Profesión de fe: Santísima Trinidad

• CEC 185. Quien dice “Yo creo”, dice “Yo me adhiero a lo que nosotros
creemos”. La comunión en la fe necesita un lenguaje común de la fe,
normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fe.
Yo creo = vivir lo que se confiesa
• Síntesis de fe: No son opiniones, sino lo más importante recogido en la
Escritura → es un resumen de la fe que confiesan los cristianos.
Profesión de fe = símbolo de fe”
• Símbolo → del griego “symbolon” → significa la mitad de un objeto para
darse a conocer (se ponían juntas las partes para darse a conocer)
→ también: recopilación, colección o sumario.
• Tenemos dos símbolos de fe:
1. El Símbolo de los Apóstoles, considerado así por considerarse
resumen fiel de la fe de los apóstoles.
2. El Símbolo de Nicea-Constantinopla, resumen de los dos primeros
concilios ecuménicos (325 y 381)
• ¿Cuál es nuestra primera profesión de fe? En el Bautismo.
El Bautismo es dado:
“en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”
• CEC 197. Ahora bien, como el día de nuestro Bautismo, cuando toda nuestra
vida fue confiada “a la regla de la doctrina” (Rom 6,17), acogemos el símbolo
de esta fe nuestra que da la vida. Recitar con fe el Credo es entrar en
comunión con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, es también entrar
en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe y en el seno de la
cual creemos.

• Entonces nos encontramos ante un gran misterio: La Trinidad.

 La Trinidad es revelación de Dios tal como es: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
en eterna correlación, interpenetración, amor y comunión, por lo que son
un solo Dios. El que Dios sea trino significa la unión de la diversidad.
• ¿Cómo concebir la unión de los tres? Dos explicaciones:
1. Parte del Padre: Padre: origen y fuente de toda la divinidad (griegos).
→ Él comunica toda su sustancia al Hijo y al Espíritu Santo.
➔ Los tres son consustanciales, y por eso, un solo Dios.
➔ El Padre, que no es causado, causa al Hijo y hace proceder de sí al
Espíritu Santo.
➔ Problema: tentación de subordinación (Arrio: El H y el ES son
subordinados al Padre, una especie de jerarquía).

2. Parte del Padre: Padre: origen y fuente de toda la divinidad (latinos).

➔ Parte de la experiencia divina y espiritual.
➔ Dios es, ante todo, un Espíritu absoluto que piensa y ama.
➔ Hijo: sería la suprema inteligencia de sí mismo.
➔ Espíritu Santo: el infinito amor.
➔ O también, Dios es el sumo bien, que se derrama intrínsecamente: la
completa autoentrega se sí designa al Hijo; y la relación de amor entre
el P y el H significa al ES, eje de la unión entre ambos.
➔ Problema: riego del modalismo (Sabelio: naturaleza divina o el mismo
Espíritu absoluto manifestado bajo tres modos distintos).

3. Un tercer camino:
➔ Como lo revelan las Escrituras y como aparecen en el caminar histórico
de Jesús: coexisten simultánea y originalmente; son los tres co-
eternos.
➔ P, H y ES no surgen como separados, sino siempre implicados y
relacionados mutuamente.
➔ La unidad de los tres reside en la comunión entre los tres divinos.
Comunión = común-unión (communio).
Solamente entre personas puede haber unión, ya que estas se abren
intrínsecamente unas a otras, existen unas con otras y son unas para
las otras.
 ➔ El P, H y ES viven con comunidad por causa de la comunión.
La comunión es expresión del amor y de la vida → dos principios
dinámicos.
Bajo el nombre de Dios hemos de entender siempre la Tri-unidad, la
Trinidad como unión del P, del H y del ES.
➔ La unión trinitaria es propia de la Trinidad.
➔ Para expresar esta unión, a partir del s. VI se acuño la palabra griega:
Perijóresis → cada persona contiene a las otras dos, cada una penetra
a las demás y se deja penetrar por ellas, cada una mora en la otra.
➔ En la Trinidad todo será perijorético: la unión, el amor, las relaciones
hipostáticas.

Jn 10,30: "Yo y el Padre somos una sola cosa" → no hace referencia a

número, sino al estar juntos (distinción entre en y eis), esto se confirma en Jn
10,38: “[…] "el Padre está en mí y yo en el Padre.»".

➔ La unión del P y el H no suprime la diferencia e inidvidualidad de cada

uno. Por el amor y por la comunión recíproca. La unión supone la
diferencia.
El Espíritu Santo está también siempre junto a ellos por es el Espíritu del Hijo
(Gal 4,6; Rom 8,9), porque nos revela al Padre en la oración (cf Rom 8,16),
porque viene de junto al Padre (Jn 15,26) a petición del Hijo (Jn 14,16).