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Cuaderno de
Cuaderno de cultura
La Peste
Negra
y sus secuelas
en la historia
y en la cultura
JON JUARISTI
Escritor. Catedrático de Filología española
L
a historia de las epidemias (historia en
sentido estricto, documentada) se re-
monta a la Alta Antigüedad. Encon-
tramos sus testimonios más remotos en los
textos fundacionales de nuestra civilización,
la Ilíada y la Biblia, pero las enfermedades in-
fecciosas, en mayor o menor escala, debieron
de acompañar a nuestra especie desde su ori-
gen mismo. La Peste Negra, a pesar de los si-
Wikimedia Commons/ Fuente: https://wellcomeimages.org
Cuaderno de cultura
Mural del Camposanto de Pisa, conocido como el del Triunfo de la Muerte y realizado El Triunfo de la Muerte (1562),
por Francesco Traini poco después de 1350. de Pieter Bruegel el Viejo.
Las y sus hermanastros Trastá- pararon el gran arrebato de odio religioso que
mara, los bastardos habidos de llevó al asalto del populacho a las aljamas ibé-
consecuencias Alfonso XI en Leonor de ricas en 1391, año que marca el comienzo del
demográficas de Guzmán: como es sabido, In- fin de la brillante cultura de la Sefarad medie-
la combinación glaterra apoyó a don Pedro y val, cuyas elites optaron, en un buen número,
de guerra y Francia a su hermanastro En- por el bautismo y la asimilación a la nobleza
rique). Las consecuencias de- cristiana. Surgieron así los “linajes de merca-
epidemia
mográficas de la combinación deres” de que hablan los cronistas de los siglos
favorecieron una de guerra y epidemia favore- XIV y XV, que ocuparían en adelante el vacío
profunda crisis cieron una profunda crisis del dejado por grupos familiares de la anterior no-
del feudalismo y feudalismo y el fortaleci- bleza extinguidos a causa de las terribles catás-
el fortalecimiento miento de las ciudades y de las trofes de la centuria.
libertades urbanas. Pero tam-
de las ciudades y bién desataron una oleada de En el terreno artístico y literario, la peste
de las libertades antijudaísmo mucho más ex- negra inspiró obras magníficas, pero no muy
urbanas. Pero tensa y violenta que las que se numerosas. La más canónica de ellas es el fa-
también habían producido durante las moso mural del Camposanto de Pisa, cono-
desataron una primeras Cruzadas. Los rumo- cido como el del Triunfo de la Muerte y reali-
res acerca de la participación zado por Francesco Traini poco después de
oleada de de los judíos en la difusión cri- 1350, en la fase más aguda de la epidemia. In-
antijudaísmo minal de la enfermedad, así trodujo en el arte occidental la figura del ca-
como de infanticidios rituales dáver (aunque, en su caso, del cadáver ya-
supuestamente cometidos por cente, descarnado) y el motivo del encuentro
aquellos y, en cualquier caso, la extendida cre- de los caballeros (y las damas) con la muerte.
encia de que guerra y peste se abatían sobre la Estos dos elementos, la figura del cadáver
cristiandad a causa de la contumaz resistencia como personificación de la Muerte y el en-
de los judíos a convertirse a la fe de Cristo, pre- cuentro inesperado con la misma se harán, di-