Вы находитесь на странице: 1из 35

HISTORIA DEL VESTIDO

DOCENTE: MILAGROS CARPIO MEDINA

CAPITULO III
ARTE DE OCCIDENTE

A. ARTE DE GRECIA
Los griegos confeccionaban sus vestidos con, el lino, la lana y las pieles. Las prendas del
vestido de los hombres y de las mujeres se llamaban chitón. Los guerreros llevaban
pantalones y otros jalecos con medias mangas.  El traje civil se simplificó en tiempo de las
guerras médicas. El chitón era una especie de blusa larga, sin mangas, recogida en la
cintura por medio de un cinturón, que llegaba a la rodilla y muy a menudo a los pies.

MATERIAS PRIMAS Y TEJIDOS:


La materia prima más utilizada en la antigüedad clásica para la confección de tejidos era la
lana.
Su transformación en tejido era larga y necesitaba la participación de todas las mujeres de la
casa.
Primero se limpiaban los vellones para eliminar los restos de grasa y suciedad y se cardaban ;
si se tenía la posibilidad, se teñían con tintes minerales o vegetales.
A continuación se procedía al hilado con la rueca y el huso y, posteriormente, se comenzaba a
tejer en un telar vertical que permitía el entrecruzado de los hilos.
De igual manera se trabajaba el lino, que se cultivaba en torno al Mediterráneo.
También se conocía la seda, importada de oriente, y el algodón.
Los colores de las telas dependían tanto de las modas como del estatus social: los esclavos y
plebeyos utilizaban ropas bastas de colores oscuros o terrosos, las clases acomodadas
llevaban vestidos de colores vivos, ricamente bordados o teñidos en las tintorerías (fullonicae).

PIEZAS BASICAS DE LA ROPA GRIEGA:

Túnica
Un elemento común de la ropa para hombres y mujeres era la túnica, una túnica cosida que
bien podría ser sin mangas o con mangas cortas. La túnica podría estar hecha de lino o lana y
puede variar en longitud desde encima de la rodilla al tobillo. Aunque tanto hombres como
mujeres podían llevar túnicas hasta los tobillos, la túnica larga fue usada habitualmente por las
mujeres y la corta por los hombres. Algunas túnicas podría ser incluso más largas, siendo
arrastradas por el suelo.
Peplos
Los peplos, usados por mujeres, era un tubo de tela desgastada con la parte superior doblada
hacia abajo para colocar sobre la parte superior del cuerpo. Se sujeta a los hombros con
alfileres o broches. También podría estar atrapado bajo el brazo para crear una sisa. El lado
abierto de la prenda pudo haber quedado abierta; alternativamente, podía ser cosido o fijado
para formar una costura. En Atenas, un peplo sagrado se tejió cada año para una estatua de
la diosa Atenea.

Himatión y clámide
El himatión era un manto rectangular de paño de lana. Fue usado por lo general sobre la
túnica. El himatión también podía a veces ser usado sin la túnica. En este caso, se lo llama a
veces achitón. La clámide era una corta capa de lana usada por los hombres. Se ponía sobre
otras prendas o sola. Cuando se usaba sola, era asociada con los mensajeros u otras
personas que necesitaban moverse rápido. Hermes, el mensajero de los dioses, se
representa vestido con una clámide.

Accesorios y calzado
Tanto hombres como mujeres usaban botas de cuero o sandalias. Los cinturones podían ser
usados a menudo muy arriba en el torso. Los cinturones podían ser anchos o estrechos. La
correa ancha se llamaba zoster, mientras que la cinta más estrecha se llamaba zona. Los
hombres a veces llevaban un sombrero de ala ancha llamado petasos. Los sombreros eran
mucho menos frecuentes para las mujeres, que solían usar coronas de ala ancha y coronas
con picos altos. En clima frío, las mujeres podían usar un chal de lana pesado llamado
epiblema.

TRAJE CLÁSICO FEMENINO:

Solían vestir el peplo. El peplo dórico era un trozo rectangular de tejido de lana, según salía
del telar. Se sujetaba con fíbulas sobre los hombros, dejando un lateral abierto y un doblez
que formaba una sobrefalda que caía sobre el pecho y la espalda. Un cinturón servía para
ceñir la prenda a la cintura y ajustar el largo del vestido.
El peplo jónico o quitón, usado por las mujeres de clase social alta, se confeccionaba con lino;
iba cosido y solía estar finamente bordado. Consistía en una pieza rectangular que se
ajustaba con dos cinturones: uno en la cintura y otro en la cadera para ajustar el largo.
Sobre el peplo se usaban varios tipos de manto, siendo el más usual el himation, pieza
también usada por los hombres, muy larga, de lana y de forma casi circular.
Las mujeres griegas y romanas usaban ropa interior, el subligar, una especie de taparrabos y
una banda de tela o piel para sujetar el pecho llamada fascia pectoralis.
El calzado era muy caro. Se sabe que los zapatos eran iguales para los dos pies y que el de
las mujeres no se diferenciaba mucho de los que llevaban los hombres: en invierno era
cerrado o zuecos para la lluvia y en verano sandalias, soleae, con la suela de cuero, madera o
cuerda sujeta con correas.
Las mujeres griegas usaban tacones: una pieza entre el talón y la suela del zapato.
Indumentaria masculina.
LLevan trajes complicados, cuerpos de vestido ajustados, con mangas huecas y faldas
plegadas, los pliegues eran pequeños, abultados a veces y a veces adornados con volantes
realzados con dibujos o con bordados. El corpiño, abierto hasta el talle,  se ata debajo de los
senos y a veces se compone de una camisola transparente sobre la que se ensarta un corto
bolero. Los antebrazos están siempre desnudos y las mangas son, unas veces, ceñidas, y
otras veces, ahuecadas. El chitón de las mujeres formaba, por lo largo y ancho que era, una
verdadera falda flotante ceñida en la cintura. Esa falda era unas veces de lana y caía
formando grandes pliegues, otras de lino. Para salir, se envolvía la mujer en un himatión, más
amplío y de tela más flexible. Los trajes más comunes eran de lana blanca con franjas de
color. Las joyas son muy lujosas: anillos, pulseras y collares llevan indistintamente hombres y
mujeres, que usan, además, alfileres para los cabellos, espirales en filigrana de oro que se
mezclan con los rizos, peines, afeites, cabellos postizos, anillos de oro por los que se pasan
las trenzas, diademas y pendientes. Las mujeres se depilaban con el candil o por medio de
pastas especiales, también utilizaban navajas.

TRAJE CLÁSICO  MASCULINO: 


Los campesinos usaban pieles curtidas o gruesas vestiduras de lana, que acompañaban con
un gorro de cuero o de piel áspera: la kyné. Los artesanos y los esclavos preferían la exomis,
vestido de trabajo de lana natural sin ningún adorno de color. Puede ser abierta y sin costura,
va cosida hasta el talle. La túnica o quitón puede ser de lino o de lana. Tiene parecido al
exomis cosida. La túnica se adorna con un segundo cinturón colocado sobre el pliegue. La
túnica larga es un traje de ceremonia.Lo llevan los que ejercen una alta función civil o
sacerdotal. La capa es un vestido civil. La clámide es un vestido de lana que se da a los
soldados de caballería, a los militares y a los efebos es un atuendo de jefe o de rey que puede
recibir una decoración muy brillante.  

TRAJE MILITAR:
Los hoplitas, que llevan una coraza de escamas metálicas, cosidas o recamadas. Esta coraza
se detiene en el cinturón y se prolonga con lambrequines. Las piernas se protegen con los
cnémides, de bronce y los pies se calzan con crépides. La espada de dos filos, provista de
una empuñadura de bronce se acompaña con una vaina de madera forrada de cuero y
reforzada con armazones de bronce; se cuelga de un tahalí de cuero pasado debajo del
cinturón. El casco beocio tiene mejillas fijas, un nasal y una cimera con penacho, el
escudo redondo, realzado con placas de bronce, es de un peso considerable. El soldado de
caballería, sobre la túnica de lana viste un jubón de cuero prolongado por una doble fila de
lambrequines, unas hombreras de cuero cubren el nacimiento de los brazos.  El casco dorio
se caracteriza por una gran visera que desciende muy baja, el casco ático lleva
guarda-mejillas, y un nasal.

VESTIMENTA DE LOS NIÑOS:


Los niños y niñas, cuando dejaban de llevar pañales, no utilizaban ropa interior, sino que se
vestían con las siguientes prendas:
Quitón: prenda corta y sin cinturón, confeccionada en lino o lana. Era una pieza rectangular
que solía estar cosida por un lateral y se sujetaba a los hombros mediante fíbulas.
Himation: manto de lana de una sola pieza, que se llevaba sobre el quitón. En Esparta era la
única ropa que llevaban, pues iban sin quitón, desnudos, descalzos y con la cabeza rapada.

Las niñas en Atenas solían vestirse con un quitón largo y ceñido con un cinturón; mientras
que en Esparta, aunque iban vestidas, llevaban un simple himation o un quitón corto, abierto
por el costado.
Indumentaria militar
Los soldados griegos solían llevar una larga túnica que terminaba en pliegues simétricos y
sobre ella, una coraza para el tronco formada por tiras de cuero con piezas metálicas o bien
por solo dos piezas (peto y espaldar) que cubrían el pecho y la espalda y se unían con tiras
metálicas o correas sobre los hombros mientras que la parte delantera de las piernas se
defendía con lascnémides o canilleras. Para resguardo de la cabeza sirvió el casco de
variadas formas, alcanzando mayor perfección el beocio, compuesto de visera y apéndice
nasal por delante, cubrenuca por detrás y yugulares o apéndices para defender el cuello por
los lados.
B. ROMA
MUJER ROMANA

Las mujeres romanas llevaban además una túnica, subucula, como ropa interior. Eran dos
piezas de tela cosidas que llegaban hasta los pies, con la que incluso dormían.
Este era el único vestido que llevaban las esclavas.
Las patricias llevaba sobre la túnica la stola, similar al peplo dórico griego, que solía estar
decorado con cenefas y adornos, y tintado en diversos colores.
En público se cubrían la cabeza con un manto llamado palla, normalmente de forma
rectangular.

