Вы находитесь на странице: 1из 739

11~

EDICIÓN

De la 14ª Edición en inglés

~mrr A. Tanagho Jack W; McAnincll


http://www.el12cirujano.blogspot.com/
Contenido

ERRNVPHGLFRVRUJ
Colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v

Prefacio . . . . . . . VII

Capítulo l. Anatomía del aparato genitourinario ......... . 1


Emil A. Tanagho, MD

Capítulo 2. Embriología del aparato genitourinario . . . . . . . . . 17


Emil A. Tanagho, M D

Capítulo 3. Síntomas de los padecimientos del aparato genitourinario . . . . . . . . . . . 31


Jack W. M cAninch, MD

Capítulo 4. Exploración física del aparato genitourinario . . . . . . 41


Emil A. Tanagho, MD

Capítulo 5. Exámenes urológicos de laboratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51


Richard D. Williams, MD y Karf J. Kreder, Jr., MD

Capítulo 6. 1m á genes de vías urinarias . . . . . 67


Hedvig Hricak, MD, PhD y Scott White, MD

Capítulo 7. Radiología invasora vascular . . . . . . . . . . . . . . 125


Erich K. Lang, MD. MS

Capítulo 8. Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia . . . 133


Joachim W. Thiiroff, MD

Capítulo 9. Im-á genes con radionúclidos . 151


Barry A. Kogan, MDy Robert S. Hattne r, MD

IX
Capítulo lO. Instrumentación retrógrada de las vías urinarias .. 163
Mars·Jwll L. Stol!er, MD

Capítulo 11. Obstrucción y estasis urinarias . . . . . . . . . . . . . . 175


Emil A. Tanogho, MD

Capítulo 12. Reflujo vesicoureteral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189


Enúl A. Tonagho, MD

Capítulo 13. Infecciones inespecíficas del aparato genitourinario . . . . . . . . . . . . . . 205


Edwin M. Meares, Jr., MD, FACS. FIDSA

Capítulo 14. Infecciones específicas del aparato genitourinario . . . 249


EmJI A. Tona¿.; Izo. M D

Capítulo 15. Enfermedades de transmisión sexual en varones . . . . . . . . . . . . . . . . 267


Richard E. Berger, MD e !van Rothman, RN, MN

Capítulo 16. Ljtiasis urinaria . . . . 281


Marsha!l L. StoLler, MD y Danúen M. Bo/ton, MD, FRAC)

Capítulo 17. Litotripsia extracorpórea con ondas de choque . . . . 311


Mnrslwll L. Stoller, MD

Capítulo 18. Lesiones del aparato genitourinario . . . . . . . . . . 321


Jack W. McAninch, MD

Capítulo 19. Inmunología de tumores genitourinarios . . . . . . . 341


Perinchery Narayan, MD

Capítulo 20. Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicilla renal . . . . . . . 361
Peter R. Carro!/, MD

Capítulo 21. Neoplasias del paréquima renal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379


Robert Dreicet~ MD, MS, FACP y Richard D. Wiliiams, MD

Capítulo 22. Neoplasias de la próstata . . . . . . . . . . . . . . . . 399


Perinchery Narayan, MD

Capítulo 23. Tumores genitales . . . . . . . . . 441


Joseph C. Presti, Jr., MD y Horry W. Herr, MD

Capítulo 24. Derivación urinaria y sustitución de vejiga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 455


Perer R. Corroll, MD y Susan Barbour. RN, MS. CETN
Capítulo 25. Cirugía láser . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 469
Geor¡;e R. Fournier, Jr., MD

Capítulo 26. Quimioterapia de tumores urológicos . . . . . . . . . . . . 481


Eric J. SmoLI, MD

Capítulo 17. Radioterapia de los tumores urológicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489


Mack Roach, 111, MD y Theodore L. Phillips. MD, FACR

Capítulo 28. Trastornos por vejiga neuropática . . . 505


Emi/ A. Tanogho, MD y Tom F. Lue. MD

Capítulo 29. Estudios urodinámkos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 523


Emil A . Tcuwp,ho. MD

Capítulo 30. Incontinencia urinaria . . . . . . . 545


Emil A. Tan{lf)IO, MD

Capítulo 31. Trastornos de las glándulas suprarrenales . . . . . . . . 561


J. Blake Tyrrcll. MD

Capítulo 32. Trastornos renales . . . . . . . . 579


Jock W. McAninch. MD

Capítulo 33. Diagnóstico de nefropatías médicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 601


Flm·io C. Vincenti, MD y Wi!liam J.C. Amend, .Ir.. MD

Capítulo 34. Oliguria; insuficiencia renal aguda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 613


WilliamJ.C Amend, Jr., MD y Flovio C. Vincenti, MD

Capítulo 35. Insuficiencia renal crónica y diálisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 619


William J. C. Amend, Jr.. '11D y Flavio C. Vincenti, MD

Capítulo 36. Trasplante renal . . . . . . . . . 623


Peter N. Bretan, Jr., MD y Edmwl{/ C. Burke, MD

Capítulo 37. Trastornos del uréter y la unión urcteropélvica . . . . . 637


Bon~\' A. Kognn. MD

Capítulo 38. Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales . . . . . . . . . . 653


Emil A. Tonagho, MD

Capítulo 39. Trastornos del pene y la uretra masculina 669


Jack W. McAninch. MD
Xll .. Urología general de Smith (Con tenido)

Capítulo 40. Padecimientos de la uretra femenina . . . . . . . . . . 683


EmiL A . Tanagho , M D

Capítulo 41. Padecimientos del testículo, escroto y cordón espermático . . . . . . . . . . 691


Jack W. McAninch , MD

Capítulo 42. Enfermedades cutáneas de los genitales externos . . . 701


Tinzothy G. Berxer, MD

Capítulo 43. Anomalías de la diferenciación sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 705


· Felix A. Conte, MD y Mefvin M. Grumbach , MD , DM(hon)

Capítulo 44. Hipertensión renovascular . 737


R. Emest Sosa, MD y E. Darracott Vaughan , Jr., MD

Capítulo 45. Esterilidad masculina . . . . . . . . . . . . . . 749


R. Dale McClure, MD, FRCS(C)

Capítulo 46. Disfunción sexual masculina . . . . . . . . . . . . . . . . . . 783


Tom F. Lue, M D

Apéndice: Valores normales de los estudios de laboratorio ..... . 803


Marcus A. Krupp, MD

Indice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 807
1
Anatomía del aparato
genitourinario
Emil A. Tanagho, MO
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

La urología trata de las enfermedades y trastornos del apa- Circulación sanguínea


rato genitourinario del varón· y del aparato urinario de la
mujer. También se incluyen las enfermedades quirúrgicas de A. Arterial
las suprarrenales. Estos aparatos se ilustran en las figuras Cada suprarrenal recibe tres arterias: una que procede de
1-1 y 1-2. la arteria frénica inferior, otra de la aorta y la tercera de la
arteria renal.

SUPRARRENA LES B. Venosa


La sangre de la suprarrenal derecha es conducida por una
pequeña vena hacia la vena cava; la vena suprarrenal iz-
Aspectos macroscópico s quierda termina en la vena renal izquierda.

A. Anatomía Linfáticos
S9brc cada riñón se encuentra una glándula suprarrenal y
ambos órganos están cubiertos por la fascia de Gerota o Los vasos linfáticos acompañan a la vena suprarrenal y
perirrenal. Cada suprarrenal pesa ah:_ededQ.[ _c!.e Gins:q gra- drenan en los ganglios linfáticos lumbares.
mos. La suprarrenal derecha tiene fonna triangular; la iz-
quierda es más redonda y falciforme. Cada glándula est~
compuesta por una corteza. principalmente influida por la RIÑONES
hipófisis y una médula derivada del tejido cromafín.
Aspecto macroscópico
B. Relaciones
La figura 1-2 muestra las relaciones de las suprarrenales A. Anatomía
con otros órganos. La suprarrenal d~.r.ec~a e~tá situaf}a Los riñones se encuentran situados a lo largo de Jos bordes
entre el hígado y la vena cava; la glándula izquierda está de los músculos psoas y, por tanto , colocadq~ oblicua-
cerca de la aorta y cubierta en su superficie inferior por mente. La po_sicíó1~ del tJíg~do hace_ qye_ el_riñón_ dt?re-
el páncreas; por arriba y lateralmente se relaciona con el cho quede colocado un poco más abajo que el izquierdo
bazo. {figuras 1-2 y 1-3). El riñón adulto pesa alrededor Q.c_l ~O
gramos.
Histología -- Los nñones están sostenidos por la grasa perirrena!
(que a su vez queda encerrada dentro de la fascia perirrena\),
La corteza suprarrenal está constituida por tres capas distin- por el pedículo vascular renal , por el tono de los múscu-
tas: la externa o zona glomerulosa, la media o zona fascicu- los abdominales, y por el volumen general de las vísceras
lada y la interna o zona reticular. La médula se encuentra en abdominales. Las variaciones en estos factores permtten
el centro y está formada por células poliédricas que contie- cambios en el grado de movilidad renal. El descenso pro-
nen gránulos eosinófilos en el citoplasma. Estas células medio que experimentan los riñones durante la inspiración
cromafines están acompañadas por células ganglionares y o al adoptarse la posición de pie es de 4 a 5 cm. La falta de
pequeñas células ~·cdondeadas. movilidad es sugestiva de una fijación anormal (como en la
2 • Urología general de Smith (Capítulo 1)

PORCIÓN SUPERIOR
Suprarrenal
Riñones
Uréteres

Pedículo vascular

Arte nas
espermática
u ovánca

Arterías espermat1ca
u ovánca

Venas espermatíca ------__...,;"-/-'--'-r--:-r:n-í-T~


Venas espermática
u ovánca
/ 11¡//
1
u ovánca

.'¡:> '¡~
/ 1
1 '

Músculo psoas
~) ' 1

}!/
,.
i/
/

j
i

PORCIÓN MEDIA
VeJiga
Trígono

PORCIÓN INFERIOR
Conducto deferente
Cuerpo cavernoso
Vesículassem!na les

Figura 1-1. Anatomía del aparato genítourínario masculino. Las porciones superior y media sólo tienen función
urinaria. La
porción inferior tiene función tanto urinaria como genital.
Anatomfa del aparato genitourinario • 3

Figura 1-2. Relaciones de riñones, uréteres y vejiga (vista anterior).

perínefritis), pero una movilidad extrema no es necesaria- algunos de los síntomas gastrointestinales que acompaíian
mente anormal. a los padecimientos genitounnarios.
En un corte longitudinal (figura 1-4), el riñón se ve
foriT1.ª99_.en la parte ex teri9_r .P.Ql:._lª_ .f.9Lt~x. <!,_ Q.f1_)fLporcilln Histología
c_entral por la médula, e intcr.nall)e_nt~ por ~~-.P~l~i_cill.;l yl.os
c~hces. L9- c;;.Qrteza tiene aspecto homogéneo y se extiende A. Nefrona
en parte hacia la pclvicilla, entre las papilas y fórniccs La unidad funcional del riñón es la nefrona, la cual está
[Qnnanc1.o lo que se llama columnas de Bertin. La médula for-rn;da por ·un.túbulo que tiene funciones taltto secretonas
consiste en numerosas pirámides, las cuales están formadas como excretorias (figura 1-4 ). La porción secretoria
por Jos túbulos renales colectores que convergen para está contenida en gran parte en la corteza y consta de un
drenar en !os cálices menores. corpúsculo renal y de la parte secretoria de túbulo renal. La
porción excretoria de este túbulo está en la médula. El cor-
B. Relaciones púsculo renal está compuesto del glomérulo vascular, el cual
Las figuras 1-2 y 1:-3 muestran las relaciones de los riñones hace saliente dentro de la cápsula de Bowman; el epitelio de
con los órganos y estructuras adyacentes. Su estrecha vecin- ésta se continúa con el del túbulo contorneado proximaL La
dad con los órganos intraperitoncalcs y la inervación autó- porción secretoria del túbulo renal consta de: túbulo contor-
noma que comparten con estos órganos explica, en parte, neado proximal, asa de Hcnlc y túbu\o contorneado distal.
4 • Urología general de Smith (Capítulo 1)

·' Pulmón derecho

Figura 1-3. Relaciones de los riñones (vista posterior). Las líneas punteadas representan el contorno de los riñones en las
zonas en que están cubiertas por otras estructuras.

