Centro de Investigación Escénica

El docente en la educción a distancia

Ranmses Ojeda Barreto1

El proceso evolutivo se da en muchos ámbitos dentro de la complejidad del desarrollo

humano, aunado al progreso acelerado de la tecnología y en entornos globalizados durante

estos últimos tiempos, el papel de la educación no se escapa de dicho proceso. El reto ante

los fenómenos de redes de comunicación inmediatas, a distancias enormes, y en tiempo

real, implica retos para nuevas modalidades en el aprendizaje.

El paradigma en el que el aprendizaje sólo se da en entornos tradicionales, como el aula, ha

tenido que dejarse a un lado, ante el replanteamiento de las distintas formas de la educación

en la actualidad. Una de ellas es la educación a distancia, que está contextualizada en

escenarios internacionales, así como bajo una concepción diferente de la enseñanza y el

aprendizaje; dinámicos y auto dirigidos, y con una fuerte incidencia en las nuevas

tecnologías.
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Candidato a doctor del programa Doctorado en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo
Interdisciplinario de la UAdeC y UNAM. Licenciado en Arte Dramático por la BUAP y estudios en danza por
diferentes instituciones. Es catedrático en diferentes universidades. Desde 1992 se dedica profesionalmente
al teatro, la danza, y gestión cultural.

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Ante este panorama, el rol del docente en esta modalidad de entornos virtuales (EVEA)

debe romper el paradigma de la enseñanza- aprendizaje tradicional, es decir, la

dependencia del alumno ante el docente. “El gran desafío para los orientadores es cuidarse

de no fortalecer vínculos de dependencia y fomentar el aprendizaje autónomo" (Cataldo y

Alén, 2000). Así como la centralización de la enseñanza en él, hacia una interacción entre

los roles docente-alumno (Cabero y Gisbert, 2005, en Llorente, 2005).

Pero el reto que impone estos EVEA como docente es el de lograr que los alumnos asuman

el rol protagónico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así también, asumir que el

docente no es más que un guía en el auto aprendizaje, donde ellos son los primeros

responsables.

En términos generales, el rol del docente es actuar como facilitadores del aprendizaje

acompañando, asesorando, informando, elaborando estrategias para el trabajo individual y

grupal de los alumnos y orientando sobre el uso y manejo de los materiales. Además, todo

docente en esta modalidad debe "encontrar nuevas maneras para acceder y para representar

conocimientos, desarrollar estrategias eficaces para comunicarlos y consolidar habilidades

complejas para lograr transferirlos de manera positiva en las prácticas" (Libedinski, 1999).

En este sentido, los docentes necesitan poseer competencias para responder a las

necesidades de dichos EVEA. El conjunto de competencias que debe poseer el docente

según Baker (en Llorente, 2005) son las siguientes:

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 Profundizar/ investigar temas
Estructurar el conocimiento
Competencia
Diseño de tareas individualizadas para el auto aprendizaje
Diseño de actividades de trabajo en grupo
s pedagógicas
Formular estrategias de valoración
Guiar, aconsejar y proporcionar feedback
Utilizar adecuadamente el correo electrónico
Saber dirigir y participar en comunicaciones asincrónicas
Diseñar, crear y controlar las salas de chat sincrónicas
Competencia
Dominar y utilizar procesadores de texto, hojas de cálculo y
s técnicas
bases de datos.
Utilizar herramientas de creación de páginas web
Usar el software con propósitos determinados
Seleccionar y organizar a los estudiantes para realizar actividades

grupales
Establecer estructuras en la comunicación online con una
Competencia
determinada lógica
s Organizar a los estudiantes teniendo en cuenta sus datos

organizativas geográficos
Recopilar y archivar los trabajos de los estudiantes para su

posterior valoración
Organizar las tareas administrativas

Pero más allá de la adquisición o mejora de competencias del docente para estos EVEA, es

imprescindible que el tutor sepa qué necesidades, qué limitaciones y qué capacidades tiene

cada uno de los alumnos, para poder orientarlo mejor. Es decir, el tutor es el que debe

brindar al alumno una específica asistencia didáctico-formativa en un sistema de educación

a distancia.

A pesar de los pro y contras que existan en cuanto a la educación a distancia, es indiscutible

que es una modalidad presente en nuestro entorno globalizado y al igual que las

transformaciones de la sociedad contemporánea, estará en constante evolución e implicará

cada momento enfrentar retos, en los que están involucrados los elementos esenciales en la

educación: el alumno y el docente. Y que además, se apunta como una posibilidad en las

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políticas públicas respecto a educación, para la solución del rezago educativo en México y

otros países.

Para finalizar como lo señala Cooperberg (2011) con la educación a distancia se trata de

tejer el desarrollo en torno de la gente y no al revés. "Como se percibe, ello se debería

traducir en el espíritu axiomático de la educación a distancia, para nosotros vinculado al

nuevo modelo de desarrollo humano como desarrollo para la gente, por la gente. Entonces

apostar al desarrollo equitativo e integral de las capacidades y aptitudes humanas para

asegurar trabajos productivos y creativos aseguraría un crecimiento global con

distribución amplia y justa" (Fainholc, 1999 en Cooperberg, 2011)

Referencias

Cataldo, Silvana y Alén, Soledad (2000). El rol del orientador en la Educación a Distancia,

Signos Universitarios, Buenos Aires, Universidad del Salvador, Año XX.

Cooperberg, Andrea (2002), Las herramientas que facilitan la comunicación y el proceso

de enseñanza-aprendizaje en los entornos de educación a distancia. Artículo, Universidad

de Murcia.

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Libedinsky, Marta (1999). Tres recomendaciones para diseñadores didácticos de

materiales para proyectos de educación a distancia, Programas Santa Clara, Buenos Aires,

Contenidos.com

Llorente, María del Carmen (2005) La tutoría virtual: Técnicas, herramientas y estrategias.

Conferencia en Eduweb 2005.