HOMBRE ROMANO

En todo el mundo antiguo la diferencia de materiales y la calidad de los tejidos marcaba las
diferencias sociales.
En Roma, además, el modo de vestir marcaba el estatus del hombre, su cargo político y su
clase social.
A diferencia de los griegos, los romanos llevaban ropa interior: el subligar, una especie de
calzoncillos, y la subucula, túnica fina usada a modo de camiseta.
Sobre estas ropas el hombre romano llevaba la túnica y la toga.
La túnica era un vestido formado por dos piezas de tela cosidas y ceñido con un cinturón, que
solía llegar hasta las rodillas.
La del ciudadano común era lisa, sin adornos, mientras que los cargos públicos la llevaban
decorada con una franja de púrpura, el clavus.
La angusticlavia identificaba al caballero.
La laticlavia era propia de senadores y altos magistrados.
La toga era el traje oficial romano, y no podían vestirla los extranjeros ni quien había perdido
el derecho de ciudadanía.
Era una gran pieza de lana de forma elíptica (4’70 m x 2’75 m aprox.) y su colocación era muy
complicada, con una serie de pliegues en la parte baja de la cintura (sinus) y otros por la parte
de arriba (nudus o umbus).
Según el ornamento, la toga se llamaba de diferente forma:
 Pura: de un solo color, blanco o crema, usada por el ciudadano común
 Praetexta: con una franja de color púrpura de diferente anchura según la dignidad de
quien la llevara. La usaban los magistrados y los niños y niñas menores de 16 años.
 Candida: totalmente blanca, característica de los “candidatos” a las magistraturas.
 Pulla: de color marrón, gris o negra, propia del luto.
 Picta o palmata: de color púrpura y decorada con oro, es la toga que llevaban los
generales en los desfiles de triunfo.
 Trabea: de diferentes colores con franjas púrpura, la llevaban los augures,
sacerdotes encargados de predecir el futuro.
El calzado se adecuaba al clima y la actividad:
 Soleae: sandalias para usar en casa o cuando hacía buen tiempo.
 Socci: zuecos para la lluvia o en las termas.
 Calcei: zapatos cerrados para grandes ocasiones y cuando se vestía la toga.
 Caligae: sandalias altas propias de los soldados.
Cuando nacían los bebés eran fajados, para que sus miembros crecieran rectos y
armoniosos.
Cuando la edad lo permitía, los pañales eran sustituidos por el subligar, sobre el que podían
ponerse los siguientes vestidos:
 La tunica recta: pieza rectangular cosida por ambos lados y con aberturas para
la cabeza y los brazos, adornada normalmente con un ribete alrededor. A veces
lo ceñían con un cingulum.
Cuando el niño entraba en la edad adulta, en torno a los 16 años, dejaba la bulla y sus
juguetes y pasaba a vestirse con la tunica pura.
La toga: adornada con una franja de color púrpura (toga praetexta). Esta prenda resultaba
muy incómoda y solo se utilizaba en las grandes ocasiones.
Las niñas romanas vestían una sencilla túnica ajustada por un cinturón, y se cubrían con
otra que llegaba hasta los pies cuando salían a la calle. También usaban otros tipos de manto
para guarecerse de la lluvia.
CAPITULO IV

EDAD MEDIA

Los tejidos de punto y malla son característicos de esta nueva etapa, conocida como Edad
Media, que se inicia en el año 476.
La modestia y el pudor de los cristianos por una parte, la invasión de los bárbaros después y
la influencia del imperio bizantino en seguida determinaron el cambio del traje en Occidente
desde los primeros siglos de la Edad Media de siguiendo por entonces con el fondo romano.
Cesó por completo el uso de la toga ya casi olvidada (salvo para algunos actos oficiales)
después de el siglo de Augusto. Se usaron más las bragas (especie de pantalones)
tomándolas de los bárbaros y ellas o las calzas se llevaban muy sujetas desde el tobillo a la
rodilla por medio de correas entrelazadas. Se adoptaron asimismo las calzas, a menudo
confundidas con las bragas pero que se diferenciaban de éstas en ser como nuestras medias
pero de paño o de cuero y por lo general muy elevadas y de variados tamaños.
Las túnicas siguieron usándose cortas sobre las bragas o calzas pero con mangas. En
cambio, las capas o mantos eran más amplios en uno u otro sexo y las mujeres las llevaban
sobre túnicas talares. Se usaban también las clámides como en la época romana.

La túnica o vestimenta con que aparecen cubiertas suele ofrecer pliegues rectos y paralelos,
casi verticales. Pero el manto o capa los presentan más movidos y se recoge sobre el brazo
izquierdo de la figura. El continente de las personas se ostenta siempre majestuoso, tranquilo
y honesto; su mirada, de frente o a la derecha del espectador; sus ojos, grandes y abiertos;
sus pies, pequeños o estrechos y terminados en punta.

1. Indumentaria femenina de la baja edad media:

El Sobreveste, una de las prendas superiores mas importantes en el armado de conjunto.


La cotardía, prenda superior que se caracteriza por el escote en v y unas mangas bien
ceñidas.
La Hopalanda femenina en esta caso se lleva con una saya (también puede ser vestido o cota
según el autor).
Garde Corps: el antecesor del corset.
Una curiosidad medieval es el traje partido representando a cada familia noble.

Algunos tocados:En su mayoría armados con base de alambre y velo por encima.
La escarcela, accesorio que se colocaba en el cinturón.

2. Indumentaria masculina de la baja edad media:

La Hopalanda pude ser una prenda masculina como femenina. En el caso de los hombres se
podía llevar corta.
El jubón fue una de las prendas más importantes de la época, se verá en todo su esplendor
durante el renacimiento.
Las calzas se llevaban en un principio hasta el muslo y sostenidas al jubón. Luego se
implementa la bragueta para poder llevarles con el talle más alto
Distintos nombres para un mismo accesorio: el secreto está en la forma de colocarlo en la
cabeza.
Existía una reglamentación para el vestuario, dónde estaba exactamente fijado como cada
persona dependiendo de que nivel pertenecía, le era permitido vestirse. 
Tan solo al llegar la edad media alta, cuando muchos nobles se encontraron ante una crisis
económica, mientras que muchos campesinos se habían enriquecido, éstos comenzaron a
rebelarse contra las ordenes.
Ahora también se vestían lujosamente e imitaron el estilo de la nobleza, a menudo tan solo
para burlarse de los nobles.
El vestuario de la población rural era simple y sobre todo cómodo. No era moderno, si no
simplemente funcional y sobre todo no podía dificultar el trabajo duro en el campo.

Si la mujer llevaba algún tocado, usaba una caperuza hecha de fieltro. Su pelo lo llevaban


suelto o con una trenza o dos. Su calzado era entallado de una madera suave o hecho de piel.
Ellas se hacían sus propios vestidos y usaban materiales como lino, lana o piel. Como
colorearlos era algo que solo se podía permitir la nobleza y llevarlas era según el
ordenamiento algo reservado para las mujeres nobles, los trajes de las campesinas solo
solían ser de color negro, gris o marrón.
Iniciándose la era gótica, también evolucionaba la manera de vestirse. Tal y como subían las
catedrales hasta casi alcanzar las nubes del cielo, también ganaba en largura su ropaje. Las
colas de los trajes cada vez son mas largos como también los tocados que se elevaron y eran
más y más puntiagudos. 
Esto hacía que los cuerpos parecían ópticamente más alargados.
Poco a poco iba apareciendo más piel, algo que disgustaba sobre todo a la iglesia. Los trajes
cada vez eran más ajustados y los escotes de las mujeres se ampliaban.
Pero también el ropaje del hombre era cada vez más ajustado y los pantalones cada vez más
cortos con el fin de lucir sus piernas, símbolo de hombría.

El vestuario cada vez era más alegre y colorido. Las prendas se teñían de dos o más colores
y varias estrategias como la de las aberturas, que permitía observar el forro interno de la ropa
de un color contrastante al superior.
Las mujeres llevaban diademas hechas de piedras, flores, hojas o tela. Las casadas llevaban
debajo del mismo un velo y las doncellas y solteras llevaban el diadema encima de su pelo
largo y suelto o encima de sus trenzas.

También era popular la cófia, el hennin, el tocado de cuernos y el tocado mariposa.


Durante la edad media se comienza a dar al tocado un uso más moral que estético y que se
comienza a cubrir los cabellos como signo de pudor.
La cofia era el símbolo de la dignidad femenina y de la prosperidad.
Pero también servía para apartar el pelo de la cara mientras trabajaban y de protegerlo de la
suciedad. Las mujeres solteras y niñas también podían llevarlas.
Tocados populares usados durante la edad media:
VENDA:
Fue usado en el siglo 13 y 14 y fue una combinación de vendas, que rodeaban la barbilla y se
sujetaba en la cabeza, añadiéndole una corona. A veces esa corona tenía un borde
ensortijado.
Tan solo era usado por las mujeres casadas y cubría únicamente la caballera.
A veces fue fijado tan firmemente alrededor de la barbilla que impedía a la hora de comer o
hablar.
CARAMIELLO: Tocado femenino. Una especie de velo que cubre el cabello y el cuello
realizado por bandas muy pisadas.
COFIA: Tocado medieval usado tanto por las mujeres como por los hombres cubriendo la
caballera y sujeto por dos tiras que se ataban bajo la barbilla. Frecuentemente hecha de
fieltro.
REDECILLA: A mediados del siglo 13 se incorporó la redecilla a la moda. Una creación hecha
de seda o algodón. A veces era adornado con hilos de oro o plata, perlas o pedrería. Se podía
llevar solo o en combinación con otros tocados.
CAPERUZA: La caperuza era para proteger a los hombres sobre todo contra el mal
tiempo. Tapaba la cabeza entera y también los hombros. En el siglo 13 su extremo aún lo
llevaban muy corto, pero a lo largo de los años ganaba cada vez más en longitud.
HENNIN: Tocado creado en el siglo 14 para la mujer noble. Era un tocado alto con forma de
cono que cubría el cabello completamente. Era elaborado con cartón, alambre o ballena y
luego cubierto de terciopelo. Su punta fue guarnecida con un velo largo.
El hennin a veces podía llegar a tener un metro de largo.
CORONA: Un tocado muy popular en la era gótica.
La corona llevaban las mujeres como los hombres y podía ser hechas de hojas o flores.
También habían coronas hechas de chapa dorada o de oro. Éstas fueron decorados con
rosetas o pedrería. Las mujeres solteras la llevaban sobre su pelo suelto y las mujeres
casadas la llevaban encima de un velo.
TOCADO GABLE: El tocado Gable, también llamado el tocado inglés. Un tocado
peculiarmente inglés, muy popular entre 1480 y 1540 aproximadamente. Recibe este nombre
porque su forma se asemeja al tejado a dos agujas de una casa (tejado en inglés es gable).
En sus orígenes, comenzó a ser llevado por la reina Isabel de York, mujer de Enrique VII.
En un principio era un tocado muy sencillo que llevaba un velo en la parte posterior.
Pero con el tiempo se convirtió en algo más complejo. En la parte de atrás se colocaban dos
velos en forma de tubo (generalmente negros), que colgaban formando un ángulo de noventa
grados, como se ve en el retrato de Juana Seymour.
Las reinas y damas de la corte Tudor los adornaban con hileras de perlas, piedras preciosas y
alfileres.
TOCADO FRANCES: Tocado muy popular introducido en la corte Tudor a partir de 1520
cuando la moda francesa fue imponiéndose poco a poco. El tocado francés era más sencillo y
algo menos incómodo que el tradicional Gable. Se cree que la principal introductora del
tocado francés y la moda de Francia fue Ana Bolena.
ATTIFET: El attifet fue un tocado con forma de corazón usado a mediados del siglo 16 hasta
el siglo 17 y provenía del tocado francés. Fue hecho por seda o lino y a veces decorado con
perlas. Fue llevado frecuentemente por Maria Estuardo. 