La porc1ón excretoria de la ncfrona es el túbulo colec- columnas de Bertin (entre las pirámides) y forman después
tor, el cual se halla en continuidad con el extremo distal de arcos a lo largo de la base de las pirámides (arterias arquea-
la rama ascendente .del túbulo contorneado. Este tubo colec- das). De estos vasos pasan a los glomérulos ramas más
tor vacía su contenido a través de la punta (papila) de una pequeñas (arteriolas aferentes). Del ovil1o g1omcrular sale
pirámide en el interior de un cáliz menor. la arteriola eferente a ramificarse alrededor de los túbulos
en el estroma.
B. Tejido de-sostén
El estroma renal está formado por tejido conjuntivo laxo y B. Venosa
cont1ene vasos sanguíneos, capilares, nervios y linfáticos. Las venas renales están apareadas con las arterias, pero
cualquiera de ellas puede drenar al riñón completo si las
Circulación sanguínea otras se ligan.
(figuras 1-2, 1-4 y 1- 5) Aunque !a arteria y vena renales son habitualmente Jos
únicos vasos del riñón, son comunes los vasos renales
accesorios, los cuales pueden llegar a s.~!.:.E~imporiancia
A. Arterial clínicásí están situados_de_ modo que comptiman el uréter:
Habitualmente hay una a!teri_a ren<)l, una r~wa d~ la aorta, en este caso pueden_ocasi~na_r:_hidronefrosis.
que penetra el hilio del riñón entre la pelvicilla, que normal-
mente est;r' s"ltuaaa· ·en··ra-parre"post~o_r, y la v_en_;:¡ rel)a\.
Puede ramificarse antes de alcanzar el riñón y observarse Inervación
dos o más arterias separadas. En los casos de duplicación de
pelvicilla y uréter, lo común es que cada segmento renal Los nervios renales se derivan de los plexos renales y
tenga su c!rculac1ón propia. acompañan a los vasos renales a través de todo el parén-
La arteria renal se diví?e en ra'!las an!~~ÍQIY p_o_sj:Qri_or. quima.
el
Esta última riega segmento medio de la cara postcnor. La
rama anterior irnga los polos superior e inferior y toda la linfáticos
cara anterior. Todas las arterias renales son terminales.
La arteria renal se divide adicionalmente en arterias Los linfáticos del riñón drenan en los ganglios \lnfáticos
interlobular e inter!obulillar, las cuales ascienden en las lumbares.
Rama ascendente

~~~

ureterop~l~~ l ~~ {;:-"
Calices
menores

1
Lámina propia
Haces musculares 1
longitudinales, circulares
y espirales

Figura 1-4. Anatomía e histología del riñón y del uréter. Arriba izquierda: Diagrama de la nefrona y de su irrigación sanguínea .
(Cortesía de Merck, Sharp & Dohme: Seminar: 1947,9[3].) Arriba derecha: Molde del sistema callceal y de la pelvicilla, y del
riego arterial del riñón . Centro: Ca\ices renales, pelvicilla y uréter (vista posterior) . Abajo izquierda: Histología del uréter. Los
haces musculares lisos están dispuestos tanto en forma espiral como longitudinal. Abajo derecha: Corte longitudinal del nñón
que muestra los cálices, la pelvicilla, el uréter y la circulación sanguínea del riñón (vistos por detrás).

CÁLICES, PELVICILLA RENAL Y URÉTER emergen entre ellos (figura l-4). Estos cálices se unen
para formar 2 o 3 cálices mayores, Jos cuales se unen a
Aspecto macroscópico la pclvici!la renal.
2. Pelvicilla renal: La pclvicilla puede ser del todo
A. Anatomía intrarrenal o en parte intrarrenal y en parte extrarre-
1. Cálices: Las puntas de los cálices menores (en número nal. Hacía abajo y adentro se adelgaza para formar el
de 8 a 12) presentan una muesca por las pirámides que uréter.
6 • Uro{ogfa gen eral de Smith
(Capitulo 1)

B.
Artena
ín terlobuJillar

A Arteria segmentaría
Arte na
postenor
arqueada

Arteria segmentaría

C.
Segmento vascular
posterior

Linea de Brbdel

Figura 1-5. A: Rama postenor de la arteria renal y su distribució n al segmento


central de la cara posterior del riñón . B: Ramas
de la división anterior de la arteria renal que riegan la totalidad de
la cara anterior del riñón y los polos superior e inferior en
ambas caras . De las ramas segmentarías se originan las arterias interlobula
res, arqueadas e interlobulillares C: Borde convexo
externo del riñón . La línea de Brodel. que está a un centímetro del borde
convexo, es el plano exangüe demarcad o por la distribució n
de la rama posterror de la arteria renal.
3. llréter: El del adulto mide aproximadamente 30 cm de
longltud; ésta varía en relación directa con la aTiufa del
individuo. En su trayecto sigue una curva en S. El uréter Conducto
deferente
presenta áreas de estrechamiento: 1) en la umón urete-
ropélvica, 2) en el sitio donde cruza sobre los vasos
ihacos, y 3) en la porción en que cursa a través de la pared
de la veJiga.
seminales
B. Relaciones
l. Cálices: Los cálices son intrarrenales y están íntimamen-
te relacionados con el parénquima renal.
2. Pelvicilla renal: Si la pelvicilla es en parte extrarrenal
queda situada a lo largo del borde lateral del músculo Veru montanum
psoas y sobre el músculo cuadrado lumbar; el pedícu- Diafragma urogenital
lo vascular renal queda prec1samcnte por delante de ella. mcluyendo al esfínter
La pelvicilla renal izquierda queda al nivel de la primera1. urmano externo
o segunda vértebra lumbar; la derecha está un poco más \ Uretra membranosa
abajo. _j
3. Uréteres: Siguiendo de arnba abajo, los uréteres están
situados en su principio sobre los músculos psoas, des- Figura 1--6. Anatomía y relaciones de !os uréteres, de la
pués pasan mediales a las iJ.rt¡culaciones sacroiliacas, y vejiga, de la próstata, de las vesículas seminales y de los
se curvan luego lateral mente cerca de las es pi nas e iáticas conductos deferentes (vista anterior).
antes de dirigirse medialmente para penetrar la base
de la vejiga (figura 1-2). En la mujer las arterias uterinas
están íntimamente relacionadas con la porción yuxtavc- Linfáticos
SJcal de los uréteres. Los ureteres están cubiertos por el
peritoneo posterior al cual están estrechamente adhe- Los linfáticos de la porción superior del uréter, así como
ridos en sus porciones más inferiores, mientras que en la los ele la pelvicilla y de los cálices, van a desembocar a Jos
porc10nes yuxtavesicales, están inchJJdos en la grasa ganglios linfáticos lumbares. Los linfáticos de la porción
rctropcritoneal vascular. media del uretcr drenan en los ganglios iliacos internos
Los vasos espermáticos al dejar el anillo ingumal (hipogástricos) e il iacos primitivos. Los linfáticos ureterales
interno barren sobre las paredes pélvicas laterales ante- inferíores drenan a los g langiios 1in fáti cos vesical es e
riores a los uréteres (figura 1--6). Son mediales a los hipogástricos.
últ11nos antes de unirse a la vesícula seminal y penetrar
la base de la próstata para transformarse en Jos conductos
e yac u!adores. VEJIGA

H isto log ía (figura 1-4) Aspecto macroscópico

Las paredes de cálices, pelvicillas y urªgcs están constitui- La vejiga es un <?!g-ª.TIQ_Jl}_ll_S~_ulal~_}"!.U.~co


. que s1rve como
das por epi!~lio_.Q~._t~d.QQJiaj_o-;1 cual se encuentran rc~cptáculo Q~ra.JE-.. orina. En la mujer, la pared posterior y
tejido conju_ntiv9Jax.o y tejido elástico (lámina propia). Por la cupuEi-vcsica\es están invaginados por el útero. La vejiga
fuera de Ciías hay una mezcla de f.ibr;ls musculares espirales del adulto tiene una ~Q. aG..i.dlliLde 350 a 450 mililitros.
y longitudinales. No se encuentran d1spucstas en capas
definidas. La capa adventicia, que es la más externa, está A. Anatomía
compuesta por tejido conjuntJVo fibroso. -c:-uando está vacía, la vejiga del adulto queda situada por
'detrás de la sínfis1s del pubis y es en gran parte un órgano
Circulación sanguínea ;¡5tlvico. En los lactantes y en los niños está situada más alta.
:f'uando se encuentra llena se eleva bastante por encima de
la sínfisis y puede palparse o pcrcutirsc con facilidad.
A. Arterial Cuando se encuentra sobrcp~stendida, como sucede en !a
Los cálices renales, la pelvicil!a y la porción superior del reTcncíoñ]JüiuU.a aguda o crón1ca: puede ocasionar que
uréter están nutridos por las _prterias renales; la porción l.a g_a~~~ tl!fºrjp~: d~l_;;t.Q.@!.l1~n se observe ~b_ultªda.
media del uréter recí"be su irrigación de las arterias internas De la cúpula vesical se extiende hasta el ombligo un
espermática y ovárica. A la porción más inferior la nutren cordón fibroso, el ligamento umbilical medio, que repre-
ramas de la ilíaca primitiva, ilwca interna (hipogástrica) y senta al uraco obliterado. Los uréteres penetran a la vejiga
de la vesical. en su parte postcroinfcrior de una man_~.r.a Q.bl icua, quedand"o
a este mvcrscpiiádos entre sí 5 cm aproxímadan1ente (figura
B. Venosa 1--6). Los orificios situados en los extremos del rodete
Las venas de los cálices renales, de la pelvicilla y de los interurctcral, de forma semilunar, que forma el horde pro-
uréteres acompañan a las arterias. ximal del trígono, quedan a una distancia entre sí de cas-i-2 ~
8 • Urología general de Smith (Capítulo 1)

centímetros. El trígono ocupa el área entre el rodete y el Circulación sanguínea


cuello de la veji"ga~
El esfíntef-intem.QQ.. cuello vesical no es un verdadero A. Arterial
esfínter circular, sino un engros am.Iento formado por la La vejiga recibe sangre de las arterias vesica\~s superior,
CQ.n_yerg~ncía y entrelazamiento de las fibras de\ InÚSCU}O media e inferior que provienen del tronco-·al1tc.r'fóTae la
ycsical!ll pasar distalmente y convertirse enJa musculatura iliaca interna (hipogástrica) y de ramas más pequefias de
li~_ de la ure_t_r.9 . la obturatriz y la giíitea inferior. En la mujer, las arterias
uterina y vaginal también envían ramas a la vejiga.
B. Relaciones
En el varón, la vejiga esta relacwnada por detrás con las B. Venosa
vesículas seminales, los conductos deferentes, los uréteres Rodeando a la vejiga hay un rico plexo de venas que
y el recto (figuras 1--8 y 1-9). En \a mujer, el útero y la finalmente van a parar a las venas ilíacas (btP-Qg-ª_~jcas).
vagina se hallan interpuestos entre la vejiga y el recto (figura
1-1 0). La cúpula y el fondo están cubiertos por el peritoneo; Linfáticos
de aquí que en esta área la vejiga se encuentre estrechamente
relacionada al intestino delgado y al colon sigmoide. Tanto Los linfáticos de la vejiga drenan en los ganglios vesicales,
en el varón como en la mujer la vejiga está relacionada con ilíacos externos, iliacos internos (hipogástricos) e ilíacos
la cara posterior de la s)nfisis del p_l!.bi.s_y, cuando se halla primitivos.
distendida, está en contacto con las porciones bajas de la
pared abdominal.
PRÓSTATA
Histología (figura 1-7)
Aspecto macroscópico
La mucosa de la vejiga está formada por e.pi_!yJio..dc.tra.!:l~j­
cj@. Por debajo de éste hay submucosa bien desarrollada, A. Anatomía
formada en su mayor parte por tejido conjuntivo laxo y La próstata es un ó_rgano glandular y fibrornuscular ~i!.IJ<llio
elástico . Por fuera de la submucosa .c.stá el músculo cons- inmediatamente por debajo de la vejiga (figuras l -6 y 1-8).
trictor, constituido por la mezcla de fibras muscuh-r-es.lj·s~as, La glándula prostática normal pesa alrededor de W:;.,_g y
"dlstr~buidas al azar en forma longit-udinal, circular y C§pir.al ,C::.<2!1.~--a.la . uret:ra- post-erior, que mide aproximadamente
sin formación de alguna capa u orientación específica, ~.5 cm_-o-de longitud. Está sostcn_ida por delante por los
excepto cerca del me~to_ int~rno, donde el músculo constric- llgameñtos puboprostáticos y por debajo por el diafragma
tor se diferencia én tres capas precisas : longitudinal in- _urogenital (figura J -6 ). La próstata está atrav~s!!da por
.!~r_!la, circular media y longitudinal ex tema. -- - · - detrás por los conductos eya<:_u1~.99~~..que se dirigen obli-

Figura 1-7. Izquierda: Histología de la próstata. Glándulas epiteliales en el seno de una mezcla de tejidos conjuntivo, elástico
y muscular liso. Derecha: Histología de la vejiga. La mucosa está compuesta por células de tipo transidonal y co!ocada sobre
una capa submucosa bien desarrollada de tejido conjuntivo. El músculo vesical está compuesto de fibras musculares lisas,
espirales, circulares y longitudinales entrelazadas.
Anatomia del aparato genitourinario • 9

Conducto
deferente

Vesícula
sem1nal

B
Cuerpo
esponjoso

Conducto
deferente MedJast1no
testicular

Epidídimo
Conducto
seminífero

Cola

vaginal Tún1ca
e albugínea

Figura 1-8. A: Relaciones anatómicas de vejiga, próstata. uretra prostatomembranosa y raíz del pene . B: Histología del
testículo . Túbulos seminíferos recubiertos por membrana basal de apoyo para las células de Sertoli y espermatógenas. Las
últimas se encuentran en diversas etapas de desarrollo. C: Cortes transversales del testículo y el epidíd imo. (A y C se
reprodujeron con autorización de Tanagho EA: Anatomy of the lower urinary tract. Capítulo 1, páginas 40 a 69 . en : Campbefl's
Urology, 6a . ed . Vol 1 Walsh PC y colaboradores [editores] Saunders, 1992.)

cuamcntc para abr_irsc, a trav.é.s .deLvero_mQn_tg!!YllU!l.. el tzquicrdo y mediano. Según M eNeal ( 1972) tiene una
piso de la _wetra QI~t<Í.U9.i'l.. inmediatamente proximal al zona pcríférica~-Úna central, una zona transicional, un seg-
esfínter tiri~&J~~iti!lldo_ ext~.I!lQ..(figura 1-11 ). -------- mento anterior y una zona csfintcriana preprostática (figura
----se-gSri la clasifJcación de _howslc;t, la_prq:')gt_a_, 9.Q.Q_§_t_<!- 1-12). E) segmento de uretra que atraviesa la próstata es la
dc cinco lóbulos: ~n.terior, p~erior, la!c~aJ_ ~_c_r:_ccho , Ja~~al ure_tr_a .P:~·s_tá_t~ca. Está recubierta por una capa longitudinal
JO • Urología general de Smith (Cap!tu/o !)

interna de músculo (continuación de una capa semejante de tos deferentes y las vesículas seminales (f1gura 1-~ ). Por
la pared vesical) . Incorporada dentro de la próstata está una detrás, entre la próstata y e! recto, se localizan las dos
abund<~ntc cant1dad de musculatura lisa derivada pri- capas de la fascia de Denonvill!crs, rudnnento de la serosa
mordialmente de la musculatura vesical longitudinal exte- del saco de Dougbs que se cxtlendc hasta el diafragma
rior. Esta musculatura representa al verdadero esfínter liso urogenital (figura 1- 9).
ínvoluntano de la uretra postenor en el varón.
~ . a enoma prosEITJco se -u-~sarrolla de las glándulas Histología {figura 1-7)
pcriurctrales en el sitio de los lóbulos laterales o del media-
no. S!n embargo, el lóbl!IO _postcnor es propenso a b dege- La próstata tiene una delgada cápsula fibrosa debajo de la
neración carcinomato~_a. cual están fibras nntscu]arc_s__Li,<>.as circulares y-tejido conjun-
tivo q_uc rodea a la J:!_r.stra-'--cs.t:ín1CJ-W..\Wun.tario ). En lo
B. Relaciones profundo de estacapa yace el estroma prostático, constitut-
La próstata qucQ.il,.. p.oLdc.tr.íi.~- deja_sínf~is 9-º.lp_ubis. Cerca do por los tcj idos conjuntivo y elástico, y por fibras muscu-
de b supcrfiélc postcrosuperior se localizan los eonduc- lares lisas. En él están mcluidas las glúndulas epiteliales.

Fondo de saco

Cuerpo
espon¡oso --,;..;.,:.;;.:....,.,:,;-

Cuerpo espon¡oso

Aponeurosis
de DenorW1II1ers

Tabique escrotal

Tún1ca albugmea
Aponeurosls

Aponeuros1s
de Calles
Cuerpo
esponJoso
Uretra

Figura 1-9. Arriba: Relaciones de la vejiga." próstata, vesículas seminales, pene, uretra y contenido escrotal. A bajo izquierda:
Sección transversal del pene. El par de estructuras superiores son los cuerpos cavernosos. El cuerpo inferior único que rodea
a la uretra es el cuerpo esponjoso Abajo derecha: Planos aponeuróticos del aparato genitourinario inferior.
Figura 1-1 O. Anatomía y relaciones de vejiga, uretra, útero y ovario, vagina y recto.

Estas glándulas se abren a conductos excretorios de mayor VESÍCULAS SEMINALES


tamaño (25 aproximadamente) los que, a su vez, desembo:-
can en el piso de la u~tra prostática principalmente entre_ el.
vet:¡) montam1111 y el cÜeflo ·vesical. Inmediatamente por
Aspecto macroscópico
·dCl)ajo def- c¡:litelio de -transición de la uretra prostática
quedan las glándulas pcnurctralcs. La.s vesículas seminales están situadas precisamente _QQr
-ª.rnba de !a próstata, bajo la base de la vejiga (figuras 1-ó
y ~5.-~·fiacn aproximadamente 6 cm de long1tud y son
Circulación sanguínea
muy blandas. Cada vesícula se une a su correspondicn1·e
conducto defcrentcpar-a formar-el ~QQdL~do eyacul ador. Los
A. Arterial l.fretercsqucdarrpor dentro de _e.llas y el récto se-encuentra
La próstata recibe su irrigación de las arterias vesical infe-
adyacente a sus caras posteriores.
rior. pudenda interna y rectal media (hemorroidal).

B. Venosa Histología
Las venas de la próstata desembocan en el plexo pcripros-
tútico el cual tiene conexiones con la vena dorsal profunda La mucosa tiene un epitelio scudocstratifícado. La submu-
del pene y la iliaca interna (hipogástrica). cosa está formada por tejido conjuntivo denso, cubierto por
una delgada capa de músculo que a su vez está rodeada
Inervación por tejido conjuntivo.

;·La próstata rec1be una rica inervación de lo.s plexos simpá- Circulación sanguínea
.tíco y parasímpático.
La irrígGción es scmepntc a la de la próstata.
linfáticos

Los linfáticos de la próstata drenan en !os ganglios ilia- inervación


cos 1nternos (hipogástricos), sacros, vcsicai es e i 1iacos
externos. Proviene del plexo simpático.
12 • Urología general de Smith (Capitulo !)

Circulación sanguínea

A. Arterial
La arteria espermática externa, rama de la epigástrica,
irriga las cubiertas aponeuróticas del cordón. La arteria
espermática interna pasa a través del cordón en su curso
hacia el testículo. La arteria deferente está adyacente al
Veru montanum conducto.

B. Venosa
Las venas del testículo y de las cubiertas del cordón esper-
Diafragma mático forman el plexo pampiniformc, el cual, a nivel del
genitou rina río anillo inguinal interno, se une para dar origen a la vena
es perm á ti ca.

Linfáticos
Figura 1-11. Corte de la próstata que muestra la uretra
prostática, el veru montanum y la cresta uretral, además de Los linfáticos del cordón espermático desembocan en los
la abertura del utrículo prostático y de los dos conductos ganglios linfáticos ilíacos externos.
eyaculadores en la línea media. Obsérvese que la próstata
está rodeada por la cápsula prostática, la cual está recubierta
por otra vaina prostática derivada de la aponeurosís endo-
pélvica. La próstata descansa en el diafragma genitourinario. EPIDÍDIMO
(Reproducida con autorización de Tanagho EA: Anatomy of
the lower urinary tract. Capítulo 1, páginas 40 a 69, en: Aspecto macroscópico
Campbell's Urology, 6a. ed. Vol. 1. Walsh PC y colaboradores
(editores]. Saunders, 1992.)
A. Anatomía
La porción superior del epidídimo (cabeza del cpidídimo)
se halla conectada al testículo por los numerosos conductos
Linfáticos aferentes que vienen de éste (figura l-8). El epidídimo está

Los linfáticos de las vesículas seminales son los mismos que


drenan a la próstata.

Zona
CORDÓN ESPERMÁTICO central

Aspecto macroscópico

Los dos ~Qr<;lqncs ~sp~r~á,ti¡;:o_~ se extienden desde los


anillos ing~-inales internós~ por los conductos IJ)g'í!li]_~Tes,
hasta los testículos (figura 1-8). Cada cordón ~ontiene
cond_h!~tg_ _Q~fer!_Q_t_e, ;g:_terias_~ªmáti_gs interna y ex-
terna, arteria del conducto, ple?'o v:en9_s9 .I?.~.I!l.Q.~~fQI.ffi~
(q ~e _fo..!:_m_a_ha.cia ·ªuiba..las__ yenas...10p_ermátic::_as ), ~~§.OS
1infáticos y nervios. Todos los elementos mencionados
están- c~~j_crj:os -p~r delgadas C!_l_~Q.lt!lr~_L<I,J)_Qn_t:¿t!_~Óti_­
q_<;lj__,_ Algunas fibras del músculo crcmáster se inscrtañ en
los cordones, en el trayecto de éstos por el conducto
inguinal.

Histología

La aponeurosis que cubre el cordón está formada por tejido


conjuntivo laxo que sostiene las arterias, venas y linfáticos.
El conducto deferente es un tubo pequeño de pared
gruesa, compuesta por una mucosa interna y submucosa Figura 1-12. Anatomía de la próstata (adaptado de McNeal).
rodeada por tres capas bien definidas de músculo liso (Reproducida con autorización de Tanagho EA: Anatomy of
encerradas en una cubierta de tejido fibroso. Por arriba del the lower urinary tract. Capítulo 1, páginas 40 a 69, en:
testículo este conducto es recto. Sus 4 cm proximales tien- Campbell's Urology, 6a. ed. VoL 1. Walsh PC y colaboradores
den a ser contorneados. [editores]. Saunders, 1992.)
J4 • Urología general de Smith (Capítulo 1)

Histología es de tip_9 tran_~i~S>.~Ial. Por debajo de la mucosa está la sub m u-


cosa, la cual contiene tejidos conjuntivo, elástico y muscular
Bajo la p1el del escroto se halla el músculo dartos, que es liso. liso, así como la~ numerosas glándulas de Ltttre, cuyos con-
La capa más profunda está fornuda por tej1do conJuntivo. ductos se abren a la luz de la uretra. La uretra está rodeada
por el cuerpo vascular esponjoso y el glande del pene.
Circulación sanguínea
Circulación sanguínea
A. Arterial
Las arterías del escroto provienen de "la femoral, de la A. Arterial
pL•dcnda interna y de la epigástrica. EJ ..I29D~ y la uretra están irrigados por las arterias pudendas
interna~. Cada artcna se d1vide en una artcna prófliñaaacr
B. Venosa p-ené -(que irriga los cuerpos cavernosos), una arteria dorsal
Las venas corren al parejo de las artcnas. de\ pene y una arteria bnlbouretral. Estas últimas ramas
nutren el cuerpo esponjoso, el glande y la uretra.
Linfáticos
B. Venosa
Los linfúticos drenan en los ganglios linfáticos superficiales La vena superficial dorsal del pene corre por fuera de la
ing~ínalcs y subínguinalcs. aponeumsis de Buck. La vena dorsal profunda del pene está
situada por debajo de la aponeurosis de Buck y corre entre
las arterías dorsales. Estas venas conectan con el plexo
PENE Y URETRA MASCULINA pudendo, que desemboca en la vena pudenda inlerna.
Aspecto macroscópico
Linfáticos
E.L nen~_ ~.s t;í_fO!Jl)Qdo ROr P9S_.C:JlQJ:pns_cay_efl).Q5_QS ..Y- el
cuerpo esponjoso qL!~.f.Qntier)~_a_la uretra; su diáJ.!!etro es de El drenaje de la porción externa de la PÍGl del pene es hacia
ª""'ª·llui.l jm~tr.o..s. El extremo distal de. estos cu-efi:)os
está los ganglios l~f<.itjs::o~_:'i ~lpc_rficia!es in·g-ui.J)[des y sub-
cubierto por el glande. Cada uno de ellos está encerrado en inguinales. Los linfáticos del. gli1n(fc -dcsenibocan en los
una vaina aponeurótica (albugínea), y todos se hallan rodea- ganglios subinguinales e ilíacos externos. Los linfáticos de
dos por una gruesa envoltura fibrosa conocida con el nom- porciones profundas de la uretra drenan en los ganglios
bre de aponcurosis de Buck. Cubre a estos cuerpos una piel e
linf8tÍcos })ipogástricos ilíacos primitivos.
laxamenle dispuesta y desprovista de teJido adiposo . El
prepucio forma una capucha sobre el glande.
Por debajo de la piel del pene (y el escroto) está la URETRA FEMENINA
aponcurosis de Colles, la cual se extiende desde la base del
glande hasta el diafragma urogemtal. Esta aponcuros1s se La uretra femenina adulta mide aproxtmadamente 4 cm d~
continúa con la de Scarpa de la porción baja de la pared JoDgi1.1J.9_y_ S_ mm de diámetro . Es ligeramente curva y está
abdominal (figura l-9). situada por debajo de la sínftsis del pubis, justamente por
Los extremos proximales de los cuerpos cavernosos se delante de la v.agina.
fijan ci1""loshuesos·pélvico·s-pn~cisarne!1te pm.-delante de las El revestimiento ~_l)itcEªl de la uretra de la mu_1er es de
tú~'>erosi(fadcs-1s-qíliátic~1s. El cuerpo esponjoso ocupa una tipo escamoso en su porción distal y .~udocstratificado o
depresión en la línea medía de la superficie ver1traf de los translcíonafél.- el resto de su tráyccto. La submucosa está
cuerpos cavernosos. En su porción proximal el cuerpo es- formada por tejido conjuntivo y elást1co, pot espacios ve-
pQ_oj.os.Q ~~~- qmectado a la cara inferior del diafragma nosos esponjosos y numerosas glándulas pcnurcrrales, que
urogcn~tal a través delc-úaf eúú~rge 1;1 uretra membranosa. se encuentran en mayor cantidad en la porción dist;ti.: de
- - · ----
Esta porción del cuerpo esponjoso se encuentra roClaGa por éstas, las más grandes son las glándulas pcriurctrales
el músculo bulbocavernoso. Su porción distal se expande de Skene, las cuales se abren en el piso de la uretra in-
para formar el glande del pene. mediatamente por dentro del meato.
El! igamcnto suspensorio del pene se origina en la 1ínca P.or_ fncr:.a_d.e.Ja....subnn¡cq§a__bay _~nª capaJangitlld.inal
alba y en la sínfisís del pubis, y se inserta en la cubierta de músculo liso que se continúa con la capa longitudinal
aponeurótic3 de los cuerpos cavernosos. interna de la pared vesical. Rodeándola, hay una gruesa capa
qc fibras IJ1_l!S~_ularc_s., externa de la vejiga. Dichas horas
Histología coos~ituyen el verdadero esfínter Ín\L_Qll!lltªxio de la uretra.
Por fuera de él, se halla el esfínter circular eStrlad6 (vOlilll-
A. Cuerpos y glande del pene tario ), el cual rQ.Q_~~- al tercio medio de la ..YJ~t_r~ el esfínter
Los cuerpos cavernosos, el cuerpo esponJoso y el glande se constítuye medialúc uncñgrosamiento en la musculatura
están formados por tabiques de tejido eréctil y de músculo de la uretra.
liso que circundan las cavidades vasculares. 1rrigan la uretra fememna ramas de las arterias vesi-
cales inferiores, vaginal y pudenda interna. La sangre que viene
B. Uretra de la uretra desemboca en las venas pudendas internas.
~lU11U.COSa_gg Id: u...r:~1ra_qg_c.__recorre el glande está formada El drenaje linfático de la porción externa de la uretra
··- --
por epitelio escamoso. En la inmediata vecindad la mucosa
- ----·"- -..._ ___ _ desemboca en los ganglios linfát1cos inguinales y sub-
inguinales. Los linfáticos de las porciones profundas de Inervación a los órganos genitourinarios
la uretra van a los ganglios lmfáticos tliacos internos (hipo-
gástncos). Véase figuras 3-2, 3-3 y 27-1. •

REFERENCIAS

Suprarrenales K ay R: Ureterocalicostomy. Uro! Cfin North A m 19l:í8; 15: 129.


Kneedland JB et al.: Pcrin::nal spaccs : CT evJdcncc f(.)r commu-
Chan Act al.: Adren ni gland: MR ímaging. Radiology 1987, 163:123. nictmn across the míd!inc. Radiology 1987; 164:657.
K off SA ct al.: Pathophysiolügy of ureteropclvíc JUnction ob~truc­
tion: Expenmental and clinical observations . .! Uro/ogy
Riñones 1986; 136:3:16.
Osathanondh V,Pottcr EL: Devclopmcnt ofhuman kldncy shov.-n
Amis ES Jr, Cronan JJ: Thc renal sinus: J\n imaging review ami by microdiss~ct1on. 2 Renal pelvis, cu!yccs, and papdlac. 3.
rroposcd nomenclature for sinus cysts . .J Uro/ 198R; Formation and interrelation slups of collccting tubules and
139:1151. ncphrons. 4. ronmtion or tubular porlions of nep.hrons. 5.
Chcstbrough RM et al.: Gerota versus Zuckerkandl: Thc renal Devclopmcnt of vascular pattcrn of glomcrulus. Arch Pothol
fascia revis1ted. Radiology 19t1'9.173:R45. 1936,76:277, 290 y 1%6;82:391' 403 .
CockcJt ATK: LymphatiC net\VorU or kidney. l . Anatomic and Rizzo i\'1 ct al.: Ultrastructure of tl1e urinary lrael muscle coat ín
physio iogic cons1dcraiíons. Un~l~gy l 977,9: 125. man· Calices, renal pelvis, pelviurctcl-ic junction and urctcr.
Emamian SA ct a l.: Kidney dimcnsions at sonography: Correbt1on Eur Uro/1981;7:171.
with agc, scx. and habitus- in 655 adult vo!untcers. A.JR Tanagho EA: The ureterovcsical junction : /\natomy and
1993 ;J 60:83 physiology. Pages 394-404 in: Scienlijic foundations ot
Hocltl W, Hruhy W, Aharincjad S: Renal vein anatomy and its Urology. C'hisho111l GD, Williams DI kdiiors). Hemcmann,
implications ror rctroperitoncal surgery. J Uro/ \ 990; 1982.
143:1108. \Vciss RM, Bassett AL, Hoffman BF: Adrcncrgic ínnervation of
Kikinís R <'t al.: Normal and hydroncphrotic kidney : Evalu- tl1e urctcr. Jnvest Uml J 978,16: !2J.
ation ol· renal function with contrast-enhanccd MR imaging.
Radiology 1987; 165:8.17.
Vejiga y uretra
Korobkin .M ct al.: CT of the extraperitoneal spacc· Normal
anatomy andO uid co\Jections. AJR 1992; 159:933.
Mandell J ct al.: Structural gcnítourinary defects dctccted in utero. Crowe R, Burnslock C: A histochcmical and immunohístochemi-
Radio/ogy 1991;178:193 . cal study of the autonomic inncrvation or thc lower urínary
Ohlson L: Normal coJJecting ducts: Visualization at uroggmphy. tract ofthe female p1g: ls the pig n good modcl t(x thc human
Radiology 1989; 170:33 . bladdcr and urethra?.! Uml 1989; 141 :414 .
Pattcn RM ct al.: The fetal gcnitournnary tract. Radio! Clín North Elbadawi A: Ultra5;tructurc of vcsicourcthral innervaüon. l.
Am 1990;28: 115. Neuroeffector and cell junctions in rnale interna! sphinctcr.
Pottcr EL: Devclopmcnt of the human glomerulus Arch Patlwl .! Uml 1982; 128: 1RO.
1%5;811:24!. Cosling JA, Dixon DS: Thc structure and Jnncrvatíon 0f smooth
Rcsnick MI, Pounds DM, Boycc WH: Surgical anatomy of thc muscle in thc \val! of"thc bladder ncck und proximal urcthra.
human kidncy and its applications . Uro/ogy 19R 1; 17:367. Br JUro! ! 975;47:549.
Sarnpaio FJ: Anatomical background for nephron-sparing surgery Hakky SI: Ultrastructure of the normal human urethra. Br JUro/
in renal cell carcinoma. JUro/! ')92; 147:999. 1979,51:304.
Sampaío FJ, Aragao AH: AnatOJmcal relationshíp bct>veen the Hutch JA: Anatorny ami Physiology of thf' Bladder. 7i"ígone and
intrarenal artcnes and the kidncy collecting system. J Uro! Urell1ra. Applcton-Cenluty-Crotis, 1972.
1990;143:679. Hutch JA: Thc interna! urinary sphincter· A doublc loop sysrem
Sampaio FJ, A raga o AH: lnleríor pole collectlllg systcm anatorny. J Um/1971 ;105:375 .
lts probable role in cxtracorrnreal shock wave l1thotripsy Juencmann KP ct al.: Clínica! s1gmficnnce of"sacral and pudenda!
.! Uroi 1992;147:122 . nerve anatomy. .! Uro/ 1988; 139:74 .
Sampaio FJ et al.: lntrarenal accc~s · 3-dimcnsional ilnatomical Klostcrman PW, Laing FC, McAninch JW: Sonourcthrography
study. .! Uro/1992;148:1769. in thc evaluation of urcthral stricture diseasc. Uro! C/m
Schlcsinger AE ct al.: Normal standards for kidncy leng.th in NorLhAm 1989;16:791 .
prernature infants: Dclcrmination V./lth US. Work in progress. Lee JK, Rholl KS: MRI of thc bladdcr and prostat~. AJR 1986;
Radiology 1987;164:127. 147:732
Olcsen KP, Crau V: The suspcnsory apparatus o!' thc fcmale
bladccr ncck. Uro/ Jnt 1976:31 :3J.
Cálices, pelvicilla renal y uréteres
Sandlcr CM, Corriere .JN Jr: Urcthrog:-aphy in thc diagnosis of
acutc urethral injuries Uro! Clin Norrh Am 1989,16:283.
Dillard JP, Talner LB, Pinckney L: Normal renal papillae si\11\.1- Schlcgcl PN, Walsh PC : Ncuroanatomical approach to radical
latíng caliceal 1illing defects on sonography. AJR ! 987; cysloprostatectomy \vilh prescrvation or sexual function.
148:895. .J Urol 1987 ,J 38: 1402.
Elhadawi A, Amaku EO, Frank lN: Trilaminar musculaturc of Tanagho EA: Anatomy of thc lowcr urinary lract. Chap l. pp
subrnucosal ure~er : Anatomy and functional implications 40-69, in: Cumpbell's Urology, 6th cd. Vol l. Wal~h PC ct al.
Urolog_v 1973,2:409. (cditors). Saundcrs, 1992.
Han na MK ct al.: Uretcral structurc and ultrastructure ! . Normal Tanagho EA, Millcr ER: 1-'unctional considcrations of
human uretcr. J Um/1976;1 16:718. urcthral sphmcteric dynamics. J Uml!973;109: 273.
2
Embriología del aparato
genitourinario
Emil A. TanaghoJ MO
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Al nacer, los aparatos genital y urinario se relacionan úni- fricos se desarrollan del mesodermo intermedio, de manera
camente en el sentido de compartir ciertos conductos comu- caudal con respecto al pronefros, inmediatamente antes de
nes. Embriológicamente, sin embargo, están íntimamente la degeneración de éste. Los tú bulos mesonéfricos- difieren
relacionados. Debido a las complejas relaciones de las fases de los del pronefros en que desarrollan una formación
embrionarias de los dos aparatos, se tratarán aquí en cinco cupuliforme en la cual se aloja una masa de capilares.- Se l.e
subdivisiones: el sistema renal, la unidad vesicouretral, las denomina cápsula de Bowman, y al conjunto de capilares
gónadas, el sistema de conductos genitales y los órganos se le llama glomérulo. En su crecimiento, los túbulos me-
genitales externos. sonéfricos se extienden hacia y establecen conexión con el
conducto renal primario que está en las cercanías, a medida
que crece caudalmente para unirse a la cloaca (figura 2-1).
Este conducto renal primario se llama ahora conducto
mesonéfrico. Después de establecer su conexión con el
conducto renal, los túbulos primordiales se alargan y toman
SISTEMA RENAL
forma de S. A medida que los tú bulos se alargan, una serie
de ramificaciones secundarias aumenta su superficie de
exposición, y, P,Or tanto, incrementan su capacidad de inter-
El sistema renal se desarrolla progresivamente como tres cambio de materiales con la sangre de los capilares adya-
entidades distintas: pronefros, mesonefros y metanefros. centes. Cuando deja el glomérulo, la sangre es conducida
por uno o más vasos eferentes que pronto generan un rico
plexo capilar íntimamente relacionado con los túbulos me-
Pronefros S8n¿fricos. El mcsoncfros, que se forma tempranamente en
la cuarta semana, alcanza su máximo tamaño al final del
Ésta es la etapa renal más temprana en el hombre y corres-
segundo mes.
ponde a la estructura madura del vertebrado más primitivo.
Se extiende desde la 4a. a la 14a. somita y consiste de 6 a
1O pares de tú bulos. Éstos se abren en un par de conductos Metanefros
primarios también formados al mismo nivel, se extienden
caudalmente y por fin alcanzan la cloaca y ahí se abren. El El metanefros, la fase final del desarrollo del sistema renal,
pronefros es una estructura vestigial que desaparece por se origina tanto en el mesodermo intermedio como en el
completo alrededor de la cuarta semana de la vida embrio- conducto mesonéfrico. El desarrollo principia en el embrión
naria (figura 2-1). de 5 a 6 mm con un crecimiento semejante a una yema del
conducto mesonéfrico a medida que se dobla para unirse a
Mesonefros la cloaca. Esta yema uretral crece ccfálicamentc y alrededor
de su punta reúne mesodermo que proviene del cordón
El órgano excretor maduro de los peces superiores y anfi- ncfrógeno del mesodermo intermedio. Este mesodermo con
bios corresponde al mesonefros embrionario. Es el órgano la cubierta metanéfrica se mueve con la yema ureteral
excretor principal durante la vida embrionaria temprana (4 creciente, más y más en dirección cefálica a partir de su
'a 8 semanas). También degenera gradualmente; sin embar- punto de origen. Durante esta migración cefálica, la cubierta
, go, parte de su sistema de conductos llega a relacionarse con metanéfrica se hace progresivamente más grande a medida
los órganos reproductores masculinos. Los tú bulos mesoné- que una rápida diferenciación interna tiene lugar. Mientras

17
18 • Urología general de Smit.h (Capítulo 2)

·<-:\ Pronefros
, ·\Involucionado
r:·
-::2;.:: \ Pronefros
~;_ ,
~\
C·- ..._\,
~\
-~;;-' Tubulos "c., !\,
e:<'\\
'---"'=, \mesonéfricos
r~
en diferenciaCIÓn
Principio e:-::::- ·,
de la 4a. semana - Ga. semana

-..__ -------

Figura 2-1. Representación esquemática del desarrollo del s1stema renal. Únicamente unos cuantos túbulos del pronefros se
ven al principio de la 4a. semana, mientras que el tejido mesonéfrico se diferencia en los túbulos mesonéfricos que
progresivamente se unen al conducto mesonéfrico Se puede ver el primer signo de la yema ureteral a partir del conducto
mesonéfrico. A las seis semanas, el pronefros ha involucionado por completo y los tubulos mesonéfncos principian también
a hacerlo. La yema ureteral crece dorsocefálicalmente y se encuentra con la cubierta metanefrógena. En la 8a . semana hay
migración cefálica del metanefros en diferenciación. El extremo cefálico de la yema ureteral se ·=xpande y empieza a mostrar
múltiples ramificaciones. (Adaptada según varias fuentes .)

tanto . la termmacíón cefálica de la yema urctcral se expande del cuerpo. Durante el periodo temprano de ascenso (7a . a
dentro de la masa creciente de tejido mctancfrogénico 9a. semanas), el riñón se desliza hacía arriba sobre la
para formar la pclvicilla renal (figura 2-! )_ Numerosas bi furcac1ón arterial y g1ra 90 grados. Su borde convexo
cvagínaciones de la dilatación de la pclvieitla renal empujan corre ahora en di rccción lateral en vez de dorsal. E1ascenso
radialmcntc en el seno de esta masa creciente y forman se efectúa más lentamente hasta que el riñón alcanza su
conductos huecos que se ram1 fican vanas veces a medida posiciónfi na!.
que logran su ca m mo hacta la periferia. Éstas forman Jos Ciertas características de estas tres fases de! desarrollo
tú bulos colectores pnmarios del nñón. Células mesodérm í- deben ponerse en relieve: 1) las tres unidades sucesivas del
cas se arreglan en pcquci1as masas vesicu In res que yacen en sistema se desarrollan a part1r del mesodermo intermedio;
b íntima prox1m idad del extremo ciego de los conductos 2) los túbu!os, en todos los niveles, aparecen como primor-
colectores. Cada una de esta:, masas vesiculares formará un dios independientes y sólo secundanamcnte se unen con el
tubo uri.oífcro que drenará en el conducto más cercano a su sistema de conductos; 3) el conducto renal se inicia como
,punto de ongcn . conducto del pronefros y se desarrolla a partir de la unión
A medida que el riñón crece mayor número de túbulos de los extremos de los tú bulos pronéfricos anteriores ; 4) este
se forma en su zona pcrifénca. Esta~ masas vesiculares conducto pronéfrico sirve subsecuentcmente como conduc-
desarrollan una cavidad central y toman la forma de S. Un to mesonéfnco y como tal da nacimiento al uréter; 5) el
extremo de la S se une a la porc1ón terminal de los túbulos conducto renal alcanza la cloaca por crecimiento caudal
colectores, dando por resultado un conducto continuo. La independiente; 6) el uréter embrionario es producto del
porción prox11nal de la S forma túbulos contorneados dis- conducto renal; sin embargo, los tt'Jbulos renales se dife-
tales y proximales y el asa de Henle; el extremo distal forma rencian del blastema metanéfrico adyacente.
los glomérulos y la dpsu!a de Gowman . En esta etapa el
mesodermo indiferenciado y los glomérulos inmaduros se
observan con facilidad por examen microscópico (figura ANOMALÍAS DEL SISTEMA RENAL
2-2) . Los glomérulos se encuentran desarrollados por com-
pl~to alrededor de la )6a. semana o cuando el reto pesa La falla del ascenso del mctancfros conduce al riñón ectó-
25()(¡ g (Osathanondh y Pottcr, 1964). Ei mctancfros se pico. Un riñón cctópico puede est:-tr bajo y sobre el mismo
de s arrolla opucst0 a la 2Xa. somita (4o . segmento lum- lado ( cctopta simple) o en e 1 lado opuesto (ectopia cruzada)
bar ). A t~rmino , ha a~ccndJdo hasta n¡vc\ de !a primera con o ~in fusión. La falla en la rotación durante el ascenso
lumbar o aun hasra la 12a. véncbra dorsa.L Í'-stc ascenso causa e! riñón malrotado.
del riñón no sólo se debe a la Imgmción cefálica, sino La fusión de lt1s masas mctancfricas pareadas ocasiona
también al crccllmenlo diferencial de la porción caudal vanas anomalías -mús frecuentemente el riñón en herradura.
Tejido
metanéfrico

Formación
Túbulos vesicular
Conexión entre
túbulo colector
y nefrona

8a. semana 9a. semana

Cápsula
de Bowman
11a. semana 13a. semana

Figura 2-2. Etapas progresivas en la diferenciación de las nefronas y su conexión con las ramificac·lones de los tubulos
colectores. Una pequeña masa de tejido metanéfrico está relacionada con cada túbulo colector terminal. Éstos se disponen
entonces en masas vesiculares que posteriormente se diferencian en un túbulo urinario que drena en el conducto cercano a
su punto de nacimiento . En un extremo se diferencian la cápsula de Bowman y el glomérulo, mientras que en el otro se establece
comunicación con los túbulos colectores vecinos .

La yema uretera\ del conducto mesonéfrico puede bifur- ríormentc será seguida por la segunda yema accesoria a
carse, causando el uréter bífido a distintos niveles dependiendo medida que alcanza el seno urogenital. La vena uretera!
del momento de subdivisión de la yema. A partir del conduc- principal (ahora más craneal sobre el seno urogemtal) dre-
to mesonéfrico puede desarrollarse una yema accesoria y nará la porción baja del riñón. Las dos yemas uretcrales han
formar así un uréter duplicado, que habitualmente llega a invertido sus relaciones a medida que se mueven desde el
la misma masa metanéfiica. Rara vez cada yema tiene LUla masa conducto mesonéfnco hacia el seno urogenital. Ésta es la
metanéfrica separada, originando riñones supernumerarios. causa por la cual los uréteres dobles habitualmente se cruzan
Sí las yemas ureterales dobles están muy cerca entres[ (ley de Weigcrt-Mcyer). Si ambas yemas ureterales están
en el conducto mesonéfrico, se abrirán cerca una de otra en separadas de manera amplía en el conducto mesonéfrico, la
la vejiga. En este caso, la yema ureteral principal, que es la yema accesoria aparece más próxima al conducto y termina
primera en aparecer y la más caudal en los conductos en la _vejiga por un orificio ectópico más bajo que lo normal.
mesonéfricos, llegará a la vejiga primeramente. Entonces Este orificio se puede situar cerca de la salida de la vejiga,
principiará a moverse hacia arriba y lateralmente, y poste- en la uretra, o aun en el sistema del conducto genital (figura
Seno
urogenílal

Conducto mesonéfrico

Yema ureteral

,;~~:~;':~~~
6a. semana 7a. seman~.- .,,
Precursor del trígono.
longitud normal

8a. semana

Figura 2-3. El desarrollo de la yema uretral del conducto mesonéfrico y sus relaciones con el seno urogenital. La yema ureteral
aparece a la 4a. semana . El conducto mesonéfrico distal a esta yema ureteral se absorberá gradualmente por el seno
urogenital, lo cual dará por resultado terminaciones separadas para el uréter y el conducto mesonéfrico. El tejido mesonéfrico,
que se incorpora al seno urogenital, se expandirá y formará el tejido del trígono.

2-3). Una sola yema ureteral que nace más arriba de lo cimiento caudal de un pliegue en media luna, el pliegue
nonnal en el conducto mesonéfrico, puede también terminar urorrectal. Las dos ramas del pliegue forman protuberancias
en un lugar ectópico semejante. en la luz de la cloaca por ambos lados, llegando al final
La falta de desarrollo de una yema ureteral origina un a encontrarse y fusionarse. La división de la cloaca en
riñón solitario y un hemitrígono. porción ventral (seno urogenital) y porción dorsal (recto)
se completa durante la 7a. semana. Durante el desarrollo del
tabique urorrectal la membrana cloaca! experimenta una
rotación inversa de manera que la superficie ectodérmica ya
no está dirigida hacia la pared abdominal anterior en desa-
