Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Para S. Tomás la persona es “el supuesto individuo de naturaleza racional” 1. Pero pesar de
que todos tenemos el carácter de persona, hace falta expresarlo y desarrollarlo y para ello
necesitamos la ayuda de la sociedad por su aspecto existencial de relación; así pues por su
carácter existencial y esencial surgen derechos y deberes para la persona.
El hombre pues es una combinación de potencia y acto, de esencia y existencia, por lo tanto
el hombre es una estructura dinámica la cual se divide en tres niveles: el orgánico-
vegetativo, el sensorial y el racional. El dinamismo consiste en llegar a la perfección,
llenando las necesidades e intencionalidades de cada nivel y para esto la sociedad juega un
papel importantísimo pues, es ella quien realiza esta perfección2.
El nivel orgánico: en este nivel se dan la vida y los apetitos naturales que tienden a
un bien natural. Aquí se sitúan la nutrición, el desarrollo o crecimiento y la
generación que imponen unas necesidades básicas cargadas a la moralidad.
El nivel sensorial: se da la vida cognoscitiva mediante los sentidos, la imaginación y
la memoria sensitiva y la apetitiva mediante el apetito sensible.
El nivel racional: aquí están el aspecto cognoscitivo donde se ejerce el intelecto y la
razón; y el aspecto apetitivo el cual es el más propio del hombre puesto que se da la
voluntad y se constituye como racional y libre.
La persona tiene dos aspectos el esencial y el existencial, por el primero tiene permanencia
y constitución y por segundo movilidad y acción, relación. Entonces el hombre es
1
BEUCHOT Mauricio, Los Principios de la Filosofía Social de Santo Tomás, 2a edición, Ed. Porrúa, México,
D.F., 2010, p. 22.
2
Para Santo Tomás la sociedad está conformada por Familia, Estado y las Relaciones Laborales; es muy
importante tenerlo claro puesto que en este concepto se basa toda su doctrina.
permanencia y movimiento, su permanencia le da lo constitutivo, su movimiento la
perfección y esta última es la felicidad del hombre lo que es la vida virtuosa.
Así pues persona denomina algo completo que subsiste o que existe en la naturaleza
intelectual y por esta naturaleza tiene un aspecto espiritual que le da conciencia y libertad,
es responsable y tiene la capacidad de trascender la historia natural. Por consiguiente el
constitutivo esencial de la persona es la substancia individual en una naturaleza racional. Y
de este constitutivo se extraen las siguientes propiedades de la persona: consciente y libre,
le competen derechos y deberes, es capaz de mérito y demérito en el plano moral, es
persona digna y es capaz de alcanzar su propio fin pero claro dependiendo de la sociedad.
Por ser una substancia individual de naturaleza racional, la persona tiene existencia
completa, autónoma e incomunicable; por el cuerpo tiene temporalidad y por tenerla tiene
historia, por el alma espiritual tiene eternidad y por tenerla se proyecta a lo eterno. Pero
tiene exigencias tanto materiales como espirituales , las materiales son las necesidades
primarias y las espirituales no son tan perentorias como las otras pero son más radicales de
3
SANTO TOMÁS, Suma Teológica, tomo I, 45a edición, Ed. Labac, México, 1984, Pp. 34-45.
4
Ibid. p. 123.
la personalidad, tiene un fin inmanente y un fin trascendente, una autonomía y una
subordinación; esto es la riqueza del hombre como realidad concreta.
La persona humana es pues lo más perfecto de la Creación porque la mayor dignidad viene
del subsistir en la naturaleza racional. Gracias a esta naturaleza el hombre tiene la más alta
dignidad, ya que por la razón se constituya como lo más perfecto entre los seres creados:
“persona” significa aquello que es lo más perfecto en toda naturaleza; “la persona es el más
digno en cuanto es algo subsistente por sí, tiene una dignidad muy alta que hay que
respetar”5. Por otro lado de su carácter racional le resulta como propiedad la conciencia y
su actividad se realiza según la voluntad y la razón, dentro de un margen de libertad. Así el
respeto de la persona equivale al respeto por la conciencia y la libertad.
Así pues, la persona humana gracias a esa forma substancial que es el alma racional está
naturalmente proyectada hacia la vida social, hacia la sociedad.
5
DE YURRE G. R., Lecciones de Filosofía Social, 3a edición, Ed. Porrúa, México D.F., 2008, Pp. 47-48.