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PROFESOR: INTEGRANTE:
CRISTÓBAL GARCIA
El potencial forestal nacional no solo está representado por el Bosque Natural productor,
sino también por las plantaciones forestales que poseen grandes perspectivas para la protección
ambiental y producción de bienes y servicios, identificándose una superficie aproximada de 9,3
millones de ha de tierras con potencialidad para el establecimiento de plantaciones forestales con
fines múltiples que adelantan los organismos públicos y privados, que en la actualidad cubren un
área aproximada de 736,000 ha, de bosques plantados de las cuales un 80% han sido establecidas
por el sector oficial y el restante por iniciativas del sector privado.
Los Planes de Manejo Forestal son instrumentos que orientan las actividades del
aprovechamiento del bosque, a partir de la incorporación de lineamientos fundamentales para la
administración, ordenación, extracción y reposición de la masa boscosa con la finalidad de
alcanzar la sustentabilidad del recurso bosque.
Se estima que más del 50% del territorio venezolano está ocupado por bosques. La mayor
parte de ellos están situados al sur del Orinoco, en el estado Bolívar y el de Amazonas. Otras áreas
boscosas se encuentran en las cordilleras de la costa y los Andes, sierra de Perijá, sur del Lago de
Maracaibo y delta Amacuro. Las áreas no boscosas, como llanos y páramos ocupan
aproximadamente el 45% del territorio, y el resto está ocupado por ríos, lagos, áreas cultivadas y
zonas urbanas.
Áreas boscosas
A.- Selvas siempre verdes. Con precitaciones anuales de entre 1.700 a 3.800 mm, aunque
puede descender hasta los 1.500 mm, y aún menos en las partes más altas de los bosques andinos.
Se distinguen:
A2.- Selvas nubladas. Son bosques frecuentemente cubiertos de nubes o neblinas, que
reciben además de la lluvia, una cantidad de humedad por medio de la lluvia horizontal y la
condensación de pequeñas gotas de agua. Tiene temperaturas moderadas o intermedias y
precipitaciones abundantes que varían entre los Andes y en tierras altas de Guayana (2.000-3.800
mm); la cordillera de la Costa (1.500-2.200 mm); y la zona más alta de los Andes (550-780 mm). Se
encuentran en la cordillera de la Costa, entre los 700 y los 2.500 msnm; en los Andes, desde los
2.000 hasta los 3.000 msnm; en las tierras altas de Guayana, entre los 1.000 y los 2.500 msnm. En
las selvas nubladas de las cordilleras de la Costa y de los Andes, destaca la presencia de cedro
dulce, jarillo o apamate, varias especies de palmas y orquídeas, como la cattleya, flor nacional.
A3.- Bosques parameros. Se presentan por encima de las selvas nubladas, y solamente en
las partes altas del estado Mérida. Se extiende de forma irregular y frecuentemente interrumpido
en una faja altitudinal comprendida entre los 2.980 y los 4.200 metros. La temperatura media
varía entre 2 y 11,5 ºC, y las absolutas bajan de los 0 ºC durante todo el año. La precipitación anual
varía entre 650-700 mm.
B.- Selvas tropófilas. Son bosques secos y caducifolios durante el verano (el período de
sequía). Se encuentran en regiones calientes, con temperaturas de entre 25 y 28 ºC y
precipitaciones entre 1.000 y 2.500 mm. Cubren extensas superficies en las partes bajas de las
llanuras de los estados Apure, Barinas, Portuguesa, Guárico, Cojedes, Anzoátegui, Monagas,
Yaracuy, Falcón, la parte norte de Guayana, al oeste del estado Amazonas y en grandes zonas del
centro del estado Zulia y del norte del estado Trujillo. Se extienden desde el nivel del mar hasta
1.000 msnm.
B1.- Bosques galería. Este tipo de bosque se desarrolla a lo largo de los ríos, y varía en
anchura y extensión. Está asociado a las sabanas de la región de los Llanos. En los Llanos orientales
está nítidamente delimitado, pero en los Llanos occidentales se confunde con otras formaciones
boscosas.