UNIDAD VESICOURETRA L rrollo, sino que se voltea hasta situarse caudalmente y un
poco atrás. Este cambio facilita la subdivisión de la cloaca
y se debe de manera principal al desarrollo de la porción
ínfraumbilical de la pared abdominal anterior y a la regre-
El extremo ciego del intestmo caudal, que a su vez es caudal sión de la cola. El mesodermo, que pasa alrededor de la
con respecto al punto de origen de la alantoides, se expande membrana cloaca] hacia la unión caudal del cordón umbili-
para formar la cloaca, que está separada del exterior por una cal, prolifera y crece, formando una elevación en la superficie,
delgada placa de tejido (la membrana cloaca!) que recubre el tubérculo genital. El crecimiento ulterior de la porción
una depresión ectodérmica (el proctodeo). En la etapa de infraumbilical de la pared abdominal progresivamente
4 mm, principiando en la porción cefálica de la cloaca, separa el cordón umbilical del tubérculo genital. La división
donde se encuentran la alantoides y el intestino, la cloaca se de la cloaca termina antes de la rotura de la membrana
divide progresivamente en dos compartimientos por el ere- cloaca) y, por tanto, sus dos partes se abren por separado.
Embriología del aparato genitourinario • 21

La parte ventral es el seno urogcnital primitivo, que tiene la La alantoides por lo común está obliterada a nivel del
forma de un cilindro alargado y se continúa en la parte cefálica ombligo para la 15a. semana. En la 18a. semana la vejiga
con la alantoides; su abertura externa es el orificio urogenital. principia a descender. A medida que desciende, su ápice se
La parte dorsal es el recto y su abertura externa el ano. estira y se hace angosto, y jala sobre la alantoides ya
El seno urogenital recibe los conductos mesonéfricos. obliterada, ahora llamada uraco. Para la 20a. semana la
El extremo caudal del conducto mesonéfrico, distal a la vejiga está bien separada del ombligo y el uraco estirado se
yema ureteral, se absorbe progresivamente en el seno uro- convertirá en el ligamento umbilical medio.
genital. Para la 7a. semana, tanto el conducto mcsonéfríco
como la yema ureteral tienen sitios de apertura inde-
pendientes. Esto introduce una isla de tejido mesodérmico PRÓSTATA
en el interior del endodermo del seno urogcnital. A medida
que el desarrollo progresa, la apertura del conducto meso- Se desarrolla como múltiples excrecencias sólidas del epi-
néfrico (que llegará a ser el conducto eyaculador) migra telio ureteral arriba y abajo de la entrada del conducto
hacia abajo y medialmente. La apertura de la yema uretcral mesonéfrico . Estas excrecencias tubulares simples empie-
(que se convertirá en el orificio ureteral) migra hacia arriba zan a desarrollarse en cinco grupos distintos al final de la
y lateralmente. Con esta migración , el mesodermo absorbi- undécima semana y han terminado su crecimiento alrededor
do del conducto mesonéfrico se expande hasta ocupar el de la decimosexta semana (112 mm). Se ramifican y vuel-
área delimitada por la posición final de estos conductos ven a ramificarse, para terminar como un sistema complejo
(figura 2-3). Se diferenciará más tarde como la estructura de conductillos que llegan a las células mesenquimatosas
trigonal, que es la única inclusión mesodérmica en la unidad diferenciadas alrededor de este segmento del seno urogeni-
endodérmica vesicoureteral. tal. Estas células mesenquimatosas empiezan a desarrollarse
El seno urogenital se divÍde en dos segmentos princi- alrededor de los túbulos, aproximadamente a la decimosex-
pales; la línea divisoria corresponde a la unión de los con- ta semana, y se densifican cada vez más en la periferia para
ductos müllerianos combinados con la pared dorsal del seno formar la cápsula prostática. Cerca de la vigésima segun-
urogenital donde se forma una elevación llamada tubérculo da semana, el estroma muscular está desarrollado de manera
de Müllcr; éste es el punto de referencia más fijo en toda la notable y continúa aumentando hasta el nacimiento.
estructura y se menciona en una sección subsecuente. Los De los cinco grupos de yemas epiteliales, finalmente
segmentos son como sigue: se forman cinco lóbulos : anterior, posterior, mediano y dos
laterales. Al principio, estos lóbulos están ampliamente
• l. La porción ventral y pélvica formará la vejiga, separados, pero después se juntan, sin que los separe ningún
parte de la uretra en el varón y toda la uretra en la tabique definido. Los túbulos de cada lóbulo no se combi-
mujer. Esta porción recibe el uréter. nan con los de los demás, sino que simplemente colindan.
• 2. La porción uretral o fálica recibe Jos conductos Los tú bulos del lóbulo anterior empiezan a desarrollar-
mesonéfricos y de Müller una vez que se fusionan. se de manera simultánea con los de los demás lóbulos.
Esto será parte de la uretra en el varón y en la mujer Aunque en las etapas tempranas los túbulos del lóbulo
forma el quinto inferior de la vagina y el vestíbulo anterior son grandes y muestran ramas múltiples, en forma
vaginal. gradual se contraen y pierden la mayor parte de sus ramifi-
caciones. Continúan enjutándosc de manera que al naci-
Durante el tercer mes, la parte ventral del seno urogenital miento no muestra luz y aparecen como excrecencias
comienza a extenderse y forma un saco epitelial cuyo ápice epiteliales sólidas, pequeñas y embrionarias. Como contras-
se aguza en el interior de un alargado y estrecho uraco . La te. los tú bulos del lóbulo posterior son menos abundantes y
porción pélvica permanece estrecha y tubular y formará de mayor tamaño, con ramificación extensa. Estos túbulos
toda la uretra en la mujer y la porción supramontana de la a mcdi_da que crecen se extienden hacia atrás a los lóbu-
uretra prostática en el varón. El mesodermo esplácníco, los mediano y laterales , fonnando la cara posterior de la
que rodea a las porciones ventral y pélv1ca del seno uroge- glándula, la cual puede palparse por vía rectal.
nital, pnncipia a diferenciarse en bandas entretejidas de
fibras musculares lisas y una cubierta externa de tcj ido conj un-
tivo fibroso. Para la 12a. semana se reconocen las capas ANOMALÍAS DE LA UNIDAD
características de la uretra adulta y la vejiga (figura 2-4). VESICOURETRAL
La parte del seno urogenital, caudal al orificio del
conducto de Müller, formará el vestíbulo vaginal y contri- La falla de la cloaca en subdividirse es rara y da por
buirá al quinto inferior de la vagina en la mujer (figura 2-5). resultado una cloaca persistente. La subdivisión incomple-
En el varón forma la parte inframontana de la uretra pros- ta es más frecuente, terminando con fístulas rectovesical,
tática y la uretra membranosa . La uretra del pene está rectouretral o rectovestjbular (habitualmente con ano
formada por la fusión de los pliegues uretrales en la super- imperforado o atresia anal) .
ficie ventral del tubérculo genital. En la mujer los pliegues La falta de descenso o el descenso incompleto de la
uretrales permanecen separados y forman los labios meno- vejiga conduce a fístula urinaria umbilical (fístula ura-
res . La uretra glandular en el varón se forma por la canali- cal), quiste uracal, o divertículo uracal, dependiendo de
zación de la placa uretral. La vejiga originalmente se la etapa y grado de la falla en el descenso .
extiende hacia arriba hasta el ombligo, donde está conectada El desarrollo de los primordios genitales en un área
a la alantoides que se prolonga hacia el cordón umbilical. más caudal que lo normal puede original la formación de
22 • Urología general de Smith (Capítulo 2)

12a. semana 6 meses

Mesénquima en
diferenciación
Yemas
epiteliales
prostáticas

Figura 2-4. Diferenciación del seno urogenital en el varón. En laSa. semana el tab1que urorrectal que progresivamente crece,
separa el seno urogenital del recto . El primero recibe el conducto mesonéfrico y la yema ureteral. Retienen su estructura tubular
hasta la 12a. semana, cuando el mesénquima que le rodea pnncipia a diferenciarse en fibras musculares alrededor de toda
la estructura. La glándula prostática se desarrolla en forma de múltiples brotes epiteliales justamente arriba y abajo del conducto
mesonéfrico. Durante el tercer mes, la parte ventral se expande para formar la vejiga propiamente dicha, mientras que la parte
pélvica permanece estrecha y tubular, formando parte de la uretra. (Reproducida con autorización de Tanagho EA, Smith DR:
Mechanisms of urinary continence. 1. Embryologic, anatomic, and pathologic considerations. J Uro/1 969;1 00:640.)

cuerpo~ cavernosos justamente caudales a la sal ida del seno relativamente tardía y secundaria de su desarrollo. La
urogenital, con la muesca uretral sobre su superf1cie dorsal. diferenciación temprana de tales estructuras es, por tantu,
Este defecto produce epispadias completo o incompleto, independiente de la sexualidad. Aún más, cada embrión es en
dependiendo de su grado. Un defecto aún más extenso resulta un principio morfológicamente bisexual, y posee todas las
en extrofia vesical. La falta de fusión de los pliegues uretrales estructuras necesarias para cualquier sexo. El desarrollo de un
ocasiona varios grados de hipospadias. Este defecto, debi- conjunto de primordios sexuales y la involución del otro es
do a su mecanismo , nunca se extiende a la proximidad de determinado por el tipo sexual de la gónada.
la uretra bulbosa, Ello contrasta con el epispadias, que La gónada sexualmente indiferenciada es una estruc-
usualmente afecta a toda la uretra hasta el meato interno. tura compuesta. Las características potenciales masculinas
y femeninas están representadas por elementos histológicos
específicos (médula y corteza) que tienen desempeño alter-
nativo en la gonadogénesis. La diferenciación normal aca-
rrea el predominio gradual de un componente.
GÓNADAS Las glándulas sexuales primitivas hacen su aparición
durante las Sa. y 6a. semanas dentro de una región local izada
en el engrosamiento conocido como cresta urogenital (ésta
contiene tanto los prirnordios renales como genitales). A la
Muchas de las estructuras que constituyeft el aparato genital 6a. semana, la gónada consiste de un epitelio germinal
embrionario han sido tomadas de otros sistemas, y superficial y un blastema interno. La masa del blastema
su readaptación a la función genital conesponde a una fase deriva principalmente de invaginaciones proliferativas del
Embriología del aparato genitourinario • 23

12a. semana

Vejiga
y uretra

Parte infratubular
Vestibulo
del seno
vaginal
urogenital sinovaginal

Figura 2-5. Díferenc1ac1ón del seno urogenital y los conductos de Mí.JIIer en el embrión femenino. A las nueve semanas el
seno urogenital recibe los conductos de Müller fusionados en el tubérculo de Müller (nodo sinovaginal; véase página 26), que
está lleno totalmente con células. Mient."as que el seno urogenital distal al tubérculo de Müller se hace más ancho y poco
profundo (15 semanas), la uretra y los conductos de Müller fusionados tendrán orificios separados. La parte dista 1 del seno
urogenital formara el vestíbulo vaginal y el quinto inferior de la vagina (área sombreada), y la parte por encima del
tubérculo de Müller formará la vejiga y toda la uretra femenina. Los conductos fusionados de Müller formarán el útero y los
cuatro quintos superiores de la vagina. El himen se forma en el punto de unión del nodo sinovaginal y el seno urogenita!.

epitelio superficial que se libera de su membrana basal. jóvenes. Una nueva corteza definitiva se forma a partir del
Durante la 7a. semana, la gónada principia a asumir epitelio germinal y del blastema bajo la forma de cordones
características de testículo u ovario. La diferenciación del celulares bien aparentes (tubos de Pflüger), y se forma una
ovario habitualmente ocurre algo más tarde que la del testículo. médula permanente. La corteza se diferencia en folículos
Si la gónada evoluciona hacia un testículo, la glándula ováricos que contienen óvulos.
aumenta de tamaño y se agrupa en un órgano más
compacto a med1da que logra una localización más caudal.
Su amplia umón al mesonefros se convierte en un mesente-
Descenso de las gónadas
rio gonadal conocido como mesorquio. Las células del
epitelio gcrmmal crecen dentro del mesénquima que las
rodea y forman masas cordcliformcs. Éstas se sitúan radial- A. Testículos
Además de su temprana migración caudal, los testículos
mente y convergen hacia el mesorguio, donde una densa
abandonan posteriormente la cavidad abdominal y descien-
porción de la masa del blastema también está emergiendo
den al escroto. Para el tercer mes de la vida fetal se localizan
como el pnmordio de la rete testis. Una red de cordones retroperitonealmente en la falsa pelvis. Una banda fibra-
se forma pronto y en continuidad con los cordones testicu-
muscular (el gubernaculum) se extiende desde el polo infe-
lares. Los últimos tamb1én se d1viden en 3 a 4 cordones rior de Jos testículos, a través de las capas musculares en
hijos. Éstos finalmente llegan a diferenciarse en los túbulos desarrollo de la pared abdominal anterior, hasta terminar
seminíferos en los que se producen los espermatozoides. La en el tejido subcutáneo del crecimiento escrotal. El timón
red testicular se une con los componentes mcsonéfricos con testicular tiene otros cordones subsidiarios que se extien-
Jo que se forman Jos conductos genitales masculinos, como den a regiones adyacentes. Justamente abajo del polo infe-
se menciona en secciones subsecuentes (figura 2-6). rior de los testículos, el peritoneo hace hernia como un
Si la gónada evoluciona hacia un ovario (al igual que divertículo a lo largo de la parte anterior del gubernaculum,
los testículos), obtiene un mesenterio (mcsovario) y se terminando por alcanzar el saco escrotal a través de los
coloca en una posición más caudal. El blastema interno músculos abdominales anteriores (el divertículo vaginal de
se diferencia durante la 9a. semana en una corteza primaria Hertwing). El testículo permanece en el extremo abdominal
bajo el epitelio germinal y una médula primaria laxa. Una del conducto inguinal hasta el 7o. mes. Entonces pasa a
masa celular compacta brota de la médula en el mesovario través del conducto inguinal por atrás (pero invaginando)
y establece la primitiva rete ovárica. Entre los 3 y 4 meses del divertículo vaginal. Normalmente alcanza el saco escro-
de edad, la masa celular interna se convierte en óvulos tal al final del 8o. mes.
INDIFERENCIADAS
Gónadas --+H= ¡,.c::;:::::. (8a. semana)
indiferenctadas

Conductos de Mü\ler

MASCULINO FEMENINO

1 \
pnmitívo

10a. semana

Tubérculos de Muller
Nodo sinovaginal

Conductos deferentes

Epidídimo ----'::..::.•·.. . AL NACIMIENTO

Testículo--..-,.;;..:...,

Figura 2-6 . Transformación del sistema genital indiferenciado en los sistemas definitivos masculino y femenino.
B. Ovario de 1Omm, los conductos de Müller principian a desarrollar-
Además de un descenso interno temprano, el ovario se llega se. Alcanzan el seno urogenital relativamente tarde, en la
a unir a través del gubernaculum a los tejidos del pliegue etapa embrionaria de 30 mm (9a. semana) y sus extremos
genital y entonces se fija a sí mismo al conducto uterovagi- ciegos y parcialmente fusionados producen la elevación
nal en desarrollo en el sitio de unión con las trompas uterinas llamada tubérculo de Müllcr, que es el punto más constante
(de Falopio). Esta parte del gubernaculum entre el ovario y y seguro de referencia en todo el sistema.
el útero se transforma en el ligamento redondo del ovario; Si la gónada empieza a transformarse en un testículo
la parte entre el útero y los labios mayores llega a ser el (etapa de 17 mm, 7a. semana), los conductos de Wolff
ligamento redondo del útero. Estos ligamentos evitan comienzan a diferenciarse en el sistema masculino de
el descenso cxtraabdominal y hacen que el ovario entre a la conductos, formando el epidídimo, conductos deferen-
pelvis verdadera. Finalmente, yace por atrás de los tubos tes, vesículas seminales y conductos eyaculadores. En este
uterinos en la superficie superior del mesenterio urogenital, momento, los conductos de Müller van hacia su unión con
que ha descendido con el ovario y ahora forma el ligamento el seno urogenital e inmediatamente inician su degene-
ancho. Un pequeño divertículo vaginal se forma y pasa hacia ración. Sólo persisten sus extremos superior e inferior, el
el engrosamiento labial, pero por lo común queda obliterado primero como el apéndice testicular y el segundo como
al término del embarazo. parte del utrículo prostático.
Si la gónada comienza a diferenciarse en un ovario
(etapa de 22 mm, 8a. semana), el sistema de conductos de
ANOMALÍAS GONADALES Mü!lcr forma las trompas uterinas (de Falopio), el útero
y la mayor parte de la vagina. Los conductos de Wolff,
La falta de desarrollo de las gónadas se denomina agenesia fuera de su contribución al seno urogenital, permanecen
gonadal. El desarrollo íncompteto con detención en alguna rudimentarios.
etapa se denomina hipogénesís. Las gónadas supernume-
rarias son raras. La anomalía más común afecta el descenso
de las gónadas, especialmente del testículo. La retención de SISTEMA MASCULINO DE CONDUCTOS
los testículos en el abdomen o la suspensión de su descenso
en cualquier punto de su camino natural se llama criptor- Epidídimo
quidia, que puede ser unilateral o bilateral. Si el testículo
no sigue la estructura principal del gubernaculum, sino que Debido a la proximidad de las gónadas en diferenciación y
s1gue alguna de las ramas subsidiarias, terminará en una el conducto renal, algunos de los túbulos mesonéfricos se
posición anormal, originando el testículo ectópico. retienen como conductos eferentes y su luz se hace continua
La falla en la unión entre la rete testis y el mesonefros con la de aquéllos de la rete testis. Estos túbulos, junto con
produce un testículo separado de los conductos genitales la parte del conducto mesonéfrico en que se vacían, for-
masculinos (el epidídimo) y azoospermia. marán el epidídimo. Cada conducto espiralado forma una
masa cónica conocida como lóbulo del epidídimo. La
terminación cefálica del conducto mcsonéfrico se arrolla
mucho, con lo que completa la formación del epidídimo.
Esto constituye un ejemplo de inclusión directa de una
SISTEMA DE CONDUCTOS GENITALES estructura renal en el sistema genital. Tú bulos mesonéfricos
adicionales, tanto cefálica como caudalmente con relación
a los que se incluyeron en la formación del epidídimo,
permanecerán corno estructuras rudimentarias, por ejem-
Al lado de las gónadas indiferenciadas hay, temprano en la plo, el apéndice del epidídimo y el paradídimo.
vida embrionaria, dos conductos diferentes aunque íntima-
mente relacionados. Uno es primariamente un conducto Conductos deferentes, vesículas seminales
renal (conducto de Wolff); sin embargo, también servirá y conductos eyaculadores
como conducto genital si el embrión se desarrolla en sentido
masculino. El otro (conducto de Müller) es, desde el prin- El conducto mesonéfrico, caudal a la porción que forma el
cipio, fundamentalmente una estructura genital. epidídimo, constituirá los conductos deferentes. Inmediata-
Ambos conductos crecen caudalmente para unirse al mente antes de que este conducto se una a la uretra (seno
seno urogenital primitivo. El de Wolff (conocido como urogenital), se desarrolla una dilatación localizada (ámpula)
conducto pronéfrico en la etapa de 4 mm) se une a la parte y la estructura arrollada sacular que formará la vesícula
ventral de la cloaca, que será el seno urogcnital. Este con- seminal se cvagina de su pared. El conducto mesonéfrico
ducto da nacimiento a la yema ureteral cerca de su termina- entre el origen de la vesícula seminal y la uretra formará el
ción caudal. La yema ureteral crecerá en dirección cefálica conducto eyaculador. La totalidad del conducto meso-
y encontrará al tejido metanefrogénico. La parte de cada néfrico adquiere ahora su característica túnica gruesa de
conducto mesonéfrico, caudal al origen de la yema ureteral, músculo liso con una luz estrecha a lo largo de la mayor
se absorberá en la pared del seno urogenital primitivo, de parte de su longitud.
manera que el condi1cto mesonéfrico y el uréter se abrirán Tanto arriba como abajo del punto de entrada del
independientemente. Esto se efectúa en la etapa de 15 mm conducto mesonéfrico a la uretra, múltiples brotes de epite-
(7a. semana). Durante este periodo, principwndo en la etapa lio uretral marcan el principio del desarrollo de la próstata
26 • Urología general de Smith (Capítulo 2)

A medida que estos brotes epiteliales crecen, encuentran a esterilidad. Cuando los conductos de Müller no se aproxi-
las fibras musculares en desarrollo alrededor del seno uro- man o fusionan por completo, puede haber diversos grados
gcmtal; algunas de estas fibras se entremezclan con los de duplicación de los conductos genitales. La ausencia
túbulos ramificados de la próstata en crecim1ento y llegan congénita de una o ambas trompas utcnnas, o del útero o la
a mcorporarse a ellos, formando su estroma muscular (fi- vagina, ocurre raramente .
gura 2-4). La detención en el desarrollo del segmento infratu-
bular del seno urogenital conduce a su persistencia, tenien-
do uretra y vagina un conducto común al exterior
SISTEMA FEMENINO DE CONDUCTOS (seno urogenital).

Los conductos de Mü 1\er, que son un sistema pareado, se


ven al lado del conducto mesonéfrico . No se sabe si
se forman d1rcctamente a part1r de los conductos mesoné-
fricos o por separado como una invaginación del epitelio GENITALES EXTERNOS
celómíco en el parénquima lateral a la extremidad cefálica
del conducto mesonéfrico, siendo la última teoría la más
probable. El conducto de Müllcr se desarrolla y corre latc-
r.almcnte al conducto mesonéfrico. Su apertura en la cavidad Durante la 8a. semana principia la diferenciación externa
cclómica persiste como el osfium peritoneal de la trompa del sexo. Sin embargo, no es síno hasta los tres meses
utenna (posteriormente desarrolla franjas). El otro extremo cuando el desarrollo progresivo de los genitales externos
crece caudalmcnte como una punta sólida y cntonces_cruza adquiere características distintivas de varón o mujer.
frente al conducto mesonéfrico en la extremidad caudal del Durante la etapa indiferente de desarrollo sexual, apare-
mesonefros. Continúa su crecimiento en dirección caudo- cen tres pequeñas protuberancias en la cara externa de la
medial hasta que encuentra y se fusiona con el conducto de membrana cloaca!. Al frente está el tubérculo genital y
Müllcr del lado opuesto. La fusión es parcial al principio, a cada lado de la membrana están las protuberancias
de manera que hay un septo temporal entre las luces de genitales.
ambos . Éste desaparece posteriormente, dejando una cavi- Con el colapso de la membrana urogenital ( 17 mm,
dad que formará el conducto uterovaginal. La luz potencial 7a. semana) , el seno urogenital primitivo logra una
del conducto está completamente llena de celulas. La punta abertura separada en la superficie inferior del tubérculo
sólida de este cordón empuja al epitelio del seno urogemtal genitaL
hacia afuera, donde se transforma en el tubérculo de Müllcr
(etapa de 33 mm, 9a. semana). En definitiva se fusionan en la
el
etapa de 63 mm ( 13a. semana) formando nodo sinovaginal,
GENITALES EXTERNOS MASCULINOS
que recibe una contribución limitada del seno urogenital.
(Esta contribución formará el quinto inferior de la vagina.)
La abertura del seno urogcnital se extiende en el lado ventral
La porc1ón del seno urogenítal distal al tubérculo de
del tubérculo genital como la muesca uretral. El orificio
Müller, originalmente estrecho y profundo, se acorta, se
urogenital primitivo y la muesca uretral están limitados a
amplía y se abre para formar el piso de la hendidura pudenda
cada lado por los pliegues uretrales. El tubérculo genital se
o vulvar. Ello origina aberturas separadas para la vagina y
alarga para formar el falo. Los cuerpos cavernosos están
la uretra y también trae al orificio vaginal a su posición final
representados en la 7a. semana por columnas mesenqui-
más cerca de la superficie . Al mismo tiempo, el segmento
matosas pareadas dentro del eje de! pene. Para la 1Oa.
vaginabumenta apreciablemente en longitud. El vestíbu-
semana, los pliegues uretrales comienzan a fusionarse desde
lo vaginal deriva del segmento infratubercular del seno
c1 orificio del seno urogenita! hasta la punta del falo. En la
urogenital (en el varón, el mismo segmento formará la parte
14a. semana, la fusión es completa y origina la formación
ínframontana de la uretra prostática y de la uretra membra-
de la uretra pcneana. El cuerpo esponjoso resulta de la
nosa). Los labios menores se forman a partir de los pliegues
diferenciación de las masas mesenquimatosas que rodean a
uretrales (en el varón formarán la uretra pendular). El himen
la ya formada uretra del pene.
es el remanente del tubérculo de Müller. E\ quinto inferior
El glande del pene se empieza a definir por el desarro-
de la vagina deriva de la porción del seno urogenita! que se
llo del surco coronal c1rcular alrededor de la parte distal del
combina con el nodo sinovaginal. El resto de la vagina y el
falo . La muesca uretral y los pliegues en fusión no se
útero se forman del tercio inferior fus1onado de Jos conduc-
extienden más a11á del surco coronal. La uretra glandular
tos de Müllcr. Las trompas uterinas (trompas de Falopio,
se desarrolla por la canalización de un cordón epitelial
oviductos) son los dos tercios cefálicos de Jos conductos de
ectodérmico que ha crecido a través del glande . Esta cana-
Müllcr (figura 2-6).
lización alcanza y se comunica con la porción distal de la
uretra pencan a previamente formada. Durante el tercer mes,
un pliegue de piel en la base del glande principia a crecer
ANOMALÍAS DEL SISTEMA DE distalmente y dos meses más tarde rodea al glande. Éste
CONDUCTOS GONADALES forma el prepucio. Mientras tanto, las protuberancias geni-
tales se desplazan caudalmente y se reconocen como protu-
La falta de unión de !arete testis con los conductos eferentes berancias escrotales. Se encuentran y fusionan dando por
puede ocurrir y sí es bilateral, ocasiona azoospermia y resultado la formación del escroto, con dos compartimientos
parcialmente separados por un septo medio y un rafe medio posterior, mientras que dichas protuberancias aumentan su
que indica su línea de fusión. tamaño como un todo y permanecen separadas a cada lado
del vestíbulo para formar los labios mayores.

GENITALES EXTERNOS FEMENINOS

Hasta la 8a. semana el aspecto de los genitales externos ANOMAlÍAS DE LOS GENITALES EXTERNOS
femeninos semeja mucho al de los masculinos, con la ex-
cepción de que el surco uretral es más pequeño. El tubérculo La ausencia o duplicación del pene o del cHtoris es muy rara.
genital, que se llega a doblar caudalmente y se retrasa en el Con mayor frecuencia, el pene permanece rudimentario o el
desarrollo, se transforma en el clítoris. Como en el varón clítoris muestra hipertrofia. Esto puede verse por separado
(aunque en menor escala) las columnas mcscnquimatosas o, con mayor frecuencia, en relación con el seudoherma-
se diferencian en cuerpos cavernosos y en surco coronal que froditismo. El pene oculto y la transposición del pene y
identifica al glande del el ítoris. La parte más caudal del seno escroto son anomalías rclat1vamcntc raras.
urogcmtal se acorta y amplía, formando el vestíbulo vaginal. La falla o fusión incompleta de los pliegues uretrales
Los pliegues uretrales no se fusionan, sino que permanecen ocasiona hipospadias (véase tema anterior). El desarrollo
separados y forman los labios menores. Las protuberancias del pene también es anómalo en casos de epispadias y
genitales se encuentran frente al ano, formando la comisura cxtrofia (véase tema antenor). •

REFERENCIAS

Generales Churchill BM, Abara EO, McLoric CA: Ureteral duplicatJOn,


ectopy and ureteroceles. Pediatr Clin North Am 1 987;
Allan FD: Essenlials ofHwnan Embryology. Oxford Univ Press, 34:1273.
Cale BR, Conley SB, Stap1eton FB: Polycystic kidney disease in
1960.
Arey LB: Devclopmental Anatomy: A Textbook and Laboratory thc firsl year of lifc. J redialr 1987;111 :693.
Manual of Embryology, 7th ed. Saunders, 1974. Cox R, Strachan JR, Woodhousc CR: Twenty-year follow-up of
Blcchschmidt E: Thc Stages of!-Iuman Development Befare Brith: primary megaureter. Eur Uro/1990;17:43.
An lntroductwn to Human Embryology. Saundcrs, 1961. Douglas LL, Pott CA: Congenítal ureteral cliverticulum and soli-
Corliss CE: Pattcn's Human Embryology, 4th ed. McGraw-Hill, tary kidncy. J Uro! 1979; 122:401.
1976. Evans WP ct al.: Association of crosscd fuscd renal ectopia and
Fine RN: Diagnosis and trcatment offetal urinary tract abnormali- multicystic kidncy. JUro! 1979; 122:82 J.
ties. J Pediatr 1992; 121:333. Feldman SL, Lome LG: Renal dysplasia in horsesl10e kidncy.
FitzCerald M.JT: Human Embryology: A Regional Approach. Hat·- Urology 1982;20:74.
pcr & Row, 1978. Gabow PA: Autosomal dominant polycystic kidney disease. N Engl
Gilbcrt SC: Pictorial Human Embryology. University ofWashing- J Med 1993;329:332.
ton Press, 1989. Gibbs T: Gcnitourinary cmbryology and con genital mal fonnations
Kjelberg SR, Ericsson NO, Rudhe U: The Lower Urinmy Traer Part J. The kidncys and ureters. Uro! Nurs 1990;10(3):16.
in Chi!dhood: Some Correlated Clmical and RoeJ1tgenologic Crantham JJ: Polycystic kidney disease: An old problem in a new
Observations. Year Book, 1957. contcxt (Editorial). N Eng!J Med 1988;319: 944,
Marshall FF: Embryology of the lower genitourinary tract. Uro! Higashihara E ct al.: Mcdul\ary spongc kidncy and hyperparathy-
Clin North Am 1978;5:3. roic!Jsm. Urology 1988;31: 155.
Moorc KL: The Developing Human: Clinica!!y Oriented Emhry- Kaplan BS ct al.: Polycystic kidney diseases in childhood. J
ology, 3rd ed. Saunders, 1982. Pediatr 1989;115:867.
Snell RS: Clínica! Embryology for Medica! Students, Jrd ed Uttle, Keating MA ct al.: Changing conccpts in management ofprima1y
Brown, 1983. obstructívc megauretcr. J Uro/1989; 142:636.
Stcphcns FD: Congenital Mnl/ormations oj' the Urinary Traer. Lockhard JL, Singcr AM, Glcnn JF: Congenital megaureter. J
Praegcr, 1983. Urol1979;122:31 O.
S1cphcns FD: Embtyopathy of'malformations.J Uro/1982;127:13 Maatman TJ, DcOrco CA Jr, Kay R: Solitary pseudocrossed
Tanagho EA: Developmcntal anatomy and urogenital abnormali- renal ectopia. J Um/1983;129: 128.
ties. Pages 3-1 l in: Female Urology. Raz S (editor). Saundcrs, Magee l\1C: Uretcroceles and duplicatcd systems· Embryologic
1983. hypothcsis. J Uml 1980; 123:605.
Tanagho EA: Embryologic devclopmcnt ofthc unnary tract. Pages Magce MC: Urcteroccles in single versus duplicated systcms: An
1-8 in: AUA Update Series. BaJJ TP (editor). American emh1yologic hypothesis. Urology 1981 ;18:365
Urological Association, 1982. Maize.ls M, Simpson SB Jr: Primitivc ducts of renal dysplasia
Vaughan ED Jr:, Middleton CW: Pcrtincnt gcnitourinary embry- induced by culturing urcteral buds dcnudcd cf condenscd
ology: Review for pracllcing urologist. Urology 1975;6: 139. renal mesenchyme. Science 1983,219:509.
Mandcll .J ct al.: Ureteral ectop1a m infants and children J Uml
1981; 06:219.
Anomalías del sistema renal Mcsrobian HG, Rushton HG, Bulas D: Uní lateral renal agencsís
may rcsult ti·om in u tero rcgression of multicystic renal dys-
Avni EF et al.: Multicystic dysplastic kidney: Natural hístory from p1asia. J Uro/ 1993; 150:793.
in utero diagnosis and postnatal followup. J Uro! 1987, Mtirphy WK, Palubinskas AJ, Smith DR: Spongc kidncy: Rcport
138:1420. of7 cases. J Uro/1961;85:866.
3
Síntoma s de los padecim ientos
del aparato ger1itourinario
Jack W McAninch, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

En el estudio de los enfermos, la historia clínica es de Es de esperar la pérdida de peso en las etapas avanzadas
importancia capital y esto es particularmente cierto en uro- del cáncer, pero también podrá notarse cuando sobreviene
logía. En este capítulo sólo se tratarán aquellos síntomas insuficiencia renal por obstrucción o infección. En niños
urológicos sobre los que habitualmente el enfermo suele con "falta de desarrollo" (peso bajo y estatura menor de la
llamar la atención del médico. Es importante saber no sólo promedio para la edad) hay que sospechar una obstrucción
si el padecimiento es agudo o crónico, sino también si es crónica, infección de vías urinarias, o ambas.
reincidente, puesto que los síntomas reincidantcs pueden El malestar general puede existir en presencia de tu-
representar exacerbaciones agudas de un padecimiento mores, pielonefritis crónica o insuficiencia renal.
crónico. La presencia de muchos de estos síntomas puede ser
La obtención de la historia clínica es un arte que compatible con el virus de la inmunodcficiencia humana
depende de la habilidad y los métodos utilizados para obte- (VTH; capítulo 15).
ner información. La historia es tan precisa sólo como lo sea
la capacidad del paciente para describir los síntomas. Esta
información subjetiva es importante para establecer un diag- DOLOR LOCALIZADO Y REFERIDO
nóstico preciso.
En los órganos genitourinarios pueden originarse dos tipq_s
d~ __d.o.lor: el .!9. sª-li_~ado y eLJS:~do. Este último tipo es
MANIFESTACIONE S GENERALES éxtraordinariamente común.
El 9glgr loca\i~adq~_s.ie~-~1] el órgano afect<i:do o en
Deberán buscarse síntomas de pérdida de peso y fiebre. su cercanía.~e modo, el dolordeliniTñón enfermo
La presencia de fiebre, acompañada de otros síntomas de (D 1O a 12, L 1) se percibe en el ángulo costovertebral y en
infección de las vías urinarias, puede ser útil para deter- el flanco en la región de la 12a. costilla y por debajo de ella.
minar el sitio de la infección. La ci.~~iti~u!gt1.9a simple es El dolor de un testículo inflamado se siente en la gónada
en esencia una enfermedad afebril. La pielonefritis o la rmsma.
Pf~~<);titis_~_g!,.t_4ª-s· suelen_pm"ª-íi.ci~- -~~mper~r-as -e~as E~t!d_Q.se_<lligina..e.n_u.n.ó.rgan_Q~nf~_r_mo~ pero
(hasta de 40 °C), a menudo acompañadas de escalofríos se percibe a cierta distancia de él. El cólico ureteral (figura
intensos. Los lactantes y niños que sufren de picio- '.3-!)-causadó por un cálculo en la porción superior del
nefritis aguda tienen altas temperaturas sin otros sínto- uréter, puede relacionarse a un dolor intenso en el testículo
mas o signos de localización. Por tanto. tal cuadro clínico ipsolateral, lo cual se explica por la inervación común de
requiere, en forma invariable, w1 estudio bacteriológico de la estas dos estructuras (D 11 y 12). Un cálculo en la porción
orina . baja del uréter puede originar dolor referido a la pared
El antecedente de ataques no explicados de fiebre, escrotal, en este caso el testículo mismo no es hiperestésico.
aun años antes del padecimiento actual, pudieron haberse El dolor urente al orinar, que acompaña a la cistitis aguda,
onginado por una pielonefritis; por lo demás, asinto- se percibe en la porción distal de la uretra en la mujer, y en
mática en otros respectos. El carcinoma renal a veces oca- la uretra del glande en el varón (S2 y 3).
s~e que puede llegar a·39-oco-ñ1?is.··La;~;cia Las anomalías de un órgano urinario pueden también
de fiebre no excluye de ningún modo la existencia de ocasionar dolor en cualquier otro órgano (por ejemplo,
una infección renal, pues es regla que la pi ~~~futis crónica_ gastrointestinal, ginecológico) que tenga una inervacion
no cause ficbr~. --· - sensorial común a ambos (figuras 3--2 y 3-3).

31
32 • Urología general de Smith
(Capítulo 3)

.... - .. ..
~--~- :.- -;~ -~-
~-
.. .'. ~ ... ... ... :·. : .·: ...
- ~ ~-
., .~~f-
r, ·~ ••
~=·· · •. . .:' . . .•
·r . ·- ..
..• :

t,:":~;;i;"i},
,•·:•·•'"AO ... ""' • ..:
-.·- .............i .
. ·· .. -~
::- \. \:···
. . .· · .... ·;·' 'i·:_'-

·.=t::> :..~,.:-._.·: -·. ;:_:........ \_ :·


~· . ,......._"\_
~

:"·-·
·. .

.- :__ ,· .

...... . ·:..,
· ··_/.:-~··--- ..•
'-- ..--·

Figura 3-1. Dolor referido del riñón (áreas punteadas) y del uréter (áreas sombreada s} .

- Dolor renal (figura 3-1) mientas de esta clase son comunes en las regiones cervical
y torácica, pero los sitios más comunes son DlO a 12. La
El típico dolor renal se percibe como un adolorimiento sordo irritación de estos nervios pfóvoca dokW costoverfeoral, a
y constante en el ángulo costovertebral, iriDiediatamente po;- menudo con radiación al interior del cuadrante ipsolateral
Tuera-aermú sCulosacros pinal y justo por debajo de la 12a. inferior del abdomen. EL9.<?lor es de carácter pq~tural. Su
costilla. E.s.te_dolor..a_rr¡~_D!:l.Q.()_ irradia a lo largo del área primera aparición es bastante ..iguda, posterior al levanta-
subcostal hacia el o.mbJigo o al c"ira"dnmteinferior-de+-abdo- miento de un objeto pesa~o, a un--golp_e_ ·e-n fa región
men y e~g~_~SJ2Q[arse~n.aqu.eJ19.U>.-ª.9.2...~Lmientos renales que costovertebr al o a una caida desde cierta altura sobre la
1 9~ª?íonan distensión -~ú~it'! .c:l.~_k_c_<}ps!Jl!i_ -.r~naT:-la,- pido-
tegión glútea . El dolor esÜ ausente al levantarse de -la cama
: . n~riüs..Jl_g~da (que se acompaña de edema subíto) y_ -ra pe;a ·p-tiede aumentar a medida que transcurre el día. Se
l_ ohstr.ucción ..w:e1eraLag.JJ.9a (con presión retrógrada renal· exacerba con el trabajo ffslco·pesád o y-aum-enta· aurante
súbita) ocasionan este dolor clásico. Sin embargo, debe algún viaje en automóvil sobre terreno anfractuoso. Puede
r señalarse que muchas enfermedade s urológicas renales son despertar al paciente cuando se adquiere cierta posición
1 indoloras debido a que su progreso es tan lento que no hay durante el sueño (por ejemplo el acostarse sobre el lado
distensión capsular súbita. Tales enfermedade s incluyen: derecho) y se alivia con el cambio postura l. La radiculitis
cáncer, pielonefrítis crónica, cálculos en asta de venado, gued~¿imular el cólico ureteral o el dolor renal. El verda-
tuberculosis , riñones poliquísticos e hidronefrosis debida a dero dolo-r ·¡:en-arra.ra.-ve-z-se· aTecta-por los-~novimientos de
obstrucción ureteral crónica. la comuna vertebral.

- Dolor seudorrenal (radiculitis) ·A Dolor ureteral (figura 3-1)

Las alteraciones mecánicas de las articulaciones costover- Clásicament e se desencadena por obstrucción aguda (paso
tebrales...ci" .c.os.totrans.versªs~ pu.e.d:en. .~pr.o"llO.C::~ll':_- irríTác1óñ -o 9~ un cáTcwoo coagwos~añ-guí~o y.·Q[~~~~-~1..hªt"ª-.qJor
comptesión sobre los nervios interc<?~ tal ~·-!--.!?s padeci-· en la·reglónlur rloaroeOído aTa distensión capsular, combi-
. .--.....--~-- - - - - - . . _. ... .--__,
Síntomas de los padecimientos del aparato genitourinario • 33

NeiVIO vago

Estómago

Hígado

Pácreas

Médula
suprarrenal

Bazo
L
Riñón

Colon

Intestino
delgado
S

o,._
Ganglio hipogástrico inferior
.
::-,
··~
\ Vejiga,
··.. \····-\ - próstata y
Preganglionar ··.. 't-..·~····-~··--=­ vesículas seminales
Parasimpáttco ....... \ . . . 4-\_kJ_--
Posganglionar
·.·.. \ \ '
Preganglionar ·.\\\ ' Gónada
Simpatico
Posganglionar
··::y/ \
-~~ Genitales

Figura 3-2. Representación esquemática de la inervación autónoma de los aparatos digestivo y genitourinario.
34 • Urología general de Smith (Capítulo 3)

Esófago

Diafragma
DI

Estómago
111
IV

V Hígado
VI
Vesícula b1l1ar
VIl
VIII Páncreas

Bazo
XI Pelvic1lla renal
y uréter
Ll

Colon
111
IV
V
Intestino
SI delgado

Recto
111
IV Uréter

VeJiga

Gónada

Genitales

Figura 3-3. Representación esquemática de los nerv1os sensitivos de los aparatos digestivo y genitourinario.
Síntomas de los padecimientos del aparato genitourinario • 35

nado con intenso dolor cólico (de_bJdo a-espasmo muscular Dolor testicular
..d~·]; p~j;¡ci[EtrcnXrydct-urétcr) que irradia clel-ángülO
~lQ_verlebral hacia a_bilj'_Q,a-la parte ;¡1fenonte\--wadrantc Es causado por tra~!natismo, Pill2fX~ o !_~s_ió]l_ d~ cordón
abd_Qmmarrnfuii~ lo largo oef cursoaeiUfét~el -~·~permáti~o, es muy ~nt~~ ~-t. se p~cib_~ loc~m~.!!ie-:alin~-­
varón P~!~Q-~ __t~-~-l?_ién perci_bir.se en la vejiga, e~~~~roto o quc puede haber cierta irradiación a lo largo del cordón
en el testículo. ~l~r-º~~~-º-~ irrad@_!:_haciala_vulva. k_a espermático en las partes bajas del abdomen. De igual
Lt!tf_'!J>.i~~~-y naturaleza 9il~te do]Qr _e~_t_án ocasiona-- manera puede afectar el área costovertebral. Los tumores
dJLs__p.or_hiper..p.cris.:talsjs Y----º.§ ~- de este- ó~~~no_-cle del_t~stícu!o_y !os hidroceles no infectados por iO gé¡]Úai no
músculo liso <!L~~eJ2tlr liberarse del cuerpo. extraño o -ocasionan dolor: 'gL'!:'ªI_iQ_g_~_l~ p_i,!.~_Qe ocasionar, en el testícu-
vencer la obstrucción. Debe recordarse que la radiculitis lo, UJ1J.Iulru_s.a_rdo que se ~~nsi fi~_ades~és de los ejercicios
pueae síiñular efaororuretral. ~<!Q~. A veces el primer sintoma de unai"ncipiente hernia
El médico puede estar capacitado para juzgar la posi- inguinal indirecta puede ser un dolor testicular (referido).
ción del cálculo uretcral por el antecedente de dolor y el sitio El dolor por cálculo en la parte superior del uréter, puede
al que éste es referido. Si el cálculo está en la porción referirse al testículo.
superior del uréter, el dolor irradia hacia el testículo, puesto
que !a mcrvación de este órgano es similar a la del riñón y Dolor del epidídimo
la porción superior del uréter (D 11 y 12). Cuando el cálculo
se halla en la porción media del uréter derecho, el dolor se La infección aguda del epidídimo, que es muy común, es el
refiere al punto de McBurncy y puede, por tanto, simular úmco paaecimiento doloroso de esta estructura. El dolor sé
una apendicitis. En el lado izquierdo puede simular una in ida""ehCJ.esCrOtüyClcrto grado de rcaccion inflamatoria,
diverticulitis u otro padecimiento del colon descendente o que por vecindad afecta al testículo, agrava el malestar. En
sigmoide ( D 12, L 1). Conforme el cálculo se acerca a la las primeras etapas de la ~pj~ilQl!is el9o lo~-º-~ sen!_i_!:§~
vejiga sobreviene inflamación y edema del orificio ureteral, en la jngle_o en lqs cuadrantes abdomivales inferiores. (Si
pudiendo presentarse síntomas de irritab1lidad vesical. Sin es en el lado derecho puede simular apendicitis.) Éste puede
embargo, es importante darse cuenta de que_cn las obstruc- ser un tipo de dolor referido, pero también puede ser secun-
ciones urctcrales ligeras, como las que se prcseriiañ-Er1las dario a ÍIJ.fl_am.J:'l_cjó_n_ggncurrente del conducto defercnt¡':. El
