimiento de la Escritura. Es
cierto, y todos los protestantes verdaderos estamos de acuerdo que Dios no va a declarar, a
agregar algo al libro de la profecía, pues así lo dice Ap. XXII; 18. Y sabemos  que las
sagradas Escrituras pueden hacer sabio para la salvación por la fe en C.J.  Toda la Escritura,
es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra: 2Ti.III; 15 y 16. Pero el mensaje que Yusef recibió no es útil para enseñar  ni a
solo un santo, no tiene valor alguno para nadie, ni aun par Yusef una vez que pasó el
peligro. “Gira a la izquierda, y sal rápido del coche”: no creo que sea una falsa profecía
sobre la cual un falso profeta pueda montar ningún negocio, ni aun para engañar al más
ciego de todos los hombres de una congregación pentecostal. Así que creo lo que dice
Yusef. Su forma de hablar además muestra sinceridad. Hay un proverbio que dice que la
verdad sale de la boca de los niños, y cuando Yusef habla de su experiencia de conversión,
y de su fe de recién nacido,  habla como un pequeño niño. Un estafador no diría después de
afirmar que Dios le habló directamente, que no sabe nada de teología, no diría que necesita
aprender, no contaría sus disparates;   como cuando Yusef  cuenta que se mandó a bautizar
por una mujer a escondidas en el mar. Todo su relato en cuanto al aspecto espiritual está
lleno de ingenuidad, simplicidad y sinceridad, y se ve que es un niño en Cristo que está
hablando, no un falso profeta que sabe que con un “gira a la izquierda y sal rápido del
coche” no conseguirá a muchos discípulos para su secta…El termina su libro diciendo que
si uno se topa con él, que por favor no le pida consejo pues confiesa que es un niño que
necesita mucho aprender, que teólogo no lo es para nada. El nacimiento de Yusef fue
común, no fue por la voz interna de Dios que oyó en el peligro sino después  por medio de
la Palabra escrita que el Espíritu Santo aplicó a su conciencia revelándole un día que Jesús
es su Dios. Ahora unos me dirán que si Dios le habló directamente esas pocas palabras,
agregó entonces palabras a su Palabra. Repito que no es así,  Dios no le dijo: “Ve y dile o
diles que yo he dicho que gires a la izquierda y salgas rápido del coche”. Dios no tiene
ningún mensaje nuevo a comunicar a ningún hermano o congregación en estos días Dios,
por medio de un profeta,  y si habla excepcionalmente a una persona, es un caso muy
particular sin ninguna añadidura en cuanto al conocimiento de la verdad que está totalmente
y únicamente en la Biblia, por ahora. La senda del crecimiento no es por señales y
milagros: “Luz a mis pies es tu Palabra  y lumbrera a mi camino”.
     Lo propio de todas las herejías es tomar una excepción o una peculiaridad, sacarla de su
contexto, y montar una nueva doctrina encima. Lo mismo ha pasado con el ministerio de
las mujeres. Sacan el ejemplo de Débora e instituyen pastoras, lo cual quebranta todo el
orden de Dios, que encontramos en el AT como en el NT. Terminaré dirigiéndome
primeramente a los elegidos que todavía están atrapados en el sistema neo pentecostés, y
luego a los elegidos que son calvinistas.
    Hermanos elegidos, los que todavía estáis en esos cultos pentecostales porque sabéis que
Dios puede hacer milagros,  y quizás no habéis oído otro evangelio, pero que sentís que
algo anda mal, os diré de parte de Jehová estas palabras: “Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: no escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os hacen vanos;
hablan visión de su corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que me
irritan: Jehová dijo: Paz tendréis, y a cualquiera que anda tras la imaginación de su corazón,
dijeron: no vendrá mal sobre vosotros…No envié Yo aquellos  profetas  pero ellos corrían;
yo no les hablé, y ellos profetizaban…Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron
profetizando mentira en mi Nombre diciendo: soñé, soñé”: Jer. XXIII; 16, 17, 21, 25.  Si
oyes la Palabra de Jehová, es que eres de Dios, y saldrás de esa cueva de ladrones. Si te
tardas, no perderás la salvación, porque la salvación no se pierde como te lo afirman esos
falsos profetas, pero perderás tiempo, y te aseguro que no hay ningún milagro que pueda
darte el crecimiento espiritual que necesitas, porque solo la Palabra de Dios nutre, porque
“por fe andamos no por vista”. Tu tiempo es contado, limitado; mientras te quedas en ese
engaño pentecostés no sirves ni a Dios, ni a tus hermanos, solo te estás volviendo raquítico
y enfermo y estás alimentando al sistema que te debilita que te intoxica con sobredosis de
emociones estimuladas engañosamente.  Quizás te quedas por amor a tus hermanos
pentecostés pero “en esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a
Dios y guardamos sus mandamientos”, y el amor y el mandamiento de Dios prohíben estar
en yugo desigual. Ahora es posible que soporten tus objeciones y reticencias, y soporten tus
críticas, pero no es por amor, es por negocio.  Ellos no ven más allá  de la plata o de la
emoción, pero hay uno bien astuto y peligroso,  que ve más allá, y su plan es el regreso a
Roma por la conexión carismática… ¡Que Dios te bendiga y te dé valor para romper esas
ligaduras y luego denunciarlas! Si eres elegido, Él lo hará porque al Espíritu Santo nadie le
resiste: “Todo lo que quiso Jehová  lo hizo en el cielo en la tierra, en el mar y en los
abismos”.

     Hermanos;  calvinistas somos, pero recordad que “el conocimiento envanece, mas el
amor edifica”. Sabemos que todo el andamio de los milagros, señales y  nuevas profecías
tuvo su utilidad en la infancia de la Iglesia militante. Sabemos que hace 19 siglos ha
llegado lo perfecto que es la Palabra escrita de Dios contenida en nuestros 66 libros.
Sabemos que somos calvinistas no por seguir a un hombre sino a un sistema doctrinal
concerniente asuntos esenciales en cuanto a soteriología. Pues uno tiene que ser arminiano
o calvinista, tiene que creer en el libre albedrio o en la elección incondicional, en una
expiación ilimitada o limitada etc. Pero sabemos también que la infalibilidad no es ni
calvinista ni papal. Como dice la Escritura: “Si alguno piensa que sabe algo, aun no sabe
nada como debe saber. Pero si alguno ama a Dios, el tal es conocido de Él”. Me temo que
unos dirán que mi testimonio personal no concuerda con su sistema ortodoxo de doctrina. Y
es verdad, que mi nacimiento no fue ortodoxo, sino sorprendente, pero os aseguro que ¡fue
más sorprendente para mí que para que para cualquier doctor en neumatologia! Pero Dios
tiene pensamientos mucho más altos que los nuestros, y puede actuar de una forma que nos
confunde porque al momento no cuadra con el dogmatismo nuestro. En la Biblia misma
vemos a veces cosas que aparentemente contradicen una doctrina bien establecida. Por
ejemplo, escrito está: “la paga del pecado es la muerte…Le es dado al hombre morir una
sola vez, y después el juicio”, y ya vemos en la Biblia a 2 hombres; Enoc y Elías que a
pesar de haber nacido en pecado y de ser hombres sujetos a pasiones semejantes a las
nuestras, (Stg.V; 17), no murieron y se fueron directo al cielo sin que todavía Cristo haya
pagado en efectivo, con su sangre, la paga de sus pecados. Muchos de nosotros esperamos
también además participar al Arrebatamiento y escapar así gloriosamente del último
enemigo  que será destruido después. (Y dudosa diría, la fe que no espera ese evento
excepcional). Que Dios me haya salvado de una forma tan “pentecostal”, creo que la razón
principal, que ya he dicho, es para derribar el fundamento mismo del pentecostalismo.
Cristo destruyó por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es al
diablo.  Y el Espíritu Santo bien puede actuar con la misma táctica. El pentecostalismo
pregona un cristianismo falso que se alimenta de milagros y señales, y  justamente predico
el  cristianismo verdadero que se alimenta únicamente de la Biblia, y afirmo por
experiencia propia que  quedarse enfocado sobre una  experiencia sobrenatural es el mejor
método para morirse de hambre. Mi esperanza para con mis hermanos calvinistas es que se
sientan plenamente confirmados y animados para atacar con denuedo esa fortaleza del
diablo que es el neo pentecostalismo. Pero que lo hagan con inteligencia porque hay
excepciones que confirman la regla, y es la manipulación astuta de excepciones que
alimenta el pentecostalismo. (Evidentemente no hay que perder el tiempo para analizar si
realmente Cristo bajó del cielo a hacer una visita personal a fulano Mentira, pues sabemos
que Cristo está sentado a la diestra de Dios Padre, y que solo Dios el Espíritu Santo obra
por ahora en este planeta; dejemos tales disparates evidentes al mismo lado que la
transustanciación…)  
      La situación es muy inquietante, pues he oído de calvinistas  que sostienen el
pentecostalismo, como parece que lo hace Piper, cuyos libros se venden en los
supermercados al lado de las revistas de farándula, y por otro lado hay hermanos que
piensan sistematizar los movimientos del Espíritu, lo cual es como intentar agarrar el viento
con sus manos. Pero nuestro Señor Jesucristo dice: “El viento sopla de donde quiere, y oyes
su sonido, pero no sabes de donde viene, ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del
Espíritu”.
     La situación es también inquietante no solamente por causa del fenómeno pentecostal,
sino por causa del fenómeno de la Apostasía. El Pentecostalismo es un instrumento
poderoso de esta Apostasía, pero la inmensa mayoría de mis hermanos reformados están
soñando que en su iglesia presbiteriana o bautista, están al abrigo del peligro. Y casi todos
están persuadidos que siempre quedará iglesia locales fieles a su Señor. Pero el AT nos
enseña que Israel, cayó en total Apostasía y fue destruida, y que Judá siguió el mismo
camino poco después. La Historia se repite, y mucho parecen estar poseído por un espíritu
romanista que les hace creer que su santa iglesia local o denominacional es eterna.
Confunden la Iglesia y las iglesias. Pero si veis a una mujer subir al pulpito par hacer un
anuncio inocente sobre la próxima reunión de oración: ¿Cómo no os dais cuenta que al
subir al pulpito, ya subió a una posición de dominio sobre los hombres, y aunque todavía no
predica, el hecho es que ya está ocupando el sitio del pastor y que por ende ya el diablo
tiene un pie en su congregación? Estoy aterrado cuando veo tal ceguera. ¿Creéis que soy
alarmista? No soy alarmista soy realista y “no ignoramos sus maquinaciones”, ya sabemos
que Satanás usó a la mujer para que el pecado entrara en la raza humana, y solo repite esa
vieja trampa para que entre en las iglesias. Y ya ha entrado, y si no lo veis, de poco os sirve
los títulos y doctorados en divinidades. Es esencial usar la mente para crecer
espiritualmente, pues la Palabra hay que asimilarla, y esto no se hace con danzas y trances
pentecostales. Pero la doctrina es para entender qué es la vida que nos ha sido injertada, y
aplicarla a nuestro diario andar. No es para exhibirse como un monumento de erudición;  tal
gente es preferible evitarla e ir a la biblioteca municipal. Cristo en nosotros es una vida
nueva, que se desarrolla por el espíritu de nuestra mente alimentado por la Palabra de Dios.
El que más recibe, más le es requerido. Muchos filtramos el mosquito y tragamos el
camello. ¿Cuántos pelean para defender la postura infralapsariana, o supralapsariana, o
sublalapsariana y son capaces también de escuchar dócilmente una hora el sermón de la
pastora Jezabel? ¿De qué sirve tanto saber intelectual, si uno no discierne su mano derecha
de su mano izquierda? Sirve para mayor condenación. El cristianismo es vida no es teoría o
dialéctica ¡Que Dios nos ayude a defender la doctrina que es conforme a la piedad!
     MARANATHA.
          

¡GRANDE ES ESTE MISTERIO!

     “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la Iglesia”: Ef.V; 32.
Hay mucho que decir,  y aun mucho más que no se ha dicho, a propósito del misterio de la
Iglesia. El tema es amplio y profundo y se podría escribir volúmenes y volúmenes de libros
y tratados  y todavía no se agotaría. No he sido capacitado para esto, y por ende me limitaré
a un artículo sobre un aspecto de este misterio, esto es la relación entre la Iglesia y la
nación de Israel.
     Ha habido desde siglos varias escuelas de interpretación que han investigado este
misterio, y ninguna  me ha convencido. Los amilenaristas, postmilenaristas, y en ciertas
profecías del AT,  unos milenaristas,  han desatado el nudo de la cuestión cortándolo.
Afirman que Ia nación de Israel era una sombra de la Iglesia, y que ahora la realidad
espiritual  en que vivimos no tiene nada que ver con aquella nación,  sino que es la Iglesia.
Dicen que la Iglesia es el Israel de Dios: el Israel espiritual. Otros como la mayoría de los
premilenialistas y especialmente los dispensacionalistas van al otro extremo y afirman que
a Iglesia es totalmente y eternalmente diferente de la nación de Israel. Israel y la Iglesia
para los dispensacionalistas,  son 2 entidades diferentes con destinos y privilegios
específicos. Hay también otro grupito que ha surgido,  llamado movimiento mesiánico, que
sostiene que la Iglesia tiene que judaizar, y mantienen tal postura porque son en mayoría
cristianos de origen judío que quieren imponer a los cristianos gentiles costumbres,
nombres (¡no hay que decir Jesús sino Yeshua!),  y leyes del judaísmo; para ellos la Iglesia
tiene que ser Israel  según la carne. Son la misma clase de hermanos judíos dentro de la
Iglesia que se opusieron a Pablo en sus días. Ninguna de estas posiciones armoniza con la
enseñanza global de la Escritura, es decir con una hermenéutica correcta.  Cada partido
toma los versículos que apoya su concepto y se olvida de los demás que lo contradicen.
Detrás de todas estas escuelas está a la verdad el yo; el egocentrismo. Las filas del
amilenarismo y postmilenarismo son compuestas por una inmensa mayoría de gentiles, que
no gustan de la interpretación literal que lleva a conceder a la nación de Israel unos
privilegios que no les pertenecen como gentiles, especialmente todas las profecías
concerniente el Reino milenial de nuestro Señor Jesucristo. Los adeptos del mesianismo
son judíos o tienen una ascendencia judía, y no les gusta una Iglesia compuesta de una gran
mayoría de gentiles. Las filas del dispensacionalismo son compuestas de una gran mayoría
de gentiles, que por su forma correcta de interpretar que es histórico-gramatical, admiten la
preeminencia de Israel en el Milenio, pero a muchas generaciones de creyentes judíos les
niegan la entrada a la Iglesia de Cristo. Y en cuanto a los milenaristas clásicos, nadan entre
2 aguas, alegorizando de vez en cuando las profecías del AT, no discerniendo claramente la
relación entre la Iglesia  y el Israel nacional. Como ya lo expliqué anteriormente en el
artículo: “Mi dispensacionalismo”, soy milenarista (o premilenialista), y aunque aplico el
método dispensacionalista de interpretación, es decir que me aferro a una interpretación
literal de la Biblia cuando no contradice el sentido común, no llego a sus conclusiones. En
aquel artículo trataba de las dispensaciones que según lo que entendí, giran únicamente
sobre los 2 pactos en cuanto a la relación entre Dios y la humanidad en general: el de las
obras y el de la gracia. Hoy una vez más estoy en discrepancia con todas las escuelas de
interpretación, en cuanto al concepto que tienen de Israel y de la Iglesia, pues todas fuerzan
las Escrituras de una manera o de otra. No me interesa una interpretación que halague mi
yo carnal, y como ya lo dije todas esas interpretaciones favorecen el grupo que las sostiene.
Lo que me interesa, y que nos interesa a todos los que buscamos en la Escritura y no en una
escuela, la verdad sobre las grandes cosas que Dios nos quiere enseñar, es: ¡la verdad!
Lejos está de mí despreciar las escuelas de pensamiento,  pues  recibí toda mi soteriología
de la escuela calvinista. Y aun en escatología hay muchas cosas, entre otras como lo de las
70 semanas de Daniel que recibí de la escuela de pensamiento milenarista. Pero no todo se
aprende en la escuela, ni la escuela, sea cual sea, es tampoco poseedora de toda la ciencia.
Muchos  se encierren en una escuela, y porque el programa básico de ella ha sido aceptado,
se comen todo sin analizarlo detenidamente. Sin embargo es muy importante en estos días
de laxismo doctrinal peligroso, saber a qué corriente pertenece uno, sobretodo en el campo
de la soteriología. No obstante hay cosas en que las escuelas no tienen las respuestas
adecuadas a pesar de tener los maestros aprobados por Dios. He reparado en esto varias
veces, y en estos casos el Único que nos puede dar la respuesta correcta es el Autor de las
Escrituras: el Paracleto. Por lo general, Dios usa agentes humanos para comunicarnos la
verdad pero a veces El quiere comunicárnosla directamente si le pedimos en oración:
“Clama a Mí y Yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
En cuanto a la recepción de la verdad, es siempre por medio del Espíritu Santo, aunque nos
sea comunicada por maestros. En relación con este tema de la Iglesia y de Israel, ninguna
escuela me dio la respuesta que cuadra con la comprensión de la Escritura que Dios me ha
dado. Así que en mi turbación clame a Dios, y pedí a otro hermano que clamara conmigo,
y  me respondió Jehová dándome la clave para entender este misterio.
     Empezaremos por una analogía. A veces se puede comparar un individuo con una
nación, pues las naciones son compuestas de individuos.  Tomemos pues a un hombre
natural, no regenerado por el E.S. y si lo comparamos con los otros hombres, no vemos
diferencias fundamentales, entre él y los demás. Las diferencias están en detalles físicos,
culturales, pero funciona bajo el mismo principio, es decir que sirve a sus intereses propios,
sirve a su yo carnal, el cual es vendido al pecado y manipulado por Satán. Ahora, si Dios
según su buena voluntad y designio eterno, concede a este hombre el arrepentimiento, y el
don de la vida eterna, este hombre a pesar de guardar sus características naturales, se
transforma en un nuevo hombre; “las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas
nuevas”. Este hombre ya se caracteriza por una nueva naturaleza que le ha sido implantada
por el Espíritu Santo; naturaleza fundamentalmente diferente y opuesta a la todos los demás
hombres. Esto es lo que sucedió al nivel de las naciones. Dios ha escogido desde la
eternidad y para la eternidad a una nación muy  especial, la llama: la niña de sus ojos. Esta
nación es la nación de Israel. Esta nación insignia tiene por padre a un hombre: Jacob. Se
caracteriza por ser compuesta de 12 tribus que son la descendencia de los 12 hijos de Jacob,
“de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las
promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales según la carne vino Cristo, El cual
es Dios sobre todas las cosas”: Ro.IX; 4 y 5. Y como sabemos que “irrevocables son los
dones y el llamamiento de Dios”,(Ro.XI; 29), queda sin lugar a duda que esta nación de
Israel cuyos padres según la carne son los hijos de Jacob es una nación cuyo destino es
eterno y glorioso , muy encima de todas las otras naciones.
     Por otro lado vemos que Cristo en su primera venida fundó una nueva entidad que llamó
la Iglesia;  Su Iglesia, la cual no está fundada sobre una descendencia carnal sino sobre una
confesión de fe: Mt.XVI; 18. Este nuevo organismo es la autoridad suprema después del
Trino Dios, y goza de los más altos privilegios que pueda recibir una criatura. Ella es el
cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo: Ef.I; 23. Ella también es
llamada nación santa, pues dice 1P.II; 9 y 10: “Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios…vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios…” Han pasado casi 20 siglos desde que Cristo
fundó su Iglesia, y es obvio, aun para los pocos judíos que han creído hasta ahora, que la
gran mayoría de la Iglesia está conformada por gentiles, que no tienen ninguna ascendencia
judía. Y aunque se convirtieran hoy todos los judíos al Cristo verdadero, lo cual  no está
previsto en las Escrituras, pues solo un remanente será salvo, la Iglesia no dejaría de ser un
organismo de mayoría gentil. Así que aquí está el rompe cabezas: ¿hay 2 naciones elegidas,
que son también real sacerdocio, o hay una sola? Pero si hay una sola; ¿Cómo es posible
que esta nación sea a la vez descendiente de los 12 hijos de Jacob según la carne, y de
Abraham según el espíritu (de fe), cuando es compuesta de una mayoría de gentiles que no
tienen nada que ver con el ADN de Jacob? La respuesta clásica es: “no todos los que
descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendiente de Abraham son todos hijos…
esto es no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos
según la promesa son contados como descendientes”. La respuesta es correcta pero
entonces si la Iglesia es el Israel espiritual de Dios, ¿cómo puede Pablo decirnos que
nosotros los gentiles siendo olivo silvestre hemos sido injertados contra naturaleza en el
olivo bueno, y sin duda este olivo bueno es descendencia  espiritual pero también judía?
Además vemos en Ga. V; 16 que cuando Pablo se despide de los gentiles creyentes, añade
un saludo para los judíos creyentes a quienes llama el Israel de Dios, pues los gentiles
habían sido turbados por judíos que no eran el Israel de Dios sino el Israel según la carne
únicamente. Lo que implica que Pablo  no consideraba en este contexto a los gentiles como
el Israel de Dios sino como miembros de una iglesia gentil. En otro pasaje Pablo nos dice
que carne y sangre, no heredarán el Reino de Dios, lo que significa que la entrada al reino
no tiene nada que ver con alianzas humanas (como el matrimonio, o la adopción) o con la
ascendencia judía, y  también que en Cristo no hay judío ni griego. ¿Cómo entender este
misterio? ¡No por las escuelas, pues cada una tira por su lado carnal; si son judíos les quitan
privilegios a los gentiles, y si son gentiles les quitan privilegios a los judíos!
     Sabemos que Dios ha escogido a una parte de la humanidad desde antes  de la fundación
del mundo. Se llama la esposa del Cordero o la Iglesia, o la Jerusalén de arriba. Nos
escogió en el Amado, antes de crearnos. Éramos su proyecto, pero como El llama las cosas
que no son como si fueran, éramos ya una realidad para el Trino Dios, aunque no teníamos
existencia propia y autoconsciente. Al crear Adán y Eva, Dios puso en marcha su plan de
crear un pueblo para Sí. Sin embargo el desarrollo de este plan ha sido progresivo, y este
pueblo, no ha surgido de una vez, sino que por etapas Dios ha engendrado espiritualmente a
sus elegidos de en medio de la raza humana caída, y  de en medio de ciertas familias: los
hijos de Set, y los hijos de Noé por ejemplo. Esto no impide que hubiera unos elegidos
fuera de estas familias, pero la mayoría de ellos provenía de estas familias que guardaban el
conocimiento del Dios verdadero. Al llegar a los tiempos de Jacob, Dios cambió, o más
bien amplificó su método, y creó una nación de los 12 hijos de Jacob. Los elegidos ya no
nacían en el marco de familias o grupitos sino que nacían generalmente en el marco de una
nación: Israel. “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido y os ha
elegido Jehová, porque vosotros eráis el más insignificante de todos los pueblos”. Así que
Jehová había escogido a este pueblo para que sea el marco nacional de la Iglesia. Este
marco nacional tiene un lado  histórico, pues eran hombres que andaban en la carne: 2
Cor.X; 5, tal como el hombre tiene un cuerpo de carne y no es solo alma y espíritu.
Básicamente este marco físico está conformado por los 12 hijos de Jacob. Estos 12 hijos a
pesar de sus fracasos y pecados eran creyentes genuinos y herederos de la vida eterna.
Todos ellos fueron bendecidos por Jacob: Ge.XLIX; 28. Como su padre Jacob, su abuelo
Isaac y su tatarabuelo Abraham, no solo eran descendientes, según la carne pero también
según la promesa. Este es el fundamento del Israel de Dios y las 12 entradas de la Jerusalén
celestial: Ap.XXI; 12.
     La Iglesia tiene un marco nacional e histórico cuyo fundamento es los 12 hijos de Jacob;
hombres redimidos por la gracia de Dios pero hombres también  de carne y sangre: judíos.
La Iglesia en su forma definitiva, o eterna, es el Israel de Dios. La Iglesia está ligada a las
12 tribus de Israel, y aunque su gran mayoría es gentil, su nacionalidad será israelita. Y
digo “será” porque para nosotros, desde nuestro ámbito espacio-temporal, no lo es todavía. 
Dice Ro.XI; 25 y 26: “porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio, para que no
seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos, que en parte el endurecimiento ha acontecido
a Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así todo Israel será salvo…”
La confusión surge principalmente al poner el marco en primer lugar, como hacen los
judaizantes, o de querer eliminarlo, como los hacen de una manera más o menos sutil los
gentiles. El marco, o sea el Israel nacido de los lomos de Jacob, tiene su importancia, pues
es el aspecto exterior de la Iglesia, define sus características externas en la eternidad, en
efecto la esposa del Cordero es la Jerusalén celestial sobre cuyos fundamentos están
escritos los nombres de 12 judíos; los apóstoles, y tiene  también en las 12 puertas que dan
acceso  el nombre de 12 judíos escritos encima; los hijos de Jacob: Ap.XXI; 9 a 14. Pero a
pesar de su aspecto glorioso en la eternidad y de su aspecto insignificante en la Historia del
mundo, el marco no deja de ser un marco, como un vaso no deja de ser un vaso que sea de
plástico o de oro incrustado de diamantes. Lo importante está adentro. Lo que está adentro
de la nación de Israel, es el conocimiento de Dios, y la persona de Dios. Jesús dijo: “La
salvación viene de los judíos”, pues ellos eran los guardianes de su Palabra, y el Verbo
tomó carne de una virgen de Israel. Así que aunque el  marco fue escogido para toda la
eternidad y da una forma y unas características precisas al cuerpo de Cristo, no determina el
contenido,  y el contenido es la multitud de los elegidos que son de origen gentil en
mayoría, los cuales son templo de Dios  individual y corporativamente.
      Ahora bien, este marco eterno no tiene importancia en la dispensación de la gracia
revelada en Cristo Jesús desde su primer advenimiento. Hace casi 2000 años que Dios está
recogiendo principalmente a sus escogidos de origen gentil. El fundamento de la Iglesia es
la fe en Cristo Jesús, no la pertenencia a la raza judía: “la carne para nada aprovecha, las
palabras que os he hablado son espíritu y vida” dijo nuestro Señor Jesús. Así que por ahora
Dios llama a sus escogidos, en todas las lenguas y de todos los horizontes. Durante la
dispensación de la ley, desde los tiempos de Moisés hasta la primera venida de Cristo, el
Señor llamaba a sus escogidos principalmente dentro del Israel según la carne. El Israel de
Dios estaba dentro del Israel carnal. Con el primer advenimiento el Señor ha estado
llamando  desde entonces a sus escogidos mayormente de entre las naciones; y la llama la
Iglesia. Así que en esta dispensación de la gracia, que tiene efecto mayormente entre los
gentiles, el Israel de Dios, que son en este contexto los judíos convertidos a Cristo, forma
parte de la Iglesia, y es un remanente insignificante en número de hebreos cristianos,  en
comparación con los gentiles que conforman la Iglesia. ¡El marco ha casi desaparecido de
la vista en esta dispensación, pero en la eternidad, el marco reaparecerá claramente!
     Tomemos otro ejemplo para ilustrar y clarificar el asunto. El Señor es el arquitecto y
constructor de un edificio esplendido que va a ser su morada entre  hombres y mujeres
escogidos por toda la eternidad. Este edificio se construye en el cielo, pero el material se
elabora en la tierra. Este edificio tiene 12 fundamentos y  12 puertas; un total de 24
personas: judías todas. Los cuales  están relacionados con los 2 pactos: el de la ley y el de la
gracia. Esto es el marco básico de este edificio, y ha sido puesto en evidencia en este
mundo, ha sido manifestado que “la salvación viene de los judíos”. Pero la construcción se
hace en el cielo, pues esta ciudad es celestial; es la Jerusalén de arriba. Lo que está
ocurriendo en este mundo, es la recolección y modelación de las piedras necesarias  para la
construcción de esta ciudad arriba en el cielo. El origen de estas  piedras es muy diverso, y
pocas pertenecen a la familia de Jacob según la carne. Cuando el divino Constructor
termine de recoger en esta tierra todas las piedras vivas que conforman la Jerusalén
celestial, entonces se terminará en breve la construcción arriba, en la primera resurrección.
Ha empezado formalmente la obra en la tierra, con piedras proveniente de la pequeña
nación de Israel durante la dispensación de la Ley, luego ha recogido muchas piedras de
entre todas la naciones durante la dispensación de la gracia y terminará recogiendo muy
pronto unas piedras más provenientes de la nación de Israel cuando venga de Sion el
Libertador que apartará de Jacob la impiedad. Pero en esta tierra, solo ha habido hasta
ahora, bosquejos y canteras, de la Jerusalén celestial, la cual es el Israel de Dios, la esposa
del Cordero, la Iglesia santa, sin mancha  e irreprensible, el cuerpo de Cristo. Es una misma
realidad divina y celestial que tiene varios nombres, pero que ha sido confundida por la
ignorancia que alimenta nuestro hombre carnal y empaña nuestros ojos espirituales. Así que
en la eternidad el pueblo santo, la nación santa, el cuerpo de Cristo, la Jerusalén celestial, el
Israel de Dios, son la misma  cosa, porque ya están ensamblados, pero no así en la tierra,
donde están separados todavía y Dios trata con cada grupo; judíos y gentiles de manera
diferente y en tiempos diferentes. De manera que lo que es sinónimo en el cielo, a veces no
lo es en la tierra, y uno tiene que ver el contexto donde se cita en la Escritura los términos,
que son sinónimos en la eternidad pero que no lo son en el tiempo, en la historia terrenal.
Es como el hombre que visita el gran depósito de varios pisos, donde están almacenados
todos los elementos que van a conformar el edificio que se va a construir en el futuro, y
solo accede a un piso y ve una gran cantidad de material de la misma clase, y saca la
conclusión errónea de que el edificio va a ser de ese material principalmente. La Iglesia de
Dios, tiene un marco definitivamente judío, pero tiene un material definitivamente gentil,
así que no hay judíos ni griego…y si sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois…
Dios en su sabiduría ha sujetado a todos en desobediencia para tener misericordia de todos
y en su cuerpo nadie se jactará por ser judío o griego. El problema es que hoy todos
tendemos a jactarnos; los judíos por sus padres y los gentiles por conformar la mayoría del
Cuerpo místico de Cristo. De ahí nacen las interpretaciones privadas. Por lo cual miremos
ahora a la luz de este principio, de que lo que es sinónimo en la eternidad, no lo es en el
tiempo, algunos versículos.
     Ef.II; 12: “En aquel día estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y
extranjeros a los pactos de la promesa…”Los efesios eran gentiles, y en este verso el
apóstol les recalca que estaban fuera del marco de la salvación, es decir que no tenían nada
que ver con la nación elegida y por lo tanto estaban sin Dios y sin esperanza en el mundo.
Aquí el Israel referido no es la Iglesia sino el Israel nacional; los judíos. Aquí Israel no es
sinónimo de Iglesia. Verso 16: “y reconciliar a ambos en un cuerpo”.  “Ambos” significa el
Israel nacional y convertido a Cristo y los gentiles creyentes. El cuerpo aquí significa la
Iglesia eterna. Verso 19: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios”. En este caso los santos son los
creyentes judíos, reconocidos como miembros de la familia de Dios. Verso 21. “En quien
todo el edificio va creciendo para ser un templo santo…” aquí el edificio y el templo es la
Iglesia eterna, o la Jerusalén celestial. Así que en este pasaje de Efesios, Israel y los santos
significan los judíos creyentes, mientras que en Ro.XI; 26, (“Y así todo Israel será salvo”:
Reina-Valera 1602 o 2010), Israel significa la Iglesia en su conjunto total, judíos como
gentiles;  es decir que una vez que todos los gentiles hayan entrado, hayan sido injertados
en el olivo bueno, todo el Israel eterno que no tiene su fundamento en un nacimiento carnal,
sino espiritual será salvo. (La traducción RV 1960 presta a confusión pues traduce
indebidamente la palabra “así” por “luego”. Ahora no niego que la otra interpretación es
también posible, es decir que Israel en este caso sigue siendo el Israel nacional creyente: las
2 interpretaciones son correctas). En todas las epístolas escritas a las iglesias gentiles por lo
general la palabra “santos” o “santificados”, se aplica a gentiles como a judíos, es decir que
el E.S. se refiere a la Iglesia y no a los judíos creyentes en particular como en ese verso 21
que acabo de citar. En el AT también aparecen  a menudo esas 2 realidades de la Iglesia e
del Israel nacional y creyente. Por ejemplo en Zac.II vemos la gloria venidera de la nación
israelita, pero en el verso 11 vemos que muchas naciones se unirán a Jehová y le serán por
pueblo y ¡no por pueblos! Ahí también se vislumbra a la Iglesia dentro del marco nacional
de Israel. En toda la Escritura se distinguen esos 2 hilos que en la eternidad serán
entretejidos perfectamente. Ahora vemos un cabo aquí, otro allá, y es necesario verlo así
para entender las Escrituras, pero llegará el gran Día en que después de haber sido
derribados la pared intermedia de separación entre judíos y gentiles  en el monte Calvario,
cuando se rasgó el velo del templo: Lc.XXIII; 45, la cual consistía principalmente en los
ritos y ceremonias de la Ley levítica, se edificará una muralla eterna con características
hebreas que definirá los limites gloriosos de la Esposa del Cordero en la nueva tierra debajo
de los nuevos cielos.
     En conclusión hay que mirar el contexto de las palabras: santos, Israel, cuerpo, Iglesia,
sabiendo que tienen un sentido particular en el tiempo pero no en la eternidad. Quiero
además añadir unas amonestaciones a mis hermanos que no han entendido muy bien que
hay un equilibrio que es menester mantener para no caer en los extremos que son:
despreciar a la nación de Israel según la carne, la cual es el reloj de la Historia, pues en ella
hay una parte que es el Israel de Dios, (siendo en primer instancia los patriarcas esa parte),
y por otro lado dar demasiado importancia a Israel que es el marco de la Iglesia, pero que
sin embargo por ahora yace muerto en sus delitos y pecados.
    Hermanos amilenaristas, no quiero entrar aquí en un debate sobre vuestra forma de
interpretar las Escrituras. Lo único que quiero recordaros es que en 1948 se produjo un
milagro: se restableció la nación de Israel en la tierra de Canaán. Después de casi 2000
años, los hijos de Jacob, han vuelto en su lugar. Muchos dicen con razón que se han
mezclado con los otros pueblos, pero aun he encontrado a muchos israelitas y os aseguro
que muchos de ellos tienen rasgos específicos a la raza hebrea, la cual también tiene una
cierta similitud con la raza árabe, pues ambos tienen el mismo padre: Abraham, y ¡se les
nota en la cara! Nuestro Dios es un Dios no solamente eterno sino también histórico, Dios
es Espíritu pero sin embargo ha escogido un pueblo en la carne para manifestarse al mundo,
“digo pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? EN NINGUNA MANERA;
pero por su tropiezo vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos…porque si su
exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida entre los
muertos?”: Ro.XI; 11, 15. Israel ha vuelto sobre el escenario internacional; casi todos los
días desde 1948 se oye noticias provenientes del Medio-Oriente. La reconciliación de los
judíos con su Dios mediante la confesión de Pedro está a la puerta, y así mismo la
resurrección de los santos y el Arrebatamiento. El Diablo, y los incrédulos están muy
preocupados y trabajan diligentemente para borrar del mapa la pequeña nación que indica
que la hora del juicio está cerca, muy cerca, y ¡tú te encierras en tu sistema de
interpretación que niega el rol predominante de esta nación en el fin del mundo, y en el
establecimiento del nuevo mundo! Crees que tu iglesia es el Israel de Dios, pero aunque
haya unos miembros que hagan parte del Israel de Dios en la eternidad, tienes que admitir
que hoy ¡tu iglesia no inquieta ni a la ONU, ni a la UE, ni a los EEUU, ni a Irán, ni a Rusia,
ni a los países árabes! Cristo viene pronto y sus pies se afirmarán sobre el monte de los
Olivos que está en frente de Jerusalén al Oriente: Zac.XIV; 4. Nuestro Dios es el
programador de la Historia de las naciones, y la historia de las naciones no se ha concluido
en el día de Pentecostés. Sigue hacia su fin, y su fin está en el medio Oriente como fue su
comienzo. Jehová es Dios de toda carne, no solo de todo espíritu. No somos solo espíritus,
somos también carne, y aunque no somos del mundo vivimos en él, y este mundo está
moviéndose irresistiblemente hacia el valle de la decisión, y ¡no es una alegoría! Se
llamaba también el valle de Josafat, y se ubica en Israel: Jl. III; 12 y14…
     Por otro lado, hay muchos hermanos que se preocupan por los acontecimientos
históricos, y por el marco judío de la Historia como de la Iglesia, pero se olvidan de que si
bien la salvación viene de los judíos, la salvación no es ni el pueblo judío ni la Iglesia. La
salvación es Jesucristo, porque Él es el camino, la verdad y la vida. Lo que importa
definitivamente es el contenido de la botella y no la botella y su etiqueta. Sabemos que
Dios es el  Dios de Israel, pero para cualquier israelita o cualquier chileno, esto no quita
que Dios está airado con el pecador, sin importar su ascendencia o su cultura, o lo que sea.
Así que una vez que está establecido que Dios es un Dios que está involucrado en la
historia de las naciones, y que está dirigiéndolas hasta su fin, que Él es un Dios activo, real,
y que su Palabra escrita no es una misteriosa alegoría, lo que importa muy por encima de
todo eso es encontrar la forma de estar en paz con Él. Y esto se llama el Evangelio de
Jesucristo. Este evangelio es idéntico para todos, en él no hay judío, ni griego, ni esclavo, ni
libre, ni varón, ni mujer. Cree en el Señor Jesús y serás salvo. Por lo demás no te inquietes
por saber en qué barrio de la Jerusalén de arriba será tu morada, o hasta que punto
alcanzaremos a conocer al Trino Dios; pues ¡grande es este misterio y eterno!           

TERCERA AMONESTACIÓN

      Me siento constreñido a volver a insistir sobre un tema que ya he tratado


específicamente 2 veces: la televisión.  La primera vez fue en un artículo titulado: “La
imagen de la bestia”, y le daba un enfoque profético. En efecto, hace más o menos 25 años,
me fue revelado por el Espíritu Santo al leer Ap.XIII., que la imagen de la bestia es la TV.
Desde entonces, basado en esta revelación pude entender poco a poco, por la gracia de
Dios,  quienes son las 2 bestias, y el libro de Apocalipsis está llegando a ser más claro cada
año. Por supuesto que siempre tiene cosas que  son ocultas, pero la revelación de estos
misterios se hace progresivamente.  Escribí hace poco otro artículo llamado: “Las 2
fortalezas de Satanás”, donde denuncié la TV como una de estas 2 fortalezas. En este
artículo me empeño a demostrar por la razón, que la santificación es bloqueada cuando uno
sigue mirando en casa la televisión. Así que usé todos los medios para destruir esa
fortaleza: profecía y razonamiento bíblico. Por ende no voy a argumentar más sobre lo
nocivo, lo inmundo, lo contraproducente, lo diabólico de la TV. Me he dado cuenta que
nadie tiene argumentos sólidos  a favor de la televisión en hogares cristianos, casi todos se
queden callados, molestos en su conciencia pero a pesar de todo la televisión queda
prendida en sus casas. Todos los que nacieron en los años sesenta y en adelante, durante el
siglo pasado forman la generación televisión, y han sido culturalmente procesados para
considerar la imagen televisiva como algo natural en su vida cotidiana, algo como el coche
o el avión. Así que os exhortaré una tercera vez desde otro ángulo.
     Leí esta semana en  www.raptureready.com , un artículo de Ron Graham titulado: “The
highly efficient tool of Satan”, (traducido es: “El instrumento muy eficiente de Satán”),
donde él contaba su experiencia con este instrumento del diablo. Se dio cuenta que la
televisión siendo un mundo de impiedad, lógicamente no tenía que estar en su hogar, sobre
todo teniendo una hijita. ¡Le tomó 5 años decidirse para cortar el cable de la antena!
(Conservó el televisor para pasar videos y películas). Vio rápidamente  el resultado en su
vida espiritual, y desde entonces, (2005), ha habido un crecimiento notable en santidad y
conocimiento en el hogar de los Graham. Empezó a hablar de esto en su entorno, y nadie
podía negar sus argumentos y su sabia decisión, pero se dio cuenta de que a pesar de
reconocer lo nocivo que es la televisión, nadie siguió su ejemplo, porque según dijo él,
están enganchados con la televisión, ¡están adictos!
     Así que el problema no radica en la cabeza sino en el contexto social y cultural de
nuestro siglo. A la verdad el problema está en el aire por donde transitan las ondas de los
programas televisivos; no olvidemos que el aire es el dominio de Satanás cuyo nombre es
entre otros: el príncipe de la potestad del aire, (Ef.II; 2). Todos los cristianos reconocen que
la televisión es un mundo de impiedad, y aun muchos incrédulos se han dado cuenta que es
una máquina de lavar el cerebro. Los pobres argumentos que unos esgrimen para excusarse
de tener ese mundo de impiedad en su hogar consisten en que se imaginan que con horarios
y selección de canales pueden controlar la inmundicia que vierten los programas televisivos
en la  mente del televidente. El nivel de inmoralidad al que hemos llegado, en nuestras
sociedades modernas, y que rige los programas televisivos es obviamente diabólico para un
cristiano nacido de nuevo cuya mente está moldeada por la ley moral de Dios que ha
encontrado en las Escrituras. “La amistad del mundo es enemistad contra Dios”, y la cosa
que más ama el mundo es la TV. Fijaos en los tugurios, donde las paredes son de cartón y
los techos de plástico, donde hace falta acueducto y baños públicos;  ahí de lejos veis las
antenas de televisión en casi cada hogar. ¡Puede faltar la comida, el agua corriente, pero la
cosa que no puede faltar es la televisión! El mundo entero está adicto a esa droga que actúa
sobre la mente de forma paulatina y sutil pero a mediano y largo plazo sus  efectos sobre la
moral son tremendamente nocivos.
      Nosotros los cristianos vivimos en el mundo pero no somos del mundo. El problema es
que todavía arrastramos con nosotros el cuerpo de pecado, o para decirlo más claramente el
pecado es todavía una realidad en nosotros. El hombre nuevo sabe que no hay nada para él
en los programas televisivos hoy en día, pero el viejo hombre que todavía vive en nosotros
sabe que para él hay comida sólida; el cochino sabe dónde está su pocilga. Así que la
televisión en el hogar es para complacer al yo carnal, al viejo hombre, para alimentar el
cuerpo de pecado. Hace 20 o 30 años podíamos dudar de estas afirmaciones, pero hoy no
hay duda para el hombre sincero. Por lo cual, el diagnóstico de R. Graham es correcto: el
problema para muchos es de adicción.
     La adicción a drogas como el alcohol y la heroína, o la morfina, empieza por momentos
de placer, los cuales son cortos pero intensos. No obstante pronto se torna en una esclavitud
donde el placer es reemplazado por un simple aplacamiento de las angustias que provoca la
falta de la droga en el organismo del drogadicto. Lo que era un sueño llega a ser una
pesadilla. Ningún alcohólico o drogadicto está contento con su vicio al llegar al fin de su
carrera de muerte. Pero si no logra quebrantar el círculo mortal de su adicción, no tiene
escape. Parece que para ciertos hermanos, la televisión ha sido su heroína. Han crecido con
ella en su casa, y lo que al principio les procuraba placer y solaz, al fin no les produce ni lo
uno ni lo otro, pero siguen mirando los programas que saben que son contrarios a la moral
cristiana. El problema es que son adictos pero no lo reconocen. La cultura televisiva de
nuestro mundo moderno y la tradición televisiva que se ha implantado en los hogares,
(como por ejemplo “el noticiero de las 8”), esconden la adicción que sufren unos cristianos.
“Todo me es licito, pero no todo edifica, todo me es licito, pero yo no me dejaré dominar
por ninguna cosa”. Todos sabemos que la TV no edifica sino que mina los fundamentos de
la moral cristiana, pero como muchos son dominados por la cultura pagana de nuestros
días, no pueden echar de sus casas la televisión. Están dominados por la cultura televisiva
de nuestro siglo. ¿Cuál es la solución para destruir esta nociva dependencia? Creo que
como hacen los “alcohólicos anónimos” en sus reuniones, estos cristianos tienen que
confesar que han sido dominados, atrapados por la TV. Ciertamente es más fácil para un
alcohólico o un drogadicto reconocer que su adicción a una sustancia ha provocado su ruina
moral, y social. Es muy obvio que el desastre vino por el consumo continuo y creciente de
la sustancia a la cual están adictos. No lo pueden negar cuando llegan a la etapa final de su
toxicomanía. Para el cristiano adicto a la TV, la cosa es más difícil de admitir, pues los
resultados de su adicción no son una ruina moral y social como lo es la del alcohólico. Al
contrario el fruto final de su adicción es una moral que cuadra perfectamente con la moral
mundana, y que facilita más su integración social al  nivel de las relaciones humanas, pues
puede charlar con el vecino o el compañero de trabajo sobre los resultados del último
partido de la selección nacional de fútbol.  Claro que para destacarse un poco de la masa,
no fuma, ni bebe, pero hay muchos incrédulos que no fuman y no beben, y la Biblia no
prohíbe beber un vaso de vino, o fumar un cigarrillo; lo que  prohíbe es la borrachera y la
adicción que destruye el cuerpo en el caso del tabaco. El resultado final es que este
cristiano tiene una mente conformada a la mente mundana, pero no se da cuenta de ello.
Ahí está el problema, y mientras no lo reconoce no hay cura para esa enfermedad. Tiene
que encarar la situación antes de reconocer el problema, arrepentirse, ser renovado en el
espíritu de su mente. Daré 2 rasgos muy fáciles de ver que comprueban si un cristiano es
adicto a la TV.
     El primer síntoma es el tiempo que uno pasa leyendo la Biblia y mirando la TV.  Si no
pasa 10 veces más de tiempo leyendo la Biblia o comentarios sobre la Biblia, que mirando
la TV; el cristiano tiene problema de adicción.
     El segundo síntoma es la posición de la mujer en el hogar. Si la esposa, y las hijas no
son sumisas, si ellas se visten con pantalones y minifaldas, o tienen el pelo corto; es decir si
declaran públicamente su aspiración a tener dominio sobre el hombre, entonces la adicción
ha hecho sus estragos, quizás no en el cristiano mismo sino en su conyugue  y sus hijas, lo
cual es un principio de dolores para él.
     Con solamente estos 2 datos, el diagnóstico es seguro. ¿Ahora cual es el tratamiento?
     Sabemos que no hay otra medida que cortar le cable de la antena o destruir el televisor.
La destrucción del televisor es por supuesto la mejor opción porque es más espectacular y
da un testimonio celoso de la convicción que ha obrado el Espíritu Santo en el cristiano. En
la Biblia vemos a menudo que cuando el pueblo de Dios se arrepentía de sus idolatrías,
destruían, o quemaban sus imágenes e ídolos. Hch.XIX; 19 dice: “Así mismo muchos de
los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos: y
hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata”. ¡Fijaos en el
precio que el mundo paga fácilmente por adquirir basura nociva: 50.000 piezas de plata, y
en la estimación que hicieron de la persona de Jesucristo: 30 piezas de plata! Y la televisión
promueve de forma mucho más eficaz que los libros de magia la destrucción del
cristianismo, mediante el socavamiento progresivo de la moral cristiana en los hogares. En
efecto, la impudicia, la fornicación, el adulterio, el feminismo que llaman “los derechos de
la mujer”, el divorcio, la sodomía y otras aberraciones intelectuales como la evolución, y
toda clase de inmundicias caracterizan sus programas. Es tan eficaz el engaño que ahora ver
a una mujer en minifalda, o en pantalón, o tomándose la ducha en una propaganda para una
marca de jabón durante el tradicional noticiero de las 8, no choca a los cristianos; la
mayoría ¡ni se dan cuenta que es impudicia y abominación a Jehová! Ahora hermano si tú
te das cuenta que eso es impudicia,  estás moralmente obligado a romper esa ligadura que
mantienes en casa, y te aconsejo que destruyas públicamente tu televisor de pantalla plasma
gigante que te costó 50.000 piezas de plata, para proclamar que de ahora en adelante vas a 
dedicar tu tiempo, tu corazón tu pensamiento en el estudio de este libro que solo te costó 30
piezas de plata. Si no puedes hacerlo es que padeces una adicción, o que te avergüenzas del
evangelio cuya doctrina es conforme a la piedad, y cuya moral es totalmente opuesta a la
inmoralidad mundana que difunde sistemáticamente la TV.
     El problema que impide la destrucción de este caballo de Troya que fue introducido
voluntariamente en el hogar puede parecer ser de otro tipo que una adicción personal.
Muchos no se atreven a botar la imagen de la bestia por falta de autoridad en el hogar, o
disgustos con los miembros de la familia, pero al fin y al cabo es también problema de
adicción a la televisión por parte de otros miembros de la familia.
      La Palabra de Dios nos manda diciendo: “No satisfagáis los deseos de la carne, porque
el deseo de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu contra la carne”. El que mantiene
la televisión en casa la mantiene para satisfacer los deseos de la carne. (¿O habrá algún
seguidor de Benny Hin aficionado a “Enlace” que dirá que es para satisfacer el deseo del
espíritu?). El hermano que sigue manteniendo esa caja del diablo en casa está
desobedeciendo a Dios, y se hace poco a poco amigo del mundo, y trata a Dios como un
extraño respetable pero ajeno a su vida diaria. Está desobedeciendo al mandamiento de
Dios: “Sed santos porque Yo soy santo”, y la televisión procesa la mente para que el
televidente acepte poco a poco los parámetros del mundo, el cual es enemigo de Dios.
      Hace poco entré en un foro, en un blog llamado:
reformadoreformandome.wordpress.com, cuyo tema era: “Debo cambiar yo para cambiar la
iglesia”. Nadie había empezado la charla y la emprendí con la aseveración de que mientras
los cristianos no rechacen la televisión en el hogar, no habrá ningún cambio positivo dentro
de las congregaciones sino que todo irá automáticamente de mal en peor. Esto fue hace un
mes aproximadamente y todavía nadie se atrevió a entrar en la charla. Debo además
informaros que los hermanos que montaron este sitio, y muchos de los que participan son
gente erudita con años de estudios en los seminarios y doctorados en hebreo, griego etc. La
hermenéutica y la exegesis son para muchos entre ellos, ciencias en la cuales se
desempeñan cotidianamente. Confieso que me siento a menudo pequeño  al oírlos hablar.
No obstante, Dios no hace acepción de personas y la doctrina nuestra es conforme a la
piedad, por lo cual uno puede tener todo el conocimiento de los idiomas o de la teología
reformada, pero si su vida no es piadosa, nada sabe, o más bien lo que sabe lo condena en
su vida diaria. Yo no pretendo haber alcanzado una piedad satisfactoria, al contrario
lamento mi falta de oración,  la pobreza de mis oraciones, mi mediocridad en el estudio de
la Palabra, mi rudeza en la forma de expresarme, mi ignorancia en muchos temas, pero una
cosa sé; es que la televisión es un mundo de impiedad y que es imposible que Dios se
agrade de un hermano que acoja ese  mundo de impiedad en su hogar que ha de ser un
mundo de piedad. Puedes acumular todo el mejor conocimiento bíblico, puedes dedicar
cada día horas a la oración,  a la predicación, a la meditación de las cosas de arriba, todo
esto no va a cambiar el rumbo de tu vida espiritual, mientras tienes la TV prendida en casa
vas hacia la ruina y el fracaso en tu vida espiritual. ¡Es como tener un frasco del mejor
perfume del mundo, y echarle dentro una mosca muerta! Como lo profetizó Daniel en los
últimos días; el conocimiento aumentará: D.XII; 4, pero al conocimiento hay que añadirle
templanza y a la templanza paciencia y  a la paciencia piedad…pero el que no tiene estas
cosas tiene la vista muy corta y es ciego: 2 P. I; 6 y 9. Sin estas virtudes todo se derrumba
como un castillo de naipes. Comparando mi preparación académica que es inexistente, con
la de esos hermanos que se han graduado en grandes institutos bíblicos, me siento como el
ciego del capítulo IX de Juan, el cual a pesar de su ignorancia dice  a los teólogos de la
época en el verso 30: “pues esto es lo maravillosos que vosotros no sabéis…” En efecto me
quedo atónito delante de una ceguera tan voluntaria que se ha propagado en toda la
cristiandad. Dios dice: “Sin santidad nadie verá a Dios” y su pueblo mantiene en casa un
altar sobre el cual se encuentra una imagen animada que habla mentiras y blasfemias. ¿No
sabéis que uno no puede caminar para adelante y para atrás al mismo tiempo, que no puede
seguir la santidad y al mismo tiempo la corriente de este mundo? ¡Asombroso, tremendo,
pues la gran mayoría de nuestros teólogos no lo saben! Muchos hermanos estudian la Biblia
una hora, y después de haber limpiado su mente con el agua de vida, la ensucian en unos
minutos con las prostitutas que animan los programas de la televisión. Es más rápido bajar
una cuesta que subirla, asimismo es arduo caminar en santidad mientras que es fácil dejarse
caer en la tentación. La ley del pecado, es como la ley de la gravedad: atrae por abajo. La
gracia no anula la ley del pecado sino que la vence como una fuerza mayor que nos empuja
hacia arriba, hacia las cosas espirituales. La televisión siendo un mundo de impiedad, repele
la gracia, y la ley del pecado vuelve a predominar.
     Todos los cristianos y especialmente nosotros los calvinistas confesamos que el hombre
posee una naturaleza corrupta, totalmente depravada como lo expone el primer punto del
calvinismo. Si bien lo confesamos, la mayoría se olvida que esto no es una teoría, una
doctrina que hay que aprender de memoria sino que es una realidad espantosa que vivimos
todos los días. Llevamos adentro una corrupción insondable que antecede en nuestra
historia personal la santidad que nos ha sido impartida luego del nuevo nacimiento. Así que
nos es siempre más natural retener lo malo, lo inmundo, lo sucio, que lo bueno, lo justo, lo
santo. Tenemos que esforzarnos para mantenernos en el camino que corresponde a nuestro
supremo llamamiento en Cristo Jesús. Tenemos que mantener constantemente nuestro
corazón, nuestra mente absorbidos en Cristo. No es fácil, pues la carne odia esto y busca
siempre el momento oportuno para escapar de una voluntad santa que la mantiene
crucificada. Apenas uno prende la televisión entra en el círculo del pensamiento mundano y
diabólico. Deja automáticamente el pensamiento de Cristo crucificado por nuestros pecados
y resucitado para nuestra justificación, y se sumerge en los pensamientos y propuestas
carnales. El problema es que al apagar el televisor, no se apaga con la misma facilidad la
mente carnal que ha sido activada. Las imágenes, las palabras inmundas, las informaciones
diabólicas quedan registradas en la memoria y la mente carnal que todavía poseemos se
nutre de esas basuras y perturba nuestra meditación en Dios. Es más fácil ensuciarse que
limpiarse; que sea la mente o la ropa; una mancha se produce en un segundo, mientras que
borrar la mancha puede requerir horas de lavamiento en agua. Llega un momento cuando la
suciedad se acumula tan rápidamente que no permite que haya un lavamiento eficaz. Es lo
que pasa con la televisión: se acumula diariamente imágenes, palabras, conceptos, modales,
sucios, que no pueden ser borrados en media hora de lectura de la Biblia. Y poco a poco
esos conceptos mundanos , sucios y diabólicos conforman la mente carnal que influye sin
que se dé cuenta de ello, la vida de ese creyente, el cual después de años de de haber dejado
su mente ser procesada por la televisión ve normal que su esposa y sus hijas lleven
pantalones y tengan autoridad sobre el varón…Ni se dan cuenta que la Biblia dice: “No
vestirá la mujer traje de hombre,(pantalones), ni el hombre ropa de mujer,(faldas), porque
abominación es a Jehová cualquiera que esto hace.” Y también” “Por el contrario, a la
mujer dejarse crecer el cabello le es honroso”. No, ahora están acostumbrados a ver a sus
hijas en pantalones, en trajes de baño indecentes, con pelo corto, y predicando desde el
pulpito el domingo por la mañana. He visto coros de mujeres en minifalda, con escotes
profundos  cantando en el servicio del domingo, en una antigua iglesia bautista, cuyo pastor
era calvinista… Todos estaban conformes con esa abominación porque todos han sido
procesados por la televisión que mantienen en sus hogares. Los cristianos han sido
procesados mental y culturalmente por la pequeña pantalla. El problema es que como no lo
reconocen, no se arrepienten y la situación va degradándose de día en día hasta la
consumación de la Apostasía general de las iglesias evangélicas que se dará en el pacto
ecuménico con Roma. Pues cada día el papa da la apariencia de poseer una autoridad moral
cristiana que se ha perdido en los medios evangélicos; ¡ellos no son tan tontos como para
instituir sacerdotisas, para permitir el divorcio, o la contracepción!  Ya se puede inscribir en
las puertas de las iglesias evangélicas, y en las puertas de los hogares de sus feligreses que
mantienen la televisión en casa: ICABOD.
     Ahora, ¿quién se atreverá a decir que la televisión no es un mundo de impiedad? Ningún
cristiano verdadero. No obstante la mayoría sigue teniendo el mundo de impiedad, es decir
la televisión, en el centro del hogar. Pastores, maestros, teólogos, eruditos, ancianos,
diáconos, evangelistas, misioneros, estudiosos de la Biblia, casi todos mantienen la
televisión en su hogar.
     Este hecho no es algo sin importancia, este hecho es la señal de la Apostasía. Todos los
que mantienen la televisión en casa son cómplices inconscientes de la Apostasía; poco
importa que sean grandes teólogos; están en la ruina. Cualquier cristiano que sepa apenas
leer pero que consciente que su Dios es 3 veces Santo y que no puede ser burlado, y que
guardar una imagen que habla y muestra cosas que son totalmente en contra de la santidad
y del conocimiento de Dios, es burlarse de Él; este santo iletrado está mucho, pero mucho
más cerca de Dios que nuestros eruditos especialistas en griego koiné y hebreo clásico, los
cuales filtran el mosquito en sus convenciones y tragan el camello en su casas. ¿Quién se
atreve a decir que es amigo de Dios cuando al mismo tiempo alimenta de su propio bolsillo
un sistema de comunicación que propaga la impiedad, la inmoralidad, la evolución, el
feminismo, el humanismo y hasta el catolicismo con sus aliados ecuménicos como el
pentecostalismo? No hermanos, nuestro Dios es un Dios celoso, y vuestros fracasos son
debidos a que durante años habéis predicado una cosa y vuestros hijos e hijas han visto otra
cosa en la pequeña pantalla que vosotros mismos habéis pagado e introducido en vuestros
hogares, destruyendo la eficacia de vuestros sermones y discursos teológicos.  ¿Creéis que
vuestros niños son tontos, que van a creer que creéis de todo corazón la Biblia cuando
después los dejáis libremente ver programas que contradicen abiertamente las enseñanzas
bíblicas? ¡Al pan llamadlo pan y al vino vino! Si la santidad ha de reinar en vuestras casas,
no puede haber televisión. Escoged, pero no os burléis de Dios pretendiendo que amáis la
santidad y al mismo tiempo introduciendo el mundo de la impiedad en vuestros hogares.
Hace 3 décadas podía uno dudar de tales afirmaciones, hoy él que duda todavía de lo
verdadero de mis afirmaciones es culpable de rebelión contra la ley moral de Dios y hace
violencia a su propia consciencia.
       Ahora bien, todos los que leen estas amonestaciones mías son cómplices conscientes de
la Apostasía, si no se deshacen de la televisión. Pido a Dios que mi programa, a pesar de su
pobre nivel, sea conocido cada día más, para que el fenómeno de la televisión sea
denunciado como el factor más potente del avance de la Apostasía. Creo que el mensaje
central de Sola Fides es: suplicar, amonestar, exhortar, sacudir a mis hermanos para que
quiten, que desconecten, y aun mucho mejor que destruyan públicamente sus televisores.
Estamos en un campo de batalla: lo que intentamos capturar  es la mente de nuestros
oidores derribando los razonamientos, y toda altivez que se eleva contra el conocimiento de
Dios, y  llevando cautivo todo pensamiento a Cristo. Esto lo hacemos mediante el uso de la
espada del Espíritu que es la Biblia. Nuestro enemigo el diablo usa la televisión para
elaborar razonamientos, y toda altivez que se eleva contra el conocimiento de Dios, para
llevar cautivo todo pensamiento en el ámbito carnal. La hora es avanzada hermanos, ya
pasaron los programas decentes, “se destapó la olla”, y la televisión es abiertamente un
instrumento que acondiciona la mente del televidente a la corriente de este mundo. No hay
neutralidad en este conflicto, el Señor Jesús dice. “Pero sea vuestro hablar: sí, sí; no, no;
porque lo que es más de esto, de mal procede”: Mt.V; 37.
      Ahora ¿qué decís: estoy equivocado cuando digo que la televisión es un mundo de
maldad? ¿Sí o No? Si vuestra respuesta es: sí, entonces no la podéis tolerar en vuestro
hogar que ha de ser tierra santa. Si buscáis argumentos, subterfugios, y empezáis a filosofar
para que vuestro sí resulte en la práctica como un no, estáis procediendo mal, y vuestra
piedad es como el roció de la mañana que se evapora al primer comercial que aparece en
vuestra pantalla durante el noticiero de las 8; ¡el comercial de las toallas higiénicas!
Vuestros libros de teología sistematizada, o vuestras filosofías, o vuestros legalismos a lo
estilo : “Soy cristiano : no bebo y no fumo”, no podrán cubrir vuestra insensatez, o vuestra
hipocresía. Nuestra doctrina es conforme a la piedad, esto significa hoy tomar una posición
definida frente al mundo de impiedad que es la televisión. ¿Echarás al mundo de impiedad
de tu mundo, o lo dejarás que siga carcomiendo tu vida espiritual, hasta que tu esposa te dé
clases de teología, (pues ya tiene su doctorado y en vez de llorar te jactas de ello), y tus
hijas clases de taekwondo? Tal como  Elías en 1R.XVIII; 21 cuando dice: “Hasta cuando
claudicaréis vosotros  entre 2 pensamientos…” y no respondieron palabra alguna, así es la
actitud de mis hermanos que no responden claramente, cuando se trata del asunto de la
televisión…Quizás esperáis que descienda  fuego del cielo y consuma vuestros televisores
para decir: “¡La televisión es una abominación delante de Jehová!”. Pero no va a suceder
así hermanos; mi esperanza es que el Espíritu Santo encienda vuestro celo por la santidad, y
os convenza que botéis ese ídolo de vuestra casa. ¡Este fuego, sí creo que puede bajar del
cielo a los hogares de los elegidos!
        Sé que muchos se sentirán ofendidos, y dirán que hay que enseñar con amor y respeto.
El problema es que no estoy enseñando nada; solo estoy diciendo que el pan es pan, el vino
es vino, que la Biblia es santa y verdadera, y la televisión impudicia y mentiras diabólicas
en serie. No estoy dirigiéndome a niños sino a hermanos que leen la Biblia y conocen su
contenido básico. El problema es que la mayoría han caído en un letargo profundo, y un
fuego de inmoralidad está devorando sus casas. Paños de agua no lo van a apagar, así que
por amor a la Verdad, y por amor a mis hermanos: alzo un grito lleno de angustia y de ira
santa para que mis hermanos se despierten. No pretendo ser muy avanzado en mi piedad
pero “en el reino de los ciegos el tuerto es rey”. Así que me falta un ojo, pero con el que me
queda puedo ver que la televisión es un mundo de impiedad que no ha de tener entrada en
una casa piadosa. No puedo dejar de decir lo que veo, ya que parece que mis hermanos han
sido enceguecidos mediante una larga e insidiosa exposición a los programas televisivos;
alguien tiene que alertarlos si los ama.  No podemos esperar que nuestros hermanos
teólogos os anuncien esta verdad; ellos  también tienen televisión en casa y colman la
medida de su ceguera con las teólogas que reciben en sus seminarios. Ahora os pido
hermanos cuyos ojos están abiertos, que empecemos una campaña de oración para que el
Espíritu Santo abra los ojos de nuestros hermanos, y que miles de televisores sean
desconectados, o mejor aún, destruidos públicamente como hicieron los Efesios cuando
quemaron delante de todos sus libros de magia. La televisión es la magia más potente de
Satanás hoy en día; ES LA IMAGEN DE LA BESTIA. Hagamos campaña de oración para
que el pueblo de Dios se limpie de la levadura de impiedad, y que sus hogares sean libres
de la fornicación espiritual y literal que se ha introducido por medio de la televisión. Que el
Espíritu Santo obre un avivamiento poderoso en su pueblo que se ha  endurecido por el
engaño del pecado. ¡Oremos juntos hermanos!
               

  Breves comentarios a Col.II; 8 a 23


     Estos comentarios son un pedido de nuestro hermano Alfonso. Espero que puedan
ayudarle a él y a todos los que los leen. Pido a Dios que la interpretación que hago de ellos
sea correcta, sabiendo que  ninguna interpretación es privada y que el Espíritu Santo en una
sola frase puede expresar varias verdades. Expongo la que veo, según la medida de mi fe.
“Escudriñadlo todo retened lo bueno”.
     Usaremos la Reina-Valera 2010 publicada por Chick Publications, pero cotejando las
otras revisiones RV y la inglesa del rey Santiago, (King James Version: KJV).

     Verso 8: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y vanas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.
      Aquí hay una advertencia, pues se usa un imperativo: Mirad. En efecto Satán el padre
de todas las mentiras tiene su ejército de intelectuales que odian el evangelio de la gracia e
intentan socavarlo. Ellos emplean su conocimiento que han adquirido en sus escuelas e
universidades, conocimiento que el apóstol califica como rudimentario: “conforme a los
rudimentos del mundo”. Pues en  asuntos espirituales, se necesita una mente espiritual, se
necesita la mente de Cristo, y esta no puede ser adquirida en un establecimiento o en un
curso teológico; es don de Dios otorgado en el nuevo nacimiento. (Claro que esa mente ha
de ser desarrollada por el estudio de la Palabra, pero no se obtiene por voluntad humana).
La clase de razonamiento que usan esos enemigos intelectuales es de tipo filosófico; es
decir que rebajan la enseñanza de la Escritura a un nivel humano. Tratan la Escritura como
si fuera de origen terrenal, y por ende como si se pudiera tratar de la misma forma que un
discurso de Socrates o Platón. Usan una lógica, un sistema de interpretación, y una
aplicación que quita a la Escritura su carácter autoritativo. Someten la Escritura a la razón
en vez de someter la razón a la Escritura. Recurren también a sutilezas que son a menudo
interpretaciones o traducciones ambiguas de ciertas palabras o pasajes. Todo el discurso de
ellos se adapta a las tradiciones de los hombres es decir que de una forma o de otra tiene ya
una aplicación en la sociedad presente o pasada; se conforma a su mente terrenal. Pero esto
no es “según Cristo”, no es según la mente de Cristo, según la interpretación del Espíritu
Santo quien es también llamado el Espíritu de Cristo.

     Verso 9: “Porque en El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.


     Cristo es Dios hecho hombre. Misterio inefable pues nadie puede explicar como el
infinito Dios y sus cualidades excelsas pueden caber dentro de la humanidad. Lo enseña
clara y reiteradamente la Escritura, por ende lo creemos.

     Verso 10. “Y vosotros estáis completos en Él, el cual  es la cabeza de todo principado y
potestad”.
     En Cristo tenemos todo porque “En Él vivimos, y nos movemos y somos”, pero Cristo
no es tan solamente el todo de cada cristiano sino que es también la autoridad suprema de
toda autoridad delegada. Jueces, presidentes, reyes, ángeles; todos ellos lo tienen por
cabeza que lo quieran o que lo nieguen: “El muda los tiempos y las edades, quita reyes y
pone reyes”: D.II; 21.

     Verso 11: “En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el
despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo”.
      Aquí se trata de la regeneración por el Espíritu Santo; el apóstol la llama: circuncisión
de Cristo. No es obra humana, y en ella el hombre no mete la mano: “no hecha de mano”.
El aspecto de la regeneración espiritual que describe este verso es el derrocamiento del
poder del pecado que regía nuestra vida antes del nuevo nacimiento. La versión inglesa
autorizada, (KJV), usa el plural, habla de los pecados de la carne. En este capítulo como en
otros pasajes de la Biblia, la palabra cuerpo se debe entender como: realidad, y la palabra
carne como mente terrenal. Así que  esta declaración misteriosa de “despojamiento del
cuerpo de los pecados de la carne”, significa en otras palabras: “derrocamiento de la mente
terrenal cuya realidad, cuyo interés son los diversos  y múltiples pecados que puede
cometer”. La realidad nuestra antes de la conversión era una existencia dedicada a pecar
continuamente siguiendo “la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad
del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. Al nacer de nuevo,
nuestra realidad ha cambiado, la  realidad terrenal ha sido desplazada, despojada de su
poder. Sigue latente en nuestro viejo hombre, pero ha perdido el control absoluto que tenía
antes.
     Verso 12: “Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con Él
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”.
     Esta epístola se dirige a hebreos y por ende usa un vocabulario y términos que son de la
tradición, de los ritos y de la cultura de ellos. Después de hablar de la circuncisión como
una figura del regeneración por el Espíritu Santo, de nuevo usa Pablo un rito judío como
figura de esta regeneración: el bautismo. Muchos se imaginan que el bautismo es un rito
cristiano, a causa de que los traductores dejaron el termino griego como tal: bautismo, en
vez de traducirlo como: lavamiento. Los lavamientos o bautismos son rituales y forman
parte de la ley ceremonial que dio Moisés a los hijos de Israel. Había lavamientos de
objetos como de personas. El agua en ese rito del lavamiento de una persona representa el
E. S. y la Palabra: J. VII; 38, 39, Ef.V; 26. El Espíritu Santo regenera la persona
aplicándole eficazmente su Palabra a la conciencia: es el lavamiento o bautismo por el
agua. Antes de aplicar esa agua, le da la fe en Dios como Salvador poderoso; el mismo que
resucitó a Cristo. La fe es como la mano que al asir la promesa de Dios, le da entrada en lo
profundo de su ser.

     Verso 13: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra


carne, os dio vida juntamente con Él; perdonándoos todos los pecados”…
     Pablo sigue describiendo la regeneración espiritual. Aquí primero habla del estado
anterior a la renovación del Espíritu Santo. Da 2 datos sobre el estado del incrédulo. 1: El
inconverso está muerto en pecados, lo que significa que sus transgresiones de la ley le
acarrean la condenación eterna, pues “la paga del pecado es la muerte”. 2: El inconverso
está en la incircuncisión de su carne, lo que significa que su mente está totalmente cegada,
como dice Ef:IV; 18:”teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de
Dios…”Como ya lo dije la palabra “carne” a menudo significa mente terrenal. Esto lo
comprueba este mismo pasaje pues los  todos judíos son circuncidados en la carne, cuando
les cortan el prepucio, y aquí Pablo les recalca que están en la incircuncisión de su carne; lo
que evidentemente alude a la mente carnal y no a la carne física que ya fue circuncidada 8
días después de su nacimiento físico. Después Pablo habla del resultado de la regeneración
que es una nueva vida espiritual impartida, la cual forzosamente incluye el perdón de los
pecados, pues Dios es 3 veces Santo y en ninguna manera tolerará el pecado en su
presencia , ni aun el más pequeño: “Sed santos porque Yo soy santo” dice Jehová el Señor.
     Verso 14: “Cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que
nos era contrario, quitándolo en medio y clavándolo en la cruz: …”
     El manuscrito de las ordenanzas es la ley ceremonial que dio Moisés a los judíos en el
Sinaí. Estas leyes ceremoniales eran solo figuras del gran sacrificio de Cristo en el monte
Calvario. Todos los rituales y ceremonias apuntaban a Cristo crucificado por nuestros
pecados. Pero no solamente apuntaban a esto sino que eran al mismo tiempo un recuerdo
continuo  y acusatorio del pecado, pues dice Heb. X, 1 y 2: “Porque la ley (ceremonial)
teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede
por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que
se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, ya que los adoradores limpios una vez, no
tendrían más consciencia de pecado”. Esos rituales que siempre recordaban al judío sus
pecados y la necesidad de un sustituto para expiarlos, han sido abolidos en la muerte de
cruz de Cristo Jesús, la cual es el cumplimiento de las enseñanzas rituales. Ya no hay que
usar figuras, pues todas están clavadas, cumplidas, en la cruz.

     Verso 15: “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en sí mismo”.
    Otras revisiones RV y también la inglesa KJV, traducen: “triunfando sobre ellos en ella
(la cruz)”, lo cual es obviamente el sentido.  Los principados y las potestades son de 2
clases: humanas y diabólicas. En efecto el diablo es llamado: príncipe de este mundo 
(J.XII; 31) y príncipe de la potestad del aire (Ef.II; 2). Podríamos decir que él ha sido
despojado de su poder de fiscal delante de Dios. Ya no puede acusarnos más, pues en la
Cruz hemos sido perdonados y aun justificados. Respecto a la justicia y a los gobiernos
humanos aunque han sido instituidos por Dios y han de ser obedecidos, ellos también han
sufrido un despojamiento de su autoridad; en cuanto a asuntos espirituales no están
habilitados a juzgarnos, pues Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, y
ningún organismo humano puede castigarnos legalmente por cuestiones espirituales, 
siendo la excomulgación el único castigo que la iglesia local pueda infligir al creyente. Ese
despojamiento se ha efectuado en la cruz públicamente porque ahí se vio la injusticia de la
justicia humana, y la perversión de las autoridades tanto religiosas: el Sanedrín, como
civiles: el gobernador romano. Ambas autoridades crucificaron al Justo, mediante falsos
testimonios por parte de los judíos, y complicidad de la autoridad romana que declaró
varias veces a nuestro Señor Jesús inocente, y no obstante ordenó su ejecución. Fue
mediante la mentira que Cristo fue condenado, y esto se hizo público con el letrero que
clavaron en la cruz, donde estaba escrito en 3 idiomas: hebreo, griego y latín que Jesús de
Nazaret era el rey de los judíos. En la Cruz se hizo notorio que no fue crucificado por ser un
blasfemo o un criminal sino por ser un rey, ¡y esto lo declaró la misma autoridad romana!
Sabiendo que el padre de las mentiras es Satanás, ahí él fue también puesto al descubierto,
ahí fue exhibido entre otras cosas que él es mentiroso y homicida: J.VIII; 44. Fue un triunfo
completo pues el gobierno civil pretende hacer respetar la justicia y cometió ahí el peor
crimen de la humanidad, la autoridad religiosa se jacta de conocer a Dios y de enseñar sus
mandamientos y ahí crucificó a su Mesías y rey, al Dios encarnado, y el diablo que siempre
busca destruir la obra de Dios, ahí mismo por medio de la muerte Cristo  destruyó al que
tenía el imperio de la muerte esto es al diablo: Heb.II; 14.

     Verso 16: “Por tanto nadie os juzgue en comida y bebida, o respecto a días de fiesta o de
luna nueva, o de sábados;…”
     Ahora Pablo empieza a tratar de las consecuencias de la abolición de la ley ceremonial y
del sacerdocio levítico. El cristiano esta bajo la ley de libertad, como bien dice Sant.II; 12:
“Así hablad, y así haced como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad”. Los
judíos bajo la ley de Moisés debían hacer distinción en lo que consumían y tenían que
guardar ciertos días. El cristiano ahora es libre de estas leyes, libre de guardarlas o de
olvidarlas, cada cual ha de actuar según su conciencia. La tradición ha impuesto el domingo
como un nuevo sábado cristiano. La idea era buena, pero establecerlo como ley para todos
fue un error, pues no se puede juzgar a un hermano en cuestiones de días festivos.

     Verso 17: “que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.”
     Esas leyes concernientes a alimentos y tiempos eran figuras de la realidad que
disfrutamos en Cristo. Así que la palabra cuerpo significa realidad, y el sentido de: “mas el
cuerpo es de Cristo” es que la realidad de lo que tipificaban esas sombras era la misma
persona y obra de Cristo.      Tomemos por ejemplo la distinción entre animal puro e
impuro. El animal puro que se podía consumir y presentar en los sacrificios, había de tener
pezuña hendida y tenía que rumiar. Si solo rumiaba era impuro como el caballo, si solo
tenía la pezuña hendida como el cerdo era también impuro. Lo cual era la sombra o la
figura de los 2 tipos de hombres que existen en el mundo. A la verdad no hay 3 razas de 
hombres sino 2: los hijos de Abraham; el padre de la fe, y los hijos del Maligno; los
incrédulos. Los creyentes se caracterizan por 2 cosas: 1. La Palabra de Dios que es más
cortante que toda espada de 2 filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu, ha operado
esta división en ellos.  Ya no viven según sus afectos, según su propia voluntad, según sus
razonamientos, sino que viven según su conciencia; el espíritu dirige al alma. Los
incrédulos viven una vida anímica, los creyentes viven una vida espiritual si andan
conforme a su vocación. 2, los creyentes rumian la Palabra de Dios, la meditan de día y de
noche, y crecen por medio de ella, es su leche no adulterada: 1P.II; 23. Muchos falsos
hermanos y aun incrédulos declarados, leen y estudian la Biblia, pero no la rumian, no le
sacan el jugo; la sustancia que nutre el alma y vivifica el espíritu. No están capacitados para
ello; se quedan con la letra, pero no captan lo dice el Espíritu. Un niño recién nacido en
Cristo, puede ser analfabeta, pero entiende real y experimentalmente lo que significa: Jesús
es el Señor, y esto lo hace caer a menudo de rodillas derramando su alma  en acciones de
gracias. Un falso ministro de la Palabra, puede estar cargado de títulos en divinidades, y
doctorados en hebreo en griego en arameo en latín, en teología reformada, pero estas 4
palabras: Jesús es el Señor, no las entiende. Puede hacer discurso y tesis sobre ellas, pero
no sabe lo que significan, es un pobre ignorante engañado y engañador. En cuanto al
significado de los sábados; ellos apuntaban al pacto de la gracia. El reposo obligatorio
tipificaba la salvación por fe sin obras. El creyente se salva por medio de la fe en la persona
de Cristo, ha de descansar completamente en Él, y considerar toda obra personal como
trapo de inmundicia, (Is. LXIV; 6), si uno pretende ganar su salvación por sus meritos o
completar la salvación que Cristo nos ganó en la cruz pues: “Por un solo sacrificio,
perfeccionó para siempre a los que son santificados”. Es triste pero la gran mayoría de los
buenos teólogos cree que como el sábado está en el Decálogo, es por ende una ley moral.
Pero no lo es, para los cristianos, contrariamente a los otros 9 mandamientos. No tener
dioses ajenos delante de Dios, no hacer imágenes, no matar, no hurtar, todos esos
mandamientos no son metáforas de otra realidad superior, no son figuras o tipificaciones.
Hay que recibirlos sencillamente y literalmente. Es inmoral hacer una imagen de Dios a
quien ningún ojo ha visto ni puede ver, pues Él habita en luz inaccesible y por lo tanto
hacer una imagen de El es fabricar una mentira, y mentir a sus prójimos es también
inmoral, pues la ley se cumple en no hacer al prójimo lo que uno no quiere que se le haga.
La mentira que sea contra Dios o contra el prójimo es siempre inmoral, es siempre pecado.
Pero que un cristiano tenga que trabajar el domingo o el sábado, no es siempre inmoral, no
es siempre pecado, como muchos creen, En efecto el día de reposo es bueno para el cuerpo,
y para la mente, pero no es en sí mismo una ley moral. En ciertas circunstancias puede ser
inmoral trabajar el sábado o el domingo, pero son las circunstancias, culturales o personales
que determinan si es inmoral o no, guardar un día especial en la semana, o varios días
especiales en el año. En efecto Ez.XX; 12 dice así: “Y les di también mis sábados para que
fuesen por SEÑAL entre Mí y ellos, para que supiesen que Yo Soy Jehová que los
santifico”. Por lo cual el domingo cristiano es una señal, no es una realidad, apunta a una
realidad espiritual. Es una buena señal pero no santifica, sino que tipifica la santificación
por medio de la fe en la obra de Cristo en la cruz. ¡Cuantos se aferran a las sombras y no
alcanzan asir el cuerpo que proyectó esas sombras!

     Verso 18: “Nadie os prive de vuestra recompensa, afectando humildad y adoración a los
ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente
carnal,…”
     Este verso es una buena descripción de los heréticos, y particularmente de los católicos y
neo-pentecostales. Tenemos una carrera que correr y un premio que nos espera si ganamos.
Pero hay que correr según las reglas, y en nuestra carrera Cristo es todo: el principio, el fin,
y el medio. Pero Satán envía a sus ministros que vienen a hablarnos de sus vírgenes
milagrosas, o de sus revelaciones angelicales. ¡Y claro que no solo pregonan los mensajes
que recibieron de los demonios sino que piden la adoración de ellos!

     Verso 19: “y no asiéndose de la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado
por la coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.”
     Esos ministros de mentiras cayeron por no tener una relación verdadera con el verdadero
Cristo. Aquí el apóstol nos habla del cuerpo místico de Cristo: la Iglesia universal, y su
relación con su Cabeza; la persona de Jesucristo. La Iglesia fue creada para Cristo, como la
mujer fue creada para el hombre. Por ende de ÉL recibe ella su razón de vivir, y su
alimento que le da el crecimiento, lo cual es la Palabra no adulterada. No obstante esta
palabra por medio de la cual todo el cuerpo de los creyentes es nutrido directamente, y cada
uno personalmente, tiene ligamentos y coyunturas, que son los apóstoles, profetas,
evangelistas, maestros y pastores, que fueron instituidos por Dios para que la Palabra sea
asimilada correctamente por todos, a fin de perfeccionar a los santos: Ef.IV; 11.
(Evidentemente hoy ya no hay apóstoles, ni profetas, quedan pocos pastores, y los
ministerios de evangelistas y maestros son los que hoy permanecen y aun prosperan más,
pues “la ciencia aumentará” dijo Daniel hablando de los últimos días). Pero queda claro que
el crecimiento lo da Dios que sea directo o indirecto. Todos aprendemos más cosas
indirectamente que directamente.

     Verso 20 y 21: “Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos de este mundo,
¿por qué, entonces, os sometéis a ordenanzas tales como: No toques, no gustes, no
manejes…”
     El cristianismo es una religión 100% espiritual, y lastimeramente por lo general uno se
da cuenta de esto cuando uno  llega a la madurez, y no antes.  Se usan los 2 sacramentos
para enseñar los rudimentos de ella a los inconversos. Pues estoy persuadido que el
bautismo de agua no tenia que permanecer vigente en la Iglesia una vez que se comprobó
que el tiempo de los judíos había de llegar después de que la plenitud de los gentiles haya
entrado, porque era un ritual judío desde los días de Moisés, mientras que la Santa Cena fue
instituida por nuestro Señor hasta el fin de esta dispensación. Lo que importa es Cristo en
nosotros; la esperanza de gloria, y si aun los sacramentos no son de edificación sustancial
para los creyentes, cuanto menos preocuparse por buscar crecimiento y santificación en
enseñanzas rudimentarias, es decir en ceremonias que inventan los hombres. “El de su
voluntad nos hizo nacer por la Palabra de verdad”, y por ella crecemos.  No tenemos que
buscar ayuda en ceremonias y elementos físicos para conocer la Verdad. Dios es Espíritu y
no vamos a crecer comiendo el pan y bebiendo el vino de la comunión, sino oyendo
diligentemente su Palabra escrita.

    Verso 22: “(todas las cuales habrán de perecer con el uso), según mandamientos y
doctrinas de hombres?”
     El pan, el vino, el aceite, el pescado, la carne con sangre o sin sangre, el algodón, el lino,
o la tela sintética, todas estas cosas no tienen ningún poder para santificar. Las cosas
invisibles como el espíritu y el alma no se perfeccionan con cosas visibles, las cosas
eternas, no se mejoran con cosas pasajeras que el tiempo y el uso desgastan. Pero siempre
hay doctores en vanidades que están listos para imponer cargas inútiles a los hombres. El
papado diabólico ha siempre sido el campeón en esa clase de enseñanzas rudimentarias y
falsas. Y desgraciadamente, el protestantismo no ha escapado de las influencias del
catolicismo de donde surgió. Las iglesias luteranas y anglicanas han conservado toda esa
tradición vestimentaria para adornar a sus ministros, y darles una apariencia de santidad
especial. Igualmente muchas iglesias evangélicas modernas han inculcado a sus feligreses
que abstenerse de beber vino o cerveza, tiene cierto poder santificador. En cuanto a los
pentecostales, ¡ellos ven al diablo dentro de una botella de cerveza, pero no lo ven cuando
tumba sus aficionados al piso!

     Verso XXIII: “Tales cosas tienen a la verdad cierta apariencia de sabiduría en adoración
voluntaria, en humildad, y en duro trato del cuerpo, pero no tienen ningún valor para la
satisfacción de la carne.”
     Esas abstinencias y reglamentos provienen de la sabiduría terrenal y diabólica y son una
especie de exposición teatral del culto de adoración, de la humildad pretendida, y de la
lucha contra los deseos carnales. La versión inglesa KJV dice: “tales cosas son  ciertamente
una muestra de sabiduría en el culto voluntario, en la humildad, y en el dejar de ocuparse
del cuerpo”.  Todo esto es externo; el culto que se orquestra como una obra de ópera, la
humildad que se distingue con ropas inconfortables y exageración en los modales, (cuando
ordenan curas en Roma, los futuros curas tiene que estar tirados al piso boca abajo para
mostrar su total renuncia a su propia voluntad; ¡solo falta que el anticristo de turno les
ponga su pie en la nuca!), y el duro trato del cuerpo que consiste en pasar hambre, frio, sed,
y otras pequeñas torturas físicas sistematizadas. El evangélico moderno se morirá de sed si
no hay otra cosa para beber que una cerveza fría…Todas estas cosas no tienen valor alguno
contra los apetitos de la carne traduce la RV 1960. Creo que es la traducción más correcta,
(no le veo sentido en este caso a la 2010, ni a la 1909, y a la KJV, le faltaría una coma o
una palabra para que adquiera  el sentido correcto). De hecho la 1960 describe el valor nulo
de tales mandamientos y doctrinas de hombres. En efecto ellos han inventado esas reglas
para que el hombre nuevo se desarrolle y el hombre viejo se paralice, pero es
completamente inútil, esto no tiene ningún valor. Los apetitos de la carne, es decir los
propósitos, anhelos y ambiciones de la mente terrenal, no se subyugan con métodos físicos,
o con actitudes mecánicas. Uno no es humilde por llevar harapos, pues hay mendigos más
orgullosos que reyes, y hay ascetas que tienen más lujurias en sus mentes que los
polígamas. El hombre terrenal no se hace espiritual con reglamentos sobre comidas,
vestidos, posiciones etc. El hombre terrenal es siempre terrenal; si le quitas sus juguetes se
enfada, y si se le otorgas quiere nuevos, no se satisface con lo que tiene, siempre quiere
más. La única forma de mantenerlo en su sitio es decir crucificado, es andando en el
espíritu: “andad en el espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, porque el deseo de la
carne es contra el espíritu, el del espíritu contra la carne, y estos se oponen entre sí para que
no hagáis lo que quisiereis”. Jesús dice en J.VI; 63: “El Espíritu es el que da vida; la carne
para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”.  Si la
Palabra de Cristo mora en abundancia en nosotros, si las meditamos de día y de noche, el
hombre nuevo crecerá, y el hombre viejo menguará. El hombre viejo que tenga un
estomago vacio, o lleno, que tenga vestidos de gala o de mendigo, no cambia es siempre
viejo, terrenal y diabólico, solo piensa en las cosas de abajo, el hombre nuevo igualmente
no le afecta el vestido o el régimen alimentario, es siempre espiritual, solo la Palabra de
Dios lo satisface, y piensa en las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de
Dios Padre. Lo repito el cristianismo es 100% espiritual y la Palabra de Dios es su esencia y
su poder.   

                   

NUESTROS MAESTROS

   Para los que  tienen los ojos abiertos y no están atados por la tradición que  ha hecho creer
a la mayoría de los creyentes que su denominación o su iglesia local nunca caerán en la
gran Apostasía la cual está siguiendo su curso profetizado en 2 Tes. II; 3, tengo un mensaje
que puede ser útil para evitar caer en extremos perniciosos para nuestro crecimiento
espiritual.
     El hecho de que las iglesias protestantes se han transformado en Babilonia, no significa
que sus maestros eran falsos, tampoco por ser la iglesia de Roma la sede del Anticristo no
deja de haber tenido en su seno  grandes maestros como Ireneo, Clemente, Ambrosio,
Agustín, y aun Bernardo de Clairvaux. (Y quedan aun todavía en las iglesias protestantes
unos buenos maestros). Así que por un lado hay que estar consciente de que  las iglesias
han caído y están cayendo en la Apostasía, y por ende hay que salir de ellas, y por otro lado
que necesitamos la enseñanza de los maestros que han ministrado en esas iglesias que
antaño eran fieles a la Palabra pero que hoy han caído. Dios ha instituido pastores y
maestros: Ef.IV; 11,  pero debido a la situación peligrosa en que vivimos hoy es riesgoso
estar sujeto a un pastor, pues él está sujeto a una organización que sigue la corriente de este
mundo conforme al ejemplo de la iglesia de Laodicea: Ap.III; 14 al 18. No obstante
escuchar a los maestros del pasado, no es útil sino indispensable para crecer en el
conocimiento de Dios. Digo del pasado porque en el presente son pocos y la mayoría de
esos pocos, amarrados al sistema que los remunera económicamente. Sin embargo hay unos
de los de hoy que vale la pena escuchar. Hay básicamente 2 reacciones carnales frente a los
maestros que Dios usa para instruirnos. Una es el rechazo de ellos, otra es el apego a ellos.

     El rechazo.
     Esta actitud carnal es fruto del orgullo espiritual. Como decía Lutero: “El peor papa, es
él que llevamos adentro”. Todos tenemos esa corrupción innata que está exacerbada por
haber sido destronada en el día de nuestra regeneración. Ha sido destronada y Cristo ha sido
entronizado  en su lugar. No obstante queda viva y la nueva naturaleza que Dios nos ha
impartido se deja a veces engañar por el viejo hombre que es astuto, pues tiene al rey de los
astutos y mentirosos a su lado. El argumento que  esgrime cuando uno todavía no se da
cuenta de la profundidad y de la realidad de su propia depravación, es que  siendo nacido de
nuevo, has recibido al Espíritu Santo que te enseñará todas la cosas pues dice la Escritura:
“Pero la unción que recibisteis de Él permanece en vosotros y  no tenéis necesidad de que
nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas…”, (claro que pasa
por alto el plural, pues cada iglesia local tenía sus maestros y pastores que debían escuchar,
sin necesitar nadie más del exterior; lo cual es el principio bíblico de las iglesias bautistas).
Este es el razonamiento que elabora la naturaleza carnal para que el creyente reciba el título
de  doctor “sabelotodo”, el cual al fin y al cabo poco sabe, porque Dios al altivo mira de
lejos, y no le comunica las riquezas del conocimiento y de la sabiduría que están
escondidos en Cristo Jesús.

     El apego.
     Es también una actitud carnal producida por el alter ego. El hombre que no se deja
enceguecer por su propio ego, cae a menudo en la trampa del alter ego. El que posee un
poco de sinceridad y honestidad se da cuenta de que su conocimiento y su intelecto es
limitado y por ende tiene que recurrir a maestros que le comunican lo que por sí mismo no
habría sido capaz de descubrir.  Este caso es netamente preferible al anterior y permite un
cierto crecimiento espiritual. No obstante pronto llega el estancamiento porque el discípulo
se apega tanto a ciertos maestros que deja a un lado la instrucción directa del Espíritu Santo
y también la de otros maestros que tienen conocimiento para impartir. Muchos se encierran
en cierta escuela de pensamiento teológico, y no quieren analizar lo que dice otro si no es
de su corriente. Su visión no puede ir más allá de su credo, o de su tradición llámese
presbiteriana o  metodista o bautista o luterana etc. Han recibido la verdad dentro de un
contexto específico, y se imaginan que el Espíritu Santo no puede soplar fuera de las 4
paredes de su instituto bíblico o de su tradición reformada.
     Recuerdo cuando Dios me mostró la doctrina de la salvación por fe solamente usando al
gran Reformador: Martin Lutero. Leía casi únicamente los tratados y obras de Lutero; y hay
muy buenos que sigo aconsejando como por ejemplo “El siervo albedrío”,  que es una joya
de enseñanza esencial para el crecimiento espiritual y un buen entendimiento de la
Escritura.  Lutero era mi alter ego en aquel tiempo; pues me había liberado de las tinieblas
del papismo, y llevado a la luz del evangelio bíblico de la gracia. Pero lo que pasa a todos
los niños, me pasó también a mí como hijo espiritual de Lutero; creía todo lo que decía mi
padre espiritual, y ¡no todo lo que decía Lutero era correcto!  No obstante Lutero me había
inculcado las bases para proseguir: Sola Fide, Sola Scriptura, y el Paracleto que empezó la
buena obra nosotros los elegidos, la terminará.  No la ha terminado todavía pero el Espíritu
Santo me ha llevado al calvinismo, sin repetir el mismo error de hacer de Juan Calvino un
nuevo alter ego. “Escudriñadlo todo retened lo bueno” dice la Escritura, a esto me atengo y
por ende soy calvinista en los 5 puntos del calvinismo, pero el amilenarismo, el
pedobautismo y otros puntos de vista que sostenía Calvino no me convencieron.
    Por lo cual hay que evitar caer en estos 2 extremos. Hay que saber que nuestro único
Maestro es Dios, quien nos instruye por lo general mediante sus maestros, y también de vez
en cuando directamente por el Espíritu Santo. Hay que estar a la expectativa, sabiendo que
el viento sopla de donde quiere y no sabes por dónde te va a llegar. Evidentemente hace
siglos que el Espíritu Santo no tiene nada sustancial que enseñar por los maestros católicos,
ni hoy por los pentecostales y muy poco por los arminianos, y no pierdo el tiempo
escuchando a esos. Pero en los maestros reformados, presbiterianos, bautistas,
congregacionalistas, metodistas (no todos son arminianos: Lloyd Jones era calvinista),
dispensacionalistas, fundamentalistas, independientes etc. Hay mucho material de buenas
enseñanzas en las varias ramas de la teología. ¿Qué tiene que ver Watchman Nee con A.A.
Hodge, o Mac Arthur con Toplady, o Ladd con Ryrie? Aparentemente poco , pero en
realidad mucho, pues a pesar de sus diferencias y sus discrepancias tienen al mismo
Espíritu Santo que los ha iluminado sobre el mismo Cristo, pero a unos los ha dejado errar
en unos puntos, y a otros les ha enseñado nuevas cosas. Ninguno está exento de errores,
pero todos tienen cosas que enseñarnos. Por ejemplo Hodge el presbiteriano, defendiendo el
bautismo de los niños por aspersión, me ha dado la clave para comprender que el bautismo
de agua es un rito judío y  que por ende ¡no fue instituido por nuestro Señor Jesucristo
como todos los teólogos creen (excepto los Cuáqueros si no me equivoco)! He reparado
también que los 2 maestros de los cuales he sido más asiduo oyente han sido muy
independientes en su formación, pues no se graduaron en institutos, eran más bien
autodidactas, muy independientes en sus ministerios, y en ruptura con la corriente que
desde sus días ha estado llevando a las iglesias evangélicas a la Apostasía que hoy vemos
claramente, se llaman: C.H Spurgeon y A. W. Pink.
     Antes de animaros a conocer a Pink, concluiré aconsejando a mis lectores, a retener lo
bueno que han aprendido, y especialmente los 5 puntos del calvinismo sin por ello
encerrarse en una tradición o en un consenso general. No olvidéis hermanos que la Reforma
empezó cuando un solo hombre, un pequeño monje de una pequeña universidad de
Alemania, se enfrentó a todo el sistema religioso tradicional establecido desde hace siglos,
y casi lo echa al piso “porque lo vil del mundo y lo menospreciado ha escogido Dios, y lo
que no es  para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”: 1 Cor.I; 28 y
29. La verdad es como el viento; no se encierra en un convento, y  no se amontona detrás
de respetables instituciones, sopla de donde quiere, e impulsa nuestra barquilla con éxito si
aprendemos a manejar el timón y las velas.

 
          Conociendo a un gran maestro:      Arturo W. PINK.

  Hermanos, aquí os doy una interpretación verdadera que no está conforme con la
interpretación tradicional. Es del hermano Arturo W. Pink y se encuentra en sus
comentarios a los Hebreos VI; 1 al 3. Es el artículo 23. El tiene muchas interpretaciones
que son verdaderas y contradicen las escuelas de interpretación. Lastimeramente los
comentarios de pasajes bíblicos de Pink se encuentran  en ingles (www.spurgeon.org ). Os
cuento de que entre todos los comentaristas de la Biblia que he leído como Lutero, Calvino,
Spurgeon, Gill, Owen etc. No hay ninguno que tenga un discernimiento tan agudo de la
Escritura. Dios le ha dado de ver, a la luz de la Escrituras, lo que dice realmente la Escritura
en muchos pasajes. Nos descubre cosas que durante siglos otros teólogos no habían visto, lo
cual nos confirma que la revelación de la interpretación de la Biblia es progresiva, y que
hay que estar atento a lo que Dios nos quiere revelar hoy. La Reforma no es solamente un
periodo de la Historia, tiene que seguir, y tenemos que ser reformados reformándonos…
Pink expresa claramente las cosas que el E.S. le muestra en la Palabra, no usando un
lenguaje filosófico destinado a eruditos que al fin y al cabo terminan filtrando el mosquito y
tragándose el camello, sino que acomoda lo espiritual a lo espiritual de forma entendible
para todos. Confieso que me deleito en sentarme  a los pies de este maestro para oír sus
comentarios, pues Dios ha instituido maestros, para que los oigamos. Oíd pues y ved si no
es así. (No os doy una traducción de su artículo solo os doy la interpretación que él ha
hecho, en mis propias palabras).

     Heb.VI; 1 y 2:” “Por tanto dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección; no echando otra vez UN fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de los bautismos, de la imposición de manos, de la
resurrección de los muertos, y del juicio venidero”.
    Los teólogos como Calvino y Owen, cuando leen esto, (y nosotros también), piensan que
aquí se trata de los rudimentos de la religión cristiana como el arrepentimiento del pecado,
la fe en el trino Dios, los bautismos de agua en el nombre del Padre del Hijo y del E.S. y de
regeneración espiritual, de la imposición de manos como lo hacían al principio los
apóstoles etc. Pink dice que están equivocados. En primer lugar dice él; hay que siempre
tener en mente que es una epístola escrita para judíos convertidos al cristianismo  que
siempre tenían la tentación de volver al judaísmo. Así que aquí no se está hablando de pasar
de la enseñanza cristiana básica a una enseñanza cristiana más elevada. No se está diciendo
que hay que dejar atrás los rudimentos de la doctrina cristiana para avanzar en un
conocimiento superior en la doctrina cristiana, no, se exhorta a los hebreos a que dejen atrás
los rudimentos de la doctrina Cristo que se encuentran tipificados en el judaísmo, en sus
enseñanzas concerniente la circuncisión , los sábados  y todas sus ceremonias. La doctrina
de Cristo  estaba presente en forma elemental, básica, rudimentaria en la Ley. Aquí Pablo
se refiere a 6 de estas.

     1: “El fundamento del arrepentimiento de obras muertas”.


     Las obras muertas no son los pecados que en el NT son llamados: mala obras, (Col. I;
21). Solo en Hebreos se repite 2 veces esta expresión obra muertas, la segunda vez está en
el capítulo IX; 14.  La traducción correcta de “dejando los rudimentos”, es “habiendo
dejado un fundamento”, es decir que esos hebreos ya había abandonado el arrepentimiento
que se tipificaba en los sacrificios de la ley. Esos sacrificios de la ley eran obras muertas,
imágenes del arrepentimiento y salvación que se encuentran al pie de la Cruz del Calvario:
“lo cual era imagen de aquel tiempo presente en el cual se ofrecían ofrendas y sacrificios
que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que servía con ellos”. Los
sacrificios de la ley son obras muertas, no tienen vida en ellos para limpiar la conciencia, y
a menudo eran ofrecidos por personas muertas espiritualmente. El arrepentimiento de las
ceremonias judías es solo una metáfora, una imagen del arrepentimiento verdadero en
Cristo Jesús. Habiendo salido de este sistema rudimentario de la doctrina de Cristo no
podían volver a esas sombras que la ley ceremonial proyectaba, cuando estaban bajo ese
ayo.
     2. “la fe en Dios”
     El Dios que habían conocido en el pacto de la ley era el Dios del monte Sinaí, y ahora
tenían que conocerlo como el Dios del monte de Sion; el Padre celestial que nos ha
adoptado en su Hijo Unigénito.
     3: “la doctrina de los bautismos”
     Siempre dejar el término griego en el NT conlleva confusión en la mente del lector.
Bautismo en el griego del NT significa: lavamiento o inmersión en agua. Los lavamientos o
bautismos eran cosas muy corrientes en la antigua dispensación de la Ley. Se lavaban las
personas, los utensilios, las camas. El sacerdote para entrar en función tenían que lavarse en
agua (bautizarse en idioma griego), el gentil que adoptaba la religión judía también tenía
que empezar por un lavamiento ritual, es decir un bautismo. Eran rituales de purificación
que apuntaban al lavamiento del agua por la Palabra: Ef.V; 26,  y a la acción del Espíritu
Santo: J.VII; 38, 39.

     4: “La imposición de manos”


     Otro ritual muy practicado en el judaísmo. A menudo se imponía las manos sobre el
animal del sacrificio: Lev.XVI; 21.

     5: “la resurrección de los muertos”


     Los judíos esperaban también la resurrección de los muertos: el libro de Job lo declara,
Daniel XII; 2 también, y Pablo lo testifica en claramente en Hechos XXIV; 14 y 15,
diciendo “…teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos así de
justos como de injustos, la cual también ellos (los judíos) esperan”.

      6: “el juicio eterno”


     Los judíos sabían que después de la resurrección había un juicio: Ec. XII; 14. Lo que no
sabían es que hay 2 juicios. El tribunal de Cristo para los santos que participan de la
primera resurrección, y el juicio del gran trono blanco para los demás, después del reino
milenial.

     Son 6 las enseñanzas rudimentarias de la doctrina de Cristo que los judíos tenían en la
Ley y en los profetas. Es notorio que el 6 es el numero del hombre natural que no ha
alcanzado la perfección que solo está en Cristo. Por lo cual dice  de cierta forma en el verso
uno: “vamos adelante a la perfección, dejando esa enseñanza rudimentaria elemental que se
encuentra en el judaísmo”. La perfección es la religión cristiana y tiene 7 enseñanzas
básicas no 6 como especifica Ef.IV; 4 a 6: “…un cuerpo, y un Espíritu…una misma
esperanza…un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos”

     Espero que esta enseñanza hermanos os de ganas de escuchar más a nuestro hermano
ingles Arthur W. Pink. Tiene montones de perlas para regalar a sus oidores; perlas que le
fueron regaladas por el Dador de todo don perfecto. Os doy otra de paso, que ayer leí en sus
comentarios de Hebreos: en Gen.II; 17 donde aparece por primera vez esta expresión muy
solemne que es un hebraísmo que denota certeza eterna e inmutable, la cual se podría
traducir como: “muriendo morirás”. Fue el primer Decreto solemne de Dios, y es promesa
de muerte. La segunda misma forma de hablar similar fue en Gen. XXII; 17, donde dice
Jehová  a Abraham:”bendiciendo te bendeciré y multiplicando multiplicaré tu simiente”, y 
es  promesa de vida para el creyente que es hijo de Abraham en el espíritu. Hoy también
aprendí que Melquisedec no era una teofanía; el Cristo pre encarnado,  sino un hombre de
carne y hueso como nosotros, pues el verso 3 de Heb.VII, no compara el hombre
Melquisedec con otro hombre sino el sacerdocio que él desempeñaba con el sacerdocio
levítico que era basado sobre la genealogía, y tenía un principio de días a los 30 años: Num-
IV; 3 y un fin a los 50: Num.VIII; 25. Además era rey de Salem lo cual era un nombre
anterior de Jerusalén: Salmo LXXVI; 2. Así que Melquisedec tipificaba a Cristo pero no
era Cristo, y su sacerdocio era similar y anterior en función al de Cristo, pues se basaba
sobre un llamamiento divino no sobre una casta sacerdotal. ¡Tantos años creyendo yo que
Melquisedec era una aparición de Dios Hijo en forma humana, basado sobre una
interpretación común del verso 3 de Heb.VII!
     Pink fue pastor, evangelista, comentarista; era autodidacta, y ya veía la apostasía en las
iglesias protestantes. Ministró la Palabra en Inglaterra, EEUU y Australia. Quisieron darle
el título de Reverendo y lo rechazó. Ahora como cualquier maestro humano ha errado en
ciertos puntos como por ejemplo en su concepto del Anticristo: “Errare humanum est” (el
error es humano). Pero fue uno de los mejores maestros que Dios haya usado para su
Iglesia. Era independiente y fundamentado en una soteriología calvinista. Autor prolífico de
comentarios de la Biblia de muy alta calidad y claridad. Pink como todo maestro genuino
ha sido el mismo oidor asiduo de los grandes maestros que le precedieron, escudriñándolo
todo reteniendo lo bueno de ellos. Fue premilenialista, se volvió amilenialista en un tiempo
y terminó su carrera volviendo al premilenialismo. Arturo se fue para la gloria en
1952.                                                          

                   

¡CANTAD A JEHOVÁ!

