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Ignacio Pombo
Teléfono 02972-232077
ignacio.pombo@jusneuquen.gov.ar
I.- Objeto de la ponencia
A más de seis años de dicho precedente, las interpretaciones que pretenden prohibir
en forma absoluta el acceso al beneficio para todos los casos de violencia contra la mujer
siguen vigentes, como lo demuestran los proyectos legislativos presentados en los últimos
años y ciertas prácticas del ministerio público fiscal y otros operadores jurídicos.
sistema penal actual (revolucionado en sus bases por el código procesal neuquino) no
de violencia contra la mujer sino que por el contrario resulta una herramienta adecuada para
Nadie pone en dudas que uno de los acuerdos sociales y políticos más relevantes a
los que se ha arribado en los últimos años es la necesidad de combatir la violencia contra la
mujer en todas sus formas. También resulta evidente que una de las herramientas a las que
penal.
de Belem do Para”); a la vez que adoptó normas de derecho interno que buscan abordar
integralmente está problemática ( Ley 26.485 de “Protección integral a las mujeres”; y
los casos de mayor violencia (ley 26.791, que amplió las figuras de homicidio agravado e
introdujo nuevas como el femicidio) y por otro lado, reglamentó un régimen de ejecución
de la pena más severo para los delitos de mayor gravedad (ley 27.375).
En esta ola que intenta utilizar el derecho penal simbólico para hacer frente a la
género.
Nuestro Máximo Tribunal Federal sostuvo de manera categórica que “siguiendo una
"procedimiento legal justo y eficaz para la mujer", que incluya "un juicio oportuno" (cfr. el
inciso “f”, del artículo [7]), la norma en cuestión impone considerar que en el marco de un
instancia del debate oral es improcedente. Este impedimento surge, en primer lugar, de
considerar que el sentido del término juicio expresado en la cláusula en examen resulta
final del procedimiento criminal (así, cf. Libro Tercero, Titulo 1 del Código Procesal Penal
de la Nación), en tanto únicamente de allí puede derivar el pronunciamiento definitiva
Neuquén (ver entre otros TSJ, acuerdo 134/13 “Diez Lattari”), dio lugar a distintos
proyectos legislativos para excluir la suspensión de juicio a prueba de los casos de violencia
contra la mujer (ver proyectos S-4/17 que fue aprobado por el Senado de la Nación el 24
Penal presentado en marzo de este año y elaborado por la comisión presidida por el Dr.
del ejecutivo 60/2019). En consonancia, el Código Procesal Penal Federal (aprobado por
Público Fiscal y publicado en su página de internet) en su segunda versión del año 2019, se
inclina por una restricción atenuada. Por un lado recomienda no prestar el consentimiento
fiscal en casos de delitos contra la integridad sexual a excepción de que se cuente con el
cuenta las circunstancias especiales de cada caso, la prestación del consentimiento fiscal
para la suspensión del juicio a prueba en los casos de otros delitos cometidos en contexto
efectúe una oposición dogmática a la suspensión del juicio a prueba sin referencias al caso
oposición en los postulados del precedente “Góngora” citado y en que el Estado Argentino
III.- Las razones de una postura más amplia o por qué sí a la suspensión del juicio a
prueba
Como queda evidenciado al referirnos a los proyectos legislativos que aún no fueron
aprobados, la tesis restrictiva no tiene hoy un fundamento legal, sino argumental derivado
En este sentido, el artículo 108 estableció cuales eran los requisitos para acceder a la
suspensión del juicio a prueba, indicando que debía 1) tratarse de casos en que pudiera
inhabilitación.
seguirse para aplicar ese instituto entendió -en sintonía con el artículo 17 que consagra a la
pena de prisión como la última ratio- que en todos los delitos que pudiera aplicarse una
pena de ejecución condicional, debía estudiarse previamente esta solución como salida
alternativa al juicio.
evaluar los casos en que: 1) pedirá una pena de ejecución efectiva para oponerse a la
al conflicto -tanto a nivel provincial como nacional-, cambió el eje desde el que debe
Cuando en el año 1994 el congreso nacional dictó la ley 24.316 que incorporó al
Código Penal la suspensión del juicio a prueba, se trató del primer intento legislativo de
introducir una mirada distinta en el sistema penal, signado hasta entonces por un cerrado
principio de legalidad.