estenosis congénúas: -por lo gen~ral no _b..ffi:'__ dol~!: renal ni malestar que acompaña·a-la-ep\dldimitis pue-de llegar hasta
uretcral. el ángulo costal y de este modo simular, en raras ocas10ncs,
que se trata de un cálculo urcteral.
Dolor vesical
Dolor lumbar y de las piernas
' La ve~ja sobredi~~en_qi_Q_ª del ~_n_fenno .con-J:et.e.uc.ióJJ--J.lf!.M--
El dolor en la región lumbar que irradia a una o ambas
rjg. ~gudaj1roduce dolor muy -intenso m.~J át~ª-~p__@j)úbica.
Sin--embargo, aparte de éste, el dolor suprapúbico cor1-súi:"ñte piernas, en especial cuando se acompaña con síntomas de
obstrucciór) del cuello de la vejiga, sugiere la existencia
no relacionado con la micción, habitualmente no es ele
origen urinario. La cistitis intersticial y la ulceracrón vesical de metástasis en los huesos de la pelvis, provenientes de un
son poco frecuentes; la causa puede ser !_¡¿_b_erculOSlS cáncer de la próstata.
o csqmstosomwsis y pueden producir malestar suprapú-
bico al llenarse la vegija, mismo cgw desaparece con la
SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES
micción.
El enfermo con rctencrón urinaria crónica, debida a DE PADECIMIENTOS UROLÓGICOS
9_b_Q!_ru~figp del_~~~~~{!~a yef!gª-.Q_yejiga.neur.ógena, puede
. experimentar poco o rying_~m malestar suprapúbico, aun cuando r~-Ya sea que los padecimientos renales o uretcralcs sean
la vejiga llegue a alc~zar la altura del ombligo. dolorosos o no, a menudo se acompañan de síntomas gas-
La causa más común de dolor vesical es la infecciQ.n, _trointcstinales. El enfermo con pielonefritis aguda no sólo
en cuyo caso ~i'"~:folor nosc percibe porTo ger1erafsobre la presentará dolor localizado en la espalda, síntomas de irri-
vejlgTúino reTer1óo a aLií7f[a cristal y rcfa é.iOñ ad ocon tabilidad vesical, escalofríos y fiebre, sino también dolor
1ª- miccíon.La ,dlsürla tcnrimal puc&;serlina ~giestia abdominal generalizado y distensión. El paciente en quien
importante en la cistitis grave. está pasando un cálculo a lo largo del uréter presentará el
clásico cólico renal y ureteral y, por lo general, hematuria;
también podrá experimentar náuseas y vómitos intensos, así
Dolor prostático como distensión abdominal. Sin embargo, los síntomas
urinarios opacan tanto a los síntomas gastromtestinales, que
El dolor inic1ado propiamente en la próstata es raro. En estos últl!nos por lo general se ignoran. La sobredistensión
algunas ocasiOnes, cuando la próstata se inflama, el enfermo inadvertida de la pelvicilla renal (por ejemplo, con material
puede sentir un malestar vago o una sensación de plenitud opaco para obtener urogramas retrógrados adecuados) pue-
en el área perineal o rectal (S2 a 4). En algunos casos se de producirle al enfermo náuseas, vómito-s y dolor abdomi-
experimenta dolor lumbosacro como referido de la próstata, nal de tipo retortijón. Este cxpcnmcnto clínico demuestra el
pero !LQJ~_.SJ.l-.!1 síntoma común d~__ QX9_1i_t_<Hiti~~- La l!Úlamación reflejo renointestinal que puede producir una sintomato-
de la- glándula prostáilCa-pu-éde ocasionar d1-suría, polaqui- logía confusa. En los padccirnientos urológicos "silencio-
w-ra:Y urgencia-ui·inai-ia. -- -
--------- _,._
- - sos" tan comunes, pueden presentarse algunos síntomas
36 • Urología general de Smith (Capítulo 3)

gastrointestinales gue podrían conducir equivocadamente dual, que disminuye la capacidad funcional del órgano.
al clínico a buscar el diagnóstico en la zona intraperitoneal. Cuando la mucosa, submucosa y aun la capa muscular son
asiento de un proceso inflamatorio (por ejemplo: por infec-
Etiología de la mimesis ción, cuerpos extraños, cálculos, tumoración), la capacidad
de la vejiga disminuye notablemente. Esta disminución se
-~A. Reflejos renointestinales debe a dos factores: el dolor resultante atm de una ligera
Estos reflejos explican gran parte de la confusión. Se origi- distensión de la vejiga, y la pérdida de elasticidad de la
nan debido a la inervación común autónoma y sensitiva de misma debida a edema inflamatorio. Cuando la vejiga es
ambos aparatos (figuras 3-2 y 3- 3). Los estímulos aferen- normal puede demorarse la micción si las circunstancias así
tes que se originan en la cápsula renal o en la musculatura ' lo requieren , pero esto no puede hacerse en la cistitis aguda.
de la pelvicilla renal pueden, por acción refleja, ocasionar ' Una vez que se alcanza la capacidad disminuida de la vejiga,
pilorospasmo (síntomas de úlcera péptica)•u otras alteracio- cualquier distensión ulterior puede ser intensamente dolo~
_ nes en el tono del músculo liso del intestino y sus anexos. rosa y el enfermo puede, de hecho, orinarse si no efectúa la
\ ._ micción de inmediato. Durante las infecciones agudas muy
B. Relaciones con otros órganos intensas, el deseo de orinar puede ser constante y cada
·-El riñón derecho se halla en relación estrecha con el ángulo
1 micción puede producir sólo algunos mililitros de orina. La
hepático del colon , el duodeno , la cabeza del páncreas, el polaquiuria diurna, sin nicturia, aguda o crónica que dura
. colédoco, e1 higado y la vesícula biliar (figura 1- 3); el iz- sólo algunas horas, sugiere la existencia de tensión nerviosa .
quierdo queda justo por detrás del ángulo esplénico del Las enfermedades que causan fibrosis de la vejiga se
colon y está estrechamente relacionado al estómago, al acompañan de polaquiuria. Por ejemplo: tuberculosis, cisti-
_ páncreas y el bazo. Los procesos inflamatorios o los tumores tis intersticial y esquistosomiasis. La presencia de cálculos
retroperitoneales pueden extenderse dentrp del peritoneo o o cuerpos extraños causa irritabilidad vesical, pero la infec-
desplazar órganos intraperitoneales haciendo que ellos pro- ción secundaria es la regla habitual.
duzcan síntomas. La nicturia es a menudo un síntoma de enfermedad
renal relacionado con disminución en el funcionamiento del
. C. Irritación perifonea/ parénquima renal, con pérdida del poder de concentración .
Las caras anteriores de los riñones están cubiertas por el Puede presentarse sin que exista un padecimiento, en personas
; peritoneo. La inflamación renal ocasionará, por tanto, irri- que beben cantidades excesivas de líquidos a altas horas de
1 taciór · peritoneal, la cual producirá rigidez muscular e
1a noche. A menudo se produce nicturia .si se ingiere café
hipet'sensíbilidad por rebote. ,, ··' ; ! :, t[1 :
y bebidas alcohólicas antes de acostarse, debido a sus
Los síntomas producidos por padecin1ientos renales efectos diuréticos. Los ancianos que deambulan pueden pre-
crónicos (por ejemplo: hidronefrosis no infectada, cálculos sentar edema leve secundario a insuficiencia cardiaca
coralifonnes, cáncer, pielonefritis crónica) pueden ser en su moderada o a venas varicosas. Con la posición de decú-
totalidad gastrointestinales y llegar a simular en todos as- bito durante la noche, este líquido se moviliza ocasionando
pectos los síndromes de úlcera péptica, padecimientos ve- nicturia.
siculares, apendicitis y otras molestias gastrointestinales Una orina con pH muy bajo o muy alto puede irritar a
menos específicas . Si un examen cuidadoso del aparato la vejiga y causar polaquiuria . En las enfermedades pulmo-
digestivo no comprueba la sospecha de tal padecimiento , el nares obstructivas crónicas, la PaC02 está elevada. La com-
m~dic? deberá dar toda su atención al estudio del aparato pensación requiere de una mayor excreción de cloruros por
un nano. la orina, lo cual disminuye el pH. Con la hiperventilación, la
orina se vuelve fuertemente alcalina.

SÍNTOMAS RELACIONADOS Disuria


CON LA MICCIÓN
La micción dolorosa suele relacionarse con una inflamación
Muchos padecimientos producen síntomas de "cistitis". ¡ -aguda de vejiga, uretra o próstata. En ocasiones, el dolor se
Entre éstos tenemos: infecciones de la vejiga, inflamaciones ¡ dcsc~ibe como "ardor" ~1 orinar y en Jos_ varones suele estar
vesicales por reacciones a sustancias químicas o a radiacio- , Jocahzado en la uretra d¡stal. En las muJeres por lo general
nes con rayos X, cistitis intersticial, prostatitis senil, psico- l se localiza en la uretra. El dolor sólo se presenta al orinar y
neurosis, torsión o rotura de un quiste ovárico y cuerpos \desaparece poco después de terminar la micción. En ocasio-
extraños en la vejiga. Sin embargo, a menudo el enfermo nes, hay dolor más intenso en la vejiga justo al terminar de
con cistitis crónica no presenta síntomas de irritabilidad orinar, sugiriendo que la causa probable es una inflamación
vesical. Sustancias químicas irritantes o el jabón en el meato vesical. También puede ser más notable al inicio o durante
uretral pueden causar síntomas tipo cistitis de disuria, pola- la micción. Con frecuenda, la disuria es el primer síntoma
quiuría y urgencia. Se ha observado específicamente en que sugiere una infección urinaria y suele acompañarse de
niñas pequeñas que suelen bañarse con burbujas . polaquiuria y urgencia.

Polaquiuria, nicturia y urgenci~ Enuresis

La capacidad normal de la vejiga es de 400 mL aproxima- ,. Estrictamente hablando, enuresis quiere decir orinar la cama
damente'. La polaguiuria puede originarse por orina resi- por la noche. Ello es fisiológico durante los primeros 2 a 3
Síntomas de los padecimientos del aparato genitourinario • 3 7 ,

años de vida pero llega a ser una molestia, particularmente G. Interrupción de la corriente de orina
para los padres, después de esa edad. Puede ser funcional o La interrupción puede ser abrupta y acompañada de intenso
secundaria al retraso de la maduración ncuromuscular del dolor que irradia hacia abajo a lo largo de la uretra. Este
componente uretrovesical, pero puede presentarse como tipo de reacción sugiere fuertemente la existencia de un
síntoma de enfermedad orgánica (por ejemplo: infección, cálculo vesicaL
estenosis uretral distal en las niñas, válvulas uretrales pos-
teriores en los niños, vejiga neurógena). Sin embargo, si el H. Sensacion de orina residual
"orinarse ocurre también durante el día o si hay otros sínto- El enfermo a menudo siente que todavía tiene orina en su
mas urinarios, o si la enuresis persiste más allá de la edad veji~a cuando ha terminado de orinar.
' de 5 o 6 años, la investigación urológica es esencial. En la
-vida adulta, la enuresis puede reemplazarse por nicturia,
J. Cistitis
para la cual puede no encontrarse base orgánica alguna. Los episodios reincidentes de cistitis aguda sugieren la
existencia de orma residual.
Síntomas de obstrucción del orificio de
salida de la vejiga Incontinencia (capítulo 29)

A. Indecisión Hay muchas razones de la incontinencia. La historia clínica


La indecisión para iniciar la micción es uno de los primeros a menudo da indicios respecto a su causa.
( síntomas de obstrucción del orificio de salida vesical. A
medida que aumenta ésta, se prolonga la indecisión y el A. Incontinencia verdadera
paciente suele pujar para fo_rzar la orina a través de la El enfermo puede perder orina sin previo aviso, pudiendo
r obstrucción. La obstrucción prostática y la estrechez uretral ser esto un síntoma periódico o constante. Las causas más
l son causas comunes de este síntoma. obvias incluyen: extrofia de la vejiga, epispadias, fístula
vesicovaginal y orificios ureterales ectópicos. La lesión de
B. Pérdida de fuerza y disminución del los esfínteres de los músculos lisos uretrales puede ocurrir
calibre del chorro durante una prostatectomía o durante el parto. Los padeci-
Se observa una pérdida progresiva de la fuerza y el calibre mientos neurógenos congénitos o adquiridos pueden oca-
del chorro urinario a medida que aumenta la resistencia sionar disfunción vesical e incontinencia.
uretral a pesar de una mayor presión intravesicaL Pue-
de valorarse midiendo el flujo urinario, que en circuns- B. Incontinencia por esfuerzo
tancias normales con una vejiga llena, debe ser de unos Cuando existe ligera debilidad de los mecanismos esfínteria-
20 mL!segundo. nos, puede perderse orina en relac¡ón con esfuerzos físicos (por
ejemplo: toser, reír, levantarse de una silla). Esto es común
C. Goteo termínal en las multíparas, en quienes son débiles el apoyo muscular
Este síntoma se hace cada vez más notable conforme pro- del cuello vesical y la uretra. En ocasiones, la disfunción por
gresa la obstrucción y causa mucha ansiedad. vejiga neuropática puede causar incontinencia por esfuerzo.
Mientras el enfermo yace en cama no se orina.
D. Urgencia
Un deseo intenso repentino por orinar lo ocasionan la 9. Incontinencia por urgencia
hiperactívidad e irritabilidad de la vejiga, que resultan de Esta variedad de urgencia puede ser tan precipitada o intensa
una obstrucción, inflamación o de vejiga neuropát1ca. En que sobreviene la pérdida involuntaria de orina. La inconti-
la mayor parte de los casos, el paciente controla tempo- nencia por urgencia a veces ocurre en la cistitis aguda,
ralmente la necesidad repentina de orinar, pero pueden especialmente en las mujeres que parecen tener esfínteres
escapar pequeñas cantidades de orina (incontinencia por poco desarrollados; es también un síntoma común de lesión
urgencia). de neurona motora alta. A menudo se observa también en
mujeres ansiosas, incluso en ausencia de infección.
E. Retención urinaria aguda
La incapacidad para orinar puede sobrevenir súbitamente. D. Incontinencia paradójica
El enfermo experimenta un dolor suprapúbico de extraordi- (por rebosamiento o falsa)
naria intensidad que va en aumento y se acompaña de Ésta es la pérdida de orina debida a la retención urinaria
urgente necesidad de orinar; sólo pueden gotear pequeñas crónica o secundaria a una vejiga fláccida. La presión
cantidades de orina. intravesical iguala finalmente la resistencia uretral y
entonces la orina gotea constantemente.
F. Retención urinaria crónica
Ésta puede causar poca molestia al enfermo, aunque hay Oliguria y anuria
gran demora o "vacilación" para iniciar la micción y mar-
cada reducción en la fuerza y calibre de la misma. Puede La oliguria y la anuria pueden originarse por insuficiencia
observarse a veces goteo constante de orina (incontinencia renal aguda (producida por choque o deshidratación), por
paradójica), pudiéndosele comparar con el vaciamiento de desequilibrio hidroelectrolítico o por obstrucción ureteral
agua sobre una presa. bilateral.
38 e Urología general de Smith (Capitulo 3)

Netímaturia ' · menudo terminal (cuello de la vejiga o próstata), aunque


puede presentarse durante toda la micción (vesical o porcio-
La salida de gas con la orina sugiere fuertemente la exis- 1~ nes altas del aparato urinario). Un cálculo en la vejiga a
tencia de una fístula entre las vías urinarias y el intestino. menudo ocasiona hematuria pero, usualmente, hay infec-
Ésta ocurre más comúnmente en la vejiga o en la uretra, pero ción y síntomas de obstrucción del cuello de la vejiga, de
puede presentarse en el uréter o en la pclv!Cilla renal. La vejiga neurógena o de cistocele. Cuando un tumor de la ve-
mayor parte de las fístulas vesicales se producen por: carci- jiga se ulcera, a menudo se complica con infección y hemo-
noma del colon sigmoide , diverticulitis con formación de rragia. También los síntomas de cistitis y hematuria son
absceso, enteritis regional y traumatismos. Las anomalías compatibles con la existencia de tumores.
congénitas explican casi todas las fístulas ureterales . Rara Debido a agrandamiento de la próstata pueden desa-
vez algunas bacterias pueden 1íberar gas durante el rrollarse venas dilatadas en el cuello de la vejiga, las cuales
proceso de fermentación . ?e_,, ..o :.:-.... · . -~· pueden romperse cuando el enfermo hace esfuerzo para
orinar.
Orina turbia ~ La hematuria no acompañada de otros síntomas
1

("silenciosa") debe considerarse como síntoma de la


l..;os enfermos a menudo se quejan de tener orina turbia, pero 1 existencia de un tumor de la vejiga o del riñón, mientras
las más de las veces sólo es turbia debido a que es alcalina : no se demuestre lo contrario. Esta hemorragia es habi-
y ello ocasiona la precipitación de los fosfatos. Las infec- tualmente intermitente y puede no reincidir por meses .
ciones también pueden provocar que la orina sea turbia y Debe condenarse toda actitud complaciente aunque la
maloliente. Un análisis de orina bien hecho revelará la causa emisión de sangre cese espontáneamente. Otras causas
de la turbidez. menos comunes de hematuria silenciosa son: el cálculo
coraliforme, los riñones poliquísticos, el quiste renal so-
Quiluria litario, la anemia drepanocítica y la hidronefrosis. La
hemorragia sin dolor es común en la glomerulonefritis
La eliminación de liquido linfático o quilo, es comentada aguda. La hemorragia recidivante se observa ocasional-
por el paciente como una orina blanca lechosa. Ello repre- mente en niños que padecen glomerulonefritis focal. Las
senta una fístula en el sistema urinario linfático. Con mayor personas que corren y quienes practican deportes
frecuencia se debe a obstrucción de linfáticos renales, lo competitivos pueden presentar proteinuria transitoria y
que oi i"gina rotura y escape forniceal. Este problema ha sido hematuria macroscópica y microscópica (Abarbanel
originado por filariasis, traumatismos, tuberculosis y tumo- y cols., 1990).
res retroperitoneales.
B. Momento de la hematuria
Hematuria ( El saber si la hematuria es parcial (inicial, terminal) o total
(presente durante toda la micción) a menudo ayuda para
1
Es una señal de peligro que no puede ser ignorada. localizar el sitio de hemorragia. La hematuria i!1icial sugiere
Carcinoma de riñón o vejiga , cálculos e infección son una lesiÓn uretral anterior (por ejemplo: uretritis, estrechez,
algunos de los padecimientos que por lo general presen- ' estenosis del meato en niños pequeños) . La hematuria ter-
tan hematuria demostrable en la primera consulta. Es ¡ !lJi.'>J-1 por lo general se origina en la uretra posterior, en el
importante saber si 1<~. micción es dolorosa o no, si la ! cuello de la vejiga o en el trígono. Entre las causas comunes
; se encuentran la uretritis posterior y los póhpos, y tumores
hematuria se acompaña de síntomas de irritabilidad ve-
del cuello vesical. -
sical y si la sangre se ve en toda la corriente de orina o
en una porción. Algunos sujetos evacuarán orina roja La hematuria (otal se origina a nivel de la vejiga o por
i encima de ella (por (;jemplo: cálculo, tumor, tuberculosis,
._después de comer betabel (en especial si son anémicos)
nefritis).
o de tomar laxantes que contienen fenolftaleína, en cuyo
caso la orina es translúcida en vez de opaca y no contiene
eritrocitos. Debido al amplio uso de la rodamina "8"
como agente colorante en galletas, pasteles, bebidas frías OTRAS MANIFESTACIONES OBJETIVAS
y jugos de frutas, los niños con frecuencia excretan orina
roja: es el llamado "trastorno matutino del lunes". La Exudado uretral
hemoglobinuria que ocurre como característica de los
síndromes hemolíticos también puede ser la causa de que En varones, el exudado uretral es una de las molestias
la orina sea roja. más comunes en urología. En general, los organismos cau-
sales son NeissC!ria gonorrhoeae o Chlamidia trachomatis.
A. Hematuria en relación con Jos síntomas El exudado se acompaña con frecuencia de ardor local en
y enfermedades la micción o sensación de prurito en la uretra (capítulo 15).
La hematuria J~elacionada a un cólico renal sugiere la
existencia de un cálculo uretcral: aunque un co{lgulo de Lesiones dérmicas de los genitales
_ un tumor renal hemorrágico puede oca~ionar el mismo externos (capítulos 15 y 42)
t¡po de dolor.
La hcmatuna a veces acompaña a las mfcccioncs íncs- Una úlcera del glande o del cuerpo del pene puede deberse
pecífJcas o tuberculosas de la VC.Jiga. La hcmorragta es a a chancro sifilítico, chancroide, herpes simple o carcinoma
S[ntomas de los padecimientos del aparato genitourinario • 39

de células escamosas. Son comunes las verrugas vené- MOLESTIAS RELACIONADAS CON
reas del pene. PROBLEMAS SEXUALES
Masas visibles o palpables Mucha gente sufre de molestias genitourinarias sobre bases
puramente psíquicas o emocionales. En otras personas los
El paciente puede ver o palpar una masa en el abdomen síntomas orgánicos pueden aumentar en intensidad debido a
superior que quizá md1que tumor renal, hidroncfrosis o estados de tensión. Es, por tanto, importante buscar indicios
riñón poliquístico. Los ganglios linfáticos crecidos en el que puedan evidenciar la existencia de una tensión emocional.
cuello· pueden incluir un tumor metastásico de próstata o En las mujeres deberá determmarse la relación de la
testículos. Las tumoraciones en la ingle tal vez representen menstruación con el dolor ureteral o con las molestias
la diseminación de un tumor del pene o linfadenitis por vesicales, aunque aquélla puede exacerbar las dificultades
chancroide, sífilis o linfogranuloma venéreo. Son comunes tanto orgánicas como funcionales de la vejiga y del riñón.
las masas indoloras en el contenido cscwtal e incluyen: Muchos enfermos reconocen que el estado de sus
hidrocele, varicocele, espcrmatocelc, cpididimítis crónica, "nervws" tiene un efecto directo en sus síntomas. Ellas a
hernia y tumor testicular. menudo reconocen que su "cistitis" se presenta después de
un episodio productor de tensión o ansiedad en su medio
personal y ocupacionaL
Edema
A. Dificultades sexuales en Jos varones
El edema de las piernas puede deberse a compresión de las Pueden quejarse directamente de dificultades sexuales. Sin
venas ilíacas por metástasis linfáticas de un cáncer prostá- embargo, a menudo están tan avergonzados de la pérdida de
tico. El edema de los genitales sugiere filariasis o ascitis su potencia sexual que no pueden admitirlo aun ante un
crónica. médico; en tales casos, llegan solicitando un "tratamiento
de la próstata" y esperan que el médico comprenda que ellos
Eyaculación sanguinolenta tienen dificultades sexuales y que serán tratados en concor-
dancia. Los principales síntomas sexuales incluyen: menos-
La inflamación de la próstata o de las vesículas seminales cabo en la calidad de la erección y pérdida prematura de la
puede causar hematospermia. misma, ausencia de eyaculación con orgasmo, eyaculación
pre/Ilatura y aun pérdida del apetito sexual.
Gi necomastia
B. Dificultades sexuales en las mujeres
Con frecuencia es idiopática. Es común en varones de edad Quienes sufren el síndrome de la cistitis psicosomática casi
avanzada, en particular en quienes toman estrógenos para s1cmpre admitirán que llevan una vida sexual infeliz. Ellas
control de cáncer prostático. También se observa en el notan que la polaquiuria o el dolor vaginouretral se presenta
coriocarcinoma y en los tumores testiculares de las células a menudo, al día siguiente del acto sexual incompleto.
intersticiales y de Sertoli. Algunas enfermedades cndrocri- Muchas reconocerán lo inadecuado de sus relaciones sexua-
nas, por ejemplo, síndrome de Klinefelter, también pueden les como una de las causas principales de sus malestares
causar ginecomastia. urológicos. Sin embargo, con demasiada frecuencia o bien
el doctor no les hace preguntas pertinentes o, si la paciente
voluntariamente suministra esta información, él la ignora.
Tamaño del pene en lactantes o niños
C. Dificultades sexuales de posible origen
El micropenc se debe probablemente a deficiencia fetal de
psicosomático
testosterona (capítulo 43). El megalopene es causado por Al tratar dificultades sexuales de posible origen ps¡cosomá-
actividad excesiva de la corteza suprarrenal (capítulo 31) y tico, el médico deberá explorar hechos pertinentes en lo que
se observa en casos de tumor de células intersticiales de los concierne a la niñez, adolescencia (educación sexual y
testículos (capítulo 23 ). experiencia), problemas del matrimonio y relaciones con
parientes, asociados en los negocios, etcétera. Si se sospecha
Esterilidad (capítulo 45) fuertemente un padecimiento psicosomático aun antes de
haber completado la historia clínica, deberán practicarsc
Muchos varones se refieren al urólogo para estudios de una exploración meticulosa y pruebas de laboratorio. Tanto
csteri lidad; se deben valorar 1as costumbres sexuales la psique como el cuerpo pueden estar afectados y el pacien-
del enfermo e investigar afecciones y trastornos que te requiere que se le dé la certeza de que no padece una
hayan afectado el contenido cscrotal (es decir: paperas, enfermedad orgánica grave. Aunque el interés sexual y ta
tors1ón del cordón espermático, epididimitis) y exposi- potencia declinan con la edad avanzada, los varones física-
ción a toxinas testiculares (por ejemplo, radiación con mente sanos pueden continuar siendo sexualmente activos
rayos X). en su octava o novena décadas. •
4
Exploración física
del aparato genitourinario
Emíl A. Tanagho, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Los datos de la historia sugerirán sí está indicado practicar D. Otros hallazgos


una exploración completa o -una parcial. El síntoma de Hay que observar las pruebas de alteraciones endocrinas;
escurrimiento uretral por lo regular no requiere exploracjón por ejemplo: hipertrofia de genitales externos, hirsutismo.
física completa; por otra parte, la hematuria indolora cier- La hipertensión sugiere la posibilidad de feocromocitoma o
tamente requerirá el examen cuidadoso del aparato genitou- de hipertensión renovascular.
rinario . En este capítulo se describen los aspectos urológicos
de la exploración física.

Hallazgos poco frecuentes


en el examen general EXAMEN DE LOS RIÑONES
A. Ginecomastia
Es común y no suele tener consecuencias. Williams ( 1963)
la encontró en 40% de los casos en una serie de 447 necropsias. Inspección
Sus causas incluyen carcinoma prostático (tratado con es-
trógeno) , las anomalías testiculares, hiperplasia suprarreno- A veces puede ser visible un abultamiento en la mitad
cortical, tumores de la corteza suprarrenal o de las células superior del abdomen, el cual si es blando (como en la
intersticiales de los testículos , algunas enfermedades hidronefrosis), quizá sea dificil de palpar. La llenura del
hepáticas y de la tiroides, cirrosis y diabetes . La ginecomastia ángulo costovertebral puede ser compatible con la exis-
en varones jóvenes sugiere al urólogo la presencia del tumor tencia de una neoplasia (por ejemplo, un ncuroblastoma en
testicular coríocarcinomatoso o síndrome de Klinefelter. los riñones) o de una infección perinefrítica. La presencia y
persistencia de marcas en espacio que aparecen en la piel
B. Hemihípertrofía después de permanecer acostado sobre cobijas arrugadas
Hennessy, Cromie y Duckett (1981) observaron abulta- sugieren edema de la piel, secundario a un absceso perine-
mientos abdominales que acompañan a este fenómeno raro. frítico. Si se sospecha esta enfermedad, se debe colocar al
Los abultamientos estaban en el mismo lado de la hemihi- paciente en decúbito sobre una toalla áspera y buscar con
pertrofia y en siete pacientes incluyeron tres tumores de atención las marcas ya mencionadas.
Wilms, dos tumores suprarrenales y un neuroblastoma.
Saypol y Laudone ( 1983) revisaron la literatura al respecto. Palpación

C. Indicios de anomalías renales Los riñones yacen más bien hacia arriba, bajo el diafragma
Un niño con deformación notable del oído externo y mal y las últimas costillas; por tanto, están bien protegidos de
desarrollo ipsolateral de los huesos faciales es probable los traumaüsmos. Debido a la posición del hígado, el riñón
que tenga una anomalía congénita del riñón del mismo derecho qu<;da más abajo que el izquierdo. Los riñones
lado. E! desplazamiento lateral de los pezones se ha son difíciles de palpar en el varón debido a la resistencia del
acompañado de hipoplasia renal bilateral. También se tono de los músculos del abdomen y a que están más fijos
han observado anomalías renales en escoliosis y en la que los de la mujer y se mueven só]o ligeramente con los
cifosis congénitas; asimismo , en el ano imperforado Í cambios de postura o con la respiración . A veces, puede
prcelevador. 1 palparse, la parte inferior del riñón derecho, pero es raro pal-
t__
42 • Urología general de Smith (Capítulo 4)

·, '¡\ ;.
--:- · \.

\ ;

1
)' l· - -~:
~,.

i_

_-:- .--f\~ :..

• 1,
\-
1

Figura 4-1. Método de palpación del riñón. La mano situada por detrás lleva el riñón hacia arriba. La mano situada por delante
es la que debe palparlo. Se pide entonces al paciente que haga una inspiración profunda; esto ocas1ona que el riñón descienda .
Al ocurrir la inhalación, los dedos de la mano situada por delante se introducen hacia adentro y hacia abajo, a nivel el reborde
costaL Si el riñón es móvil o está agrandado, puede palparse entre las dos manos.

/-par el izquierdo a menos que se encuentre crecido o despla- mo muscular. Por otra parte, el s¡gno doloroso no siempre
zado de modo importante . es útil a causa de que los riñones normales a menudo son
El método más sat¡sfactorio de palpación renal se sensibles a la presión.
cfedúa con el paciente en posición supina sobre una super- Aunque el dolor renal puede pcrcibirse de manera
ficic·dura (figura 4-1 ). Se levanta al riñón con una mano difusa en la espalda, la hipersensibílídad está bien localizada
colocada en el ángulo costovertebral. Durante una ins- precisamente justo en la parte lateral de! músculo s~cro­
piración profunda el riñón se desplaza hacia abajo; cuando espina! y debajo de la 12a. costilla (ángulo costovertebra!;
el riil.ón alcanza el punto m.ái; hajo, se desliza con firmeza ACV). Este dolor puede originarse por la palpación o b1en,
la otra mano por debajo del reborde costal hacia la profun- de un modo mús agudo, por la percusión con el puño sobre
didad, con el intento de tomar el rii'íón en la parte más baja esta área.
de ese punto. Si se tiene éxito , la mano situ<tda por delante
puede palpar el tamaño, la forma y la consistencia de!
órgano conforme éste retorna a su posición normal. Percusión
El riii.ón a veces puede palparse mejor con el paciente
sentado y el explorador de pie detrás de él. En otras ocasio- A veces un riñón muy agrandado no puede palparse, es-
nes, si el pac1ente se coloca en decúbito lateral el riñón pecialmente si es blando. Éste puede ser el caso en la
situado por encima desciende hacia abajo y adentro hacién- hidroncfrosis. Sin embargo, tales agrandamientos pueden
dolo más accesible. delimitarse fácilmente por la percusión, tanto anterior como
Pcrlman y Williams ( 1976) han 'descrito un método posterior; esta parte del examen nunca deberá omitirse. La
muy eficaz para identificar las anomalías renales en el percusión es de especial valor para dclnnitar una masa
recién nacido. Se colocan los dedos en el ángulo costover- creciente en el costado que aparece posteriormente a un
tebral con el pulgar en posición anterior. El pulgar es el que traumatismo renal (hemorragia progresiva-), cuando el dolor
palpa y siente. Con esta técnica, los riiiones pueden palparse y el espasmo muscular impiden la palpación apropiada.
en 95% de las veces. Se hallaron anotmalidadcs en 0.5% de
l 1 000 rcc1én nacidos.
Un volumen renal agrandado sugiere la existencia de: Transiluminación
hipertrofia compensadora (s1 el otro riñón no existe o es
atróf1co), hidronefrosts, tumor, quiste o riñón polJquístíco. Esta maniobra puede resultar nmy útil en niños menores de
Sin embargo, una masa en esta reg1ón puede ser un tumor un ailo que presenten una masa suprapúbica o en el flanco.
retroperitoneal , el bazo, una les1ón del intestino (por ejem- Una linterna de 2 o 3 baterías con reborde opaco que haga
plo: tumor, absceso), una lesión de la vesícula biliar o un protrusión por delante de la lente es un instrumento adecuado.
quiste pancreático. Los tumores pueden tener la consisten- La linterna se aplica en ángulos rectos al abdomen. El cordón
cia del tej1do normal; también pueden ser nodulares. Las de fibra óptica que se utiliza para iluminar diversos instrumen-
hidronefrosis pueden ser duras o blandas. Los riil.ones poli- to& ópticos, es una excelente fuente de luz fría. Se requiere
quístícos son generalmente nodulares y firmes. cuarto oscuro . La vejiga distendida o una masa quística se
Un nñón con infección aguda es doloroso, pero es transiluminarán; una masa sólida no. Las masas en los flancos
difícJl de educir pues habitualmente existe marcado cspas- pueden verificarse aplicando la luz en la parte dorsal.
Diferenciación entre dolor renal la obstrucción causada por las válvulas uretrales poste-
y radicular nores.
Una hernia inguinal deslizante que contenga algo d~
E! dolor radicular se percibe comúnmente en las regiones pared ves1cal, puede diagnosticarse (cuando la vejiga esta
costovcrtcbra! y subcostal, pero puede extenderse a lo lar- llena) mediante la compresión de la masa cscrotal. Con esta
go del curso del uréter, y es la causa más común del lla- maniobra se distiende aún más.
mado dolor renal. Todo paciente que se queje de dolor de Se han comunicado algunos casos en los que se ha
costado deberá examinarse para verificar la existencia de la desarrollado marcado edema de las extremidades inferiores,
irritación de las raíces nerviosas. Causas frecuentes son: secundario a la compresión de los vasos iliacos por !a vejiga
mala postura (escoliosis, cifosis), cambios artríticos en las distendida. La palpación bimanual (abdominorrcctal o ab-
art1culacioncs costovertebrales o costotransversas, empo- dominovaginal) puede revelar la extensión de una neoplasia
tramiento de una espuela ósea sobre un nervio intercostal, vesicaL Para que dicha maniobra tenga éxito, habitualmente
hipertrofia de los Jigamentos costovertebrales que compri- debe hacerse bajo anestesia.
men un nervio y enfermedad de disco intervertebral (Smitb
y Rancy, 1976). El dolor radicular quizá se advierta como
consecuencia de una lesión en el flanco donde puede haber-
se luxado una costllla, causando que el nervio costal golpee
con el borde de algún llgamcnto. El dolor que se experimen- EXAMEN DE LOS GENITALES
ta durante la L1se preeruptiva del herpes zoster, afectando MASCULINOS EXTERNOS
cualquiera de los segmentos entre D 11 y L2, puede también
simular el dolor de origen ren~l.
La radiculitis generalmente ocasiona hiperestesia
cutánea del área de influencia del nervio periférico irritado.
PENE
Esta hipersensibilidad puede provocarse ya sea pelliz-
cando o picando con un alfiler la piel del abdomen y de
los flancos. La pres1ón ejercida por el pulgar sobre las
Inspección
articulaciones costovertebrales, revelará una sensibilidad
Si el paciente no está circuncidado, el prepucio deberá
dolorosa local, en el punto de salida del nervio periférico
retraerse. Esto puede a veces revelar un tumor o una balani-
afectado.
tis, como causa de un escurrimiento fétido. Sí no es posible
!a retracción por fimosis está indicada la intervención qui-
rúrgica (incisión dorsal o circuncisión).
A use u ltación La observación de un chorro urinario escaso es signi-
ficativa. En el recién nacido debe tomarse en consideración
La auscultación de las áreas costovcrtcbralcs y de los la vejiga neurógena (ncuropática) o la presencia de válvulas
cuadrantes abdominales superiores puede revelar un soplo uretrales posteriores. En los varones, tal hallazgo sugiere
sistólico que con frecuencia acompaña a la estenosis y al estenosis uretral y obstrucción prostática.
c.fncmisma de la arteria renal. Los soplos localizados Las cicatrices de lesiones sifilíticas curadas pueden ser
sobre las arterias femorales pueden encontrarse relaciO- un indicio importante. La presencia de una úlcera activa
nados con el síndrome de Lcrichc, el cual puede ser causa requiere examen bacteriológico o histopatológico (por
de impotencia. ejemplo: un chancro sifilítico, un epitelioma). Las úlceras
o vesículas superficiales son compatibles con herpes simple
y con frecuencia el paciente las interpreta como enfermedad
venérea grave, sífilis a menudo. Puc<kn observarse verru-
gas venéreas.
EXAMEN DE LA VEJIGA La estenosis del meato es una causa frecuente de
manchas sanguinolentas en el lactante. En raras ocasiones
la estenosis puede ser de tal grado que llegue a ocasionar
h1droncfrosis bilateral intensa. Se corrige fácilmente por
La vejiga normal no puede palparse a menos que se halle meatotomía.
medianamente distendida. En el adulto, para que sea percu- La posición del meato deberá observarse. Puede loca-
tiblc debe contener, por lo menos, 150 mL de orina. En la lizarse proximal a la punta del glande, ya sea en el dorso
retención urinaria aguda o (más comúnmente) en la crónica, ( cpispadias) o en la cara ventral (h ipospadlas ). En cualquier
la vejiga puede llega,.r hasta y aun sobrepasar el ombligo, en caso, es probable que exista una curvatura anormal del pene,
este caso su contorno puede observarse y es palpable gene- dorsal con cpispadias, ventral con hipospadias. El orificio
ralmente. (En la retcnc1ón urinaria crónica, en la que la pared uretral a menudo es estenótico en el hipospadias.
de la vejiga es fofa, puede ser difícil de palpar, siendo en Puede haber micropenc o macropene.
este caso de gran valor la percusión.)
En e! varón ¡:ecién nacido o en el níilo pequeño, la Palpación
palpación de una masa dura ubicada de ma!1cra profun-
da en el centro de la pelvis es compatible con el engro- La palpación de la superficie dorsal de la diáfisis del pene
samiento de una vejiga hipertrófica, secundariamente a puede revelar una placa fibrosa que interese la cubierta
aponeurótíca de Jos cuerpos cavernosos, lo cual es El testículo puede estar ausente del escroto. Esto quizá
típico de la enfermedad de Peyronie. La presencia de represente una criptorquidia transitoria (testículo retráctil
áreas dolorosas con induración, percibidas a lo largo de la fisiológico) o verdadera. La palpación de las ingles puede
uretra, puede significar periuretritis secundaria a estre- revelar la presencia del órgano.
chez uretral. El testículo atrófico (consecutivo a orquiopexia po-
soperatoria, orquitis por parotiditis o a torsión del cordón
Escurrimiento uretral espermático) es generalmente de consistencia fofa y a
veces hipersensible. Aunque puede no haber esperma-
Es la molestia del órgano sexual masculino que se refiere togénesis , la función androgénica habitualmente está
con más frecuencia. El pus gonocóc1co es habitualmente conservada .
profuso, espeso y de color amarillo o pardo-grisáceo. Los
escurrimientos no gonorreicos pueden ser de aspecto seme-
jante, pero a menudo son líquidos, mucoidcs y escasos.
Aunque la gonorrea debe excluirse como causa de escurri-
miento uretral , se encontrará que un porcentaje elevado de EPIDÍDIMO
tales casos está originado por ctamidias. En pacientes con
escurrimiento uretral también deberán investigarse otras A veces el epidídimo está estrechamente unido a.la cara
enfermedades de transmisión sexual; la infección múltiple posterior del testículo , mientras que en otras ocasiones
no es rara. está bastante separado de él. El epidídimo deberá palparse
El escurrimiento sanguinolento advierte la posibilidad cuidadosamente para averiguar aumentos en el tamaño
de un cuerpo extraño en la uretra (masculina o femenina), y en la cons1stencia. La induración casi siempre se debe a
una estrechez uretral o un tumor. - infección (los tumores primarios son extraordinariamente
El escurrimiento uretral siempre deberá buscarse antes raros) .
de pedir al enfermo que orine. En las etapas agudas de la epididimitis, el testículo y
el epidídimo son indistinguibles por palpación, pudiendo
hallarse ambos adheridos al escroto, que por Jo general está
ESCROTO enrojecido. La hiperalgesia es muy aguda. Con pocas ex-
cepciones, los microorganismos infectantes son Neisseria
El ed~ma angioneurótico y las infecciones e inflamaciones gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis o Escherichia coli.
de la piel del escroto no son comunes. A veces se ven La induración crónica indolora debe sugerir la exis-
pequeños qu1stes sebáceos. Los tumores mahgnos son raros . tencia de tuberculosis o esquiotomiasis, aunque hay que
El escroto es bífido cuando existe hipospadias perineal o tener en cuenta también como posibilidad, que se trate de
mcdioescrotal. una cpididimitis crónica inespecífica. Habitualmente en la
La elefantiasis del escroto se origina por la obstrucción tuberculosis del sistema genitourinario hay otros signos ,
del drenaje linfático.·Es endémica en los trópicos y se debe tales como: piuria "estéril'', engrosamiento de una vesícul a
a filariasis. La elefantiasis puede resultar de la resección seminal, existencia de nódulos en la próstata y conducto
radical de los ganglios linfáticos de las regiones inguinal y deferente ' 'arrosariado " .
femoral, en cuyo caso la piel del pene también está afectada.
Son comunes Jos pequeños hernangiomas cutáneos y pue-
den sangrar espontáneamente.
CORDÓN ESPERMÁTICO
Y CONDUCTO DEFERENTE
TESTÍCULO

Los testículos deberán palparse cuidadosamente con los Una turnoración en el cordón espermático puede ser quística
dedos de ambas manos. Un área endurecida en el testículo (por ejemplo : un hidrocele o una hernia.) o sólida (un tumor
propiamente dicho, deberá considerarse como un tumor de tejido conjuntivo). Esta última es rara. Los lipomas en la
maligno mientras no se demuestre lo contrario. La trans- aponcurosis que recibe el cordón pueden simular una her-
iluminación de todas las masas del escroto debe practicarse nia. La inflamación difusa y la induración del cordón se
sistemáticamente. Con el paciente en un cuarto oscuro se observan en la funiculitis por filaría.
coloca una luz intensa de lámpara o de fibra óptica en la La palpación cuidadosa de los vasos deferentes quizá
parte posterior del saco escrotal. En caso de hidrocele revele engrosamiento (por ejemplo: en infecciones cróni-
la masa intraescrotal brillará en rojo . La luz no se transmitirá cas), alargamiento fusiforme (el "rosario" causado por la
a través de un tumor sólido. Los tumores a menudo son lisos, tuberculosis) o incluso la ausencia de los conductos. Este
pero pueden ser nodularcs y los testículos dan la apricncia último hallazgo tiene importancia en los casos de esterilidad
de ser anormalmente pesados. Un testículo reemplazado por masculina, pero es raro .
tejido tumoral o dañado por goma es insensible a la presión En el varón de pie, puede observarse una masa de venas
y no existe la sensación habitual de malestar. Aproximada- dilatadas (varicocele) atrás y arriba de los testículos. La
