Вы находитесь на странице: 1из 8

SUMILLA: SOLICITAMOS REDUCCIÓN DE

PENSIONES EN PROPORCION DEL 50%.

SEÑORES AUTORIDADES DE LA “UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ”

Los que suscriben la presente solicitud son alumnos matriculados en el


semestre 2020-01 en la casa de estudios que ustedes representan, cuyos datos de
identificación y domicilio electrónico se consignan en el Anexo A del presente
documento, ante ustedes nos dirigimos y decimos:

I. PETITORIO:
Ante la propagación del coronavirus COVID-19 que viene afectando a la
economía global, y en particular, el de la economía peruana, afectando a los
sectores comerciales, productivos, al empleo e ingresos de las familias y
empresas, SOLICITAMOS la reducción del cincuenta por ciento (50%) de la
pensión mensual que debemos de abonar conforme al contrato de servicios
educativos que nos vincula, al realizar una nueva revalorización del valor
pecuniario del crédito y/u hora académica de los semestres 2020-1 y 2020-2,
reducción aplicable mientras dure la imposibilidad material de asistencia
presencial a las clases de manera habitual, tanto en la modalidad de estudio
semipresencial CGT y presencial. Ya que, no existe correspondencia entre el
servicio esperando, el servicio efectivamente prestado y el precio que se
pretende cobrar.

Nuestra petición se sustenta en los siguientes fundamentos:

II. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO:

A. DE LA DECLARACIÓN DE ESTADO DE EMERGENCIA NACIONAL


Que, mediante Decreto Supremo N° 044-2020-PCM se dispuso el estado
de emergencia a nivel nacional en el marco de la emergencia sanitaria que
afronta el Perú a causa de la propagación del COVID 19. Además, se
dispuso el aislamiento social obligatorio y la suspensión del acceso al
público a los locales y establecimientos, a excepción de los establecimientos
comerciales que abastecen alimentos, establecimientos farmacéuticos,
entre otros. Dicha disposición ha sido prorrogada sucesivamente mediante
Decreto Supremo N° 051-2020-PCM y Decreto Supremo N° 064-2020-PCM
hasta el 26 de abril de 2020.

Página 1 de 8
Que, en el anuncio presidencial de fecha 23 de abril de 2020, se ha señalado
que se prorroga el Estado de Emergencia nacional hasta el 10 de mayo de
2020. Sin haberse emitido aun la normativa correspondiente hasta el cierre
del presente documento.

En consecuencia, las actividades comerciales, profesionales y laborales


consideradas por la normativa citada como no esenciales, se ven inmersos
en una grave crisis económica por la paralización de sus labores y la pérdida
de los ingresos económicos que permiten mantener la cadena de pagos
dentro del mercado. Dicha crisis económica afecta principalmente al sector
con menores recursos financieros y a los emprendedores como los que
suscriben la presente, y que ejercen su derecho constitucional a la
educación por medio de universidades privadas como la Universidad
Tecnológica del Perú.

B. DISPOSICIONES NORMATIVAS DE EMERGENCIA EN EL SECTOR


EDUCACION UNIVERSITARIA
Que, mediante Resolución Viceministerial Nº 081-2020-MINEDU se aprobó
la Norma Técnica denominada “Disposiciones para la prevención, atención
y monitoreo ante el Coronavirus (COVID-19) en universidades a nivel
nacional”; además se dispuso, de manera excepcional, la postergación y/o
suspensión del inicio de clases y actividades lectivas en las universidades
públicas y privadas, las mismas debían iniciar a partir del 30 de marzo del
2020.

No obstante, mediante la Resolución Viceministerial Nº 081-2020-MINEDU,


se dispuso, de manera excepcional, la suspensión y/o postergación de las
clases, actividades lectivas, culturales, artísticas y/o recreativas que se
realizan de forma presencial en los locales de las sedes y filiales de las
universidades públicas y privadas y escuelas de posgrado, hasta el 3 de
mayo de 2020 inclusive. La misma norma preciso que, las universidades
públicas y privadas y las escuelas de posgrado pueden optar por
reprogramar su calendario académico y/o implementar temporalmente la
adaptación no presencial de sus asignaturas conforme a las
orientaciones o disposiciones emitidas por el Ministerio de Educación y la
Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria,
respectivamente.

