Diez cosas que debes saber de lacan. El retorno a los impases de Freud.

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Juan Carlos Ullibus, profesor de literatura y de estudios culturales

1.- Psiquiatra francés nació en París en abril 13 de 1901. Estudia las psicosis y de esto hace su
tesis doctoral en 1932. De la psicosis paranoica y su relación con la personalidad.

Desde 1953 al 80 da un seminario público, donde se cuestiona a sí mismo.

2.- en 1963 fue expulsado de la Internacional psicoanalítica asociación. Y creó al año siguiente,
la escuela de la causa freudiana.

Diferencias en la técnica freudiana:

No cobran una cuota determinada, la modifican de acuerdo a las condiciones económicas del
paciente.

La sesión no tiene un tiempo estándar. El tiempo varía según la temporalidad del inconsciente
del analizado y según la necesidad del analista de realizar un cierre.

Comienza su enseñanza bajo el lema de: El retorno a Freud no es de manera ortodoxa o biblia,
sino para señalar sus impases. Les diría a sus seguidores: ustedes pueden llamarse lacanianos,
yo soy freudiano.

3.- El estado del espejo entre los 3 y los 18 meses el niño se reconoce con júbilo en el espejo, el
primer momento de la formación del yo, a partir de una imagen del exterior. Por lo que no hay
una clara división entre el interior y el exterior. Lo éxtimo. A veces lo más íntimo de una
persona viene del exterior, lo éxtimo.

Lo imaginario no sólo es ilusional, lo irreal, lo quimérico, sino más bien un registro formador
del informe de la psique de una persona, tiene una valencia ortopédica.

4.- el inconsciente está estructurado como un lenguaje, lejos de lo irracional. Es un entramado

de palabras que constituyen un destino para el sujeto, un guión que uno repite sin saber, un
guión que no se sabe, pero que se puede saber a través de la interpretación psicoanalítica de
los dichos, de los hierros, síntomas, sueños…

5.- quien va al psicoanálisis. El que sufre, el que tiene una pena, porque el dolor de existir es
ineludible. Ser humano es estar enfermo. La normalidad no existe, todos somos neuróticos,
psicóticos o perversos. La neurosis perversión y psicosis no son enfermedades a curar sino
distintas posiciones existenciales frente a la castración, frente a la irrupción de la ley.
6.- el deseo tiene una dimensión ética (seminario 7).- de lo único que es culpable el sujeto es
ceder en el deseo. Más que una apuesta por el hedonismo, compromete al sujeto. No debe
abandonar su deber más íntimo, que en realidad es lo éxtimo. No ceder en el deseo sino
hacerse valer en el lazo social

7.- Estudia el registro de lo imaginario en el estado del espejo, luego el registro simbólico y de
los 60 en delante de lo real

Para Freud la búsqueda de la satisfacción sexual es lo más profundo del hombre. Lo otro son
sublimaciones.

Para Lacan el hombre busca otro tipo de satisfacciones, lo real del goce. Lo que nos lleva a la
ética psicoanalítica del deseo.

El deseo es una defensa contra el goce. El deseo una defensa contra la pulsión. La ética del
deseo nos lleva a poner un límite al goce para establecer un vínculo con el otro. Sin embargo
con Freud la pulsión siempre se satisface, de hecho por el superyó no es más que un
reinvestimiento de la pulsión, pues que al exigir la renuncia pulsional el superyó la satisface,
como en el masoquismo. El superyó en el fondo goza. Por lo que el psicoanálisis es una clínica
del superyó.

9.- el deseo no puede articular todo el goce en su maquinaria de sentido, tampoco puede
hacerlo el deseo sexual aunque tradicionalmente así había sido. De ahí viene la frase no hay
relación sexual, el hombre y la mujer no se complementan en el sexo, el no es de Marte y la
mujer de Venus, que no son las mitades de una naranja, que dos corazones jamás laten como
uno. No es que no se encuentren en la cama, de ese encuentro no sale el canto de los ángeles.
Sí, el goce se escapa, ella lo sabe como él. Pero ella experimenta un goce que no pasa por ahí.
De aquí sale “la mujer no existe”, hay un goce informe en la mujer que no se deja encuadrar
por el falo, el sexo o una palabra inventada por los hombres. Uno la dice mujer y la difama.

10.- el deseo no puede resolverlo todo. Hay que dejarse orientar por lo real del síntoma., para
Freud es la materialización en el cuerpo de un mensaje reprimido. También para lacan, pero
añade que es una manera de gozar. Un vicio puede ser una manera de pedir ayuda, pero
también de procurarse un goce que no se alcanza por la vía del deseo. Y la cura implica
alcanzar una identificación con el síntoma que constituye la singularidad del sujeto. Por
supuesto hay síntomas y síntomas, no se trata de de incitar al paciente a gozar, pero tampoco
a horrorizarse de lo normal. La enseñanza de Lacan ha sido siempre un antídoto contra la
normalización.