mente 10% de los tumores están rclacion.ados con hidrocele dilatación disminuye al acostarse y puede aumentar con lama-
secundario, que tal vez tiene que ser aspirado antes de poder niobra de Val salva. La principal secuela del varicocele es la
efectuar una palpación definitiva. esterilidad (capítulo 45).
TÚNICAS TESTICULARES Y ANEXOS útil el estudio bacteriológico de las secreciones. El cistocele
y urctrocele pueden ser causa de orina residual y dar lugar
Los hidroceles son generalmente quísticos, pero en ocasio- a la infección persistente de la vejiga. A menudo se en-
nes están tan tensos que pueden simular tumores sólidos, en cuentran acompañados de incontinencia por esfuerzo. Una
este caso el diagnóstico diferencial puede hacerse por tran- masa sobresaliente en la pared vaginal anterior podría re-
siluminación. Pueden desarrollarse a consecuencia de epi- presentar un divertículo uretral. El cuello uterino deberá
didimitis agudas inespecíficas o tuberculosas, traumatismos observarse para detectar la existencia de una neoplasia o de
o tumores del testículo. Éste último deberá considerarse un proceso inflamatorio; pueden estar indicados la biopsia
como una posibilidad definida si el hidrocele aparece "es- o el Papanicolaou .
pontáneamente" en las edades entre los 18 a 35 años . Éste
se deberá aspirar para permitir una palpación cuidadosa de
las estructuras subyacentes. Palpación
El hidrocele generalmente rodea al testículo por comple-
to . Las masas quísticas que se hallan separadas del testículo, A veces la uretra, la base de la vejiga y la porción inferior
pero situadas en la región de su polo superior, probablemente de los uréteres, pueden ser dolorosos a la palpación; pero
corresponden a espcrmatoceles. La aspiración revela el poco puede deducirse de esto. La existencia de una masa o
c\asico líquido, lechoso y poco denso que contiene espennato- la induración de la uretra o del área del trígono pueden ser
zoides. indicio de un tumor. Una masa blanda en esta área podria
ser un divertículo uretral. La presión ejercida sobre tal lesión
puede forzar la salida de pus por la uretra. Un cálculo en la
EXAMEN VAGINAL porción inferior del uréter tal vez llegue a ser palpable.
La prueba de agrandamiento del útero (por ejemplo: el
Las enfermedades del aparato genital femenino pueden embarazo, los miomas) o de padecimientos o inflamaciones
afectar de manera secundaria los órganos urinarios , por lo del colon o de los anexos, pueden aportar indicios respecto
que es esencial un examen ginecológico minucioso. Entre a la causa de síntomas urinarios (por ejemplo: la compresión
las concurrencias más comunes están: las uretrocistitis se- de un uréter por un tumor maligno del ovario, la endome-
cundarias a diverticulitis uretral o a cervicitis; las pielone~ triosis, una diverticulitis del colon sigmoide adherida a la
fritis durante el embarazo y la obstrucción ureteral por vejiga).
ganglios linfáticos con metástasis o invalidados por exten- El carcinoma del cuello uterino puede invadir la base
sión directa de un cáncer del cuello uterino. de la vejiga ocasionando irritabilidad vesical o hematuria;
o bien sus metástasis a los ganglios linfáticos iliacos pueden
comprimir los uréteres.
Inspección
El examen rectal proporciona mayores datos y obvia-
mente es la vía de exploración que debe usarse en niñas y
En recién nacidas, y en la niñez en especial hay que inspec-
mujeres vírgenes.
cionar el vestíbulo vaginal en busca de abertura única (seno
urogenital común), fusión labial , segmentación del clítoris
y falta de fusión de la horquilla anterior (epispadias), o
clítoris hipertrófico y escrotalización de los labios mayores
(síndrome suprarrenogenital).
El meato urinario puede mostrar una lesión enrojecida,
friable y dolorosa (carúncula uretral) o un labio posterior EXAMEN RECTAL DEL VARÓN
cvcrtido, corno se ve a menudo en la uretritis y vaginitis
seniles. La biopsia estará indicada si no puede excluirse un
tumor maligno . El diagnóstico de vaginitis (y uretritis)
senil se est.1blccc tiñendo W1 frotis del epitelio vaginal con
solución de Lugol, el cual debe examinarse inmediata-
mente después del lavado, pues el color pardo en la célula
PORCIÓN INFERIOR DEL RECTO
se desvanece pronto. Las células carentes de glucógeno Y ESFÍNTER
(hipoestrogenísmo) no se tiñen, mientras que las células
normales sí. Es de gran importancia la estimación del tono del esfínter.
Pueden observarse múltiples úlceras dolorosas o La laxitud de! músculo es muy sugestiva de que existan
vesículas pequeñas; probablemente indican una infección por alteraciones semejantes en los esfínteres urinarios y en el
virus herpes tipo 2 que puede tener secuelas graves. músculo vesical , lo que puede ser indicio para el diagnóstico
Es necesario hacer frotis y cultivos del exudado uretral de enfermedad neurógena . Lo mismo es cierto para un
o vaginal. Es relativamente fácil identificar gonococos . E\ esfínter ana1 espástico. Además del examen prostático digi-
cultivo de clamidias requiere técnicas rara vez disponibles tal, el explorador deberá palpar toda la porción inferior del
para el médico. recto y descartar de este modo las estenosis, hemorroides
La comprobación de un proceso inflamatorio de las internas, criptitis, fístulas rectales, pólipos de la mucosa y
glándulas de Skené y Bartholin puede revelar la fuente de cáncer rectal; debe emplearse la palpación bidigital para las
una uretritis o de una cistitis persistentes. Deberá exami- glándulas de Cowper. Es esencial valorar la sensibilidad
narse el estado de las paredes vaginales, pudiendo resu~tar penan al.
46 • Urología general de Smith (Capítulo 4)

PRÓSTATA opuesto al dedo meñique). Es de consistencia semeJante al


caucho. Puede ser de consistencia pulposa si se halla con-
r_ _...,.Antes de practicar la exploración rectal de la próstata deberá gestionada (debido a falta de relacjones sexuales o a infección
· obtenerse una muestra de orina para examinarla, siendo esto crónica con drenaje inadecuado); indurada (debido a una
1 de la mayor importancia, pues el masaje prostático (y a veces infección crónica con o sin cálculos): o de consistencia pétrea
! incluso la palpación de este órgano) hace que la secreción (debido a un carcinoma extenso).
prostática pase a la uretra posterior. Sí esta secreción con- La dificultad radica en diferenciar endurecimiento
ticn_e pus, la muestra de orina de una micción posterior a la dentro de la próstata: fibrosis debida a infecciones no espe-
cxplorac¡Ón rectal se contammará con ella. cíficas, prostatitis granulomatosa, nódulos por tuberculosis,
áreas duras a causa de cálculos prostáticos o principios de
Tamaño cáncer. En general, los nódulos ocasionados por una infec-
ción hacen saliente sobre la superficie de la glándula. A nivel
La próstata de tamaño medio mide aproximadamente 4 cm de sus bordes, la induración gradualmente se desvanece
~ tanto de ancho como de largo. Es más ancha en la parte superior basta adquirir la suavidad normal del tejido vecino. En el
~·a nivel del cuello de la vejiga. Conforme la glándula se agranda, cáncer, por el contrario, la lesión sospechosa generalmente
los surcos laterales se hacen relativamente más profundos y el no es elevada; es dura y tícncn un borde neto, es decir, hay
surco medio llega a perderse. La próstata puede también alar- un cambio brusco en la consistencia en el mismo plano la
garse. La importancia clínica de la hiperplasia prostática se cual tiende a originarse en el surco lateral (figura 4-2).
mide por la gravedad de los síntomas y la cantidad de orina A veces aun los clínicos con mayor experiencia en-
residual y no por el tamaño de la glándula. A veces, en un cuentran difícil hacer esta diferenciación. Cuando no exis-
paciente con retención urinaria aguda, la glándula prostática ten otros signos de tuberculosis y en ausencia de pus en la
puede tener tamaño y consistencia normales al tacto rectal. secreción prostática, es probable la existencia de un cáncer,
especialmente si la radiografía no ha mostrado cálculos
Consistencia prostáticos (los cuales se ven precisamente por detrás o
encima de la sínfisis del pubis). Las determinaciones de la
Normalmente, la consistencia de la glándula es semejante a la fosfatasa ácida del suero y las radiografías de los huesos, no
de la· eminencia tenar contraída (con el pulgar completamente son de ayuda en el diagnóstico del carcinoma temprano de

Figura 4-2. Diagnóstico diferencial de" nódulos prostáticos. A: El área inflamatoria está elevada sobre la superficie de la
glándula; la induración disminuye de manera gradual hacia su periferia. B: El nódulo canceroso no está elevado; hay un cambio
repentino de consistencia en sus bordes.
Exploración física del aparato genitourinario • 47 ,

la próstata. Las concentraciones del antígeno prostático mos inespecíficos, bacilos de la tuberculosis, gonococos o
específico (APE) pueden ser útiles cuando están e levadas. c!amidias. Después de haber limpiado cuidadosamente el
Es posible llegar al diagoóshco mediante biopsia trans- glande y vaciado la vejiga (para limpiar mecánicamente a la
rectal guiada por ultrasonido. uretra) se da el masaje, recolectándose las gotas de la secreción
en un tubo estéril con el medio de cultivo apropiado.
Movilidad

La movilidad de la glándula varía. A veces tiene gran


movilidad y otras veces muy poca. En las neoplasias avan- VESÍCULAS SEMINALES
zadas, la glándula se halla fija deb1do a extensión local a
'través de la cápsula. La próstata deberá masajearse sistemá- Deberá intentarse la palpación de las vesículas seminales. Éstas
ticamente en el adulto y su secreción examinada al micros- se hallan situadas bajo la base de la vcj iga, divergiendo de abajo
1 copio. Sin embargo, no deberá practicarse masaje en
arriba (figuras 1-8 y 4-3). Las vesículas seminales normales
1presencia de un escurrimiento uretral agudo, de prostatitis generalmente no son palpables, pero cuando se hallan sobre-
J aguda, o de una prostatocistitis aguda, en varones que están al distendidas pueden dar sensación de quistes. En presencia de
¡ borde de una retención urinaria completa (pues esto puede Lma infecc1ón crónica (en especial tuberculosis o esquisto-
1 precipitar la retención completa). Tampoco debe practicarse
somÜL<>is), o bien, en relación a un carcinoma extenso de la
'•en quienes presentan evidencia clara de que padecen de próstata, las vesículas pueden estar notoriamente endurecidas.
cáncer de la glándula. Aun sin síntomas es necesario el ma- El vaciamiento de las vesículas seminales deberá acompañar al
saje, pues la prostatitis es a menudo asintomática. t:l diag- masaje prost.'Í.tico, ya que las vesículas por lo general se hallan
nóstico y tratamiento de dicho padecimiento silencioso tiene infectadas cuando existe prostatitis. Los tumores primarios de
importancia en la prevención de cistitis y epididimitis. las vesículas no son frecuentes. Rara vez puede sentirse una
masa quística sobre la próstata o justo arriba de e tia. Proba-
Técnica del masaje blemente indica un quiste del conducto de Müller o del
utrículo. Este último se acompaña en ocasiones de hipospa-
El paciente deberá reclinare sobre la mesa de exploración dias grave.
de modo que su cuerpo quede horizontal. Sus piernas deberán
estar extendidas y sus pies algo separados uno del otro.
Los métodos del masaje varían, pero la maniobra bá-
sica consiste en presionar la glándula firmemente con la GANGLIOS LINFÁTICOS
yema del dedo índice para exprimir la secreción en la uretra
prostática. Se debe iniciar en la parte superolateral y llevar
la presión hacia la línea media. Mover el dedo haciéndolo Cabe recordar que con el virus de la inmunodeficiencia
rodar es menos traumático para la mucosa rectal y para la humana (VIH) (capítulo 15), suele ocurrir tempranamente
glándula prostática y es mejor tolerado por el paciente. linfadenopatía generalizada.
Finalmente las vesículas seminales deberán vaciarse de
arriba a abajo y media!mente (figura4-3).
De las glándulas congestionadas puede llegar a obte-
nerse una copin!')a cantidad de secreción y escasa o nula de
otras glándulas. La cantidad que se obtenga, en cierta me-
dida, depende del vigor con que se dé el masaje. Si no se
obtiene secreción, se debe pedir alpaciente que evacúe
aunque sea unas cuantas gotas de orina; éstas contendrán
suficiencte secreción para el examen. El estudio microscó-
pico de la secreción se hace con amplificación baja. La
secreción normal contiene numerosos cuerpos de lecitina,
los cuales son refractantes, semejantes a eritrocitos, pero
mucho más pequeños que éstos. Sólo en raras ocasiones se
observan leucocitos; habitualmente hay algunas células epi-
teliales y rara vez se observan cuerpos amiláceos. Pueden
observarse espermatozoides, pero su ausencia carece de
importancia.
La presencia de. gran número de piocitos es ~atológica
y establece el diagnóstico de prostatitis. Los frotis de secre-
ción prostática teñidos por !o general son poco prácticos,
pues es difícil hacer que el material se adhiera a la lámina
y, aun cuando esto se logre, generalmente no se encuentran Figura 4-3. Técnica del masaje prostético. El parénquima
bacterias piógenas. A menudo pueden encontrarse gérme- glandular se comprime desde sus bordes laterales hacia
nes acidorresistentes con los métodos de tinción apropiados. la uretra, la cual queda situada en el centro. (La figura de la
A veces puede ser necesario obtener cultivos de la derecha muestra la dirección de las presiones.) Las vesícu-
secreción prostática, con el fin de demostrar microorganis- las seminales se exprimen de arriba a abajo.
48 • Urología general de Smith (Capítulo 4)

Ganglios linfáticos inguinales


y subinguinales EXAMEN NEUROLÓGICO
Cuando existen lesiones inflamatorias de la piel del pene,
del escroto o de la vulva, pueden hallarse afectados los
ganglios linfáticos inguinales y subinguinalcs. Tales enfer- Un examen neurológico cuidadoso puede descubrir altera-
medades incluyen el chancro blando, el chancro sifilítico. ciones sensitivas o motoras que sean explicación de la orina
ellinfogranuloma venéreo y a veces la gonorrea. residual (vejiga ncurógena) o de incontinencia. Puesto que
Los tumores malignos (carcinoma de células esca- la vejiga y su esfínter están inervados por los segmentos
mosas) que afectan al pene, glande, piel del escroto o uretra sacros segundo a cuarto , podrá obtenerse bastante in-
distal en las mujeres dan metástasis en los ganglios ingui- formación probando la sensibilidad de la piel perianal, el
tono del esfínter y provocando el reflejo del tendón de
nales y subinguinales. Los tumores testiculares no se extien-
Aquiles y el reflejo bulbocavernoso. Este último se despier-
den hasta estos ganglios a menos que hayan invadido la
ta colocando un dedo en el recto y estrujando el glande del
piel del escroto, o en quienes se ha practicado previamente pene o el clítoris o dando un tirón súbito a una sonda de
orquiopexia. Foley permanente. El reflejo normal consiste en la contrac-
ción del esfínter anal y de los músculos bu!bocavernosos en
respuesta a estas maniobras. Blaivas, Zaycd y Labib ( 1981)
Otros ganglios linfáticos practicaron cistometrogramas además de estimular el refle-
jo bulbocavernoso. Encontraron que los cistometrogramas
permitían juzgar con mayor precisión el estado de los ner-
Los tum.:>res de los testículos y de la próstata pueden afe"ctar vios sacros: cuando eran normales, la prueba también era
los ganglios linfáticos supraclaviculares izquierdos. Los nonnal y casi siempre había reflejo; en lesiones completas
tumores de la vejiga y de la próstata dan clásicamente de la médula sacra, el cistometrograma era anormal y no
metástas'is a los ganglios linfáticos iliacos internos, iliacos había reflejo; sin embargo, con lesión incompleta. de la médula
externos y a los preaórticos, aunque sólo en ocasiones todos sacra, a pesar de que los cístogramas fueron por lo regular
estos ganglios sean suficientemente grandes como para que anonnales, cerca de la mitad de los pacientes tenían un reflejo
bu lbocavemoso normal.
se puedan palpar. La presencia de masas cerca de la línea
Resulta prudente, sobre todo en los niños, buscar un
media, en la parte superior del abdomen en un varón joven,
hoyuelo sobre la región lumbosacra. Se debe palpar el sacro
debe sugerir metástasis por cáncer d~l testículo, pudiendo para asegurarse de que esté presente y bien formado. La
ser diminuto el crecimiento primario y quedar completa- agenesia del sacro o su desarrollo parcial es compatible con
mente escondido dentro del parénquima de lo que aparenta deficiencias de S2 a S4. Si los hallazgos parecen resultar
ser un testículo normal. anormales, está indicado el examen radiológico. •

REFERENCIAS

Generales Hodges CV, Barry JM: Non-urologic flank paín: A diagnostic


approach.J Uro/ 1975;113:644.
Koop CE: Abdominal mass in the newbom infant. N Engl J Med
Braunstcin GD: Gynecomastia. N Eng!J Med 1993;328:490
1973;289:569.
Leung AK: Gynecornastia. Am Fam Physician 1989;39(4):215.
Mofcnson HC, Greensher J: Transilumination of the abdo-
Spiro HM: An intemist's approach to acute abdominal pain . Med
. men in infants . Am .J Dis Child 1968;115:428.
Clin North Am 1993;77:963.
Pcrlman M, Willíams J: Detectíon ofrenal anomalies by abdomi-
nal palpation in newborn infants. Br Med J 1976;3:347.
Examen de los riñones Rcstrcpo NC, Carey PO: Evaluating hematuria in adults. A m Fam
Physician 1989;40(2):149.
Saypol DC, La u done VP: Con genital hemíhypertrophy with adre-
Abdcl-Razzak OM, Bagley DH: Clinical cxperience with flexible na! carcinoma and medullary sponge kidney. Urology
ureteropyeloscopy. .J Ura/1992;148:788 . 1983;21:510.
Acino S, Resnick MI: Office urologic ultrasound. Uro! Clin North Smith DR, Raney FL Jr: Radiculitis distress as a mímic of renal
.Am 1988;15:577. pain . .J Uroll976;116:269.
Baglcy DH, Allen J: Flexible uretcropyeloscopy in the diagnosis of Williams MJ: Gynecomastia: Its incidence, recognition and host
bcnign essential hematuria . .J Uro/1990;143:549. characterization in 447 autopsy cases. Am J Med 1963;
Bagley DH, Rivas D: Upper urinary tract filling defects: Flexible 34:103.
ureteroscopic diagnosis. J Uro/1990;143: 1! 96.
Choyke PL, Pollack HM: Thc role ofMRl in disease ofthe kidney.
Radio! Clin North Am 1988;26:617. Genitales externos masculinos
Gross GW, Boal DK: Sonographic asscssment ofnormal renal size
in children with mye]odysplasia. J Uro/198.8;140:784.
Hennessy WT, Cromie W J, Duckett JW: Congenital hemihyper- Bemclmans BL et al.: Penile sensory disorders in erectile dysfunc-
trophy and associated abdominal !esions. Urology ! 981; tion : Results of a comprehensive ncuro-urophysiological di-
18:576. agnosis evaluation in 123 patients. J Uro/!991 ;146:777 .
5
Exá e es urológic os
de laboratorio
Ríchard D. Williams, MD y Karl J. Kreder, Jr, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El examen de muestras de orina, sangre y secreciones o o acompañados por resultados positivos de la tira reactiva
exudados genitourinarios suele orientar Jos estudios uroló- con cinta indicadora para proteínas, hem , esterasa de leuco-
gicos subsecuentes y con frecuencia establece el diagnósti- citos o nitritos , se debe practicar el examen completo de
co . Tomando en cuenta que 20% de pacientes que visitan el orina incluyendo examen microscópico del sedimento.
consultorio de un médico general tiene problemas urológi-
cos, es importante que los médicos tengan un conocimiento Obtención de la orina
amplio de los métodos de laboratorio disponibles para estu-
diar las muestras apropiadas. El uso prudente de los mismos A. Hora de obtención
permitirá determinar con precisión, rapidez y a un costo que '''Es mejor examinar la orina obtenida adecuadamente en el
asegure la eficacia, el diagnóstico probable y las necesida- consultorio. Las muestras de la primera orina de la mañana
des terapéuticas de pacientes con afecciones urológicas . son útiles para estudios cualitativos de las proteínas el)
pacientes con posible protcinuria ortostática y para la valo-
ración de la densidad; esta última como prueba presuncional
EXAMEN DE ORINA de la función renal en personas con afección mínima del
riñón por di<~:betes sacarina o drepanociternia, o en quienes
Si11 duda, el éxamen general de orina es una de las pruebas ._se sospecha diabetes insípida. Las muestras de orina que se
urológicas di sponibles más importante y útil y, no obstante, obtienen inmediatamente después gue el paciente ha comi-
con gran frecuencia no se da importancia a los detalles do y las muestras que se dejan en reposo algunas horas, se
necesarios y la información importante se pasa por alto o se tornan alcalinas y en consecuencia, pueden contener eritro-
interpreta erróneamente. Las razones para un examen gene- citos lisados, cilindros desintegrados o bacterias en multipli-
ral de orina inadecuado incluyen: 1) rccolecctón impropia cación rápida; por tanto , será mas confiable una muestra de
de la muestra , 2) análisis tardío de la muestra, 3) examen orina reciente recolectada pocas horas después que el pa-
incompleto (muchos laboratorios y hospitales no hacen un ciente ingirió alimentos y examinada antes que transcurra
análisis microscópico a menos que se solicite expresamen- una hora de la micción. El estado de hidratación del paciente
te), 4) falta de experiencia de quien examina y 5) aprecia- puede alterar la concentración de los constituyentes urina-
ción madecuada de la importancia de los hallazgos. rios. Para la valoración definitiva de la función renal o de
Hay gran controversia en relación a la necesidad de protcinuria quizá se necesiten muestras de orina recolecta-
practicar exámenes de orina como prueba rutinaria en suje- das a horas programadas .
tos asintomáticos, pacientes admitidos a hospitales o some-
tidos a cirugía programada. Numerosos estudios parecen B. Métodos de obtención
indicar que en estas situaciones el examen general de orina Nunca se insistirá bastante en la importancia del método de
carece de beneficio en relación con el costo ; hace patente obtención de la orina. Es muy importante recolectarla en la
sólo el 2. 5% de los trastornos que requieren tratamiento. Sin forma adecuada cuando los enfermos tienen hematuria o
embargo, debe realizarse un examen general de orina a todo proteínuria o se valoraron por infección de vías urinarias. El
paciente que se presente con s1gnos o síntomas del aparato examen de una muestra obtenida en forma secuencial en
urinario. Además, Jos datos recientes indican que si el varios recipientes, puede ayudar a identificar el sitio de
examen de orina macroscópico (tira reactiva) es normal no origen de la hematuria o de la infección de vías urinarias
es necesario el examen microscópico . Cuando el paciente (páginas 56 y 60). A causa de que las muestras de orina
presenta signos o síntomas de enfermedad urológica, solos obtenidas en casa suelen recolcctarse en forma inadecuada

51
52 • Urología general de Smith (Capítulo 5)

y el examen se retrasa en tanto se llevan al consultorio o al ra para obtener orina no contaminada de secreciones
laboratorio, por lo general no son útiles . Para obtener datos uretrovaginales u organismos perineales. Quizá se nece-
consistentes y significativos del análisis de orina, es nece- site sondeo para determinar si hay orina residual o des-
sario que al reco!ectarla, ya sea en e\ consultorio o en el cartar fuentes no vaginales de hematuria. La posibilidad
laboratorio, se siga un método uniforme. La muestra d~be de introducir una infección en la vejiga por la sonda es
obtenerse antes de un examen genital o rectal, a fin de evitar mínima cuando el sondeo se practica cuidadosamente y
la contaminación por el introito o por las secreciones pros- tal posibilidad no debe impedir el obtener información
táticas exprimidas. La orina que se obtiene de un dispositivo esencial. Se dispone en el comercio de un dispositivo
recolector, como por ejemplo: condón, o catéter permanente satisfactorio con una sonda 8F unida a un tubo de cen-
o bolsa para drenaje, no constituye una muestra apropiada trífuga.
para su análisis. 3. Niños: Obtener muestras satisfactorias de orina en niños
pequeños puede ser un reto particular. La orina para otros
l. Varones: En la mayoría de ellos suele ser sencillo obte- análisis, aparte de cultivos bacterianos, puede obtenerse de
ner una muestra de orina limpia a mitad de la micción. niños y niñas, cubriendo con una bolsa de plástico el meato
Pueden proporcionarse sistemáticamente instrucciones uretral previamente aseado; las muestras de orina para
por escrito o colocarlas en la pared del laboratorio. El e ultivos por lo general deben obtenerse por sondeo o aspi-
procedimiento debe incluir: 1) la retracción del prepucio ración suprapúbica con aguja. En niñas es adecuado utilizar
(fuente usual de contaminación de la muestra) y el asco una sonda pequeña tmida a un tubo de centrifuga, pero los
del ;,1eato con cloruro de benzalconio o hexaclorofeno; niños no deben sondearse en forma sistemática. Con fre-
2) eliminar la primera parte del chorro ( 15 a 30 mL); cuencia, es difícil en ambos sexos hacer aspiración supra-
3) la recolección de la siguiente porción (unos 50 a 100 púbica con agt.üa. Es fácil si el paciente se ha hidratado
mL) en un recipiente para muestras estéril, que se tapa previamente, de tal fonna que la vejiga esté llena. Esta
de'inmediato, y 4) el vaciar completamente la vejiga en técnica se practica como sigue: 1) se a'\ea el área suprapú-
el sanitario. En seguida, se prepara una parte de la bica con alcohol ; 2) con una pequeña cantidad deanes-
muestra para su examen macroscópico y microscópico tésico local se hace una pápu\a intradénnica en la línea
y el resto se guarda en el recipieme estéril para su cultivo media, de 1 a 2 cm arriba del pubis (la vejiga se encuentra
posterior, si esto es necesario . justo arriba del pubis en los niños pequeños); 3) se tme
Con este método limpio de obtención a mitad de la w1a jeringa de 1OmL a w1a aguja número 22. Se introduce
micción, disminuye mucho la posibilidad de contami- esta última en forma perpendicular a través de la pápula
nar la muestra con secreciones del meato o uretrales , abdominal ; en la pared vesical;durante la introducción se
aunque tal posibilidad no se elimina por completo. En debe mantener conservando una aspiración suave con la
varones adultos rara vez es necesario obtener orina por jeringa de tal forma que se aspire orina tan pronto se penetre
sondeo, a menos que haya retención urinaria o se requie- en la vejiga.
ra valorar la orina residual.
2. Mujeres: Es prácticamente imposible obtener una
Examen macroscópico
muestra limpia, satisfactoria, a mitad de la micción sin
ayuda. La orina de una paciente no preparada no es útil
1
..... a menos que sea por completo nonnal. El mejor método El examen macroscópico de la orina puede proporcionar
para reunir una muestra limpia a mitad de la micción en indicios cuando el diagnóstico es difícil.
mujeres es el siguiente: 1) se coloca a la paciente en la mesa
de exploración en posición de litotomía; 2) se asean la
A. Color y aspecto
vulva y el meato uretral con cloruro de benza1conio o Con frecuencia la orina tiene algún color por medicamentos:
hexaclorofeno; 3) se separan los labios; 4) en seguida se naranja por fenazopiridina; pardo con la nitrofurantoína,
pide a la enferma que inicie la micción en un recipiente amarillo-naranja con rifampicina y con L-dopa, a-metildo-
que se mantiene cerca de la vulva; una vez que ha pa y metronidazol se tornará pardo rojiza. Una orina roja no
eliminado los primeros 1Oa 20 mL de orina, se reúnen siempre significa hematuria. Este color sin eritrocitos en la
los siguientes 50 a 100 mL en un recipiente estéril que se muestra puede deberse a eliminación de betacianina después
. ~pa de inmediato y 5) a la paciente se le permite vaciar de comer bcta.beles, fenolftaleína en laxantes, colorantes vege-
completamente la vejiga. Como esta técnica exige un tales, excreción de uratos concentrados, mioglobinuria por
gran esfuerzo, es aceptable pedir a la paciente que ob- traumatismo muscular importante o hemoglobinuria con-
tenga en el sanitario una muestra inicial en un recipiente secutiva a hemólisis. Además, Serratia marcescens puede
no estéril. Si los resultados del análisis general son ("'Üriginar el síndrome del "pañal rojo". Sin embargo, siempre
normales, no está indicado hacer más estudios; en caso que la orina es de color rojo hay que descartar la hematuria
contrario, hay que obtener una muestra de orina con una con análisis microscópico . Es común pensar que la orina
técnica más exacta. En cualquiera de los casos, la mues- turbia es signo de piuria, pero con mayor frecuencia
tra debe prepararse para examen inmediato. la turbidez se debe a una gran cantidad de fosfatos amorfos
Si es imposible obtener una muestra adecuada por que desaparecen al añadir ácidos o a uratos que se disuelven
el método descrito y habiéndose evaluado la situación se J con el empleo de álcali . El olor de la orina rara vez tiene
mantiene la necesidad del análisis, no se debe vacilar en <:e importancia clínica, excepto que cuando es muy intenso
obtener la muestra por cateterización ; si bien la aspira- puede indicar que la muestra se ha guardado demasiado
ción mediante punción suprapúbica es la única vía segu- tiempo para resultar útil para el diagnóstico.
B. Densidad desdoblan la urea (más comúnmente especies de Pro-
La densidad de la orina (normal, 1.003 a 1.030) sue1c ser teus), el pH tiende a ser mayor de 7.0. Cabe recordar
importante con fines diagnósticos: la de pacientes con una vez más que la orina obtenida en el transcurso de las
traumatismos intracraneales graves puede ser baja por falta de dos horas posteriores a una comida abundante, o que se
hormona antidiurética (ADH, vasopresina); la de enfermos ha dejado a temperatura ambiente varias horas, tiende
con diabetes insípida primaria será menor de 1.0 lO, incluso a ser alcalina. El papel indicador de la mayor parte de
después de la deshidratación toda la noche; en pacientes con las tiras reactivas es muy preciso; sin embargo, en oca-
daño tubular renal agudo extenso será constantemente de siones quizá se necesite confirmarlo con un medidor de
1.01 O (similar a la densidad del plasma) , y cuando es baja r· ~._, pH . ,
puede ser un signo temprano de dafio renal por trastornos ;;/ Pro temas: Pueden utilizarse tiras reactivas que contie-
como drepanocitcmia. La densidad de la orina es la prucba-1 nen azul de bromofenol para determinar la presencia de
más sencilla y tradicional para valorar la hidratación de :1 cantidades de proteína> 1O mg/dL en la orina, pero una
pacientes en posoperatorio y puede afectar el resultado :) proteinuria persistente detectada con la misma técnica
de otras pruebas urinarias: cuando está diluida la prueba efe" requerirá análisis cuantitativo de proteínas para confir-
embarazo puede ser falsamente negativa; en orina concen- mar resultados. La tira reactiva cuantifica albúmina princi-
trada es posible que las proteínas sean positivas-falsas en palmente y no es sensible a las proteínas de Bence- Jones
tiras reactivas, aunque sin confirmarse con pruebas cuanti- (inmunoglobulinas). La orina concentrada puede dar un
tativas. La densidad de la orina puede estar elevada falsa- resultado falso positivo , igual que la que contiene gran
mente por la presencia de glucosa, proteínas , expansores del número de leucocitos o secreciones vaginales con abun-
plasma artificiales o agentes de contraste aplicados por vía dantes células epiteliales. La proteinuria ortostática, pue-
intravenosa. de demostrarse por Jos valores elevados de proteínas, en
La densidad de la orina p~ede verificarse con facilidad una muestra obtenida después que el paciente ha perma-
en el consultorio del médico por medio de un hidrómetro o necido de pie varias horas, en tanto que los valores son
un refractómetro. Ambos instrumentos deben revisarse pe- normales en una muestra obtenida temprano por la ma-
riódicamente para calibrarlos con precisión y los resultados ñana, antes de iniciar la deambulación. La fiebre prolon-
deben homologarse a una temperatura estándar. En ocasio- gada y el ejercicio físico excesivo también son causas
nes, será necesario determinar la osmolalidad urinaria para comunes de proteinuría pasajera. 4
¡
confirmar Jos datos de la densidad . Las concentraciones elevadas persistentes de pro- 1·.
Los estudios de las tiras reactivas para medir la densi- teínas en la orma (> 150 mg/24 horas) pueden indicar l
dad (método basado en alteraciones iónicas de una solución una enfermedad importante; por ejemplo, glomerulopa-~""
polielectrolítica) han mostrado que el método es rápido, tía o cáncer; en consecuencia, es necesario hacer pruebas
confiable y no se altera por altas concentraciones de glucosa específicas cuantitativas para proteínas en una orina
o medio de contraste; sin embargo, cuando el pH es alcalino obtenida a horas programadas, estudios de electrofore-
puede fals,ear los resultados a la baja (0.005 por cada unidad sis, o ambos, para determinar el tipo específico de pro-
de pH > 7 .0) (Prodella, D,orizzi y Regalin, 1988). En los teína presente. Ginsberg y co\s. ( 1983), encontraron que
exámenes de rutina en el consultorio, estas tiras son tan era posible valorar con precisión la protcinurja determi-
confiables como los métodos del hidrómetro o refractóme- nando la relación proteína:creatinína en una muestra
tro (Bradley, Schumann y War~ 1984). única de orina recolectada temprano por la mañana o en
las últimas horas de !a tarde. Observaron que la relación
C. Pruebas químicas normal es de 0.2 mg o menos de proteínas por miligramo
Se dispone de tiras impregnadas con reactivos químicos que de creatinina y que una proporción de 3.5 o mayor indica
permiten practicar con rapidez y en forma simultánea varias proteinuria importante (eliminación de más de 1 g de
pruebas químicas y han sustituido a estudios individuales proteína cada 24 horas). Los resultados obtenidos con
específicos . En general, estas cintas son precisas y han- este método tienen una excelente correlación con los que
simplificado mucho los exámenes rutinarios de orina. Sin se obtienen mediante pruebas cuantitativas de proteínas
embargo, es necesario valorarlas sistemáticamente median- en muestras de orina de 24 horas. Esta nueva técnica para
te reacciones estandarizadas de control de calidad. (Bradlcy, valorar la protcínuria puede evitar los inconvenientes de
Schumann y Ward, 1984 ), y en ocasiones se requieren los métodos de pruebas que toman mucho tiempo, y a
pruebas químicas más complicadas para confirmar los re- menudo son poco precisos (por obtención incompleta),
sultados y conservar la reputación del laboratorio. Las tiras en muestras de orina de 24 horas .
reactivas son seguras sólo cuando no están vencidas y se .-""]': ) Glucosa: Las pruebas de oxidasa y peroxidasa de glu-
utilizan con orina a temperatura ambiente. . ' > · cosa en tiras reactivas son muy precisas y específicas

,..,--:--~ para glucosuria. Puede haber resultados falsos positivos


í, l. _pH: Este parámetro de la orina sólo es importante en cuando el paciente ha ingerido grandes dosis de aspirina,
unas pocas situaciones clínicas específicas. Los pacien- de ácido ascórbico o de cefalosporinas. Algunos tendrán
tes con cálculos de ácido úrico rara vez tienen un pH glucemias menores de 180 mg/dL y sin embargo presen-
urinario mayor de 6.5 (el ácido úrico es soluble en orina tarán glucosuria importante; ello indica un umbral renal
alcalina). Los. enfermos con cálculos de calcio, ne- bajo de excreción de glucosa. No obstante, la mayoría de
frocalcinosis, o ambos, pueden tener acidosis tubular renal los pacientes con resultados positivos tendrán di::tbetes
y no podrán acidificar la orina a menos de 6.0. En sacarina que puede originar mamfestaciones específicas
infecciones de vías urinarias por microorganismos que de vías urinarias como necrosis papilar renal, infeccio-
54 • Urología general de Smith (Capitulo 5)

nes recurrentes de vías urinarias, disfunción neurovesi- Examen microscópico


cal o impotencia.
4. Hemoglobina: La prueba de tira reactiva para hemoglo- El examen microscópico del sedimento urinario es una parte
bina no es específica para eritrocitos y sólo debe utili- absolutamente esencial de todos los análisis de orina en
zarse para buscar hematuria, que se confirmará con presencia de síntomas de vías urinarias o de anomalías en el
el análisis microscópico del sedimento urinario. La examen macroscópico. Para mayor precisión, el examen
hemoglobina libre o la mioglobina en orina pueden dar microscópico del sedimento urinario debe hacerlo personal-
una lectura positiva; el ácido ascórbico en la orina por lo mente el médico. La muestra más adecuada es la primera
general inhibe la reacción en la tira reactiva y da un orina de la mañana Slempre que d1cha orina se examine
resultado negativo falso. Nótese que la la dilución urina- dentro de Jos pocos minutos posteriores a su recolección;
ria(< l.oog) lisará los glóbulos rojos, por lo que propor- sin embargo, rara vez es posible cuando se obtiene en casa
ciona una lectura de la tira positiva a hemoglobina, pero y por esta razón el método más útil es una muestra para
no habrá glóbulos rojos visibles en el análisis microscó- examen inmediato en el consultorio o el hospital. En la
pico (Wyker, 1991 ). mayor parte de !os casos el sedimento puede prepararse
5. Bacterias y leucocitos: Las tiras reactivas para deter- como sigue: l) se centrifuga 1O mL de la muestra a
minar el número de bacterias (nitritos) o leucocitos 2 000 rpm, por cinco minutos; 2) se decanta el sobrena-
dante; 3) el sedimento se suspende en el mililitro de orina
( esterasa leucocitaria) empleadas para diagnosticar bac-
restante golpeando e! tubo suavemente contra la mesa;
tcriuria tienen la misma precisión que los exámenes
4) se pone una gota de la mezcla en un portaobjetos para
microscópicos de sedimento en estudios que usan como
microscopio, se tapa con un cubreobjetos y se examina
estándar cultivos cuantitativos de orina. La prueba de
primero a poco aumento (1 Ox) y después a gran aumento
reductasa de nitritos depende de la conversión del nitrato
(40x). Para lograr el máximo contraste de los ele m en tos
en nitrito. Muchas de las bacterias causantes de infeccio- en el sedimento, el diafragma del microscopio debe estar
nes de vías urinarias, en particular las enterobacterias, casi cerrado a fin de evitar una iluminación excesiva. Los
son capaces de rcduc1r nitrato en nitrito y por lo consi- elementos importantes (en particular bacterias), se obser-
guiente, se detectan con esta prueba. Cuando la prueba van con mayor facilidad si se tiñe el portaobjetos con azul
del nitrito es positiva, sugiere la presencia de más de de mctileno, pero no es esencial hacerlo. La figura 5-l
100 000 Wlcroorganismos/mL; sin embargo, algunos muestra los hallazgos clásicos en el sedimento urinario.
factores pueden llevar a resultados negativos falsos. La
prueba de nitritos es positiva só!o en las bacterias que A. Tinción
desdoblan la coagulasa y, en estas condiciones, su pre- En el examen microscópico del sedimento urinario puede
cisión es de 40 a 60% cuando se utiliza de manera ser útil teñirlo con azul de metileno (disponible en el
aislada. La orina debe estar en la vejiga por un tiempo comerciO).
suficiente antes de'tomar la muestra para que se presente El sedimento urinario se prepara como sigue: 1) colo-
la reducción del nitrato(> 4 horas); por tanto, es mucho car una gota del sedimento centrifugado en un portaobjetos
más probable que esta prueba sea positiva cuando se de vidrio y fijarlo lentamente con calor en un mechero de
toma de la primera orina de la mañana. Puede present<1rse laboratorio; 2) enfriar el portaobjetos y cubrirlo con azul
un resultado negativo falso si la bacteria existente no de me ti len o por lO a 20 segundos; 3) enjuagar con agua de
cont1cne rcductasa de nitrato o si el nitrato está ausente la llave y secarlo con calor suave. No utilizar papel; 4) exa-
en la dieta. Un análisis de nitratos puede dar resultados minar el portaobjetos bajo inmersión con aceite (con lente
negativos falsos en un paciente que se encuentre tomando 1OOx) sin cubreobjetos.
vitamina C. La prueba de estcrasa en leucocitos es un El portaobjetos puede teñirse con colorante de Gram
análisis químico muy utilizado; depende de la presencia de (cuadro 5-\) en lugar de azul de metileno, pero es más
complicado, toma más t1empo y su única ventaja es que
csterasa en Jos leucocitos granulocíticos. Esta prueba es un
permite identificar Neisseria gonorrhoeae (diplococos in-
indicador de piuria y continuará positiva incluso después
tracelulares gra mn ega ti vas).
de que los leucocitos hayan degenerado. La prueba
identifica de manera exacta a los pacientes con 1O a 12
leucocitos por campo de gran aumento, en una muestra B. Interpretación
1. Bacterias: La importancia de las bacterias en el sedi-
centrifugada. Aunque esta prueba es un buen indicador de
mento urinario se discute en la proxima sección donde
piuria, no necesariamente detecta bacteriuria. Por con-
se habla de bacteriuria.
siguiente, con frecuencia se combma con la prueba de
2. Leucocitos; Al igual que la presencia de bacterias en el
nitrato para detectar tanto la bactcriuna como la inflama- sedimento no es un indicador absoluto de infección,
CIÓn y ampliar así las posibilidades de 1dentificar una tampoco lo es la piuria. En este caso, el método utilizado
infccc1ón de vías urinarias. Si se utilizan ambas pruebas para obtener la muestra y !a hidratación del paciente
juntas tienen el mismo índice de predicción que un pueden alterar de manera importante los hallazgos. En
estudio microscópico. Un estudio negativo falso de csterasa el sedimento de muestras limpias de mitad de la micción
leucoc1taria se debe, en ocasiones, a glucosuria o a la obtenidas de varones, y en !as que se obtienen por
presencia en la orina del clorhidrato de fenazopiridina aspiración suprapúbica o sondeo en mujeres, suele con-
(Piridium), de nitrofurantoína, de vitamina C o de rifam- siderarse que la presencia de más de 5 a 8 leucocitos por
plcma. campo a gran aumento es anormal (piuria). Si el enfermo
CÉLULAS CILINDROS CRISTALES OTROS