     “Cantar es orar 2 veces” decía Martin Lutero. La Biblia nos manda diciendo en el Salmo
XCVI; 1 2 y 3: “Cantad a Jehová cántico nuevo, cantad a Jehová toda la tierra, cantad a
Jehová, bendecid su Nombre…” y en muchos otros pasajes nos exhorta a cantar en nuestros
corazones al Señor, y a hablar entre nosotros con salmos, con himnos y cánticos
espirituales. El libro de los Salmos está escrito para cantarlo acompañando el canto
instrumentos de música: S.CL; 3, 4, 5. En el cielo estaremos cantando, y aquí también en la
tierra el Espíritu nos alienta a cantar a Dios. Desde el principio la música y los cantos
forman parte de la vida espiritual de la Iglesia. Es algo bíblico e histórico. Unas iglesias han
querido limitar el canto a los Salmos, otras han promovido nuevos himnos, unas han
limitado los instrumentos y los géneros de música, otras han sido más amplias. Sin embargo
el único requisito que tienen que cumplir los himnos y los cánticos es que sean espirituales:
Col.III; 16, lo que implica un cierto grado de reverencia.
     Como siempre lo repito, y este es una de las principales razones de la existencia de este
programa “Sola Fides”, estamos en la apostasía que ha de ocurrir antes de la toma de poder
del Anticristo escatológico y de la Parusía: 2 Tes.II; 3. Siempre insisto en que la señal más
evidente de la decadencia de las iglesias es que las mujeres hoy en las congregaciones ni se
callan ni están sumisas, ni llevan faldas y pelo largo en muchos casos, sino que hablan,
dirigen las oraciones, suben al pulpito , enseñan a los hombres y tienen dominio sobre ellos.
Es una vergüenza total y un menosprecio horrible de la autoridad de la Biblia. Cuando las
hermanas de Jope recomiendan Dorcas a Pedro en Hec.IX; 39 no  le muestran sus sermones
o sus tratados que escribió para la congregación sino que le muestran las túnicas y los
vestidos que ella hacía. ¡Hoy hay hermanos que se jactan de que sus esposas van a un
seminario a estudiar teología, lo cual no formará una Dorcas sino una Jezabel! A la verdad
no entiendo como un cristiano puede quedarse en una banca y seguir en el culto dominical
de la iglesia local como si todo esto fuera normal. Estoy aterrado de la ceguera crónica que
sufren los que participan en esos cultos de las iglesias evangélicas. Claro que gran parte de
la explicación de esa enfermedad está en sus hogares donde todos tienen la televisión que
décadas tras décadas  ha ido conformándolos a este mundo que está bajo el Maligno.
Juntamente con el fenómeno satánico de las mujeres que hablan en las iglesias, (pues toda
destrucción de la autoridad instituida por Dios es diabólica), vemos también un fenómeno
musical que destruye lo espiritual para favorecer lo carnal. Desde fines del siglo XX, poco
a poco como el feminismo, se ha introducido la música mundana que no celebra a nuestro
glorioso Dios sino que mueve la carne como en un concierto de rock. Estos 2 fenómenos
son elementos indisociables de la gran Apostasía.
     Mientras se ha discutido filosóficamente sobre este tema, el flagelo se ha expandido.
Ahora bien, al libertinaje no hay que arrostrarlo con el legalismo. El libertino dice: “Toda
clase de música puede usarse para celebrar a nuestro Dios”, y el legalista dice en cambio:
“Solo una música se puede usar para celebrar a nuestro Dios, y es la mía”. Miremos pues a
esas 2 posiciones extremas y opuestas, y daremos nuestra opinión que está entre estos 2
extremos.
     El que dice que toda música puede servir para alabar a Dios, se olvida de la majestad de
Dios, se olvida que si hemos de agradarle con nuestros canticos e himnos, ha de haber
temor y reverencia porque nuestro Dios es fuego consumidor. La santidad no es una
cualidad Suya, es su esencia.  Músicas como el rock, el disco, el reggaetón, la champeta, el
rap, el hip-hop, no tienen ni un ápice de reverencia sino que al contrario promueven la
irreverencia, la lascivia, la obscenidad, la rebeldía, todo lo que es contrario a la decencia y a
la moral cristiana. El rock surgió en los años 1960. Fue la obra de jóvenes inspirados por
Satanás. Era una reacción al frio conformismo, legalismo e hipocresía que siempre ha
desfigurado al “Establishment” (el orden social) de la sociedad anglo sajona, de dónde
provino esa música. Era una reacción de jóvenes incrédulos. Aunque la queja era justa, el
mensaje era diabólico. Esta música y las demás que engendró, promueve la destrucción de
la moral  cristiana. Desde el principio los textos de sus canciones han  exaltado o inducido a
la fornicación, el adulterio, la borrachera o drogadicción, la confusión de géneros y toda
clase de abominaciones. Hay música rock como la de los Pink Floyd que es muy sofisticada
pero que describe con sonido las ondas de placer que corren por el cuerpo de la persona que
se inyecta heroína o morfina en las venas, y hay otra música hoy en países
latinoamericanos, llamada champeta que es sencillamente una exaltación de la obscenidad y
de la vulgaridad callejera. Esas 6 músicas modernas son todas de inspiración carnal o
diabólica. La música es el soporte de un mensaje y si bien hay músicas que pueden soportar
mensajes completamente opuestos, como por ejemplo la sinfonía de Beethoven que durante
más de un siglo ha sido cantada en las iglesias protestantes como el himno titulado: “Canta
a Dios con alegría” y que ¡ahora es la música del himno de la Unión Europea!, no obstante
hay músicas que solo pueden ser soporte de algo contrario al espíritu del cristianismo. Es
imposible alabar  el Nombre de Jesús de una forma que agrade a Dios sobre una partición
de rock metálico, o de rap, porque tienen ritmos y sonidos que impiden una meditación de
la Palabra, solo excitan las pulsiones animales más bajas que existen en nuestro hombre
carnal. Hay música cuyo origen no es solamente carnal sino diabólico. Las que son de
origen carnal y aun diabólico como esos 6 géneros no pueden ser soporte para una alabanza
a Jehová.
     Por otro lado el que dice que solo una clase de música puede servir para alabar a Dios,
se olvida que Dios no es solamente Dios de los judíos sino también de los gentiles. Cantar
únicamente salmos utilizando únicamente la bocina y la zampoña, es restringir el soplo del
Espíritu que puede usar también la flauta y la trompeta y toda clase de instrumentos.  La
tradición litúrgica aunque tiene los mejores himnos no debe impedir la creatividad de los
hombres que Dios ha dado a su pueblo para que le cantemos cánticos nuevos. La tradición
que sea en liturgia o en teología siempre tiene tendencia a ahogar todo nuevo movimiento o
revelación del Espíritu Santo. Hay un progreso en el dogma y hay también un
enriquecimiento en la liturgia. El legalista no soporta ni lo uno ni lo otro, es como el
libertino pero al revés; uno se ocupa en reglamentar la carne y el otro en liberarla, y ambos
caen en la misma trampa: quedan atrapados en la carne. Uno nos trae de regreso al
convento católico romano, y otro a la orgia romana; al fin y al cabo ¡son del mismo padre!
Los extremos se asemejan, como el comunismo y el nazismo, ¡todos los caminos van a
Roma!
     Nuestra opinión es que hay un camino intermedio que solo el espiritual puede discernir,
pues “el espiritual juzga todas las cosas”. Creo que en materia de música cristiana tenemos
que mantener  2 enfoques distintos aunque en el fondo el tema  es el mismo. Hay la música
y las canciones espirituales  que se escuchan en casa  y las que se escuchan en un ámbito
congregacional. Os daré una analogía para hacerme entender.
     Cuando estoy en casa solo con mi esposa o algunos amigos; todos los días leemos juntos
la Biblia por la mañana, y leo para nosotros al atardecer un sermón de Spurgeon. Por lo
general hace calor, y estoy solamente vestido de una pantaloneta, no llevo ni camiseta ni
zapatos; ¡estoy casi como Adán en el jardín del Edén excepto por la pantaloneta! (Mi
esposa, como es vaso más frágil, siempre lleva su falda, su camisa, sus sandalias, su
diadema etc.)  De tal manera que leo, comento, oro en el mismo traje de baño que uso
cuando me zambullo en el mar. Gozo en mi casa de la libertad con que Cristo nos libró, y
sé que nuestras oraciones y nuestra comunión con Dios y  con los unos y los otros, no tiene
nada que ver con llevar una camiseta o no, nuestra comunión está cimentada en la sangre de
la Cruz, y nada más. Pero si un hermano desconocido me invita a su casa a una reunión de
estudio y de oración, la cosa es entonces externamente muy diferente; tendré sandalias, y
camiseta, tendré otro aspecto en cuanto al vestido. Es lo mismo lo que pasa con la música
cristiana, si cantas o escuchas música cristiana en tu casa, el estilo puede ser más “liviano”
y menos explícito que en la congregación. Por ejemplo, no me gustan por lo general las
composiciones de Jesús Adrián Romero, pues las encuentro demasiado livianas en sus
palabras y la música es de balada, pero hay unas que me gustan como “Tu bandera”.
Igualmente me gusta “La gran Tribulación” de Stanislao Marino u otra canción como “Paz
en la tormenta”. Son composiciones que se adaptan a un público muy amplio, pues para
vender hay que ser amplio, es decir que no hay que meter doctrina en las palabras a fin de
que el católico, el pentecostal, el arminiano, el calvinista, y hasta el unitario puedan gustar
del producto y comprarlo. Así que cuando escucho  palabras de Adrián tales como: “me
refugio en la cruz”, las entiendo como un calvinista entiende la palabra de la Cruz, pero un
católico las entenderá según su pensamiento idolátrico. Ahora estas canciones son
inadecuadas en el ámbito congregacional donde nos reunimos, porque somos de la misma
doctrina, porque perseveramos en la doctrina de los apóstoles: Hch.II; 42. La doctrina es lo
primordial, después viene la comunión unos con otros, el partimiento del pan y las
oraciones. Por lo cual esos cantos con doctrina diluida  que te pueden alegrar cuando  estás
en casa y las interpretas según tus conceptos, son totalmente inadecuados en una reunión
formal de los santos.
      La música es el soporte de las palabras, la música acompaña las palabras, y hay muchas
variedades de músicas que pueden ser soporte para la palabra de la Cruz: hay rancheras,
(Rostro divino),hay  música clásica (Castillo fuerte es nuestro Dios), hay melodía francesa
(Ángeles cantando están), melodía del siglo XII (Oh ven , oh ven bendito Emanuel),
melodía hebrea (Resucitó Jesús), melodía española (Hoy en gloria celestial), hay canto
llanero de Venezuela(Dale tu corazón) o de Colombia, hay cántico siciliano ((Oh,
Santísimo, Felicísimo), hay música góspel americana, hasta me gustó el Salmo 150 y el
Decálogo en reggae. Hay muchos géneros de música que pueden servir ocasionalmente en
las congregaciones según el gusto de ellas: “Donde está el Espíritu del Señor hay libertad”.
Pero lo repito hay músicas cuyo género es de origen satánico, que no pueden servir de
soporte para la palabra de la Cruz. Veo 6 por lo menos, ¡pero quizás haya 666! La música
es el soporte de las palabras, y las palabras son el soporte del espíritu del hombre. Lo
importante es el texto, las palabras son lo que hace que nuestro himno sea espiritual, o
carnal o diabólico. El himno de la Unión Europea es totalmente carnal y exalta el espíritu
humanista y ateo, mientras que cuando el himno con la misma música se titula: “Canta a
Dios con alegría”, éste se convierte en un himno espiritual. Lo que pasa con las músicas
indecentes para alabar a nuestro Salvador, es que a menudo son ensordecedoras, no son el
soporte de las palabras sino que  tienen la preeminencia sobre sus pobres  textos que
generalmente los acompañan, son los textos que acompañan la música y no la música que
acompaña a los textos como debe de ser en toda música de alabanza.
     Ahora bien, estas son  pautas básicas, y a la verdad tenemos un mismo sentir los que
hemos superado la infancia espiritual. No se puede reglamentar la música y hacer largas
listas de géneros, pues lo que hace que el cántico o el himno sean espirituales son las
palabras del texto, pero es evidente que hay ritmos endemoniados que no sirven para
exaltar y alabar al Dios 3 veces Santo. Lo que pasa es que precisamente porque no se puede
reglamentar la música, el diablo ha podido introducir primero los cantos y melodías de
doctrinas diluidas y de música común (no clásica) que se puede cantar e oír en casa como lo
he explicado anteriormente, y ahora quiere introducir las músicas de inspiración satánica.
Fue el mismo proceso con las mujeres; primero se les ha permitido hacer los anuncios de
las actividades de la iglesia desde el pulpito, y ahora enseñan y dirigen la oración. Es una
estrategia de Satán pero no ignoramos sus maquinaciones. Lo sabio habría sido para las
iglesias, guardar una liturgia clásica, permitir unas pocas novedades con textos de doctrina
de concentrada, de doctrina de la cruz principalmente, y dejar al creyente libre de escuchar
en su casa la música que le gusta, (si es de Dios no gustará del rock metálico o de la
champeta).
     Todo esto es cuestión de sentir y de sentido común, pero muchos jóvenes y bebés en la
fe no tienen todavía ese sentir y sentido común de los cristianos que han sido ejercitados
par discernir lo bueno de lo malo. Como dice la Ecc.XI; 10: “…la adolescencia y la
juventud son vanidad” y también Pablo al joven Timoteo en 2Ti.II; 22: “…huye también de
las pasiones juveniles”. No todos los jóvenes cristianos se dejan atrapar por las pasiones
juveniles como el rock o el deporte, pero muchos se dejan enredar por causa de los pastores
disfrazados de ovejas pero que son lobos adentro. Muchos pastores, por no decir la
mayoría, están en el ministerio de la Palabra para llenar sus vientres y sus bolsillos. Son
mercaderes de la Palabra, pero mercaderes profesionales. He oído a cierto “reverendo” de
una iglesia presbiteriana aseverar que es un acto realmente cristiano tocar música rock. Te
lo declara llanamente pero lo envuelve en un discurso filosófico con una retórica de alto
nivel, usando términos altisonantes y expresiones acerca de su cosmovisión, que dejan al
pobre lector de cultura común y corriente sino convencido por el discurso, ¡por lo menos
aturdido! No obstante la intención que se esconde detrás  del discurso brillante no es limpia.
Esta gente busca la lana de las ovejas, y para atraer más ovejas a sus rediles tienen que
proponerles más comodidades, menos restricciones a la carne. La juventud es vanidad y le
gusta la vanidad, el pastor que permite que el culto se asemeje un poco a un concierto de
rock se ganará el corazón de muchos jóvenes que han sido procesados cultural y
mentalmente por la televisión desde su más tierna infancia. Han oído y visto ídolos del
mundo del espectáculo como Bob Marley;  un famoso anticristo que decía entre sus muchas
blasfemias, que él y sus secuaces liberarían al pueblo con la música. El neo pentecostalismo
ha entendido esa estrategia hace décadas, y sus cultos son como conciertos de música
moderna. Allí la carne se deleita en bailar y estremecerse, y los dirigentes se deleitan en
contar las sumas que cada domingo hinchan sus cuentas bancarias. Pero las otras
denominaciones también han visto el negocio de los pentecostés, y ahora hay también
calvinistas (presbiterianos y bautistas) que han adoptado la misma estrategia. Me da pena
por nuestros jóvenes elegidos que si bien no perderán su salvación, perderán tiempo para su
santificación experimental y por ende oportunidades de servicio eficaz para nuestra gran
Causa: predicar a Cristo crucificado por nuestros pecados y resucitado para nuestra
justificación. En cuanto a esos compositores y promotores de la destrucción de la
reverencia y de la sana doctrina por medio de músicas que hacen estremecer el cuerpo y
ensordecen los oídos como dice nuestro Señor Jesús en Mat.XVIII; 7: “…es necesario que
vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quién viene el tropiezo!”
     He leído en la red internet que acaba de nacer el porno cristiano. Es lógico que después
del rock cristiano, venga el porno cristiano, pues la palabra rock’n roll aludía en el principio
a parejas de jóvenes americanos que fornicaban en sus grandes coches de los años 1960…
Pronto tendremos un “reverendo” presbiteriano o una obispa luterana para explicarnos
dentro de su cosmovisión que un video  sobre la copulación cristiana es un método nuevo
de evangelización, o una forma alegórica de  expresar el amor místico de la Iglesia…¿Qué
pues diremos?
     ¡Salid de Babilonia!                                                                            

EL ARREBATAMIENTO DE LOS VIOLENTOS

     Nuestro Señor Jesús dice en Mt.XI; 12: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora,
el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Ha habido varias
interpretaciones de este versículo, pero ninguna que recuerde me ha convencido. Entre ellas
está la de M. Lutero que lo explica diciendo que nuestro Señor esta refiriéndose a un
intento de  procurar la venida del reino de Dios mediante una sedición contra los poderes
políticos de la época haciéndolo rey. Era una violencia de tipo político. Es verdad que
intentaron hacerlo después del milagro de la multiplicación de los panes para 5000
hombres: J.VI; 15, pero esto acaeció tiempo después de esta declaración; en el capitulo XV
de Mateo y aquí estamos en el capítulo XI. Además Jesús afirma que logran su propósito:
los violentos arrebatan el reino de los cielos, cosa imposible en este caso, pues el reino de
Dios es justicia paz y gozo en el Espíritu Santo, y no se consigue con ejércitos y espadas.
Así que descarto por completo esa interpretación, y doy gracias a Dios que revela a los
niños que le piden en oración, lo que  esconde a los maestros.
     Para entender correctamente esta afirmación sorprendente de nuestro Señor, (¡mi Dios
es un Dios de sorpresa!), hay que considerar el contexto histórico. Era el fin de la
dispensación de la Ley que había sido revelada por Moisés, y apuntaba la aurora de la
dispensación de la gracia revelada en Cristo Jesús: “Porque la ley por Moisés fue dada, mas
la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo”, (J.I; 17). Así que la ley ceremonial estaba
todavía vigente, mientras que el evangelio a pesar de ser publicado por el mismo Jesús no
era recibido eficazmente en la mayoría de los casos. Las sinagogas funcionaban, y los
sacrificios de la ley que tipificaban la expiación seguían siendo ofrecidos en el templo de
Jerusalén, mientras que el sacrificio de la verdadera expiación no había sido ofrecido
todavía, y aun más tarde en Mt.XVI ; 20 Jesús manda a sus discípulos no decir que Él era el
Cristo y  además el Espíritu Santo no había sido derramado abundantemente, ni moraba
constantemente en los creyentes. El culto oficial pertenecía todavía al sacerdocio levítico de
la familia de Aarón.  No había ningún culto oficial de la Iglesia por la sencilla razón que la
Iglesia no había nacido todavía. Juan solo daba a entender con su bautismo de agua y sus
proclamaciones en el desierto que pronto llegaría el Libertador que apartaría de Jacob la
iniquidad, y que por ende tenían que arrepentirse bautizándose en agua y arrepintiéndose de
sus pecados. El mensaje que predicaba era muy humillante y revolucionario respecto a la
religión establecida. En efecto ni Juan, ni Jesús inventaron el bautismo de agua, pues esto
era una práctica común desde los tiempos de Moisés. (Lo que hace parecer ese rito como
cosa nueva, es el idioma griego en que fue escrito el NT. En efecto los traductores del NT
no se dieron la pena de traducir la palabra griega a los idiomas vernáculos sino que la
dejaron en griego, dejaron la palabra griega: bautismo, en vez de traducirla como:
lavamiento o inmersión en agua. Estoy convencido que  detrás de esta renuencia a traducir
una palabra, estaba Satanás que pudo de tal manera implantar desde el principio el
“sacramentalismo” en el cristianismo; no hay que olvidar que el misterio de la iniquidad
estaba ya operando en los días de Pablo: 2Ts.II; 7). Así que Juan el Bautista al mandar a sus
oidores cumplir con un rito judío de lavamiento era algo humillante, pues solo se practicaba
esto, (aparte de los miembros del sacerdocio que lo usaban antes y durante su ministerio en
el templo), para los gentiles que deseaban adoptar la religión judía. El rito del lavamiento
(el bautismo) era para los prosélitos, para los extranjeros, ¡no para los judíos de pura cepa!
El mensaje de Juan era también algo un poco revolucionario en el ámbito de la religión,
pues el sistema establecido por Dios desde los tiempos de Moisés tenía sus ofrendas para la
expiación. El que había pecado tenía que ir al templo ofrecer su sacrificio de expiación,
pues existía para todos los judíos y prosélitos un servicio de ofrendas continuas por el
pecado. Por lo cual las autoridades religiosas no reconocían ni el ministerio profético, ni el
lavamiento ritual que llevaba a cabo Juan en el desierto: Lc.XX; 5. Juan anunciaba el fin de
la dispensación de la ley, el fin del sacerdocio levítico. Era el principio de un tiempo de
transición que iba a durar años. El sistema religioso oficial establecido por Dios a pesar de
la corrupción de sus sacerdotes  seguía funcionando, y el nuevo sistema que iba a
reemplazar las figuras por la realidad, no tenía la base legal, judicial, para reemplazarlo,
pues sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecado, y nuestro Señor no había
todavía derramado su sangre por ellos. Dios estaba llamando por medio de Juan en el
desierto al verdadero arrepentimiento que había de preceder la conversión genuina. Ir al
desierto en vez de ir al templo era hacerse violencia a sí mismo. Desde siglos la ley
ordenaba  las ofrendas expiatorias por el pecado con el sacrificio de animales en Jerusalén
para esbozar la reconciliación con Dios, (pues nunca esos sacrificios podían hacer perfecto
en cuanto a la consciencia al que servía con ellos), la ley no enseñaba un lavamiento ritual,
el cual era por tradición destinado a los prosélitos, pasar por este rito era entonces para los
judíos como confesar que habían llegado a ser extranjeros para Dios. Los judíos en su
mayoría no habían entendido los ritos, y pensaban que el tipo era el anti tipo, que la sombra
era el cuerpo, que el símbolo era la misma realidad, que ser hijos de Abraham era tener la
sangre de Abraham y no el espíritu o la fe del Patriarca. Esto era el sentir común de toda la
nación y los que salían al desierto a escuchar la prédica de Juan y a recibir un lavamiento
ritual que confesaba su estado deplorable, era gente que hacia violencia a su propia alma, a
su propio razonamiento moldeado por la enseñanza tradicional, a su propio sentir como
judíos de nacimiento. Humillarse es hacer violencia al ego. Si no se hace violencia al ego,
no hay verdadero arrepentimiento, no hay salvación. Pero los que aceptan hacerse esa
violencia, se abren el camino hacia el reino de los cielos: “El que se humilla, Dios lo
exaltará”. Estos son los violentos que arrebatan el reino de los cielos.
      En los días de Juan el bautista hasta la crucifixión, el reino de los cielos sufría violencia
pues todavía la dispensación de la ley no había terminado, y la dispensación de la gracia no
estaba establecida sino solamente anunciada. La ley y la gracia son 2 principios opuestos, y
el reino de Dios en aquellos días sufría violencia entre estos 2 principios, pues el primero
que era un ayo instituido por Dios para llevarnos a Cristo: Gal.III; 24 se había transformado
a causa de sus ministros corruptos en opositor a la gracia que anunciaba Juan, así que el
reino de los cielos sufría violencia, una guerra entre el ayo mal interpretado y la gracia
desconocida. Una vez que se rasgó el velo del templo: Lc. XXIII; 45, se acabó esa
violencia, pues Cristo cumplió la ley, y la gracia testificada por la ley y por los profetas
empezó a reinar. Ciertamente sufrió la iglesia en sus primeros años una oposición férrea de
parte de los judíos incrédulos, pero no era una violencia interna dentro de la Iglesia debida
a la transición entre las 2 dispensaciones sino que era una violencia externa y satánica. Por
ende en esta declaración de nuestro Señor Jesús, no se trata de ningún violencia externa y
política como creyó Lutero, sino espiritual (de principios no reconciliados todavía) e
interna (de gente que actúa en contra de su propia cultura y orgullo). Además Jesús mismo
confesó ante Pilato que su reino no era de este mundo,  lo que implica que ninguna
violencia externa  puede arrebatarlo, y cuando venga en gloria en su segunda venida y que
los reinos de los mundo hayan venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, ¡el intento de
arrebatarlo por medio de ejércitos se acabará en una llama de fuego que consumirá a los
rebeldes: Ap.XI; 15 y XX; 9!
     Ahora bien, la misma historia se repite hoy. Lo que pasó dentro del judaísmo, es lo que
está ocurriendo hoy dentro de la cristiandad.  Hace casi 2000 años que el cristianismo ha
sido instituido y predicado dentro de las iglesias. Cuando se corrompía una iglesia Dios
levantaba otra. No obstante siempre ha funcionado el sistema de iglesias locales dentro de
la religión cristiana tal como el Espíritu Santo lo ha mandado. Después del modelo original
de las iglesias del primer siglo, el misterio de la iniquidad  poco a poco ha levantado la
iglesia del Anticristo: la iglesia católica romana. No obstante, después de la Reforma, el
Espíritu santo ha levantado de nuevo las iglesias de Cristo; las iglesias protestantes. La
forma más pura de ellas siendo las iglesias bautistas particulares (calvinistas). Así que
estamos acostumbrados desde hace 2000 años a ver caer iglesias en apostasía y a ver
resurgir nuevas iglesias relativamente fieles al Señor Jesucristo, tal como los judíos que
durante 1500 años vieron apostasías y restauraciones del culto oficial hasta la destrucción
del templo en el año 70 después de Cristo. Hoy estamos en una época de transición, el
tiempo de las iglesias está acabándose y se vislumbra para el que tiene ojos para ver y oídos
para oír, la segunda venida de Cristo, “pero no vendrá sin que antes venga la apostasía”: 2
Ts.II; 3.
      No voy a entrar otra vez en una explicación detallada de  las señales que dejan bien
claro que la Apostasía está acá, pues ya lo he hecho en artículos previos. Las mujeres
hablando, enseñando y predicando en las iglesias, el auge del neo-pentecostalismo, y el
ecumenismo son las mayores pruebas de que el tiempo de las iglesias está acabándose. No
voy también a decir que todos los pastores son una pandilla de fariseos, saduceos, y
mercaderes del templo, pues siempre hay unos “Nicodemos” en la masa; hermanos
honestos que a pesar de su preparación académica no se han percatado de la gravedad sin
remedio de la situación. Quiero más bien insistir en la violencia que debemos hacernos para
abandonar el sistema oficial de las iglesias instituido por el Espíritu Santo, y salir al
desierto a oír la voz que clama: “Salid de Babilonia pueblo mío y no participéis en sus
pecados” y también esta voz dice en Is.LII; 10 y 11: “…todos los términos de la tierra verán
la salvación de nuestro Dios, apartaos salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en
medio de ella; limpiaos los que lleváis los vasos de Jehová”. (No creo en un arrebatamiento
secreto de los santos; todos los términos de la tierra verán el Rapto; la salvación de nuestro
Dios. Creo que esto es la señal del Hijo del Hombre: Mt.XXIV: 30).
     Esta violencia que debemos infligirnos es interna; es el espíritu del hombre que batalla
contra su propia alma. La consciencia y la intuición le dicen que la Apostasía está en las
iglesias evangélicas, pero los sentimientos y la razón se oponen a este dictamen, como dice
la Escritura: “El deseo de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu es en contra de la
carne y estos se oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiereis”. Veamos los
sentimientos y luego las razones.
     Los sentimientos son principalmente de afecto. Muchos han conocido al Señor dentro de
una congregación, bajo el ministerio de un pastor o un evangelista, y la gran mayoría ha
crecido (un poco) espiritualmente dentro de su iglesia local. Esto entreteje lazos de amistad
y de amor fraternal entre los miembros, aunque por lo general es un amor superficial que se
esfuma a la salida del culto…También se acostumbra uno a venir al templo cada semana, a
cantar, orar y escuchar unos sermones juntos. Todo esto regocija el alma, y el corazón se
contenta como dice el himno titulado “Bienvenido”:
 “Con gran gozo y placer hoy nos volvemos a ver; nuestras manos otra vez estrechamos. Se
contenta el corazón ensanchándose de amor: todos a una voz a Dios gracias damos.
¡Bienvenido, bienvenido! Los hermanos hoy aquí nos gozamos en decir…”
  La religión cristiana es una religión de amor, pues Dios es amor y el que no ama a su
hermano que ve, no puede pretender que ama al Dios invisible: “En esto sabemos que
hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos, el que no ama a su
hermano permanece en muerte”, (1 J.III; 14). Sin embargo el amor debe ser primero al que
nos creó para salvación justificándonos en la sangre de su Hijo, y santificándonos por su
Espíritu. Primero Dios, y si Dios no es honrado, y si su santo Evangelio  es adulterado por
doctrinas y mandamientos de hombres y de demonios, el amor me manda apartarme de toda
asociación que rehúsa la sana doctrina. Pero antes de apartarme, de salir de la
congregación,  el amor a mis hermanos exige que les explique el porqué de mi salida e les
exhorte también a rechazar las mentiras. “El que ama padre o madre más que a mí, no es
digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí…el que perdiere su
vida por causa de mí la salvará”: Mt.X; 37, 39. También es obvio que el amor fraternal no
está restringido por las paredes de un templo o por los reglamentos de una denominación; el
que ama solo a los de su denominación, no ama a sus hermanos, ama a su denominación. El
amor verdadero no es el que se expresa públicamente durante el culto, el amor verdadero se
expresa más bien en el hogar cuando se recibe a los hermanos.
     Las razones que luchan contra la voz de la consciencia apelan a ciertos pasajes de la
Escritura, y omiten otros. Por ejemplo citan: “No dejando de congregaros, como unos
tienen por costumbre”, pero se olvidan que este verso en el griego no habla específicamente
de reunirse en una iglesia local sino de reunirse como cristianos, lo cual puede ser muy
informal. También citan Mt.XVI; 18 que habla de la Iglesia universal conformada por todos
los elegidos del mundo y no de las iglesias locales. Omiten 2Ts.II; 3, y lo referente a la
iglesia de Laodicea en Ap.III; 16, la cual tipifica perfectamente las iglesias de hoy,  o lo
interpretan de forma que no sea aplicable a su situación actual. La tradición es así mismo
un excelente argumento, pues 2000 años de Historia de funcionamiento de las iglesias
locales es un argumento de peso, sin embargo los judíos razonaban de la misma manera con
el templo en Jerusalén. No es el tiempo que fundamenta la existencia de las iglesias, sino la
doctrina, y hoy en día si la doctrina no ha sido adulterada, es el orden que ha sido
quebrantado, y como nuestra doctrina es conforme a la piedad, puede en tal caso tener una
apariencia de ortodoxia pero habrá perdido su poder, o para decirlo llanamente: si la
doctrina es calvinista pero el pastor divorciado y casado de nuevo o de sexo femenino o
sodomita, es como la sal que no sala, no sirve para nada sino para ser botada y pisoteada
por los hombres. La razón también alega que hay que orar y esperar un avivamiento; que
Dios puede levantar nuevas iglesias purificadas. Esto es un sueño, porque el evangelio ha
sido predicado a todas las naciones, y lo que sigue no es una reforma de las iglesias
reformadas sino la venida en gloria de nuestro Señor. Además esto requiere un
arrepentimiento, un aborrecimiento del pecado, pero lo que está sucediendo es lo contrario
a nivel global; un endurecimiento, y un acostumbramiento al pecado mediante la televisión
que casi todos mis hermanos mantienen en casa. Sinceramente, ¿Tú crees que las mujeres
se van a callar en las iglesias, que los televisores van a ser expulsados de los hogares
cristianos, que la mundanalidad, el mercantilismo y la política van a ser expulsados de las
iglesias? Si hay un gran movimiento de Espíritu Santo y millones de televisores son
echados de los hogares de los cristianos entonces la Reforma sigue en las iglesias
protestantes, pero es la condición imprescindible, porque mientras no hay una reforma
drástica en los hogares, no va a suceder nada en las iglesias, o más bien seguirá el proceso
de descomposición moral y espiritual profetizado por el apóstol Pablo.
     Sinceramente no veo ni sentimientos realmente cristianos ni razones convincentes para
apagar la voz de mi consciencia que ha sido  despertada a las realidades de nuestro siglo,
por la Palabra de Dios.  No hay que ser un teólogo para ver que la situación es desastrosa, e
irreversible, solamente hay que ser honesto, sincero y sencillo. Ir en contra de la corriente
es siempre algo que requiere un esfuerzo violento, y los violentos son los que arrebatan el
reino de Dios, pues Cristo no vino a traer paz sino espada: Mt.X; 34, además dejarse llevar
por la corriente acarrea un fin doloroso, pues el juicio empieza por la casa de Dios. Tal
como los judíos sinceros que iban al desierto a oír a Juan el Bautista, y no iban a oír a sus
sacerdotes legalmente instituidos para sanar las dolencias de sus almas, sucede lo mismo
hoy: hay que ir al desierto para esperar al Salvador, hay que salir de las iglesias y aferrarse
a lo que dice la Biblia. El que se aferra a lo que dice la Biblia sin acomodarlo a la corriente
de este siglo, el que crece en el conocimiento de Jesucristo y de Su voluntad, se encontrará
rápidamente solo, en un desierto, pero pronto sonará la trompeta y se oirá la voz del
arcángel, y los violentos, es decir los cristianos verdaderos, los que contienden
ardientemente por la fe, serán arrebatados y reunidos, y no serán nunca más solos sino que
serán muchos y con el Señor Jesús para siempre. Ahora bien, no niego que habrá hermanos
que serán arrebatados siendo todavía miembros de una iglesia local, pero intuyo que serán
pocos en comparación con los que esperaban al Señor en el desierto, y serán tan pocos, que
apenas desaparezcan, se unirá su iglesia a la mega iglesia del Anticristo romano, ¡si es que
no lo hace antes!
 “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. EL SEÑOR VIENE”: 1 Cor.XVI; 22.
                               

LA MORADA  INEXPUGNABLE DEL PECADO EN EL CRISTIANO


  
     El estudio de las doctrinas del pecado se llama: hamartologia. De esto hablaremos con el
favor de Dios, intentando limitarnos  a la morada del pecado en el hombre regenerado. A la
verdad el pecado mora en todas la partes del hombre caído: en su espíritu, en su alma y en
su cuerpo. No obstante tiene un centro neurálgico, tiene una residencia principal de donde
se expande. Los maniqueos creían que la materia era mala en sí, que el pecado tenía su
morada principal en el cuerpo, otros creen que no tiene un centro neurálgico sino que habita
en nosotros de forma homogénea. Entre los que tenemos un concepto tricotomista del
hombre, muchos creemos que el pecado mora en el alma, pues “el alma que pecare, esa
morirá”, y específicamente en el alma del cristiano,  éste se aloja principalmente en el
pensamiento.
     Antes de proseguir es útil recordar a nuestros lectores en pocas palabras que es el
tricotomismo. Es la doctrina que divide al hombre en 3 partes: espíritu, alma y cuerpo;
como lo afirma claramente la Escritura en 1Ts.V; 23. En cambio el dicotomismo que es la
postura tradicional, sostenida por Calvino, afirma que el hombre es compuesto de 2 partes
únicamente: cuerpo y alma, y que el espíritu del hombre  es sinónimo de alma, que es
solamente un aspecto del alma. Es interesante notar que el padre del protestantismo, Martin
Lutero, aceptaba el tricotomismo, sin haber profundizado el asunto. El que mejor habló y
expuso la doctrina tricotomista fue el hermano y maestro: Watchman Nee, en su obra
mayor (según él mismo la calificó), titulada: “El hombre espiritual”.  Así que para un
tricotomista el alma tiene 3 facultades: el intelecto, el afecto y la voluntad, y el espíritu
también: la consciencia, la intuición, y la voluntad espontánea (esta última, W. Nee la
define como la comunión), y alma y espíritu son 2 partes bien diferentes del hombre. El
espíritu es lo que comunica con Dios, el cuerpo lo que comunica con el mundo, y el alma
está en medio;  es nuestro yo natural;  el corazón siendo según Nee, como la conexión entre
la consciencia y el intelecto; “el espíritu de vuestra mente” como dice Pablo,
(personalmente creo que el corazón incluye toda el alma). Hasta el cuerpo  muestra la
tricotomía del hombre pues es cabeza, tronco y miembros.
     Así que tal como creemos que la residencia principal del Espíritu Santo es el espíritu del
hombre, pues como dice Pablo en Ro. VIII; 16: “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios”, y específicamente la consciencia como también en
Ro.IX; 1 dice el apóstol de los gentiles: “Verdad digo en Cristo, no miento, y mi
consciencia me da testimonio en el Espíritu Santo”, así también creemos que el alma es la
residencia principal del pecado y específicamente el pensamiento. Es importante conocer el
cuartel general del enemigo, porque si bien en los inconversos domina las 3 partes de su
ser, y por ende reina en ellos, en los cristianos ha sido expulsado de su espíritu, pero sigue
afectando la mente y destruyendo el cuerpo.
     El pecado durante nuestra existencia terrenal afecta la mente, debilita o inhabilita el
espíritu, (hasta cauteriza la consciencia en casos extremos), y trae al cuerpo enfermedades,
vejez y muerte, y esto para todos;  sean incrédulos o creyentes. En cuanto a la lucha contra
el pecado, el campo principal de batalla es el alma. No podemos impedir que el cuerpo se
desgaste y vuelva al polvo, pues  la resurrección del cuerpo es futura todavía, y tampoco
Satanás, el promotor del pecado,  puede impedir que el espíritu del hombre que ha sido
regenerado por el Espíritu Santo vuelva a su estado anterior de letargo profundo. Un
cristiano puede pecar con su cuerpo y con su alma, pero no puede pecar con su espíritu,
sino contra su espíritu. (Lo que implica que no existe cristiano carnal; el cristiano es por
nacimiento y constitución esencialmente espiritual). El pecado tiene en la persona
regenerada un baluarte inexpugnable, el cual se ubica en su pensamiento. Es cierto que la
mente del cristiano se moldea poco a poco por la Palabra de Dios y provee el alimento para
el crecimiento de su espíritu. Es decir que al estudiar la Biblia con dedicación, oración,
concentración, y ayuda de los maestros instituidos por Dios que ahora encontráis fácilmente
en el internet, (pues así se cumple también una parte de la profecía de Daniel XII; 4 cuando
dice : “y la ciencia aumentará”),   de esta forma crecemos en el conocimiento de Dios y
esto da un crecimiento de la consciencia de Dios en nuestra vida; nos volvemos más
conscientes de su presencia y de su voluntad: “De tus mandamientos he adquirido
inteligencia, por tanto he aborrecido todo camino de mentira”, (Salmo 119). Como también
dijo Juan Bunyan en su obra “La esperanza de Israel”: “Cosa grande es para un hombre que
cuando choca su razón con la Palabra, que él se adhiera a la Palabra y deje su razón caer al
piso, Esto es realmente cristianismo en su lado práctico”. Por esto nos manda la Palabra
diciendo: “Renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Pero hay una parte de nuestra mente
que escapa a nuestro control apenas dejamos de ejercitarla en cosas santas, o útiles, y es el
pensamiento que brota de nuestra imaginación. Esta es la guarida del pecado, y desde ahí
Satán nos acosa interiormente.
     Ciertamente la imaginación puede hacernos volar a lo alto y vislumbrar las puertas de
perla de la nueva Jerusalén, pero no tiene fundamentos sólidos y mediante ella no podemos
entrar en la ciudad eterna. Por otro lado la falta de fundamento de la imaginación es un
fundamento sólido para el diablo para agitar el pecado que todavía mora en nosotros. Desde
que llegó lo perfecto, es decir la Biblia, (1Cor.XIII; 10), Dios no usa los sueños para
comunicarse con nosotros, ¡el diablo sí! Desde que llegó lo perfecto Dios no pide que lo
buscamos palpando o imaginando, sino que nos ordena en su Palabra que nos arrepintamos
por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo por su Hijo Jesucristo:
Hch.XVII; 26 al 31.
     La lucha contra el pecado que mora en nosotros es constante, pero lo más penoso es
cuando procede de esta fortaleza del pensamiento vano que divaga, o de nuestra
imaginación. Hay pecado que procede de la ignorancia, como dice la Palabra: “Mi pueblo
fue destruido porque le faltó conocimiento”. Pero esta clase de pecado por ignorancia tiene
solución en el estudio constante de la Escritura, pues el conocimiento que nos da ella disipa
las tinieblas de la ignorancia. Alas, en cuanto al pecado que mora en el pensamiento fugaz,
éste no tiene solución al presente, pues aunque lo podemos restringir por una actividad
mental constante en la Palabra, no somos capaces de eliminarlo totalmente, solo en el día
de la resurrección de los justos tendrá su erradicación absoluta. ¡Qué gran día ese día de
liberación total de la presencia misma del pecado, qué alivio qué gozo inefable y glorioso
ser al fin como Él es, no solo judicialmente como lo somos ahora, sino experimentalmente!
Mientras tanto nos manda Dios que su Palabra more en abundancia en nosotros  y que la
meditemos de día y de noche: Col.III; 16, Jos. I, 8, Sal.I; 2. Cuando dormimos en nuestra
cama, o cuando dejamos de concentrarnos en su Palabra o en una actividad requerida,
apenas dejamos de concentrar nuestra atención, el pensamiento pecaminoso aparece. Y no
solo apenas dejamos de ejercer una actividad  mental, sino que a veces en plena oración o
meditación de la Palabra pueden surgir pensamientos pecaminosos y diabólicos. Cuando
Pablo dice que él es el primero de los pecadores, creo que se refiere no solamente a sus
pecados exteriores como cuando perseguía a los santos sino a la carga interior de pecado
que se manifestaba luego en medio de esta persecución. Creo que en muchos casos como
Pedro, Pablo, Lutero, Spurgeon, ese pecado interno que se refugia en la imaginación, en  el
pensamiento vano y fugaz, ha sido también un aguijón en la carne que los apremiaba a
asirse de la Palabra de Dios constantemente. Cuando uno vive en estado de guerra, sabe que
al salir de la ciudad fortificada se expone a una muerte violenta, y por ende procura no salir.
Por lo contrario cuando uno vive en un país en paz, puede salir libremente de la ciudad
fortificada y pasearse por el campo y los bosques. Es lo que les pasa a las naturalezas
inquietas, híper activas, su mente tiene que estar constantemente meditando la Palabra,
porque sino el pecado que mora en ellos invade su pensamiento con más fuerza que en las
personas mansas. No es que el pecado more menos en una persona quieta que una persona
fogosa, sino que el agua sucia del pecado que reposa en el pensamiento vano que alojamos
todos en nuestro viejo hombre, es removida más fácilmente por el diablo , y salpica más a
menudo el hombre de temperamento híper activo que el hombre de temperamento quieto. 
No obstante “sabemos que todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios”: ¡hasta el
diablo y el pecado ayudan a los santos a refugiarse con más empeño en la Roca de la
eternidad!
     Evidentemente la carne (o mente carnal) que aloja el pecado es el enemigo más
persistente que tenemos, pues el diablo y el mundo a veces no pueden enredarnos con sus
ardides y placeres. Pero el pecado que mora en nuestra mente, en nuestro pensamiento
terrenal, es algo tremendamente agobiador pues no nos deja un segundo, siempre está aquí
a la expectativa para manifestarse. El que no se da cuenta de la presencia del pecado en una
parte de su pensamiento; la parte terrenal, vana, frívola, la que brota de una imaginación
negativa y diabólica que todos heredamos de nuestro padre Adán, no es cristiano, o es un
recién nacido que goza de la alegría celestial temporal que acompaña ese feliz y bendito
momento. Como dijo Jonathan Edwards: “La humildad espiritual es el convencimiento que
un cristiano tiene de lo insuficiente y DETESTABLE que es, cosa que lo lleva a abatirse a
sí mismo exaltando únicamente a Dios…quienes no la tienen no son cristianos genuinos,
por más maravillosos que sean sus experiencias”. Los sueños y los pensamientos perversos
y diabólicos que a veces pasan por mi mente son los dardos más ponzoñosos que me
dispara el diablo, y solo el escudo de la fe me permite evitar que me hieran y muera la
muerte de los impíos o viva la vida de los  réprobos: “Aquel cuya alma no es recta se
enorgullece; más el justo por su fe vivirá”. El alma recta reconoce que en ella no hay
rectitud, que “engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso”. La rectitud en
nosotros es Cristo, la esperanza de gloria, y para que no lo dudemos, creo que Dios no ha
querido quitarnos totalmente el pecado en el nuevo nacimiento, y esto dura todo el tiempo
que nos toca pasar por este valle de sombra de muerte. El pecado no puede dominarnos sino
que nosotros estamos capacitados para dominarlo, pero siempre está presente en el charco
sucio del pensamiento carnal que el diablo y el mundo agitan apenas uno se distrae.
“Miserable de mí, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” clamó el apóstol Pablo. Y
con él todos podemos clamar: ¡Líbranos Señor de la realidad del pecado en nuestro
pensamiento primeramente, y luego en nuestras palabras y obras, que salga el lucero de la
mañana en nuestros corazones y disipe todos esos pensamientos tenebrosos que nos acosan
todos los días de nuestra peregrinación! Esto es el anhelo de los santos; la santidad es lo
más precioso, supera el conocimiento, pues es  la meta del conocimiento. “Sed santos
porque Yo Soy Santo… y sin santidad nadie verá a Dios”, por eso no Lo vemos ahora
porque somos santos legalmente pero experimentalmente hay momentos en que todavía
somos diablos en pensamientos o en sueños que brotan del viejo hombre que a pesar de ser
juntamente crucificado con Cristo, todavía sigue respirando y exhalando su aliento
hediondo. Todo aquel que ha nacido de nuevo conoce, o conocerá muy pronto esa dolorosa
realidad. El que tiene ojos ve sus manchas, el que es ciego no  ve ninguna y se imagina que
está completamente limpio. Pero mientras caminamos en este mundo nos ensuciamos los
pies como dijo el Señor en J.XIII; 10: “El que está lavado no necesita sino lavarse los pies,
pues está todo limpio”.  La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, y su Palabra limpia
nuestra mente, y da crecimiento espiritual, no obstante hay un manantial de suciedad en lo
profundo de nuestro pensamiento, en nuestra imaginación vana, contra el cual nos toca
lidiar constantemente hasta el día de la resurrección de los santos. Nos toca clamar a Dios
que nos guarde de nosotros mismos, y de esos pensamientos perversos que pueden
acosarnos de día y de noche de forma fugaz pero tenaz.
     Estoy seguro que todo lo que he dicho hasta ahora será confesado por mis hermanos
como real, “pues  si decimos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos y
la verdad no está en nosotros”: 1J.I; 8. Ya es difícil no pecar con el cuerpo,  a pesar de que
uno es cristiano y conoce bien la ley moral de Dios. Pero es imposible no pecar con la
mente, porque ella tiene una parte carnal, terrenal, que no ha de ser redimida sino
crucificada  y en última instancia destruida totalmente, por eso dice Pablo: “la ley es
espiritual, mas yo soy carnal, vendido al pecado”. No dudo pues que todos los que hemos
recibido el Espíritu de adopción nos damos cuenta de esta dolorosa situación interna donde
se libra una lucha incesante entre el hombre viejo y el hombre nuevo, y por esto mismo no
me explayaré más sobre esta doctrina de la presencia real del pecado en nosotros.
     Ahora bien,  quiero una vez más llamaros la atención hermanos,  sobre el peligro que la
inmensa mayoría de vosotros corre de forma inútil e insensata, por causa  de una cultura
universal que ha invadido todos los hogares. Quiero suplicaros y exhortaros a que echéis
fuera de vuestras el caballo de Troya que habéis introducido y que alimenta el charco de
agua sucia que reposa en el fondo de nuestro pensamiento terrenal. Dentro de este caballo
de Troya hay demonios que están pendientes a que vayáis a dormir o a vagar en vuestro
pensamiento para abrir las puertas de la cuidad del alma al ejercito del enemigo que está al
acecho afuera. Estoy hablando de la televisión.
     Si te parece verdad todo lo que he dicho sobre la corrupción interna e innata que
recibimos de nuestros padres y que sigue presente en nuestro ser a pesar de la regeneración
del Espíritu Santo, tienes que reconocer que es peligrosísimo nutrir  y despertar la serpiente
que duerme en nuestro seno. La Biblia nos manda en Ro.VI; 11 diciendo: “Consideraos
muertos al pecado, mas  vivos para Dios en Cristo Jesús”,  esto significa en otras palabras:
“sed niños en la malicia pero maduros en el modo de pensar”, (1 Cor. XIV; 20). Mantener
la televisión en el hogar es mantener una relación con el mundo, la carne y Satanás. Sus
programas no tienen nada de inocencia o pureza, ¡y menos en cuanto al conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo! Claro que proponen el Jesús de Hollywood, es decir el
pentecostalismo, o el Jesús de Roma es decir la idolatría papista, pero aparte de las falsas
religiones, lo que promueve en primera instancia es la impureza sexual, la inmoralidad, la
indecencia. Bombardean la mente del espectador con mujeres media- desnudas o desnudas
todo el tiempo, tanto que hoy en día el cristiano “normal” considera que una mujer en traje
de baño en la playa es normal, pero están engañados, pues no es normal que una mujer
muestre sus muslos y su vientre; es indecente y provoca los pensamientos lascivos que se
alojan en el viejo hombre que todavía cargamos. Evidentemente la solución no es caer en el
fanatismo musulmán, pero por medio de la TV los cristianos han caído en el otro extremo
de la corrupción que está en el mundo por medio de la concupiscencia.
      Muchos  hermanos  asienten cuando les decimos que la marca de la bestia es un
microchip implantado bajo la piel: Ap.XIII; 16, 17. Tampoco pueden negar que es un
invento americano tal como la televisión o el cine parlante, o el avión o la bomba atómica.
Pero al sacar las conclusiones lógicas e  inevitables de que los EEUU son la segunda bestia
de Ap.XIII que hizo caer el fuego del cielo a la vista de todos los hombres  en Hiroshima y
Nagasaki (verso 13), y que ha contagiado  con la cultura televisiva y cinematográfica al
mundo entero, que Babilonia es Nueva York, es decir la ciudad que representa  a los EEUU
en los capítulos XVII, XVIII de Apocalipsis, ahí surge un rechazo  rotundo porque todos
tienen su TV en casa. Católicos, evangélicos, musulmanes, ateos  proponen en “youtube”
montones de videos denunciando que la marca de la bestia es el implante de  un microchip
bajo la piel, pero nadie quiere ver que la TV es la imagen de la bestia. Cuando Ap. XVII
habla de Babilonia, es decir Nueva York o los EEUU, la describe como la gran ramera, la
madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra “con la cual han fornicado los
reyes de la tierra y los moradores de la tierra se han embriagado con el furor de su
fornicación”. Todos espiritualizan este pasaje y hablan de una fornicación espiritual. Estoy
totalmente de acuerdo con esta interpretación pues Babilonia que es EEUU, tiene su
tradición, su fachada, de protestantismo que se ha corrompido totalmente y está
promoviendo el ecumenismo, el humanismo y el mercantilismo neo pentecostal. Sin
embargo muy a menudo la Palabra de Dios tiene varias correctas interpretaciones de un
mismo pasaje,  que no se oponen sino que se complementan y  en este caso no se habla
solamente de una fornicación espiritual sino también de una fornicación literal, es decir
sexual. La industria cinematográfica de Hollywood ha sido la gran promotora de la
inmoralidad sexual en que hoy estamos hundidos como sociedades postindustriales. Los
íconos de Hollywood como Marylin Monroe son la misma encarnación de la gran ramera
que se acuesta con los reyes de la tierra, ¡y en este caso el rey fue John F. Kennedy el
presidente de los EEUU en aquella época!
      Los televidentes cristianos como los demás, se han acostumbrado poco a poco a ver las
mujeres destaparse más y más en el transcurso de las décadas, y ahora pueden mirar en
familia una publicidad mostrando una mujer tomándose una ducha con la nueva línea de
champú sin ningún reparo. Han sido acondicionados por la TV, la cual ha nutrido y
fortalecido el viejo hombre que todavía vive en nosotros a pesar de haber recibido su
condenación de muerte: “porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los
muertos para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según
Dios”: 1 P.IV; 6. Como lo afirmo en este articulo, el pecado tiene una fortaleza
inexpugnable en la mente carnal terrenal y diabólica que hemos heredado de nuestros
padres; el pecado mora en nosotros. Tenemos el deber  de mantenerlo a raya mediante un
andar en el espíritu, pero al mantener la TV en casa uno alimenta esa imaginación perversa
que se aloja en nuestro corazón, y los frutos de tal insensatez un día brotan en la vida del
cristiano, sea en su propia persona o en la de sus hijos o hijas. ¿Qué provecho hay en
decirse calvinista y defender los 5 puntos básicos de la doctrina, si uno en su vida alimenta
su propia depravación? Decir que uno está convencido como calvinista de la depravación
total del hombre  y al mismo tiempo sigue mirando los programas de la TV que fortalecen y
perfeccionan esa depravación inherente que todos arrastramos, es un disparate que no
puedo entender, pero que es practicado por casi todos los cristianos. Las calles de nuestras
ciudades están repletas de rameras que se venden o que se regalan,  sin embargo parece que
el cristiano moderno no está cansado de este espectáculo de inmoralidad sexual que
encuentra por todo lado en la calle: las mujeres en minifaldas, las propagandas en los
muros, ¡no!, llega a su hogar y prende el televisor y sigue el espectáculo de las rameras de
Hollywood…La TV ha hecho su obra para lo cual fue creada; la imagen de la bestia ha
nutrido durante décadas la bestia que está dentro del pensamiento lascivo y ahora se le
otorga libertad condicional cuando debería estar confinada en su celda en la espera del día
de su ejecución. En 2 P.I; 4, el apóstol nos dice que hemos recibido preciosas y grandísimas
promesas para que por ellas llegásemos a ser participantes de la naturaleza divina,
HABIENDO HUIDO DE LA CORRUPCIÓN QUE HAY EN EL MUNDO A CAUSA DE
LA CONCUPISCENCIA. La señal segura de que hemos nacido del Espíritu y de la Palabra
es que espontáneamente huimos  de esta concupiscencia  apenas se presenta;  somos como
José que huyó y salió corriendo cuando la mujer de Potifar lo agarró por el vestido para que
cometiera adulterio con ella: Gen.XXXIX; 12. ¿Cómo pues el cristiano puede tener un
aparato en casa que a cualquier momento le muestra la mujer de Potifar en toda su lujuria?
En cualquier propaganda comercial está allí proponiendo aparentemente un producto, pero
a la verdad excitando la concupiscencia  y  tratando de despertar la lujuria que duerme en
nosotros. ¿No sabéis que el que mira una mujer para codiciarla ya cometió adulterio en su
corazón? Claro que todos dicen que cuando prenden el televisor no es para mirar a la mujer
de Potifar, no obstante saben perfectamente que ella va aparecer automáticamente en la
pantalla, en cualquier momento, en una corta propaganda comercial va  a aparecer. ¡Prender
el televisor no es huir de la corrupción que está en el mundo a causa de la concupiscencia,
al contrario es invitarla y banalizarla como algo inocuo!  Sé que los cristianos cuando ven a
la mujer de Potifar aparecer en toda su lujuria, no le prestan atención, quizás cambien el
canal, pero la fortaleza inexpugnable ha recibido nuevas municiones que disparará durante
tu sueño, o en cualquier momento que dejes vagar tu pensamiento. “Hay camino que al
hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte”; a todos mis hermanos les
parece normal tener TV en casa pero ya se ven los frutos después de medio siglo de
procesamiento del pensamiento por medio de la imagen animada que habla (Ap.XIII; 14 y
15). Ha habido en 50 años una decadencia moral, y sobre todo una impureza sexual  que ha
sido creciendo de forma fulgurante y el resultado ha sido el desmoronamiento de la célula
familiar instituida por Dios. El matrimonio ha perdido su carácter sagrado, y entre el pueblo
cristiano se ha mantenido como una fachada pero ya el varón no es cabeza de la mujer,
ambos llevan  pantalones, y en cuanto a las hijas el fracaso es más evidente aun. Todo esto
es en gran parte debido al caballo de Troya que han introducido en sus hogares y que ha
abierto las puertas del alma al enemigo. Nuestra lucha no es contra carne y sangre sino
contra los mismos espíritus  inmundos que dan el tono a los programas de la TV. Estoy
asustado cuando considero la suciedad que a veces brota de mi yo carnal vendido al pecado
y esclavo del diablo, pero gracias doy a Dios por mi Señor Jesucristo que  me ha dado por
obra del Espíritu Santo un corazón nuevo que anhela la pureza absoluta, y que ya ha
destronado el poder del viejo hombre que sigue agonizando más y más cada día por la
aplicación constante de la sangre del Cordero a mi consciencia y del agua de la Palabra a
mi mente  que renueva mi espíritu. Mis hermanos  tienen la misma lucha interna, y por
ende me horrorizo al ver la inconsciencia y la inconsecuencia general que reina por doquier
en la cristiandad. Parece que hay un complot silencioso, o un consenso tácito para callar la
voz de la consciencia que condena la TV o aquietarla con compromisos engañosos. Sin
embargo por amor a mis hermanos no dejaré de seguir insistiendo sobre ese deber moral de
limpiar vuestras casas de esa imagen inmunda. No participaré en el consenso tácito sino
que si Dios me permite, seguiré denunciando esta obra del Maligno en el hogar de mis
hermanos, quizá unos reaccionarán y retomarán el camino de temor de Jehová que es
aborrecer el mal que propaga la TV.
      Job XXXI; 1, 7, 9, 10, 11 y 12 dice: “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo pues, había yo de
mirar a una virgen?...si mi corazón fue tras mis ojos…si fue mi corazón engañado acerca de
mujer, si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, muela para otro mi mujer, y sobre
ella otros se encorven. Porque es maldad e iniquidad que han de castigar los jueces. Porque
es fuego que devoraría hasta el Abadón y consumaría toda mi hacienda”. ¡Hoy en día no
hay necesidad de estar acechando a la puerta de nuestro prójimo, podemos en la privacidad
de nuestros hogares dejar nuestro corazón perverso deleitarse en la presentadora en
minifalda del noticiero de las 8 de la noche! Gracias a Dios hice el pacto de Job, y he
limpiado mi casa de la presencia de la TV. Esto no quita que el pensamiento impuro yazca
todavía en el fondo de mi ser; en el viejo Gilberto, pero estoy resuelto por la gracia de Dios
a mantenerlo encerrado y a no darle oportunidades para alimentarse y manifestarse. ¿Harás
el pacto de Job? Es necesario que lo hagas, porque sin santidad nadie verá a Dios, y la TV
es el mundo de la impiedad y de la impureza sexual como espiritual. Es menester hermanos
que expulséis la TV de vuestros hogares  “porque el reino de Dios no consiste en palabras
sino en poder” y si no tenéis ni aun el poder de rechazar el aparato programado por el
príncipe de la potestad del aire de vuestras casas, ¿cómo podréis pretender conquistar  los
territorios del enemigo si vuestro propio territorio tiene en su centro una antena consular de
Satán?  Que Dios os dé la sinceridad, (porque no es cuestión de inteligencia), y la fuerza
para la reconquista de vuestros hogares. ¡Que Dios nos guarde a todos!
   

EL BAUTISMO DE JESUCRISTO

      Mateo III; 13,14, 15: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser
bautizado por él. Mas Juan se le oponía diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿Y tú
vienes a mí?  Pero Jesús le respondió: Deja ahora; porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces Le dejó”.

     Recientemente he estado insistiendo sobre la doctrina de los bautismos, especialmente


en 2 artículos titulados: “¿Espíritu o agua?” y “El arrebatamiento de los violentos”. Pero no
había tomado en cuenta el bautismo de agua de nuestro Señor Jesús, y es un caso especial
que merece ser tratado aparte.
     La interpretación tradicional es que el bautismo de Jesús es el bautismo común a todos
los cristianos, y Él se somete a ello para darnos un ejemplo de obediencia a esta ordenanza.
Ya hemos debatido el asunto del bautismo de agua y fue establecido que era un rito judío
antiguo que databa de la época de Moisés, y que era algo que debía ser transitorio como el
no comer sangre, para facilitar la entrada de los judíos a la nueva dispensación de la gracia
revelada completamente en Jesucristo. No obstante es evidente que el bautismo de Juan era
un bautismo de arrepentimiento que no concernía el Señor, por lo cual la reacción de Juan
fue de resistirle, hasta que accedió a la orden del Señor. Cristo Jesús no tenía ningún pecado
que confesar o llorar, así que tampoco en este sentido fue bautizado Cristo. Entonces, no
fue bautizado por cumplir con un rito obligatorio para todos los cristianos, como la mayoría
cree, ni por arrepentirse de cualquier pecado.  ¿Porqué pues fue bautizado Cristo en el río
Jordán?
     La respuesta está en el mismo rio; el rio Jordán. El rio Jordán era el límite de la tierra
prometida a los israelitas cuando venían de Egipto, después de 40 años dando vueltas en el
desierto por causa de su incredulidad. Al pasar el rio Jordán bajo el mando de Josué, de
forma tan milagrosa como cuando atravesaron el mar Rojo, entraron todos en una nueva
etapa: la posesión de su heredad. Dios no los había sacado de Egipto para que perecieran en
el desierto sino para que poseyeran la tierra prometida. Atravesar el rio Jordán fue un
cambio total de vida para los israelitas, pues ya se acabó el mana; empezaron a comer los
frutos de la tierra, y fue después de pasarlo que llegó el momento de circuncidar en Gilgal a
todos los varones, puesto que solo José y Caleb eran los únicos circuncisos de la
congregación, y el otro cambio también era que Josué, (¡cuyo nombre es sinónimo de
Jesús!), era el sucesor de Moisés como autoridad sobre las 12 tribus de Israel. Toda esta
historia es claramente para nosotros los cristianos, una tipografía  del paso del desierto de la
incredulidad en el cual da vueltas el escogido hasta el día en que Jesús le hace pasar de sus
tinieblas a Su luz admirable. Así que tal como Josué pasó con todos del desierto a la tierra
que fluye leche y miel, pero no lo pasó como todos porque él era el gran caudillo que
guiaba al pueblo, haciéndole pasar el Jordán y era ya circunciso, así también es nuestro
Josué; el Cristo de Dios que nos hace entrar a través de la regeneración por la Palabra y el
Espíritu, en la vida nueva donde brilla su luz y donde tenemos que luchar contra el pecado,
el mundo y el diablo; Jesús entra con nosotros y delante de nosotros en el campo de batalla,
dejando atrás las ataduras de la ley ceremonial, pero no como nosotros porque Él siempre
ha sido circunciso de corazón y no tiene que luchar con el pecado adentro sino afuera. En
efecto dice Jos.IV; 14: “En aquel día Jehová engrandeció a Josué en ojos de todo Israel; y le
temieron como habían temido a Moisés, todos los días de su vida”, e igualmente hemos de
considerar el bautismo de nuestro Señor Jesús como el gran día cuando se revela como
nuestro Josué que nos hace entrar en la nueva vida eterna, no como simplemente la
necesidad de sujetarse a un rito porque se hizo como nosotros, rito que además ni salva ni
sella la salvación y que es especifico de la ley ceremonial del pacto de la ley. El día que fue
bautizado Cristo por su primo Juan, fue en efecto el día en que nuestro Josué fue
engrandecido pues vio Juan el Espíritu que bajaba sobre Jesús como paloma, y oyó una voz
del cielo  que dijo: “Tu eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia”, (Lc.III; 22),
confirmando así que Él era el Salvador que nos bautiza con el Espíritu Santo. Fue el día de
su institución oficial como nuestro sumo sacerdote establecido sobre la casa de Dios: la
Iglesia, pues dice Hb.V; 10: “Y fue declarado por Dios sumo sacerdote” y también en III; 1:
“…considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestro profesión, Cristo Jesús”, aunque
solamente  empezó a ministrar como sumo sacerdote al ofrecerse en la cruz como ofrenda
por el pecado,  para después de su resurrección seguir eternamente en su ministerio
sacerdotal intercediendo por nosotros delante del Padre: Ro. VIII; 34.  No hay que olvidar
que esta ceremonia para instituir un nuevo sumo sacerdote, no es algo nuevo y por ende
Jesús dice a Juan que “es conveniente que cumplamos todo lo que es justo” como reza otra
versión reformada del NT. En efecto cuando Dios instituyó el sacerdocio aarónico en Ex.
XXVIII; 1, consagró a los sacerdotes bautizándolos en agua: Ex. XXIX; 4, (¡claro que no
había rio en el desierto para sumergirlos, así que fue un bautismo por aspersión!). Sabiendo
pues que Dios empezó en la práctica la dispensación de la ley con un bautismo de agua,
Jesús le recalca a Juan que es justo que procedan de la misma manera, pues la nueva
dispensación no instituye un sacerdocio inferior sino superior y no transferible, pues
nuestro sumo sacerdote es eterno. Tan superior, digo,  que el Padre se hace oír y el Espíritu
se hace ver en el acto, cosas que no sucedieron en el bautismo de Aarón y sus hijos. Tan
superior que no fue un bautismo por aspersión, sino por inmersión en el rio que tipifica la
puerta de entrada a la vida nueva. No fue bautizado con unas gotas sino con la corriente del
rio que unos siglos antes había limpiado aun a Naamán el general de las tropas de Siria,
nación enemiga de Israel, lo cual hablaba ya de la universalidad del alcance del Evangelio:
2 Reyes V.
      Por lo cual dice 1 J. V; 6: “Este es el que vino mediante agua y sangre Jesucristo; no
mediante agua solamente sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da
testimonio; porque el Espíritu es la verdad”. Ahora bien, si uno interpreta este verso
teniendo en mente la opinión tradicional de que Jesús se bautizó en agua para identificarse
con los pecadores, no puede percibir el significado de tal versículo. En efecto este verso,
como otros en la misma epístola (I; 7, II; 2, III; 5, 16, IV; 10) trata del sacerdocio de Jesús.
Nuestro sumo sacerdote según el orden de Melquisedec tiene una particularidad que lo
distingue muy por  encima de los antiguos sacerdotes según el orden aarónico; la ofrenda
que sacrifica es su propia vida por tanto dice en J. X; 17 y 18: “Yo pongo mi vida, para
volverla a tomar. Nadie me la quita sino que Yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para
ponerla y tengo poder para volverla a tomar”. Él es el sacerdote y Él es también la ofrenda.
Jesús vino para expiar nuestros pecados por medio de una sola ofrenda, así que para poder
ofrecer el sacrificio expiatorio en la cruz del Calvario tiene primero que ser consagrado
como sacerdote, y según la ley esto se hacía mediante una ceremonia de lavamiento de
agua. Por esto mismo dice Juan que vino mediante agua. La ceremonia de bautismo de agua
lo instituyó oficialmente como sacerdote, pero agrega Juan: “no mediante agua solamente
sino mediante agua y sangre” para significar que este sacerdote es también la victima
sacrificada para aplacar la justicia de Dios. Nótese  que Juan repite 2 veces “agua y
sangre”; no separa el agua de la sangre, porque no se puede separar un sacerdote de su
ofrenda. Un sacerdote está establecido para sacrificar algo, sino no es un sacerdote. Jesús es
nuestro sumo sacerdote que vino como sacerdote mediante el bautismo de agua, para verter
su sangre porque Él es también la victima que se sacrifica; Él es Cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
      La confirmación de que el bautismo de Jesús  es  de institución del nuevo sacerdocio y
no un ejemplo para que nos bauticemos nosotros los gentiles con agua, está también en el
testimonio que sale de la boca de Juan el Bautista en J. I ; 29 a 34, donde nos dice: “Y yo
no lo conocía; mas para que fuese manifestado A ISRAEL PARA ESTO VINE YO
BAUTIZANDO CON AGUA…” Así que la razón principal de haber sido enviado a
bautizar con agua era para que fuese hecho manifiesto a Israel que Jesús de Nazaret es el
Cordero de Dios que bautiza con el Espíritu Santo, que Él es el sumo sacerdote de una
nueva dispensación. La segunda razón era para preparar el pueblo del Señor llamándolo al
arrepentimiento, lo cual se hacía público mediante el bautismo de agua. No fue enviado
Juan solamente para bautizar en agua al pueblo, sino que su misión principal era  bautizar al
Señor Jesús. Reparad en que Lc. I; 76 y 77  dice que Juan el Bautista fue enviado
primeramente para preparar los caminos del Señor, no los de su pueblo, es decir para
oficializar su entrada al nuevo ministerio sacerdotal según el orden de Melquisedec
mediante un bautismo de agua, y después para dar conocimiento de salvación a su pueblo.
Pero es asombroso ver que si bien Juan sabía que había sido enviado a bautizar con agua
para que el Cordero de Dios fuese manifestado a Israel, no obstante él mismo no veía más
que un bautismo de arrepentimiento en su ministerio; no había entendido que su misión era
primeramente que Jesús fuese instituido sumo sacerdote según el orden de Melquisedec por
medio del bautismo de agua que corresponde a la consagración de los sacerdotes:
Ex.XXIX; 1 y 4. Juan pensaba que solo tenía que preparar el pueblo para su Señor, no
pensaba que tenía también que hacer lo que hizo Moisés a Aarón, y por esto no entendía
por qué Cristo le ordenó que le bautizase a Él también. ¡Y aun después de ver y de oír cosas
tan maravillosas, siguió con una cierta falta de entendimiento, pues meses después estando
en la cárcel manda a unos discípulos suyos a preguntar a Jesús si Él es Él que había de
venir, si Él es el Mesías!
     Así que nuestro Señor Jesús no entró en las aguas bautismales como los oyentes de Juan
para confesar públicamente su arrepentimiento, o como lo han hecho los cristianos para
mostrar y confirmar públicamente su compromiso y su fe en Cristo Jesús. Él entró para ser
oficial y públicamente instituido como nuestro sumo sacerdote según el orden de
Melquisedec, y por esto hubo estas manifestaciones de parte del Padre y del Espíritu Santo.
Todo eso era justo, porque la justicia imputada que nos trajo Cristo fue por medio de un
nuevo sacerdocio y de una nueva ley: “porque cambiado el sacerdocio es necesario que
haya cambio de ley”, y tal como el antiguo sacerdocio aarónico fue establecido
oficialmente mediante un bautismo,  también convenía que el nuevo sacerdocio fuese
instituido de la misma manera, y este sacerdocio; con miras a que se cumpliese toda
justicia; pues “por una sola ofrenda ha perfeccionado (judicialmente) para siempre a los que
son santificados”. Sin embargo es preciso recalcar que la justicia que se cumple aquí es
referente a la grandeza del nuevo sacerdocio, comparado con el antiguo sacerdocio
aarónico. En otras palabras Cristo dice que el ministerio de justicia mediante el nuevo
sacerdocio supremo que se instituye ahora, también merece que se le haga justicia dándole
una entrada solemne mediante el bautismo de agua. Un bautismo de agua único en cuanto a
la persona que lo recibe, al oficio que consagra, y al testimonio que recibe de parte de Dios 
y de Juan.  ¿Acaso puede haber cualquier justicia cumplida en el bautismo de agua de
Cristo, que sea de otro tipo que una justicia en cuanto a la forma de introducir el nuevo
sumo sacerdocio, con relación a la institución del antiguo sacerdocio aarónico? ¡Por
supuesto que no! Cristo Jesús crucificado y resucitado es el cumplimiento real de toda la
justicia que requiere la ley moral de Dios. “Justificados por la fe tenemos pues paz para con
Dios”, no hay ninguna imputación de justicia por otro medio que por la fe. La justicia está
en la sangre no en el agua, “porque sin derramamiento no se hace remisión”. La Escritura
es muy clara sobre la justificación, y solo la influencia perniciosa de la tradición hace que
la mayoría de mis hermanos ven una cierta justicia para el hombre en este rito. Aquí en el
bautismo de Cristo Jesús, nuestro Señor habla de justicia para la introducción pública del
nuevo sacerdocio en la nueva dispensación que empieza; es hacer justicia a un oficio en
comparación con otro oficio que solo era la sombra del nuevo, no es una justicia para
ningún hombre sino para un oficio supremamente elevado. Por lo cual dice Jesús:
“conviene que cumplamos toda justicia”, no solamente para los hombres sino también para
la dignidad del nuevo oficio según el orden de Melquisedec. Por  lo tanto el bautismo de
Cristo que es único y sublime, no es un argumento válido para sostener  el dogma
equivocado del bautismo de agua común a todos los creyentes de todas las épocas, judíos
como gentiles.
     Insistimos pues que este rito del bautismo de agua es un rito muy común en la religión
judía, y como Jesús nació de mujer y nació bajo la ley, era también conveniente por esta
razón que se introdujera la nueva dispensación por medio de este rito, cuyo sentido fue
aclarado en el caso de Jesús por la aparición del Espíritu Santo en forma de paloma y la voz
del Padre que se oyó. En efecto el rito del lavamiento, (o bautismo en griego), tenía varios
significados, pues según la ley podía ser la institución de un nuevo sacerdote, o la limpieza
de un utensilio de cocina, o la purificación ceremonial de un leproso. Según una tradición
había llegado a ser usado como un requisito para la entrada de los  prosélitos a la religión
judía, según Juan bajo la guía del Espíritu Santo era para publicar el arrepentimiento de
pecados, lo cual preparaba el camino para la nueva dispensación de la gracia, según la
Iglesia de la primera generación era un puente cultural para facilitar la salida del judaísmo y
la entrada al cristianismo de los creyentes hebreos, y según la tradición posterior de las
iglesias llegó a ser un requisito para la membresía de la Iglesia. Para nuestro Señor no fue
ninguna de todas esas posibilidades sino fue algo único para instituir  el sumo sacerdocio de
un nuevo orden que le pertenece a Él única y perpetuamente. Por lo tanto,  después de pasar
por este rito, se ve un cambio en su relación con su madre y con la ley ceremonial; pues ya
no estaba más en la casa de sus padres y sujetos a ellos, por lo cual le dice luego a su
madre: “Mujer ¿Qué hay entre ti y mí?”, y nunca más la llama públicamente madre o
mama, sino siempre “mujer”, y en cuanto a la ley ceremonial empezó a enseñar cosas
contrarias a ella en cuanto a alimentos haciéndolos todos puros, o afirmando que el Hijo del
Hombre es Señor del sábado y no sujetado  al único mandamiento del Decálogo  que no es
moral sino ceremonial, pues es una señal: Ex. XXXI; 13, 17.
     En conclusión; espero que esta explicación sirva para quitar un argumento a la tradición
que siempre procura anular el mandamiento de Dios: Mr.VII; 6 a 13. El mandamiento  Dios
es que creamos en su Hijo, y esto viene por el oír y el oír por la palabra de Dios. El falso
Cristo del papado  diabólico es un Cristo de ceremonias, es un Cristo de agua, de vino, de
hostia, es según ellos mismos alardean: un Cristo eucarístico. Nosotros los protestantes
hemos escapado a sus burdas y supersticiosas interpretaciones de las Escrituras,  pero no
obstante hasta nuestros  mejores teólogos no han podido eliminar todas las escorias del
catolicismo que es la religión carnal por excelencia. Oíd lo que dijo nuestro  gran teólogo
Calvino en su segundo sermón sobre la Ascensión de nuestro Señor Jesucristo: “¿Y porqué
decimos que todo esto está comprendido en el bautismo?...Lo mismo se podría decir de la
Cena. Cuando recibimos la Cena, a medida que el ministro distribuye entre nosotros el pan
y el vino, Jesucristo nos hace participes de su cuerpo y sangre, para que seamos auténticos
miembros suyos; y está escrito que a través de este medio la Cena es la comunicación del
cuerpo y de la sangre de nuestro Señor Jesucristo”. ¡Hermanos, os pido que leáis otra vez
detenidamente lo que dice aquí Juan Calvino! ¿Os dais cuenta del disparate, pues Calvino
nos dice que en el momento de recibir los elementos de esta ordenanza Cristo nos hace
participes de su muerte y verdaderos cristianos, porque así lo dice la Biblia? ¿Dónde está el
verso que dice claramente esto?  ¿Por qué no nos cita el pasaje?  Unos podrían decir que él
pensaba en 1 Cor.X; 16, 17 donde leemos: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es
la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de
Cristo?”, pero esto no significa en ninguna manera que cuando lo recibimos de la mano de
un ministro, esto nos hace participes de su cuerpo. Esto significa que ya estamos en
comunión porque somos un solo pan y un solo cuerpo, (v.17), y los que participan
dignamente en este acto conmemorativo, son hermanos que disciernen el significado del
pan y del vino: 1 Cor.XII; 29, no gente que busca la comunicación de los beneficios de la
muerte de Cristo, sino más bien hermanos que cada vez que comen este pan y beben esta
copa la muerte del Señor muestran hasta que Él venga: 1 Cor.XI; 26. Son hermanos que
muestran lo que significa para ellos esta muerte del Señor  a los que todavía no han sido
hechos participes de su cuerpo que es la Iglesia.  No obstante, siendo calvinistas,  sabemos
que  Calvino es un gran teólogo y ciertamente entiende que la salvación es por fe no por
sacramentos y que no hay ningún poder afuera del Espíritu Santo para convertir a los
hombres en cristianos, pero como Lutero y como casi todos nuestros teólogos,  hay una
confusión latente  que de vez en cuando brota en unas afirmaciones que son disparates que
contradicen todo lo que proclaman normalmente con fidelidad y verdad, y estos disparates
son debidos a la influencia del pensamiento tradicional que existe desde el siglo III, según
el cual los sacramentos son primeramente para la edificación de los que participan de ellos,
cuando a la verdad son primeramente para edificación de los que presencian el rito, y no de
los que participan de ello. ¡No he leído jamás a un teólogo protestante notorio que haya
entendido esto!  La mucha erudición no garantiza la buena interpretación, y no impide la
confusión que nutre la tradición a propósito de los sacramentos. Estaba bien equivocado
Festo  cuando “a gran voz dijo: ¡Estás loco Pablo; las muchas letras te vuelven loco!”, pero
con Orígenes habría podido a veces gritarle esto con razón… (Sabed que Orígenes se castró
por interpretar literalmente Mt.XIX; 12, y después al darse cuenta de su error, se volvió el
gran campeón de la alegoría, y con toda su erudición dijo cosas bien extrañas; unas de ellas
establecieron los fundamentos de la doctrina falsa del purgatorio). La mucha erudición
cuando su propietario no ha recibido la revelación de la interpretación correcta de un verso
es peor que la ignorancia,  pues hace tropezar a muchos elegidos. Nuestros padres de la
Reforma han hecho un trabajo fantástico y prodigioso  al sacarnos de la idolatría romana, y
somos todos deudores  para con ellos; fueron instrumentos escogidos de Dios, que nos
devolvieron el Evangelio eterno. No obstante esa confusión que siempre permanece en la
mente de nuestros teólogos cuando hablan de los sacramentos deja una puerta media abierta
al espíritu que promueve el ecumenismo con Roma. La fuerza del catolicismo está en la
virtud misteriosa que ellos atribuyen a sus sacramentos y a sus sacerdotes, y en la medida
que nosotros atribuimos una cierta virtud en los elementos del sacramento, al lado de la
Palabra que los  acompaña, en esta misma medida dejamos una brecha en la defensa de
nuestra fe reformada y que siempre está reformándose, pues dice el Señor Jesús en J.VI;
63:  “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que os he
hablado son espíritu y son vida”.  Sin embargo no dejaré de ser un ferviente calvinista en
cuanto a soteriología, pero como bien dice Is.II; 22: “Dejaos del hombre, cuyo aliento es en
su nariz, porque ¿de qué es él estimado?”, por lo tanto tengamos siempre en mente que el
Único que tiene la interpretación correcta es el Espíritu Santo, y si bien la revela por lo
general a los maestros que El ha instituido, no obstante les deja a veces filtrar el mosquito y
tragar el camello para que ningún hombre se jacte delante de Dios, y que todos sepamos
que la infalibilidad es Suya, y nuestra la confusión, cuando preferimos oír la voz de la
interpretación tradicional a la Suya.
     La profecía de Daniel XII; 4: “Se aumentará la ciencia”,  está cumpliéndose. ¿Hermano
está cumpliéndose en ti esta profecía, o estás encerrado en una escuela de interpretación
privada? No olvides que ninguna profecía es de interpretación privada: 2 P.I; 20. Ahora
quede claro que lo malo es estar encerrado en una escuela de interpretación, no es
pertenecer a una escuela, pues de hecho todos tenemos un sistema de interpretación que nos
pone en una escuela de interpretación, y hay escuela de interpretación en cada rama de la
teología que sea escatología, soteriología, hamartologia, neumatologia etc.  No puedes ser
milenarista y amilenarista al mismo tiempo. Pero sí puedes sacar cosas del amilenialismo
para fortalecer tu convicción milenarista. ¡El que me proporcionó la clave para entender
que el bautismo de agua no es una ordenanza cristiana en sí, es el presbiteriano A.A.Hodge;
un teólogo que predicaba el bautismo de agua no solamente de los cristianos convencidos,
pero también de los infantes! Y sucede a veces que en ninguna escuela vas a tener la
interpretación correcta, porque Dios no usa siempre maestros para instruirnos sino que a
veces el Espíritu Santo te da directamente la interpretación correcta; la Suya. El Señor no
quiere que caigamos en los extremos; sea de confiar constantemente en los maestros que Él
ha instituido a lo largo de los siglos, como hacen los católicos con sus curas, sea de creer
que teniendo la Biblia y al Espíritu Santo no necesitamos a los maestros aprobados, como
hacen los pentecostales  y otros herejes. Así que hermanos: “Examinadlo todo, retened lo
bueno”.

 ¿Espíritu o espíritu?

     Es instructivo y preventivo saber que las copias de los originales de la Biblia vienen en
mayúsculas, y  sin puntuación. Por ejemplo la frase: “He aquí el cordero de Dios que quita
el pecado del mundo”, viene en griego escrito de esta forma si lo pasamos al español:
HEAQUIELCORDERODEDIOSQUEQUITAELPECADODELMUNDO. De manera que
cuando uno lee la Biblia sea en el idioma original sea en una traducción, ha de determinar
por sí mismo si la palabra “ESPÍRITU” concierne el Espíritu Santo o el espíritu del
hombre. A veces el contexto lo indica, pero también a menudo uno tiene que escoger una
de las 2 opciones o también reconocer que se puede admitir las 2. Así que en este caso,
conocer el griego koiné, no da ninguna ventaja, pues son los traductores que según su
parecer no según su conocimiento del idioma, deciden si hay que leer Espíritu o espíritu.
Como dice la Escritura: “Maldito el varón que confía en el hombre”, lo cual incluye a
nuestros mejores teólogos, eruditos, y traductores de la Palabra, y por lo tanto es
importantísimo que cuando nos acercamos a la Escritura pidamos siempre a Dios que nos
dé un espíritu de sabiduría y de revelación en su conocimiento. Alabo a Dios por esta
excelente traducción que en 1602 nos ha dado por medio de Casiodorio de Reina y
Cipriano de Valera; esta traducción es su Palabra pura. Es tan buena como la traducción
inglesa de 1611: la “King James Version”, (conocida también como: Versión autorizada o
“Authorised Version”). Para el pueblo protestante e hispano, la Reina-Valera es la Biblia
que Dios le ha dado, las demás traducciones no alcanzan su pureza, pues ésta es la Biblia de
la Reforma protestante, y la Reforma era un avivamiento del Espíritu Santo, basado en la
doctrina y en la Biblia. Por lo cual Dios dio en aquel tiempo las mejores copias y los
mejores traductores reformadores de las grandes potencias de Europa, porque nuestro Dios
es un Dios histórico, que actúa en la Historia en el momento preciso con los medios
precisos, y con fines precisos. Ahora lo que digo es basado en la fe que tengo en un Dios
que dirige la Historia, y cuyos ojos están siempre sobre sus escogidos, no lo digo en base a
pergaminos antiguos que nunca he visto.
      Tenemos varias revisiones de la RV (Reina-Valera), y no se puede decir que una es
mejor que otra, sino que es muy útil tenerlas todas, pues a veces es mejor la 1960 que la
1602, otra vez es mejor la 2010 (publicada por Chick) que la 1909, y estoy seguro que la
1862 supera a veces las demás en ciertos pasajes. No obstante en el caso de determinar si la
Escritura habla de Espíritu Santo o de espíritu de hombre, la única autoridad es el Paracleto.
Vamos pues a analizar este punto en los casos que son ambiguos, recordando que son los
traductores que han decido si hay que meterle una mayúscula o una minúscula. Nadie es
infalible y se han equivocado en varios casos, y en otros casos se han decidido por una
mayúscula, lo que no era un error, pero se podía admitir también una minúscula. “Mis
pensamientos no son vuestros pensamientos” dice Jehová, en efecto nuestros pensamientos
no son a la altura de los Suyos, y la cultura, la tradición, la doctrina que creemos, las ideas
preconcebidas, los prejuicios, todo esto influye tanto en eruditos como en ignorantes. Por lo
cual pedimos a Dios que nos dé gracia para poder discernir el Espíritu del espíritu en los
pasajes ambiguos durante nuestro breve sobrevuelo del NT. Usaremos la Reina-Valera
versión 1960.

     Job XXXIII; 4: “El espíritu de Dios me hizo…”


      Es el único pasaje del AT que miraremos. Evidentemente es un error que se halla en la
revisión 1960 y 1909. La 1602 y la 2010 dicen: El Espíritu de Dios. ¡En Dios no hay
minúsculas, todo es con mayúsculas, porque nuestro Dios es grande, muy encima de los
diositos de las falsas religiones! Y de paso es útil recalcar que los arminianos son los
protestantes que disminuyen el Espíritu de Dios; tanto lo disminuyen que el hombre puede
cerrarLe la entrada de su corazón…
      Lucas IX; 55: “…Vosotros no sabéis de qué espíritu sois…”
     Creo que en este caso se puede admitir los 2 sentidos. Claro que la opción más probable
es la que vemos en nuestra biblia, es decir que tenían que ser de un espíritu apacible,
manso, como su Señor, pero también es posible que Jesucristo sabiendo que un día serían
templos del Espíritu Santo les dijera: “vosotros no sabéis de qué Espíritu sois”.
 
     Romanos VIII; 1 al 15.
     Creo que para entender bien este capítulo hay que tener en mente el último verso del
capítulo anterior en la revisión original de 1602 de Cipriano de Valera donde leemos: “Ansi
que yo mismo con el espíritu sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del peccado”.
Es la única versión que dice espíritu en vez de mente, (a no ser que la revisión de 1862 diga
lo mismo). Esto concuerda con nuestro concepto  tricotomista, pues afirmamos no
solamente por medio de la Escritura pero también por medio de la experiencia, que la
morada de Dios Espíritu Santo dentro del hombre es el espíritu. Dios es Espíritu y El tiene
su morada en el espíritu del hombre regenerado. Nuestro Señor Jesús nos enseñó que Dios
es Espíritu, y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Es cierto
que el alma inmediatamente empieza a ser transformada por la presencia del Espíritu Santo
en el espíritu del hombre, pero su transformación viene después, como también la
transformación del cuerpo de la humillación nuestra que será la última parte a ser
transformada o resucitada. Así que en el nuevo nacimiento lo que nace de nuevo es
primeramente el espíritu del hombre; la consciencia es lo que recibe la Luz, después el alma
recibe también esta Luz. Es como en un nacimiento natural; primero sale la cabeza, luego el
tronco, y al fin los pies, de igual manera; primero el espíritu es transformado, luego el alma
y al fin el cuerpo. No obstante solo digo esto de paso, pues si os interesa el tema podéis leer
un artículo titulado en Sola Fides titulado: “Tricotomismo”, y si queréis investigar la cosa
más a fondo os aconsejo la obra de Watchman Nee: “El hombre espiritual”. Pero era
necesario decirlo porque como lo dije anteriormente la doctrina que creemos influye en
nuestra interpretación y comprensión. No es que queremos imponer el tricotomismo pero
nos hace entender las cosas de cierta manera, mientras que los dicotomistas las entenderán
de otra manera. No se puede escapar de una escuela de interpretación, sin hallarse en otra.
Solo Dios tiene conocimiento perfecto de todas las cosas; Él es el Maestro, ¡nosotros somos
todos alumnos, y seguimos en la escuela!
     Verso 1: “…los que no andan conforme a la carne mas conforme al Espíritu.”
     Se puede admitir las 2 opciones; puede ser conforme al Espíritu Santo o conforme al
espíritu del hombre que ha sido vivificado. El espíritu del hombre que ha sido regenerado
por el Paracleto es uno con Él. El cristiano que sigue su conciencia donde mora Cristo por
medio del Espíritu Santo anda conforme al Espíritu.
     Verso 2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.”
     Me parece más apropiado lo que escogieron los traductores de esta versión que la opción
“espíritu de vida”. Pero no sería tampoco un error la opción “espíritu de vida”, pues el
espíritu del hombre si bien no es como el Espíritu Santo, ni jamás lo será, sin embargo es
uno con El en propósito, en sentir, y una vez que fue iluminado y unido al Espíritu Santo,
tiene una ley de vida inherente que le hace amar y seguir a Cristo que es la vida misma de
este espíritu regenerado.
    Verso 4: “Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros que no andamos
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
     Por causa de las unidad que existe entre el Espíritu Santo y el espíritu del creyente, se
puede admitir que se trata del Espíritu Santo, pero nos parece más conveniente en este caso:
“conforme al espíritu”, porque el capítulo trata de 2 formas de caminar que son el caminar
de forma terrenal o carnal, y el caminar de forma espiritual. Los creyentes son una paradoja
viviente, porque tienen 2 principios activos que los mueven: la carne que es conectada a la
vida terrenal únicamente y es vendida al pecado y manipulada por el diablo; se llama
también el hombre viejo, y el espíritu vivificado que es conectado con los asuntos celestes
únicamente, y es refractario al pecado y guiado por el Espíritu Santo; se llama también el
hombre nuevo.
     Verso 5 y 6: “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero  los
que son del Espíritu en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte,
pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz”
     Ambas opciones son aceptables, aunque nos parece más apropiado hablar del espíritu
del hombre en este caso, pues sigue el discurso sobre los que siguen sus apetitos y deseos
mundanos y los que siguen su conciencia. Además no somos nosotros que nos ocupamos
del Espíritu sino el Espíritu que se ocupa de nosotros. Nosotros tenemos que ocuparnos de
la voz de nuestra conciencia, es decir ocuparnos de nuestro espíritu, el cual nos transmite el
testimonio del Espíritu. La Biblia inglesa KJV traduce la expresión “ocuparse del espíritu”
como “tener una mente espiritual”, lo cual confirma nuestro sentir.
     Versos 9 y 10: “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de él.
Pero si Cristo está en vosotros el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el
espíritu vive a causa de la justicia.”
     Siguiendo la lógica del discurso que opone el andar en la carne al andar en el espíritu,
sería mejor: “…sino según el espíritu…”porque nos muestra la unión vital que une el
espíritu del hombre al Espíritu Santo capacitándole para seguir los dictados de su
consciencia que va creciendo en la comunión con Cristo. Un hombre no puede seguir
fielmente su conciencia mientras no tiene al Espíritu Santo morando en ella. El hombre
natural está vendido al pecado, y no puede permanecer fiel a su conciencia en todos los
aspectos de esta vida. Hay actos heroicos de patriotismo hechos por incrédulos que siguen a
su conciencia, pero siempre hay brecha en otras áreas de su vida, mientras que el cristiano
clama: “¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!”. Además dice el v.10 que a causa de la
justicia nuestro espíritu vive, y en el v.9 habla de vivir según la carne o según el espíritu,
oponiendo 2 principios inherentes  al cristiano, y antagónicos. Ahora sin duda el Espíritu de
Dios no mora en la carne sino en el espíritu; lo cual nos permite vivir según el espíritu.

      Verso 15: “…sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos:
¡Abba, Padre!”
     Aquí la RV 1602 y la 2010 dicen: “…Espíritu de adopción…”, y es lo correcto porque
no somos nosotros que adoptamos a Dios sino Dios que nos adopta en Cristo Jesús por
medio del Espíritu. Así que no estamos de acuerdo con la revisión 1960.

     2 Corintios III; 6 y 8: “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo
pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata mas el espíritu vivifica... ¿cómo
no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?”
     Aquí vemos en ambos casos al Espíritu no el espíritu humano porque el antiguo pacto de
la letra es decir de la ley, era también espiritual: “porque sabemos que la ley es espiritual”,
(Ro.VII; 14). Así que la ley, es decir el antiguo pacto, ministraba también al espíritu del
hombre, pues su consciencia era despertada por el mandamiento, pero esto provocaba una
herida mortal; por lo tanto ese despertar era solo para descubrir la incapacidad total del
hombre para cumplir con los requisitos morales de Dios. El ministerio de la letra, o
ministerio de muerte hiere la consciencia y condena al hombre a muerte y muerte eterna si
no hay arrepentimiento y fe en la Simiente de la mujer. Pablo y los apóstoles han sido
hechos ministros del nuevo pacto que no transmite leyes que matan al hombre corrupto que
somos todos, ellos han sido hechos ministros del Espíritu Santo. Los apóstoles tenían el
poder por su predicación o su imposición de manos de transmitir al Espíritu Santo:
Hch.VIII; 18. Es el Espíritu Santo que vivifica nuestro espíritu, que ilumina nuestra
conciencia. El espíritu del hombre no vivifica, sino que es vivificado por Dios Espíritu
Santo en el nombre de Jesucristo. Aquí se hace la comparación entre 2 ministerios que
tratan con el espíritu del hombre pero uno lo hiere y el otro lo vivifica.
   
     Gal.V; 16: “Digo pues: andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu contra la carne; y estos se
oponen entre sí para que no hagáis lo que quisiereis.”
    Es preferible también considerar aquí la opción “espíritu” en vez de Espíritu. El cristiano
tiene que luchar constantemente para seguir su conciencia y no sus intereses personales y
terrenales. El Espíritu Santo guía e ilumina nuestra conciencia (la parte principal de nuestro
espíritu, al lado de la intuición y de la voluntad espontánea hacia Dios); da testimonio a
nuestro espíritu: Ro.VIII; 16. Hay una lucha permanente entre la conciencia y el ego. Si
seguimos nuestra consciencia seguimos al Espíritu Santo que mora en ella. ¡Andar en el
espíritu es andar por el Espíritu! El Espíritu Santo se comunica a nuestro espíritu, es decir
toca y moldea nuestra conciencia. Pero no nos habla directamente, o si lo hace es algo muy
excepcional. El nos habla por medio de su Palabra escrita que tiene que ser procesada por
nuestra mente, y luego esto moldea nuestro espíritu. Por lo cual dice la Escritura: “renovaos
en el espíritu de vuestra mente” (Ef.IV; 23) y también “transformaos por la renovación de
vuestra mente” (Ro.XII; 2). Por lo cual deliran seria y peligrosamente los neo-pentecostales
cuando dicen que Dios les habla directamente, porque Dios ahora no nos habla por medio
de profetas sino por medio de su Hijo Jesucristo, El cual no tiene nada más que agregar
para nuestra edificación a lo que dejó escrito en la Biblia. Hay excepciones ciertamente
pero es para confirmar esta verdad. No somos máquinas que actúan directamente por
ordenes que recibimos de forma súbita como cuando un patrón dice a su empleado: “¡Toma
una esponja y lava la vitrina!”. Esto es la forma de los pentecostales que, según ellos,
reciben directamente ordenes de parte del Espíritu; profecías dicen…Somos colaboradores
de Dios, y hemos de escudriñar atentamente las Escrituras, para conformar nuestro pensar y
nuestro vivir a los dictados que ellas transmiten a nuestra conciencia, esto no es siempre
algo instantáneo, y es una tarea que dura toda la vida, y requiere cualidades que no tiene
ninguna máquina. Por otro lado tenemos que considerarnos por medio de la gratitud, como
sus esclavos comprados a precio de sangre del Unigénito de Dios,
     Gal.V; 25: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”
     Proponemos también esta opción: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también en el
espíritu”. Como ya lo dijimos el Espíritu es El que da vida,  pero nuestro diario vivir ha de
pasar por una asimilación de la Palabra de Dios, como dice la Escritura: “Ordena mis pasos
con tu Palabra”. Andamos según la medida de luz que transmite el Espíritu a nuestro
espíritu mediante la inteligencia que nos da el estudio y la meditación de la Palabra. Hemos
recibido la vida del Espíritu, y luego hemos de andar conforme al sentir de nuestro espíritu
que ha recibido esta vida, y este sentir se hace más y más sensible y correcto, conforme es
moldeado por la Palabra de Dios. “De tus mandamientos he adquirido inteligencia, por
tanto he aborrecido todo camino de mentira”. En otras palabras este verso puede significar:
“Ya que de Dios hemos recibido la luz, andamos también según nuestra conciencia la cual
ha recibido esta luz”. 
    
      Stg.IV; 5: “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: el Espíritu que El ha hecho morar
en nosotros nos anhela celosamente?”
       ¡Es una traducción completamente errónea! Pero la culpa no es de Cipriano de Valera,
pues todas las revisiones RV que tengo, es decir la 1602, 1909, 2010, (como la inglesa
KJV), todas dicen correctamente: “¿Pensáis que la Escritura dice en vano: El espíritu que
mora en nosotros codicia para envidia?” En efecto los 4 primeros versos de este capítulo
hablan de nuestras maldades y perversidades, y el verso 5 nos aclara que es el espíritu del
hombre natural que tiende siempre a esas cosas; su voluntad espontáneamente es hacia la
maldad, y se entrega a la envidia. La Escritura que se cita aquí debe de ser Gen.V: 5: “…
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
Por ende cuando hablamos del espíritu del hombre, hay que tener en mente que el hombre
natural, es decir depravado, no está desprovisto de espíritu, pero es un espíritu cuya
consciencia no reconoce a Cristo Jesús como el Camino, la Verdad y la Vida, y si bien
testifica acerca del bien y del mal, es muerta para percibir las cosas verdaderamente
divinas:1 Cor.II; 14. Ese espíritu tiene una propensión automática para el mal, y no tiene
ninguna intuición para discernir el camino correcto. En cambio el espíritu del hombre que
ha sido vivificado por el Espíritu Santo tiene conciencia de que  Jesús es su Dios, Señor y
Salvador personal, tiene intuición cuando busca la verdad, y espontáneamente quiere hacer
la voluntad de Dios.
     Conclusión.
      Hemos analizado unos versos que nos parecieron ambiguos y otros erróneos en cuanto
al discernimiento del Espíritu Santo del espíritu del hombre. No pretendemos que nuestra
opción sea la más justa pero se puede admitir también. La Palabra de Dios nunca se
contradice, sin embargo a menudo tiene varios sentidos. En cuanto al tema que hemos
tratado es cierto que no es tan evidente hacer la diferenciación en todos los casos pues
como lo hemos hecho reparar; el espíritu del hombre regenerado es uno con el Espíritu
Santo en sus propósitos y en su sentir. El espíritu del hombre nuevo es la casa del Espíritu
Santo, y si bien lo que santifica y renueva esta casa es el propio morador divino, no
obstante la casa misma revela la presencia de ese morador. Dios Espíritu Santo se comunica
y nos transforma a la imagen de su Hijo mediante esa relación del Espíritu a nuestro
espíritu, pero esto implica también el alma y sus poderes intelectuales que han de masticar
la Palabra de Dios para la renovación cotidiana de nuestro espíritu. Así que andemos según
nuestra conciencia, en la cual mora Jesucristo por medio del Espíritu Santo, buscando un
crecimiento mayor de esta conciencia mediante un estudio y una meditación permanente de
la Escritura, la cual consecuentemente nos lleva a una vida de estándares morales cada día
más elevados, porque la doctrina que predicamos es conforme a la piedad. Solo hay 2
caminos: el ancho que sigue la autocomplacencia y es conforme al príncipe de la potestad
de las tinieblas, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia, (Ef.II; 2), y el estrecho
que sigue la consciencia y es de Cristo, El cual opera en nosotros por el Espíritu Santo. Y
como dice el himno:
     “Si el Espíritu Santo llena nuestras vidas seremos felices. Con poder anunciaremos a los
pecadores la Senda de vida. La maldad venceremos, con gozo cantemos, y nos
regocijaremos. Ya no más el pecado será dueño en las almas, solo Dios con potencia nos
gobernará...”    

   

LA HIGUERA SECA

     “Al día siguiente cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Y viendo de lejos una
higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella,
nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca
jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos…Y pasando por la mañana vieron
que la higuera se había secado desde las raíces.” Mr. XI; 12, 13, 14, y 20.

     Nada de lo que nos relata la Biblia es de poca importancia, y si se repite el mismo
acontecimiento 2 veces, sabemos que hay una enseñanza vital que puede esconderse detrás
de los simples hechos. Este es el caso de la higuera seca, pues se encuentra una primera vez
en Mt.XXI; 18 al 22. Marcos nos da una información suplementaria diciéndonos que “no
era tiempo de higos”; cosa evidente para cualquiera persona que conoce el clima que
impera en esas regiones alrededor del mar Mediterráneo, pues sabemos que las higueras
producen fruto a fines de agosto y principios de septiembre, nunca a fines de marzo y
principios de abril; época en que Jesús buscó fruto en aquella higuera. Así que nuestro
Señor le pidió a esa higuera, ya que llamó su atención, una cosa excepcional: tener fruto
fuera de su estación. No vamos a llorar sobre la higuera, pues si Dios no se preocupa de los
bueyes, mucho menos de una higuera: 1 Cor.IX; 9 y 10. La higuera que Cristo maldijo se
secó, y hasta ahí fue su destino. Evidentemente Cristo usó la higuera para tipificar una clase
de personas, sobre las cuales pesa una tremenda maldición.
     Martin Lutero decía que las hojas del árbol representaban la doctrina del hombre. Así
que el hombre es el árbol, sus hojas son su doctrina, y sus frutos son sus hechos. Ese árbol
que tenía hojas pero que no tenía fruto para el Señor tipifica el creyente formal. Es de de
hecho la gran mayoría de creyentes que hoy conforman la cristiandad. Son gente que tienen
por lo menos un conocimiento doctrinal básico de la Santísima Trinidad, pero a veces son
eruditos que conocen muy bien la doctrina calvinista y son capaces de recitaros la
declaración de fe de Westminster. Alas, esas personas no saben que como dijo A.Toplady:
“En todos los campos, y especialmente en el campo espiritual, la experiencia es la vida del
conocimiento”. Son como “arboles otoñales, sin fruto, 2 veces muertos y desarraigados”:
Judas 12. “La letra mata, mas el Espíritu vivifica”, y esta gente es muerta 2 veces: la
primera vez en su estado natural de pecadores cuando cometieron su primer pecado en el
comienzo de su vida, y la segunda vez cuando aceptaron intelectualmente la doctrina
cristiana, sin que ello transforme su vida, pues siguieron en el mismo sentir, solo que
hicieron algunas reformas para dar un toque cristiano a su forma de ser. En los círculos
calvinistas se hallan muchos árboles de esa clase, llenos de conocimiento intelectual de la
doctrina cristiana pero que a la verdad son sepulcros emblanquecidos. Por su follaje llaman
la atención, pero no hay ningún fruto del Espíritu en ellos: no hay justicia, paz, gozo, amor
fraternal, caridad. Sin embargo no quiero explayarme sobre la triste condición de los
hipócritas que se esconden detrás de su conocimiento intelectual de la Palabra y  que nunca
gustaron del don celestial. Nuestro Señor Jesucristo recibía y sigue recibiendo a los
borrachos y a las rameras que se arrepienten, pero a los hipócritas religiosos no recibe sino
que los reprende con toda fuerza tildándolos de raza de víboras. Quiero más bien que en
esta ocasión dirijamos nuestra atención sobre el hecho de que el Señor espera de sus
elegidos que conocen la doctrina, que produzcan frutos fuera de lo natural.
     Jesús sabía perfectamente al acercarse de esa higuera que no era el tiempo de dar fruto,
pero su follaje le llamó la atención y por lo tanto esperaba fruto fuera del tiempo
establecido, esperaba algo inusual para una higuera. Y esto es el asunto que quiero tratar
hoy con la ayuda del Espíritu Santo: los santos que conocen a su Señor han de vivir por lo
menos una vida no ordinaria, y a veces extraordinaria en medio del mundo. Nuestro Señor
Jesucristo nos ha salvado por gracia por medio de la fe en su sangre para las buenas obras
que El ha preparado de antemano para que andemos en ellas. De su costado atravesado
salió sangre que limpia la conciencia y agua que nos llena del Espíritu Santo: J.VII; 38. El
derramó su sangre para que el Espíritu Santo sea derramado en nosotros; la justificación
que está en la sangre, es decir en su muerte, va acompañada por la santificación que está en
el agua, es decir en su Espíritu Santo. La muerte del justo, permite al Espíritu Santo morar
dentro nosotros. “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria”, dice la Escritura, la cual ha de
llevarnos de gloria en gloria. Lastimeramente la gran mayoría se imagina que somos
llamados a vivir una vida ordinaria, y que el hecho de que Dios more en nosotros no ha de
producir ningún efecto notable en nuestro diario andar. Muchos se imaginan que con leer la
Biblia y orar regularmente, ir a una iglesia el domingo, hacer unas obras de caridad y
mantener una cierta moral judeocristiana, con esto cumplimos con las expectativas de
nuestro Señor. El hecho es que muchos que no son cristianos nacidos de nuevo, cumplen
con esas pautas, y por ende esto no es nada fuera de lo normal para alguien que conoce la
enseñanza de la Biblia y que quiere convencerse de que es cristiano. Pero tal como lo
enseña el pasaje de la higuera seca, el Señor espera de los que conocen la doctrina, frutos
no ordinarios, El espera que nuestra vida sea fuera de lo común, que sea asombrosa a la
vista del mundo pues dijo en Mt.V; 13 a 16: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal
se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve para nada, sino para ser echada fuera, y
hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un
monte que no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está
en los cielos”. El Señor vino a buscar frutos fuera del tiempo de la cosecha, vino a buscar
frutos no ordinarios, inusuales, y de la misma manera exige que vivamos una vida no
ordinaria, inusual, y si alcanzamos un nivel de vida extraordinario para el mundo; ¡mejor!
     Ahora bien, no somos herejes montanistas, es decir no somos (neo) pentecostales, y por
lo tanto cuando digo que a la luz de las mismas palabras del Señor Jesús que acabo de citar,
los cristianos verdaderos y conocedores de la Palabra escrita han de vivir vidas inusuales, y
hasta extraordinarias a la vista del mundo, no estoy hablando de extravagancias, y
experiencias sobrenaturales, sino de una vida de fe dentro de una sociedad corrupta y
vendida al pecado. Tampoco estoy predicando una vida de anacoreta. Nuestra luz debe
alumbrar delante de los hombres, y esto implica que ellos tienen que ver en nuestra vida
algo que brilla inusualmente, tienen que ver brillar la luz de Dios en nuestro diario vivir. Ha
de haber algo extraordinario dentro de lo ordinario de nuestras vidas. Jesús es nuestra luz,
Jesús es nuestro Dios, Jesús mora dentro de nosotros, y por lo tanto el Espíritu Santo ha de
manifestarse si no lo entristecemos por una vida mundana. Miremos los 3 aspectos de la
vida del cristiano donde ha de haber una manifestación obvia de la presencia de Dios en
nosotros a la vista de los incrédulos que nos rodean, y ¡nos observan!  Tenemos una vida
social, una vida familiar, y una vida de comunión con los hermanos.

      Nuestra vida social.


        Una gran parte de esta vida social es el trabajo. El cristiano está mandado a trabajar
para ganar el pan de cada día. Sea lo que sea el trabajo que desempeña, el creyente ha de
tener un éxito notable. Dios está con él durante su trabajo, no lo espera en casa, y por ende
todo lo que hará prosperará. Ahora no estoy aludiendo al evangelio de la prosperidad que
predican los pentecostales sino a la prosperidad del evangelio, a la prosperidad que trae
consigo el evangelio que llena contantemente la mente del creyente, pues dice Jos.I; 8:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley sino que de día y de noche meditarás en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
HARÁS PROSPERAR TU CAMINO Y TODO TE SALDRÁ BIEN”. La meta del
cristiano no es amontonar millones para glorificar a Dios, entregando diezmos y ofrendas
para engordar a maestros de mentiras, la meta es glorificar a Dios en todo, es decir también
en su trabajo. La gran mayoría de los trabajos en que se desempeñan los cristianos no son
trabajos que vuelven a la gente millonaria, pues “¿no ha elegido Dios a los pobres de este
mundo para que sean ricos en la fe y herederos del Reino que ha prometido?”, sin embargo
hay una forma de desempeñar un trabajo humilde que glorifica a Dios. “Mejor la buena
fama que las muchas riquezas y el buen nombre que plata y oro”, y el limpiabotas o el peón
que tiene buena fama glorifica a su Dios en medio de su gremio, además de cubrir su
necesidades básicas; pues “joven fui y he envejecido y nunca he visto justo desamparado ni
su descendencia que mendigue pan”. El cristiano en condición normal, es decir no teniendo
pecado no confesado que impida su comunión con Dios, tiene que sobresalir en su trabajo
en medio de esta generación perversa que busca la plata y no la buena fama. Rectitud,
honestidad, puntualidad, amabilidad, son unas cualidades que han de brillar en la vida
profesional de un hijo de Dios, cuyos motivos son Cristo-céntricos,  contrariamente a sus
compañeros que sirven por motivos únicamente egocéntricos. Aparte de su excelencia en el
trabajo, la cual proviene de Dios cuyo poder opera en nosotros, el cristiano ha de destacarse
por su confianza en el Dador del empleo y no en el empleo mismo.
      Dios te da hoy un empleo, y mañana  puede darte otro empleo. No estamos atados a un
empleo, estamos atados a Dios el Dador de todo bien. No entiendo como  cristianos pueden
meterse en sindicatos y movimientos de huelga cuando “todo es vuestro: sea Pablo, sea
Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente sea lo porvenir,
todo es vuestro, y vosotros de Cristo y Cristo de Dios”: 1 Cor.III; 21, 22, 23. Nosotros no
necesitamos un sindicato o un partido para defender nuestros derechos, o para reclamar
nuestro salario. (Partido y sindicato son conformados por lo general por ateos notorios).
Tenemos acceso 24 horas al día al trono de la gracia, y “como el repartimiento de las aguas,
así está el corazón del rey en la mano de Jehová; a todo lo que quiere lo inclina”, ¡así que
cuanto más el corazón de un simple patrón  o de un pobre capataz! Hoy en día un cristiano
no ha de ser esclavo de nadie, y si un trabajo lo vuelve esclavo, no anda según la fe sino
según la vista del cheque al fin del mes. El problema es que muchos hermanos se han
dejado tanto moldear por el mundo que se olvidan que la Escritura dice que teniendo abrigo
y sustento estemos contentos con esto. Pagan a crédito los deseos de la carne y se vuelven
esclavos de su trabajo, porque tienen deudas que cancelar cada fin del mes. Esto no debe
ser así porque la Escritura dice: “No debáis nada a nadie sino amaros”. La tarjeta de crédito
es una trampa en la que la mayoría caen; el crédito no es para el protestante de corazón. Si
no le debo nada a nadie, puedo ahorrar un poco, y el día que siento la necesidad de cambiar
de trabajo o de lugar, soy libre como el viento; me voy adonde me lleva el Espíritu. Si te
conformas con el sustento y el abrigo: el mundo es tuyo,  con todos sus climas y paisajes.
No estás obligado a toser en un suburbio, mirando desde tu ventana los coches que
contaminan el aire pasando por la autopista cercana. Excepto si tienes una puerta abierta
para evangelizar eficazmente a tus vecinos y compañeros de trabajo, ¡entonces toser en un
suburbio es cosa gloriosa, sino es cosa triste!. Pero si no hay ninguna señal de que tu
testimonio de Jesucristo es recibido, si nadie se interesa por las buenas nuevas que predicas,
entonces recuerda que ¡todo es tuyo: la selva del Darién, los altiplanos de los Andes, o las
playas del Caribe! Esto es mucho mejor que las bolsas de dinero del neo pentecostalismo,
que nunca llegan, porque es realmente  tuyo si te conformas con lo básico. El cristiano
verdadero no es esclavo de su trabajo, es esclavo de Jesucristo. Y Jesucristo es un amo
maravilloso; El puede hacerte andar en tus alturas si te atreves a dejar el pensamiento
mundano y a seguir la mente de Cristo, si  dejas de pensar como el mundo, en tu seguro
social, en tu pensión, en la universidad de tus hijas (que las volverán mujeres
independientes y rebeldes a la autoridad del varón), y en todas las comodidades que te atan
en tu apartamentico, en una vida sin brillo, ¡sin aun el brillo del sol! Tu eres libre de los
temores al futuro, si por fe te aferras a las promesas de Dios que nunca fallan, pues El dice
que “hasta la vejez Yo mismo, y hasta las canas os soportaré Yo; Yo hice, Yo llevaré, Yo
soportaré y guardaré”: Is. XLVI; 4. Vivir con el Señor es una aventura, no es una vida
aburrida; dentro de lo ordinario de tu vida ha de brillar lo extraordinario de la presencia de
Dios en ti. Así que el cristiano no ha de estar atado a un trabajo, a un seguro social, a una 
esperanza de jubilarse en 2 o 3 décadas, a un lugar, a una rutina, a unas comodidades
compradas a crédito; ha de ser libre como el viento. Muchos pretenden que viven por fe,
pero se aseguran primero un buen seguro social, y después se arrastran toda la vida a una
oficina o a un trabajo en cadena para asegurarse una vejez feliz según la propaganda
televisiva que les ha moldeado la mente durante décadas. El seguro y la pensión de una
hermana en Cristo es su marido, pero el seguro y la pensión del marido ha de ser Cristo; El
cual tiene todos los seguros y planes de pensión en su mano pues El dice: “Mía es la plata,
mío es el oro” y también: “Yo hago morir y Yo hago vivir, Yo hiero y Yo sano y no hay
quien pueda librar de mi mano”. No estoy diciendo con esto que hay que rechazar el seguro
social y la pensión, pero el hecho es que en la mayoría de los casos son un estorbo para una
vida de fe. He perdido un amigo una vez diciendo esto, y hoy lo repito y posiblemente me
quedaré con muy pocos amigos, pero si Dios con nosotros ¿Quién contra nosotros? El
cristiano no es una persona común, tiene a Dios morando en su corazón , tiene al
Todopoderoso como Rey y amigo, por lo cual ha de brillar en medio de la masa esclavizada
por sus deseos de consumidores a crédito, que no pueden alejarse mucho del supermercado,
de la clínica, de su televisor, o de su “Iphone” o “Ipod”… ¡Cristiano, eres águila, no te
portes como un bicho rastrero; con las alas de la fe tienes que volar y vivir a la altura de la
mente de Cristo! El cristianismo verdadero no es teoría, es vida, no es doctrina reformada
del siglo XVI, ¡es doctrina reformada aplicada al siglo XXI! Y no es aplicada solamente el
domingo o dentro de un círculo restringido, es aplicada a todos los aspectos de la vida en
todos sus momentos.
     Sin embargo la vida social no es solamente trabajo, hay tiempo libre y vacaciones. El
mundo moderno es parecido al antiguo imperio romano donde el pueblo pedía pan y
juegos, (“panem et circenses”). El opio del pueblo no es la religión como decía Carlos
Marx, ¡el opio del pueblo es el deporte, y el futbol mayormente! El cristiano tiene que
brillar en esto por su ausencia. Una cosa es hacer un poco de ejercicio físico para mantener
el cuerpo, no obstante recordad que “el ejercicio corporal para poco aprovecha, mas la
piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera”:
1Ti.IV; 8, y otra cosa es entusiasmarse detrás de un balón y una pelota e invertir plata y
tiempo en ello cuando sabemos que los tiempos son malos y que estamos en un campo de
batalla por la causa de Jesucristo donde todas nuestras fuerzas han de ser empleadas. A la
verdad no entiendo como los cristianos pueden estar en estadios y canchas de tenis por
gusto propio. El mundo busca diversiones, nosotros buscamos prevenirlos que esta vida no
es para divertirse sino para glorificar a Dios mostrando el camino de salvación que es por
medio de Jesucristo. Lastimeramente hoy hay una tendencia a “cristianizar” los juegos, el
teatro, el rock y otras actividades lúdicas que son esencialmente carnales.
     La política, el entretenimiento, los deportes, todo esto es el mundo, todo esto pertenece a
los cesares, y a las masas, no conciernen a los cristianos, excepto si forman parte del
gobierno, o si son llamados a votar por algo que puede afectar la libertad de expresión, pues
el evangelio tiene que ser proclamado. Que el cristianismo influencie y permee las
instituciones políticas, y las empresas es deseable y ha sido un hecho durante toda la
Historia. Pero que el cristiano se dedique a la política o a la economía o que gaste su tiempo
libre en los deportes y actividades culturales es una deserción de su puesto de combate. “El
que gana almas es sabio”; no todos somos evangelistas, pero todos somos llamados a
apoyar el evangelismo de una forma o de otra. Vivimos en el mundo pero no somos del
mundo. Somos como aves que tienen que aterrizar de vez en cuando para recoger el grano
en el piso, pero no podemos demorarnos en tierra, tenemos que despegar rápidamente otra
vez porque el gato está buscando una presa para devorar. De la misma manera tenemos que
participar en la vida de una empresa para ganarnos el sustento, a veces unos tienen que
participar también en funciones oficiales de orden gubernamental y político, pero es por
necesidad, no por gusto, una vez hemos recogido el grano para nuestro sustento debemos
elevarnos de nuevo a las alturas, y no quedarnos en las diversiones y reuniones sindicales o
políticas después del trabajo. Mientras estamos en el trabajo tampoco perdemos una
ocasión para anunciar que Jesucristo es nuestro Señor, y poco nos interesa saber si van a
cambiar los grifos del baño o si van a poner una cafetería en el segundo piso. El cristiano es
un hombre libre y si ve con los ojos de la fe que no le conviene un trabajo; el mundo y
todas sus empresas le pertenecen y encontrará otro empleo según la benevolencia de su
Dios, y no según la coyuntura económica del mundo. “El justo por la fe vivirá”, y esta fe
abarca más que la justificación delante del trono de juicio de Dios, esta fe concierne
también todos los aspectos de nuestra vida que sea laboral, o escolar, que sea en temas de
salud o de tiempo libre. ¡Cuantos encasillan a Dios en ciertos tiempos y actividades y no
ven que “en El vivimos, y nos movemos, y somos”! Viven vidas ordinarias regidas por la
corriente del mundo en vez de vivir vidas libres regidas por la Palabra de Dios. “Conoced la
verdad y la verdad os hará libres”, libres de todo temor, del temor de perder tu trabajo, del
temor del hambre y de la miseria, de la muerte y de las incertidumbres de esta vida. Todo el
mundo teme por su salud o por su familia o por su bolsillo, pero el cristiano verdadero no
es una persona ordinaria, no teme porque sabe que todas las cosas ayudan a bien a los que
aman a Dios…Así que el tiempo libre no es para satisfacer los deseos de la carne, es para
descansar y para la lectura, la exhortación y la enseñanza: 1 Tim.IV; 13.

     Nuestra vida familiar.


      Más que en el círculo social, es en el círculo familiar que sobresalen a la vista los frutos
del Espíritu Santo en la vida del creyente. Limitaremos nuestra consideración al caso del
varón cabeza del hogar.
      En la empresa hay limitaciones impuestas por el mundo, (sobre todo si el patrón es
incrédulo), en cuanto a proclamar las virtudes del que nos llamó de las tinieblas a Su luz
admirable. No es el caso en el hogar donde esta luz ha de brillar desde el umbral de la casa
donde vive un protestante de verdad. Suponiendo que el marido y la esposa son ambos
nacidos de nuevo, todo aquel que visita esta casa ha de oler la fragancia del evangelio, y oír
las palabras de vida contenidas en la Biblia. No voy a hablar de los devocionales, de las
reuniones, de las oraciones, de los himnos que se oyen, pues son cosas que forman parte de
la vida de tal hogar. Quisiera dirigir nuestra atención sobre la impresión que ha de tener un
extraño que entra por un ratico en esa casa en comparación con la casa de un incrédulo o
cristiano formal. ¿Qué es lo que ve cuando entra en una casa de incrédulos? Primero ve a
una mujer y sus hijas en pantalones, y segundo ve la televisión prendida. Si ve lo mismo al
entrar en la casa de un cristiano, ¡es probable que esté frente a una higuera con hojas y sin
fruto! Hay 2 cosas que no dejaré de repetir, porque conforman la medula del fenómeno la
apostasía de las iglesias evangélicas: la televisión con el modelo de  mujer que promociona.
Un hogar cristiano ha de ser un lugar extraordinario donde no se ve televisión, ni se ve
mujeres con pelo corto en pantalones y teniendo autoridad sobre el varón. Esto es algo
inusual hoy en día, ¡es algo extraordinario! ¿Conoces una casa de cristianos donde el varón
no se avergüenza de declarar que él es la cabeza del hogar y cuya esposa tampoco se
avergüenza en decir que se empeña a ser sometida a su marido como al Señor? ¿Conoces
una casa de cristianos donde la televisión ha sido prohibida porque es el instrumento de
propaganda del diablo?
     La TV en los hogares cristianos ha sido el caballo de Troya que Satán introdujo desde
hace décadas. La destrucción del modelo patriarcal de sociedad por medio de la repetición
constante de las mentiras evolucionistas, feministas y humanistas, dando espacio radial al
mismo tiempo a las mentiras católicas, pentecostales y apóstatas de las iglesias que se
autodenominan evangélicas, ha permitido el desmoronamiento de la moral cristiana bíblica
dentro de los hogares evangélicos. Oíd a 2 maestros de la mentira que no tuvieron este
medio de comunicación tan potente, sino que solo con el uso de la radio y de la prensa
escrita alcanzaron sus metas, ¡y sacad vosotros mismos las conclusiones sobre el estado
actual de adoctrinamiento de las masas, cristianos incluidos!
     Dijo pues Adolfo Hitler: “Por el uso hábil y sostenido de la propaganda, uno puede
hacer que la gente vea el cielo como el infierno, o una vida extremadamente ruin como el
paraíso. Haced la mentira grande, hacedla sencilla, repetidla, y eventualmente la creerán…
¡Que buena fortuna para los gobiernos que la gente no piense!”.
      También su ministro de propaganda nazi, el siniestro José Goebbels afirmaba: “Si decís
una mentira bastante grande, y la repetís, la gente eventualmente llegará a creerla. La
mentira ha de ser mantenida solamente mientras el Estado pueda proteger a la gente de las
consecuencias políticas, económicas y militares de esta misma mentira. Por lo cual llega a
ser vital para el Estado usar todos sus poderes para reprimir a los disidentes, pues la verdad
es la enemiga mortal de la mentira, y por ende la verdad es el peor enemigo del Estado. La
técnica más brillante de propaganda no dará resultado a no ser que se mantenga
constantemente en la mente un principio: Debe confinarse a unos pocos puntos y repetirlos
una y otra vez sin cesar”.
     La mayoría de los cristianos hoy son arboles con hojas y sin frutos. Entras en sus casas y
ves la esposa del pastor y sus niñas en pantalones, mirando el último documental de
“Animal Planet” donde se les explica los misterios de la evolución biológica. La mujer es
un vaso más frágil, y una vez que la TV está en el hogar Satanás podrá trabajarle fácilmente
la mente como lo hizo en el Edén, y usarla después para que caiga también la cabeza del
hogar. Así que hoy en día es un caso extraordinario ver un hogar cristiano sin TV y con
mujeres sumisas en faldas y pelo largo como lo manda la Escritura: Deut.XXII; 5 y 1 Cor.
XI; 15. Una vez que el hogar cristiano ha sido contaminado, es decir que su mente se ha
conformado a los parámetros del mundo y de Satanás, los cuales (parámetros) son emitidos
todo el tiempo mediante la TV, entonces la contaminación se propaga en la iglesia local y
el resultado es la gran Apostasía.  La técnica de propaganda nazi de Goebbels, ha
funcionado muy eficazmente por medio de la TV desde hace 4 o 5 décadas en los hogares
cristianos y somos muy pocos en sonar la alarma. (Para los que pensáis que estoy delirando
o sufriendo de paranoia, me permito informaros que la primera cadena de TV en Europa fue
una cadena nazi que era destinada para entretener a los soldados alemanes heridos y que se
recuperaban en los hospitales). El daño ha sido enorme desde entonces y los maridos han
perdido la autoridad en los hogares, sus esposas no les son sometidas sino que gobiernan
con la misma autoridad que ellos, y el resultado se ve en los hijos. La familia protestante
formal, no brilla más que una familia católica o atea. Pero los cristianos no admiten que fue
debido al sutil trabajo de propaganda televisiva que ha roído su sensibilidad al pecado,
mediante la repetición constante de las mismas mentiras feministas y humanistas. Han sido
procesados mentalmente, y se confabulan entre ellos con medidas de control de una bestia
que no se puede controlar. El caballo de Troya, que lo pongas en el comedor o en el
aposento alto o en la cámara recóndita, mientras está en la casa, sigue abriendo las puertas
de vuestras mentes a toda la propaganda diabólica. La única solución frente a este peligro
de contaminación mental, es tomar la irrevocable e intrépida decisión de echar la TV del
hogar: “Sed santos, porque Yo soy santo” dice el Señor. Alas la hora es avanzada, y pocos
se atreverán a ser tildados de fanáticos por los cristianos laodicenses, a la verdad solo falta
que aparezca el hombre de pecado que tomará el control de la Unión Europea y entonces
desapareceremos de la internet y del mundo en la nubes al encuentro del Señor en el aire: 1
Tes.IV; 17 y 2 Tes.II; 3, mientras que para los que queden atrás la asistencia al culto
televisivo de del Anticristo será obligatorio bajo amenazas de muerte para los que no
cumplieren. No te ríes lector: Hitler y Goebbels no eran personajes de cuentos míticos y el
que viene tampoco será un cuento, y será más equipado que sus predecesores… ¡Ya el
hacha está puesta a la raíz, todo árbol que no lleva fruto será cortado!
    
      Nuestra comunión fraternal
     Confieso que este campo es el más delicado para mí. Estamos en la Apostasía y por lo
tanto no tenemos la comunión fraternal dentro del ámbito de una iglesia local como
anteriormente. Como en los días de Elías, los 7000 que no han doblado sus rodillas delante
de Baal, están escondidos en cuevas, y no es fácil encontrarlos en medio de una multitud de
cristianos formales. Es cierto que nuestro Señor profetizó que en los últimos días el amor de
la mayoría se enfriará, pero nadie puede atreverse a decir: “¡Yo amo a mis hermanos son
ellos los que no me aman!”. Creo que el problema reside en que los elegidos son pocos, y
muy diseminados. La comunión por internet no es lo mejor, aunque es mejor que nada. No
hay como hablarse cara a cara y visitarse en casa para conocerse en verdad y no
virtualmente. En los días de la gran tribulación el amor y la comunión fraternal brillarán
intensamente a causa de las persecuciones y del martirio que implicarán para muchos. Por
ahora estamos en los días de Laodicea, y todo es tibio, y todos tendemos a entibiarnos.
¡Que Dios avive el amor que fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo el
día de nuestro nuevo nacimiento! Como dice el cántico:
“Amémonos de corazón no de labios ni de labios ni de oídos, para que cuando Cristo venga
nos encuentre reunidos”

     Conclusión
     La meta de este artículo no era hablar profusamente sobre los frutos del Espíritu Santo,
sino más bien resaltar unos frutos particulares que atañen a nuestra conducta en este mundo
postindustrial. La maquinaria nazi al servicio del Vaticano, pudo moldear en pocos años la
mente de una nación civilizada, cuña del protestantismo: Alemania, y esto usando la radio y
la prensa. Casi llegaron a su meta, pues asesinaron sistemáticamente a 6 millones de judíos.
Los judíos siempre han sido un problema para el Vaticano, pues mientras existen son la
prueba viva de que la Biblia no es un cuento mítico que hay que interpretar alegóricamente,
y cuya interpretación oficial ha de ser que la “santa madre iglesia de Roma” es el Israel de
Dios.
      Hoy la meta del diablo es destruir la mente del cristiano que se moldea por  una
interpretación sencilla y literal de la Escritura, la cual desemboca automáticamente en un
concepto patriarcal de sociedad, en el milenarismo, y en el creacionismo. El instrumento
que usa el príncipe de la potestad del aire es la TV cuyas ondas televisivas pasan por su
dominio de forma propia como figurada. Vemos  hoy en día que la ciencia ha aumentado
mucho como lo profetizó Daniel, y los santos no quedan atrás, ¡al contrario! No obstante la
higuera con hojas y sin fruto es maldita por Dios. Y muchos son los que poseen muchas
hojas pero su vida es sin fruto, es una copia de la vida ordinaria del incrédulo común y
corriente, con unos toques de cristianismo formal. Dios mira el corazón, no las apariencias. 
El que dice que va tras la santidad, y mantiene en su casa la fuente de la contaminación
mental que es la TV, se engaña a sí mismo. En efecto dice Tito II; 12 que “la gracia de Dios
se ha manifestado, para salvación a todos los hombres, enseñándonos que
RENUNCIANDO A L A IMPIEDAD Y A LOS DESEOS MUNDANOS, vivamos en este
siglo sobria, justa y piadosamente”.  Os pregunto hermanos: “¿Donde esta ese
renunciamiento a la impiedad y a los deseos mundanos si mantenéis en casa el aparato que
difunde con mayor éxito la impiedad y los deseos mundanos? ¿No os habéis percatado de
que en cualquier propaganda comercial de 30 segundos hay un mundo de impiedad, de
lujuria y de deseos mundanos? Recuerdo todavía la música y las palabras de una publicidad
hecha en Francia hace más de 35 años sobre un queso llamado “Bursin”, decía la canción:
“Pan, vino, Bursin; es divino”. Esto hace 35 años, hoy el queso te lo presentan entre 2 tetas
de una prostituta para que a la blasfemia se añada la lujuria. Pero no os habéis percatado,
¿No es cierto? Todo esto pasa inadvertido y después nos preguntamos: ¿Porqué hay tanta
mundanalidad en mi iglesia, porqué ahora no tenemos pastor sino pastora? La respuesta os
la doy hermanos: porque todos habéis sido procesado por la TV para que el nivel de vuestra
moral cristiana baje hasta el punto que Satanás se sienta en el templo de Dios haciéndose
pasar por Dios. Ha sido un trabajo sutil que le tomo 50 años a Satanás y sus Goebbels, pero
¡ya falta poco para que corone a su campeón!
      Confieso que tengo una lucha diaria con pensamientos inmundos, de lascivia, de
adulterio que moran en mi viejo hombre, el cual he de mantener crucificado, llenando mi
mente y mi memoria de versos bíblicos y orando al Señor para que me libre de los tales; es
una lucha constante para mantener toda esa basura fuera de mi mente, pues uno no puede
pensar 2 cosas a la vez y si mantiene su pensamiento en la Palabra de Cristo no puede
pensar en el mismo tiempo en lo que la carne o el diablo sugieren constantemente. Ver por
ejemplo una propaganda para un champú, durante el noticiero de las 7 de la noche, es como
cuando David vio Betsabé bañándose: 2 Sam. XI; 1 a 4, y sabemos lo que ocurrió después.
A mí me afecta mirar cosas indecentes como una mujer que no sea mi esposa, bañándose o
bailando en bikini. Las veo cuando salgo a la calle, o me paseo por la playa, pero no las
miro como cuando uno prende voluntariamente su televisor. Mirar voluntariamente estas
cosas es invitarlas a que moren en nuestra mente. No soy como David en cuanto a lo bueno,
pero en cuanto a lo malo, ¡sí lo soy, y peor aun! El mismo Spurgeon confesó que a veces
tenía que reprimir blasfemias que estaban a las puertas de sus labios. Pero parece que mis
hermanos no son tan malos; ellos pueden ver en su casa en su televisor toda clase de
propagandas y películas licenciosas y  no les afectan esas imágenes, su mente no las
retiene, la mente de ellos solo retiene lo bueno, lo puro, lo santo. Son inmunes a imágenes
de lascivia, no padecen lo que padecía David, Spurgeon y todos los santos de antaño. ¿O
será que han estado todos procesados mentalmente desde su niñez por la TV para aceptar la
inmundicia en casa sin darse cuenta de ello?  Os dejo responder vosotros mismos… Sin
embargo me atrevo a daros mi respuesta, y es que ellos son hombres de pasiones como los
hombres de antaño, y que “engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso”,
como dice la Palabra de Dios. Así que no creo que soy el único que tiene un corazón
perverso sino que todos sin excepción lo tenemos, y la TV es el método más eficaz para
avivar la perversidad que reposa en el fondo del corazón del creyente, y que flota en la
superficie del corazón del incrédulo. Os voy a revelar algo hermanos: la TV es el
cauterizador de las consciencias. El que mira regularmente la TV, es decir él que la tiene en
casa, cauteriza su conciencia poco a poco, hasta que al final ha perdido toda sensibilidad al
pecado. Lo ve constantemente en la pantalla y no reacciona más, sino que llega a ser algo
inofensivo, normal. Y después reacciona en contra de la santidad que denuncia el pecado, y
si decimos que el orden instituido por Dios es un orden patriarcal, es decir que el varón es
cabeza de la mujer, nos acusan de machistas. Pero no somos machistas, somos bíblicos,
radicalmente protestantes, y ellos son hermanos que han sido procesados por el
cauterizador de consciencias! Pues tener la TV en casa es como tener un libro enorme en
casa con toda clase de información, (excepto el puro evangelio), sabiendo que contiene
páginas enteras de pornografía, blasfemias, mentiras, idolatría, y otras inmundicias, y
alegando sin embargo que nunca lo abriréis en estas páginas; solo os conformaréis con lo
decente, que ya no existe si analizáis bien el contenido de los programas… Cristo no nos
pide caminar sobre las aguas, o hablar en lenguas angelicales, nos pide un corazón sincero
y un espíritu contrito. Si somos sinceros y consecuentes para con su Palabra, hay frutos
inusuales para el mundo que brotarán en nuestra vida y que asombrarán a nuestros
familiares, vecinos y amigos incrédulos; serán cosas completamente fuera del espíritu de
este tiempo. Os he citado 2 ejemplos caseros de los más importantes, que reflejan que
nuestra religión no es una apariencia hipócrita sino una realidad que contradice la corriente
de este mundo: la abolición de la imagen animada que habla dentro del hogar, y el varón
cabeza de la mujer, porque Cristo es su cabeza, y ¡lo que dice su Palabra se obedece sin
discutir ni filosofar! No sé lo que harás hermano en cuanto a estos 2 asuntos, pero son
mucho más decisivos que recitar el credo de los Apóstoles y la declaración de fe de
Westminster, porque son frutos, muy escasos en nuestros días, no son hojas que abundan
por doquier.
     “Quitad pues los dioses ajenos que están entre vosotros e inclinad vuestros corazones a
Jehová Dios de Israel”. Jos.XXIV; 23.               

LA NIÑA DE SUS OJOS 

“Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejos contra
tus protegidos. Han dicho: Destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más
memoria del nombre de Israel. Porque han conspirado a una, de común, contra Ti han
hecho alianza”. Salmo LXXXIII; 3 a 5.

     Pocos son los cristianos verdaderos que no se dan cuenta que hemos llegado al fin del
fin de los tiempos. El evangelio por medio de los medios de comunicación modernos ha
alcanzado a todas las naciones, y el mundo entero esta volviéndose como en los tiempos de
Noé y de Lot, es decir una gran Sodoma a nivel moral. Estas 2 señales son evidentes para
todos, aun para incrédulos, y como el Señor Jesús dijo que no pasará la generación que vea
estas señales sin que venga el fin; sabemos que los días que  quedan de esta dispensación de
la gracia son pocos: Mat.XXIV; 34 al 39 y Lc.XVII; 26 a 30.
     Hay básicamente 2 formas de entender las profecías del segundo advenimiento: la forma
milenarista y la forma amilenarista o postmilenarista. Hay hermanos premilenialistas que
creen en un reino terrenal de 1000 años de Jesucristo antes de pasar a la eternidad, en que
se cumplirán las profecías dadas a la nación de Israel, y hay hermanos que creen que la
segunda venida de Cristo nos hace entrar directamente en la eternidad, y que por ende el
Milenio es el reino de la Iglesia en la tierra durante la dispensación presente de la gracia.
Mi asunto hoy no es entrar en una descripción de estas 2 corrientes; mucho se ha escrito
sobre el tema, y he dado mi posición en cuanto a mi milenarismo en un artículo titulado
“Mi dispensacionalismo”, donde expongo a la verdad una posición que no es
dispensacionalista y que se basa en la teología del pacto, sin llegar a las mismas
conclusiones. Mi propósito es primeramente llamar la atención de mis hermanos
amilenaristas y postmilenaristas sobre el peligro en que pueden fácilmente caer, y en
segundo lugar animar a mis hermanos milenaristas a desconfiar de la ortodoxia de su
escatología.