descomprimir los tribunales de gran cantidad de casos de menor relevancia, a la vez que,
por otro lado, evitaba la imposición de penas cortas de prisión a personas sin antecedentes
la intervención de la víctima.
expresamente reglado (art. 106 CPP), con lo cual aquella finalidad de descomprimir los
suspensión con el ofrecimiento de reparación a la víctima-, sino que es uno de los objetivos
mediante los cuales la víctima puede obtener una reparación a lo largo del proceso (la
conciliación y la mediación en el inciso 5º del artículo 106 CPP, la reparación del artículo
165 CPP).
Estas consideraciones no hacen más que demostrar que la suspensión del juicio a
prueba no se trata de un instituto que banaliza los hechos por aplicación de un principio de
conciliación u otra forma de solución del conflicto acordado con la víctima (reparaciones
imputado, le significa aceptar que se le impongan severas reglas de conducta con una
Aunque como se verá después, esas reglas pueden ser mucho más amplias para considerar
Por ese motivo, el sustrato de análisis que tenían en miras el precedente “Góngora”
C) Porque esa solución se engarza con el uso racional de la pena, compromiso también
suspensión del juicio a prueba en casos de violencia contra la mujer permite armonizar los
compromisos asumidos, que obligan al Estado a hacer un uso racional de la pena de prisión,
En tal sentido pueden enumerarse las “Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
sobre las medidas no privativas de la libertad”, conocidas como “Reglas de Tokio”; los
1
Ver lo resuelto por la Corte Americana de Derechos Humanos al sostener que “La Corte ha señalado que el
Derecho Penal es el medio más restrictivo y severo para establecer responsabilidades respecto de una
conducta ilícita. La tipificación amplia de delitos de calumnia e injurias puede resultar contraria al principio
de intervención mínima y de ultima ratio del derecho penal. En una sociedad democrática el poder punitivo
sólo se ejerce en la medida estrictamente necesaria para proteger los bienes jurídicos fundamentales de los
ataques más graves que los dañen o pongan en peligro. Lo contrario conduciría al ejercicio abusivo del
poder punitivo del Estado” (CorteIDH caso “Kimel Vs. Argentina” del 2/05/2008, parr. 76; reiterado en “Uson
Ramirez vs. Venezuela” del20/11/2009, parr. 73)
"Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad
en las Américas" adoptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; las “100
Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de Personas con Vulnerabilidad” –Regla 43-;
las “Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos” (Reglas
Al respecto cabe traer a colación por su claridad lo que han sostenido Bovino,
Lopardo y Rovatti en su libro sobre la suspensión del juicio a prueba: “Es un contrasentido
inadmisible creer que la Convención de Belém do Pará niega en alguna de sus cláusulas la
armónico de disposiciones del mismo sistema en el que aquélla se inserta, máxime cuando
el sistema destierra tanto la idea de que todos los delitos deben ser resueltos en un debate
Convención que tiene por finalidad que los Estados partes asuman el compromiso de
erradicar la violencia contra la mujer, pero de ninguna manera pretende delinear los
alcances del sistema punitivo, como si lo hacen esos otros tratados específicamente
principal de este tratado es adoptar las medidas necesarias para garantizar una
sobre los márgenes de discrecionalidad que le caben a los estados para regular las
acciones u omisiones que deben criminalizar. Ello no significa que la violencia sexista
deba mantenerse impune, sino antes bien llamar la atención sobre la inconveniencia de
argumentar que, fruto de las obligaciones impuestas por la Convención de Belém do Pará,
los estados tienen el deber de disponer una sanción penal para todo supuesto de violencia
el subrayado es mío).
juicio a prueba para afrontar las variadas aristas que surgen en los casos de violencia
contra la mujer
desarrollo de los sistemas procesales posibilita hacer una relectura de las finalidades de la
suspensión de juicio a prueba. Dentro de ese marco, este instituto es el que mayor
maleabilidad permite a la hora de enfrentar realidades sociales complejas como son las
A estas conclusiones arriba la Dra. Leticia Lorenzo al sostener que “La única
lógica de soluciones a medida, es la suspensión del juicio a prueba. Porque por una parte
es una herramienta que genera incentivos distintos a los de una condena en la persona
víctima y las posibilidades reales del caso.” (Leticia Lorenzo, “Violencia de Género. El
especial centrada en “prevenir la comisión de nuevos delitos” por parte del imputado (ver el
final del primer párrafo del artículo 27 bis del Código Penal).