C.- Bosques xerófilos. Se encuentra en las regiones donde la precipitación anual es inferior
a los 1.000 mm y las altitudes van desde el nivel del mar hasta los 1.500 m. Las temperaturas
medias están entre 23 y 29 ºC, aunque en los Andes puede llegar a los 18 ºC. Se extienden por la
zona norte y costanera del país, penetrando en el interior de los estados Falcón, Lara y Anzoátegui,
y algunas zonas andinas. Se distinguen dos tipos principales: los espinares y los cardonales.
C1.- Bosques semisecos o espinares. Los bosques semisecos, espinares, chaparrales y
cujizales presentan un aspecto de árboles pequeños y vegetación esparcida. La precipitación anual
es irregular, y varía de menos de 800 y hasta 1.000 mm. Los encontramos en la parte norte y
costera del país, estados de Falcón y Lara; en la región occidental del lago de Maracaibo; alrededor
de Cariaco, al sur de Barcelona, en el estado Anzoátegui; y en la península de Paria e islas cercanas
a la costa.
C2.- Bosques secos. Son los llamados cardonales, ya que los cardones es la especie
dominante. Reciben una precipitación anual inferior a los 600 mm, con una estación seca que dura
de 7 a 10 meses. Están distribuidos en algunas zonas de los estados Lara y Falcón, en las
penínsulas de Paria y La Guajira, en algunas zonas de la isla de Margarita y en algunos valles de las
montañas andinas, alrededor del Chama, Motatán y Ureña.
D.- Manglares. Estos son los bosques de las zonas salinas costeras del norte y el oriente
del país. Se distribuyen en las desembocaduras de los grandes ríos del golfo Triste, el golfo de
Cariaco, las lagunas de Píritu, Unare, Tacarigua y Carenero, la costa de los estados Carabobo y
Falcón hasta Chichiriviche, alrededor del lago de Maracaibo y en el delta del Orinoco. Los
manglares aparecen en regiones de abundante precipitación, pero también se encuentran en
áreas áridas.
Áreas no Boscosas
A.- Páramos. Son formaciones características de las montañas andinas, desde el estado
Táchira hasta los límites con el estado Lara. Se pueden encontrar a 1.700 msnm en el páramo del
Morro (Mérida), pero son propias de altitudes entre los 3.000 y los 4.700 m en los Andes. Áreas
parecidas se encuentran en las regiones más altas de la cordillera de la Costa: cerro Turumiquire,
cerro Naiguatá. La temperatura media anual de los páramos es de menos de 5 ºC, con heladas
seguras todo el año. La precipitación anual es baja: 600 mm por año.
B.- Sabanas de las tierras altas de Guayana. Estas sabanas se presentan en las laderas y
las cumbres de los tepúyeses, en los estados Bolívar y Amazonas. Presentan un paisaje sin árboles
que se asemeja a una sábana verdadera. Se encuentran en alturas que oscilan entre 1.200 y 2.800
metros, donde la precipitación anual excede los 3.800 mm. Las temperaturas varían de los 4,5 a 24
ºC. Existe un período de sequía muy corto.
C.- Sabanas. Las sabanas de las tierras llanas están cubiertas de gramíneas, donde pueden
aparecer plantas arbóreas en forma esporádica. La mayor parte de las sabanas ocupan la región de
los Llanos, que comprende los estados Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Guárico, Anzoátegui y
Monagas. También se pueden encontrar sabanas en los estados Bolívar, Sucre, Zulia, Aragua y
Miranda y en el Distrito Federal. Las tres cuartas partes de los Llanos venezolanos están
representadas por vegetación de sabana. Su clima se caracteriza por tener una temporada de
sequía entre noviembre y abril, y un período de lluvia entre mayo y septiembre; con una
precipitación anual de 1.000-2.000 mm. La temperatura media anual está entre 26 y 28 ºC. Se
llegan a distinguir cuatro tipos de sabanas: sabanas de Trachypogon, sabanas de Paspalum
fasciculatum (chiguirera) y sabanas de banco, bajíos y esteros, morichales, palmares.
D.- Dunas. En Venezuela también encontramos dunas asociadas a ambientes muy áridos,
situados en el istmo de Paraguaná, en las cercanías de Coro y La Guajira, y en algunas partes de los
Llanos. Tienen una temperatura media anual mayor de 25 ºC, y un bajo promedio anual de
precipitación. Presentan una vegetación muy rala y están cubiertas temporalmente por arenas
movibles.