Vestuario del caballero feudal:

Lo primero que se ponían: los calzones. Esta era una prenda fabricada con lino o lana, la cual
iba anudada a las rodillas y sujeta a la cintura mediante un cordón o un cíngulo de cuero de
poca anchura.
A continuación se vestían las calzas. Esta prenda podía estar fabricada con los mismos
materiales que los calzones o bien con un cuero fino. Iban sujetas mediante unos cordones al
cíngulo de dichos calzones solo por la parte delantera. Las calzas, dependiendo de los gustos
de su usuario, podían ir provistas de suelas de cuero, con lo que actuaban al mismo tiempo
como zapatos, o ser como unos calcetines actuales, con lo que debían usar zapatos o bien las
suelas de las calzas de malla, dependiendo si las llevaban o no. Estas calzas quedaban muy
ajustadas a las piernas, siendo visibles cuando se vestía ropa civil.
Lo siguiente eran las calzas de malla que, como se ve en la ilustración, eran similares a las de
tela o cuero que portaba bajo las mismas. La sujeción era idéntica: mediante unos cordones
anudados al cíngulo que sujetaban los calzones. 
Una vez terminadas de vestir las piernas, el caballero se ponía la camisa, la cual era una
prenda de lino o lana de manga larga que llegaba por debajo de las caderas. Los puños y el
cuello se ajustaban mediante cordones o cintas. Sobre la misma se vestía el perpunte, una
prenda de tela basta rellena de crin o estopa muy prensada que se pespunteaba a lo largo o
formando cuadrados. Esta prenda, debido a la flexibilidad de las lórigas, amortiguaban los
golpes propinados con armas contundentes como mazas, mayales, etc.
A continuación se vestía la camisa de malla la cual podía ser de una sola pieza, o sea, con el
almófar formando parte de la misma, o con esta pieza aparte. La lóriga no iba provista de
cierres, por lo que debía vestirse por la cabeza. Teniendo en cuenta su peso, de alrededor de
los 20 ó 25 kilos, era necesaria la ayuda del escudero para vestirla. Podían ser de mangas
cortas o largas, dependiendo de los gustos o las posibilidades económicas del dueño (a más
completa, más cara). Podían llegar hasta las muñecas o disponer de manoplas. 
En cuanto al almófar, ya fuese formando parte integrante de la camisa o una pieza aparte,
había algunas diferencias.

Falta la cota de placas, elemento que servía para aumentar aún más la protección y que
consistía en una sobreveste fabricada de una sola pieza con cuero o paño en cuyo interior se
disponían placas metálicas remachadas a la misma. 
El peso que debían soportar no era nada desdeñable ya que todas las prendas enumeradas
podían superar tranquilamente los 30 kilos de peso, a los que habría que añadir los alrededor
de 2 kg. del yelmo, el escudo y las armas. Y a pesar de todo, estos hombres se movían con
una agilidad prodigiosa, siendo totalmente erróneo ese concepto de que eran poco menos que
tortugas que, si caían al suelo, no podían ni levantarse. 

Calzado medieval:
El calzado era de piel, y reforzaban la suela con cuero cosido. 
En ocasiones, los caballeros remachaban sus botas de montar con clavos, para tener mayor
adherencia en el suelo durante las luchas. 
La moda masculina fue determinando que la punta de los zapatos se fuera estilizando y
alargando cada vez más; algunos llegaron a tener puntas de 18 pulgadas, que entonces se
doblaban hacia arriba y se amarraban al tobillo.
Los campesinos utilizaban sandalias tejidas con fibras naturales. En ocasiones, en las mismas
calzas (ropa interior) se cosían unas plantillas de cuero endurecido. 
Las puntas de los zapatos eran muy puntiagudas, y ya se aprecia la moda y estilo del calzado
en este siglo, con varios modelos diferentes de zapato, botines, sandalias.
Las mujeres se ponen medias de seda o lana.
El zapato puntiagudo, tiene un empeine sujeto  con hebillas y cordones, fue el zapato
característico del último tercio de la edad media. 
A principios del  siglo XIII, el calzado masculino adopta tres formas principales: botas de cuero
que llegan hasta la rodilla, los típicos zapatos a la altura del tobillo, y la todavía inusual, pero
práctica, innovación de combinar las calzas con una suela de cuero, haciendo innecesarios
los zapato

Cinturon de castidad:

Un cinturón de castidad es un cinturón o braga de hierro, cerrable con llave, que


supuestamente se obligaría a usar a algunas mujeres en la Edad Media para evitar
las infidelidades .
Se usaba cuando los maridos se iban a guerra, viajes de negocios, o simplemente cuando se
ausentaban por un largo tiempo. Les ponían a sus mujeres el cinturón y existían 2 llaves: una
la tenía el marido y otra el sacerdote. Si el marido no veía a la esposa en un año, el sacerdote
en un plazo de 4 años decidía quitarle el cinturón.
 El cinturón de castidad no puede usarse más que durante unas horas, a lo más un par de
días. De otra forma, la mujer que lo llevase moriría víctima de infecciones, abrasiones y
laceraciones provocadas por el contacto con el metal o, a largo plazo, si el cinturón entraba en
contacto con agua, de tétanos causada por la oxidación del cinturón sobre la piel de la zona
íntima. En realidad, el cinturón de castidad era utilizado por las mujeres como defensa contra
la violación, en época de acuartelamiento de soldados, durante viajes y en estancias
nocturnas en posadas. Su uso era más frecuente en enfermeras y religiosas que atendían
heridos en los frentes de batalla para evitar las violaciones.

ARTE DEL RENACIMIENTO

El Renacimiento comienza en el siglo XIV, alcanza su plenitud a finales del siglo XV y


continúa su desarrollo a lo largo del siglo XVI. Se expandió y se transformó en una
importante corriente cultural e intelectual, que cobró impulso a finales del siglo XIV.
Los pañeros flamencos crearon los tejidos mas lujosos del continente utilizando como
materia prima lanas importadas de Inglaterra.
Los gremios más poderosos y ricos eran los que estaban relacionados con el trabajo textil.
La moda era un pasatiempo de las personas acomodadas, pero también durante el
renacimiento llegó a ser preocupación de la próspera edad media.
Las comunicaciones y el transporte eran más rápidos y efectivos, proliferaron las
esplendidas mercancías de lujo, y la gente empezó a desearlas.
Las prendas eran confeccionadas por sastres, y se adaptaban a los gustos de la clientela.
La tienda, el hogar y el taller se localizaban en el mismo lugar. Los sastres ambulantes
atendían a la gente del campo, que no podía acceder fácilmente a los centros urbanos.
Los cortesanos requerían un extenso guardarropas, y a menudo vendían sus ropajes en
establecimientos de segunda mano para recuperar parte de su costo, lo cual denota el
porque la moda era pasatiempo de las personas acomodadas.

Fue durante el Renacimiento en que se popularizó el estilo denominado “Acuchillado”,


surgiendo como resultado de la derrota de Carlos el Temerario en 1477, cuando los suizos
cayeron sobre sus tropas en Nancy , para celebrar la victoria cortaron los estandartes, las
tiendas y los lujosos vestidos del ejército de borgoñón, atando tiras a los desgarrones de
sus vestidos.
El acuchillado se caracteriza por tener las costuras abiertas, o cortar deliberadamente una
prenda dejando visible el forro de la misma.
La gorguera es otro elemento destacado del renacimiento, tanto en la indumentaria
masculina como en la femenina , en sus inicios era un cordón que fruncía el cuello de las
camisas creando una especie de volante, que finalmente se convirtió en un elemento
independiente de la prenda. La gorguera fue perfeccionada gracias a la utilización del
almidón, fabricado en Flandes, haciendo que este accesorio adquiera rigidez, a demás de
teñir el blanco y agregar un matiz azulado o amarillento. Para mantener la rigidez de la
gorguera también se utilizaban soportes debajo de la misma que consistían en alambres
forrados de seda. La gorguera cada vez fue más plegada con lo que sobresalía mucho y
agobiaban por su altura. Mas tarde comenzaron a confeccionarse en Gasa, con los
característicos bordes plateados o dorados en encaje, se podían utilizar en el escote del
vestido o de la camisa.

Los hombres y mujeres de la clase media utilizaban prendas con mangas desmontables o
con doble manga, una estrecha sujeta a la prenda interior, y otra mas amplia sujeta al
cuerpo del vestido, permitiendo de esta manera cambiar el aspecto de una prenda.
Otra característica importante del traje renacentista eran las agujetas, se usaban para
sujetar las calzas a la cintura del jubón, o las mangas desmontables a la sisa de un jubón
o un cuerpo. Las agujetas generaban suntuosidad en el vestido.

En Inglaterra se popularizó el uso del pañuelo y el abanico, elemento traído por Cristobal
Colón de regreso en 1496 de su segundo viaje, regalo a Isabél de Castilla, comenzaron a
ser el complemento ideal para los suntuosos trajes; las mujeres de los ricos mercaderes
veneciano portaban abanicos en forma de bandera. Los abanicos articulados podían
sujetarse al cinturón con una cadena o una cinta para dejar las manos libres. Tanto
hombres como mujeres utilizaban pañuelos, que tenían carácter decorativo. El pañuelo
fue considerado el objeto definitorio de lujo, por lo que los pobres tenían prohibido su uso
por ley. La mayoría eran de lino o seda, con el tiempo llegaron a estar adornados con
remates de encaje o de ganchillo, bordes con borlas y bordados.

