Вы находитесь на странице: 1из 11

La venoclisis es el procedimiento mediante el cual se administran

líquidos, nutrientes o medicamentos de manera directa en la sangre de


un paciente. Para hacerlo es necesario cateterizar una vena a través de
la cual se colocará la infusión a administrar al enfermo

La venoclisis es un procedimiento muy común, especialmente entre


pacientes hospitalizados. Esto se debe a que es la forma más rápida y
efectiva de administrar líquidos y fármacos, además de nutrientes en el
caso de personas que no puedan ingerirlos por sí mismas.

Existen diversos tipos de venoclisis según el tipo de acceso venoso a


utilizar (acceso central o periférico), así como de acuerdo a la finalidad
de la misma. Por ejemplo, existen procesos de venoclisis para
hidratación, nutrición y administración de medicamentos.

Por lo general, los accesos venosos se mantienen por varios días,


aunque en ocasiones pueden emplearse tan solo durante un período
corto de tiempo. Esto sucede por ejemplo en los procedimientos
ambulatorios de sedación, donde el acceso venoso se retira poco
después de concluir el procedimiento.

¿Para qué sirve la venoclisis?

Administración de medicamentos (Administración de


agua de mar isotónica e hipertónica filtrada .22 micras)

La venoclisis es de gran utilidad cuando se necesita administrar


medicamentos o agua de mar filtrada directamente en el torrente
sanguíneo del paciente, a fin de alcanzar concentraciones terapéuticas lo
más rápido posible.

Cuando el agua de mar se administra por vía oral, transcutánea o


incluso mediante inyección intramuscular, es necesario que se absorba
desde el sitio de administración hasta el torrente sanguíneo. Este
proceso puede tomar desde algunos minutos hasta varias horas, e
incluso días, dependiendo de la formulación de la cantidad de isotónica o
hipertónica.

Por el contrario, al administrar el agua de mar filtrada directamente en


el torrente sanguíneo no es necesario que este se absorba. De esta
manera, las concentraciones plasmáticas isotónica al 1x3 o hipertónica
se alcanzan casi inmediatamente.

Esto es algo muy útil en situaciones de deshidratación, nutrición y


patologías graves, así como cáncer e insuficiencias del sistema
inmunológico, útil en pacientes gravemente enfermos, donde debe
llevarse a cabo de manera efectiva y rápida.

Administración de fluidos

Además de la administración de medicamentos y de agua de mar


hipertónica e isotónica filtrada, la venoclisis es muy útil para la
absorción los minerales (118) que contiene el agua de mar de manera
rápida y segura.

De hecho, si no existiera la venoclisis sería imposible realizar


transfusiones de sangre y hemoderivados (agua de mar)

Una vez más, al infundir por venoclisis el agua de mar, se evita el


proceso de absorción, por lo que los minerales administrados van
directo al espacio intravascular. Esto es algo especialmente útil en
pacientes gravemente enfermos.
Administración de nutrientes

Finalmente, en los casos de pacientes inhabilitados para nutrirse por vía


oral, la venoclisis permite la administración no solo de fluidos sino
también de nutrientes como glúcidos, lípidos e incluso aminoácidos.

Esta modalidad de nutrición, conocida como nutrición parenteral, es de


uso frecuente en las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde
muchos pacientes no pueden ser nutridos por la vía digestiva debido a
diversas causas.

Tipos
Existen dos tipos de venoclisis según el tipo de acceso venoso
empleado: venoclisis periférica, y venoclisis central. Por su parte, de
acuerdo a la finalidad de la venoclisis, este procedimiento se puede
dividir en:

– Venoclisis para administración de medicamentos y agua de mar

– Venoclisis para hidratación parenteral.

– Venoclisis para nutrición parenteral.

Cada uno de estos tipos de venoclisis tienen características particulares,


por lo que no se recomienda administrar medicamentos siguiendo el
mismo procedimiento mediante el que se administra nutrición. Al mismo
tiempo, ciertos tipos de hidratación deben mantenerse aparte de
infusiones de medicamentos, hemoderivados (agua de mar) u otros
compuestos.
Venoclisis periférica

Este proceso es el más indicado actualmente para la infiltración de agua de mar

Un proceso de venoclisis se considera periférico cuando los catéteres por


los cuales se administra la infusión intravenosa (algunos autores usan el
término «endovenosa») se encuentran en venas de pequeño calibre del
antebrazo o la mano.

En estos casos la velocidad de infusión está limitada por el diámetro de


la vena cateterizada, de manera que mientras más pequeño el vaso,
más lenta la velocidad de infusión.