     A mis hermanos que niegan el reino milenial de la persona de Cristo Jesús en esta tierra
desde el trono de David en la Jerusalén que está ubicada en el Medio Oriente, les dedico
estos versos 3, 4, y 5 del Salmo 83, y no lo hago indebidamente pues hace poco en los
Estados Unidos las iglesias de la UCC, el Concilio Nacional de Iglesias, las iglesias
luteranas, metodistas, y presbiterianas, han mandado una carta al Congreso pidiéndole que
revalúe la ayuda financiera de los EEUU a la nación de Israel, y que le retire su apoyo si no
dividen la tierra de Palestina entre 2 Estados: uno judío y otro árabe. Mi propósito no es
entrar en un debate para demostraros que vuestra alegorización de las profecías
concerniente la segunda venida de Cristo no es consecuente con vuestra aceptación literal
de las profecías concerniente el primer advenimiento de nuestro Señor Jesús. Esto lo dejo
en las manos del Espíritu Santo. No tengo problemas de comunión con los hermanos que
tienen otra escatología que la mía, pues nuestra comunión está basada sobre la persona de
Jesucristo y su obra en la cruz del Calvario, no sobre el calendario de su segunda venida y
su forma de introducirnos en la eternidad sea por un Milenio, o sea sin Milenio. En cuanto a
soteriología no hay que hacer concesiones porque ataña a la honra y gloria de nuestro
divino Redentor, y a la pureza del Evangelio. En este campo soy por la gracia de Dios
totalmente calvinista, híper calvinista aun. Pero en lo concerniente a escatología no tengo
nada que ver con Calvino, que estaba todavía empantanado en la interpretación católica que
transforma la nación de Israel en la Iglesia desde Pentecostés. Que la Iglesia sea el Israel de
Dios en la eternidad, sí lo creo, pero en el tiempo no lo creo, (expongo mi postura sobre ese
tema en un artículo titulado: “El Salmo de la Iglesia”)…
      La escatología es un campo en el cual entramos todos con unas premisas que nos llevan
automáticamente a ciertas conclusiones lógicas. Cada uno de nosotros tenemos nuestras
premisas, pero nadie debería jactarse de que tiene las únicas buenas premisas antes del
Arrebatamiento. Creo que mis premisas milenaristas con sus peculiaridades son correctas,
pero creo también que pueden resultar incorrectas al fin. Así que es mejor andar
humildemente en este campo, y no dogmatizar como hay que dogmatizar en soteriología.
Lastimeramente pocos son los que practican esta política prudente.
      Los amilenaristas y los postmilenaristas a menudo caen en una actitud  de orgullo y de
arrogancia, olvidándose que la Escritura dice que antes de la caída está el orgullo, y antes
de la ruina la arrogancia. Ellos se jactan de que Agustín, Orígenes, Jerónimo, Lutero,
Calvino no creían en un reino milenial y terrenal de Cristo, y que por lo tanto el testimonio
de los Padres prominentes de la Iglesia está a su favor. (Claro que se olvidan a propósito
que las iglesias de los 3 primeros siglos eran milenaristas en su mayoría). Además es
evidente que el uso permanente y forzado de la alegoría en la interpretación de las
Escrituras requiere una gimnasia mental para transformar algo sencillo en algo sublime, y
por lo tanto tiende a envanecer el ojo de la razón. No es que nosotros los milenaristas
rechazamos el uso de la alegoría, pues tiene su utilidad y aplicación apropiada para la
Iglesia que puede hacer suyas todas las promesas del AT en cierta forma, pero el hecho de
anular el sentido original histórico y sencillo de la profecía concerniente la segunda venida
de nuestro Señor Jesús para imponer una alegoría, es un camino que lleva a tocar la niña de
los ojos de Jehová.
     Hoy en día todas las naciones están uniéndose contra el pequeño Estado de Israel. El
único gran aliado que siempre ha sido los EEUU, está retirando poco a poco su apoyo
debido a la apostasía del protestantismo americano, y ¡hasta milenaristas están a favor de la
creación de un Estado palestino dentro del territorio israelí! El 14 de mayo 1948 ha sido el
día del renacimiento del Estado de Israel después de casi 2000 años de haber sido rayado
del mapa. Esto es un hecho histórico y aunque nuestros hermanos  amilenaristas siguen
apegándose a la alegorización de los pasajes de la Escritura que describen la conjuración
internacional de las naciones en contra del Estado hebreo y la toma de Jerusalén por
ejércitos extranjeros antes de que el Señor afirme sus pies en el monte de los olivos, como
por ejemplo en Zac. XII; 2, 3, y XIV; 1 a 4, sería prudente y sabio que dejen un margen de
error en sus interpretaciones escatológicas. ¡Pero no, muchos al contrario se ponen al lado
de los enemigos de Dios, al lado de los humanistas, católicos, musulmanes y conspiran a
una de común contra la nación escogida! Entiendo que la tradición es un potente soporífico
para adormecer el entendimiento de la Escritura, y la erudición no es ningún antídoto a tal
droga, pero el hecho de que la salvación viene de los judíos, como lo dijo el mismo Cristo,
pues nuestro Señor es nuestra salvación y Él es hijo de David según la carne, Él es el león
de la tribu de Judá, tendría que frenar cualquier antisemitismo. Por amor a Cristo y a los
patriarcas y a los profetas, por amor a las Escrituras, en fin por amor y por respeto a Dios
cuyos dones y llamamiento son irrevocables, (Ro.XI; 29)  todos los cristianos genuinos
están obligados a orar para que termine de entrar la plenitud de los gentiles en el redil a fin
de que también todo Israel sea salvo, “porque si el rechazamiento de ellos es la
reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos , sino vida de entre los
muertos?”, (Ro XI; 15), o para decirlo más explícitamente esta vida de entre los muertos
será el día de la resurrección de los justos y de las bodas del Cordero. Así que a pesar de
todo entiendo porque muchos hermanos son amilenaristas, pero que tomen posición en
contra del Estado de Israel y entren en la conspiración internacional en contra de la nación
escogida, no solo no lo entiendo sino que no creo que los tales sean cristianos nacidos de la
Palabra y del Espíritu. El cristiano no tiene que meterse en política porque el Reino de
nuestro Señor no es de este mundo, pero cuando la política se quiere meter contra la nación
que nos dio al Salvador y la Biblia, dejamos el campo político y entramos en el campo
profético, y en una lucha contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo.
      Es útil recalcar que uno de los últimos Estados a reconocer el Estado hebreo fue el
Vaticano, el campeón del postmilenialismo, y que el primero a reconocerlo fue el gobierno
de Truman en los EEUU. ¡Ese mismo Truman cuando un día fue invitado a una fiesta judía,
dijo en son de broma que lo anunciaran no como el presidente Truman sino como Ciro en
referencia a Esdras I; 1 a 4! El hecho además es que los EEUU eran el semillero de las
iglesias milenaristas. Antes del 14 de mayo 1948 podíais, hermanos a y postmilenaristas,
andar con cierto descuido en cuanto a la cuestión judía, aunque la segunda guerra mundial
debida a las actuaciones diabólicas de Hitler cuyo objetivo esencial era la “solución final a
la cuestión judía”, bien podía despertar serias dudas sobre la insignificancia de los judíos 
para el mundo y la Iglesia… Pero desde 1948, si es que creéis en un Dios histórico y no
teórico, os toca andar con mucho cuidado en cuanto a la nación de Israel pues él que los
toca, toca a la niña del ojo de Jehová: Zac.II; 8. “El reino de Dios no consiste en palabras
sino en poder”, y si uno no ve el poder de Dios detrás del renacimiento del Estado hebreo,
con toda la tensión y atención internacional que desde entonces ha provocado, creo que su
Dios no es histórico. Y no solo en su renacimiento se ve la mano de Dios, sino también en
su desarrollo. Israel no es solamente la nación que posee el ejercito más profesional del
mundo, sino que es también la nación que tiene el nivel de educación más alto en el mundo
en cuanto a proporción de población estudiantil, y esto en una región que se destaca por su
falta de educación y democracia, sin hablar de su agricultura y avances tecnológicos y
científicos. Israel, una pequeña nación que solo tiene menos de 70 años de regreso a la
escena internacional, brilla entre los países más avanzados y desarrollados del mundo a
pesar de su tamaño reducido y su pequeña población.
     Ya hace siglos que las guerras entre protestantes y católicos han dejado de ser eventos
que modifican el mapa político de las naciones inquietando al mundo entero. Y el conflicto
que hubo en Irlanda del norte durante décadas, nunca ha sido algo que podía desencadenar
una tercera guerra mundial. Pero el caso de Israel es un barril de pólvora que puede estallar
en cualquier momento y desencadenar una tercera guerra mundial. Esto todos lo sabemos,
milenaristas, amilenaristas, católicos, musulmanes, ateos, hindús etc. Por lo tanto hermano
a o postmilenarista, si crees que Dios tiene el control de la Historia y la lleva a un propósito
glorioso, te aconsejo mucho tener, en cuanto a esta nación que tanto hace las portadas de
los periódicos desde 1948, una actitud prudente y no hacerla desaparecer por medio de una
alegorización forzada que has recibido por tradición de los padres de la Reforma. El Señor
Jesús nos enseñó que el cumplimiento de la ley no es algo solamente externo sino que debe
ser primeramente interno, porque la ley es espiritual, y que por lo tanto el que mira una
mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón: Mt.V; 28. Os pregunto pues
hermanos amilenaristas: ¿esa alegorización automática de la nación de Israel cuando leéis
la Escritura, en una actualidad internacional enfocada sobre la nación de Israel, no es una
forma mental de eliminar la nación de Israel para exaltar el lado gentil de la Iglesia? ¿No
habrá un poco detrás de todas vuestras alegorías forzadas, la actuación de la carne que tiene
rabia de no poder jactarse de tener por ancestros a los patriarcas de la Biblia, sino a paganos
que son deudores a los judíos pues de ellos recibimos la Biblia? Es posible hermanos, es
posible, pues “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso”. Sin embargo
nosotros los premilenialistas no escapamos tampoco de la influencia de la carne en otros
aspectos, y mi asunto es solo mostrar que hay un límite que no se puede cruzar sin oponerse
a Dios directamente, sin formar parte de la conspiración y de la alianza contra el Altísimo,
y es cuando se considera a la nación de Israel como una nación cualquiera debajo de los
cielos, que no merece más respeto que las demás. Ahí sí uno se pasa de la raya, y toca la
niña del ojo de Jehová que no ha desechado a su pueblo judío y que aun en este tiempo
tiene un remanente judío escogido por gracia. Todo el capitulo XI de Romanos trata este
tema y es imposible alegorizarlo para transformar al pueblo de Dios del verso 1, y 2 en la
Iglesia en su conjunto general. Un refrán francés dice: “En caso de dudas abstente”, y el
amilenialismo y postmilenialismo no pueden poner en tela de juicio la existencia del Estado
hebreo y las conmociones internacionales que esto genera desde el año 1948, por ende si no
queréis reconsiderar vuestra interpretación tradicional por lo menos absteneos de entrar en
la gran conspiración que quiere una vez más que no haya más memoria del nombre de
Israel, que no quiere que los judíos sean una nación, porque esta conspiración es satánica, y
si bien Cristo Jesús es por ahora una piedra de tropiezo para los judíos, la nación de Israel
puede llegar a ser para vosotros otra piedra de tropiezo ¡en medio de vuestra ortodoxia
reformada! “Así ha dicho Jehová: Si los cielos de arriba se pueden medir, y explorarse 
abajo los fundamentos de la tierra también Yo desecharé toda la descendencia de Israel por
todo lo que hicieron, dice Jehová”, (Jer.XXXI; 37), y también dice Pablo por el Espíritu:
“¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de
la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín”, (Ro.XI; 1). Sed prudentes
hermanos, conservad una margen de error en vuestra escatología y mediante ella evitareis
tocar la niña del ojo de Jehová, si acaso os habéis equivocado en vuestro método de
interpretación escatológica.
       Lo mismo me permito decir a mis hermanos premilenialistas: conservemos un margen
de error para presentar un frente común a los que niegan en cierta manera que Dios es el
Dios de Israel eternamente y para siempre. (Cuando hablo de conservar un margen de error
quiero decir que admitimos que ha de haber errores en nuestra interpretación pues la
infalibilidad es de Dios únicamente). Cuántos se encierran en su ortodoxia milenarista y
siguen una escuela de interpretación que les hace olvidar que “ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada”. En todas las escuelas de interpretación escatológica
hay verdades que el Espíritu Santo ha revelado, ¡aun en las escuelas amilenaristas y
postmilenaristas! En soteriología no hay ninguna conjetura; los que han sido iluminados
sobre la obra de Cristo en la cruz saben que la única escuela de interpretación correcta es la
que llamamos calvinismo. No así en escatología, pues al contrario las conjeturas abundan, y
nadie puede salir del campo de las conjeturas. Tal como se acabaron las conjeturas en
cuanto a la forma de cómo Dios iba a bendecir a todas las naciones en Abraham, cuando
Cristo resucitó, subió a los cielos, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres, y
por ende el misterio que en otras generaciones no se dio a conocer ha sido desde entonces
manifestado a los santos, de igual manera se acabarán las conjeturas sobre el Milenio
cuando Jesucristo baje del cielo con sus santos, para juzgar a las naciones y reinar en gloria.
Mientras tanto seguimos con nuestras conjeturas, bíblicas ciertamente, pero conjeturas a
pesar de todo.
     Lo que no es conjetura en nuestros días es que la nación de Israel está siendo más y más
objeto de animosidad, oprobio, odio por parte de las naciones y no está lejos el tiempo
cuando se cumpla el dicho de Jehová: “He aquí el día de Jehová viene y en medio de ti
serán repartidos tus despojos. Porque Yo  reuniré a todas las naciones para combatir contra
Jerusalén, y la ciudad será tomada”… Esto no es sorprendente, pues escrito está. Lo
sorprendente es que hay unos que se dicen milenaristas y que abogan por la creación de un
Estado palestino soberano dentro de los límites ya muy estrechos de la nación de Israel.
¿Cómo puede ser uno milenarista y no reconocer que la tierra de Palestina pertenece a los
israelitas por derecho divino? ¡Es como decir que uno es humanista y calvinista al mismo
tiempo! Ahí también hay unos límites que no se puede traspasar sin tocar la niña de los ojos
de Jehová. Un milenarista auténtico tiene que ser sionista, es decir según lo entiendo yo,
estar a favor de la expansión del territorio de Israel, y no a favor de su división y reducción.
Que los limites de Israel vayan hasta el rio Éufrates, no es una posición política es una
posición bíblica, pues Gen. XV; 18 dice: “En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram
diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el rio de Egipto hasta el rio grande, el río
Éufrates” y aunque Salomón reinó sobre un territorio que iba hasta el Éufrates, no era un
territorio ocupado por los israelitas sino tributario de los israelitas. Esta promesa no se ha
cumplido. Se cumplió durante 80 años la posesión de la tierra de Canaán un poco al Oriente
del Jordán y todo al Occidente, pero hasta el Éufrates nunca hubo posesión por parte de los
israelitas, solo una breve sumisión a ellos por parte de sus moradores gentiles durante el
reino de David y Salomón. ¡Lejos de mi ahora ser un cristiano mesiánico que quiere
judaizar, y es mucho más útil para crecer en el conocimiento de Dios conocer el ingles que
el hebreo, pues los buenos teólogos son casi todos gentiles y la mayoría anglosajones! Y
tampoco me como el cuento de que los anglosajones son un residuo de una tribu israelita…
      Mi anhelo es que nosotros los milenaristas seamos unidos y consecuentes en cuanto a la
deuda que tenemos con el pueblo de Israel por causa de los patriarcas, de la Escritura y del
León de la tribu de Judá. Tú crees que la Iglesia desde el capítulo IV de Ap. hasta el XIX;
14 está en el cielo, y no tiene nada que ver con los 7 sellos. Yo creo que la Iglesia está en la
tierra hasta al sexto sello cuando es arrebatada y luego no tiene nada que ver con las 7
trompetas o copas de la ira de Dios. A pesar de todo, como tú me considero
pretribulacionista…No peleemos por conjeturas sino que seamos unidos en cuanto a la
realidad interna que es Cristo en nosotros la esperanza de gloria, y externa que es la nación
de Israel de retorno sobre el escenario internacional; cronometro del fin del mundo y niña
de los ojos de Jehová.
Maranatha.

           

¿QUIÉN ES DEL SEÑOR?        

     Esto es una pregunta crucial, y la respuesta es difícil de dar en muchos casos. Hay solo 2
clases de personas en el mundo: los elegidos y los reprobados. Los elegidos son los que han
recibido, o recibirán la fe salvífica de Cristo. Los demás nunca la han tenido ni la tendrán.
“El que cree en Él no es condenado, y el que no cree ya es condenado”. Aparentemente es
fácil de discernir quien es del Señor, pero a la verdad la cuestión es más complicada cuando
uno sabe que muchísimos creen y no son salvos. En efecto hay una fe salvífica y una fe que
no es salvífica y que puede parecerse mucho a la fe de los elegidos. ¡De 100 personas que
se dicen evangélicas, creo que si hay 1 que lo es de verdad es mucho! 99% tienen una fe
espuria. No todo lo que brilla es oro, y no todos los que dicen “Señor, Señor” entrarán en el
Reino de Dios. Veamos pues varias formas de fe espuria, y terminaremos por analizar la fe
de los escogidos, pidiendo en todo la ayuda del Espíritu Santo.
     En la parábola del sembrador, el Señor nos da 4 tipos de personas que llegan en contacto
con el evangelio. El primer tipo es el del camino, y la Palabra no le hace ningún efecto,
entra por un oído y sale por el otro. El segundo tipo es el de los pedregales, y la Palabra
produce un entusiasmo que se desvanece tan pronto como apareció. El tercer tipo es el de
los espinos, y la Palabra es recibida pero con el tiempo es ahogada. El cuarto tipo es la
buena tierra, y la Palabra produce vida eterna. La fe pasajera no plantea ningún problema
para distinguir su falsedad pues el tiempo que trae tribulaciones la revela rápidamente, y no
engaña ni a sus poseedores, ni a los cristianos mucho tiempo. El problema es la fe del tercer
tipo, porque esta clase puede durar toda la vida y engañar a su poseedor y a los mismos
escogidos que tienen compañerismo con tal persona. Las iglesias de hoy están repletas de
gente de esta “clase 3”, y aun fuera de las iglesias se puede encontrar a tales personas que
se auto engañan con una fe ortodoxa pero no salvífica. Es importante distinguirlos para
guardarse del peligro de los falsos hermanos, y también para ayudarles a ver su estado que
es más peligroso que el estado del borracho o de la prostituta, porque si siguen así serán
castigados más severamente durante toda la eternidad, pues como dice Lc.XII; 47: “Aquel
siervo que conociendo la voluntad de su señor no se preparó, ni hizo conforme a su
voluntad recibirá muchos azotes”.
     “El que creyere y fuere bautizado será salvo” dice el Señor. Aquí no se habla de ningún
bautismo de agua pues el Señor Jesús bautiza con el Espíritu no con agua: Mr.I; 8. La gran
mayoría de los creyentes hoy son gente que cree, que ha sido bautizado con agua, pero no
con el Espíritu Santo. No son hipócritas, sino que han asentido intelectualmente a todas las
proposiciones doctrinales esenciales del evangelio pero no han sido bautizados por el
Espíritu Santo. Ahora ser bautizado por el Espíritu Santo no significa tener una conversión
dramática donde el Espíritu se manifiesta de forma extraordinaria. Uno puede ser
iluminado, gustar del don celestial, ser hecho partícipe del Espíritu Santo, gustar de la
buena Palabra de Dios y los poderes de la vida venidera y recaer como lo dice Heb.VI; 4, lo
que significa que a la verdad no fue bautizado por el Espíritu Santo sino visitado
temporalmente. Uno puede oír la misma voz de Dios y luego caer irremisiblemente en la
apostasía. Por otro lado uno puede ser bautizado por el Espíritu Santo de forma discreta, es
decir que ha habido un momento en que el convencimiento de pecado y la aceptación de
Jesucristo como su Señor y Salvador fue total y definitiva, sin embargo no fue en seguida
algo muy notable porque esta clase de persona ha nacido muy temprano o ha crecido en un
ambiente santificado. La forma de nacer de nuevo no es lo que garantiza su autenticidad
sino los frutos que nacen del nuevo nacimiento. La fe verdadera produce frutos, pero el
problema es que la fe falsa también produce frutos muy similares exteriormente y uno se
puede auto engañar fácilmente si no analiza su fe de forma profunda. Como dice la Palabra:
“Haced seguros  vuestro llamamiento y vuestra elección, porque así nunca caeréis”, y esto
implica que prestemos atención a lo que nos dice 2 Cor.XIII; 5 : “Examinaos a vosotros
mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos,
que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”  Es importantísimo hacer
este examen de la fe que tenemos, para que sometida a prueba sea hallada en gloria,
alabanza y honra cuando se manifieste el Señor, y no intentemos en  ese momento huir de
Su presencia con vergüenza y reos de doble condenación. El problema es que cuando uno
hace el análisis de su fe, la puede hacer en una óptica errada en cuanto al gran Objeto de la
fe. En efecto hoy en día el evangelio aguado que se predica presenta a Jesucristo como el
Salvador del alma, y nada más. Dicen que hay que creer en Él como Salvador, pero se
olvidan de que Jesús se recibe primeramente como Señor y después como Salvador.
Verificad hermanos en vuestras Biblias, y veréis que cuando aparecen estos 2 términos
juntos siempre el primero es Señor y el segundo Salvador. (Gracias doy a Dios por el
maestro A.W.Pink que me mostró esas cosas en uno de sus escritos en ingles en
www.spurgeon.org ). Todos los hombres que  saben que hay un Dios que los juzgará
quieren escapar a la condenación eterna, y si se vuelven evangélicos, gozosamente recibirán
a Jesús como su Salvador pero solo los que nacen de nuevo lo reciben como su Señor antes
que su Salvador.
    El evangélico de la tercera clase se deleita en oír que Jesús es su Salvador por medio de
la fe, y puede aun ser muy legalista, pero en medio de toda su fe y sus esfuerzos para
cumplir con los requisitos morales de la fe cristiana siempre retendrá un campo privado
donde el Señor no podrá entrar. Puede ser, según nos dice el Señor en Lc VIII; 14, los
afanes, las riquezas, o los placeres. En 99% de los casos en que la voluntad del Señor le sea
revelada acatará, pero habrá 1% que quedará fuera de la legislación divina, porque él
reconoce a Jesús como su Salvador pero no como su Señor. Nunca cederá sobre un punto a
pesar de que sabe que está opuesto a la voluntad del Señor. Inventará excusas; echará la
culpa a las circunstancias, a la familia, a la educación o a la cultura, o a latradición que ha
recibido etc.  O hará como en la parábola del hijo que dice a su padre que va a trabajar a la
viña, pero que no cumple: Mt.XXI; 30. Jesús no es su Señor, y se engaña a si mismo
creyendo que es su Salvador. Esto es la condición de la mayoría de los evangélicos de hoy.
“Jehová cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso”, y en ninguna manera salvará a los que
no quieren que Él reine sobre ellos. Él tiene que ser el Señor de su vida para ser su
Salvador. Mientras no hay una rendición total a Dios, es decir a su voluntad que nos revela
en su Palabra, no hay salvación, solo hay ilusión peligrosísima pues se parece
exteriormente en 99% a la salvación verdadera, y solo un escrutinio personal y profundo
puede delatar el fraude. Claro que no estoy hablando de una vida totalmente libre de
rebeliones contra el Señor porque esto no existe en este mundo, ni aun en el santo más
perfeccionado que pueda haber vivido sobre la faz de esta tierra. “Miserable de mi; ¿Quién
me librará de este cuerpo de muerte?” exclamaba nuestro gran apóstol Pablo, cuando
consideraba la realidad del pecado en su vida presente. Nunca jamás ha habido un santo que
haya rendido su vida completamente a Dios durante su vida terrestre. El único fue el Hijo
de Dios, los demás quedamos todos muy cortos de tal gloria en este mundo de pecado.
Hablo de una rendición de nuestra voluntad a Su voluntad en el momento que El nos la
revela claramente. Esto es lo que distingue la fe salvífica de la fe espuria.
     El santo genuina ha recibido una nueva naturaleza en su nuevo nacimiento, esa nueva
naturaleza tiene varios aspectos, entre otros es inmortal, ama a Dios sobre todas las cosas y
por ende es refractaria al pecado. Bien dice 1 J.V; 3: “Pues este es el amor a Dios, que
guardemos sus mandamientos” y también en el Salmo XLVII; 10: “Los que amáis a Jehová
aborreced el mal”. El amor es el cumplimiento espiritual de los mandamientos. El amor no
hace concesiones al mal, y cuando lo descubre en toda su fealdad lo combate y lo vence por
la sangre del Cordero. ¡El santo tiene una nueva naturaleza rendida 100 % a Dios y no
99%! No tiene ninguna parte privada de su vida; toda pertenece a su Señor Jesucristo, y si
bien  puede negarle un tiempo la entrada en un rincón, no puede mantenerlo cerrado a largo
plazo, pues el amor vence sus reticencias y pronto quebranta los cerrojos y tumba las
puertas que se había instalado previamente: “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas
de amor” dice Os.XI; 4. El rey David durante un tiempo había cerrado a Dios la entrada de
su vida en el asunto de Betsabé, pero cuando el profeta Natán le mostró lo horrible de sus
pecados en este asunto, dijo: “Pequé contra Jehová”, (2 Sam.XII; 13). No buscó excusas, ni
se escondió detrás de su dignidad real. La diferencia entre el evangélico verdadero y el
evangélico tradicional no está en la actitud exterior sino en la disposición interior, y por ello
no es fácil ver quién es quién. El verdadero cristiano dice con David: “Examíname, oh
Dios, y conoce mi corazón, pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mi
camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”, (S. 139; 23 y 24). Hermano, la
cuestión  no es ser perfecto en tu diario vivir, esto es imposible en esta vida, la cuestión es
ser perfectamente sincero con lo que Dios te dice en su Palabra. Prov.IV; 18 dice: “Mas la
senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento  hasta que el día es
perfecto”, esto no significa que hoy es el día perfecto, pero que hay un aumento gradual de
luz a lo largo de los años, hasta entrar en el día perfecto de la manifestación de Jesucristo
en su 2ª venida. El santo genuino ha recibido a Jesucristo como su Señor en primer lugar y
esto lo manda automáticamente al frente de batalla contra el pecado que mora en su carne,
que engaña al mundo y que instiga Satanás. El Señor nos dice: “La amistad del mundo es
enemistad contra Dios…Uno no puede servir a las riquezas y a Dios al mismo tiempo…El 
que mira una mujer para codiciarla ya adulteró en su corazón…” Él nos habla en su Palabra
todos los días de nuestra vida y no cesamos de aprender nuevas cosas y de crecer en la
gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, (2P.III; 18). El santo no
puede mantener largo tiempo una área de su vida cerrada al escrutinio del Señor, su nueva
naturaleza le obliga a abrir todas la puertas de su ser a la luz que recibe de la Palabra. A
veces se demora en cumplir con los nuevos requisitos que la luz exige en su vida pero no
puede resistir pues las cuerdas de amor con que Dios lo atrae son inquebrantables y pronto
se rinde a la voluntad de su Señor, se rinde porque el amor de Cristo lo constriñe. El pecado
que está en sus miembros siempre opone resistencia a los nuevos avances en el camino de
santidad, pero la nueva naturaleza que está habitada por el mimos Dios Espíritu Santo ha de
vencer la oposición. Pecado descubierto se vuelve  pecado confesado y eliminado por la
sangre del Cordero. Claro que nunca cesa el descubrimiento de nuevos pecados en la vida
del santo, pues más crece en el conocimiento, más sutil se vuelve el pecado, pero la lucha
sigue y no hay tregua en esta guerra. Es una lucha hasta la muerte, pero es una lucha
victoriosa pues nuestro Capitán ya venció y por medio de El seguimos venciendo al yo
terrenal, al mundo y al diablo. Esas victorias que han de caracterizar la vida del cristiano
genuino nacido de la Palabra y del Espíritu, se obtienen por la Palabra y por el Espíritu. Tal
como nacimos, así hemos de seguir sobre el mismo principio: la aplicación de la Palabra a
nuestro espíritu por la acción del Espíritu Santo. El cual sigue iluminando nuestra mente en
el estudio o meditación continua de la Escritura. Por esta misma razón soy renuente a
llamarme evangélico, pues hoy en día es sinónimo, en la cultura popular, a neo-pentecostal
y arminiano, prefiero el termino protestante que hace alusión directa a la Reforma
protestante, cuyo fundamento es “Sola Scriptura”, es decir que la Biblia es la autoridad
suprema que rige la conciencia del cristiano. Uno podría decir que el amor a Dios y al
prójimo es la marca del elegido, y tal afirmación es correcta, pero el amor a Dios y al
prójimo es verdadero si existe este mismo amor hacia la Escritura, pues como decía M.
Lutero: “La Palabra de Dios es Dios”. Nos dice Jesús: “Sois mis amigos si hacéis todo lo
que os mando”. Si la Escritura no me mandase imperativamente a amar a mis enemigos y a
mis hermanos en la fe, hace tiempo que ya no oraría por ellos. Hace tiempo que los unos los
habría olvidado, y los otros ni me interesaría sus vidas, pues excepto unos poquísimos con
quienes comparto el mismo sentir, los demás me parecen tan mundanos y tibios que a pesar
de confesar la misma doctrina con los labios es poco lo que siente el corazón… Pero escrito
está: “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es
nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es
amor”, (1 J: IV; 7 y 8). Según la Biblia el amor no es una opción es un mandamiento, y por 
lo tanto hay que esforzarse en amar. Cierto es que “el amor ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”, pero el hombre natural que todavía sigue
vivo dentro de todos nosotros retiene la corriente de ese amor, y hay que esforzarse en
cumplir lo que dice la Escritura para contrarrestar la acción del ego y permitir que fluya ese
amor divino. ¡El elegido no es siempre un calvinista en su soteriología y un milenarista en
su escatología! Hay muchos que están enredados en el arminianismo, y en otras herejías, ¡y
muchos mueren arminianos! Pero a pesar de esto hay que amarlos, mostrándoles su error si
quieren oírnos. La pauta segura de que sí, eres un elegido, es que si te dices evangélico
trinitario, actúas conforme a tu entendimiento personal de la Escritura. Porque muchos
entienden lo que dice la Escritura pero no se conforman a su enseñanza; la tradición y la
cultura predominan sobre la Escritura. Al fin y al cabo son como los católicos que
consideran que la Palabra de Dios es cuando se armoniza la enseñanza de la Escritura con
la tradición y el magisterio. ¡Los evangélicos armonizan la corriente del mundo moderno
con la Biblia! Seamos más explícitos para que todos puedan hacer un escrutinio sincero de
su actitud frente a las exigencias de la Biblia, pues así harán seguros su vocación y
elección, o escaparán al horrible autoengaño que los llevará a la parte más caliente del lago
de fuego si no proceden al arrepentimiento verdadero, y siguen con las apariencias
evangélicas de las masas que conforman las iglesias de hoy.
     No voy a hablar de doctrinas que requieren un estudio avanzado de la Escritura y una
experiencia personal profunda. ¡Dejemos pues de lado doctrinas como la depravación total
del hombre natural, la predestinación, la soberanía de Dios, la expiación limitada!
Tomemos un ejemplo sencillo que cualquier principiante pueda entender. No vamos a
hablar del borracho, ni del comilón, ni del adultero, ni del fornicario tampoco, pues por ahí
pocos son los evangélicos que caen en tales prácticas y siguen creyendo que su fe es
genuina. Hablemos en pocas palabras del rol de la mujer.
     En las epístolas a Timoteo y a Tito se define claramente el rol de la mujer dentro de la
sociedad, del matrimonio, y de la iglesia. Como la Ley lo dice en el AT, el NT lo reafirma:
la cabeza de la mujer es el hombre, la gloria de Dios es el hombre y la gloria del hombre es
la mujer, no es permitido a la mujer enseñar al hombre ni tener dominio sobre el hombre
sino que esté sujeta a su marido como al Señor, es una abominación que use traje de
hombre (es decir pantalones: Dt.XXII; 5) o corte de pelo corto etc. Nadie que sea honesto
puede negar esas verdades y mandamientos sencillos. Los que los niegan son los seguidores
de falsos doctores que con muchas artimañas llenas de erudición y de exégesis dudosa,
transforman a Jezabel en Débora… Son especialistas que de una excepción hacen la regla,
son los doctores que se acumulan los que tienen comezón de oído a fin de poder satisfacer
sus concupiscencias, y evitar el conflicto con la carne, el mundo y el diablo. El orden de
Dios según su Palabra en la familia, como en la iglesia, como en la sociedad es un orden
patriarcal sin la menos ambigüedad posible. Ahora bien, ¿Cuál es el orden que reina en tu
casa y en tu iglesia? ¿Es el varón la cabeza, y la mujer el cuerpo, o la autoridad es
compartida y tu esposa y tus hijas también llevan pantalones y no faldas? ¿Está establecido
claramente y públicamente que en tu hogar la esposa tiene que esforzarse para estar
sometida a su marido como al Señor? En la gran inmensa mayoría de los casos este
principio no es establecido, y bajo la premisa de que el marido ha de amar a la esposa, lo
que hacen la gran mayoría es que comparten la autoridad y hasta la abandonan en la mano
de la mujer, la cual siendo un vaso más frágil es más fácilmente engañada por Satán. Pero
si bien el marido debe amar a su esposa como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí
mismo por ella para santificarla, no se entregó por ella para que ella le dé órdenes y que El
pierda su autoridad suprema sobre ella. El cristiano verdadero es hijo de Abraham
espiritualmente, y tiene que actuar como Abraham. Cuando Dios le revela claramente su
voluntad, ¡sobretodo no tiene que pedir el permiso a su esposa si puede ir a sacrificar a su
Isaac en un monte en la tierra de Moriah! Hoy Dios no nos va a pedir un sacrificio tan
grande, pero con cuerdas de amor nos lleva cautivo a su voluntad e inclina nuestra voluntad
para que concuerde con la suya. ¿Concuerda tu voluntad con la suya? Te he dado un
ejemplo sencillo, muy común, que es la cadena de mando que Dios exige de su pueblo en la
casa como en la iglesia. ¿Está rota esa cadena de mando en tu hogar? ¿No se vive dentro de
un orden patriarcal sino dentro de un desorden moderno donde no existe la noción de la
realidad del sexo (vaso) más frágil y del sexo fuerte, sino que por medio de la TV que ha
moldeado las mentes en tu hogar estás en una realidad “unisex”? ¿Tienes miedo que te
llamen machista o extremista, o fundamentalista? La gran mayoría han aceptado  esa
cultura unisex, con autoridad compartida. Pero Dios no comparte su autoridad con nadie, y
cuando la delega a sus subalternos no quiere tampoco que la comparten sino que sean
firmes en el puesto donde los puso; ¡no tolera deserciones! Alas, la mayoría de los
evangélicos han desertado su puesto, pero esto no significa que no son elegidos, “porque 7
veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal”, (Prov.XXIV;
16). Los que son elegidos una vez que oyen la reprensión de la Palabra, empiezan a hacer
los correctivos necesarios, pues “el que es de Dios la Palabra de Dios oye”. Esta es la
piedra de toque hermano, si tu llamamiento ha sido eficaz, ha de haber una reforma
continua en tu vida. Y el que no es fiel en las pequeñas cosas, no lo es en las grandes.
¡Cuántos conocen de memoria la confesión de fe de Westminster o los 5 puntos del
calvinismo o tienen una erudición extensa y poseen una ortodoxia intachable, pero no
quieren discernir su mano derecha de su mano izquierda, no quieren tomar a su Isaac e ir a
la región de Moriah para sacrificarlo sin el permiso de su esposa! La razón es que su fe no
es una fe salvífica es una fe espuria. Es una fe que ha tocado el alma, pero la Palabra no ha
sido injertada en el espíritu. Todos admiten que la TV es una fuente de impiedad que corroe
sutilmente el modelo patriarcal de sociedad y la moral judeocristiana, y todos la mantienen
en casa, todos admiten que la cabeza de la mujer es el varón y  casi todos piden permiso a
la esposa no para llevarse Isaac a Moriah sino  para quitar la TV del hogar: petición que
será denegada categóricamente y caso que será cerrado definitivamente a no ser que el
Espíritu Santo actué poderosamente… Que Cristo se sangró en la cruz por nosotros, que
Abraham levantó el cuchillo sobre el heredero único de las promesas que Dios le había
hecho, son cosas que todos sabemos y consideramos dignas de admiración eterna. Pero que
nosotros desafiemos la cultura moderna y actuemos en contra de la corriente del mundo en
nuestra forma diaria de vivir, pensar y actuar; esto, pocos son los que se meterán en tal
conflicto. Y no se trata de luchar hasta la sangre, solo se trata de seguir el modelo sabio y
provechoso de vida que nos da la Escritura, pues como dice Prov.XIX; 23: “El temor de
Jehová es para vida, y con el vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado de mal”.
Pronto viene la gran tribulación y entonces el temor de Jehová le costará el martirio y la
persecución al santo. Por ahora en general solo se trata de pequeñas tribulaciones y
enfrentamientos que no llevan a la decapitación, no obstante pocos quieren meterse en un
conflicto con los familiares o los hermanos de su congregación. La esposa y los niños son
como ídolos, y es mejor anular el mandamiento de Dios que ponerse a la esposa y a las
niñas en contra si te atreves a quitarles el televisor o los pantalones e instaurar en lugar de
estas abominaciones lecturas de buenos sermones (aparte de la lectura de la Biblia) y faldas
como vestido adecuado a mujeres que profesan ser hijas de Sara. ¿No es así el caso de la
mayoría de los que se dicen evangélicos? Cristo no vino a traer paz sino espada. Si tu fe es
salvífica es también guerrera, y no es una guerra restringida a unos aspectos particulares de
la doctrina protestante que se debaten en círculos cerrados, es una guerra total que abarca
todos los aspectos de tu vida, hasta los aspectos más íntimos; hasta el corte de pelo de tus
hijas. ¿Tienes esta fe que pelea contra este mundo posmoderno y lo vence? o ¿tienes una fe
que se acomoda a este mundo y acepta  parámetros inmorales que la TV promueve en los
hogares evangélicos de hoy?  Escucha lo que te dice el Espíritu:“Tu pues sufre aflicciones
como fiel soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de esta vida;
a fin de agradar a Aquel que lo escogió por soldado”. Sin embargo todos cantamos
alegremente el himno “Soy yo soldado de Jesús”, pero la mayoría no pelea para impedir
que la corriente de este mundo entre en su casa, sino que paga la TV por cable para que
entre más poderosamente en el hogar. No olvides que “No es de todos la fe”, así que
compruébala a la luz de la Escritura sobre temas sencillos para tener una respuesta clara
sobre esta pregunta trascendental: “¿Soy yo del Señor?”. Si la respuesta no es clara, si tu
vida no es un campo de batalla contra la carne el mundo y el diablo es  mejor que vuelvas al
principio, que te arrepientes de tu amistad con el mundo y que pidas a Dios que te dé un
corazón nuevo salvándote por medio de Jesucristo. El pecado de humildad no existe, pero
el pecado de presunción está llevando multitudes de evangélicos tradicionales (“Clase 3”)
al infierno, multitudes que han aceptado a Jesús como su Salvador pero nunca como su
Señor. Tienen un Cristo que se imaginan que salva del infierno pero no saben que Cristo
vino a salvarnos del pecado que nos lleva al infierno. Escrito está: “El salvará a su pueblo
de sus pecados”, (Mt. I; 21) ¡no lo salvará en sus pecados! No te engañes con una
experiencia mística o sobrenatural, o con un conocimiento intelectual de la verdad, o con un
culto dominical u hogareño.  Mira bien, amigo, la realidad de tu vida en la privacidad de tu
hogar, no digas en tu corazón el pastor y los hermanos vivimos todos de la misma manera,
¿por qué me vienes a predicar extravagancias? Abraham vivía en tiendas, y no esperaba que
Sara le dijera: “Llévate a mi unigénito hijo y sacrifícalo en Moriah” para hacerlo, mientras
que Lot vivía confortablemente en Sodoma preparando las bodas de sus hijas. ¿Cuál es tu
modelo? ¿Ciertamente me dirás: Cristo? Pero, ¿qué dice la Escritura? “Si sois de Cristo 
linaje de Abraham sois, y herederos de las promesas”. Me temo que la gran mayoría de los
creyentes modernos son hijos de Lot, y si bien se salvó Lot, no fue el instrumento de
salvación para su esposa, y en cuanto a sus hijas fueron el instrumento de su más horrible
pecado…Así que como nos dice 2 P.I; 5 al 9:
     “Vosotros también poniendo toda diligencia en esto mismo, añadid a vuestra fe virtud, y
a la virtud, (en el sentido de vigor, de celo), conocimiento, al conocimiento templanza, a la
templanza paciencia, y a la  paciencia piedad, y a la piedad amor fraternal, y al amor
fraternal caridad. Porque si hay en vosotros estas cosas y abundan, no os dejarán ociosos ni
estériles en cuanto al conocimiento de nuestro SEÑOR Jesucristo. Pero el que no tiene estas
cosas tiene la vista muy corta, es ciego, y se ha olvidado de que fue purificado de sus
antiguos pecados”.

           

¡DISPUTAS NECIAS!

     Siempre ha habido gente inteligente y educada que piensa que son la flor y nata de los
teólogos y que los demás son unos pobres ignorantes que tienen que beber sus enseñanzas.
Son gente peligrosa porque manejan muy bien la dialéctica, tiene una retórica impecable,
una oratoria elocuente, y conocen bien la Biblia. Pueden fácilmente engañar y confundir a
muchos hermanos, pues tienen una mente poderosa y sus argumentos sacados de versos de
la Biblia tienen una lógica que al fin desemboca en desvaríos graves o altivas pretensiones 
No obstante ningún hijo de Dios se perderá a pesar de todos los maestros de mentiras que
Satanás envía en su camino, “porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios”.
Sin embargo esos maestros pueden ocasionar daños y pérdidas, (por lo menos pérdida de
tiempo). Hace poco tiempo me topé con uno de ellos, y aunque no hubo edificación sino
contienda de palabras, me enseñó 2 cosas que quiero compartir con mis  hermanos y
lectores para que puedan detectar rápidamente esas fuentes sin agua y nubes empujadas por
la tormenta.
     La primera cosa que caracteriza esos doctores “Sabelotodo” es que ellos no tienen nada
propio, es decir no tienen un grupo de discípulos, no tienen su propio programa en un blog
o una página web, no tienen su instituto o escuela, no pastorean ninguna congregación.
Ellos tienen sus ideas, su mente, sus conocimientos, pero como son nubes empujadas por la
tormenta;  no pueden hacer algo estable para la edificación de los santos. Ellos se pasan el
tiempo introduciéndose en casas ajenas para sacar a relucir sus conocimientos y destruir los
fundamentos de la casa donde entraron. El señor con quien contendí ayer, lo encontré en el
blog: www.reformadoreformandome.blogspot.com ”. Es un blog reformado, de línea
presbiteriana. No soy presbiteriano pero siendo calvinista tal como los fundadores de este
blog, me gusta este sitio para intercambiar opiniones a pesar de discrepancias sobre cosas
que no son esenciales porque “Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro
de su amigo”,(Prov.XXVII; 17). Compartimos el mismo evangelio y escuchamos con el
mismo agrado a los maestros que Dios nos ha dado durante 20 siglos y más
específicamente los de la era del protestantismo. Pero ese señor con todo su bagaje
intelectual, su conocimiento del griego, su exegesis, su cosmovisión, su hermenéutica y
toda su ciencia considera que los reformadores son una pandilla de necios y asesinos, y que
llamarse protestante o calvinista es un disparate y una vergüenza. ¿Por qué pues entra en
este sitio? Siendo yo calvinista; ¿para qué voy a entrar en un blog de católicos, o de
unitarios, o de pentecostales? ¿Para enseñarles los 5 puntos del calvinismo? Esto no tiene
sentido, para una persona de mente sencilla, pero esa gente no tiene una mente sencilla, ni
sana, son nubes empujadas por la tormenta. Son gente cuyo objetivo no es compartir lo que
el Señor les enseña sino enseñar lo que sea, para que los admiremos, y los llamemos:
“Maestro”.
      Me hacen pensar en el español Miguel Servet; un erudito del siglo XVI que publicó una
geografía mundial en Lyon (Francia), que estudió medicina en Paris, que dominaba el
griego, el hebreo, el francés, el latín, que publicó varios libros, pero que era unitario. ¡Bien
dijo Martin Lutero: “Si la Biblia ha de disipar las tinieblas, esto será por medio de nosotros
los cristianos quienes tenemos la inteligencia de Cristo, sin la cual el mismo conocimiento
de los idiomas no es nada”! Este Miguel Servet después de  vivir pacíficamente bajo el
nombre y apellido falso de Michel de Villeneuve  en Vienne (cerca de Lyon) durante 12
años, aparentando ser un católico modelo y amigo del arzobispo,  mientras escribía un libro
que intituló: “la Restitución” para refutar la obra mayor de Calvino: “La Institución de la
religión cristiana”, se fue a Ginebra para sembrar su cizaña  Así que ese señor, o se metía
en la casa de los católicos o se metía en la casa de los protestantes. No tenía su casa propia;
estaba siempre en casas ajenas aprovechando hipócritamente las comodidades de una o
intentando destruir abiertamente los fundamentos de la otra. Escapó de la hoguera de la
Inquisición en Francia, para ser quemado en Suiza  por el concilio de la ciudad de Ginebra,
y no por Calvino que no tenía ningún poder judicial allá. Ciertamente fue un grave error  y
una crueldad diabólica de parte del concilio actuar de tal manera, y tampoco Calvino salió
inocente de este crimen, que le dejó una mancha con la cual siguen deleitándose los
enemigos de la verdad. Pero no olvidemos que también David, el hombre según el corazón
de Dios, cometió  adulterio y asesinato con premeditación, y no por eso dejó de ser el gran
rey de Israel. ¿Dejará Calvino ser un gran teólogo porque pecó gravemente en ese triste
asunto? Los teólogos de la Reforma se vieron todos implicados en situaciones políticas que
los dejaron a todos manchados, pero esto no pudo y no podrá apagar la luz que prendieron
de nuevo: la luz del Evangelio.
     Así que ese señor con quien me topé suele entrar en una casa ajena a sus convicciones
llamada: “reformadorreformandome”, no para informarse de los que piensan o hablan los
calvinistas, sino que entra encubiertamente, escondiendo su menosprecio y odio a la causa
protestante, ¡para reformarnos a nosotros los reformados! Supongo que visita otras casas de
diversas corrientes, con el mismo propósito, que es relucirse y mostrar que es un gran
maestro muy superior a los que han sido dados a la Iglesia durante 20 siglos. No tuve
tiempo de identificar su doctrina completamente pues rápidamente me di cuenta de la
intención de su corazón porque Dios nos ha dado discernimiento de espíritus, y esa clase de
espíritu es muy rápido discernirla, ¡pues no es de perfil bajo!  Pero no sobresalía como
hereje en seguida, pues su forma de hablar muy hábil puede tapar una herejía dentro de
unas palabras que puedan decir lo que uno de sana doctrina quiere oír. (Sin embargo
proclamaba que toda ley moral que se halla en el AT ha sido abrogada, diciendo que la ley
del Espíritu en Cristo la absorbía, pero la Escritura dice que la Ley del Espíritu me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte, no de la ley moral en el camino de
santificación… La cuestión era saber de qué clase de absorción se trataba, y ¡esto hubiera
significado perder más tiempo con esa  persona!).Como cuando los Russelistas  pueden
decirte que Jesús es el hijo de Dios, ¡lo que no significa que Jesús es Jehová, porque esto
que es nuestra salvación es una blasfemia para ellos! Por lo cual los falsos maestros no se
distinguen siempre en seguida por una herejía abierta sino que se pueden esconder detrás de
una aparente ortodoxia.
     Por ende la segunda característica de los doctores “Sabelotodo” es que ¡lo saben todo  y
piensan que  son los maestros que por fin Dios envió para sacarnos de nuestras tinieblas
reformadas! El señor que encontré ayer es un caso típico de esta especie de doctores. La
forma de presentarse ya me dio sospecha pues lo primero que me dijo es que su nombre
significaba en griego: “vencedor” (o algo por el estilo), aunque apareció también un
nombre común en su correo. Su firma en las cartas es un sello con un dibujo con su
ministerio anunciado abajo. De una vez  te das cuenta que no es ningún Miguel o Pedro, o
Alfonso o Gilbertico; es una persona especial con un nombre muy especial, y en cuanto a
las personas comunes como tú y yo,  esa clase de personaje no recuerda nuestros  pobres
nombres en las conversaciones, pues a pesar de que le repetía que mi nombre es Gilberto,
siempre volvía a llamarme Guillermo ¡y terminó llamándome Guillermo!
      Al principio se comunicó conmigo porque quería corregirme, pues decía que había un
error en uno de mis artículos, y aunque estábamos de acuerdo sobre el tema tratado, este
error era muy nefasto según él, y por lo tanto decidió ayudarme para superarlo. Claro que
no recibí una carta con su distinguido sello ¡sino 3 de una vez!  En las cuales ya me
proponía conectarnos por skype; supongo para darme una conferencia en vivo y directo…
Empezamos a hablar del tema y de mi error, y quizá  tenía razón, pero pronto me di cuenta
que lo importante para él era hablar y hablar y hablar exponiéndome toda su erudición y
conocimiento bíblico. Esto es una característica también de los doctores “Sabelotodo” es
que cuando te corrigen un error en tu artículo ¡su corrección es más larga que 2 artículos
tuyos completos! De todas formas entran en tus trabajos o en tu casa como maestros tuyos,
no hay compañerismo o trato de igual a igual…Empezó con llamarme “estimado
Guillermo”, pero terminó exhortándome a que me arrepintiera de mi ceguera y tratándome
de orgulloso, machista de las bananeras, legalista, etc. A la verdad no me incomodó para
nada sus insultos, porque conociendo un poco mi depravación interna ha de haber verdades
en cada insulto que me lanzó, pero las extendió después a más personas y eso destapa
siempre la olla de los doctores “Sabelotodo”. Esa gente no puede admitir teólogos
superiores a ellos; esto es un insulto a su excelsa dignidad y mente superior. Ellos son los
teólogos, y los de renombre que todos conocemos no son a sus ojos nada más que
estafadores y tiranos. Lutero, Calvino, Owen, Spurgeon y todos los grandes maestros del
protestantismo no son nada. Decía que Calvino era un vulgar asesino, Lutero un tirano,
Spurgeon un vicioso porque fumaba, y un pobre y frio expositor del evangelio. Ese señor
consideraba los términos “protestante” o “calvinista”, o “presbiteriano” como algo
asqueroso y sangriento, pues según me explicó; él pertenecía a “la iglesia silenciosa que es
verdadera y real”, la cual siempre existió, y que los reformadores persiguieron cruelmente,
es decir “la iglesia bautista según Juan el bautista”…Supongo que se trataba de los
anabaptistas de Munster, conocidos como los iluminados, los que se rebelaron contra las
autoridades civiles e intentaron establecer un gobierno teocrático con sus espadas y falsos
profetas. O quizá  otra cosa que estaba en la internet y que siendo yo tan ignorante y
engañado por la versión oficial de los hechos históricos, no había descubierto todavía…De
todas formas él pertenecía a la Iglesia silenciosa que había existido antes de la Reforma y
que conocía perfectamente todos los grandes dogmas que les robaron los reformadores.
Pero el hecho es que antes de la Reforma solo existía en Occidente la iglesia católica
romana y en el Oriente las iglesias ortodoxas; todas hundidas en la idolatría…Quizá  hubo
unas iglesias secretas pero no trajeron la luz al mundo; el lema “Después de las tinieblas
(del papado), la luz” pertenece a Calvino, no a unas congregaciones secretas…”El reino de
Dios no consiste en palabras sino en poder” y cuando habló Lutero, el reino de Dios 
empezó a dar otra vez sus frutos y el reino de las tinieblas papistas empezó a tambalear
seriamente, mientras que cuando hablan estos maestros hinchados de erudición, lo único
que pasa es que en el mejor de los casos te trasmiten sueño.
      Lo cierto es que ese doctor “Sabelotodo” no tenía nada que ver con los bautistas
particulares como por ejemplo ¡el vicioso fumador de cigarros C.H.Spurgeon! Estos
doctores “Sabelotodo” aprenden todo directamente de la Biblia y del Espíritu Santo y no
necesitan un maestro que los enseñe. ¡Son maestros por naturaleza! El desarrollo del dogma
a través de las edades, y especialmente a través de las iglesias protestantes es una estafa
total para ellos. La iglesia silenciosa y secreta de ellos siempre conocía todos esos dogmas,
y Lutero y Calvino solo robaron la enseñanza de esa iglesia silenciosa, ¡y luego masacraron
a sus integrantes! Esto es el cuento de muchos de ellos… Pero ahora  que la Inquisición no
quema a los herejes, ¡los maestros de la iglesia silenciosa aparecen y hablan y hablan y
hablan, diciéndote que eres un tonto que idolatra a unos estafadores sanguinarios!
      Al escuchar hablar a esa gente, al fin de sus discursos solo te quedan 2 opciones: o
dicen la verdad y la Historia pasada y contemporánea es pura mentira y has estado viviendo
en una especie de película “Matrix”, o son ellos los que están viviendo en una película que
se han inventado donde ellos son los actores principales, y los grandes actores de antaño
que emprendieron la Reforma  no fueron más que unos pobres ignorantes sedientos de
sangre y de poder. Pero el cristiano verdadero cree en un Dios histórico que controla y
dirige la Historia pues dice Daniel II; 21: “El muda los tiempos y las edades, quita reyes y
pone reyes…” Se conoce el árbol por sus frutos y no es una casualidad que los países
anglosajones que han acogido el protestantismo más puro, es decir el calvinismo, han sido
desde 4 siglos los países más desarrollados y más bendecidos entre todos. Estados Unidos
fue fundado por calvinistas, no por una iglesia silenciosa y secreta, y el primer gobierno en
el mundo que garantizó la libertad de conciencia fue él de la colonia de Rhode Island en
1644 bajo la iniciativa de un bautista calvinista llamado Williams Roger. Los cristianos de
la secreta no han hecho nunca nada, ni lo harán, pues son fantasmas, y sus maestros son
nubes llevadas por la vanidad y el orgullo. La Historia no miente, y si bien el
protestantismo no está exento de crímenes y persecuciones inexcusables, no deja de ser el
movimiento que trajo la Biblia en los hogares de los cristianos y poco a poco nos ha dado
las libertades civiles que hoy  goza  el Occidente. La iglesia secreta de los doctores
“Sabelotodo” no hizo que se publicara la Biblia en lenguas vernáculas  y que se propagara
por el mundo entero; esto lo hizo la religión de los protestantes. Ahora un verdadero
protestante no cree todo lo que dice Lutero o Calvino,  sino que cree todo lo que dice la
Escritura, según el dogma que nos enseño Lutero: “Sola Scriptura”. La Escritura nos dice
que un solo Maestro tenemos: Cristo, pero también que Él dio a la Iglesia maestros para
entender cosas que el Maestro nos dice en su Palabra que no son fáciles de entender.
Reconocemos y escuchamos a los maestros que Dios nos ha dado a lo largo de la Historia
sin por ello atribuirles infalibilidad, sino más bien comparando Escritura con Escritura para
tratar de evitar sus errores, pues ninguno está exento de errores.  Pero esa gente altiva niega
a los verdaderos maestros y se erige como los herederos de una iglesia secreta que ahora
divulga sus conocimientos a través de sus bocas. Satanás parece a menudo como un ángel
de luz y sus ministros como ángeles de justicia, y  no hay que subestimar la inteligencia, la
erudición, la mente y la oratoria de esos adversarios, pero “las armas de nuestra milicia  no
son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez”, (2 Cor. X; 4). Por ende ningún cristiano verdadero debe dejarse
impresionar por la erudición y el conocimiento mental de las Escrituras, pues lo poco que
entiende un bebe en Cristo tiene más valor y más poder que todos los doctorados en
divinidades: Lc.X; 21.  Gracias a Dios, sé en Quien he creído y sé quien me enseñó a través
de sus escritos las verdades básicas del evangelio verdadero: Martin Lutero. Por ende no
me afectó la elocuencia del doctor “Sabelotodo”, y me despedí de él diciéndole que seguiré
siendo un pobre necio deleitándose en escuchar además de la pura Palabra de Dios, a los
grandes maestros protestantes como Lutero, Spurgeon, Gurnall, Bunyan, Pink, Owen,
Lloyd Jones, y que seguiré siendo un pobre burro calvinista…
     Así que hermano, cuando una persona culta empieza a denigrar la obra que Dios
emprendió en la Reforma protestante, y a llamar: necios, ignorantes, asesinos, tiranos,
estafadores a los que nos tradujeron la Biblia desde los textos originales, y nos entregaron
las Escrituras con la doctrina de la salvación por fe, y esto peligrando y aun perdiendo  sus
vidas, sabes en seguida que tienes delante de tus ojos a una montaña de orgullo y
arrogancia, que pronto terminará llamándote idólatra si no te sientas a sus pies para recibir
sus largas enseñanzas, que según dice, el Espíritu Santo le enseñó. Y ten cuidado que tales
personas son a menudo gente muy preparadas con doctorados y licencias, personas  que
pueden hablar de una forma deslumbrante y grandilocuente, pero en el fondo sus discursos
son vacios y te llevan a la confusión si les rindes el culto que exigen a su sublime
conocimiento. La forma no es lo que importa, lo importante es el fondo, y en el fondo esa
gente no te enseña nada sino que solo te hace una exposición aburrida de su sabiduría y
erudición. El profeta Daniel nos advirtió que en los últimos días “muchos correrán de un
lado a otro, y la ciencia aumentará”; para muchos es provechoso el aumento de ciencia pero
para unos es un laberinto de vanidades lleno de espejos de donde nunca salen, pues les
encanta mirarse en los espejos. También el Señor nos dijo que vendrán muchos falsos
profetas y maestros en su Nombre; esto se está cumpliendo al pie de la letra y son muchos
los doctores “Sabelotodo” que quieren sacarnos de la senda antigua.  Os he dado 2 claves
infalibles para detectarlos rápidamente y no perder el tiempo con su retorica pulida, si uno
tiene ya buenos fundamentos, o quedarse confundido si uno es principiante en el Camino.
Os los repito: 1. Se meten en casa ajena
                                                                              2. Reniegan, insultan, y menosprecian a
los grandes maestros del protestantismo.
     Hemos hablado de una clase de doctores “Sabelotodo” que no son atractivos pues se
meten en casa ajena y por ende siempre causan una molestia que delata su intención necia
que es que los admiremos y los escuchemos devotamente. Estos cansan rápidamente a los
que les prestan oído, pues uno rápidamente se pregunta: “¿Si saben tanto y son tan
eminentes porqué no tienen su propia escuela sino que siempre están en casa ajena?” Sin
embargo hay otra clase de doctores “Sabelotodo” que pueden ser interesantes y que tienen a
veces cosas edificantes para enseñar. Estos no se meten en casa ajena, construyen su propia
casa y prosperan por un tiempo. No obstante presentan la segunda característica de la
primera clase: reniegan a los grandes maestros del protestantismo, y esto acarrea su ruina
pues como dice Prov.XVI; 18; “Antes del quebrantamiento es la soberbia; y antes de la
caída la altivez de espíritu”. De los tales es Harold Camping el presidente de Family Radio.
Escribí un artículo titulado: “¡Cómo han caído los valientes!” sobre tal caso hace unos años,
así que no voy a explayarme sobre esto. La ingratitud es un pecado de lo cual hemos de
cuidarnos mucho, pues es a menudo el fundamento del orgullo y de la arrogancia,
especialmente para los que estudian diligentemente las Escrituras y que reciben un nuevo
entendimiento que no habían recibido los maestros anteriores. El quinto mandamiento sigue
vigente y se debe aplicar también a nuestros padres espirituales, si queremos que nuestra
vida espiritual se alargue sobre la tierra y que sea útil para nuestros hermanos. Lo cual es
muy provechoso porque creo que tiene que ver con nuestra posición eterna en la jerarquía
celestial: “El que se humilla será exaltado, y él que se exalta será humillado”.  La estrella
matutina de la Reforma es Wycliffe, el padre del protestantismo es Lutero, el gran teólogo
de la Reforma es Calvino, el príncipe de los predicadores es Spurgeon, lo que fue, fue;
¡Seamos agradecidos a Dios por esos maestros que nos dio y por tanto honremos a nuestros
padres!
    Dios nos guarde, y nos dé discernimiento, como dice Mt. X; 16: “…He aquí yo os envío 
como a ovejas en medio de lobos, sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como
palomas”. ¡No perdamos el tiempo en disputas necias con hombres corruptos de
entendimiento y privados de la verdad! Como decía Spurgeon; prediquemos la vieja
Historia…             

OTRA RAZÓN

Prólogo.
     El apóstol Pablo dijo que era seguro repetir las mismas cosas. Por lo cual siguiendo su
consejo que fue inspirado por el Espíritu Santo, pienso que será útil para mis lectores oír
otra vez una exhortación sobre la necesidad apremiante de salir de Babilonia.

     En un artículo intitulado “Derribando la fortaleza del neo pentecostalismo” contaba mi


conversión que fue muy especial; me atrevo a decir de tipo pentecostal… Decía pues en
aquel entonces que no sabía todas las razones por las cuales el Señor me hizo gustar  de tal
manera los poderes venideros, pero  por lo menos pude entender que era para tener un buen
argumento para minar el mismo fundamento  del neo pentecostalismo. En efecto habiendo
experimentado la llenura del Espíritu, no pueden impresionarme los falsos profetas del neo
pentecostalismo con sus experiencias sobrenaturales que por lo general no son más que las
actividades de Satanás, el cual aparece como ángel de luz y sus ministros como ministros
de justicia cuyo fin será conforme a sus obras…Y así pude entender a lo largo de los años
que la única y exclusiva forma de crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo es por medio de las Escrituras. Hoy tengo otra razón que me propongo
compartiros para ayudar a los que todavía dudan de que hay que salir del sistema
convencional de las iglesias evangélicas.
     La otra razón de haber nacido de nuevo de una forma tan extraordinaria es para que sepa
indudablemente que el Espíritu Santo ni bautiza, ni llena con sacramentos. La mayoría de
las iglesias protestantes atribuyen a los sacramentos un poder, y un fin que no tienen en
realidad. Dicen que el bautismo sella la salvación, y que la santa Cena es una forma de
alimentarse espiritualmente. Ciertamente los sacramentos han tenido su utilidad pero no es
tan grande como se han imaginado los hombres y aun los teólogos. Ya lo expliqué en otros
artículos que el bautismo de agua era principalmente un puente establecido para facilitar, en
aquella época de la iglesia primitiva, la entrada a los judíos en la nueva dispensación de la
gracia, y que la Santa Cena fue instituida principalmente para mostrar la muerte del Señor a
los incrédulos, enseñándoles que nosotros los creyentes vivimos y nos alimentamos
diariamente de esa muerte, pues como dice la Escritura: “El justo murió por los injustos
para llevarnos a Dios”. La falta de discernimiento entre bautismo de agua y bautismo del
Espíritu, en el NT ha sido también un elemento poderoso para establecer el dogma falso de
que el bautismo de agua es una ordenanza imprescindible y  típicamente cristiana. Nuestro
Señor solamente instituyó la santa Cena para recordar a los cristianos que su muerte en la
cruz, es el fundamento de la vida y de la esperanza, y para enseñar esto a los incrédulos que
asisten a esta ceremonia conmemorativa. Pero cuando dijo a los 11 apóstoles en
Mt.XXVIII; 19: “Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el
nombre del Padre del Hijo y del Espíritu” no estaba refiriéndose a una ceremonia de
bautismo de agua sino al bautismo del Espíritu, pues al principio los apóstoles tenían el
poder de comunicar el Espíritu por la imposición de manos,(Hch.VIII; 15, 17 y 18),  y esta
gran comisión venia en el nombre de la Santísima Trinidad. Alas, el misterio de la
iniquidad que ya estaba obrando en los días del apóstol Pablo, siempre ha inducido a todos;
eruditos como iletrados, a creer que hay un cierto poder inherente en los sacramentos,
aparte de la enseñanza básica que proveen de una forma elemental, (es decir en el sentido
que usan elementos físicos como agua pan , vino , copa). El misterio de la iniquidad tiene
por principio activo el sacramentalismo y por fin el papado satánico.  De la forma como
hemos nacido de nuevo, así hemos de crecer; “como niños recién nacidos desead la leche
no adulterada de la Palabra para que por ella crezcáis si es que habéis gustado la benignidad
del Señor”. Todos los protestantes de corazón sabemos que “El de su voluntad nos
engendró por la Palabra de verdad para que seamos primicias de su criaturas”, pero la
influencia de la tradición y el consenso general siempre introducen algo al lado de la
Palabra de verdad y ese algo es para ellos como un sello o un requisito indispensable para
salvación o santificación. Además como la iglesia local es la administradora de los
sacramentos, y el lugar tradicional de los cultos el centro de la comunión de los santos, se
les hace difícil para la gran mayoría salir de la gran Babilonia que es el conjunto de las
iglesias evangélicas apóstatas de hoy.
     La Reforma protestante estalló cuando un monje agustino descubrió en la Biblia, al leer:
“El justo por la fe vivirá”, que la salvación es por fe y no por obras y por ende que la Biblia
es la autoridad suprema. Muy pronto ese monje llamado Martin Lutero, se dio cuenta que
su iglesia no predicaba el evangelio que le iluminó, y que al contrario en su seno la
tradición y el papa eran superiores en autoridad a la Palabra escrita de Dios. Pidió reforma
dentro de la iglesia católica romana pero la respuesta fue su excomulgación. La conciencia
de Martin estaba atada a la Palabra escrita y no pudo haber consenso sino disensión
profunda e irreversible para que se cumpla lo que dice 1 Cor. XI; 19: “Porque es preciso
que entre vosotros haya disensiones para que se hagan manifiestos entre vosotros los que
son aprobados”. Ahora bien, imaginad que el hermano Martin Lutero callara su conciencia
y aceptara el orden establecido por el papado. ¿Qué habría pasado? Quizás estaríamos todos
todavía en el oscurantismo idolátrico de Roma…El que le gusta la Biblia estaría en el orden
de los agustinos, el que le gusta la ecología en un monasterio franciscano, el que le gusta el
poder en la orden jesuita etc. Pero gracias a Dios, Lutero no era un hombre indeciso, era un
hombre sincero  e integro, y así nació el protestantismo que nos devolvió el evangelio
verdadero y nos dio algo mucho más eficaz que los sacramentos: la Palabra escrita de Dios
en todos los idiomas. El protestantismo nunca ha dado a luz la iglesia perfecta dentro de
una denominación, y nunca lo dará, pues santos imperfectos no pueden conformar una
congregación perfecta. La iglesia perfecta está en el cielo, no en la tierra, y se llama la
Jerusalén celestial, la cual es madre de todos nosotros, y ella es libre de toda
contaminación. El protestantismo ha tenido sus horrores, sus atrocidades, y aunque no
tienen comparación con la magnitud de los horrores de la Inquisición, no obstante son
manchas que no tienen excusas. Pienso por ejemplo en el caso de Servet o de las
persecuciones en contra de los anabaptistas. Sin embargo, el protestantismo tiene principios
divinos, (Sola Fide, Sola Scriptura, Solus Christus, Soli Deo Gloria, Sola Gratia) que a lo
largo de los siglos ha producido iglesias nuevas que reemplazaban las iglesias que se
dejaban carcomer por la tradición.  
     Hoy hermanos, estamos en una situación similar a la que se enfrentó Lutero. Las iglesias
protestantes han dejado de ser protestantes en el sentido original de la palabra, es decir que
han abandonado el “Sola Fide” y “Sola Scriptura” de Lutero; han abandonado los
principios divinos que han dado a luz al protestantismo. Sin embargo el protestantismo no
es: “Sola Ecclesia”, y si bien ha engendrado iglesias, no depende de las iglesias para seguir
su curso. Ser protestante no es ir a una iglesia que se dice evangélica; ser protestante es
haber asimilado que la salvación es por fe no por obras y que la Biblia es la Palabra
infalible de Dios que tiene autoridad suprema sobre el cristiano verdadero, porque Dios ha
magnificado su Palabra por sobre todo su Nombre, ¡así que cuánto más por sobre toda
iglesia: S.138; 2! Hoy la situación es similar pues la iglesia católica con que Lutero se
enfrentó, también tenía la Biblia y sus padres como Agustín, defendían en sus escritos la
doctrina de la salvación por gracia por medio de la fe, pero si bien tenían la Biblia y la
doctrina, no las conocían ni ponían en práctica lo que decían correctamente sus padres, sino
más bien practicaban lo erróneo que difundían esos mismos padres en sus conceptos sobre
los sacramentos y el sacerdocio. Hemos llegado a la misma situación, todas las iglesias
evangélicas tienen la Biblia abierta sobre sus pulpitos, y todas admiten que la salvación es
por fe, pero esto es teoría no es práctica en la inmensa mayoría de los casos. Puede haber
unas excepciones, y en esos casos este artículo no les concierne; que sigan sirviendo al
Señor en sus iglesias, que sigan disfrutando ese privilegio exclusivo…  Este artículo se
dirige a la gran mayoría de cristianos que participan en la vida de iglesias que de
protestantes solo tienen el nombre.
     Antes de proseguir; escuchad lo que dijo Lloyd Jones, el famoso pastor londinense de la
capilla de Westminster a mediados del siglo XX, en su introducción al sermón del Monte:
    “Según entiendo este sentido de compulsión, (para comentar el sermón del Monte), creo
que la razón específica de que lo vaya a hacer es la condición en que se encuentra la Iglesia
cristiana en estos tiempos.
No me parece que sea juzgar con dureza decir que la característica más obvia de la vida de
la Iglesia cristiana de hoy es, por desgracia, su superficialidad. Esta apreciación se basa no
sólo en observaciones actuales, sino todavía más en tales observaciones hechas a la luz de
épocas anteriores de la vida de la Iglesia. Nada hay más saludable para la vida cristiana que
leer la historia de la Iglesia, que volver a leer lo referente a los grandes movimientos del
Espíritu de Dios, y observar lo que ha sucedido en la Iglesia en distintos momentos de su
historia. Ahora bien, creo que cualquiera que contemple el estado actual de la Iglesia
cristiana a la luz de ese marco histórico llegará a la conclusión indeseada de que la
característica destacada de la vida de la Iglesia de hoy es, como he dicho ya, la
superficialidad. Cuando digo esto, pienso no sólo en la vida y actividad de la Iglesia en un
sentido evangelizador. A este respecto me parece que todos estarían de acuerdo en que la
superficialidad es la característica más obvia. Pienso no sólo en las actividades evangeliza-
doras modernas en comparación y contraste con los grandes esfuerzos evangelizadores de
la Iglesia en el pasado - la tendencia actual a la vocinglera, por ejemplo, y el empleo de
recursos que hubieran horrorizado y chocado a nuestros padres. Pienso también en la vida
de la Iglesia en general; de ella se puede decir lo mismo, incluso en materias como su
concepto de la santidad y su enfoque todo de la doctrina de la santificación.
Lo importante es que descubramos las causas de esto. En cuanto a mí, sugeriría que una
causa básica es la actitud que tenemos respecto a la Biblia, nuestra falla en tomarla en serio,
en tomarla como es y en dejar que nos hable. Junto a esto, quizás, está nuestra tendencia
invariable a ir de un extremo a otro. Pero lo principal, me parece, es la actitud que tenemos
respecto a las Escrituras. Permítanme explicar con algo más de detalle qué quiero decir con
esto.
Nada hay más importante en la vida cristiana que la forma en que tratamos la Biblia, y la
forma en que la leemos. Es nuestro texto, nuestra única fuente, nuestra autoridad única.
Nada sabemos de Dios y de la vida cristiana en un sentido verdadero sin la Biblia. Podemos
sacar conclusiones de la naturaleza (y posiblemente de varias experiencias místicas) por
medio de las que podemos llegar a creer en un Creador supremo. Pero creo que la mayoría
de los cristianos están de acuerdo, y ésta ha sido la persuasión tradicional a lo largo de la
historia de la Iglesia, que no hay autoridad aparte de este Libro. No podemos depender sólo
de experiencias subjetivas porque hay espíritus malos además de los buenos; hay
experiencias falsas. Ahí, en la Biblia, está nuestra única autoridad.

    La gran Apostasía que ocurre antes del segundo advenimiento y que es profetizada en 2
Tes. II; 3 está aquí y se presenta  básicamente bajo ciertos aspectos definidos. Puede ser
bajo la doctrina arminiana que hoy se presenta no solamente dentro de las congregaciones
tradicionales como las metodistas, (aunque hay metodistas calvinistas como la de Lloyd
Jones), sino que es también la soteriología de todos los grupos de la herejía neo pentecostal
que forman la mayoría de las iglesias evangélicas de hoy, como las Asambleas de Dios, la
Cuadrangular, el movimiento misionero etc. La Apostasía se presenta también en las
iglesias calvinistas por medio del acceso al pulpito de las mujeres, o de la aceptación de la
teoría de la evolución. De todas formas el cristiano sincero que ha asimilado correctamente
el evangelio de la gracia no puede participar en la vida de una iglesia que ha puesto al libre
albedrio como el factor determinante de la salvación, (arminianismo), o que tiene una mujer
en el pulpito, o mujeres hablando en la congregación, o falsos profetas que agregan
profecías al libro de la profecía; la Biblia, o que trata el libro de Génesis como un cuento
mítico de origen pagano. Tampoco se puede aceptar un pastor divorciado… Así que la
situación general es inaceptable para aquel cuya conciencia está atada a la Palabra de Dios.
     El problema es que muchos ponen la comunión de los santos por encima de la Palabra
pero si Dios pone su Palabra por encima de su Nombre, (S.138; 2), ¿cómo podemos
nosotros sacrificar nuestra fidelidad a la Palabra escrita para permanecer fieles a la iglesia
local? Me gustaría poder decir a mis lectores: “¡Hermanos todavía las iglesias bautistas
particulares son fieles a la Palabra; seamos fieles bautistas!”, pero sería un engaño y la
verdad es que solo tienes 2 opciones: quedarte en Jerusalén y perecer por hambre y por
espada o rendirte a los caldeos y tener tu vida por botín. Es decir quedarte en el molde
tradicional de las iglesias evangélicas y ser cómplice de la Apostasía y recibir su merecido,
o salir de la iglesia y quedarte en casa para seguir con sinceridad la enseñanza de tu Biblia.
¿Cuál será tu actitud, la de un Erasmo que admite las fallas del sistema pero que se queda
dentro de él por comodidad, o la de un Lutero, que prefiere que el mundo arda en llamas
antes que la Palabra de Dios sea pisoteada?
      Ahora bien, muchos albergan la esperanza de un avivamiento dentro de su
congregación y piensan que su presencia y sus oraciones pueden determinar un curso
diferente, pero como dice Job XXIII; 13: “si Él determina una cosa ¿quién Le hará
desistir?” y también Isaías XIV; 26 y 27  dice: “Este es el consejo que está acordado sobre
toda la tierra, y esta, es la mano que está extendida sobre todas las naciones. Porque Jehová
de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano está extendida, ¿quién
la hará retroceder?”.  El consejo acordado y la determinación en cuanto a las iglesias de
nuestra última generación los encontráis en 2 Ts. II; 3 donde dice el Espíritu Santo: “…no
vendrá (el Señor) sin que antes venga la apostasía”. Con los fenómenos en pleno auge de
las mujeres en los pulpitos, del arminianismo y del pentecostalismo, no hay ninguna
esperanza de avivamiento, además es imposible una vez que una iglesia haya entrado en
apostasía que vuelva atrás pues esto dice He.VI; 4.
     Evidentemente todo mi argumento está basado sobre la certidumbre de que estamos en
la última generación; la que ha de participar en el Arrebatamiento y en la venida en gloria
de Cristo a la tierra. Pues si no es así, ciertamente Dios va a levantar de nuevo un conjunto
de iglesias protestantes purificadas, porque como ya lo dije, el protestantismo tiene
principios divinos que no pueden ser destruidos por el enemigo que son:  la Biblia y la
doctrina de la salvación por fe no por obras. No niego que puede haber unas iglesias
protestantes todavía fieles a la Palabra, pero un remanente desconocido, (por lo menos a
oídos míos), no es indicio de avivamiento. Si Dios ha decidido restaurar nuevamente el
protestantismo dentro de una nueva generación de iglesias purificadas, esto no puede
quedarse en un rincón  e ignorado de la gran masa, eso ha de  difundirse rápidamente y
causar conmoción en la cristiandad y después también en la sociedad. Pero por ahora no se
oye nada de eso; la iglesia emergente de lo cual se habla hoy en día es la que predica el
evangelio falso de prosperidad. Lo emergente en las iglesias contemporáneas es la codicia,
la superficialidad y la ignorancia, mientras que lo que desaparece como el roció de la
mañana un día de verano, es la santidad, el amor fraternal y la doctrina sana. ¡Me daría
mucha alegría estar equivocado, pero lastimeramente me da mucha pena estar en lo cierto! 
El estado de decadencia moral en que se hallan las naciones: Lc.XVII; 28 y la difusión
universal del evangelio: Mr.XIII; 10, no dejan dudas de que no hay que esperar un
avivamiento, sino más bien el Arrebatamiento. Además el regreso de Israel como nación
sobre el escenario político internacional permite, por los menos a todos los premilenialistas,
saber que hemos llegado al fin del tiempo del fin. Hay también el fenómeno audiovisual
que ha puesto en jaque la influencia de la Escritura, pues como no dejo de afirmarlo sin
cesar la introducción de la TV en los hogares cristianos desde décadas ha desmoronado el
modelo patriarcal de sociedad, lo cual permite la aceptación de las mujeres en posición de
autoridad dentro de las iglesias y da a Satanás el control de las congregaciones, porque toda
pastora es ministra de Satán. No olvidéis que el diablo convenció a la mujer de comer la
fruta prohibida, la cual convenció a su marido. Satán no convenció al hombre directamente,
usó a Eva y ahora sigue la misma política usando las hijas de Eva que no son hijas de Sara.
También, ahora las iglesias prefieren una obra teatral a un sermón doctrinal, y todo
avivamiento verdadero tiene por base una predicación doctrinal. Así que no hay ninguna
esperanza de avivamiento mientras no hay un amplio movimiento de reemplazo de la TV
por lecturas de la Biblia y de buenos sermones conducidos por el padre de familia en los
hogares evangélicos. La situación es irreversible pero donde abunda el pecado sobreabunda
la gracia, y por ende vuelvo a lo que decía al principio de este artículo: el Espíritu Santo no
depende de medios humanos para aplicar la Palabra del evangelio a los corazones de los
elegidos. Y si bien sigue usando hombres para predicar el evangelio, no usa las iglesias
como antes.
      Juan el bautista no fue a Jerusalén a preparar el camino del Señor para su primera
venida, sino que predicaba en el desierto, y la gente salía a oírle. Hoy se repite el mismo
escenario en cierta forma; los que  hemos recibido el evangelio verdadero, el evangelio de
gracia, no nos metemos en el negocio de las iglesias, esperando los diezmos, las ofrendas,
el seguro social y la jubilación  sino que el Espíritu nos constriñe y nos lleva a predicar
solitarios la bendita Palabra de la reconciliación a través del Crucificado. Hermanos, dejad
de soñar en un avivamiento, lo que viene no es un avivamiento de las iglesias, es mucho
mejor; es el Arrebatamiento, y mientras tanto nuestro deber es anunciar a Jesucristo y a
Este crucificado. Esta  Palabra de la  Cruz no tiene cabida en las iglesias de hoy, ellas están
en un negocio, y están todas infiltradas por los jesuitas según las revelaciones de Alberto
Rivera,(www.chick.com ). Para tapar la evidencia, la interpretación común de 2 Ts. II; 3 es
que el Arrebatamiento precede la Apostasía, porque las Escrituras dicen que las puertas del
infierno no pueden prevalecer contra la Iglesia. Pero si bien la Jerusalén de arriba es
inmarcesible incontaminada y fuera del alcance del diablo, la Jerusalén de abajo se llama en
sentido espiritual Sodoma y Egipto: Ap.XI; 8, y las iglesias evangélicas son la Babilonia de
Ap.XVII y XVIII. ¡Así que no hay que confundir la congregación de los primogénitos
inscritos en los cielos y la membrecía de las iglesias locales, porque realmente no
concuerdan en esta última generación!
     Es tiempo hermanos de abrir los ojos a la triste realidad y no actuar como los judíos que
rechazaron al Señor y se aferraron al templo. Hoy la mayoría rechaza la autoridad de la
Escritura interpretada literalmente y sencillamente, y se aferran a su iglesia local, a su
denominación. No importa que la Biblia diga que es prohibido que una mujer enseñe y
tenga autoridad sobre el varón, o que el hombre es justificado por la fe sin las obras, lo que
importa es lo que dice la organización. “Que tu sí sea sí y tu no sea no”, dice Jesús, no hay:
“Sí pero no”. Es tiempo de decidirte hermano: el templo o el vituperio de Cristo, la
enseñanza de la iglesia local o de la Biblia. Cristo no vino a traer paz sino espada, y ya el
hacha está puesta a la raíz del árbol, y todo árbol que no da fruto será cortado. No esperes
fruto bueno en un árbol malo. El árbol de la iglesia cuyo pastor es una Jezabel produce
frutos venenosos. El Espíritu Santo no está usando las iglesias para dar a conocer el
evangelio verdadero, pero el Espíritu Santo te puede usar en el desierto, y puede hacer que
muchos oigan tu voz si hablas conforme a las Escrituras y si es el celo por tu Señor que te
anima y no la carne que te motiva.
     Ahora bien, muchos dirán: “Si la situación es tan obvia ¿Por qué no hay grandes
maestros y teólogos que nos advierten también del peligro en que estamos?” La respuesta
es sencilla y evidente. Los grandes teólogos y maestros son hombres como tú y yo que
tienen que trabajar para ganarse el pan de cada día, y ellos han dedicado años y han
invertido sus recursos para estudiar en los seminarios e institutos bíblicos, para luego
trabajar dentro del sistema de las iglesias evangélicas. No es que son todos lobos rapaces,
muchos son hermanos honestos que quieren trabajar para el Señor, no obstante su carrera
profesional interfiere en su visión y la vuelve opaca. Muchos reconocen que hay grave
problemas, y saben que la raíz del problema está en el abandono de la doctrina de la Biblia
para seguir doctrinas de hombres que son conformes a los parámetros del mundo
posmoderno, es decir anti bíblicos. Pero no se atreven a sacar la conclusión lógica de que la
situación es irreversible porque hemos llegado a la gran Apostasía, porque sería para ellos
cortar la rama del árbol sobre la cual están sentados; sería un suicidio profesional.
Evidentemente tendrían que recordar que nuestro Señor dice que el que pierde su vida por
causa del evangelio, la salvará… ¡Y además sabéis que  siempre los Erasmos han
abundado, no los Luteros! Nuestro Señor dijo a la gente de su época que sabían pronosticar
el clima para el día siguiente mirando al cielo, pero que no eran capaces de discernir los
tiempos proféticos a la luz de las Escrituras. Sucede lo mismo hoy en día, la gente tiene
mucho conocimiento en muchas materias, pero su visión es fragmentada y no disciernen
que estamos al umbral del Rapto y de la gran Tribulación, del tiempo de angustia para
Jacob.   ¿Estáis esperando que las iglesias pongan en sus puertas un gran aviso con letras
rojas donde está escrito: ICABOD, o que los seminarios no acepten matricular mujeres por
razones de ética cristiana? Entonces estáis soñando, pues el diablo es el primero en
promover la teoría de que él es un principio activo y no un querubín caído, y de que las
puertas del infierno no pueden prevalecer contra las denominaciones e instituciones
religiosas. “¡A la ley y al testimonio; si no hablan conforme a estas palabras es porque no
les ha amanecido!”, ¿se te ha amanecido hermano, disciernes los tiempos?
   ¡Que Dios nos use a todos; Cristo viene pronto, salid de Babilonia! 

    Añado a este artículo la segunda parte de un sermón de C.H. Spurgeon titulado: “La
verdadera esencia de un avivamiento”. Hace más de siglo y medio  que lo predicó y el
avivamiento que esperaba no llegó, ni llegará. El mismo Spurgeon terminó por abandonar
la unión de iglesias bautistas a la cual pertenecía su congregación por causa de su celo por
la pureza doctrinal. Se quedó solo y traicionado por muchos supuestos hermanos y amigos,
pero ¡mejor solo y con Dios, que mal acompañado!

II. Y ahora seguiré con la segunda parte del asunto, sobre el cual debo ser más breve. En
LA IGLESIA MISMA, vista como un cuerpo, esta plegaria debe ser un solemne e incesante
ruego: “Oh, Jehová, aviva tu obra!”

En la era presente hay un triste descenso en la vitalidad de la piedad. Esta edad se ha vuelto
la edad de las formas, en vez de la edad de la vida. Volvamos unos cien años atrás cuando
se puso la primera piedra para construir este edificio donde adoramos a Dios. Eran los días
de la vida divina, y del poder, enviado de lo alto. Dios revistió a Whitefield de poder: él
predicaba con una majestad y una fuerza que pocos serían capaces de reproducir; no porque
fuera él algo en sí mismo; sino porque Su Amo le dio estos dones. Después de Whitefield
vinieron varios grandes y santos hombres. Pero ahora, señores, hemos caído en los malos
tiempos. Ya casi no hay hombres en este mundo; ya casi no quedan. Casi no tenemos
hombres en nuestro gobierno que manejen las políticas correctamente y casi tampoco con
respecto a la religión. Tenemos quienes realizan las tareas, y de forma externa todo parece
seguir la forma antigua, pero los hombres que se atrevían a ser singulares, es decir
singulares en el sentido de que querían hacer lo correcto y aborrecían la impiedad, ya casi
no se ven. En comparación con la era puritana, ¿dónde están nuestros maestros en Biblia y
rectores? Aquellos Howes, aquellos Charnocks. ¿Podríamos juntar tantos nombres como
antes que se podían listar más de cincuenta a la vez? No lo intentaría. Tampoco podríamos
traer aquella galaxia de gracia y talento que siguió a Whitefield. Pensemos en Rowland
Hill, Newton, Toplady, Doddridge, y tantos otros que no habría tiempo de mencionar. Se
han ido, se han ido; Sus venerables cenizas duermen en el polvo, y dónde están sus
sucesores? Preguntemos ¿Dónde? Y el eco nos responderá ¿Dónde? No hay ninguno.
Sucesores de estos hombres, ¿dónde están? No los ha levantado Dios aun, y si lo ha hecho,
no los habéis encontrado. Hay predicación, y ¿qué es esto? “Oh, Señor, ayuda a tu siervo a
predicar, y enséñale por medio del Espíritu lo que debe decir.” Luego se lee el sermón. Un
insulto al Altísimo Dios! Tenemos predicaciones pero de esta clase. Esto no es predicación.
Esto es hablar muy bonito y muy finamente, con gran elocuencia, digamos en el sentido
mundanal, pero ¿dónde está la predicación verdadera, como la de Whitefield? ¿Han leído
alguna vez uno de sus sermones? Ustedes no lo considerarían elocuente; más bien sus
expresiones eran rudas, frecuentemente parecían desconectadas; y se dice mucho de la
forma en que declamaba; lo cual caracterizaba en gran parte su discurso. Pero, ¿dónde
estaba su elocuencia? No en las palabras que usted puede leer, sino en el tono en que las
decía, en la sinceridad con que las expresaba, en las lágrimas que siempre corrían por sus
mejillas, en el derramamiento de su alma mientras predicaba. La razón de su elocuencia
radicaba en el significado de las palabras. Él era elocuente, porque hablaba de corazón –
desde la profundidad del alma. Podemos notar que cuando hablaba de verdad creía lo que
decía. No predicaba por contrato, como una máquina, sino que predicaba lo que sentía que
era la verdad, y lo que no podía dejar de predicar. Si le escuchaban predicar, podía notarse
que si este hombre no predicara se moriría, porque lo hacía como si fuera una necesidad
imperante para él, y con todas sus fuerzas él llamaba a los hombres diciendo: “Ven, Ven!,
Ven a Jesucristo, y cree en Él!” Ahora, esto es lo que falta en nuestro tiempo. ¿Dónde?
¿Dónde está la pasión? No la encontramos ni en el púlpito ni en las bancas, en la medida
que la deseamos; y es una triste, triste edad, cuando se mofan de la pasión por el evangelio,
y cuando el verdadero celo que debería caracterizar al púlpito se considera simple emoción
o fanatismo. Pido a Dios que nos hiciera tales fanáticos aunque el resto de la gente se burle
y despreciara nuestro entusiasmo. Consideramos el mayor fanatismo de este mundo
dirigirse al infierno, el mayor entusiasmo de esta tierra el amor al pecado en vez de a la
justicia; y no consideramos ni fanáticos ni emocionales a aquellos que buscan obedecer a
Dios antes que a los hombres, y seguir a Cristo en todos sus caminos. Repetimos entonces,
que una triste prueba de que la iglesia necesita avivamiento es la ausencia de esa pasión
ardiente que alguna vez se veía en los púlpitos Cristianos.

La ausencia de sana doctrina es otra prueba de la necesidad de avivamiento. ¿Saben a


quiénes llaman Antinomianos ahora? ¿A quiénes tildan de “hipers?” ¿De quiénes se burlan
y rechazan por considerarlos con error en su fe? ¿Por qué lo que antes se llamaba
“ortodoxo” ahora se trata como herejía? Podemos retroceder a los días de los padres
Puritanos, a los artículos que alguna vez abrazó la Iglesia de Inglaterra, a la predicación de
Whitefield, y podemos decir que esa predicación, es la que amamos; y las doctrinas que
fueron antes proclamadas. Pero como escogimos proclamarlas ahora también, somos
considerados extraños y raros; y la razón es que la sana doctrina ha decaído en gran
manera. Veamos cómo empezó el descenso: Primero que todo, aunque las verdades fueron
creídas, los ángulos fueron suprimiéndose. El ministro creía en la elección, pero no
utilizaba esa palabra, por temor de que el diácono sentado en aquella banca se fuera a
incomodar. Creía que todos los hombres estaban perdidos, pero no lo anunciaba
positivamente porque si lo hacía, había una dama en desacuerdo, - y ella había dado tanto
para la capilla – podría ser que no volviera a la iglesia; así que mientras él sí creía esta
verdad, y la anunciaba en cierto sentido, trataba de pulir estas ásperas esquinas un poquito.
Al final se llegó a esto. Los ministros decían, “Creemos estas doctrinas, pero no
consideramos que sea apropiado predicarlas a la gente. Dijeron: “Es verdad, las grandes
doctrinas de la Gracia, fueron predicadas por Cristo, por Pablo, por Agustín, por Calvino, y
hasta esta era por sus sucesores, y son ciertas, pero es mejor evitarlas – hay que tratarlas
con mucho cuidado; son muy elevadas y peligrosas, y es mejor no predicar de eso; aunque
creemos que es verdad, no nos atrevemos a predicarlas. Después de eso vino algo aún peor.
Dijeron para sí mismos, “Bueno, si estas doctrinas no se deben predicar, talvez no sean tan
verdaderas”; y luego otro paso más y rehusaron por completo predicarlas. No lo dijeron
expresamente, talvez, pero lo decían, pero insinuaban que estas doctrinas de la gracia no
eran tan verdaderas, y como si los que sí las creíamos fuéramos los intrusos, “nos echaron
de la sinagoga”. Así que pasaron de mal a peor; y si ustedes leen el estándar según los
maestros en divinidad de esta época, y lo comparan con el estándar según los maestros en
divinidad de los días de Whitefield, se darán cuenta de que no concuerdan. Ahora tenemos
una “nueva teología”. ¿Nueva Teología? ¿Por qué? Es una teología que ha destronado a
Dios y ha puesto al hombre en el trono, una doctrina de hombres, y no la doctrina del Dios
Eterno. Necesitamos un avivamiento de sana doctrina una vez más en medio de la tierra.

Y la iglesia en general, es posible, que necesite una avivamiento de real compromiso en sus
miembros. Todavía no somos los hombres de Dios que podemos pelear Sus batallas.
Todavía no tenemos la entrega, el celo, que antes tenían los hijos de Dios. Nuestros
ancestros fueron hombres de roble, hombres de sauce. Nuestro pueblo, ¿dónde está nuestro
pueblo? Son fuertes en doctrina cuando andan con hombres fuertes en doctrina; pero
débiles y titubeantes cuando andan con otros, y cambian tan frecuentemente a como
cambian de compañía; a veces dicen una cosa, y a veces dicen otra. No son hombres que
pudieran ir a la hoguera a morir; no son hombres que saben cómo morir diariamente para
estar listos a enfrentar la muerte cuando se presente. Echemos un vistazo a nuestras
reuniones de oración, con algunas excepciones aquí y allá. Usted entra, habrán seis
mujeres; y si acaso suficientes miembros para hacer cuatro oraciones. Mírelos. Se llaman
reuniones de oración; reuniones de evasión deberían ser llamadas, porque la mayoría no
asiste, sino que las evitan. Y también son pocos los que concurren a las reuniones de
compañerismo, u otras reuniones que tienen el propósito de ayudarnos unos a otros en el
temor del Señor. ¿Cómo es la asistencia a estas reuniones en cualquiera de nuestras capillas
en Londres? Se dará cuenta que son una o dos capillas las que mantienen estas reuniones.
Ah! Amigos míos, son tan pocos los que van, que juntando los de todas las iglesias, una o
dos capillas en todo Londres sería suficiente para acomodarlos. No tenemos entrega, no
tenemos vida, como una vez la tuvimos; si la tuviéramos, nos pondrían más sobrenombres
de los que tenemos; si fuéramos más fieles a nuestro Maestro; no estaríamos tan tranquilos
y confortables como lo estamos, si sólo sirviéramos a Dios mejor. Estamos convirtiendo a
la iglesia en una institución en nuestra tierra – una honorable institución. Ah! Pensaría
alguno, es una gran cosa que la iglesia sea considerada una institución honorable! Yo
pienso que cuando se comienza a considerar así, es decir, cuando el mundo considera a la
iglesia como algo aceptable a sus ojos, es porque hemos decaído. La iglesia debe ser
desestimada por el mundo, y hasta maltratada, hasta que venga el día, cuando su Señor la
honre a causa de que ella lo ha honrado a Él – en el día de Su retorno.

Amados, ¿Creen que es cierto que la iglesia necesita avivamiento? ¿Sí o No? Me responden
que No, “No al grado que lo está exponiendo usted! Pensamos que la iglesia está en buena
condición.” Ustedes pueden suponer que la iglesia está en buena condición; si es así, por
supuesto no simpatizarán conmigo por predicar sobre este texto, y exhortarles a orar de esta
manera. Pero sé que hay otros entre ustedes que sí están dispuestos a clamar, “La iglesia
necesita un avivamiento”. Permítanme amonestarles, en vez de quejarse por el ministro de
su iglesia, en vez de buscar fallas en las diferentes partes de la iglesia; clamen “Oh, Jehová,
aviva tu obra”, Oh!, Dice alguno, “si tuviéramos otro pastor”. Oh! Si el compañerismo
fuera diferente. Oh! Si el culto fuera diferente!, Oh! Si las predicaciones fueran mejores.
¡¡¡Como si hubiera predicaciones del todo!!! Yo digo: Oh! Si el Señor viniera a los
corazones de los hombres! Oh! Si Él llenara de poder las formas que ustedes usan!. Ustedes
no necesitan nuevas maquinarias o nuevas formas de hacer las cosas, ustedes necesitan la
vida que hay en lo que tienen. Si hay una locomotora en la vía férrea y alguien dice traigan
otro motor, y luego, traigan otro, y luego otro, no es que se necesite otro motor para que el
tren se mueva. Encienda el motor! Y échele combustible, esto es lo que se necesita, de lo
contrario el tren no se moverá nunca. No necesitamos nuevos ministros, nuevos planes,
nuevas formas, aunque se pueden inventar muchas; para hacer que la iglesia sea mejor; lo
que necesitamos es avivamiento en lo que se nos ha dado. Ya sea el hombre que predica en
la capilla y por el cual está casi vacía, la misma persona por la cual las reuniones de oración
son escasas; Dios puede hacer que la capilla esté llena, abrir las puertas de la iglesia, y
traerle miles de almas a ese mismo hombre. No es otro hombre lo que se necesita; lo que se
necesita es que este hombre tenga la vida que Dios da. No clamen por algo nuevo; no será
más exitoso que lo que ya tienen. Más bien, clamen: “Oh, Jehová, aviva tu obra!”; He
notado esto en diferentes iglesias, que el ministro ha lidiado con este problema. Ha
intentado un plan, pensando que tendría éxito, luego ha intentado con otro plan; y tampoco.
Use el viejo plan, pero póngale vida a ese plan. No necesitamos de nada nuevo. “Lo viejo
es lo mejor” – aferrémonos a la forma antigua, pero es preciso que lo hagamos con vigor,
con vida, o destruiremos la forma antigua. Oh!, Que el Señor nos diera esa vida. La iglesia
quiere avivamientos frescos, como en los días de Cambuslang otra vez, cuando Whitefield
predicaba con poder. Oh! Cuando cientos de personas se convertían bajo sus sermones. Se
ha documentado que hasta dos mil casos creíbles de conversión ocurrían en un solo
discurso. Oh! Anhelamos las épocas en que los oídos estaban listos a recibir la palabra de
Dios, y cuando la gente deseaba beber de la palabra de vida, como en verdad lo es, la
verdadera agua de vida, que Dios le da al alma moribunda! Oh! Anhelamos la época del
verdadero sentir- la era de la profunda y continua pasión espiritual! Roguemos a Dios por
esto; pidámoslo en súplica. Tal vez Él tiene al hombre, o los hombres, en algún lado, que
harán temblar la tierra de nuevo; tal vez incluso ahora Él va a derramar su poderosa
influencia sobre los hombres, que va a hacer que la iglesia sea en esta era tan gloriosa como
lo fue en cualquier época pasada.            

CONTRA JACOB NO HAY AGÜERO

      El tema que quiero tratar con la ayuda del Espíritu Santo, es un tema sobre el cual
nunca me interese pero recientemente tuve que tratar con ello experimentalmente. En efecto
tuve que enfrentar un problema cuyo origen era directamente satánico. Como dice nuestro
apóstol Pablo: “No tenemos lucha contra sangre ni carne sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo contra huestes espirituales
de maldad en las cosas celestes”. Es cierto que los gobernadores de las tinieblas de este
siglo tienen su centro de transmisión y control en el Vaticano, pero hay actividades
demoniacas que si bien se practican en la sede romana bajo una forma más sofisticada,
como el sacramentalismo y la idolatría, no se quedan bajo el control de Roma sino que son
más antiguas que ella, y se encuentran en todas las culturas y en todas las edades. Estoy
hablando de la brujería, las artes mágicas, la astrología, la necromancia y todas estas
ciencias ocultas cuyo padre es el mismo diablo.
     Mi propósito no es entrar en una descripción de las técnicas de las brujas y de los
astrólogos y adivinos. Como nos dice Ap.II; 24, a nosotros no nos interesa conocer las
profundidades de Satanás, y además nos manda la Escritura ser ignorantes en cuanto a lo
malo pero entendidos en cuanto a lo bueno. No obstante si bien no nos interesa sus
ceremonias y abominaciones, es útil conocer sus maquinaciones: para que Satanás no gane
ventajas sobre nosotros: 2 Cor.II;11. No necesitamos saber qué clase de arco o de ballesta
nos está disparando el dardo; si su madera es de Sitim o del Líbano. Lo que nos interesa es
saber si están disparándonos dardos y desde donde. Estamos en una guerra total y continua
contra las fuerzas de las tinieblas y debemos ser bien pertrechados, expertos en el arte de
usar la espada del Espíritu; la Palabra de Dios, cubiertos con la coraza de la fe y de la
caridad y teniendo puesto el yelmo de la salvación. El enemigo tampoco duerme y si bien
no puede quitarnos la salvación, a menudo nos quita bendiciones temporales y poder en
nuestro testimonio para Cristo.
     Hace 3 años con mi esposa nos mudamos en los afueras de un pueblecito, y allí no
tenemos agua del acueducto sino que recolectamos agua del cielo y llenamos tanques de
agua para todo; beber, cocinar, lavar. El problema es que durante el año puede haber 2
meses sin una gota de lluvia, y si nos toca pagar a un señor para que nos traiga un poco de
agua; la cosa es cara e incómoda. Pero gracias a Dios, llegamos aquí con 2 pequeñas
motobombas y 200 m de manguera, y como abajo a 100 m en el camino que pasa  delante
de la casa hay un riachuelo de agua pura que se seca solo 15 días al año por lo general; no
tuvimos ningún problema de abastecimiento de agua el primer año. Alas, el año siguiente
las 2 motobombas dejaron de funcionar. No soy mecánico, y después de revisar el
carburador y la bujía entregué la motobomba más nueva al mecánico del caserío
explicándole que prendía pero después de 1 minuto se apagaba, (lo mismo ocurría con la
otra más vieja). El mecánico no pudo hacer nada. Así quedó la cosa; durante 2 años la
temporada seca significaba racionamiento de agua  en casa, pues mi lumbago no me
permite transportar agua y mi bolsillo tampoco pagar un hombre que lo haga por mí, todos
los días. El tercer año fui impulsado por el Espíritu Santo a prender otra vez las
motobombas. Resultó que funcionaban y no se apagaban después de un minuto. Una tenía
un problema de bujía pero me percaté de esto, y con la bujía buena podía usar las 2
máquinas. Así que reinstalé la manguera y empecé muy contento a bombear agua del
riachuelo. Pero sucedió que en la tercera bombeada volvió el mismo problema; ¡se prendía
y se apagaba! No veía razón mecánica para esto, y empecé a cavilar más allá de la
mecánica, y me acordé de mis viajes a África negra hace más de 20 años.
      Encontré una vez allá a un francés viajero que me contó una historia muy típica de la
África negra. Me dijo que una vez una empresa de periódicos compró una imprenta nueva a
una compañía francesa. Vinieron los ingenieros desde Francia y la armaron en la capital de
ese Estado africano. Pero al momento de prender la máquina; nada funcionó, se quedó
apagada a pesar de que había corriente eléctrica en el edificio. Desarmaron la máquina,
revisaron las piezas y la armaron otra vez. Mismo resultado; ¡la imprenta nueva no
arrancaba! Creo que hicieron venir otros especialistas de Francia, y la revisaron a fondo
otra vez pero nada que funcionaba. ¡Los franceses estaban muy perplejos y molestos pues
les estaba costando mucha plata la instalación de esta máquina! Entonces un africano les
dijo que esta máquina nunca funcionaría porque un brujo le había echado un sortilegio,
pero que si otro brujo hacia una ceremonia especial podía anular el sortilegio. Los franceses
que son por gran mayoría ateos materialistas con residuos de catolicismo en su cultura, se
quedaron escépticos al principio; pero como lo importante es la plata, y ¡la maquina no
arrancaba a pesar de haber comprobado técnicamente que tenía que funcionar!, optaron por
probar la brujería, ya que seguramente era barata en comparación con otra intervención de
ingenieros especialistas traídos de Francia. Así que el brujo hizo su ceremonia diabólica
para destruir el hechizo del otro brujo. Una vez terminada la ceremonia ocultista, los
ingenieros intentaron otra vez prender la planta, y ¡arrancó perfectamente! El resultado
final fue que los africanos tenían una imprenta nueva que funcionaba para imprimir sus
periódicos, y los franceses se regresaron a Francia con su contrato cumplido, y ciertamente
llevándose una maldición de brujo además de la maldición del ateísmo que ya llevaban
consigo al llegar a África…
     Al recordar esto el Espíritu me iluminó la mente, pues el sitio donde vivo tiene una
población de origen mayormente  africana y cuando tienen un problema muchos acuden a
la bruja, y casi todos creen en los poderes de esas siervas de Satanás. Aun en una revista
oficial que cuenta la historia de este caserío, (revista editada por el Ministerio de la cultura),
¡los ancianos de esta aldea se jactan del hecho de que sus ancestros pudieron echar a los
indios de la zona porque sus brujos tenían más poder que los brujos de los indios! Claro que
en la publicación parece que esto se dice en son de broma pero el que vive en la zona sabe
que no es ninguna broma. Así que mi conclusión fue que tal vez alguien había hecho alguna
brujería para que no funcionaran mis 2 motobombas que funcionaban bien antes que
llegáramos a este caserío. Por lo cual arrodillado al lado de esta motobomba que no
funcionaba  por razones  no mecánicas, sino que en el momento  intuí que esto ocurría por
razones  más bien ocultas; oré a mi Padre celestial y le pedí en el Nombre de Jesucristo que
si algún brujo había echado un sortilegio sobre mis máquinas que lo destruyera en seguida.
Después de orar fervientemente y con fe, intenté prender otra vez la máquina; la cual
prendió inmediatamente y ¡no se paró sino que me bombeó toda el agua que deseaba! Poco
después probé la vieja motobomba y resultó que ella funcionaba igualmente como antes. La
conclusión del asunto es que gracias a Dios ya no tenemos problemas de racionamiento de
agua, y aprendí una nueva cosa. Como bien dijo el pastor calvinista británico Augustus
Toplady: “En todos los campos, pero especialmente en el espiritual, la experiencia es la
vida del conocimiento”. Veamos pues el conocimiento adquirido por medio de esta
experiencia.
     Lo primero y lo más importante, es que aprendí experimentalmente una vez más que “la
oración eficaz del justo puede mucho”. Escrito está: “orad sin cesar”. Hay 2 cosas
esenciales en la vida espiritual del creyente: La oración y la Escritura. Son nuestras 2
piernas para caminar en santidad con un paso firme y alegre. Trataré sola y brevemente de
la oración. Hay varias clases de oraciones como la oración de agradecimiento, o acción de
gracias, hay también la oración de pedidos. Cuando la Escritura nos manda que oremos sin
cesar la mayoría lo ve como cuestión de tiempo. Se imaginan que hay que pasar todo el día
orando, o ciertas horas han de ser dedicadas a esta actividad santa. Está bien tener ciertas
horas reservadas a la oración, y para mí la madrugada es la hora más provechosa, ¡pero creo
que no es tanto como se imaginan muchos; cuestión de tiempo sino cuestión de asuntos!
Cuando era bebe en la fe lo único que sabía hacer era rezar un Padre Nuestro por día antes
de ir a dormir. Con el paso de los años, he entendido que la oración no es una repetición del
Pater Noster, sino que ha de ser el medio de comunicar a Dios mis alegrías, tristezas,
necesidades, inquietudes; he entendido que la oración es el canal de comunión directo con
Dios. Ahora no pretendo saber orar, y me deleito a menudo en orar el Padre Nuestro pues
cuando me siento seco, esta oración es un rio de agua limpia que fluye naturalmente hacia
el trono de la gracia, porque de allí proviene. Pero hay otra cosa que he entendido y que tal
vez no es enseñado en ningún lado y es que hay que orar para todas nuestras necesidades,
porque como dice la Escritura: “Por nada estéis afanosos sino que sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias…” Muchos dirán
que estoy equivocado y que se enseña por doquier que hay que orar por todas nuestras
necesidades y dar gracias por todos los beneficios y privilegios que el Señor nos concede.
No obstante la mayoría lo interpreta como orar y dar gracias por todas las cosas que son
importantes y vitales, y esto no es así. He llegado con el tiempo y por la gracia de Dios a
orar por muchas cosas y dar gracias por cosas aparentemente tan insignificantes como
clavar una puntilla, o levantarme de la cama. En efecto he sufrido hace 2 años un serio 
lumbago que me clavó al piso durante 4 meses, pero Dios oyó nuestras oraciones y me
levantó. Desde entonces no puedo levantarme de la cama sin decir no solo en mi corazón
sino con mis labios: “Gracias Señor”. No puedo beber un trago de agua, o comer un pedazo
de pan sin decir: “Gracias Señor”. Aunque no lo hago, cada movimiento, cada respiro
merece una acción de gracias. Antes cuando tenía un dolor de cabeza tomaba 2 aspirinas,
unos años después oraba antes de tomar las aspirinas para que actuaran, ahora no tomo en
seguida las 2 aspirinas sino que oro al Señor que me quite el dolor de cabeza sin droga y en
90% de los casos me lo quita, y cuando se presenta el caso de los 10%; tomo las aspirinas 1
hora después de haber pedido sanación sin droga, pidiendo al Señor que las aspirinas hagan
el efecto ¡y lo hacen! Claro que las oraciones en cuanto a asuntos aparentemente triviales se
extienden a todos los campos de mi vida que sea laboral social  emocional matrimonial. Me
asombra y me entristece ver a hermanos ancianos y a pastores que pueden comer un bocado
de pan o beber un vaso de agua sin dar gracias antes o después. Aborrezco el legalismo, así
que no estoy diciendo que es obligatorio dar gracias en todo, solo digo que me entristece
ver que hermanos que supuestamente son maduros, y no expresan su gratitud
constantemente en todo lo que el Señor les concede hacer, comer, beber, oler, mirar,
entender, disfrutar etc. Parece que para la mayoría la oración, y la acción de gracias,
conciernen solamente asuntos puramente espirituales, y no han entendido que bien puedes
orar para ir al baño, o dar gracias por haber ido al baño, pues ¡cuánta gente no tiene riñones
que funcionan bien o tiene problemas de estreñimiento! Sí, hermanos hasta poder ir al baño
sin la ayuda de nadie es un buen motivo de acción de gracias. No olvidemos que “en El
vivimos, y nos movemos y somos”…
     El otro conocimiento que adquirí por medio de esta experiencia, es que Dios no quiere
que seamos ignorantes en cuanto al origen de nuestros problemas. Siempre hay 3 factores
que hay que considerar: el diablo, el mundo, y la carne. Estos factores a menudo se
combinan juntos. En el caso de mis motobombas el factor principal era diabólico. Y tuve
que tratar con él por medio de la oración. Pero la dificultad no estaba en el medio sino en el
desconocimiento de la causa, pues me demoré 2 años antes de poder identificarla. Por ende
tenemos que estar al tanto de las maquinaciones de Satanás.
     Hay un auge impresionante en todo el mundo del ocultismo bajo todas sus formas. A
nosotros no nos interesan las técnicas de encantación de los demonios, y abominaciones
semejantes. Pero sí nos incumbe reprenderlas, como dice la Escritura: “No participéis en las
obras infructuosas de las tinieblas sino más bien reprendedlas, porque vergonzoso es aun
hablar de lo que hacen en secreto”. Por ser enemigo del neo pentecostalismo, no dejo de ser
consciente de que hay una intensa actividad de demonios en nuestro derredor, pero como
sabemos que “el Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende”, no
es para preocuparnos sobremanera. El Señor no nos ha enviado a echar fuera demonios
como lo hizo con la primera generación de creyentes para confirmar la veracidad de
Evangelio. Ya tenemos la Biblia completa y si no la creen, aunque resucitemos muertos o
echemos demonios, esto no cambiará su incredulidad. Desde que la Escritura ha sido
completada y avalada por las iglesias, no hay más necesidad de ministerios de milagros y
exorcismo. Jehová nos manda ir y predicar el Evangelio, cada uno según su fe y su posición
en el ejército de los santos. Es cierto que tenemos lucha contra potestades, principados,
gobernadores de las tinieblas, y espíritus de maldad, pero esta lucha no es en las regiones
celestes, es en las cosas celestes. De hecho este pasaje de Ef.VI; 12 ha sido mal traducido
según dijo el erudito pastor puritano William Gurnall en su libro “El cristiano vestido de su
armadura completa”, pues la palabra “regiones” o “lugares” puede ser traducida también
por “cosas”, es decir “asuntos”. Y es evidente que se trata de cosas o asuntos celestes, no
territorios en los cielos donde nosotros no moramos todavía. Así que tenemos que guardar
la doctrina pura y luchar por ella, no ponernos como los pentecostales en conquista de
territorios. Nuestra lucha es por ganar almas, no territorios, porque el reino de Dios no es de
este mundo todavía. Pronto lo será cuando vuelva Cristo y establezca su reino Milenial a lo
ancho y largo de la tierra. Será un imperio que conquistará todo el globo terráqueo. Por
ahora nuestra tarea, y nuestra sabiduría es ganar almas, pues “el que gana almas es sabio”.
     Ahora hablando de los brujos y sus poderes, sé por la Palabra, que “todo aquel que ha
nacido de Dios no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda y
el Maligno no le toca”, (1 J.V; 18). Así que el Maligno no puede tocarnos mientras
andamos en la luz, y confesamos nuestros pecados para que Dios nos limpie y sigamos
andando en la luz. Pero si bien no puede tocarnos directamente concerniente asuntos
vitales, él tiene estratagemas para estorbarnos en el camino. No tenemos que temer las
brujerías y los sortilegios de los hijos de la tinieblas pero es posible que nos pongan unas
trabas en nuestros camino, y que Dios les permite que funcionen hasta cierto punto para que
nos demos cuenta de las maquinaciones del enemigo y por medio de la oración
manifestemos el poder de Dios en nuestra vida, porque “sabemos que todas las cosas
ayudan a bien a los que aman a Dios”, (Ro.VIII; 28). Es una lucha de poderes y así mismo
Moisés tuvo que enfrentar a Janes y Jambres, los jefes de los brujos de Egipto que también
tenían poderes reales para cambiar sus varas en serpientes, (Ex.VII; 11 y 12), para cambiar
agua en sangre, (Ex.VII; 22), y para hacer venir ranas sobre la tierra, (Ex.VIII; 7). A veces
el Señor nos puede mandar en sitios donde la brujería tiene la población enceguecida a la
luz del evangelio. En estos sitios la gente para arreglar sus problemas financieros,
sentimentales, de salud, de enemistades acude a los adivinos y a las brujas, y como ellos
tienen ciertos poderes, les arreglan a menudo el caso, sin que ellos se den cuenta que por
otro lado están hundiéndose más y más en una ruina total. Dios no quiere que ignoremos las
maquinaciones de Satán, pero el diablo sí, quiere que las ignoremos pues él sabe que “la
oración eficaz del justo puede mucho”, por ende ¡no está escrito en el umbral de las casas
de las brujas: “Aquí echamos hechizos a precio módico. Se puede pagar con tarjeta de
crédito”!   Me tocó 3 años para darme cuenta del poder de la brujería en el pequeño caserío
donde vivo por ahora, y esto fue por el hecho que Dios permitió que sus hechicerías
funcionen sobre mis motobombas. Desde entonces oro con más discernimiento en cuanto a
los problemas del lugar; a menudo pido al Señor que deshaga las obras ocultas de la
brujería que impera en esta comarca.
     En Hechos XIX; 19 vemos que mucha gente practicaba la magia, y hoy en día no solo
en caseríos retirados la magia y la brujería se practican. El ocultismo está presente en las
capitales de todos los países y los periódicos más leídos al nivel nacional siempre tienen sus
páginas con el horóscopo, y en sus clasificados están  teléfonos y las direcciones de los
adivinos y de las brujas disfrazadas. Tenemos que orar con precisión, pues la oración es
como una flecha que tiene que dar en el blanco para ser eficaz, y si no sabemos dónde está
la fortaleza del enemigo no podremos derribarla. No solo en las junglas del la Amazona, o
de la República de Centro África se practican las artes mágicas. Hitler tenía su adivino, y
Mitterrand el presidente francés tenía su adivinadora. ¡Y casi toda la población de la UE lee
los horóscopos en sus periódicos! El ateísmo puro que se estriba sobre el darwinismo no se
mantiene tanto por su doctrina ridícula que quiere reducir el amor y los conceptos de
sabiduría, justicia, misericordia, belleza, dignidad a simples procesos químicos dentro del
cerebro, no, el ateísmo se mantiene más bien por su odio a la justicia divina que demanda
cuenta al hombre por su vida terrenal. El hombre por naturaleza sabe que hay un Dios;
“porque las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad son claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas”,(Ro.I; 20).
Por lo cual debido a ese conocimiento natural y ese odio a la justicia divina, las ciencias
ocultas han prosperado y siguen prosperando. No es un tema que hay que descartar por ser
rasgo característico de los pueblos atrasados y sumergidos en el animismo. Nuestra
civilización occidental está cayendo de forma brutal en esas aberraciones espiritistas. No
podemos ignorar esto sino que tenemos que reprenderlo y vencerlo por medio de la oración
en el Nombre que está por encima de todos los nombres, y delante de Quien huyen los
demonios y se deshacen los sortilegios y hechizos.
    Así que hermano, a pesar de que hoy no haya ministerio de exorcista, sí hay brujería y
adivinación por doquier, y tenemos que destruir sus influencias para preparar los caminos
del Señor, para dar conocimiento de salvación a su pueblo. Preparar el camino es cumplir
con el ministerio de oración que todos hemos recibido. A la verdad las brujas y los adivinos
son enemigos de poca monta, pero si ignoramos sus maquinaciones pueden estorbar la obra
del Señor donde Dios nos ha puesto. Seamos vigilantes y oremos sin cesar, pues somos más
que vencedores por medio de Aquel que nos amó y dio su vida por nosotros para que le
sirvamos y venzamos a sus enemigos. Y pronto nuestro Señor Jesús pondrá al propio diablo
debajo de nuestros pies…

    

EL ATAQUE FINAL
 
      Cuando Roma no puede imponer su yugo por medio de la inquisición, es decir de la
tortura y de la hoguera, resuelve acudir al engaño y a la diplomacia. La meta es siempre la
misma: el poder absoluto y la destrucción de cualquiera que no se arrodille delante del
papa; el primogénito de Satán.
     Sabemos que los jesuitas son los encargados especiales para cumplir esa meta, y ellos
son los que detrás del papa, gobiernan con astucia diabólica. Hoy tenemos a un papa
jesuita, (Francisco I), y la astucia no está detrás del trono papal sino que está sentada allí
mismo. Por lo cual es urgente advertir a nuestros hermanos ingenuos sobre las últimas
maquinaciones de Satanás, porque no ignoramos sus maquinaciones. He descubierto hace
poco que el papado ha hecho un gran paso para adelante en su programa de ecumenismo.
Como sabemos, el ecumenismo es la forma diplomática de destruir la oposición mediante
una campaña de absorción y asimilación. Esta campaña tiene varios frentes; pero me
limitaré aquí al frente evangélico.
     Según Alberto Rivera, ex jesuita convertido al Cristo verdadero, el 20 de enero 1981
cuando el presidente Reagan hizo su juramento, todos los jesuitas del mundo recibieron la
señal de que el ecumenismo había destruido el protestantismo. La señal era que un
presidente de los EEUU hiciera la ceremonia de juramento delante del obelisco que está
frente a la casa Blanca. Esto lo hizo la primera vez en la historia el presidente Reagan…
(Leer los Padrinos editado por Chick Publications). Supongo que desde entonces
empezaron las iglesias a preferir el termino evangélico al  protestante…Hace tiempo que
las cabezas del catolicismo han podido influir e infiltrar los institutos y seminarios
evangélicos. Ha habido muchísimos encuentros y concilios ecuménicos entre los dirigentes
de ambos bandos: el bando católico y el bando evangélico. Ya no existen pastores que
desde el púlpito proclaman que el papa es el peor anticristo y que su trono es el trono de
Satán. Perderían su puesto, su seguro social y su pensión… Sin embargo el golpe definitivo
ha de ser dado por las hordas de soldados rasos.  Antiguamente en las batallas, enviaban
primero a la caballería y luego a los de a pie, es decir la infantería, para terminar la batalla.
     Es lo que está aconteciendo hoy en día. Los eruditos y eminencias han convencido a los
pastores protestantes que se callen y dejen de denunciar al Vaticano como la bestia de 7
cabezas, y ahora el papa está mandando a sus seguidores de segunda clase, los que son del
pueblo, y que no son capacitados para transformar un pedacito de oblea en Dios el Hijo, a
terminar la ofensiva ecuménica contra los evangélicos.
     En efecto los sacerdotes católicos están instruyendo a sus feligreses el arte de hablar de
una forma evangélica. Les están enseñando acercarse a los “hermanos separados”, 
antiguamente llamados “herejes protestantes”, con la Biblia en la mano y con un discurso
evangélico. Significa que ahora oís decir a los católicos que Cristo Jesús es el único
Salvador, y que la Biblia es la Palabra de Dios,. Recientemente vi unos letreros de la
diócesis en la calle y en casa de católicos que rezaban: “Nosotros amamos a Cristo y
predicamos su Palabra”.
     La técnica que han adoptado  para vencer la oposición evangélica es evitar hablar del
papa, de la virgen, de la eucaristía y de su iglesia. Están siendo instruidos por sus
sacerdotes a usar una retórica evangélica de superficie. Es decir que confiesan las cosas que
concuerdan con la teología protestante, evitando todo tema controversial. ¡Hasta han
aprendido Los himnos evangélicos! Citan versos de la Biblia y dicen que hay que leer la
Escritura y obedecerla.
     Evidentemente frente a un discurso tan sencillo y tan evangélico, el cristiano bíblico
ingenuo no puede más que decir: ¡Amen hermano! Y caer en la trampa. Lot era justo, era
un creyente genuino, a pesar de que llamaba a los sodomitas “hermanos”, (Gn. XIX 7),
pero su larga estancia con ellos lo corrompieron hasta hacerlo caer en la borrachera, el
incesto y la ruina total en el fondo de una cueva. Y esto es lo que espera a los evangélicos
ingenuos que no se mantienen constante y ardientemente en pie de guerra contra el
Vaticano. Les espera una ruina y confusión vergonzosas.
     Para no caer en la red ecuménica que está tendida por todo lado es preciso hablar
doctrina no en superficie rezando el credo de los apóstoles, sino hablar doctrina con
precisión; “a la ley y al testimonio” dice la Escritura. Pablo decía a su discípulo Timoteo:
“Cuida de ti y de la doctrina, porque haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te
oyeren” (Aquí se habla de salvación temporal; salvación de las trampas del diablo por
medio de falsas doctrinas y falsos hermanos). No todo lo que brilla es oro y no todo aquel
que dice “Señor Jesús” es salvo. A la verdad la inmensa mayoría que dicen creer en
Jesucristo son hijos de Satanás. El católico dice que cree en Jesús como Dios y hombre y
como su Salvador. Pero no es el Dios y el hombre de la Biblia, ni tampoco su Salvador. Es
un dios galletita de oblea, fabricado por las monjas. El Cristo de ellos es esencialmente un
Cristo eucarístico y la salvación que creen se recibe en el estómago no en el corazón. Lo
importante para el católico es recibir mínimo 1 vez al año al “dios hostia” y así no hay
condenación eterna sino purgatorio temporario. Cuando un católico dice que cree que la
Biblia es la Palabra de Dios, esto significa que la Biblia está en armonía con las numerosas
prácticas idolátricas que él tiene. Para un católico la Escritura no se explica por la Escritura,
no se acomoda lo espiritual a lo espiritual, sino que la Escritura se interpreta a la “luz” de la
tradición y del magisterio; es decir que lo espiritual se acomoda a lo carnal y diabólico.
     Así que hermano para no perder tiempo o caer en la red ecuménica; cuando te viene un
católico para convencerte que sois hermanos; vete al grano directamente. Jesús vino al
mundo para salvar a su pueblo de sus pecados. Él nos salva del poder del pecado dándonos
al Espíritu Santo que nos comunica un odio sobrenatural al pecado. Esta es uno de los
rasgos esenciales que diferencian al pecador perdido del pecador redimido. El redimido
odia al pecado apenas lo identifica claramente por medio de la ley. El primer mandamiento
prohíbe el culto a cualquier criatura y el segundo prohíbe cualquier representación física en
el culto o la devoción a Dios. Un católico sincero es automáticamente un idólatra. Hoy les
enseñan sus curas a concebir que uno puede ser cristiano sin comer el dios hostia, sin
arrodillarse delante de sus ídolos, pero para ellos queda bien claro que es una concesión
hecha a los demás. En cambio un protestante no necesita pastor, sacramentos, iglesia para
ser protestante. Un protestante tiene 2 fundamentos indestructibles que le dan vida: la fe
(Sola Fide) y la Palabra de Dios (Sola Scriptura). Al contrario un católico sin papa, sin
virgen, sin hostia, sin imágenes, sin curas, sin la madre iglesia de Roma no es un católico
romano. Un católico es esencialmente un idólatra que disfraza  su idolatría bajo unas
cuantas palabras y doctrinas que toma de la Biblia. Pero en su corazón odia la luz de Jehová
y odia al Cristo de la Biblia que se atreve a llamar a María: “mujer”, sin decirle ni 1 sola
vez en los 4 evangelios: “madre”.
     Por lo cual basado sobre esta realidad que el católico convencido es un idólatra
ferviente, la respuesta a sus propuestas de paz y de conciliación es: “arrepentíos o
pereceréis todos” (Lc. XIII 5). El Cristo del católico es totalmente falso, es el Cristo
inventado por Satanás. Por ende hay que evitar hablar de Cristo con ellos pues ellos usan la
misma palabra pero con otro sentido. ¡El Cristo eucarístico no es el Cristo de la Biblia!
     Hay que ir a la ley de Dios que encontramos en Ex.XX, y hablarles en seguida de sus
imágenes, de sus estatuas, de su papa, que se hace llamar “Santo padre”, (término que
aparece una sola vez en la Escritura, en los labios de Jesús cuando se dirige al Padre
celestial) y de sus vírgenes que invocan constantemente. Hay que tratarlos como son:
idólatras, ignorantes o sin vergüenza.
     Si les respondemos como conviene responder a idólatras, es decir no insultándolos sino
simplemente mostrándoles los 2 primeros mandamientos del Decálogo, les damos la
oportunidad de entender su estado de perdición, o por lo menos no perderemos el tiempo
escuchando los desvaríos de una pobre gente enceguecida, y que presume estar en la luz
cuando ni disciernen que su “santa madre iglesia de Roma” es una organización criminal
que ha masacrado, torturado, quemado en la hoguera a millones de personas.
     De los 2 primeros mandamientos del Decálogo es preciso añadir que el segundo es el
mandamiento más convencedor,  y que denuncia el pecado de idolatría sin apelación
posible a ninguna sutileza filosófica. En efecto el primer mandamiento dice; “No tendrás
dioses ajenos delante de mí” y el católico le responderá que María, o el cura, o el papa no
es un Dios para él sino un representante o una mediadora, pero el segundo mandamiento es
demasiado explícito para eludir o diluir su enseñanza. En efecto dice hablando de las
imágenes y estatuas: “No te inclinarás a ellas ni las honrarás”.  Esto es exactamente lo que
hace todo idólatra y todo católico convencido. Hace genuflexiones delante de sus estatuas e
imágenes, y las honran prendiéndoles velas y paseándolas por sus calles los días festivos.
Son hechos que los católicos practican y ninguna sutileza retórica podrá esconder esta
realidad. Por lo cual sus sacerdotes les enseñan un falso decálogo donde se elimina el
segundo mandamiento y lo reemplazan por uno inventado por ellos, el cual invita al paseo
de los ídolos y es: “Santificarás las fiestas”.
     Nuestro segundo mandamiento del Decálogo que Dios mismo escribió con su propio
dedo (Ex. XXXI. 18), es el mandamiento que tenemos  que ponerles y aun restregarles en la
cara cuando nos vienen con sus discursos “evangélicos”, y hemos de rechazar todo diálogo
hasta que reconozcan su pecado de idolatría flagrante y se arrepientan. Primero hablemos
de la ley y ¡luego hablemos de la gracia (Gal III; 23 y 24) que nos salva por medio de la fe!
Así que hermanos, como decía C. H. Spurgeon: “No paz con Roma”.