Las Mangas y las faldas se ensancharon, las ropas se hacian con tejidos tupidos, lujosos
y suaves, como terciopelo, brocado y damasco.

Indumentaria femenina:

La indumentaria básica era una camisa interior de lino blanco, manga larga, sobre ella un
vestido de cintura alta de color contrastante.
A fines de siglo el escote se hizo en forma de V hasta la linea de la cintura, se añadió una
pieza de tejido rígido para tapar el pecho a modo de triángulo invertido llamado tassel. Las
mangas se abrían a la altura de los hombros y de los codos, en la parte posterior, para
dejar asomar por las aberturas las mangas de la prenda interior.
Tal vez el desarrollo más interesante de esta época fuera la utilización, o al menos la
exposición, de las camisas por parte de hombres y mujeres. Una vez que la camisa
quedaba a la vista, tenía que ser adornada; los ribetes de encajes y volantes en cuello y
mangas se convirtieron en menos de 50 años en gorgueras historiadas y almidonadas que
estuvieron de moda durante otros 100 años. Estos cuellos, almidonados o no,
evolucionaron hacia la chorrera.
La pieza principal del guardarropas femenino será la cota, o vestido interior.

Había tres tipos de verdugados , el tambor, muy popular en Francia, el reducido, español y
el de campana, para incrementar el ancho de las faldas era requerido gran cantidad de
material. Las prendas enfatizaban hombros anchos, un largo y estrecho talle y caderas
anchas. La parte superior del cuerpo femenino era oprimida con la Basquiña, que era una
prenda interior tipo corsé de material rígido, proyectando el pecho hacia arriba y
aplanándolo, este efecto se veía potenciado al utilizar el peto, rigido y triangular.

Catalina de Medici fue la primera en llevar calzones, los que les permitieron a las mujeres
montar a caballo de lado en la silla, los calzones eran confeccionados en algodón, con el
tiempo comenzaron a hacerse en tejidos más suntuosos como por ejemplo el brocado.
Las mujeres utilizaban capas largas y plisadas como prendas interiores.

Isabel I era famosa por su suntuosidad al vestir, su estilo era la rigidez, usaba Tudor,
hombreras, cuerpo rígido, verdugado y una peluca enjoyada. Se afeitaba las cejas y el
nacimiento del pelo. 
En Italia el vestuario femenino se caracterizó por el escote cuadrado, los bordados de oro
y plata. Los hombres abultaron sus mangas con rellenos y extendieron las colas que
llegaron a medir 5 metros. El sombrero adquirió forma de turbante con amplias alas. El
pelo de las damas coronaba la cabeza con complicados moños de trenzas. 

Una dama italiana de las clases altas nunca saldría a la calle sin un par de chopines (la
primera versión del zapato de plataforma) para mantener su falda y sus delicados pies
alejados del barro. 
En los trajes predominan las cinturas altas, la falda larga y las mangas elaboradas. La
dama se enfunda un camisón de seda o lino llamado chemise, seguido por una camisa de
color fuerte sobre el que se lleva una falda o vestido pesado de brocado o terciopelo. 
Esta pieza suele estar exquisitamente decorada con hilo de oro o plata y con numerosas
incrustaciones de joyas y cuentas. Las mangas están simplemente sujetas al vestido, lo
que ofrece una gran versatilidad: una dama puede cambiar de traje cambiando las
mangas. Estos lujos no se emplean a diario, salvo que se pertenezca a la nobleza. Para la
ropa de diario se suele preferir la lana. 

Por supuesto, una señora con gusto también viste ese imprescindible accesorio de la
moda, el corsé. Suele estar hecho de acero, hierro o cuero endurecido para mantener el
pecho erguido y la cintura lo mas estrecha posible. Después de todo, como indica
Caterina de Medici, “una cintura gruesa es una falta de educación”. 
Al final se acabaran aceptando las cinturas normales y el corsé será mas ornamental que
práctico. La mujer también puede tener que sufrir una falda con aros inventada por los
españoles.
Respecto a la cabeza de la mujer, por fortuna los pesados sombreros medievales
puntiagudos han desaparecido en favor de estilos más favorecedores. 
En los círculos elegantes ingleses se usa el sombrero con gablete. 
Se coloca sobre la parte trasera de la cabeza y tiene la forma de una pequeña cubierta a
dos aguas, de donde recibe el nombre.
Las campesinas pueden exhibir sin peligro las piernas por debajo de las rodillas. Cuando
se trabaja en el campo no es practico arrastrar la falda (probablemente la única falda ). 
Irónicamente, en el renacimiento se acepta el pecho de las mujeres desnudo.

El trabajador ordinario viste una versión mucho mas sencilla de las ropas de los nobles:
unas calzas u otro tipo de pantalón y una camisa larga. Una túnica reemplaza al jubón,
aunque este puede vestirse en las ocasiones especiales. La túnica suele ceñirse con un
cinturón. Aun no se ha inventado el bolsillo, así que todo lo que un hombre lleva cuelga
del cinto en bolsitas o de cordeles. 

Indumentaria masculina:

En el renacimiento se mantuvieron las prendas de la Edad Media, añadiéndole colores


brillantes, en forma de parches, rallas, cuadrados y triángulos.
Los nobles podían vestir a sus sirvientes con los mismos colores que usaban ellos, en
actividades específicas tenían reservados ciertos colores, como por ejemplo, el rojo se
utilizaba en las actividades rurales.
Las prendas acentuaban el físico, los hombros, pectorales, se acolchaban los abrigos con
heno y se colocaba un cinturón en la cintura. Se dejaron de usar las calzas, siendo
reemplazadas por las medias, acentuándose por medio de la bragueta la entrepierna. El
calzado que se utilizaba en la Edad Media, en punta fue reemplazado por el denominado
“pico de pato” que poseia su punta ancha y redondeada en la puntera.
Quienes dictaban la moda eran Carlos I de España, Enrique VIII de Inglaterra y Francico I
de Francia.
Carlos usaba un jubón de brocado de oro y plata, forrado. Enrique utilizaba suntuosos
atuendos, sus ropas estaban confeccionadas con brocados que llevaban bordados y
joyas.
El libro del cortesano, de Castiglione, era el manual del caballero. A demas de mostrar el
buen comportamiento del cortesano, aconsejaba sobre la ropa que debía usar en distintas
ocaciones, por ejemplo para cazar, o practicar deportes.

La camisa de lino blanca era símbolo de opulencia, una camisa blanca y planchada (en
lino o tafetán) distinguía al caballero del campesino. 
El corte amplio con escote normalmente bajo, con el tiempo se agregó un cuello pequeño
o fruncido, adornado con bordados de color negro, rojo, azul o dorado.

El Jubón, que hasta el siglo XVI va a ser la prenda principal del vestuario masculino, luego
evolucionará para dar paso al chaleco y la chaqueta. El cuerpo era resaltado a partir de
rellenos en los hombros y en el pecho, dándole también forma a la prenda, las mangas al
igual que en el vestido femenino se sujetaban al cuerpo del jubón con agujetas en la parte
posterior de los hombros y codos, permitiendo ver así los acuchillados.

También utilizaban el Justillo, (equivalente a la chaqueta moderna de traje). Lo utilizaban


abierto sobre el jubón para que permitiera que este pudiera verse, podía tener cuello alto
o bajo, y sus mangas eran desmontables, luego del S XVI se suprimen, poniendo un
ribeteado en el contorno.

La bragueta era otro accesorio importante, remarcaba la ingle masculina, se llevaba en la


entrepierna con un triangulo protector con relleno, la bragueta iba sujeta al jubón.
Las calzas eran unicamente utilizadas por hombres adinerados, ya que eran muy caras de
producir. Los encañonads eran unas piezas ajustadas tubulares que se llevaban sobre las
calzas para cubrir los muslos.
Las medias fueron evolucionando, ya que anteriormente eran realizadas con tejido plano
imitando la forma de la pierna, pero con la invensión de la profesión de “tejedor”, se
convirtieron en una prenda cómoda, ornando el tobillo. Las jarreteras (finas cintas
anudadas por encima de la rodilla) eran las que sujetaban las medias.

En el siglo XV los vestidos masculinos se acortaron y las calzas se alargaron, de seda de


color brillante sujetas a las rodillas con complicados lazos o ligas enjoyadas.. Comenzaron
a llevar una toga que se modificó hasta convertirla en una especie de corpiño abierto a los
costados afirmado a la cintura y bajo los brazos. 
Más tarde, se transformó en una casaca abierta adelante en cuyas mangas se bordaban
los escudos familiares. La ropa tenía colores muy vivos y se empezaron a usar muchas
pieles (marta, marmota, armiño) que se incorporaron a las capas y sobretodos. Algunos
hombres se cubren los muslos con bombachos, mientras que otros llevan una especie de
calzas menos ajustadas. 
Esta cubrición de los muslos suele ser de varios colores y corte complejo. 
Los caballeros utilizan una coquilla para suplir la falta de tejido en la entrepierna. Esta
pieza tuvo unos humildes orígenes como un simple trozo de tela atada al bombacho o a
las calzas con lazos, pero en tiempos de Enrique VIII se había convertido en un símbolo
de distinción. Algunas de estas coquillas están acolchadas, o incluso decoradas con
joyería. 
La camisa larga, normalmente de seda o lino, se enlaza en el cuello y las muñecas y se
lleva sobre los leotardos. El hombre elegante también viste un jubón, la respuesta
Renacentista al justillo. Esta prenda tiene tanto una función práctica como estilística. 
La parte superior de las calzas se ata al jubón y los nudos se ocultan bajo el cinturón o la
faja. Pueden ser sencillos, de lana oscura, o estar hechos de terciopelo de colores
extravagantes, finos brocados e intrincados bordados. Este atuendo se completa con una
capa, zapatos o botas y un sombrero piano o redondo con una pluma.

