Вы находитесь на странице: 1из 7

Prepárate para los nuevos tiempos, nuevas épocas. Vienen cambios para tu vida.

Muévete en el
tiempo que Dios quiere que tú vivas. Hay ciertas cosas que fueron buenas para el pasado, para
otra época, para un tiempo, pero eso no es todo lo que Dios quiere para tu futuro.

Pídele a Dios que te ayude a desaprender todo lo que te han dicho para hacerte creer que tú no
puedes, que no sirves, que jamás lo vas a poder alcanzar. Coge lo mejor del pasado y combínalo
con lo nuevo que Dios tiene para ti y renueva, cambia todas las cosas, para hacer lo que Dios dice
que tú tienes que hacer.

El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos.
(Nehemías 2:20)

Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en
juicio. (Isaías 54:17a)

Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos
de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que
sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. (Isaías 45:2-3)

Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.
(Jeremías 1:19)

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14)

En un tiempo de crisis en que se habían levantado contra Israel en guerra, Dios le dijo a
Acaz, rey de Israel, que todo estaría bien, pero Acaz no creyó porque la señal que Dios le
dio fue un niño, y él pensaba que lo que necesitaba era un ejército… De la misma manera,
muchas veces tú no ves a Dios porque tú piensas que tienes un problema complicado y
necesitas una solución complicada. Y Dios te da la respuesta de forma simple, sencilla.
Quieres ver lo sobrenatural de Dios, pero no has aprendido a ver a Dios en lo natural.
Tu problema es complicado, pero la respuesta de Dios es sencilla. Y la respuesta de Dios para ti
hoy es muy simple: Yo estoy contigo; mira bien, y me vas a ver trabajando en las cosas más
sencillas; ten confianza porque te voy a dar la victoria. No te afanes por aquellos que amenazan.
No pueden hacer nada contra ti, porque yo estoy contigo.

Tu dependencia no está en lo que almacenas, sino en Cristo. Tú debes vivir como Pablo enseñó,
sabiendo que tu dependencia no viene de tu conocimiento, de tu talento, de absolutamente nada
terrenal, sino de saber que todo lo puedes en Cristo, que te fortalece.

Si hay alguien que sabe lo que tú necesitas, es Dios. ¿De qué te sirve ir a un doctor, si tú
mismo vas a recetarte? Hay quienes van donde Dios a decirle lo que les duele, y van con la
receta de lo que Él debe darles; y, si Dios no se las da, entonces, Dios no está respondiendo
a su oración. Pero la oración del Padre nuestro dice: Hágase tu voluntad. Tu oración debe
decirle a tu mente que tiene que vivir bajo la voluntad de Dios, que tiene que aprender a ser
dirigida, guiada por Dios.

Que tu oración le diga a tu mente que tenga la certeza de que Dios va a proveer cada día,
porque Él sabe -antes de que tú pidas- qué es aquello que tú necesitas.

Dios sabe cuál es la receta que Él te tiene que dar porque, si alguien te conoce, es el Dios
Todopoderoso.

"y David le preguntó al Señor: —¿Debo perseguir a esta banda de saqueadores? ¿Los
atraparé? Y el Señor le dijo: —Sí, persíguelos. Recuperarás todo lo que te han quitado."
(1Samuel 30:8)

David regresaba de grandes victorias cuando encontró la ciudad saqueada; se habían


llevado cautivos a las mujeres e hijos. Entonces, David consultó al profeta si debía
perseguirlos; y la respuesta de Dios fue: Persíguelos porque ciertamente los alcanzarás y
recuperarás todo lo perdido. Y eso es lo que Dios te dice hoy...

Quizás has sido sorprendido por la bancarrota. Quizás, por problemas en el matrimonio, o
problemas de salud. Quizás, por problemas en tu país, o por un despido, pero tus enemigos
van a ser sorprendidos porque, de un día para otro, no te van a poder reconocer, no van a
saber qué es lo que ha pasado en tu vida, pero tú los vas a perseguir y Dios te va a dar la
victoria.
“33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas.” (Mateo 6:33)

En ninguna parte el Señor dice que él no te va a entregar lo que otros buscan, sino todo lo
contrario. Jesús dice que, mientras tú buscas el reino de Dios, él se compromete en que
todas estas cosas que los demás buscan, serán añadidas a tu vida. El problema no son las
cosas, sino el enfoque en las cosas naturales, terrenales, en pasajeras. Si hay algo que tú
necesitas, Dios te lo puede dar. El Dios al que tú le sirves no necesita que esté en
descuento, para hacer algo a favor tuyo. Dios va a hacer todo lo que haga falta para que tú
alcances lo que Él te prometió. Procura que tu prioridad sea buscar primeramente el reino
de Dios, la manera de Dios de hacer las cosas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán. (Isaías 40:30-31)

Tus fuerzas se generan cuando esperas en Jehová. Sé de los que esperan en Él.