Por su parte, la Universidad Tecnológica Del Perú mediante comunicado


de fecha 01 de abril de 2020, informó a los estudiantes que, las clases se

Página 2 de 8
desarrollarán en modalidad virtual solo durante tres semanas, del 13 de
abril al 3 de mayo. Las clases presenciales se retomarán el lunes 4 de
mayo, de acuerdo con las disposiciones del Gobierno.

Sin embargo, mediante mensaje a la nación de fecha 18 de abril de 2020,


el presidente Martín Vizcarra, anunció que se mantiene sin fecha definida el
reinicio de clases presenciales como medida preventiva por el nuevo
coronavirus. Por tanto, dado el avance de la enfermedad en nuestro país y,
según las últimas declaraciones del presidente Martín Vizcarra existen
indicios razonables para concluir que el semestre 2020-1 y semestre 2020-
2 serán íntegramente en modalidad virtual como ya lo viene aplicando la
Universidad Tecnológica Del Perú.

C. DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y LA PROTECCION AL


CONSUMIDOR
Que, el Tribunal Constitucional ha señalado que, “En lo específicamente
relacionado con la educación, … ha sostenido que esta se configura como
derecho fundamental, pero también como un servicio público, en la medida
en que se trata de una prestación pública que explicita una de las funciones-
fines del Estado, de ejecución per se o por terceros bajo fiscalización estatal.
1

En ese sentido, el Tribunal ha sostenido en ocasiones anteriores que la


educación no es solo un derecho, sino un auténtico servicio público que
explica una de las funciones-fines del Estado, cuya ejecución puede operar
directamente o a través de terceros (entidades privadas), aunque siempre
bajo fiscalización estatal. 2

En ese sentido, la universidad privada no ejerce un negocio lucrativo común,


pues, la universidad, aunque privada, presta un servicio de interés público,
que hace efectivo el acceso de las personas al derecho humano a la
educación. Como lo señala la Ley Universitaria Ley 30220 en su artículo 3
“La universidad es una comunidad académica orientada a la investigación y
a la docencia, que brinda una formación humanista, científica y tecnológica
con una clara conciencia de nuestro país como realidad multicultural.
Adopta el concepto de educación como derecho fundamental y servicio

1
Fundamento N° 20 de la Sentencia del Tribunal Constitucional del 10 de noviembre de 2015 “Caso Ley
Universitaria”
2
Fundamento N° 25 de la Sentencia del Tribunal Constitucional del 10 de noviembre de 2015 “Caso Ley
Universitaria”

Página 3 de 8
público esencial. Está integrada por docentes, estudiantes y graduados.
Participan en ella los representantes de los promotores, de acuerdo a ley.”
En ese sentido, los estudiantes no somos simples clientes de la universidad
privada que compramos un producto. La referida Ley universitaria señala
que los estudiantes conformamos la universidad y somo parte integrante de
ella. Por ende, la universidad privada debe velar que los intereses de sus
estudiantes y establecer mecanismos que permitan la continuidad del
ejercicio de nuestro derecho de la educación.

El segundo párrafo del artículo 52 del Reglamento General aprobado por


Resolución Rectoral 242-2018/R-UTP, define a la matrícula como el
contrato entre el estudiante y la universidad por medio del cual ambos
asumen los derechos y obligaciones descritos en este Reglamento, la Ley
Universitaria y demás normas de la Universidad. En ese sentido, la
matrícula en el semestre 2020-01 contempla la obligación de la universidad
a prestar el servicio educativo mediante la prestación de las clases
presenciales que corresponden a la modalidad pregrado y CGT.

Sin embargo, dada la suspensión gubernamental de clases presenciales, la


universidad ha modificado su prestación implementando el servicio 100%
virtual que representa menores costos para la universidad por el uso de la
infraestructura universitaria y mayores costos para el alumno por el uso de
sus propios recursos para acceder a las clases virtuales. Sumado a ello, la
calidad de las clases virtuales es afectada por fallas en el acceso a internet,
imposibilidades de debatir abiertamente el temario de los cursos e impide
dinamizar el aprendizaje por ser un método implementado recientemente.