Tejidos:

Los trabajadores textiles durante el renacimiento adquirieron mayor experiencia, con lo


cual los tejidos eran mas elaborados y extravagantes. Las sedas que antes eran
importadas de oriente se comenzaron a fabricar en Flandes, donde también se producían
brocados, así como también tafetan y terciopelo. En el norte de Europa se apreciaban de
manera especial las prendas confeccionadas con terciopelo. Las pieles, se utilizaban para
ribetear (piel de armiño, ardilla, cordero, zorro, rata almizclera y conejo).
También se utilizaban bufandas, velos y pañuelos confeccionados en seda, chifon y crepe.
También realizaban encajes, de bolillos y de aguja, se producía en talleres familiares,
conventos y orfanatos, se vendía en las mercerías y lo utilizaban tanto hombres como
mujeres, ya que era muy utilizado en las gorgueras.
La lana, el lino y el algodón eran los textiles mas utilizados para la indumentaria diaria.
Alemania, Irlanda y Escocia producían el mejor lino, en España e Italia se fabricaban
terciopelos de alta calidad, damascos, brocados y rasos.
Los colores mas utilizados eran los fuertes, como el azul marino, el oro, el rojo, y el negro.

Calzado:

Los zapatos eran confeccionados con una gran variedad de materiales, como piel, paño y
seda. Las mujeres de alto nivel llevaban chapines. 
Los zancos se llevaban elevando a quien los llevaba y afectaban su paso al caminar;
luego se rebajó su suela, y así se crearon los zapatos de tacón alto.

Los zapatos son un accesorio opcional en el vestido de un campesino, en parte porque a


no ser que el frío sea extremo son poco prácticos y especialmente por su altísimo precio.
Los pobres, especialmente los niños y los campesinos, suelen ir descalzos. 
Los primeros zapatos Renacentistas están hechos de cuero envolviendo el pie y cosido en
el talón, cerrándose como una bolsa. Los ingeniosos holandeses tallan sus zuecos en
madera. La zapatería es un oficio laborioso: no puedes ir simplemente y pedir un par de
zapatos, sino que se hacen a medida. El calzado (o la falta de él) es una señal de
posición. 

Sombreros y tocados:

El sombrero de paja era muy utilizado entre los hombres, el chaperón , un sombrero estilo
turbante evolucionó la caperusa. También eran muy utilizadas las gorras con ala estrecha
que se inclinaban sobre el rostro. Los sombreros eran adornados con joyas y plumas, las
caperuzas eran comunes en los países bajos, mientras que las mujeres utilizaban gorros
de terciopelo.

TOCADO DE LA ÉPOCA:

Otro cambio significativo de la moda se produce en el siglo XV: las mujeres muestran su
cabello. Durante la época medieval las nobles se cubrían la melena (mostrarla era
considerado pecaminoso) y pasaban horas frente al espejo peinándosela hacia atrás para
mostrar la mayor entrada posible. 
Por su parte, el hombre y la mujer medios no pueden permitirse seguir las modas porque
trabajan en los campos, con un estilo totalmente medieval. 
Las campesinas visten la misma chemise que las nobles, pero de un material mucho mas
barato y con una sencilla falda de lana encima con un corpiño que se ata al frente. Los
sombreros varían dependiendo del clima y de la profesión (y de la riqueza y la
disponibilidad de tejidos), pero la mujer media viste una variación del griñón (un pañuelo
que se pasa por el cuello y que rodea por completo el rostro, completado a veces con un
velo) o un sombrero en forma de mono, que parece una boina acolchada que se lleva en
la parte trasera de la cabeza. 

CAPITULO V

ARTE DEL VESTIDO DEL BARROCO Y EL ROCOCO

El Barroco, la época que se extiende entre el absolutismo y la ilustración, esta


considerado como el ultimo gran estilo europeo. Este opone a la medida clásica un
complejo de gran variedad dinámica de formas y expresiones.
Frente a frente se encuentran la alegría de vivir y una sensación distinguida, una
espiritualidad religiosa y un riguroso ascetismo, una amplia variedad de formas y un
rigorismo en las formas. Al mismo tiempo, el ilusionismo introduce lo teatral y escénico en
el arte. 
El siglo XVII es el siglo de Francia con sus dos grandes reinados: Luis XIII de 1613 a 1643
y Luis XIV de 1643 a 1715. 
En cuanto a la indumentaria pueden visualizarse todas los rasgos distintivos del periodo
así como un rápido cambio en los estilos de vestir. Podemos divisar el gran poderío
francés no solo en la forma de portar las prendas si no también en la manera de conseguir
los textiles y accesorios. 

Enrique IV (Francia) 1589-1617: 

Por esta época se destacan las fabricaciones de hermosos brocados, terciopelos y sedas.
Dentro del traje usual para hombre podemos destacar el uso de la capa corta redonda, un
jubón de faldón corto, calzas con trusas (detalle renacentista), greguescos (pantaloncillos
con frunce), botas de taco y el sombrero castor de ala ancha para completar el conjunto.
En cuanto a las mujeres tenemos la presencia de una falda muy amplia de forma cilíndrica
denominada falda tambor combinada con un corset. Engalanan el conjunto un cuello
medici bien alto y abierto realizado en encaje a bolillos expresamente pedido a Italia. Este
cuello iba en conjunto con unos puños o bocamangas del mismo material. Los peinados
eran altos y adornados con perlas.

Luis XIII:

Richelieu con una serie de edictos y ordenanzas controla la importación de lujo de otros
países. 
El hombre viste unas calzas amplias y sueltas, un jubón acuchillado en las mangas, capa
corta llamada manteaux que se colocaba en un solo hombro, cuello bajo de encaje
combinando con los puños, botas de media caña con forma de embudo y sombrero
castor. En cuanto al aspecto físico llevan una barba triangular característica del cardenal
Richelieu y el rostro blanco.

Las mujeres llevan una camisola por debajo y varias enaguas. La prenda principal es un
vestido conformado de una falda tambor y una pechera o corpiño. La falda tiene el rasgo
distintivo de estar confeccionada con tres capas las cuales adquirieron un nombre muy
simpático: la picara, la modesta y la secreta. El detalle final del armado de la falda esta en
levantar la ultima capa formando un telón bien teatral. El escote se lleva pronunciado y el
peinado se denomina a la garceta enrulado con un pequeño flequillo que asoma.
Luis XIV:
PERIODO 1643-1660: El hombre lleva una chaqueta corta con calzones tubulares
engalanados con lazos y cintas. Estos calzones llevan el nombre de rhingraves y tienen la
característica de abultar tanto material que a veces simulan una falda. Este periodo es de
lo mas excesivos en adornos y cantidad de tela. En el cuello llevan un cuello bando caído
con corbata y jabot. El bando tiene forma de pétalos realizados en encaje que hacen
juego con el ribete del mismo material que llevan las botas de caña media. El sombrero en
boga es el pan de azúcar y comienza una moda que se extiende varios periodos que es el
uso de peluca.
La mujeres llevan una falda campana y en casos extremos como el español el famoso
guardainfantes bien retratado por Velazquez en Las Meninas. La elegancia se ve
representada por accesorios de pedrería y el escote se insinúa con una forma bote
alargada. La falda esta levantada en la cola con la misma impronta teatral de los periodos
anteriores, y el manguito de piel cierra el conjunto con un toque de distinción.

PERIODO 1660-1670: Considerando que es el periodo en donde se empieza a construir


el palacio de Versalles no hace falta resaltar la opulencia con que se vivía el uso
del traje tanto en el hombre como en la mujer. Los barones siguen usando los rhingraves
pero esta vez con un sombrero de ala estrecha y dos plumas. El cabello se lleva largo y
rizado en peluca. El exceso de tela, cintas y gallants sigue en pie. En cuanto a las mujeres
podemos ver una falda levantada con cola, el escote bote, las mangas mas ajustadas que
en otros periodos y con una nueva característica: el uso de tres volantes de encaje. El
Nuevo peinado es a la sevigne bastante alto y con una impronta de desprolijidad.
Aparecen los parasoles o sombrillas en la escena así como los adornos con perlas en el
pelo.

PERIODO 1670-1715: En este última parte del reinado de Luis XIV podemos ver parte de
su caída hacia el final. El hombre comienza a aplacarse y a guiar el traje hacia lo que será
el conjunto formal de tres piezas del siglo XIX. Aparece una de las prendas base mas
importantes en la historia del traje: la casaca. Esto es un saco con un largo de 3-4, magas
ajustadas y abotonadas, cuello redondo y cruce simple con abotonadura. Este saco se
combina con un chaleco largo también delineado por botones en su acceso y lo que es el
cullotte o calza que anticipa el pantalón. En la cabeza llevan el tricornio y en los pies
zapatos de taco en colores negros y rojos.

La mujer toma un giro inesperado en este periodo ya que se da el gusto de llevar las
prendas de periodos anteriores a un nivel casi de ridiculez. La moda que prevalece es la
neglige y es un conjunto d falda y pechera bien flojas y con mucha cantidad de material
que hacen ver a la mujer como si estuviera paseándose en camisón. Este periodo dura
poco hasta que vuelve a arremeterse con mucha mas fuerza el uso del vestido compuesto
de falda y corset delineado por mangas bien ajustadas y encajes. Sigue el uso de
parasoles, abanicos y antifaces para evocar la imagen teatral característica del barroco.
CAPITULO VI

EDAD MODERNA

NEOCLASICISMO:

Más que un resurgimiento de las formas antiguas, el neoclasicismo relaciona hechos del
pasado con los acontecidos en su propio tiempo. Los artistas neoclásicos fueron los
primeros que intentaron reemplazar la sensualidad y la trivialidad del rococó por un estilo
lógico, de tono solemne y austero.
En 1789 estalló la Revolución Francesa, y la moda se convirtió en un instrumento de
propaganda ideológica de la nueva era. Los revolucionarios manifestaron su espíritu
rebelde y su rechazo a la vieja sociedad mediante el atuendo. Aquellos que llevaban
complicados y extravagantes trajes de seda eran considerados enemigos de la
Revolución.

En lugar de calzones (culottes) y medias de seda, que representaban a la nobleza, los


revolucionarios vestían con prendas usadas por las clases bajas, pantalones largos,
chaqueta, zuecos…

La caótica sociedad posterior a la Revolución generó modas excéntricas. Un ejemplo de


esto serán los incroyables (increíbles) y su versión femenina
las merveilleuses (maravillosas), que paseaban con sus extravagantes atuendos durante
el Directorio. La Revolución Francesa fomentó una nueva estética en la indumentaria que
prefería el simple algodón antes que la refinada seda. El linón, una tela de gran calidad
parecida al lino, hecha con un delicado y fino algodón, se puso de moda por su ligereza y
transparencia. Otras similares como el percal, la muselina y la gasa le siguieron los pasos.