Tú no dependes de Faraón; no es él quien pone comida en tu mesa. Tú le sirves al Dios


Todopoderoso y, todo lo que hagas con esta consciencia, no lo vas a perder. El Dios que te suplió
hoy, mañana también te va a dar.

Quizás, en tu vida, ha habido gente que te ha dicho que no vales, y motivado por esto, en tu
mente, has querido conseguir el valor por las cosas que tienes, sin darte cuenta de tu valor por
quien eres. Para poder vivir en medio de las peores incertidumbres económicas que pueda
atravesar tu país, tú necesitas entender que, para Dios, tú tienes un grande valor. Esto parece
simple, pero es en las cosas simples donde muchas veces fallamos. Se nos olvida que Dios envió a
su Hijo para que muriera en la cruz del Calvario por nosotros. Tu valor no está puesto en el carro
que tienes, en la casa que tienes, en la situación en que te encuentras, o en lo que te rodea; tu
valor es mucho más grande. Cristo murió en la cruz por ti. Todos los días, deberías mirarte al
espejo y decirte: Yo tengo valor.

"He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?" (Jeremías
32:27)
Las complicaciones que puedas tener en el presente son temporeras; el problema económico, el
problema con tus hijos, en tu casa; pero tu propósito es eterno, y si Dios tiene cuidado de los lirios,
también tiene cuidado de tu casa, de tu familia y de ti. Por más que veas que la situación no
cambia, no se compara con todo el tiempo de gloria y bendición que Dios traerá a tu vida. El
tiempo de espera, siempre será mucho más corto que el tiempo de la abundancia y bendición para
tu vida.

"Pídeme, y te daré por herencia las naciones,


Y como posesión tuya los confines de la tierra."
(Salmos 2:8)

"No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas." (Mateo 6:31-33)

Jesús dijo que los gentiles eran quienes buscaban esas cosas terrenales, queriendo decir que,
si nosotros también nos vamos tras esas cosas, somos iguales a ellos. Es interesante que en
ningún momento se dice que nos parecemos al mundo cuando pecamos, porque ya la Biblia
estableció que todos éramos pecadores; el único momento donde Jesús nos compara con los
gentiles y con el resto del mundo, es cuando nos preocupamos por las mismas cosas que
ellos se preocupan. Ocúpate por lo que es eterno. Ocúpate de tu carácter, ocúpate de tu
testimonio, ocúpate de tu familia, ocúpate de vivir en orden con Dios. Esta debería ser tu
mayor ocupación, el querer estar en orden y bien con Dios. Lo demás es temporero; las
cosas vienen y van, siguen cambiando; pero Dios siempre tendrá cuidado de ti. Ocúpate de
lo eterno, y Dios se encargará de cuidarte y traer provisión a tu vida.

Hay cosas en tu vida que se han cerrado por un tiempo, y no es Dios importunándote, sino velando
que no se dañe lo que Él ha dicho que va a hacer contigo; y, cuando tú te ubicas, las cosas
comienzan a abrirse, comienzan a pasar.

Antes que te formase en el vientre, te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por
profeta a las naciones." (Jeremías 1:5)

Lo que Dios tiene para tu vida no es lo que tú siempre has pensado que Él tiene, porque lo
que tú sueñas es basado en la formación que te dieron. Cuando Dios te da una palabra y te
confronta con tu destino, te confronta con lo que Él pensó de ti antes de que tú nacieras,
antes que te concibieran, y antes de que te formaran. Ese es el destino que Él va a cumplir
en tu vida. Tú lo vas a ver.
Dios te envía una palabra y comienza a abrir tus ojos espirituales, a mostrarte algo grande y a
decirte todo lo que tiene para ti; pero tu mente trata de alcanzarlo con lo que tú has aprendido, y
no es posible porque, si lo que tú sabes te pudiera dar lo que Dios te va a dar, ya estarías donde
debes estar. Tienes que desaprender lo viejo para hacer espacio en tu mente para lo nuevo de
Dios para tu vida.

Tú no tienes que temer, porque sabes que, de una u otra manera, respiro y alivio Dios traerá de
alguna parte para tu vida.

Cuando oigas las malas noticias y comiencen las lluvias a caer, tú vas a mirar al cielo, y vas a ver el
pacto que Dios hizo contigo; y darás gracias porque, sobre tu vida, no habrá más destrucción, más
dolor. Dios habrá sanado tu corazón de todo miedo producto del diluvio que has vivido.

Aprende a vivir por fe, y dile a aquellos a tu alrededor que así es que tú vives; que tú haces las
cosas a la manera de Dios porque estás seguro que lo que Él prometió se va a cumplir en tu vida.

