La limitación ordinaria. Fundamentos y alcances. Los supuestos de limitación permanente de los derechos son: poder de reglamentación y poder de policía.
Reglamentación: el ejercicio de los deberes no reviste el carácter absoluto, sino que
reconoce límites, esta sujeto a reglamentación legal, la que debe, al mimo tiempo ser razonable. Reglamentar un derecho es limitarlo, es hacerlo compatible con el derecho de los demás dentro de la comunidad y con los intereses superiores de esta ultima. La facultad reglamentaria de los derechos se encuentra sustento en el Art. 14 de la C.N. cuando dice todos los habitantes de la nación argentina gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamente su ejercicio a saber. La reglamentación debe presentar dos principios: a) Principio de Legalidad: Para la determinación del límite entre la dimensión permitida y prohibida (es decir, para definir cuando hay limitación o restricción aceptable y cuando desnaturalización, prohibición, alteración o allanamiento inaceptable), la corte ha manejado dos componentes básicos el test de constitucionalidad de una reglamentación. El primero es básicamente formal u orgánico, y alude al principio de legalidad, según el cual la reglamentación del derecho se debe instrumentar por la ley, es decir, por el legislador o por la norma basada en ley. El principio de legalidad esta seriamente deteriorado en la experiencia jurídica argentina con las practicas de delegación legislativa, de subdelegación y del dictado de los decretos de necesidad y urgencia, al habérsele concedido al poder ejecutivo potestades legisferantes. b) Principio de razonabilidad: Aca se califica como constitucionales a las normas reglamentarias que sean razonable, es decir, debe haber un control de fondo o de contenido de ley o precepto regulatorio. La norma irrazonable deviene asi inconstitucional. A su vez, pueden distinguirse tres niveles de razonabilidad: normativo, técnico y axiológico - Razonabilidad normativa: Aca el principio de razonabilidad debe cuidar especialmente que las normas legales mantengan coherencia con las constitucionales. - Razonabilidad técnica: es la que impone una apropiada adecuación entre los fines postulados por una ley y los medios que planifica para lograrlos. - Razonabilidad axiológica: Apunta a exigir una cuota básica de justicia intrínseca en las normas, de tal modo que las notoriamente injustas resultan inconstitucionales. Poder de policía. Concepto amplio y restingido. El art. 14 CN enuncia el grueso de los derechos personales, dispone que ellos se ejercen conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio. El art 28. Por su parte apunta: “los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes reglamenten su ejercicio. Tal genérica potestad reglamentaria de los derechos personales con que cuenta el estado es llamada técnicamente poder de policía, Pero la expresión poder de policía tiene otras acepciones, Por ejemplo, se refiere también a una función administrativa que consiste en aplicar, en casos y situaciones concretas, con actos y hechos administrativos en sentido material, las normas reglamentarias de los derechos personales. A su vez, el poder reglamentario de policía cuenta con aspectos positivos y negativos. - Dimension permitida: como regla, la ley regulatoria puede provocar una limitación al derecho, o sea, acarrearle restricciones. - Dimension prohibida: la reglamentación no puede validamente desnaturalizar el derecho en cuestión, ni desvirtuarlo o impedirlo; reglamentar no significa prohibir. A su vez, la amplitud del ejercicio del poder de policía reglamentario de los derechos personales depende sustancialmente del marco ideológico donde se situe el operador de la constitución, o sea, no es lo mismo, en efecto, concebir las limitaciones a los derechos dentro de una concepción liberal e individualista, donde obviamente esas restricciones serian mínimas, que situar el problema en una concepción neoliberal-social, en donde el estado asume un rol protagónico mucho mas intenso y busca resolver problemas sociales. En la Argentina, en la actualidad, se asigna al poder de policía un sentido amplio. Pero no siempre fue así a través de los sucesivos fallos de la CSJN, puede visualizarse que hasta 1922 limitaba el poder de policía a la protección de la seguridad, moralidad y salubridad públicas; Sin embargo, con posterioridad, lo extendió también al ámbito económico – social. Es decir, lo expandió al bienestar general. De esta forma, a partir de 1922, la Corte abandonó el criterio restringido sobre la materia para adoptar el concepto amplio que mantiene hasta el presente. Art. 28 CN. Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio. El estado de sitio. Concepto y objeto. Es un instituto de emergencia que la Constitución otorga a los poderes políticos del Estado, para que en situaciones de verdadera excepción puedan hacer uso de mayores poderes en preservación de la ley fundamental y las autoridades creadas por ellas. Este no suspende el imperio de la constitución, sino que se declara para asegurar su vigencia sirviendo de escudo frente a las causas de gravedad que ponga en peligro el ejercicio de la constitución y de las autoridades creadas por ellas. Durante el Estado de sitio, el Poder Ejecutivo podrá: Arrestar personas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino. El art 23. Establece: En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino. Por ejemplo, la declaración de estado de sitio ante situaciones graves que atraviesa el país se ha utilizado en 52 ocasiones, y el primero en usarla fue Justo J. Urquiza, en 1854 y en 1859. Luego fue Bartolomé Mitre, uno de los mandatarios que más tiempo gobernaron en estas condiciones en 1862 y luego volvió a decretarlo en 1865, se extendió por tres años y uno de los atenuantes para su prolongación fue la guerra con Paraguay.