A principios del siglo XIX el vestido chemise, una prenda de muselina blanca, casi
transparente, de cintura alta, similar a las túnicas de las antiguas estatuas griegas o
romanas, se puso muy de moda. Este fue el resultado de un concepto moderno e
innovador del cuerpo femenino, aunque tuvo una vida limitada.
Hacia 1804 se empezó a usar un nuevo tipo de corsé sin ballenas, menos rígido.

ROMANTICISMO:

En cuanto a la ropa masculina, la moda del caballero inglés se puso de moda con el
estilo dandi: artistas y literatos de la nueva burguesía que optaron por la sencillez y
sobriedad de los pantalones negros (antes llevaban calzones), los bastones, los
sombreros de copas y, sobre todo, los pañuelos y  las levitas de chaqué o los fracs.

Por contraste, el traje femenino será más aristocrático: vestidos enterizos y mangas


acolchadas. Lo más representativo es que vuelve el corsé, muy mal visto durante la
Revolución francesa. 
En indumentaria se dio un resurgimiento de formas barrocas y del Rococó, haciendo
retornar a la vestimenta femenina el uso del corset entero y los armados de falda, que
variaron de gran forma a lo largo de todo el siglo, modificando la silueta exterior.
Se utilizaron encajes y bordados, gasas, sedas y tules. Tejidos de lana, algodón, paño,
terciopelo, brocatos y variedad de pieles.
Los preferidos en fueron los tonos claros, favoreciendo al blanco, y rozados tenues.
Aunque el rango de tonalidades vistas abarca morados, verdes, rojos, amarillos y
marrones, azules y negros especialmente para abrigos o capas.

ESTILO IMPERIO

Notablemente estrecha en la parte del pecho ensanchándose por debajo de este. Esta
forma de vestido se inspiró en la época Imperial(1804-15)
La indumentaria de esta época se caracteriza por ser de tejidos puros como el algodón y
la muselina, en su gran mayoría blancos o del color natural del tejido.
Se ajusta bajo el pecho dejando caer una falda recta, creando un vestido largo y sencillo,
suele ser de manga corta o tirantes y con amplios escotes. Además se complementaban
los atuendos con recogidos de inspiración romana, con rizos, diademas y tiaras.

Se incorporó a su indumentaria los guantes, el echarpe de piel de visón o de zorro que


llamaban en esa época estola, y elementos que demostraban cada vez más que la
burguesía volvía a retomar su poder, como por ejemplo la cinta de oro de debajo del
pecho. Pero si hay alguien que marcó tendencia en la época, esa fue Josefina
Bonaparte, mujer de Napoleón, la cual tenía un sastre francés llamado Leroy que tras
confeccionar ropa para la consorte se hizo muy famoso e innovó añadiendo
mangas globo al robe-and-chemise. Juntos popularizaron el color blanco y ella tenía
verdadera pasión (inclso obsesión) por la moda: poseía más de 700 vestidos, 252
tocados, 60 chales de cashemir, 800 pares de zapatos y 500 camisas.

La moda inglesa hizo que las sencillas telas de algodón se hicieran muy populares, así
pues la gran industria de la seda francesa sufrió un duro golpe. Por ese motivo y para
reactivar la industria de la moda francesa, Napoleón publicó un decreto imperial el cual
obligaba a vestir prendas de seda tanto a hombres como a mujeres en las ceremonias
públicas y así mismo en la corte francesa.Estos vestidos son el máximo exponente de la
gloriosa y elegante belleza de la seda fina.

Estilo victoriano:

La era victoriana fue un tiempo notable en la historia de la moda tanto en los Estados


Unidos como en Inglaterra. Tanto las mujeres como los hombres usaban vestimentas
conservativas y colores apagados. La moda de las mujeres generalmente estaba
directamente influenciada por el guardarropa de la Reina Victoria. Grandes sombreros y
cinturas finas eran el último grito de este período único de la histora de la vestimenta.
La moda de la gente reflejó los sombríos atuendos de Victoria. Ella usaba vestidos largos
y conservadores de telas negras. Como Europa era considerada la fuente primaria de la
nueva moda, este estilo sombrío se desparramó rápidamente por los Estados Unidos.

Aunque los vestidos de las mujeres fueron cambiando durante los 63 años de reinado de


Victoria, los corsés se mantuvieron siempre presentes. En el siglo XIX la figura de avispa
era la ideal y los lazos indispensables. Los corsés se construían de espirales de acero o
de los largos huesos de las ballenas. A medida que la industria se fue desarrollando, se
comenzaron a producir en masa en lugar de hacerlos a medida.

Se reportaron muertes debido a que se los ajustaba demasiado y causaban pinchaduras


en las costillas y órganos vitales. A comienzos del siglo XX las mujeres dejaron de usar los
corsés no sólo porque eran poco prácticos sino porque la salud también se resentía por
causa de ellos.
Además del corsé que apretaba los pulmones, las mujeres usaban largas faldas en
forma de campana. Esa apariencia de campana se lograba con capas de enaguas debajo
del vestido. Más tarde en la era victoriana, los vestido se hicieron chatos en la parte
delantera pero se proyectaban en exceso hacia atrás. Las mujeres tenían tanto vestidos
de día como de noche y no era inusual que se los cambiaran varias veces por día. 

Los vestidos de día tenían altos cuellos y mangas largas, mientras que los de noche,
tenían grandes escotes y mangas cortas. Los guantes para la ópera y los que no tenían
dedos eran también populares. Usaban botasde cuero, generalmente negras, que se
ataban sobre los tobillos. Las botas no tenían tacos o los tenían, pero bajos.
El más prominente de los rasgos de la vestimenta de los hombres en la era victoriana fue
el sombrero de copa. A través de todo su reinado, la clase alta usó sombreros de copa de
alturas variadas. En la primera mitad de esta era los hombres usaban camisas con cuellos
altos y una especie de moño corbata para los atuendos formales. También usaban
chalecos sobre sus camisas y largos sacos. Durante la segunda mitad, se hicieron
populares los trajes de tres piezas. En 1890, se introdujo el blazer como atuendo
deportivo.

La moda femenina de 1840 se puede resumir en tres grandes rasgos: cintura baja,
mangas más ceñidas o abombadas solo en el antebrazo, y faldas largas y voluminosas. El
cuerpo y la falda estaban habitualmente unidos, y para dar volumen a las faldas se
utilizaba multitud de enaguas (lo que producía el llamado "efecto cubretetera") En los
últimos años este efecto se exageró con el uso de un polisón llamado "crinoline"- porque
estaba hecho de crin de caballo-. No hay que confundirlo con la futura "crinoline", que era
un armazón de círculos metálicos atados con cintas, que se emplearía a partir de la
década de los 50 para ahuecar todavía más las faldas, pero que acabó llamándose igual.

Los vestidos de la década de 1880 fueron casi siempre hacen en dos colores de
material. Los colores vivos, como profunda, pavo real azul, rojo, azul, púrpura, mandarina,
verde mar se utilizaron solos, en combinación, o en las telas del tartán reales brillante
manzana verde rojo. Algunas combinaciones eran muy extraños. 
En noche de las señoras vestidos de noche estaban en tonalidades más suaves y aunque
estaban recortados extravagante en telas de contraste y muy escote, siguieron la línea
general de la moda.

No podemos dejar de mencionar la importancia del "chal" como complemento que vuelve
a estar de moda en esta década —y no solo los de cachemira, sino también los de
Paisley, ya que la reina Victoria adquiere en estos años su residencia en Balmoral—.
También aparecen distintos tipos de capas, como podréis ver en las imágenes que siguen.
Mención aparte merecen los vestidos de noche: para asistir a las fiestas, o al teatro, etc.
Son escotados, con dicho escote por debajo de la espalda, recto, o formando un pequeño
entrante en el centro. Los vestidos de noche suelen ser de seda o terciopelo.
SIGLO XX

DÉCADA DE 1900:

La Belle Époque, la moda comienza en el año 1900 con la llamada silueta S, debido al
corsé que empujaba los pechos hacia arriba, estrechando la cintura y sus faldas
ajustadas a la cadera ensanchándolas en forma de campana al llegar al suelo. En el
mundo laboral se empieza a incorporar los trajes sastre y el corte con influencia
masculina para las mujeres. Los vestidos eran largos, cubrían los zapatos, las plumas y
los encajes hacían furor, destacando los grandes sombreros con infinidad de adornos y
ornamentos. Esta moda fue muy popular en prácticamente todo el mundo. En 1908, la
silueta fue mucho más recta, sin marcar tanto la cintura y se produjo una oleada de
orientalismo debido a los diseños de Paul Poiret y los ballets rusos.

Década de 1910

En esta década se distinguen dos periodos:

-El primero hasta comienzos de la Primera Guerra Mundial se caracteriza por ser el
apéndice de la moda recargada propia de la Belle Époque así como por la aparición de
una silueta que tiende hacia la verticalidad en la mujer (se ponen de moda los corsés
rectos y largos y las faldas con poco vuelo y acompañadas de una sobrefalda) y al
orientalismo.
-El segundo abarca todo el conflicto antes citado y se caracteriza por la aparición de
modas mucho más cómodas para la mujer (faldas con vuelo que se acortan hasta casi
media pantorrilla y cuerpos mucho más amplios) debido al hecho de que estas tenían
que suplir la falta de mano de obra masculina en los puestos que estos antes ocupaban.