por el imputado o aceptadas por éste para acceder al instituto, la finalidad que se tenga en
miras puede ser mucho más amplia e integrarse con el ofrecimiento de reparación a la
víctima, para darle a ésta un rol activo y una respuesta que considere sus necesidades
De esta manera, si todos los operadores judiciales -juez, fiscalía, defensa- trabajan
con una mirada centrada en darle una respuesta concreta y superadora a la mujer víctima de
violencia, la versatilidad del instituto en estudio permitiría que su voz sea escuchada y
considerada solo a la hora de fijar las reglas de conducta, sino también a lo largo del
período de control. En tal sentido la supervisión que durante el período de prueba se realiza
Finalmente, el hecho de tratar todos los casos de violencia contra la mujer sin
diferenciación entre ellos, puede provocar en muchos casos el efecto contrario al buscado
justicia.
concreto. Por el contrario, se trata de acercarse a cada caso con criterios realistas a fin de
objeto que justifica una mayor intervención punitivista, vulnerando a quien supuestamente
se pretende proteger.
atención a los deseos, necesidades y realidades de las mujeres que buscan auxilio en la
justicia penal, conduce a que desistan de las acciones que iniciaron, dejándolas
Como sostiene la Dra. Julieta Di Corleto en el trabajo ya citado “El abandono de una
relación violenta no es un proceso sencillo: sin contar los casos de dependencia emocional,
cuando hay hijos en común o cuando la mujer carece de autosuficiencia económica, realizar
una denuncia y mantenerla hasta la imposición de una pena privativa de la libertad puede ser
especialmente difícil sin una red de contención económica y emocional. De allí que sean
frecuentes los supuestos en los que la mujer retira la denuncia o expresa su voluntad de no
asistir al juicio, con la consecuente amenaza de una sanción penal por desobediencia o falso
testimonio […] una pretendida respuesta punitiva más contundente puede amplificar el
mujeres de denunciarla cuando es seguro que la reacción estatal será la pena privativa de
ofrece otra respuesta que la impunidad para el autor y la desconfianza hacia la víctima
[…] Así, una solución dicotómica por el castigo o la impunidad no podrá resolver situaciones
los casos en que el Ministerio Público Fiscal pretende la realización de un juicio por sobre el
interés de la víctima que se niega a participar de esas instancias del proceso y brega por el
encuentra sin recurrir a la aplicación de mayor violencia por parte del estado, bajo la forma de
pena de prisión.
Sin ir más lejos, en la IV circunscripción y durante el año 2019 pueden citarse tres
casos concretos que fueron llevados a juicio en contra de la voluntad de la víctima y en los que
los acusados fueron absueltos (ver legajos 25384/18 “C., F. s/ amenazas”; legajo 24900/18 “C,
J.A. s/ Lesiones” y 27.913/19 “J, J.R. s/ amenazas”). En los tres la absolución se basó en que
dicho en las instancias iniciales del proceso, restándole responsabilidad al acusado. En los tres
casos, la posible situación de violencia que atravesaban esas mujeres no recibió respuesta
alguna del Estado, que bien podría haber intervenido con la aplicación de una solución
suspensión del juicio a prueba en todos los casos de violencia contra la mujer no sólo se
encuentra en vigor sino que adquiere cada vez más fuerza a nivel legislativo, como lo
federal.
en forma concreta.
realidades involucradas.
Bibliografía
http://www.pensamientopenal.com.ar/doctrina/47098-violencia-genero-sistema-
penal-y-sus-escasas-respuestas-y-miradas.
https://www.academia.edu/19613799/Medidas_alternativas_y_violencia_de_género
http://172.21.1.20/mpf/images/MANUAL/Manual-de-Politica-Criminal-MPF-
Segunda-Edicion-2019-COMPLETO.pdf