BOSQUES DE GALERIA
Un bosque de galería es un tramo de bosque a lo largo de las orillas de un río o humedales
que fluyen en un país abierto como desiertos, praderas o sabanas. Un país abierto puede ser un
área sin árboles o una región escasamente poblada de árboles. Un bosque de galería también se
conoce como bosque ribereño, bosque franja o bosque ribereño.
Es importante tener en cuenta que la explotación forestal tiene serias consecuencias sobre
los bosques. Si no se trata de una explotación controlada y responsable, se pone en riesgo la
subsistencia del bosque.
Cuando se tala un bosque sin un plan de reforestación, el ecosistema sufre grandes daños
y se pierde la biodiversidad. Además de las especies vegetales que son afectadas de manera
directa, muchos animales se quedan sin su hábitat y algunas comunidades aborígenes se ven
desplazadas. La explotación forestal también tiene consecuencias negativas para la absorción de
dióxido de carbono y genera la erosión del suelo.
El control por parte de las autoridades y de la legislación, pues, es imprescindible para que
la explotación forestal no sea insostenible. Dado que la influencia del ser humano sobre el Planeta
es considerable, resulta muy importante estudiar detenidamente cada una de sus acciones en los
diferentes ecosistemas, para evitar que acabe por agotar los recursos naturales y provocar la
extinción de aquellas especies de animales que aún no ha eliminado.
Este último punto se es considerado como uno de los aspectos más importantes dentro
del deterioro del medio ambiente a nivel mundial. Diversas medidas se han puesto en marcha para
contrarrestar este lamentable fenómeno, y las principales consisten en proteger ciertas zonas
silvestres y en desarrollar proyectos para aprovechar los recursos de manera sostenible, para lo
cual es necesaria una formación basada en la investigación de los procesos y patrones ecológicos,
así como de los efectos que la influencia del ser humano tiene sobre los ecosistemas.
Cada vez que el ser humano destruye un bosque para convertirlo en un centro de
explotación ganadera, por ejemplo, no solo continúa alimentando su retorcido ego a través de la
tortura de otros seres vivos, sino que consigue que poco a poco la Tierra pierda su capacidad de
controlar el clima y su composición química.
¿Cómo es posible que la tala de árboles ponga en riesgo la vida del propio Planeta? Si bien
esta pregunta puede comenzar a responderse señalando que por año se derriban 130 mil
kilómetros cuadrados de bosques y que eso deja sin hogar a millones de animales y supone un
gran desequilibrio a nivel climático, deberíamos preguntarnos por qué nos hacemos creer que
necesitamos talar árboles, por qué creemos que la Tierra nos ha sido entregada para que la
deformemos a nuestro antojo, si el resto de las especies la tratan con respeto y gratitud.
La estatal venezolana, Maderas del Orinoco (MDO), apunta a su propio crecimiento y del
sector económico del país, con una serie de nuevos proyectos para el sector forestal.
Esta empresa, aunque en primera instancia ofrece materia prima, ha buscado en los
últimos meses apuntar a la ampliación e industrialización de los procesos que emprende en la
actualidad.
Entre los planes a futuro se encuentra la creación de cinco nuevos aserraderos y una
planta de pulpa y papel (Pulpaca), con el propósito de aprovechar al máximo los recursos
forestales.
Los árboles también nos otorgan el aire que respiramos y absorben el dióxido de carbono
(CO2) que se encuentra en la atmósfera. Por todo esto, la conciencia por parte de cada individuo
de cualquier población, con respecto al cuidado de los recursos forestales toma una enorme
importancia.
En 1971 se institucionalizó el Día Forestal Mundial gracias a una propuesta de la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) con fecha 21 de marzo,
día en que comienza el otoño en el hemisferio Sur y la primavera en el Norte.
http://www.fao.org/3/XII/0771-B1.htm
https://es.ripleybelieves.com/what-is-gallery-forest-4699
https://definicion.de/explotacion-forestal/
http://www.maderasdelorinoco.gob.ve/index.php/noticias-maderas-orinoco/106-madereras-
apuntan-a-industrializacion