    

LA COSA INMUNDA

“Porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a
tus enemigos delante de ti; por tanto tu campamento ha de ser santo, para que El no vea en
ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti”. Dt.XXIII; 14.

     Hermanos, me siento impulsado por el Espíritu de verdad a denunciar una vez más el
flagelo que ha ocasionado la gran Apostasía de estos últimos días. No creo que sea por
demás insistir sobre ese tema pues no he oído hasta ahora a ningún otro hermano hablar
sobre esto de forma clara, contundente y consecuente. El verso que os propongo nos da la
razón de la gran Apostasía en que estamos a nivel de las iglesias evangélicas, que han sido
hasta ahora el campamento de los santos. Es cierto que 99 % de este gran campamento ha
sido destruido y esto se debe a que los campamentos hogareños han sido destruidos
anteriormente con la introducción de la levadura del pensamiento moderno o postindustrial.
     Las iglesias eran el gran campamento de los santos durante 20 siglos, sin embargo la
iglesia comienza en el hogar con la conversión de sus miembros desde el momento cuando
la cabeza de la familia o su esposa  recibe al Señor en su corazón. Entonces ocurre un
hecho trascendental en la casa: Jehová anda en medio de ella. Es cierto que Cristo mora
eternamente en el corazón del creyente desde el momento de su regeneración espiritual.
“Cristo en nosotros la esperanza de gloria”; es el gran misterio revelado en esta
dispensación de la gracia, misterio que había estado oculto durante las generaciones
precedentes. Pero el hecho de que Cristo reine en nuestros corazones por la presencia del
Espíritu de verdad tiene consecuencias para los familiares de esta persona, pues el marido y
los hijos son santificados por la esposa creyente, o la esposa y los hijos son santificados por
el marido convertido. Esto significa que reciben un tratamiento especial por parte de Dios
que escucha las oraciones de sus santos y que anda en medio de esta casa que es
considerada como campamento de los santos. Además de la salvación eterna, y de la luz
que goza todo creyente, hay muchas otras cosas  deleitosas y preciosas que nos son
concedidas desde ahora aun en este valle de sombra de muerte. Y 2 de estas cosas son la
liberación de una multitud de peligros en todos los campos, sea espiritual, moral, físico, y la
victoria sobre nuestros enemigos que son la carne, el mundo y Satanás. Por lo cual dice la
Escritura: “Regocijaos en el Señor siempre, otra vez digo: ¡Regocijaos!”
      Sabemos los que conocemos el evangelio único y verdadero; el evangelio de la gracia
soberana, el evangelio de los calvinistas, que la salvación no se puede perder aunque Lot se
emborracha 2 veces seguidas y comete doble incesto, (además de sus otros numerosos
pecados). Pero si bien creemos en una elección incondicional, sabemos también que Dios al
que ama castiga, y que el juicio de Dios comienza por su casa, por la casa del creyente: por
tanto, dice la Palabra: “Tu campamento ha de ser santo para que El no vea en ti cosa
inmunda; y se vuelva de en pos de ti”.         Dios da vida eterna a sus elegidos, no les da
vida eterna por un momento con la condición que no pequen gravemente. Dejemos esa
promesa absurda para quien la pueda tragar: ¡Tener vida eterna un día, y perecer el día
siguiente! Sin embargo muchas son las aflicciones de los santos” y muchas son provocadas
por desobediencia a su Señor y andar en la carne satisfaciendo sus deseos. Todos tenemos
que luchar contra la carne y andar en el espíritu. Todos tenemos nuestras caídas, y Satanás
conoce nuestras debilidades y nuestra posición y misión en el ejército de Jehová. Al
príncipe de los predicadores, nuestro gran hermano C.H. Spurgeon, el diablo le enviaba un
espíritu inmundo de blasfemia, y si ve que Dios te ha capacitado para apoyar
económicamente la propagación de las Escrituras mandará ciertamente en tu camino al
demonio de la avaricia. Pero como Dios nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, no
tenemos que temer a ningún demonio sino  derrotarlos  y seguir pacientemente en la carrera
que nuestro divino Capitán ha trazado de antemano para nosotros, y sabemos que “todas las
cosas ayudan a bien a los que aman a Dios”.
     No obstante estoy aterrado cuando veo la ventaja que Satanás ha conseguido sobre
nosotros mediante la imagen de la bestia, es decir la TV. Estoy aterrado pues hemos llegado
a una situación vergonzosa donde el cristiano “normal” está acostumbrado a vivir dentro de
una contradicción flagrante. El cristiano moderno sabe por la Palabra de Dios que no se
puede beber la copa de los demonios y la copa del Señor al mismo tiempo, pero ¡ésta es su
práctica cotidiana! En efecto suelo preguntar a mis hermanos: ¿La T.V. es un mundo de
impiedad: sí o no? Y todos sin excepción me responden: ¡Sí! Lo peor es que antes que
respondan, les pido que reflexionen bien, que analicen bien el veredicto que están por dar
sobre este asunto. Luego les pregunto ¿Y por qué la mantienes en casa? Y me dan la
respuesta de Adán: “La esposa que Dios me dio, es ella que quiere...” Parece que el
problema es la esposa o los hijos en la mayoría de los casos. Sin embargo, no creo que la
cabeza del hogar pueda culpar a los miembros. La cabeza es la más culpable, aunque los
miembros tampoco son inocentes. Lo que creo es que no les ha amanecido; están bajo el
efecto soporífico de la cultura moderna. Ellos se dan cuenta que la TV. es un mundo de
impiedad y lo confiesan fácilmente, pero como han crecido con la TV. en el hogar, no se
dan cuenta del efecto que produce.  Son un poco como los israelitas que estaban en el
desierto y que Dios guiaba en la nube por la mano de Moisés, pero que seguían
transportando su estrella de Moloch, un horrible ídolo. No obstante no hay excusa porque
dice Dt. XXIII; 14: “Tu campamento ha de ser santo para que El no vea en ti cosa inmunda,
y se vuelva de en pos de ti” ¿Creéis que Dios no ve los programas inmundos  que emite la
T.V.? ¿Es Dios ciego? Dios ve y conoce perfectamente los programas televisivos que los
cristianos ven en casa. Conoce las series educativas, con “los argumentos de la falsamente
llamada ciencia, la cual profesando algunos han errado en cuanto a la fe”. Conoce las series
de Discovery Channel, History Channel, Animal Planet etc. Programas que lo llaman
mentiroso cuando explican que somos el producto de la evolución, o que el diluvio no fue
nada más que un fenómeno regional. Dios sabe todo, y nosotros somos de Dios y sabemos
que el mundo entero está bajo el maligno. Tampoco ignoramos  sus maquinaciones. Las
conciencias de la mayoría de mis hermanos han sido cauterizadas por una exposición
prolongada a los programas televisivos. Padecen una cierta idolatría sutil. En su mente
entenebrecida por la exposición sistemática prolongada y cultural, la TV ha llegado a ser
algo que forma parte de las comodidades de la civilización moderna, y creen que a pesar de
tener muchos programas impíos, puede tener unos programas buenos. Claro que hace 40
años se podía emitir tal opinión. Pero hoy la olla podrida se destapó y la TV es
evidentemente territorio exclusivo del príncipe de la potestad del aire. El problema es que
existe como una cierta idolatría hacia el desarrollo tecnológico, que es una forma de alter
egolatría, y por ende no ven que hay cosas que son incompatibles o totalmente antagónicas
al cristianismo, y la TV es lo máximo en ese rango.  Para esos cristianos confusos, el
mundo no es una realidad exterior a su hogar, al campamento de los santos, el mundo de
impiedad está dentro de su hogar y Dios lo ve y se ha vuelto de en pos de ellos. Y cuando
Cristo no es la cabeza del varón, entonces el varón cesa de ser sabio y legalmente la cabeza
de la mujer y el que reina sutilmente es Satanás. Ese desorden después se transmite a las
iglesias, por lo cual hoy estamos en la gran Apostasía. Como ya lo he repetido varias veces,
la meta de la T.V. en los hogares cristianos es según el plan del príncipe de la potestad del
aire, el diablo, y es derrumbar el modelo patriarcal mediante  una intensa propaganda
feminista de manera que el Dios de la Biblia; Jehová varón de guerra, sea cambiado por un
ídolo que se moldea a la corriente de este mundo. El método es sencillo: es repetir de forma
diversa y continúa hasta que el público se acostumbre a ella, y luego la acepte. Es una
técnica que usó con mucho éxito el ministro de propaganda nazi: el señor Goebbels. 
Evidentemente los más fáciles de engañar son las mujeres y los niños, y por ello en este
país todas las guarderías infantiles están ahora gratuitamente  equipadas por la gobernación
con televisores plasma.
     La gran mentira de que la mujer puede y debe cumplir las mismas funciones que los
hombres, que ella puede enseñar y tener autoridad sobre los hombres en todos los aspectos
de la vida, sea social, religioso, político,  ha sido aceptada por la gran mayoría y sólo somos
un puñado de “fanáticos” a oponernos abiertamente a tal burda mentira. Oponerse a esta
confusión babilónica significa cortar el cable de la TV; no permitir que las emisoras
televisivas entren en nuestros hogares que son el campamento de los santos. Mientras
entren las emisoras de T.V. en tu casa, hay cosa inmunda en tu campamento y la Palabra
dice que Jehová se volverá de en pos de ti. No hay soluciones intermedias, como muchos
hermanos se imaginan, cuando escogen los programas y los horarios. La TV no es algo
neutral, la TV no es algo que tiene un poco de positivo y mucho negativo. La T.V. a pesar
de unas pocas buenas películas que pueda transmitir, es semejante al catolicismo romano,
que enseña el dogma de la Trinidad pero es al mismo tiempo el peor enemigo de Cristo.
Spurgeon solía decir: “No paz con Roma”. Hoy es preciso añadir: “y no T.V. en casa”
     Hermanos míos, es tiempo de despertar del sueño profundo en que la cultura televisiva
nos ha inducido desde nuestra más tierna infancia. No podemos pedir a Dios espíritu de
sabiduría y de revelación en su conocimiento, no podemos crecer en la gracia y en santidad
mientras tenemos la cosa inmunda en nuestros hogares. El Espíritu Santo está
constantemente contristado                     ; y por ende no vivimos a la altura de nuestra
vocación y elección, sino que nos arrastramos en el pantano del compromiso con las
fuerzas del mal.  Jesús dice: “Que tu sí sea sí y tu no sea no”. Si dices que la T.V. es un
mundo de impiedad, no puedes escapar a las consecuencias que se atañen a ello si
mantienes la cosa inmunda en tu casa. Pierdes bendiciones, oportunidades de servicio y no
alcanzarás el crecimiento que la Simiente injertada en ti puede darte. ¿Qué harás hermano,
seguirás  el montón de evangélicos modernos y arrastrados por la corriente del mundo, o te
juntarás con los 7000 que no han doblado, ni doblarán la rodilla delante del Baal ecuménico
que llena los programas religiosos de la TV?
     El Señor vomitará a los tibios y odia a los hipócritas. ¿Cuántas blasfemias, impudicias,
mentiras, inmundicias, violencia has de ver en tu televisión antes de reaccionar y limpiar tu
campamento? ¿Estás esperando que tu pastor o tus hermanos boten su televisor para actuar?
¿O quizás que tu esposa y tus hijitos se cansen de sus programas favoritos? Si es así estás
soñando y confundiendo el camino ancho y el camino estrecho. El camino estrecho hace
tiempo que lo han dejado los pastores; desde que han dejado de llamar al papa: Anticristo y
su trono: el trono de Satanás (como solía decir Lutero). Cristo nos dejó bien claro que no
vino a dar paz al mundo sino disensión: Lc.XII; 51. Ser consecuente con la doctrina que es
conforme a la piedad significa una casa limpia de la levadura del pensamiento moderno.
Significa un hogar sin T.V. No olvides que un poco de levadura levanta toda la masa. Hace
medio siglo que la levadura ha sido introducida en la masa santa y ya se ha vuelto corrupta,
mundana e hipócrita; filtrando el cigarro de Spurgeon y tragándose la pastora Jezabel. No
juguemos con la religión verdadera, no juguemos a ser bíblicos a ratos y mundanos el resto
del tiempo. Nuestro Dios es fuego consumidor. Él nos manda ser santos porque Él es santo.
Sabemos que no hay santidad perfecta en ningún santo que camina en este mundo y que
todos los días tenemos que confesar nuestros pecados cometidos a menudo sin saber. Pero
alimentar voluntariamente una fuente de contaminación moral en su propio hogar, como
hacen la inmensa mayoría de mis hermanos, confesando al mismo tiempo que la TV es un
mundo de impiedad, esto me deja aterrado, pero no callado. Seguiré clamando: ¡No paz con
Roma, no T.V. en casa!
     Terminaré recordando a mis hermanos que la palabra “campamento” del verso que he
usado para tratar nuestro tema, implica 2 cosas: brevedad y conflicto. En efecto “nuestros
días son de 70 años y si en los más robustos son de 80, con todo su fortaleza es molestia y
trabajo, por que pronto pasan y volamos”(Salmo 90; 10). Así que estamos de paso, no hay 
futuro  para nosotros en este mundo, el presente es lo que importa y tenemos que
aprovechar bien el tiempo porque estos días cortos son malos. Aprovechar bien el tiempo es
buscar oportunidad para derribar las fortalezas del enemigo y para plantar el estandarte de
Cristo donde Dios nos ha colocado. Las fortalezas del enemigo son, como dice 2 Cor. X; 5:
“argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios”, son también
todo pensamiento que se aparta de Cristo. De hecho estos argumentos de la falsamente
llamada ciencia que encontráis abiertamente en Discovery e History Channel, y todos estos
científicos que parecen ser los sacerdotes de la “religión” darwinista forman los programas
instructivos de la TV. Tenemos que destruir sus argumentos y no aceptar su propaganda en
nuestras casas. Esos doctores son necios porque dicen en su corazón que no hay Dios.
Cualquier campesino que apenas sabe leer y ha recibido a Jesucristo en su corazón tiene luz
y no tiene que azorarse delante de un Steven Hawking  o cualquier otro impío científico,
sino que tiene que vencerlo en cualquier debate donde el necio intenta negar al Dios en
quien vivimos, nos movemos y somos. Es verdad que somos pocos eruditos, pero nuestra
sabiduría no se consigue en los  institutos y seminarios bíblicos corruptos de hoy (donde
reciben mujerzuelas que buscan tener dominio sobre los hombres).Nuestra sabiduría viene
de lo alto, y si Dios con nosotros ¿Quién contra nosotros? Así que hermanos ¡a la batalla!
Pero primeramente limpiemos nuestro campamento de la T.V. y después usemos todos los
medios modernos como el internet para proclamar que Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y
por los siglos y que su Palabra, la Biblia, es sencillamente la pura verdad a la cual se deben
someter toda autoridad científica o cualquier otra eminencia. Si tu campamento está limpio
y si la Palabra de Cristo mora en ti en abundancia, eres invencible y tienes orden de pelear
ardientemente por la fe (Jud. 3). Estás bajo la protección del Altísimo y 1.000 caerán a tu
siniestra y 10.000 a tu diestra más a ti nada te dañará ,y como “el reino de Dios no consiste
en palabras sino en poder” me permito agregar una pequeña anécdota que me ocurrió hace
pocos días.
     Iba a la pesca con mi fusil arpón y llegué a una loma donde estaba sentado un joven
meditando. En seguida, como lo conocía, lo alenté y le animé para que medite en la persona
de Cristo Jesús. Él me miró asombrado, no por el buen consejo que le daba, sino porque el
cable la línea eléctrica que pasaba por la loma se había caído y mientras hablaba con él,
tenía la flecha de acero en mi mano en contacto con el cable, y además estaba descalzado
sobre un piso húmedo. No recibí ninguna descarga eléctrica, ni me queme, ni quede pegado
al cable como tenía que ser si no fuera por la gracia de Dios que hace que “no te quemarás,
ni ninguna llama arderá en ti”. Así que hermanos: ¡no temáis; a pelear y a vencer! Ninguna
fuerza nos puede dañar o vencer si Jehová anda en medio de nuestro campamento. Pero si
tu campamento o tu hogar, sigue teniendo la cosa inmunda que contamina la mente con la
propaganda humanista, feminista, evolucionista del padre de las mentiras, no te asombres
de tus pocos avances y éxitos.
      IPI14 al 18 nos dice: “Si invocáis por Padre al que sin acepción de persona juzga según
la obra de cada uno, conducíos con temor todo el tiempo de vuestra peregrinación…”Y ¿no
es cierto que recibisteis de vuestros padres esta vana manera de pasar el tiempo delante del
televisor? ¿No es cierto que ese aparato promueva las concupiscencias de la carne? ¿No es
cierto que estáis tan acostumbrados a esa cultura televisiva que ya no os choca ver a
vuestras esposas e hijas en  pantalones y preparándose para tener una carrera profesional, y
no para ser buenas amas de casa; castas y sujetas a sus maridos y dedicadas a la educación
moral y espiritual de sus hijitos? ¿Hermanos hasta cuando resistiréis al Espíritu de verdad?
No soy yo Gilberto quien dice: “Sed santos porque Yo soy santo” o “Desechando toda
inmundicia y abundancia  de malicia...”. La T.V. es una fuente de inmundicia y malicia, y
no lo podéis negar si sois sinceros, así que ¡limpiad vuestro campamento y tendréis éxito en
vuestras luchas! Uno con Dios es una mayoría, y no espero el apoyo de mis hermanos para
saber si tengo la razón. Tengo la razón; hay que botar la TV del hogar. Sois  millones de
hermanos en Cristo que estáis equivocados, guardando la T.V. en vuestros hogares 
imaginando que podéis controlar el flujo de inmundicias que salen de la pequeña pantalla.
Y en cuanto a los que han leído mis artículos, ellos agregan al pecado de inmundicia el de
obstinación, lo cual es como pecado de idolatría pues es egolatría (1Sam. XV 23).
     Es tiempo de despertar; “un poco de tiempo, y El que ha de venir vendrá” por lo tanto
limpiad vuestras casas de la levadura y luego podréis decir en verdad: “A Dios gracias, El
cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús y por medio de nosotros manifiesta en
todo lugar el olor de su conocimiento (2 Cor.II; 14).

    

LA RENOVACION DE LA MENTE

     Hace años que repito las mismas cosas concernientes a ciertos tópicos. De forma lógica
y bíblica expongo el peligro de la televisión en los hogares cristianos; el avance fulgurante
de la Apostasía relacionado con el derrumbe del modelo patriarcal; derrumbe que es debido
a la propaganda feminista y humanista intensa de la televisión. He usado también la historia
contemporánea, con el testimonio de la política del ministro de propaganda nazi: Goebbels,
quien pudo en pocos años, mediante el uso de la prensa y de la radio, hacer creer a un
pueblo muy civilizado, el pueblo alemán, que ¡la inteligencia y la fuerza provenían del
color de la piel, del cabello y de los ojos! He demostrado pues que la televisión ha
persuadido a los mismos cristianos que la mujer tiene su puesto fuera de la casa, en el
púlpito, en la cátedra universitaria, en el fuero, en pocas palabras que la mujer puede vestir
pantalones, tener el pelo corto y tener autoridad sobre el varón sea en la casa, en la iglesia o
en la sociedad.
     Por supuesto ningún hermano honesto y sincero me ha contradicho. Todos han
confesado que todo esto es la verdad, no obstante ¡uno solo y soltero, me ha anunciado que
echó fuera de su hogar la televisión! Los demás siguen en la misma ruta. ¡Años instando a
mis hermanos a que echen de sus casas la máquina de lavar el cerebro, y uno solo pudo
hacerlo; los demás siguen confesando que la televisión es un mundo de impiedad pero en
casa se queda!
     Hasta poco no entendía el porqué de tal incongruencia: la falta de renovación de la
mente. Siendo tricotomistas, creemos que el hombre es compuesto de tres partes: el espíritu
(intuición, consciencia y disposición o voluntad espontánea), el alma (afecto, voluntad e
intelecto) y el cuerpo (cabeza, tronco y miembros). Sabemos también que en el nuevo
nacimiento la regeneración es espiritual, es decir que el Espíritu Santo viene a morar en
nuestro espíritu y lo activa e ilumina en el nombre de nuestro señor Jesucristo. Antes de ser
resucitado, el espíritu del hombre natural, está muerto: no intuye las cosas de Dios, no es
consciente que Cristo es el camino, la verdad y la vida, no tiene ninguna disposición para
las cosas celestes. En cambio el alma vivía en los placeres temporales del pecado y
dominaba al espíritu. La voluntad estaba lista para llevar a cabo los proyectos de la mente
que satisfacían los afectos y gustos depravados de su alma.
     En el nuevo nacimiento el espíritu del hombre es vivificado y es hecho perfecto pues
“por una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que son santificados”. El Espíritu
Santo vive ahora en el espíritu del cristiano verdadero y lo ilumina y guía. Es cierto que el
espíritu del hombre regenerado es perfecto en cuanto a santidad pero puede y debe crecer si
con la ayuda de su mente se alimenta de la Palabra de Dios, como dice Ef. IV 23:
“Renovaos en el espíritu de vuestra mente”. En efecto el espíritu que ha sido vivificado es
como un bebé recién nacido que tiene su cuerpecito completo y perfecto. No le falta nada,
solo tiene que crecer y desarrollar sus funciones. Muchos se imaginan que Dios llama a sus
hijos cuando han terminado su perfeccionamiento durante su peregrinación en la tierra.
Pero el hecho es que la mayoría mueren con poco conocimiento real de la gracia que es en
Cristo Jesús. Y en cuanto a la doctrina sana, pocos defienden vehementemente los 5 puntos
del calvinismo. Pero a pesar de esto están perfectamente listos para vivir en el cielo y la
tierra nueva. Están cubiertos por la sangre del Cordero y su espíritu es ya la morada del
Espíritu Santo. Es cierto que la mayoría no sirven ni para enseñar, ni para exhortar, ni para
edificar a otros hermanos pero no obstante son perfectos delante de Dios y recibirán el
rango que corresponde a sus obras después de haber sido juzgados en el tribunal de Cristo:
2 Cor. V; 10. Por lo cual muchos mueren prematuramente sin alcanzar el crecimiento
óptimo que les daría una entrada amplia y generosa en el reino eterno de Jesucristo: 2P. I;
II.
    Así que el problema mayor se halla en el alma que no es hecha perfecta en el nuevo
nacimiento sino que entra en un proceso de santificación gradual. Esta santificación es por
medio de la Palabra de Dios que moldea paso a paso nuestra mente, nuestros afectos y
nuestra voluntad. La moldea porque el Espíritu Santo quien mora en nuestro espíritu nos
permite asimilarla porque intuimos el verdadero sentido de las palabras que Dios nos habla
en la Biblia y que nos son comunicadas por nuestro intelecto en el estudio y lectura. Por lo
cual dice 1P II; 2: “Desead como niños recién nacidos la leche no adulterada de la Palabra
para que por ella crezcáis si es que habéis gustado la benignidad del Señor”. Nuestra mente
es como la mano que toma el pan y lo pone en la boca. Nuestro espíritu es como la boca
que recibe ese pan y lo asimila y lo transforma en sangre que es vida y da fuerza de nuevo a
todo el cuerpo, capacitándolo para ganar el pan y llevarlo de nuevo a la boca.
     El enemigo; Satanás y sus demonios, sabe que ha sido expulsado definitivamente del
espíritu del hombre regenerado, donde ahora habita Dios Espíritu Santo. Pero sabe también
que puede bloquear el crecimiento espiritual si interfiere en el pensamiento del cristiano.
Los demonios no reinarán más en la mente del cristiano pero tampoco han sido derrotados
de forma que no puedan más inyectar sus pensamientos. Necesitamos siempre el escudo de
la fe para protegernos de los dardos de fuego del Maligno: Ef VI; 16.Como dice W. Nee en
su análisis de alma y cuerpo (El hombre espiritual Tomo 3):
 “Estos intentan inyectar sus pensamientos en la cabeza del creyente y así inducirle a
aceptarlos como propios. Deberíamos comprender qué es un pensamiento. Es algo que la
mente capta o a lo que se aferra. Pero en el caso de estos pensamientos incontrolables no es
que su mente se agarre a ellos sino más bien que algo se agarra a su mente. En el curso
natural de los sucesos es la mente la que piensa sobre las cosas; ahora son éstas cosas las
que fuerzan la mente a pensar. A menudo la mente de una persona desea poner a un lado
una cuestión, pero algún poder externo le obliga a recordarla, no permitiéndole que la
olvide y forzándole a pensarla otra vez. Esto es causado por los espíritus malignos. Esto
significa que pueden introducirse en la vida de pensamiento del hombre y trabajar allí. ¿Por
qué la vida mental del cristiano es hostigada por los espíritus malignos? Esto se puede
contestar en una sola frase: Los creyentes dan oportunidad a los espíritus malignos, para
que los ataquen. Esto es confirmado por la experiencia de muchos santos. Y el área
primariamente asaltada por él (el diablo) es la facultad de pensar, porque tiene una afinidad
especial hacia los espíritus malignos. La mente se ha deslizado sea parcial o totalmente,
fuera de la soberanía del hombre y ha pasado a ser dominio de ellos. En consecuencia, estos
poderes pueden sustituir los pensamientos de una persona según sus propios deseos,
completamente al margen de las ideas de la víctima. Aunque la cabeza todavía corresponde
al creyente, su soberanía sobre ella ha sido suplantada por la de otro. A pesar de su protesta,
con esto solo no basta para la rectificación. Si uno ofrece oportunidad para ello a los
espíritus malignos, ya no puede seguir más su propia voluntad, sino que tiene que ser
obediente a la de ellos. Cuando les cede terreno en su mente, al instante pierde su soberanía
sobre ella… El factor crucial en relación con su actividad maligna es cederles terreno. Sin
un punto de apoyo apropiado no pueden operar. La cantidad de su actividad depende de la
cantidad de espacio que se les ha cedido. Es en el órgano del pensamiento que el cristiano
proporciona territorio a los malos espíritus y desde allí pueden operar…Frecuentemente las
huestes de Satanás introducen una idea en la cabeza del creyente. Si éste la acepta, entonces
esta idea va adquirir raíces en su mente. Cada teoría no probada, cada idea vana,
pensamiento desconocido, palabras recogidas casualmente por el oído, o línea leída
casualmente puede proporcionar terreno al enemigo como lugar para sus operaciones
futuras…”.
     En esta obra magna del tricotomismo titulada: El hombre espiritual, Nee nos enseña
también que la pasividad mental es el fundamento para establecer el dominio de los
demonios en ciertas áreas del pensamiento, lo cual dirige luego los pasos que damos en esta
vida y “Hay camino que al hombre le parece derecho: pero su fin es camino de muerte” y
también dice Proverbios XXIII 7: “Porque como piensa en su corazón, así es él”. Por ende
la respuesta a mi perplejidad en cuanto al porqué mis hermanos creen en la Biblia pero
creen también las mentiras de los demonios me la dio el hermano Watchman Nee. El murió
en 1972 después de 20 años de encarcelamiento en China y no conoció el poder de la
televisión para moldear el pensamiento humano y encauzarlo en las doctrinas de demonios,
como las doctrinas feminista, humanista, evolucionista etc. Pero explicó muy detallada y
acertadamente la forma en que operan los espíritus malignos en la mente de los cristianos.
Alas pocos conocen esta enseñanza de Nee Tosheng, (de apodo Watchman; es decir el
observador) y la mayoría de los cristianos verdaderos tiene parte de su mente manipulada
por los demonios mediante la pasividad que los caracteriza en aceptar la cultura moderna
sentados pasivamente delante de su televisión. Muchos hermanos son ortodoxos en su
doctrina. Conocen muy bien los 5 puntos esenciales de la sana doctrina; son fervientes
calvinistas. Pero si bien es muy provechoso leer las obras de Lutero, Calvino, Owen, y
meditar en los sermones de Carlos Spurgeon y Jonatán Edwards, no obstante es preciso
darse cuenta que los retos en cada época son nuevos. Los principios y la moral no cambian
ni cambiarán, pero hay que afrontar nuevos peligros y nuevas estrategias fomentadas por el
enemigo. Mediante la nueva cultura audiovisual el cristiano se ha olvidado que “por fe
andamos, no por vista”, y ha dejado los demonios inyectar  en su pensamiento sus
pensamientos; esto acaece cuando ha abierto la puerta de su casa a la televisión. Una vez
que el caballo de Troya ha sido introducido en el hogar, el diablo sabe que una brecha ha
sido hecha en la mente de esos cristianos. A la verdad no es cuestión de cuántas horas
pasáis en ensuciarnos la mente delante de la pequeña pantalla, la cuestión es que habéis
abierto la puerta al enemigo y habéis contristado al Espíritu Santo. La televisión es el
mundo, es el pensamiento o la corriente de este mundo. Una vez que has invitado al mundo
a tener sitio permanente en tu hogar, te has constituido amigo o cómplice del mundo y tu
mente se volverá mundana e infiltrada por los pensamientos diabólicos. No olvidéis que
nuestro Señor Jesús dice que la amistad del mundo es enemistad con Dios. El resultado a
nivel personal es que uno se vuelve inconscientemente hipócrita. Se vuelve un hombre de
doble ánimo y como dice la Escritura: “purificaos los corazones, vosotros los de doble
ánimo” no hay excusa para permitir que uno se ensucie la mente con las palabras y las
imágenes que salen de la pequeña pantalla. Un hombre de doble ánimo es capaz de decir:
“amo tu ley oh Jehová y me deleito en tu Palabra” y al mismo tiempo mandar a sus hijas a
la universidad para que aprendan a ser ejecutivas en pantalones y no amas de casa sujetas a
sus maridos: Ti. II 4 y 5 ¡El cristiano moderno es un mundo de contradicciones! Lee una
cosa en la Biblia y vive según parámetros que el mundo promueve mediante la televisión.
Sin embargo la Biblia es muy clara cuando nos dice: “Nosotros somos de Dios y sabemos
que el mundo entero está bajo el maligno”, de manera que es inexcusable. Ahora la
solución a esta confusión y desolación es primeramente la confesión del estado lamentable
en que se encuentra el evangélico moderno. Tiene que confesar que su pensamiento ha sido
invadido por el pensamiento de los espíritus malignos. Porque una cosa es un pensamiento
carnal y otra cosa un pensamiento diabólico. Pues no estoy hablando de pensamientos
carnales que nos acosan a todos, sino de conceptos diabólicos que han penetrado la mente
de la mayoría de mis hermanos. (Pensar en un aumento de salario puede ser un pensamiento
carnal, pensar que una mujer puede ser policía o pastora es un pensamiento diabólico).
Confesar esto no es fácil, cuando uno cree que tiene la mente de Cristo y a la verdad tiene
la mente confusa e invadida por pensamientos diabólicos. No es fácil cuando uno está
acostumbrado a moldear su teología al mundo en que vive, o a ser santo durante sus
devociones y mundano cuando afronta la realidad cotidiana. Admitir que uno ha tenido la
mente manipulada por los demonios a pesar de haber nacido de nuevo no es fácil, pero de
todas formas es indispensable para alcanzar la sanación y encaminarse en una santificación
experimental genuina. La mente de Cristo es totalmente opuesta a la mente del mundo, el
cual está bajo el Maligno. La mente de Cristo no te va a llevar a vivir en una cueva
esperando la Parusía, sino que te va a llevar al internet con banda ancha para proclamar o
escuchar que pronto viene Jesús y que la educación nacional y la televisión son
instrumentos en las manos de Satanás. Adquirir esta mente no es como nacer de nuevo.
Nacer de nuevo es obra del Espíritu Santo y en ella somos totalmente pasivos. Recibimos lo
que ni merecíamos, ni pedimos: “Por gracia sois salvos y por medio de la fe, y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe” (Ef. II: 8).
     Tener la mente de Cristo requiere esfuerzo serio. Se necesita escudriñar las Escrituras en
oración, y crucificar el pensamiento moderno, o la mente carnal, para poner en práctica lo
que se entiende. Significa ir en contra de la corriente del mundo pues dice la Palabra:”No
os conforméis a este mundo, sino transformaos por la renovación de vuestra mente para que
podáis saber  cuál es la buena y aceptable y perfecta voluntad de Dios”. La mente de Cristo
te lleva a vivir por fe no por los subsidios del Estado. La mente de Cristo te lleva a morir al
mundo de los deportes y del entretenimiento. Te lleva a un conflicto abierto con la manera
mundanal de vivir y de pensar  que comparten tus propios hermanos en la fe. ¿Estás listo a
pagar el precio? Estás listo para renovar tu mente bebiendo la leche espiritual de la Palabra
no adulterada por interpretaciones que la acomodan al pensamiento moderno? S i dices que
sí y sigues con la televisión en casa te engañas a ti mismo, y los espíritus malignos siguen
ocupando territorio en tu mente. Si has cortado el cable de la antena, has dado un pequeño
paso que ha hecho temblar a los demonios, y te ha puesto en el camino de la renovación de
tu mente, “y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará tu corazón y
pensamientos en Cristo Jesús”. Sin embargo la mayoría de mis hermanos son dicotomistas
o tricotomistas superficiales como lo era Martin Lutero. En efecto Lutero era tricotomista y
lo confesaba. Pero no profundizó esta doctrina, pues su llamado y sus enseñanzas estaban
enfocados principalmente en la doctrina de la salvación por fe y en la autoridad suprema de
las Escrituras. “Sola fide, sola Scriptura” era el sonido de su trompeta no era el
tricotomismo.
     El hecho es que la inmensa mayoría de mis hermanos  no admite, ni supone que los
espíritus malignos han invadido sus pensamientos, y  como no hay ningún maestro como
W. Nee para denunciar este fenómeno de invasión de la mente y bloqueo de la voluntad por
medio del terreno cedido a los demonios cuando se introduce la televisión en los hogares,
casi nadie presta atención a esta realidad, sino que sigue cayendo la autoridad de Cristo
sobre el varón, pues el cristiano por la propaganda televisiva mediante las innumerables
películas de Hollywood, ha renunciado a ser cabeza real de la mujer, y entonces Satanás
tiene campo libre para manipular el hombre por medio del modelo de la mujer moderna.
     Hermanos, la situación es catastrófica. La inmensa mayoría de los cristianos, a pesar  de
haber nacido de nuevo, no tienen la mente de Cristo, tiene la mente “moderna”, es decir
invadida por conceptos y prejuicios diabólicos. Los demonios les han puesto en la mente la
idea de que ser consecuente con lo que dice la Biblia es decir poner en práctica las
enseñanzas prácticas de la Escrituras es ser un fanático o un machista. Esos conceptos y
prejuicios han tomado raíces en su alma, y tienen una mente confusa, una voluntad débil y
unos afectos impuros, pues hay cristianos que se deleitan en mirar a los Simpson en la
televisión, o en escuchar bandas de rock.
    Como dijo W. Nee: “Uno no puede seguir  más su propia voluntad sino que tiene que ser
obediente a la de ellos (los espíritus malignos)”, por lo cual no me cansaré de repetiros que
al abrir vuestro hogar a la televisión, lo abrís voluntariamente al mundo e
inconscientemente al diablo. Vuestra mente es bombardeada por ideas y conceptos
diabólicos, es decir contrarios a la voluntad revelada de Dios en la biblia. Estos conceptos
que son contrarios a vuestro espíritu  donde mora el Espíritu Santo, toman raíces en vuestra
mente, y os llevan a andar en la carne y no en el espíritu.
     ¿Os creéis más fuertes y astutos que la serpiente antigua? Sin Cristo a tu lado; estás
perdido. Y si invitas al diablo a tu mesa prendiendo el televisor, el Señor no seguirá a tu
lado; te dejará lidiar solo con la carne y con el diablo. El resultado, a pesar de tu
conocimiento bíblico y de tu apego a la confesión de fe de Westminster, será la derrota y la
confusión. A nivel colectivo se llama la gran Apostasía. Como dice 1 P IV7 y Fil IV8: “El
fin de todas las cosas se acerca, sed pues sobrios y velad en oración … y por lo demás
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza en
esto pensad”, es decir en todo lo opuesto a los programas de vuestra televisión que está en
vuestras casas no conforme a vuestra voluntad sino conforme a la voluntad del príncipe de
la potestad del aire, el espíritu que controla la televisión y parte de tu pensamiento y de tu
voluntad. El reto específico de nuestra última generación, ya lo conoces, no puedes
esquivarlo. Además os quiero avisar que ayer 12 de septiembre del año de gracia 2013, el
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha decretado la asistencia obligatoria de todos
los ciudadanos a su programa televisivo;  esto para que sepáis que el reto se va a poner más
y más serio hasta que en la gran tribulación  decapitarán a los que se dicen cristianos y no
quisieron oír esta advertencia y se quedaron atrás cuando ocurriere el Rapto: Ap.XIII;
14,15…  ¿Seguirás la corriente del mundo conforme al programa de tu televisión? 
¿Confesarás que has sido manipulado por los demonios que te han inyectado sus
pensamientos y te han forzado a ejercer la mente en ellos? ¡El Espíritu Santo te alumbre la
mente sobre esto! ¡Esfuérzate y sé valiente; somos más que vencedores en Cristo Jesús!
     “Todavía un poco, un poco de tiempo, y El que ha de venir vendrá y no tardará”.

¡ALERTA ROJA!

     Estamos viviendo tiempos muy peligrosos. No todo lo que brilla es oro, y no todo aquel
que mantiene una doctrina calvinista dentro de una posición creacionista es digno de
confianza. La lucha por la verdad está agudizándose y hay que ser muy precavido antes de
asociarse espiritualmente con un maestro o con un hermano. Hay muchos lobos vestidos de
ovejas que andan por doquier. Odio el ecumenismo promovido por Roma e intento con toda
mi fuerza advertir a mis hermanos sobre el peligro de acercarse a la bestia de 7 cabezas. No
obstante mantengo un cierto ecumenismo protestante, basado sobre los 2 principales
fundamentos del protestantismo que son: Sola Fide (la salvación por fe, no por obras) y
Sola Scriptura (la Biblia es la autoridad suprema).
     Este ecumenismo estrictamente protestante  no toma en cuenta la escatología. Para tener
comunión con un hermano no necesito saber si es pre, post o a milenialista. Nuestra
comunión está basada en la sangre de Cristo derramada en la cruz del Calvario, no en Su
segunda venida. En cuanto al arminianismo y al neo pentecostalismo no puedo tolerarlos;
tengo que combatirlos, porque el primero es la carretera para Roma como lo denunció
Augustus Toplady, y el segundo es el último tramo de esa carretera que se transforma en
autopista y que se conecta al movimiento carismático católico para terminar a los pies del
Anticristo romano. (Ya traté este tema en un artículo titulado: “El arminianismo: La
carretera par Roma”). Con todo, no considero a todos los arminianos y pentecostés como
enemigos, pues hay muchos dentro de estas corrientes que son hermanos nacidos de la
Palabra y del Espíritu que hay que rescatar de estos caminos que llevan de regreso a Roma.
Son hermanos que no han conocido otras doctrinas y que han sido engañados, por lo cual
nuestra misión es exponerles la doctrina sana con mansedumbre y temor de Dios. “El que
es de Dios la Palabra de Dios oye”, y como hay hijos de Dios extraviados dentro de esas
corrientes, para mí ha sido un campo mucho más fértil que la predicación a los incrédulos;
por la gracia de Dios pude rescatar a unos cuantos hermanos que antes se dejaban explotar
por pastoras de la mil maravillas, y profetas del evangelio de la prosperidad.  Me regocijo
en esto y me regocijaré más aún, si Dios me lo permite.  Ver a un pobre hermano,
confundido y explotado por los profesionales de la mentira, que llega después a ser un
predicador del evangelio verdadero, y que a su vez empieza a rescatar a otros hermanos de
la cueva de los ladrones, es un privilegio y un gozo. Pero como ya lo dije al principio la
lucha por la verdad está agudizándose, y  hay un nuevo tipo de maestros que han salido que
son peligrosísimos porque predican una soteriología calvinista pero trabajan
encubiertamente para Roma. Los oís afirmar sin tapujos que el catolicismo romano es una
falsa religión. No sé si trabajan conscientemente o inconscientemente para Roma; no sé si
son jesuitas, pero ¡sí sé que hacen un trabajo de jesuitas! 
     Como declaraba Toplady: el calvinismo es la forma de protestantismo totalmente
refractaria al catolicismo. El arminianismo es una forma protestante de medio-
pelagianismo. Aunque muchos hermanos arminianos odian la idolatría católica, no se dan
cuenta que siempre comparten con los católicos una egolatría o alter-egolatría que  se llama
decentemente: humanismo. El católico como el arminiano, ambos creen que el hombre
retiene en su naturaleza una cierta capacidad para escoger el buen camino, solo le falta una
ayudita de Dios o de su virgen y puede alcanzar la salvación en Jesús. Nosotros calvinistas
sabemos por experiencia propia, y por la Escritura que “engañoso es el corazón del hombre
más que todas las cosas y perverso”. Así que cuando nos topamos con un arminiano
sabemos en seguida que estamos enfrente de un hermano  extraviado o de un maestro de
mentiras. ¡La cosa se pone mucho más complicada cuando estamos en frente de un lobo
vestido de los 5 puntos del calvinismo!   Tres veces me topé con unos maestros de mentiras
cuya soteriología era calvinista y os cuento que 2 de ellos son maestros de verdad y tienen
cosas buenas para enseñar pero el fin de su camino es muerte.
     El primero se llama Harold Camping y es (o era) presidente de Family Radio.   Tuvo su
momento de gloria y muchos seguidores. Pero su obsesión por la numerología lo hizo caer,
pues 2 veces dio fechas para el arrebatamiento y ¡todavía aquí estamos! Su soteriología es
calvinista pero negaba que se la debiera a Calvino. No debía nada a nadie sino al Espíritu
Santo únicamente, y el Espíritu Santo lo abandonó y cayó en 2 graves herejías: el
aniquilacionismo, es decir que no hay eternidad en el lago de fuego para las almas de los
perdidos. Como los russelistas llegó a la conclusión de que esas almas pierden la bendición
de la vida eterna y dejan de existir, y llegó por otro lado a considerar que la crucifixión de
nuestro Señor era solamente una señal de la crucifixión que fue ejecutada desde el principio
del mundo (Ap.XIII; 8). No sabía que la traducción de ese verso 8 puede también rendirse
de esta forma: “”Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban
escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado”,
expresión que se usa otra vez en Ap.XVII; 8: “Y los moradores de la tierra, aquellos cuyos
nombres no están escritos  desde la fundación del mundo en el libro de la vida”. Bien dice
Prov. XI; 14: “en la multitud de consejeros hay seguridad”, por lo tanto esa clase de gente
que no acepta los maestros que Dios ha instituido a lo largo de la historia caen por su
orgullo en errores burdos, y esto a pesar de toda su erudición: “el orgullo viene antes de la
caída” dice otro proverbio…
     El otro maestro de mentiras no era de mucho peso como Harold Camping. Ese lo
encontré en un foro abierto en el blog de  Marcelo Sánchez:
reformadoreformandome.wordpress.com  Ese blog está hecho para promover la causa
protestante, y aunque el autor es presbiteriano, no es un sitio para presbiterianos sino para
todos los que aman o buscan la doctrina sana es decir la doctrina calvinista. Allí entró un
lobo vestido de la doctrina calvinista pero como Camping, negando y aun insultando a
Calvino y a todos los reformadores. Se decía bautista descendiente de los anabaptistas. Para
él los reformadores eran unos asesinos que buscaban el poder, y robaron la doctrina sana a
unas iglesias anabaptistas secretas…Esa persona de apodo Nikos, tenía una gran
elocuencia, y dejaba a todos aturdidos. Pero una cosa que no puede fallar para detectar los
lobos es cuando hablan despreciativamente de la Reforma, porque la Reforma no fue un
movimiento político como decía ese arrogante engañador profesional, sino que fue un
poderoso avivamiento de Dios, un segundo Pentecostés que no necesitó milagros sino que
la Biblia sola demostró ser lo que es: poder de Dios para salvación de los hombres y luz de
las naciones. Como decía Lutero: “La Palabra de Dios es Dios”, y esto fue comprobado con
el nacimiento de una nueva civilización y cultura en los países que recibieron esta luz de la
Reforma protestante, cuya meta era transmitir a los hombres la Biblia bien traducida en
idiomas vernáculos. El propietario del sitio al darse cuenta del desprecio y odio que tenía
ese lobo a los reformadores expulsó a ese lobo.
     Ahora llego al tercer caso que encontré en este mismo sitio, y este es un maestro de
mentiras de peso, como Camping, y por éste le di este título a mi artículo: Alerta roja. Lo
encontré en este blog, pues en la portada te proponen libros para descargar, libros
instructivos y edificantes. Ahí esta un libro de Vicente Cheung: “La Palabra de Dios”. Leí
el tal libro y me gustó bastante, tanto que seguí leyendo otros libros; todos interesantes,
donde el autor habla con autoridad y acierto. Me entusiasmé tanto que yo también puse
durante 1 mes el nombre de Cheung en mi portada entre los teólogos que recomendaba. En
efecto Vicente Cheung se dice calvinista, y ataca con autoridad el arminianismo. Es un
autor prolífico que habla con autoridad y a menudo con arrogancia, pero que enseña
claramente una soteriología calvinista. Alas cuando alcancé a leer sus breves comentarios
sobre el pentecostalismo y el cesacionismo, me di cuenta de que  no todos los que son
calvinistas en soteriología son compañeros de milicia, y bien puede ser que unos sean
agentes encubiertos de Roma. El señor Cheung es el primer calvinista neo pentecostal que
encontré, y¡  seguro que no será el último! Tiene un odio pronunciado y expresa un
desprecio arrogante para con los cesionistas, es decir los que creemos que se acabaron los
ministerios de milagros y lenguas. ¡Su odio es tan fuerte que aconseja al creyente calvinista
congregarse más bien en una iglesia arminiana y pentecostal que en una iglesia calvinista
que niega los ministerios de milagros!  Hasta allí pues fue mi entusiasmo con ese
maestro… Aprendí más con Camping que con Cheung; ambos son maestros que no hay que
despreciar como ellos desprecian a los demás, porque  si bien son peligrosos, siempre
tienen cosas que dar al que sabe discernir lo bueno de lo malo. Balaam no era un falso
profeta, sino que era un profeta vendido al pecado, y ser seguidor de Balaam es ser hijo del
diablo, pero unas profecías de Balaam  son verdaderamente dignas de ser oídas y creídas. 
Así que lejos de decir que estos 2 son  ignorantes y totalmente equivocados; son verdaderos
maestros que por desgracia han perdido el rumbo, quizá  sea por la misma razón por la cual
Lucifer llegó a ser Satán: el orgullo…Claro que el caso de Cheung es el más peligroso
porque él se presenta como calvinista, y entonces cualquier calvinista lo escucha con interés
y con placer porque habla con autoridad y convicción. El cuadro que da de las iglesias
calvinistas es correcto porque es verdad que la gran mayoría han muerto en sus tradiciones,
no enseñan claramente la doctrina sana, y mucho menos la viven. Se parecen más bien a un
club social, donde se desempeña una rutina de carácter religioso y social. Son las iglesias
de Laodicea: tibias y satisfechas en su rutina ortodoxa. Pero proponer como solución a esta
letargia espiritual crónica acudir al pentecostalismo cuya soteriología es arminiana es una
alta traición a la causa de Cristo. Claro que dice que sería mejor acudir a una iglesia
calvinista neo pentecostal pero esto todavía no está de moda, y no lo va a ser nunca excepto
quizás por una elite del tipo de Cheung y de sus seguidores. El pentecostalismo es siempre
arminiano en su soteriología porque da al hombre el poder.
      En efecto el arminianismo da  al hombre el poder de decidir su destino eterno, pues
según la doctrina arminiana el hombre natural tiene un libre albedrio que decide si se
apropia de la redención  universal que Cristo efectuó en la cruz. Al fin y al cabo no es Dios
que decide, es el hombre que decide si se salva; la voluntad del hombre es  libre de escoger
y vence por general a la voluntad de Dios que quiere que todos se salven porque la mayoría
termina en el infierno… El hombre tiene el poder, ¡claro que admiten que ese poder viene
de Dios, pero Él ya no lo controla! En el calvinismo el hombre no tiene ningún poder para
decidir su destino, el hombre es predestinado y Dios inclina su voluntad a donde le plazca.
No hay libre albedrio, solo existe lo que llamaba Lutero: el siervo albedrio y la “noluntad”.
El pentecostalismo brota naturalmente del arminianismo porque funciona sobre el mismo
principio humanista: el hombre tiene el poder. Aunque dicen que es el Espíritu Santo que se
manifiesta a través de sus dones extraordinarios, son ellos los que actúan porque todavía no
han resucitado a ningún muerto, cosa que hicieron Pablo (Hch.XX; 10) y Pedro (Hch.IX;
37 y 40). No estamos pidiendo una señal extra, sino una que forma parte de los dones del
Espíritu y que acompañaba a la primera generación, pues dijo el Señor a sus apóstoles en
Mat. X; 8: “…sanad enfermos, limpiad leprosos, RESUCITAD MUERTOS, echad fuera
demonios”. Los pentecostales se jactan mucho de sus cultos donde sanan enfermos y echan
demonios, pero hasta ahora no los he oído  jactarse de limpiar leprosos y mucho menos de
resucitar muertos. Nos acusan de dividir los tiempos fijando una era para los dones
sobrenaturales, pero ellos que sostienen que todos los tiempos son iguales y que no hay
cese de ministerios de milagros, ¡dividen los dones y sacaron de la lista el poder de
resucitar los muertos!  El padre de la Reforma fue Lutero  y el fundamento que puso fue
“Sola Scriptura”, es decir: la Escritura es la autoridad suprema. Con la Escritura demostró
que la salvación es por gracia por medio de la fe (Ef. II; 8) y que ella es suficiente para
capacitarnos para todas las buenas obras y alcanzar todo el conocimiento. Con el poder de
la Biblia abierta Lutero desató un movimiento que transformó el mapa político, religioso,
cultural del mundo entero. En sus días se levantaron unos iluminados anabaptistas que se
decían nuevos profetas y que provocaron una guerra civil en Alemania, y que fueron luego
exterminados, pero aparte de la guerra civil, la revuelta de los campesinos, que provocaron,
no dejaron cambiaron la faz del mundo.  La Reforma que Dios el Espirítu Santo encabezaba
no siguió el curso de los nuevos profetas de la ciudad de Munster sino el curso del “Sola
Scriptura “de Lutero, y se trasladó a  Ginebra donde Calvino la perfeccionó: “uno es el que
planta, otro es el que riega, pero Dios es Él que da el crecimiento”, (1 Cor. III; 6). “El reino
de Dios no consiste en palabras sino en poder”, y la Reforma protestante quebrantó el poder
de Roma y dio a luz una nueva civilización netamente superior en todos los campos a la
civilización católica romana. Se conoce el árbol por sus frutos, y los frutos del “Sola
Scriptura” son buenos mientras que los frutos de los profetas de Munster son malos, y no
pudieron quebrantar el yugo de Roma, y hoy en día en cuanto a los nuevos profetas del neo
pentecostalismo; éstos son peores porque terminarán por conectarse con los carismáticos
católicos para terminar a los pies del anticristo romano. Porque ¿Con qué autoridad puede
decir el neo pentecostal que el ángel que le habló es más digno de confianza que la virgen
de Guadalupe? ¿Moisés y Elías no les aparecieron a  Pedro, a Juan y a Santiago según
relatan las Escrituras? Entonces si  la época de las visiones sigue;  ¿por qué no podría
aparecer María a los católicos? El pentecostalismo no ha resucita ningún muerto, ¡ni uno!, y
nunca lo hará porque es obra de hombres engañosos y engañados.  El profeta pentecostal 
dice que tiene  nuevos mensajes  de Dios para su pueblo, pero nosotros leemos en Ap.XXII;
18 al fin de nuestras Biblias, como conclusión y advertencia seria: “Yo testifico a todo
aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: SI ALGUNO AÑADIERE A
ESTAS COSAS, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro”. Moisés
también les dijo en su tiempo al pueblo de Dios: “No añadiréis a las palabras que yo os
mando”, (Deut. IV:2) porque la dispensación de la ley tenía un contenido fijo de  estatutos,
como también en la dispensación de la gracia tenemos un número fijo de profecías para el
pueblo de Cristo.  Igualmente Moisés empezó la dispensación de la ley con poder y señales
y prodigios y diversos milagros, pero una vez que pasaron el Jordán se acabaron los
milagros cotidianos como el mana y el agua de la roca y ¡ni aun volvió a echar su vara al
piso para que se transformara en serpiente! Claro que hubo milagros hechos después por
Josué y unos profetas, pero eran excepciones, no era como los 40 años en el desierto donde
todos los días había el milagro del mana sin hablar de la ropa y de las sandalias que no se
gastaban, ni de los pies que no se hinchaban, ni de la columna de humo que les hacía
sombra de día y luz de noche. Al pasar el Jordán cesó el tiempo de los milagros cotidianos.
Pasó lo mismo para la dispensación de la gracia, una vez que cayeron los ídolos, como
Diana de los efesios, delante de la predicación del evangelio el cual iba acompañado con
milagros y señales, cesaron los ministerios de milagros. Y estoy seguro que este periodo de
milagros continuos duró 40 años también. Fijaos: Moisés empezó su ministerio con 40 días
de ayuno, igualmente nuestro Señor Jesús ayunó en el desierto 40 días, el sumo sacerdote
Aarón empezó su ministerio después de un lavamiento de agua (Lv. VIII; 6), igualmente
nuestro sumo sacerdote según el orden de Melquisedec pasó por un lavamiento ritual en el 
río Jordán, Moisés escogió a 70 varones de los ancianos para ayudarle y fueron investidos
con poder de lo alto, (Nm. XI; 16 y 25), igualmente Jesús envió a 70 discípulos con poder
para predicar el Reino de Dios , (Lc. X; 1 y 9), entonces creo que no es nada asombroso que
haya la misma similitud en cuanto a la duración de los milagros en el principio de ambas
dispensaciones. Con todo esto Vicente Cheung nos acusa de no creer en la Biblia y de
dividirla en dispensaciones para guardar nuestra tradición cesionista; aun nos hace
sospechosos de ser unos anatemas que blasfemaron contra el Espíritu Santo porque no
creemos en la continuación de los ministerios de milagros y lenguas. Pero el que no
reconoce que hay 2 dispensaciones en la Biblia que son la de la gracia y la de la ley
necesita regresar al kínder! Y Cheung lo sabe perfectamente, pero tiene una meta que le
hace pasar por alto ciertas cosas que no le convienen. Es verdad que los dispensacionalistas
se pasan de la raya con sus múltiples dispensaciones, pero todos reconocemos estas 2
dispensaciones básicas, fundamentales y similares en estos puntos que acabo de citar.
Cheung dice que no hay que ser erudito para comprender la verdad ni salir de un seminario
con títulos de teología, y que los cesionistas son gente aferrada a su ortodoxia y a sus
tradiciones. La verdad es que Cheung es un erudita, y un hombre que tiene mucha
capacidad intelectual, es poderoso en su argumentación usando la Escritura con gran
habilidad; no es ningún pentecostal común que ni sabe que es arminiano. Él es un ferviente
pentecostal (aparentemente) y un convencido calvinista, lo que lo convierte en la clase más
peligrosa de engañadores. Supera a todos, como Balaam supera a todos los falsos profetas
pues él no era un falso profeta sino un profeta pervertido. Yo no le llego al tobillo en
conocimiento, en habilidades y erudición soy realmente un niño sin instrucción, sin lengua
culta (ni hebrea, ni griega, ni latina, ni angelical) en comparación con él, sin título, y
difícilmente puedo escribir un artículo que supere 10 paginas, pero justamente como él dice
y sobre todo como dice el Señor: lo que no fue revelado a los sabios y entendidos, ha sido
revelado a los niños. Y como niño engendrado por el Espíritu Santo, me fue revelado que el
pentecostalismo es una trampa de Satanás y que el cesacionismo es la respuesta correcta
que hay que dar a nuestros oponentes.
      El problema con mis hermanos calvinistas y cesionistas es que como dice Cheung; la
mayoría está aferrada a la tradición que les enseñó que ya no hay milagros, y que Dios no
puede hablar de forma audible entre otras cosas. Esto es ir a un extremo que da oportunidad
a los pentecostales para demostrar con unas excepciones que estamos equivocados. El
cesacionismo que resiste a las embestidas del pentecostalismo no niega que Dios haga
milagros hoy o que pueda manifestarse de forma sobrenatural de vez en cuando. El hace lo
que Le place, y no tiene que rendir cuentas a los seminarios presbiterianos, ni a sus
consistorios, y sínodos, como dice Job XXXIII; 12: “Yo te responderé que mayor es Dios
que el hombre. ¿Por qué contiendes contra Él? Porque El no da cuenta de ninguna de sus
razones”. El cesacionismo correcto no niega las actividades sobrenaturales y excepcionales
de Dios hoy en día, sino que niega categóricamente los ministerios de milagros y las nuevas
profecías, que son falsas y a menudo se presentan como interpretación de lenguas
angelicales. Como ya lo dije en otros artículos (“El fundamento del neo pentecostalismo”),
mi bautismo del Espíritu, es decir mi nuevo nacimiento, fue al mismo tiempo acompañado
por una manifestación audible de Dios y una llenura del Espíritu Santo. Dios me habló con
voz audible  desde el interior de mi pecho y me dijo: “Yo soy Jesús” (palabra de Dios que
se encuentra en Hch IX; 5), y luego me llenó de su presencia de forma extraordinaria por la
persona del Espíritu Santo. Así que sé que Dios habla a veces así, y sé también lo que es ser
lleno del Espíritu de una forma excepcional. Sé que el bautismo del Espíritu y la llenura del
Espíritu son dos cosas diferentes, que pueden ocurrir al mismo tiempo o en tiempos
diferentes, pues la mayoría de mis hermanos han sido bautizados por el Espíritu pero nunca
han probado esa clase de llenura. Muchos hermanos y yo con ellos, probamos otra clase de
llenura del Espíritu que es mucho menos espectacular pero más provechosa y es la que se
consigue cuando la Palabra de Cristo mora en abundancia en nosotros y que hablamos con
salmos e himnos y canticos espirituales dando siempre gracias a Dios por todo en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo: Ef. V; 18 al 20. Esta es la llenura que hay que buscar,
la otra no hay que buscarla; le viene a unos pocos de repente, y a mi me ha sido otorgada
para justamente defender la verdad que es cesionista en contra de la herejía que es
pentecostal. En cuanto a lenguas angelicales, mi opinión es que puede ser que haya unos
cuantos a quienes les es dado hablar en lenguas angelicales para un uso privativo en la
oración personal. Quizá es lo que describe Pablo cuando dice que el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles: Ro. VIII; 28… No obstante como la llenura
extraordinaria del Espíritu; no hay que buscar el don de lenguas porque no es de edificación
par la Iglesia militante, ya que las lenguas debían ser acompañadas por intérpretes que
transformaban el lenguaje incomprensible en una profecía nueva y entendible par la
congregación, (1 Cor. XIV; 28). Teniendo ya todas las profecías en la Biblia, este
ministerio ha concluido. Así que no más  hay ministerios de lenguas con sus traductores
porque esto sería agregar profecías nuevas a lo que dijo Dios en la Biblia, y ¡la Biblia es
nuestra autoridad suprema que no admite añadiduras! El pentecostalismo se fundamenta en
casos excepcionales, y los propone como una continuación de los ministerios de milagros
que había durante la época apostólica para confirmar las nuevas y últimas profecías que
conforman los 27 libros del Nuevo Testamento. Hace casi 20 siglos que el NT ha sido
aceptado por los cristianos y los ministerios de milagros han  cumplido su oficio; hemos
pasado el Jordán y el mana cesó;  ahora tenemos la palabra profética más segura a la cual
harían bien prestar atención los pentecostales que yerran como los profetas de Munster del
siglo XVI. Como dice el refrán: La excepción confirma la regla, y las manifestaciones
excepcionales  de Dios confirman que ya no hay ministerios de milagros. Si padeces una
enfermedad incurable; pide tu milagro en oración conjunta con tus hermanos y si recibes el
milagro de la sanación glorifica a Dios y daLe gracias, pero no vayas a los ministros de
milagros que abundan por doquier en las iglesias pentecostales, los cuales son arminianos
ignorantes que creen que pueden activar la obra de Cristo en la cruz por medio de su libre
albedrio y también creen que pueden activar los milagros y señales del Espíritu Santo por
voluntad propia; la probabilidad mayor en este caso es que te van a limpiar el bolsillo, y
una vez que haya pasado la emoción serás tan enfermo como antes pero más pobre y con
sentimiento de culpabilidad por no haber tenido la fe suficiente en sus mentiras! ¡Hay
milagros excepcionalmente, pero no hay ministerios de milagros! Este es el cesacionismo
que vence al pentecostalismo! Ahora ¿Por qué Vicente Cheung aboga por el
pentecostalismo, siendo calvinista, y despreciando justamente el arminianismo? ¿Porqué
manda a los hermanos que vayan a una iglesia arminiana y pentecostal mejor que a una
iglesia reformada muerta en sus tradiciones? Todos sabemos que lo más importante es la
obra de Jesús a nuestro favor, es decir lo que se llama soteriología, no son los dones del
Espíritu que hacen la base de nuestra religión, no son las doctrinas del Espíritu,  lo que
tiene la preeminencia es Cristo crucificado para sus escogidos y no para el mundo entero, y
esto lo sabe perfectamente el señor Cheung, y no obstante envía calvinistas a iglesias
arminianas… Lo honesto sería aconsejar a los hermanos que salgan de sus iglesias
calvinistas tradicionales, si están ya muertas en su tradición y mundanalidad, que se queden
en casa, reuniéndose en pequeños grupos de oración y de estudio de la Biblia, pero no; ¡en
su amor al pentecostalismo aconseja dejar a un lado el calvinismo y unirse a la herejía
arminiana que él mismo condena! Claro que él dice que lo mejor sería ir a una iglesia
pentecostal calvinista, pero esta clase es casi inexistente pues como lo he intentado
explicar; el arminianismo y el pentecostalismo congenian bien porque ambos son
humanistas, se centran en el hombre: “Yo declaro, yo ato, yo desato, y ordeno,
yoyoyoyoyo…” es su mantra favorito, mientras que el calvinismo es  Cristo céntrico y
afirma que todo sucede según el propósito eterno de Dios y no según la voluntad humano
pues “de Jehová son los pasos del hombre, ¿cómo pues el hombre entenderá su camino?”.
El calvinismo es también el hijo heredero del protestantismo cuyo fundamento es la Biblia,
la cual prohíbe tajantemente que se añadan nuevas profecías al libro de las profecías. Solo
unos pocos genios como Cheung pueden montar una iglesia calvinista y pentecostal. Esto
es otra excepción como Balaam… Tengo una respuesta lógica a esta pregunta.
     Como ya lo mencione en otro artículo: “El arminianismo la carretera para Roma”,
Toplady en el siglo XVIII había denunciado el complot urdido por Roma para destruir el
protestantismo en Inglaterra por medio de la introducción de la doctrina pelagiana en su
versión protestante: el arminianismo. Esto se supo por la correspondencia epistolar que el
arzobispo de Canterbury, el señor Laud, mantenía con un jesuita, la cual fue descubierta
después de su fallecimiento en una gaveta en su despacho. Pocos prestaron atención a este
escándalo en aquella época porque entonces Wesley el arminiano metodista,encabezaba un
avivamiento que había empezado con la obra de Whitefield su compañero calvinista. Pero
lo que está escrito está escrito, y yo creo como Wycliff, Lutero, Calvino, Spurgeon que
Roma es la sede central del diablo, y que el Anticristo tiene allí su trono, y esto significa
que creemos que hay un complot urdido en Roma desde hace siglos. Las últimas
informaciones que tenemos de este complot, nos las entregó Alberto Rivera un antiguo
jesuita que fue convertido al protestantismo, (www.chick.com buscar la serie Alberto
Rivera). Para mí, y espero que para vosotros también, la teoría del complot cuyo centro es
el Vaticano es una realidad histórica, no necesito más pruebas; ¡con las hogueras de la
Inquisición española y el holocausto nazi, (Hitler y sus secuaces eran todos católicos y
ninguno fue excomulgado), me basta y me sobra para saber que Roma es la bestia de 7
cabezas!
    Ahora bien estos 3 casos que os he citado tienen 3 cosas en común: los 3 tienen una
soteriología calvinista, los 3 dicen que Roma es una iglesia apóstata, y los 3  no creen que
Roma es el centro de un complot internacional para destruir el cristianismo bíblico
verdadero. Los 3: Camping, Nikos y Cheung no le dan ninguna preeminencia a Roma como
cabeza del reino de Satanás en la tierra. Estas personas eruditas tienen así un buen perfil
para entrar en las filas protestantes y socavar sus fuerzas. Camping con sus herejías
abominables que al fin aparecieron, pudo arrastrar a un buen predicador y teólogo como
Gabriel Otero y cubrir de confusión miles de cristianos bíblicos que le siguieron en su
programa radial, Nikos  pudo en un excelente blog calvinista, y esto durante un tiempo,
poner en tela de juicio la obra que Dios hizo durante la Reforma por medio de Lutero y
Calvino, y en cuanto a Cheung está invitando a los calvinistas sinceros que están cansados
de perder el tiempo en iglesias reformadas muertas en sus tradiciones y mundanalidad a
unirse a iglesias arminianas y pentecostales, es decir que les invita a tomar la carretera de
regreso a Roma. Así que no me sorprendería al fin saber que eran jesuitas infiltrados…
Puedo estar equivocado pero de todas formas aunque no sean jesuitas hacen el trabajo de
los jesuitas: infiltrar y debilitar nuestras filas por medio de dudas y herejías; como dice la
Palabra: “Mirad que ninguno os engañe por medio de filosofías, y huecas sutilezas”, y en
estos días hay  muchos falsos hermanos introducidos a escondidas y los más peligrosos son
eruditas y elocuentes oradores que se introducen con una soteriología calvinista, diciendo
que el catolicismo es una falsa religión pero cuya meta puede ser, al lado de su auto
exaltación, destruir la oposición a Roma mediante una confusión sutilmente propagada.
Tenemos la tendencia los que nos dedicamos a la lectura, a la exhortación y a la doctrina,
según lo manda la Biblia en 1 Ti. IV;13, a dar demasiado crédito a los que poseen una
sólida erudición,  que tienen un talento de orador, y que pueden tratar prolífica y
elocuentemente cualquier tema de interés bíblico. Pero olvidamos que lo que nace de la
carne, carne es, y la mente de ciertos maestros puede ser potente y seguir siendo carnal y
engañada por la mente de la serpiente antigua que los supera a todos en poder mental y en
conocimiento. El diablo no ha estudiado 70 o 80 años nuestra naturaleza para saber cómo
engañarnos; lleva casi 6000 años estudiando  la naturaleza y la filosofía humanas, y es
especialista en inventar doctrinas de demonios adaptadas a nuestra mente terrenal.  Leed a
Agustín cuando divaga con su mente de erudito sobre las manos del sacerdote que consagra
el pan de la Cena del Señor, o cuando Calvino  nos explica cómo la señal de la circuncisión
se transforma en el NT en el lavamiento ritual de los infantes, o bautismo; es decir que el
NT no revela  el significado de las ceremonias del AT, como él mismo dijo anteriormente
con todo acierto,  sino que después se contradice afirmando que la señal del AT se
reemplaza por otra señal en el NT. Pero nos encanta tanto oír largos discursos adornados de
erudición que somos capaces de tragar doctrinas falsas hasta que el Espíritu Santo en su luz
nos las haga vomitar.
      Yo creo en la teoría del complot y detrás de una fachada calvinista puede esconderse un
agente encubierto de Roma, detrás del arzobispo Laud de la iglesia anglicana estaban los
jesuitas inyectando la droga arminiana, y ¡detrás de Cheung pueden estar los jesuitas
inyectando el alucinógeno neo pentecostal! “Amados no creáis a todo espíritu, sino probad
los espíritus, si son de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” y el
que quiere añadir profecías al libro de las profecías es anatema. El que niega la obra de
Dios en la Reforma del siglo XVI, despreciando los campeones que Dios levantó en aquel
siglo, (campeones que usaron únicamente la Biblia y no hicieron milagros, pues los
milagros para confirmar la Palabra de Dios ya habían sido hechos en la época de los
apóstoles), y el que también quiere que sigas la tradición o los profetas del neo
pentecostalismo; ésos son engañadores, sean  quien sean y digan lo que digan. Que Dios
nos guarde y nos dé discernimiento para no dejarnos engañar por profesionales cada vez
más astutos y preparados.

 
 

    

LOS 5 PUNTOS

“Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.” Oseas IV; 6.


     La apostasía final que fue profetizada por Pablo en 2 Tes.II; 3 tiene varias raíces, y no
solamente la introducción de la TV en los hogares de los cristianos es la causa de ese
desastre universal que está terminando de destruir las iglesias protestantes que eran el
baluarte de la verdad. Es verdad que la ruina moral que ha propagado la TV, socavando el
modelo patriarcal de sociedad y exaltando la impudicia y la fornicación es suficiente para el
colapso de las iglesias que son compuestas de evangélicos acostumbrados a ver prostitutas
desnudas, en sus casas durante los comerciales que ven cuando prenden el televisor para
mirar el “sagrado”  noticiero de las 7… La ruina moral ya ha acabado con el poder para
testificar al mundo de la presencia de Cristo en nosotros, pero  siempre hay un remanente
escogido por gracia que cuida su vida moral y por ende Satanás teme que puedan ser usados
en su contra. Entonces ya que no puede acusarlos de voyerismo, procura embotar el filo de
su espada para que no se pongan en la brecha y le impidan terminar su obra de destrucción
total de las iglesias evangélicas.  Bien dice la Escritura: “mi pueblo fue destruido porque le
faltó conocimiento”.
     Ahora bien, ¿Qué clase de conocimiento le faltó al pueblo de Dios? Ciertamente no es el
conocimiento del Trino Dios, ni aun de la salvación por fe en la obra de Cristo en la cruz
del Calvario. Tampoco las iglesias evangélicas niegan la necesidad de la obra del Espíritu
Santo en el creyente. Todas las denominaciones evangélicas trinitarias mantienen esas
doctrinas básicas. Pero hay otras 5 doctrinas básicas que ninguna enseña de forma
sistemática y automática. Estas son lo que se llama comúnmente los 5 puntos del
calvinismo. Es cosa normal pues la mayoría son arminianas y sostienen exactamente lo
contrario en cuanto a estos 5 puntos, pero evitan decir a sus fieles que son arminianos, pues
el arminianismo fue una desviación del movimiento evangélico. Esto ocurrió a principios
del siglo XVII bajo la guía de Jacobo Arminio, un teólogo y pastor holandés, que según
contó Augustus Toplady, fue contactado por jesuitas durante un viaje que hizo a Roma…
No voy a explayarme sobre el complot jesuita que inyectó la droga arminiana para
adormecer el protestantismo y luego absorberlo. Solo voy a tratar de mostrar la necesidad
de enseñar los 5 puntos del calvinismo desde temprano. Recuerdo antes a mis lectores que
los 5 puntos que hacen que una persona sea calvinista (soteriológicamente hablando) son: 1
elección incondicional, 2 expiación limitada, 3 depravación total del hombre natural, 4
gracia irresistible, y 5 perseverancia final de los santos.
     En las iglesias calvinistas de hoy la enseñanza de estos 5 puntos ha sido, si no
descartada, por lo menos reservada a los que estudian teología en un instituto bíblico. La
política y creencia es que estos puntos son comida sólida y que no pueden ser asimilados
por un joven en la fe. El sentir de los ministros es que esos 5 puntos se discuten entre
ancianos, y que el pueblo de Dios no es apto para tales consideraciones. Es evidentemente
una afrenta al Espíritu Santo que mora en todos los creyentes y que los capacita para
entender esos puntos. Pero nuestros pastores asalariados prefieren mantener a los fieles  de
su congregación en una niñez perpetua, pues un niño es más fácil de manejar y de explotar.
A las ovejas hay que sacarles la lana… He visto hermanos y hermanas en  congregaciones
cuya doctrina oficialmente es calvinista; como la iglesia Alianza o una Bautista, que
después de 20 o 30 años sentados en la banca no saben todavía que la expiación es limitada.
No tienen idea del alcance de la obra de Cristo ni de la magnitud del daño que ha
ocasionado el pecado original en toda la raza humana. Todos los que siguen fielmente las
enseñanzas de sus pastores son retardados espirituales. Si preguntas al pastor porque están
así las cosas, por lo general te dice que es mejor no entrar en temas complejos que pueden
suscitar controversias, y aun discrepancias y contiendas. Hoy el espíritu ecuménico ha
infiltrado los seminarios donde se forman los pastores (¡y las pastoras!), y la política es
mantener a los creyentes en un limbo doctrinal que evite choques entre creyentes, y asegura
un funcionamiento tranquilo de la maquinaria religiosa laodicense. Pero “cuando digan paz
y seguridad entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina”, (1 Ts. V; 3). Los pastores
de hoy por lo general no lo son por vocación sino por profesión, así que lo que importa es el
salario, el seguro, y la jubilación. Si hubo una vocación al principio, por lo general si se
quedan  en el ministerio, no es para pelear la buena batalla de la fe…Hay excepciones por
supuesto, pero la realidad es que la mayoría son mercaderes de la Palabra que Dios juzgará
más severamente que sus víctimas peladas económicamente y raquíticas espiritualmente.
      No me canso de repetir lo que decía Toplady que el arminianismo es la carretera de
regreso a Roma, pero toca añadir que se transforma en su último tramo en una autopista
pentecostal, la cual se conecta al cinturón carismático romano. El pentecostalismo es
siempre arminiano, y el espíritu que los mueve a todos y los une, tanto a católico
tradicionales y carismáticos, como a arminianos y pentecostales es el espíritu ecuménico
que surgió del concilio  de Vaticano 2. El calvinismo es irreconciliable y refractario al
humanismo que empapa esas iglesias, y por lo tanto el diablo se ha empeñado a infiltrar  los
seminarios reformados, mediante sus agentes jesuitas y ahora los que salen graduados de
allí son una gente selecta que no va a compartir el antídoto de los 5 puntos a las ovejas que
tienen que pelar delicadamente. Todos alegan que esos 5 puntos desatan controversias
inútiles que terminan en disensiones y que son cosas complicadas para un joven creyente.
Pero las disensiones no son inútiles sino necesarias pues dice 1 Cor. XI; 19 ; “Es preciso
que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que
son aprobados”, y los 5 puntos un niño los entiende perfectamente si usas el vocabulario
pertinente. Si le dices a un niño: 1 Dios escoge a sus hijos  sin mirar sus defectos y rasgos,
2 El Señor Jesús no murió para pagar por los pecados de Judas, ni de Pilato ni de Hitler ni
del papa, 3 somos malos todos en todas las partes de nuestra personalidad, nadie es bueno,
4 cuando Dios decide que llegó el momento de salvar una persona de su maldad y
condenación; nada ni nadie puede impedir que la salve, 5 el que ha creído verdaderamente
en Jesús muere creyendo verdaderamente en Jesús. No hay necesidad de ir a un seminario
para entender estos 5 puntos, un niño de 10 años los puede entender. Una vez que uno ha
asimilado el credo de los apóstoles, hay que asimilar los 5 puntos del calvinismo. Pero esto
no lo hacen los pastores, porque quieren mantener a los creyentes en un estado infantil. En
un poco como los jesuitas que cuando tenían el control político de Paraguay, se esforzaban
en no enseñar el idioma español, para que los habitantes que solo hablaban el dialecto de
las tribu indígenas de allá, no se pudieran comunicar con sus vecinos argentinos,
uruguayos, chilenos etc. Y así dependían de sus padres jesuitas que filtraban la información
y dirigían la enseñanza. ¿No es curioso que en el siglo XXI, el único país en el mundo a
elegir un presidente obispo católico romano fueran los paraguayos? ¡No lo es si consideráis
los 2 siglos de gobierno bajo control de los jesuitas! La misma política impera en las
iglesias que supuestamente mantienen una doctrina calvinista; no quieren que el pueblo
aprendan el alfabeto calvinista: los 5 puntos.
     Estos 5 puntos hay que enseñarlos en seguida después del credo, porque con ellos un
niño en la fe puede detectar cualquier falso evangelio. Y no solo enseñarlos sino también
asegurarse que el principiante los sepa perfectamente de memoria. Aunque se  presente un
erudito, un teólogo, un famoso evangelista, con su evangelio arminiano de corte
pentecostal, el joven no tendrá problemas para identificar el verdadero evangelio del falso.
Solamente con preguntar al supuesto maestro si cree que Cristo murió por Judas también,
ya sabrá si el maestro es digno de este nombre. En caso de que la respuesta sea a favor de la
expiación ilimitada, entonces sabrá que para él, este señor bien puede leer la Biblia en
hebreo y griego pero no es un maestro, quizás sea un hermano pero no un maestro.
Cualquier creyente armado de estos 5 puntos detecta cualquier falso evangelio y falso
maestro, y ¡hoy en día abundan por doquier! Los 5 puntos del calvinismo no son temas
reservados par círculos de teólogos, son la armadura indispensable de todo protestante
verdadero sea niño sea anciano.
     El creyente apenas ha nacido de nuevo está enrolado en el ejercito del Rey de reyes, y
los que están a cargo de él, sea un anciano, un evangelista, un pastor o un maestro, un
predicador independiente, tienen el deber de llevarlo a la armería del Rey y  equiparlo con
esta cota de mallas de 5 puntos que no dejan pasar las flechas de la falsa doctrina. Lo que
hemos recibido, hemos de compartirlo y así recibiremos más y compartiremos más, y nos
gozaremos más al ver derrumbarse las fortalezas del enemigo. Los pobres hermanos que no
han sido dotado de esta armadura, no pierden su salvación pues como dice el 5º punto: la
perseverancia de los santos es asegurada por el mismo Dios, pero pierden batallas, pierden
oportunidades de crecimiento, se arrastran en esta vida en vez de hollar a nuestros
enemigos bajo sus pies, y son ovejas que se dirigen sin saber al matadero ecuménico que
les ha preparado el papa.
    Así que hermano si tienes el privilegio de conocer el evangelio verdadero, el evangelio
de los calvinistas, tienes el deber moral de asegurarte que los te oyen sepan muy pronto que
hay 5 puntos que distinguen este evangelio de los falsos o adulterados. Esta armadura se
adapta perfectamente al que ha nacido de nuevo. Está hecha para él, pero si dejas pasar el
tiempo para revestirlo con ella, entonces el arminianismo, el pentecostalismo y otras
herejías pueden provocar en el joven creyente deformaciones que impedirán que vista
fácilmente esa perfecta armadura. Por ende es preciso hacerle memorizar no solamente el
credo y los 10 mandamientos sino también los 5 puntos y será un cristiano listo para la
batalla.
     La estrategia del diablo a través de sus falsos pastores ecuménicos es al contrario evitar
estos 5 puntos. He aquí un extracto del sermón de C.H. Spurgeon titulado: “La despedida
del ministro”, sermón hecho en 1859 en el Music hall, en Royal Surrey Gardens en
Londres:
“Ahora yo debo traer el dicho del apóstol a los tiempos modernos; y yo entiendo que si
alguno de nosotros quiere limpiar su conciencia y entregar todo el consejo de Dios, deber
tener cuidado de predicar en primer lugar las doctrinas del evangelio…Yo cuestiono que
prediquemos todo el consejo de Dios a menos que se declare continuamente la
predestinación con toda su solemnidad y certeza, a menos que se enseñe valientemente y
sin rodeos la elección como una de las verdades reveladas por Dios. Partiendo de este
manantial es un deber del ministro rastrear todos los otros torrentes y reflexionar sobre el
llamamiento eficaz, sostener la justificación por fe, insistir sobre la segura perseverancia
del creyente, y deleitarse en proclamar este pacto de gracia en el que todas las cosas están
contenidas, que es seguro para toda la simiente, escogida y comprada con sangre. Hay una
tendencia en esta época en ocultar en la sombra la verdad doctrinal. Demasiados
predicadores se sienten ofendidos por esa severa  verdad que los firmantes del pacto
escoces de la Reforma sostenían, y de la cual los puritanos daban testimonio en medio de
una época licenciosa. Se nos dice que los tiempos han cambiado; que tenemos que
modificar las así llamadas “viejas doctrinas calvinistas”, y adaptarlas al tono de los
tiempos; que de hecho han de ser diluidas, que los hombres se han vuelto tan inteligentes,
que tenemos que limar todas las aristas de nuestra religión, y hacer del cuadrado un círculo
gracias a una labor de redondeo de los filos más prominentes. Quienquiera que haga eso, a
mi juicio no declara todo el consejo de Dios. El ministro fiel debe ser claro sencillo y
concreto respecto a estas doctrinas. No debe haber ninguna disputa acerca de si las cree o
no. Tiene que predicarlas de tal manera que sus oyentes puedan distinguir si predica un
esquema de libre albedrío o un pacto de gracia, si enseña la salvación por obras, o la
salvación por el poder y la gracia de Dios.”
Y también las primeras palabras predicadas en el Tabernáculo Metropolitano de Londres:
Quiero proponer que el tema del ministerio de esta iglesia, mientras permanezca en pie su
púlpito y haya congregantes que aquí se reúnan, sea la persona de JESUCRISTO. Nunca
me avergüenzo de reconocer que soy CALVINISTA; no dudo en llamarme BAUTISTA;
pero si me preguntan cuál es mi credo, respondo: “Es JESUCRISTO”… 
Lo que hizo efectivo y exitoso el ministerio de Spurgeon era que su predicación no dejaba
dudas en cuanto a los 5 puntos del calvinismo. El usaba a veces la doctrina de la
predestinación para evangelizar, lo que hoy es considerado como la peor cosa que se pueda
hacer. Pero el árbol se conoce por sus frutos y como Spurgeon tuvo éxito, esto muestra la
falacia de la predicación moderna con su limbo doctrinal y sus adeptos humanistas. 150
años después la situación se ha puesto mucho más grave y ahora el calvinismo es
considerado como una herejía, mientras que  el arminianismo ha llegado a ser la ortodoxia.
     No vamos a cambiar el curso de los acontecimientos que ya han sido predestinados. La
Apostasía está aquí y no va a ser reducida a unos sectores, sino que va a crecer hasta
invadir todos los sectores, todas las iglesias. No obstante hay un campo libre para la
predicación independiente y la formación de pequeños círculos calvinistas fieles como
Spurgeon y los suyos. Creo que en este campo hay victorias y cosechas. Pero nos compite
ser fieles en nuestra predicación e insistir a tiempo y fuera de tiempo sobre los 5 puntos que
demarcan nuestro campamento. Que Dios nos use; falta poco tiempo para que entre la
plenitud de los gentiles y luego oigamos la voz del arcángel que nos diga: “Subid acá”. El
Arrebatamiento está cerca. Aprovechemos de la paz exterior que precede la tempestad;
usemos todos los medios a nuestra disposición, y peleemos la buena batalla de la fe, ¡pero
la fe en el evangelio de los 5 puntos! Dejemos el limbo al catolicismo romano, vayamos al
grano, a los5 puntos primero y luego a las 7 trompetas!
     Maranatha.

    

LA CENA DEL SEÑOR

PRÓLOGO
     Hace unos años escribí un artículo titulado: “Este es mi cuerpo”. Trataba de la Cena del
Señor. En aquel tiempo el Espíritu Santo me dio a entender el aspecto esencial de esta
solemne conmemoración. No obstante somos estudiantes toda la vida y el único maestro
que no necesita corregirse y ampliar su conocimiento es Dios. Por lo cual aunque había en
aquel tiempo aprendido una verdad que mejoró mi percepción de esta ordenanza, todavía
tenía residuos de “sacramentalismo” que se me pegaban por lo menos en la forma de hablar
de ello. Hoy gracias a Dios no veo más sacramentos en las Escrituras, que papa en la
Iglesia, y por ende me ha tocado corregir ciertos puntos y reescribir el artículo que esta vez
he titulado sencillamente: “La Cena del Señor”.

     Hace más de 10 años rogué al Señor para que me diese la verdadera interpretación de la
Cena del Señor. Esto sucedió  un día que nos preparábamos con mi esposa a acudir a la
iglesia bautista donde solíamos ir para participar en aquel día de la Cena. Debido a malas
condiciones meteorológicas no pudimos salir de la isla y participar de este acto
conmemorativo. Sin embargo recibí en aquel día algo más precioso que participar en un
ritual, el Espíritu me mostró a la luz de Su palabra escrita no tanto la interpretación de esta
ordenanza, sino sobre todo la intención con que fue instituida. Esto ha sido precioso porque
desde entonces no tengo ninguna inquietud por el hecho de que deje de participar en este
rito. Como muchos participaba sin profunda convicción y más bien por aceptar una
interpretación tradicional, mientras que ahora estoy convencido de que no hago mal en no
participar en ello, y como dice la Escritura: cada uno esté convencido en su espíritu de lo
que hace, porque todo lo que no proviene de la fe es pecado…
     Recientemente recibí de parte de un hermano un artículo de Miguel Cournoyer, un
francocanadiense, quien es pastor de una iglesia independiente, si no me equivoco. Contaba
en su artículo que como muchos, durante años había participado en esta ceremonia por
tradición, pero sin convicción sobre su utilidad y beneficios. Lo hacía porque todos los
evangélicos lo hacen, no obstante en su alma y consciencia no veía realmente los beneficios
que según las iglesias recibimos de ella, ni aun entendía el asunto principal de este ritual. Al
pasar el tiempo, los años, su inquietud creció y halló una explicación de la Cena que a la
verdad no me ha convencido, aunque he llegado a la misma actitud en cuanto a la Cena del
Señor.
     Cournoyer afirma que nuestro Señor no ha instituido un acto conmemorativo de su
muerte, sino que cuando tomó el pan y la copa, durante su última cena de Pascua con sus
discípulos, solamente quiso enseñarles que tenemos que compartir siempre todo lo que
tenemos, así como él compartió su vida con sus apóstoles y la dio por todas sus ovejas.
Romper el pan y beber todos de la misma copa tenía por único objetivo enseñarnos una
actitud altruista en todos los aspectos cotidianos de nuestras vidas. Estoy de acuerdo en que
hay también este aspecto en la Cena del Señor, pero no es el objetivo principal de este acto.
La interpretación de Cournoyer es forzada, pues sin tener ninguna consideración a lo que
dice la tradición, o los teólogos, es evidente que según el relato bíblico la Cena es
presentada como la institución de un acto conmemorativo, pues se habla de ESTE pan y de
ESTA copa, y no les dice el Señor Jesús a los apóstoles: “Cuando coméis pan o lentejas y
bebéis vino o limonada…”  Aquí se habla de algo muy específico. Además en la Biblia se
hace referencia a menudo de la copa del Señor y esto de una forma siempre solemne.
     La Cena del Señor ha sido desde el principio una piedra de tropiezo. De hecho 2 o 3
siglos después de la partida de nuestro Señor, los teólogos de la época patrística empezaron
a atribuir un ministerio especial al que rompía el pan y daba la copa, y unas virtudes
misteriosas a los mismos elementos. Pronto este acto de conmemoración se tornó en un
sacrificio incongruo y en el siglo XIII el papa Inocencio III estableció el dogma de la
transubstanciación. (De paso es instructivo saber que ese papa fue el más poderoso de los
papas. Ordenó el exterminio de los herejes, y masacró a los albigenses, instituyó la
Inquisición, y prohibió la lectura de la Biblia en el  idioma del pueblo, entre otras cosas…)
     Cuando estalló la Reforma, el dogma de la transubstanciación fue rechazado
unánimemente en el campo protestante, pero hubo un choque sobre este asunto entre Lutero
y Zwingli  en Marbourg en 1529, choque que impidió que se unieran las diferentes
corrientes del protestantismo recién nacido.  Lutero habría podido entenderse con Calvino,
pero el simbolismo puro que sostenía Zwingli no podía compaginarse con la
consubstanciación de Martín… Cada uno elaboró su concepto acerca de ese rito y los
luteranos fueron los que salieron más debilitados, porque siguieron en las generaciones
posteriores a pelearse entre ellos sobre la forma en que hay que entender la presencia real
de Cristo debajo de los elementos físicos. Hoy en día no es más un caso de división sino de
perplejidad para muchos protestantes; los que anhelan entender lo que hacen, y no seguir
con los ojos cerrados la enseñanza tradicional de las iglesias. Esto es normal y saludable,
pues el fundamento del protestante no es la tradición ni la iglesia sino la Escritura, y en la
Biblia  no es tan claro entender la intención del Señor, propuestamente hay ambigüedad.
     Confieso que me ha costado años para entender por fin lo que significa ese rito para el
cristiano, y lo que me iluminó la mente son las palabras se 1 Cor. XI; 26 que dicen: “Así,
pues todas la veces  que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
MOSTRÁIS hasta que él venga”, (versión inglesa KJV). La clave para entender se halla en
la palabra “mostráis”, y como dijo Spurgeon: “Una palabra de Dios pesa más para nosotros
que toda una biblioteca de tradiciones humanas”, así es para nosotros. En efecto la raíz del
problema en la comprensión de la Cena es saber para qué propósito fue instituida. El
ritualismo, que en este caso llamo “sacramentalismo”, ha transformado desde el segundo
siglo este acto conmemorativo en una especie de alimento espiritual para los que participan
de ello; alimento cuyas virtudes difieren según las iglesias, hasta llegar a ser la pasmosa y
mágica transubstanciación católica. Esto ha hecho que los creyentes perdiesen de vista el
motivo por el cual nuestro Señor instituyó la Cena. El motivo es mostrar la muerte del
Señor, no es alimentarse espiritualmente. Para alimentarse espiritualmente hay que seguir la
enseñanza del Espíritu Santo, el cual nos dice en 1 P. II; 2: “desead como niños recién
nacidos la leche no adulterada de la Palabra para que por ella crezcáis”.
     El ingrediente básico para poner en marcha el misterio de la iniquidad durante los días
de Pablo fue el sacramentalismo. Trátese de la Cena o del bautismo de agua;  el veneno que
fue inyectado poco a poco era persuadir los cristianos que esos ritos tenían como propósito
la edificación de los que participaban en ellos. Ahora no estamos negando que la
participación en la Cena pueda tener una cierta edificación en el sentido de comulgar unos
con otros en torno a la muerte de nuestro Salvador, pero el hecho es que ha sido instituida
para mostrar Su muerte a favor de los que creen en Cristo Jesús crucificado por nuestro
pecados y resucitado para nuestra justificación.
     El ritualismo induce a los creyentes a creer que en lo que llamaba Lutero “el sacramento
del altar”, hay una alimentación espiritual para el hombre interior. Esto es pura mentira y
trampa del diablo, el padre de las mentiras. En efecto una vez que uno imagina que su
desarrollo espiritual ha de pasar por ritos y ceremonias, la verdadera religión que consiste a
adorar a Dios en espíritu y en verdad ha sido contaminada, amancillada por la superstición
que atribuye a elementos físico un poder dentro del campo inmaterial de la verdad y del
espíritu. Leed por favor Agustín, Orígenes, Atanasio, Jerónimo, Crisóstomo, Lutero,
Calvino y muchos otros excelentes teólogos que nos dio Dios para el perfeccionamiento de
los santos, y veréis que cuando llegan al tema de los sacramentos; todos caen en flagrantes
contradicciones que intentan tapar con piruetas retoricas y elocuencia erudita, pero de nada
sirve porque  “¡si es por gracia ya no es por obras (ceremoniales en este caso), de otra
manera la gracia ya no es gracia y si por obras ya no es gracia de otra manera la obra ya no
es obra!” Agustín habla de sacrificio y de sacerdote especialmente consagrados para romper
el pan o también oíd a Juan Crisóstomo en el siglo IV cuando dice: “Porque cuando tú ves
al Señor sacrificado y humilde, y el sacerdote que está orando sobre la victima…Se
presenta pues el sacerdote, no haciendo bajar fuego del cielo, sino al Espíritu Santo y
permanece en oración…para que descendiendo la gracia sobre el sacrificio…lo que está en
el cáliz es aquello que manó del costado…Sacrificio tremendo y terrible…”, (“La dignidad
del ministerio” libro 3, y homilías 24, 1 Cor.). Lutero por su parte habla de
consubstanciación, Calvino habla de recibir realmente en la Cena a Jesucristo bajo los
signos del pan y del vino etc. No obstante Calvino a momentos habla de forma clara de la
Cena, pero no puede escapar de un cierto misterio que se asemeja en unas expresiones al
misterio de la transubstanciación o de la consubstanciación. De hecho no puede deshacerse
del “misterio sacramental” que por siglos ha infiltrado el ceremonialismo del catolicismo
sea oriental o romano. Claro que siempre ataca la transubstanciación y la
consubstanciación, ¡pero en su hablar se siente una especie de “calsubstanciación”! La
única forma de deshacerse del sacramentalismo es afirmar sin rodeos ni concesiones que
ningún elemento físico administrado de forma solemne puede contribuir a la edificación
espiritual de un cristiano nacido de la Palabra y del Espíritu, y que esta solemne
conmemoración de la muerte de nuestro Salvador tiene el propósito principal de edificar a
los que miran,  ¡no a los que comen el pan y beben la copa!
     Cuando Calvino habla claramente de la Cena estamos de acuerdo con él, pero cuando
empieza a divagar diciendo que admira y adora este misterio que ni la comprensión puede
alcanzar ni la lengua puede declarar, lo dejamos en su arrobamiento sacramental pues no
vemos ningún misterio oculto en la Cena, ni ninguna virtud secreta que se comunique a los
participantes. Yo veo más bien el misterio revelado y mostrado en esta conmemoración que
es la muerte de Cristo que nos da vida espiritual y eterna para los que creen en El. Y cuando
digo “mostrado”; no me refiero a los que participan del acto, sino a los que asisten sin
participar, a los que todavía no han recibido a Cristo en sus corazones, o que no han
entendido el significado de Su muerte.
     La Cena es un instrumento pedagógico elemental que el Señor ha dado a sus discípulos
para comunicar a los que se interesan a nuestro anuncio, las verdades básicas de la nueva
vida que nos ha sido injertada por medio de la muerte del Justo a favor de los injustos. El
pan es el cuerpo, el vino es la sangre, y el hecho que estos elementos estén separados indica
muerte del Salvador, porque en la sangre está la vida y un cuerpo separado de su sangre
significa muerte. Después, el hecho de comer y beber esos elementos indica que nosotros
los creyentes nos alimentamos y nos gozamos en esta muerte sustitutiva. Así como el pan
sustenta el cuerpo, y el vino alegra el corazón del hombre, de la misma manera la muerte de
nuestro Salvador sustenta en nosotros una nueva vida con una nueva alegría. Además el
hecho de que solamente los creyentes confirmados en su fe pueden comer este pan y beber
de esta copa indica que los beneficios de esta muerte son reservados a los de la familia de la
fe. Por lo cual esta conmemoración tiene el propósito de mostrar a los neófitos y
simpatizantes la base de nuestra religión que es la muerte de Jesús a nuestro favor, la cual
nos comunica vida y gozo eternales. Se puede decir que es un sermón audiovisual sobre la
muerte del Justo quien comunica vida a los injustos que se apropian de esta muerte
sustitutiva. La parte auditiva del sermón siendo unas pocas palabras: “tomad esto es mi
cuerpo…esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada”, (Mc. XIV; 22 y
24), y la parte visual siendo el pan y el vino y los que comen y beben estos elementos.
Diciéndolo de forma actualizada: el Señor ha dejado a sus discípulos un videoclip que
muestra su muerte, y la forma de apropiarse sus beneficios. El pan y el vino son  como un
DVD en el cual está grabada la enseñanza soteriológica básica, y los discípulos que
consumen estos elementos son como el aparato que proyecta el videoclip. Estos discípulos
no tienen necesidad d comer este pan y beber de esta copa para saber que Jesucristo mora
en ellos, pues el mismo Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de
Dios. Estos discípulos han nacido por la Palabra de Dios aplicada por el Espíritu a sus
espíritus, y por esto hacen esta prédica “audiovisual”. Como dice 1 Cor. XI; 27 al 30: hay
que discernir que el pan y el vino son una metáfora viva del nuevo principio de vida que el
creyente ha recibido cuando cree en la muerte del Justo que lo justifica a él, el injusto. Por
no entender esto morían algunos corintios porque comían sin discernir el significado de la
Cena. La Cena es una especie de predicación audiovisual del evangelio, y por ende el que
participa en esta Cena es un clase universal de predicador y si el predicador no entiende lo
que predica, entonces actúa indignamente y peca contra el Señor. Ya no cumple con su
papel de predicador lleno del temor reverente que se le debe a Dios, sino que no es más que
una especie de actor de teatro religioso. Para predicar el evangelio, sea por medio de un
sermón normal o de la Cena del Señor, el primer requisito es ser un creyente nacido de
nuevo que ha entendido la doctrina que se propone mostrar.  Ahora bien, predicar en una
asamblea es un ministerio reservado únicamente para hombres llamados y capacitados por
el Espíritu Santo. En cambio predicar el evangelio de forma elemental en el cuadro de la
Cena del Señor es un ministerio universal en que pueden participar jóvenes y mujeres que
han nacido de nuevo y han entendido la Palabra de la cruz.
     Así que mi convicción es que la Cena fue instituida por nuestro Señor como una
enseñanza rudimentaria para predicar la salvación por medio de una fe que se alimenta y se
regocija en Su muerte vicaria. Cualquier predicador sabe que su sermón no está dirigido a sí
mismo, sino a sus oyentes, y espera que serán salvados o edificados. Ciertamente el
predicador saca provecho y sobre todo satisfacción de su ministerio si es fiel a su vocación,
y de la misma manera los que participan en esta predicación común y audiovisual del
evangelio mediante la Cena, también se contentan al ver que los asistentes  se salvan o
entienden la causa de su salvación, y al ver que el círculo que participa de este pan y de esta
copa está creciendo. Sin embargo esta satisfacción al predicar de forma personal o
conmemorativa no es el propósito inicial y principal del evangelista o de los creyentes
reunido en torno a la mesa del Señor. La meta es predicar el evangelio de una forma o de
otra, y ver el círculo de los creyentes confirmados crecer. La meta no es repetirnos entre
nosotros, los cristianos confirmados en la fe, que Cristo nos salvó en la cruz y esperar
crecer espiritualmente por repetirnos lo que ya hemos bien asimilado. La meta es mostrar a
los otros la muerte del Señor. Nosotros nos regocijamos y meditamos siempre en la muerte
de nuestro Salvador, y la contemplamos en los tipos y figuras que encontramos en el AT y
en Jesucristo el anti tipo que se nos revela en el NT. La meta es mostrar a los que no han
alcanzado esta salvación o la comprensión de esta salvación, lo que nos da la nueva vida y
el gozo eterno.
     Si la meta fuese principalmente la edificación, ¿no habría Jesús instituido este acto
conmemorativo delante de todos los discípulos para darles además de la oración y la
Escritura otro nuevo medio  para crecer en la gracia, en la fe y en el conocimiento? ¡Pero
no! Esto fue instituido a puertas cerradas para los apóstoles únicamente. Los apóstoles eran
en aquel momento los únicos en poseer un conocimiento más profundo de la persona y del
a enseñanza de nuestro Señor. Por lo tanto Cristo les dio a ellos este nuevo método de
enseñanza elemental que consiste en mostrar de forma metafórica las virtudes de la muerte
del Justo a favor de los injustos que creen en Él. Era un nuevo método de predicación, para
ser usado por los que conocen la doctrina, para que enseñen a los neófitos de forma
tridimensional, las virtudes de la muerte del Salvador a favor de los creyentes. Así que
repetimos: ¡no es un método de edificación personal para el creyente sino un método de
evangelización  rudimentario.
     Agregamos también 2 argumentos escriturales para confirmar  nuestra posición. El
primer argumento es que si la Cena fuera para edificación de los creyentes confirmados en
la fe, la encontraríamos en el evangelio de Juan, pues este apóstol es el que trata con más
profundidad las relaciones del creyente con su Dios y con sus hermanos. Pero al contrario
donde esperaríamos encontrar la Cena solo encontramos el lavamiento de los pies, (J. XIII;
4 al 14). En segundo lugar y siguiendo la misma lógica: reparad hermanos que la mejor
explicación de la Cena del Señor se halla en la epístola a los corintios, y notorio es que los
creyentes de aquella ciudad eran conocidos por su falta de madurez. No se encuentra en la
epístola a los efesios, sino que como trata de un método rudimentario se halla justamente en
la epístola a los creyentes carnales, niños en Cristo: 1 Cor. III; 1.
     El protestantismo no es la religión de los 2 sacramentos, y el cristianismo no es una
religión de misterios encubiertos debajo de complicadas y elaboradas ceremonias. El
cristianismo bíblico es la única religión verdadera y trata de misterios revelados en la Biblia
por el Espíritu Santo. Así como hay 2 pactos fundamentales; el pacto de la Ley y el pacto
de la Gracia, igualmente hay 2 misterios fundamentales que fueron revelados en el primer
advenimiento de nuestro Señor; la coparticipación de los gentiles en la promesa hecha a
Abraham por medio del evangelio, (Ef. III; 6 y 7), y Cristo en nosotros por medio del
Espíritu Santo, (Col. I; 27 y 28). Claro que hay otros pactos y otras promesas en la Biblia
además de estos 2, pero son colaterales, no son los 2 goznes sobre los cuales gira la relación
de Dios con sus elegidos. ¡Dejemos a nuestros hermanos dispensacionalistas establecer
listas de dispensaciones particulares! Como acabo de decir el protestantismo no es la
religión de 2 sacramentos que tienen virtudes misteriosas, como puede inducirnos a pensar
la forma de hablar de los padres de la Reforma. Hay que tomar en cuenta que estaban
apenas saliendo del papado satánico y por ende todavía estaban impregnados de este
espíritu sacramental. ¡Oíd a Calvino en su Institución, decidme si me equivoco! Ved lo que
dice en el libro 4, Cp. XVII; 7, 32, 33:
“…en cuanto  tan alto misterio se puede explicar con palabras; pues bien veo que no lo
puedo con mi entendimiento, y así lo confieso de buen grado…siempre que trato de esta
materia, después de esforzarme en decir cuánto me es posible, creo que he dicho aún muy
poco. Tan grande es su dignidad y excelencia, que no la puedo comprender. Y aunque el
entendimiento pueda ir más allá de lo que la lengua puede declarar y exponer, el mismo
entendimiento se queda corto, y no puede llegar más allá. No queda, pues, más que admirar
y adorar este misterio, que ni el entendimiento puede comprender ni la lengua declarar…Él
ordena que  en su cena reciba su cuerpo  y su sangre bajo los signos de pan y de vino; me
manda que lo coma y lo beba. Yo por mi parte no dudo, sino creo que verdaderamente me
lo da, y que lo recibo…La dignidad queda de sobra ensalzada cuando mantenemos y
creemos que es una ayuda para incorporarnos a Cristo; o bien, que ya incorporados somos
más firmemente fortalecidos…”

Evidentemente el amor y la humillación que se manifiestan en la cruz es un misterio que


sobrepasa todo entendimiento, pero aquí Calvino está hablando del rito, no del misterio de
la encarnación, del amor, de la humillación. Está confundiendo un acto conmemorativo con
lo que puede inducir a meditar. ¡Es como confundir el mensaje del Libro con el papel y la
cubierta del mismo Libro! Esta confusión ha sido introducida desde el principio por el
diablo, y es la sustancia del misterio de la iniquidad que menciona Pablo. Atribuir a una
criatura o a un elemento un poder misterioso, es el engaño que con mucha sutileza pudo
realizar Satanás dentro de la Iglesia. Empieza con la reverencia debida, luego induce a una
reverencia exagerada, la cual pronto desemboca en una idolatría descarada o una
superstición encubierta con eufemismos. Trátese de un día, de una ceremonia, de un santo,
el hecho de atribuirle un poder intrínseco es negar que el poder es de Jehová únicamente, y
que “El de su voluntad nos hizo nacer de nuevo por la Palabra de verdad para que fuésemos
primicias de sus criaturas”, (Stg.I; 18). Claro que esperamos que a través de una
amonestación, de un sermón, de una asistencia a la Cena, el Paracleto aplique la Palabra a
los oyentes y los regenere o los edifique, pero el poder está en la Palabra y en el Espíritu de
Dios, no en los elementos que la vehiculen. La raíz del problema es cuando uno confunde el
instrumento con El que lo utiliza, ¡y es lo que Satán se ingenia a provocar! Llamo esto: la
mentira sacramental, o el “sacramentalismo”.
      Fue Agustín que dio la definición del sacramento como la unión de la Palabra de Dios
con  elementos físicos usados de forma ceremonial. No obstante el cristiano bíblico debe de
rechazar tal definición porque Jesús dice: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”, (J. VI; 63). Por lo
tanto, a pesar de mi estima para con ese gran teólogo que luchó por mantener la doctrina de
la gracia, de la elección, del pecado, contra los enemigos de la fe verdadera como Pelagio o
los maniqueos o los filósofos platónicos, no podemos seguirlo en este concepto que hace
que la carne aprovecha si se toma con la fe en Cristo. Es contradecir las palabras clarísimas
de nuestro Señor. El concepto sacramental es de origen satánico, y ni aun Lutero, Calvino,
y el resto de nuestros teólogos protestantes pudieron deshacerse de él, aunque muchos lo
suavizaron prefiriendo usar el término “ordenanza” en vez de sacramento, no deja de
hacerse sentirse en sus expresiones y definiciones un espíritu sacramental. Aunque hoy en
día en la forma de tomar la Cena ha habido una vergonzosa decadencia, y cambiaron la
copa de vino tinto seco por cualquier gaseosa distribuida en copitas personales por
mujerzuelas en minifaldas, la intención de la institución de la Cena es desconocida por la
mayoría. ¡Escenario profano afuera y abominación sacramental adentro; esto es la cena de
las iglesias apóstatas! Tengo que confesar que hace poco tiempo que he rechazado este
término de “sacramento” y su espíritu que se esconde debajo de su forma suavizada
llamada “ordenanza”. Gracias a Dios ya mi cristianismo no soporta sacramentos, ni
requiere obligatoriamente las 2 ordenanzas que la tradición ha impuesto; me conformo con
adorar a Dios en espíritu y en verdad. Aunque reconozco que la Cena ha sido instituida por
nuestro Señor, no le doy la importancia ni le atribuyo las virtudes que las iglesias suponen.
     La razón por la cual no participo más a la Cena ni dentro de una iglesia local  ni en mi
hogar es de orden práctico; no es un rechazo fanático de un acto solemne de
conmemoración. Mi convicción personal no choca con la comprensión general de mis
hermanos protestantes, pues ninguno de ellos va a negar que la Cena sea una forma de
mostrar la muerte de nuestro Señor. La discrepancia es que ellos van más allá de esto y yo
he dejado de hacerlo. Para mí es una especie de sermón tridimensional, o para decirlo de
forma contextual: una clase de videoclip que el Señor ha entregado a sus discípulos para
que lo pasen a los que se interesan a nuestra religión, y entiendan la esencia de nuestra
salvación. Ahora ¿porqué esta forma “audiovisual” de enseñar, cuando sabemos que la fe
viene por el oír no por el ver? Creo que hay 2 razones.
     La primera es que en la época de nuestro Señor Jesús y hasta principios del siglo XX,
excepto las naciones protestantes, la mayoría de los pueblos eran analfabetos. Saber leer y
además poseer una Biblia en el idioma del pueblo era un privilegio reservado para la alta
sociedad, o el clero. Creo que el designio de nuestro Señor fue usar elementos que
formaban parte esencial de la vida cotidiana para transmitir el mensaje básico de la
salvación por medio de la fe en su sangre y grabarlo en sus mentes. Habiendo asistido a la
conmemoración de la Cena y entendido el mensaje, luego durante su vida cotidiana el
creyente podía mantener su meditación sobre esta muerte vicaria al comer su pan y beber su
vino en casa o donde esté. Se acordaba de que así como el pan y el vino sostienen su vida
física, de la misma manera el cuerpo entregado sobre la cruz y la sangre derramada
sostienen su vida espiritual. Hoy en día prácticamente todo el mundo sabe leer y estamos
tan acostumbrados a ver Biblias por todo lado y en todos los idiomas que no imaginamos
que es algo normal, pero ¡no lo es! Esto es un milagro del Dios de la Escritura que ha
provocado la Reforma protestante del siglo XVI, y ha quebrantado el poder del Anticristo
romano que bloqueaba ferozmente la fuente del conocimiento de la verdad. Como no hay
azar ni coincidencias fortuitas sino que como dijo Wycliff: “… todo lo que acaece es
debido a la pura necesidad”, Gutenberg inventó la imprenta y Lutero tradujo la Biblia en la
misma época, y así la Palabra de Dios empezó a correr y a ser glorificada de forma
universal. No pudiendo parar esa corriente bendita con sus hogueras, torturas y
persecuciones de la Inquisición, el papado hoy se resigna en contaminarla con sus
traducciones ecuménicas y sus comentarios al margen. Antes de la Reforma las Biblias eran
escasas, en latín y amarradas con cadenas de hierro a los altares del Anticristo romano. En
medio de tales tinieblas, la Cena podía ser un instrumento para recordar al pueblo elegido
pero analfabeto y sin Biblias que la salvación es por medio de la sangre. Pensad también en
los millones de esclavos durante el imperio romano; ¿Creéis que tenían la Escritura a su
alcance? Pero Dios sabiendo de antemano el curso de la Historia y habiendo dicho en Stg.
II; 5: “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en la fe y
herederos del Reino que ha prometido a los que Le aman?”, dejó su mensaje de amor
grabado sobre el pan y el vino.
     La segunda razón es mucho menos evidente pero sin embargo quiero proponérosla.
Jesús dice en Mc. IV; 11: “A vosotros os es dado saber el misterio del Reino de Dios, mas a
los de afuera todo por parábolas para que viendo vean y no perciban y oyendo oigan y no
entiendan, PARA QUE NO SE CONVIERTAN y les sean perdonados los pecados”. De
hecho nuestro Señor se dirigía a todos pero su salvación estaba reservada para pocos, para
sus elegidos quienes eran los únicos que estaban capacitados para entender el mensaje. Así
fue, así es, y así será hasta el fin del mundo. La enseñanza de Dios es bastante clara para
que un bebe en la fe la entienda en sus puntos vitales, y es bastante enredada para que los
sabios y los eruditos de este mundo queden confundidos por ella. Esto es el rasgo
característico de la Palabra porque la expiación es limitada a un número preciso de
escogidos que solo son capaces de entender y vivir la Palabra por el Espíritu que mora en
ellos, y no en los demás. Por esta razón la forma como el Espíritu Santo nos presenta la
Cena en las Escrituras tiende a confundir aun a los escogidos para cercenar la paja del trigo.
En efecto aunque la mayoría de los elegidos engañados por la tradición se imaginan que la
Cena es un sacramento para la edificación de los que comen el pan y beben de la copa, ellos
no caen en la trampa mortal de la transubstanciación que reduce a Dios Hijo a una oblea
mágica en las manos de un sacerdote de Satanás. Atanasio, Agustín, Crisóstomo, Lutero,
Calvino; todos divagan seriamente cuando tratan de los 2 sacramentos, pero no ponen en
tela de juicio la doctrina de la salvación por fe. Claro que se contradicen al hablar de sus
sacramentos e intentan tapar esto con su erudita retórica y su elocuente sutilezas, pero para
ellos como para nosotros, la Palabra es lo que nos vivifica y no el agua del bautismo, ni el
pan , ni el vino de la Cena que acompañan esta Palabra vivificante. Como dije
anteriormente tienden a confundir la Palabra y el papel donde está escrita... El católico al
contrario cae en la trampa y sin sutileza afirma que Dios el Hijo es una hostia que hay que
adorar y comer para asegurarse su salvación. Ellos predican y se comen un cristo
eucarístico: un falso cristo. Ellos no se contradicen como Lutero, sino que no vacilan en
decir que Jesucristo es realmente en cuerpo y alma un pedazo de oblea, y quemaron miles
de personas en la hoguera por no aceptar tal tamaña idolatría y superstición de origen
egipcia. Sin embargo no voy a explayarme aquí sobre la abominación de la misa y de la
idolatría católica… Solamente quiero insistir sobre el hecho de que el Espíritu Santo
intencionalmente no presenta la Cena como siendo esencialmente un instrumento
pedagógico dado a los apóstoles, para que instruyeran de forma elemental a los neófitos
sobre las virtudes de la muerte de nuestro Señor a favor de los que creen. A mi parecer la
intención del Espíritu es que los que no son elegidos manifiesten su condición de
depravación total al transformar un sermón “audiovisual” en un ídolo que hay que tragar
por la boca y por la tradición. Lo mismo sucede con la doctrina de la Trinidad, de la
predestinación, del pecado etc. La Biblia es la Palabra infalible de Dios, pero solo los que
poseen al Espíritu Santo pueden asimilarla correctamente en sus puntos esenciales, pues por
lo demás todos erramos cuando cesa de soplar el Espíritu en nuestro espíritu, y empieza a
levantarse la brisa de la tradición, y los alisios del humanismo. Que Dios nos guarde “para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquier por todo viento de doctrina, por
estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas de error”,
(Ef. IV; 14). Nuestra doctrina es que somos engendrados y nutridos por la Palabra de
verdad que está encerrada en las Escrituras, y que por el ministerio del Espíritu Santo nos
es administrada en el hombre interior, y que ningún elemento físico, ni ninguna ceremonia
o rito tiene participación en este misterioso actuar del Espíritu que revela Cristo en
nosotros, la esperanza de gloria. Un aviso al lado de la carretera te indica que vas en
dirección de Madrid, pero el aviso no te lleva a la capital; lo que te lleva es tu modo de
transporte. Igualmente ninguna agencia humana, aunque fuera instituida por Dios te llevará
al Padre. Solo el Hijo es el camino al Padre, y solo el Espíritu Santo te puede poner en este
camino. Uno va a Dios Padre por medio de Dios Hijo y en el poder de Dios Espíritu Santo:
“La salvación es de Jehová”  y Él es un Dios celoso que si bien usa siervos inútiles, y
rudimentos de este mundo, no quiere que los confundamos con el Autor y consumador de
nuestra fe.
     Ahora concluiré con unas palabras referentes a mi posición frente la práctica de este acto
conmemorativo que instituyó nuestro gran Salvador. Comparto el pensamiento y la actitud
de Cournoyer. El elegido que participa con otros hermanos y hermanas en la Cena
entendiendo que está mostrando la muerte de nuestro  Señor, y que lo hace de la forma
como fue establecido, es decir con pan y 1 sola copa de vino, (no de Coca-Cola), elementos
distribuidos por un anciano, no por una mujerzuela en minifalda o una pastora de Satanás (y
toda pastora es de Satanás), éste actúa bíblicamente y no hay nada que decir. Cada uno haga
según su convicción. Por mi parte, no veo la utilidad presente de esta conmemoración 
cuando  todos saben leer y hay Biblias disponibles para todos. ¿Para qué utilizar un método
rudimentario, si tengo un método mucho más perfeccionado a mí alcance? Claro que puedo
mandar una carta de papel desde España a América por medio de un amigo que va a hacer
la travesía en velero, pasando por las islas Canarias; será como antaño, recordará los
tiempos heroicos cuando Pablo navegaba y naufragaba  por el Mediterráneo, o cuando
Cristóbal Colón trajo la primera Biblia a América y se hundió la Santa María...
¡Ciertamente será más original que enviarla por correo electrónico! Pero será también
mucho más lento e inseguro que el método gratuito seguro e instantáneo que Dios me ha
provisto hoy por medio del internet. El tiempo está acabándose, y Dios nos ha dado su
Palabra completa y bien traducida sobre el papel, sobre las ondas radio, y sobre la red
internet. La tradición insiste en que hay beneficios suplementarios en la práctica de esta
ordenanza, pero dado el estado de apostasía las iglesias, y la facilidad con que se puede
compartir  la Palabra, no veo el interés de reunirme dentro de una iglesia de Laodicea para
partir el pan de forma ceremonial; prefiero compartir el pan de vida de forma directa, en
todo lugar y en todo tiempo con quienes sienten hambre de la Palabra de Dios. Los profetas
Elías, Elíseo, y los otros 7000 creyentes escondidos en cuevas no participaban del culto
oficial que Jeroboam había instituido unos siglos atrás en Betel y Dan (1 R. XII; 29). Era un
culto que imitaba en ciertos puntos el culto verdadero establecido por Dios en Jerusalén.
Jehová nos guarde igualmente de partir el pan en el nuevo Betel donde están los becerros de
oro del humanismo y del ecumenismo. ¡Es mucho mejor rumiar la Palabra y compartirla
con los hermanos que van camino a Sion!        