Por otra parte, ciertas soluciones muy concentradas o irritantes (como el


caso de soluciones con potasio, nutrición parenteral o quimioterapia) no
pueden administrarse por venoclisis periférica dado que el volumen de
sangre en el que se diluye el medicamento es muy pequeño y se
presentan complicaciones como la flebitis.

Las venoclisis periféricas suelen emplearse por períodos de tiempo


relativamente cortos, que van desde pocos minutos, unas cuantas
horas, hasta unos cuantos días (por lo general no más de 3 o 4).

Venoclisis central

Este proceso solo se conoce fue manejado por René


Quinton.

Cuando se cateterizan vías de gran calibre ubicadas en el cuello o el


tórax (yugulares internas, subclavias) así como en las piernas (venas
femorales), se dice que se emplea un acceso venoso central para la
venoclisis.
Estas venas se caracterizan por ser de gran tamaño y manejar un
volumen de sangre considerable. Además son una vía directa al corazón,
dado que la punta del catéter se encuentra muy próxima a la
desembocadura de la vena cava superior en la aurícula derecha (accesos
venosos en venas yugular interna y subclavia) o directamente dentro de
la cava inferior (catéteres femorales).

Las venoclisis centrales son de gran utilidad para pasar grandes


volúmenes de líquido en poco tiempo, dado que el diámetro del vaso así
lo permite. Además, mediante ellas es factible administrar soluciones
muy concentradas o irritantes, dado que de inmediato se diluyen en un
volumen considerable de sangre, pasan rápido al corazón y de allí se
dispersan en la circulación general.

Dado que se emplean catéteres más gruesos y largos, las venoclisis por
acceso venoso central suelen permanecer por más tiempo, desde varios
días hasta semanas o incluso meses, como en el caso de los catéteres
de larga permanencia para administración de quimioterapia.

Venoclisis para administración de medicamentos

La venoclisis para administración de medicamentos es, como su nombre


lo indica, aquella empleada para suministrar fármacos y otros agentes
terapéuticos COMO EL AGUA DE MAR ISOTONICA E HIPRTONICA
directamente en el torrente sanguíneo.

Es importante destacar que no cualquier medicamento se puede


administrar por esta vía, por lo que es necesario contar con
formulaciones específicas para uso intravenoso. De otra manera se
podrían ocasionar daños importantes al paciente.

Las venoclisis para administración de medicamentos pueden ser tanto


periféricas como centrales. Las más usadas para este fin son las
periféricas, aunque en ciertos casos como la quimioterapia se emplean
accesos venosos centrales.

Venoclisis para hidratación parenteral

En los casos donde es necesario hidratar o rehidratar a un paciente sin


emplear el tracto digestivo se puede hacer uso de las venoclisis para
hidratación parenteral.

Para estos casos, los profesionales de la salud cuentan con soluciones


estériles preparadas para este fin, las cuales se pueden administrar
directamente en la vena del paciente para aportar líquido y electrolitos.

La mayoría de las soluciones de hidratación intravenosa pueden


administrarse por vías periféricas (venoclisis periférica), siendo esta la
vía de elección en más del 60% de los casos.

Sin embargo, en casos especiales como cirugías de gran envergadura,


trauma masivo, pacientes oncológicos y personas internadas en UCI se
puede hacer uso de accesos venosos centrales para administrar
hidratación parenteral.

Venoclisis para nutrición parenteral

La venoclisis para nutrición parenteral es aquella que se usa para


administrar nutrientes directamente en el torrente sanguíneo sin tener
que pasar por la vía digestiva. En estos casos se prefiere el acceso
venoso central, dado que la concentración y volumen de la nutrición
parenteral no es tolerada por las vías periféricas.

Todas las formulaciones para nutrición parenteral están específicamente


diseñadas para poder ser administradas por esta vía. La nutrición
parenteral es delicada y debe ser administrada sólo por profesionales
debidamente calificados, que conozcan detalladamente cada uno de los
componentes de los compuestos que se van a proporcionar.

En algunos casos y por períodos muy breves de tiempo se puede


administrar nutrición parenteral por vía periférica. Sin embargo, la
cantidad de nutrientes, el volumen de infusión, el tiempo total de
administración y la cantidad de días en que se puede usar son muy
limitados.

Materiales
En general se requieren pocos materiales para una venoclisis. Entre
estos se cuentan los siguientes:

Guantes estériles.

Torniquete.

Gasas o algodón.

Tela adhesiva.

Antisépticos (usualmente alcohol o solución de iodo-povidona).

Catéteres para uso intravenoso (periféricos o centrales).

Equipo de infusión (macro gotero o micro gotero).

Jeringa (opcional).

Agua de mar hipertónica o isotónica filtrada a .22 micras, para infusión


parenteral (frascos de solución vacíos para rellenar)
Frascos jarra de cristal para preparación de soluciones (opcional).