En 1910 se produjo un cambio rotundo en la moda, influenciado por el "Ballet Ruso" que recorría
los escenarios europeos. Los colores llamativos y la onda oriental, reemplazó la hegemonía en
tonos pastel y las faldas largas. Bailarinas como la sensual Isadora Duncan y la enigmática Mata
Hari, se transformaron en íconos de belleza seguidos mundialmente. Gracias a esta nueva moda
las mujeres se atrevieron a desafiar los sólidos principios morales que las ataban y comenzaron a
mostrar el cuerpo, lo que por supuesto no fue posible sin escándalo eclesiástico y machista de
por medio. 
Los cuellos "hasta las orejas" dieron paso al escote en "V" y las faldas se acortaron levemente,
dejando al descubierto los tobillos, cosa que también causó estupor en la época porque durante
siglos las piernas femeninas habían sido el símbolo erótico que "provocaba la lujuria en los
hombres" y que por lo tanto, debían ser escondidas. 
En 1914 llegó la Primera Guerra Mundial. De dimensiones escalofriantes y trágicas
consecuencias para el viejo continente, terminó por completo con la farándula y el lujo de la
moda francesa e inglesa, en donde se encontraban las grandes casas de alta costura. 
Una vez finalizado el conflicto, en 1918, la falda campana dio paso a los cortes rectos, "tipo tubo".
El tan utilizado corsé cambió de estrategia, ya que si antes se había usado para levantar el busto,
ahora lo hacían para disminuirlo. El "corsé alisador" y los vestidos acinturados en la cadera,
dibujaron el nuevo tipo de belleza y de mujer, las que buscaban parecerse más a los muchachos
que a las antiguas beldades femeninas. Así surgió la mujer estilo Garzonne, quienes para lograr
más aún el parecido con los hombres, se cortaron el pelo y perfilaron las cejas, comenzaron a
salir a bailar y se borraron los antiguos patrones sociales que diferenciaban las clases. Ahora
hasta era bien visto ser amiga o parecerse a las cortesanas de "vida alegre". 
En plena época de post guerra y representando a esta nueva generación de mujeres
independientes y modernas, apareció la mítica Coco Chanel. Su estilo cómodo y práctico
representaba la revolución femenina y la economía que debía surgir en época de recesión. Por
esta razón, introdujo materiales más simples y baratos que el chiffon, el tul y la seda. Creó
entonces los trajes de punto, tejidos finos que otorgaban más y mejor flexibilidad para la nueva
mujer, la que además ponía énfasis en la práctica deportiva, incentivada por la reciente
costumbre de ocupar el tiempo en algo útil. La mujer ya no era una utilidad en sí, sino que "hacía"
cosas útiles. 

Década de 1920

En 1920, la ropa comenzaba a ser mucho más práctica. Nuevamente vuelve a cambiar la
silueta descendiendo la cintura a su posición anatómica, marcando el talle y
ensanchando los hombros. Los vestidos imitaban la moda del cabaret y eran anchos. La
falda era corta, generalmente por las rodillas y se dejaban ver unos hombros anchos y
una figura plana. La cabeza cae o queda como empujada levemente hacia delante, y
aparece una espalda más jorobada o cuadrada que daba la sensación de ser más
masculina.
Para considerarse chicas modernas, las mujeres debían lucir el corte a lo chico, pero los
hombres no aceptaban esta moda. Este corte podía llevarse tanto con el cabello lacio u
ondulado, algunas lo adornaban con una cinta en la frente. 
El maquillaje se usaba muy recargado sin importar que se viera artificial , los ojos negros,
la boca roja y las cejas cuidadosamente perfiladas en forma semicircular. 
En el año 1925 aparece en el mercado la primer laca de uñas de color, que rápidamente
consiguió miles de adeptas. 

La silueta de la mujer se hace completamente lisa por la parte superior, 


de forma que el look unisex o andrógino se generaliza. Se consigue marcar pecho ni
cintura, por medio de los corsés alisadores, imagen de barril. Se elimina la falda larga de
la década anterior y la sobrefalda que se lleva sola, pierde su vuelo. Look garçon, pelo
corto a lo chico, axilas y piernas afeitadas. Chanel impone las prendas unisex como el
jersey. Se llevan vestidos enteros con flecos y bolsitos pequeños. Las prendas se
acortan por encima del tobillo, y la década acaba con el corte de pelo “ETON”. Destacan:
ELSA SCHIAPARELLI, PAQUIN, MADELAINE VIONNET,COCO CHANEL. 
Con la crisis económica de 1929, la industria de la moda introdujo el lino como material
en boga (debido a su bajo costo) y los materiales artificiales como las baratas medias de
seda sintética que reemplazaron rápidamente a las antiguas de seda natural y que tenían
un elevado costo. En 1930 la pauta a seguir eran las actrices como Greta Garbo y
Marlene Dietrich, mujeres de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas
como una esfinge egipcia. En este período el punto erótico cambió desde las piernas
hasta la espalda, la que era resaltada por prominentes escotes y que provocaba el delirio
masculino. 
Ahora la mujer estaba envuelta con un halo de encanto, sensualidad y misterio. Los
hombres sucumbían frente a esta belleza madura de movimientos felinos y mirada
dormida; la mujer sacaba provecho de su cuerpo y no lo ocultaba por prejuicios
moralistas. 
Por primer vez en la historia de la moda los vestidos de día eran tan cortos como los de
noche, ¿y qué se llevaba debajo? La prenda más usada era una combinación de algodón
color crema compuesta por un corsé y un sujetador para disimular los pechos, con
tirantes ajustables, parte delantera bordada, partes laterales y traseras elásticas, cierre
lateral con corchetes y cuatro portaligas ajustables. Todo ésto estaba confeccionado con
un nuevo material: el rayón, ligero, barato, y fácil de lavar. 
La contribución a la emancipación de la mujer que supuso librarse de indumentarias de
varios uilos de peso es enorme.Los aparatosos sombreros de la belle époque quedaron
definitivamente desterrados de los armarios, ahora eran tan minimalistas y elegantes
como la silueta y los vestidos 
La imagen de la década fue el pelo a lo chico, y las que no querían desprenderse de su
melena no podían considerarse chicas modernas. La imagen se completaba con ojos
con gruesas rayas negras, boquita de piñón de un rojo intenso, y cejas cuidadosamente
depiladas. Maquillarse o darse polvos en público se consideraba inapropiado y, en
consecuencia extremádamente elegante. El maquillaje debía ser muy recargado, no
importaba que resultara artificial.  
Los zapatos están pidiendo a gritos pasarse la noche bailando, por lo que están
diseñados para que no resbale el pie fácilmente. El calzado sujeto al tobillo con una tira
constituye la esencia de los dorados años veinte, la década de las fiestas desenfrenadas
y los maratónes de baile. 

Década de 1930

En la década de 1930 la moda femenina está dominada por faldas muchos más largas
que en la década anterior y, sobre todo, más ajustadas (esta es la primera vez en el la
ropa se ajusta a las caderas de la mujer adivinándose la forma de estas). Por la mañana
se impone el traje sastre, de hombros cuadrados y de telas como el tweed o la lana. En
cuanto a los trajes para ocasiones especiales (carreras, cenas, trajes de noche...) se
imponen las faldas largas y cortadas al bies para proporcionar una caídas y unos
pliegues muy fluidos.

Década 1930-1940 

El ideal de belleza en esta época no exigía demasiado, la mujer debía ser delgada,
femenina, con aspecto atlético y cuidado. Lucir la piel morena era una premisa. Se
priorizaba la belleza interior y por eso llevar una vida natural era la mejor opción. 
El cabello se llevaba con un largo medio, peinado con ondas desde la frente. El rubio era
el color de moda como lucían las actrices de Hollywood. 
Aunque se le daba mucha importancia a la personalidad y lo natural, el pueblo tomaba
las películas como modelos a seguir intentando copiar el estilo de esas mujeres.

Décadas 1940-1950 

Una década en donde a las mujeres se les exigía que no se abandonaran, que fueran
competentes en el trabajo y muy enérgicas pero sin dejar la parte femenina de lado y en
la vida privada sumamente comprensivas. 
Eran tiempos difíciles, por este motivo la imagen adecuada era la de una mujer adulta y
sensual pero por ningún motivo provocativa y frívola. 
Las mujeres gastaban el dinero de su trabajo en el cuidado personal, así podrían esperar
con un aspecto impecable a sus hombres a su regreso del frente. 
El cabello ya no se usaba corto, a lo chico. Por el contrario se recogían las melenas con
moños altos o se usaban pañuelos a modo de turbante que era lo mas practico para
disimular los cabellos descuidados por la necesidad y la escasez de recursos de una
época marcada por la guerra.  
El stiletto, nació en el año 1940 cuando el famoso creador de moda presentó la colección
New Look, en la que la silueta de la mujer recuperaba y realzaba sus formas más
femeninas y sofisticadas.

Década 1950-1960 

En esta década surgen dos tipos de mujeres: una sofisticada e independiente que desea
trabajar y ganar su propio dinero, lo que determina que use ropa mas comoda, La otra es
la mujer que desea guardar la apariencia de ser buena madre y buena esposa, por eso
busca ser femenina y sumisa, con trajes poco practicos, que se entallan al cuerpo. Una
década en donde se apelaba a la artificialidad, las mujeres no salían a la calle sin
maquillaje ni joyas. El maquillaje presentaba nuevos colores para que estuviera a tono
con lo ultimo de la moda. En los años 50 era mas importante que el maquillaje combinara
con la cartera que quien lo llevara. No importaba que el resultado se viera artificial, algo
que iba de acuerdo con el New Look. 
Las mujeres cambiaban el color del pelo muy a menudo, se llevaba liso, ondulado, largo
o corto. El color más popular era sin dudas el rubio, se usaban también los postizos, y
muchas adolescentes recurrían a ellos para imitar la famosa cola de caballo de Brigitte
Bardot. 
Las orejas siempre quedaban a la vista para poder lucir joyas como aros grandes y con
mucho brillo que se combinaban con collares de perlas de una o dos vueltas. 
Los pañuelos eran fundamentales para aquellas mujeres que conducían autos
descapotables, este se colocaba sobre el peinado que se pretendía proteger. 
Los guantes eran casi un accesorio obligatorio, a menudo eran del mismo género que el
vestido. 
Los cinturones anchos fueron el complemento más importante de la década, para
comprimir y resaltar la cintura femenina. 

La silueta se vuelve a forzar con una cintura muy estrecha, la mujer avispa y por
contraste, mucho volumen en hombros, pecho y en la falda que aumenta su vuelo, pero
manteniéndose por debajo de las rodillas. Las mujeres estaban hartas del estilo
masculino y vuelven las curvas. Comienza el culto a la belleza. Los zapatos se estilizan y
son más puntiagudos, abrigos de paño, bolsitos al codo, y las más elegantes sombrero o
pamela. Las jovenes comienzan a dejar de ser clones de sus madres, inspiradas en las
actividades deportivas, los pantalones pitillo, las zapatillas de ballet, el rok´n´roll.

La silueta del "New Look" también se reflejaba en la ropa de diario. Los trajes volvían a
ser la parte principal del ropero de muchas mujeres. La mayoría de las faldas eran
estrechas y llegaban a media pierna. Las chaquetas eran entalladas y presentaban un
pequeño faldón, así como una solapa muy marcada, pero que no era muy larga.
Tenía mucha aceptación las combinaciones de falda y blusa o bien de falda y conjunto,
que consistía en un jersey y una chaqueta de punto combinada, casi siempre del mismo
color. 
La parte superior iba muy ceñida y modelaba el busto, por lo que requería un corpiño
fuerte. Generalmente las mangas eran estrechas y largas o llegaban hasta medio brazo. 