    

EL DIEZMO Y LA OFRENDA

     En estos días de gran apostasía se oye hablar mucho de diezmos en las iglesias, Claro
que sabemos que para los mercaderes de la Palabra todas las enseñanzas que pueden llenar
sus bolsillos son muy preciosas y por ende  hacen un énfasis constante sobre el diezmo y
las ofrendas. Por lo cual es importante contrarrestar ese espíritu de lucro en los pastores
asalariados, sin favorecer el espíritu de avaricia en las ovejas. Hay que tener un buen
entendimiento del tema de las finanzas consagradas a Dios para no caer en un extremo o en
otro. Veamos pues cómo evitar esos 2 extremos horribles.
    En el primer caso los predicadores  del evangelio de la prosperidad  enseñan con gran
ahínco que lo más importante en la vida cristiana es pagar el diezmo y dar además las
ofrendas para vivir la vida lujosa de un hijo de rey tipo Salomón. Claro que es una mentira
burda porque sabemos que la santidad junto con el amor, es el asunto primordial de la vida
cristiana, pues así dice el Señor: “Sed santos porque Yo soy santo”. Pero el uso que
hacemos del dinero se relaciona con nuestro amor y santidad y por ende tenemos que tener
ideas claras sobre su manejo. Ahora bien, ¿qué dice el NT del diezmo y de las ofrendas? A
la verdad dice pocas cosas, pero suficientes para dejar el asunto muy claro. Dice 2 Cor. IX;
7: “Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza ni por necesidad, porque Dios
ama el dador alegre”, y esto es la regla y la pauta de la nueva alianza. En las epístolas del
NT no hay ni una sola mención de diezmo, y los predicadores del diezmo tienen que acudir
invariablemente al AT, (especialmente a Mal. III; 10). Sin embargo nosotros sabemos que
“cambiado el sacerdocio, necesario es que haya cambio de ley”. El sacerdocio levítico ha
sido abrogado y ahora tenemos un sacerdocio universal según el orden de Melquisedec.
Durante el sacerdocio levítico regia la ley de los diezmos, y no era algo voluntario sino
obligatorio. La ley era la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas. Hoy la ley en
la nueva dispensación de la gracia es la ley de la libertad sujetada a la ley del amor. Se nos
ordena creer en Cristo Jesús, lo cual es el anti tipo de la circuncisión hecha con mano en la
carne en el judaísmo y luego amar. La autoridad del protestante verdadero es la Escritura y
la Escritura en el NT nunca habla para los creyentes de pagar el diezmo, ¡ni una sola vez!
Sin embargo habla muy concisamente de la institución de los ministerios (Ef. IV; 11), y
menciona de vez en cuando las ofrendas excepcionales (Ro. XV; 26, 1 Cor. XVI; 1) para
los pobres en Judea, pero no se habla nunca de forma sistemática de las ofrendas que son
para sostener a los ministros de la Palabra, sino casualmente Pablo informa que recibió una
ofrenda. En la dispensación de la ley era necesario el diezmo por la sencilla razón de que la
gran mayoría de los judíos no eran gente nacida de nuevo. La gran mayoría eran judíos de
sangre no de corazón, y si se hubiera dejado el sostenimiento costoso del culto a lo que se
proponían sus corazones, nunca habría habido lo suficiente para sostener a los levitas, a los
sacerdotes, al mantenimiento del templo y a todos los gastos relativos al culto levítico. En
la dispensación cristiana no hay necesidad de forzar a los cristianos verdaderos a diezmar
para el sostenimiento de la obra porque la fe obra por el amor, y el amor se manifiesta en
dar, por lo cual dice la Palara: “Cada uno dé como  propuso en su corazón” y sabemos que
el amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, El cual es poderoso
para producir en nosotros el querer como el hacer. El asunto del dinero no es algo
misterioso o complicado; en el AT se impone el diezmo y se define las ofrendas, en el NT
no se impone ningún diezmo, y solo se habla de ofrendas voluntarias. Además no tenemos
un culto costoso con sacrificios de animales y no necesitamos ningún edificio especial si  la
congregación es pequeña. El ministro tiene que dar el ejemplo y no codiciar riquezas sino
contentarse del sustento y del abrigo para él y para su familia, y poder además tener acceso
a una buena librería para enriquecer su conocimiento y compartirlo a sus feligreses. Nuestra
religión es la religión donde se adora en espíritu y en verdad, y este espíritu se mueve por el
Espíritu Santo y esta verdad se halla en la Biblia, así que la cuestión financiera no necesita
ser tratada extensivamente; solo de paso en el NT, se nos da unas pautas suficientes. Al
contrario en el cristianismo apóstata el asunto de la plata es el gran asunto. El catolicismo
ha sido siempre el campeón en sacar plata de diezmos, ofrendas, misas, indulgencias,
jubileos, matrimonios, entierros, bautismos etc. Pero hoy el neo pentecostalismo está
dándole lecciones al anticristo romano de cómo sacar plata de la emoción y de la ilusión
con pactos de pacotilla, vigilias, retiros espirituales etc.
   Las epístolas hablan muy poco del  asunto financiero porque en los evangelios el Señor
nos ha mandado hacernos tesoros en el cielo y no en la tierra, no servir a Mamón sino a
Dios, porque no se puede servir a las riquezas y a Cristo al mismo tiempo. Así que no fue
necesario  insistir mucho sobre el manejo de las riquezas en las epístolas, pues si creemos
que Jesucristo ha muerto por nosotros sabemos que ha muerto para que vivamos por Él y
para Él: 2 Cor. V; 14 y 15. Nosotros no servimos a Dios por temor servil sino por gratitud,
y la gratitud no se puede legislar; brota de un corazón sincero y arrepentido, y el que no
tiene ese corazón de carne no ha nacido de nuevo; todavía tiene un corazón de piedra que
solo entiende las amenazas de la ley, pero no ve ninguna grandeza en ella. Así que exigir el
pago del diezmo es una enseñanza falsa que corresponde al antiguo sacerdocio, no al
nuevo. Dios no nos exige ningún diezmo, Dios exige que le entreguemos nuestro corazón y
nuestra vida en todos sus aspectos porque Él nos compró con la sangre de su Hijo, y si
nuestras personas le pertenecen, también le pertenecen nuestras finanzas. Exigir el diezmo
es una enseñanza para los fariseos de hoy, nosotros los que tenemos un corazón renovado
tenemos una meta más alta, “porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de
los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mt. V; 20). Dios quiere todo:
no se contenta con la décima parte de tus ingresos, ni con todos tus ingresos, quiere toda tu
plata, toda tu vida. Los pastores que predican el diezmo predican la ley, no la gracia, y
además predican la ley de una forma que no es bíblica porque  el diezmo no era para
entregarlo enteramente al sacerdote sino para comer de ello con el sacerdote en Jerusalén,
claro que se le daba lo mejor: la espaldilla, pero se comían el diezmo juntos, la familia del
donante y el sacerdote y los levitas: Dt. XIV; 22 al 29. No se entregaba la plata sino que se
compraba los animales para el sacrificio, y todos disfrutaban delante de Jehová de la carne
del animal sacrificado. Hoy predican el diezmo, el cual ha de ser entregado en efectivo, y la
persona que lo disfruta más es el pastor que se compra casas y coches lujosos... Nosotros
predicamos la gracia y ella no exige un diezmo sino que nos convence a dar por gratitud.
Veamos pues ahora como se manifiesta esta gratitud.
     Esta gratitud brota de un corazón regenerado que no teme la ley sino que la ama porque
le instruye sobre el carácter de Dios y sobre cuestiones prácticas en la vida cotidiana. El 
cristiano no tiene nada que ver con la ley en cuanto a justificación como dice Pablo: “yo
por la ley estoy muerto para la ley, con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo
mas Cristo vive en mí, y lo que vivo en la carne lo vivo en la fe del Hijo de Dios”. No hay
relación judicial con la ley pero queda una relación preventiva.  En efecto todavía arrastro
conmigo el viejo hombre que se deleita en el pecado. Este viejo hombre ha sido
crucificado, ha muerto legalmente con Cristo y ya no tengo que temer el juicio de Dios, no
obstante sigue presente en mi diario vivir y tengo que mantenerlo a raya considerándome
muerto al pecado y vivo para Dios.  Es una lucha tenaz y el aliado de Satanás no se dará por
vencido hasta el último soplo o hasta el Arrebatamiento. El hombre nuevo crece en santidad
y conocimiento mientras que el viejo hombre sigue creciendo en astucia y sutileza.
Entonces en cuanto a la cuestión financiera el diezmo me es útil pues “sabemos que la ley
es buena, si uno la usa legítimamente”.
     Básicamente hay 2 clases de leyes: la ley moral y la ley ceremonial. Otros ven también
la ley judicial que se aplicaba en los castigos efectuados durante el gobierno teocrático de
Israel. El cristiano cumple con gozo la ley moral, se deleita en ver la persona y la obra de
Cristo expuestas en la ley ceremonial cuando lee la Escritura, y aprueba la ley judicial. Sin
embargo solo practica la ley moral en esta dispensación de la gracia revelada, y el diezmo
ya no es ley moral para él. El diezmo era quizás ley moral para los padres y ciertamente
para los israelitas que salieron de Egipto. En efecto vemos que Abraham dio el diezmo a
Melquisedec, así como Jacob. Abraham el padre de la fe dio el diezmo, y esto indica que el
diezmo era cosa que los creyentes practicaban, así como practicaban los sacrificios de
animales desde Abel hasta Balaam pasando por Job  como ley ceremonial. No obstante en
nuestra dispensación el estándar de la moral ha subido mucho más, y las leyes del divorcio
y del diezmo han sido transformadas de manera que el divorcio está ahora limitado a un
caso único que es la fornicación prematrimonial de la mujer, (ver mi artículo: “Divorcio”),
y en cuanto al diezmo ha desaparecido y se ha transformado en ofrenda que no es ley
porque es voluntaria, y lo que es no es obligatorio no es ley. Muchos se imaginan que la
gracia es una licencia para pecar, esto es antinomianismo. La gracia es Dios Hijo que
cumplió la ley por el creyente regenerado y Dios Espíritu Santo que está cumpliendo la ley
en este creyente durante su peregrinaje terrenal. Ya no es un cumplimiento parcial sino
perfecto de la ley. Esto no se podía hacer en la dispensación de la ley, solo había un
cumplimiento ceremonial y parcial de la ley por  causa de la carne que no puede ni quiere
obedecer a la ley de forma real. Hoy el cristiano está equipado con la presencia del Espíritu
Santo y la Palabra de Dios para ofrendar su vida a Dios. Mandar a un cristiano pagar el
diezmo es volver a la esclavitud de la ley. Dios manda al cristiano andar conforme a su
vocación que es andar en el espíritu no satisfaciendo los deseos de la carne. El cristianismo
no es una lista de reglas que hay que seguir, es una vida que se vive en el espíritu el cuál es
la morada del Espíritu Santo. Pero como lo dije anteriormente; el viejo hombre sigue siendo
una triste realidad y un serio estorbo en nuestra vida, y se aprovecha de cualquier descuido
de parte nuestra. Somos muy propensos a imaginarnos que todo va bien y que andamos en
el espíritu no en la carne. Para comprobar esto debemos hacer un uso legítimo de la ley. La
ley no nos hace andar en el espíritu, porque esto es la tarea del Paracleto; la ley nos sirve a
controlar que no andamos en la carne. Y el diezmo es útil para ello en la cuestión de las
finanzas, sobre todo para los que somos de pocos o medianos recursos. En efecto el
hermano que es rico no necesita tanto preocuparse con porcentajes porque aunque dé los 3
cuartos de sus entradas para la obra del Señor, el cuarto que le queda sobra para el
mantenimiento de su familia, (esto por supuesto cuando anda en el espíritu)… Pero para
nosotros los de recursos limitados, es mucho más seguro ponerle un freno a la carne y
arrancarle un diezmo al salario para que nuestro andar no sea debajo del nivel de los
legalistas. No es que debo pagar un diezmo porque es la ley, sino que no quiero
avergonzarme de saber un día que ni fui capaz como hijo, de hacer lo hacía el esclavo,
teniendo recursos ilimitados; pues todo es mío el mundo, el presente, el futuro, la vida, la
muerte, y aun Dios es mío y yo soy de Él: 1 Cor. III; 21, 22, 23. El que ama a Dios dedica
toda su vida a Dios, pero a menudo no tiene mucha plata para dedicarle y entonces el
diezmo le ayuda a mantener un mínimo decente que aun el esclavo de la ley paga por
fuerza. Si puede dedicar más es mejor, pero no siempre es posible.
     Recuerdo cuando una vez tenía un negocio que prosperaba bastante para mi nivel social,
y decidí dedicar un diezmo de las entradas en bruto. Sucedió que trabajábamos con mi
esposa mucho y ganábamos poco. Después de un tiempo de tanto trabajar para no avanzar
económicamente más que mis empleados, decidí diezmar nuestras entradas en limpio, y en
seguida el Señor nos prosperó más, y por ende podía dedicar más plata para la obra del
Señor con un 10 % que permitió mejorar el negocio, que con un 20% que impedía su
crecimiento y nos agobiaba físicamente de la misma forma. Andar en el espíritu no es
diezmar en neto o en bruto, no es dar la mitad o las 2 terceras parte de tu salario, es ver
como prosperar para dar más en un futuro próximo, sabiendo que hay un límite mínimo que
la ley del diezmo no nos impone sino que nos lo señala, porque la ley no nos impone nada
sino que es el amor a Dios y a Su ley que nos impone y nos constriñe. ¡Repito: estamos
bajo la ley de la libertad y del amor! Dios no necesita nuestra plata para prosperar su obra
en los corazones, Él quiere nuestro corazón y prefiere que Le des 10 $ con el corazón que le
pagues un diezmo de 10.000 $ porque la ley lo exige. Claro que lo mejor es tener un
corazón entendido, y sabio que sabe que “engañoso es el corazón más que todas las cosas y
perverso”, y por ende no se fía de sus impulsos  y regula sus ofrendas por lo menos con un
diezmo. Pero mientras el corazón no siente esa necesidad  de dar por lo menos lo que da un
esclavo legalista, es mejor no dar nada que dar con tristeza o por necesidad porque Dios
ama el dador alegre. Es mejor no dar nada hasta que por la razón o por la Escritura el
corazón tenga más luz sobre ese asunto y sea movido a dar, porque nuestro mandamiento
en este asunto  es que “cada uno de como propuso en su corazón”, no es: “cada uno dé el
diezmo” como predican los mercaderes del templo. Ahora bien, uno no se salva por
diezmar y pagar indulgencias, pero uno es salvo para dar de sí mismo y de lo suyo al Señor
que le da todo en abundancia para que abunde en buenas obras, El que no da nunca es que
no ha recibido nunca la gracia de Dios en su corazón, y desde luego no tiene una gratitud
genuina que le impulsa a dar. El diezmo para el cristiano es solo una medida de seguridad
para no estar bajo el nivel vergonzoso de un esclavo de la ley, y como no es algo
obligatorio sino opcional llamaría esto una ofrenda diezmal. Veamos pues ahora para
terminar donde invertir la plata consagrada directamente a la obra del Señor. Esto no
necesita mucha explicación. Creo que hay 2 clases de inversión de nuestras ofrendas; las
ofrendas para la propagación del evangelio, y las ofrendas caritativas.
     Las más urgentes en nuestros días son las que ayudan a propagar el evangelio verdadero.
En efecto hoy en día abundan por doquier los falsos evangelios, y las Escrituras
adulteradas. Lo importante es que la Palabra de Dios corra, ¡y en español tiene que correr
en la versión Reina Valera! Se puede comprar Biblias, NT y evangelios y repartirlos
personalmente, o enviar las ofrendas a Los Gedeones que distribuyen gratuitamente las
Escrituras en todos los idiomas y en las versiones protestantes originales. Se puede también
comprar y distribuir folletos Chick (www.chick.com). Se puede apoyar un ministerio por
radio, por internet, siempre y cuando la doctrina sea calvinista y creacionista. Lo importante
es que la Palabra sea difundida y la doctrina sana proclamada. Dios no usa más las iglesias
para difundir el evangelio sino la difusión masiva de la Biblia, y el conocimiento ha
aumentado de forma exponencial por medio del internet que nos permite leer las
enseñanzas de los mejores teólogos protestantes gratuitamente y a toda hora.
     En cuanto a las obras caritativas, lo importante es asegurarse que llegue la plata a los
que realmente la necesitan, empezando por la familia de la fe, y evitando las ONG que son
una especie de mafia de la caridad.
     En conclusión invirtamos nuestras ofrendas en el Reino de Dios y no en las iglesias de la
gran apostasía, y  seamos  metódicos, usando la ofrenda diezmal como un buen método si
no somos millonarios, para controlar el viejo hombre que siempre nos hace creer que ya
hemos dado suficientemente. Nuestro paso aquí es corto, el que invierte en la obra del
Señor tendrá una recompensa que sobrepasa infinitamente la pobre inversión en riquezas
injustas que hubiere hecho.  ¡Cuántos hermanos salen del sistema religioso apóstata, y
como ya no tienen un pastor que les exige el diezmo y las ofrendas, se olvidan que la plata
que reciben no es para gastar en sus placeres e intereses personales sino que es para
administrarla para la gloria de Dios! Es una vergüenza que uno diera durante años a
estafadores que usan el Nombre de Dios, y que no dé nada si no hay el estafador para
presionarlo.  “Dad y se os dará, y con la medida con que medís os será medido”, esto es el
mandamiento, y esta es la promesa: “El que siembra generosamente, generosamente
también segará”, si para la carne será corrupción si para el espíritu será para vida eterna.
¿Oíste hermano lo que dice el Espíritu?
  

EDUCACIÓN PÚBLICA Y BABILÓNICA   

     Martin Lutero el padre del protestantismo, fue también el primero en promover la
educación pública a favor de las niñas a fin de que también ellas pudiesen leer la Biblia por
sí solas. Nosotros los protestantes somos el pueblo del Libro y es una meta primordial para
nosotros que todos y todas sepan leer para que lleguen al conocimiento de la verdad, la cual
es contenida en la infalible Palabra de Dios: la Biblia. No obstante Lutero decía que las
universidades famosas como La Sorbonne en Paris, eran centros satánicos porque
enseñaban teología escolástica, y agregaba que si las escuelas y las universidades no
enseñaban las Escrituras serían las puertas del infierno. Hoy se cumplió la predicción de
Lutero y todo el sistema educativo es una puerta ancha al infierno.
     Recuerdo haber vivido en mi infancia en la década de los 60, el fin de una era que
ciertamente no era gloriosa, pero que conservaba unas virtudes morales de la civilización
judeo-cristiana. En aquel tiempo no se usaba lapicero sino pluma, tintero y ¡papel secante
para las manchas! En las escuelas primarias había todavía leves castigos físico como unas
palmadas en las nalgas o unos golpecitos de regla sobre los dedos. Nada sangriento pero
suficiente para engendrar un temor respetuoso hacia el maestro o la maestra. Se empezaba
la clase con una lección de moral que alaban las virtudes de la madre casera, del trabajo, de
la obediencia etc. Las escuelas no eran mixtas, y aun en las escuelas de niños había una
separación entre los mayores y los menores. Por supuesto que Dios había sido expulsado de
la escuela pública pero se mantenían valores republicanos heredados de la cultura judeo-
cristiana. Existía cierta moral, y el patrón de educación tenía todavía un marco patriarcal.
No era  una educación que tendía a formar discípulos de Jesucristo, pero tampoco era una
educación que tendía a formar demonios como la de hoy.
     No es necesario entrar mucho en detalles pero es patente que la educación pública es una
fortaleza de Satanás como lo es la TV. En estos centros educativos enseñan la teoría de la
evolución, fomentan la promiscuidad entre jóvenes de ambos sexos, destruyen
sistemáticamente el patrón patriarcal de sociedad de antaño, y cuando enseñan historia la
interpretan de una manera que aun si tratan del periodo de la Reforma protestante del siglo
XVI, evitan cuidadosamente exponer que el motor de los eventos en aquellos días fue una
contienda teológica sobre la justificación por fe que sostenía Lutero y sus seguidores, en
oposición a la salvación por obras que enseña el papado y que le permitía llenar sus arcas
con la venta de indulgencias, misas, y reliquias. Hoy en día El asunto de la educación
nacional es abiertamente formar jóvenes dentro de una perspectiva anti bíblica, es decir
evolucionista, feminista, atea, humanista. Pero he afirmado que tendía a formar demonios y
os puedo aun decir qué clase de demonios han tomado el control de las aulas: el demonio
de la fornicación y el demonio de la homosexualidad.
      En un país como Francia por ejemplo, se distribuyen gratuitamente en las enfermerías
píldoras abortivas, hay distribuidores de condones en los espacios de recreo y se ha pasado
recientemente una ley de géneros que prohíbe al maestro inculcar diferencia en los sexos
opuestos, Es decir que se esfuerzan en mantener una confusión entre los 2 sexos para
promover la agenda homosexual. Los jóvenes que salen del sistema educativo nacional
salen con una mentalidad abierta a cualquier corriente de filosofía humana excepto la
corriente bíblica y fundamentalista. El sistema tolera los musulmanes pero no los
protestantes verdaderos. Hace poco un hermano francés me dijo que en la escuela adónde
va su nieta, le enseñan que los cristianos han perseguido y masacrado a los musulmanes, y
que ¡le debemos al Islam la ciencia y muchos beneficios! Cuando la verdad histórica
incontrovertible es que donde reina el Islam y el catolicismo reina la dictadura y la
ignorancia popular, y donde reina el protestantismo reina la democracia y la alfabetización
de las masas. Claro que hace 50 años que la política ha cambiado en el campo católico,
pero es una estrategia momentánea hasta que el Anticristo escatológico tome el control del
nuevo orden mundial… El hecho es que las escuelas y universidades completan el trabajo
de la TV en el derrumbamiento de los valores morales cristianos, empezando por el modelo
patriarcal de sociedad.
     La Biblia dice que el hombre es la gloria de Dios, y no la mujer, pues la mujer es la
gloria del varón, y también que el hombre no fue creado para la mujer sino la mujer para el
varón. Dios dice que la mujer tiene que ser sumisa al hombre, no puede tener dominio sobre
él ni enseñarle. Dios dice que Él creó todo para su propia gloria y por el poder de su Palabra
(Jesucristo). Todo esto es aborrecible a la elite que nos gobierna, y el sistema educativo que
elaboran día a día tiene como meta destruir estas verdades e imponer las mentiras
feministas, evolucionistas y humanistas. Si un alumno o un profesor se atreven a negar
abiertamente los dogmas evolucionistas y feministas del sistema educativo, no tienen más
opción que abandonar su silla o su cátedra.
     A la verdad todos los evangélicos saben que el sistema educativo público es
anticristiano. Todos saben que en las clases de biología, por medio de la teoría darwinista,
se les enseña indirectamente a sus hijos que la Biblia es un cuento mitológico. Pero a pesar
de saber esto la inmensa mayoría siguen enviando sus hijos a la escuela o a la universidad.
Claro que se oye de ciertas escuelas privadas protestantes que enseñan el creacionismo en
sus clases de biología, y que exponen la Historia de forma real mostrando los horrores del
catolicismo romano y los frutos del protestantismo, aulas que empiezan su día de clase con
una oración y una lectura bíblica. Se oye, pero hay que verificar antes de matricular…
     La Escritura nos manda hacer seguro nuestra vocación y elección para no caer en los
lazos de Satán. Pero me pregunto ¿cómo uno puede asegurarse que es un elegido si envía a
sus propios hijos al centro educacional del enemigo? Sé que el problema con la educación
pública es un poco similar al problema con la iglesia local. Son entidades que tienen larga
historia y por ende forman parte del cuadro cultural y mental del creyente moderno. Es
cierto que hace unas décadas el límite de tolerancia hacia la enseñanza y el ambiente moral
de los planteles educativos podía ser puesto en tela de juicio por el evangélico formal que
se inquietaba por la educación de sus hijos. Igualmente se podía ya poner en tela de juicio
la doctrina que se predicaba desde los pulpitos. Hoy en día  no hay ninguna duda al
respecto de quien inspira el programa de la educación pública o de quien inspira la
predicación en los pulpitos evangélicos: el padre de la mentira, el diablo está al control con
sus jesuitas. De hecho la educación pública y la TV son las 2 mamas de la gran Sodoma
internacional que Satanás está construyendo en esta última generación. Siempre he insistido
sobre el peligro y la traición a los principios de santidad que representa la TV en el hogar
de un protestante que se dice nacido de nuevo, pero no hay que omitir la educación pública
que completa el trabajo de destrucción sistemática en la mente de los jóvenes, de todo
marco bíblico en su diario vivir. Comprendemos que los protestantes de pacotilla y los
evangélicos modernos conciben su religión como algo que tiene su lugar y sus horarios
definidos, pero no puede ser así para los que han nacido de la Palabra y del Espíritu. La
actitud frente al sistema babilónico de educación que procura infundir una confusión moral
y espiritual en los jóvenes, debe ser hoy en día sin componendas. Las almas de nuestros
jóvenes están siendo mancilladas sistemáticamente por este sistema, por lo cual es deber de
los padres no mandar a sus hijos a la escuela pública, y buscar un sistema privado de
educación que no solo respete la moral cristiana, sino que todas las materias que enseñe
sean  permeadas por la enseñanza de la Escritura. Es moralmente escandaloso que un padre
cristiano mande a sus hijos a estudiar dentro de un plantel educativo donde sabe que reina
el evolucionismo, el feminismo, el humanismo o el catolicismo. Es mejor que los hijos se
contenten con solo saber leer y escribir, a que tengan doctorados y una mente
científicamente depravada, ¡basta con la depravación natural del hombre! El protestantismo
puro es radical frente a la gran Sodoma universal donde vivimos hoy, y no puede diluirse
en alegorías o arrinconarse en espacios limitados para poder coexistir con el mundo post
industrial. La educación nacional es una casa de prostitución, donde la fornicación se
enseña en todas sus formas; naturales y contra naturales, no solo en las clases de educación
sexual sino también espiritualmente en las clases de historia interpretada según factores
económicos o políticos, en las clases de literatura y filosofía donde solamente se estudia
conceptos y escritos profanos, católicos y diabólicos como Freud, Marx, Sartres,  Garcia
Marquez etc. Nunca van a proponer Schaffer o Clark…
      Hermanos abrid vuestros ojos; estáis enviando vuestros hijos e hijas a los centros
educativos de Satanás, ¿no sabéis que el mundo entero está bajo el Maligno (1 J.V; 19) y
que nos han alcanzado los últimos días de los días postreros? A la mayoría de mis
hermanos les está pasando lo de la rana hervida en agua. En efecto si uno pone una rana en
una olla llena de agua fría y la pone a calentar a fuego muy lento; la rana no se da cuenta de
que la temperatura está subiendo, y una hora después muere en el agua hirviente. En
cambio si uno la echa en agua caliente; la rana salta en seguida fuera de la olla y salva su
vida. Esto es lo que les ha pasado a miles y miles de cristianos; han dejado que la TV les
cocine la mente en su casa y no se dan cuenta del nivel de contaminación al que han
llegado, y por ende siguen enviando a sus hijos a la escuelas donde les enseñan entre otras
abominaciones que somos descendientes de una rana, y que la homosexualidad es una
opción de vida respetable. Estos hermanos tienen un concepto teórico del cristianismo, y su
vida práctica no tiene mucho que ver con los conceptos bíblicos que han de regir nuestra
vida cotidiana. No digo nada original, pues lo mismo decía Lloyd Jones en sus comentarios
al Sermón del monte. He aquí un extracto del comentario LI que se titula: El camino
angosto.
…nuestro Señor en estas palabras no nos pide simplemente que consideremos la naturaleza
del reino y de la vida cristiana en general. No es una invitación a venir a ver una
perspectiva maravillosa, a sentarse, por así decirlo, en primera fila para contemplar el
escenario. Debemos ser participantes; es un llamamiento a la acción. Advirtamos la
palabra: "Entrad"; es al mismo tiempo invitación y exhortación. Una vez contemplado el
panorama en general, nos corresponde hacer algo.
Éste es, pues, el primer principio que debemos tratar de elaborar. Es un llamamiento a la
acción. ¿Qué significa esto? En primer lugar, significa que el evangelio de Jesucristo, este
enunciado de los principios del reino, es algo que exige decisión y entrega. Esto es
totalmente inevitable. Es algo que forma parte de la trama y urdimbre de la presentación
que el Nuevo Testamento hace de la verdad. No es una filosofía que uno ve y compara y
contrasta con otras filosofías. Nunca se puede adoptar una actitud de despego respecto a
ello, y si nuestra preocupación respecto a estas cosas es puramente intelectual, y nunca ha
afectado nuestra vida, entonces el Nuevo Testamento dice que no somos cristianos. Claro
está que es una filosofía maravillosa, pero existe la tentación de considerarla sólo como eso.
Como algo acerca de lo cual se lee y por lo que uno se interesa. Pero el evangelio no quiere
que se tome así. Es esencialmente algo que viene a nosotros exigiendo el control de nuestra
vida Viene a nosotros de la misma manera como el Señor mismo se acercó a los hombres.
Recordaremos cómo, hallándose en camino se encontró con un hombre como Mateo, y le
dijo, "Sígueme", y Mateo se levantó y lo siguió. El evangelio hace algo así. No dice:
"Considérame, admírame". Dice: "Sígueme, créeme". Siempre exige una decisión, una
entrega. Obviamente estamos frente a algo en extremo vital. De nada sirve describir las
maravillas y bellezas de este camino angosto si seguimos mirándolo sólo desde lejos. Es un
camino que hay que pisar, es algo en lo que hay que entrar. Nada hay más curioso que la
forma en que nos persuadimos por tanto tiempo de que es posible interesarse por el
evangelio sin llegar a una decisión y entrega. Pero no es así.
En consecuencia, nos planteamos ahora una pregunta muy simple. La piedra de toque final
acerca de mí mismo y de mi profesión de la fe cristiana, puede plantearse así. ¿Me he
entregado a esta forma de vida? ¿Es lo que controla mi vida? Hemos visto lo que nos dice
que hagamos; ¿gobierna y controla nuestras decisiones y acciones? Claro está que esto
implica un acto bien definido de la voluntad. Me pide que diga: "Reconociendo esto como
la verdad de Dios y el llamamiento de Cristo, voy a entregarme a ello, suceda lo que
suceda. No voy a pensar en las consecuencias. Lo creo, actuaré en consecuencia; ¡esto va a
ser mi vida de ahora en adelante!”
     Nuestro Señor Jesucristo no vino a traer paz en la tierra sino espada, y esa espada es más
cortante que toda espada de doble filo y corta hasta partir el alma y el espíritu: Hb. IV; 12.
Lo que significa que el cristiano es capacitado para andar por su espíritu, es decir siguiendo
su conciencia, y no por su alma es decir siguiendo sus afectos y razonamientos humanos.
Pero una cosa es ser capacitado como todos los verdaderos cristianos lo son, y otra es usar
esta capacidad en todos los ámbitos de la vida. Muchos se imaginan que estamos en tiempo
de paz y que uno puede seguir la corriente de la iglesia local, la cual sigue la corriente del
mundo porque la gran Apostasía ha empezado. Es cierto que por ahora el “Santo Oficio”, es
decir la Inquisición, no está funcionando como en los días de Torquemada, pero esto es una
calma aparente antes de la tempestad que está por venir. La guerra por las almas sigue, y su
campo de batalla es la mente del hombre. La educación pública es una fortaleza mayor del
enemigo, y es una locura o una traición enviar vuestros hijos allá.  No se puede consecuente
y eficazmente enseñar el temor de Jehová en casa, y luego enviar a los hijos a empaparse de
las doctrinas darwinistas y existencialistas. “Un poco de levadura levanta toda la masa”, y
¡el sistema educativo nacional introduce una medida rebosante de levadura en la masa
cerebral de vuestra progenitura!  ¿No sabéis que es muy fácil moldear la mente de los
niños? La gran excusa que mis hermanos usan es la preocupación por el porvenir
profesional de sus hijos e hijas.
     En cuanto a las hijas ya  sería tiempo que mis hermanos se dediquen a un estudio sobre
el papel de la mujer según la Palabra de Dios, y no según el dios de este mundo. Se podría
empezar por Prov. XXXI y seguir con las epístolas a Timoteo y Tito… La mujer fue creada
para el hombre y no para desarrollar una carrera profesional. El oficio de la mujer es su
casa; amar y respetar a su marido, educar a sus hijos en el temor de Dios, y cuidar los
intereses del hogar. Si es anciana es instruir a las mujeres jóvenes en esto mismo. La mujer
se salvará de los peligros de este mundo corrupto engendrando hijos, dice la Biblia. Así que
hay que enseñar a las hijas a prepararse para ser buenas esposas, o devotas vírgenes que
permanecen en la casa paternal. Pero ya la TV y la educación pública han convencido a sus
papas que ellas tienen que ser buenas estudiantes en la universidad, para tener una buena
carrera que les permitirá ser independientes del hombre y totalmente engañadas por
Satanás, el cual que sabe muy bien manipularlas desde el tiempo de Eva, pues él se ha dado
perfectamente cuenta desde el principio  que ella es un vaso más frágil que el hombre. ¡Con
esto no estoy diciendo que la mujer no puede ser enfermera o secretaria  mientras no está
casada! Pero que tenga autoridad sobre el hombre o que sea independiente de su padre o de
su marido; esto es contrario a la voluntad revelada de Dios, pues aun la reina Ester seguía
las órdenes de su primo que la había criado, (Est. I; 11, 20, VII; 8, 9).
     En cuanto a los hijos, se podría alegar que el hombre está mandado a ganar el pan con el
sudor de su frente y por ende tiene que prepararse para ganárselo dentro de este mundo
postmoderno, donde se trabaja más con el ordenador que con la pala y el palustre. Pero la
verdad es que siempre se necesitará más albañiles y panaderos que ingenieros de sistema,
pues todos hemos de comer y abrigarnos de las intemperies pero no todos necesitan estar
conectados a la red internet para vivir. Así que detrás de un deseo “legitimo” para sus hijos;
es decir que ellos tengan una posición cómoda dentro de la sociedad, se esconde una mente
carnal que no quiere ver que estamos en la última generación y que lo importante es
prepararlos para el encuentro con el Señor en el aire, no para un puesto en el gobierno del
Anticristo escatológico. ¿Pero crees esto que Cristo viene pronto o es solo un artículo de fe
que hay que tener para ser ortodoxo? Si lo crees de corazón entonces tienes que saber que
no solo se puede, sino que se debe ahora enseñar a los hijos y las hijas en casa, y que por
internet se puede conseguir cursos sobre cualquiera materia. Claro que esto requiere más
sacrificios que mandarlos a la escuela pública, pero vale la pena enseñar al niño en su
juventud porque después no se apartará dice el proverbio. ¡Cuántas parejas de incrédulos
compran un velero y después se van con sus niños, a buscar una isla paradisiaca en el
Caribe o en las Filipinas! Y sus hijos siguen estudiando en el barco. Miles de incrédulos se
atreven a hacer esto para perseguir un sueño, mientras que una muchedumbre de cristianos
tibios que  se han comprometido supuestamente a seguir al Señor en el camino de santidad
envían sus hijos a los planteles educativos de Satanás.  Si vuestros hijos tienen una
vocación profesional; la conseguirán sin pasar por el sistema babilónico de perversión
mental. Recordad la historia del joven Abraham Lincoln.
     Abraham Lincoln creció en un lugar inhospitalario en los bosques, en compañía de su
padre que era alcohólico. A los 14 años era analfabeta. Pero empezó a aprender a leer
donde un vecino, y un día encontró en un baúl un libro de derecho. Esto lo apasionó y
empezó a estudiarlo. Siguió estudiando derecho, consiguió su licencia, y luego se metió en
política y llegó a ser el mejor presidente de EEUU. Nació de nuevo durante la guerra de
Secesión y lo asesinaron los jesuitas. (Ver “La gran traición” por Chick Publications;
www.chick.com ) Por tanto si tu hijo tiene una vocación, Dios que le dio esa vocación
proveerá los medios para desarrollarla, ¡no tienes que comprometer la santidad por nada!
     Hasta ahora hemos hablado de la educación pública que he tachado de babilónica. Sin
embargo quiero añadir algo sobre una cierta clase de educación privada aún más peligrosa,
y esta no es babilónica sino que es romana.  Es evidente que un protestante no puede enviar
a sus hijos a las escuelas y universidades católicas. Esto no es traición, ¡es alta traición!
Pero quisiera compartiros unos datos que recibí leyendo la última revista de Chick en la
serie “Los Cruzados”, se titula: Jesuitas.
     La orden jesuita fue fundada por el español Ignacio de Loyola, y aprobada oficialmente
por el papa Pablo III el 17 de septiembre 1540 como “La sociedad de Jesús”. (Pablo III
tuvo muchos hijos ilegítimos. Fue enemigo resuelto de los protestantes, y ofreció a Carlos
V un ejército para que nos hiciera guerra). Antes de 1540 los seguidores de Loyola eran
conocidos como los Alumbrados. La meta de esta orden es que toda rodilla se doble delante
del papa, y esta meta justifica cualquier medio, es decir mentira, blasfemia, asesinato,
soborno, complot, estafa, ventas de armas o de condones, manipulación de datos etc. Todo
lo bueno, todo lo malo, y todo lo diabólico han de ser usados para esta meta. Es una
filosofía totalmente maquiavélica. En 1960 había 90 universidades jesuitas en 27 países.
Hoy hay 28 en los EEUU, y de ellas han salido graduados más de un millón de estudiantes
(p.19).  La gente que sale de estos planteles puede salir graduada como sacerdotes jesuitas
después de 14 años de estudio; se denominan como Profesos, pero son una minoría: 2%. La
mayoría sale como Coadjutores Formados, es decir que son sacerdotes inferiores que solo
pueden oír confesiones, predicar y enseñar, o también como Coadjutores temporales que no
tienen ninguna autoridad espiritual y desempeñan un oficio puramente laico dentro de la
sociedad. ¡Significa que 98% de jesuitas son invisibles! Todos han sido procesados
mentalmente para servir al papado de una forma maquiavélica. Y aun el papa blanco; el
papa oficial, está él mismo sujeto a la política del papa negro: el general de los jesuitas. Así
que los jesuitas son los que manejan todo dentro del Vaticano; son el poder real. Alberto
Rivera nos revela que Fidel Castro es un jesuita, un Coadjutor… Estos jesuitas están
infiltrados en todos los puestos claves de la sociedad, y estoy seguro que los seminarios
protestantes como las iglesias han sido infiltrados de una forma muy, pero muy, eficaz, lo
que explica las pastoras, y la forma ecléctica, o más bien ecuménica, que tienen de enseñar.
Así que hermanos, hay gente alrededor nuestro que no tienen ninguna confusión mental
debido a la educación nacional, hay gente que tiene por su educación metas bien definidas y
están listos para acabar con nosotros cuando tengan la orden. ¡Gracias a Dios tenemos la
bendita esperanza del Arrebatamiento!
     Ahora bien, para un padre que se dice evangélico, su tarea es educar a sus hijos en el
temor de Jehovah, que es aborrecer el mal. Su tarea es enseñar a sus hijos que la Biblia es la
Palabra infalible de Dios, y que Jesucristo de la simiente de David ha resucitado de los
muertos para llevarnos justificados, santificados y glorificados a la presencia de Dios Padre.
Su tarea es enseñarles que estamos aquí de paso, como en una inmensa terminal de
transporte, y que solo hay 2 destinos: el lago de fuego y el Reino celestial.  Su tarea es
enseñarles a sus hijos que se aseguren cuál es su destino eterno. En cuanto a la forma en
que ganaran el pan durante su estadía en la terminal de transporte; esto no es lo esencial, lo
esencial es tener el tiquete para el cielo, porque todos tenemos un destino eterno. Alas la
mayoría de los padres evangélicos sudan para mandar a sus hijas a la universidad, de donde
saldrán 10 veces más rebeldes a Dios de que cómo entraron. Es tiempo de ser sincero: la
Biblia nos enseña una cosa, la educación nacional enseña exactamente lo opuesto. Dios
odia los hipócritas, y enviar sus hijos a la escuela pública entre semana y a la escuela
dominical el domingo es una hipocresía. Claro que como el maestro de la escuela dominical
hace lo mismo, os podéis confabular juntos pero el tiempo está terminando, la olla se ha
destapado y ya no hay excusa para dejar a vuestros hijos en un sistema cuyo programa es
definitivamente anticristiano. Así que si mal os parece servir a Jehová, escogeos a quien
sirváis; si a los dioses del humanismo, del feminismo, del evolucionismo, del ecumenismo,
del materialismo, pero yo y mi casa por la gracia de Dios, como dice Jos.XXIV; 15,
serviremos a Jehová. MARANATHA.             

  

TIEMPO PERDIDO
     Vivimos en los últimos días, y hay un fenómeno que nadie puede negar, un fenómeno
que llamamos la aceleración del tiempo. Mirad al nivel de las naciones; en 1 siglo hemos
tenido 2 guerras mundiales, hemos presenciado el colapso de la Unión Soviética, la
formación del nuevo imperio romano: la UE, el nacimiento del Estado hebreo en 1948, el
auge de la potencia china etc. En el aspecto tecnológico hemos pasado de la pluma y tintero
al ordenador y a la tableta por dar un solo ejemplo. En el aspecto moral hemos pasado de
una sociedad de modelo patriarcal con ética judeo-cristiana a una gran Sodoma universal en
los países occidentales. Nadie puede negar que haya una aceleración de los tiempos en
todos los aspectos de la vida humana. Los incrédulos se dejan arrastrar por esa corriente
que se hace cada día más fuerte como cuando un rio está por transformarse en una catarata
gigantesca, y esto es normal porque no saben de dónde vienen, ni adonde van, pero la cosa
es diferente para el protestante nacido de nuevo que sabe por su Biblia de dónde venimos y
adónde vamos. El tiempo del fin de acerca y el Arrebatamiento está a la puerta. Satán lo
sabe perfectamente y entre sus estrategias para impedir el progreso del evangelio y el
desarrollo espiritual de los evangélicos, tiene un método que es hacernos desperdiciar el
tiempo. De esto hablaremos hoy, y con la ayuda del Espíritu Santo puede que sirva para que
unos escapen de este lazo del diablo.
     En efecto tenemos  un tiempo limitado en esta dimensión terrenal, y “los días de nuestra
edad son 70 años, y si en los más robustos son de 80 años, con todo su fortaleza es molestia
y trabajo porque pronto pasan y volamos” (S: XC; 10). Si bien la edad puede ser en unas
poquísimas excepciones de 120 años (Gn. VI; 3), para Dios una generación es un siglo
como nos lo aclaran los versos13 y 16 de  Génesis XV.  Así que somos como nube de la
mañana, y rocío de la madrugada que pronto se desvanece. No obstante este periodo corto
en la tierra tiene enormes consecuencias sobre nuestro destino eterno, pues nuestras obras
nos siguen y determinarán el puesto que ocuparemos en la eternidad futura; hay varias
coronas para los santos victoriosos, y hay varias formas de entrar en la gloria; entradas
amplias (2 P.I; 11) y entradas furtivas (Judas 23). Y no solamente hay consecuencias
personales para los santos en la eternidad futura sino que ya hay consecuencias generales
para la obra del Señor en este momento mismo en la tierra, por lo cual dice la Escritura:
“Aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”. Un gran problema hoy en día es
que no aprovechamos bien el tiempo sino que lo desperdiciamos dándole a la carne, al
mundo, y al diablo, oportunidades que les permiten acrecentar sus influencias malévolas y
dañinas.
     Satanás es el príncipe de este mundo y quien fomenta todo lo que puede deleitar la carne
y nutrirla para llevar al hombre a su destrucción y perdición.  Él no quiere que los santos
peleen la  buena batalla de la fe. Teme cuando los ve dedicados a la oración, a la lectura, a
la doctrina, (1 Ti. IV; 13), a la predicación, al servicio de la obra, porque sabe que el Señor
está con nosotros y El que está en nosotros es más fuerte que él. Una de sus técnicas para
contrarrestar el avance del ejército de Jehová es hacer perder el tiempo a sus santos. Ha
implementado varias formas y vamos a denunciar las más eficaces, pues no ignoramos sus
maquinaciones, y lo que buscamos es seguir a nuestro Señor cuya obra es destruir las obras
de Satanás.
     Su obra mayor es por supuesto el cinema y la TV, lo que la Biblia llama en el libro de
Apocalipsis: la imagen de la bestia cuyo fin va más allá de perder el tiempo sino que es
moldear las mentes hasta que al fin las masas se postren en adoración durante los cultos
televisivos que el Anticristo escatológico emitirá desde el templo reconstruido de Jerusalén,
durante la segunda parte de la semana 70 de Daniel, es decir al fin de la gran Tribulación.
Por ahora Hollywood y la TV trabajan con ahínco a la destrucción del modelo patriarcal y
bíblico de sociedad promoviendo el modelo sodomita de sociedad bajo el lema de la
libertad y de la tolerancia. No vamos a tratar de este tema otra vez pues ha sido tratado
detalladamente varias veces en Sola Fides, en artículos como “La imagen de la Bestia”.
                 Una forma moderna de hacer perder el tiempo al cristiano es el deporte. La
Biblia dice: “El ejercicio físico para poco aprovecha, mas la piedad aprovecha para todo
teniendo promesas para la vida presente y para la vida venidera”. Alas, el cristiano moderno
se ha dejado moldear la mente por la TV y se olvida que madrugar una media hora antes de
ir al trabajo para orar y meditar un pasaje de la Biblia es más provechoso, aun físicamente,
que hacer un jogging. Es cierto que un poco de ejercicio físico es un poco provechoso, pero
si el tiempo es limitado, es mejor limitar el ejercicio físico también y dirigir nuestro
esfuerzo en el camino de la oración y de la lectura. Hoy ha vuelto el imperio romano sobre
el escenario mundial; se llama la UE, y con él ha vuelto también el espíritu del imperio:
“Panem et circenses” (pan y juegos). El deporte y los juegos son un ingrediente vital para
entretener las masas perdidas que se dirigen prestamente hacia el infierno. El problema es
cuando los cristianos, en vez de alzar una voz de alerta y clamar que Dios es un fuego
consumidor y que solo en Cristo se puede encontrar el agua de vida que apague ese fuego
que está por devorar al mundo, ¡vemos a los cristianos en los estadios, en las canchas de
tenis, en los campos de golf! Esto es vergonzoso. No solo  no denuncian que el futbol es el
opio del pueblo sino que consumen también el opio del pueblo. Ciertos hacen carrera en
ello, con la esperanza, dicen, de transmitir el mensaje del evangelio a sus colegas. Nadie
diría que es una forma posible de evangelizar hacerse miembro permanente de una
discoteca o de un club nocturno para poder presentar el evangelio a los que van allá en
busca de fornicación y adulterio. Pero casi todos dicen que hacerse miembro de un club de
tenis por ejemplo, es una buena oportunidad para mantener el físico y testificar de Cristo a
los otros miembros de este club. Esto es falso; para mantener el físico es necesario un poco
de ejercicio físico como caminar, trotar o nadar, ser sobrio en el comer, y mucho orar y
meditar la Palabra de Dios que contiene promesas para la vida presente pues “los que
esperan en Jehová nuevas fuerzas poseerán, caminando sin descansar nunca se fatigarán”  y
también Prov. IV; 20 a 22  dice: “Hijo mío, está atento a mis palabras, inclina tu oído a mi
razones, no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los
que las hallan y medicina a todo su cuerpo”, sin olvidar Prov. III; 8 y XVI; 24. No negamos
que es bueno un poco de ejercicio físico, pero sí afirmamos que concentrar su mente en un
juego, sea lo que sea, no es digno de la vocación a la cual somos llamados. Excepto los
juegos didácticos para entrenar a los niños, el cristiano es un esclavo de Cristo que ha sido
comprado con sangre para dedicarse enteramente a su Redentor. Se puede jugar un
momento con una pelota o un balón, pero organizarse para ello, teniendo horarios fijos,
pagando membresía en un club, comprando equipo especial para ello, es otra cosa, es
desperdiciar el tiempo, la mente, la energía, la vida. Además la imagen que se llevan los
miembros de este club del cristianismo bíblico es que a fin de cuentas somos como ellos;
nos deleitamos en las mismas actividades. Nuestra mente como ellos puede estar enfocada
durante horas en una pelota o en un balón, y nos gozamos del mismo gozo que ellos cuando
nos ven aplaudir  a nuestro equipo preferido. Ellos pensarán con toda razón que la situación
no es tan apremiante, pues ¿quién estaría corriendo detrás de una pelota con tanta pasión si
fuera verdad que en cualquier momento uno puede caerse definitivamente en el fuego del
infierno?, y esto aún puede suceder en pleno partido… Pero el hermano se tranquiliza la
conciencia porque ha pegado una calcomanía cristiano en el baúl de su coche; según su
parecer ¡ha dado su testimonio evangélico! ¡Esto, hermanos, no es la mente de Cristo, es la
mente del mundo!
                En el NT la palabra arrepentimiento es la traducción de la palabra griega
metanoia que significa: transformación (meta) de la mente (noia). El cristiano que ha
nacido de nuevo ha pasado por esta transformación de la mente y si bien la mente carnal no
ha sido eliminada totalmente, ha sido por lo menos destronada y la mente de Cristo ha
tomado las riendas de nuestros pensamientos. El cristiano que ha nacido de lo alto tiene una
mente espiritual, es decir que su corazón y sus pensamientos están en Cristo Jesús no en el
mundial de futbol o en el próximo partido de tenis, no obstante como el mismo ambiente de
las iglesias es favorable a la práctica de los deportes, la mayoría siguen la corriente del
mundo, y desperdicia centenares de horas y  miles de dólares en actividades vanas. Es
cierto que la plata se puede recuperar pero el tiempo es definitivamente perdido. El que sale
ganando es el diablo que no quiere que prediquemos, que oremos, que crezcamos en la
gracia y en el conocimiento, que apoyemos la obra con nuestros recursos y nuestro tiempo.
El mandamiento de Dios para los cristianos es: “Andad en el espíritu y no satisfagáis los
deseos de la carne”. Andar en el espíritu es poner la mira en las cosas de arriba no en las de
la tierra, y cuando la mira está por puro placer y durante horas fijada en un balón, una
pelota o cualquier cosa de abajo, estamos andando en la carne. Esa cultura del deporte es
una artimaña de Satanás para hacernos perder el tiempo, pero hay otra nueva artimaña que
en estos últimos años complementa su campaña de desmovilización de los cristianos. Se
llama las redes sociales.
                El internet ha sido en estos últimos días lo que fueron las vías romanas para la
difusión del evangelio. A la verdad el progreso tecnológico en los medios de
comunicaciones nos ha dado conforme al plan pre establecido de Dios esta herramienta
maravillosa que es el internet. El diablo a pesar de ocupar digamos 90% del espacio
cibernético, sale perdiendo a causa del 10% que nosotros los protestantes radicales
ocupamos. (Wycliff, Lutero, Calvino, Spurgeon, Lloyd Jones, esta clase de hombres es lo
que considero verdaderos protestantes radicales, es decir que no solo defienden la salvación
por fe y la Escritura como la autoridad suprema sino que llaman al papa anticristo y su
trono; trono de Satanás). Las tinieblas por espesas que sean se disipan con un poco de luz, y
es lo que pasa con el internet; a pesar de tener sitios diabólicos y profanos, no deja de
irradiar la luz del evangelio verdadero. ¿Quieres la Reina/Valera en la revisión 1862 o el
tratado de J. Owen titulado “La muerte de la muerte en la muerte de Cristo”? ¡Haz unos
clics y ahí los tienes en casa, gratuitamente, sin tener que ir a Londres o a Madrid! Además
nadie te fuerza tampoco a pasar por un sitio papista o pornográfico. Viendo esto e incapaz
todavía de cerrar nuestros sitios protestantes radicales, el diablo ha inventado una nueva
forma de distracción para evitar que los cristianos se edifiquen en estos sitios, y crezcan en
el conocimiento de la doctrina pura. Ha inventado las redes sociales. Las redes sociales
(Facebook, Twitter etc.) son como el ejercicio físico; aprovechan un poco si se usa un poco.
                 El problema es que la mayoría caen en la misma trampa que la del ejercicio
físico. Como ya hemos dicho caminar o nadar un rato  es bueno para el cuerpo y hasta
relaja también la mente, pero si llega a ser un deporte que requiere tiempo y dinero, los
cuales son quitados al ejercicio de la piedad, entonces son un estorbo en la vida cristiana.
No hay que olvidar que nuestros recursos son limitados en tiempo y en plata, e invertir 300
euros en un fin de semana para esquiar; quizás ello signifique 300 euros menos para la
compra y distribución de Biblias y tratados evangélicos. Cuando uno pasa del internet a las
redes sociales hace más o menos el mismo paso que él de la caminata a la membresía de un
club deportivo. Tomarse un tiempo para escribir correo, y almacenar literatura cristiana por
la internet es provechoso, pero estar todo el tiempo recibiendo breves mensajes, e
interactuando con personas que ni sabes quienes son es una pérdida de tiempo.
                La base de un sitio en la red internet es por lo general un concepto, un tema, un
personaje, una religión, un movimiento político, cultural. Por lo contrario la base de las
redes sociales es una persona insignificante, un yo que se pone sobre una plataforma donde
exhibe su perfil, y todos los aspectos de su vida de la forma que más le place, es decir
reluciente como el diablo cuando se presenta como ángel de luz y sus ministros como
ministros de justicia… Por ejemplo siempre hago propaganda para un sitio que se llama
Spurgeon,(www.spurgeon.com.mx),  cuyo tema es el evangelio de Jesucristo según la
enseñanza del príncipe de los predicadores. Es cierto que la persona de Spurgeon es
elogiada, pero el que honra a Dios ha de honrar a sus verdaderos ministros, y Spurgeon se
destacó por encima de todos. Pero ¿quién soy yo? La respuesta es: un don nadie, una
neblina que pronto desaparecerá, un pecador cuyo corazón es engañoso sobre todas la cosas
y perverso, una burbuja llena de vanidad, una sombra, en unas pocas palabras una
vergüenza que en vez de ponerla en una plataforma sería mejor ponerla en el olvido. Dice
Job XV; 14 al 16:“¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y para que se justifique el
nacido de mujer? He aquí en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de
sus ojos: ¿cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua?”
Pero dirán unos que los que son cristianos hacen subir a Cristo en su plataforma cuando se
meten en las redes sociales. Es cierto que uno puede dar testimonio de Jesús en una
conversación por medio de Twitter, sin embargo, por lo general, las conversaciones por
estos medios son superficiales. El que entra en este mundo virtual no es para profundizar un
tema, o tener una correspondencia epistolar sostenida. Este es un método de comunicación
que favorece lo instantáneo, lo superficial. Es un poco como entrar en un círculo de
personas reunidas casualmente que proponen cualquier tema de conversación, pero ¡se sale
con la misma facilidad con que se entra!   
                No obstante hace un mes me inscribí en Facebook con el objetivo de contactar
unos amigos que había perdido de vista hace más de 20 años. Eran un grupito de amigos
que en un momento se convirtieron al cristo de las Asambleas de Dios, es decir que pasaron
del ateísmo al neo pentecostalismo. Fue un cambio sorprendente para mí en aquella época,
y quise saber lo que había pasado. Usando Facebook pude establecer el contacto con unos,
y supe que uno se volvió ferviente católico romano, y 2 unitarios judaizantes… Desde
entonces les mando por este medio unas palabritas pero esto mientras se queda a este nivel,
significa que no hay cambio real. Así que me sirvió para establecer un contacto que se
había perdido, pero para tener una correspondencia regular no es el medio. Es un medio
para tener muchos contactos superficiales 24 horas al día, y por lo tanto se vuelve una
trampa de Satanás para hacernos perder el tiempo. Muchos caen en esto, porque es más
emocionante por presentar al interlocutor con bombos y platillos, pero la realidad es a
menudo otra que lo que se ve en las fotos. En Facebook me puedo presentar como un gran
teólogo erudito que enseña en un gran seminario americano. (Aunque para nosotros no nos
impresiona esto porque sabemos que los grandes seminarios reciben mujeres y por ende no
sirven para nada sino para hacer avanzar la apostasía, sin embargo muchos no se han dado
cuenta de esto y se dejan deslumbrar por tales perfiles). Por lo contrario, en un sitio clásico
en la red internet, el programa muestra lo que uno es y ¡ya no puedo hacerme pasar por un
gran teólogo erudito! Así que esas redes sociales son redes que captan la atención y hacen
perder el tiempo con personajes ficticios. Estamos en la época de la comida rápida y
también de la comunicación rápida. Es excelente poder preparar la comida rápidamente, y
entrar en comunicación rápidamente. ¡Pero comer rápidamente y comunicar brevemente no
es provechoso a largo plazo!
                Para nosotros los cristianos, creo que la comunicación tiene básicamente 2
niveles. Hay el nivel común que nos permite comunicar a la gente que Jesús es el Rey de
reyes y Señor de señores y que “Dios habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, manda ahora a todos los hombres en todo el mundo que se arrepienten, por
cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por aquel Varón a
quién designó, habiendo dado fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Y hay
también el nivel superior en el cual la comunicación se transforma en la comunión de los
santos y puede ser la base de una amistad sólida y eterna. Si bien se puede anunciar por las
redes sociales que Jesús es el Señor, y muchos los hacen, no creo que el Espíritu Santo
dejará que el mensaje por medio de un charlatán toque  los corazones. En cuanto a
comunión, las redes sociales no serán el soporte técnico porque ella se basa en la fe común
y “el que cree no se apresura”. Esto requiere tiempo y comunicación que va más allá que 2
renglones, es decir que es la antítesis de las redes sociales que son fundamentadas sobre el
contacto rápido y la charla ocasional. La comunión de los santos se basa sobre la fe de
Cristo y gira alrededor de la persona de Jesús. La comunicación por medio de las redes
sociales se basa sobre una plataforma casi egolátrica y gira alrededor de cualquier novedad
que pueda mover, promover, conmover esta plataforma. Las redes sociales son
definitivamente un instrumento que promueve el yo y su crecimiento a través de una
comunicación amplia constante y superficial. Exactamente lo que le conviene al diablo; que
nos ocupemos en vanas palabrerías  o aun disputas necias, pues de esta manera no estamos
ocupados en nuestra relación personal con el Señor que requiere tiempos de oración, de
meditación, de lectura de su Palabra y de los maestros que Él ha instituido para su Iglesia,
los cuales ¡no he encontrado todavía en Facebook!
                 Hay muchas otras maneras de perder el tiempo, pero me he limitado a estas 2
que son las más características y comunes de estos tiempos malos. Sin embargo, en
conclusión no quiero dejar la impresión de que estoy diciendo que es pecado practicar un
deporte o tener una cuenta en Twitter, pues mantengo  una cuenta en Facebook que sigo
usando con aquel amigo que se volvió ferviente católico y que no quiere entablar largas
conversaciones por correo electrónico. Andar en el espíritu no es establecer reglamentos y
prohibiciones, es hacerse todo a todos sin comprometer la integridad de nuestro mensaje ni
la ley moral de Dios. Una cosa es aprovechar de una cosa que en un momento ocasional
puede resultar útil para anunciar el evangelio, y otra es dedicar tiempo y plata a una cosa
que ha sido diseñada para nutrir la carne. Perder el tiempo no es pecado, porque el pecado
es la infracción de la ley, y no hay ley que diga: No perderás el tiempo. Sin embargo el
Espíritu nos dice: “Aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”. Si no
seguimos el consejo de Espíritu, perderemos el tiempo, y al fin nos daremos cuenta de que
hemos perdido oportunidades para crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro
Señor, para ganar almas, para glorificar a Dios, para andar conforme a nuestra vocación y
elección. La salvación no se pierde pero al perder el tiempo con pasatiempos y
entretenimientos virtuales, hemos perdido la bendición temporal que depende de nuestra
forma de andar sobria,  justa y santamente en este mundo presente, apartándonos de la
corriente egocéntrica que arrastra a muchos cristianos en una vida de derrota y de
perplejidad.  El mundo del deporte, como el mundo de las redes sociales, son territorios del
enemigo tal  como lo es la TV, o la discoteca. Es posible hacer una incursión victoriosa en
estos territorios, pero no se puede quedar en ellos porque son territorios que pertenecen al
enemigo. No vamos a santificar un lupanar, ni Hollywood, pero si podemos ganar una
prostituta en la calle, o pasando por la meca del cinema podemos predicar a un grupo de
artistas; ¡no perdamos la oportunidad y saquemos las almas que hemos ganado del lupanar
y de Hollywood! Una cosa es hacer una incursión en territorio enemigo, y otra es hacer
como Lot que se mudó a Sodoma y dejó de vivir la santa vida de peregrino. Una cosa es
usar el internet de vez en cuando, y otra cosa es estar todo el tiempo conectado a las redes
sociales, una cosa es hacer una caminata por la mañana y otra es involucrarse en la vida
mundanal del club deportivo local. Una cosa es vivir la vida cristiana, que no es divertida
sino profunda, y otra cosa es vivir la vida mundana que es divertida pero superficial.
Podemos vivir como el mundo pero terminaremos como Lot; arruinados y vergonzosos. Es
mejor vivir como nuestro Señor nos enseña, poniendo la mira en las cosas de arriba, porque
de esta forma no solo nos gozaremos en la eternidad sino que ya nos gozamos en el
presente. Así que mientras esperamos el regreso de nuestro Señor, corramos la carrera que
está puesta delante de nosotros, dejando a un lado el pecado que nos asedia y la vana gloria
de la vida que llena las gradas de los estadios y las redes sociales, como  Pablo no demos
golpes en el aire, sino invirtamos nuestro tiempo y nuestras energías en lo que aprovecha,
esto es la piedad.
           Maranatha. 
    

LAS LUNAS DE SANGRE

     Hace ya unos meses que se habla de una serie de eclipses lunares especiales que se ha
llamado: “lunas de sangre”. Son series de 4 eclipses de la luna que acontecen exactamente
en los días festivos del calendario judío; 2 ocurren en la pascua del 2014 y 2015, otra en la
fiesta de las trompetas etc. Estas tétradas se presentan en este año 2014 y duran hasta el
próximo año. Después no se presentará más este fenómeno de las llamadas lunas de sangre
durante 5 siglos. Hay muchas expectativas en el campo de los evangélicos milenaristas y
muchos están casi convencidos de que el Arrebatamiento ha de acaecer en uno de estos
eclipses. Los más convencidos de que el Arrebatamiento ha de ocurrir durante estas fiestas
solemnes son, por supuesto, ciertos adventistas y mesiánicos; es decir los que profesan un
cristianismo judaizante donde la ley ceremonial impera y destruye, o en el mejor de los
casos desfigura, el evangelio de la gracia. No voy a decir que el Arrebatamiento no va  a ser
durante estas lunas de sangre, solo quiero recordaros hermanos, que nuestro Señor nos dijo
en Mr. XIII; 32 que “de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el
cielo, ni el Hijo, sino el Padre”.
     Mi posición es que nadie sabe el día, así que no puedo decir que el Rapto es tal día, pero
me atrevo a decir que el Rapto probablemente no va a ser durante las tétradas del 2014 y
2015. Ahora espero que esté equivocado, pues anhelo el encuentro con nuestro Señor en el
aire porque será el fin de nuestra milicia, y la preparación para el Milenio donde Cristo
reinará con vara de hierro y nosotros seremos reyes al servicio del Rey de reyes. ¡Dios
quiera que sea este año o el próximo, sea durante una fiesta del calendario judío o durante
cualquier día! ¡Dios quiera que sea hoy! Los que creen en un Rapto que coincide con una
fiesta judía dicen que es lógico, ya que Cristo murió durante la Pascua, en el momento en
que el cordero era sacrificado en el templo. Por lo cual ellos, siguiendo esta lógica, piensan
que el Arrebatamiento debería de ser durante la fiesta de las trompetas que anuncia el
jubileo (Lv.XXV; 9) o durante la Pascua, o durante la fiesta de los tabernáculos. Todas
estas fiestas judías tipifican la liberación que nos trajo Cristo. Pero ahora hay una cosa que
olvidan lógicamente porque son judaizantes, y es que Cristo a lo suyo vino y los suyos (los
judíos) no le recibieron (J. I; 11). “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
Nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios los cuales no son engendrados de
sangre” (v.12), y los que le recibieron fueron en gran mayoría los gentiles, y esto durante
casi 2000 años. Cristo en su primera venida llamó principalmente a los suyos según la carne
y por ende usaba la ley ceremonial para indicar que él era el anti tipo de lo que se
prefiguraba en la ley ceremonial. Pero su relación con la ley ceremonial no era acatándola
sino aboliéndola y “por esto los judíos procuraban aún más matarlo porque no solo
quebrantaba el sábado sino que también llamaba Dios su propio Padre haciéndose igual a
Dios” (J.V; 18). El quebrantaba el sábado como lo testificó Juan su discípulo amado, y
también quebrantaba las leyes ceremoniales concernientes a la comida pues dijo a los
discípulos que iban a pasar por Samaria territorio no judío: “en cualquier ciudad donde
entréis y os reciban, comed lo que os pongan delante” (Lc. X; 8) “esto decía haciendo
limpios todos los alimentos” (Mr. VII; 19). Y la abolición suprema de la ley ceremonial la
hizo cuando expiró en la cruz y al instante se desgarró el velo que separaba el lugar santo
del lugar santísimo, indicando así que el camino vivo y verdadero se había abierto a través
de su muerte y que ya no había impedimento para tener audiencia personal delante del
trono de la gracia. El cumplió literalmente todo lo que las leyes ceremoniales tipificaban,
las cumplió y ya no las necesitamos, están vencidas. Y cuando dice que no vino a abolir la
ley sino a cumplirla se refiere a la ley moral, la cual nunca será abolida, aunque no tiene ya
poder para condenarnos; pues juntamente con Cristo hemos muerto y el castigo de nuestras
transgresiones ha sido transferido sobre nuestro gran Substituto. Sin embargo la ley moral
sigue vigente no como una amenaza sino como una señalización en los orillos del camino
de la santidad. Los que se aferran a la leyes ceremoniales son como unos insensatos que
miran con gran deleite unas fotos viejas de un ser amado y no quieren mirarlo a él cuándo
está presente delante de ellos. Son como los que corren tras unas sombras y no viven la
realidad. ¡Son fariseos ciegos, adventistas y mesiánicos! Así que durante su ministerio
terrenal, Cristo mediante el cumplimiento literal de lo que las leyes ceremoniales
tipificaban, llamó a los judíos a la fe en El como Hijo de Dios y Mesías. Sin embargo
después del año 70 era evidente que los judíos no habían aceptado a su Mesías y todavía
hoy el rechazo de la nación israelita es obvio. Hace casi 2000 años que de hecho estamos en
el tiempo de las naciones, y Dios llama principalmente a los gentiles. Ahora bien según
dice R.XI; 25: “ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, HASTA QUE HAYA
ENTRADO LA PLENITUD DE LOS GENTILES”. Por lo tanto el Arrebatamiento se
produce después que se termine el tiempo de llamamiento de los gentiles, para que dé lugar
al último  tiempo de llamamiento; él de los judíos durante la gran Tribulación que es tiempo
de angustia para Jacob, mas de ella será librado dice Jer. XXX; 7. Pero por ahora estamos
en el fin del tiempo de los gentiles, y lo que nos caracteriza en comparación con los judíos,
es que no hemos tenido una preparación especial por medio de la ley, para ser partícipes de
las promesas que Dios dio a su pueblo. Dice nuestro Apóstol Pablo que la ley ha sido
nuestro ayo para llevarnos a Cristo. El ayo que los judíos tienen es muy preparado pues la
ley completa moral, ceremonial y aun judicial o civil fue dada por Moisés. Nosotros los
gentiles hemos tenido por lo general un ayo menos preparado y es la ley  escrita en nuestra
conciencia (Ro.I; 19, 20). Entonces sabiendo que el Arrebatamiento ocurre cuando haya
entrado la plenitud de los gentiles, y reconociendo que justamente lo que nos diferencia de
los judíos es nuestra entrada en la gracia sin la preparación “académica” que tienen los
judíos a través de la ley de Moisés, no me parece más probable que  el día del Rapto sea un
día de fiesta judía. Por lo contrario durante la gran Tribulación que concierne
principalmente la conversión de los judíos, Dios tiene fijado el día del regreso de Cristo a la
tierra con sus santos  1335 días después que se quitare el sacrificio continuo dentro del
templo (Dn XII; 12). Me parece pues que la lógica es concluir que Dios en estos últimos
días, trata con los judíos usando siempre la ley ceremonial como una advertencia, como un
indicador de los sucesos, y que con nosotros los gentiles no usa ninguna  ceremonia judía
para indicarnos los tiempos.  Por ende nadie sabe la hora ni el día del Arrebatamiento. Lo
que implica que nadie todavía sabe tampoco el día del regreso a la tierra de nuestro
Redentor. Esto se sabrá después de Arrebatamiento cuando empiecen los judíos a ofrecer el
sacrificio continuo en Jerusalén en el templo reconstruido.
     Los que apoyan la idea de que el Arrebatamiento ha de ser durante las lunas de sangre
son primeramente ciertos adventistas. Pero también se ha oído en la televisión hablar de
señales apocalípticas cuando informan sobre las tétradas, ¡y no creo que la imagen de la
bestia sea una fuente segura de información en cuanto al regreso en gloria de nuestro
Señor! Además la idea de que se está cumpliendo la profecía de Ap. VI; 12 donde dice que
la luna se volvió toda como sangre, no cuadra hasta ahora con lo que hemos visto. En
efecto durante la primera serie de  tétradas de la Pascua de 2014 se ha visto que la luna
cambió de color y se tornó amarilla y pálida, pero ¡ni se puso naranjada! Las llaman lunas
de sangre a causa del color rojo que se ve en las fotos tomadas por la NASA por medio de
sus satélites, pero por ahora en la tierra no se ha visto todavía ninguna luna color de sangre.
¡No creo que el Espíritu Santo se refiriera a las fotos de la NASA cuando hablaba del
colorado de la luna! Creo más bien que todos la veremos realmente color de sangre el día
del gran terremoto cuando ocurra el Rapto.
     Por lo cual me parece que toda esa propaganda apocalíptica hecha por ciertos
adventistas y aun por la televisión, puede ser una forma que el diablo tiene de llamar la
atención sobre la bendita esperanza de los cristianos, para que si así no acaece el
Arrebatamiento, el mundo se burle de nuestra esperanza, y muchos cristianos se sientan
confusos y decepcionados. Repito para terminar, que me gustaría equivocarme
completamente en cuanto a este asunto de las tétradas, y que efectivamente se produzca el
Rapto durante este año 2014 o el siguiente. Puede ser que así como Dios hizo coincidir el
día típico de la celebración de la Pascua con la expiación que hizo nuestro gran Anti tipo en
la cruz del Calvario, de la misma forma haga con el Arrebatamiento haciendo que coincida
con la fiesta de las trompetas. Es posible que me equivoque, y me gustaría equivocarme.
Pero pronto lo sabremos, y mientras tanto lo más seguro es esperar cada día el
Arrebatamiento, basados en la Palabra de Dios que dice que nadie sabe el día ni la hora. Lo
que sí creo; es que muchos sabemos que el tiempo de la última generación ha empezado; la
cuenta regresiva ha comenzado, y ahora no es cuestión de siglos, sino al máximo de unas
décadas, y quizás de unos segundos ¡no de unas tétradas posteriores al 2015! “El que ha de
venir vendrá, ni no tardará”.
MARANATHA.

UN MISMO SENTIR
     En Lc. XVIII; 8 nuestro Señor hablando de su regreso en gloria, pregunta si hallará fe en
aquel tiempo. El hecho de hacer esa pregunta sugiere que habrá poca fe cuando el vuelva.
Además Él nos dio como tipos de situación similar los ejemplos de los días de Noé, cuando
se salvaron 8 personas del diluvio, y los días de Lot cuando se salvaron 3 personas de la
lluvia de fuego y azufre que cayó sobre 2 metrópolis antiguas. Estamos todos convencidos
que cuando El vuelva habrá una multitud de creyentes que lo estarán esperando, millones
ciertamente, pero en proporción con la población mundial no creo que rebase el 2%,
(excluyendo los pequeñitos, los bebes y los fetos). El hecho hoy en día es que hay muchas
iglesias, pero pocos creyentes genuinos, pues no todos los que dicen “Jesús” son elegidos y
santos. El hecho es que somos pocos y esparcidos, y entre estos pocos estamos divididos, y
esta división tiene que ser mantenida para que se hagan manifiestos entre nosotros los que
son aprobados (1 Cor. XI; 19). La verdad ha de ser mantenida a costa de la unión. La
verdad tiene diferentes aspectos, pero es una sola persona, para nosotros los hombres; es
Jesucristo. Y debemos estar unidos personalmente a esta Persona, y colectivamente en
torno a esta Persona. El problema es la unión colectiva en torno a Jesús, es decir la
comunión de los santos. Esta comunión tiene varios niveles. Uno está en comunión con
todos los santos automáticamente en el día que ha nacido de nuevo, pero es una comunión
invisible e indivisible cuyo autor es el Espíritu Santo. Hay otra comunión que es visible y
divisible, que no es automática sino que tiene que ser buscada personalmente por el
creyente. Hasta el día de hoy esta comunión espacio-temporal y voluntaria se ha
manifestado principalmente a través de las iglesias locales. Sin embargo hemos llegado al
tiempo de la gran Apostasía final que precede la Parusía, y ahora reunirse dentro del marco
de una iglesia denominacional es por lo general peligroso, pues la corriente del mundo
fluye libremente por ellas, aunque puedan exhibir un credo muy ortodoxo. Puede haber
excepciones pero  por lo general es mejor reunirse 2 o 3 en comunión sincera, basados
sobre la doctrina sana, porque donde están 2 o 3 reunidos en Su nombre, el Señor está
presente, que reunirse con 2oo personas que no tienen bien definido la clase de Cristo que
adoran y esperan.   Creo que en este tiempo de apostasía no hay que dejar de congregarse
como algunos tienen por costumbre, sino que hay que congregarse dentro de pequeños
círculos calvinistas milenaristas.
     Uno podría decir: “¿Pero no hay iglesias calvinistas?”, y evidentemente la respuesta es
afirmativa. Pero  el problema que caracteriza las iglesias calvinistas es que son mayormente
amilenialistas. Es decir que tienen una doctrina sana en cuanto a lo esencial que es la obra
de Cristo que consumó en la cruz del Calvario, pero viven en un mundo imaginario donde
ellos se imaginan que Israel no tiene ningún futuro dentro del plan de Dios. Ellos han
borrado Israel de su mente, y cuando leen las múltiples profecías que conciernen la nación
hebrea, creen que esto se refiere a la Iglesia. El mundo entero y el diablo mismo están
constantemente mirando y tramando contra este pequeño Estado que desde el 14 de mayo
1948 no deja de llenar las portadas de los grandes periódicos, pero nuestros hermanos
presbiterianos o metodistas no ven nada raro en ello, para ellos no existe el tiempo cuando
Dios después de hacer entrar a los gentiles en el redil de Cristo, volverá a llamar a los
judíos (Ro. XI; 25 y 26). ¡Hasta piden que se crea un Estado palestino y que se divida
Jerusalén entre judíos y árabes, olvidando que quien toca a esta nación toca la niña del ojo
de Jehová!  Cristo vino para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas
a los judíos y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia (Ro. XV; 8 y 9).
Es cierto que compartimos el mismo evangelio que se revela por los 5 puntos del
calvinismo, pero a penas miramos al presente y al futuro próximo, nuestra visión es
totalmente diferente. Nosotros los milenaristas no podemos leer la mitad de la Biblia con
nuestros hermanos amilenialistas o postmilenialistas, pues vemos profecías que están
cumpliéndose al pie de la letra, mientras que ellos ven alegorías concernientes a la Iglesia.
Sobre todo no  compartimos el mismo sentir sobre el pueblo judío, y esto nos separa porque
para nosotros los judíos a pesar de estar por ahora bajo la ira de Dios por su incredulidad,
son amados como nación y por consiguiente conservados para un futuro glorioso por causa
de las promesas pactadas con los patriarcas. Tampoco hacemos de los judíos un ídolo, y nos
ponemos a judaizar, ni a decir Yeshua en vez de Jesús, tampoco vamos al otro extremo
ridículo en que caen sectas mesiánicas, pues sabemos que no es por ser más que los demás
pueblos que Dios los escogió, porque eran lo más insignificante de todos los pueblos; la
elección que sea a nivel individual o nacional no tiene nada que ver con méritos o
cualidades intrínsecas del vaso de misericordia. Los judíos no son la salvación, y durante
2000 años ha sido el pueblo más cerrado al evangelio, pero a pesar de su perdición; dijo
Jesús: “la salvación viene de los judíos”, y esta declaración no puede ser desconsiderada sin
peligro... Supongamos que tu mejor amigo era un poderoso, dio su vida por ti, te dejó sus
riquezas y su puesto. Ahora tú eres el juez en una gran ciudad y se te presentan 5 casos de
asesinato que merecen la pena de muerte, pero dentro de estos 5 casos hay el único hijo de
tu gran amigo. ¿No usarás de misericordia y condenarás a cadena perpetua a este bandido
en vez de la horca, por ser el hijo de tu mejor amigo que dio su vida por ti? ¡Claro que sí!
Así actuó David con Mefiboset por amor a Jonatán su amigo difunto, y así tenemos que
actuar si tenemos amor a nuestro Salvador que Dios su vida por nosotros y lloró sobre la
Jerusalén terrenal que iba a ser destruida. Alas muchos amilenialistas y postmilenialistas no
tienen ningún consideración por el pueblo judío que Dios preservó durante  4000 años y
restableció milagrosamente como nación soberana en 1948. Hasta se unen con los
enemigos de Israel y piden que devuelvan la tierra que les pertenece por derecho divino,
porque esos hermanos son tan espirituales que según su parecer la historia contemporánea
no tiene que ver con las profecías bíblicas. Nuestro Dios es un Dios histórico, y si bien Sara
y Agar eran alegorías de los 2 pactos, (Gal. IV; 24) no dejaban de ser mujeres verdaderas, y
sus hijos hombres cuya descendencia hace hoy la actualidad en los noticieros
internacionales. La historia de la humanidad gira en torno a Jerusalén, y estamos hoy en un
mundo altamente globalizado, porque Dios lo quiere así para que su Palabra corra y sea
testificada a todas las naciones, porque el fin se acerca. Estamos en los tiempos del cuarto
reino que vio Daniel; el imperio romano ha vuelto bajo el nombre de Unión Europea, Israel
también ha vuelto a su tierra, y los actores están listos para que la semana 70 (el que lea
entienda…), por tanto en medio de un escenario tan apocalíptico, el sentir que tenemos
milenaristas y amilenialistas es totalmente diferente. Por ejemplo nuestras oraciones
concernientes las autoridades superiores son diferentes. Nosotros pedimos que la política
exterior de nuestros gobiernos sea pro israelí para que podamos vivir en paz, mientras que
los otros quieren la paz pero no saben que esta depende de la relación que mantiene
cualquier nación gentil con la nación hebrea. Vivimos una realidad diferente por causa de
nuestra escatología, y aunque tengamos un mismo evangelio tenemos un sentir y unas
expectativas diferentes en el tiempo presente y en los 1000 años que vienen. Esto es un
estorbo para una comunión realmente satisfactoria. Para ellos Israel es una reliquia sin
importancia del pasado, para nosotros es el reloj de Dios que marca nuestro destino.
     Hay otra clase también de hermanos que son calvinistas y premilenialistas, pero su
milenarismo es conocido como dispensacionalismo, sea ortodoxo, ultra, o  progresivo. La
comunión con tales hermanos es más sostenible, pero hay ciertas cosas que impiden que
seamos de un mismo sentir. Por ejemplo ellos hacen de las enseñanzas del Sermón del
monte un código de moral que no tiene vigencia para los cristianos de hoy sino que es algo
que se aplicará en el Milenio. También excluyen a los santos del AT de la Iglesia, lo cual
me parece como una forma de antisemitismo refinado, aunque no es  tan burdo como el de
los amilenialistas. Además afirman que muchas promesas que están en el AT no pueden ser
reclamadas por los cristianos, lo cual es quitar el pan de los hijos y echarlo a los perros.
Evidentemente que hay promesas que son muy personales y que se limitan a ciertas
personas, aunque si uno se encuentra en las mismas circunstancias puede usarlas. Nosotros
creemos por ejemplo, que todas las promesas del AT que conciernen la salud pueden ser
usadas por los cristianos para argumentar delante del trono de la gracia y mediante esas
recibir sanación. El dispensacionalismo no es sencillamente una escatología especial, es
una teología especial que no solo divide el plan de Dios en 7 o 14 dispensaciones, (lo cual
no es automáticamente malo en sí), sino que mutila el cuerpo de Cristo, cortándole muchos
miembros antiguos, y desvirtúa también muchas promesas y enseñanzas preciosas que
necesitamos para andar conforme a la vocación a la cual hemos sido llamados.

     Así que en cuanto a los hermanos que rechazan el milenarismo, debemos admitir que a
pesar de que la base fundamental de una buena comunión descansa sobre una comprensión
correcta de la obra de Cristo, es decir sobre los 5 puntos del calvinismo, no podemos negar
que sin tener una visión común de las cosas que están por suceder muy pronto, es difícil
tener este mismo sentir que nos une de corazón. Hay una gran expectativa en el campo
milenarista que no comparten nuestros hermanos a y postmilenialistas. Hay un entusiasmo
que no tienen, porque no ven en la historia contemporánea el cumplimiento de las
profecías. Hay solo 2 hipótesis para el caso: o estamos ciegos, o están ciegos, y sabiendo
que solo un ciego se dejaría guiar por otro ciego, no podemos caminar largo trecho
asiéndonos de las manos sin riesgo de caer en una zanja. Para nosotros esta zanja es la
piedra de tropiezo de todas las naciones; es la nación de Israel (Zac. XII; 2, 3, y XIV). El
amilenialismo y el postmilenialismo sufren de antisemitismo crónico, y esto no lo pueden
negar. Esto ha sido siempre latente en estas posturas, pero hoy en día su antisemitismo está
poniéndose manifiesto pues recientemente unas iglesias presbiterianas en EEUU han
pedido al Congreso que cancelen la ayuda del gobierno al Estado hebreo si los judíos no
dividían Jerusalén y aceptaban la creación de un Estado palestino independiente. Cuando
uno llega a estos extremos, pongo seriamente en duda su regeneración, pues el cristianismo
tiene raíces judías. Ello  explica porque el Vaticano siempre quiso destruir a los judíos, y
ahora a pesar de su cambio cosmético de política, se nota todavía que detrás de los
discursos ecuménicos y viajes a Jerusalén sigue la bestia de 7 cabezas igual que siempre en
su odio a los judíos y al protestantismo milenarista. En efecto en sus discursos, el único
grupo que se tacha de peligroso, somos nosotros los milenaristas-sionistas porque según
ellos, fomentamos un fanatismo religioso intolerante. Pero nosotros no fomentamos
ninguna intolerancia sencillamente creemos lo que prometió Dios a Abraham, a Isaac y a
Jacob, que la tierra de Palestina será posesión perpetua para sus descendientes, ¡no para la
Iglesia cuya posesión eterna está en los cielos! Ellos contienden con la Palabra de Dios y
¡también muchos hermanos lo hacen sin darse cuenta de lo peligroso que es tocar a la niña
de Su ojo!
     Ahora bien tenemos que analizar el otro lado de la cuestión; ¿es posible tener más
comunión con hermanos arminianos que comparten la misma escatología que con
calvinistas amilenialistas o postmilenialistas? ¡Claro que no, porque el problema en esto es
más grave, porque no es la forma en que se trata a los judíos que nos separa, sino la forma
en que se trata al Señor Jesús y a Su evangelio de gracia! Varias veces he intentado
ponerme en contacto con hermanos milenaristas arminianos porque me enseñan cosas muy
interesantes en cuanto a escatología, (www.raptureready.com ), pero apenas ellos sabían
que soy calvinista, cortaban la relación. No juzgo a estos hermanos, pero sí juzgo a su
doctrina. No sé si son realmente salvos, pero sé que no han asimilado el evangelio de la
gracia correctamente. Decía Lutero: “La mejor e infalible preparación a la gracia, y la única
disposición a esta gracia, residen en la elección  y en la predestinación eterna de Dios”, y
estos hermanos están muy lejos de entender esta realidad básica del evangelio. La mayoría
ni la conocen, ni  han oído de ella. Pero de todas formas no tienen excusa si después de leer
Ro. IX,  ¡creen todavía que depende del quiere o del que corre! No pueden 2 caminar juntos
si no se ponen de acuerdo, y lastimosamente el desacuerdo entre arminianos y calvinistas es
profundo e irreparable; tiene que ceder el uno o el otro, pero no hay posición intermedia; la
gracia es soberana o el libre albedrio es el factor determinante, Cristo es un Salvador
invencible o es un Salvador vencido por el libre albedrio… Podemos difícilmente predicar
juntos, y ocasionalmente orar juntos, pero estar juntos en una comunión constante es
imposible porque tenemos una contienda latente y seria en puntos básicos de la doctrina
cristiana.
     Hemos visto brevemente 2 puntos que nos separan de la mayoría de nuestros hermanos
evangélicos, y la conclusión es que somos muy pocos a compartir el mismo sentir que es
menester compartir para tener una comunión estable y fructífera, (Fil. II; 2, 5, III; 5, IV; 2,
y 1 P. III; 8). Ahora bien “el que es de Dios la Palabra de Dios oye”. En el campo de los
calvinistas amilenialistas y arminianos premilenialistas, no dudo que hay elegidos, pero sí
dudo que sean la mayoría. Al contrario en el campo nuestro, creo que la mayoría son
elegidos porque oyen la Palabra de Dios y no sufren de antisemitismo crónico o de
egolatría latente.  Somos pocos porque “muchos son los llamados y pocos los elegidos”.
Pero os recuerdo hermanos que Spurgeon, el príncipe de los predicadores, era calvinista y
milenarista, también Pink, y Lloyd Jones, así que no estamos en mala compañía, y si bien
se fueron para estar con su Señor nosotros participamos del mismo espíritu, y estamos en la
misma lucha que pronto acabará, y mostrará quien estaba peleando según las reglas que nos
dejó la Escritura. Ahora no tenemos que desalentarnos y dejar de congregarnos, sino que al
contrario tenemos que buscar con quien congregarnos teniendo un mismo sentir y una
misma mente calvinista y milenarista. A nivel de iglesia local es muy improbable que uno
encuentre una iglesia que predique realmente nuestro evangelio, pues la apostasía no está
para retirarse con un gran avivamiento, sino para crecer mediante el movimiento ecuménico
liderado por el anticristo romano. Pero en estos tiempos peligrosos seamos modestos, y
realistas; no busquemos reunirnos en mega asambleas sino en grupitos de pocos cristianos
que aman la doctrina verdadera y esperan el Arrebatamiento y el reino milenial. Donde
están 2 o 3 reunidos en Su nombre, Jesús está ahí, y ¿qué más hemos de desear? Ya es un
inmenso privilegio haber entendido estas cosas, y como le dijo Jehová a Baruc: “tú dijiste:
¡ay de mí ahora! porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor, fatigado estoy de gemir, y
no he hallado descanso. Así le dirás: Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que
edifiqué, y arranco a los que planté y a toda esta tierra. ¿Y tú buscas para ti grandezas? No
las busques porque he aquí que Yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová, pero a ti te
daré tu vida por botín a todos los lugares a donde fueres”. Estamos en los días de Jeremías
y los babilonios han tomado el control sobre el mundo evangélico. El protestantismo oficial
es una gran Babilonia de donde tenemos que salir para practicar un protestantismo radical
de forma no oficial. No se puede quedar solo, ni tampoco se puede amontonar con la
multitud engañada por sus líderes mercaderes de la Palabra. La solución es buscar formar o
unirse a un grupito que  comparta el mismo evangelio y la misma esperanza sin buscar
grandezas, sino solo buscando la presencia del Señor y exhortándonos unos a otros a la fe y
a la paciencia. Para esto no se necesitan templos  licencias y pastores, sino la guía del
Espíritu Santo. Los días son malos, pero son también cortos; prediquemos a tiempo y fuera
de tiempo, el que quiere oírnos; invitémoslo a casa a orar y estudiar la Biblia con nosotros.
Nuestro negocio es ganar almas y edificarnos mutualmente, no es conseguir un título de
reverendo y un salario mensual. Estamos en una guerra espiritual, pero los ejércitos
convencionales que eran hasta el siglo XX las iglesias protestantes han caído, y solo queda
un remanente esparcido que debe cambiar de estrategia y adoptar una estrategia de
guerrilla. Uno solo no hace nada, uno unido a una iglesia apostata hace el juego del
enemigo, pero 2 o 3 unidos en torno a la verdad pueden mucho, porque no depende del
número de combatientes sino de la presencia del Señor, pues “el caballo se alista para el día
de la batalla; mas Jehová es El que da la victoria” (Prov. XXI; 31). El Señor puede venir
hoy, o dentro de 4 o 5décadas, lo que sabemos es que la apostasía está aquí, que la era de
las iglesias ha terminado y que la lucha ha de seguir. Hermanos, recordad a Gedeón que
derrotó a los madianitas con solo 300 hombres, cuando al principio tenía un ejército de 32
000 guerreros, (Jc. VII; 3). Primero fueron despachados los 22 000  que  temían (v.3). Estos
representan para nosotros los que son evangélicos de nombre cuya profesión de fe consiste
principalmente en un culto dominical. Luego fueron también despachados  los 10 000 que
se arrodillaron para beber. Creo que vivimos una situación similar; Dios no quiere que
estemos unidos en un gran ejército donde los que quieren servir beben la Palabra de Dios
arrodillados delante de la tradición y de la televisión, Dios quiere hombres que beben la
Palabra de Dios sin arrodillarse delante de los ídolos que erigen el pensamiento de la
tradición y de la modernidad. Hombres que a pesar de no tener el ímpetu de Lutero, o la
inteligencia de Calvino o el talento de Spurgeon, tienen el mismo espíritu con la misma
integridad y sinceridad. Nuestro Gedeón celestial viene pronto, ¡sigámoslo aunque somos
pocos!, y caerán delante de nosotros los madianitas. “¡Por la espada de Jehová y de
Gedeón!”

SOLA SCRIPTURA

     He aquí la bandera del protestantismo: “Sola Scriptura”, he aquí nuestra suprema
autoridad si nos decimos protestantes. Al alzar esta bandera Martin Lutero puso guerra en
la tierra y dividió la civilización occidental en 2 bloques: el bloque católico y el bloque
protestante. En aquella época se oponían 2 autoridades: la tradición con el papa y sus
mercaderes, y la Biblia con los evangélicos. En ambos campos había certidumbre en cuanto
a la existencia de una autoridad absoluta sea de Roma sea de la Biblia. Han pasado casi 500
años y aunque los 2 bloques siguen existiendo, ha desaparecido en ambos bloques esa
certidumbre en cuanto a la existencia de una autoridad absoluta, sea en el campo católico,
sea en el campo protestante. Claro que en ambos campos hay una minoría que sigue
persuadida de la existencia de una autoridad absoluta; los jesuitas y los protestantes
radicales. Quisiera hablaros hoy de este colapso de la fe en la autoridad absoluta de la
Biblia e intentar luego con la ayuda de Dios, hacer ondear un poco nuestra bandera para
animar a los elegidos a luchar la batalla de la fe con la única arma que nos ha dado Dios,
que es la espada del Espíritu; la Palabra de Dios.
     Hay varias formas de explicar este fenómeno, y  Francis A. Schaeffer, en su tratado
“Huyendo de la razón”, afirma que este colapso general en la fe en lo absoluto de Dios y de
su Palabra, proviene de una dicotomía que se ha poco a poco instalado en la mente de los
creyentes y de la sociedad en general. Esta dicotomía separa el conocimiento de Dios de la
razón. Es decir que el creyente moderno tiende  a pensar que la vida terrenal en todos sus
aspectos sociales se organiza con el uso de la razón pero que la vida espiritual es un salto
fuera de la razón, que hace entrar en la vida espiritual por medio de una experiencia
mística. Esto es lo propio del pentecostalismo. En los tiempos de la Reforma toda la vida
sea social o espiritual, tendía a conformarse a lo que el hombre alcanzaba a comprender en
su estudio de la Biblia, mientras que hoy la Biblia solo se usa en unas áreas de la vida; áreas
que van reduciéndose cada día más. Para la mayoría la vida espiritual es un salto fuera de
la razón, mientras que la vida terrenal se vive dentro del círculo de la razón, el cual revela
lo desesperante, lo vacío, lo absurdo, lo vano de esta vida efémera y frágil. Esta dicotomía
moderna engendra  un existencialismo religioso o ateo; es decir que todo es relativo y aún
el nombre de Jesús se usa de forma que no sea antagónica al nombre de Buda o Alá. Estoy
totalmente de acuerdo con Schaeffer. No obstante se puede también enfocar este fenómeno
de abandono de verdades absolutas, como lo es la Biblia para nosotros los protestantes
radicales, por verdades relativas desde un punto de puramente espiritual es decir sin pasar
por el uso de la filosofía del arte y  de la sociología como lo hizo este autor con eficaz
pericia.
     La Reforma con su énfasis en la autoridad suprema de la Biblia en todos los aspectos de
la vida del hombre había destruido el fundamento idolátrico burdo del catolicismo. Todo
protestante conocía el Decálogo, y sabía que la piedad verdadera prohíbe hacer imágenes y
estatuas, y poner otro mediador entre Dios y los hombres que no sea Jesucristo el Dios-
Hombre. Este abandono de la idolatría en los países protestantes debido a su apego a las
enseñanzas claras de la Biblia es la explicación única y verdadera de la superioridad de la
civilización protestante sobre la civilización católica, “porque Yo honraré a los que me
honran, y a los que me desprecian serán tenidos en poco” dice Jehová en 1 Sam.II; 30. Más
puro el protestantismo, más bendecido el país. Por lo cual Estados Unidos que fue fundado
por calvinistas, ha sido el país más bendecido y más poderoso del mundo, y Suiza que es la
cuna del calvinismo sigue siendo la caja fuerte de Europa. Pero los tiempos han cambiado y
los países protestantes que fueron bendecidos han olvidado de donde provienen sus
bendiciones, y han caído en una forma moderna de idolatría. La llamamos egolatría, pero el
principio es el mismo que la estúpida idolatría pagana o católica, es decir que  adoran lo
que sus manos han creado. En la idolatría clásica se erige un ídolo con un pedazo de
madera o de mármol, y se arrodilla delante de una estatua pidiéndole que conceda favores.
El católico hace lo mismo pero intenta tapar esta realidad diciendo que adora lo que
representa la imagen. El problema es que toda imagen representa una mentira porque Dios
es invisible y mora en una luz inaccesible, por ende lo que ellos adoran sin saber, detrás de
su imagen de mentira, es el padre de todas las mentiras; el mismo diablo. Bien dice el
Salmo CXV; 4 a 8: “Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombre. Tienen
boca, mas no hablan; tienen ojos mas no ven…semejantes a ellos son los que los hacen, y
cualquiera que confía en ellos”.
     La idolatría en que han caído los países protestantes tiene el mismo principio que la
idolatría primitiva, pues es la adoración de lo que sus manos han hecho. La diferencia
estriba en el material usado; el católico o el animista piden a sus imágenes o tótem que le
solucionan el problema, mientras  que el hombre moderno, el cual es heredero de las
bendiciones tanto tecnológicas como democráticas que Dios otorgó a las naciones
protestantes, pide a su ordenador que le solucione el problema. (¿Quién va negar que el
catolicismo, el islamismo, el comunismo, el animismo, el hinduismo nunca engendraran la
democracia y la libertad?)  En ambos casos piden a la obra de sus manos que le ayude. He
oído decir que una vez preguntaron a un ordenador si Dios existe, y la respuesta de la
máquina, (con los datos almacenados que el hombre mismo le puso), respondió: “A partir
de ahora: Sí”… Le pasó al pueblo protestante lo que le pasó al antiguo Israel; “engordó
Jesurún, y tiró coces; engordaste, te cubriste de grasa. Entonces dejó al Dios que le hizo, y
menospreció a la Roca de su salvación. Lo provocaron a celo con dioses ajenos; con
abominaciones lo provocaron a ira” (Dt. XXXII; 15 y 16).
     Hoy en día el protestantismo formal está plagado por esta idolatría moderna, que es una
egolatría basada en la fe en el dios “ciencia terrenal” cuyos sacerdotes son los científicos
evolucionistas, sean teístas como los católicos, o ateos como la mayoría. Esta idolatría ha
completado la dicotomía de la que nos habla Schaeffer en su libro. El evangélico moderno
que tenía que ser luz en medio de las tinieblas  del mundo, y sal en medio de su corrupción,
no es más que una clase de religioso  entre  muchas otras clases. Su voz no tiene más poder
que la del ateo, o del católico porque vive y piensa como el ateo y el católico en su diario
vivir. “El reino de Dios no consiste en palabras sino en poder”. Y el evangélico moderno
solo tiene palabras bíblicas para expresar su creencia, pero no tiene fe para vivir la vida
cotidiana basada sobre las palabras, las promesas de la Biblia. El creyente bíblico vive una
vida doble y como “el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”, por
tanto no puede vivir a la altura de la vocación a la cual ha sido llamado.
     Como lo relata Schaeffer en su libro, el cristiano evangélico como cualquier otro
religioso usa la razón para vivir su vida dentro de esta sociedad moderna, y para vivir su
religión da un salto fuera de la razón en un mundo espiritual que tiene connotaciones
bíblicas pero que no está conectado realmente con la realidad del mundo presente. Para
decirlo de forma más sencilla; el evangélico moderno tiene 2 compartimentos separados en
su vida que son el culto personal o congregacional donde se usa la enseñanza bíblica para
darle su forma y su sustancia, y la función social donde imperan los parámetros de  la
cultura que lo rodea. La eternidad bienaventurada se alcanza por la fe en Jesús, pero la
realidad presente se vive según los dictados de una razón humanista, o ecologista, o
socialista o materialista o feminista etc.
     El problema es  que por una parte se han olvidado que este progreso de la ciencia tiene
su raíz en la Reforma que promovió la alfabetización masiva con el fin de que todos
pudieran conocer a Dios mediante las Escrituras. En efecto el protestantismo abrió las
puertas a todas las áreas del conocimiento humano. Muchos ven la ciencia y el progreso
humano como el resultado del racionalismo, cuando a la verdad es el resultado del
protestantismo. Se maravillan de ver los nuevos descubrimientos de la ciencia con sus
aplicaciones, y sirven a las obras de sus manos, en vez de servirse de las obras de sus
manos para glorificar a Dios y magnificar el poder de su Palabra en todos los aspectos de la
vida humana. El que sabe que el reino de Dios está ya en nosotros por medio del Espíritu
Santo, y que este reino tiene como  programa glorificar al Rey de reyes y Señor de señores,
y anunciar su regreso en llama de fuego, no ve el progreso de la ciencia como el producto
de la evolución biológica o del pensamiento humano “liberado” de la influencia
creacionista de la Biblia. El cristiano entendido sabe que es solamente el cumplimiento de
la profecía de Daniel XII; 4 que dice que en el tiempo del fin muchos correrán de un lado a
otro, por ejemplo del aeropuerto de Nueva York John F. Kennedy  a Paris, y de Madrid a
Tokio, con una escala en Jerusalén, y que también la ciencia aumentará, y esto ¡no hay que
restringirlo a la escatología como hacen unos teólogos! El progreso tecnológico es
simplemente el peón de la profecía. Jesús dijo: “será predicado este evangelio del reino en
todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mt. XXIV;
14). Así que Dios levantó un peón al revelar a los estudiosos de la materia unos secretos
que tenía escondido hasta este tiempo,  para que se multiplique la humanidad (por los
descubrimientos de la medicina) y para que los medios de comunicación modernos
permitan la difusión masiva e universal de la Biblia.
      La primera venida del Señor  en humillación fue durante el apogeo del más poderoso
imperio que haya existido jamás; el imperio romano, y justamente durante los días de los
peores emperadores como Tiberio que era un hombre posesionado por varios demonios. La
segunda venida en gloria va a ser durante el mismo imperio romano resucitado tal como el
Estado hebreo, pero en el cenit de su poder y con su último cesar que será el colmo de la
maldad, pues será el hijo favorito de Satanás; el Anticristo escatológico.
      Es notorio que el avance tecnológico más fulgurante en estos últimos años está en el
campo de la cibernética, pues esto permite que el evangelio de reino traspase todas las
fronteras de todas las naciones, y ninguna nación ignore el testimonio de las Escrituras. El
progreso no tiene nada que ver con la inteligencia humana que es siempre igual desde los
tiempos de la caída de Adán hasta hoy, tiene que ver únicamente con el programa que Dios
ha establecido concerniente la última generación. Alas la mayoría de los protestantes viven
su vida cotidiana desconectada de la realidad a pesar de que “en El vivimos, y nos
movemos y somos”, y por ende siguen la corriente de este mundo que les hace creer que el
futuro es incierto y los avances de la ciencia ilimitados. La verdad es evidentemente lo
contrario; el futuro sigue paso a paso el programa anunciado en la Biblia, y la ciencia en sus
más grandes logros apenas puede alcanzar a tocar el orillo de manto de la reina de las
ciencias: la teología.
     Acaban los científicos de descubrir que en la estructura de la materia, cuando se va más
allá del átomo, la cosa se presenta como compuesta por ondas sonoras. Es decir que 
empiezan a intuir lo que un bebé en la fe sabe, es decir que la Palabra es lo que crea la
materia y la sostiene, pues Hb. XI; 3 lo declara sin rodeos: “Por la fe entendemos haber
sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de
lo que no se veía”. Pero a pesar de que los cristianos sabemos de donde proviene la materia
y la vida, y cuál es el propósito de la creación y de la manifestación de la vida, (Soli Deo
Gloria), muchísimos se quedan boquiabiertos delante de los sacerdotes del racionalismo y
viven esta vida confiando en los oráculos  la ciencia, en vez de confiar en las promesas de
la Biblia. Hay una desconexión con el pensamiento bíblico cuando afrentan la realidad
cotidiana fuera de los cultos religiosos, y aun los cultos ahora no favorecen la renovación
de la mente, sino que la confinan en el marco de la tradición o la anegan en el rio de la
emoción. Esta desconexión de la razón con la enseñanza bíblica en el campo de la vida
cotidiana, esta dicotomía dice Schaeffer, es la causa de la pérdida de influencia del
cristianismo bíblico dentro de nuestra era post moderna. Si queremos recuperar el poder de
nuestro testimonio hemos de vivir esta vida presente por fe, no por vista.
     Hay que hacer un salto de fe, no fuera de la razón, sino basado en la razón que nos da la
Escritura. “De tus mandamientos he adquirido inteligencia, por tanto he aborrecido todo
camino de mentira” dice el Salmo CXIX; 104. Esta inteligencia no es para vivir en la
eternidad en la presencia de Dios, pues allá no existe ningún camino de mentira; todo es luz
porque Dios es Padre de la luces. Esta inteligencia es la que necesitamos ahora mismo para
vivir en medio de este mundo que yace en tinieblas, y la sacamos de la Biblia por medio del
Espíritu de verdad que mora en nosotros. Cuando uno se deja impresionar por el
conocimiento científico, y se deja llevar por la corriente del mundo, es que no ha adquirido
la inteligencia espiritual que permite que andemos como hijos de luz y derribemos toda
fortaleza y toda altivez (académica) que se eleva contra el conocimiento de Dios, llevando
todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo.  Ahora bien, esto no significa que
neguemos la inteligencia de los científicos ateos y los descubrimientos de la ciencia, sino
que los pongamos en su sitio; debajo del conocimiento del Altísimo, y que los usemos para
glorificar Al que abrió el entendimiento de esos incrédulos y nos proveen así medios
potentes para predicar el evangelio de la gloria de Cristo. Los inventores del internet, de la
cibernética son hijos de Satanás, pero nos han provisto de un medio que nos permite cubrir
la faz del globo terráqueo con la buena nueva de Jesucristo. La inteligencia espiritual que
proviene de la Palabra de Dios nos permite retener lo bueno del progreso y rechazar lo
malo. El mundo es nuestro, y nosotros somos de Cristo, así que usemos lo que el mundo
nos proporciona para engrandecer el Nombre de Jesucristo. No hay que seguir al mundo, ni
huir de sus inventos, sino proclamar al mundo que Jesús es el Señor y usar sus inventos
para esta proclamación; no vivir como el mundo y disfrutar de sus inventos para alimentar
la carne. El problema radica en que los cristianos se dejan deslumbrar por los avances de la
ciencia y prestan atención a los discursos a la filosofía de la comunidad científica que en su
gran mayoría odia al Dios que les proporciona la inteligencia para sus descubrimientos.
Estos científicos ateos son hijos del diablo que niegan al Dios que los capacita para sus
investigaciones. Pero ellos no son sino peones de la providencia de Dios para que nosotros
usemos lo que se puede usar de lo que ellos descubren e inventan, para la gloria de Dios. La
espada de Goliat fue útil a David para cortar la cabeza del gigante. David no se dejó
impresionar por su espada sino que le tiró la piedra fatal entre los ojos, y le tomó la espada
de las manos con la cual lo remató. Alas muchos cristianos miran a los científicos como si
fueran dioses que nos van a predecir el futuro y arreglar los problemas, cuando son unos
filisteos incircuncisos que ni disciernen su mano derecha de su mano izquierda. Ellos no
saben nada, y lo poco que saben es porque Dios quiso que lo supiesen para que nosotros
aprovechemos de sus inventos y con ellos se nos facilite la vida para predicar que Jesús es
el Camino, la Verdad y la Vida. Pero para alcanzar esta meta hay que saber usar la espada
del Espíritu, hay que saber tirar la piedra para que quede clavada en la frente del filisteo, y
como la espada y la piedra son la misma Palabra de Dios, vamos ahora a ondear nuestra
bandera “Sola Scriptura”.
     La Reforma tuvo éxito porque su base era la Escritura. Todos los reformadores
consideraban la Biblia como la infalible Palabra de Dios por medio de la cual la voluntad y
el conocimiento de Dios nos son comunicados. La Biblia es verdad, pues dijo Jesús:
“Padre, santifícalos por tu verdad; tu Palabra es verdad” y no hay ninguna mentira en ella.
La Biblia no es un libro de ciencia natural, ni de historia, ni de geografía, pero todo lo que
contiene de estas materias es verdad. Si la Biblia hace errores  en cuanto a cosas naturales,
a cosas de poca importancia, es posible también que haga errores en cosas transcendentales.
Si el sol y la luna en realidad no fueron creados después de la tierra entonces la Biblia yerra
en su cosmología y puede también errar en su teología.  Dijo nuestro Señor que el que es
infiel en cosas pequeñas será infiel en cosas grandes (Lc. XVI; 11). Así que basado en esta
razón de la infalibilidad de la Escritura tenemos que dar el salto de la fe en sus
declaraciones y promesas para vivir conforme a Su voluntad, pues “el justo por su fe
vivirá”. Si los científicos ateos dicen una cosa que contradice claramente lo que afirma la
Biblia, para el protestante verdadero ¡no hay duda sobre quien tiene la infalibilidad! Hemos
visto como un pobre monje agustino en 1517 pudo el solo poner a temblar y a vacilar un
poder inmenso que dominaba a los reyes del occidente, y esto lo hizo solamente por creer
que la Escritura era infalible y hablaba autoritativamente. Lutero decía que la Palabra de
Dios es Dios, y armado de esta fe derrumbó al Goliat romano en muchos de sus territorios,
donde desde entonces empezó a brillar de nuevo la luz de la verdad lo cual  dio  a luz una
nueva civilización superior a todas las demás; la civilización protestante. Los apóstoles
habían hecho lo mismo 15 siglos antes, basados en la autoridad de la Palabra escrita y
encarnada de Dios; pudieron abatir en menos de 1 siglo los ídolos del paganismo.
Lastimeramente hoy somos pocos a mantener una actitud consecuente para con la Biblia, y
por ende la Apostasía  ha llegado. Ahora no todos niegan la infalibilidad de la Palabra pero
casi todos la contextualizan de una forma tendenciosa. La tendencia es evidentemente para
poder evitar el conflicto con el Goliat de nuestra época; el humanismo. El humanismo que
es la raíz del semipelagianismo de Roma y del arminianismo de los evangélicos, tiene como
centro del universo al hombre. La única doctrina que lo niega es la doctrina calvinista, la
cual declara que el hombre en su estado natural es un ser completamente depravado. A la
verdad el calvinismo es la doctrina bíblica, no hay otra en lo que refiere a soteriología que
es el centro neurálgico del cristianismo. No obstante la doctrina correcta separada de la
moral que le corresponde es como la fe sin obras; es muerta, es una reliquia del pasado que
puede servir para organizar una exposición  en el museo de las religiones del mundo, pero
no para combatir la corriente del mundo que nos está arrastrando de nuevo a la decadencia
romana, ¡la cual echará de nuevo a los cristianos al circo para que los devoren los leones!
(aunque sabemos que será más bien la decapitación lo que imperará durante la gran
tribulación).
      Nuestro enemigo sabe que tener la doctrina correcta y vivir conforme a los parámetros
morales del mundo nos vuelve inútiles, inofensivos. Si decimos que creemos que la Biblia
es nuestra autoridad suprema y no vivimos según sus parámetros morales tenemos la fe de
los demonios que creen que hay Dios pero viven promoviendo la rebelión contra Él.
Podemos mantener un calvinismo ortodoxo, pero será de poca monta si nuestra doctrina no
nos diferencia de nuestros vecinos católicos o ateos. La cuestión no es de comida o de
bebida, que no pueden contaminar el hombre, la cuestión es de mentalidad y de forma de
vivir. Es tiempo que los protestantes nacidos de nuevo se den cuenta que la cultura
humanista que nos rodea, no es producto del azar sino que es una estrategia de Satán que
controla los medios de comunicación y especialmente la TV. Esta cultura humanista
teniendo por centro y por base el ser humano que de por si es polvo que pronto regresa al
polvo, es relativista y niega los absolutos, o más bien los encasilla en tiempos remotos o
particulares como el culto dominical. Bajo la bandera de la tolerancia, los antiguos límites
han sido desplazados y el modelo de sociedad patriarcal ha colapsado completamente
dejándonos en una sociedad  parecida a la de Sodoma y Gomorra. No vamos a cambiar el
rumbo pues la apostasía tiene que preceder la segunda venida  en gloria de nuestro Señor,
pero la Palabra de Dios permanece para siempre y es viva y eficaz para limpiar nuestra
mente de las influencias diabólicas de esta cultura relativista y mantenernos firmes en los
absolutos morales del cristianismo. Esto nos vuelve extraños para el mundo, pues el hecho
de ni tener TV, ni mujeres en pantalones es ya algo que señala nuestra resistencia al
ambiente que nos rodea. Es tiempo que seamos extranjeros de verdad en este mundo, y no
extranjeros teóricos. Por ejemplo, conozco un pastor que expone con gran reverencia la
confesión de fe de Westminster, pero que le gusta también pasar un rato con los Simpson
delante de su televisor. ¡Es olvidarse que “las malas compañías corrompen las buenas
costumbres” y los Simpson son de la peor clase! Podría citar centenares de ejemplos de
hermanos que viven esta “dicotomía”. Y muchos me dirían que soy legalista, pero si
apartarse del mal es legalismo,  entonces hay que ser legalista, o fundamentalista, porque
sin santidad nadie verá a Dios en buenos términos. Si uno dice que la Biblia es su autoridad
suprema y no ha entendido el mensaje de la Biblia se vuelve efectivamente fanático,
legalista, sectario, anacoreta etc. Pero nosotros los calvinistas hemos entendido
correctamente el mensaje central de la Escritura, el problema es que muchos entre nosotros
lo entienden pero no lo viven, y al no vivirlo pierden toda fuerza en su testimonio para el
Señor. Hay todavía bastantes iglesias calvinistas en nuestro entorno, pero no viven lo que
predican. Predican la salvación por fe, pero se olvidan de que la salvación tiene 2 aspectos,
y que la santificación es el aspecto experimental de la salvación al lado de la justificación.
Y aun cuando predican la santidad la adaptan a este mundo corrupto,  y pueden después del
sermón dominical pasar tiempo en su casa delante del televisor contaminándose la mente
con imágenes y palabras sucias y blasfematorias. Tenemos que ser hombres íntegros si
queremos tener impacto en nuestro alrededor. No nos predicamos a nosotros mismo sino al
Cristo de la Biblia, y el Cristo que predicamos nos conforma por medio del Espíritu a unos
parámetros morales que son antagónicos a los del mundo. Siempre ha sido así, y siempre lo
será hasta que este mundo se acabe bajo la ira de Dios. Estos parámetros morales en este
año de gracia 2014 tienen por efecto, si se ponen en práctica fuera del culto dominical, la
peculiaridad de echar la TV de los hogares, y de restablecer el modelo patriarcal en la
familia. Si no dan estos resultados es que la Biblia no es la autoridad suprema que rige la
conciencia del creyente. Claro que estos resultados pueden darse después de años de lucha
en oración y consagración, tan empantanados están la mayoría de mis hermanos casados,
pero han de aparecer. (Creo que lo mejor para nuestra edad es quedarse soltero). Lo digo
con la autoridad de la Biblia, la cual nos manda vivir sobria, justa y piadosamente dentro de
un marco de pensamiento establecido definitivamente y dentro de un orden patriarcal. El
molde feminista y relativista ha de ser quebrantado, pues el molde de la Escritura es
exactamente lo opuesto, y “la amistad del mundo es enemistad con Dios”.  La fe en la
Escritura como autoridad absoluta es lo que vence al mundo, pero muchos se han olvidado
que estamos en guerra contra el mundo y han puesto su religión en otro mundo, en el
mundo dominical. La pelea es aquí en este mundo, no contra carne y sangre sino contra
conceptos, culturas, modas, que son productos de las huestes del príncipe de la potestad del
aire y que se oponen a los dictados de la Palabra de Dios. ¿Estás en guerra contra este
mundo? ¿Te das cuenta de que el mundo ha vencido las iglesias convencionales? Entonces
sabe que “esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe”, una fe práctica, no
teórica, que usa la Palabra del Espíritu con absoluta confianza; ¡“Sola Scriptura” es nuestro
grito de batalla! Adelante compañeros; somos pocos pero invencibles, pues si Dios con
nosotros ¿Quién contra nosotros? El viene pronto y con Él su galardón.       
      

¡SE DESTAPÓ LA OLLA!  