~~~ ~ ~~ ti:~~-:. -{~~:\ .:-·~r_)~;-


;~~¿~~~: CILINDROS BACTERIANOS
ófc~o OdJo0 ~ ~
CRISTALES DE CARBONATO
DE CALCIO
FOSFATO AMORFO

~\~"'}

CÉLULAS EPITELIALES
~~~~
':~::::;G~ C~?D~S.!E FILAMENTOS DE MOCOS

CRISTALES DE FOSFATO DE CALCIO


,--~- ~).-;J,
. '¿-, 'Q (2'-J !· ~' CILINDRO lOE S
~1> ~ ~~
CRISTALES DE URATO DE AMONIO
CILINDRO PIOGENO Y PIOCITOS
CILINDROS HIALINOS @ 4? ~ ~ ~ e oO..oC'l <b O 0
@.7 ~~ 'bo c~a~&cL:;c 0<:>
oooo0 O~ D

~~RISTAOQ(;o¡clo
GOTAS DE GRASA

;{'~!: ·,'i,,B•
~,;~W~~8::·
O)
t. & ~

'~; CR~t~~C~
CILINDROS HEMÁTICOS URATOS AMORFOS

Y ERITROCITOS

~~
AGUJAS DE TIROSINA
CRISTALES DE CISTINA

® ey}@)@~
~ @ ~ - ~
E SPERMATOZO DES
1
CILINDROS DE CELULAS CRISTALES DE ALMIDÓN ESFERAS DE. LEUCINA
EPITELIALES

Figura 5-1. Examen microscópico del sedimento urinario. (Redibujada según Todd-Sanford-Davidson.)

tiene síntomas de mfección de vías urinarias, piuria y un estudio de mujeres con síntomas de infección de vías
bacteriuria se .i ustifica establecer e1diagnóstico de infec- urinarias (Komaroff, 1084 ), en 61% de quienes tenían
ción e iniciar el tratamiento empírico. Sin embargo, en piuria no hubo crecimiento de bacterias en cultivos de
orina vesical obtenida por sondeo o aspiración suprapú-
bica. Este hecho subraya la inseguridad del análisis de
Cuadro S-1. Método de tinción de Gram orina sólo para el diagnóstico de infecciones de vías
(modificación de Hucker) urinarias y resalta aún más la necesidad de confirmarlo
mediante cultivos bacterianos.
1) Fijar el frotis mediante calor La tuberculosis renal puede causar piuria ácida
2) Cubrir con cristal violeta por un minuto '·estéril'' y debe considerarse en cualquier paciente con
J) Lavar con agua. No secar con papel piuria persistente y resultado negativos en cultivos bac-
4) Cubrir con yoduro de Gram, por un minuto terianos usuales. La tinción específica del sedimento
5) Lavar con agua. No secar con papel urinario para bacterias acidorresistentes (Ziehl-Neelsen)
puede establecer el diagnóstico; sin embargo, los resul-
6) Decolorar durante lO a 30 segundos con agitación
tados serán positivos en el sedimento de muestras aisla-
suave en acetona (30 mL) y alcohol (70 mL)
das sólo en la mitad de los pacientes con tuberculosis
7) Lavar con agua. No secar con papel
renal, en tanto que son positivos en el sedimento de
8) Cubrir durante JO a 3 O segundos con safranina m_uestras de 24 horas en 70 a 80% de estos casos. Puede
(solución a 2.5% en alcohol al 95%) haber Mycobacterium smegmat1s, un microorgamsmo
9) Lavar con agua y dejar secar comensal, en la orina (en particular de varones no
'56 • Urología general de Smith (Capítulo 5)

círcuncidados)ycsposi bleque dé resultados positivos quier sexo o edad, por otra parte asintomático, implica
falsos en tinciones para acidorresistentes. una enfennedad y es indicación para estudios adicio-
La urohtiasis también puede causar piuria . En pa- nales.
cientes con píuría persistente el médico debe pensar en En pacientes con hematuria microscópica, el método
obtener cuando menos una radiografía simple del abdo- de obtención de orina con tres recipientes puede proporcio-
men, y posiblemente un urograrna intravenoso , para nar información sobre el sitio de origen de los eritrocitos.
detenninar si hay urolitiasis. En forma sJmilar, un cuerpo El procedimiento es el siguiente: 1) se proporcionan al
extraño retenido tal como un objeto autointroducido en paciente tres recipientes de vidrio , marcados 1, 2 y 3 (o
la vejiga o un catéter interno olvidado puede ocasionar inicial, medio y terminal) ; 2) se 1ndica al enfermo que
piuria. Una placa simple de rayos X del abdomen deberá orine y guarde la porción inicial ( 1O a 15 mL) en el
mostrar al agresor. primer recipiente, la intermedia (30 a 40 mL) en el se-
Estudios anteriores han sugerido que la presencia gundo y la final (5 a 1OmL) en el tercero; 3) utilizando
de "células briltaotcs" (leucocitos con movimiento los métodos ya descritos se centrifugan las tres mues-
browniano visible de gránulos citoplásmicos) en el sedi- tras en forma mdividual , se preparan los portaobjetos
mento urinario , es patognomónica de piclonefritis; sin con el sedimento urinario (con tinción o sin ella) y se
embargo, las pruebas han demostrado que estas células examinan al microscopio . Si los eritrocitos predominan
no sólo se observan en estos enfermos . en la porción inicial de la muestra s uelen provenir de
3. Eritrocitos: La presencia de incluso unos cuantos eri- la uretra anterior, los de la porción termínal por Jo
trocitos en orina (hematuria) siempre es anormal y re- general son del cuello vesical. o de la uretra posterior y
quiere una investigación adicional. Aunque la hematuria la presencia de cantidades iguales de eritrocitos en los
macroscópica es más alarmante para el enfermo , la tres recipientes, suele indicar que se originan arriba del
microscópica no es menos importante. Entre ias causas cuello vesical (vejiga, uréteres o riñones). Es importante
poco frecuentes de hematuria se incluyen el ejercicio reunir la orina antes del examen físico (en especial de un
extenuante (carreras de largas distancias), el sangrado examen rectal en varones) a fin de evitar resultados
vaginal y la inflamac ión de órganos cercanos o directa- confusos .
mente relacionados con el aparato urinario como diver- Quizá no sean necesarios los tres recipientes en
ticul itis o apendicitis . La hematuria por cistitis o uretritis pacientes con hematuria franca , aunque por lo regular
suele dt-saparccer después de tratar el problema subya- los pacientes informan al médico que parte del chorro
cente. La hematuria persistente en un individuo de cual- contenía la orina más oscura (la mayoría de los glóbulos

..•

. .,./
.) '

~.

(
/

Figura 5-2. Izquierda: Eritrocitos dismóriicos en orina (flechas), vistos con microscopio de luz (aumento, 400x). Derecha:
Eritrocitos dismórficos en orina (mismo campo) observados con microscopio de contraste de fase. (Reproducida con permiso de
Sta me y TA, Kindrachuk RW: Urinary Sediment and Urinalysís· A Practica/ Guide for the Health Professional. Saunders, 1985.)
Exámenes urológicos de laboratorio • 57

rojos). Se ha descrito por Fairley y Birch ( 1982) y por histología anormal (incluyendo grandes núcleos, múlti-
Stamey y Kindrachuk ( 1985) una forma específica de ples nucléolos y aumento de la relación del nucleoplas-
eritrocitos dismórficos que pueden observarse con el ma con el citoplasma), indican un proceso maligno del
microscopio de contraste de fase o mediante el analiza- epitelio urinario (figura 5-3). La tinción del sedimento
dor de partículas, en el sedimento urinario e indican una con azul de metileno, en la forma antes descrita, ayudará
enfermedad glomcrular activa (figura 5-2). Se piensa a observar las células. Quizá se necesite confirmar estos
que este dismorfismo depende de grandes cambios en la hallazgos con un citopatólogo experimentado.
osmolalidad y la concentración elevada de los constitu- 5. Cilindros: Estos elementos se forman en los tubos dis-
yentes químicos urinarios que afectan a los eritrocitos tales y los conductos colectores y, en su mayor parte, no
durante su paso por los túbulos renales. Un observador se ven en el sedimento urinario normal: en consecuencia,
experimentado que examina la morfología de los eri- suelen indicar una afección renal intrínseca.
trocitos, también puede descubrir estas células dis- Aunque se ha considerado que los cilindros de
mórfícas con el microscopio usual si refracta la luz leucocitos sugieren pielonefritis, no son una indicación
adecuadamente. Este dato representa un adelanto impor- absoluta de la misma y no deben utilizarse como criterio
tante en el análisis común de orina y debe ayudar a único para el diagnóstico; hay que diferenciarlos de los
precisar el origen de la hematuria en pacientes con cilindros de células epiteliales, porque estos últimos
hemorragia de causa poco precisa. tienen poca importancia cuando se encuentran en peque-
Los cilindros de eritrocitos se discuten en una sec- ño número. La distinción se facilita si se añade una
ción subsecuente. pequeña cantidad de ácido acético bajo el cubreobjetos,
4. Células epiteliales: La presencia de células epiteliales para aumentar los detalles nucleares. (Nótese que los
escamosas en el sedimento urinario indica contamina- cilindros tienden a reunirse cerca de los bordes del
ción de la muestra a nivel de la uretra distal en varones cubreobjetos.) Los cilindros de leucocitos o células epi-
y del introito en mujeres; no debe dárseles otro signifi- teliales en gran número indican una enfermedad renal
cado. No es raro encontrar células epiteliales transicio- intrínseca subyacente que requiere más estudios diag-
nales en el sedimento urinario normal; sin embargo, si nósticos. En receptores de trasplantes renales, un aumen-
existen en gran número o en grumos y muestran una to del número de células o cilindros epiteliales de los

Figura 5-3. Muestras de citología vesical teñidas con Papanicolaou. A: Células normales (izquierda) y células malignas
(derecha). B: Imagen a gran aumento de células malignas. C: Agrupamiento papilar de células malignas. (Cortesía de Larry
Kluskens, MD, Cytopathology Laboratory, University of lowa.)
túbulos renales puede ser una ind1cación temprana de B. Determinación del sitio de origen
rechazo agudo del injerto. de una infección
Los cilindros hemáticos son patognomónicas de Si el paciente padece una infecc¡ón de vías urinarias pero
glomerulonefritis o de vasculitis subyacentes. no se conoce el sitio de la misma, pueden practicarse prue-
Los cilindros hialinos probablemente representan bas para bactenas recubiertas con anticuerpo. Aunque c~­
una combinación de moco y globu\ina coagulada en los tudios anteriores indicaron que la presencia de estos
túbulos; en pequeño número no tienen importancia. gérmenes en la orina señalaba que el riñón era el s1tio de la
Suelen observarse en muestras de orina después del infección, también pueden encontrarse en !a orina de enfer-
ejercicio y en las concentradas o muy ácidas. Como se mos con vej1ga neurógena, prostatitis o cistitis crónica o
cementó, los cilindros rara vez se observan en orina reincidente. Sin embargo, la prueba puede ser útil para
alcalina y, en consecuencia, no suelen encontrarse en 'Js localizar el sitio de ongen de una bactcri uria reincidente (en
muestras que se dejan en reposo o en las de pacientes particular en mujeres) si las muestras se obtienen por sepa-
que no pueden acidificar la orina (por ejemplo, en etapas rado de la vejiga y ambos uréteres.
avanzadas de la insuficiencia renal crónica). ( Otro método para determinar el sitio de origen de la
Los cilindros granulosos representan más co- ' bacteriuria y piuria se discute más adelante en la sección
múnmente células epiteliales desintegradas, leucocitos sobre examen de la secreción uretral.
o pr~teínas y, en general, indican una infección tubu-
lar renal intrínseca. C. Cultivos bacterianos
6. Otros hallazgos: La prc6encia de cristales en b orina El diagnóstico presuncional de infección bacteriana basado
puede ser útil en algunos casos, pero esto como hecho en el examen microscópico del sedimento urinario debe
aislado no indica una enfermedad. Se forman en qrina confirmarse mediante cultivo.
normal a una temperatura menor de !a ambiente. Los
cristales de cistina, leucina. tiroxina, colesterol, bilírrubina, l. Indicaciones e interpretación: Los cultivos pueden
hematoidina y sulfonamida son hallazgos anormales de ?· utilizarse para estimar el número de bacterias en la orma
importancia variable. En la figura 5-\ se muestran varios
tipos de cristales que pu~den observarse en el examen
! (cultivos cuantitativos), para identificar el microor-
ganismo exacto que está presente y predecir los medica-
microscóptco de sedimento urinario. ' mentas eficaces para el tratamiento de la infección. Los
La presencia de tncomonas o de células de levadura cultivos son en particular importantes en enfermos con
en e! frotis teñido, o sin teii.ir, del sedimento de una infecciones reincidentes o persistentes, con insuficien-
lllucstra de orina obtenida adecuadamente, establece un cia renal o con alergias a medicamentos.
diagnóstico y la necesidad de tratamiento. El número de bacterias en la orina (cuenta de colo-
Quizá sea difícil d ife~enciar: los artefactos presentes ,...nias) depende del método utilizado para obtener la mues-
en la orina de anomalías reales. Con frecuencia se en- tra, del estado de hidratación del paciente y de que esté
cuentran desechos de pequeños trozos de fibras de ve- tomando o no antimicrobianos. Es necesario considerar
getales o de pelo, pero las más comunes son los grúnulos ' estos factores y los síntomas del paciente al determinar
de almidón de los guantes para exploración. si existe o no una infección de las vías urinarias. El
concepto de que este proble_!lu sólo existe cuando la
muestra de orina contiene 10~ o más bacterias por mili-
Bacteriuria
litro no es una regla absoluta~ una cuenta más baja no
·--=excluye la posibilidad de infección, en particular en un
paciente sintomático. Por ejemplo, un enfermo con sín-
A. Examen microscópico 5
Es posible establecer el diagnóstico presunc10nal de infec- tomas y densidad urinaria de 1.O15 y menos de 10 /m L
ción bacteriana basándose en !os resultados del examen colonias en una muestra de orina limpia, puede tener una
5
microscópico del sedimento urinario. El significado de las infección importante; una cifra mayor del 0 /tnL en una
bacterias en el sedimento depende en parte del método muestra obtenida por sondeo o una cuenta mcluso más
utilizado para obtener )a muestra, la densidad de la orina y baja en orina obten ida por aspiración suprapúbica puede
de que se haya teñido o no cJ portaobjetos. Si se encuentran indicar bacteriuria importante. Los cultivos en que se
r varias por campo a gran aumento en una muestra de orina desarrollan múltiples microorganismos suelen indicar
contammación, que puede deberse a un mélodo inade-
obtenida por aspiración suprapúbica o sondeo en una muJer o
en una muestra de varones limpia, de mitad de la micción cuado de obtención o a una técnica de laboratorio defec-
obtenida adecuadamente, es posible establecer un diag- tuosa. La presencia de pocos microorganismos en una
nóstico provisional de infección bacteriana e iniciar el tra- muestra con densidad baja, es más importante que el
tamiento cmpínco. Estos datos deben confirmarse con 1n1smo dato en una muestra con densidad elevada, por-
cultivo bacteriano. La presenc¡a de varias bacterias por que la primera está más diluida. El médico debe consi-
campo a gran aumento en la orina de una mujer tiene poca derar todos estos factores cuando interpreta los
importancia . Si la densidad de la muestra de orina es baja, resultados de los cultivos bacterianos.
la cuenta de bacterias puede ser baja por dilución; si es No siempre es necesario identificar el microorga-
elevada sucede lo contrarío. Es fácil diferenciar y contar nismo específico que causa una infccc1Ón , en particular
las bacterias y d1stinguir los leucocitos de las células epite- en las "usuales" de vías urinarias bajas; sm embargo,
liales transicionalcs cuando se tiñen los portaobjetos con quizá sea importante conocer el germen causal en pa-
azu! de metileno (véase antes). cientes con síntomas y signos reincidentes o persistentes
de mfccción de vías urinarias. Algunas bacterias (por de la impedancia eléctrica, aunque la prueba es menos
ejemplo: nciserias, bruce!as, micobactcrías, anaero- exacta cuando cuenta bacterias.
bios), hongos y levaduras, no crecerán con métodos de Métodos de cultivo confiables comprenden el uso
culttvo comunes y en consecuencia se requieren técnicas de pequeñas tiras o portaobjetos de cristal cubiertos con
especiales. un agar de eosina-azul de metileno por un lado y un agar
Quizá sea necesario o no, tdentificar la sensibilidad nutritivo por el otro. Las tiras o los portaobjetos se
bacteriana a medicamentos. Escherichia colL, que causa sumergen en la muestra de orina y se incuban 24 horas.
85% de las •nfecciones "usuales" de vías urinarias, es Estos métodos son sencillos, sus desventajas son que:
sensible a muchos antimicrobianos orales. Sin embargo, 1) no todas las bacterias crecerán en estas condiciones y
en pacientes con septicemia, insuficiencia renal, diabe- 2) es discutible la precisión de las cuentas de colonias.
tes sacarma o posibles infecciones por enterococos, Quizá sea preferible para el consultorio del médico
Proteus o Pseudomonas, es importante determmar la (pero aún sujeto a algunas de las mismas limitaciones)
sensibilidad del microorganismo a los antibióticos y utilizar para cultivo una caja de Petri de plástico dividida
la concentración neccsana del medicamento en la orina con agar sangre en un lado y agar desoxicolato en
para un tratamiento eficaz sin efectos secundarios im- el otro. Se siembra una cantidad conocida de orina en el
portantes. Quizá esté indicado vigilar durante la terapéu- agar en ambos lados de la placa y se cuentan las colonias
tica bs concentraciones del antibiótico en sangre y orina, a las 24 y 48 horas. El número de bacterias en 1 mL de
en cspec1al en pacientes muy graves y en quienes recibel) la muestra original de orina se determina multiplicando
medtcamentos muy tóxicos. Estas determinaciones pue- el número de colonias por el volumen (en mililitros) y la
den practicarsc en la mayor parte de los laboratorios de dilución (si hubo alguna) del inóculo. Si también se
hospitales. desean estudios de sensibilidad a los antib)óticos, puede
2. Pruebas rápidas para bacteriuria: En general, en pa- sembrarse otra caja de Petri para cultivo y colocarse en
ci~ntcs con infecciones de vías urinarias hospitalizados el agar pequeños discos impregnados con el antibiótico.
o muy graves, los cultivos deben efectuarse en un labo- Las zonas de inhibición del crecimiento alrededor de los
ratorio de bacteriología acreditado. Sin embargo, para discos a las 12 a 24 horas indican sensibilidad. Estos
las infecciones "usuales" que se encuentran en el con- métodos son satisfactorios para la mayoría de los pacien-
sultorio, hay muchos métodos satisfactorios, eftcaces tes que se atienden en consultorio, aunque es posible
para el costo. que con algunos microorganismos (véase antes) se ne-
Los métodos rápidos para detectar bacterias inclu- cesiten medios o condiciones específicas para su creci-
yen sistemas independientes del crecimiento y sistemas miento.
dependientes del crecimiento. Algunos de los segundos 3. Cultivos para tuberculosis: Los frotis de orina teñidos
cst_án disponibles. Uno mide la turbidez de la orina para bacilos acidorresistentes (tinción de Ziehi-Neelsen 1

incubándola en un caldo de cultivo por algunas horas. Se en un laboratorio) pueden proporcionar pruebas que
pueden determinar resultados positivos en un periodo apoyen el diagnóstico de tuberculosis renal. Sin embar-
corto de cuatro horas; sin embargo, se requieren 12 horas go, sin inwortar el resultado del frotis, si se sospecha este
de crecimiento antes de determinar que la prueba es padecimiento hay que practicar múltiples cultjvos de
negativa. Otro sistema dependiente del crecimiento se orina para confirmar la presencia de Mycobacterium y
basa en la medición de la conducción eléctrica; no obs- determinar su especie. En fecha reciente se ha encontra-
tante, esta prueba tiene un índice alto de resultados do que esta afección puede ser causada por numerosas
negativos falsos. Una sola prueba de detección incluye micobactcrias atípicas. Ya que no siempre son sensibles
la prueba de estcrasa de leucocitos y la prueba de nitrito. a los antituberculosos de uso común, también puede
La prueba de esterasa de leucocitos está diseñada para estar indicado hacer pruebas de sensibilidad. Como los
detectar piuria, mientras que la prueba de reductasa de métodos de cultivo de orina para micobacterias varían
n1trato depende de la presencia de bacterias en la orina de un laboratorio a otro, el médico debe consultar al
que puedan reducir nitrato en nitrito. Con el fin de mismo con anterioridad. Las micobacterias crecen len-
ampliar las probabilidades de identificar una infección tamente; en consecuencia para los resultados del cultivo
de vías urinarias, se combinaron estas dos pruebas en quizá se requieran de 6 a 8 semanas, o más tiempo.
una sola tira en la cual cada una o ambas pueden ser
positivas. Otras pruebas de orina
Una prueba de detección independiente del creci-
miento es un sistema automatizado de microscopia con Muchas otras pruebas de orina pueden ser útiles para deter-
tinción de acridina naranja. Este sistema es muy sensible minar 1a presencia de enfermedades urológicas. Las si-
e identifica infecciones de vías urinarias, aunque tiene guientes no son usuales y rara vez pueden practicarse en el
un alto índice de resultados negativos falsos y es costoso. consultorio del médico.
Otra prueba atrapa leucocitos y bacterias en un filtro,
entonces se aplica una tinción al filtro y el cambio de A. Estudios de hormonas
color indica la infección de vías urinarias. Este sistema es Las pruebas para anomalías de la secreción de hormonás
muy rápido; sin embargo, el filtro es propenso a taparse suprarrenales son Importantes en el estudio de pacientes con
y la orina pigmentada puede interferir con la valoración posi~les tumores de estas glándulas. El feocromocitoma y
colorimétrica final. Las partículas en la orina (que inclu- el neuroblastoma suelen descubrirse valorando la excreciÓn
yen leucocitos y bacterias) pueden contarse por medio de ácido vainillilmandélico (AVM). Sin embargo, los valo-
60 • Urología general de Smith (Capítulo 5)

res urinarios de metanefrína, adrenalina y noradrenalina son cuadas para deter01inar el sitio de orígen de bacteiurias o
indicadores más sensibles, en particular en casos de feocro- piurias. Se marcan cuatro recipientes estériles: VE¡, VE2,
mocitoma. En tanto que las concentraciones altas de aldos- SPE y VE3 (VE =orina vesical eliminada; SPE = secrecio-
terona en orina suelen indicar un tumor que secreta esta nes prostáticas exprimidas). Se pide al paciente que retraiga
hormona, la interferencia por medicamentos puede dar lu- su prepucio y asee el meato con cloruro de benzalconio o
gar a resultados falsos ya sean positivos o negativos. Es hexaclorofeno y recolecte las muestras de orina, tapando los
posible descubrir otros tumores suprarrenocorticales por la recipientes inmediatamente después. Los 1O a 15 mL inicta-
presencia de valores elevados de 17-cetosteroides en orina, les se guardan en VEt y los siguientes 15 a 30 mL en VE2 . En
aunque hoy en día se dispone de pruebas más específicas seguida se da masaje prostático y se obt1enen las secreciones
para estas sustancias. Antes, las determinaciones de las en el recipiente SPE. A continuación el paciente orina por
concentraciones urinarias de gonadotropinas eran útiles última vez, en e] VE3. Se centrifuga una alícuota de cada
para la clasificación de la etapa y para la vigilancia de frasco y se prepara el sedimento para examen microscópico
pacientes con tumores testiculares o trofoblásticos gestacio- en la forma descrita. Se guarda una alicuota separada de
nales, pero en la mayoría de estos enfermos los estudios cada muestra VE y de SPE para cultivo subsiguiente, si esto
urinarios han sido sustituidos (véase Examen de sangre, es necesario . La presencia de leucocitos, o de bacterias (o
suero y plasma, más adelante) por los de marcadores séricos, ambos) sólo en VE 1 sugieren uretritis anterior; si se encuen-
alfa-fetoproteína y subunidad beta de hCG (gonadotropina tran en las tres muestras VE, pueden deberse a cistitis o a
coriónica humana) . infección de vías urinarias altas; si están presentes única-
mente en SPE o VE3 únicamente, indicarán que la infec-
B. Estudios de constituyentes de cálculos ción proviene de la próstata. Los cultivos cuantitativos
Los pacientes con urolitiasis reincidente pueden tener una pueden interpretarse en forma similar. Los pacientes con
anomalía subyacente de la excreción de calcio, ácido úrico, resultados positivos deben tratase con los antimicrobianos
oxalato, magnesio o citrato. Es posible estudiar muestras de adecuados.
orina de 24 horas para determinar las concentraciones anor- Si el paciente se presenta con el exudado amarillento
malmente altas de estos elementos. Algunos pacientes pue- viscoso típico de infección por N gonorrhoeae, el exu-
den tener valores urinarios elevados de cistina. La prueba dado debe teñirse con Gram y examinarse en busca de
de la nitroprusida, un estudio de selección cualitativo sen- diplococos intracelulares gramnegativos. Es importante
cillo para cistina, puede indicar la necesidad de cuantificar recordar que las bacterias comensales en el esmegma
sus concentraciones en muestras de orina a horas programa- pueden producir resultados positivos falsos. No obs-
das . Siempre que se observa un cálculo se recomienda un tante, en pacientes con resultados positivos hay que
análisis formal del-mismo. iniciar de inmediato el tratamiento, sin retrasarlo hasta
que se disponga de los resultados de cultivos para confir-
C. Estudios diversos mación. Una prueba de mancha para N gonorrhoeae
Las pruebas para valores urinarios de deshidrogenasa Jáctica (Gonodecten) al parecer es útil (Fellman y William,
(LDH), antígeno carcinoembrinario (ACE) y otros marca- 1982), pero no se ha precisado por completo su
dores de tumores (capitulas 20 y 23) no son específicas y exactitud ; en consecuencia, aún se recomienda confir-
en consecuencia no suelen ser útiles. En fecha reciente se mar los resultados mediante el cultivo convencional del
ha descrito la determinación de los valores urinarios de exudado.
hidroxiprolina como prueba útil para establecer metástasis Si el exudado uretral es transparente o blancuzco, se
óseas y la eficacia del tratamiento en pacientes con adcno- hace un frotis con el obtenido por expresión de la uretra o
carcinoma prostático avanzado. En enfermos con posible de VE¡ y se tiñe con azul de mctíleno o Gram y se examina
fístula de vías urinarias e intestino (por ejemplo: cáncer de al microscopio. La presencia de trícomonas, células de
colon, en la diverticu\itis, en la ileítis regional), el cambio levadura o bacterias en muestras que se han recolectado
de coloración de la orina después de ingerir un colorante mediante el procedimiento adecuado, mdica una afección
que se absorbe mal, como el rojo fcnol, confirmará el que requiere tratamiento apropiado.
diagnóstico. En una prueba igualmente satisfactoria para En casos de epididimitis aguda, el análisis y cultivo de
fístulas, el paciente ingiere cápsulas de ~-=latina con ca(bón orina suelen ser útiles para establecer la causa. Bergery cols.
en gránulos y envía una muestra de orina varios días des- ( 1978), demostraron que la epididimitis es causada más
pués; si existe una fístula, el examen del sedimento urinario comúnmente por especies de Ch larnydia en varones jóvenes
centrifugado mostrará los clásicos gránulos negros . y por E. coli en mayores de 35 años. El cultivo de clamidias
toma tiempo y es caro. Aunque se dispone de un rápido
método de inmunofiuorescencia para identificar Chlamydia
EXAMEN DE EXUDADOS URETRAL suele ser mejor iniciar el tratamiento basándose en la edad
Y VAGINAL del paciente y guiándose por los resultados clínicos.
El diagnóstico de cualquier enfermedad de transmisión
Exudado uretral sexual debe aumentar la sospecha de síndrome de inmuno-
deficiencia adquirida (SIDA). Un estudio de Hart (1991)
El examen del exudado uretral en varones puede ser parti- demuestra que a muchos pacientes que padecieron clínica-
cularmente útil para establecer el diagnóstico. El proce- mente una enfermedad de transmisión sexual no se les
dimiento siguiente (diseñado por Stamey y otros; véase ordenó una prueba para detectar infección por VI H. Encon-
Stamey, 1980), aunque molesto, proporciona muestras ade- tró que el equipo médico no proporcionó educación e instó
Exámenes urológicos de laboratorio e 61

a que todos estos pacientes se hicieran la prueba para VIH, Depuración de creatinina endógena
44% de los pacientes diagnosticados con VIH pudieron
haberse perdido. Como la producción de creatinina es estable y se filtra a
través del glomérulo (aunque probablemente se secreta una
Exudado vaginal pequeña cantidad), su depuración renal equivale en esencia
al índice de filtración glomerular. En consecuencia, la prue-
En la valoración de síntomas de vías urinarias bajas en ba de depuración de creatinina endógena se ha constituido
mujeres es esencial examinar el introito vaginal. La causa en la determinación disponible más segura y precisa de la
subyacente de una vaginitis con frecuencia se debe a una función renal, sin necesidad de recurrir a la vcnoclisis de
infección ya sea viral, o por levaduras; a una infestación por sustancias exógenas, como insulina o radionúclidos. Sólo
protozoarios o por la presencia de un cuerpo extraño se requiere una muestra programada de orina (por lo general
(por ejemplo, tampón retenido) y quizá sólo se requiera un de 24 horas) y una de suero. La depuración se calcula como
examen físico sencillo para establecer el diagnóstico. s1gue:
Las secreciones vaginales obtenidas con un hisopo
pueden examinarse con tinción o sin ella. En un portaobjetos
Depuración -
ov
p
se añade una gota de solución salina a otra de la muestra, se
mezclan muy bien y se tapan con un cubreobjetos. El
donde;
examen a poco o gran aumento puede mostrar células de
levadura o tricomonas, sugiriendo así el tratamiento adecua-
do. Como en la vagina siempre hay bacterias, su presencia O = creatinina en orina (en mg/dl)
en un frotis en fresco no suele ser un dato importante. El
cultivo de secreciones vaginales puede ayudar a establecer P creatinina en plasma (en mg/dl)
la causa de la bacteriuria reincidente.
V ml de orina depurada por
minuto o en 24 horas

PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL La depuración resultante se expresa en mililitros por minuto


y la cifra normal es de 90 a 11 O mL/minuto.
Si se sospecha una enfermedad urológica, los resultados de Como la masa muscular difiere entre los individuos, se
las pruebas de función renal pueden proporcionar indicios ha logrado una estandarización adicional utilizando la si-
ci;agnósticos, ayudar a determinar los estudios que deben guiente fórmula:
practicarse o evitarse y a seleccionar las alternativas
terapéuticas. OV x - - - - -
1.73 m
2
- -------
p Área de superficie estimada
Densidad de la orina
= Eliminación corregida
Como se comentó, la densidad es una prueba sencilla y
reproducible de función renal. Cuando disminuye, se reduce Se considera normal un valor de depuración corregida de
progresivamente la capacidad de los riñones para concentrar 70 a 140 mL/minuto. ·
la orina hasta que la densidad llega a valores de 1.006 a Aunque la depuración de creatinina es muy confia-
1.01 O. Sin embargo, la capacidad para diluirla tiende a con- ble para estimar la función renal, los valores pueden ser
servarse hasta que el daño renal es muy grave. Incluso en la bajos falsos, en particular si sólo se obtiene una parte de la
uremia, a pesar de que el poder de concentración de los orina durante el periodo programado o si no se toma al
üñones se limita a una densidad de 1.01 O, puede encontrarse mismo tiempo la muestra de suero.
todavía una capacidad de dilución entre 1.002 a 1.004. Sin
duda, la osmolalidad urinaria es un parámetro más impor-
Nitrógeno de la urea sanguínea (BUN)
tante de la función renal, pero la valoración de la densidad
permite en sí un diagnóstico en el consultorio. La urea es el principal metabolito del catabolismo de las
proteínas y se excreta completamente por los riñones. En
Creatinina sérica consecuencia, el valor del nitrógeno de la urea sanguínea se
relaciona con el índice de filtración glomerular. Sin em-
La creati1:ina, el producto final del metabolismo de la bargo, a diferencia de la creatinina, depende de ingestión
creatina en músculo esquelético, se excreta normalmente dietética de proteínas, hidratación y la presencia de hemo-
por los riñones. Como la producción diaria de creatinina es rragias gastrointestinales. Es necesario que se pierdan unos
muy constante, los valores séricos indican directamente la dos tercios de la func1ón renal antes que se observe un
función renal; permanecerán dentro de los límites normales aumento importante del valor del nitrógeno de la urea
(0.8 a 1.2 mg/dL en adultos; 0.4 a 0.8 mg/dL en niños sanguínea. Por estas razones, cuando está elevada el dato es
pequeños) hasta que se ha perdido un 50% de la función menos específico de insuficiencia renal que el aumento de
renal. A d ifcrcncia· de la mayor parte de los otros productos la creatinina sérica. Sin embargo, la relación del nitrógeno
de excreción, los valores de la creatinina sérica no suelen de la urea sanguínea con la creatinina (BUN:Cr) puede
modificarse por la dieta o por el estado de hidratación. proporcionar información diagnóstica específica. Esta re-
]ación normalmente es de 10: 1; en pacientes deshidratados Estudios de enzimas
o en quienes padecen obstrucción urmaria b1latera 1 o ex-
travasación de orina, la proporción puede variar de 20: 1 La fosfatasa ácida sérica es aún el marcador más útil de
a 40:1; en cnfcnnos con insuficiencia hepática avanzada o cáncer prostático y por lo general significa una enfermedad
en casos de hidratación excesiva el valor del nitrógeno de la metastásica cuando los valores están elevados en forma
urca sanguínea y su relación con la creatinina pueden ser constante e importante(> 1.5 x normal). Las pruebas enzi-
más bajos de lo normal. Los pacientes con insuficiencia máticas (en particular el método de monofosfato de
renal pueden tener valores muy altos de nitrógeno de la urea tirnoftalcína) son muy confiables, aunque una infección
sanguínea, que pueden controlar en parte disminuyendo las prostática, un masaje prostático reciente o la hemólisis
proteínas de la d1cta. pueden dar resultados positivos falsos. Los radlOinmunoa-
nálisis son más sensibles, pero no se ha demostrado que
tengan alguna ventaja importante sobre los métodos enzi-
máticos. El antígeno específico de próstata (APE) ha surgi-
EXAMEN DE SANGRE, SUERO Y PLASMA do como un marcador de suma importancia en cáncer de
próstata. El APEes específico para la próstata, pero inespe-
Ya se comentaron algunas de las pruebas en suero y sangre cífico para el cáncer. La elevación en suero> lO mg/1 00 mL
de utilidad diagnóstica en urología. Las sJgUJcntes también se correlaciona con cáncer prostático, no obstante, los valo-
se aplican a enfermedades urológicas. res séricos no son útiles para detectar o determinar etapas;
tiene mayor utilidad como indicador de la cf1cacia del
tratamiento (desciende a "cero" luego de extirpar el órgano
Biometría hemática completa afectado por el cáncer) y de la reincidencia temprana (su
presencia antecede a cualquier otra evidencia clínica de
En la insuficicncm renal crónica es frecuente observar ane- tumor, cuando menos seis meses o más). La fosfatasa alca-
mia norrnocítica normocrómica. La. pérdida crónica de san- lina es útil como indicador de metástasis ósea en el cáncer
gre por hcmatur.a m1croscópica no suele ser suficiente para prostático.
causar anemia, aunque, c1ertamente la hematuria macroscó-
pica si puede originarla. Un aumento específico del número Estudios de hormonas
de eritrocitos, manifestado por valores elevados de la hemo-
globina y el hematócrito ( eritrocitosis, no policitemia), pue- Los estudios de hormona paratiroidea sérica son útiles para
de mdicar un síndrome paraneoplásico relacionado con un determinar la presenc1a de un adenoma de la paratiroides en
cáncer de células renales. La cuenta de leucocitos no suele pacientes con urolitiasis y valores elevados de calcio
ser especifica, aunque los aumentos considerables qutzá sérico. Sin embargo su determinación única no es segura
indiquen una leucemia subyacente como causa de los sínto- como prueba de selección para adenoma paratiroideo
mas urológicos; en estos casos, está indicado hacer más y no debe utilizarse sistemáticamente en todos los
pruebas para determinar el diagnóstico específico antes de pacientes con urolitiasis. En enfermos con hipertensión
cualquier cirugía uro lógica. renal pueden estar aumentados los valores séricos de la
renina, aunque es posible que muchos trastornos causen
Estudios de coagulación sanguínea resultados positivos falsos. Los estudios de hormonas estc-
roidcs suprarrenales (por ejemplo: aldosterona, cortisol,
adrenalina, noradrcnalina) son útiles para determinar la
Por lo general no se requiere, a menos que se sospeche un
función suprarrenal y la presencia de tumores de estas
trastorno insidioso, como enfermedad de von Willebrancl
glándulas. Las determinaciones de los valores séricos de la
existencia de afección hcpMica o sensibilJdad a la ingestión
subunidad beta de la hCG y de la a-fctoproteína son indis-
de sallcdatos en pacientes con hematuria inexplicable. Suele
pensables para establecer la etapa del desarrollo y en la
bastar una determinación de los tiempos de protrombina
v1g!lancia del trata1mcnto de tumores testiculares. Uno de
y sangrado (y quizá del t1 empo parcial de trom bop las-
estos marcadores suele estar elevado en 85% de pacientes
tina). En pacientes que reciben quimiOterapia y en quienes
con tumores testiculares no seminomatosos y puede prede-
se han radiado extensamente, es importante la cuantifica-
cir la recrudescencia del tumor varios meses antes que la
ción de plaquetas.
enfermedad se manifieste clínicamente. Los estudios de
tcstosterona en suero pueden ayudar a establecer la causa
Estudio de electrólitos de la impotencia o de la esterilidad.

Quizá está indicado determinar el sodio y el potasio en suero Otros estudios


en pacientes que toman diuréticos o d1gitálicos o en quienes
::;e han sometido en fecha reciente a prostatcctomía transu- Valores elevados de glucosa en plasma en ayuno en pacien-
rctraL Las determinaciones del calcio sérico son Lltilcs en tes con enfermedad urológica, pueden establecer el diagnós-
enfermos con urolitiasís por calcio y los valores elevados tico de diabetes sacarina y en consecuencia indicar un
ind1can en ocasiones un síndrome paraneoplásico en pacien- pos1ble origen en los casos de msuficicncla renaL disfun-
tes con cáncer de células renales. Hay que medir en forma ción neurovesical, impotencia o infección reincidente de
simultánea los valores de};:¡ albúmina sérica y del calcio, a vías unnarias. Los valores séricos del ácido únco suelen
fin de valorar adecuadamente la importancia del último. estar elevados en pacientes con cálculos de ácido úrico. Es
Exámenes urológicos de laboratorio • 63

Cuadro 5-2. Valores de laboratorio que no Cuadro S-3. Valores de laboratorio que
cambian con la edad cambian con la edad
Pruebas funcionales hepáticas Determinación Magnitud del cambio
Bilirrubina sérica Fosfatasa alcalina Aumenta en un 20% entre la tercera
AST y octava décadas de la vida
ALT
GGTP Pruebas bioquímicas
Albúmina sérica Disminuye ligeramente
Pruebas de coagulación
Ácido úrico Aumenta ligeramente
Pruebas bioquímicas Colesterol total Aumenta de 30 a 40 mg/dL a los
Electrólitos totales 55 años en la mujer y a los 60 en
Calcio el hombre
Fósforo Colesterol HLD Aumenta en 30% en los hombres;
Folato sérico disminuye el 30% en las mujeres
Pruebas de sangre arterial Triglicéridos Aumenta un 30% en los hombres
pH y 50% en mujeres
PaC02 812sérica Ligera disminución
Pruebas de función renal Magnesio sérico Disminuye en 15% entre la tercera
Creatinina sérica y octava décadas de la vida
Pruebas de función tiroidea Disminuye en 25% entre la tercera
T4 y octava décadas de la vida
2
Biometría hemática completa Depuración de Disminuyen 1OmL/min/1.73 1n /
Hcmatócrito creatinina década
Hemoglpbina Pruebas de función
Índices de eritrocitos tiroidea
Cuenta de plaquetas Es posible un descenso ligero
T3
AST- Aspartato ammotransferasa; ALf= alanina aminotranslc- TSJ-1 Es posible un incremento ligero
rasa ; GGTP= gamma g'lütamillransfc rasa .
Pruebas de tolerancia
a la glucosa
Glucemia en ayuno Incremento mínimo (dentro del
posible que los valores elevados del complemento sérico rango normal)
sean útiles en el diagnóstico de una glomerulopatía subya- Glucemia pospran- Incrementa en 1O mg/dL/década,
cente. dial l h después de los 30 años
Las enfermedades urológicas rara vez se limitan a los
órganos urinarios y pueden causar enfermedades en otros Glucemia Se incrementa hasta 100 más la
sistemas o depender de ellas. posprandial 2 h edad, después de los 40 años
Fórmula blanca Disminuye
HLD= Llpoprote[na de alta densidad; TSH= hormona estimulante
de la tiroides .
VALORES DE LABORATORIO EN
PACIENTES DE EDAD AVANZADA

Con el fin de ser precisos en el diagnóstico y tratamiento de


pacientes geriátricos, los médicos deben entender los 5-2). Los valores de laboratorio que cambian con la edad
efectos de la edad en los valores "normales" de los análisis del paciente incluyen: depuración de creatinina, fosfatasa
de laboratorio. Está claro que los valores de algunas pruebas alcalina, ácido úrico y colesterol (cuadro 5-3).
cambian con la edad del paciente, otros permanecen Otros t~1ctorcs que dificultan la interpretación de los
Jgual, y aún se desconocen en otros más los efectos de la datos que aportan los exámenes de laboratorio son: las
edad. Entre otros, los valores de los análisis de laboratorio enfermedades atípicas, las enfermedades múltiples con-
que no cambmn con J;.t edad incluyen: la biomctría hemática, currentes y el uso de medicamentos, incluso los no pres-
electrólitos séricos y pruebas funcionales hepáticas ·(cuadro critos por un médico . •

REFERENCIAS
Abuelo JG: Protcinuria: Diagnostic principies and proccdures.A1m Baum N, Dichoso CC, Carlton CE Jr: Blood urea nitrogcn and
fnlern Med l 983;98: 186 scrum creatininc: Physiology and interpretations. Uro!ogy
Adams U: Evaluation of A111es Multistjx-SG for urinc spcci f¡c . J 975 ;5 :583 .
gravity versus rcrracwmeter specific gravity. Am J Clin Pathof Beq~cr RE ct al.: Ch/amydia trachomatJs a~ a cause of acute "idi-
19l:U ,80 :R71. opathic" epididymitis. N Eng{ J MeJ 1978;298:30 l .
6
Imágenes de vías uri.narias
Hedvín Hricak, MD, PhD y Scott White, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

En la última década, el campo del diagnóstico radiológico . _técnicas urorradiológicas. Los estudios básicos más uti-
ha sufrido cambios twscendentales con la introducción de -lizados son: la radiografia simple de abdomen , urogramas
comp!Jcadas técnicas digitalizadas transeccionales. Los intravenosos, cistourctrogramas, uretrogramas y angiogramas .
procedimientos urorradiológicos se han benef1ciado de es- Estos estudios y su realce por medio de sustracción radio-
tos avances y la imagenología ·de vías urinarias es ahora más gráfica digital se describen por separado en las siguientes
precisa, con nuevos procedimientos que ofrecen una gran
cantidad de opciones. La ultrasonografía, la tomografía
computadorizada (TC), y las imágenes por resonancia mag-
1 secciones.

Equipo básico y técnicas


nética ( IRM) son modalidades dependientes de una compu-
tadora que permiten un mayor contraste en la resolución en
Jos tejidos blandos, en comparación a la radiografía conven- A. Equipo
cional con métodos no invasivos y representan un avance 1. Radiología: Las necesidades básicas para radiología son
significativo en casi todos los campos de la disciplina. un generador eléctrico de alto voltaje, un tubo de rayos
También han cambiado los enfoques diagnósticos familia- X, un colimador, películas para rayos X y algún tipo de
res al urólogo durante muchos años y se han generado soporte para las placas. En la práctica, estos últimos se
nuevos algoritmos para proceder en los estudios de diagnós- encuentran en una diversidad de soportes verticales, para
tico por imágenes. Sin embargo, la elección óptima del mesas y cambiadores rápidos de placas.
procedimiento depende mucho del equipo y del talento 2. Radiografía-tluoroscopia (RF): Las modernas unida-
profesional disponible. Como resultado de esto, la urorra- des radiológicas son mucho más seguras gue las anti-
diología en una rama de la imagenología muy estimulante, guas; se requiere menos radiación y muchas de ellas
que tiene avances de manera continua y es indispensable en cuentan con equipo para radiografía y para tluoroscopia,
el diagnóstico y el tratamiento de pacientes con trastornos las unidades RF que combinan un intensificador electró-
uro lógicos. nico de imágenes y un sistema de televisión son esencia-
les en los modernos departamentos de diagnóstico
radiológico. Es posible el registro digital de imágenes,
pero no se ha generalizado su empleo. Sin duda será el
RADIOGRAFÍA siguiente gran avance y permitirá crear archivos digitales
y la recuperación aleatoria inmediata de imágenes.
Los rayos X son ondas electromagnéticas generadas por la 3. Intensificación de Ia imagen: Los intensificadores de
energía de Jos fotones, que se encuentran entre los rayos la imagen radiológica comenzaron a utilizarse hace unos
gamma y las radiaciones ultravioleta en el espectro electro~ 40 años y hoy en día son componentes estándar de los
magnético. En radiología se utiliza el hecho de que todas las sistemas RF. Los intensifícadores de imagen aumentan
sustancias y tejidos difieren en cuanto a su capacidad para electrónicamente la imagen radioscópica que de ordina-
absorber Jos rayos X que pasan por ellos. Con frecuencia se rio es poco clara. Se pueden acoplar a cámaras de tele-
emplea un medio radiopaco para aumentar el contraste entre visión de modo que éstas puedan grabar y transmitir a
los tejidos blandos y lograr radiografías que suministran monitores de televisión convenientemente instalados sea
mayor información.· en la sala de rayos X o en otro sitio del departamento.
Aunque las nuevas técnicas de imagenología reem- 4. Registro de imágenes: Además de registrar imágenes
plazan a las radiografías en el diagnóstico de algunos pro- radiográficas convencionales mediante películas e inten-
blemas, las radiografías aún son esenciales para muchos sificador de pantalla, el intensificador de imagen tam-
trastornos urológicos; por tanto, el urólogo debe estar bién captura imágenes estáticas y dinámicas mediante
familiarizado con .el equipo habitual de rayos X y con las acoplamiento óptico a la cámara. Se puede usar una

67
68 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

cámara de cine de 35 mm para filmar imágenes con mo. Sin embargo, puede haber reacciones cardiopulmona-
a
ti~mpo real, pero a costa de exponer al paciente mucha rcs y anafilácticas con poca o ninguna advertencia y poner
rriayor radiación en comparación con la tluoroscopia en peligro la vida o causar la muerte. Según diversos infor-
convencional. Un método alternativo y que se utiliza con mes, la mortalidad por inyección intravascular de medios de
mayor frecuencia, es captar la señal de video por medio contraste varía de 2 por 1O000 a 1 por 70 000 y las publi-
de una cámara de televisión que puede grabar y regresar caciones más recientes indican que es de alrededor de 1 por
las imágenes en tiempo real. Las placas convencionales cuarenta mil.
de cuadro se pueden sustituir por una cámara de 105 mm En personas con antecedentes de alergias, la frecuencia
acóplada al intensificador. Estas cámaras reducen casi a de reacciones a medios de contraste intravenosos es un poco
la qumta parte la radiación que recibe el paciente com- más alta. No hay un método preciso y seguro para determi-
parada con la que se aplica al tomar placas convencio- nar en los pacientes una posible reacción adversa. En
nales y se logran imágenes a una tasa de velocidad de consecuencia, es necesario valorar de antemano y cuidado-
cuatro veces más rápido. samente los riesgos y beneficios del empleo de medios de
contraste urográficos intravasculares, en cada paciente .
.fj. Preparación del paciente Los medios de contraste no iónicos, recién desarrolla-
Ya no se considera necesario deshidratar a los pacientes en dos, han producido menos reacciones adversas que los
preparación para una urografía intravenosa (UJV). En ver- agentes de contraste intravascularcs iónicos de osmolaridad
dad, la deshidratación se evitará en los niños, los pacientes más elevada que se utilizan hoy en día de manera general.
delJilitados y de edad avanzada y en los pacientes con Aunque mucho más caros que estos últimos, los nuevos
diabetes sacarina, insuficiencia renal, mieloma múltiple o
agentes no iónicos se están utilizando cada vez más, en
hcperuricemia. particular, en pacientes con reacciones previas importantes,
Por otra parte, es muy aconsejable el aseo preliá·Jinar
a los agentes de contraste iónicos convencionales, o en
del intestino, aul'lque en menores de 1O años no suele
enfermos con antecedentes comprobados de alergia. En al-
necesitarse preparación mtestinal alguna para Ul V La pre-
gunos departamentos de radiología se utilizan de manera
paración del intestino para un urograma no debe ser menos
escrup~.ilo~-a que la necesaria para un examen de colon con
exclusiva.
enema de bario. Hay muchas formas para lograr una buena El tratamiento de reacciones adversas incluye la admi-
preparación del intestino y su elección puede depender de nistración de antihistamínicos, adrenalina, expansores del
la preferencia individuaL

C. Medios de contraste urográficos


Un concepto importante que se ha explotado ampliamente
en radiología diagnóstica es la posibilidad de obtener imá-
genes radiológicas con contraste preciso y fácilmente sepa-
rables diferenciando los tejidos y estructuras corporales con
sustanci;s cuya radioabsorción es muy diferente.
,,.-· Las preparaciones de yodo hidrosoluble pueden admi-
nistrarse por diferentes vías, incluyendo la intravascular, y
1 se emplean para estudiar algunos de los sistemas del orga-
1 nismo. Un avance significativo en relación a medios de
contraste hidrosolubles es la introducción de compuestos
-'< orgánicos yodados de baja osmolaridad (no iónicos). Los

efectos colaterales menos molestos que resultan de esta


administración IV se reducen de manera significativa, pero
aún no está claro si la tasa de mortalidad del procedimiento
( 1:40 000 a 80 000) disminuye en concordancia. Debido a
la reducción evidente de complicaciones leves y moderadas
cuando se emplean medios de contraste no iónicos, éstos se
han convertido en el medio preferido para administración
intravenosa en rnuchos departamentos de radiología, pero
se incrementa mucho el costo de los estudios.

D. Reacciones adversas a medios


de contraste urográficos
Todos los procedimientos en que se utilizan medios de