Décadas 1960-1970 

Una década en donde todas las mujeres modernas e independientes deseaban


demostrar estas cuestiones cortándose el pelo con un famoso corte que impuso Mary
Quant (apodada la reina de la minifalda) que consistía en un peinado “champiñón” como
lo usaban los Beattles. 
El ideal de la década era no mostrar los atributos femeninos ni las curvas, sino, por el
contrario parecer delgadas. 
La artificialidad de los años 50 había quedado de lado. Ya no se usaba el taco aguja ni el
excesivo maquillaje. Pintarse los labios estaba mal visto, solo estaba permitido un poco
de brillo para simular la humedad de las bocas infantiles. Para los ojos valía todo lo que
pudiera colaborar para agrandarlos como los de las niñas. El máximo exponente de este
look aniñado era Twiggy, que logro el estatus de estrella del pop. 
Las flores eran un símbolo de juventud, como la margarita de Mary Quant, que se veía
en adornos de plástico o estampado de géneros. 
Una época en donde se vivía la euforia por el futuro y lo espacial, hizo que el color
blanco y el plateado sean furor. Tanto la ropa como el maquillaje parecían llegar
directamente del espacio.

Década 1970-1980 

Hasta entonces el ideal de belleza era el que mas o menos era aceptado por todo el
mundo. De repente en los años 70 era un tema de largas discusiones. 
Para algunos era el ideal Hippie, sumamente natural, para otros los artificial y brillante de
las estrellas de rock, para otros la actitud revolucionaria de los guerrilleros y marginados
sociales. 
Las mujeres trabajadoras eran las primeras que adoptaron el look natural dando a
entender que era mas importante su trabajo que su aspecto. Mostraban un aspecto
cuidado y natural, con poco maquillaje y de colores suaves. 
Los peinados aireados al estilo Ángeles de Charlie eran los mas imitados. 
El cuerpo debía parecer sexy y deportivo naturalmente, los productos para adelgazar
eran un éxito comercial. 
La tendencia hacia lo natural consiguió la aceptación del look Afro, por lo que muchas
mujeres intentaron copiar este look por medio de la permanente. 
Por otro lado en las discotecas y clubes nocturnos la historia era otra, para permanecer
en estos lugares se exigía resplandor y brillo por doquier. 
Esto reflejaba la fragilidad femenina que a menudo hacia que pasaran de un extremo al
otro. 
Década 1980-1990 

Una década donde el estilo dejo de limitarse solo al maquillaje, al peinado y a los
complementos. Lo que deseaban las mujeres de la época era destacarse en sus
trabajos, de esta manera primaba el estilo Yuppie. 
El cuerpo debía lucir natural y entrenado, así la gente rica contaba a diario con la
asistencia de su entrenador personal, esto no solo se trataba de mantener un buen
estado físico sino de un estilo de vida que diferenciaba a los más pudientes.
Con tanto cuidado profesional ya no se necesitaba perder el tiempo en maquillarse. 
La moda de los años 80 es quizás una de las más recordadas. El volumen, los colores y
las exuberancias eran moneda corriente al vestirse. Si durante los 70 las remeras se
usaban apretadas y los pantalones sueltos, en los 80 eso cambiarían rotundamente. 
Las piezas más emblemáticas de la década fueron las remeras holgadas y coloridas,
frecuentemente estampadas y con grandes hombreras; también los pantalones
ajustados; los chalecos, las faldas rectas y minifaldas. Las mujeres se subían a zapatos
de taco alto y usaban cantidades de pulseras. Los peinados abundaban en rulos, jopos y
flequillos, el maquillaje era recargado.
Los pantalones vaqueros o jeans, también fueron protagonistas debido a que los
tratamientos de pre-lavado los hacían lucir decolorados y chic. La lencería iba
adquiriendo también un lugar importante en la moda. 
El uso de colores era variado, aunque el blanco y el negro tuvieron su gran momento. 
El lujo y la ostentación se hacían sentir a través de la alta costura y de la mano de
algunos diseñadores como Christian Lacroix, que reflejaban el significado elitista de la
moda. Calvin Klein y Giorgio Armani se encargaban de vestir perfectamente a la mujer
para el trabajo. 
El estilo Punk influía en los varones con el uso de aros y el género musical New Wave
glorificaba los brazaletes de cuero y las tachas. 
Madonna impuso su estilo con polleras pantalón, medias de red, leggings, tops crucifijos,
guantes sin dedos y cadenas de strass, Michael Jackson popularizó las chaquetas, los
pantalones de cuero y el uso de cierres. 
Había que estar en forma y mostrarse, por eso, el trabajo con el cuerpo era una
aspiración a las líneas de las supermodelos que comenzaban a surgir marcando
tendencias. En estos años se difunde mucho la vestimenta de gimnasio, ligera e informal
como las calzas, las polainas y las vinchas de múltiples colores. 

Década 1990-2000 

Al igual que los años 80, los 90 comenzaron con mucho glamour, sobre todo por las Top
Models, que hicieron un gran aporte convirtiéndose en estrellas y las idolatraban como si
fueran diosas. 
En los 90 las mujeres estaban agobiadas de las exigencias de las poderosas “mujeres
trabajadoras” y comenzaron a pensar que para obtener buenos resultados debían ser
altas , esbeltas y seductoras. 
Pronto comenzó a surgir una contracorriente: había arribado el Grunge, que mostraba un
fenómeno antimoda, con mujeres desaliñadas y mal combinadas. Este movimiento duro
poco, pero sin embargo el desconstructivismo perduro en la moda. 
Luego de esto la frescura natural regreso a la moda. Las mujeres debían lucir tan
naturales como cuando recién salían de la ducha, el aspecto discreto era el más
aceptado. 
En los 90, la moda se volvió casual. La gente estaba cansada de la producción y entró
en un tiempo de relajación. Por esta razón la moda de 1990 es muy característica y
podemos identificar los 90 con tanta claridad. Sin embargo, la moda de los 90 se basaba
en la variedad y no en una tendencia específica y duradera. 
Esta necesidad de volverse casual tenía que ver con la necesidad de expresar nuestra
individualidad. Después de muchos años de tendencias y modas, la gente llegó a la
conclusión de que no se estaban expresando con libertad. La moda de 1990 se trata de
ponerse lo que te haga sentir cómodo, sin darle mucha importancia a la opinión de los
demás o a las tendencias. La ropa casual se convirtió así en la moda de los 90, y,
aunque suene irónico, si te producías mucho o usabas mucho maquillaje, estabas fuera
de moda. 
Sin embargo, a mediados de la década, la gente comenzó a preocuparse mucho por
expresar su individualidad y se olvidó de la ropa casual. Una vez más nuevos diseños
excéntricos comenzaron a aparecer y la moda de 1990 sufrió nuevas modificaciones. Los
piercings, tatuajes, tintura de pelo fueron las nuevas tendencias, muy comunes de la
moda de 1990. 

Década de 2010

Las mujeres implementan el escote en V junto con pantalones chupines y zapatillas de


marca. Los pantalones blancos en los hombres son sensación, tanto como las camisas
abiertas con una camiseta debajo y arremangadas. Se usa la camiseta adentro de la
parte de la hebilla del cinturón y lo demás, afuera, mostrando así una moda rebelde.
También es muy normal que al hombre se le vea la tira de arriba de los bóxers. los
creadores de la moda fueron en resumen grandes personas que dieron un giro a las
tendencias y en especial las crearon. Con el 2010, se viene también la tendencia folk,
que mezcla de manera creativa las influencias de diversas ideologías y civilizaciones.
Como parte fundamental de la tendencia tenemos el color, que es vibrante, alegre y
variado.
En los hombres se marca la silueta con chaquetas recortadas y flores en las camisas.
Los atributos que elevan la apariencia de las prendas son los macramés, adornos y
apliques. También se pone de moda el Vintage.

Lejos de ofrecernos novedades, la moda en realidad fue retrospectiva y ha traído


consigo el retorno a décadas anteriores.
A principios del 2000 , se impusieron en todo el mundo los pantalones de jean de tiro
bajo , las ojotas y los tops. En el caso de los pantalones de tiro bajo, este se popularizó
entre las mujeres, pero también entre los hombres. Poco a poco, dejaron de producirse
los pantalones arriba de la cintura y los nuevos modelos eran a la altura de la cadera o
semicadera. Esto, en el caso de las féminas, para dejar al descubierto su estómago y su
espalda. 
Durante la época de verano, estuvieron muy de moda los vestidos cortos y los polos
escotados , en especial entre las adolescentes. Por su parte, entre los varones, resurgió
la moda de los pantalones anchos , popularizados en los ‘90 por los amantes del rap y el
hip hop. Inspirados en estos ritmos, surgieron estilos nuevos como el reggaeton, que
trajeron consigo vestimentas propias, pero muy similares a la de los raperos. 
Asimismo, la moda Gótica fue adoptada por diversos grupos como los punk, funkies y
emos, con la presencia del color negro en sus prendas y maquillajes. Los ochentas
también regresaron con fuerza, especialmente entre las más jóvenes. 
Los pantalones Oxford , que estuvieran de moda cuarent años atrás, resurgieron con
éxito, así como las minifaldas, las faldas vaporosas y los jeans con aberturas y looks
desgastados. 
También se hicieron populares algunas prendas utilizadas por los hippies , tales como
los atuendos frescos de colores africanos o jamaiquinos. 
Pero éstas no fueron las únicas tendencias que regresaron con un aspecto más
estilizado. El look Gangsta y punk , por ejemplo, mezclaron elementos con el Heavy
Metal y otros. Ahí tenemos los polos y camisetas con logotipos de bandas musicales,
aunque sin dejar de lado la ropa hecha de cuero y cuerina. 
El encaje , tan de moda en décadas anteriores por su aspecto dulce y delicado, volvió a
encandilar a las jovencitas. Así, aparecieron las faldas tejidas en organza y tul, así como
los corsets de brocados calados, así como los forros de encaje. Los estampados de
flores sobre fondos negros también fue una corriente que se popularizó junto con la
impresión de detalles diversos en los vestidos. 
Los setenta por su parte, también parecen haber regresado con los estampados de
corazones, plumas y psicodélicos en las prendas de hoy. Los shorts de gabardina, polos
con capucha y vestidos de gasa con capas en colores pasteles son algunas de las
tendencias actuales, pero que tienen su inspiración en lo que fue la moda de los
sesenta. 

Вам также может понравиться