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Principios generales del desarrollo.

El desarrollo es un proceso sin fin. Los seres humanos continúan


su desarrollo, su cambio, afectados por la experiencia durante
toda la vida. Pero el crecimiento más drástico ocurre durante la
niñez. Cada niño es un individuo que se desarrolla a su ritmo. Si
examinamos los niños en una misma clase encontramos una gran
variedad de ejemplos de los diferentes ritmos del desarrollo.
Algunos alumnos serán más altos, de mejor coordinación o
mostraran más madurez en su pensamiento y relaciones
sociales. Otros presentaran un desenvolvimiento mucho más
lento en esas aéreas. Tales diferencias son normales, salvo en
casos excepcionales de desarrollo muy rápido o lento, y es de
esperarse que aparezcan en cualquier grupo de estudiantes. Por
ejemplo, un niño de 6 años puede estar preparado para leer, y
otro no. Ambos son normales. El grado de conducta y habilidad
estadísticamente normal, en toda área, es muy variable. Los
maestros tienen que comprender “promedios” y “normas” , pero
¡sobre todo considerar a los niños como personas; es decir, ver
que cada niño tiene características emocionales, mentales, y
físicas únicas. Todos los crecimientos están relacionados. Los
crecimientos físicos, emocionales, y mental están relacionados
entre si. La creencia de que lo niños que sobresalen en el aspecto
intelectual son físicamente débiles es un mito. Cada aspecto del
desarrollo humano influye en todos los demás aspectos. Existe
una correlación positiva, una relación directa, entre los
desarrollos físicos, emocional, social, y mental. Por ejemplo. Si el
niño no es normal físicamente o si está enfermo o fatigado,
puede estar incapacitado para concentrarse en sus estudios. La
mejoría en la condición física mejora el autoconcepto, y el
autoconcepto positivo está relacionado con el avance
académico. De hecho hasta un problema emocional puede hacer
difícil el estudio. El desarrollo tiene lugar de forma gradual. Es
muy raro que los cambios ocurran de la noche a la mañana. Un
estudiante que no puede manejar el lápiz o responder una
pregunta hipotética puede desarrollar estas habilidades, pero el
cambio necesita tiempo. El desarrollo tiene dirección. Aunque
todo ser humano se desarrolla a un ritmo individual, hay
secuencias predecibles; todas las personas pasan por las mismas
etapas. Los bebes normalmente “gatcan”, luego se ponen de pie
y después caminan. La mayoría de los niños puede dibujar
círculos antes de copiar cuadros. Cada etapa, cada tarea,
dominada con éxito, hace posible la etapa siguiente, la tarea mas
complicada.

a) Desarrollo encefálico ( cefalocaudal y próximo-distaD). Los


seres humanos se desarrollan de la cabeza a los pies y del
control del cuerpo hacia las extremidades; en otras
palabras, la cabeza se desarrolla primero (observa a un
niño y compara lo grande que es la cabeza en comparación
con el resto del cuerpo), luego el tronco, después los brazos
y las piernas, y después las manos y los pies. Los músculos
mm grandes se desarrollan antes que los menores. Por lo
tanto, se puede esperar que un niño de primer año sea más
hábil con los músculos grandes que con los menores, por
ejemplo, más hábil para correr que para sostener un lápiz.
La estructura precede el funcionamiento. El niño no puede
emplear su cuerpo hasta que este no se haya desarrollado
lo suficiente para usarse; los músculos tienen que estar
preparados antes de que se les pueda enseñar a cumplir
con funciones especificas, ya sean músculos oculares para
la lectura o el control fino de los dedos necesario para la
escritura.
b) Diferenciación. El desarrollo procede de lo general a lo
específico. Los niños a temprana edad ven solo el todo,
cuando maduran lo suficiente pueden enfocar sobre partes
del todo; esta es una habilidad esencial para la lectura. De
lo concreto a lo abstracto. El desarrollo mental procede
desde una habilidad para pensar solo en cosas que están
lícitamente presentes a una habilidad para visualizar cosas
que no están, para conceptualizar y comprender causa y
efecto. El niño menor resuelve un problema inatemàtico
con cuentas o con los dedo; el mayor ya no necesita de
tales ayudas concretas. Del egocentrismo el
perspectivismo. Un niño muy pequeño se ve asi mismo
como el centro del universo, ve los hechos en relación
únicamente con sus necesidades. El niño no puede sentir
algo por los demás, ni siquiera disminuye le ruido que hace
cuando otro tiene dolor de cabeza; debido a que el niño no
tiene dolor de cabeza, el dolor de cabeza no es real.
Conforme crece e interacciona con los demás, puede
empezar a ver las cosas desde el punto de vista de los otros
y, posteriormente desde las perspectiva de principios
abstractos. Del control externo al control interno. Los niños
menores dependen de otro no solo paras su cuidado físico,
sino también para valores y principios. Se sienten culpables
“ por mandato”. Si un adulto les dice que han hecho

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