contraste intravasculares implican un riesgo pequeño pero
definido de reacciones adversas. Su frecuencia global es de Figura 6-1. Radiografía simple normal del abdomen (RUV).
5 por ciento. Placa representativa, calidad técnica usual y preparación
La mayor parte de las reacciones son. leves, por ejem- intestinal promedio del paciente. Los riñones están poco
plo: náuseas,. vómitos, ronchas, exantema o eritema y no delineados por la pequeña cantidad de grasa perinéfrica.
suelen requerir tratamiento, aparte de tranquilizar al cnfer- Varón delgado sano, de 22 años, con dolor de espalda.
volumen vascular, medicamentos cardiopulmonares y, en su intensivos. Como hay un gran número de especialistas en-
caso, los procedinm:ntos terapéuticos auxiliares indicados trenados exclusivamente en radiología, su empleo no se
según la naturaleza y gravedad de la reacción. limita a grandes centros médicos. La principal desventaja'
En algunos casos, las técnicas de imagen que no re- de las imágenes radiológicas es la radiación ionizante y que
quieren medios de contraste son inadecuadas y es absoluta- el contraste en la resolución de los tejidos blandos es relati-
mente necesario utilizar en el examen medios de contraste vamente modesta . En la placa simple sólo se detectan calci-
mtravasculares, aunque el paciente tenga antecedentes de ficaciones, anomalías óseas y las masas grandes de tejido
reacción intensa a dichos medíos. En estos enfermos se han blando. La valoración del estado de las vías urinarias casi
ut1lizado glucocorticoidcs para tratar de evitar la reaparición siempre requiere de opacarlos utilizando un medio de con-
de la reacción indeseable. No siempre se tiene éxito con traste yodado.
estas medidas preventivas y es crucial la decisión respecto
a la urgencia de efectuar el procedimiento.
1. RADIOGRAFÍA SIMPLE DEL ABDOMEN
Ventajas y desventajas (Figuras 6-1 a 6-4)

Las radiografías producen imágenes anatómicas excelentes_ Una radiografía simple del abdomen, llamada con frecuen-
de casi cualquier parte del cuerpo. Los costos del equipo y 1 cia placa RUV (riñón-uréter-vejiga) es el estudio urorradio-
los exámenes son moderados en comparación con los de 1 lógico más sencillo y el primero que se practica en cualquier
algunos otros sistemas de obtención de imágenes. Las ne-..,... exploración radiológica del abdomen o de las vías urinarias.
cesidades de espacio para el equ1po radiológico ordinario Suele ser el radiograma preliminar en exámenes radiológi-
no son excesivas y se dispone de equipo portátil complicado cos más amplios de vías urinarias, como la urografía y la !
en salas de hospitales, quirófanos y unidades de cuidados angiografía intravenosas. Por lo general se toma con el'='

Figura 6-2. Radiografías simples del abdomen con radiopacidades anormales. Arriba izquierda: Nefrocalcinosis bilateral.
Varón adulto joven con acidosis tubular renal. Arriba derecha: Cálculo coraliforme bilateral. Mujer de 37 años con pielonefritis
crónica y antecedente de pielolitotomía coralíforme derecha anterior. Abajo izquierda: Tuberculosis renal. Riñón tuberculoso
derecho encogldo, autonefrectomizado y calcificado (flechas). Varón de 74 años con historia de tuberculosis raquídea
toracolumbar y renal Abajo derecha: Adenocarcinoma papilar del riñón derecho. Calcificaciones notables de la superficie del
tumor. Mú !tiples metástasis puimonares (flechas) por el cáncer renaL Mujer de 22 años con masa indolora de tejidos blandos en
el cuello .
70 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

Figura 6-3. Radiografías simples del abdomen con radiopacidades anormales. Arriba izquierda: Teratoma retroperitoneal
benigno con formaciones óseas. Niña asmática de nueve años con calcíficacíones infradiafragmáticas asintomáticas (flechas)
observadas en una radiografía usual de tórax . Arriba derecha: Teratoma quístico ovárico ben1gno con dientes. Quiste redondo
conteniendo grasa rad1otransparente (flec~as) y un depósito de dientes bien formados . Mujer de 22 años con masa pélvica
izquierda . Abajo izquierda: Calcificación por esqu1stosomiasis (flechas) en vejiga y uréter izquierdo . Varón de 19 años nativo
de Aden . con pérdida de peso y hematuria . Abajo derecha: Gran vagmolito (flecha hueca) y pequeño cálculo vesical apenas
visible (flecha llena) . N1ña de cuatro años con :::.eno urogenítal común .
o

Figura 6-4. Radiografías simples del abdomen con radiotransparencias anormales . Arriba izquierda: P1elonefntis enfisema-
tosa. Patrón estriado· intersticial de gas radiotransparente en la totalidad del riñón izquierdo. Se observaron alteraciones
similares en el derecho. Varón diabético de 58 años con piuria y choque séptico. Arriba derecha: Pielograma con gas. No
hay gas intersticial, pero llena los cálices y pelvicilla renales izquierdos dilatados y el uréter. Mujer diabética de 50 años con
sepsis e infección de vías urinarias superiores izqUierdas por microorganismos formadores de gas. Abajo izquierda:
Angiomiolipoma renal. Tomograma simple que muestra una masa de grasa radiotransparente en riñón (flechas). Mujer de 69
años con pérdida de peso y dolor en flanco izquierdo. Abajo derecha: Quistes renales calcificados por Echinococcus. Estudio
con insuflación retropentoneal de gas, tomograma, varón adulto Obsérvese cómo el gas rad1otransparente (flechas) ha
disecado hacia el retrope~itoneo alrededor de los quistes poco calcificados en el polo superior del riñón.
72 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

r paciente en decúbito dorsal pero, cuando está indicado,


puede hacerse colocándolo en otras posiciones. Puede mos-
, trar anomalías en huesos y la presencia de calcificaciones o
de grandes masas de tejido blando.
Como en una radiografía simple del abdomen suele ser
posible observar los contornos renales (aunque pueden ver-
se oscuros si hay muy poca grasa perirrenal), es factible
determinar el tamaño , número, forma y posición de los
riñones. Estas características constituyen información útil
desde el punto de vista uro lógico. Por ejemplo, encontrar en
una radiografía simple riñones encogidos en ambos lados
en lugar de crecidos, en un paciente con insuficiencia renal
aguda inexplicable es un dato útil; sugiere que la causa de
la insuficiencia es susceptible a la terapéutica médica y no
se trata de una obstrucción bilateral de vías urinarias que
imponga su corrección quirúrgica.
r~· El tamaño de los riñones normales varía mucho, no
\ sólo entre los individuos, sino también con la edad, el sexo
1 y la estatura corporal. La medición radiológica que se utiliza
más ampliamente, y la más conveniente, es el diámetro largo
~su longitud) del riñón. En el adulto la longitud promedio
del riñón es de unos 12 a 14 cm, siendo el riñón izquierdo
por lo general ligeramente mayor que el derecho. En niños
mayores de dos años , la longitud de un riñón normal es casi
igual a la distancia desde la parte más alta del primer cuerpo
vertebral lumbar hasta la más baja del cuerpo de la cuarta
_.. Íumbar. En adultos, la longitud del riñón normal es casi de
3 a 4 .5 veces la altura de la segunda vértebra lumbar.
La observación en la radiografía simple de calci fica- Figura 6-5. Urograma excretorio normal. Estudio con medio
ciones o cálculos en cualquier parte de las vías urinarias de contraste en volumen alto. La forma, tamaño y posición de
(figuras 6-2 y 6-3) es un dato importa"te para identificar los riñones son normales; asimismo los cálices y las pelvici~
patrones urológicos de nefropatías específicas (por ejem- llas. Los uréteres se ven bien por el efecto diurético del
plo. en ocasiones se observan calcificaciones en cáncer volumen alto del medio de contraste. Vejiga normal. Varón
renal o bien la aparición de calcinosis da lugar a una bús- adulto joven y sano , posible donador de riñón.
queda para encontrar el sitio de la enfermedad primaria).

A. Técnica estándar
"' A continuación de una radiografía preliminar simple del
2. UROGRAFÍA (Figuras 6--5 a 6-11) abdomen, se toman radiografías del mismo a intervalos
después de la inyección intravenosa de un adecuado medio
Las estructuras colectoras de los riñones, los uréteres y la de contraste radiopaco con yodo. Estas sustancias se elimi-
vejiga pueden observarse radío lógicamente con Jos siguien- nan rápidamente por los riñones normales, casi en su tota-
tes métodos. l lidad por filtración glomerular.
j=- El volumen y la rapidez de la inyección del medio de
contraste radiológico (masiva rápida, venoclisis lenta, etcé-
Urografía intravenosa ·~-: {} ':)·y~s. ~ . ¡\~ e).t \r·.:f - ·
1

tera.) y el número y tipo de radiografías después de inyec-


tarlo varían según el hospital en que se practican los estudios
La urografía intravenosa (UIV), también conoc1da como y la edad, estado físico y problema clínico del paciente.
urografía excretora, (Ue) (figura 6-5), antes denominada Diversas modificaciones de la técnica estándar han mejora-
pielografía intravenosa (PIV), es la utilizada con mayor do el estudio o aumentado su valor en enfermedades particu-
frecuencia. Con este estudio se puede diagnosticar una gran lares.
variedad de lesiones en las vías urinarias (figuras 6-5 y
6-7); es un procedimiento sencillo y bien tolerado por la
mayoría de los pacientes. B. Técnica de volumen alto
Hoy en día pueden utilizarse en muchos casos la sano- En la mayoria de los pacientes, un medio radiopaco intrave-
grafía, TC e IRM en lugar de urografías y, a medida que se noso nonnal en la cantidad recomendada por el fabricante
utilicen más las imágenes por resonancia magnética, es suele proporcionar urogramas diagnósticos satisfactorios.
probable que se reduzca aún más el empleo de la urografía; La cantidad de yodo que se utiliza por lo general en enfer-
no obstante, todavía, es el estudio de Íf)l~gencs más común mos con función renal normal es de unos 300 mglkg de peso
y capaz de mostrar lesiones pequeñas en vías urinarias (por corporal. En algunos pacientes quizá estén indicadas canti-
ejemplo: necrosis papilar, riñón esponjoso medular, peque- dades del medio de contraste normal mayores de las prome-
ños tumores uroepíteliales, píclourcteritis qnística). dio y, en consecuencia, de yodo por kilogramo de peso
Imágenes de vías urinarias • 73

Figura 6--S. Urogramas excretorios anormales. Arriba izquierda: R1ñón esponjoso medular. Ectasia medular tubular pronun-
ciada (flechas) en todo el riñón derecho. Se encontraron alteraciones similares en las pirámides del polo superior del riñón
IZquierdo. Se observaron cálculos medulares en algunas zonas de ectasia tubular en ambos riñones . Mujer de 34 años con
ataques de e sea lofrí o, fiebre y do lo re n f1 a neo izquierdo. Arriba de re e ha: Tu be rcu losis renal. C avitación irreg ularde la pirámide
del polo inferior (flecha). Mujer de 22 años con cultivo positivo de orina para tuberculosis. Abajo izquierda: Neuroblastoma
suprarrenal. Pequ~ñas calcificaciones difusas en una masa grande en el cuadrante superior derecho (T) que deprime el riñón
derecho (K) . Niña de 12 años con proptosis del ojo derecho y un tumor abdominal. Abajo derecha: Tumor de Wilms. Tumor
gigante del riñón derecho que llena todo el abdomen (flecha), con desplazamiento el intestino y deformación de las estructuras
colectoras del riñón derecho (K). Riñón izquierdo normal. Niña de 21 meses con gran masa abdominal.
74 • Urología general de Smith (CapÍtulo 6)

Figura 6-7. Urogramas excretorios anormales. Arriba izquierda: Ectopia fundida cruzada. Composición de dos placas de un
urograma excretorio que muestran un riñón derecho ectópico (R) fundido con el izquierdo (l). El uréter derecho (flechas) cruza
la línea media y penetra normalmente en el lado derecho de la vejiga . Mujer sana de 31 años posible donadora de un riñón .
Arriba derecha: Aneurisma de arteria renal. Estructuras colectoras del riñón derecho alrededor de una masa central. Ver el
arteriograma correspondiente (figura 6-22, arriba a la derecha). Mujer de 41 años con hipertensión y soplo abdominal derecho.
Abajo izquierda: Riñón poliquístico infantil. Riííones muy grandes con patrón radiopaco de rayos que llegan hasta la corteza
26 horas después de la administración del medio de contraste intravenoso. Niña de cuatro meses con masas abdominales
bilaterales. Abajo derecha: Carcinoma de cél~las renales . Calcificaciones en cascarón de huevo circulares y curvilíneas raras
(flechas) en el tumor, que comprimen el infundíbulo y deforman los cálices del polo superior. Varón de 39 años con
antecedentes de extirpación incompleta del techo de un ,quiste de riñón izquierdo tres años antes.
Figura 6-8. Tomografía radiológica. Esta técnica se utiliza para obtener la imagen de un plano del cuerpo. Es en particular útil
en urorradiología. Permite con frecuencia demostrar lesiones de otra forma ocultas por tejidos blandos suprayacentes o por
sombras intestinales. Arriba izquierda: Carcinoma de células transicionales. El tumor en la pelvis (flecha) se ve claramente
s1n las sombras de gas que lo ocultan en radiografías no tomográf1cas. Varón de 56 años con antecedentes de cálculos re na les.
A rriba derecha: Carcinoma de células renales (T). Desplazamiento de las estructuras colectoras a mitad del riñón y un defecto
del nefrograma, que se observan sin las sombras fecales del ángulo esplénico que las ocultaban en las radiografías no
tomográficas. Mujer. de 44 años can fiebre, pérdida de peso, anemia y antecedentes de nefrectomia contralateral por carcinoma
15 años antes. Abajo: Riñón poliquíst1co del adulto. El plano tomográf1co del nñón izqu1erdo está fuera del nivel delmtestino
y muestra con mayor ventaja los numerosos quistes radiotransparentes (flechas). Aspecto similar en el riñón derecho. Varón
de 29 años con antecedentes familiares de "quistes renales".
76 • Urologia general de Smith (Capz'tulo 6)

varias radiografías, tomadas a intervalos durante los prime-


ros minutos después de la inyección mas1va del medio de
contraste. Las radiografías de secuencia rápida se examinan
en busca de datos que pudieran indicar estenosis de la arteria
renal; por ejemplo, disminución importante en el tamaño del
riñón afectado o aparición tardía del medio de contraste, con
hiperconcentración subsecuente en ese riñón. Aunque esta
técmca ha aumentado un poco el valor diagnóstico del
urograma excretorio en quienes se sospecha una enferme-
dad oclusiva de la arteria renal y se utilizó durante muchos
años, en la actualidad se piensa que su eficacia es mínima
como estudio para detectar hipertensión renovascular y ha
caído en desuso.

D. Otras técnicas
Pueden utilizarse modificaciones adicionales del urograma
excretorio estándar. La tomografía radiológica, imagen
radiológica de un plano seleccionado del cuerpo, permite
identlficar las estructuras renales que están ocultas en radio-
grafías estándar por sombras extrarrenales, por ejemplo, de
hueso o heces (figura 6-8). La imagen radioscópia inten-
sificada permite estudios en tiempo real de la dinámica de
las vías urinarias. Las radiografías "in mediatas", que se
toman directamente después de la inyección rápida (masiva)
del medio de contraste, casi srcmpre muestran un nefrogra-
ma denso y permiten observar mejor los contornos renales.
Los dispositivos para compresión abdominal (ureteral)
que obstruyen en forma temporal las vías urinarias altas
durante urogramas excretorios, aumentan en forma espec-
tacular el llenado de las estructuras colectoras del riñón. Las
radiografías "tardías" que se toman posteriormente el
misn1o día o al siguiente de administrar e1medio de contras-
te, contribuyen con frecuencia con información urológica
útiL Las radiografías "verticales", con el paciente de pie
o erecto parcialmente, muestran el grado de movilidad y
drenaje de los riñones y si se toman inmediatamente después
que el paciente orina ("radiografía posmicción"), mues-
tran cualquier residuo de orina en la vejiga.

Urogramas retrógrados

figura 6-9. Urograma retrógrado normal. Las estructuras '"ia urografia retrógrada es un procedimiento moderada-
colectoras intrarrena!es, !a pe!vici!!a y e! uréter son normales.
mente invasor que requiere cistoscopia y colocación de
Varón adulto con hematuria microscópica y urograma excre-
torio anterior insatisfactorio técnicamente. sondas en los uréteres. Se introduce un medio de contraste
radiopaco en los uréteres o las estructuras colectoras renales
a través de las sondas ureterales (figuras 6-9 a 6-11) y se
corporal. Los volúmenes altos pueden inyectarse con rapi- toma en seguida una radiografía del abdomen. El estudio,
dez en forma masiva o con mayor lentitud por venoclisis. El más difícil que un urograma excretorio, debe practicarse por
mérito de cada método depende de la información clínica y un urólogo o un radiólogo con gran experiencia en procedi-
de la preferencia del médico que efectúa el estudio. mientos urológicos. Es necesario utihzar algún tipo de
anestesia local o general, y este procedimiento en ocasiones
puede causar morbilidad posterior o infección de las vías
C. Técnica de secuencia rápida urinarias.
{"hípertensivas '? Quizá se necesiten urogramas retrógrados si los uro-
Esta modificación del urograma excretorio estándar se ideó ·~· gramas excretorios no son satisfactorios, el paciente tiene
para hacer más útil el estudio en el diagnóstico de la hiper- antecedentes de reacción adversa a medios de contraste
tensión rcnovascular. En este método se altera el procedi- intravenosos o no se dispone de otros métodos para imáge-
miento del urograma intravenoso estándar para incluir l '2es o son inadecuados.
Figura 6-10. Urogramas retrógrados anormales y nefrostogramas; no se ven los uréteres inferiores. Arriba izquierda:
Carcinoma de células transicionales. Deformación intensa con defectos de llenado en los cálices del polo superior derecho
(flecha curva) y coágulos de sangre en cálices inferiores y en la unión ureteropélvica (flecha recta). Varón de 65 años con
hematuria macroscópica y dolor en flanco derecho. Arriba derecha: Carcinoma de células escamosas. Defectos del llenado
muy marcados e irregulares que incluyen cálices, pelvicilla y uréter proximal, con cavidad de absceso comunicante en polo
superior (flecha). El riñón también mostró metaplasia escamosa y contenía cálculos. Mujer de 51 años con antecedentes de
dos semanas de celulitis en flanco izquierdo e hipersensibilidad. Abajo izquierda: Carcinoma de células renales. Masa en
polo superior dere~ho (T) con amputación de cálices superiores e infundíbulo (flecha). Varón de 76 años con metástasis
pulmonares. Abajo derecha: Cúmulo de glóbulos micóticos. Nefrostograma que muestra dos defectos de llenado (flechas)
en pelvicil\a renal. Se aspiró mucho maierial micótico a través de una sonda de nefrostomía. Mujer diabética de 65 años
sometida a nefrectonía izquierda, con sonda de nefrostomia transcutánea (flecha blanca) por obstrucción de riñón derecho.
Figura 6-11. Urogramas retrógrados anormales. Arriba izquierda: Fibrosis retroperitoneal idiopática. Estrechamiento liso de
la parte media de ambos uréteres (flecha), con uretere<.,iasla proximal bilateral e hidronefrosis. Mujer de 51 años sin síntomas
de vías urinarias. Arriba derecha: Obstrucción funcional ureteral, deb1da a disposiciones musculares anormales congénitas
en el uréter muy d1stal afectado (flecha curva). Hidronefrosis intensa y dilatación del uréter (U) proximal al segmento corto
del uréter anormaL Niño de 13 años con infecciones repetidas de vías urinarias. Abajo izquierda: Carcinoma de células
transicionales del uréter. No pasó medio de contraste más allá del gran tumor ureteral derecho, voluminoso (flecha)_ Es
característico el estrechamiento ureteral abajo del tumor y en ocas1ones se denomina signo de la "copa de champán" (en este
caso, la copa ttene la punta hacia un lado). V~rón de 76 años con riñón derecho no funcional. Abajo derecha: Constricciones
ureterales secundarias a la extensión del carcmoma del colon. Estrechamientos ureterales distales bilaterales {flecha) con
obstrucción de las vias altas. Composición de dos urogramas retrógrados separados. E = extravasación no intencional
alrededor de la punta de la sonda urei'.~ral izquierda. Varón de 76 años con cáncer de colon sigmoide.
Urogramas anterógrados transcutáneos menor frecuencia, se hacen radiografías durante una fluo-
roscopia con imagen intensificada. Los ci.stoureterogramas
En ocasiones se utiliza este método para delinear las estruc- de micción son radiografías de la vejiga y la uret("aobl ~nidas
turas colectoras renales y Jos uréteres cuando se requiere durante la micción.
una imagen de las vías urinarias pero las urografías excre-
toria o retrógrada han fracasado , están contraindicadas o
existe una sonda de ncfrostomía colocada y se desea deli-
near el sistema colector de las vías urinarias altas. El medio
r Además de obtener imágenes de la vejiga y la uretra,
lacistografía y lacistouretrografía son técnicas radiológicas
• importantes para descubrir reflujo vesicoureteral y la base
de varios métodos radiológicos utilizados en el estudio de
de contraste se introduce a través de sondas de nefrostomía, yacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo.
si existen (nefrostograma), o por inyección directa en las
estructuras colectoras renales mediante punción transcutá-
nca de la espalda del paciente.
4. URETROGRAFÍA (Figuras 6-15 a 6-18)
Urogramas retrógrados transcutáneos
La uretra puede observarse radiológicamente por la inyec-
Estos estudios de la.s vías utinarias altas se hacen por tnyec- ción retrógrada de líquido radiopaco o en forma anterógrada
clón retrógrada de un medio de contraste a través de la mediante cistouretrografía de micción. También se puede
abertura de una urcterostomía o pielostomía cutáneas (ure- efectuar uretrograma anterógrado tomando radiografías a
t~rogram. a cutáneo, urograma cutáneo) o del orificio de un
medida que el paciente vacía la vejiga al finalizar una
conducto no natural preexistente, por lo general un segmen- urografía excretoria, cuando la vejiga aún está llena con
tO de intestino delgado (asagrama).
medio de contraste. La última técnica se utiliza cuando se
sospechan lesiones de la uretra posterior; por ejemplo,
válvulas uretrales posteriores; la técnica retrógrada es más
útil para examinar la uretra anterior (peneana).
3. CISTOGRAFÍA Y CISTOURETROGRAFÍA
DE MICCIÓN (Figuras 6-12 a 6-15)

Un cistograma es una radiografía que muestra los contornos 5. VASOGRAFÍA (Figura 6-19)
radíopacos de la cavidad vesical. Los cistogramas se consJ-
deran parte de los urogramas excretorios usuales, pero es La vesiculografía vasosemtnal se utiliza a menudo en la
posible obtener cistogramas radiológ1cos directos instilando investigación de la esterilidad masculina. El medio de con-
1 un líquido radiopaco directamente en la vejiga. El mediO de traste radiopaco se introduce en el sistema de conductos por
contraste suele instílarsc a través de una sonda transuretral, inyección directa en un conducto eyaculador después de una
pero cuando es necesario puede hacerse por punción vesical panendoscopia o, más comúnmente, por inyección en el
suprapúbica transcutánea. Las radiografías de la vejiga llena conducto deferente una vez que se ha expuesto a través de
~e toman utilizando el equipo estándar de rayos X o, con una pequeña _incisión quirúrgica en el cuello de! escroto.

Figura 6-12. Cisto':lretrogramas de micción normales. Izquierda: Vejiga y uretra normales de la mujer. La flecha indica el
meato uretral. Mujer de 22 años con síntomas durante la micción. Derecha: Vejiga y uretra normales del varón. Flecha blanca
grande = uretra prostática; flecha hueca pequeña = uretra membranosa; flecha llena = uretra cavernosa; flecha curva=
veru montam m. Varón de 27 años con dolor vago testicular y en e{ abdomen bajo derecho .
80 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

urograma
Figura 6-13. Cistogramas anormales: cistogramas retrógrados o "cistogramas" como parte de estudios de
no funcional
excretorio. Arriba izquierda: Ureterocele ectópico. Ureterocele gigante (flechas rectas) en la porción superior
Arriba
(flecha curva) de un riñón derecho doble hidronefrótico. Niña de nueve meses con infecciones de vías urinarias.
pélvicos
derecha: Lipomatosis pélvica. Vejiga en forma de pera y aumento de la radiotransparencia de los tejidos blandos
altas.
secundaria a lipomatosis pé\vica de suficiente intensidad para producir dilatación obstructiva de las vías urinarias
en flanco
Defectos de llenado (flechas) en la base de la vejiga por cistitis glandular. Varón de 62 años con dolor intermitente
extraperj-
izquierdo . Abajo izquierda: Rotura de la uretra membranosa. Vejiga en forma de pera secundaria a extravasación
después
toneal (E) y hematoma perivesical. Flecha= globo inflado de la sonda de Fo\ey. Varón de 41 años con trasplante renal,
de un accidente en vehículo de motor. que originó fracturas de los huesos de la pelvis, separación de las articulaciones
de
sacroiliacas y luxación de la prótesis de cadera izquierda (L) pero no de la derecha (el paciente tenia prótesis bilaterales
derecha: Hernia vesical. Ureterectasia obstructiva bilateral (pequeñas flechas} secundaria a una gran
la cadera). Abajo
estatura y
hernia de la totalidad de la vejiga (flecha grande, B) hacia la región inguinal. Varón de 53 años, de 1.65 metros de
93 .5 kg, con panículo que llega ha8ta la mitad del muslo, que se quejaba de dificultades para la micción
Imágenes de vías urinarias • 81

Figura 6-14. Cistogramas anormales: cistogramas retrógrados o "cistogramas" como parte de estudios de urograma
excretorio . Arriba izquierda: Vejiga neurógena , en forma de "árbol de navidad", con grandes trabéculas y muchos divertículos.
Medio de contraste mte\ográfico residual en la conducta raquídeo (flecha recta). Reflujo vesicoureteral derecho (flecha curva).
Varón de 70 años con incontinencia urinaria. Arriba derecha: Vejiga congénita "en reloj de arena". Banda muscular
concéntrica transversa (flechas; que separa los segmentos vesicales superior e inferior, que se contraen y vacían en forma
simultánea y completa con la micción. Mujer de 66 años con incontinencia urinaria por esfuerzo . Abajo izquierda: Enfermedad
de Hodgkin de la v~jiga . Engrosamiento global de la vejiga (flechas) más visible a la izquierda Varón de 54 años con
enfermedad de Hodgkin generalizada. Abajo derecha: Carcinoma vesical papilar de células transicionales. Masa vesical
(flechas) enorme (12 cm) en coliflor que llena casi toda la vejiga. "Cistograma" de un urograma excretorio en un varón de
40 años con h.Jmor reincidente de la vejiga .
Figura 6-15. Próstata y uretra postenor anormales: cistogramas y uretrogramas. Arriba izquierda: Híperplasia prostática
benigna . Gran crecimiento de la próstata que produce elevación intensa (flechas) de la base de la vejiga, que muestra
pequeños divertículos y ligera trabeculacíón . Urograma excretorio (cistograma) en un varón de 65 años con antecedentes
de síntomas de obstrucción durante la micción . Arriba derecha: Cuerpo extraño (tapa de un lápiz delineador de cejas) alojado
en la vejiga y la uretra prostática, con fístula uretrorrectal. El medio radiopaco penetra a recto y colon s1gmoide (S) a través de
la fistula {flecha) desde la uretra prostática. Uretrograma retrógrado en un varón transexual de 43 años. Abajo izquierda:
Rabdomiosarcoma de próstata . Defectos lobulados en el llenado (flecha grande) que incluyen la uretra prostática ensanchada .
Cistouretrograma de mtcción en un niño de. cinco años con dificultades para la micción. Flecha pequeña= uretra cavernosa .
Abajo derecha: Válvulas uretrales posteriores . Dilatación y alargamiento notables de la uretra prostática (P) con reflujo hacía
los conductos prostáticos (flecha recta) secundaria o válvulas uretrales posteriores (flecha curva) con reflujo vesicoureteral
bilatzral hacia los uréteres d1latadzs· (U). Cistouretrograma de micción en un niño de 10 días.
Figura 6-16. Uretras anteriores anormales: cistouretrogramas de micción y uretrogramas retrógrados . Arriba izquierda;
Divertículo uretral en un varón. Divertículo uretral anterior de 4 cm (flecha grande) y reflujo vesicoureteral izquierdo (flecha
pequeña). Cistouretrograma de micción en un varón de 78 años con antecedentes de divertículo uretral de etiología
desconocida. Arriba derecha: Divertículo uretral en una mujer. Gran divertículo irregular (flecha). Cistouretrograma de micción
en una mujer de 51 años con dificultades en la micción y posible estrechez uretral. Abajo izquierda: Uretra rota. Extravasación
del medio de contr~ste alrededor de la uretra bulbar (flechas). Uretrograma retrógrado en un niño de 16 años quien recibió
un traumatismo perineal contuso seguido de exudado uretral sanguino!ento e incapacidad para orinar. Abajo derecha: Fístula
uretroescrotal. Extravasación (E) hacia los tejidos extrauretrales desde la fístula en la uretra bulbar (flecha) . Uretrograma
retrógrad c-~ r-1 un varón de 26 años después de una uretroplastia terminoterminal por estrechez.
84 • Urología general de Smith (Capitulo 6)

Figura 6-17. Uretras anteriores anormales: uretrogramas retrógrados. Arriba izquierda: Carcinoma uretral. Grandes
irregularidades con defectos de llenado que incluyen la mayor parte de la uretra peneana. Carcinoma mal diferenciado de \a
uretra anterior en un varón de 59 años con síntomas obstructivos durante la micción y adenopatía inguinal. Arriba derecha:
Carcinoma uretral. Llenado de conductos y trayectos de senos irregulares en un carcinoma epidermoide de la uretra
bulbocavernosa (flecha recta) . Hay múltiples estrecheces transversas pequeñas de la uretra peneana (flecha curva). Varón
de 75 años con síntomas obstructivos durante la micción y antecedentes de 30 años de estrecheces uretrales que requerían
dilataciones. Abajo izquierda: Estrechez uretral focal (flecha). Varón de edad madura con síntomas obstructivos durante la
micción que negaba uretritis anteriores. Abajo derecha: Estrecheces uretrales. Múltiples estrecheces en la uretra bulboca-
vernosa (flecha inferior) con reflujo hacia la glándula de Cowper (flecha media) y los conductos prostáticos (flecha superior).
B = vejiga; D = divertículo vesical. Varón de 62 años con antecedentes de 25 años de estrecheces uretrales que requerían
dilataciones frecuentes

6. LINFANGIOGRAFÍA (Figura 6-20) Es necesaria una gran habilidad manual para introducir la
sonda en los vasos linfáticos de los pies y la linfangiografía
La jnyección de un medio de contraste oleoso a través de puede ser un procedimiento tedioso. Aunque cada vez
una sonda en un vaso linfático del pie, produce la opacidad se utiliza con mayor frecuencia la TC para la investigación
radiográfica del sistema linfático inguinal, pélvico y re- de linfadenopatía pélvica y abdominal, algunos médicos
troperitoncal. El valor principal de este procedimiento es piensan que los linfogramas pueden mostrar infíltración
que muestra la i nf~ltración metastática de ganglios linfáticos tumoral invisible en estudios TC; en particular, los gan-
regionales; en consecuencia, es útil en el estudio de pacien- glios linfáticos afectados pero no crecidos aún. En la actua-
tes con cáncer de_ testículos, pene, vejiga y próstata. lidad, se utiliza rara vez, excepto para determinar las etapas
Figura 6-18. Anomalías genitourinarias congénitas : cistogramas de micción y uretrogramas retrógrados . Arriba izquierda:
Utrículo. Evaginacíón hacia la línea media (flecha) del veru montanum entre los orificios de los conductos eyaculadores, que
representan quistes del conducto mülleriano . Cistograma con gas combinado con inyección del utrículo; placa oblicua . M=
utrículo muy dilatado (quiste del conducto mülleriano), flechas rectas = vejiga distendida con aire ; flecha curva = llenado
parcial coincidente de la vesícula seminal izquierda y los conductos deferentes: Varón de 34 años con urgencia, frecuencia y
posible eyaculación retrógrada. Abajo izquierda: Seno urogenital común. La vagina (V) y la uretra (U) se unen (en la flecha)
en un seno urogenital común (S). Cistouretrograma de micción en una mujer de tres semanas, seudohermafrodita. La vejigá
está distendrda co~o orina (flechas negras). El uretrograma retrógrado a través del meato hipospádico ha llenado en forma
casual y selectiva con medio de contraste un remanente extenso del conducto de Müller constituido por vagina (V), cuello y
conducto cervicales (C) y útero en retroversión (U) . Medio de contraste residual en la uretra anterior hipoplásica (flecha blanca).
Varón de 27 años con pequeños genitales externos , hipospadias y dolor perineal.
86 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

Figura 6-19. Vesiculografía vasoseminal (vasografía).lzquierda: Vasiculograma vasoseminal izquierdo normal. V= conductos
deferentes: S =vesícula seminal; E= conducto eyaculador. Varón de 40 años con hipospermia. Derecha; Vasiculitis seminal.
Vasograma bilateral. Masa (M) producida por la vesícula seminal derecha tumefacta. no llena, que ha desplazado los conductos
eyaculadores (E) hacia la izquierda y originado escotaduras en la parte proximal de la vesícula seminal izquierda y en los
conductos deferentes {V). Varón de 33 años con eyaculaciones dolorosas después de reparación de un varicocele derecho.

de un 1in foma o del cáncer testicular. El crecimiento nodular deo de la arteria femoral común o, con menor frecuencia,
es la principal característica diagnóstica que se identifica de las arterias axilares. Se toman radiografías seriadas du-
en la TC. rante y después de la inyección masiva de un medio de
contraste radiopaco adecuado en la aorta a nivel de las
arterias renales (arteriografía aortorrenal, arteriografía ab-
7. ANGIOGRAFÍA (Figuras 6-21 a 6-27) dominal de "lavado") o en una de las arterias renales
( arteriograma renal selectivo).
La angiografía es la obtención de imágenes de vasos sanguí- En la práctica urológica, los aortogramas y artcriogra-
neos utilizando un medio de contraste radiopaco. El estudio mas renales se practican con mayor frecuencia para investi-
angiográfico de las vías urinarias se utiliza casi exclusiva- gar tumores renales pero en la actualidad esta aplicación
¡ mente para observar estructuras renales. Las angiografías sólo se emplea para estudiar la anatomía vascular antes de
--vesical y peneana rara vez se practican y tienen valor diag- la cirugía o para detectar embolias preoperatorias o para
nóstico limitado. Aunque la angiografía es una técnica de ambas cosas. Con frecuencia la angiografía renal se practica
imagen establecida con un valor comprobado y una frecuen- con fines de orientación previa a una intervención quirúrgi-
cia aceptable de comp 1icaciones y de morbi \ida d., es invasora ca; por ejemplo, una angioplastía por lesiones renovascu-
. en forma moderada y relativamente costosa. Cuando se lares o para valorar lo adecuado de posibles donadores de
,, cuenta con equipo para efectuar angiografía digitalizada riñones.
se puede practicar a pacientes externos. El empleo creciente En Jos adenocarcinomas del riñón suele haber vasos
de la sonografía, TC, IRM y de la angiografía digitalizada anormales obvios y por Jo general están hipervasculariza-
(véase más adelante) ha disminuido de manera notable la dos, en tanto que los carcinomas de células transicionales
aplicación de angiografía para el diagnóst1co de problemas son notablemente mal vascularizados y difíciles de identifi-
uro lógicos. car por angiografía. Con frecuencia no es posible diferenciar
mediante angiografía los hamartomas renales de los adeno-
Arteriografías aortorrenal y renal selectiva carcinomas, pero en estudios TC el contenido de gra&a de
(figuras 6-21_a 6-23) los primeros los distingue con facilidad de los adenocarci-
nomas.
El estudio arteriográfico de los nnones se practica casi Los quistes renales benignos son avasculares, con des-
exclusivamente por punción transcutánea con aguja y son- plazamiento de los vasos normales alrededor de los quistes
1mágenes de vías urinarias • 87

Figura 6-20. Linfangiografía. Arriba izquierda: Linfangiograma abdominal normal. Los ganglios linfáticos se ven normales.
Niña de 15 años con fiebre de etiología desconocida. Arriba derecha: Enfermedad de Hodgkin. Riñones y uréteres
desplazados por ganglios linfáticos abdominales y pélvicos muy afectados. Mujer de 52 años con enfermedad de Hodgkin en
etapa IV. Abajo izquierda: Filariasis. Patrón notable de linfáticos pélvicos, abdominales y renales , dilatados y tortuosos, que
representan el desarrollo de una red extensa de conductos colaterales secundaria a obstrucción de las vi as normales. Paciente
de 42 años origina.rio de Okinawa con antecedente de 12 años de quiluria. Abajo derecha: Coriocarcinoma testicular
metastásico. Ganglios linfáticos toracolumbares crecidos parcialmente, sustituidos por un tumor metastásico (flechas). Varón
de 26 años con ganglio supraclavicular izquierdo crecido, después de orquiectomía por coriocarcinoma .
Figura 6-21. Angiografía : arteriografía aortorrenal. Arriba izquierda: Aortograma abdominal normal. La sonda aórtica está
oculta por la aorta normal opacada. Se ven bien las arterias y ramas rE:nales izquierdas y derechas (R) y asimismo las arterias
esplénicas (S) y la hepática (H) que provienen del tronco celiaco. La arteria mesentérica superior está superpuesta en la
Silueta aórtica y no es visible en este estudio. Mujer sana de 28 años, posible donadora de riñón. Arriba derecha: Múltiples
arterias renales. Riñón en herradura con tres arterías renales en cada lado, las dos más inferiores (número 3) riegan el istmo
renal. Varón de 42 años con cálculos recurrentes, después de píelolitotomía izquierda. Abajo izquierda: Estenosis bilateral
de la arteria renal. Aspecto y localización angiográfica típicos de estenosis por aterosclerosis (flechas pequeñas) y displasia
fibromuscular (flechas grandes). Mujer de 58 años con soplos abdominales y antecedentes de 16 años de hipertensión. Abajo
derecha: Parasitismo vascular por cáncer renal. Arteriograma selectivo de la mesentérica inferior (M) que muestra el gran
riego sanguíneo a un adenocarcinoma hipervascular (T) del polo superior.*; pelvicina renaL Mujer de 69 años con policitemia .

bien delineados. Los abscesos renales pueden semejar quis- La vcnocavografia inferior (figuras 6-24 y 6-25) es
tes en la angiografía, aunque alrededor de los primeros es ineficaz para demostrar pequeñas masas paracavales o los
posible observar vasos inflamatorios hiperémicos . Los es- ganglios linfáticos retroperitoneales muy poco crecidos,
tudios de sonografía y de TC muestran fáci 1m ente la pero puede mostrar lesiones lo bastante grandes para obstruir,
naturaleza y extensión de la mayor parte de las masas deformar o desplazar la vena cava. Es útil para demostrar la
renales. extensión de trombos o tumores de las venas renales hacia
la cava. Los que no se extienden hacia este vaso no se observa-
Venocavografía inferior y venografía rán en los venocavogramas infenores pero pueden demos-
renal selectiva (figuras 6-24 a 6-26) trarse mediante vcnografía renal selectiva (figura 6-26).
Cada vez se utilizan más la sonografía, TC e IRM para
Las venas fero~orales comunes son el sitio usual para colocar observar anomalías en la vena cava inferior y las venas
el catéter y efectuar la myección de un medio de contraste, renales principales; en años pasados la vcnografía de la cava
a fin de observar la vena cava inferior y las venas renales. inferior se empleaba con mucha mayor frecuencia que en la
Figura 6-2~. Angiografía : arteriografías suprarrenal y renal selectiva. Arriba izquierda: Carcinoma suprarrenal. Gran tumor
suprarrenal moderadamente vascular (T) que deprime el riñón derecho (K) Arteriograma suprarrenal selectivo en una mujer
de 24 años con aumento de peso y episodios de debilidad, taquicardia e hipoglucemia. Arriba derecha: Aneurisma de la
arteria renal. El aneurisma (A) causa cierta obstrucción de un cáliz del polo superior (flecha) . Véase el urograma excretorio
correspondiente (figura 6-7, arriba derecha). Arteriograma aortorrenal en una mujer de 41 años con hipertensión y soplo
abdominal. Abajo izquierda: Quiste renal simple. El aspecto angiográfico de la masa del polo superior totalmente avascula·r
(flecha) no es diagn.óstico y no puede diferenciarse de algunas otras lesiones, incluyendo el cáncer avascular. Varón de 73
años con masa renal izquierda en el urograma excretor y diagnóstico sonográfico de probable quiste simple. Abajo derecha:
Carcinoma de células renales. Gran masa hipervascular con vasos patológicos que se extienden afuera del riñón (flechas).
Varón de 45 años con dolor en rodilla izquierda (por metástasis lítica del fémur).
Figura 6-23. Angiografía : arteriografia renal selectiva . Arriba izquierda: Obstrucción de la unión ureterpélvica. Obstrucción
causada por el cruce de la arteria renal (flecha). Niña de 12 años con hidronefrosis derecha. Arriba derecha: Hamartoma
renal (angiomiolipoma). Masa hipeNascular con vasculatura anormaL las hamartomas no suelen diferenciarse angíográfica-
mente de los carcinomas de células renales. Niño de 13 años con esclerosis tuberosa y masas renales bilaterales. Abajo
izquierda: Hematoma intrarrenal. Las ramas de la arteria renal se encuentran alrededor de un gran hematoma intrarrenal (H)
secundario 3 hemorragia de uno o más é:lngiomiolipomas renales (flechas). Mujer de 28 años con esclerosis tuberosa , dolor
en flanco derecho, hematuria macroscópica y valor de hematócrito descendente. Abajo derecha: Fractura renal transversal
(flechas). Dos arterias hacia el polo inferior aún son permeables y suministran sangre a una parte del fragmento inferior
separado . Varón de 47 años con hematuria macroscópica consecutiva a un accidente en vehículo de motor.
Imágenes de vias urinarias • 9/

Figura 6-24. Angiografía: venocavografía inferior. Arriba izquierda: Vena cava inferior normal (C). Llenado retrógrado poco
común de venas renales morfológicamente normales (flechas) por inyección anterógrada hacia la vena cava inferior que se
debe probablemente a disminución del flujo venoso de los riñones con el paciente en maniobra de Valsalva. B =material de
contraste retenido en el ciego, de un examen anterior con enema de bario. Mujer con nefrosclerosis arteriolar e insuficiencia
renal. Arriba derecha: Obstrucción de la vena cava inferior. Bloqueo completo de la vena cava (flecha curva) por extensión
desde la vena derecha del trombo tumoral de un carcinoma renal derecho. Obsérvese el regreso cefálico de la sangre a través
de las venas paralumbares (flechas rectas). Varón de 60 años con hematuria macroscópica. Abajo izquierda: Vena cava
inferior doble (R, L). Anomalía persistente de la vena supracardinal izquierda. Varón de 23 años después de orquiectomía por
teratocarcinoma testicular. Abajo derecha: Uréter retrocaval. Hidrone(rosis y ureterectasia proximal secundaria a un trayecto
anormal congénito del uréter derecho detrás de la vena cava inferior (C). La sonda se encuentra en el uréter derecho, con su
punta (flecha) en la curva inferior del uréter proximal redundante dilatado(*). Niña de 17 años con antecedentes de pielonefritis.
92 • Urología general de Smith (Capitulo 6)

en
Figura 6-25. Angiografía: venocavografía inferior. Arriba izquierda: Fibrosis retropentoneal idiopática. Estrechamiento
Flecha= medio de contraste residual en el conducto raquídeo por un mielograma
circunferencia(*) de la vena cava infrarrenal.
por
anterior. Varón de 47 años con proteinuria e insuficiencia renal rápidamente progresiva . Arriba derecha: Adenopatía
de ganglios linfáticos que desplazan y estrechan la vena cava inferior
carcinoma vesical metastásico. Masas metastásicas
de vejiga y
media lumbar("') desde la izquierda . Varón de 81 años con edema de pierna izquierda consecutivo a carcinoma
renales de riñón derecho, el defecto de llenado por el trombo
uretra. Abajo izquierda: Trombo tumor{:!!. Carcinoma de células
extiende desde la vena renal hacia la cava (flechas) . Varón de 62 años con hematuria. Abajo derecha: linfoma.
tumoral se
los riñones.
Grandes ganglios hnfomatosos que deforman y estrechan la vena cava inferior desde la izquierda (*) a nivel de
Varón de 58 años con esplenomega!ia .
Imágenes de vías urinarias • 93

e ____,.

Figura 6-26. Angiografia: venografia renal. Arriba izquierda: Vena renal derecha normal. La vena renal derecha (flecha
recta) es corta y a diferencia de la izquierda, no recibe a las venas suprarrenal y gonadal: estas venas vacían directamente
en la vena cava infenor. Flecha curva = intravasación en segmentos del medio de contraste por introducción inadvertida de la
punta de la sonda en una pequeña vena durante la inyección. Varón de 19 años con glomeru!onefritis y síndrome nefrótico.
Arriba derecha: Vena renal izquierda normal. En el lado izquierdo, las venas suprarrenal (A) y gonadal (G) desembocan en la
vena renal (flecha). M= marcador para localización radiológica. Mujer joven con proteinuria . Abajo izquierda: Trombo tumoral.
Flecha recta= borde superior del defecto de llenado por e\ trombo tumoral de la vena renal (T) que se prolonga hacia la cava (C).
Varón de 68 años con hematuria macroscópica por adenocarcinoma de riñón derecho. Abajo derecha: Trombosis circunaór~
t1ca de la vena renal izquierda. La sonda se encuentra en el extremo superior permeable de la anomalía venosa. Hay trombosis
de \a vena intrarrenal (flecha recta) con extensión del trombo hacia el extremo inferior (L) de la vena renal circunaórtica y
hacía !a vena gonadal (G). C =vena cava inferior. Varón de 54 años con sfndrome nefrótico y edema de piernas y escroto.
94 • Urologia general de Smith (Capítulo 6)

actualidad. De hecho, las IRM y venografías son igual computadora para sustraer imágenes de manera casi instan-
desensibles para dctedctar tumores venosos o trombos; la IRM tánea.
ha reemplazado de manera efectiva a la venografía para En la actualidad, la sustracción computadorizada se
determinar la etapa evo! utiva del carcinoma de células rena- utiliza casi exclusivamente en estudios angiográficos (an-
les. giografía digital). Con equipo de sustracción digitalizada de
rayos X, es posible obtener arteriogramas satisfactorios
Angiografía suprarrenal (figura 6-22) de grandes vasos: por ejemplo, aorta, arterias carótidas,
extracraneales y arterias renales principales, con la inyec-
Los angiogramas suprarrenales se practican muy pocas ción intravenosa de medios de contraste radiopacos y evitar,
veces. Son técnicamente difíciles porque las arterias que en consecuencia, los procedimientos más invasores que
riegan las suprarrenales son pequeñas y es difícil el catete- incluyen punciones y el cateterismo arterial. Además, cuan-
rismo selectivo de las venas suprarrenales. Además, la vena- do la sustracción digital se practica mediante inyección
grafía supraHenal selectiva no está exenta de riesgo; las intraarterial se reduce mucho la cantidad de medio de con-
venas en las glándulas son particularmente sensibles a rotura y traste utilizada y por tanto disminuyen tanto el riesgo como
se han observado lesiones graves de la glándula por extra- las molestias para el paciente.
vasación del medio de contraste hacia el parénquima supra-
rrenal.
La necesidad de la angiografía suprarrenal ha dismi- SONOGRAFÍA (Figuras 6-29 a 6-34)
nuido porque la sonografía. la TC y las lRM son cada vez
más eficaces para obtener imágenes suprarrenales.
Principios básicos
Diversas angiografías urológicas El sonido es la propagación de un movimiento vibratorio
(figura 6-27) cíclico a través de un medio deformable. No es una onda
electromagnética y, a di fcrencia de los rayos X, las ondas de
Aunque la angiografia tiene poco o ningún valor en el radio o la luz visible, no puede viajar por el vacío. Una
examen de los uréteres, la vejiga y la próstata, los angiogra- frecuencia de onda de un ciclo por segundo (cps) se llama
mas de estas estructuras pueden estar indicados en situacio- hcrtz (Hz). Las frecuencias de .sonido mayores de 20 lcHz se
nes clínicas particulares, cuando esto sucede los estudios encuentran fuera de los límites de la audición del hombre y
pertinentes suelen "adaptarse" al problema clínico. En esta se denominan ultrasonido. La sonografía médica utiliza el
época en que los diversos métodos pueden entrecruzarse, tal ultrasonido para producir imágenes corporales. Las fre-
"r.1daptación" se emplea muy pocas veces. cuencias de uso común en sonografía médica están entre 3.5
Los angiogramas de cuerpos cavernosos se hacen in- y 10 MHz.
yectando directamente material de contraste adecuado en Las ondas de ultrasonido para Imágenes las generan
los cuerpos cavernosos del pene. Pueden ser útiles en el transductores, dispositivos que convierten energía eléctrica
examen por en fennedad de Peyronie, impotencia, priapismo en energía sonora y viceversa~ Estos transductores son
y lesiones traumáticas del pene, pero tampoco se practican cristales piezoeléctricos especiales que emiten ondas de
comúnmente. ultrasonido cuando se deforman a medida que se aplica un
voltaje eléctrico y a la inversa cuando chocan en ellos las
ondas sonoras reflejadas. En consecuencia, actúan como
8. SUSTRACCIÓN RADIOLÓGICA transmisores de sonido y detectores del mismo. Para obtener
(Figura 6-28) imágenes se transmiten a través de los tejidos grupos repeti-
dos de ondas de ultrasonido por el transductor. Entre las
Las radiografías convencionales incluyen imágenes de to- transmisiones, el transductor actúa como receptor de so-
das las estructuras corporales a través de las cuales han nido.
pasado los rayos X, esto da por resultado que las imágenes En términos generales, la sonografía médica recuerda
de las estructuras de poco o ningún interés se superponen al sonar empleado en los submarinos. A diferencia de las
invariablemente en las de importancia clínica y las ocultan. radiografías, las imágenes del ultrasonido son imágenes de
La sustracción radiológica es una técnica para e1iminar reflexión que se forman cuando parte del sonido emitido por
(sustraer) sombras indeseables en la radiografía, dejando el transductor rebota de las interfases tisulares hacia el
sólo las imágenes de estructuras pertinentes. transductor. Estos sonidos reflejados varían en intensidad y
Hasta hace poco, la sustracción radiológica había sido tiempo según la naturaleza y localización de los tejidos que
un proceso manual que tomaba tiempo (figura 6-28), ya los reflejan.
que implica producir una máscara inversa en la placa. Hoy El sonido reflejado en tejido fijo forma el conjunto
en día la sustracción computadorizada de imágenes se ha de datos para que las imágenes anatómicas se muestren en
estandarizado en los sistemas radiográficos provistos de in- una escala de grises. El sonido que reflejan las estructuras
