DESARROLLO EMOCIONAL.

La primera institución la cual debe apoyar el sano desarrollo emocional de los niños

es la familia, puesto que son quienes interactúan en primera mano con el niño,

guiándolo y demostrándole el apoyo necesario para una mejor condición de vida, un

ambiente cálido y benéfico, dándole pautas para que más adelante pueda tener un buen

desenvolvimiento en la sociedad, “El niño que ha construido su confianza básica puede

luego explorar el mundo, crecer, separarse e individuarse. La confianza se relaciona con

la seguridad que un niño tiene de saber que sus cuidadores son sensibles a sus

necesidades físicas y emocionales, y que van a estar disponibles si los necesita.”

(UNICEF)

Es muy importante la manera en que los adultos hacen ese acercamiento con los

niños, pues tienen una gran influencia en cómo él verá el mundo, cómo se mostrará en

el mismo y cómo esto perdurará a lo largo de su vida.

“Madre y padre son funciones, más allá de los seres humanos que las encarnen, y el

buen desarrollo de un niño dependerá de la complementariedad de estas funciones.

Ambas poseen acciones específicas, a saber:

La función materna: Aporta la lengua con la que se comunicará el bebé, (todos los

niños nacen con la capacidad de hablar cualquier idioma, pero solo adquieren la lengua

del cuidador que los cría.). Es un continente afectivo y efectivo de las sensaciones del

bebé, Transforma el hambre en satisfacción, el dolor en placer, el desamparo

característico de los humanos en tranquilidad. Estimula la energía psíquica del bebé. Le

da sostén al niño y le va presentando el mundo que lo rodeará y en el que vive, a través

de los objetos. Ayuda al bebé a diferenciar entre su mundo interno y su mundo externo.
 La función paterna: Permite que el bebé aprenda a vivir sin tanta dependencia y

comience su camino de autonomía, interviniendo en la intensa relación del bebé con su

madre o con quien cumpla esa función. Pone reglas y organiza el funcionamiento del

niño para que establezca su mundo vincular incluido en relaciones más amplias. Como

función normativa, es portadora de las pautas culturales del medio social del cuidador

primario. Esto permite que el niño termine por incorporarse al medio social al que

pertenece pues le señala lo prohibido y lo permitido, lo seguro y lo inseguro, lo

saludable y lo tóxico, lo obligatorio y lo electivo.” (UNICEF)

“Es esencial para la salud mental que el bebé y el niño pequeño, tengan una relación

íntima, cálida y continua con su madre en la que los dos encuentren alegría y

satisfacción” (Bowlby, citado por Garelli) Volvemos a reiterar el papel tan importante

que manejan las madres, y hacemos mención de la teoría del Apego, la cual demuestra

que los niños manejan éste tipo de comportamiento, el cual es generado por la necesidad

y dependencia que experimentan hacía la madre, generalmente, puesto que es quién está

ahí presente, o con el cuidador que pasa la mayor parte del tiempo con ellos y suple sus

necesidades.

Encontramos también que según la teoría psicosexual de Freud la cual divide por

fases el desarrollo de los niños, que, dependiendo la edad en que se encuentren,

presentan diferentes actitudes o hitos; en nuestro caso, la pequeña se encuentra en la

etapa fálica comprendida de los 3 a 6 años, donde generan una especie de

enamoramiento hacia el progenitor del sexo opuesto, en las niñas se llama complejo de

Electra y en los niños complejo de Edipo. (D.R. Shaffer)

 Para Wallon, el desarrollo de los niños se daba por estadios: Impulsivo: de 0 a 5

meses, emocional: de 6 a 12 meses, donde empiezan a ser conscientes de sus emociones

y se comunican con el entorno, y etapa de personalización: de 3 a 6 años, donde el niño

va a empezar a manifestar su personalidad, generando una autonomía y

autoconocimiento emocional, además de emplear el uso del lenguaje para poder

transmitir sus sentimientos. (Villabeitia)

Stanley Greenspan y Nancy Thorndike (1997) emplean también una división por

etapas donde se va generando el desarrollo de los niños, entre ellas está la que

comprende de los 30 a los 48 meses, donde a partir de la elaboración de ideas y

manifestación de sentimientos, se produce la etapa de razonamiento emocional, ésta se

caracteriza por la capacidad que adquieren los niños de entender la relación causa-efecto

de sus emociones, pues se tornan más ordenadas y duraderas. También se forma una

futura conciencia moral, la cual le muestra que sus emociones y acciones, pueden llegar

a tener diferentes consecuencias emocionales para los demás. (Villabeitia).

Encontramos una similitud con Wallon, pues también presentan que los niños en esta

edad ya pueden comunicar y expresar mediante el lenguaje, sus sentimientos y hacerse

entender mejor, proyectando un conocimiento sobre sí mismos a quienes lo rodean.

“Una emoción que cobra gran importancia entre los 3 y los 5 años es el miedo, en

estas edades es frecuente que aparezca el miedo a la oscuridad o a seres imaginarios

(…) Pueden contextualizar mejor las emociones, valorando si consiguen lo que desean

en función de lo importante que sea para ellos el objetivo perseguido. Además, en

cuanto al control de las emociones son capaces de ocultar sus emociones en

determinadas situaciones.” (Villabeitia)

 Teniendo en cuenta lo anterior reconocemos que se debe manejar una educación que

incluya también, desde las instituciones educativas, el buen desarrollo de una IE

(Inteligencia Emocional), teniendo en cuenta que es otro de los pilares fundamentales en

el desarrollo de los niños, al convertirse en el nuevo representante de seguridad ante

dudas o malestares, puesto que los niños ya debieron afrontar ese desapego a la figura

que les suplía sus necesidades, ahora deben afrontar esa nueva etapa, es por esto que las

instituciones deben brindar el apoyo suficiente, para reforzar lo aprendido en casa y

mejorarlo si es necesario, pues es una etapa donde todo lo aprenden mejor, como

ninguna otra vez se repetirá en la vida. La importancia de la IE beneficiará la vida de los

niños en un futuro, ya que serán más propensos a la felicidad, estabilidad, éxito y

experimentarán un desenvolvimiento social mucho más placentero.

DESARROLLO

3 a 4 años

• Corre eludiendo obstáculos.

• Puede pararse en un solo pie.

• Empuja, jala y guía los juguetes.

• Tira y ataja una pelota.

 • Construye una torre de bloques.

• Manipula plastilina.

• Puede vestirse y desvestirse.

4 a 5 años

• Dibuja cruces y círculos.

• Camina hacia atrás.

• Es capaz de saltar hacia adelante repetidamente.

• Sube y baja escaleras.

• Es capaz de dar volteretas.

• Usa tijeras para niños.

• Puede recortar una línea continua.

• Copia cuadrados y cruces.

• Sabe escribir algunas letras mayúsculas.1