La sociedad nos prepara para las circunstancias, no para los tiempos. Hay quienes estudian algo
porque tiene demanda, pero esa demanda depende de las circunstancias, y las circunstancias
cambian. Tienes que prepararte, pero no dependas de las circunstancias porque el propósito que
Dios tiene para tu vida no depende de las circunstancias que tú estás viviendo. Prepárate para la
vida para que, en las circunstancias que estés, Dios te pueda mover; entiende el tiempo que Dios
tiene para ti en esta época, y tú vas a comenzar a ver las cosas aceleradas de Dios para tu vida. En
vez de estar tratando de conocer las circunstancias que está viviendo tu país, pídele a Dios que te
dé revelación de los tiempos, de qué es lo que Él quiere hacer en este momento. Te vas a dar
cuenta que Dios no posicionó la circunstancia, pero te posicionó a ti allí en este tiempo, para que
se desate una nueva bendición y se comience a iniciar un nuevo tiempo para tu vida.

Las señales van a comenzar a seguirte. Comienza a actuar en fe, que los límites desaparezcan de tu
vida. Tú estás esperando un milagro más grande, otra confirmación; pero no, ya tú fuiste llamado,
ungido, bautizado. Comienza a cambiar el agua en vino, comienza a hacer algo con lo que tienes.
Te están empujando para algo más grande; crece para ese negocio, prospera, progresa. No te
acomodes; ejercita tu fe porque es para este tiempo que Dios te ha traído, y las señales van a
seguirte porque tú has creído. Llegó tu tiempo y las señales te van a perseguir.
En vez de estar viendo la limitación de tus circunstancias, lo que tienes que estar viendo es en qué
tiempo del destino de Dios para tu vida tú te encuentras, para comenzar a ver la mano poderosa
de Dios y puedas entender las circunstancias que estás viviendo porque Él te posicionó –no en
estas circunstancias, sino – en este tiempo, para hacer algo.

Prepárate para los nuevos tiempos, nuevas épocas. Vienen cambios para tu vida. Muévete en el
tiempo que Dios quiere que tú vivas. Prepárate para lo nuevo de Dios. Hay ciertas cosas que
fueron buenas para el pasado, para otra época, para un tiempo, pero no puede ser que eso sea lo
que Dios quiera usar para tu futuro. Tu generación es la que tiene que dejar de buscar culpables, y
concentrarse en tu responsabilidad por tu futuro. Pídele a Dios que te ayude a desaprender todo
lo que te han dicho para hacerte creer que tú no puedes, que no sirves, que jamás lo vas a poder
alcanzar. Coge lo mejor del pasado y combínalo con lo nuevo que Dios tiene para ti y renueva,
cambia todas las cosas, para ser lo que Dios dice que tú tienes que hacer.

“41 Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye... 43 Y
dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y
él le volvió a decir: Vuelve siete veces. 44 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube
como la palma de la mano de un hombre...”
1 Reyes 18:41, 43-44a

Elías se paró un día frente a la reina y le dijo que no llovería sino hasta que él lo dijera; y no
llovió por tres años y medio. Ahora, llegó el momento de que lloviera; Elías había orado
una vez para que se cerraran los cielos, pero tuvo que orar siete veces para que se abrieran...
Tú te preguntas cuántas veces vas a tener que orar para que llueva; y la respuesta es: Todas
las necesarias; no hasta que llueva, sino hasta que tú percibas que va a llover, hasta que tú
tengas la certeza de que va a llover. Hoy me uno a tu oración, y creo contigo que una lluvia
grande se oye para tu vida y la de los tuyos.

Hay cosas que están pasando –o que no están pasando – en tu vida, pero es porque Dios
está mirando que lo que Él te dijo se cumpla. A veces, nos desesperamos, nos ponemos
ansiosos, nos desubicamos, no entendemos; a veces, han sido nuestros errores y Dios
reaccionando a nuestros errores para liberarnos y cuidarnos de nuestros propios errores, y
nos protege haciendo que ciertas cosas se cumplan porque la palabra que llevamos dentro
es demasiado importante, y Dios se encargará de ver que su palabra se cumpla.
Jehová cumplirá su propósito en ti; porque su misericordia es para siempre; Él no desampara la
obra de Sus manos. (Salmos 138:8

No se te ha pasado el tiempo. Tu tiempo no ha pasado hasta que Dios diga que ha pasado; tu
tiempo no termina hasta que Dios diga que termina. Tu tiempo está determinado por el Dios
Todopoderoso, y en ese tiempo Él va a cumplir lo que Él ha dicho en tu vida.

Hay cosas en tu vida que se han cerrado por un tiempo, y no es Dios importunándote, sino velando
que no se dañe lo que Él ha dicho que va a hacer contigo; y, cuando tú te ubicas, las cosas
comienzan a abrirse, comienzan a pasar.

Вам также может понравиться