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Facultad: Derecho
ORDEN JURIDICO DE
SUCEDER
“AB INTESTATO”
Facilitador Alumnos
El artículo 807 del C.C.V. establece: “Las sucesiones se difieren por la Ley o por
testamento.
No hay lugar a la sucesión intestada sino cuando en todo o en parte falta la sucesión
testamentaria”.
Por lo tanto, la Sucesión Legítima o Ab intestato es el derecho de heredar
establecido por ley que tienen entre los diversos parientes respecto de otros para recibir la
herencia de quien falleció, cuando no existe testamento; cuando habiendo testamento el
testador no ha dispuesto de todos sus bienes, entonces la parte no dispuesta se defiere
conforme a las normas del Código Civil. En la sucesión legítima o intestada existen dos
formas de suceder: por derecho propio o representación.
El primero, cuando el sucesor recibe llamado directo o inmediato de la ley. Por
ejemplo, cuando existe un solo heredero, siempre que se encuentre dentro del grado
máximo exigido por la ley. Cuando hay varios herederos, todos suceden por derecho propio
cuando son descendientes inmediatos de un mismo tronco común. El segundo, la
representación, consiste en un llamado indirecto al sucesor, a objeto de que tome el lugar de
un heredero por derecho propio, por no ocurrir éste a la herencia.
Es el orden por el cual deben ser llamados a la herencia los familiares del causante;
nuestro legislador lo hace de forma taxativa al señalar quienes de esas personas tienen
derecho preferente para recibir los bienes, créditos y obligaciones que han quedado sin
titular, en tal sentido, presume el legislador que mientras más próximo es el vínculo
familiar, más intenso será el afecto y en consecuencia más directa la relación. De ahí que en
primer término se atribuya la herencia a los parientes más próximos y subsidiariamente a
los más lejanos, llegándose hasta el sexto grado, según el Art. 830, Ord. 2º C.C.V. cuando
se refiere a los familiares colaterales: “Los derechos de sucesión de los colaterales no se
extienden más allá del sexto grado”. Cuando no existan parientes dentro de ese límite o
cuando éstos no quieran o no puedan ser herederos, se atribuye al Estado. Debiéndose
entender por pariente también al cónyuge; quien, no siendo reputado pariente dentro del
concepto de nuestra legislación, está ligado al causante por un vínculo quizá de mayor
jerarquía aún, como es el vínculo conyugal. No son llamados los afines, porque no forman
parte del núcleo familiar.
Principios Fundamentales. -
Precedentes Romanos. -
Las personas que eran llamadas en el primer orden –heredes sui-, son aquellas que
al fallecer el de cujus, estaban sometidas a la manus del mismo, o a su patria potestad de un
modo directo. Es decir, son herederos sui: los descendientes legítimos o adoptivos que se
encuentran de manera directa bajo la patria potestad del difunto; las mujeres in manus y los
hijos póstumos. Suceden todos sin distinción de grados, o sea, que los de grado más
próximo no excluyen a los demás, sino que todos concurren.
Un ejemplo, si una mujer casada y con hijos fallece, sus hijos y esposo son
herederos forzosos, excluyendo a los demás parientes. Si el matrimonio no hubiese tenido
hijos y vivieran los padres de la causante hereda el cónyuge sobreviviente y los suegros de
este. Si no tuviere hijos, ni vivieren los padres de la mujer que falleció, el esposo heredará
la totalidad.
De acuerdo al artículo 824 del CCV, Cuando los hijos concurren con el cónyuge a la
herencia a éste le corresponde una cuota igual a la de un hijo (cuando en una comunidad
conyugal no se establecieren capitulaciones matrimoniales en el caso del fallecimiento de
uno de los cónyuges; al superviviente le corresponde el 50 % de la comunidad conyugal
más una cuota parte equivalente a la que le corresponda a cada uno de los hijos que tuvo
con el causante).
Cuando una persona no tiene ningún tipo de heredero, estos pasan al Estado. Esto
no quiere decir que el Estado sea heredero, sino que éste va a quedar con los bienes en el
caso de que no existan personas que tengan derechos sobre la herencia o hayan renunciado
a la misma. Así lo establece el artículo 832 del CCV.