Bomba de infusión (opcional).

Diclofenaco retard de 100 mg (opcional) en caso presentar hipotermia


(crisis curativa)

Obturadores, llaves de tres vías, conectores o extensores de vía


(opcional).

Cada uno de estos materiales será empleado para colocar una


venoclisis. En los casos donde se indica que es opcional, se debe a que
se puede prescindir de ellos sin comprometer la ejecución del
procedimiento, o a que solo se necesitan en ciertos casos especiales.

Procedimiento
El procedimiento para administrar una venoclisis es relativamente
sencillo, siendo el paso más delicado la cateterización de la vena,
especialmente en los casos de vías venosas centrales.

A continuación se describe paso a paso el procedimiento estándar para


la venoclisis periférica con agua de mar.

Preparación de agua de mar hipertónica filtrada

Antes de comenzar a trabajar con el paciente previo sin presión arterial


alta ni glucosa alta, se prepara la solución a infundir, agua de mar
hipertónica filtrada a .22 micras o agua de mar isotónica al 1 x3, ya sea
en un frasco de cristal para mezclas o de solución. Después, se prosigue
a rellenar con agua de mar hipertónica o isotónica ya filtrada a los
frascos vacíos de solución salina 300ml a 500 ml según requiera, instala
el equipo de infusión (macro o micro gotero) y se purga para garantizar
que no haya aire en el sistema.

Una vez preparado el equipo, se coloca un torniquete en el brazo o


antebrazo donde se planea colocar la venoclisis. Mediante inspección y
palpación, se elige el sitio idóneo para la cateterización de la vena.
Idealmente estará lejos de pliegues, en un vaso recto y que abombe con
el torniquete.

Una vez seleccionada la vena, el operador se debe colocar guantes


estériles y procederá con la cateterización.

Cateterización

El siguiente paso es preparar el área donde se procederá a la


cateterización de la vena, limpiándola con abundante solución
antiséptica embebida en gasa o algodón. Después, con un catéter de
tamaño adecuado (bien sea de teflón o tipo mariposa), se procede a
cateterizar la vena.

Una vez confirmado que se ha cateterizado exitosamente, se procede a


colocar un obturador, llave de tres vías o extensor en el extremo libre
del catéter. Si no hay disponibles, se puede conectar la vía directamente
al equipo de infusión. Por último, se asegura la vía periférica con
adhesivo médico (esparadrapo).

Administración de la solución

Una vez asegurado el catéter, el agua de mar se puede administrar por


gravedad o con la ayuda de una bomba de infusión. En algunos casos se
puede preparar la isotónica o hipertónica a infundir directamente en una
jeringa de 10 o 20 cc y conectar la misma al catéter para infundir la
solución.
En los casos de accesos venosos centrales, los pasos son muy similares,
con la salvedad de que no se usan torniquetes y se debe cateterizar la
vía de acuerdo a los procedimientos diseñados para accesos venosos
centrales.

Una vez hecho esto, el procedimiento para administrar fluidos por vía
periférica o central es prácticamente idéntico.

Precauciones
Si bien es un procedimiento rutinario que se realiza cientos de veces por
día en el entorno hospitalario y en algunos casos en domicilio del
paciente, la venoclisis no está libre de complicaciones. Por lo tanto, se
deben tomar ciertas precauciones a fin de limitar al máximo la
posibilidad de fallos o complicaciones.

En este sentido es muy importante que el operador esté bien entrenado,


conozca la anatomía y el procedimiento para la venoclisis. Así mismo, se
debe contar con todo el material necesario, que debe estar disponible y
preparado al momento de iniciar el procedimiento, de manera que no se
presenten inconvenientes por falta de material.

La precaución más importante es ceñirse estrictamente a las reglas de


asepsia y antisepsia, dado que se está accediendo directo al torrente
sanguíneo. Así pues, cualquier bacteria que contamine el catéter o la
solución a infundir irá directamente a la sangre, con consecuencias
potencialmente mortales.

Por otra parte, se debe tener especial cuidado de no perforar la vena en


su cara posterior, especialmente en casos de accesos venosos difíciles.
De suceder esto, se debe estar preparado para limitar la formación de
hematomas.
En los casos de accesos venosos, se debe tener especial precaución
durante la punción a fin de evitar neumotórax (accesos subclavios) y
hematomas (todos los accesos centrales). Por su parte, las soluciones a
infundir deben ser manejadas con extremo cuidado para evitar su
contaminación. Cualquier remanente se debe descartar.

Por último, los accesos venosos se deben inspeccionar diariamente y


retirar el catéter ante el primer signo de complicación (dolor,
enrojecimiento, pus).

Dr. Rafael Acevedo. 20-11-2019

MEDICUS MAYA.

Вам также может понравиться