     Hay temas que hay que repetir sin cesar para que por fin sean considerados con la
atención que se merecen. He hablado varias veces sobre este tema y quiero, si Dios me lo
permite,  tratarlo otra vez enfocándolo de una manera más práctica.  “Nosotros somos de
Dios, y sabemos que el mundo entero está bajo el Maligno”  dice el apóstol Juan.
Lastimeramente hoy muchos que son de Dios se han olvidado de esto, y no conocen las
maquinaciones de Satanás porque han tenido durante años la TV en el hogar, y sus mentes
han sido procesadas para que tragaran la mentira más destructora para ellos.
     Un protestante nacido del Espíritu Santo no tiene dificultad para rechazar la mentira de
la teoría de la evolución, o del dogma del unitarismo, o del catolicismo. Son mentiras
obvias que chocan con la revelación que ha recibido de Dios por medio de la Biblia. El que
conoce bien la Biblia, y acepta una de estas basuras, no ha nacido de nuevo, es un
profesante de tradición y mejor le hubiera sido nunca haber conocido el evangelio. Esto lo
sabe muy bien el demonio, y reserva esas trampas al mundo, y a los que no tienen
conocimiento escritural. Para los evangélicos tiene un programa básico que ya ha tenido un
éxito total con el mundo,  excepto para un remanente de protestantes radicales que son
considerados aun  por el resto de sus hermanos como fanáticos, y por el mundo como
intolerantes peligrosos y machistas odiosos. Esto hablando de la destrucción sistemática del
modelo patriarcal dentro de la familia, de la iglesia local y de la sociedad.
       Nuestro enemigo el diablo ha podido en unas 4 décadas echar al piso el modelo bíblico
de civilización patriarcal mediante el lavado cerebral que ha operado la TV dentro de los
hogares, sean cristianos o profanos. Excepto los peligrosos e ignorantes musulmanes, el
resto ha aceptado el nuevo modelo de civilización, y hoy la confusión reina aun en los
círculos cristianos. Teóricamente los evangélicos saben que la cabeza del varón es Cristo, y
la cabeza de la mujer es el varón, pero prácticamente esto ya no tiene vigencia. La realidad
es que tanto en las iglesias como en el hogar, los parámetros bíblicos han sido olvidados, y
lo que impera son ¡los parámetros de Hollywood!  Esto no es algo disfrazado, en la mayoría
de los hogares es anunciado pública y permanentemente en la forma de educación de las
hijas, y en la vestimenta. Por medio de un breve análisis de estas 2 formas vamos a destapar
la olla podrida de Satanás. No es un tema trivial por cuanto tal como el arminianismo y el
neo pentecostalismo son la  inyección letal para acabar doctrinalmente con el
protestantismo puro, cuya soteriología es calvinista, de la misma forma el feminismo es la
inyección letal para acabar moralmente con la autoridad patriarcal, y así romper la cadena
de mando que Dios ha instituido. El resultado de este doble envenenamiento es que la
Apostasía que precede el Arrebatamiento está aquí,  ¡Hace ya décadas que se destapó la
olla, y está llena de veneno!
     El feminismo que por medio de la TV ha podido contaminar 99% de los protestantes es
debido a una ignorancia generalizada de los hombres de hoy en cuanto a la naturaleza
femenina. Antaño el cuadro patriarcal de la sociedad y de las iglesias mantenían a raya el
fenómeno del feminismo que ahora ha permeado la sociedad occidental y las iglesias
evangélicas. Este cuadro ha colapsado y ha sido reemplazado por un cuadro si no feminista
abiertmente, por lo menos totalmente anti patriarcal. El protestantismo formal, que desde el
siglo XIX ha venido sufriendo los embates del liberalismo, del racionalismo, del alto
criticismo, del arminianismo y ahora del pentecostalismo, no tiene la fe de los
reformadores, la fe de los puritanos, en la infalibilidad de la Biblia. Claro que mantienen
este dogma por tradición, pero han desarrollado una nueva forma de interpretación que
adapta la enseñanza de la Palabra a este mundo corrupto, en vez de usar esta enseñanza
para luchar contra este mundo corrupto, y así ser luz en medio de las tinieblas. Si queremos
resplandecer en medio de una generación adúltera, nos toca volver a una actitud de
sumisión total a la Palabra de Dios. Nos toca abandonar la astucia diabólica que procura
acomodar el pensamiento moderno con el pensamiento bíblico.
     El pensamiento moderno dice que la mujer es como el hombre, y que si bien tiene
particularidades fisiológicas propias, no es justo que no desempeñe los mismos cargos de
autoridad que los hombres. No obstante la Biblia nos dice lo contrario, desde el AT hasta el
NT. La mujer es igual delante de la justicia de Dios, y es coheredera con el hombre de la
vida eterna; ahí no hay ninguna diferencia ni acepción de personas. Pero en cuanto a su
constitución es diferente del hombre no solamente físicamente sino también mentalmente.
Hasta los científicos han descubierto recientemente por el estudio de flujos químicos dentro
del cerebro que los cerebros de las mujeres funcionan diferentemente de los de los
hombres. Pero no necesitamos de los científicos para saberlo, es suficiente el relato de la
creación, y de la caída en Génesis, para ver que hay una maravillosa diferencia entre ambos
que hace que la mujer sea la ayuda idónea del hombre, y su gloria terrenal, y que después
de la caída la diferencia se ha vuelto parcialmente para ella, una espina en el alma como
castigo del pecado. Muchos no entienden lo que significa el segundo castigo impuesto a la
mujer por Dios cuando le dijo: “y tu deseo será para tu marido”, y si lo entienden se olvidan
neciamente de las consecuencias permanentes que esto trajo en la mujer durante su
peregrinaje terrenal. La mayoría no sabe que Dios castiga a la mujer desviando hacia su
marido el deseo maligno que tuvo Eva de ser como Dios (Gn. III; 5 y 6), y ahora sus hijas
desean el puesto de mando del hombre. Un deseo que ha sido frustrado hasta el día de hoy,
pues añadió el Señor: “y él se enseñoreará de ti”. El trabajo de propaganda humanista y
feminista dentro de los hogares cristianos por medio de la TV ha sido tan efectivo que aun
los que saben lo que significa el segundo castigo que Dios impuso a la mujer después de
dar a luz con dolor, (el de tener un deseo visceral de dominar al hombre), aun ellos se han
olvidado de esto. La mujer que sea nacida de nuevo o incrédula, quiere siempre dominar al
hombre. Este deseo maldito, pues como pecado de adivinación es la rebelión, forma parte
de su herencia en Adán. La diferencia con la mujer cristiana es que puede vencer este deseo
aunque permanece en ella, y ha de brotar de vez en cuando. Pero mis hermanos han
olvidado esto, y por ende  veo a todos los casados con problemas serios para seguir el
camino estrecho. Pero la culpa no la tienen las mujeres, la culpa la tienen ellos. Hoy en día
a la verdad sería mucho más provechoso ser soltero que casado para la mayoría… Por
ejemplo tengo un perro hiperactivo y no deja de ladrar por cualquier cosa; puede ser un
cangrejo o un pájaro cuyo silbido no le gusta. Si lo dejo afuera durante la noche, sabemos
que no podremos dormir, porque nos despertará con sus ladridos. Es su naturaleza y no
podemos cambiarla. ¿No hemos de dormir en paz porque nuestro perro tiene ese rasgo de
carácter? ¡Ciertamente no!  La solución sencilla es mantenerlo durante la noche encerrado
en la casa con nosotros. Con las mujeres el problema es igual; tienen todas, ese rasgo de
querer dominar al hombre, lo cual es rebelión contra el orden establecido por Dios. ¿Vas a
alimentar ese pecado con permitir a tus hijas ir a la universidad, de donde saldrán con un
título que les abrirá una carrera profesional importante? Teniendo una buena carrera,
tendrán buena plata, y teniendo buena plata, ¿eres tú tan ingenuo para creer que ella va a ser
una mujer sometida a su marido, que va a dejar su carrera para ocuparse de sus hijitos, de
su casa, y de su marido? La mujer si es una cristiana que anda en el espíritu, dejará su
trabajo de enfermera o secretaria cuando se case para ser ama de casa, pero ¿qué de la
ejecutiva, y la directora del banco, o la ministra? ¿Eres tú, hombre tan ciego para creer que
ella va a dejar esa oportunidad de dominar que la acosa internamente, para sujetarse a un
pobre marido que quizá ni gana la mitad de lo que ella gana? Alas, lamento constatar que
mis hermanos casados son casi todos ciegos y por esto se esfuerzan y pagan con ahínco los
estudios superiores de sus hijas, para que ellas lleguen a ser independientes del hombre, sea
el padre, o el marido. ¡La mujer fue creada para el hombre, no para una carrera profesional!
Ciertamente necesitamos secretarias y enfermeras, pero no doctoras ni ministras. Lo que
más necesita esta gran Sodoma internacional, y esa cristiandad apostata, es el testimonio de
las mujeres cristianas que son amas de casa, sujetas a sus maridos para tipificar la relación
que ha de existir entre la Iglesia y su Cabeza. Lastimosamente, el hecho de preparar a
vuestras hijas para que tengan un puesto bien remunerado en la sociedad, no solo va a ser
un dolor de corazón para los padres cristianos cuando vean a sus hijas más rebeldes que
ellos a la Palabra, sino que también  contribuye a acelerar el proceso de feminización de la
sociedad, lo cual aumenta el caos moral e espiritual que ya lamentamos.
     Ahora nuestros opositores vienen siempre con el ejemplo de Débora, por lo cual es
preciso recordarles que Débora la juez en Israel, fue la excepción que confirma la regla.
También tenemos a María la madre de Jesús que fue una excepción que confirma la regla.
La regla en el primer caso (Débora) es que la mujer santa tiene que ser sujeta al varón, y en
el segundo caso (María) es que la mujer santa tiene que acostarse con su marido para tener
un hijo.  ¡Siempre oigo a los cristianos modernos hablar de la excepción de Débora, pero
nunca hablan de la excepción de María! Así que hermanos si queréis educar a vuestras hijas
en el temor de Dios, no las enviéis a la universidad a alimentar ese rasgo particular del
pecado original en ellas. ¡Basta con haber hecho el error de mandarlas a la escuela pública!
La Biblia nos dice en Pr. XXII; 6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo
no se apartará”. Los cristianos modernos intentan instruir a sus hijitos e hijitas en el temor
de Jehová, y después los mandan a un sistema educativo cuya meta principal es
precisamente destruir el temor de Jehová. Luego los vemos perplejos y abatidos cuando se
dan cuenta, si se atreven a abrir sus ojos, que sus queridos hijos e hijas son ¡doblemente
herederos del fuego del infierno!
     La otra forma en que los evangélicos muestran su estado de decadencia moral y
espiritual es en la vestimenta de sus mujeres; esposas e hijas. Dt. XXII; 5 declara: “No
vestirá la mujer traje de hombre…porque abominación es a Jehová tu Dios”. La TV y la
industria cinematográfica de Hollywood han convencido a los cristianos que el pantalón es
ahora ropa de mujer, igual que la falda. En pocos años hemos visto las mujeres cristianas en
mayoría absoluta adoptar el pantalón largo y corto. Claro que de vez en cuando se visten
una falda… Dicen que es la moda, y que es más cómodo… Es una mentira, la razón no es
esta, la razón es el deseo de dominar al hombre. Para dominarlo tienen que subirse al
mismo nivel, y en el campo de la vestimenta esto requiere llevar pantalones como los
hombres.  Durante los últimos siglos los pantalones eran prendas de vestir exclusivas para
hombres tales como la falda era para mujeres. (¡Por supuesto sabemos que los escoceses
han sido la excepción!). Sin embargo el poder de la propaganda audiovisual ha hecho su
efecto, y en pocas décadas casi todas las que se dicen cristianas usan los pantalones. Pero
nosotros, los pocos que por la gracia de Dios no fuimos acondicionados por el príncipe de
la potestad del aire, el espíritu ahora que opera en los canales de TV, sabemos que es el
deseo de suplantar la autoridad del varón que hace que ellas se pongan el pantalón. Muchas
lo hacen inconscientemente, pero  el impulso está en el deseo maligno de suplantar la
autoridad del varón. Deseo impuesto como castigo por Dios, y que  fue frustrado por el
hombre hasta el siglo XX. Pero ahora el pecado está rompiendo todas las barreras y
nuestras hermanas están en pantalones, muchas con pelo corto, y van ocupando más y más
los pulpitos de las iglesias evangélicas apostatas. El que se dice cristiano no puede admitir
esto, y ha de oponerse a esta cultura diabólica, y prohibir a su esposa y sus hijas el uso de
pantalones. Esto es que hay que hacer porque con el diablo no se puede hacer concesiones.
Él nunca se contentará con tomarte la mano, después te tomará el brazo, y después te
devorará como león hambriento. Su programa no es que la mujer sea preparada
académicamente y que vista pantalones, esto era un primer paso en su agenda y ya es una
cosa cumplida. Su agenda es la destrucción total del modelo patriarcal que enseña la Biblia.
Os voy a decir cómo Satanás cumple totalmente con su agenda, pues nosotros los
“fanáticos” no ignoramos sus maquinaciones. La meta perfectamente se cumple cuando en
la sociedad los niños crecen en familias donde el padre y la madre no son casados sino que
viven en concubinato, cuando es el padre que se queda en la casa y la madre trabaja afuera,
cuando los conyugues son del mismo sexo (esto es la unión más alabada por el diablo) ,
cuando son una pareja de divorciados re casados, cuando el Estado controla la educación,
en fin cuando no es una pareja de cristianos que viven casados delante de Dios y de los
hombres y siguen los mandamientos y preceptos de la Biblia de forma consecuente, es decir
completamente opuestos a los parámetros mundanos de educación y mentalidad. En las
iglesias, la forma más estupenda para reinar que tiene Satanás es cuando el pastor es una
mujer lesbiana notoria; ¡a ésta le permite llevar faldas y pelo largo!
     Ahora bien, la situación que muchos hermanos queridos en el Señor, han estado
viviendo durante años ha sido la del cristiano procesado por la TV, y por ende sus hijas
supuestamente cristianas están en la universidad, o desarrollando su “sagrada” carrera
profesional, tal vez esperando que se presente el mítico príncipe azul que será tan imbécil
para tolerar 2 cabezas en un matrimonio destruyendo así la alegoría viva que ha de ser un
matrimonio cristiano, cuyo objetivo ha de ser mostrar al mundo y a los ángeles (1 Cor. XI,
10) la relación entre Cristo y su esposa la Iglesia. ¿Qué les puedo aconsejar, ya que este
artículo tiene un enfoque práctico?
     Lo primero es arrepentirse y confesar que ha habido corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo, es decir de la enseñanza de su Palabra para seguir a los dioses
modernos del feminismo, y del humanismo, cuyo templo ha sido introducido en el hogar
cuando compraron sus televisores. Clamar a Dios y pedir perdón por tantos años de
indiferencia a la Palabra, por haber apagado tanta veces la voz de la conciencia que con la
Palabra de Dios les decía que la mujer fue creada para el hombre, para ser esposa y madre,
no doctora y ejecutiva, que les decía que lo importante para sus hijas era educarlas en el
temor de Jehová para que fueren buenas esposas. Dios es lento para la ira y grande en
misericordia, y si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad.
     Lo segundo es actuar con una reforma urgente en las prioridades del hogar. Esto
significa abrir la Biblia y leerles a todo los miembros de la familia lo que Dios dice sobre el
rol de la mujer, sin más torcer las palabras para acomodarlas al mundo secular, o diciendo
que esto se aplicaba para aquella época pero que ahora tenemos que seguir nuevos
parámetros que no están en la Biblia y que el mundo moderno nos enseña. Hay que hacer lo
que hizo Esdras y Nehemías cuando alentaron al pueblo a retomar el camino de la santidad.
Es algo que no es de un día, pero ¿Se ha acortado el brazo de Jehová?
      La meta es restablecer el orden patriarcal. Los que tienen niñas jóvenes no tendrán
problemas porque a ellas les gusta más la falda que el pantalón, pero los que tienen hijas
adolescentes necesitan un milagro, y les aconsejo la oración y el ayuno. La esposa también
no cederá jamás si no es cristiana, y si es nacida de lo alto, puede ser que se consiga la
victoria si se lucha con determinación delante del trono de la gracia, pero no va a ser fácil
porque la mujer es un vaso más frágil y su restauración es más delicada que la de un
hombre. La situación en la mayoría de los hogares evangélicos es desastrosa, y aún peor en
los hogares de los pastores que debían ser los dechados de la grey, pero que no solamente ni
advirtieron las ovejas cuando llegó el lobo TV, sino que ellos mismos lo metieron en sus
hogares dando un ejemplo fatal. Pero nuestro Dios es todo poderoso y puede hacer milagros
tocando los corazones y restaurando las ruinas, las casas asoladas por la corriente de un
mundo que hoy se asemeja totalmente en el Occidente, a la Sodoma del Oriente de antaño.
Lo que fue, fue, y en muchos casos el daño es irreparable cuando los hijos e hijas ya son
grandes. Pero hay siempre la posibilidad de restauración para un remanente escogido. Me
da pena ver la vida miserable de muchos de mis hermanos; miserable espiritualmente, pues
económicamente la mayoría va mejor que nosotros. Pero espiritualmente sus vidas son un
yermo, sus oraciones son ineficaces, su conocimiento raquítico, su fe reducida a solamente
escapar de la ira venidera, su testimonio insignificante, su gozo en el Señor apagado, su
perplejidad ante los problemas es enorme, son víctimas de sus circunstancias, en vez de ser
más que vencedores en Cristo Jesús, sacando de todas las circunstancias más aprendizaje de
cómo vivir en el espíritu más cerca de Dios. Pero la culpa la tienen ellos, pues Dios nos ha
dado a Su Hijo Unigénito, El cual nos ha dado al Espíritu Santo, El cual nos abre el
entendimiento para que Su Palabra nos guie de victoria en victoria, de gloria en gloria, por
medio de una vida de fe, no de compromiso con el mundo.
     Hermanos el tiempo del fin se acerca, muchos habéis gastado vuestras vidas intentando
conciliar la carne con el espíritu, los parámetros de la sociedad post industrial con los de la
Biblia. Pero ha sido un fracaso y seguirá siendo un fracaso porque la amistad del mundo es
enemistad con Dios. Es cierto; podéis seguir arrastrándoos con vuestros televisores,  planes
de jubilación, créditos para el último modelo de coche, esposas en pantalones e hijas en la
universidad, pues la salvación no se pierde. Pero vivir como un gusano cuando uno ha
recibido las alas del águila es algo indigno de la vocación a la cual fuimos llamados. “Los
ojos de Jehová recorren toda la tierra para mostrar su poder a favor de los que tienen
corazón perfecto para con Él”, y  te digo hermano que no puedes esperar ver el poder de
Dios actuar en tu vida si tu corazón no es sincero para con Dios, para con su Palabra. Si no
restableces el modelo patriarcal en tu casa; no esperes tener poder en tu ministerio. Puedes
ser un fino teólogo calvinista, pero tu conocimiento no te dará poder; Dios actúa a favor de
los que tienen corazón sincero. Como dijo el puritano William Gurnall: “El conocimiento
intelectual de las cosas de Cristo no es suficiente; el caminar en pos de Cristo es
primeramente un asunto de corazón”. No hay que ser teólogo para saber que los males con
los cuales Satán ha azotado la sociedad y las iglesias evangélicas es la supuesta liberación
de la mujer del yugo del hombre, pero bueno les habría  sido que hubieran seguido bajo el
yugo que Dios les ha ordenado, antes que llegar a ser las pastoras del diablo, y las obispas
lesbianas de las iglesias luteranas. He aquí la razón instrumental del fracaso de la vida
espiritual de millones de cristianos: la cadena de mando que Dios ha establecido ha sido
rota, y la rotura se efectúa  en la educación que reciben nuestras hermanas, y se proclama
en la ropa con que se visten. ¿Qué haréis hermanos, os dejaréis arrastrar por la corriente, o
restableceréis la cadena de mando en vuestros hogares? Vuestra cabeza Cristo Jesús quiere
que seáis las cabezas de vuestras esposas, y “si mal os parece servir a Jehová escogeos a
quien sirváis…pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.  
      
SANTO MATRIMONIO

     El derrumbe moral de nuestra sociedad y de nuestras iglesias es debido a la embestida de


Satanás contra el santo matrimonio. He hablado recientemente profusamente acerca del
colapso del modelo patriarcal de sociedad que Hollywood y la TV han ocasionado
mediante su propaganda en los hogares protestantes. (Pues somos la sal de la tierra, y
cuando la sal pierde su sabor, y su propiedad, la descomposición se efectúa con rapidez.
Esto es lo que ha acaecido en nuestras sociedades occidentales por causa del relajamiento
moral en las filas del ejército de Iehová). Así que no voy a hablar aquí del efecto que el
derrumbe de la institución antigua del matrimonio ha producido sobre la sociedad, porque
el matrimonio y el modelo patriarcal en las sociedades occidentales son las 2 caras de la
misma moneda.  Vamos más bien a echar un vistazo sobre la influencia del matrimonio
sobre los ministerios cristianos. Hoy quedan básicamente 3 clases de ministerio de la
Palabra que son el de evangelista, de maestro y de pastor. ¡Dejemos a los neos
pentecostales soñar con los ministerios de apóstoles, de profetas, de exorcistas y de
hacedores de milagros!
     En estos últimos días es fantástico el aumento de la ciencia en todos los campos, y lo
más maravilloso es que la ciencia del Altísimo está incluida en ello, pues por medio de la
internet uno puede tener acceso gratuito e instantáneo al tesoro de la iglesia que es el
desarrollo del dogma a través de los siglos, desarrollo que se ha incrementado
exponencialmente desde la Reforma protestante del siglo XVI. Por lo cual muchos y
muchas han incrementado su conocimiento de la verdad que está en Jesucristo. Esto es muy
bueno y nos alegramos pues sabemos que “mi pueblo fue destruido por falta de
conocimiento”, y este incremento del conocimiento es una defensa eficaz contra los
estragos que provoca el enemigo en nuestro campamento. No obstante “el conocimiento
envanece” cuando  no va acompañado del amor y de la humildad, y muchos caen en la
tentación de hacerse maestros y pastores cuando en realidad no han sido llamados a estos
oficios. Tiene que haber una vocación y un llamamiento especial que no tiene que ver con
la erudición o la elocuencia. Es fácil dejarse uno mismo engañar por su propia mente
carnal, pero hay una forma objetiva de determinar si no hemos sido llamados a tales oficios,
y es el santo matrimonio. Hay 3 casos que obviamente hacen que el ministerio de la Palabra
sea prohibido para un cristiano.
    El primer caso es el del cristiano que se ha divorciado. Hoy en día muchos creen que uno
puede divorciarse, pero esto es un error grave porque excepto por causa de fornicación y no
de adulterio (Dt. XXII; 13 a 21), el hombre (no la mujer) puede divorciar, sin embargo
estos casos son muy raros. (Para más información sobre este caso específico, os aconsejo
leer el artículo “¿Divorcio?”). El cristiano que ha divorciado ha mostrado su incompetencia
en la guía de su propio hogar, y si no supo manejar sus propios asuntos personales sin
incurrir en el quebrantamiento de sus votos matrimoniales, ¿cómo va a ser capaz de guiar a
otros (1 Tim. III; 4)? Y lo más penoso es que los que se divorcian, por lo general lo hacen
para casarse otra vez, añadiendo adulterio a su divorcio, pues “el que repudia a su esposa,
salvo por causa de fornicación (¡no de adulterio!), y se casa con otra comete adulterio”
(Mt.XIX; 9). Además si quieren confundir las palabras fornicación y adulterio para encajar
en las excepciones, debemos recordarles, para su bien y la buena fama de los cristianos, que
1 Tim. III; 2 y 12  dice que el pastor o el diacono sea marido de una sola esposa, y desde
luego uno que se divorcia y se casa de nuevo es marido de 2 mujeres no de una, y esto hasta
que la muerte los separe y ¡no el notario (Mt. XIX; 6)! Así que los divorciados están
totalmente excluidos del ministerio de la Palabra.
     El segundo caso es el del cristiano que está casado con una esposa que no ha nacido de
nuevo. Él está en yugo desigual y en su propio hogar hay el templo de Dios ubicado al lado
del templo de los ídolos (1 Cor. VI; 15, 16). En su casa no reina Dios sino que Satanás tiene
por lo menos un sujeto a su servicio para estorbar al creyente. La casa de este creyente está
dividida. El mundo y la iglesia lo saben. Saben que Cristo no reina en su hogar, y por ende
su testimonio será limitado y su enseñanza pública descartada justamente. Pues se le dirá:
“¿A qué vienes enseñar, si tu propia esposa no te escucha? Médico, ¡cúrate a ti mismo antes
de venir a curarnos!” Mientras este cristiano no ha ganado a su casa para Cristo, no tiene
ningún llamamiento para enseñar a los de afuera, pues el que no sabe gobernar su casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? (1 Tim. III; 5). Puede conocer toda la Biblia de
memoria, o ser graduado del seminario Fuller o de la Universidad teológica hebrea de
Jerusalén; el tal hombre no está llamado para enseñar a los demás. Enseñamos la doctrina
que es conforme a la piedad, y si la impiedad tiene lugar en mi casa, entonces no tengo
lugar en el ministerio de la Palabra. Tal persona  puede compartir en privado lo que ha
aprendido, pero enseñar en público teniendo una esposa mundana es totalmente irrelevante
y no dará ningún fruto porque el Señor no va a sostener tal maestro que deshonra el
ministerio de la Palabra, porque escrito está que el pastor (esto incluye al maestro) debe ser
irreprensible (1 Tim. III; 2).
     El tercer caso es el del cristiano cuya esposa es nacida de nuevo pero que no anda
conforma a su vocación es decir que no está sometida a su esposo como al Señor. Ef. V; 22
a 24 dice: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor. Porque el
marido es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la Iglesia; y Él es su
Salvador. Porque como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
propios maridos en todo”. Hoy en día es muy raro encontrar una pareja evangélica donde la
mujer se sujeta realmente, no teóricamente, a su marido. Casi todas la mujeres cristianas se
visten ahora con pantalones, lo cual es una abominación a Jehová según dice Dt. XXII; 5, y
esto manifiesta un estado de rebelión o por lo menos de ignorancia , la cual no puede ser
admitida en la casa de uno que quiere hacerse pasar por maestro... Claro que la culpa la
tienen sus maridos o sus padres que les han permitido esta abominación, y ello porque sus
mentes han sido procesadas por la TV y Hollywood durante décadas, y ahora todos creen
que esto es normal porque forma parte de la cultura del siglo XX. Estos evangélicos
modernos se olvidan que el bien y el mal no están determinados por la cultura sino por la
Palabra de Dios que permanece para siempre. La cultura mientras no se opone a la moral y
al orden de Dios tiene su curso natural que muestra la diversidad de Dios en su creación,
pero en el momento que choca contra la ley moral de Dios, pierde automáticamente su
derecho de existir en tal forma y debe ser abolida. Cito el uso masivo del pantalón como
una parte de la punta del témpano de la rebelión que ha hundido en 5 décadas el modelo
patriarcal de civilización, pues podría citar otras partes de  punta del témpano como los
cabellos cortos, o la entrada masiva de las mujeres a las universidades y a los puestos de
autoridad.  Y toda esta cultura diabólica que conforma la sociedad de la última generación,
(sociedad que según nuestro Señor Jesús ha de ser igual a las sociedades antediluvianas, o a
las del valle de Sodoma y Gomorra), ha afectado seriamente los matrimonios evangélicos.
Si no hay fidelidad a la Palabra de Dios dentro del hogar, no puede haber fidelidad en el
ministerio público de la Palabra, y la realidad es que en la gran mayoría de los hogares
cristianos el modelo patriarcal ha sido descartado como cosa inviable para nuestros días de
tolerancia humanista. ¡Claro que esta “tolerancia” es para con el pecado no para con la
santidad según la Biblia! El que no gobierne bien su casa según las pautas claramente
patriarcales de la Palabra de Dios, no puede gobernar, o más bien instruir al pueblo de Dios.
Son tan pocas las parejas evangélicas que siguen las pautas biblias que casi no hay pastores
o maestros que tengan la autoridad moral para enseñar. Un instructor en las cosas divinas
ha de ser un dechado de la grey, y su autoridad espiritual tiene por fundamento una vida
moral conforme a los principios de la Escritura y no de los hombres. Un maestro que quiere
enseñar a sus oyentes la sumisión de la Iglesia a Cristo y que no ilustra esta sumisión con su
matrimonio es un farsante aunque tenga 10 doctorados y 20 maestrías en teología. La
doctrina que no es conforme a la piedad, es una doctrina de Simón el mago, y el maestro
cuya esposa no está dedicada a su hogar y sometida a su marido es un maestro de mentiras
porque el reino de Dios no consiste en palabras sino en poder, y este poder se manifiesta
primeramente en una vida de hogar tal como la vivían los antiguos protestantes de la era pre
audiovisual.
     Hoy en día los pastores, evangelistas, y maestros son evangélicos que en mayoría no
viven una vida matrimonial según las pautas patriarcales de la Biblia. Se jactan de no ser
fanáticos, de no ser extremistas. No obstante Spurgeon ya en su tiempo decía que había que
ser fanático para ser verdaderamente protestante. Oíd lo que dijo una vez: “Lo que hay en el
fondo del pensamiento moderno es un corazón no regenerado. Los hombres son
modernistas en doctrina porque nunca pudieron revestirse de puritanismo, debido a que
carecían de la renovación de sus entendimientos”. ¿Qué diremos nosotros hoy cuando
hemos llegado a tal decadencia?
    Creo que en nuestros tiempos es imprescindible ser fanático según el mundo, si uno
anhela ser fiel a la Palabra de Dios. Es fácil ser muy puro en la doctrina mientras todo
queda en discusiones de salón entre especialistas, pero esto  no vale nada. La vida cristiana
no es hablar de doctrina sino vivir la doctrina. Después de la relación personal con Dios, lo
que más importa es la relación matrimonial pues ésta es la mejor alegoría de la relación de
Cristo con su Iglesia que podamos ofrecer al mundo y a los hermanos. El Señor enseñaba
por medio de alegorías, y nosotros con el santo matrimonio que Dios ha instituido desde el
principio, tenemos la mejor alegoría para enseñar cual es la relación de la Iglesia con su
Señor. El cristiano que falla en mostrar esta relación entre el Señor y su esposa la Iglesia,
por medio de su vida matrimonial no tiene impacto en sus prójimos, y no tiene ninguna
autoridad moral para enseñar. Desafortunadamente, hoy pululan los falsos maestros que
tienen la cabeza llena de teología pero su vida matrimonial no respalda sus pretensiones
académicas. “Mejor un perro vivo que un león muerto”, mejor  un matrimonio cristiano a lo
antiguo sin letras ni fama, que un matrimonio cristiano moderno, fuera del molde patriarcal,
lleno de erudición pero sin poder para transmitir la preciosa alegoría que conlleva el
matrimonio según las pautas de la Biblia. Una parte de estos hermanos cuyos matrimonios
no reflejan la relación entre Cristo y su Iglesia, está ejerciendo el ministerio de la Palabra
dentro del cuadro tradicional de las iglesias evangélicas, las cuales han entrado en la
Apostasía y todos sus feligreses están acostumbrados a oír a las mujeres hablar en la
congregación porque no son las iglesias de los santos donde la mujer ha de callar, (1 Cor.
XIV; 34). Otra parte que no pudo o no quiso pasar por el instituto bíblico o el seminario,
intenta montar sus propias congregaciones, pero como su matrimonio no apoya sus
pretensiones de maestros y pastores, no tienen ningún éxito, y pronto se vuelven hacia el
mundo virtual y fantasioso de las redes sociales donde cualquiera puede pretender lo que
más  conviene a sus propósitos de auto exaltación, lo cual los llevará a la vergüenza y al
confusión porque “Jehová cuyo nombre es Celoso; Dios celoso es” y no tolerará las
rebeliones al estilo del sequito de Coré. Son centenares hoy en día los maestros y pastores
de mentiras que podéis encontrar en las redes sociales, pues la hoja de vida que presentan
no está sujeta a ningún control, y puedo decir que soy pastor de una congregación de 200
personas con un doctorado en teología otorgado por el Seminario de Dallas y aunque nunca
estuve en Dallas, muchos se quedaran impresionados por tal personaje ficticio. Puedo
además tomarme en un pulpito unas fotos con toga de reverendo para impresionar más a los
ingenuos que  pasan horas en las redes sociales y se quedan enredados por falsos maestros y
pastores…
      Buena cosa es querer servir al Señor, pero tenemos que inquirir cuales son las buenas
obras que Dios ha preparado de antemano para que andemos en ellas. Todos tenemos al
viejo hombre en nosotros que hace todo lo posible para desviarnos del Camino y así poder
satisfacer sus concupiscencias y deseos. El deseo natural es la auto exaltación, y la carne
con su astucia diabólica puede alimentarla por medio de una humildad fingida. No obstante
hay hechos incontrovertibles que vencen a todo argumento falaz y sutil. El santo
matrimonio es uno de ellos. Cuando uno no tiene a su esposa legalmente delante de Dios
(no la segunda después del divorcio), convertida y sujeta, lo que significa que como Sara
esta esposa sigue a su marido donde él decide ir y no ella, entonces uno sabe que no ha sido
llamado para enseñar en público. La esposa es más importante que la erudición y el
conocimiento teológico, y una mujer prudente es don de Dios. La inteligencia y el
conocimiento se pueden aumentar por medio de la Palabra de Dios pero la clase de esposa
que uno tiene determina el uso de todos los dones espirituales. Si no es una ayuda idónea,
es decir una esposa tradicional, no una mujer cuya mentalidad es del siglo XX o XXI, no
hay ministerio de la Palabra que deba ejercerse. (Por lo cual aconsejo mucho a los que
tienen celo por la Palabra a quedarse solteros, porque mujer virtuosa ¿Quién la hallará,
cuando casi todas piensan que ponerse pantalones es cosa normal?) ¿Qué haremos pues?
preguntarán mis hermanos.
     Mi respuesta es sencilla: testificar personalmente y en privado a los que cruzan nuestro
camino que Jesús es el Señor, que viene pronto, y que el evangelio que nosotros hemos
recibido es el único evangelio verdadero, es el evangelio de los calvinistas, y además
tenemos que distribuir muchos “Chicks”. (Llamo Chicks los pequeños tratados en tebeos
que exponen de forma irresistible los principios básicos del evangelio. Ciertamente que hay
que hacer a veces unas correcciones pues la casa editorial es arminiana con una ligera
tendencia al pentecostalismo, pero la gente los lee y contienen la Palabra de Dios que es
viva y eficaz). Doy gracias a Dios por mi esposa, porque de ella depende mi autoridad
moral para hablar en público o escribir para el pueblo cristiano, no obstante a veces tengo
ganas de abandonar este programa, y si no fuera por unos hermanos desconocidos que justo
en ese momento de dudas, me animen por un mensaje por un correo electrónico, hace
tiempo ya que hubiera dejado de escribir, pues no soy un maestro, sino que solo quiero
advertir y exhortar a mis hermanos sobre los peligros particulares que enfrentamos en estos
últimos días, (TV, feminismo, Apostasía, ecumenismo, neo pentecostalismo, arminianismo,
amilenarismo etc.) y lo hago porque muy pocos se atreven a denunciar con firmeza, y sin
compromiso esas trampas del enemigo. Muchos protestan pero no se oponen realmente a
esos fenómenos. No los oigo decir por ejemplo: “La mujer fue creada para el hombre y no
el hombre para la mujer, así que ellas no tienen que preparase para una carrera profesional
sino que tienen que prepararse para ser buenas esposas y amas de casa”. Entonces como los
doctores no quieren proclamar la verdad sin rodeos, Dios puede a veces abrir la boca a una
bestia de carga para reprender a los Balaam de hoy…No me glorío en tener un sitio en el
internet, porque en el mucho hablar siempre hay pecado, y ciertamente he dicho cosas que
no debía decir, pero sí me regocijo de haber distribuido miles y miles de tratados Chick.
Esto es un ministerio para todos los cristianos que aman al Señor y aman a sus hermanos y
quieren que sean salvos lo más pronto posible. Este es un ministerio de amor que todos
debemos y podemos cumplir. Es vergonzoso ver cuantos hermanos quieren ser maestros
pero nunca se preocupan por distribuir alrededor de ellos la Palabra con unos trataditos.
Acarician sus sueños de auto exaltación, pero no aman a sus prójimos. Quieren que se les
diga: “maestro, maestro”, pero la intención del corazón no es ayudar al hermano sino
subirse al pulpito.  El que no ama a su hermano que ve, no puede amar al Señor que nunca
ha visto. Es tiempo que todos dejemos los sueños de grandeza y empecemos a distribuir la
Palabra de Dios, no solamente virtualmente por medio de la internet o de las redes sociales
sino realmente poniéndola mediante un tratadito en la mano propia de nuestros prójimos, o
con una palabra directa fuera de los muros de una organización eclesiástica; en la calle, en
el campo, en playa, en el bus, en la casa, donde sea que haya oportunidad de hablar
libremente. Claro que si tu matrimonio es como el matrimonio de los antiguos puritanos
entonces quizás el Señor te llamará a hacer otra cosa al lado de ésta, pero mientras tanto no
hay que perder el tiempo, los días son malos y la siega está a la vista; entremos en el
campo, seamos buenos obreros, no esperemos ser capataces para trabajar, distribuyamos
literatura, folletos de evangelización. Seamos peones fieles, esclavos concienzudos del que
nos compró con su sangre para que anunciemos sus virtudes ¡no las nuestras!
     En cuanto a los que se han metido en ministerios en los cuales no han sido obviamente
llamados, pues sus matrimonios lo declaran, a estos les exhorto a arrepentirse de su pecado
de rebelión, a no caer en el pecado de obstinación y a bajarse de su plataforma virtual en
Facebook para ir humildemente a las almas perdidas con  “Chicks” en la mano… No es tan
exaltante como subirse en una plataforma virtual en Twitter pero es un trabajo seguro y
aprobado por el Señor, que solo requiere amor al prójimo. Este ministerio de
evangelización por distribución de trataditos puede ganar almas, pero el ministerio de
maestro o pastor o evangelista que no cumple con los requisitos, y el requisito más obvio es
el santo matrimonio, amontonará ascuas de fuego sobre quien persiste en ello habiendo sido
advertido. Que Dios tenga piedad de los que han errado de tal forma pues el orgullo
espiritual es la peor forma de orgullo, creo que es el orgullo propio de Satanás, pero  el que
confiesa su pecado y se aparta alcanzará misericordia dice la Palabra (Prov. XXVIII; 13).
Así que hermanos: ¡A ganar almas, no fama, sino almas!
     ¡Que el Señor nos use a todos conforme a la vocación a la cual nos ha llamado!
     MARANATHA.

 
      

EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO

     Hay muchas opiniones sobre el bautismo del Espíritu Santo. No obstante hay
básicamente 2 posiciones que se oponen. Una afirma que para ser salvo hay que ser
bautizado por el Espíritu Santo, y otra afirma que la salvación y el bautismo del Espíritu
Santo son 2 cosas diferentes. Generalmente los protestantes “clásicos” sostienen la primera
afirmación y los pentecostales la 2ª. Digo generalmente, porque hay protestantes que sin ser
pentecostales creen en una salvación sin bautismo del Espíritu… A la verdad dentro de los
mismos círculos ortodoxos o pentecostales hay diversidad de opinión y todos echan mano
de la Escritura para sostener su punto de vista. Daré mi punto de vista que es clásico pero
que tiene también algunas particularidades, lo cual es normal porque no estamos hablando
de una fuerza o de un principio activo sino de una Persona que no podemos calcular o
encerrar dentro de nuestros parámetros personales aunque los saquemos de la Biblia. Dios
es un Dios de sorpresas, y nadie lo va a encerrar dentro de una definición cerrada que
hemos sacado de nuestros estudios de la Biblia, pues Él no está sujeto a una ley sino que Él
es su propia ley, y no tiene que darnos cuentas de cómo actúa (Job XXXIII; 13), y el hecho
es que actúa de manera diferente con cada uno de nosotros. Claro que podemos ver un
patrón de conducta en El a la luz de sus hechos, en el libro de Hechos especialmente y en
nuestra vida, pero no pretendo aquí encerrar a la Persona del Paracleto dentro de mis
parámetros personales o de mi estudio de la Escritura, o de mi experiencia del bautismo del
Espíritu y de su llenura que fue colateral, porque lo que saco de veraz de mi estudio es lo
que Él me quiere revelar directamente, o por medio de los maestros que Él ha instituido
para su Iglesia a lo largo de los siglos. Y el revela un poco a cada uno para que juntos nos
edifiquemos.
     Para nosotros los protestantes “clásicos” el bautismo del Espíritu Santo y el nuevo
nacimiento es la misma cosa “porque nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu”
(1 Cor. XII;3). Sin embargo hay varias formas de explicar el bautismo del Espíritu según el
concepto que uno tenga del hombre. Si uno es dicotomista verá la cosa de una forma, y si
uno es tricotomista la verá de otra forma, pero el resultado es siempre el mismo: Cristo es
revelado al pecador como le fue revelado a Tomas es decir como su Señor y su Dios (J.
XX: 28). Para mí es evidente según mi propia experiencia y el testimonio de la Escritura
que la explicación más correcta que se puede dar del bautismo del Espíritu la tiene la
escuela tricotomista, pues Dios es Espíritu, y el bautismo del Espíritu trata esencialmente
con el espíritu del hombre. Ciertamente que el alma es también afectada por ello pero es
debido a la luz que ha recibido el espíritu dentro de su consciencia. El bautismo del Espíritu
es la regeneración del espíritu del hombre por parte del Espíritu de Dios dentro de su
consciencia como dice Ro. VIII; 16: “el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que
somos hijos de Dios”. (El espíritu del hombre se caracteriza principalmente por la
consciencia, la intuición y la disposición). El hombre que es bautizado llega a ser
plenamente consciente de su estado de perdición y perversión total, esto se llama
arrepentimiento, y se le revela después, en abrir y cerrar de ojo, la persona de Jesucristo
como su único Señor y Salvador divino. Esto produce en seguida un cambio de mente, pues
en el griego del NT d arrepentimiento y conversión son la misma palabra: metanoia, la cual
está compuesta de 2 términos: meta que significa transformar, y noia que significa mente,
así que la conversión es una transformación de la mente, debida a una iluminación de la
conciencia sobre el estado de perdición total en que se encuentra el pecador y la salvación
inmediata y gratuita que se revela en el Dios-Hombre Jesucristo.  Revelación de nuestra
perdición y perversión inherente a nuestra naturaleza, y liberación de tal estado desastroso y
ominoso por la revelación instantánea de la persona del divino Señor y Salvador Jesús, el
Hijo de Dios. Ahora bien la forma en que se produce esta doble revelación es diversa en
gran manera. El bautismo del Espíritu es en esencia el mismo para todos, y sus
consecuencias son las mismas para todos, pero la manera como se produce es particular
para cada uno de los elegidos. Hablaremos pues primeramente del bautismo, y después de
sus consecuencias. Tomemos una analogía para ilustrar esto.
     El bautismo del Espíritu, es el momento cuando Cristo entra en nosotros por medio del
Espíritu Santo y hace su morada eterna en el centro de nuestra persona, en nuestro espíritu,
como dice Prov. XX; 27:  “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña
lo más profundo del corazón”. Se puede comparar esto a la entrada de un nuevo propietario
en una casa que estaba abandonada y sucia.  El nuevo propietario y morador se toma el
mejor cuarto y se acomoda allí de donde empieza a limpiar y restaurar el resto de la casa.
Sin embargo hay propietarios que entran discretamente  de noche, y casi no se apercibe en
los primeros días desde afuera, que la casa tiene un nuevo propietario. Por lo contrario hay
otros propietarios que llegan a medio día, cantando y haciendo tal ruido que todo el
vecindario sabe que la casa tiene nuevo propietario. Así es con el bautismo del Espíritu;
puede ser algo que solo afecta la mente, como puede ser algo acompañado de la voz interna
audible de Dios con la llenura del Espíritu.  No se puede dogmatizar la forma cómo entra el
Espíritu Santo, si es un bautismo “discreto” o si es un bautismo acompañado por la llenura
del Espíritu. Lo importante no es la llenura del Espíritu Santo, lo importante es el bautismo.
Muchos confunden ser bautizado por el Espíritu y ser lleno del Espíritu, pero es un error
grave porque el Espíritu puede venir sobre una persona y llenarla para que dé una profecía
como los casos de Balaam y Saúl en el AT, o como los casos de ciertos apostatas en esta
dispensación de la gracia, “que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos participes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena Palabra de
Dios y de los poderes del siglo venidero, y recayeron” (Hb. VI; 4). El Espíritu Santo puede
dar una visita memorable en una persona sin por esto regenerarla, es decir sin hacer de ella
su morada eterna y terminar la buena obra que opera en sus elegidos.  
     Por lo general la conversión (o bautismo del Espíritu) se efectúa sin manifestaciones
sobrenaturales extraordinarias. Digo extraordinarias porque el nuevo nacimiento es siempre
una manifestación sobrenatural, es siempre un milagro de la gracia de Dios que resucita un
espíritu muerto para Dios, (aunque en vivo para el diablo como en el caso de los brujos y
adivinos). Pero el bautismo del Espíritu en estos días, por lo general no viene acompañado
de las señales de los tiempos apostólicos, ni de manifestaciones extraordinarias, por la
sencilla razón que esas señales eran para confirmar la Palabra de los apóstoles al principio
de la era cristiana (Mr.XVI; 20). Sin embargo el Espíritu Santo es la tercera persona de la
Trinidad; es Dios, y no está atado a un patrón de conducta, puede si quiere obrar de forma
diferente y no solamente bautizar una persona sino también llenarla y hacerle gustar los
poderes del siglo venidero.
     Hay 2 formas de ser lleno del Espíritu. Una forma que es después del bautismo del
Espíritu y que tiene que ser buscada sin excepción por todos los protestantes, y  es
“hablando entre vosotros con salmos, con  himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre
en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef. V; 17 a 20).
      La otra forma es excepcional e implica manifestaciones extraordinarias o sobrenaturales
del Espíritu. Por lo general no se pide esta forma de manifestación, viene si avisar, puede
ser antes del bautismo del Espíritu, con el bautismo del Espíritu o después del bautismo el
Espíritu. Estar lleno del Espíritu es algo de lo cual no se puede hablar con palabras
explicitas, pues Sus resultados son diferentes según los casos. Puede generar poder (Hch.
XIII; 9 a 11) o gozo inefable y glorioso pero siempre va acompañado de la paz que da el
bautismo del Espiritu. El que una vez ha sido lleno del Espíritu sabe lo que esto significa,
los otros no, porque es algo experimental. Es como el hombre que nunca ha probado una
fruta, puedes hablarle media hora del sabor de esta fruta, nunca sabrá realmente como sabe
esa fruta hasta que la coma. Para volver a la metáfora que utilicé; se puede decir que es
cuando el propietario de la casa deja de ser discreto y manifiesta su presencia de forma que
toda la casa se llena de luz o de música desde el sótano hasta el desván. El hecho es que la
persona que está llena del Espíritu, no pierde el control sino que al contrario es consciente
que está bajo el control del Espíritu Santo quien es una Persona que nos hace actuar sabia y
eficazmente. Los demonios cuando controlan una persona al contrario la vuelen
inconsciente de sus acciones, y por ejemplo la “risa santa” que está de moda en los círculos
pentecostales es una actividad típicamente demoniaca. Así que para resumir el asunto de la
llenura extraordinaria del Espíritu Santo, basado en mi experiencia personal, y en el
testimonio de la Escritura, puedo decir que es algo excepcional (1 sola vez fui lleno de
Espíritu, en el momento de mi conversión), que no hay que buscarlo para crecer
espiritualmente, y que no garantiza la salvación, como lo hace el bautismo del Espíritu
Santo. Evidentemente es un privilegio y un gozo  glorioso haber oído alguna vez al
propietario de la casa y haber sentido su presencia de forma inefable. Además es una
prueba irrefutable de Cristo en nosotros que sirve para rechazar las dudas y las
insinuaciones de Satán en los días de angustia y de descorazonamiento (1 Cor. III;16). Sin
embargo el Señor en estos días no nos pide que busquemos la llenura extraordinaria del
Espíritu sino la llenura que ha de ser común a todos los santos (Ef. V; 17 a 20). Los que
buscan la manifestación extraordinaria del Espíritu son rápidamente engañados por el
pentecostalismo que es la autopista de Satanás que lleva de regreso a Roma por medio de la
conexión con el movimiento carismático católico.
      El peligro que representa el pentecostalismo es serio, y el que ha visto la estrategia del
diablo quien mediante este movimiento acaba de destruir el protestantismo, tiene que
advertir a sus hermanos sin caer en el otro extremo que limita al Espíritu Santo dentro de
una tradición cesacionista estricta. “La excepción confirma la regla” y hay excepciones en
el patrón de las actividades del Espíritu Santo. Negar las excepciones, como convertirlas en
nueva regla es hacer el juego de Satanás. Por ejemplo: ¿habéis leído el libro de David
Wilkerson: “La cruz y el puñal”? Lo leí hace poco y me gustó bastante pues su aventura
con el Espíritu Santo empieza cuando decide en el año 1958 vender su televisor para
invertir el tiempo que pasaba delante de la pequeña pantalla en la oración y la lectura de la
Palabra. Millones lo han leído y ¡alas, ha sido un formidable empujón para la herejía
pentecostal!, porque ¿quién va a negar la obra de David? ¿Quién no ve que su fe fue
honrada por Dios, y mediante ella pudo ayudar a muchos pandilleros a salir de su mundo de
drogas, lujuria y violencia? Su libro fue una propaganda para la multinacional “Las
Asambleas de Dios”, que hoy lidera el movimiento pentecostal y mueve un imperio
económico dentro del círculo pentecostal. Leí su libro y quede impresionado por su fe viva
sencilla y poderosa, pero sé que es la excepción que confirma la regla, pues en su libro “La
visión” que escribió 20 años después de “La cruz y el puñal”, en medio de muchas cosas
verdaderas que predijo, también mostró claramente que no tenía la visión correcta de las
cosas ya que predecía que un día las denominaciones evangélicas caerían en apostasía (esto
era correcto) y que habría un movimiento del Espíritu que uniría a los pentecostales con los
carismáticos católicos; lo cual es la meta principal de Satán para que Roma termine de
absorber el protestantismo. Sea quien sea, cuando un evangelista o un teólogo o un pastor
empiezan a hablar de comunión con los católicos (liberales o carismáticos o lo que sea),
sabes en seguida de forma inequívoca que este maestro está engañado por Satanás o peor
aún: ¡puede ser un agente encubierto de Roma!  ¡Esto es una prueba que nunca falla! Nos
falta el espíritu de Lutero o de Calvino, el cual dijo en su sermón 5 sobre Job: 
“Porque vemos cuántos hay actualmente que quieren tender un puente entre nosotros y los
papistas. "Es cierto" dicen, "efectivamente existen muchos abusos en la iglesia (lo
confiesan), y las cosas son demasiado pesadas e insoportables; hacen falta algunas
reformas." Esto lo confesarán. Pero, entre tanto, consultados sobre nuestra predicación no
hallan la más ínfima debilidad en nuestra doctrina, reconociendo que seguimos la pura
simpleza del evangelio sin añadir ni quitar nada; no obstante, ven que es rechazada por
muchos, y que los hombres no pueden concordar con ella, y que sería algo muy difícil
reformar rigurosamente todas las cosas, y que los hombres no se dejan conducir tan
fácilmente. Consecuentemente encuentran e inventan una mentira, diciendo, "Entonces
sería mejor aceptar una posición intermedia, al menos por un tiempo." ¿Por qué nos vienen
con tal perversidad? A menos que sus inventores deseen pasarse por alquimistas y descubrir
alguna quintaesencia, y no sé qué. Porque estaban totalmente convencidos de que en el
papado solamente hay horrible confusión, y que todas las cosas han excedido por mucho
los límites. La idolatría no podría ser más grosera; y el servicio a Dios es totalmente
destruido; vemos que los hombres depositan su confianza en méritos propios; han creído
que Jesucristo está realmente sepultado así que corren de un santo a otro, a efectos de tener
sus patronos delante de Dios; vemos que los sacramentos son puestos en venta; que
compran y venden las almas; que a unos pedazos de cachivaches y a las ceremonias se les
atribuye más de lo debido, al extremo de convertirlos en ídolos. Ya ven ustedes que todo
esto lo saben suficientemente bien estos vagabundos y que son cosas que requieren ser
remediadas. ¿Pero de qué manera? "Oh," exclaman, "lo que los luteranos han pretendido
hasta ahora es realmente imposible; el mundo no soportaría semejante cambio. Entonces
tiene que haber alguna posición intermedia. Muy bien, es cierto que los hombres han
corrompido el servicio de Dios limitándose a los mandamientos dados por hombres; hay
que decir entonces, que por amor a la obediencia, los hombres tendrían que continuar así,
pero sin estar sujetos a tal obligación ni tan estrictamente como antes”… Vean cómo estos
constructores de falsedad les parecen haber obrado sutilmente haciendo semejante mezcla,
para que el evangelio no fuese demasiado duro para el mundo. Al contrario, está dicho que
Dios no le ayudan ni le sirven nuestras mentiras. ¿Qué se hará entonces? Andemos íntegra
y simplemente, y callémonos la boca, para que cuando él hable nos sujetemos sin réplica a
lo que procede de su boca. He aquí (digo) cómo seremos aprobados por él: él nos
condenará con todos nuestros subterfugios cuando hayamos pensado que nos será favorable
conforme a nuestras propias fantasías y cuando nos hayamos apartado en tan pequeña
medida de la pureza de su palabra disfrazando sus juicios, aunque estos sean extraños para
los humanos.
      David Wilkerson habla también mucho del bautismo del Espíritu, lo cual como
pentecostal que confunde con la llenura del Espíritu, y se hace abogado del hablar en
lenguas angelicales. Aquí también puedo admitir unas excepciones y considerar este
fenómeno como los gemidos indecibles del Espíritu Santo intercediendo por nosotros que a
menudo no sabemos cómo orar (Ro. VIII: 26), pero la regla es que las lenguas cesaron
porque eran una señal para los judíos incrédulos, y además como eran también una forma
de profetizar cuando había intérprete, están doblemente fuera de propósito porque Dios no
tiene más profecías que agregar al Libro de las profecías; todo lo que tenemos que saber
para nuestra edificación está en la Biblia (Ap. XXII; 18).
      Recuerdo a un amigo en mi juventud que de un día a otro se convirtió con otros jóvenes
y esto al asistir a una iglesia de las Asambleas de Dios. Todos estaban en la vida mundana y
muy aficionados a los conciertos y al cánnabis. De un día a otro los encontré con el pelo
corto, y leyendo la Biblia y orando en vez de fumar “canutos” y escuchar música moderna.
Qué cambio estupendo, ¿verdad? Ese amigo hablaba en lengua “angelical” como suelen
hablar los neo pentecostales, pues casi nunca hablan en lenguas de los pueblos de la tierra
como era sucedía en el tiempo de los apóstoles. Según la doctrina pentecostal había
recibido el bautismo del Espíritu después de su conversión, porque hablaba en lengua
angelical, (solo le faltaba la unción para entrar en el club de Benny Hinn, o en la cuarta
dimensión de Cho…).  Pasaron 20 años y tuve el deseo de saber lo que les había
acontecido, si seguían firmes en su fe. ¡La sorpresa fue mala! El que hablaba en lengua
angelical junto con otro se volvieron judaizantes unitarios, otro se volvió ferviente católico
romano, y otro volvió a su antiguo estado de escepticismo ateo. Así que el bautismo del
Espíritu que habían recibido y que se manifestaba por el hablar en lenguas no tuvo un
efecto muy duradero y mejor les hubiera sido nunca haber abierto una Biblia que después
de abrirla negar al Cristo verdadero que se revela por la fe que viene en el bautismo del
Espíritu. Muchos hermanos se dejan impresionar por el hablar en lenguas angelicales, las
cuales en la mayoría de los casos es una vana repetición de sonidos que aprendieron en sus
asambleas, o es la actividad de un demonio. Y si se trata de un caso excepcional, de todas
formas esto no garantiza la salvación. es decir el bautismo del Espíritu. La clase de llenura
del Espíritu Santo que tanto buscan los pentecostales, es algo excepcional que si bien es un
privilegio, y tiene su propósito en el que experimenta de tal forma la presencia del
Paracleto, a pesar de todo no es el sello del Espíritu.
     El verdadero bautismo del Espíritu Santo es la revelación en nuestro espíritu de nuestra
depravación total y de la persona de Jesucristo como nuestro Dios, Señor y Salvador
personal, no de la iglesia. Pero esa revelación es en muchos casos confundida por una
comprensión intelectual de la verdad o por una emoción profunda. Es cierto que la
revelación va también acompañada por estos hechos que tocan el alma, pero es espiritual en
su esencia, no es anímica. La mayoría de los creyentes no han sido bautizados por el
Espíritu, solo han sido tocados en el alma y han aceptado la verdad con su mente y con sus
afectos, pero no se ha arraigado en su conciencia, y con el paso del tiempo y las pruebas en
el camino,  el amor se enfría y solo queda un formalismo religioso o aun peor se vuelven
apóstatas a pesar de que hayan podido experimentar la llenura del Espíritu en un cierto
momento de su vida, por lo cual dice el Señor Jesús: “El que creyere y fuere bautizado (del
Espíritu) será salvo”. La única forma de saber si uno ha sido bautizado por el Espíritu, es
decir si ha recibido la fe salvadora en Cristo, es cuando hay un proceso de santificación
verdadera, y esto requiere unos años, pues como el árbol no da sus frutos apenas salen sus
hojas, igualmente el creyente genuino no puede al instante hacer segura su elección y
vocación a pesar de confesar la doctrina del Hijo de Dios. (No estoy diciendo aquí que para
ser salvo hay que pasar por un largo proceso de santificación, sino que para estar seguro de
que uno ha sido salvo de veraz se necesita un cierto tiempo para comprobar dicho proceso
de santificación. Tampoco estoy hablando aquí de la santificación del Padre que nos eligió
antes de la fundación del mundo (Jud. 1), ni de la del Hijo que con su sacrificio nos hace
perfectamente santos legalmente delante de la justicia Dios, como dice la Escritura. “por
una sola ofrenda perfeccionó para siempre todos los que son santificados” (ved también Hb.
XIII; 12), ni de la santificación del Espíritu cuando nos regeneró en 1 segundo al nuevo
nacimiento. Esas 3 clases de santificación operadas por las 3 Personas de la divinidad son
perfectas e inmutables pero también misteriosas, y solo la santificación experimental e
imperfecta nos puede revelar esas 3 clases de santificación perfecta y eternas). Para decirlo
de forma sencilla: el santo no es el que dice que fue elegido, o que Cristo murió por él, o
que el Espíritu le habló, sino el que vive piadosamente, aborreciendo el pecado y  teniendo
a la Biblia como su autoridad suprema. Miraremos pues ahora estos 2 rasgos inconfundibles
que aseguran que uno ha sido bautizado por el Espíritu, y que por ende no es solamente un
creyente formal, anímico en el cual el Espíritu puede entrar y salir.  Porque antes del día de
Pentecostés (Hch. II; 1), el Espíritu Santo venía sobre las personas elegidas o no, entraba en
ellas (Ez. III; 24) y se iba, y aun se podía ir definitivamente (Salmo LI; 11). Hasta aquel día
de Pentecostés, los elegidos eran salvos de la misma manera que nosotros hoy en día; por la
fe en el Redentor que iba a venir pues dijo Job: “Yo sé que mi Redentor vive”, y esa fe era
un don del Espíritu Santo que actuaba en ellos. Pero no moraba en ellos perpetuamente, y
creo que esto explica entre otras cosas el fenómeno de la poligamia en los patriarcas. En
efecto Cristo restableció la comunión constante con Dios que se había roto desde los días
del Edén, y por ende restableció en el ámbito moral la monogamia que es una alegoría viva
de la relación de Cristo con su esposa la Iglesia. Antes de Pentecostés los elegidos no
poseían las arras del Espíritu Santo como nosotros las poseemos desde aquel día. Creían
pero no eran sellados con la presencia permanente del Espíritu Santo en su corazón, en el
espíritu de su mente (2 Cor. I; 22, Ef. I; 13). Había excepciones como el caso de Moisés
pero la regla general era que el Paracleto venia y se iba. Hoy es el contrario la regla general
es que viene y se queda eternalmente, solo se va de los apóstatas que nunca recibieron el
amor a la verdad para ser salvos, nunca se aborrecieron a sí mismos. Por lo cual no cesemos
nunca de dar gracias a Dios por la presencia eterna de Espíritu en nosotros, aunque no la
sentimos, es más real que el viento, lo cual aunque es invisible hacer avanzar los veleros
sobre el mar. Veamos ahora en qué consisten las 2 pruebas de la presencia del Espíritu en
nosotros.
     El primer rasgo inconfundible que nos asegura que fuimos bautizados por el Espíritu
Santo es que hay un proceso de santificación. El regenerado no es mejor en sí que un
incrédulo. La diferencia entre un cristiano nacido de nuevo y un hijo del diablo es la 
presencia del Espíritu Santo en él, la cual le hace confesar no solo con los labios que Jesús
es el Señor, sino con el tenor de una vida que saliendo de las tinieblas va de luz en luz y de
gloria en gloria. Le ha sido implantada una nueva vida en su conciencia, sabe que Jesús es
el camino la verdad y la vida y desde entonces tiene un odio sobrenatural al pecado que le
asedia en este Camino. El pecado que amaba ayer hoy lo odia. Peca todavía y esto
generalmente por ignorancia, pero no practica el pecado una vez que lo tiene identificado.
Un elegido puede cometer graves pecados, pero no puede practicarlos por que ha nacido de
Dios, y Dios no lo dejará sin castigo si sigue pecando. La clave para saber si uno es nacido
de la Palabra y del Espíritu es el tenor general de la vida de ese cristiano. La cuestión no es
¿qué pecado ha cometido este año? sino ¿qué pecado ha dejado de cometer en este año? Si
nuestra vida a pesar de la lectura regular de la Biblia no ha mejorado en santidad entonces
no hemos recibido a Cristo en nuestros corazones. Si hay tantos pecados hoy en mi vida
como hace 10 años es que no está el Espíritu Santo en mí. Si no me he vuelto más sensible
al pecado con el paso de los años entonces estoy engañándome a mí mismo. La prueba del
bautismo del Espíritu Santo es la santidad porque sin santidad nadie verá a Dios, y Él nos
dice: “Sed santos porque Yo soy santo”. La santidad real no consiste en no cometer pecado,
esto es la santidad absoluta y solo Dios la posee; nuestra santidad experimental y real es el
odio al pecado, odio que crece en el conocimiento del pecado por medio de la ley, y que se
somete a la ley por amor a Dios nuestro Padre, no por temor al infierno o al perder la buena
fama. Ha de haber una mortificación del pecado como dijo Juan Owen el puritano inglés:
“Solamente un creyente, es decir, una persona que está verdaderamente unida con Cristo es
capaz de mortificar el pecado Como ya hemos notado en el primer capítulo, la
mortificación es la tarea de los creyentes: “porque si vivís conforme a la carne, moriréis;
mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13) Una
persona no regenerada (es decir, una persona que no está realmente unida con Cristo por la
fe), puede hacer algo parecido a la mortificación, pero no puede realmente mortificar ni
siquiera un solo pecado, en una manera aceptable a Dios. En el capítulo tres notamos como
muchas personas sinceramente religiosas (que actúan en base a los principios enseñados por
su iglesia), tratan de mortificar su pecado, sin embargo todo es en vano… No estamos
sugiriendo que solamente los creyentes están obligados a mortificar el pecado. No, la
mortificación es un deber (igual como el arrepentimiento y la fe), que Dios exige de todos
aquellos que escuchan el evangelio. Lo que estamos afirmando es que sólo los creyentes
pueden hacer esto. El incrédulo también está obligado a mortificar sus pecados, pero éste
no es su primer deber, su primer deber es creer el evangelio que ha escuchado…
     Segundo, la mortificación del pecado es un deber que las personas no regeneradas son
responsables de cumplir, pero no es su primer deber. Si un hombre está tapando un hoyo en
la pared de su casa, no pensará que yo soy su enemigo si vengo a decirle que deje por el
momento el hoyo, porque hay un incendio que amenaza con quemar toda la casa. Si un
hombre tiene un dedo adolorido y también una fiebre intensa, debe tratar primero con la
fiebre y luego con el dedo. Lo mismo es verdad en la esfera espiritual. No tiene caso
cansarse peleando con algún pecado particular cuando el verdadero problema es una
naturaleza pecaminosa que es esclava del pecado. Primero es necesario traer su naturaleza
pecaminosa a Cristo, el gran médico. Entonces, cuando haya sido librado de la esclavitud
de su naturaleza pecaminosa, entonces usted estará preparado para comenzar a mortificar
los pecados particulares… Sin la ayuda del Espíritu de Dios la mortificación de pecado no
es posible. Sería más fácil ver sin ojos o hablar sin lengua que verdaderamente mortificar el
pecado sin el Espíritu Santo”.
Los legalistas se someten a la ley moral y aun a veces a leyes ceremoniales por interés
egoísta, en cambio el hombre espiritual se somete a la ley moral de Dios por amor a su Dios
que le amó tanto que dio a su Hijo Unigénito para salvarlo.  Dios nos salvó para que
seamos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras (Ef. II; 10). Estas obras
son el producto de la fe, y esta fe obra por amor no por intereses egoístas. Muchos se
imaginan que la prueba de nuestro bautismo del Espíritu es un crecimiento en el
conocimiento teológico, pero es un error fatal en muchos casos porque “el conocimiento
envanece mas el amor edifica”. Este amor a Dios se traduce por el odio al pecado, lo cual
implica un avance significativo en la santidad que se deja ver por una vida que cada día se
demarca de la vida de los mundanos acostumbrados a llenar sus ojos con el flujo constante
de pecado que fluye de sus televisores. Ha de haber un progreso en santidad, y si lo hay es
que Cristo está en ti.
      El  segundo rasgo inconfundible de nuestro bautismo del Espíritu Santo es nuestra
actitud frente a la santa Biblia desde el principio, desde el día de nuestro nuevo nacimiento.
Digo desde el principio, porque según mi experiencia personal, (estoy seguro que miles de
otros cristianos dirían lo mismo),  al nacer de nuevo supe intuitivamente  que la Biblia es la
Palabra infalible de Dios. Ni tuve que abrirla para saberlo, me fue comunicado por el
Espíritu Santo a mi espíritu.  Desde el principio, a pesar de mi cultura, descartaba la iglesia
católica romana como el lugar donde iba a conocer a Dios, y supe que la Biblia era una
fuente pura para recibir conocimiento del Salvador que me reveló el Espíritu Santo. En el
elegido hay una revelación acerca de la Biblia que no pueden destruir ni la carne con sus
deseos contrarios a ley de Dios, ni el mundo con su falsamente llamada ciencia atea y 
devotamente evolucionista, ni el diablo con sus iglesias que reclaman autoridad sobre la
Escritura. Pero además de esta revelación que se da al nuevo nacido de lo alto, hay una
convicción que pronto aparece cuando lee esta divina Palabra escrita, y es que tiene
autoridad suprema no solo en temas espirituales sino morales, y científicos. La Biblia no es
un libro de moral o de historia o de geografía, pero todos los datos que nos da en cuanto a
moral o ciencia son válidos y no pueden someterse a la moral que rige el ambiente donde
vivimos o a la enseñanza de los últimos científicos. La moral que adoptamos y el
conocimiento que recibimos deben estar acordes con la moral o los datos de la Biblia, y si
no, entonces son rechazados automáticamente por el espíritu del cristiano. Puede que le
cueste un tiempo para definir con argumentos y versos las razones del rechazo, pero no
habrá adaptación duradera en cuanto a la moral mundanal y a la teoría darwinista u otra
teoría diabólica de moda. La Biblia es la autoridad suprema del cristiano regenerado, y bien
puede el mundo entero con toda su comunidad científica oponer su opinión, el cristiano
verdadero dirá como Atanasio, el único que se quedó negando las afirmaciones de los
arrianos: “¡Atanasio contra el mundo!”. Un cristiano verdadero, es decir que fue bautizado
por el Espíritu Santo  puede poner en tela de juicio la ciencia, la iglesia, el orden
establecido; todo puede tambalearse pero la Biblia es para él la Palabra que permanece para
siempre, cuya autoridad es indiscutible, y que no necesita del aval de los teólogos o de los
científicos para mantener su autoridad porque sabe que “toda la Escritura es inspirada de
Dios”. Los mejores teólogos a veces  pueden inducirte a tomar el camino equivocado. ¡Ved
por ejemplo como Benjamin B. Warfield un eminente teólogo presbiteriano intentó
correlacionar el calvinismo con el darwinismo, y recordad pues que “Maldito el hombre
que confía en el hombre, y pone carne por su brazo y su corazón se aparta de Jehová!”.
Como dijo Juan Wycliff, la estrella matutina de la Reforma y el padre del “Sola Scriptura”
que Lutero adoptó:
 “A pesar de que algunos profesores opinan que en tiempos del Anticristo y sus seguidores
los cristianos idearían muchas maneras para enfrentar sus intrigas, a mí me parece que la fe
en la Biblia es el mejor medio para discernir si un hombre enseña y vive en armonía con la
ley de Cristo”.
      El cristiano que está plenamente convencido de que la evolución biológica es verdad,
niega la Biblia entera, y no ha nacido de nuevo. Hay cristianos verdaderos que
temporalmente pueden aceptar el evolucionismo, a causa de su ignorancia de la Escritura y
de la presión del mundo a través de la educación y de los teólogos e iglesias corruptos, pero
nunca estará plenamente convencido y sentirá en si un mal estar por contristar al Espíritu
Santo. Si la Palabra escrita tiene más autoridad que la propia experiencia personal del
cristiano según nos enseña Pedro en 2 P. I; 19, ¿cómo puede un elegido creer  los cuentos
de científicos incrédulos que odian a Dios y cuyo propósito es destruir la autoridad de la
Biblia para cauterizar su conciencia que les dice que “está establecido para los hombres que
mueran 1 sola vez y después de esto el juicio”? Igualmente hay cristianos verdaderos que
pueden aceptar temporalmente la basura idolátrica del sistema católico romano, pero es por
ignorancia. Si se dedican, como es su deber, a escudriñar las Escrituras no podrán quedarse
en  el “papismo diabólico” como decía Lutero. La conciencia del cristiano regenerado está
atada a su comprensión personal de la Biblia,  no a los dogmas de su congregación o de la
tradición evangélica; bien decía Spurgeon: “1 palabra de Dios pesa más para nosotros que
una biblioteca de tradiciones humanas”. Por esto mismo siempre proclamo que la religión
verdadera se llama protestantismo, y que las demás religiones no son cristianas aunque
vengan citando la Biblia. El protestantismo tiene por fundamento el “Sola Scriptura” al lado
del “Sola Fide”, mientras que el catolicismo tiene el papa, la virgen de Satanás, la tradición,
el magisterio encima de la Biblia, o el russelismo tiene su revista “Atalaya” al lado de la
Biblia para destruir su enseñanza, así como los mormones tienen su libro de Mormón. El
que ha nacido de nuevo es protestante aunque no lo sepa, y el que no ha nacido de nuevo no
es protestante aunque sea miembro destacado de una iglesia protestante. El bautismo del
Espíritu comunica una revelación clara de que la Biblia es la infalible palabra de Dios, y
aunque toma tiempo para apreciarla y entenderla, esto es uno de los 2 rasgos inconfundibles
de la presencia del Espíritu Santo dentro del corazón de un hermano.
     Por lo tanto hermano si posees estos 2 rasgos del elegido, si comparando tu vida pasada
con la presente ves un aumento claro de piedad y santidad no fingida, y el mismo
convencimiento de la infalibilidad de la Escritura que tuviste al principio de tu carrera,
entonces no tienes que dudar de tu elección, ni añorar experiencias sobrenaturales que a
veces como en el caso de Pablo, requieren después un aguijón en la carne, es decir la
actividad de un demonio que te acose constantemente para evitar que te jactes de tus
revelaciones (2 Cor. XII;7). Muchos quedan impresionados y se sienten mediocres al oír de
las experiencias auténticas y sobrenaturales por la cuales unos pocos hermanos fueron y son
privilegiados, otros reaccionan a esto  encerrándose por temor o por envidia en su
dogmatismo cesionista que relega la llenura extraordinaria del Espíritu Santo a los tiempos
de los apóstoles, pero ninguna de estas actitudes es sabia. Creo que lo más sabio es un
cesacionismo consciente de que el Espíritu Santo no está atado por nuestra comprensión del
patrón de sus actuaciones. Dios tiene siempre sus excepciones pero nunca se contradirá
añadiendo una profecía a la Biblia. La búsqueda ansiosa de experiencias sobrenaturales es
la raíz diabólica del pentecostalismo. El pentecostalismo hace de la excepción la regla, y así
confunde el bautismo del Espíritu con la llenura excepcional del Espíritu, y va tan lejos que
aún cree que uno puede ser salvo sin ser bautizado por el Espíritu, cuando el mismo Señor
Jesús nos dice que para ver el Reino de Dios ¡hay que nacer del agua y del Espíritu! El
árbol se conoce por sus frutos, y el pentecostalismo es la más sólida conexión con el
catolicismo que odia el apego a la interpretación literal a la Biblia, y promueve las
apariciones de sus vírgenes. ¿Qué diferencia hay entre  el arminianismo y el
semipelagianismo? ¿Qué diferencia entre un mensaje de la virgen de Fátima y de una
profetisa moderna? Nada; todo es mentira y engaño satánico.
      Hermano, si crees en el Señor Jesús como tu único Señor y Salvador, si tu vida muestra
un crecimiento en santidad, y si tu autoridad suprema encima de toda experiencia
sobrenatural, o ministerio eclesiástico sigue siendo la Biblia, entonces fuiste bautizado por
el Espíritu Santo; estás perfectamente equipado para toda buena obra y te espera una llenura
eterna del Espíritu Santo, y esto  muy pronto, ¡cuando suene la trompeta y se oiga la voz del
arcángel!
    MARANATHA.    
 
    
 

¿ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO?


     Durante mis estadías en una gran ciudad, pasaba a menudo delante de un edificio donde
se celebran cultos pentecostales de sanidad, de milagros de prosperidad etc. No hay nada
extraordinario en ello pues la gran mayoría de los evangélicos ha caído en el neo
pentecostalismo. Hace años que denuncio la herejía pentecostal, afirmando que es el
desarrollo final de la carretera que lleva de regreso a Roma mediante la herejía arminiana.
El arminianismo se imagina tomar el control de la sangre de la expiación y dice que esta
sangre se aplica según el ejercicio de la libre voluntad humana. El pentecostalismo por su
parte se imagina tomar control del Espíritu Santo y dice que después de la conversión hay
buscar el bautismo del Espíritu, y unos van aún más lejos diciendo que después de este
bautismo hay que buscar la unción del Espíritu. Pero ambos; arminianos tradicionales y
arminianos de fin de carretera, es decir pentecostales, están equivocados porque la sangre
de la expiación está limitada al número de los elegidos que Dios Padre escogió antes de la
fundación del mundo, según el puro afecto de Su voluntad (Ef. I; 4 y 5), y en cuanto a la
obra del Espíritu Santo en nosotros, no necesitamos pedirle un bautismo especial después
de nuestra conversión ni una unción suplementaria, porque la buena obra que ha empezado
en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Fil. I; 6); ¡Él no hace las cosas a
medias! Lo que tenemos que hacer en relación con Él es que no Lo contristemos.  Pero
volviendo a este edificio delante del cual solía pasar, me llamó la atención  porque la
organización pentecostal que lo usa se llama “Oración fuerte al Espíritu Santo”. Esto me ha
hecho cavilar sobre este tema: la oración al Espíritu Santo. ¿Podemos orar al Espíritu
Santo?
     Sabemos que el Espíritu Santo es Dios; Él es la tercera Persona de la divinidad, y como
tal Le debemos la misma adoración, reverencia, amor, y sumisión que al Padre o al Hijo.
Pero en cuanto a la oración veo en la Escritura menos indicios para orarle a El que al Señor
Jesús. Nuestro Señor Jesús nos has enseñado que la oración debe ser dirigida al Padre (Lc.
XI; 2). Ningún creyente trinitario negará que la oración según nos enseñó el Señor Jesús,
debe ser dirigida al Padre. Luego aprendemos en las epístolas que el Padre las recibe en el
nombre de su Hijo Jesucristo, es decir por los méritos de su vida y muerte a nuestro favor, y
que como no sabemos pedir lo que Él quiere darnos o decirle lo que Le agrada, tenemos la
intercesión, la actuación y la inspiración del Espíritu Santo dentro de nuestro espíritu. Esto
lo creemos todos, pero hay muchos hermanos y buenos maestros que añaden que podemos
orar también al Señor Jesús, o al Espíritu Santo.

      Dijo A.W. Pink en su libro “La oración ferviente”:


      LOS CRISTIANOS DEBEN DIRIGIRSE A DIOS COMO A PADRE. Concluiremos
estas observaciones preliminares y generales señalando a algunos de los rasgos más
definidos de las oraciones apostólicas. Así que, es importante observar a quién se dirigen
estas oraciones, pues si bien no se someten a una forma de expresión árida y uniforme, sino
que muestran una adecuada variedad de dicción, la forma más frecuente en que se invoca a
la Deidad es usando el nombre Padre, como en: “Padre misericordioso” (2 Co. l:3); “Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef. 1:3; 1 P. 1:3, RV60); “Padre glorioso” (Ef. 1: 17);
“Padre de nuestro Señor Jesucristo” (Ef. 3:14). Este lenguaje evidencia claramente lo
mucho que los apóstoles observaban el mandato de su Maestro. Porque, cuando le pidieron:
“Señor, enséñanos a orar, él respondió de la siguiente manera: “Vosotros debéis orar así:
Padre nuestro que estás en el cielo” (Mt. 6:9, la cursiva es mía). Lo mismo les enseñó por
medio de su ejemplo en Juan 17:1, 5, 11, 21, 24 y 25. La instrucción y ejemplo de Cristo
han quedado registrados para que aprendamos a orar. No ignoramos que muchas personas
han usado el apelativo Padre para dirigirse a Dios de manera ilícita y superficial. Pero el
abuso no justifica nuestra negligencia para reconocer esta bendita relación. Nada ha sido
mejor calculado para producir calidez en nuestro corazón y darnos libertad de expresión,
que el reconocimiento de que nos estamos acercando a nuestro Padre. Si en verdad hemos
recibido el verdadero “Espíritu de adopción” (Ro. 8:15, RV60), no lo apaguemos sino más
bien sigamos su impulso y clamemos: “Abba, Padre.”
     Ahora bien antes de seguir más adelante, sería prudente exponer lo que se entiende por
orar. En pocas palabras orar es hablar con Dios, pero con el Dios invisible. Es hablar con
Dios por medio de la fe. Es tener una comunicación inteligente con el Ser supremo, sin
verlo con nuestros ojos naturales, ni oírlo con nuestros oídos naturales. Es expresar por
medio de palabras articuladas, en voz baja o alta, nuestros pensamientos, nuestra adoración,
nuestras inquietudes, nuestras necesidades, nuestras emociones, nuestros proyectos o
deseos al Dios que nos ama y nos conoce perfectamente. Es una conversación siempre
respetuosa pero a solas y a menudo es también muy íntima con Dios. Vista desde afuera
parece un monólogo, pero es a la verdad un diálogo; de hecho aunque las respuestas de
Dios no se oyen en seguida o de forma audible, es una conversación que sigue durante toda
la vida, por lo cual dice: “Orad sin cesar”. Es más que una invocación, pero incluye la
invocación, y no solo la invocación sino puede también incluir la alabanza, la acción de
gracias y es siempre una forma de adoración y de comunión si el Espíritu Santo no está
contristado. Ciertamente se podría escribir volúmenes sobre la naturaleza de la oración pero
no es mi intención ni es de mi capacidad. Solo quería esclarecer lo que nosotros los
cristianos sencillos entendemos por orar.
    Ahora bien antes de hablar de la oración al Espíritu Santo, miremos la oración dirigida al
Señor Jesús. A la verdad en el NT no encuentro ninguna oración dirigida al Señor Jesús.
Veo a Esteban dirigiéndose al Señor Jesús al ser apedreado después de verlo a la diestra del
Padre (Hch. VII; 55, 56, 59 y 60). Veo a Pablo diciendo al Señor Jesús: “¿Quién eres
Señor… qué quieres que yo haga?” (Hch. IX; 5 y 6), pero en ambos casos hay una visión y
una presencia directa del Señor Jesús. Así que no puede considerarse estos casos como
oraciones según la definición que hemos dado de la oración. ¡En todo el NT no hay
oraciones al Señor Jesús! Hay invocaciones y acciones de gracias pero oraciones no hay.
Creo que la oración  que se puede hacer al Señor Jesús es en el momento del nuevo
nacimiento, porque Dios se nos revela en el Señor Jesús. Luego el Señor Jesús nos dirige al
Padre, pues “hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo
hombre”. Hablando de la relación que tendrán los discípulos con Él después de su
resurrección, les dice: “En aquel día no me preguntareis nada.  De cierto, de cierto os digo,
que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” (J. XVI; 23, 24). Lo propio de
la oración que es una conversación íntima con Dios es hacer preguntas. Caminamos con
Dios y sus pensamientos no son nuestros pensamientos, por tanto a menudo le preguntamos
¿Qué debo hacer, o pensar? Pero aquí Jesús  dice que luego de su Asunción: “No me
preguntaréis nada”, porque las respuestas vendrán del Padre, y sabemos que el Padre solo
oye a los que vienen a Él en el nombre de Su Hijo. Así que Jesús siendo Dios recibe nuestra
adoración, nuestras acciones de gracias, es el objeto de nuestra meditación, es nuestro todo
en todo, pero Él nos enseña a orar al Padre en su nombre, no a su propia persona. Si orarle a
Él fuera algo que le agrade o nos sirva en nuestro  caminar espiritual, lo habría dicho
claramente en sus propias palabras o en las palabras de los apóstoles, pero obviamente no
es el caso, y los que oran a Jesús, lo hacen basándose en suposiciones, deducciones, que no
niego pero que no dejan de ser lo que son: inferencias humanas.
     Lo mismo sucede con la oración al Espíritu Santo; no hay ningún versículo en toda la
Escritura que nos enseña orar al Paracleto directamente. El caso es similar al del Señor
Jesús; vemos en los Hechos de los apóstoles que El habla y ordena ciertas cosas pero no les
pide que le oren o le piden directamente cosa alguna. Así que adoramos, invocamos, damos
gracias, glorificamos, alabamos al Espíritu Santo pero no Le oramos, y la razón de esto es
aún más obvia que la que tenemos en relación con el Hijo, porque el Espíritu mismo es el
inspirador de la oración que es recibida por Dios. Dice la Escritura: “El Espíritu mismo
testifica CON nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Ro. VIII; 16, versión inglesa
del rey Jacobo: “King James Version”), lo que implica una acción conjunta con nuestro
espíritu cuando clamamos “Padre” en nuestras oraciones privadas o nuestra confesión
pública. Es evidente que una oración que agrada a Dios es una oración que brota de la
comunión de nuestro espíritu con el Espíritu Santo. Ahora bien el ministerio del E.S. es
revelarnos al Hijo para llegar al Padre. Él inspira nuestras oraciones, y en el nombre de
Jesús, ellas llegan al Padre de misericordia. Él trabaja dentro de nuestro espíritu donde ha
tomado morada para guiarlo en la oración, de modo que sea aceptable al Padre y glorifique
al Hijo por la eficacia de su sangre que nos hace receptores de las múltiples bendiciones, y
respuestas positivas del Padre. Así que orar al que inspira la oración es algo que no tiene
sentido en cierta manera, pues sería como pedir una línea telefónica a una compañía de
telefonía para estar en comunicación con sus operadores. Una compañía telefónica tiene por
meta proveernos comunicación con otros usuarios, no con ella misma directamente. Claro
que podemos comunicarnos con sus operadores para que nos ayuden, y estamos siempre
bajo la asistencia técnica de tal compañía, pero la meta de la compañía no es la
comunicación directa con la compañía sino ponernos en contacto con otros usuarios del
teléfono. Si la compañía nos brinda un excelente servicio a precio muy cómodo; le haremos
propaganda alrededor de nosotros. De la misma manera el Espíritu es El que permite que
oremos lo que hemos de orar, es El que permite dar en el blanco con nuestras oraciones y
merece nuestras acciones de gracias, merece que Le alabemos, que proclamemos su poder,
su sabiduría, su entendimiento, su consejería, su conocimiento, su reverencia hacia el Hijo
y hacia el Padre, pero en ninguna parte de las Escrituras nos enseña a orarle al Él, sino al
Padre para que nos llene del Espíritu mismo en el nombre de su Hijo. Así que podríamos
decir que de cierto modo el Padre es el que recibe nuestras llamadas telefónicas al cielo,
que el Espíritu Santo es la compañía de telefonía móvil  que las envía y que el Hijo es El
que da la licencia para que funcione la compañía de acuerdo a las estipulaciones legales que
rigen las relaciones entre el cielo y la tierra.
     Nuestra posición es que definitivamente la oración según la Escritura debería por la
inspiración del Espíritu Santo ser dirigida al Padre en el nombre del Hijo. No obstante no
hay que ir al otro extremo y decir que es un pecado orar al Espíritu Santo o a Jesús. No hay
problema en dirigirse directamente a las 2 otras Personas de la Santísima Trinidad. Pero lo
veo más bien como invocación como cuando decimos “Ven Señor Jesús, o Maranatha”.
Dios es amor para con sus hijos y no se contriste el Espíritu porque muchos Le oren
directamente. Antes oraba al Espíritu Santo para que me iluminara en mi lectura de su
Palabra, y no Lo contristaba por ello. Pero me ha abierto los ojos y creo que me ha
mostrado por las Escrituras que es mejor orar al Padre y pedirle que el Espíritu me ilumine
el entendimiento en el nombre del Hijo. Igualmente los que oran directamente al Señor
Jesús no pecan, porque Dios es uno, pero mientras no estamos en su presencia física, la
conversación con el Dios invisible debe ser con el Padre, según nos lo estipula el mismo
Hijo en las Escrituras que el Espíritu Santo nos comunicó. ¡Se puede conversar con el
Ministerio de las comunicaciones, se puede conversar con los operadores de la compañía de
telefonía móvil; no hay delito en ello, y nos escucharan, pero después de un tiempo nos
recordarán que ellos en este tiempo presente son los agentes que permiten la comunicación,
no los principales destinatarios de nuestras comunicaciones! Claro que los ministerios de
nuestro Señor Jesús y del bendito Espíritu Santo no se limitan al campo de la oración, pero
mi artículo sí se limita a este tema, y creo que la posición nuestra ha sido expuesta clara y
escrituralmente. Además es bueno recordaros que la herejía pentecostal tiene por base
“técnica” una desviación de nuestra atención del Hijo como objeto de nuestra meditación, y
del Padre como objeto de la oración, para que la carne sea complacida por milagros de
sanidad y de prosperidad. Satanás aparece  a menudo como ángel de luz, y habla también
como si fuera la voz del Espíritu Santo a través de sus profetas cuyo fin será conforme a sus
obras… “Por tanto es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas  que hemos
oído, no sea que nos deslicemos” y seamos arrastrados por la corriente pentecostal que se
conecta al movimiento carismático católico y lleva de regreso a Roma. No hemos oído
nunca en la Biblia que se deba orar al Espíritu Santo sino que el Padre envió a su Hijo, el
Hijo envió a su Espíritu Santo, El cual a su vez nos envía al Hijo, quien nos envía de
regreso al Padre que nos había escogido en Cristo antes de la fundación del mundo (Ef. I; 3
a 5). Así que pidamos al Padre que el Espíritu Santo nos ayude cada día más a comprender,
por medio de la Biblia, cuál es Su perfecta voluntad para con nosotros, en Cristo Jesús.
 Amen.

    
 

LAS 3 TRISTES CLASES

    Lo que se ve al nivel denominacional es lo que se ve al nivel personal. Estamos en los


días de la gran apostasía, y lo que se encuentra es principalmente 2 tipos de personas o de
iglesias: por un lado hay los que aparentan tener vida pero no tienen doctrina sana, y por
otro lado los que aparentan tener doctrina sana pero no tienen vida. Dicho de otra forma el
cristianismo evangélico de hoy se puede dividir en 2 grupos: los pentecostales y los
tradicionales. Así que es muy raro encontrarse con un cristiano que tenga una vida
espiritual alimentada por doctrina sana, y es aún mucho más difícil encontrar una iglesia
que tenga vida y que sostenga una soteriología calvinista, con una esperanza milenarista, ¡y
un orden patriarcal!, como lo establece 1 Cor. XIV; 33 a 35. Se puede encontrar todavía un
hermano o una hermana que ande en el espíritu y hable palabras de cordura y de verdad,
pero una iglesia local que sea realmente protestante y protestando esto es cosa de otro
mundo, o de otro siglo pues dice 2 Ts. II; 3: “no vendrá (Jesús) sin que venga antes la
Apostasía…”
     No quiero ser pesimista, y no lo soy pues estoy esperando cada día el sonido de la
trompeta y la voz del arcángel que anuncien la primera resurrección y el Arrebatamiento de
la Iglesia, pero creo que es nuestro deber, para  todos los que hemos recibido suficiente luz,
advertir a los hermanos de los peligros que nos rodean, pues el diablo cual león está
andando buscando a quien devorar, y tiene mucho poder pues ya tiene bajo su control a
todas las denominaciones con sus pastoras, y sus doctrinas humanistas y de demonios. En
efecto Pablo habla de peligro entre falsos hermanos (2 Cor. XI; 26). Así que es útil
discernir qué clase de hermanos nos rodean, y no solamente para evitar el peligro sino para
también ayudarlos si es posible. Veamos primeramente los 2 tristes cuadros, empezando
por el tipo que aparentemente tiene vida, y agregaremos al final otro que se ubica entre
ambos.
     Es el tipo de creyente más común. La mayoría de nosotros pasamos por esta etapa de
vida sin conocimiento doctrinal sólido. Todos nacemos bebés, (todos nacemos arminianos
decía Spurgeon) y no tenemos los sentidos espirituales desarrollados para discernir sin falta
el Camino estrecho del camino equivocado. El bebé toma la leche que se le da, y en estos
días la leche que se dan en las iglesias es adulterada. Por lo cual el bebé suele quedarse
bebé muchos años hasta que el Espíritu Santo trate con él y le haga buscar la luz fuera de su
denominación. Es un espectáculo muy triste ver a todos esos evangélicos subdesarrollados
que después de años sentados en las bancas no piensan nunca en hacer firmes su vocación y
elección, pues ni saben  que existe la doctrina de la elección; sus pastores les han inculcado
las glorias del libre albedrio, o por lo menos les han escondido la realidad de la soberanía
de Dios. Y ahí están: masas de cristianos evangélicos que años tras años repiten las mismas
doctrinas básicas, y nunca empiezan a sobreedificar sobre el fundamento de la santísima fe,
sino que poco a poco la consciencia se cauteriza y se dejan arrastrar por la corriente del
mundo que los llevará de regreso a Roma. Claro que los más culpables son los pastores que
no cumplen con su ministerio sino que mantienen a la grey en un estado infantil para poder
manipular las ovejas y sacarle la lana sin problema. No obstante el creyente enfermizo no
puede echarle toda la culpa al ministro pues tiene su Biblia que le dice: “Desead como
niños recién nacidos la leche no adulterada de la Palabra para que por ella crezcáis si es que
habéis gustado la benignidad del Señor” (1 P.II; 2) y también “El que habla hable conforme
a la Escritura”. Por lo tanto teniendo una Biblia en casa, el evangélico clásico no tiene
ningún excusa si por negligencia se deja engañar por lobos vestidos de ovejas y pastoras de
Satanás, pues muy bien sabe que la Biblia no permite a la mujer enseñar ni tener dominio
sobre el hombre sino que aprenda en silencio con toda sujeción, porque Adán fue formado
primero y después Eva; cosa irreversible que no tiene que ver con la evolución o
acontecimientos ulteriores en el mundo o en la iglesia (1 Ti. II; 11 a 14)… Y si no ven
cosas tan enormes y desafiantes a la autoridad de la Biblia como mujeres pastoras, ¿Cómo
verán cosas más profundas y excelsas? Los que aparentan tener vida pero que nunca fueron
regenerados por la Palabra y el Espíritu nunca se darán cuenta de nada hasta que primero
nazcan de nuevo, y los que han nacido de nuevo pueden pasar años y décadas sin darse
cuenta de la triste realidad de la situación apocalíptica que vivimos, es decir de la Apostasía
de las iglesias convencionales, y de su propio estado de raquitismo espiritual crónico. Pero
El que ha empezado la buena obra la terminará hasta el día de Jesucristo, y Dios en su
providencia despertará al elegido dormido según el puro afecto de Su voluntad. Dios tiene
un plan para cada uno de sus elegidos, un plan que ha de moldearlo para su servicio aquí y
para su servicio en la eternidad. Por lo cual tenemos que aceptar la verdad de que nosotros
no podemos abrir los ojos de nuestros hermanos a la triste realidad de la Apostasía y de su
propio estado enfermizo, pues nosotros mismos sabemos por experiencia propia cómo es
fácil albergar errores y pecados durante años, hasta que el Espíritu Santo nos abra los ojos
sobre tales desvaríos. Por lo cual nosotros solo debemos presentar los argumentos bíblicos
para que si el tiempo del despertar ha llegado, el Espíritu recuerde esas palabras a la
conciencia adormecida del creyente manipulado por su denominación y cuya mente es
procesada diariamente por la TV (¡vía “Enlace”por ejemplo!). Y como justamente ese
creyente sufre de carencia de tipo doctrinal es muy aconsejable no empezar a tratar con él 
de temas como ¡el supralapsarianismo  o el infralapsarianismo! Lo mejor es sacudirle la
mente con temas que un niño puede entender, como la posición de la mujer dentro de la
iglesia. Si es de Dios la Palabra de Dios oirá, y pronto su espíritu se turbará la próxima vez
que vea una mujer enseñando desde un pulpito y haciéndose llamar “pastora”. El
feminismo en la iglesia es tan enorme como un elefante en un corredor, y si el individuo es
una nueva criatura en Cristo Jesús, está abominación puede despertarlo a la ominosa
realidad y darle ganas de tomar leche no adulterada, para crecer y poder luego empezar a
comer comida sólida.
     Hablo de esto con un poco de experiencia, pues  he visto cambios radicales en cristianos
verdaderos que tenían la mente adormecida por la tradición evangélica moderna que está
vendida a la corriente de este mundo. Como eran cristianos verdaderos reconocían que la
Biblia es la autoridad infalible y suprema de Dios, y por ende con el ejemplo de la
usurpación de poder en las iglesias hecha por las mujeres, y esto  por culpa de los ministros
vendidos a su denominación la cual a su vez está vendida a Roma por medio de la
infiltración jesuita dentro de los seminarios, estos hermanos se despertaron y pronto
empezaron a comer la sólida comida de los 5 puntos del calvinismo. La abominación
feminista que ha penetrado casi todas las iglesias es una excelente oportunidad para sacudir
las mentes dormidas de los elegidos, y sirve también para callar a los eruditos que
defienden a Jezabel, pues nadie puede resistir a la enseñanza clara de la Palabra de Dios
sobre este asunto a no ser que recurra a argumentos tan necios y blasfemos como que Pablo
era un solterón machista o que los tiempos han cambiado…Pues Pablo escribía la Palabra
de Dios y el cielo y la tierra pasarán pero la Palabra de Dios permanece para siempre;
Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y por los siglos, y uno cuando nace de nuevo no pierde
su sexo ni le crece alas en las espaldas; sigue siendo hombre o mujer con tareas y
ministerios específicos a su género, por lo cual la Palabra nos dice: “quiero que sepáis que
Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer y Dios la cabeza de
Cristo” (1 Cor. XI; 3). Además en la resurrección corporal el género no cambia, aunque no
se usan más los órganos sexuales, continua una diferencia hermosa y complementaria que
distingue eternamente la forma de ser de un santo o de una santa.
     Ahora veamos el caso de los eruditos, de los que tienen mucho conocimiento pero que
no dan señal de vida, los tradicionales que a menudo se encuentran en las antiguas
denominaciones, las que hicieron historia como la luterana, la presbiteriana, la metodista
etc. En esta clase de creyentes es evidente que la proporción de elegidos es mucho más baja
que en la clase de los neófitos, pues todos los elegidos empiezan como neófitos. Dice la
Escritura: “El conocimiento envanece mas el amor edifica”, y por ende se puede concluir
lógicamente que el conocimiento que envanece es el conocimiento que acumula una
persona que no tiene amor a Dios ni a sus hermanos, “pues el que no ama a su hermano a
quien ha visto ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”
      Dios es amor y el que no ama a sus hermanos no ha nacido de Dios. Me gusta mucho
leer a Watchman Nee porque su enseñanza es viva y habla con la autoridad espiritual que
da la experiencia. No obstante va al extremo de menospreciar la doctrina, a pesar de
conocer la doctrina, haciendo énfasis solamente en la presencia de Cristo en el cristiano.
Ahora bien ese énfasis a mí me parece exagerado y peligroso, pero para nuestros eruditos es
muy apropiado. En efecto lo que más importa es tener vida, la cual después se nutre con
virtud, conocimiento (doctrina), templanza, paciencia, piedad etc. Cristo es la vida, y esta
vida es engendrada en nuestro espíritu por el Espíritu Santo que revela a nuestra conciencia
que Cristo es nuestra vida, no una enseñanza, no una doctrina. Hay 2 misterios esenciales
revelados en el NT, y el primero y más esencial es Cristo en nosotros la esperanza de gloria
(Col. I; 27) y el otro es que nosotros los gentiles somos coherederos con los judíos de las
promesas hechas a los patriarcas (Ef. II;6). El que no tiene a Cristo en su corazón puede ser
un teólogo licenciado pero es un ciego guía de los ciegos. La prueba definitiva de la
presencia de Cristo en nosotros es el amor hacia los hermanos, pues “la fe obra por el
amor” (Gal. V; 6). El primer fruto del espíritu regenerado es el amor como lo declara Gal.
V; 22.  Es muy fácil auto engañarse con una santidad exterior, o actitudes exteriores que
parecen reflejar amor, pero el amor en el corazón está o no está, y no se puede elaborar con
métodos, o estudios, o disciplina; es infundido por el Espíritu Santo (Ro. V; 5) no es
producto de nuestros esfuerzos. Hoy en día están cumpliéndose muchas profecías
concernientes la última generación, y por ende el crecimiento asombroso del conocimiento
(Dn. XII; 4) va acompañado de un enfriamiento general del amor (Mt XXIV; 12). Cuando
uno no tiene amor a los hermanos, no tiene a Dios en su corazón. El conocimiento doctrinal
no reemplaza el amor, y el amor es indicio de vida. El conocimiento doctrinal es
indispensable para el desarrollo espiritual y la edificación mutua de los santos, pero no
sirve para nada si no hay vida espiritual, al contrario cauteriza la conciencia porque
persuade al creyente formal que tiene vida por rezar la confesión de fe de Westminster y
citar los mejores teólogos calvinistas, cuando a la verdad su corazón esta duro como una
piedra y nunca le vendría a la mente gastar una moneda para hacer una llamada telefónica
para saludar a un “querido hermano”… La doctrina sin vida, es decir sin amor es letra
muerte. La doctrina tiene que acompañar la vida y nutrirla para que esa vida se desarrolle
harmoniosa y poderosamente. Alas muchos de esos creyentes eruditos aprenden para hacer
crecer su ego, para que los llamen “maestro” o “reverendo”. La doctrina explica la vida
pero no la produce. Es importantísimo explicar la vida que hemos recibido del Padre
celestial para encauzarla en el buen carril. Pero aprender doctrinas para adornar un cadáver
espiritual es algo trágico y repugnante a la vez. El creyente formal que se ha especializado
en conocimiento teórico de la verdad, no vive la verdad porque no la ama, ni ama a los
hermanos, ama relucir por su conocimiento, y aunque nadie será atraído por sus pláticas sin
amor ni pasión, se deleitará en admirarse a sí mismo por su “gran” conocimiento
intelectual. Esa clase de creyentes vive una vida mundana, y tiene un hobby que se llama
teología. Pero su teología no tiene nada que ver con su vida social y cultura. No transforma
su carácter ni penetra la oficina o el taller donde trabajan. Esta clase de conocimiento es
muerte. La doctrina provechosa se basa en la vida injertada que recibimos de Dios y penetra
todos los aspectos de nuestra vida, y no solo penetra el taller, sino también la cocina y el
dormitorio. La doctrina se basa en la vida y la ilumina para que sea más brillante. ¡Cuántos
pastores predican la doctrina de la oración incesante (1 Ts. V; 17), y se sientan a comer sin
dar gracias! Os daré un ejemplo que viví recientemente en mi oficio.
      Mi oficio presente es pescador. La pesca es una actividad en la cual se deleita mi alma
porque ahí veo la gracia de Dios en vivo y directo. Mi salario me lo da Jehová
directamente, y se lo pido con su protección en oración cada vez antes de zambullirme en el
mar.  A veces uno puede pasar horas sin coger nada, pero el ultimo verso que rumia
mientras nadaba (pesca submarina) era Ro.XV; 5,  se trataba de estas pocas  palabras: “el
Dios de la paciencia y de la consolación”. Esto es doctrina sobre el carácter de nuestro Dios
que brilla con estas 2 virtudes de la paciencia y de la consolación. Hacía horas que estaba
nadando, y pensando para mí mismo que mi Dios es primero de paciencia y luego de
consolación, y que por lo tanto tenía que tener paciencia y que luego vendría la
consolación. Y así fue: de repente me vino encima un pez de 4 kilos que traspasé con mi
flecha. ¡Después de la paciencia viene la consolación; no es teoría de ratón de biblioteca es
vida, es mi vida en mar abierto solo y con el Dios que me acompaña siempre: el Dios de
paciencia y de consolación! También ayer en el caserío donde vivimos hubo una parranda
diabólica que duró toda la noche hasta las 12 del medio día siguiente. Esto significa que un
hijo de Belial pone un equipo de música a pleno volumen y nadie puede dormir, mientras
perdura una orgia total. Pensaba no ir a pescar ese día sino más bien escribir este artículo
que ahora estoy escribiendo, pero viendo que por la mañana seguía el ruido infernal, y que
esto me impediría concentrarme, cambie mi programa y decidí ir a pescar. Sin embargo al
meditar sobre tal espectáculo de depravación total que envolvía un caserío donde la
inmensa mayoría considera que la borrachera, la fornicación y la idolatría son los patrones
normales de vida, me vino a la mente este verso: “Donde abunda el pecado, sobreabunda la
gracia”. Y así fue pues el Señor me entregó un pez de casi 6 kilos que pude vender a la
salida de la playa… Claro que hubiera preferido 1000 veces más pescar un alma que un
pez, pero la gracia es multiforme, y  hay que saber captarla aun en cosas ordinarias, por lo
cual este pescado me confirmó una vez más que donde el pecado abunda sobreabunda la
gracia.
     La doctrina que se experimenta en la vida cotidiana, es la doctrina que sirve que ilumina
y nutre la vida de fe. ¿Tienes esa clase de conocimiento que penetra todos los aspectos de tu
vida, o tienes una doctrina que no sale de las paredes de tu iglesia o de tu estudio solitario?
Es una cuestión vital amigo, no es algo opcional: ¿vives, experimentas tu doctrina o solo la
aprendes en los libros y te sirve para pulir una imagen de tu personalidad en Facebook?
Vivir por fe es la meta para estar en comunión con Cristo y esto requiere conocimiento
doctrinal, pero no hay que confundir la meta con el medio. Cristo es la meta, a esta meta se
llega por la fe, y el conocimiento de la doctrina es para pulir esta santísima fe, “porque en
Él la justicia de Dios se manifiesta por fe y para fe”. Por la fe recibimos además dela
salvación la capacidad de entender la doctrina, la cual sirve para fortalecer y purificar
nuestra fe. La fe de Jesucristo es la manifestación de la vida espiritual que nos ha sido
impartida por el Espíritu Santo. El conocimiento doctrinal es el abono que permite que esta
fe preciosísima crezca para que podamos andar con seguridad y glorificar a Dios en nuestra
vida terrenal, pues escrito está: “el justo por la fe vivirá”. Pero echar abono sobre una tierra
que no ha sido sembrada es puro desperdicio. El que dice que tiene fe pero no ama a su
prójimo se engaña a sí mismo, y la vida de Dios no está en él; Cristo no mora en él. Es
mucho mejor ser un bebé con vida que un erudito sin vida: “mejor un perro vivo que un
león muerto” dice el Predicador… Es un estado terrible que acarrea mayor condenación y
que cauteriza fácilmente la conciencia. Es peligroso estar lleno de conocimiento sin tener
vida, es decir sin tener amor, pues el amor es el combustible de la fe. Hay muchos hoy en
día que son maestros y pastores sin amor, y que confunden la regeneración con la doctrina
de la regeneración; nuestro Señor en su tiempo los llamaba fariseos hipócritas. Que Dios
nos guarde del conocimiento sin amor, porque tal conocimiento envanece pero el amor
edifica y permanecerá para siempre.
     Debemos agregar otra clase de creyentes que están entre los 2 que hemos mencionado
hasta ahora, y son los que tienen cierto conocimiento pero no quieren adelantarse más
porque significaría tener que tomar partido, y entrar en la contienda por la fe que fue una
vez dada a los santos. Son los cristianos tibios que forman una parte de las iglesias de la
Laodicea contemporánea. Saben lo que son el arminianismo y el calvinismo, el
dispensacionalismo y el amilenialismo, el pentecostalismo y el cesacionismo etc. No tienen
ni quieren conocimiento profundo de estas cosas, pero saben más o menos en qué consisten
y no quieren verse implicados en controversias que pueden turbar su paz ecuménica. Son
los que se dicen cristianos, hasta se pueden autodenominar evangélicos, pero no son
protestantes radicales o fundamentalistas pues la idea de protestar es contraria a su sentir ¡y
a su forma política y ecuménicamente correcta de hablar! Para ellos Dios es amor, y por
ende no hay que pelear por asunto doctrinales, pues al fin y al cabo como dice el adagio:
“todos los caminos llevan a Roma”, y por ahí van ingenua y seguramente. La Biblia
describe como tibios a los tales: Ap. III; 16. Les puedes hablar de doctrina y te prestan el
oído un tiempo pero ni se oponen, ni se comprometen con la enseñanza. Creen que el
Camino es tranquilo, y que no hay que pertrecharse, ni pelear, ni ascender. Si son de Dios
un día se darán cuenta de su error con espanto, cuando venga la tribulación y se vean sin
fuerzas para pasar un rio Jordán impetuoso, pero hasta ese día siguen una rutina religiosa
ecuménica. Nadie los puede despertar, solo Dios.
     Ahora bien amigo lector ¿en qué clase de creyente te encuentras? ¿Eres un cristiano
emocional, o intelectual, o formal, o espiritual? Estas 3 clases que acabamos de  considerar
no son automáticamente creyentes falsos e hipócritas, a menudo son sinceros y hay entre
ellos verdaderos hijos de Dios nacidos de la Palabra y del Espíritu, pero tienen serios
problemas que han de superar si son hijos de Dios, o que los hundirán en una perdición
peor que  los que nunca hicieron profesión de fe cristiana. La gran mayoría de los que se
dicen evangélicos no son elegidos sino creyentes formales que se engañan a sí mismo, y por
ende antes de decir “Yo soy un elegido”, hay que hacer firme tu elección y vocación, y solo
el amor es el principio que puede hacer firme tu posición como elegido. El amor a Dios
primeramente, que significa el amor a su Palabra y el acatamiento a sus mandamientos (J.
XIV; 21 y 24) es la señal más segura, pero tiene que ser constante porque hay amores
pasajeros que prometen mucho al principio pero después se apagan dejando la casa limpia
para los programas de TV y la morada de varios espíritus inmundos, y si ese amor es
constante ha de haber un crecimiento en santidad y en conocimiento de la doctrina. El amor
tiene que ser también hacia tu prójimo, empezando por la familia de la fe. Es fácil cantar
juntos del amor de Dios, diciendo cuan dulce es  para los hermanos morar juntos, pero por
lo general apenas se termina el culto, cada uno regresa a su casa y la idea de morar juntos es
algo muy espiritual, muy celestial, pero no tiene nada que ver con la realidad presente…
Por lo cual en las iglesias donde se sabe que la salvación es por fe no por obras, poquísimos
son los que les gustan visitar a los hermanos fuera de los horarios del culto oficial…
      El cristiano fiel y verdadero que conoce a su Dios y se esfuerza en el camino del amor a
la verdad y a la hermandad  es más raro que el oro de Ofir, pues estamos en los días de la
Apostasía, pero tenemos que ser esta clase de cristianos verdaderos, de protestantes
radicales, porque ¡muchos son los llamados y pocos los elegidos! La clase de cristiano que
debemos ser  es  espiritual. Debemos andar en el espíritu no satisfaciendo los deseos de la
carne. El requisito esencial es haber nacido de nuevo, y esto no se alcanza por medios
humanos sino que es la intervención directa, soberana  e irresistible del Espíritu Santo de
Dios en el espíritu del pecador dándole el arrepentimiento y la fe salvífica. Pero esto es el
punto de partida, no de llegada. La llegada es después de la resurrección del cuerpo, y entre
ambos puntos está la santificación; un proceso que dura todo el resto de la vida terrenal y
que se caracteriza por un corazón donde el amor es derramado constantemente por el
Espíritu Santo, y una mirada cada vez más penetrante por medio de la Palabra de Dios
hacia las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios Padre. ¡Que el Señor
nos capacite para ser esta clase de cristiano, porque sin Su ayuda estaremos
automáticamente en 1 de las 3 tristes clases que acabamos de considerar!      
 
      

La ecclesiastitis

     Se oye a menudo que la debilidad del protestantismo se hace patente en sus múltiples
divisiones, y que seríamos más fuertes si pudiéramos presentar una iglesia protestante
unida, única y bien estructurada como lo es la iglesia católica romana. En efecto desde los
días de Lutero las divisiones dentro del movimiento protestante han sido cada vez más
abundantes. Hoy en día hay centenares de denominaciones protestantes en el mundo. No
obstante la sabiduría del mundo es locura delante de Dios, y decir que el protestantismo
tiene su debilidad en sus divisiones es confundir la luz con las tinieblas porque es
justamente lo contrario; esa aparente debilidad es en realidad la fuerza invencible del
protestantismo. Decía Pablo: “Si es necesario gloriarse me gloriaré en lo que es de mi
debilidad…porque cuando soy débil entonces soy fuerte” (2 Cor. XI; 30, XII; 10), y lo
mismo se puede decir de nuestra religión protestante; que en sus debilidades que provocan
sus divisiones estriba su fuerza.
     Un día oí un pastor decir que las divisiones dentro del protestantismo son su belleza.
Quería decir que así una denominación mostraba un aspecto hermoso de la verdad, y otra
exhibía otro aspecto, y esto sugería que las denominaciones neo pentecostales mostraban
las maravillosas obras del Espíritu Santo mientras que las tradicionales la inmutabilidad de
la doctrina. Esto es un total disparate, porque las divisiones no muestran belleza sino
debilidades y disensiones dentro del Cuerpo de Cristo donde todos deberíamos ser uno en
mente, compartiendo el mismo espíritu y sintiendo el mismo amor. Así que las divisiones
no son cosas que expresan la diversidad dentro de la unidad del protestantismo, sino que
son heridas debida a la lucha por la verdad, porque es preciso que haya divisiones para que
sean reconocidos los que son aprobados (1 Cor. XI; 19).
     Aunque se habla de los 5 fundamentos del protestantismo a la verdad son 2 y son los que
Lutero el padre del protestantismo puso: “Sola Fide” (la salvación por fe no por obras) y
Sola Scriptura” (La autoridad suprema e infalible de la Biblia), pues los otros 3 se deducen
lógicamente de estos 2. En efecto la fe aunque es el producto de la gracia, es lo que nos
hace entrar en la comprensión y disfrute de esta gracia (Sola Gratia) que se encuentra
solamente en Cristo (Solus Christus) para la gloria de Dios, pues Cristo es Dios hecho
hombre (Soli Deo Gloria). El protestantismo nace con Lutero quien descubrió estos 2
fundamentos y se mantendrá hasta el Milenio sobre estos 2 fundamentos. Ahora es cierto
que en sí el protestantismo no es nada más que el renacimiento del cristianismo original,
pues los apóstoles predicaban la fe de Cristo conforme a las Escrituras; bien dijo Pablo a
Félix: “Pero esto te confieso que conforme a aquel Camino que llama herejía así sirvo al
Dios de mis padres, creyendo en todas la cosas que en la ley y los profetas están escritas”.
Sin embargo tal como Juan el Bautista vino en el espíritu de Elías, pero no era Elías
propiamente (Lc. I; XVII) ni hacía los milagros de Elías, de la misma manera el
protestantismo vino en el espíritu del cristianismo apostólico, pero no ha sido el retorno de
la época apostólica que se destacó por los milagros señales y profecías que abundaban para
confirmar la palabra inspirada de los apóstoles que ahora tenemos consignada en el NT y
que es de hecho la Palabra de Dios.
     El protestantismo es el cristianismo verdadero, y no hay otra forma de cristianismo que
éste. Hay cristianos verdaderos, es decir regenerados en el nombre de Jesucristo y por el
Espíritu Santo que todavía no han entendido que la salvación es por fe y no por obras y que
la Biblia tiene que ser la suprema autoridad y el alimento esencial de esta fe, y que por ende
no son protestantes. Pero esto es por ignorancia, no por revelación de un nuevo camino.
Son salvos pero ignorantes y equivocados, hasta que realicen cuales son las 2 bases del
cristianismo verdadero, lo cual se llama protestantismo. Si son de Dios, y han de servir a
Dios eficazmente en el futuro llegarán a ser protestantes; de esto no hay duda.
     El problema mayor viene de adentro del protestantismo, y es lo que causa las divisiones
en muchas ocasiones. En efecto muchos protestantes lo son de tradición y no de corazón.
Han recibido una educación o una cultura evangélica y se imaginan que ser protestante es ir
a una iglesia protestante. Es decir que mantienen el espíritu católico romano que asimila el
Camino con la organización eclesiástica. No han asimilado el principio básico de nuestra fe
que descansa sobre la autoridad de la Escritura no de la iglesia. El principio básico del
protestantismo es la Biblia, mientras que el principio básico del catolicismo es la iglesia.
No puede haber catolicismo sin iglesia, pero sí puede haber protestantismo sin iglesia; solo
se necesita un solo creyente genuino que posea la Biblia y que haya entendido que la
salvación es por fe no por obras. Así que el protestantismo está lejos de estar en peligro en
nuestros días donde hay millones de Biblias al alcance de nuestras manos. A la verdad el
protestantismo es indestructible porque Jesús dijo que el mundo pasará pero sus palabras
que tenemos escritas en nuestras Biblias, permanecerán para siempre. El problema está en
las iglesias y seminarios protestantes, no está en el protestantismo que es incorruptible e
indestructible en sus raíces. El problema está en las hojas del árbol que caen, pero no en las
raíces. Y es normal que caigan las hojas y broten nuevas, y aunque por un tiempo no broten
nuevas es porque las flores que darán el fruto necesitan la sabia que viene de las raíces.
     Hoy las hojas que son las diferentes clases de iglesias protestantes están secándose bajo
el fenómeno de la Apostasía final que ha de preceder la aparición del Anticristo
escatológico (2 Ts. II; 3) que será el próximo papa, si acaso no me equivoco en la
interpretación de los 7 reyes de Ap. XVII; 10, 11, (ver los artículos “Las 2 bestias” y “La
segunda venida”). No obstante esto no afecta la raíz, y el protestantismo que es el nombre
moderno para el cristianismo no corre ningún peligro de extinción; es más firme que las
montañas del Himalaya. Parece que hay un problema grave cuando uno mira las hojas, pero
hay que analizar la raíz, y la raíz tiene hoy más ramificaciones que ayer, pues cada vez que
se imprime una Biblia  o que se la expone en un programa radial o un sitio de internet;
crece la raíz.  El crecimiento exponencial de las comunicaciones ha sido el fenómeno del
siglo XX sigue siéndolo en este siglo XXI porque Dios quiere que nuestra religión
protestante alcance los extremos de la tierra. Es verdad que las iglesias protestantes y sus
seminarios de donde salen sus pastores ofrecen un espectáculo desolador, porque es
evidente que han sido infiltrados por los jesuitas, y las iglesias protestantes no son más hoy
en día que el mundo cubierto de un barniz de religiosidad cristiana. Es decir que repiten
unos credos, unas doctrinas, pero salvo unas pocas excepciones; todas las iglesias han
entrado en la Apostasía, y solamente con el hecho de ver a las mujeres hablar en las
congregaciones, uno sabe que los parámetros del mundo dictan la conducta de tales
asambleas.
     En el siglo pasado el hermano Watchman Nee viendo el estado de las iglesias
protestantes, se ilusionó pensando que el renuevo, el avivamiento, estaba por acontecer por
medio del movimiento de los hermanos es decir por la aparición de la teología de Juan
Darby, que dio a luz el  dispensacionalismo. Veía esto no tanto por su escatología que tiene
unos buenos enfoques sobre todo para comprender las 70 semanas de Daniel, sino por la
excelente iniciativa de abolir los títulos eclesiásticos que huelen definitivamente a
catolicismo, y ponen en tela de juicio la doctrina del sacerdocio universal que debe
caracterizar una iglesia neo testamentaria. En esas congregaciones de los hermanos de
Plymouth nadie ostentaba el título de reverendo, abolieron el uso de títulos eclesiásticos y
todos se llamaban “hermano”. Esto es muy bíblico: Mt. XXIII; 8.  Esto no significa que no
hay pastores maestros evangelistas sino que se evita confundir la persona y la función. En
la mayoría de las iglesias hay una confusión establecida para confundir la persona con el
oficio que desempeña; esto es peligrosísimo porque es la raíz del catolicismo. Hacer creer a
los creyentes que hay laicos y clérigos es la base del papismo donde el papa es el clérigo de
los clérigos, o como ellos mismos dicen: el obispo de los obispos. No obstante todos los
que hemos creído somos sacerdotes, sean niñas o ancianos, porque todos y todas tenemos el
privilegio de presentarnos personalmente delante de Dios en oración y de poder ofrecer
sacrificio de alabanza que son fruto de labios que confiesan el nombre de Jesucristo. En
efecto lo que constituye a uno o a una, ser sacerdote o sacerdotisa, es el poder ofrecer
sacrificios y esto todos los cristianos lo hacemos con nuestra boca, pues como dice Mt.
XXI; 16: “de la boca de los niños y de los que aman perfeccionaste la alabanza”. Siempre
he denunciado el feminismo,  el pentecostalismo y el ecumenismo y la TV en los hogares
como los mayores ingredientes de la Apostasía, pero no hay que olvidar que el clericalismo
es también un ingrediente que juega su papel en la corrupción de las iglesias protestantes.
     No hay que olvidar que el protestantismo salió del catolicismo y por ende salió con
secuelas; no salió puro y sin manchas, salió por la aplicación de principios puros que fueron
revelados progresivamente a Lutero y a sus herederos. El principio del sacerdocio universal
no fue la doctrina que empezó el movimiento de la Reforma, y si bien apareció rápida y
lógicamente en la mente de Lutero no tuvo mucha influencia en el movimiento de la
Reforma por razones obvias, pues los excesos y abusos de los anabaptistas  favorecieron
una actitud muy prudente que permitió la continuación de la tradicional y errónea división
de la iglesia en 2 partes: los laicos y los clérigos.
     Esta división es errónea porque no hay miembro inferior y miembro superior en el
cuerpo, pues todos fuimos comprados con la misma sangre, y el precio pagado por el
apóstol Juan fue el mismo que fue pagado por el ladrón  que murió en la cruz al lado de
Señor. Dios escucha con la misma atención la oración de una niña recién convertida como
la de un gran predicador del tamaño de Spurgeon. Ahora bien mucho me dirán con razón
que en la mayoría de las iglesias protestantes no se ve tal división entre los miembros, ni se
aplican los términos de laicos y clérigos dentro de las membresías. Esto es cierto; no se ve
ni se usan tales términos, pero el espíritu del clericalismo está en todas las iglesias y reina
sin tapujos  en ciertas denominaciones  como en los anglicanos, luteranos, presbiterianos, y
todos los que visten una ropa especial para predicar desde el púlpito.  En la mayoría de las
iglesias evangélicas el clericalismo reina en espíritu, y no se atreve a vestirse con ropas de
inspiración papista. Ahora bien, lo propio de un espíritu es que es invisible, es como el
viento; no se ve pero se siente. La raíz de este espíritu es el orgullo natural que mora en
nosotros y que en este caso es de orden espiritual. El clericalismo es orgullo espiritual.
Nuestro Señor Jesucristo fue tentado por Satanás quien le retó a echarse desde el pináculo
del templo porque la Escritura asegura que los ángeles lo sostendrían en sus manos. Satán
después de haber tentado a Jesús en el ámbito físico con el hambre, luego en el ámbito
anímico con la gloria mundanal, intentó el ultimo ámbito; él del espíritu, con esperanza de
que Jesús albergara un poco de orgullo espiritual (Lc. IV; 1 a 13). El hombre es compuesto
de cuerpo, alma y espíritu, y Jesús fue así tentado en todo, pero el diablo no pudo hacerlo
caer. Jesús venció en esta ocasión, (como en todas), la tentación de demostrar al diablo que
era el Hijo de Dios. Él sabía perfectamente desde niño (Lc. II; 49) que era el Hijo de Dios,
pero usar sus privilegios para demostrar al diablo que él es el Hijo de Dios que viene al
mundo para salvar a su pueblo; salvación de la cual Satán está totalmente excluido, habría
sido un despliegue inútil de su gloria, un uso indebido de su poder, un pecado de orgullo
espiritual. Nuestro Señor nunca incurrió en tal pecado, pero todo aquel que tiene cualquier
oficio espiritual puede fácilmente caer en ello, y ¿Quién no cae? Más elevado el puesto más
expuesto a la caída es el creyente.
     El ambiente en las iglesias fomenta ese espíritu de orgullo espiritual dentro de los que
tienen un ministerio especial como los diáconos y los maestros-pastores. Creo que una parte
de la solución a esa tendencia pecaminosa es la que aplicaron los hermanos de Plymouth
cuando abolieron los títulos dentro de sus congregaciones. Pues a pesar de que Dios ha
instituido a esos ministerios indispensables, no ha dicho que los hermanos debiesen llamar
al hermano encargado del ministerio de la Palabra: reverendo o pastor. No es que hay que
abolir lo que Dios ha instituido; sería la anarquía y la destrucción de las asambleas de los
santos, sino que el que ha recibido un ministerio por vocación y llamamiento especial, no
sea llamado por el nombre de su oficio que puede cambiar con el tiempo, sino que conserve
el nombre de “hermano” que nunca cambiará (si es un elegido). El clericalismo empieza
cuando se insiste en llamar a un hermano por el nombre de su oficio, en vez de insistir en
llamar el que desempeña un ministerio por el nombre de “hermano” según el mandamiento
de nuestro gran Maestro y Pastor. El catolicismo va hasta el punto de blasfemar y llamar al
papa “Santo Padre”; nombre que se encuentra 1 sola vez en la Biblia en los labios de Jesús
cuando se dirige al Padre en J. XVII; 11, sin embargo nosotros los protestantes cuando
usamos el termino “reverendo” nos olvidamos que aparece una sola vez también en toda la
Biblia, y es el mismo nombre de Dios cuando dice el salmista: “Santo y Reverendo es tu
Nombre”. Hay pastores, hay evangelistas, hay maestros, pero en la iglesia estamos en
familia, y para ilustrar el caso;  es como en la casa del juez de la corte suprema; el hijo
mayor sabe perfectamente que su papa es juez de la corte suprema, pero no se dirige a él
diciéndole: “Su Señoría el juez”, sino que le dice “papa”, lo mismo que si su padre fuera un
zapatero, y con el mismo respeto y amor filial. Alas en las iglesias, el ambiente no es
familiar, y por lo tanto el respeto y el amor necesitan de un título especial para ejercerse  de
forma hipócrita en muchos casos.
     Hay un buen ejemplo de hermano que puedo citar para sostener mi posición. Él no era
dispensacionalista, no era un hermano de Plymouth, y aun luchaba contra su teología que
tiene graves errores en ciertos puntos. Se llamaba Arturo Wilkinson Pink (1886-1952). Lo
considero como el mejor comentarista de la Biblia. Tuvo sus errores como todos los
tenemos, pero no he encontrado hasta hoy mejor maestro en el asunto de escudriñar las
Escrituras y explicarla diáfanamente por medio de la misma Escritura. Profundidad y
claridad son talentos difíciles de encontrar en muchos maestros cuya erudición enturbia la
profundidad de su enseñanza o aun peor; ¡encubre su falta de profundidad!  Era muy
independiente, y como pastor, él mismo reconoció que no fue un éxito. Pero su excelencia
como maestro atrajo la atención de cierto instituto bíblico famoso que quiso honrarle con el
otorgamiento de un título oficial de reverendo o de teólogo, o no sé qué otro nombre
honorífico. Se negó a recibir este título por la simple razón que no quería otro título que el
de “hermano”. El hermano Pink fue un gran maestro, superior a Calvino en sus comentarios
de la Escrituras, pero no padecía la enfermedad de nuestros reverendos: ¡la ecclesiastitis!
     Hermanos esta enfermedad a pesar de no ser mortal es grave, y es muy contagiosa. Claro
que los más afectados son los maestros y pastores comunes, pues los grandes, los sobre
salientes, por lo general son vacunados contra ella y la vacuna puede ser un aguijón en la
carne como  en el caso de apóstol Pablo, o de Calvino o de Spurgeon. Pero nuestros
pastores y maestros “normales” por lo general la padecen, y ni se dan cuenta, lo cual afecta
sutilmente todo el cuerpo de los creyentes.
     Esta enfermedad causada por el virus del orgullo espiritual puede ser contratada en
cualquier lugar, y en cualquier situación. Apenas uno desea ser llamado pastor, o no se
molesta cuando un hermano de la misma congregación lo llama maestro, ya la ha
contratado, ya se imagina que sabe algo que lo eleva encima de sus hermanos, y esta ilusión
destruye toda su capacidad para que su conocimiento sirva la Causa del Señor que es la
edificación de la iglesia (1 Cor. VIII; 2). Pero hay focos donde ese virus se concentra en
alta proporción. Las redes sociales son uno de este foco donde se incuba con gran éxito ese
virus. Pero ya traté de esas plataformas del ego en otro artículo así que no voy a detenerme
otra vez en ese foco. El  otro foco mayor es el instituto bíblico o el seminario. Los
seminarios e institutos han sido durante siglos semilleros de excelentes pastores y maestros,
aunque los mejores teólogos fueron autodidactas como por ejemplo Calvino, Bunyan,
Spurgeon, Pink etc. Sin embargo estas instituciones han sido muy útiles y de gran
bendición para las iglesias protestantes mientras enseñaban la doctrina calvinista con cierta
pureza, a pesar de que siempre han inoculado el virus. Pero el bien adquirido ha sido mucho
más que el mal contratado, y como la mayoría de nosotros no somos genios, por ende
necesitamos la enseñanza de otros maestros para poder avanzar. Uno que tenía el
llamamiento al ministerio de la Palabra tenía que acudir por lo general a esos institutos.
Calvino por ejemplo instituyó un excelente centro para la formación de pastores en
Ginebra, también Spurgeon montó una escuela de pastores. Pero cuando muere el fundador
inspirado, la institución que desarrolló no aguanta el paso de muchas generaciones antes de
que se corrompa. ¿Quién oye hoy en día hablar del Tabernáculo Metropolitano donde
predicaba Spurgeon, o de la capilla de Westminster donde ministraba Lloyd Jones? Estos
lugares famosos durante la vida de esos predicadores volvieron a la sombra cuando se
durmieron tales pastores. Con el tiempo todo se desmorona, y debe aparece otro campeón
para edificar un nuevo centro de donde salen creyentes preparados para toda buena obra.
Pero hoy las cosas han cambiado y la ciencia ha aumentado como lo había profetizado
Daniel XII; 4. Por lo cual para adquirir conocimiento no hay necesidad en estos días de ir a
un instituto, sino hacer unos clics en el internet, y así uno recibe gratuitamente las
instrucciones de los mejores teólogos que la Iglesia ha tenido durante los últimos siglos.
      Los que ahora van a un instituto  van en busca de un título de pastor para ministrar
dentro de una iglesia convencional o denominacional. La instrucción que reciben no es
gratis, es cara, y está contaminada. En efecto, como ya decía Spurgeon en su tiempo
hablando de los institutos; ¿para qué sirve un instituto que te presenta varias corrientes
teológicas dejándote escoger la que te guste? Si el instituto no afirma tener la verdad no
puede formar personas para defender la verdad. Por ejemplo, no niego la utilidad de
conocer el griego koiné y el hebreo clásico para el estudio exegético de las Escritura,
estudio para lo cual dependo en parte de maestros a causa de mi ignorancia total de esos
idiomas. Pero creo que esta deficiencia mía (que es la de la mayoría de los creyentes),
puede a la verdad tener más ventajas que desventajas. En efecto “el conocimiento
envanece”, y saber manejar el hebreo y el griego ¡podría inocularme fácilmente la
ecclesiastitis! Además recurrir a grandes maestros que tienen mucho más agudeza mental y
espiritual que uno mismo no es un hándicap porque seguramente mi traducción de un verso
en el original no sería tan  buena como la de un gran maestro, así que “cuando soy débil,
soy fuerte”. Pero volviendo a mí afirmación de que la instrucción que imparten los
seminarios de hoy es contaminada por la corriente de este mundo, corriente que dirige el
mismo diablo, esto es algo ciertísimo.
      En efecto hoy en día no existe ningún instituto o seminario que rechace matricular
mujeres. Unos pocos todavía no les conceden el título de “pastora”, pero las dejan
matricularse y prepararse para enseñar teología. Esto va directamente contra la enseñanza
de la Biblia que prohíbe que la mujer enseñe y tenga dominio sobre el hombre (1 Ti. II; 12),
y recordad que ni aun les es permitido hablar en las iglesias de los santos, ¡aunque sea
solamente para hacer los anuncios del programa de la semana (1 Cor. XIV; 34)! En cuanto
a enseñanza la mujer anciana debe enseñar a las jóvenes a cuidar de su casa, de sus hijos y a
amar y sujetarse a sus maridos (T. II; 3 al 5). A la  mujer, Dios le prohíbe cualquier
ministerio público de la Palabra. Esto es algo que un niñito en la fe sabe perfectamente, si
le dejáis leer la Biblia sin manipular su entendimiento con prejuicios, y sin torcer las
Escrituras con sutilezas diabólicas. Pero raíz de los males es el amor al dinero, por lo cual
los institutos y seminarios reciben mujeres. Ahora unos dirán que no importa, pues la
enseñanza puede ser buena aun. A esto respondemos que la vida cristiana es un andar en el
espíritu no satisfaciendo los deseos de la carne (Ga. V; 16), y el acumular enseñanza en un
espíritu carnal no capacitará al estudiante para andar en el espíritu, sino más bien para andar
en la carne de forma más elaborada, y desde luego más difícil de contrarrestar después. Los
institutos les dan ciertos conocimientos válidos, pero al mismo tiempo destruyen el espíritu
que se necesita para usar esos conocimientos para la causa del Evangelio. ¿Para qué
enseñarles la famosa expresión “¡Atanasio contra el mundo!” que surgió durante la
controversia arianista si desde el principio les enseñan a seguir la corriente del mundo?
Ninguno de mis lectores iría matricularse en un seminario de los Russelistas (los Testigos)
porque sabe que son unitarios, y que a pesar de la erudición que ciertos de sus profesores
tienen; van a perder el tiempo. Pero en cambio si el instituto es calvinista, ¡no importa que
el feminismo y el amor al dinero contaminen el espíritu de tal institución! Lo importante es
egresar de tal institución con un título, ¡y con toda la confesión de fe de Westminster bien
memorizada! Pocos entran allí con un corazón sincero para realmente servir al Señor, la
mayoría entra ya con el virus de la ecclesiastis, y ¡todos salen con el virus contratado!
Ciertamente unos dirán: “¿Cómo se atreve a juzgarnos uno que no tiene ni letras ni título?”
Pero el hecho de que las mujeres enseñen hoy y tengan diplomas de teólogas es algo que
directamente contradice la Palabra de Dios, y que se debe al lavado de cerebro de la TV
que difunde las películas de Hollywood. Como todos los evangélicos eruditos como
neófitos mantienen la TV en sus hogares; todos han sido procesados mentalmente para
aceptar parámetros que desafían al orden instituido por Dios. ¿Soy el ciego, y ellos los
eruditos? ¡Sí soy como el ciego a quien Jesús dio la vista (J. IX), y aunque no sé colar los
mosquitos, veo perfectamente cuando me quieren hacer tragar un camello; el camello de
Jezabel!
      Sin embargo el testimonio de un solo pobre hermano sin letras puede parecer de poco
valor para acusar tan respetables organizaciones, por lo cual apelaré al testimonio del
hermano Arturo, el cual tiene mucho más peso que el mío por 2 razones. La primera es que
era un gran maestro, y la segunda es que data de medio siglo atrás cuando la Apostasía no
era tan evidente como lo es hoy. Así dijo el hermano A. W. Pink en el capítulo 2  y 3 de su
obra “Interpretación de las Escrituras”:
 “Se requiere algo más que capacitación intelectual: el corazón debe ser tan correcto como
la cabeza. Solamente donde hay honestidad de alma y espiritualidad de corazón habrá
claridad de visión para percibir la Verdad; solamente entonces será la mente capaz de
discernir la plena implicación de lo que se lee, y de entender no solo el significado básico
de las palabras…De la misma manera el hombre natural puede (y a menudo lo hace)
meterse al estudio de las Escrituras con el mismo entusiasmo y placer que lo haría otro de
las ciencias. Cuando esto es el caso, su almacenamiento de conocimiento aumenta, y
asimismo su orgullo. Como un quimista que se dedica a hacer experimentos interesantes,
así el escudriñador intelectual de la Palabra se pone muy contento cuando descubre algo
nuevo, no obstante el gozo de aquel no es más espiritual que lo que sería el gozo del
primero. Así también, como el éxito del quimista por lo general le hace sentirse más
importante y le lleva a menospreciar a aquellos que son más ignorantes que él, de igual
manera, es lástima que el caso de los que han investigado los temas de la Biblia haya sido
parecido…Hay multitudes de religiosos no regenerados que están bien versados en la letra
de la Escritura, plenamente instruidos en la historia y en las doctrinas de la cristiandad, pero
su conocimiento tiene solamente un origen humano (padres, maestros de la escuela
dominical, o su lectura personal). Docenas de miles de maestros privados de la gracia
poseen un conocimiento intelectual de las cosas espirituales, el cual es considerable, sano,
claro, y sin embargo no son instruidos divinamente, pues esto lo evidencia la ausencia de
frutos que siempre acompañan la instrucción divina. Asimismo hay un gran número de
predicadores que aborrecen los errores del Modernismo y contienden ardientemente por la
fe. Fueron instruidos en los institutos bíblicos o formados en los seminarios teológicos, no
obstante nos tememos mucho que sean totalmente extraños a una obra sobrenatural de
gracia en sus almas, y que su conocimiento de la Verdad no sea más que nociones, sin el
acompañamiento de cualquier unción celestial, poder salvador, o efectos transformadores.
Si uno se aplica diligentemente, y se esfuerza personalmente, puede asegurarse una
cantidad enorme de información escritural, y llegar a ser un expositor capaz de la Palabra;
pero no puede de este modo obtener un conocimiento de la Palabra que afecta y purifica el
corazón. Solo el Espíritu de Verdad puede escribir la Ley de Dios sobre mi corazón. He
aquí la primera y más esencial calificación para comprender e interpretar las Escrituras, es
decir una mente iluminada por el Espíritu Santo. La necesidad de esto es fundamental y
universal… (Capítulo 3) pero para “declarar” las Escrituras con provecho para los santos,
esto requiere más que unos meses de entrenamiento en un instituto bíblico, o 1 año o 2 en
un seminario. Nadie sino los que han sido personalmente enseñados por Dios en la dura
escuela de la experiencia son calificados para “declarar” la Palabra para que la luz divina
penetre los problemas espirituales de los creyentes,  pues mientras la Escritura interpreta la
experiencia, la experiencia es a menudo la mejor intérprete de la Escritura. “El corazón del
sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta el saber”(Prov. XVI; 23), y este
“saber” no lo podemos conseguir en ninguna de las escuelas del hombre. Nadie puede
aprender lo que es la humildad por medio de una concordancia, ni asegurarse más fe por el
estudio de ciertos pasajes de la Escritura.”
     Hay excepciones, y conozco personalmente a uno, pero en cuanto a los demás esto es la
triste realidad. No voy a citar ningún verso para apoyar lo que digo porque hay
muchísimos  versos que tratan de esto, entonces os dejo escoger el verso que más os guste,
pero el hecho es que a Dios le agrada aquel hombre que tiene Su ley grabada en su corazón
y que la medita de día y de noche para ponerla en práctica. Los seminarios e institutos
bíblicos enseñan a veces con gran erudición la ley de Jehová, pero la meta es no es que
more en el corazón de sus clientes sino en la cabeza, por eso ellos reciben quien sea y bien
puede ser un sodomita, o un divorciado, o una mujer; no les importa un bledo. Lo
importante es que amontonen una cierta cantidad de conocimiento, y que sepan filtrar el
mosquito dentro de su exegesis. Lo importante es que paguen, no importa si no tienen el
llamamiento de lo alto y la hoja de vida intachable. En cambio a Dios no le interesa lo que
hay en la cabeza, sino en primer lugar lo que hay en el corazón. Él quiere corazones
sinceros, esto es el primer requisito. Y allí fallan los administradores de los institutos y la
mayoría de los estudiantes. ¿Soy duro, fanático, excesivo? ¡No hermano soy lógico! y como
decía Pablo al excelentísimo Festo: “hablo palabras de cordura y de verdad”, porque si los
administradores y los estudiantes saben perfectamente que no les es permitido a las mujeres
enseñar, y si saben también que uno entra en un seminario porque tiene la meta de enseñar,
o de ser pastor, entonces saben también que al permitir matricular las mujeres en los
seminarios, se burlan de los mandamientos más claros de Dios. No tienen en cuenta a Dios,
lo cual es el principio básico de la impiedad. Significa que no tienen temor de Dios, que son
impíos. Se sobreentiende que es posible que un neófito no haya oído jamás que las mujeres
no pueden enseñar, ni tener dominio sobre los hombres hablándoles desde un pupito, y por
ende escucha a Jezabel predicando desde el púlpito, pero de parte de maestros licenciados y
estudiantes que buscan ser maestros (y esto es loable), no hay ninguna excusa para permitir
que mujeres se matriculen en sus institutos; es una impiedad y una traición que permite que
la Apostasía prospere en las congregaciones donde después salen a enseñar; ¿a enseñar
qué? ¡A enseñar a burlarse de los mandamientos más claros de la Palabra de Dios; a
enseñar el domingo por la mañana que hay que purificarse la mente por medio de la Palabra
porque Dios es santo, y ensuciársela en la noche del mismo día por medio de la TV! Pero
son ciegos y guías de ciegos; han contratado la ecclesiastitis y lo importante es que  los
llamen reverendo o pastora… Lo importante es entrar en el club selecto de los clérigos con
toga o sin toga. Por lo cual se les debe llamar la atención a los pastores de Laodicea, pues a
sus antepasados les dijo Dios por medio de Jeremías: “Aullad, pastores y clamad; revolcaos
en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días” y también dice
Isaías LVI; 11: “los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios
caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado”.
    Pero los pastores no son los únicos culpables, pues las ovejas también llevan su culpa
porque la Biblia habla por sí misma y no se necesita entender el hebreo o el griego para oír
la voz del buen Pastor. Pero el espíritu del catolicismo está presente en las congregaciones,
y la ecclesiastitis es algo tan natural porque tiene ciertas ventajas para la carne. Por un lado
a los ministros les permite  exaltarse y sacar la lana a las ovejas gordas, y por otro lado a las
ovejas les permite vagar lejos, siguiendo los deseos de la carne según el espíritu que opera
en sus programas de televisión. Así todos están contentos, cada uno viviendo su sueño, y
Satanás ya tiene el camino abierto para que entre pronto en el escenario su hijo preferido: el
Anticristo escatológico.
     La solución evidentemente no es anular los ministerios dentro de las congregaciones, la
solución es el arrepentimiento de parte de los ministros y de los feligreses. Ambos grupos
deben de luchar contra este espíritu de castas porque el protestantismo no es catolicismo ¡ni
tampoco hinduismo! Que delante del mundo se sepa que uno es pastor o evangelista o
maestro, esto no importa, pero dentro de la congregación el único título que se debe usar es
el de hermano. Sabiendo quien es el hermano encargado por Dios para enseñar y predicar,
no hay que usar el título del oficio dentro de la familia porque esto mata el ambiente
familiar que ha de reinar dentro de la casa de la fe. Es cuestión de espíritu no de formas. No
hay que dogmatizar y prohibir que se diga que tal hermano es pastor o evangelista sino que
hay que evitar llamarlo por el nombre de su oficio para no favorecer el desarrollo de la
“ecclesiastitis” no solo en él sino sobre todo en la congregación. Que los hermanos digan al
mundo, o a los que no pertenecen a su congregación, que Claudio es el pastor; está bien y
es necesario para esclarecer las cosas, porque nuestro Dios no es Dios de confusión, pero al
pobre Claudio los hermanos no tienen que hincharle el ego llamándole “pastor Claudio”,
sino “hermano Claudio”. Unos alegarán que la Biblia dice que los que predican y enseñan
son dignos de doble honor (1Ti. V; 17), y esto nadie lo niega. Pero el doble honor que ellos
reciben no es que los llamen “pastor” o “reverendo” sino que vean que su enseñanza es
apreciada y por lo tanto reciben salario que merecen para vivir sobriamente en este mundo
presente (v.18), y que es puesta en práctica (Stg. I; 22) y por lo tanto reciben ánimo para
seguir en su santa tarea.
     Que el Señor nos guarde de esta enfermedad latente en todos nosotros, y tan común que
la mayoría ni se da cuenta de que está padeciéndola, porque “el que se humilla Dios lo
exaltará y el que se exalta Dios lo humillará”. A Jehová-Jesús nuestro único Pastor y
Maestro, sea la gloria, el honor, y la obediencia total. Amen.