En contraste, pese a que, la prestación de clases íntegramente virtuales


reduce costos operativos para la universidad, por el lado del alumno no ha
existido ninguna reducción de las pensiones, ni ha existido un
pronunciamiento de la universidad en ese sentido. Asimismo, la universidad
con conocimiento pleno de la situación económica que atravesamos los
alumnos en todo el país no ha demostrado responsabilidad social de
manera proactiva ante la crisis actual que vivimos todas las personas y sus
propios alumnos que les permiten obtener ganancias a lo largo de - cinco o
más años - de carrera universitaria. Por el contrario, la universidad persigue
el objetivo de cobrar las pensiones integras por un servicio que no se presta
en su totalidad. Además, ante los reclamos de los estudiantes por el costo
de las pensiones, la solución brindada por la universidad es que el alumno
realice el aplazamiento de su matrícula, es decir, que abandone sus

Página 4 de 8
estudios, sin que la universidad realice el menor intento de reducción de las
pensiones, afectando seriamente el derecho a la educación durante la crisis
global por el COVID-19.

El vínculo entre la universidad y los alumnos de acuerdo con el Código de


Protección y Defensa del Consumidor Ley 29571, es una relación de
consumo que se encuentra protegida por el Estado. Por su parte, el artículo
18 del código citado, define a la idoneidad como la correspondencia entre
lo que un consumidor espera y lo que efectivamente recibe, en función a lo
que se le hubiera ofrecido, la publicidad e información transmitida, las
condiciones y circunstancias de la transacción, las características y
naturaleza del producto o servicio, el precio, entre otros factores, atendiendo
a las circunstancias del caso. Pues, vemos en el caso concreto que el
servicio ofrecido por la universidad no es el idóneo a lo que esperamos como
estudiantes y no existe correspondencia entre el servicio esperando, el
servicio efectivamente prestado y el precio que se pretende cobrar.

D. DE LA MODIFICACION DE LA PRESTACION DEL SERVICIO A LA LUZ


DEL CÓDIGO CIVIL
Entre la universidad y los alumnos matriculados en el semestre 2020-1
existe una relación obligatoria de naturaleza contractual, tal como lo
prescribe el Reglamento General aprobado por Resolución Rectoral 242-
2018/R-UTP, al definir a la matrícula como el contrato entre el estudiante y
la universidad por medio del cual ambos asumen los derechos y
obligaciones descritos en el referido Reglamento. En ese sentido, es
evidente que la obligación de la universidad de prestar clases presenciales
no se viene cumpliendo y ha sido sustituida por clases virtuales por causas
no imputables a la universidad. Por parte de los alumnos, la
contraprestación no se ha reducido o modificado.

Nuestro Código Civil, define en su artículo 1315 al caso fortuito o fuerza


mayor como la causa no imputable, consistente en un evento extraordinario,
imprevisible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o
determina su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.

Por su parte, para el supuesto de prestaciones de hacer, el artículo 1153


del mismo cuerpo legal, señala que el cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso de la obligación de hacer, sin culpa del deudor, permite al
acreedor optar por lo previsto en el artículo 1151, incisos 2, 3 ó 4. Para
nuestro caso concreto es notorio que quienes se encuentran cursando el

Página 5 de 8
semestre 2020-1, tácitamente han optado por aceptar la prestación
ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestación, tal como se ha
previsto en el inciso 4 del artículo 1151.

En esa misma línea se pronuncia el referido Código, en el artículo 1433 al


establecer que las reglas de los artículos 1431 y 1432 son aplicables cuando
el cumplimiento de la prestación se hace parcialmente imposible, a menos
que el acreedor manifieste al deudor su conformidad para el
cumplimiento parcial, en cuyo caso debe efectuarse una reducción
proporcional en la contraprestación debida. El contrato se resuelve
cuando no sea posible la reducción.

Tal como se ha evidenciado en este documento, la prestación de los


servicios educativos mediante clases virtuales no cumple el mismo objetivo
que las clases presenciales que permite el uso de la infraestructura
universitaria, por tanto, no son prestaciones equivalentes. Existe en la
relación contractual, además, una evidente ventaja económica para la
universidad al reducirse sus costos operativos y que estos beneficios se
trasladen a los estudiantes. Por tanto, es razonable nuestro petitorio
sustentado en que recibimos la prestación de forma parcial mediante clases
virtuales, en consecuencia, se debe reducir también el costo de las
pensiones en virtud de la normativa civil citada líneas arriba.

E. DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SOLIDARIDAD DE LA EMPRESA


PRIVADA
Los estudiantes ejercen su derecho fundamental a la educación también a
través de la universidad privada, y dicho servicio prestado por la universidad
constituye un servicio público, como tal, los estudiantes no somos solo
clientes o un producto del mercado, y tal como lo ha afirmado la Defensoría
del Pueblo en el Pronunciamiento Nº 29/DP/2019, la educación tiene por
finalidad situar a las personas en un plano de igualdad real de oportunidades
para ejercer sus potencialidades y derechos. Se convierte así en un medio
para superar la pobreza y la violencia de género, así como para acceder al
mercado de trabajo y a los recursos necesarios para una vida digna.

Por tanto, es deber de las universidades privadas, no ser indiferentes ante


el sufrimiento y la grave afectación de los empleos e ingresos de sus
estudiantes, tampoco pretender ser ajenos a la afectación económica de las
empresas y las familias. En el portal web institucional de la Universidad
Tecnológica del Perú se consigna como su misión lo siguiente “Dar a todos

Página 6 de 8
los peruanos acceso a una educación superior de calidad que les
permita alcanzar una vida mejor”. Sin embargo, el acceso a la educación
superior durante esta coyuntura de crisis global es negada por la empresa
privada que pretende cobrar el mismo precio que el que se cobra durante
un escenario normal. Esta crisis sanitaria no puede ser un obstáculo para
que la educación superior sea accesible, pero ello solo puede ser logrado si
la universidad solidariamente y con responsabilidad social reduce los costos
de acceso a la educación mientras duren los efectos de esta crisis de
manera importante.

La Universidad Tecnológica del Perú ha implementado el sistema virtual de


clases en línea con otras universidades. No obstante, esto no es suficiente,
los estudiantes no solo tienen restricciones al tránsito, la principal afectación
es a los ingresos económicos que se han perdido por esta crisis. Es en el
aspecto económico que necesitamos la solidaridad y el apoyo de la
institución a la que pertenecemos.

En ese sentido, sin perjuicio de los fundamentos legales que obligan a la


universidad privada a reducir la contraprestación por el servicio parcial que
se brinda, fundamos también nuestro petitorio en la razón humanitaria de
permitir el acceso al derecho fundamental a la educación, exhortamos a la
solidaridad y la empatía ante el multitudinario pedido para la reducción de
pensiones de los estudiantes a nivel nacional. Ya que, no se trata solamente
de enfrentar esta crisis mediante la implementación de las plataformas
online. Además, la respuesta de la universidad debe ser inclusiva y
comprender también que su finalidad no es solo obtener grandes ganancias
económicas. También lo es, como lo recoge la Ley Universitaria, contribuir
al desarrollo humano y colaborar de modo eficaz en la afirmación de la
democracia, el estado de derecho y la inclusión social.

F. VENTAJAS DE LA REDUCCIÓN DE LAS PENSIONES


La coyuntura actual es un reto para todos los integrantes del Estado. Y solo
es posible superar exitosamente esta coyuntura global si todos los agentes
económicos colaboramos. Nuestro petitorio también le brinda a la
universidad ventajas que bien harían en revisar, como las siguientes:

1. Un importante número de estudiantes de la universidad no se han


matriculado o han optado por retirarse de los cursos debido a que sus
ingresos no permiten costear las pensiones universitarias. La reducción
de los costos de las pensiones durante la emergencia nacional es un

Página 7 de 8
instrumento para que los estudiantes no continúen abandonando el
semestre por los altos costos. Además, permitirá que los alumnos
retomen sus estudios durante el semestre 2020-2.
2. La responsabilidad solidaria que puede mostrar la universidad genera un
sentimiento de identificación con la institución. Además, evita que ante
la perdida del semestre se opte por trasladarse a otras instituciones.
3. La reputación corporativa de la universidad que forma parte del Grupo
Intercorp no se vea dañada durante la coyuntura por su indiferencia
ante los estudiantes.
4. Reducción del porcentaje de morosidad en el pago de las pensiones.

POR TANTO:

A ustedes, solicitamos tener por interpuesta la presente solicitud, y con base en los
fundamentos expuestos, comunicarnos oportunamente su resolución, según se
solicita en el petitorio del presente

Lima, 23 de abril del 2020

ANEXO “A”

Página 8 de 8

Вам также может понравиться