 
      

La nueva tolerancia

George Orwell, un autor inglés cuyo verdadero nombre era Eric Blair, pintó un cuadro triste
del futuro de la sociedad humana en su famoso libro, “1984”. El libro describe la vida en la
Inglaterra totalitaria (llamada Pista Uno en su libro) gobernada por el Hermano Mayor, un
líder el cual nunca es visto, pero que puede verlo y oírlo todo. La sociedad totalitaria de
Orwell se caracterizaba por "Neoparla" y "Pensamiento doble". Neoparla era un idioma que
reemplazaba muchas palabras con neologismos nuevos y políticamente aceptables: El
Ministerio de la Paz dirigía la guerra entre los tres estados supervivientes del mundo, el
Ministerio del Amor administraba la campaña de opresión de la policía secreta, el
Ministerio de la Abundancia se enfrentaba en las escasez, y el Ministerio de la Verdad
diseminaba la propaganda y revisaba la historia. “Pensamiento doble” era un término usado
por Orwell para describir la ecuación del Hermano Mayor de ideas contradictorias: "La
Guerra es Paz, la Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza". Quizás lo más llamativo de
la novela de Orwell, sin embargo, eran las terribles consecuencias que resultarían por lo que
la sociedad consideraba "crímenes de pensamiento", cualquier falla o negativa a tener
pensamientos aceptables o repetir palabras aprobadas. Las personas culpables de crímenes
de pensamiento eran censuradas, ridiculizadas, torturadas y silenciadas... por la muerte, si
era necesario. Felizmente, el año 1984 vino y se fue, y la visión de Orwell sigue sin
cumplirse…
 (Extracto del libro de Josh McDowell y Bob Hostetler: “La nueva tolerancia”, capítulo 5,
p. 77. Se puede bajar el libro en: http://bajoelabrigotv.es.tl/)

     Hoy estamos en el año de gracia 2014 y todavía podemos en las democracias
occidentales expresar libremente nuestras ideas, siendo para nosotros los cristianos bíblicos
la oportunidad de predicar el evangelio de la gracia. Es un privilegio inmenso tener libertad
de expresión, y Satanás está furioso por el hecho de que no puede enviarnos a la hoguera
como lo hacía antes por medio de la Inquisición. Pero no se dará por vencido hasta que
Jehová lo eche al lago de fuego después del Milenio, y mientras tanto busca un modo u otro
para callarnos.
     En los países musulmanes, y en las dictaduras comunistas  el diablo no tiene problemas
para hacer callar nuestra voz aunque resulta que donde hay más opresión hay más
conversiones, pero en el Occidente no puede todavía callarnos a la fuerza, y se muerde la
cola por la libertad  de expresión y el Internet  que lleva nuestro evangelio y nuestras
exhortaciones a los extremos de la tierra instantáneamente y casi gratuitamente. Esto,
hermanos, es un fenómeno extraordinario, de lo cual hemos de dar gracias a Dios
continuamente, porque indica que nuestro Señor viene muy pronto pues nos ha dicho que
cuando este evangelio del Reino sea predicado en todo el mundo para testimonio a todas la
naciones, entonces vendrá el fin (Mt. XXIV; 14). Esta libertad y estos medios modernos de
comunicación son un rompe cabezas para nuestro enemigo infernal. Sin embargo la
serpiente es astuta, y si no puede hacernos callar a la fuerza lo logra de otra manera. De una
manera sutil que nos descubre muy bien Josh Mc Dowel en su libro “La nueva tolerancia”.
Quiero compartiros lo que  nos descubre ese hermano, y después dar mi opinión sobre la
forma de responder a esta estratagema del enemigo, pues en esto difiero de Dowel.
     En su libro esos 2 autores exponen la forma sutil en que se ha implantado en la mente de
las masas una nueva comprensión de la palara tolerancia, o más bien cómo se ha
distorsionado el entendimiento de esta palabra para llegar a hacer de la nueva tolerancia una
intolerancia especifica. Satán por medio de la TV y de la educación pública ha establecido
un “neoparla” y pensamiento doble  como en la novela de Orwell. Hace medio siglo atrás el
verbo tolerar significaba lo que todavía dice mi diccionario de la lengua española: 1 Sufrir,
soportar, llevar con paciencia. 2 Aceptar, soportar a alguien que resulta molesto o
desagradable. 3 Permitir algo sin aprobarlo expresamente. 4 Aguantar, resistir o soportar
sin recibir daño. 5 Admitir ideas u opiniones distintas de las propias. Hoy en día la nueva
tolerancia no admite que uno sea molesto o desapruebe la opinión o las actitudes de otras
personas. Tolerar para la mayoría de la gente es no solo aceptar, sino aprobar  y fomentar el
apoyo para opiniones y actitudes que uno no comparte. Es decir que en el concepto
moderno de la tolerancia, no se hace diferencia en lo que la persona es en sí misma (es
decir hecha a la imagen y semejanza de Dios)  y lo que piensa o práctica. En otras palabras
tenemos que aceptar la persona con su mentalidad. Aceptar la persona solo en base a su
dignidad  como ser humano y rechazar su comportamiento o pensamiento que juzgamos
como pecaminoso y ofensivo a la luz de la Biblia, esto es intolerancia. Antaño uno toleraba
lo que no aprobaba, hoy la nueva tolerancia exige que apruebes en el prójimo lo que tú no
apruebas para ti mismo, por la sencilla razón que la verdad absoluta no puede existir
¡porque sería pura intolerancia según los parámetros de la nueva tolerancia! Esto es lo
esencial de lo que nos explica acertada y detalladamente el hermano Dowel.
     En efecto ya que el diablo y el mundo no pudieron en 4 siglos oponer argumentos y
hechos para mostrar la superioridad de otras creencias sobre el protestantismo, entonces
han cambiado la táctica. El protestantismo donde quiera que se haya impuesto ha traído
libertad, democracia, progreso, prosperidad. Y más pura la forma de protestantismo, más
poderoso su efecto sobre la nación que lo ha recibido. Lo que explica el poder de los EEUU
cuyos fundadores eran puritanos, es decir calvinistas. Son hechos incontrovertibles, y a no
ser que uno crea que la raza anglo-sajona sea la raza superior y siga la filosofía  nazi; no
hay otra explicación. Vale la pena recordar que los sajones y anglo sajones eran durante el
imperio romano considerado justamente como barbaros, es decir unas tribus de salvajes
ignorante, pero como dice Is.LXV; 1: “Fui buscado de los que no preguntaban por Mí; fui
hallado  de los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí,
heme aquí”. Me gusta siempre recordar a todos que el primer gobierno que garantizó en el
mundo entero la libertad total de expresión fue el gobierno de la colonia de Rhodes Island
en 1644 por la iniciativa y dirección de Williams Roger un bautista calvinista. Así que las
cosas cambiaron después de la caída del imperio romano y los latinos al aceptar la estafa
papal se quedaron atrás mientras que los anglosajones, desde los tiempos de Wycliff al
oponerse a tal estafa, y luego recibir al protestantismo, es decir la religión de la Biblia como
su religión oficial, dejaron de ser la cola y pasaron a ser la cabeza de todas las naciones del
globo terráqueo. El protestantismo ha demostrado desde el siglo XVI su superioridad sobre
cualquier otra religión o cosmovisión. Como dice la Biblia: “El reino de Dios no consiste
en palabras sino en poder” y la Palabra de Dios  es viva y eficaz y más cortante que toda
espada de doble filos, y lo que obra no lo puede impedir la fuerza bruta de millares de
ejércitos  o legiones. La Reforma ha prosperado sobre la base de la Escritura como Palabra
infalible de Dios, es decir Verdad absoluta et inmutable revelada en Cristo Jesús. No
pudiendo negar los frutos de la Reforma en las naciones que la adoptaron y llegaron a ser la
cabezas de las demás, los agentes de Satanás es decir el mundo entero, aprovechando de la
libertad de expresión que permite la democracia, empezaron a la mitad del siglo XX a
llamar la atención sobre los defectos, errores, injusticias de tales naciones, y no fue difícil
encontrar muchas fallas; pues no son naciones compuestas de santos sino naciones
influenciadas por santos bien preparados por el hecho de la libre circulación de la Biblia.
Por otro lado empezaron también a llamar la atención sobre las otras culturas paganas que
tenían ciertos aspectos positivos, pues el hombre natural posee una inteligencia que le
permite organizar sociedades altamente educadas en ciertos campos, (considerad los chinos,
los incas). Por medio de estos énfasis sobre los defectos de la civilización occidental, y
sobre los avances de las demás civilizaciones se montó una propaganda sutil que llegó a
poner en tela de juicio los valores de la civilización occidental.
      La técnica del diablo es siempre la misma cuando quiere destruir algo que obviamente
es provechoso para la raza humana; implanta la duda por medio de preguntas irrelevantes y
de respuestas mentirosas. En efecto al principio le preguntó a Eva: “¿Con que Dios os ha
dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Gn. III; 1), como si el hombre no tuviese un
estómago y fuera un ángel... Después  de escuchar la respuesta  de la ingenua Eva, él
miente con  su natural desfachatez que caracteriza al padre de las mentiras diciendo: “No
moriréis mas sabe Dios que…” (v. 4 y 5). De la misma manera hoy en día viene con la
pregunta: “¿Con que os han dicho: Cristóbal Colón descubrió América?”. Después de
escuchar la respuesta basada sobre hechos históricos debidamente registrados, desclasifica
estos hechos con desdén diciendo: “¡Mentiras! fueron los vikingos que descubrieron
América primero, o los chinos, o los árabes etc.” Ahora bien es posible que los vikingos
hayan conocido América antes que los españoles, pero esto es irrelevante porque esto no
cambio la faz del mundo, no cambió nada a la historia de los vikingos, de los indios y de la
humanidad. Los españoles en cambio sí cambiaron el rumbo de la Historia, no porque eran
españoles, sino porque fue cuando el nombre de Jesucristo llegó a América, fue cuando una
Biblia llegó a este hermoso continente. Es sabido que Cristóbal Colon era un lector
entusiasta de la Biblia y más tarde hizo comentarios sobre el Apocalipsis donde abogaba
por un tratamiento respetuoso para con los judíos, lo cual lo hizo sospechoso a ojos de la
Inquisición española. La diferencia entre los vikingos, o los árabes o los chinos y Cristóbal
Colón, es que trajo con él la Biblia, es decir el conocimiento del Nombre por medio del
cual se alcanza la salvación eterna, porque “no hay otro nombre debajo del cielo dado a los
hombres en que podamos ser salvos”. Ahí está la superioridad de los españoles en que
trajeron la Biblia; superioridad sobre los indios, sobre los vikingos, sobre los chinos. Y ahí
también reside la superioridad de los ingleses sobre los españoles; en que ellos trajeron la
Biblia como su suprema autoridad, ¡como protestantes no como católicos! Así que la
Verdad absoluta es que lo que diferencia un hombre de otro, o una nación de otra, no es
algo genético, es algo es espiritual; es el conocimiento del Altísimo, el cual se obtiene puro
en las Escrituras. Esto es algo totalmente intolerable para la nueva tolerancia; la última
estratagema del diablo para destruir el testimonio cristiano. Hoy en día el 12 de Octubre se
celebra en América el día de la raza según el “neoparla” de la nueva tolerancia. Ya no se
celebra como antaño la llegada de Cristóbal Colon a América; el descubrimiento de los que
tenían el conocimiento del Nombre que salva  a los hombres a un continente donde no
había este conocimiento más esencial que cualquier cosa o conocimiento. Decir que
Cristóbal Colón descubrió América es ofensivo; puede ser ofensivo para los chinos, o para
los descendientes de los vikingos o para los indios que no necesitaban ser descubiertos, o
¡aun para los musulmanes! No, ahora según la nueva tolerancia se celebra el principio del
multiculturalismo, y de la igualdad de las culturas en el nuevo continente, no la llegada de
un Colón colonizador…
     La nueva tolerancia enseña que no hay ninguna Verdad absoluta, solo hay verdades
relativas. Cada uno tiene su verdad y aunque no compartes la del vecino tienes que
respetarla para que respeten la tuya, y aun ayudar al otro a poder expresarla. No hay
absolutos, todo es relativo, lo único absoluto es la nueva tolerancia que permite que todos
cohabiten pacíficamente y en harmonía según tienen la esperanza... Lo que es intolerable
para la nueva tolerancia es afirmar que uno tenga la verdad absoluta. Cada uno debe de
tener su propia verdad pero está prohibido afirmar tener la verdad absoluta. Jesús es la
verdad para los cristianos, Krishna es para los hindúes, Alá para los musulmanes, Pacha
mamá para los panteístas y ecologistas etc. Todos tenemos la verdad a nuestra manera…
Sin embargo esta ecuación es totalmente falsa pues dice Jesús: “Conoced la verdad y la
verdad os hará libres” y aunque habla de la liberación del pecado al nivel personal, es
también notorio que las naciones que no conocen la Verdad absoluta, la Palabra de Dios, no
han podido desarrollar culturas donde la libertad florece. Pero hoy en día no importan los
hechos históricos, los datos registrados, y los resultados alcanzados; lo que importa es ser
tolerante y no afirmar la superioridad de ningún dogma o cultura sobre otro. El sistema
tribal donde el brujo es la eminencia y donde no existe ni aun un abecedario es tan
respetable como el sistema democrático donde una constitución garantiza las libertades
individuales y promueve el bienestar común. No hay absolutos; todo es igual a pesar de que
los resultados demuestran infaliblemente que no es así. Por ende según la nueva tolerancia
se ha desarrollado el “neoparla” del siglo XXI donde ya no se dice  brujo sino
parapsicólogo, no se dice ramera sino trabajadora sexual, no se dice sodomita sino gay, no
se dice concubinato sino unión libre, no se dice perversión sexual sino orientación sexual,
no se dice protestante sino hermano separado etc.
     Todo esta corriente de pensamiento “políticamente correcto” que promueve la nueva
tolerancia tiene una meta bien clara para el diablo, y es desmoronar las convicciones de los
creyentes en la Biblia. Nuestra fe tiene por fundamento la Palabra de Dios, y si perdemos la
convicción de la infalibilidad de la Escritura, nuestra fe no vale más que la creencia budista
o islámica o católica, o panteísta o animista, pero  “sin fe es imposible agradar a Dios” dice
la Biblia, y por tanto declaramos abiertamente que “nosotros somos de Dios; el que conoce
a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la
verdad y el espíritu del error” (1 J. IV; 6).  Lo que vence al mundo es nuestra fe, la cual es
exclusivista y afirma que Jesús es el Camino, la Verdad, y la Vida, y no un camino entre
muchos,  ni una verdad según tu idiosincrasia, ni tampoco una vida propia a cada uno.
Ahora bien, nuestra fuerza no reside en nuestra cabeza sino en la fe de Cristo arraigada en
nuestros corazones por la obra del Espíritu Santo. Es cierto que el conocimiento ha de ser
añadido a la fe para que sea más fuerte y eficaz, pero el motor es la fe y el conocimiento es
la gasolina. Con un poco de gasolina puedo quizás alcanzar mi destino si sé manejar mi
coche de forma económica, pero si mi motor no funciona aunque tenga el tanque rebosando
de gasolina no podré avanzar ni 1 kilómetro. Ved el anti tipo de lo que os  digo se llama
Marcus J. Borg de la Universidad Estatal de Oregón, es uno de los eruditos de la Biblia más
conocidos de hoy, particularmente en el campo del estudio sobre el Jesús histórico. Él se
identifica a sí mismo como un cristiano, y sus puntos de vista son dolorosamente comunes
en partes de la iglesia de hoy. De la Biblia, él dice:
“Veo la Biblia como la respuesta de una corriente cultural amplia a la experiencia de Dios.
Su origen noes sobrenatural, sino humano.... La verdad del cristianismo no depende de la
verdad literal o la infalibilidad histórica de la Biblia. Para utilizar un ejemplo específico,
¿nosotros los cristianos creemos en la resurrección de Jesús porque tenemos relatos
infalibles de testigos, en otras palabras, porque las historias de los Evangelios "prueban"
que la resurrección en realidadsucedió? Algunos cristianos sí lo creen, y he escuchado tales
sermones el Día de Resurrección. Pero... yo diría que la verdad de la Resurrección no
depende de si en realidad hubo una tumba vacía, o si algo sucedió al cuerpo de Jesús. La
verdad de la Resurrección es que Jesús continuó siendo una realidad viviente después de su
muerte...” (Extracto del libro de Dowen, p.185)
A esta línea de pensamiento abominable ese erudito apóstata habría podido agregar que la
realidad viviente de Su muerte es para los que creen en Jesús, ¡los demás poseen otra
realidad viviente tan real como la de estos cristianos!
     La meta de la nueva tolerancia es desarraigar la convicción profunda de que uno tiene la
fe verdadera en el único Dios verdadero. Uno de los caracteres más prominente del Dios
nuestro es que “Jehová cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es” y Él no compartirá su
gloria con nadie más, por lo cual el primer mandamiento es no tener dioses ajenos delante
de Él. La nueva tolerancia busca poner dioses ajenos al lado de Él, pero tampoco lo
admitirá, y desecha cualquiera que se atreva a actuar así. Jesucristo no es un nuevo diosito
para agregar al panteón de los dioses; Él es el Rey de reyes y Dios de dioses.
     Alas la nueva tolerancia ha penetrado las iglesias y la mayoría de los cristianos están
infectados por esta plaga y no se dan cuenta de que todo lo que puede oler a cristianismo, es
decir todo lo que ha servido para proporcionar el conocimiento del único Dios verdadero y
de su Hijo Jesucristo ha de ser clasificado como intolerante, porque según el absolutismo de
la nueva tolerancia, ha impuesto una fe, una cultura y un idioma sobre otras creencias,
culturas e idiomas. Así que el judío, y el hombre blanco, especialmente el occidental, y
particularmente el anglosajón que difundió con más fuerza el protestantismo, son los que
encabezan la lista roja de la nueva tolerancia. Hoy el bueno “del paseo” es el amarillo, y el
negro, al contario el blanco es el malo; es el opresor que destruye y esclaviza  a los demás.
Es un cuento tan infantil y necio como la teoría nazi de la raza superior, pero funciona muy
bien, pues como lo sabía Goebbels el ministro de la propaganda nazi: más grande la
mentira, mejor funciona. Ahora resulta que los intocables son las mujeres, los niños, los
amarillos, los negros, y la comunidad LGTB; la nueva sigla para calificar a pobres
pecadores que se jactan de sus pasiones vergonzosas. Nos hemos olvidado que “no hay
diferencia por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” y que como el
rey David todos en maldad fuimos formados y en pecado nos concibieron nuestras madres
(S. LI; 5). Ahora los sospechosos son  los blancos, y los peligrosos que desafían la nueva
tolerancia son los protestantes radicales y los judíos ortodoxos. ¡Es cierto que hay un
malestar general con los musulmanes sinceros que cortan las cabezas según la enseñanza de
su profeta (Corán VIII: 12), pero como se dedican a cortar las cabezas de occidentales y
quieren destruir los horribles intolerantes israelitas (horribles según la nueva tolerancia),
siempre se les excusa diciendo que son integristas que malinterpretan su libro sacro! Sin
embargo si leéis un poco el Corán descubriréis que el terror, es decir la guerra santa, ¡es el
mejor método según su doctrina de alcanzar el paraíso (Corán IV: 95)!

      El fruto de la nueva tolerancia al nivel religioso es el ecumenismo, y es algo también
destacable que el papado por razones estratégicas que faciliten su movimiento ecuménico
está haciéndose más y más “tolerante”. Ved pues la respuesta que dio Francisco I cuando le
preguntaron sobre el tema de los sodomitas. Su respuesta fue: “¿Quién soy yo para
juzgar?”. Daos cuenta que ellos sostienen desde 1870 el dogma de la infalibilidad papal, y
al decir esto quiso mostrar la cara de un hombre falible lleno de tolerancia. Claro que él
sabe perfectamente que la infalibilidad “funciona” solo cuando hace un pronunciamiento
solemne con la tiara sobre la cabeza, no cuando unos reporteros le hacen preguntas en su
avión privado y de forma informal. No obstante la nueva tolerancia forma parte de la nueva
estrategia jesuita para poner en el banquillo de los acusados a toda persona que se atreva a
decir que posee la verdad absoluta, y especialmente a los protestantes radicales y a los
judíos que son los enemigos reales de sus planes de reconquista del poder supremo. La
meta es destruir toda convicción profunda y fidelidad integra que son cosas evidentemente
muy peligrosas en el caso de que uno sostenga una religión falsa y violenta como el Islam,
pero que es indispensable para el protestantismo genuino.
     Si nosotros los protestantes dudamos de la infalibilidad de la Biblia a cualquier nivel;
sea histórico, científico, doctrinal, moral, y si no estamos convencidos de que fuera de
Cristo solo le espera a la humanidad el lago de fuego; no nos esforzaremos con integridad y
fidelidad a exponer nuestro Evangelio de la gracia de Dios. Si hay otros caminos, si no es
cierto lo del infierno y de la condenación eterna: “comamos y bebamos, mañana
moriremos”, ¿para qué tanto molestar al inofensivo vecino budista, e ofender al peligroso
musulmán, y enfadar al papista  y retar al ateo? ¿Para qué cargar con el odio de todo el
mundo si todos los caminos llevan a Roma? Hoy en día es poco el remanente que realmente
cree de todo corazón lo que dice la Biblia sin acomodarlo a la nueva tolerancia que es la
corriente actual del mundo occidental. Son pocos los que realmente esperan el
Arrebatamiento cada día. Pero no importa el número, lo importante es que sabemos en
Quién hemos creído, y Él es poderoso para darnos la victoria sobre esa corriente, y rescatar
a los elegidos que se dejan arrastrar sin darse cuenta. ¿Qué haremos pues para contrarrestar
los efectos de la nueva tolerancia en nuestro entorno?
     Como lo decía al principio; no estoy de acuerdo con los autores de este libro en cuanto
al método que preconizan. No digo que sea inútil pero sí creo que no es suficiente, y no
representa mucho peligro para esta corriente que ya se ha llevado al mundo occidental y a
las iglesias evangélicas. El hermano Dowel concluye su libro diciéndonos:
“Si usted y yo, cristianos y cristianas, vivimos agresivamente en amor mientras estamos
humildemente firmes por la verdad, la impartición del evangelio y de nuestras vidas no sólo
silenciará a los críticos militantes de la fe y a los oponentes de la moral bíblica; veremos,
con el poder y la gracia de Dios, ocurrir cosas más grandes. Como Robert, el que odiaba a
los cristianos se volvió Robert el cristiano y como Saulo el perseguidor de la iglesia se
volvió Pablo el plantador de iglesias, así, quiera Dios, algunos de nuestros enemigos más
acérrimos algún día serán amigos de Dios —y nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
Después de todo, la única manera de eliminar un enemigo es hacerlo un amigo. Eso es lo
que Dios hizo con nosotros; cuando todavía éramos enemigos de Dios, dice la Biblia que
"nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra dela reconciliación. Así que,
somos embajadores en el nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros, os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" (2 Corintios 5:18-20). Como ha
dicho Chuck Colson: "Esta es nuestra mejor apologética —vivir la verdad en amor".10 Que
Dios nos ayude a responder a su llamado y levantarnos ante el reto.”
La esencia de la estrategia de Dowel es “vivir agresivamente en amor”. Esto es bueno pero
no es suficiente. La aplicación que hace de este principio es que hay que hablar con amor a
los educadores, hay que mirar la TV con los hijos, hay que perseverar en la iglesia local
aunque haya aceptación de la agenda feminista u homosexual. Su premisa es que nuestro
amor por la verdad va a derretir el hielo de la indiferencia y provocar un acercamiento que
permitirá ganar a los opositores. Esto es verdad en casos particulares que él cita a menudo.
Sin embargo esto no es verdad en casos generales o institucionales. En efecto ¿Qué sirve
hablar a los educadores de que sus programas son obviamente intolerantes y ofensivos para
con los cristianos? Claro que puede servir para la conversión personal del educador, pero si
se espera con ello cambiar los programas ¡es tan ingenuo como ir a Roma y explicarle al
papa, a sus cardinales, y a sus jesuitas que es pecado mantener imágenes en sus cultos y
rogar a su virgen, y que hay que abolir tales enseñanzas por amor a Dios y a sus
mandamientos! De hecho el educador está pagado para enseñar el programa que el
gobierno ha decidido, y si no quiere enseñarlo es mejor que busque otro oficio… En cuanto
a mirar la TV con su hijo para evitar que sea contaminado por los programas; es como
querer pasar entre las gotas de la lluvia para no mojarse, pues la TV aunque muy raras
veces te puede dar una buena película o un buen programa, siempre estará salpicándolo por
el comercial donde aparecerá la prostituta media desnuda y ¡esto lógicamente con el
consentimiento del papa que permite la TV en casa por un lado y denuncia la impudicia por
otro lado cuando lee la Biblia! En cuanto a quedarse en una iglesia donde el pastor enseña
la nueva tolerancia y practica el “neoparla”, y  esperar que cambie su discurso y su
doctrina, esto  es de antemano inútil pues la Biblia dice en Hb. XIII; 17: “Obedeced a
vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas”. El pastor no
está pagado para que le enseñéis sino para enseñaros. Vivir agresivamente en amor como
dice Dowel, da resultado en la evangelización personal, pero no va a cambiar instituciones
que controla el diablo. Una iglesia una vez que ha entrado en apostasía no tiene cura
“porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos participes del Espíritu Santo y asimismo gustaron de la buena Palabra de
Dios y los poderes del siglo venidero y recayeron sean otra vez renovados para
arrepentimiento crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a
vituperio” (Hb. VI; 4 a 6). El proceder de Dios en el curso de la Historia con las iglesias
apostatas ha sido cambiarlas por nuevas. En cuanto a instituciones que han sido infiltradas
por la nueva tolerancia la situación es mucho peor que en iglesias evangélicas donde se
pretende honrar la enseñanza de la Biblia. “Nosotros somos de Dios y sabemos que el
mundo entero está bajo el Maligno”, y sabemos también que la hora está avanzada, por
ende lo que nos espera antes del Arrebatamiento es un aumento de la maldad como en los
tiempos de Noé y de Lot, así como lo profetizó nuestro Señor en Lc. XVII; 26 a 30. Por lo
cual proponemos al lado de “vivir agresivamente en amor” en el campo de la
evangelización personal, santificarnos determinadamente en nuestra relación con el mundo
postmoderno.
    Santificarse significa etimológicamente apartarse. Tenemos que apartarnos de la
corriente del mundo que mediante el espíritu de la nueva tolerancia quiere que dejemos de
resaltar sobre las masas en cuanto a nuestra forma de vivir en esta sociedad postindustrial.
He aquí un ejemplo que encontré en un artículo del hermano Eliseo Martínez titulado:
“Vida en total dependencia de Dios”, de lo que significa no santificarse determinadamente
en nuestra relación con el mundo:
 “Recuerdo a un hermano pastor, (ya está en la santa presencia de Dios), que en una reunión
pastoral compartiendo la reflexión bíblica nos hablaba de la importancia de lo que somos
sobre lo que decimos. El prácticamente nos abrió su corazón al decirnos con lágrimas como
el pasaba invitando a las reuniones de su iglesia y siempre su vecino tenía una excusa;
salida de la familia, visita de la suegra, lavado de carro, etc. Hasta que un día le dijo:
perdóneme quiero ser honesto con usted, yo no miro que usted sea diferente a mí para
sentirme motivado a ir a las reuniones de su iglesia. Para el pastor que nos compartió esta
experiencia nos dice que eso había sido la más grande vergüenza vivida por él, pero
también fue el llamado de Dios para corregir su estilo de vida ante el mundo. Lo que
creemos es la base de lo practicamos. Vivir la fe, es rendirle  culto a Dios con nuestro estilo
de vida en la comunidad donde vivimos. Esto es lo que Cristo le dice a la samaritana ante la
pregunta ¿dónde se debe adorar? Jesús no le habla de lugar sino de actitud, de forma, en
espíritu y en verdad y Dios dice que busca tales adoradores”.
     Así que mientras vivimos tal como vive el vecino, (aparte de nuestros devocionales y
horarios de culto), no es santificarse debidamente si queremos avanzar en nuestro caminar
con el Señor, contrarrestar la corriente del mundo y arrebatar a los elegidos que se dejan
arrastrar por la nueva tolerancia. La nueva tolerancia se ha impuesto por varios medios que
el diablo controla totalmente como la TV y la educación, y otros medios que controla casi
totalmente como la prensa y la radio. (Su problema es el Internet, el cual inunda con sus
programas humanistas, religiosos, y satánicos, pero no lo controla porque Dios por ahora
nos lo ha dado a nosotros como una puerta abierta para que el testimonio del evangelio sea
predicado en todo el mundo como testimonio a todas la naciones justo antes del
Arrebatamiento). ¡No hay ninguna probabilidad de que podamos cambiar los programas de
la TV, ni los de la educación nacional, aunque “vivamos agresivamente en amor”! Esto es
el sueño de los postmilenialistas que se imaginan que van a ganar al mundo por medio de
su predicación. Nosotros somos realistas, y por ende premilenialistas, y vemos que la
higuera ha florecido, aún tiene higos verdes y será pronto levantada la hermosa Suya como
dice Cnt. II; 13, es decir que Israel ha vuelto sobre el escenario político de las naciones y el
tiempo de los gentiles está por acabarse (Ro. XI; 25 y 26).  Por lo cual el cronómetro del fin
del mundo está en marcha, y el contador es limitado a 120 años que es lo máximo que
puede alcanzar la vida de un hombre, pues dijo nuestro Señor que todo acontecerá en el
transcurso de una generación. Entonces lógicamente el tiempo que nos queda es corto. Así
que si queremos brillar delante de un mundo que no ve ninguna diferencia entre ateísmo,
catolicismo, islamismo, protestantismo, budismo, porque les han lavado el cerebro con la
nueva verdad absoluta del postmodernismo: la nueva tolerancia, entonces digo yo: si
queremos brillar; seamos santos en toda nuestra forma de vivir, no solamente en nuestros
tiempos devocionales. Esto significa en pocas palabras:
 1 Echar la TV del hogar.
 2 No mandar los hijos a la escuela pública, y menos aún a la universidad que son centros
de corrupción moral aberrantes. (¡En una universidad americana hace ya más de una
década, para “luchar contra la homofobia” hicieron que los estudiantes tuvieran que mirar
una película pornográfica homosexual a fin de detectar si algunos reaccionaran de forma
impropia!)
 3 No aceptar en el hogar que la mujer vista pantalones y pelo corto, más bien inculcar a la
esposa y a las hijas que fueron creadas para el varón y no el varón para la mujer (1 Cor. XI;
8 y 9).
4 No involucrarse en los entretenimientos mundanos tales como el deporte, el cine, el
teatro, los conciertos de música etc.
5 Evangelizar a tiempo y fuera de tiempo distribuyendo literatura evangélica de forma
sistemática y masiva, (aconsejo los tratados Chick porque son baratos y la gente los lee) de
manera  que si hay algún elegido alrededor sepa dónde encontrar ayuda. Escribir un verso
en su puerta, otro en el baúl de su coche, otro en su bicicleta es otro método fácil de
evangelización. No olvides: “el que gana almas es sabio”.
     Todo esto he venido repitiéndolo durante años, y muchos me dicen que  es fanatismo,
integrismo religioso, fundamentalismo y que va a repeler en vez de atraer la gente hacia
Cristo. A ello les responderemos que “¡a los que se pierden somos olor de muerte para
muerte, y a los que se salvan olor de vida para vida!” Con estos 5 puntos básicos, si eres
nacido de lo alto, no hay duda que la gente no va a confundirte con el evangélico
postmoderno, el que es muy tolerante según el nuevo concepto de la tolerancia, cuyas hijas
son graduadas en la universidad pero no casadas, completamente ignorantes que fueron
creadas para ser ayudas del varón… Con estos 5 puntos vas a llamar la atención de los
elegidos que han sido procesados por la cultura postmoderna pero que anhelan en su
espíritu andar conforme a la vocación a la cual han sido llamados, es decir reflejar a Cristo
Jesús según sus posibilidades y características personales. ¡Claro que el mundo te va odiar,
pero la amistad del mundo es enemistad contra Dios! Así que hermano, el tiempo que resta
es corto, todavía no te cuesta la cabeza o ser quemado a la estaca por afirmar que la verdad
absoluta la tienes en el Cristo de la Biblia, la Palabra infalible de Dios, por medio de la cual
ordenas tus pasos y enfrentas sin temor la intolerancia implacable que desata la nueva
tolerancia contra los cristianos sinceros, íntegros, que tienen fundamentos morales y
espirituales inmutables, y que no se avergüenzan del evangelio y ¡por ende no se
avergüenzan de decir que son protestantes radicales! No hay tiempo para medidas
conciliadoras; hay que tomar medidas drásticas, hay que santificarse determinadamente y
vivir agresivamente en amor, si es que creéis que realmente Él viene en esta generación.
¿No veis con que agresividad el diablo actúa por medio de los medios que controla?
Cuando uno te ataca violentamente tienes que usar toda tu fuerza para responder al ataque.
Respondamos a los ataques violentos de Satanás y del mundo postmoderno en contra de
nuestra santa religión por una manera santa de vivir que los deje confundidos. La base de
ellos es arena movediza, la base nuestra es la Roca de la eternidad; ellos caerán muy pronto
y nosotros si nos mantenemos firmes permaneceremos para siempre y contemplaremos la
caída de ellos. “Conviértanse a ti y tu no te conviertas a ellos”. Aprovechemos plenamente
la libertad de expresión que nos ofrece la democracia occidental (¡sí la que no vino de los
buenos amarillos, ni de los buenos los negros, sino de los malos blancos!) para anunciar
que  Cristo viene pronto para arrebatar a sus elegidos y dar el pago a los que no obedecen a
nuestro evangelio, “y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con
todo denuedo hablen tu Palabra” (Hch, IV; 29).
 MARANATHA.
     

 
      

EL DON DE LA FE

     Todos los evangélicos reconocen que la salvación es un don de Dios, es decir que es por
gracia. No obstante hay 2 formas de entenderla y no hay más. Unos entienden que la
salvación es un don de Dios que depende del libre albedrío del hombre natural que decide
poner su fe en la salvación gratuita que ofrece Dios a todos los hombres por medio de
Jesucristo, y entonces son automáticamente arminianos, aunque no lo sepan (la mayoría es
así), o quieran negarlo, es decir  defensores del albedrio y de la expiación ilimitada, (Cristo
vertió su sangre para todos los seres humanos). Otros entienden que la salvación es un don
de Dios que depende de la predestinación (J. VI: 44), es decir que el hombre en realidad no
decide nada y Cristo murió únicamente por los que fueron elegidos antes de la fundación
del mundo, da su vida por las ovejas no por la cabras, y por ende son calvinistas aunque no
lo admitan o lo ignoren, es decir defensores de la soberanía de Dios y la expiación limitada.
      Desde los tiempos de los apóstoles, pasando por los tiempos de Agustín, llegando a los
tiempos de Lutero, y culminando en la generación posterior a la de Calvino, esta contienda
ha permanecido y permanecerá hasta el fin. Los nombres han cambiado pero el asunto es
siempre el mismo; ¿el hombre decide su destino, o Dios ya lo ha predestinado todo? ¿El
hombre escoge seguir a Cristo, o Cristo escoge a sus seguidores? En el siglo V uno era
agustino o pelagiano, a principios del siglo XVI uno era luterano o católico, a partir del
siglo XVII uno es calvinista o arminiano. Son nombres que definen con más precisión cada
vez la posición que el cristiano tiene frente a las 2 únicas hipótesis posibles: el hombre
decide su destino eterno durante su vida terrenal, o Dios lo ha predestinado todo desde la
eternidad pasada. No hay posición intermedia entre las 2, aunque hay dentro de cada
hipótesis (arminiana o calvinista) enfoques variados.
    
     Hoy quiero con el favor de Dios enfocar el asunto sobre el don de la fe. “Por gracia sois
salvos, por medio de la fe y esto no de vosotros pues es don de Dios”. Esto lo reconocen
arminianos como calvinistas, pero la discrepancia no es sobre la salvación por gracia sino
sobre el medio que permite entrar en posesión de esta salvación que nos ofrece Dios en
Cristo Jesús. La discrepancia es sobre la fe. Veamos pues primero la visión común que
tiene el arminiano de la fe.
     Para el arminiano la salvación es un don de Dios que cualquier hombre puede recibir si
pone su fe en  Cristo Jesús como su Señor y Salvador. Reconoce que la salvación es
gratuita, solo hay que creer en Cristo y la tienes. El problema es que piensan que el hombre
tiene la posibilidad de creer por sí mismo, en su estado natural. Imaginan que tiene una fe
natural que puede responder al llamamiento de Dios, y llegar a ser una fe espiritual,
salvadora. Imaginan que cada hombre que viene a este mundo tiene en sí mismo esa chispa
de fe que puede llegar a ser salvadora si decide obedecer al llamamiento que Dios Espíritu
Santo le hace durante su estadía en este mundo. Piensan que el hombre tiene que poner en
marcha su fe, tiene que ponerla en Cristo. Sostienen que la fe que salvífica es disponible
para todos los hombres, son como los papistas, pues dice el concilio de Vaticano II: “… No
obstante el hombre ha sido herido por el pecado. Encuentra por experiencia que su cuerpo
está en revuelta. Su misma dignidad entonces le requiere que glorifique a Dios en su
cuerpo, y no le permita servir las malas inclinaciones de su corazón… Cuando es llevado a
pensar en su identidad real se vuelve hacia las profundidades de su ser interior donde Dios,
quien prueba el corazón lo espera, y donde  él mismo decide su propio destino a la vista de
Dios”. Así que el arminianismo como el catolicismo ven en el hombre algo que le capacita
para creer en Dios usando su libre albedrío.
     Según ellos, la fe es el medio de la salvación y este medio es disponible para todos los
hombres sin excepción, lo único que falta es que acepten en su corazón lo que dice el
mensaje evangélico. Piensan que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios. Sin
embargo están equivocados porque lo que está escrito es diferente: “La fe viene por el oír, y
el oír por la Palabra de Dios”. Ahí está nuestra disputa, y se halla en una pequeña palabra:
“por”, ¡pero  está pequeña palabra es una sima profunda que nos separa en nuestro visión
de Dios y del hombre, y esto  en muchos aspectos importantes! Aunque no negamos que la
salvación no se pierda por ser arminiano, no obstante las pérdidas son grandes y peligrosas.
     Los arminianos ven la fe como algo que se tiene intrínsecamente antes de la conversión
y que solo necesita desarrollarse para llegar a ser una fe vivificadora mediante el evangelio,
o lo ven como algo que está disponible para todos ¡pero la Escritura dice que no es de todos
la fe (2 Ts. III; 2)!
     La fe es una cosa santísima (Jud. 20), que no hay que confundir con la creencia. Todos
creemos que Cristóbal Colón llegó a América el 12 de octubre 1492, y también que Cristo
nació hace aproximadamente 2015 años. Para creer es suficiente recibir una información
que tenga cierta solidez, pues aún hay muchos que creen en fábulas como la de Darwin…
Tener fe es algo que no es solamente información válida sino concierne la persona de Dios
en Cristo Jesús, y es recibida por un oído interno, un oído espiritual que comunica la
información al espíritu, a la conciencia en particular. Ha de haber un canal para que esta fe
pueda ser recibida, ha de haber la apertura de un canal en nuestro hombre interior, ha de
haber un oído espiritual, no solamente un oído físico y un entendimiento intelectual.
     Ahora bien, la fe es siempre precedida del arrepentimiento. Primero llegó Juan el
bautista predicando el arrepentimiento, y luego Jesucristo predicando la llegada del Reino
de Dios. La fe de Cristo va siempre precedida por el arrepentimiento. Primero uno tiene que
ver su estado de perdición antes de creer en el Salvador. Antes de la fe viene el
arrepentimiento, y bien dice nuestro Salvador: “Si no os arrepentís todos pereceréis
igualmente”. Puede haber una clase de arrepentimiento sin fe salvífica que siga, y puede
haber una fe falsa (es decir una creencia) sin arrepentimiento. Pero la fe que salva siempre
va precedida por un arrepentimiento profundo, es decir un arrepentimiento que  lamenta
más lo que es uno en sí que lo que ha hecho, pues lo que ha hecho es el resultado de lo que
es. Es como la expiación que precede siempre a la reconciliación. Así como no hay
reconciliación con Dios si no hay expiación por Cristo, de la misma manera no hay fe de
Cristo si no hay arrepentimiento sincero. Son 2 caras diferentes de una misma moneda.
    Por lo cual en el hombre natural no hay ninguna posibilidad de alcanzar la fe de Cristo
por un acto de voluntad propia. El hombre está muerto en delitos y pecados, es decir está
muerto para con Dios y su voluntad es esclava de su naturaleza corrompida y vendida al
pecado y al diablo. “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios
porque para él son locura, y no las puede entender porque se han de discernir
espiritualmente” (1 Co. II; 14). La fe viene por el oír, y su oír está totalmente tapado. No
tiene oído para las verdades espirituales; está sordo, y necesita una operación del Espíritu
Santo para abrir este oído para que la fe pueda entrar por él. Por lo cual dice la Palabra que
el oír viene por la Palabra de Dios, y nosotros “por la fe entendemos haber sido constituido
el universo por la Palabra de Dios”, así que el oído físico, y todo lo que es material, como el
oído espiritual, son creaciones de la Palabra de Dios. Jesucristo, la Palabra encarnada de
Dios, es quién mediante el Espíritu Santo nos abre el oído espiritual que estaba tapado
desde que fuimos concebidos en pecado. Sin esta operación la fe no puede entrar en el
corazón del hombre, no hay conducto abierto. Hay un espíritu pero está muerto para Dios y
¡vivo para el diablo! Esta operación de abertura del conducto del oído espiritual la manda a
efectuar el Hijo de Dios porque somos suyos antes de la fundación del mundo. El Espíritu
Santo  hace saltar el tapón que había en el oído espiritual que impedía el paso de la fe en los
escogidos. Este tapón es la autoestima.
    En efecto ¿qué es el arrepentimiento verdadero sino la destrucción total de nuestra
autoestima en un momento preciso? Esto es lo nos impide ver nuestra miseria interna y
recibir el don de la fe, lo cual nos permite asirnos de la salvación que está en Cristo Jesús.
Esto no significa que ya no hay más jactancia y autoestima en nosotros después de esta
operación sino que no hay más un bloqueo total, significa que poseemos un oído abierto y
que la fe puede venir como el agua por un canalización destapada… Como dijo Spurgeon:
“El verdadero progreso suele calcularse por la medida de la humildad”. El hombre no
puede recibir el don de la fe mientras no ha visto su depravación total. Tiene escamas en los
ojos que le impiden ver que es un esclavo del pecado y que Satanás está llevándolo a la
destrucción eterna. (La Escritura  usa la metáfora de la vista como del oído en este tema.
Ved por ejemplo Lc. XI; 34). El arrepentimiento consiste en la destrucción de nuestra
autoestima que nos impide ver nuestra depravación total y por ende nos incapacita para
recibir la fe en Quién salva a su pueblo de sus pecados (Mt. I; 21). Sin arrepentimiento no
puede haber salvación porque el Señor solo recibe a los pecadores, no a los que se creen
justos. Nadie que tenga un poco de conocimiento bíblico negará esta verdad que la
salvación se efectúa en 2 pasos: 1 el arrepentimiento, y 2 la fe en la persona de Cristo Jesús.
     Ambos pasos son la obra de Cristo en nosotros por el Espíritu Santo. Nadie puede por sí
mismo destruir su autoestima porque si lo hiciera construiría al mismo tiempo una nueva
autoestima. Pasaría del orgullo natural al orgullo espiritual, lo cual es peor. Solo Dios nos
puede librar de nosotros mismos, del viejo hombre que es nuestra naturaleza heredada
desde que salimos del vientre de nuestra madre, pues en iniquidad fuimos formados y en
pecado nos concibieron nuestras madres (S. LI; 5). El oído espiritual, y los ojos de nuestro
entendimiento espiritual están tapados por el pecado que usa como material de obstrucción
a la verdad y al evangelio la autocomplacencia, la autoestima, y el egocentrismo. Solo Dios
puede destapar el oído, y abrir los ojos haciéndonos entender nuestra condición real de
criaturas totalmente depravadas. No es algo natural poder verse como podrido enteramente.
Aunque la conciencia nos acusa y nos hace culpables, no puede por sí sola llevarnos al
arrepentimiento que salva, él que precede el paso segundo que es la fe. Lo único que hace
es condenarnos, porque en ella está escrita la ley de Dios (Ro. II; 15) y la ley es para los
malos y los rebeldes (1 Ti. I; 9). Además el hombre natural aunque tiene una conciencia, no
vive por los dictados de ella sino por los dictados de su mente la cual está al servicio de sus
gustos, aficiones, y deleites corruptos. Puede ocasionalmente el hombre natural seguir su
conciencia pero es pasajero; su forma de vivir es según la carne, según una mente terrenal,
y unos gustos terrenales. Lo contrario sucede con el hombre espiritual, puede un tiempo
seguir un pensamiento terrenal y deleitarse en placeres terrenales, pero será pasajero; su
forma de vivir es según el espíritu, según los dictados de su consciencia. Para andar
constantemente según la consciencia hay que nacer de nuevo, para andar en el espíritu hay
que nacer del Espíritu y esto requiere primero la creación de un nuevo oído. La salvación es
de Jehová de principio a fin y por lo tanto ni el arrepentimiento, ni la fe son al alcance del
hombre natural.
     Así que decir que el hombre natural tiene que poner su fe en Cristo, y que si quiere
puede; esto es un mito porque primeramente no tiene ninguna fe; tiene ciertas creencias
pero fe que es una confianza intima en Dios no la tiene en absoluto, tiene más bien una
desconfianza y un odio  innatos de Dios. Desde los tiempos de Adán se perdió el oír
espiritual por el cual viene la fe y por lo tanto el hombre en su estado natural es peor que un
animal que no puede odiar a Dios. El arrepentimiento es la primera obra que opera el
Espíritu Santo en el pecador cuando le abre los ojos sobre su estado natural de depravación
total, y esto ocurre cuando Dios quiere, con quien quiere y como quiere. El hombre no
puede decidir arrepentirse. Nunca se ha oído la doctrina del  arrepentimiento voluntario,
porque todos sabemos que es algo sobrenatural poder admitir nuestra depravación. Es como
decir: “Yo soy humilde”. El que tal cosa dice muestra en seguida lo contrario, y es lo
mismo decir: “hoy me arrepiento”, porque está fuera de la capacidad natural del hombre ver
su propia naturaleza en una luz que no posee.
     Es cierto que la predicación evangélica verdadera pide el arrepentimiento a sus oyentes.
“Arrepentíos” es el grito constante de un verdadero evangelista. Pero el mismo evangelista
sabe que es una cosa imposible que está pidiendo a sus oyentes. Sin embargo sabe también
que para Dios nada es imposible, y por tanto su prédica reposa en su fe en el poder de Dios
que resucita a los muertos. Pero hoy no es ésta la clase de prédica que se oye sino la que
pide a los oyentes que pongan su fe (inexistente) en Cristo. “Repite la oración de fe” es la
culminación de todo el discurso del evangelista moderno. Evidentemente en muchos casos
con éxito la predica no se basa en “¡Arrepentíos!” sino en “¡Creed en el Señor Jesús!”, y lo
vemos por ejemplo en el caso del carcelero de Filipos en Hch. XVI; 29, pero son casos
dónde ya no hay necesidad de pedir el arrepentimiento, y porque ha sido ya destruida la
autoestima; ya la persona está temblando y postrándose a los pies del mensajero de Dios.
Ya el oído ha sido creado de nuevo por el Espíritu y está listo para recibir la fe en el Señor
Jesús, está listo para oír: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo” (v. 31).
     Así que la fe es un don, no es inherente a ningún hijo de Adán, al contrario lo inherente
es la incredulidad, y este don es concedido después del don previo del arrepentimiento. Es
como si la salvación tuviese 2 claves distintas para poder disfrutarla. Es un poco como un
banco virtual.

     Hoy en día muchos usan el banco virtual por medio del internet. En este sistema se
necesita primero una clave que permite entrar al banco, específicamente en la página que
concierne tu cuenta, y después  necesitas otra clave para poder efectuar desde esta tu cuenta
transacciones o consultas. Para obtener la clave que te permite hacer movimientos en tu
cuenta necesitas la primera clave que te permite entrar a tu cuenta, y es lo mismo en la
salvación; para obtener la fe que permite ser beneficiario activo de la gran transacción del
Justo que muere para pagar la cuenta del injusto se necesita recibir previamente el
arrepentimiento  que te capacite para oír del Salvador que obró tan grande salvación. Hoy
en día mucho se imaginan que disponen naturalmente de la clave que permite ser
beneficiario de la gran transacción que se efectuó en el Calvario, pero no poseen la primera
clave, y la segunda que creen poseer es por lo tanto falsa. No tienen nada, ni
arrepentimiento ni fe; están muertos en delitos y pecados y ¡sueñan que se dirigen al cielo!
     El arrepentimiento que es la vista restablecida donde uno se ve tal como es: un pecador
perdido, es el primer paso que nos pone en la posición correcta para hacer el segundo paso
que nos introduce en el Camino de la vida eterna. Estos 2 pasos son indispensables e
inseparables, y son la obra de Dios en nosotros. Muchos ahora imaginan que el hombre
tiene una participación en ellos, pero la verdad es que somos pasivos en ambos pasos. (Otra
cosa es la santificación que requiere un esfuerzo personal aunque el impulso lo da el
Espíritu, pero es otro tema…) Llorar por mis pecados no depende de mi voluntad, y clamar
“¡Sálvame o perezco!” tampoco es una decisión de un supuesto libre albedrío sino una
reacción espontánea delante de un peligro inminente. Lastimeramente hoy en día multitudes
están viajando hacia la perdición eterna y creyendo que tienen la salvación eterna. Están
persuadidos que han hecho la decisión correcta, y que por ende están salvos de la ira
venidera. Pero están en pleno engaño, pues no hay ninguna decisión personal en la
salvación, la salvación es de Jehová y el la regala a quien quiere; “no depende del que
quiere, ni del que corre sino de Dios que tiene misericordia”. Tú no puedes decidir de llorar
por tus pecados, como tampoco puedes decidir creer en Jesucristo. Dios manda a todos a
arrepentirse y a creer en su Hijo, y todos saben por el testimonio de sus conciencias que es
lo que hay que hacer, pero no es dado a todos hacerlo. ¡Sin embargo la puerta está
justamente abierta para los incapaces! No puedes decidir arrepentirte y salvarte pero
¿decidirás proseguir por el camino equivocado? Recuerda: “Hay camino que al hombre le
parece derecho, pero su fin es camino de muerte”. No tienes ningún libre albedrio para
decidir tu destino eterno, pero tienes una voluntad para sellar tu perdición. Dios ha
preparado el lago de fuego para el diablo y sus seguidores, pero ellos mismos se dirigen
afanosamente hacia él a pesar del testimonio de sus consciencias. Desde Adán el hombre
mismo se echa la soga al cuello, y es verdad que la soga la creó Dios para tal propósito,
pero Dios no tiene una sola soga porque también dice Os. XI; 4: “con cuerdas humanas los
atraje, con cuerdas de amor”. Nadie se va al infierno contra su voluntad, justamente los que
van allá es porque quisieron seguir su camino, quisieron obrar su destino. Por lo contrario
ninguno de los escogidos va al cielo por voluntad propia, eran hijos de ira lo mismo que los
demás, sino que se interpuso Dios Espíritu Santo según el designio eterno, e inclinó su
voluntad al tiempo previsto en la dirección opuesta. Como decía un teólogo antiguo: “En la
puerta del cielo está escrito: Por Gracia, y en el umbral del infierno: Por tus pecados”. El
misterio de Su voluntad Dios nos lo revela por el Espíritu a través de la Biblia, pero el
misterio de la responsabilidad en relación con la elección anticipada no ha sido revelado
todavía, quizá en la eternidad entenderemos… Por ahora sabemos que es incomprensible
pero el uno no anula el otro; ambos se erigen solemnemente delante de los ojos que han
sido abiertos por el Espíritu. Es como la gracia que se manifiesta a través de la justicia;
hasta que Cristo dijo en la cruz “Consumado es”, nadie podía entender cabalmente como
Dios siendo justo podía justificar a los pecadores.

     Lector, ¿has oído jamás  de la depravación total de tu naturaleza, o sigues siendo sordo a
esta triste verdad, y creyendo que en el fondo tienes buen corazón? Si es así la fe que crees
tener no es la fe de Cristo es la de los demonios pues ellos también creen y tiemblan (Stg.
II; 19). Nadie es bueno sino Dios, y tú no eres Dios, así que considera tu vana pretensión a
la luz de lo que dice la Palabra, y quizá el Señor te abrirá el entendimiento y te dará un
corazón de carne y oídos que oyen y ojos que ven.
     Amigo si ya sabes que no hay nada bueno en ti, y te odias a ti mismo; el Señor dice a
gente como tú: “¡Mirad a Mí y sed salvos todos los términos de la tierra!”. Dios te ha dado
la primera clave, y es para darte la segunda en el momento que Él quiera. Saulo de Tarso
pasó 3 días llorando sus pecados (Hch. IX; 9), pero después le cayeron las escamas de los
ojos y vio claramente qué Salvador tenía por el bautismo del Espíritu ¡y no del agua! (v.18).
Dios no hace las cosas a medias, “El que empezó la buena obra en vosotros la terminará
hasta el día el día de Jesucristo”. Por lo cual se te puede decir con toda confianza que Cristo
Jesús vino a salvar a los pecadores, de los cuales ya sabes que eres uno. ¡Ánimo; mira a
Jesús!

         
      

LA REPÚBLICA ISLÁMICA FRANCESA


(Este mensaje es una traducción de un artículo en francés.)

     Desde el 14 de mayo 1948, fecha de la creación del Estado hebreo, la atención
internacional está dirigida constantemente hacia los eventos que sacuden el Medio Oriente.
Es normal pues el tiempo de la evangelización de las naciones está llegando a su fin, y
pronto Jehová volverá a ocuparse particularmente de los hijos de Jacob. La semana 70 de
Daniel se acerca, la Apostasía de las iglesias evangélicas está en pleno auge, y solo falta el
Arrebatamiento de la Iglesia de los primogénitos para que el hijo de perdición, el Anticristo
escatológico, (el papa #6; ver mi artículo “Las 2 bestias”), tome el control de la UE (el
nuevo imperio romano). Luego establecerá un pacto  de 7 años con Israel y después de
romperlo “a la mitad de la semana” entrará en el templo en el lugar santísimo de donde
emitirá por TV un culto mundial obligatorio de su persona (Ap. XIII; 15)…
     Nosotros los protestantes radicales nacidos de la Palabra y del Espíritu no vamos a
cambiar el curso de la Historia que Dios ha pre ordenado desde la eternidad pasada, pero
más bien vamos a dedicarnos a las buenas obras que también fueron preparadas de
antemano para  que anduviéremos en ellas. Estas buenas obras son múltiples y diversas e
incluyen “la destrucción de  fortalezas; derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y trayendo cautivo todo pensamiento a la obediencia de
Cristo” (2 Co. II; 4, 5). Por supuesto sabemos que la fortaleza principal de Satanás en la
tierra es el Vaticano, sin embargo en estos días la bestia de 7 cabezas se juega el papel del
inofensivo cordero con su política ecuménica, y por consecuente se oye más hablar de las
barbaridades en Irak y Siria de una de sus hijas turbulentas: la religión musulmana. En
efecto el Islam es un sub producto del catolicismo romano que les salió de las manos a sus
papas y que  intentan hoy vanamente absorber por medio de su virgen de Fátima  (la cual
era la hija preferida de Mohamed) y de su movimiento ecuménico. Pero primero echemos
un breve vistazo al origen de esta religión.
     Mohamed es el profeta único y fundador oficial de esta religión. No obstante el hecho es
que su fama y su poder empiezan cuando contrató matrimonio con la comerciante más rica
de la Meca llamada Khadijah. Esa mujer ya había tenido 4 maridos antes de él, y varios
niños. Abu Talib, el tío de Mohamed y el padre de Khadijah se opusieron al principio a esta
unión entre el joven Mohamed de 25 años y la rica negociante de 40 años, pero el primo de
ella que se llamaba Waraquah bin Neufal pudo convencer a ambas familias de lo positivo
que podía ser tal matrimonio, y se efectuó. Vale reparar en que Waraquah bin Neufal era el
sucesor  de Othman Bin-Huweit el cual había implantado en la Meca una grande iglesia
ebionita. Así que lo más seguro es que el matrimonio fue celebrado dentro del cristianismo
ebionita; una herejía unitaria de tipo judaizante. Waraquah fue el mentor espiritual de
Mohamed y probablemente el corrector de sus escritos que supuestamente recibía del ángel
Gabriel… Estos son hechos históricos que nadie puede negar, ni aun los musulmanes. Pero
ahora recordemos un poco las revelaciones que nos entregó nuestro hermano Alberto
Rivera, quien fue antes de su conversión al protestantismo fundamentalista ¡un jesuita bien
entrenado!
     Según sus revelaciones, corroboradas por un obispo católico de nacionalidad canadiense
que también fue convertido a la fe protestante; el hermano  Gérard Bouffard (ved en You
Tube, sus declaraciones), el hermano Alberto nos informa que detrás  de la iglesia ebionita
de la Meca se escondía la iglesia católica romana que intentaba transferir el trono papal
desde Roma a Jerusalén. (Ved en www.chick.com  et 
http://www.chick.com/reading/comics/0334/0334_allinone.asp). De hecho es lógico que el
papa quiera tener su trono en Jerusalén  pues sería un argumento de mucho peso para sus
pretensiones de sucesión apostólica, ya que la Iglesia empezó allí no en Roma. Entonces
según los archivos secretos a los cuales el hermano A. Rivera tenía acceso en la biblioteca
secreta que está en unos túneles debajo del palacio del pontífice romano, según esto
archivos Khadijah era una devota católica romana al servicio del papa, así como su primo
Waraquah bin Neufal. Khadijah se había retirado a un convento después de haber entregado
sus riquezas a la iglesia romana. Pero Roma le devolvió sus pertenencias y la envió en
misión especial… Se puede inferir que la iglesia ebionita no era más que una fachada para
no comprometer directamente Roma en el asunto, el cual consistía en montar una religión
especial para las tribus árabes que no querían convertirse al catolicismo romano, y luego
usarlas para tomar Jerusalén y entregarla al papa. Todo funcionó muy bien, demasiado bien,
y el éxito de Mohamed lo galvanizó tanto que después los musulmanes quebrantaron el
acuerdo secreto y se negaron a entregar Jerusalén al papado. Esto puede parecer una teoría
de la conspiración muy rebuscada pero como dijo Lutero: “El trono del papa es el trono de
Satán en la tierra”, y sus designios son antiguos y se establecen a través de los siglos. El no
planea a corto tiempo, e instalar el trono de su hijo favorito en Jerusalén es un objetivo que
ha sido planeado desde tiempos antiguos. Además si os dais la pena de leer el Corán os
daréis cuenta de que contiene en proporción 1 página para Jesús y 2 para María. En este
libro Jesús es rebajado al nivel de un simple profeta, se niega constantemente que es el Hijo
de Dios (Surat IV; 171), y aun que murió en la cruz (Surat IV; 157). Por lo contrario María
es exaltada sobremanera muy por encima del concepto bíblico, hasta pretender que estaba
sin la mancha del pecado, y Jesús es siempre llamado el hijo de María. El hecho es que el
marianismo es el rasgo particular del catolicismo sea oriental o romano, y el unitarismo es
también la característica del ebionismo,  y curiosamente el Corán presenta estas
características de forma contundente, pues repetidamente niega la divinidad de Jesús
aunque lo honra como un gran profeta. Recordad que el papa Juan Pablo II entró una vez en
una mezquita y tomó el Corán en sus manos y lo besó delante de las cameras de TV,
reconociendo así que este libro tiene autoridad divina, o más bien delatando que su origen
es romana… Más recientemente también el papa Francisco I entró en la gran  mezquita de
Estambul y oró junto al Imam ¡ambos vueltos en dirección de la Meca!
     Siempre se nos repite en los oídos que el Islam es una religión de paz y que los que
decapiten a sus adversarios son únicamente los extremistas que tuercen el mensaje del
Corán. Esto es el nuevo hablar políticamente correcto que difunde la nueva tolerancia por
medio de la educación pública, de los medios de comunicación, y de los discursos de los
dirigentes políticos. Sin embargo no se debe juzgar una religión por sus adeptos sino por
sus preceptos; por lo que declara su fundador en los escritos que dejó. Muchos confunden el
catolicismo con el cristianismo, es decir el Cristo que está sentado a la diestra de Dios en el
cielo y el anticristo que se sienta en un trono en Roma. Si se juzga el cristianismo por las
obras de la más antigua e influente iglesia que se dice cristiana, se llegará a la conclusión de
que el cristianismo es una mafia extremamente peligrosa con cobertura religiosa, que
explota a los hombres de forma maquiavélica haciéndolos esclavos de un tirano que se hace
pasar por el suplente de Cristo en la tierra y pretende ser infalible como Dios. Las doctrinas
que han inventado sus papas a lo largo de los siglos han sido cada vez peor desde la
prohibición de la lectura de la Biblia en lengua vernácula y la creación de la Inquisición
(Inocencio III 1198-1216), pasando por la ordenación divina de la quema de herejes (León
X 1513-21), hasta la infalibilidad papal en 1870 y la asunción marial en 1952; todo ha sido
una serie de atrocidades no solamente físicas sino también mental y espiritual. Durante
siglos la política del Vaticano había sido: “Tortura a tus oponentes y quema a los herejes”,
mientras que la doctrina de Cristo consignada en el NT es: “Si tu enemigo te abofetea en la
mejilla izquierda preséntale también la derecha”. Así que seamos justos y no juzguemos
una religión por sus pretendidos seguidores sino por su libro, por las mismas palabras de su
fundador. ¡Miremos pues lo que dice el Corán!

      Surat II; 191, 193: “Y mátalos (los no musulmanes) dondequiera que los encuentres, y
échalos de donde te echaron. Porque la incredulidad es peor que matar…”
     Surat III; 151: “Pronto espantaremos el corazón de los incrédulos, los cuales asocian
compañeros a Alá, a los cuales no les concede ninguna autoridad.” (Refiriéndose a los
cristianos que asocian a Dios Padre Dios Hijo y Dios Espíritu Santo).

     Surat VIII; 12: “Espantaré el corazón de los que no creen. Por lo cual decapítalos y
córtales la extremidad de sus dedos”. (Recientemente leí la historia del martirio de un
cristiano turco que se convirtió a Cristo en el siglo XIX. Fue apresado por las autoridades
turcas y condenado a muerte. Primero le cortaron una mano, después le propusieron el
indulto si se retractara de su fe. Luego como rechazó le cortaron la segunda mano, y por fin
lo decapitaron.)  

     Surat VIII; 57 et 60: ”Si les caes encima durante la guerra; actúa con ellos de manera a
aterrorizar a sus seguidores, para el bien de ellos de modo que recuerden…Preparad para
luchar contra ellos todo lo que hallareis de fuerzas y caballería, a fin de amedrentar el
enemigo de Alá y el vuestro”

     Surat IX; 5: “Así pues cuando haya pasado los meses consagrados; mata entonces a los
idólatras dondequiera que los encuentres; captúralos, asédialos, y prepárales emboscadas.
Entonces si se arrepienten y practican la oración y pagan el impuesto para el pobre; déjalos
ir en libertad.”
      Surat IX ; 29 : “Combate a los que ni creen en Alá ni en el Día del Juicio ni prestan
atención a lo que está prohibido por Alá y su Mensajero, ni reconocen la religión de
verdad…”
     Como lo veis amigos, el Corán manda decapitar, matar, espantar, capturar, combatir,
asediar a los que no creen en su dios y en su profeta. Así como el evangelio nos manda
amar a nuestros enemigos y orar por los que nos persiguen, el Corán ordena matar a sus
enemigos y perseguirlos. No hay ninguna alegoría en ello, ni en el Corán ni en el
Evangelio. Además el Corán es muy claro en cuanto a su interpretación que ha de ser literal
pues desde al principio hasta el fin se repite que ha sido escrito en clara lengua árabe. Los
que no practican estos mandamientos que acabamos de citar son considerados como los que
se sientan, y aunque son reconocidos como musulmanes, no tienen el prestigio ni la
recompensa que espera a los valientes que aseguran su salvación por medio de la guerra
“santa”; la Yihad. Así dice el Corán en la Surat IV; 95:
“No son iguales esos creyentes que se quedan en casa (literalmente que se sientan), con los
que luchan y combaten por la causa de Alá con sus bienes y sus personas. Alá ha concedido
un más alto grado a los que luchan y combaten con sus bienes y sus personas que a los que
se quedan en casa. A todos Alá les ha prometido el bien; pero ha hecho una distinción
superior entre los que luchan y combaten y los que se quedan en casa, concediendo a los
primeros una recompensa especial” (Esta recompensa especial para el valiente consiste en
un harem de hermosas vírgenes  con las cuales podrá copular por toda la eternidad en un
verde jardín…)
     Los musulmanes moderados, es decir los que se quedan en casa, son tolerados por sus
hermanos valientes pero de ningún modo, excepto por estrategia política delante de los no
musulmanes, pueden predicarles la moderación a los que han tomado el camino más seguro
para alcanzar el paraíso: la guerra santa. Los musulmanes que cortan cabezas de periodistas
occidentales en Irak, no hacen más que obedecer fielmente a su profeta según el Corán;
Surat VIII; 12. Ellos son musulmanes distinguidos, los demás son los que se quedan
sentados, son los moderados o tibios. El islam desde sus principios se ha propagado con el
sable, es una campaña militar, y cuando se termina la campaña, el sable sigue siendo la
autoridad judicial; mirad  la bandera de Arabia Saudita y recordad como aplican la pena de
muerte… Me permito también informaros que en estos días en Arabia Saudita, están
castigando a latigazos y por intervalos regulares a un hombre culpable de haber hablado
mal del profeta Mohamed en las redes sociales. Además este hombre va a estar en la cárcel
por años. ¡Esto el tratamiento por parte de un gobierno islámico aliado del bloque
occidental, no por parte de los extremistas de ISIS!
     Además hemos aprendido por la prensa internacional que el 7 de enero 12 personas
fueron asesinadas por un comando de musulmanes “distinguidos” en los locales de un
periódico satírico llamado Charlie Hebdo en pleno centro de Paris. Por mi parte considero
la revista Charlie Hebdo como algo repulsivo, obsceno, inmoral y blasfemador. Para mi
Charlie Hebdo es un trapo de inmundicia. No obstante si me dan la posibilidad de entrar en
sus oficinas y me dejan predicarles la Verdad; estoy listo para ir y exponerles la locura del
ateísmo con sus desmanes dictatoriales que manda la gente en los gulags de Siberia, así
como la necedad del darwinismo. Me esforzaría en mostrarles la realidad histórica del
cristianismo bíblico que libera las naciones del sable del Islam y de la hoguera de la
Inquisición católica romana. Les daría fechas y hechos que demuestran que las democracias
modernas tienen sus raíces en la Reforma protestante con el acceso libre a la Biblia que
incluye la alfabetización del pueblo, y no en la revolución francesa con la guillotina en la
plaza central. Les hablaría luego de  la realidad del pecado en sus vidas personales, de la
voz de su conciencia que los acusa, del Día del juicio, de la forma de tener paz en la
conciencia y la paz para con Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Haría con la ayuda de
Dios, un trabajo de evangelización usando la razón y la Palabra de Dios. Esto es el método
bíblico de atacar a los incrédulos, en su conciencia no en su cuerpo, con la espada del
Espíritu que es la Biblia, non con una espada de acero o un fusil de asalto. Ese comando de
musulmanes en cambio hizo su trabajo de musulmanes consagrados, es decir como dice la
Surat IX; 5: preparar emboscadas y matar a los incrédulos. Ellos vengaron las blasfemias
constantes de Hebdo Charlie en contra  de Alá y de su profeta. Como buenos musulmanes
“han combatido a los que ni creen en Alá ni en el Día del Juicio ni prestan atención a lo que
está prohibido por Alá y su Mensajero, ni reconocen la religión de verdad…” (Surat IX ;
29). Si el Corán es la verdad entonces esos combatientes que cayeron luego bajo la balas de
la policía francesa están ahora disfrutando en el paraíso de Alá una recompensa especial
(Surat IV; 95). Esta gente de Charlie Hebdo blasfemaban y siguen blasfemando a Ala
burlándose de su profeta, así que recibieron su merecido según la enseñanza del Corán, el
cual ha sido escrito en clara lengua árabe para todos entiendan y no solo unos eruditos. Por
lo tanto los moderados los aplauden secretamente porque saben que “Alá ha concedido un
más alto grado a los que luchan y combaten con sus bienes y sus personas que a los que se
quedan en casa”. Discretamente digo, en el seno de sus mezquitas, de donde han sido
enseñados, pero oficialmente reprobados por los Imames de Francia y de toda la UE para
poder seguir tranquilamente su trabajo de invasión e islamización de Europa, ¡su trabajo de
reconquista! ¿Creéis que los musulmanes lloran por esos ateos que cayeron? Ciertamente
mostraron delante de las cámaras de TV una cara entristecida para calmar la opinión
publica, pero ellos saben muy bien que Alá ha dicho en el Corán (IX; 84): “No ores jamás
(la oración fúnebre) 0 Mohamed sobre ninguno de ellos que ha muerto ni te pares delante
de su tumba. Ciertamente no creyeron en Alá y su Mensajero, y murieron mientras estaban
desobedeciendo descaradamente”. ¡Esto es exactamente el caso de los que murieron en la
redacción de Charlie Hebdo en Paris! Pero a pesar de que el Corán es al alcance de todos y
habla claramente, la hipocresía y el engaño que rige el mundo político no se hicieron
esperar para elevar sus voces contra esto “malvados integristas” que no tienen nada que ver
con el Islam que es una religión de paz porque Alá se llama el Misericordioso en el
Corán… ¡Aun Obama se sintió ultrajado por este atentado que deshonra la religión de su
padre! Religión que ama tanto que ha declarado que el sonido más hermoso que jamás haya
oído es la llamada a la oración matutina que  desde los alminares se oye en el mundo
islámico, y que según lo que declaró en septiembre 2012 en la asamblea general de la
ONU; el futuro no puede pertenecer a los que hablan mal del profeta del Islam… En
seguida también la presidenta de Alemania declaró que el Islam pertenecía a Alemania,
respaldada por François Hollando el presidente francés. ¡Todos los políticos hablan bien del
profeta del Islam pero es porque lo oyen mal o más bien porque no quieren perder los votos
de los electores musulmanes en las próximas elecciones!
     “Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos”
(Is. IX; 16); esto es lo que está ocurriendo en Francia y en todo el mundo occidental. Todos
sus dirigentes van a repetir el mantra consagrado de la nueva tolerancia: “Los que matan
para defender el honor de Alá y su profeta no son musulmanes verdaderos, son ignorantes
de la religión pacifica que es el Islam”. Y el pueblo perdido se dejará engañar una vez
más… Si Obama, el papa, el presidente de Francia, la TV, la radio, el gran Imam de Paris
lo dicen entonces tiene que ser verdad, ¿o no? No se darán la pena de abrir un Corán para
ver si las afirmaciones políticamente correctas concuerdan con lo que dice el Mensajero de
Alá. La mentira seguirá y veremos grandes manifestaciones por todo Europa de ateos,
católicos, evangélicos y musulmanes tomándose la mano y rezando el mantra de la nueva
tolerancia en contra de los malos extremistas religiosos que no entienden el Corán.  Pero a
la verdad los mismos musulmanes que durante la manifestación daban la mano a los ateos,
discretamente dan la otra mano a los  de la Yihad que proceden de sus propias mezquitas
después de un entrenamiento en Siria… ¡El que tiene 2 gramos de cerebro no lavado por la
TV se da la pena de abrir un Corán, y se da cuenta que ese comando que acabó con la vida
de 12 personas estaba compuesto de verdaderos musulmanes que defendían el honor de su
dios y de su profeta conforme a lo que dice el Corán ! Alas como la mayoría seguirá
creyendo la propaganda oficial de la nueva tolerancia y del “multiculturismo”; los franceses
seguirán pagando la construcción de las futuras mezquitas de donde saldrán los futuros
comandos. Seguirán confiando en la Educación Nacional que readaptó sus enseñanzas de la
Historia para que se den con un enfoque laico, anti judío y anti cristiano bíblico, es decir
pro ateo, pro islámico, pro hindú, pro panteísta propropropro… ¡la meta de la nueva
educación pública siendo destruir todo cimiento judeocristiano! Como todos saben que los
judíos no son terroristas que usan la bomba o el fusil para vengarse, se ha puesto de nuevo
de moda atacar las sinagogas y escribir grafiti antisemíticos sobre los muros. También
blasfemar le nombre de Cristo  es muy de moda pues igualmente sabe el mundo que los
protestantes no usan ninguna otra arma que la Palabra de Dios, y que los católicos ya no
pueden por ahora por medio de su Inquisición (el Santo Oficio), quemar a los herejes en la
plaza central. Por lo contrario con este último atentado, la gente va a tener más miedo de
los musulmanes, y de decir algo contra el Islam; se aliviarán con repetir con los
musulmanes moderados (los que se quedan en casa) los mantras establecidos por la nueva
tolerancia como: “¡El islam es una religión de paz, los terroristas no son verdaderos
musulmanes!” Ningún hombre político honesto (si es que existe esto), ninguna eminencia
tendrá el valor de leer a oídos de todos los versos que os he citado por temor sea de perder
los  votos de millones de musulmanes, sea de perder su vida en el próximo atentado que no
va a demorar pues Dios está airado con el Occidente. Claro que la mayoría de los
musulmanes no son terroristas porque forman parte de los que se quedan en casa, sin
embargo todos saben que los que combaten y matan a los que blasfeman públicamente a su
dios y a su profeta son dignos de respeto en el seno de su comunidad. Pregúntale a un
verdadero musulmán que conoce su Corán si es horrible matar a alguien que se burla de Alá
y de su mensajero como los hacen los periodistas de Charlie Hebdo, y si es sincero y se
siente en seguridad; te dirá que no. Por supuesto también que los musulmanes moderados
van a participar en las manifestaciones en contra de los extremistas y van a ser elogiados
por los dirigentes políticos como los verdaderos musulmanes. Pero es solo un show
mediatico; un musulmán no tiene que inquietarse si miente a un infiel, sobre todo si es para
poder seguir propagando su religión en el seno de una cultura otrora judeocristiana. Los
únicos que no se comen el cuento del “Islam religión de paz”, son los judíos y nosotros los
protestantes radicales. También la extrema derecha difícilmente se lo traga pero ellos son
tan peligrosos como los musulmanes…
     Francia ha despreciado por mucho tiempo sus raíces judeocristianas, y ahora es justo
que empiece a sentir la presencia del dios luna, el cual aborrece la república y todo sistema
democrático que permita la libertad de consciencia, de religión, y por ende no honrar a su
profeta y su Corán. La meta del Islam es la sumisión al Corán,(musulmán significa sumiso),
es decir que toda rodilla se doble delante de Alá y confiese que Mohamed es su Mensajero.
Es una réplica oriental del catolicismo romano cuya meta es similar, es decir que toda
rodilla se doble delante del papa y que toda lengua confiese que María es la corredentora de
los hombres. Es cierto que también nosotros los protestantes radicales tenemos el deseo
intenso de que todo hombre doble la rodilla delante de Cristo, pero tenemos otros métodos
que el sable y la hoguera… Además sabemos que un día toda rodilla se doblará ante nuestro
Señor Jesús y lo reconocerá como Dios y Señor de señores; el mismo diablo, antes de ser
lanzado al lago de fuego tendrá que hacerlo, ¡y a sus lados estarán Mohamed, los papas, y
sus discípulos! Pero hay una diferencia astronómica entre un musulmán radical y un
protestante radical: la agenda y los medios. Los medios del musulmán radical son la bomba
y el fusil de asalto, mientras que nuestros medios son la Biblia y el uso de la razón basados
sobre hechos históricos e impulsados por el amor a las almas.
     La agenda de los musulmanes es la reconquista de los territorios perdidos desde la
batalla de Poitiers en 732, y la conquista del mundo entero… En efecto el Corán estipula
que los territorios una vez que fueron conquistados para el Islam son de Alá para siempre.
La agenda de los protestantes radicales (y calvinistas) es ganar las almas de los elegidos
que todavía no han recibido el don de la fe en Cristo, y dejar que el Señor Jesús destruya a
los incrédulos con la espada que sale de su boca y con el resplandor de su segunda venida.
Otra diferencia notoria es que los musulmanes sueñan con un califato mientras que nosotros
somos partidarios incondicionales de la libertad y poseemos el espíritu de los fundadores de
las democracias modernas. No olvidéis que el gulag y la guillotina  son las armas de los
gobiernos ateos, la hoguera de los gobiernos sumisos al papado, el sable que hace volar las
cabezas y las manos de los gobiernos islámicos, mientras que la democracia que protege los
derechos del individuo contra los excesos del Estado es el mejor medio para permitir que la
Palabra corra y sea glorificada.
     Os desafío ahora los que dudáis de mis afirmaciones, que nos citéis un solo país
fundamentalmente católico, o musulmán, o budista, o hindú, o taoísta, o ateo que durante
más de un siglo garantizó la libertad total de expresión y promovió la alfabetización masiva
de sus pueblos en los últimos 1000 años. Ciertamente os quedaréis callados porque esto no
ha existido ninguno. ¡Ahora por mi parte no voy a molestarme a daros la lista delos países
fundamentalmente protestantes que durante más de 2 siglos han garantizado esta libertad y
han llevado a cabo una alfabetización masiva de sus gentes! Lastimeramente a pesar de ello
ya oigo los gritos de los manifestantes en las calles de Paris gritando “¡No a los religiosos
radicales!”, ya oigo el papa advirtiendo al mundo de los peligros de la gente que interpreta
literalmente las Escrituras… Pero vale la pena recordarles que los que se embarcaron en el
May Flower en busca de una tierra donde podrían adorar a su Dios en total libertad eran
radicales, eran puritanos, y fueron los fundadores de la democracia más ejemplar en los 500
últimos años. Pero volvamos a Mohamed y su dios luna.
     El Islam es una religión diabólica, y sirve para esclavizar a los pueblos mediante la
mentira y la violencia. Nadie  nunca jamás podrá citar un país democrático que sea a la vez
fundamentalmente  musulmán. El Islam, como su madre la bestia romana de 7 cabezas,
tiene aversión profunda a los principios de la democracia. Como su madre que quemaba a
los herejes sobre la plaza principal con pompa y presencia de los gobernadores e
inquisidores, de la misma manera el Estado islámico de Irak muestra sus videos de
decapitación de occidentales en You Tube. Es lógico pues la historia de Mohammed desde
que se proclamó profeta de Alá es una historia de intrigas, complots, asesinatos,
emboscadas, razzia, guerras, masacres tráfico de esclavos etc. Os daremos un ejemplo
concreto entre muchos.
     Durante sus primeros 7 años en Medina, cuando el mensajero de Alá tenía más de 50
años, puso sitio al pueblo de Beni Qurayzah. Se rindió el pueblo y entonces Mohamed
mandó a matar a todos los hombres (entre 600 y 900) y tomó los niños y las mujeres como
esclavos. Después siguió con otro pueblo llamado Kaybar de donde expulsó a todos los
judíos. Pero la violencia y el tráfico de esclavos no era solamente la especialidad de la
religión del “misericordioso” Alá, también su profeta cuando se murió su primera esposa
Khadijah la católica, instituyó la poligamia. Mohamed tuvo aproximadamente 20 mujeres,
pero no solo era polígama y adúltero… ¡En efecto se enamoró de una niña de 6 años, hijita
de Abu Bakr uno de sus fieles seguidores! Se hizo el contrato de matrimonio cuando la
niñita tenía 6 años y le destrozó la virginidad cuando tenía 9 años. ¡Como era una niña
normal, no una mujer precoz, esto produjo un malestar general en sus filas al descubrir que
el mensajero de Alá era abiertamente un pedófila! Estos datos no los saco de un instituto
bíblico, esto datos los conseguí de un erudito, licenciado, con Maestría y Doctorado en
Historia y cultura del Islam llamado Mark. A. Gabriel. Él fue antes de su conversión al
Cristo de la Biblia profesor en la más famosa universidad del mundo árabe en el Cairo, la
de Al Azhar. Escribió un excelente libro titulado “Jesus and Muhammad” publicado en
ingles por las ediciones Charisma House, (entrad a www. Strang.com para conseguirlo en
español).
     El Islam es la religión que está en pleno auge especialmente en Europa donde el ateísmo
notorio destruyendo la cultura judeocristiana ha preparado el terreno para el Islam, pues las
segundas y terceras generaciones descendientes de inmigrantes musulmanes no han podido
asimilar la cultura amoral que ahora les propone el Occidente y fácilmente encuentran las
respuestas a sus inquietudes espirituales en la religión de sus ancestros. Evidentemente es
más moral la poligamia regulada por el Islam que la fornicación y el adulterio promovido
por las enseñanzas darwinistas y ateas de los occidentales. A la verdad es más honorable
una familia musulmana que una familia atea donde las hijas a los 15 años ya actúan como
rameras que se regalan. (En los liceos de Francia hace décadas que se les proporcionan
gratuitamente la píldora abortiva a las jóvenes). Moralmente el occidental ateo es una ruina
delante de un musulmán practicante. Por esto nosotros los protestantes radicales somos la
sal de este mundo porque solamente nosotros podemos contrarrestar las pretensiones
musulmanes en todos los campos, sea moral, o espiritual. Nuestra espada (la Biblia) es de 2
filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu mientras que el sable del musulmán es de un
solo filo y solo corta la cabeza; no regenera al hombre interior. Muchos cristianos no se
atrevan a levantar su voz por temor a las represalias, pero la Biblia dice que el temor del
hombre es una trampa y quien pone sus confianza en Jehová estará seguro. Además todavía
no estamos en la República Francesa Islámica, y por ende es nuestro deber atacar esta
fortaleza religiosa.
      Daos cuenta hermanos; en Francia hay más musulmanes que protestantes nominales y
en cuanto a protestantes radicales nacidos de nuevo la cifra debe de ser insignificante, pero
¡no hay que olvidar que uno con Dios es la mayoría! Pues El que está en nosotros mayor es
que él que está en el mundo. El paisaje espiritual de Francia es desolador; el ateísmo reina y
posee sus fortalezas como la Educación Nacional, y los medios de comunicación masivos
(excepto el internet), y ahora en el campo  religioso. al lado del papismo se ha levantado su
hija rebelde el Islam, la cual está construyendo sus mezquitas y cambiando el paisaje
cultural de nuestro país. Sin embargo sabemos por las profecías que Francia no llegará a ser
una república islámica, pero no es una razón suficiente para  dejar que los imames se
impongan como autoridad cultural y espiritual en el panorama francés. Las virtudes
republicanas de una sociedad minada por el ateísmo, la fornicación, el homosexualismo, y
la depravación moral total no tienen ningún peso frente a las pretensiones islámicas que se
basan en un nivel superior al de un simio evolucionado (el nivel de los ateos) y que posee
también  una moral superior. Por lo cual nuestra oposición a las pretensiones del dios luna,
basada sobre la Palabra del Dios de Israel, respaldada por una moral superior a la de los
musulmanes, y exaltada por una historia que ha demostrado nuestro amor a la libertad y
nuestra resistencia a los despotismos, puede por lo menos atraer la atención del público ateo
que ama la libertad democrática, y mostrarles así el peligro del Islam para la libertad de
consciencia y de expresión, y lo fútil del ateísmo envuelto en aspiraciones democráticas,
para contrarrestar el avance de esta religión totalitaria. El humanismo ateo se parece a una
tela de araña con la cual se pretende atrapar un león enfurecido… Un buen musulmán está
convencido que posee la verdad absoluta y que Alá lo va a recompensar en la eternidad con
un harem de hermosas doncellas en medio de un magnifico jardín regado por fuente de
aguas cristalinas. No puede sentir sino un desprecio profundo por las supuestas virtudes de
una república francesa, por la aberración feminista, y por las fabulas evolucionistas. Su
misión es conquistar al mundo occidental para el dios oriental, el cual de hecho era el ídolo
de la tribu de Mohamed: el dios luna y no el Dios de la Biblia como lo pretende el mismo
Corán.
     No puedes ofrecer resistencia a una persona que pretende poseer la verdad absoluta con
argumentos basados en verdades relativas que no pasan los límites del cementerio.
Solamente los cristianos bíblicos tenemos el poder de resistir y vencer a los adoradores del
dios luna porque poseemos la Verdad absoluta que es Jesucristo el Hijo de Dios. Y
hermano, siempre que debates a propósito de la religión musulmana, no olvides que
tenemos 2 argumentos que los humillan, y contra los cuales no pueden tener respuesta. El
primero es la monogamia que es superior a la poligamia, y el segundo es la democracia que
es superior a la dictadura. La poligamia rebaja la gloria del hombre que es la mujer (1 Cor.
XI; 7) a una mercancía que se acumula según el poder económico que alcanza el hombre en
su sociedad. Y en cuanto a la dictadura, rebaja al individuo a una simple ficha en el tablero
de un tirano, cuando a la verdad (bíblica) el hombre es no es una simple ficha sino que es la
gloria de Dios. Por lo tanto es menester recordar a nuestros adversarios que donde ha
florecido el protestantismo ha florecido la democracia y hay que esgrimirles a ellos, como a
los papistas y a los ateos, que el primer gobierno en el mundo que garantizó, (no toleró sino
que garantizó), la libertad total de consciencia y de expresión fue en 1644 en Rhode Island
cuando  Williams Roger un calvinista bautista tomó las riendas de esta colonia. El Dios de
los protestantes es el Dios que libera no solamente a las almas del poder del pecado, sino
aun a los pueblos del poder de los tiranos: “Conoced la verdad y la verdad os hará libres
“dijo nuestro Señor Jesús quien es la Verdad hecha Hombre para nosotros los hombres.
     Alzar nuestra voz en contra del Islam y vencerlo sobre su propio terreno de la Verdad
absoluta que nos revela la Biblia, exponiendo las abominaciones y frutos de esta religión
violenta y diabólica, nos da la oportunidad de matar 2 pájaros con una sola piedra. Pues no
solamente ponemos al descubierto una religión basada sobre el terror que impone el sable
de su dios luna, sino que también demostramos al mundo occidental que ha caído en el
ateísmo y materialismo, que somos los únicos en tener el poder para responder a los
musulmanes con argumentos invencibles. ¿Qué puede responder el catolicismo con sus
papas que besan el Corán y oran en las mezquitas mirando hacia la Meca? ¿Qué pueden
responder los ateos con sus virtudes laicas que no tienen respuestas para la eternidad y por
lo tanto ni aun pueden mantener una moral básica? ¡Nada, solo se acarrean el desprecio de
los musulmanes! Solamente nosotros los protestantes radicales tenemos el poder de
contender contra el Islam porque la Palabra de Dios que usamos es poder que transforma a
los hombres y a las naciones, pues “el Reino de Dios no consiste en palabras sino en
poder”. La Palabra de Dios va acompañada de hechos históricos, no es una teoría, es una
realidad, ¡y es tan real que hasta los mismos países musulmanes te sellan el pasaporte con
la fecha basada en el nacimiento de Jesús y no de Mohamed!
     El mundo odia el Evangelio, pero el mundo occidental ama la libertad, y el Evangelio es
lo único que tiene el poder de bloquear el avance del cáncer del Islam en nuestras
sociedades occidentales, porque “donde está el Espíritu del Señor Jesús, ahí hay libertad”
dice la Biblia. Nosotros los protestantes amamos la libertad con inteligencia porque
sabemos de dónde proviene en realidad, y por ende estamos a favor de la total libertad de
expresión porque sabemos que la luz es superior a las tinieblas y la verdad a la mentira.
Aunque esta libertad de expresión permite a los satanistas, papistas, nazis, musulmanes,
ateos, racistas expresar sus opiniones, sabemos que sus pobres argumentos no resistirán
nuestras palabras sazonadas de gracia, libertad, verdad, santidad, y amor. El que ama la
libertad y tiene un poco de discernimiento aunque no cree en nuestro Señor Jesucristo
preferirá nuestro discurso al de ellos. El problema de fondo no es  que las alcaldías y el
gobierno francés contribuyen financiando la construcción de mezquitas donde se reúnen los
musulmanes y oran a Alá para que se establezca un califato y  se imponga la ley coránica
(la Sharia). ¡El problema de fondo es que los protestantes se callan! Somos la sal del
mundo, que impide su corrupción, pero si la sal pierde su virtud ya no sirve para nada, y la
corrupción invade la sociedad. Sabemos que estamos en los tiempos de la Apostasía general
de las iglesias evangélicas, en los tiempos de Laodicea, pero esto no es una excusa para que
nos quedemos sentados esperando el Rapto. Somos llamados a combatir por la fe una vez
dada a los santos. Nuestra santísima fe se opone a las creencias religiosas de todas las otras
religiones, sean católicas, musulmanes, hindúes etc. Los tiempos son malos y no hay
esperanza de que  vaya a haber una mejora, al contrario… Sin embargo cada crisis o
angustia en medio de nuestra sociedad debe ser la oportunidad para nosotros de alzar la
bandera del Cristo de los protestantes radicales (y milenaristas), El que ha dado al
Occidente las democracias y que sigue dando la vida eterna a los que lo reciben en su
corazón. Nuestra batalla, como la de los musulmanes, no es política es espiritual;
defendemos la Verdad del Dios de Israel manifestada en el Dios-Hombre Jesús de Nazaret,
mientras que ellos defienden una mentira de Satanás que les fue transmitida por Mohamed
a través del Corán. Por lo cual hay una conexión y simpatía natural que nos une al Estado
hebreo, el cual más que nosotros, está bajo la amenaza constante de los terroristas
musulmanes (el Hamas, el Hezbola, la Hermandad musulmana etc.) En efecto a pesar de
que Israel todavía no ha aceptado a Jesús como su Mesías, sabemos que el tiempo está
cerca para que se humillen y reconozcan su gran pecado de incredulidad, porque está
acabándose el tiempo de las naciones y la plenitud de los gentiles está por terminar de
entrar en el redil de Cristo Jesús, el gran pastor de todas la ovejas (Ro. XI; 25, 26). Israel a
pesar de su incredulidad no deja de ser como nación; la niña del ojo de Jehová, pues
irrevocables son el llamamiento y la elección de Dios. Además Israel es la única
democracia en el Medio Oriente. Pero el bombardeo mediático en el mundo entero hace
creer a las naciones que los palestinos son las victimas de unos malos invasores, ¡cuando a
la verdad son las victimas del dios luna y de sus propios dirigentes que usan al pueblo árabe
como escudo humano cuando Israel tiene que contraatacar para parar las agresiones contra
su población civil, agresiones financiadas por la ayuda internacional! Lo cual es el
cumplimiento del salmo 83 que dice: “Porque he aquí que rugen tus enemigos; y tus
aborrecedores han alzado la cabeza. Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid destruyámoslos para que
no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque han conspirado a una,
de común, contra Ti han hecho alianza” (v. 2 a 5). La conspiración está en pleno desarrollo
y¡ hagamos pues para terminar una breve incursión en el campo escatológico!
     En efecto ese atentado en Paris el 17 de enero 2015 puede tener una relación indirecta
con las profecías de Ez. XXXVIII y XXXIX. Allí vemos a Gog, (Rusia según nuestra
interpretación), determinándose a atacar a una nación de Israel que está disfrutando paz y
prosperidad, y  diciéndose: “Subiré contra tierra de aldeas indefensas, iré contra gentes
tranquilas, que habitan confiadamente; todos ellos habitan sin muros, y no tienen cerrojos 
ni puertas; para arrebatar despojos y tomar presa; para poner tu mano sobre las tierras
desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones que ha adquirido
ganados y posesiones que habita en medio de la tierra” ( v. 11 y 12). Ahora bien, el hecho
es que Israel desde 1948 nunca ha habitado confiadamente; siempre ha estado en alerta
porque está rodeada de naciones que siendo musulmanas, han conspirado desde el principio
para destruirla totalmente. Irán está actualmente procurando hacer su bomba atómica para
borrar del mapa al Estado hebreo. Esto todo el mundo lo sabe, e Israel no puede quedarse
los brazos cruzados esperando que el pro musulmán Obama resuelve la amenaza, y mucho
menos la UE que es pro palestina. Israel tiene que destruir las instalaciones iraníes donde se
elabora un arma que terminaría con la existencia de la nación judía. Sin embargo este raid
israelí está por ahora inhibido por la presión internacional y especialmente occidental. Así
que Israel está en estado de alerta constante y si Rusia atacara ahora a esta nación no se
toparía con “gentes tranquilas, que habitan confiadamente” sino más bien con gentes bien
armadas y en pie de guerra; lo cual no cuadra con la profecía de Ezequiel.
     Pero ahora con este atentado en Paris, y los que probablemente van a seguir, Francia y
todo el mundo occidental va a tener un cambio en su visión del “Islam religión de paz”, los
ríos de sangre que correrán por las calles poco a poco disolverán la falacia del mantra de la
nueva tolerancia, (“Islam religión de paz; los violentos no son musulmanes”), y al mismo
tiempo puede provocar un cambio temporal de actitud para con Israel que permitiría a la
nación hebrea acabar con sus enemigos musulmanes tomando territorios y riquezas
(yacimiento de petróleo y gas por ejemplo) sin reacción bélica del bloque de las naciones
occidentales, y consecuentemente podría llegar a disfrutar de un breve tiempo de paz hasta
que se despierte el oso ruso que está en estos días poniéndose muy hambriento por la
condición desastrosa de su economía… Este escenario cuadraría entonces con  las
condiciones que se requieren para  el cumplimiento de Ez. 38 y 39.
    Dice Amos III; 6: “¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?” El
Dios de Israel está airado contra Francia y contra las naciones occidentales. Él es quien
dirige la Historia, y aun a Satán y a sus terroristas musulmanes. Este atentado en París
puede ser un catalizador para acelerar los acontecimientos proféticos que han de dar lugar a
Ez. 38 y 39, al Rapto de la Iglesia y al comienzo de la gran Tribulación (la semana 70 de
Daniel). Solo Dios sabe, pero Él nos ha dado el espíritu de la profecía, y sabemos que
Jesucristo vuelve muy pronto a reinar sobre esta tierra 1000 años;  y se afirmarán sus pies
sobre el monte de los Olivos frente a Jerusalén al oeste,  y se sentará sobre el trono de
David su padre según la carne. Mientras tanto proclamemos con todo denuedo su Reino
venidero que ya ha empezado en nuestros corazones, y aprovechemos de que Francia no es
una república islámica para hacerlo públicamente. Es un deber sagrado proclamar la gloria
de Jesucristo, y de paso defender nuestras libertades democráticas que fueron ganadas por
la sangre de los mártires de la Reforma; ¡las cuales quieren arrebatarnos los adoradores del
dios luna (y los  jesuitas)!
     MARANATHA.

         
      

EL PROGRESO DEL DOGMA

     Hay un libro que aconsejo para todo lector que quiere tener una visión correcta de la
historia de la Iglesia militante y es “El progreso del dogma” de James Orr. No es muy
difícil de leer y os da el panorama completo del desarrollo de las doctrinas cardinales del
cristianismo bíblico. Ahora bien muchos dirán: “¿Para qué tanto conocimiento de doctrinas,
si lo que necesitamos es vivir en el espíritu” y luego claman:, “¡Cristo no es religión es
relación!” Y es cierto que el libro de Orr no es indispensable para vivir en el espíritu y
buscar el camino de santidad. Solamente nos da el historial de la Iglesia, el cual se basa en
sus luchas para defender la fe una vez dada a los apóstoles. Pero es preciso saber que lo que
vivió y vive la Iglesia militante es un poco parecido a lo que vive cada cristiano nacido del
Espíritu y de la Palabra; una lucha para seguir la fe apostólica, lucha a la cual estamos
llamados pues dice 1 Ti.IV;16 y VI; 13, 14,20: “ Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina;
persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo , y a los que te oyeren…Te
mando delante de Dios que...guardes el mandamiento… Oh Timoteo guarda lo que se te ha
encomendado”. La Iglesia ha tenido sus derrotas y victorias y ahora está en sus últimos días
confrontada con la apostasía final que fue profetizada antes del Arrebatamiento (2 Ts. II; 3).
De la misma manera los hijos de Dios tienen sus victorias y sus derrotas y todo gira en
torno a la doctrina.
     Hay un gran error que divide a los hermanos en 2 grupos básicos; los que viven según la
experiencia interior y los que viven según el credo de su iglesia (¡credo que puede
establecer que no hay credo!). El gran error es no ver que ambos grupos tienen la razón
cuando afirman sea la importancia de la experiencia interior, sea la importancia de la
doctrina. El gran error es hacer una separación entre lo que se vive y lo que se cree. Los
entusiastas, como los pentecostales, solo buscan la emoción que consideran
automáticamente como experiencia espiritual, y los doctores modernos de la ley solo
buscan erudición a través de su ortodoxia. Pero el camino correcto es entender la
experiencia personal y espiritual a través de la doctrina. Veamos pues brevemente los 2
caminos que encierran a sus seguidores en un callejón sin salida, y terminaremos mirando
hacia el único camino que permite crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo.

     El camino de la experiencia personal.


     Todos tenemos una experiencia personal en nuestro andar con Cristo, y es preciso estar
atento al voz del Espíritu que nos guía en este camino. El problema es cuando  uno busca
oír esta voz fuera de la Escritura o fuera de la analogía de la fe, es decir de ciertos dogmas
bien establecidos y que han resistido el embate de los siglos y de las herejías que intentaron
aniquilarlos. El pentecostalismo es por supuesto el movimiento más propenso a errar pues
busca oír a Dios de forma sobrenatural mediante visiones, lenguas “angelicales”,
apariciones de ángeles, sueños etc. Pero no son los únicos pues muchos evangélicos más
ortodoxos aunque no esperan señales y milagros para andar en el sendero de la fe, están no
obstante muy atentos a sus sentimientos, impresiones y emociones, pero la fe es la sustancia
de las cosas que se esperan, la prueba de la cosas que no se ven, es decir que la fe se basa
en lo que dice la Palabra de Dios no en lo que uno ve o siente. Ahora bien no estamos
negando la importancia de la emoción, y nuestros sentimientos tienen su valor porque no
somos piedras y tenemos un corazón de carne. El problema está en pasarse de la raya y
andar por vista o sentimientos.

El camino de la letra.
     “La letra mata mas el espíritu vivifica” dice la Escritura. El otro grupo es el de la letra
que mata. Es gente que se encierra en una comprensión puramente intelectual de la Palabra
de Dios, y ha adoptado un sistema de interpretación; puede ser calvinista o arminiano,
milenarista o amilenialista etc. Es cierto que alguien no puede ser calvinista y arminiano a
la vez, y uno de los 2 está errado. Pero es cierto también que uno puede estar en el grupo
errado de los arminianos y amilenialistas y a pesar de ello ser hijo de Dios, mientras que 
otro puede estar en el grupo de los calvinistas milenaristas y no haber nacido de nuevo y
por ende ser un hijo de Satanás. No negamos la importancia de la doctrina pero lo principal
antes que todo es haber nacido de nuevo. El que es muy ortodoxo en su doctrina pero que
no ama a su hermano no conoce a Dios, ni es conocido de Dios (1 J. IV; 8). No estamos
negando la importancia de la doctrina pero como en el primer caso, no hay que pasarse de
la raya y confundir el Camino que es Cristo Jesús y el mapa es decir la doctrina que indica
el Camino. ¡Muchos tiene el mapa correcto pero no están en el Camino!

     El único camino.


     Veamos pues ahora el camino correcto que se halla entre estos 2 caminos errados. El
camino correcto empieza por la experiencia del nuevo nacimiento. Esto no tiene que ver
con ninguna doctrina es dado al erudito como al analfabeto, al judío como al gentil. Claro
que en la inmensa mayoría de los casos esta revelación de Jesucristo en el corazón viene
después de la predicación del evangelio, es decir después de rudimentos doctrinales, pero
Dios no está limitado al uso de agentes humanos para revelar a Jesucristo y puede pasar de
todo agente humano y revelar a sus escogidos directamente por la acción interna del
Espíritu dentro del espíritu humano a Jesús como su Señor y su Dios. Claro que son casos
excepcionales pero que sirven para demostrar que lo primero es la experiencia interior y no
la doctrina que explica esta experiencia.
     La esencia del cristianismo es “Cristo en vosotros la esperanza de gloria”, este es el
misterio revelado por el evangelio (Col. I; 26 y 27). Así que el cristianismo empieza por
una experiencia trascendental que es la entrada triunfal de Dios Espíritu Santo en el espíritu
del hombre, entrada hecha en el nombre y para la gloria de Jesucristo a fin de llevarnos al
Padre. Dios en nosotros es la esencia del cristianismo.  Fuera de esta experiencia no hay
cristianismo pues dice el Señor: “El que no naciere de agua y de Espíritu no puede entrar en
el reino de Dios” (J. III; 5). El agua es por supuesto la Palabra de Dios que es aplicada por
el Espíritu Santo a nuestro espíritu iluminando nuestra conciencia con el conocimiento del
Señor Jesús, capacitándonos para entender las Escrituras e impulsándonos hacia las cosas
de arriba, ¡no es una ceremonia de bautismo! Esto es algo instantáneo e irreversible como el
nacimiento terrenal. Es una experiencia en la cual somos totalmente pasivos, no
participamos en ningún aspecto, tal como se levanta el sol por la mañana que lo queramos o
no, que estemos dormidos o despiertos de la misma forma se levanta el sol de justicia en el
corazón de sus escogidos a la hora precisa que Dios ha determinado en el calendario de sus
escogidos. Cuando es de día decimos que el sol se ha levantado, y de la misma manera
cuando irrumpe la luz en nuestro espíritu decimos o más bien repetimos lo que nos
comunicó el Espíritu Santo: “Jesús es el Señor”. Así que la experiencia es el primer paso y
el más importante. El segundo paso es la doctrina. Y el camino del peregrino es paso a
paso, experiencia y luego doctrina al principio y luego puede ser también doctrina y luego
experiencia.
     ¿Qué es la doctrina? Para decirlo de forma sencilla; la doctrina es lo que explica la
experiencia. La doctrina atañe a la mente, la experiencia atañe a la conciencia. El hombre
no es solo espíritu, es también alma, no es solo consciencia es también intelecto, y hay una
relación vital entre su espíritu donde empieza la experiencia  de Dios en nosotros, y su alma
que entra en un proceso de trasformación el cual la capacita luego para ayudar al espíritu a
ser más receptivo y dócil a su divino huésped. La Biblia habla del espíritu de nuestra mente
(Ef. IV; 23) lo cual implica que después de la regeneración del espíritu por el Paracleto,
nuestra mente está encargada de nutrir el espíritu mediante la Palabra de Dios por lo cual
dice: “Desead como niños recién nacidos la leche no adulterada de la Palabra para que por
ella crezcáis si es que habéis gustado la benignidad del Señor”. El crecimiento de nuestro
espíritu depende del uso que hacemos de nuestra mente. Y esta mente solo puede proveer a
nuestro espíritu alimento sólido cuando ella misma es moldeada por la Palabra de Dios.
Bien dijo el famoso predicador y pastor calvinista Lloyd Jones: “El hecho de habernos
convertido en cristianos, y que el problema básico de nuestra relación con Dios haya sido
corregido, no significa que ahora estemos automáticamente acertados en todo lo que
pensamos, decimos y hacemos. La doctrina y la práctica nunca deben ser separadas porque
una ayuda a la otra, una ilustra a la otra… Y lo que debemos tener en mente porque resulta
de todo eso; es que la doctrina y la práctica están tan estrechamente relacionadas que no
pueden ser separadas. Por eso todo aquel que afirma: "Yo sólo estoy interesado en los
aspectos prácticos", en realidad está negando la esencia del mensaje cristiano… Para que
los esposos puedan saber cómo amar a sus esposas. Y allí es donde la gente liviana y
superficial se mofa de la doctrina, mostrando su ignorancia y necedad. "Ah", dicen, "esa
gente está interesada solo en la doctrina; nosotros somos personas prácticas". Pero no puede
ser práctico sin doctrina, no puede amar verdaderamente a su esposa a menos que entienda
algo de esta doctrina, algo acerca de este gran misterio. "Ah", dicen otros, "eso es
demasiado difícil, no puedo seguirlo de ninguna manera". Pero si quiere vivir como
cristiano, tiene que seguirlo, "debe prestarle atención, tiene que pensar, tiene que estudiar,
tiene que tratar de entender, tiene que llegar al término con ello. Esto está aquí para usted, y
si le da la espalda, está rechazando algo que Dios le da, y entonces es un terrible pecador.
Rechazar la doctrina es un pecado terrible. Nunca ponga la práctica contra la doctrina
porque no puede practicarla si no la tiene…” (Extracto de su libro “El matrimonio”).
     Así que la doctrina es el manual de nuestra relación con Dios. El libro de Juan Bunyan:
“El progreso del peregrino” es una de las mejores obras para entender esta relación entre la
vida cristiana y la doctrina. Todos los hombres, cristianos como impíos, quieren ser felices.
No hay nadie que desee ser infeliz, pero los únicos que pueden acceder a la felicidad
verdadera son los que han nacido de nuevo, por lo cual la Biblia nos dice: “¡Regocijaos en
el Señor siempre otra vez os digo regocijaos!” Ahora bien regocijarse en el Señor demanda
conocimiento doctrinal porque vivimos en un mundo que odia a nuestro Señor, tenemos
todavía el pecado adentro que nos asedia, y el diablo afuera que busca a quien pueda
devorar. Por tanto regocijarse en el Señor  es cosa imposible de hacer permanentemente sin
un mínimo de conocimiento doctrinal porque dice nuestro Señor Jesús: “Conoced la verdad
y la verdad os hará libres”, y si no conocemos la verdad seremos victimas de nuestras
propias concupiscencias y llevados por la corriente del mundo conforme al príncipe de la
potestad del aire; llevados a nuestra propia destrucción.
    Así que la vida cristiana victoriosa está íntimamente ligada con el conocimiento; la
experiencia necesita la doctrina para volverse exitosa. Como lo decía al principio hay una
similitud entre la Historia de la Iglesia militante y la historia de cada cristiano verdadero
que haya alcanzado cierta madurez. En efecto la vida cristiana comienza exclusivamente
por la revelación de Jesucristo en el corazón del nuevo creyente e igualmente la primera
etapa de la Iglesia fue afirmar y defender la Persona de Jesucristo como verdadero Dios y
verdadero hombre. La mayoría de los recién nacidos no entienden cómo nos salva Cristo
(yo no lo entendía), pero todos hemos entendido desde el principio que Él es nuestro Señor
y nuestro Dios. Esta etapa en la Historia de la Iglesia fue el tiempo de las grandes
controversias sobre la naturaleza de nuestro Señor Jesús, y terminó más o menos después
del concilio de Calcedonia en 451, el cual estableció definitivamente el dogma de la
santísima Trinidad declarando la persona de Jesús como “Uno y el mismo Cristo, Hijo,
Señor, Unigénito, confesado en 2 naturalezas, sin confusión, sin conversión, sin división sin
separación”. De la misma manera, pero en forma mucha más sencilla, un verdadero
cristiano es el que confiesa que Dios es 1 en 3 personas coeternas, y que Jesucristo es la
segunda Persona encarnada: “El Verbo hecho carne”. Cualquiera persona que dice ser
cristiana y que no confiesa el dogma de la Trinidad después de habérselo predicado otro
cristiano no ha nacido de nuevo porque el oficio primordial para lo cual ha sido enviado el
Espíritu de verdad es para glorificar al Hijo. Y si uno niega su divinidad o su existencia
coeterna con el Padre no es cristiano. Los “Jesús solo” (pentecostales unitarios) por ejemplo
son la secta más peligrosa del unitarismo porque no niegan la divinidad de Jesús, sino que
afirman que Él es Dios pero es tambien el Padre. Es decir que son una reaparición de la
herejía de Sabielo que perfeccionó la herejía de Praexas en el siglo III. Ellos sostenían una
especie de Trinidad sucesiva o modalistica donde Dios es Padre en el AT, Hijo durante el
ministerio terrenal de Jesucristo, y Espíritu Santo en la Iglesia Novo testamentaria. Niegan
la Trinidad, y es lo que hacen hoy los pentecostales unitarios; dicen que Jesús es Dios pero
que es también el Padre y al fin y al cabo niegan al Padre y al Hijo como 2 Personas
distintas aunque consubstanciales. Por ende es necesario después de haber recibido al Señor
Jesucristo en su corazón conocer el dogma de la Trinidad para no perder el tiempo con
sectas como los Testigos y falsos hermanos que no conocen al Dios verdadero sino que son
anticristos pues “este es anticristo el que niega al Padre y al Hijo” (1 J.II;18). Y no solo
perder tiempo sino oportunidades de servir al Señor. La  salvación no se pierde pero el
tiempo y las oportunidades se pierden. Al nivel personal esto es algo muy importante
porque la forma en que hemos usado nuestro corto tiempo en la tierra y nuestras
oportunidades de servir al Señor aquí tienen consecuencias eternas y determinan nuestra
posición en el Reino de Dios, y repito: ¡no nuestra entrada, la cual es gratuita instantánea,
irreversible y sin condición alguna mediante la fe que es don de Dios; pues escrito está:
“Por gracia sois salvos por medio de la fe…”!
      Hay también otra similitud entre el comienzo de la Iglesia y el de la vida del cristiano, y
es la estimación que se le da a la Escritura. A fines del siglo II las iglesias en su dura lucha
contra los gnósticos tuvieron que apelar a la autoridad de los apóstoles, pero los apóstoles
ya habían partido para la gloria, y lo único que se tenía de ellos eran las cartas que habían
escrito y cuyas copias circulaban diseminadas por las iglesias. Así que para poder responder
a sus opositores gnósticos que se fundamentaban en experiencias internas, los padres de la
iglesia apelaron a las cartas de  los apóstoles, y por ende por la acción del Espíritu Santo las
compilaron y formaron el canon del Nuevo Testamento. La autenticidad de su fe en el
Dios-Hombre reposaba sobre el testimonio externo de la Escritura, y esto es también lo que
caracteriza la nueva vida que ha sido implantada en el creyente: su convicción interna de la
autoridad infalible de la Biblia. El peregrino empieza su viaje con la fe en el Verbo
encarnado en la persona de Jesucristo y con la convicción inquebrantable de que la Biblia
es la Palabra infalible de Dios. Si no hay estas 2 imprescindibles e inseparables
características en su ser interior, significa que no hubo regeneración espiritual y que su
cristianismo es nominal no real.
    Después del tiempo de los padres de la Iglesia donde se establecieron el dogma de la
Trinidad conocido por la mayoría mediante el Credo de Nicea, y el canon de las Escrituras,
el cristianismo oficial se durmió, y se corrompió totalmente bajo los efectos del papado.
Pasaron 1000 años de sueño el cual no pudo ser interrumpido a pesar de las tentativas de
Wycliff, Hus, Savonarola y otros menos famosos, pero  por fin llegó la gran controversia
soteriológica desatada por el monje agustino Martin Lutero, la cual engendró la Reforma
Protestante que liberó al cristianismo de las tinieblas romanas. De igual manera el cristiano
puede perder muchos años después de haber nacido de nuevo a causa un descuido fatal
sobre la obra de Cristo en la cruz. Nuestra vida cristiana es una carrera; que lo queramos o
no, tenemos que avanzar en el Camino, y el que no quiere esforzarse para ir adelante en el
conocimiento de nuestro Señor y de su gracia admirable, no va a encontrar un sitio
confortable de descanso para pasarlo bien esperando la venida de su Señor, sino que tarde o
temprano va a afrentar situaciones difíciles, muy difíciles que lo llevaran a clamar a Jehová
y como Él dice: “Clama a Mí y Yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que
tú no conoces”. Él puede usar la pérdida de un ser querido, una enfermedad grave, una
ruina económica, un problema intrafamiliar muy serio, un peligro inminente etc. Pero el
Espíritu Santo no dejará de inquietarnos, de llamárnosla atención hasta que clamemos. La
meta no es que seamos automáticamente liberados del problema sino que la meta es que
conozcamos su voluntad la cual es nuestra santificación a través del conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo, y conocer a la persona de Jesús es conocer su obra principal
consumada en la cruz del Calvario. Al conocer realmente su obra expiatoria con su poder y
su propósito podremos decir con el Apóstol: “somos atribulados en todo mas no
angustiados, en apuros mas no desesperados, perseguidos mas no desamparados, derribados
pero no destruidos, llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús para
que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos, Porque nosotros que
vivimos estamos siempre entregados a muerte para que la vida de Jesús se manifieste
también en nuestra carne mortal. …” (2 Cor. IV; 8 al 10). La meta es que la vida de Jesús
se manifieste en nuestras vidas y así aunque no desaparezcan las pruebas; la angustia y la
desesperación desaparecen y la vida de fe y por fe se consolida. El que no quiere crecer en
el conocimiento porque estima que ya tiene suficiente con lo que sabe no podrá vencer las
pruebas, será vencido por las angustias y el desaliento; ¡bien dice la Escritura: “Mi pueblo
fue destruido por falta de conocimiento”!
      El conocimiento pasa por la doctrina porque la doctrina explica, corrige, conecta,
perfecciona la experiencia personal con Dios. Se puede comparar un poco la relación del
cristiano verdadero con Dios con  la de un sobreviviente de una catástrofe aérea cuyo avión
se estrelló en plena selva. Salió con vida pero ahora tiene que encontrar el camino hacia la
civilización y solo tiene un mapa del área y una pequeña brújula. El mapa es la doctrina que
señala el camino correcto hacia Dios, y la brújula es el Espíritu Santo que permite caminar
por el sendero señalado en el mapa. ¿Cómo explicar el dolor, las enfermedades, las
injusticias, las guerras, la muerte, el envejecimiento que la humanidad padece sin conocer
la doctrina del pecado original? ¡Es imposible! Sin tener esta doctrina bien clara que en
Adán todos hemos caído; la historia del mundo no tiene sentido, y la única respuesta más o
menos lógica es el existencialismo; es decir que nada tiene sentido y hay que vivir el
momento. ¿Cómo podemos corregir nuestra manera de vivir sin un conocimiento de la
doctrina de la santidad de Dios revelada en su ley? ¡Imposible pues sin la ley no se revela el
pecado! ¿Cómo conectarnos con el Dios 3 veces santo sin el conocimiento de la doctrina de
la substitución que nos asegura que podemos acercarnos confiadamente al Padre por medio
de la sangre del Hijo? ¡Imposible, pues sin este conocimiento el diablo estará siempre
culpándonos de pecado, no tendremos ningún argumento válido a oponerle, y no nos
atreveremos a acercarnos a Dios! ¿Cómo perfeccionar nuestro andar con Dios sin crucificar
la carne, sin luchar contra nuestra mente terrenal? ¡Imposible sin el conocimiento de la
doctrina de la fe, porque “por fe andamos no por vista” y  por la fe podemos considerarnos
muertos al pecado pero vivos para Dios, “y sin fe es imposible agradar a Dios”! Como veis
hermanos la experiencia necesita conocimiento de la doctrina, y si no hay conocimiento de
la doctrina, la relación con Dios no se enriquece y da lugar al engaño satánico. Ahora bien,
Satanás no puede quitarnos la salvación mediante sus falsas doctrinas, pero sí, nos quita el
gozo de la salvación y la eficacia del ministerio que cada cristiano y cristiana ha de cumplir
para nuestro Señor y Salvador.
     Por ende tal como en la Iglesia la primera gran lucha fue para establecer el dogma de la
santísima Trinidad con el canon de las Escrituras, la segunda lucha que encaró la Iglesia fue
entorno a la obra consumada de Cristo en la cruz. La segunda lucha fue de orden
soteriológico, y pasa igual con el cristiano que llega al segundo paso importante en su vida
espiritual. Después de saber que Jesús es su Señor y su Dios tiene que saber qué clase de
Salvador es. La mayoría no llega a entenderlo y caen en el arminianismo. He tratado varias
veces en otros artículos esta doctrina falsa del arminianismo que se resume en sus 5 puntos
que dieron lugar a 5 respuestas opuestas que ahora se conocen como los 5 puntos del
calvinismo. Así que no voy a volver sobre esto sino que tratando ahora de la relación entre
doctrina y vida cristiana, quiero limitarme a enfocar las consecuencias en el caminar
cristiano, de conocer la única doctrina soteriológica verdadera la cual es calvinista.
     El cristiano tiene que llegar al conocimiento del alcance y propósito de la obra de Cristo
en la cruz para tener seguridad y gozo en el camino. En efecto no tendrá seguridad ni gozo
constante mientras no sepa que “Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún
pecadores Cristo murió por nosotros”. El gozo de nuestra salvación depende de saber estas
2 cosas en cuanto a la obra  de Cristo: su propósito y su alcance.
     Su propósito es expiar nuestros pecados, responder por nuestras ofensas, llevar nuestras
culpas, y por ende constituirnos justos delante de la justicia de Dios, como dice la Escritura:
“Por un solo sacrificio hizo perfectos (judicialmente, legalmente) a los que santifica”.
Sabiendo que su sacrificio satisface plenamente las demandas de la ley de Dios, tenemos
paz para con Dios y sabemos que las puertas del paraíso son abiertas para nosotros. Sin
embargo falta el segundo elemento y la mayoría que son arminianos no pueden gozar de
esta seguridad de salvación porque no han entendido el alcance de este sacrificio, y creen
que depende del libre albedrio del hombre.
    El alcance de este sacrificio no está determinado por la inconstancia de la voluntad
humana sino por el designio eterno de Dios, El cual nos predestinó antes de los tiempos de
los siglos (Ef. I; 4, 11). El sacrificio de Cristo cubre los pecados de los elegidos. Ahora bien
¿quiénes son los elegidos? Todos los que creen en su Nombre. Pero ¿Quiénes  son los que
creen en su Nombre? Los que reconocen el Trino Dios y su Palabra infalible contenida en
la Biblia, es decir los que ya han hecho el primer paso, pero lo han hecho de verdad y por lo
tanto andan en santidad amando a sus hermanos y haciendo justicia (1 J. II; 10, 11, 29). El
primer paso es para salvación para entrar en el camino estrecho, y el segundo es para
santificación para andar en este camino. Pocos entran, y poquísimos alcanzan caminar con
paso firme por causa de la ignorancia de la doctrina, y esto a menudo se debe a una cierta
pereza. En efecto una vez salvos muchos se contentan con ir a una iglesia el domingo, y
participar en unas actividades religiosas sin darse la pena de investigar mediante un estudio
personal de la doctrina, cual es el alcance y el propósito de la obra de Cristo en la cruz, a fin
de asegurarse de su elección y vocación, y de esta manera andar gozosos por el camino
estrecho, con un paso firme. Muchos piensan que esto es demasiado elevado para ellos y
que investigar doctrina es algo hecho para teólogos, pero la equivocación es grave porque
la doctrina no es para especialistas y doctores en teología; la doctrina es para ayudarnos a
entender el camino, y a recorrerlo de forma que glorifiquemos a Cristo Jesús y ayudemos a
los demás hermanos. La cuestión no es: ¿quieres ser un doctor en divinidades para subir en
un pulpito y mirar a los demás desde arriba? La cuestión es: ¿quieres evitar sufrimientos
inútiles, angustias, engaños satánicos? ¿Quieres ser útil para tu Salvador y tus hermanos?
Entonces como nadie quiere sufrir penalidades que se pueden evitar y engaños satánicos
que acarrean sufrimientos y angustias, la solución no está en una serie de ayunos, vigilias y
retiros espirituales, no está en obras nuestras, está en la comprensión correcta de la obra de
Cristo en la cruz, está en un estudio que identifica el alcance y el propósito de la expiación.
Una vez que conocemos el plan de la salvación podemos caminar fírmeme y gozosamente
en el espíritu.
     Cuando el Espíritu Santo reveló a Martin Lutero que la salvación es por fe sin obras, fue
aliviado de todas sus angustias, y emprendió una lucha que despertó no solamente a la
Iglesia sino también transformó al mundo dando luz y libertad a las naciones que se
volvieron protestantes. Todo partió desde un descubrimiento doctrinal. Francisco de Asís
por lo contrario ¿que hizo con sus votos y su castidad y sus ayunos? ¡Nada, solo  creó una
nueva orden dentro del papado; orden especializada en maltratar el cuerpo para al fin
satisfacer una mente carnal que se justifica interiormente por sus hazañas ascéticas! Uno
por medio del conocimiento de la doctrina de la justificación por fe liberándose liberó a
millones de creyentes del yugo de las obras, y ¡otro con toda sus buenas intenciones y
esfuerzos no hizo nada y quizás se perdió eternamente! ¡Ved hermanos la importancia de la
doctrina en la experiencia cristiana personal y en la Historia de la Iglesia!
     Hemos hablado de estos 2 pasos principales que ha de hacer el cristiano en el campo
doctrinal para progresar en su vida espiritual, pero hay muchos otros pasos que hay que
hacer doctrinalmente para poder avanzar más en el conocimiento de nuestro Señor, y de las
riquezas de la herencia que nos tiene reservadas. Se podría hablar de la doctrina
concerniente la constitución humana (¿dicotomía o tricotomía?), de la doctrina de los
bautismos, de la doctrina concerniente a la iglesia local, de la doctrina sobre la santa cena,
de la doctrina de la imposición de manos (o institución ministerial) además de los 5 puntos
cardinales del calvinismo, pero me limitaré a un último paso que también ha sido el tercer
gran paso de la Iglesia en nuestro días, ya que tiene gran impacto en nuestro caminar con el
Señor: la doctrina de la segunda venida de Jesucristo.
   No es tan importante y es normal porque lo más importante es creer para tener vida eterna
que Dios es la santísima Trinidad en la cual el Verbo, la segunda persona, se vistió de
humanidad en Cristo Jesús. Luego lo más importante para crecer en el conocimiento de
Dios y guardar sus mandamientos sin desmayarse por nuestras faltas es saber el propósito y
el alcance de la obra que Cristo acabó en la cruz. Y por fin en nuestro siglo XXI es
importante mantener viva la bienaventurada esperanza del arrebatamiento, para no dejarse
adormecer por los cantos de las sirenas de la falsamente llamada ciencia. En los 100
últimos años hemos visto justamente en el seno de la iglesia protestante un resurgimiento
asombroso del milenarismo. El milenarismo es una doctrina escatológica que tiene un
efecto vivificante sobre la Iglesia y en la vida personal del creyente. En efecto el cristiano
que ha entendido por el Espíritu Santo a la luz de la Escritura que Cristo Jesús viene a
reinar 1000 años en esta tierra antes de que Dios haga la tierra nueva y el cielo nuevo, no
puede dejar de ver que las profecías del AT concernientes a un futuro glorioso de la nación
de Israel son literales, y no son una alegoría de la Iglesia. Sin embargo algunos diréis: ¿Qué
tiene que ver el futuro glorioso de la nación hebrea con nuestro diario vivir en el espíritu?
Bastante a la verdad por la sencilla razón que Israel ha vuelto a la existencia cómo nación
soberana en su tierra el 14 de mayo 1948. Este renacimiento del Estado hebreo es la puesta
en marcha inequívoca del cronómetro de Dios para la segunda venida de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. Este cronómetro mide a lo máximo un tiempo de 120 años pues el
Señor dijo que desde que empezamos a ver las señales del fin no pasará esta generación, y
lo máximo que pueda durar una generación es 120 años según dice Gn. VI; 3, aunque para
Dios una generación es normalmente 100 años (Gn. XV; 13 y 16) y para nosotros los
hombres una generación es entre 70 y 80 años (Salmo XC; 10). De todas formas el milagro
del renacimiento sorpresivo del Estado hebreo en 1948, ha llamado la atención del mundo
entero y desde entonces no pasa un día sin que el mundo mire con inquietud hacia el Medio
Oriente. El amilenialista, o el postmilenialista no ven nada especial en el resurgimiento de
Israel pues ¡ellos son Israel, y creen que puede pasar miles de años todavía hasta que Cristo
venga! En cambio nosotros los milenaristas estamos a la expectativa pues sabemos que si
nuestra escatología es correcta este mundo no llegará al siglo XXII ¡sin que los santos
hayan resucitado y Cristo reine en persona sobre la tierra desde Jerusalén!
     Ahora bien hay muchas clases de milenarismo y gracias a Dios no todos somos
dispensacionalistas. Pero todos tenemos esta actitud de expectativa que no la tienen los
demás hermanos protestantes. Esta doctrina influye sobre nuestra experiencia cristiana,
pues el que la cree de verdad no se preocupa tanto por la carrera universitaria de sus hijos
(y mucho menos de sus hijas), sino más bien por prepararlos a todos para este evento
trascendental que está a punto de acontecer, porque sabe que los que se quedaran atrás no
será para tener una confortable posición en la sociedad sino para adorar la bestia y recibir
su marca o ser decapitado (Ap.XX; 4). Con una visión tal los sueños de la sociedad de
consumo  tienen más dificultad para entorpecer al creyente. Como dice el apóstol Pedro:
“Pero el Día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
gran estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella
hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis
vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir…” (2 P. III; 10, 11). Los cristianos (la
mayoría) y las iglesias todas que no han entendido que el milenarismo es la escatología
correcta, la cual era la de los padres de la Iglesia en los 3 primeros siglos, caen en la
tradición, en la rutina, y se preocupan por sus consistorios, y asambleas administrativas y
otras futilidades, no viendo que la Apostasía está aquí y que el hijo de perdición, (¿el papa
Numero 6?) está a punto de aparecer y tomar el control de la UE (el nuevo imperio romano)
y del Nuevo Orden Mundial. Otros están en el movimiento pentecostal y sueñan que Dios
es el propietario de las grandes cadenas de supermercados, donde sus hijos tienen crédito
ilimitado y sin plazo fijo… Todos están soñando o cabeceando delante de sus televisores
excepto los que creen de verdad en la doctrina milenarista.
     Ahora bien para terminar quiero insistir en el hecho de que el progreso del dogma en la
Iglesia como el progreso del cristiano, el cual en su experiencia diaria es perfeccionado e
iluminado por un conocimiento doctrinal creciente, implican ambos una edificación
progresiva sobre bases inamovibles. La Iglesia ha avanzado en la elaboración de sus
dogmas y una vez que se estableció el dogma de la Trinidad no hubo más que discutirlo,
igualmente por el dogma de la fe en los tiempos de Lutero, o de la predestinación en los
días de la controversia arminiana en Dordrecht en Holanda. “El hombre de doble animo es
inconstante en todos sus caminos” y los que acumulan nuevas doctrinas sin tener en cuenta
la analogía de la fe, y sin edificar sobre dogmas establecidos, sino que toman un poquito
allí otro poquito allá; estos caerán y nunca llegarán al conocimiento de la verdad. La
experiencia cristiana requiere doctrina para explicarla y desarrollarla, pero el desarrollo ha
de basarse sobre lo que se ha asimilado ya. Hay supuestos “cristianos” que un día son
calvinistas, y el día siguiente son arminianos, otros son trinitarios un día y luego se vuelven
unitarios; estos no están en el camino estrecho están en el camino ancho. No se puede ir un
paso adelante y luego un paso atrás. Es cierto que como dijo Spurgeon todos nacemos
arminianos, y gracias a Dios muchos llegan a ser calvinistas cuando se dan cuenta que “el
libre albedrío no sirve para nada sino para pecar” (Agustín). No obstante una vez que una
verdad ha sido experimentada personalmente y comprobada por los siglos en la Iglesia, hay
que seguir adelante y no volver a viejas herejías como la unitaria ya discutidas y
rechazadas. Aunque la Historia de la Iglesia no es la autoridad suprema, no obstante Cristo
es su cabeza, y en los momentos de crisis la verdadera doctrina ha siempre permanecido
mientras que la mentira ha sido derrotada y tiene que reaparecer unos siglos después bajo
un nuevo nombre para poder engañar otra vez a los ingenuos e inconstantes.  (Nunca he
oído a un cristiano identificarse con el nombre de arminiano, ni un Testigo decir que es
arrianista, mientras que un calvinista se declara calvinista abiertamente). Dios es el Dios
que hace la Historia, y esta Historia de la Iglesia nos ayuda también para guardarnos de
querer experimentar nuevas doctrinas que ya han demostrado ser falsas. La Iglesia ha
tenido un progreso en el dogma y nosotros también tenemos que tener un progreso en
nuestro desarrollo doctrinal para asegurarnos que nuestra experiencia, nuestra caminar en el
espíritu, nuestra obediencia sigue el mapa de la Biblia. “Por tanto dejando ya los
rudimentos de la doctrina de Cristo vamos adelante en la perfección”. Esto requiere la guía
del Espíritu Santo porque así como no podemos poner cada vez los fundamentos de la
doctrina, tampoco podemos quedarnos atascados en una tradición o una denominación con
la excusa que tiene esos fundamentos. Dios nos ayude en este progreso del peregrino donde
la experiencia y la doctrina tejen nuestra realidad en Cristo Jesús.

         
      

    Hace como 15 años que empezamos este sitio Sola Fides, y hoy llegamos al artículo
#100. ¡Nunca pensé que llegaríamos tan lejos! pues mi intención era en aquel tiempo
solamente denunciar las 2 bestias de Ap. XIII y la imagen de la bestia. Sin embargo
surgieron otros temas que hicieron que este programa muy básico rebase el campo
escatológico. Por lo cual para reafirmar nuestra línea protestante radical es decir conforme
al espíritu de los padres de la Reforma, quiero en este Número 100 dirigir otra vez vuestra
atención sobre las actuaciones presentes el papado satánico, ¡como solía llamarlo Lutero!
Claro que unos alegarán diciendo que los padres de la Reforma eran todos amilenialistas,
pero esto fue una secuela del catolicismo romano pues al principio  y hasta el siglo V la
Iglesia era milenarista  (kiliasta o quiliasta). Ved pues hermanos la forma en que el
milenarismo patrístico se expresaba por la boca de Ireneo; obispo de Lyon, mártir en el
202. Ireneo era discípulo de Policarpo, quien era discípulo de Juan el Apóstol, y así
enseñaba Ireneo sobre la segunda venida:
“Pues, una vez que el Anticristo haya destruido todo este mundo, que haya reinado 3 años y
medio y que se haya sentado en el templo de Jerusalén, entonces el Señor bajará de los
cielos sobre las nubes, en la gloria de su Padre, y precipitará al Anticristo y a sus fieles en
el lago de fuego; inaugurará así mismo, para los justos, los tiempos del Reino, es decir el
reposo, el séptimo día que fue santificado, y entregará a Abraham la herencia prometida:
será el reino donde según la Palabra del Señor: “Muchos vendrán del Oriente y del
Occidente, y se sentarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob… (Ibídem p.128).
Estos eventos no pueden producirse en los lugares supra celestes porque Dios, dice el
profeta, mostrará su esplendor a todas las naciones que hay debajo del cielo, pero
acontecerán realmente en los tiempos del Reino, cuando Cristo habrá renovado la tierra, y
Jerusalén habrá sido reconstruida conforme al modelo de la Jerusalén celestial” (“Contra las
Herejías”, Libro V, ed. Apostolado Mariano, Sevilla 1999). En otro lugar Ireneo dice: “Esto
es lo que se encuentra en el libro de Génesis, según el cual el fin de este siglo(mundo) dará
lugar al sexto Día, es decir el año 6000; y entonces será el séptimo Día, el día del reposo, a
propósito del cual dice David: “He aquí mi reposo, los justos entrarán en él”. Este séptimo
Día es el séptimo milenio, el del reino de los justos, en el cual ellos se ejercerán en la
incorruptibilidad, después que la creación haya sido renovada para los que habrán sido
guardados para este propósito” (Ibídem, p.133)… Así hablaban, en resumen, todos estos
autores milenaristas patrísticos que interpretaban el Apocalipsis literalmente, y no de
manera alegórica. En “Adversus Haereses” (Contra las Herejías), libro V p. 130, San Ireneo
amonestaba en contra de las alegorías: “Si algunos intentan interpretar estas profecías en
forma alegórica, no podrán estar de acuerdo sobre todos los puntos…” También insiste
sobre este asunto en p130 diciendo: “Nada de todo esto puede interpretarse de forma
alegórica, por el contrario todo está asegurado, real y posee una existencia autentica,
realizada por Dios para el beneficio de los hombres justos”. Que el milenarismo fue
entonces una doctrina casi oficial, nos es revelado por esta declaración de Justino: “Para mí
y para todos los cristianos de ortodoxia integral, sabemos que una resurrección de la carne
acontecerá durante los 1000 años en la Jerusalén reconstruida, adornada y engrandecida, tal
como los profetas Ezequías, Isaías y los demás lo afirman.” (Fin del testimonio de un autor
católico que estudió el tema y respondió a otro católico que afirmaba que el milenarismo
era totalmente ajeno a la enseñanza de la Iglesia).
  
      La mayoría de los evangélicos milenaristas creen ahora con más entendimiento lo que
creían los padres de la Iglesia y están a la espera del Arrebatamiento, y creen también que
después se producirá la gran apostasía y que luego aparecerá el hijo de perdición, el hombre
de pecado; el Anticristo escatológico. Pocos ven que la Apostasía ya está aquí y que el
Anticristo bien puede ser un papa como lo sostenían todos los padres de la Reforma
Protestante. Según la interpretación que sostengo será el papa Numero 6. Hoy quiero
hablaros del papa Numero 5, porque éste anticristo está manifiestamente preparando el
camino para que el # 6, el Anticristo, tenga el perfil necesario para tomar las riendas de la
Unión Europea (el nuevo imperio romano) y del mundo. Pero antes de analizar sus
movimientos recordemos porqué les atribuyo a estos papas tales números.

     “Esto para la mente que tenga sabiduría: las 7 cabezas son 7 montes, sobre los cuales se
sienta la mujer, Y SON 7 REYES. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha
venido; y cuando venga es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era y no es, es
también el octavo; y es de entre los 7, y va a la perdición.” Ap. XVII; 9 al 11.

     Estos 3 versos son los que me persuaden que Francisco I es el papa Numero 5. Este
pasaje es muy difícil de interpretar si uno no tiene la clave, y tengo una clave que lo vuelve
muy fácil de entender.  Pronto sabremos si estoy equivocado o si esta clave me la dio el
Espíritu Santo. He aquí la clave.
       Muchos teólogos dicen que los 7 montes son las 7 colinas que rodean Roma, y en esto
concuerdo completamente con la interpretación tradicional. Dicen también que la mujer que
se sienta sobre las 7 montes es el papado y ahí estoy en desacuerdo con la tradición, (leer el
artículo #1 “Las 2 bestias”), pues según veo los 7 montes son la representación simbólica
del  imperio romano mismo, el cual tiene su lado político (las naciones de la UE que hoy lo
componen) y su lado religioso (el catolicismo romano). Estos 7 montes que representan
Roma son también 7 reyes, y la interpretación más lógica, más obvia, es que los reyes de
Roma son los papas pues hace ya  como aproximadamente 15 siglos que los papas tienen su
trono en Roma. Por ende estos 7 reyes son 7 papas. Ahora bien, dice el Espíritu que 5 han
caído, pero ¿en qué forma han caído en comparación con la larga lista de sus colegas
anticristos romanos? La respuesta es doctrinal.
      En efecto los papas anteriores al segundo concilio del Vaticano mantenían su
supremacía encima de todas las religiones. Declaraban dogmáticamente que fuera de Roma
no había salvación. Los protestantes eran sencillamente herejes que habían de combatir y
decían que las Sociedades Bíblicas eran obra de Satanás. Desde que el papa Nicolás I (858-
867) empezó a usar la corona y a establecer sus pretensiones de poderes temporales basadas
sobre las “donaciones de Constantino, (un documento espurio según el cual ese emperador
romano había legado el imperio al obispo de Roma), los papas habían ido gradualmente
aumentándolas hasta culminar en el establecimiento del dogma de la infalibilidad papal en
1870. Pero cayeron de su arrogancia después que cayó su aliado político Adolfo Hitler en
1945. En efecto hasta  Pio XII, Roma pensaba poder recuperar el imperio usando sus
arrogantes pretensiones y manipulando a los gobiernos por medio de sus jesuitas. Pero al
fin de la segunda guerra mundial, con el escándalo del holocausto judío, y el nacimiento del
Estado de Israel apoyado por los EEUU, tuvieron que cambiar su política arrogante
antisemita y anti protestante, y les tocó bajar de su pedestal y jugar la carta de la humildad
y de la fraternidad. Por esto Juan XXIII el sucesor de Pio XII convocó un concilio
ecuménico: Vaticano 2. Ahí la arrogancia de ellos cayó y empezaron a llamarnos hermanos
separados en vez de herejes peligrosos. Y son 5 los que can caído de su pedestal de jefes
supremos desde donde afirmaban ser la única y verdadera iglesia cristiana católica y
romana fuera de la cual no hay salvación, y desde entonces admiten que hay salvación fuera
de la sumisión al papa fuera de Roma. Los 5 caídos son: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo
II, Benedicto XVI y ahora Francisco I. Después de Francisco I, si esta interpretación es la
correcta, entonces el próximo papa es el Numero 6 y este sería el Anticristo escatológico
por lo cual dice (verso 7)  el ángel a Juan: “uno es”, lo que significa: “éste es el hombre de
pecado que llega después de estos 5 reyes (papas) y el siguiente el #7 no durará mucho”.
Así que el papa que sigue a Francisco I debería de ser el Anticristo escatológico, y por ende
debería dejar de un lado momentáneamente su cargo de papa de Roma para desempeñar su
cargo de presidente de la UE.  Esto se ha visto ya recientemente en el caso del cura Hoyos
en Colombia, el cual para desempeñarse como alcalde de Barranquilla dejó de lado sus
oficios de cura. Pasó lo mismo con el obispo Lulo en Paraguay que para desempeñar su
cargo de presidente de la república dejó sus funciones durante el tiempo de su mandato
presidencial. Ahora bien dejar sus oficios sacerdotales no les quitan a ninguno de ellos su
unción sacerdotal que según el Vaticano es perpetua. Así que el papa # 6, dejará sus
funciones, pues así lo exige el reglamento de la UE que un presidente de la UE no puede
ser al mismo tiempo presidente de su país. Por ende el papa siendo el rey de Roma, el jefe
del Estado del Vaticano, tendrá que cumplir como los anteriores presidentes lo que ordena
el reglamento. Por lo cual se elegirá otro papa en Roma para desempeñar las funciones que
el Numero 6  se verá impedido cumplir por su investidura de presidente de la UE. Ese papa
será el Numero 7, y creo que será el falso de profeta de Ap. XVI; 13 y XIX; 20. En efecto #
7 hará propaganda fantástica y con poderes satánicos para engañar a la gente y sus
gobernadores y convencerlos de seguir al presidente de la UE el papa # 6 en todos sus
planes. Lo glorificará, y cuando # 6 habrá asegurado su presidencia de forma que se llegue
a ser el nuevo Cesar del nuevo imperio romano entonces # 7 dejará de ejercer su funciones
de papa, porque # 6 como los antiguos cesares, cumulará las funciones políticas y
religiosas, y se proclamará Dios, y entrará en el lugar santísimo en el templo reconstruido
de Jerusalén, y desde allí emitirá un programa televisivo obligatorio donde pedirá la
adoración de todos su súbditos, es decir del mundo entero. Esto pasará después de 3 años y
medio cuando hayan los judíos reanudo los sacrificios en el templo; a la mitad de la semana
70 de Daniel (Dn. IX; 27, XII; 11, y Ap. XIII; 15).  Así que el ministerio del papa # 7 será
corto, y servirá principalmente para afianzar la posición del papa # 6 como jefe supremo de
la UE y de la iglesia universal apostata. Por lo cual dice: “La bestia que era y no es, es
también el octavo”, lo que sencillamente significa que el cesar que existía antes durante el
antiguo imperio, y no lo es al tomar el poder como presidente de la UE (el nuevo imperio
romano) es de entre los 7 últimos papas, y como retoma sus funciones sacerdotales después
del papa # 7, es también el papa # 8 que rápidamente llega a ser el nuevo cesar.  Como los
antiguos cesares se autoproclamará Dios y jefe supremo del nuevo imperio romano. El
Anticristo impondrá el nuevo orden mundial con la adoración obligatoria de su persona
delante de la TV y la promoción de la marca de la bestia que es un chip electrónico
implantado como bajo la piel de la mano derecho o en la frente.
      Resumiéndolo en pocas palabras: dentro de los 7 últimos papas, los 5 primeros dejarán
de exigir sumisión total del mundo entero a su autoridad para alcanzar salvación (“han
caído” de sus pretensiones antiguas), y estos son los 5 papas que siguieron al concilio de
Vaticano 2. El sexto es el Anticristo escatológico, y el siguiente no aparece en seguida
cuando el # 6 reciba su investidura papal,  pero aparecerá después como papa # 7 que
durará breve tiempo haciendo propaganda para # 6 ,hasta que éste consolide
suficientemente su posición como líder de la UE, y pueda retomar sus funciones
sacerdotales como papa # 8.  Luego # 8 que era también # 6 llega a ser el cesar, es decir la
bestia que era durante el antiguo imperio romano, y no es cuando llega al poder, cumulando
de nuevo como solían hacerlo los antiguos cesares el poder político y religioso absoluto, y
proclamándose Dios y emperador. Esta interpretación es un escenario posible entre los
centenares de escenarios que encontramos en el campo milenarista. No afirmo que es sin
duda la interpretación correcta, pero es sin duda la más sencilla porque no requiere
complicadas explicaciones y metáforas; es totalmente literal y un niño la puede entender.
¿Alguien tiene algo más sencillo que esta interpretación de estos 3 versos la cual cuadre
con la realidad histórica? He oído de que por ejemplo los 7 reyes son 7 imperios, pero
acomodando lo espiritual con lo espiritual es decir comparando escritura con escritura, no
veo más que 4 imperios en las 2 visiones de Daniel… ¡Y Daniel es la clave para entender
Apocalipsis! De todas formas el próximo papa validará o invalidará la interpretación que os
propongo de estos 3 versos. Por ahora estamos en la espera del arrebatamiento no del
Anticristo… No obstante veo en las actuaciones de Francisco I movimientos políticos y
sobre todo doctrinales que apoyan lo que creo, pues están despejando de forma
extraordinaria el camino a la presidencia a la UE para # 6. 
     Este Francisco I es definitivamente el papa más “caído” de los 5 últimos papas y de
todos los papas que jamás ha tenido el Vaticano, pues ha hecho declaraciones y actuaciones
que han transformado totalmente la imagen y la percepción que el mundo tenía del
Vaticano. Excepto un puñado de protestantes radicales y milenaristas que conocen por la
Escrituras el plan de Satanás, pues como dice Pablo: “No ignoramos sus maquinaciones” (2
Co. II; 11), el resto, mundo entero cree que por fin Roma se interesa por el bienestar de la
humanidad. No obstante la verdad es que el lobo, con este jesuita en el trono papal ha
perfeccionado su disfrace de oveja. Su discurso es tan humanista que recientemente Raúl
Castro el jefe de la revolución comunista en Cuba ha declarado que Francisco I le ha vuelto
su fe y que estaba casi listo para volver en el redil. Claro que la verdad es que él como su
hermano Fidel nunca salieron del redil, pues fueron educados por los jesuitas y son jesuitas
secretos es decir: coadjutores temporales... ¡Pero aparentemente para cumplir con las metas
de Roma son comunistas ateos! (No olvidéis que la mayoría de los prelados son ateos, y
que Roma es una maquinaria infernal cuya meta es el poder y las riquezas mediante el
engaño de las masas crédulas).También reparad en que el anticristo # 5 es tan humanista
que se preocupa ahora del cambio climático…
      De hecho el papa Francisco I va a dirigirse el 25 de septiembre de este año a la
asamblea general de las Naciones Unidas justo antes que comiencen las discusiones sobre
el desarrollo sostenible de la economía mundial. (Lo cual es solo una estratagema para
arruinar las economías de mercado libre y forzar las naciones a entrar en el nuevo orden
mundial que encabezará el Anticristo escatológico. Esto se hace mediante una propaganda
apocalíptica sobre el calentamiento global que  supuestamente amenaza la vida de todo el
planeta). Francisco I está además preparando su gran encíclica ambiental que publicará este
verano 2015. Pero su agenda se mueve también poderosamente en el ámbito del
ecumenismo; orando hacia la Meca con el Imam de Estambul y confesando que Alá  es el
mismo Dios que El de los cristianos. Y además ahora no solamente los musulmanes van a
cielo sino que también ¡los ateos de buena voluntad! Así que hoy en día la prédica del
Vaticano con su anticristo #5, es que no existe una verdad absoluta e única que pueda ser
declarada de forma dogmática. Lo importante es ser un buen hombre que ayuda a sus
prójimos en sus necesidades básicas, (aunque el Vaticano no da un peso cuando hay un
terremoto en Nepal, sino que el papa ofrece una plegaria e insta a los gobiernos a ayudar
económicamente a las victimas)…
     El papado se ha vuelto por lo tanto completamente humanista, ecuménico y ecológico;
¿Qué más puede pedir el mundo a tal institución milenaria que era conocida por su
intransigencia, su tradicionalismo retrogrado y su despotismo doctrinal? Hay una cosa que
el mundo le exige para poder confiarle su destino si se requiere un día un hombre con
estatura política y religiosa destacable; exigencia que el papa #5 ya le ha dado
paulatinamente: el sacrificio de la moral en el ámbito sexual.
     Este es el gran salto que habilmente ha dado Francisco I. El catolicismo hasta hoy ha
sido siempre criticado por el mundo occidental decadente como un baluarte de la moral
cristiana, especialmente en tema de ética sexual y aborto. A pesar de ser un refugio en sus
órdenes, para pedófilas, sodomitas, y lesbianas, siempre ha condenado el sexo fuera del
matrimonio y aun ha condenado el uso de preservativos dentro del matrimonio. El Vaticano
hasta Benedicto XVI fue conservador en el tema de las relaciones sexuales. Mantenía una
posición moral que se destacaba frente a la decadencia moral del mundo y de una gran parte
de las iglesias protestantes. Pero esta maquinaria infernal no mantenía la buena moral por
amor a la pureza sino por interés político. Hoy se han dado cuenta que con el lavado de
cerebro efectuado por la TV y la industria cinematográfica hollywoodiense, el mundo
occidental se ha vuelto una gran Sodoma, y mantener una apariencia de ética sexual
cristiana ya no les da el apoyo que antes recibían. Ahora saben que si se alinean sobre el
nivel de decadencia del mundo occidental van a ganar mucho más apoyo que si siguen 
fingiendo que aman la pureza sexual. Así que Francisco ha hecho de forma furtiva el paso
definitivo que permitirá a su sucesor una aceptación unánime por parte del bloque
occidental, que es el bloque que les interesa pues su centro es la UE (el nuevo imperio
romano). Lo hizo de manera informal el día que respondió a unos periodistas de regreso en
su avión desde la Argentina diciendo a propósito de los sodomitas: “Quien soy yo para
juzgarlos”. Pero justamente el papa tiene por oficio de juzgar todos los asuntos doctrinales
y morales que se presentan en la sociedad donde viven sus feligreses, y el hecho de no
juzgar la homosexualidad  implica automáticamente aceptarla. La posición oficial del
Vaticano hasta el anticristo #5 fue una condenación del homosexualismo, pero ahora al
decir Francisco I que no juzgaba a las personas homosexuales dejó entender que la posición
había cambiado y ¡ha cambiado realmente pues hace unos 10 días el representante oficial
de la iglesia católica romana en Colombia ha decretado públicamente que el
homosexualismo no es pecado! Hasta se atrevió a decir que había sodomitas discretos entre
los primeros discípulos. Claro que por ahora unas voces se elevaron diciendo que era una
declaración personal, pero la persona en cuestión es el representante de catolicismo en
Colombia…Seguirán más voces prominentes dentro del sacerdocio católico dando eco a la
postura del papa, hasta que este saque una encíclica sobre el amor “cristiano” dentro de la
“comunidad” LGTB. Esta nueva postura impensable hace pocos años era imprescindible
para preparar el camino del próximo papa hacia la presidencia de la UE. En efecto
Luxemburgo tiene ya su primer ministro sodomita casado con otro hombre, e Irlanda acaba
de votar a favor de la legalización delos matrimonios homosexuales. Así que  los pueblos
de la UE “cambiaron la verdad de Dios en mentira honrando y dando culto a las criaturas 
antes que al Creador (mediante la enseñanza evolucionista)…Por esto Dios los entregó a
pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, y de igual modo también los hombres dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres”, (Ro. I; 25 a 27).
     El nuevo imperio romano en su comienzo está en el mismo estado moral que el viejo en
su fin; ¡estamos en plena orgia romana! Y este nuevo imperio no va a tolerar un presidente
que condene oficialmente lo que los Estados de la UE han legalizado con gran alarde por su
amor a la tolerancia y al libre desarrollo de la personalidad, o más bien de la perversidad
sexual. Por ende con vista a preparar el camino para el Anticristo (el papa # 6), el anticristo
# 5 ha acabado con la imagen de ética sexual cristiana que no le resultaba ya favorable en
las encuestas de opiniones, y se ha conformado a las exigencias de la nueva gran Sodoma
occidental.
    Políticamente este paso quita el único estorbo que quedaba al papado en el camino hacia
la presidencia de la UE para que cuando se presente la crisis que propulsará el Anticristo al
mando del nuevo imperio romano, el # 6 tenga el perfil perfecto para el puesto; es decir que
sea tan inmoral como sus conciudadanos y futuros súbditos. Creo que esta crisis será el
Arrebatamiento, a no ser que sea un colapso total del sistema financiero mundial... De todas
formas el acceso al poder supremo como lo ha mostrado la Historia, siempre ha sido en
medio de una crisis muy seria. El emperador de Francia Napoleón I consiguió el poder al
fin de la gran y atroz revolución de 1789, Hitler y Mussolini después de la gran crisis
financiera mundial de 1929 etc. Hay varias conjeturas, y solo Dios sabe el detalle, el día, y
la hora de los sucesos. Sin embargo hermanos, dadlo por sentado que los gobernadores de
las tinieblas (jesuitas y otros) están preparando el colapso del modelo antiguo de
civilización que garantizaba la soberanía nacional y la libertad individual en los países
desarrollados para imponer el Nuevo Orden Mundial del Anticristo escatológico.  Pero
volvamos al presente.
      ¿Qué nos espera ahora que el papado ha abandonado la estrategia moral para seguir
públicamente la corriente de depravación sexual de la nueva Sodoma occidental? ¡Nos
espera una aceleración de la Historia!  El papado era en cierta manera un freno a la
decadencia moral del mundo occidental porque la UE, excepto el Reino Unido y
Dinamarca, es de tradición mayormente católica.  Ahora que el papado acepta el
homosexualismo, ya puede empezar oficialmente la gran orgia romana. Pues si una
aberración moral como la sodomía es aceptada por la religión oficial de la mayoría de los
occidentales, ¿Quién va a hablar contra el adulterio, la fornicación o la bestialidad? Si la
sodomía no es un pecado, creo que pronto el único pecado que va a ser precisamente
definido va a ser ¡definir precisamente el pecado! Lo que nos espera es un torrente de
inmundicia que va a arrastrar los restos del antiguo marco legal de la sociedad patriarcal, e
imponer leyes que van a perseguir a los que se atreven a defender la moral cristiana
acusándolos de ser peligrosos extremistas, y asimilándolos a los terroristas musulmanes.
Este torrente de depravación sexual va a rebasar rápidamente el nivel de tolerancia que
Dios mantiene antes de castigar un pueblo, y como Dios no nos ha puesto para ira sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, podemos deducir lógicamente
que el Rapto está muy cerca. Por lo cual dice la Palabra: “Velad y orad sin cesar para que
seáis tenido dignos de escapar a la ira venidera y de ser presentados delante del Hijo del
Hombre”.
     Hay otra cosa que el anticristo # 5 ha hecho y que va a precipitar los acontecimientos
profetizados en la Biblia: su recién aceptación pública de un Estado palestino. En efecto
hasta ahora el bloque occidental ha sido reacio a reconocer la autoridad palestina como un
Estado soberano, pero Francisco I que representa el más pequeño Estado de la UE (el
pequeño cuerno), ha dado un paso que los otros Estados europeos van a seguir, y Francia ya
lo ha hecho. Solo falta que Obama siga la corriente que le gusta y no oponga su veto a la
resolución sobre el Estado palestino que Francia va a proponer de una, a la próxima
asamblea general de la ONU, y la profecía de Zac. XIV; 2 empezará a cumplirse…Ya se
han reunido con sus contraparte francesa unos altos funcionarios americanos en Paris para
definir los aspectos generales de tal propuesta maligna. Pero les va a pasar lo que les pasó
durante la guerra de Secesión en los EEUU cuando el Vaticano fue el primer y único
Estado en reconocer los estados del sur que perdieron la guerra y se quedaron como parte
de los EEUU. La paz en el Medio Oriente es más que volátil y ejercer más presión sobre
Israel para que acepte la creación de un Estado enemigo dentro de su ya reducido territorio
solo puede llevar a una crisis, que bien puede llevar al cumplimiento del Salmo 83 que
concierne los vecinos árabes cercanos, y luego de Ez.38 que concierne un ataque de Rusia y
su aliados…
     El fin viene pronto y “Él que ha de venir vendrá y no tardará”. Este anticristo #5 es un
catalizador poderoso de tendencias creadas por el príncipe de la potestasd de las tinieblas y
un acelerador de acontecimientos que ponen en marcha profecías concerniente el fin de este
siglo.  Su papado es ya de hecho un paso gigantesco hacia la culminación de la Historia, el
fin de la era de la gracia para los gentiles, el Rapto de la Iglesia, y el comienzo de la semana
70 de Daniel que culminará con el juicio de las naciones y el comienzo del Milenio. Amigo,
¿estás listo para lo que viene?  ¿Tienes la fe en el Jesús de la Biblia o en un Jesús del
ecumenismo y de la prosperidad? ¿Estás nadando contra la corriente del mundo o dejándote
llevar por ella (mediante la TV en casa)? Es importante como dice la Escritura hacer firme
nuestra vocación y elección para poder resistir a la corriente del mundo que ya se ha
llevado a las iglesias evangélicas. El tiempo que resta es corto y mañana puede ser
demasiado tarde para que seas tenido por digno de escapar a la ira venidera.
     Cree en el Señor Jesús y serás salvo, y si ya crees; haz las obras para las cuales Dios te
salvó; obras que no te van a ganar la simpatía del mundo sino su odio porque Él dijo: "Yo
les he dado tu Palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco
Yo soy del mundo"  (J. XVII; 14). ¡El Señor nos dé fuerza para anunciar la doctrina que es
conforme a la piedad y unidos en un mismo espíritu combatir por la fe verdadera, es decir
calvinista y milenarista!
     Maranatha.        
      

  Hace poco vi dos películas cristianas interesantes que me llamaron la atención, no sobre el
tema que trataban sino sobre la forma de cristianismo que presentaban. Una se llamaba “El
poder del perdón Amish” y la otra: “Dios no está muerto”. La primera mostraba la cara del
protestantismo versión Amish y la otra la del protestantismo versión moderna. Quiero en
este artículo, con la ayuda del Espíritu Santo, tratar el tema de la mundanalidad en nuestra
época, mostrando primero el error de las 2 posturas extremas, luego los 2 niveles de
culpabilidad que existen dentro de esta problemática de la mundanalidad, y por fin
proponer en pocas palabras la forma equilibrada de andar en santidad en esta era
postmoderna.

     El error de los extremos.


     La mundanalidad es un problema grave porque aunque vivimos en el mundo no somos
del mundo (J. XV; 19), y un cristiano mundanal, o como dice la Escritura (1 Cor. III; 1):
carnal, es una contradicción ambulante. El cristiano es por esencia una persona espiritual
que ha recibido al Espíritu Santo dentro de su espíritu y cuyo corazón y pensamiento debe
de estar en Cristo Jesús. La mundanalidad consiste por lo tanto en dejarse llevar por la
corriente del mundo la cual es conforme al príncipe de la potestad del aire; el mismo diablo.
Es cierto que como dice Ef. II; 8 no hay que hacer nada para ser salvo; uno lo es por gracia
es decir por obra de Dios y no por esfuerzo propio. Pero esta salvación gratuita, inmerecida,
sorpresiva (pues nadie sabe quién va a ser salvo) e irrevocable, tiene un propósito, el cual lo
revela el verso siguiente: “porque somos hechura suya creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”. Las buenas
obras tienen como objetivo mostrar las virtudes del que nos llamó de las tinieblas a su luz
admirable. Ahora bien “nosotros somos de Dios y sabemos que el mundo entero está bajo el
Maligno”, lo que significa que tenemos una contienda con el mundo, el cual está vendido al
pecado y dominado por el diablo. Cristo fue odiado porque denunciaba las obras y el
espíritu del mundo, y anunciaba su reino que es en directa oposición a los principios
mundanos. El mundo glorifica al hombre natural, el evangelio del reino glorifica al Hombre
espiritual es decir a Jesucristo. El mundo satisface la carne, el evangelio satisface el
espíritu. No hay compromiso posible entre la carne y el espíritu, solo hay lucha continua
hasta el día de la resurrección. En esta lucha encarnecida hay 2 errores que todos
cometemos en nuestro peregrinaje hacia la Sion celestial, y son los 2 extremos que vi en
esas películas.
     Primera postura extrema.
     Hay el error que llamaré Amish, el cual tiene muchas otras formas de exteriorizarse,
pero la forma Amish es la más típica y respetable. Este error se produce cuando uno se
olvida que si bien no somos del mundo, nuestro Señor no quiere que salgamos del mundo
donde Él nos ha puesto, para que seamos luz que ilumina y dispersa las tinieblas  del
ateísmo y de la superstición, y sal que impide la completa corrupción moral de la sociedad.
Retirarse del mundo es una tentación grande para el cristiano sincero que no tiene base
doctrinal sólida, o que nació en un ambiente sectario tipo Amish. Alas no es la solución al
conflicto, ni la voluntad de nuestro Señor que quiere que peleemos la buena batalla de la fe
contra el mundo que niega nuestra fe. Antes de los Amish hubo, los esenios, los anacoretas,
y un montón de sectas antiguas y modernas ¡mucho menos respetables que nuestros
hermanos germánicos! El error Amish es que intentan retirarse del mundo mediante ciertas
medidas, y cierta disciplina que es admirable y provechosa en cuestión de santidad
personal, pero que pone barreras a la predicación del evangelio. El Señor dijo a sus
apóstoles: “Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas la cosas que os
he mandado”, y nosotros  tenemos que seguir en la misma línea conforme a nuestra
vocación y llamamiento; tenemos que ir a las naciones, ir a la gente y no encerrarnos dentro
de una comunidad. El sectarismo es contraproducente en nuestra tarea de esparcir la buena
nueva de la gracia de Dios. Lo extraño asusta, y no debemos asustar a la gente sino atraerla,
hacernos judíos con los judíos, árabes con los árabes, africanos con los africanos, chinos
con los chinos, europeos con los europeos tal como lo enseñaba Pablo, para si es posible
salvar a algunos de entre ellos. Al vestirnos con un uniforme Amish, o al hablar otro idioma
o al comer otros alimentos que los comunes (excepto por razón de salud) ponemos entre los
incrédulos y nosotros una barrera sobre la cual está escrito: “Nosotros no somos como
vosotros” y así ellos tendrán una excusa para no oírnos pues ¡si no hablamos el mismo
idioma en cierta manera tendrán la razón! Ahora bien confieso que a mí me gusta la forma
de vivir de los Amish; sin electricidad, (sobre todo sin TV), sin coches y sin todas esas
comodidades modernas que supuestamente facilitan la vida pero que a la verdad nos hacen
esclavos de ellas porque no son gratuitas, y te meten en un ciclo de consumo que desgasta
tu energía en cosas vanas y temporales, en vez de invertirla en cosas espirituales y eternas.
Me gusta la forma de vivir Amish, con sus esposas sometidas y en faldas largas, y cubierta
la cabeza. Mantienen una santidad bastante excepcional en ese mundo corrupto, en medio
de un cristianismo que es claramente decadente, pero no alcanzan a los perdidos y por ende
no cumplen la gran comisión. Claro que si no tuviera más opciones que los extremos yo
seguiría gustosamente el modelo Amish más que el otro extremo de lo cual vamos a hablar
ahora.
     Segunda postura extrema.
    El otro extremo es lo que llamaré el modelo de la mundanalidad institucionalizada. Por
ser universal no deja de ser extremo si juzgamos las cosas a la luz de la Escritura, no a la
supuesta luz de la cultural postmoderna.  Es el modelo universal que el protestantismo
decadente ha adoptado mediante la introducción de la televisión en los hogares desde hace
ya más de medio siglo. He hablado mucho de la imagen de la bestia (la TV) y no cesaré de
hablar de ese flagelo por si acaso puedo despertar unos cuantos a la realidad de la situación
apocalíptica que estamos viendo, la cual se manifiesta por la Apostasía dentro de casi todas
las iglesias. No voy a entrar otra vez en los detalles del lavado de cerebro que implica tener
la TV en casa. El hecho es que tú admites como todos los cristianos sinceros que la TV es
la imagen misma del mundo, es el espíritu del mundo, es el mundo en palabras y en
imágenes, y que a pesar de ello la tienes en casa donde contamina la mente de todos y
contradice tu profesión cristiana que exige que te apartes del mundo, de los deseos de la
carne, de los deseos de los ojos y de la vana gloria de la vida. El resultado de esta
contradicción flagrante que se sostiene sobre argumentos tan débiles como: “es por causa
de mi esposa” o “es para ver el noticiero”, es la mundanalidad institucionalizada. Es el
colapso del orden patriarcal, y la adopción del modelo feminista que Hollywood ha
injertado en las mentes de los occidentales. Claro que la feminización de las iglesias y de la
sociedad no es el final del programa de la imagen de la bestia, pues el final es la edificación
de la nueva Sodoma internacional para que se cumpla la profecía de nuestro Señor, cuando
dijo que en su segunda venida los días serán como los de Lot. Así que el cuadro de la
situación actual es que una minoría ínfima se refugia en un modelo Amish para escapar al
torrente de inmoralidad que ha invadido las iglesias, y la mayoría se deja arrastrar por la
corriente del mundo que ha invadido sus hogares mediante la TV. Puedes reprender a los
modernos evangélicos diciéndoles que la Biblia dice : “No vestirá la mujer traje de
hombre…porque abominación es a Jehová cualquiera que esto haga” y explicarles con
paciencia que los pantalones son reservados para los hombres y las faldas para las mujeres,
esto no los afectará para nada. Diles igualmente que “como en todas la iglesias de los
santos vuestras mujeres callen en la congregación, porque no les es permitido hablar sino
que estén en sujeción como también la ley lo dice”, esto tampoco les hace efecto. La
mundanalidad ha sido institucionalizada y en su nuevo mundo “cristiano” ha habido la
misma revolución sexual que en el  mundo pagano, pues ya tienen sus pastoras, y ¡aun
pastoras lesbianas! Esta inmoralidad que es el resultado directo de medio siglo de TV en los
hogares es institucionalizada. Es decir que si dices lo que dice la Biblia eres un fanático, o
un intolerante. Esta mundanalidad según los patrones de Hollywood es muy ecuménica lo
que implica que no importa si la doctrina es arminiana o calvinista, milenarista o
amilenialista, pentecostal o cesionista; ésta reina en todos los círculos. Es algo tremendo
porque esta mundanalidad es extrema si la analizas a la luz de la Escritura. ¡En efecto tener
a sus hijas en mini falda o en pantalón bailando con sus “novios” en los conciertos de rock
“cristiano” es un cuadro extremamente mundano! Pero es un cuadro común del cristianismo
moderno… La mujer fue creada para el hombre y se salvará de la mundanalidad
engendrando hijos (1 Ti. II; 15), cuidando su casa y sometiéndose a su esposo. Pero la
mundanalidad institucionalizada ha decretado que la mujer tiene derecho y deber de ir a la
universidad para desarrollar su carrera profesional y que quedarse en casa cuidando y
educando a los hijos no es más que un cuento machista de unos primitivos que
malinterpretan la Biblia…
      Claro que la mundanalidad institucionalizada no solo ha destruido el modelo patriarcal
sino que toca muchos aspectos de la vida del cristiano, y me he limitado al feminismo pues
es el aspecto más dañino y obvio de este fenómeno, pero el hecho es que es un extremo que
se ha propagado con tanta fuerza mediante la TV y la educación pública que parece ser algo
normal, no extremo. Pero sí, es extremo para el cristiano nacido de nuevo que lee con
honestidad y sinceridad la Palabra de Dios. Y es normal que esta mundanalidad extrema se
haya institucionalizado porque estamos en los últimos días, ¡los de Lot! Y como en los días
de Lot se salvaron solamente 3 personas, así como en los días de Noé se salvaron solamente
8, de la misma manera de esta mundanalidad se salvan solamente un puñado de creyentes, y
de entre este puñado la mayoría cae en el sectarismo tipo Amish en el mejor de los casos…
Ahora hablaremos de los grados de culpabilidad, porque todos somos culpables, pues todos
somos carne a pesar de tener al Espíritu Santo en nuestros corazones…
     Primer grado de culpabilidad.
     Hay un primer nivel de culpabilidad que pesa sobre casi todos nosotros y que tiene sus
raíces en nuestra ignorancia de la Escritura. Todos nacemos bebés y tenemos que crecer
mediante la leche espiritual de la Palabra de Dios. Nacemos de nuevo en nuestro espíritu
pero  nuestra alma al momento del nuevo nacimiento solamente entra en un largo proceso,
tan largo como el resto de los días que nos quedan por vivir en este peregrinaje terrenal.
Nuestra mente, nuestro pensamiento, necesita cada día de esta leche para poder crucificar la
mente carnal; el viejo hombre que queda todavía vivo en nosotros. Ciertamente está
condenado y su fin está cada día más cerca; es un moribundo, pero  es capaz aun de hacer 
muchos estragos con la ayuda del mundo y de Satanás. Este viejo hombre es mundano por
naturaleza, es del mundo y no tiene nada en común con el nuevo hombre que se dirige hacia
el nuevo mundo; la nueva tierra donde mora la justicia y resplandece la gloria de Dios por
todo lado. “El deseo de la carne es contra el espíritu y el del espíritu es contra  la carne; y
éstos se oponen” (Ga. II; 17) por lo tanto tenemos esta lucha continua entre el viejo yo y el
nuevo hombre que se está formando en nosotros a la imagen y semejanza de Cristo Jesús.
Hay una lucha interna continua y nuestra responsabilidad es buscar las cosas de arriba
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Ahí fallamos todos, y ahí esta nuestra
culpabilidad porque Dios nos ha dado al Espíritu Santo como consolador, ayudador y
abogado, y la Biblia (Reina/Valera) para que por la luz que ella nos da podamos caminar en
santidad.
     Al nivel personal y experimental nuestra culpabilidad no va más allá que nuestro
conocimiento. Dios nos castiga por pecados cometidos a sabiendas, no por pecados que
ignoramos, por lo cual en el AT existía un sacrificio en cuanto a esta clase de pecados por
yerro: Lev. IV. Ahora bien nuestra ignorancia aunque no enciende la ira de Dios sobre
nosotros, tiene aún consecuencias negativas que impiden o limiten la producción de frutos
para el Señor. Por causa de la ignorancia perdí 10 años de mi vida y aunque Dios no me
castigaba por los pecados cometidos por ignorancia en aquella época, a pesar de todo tenía
una culpabilidad evidente. En efecto somos inexcusables cuando tenemos los medios para
remediar un problema y no los usamos. El problema que todos tenemos es la ignorancia, y
la solución es la Biblia y el Espíritu Santo. La ignorancia nos hace victimas de nuestra
mente carnal, del mundo y del diablo. Por lo contrario: “conoced la verdad y la verdad os
hará libres” nos dice el Señor en su Palabra. Para conocer la verdad hay que conocer la
Biblia con la ayuda el Espíritu Santo; no hay otra forma. Ahora bien el conocimiento que
libera es un conocimiento práctico de la Palabra, es un conocimiento que se experimenta en
la vida diaria. Hay que aprender en la Biblia para vivir conforme a la voluntad de Dios que
no es revelada en sus páginas. Si no leo la Biblia con la intención de poner en práctica lo
que leo, aplicándolo a mi contexto, no hay forma de escapar de la mundanalidad
institucionalizada en el cristianismo evangélico postmoderno. La raíz del problema no está
en la ignorancia pues tenemos los medios para combatirla y vencerla, la raíz está en nuestra
actitud frente a la ignorancia. ¿Nos conformamos con ella, o buscamos crecer en el
conocimiento de la verdad y de nuestro Señor Jesucristo?
     La mayoría se conforma con llegar a un cierto conocimiento básico, y cree que con esto
bastará para toda la vida. Pero es un grave error porque cada día necesitamos recoger nuevo
mana, y ¡a veces hay que recoger doble porción! Estamos en una lucha continua contra las
fuerzas de las tinieblas, y éstas buscan conformarnos al mundo que nos rodea mediante
nuevas estrategias. Por ejemplo la TV ha sido y queda el arma principal del príncipe de la
potestad del aire para modelar nuestra mente, y nuestra cultura en el molde anti patriarcal
de la nueva Sodoma global que él está montando. No obstante con las redes sociales y el
uso masivos de los teléfonos conectados a la red internet (Smartphone, IPhone etc.) el
diablo y sus agentes han creado un universo virtual egocéntrico cuya corriente lleva al
cristiano inmaduro en una vida donde la lectura de la Palabra de Dios llega a ser más y más
reducida. Claro que esto es también un arma de doble filo pues en los países donde se
prohíbe la Biblia, estos teléfonos permiten el acceso a la Escritura de forma segura. En
efecto hay una biblioteca digital accesible por teléfonos “inteligentes”, mediante un
programa que se llama: You Version, el cual ofrece la Biblia en todos los idiomas. Ya ha
sido descargado más de 150 millones de veces, y la meta de los propietarios es que en 2033
(si es que llegamos a esta fecha…) 95% del mundo tenga la Biblia completa, 99,9 % tenga
el NT y 100% 25 capítulos de la Biblia (www.cbn.com). Así que todo depende del uso que
hacemos de estos nuevos aparatos, que por un lado en Occidente nos distraen de la lectura
de la Biblia elaborando plataformas para ocupar y exaltar el ego, y que por otro lado
pueden ser los que nos permiten la lectura y la difusión de la Biblia en países musulmanes o
comunistas. Hay que analizar el contexto. El hecho es que en el Occidente decadente la
Apostasía ha venido, y por medio de los pastores cuya culpabilidad es mucho peor que la
nuestra, la mundanalidad se ha institucionalizado en las iglesias. Veamos pues ahora este
segundo grado de culpabilidad.
     Segundo grado de culpabilidad.
     En este punto tengo primero que especificar que siempre queda un remanente de
pastores fieles (especialmente en África, Asia y Medio Oriente) que se esfuerzan, y aun dan
su vida por el cuidado de las ovejas. Estos pastores son dignos de su llamamiento y los
admiro por su constancia y fidelidad en medio de las pruebas y peligros que arrostran. Así
que no todos son mercaderes de la Palabra y lobos vestidos de pastores de ovejas. Pero hoy
en día la mayoría lo es, y especialmente en el mundo occidental donde existen la libertad de
culto y de consciencia. Pero no olvidando que aun también existe un remanente de pastores
fieles en el Occidente, quiero ahora hablar de la mayoría, cuya culpabilidad es doble
comparada con la del evangélico que no tiene un ministerio oficial dentro de una iglesia
local.
     Un punto particular de este programa Sola Fides es que denunciamos la Apostasía que
fue profetizada en 2 Ts. II; 3, y que está ya en acción en casi todas la iglesias evangélicas
institucionalizadas. EL cuento común que se oye por doquier en los círculos evangélicos, es
que la Apostasía final se dará después que el Anticristo escatológico tome el control de
todas las iglesias. Pero este verso 3 dice que primero llega la Apostasía, y después se
manifiesta el hombre de pecado, ¡y no lo contrario! Así que la apostasía está aquí, y
excepto las iglesias piratas, en la China por ejemplo, las iglesias legales de nuestro mundo
occidental han entrado en ella, o más bien ella las ha destruido mediante la mundanalidad
institucionalizada, mediante la introducción masiva de la cultura de la TV en los hogares
cristianos. Culpables todos, pero ahora vamos a hablar de los doble culpables que son los
pastores de las iglesias del mundo occidental.
     Antes de hablar de los pastores, permitidme unas palabras sobre las pastoras. Ahí no es
necesario extenderse mucho pues un neófito que no ha estado mucho tiempo en una iglesia
evangélica contemporánea y que sabe leer, entiende claramente lo que el Espíritu Santo
manda cuando dice: “No permito a la mujer enseñar ni tener dominio sobre el hombre sino
que aprenda en silencio y con toda sujeción”. Claro que después de atender un tiempito en
una iglesia evangélica normal, es decir apostata, ya pierde su capacidad para discernir su
mano derecha de su mano izquierda… Pero un bebé en la fe entiende que la Biblia prohíbe
el ministerio de la Palabra a las mujeres, y que “como en todas las iglesias de los santos
vuestras mujeres callen en la congregación, porque no les es permitido hablar sino que
estén sujetas como también la ley lo dice, y si quieren aprender algo pregunten en casa a
sus maridos como es inconveniente que una mujer hable en la congregación”. Así que
delante de Dios no existe pastoras, y las que se dicen pastoras no son de Dios, son
instituidas por el padre de las mentiras. Estas mujeres son también doblemente culpables
porque estudian la Biblia. Sin embargo pero no perderé el tiempo hablando de esas pobres
mujeres que siempre están estudiando pero nunca llegan al conocimiento de la verdad más
básica (2 Ti. III; 7), como por ejemplo que la gloria de Dios es el hombre no la mujer, pues
la mujer es la gloria del hombre (1 Co. XI; 7) y está hecha para ayudarlo ¡no para enseñarle
desde un pulpito! Mi meta es más bien denunciar los lobos, porque como el hombre es la
cabeza de la mujer, si hay mujeres pastoras, (y las hay en montones); la culpa la tienen en
primer lugar los hombres que les abren las puertas de los institutos y seminarios,
supuestamente bíblicos, donde se forman los ministros de la Apostasía presente. Digo
supuestamente bíblicos porque ya hace años que los jesuitas los han infiltrado y destruido
de forma muy hábil introduciendo el ecumenismo, el feminismo y otras aberraciones. Lo
cual no remite la culpa ni la disminuye de un ápice.
    En efecto los que entran y salen de estos institutos con sus licencias en divinidades y sus
maestrías en todas las ramas de la teología protestante son doblemente culpables porque al
que se le da mucho, se le requiere mucho. Cuando uno construye un edificio lo primordial
es la fundación; los cimientos del edificio deben ser seguros. El fundamento de un pastor
debe ser el Cristo de la Biblia, pues “Sola Scriptura” es el fundamento de protestantismo.
Todos ellos lo saben perfectamente de manera que no tiene excusa alguna si se empeñan en
desarrollar una carrera sobre fundamentos podridos como lo son los de los institutos
actuales. No tenéis que matricularos en esos institutos para saber que preparan pastores para
facilitar la Apostasía. Solo tenéis que saber que ningún instituto, sea cual sea su
denominación o  corriente teológica, prohíbe la matriculación de mujeres. Claro que no
todos les dan el título, pero la mayoría lo da, y el resto no tardará en seguir la mayoría. Uno
dirá: ¿Pero por matricular a mujeres pierden estos institutos todo el valor de su enseñanza?
Claro que no, pues una vez que uno sabe el griego o el hebreo o la historia o la soteriología
calvinista, no puede perder esta adquisición intelectual. Pero el factor más importante en un
pastor no es su bagaje intelectual; es su honestidad, su integridad moral, su fidelidad al
llamamiento que supuestamente recibió de Dios, porque “los ojos de Jehová recorren toda
la tierra para mostrar su poder a favor de los que tiene corazón perfecto (integro) para con
Él”. Un estudiante que decide pagar sus estudios y dedicar unos años para conseguir una
licencia para predicar en el sistema religioso actual del protestantismo de hoy, sabiendo que
el instituto que lo capacita no es capaz de resistir a la corriente del feminismo que el diablo
dirige, se va a formar en un espíritu de compromiso que lo privarán del poder de Jehová a
su favor, y sin Dios nada podrá hacer que sea de valor duradero. Su obra será paja o madera
u hojarasca. Dios es santo y esto significa que es un Ser moral. El que quiere servir a Dios
tiene que tener la disposición adecuada, es decir un espíritu integro. La base es espiritual,
no es intelectual. No negamos que el conocimiento es indispensable para poder enseñar,
pero la base es un espíritu integro, y 3 palabras dichas debajo de un árbol por uno que
practica lo que enseña valen más que 1000 sermones llenos de erudición y predicados desde
un pulpito por un hipócrita que desde el principio de su carrera sacrificó la honestidad para
conseguir la carrera ministerial. Bien dijo nuestro Señor: “Mas ¡ay de vosotros fariseos!
Que diezmáis la menta y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de
Dios” ¿De qué sirve esos pastores que enseñan las sutilezas del supralapsarianismo si no
son capaces de amar la verdad, y por ende decir a la hermana que le es prohibido hablar en
la congregación, dirigir la oración y mucho menos subir al púlpito?
     También mirad la vida  de los  que han de ser le dechado de la grey en nuestro mundo
occidental. Casi ninguno es capaz de reconocer que la TV es de hecho el mundo
introducido en el hogar, y por lo tanto ha de ser expulsada de allí. No, todos con su ejemplo
enseñan a la grey que las mujeres desnudas en los comerciales, o los Simpsons son cosas
livianas que no dañan la mente, ni tampoco tienen algo que ver con la santidad personal.
Ellos deberían de alertar a las ovejas sobre la presencia del lobo en esa máquina de lavar el
cerebro, pero ellos mismos se deleitan en ello sabiendo perfectamente que sin santidad
nadie verá a Dios. Excepto unos pocos, el resto  son lobos y bien dice Jer. XXII;  y 2: “¡Ay
de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas del rebaño! dice Jehová. Por tanto así
ha dicho  Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: vosotros
dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado”. Esto es el cuadro de
hoy porque “estas cosas les acontecieron  (a los israelitas) como ejemplo y están escritas
para amonestarnos a nosotros a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Co. X; 11).
No tienes que ser un erudito para discernir el lobo con corbata, camisa blanca y Biblia bajo
el brazo, solo tienes que saber si tiene TV en casa, y mirar cómo se visten sus hijas y su
esposa (pregúntale también, acaso si la ves vestida decentemente, si no es la tercera
esposa…). La doctrina ha de ser conforme a la piedad, y la piedad evangélica del siglo XXI
es una impiedad descarada comparada ¡con la piedad fingida que mantenía un incrédulo
civilizado a principios del siglo XX! Esta legión de pastores reformados, pentecostales,
luteranos, metodistas que hoy en día salen de los institutos bíblicos, son el mejor abono
para el cultivo de la Apostasía en las iglesias, y son doblemente culpables porque ellos
saben cómo eran las cosas hace 100 años al nivel doctrinal y moral, pero han acallado su
conciencia, y han decidido seguir la jauría de los lobos criados en  institutos que pueden ser
controlados discretamente, y  aun directamente, por  jesuitas de tercer tipo, es decir
coadjutores temporales. Y no hay que echar la culpa al diablo porque cuando uno tiene el
conocimiento de la verdad, no necesita la ayuda del diablo para acrecentar el nivel de su
culpabilidad. Cristo nos amonestó en que nos cuidáramos de los lobos disfrazados en
ovejas, y de los pastores asalariados que ven venir el lobo y huyen en vez de combatirlo,
aun a costa de sus propias vidas (J. X; 12, 13). Siempre hay excepciones y es importante
repetirlo, pero la gran mayoría de los que salen de estos seminarios e institutos bíblicos de
hoy, (institutos que antaño eran muy buenos), salen con el espíritu del asalariado y la
conciencia cauterizada; salen para hacer una carrera profesional, no para responder a una
llamada de Dios. El ministerio de la Palabra no es para ellos una vocación con riesgos de
toda clase, es una profesión con seguro social y pensión garantizada por el Estado. Estos
pues son los que tienen doble culpa de los cuales  dice el apóstol Pablo: “hombres corruptos
de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia;
apártate de los tales” (1 Ti. VI; 5).
     Conclusión.
    Ahora para terminar me propongo dar unas pautas seguras para caminar en santidad sin
caer por un lado en un sectarismo seco, o por otro lado en la mundanalidad
institucionalizada. Todo gira en torno a nuestra lectura personal de la Biblia con fines de
conocimiento práctico de la voluntad de Dios en cuanto a nuestro diario vivir, el cual debe
de ser opuesto a la corriente del mundo donde vivimos. Dice la Escritura que la sabiduría
del mundo es locura delante de Dios, y que “nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre
vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante para que llegue a ser sabio” (1 Co. III;
18). El cristiano tiene la responsabilidad de crecer en conocimiento, y es culpable si no
crece cuando tiene acceso libre a la Biblia. Este crecimiento lo da Dios quien produce en
nosotros el querer como el hacer según su buena voluntad y da por frutos la libertad del
pecado y por ende la no conformidad a este mundo que sigue la corriente de su príncipe:
Satanás (Ro. XII; 2). La triste realidad es que la inmensa mayoría de los cristianos se
conforma a este mundo hasta que Dios intervenga en sus vidas de forma dramática, y les
abra los ojos sobre su mundanalidad y el engaño de haber creído, como los católicos, en su
iglesia en vez de creer en la Palabra de Dios que dice que no vendrá (Jesús) sin que antes
venga la Apostasía. “¿De dónde viene mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo el
cielo y la tierra”, y ¿dónde encentraré  sus instrucciones? Como solía decir Lutero: “La
Palabra de Dios es Dios”, por tanto encontraremos a Dios instruyéndonos en su Palabra
escrita: la Biblia. Ahora es cierto que hay cosas difíciles de entender en ella, pero por esto
Dios dio a su Iglesia pastores y maestros cuya voz y enseñanza perdura a través del tiempo
mediante los escritos que nos han dejado, y que son accesibles gratuitamente por medio del
internet. Esto en cuanto a instrucción.
     Ahora en cuanto a santidad lo primero es tener un espíritu recto y apartarse del mal. No
se puede beber la copa de Dios y la de los demonios; no se puede ingerir la leche no
adulterada de la Palabra, al mismo tiempo que uno mantiene por voluntad propia y con
plata de su propio bolsillo, la fuente mayor de la contaminación moral y espiritual: la TV en
el hogar. Y como es preciso también no dejar de congregarnos para no apagarnos y
desmoralizarnos, es importante reunirse con unos hermanos, aunque sean pocos, en torno al
Cristo de la Biblia es decir; basados sobre la doctrina  de los apóstoles (la que llamamos en
el campo soteriológico: calvinista) y con la esperanza del Rapto que está a la puerta. Biblia,
oración y comunión entre los santos; esto no requiere ni de reverendos, ni de edificios
públicos, ni de personería jurídica; solo fe, amor, y ojos abiertos a la realidad; espantosa por
el lado tradicional e institucional del protestantismo moderno, pero muy esperanzadora por
el lado informal y universal del protestantismo auténtico, cuya base no es la iglesia
evangélica sino la Escritura. Nuestra bendita esperanza es  que Cristo viene pronto a
recogernos en el aire. ¿Lo estás esperando de veras? ¿Te das cuenta que su regreso es
pronto? La trompeta está a punto de sonar: ¡erguid las cabezas hermanos; “El que ha de
venir vendrá y no tardará”!
     Maranatha.

   Hoy en día el mundo está corriendo por aquí por allá, y la gente está afanada por el
negocio. No todo el mundo porque hay lo que llamamos el cuarto mundo que nunca pudo
salir de su pobreza endémica relacionada ciertamente por la poca penetración histórica del
evangelio, y la brujería ancestral. Esto es el caso del África negra y otros países muy
pobres. Por lo cual nuestro Señor Jesús cuando nos da un cuadro profético del fin del
mundo nos cita los días de Noé y los días de Lot (Lc. XVII; 26 a 29). En el cuadro de
ambos vemos que “comían, bebían”. La diferencia es que en el cuadro de Noé se casaban y
se daban en casamiento, mientras que en el cuadro de Lot no se habla de casamiento sino de
negocio: “compraban, vendían, plantaban, edificaban”; cosas omitidas en el cuadro
anterior. El fin concierne a todo el mundo en el mismo tiempo, pero las circunstancias
difieren según la situación económica o geográfica. Vemos lo mismo referente al Rapto,
pues  dice en los versos 34, 35 y 36 del mismo capítulo que unos estarán en cama mientras
que otros estarán en el campo, por la sencilla razón que cuando es medianoche en Israel es
media noche en Hawái o en Alaska.
     Es una realidad impactante que hoy en día los países más ricos que son principalmente
los del Occidente han dejado de lado la importancia del matrimonio, y solo se inquietan por
lo económico, mientras que los países subdesarrollados todavía mantienen la importancia
del matrimonio, y el negocio no ha prosperado tanto. Los días de Lot corresponden
esencialmente al Occidente decadente y próspero, mientras que los días de Noé representan
la situación de los países subdesarrollados donde el matrimonio y el patriarcado todavía
gozan de honra. Pero naciones ricas y vueltas una gran Sodoma internacional, como
naciones pobres y cubiertas por las tinieblas del Islam o de la superstición, ambas clases
tendrán pronto una gran sorpresa cuando ya no podrán más comer y beber alegremente,
sino que el día de Jehová los sorprenderá; “día cruel y de saña y ardiente ira para tornar la
tierra en soledad y raer de ella a sus pecadores” (Is. XIII; 9). Ya que la mayoría de los que
leen estos artículos viven en la parte donde el matrimonio  es ahora una burla, (solamente
es considerado algo importante si se trata de unir sodomitas o lesbianas), quiero con la
ayuda del Espíritu Santo hablar de 2 clases de negocios; el negocio tonto y el negocio
bueno. Pero antes demos un breve vistazo a la situación volátil del sistema de cosas en que
vivimos.
     ¿Qué tal os parece hermanos, si hubieseis podido oír a unos hombres hablando
fervorosamente acerca de las acciones que tenían en Wall Street, estando confortablemente
sentados en el restaurante de lujo de un famoso crucero llamado Titanic? Al recordar sus
animadas palabras y la pasión que los animaba, ¿no diríais como el rey Salomón: “Vanidad
de vanidades; todo es vanidad”? Yo no soy economista y no sé nada de movimientos
bursátiles, ni de inflación o deflación etc. Soy un pobre ignorante. Sin embargo no hay que
tener una maestría en ciencias económicas para saber que el sistema financiero mundial
está al borde del colapso. En efecto cuando todos los Estados están endeudados, y que los
que más tienen deudas astronómicas son los más ricos; no hay duda alguna que un día el
castillo de naipes se derrumbará. Ahora la UE y los EEUU mantienen su economía
imprimiendo billetes. Todo el sistema financiero reposa sobre ilusiones, confianza, viento,
no sobre oro como antaño. Cada nación aumenta su deuda, y nadie quiere disminuirla. Pero
un día, el día de pagar las deudas se avecina, y todo el sistema colapsará dando la
oportunidad al Anticristo # 6  (ver artículo # 100: “El anticristo Número 5”), de aparecer
como el hombre providencial capaz de remediar la situación…
     Hoy en día los economistas no se asombran tanto en su interior, (porque exteriormente
sería políticamente incorrecto), de ¿cómo es que se sostiene un sistema internacional
financiero tan ilusorio? EL asombro de ellos es más bien: ¿Cómo es que no se ha
derrumbado todavía este sistema basado sobre deudas astronómicas? Sencillamente: ¿cómo
puede durar un sistema cuya base es el crédito? Si mi riqueza está compuesta de cosas que
he adquirido a crédito y que por tanto debo pagar sabiendo que nunca podré pagarlas, y que
sigo comprando a crédito nuevas cosas; ¿creéis que la situación puede durar todavía mucho
tiempo? ¿No van mi acreedores pedir un día que les pague para que ellos también puedan
pagar sus deudas a otros que también necesitan pagar las suyas? Esto es la situación de la
economía y de las finanzas al nivel mundial. El sistema financiero internacional está
hundiéndose irremisiblemente, lo único que no se sabe es cuando se dará la orden de ir a los
botes salvavidas que pertenecen al Anticristo escatológico.
     Pero nosotros los protestantes milenaristas sabemos Quien mantiene la burbuja del
sistema financiero en el aire: es Jehová, el Dios de Israel.  Lo sabemos por medio de la
Escritura. Ya hemos hablado que antes del Rapto que dará inicio luego a la gran
Tribulación, estaremos en los días de Lot o de Noé, es decir que toda la actividad
económica seguirá funcionando normalmente pues “comían y bebían”. Hoy estamos en
estos días. La sorpresa que dará fin a la buena vida, con los supermercados bien abastecidos
y libertad democrática en el Occidente, será el Rapto. Mi Dios es un Dios de sorpresas;
malas para los incrédulos, pero muy buenas para sus hijos. El mantiene la burbuja del
mercado internacional por 3 razones sencillas.
     La primera es que los días de Lot y de Noé deben repetirse, es decir que la venida del
Señor, o más bien la venida de la ira del Cordero, debe tomar a todo el mundo por sorpresa.
Fueron muy sorprendidos los pueblos antediluvianos cuando vieron caer las primeras gotas
de lluvia;¡ya dejaron de burlarse de Noé construyendo su arca! También fueron muy
sorprendidos los moradores de Sodoma que nunca pensaron que un día morirían todos
repentinamente bajo el fuego del cielo. Hasta los privilegiados a quienes Lot advirtió unas
horas antes que salieran urgentemente de la ciudad; hasta ellos, sus propios yernos,
pensaron que era una burla (Gn. XIX; 14). Así que no va a haber ninguna catástrofe
internacional que termine con la rutina diaria de los países desarrollados; los países que más
se burlan del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Dios ha decidido tomarlos a todos por
sorpresa, en medio de sus banquetes y burlas como le sucedió al rey Belsasar (Dn. V).
     La segunda razón por la cual se mantiene un sistema obviamente insostenible; basado
sobre deudas y moneda papel sin valor correspondiente a algo sólido como oro o plata, es
también profética. Dice Stg. III; 18: “El fruto de justicia se siembra en paz para aquellos
que hacen la paz”, y esta justicia que trae paz con Dios es la justicia de Cristo que nos es
imputada por medio del Evangelio. Dios es un Dios de orden y en su infinita sabiduría, a
fin de que nadie se jacte en su presencia, ha decidido hacer entrar en el Reino de su amado
Hijo a los gentiles antes que a los judíos. Por lo tanto “será  predicado este Evangelio del
Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”
(Mt. XXIV; 14). Para que sea dado el testimonio a todas las naciones se necesita medios de
comunicación que funcionen. Tienen que funcionar las prensas que imprimen las Biblias,
las fábricas que producen ordenadores, memorias USB, radios,  satélites, en fin; todos los
medios de comunicación moderna necesitan una estructura industrial, financiera y
económica que funcione. Dios mantiene un sistema financiera y económicamente
insostenible porque quiere que el mensaje de la Biblia: el evangelio de Jesucristo, alcance a
todas las naciones. Lo va a mantener hasta que se cumpla la profecía de Ro. XI; 25 y 26
que dice: “Mas no quiero hermanos que ignoréis este misterio…que ha acontecido a Israel
endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. Así será salvo
todo Israel, como está escrito: vendrá de Sion el Libertador”. Reparad en las palabras “en
parte” concerniente a Israel y “plenitud” concerniente a nosotros los gentiles. Digo esto
porque Dios durante casi 2000 años ha dejado de lado a los judíos en su gran mayoría, y se
ha ocupado principalmente de los gentiles hasta ahora. Por lo cual mantiene el sistema
internacional actual y aun ha acelerado prodigiosamente el conocimiento en el área de las
comunicaciones (Dn. XII; 4) con el fin de terminar de hacer entrar la plenitud de los
gentiles escogidos antes de la fundación del mundo. Ahora bien esto no significa que no
habrá más salvación para los gentiles durante la gran Tribulación, sino que al momento del
Rapto no faltarán representantes de ninguna nación que haya existido en la Historia del
mundo. Pero después del Rapto Dios se ocupará principalmente de salvar a los judíos
escogidos en Cristo ante de la fundación del mundo, para después establecer el reino
milenial. Así que el misterio de cómo se mantiene tanto tiempo un sistema financiero
internacional tan sólido como una burbuja de jabón en el aire libre está revelado en esos
versos 25 y 26. Por lo tanto el evangelio ha de ser publicado a todas las naciones, y esto
requiere un sistema de comunicación el cual a su vez requiere un sistema financiero,
económico y político que funcione. La historia se repite, y tal como en los tiempos del
imperio romano, los tiempos de la “Pax Romana” cuando las vías romanas sirvieron para la
expansión del evangelio, de la misma manera el sistema económico internacional permite
una expansión del evangelio a nivel universal, mediante la “Pax Americana” que ha
construido el sistema de comunicaciones modernas (internet, aviación, teléfonos
inteligentes, satélites de comunicación etc.) “Nada nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que
se puede decir es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido” nos dice el
Predicador (Ec. I; 10). Lo que era local en el pasado hoy se vuelve global, pero
intrínsecamente es lo mismo; ¡nada nuevo debajo del sol!
     La tercera razón por la cual todavía no ha colapsado el sistema actual, es porque no se
ha llenado todavía la copa de la ira de Dios. Dios es un juez justo y la ira que va a verter
sobre la tierra durante los 7 años de la gran Tribulación va a ser una ira justa, retributiva de
un monto exacto de pecados acumulados. Los pecadores tienen primero que colmar la
medida de sus pecados para que venga sobre ellos la ira hasta el extremo (1 Ts. II; 16). En
el AT vemos que los hijos de Israel toman la tierra prometida cuando se cumple la medida
de los pecados de los Cananeítas. De la misma manera hoy Dios espera que se cumpla la
medida de los pecados en el mundo entero antes de castigar a los impíos. La expansión del
Evangelio tiene por meta esencial la salvación de los elegidos, pero tiene también un efecto
colateral que es el aumento de la culpabilidad en los que lo han oído y despreciado. Mirad
hoy a los EEUU que era la nación protestante por excelencia hasta la mitad del siglo XX.
Hoy en día la administración Obama está llenando la copa de la ira de Dios de manera
acelerada. El 26 de junio del 2015 después de la decisión de la Corte Suprema de legalizar
en todo el país el matrimonio entre perversos del mismo sexo, el ejecutivo festejó el evento
durante la noche con un juego de luces sobre la Casa Blanca; luces que eran los colores de
la bandera LGTB! El país que fue el bastión del protestantismo y de la evangelización a
nivel mundial es ahora una gran Sodoma que desafía al Dios quien le dio el poder, la
libertad, las riquezas y la fama.
      El diablo reina en las altas esferas de casi todos los gobiernos del mundo. Sin embargo
todo está bajo el control del Altísimo, y es solo hasta que se llenen las 7 copas de su ira; las
cuales verterá en los días de la gran Tribulación (Ap. XV y XVI), que se hundirá el Titanic
de la economía mundial. Si el evangelio no hubiese penetrado en todas las naciones y hecho
efectos tan notorios en los países protestantes llevándolos a la cúspide del monte Gerizim,
para luego llevarlos por su rebeldía a la cúspide del monte Ebal (Dt. XI; 29), entonces no
habría la ira correspondiente que está profetizada para los últimos días, y que ha de ser tan
terrible que si no se redujeran a 7 años nadie sobreviviría. En un sistema económico en
ruina donde se lucha para ganarse apenas suficiente comida para sobrevivir; la gente no
piensa en los derechos de los sodomitas y de las lesbianas, y mucho menos se va a
movilizar como lo hacen hoy. Pero cuando todo abunda materialmente, entonces la maldad
de los impíos se revela cada vez más terrible y perversa; la depravación total del hombre
natural no es solamente una teoría calvinista, ¡es una realidad espantosa y avasalladora!
     Hemos visto las razones por la cuales un sistema financiero que está hundido bajo
deudas astronómicas se mantiene milagrosamente funcionando. Hemos visto que no son
razones técnicas ni económicas, ni aun humanas sino puramente proféticas. Aun los
economistas saben que es algo milagroso que un sistema siga funcionando en condiciones
tan precarias, es como un coche que sigue circulando en la carretera sin gasolina en el
tanque. Ahora bien los cristianos tendrían que ser los primeros en reconocer las señales del
fin de este sistema de cosas. Lastimeramente la mayoría está en iglesias de diversas
denominaciones que casi nunca hablan de la segunda venida del Señor Jesús. Estas
maquinarias religiosas mantienen a sus feligreses en el sueño de la tradición,  o en la
emoción del éxito social. De todas formas es un negocio rentable y legal. El problema es
que los cristianos que se quedan en esta Babilonia de los últimos días, gastan su energía,
sus días, sus capacidades, en negocios tontos.
     Negocio tonto.
      El negocio tonto es el negocio sin ganancia alguna que solo genera pérdidas. El
cristiano nacido de nuevo tiene por negocio ganar almas directa o indirectamente. “El que
gana almas es sabio” dice la Escritura. Alas la mayoría de los cristianos no son sabios, su
prioridad es anímica no es espiritual, es decir que el deseo de la carne vence el deseo del
espíritu. Viven en este mundo no como en un barco que ha sido torpeado y está
hundiéndose, sino como en una casa cuyos fundamentos son sólidos y que han de agrandar
para dejarla en herencia a sus nietos. Se imaginan que el Señor tardará todavía muchos años
antes de volver, quizás siglos. Por lo cual invierten su vida en las cosas de este mundo.
     Lo más asombroso y triste es ver a hermanos milenaristas que siguen esta corriente
materialista y se preocupen por el futuro de sus hijos, de su negocio, y de su pensión.
Ciertamente que no hay que dejar de trabajar y sentarse a esperar que se abran los cielos.
Como decía M. Lutero: “Aunque supiese que mañana es el fin del mundo, no dejaré de
plantar un árbol”. No obstante una cosa es trabajar para ganarse el pan de cada día, y otra
formar proyectos terrenales a largo plazo. Veo por ejemplo hermanos cuarentones que se
matriculan en seminarios, o que reanudan estudios para prepararse mejor para el futuro. ¿El
futuro de qué? ¿De las iglesias? Ya han entrado en la gran Apostasía final. ¿De su pensión?
Pronto no habrá plata para las pensiones.
      No entiendo cómo unos dicen creer que estamos en la última generación y que el Rapto
está muy cerca, y todavía comprometen su tiempo y su energía en proyectos de casa, de
estudios, de negocios. Dice el Señor: “Haceos tesoros en el cielo, no en la tierra”, y esto
tendría que retumbar fuertemente en los oídos de los creyentes cuando vemos lo que pasa a
diario en el mundo entero, y ¡especialmente alrededor de Israel! Ahora bien, es cierto que
pueden pasar todavía unos años quizás unas décadas antes del Arrebatamiento, lo cual lo
veo más bien improbable... Nadie sabe el día, ni la hora de Su venida. No obstante la
Apostasía de las iglesias protestantes, la reaparición del Estado hebreo, el milagro
tecnológico de los medios de comunicación modernos que ha hecho que la Biblia haya
penetrado en todas las naciones sin excepción alguna, la depravación tan horrible que ha
vuelto el mundo occidental como una gran Sodoma, la reaparición del imperio romano
después de la firma del tratado de Roma con la actual UE, los terremotos, todo esto fue
profetizado como señales del fin; un fin cuya duración no rebasa el tiempo de una
generación. Así que todo cristiano que sigue invirtiendo su energía, su plata, su tiempo, en
este mundo está haciendo un negocio tonto. Y si es milenarista se contradice 2 veces más
que el amilenialista o el postmilenialista que son tan ciegos que no entienden nada de lo que
pasa en el Medio Oriente… “El hombre de doble ánimo es instable en todos sus caminos”
dice la Biblia. Si dices que Cristo viene en este siglo XXI; invierte todo lo que posees en
proclamar la virtud de su sangre y la gloria de su retorno. Deja de inquietarte por tu futuro
dentro de una burbuja de jabón que está por estallar en cualquier momento. La Biblia dice
que gloríese el rico en su humillación porque él es como la flor de la hierba, la hierba se
seca y su flor se cae. Así mismo el rico se marchitará en todas sus empresas. ¿Para qué
inquietarse por lo que va a marchitarse o  derrumbarse? Esto es necedad y negación de la
esperanza bendita de Arrebatamiento inminente. Y lo peor es que no solo mis hermanos se
inquietan por su futuro a bordo del Titanic, sino que se inquietan también por los estudios
de sus hijos y sus hijas. Quieren que sean empresarios y ejecutivas exitosos, que tengan
buena plata, y un futuro próspero en una sociedad que se hunde cada día más en la rebelión
contra la Palabra de Dios. Pero si preguntas a sus hijos ¿cuáles son los 10 mandamientos, o
quién es la bestia de 7 cabezas, o quién es Lot? Ellos no saben; solo te rezarán un “Jesús te
ama” ¡con un acento muy ecuménico! Lo único que saben es que tienen que ir a la “santa
universidad”, madre de todos los exitosos que están a bordo del Titanic. ¡Pero no saben que
el barco ya ha sido rajado de la proa a la popa por el tempano de la Apostasía! Sin embargo
no todos están invirtiendo su energía en un negocio tonto a bordo del Titanic, hay otros que
invierten en vidas consagradas a Dios…
     El negocio bueno.
     Por la gracia de Dios hay un avivamiento que está produciéndose a través del pueblo
evangélico. No es un avivamiento como los anteriores donde se veían miles de
conversiones en un lugar específico, o bajo el ministerio de unos pocos evangelistas
escogidos por Dios. Veo más bien un avivamiento global sin ayuda ministerial, y que no
conlleva multitudes de conversiones sino más bien un despertar dentro de las filas de los
escogidos. Un despertar a la situación real, donde muchos están dándose cuenta que la hora
es muy avanzada, y que es urgente invertir en el negocio bueno de la vida consagrada. Veo
más y más hermanos que se dan cuenta que los ministros están dormidos, y por lo tanto
elevan la voz para declarar que las profecías escritas en la Biblia están cumpliéndose al pie
de la letra, y que el Señor pronto nos llamará con voz de arcángel y  trompeta de Dios (1
Ts. IV; 16), “porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas” (Am. III; 7).
      Veo que Dios está levantando profetas como lo hizo en Israel en los días de Acab y
Jezabel. Profetas no en el sentido pentecostal, según el cual Dios tiene nuevas profecías,
nuevas declaraciones para su pueblo. Hablo de hermanos milenaristas que entienden la
profecía bíblica concerniente a los días que estamos viviendo y la declaran. Dios está
revelando a sus siervos el sentido de las profecías escritas en la Biblia concerniente a estos
últimos días. Tradicionalmente cuando uno habla de profecía o de profeta, la gente y los
hermanos tienen en mente una  visión o un sueño, o una palabra oída de parte de Dios, que
añade un nuevo mensaje aparte de la Escritura. Pero si bien esto era parte del ministerio
profético antiguo no era a la verdad su único aspecto. Había en efecto escuelas de profetas
en Israel y un profeta era como un vigilante de cualquier tribu de Israel que declaraba la
Palabra de Dios, recordando a sus oyentes lo que exigía la Ley de Jehová; amonestándoles
a acatar los mandamientos y los estatutos y preceptos de la Ley. A veces el profeta
anunciaba eventos futuros que no estaban escritos en la Escritura. Hoy en día
evidentemente no hay ministerio profético en el sentido de recibir nuevos mensajes de parte
de Dios como lo aseguran los pentecostales, pero sí hay un ministerio parcialmente
profético en el sentido de declarar, exponer, explicar las profecías que encontramos en la
Biblia, y únicamente estas profecías escritas en la Biblia, para amonestar advertir y preparar
al pueblo de Dios, porque nos dice nuestro Señor Jesús en Lc. XXI; 34, 35 y 36: “Mirad
también por vosotros mismos que  vuestros corazones no se carguen de glotonería y
embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel Día.
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Velad, pues, y orad sin cesar para que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas
cosas que están por venir, y estar en pie delante del Hijo del Hombre”. No hay que olvidar
que el espíritu de Jesús es el espíritu de la profecía, y todo cristiano verdadero está
equipado para entender las profecías. No todos reciben la revelación del sentido de la
profecía escrita, pero todos la pueden entender una vez que se la declaran, y luego todos
podemos propagarla. ¡Esto hermanos es el negocio bueno: proclamar que Jesucristo viene
pronto, y declarar a la luz de las profecías de la Escritura que El que nos compró con su
sangre en la cruz del Calvario, y nos santificó por el  Espíritu Santo que envió desde aquel
tiempo de su resurrección. El buen negocio es anunciar también que en este tiempo
presente volverá para llevarse a su novia la Iglesia a las bodas en la casa de su Padre
mientras que en la tierra sonarán las 7 trompetas, y se verterán las 7 copas de la ira del
Cordero. Todos los cristianos están mandados a anunciar, según el propósito de Dios en sus
vidas, las virtudes del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, y su regreso que no
puede tardar.
   Ahora bien no todos tienen la misma forma para enseñar las cosas admirables que el
Cordero hizo, hace, y hará para sus ovejas.  La mujer cristiana ganará a su marido sin
palabras por su conducta sumisa casta y respetuosa, el rico sostendrá la obra de predicación
verdadera con sus ganancias, el pobre con su esperanza bendita desafiará la amargura y el
desconcierto del mundo, el joven con su fuerza puede llevar el mensaje en el fondo de la
selva amazónica etc. Cada uno tiene un ministerio que corresponde a los dones que Dios le
dio. El buen negocio comienza pues por saber cuál es la forma en que Dios quiere que
presentemos el mensaje del evangelio completo, es decir del que no solo habla de la
primera venida, sino también de la segunda, y ¡viceversa! Pues hay unos que caen en el otro
extremo de solo hablar de la gloria venidera olvidándose que la Palabra de la cruz es lo que
nos hace aptos para participar de esta gloria que consumirá a los que no la aceptaron.
      El negocio bueno es dedicar su vida entera a testificar de una forma u otra que Jesús es
el Señor quien murió por nuestros pecados, resucitó para nuestra justificación, vive en
nosotros por el Espíritu Santo, y vuelve muy pronto para llevarnos a la casa de su Padre,
para luego  juzgar al mundo rayendo de la faz de la tierra a los impíos. Este buen negocio
no te va a hacer rico en este mundo, ni te va a ganar su simpatía sino su odio, pues la
amistad del mundo es enemistad contra Dios.  Este negocio excelente y salvífico no te va a
cambiar automáticamente el negocio en que  estás metido ahora; por lo general no lo hace,
pero sí lo transforma. Ya uno no ve la empresa como una forma de ganarse el pan de cada
día, sino como una plataforma para  dar el pan de vida a los  que trabajan consigo, o tienen
tratos con su empresa. La meta ya no es neo pentecostal, es decir subir en la escala social
para ganar más plata y vivir como un hijo del rey según suelen decir ellos… La meta no es
ésta; la meta es buscar la forma dentro de tu trabajo para predicar con más facilidad, más
libertad y a más compañeros. No interesa el aumento de salario, lo que interesa es el
aumento del impacto del evangelio.
     Conozco a un hermano que durante tiempo nos pidió oraciones para cambio de empleo.
Dios no le concedió tal petición, por la sencilla razón que el empleo que tiene al presente, le
da libertad para predicar nuestra doctrina calvinista y milenarista dentro de su oficio. Ha
tenido éxito en su misión evangelizadora, y ahora ni pide, ni piensa en un cambio de trabajo
más remunerado, porque se ha dado cuenta que nuestro negocio es ganar almas; ¡se ha
metido a fondo en el buen negocio!
    Igualmente durante un tiempo estuve desconcertado con mi negocio por falta de
comprensión de cuál era la buena voluntad de Dios para conmigo. En efecto durante años
tuve un negocio próspero en el turismo. Trabajamos sin cesar y el negocio funcionaba muy
bien. Cambiamos de sitio y vino la ruina total del negocio. Oramos para que Dios nos
mandara clientes, buscamos otra actividades paralelas como la pesca, el cultivo de piñas,
hasta clases de inglés o francés, pero si bien pescaba algo bueno de vez en cuando y se
vendían piñas 1 vez al año; el negocio ya no daba para vivir decentemente. Pero nunca nos
faltó nada y siempre cuando la situación parecía tocar el fondo llegaba una plata del
exterior sin que la pidiésemos a nadie, sino a Dios en oración. Él dice: “Mía es la plata, mío
el oro” y a la verdad sabemos que El que no escatimó a su propio Hijo para salvarnos,
cómo no nos dará también con El todas las cosas (Ro. VIII; 32); Él no tiene sino placer en
concedernos lo que necesitamos de verdad, no de antojo… Ahora bien, el hecho es que
ahora mi negocio terrenal es una ruina, pero el negocio celestial prospera más, y he
aprendido por experiencia que si tú haces algo para Dios, Él se encargará de tus
necesidades, pues dice: “Buscad el reino de Dios y su justicia y lo demás os será dado por
añadidura”. Pero hay que tener paciencia porque nuestro Dios es el Dios de toda paciencia,
y quiere que aprendamos la paciencia, por lo cual Él proveerá a su tiempo lo que
necesitamos para seguir en el buen negocio, si es que estamos en la carrera que nos
corresponde, y no en un proyecto errado…
     La hora es muy avanzada hermanos, la mies de la tierra está madura, y faltan obreros
para la cosecha. Tenemos que pedir que Dios despierte más hermanos para proclamar el
Evangelio de la gracia de Dios, y de la segunda venida de nuestro Señor Jesús en gloria. Lo
que tengo claro a la luz de las profecías concernientes a nuestros días es que falta muy poco
tiempo, y que el sistema económico va a seguir funcionando milagrosamente hasta el Rapto
únicamente para que sigamos anunciando el Evangelio, lo que significa que no habrá
escasez material grave, ni falta de los nuevos medios de comunicación como el internet por
ejemplo, para anunciar la venida  de nuestro Rey, y su juicio sobre el mundo impío. No hay
que amontonar plata u oro para el futuro, sino usar la plata y el oro para el presente, para la
evangelización verdadera, la cual ya no se efectúa en el sistema religioso tradicional, sino
de forma personal bajo la autoridad de la Palabra de Dios únicamente y la unción del
Espíritu Santo. Este negocio es bueno; no tienes que inquietarte por el vestido, la comida, la
salud, todo esto está al cargo del Rey de reyes: Jehová Jireh. Es el único negocio rentable
que da ganancias seguras y eternas, los demás se van pronto al fondo del mar con el Titanic
del sistema financiero mundial cuando suene la trompeta… Así que hermanos, “haceos
tesoros en el cielo…porque donde esté vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón”
(Mt. VI; 20).
     Maranatha.

   Se habla mucho de ecumenismo en estos días, y nuestra posición es claramente opuesta al


ecumenismo actual, el que Roma encabeza para destruir nuestra fe protestante. No obstante
es importante no caer en el otro extremo: el sectarismo. En otras palabas no hay que cerrar
la puerta a los que difieren de nosotros, ni tampoco abrir la puerta al enemigo. “El siervo
del Señor no debe ser contencioso sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
que con mansedumbre corrija a los que se oponen por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad , y escapen del lazo del diablo en que están cautivos a
voluntad de él” (2 ti. II; 24 a 26). Nunca hay que sacrificar la verdad por la unión de los
creyentes, pero tampoco hay que ser enemigo de los que a pesar de haber nacido de nuevo
no han llegado a la misma comprensión que nosotros tenemos de ciertas verdades. Todos
nacemos arminianos decía C.H. Spurgeon, y alas, no todos llegan a ser calvinistas al fin de
su peregrinaje. Muchos suben al cielo creyendo que Cristo murió por todos los hombres y
que lo que hace que la mayoría se pierda es el mal uso de su libre albedrío, cuando a la
verdad no existe libre albedrio en el hombre natural solo existe lo que llamaba Lutero: ¡el
siervo albedrio!
     Nosotros somos calvinistas y milenaristas. No tenemos dudas que tenemos la verdad y
que los demás están definitivamente equivocados. En cuanto a la comprensión de la obra de
Cristo en su primera venida; somos calvinistas y sabemos que los 5 puntos que
mantenemos, (elección incondicional, redención particular, depravación total, gracia
irresistible y perseverancia de los santos),  determinan la verdadera soteriología. No hay
otra forma correcta de entender el Evangelio de la gracia de Dios, por lo tanto nuestros
hermanos arminianos están seriamente equivocados y engañados por una herejía que a la
verdad viene de Roma, donde el señor Jacobo Arminio viajó y fue contactado por unos
jesuitas... En cuanto a la segunda venida de Cristo entendemos que se establecerá un reino
milenial antes del paso a la eternidad, en el cual se cumplirán las profecías concernientes a
la nación de Israel, y se crearán naciones para el reino eterno que seguirá en una nueva
tierra debajo de un nuevo cielo donde no habrá mar (Ap. XXI; 1). No vamos a entrar en una
exposición de las doctrinas soteriológicas del calvinismo, ni de las diferentes corrientes que
existen dentro del milenarismo, pues nuestro tema es la actitud que nos conviene mantener
frente a los que no son como nosotros: calvinistas y milenaristas.
      Es un tema delicado pues aun entre nosotros calvinistas milenaristas tenemos
discrepancias, pero como decía Agustín: “En lo esencial unidad en lo demás libertad”. Lo
esencial para todos los cristianos es evidentemente el Dios trino, y la infalible autoridad
suprema de la Biblia. Consecuentemente si nos basamos en lo esencial para mantener una
actitud fraternal con el creyente que no sea calvinista milenarista, cerraremos
automáticamente la puerta a los católicos romanos u ortodoxos que mantienen su tradición
idolátrica por encima de la enseñanza básica de la Biblia, la cual prohíbe el culto con
imágenes y estatuas y no reconoce otro mediador entre Dios y los hombres sino a Jesucristo
hombre. Es pecado llamar a un católico: “hermano”, es el pecado de Lot que llamó a los
sodomitas: “hermanos”. Lo mismo ocurre con los unitarios que niegan la santísima
Trinidad como los Testigos, o los “Jesús solo” (una antigua herejía sabeliana que dice que
la Trinidad es modalistica). Resumiéndolo en pocas palabras: todo aquel que niegue que
Dios sea Uno en 3 personas eternas y coexistentes, es un anticristo y queda excluido de la
hermandad cristiana verdadera. Ahora bien quedan aparte de los idolatras y unitarios que
tenemos que intentar evangelizar, muchas clases de cristianos que se dicen evangélicos o
protestantes, que tienen el evangelio “crudo”, es decir creen que Jesús es Dios el Hijo, y la
Biblia la Palabra infalible de Dios, pero que no han asimilado correctamente la verdad, y
por ende no han llegado así a una soteriología calvinista y una escatología milenarista. Hay
un montón de herejías que si bien no son mortales en cuanto a salvación eterna, son
venenos que bloquean el crecimiento en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. Son centenares de denominaciones y sectas de tipo protestante. No
vamos a detallarlos pues se necesitaría componer una enciclopedia.
      Como ya lo dije en otros artículos; Dios había levantado en todo el curso de la historia
de la Iglesia militante, nuevas iglesias que reemplazaban viejas iglesias que se habían
hundido en la tradición y luego en la traición o apostasía. Esto había sido Su método hasta
los días de hoy; los días de la Apostasía; la final y grande apostasía que precede el
Arrebatamiento y la aparición del anticristo escatológico. 
     Hoy en día estamos en la Apostasía, y es improbable que alguna iglesia legalmente
instituida escape a este fenómeno destructor. Ciertamente que hay iglesias calvinistas
todavía, pero la mayoría no son milenaristas y por tanto son vírgenes adormecidas sin
aceite en su lámpara, y hay otras que hasta son calvinistas y milenaristas pero están también
adormecidas, y la Apostasía las llevará a la destrucción mediante una mezcla de
ecumenismo indefinido y mundanalidad instituida por la cultura televisiva. Pocos son los
hermanos de sana doctrina que han entendido la situación actual en el Occidente decadente,
y nosotros que hemos recibido la luz sobre la realidad en que se encuentra la Iglesia
prisionera de la religión organizada en denominaciones y sectas, sí, repito: nosotros que
escuchamos en el desierto la voz del Señor diciéndonos: “Salid de ella pueblo mío y no
participéis en sus pecados”, tenemos que alertar a nuestros hermanos que todavía están bajo
los efectos soporíficos de la tradición, y no han entendido que la era de las iglesias ha
terminado, que el tiempo de los gentiles está acabándose, que el Rapto está muy cerca.
Estamos en los días de Lot, y si lo vemos a través de la historia del antiguo Israel estamos
como en los días de Jeremías el profeta “llorón”, o de Elías el profeta que fue arrebatado
como lo va a ser esta generación de cristianos nacidos de la Palabra y del Espíritu.
      Nuestra misión es predicar el evangelio y “nuestra exhortación no procede de error ni
de motivos impuros ni de engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se
nos confiase el evangelio así hablamos; no como para agradar a los hombres sino a Dios
que prueba nuestros corazones” (1 Ts. II; 3, 4). La situación es apremiante pues el tiempo
es corto y el engaño es universal al nivel eclesiástico. Así que tenemos que tener una
actitud sabia cuando nos acercamos a nuestros hermanos que todavía están extraviados en
doctrinas falsas dentro de iglesias apostatas. Tenemos que mantener una especie de
ecumenismo estrictamente protestante que mantiene una cierta comunión con ellos sin
comprometer ni esconder las verdades que poseemos ¡y que les hacen falta urgentemente!
No nos van a escuchar todos, muchos van a rechazar el mensaje del evangelio de gracia y
de santidad que implica una salida de Babilonia, pero nuestro deber es trasmitir el mensaje,
no aplicarlo al corazón del creyente, esto es obra del Espíritu Santo en sus elegidos. Por lo
cual tenemos que tener bien claro la meta que nos proponemos y las 2 clases de reacciones
de los hermanos con quienes nos topamos.
     La meta.
     Dice la Escritura: “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad,
y alguno lo hace volver, sepa el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará
de muerte un alma y cubrirá una multitud de pecados” (Stg. V; 19, 20). Por lo cual nuestra
meta para con nuestros hermanos es hacer volver al extraviado en el camino de la verdad.
Casi todos nuestros hermanos evangélicos están presos en Babilonia; el sistema religioso
legal de las iglesias locales. No se han percatado que la Apostasía está aquí y
evidentemente sus pastores no les van decir la verdad sobre este asunto. (Puede haber
excepciones pero tratamos aquí en este artículo con la realidad general). Nuestra meta es
desatar las ligaduras de la tradición para que ellos puedan caminar por el sendero estrecho
de la verdad y de la santidad, creciendo en el conocimiento del Señor. La meta de todo
cristiano genuino es crecer en el conocimiento de la gracia y de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo, y si bien al principio una iglesia local puede brindar una ayuda en este proceso,
pronto cuando llegue el creyente a un cierto nivel de crecimiento; la misma iglesia le será el
mayor estorbo para seguir creciendo porque las iglesias están comprometidas con el
mundo, o más bien ¡posesionadas por el espíritu del mundo! El elegido que se encuentra en
Babilonia anhela conocer más a su Señor pero tendrá ataduras de la tradición que le
impedirán llegar a cumplir su deseo, y aun lo llevarán a pecar contra la verdad mediante
falsas doctrinas. Miles de evangélicos pasan años tras años sentados en sus bancas (aun
décadas), y el resultado es que no entienden ni la soberanía de Dios, ni disciernen los
tiempos, y si acaso disciernen los tiempos del fin; no entienden la soberanía de Dios y vice
versa. Diciéndolo de otra manera: si son calvinistas son también amilenialistas, y si son
milenaristas son también arminianos. Y si acaso son calvinistas milenaristas ¡el pastor de
ellos es una mujer! Por lo general no hay esperanza de crecimiento en las iglesias
legalmente conformadas. Así que por amor a la verdad y a nuestros hermanos; nuestra meta
es advertirle de esta triste realidad que están viviendo, para que escapen de los mercaderes
de la Palabra, y puedan crecer en el Señor y ser útiles para la obra del Señor en la hora
undécima (Mt. XX; 6). En efecto estamos en la hora undécima, y el trabajo de la
predicación del evangelio a los gentiles está por terminarse con el Arrebatamiento. El
tiempo no es para formar nuevas denominaciones sino para salir de las denominaciones y
esperar en grupitos informales su venida. Ya pasó el tiempo de los concilios, y de los
consistorios, y la orden es salir de Babilonia no dejando de congregarnos en casas y sitios
informales, pues donde 2 o 3 están reunidos en su Nombre el Señor está allí. Nuestra meta
es que nuestros hermanos crezcan en santidad y en conocimiento de la verdad que los hará
libres. Y esta meta nuestra está impulsada por el amor, no por intereses sórdidos o
mezquinos. Nos da pena ver como los pastores se tragan las ovejas gordas, como las pelan,
y como descuidan las ovejas flacas y las dejan morir de hambre. Sabemos dónde está la
fuente de agua de vida, está en Cristo Jesús, y sabemos que las iglesias de hoy, en la
mayoría de los casos han echado fuera a nuestro Señor, y lo han reemplazado por un falso
cristo ecuménico romano. El Cristo que predicamos no está en las iglesias evangélicas
legalmente conformadas del mundo occidental, está donde siempre ha estado y estará hasta
el fin; está en la Biblia. Nuestra meta es que nuestros hermanos Lo conozcan a través de la
doctrina correcta, gozando de una plena libertad, caminando en una santidad real, unidos en
el amor fraternal y con la esperanza bendita del Rapto de la Iglesia. Posiblemente
encontrareis de vez en cuando uno de estos 5 elementos en una iglesia evangélica pero por
lo general no los encontrareis todos y el resultado es el estancamiento y una vida espiritual
que no produce frutos para el Señor. Habiendo definido nuestra meta (liberar las ovejas del
yugo de Babilonia y mandarlas de regreso al “Sola Scriptura” de la Reforma, a los 5 puntos
del calvinismo y a la esperanza bendita del Arrebatamiento), es menester considerar las 2
clases de reacciones que vamos a encontrar en  nuestros  hermanos. Empecemos por el caso
negativo.
     Primer caso.
     Quede bien claro que contemplamos solamente casos de hermanos nacidos de nuevo, no
tratamos aquí de los falso hermanos, o de los hipócritas… No todos los hermanos van a
aceptar nuestro mensaje, pues es desagradable que le digan a uno que su doctrina es falsa, o
que su iglesia no sirve al propósito para lo cual fue supuestamente fundada. Muchos se
sienten ofendidos, otros no prestan oído al asunto, sin embargo sea cual sea la reacción;
muchos no aceptan la realidad y siguen en su tradición convencidos por su pastores que
“las puertas del infierno no prevalecerán” contra su denominación. Son salvos pero creen
que la Apostasía será para después del Rapto y que el Rapto quizás ocurra dentro de unos
siglos…
      Su reacción ha sido negativa y el Espíritu Santo no ha tratado con ellos sobre este
asunto. Quizá tratará con ellos más tarde, quizá los dejará en su ignorancia hasta el fin. Es
cierto que en la voluntad revelada de Dios, en su Palabra escrita, sabemos que Dios quiere
que los cristianos crezcan en el conocimiento de la verdad y que sepan las cosas que habrán
de venir. Así que moralmente somos todos responsables de cumplir con esta orden, y
debemos para nuestro bien crecer en la gracia y en la verdad. Pero como “no depende del
que quiere ni del que corre sino de Dios que tiene misericordia” (Ro. IX; 16) muchos no
llegarán a un conocimiento claro de la verdad sino que salvarán como arrebatados del
fuego. La salvación no depende de un conocimiento teológico profundo, sino de una
revelación interna de Jesucristo en el corazón. Claro que esta revelación quema los ídolos
del catolicismo y de todo sistema idolátrico, pero en ciertos casos no da ningún
conocimiento  soteriológico, solo un conocimiento básico de que es Jesús es Dios hecho
hombre y Señor de señores. Así que sabiendo que la salvación no depende de ser calvinista
y milenarista sino únicamente de ser nacido de nuevo, no tenemos que quitarle
automáticamente a los que no reciben nuestra enseñanza y advertencia el título de
hermanos. Tampoco tenemos la obligación de seguir llamándolos hermanos. Dios juzgará
al final toda persona, nosotros no juzgamos definitivamente una persona; los que tenemos
la mente de Cristo juzgamos su estado, su doctrina, si es que tenemos acceso a suficiente
información, ¡pero no juzgamos su fin!
     Hay muchos hermanos que terminaran su peregrinaje terrenal en estado de raquitismo
espiritual crónico debido a falsas doctrinas, a la atadura de la tradición, a su membresía
oficial dentro de una sucursal babilónica, y si bien son personalmente culpables, es también
la voluntad secreta de Dios que no lleguen a la plenitud; puede ser como castigo a su pereza
u obstinación o por otra razón que desconocemos. La entrada al cielo es gratuita y no
requiere ningún esfuerzo porque  “por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de
vosotros pues es don de Dios no por obras para que nadie se gloríe”, pero hay coronas que
se darán y que dependen del esfuerzo personal que habremos hecho en el camino conforme
al plan anticipado de Dios, pues aun nuestras buenas obras son don de Dios. Así que los
hermanos que rechazan el llamamiento que les hacemos a salir de Babilonia y a conocer la
verdadera doctrina soteriológica y la esperanza bendita y  se conforman con la rutina de su
iglesia apostata, y no luchan para santificarse sino que siguen en su condición enfermiza y
mundanal, después de unas amonestaciones; dejémoslos a su destino quizá no es el
momento para ellos para despertarse, quizás no hay corona para ellos en Reino venidero.
Dios es el juez, Dios es el que decide cual es el destino de cada uno, y nosotros somos
solamente instrumentos en sus manos: proclamémosles la verdad que hemos recibido de Él,
pero no es nuestro trabajo iluminar su entendimiento y sacarlos de Babilonia. Si quieren
seguir soñando; un día se despertarán rodeados por las llamas del incendio de Babilonia, y
si son de Dios serán arrebatados y llegarán al reino como nosotros; por gracia ¡aunque sean
chamuscados! ¿Quién pierde ellos o nosotros? Pierden coronas en el más allá, y también
gozo, libertad, poder en su testimonio en el acá. Así que tengamos paciencia y seamos
amables para con todos a pesar de que pocos aprecian la enseñanza nuestra, y niegan la
realidad de la gran Apostasía final que ha comenzado hace ya unas décadas. Oremos por
ellos, y esperemos que un día muy pronto, el Señor les abra los ojos y escapen del lazo de
la Apostasía que los hunde en la mundanalidad, y los llevará de regreso a Roma. Sigamos
siendo amables y dispuestos a oírlos pues muchos a pesar de sus errores tienen cosas que
enseñarnos.
      Por ejemplo conozco un pastor americano con quien correspondo y que está metido en
una forma de Adventismo, ¡y el adventismo es una herejía seria que niega la gracia de Dios
con el yugo de la ley ceremonial! Este hermano a pesar de su error grave, tiene una buena
escatología y me ha enseñado bastantes cosas en cuanto a los actores de la profecía que
tienen por nombres Gog y Magog, y en cuanto a la interpretación del salmo 83 y de Ez. 38
y 39. En este momento está recibiendo la interpretación que tengo del lado occidental de la
profecía con la UE como la bestia de 7 cabezas y 10 cuernos y EEUU como la segunda
bestia y Babilonia, mientras que yo he recibido su interpretación en cuanto al lado oriental.
Así que hay un intercambio fructífero a pesar de nuestras serias discrepancias. No me va a
amarrar otra vez con las sombras de la ley ceremonial, pues uno que ha gustado el vino
añejo sabe que es mejor que el nuevo, en cambio él no ha gustado el vino añejo y quizá un
día estando en mi compañía le insista de nuevo en que el añejo es mejor, y  el Espíritu le
impulse a probarlo… ¡Pues uno de los puntos básicos del calvinismo es la gracia
irresistible! Esperemos pacientemente que se manifieste en tales hermanos…
    Segundo caso.
    Son los hermanos que Dios ha decidido sacar del engaño general en que yace el
protestantismo formal, y les da oído para oír y ojos para ver. Ellos tienen sed de la Palabra
y sienten que algo va mal en su iglesia, que no se llenan ni crecen en tal ambiente. Están
listos para escucharnos y con solo mostrarles a la luz de la Biblia la aberración de las
mujeres en el pulpito, o el engaño de los falsos profetas del neo pentecostalismo, o las
incongruencias de un evangelio arminiano. Estos hermanos ya han sido preparados por el
Espíritu Santo para recibir la verdad en toda su pureza y solo hace falta que les
prediquemos esta verdad con amor, sinceridad y celo. Dios tiene sus tropas de elite que Él
llama fuera de Babilonia para luchar por la fe dada una vez por todas a los santos, y bien
pulida en el siglo XVI por los Reformadores, en cuanto a soteriología (doctrinas de la
expiación), pero abandonada por las iglesias de la Apostasía. “El que es de Dios la Palabra
de Dios oye” y a menudo lo que falta es uno que anuncie la Palabra en toda su pureza, sin
los tapujos ni las sutilezas que suelen usar los mercaderes de la Palabra para conformar sus
oyentes al espíritu del mundo que ha compenetrado todas las iglesias. Hay muchos
hermanos que desean crecer verdaderamente y que por falta de conocimiento se quedan
atascados en una iglesia apostata. Es posible que al principio de nuestra prédica queden un
poco confundidos no sabiendo si la interpretación tradicional que tuerce la Palabra para
acomodarla al día es lo correcto o lo que decimos: la Apostasía esta acá y que hay que salir
de Babilonia. Pero el Espíritu nos ha puesto en su camino y Su gracia irresistible los sacará
del lazo de los mercaderes de la Palabra y saldrán y crecerán, y ellos mismo libertarán a
otros del yugo de la tradición y de la explotación de los pastores asalariados.
    Ahora bien solo Dios sabe cómo será el resultado de nuestra predicación. Sé que la
mayoría que la reciben salen del sistema, pero puede haber casos en que no salgan y
transformen la iglesia donde están en una iglesia verdaderamente consagrada y útil al
Señor; una iglesia que sea la excepción que confirma la regla. En efecto las iglesias de las
denominaciones no tienen ninguna posibilidad de salir de la Apostasía que las está
devorando. Su fin es la ruina total y ser absorbidas por el ecumenismo papal y la corriente
del mundo. Pero puede haber excepciones en iglesias conformadas sobre el principio de los
bautistas, es decir iglesias totalmente independientes que no rinden cuentan a ningún
consistorio u organismo externo, y que siguiendo la pauta bíblica escuchan lo que dice el
Espíritu a través del apóstol Pablo: “Pero la unción que vosotros recibisteis de Él
permanece en vosotros y  no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción
misma os enseña todas las cosas, y es verdadera y no es mentira, según ella os ha enseñado
permaneced en Él” (1 J. II; 27). Puede haber un avivamiento real en unas iglesias bautistas
particulares (calvinistas) como sucede en los países comunistas y musulmanes en las
iglesias que se esconden de las autoridades. No obstante por lo que veo ahora es más que
todo una salida al desierto y grupitos muy pequeños de hermanos que se reúnen de forma
informal en una casa particular o bajo un árbol.
      Con Dios todo es posible y lo que importa es que seamos fieles a su Palabra, que
luchemos contra la Apostasía y llamemos a nuestros hermanos a despertar del sueño en que
han caído casi todas las iglesias drogadas con el feminismo, el ecumenismo, la TV en el
hogar, el afán por las riquezas, en fin: la sumisión al espíritu de este mundo postmoderno el
cual se dirige hacia la gran Tribulación.
     Hermanos el tiempo que queda es corto, hay muchos que han de ser liberados de la
esclavitud babilónica y tal como ha habido un efecto domino en la caída de las iglesias
evangélicas por culpa de sus pastores, ahora puede también haber un efecto domino en la
caída de las cadenas que retienen a muchos escogidos en un sistema corrupto. Nuestra
misión es predicar la verdad y la verdad los hará libres, y ellos a su vez librarán a otros por
la gracia de Dios. Ellos tienen que salir de sus iglesias u operar una revolución adentro
sacando toda la inmundicia del templo y volviéndose unos puritanos de la última hora;
enemigos irreconciliables del mundo. Cada uno tiene que ver cuál es la opción pero no
dejarse ilusionar con avivamientos dentro de denominaciones porque por su constitución
orgánica es imposible que sean otra vez renovadas para arrepentimiento. Que Dios nos use
a todos nosotros que hemos visto la verdad, que la hemos gustado. Hoy sigamos tocando la
trompeta de la alarma pues mañana puede ser demasiado tarde para hacer algo para el
Señor. Mañana será el Señor mismo que tocará la trompeta del fin.
     Maranatha.

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