tensificador de imagen. La computadora digitaliza, procesa en movimiento (por ejemplo, el flujo de la sangre en los
y almacena la señal de video de la cámara acoplada por vasos) tiene una alteración en la frecuencia debido al. efec-
rnedic-;··Óptícos al intensificador. Para ver la imagen, es to Dopplcr. Mediante la determinación del desplazamiento
necesario convertirla de nuevo en señal.analógica de video y Doppler, la dirección y la velocidad del flujo pueden co-
de ese modo exhibirla en pantalla o imprimirla. Cuando la dificarse gráficamente (Doppler espectral) o por color
imagen se encuentra en forma digital se puede usar la (Ooppler a color).
Figura 6-27. Angiografia : urovenografías diversas. Arriba izquierda: Várices penoescrotales . Venografía peneana . Múltiples
venas tortuosas en pene (P) y escroto {S). Niño de 14 años con varicosidades peneanas y escrotales de larga duración y
numerosos flebolitos escrotales. Arriba derecha: Varicocele. Venografia gonadal. Varicosidades tortuosas, dilatadas, del plexo
pampiniforme en el escroto izquierdo. Varón de 31 años con recurrencia de dolor escrotal después de ligadura del varicocele .
Abajo izquierda: Angiograma normal de cuerpos cavernosos . Inyección del medio de contraste en el cuerpo izquierdo (L:)
con llenado normal (aunque ligeramente menor) del derecho (R). Varón de 57 años con impotencia . Abajo derecha: Fibrosis
del pene. Angiograma del cuerpo cavernoso. la inyección del cuerpo c:avernoso no llenó la parte proximal del cuerpo derecho
(flecha); el llenado del izquierdo es normal (L). Varón de 33 años con "pene encorvado" después de una operación sin éxito
para prótesis del pene.
96 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

. ~

D
Figura 6-28. Sustracción radiológica. Las radiografías A a D ilustran la teoría y etapas que se \levan a cabo para obtener la
sustracción radiológica en forma manuaL Este proceso manual laborioso está siendo sustituido por la sustracción digital
computadorizada. A: Urograma de riñón izquierdo con sonda angiográfica en la arteria renal izquierda. El riñón excreta medio de
contraste de un arteriograma previo. 8: "Enmascaramiento" efectuado mediante la exposición de la radiografía en la placa
de enmascaramiento de sustracción C: Arteriograma renal tomado inmediatamente después de la placa A. D: Placa final de
sustracción hecha exponiendo cuidadosamente la placa "encubierta" (BJ y el arteriograma (C) sobre la placa "de impresión"
por sustracción. Se han eliminado (sustraído) casi por completo las imágenes de huesos, gas intestinal y estructuras colectoras
renales.

La energía del sonido reflejado se recibe en un trans- Aplicaciones clínicas


ductor y se convierte en señales eléctricas que se amplifican,
digitalizan y almacenan en una computadora. La computa- El empleo cada vez más extendiclo de la ultrasonografía ha
doro convierte la información en imágenes analógicas las tenido un profundo impacto en la iconografía urológica.
que se observan de modo directo en la pantalla de un tubo ( Hoy día, la ultrasonografía se utiliza casi rutinariamcnte
de rayos catódicos en tiempo real; las imágenes se impri- 1 para estudiar riñones, vejiga, próstata, testículos y pene.
men de manera p~rmanente en discos digitales, en fotogra- 1 En la valoración renal el ultrasonido permite determinar
fías, y en video o en todas. tamaño del riñón, esp~i-&y ecogenicidad de la corteza renal
Figura 6-29. Sonografía del riñón. Arriba izquierda: Riñón normal (K), corteza renal (C), eco normal en el seno renal (S).
Arriba derecha: Sonograma Doppler normal a través de la arteria principal del riñón. Abajo izquierda: Hidronefrosis moderada
e hidrouréter, pelvicilla renal dilatada (P). Uréter proximal dilatado (prox. ure.). Abajo derecha: Hidronefrosis grave de un riñón
trasplantado, rastreo sagital compuesto, cálices dilatados en raqueta (C), pelvicilla renal dilatada (P).

-;. diferenciación corticomedular: todas son características r-·~rina residual reemplazará en el futuro a la catcterización)
u -adas para vigilar el desarrollo del riñón en la valoración ¡ y espesor de la pared vesical, además de detectar cálculos y
de enfermedades del parénquima renal (médicas) y de pa- , tumores en vej1ga. La técnica más utilizada es la suprapúbica
decimientos inflamatorios. Además, con ultrasonido tam- · transabdominal. Se ha propuesto la técnica transuretral durante
bién se puede explorar la pelvicilla y los cálices renales cistoscopia para detectar tumores y determinar su etapa.
cuando hay hidronefrosis, y detectar y clasificar masas El examen de los testículos con ultrasonido se ha
anormales. En los trasplantes renales, el ultrasonido es ¡ convertido en parte del e;ifi\~~-fisico. La ubicación supcr-
~s encial para detectar complicaciones quirúrgicas que in- fJcial de éstos permite emplear transductores de alta fre-
cluyen obstrucc1ón y colección de liquido perinefrítico. La cuencia ( 5 a lO MHz), con excelente resol ucíón de tejidos
sonografía doppler es útil para detectar trombosis de la vena blandos. Se han descrito muchas técnicas para efectuar el
renal, estenosis de la arteria renal antes del inicio de la
~'?studio testicular (como el uso de un baño de asiento), pero
hidronefrosis, fístulas anteriovenosas y seudoaneurismas;
el rastreo de contacto se emplea con mayor frecuencia.
ademús, ayuda en la valoración de trasplantes de vasos
Añadiendo sonografía Doppler en color se obtienen imáge-
renales. La imagen ultrasonográfica del riñón, por lo común,
se obtiene en ambos planos, longitudinal y transverso, me- nes en tiempo real de la morfología y las características
diante un transductor de 3.5 o 5.0 M Hz (según la comple- tempero-espaciales del riego sanguíneo. Con la técnica
XIÓn del paciente). Si el estud1o se practica para investigar ··"ooppler en color se observa consistentemente el riego arte-
anomalías congénitas o, en caso de insuf1ciencia renal agu- rial normal dentro de los testículos. La sonografía es de gran
da. también se debe examinar la pelvis ósea. precisión para el diagnóstico diferencial de enfermedades
~ Las aplicaciones de la sonografía en la t1Üig,a incluyen: intratesticulares y cxtratesticulares y para detectar patología
evaluación del volwnen residual (la medición sonográfica de in tratesti e u1ar.
98 • Urología general de Smith (Capitulo 6)

Figura 6-30. Cálculos renales y las consecuencias de la obstrucción según aparecen en la sonografía. Rastreos longitudinal
{arriba izquierda) y transversal (arriba derecha) de riñón derecho mostrando caliectasia (C) y cálculo renal (flecha). Abajo
izquierda: Cálculo renal (flecha) en el infundíbulo produciendo dilatación de los cálices del polo superior (C) . Abajo derecha:
Obstrucción aguda de riñón derecho (K) con extravasación espontánea de orina (U) en el espacio retroperitoneal. Cálculo
renal (flecha).

Ventajas y desventajas delgado, de rayos X a través del sujeto el cual se absorbe por
detectores de estado sólido o gaseoso siguiendo un arreglo
f"""Las principales ventajas del ultrasonido son: su fácil ejccu- lineal. Los exámenes TC proporcionan una definición no-
' ción que causa poco o ningún malestar al paciente; que no table de la anatomía corporal (figuras 6-35 a 6-39).
es invasivo; que no utiliza radiación ionizante; que es rela- Durante el examen, la fuente de rayos X y el sistema
tivamente poco costoso y casi siempre se dispone del equipo detector interconectados, giran rápidamente en el caballete
1 . . .
., necesano. Entre sus desventajas se mcluyen; su escasa alrededor del paciente acostado; los detectores registran un
1diferenciación entre intensidad de señal y nivel de ruido, cierto número de rayos X enviados durante el periodo de
) inespecificídad tisular, falta de medio de contraste , campo examen. Las computadoras digitales unen e integran los
i visual pequeño y su dependencia de la habilidad del opera- rayos X obtenidos, para reconstrUir una Imagen de corte
dor y características físicas del paciente. transversal (tomograma) que se muestra directamente en
una pantalla de televisión. La imagen puede fotografiarse o
almacenarse en forma digital para examen posterior, o am-
TOMOGRAFÍA COMPUTADORJZADA bos.
(Figuras 6-35 a 6-39) La TC en espiral usa un caballete que resbala en un riel,
el cual rota de manera continua mediante contactos desli-
Principios básicos zantes o escobillas. El paciente se acuesta en una mesa que
se mueve a una velocidad constante a través del caballete
En radiología, pasa un haz ancho de ·rayos X a través del que rota de modo constante. Esto permite obtener un con-
sujeto para proch.'Cir
. una imagen en un detector, la placa junto de datos imagenológicos en una distribución espacial
radiográfica. En el examen TC se pasa un haz colimado, helicoide. Una exposición hcl!coidal que cubra 30 cm de
Imágenes de vías urinarias • 99

Figura 6-31. Sonografía de neoplasia renal. Arriba izquierda: Quiste renal simple (Cy) mostrando Interfase aguda hacia el
parénquima renal. no hay ecos internos ni incremento durante la transmisión.Arriba derecha: Quiste renal complejo (flecha) con
bordes lobulados y pared gruesa. Abajo izquierda: Tumor renal sólido (T) mostrando ecogenicidad homogéneamente más
e!evada que el parénquima renal adyacente (K). Abajo derecha: Tumor renal pequeño (T) en riñón derecho (K) con
ecogenicidad es similar a la del resto del parénquima renal. El diagnóstico se establece por la ubicación de la masa en el
diagrama.

fP"
tejido puede obtenerse al retener la resptración por JO ~ calcificación renal o pcrirrenal asi como de hemorragia o
segundos en una sola ocasión. Una cobertura sírn,ilar usando 1de extravasación de orina, puesto que las imágenes obteni-
la TC convencional podria requerir de 2 .5 a '4 minutos. das luego de administrar medio de contraste podrían en mas-
Además , con sólo aumentar la velocidad de rastreo, la , carar estas anomalías. Así, el empko de estudios, con o sin
tecnología de la TC en espiral proporciona la capacidad de · contraste, permite; una evaluación más completa de las vías
obtener imágenes durante los picos de niveles de constraste, · unnanas.
lo cual mejora la reconstrucción de las imágenes y la capa- l, _ El medio de contraste puede administrarse rápidamen-
cidad de realizar angiografias por TC. te en forma masiva intravenosa o mediante venoclisis. Es
preferible la técnica masiva para valoraciones anatómicas o
Aplicaciones clínicas para medir el tiempo del tránsito aortorrenal. Los métodos
de perfusión pueden facilitar el valorar la permeabilidad de
Se puede aplicar el examen TC a cualquier problema renaL la vena cava inferior. Con inyección masiva y secuencia
pero se usa con mayor frecuencia en la valoración d e . : rápida de rastreo es posible seguir d engrosamiento de la
ciones renales (búsqueda de abscesos) y de los trauma- corteza renal que se presenta inmediantamente después de
tismos renales y en tipificar las etapas de las neoplasias la opacidad de la arteria renal. Luego de 60 segundos se
del riilón. Para evaluar la anatomía y la patología renal logra una radiografía del riñón en la fase de amplificación.
casi siempre es necesaria la inyección intravenosa del La excreción del material de contraste dentro de las estruc-
~1cdio de contraste con yodo . Sin embargo, son indispen- turas colectoras puede ocurrir en 2 a 3 minutos después de
sables los estudios sin contraste cuando se sospecha de iniciar la admintstracíón del medio de contraste.
Figura 6-32. Sonografía con estudios comparativos. Exposición desde IVP (arriba izquierda) y ultrasonido transabdominal
(arriba derecha) de \':l vejiga en un paciente con duplicación de riñón izquierdo, ureterocele ectópico y un cálculo (flecha)
dentro. Vejiga (8). Ultrasonido transrecta\ (abajo izquierda) e IRM T2 intensa (abajo derecha) en un paciente con cárycer
prostático (flechas pequeñas). En el ultrasonido el tumor es hipoecoico en comparación a la zona periférica adyacente (R} y
en la lRM el tumo1 BS de baja intensidad de señal en comparación a la zona periférica adyacente (P). El volumen del tumor
parece mayor en la IRM si se compara con el ultrasonido.
Imágenes de vías urinarias • 1O1

Figura 6---33. Uso de ultrasonidO transrectal en la evaluación de la uretra prostática. Arriba izquierda: Aspecto sonográfico
de la uretra prostatica (U) luego de resección transuretral según aparece en el plano sagital del ultrasonido transrectal. Vejiga
8). La uretra (U) está dilatada a nivel del veru montanum (flecha). Zona periférica (P), recto (R). Arriba derecha: La uretra
p rostatica (U) presenta dilatación a nivel de la uretra membranosa (flecha) . Vejiga (B). El cursor se s1túa para medir la longitud
de la uretra prostática. Abajo izquierda: El testículo derecho (T) es normal. Hay una les1ón hipoecoica dentro del testículo
,. zquierdo (*).La cirugía mostró semmoma . Abajo derecha: La lesión(*) en el interior del testiculo derecho es hipoecoica con
foco hiperecogénico (flecha) . Mediante cirugía se encontró un carcinoma embr'1onario. Tejido testicular normal (T).

Mediante TC se pueden detectar tumores uretc~a~~ buena resolución espacial, que muestra imágenes de cortes
J ' rosu función en la valoración ureteral es sobre todo para transversal es y su independencia de! operador. Estas ca-
etenninar etapas de un tumor y diagnosticar la causa y el ""racrerísticas muestran detalles anatómicos de todas las par-
nivel de una obstrucción . tes del cuerpo y tienen particular utilidad en la valoración
En el estudio de la vejiga se emplea TC para definir !as del rctropcritoneo. En la actualidad los rastreadores TC
etapas de tumores vesiC"aies' y para demostrar abscesos utilizados en clínicas suministran resolución espacial de
pélvicos o unnarios . La TC sirve para clasificar etapas del 0.5 a 1 milímetro. La TC no depende tanto del operador
-:-arcinoma prostático (¡mncipalmente evaluación de linfa-
como el ultrasonido, pero gran parte de la infonnación
denopatía) y para valorar abscesos prostáticos . La TC se
diagnóst1ca disponible de lo s rastreos TC dependen de pa-
uti liza para detectar la ubicación en el abdomen de testículos
trones de contraste amplificado y es indispensable un
no descendidos, paq detectar etapas de tumor testicular y
;~~cuidadoso examen específico de cada caso. Entre las !imi-
'n la búsqueda de metástasi s ganglionar distante.
, taciones de la TC se incluyen las restricciones para lograr
imágenes directas en el plano transaxial, inespecifícídad en
V~ ntajas y desventajas cuanto a Jos tejidos, el bajo contraste de la resolución
en tejidos blandos y la necesidad de un medio de contraste,
1 as principales venbjas de la TC incluyen: un campo visual . wal e intravenoso. Aún con el empleo cuidadoso del medio
~~ ·~plio, capacidad para detectar diferencias sutiles en las de contraste, todavía en algunos tejidos la resolución es poco
e opicdadcs de atenuación de rayos X en varios tejidos , satisfactoria.
102 • Urología general de Smith (Capitulo 6)

Imágenes
Figura 6-34. Escala de grises y sonografía Doppler: Reacción aguda en un trasplante renal. Arriba izquierda:
. Una
ultrasonográficas en escala de gris de un trasplante renal que muestran pérdida de la diferenciación corticomedular
dentro de la pelvicilla renal (flecha) . Los vasos ilíacos primitivos externos se observan
pequeña colección de líquido se observa
Doppler a color
como estructuras hipoecoicas tubulares (cabeza de flecha). Arriba derecha y abajo izquierda: Imágenes de
el flujo dentro de las arterias íliacas primitivas externas (cabeza de flecha), la arteria trasplantada (flecha
que demuestran
de resistencia
larga) y las arterias inter\obulares (flecha corta). Abajo derecha: Análisis espectral Doppler que revela un índice
elevado de 0.84. Los hallazgos son compatibles, aunque no específicos, de reacción aguda .

IMÁGENES POR RESONANC IA go, si se coloca el cuerpo humano en un campo magnético


MAGNÉTIC A (IRM) potente (como el producido en aparatos para RM por gran-
(Figuras 6-40 a 6-47) des magnetos alojados en caballetes adecuados), los núcleos
de hidrógeno de la parte del cuerpo dentro del campo
magnético se mueven (bamboleándo se como un trompo
Principios básicos
girante) alrededor de las líneas de la fuerza magnética.
Sí estos núcleos de hidrógeno en el campo magnético
Las imágenes anatómicas clínicas por RM se basan en las
propiedades nucleares de los átomos de hidrógeno en el se estimulan después adicionalmente por pulsos muy cortos
cuerpo. El núcleo de un átomo de hidrógeno consiste en un de ondas de radio de una frecuencia apropiada, absorben
solo protón. Cualquier átomo que contenga un número total energía e invierten su orientación respecto al campo mag-
non de protones y neutrones, tiene la propiedad nuclear de nético; es decir, son elevados a un estado de energía más
girar. con lo cuol el núcleo se comporta como un magneto alta. Una vez que termina el pulso corto de radiofrecuenci a,
minúsculo. los núcleos de hidrógeno regresan a velocidades variables a
Por lo general, los ejes de rotación de los núcleos de su orientación original (energía baja) dentro del campo
hidrógeno en el cuerpo están orientados al azar. Sin embar- magnético, emitiendo energía en forma de radiondas de la
ltnágenes de v/as urinarias • 103

Figura 6-35. Estudios TC: glándulas suprarrenales. Arriba izquierda: Suprarrenales normales. A este nivel, fas dos
suprarrenales (flechas) de este paciente tenían forma en Y invertida. Varón de 34 años con feocromocitoma extrasuprarrenal.
Arriba derecha: Feocromocitomas bilaterales (flechas). El tumor grande de la derecha tiene un centro bajo de atenuación
(cursor). A= aorta; C =vena cava infenor; K= riñón izquierdo. Varón de 33 años con síndrome de adenomatosis endocrina
múltiple, después de adenoma paratiroideo y carcinoma paratiroideo, con antecedente familiar de carcinoma medular. Abajo
izquierda: Linfoma suprarrenal bilateral. Glándulas suprarrenales crecidas (flechas) y en la parte anterior de riñones normales
L = hígado. Varón de 53 años con dolor abdominal y !infama histiocítico del sistema nerv1oso central Abajo derecha:
Carcinoma de la suprarrenal derecha. Estudio a través de un nñón izquierdo normal y un gran tumor suprarrenal retrohepático
quístico y necrótico (T). A= ascitis: L =hígado. Niña de 17 años con masa abdominal derecha y ascitis.

misma frecuencia que la absorbida en el proceso . Este 1)10clificados de manera importante por los diferentes mi-
fenómeno se llama resonancia magnética nuclear. Las croamb!entes físicos, celulares y químicos y por cualquier
energías emitidas por Jos núcleos de hidrógeno en resonan- flujo (líquido), característicos de los tejidos. En tanto que
cia se reúnen y transforman mcd tan te programas de compu- los rayos X tienen una dirección conocida desde el punto de
t:cdora en imágenes ·transversales. origen que se utiliza para formar la 1magen, !as señales
Las imágenes tomográficas RM son reflejos de las de energía emitidas por núcleos bajo mvest1gación R M no
densidades del hidrógeno en los diVersos tejidos corporales, contienen mformación inherente que defina su origen. En
104 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

Figura 6-36. Exploraciones TC : riñones . Arriba izquierda: Quiste renal simple. El quiste (flecha) tiene un número TC cercano
al del agua. Varón de 49 años con dolor en el flanco . Arriba derecha: Quiste peripélvicos bilaterales (flechas). Varón de 52
años con una masa en el flanco derecho encontrada durante un examen físico periódico. Abajo izquierda: Hidronefrosis.
Pelvicilla renal derecha dilatada (flecha recta) con capas de medio de contraste excretado en los calices distendido (flecha
curva). Mujer de 54 años con uréter derecho distal obstruido por carcinoma ovárico. Abajo derecha: Ectopia renal fundida
cruzada (flecha) . Niño asintomáico de 14 años con masa abdominal, palpada en el transcurso de un examen médico escolar.

las IRM esa información se obtiene en un gradiente produ- encuentra en investigación y desarrollo intensos el posible
cido por espirales magnética añadidas que varían el campo uso de la imagen de estos núcleos para la tipificación y
magnético dentro del principal magneto en el espac10, cam- delineamiento de los tejidos y como trazadores biológicos
biando en consecuencia la naturaleza de !as señales RM (espectroscopia RM). Aunque los pnncipios de la RM se
emitidas de las diferentes regiones del cuerpo, para permitir han aplicado en química por muchos años, la primera ima-
In localización exacta de Jos núcleos de hidrógeno que gen RM (de agua en capilares de vidrio de pared delgada)
producen las señales. se obtuvo apenas hace menos de 20 años . En el corto tiempo
Aparte de los de hidrógeno, hay otros núcleos biológi- desde que se hizo esa imagen RM imperfecta, el desarrollo
camente importantes que son sensibles a la RM incluyendo de magnetos, las computadoras y el equipo electrónico
los de fósforo, sodio y potasio, pero estos núcleos más relacionado adecuados y de la tecnología para obtención de
complejos tienen sens.ibilidades inheren~es más bajas a la imagen, han permitido disponer de unidades RM capaces
RM y se encuentra~ en concentraciones fisiológicas meno- de reunir las señales de ondas de radio retransmitidas,
res que el hidrógeno. A pesar de la capacidad menor de estos convertirlas en dígitos , codificarlas espacialmente y recons-
núcleos para ser descubiertos por la RM , en la actualidad se truir la información en imágenes tomográflcas corporales
Figura 6-37. Estudios TC: ;iñones. Arriba izquierda: Carcinoma de células renales. El tumor renal izquierdo (flecha) muestra
necrosis central. Obsérvese la calcificación en la aorta abdominal arteriosclerótica. Varón de 61 años con nefrectomía derecha
previa por carcinoma renal. Arriba derecha: Adenocarcinoma renal reincidente. Reincidencia masiva en la fosa renal derecha
(T), con invasión extensa de tejidos blandos posteriores y destrucción de cuerpos vertebrales (flechas). Varón de 51 años
después de nefrectomía derecha por carcinoma. Abajo izquierda: Angíomiolipomas renales. Lesiones múltiples en masa con
baja atenuación en riñón izquierdo (flechas) con números TC negativos compatibles con grasa. L =hígado. Mujer de 35 años
con múltiples hamartomas renales bilaterales. Abajo derecha: Desgarro pélvico renal derecho. El estudio TC aumentado a
través de los riñones muestra extravasación del material radiopaco (flecha). La hemorragia hacia el psoas y los músculos de
la espalda ha aumentado su imagen (*). Varón de 22 años con desgarro de la pelvici!la renal derecha por puñalada.

de calidad superior, particularmente en el contraste de la Aplicaciones clínicas


resolución de los tejidos blandos.
Otras características de la RM incluyen la capacidad
La IRM se emplea para tener imágenes del riñón, del
de obtener imágenes en planos en cuJlquier orientación y la
}rctroperitoneo, de la vejiga, de la próstata, de los testículos
capacidad de realizar angiografías con RM por medio de ly del pene. La aplicaciones de RM no amplificada en el
imágenes del flujo sanguíneo, mientras se suprime la señal riñón incluyen: la demostración de anomalías congénitas,
de tejidos fijos (figuras 6-40 a 6-47). ~(diagnóstico de trombosis en las venas renales y la deter-
Hoy día existen de 3000 a 3500 de estos aparatos en minación de la etapa decrecimiento del carcinoma renal. La
Estados Unidos y la resonancia magnética se ha vuelto la .angiografía con RM, al no requerir la inyección intravenosa
técnica 1magcnológica más vcrsáttl de que se dispone. í le medios de constrastc, es de gran utilidad en la e va 1uación
106 • Urología general de Smith (Capitulo 6)

Figura 6-38. Una TC en espiral de\ riñón. Arriba izquierda: Mujer de 42 años de edad con pielonefritis derecha grave. Una
imagen a través del polo superior del riñón derecho muestra colección de líquidos de baja densidad, entre las ramas residuales
del parénquima renal resaltado. Nódulos linfáticos inflamados de baja densidad (flechas) desplazan hacia adelante la vena
cava inferior. Arriba derecha: Una imagen a través del polo medio de\ riñón derecho, en el mismo paciente, revela un riñón
crecido con destrucción marcada y estriado del parénquima renal. Nótense las múltiples colecciones de liquido de baja
densidad. Abajo izquierda: Carcinoma de células renales exofítico. Una imagen a través de\ polo medio del riñón derecho
muestra una masa extrínseca muy aparente (cabeza de flecha) que desplaza al riñón de manera lateral. La arteria renal
(flecha larga) y la vena renal (flecha corta) cubren a la masa en su parte anterior. La vena renal esta libre de trombos. Abajo
derecha: Una imagen más abajo en el mismo pac1ente revela que la masa proviene del riñón. La masa distiende el parénqu1ma
renal (flechas cortas) y el sistema colector que contiene contraste (flechas largas).

de los trasplantes de vasos renales, de tumores de las venas ~por la filtración glomerular. No obstante, a diferencia del
o de trombosis; tiene expectativas muy favorables en la ~ medio de contraste de yodo ha mostrado buena tolerancia renal

r"
detección de 1a cstenos is de la arteria renal. ~ en pacientes con insuficiencia renal preexistente. Mientras
El uso de medios de contraste en las imágenes de q ue el medio de contraste yodado aumenta de manera uni-
resonancia magnética del riñón amplía las aplicaciones forme la densidad del tejido a los rayos X o a la TC, el efecto
clínicas de esta técn1ca. Con ia útilización de inyecciones del gadolinio en la intensidad de la señal del tejido para la
masivas de gadolinio y con una secuenc1a. rápida de imágenes, RM depende de la concentración de dicho elemento.
se pueden valor2-t tanto la anatomía como la función del Esta relación entre intensidad de la señal y concentra-
1iñón. El gadolinio, similar al medio de contraste yodado, es un ción no es lineal. En concentraciones más bajas el godolinio
agente de contraste extrace\ular que se excreta princtpalmentc incrementa la intensidad de la señal (por acortamiento del
Figura 6-39. Estudios TC : retroperitoneo, vej1ga, próstata. Arriba izquierda: Hematoma perirrenal. El hematoma (flecha)
desplaza hacia adelante el riñón izquierdo. G =vesícula biliar. Niño de 16 años con glomerulonefritis aguda ; febrícula y dolor
en flanco izquierdo después de biopsia renal del mismo lado. Arriba derecha: Seminoma metastásico retroperitoneal. Masa
retroperítoneal voluminosa de ganglios metastásicos (T) que destruye el cuerpo vertebral (flecha), obliterando los contornos
de las estructuras abdominales y retroperitoneales y desplazando los riñones a los lados y el intestino hacia adelante .
Varón de 46 años con seminoma testicular anaplásíco metastásico. Abajo izquierda: Estudio TC de carcinoma de células
transicionales de vejiga con extensión turr.oral (T) en el interior de un divertículo vesical. Hay extensión del tumor en la grasas
perivesical (flechas). Abajo derecha: EstudioTC de carcinoma de células transicionales de la vejiga con obstrucción de ambos
uréteres. Tumor (T) ; uréteres dilatados (U).
108 • Urología .;eneral de Smith (Capitulo 6)

Figura 6-40. Aspecto por IRM del riñón normal. Arriba izquierda: Imagen eco-spin convencional con T1 intensa mostrando
detalles de la anatomía del riñón con diferenciación entre señales de alta intensidad de la corteza (C) y las de baja intensidad
de la médula (M). Vena renal izquierda (flecha), vena cava inferior (1). Arriba derecha: Imagen eco-spin T1 intensa con
técnica de saturación de grasa. Como se ha suprimido la señal de la grasa la computadora ajusta de manera automática la
escala de grises de la intensidad de la señal permitiendo un mejor contraste entre las señales de alta intensidad de la corteza
(C) y las de baja intensidad de la médula (M). Abajo izquierda y abajo derecha: Imagen de los riñones normales utiHzando
técnica GRASS (del inglés Gradient Reca/1 Acquisition Steady State). Las imágenes con gradiente de eco se obtienen mientras
el paciente contiene la respiración. Abajo izquierda: Rastreo sm contraste. Abajo derecha: Rastreo después de inyectar
gadolinio-DPTA como medio de contraste. La imagen se obtuvo durante la fase del nefrograma que muestra crecimiento
uniforme de ambos riñones (K). Hay amplificación del hígado (L) y del bazo (S).

tiempo de relajación T 1) en tanto que a concentraciones fiRM ha despertado mucho interés por la posibilidad de
mayores la intensidad de la señal disminuye (debido al imágenes en múltiples planos y muy buen contraste de tejidos que
acortamiento del tiempo de relajación T2). } permite un excelente despliegue de la anatomía y de la
El uso del gadolinio ha extendido la aplicación de la
patología del interior de la próstata. La IRM se emplea en la val o-
IRM para la valoración de la obstrucciones renal (cuando
,, ración de anomalías congénitas y para definir la etapa del
otros estudios no son concluyentes) y en la detección y
caracterización de tumores renales. 1
carcinoma prostático. La IRM de los testículos sólo es apro-
" "' En la valoración de la vejiga se emplea IRM principalmen- [ piada cuando otros estudios iconográficos (por ejemplo,
te para determirr~r la etapa. de Üunores vesicales y diferenciar .:,,:~ltrasonografía) no son concluyentes y se aplica al estudio
hipertrof1a benigna de la pared en comparación con la infiltra- de testículos no descendidos, traumatismo testicular, epidí-
ción de una neoplasia maligna. En las imágenes de la próstata, dimoorquitis y tumores.
Imágenes de vías urinarias • 109

Figura 6-41. Imágenes de RM, arriba izquierda: y riñón en herradura arriba derecha: Arriba izquierda: Imagen no
incrementada con T1 intensa; (m) médula; (e) corteza renal. Arriba derecha: Imagen con T1 intensa incrementada mediante
gadolinio-DPTA. Luego de la inyección del medio de contraste hay incremento uniforme en la corteza renal (C). El incremento
del contraste muestra que la porción de riñón frente a la aorta (A) y de la vena cava inferior (1) corresponden a parénquima
renal funcionante ..Abajo izquierda y abajo derecha: Imagen T1 con saturación de grasa de los quistes renales, con y sin
medio de contraste. En el rastreo sin contraste (abajo izquierda) se obseNan ambos quistes renales, el lateral (flecha negra)
y el medial (flecha blanca), pero el contraste entre quistes renales y parénquima renal adyacente se aprecia mejor con la
1magen incrementada mediante gadiolin1o (abajo derecha).
11 O • Urología general de Smith (Capitulo 6)

Figura 6-42. Aspecto de !RM del carcinoma de células renales. Las ventajas de IRM son imágenes en múltiples planos y el
uso de medio de contraste para caracterizar mejor el tumor. Arriba izquierda: Imagen sagital T1 mostrando un gran
carcinoma de células renales (T) con origen en el polo Inferior del riñón derecho (K) . El tumor se extiende en el espacio perirrenal
posterior (flecha) . Hígado (L). Arriba d~recha: Imagen coronal de un carcinoma de células renales (T) sustituyendo casi todo
el parénquimc: del riñón izquierdo (K). Desplazamiento hacia arriba del pancreas (flechas). Abajo izquierda y derecha:
Porción grasosa del riñón derecho que muestra incremento heterogéneo luego de inyección de gadolinio. El tumor se extiende
dentro de la vena renal (flechas} y de la vena cava inferior(\) .
Figura 6-43. La TC y RM antes y después de administrar contraste, de un carcinoma de células renales adyacente a un quiste.
Arriba izquierda: lmagenes tomográficas TC precontraste que cortan el riñón Jzquierdo revelan una protuberancia posterior
(flecha larga), la cual quizá sea un quiste y una deformidad del contorno convexo posterolateral, que contiene pequeñas
calcificaciones (flecha corta) : Arriba derecha: Imágenes tomográficas TC poscontraste que revelan un quiste posterior no
resaltado (flecha larga). La deformidad del contorno posterolateral es causada por un carcinoma de células renales resaltado
(flecha corta) con una colección central de líquido de baja densidad . Abajo izquierda : Imagen ponderada en T1 precontraste
que muestra una intensidad similar para quiste, tumor y parénquima renal normal. Abajo derecha: Imagen ponderada en T1
poscontraste. El quiste (flecha larga) no está resaltado . Se pueden observar los márgenes del carcinoma de células renales
resaltado (flechas cortas) . La colección de liqUJdo central no se resalta.
Figura 6-44. Capacidad de IRM para identificar las etapas de un carcinoma de células renales. Arriba izquierda: Demostra-
ción de adenopatía, imagen de intensidad T1 . Los ganglios linfáticos parahiliares izquierdos (N) elevan la arteria renal izquierda
(flechas sólidas) y también hay ganglios linfáticos hipertrofiados (*) en la ventana aorta~cava . Se observa bien la diferen-
cia entre ganglios con señal de intensidad media y la señal de baja intensidad de los vasos (flechas abiertas). A, aorta. Arriba
derecha: Carcinoma de células renales (T) del riñón izquierdo. Vena cava inferior (1) con extensión del tumor a la glándula
suprarrenal izquierda (*) y al interior de la vena cava inferior (J). Ganglios hipertrofiados (flechas). Abajo izquierda: Imagen
sagital mostrando tumor trombótico grande en la vena cava inferior (1) con extensión del tumor hacia aurícula derecha (flechas).
Abajo derecha: Carcinoma grande de células renales (T) del nñón derecho (K). Un hallazgo incidental es la disección aórtica
(flechas pequeñas). El paciente expiró poco después de practicado el estudio a causa de la rotura de la aorta.
Imágenes de vias urinarias • 113

Figura 6-45. Examen IRM de la pelvis. Ejemplos de la capacidad de IRM para mostrar un tumor vesical y su grado de extensión.
Arriba izquierda: Intensidad T1 . Abajo derecha: Imagen transaxial de intensidad T2. El tumor (D y la base de la vejiga
muestran extensión . También se observa dilatación de uréter derecho (flecha). Abajo izquierda: Ejemplo de carcinoma
prostático según se observa en la imagen de intensidad T2 . El carc1noma prostatico (flechas pequeñas) muestran señal de
baja intensidad en comparación con las señales de alta intensidad de la zona periférica adyacente (P) . Abajo derecha: Una
imagen ponderada en T2; un ejemplo de extensión extracapsular de carcinoma de próstata (etapa C de la enfermedad de
..iewett*). Se observa un tumor con una señal baja en la zona periférica izquierda. Existen rupturas de la cápsula prostática
{entre las flechas largas) con extensión del tumor más allá de la cápsula para comprometer al paquete neurovascular (flechas
cortas) .
114 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

Figura 6-46. Examen IRM de vesículas seminales, conductos deferentes y conductos eyaculatorios. Arriba izquierda: En
imágenes ponderadas en T2, vesículas seminales, conductos deferentes y conductos eyaculatorios normales. El ámpula de
los conductos deferentes (flechas largas) tienen una señal de alta intensidad normal en imágenes ponderadas en T2 y están
inmediatamente mediales a las vesículas semmales (flechas cortas). Las vesículas seminales tienen también una señal de
alta intensidad y están sobrepuestas a la próstata . Arriba derecha: Cálculos en la vesícula seminal y en los conductos
deferentes. Imágenes coronales ponderadas en T2 muestran cálculos con una señal baja en los conductos deferentes
proximales y porción media de la vesícula semmal en el lado ¡zquierdo (flechas) . Paciente con antecedentes de prostatitis,
dolor prostático y eyaculación hemorrágica. Abajo izquierda: Imágenes axiales ponderadas en T2 que atraviesan la próstata.
La zona penférica tiene una señal de alta intensidad que es normal. Los conductos eyaculatorios normales (flechas) se
identifican como dos pequeños focos con señal de alta intensidad dentro de la zona centra\ de baja intensidad. Abajo derecha:
Imágenes axiales ponderadas en T2 que cortan la próstata y que revelan cálculos con señales de baja intensidad (flecha) en
el conducto eyacu!atorio derecho (mismo paciente que en la imagen superior derecha) .

.,¡.
Ventajas y desventajas ' imágenes fallidas por movimientos) y la claridad de la ima-
{ gen casi siempre es menor en comparación a la TC. Hasta la
,_. ~techa no se han detectado efectos nocivos de la IRM clínica,
· Las ventajas de JRM incluyen: la imagen directa en cual-
pero los pacientes sometidos a examen IRM sufren cambios
quier plano deseado (los tres planos ortogonales: transver-
en el ECO, anisotropia transitoria, generan calor y presentan
so , sagital y coronal son los empleados con mayor
frecuencia) , campo visual amplio, excelente contraste en claustrofobia. Ninguno de estos efectos parece ser signifi-
tej tdos blandos, imagen sin exposición ~ radiaciones ioni- cativo durante los estudios clínicos. También hay contram-
zantes y su independencia del operador. No obstante, la ico- dicaciones de la inconografía IMR. Las contraindicaciones
nografía IR M no está libre de inconvenientes. El tiempo de ( absolutas incluyen: 1) pacientes con pinzas intracrancales
r-'r astreo es relativamente lento (con frecuencia produce ~ por aneurisma, salvo cuando el médico que indique el
Imágenes de vías urinarias • 115

Figura 6--47. Aspecto !RM del contenido escrotal. Arriba izquierda: Imagen T2 de testículos normales. El tejido testicular
muestra señales homogéneas de alta intensidad. La túnica albugínea (flechas) muestra señales de baja intensidad los mismo
que el mediastino testicular (flechas con cabeza clara). Una pequeña cantidad de líquido de hidrocele (H). El epidídimo (E)
muestra señal de baja intensidad. Arriba derecha: Hidrocele del lado derecho del escroto (imagen T2). El hidrocele (H)
presenta señales de alta intensidad. Testículos (T). Túnica albugínea (flecha negra incurvada). Varicocele (*). Abajo
izquierda y derecha: Imágenes de tumor testicular. En la imagen con densidad de protones (abajo izquierda) la intensidad
de !a señal de ambos testículos es similar. En la imagen T2 (abajo derecha) el tumor testicular(*) muestra señales de baja
intensidad en comparación con las señales de intensidad más elevada del tejido testicular normal (T).

~studio tenga la certeza de que las pinzas es de algún COMPARACIÓN DE MÉTODOS


material no ferromagnético (como el titanio); 2) pacientes DE OBTENCIÓN DE IMÁGENES
con fragmentos metálicos mtraoculares; 3) pacientes con (Figuras 6-48 a 6-51)
dispositivos implantados activados ya sea eléctricamente, o
por medios magnéticos o mecánicos (incluyendo marcapa-
sos cardiacos, bioestimuladores, neuroestimuladores, La radiografía, la sonografía, la exploración TC y la IRM
~ m plantes en codea y aparatos para sordera). Contraindica- tiene~ ventajas y desventajas individuales. Conforme los
ciones relativas como el embarazo siempre deben considerarse nuevos métodos imagenológicos se han desarrollado, han
valorando Jos riesgos contra los beneficios del examen. ocurrido cambios en la frecuencia de su uso y en las aplica-
1 16 • Urología general de Smith (Capítulo 6)

~
iones de cada tipo de método. Por ejemplo, la familiaridad 2) la disponibilidad de equipo , de personal técnico en-
reciente y la confianza en la sonografía y el examen TC trenado para operarlo y de médicos que interpretan los
;1 han disminuido el uso de algunos estudios urorradiológicos resultados; 3) el reconocimiento cada vez mayor de los pe-
t convencionales, establecidos por largo tiempo; por ejemplo, ligros de la radiación ionizante y 4) el deseo de evitar Jo más
Hurografía excretoria, orografía retrógrada y linfografía: hoy posible la utilización de procedimientos diagnósticos inva-
én día ya no se practican angiogramas suprarrenales y sores.
, renales con fines estrictamente diagnósticos. Las IRM tam- Como se dispone de tantos tipos diferentes de métodos
bién están dando lugar a cambios espectaculares en el para obtener imágenes, cada uno con distintos costos, ries-
diagnóstico médico y urológico. gos y áreas de eficacia, quizá sea dificil que el clínico decida
En estos cambios participan varios factores: 1) la efi- cuál de ellos le proporcionará la mayor información con el
cacia mayor de los nuevos métodos de obtención de imáge- menor costo y riesgo. Un estudio en particular puede ser
nes sobre los antiguos en algunos aspectos del urodiagnóstico; criticable en una situación diagnóstica específica pero inútil

Figura 6--48. Comparación de los métodos iconográficos para la valoración del carcinoma de células renales . Arriba izquierda.
Rastreo TC mostrando quiste renal (Cy) en riñón derecho. Hay abultamiento (flecha) en el contorno del riñón izquierdo (K),
pero es difícil discernir si la lesión corresponde a neoplasia. Arriba derecha: Angiografía mostrando lesiones vasculares
pequeñas en el poi') inferior del riñón izquierdo (flechas). Abajo izquierda y abajo derecha: Rastreo IRM. Abajo izquierda:
Rastreo T1 sin contraste. Abajo derecha·: Rastreo T1 luego de contraste. El quiste renal (Cy) en riñón derecho no muestra
ningún incremento. La lesión (flecha) en riñón izquierdo (K) muestra incremento notable, indicando naturaleza sólida. En este
ejemplo, las IRM incrementadas con contraste son superiores a la TC para detectar y caracterizar la masa renal izquierda.
igura 6-49. Comparación de métodos de obtención de imágenes. Feocromocitoma familiar extrasuprarrenal metastásico.
iña de 1O años con hipertensión y convulsiones desencadenaaas por la palpación abdominal. Antecedente familiar de
últiples feocromocitomas extrasuprarrenales en la madre. Arriba izquierda: Urograma excretorio. El uréter derecho esta
ilatado y elevado (flecha curva), con la porción posterior derecha de la vejiga dispuesta hacia la izquierda (flecha recta).
íagnóstico urográfico: feocromoc1toma extrasuprarrenal paravesical dudoso. Arriba derecha: Arteriograma femoral derecho.
agen del tumor (flecha) en situación paravesical derecha. Diagnóstico angiográfico: feocromocitoma extrasuprarrenal
aravesical. Abajo izquierda: Estudio TC. Tomograma transverso a través de la vejiga (B) que muestra el tumor (T) que
cprime la vejiga (flechas). R =recto. Abajo derecha: Estudio TC. Tomograma transverso a través de la vejiga. La reaparición
e los síntomas después de extirpar el feocromocitoma paravesical derecho indicó otro estudio TC, que mostró tumor
incidente (flecha) en la pared vesical. Cada estudio de imágenes completó o reforzó al anterior. Sin embargo, ninguno
iagnosticó las pequeñas metástasis descubiertas durante la cirugía.

e otra. Por ejemplo, la sonografía, el examen TC y las IRM que riegan tumores renales, pero el examen utiliza radiación
·uelen ser ineficaces para demostrar pequeños tumores ionizaote, es moderadamente invasor, relativamente caro y
oepiteliales y el estudio de elección para estas lesiones es por lo común se requiere de hospitalización. Con la angio-
urograma excretorio. La sonografía es un excelente grafía por sustracción digital se suprimen muchas de estas
método no invasor, relativamente barato, para diferenciar desventajas y, además, con el suministro de información
q u1stes simples de otras lesiones en parénquima de los anatómica previa a la intervención puede guiar al radiólogo
rüiones; pero mucho menos eficaz para obtener imágenes .,..y n la ejecución del procedimiento. Los procedimientos to-
del retroperitoneo que la TC. La sonografía convencional i' mográficos proporcionan excelentes imágenes y es, hoy en
rnbién depende en mucho de la habilidad del operador. La l día, el método imagenológico de preferencia para la explo-
angiografía puede deline1r el origen y extensión de vasos : ración del retroperitoneo y el método de elección para
Figura 6-50. Comparación de métodos de obtención de imágenes. Arriba izquierda: Ejemplo de TC no incrementada y arriba
derecha: estudio ultrasonográfico para demostrar calcificación renal. Las calcificaciones finas en la región medular indican
nefrocalcinosis medular. Son de alta densidad en la TC (flechas) y presentan focos ecógenos (flechas) en el rastreo con
ultrasonido. Abajo izquierda y derecha: Carcinoma de células transicionales y quiste renal calcificado. El urograma retrógrado
muestra defectos -de llenado por el tumor de la pelvicilla renal (flecha negra) en la unión ureteropélvica y calcificación en
cáscara de huevo en una masa del polo inferior (flechas blancas). Obsérvese que el TC de la misma paciente. Es obvia la
naturaleza quística de la masa renal calcificada (flechas curvas) y el estudio TC muestra mejor la gran extensión del tumor
(T), que incluye la mayor parte del polo inferior del riñón y se extiende hacia la pelvicil!a renal dilatada.
Figura 6-51. Comparación de los métodos de obtención de 1magenes. Arriba izquierda y derecha: Absceso del psoas . El
urograma excretorio (arriba izquierda) mostró una orientación anormal del riñón derecho y el músculo psoas derecho crecido.
Arriba derecha: Estudio TC del mismo paciente . Esta imagen identifica claramente el absceso del psoas (flecha) . El examen
TC es excepcionalmente útil para obtener imágenes de estructuras retroperitoneales. El absceso se drenó por vía transcutánea
bajo control TC. Abajo izquierda y derecha: Demostración de malformación arteria-venosa en vesículas seminales. En el
-astreo TC (abajo Izquierda), la vesícula seminal derecha (SV) está agrandada , pero es difícil discernir la naturaleza de este
crecimiento (flecha). En IRM (abajo derecha) se demuestra crecimief!to de los vasos (flechas) a medida que la sangre fluye
dentro de los vasos sin señal detectable en contraste con las señales de intensidad media de las vesículas seminales (SV).
Vejiga (B).
!
:l~bservar las glándulas suprarrenales. La IRM compite con Tanto el paciente como el clínico benefician con una
la TC en la capacitación de algunas estructuras como los consulta cuidadosa encaminada a asegurar que los métodos
riñones, aunque supera a la TC en las imágenes de pelvis. que se elijan para la obtención de imágenes, tengan valor en
Con los avances en el equipo y la velocidad del rastreo y la el diagnóstico y planeación del tratamiento y no dupliquen
f introducción de medios de contraste, sólo puede esperarse o simplemente confirmen datos establecidos, con la consi-
~ que el uso de IRM en urología se extienda más. guiente pérdida de tiempo y gasto adicional. •

REFERENCIAS
Radiografías Krugcr RA, Riederer SA: Basic Concepts of Digital Subtraction
Angiography. Hall, 1984.
Kuchta SG, Manco LG, Evans JA: Prominent iliopsoas muscles
Abrams HL (editor): Abrams Angiography: Vascular and lnler- producing a gourd-shaped deformity of the bladder. J Uro!
venlional Radiology, 3rd ed. Little, Brown, 1983. 1982;127:) 188.
Alvarcz RE, Cassel D: Film-based digital x-rays: Using energy-se- Kumar Detal.: Case profile: Bilateral emphysematous pyelonephri-
lective processing to subtract unvanted materials. Diagn lm- tis. Urology 1982;20:96.
aging 1983;52:36. Lang EK (editor): (.'urrent Concepts o[Umradiology. Williams &
Anton PA, Abramowsky CR: Adult po!ycystic renal disease pre- Wilkins, 1984.
senting in infancy: A report emphasizing thc bilaterial in- Lebowitz RL et al.: lnternational systcm of radiographic grading
volvement. J Urol\982;128: 1290. of vesicoureteric rellux: lntemationa! Reflux Study in chil-
Bakcr SR, Elkin M: Plain Film Approach lo Abdominal Caljicia- dren. Pedialr Radio/1985;15: 105.
tions. Vol. 21. Monograph~ in Clinical Radiology. Saunders, Leiberman E, Macchia RJ: Excretory urography in women with
1983. urinary tract infection. J Uro/1982;127:263.
Blickman JG, Taylor GA, Lebowitz RL: Voiding cystourcthrogra- Leiter E, Whitehead ED, Desai SB: Fungus balls in renal pelvis.
phy: The initial radiologic study in children with urinary tract NY Sta te J Med 1982;82:64
infection. Radiology 1985; 156:659. Lconidas JC ct al.: Theone-film urogram in urina1y tract infection
Bolz KD, Skalpe 10, Guttcbcrg TJ: JohcxoJ and metrizoate in in children. AJR 1983;141 :61.
urography in children: Comparison between a nonionic and Luc TF et al.: Functiona1 evaluation ofpenile veins by cavernosog-
an ionic contrast medium. Acta Radio! (Diagn) 1984;25: 155.
raphy in papaverine-induced erection. J Uroll986;135:479.
Choí SH, AnUo V: Left renal vein "nutcracker" phcnomenon. Michel JR: Radiologic examination of thc maJe urcthra. Medica-
Urology J 982;20:549.
mundi 1982;27:77.
Clark RA, Alexander ES: Digital subtraction angiography ofthe
Moreau J-F, Mazzara L: Jntmvenous UroJ:,rraphy. Wiley, 1983.
renal arteries: Prospective comparison with conventional ar-
Nabisadeh 1, Morehouse HT, Frced SZ: Hydatid disease of kid-
tcriography. lnvest Radio[ 1983; 18:6.
ney. Urology 1983;22: 176.
Curry TS, Dowdcy JE, Murry RC: Christensen :S lntroduction to
Ney C, Friedenberg RM: Radiographic Atlas ofthe Genilourinaty
the Physics oj Diagnostic Radiology. Lea & Febiger, Phíla-
System, 2nd ed. Lippincott, 1981.
delphia, 1984.
Nocks BN et al.: Transitional cell carcinoma of renal pelvis.
Davidson AJ (editor): Radiology oj the Kidney. Saunders, 1985.
Urology 1982;19:472.
Doubilet P et al.: Excretory urography in current practice: Evi-
Panto PN, Davies P: Delayed reactions to urographic contrast
dence against overutilization. Radiology 1985; 154:607.
media. Br J Radio/1986;59:41.
Dyer Retal.: The segmenta! nephrogram. AJR 1985; 145:321.
Pa triq ui n HB, O' Rega n S: M edu llary sponge kidney in chil dhood.
Fanous H et al.: Renal cell carcinomaextending into vena cava and
AJR 1985; 145:315.
right atrium. Urology 1983;22:215.
Siminovitch JMP, Montie JE, Straffon RA: Inferior venacavog-
Ford K et al.: Seminal vesiculography in evaluation ofthe infeJiilc
raphy in the prcoperative asscssmcnt of renal adcnocarci-
maJe. Fertil Steril 1982;37:552.
Friedland GW et al (cditors): Uroradiology: An lntergrated Ap- noma. J Uro/1982;128:908.
proach. Churchill Livingstone, 1983. Smith SEW: Unexpected anterior urethral diverticula. Cfin Radio/
Gattoni Fetal.: Digital subtraction angiography ofthe kidncy. Br 1986;37:55.
JUro! 1988;62:214. Sommer FG et al.: Renal imaging with dual cncrgy projection
Greenberger PA, Patterson R, Tapio CM: Prophylaxis against radiography. AJR 1982;138:317.
rcpcatcd radiocontrast media reactions in 857 cases: Adverse Spring DB: Urinary tract fungal disease. Pages l 05-113 in: Diag-
cxperience with cimetidine and safety of beta-adrenergic Jwstic RadioloJ.,ry. Margulis AR, Gooding CA (editors).
antagonists. Arch Jntern Med 1985; 145:2197. Mos by, J 985.
Hartman GW et al.: Mo1iality during excretory urography. AJR Spring OB ct al.: Radiologists and informed-consent lawsuits.
1982; 139:919. Radiology 1985;156:245.
Ha tch T R, Ba rry J M: The val u e o f excretory urography in s tagin g Steinhl1rdt GF, Slovis TL, Perlmutter AD: Simple renal cysts in
bladder cancer. J Urol\986;135:49. infants. Radiology 1985;155:349.
Hcndee WR: Real and perceived risks of medica! radiation expo- Stcphens FD: Congenilaf Malfórmations oj the Urínary Trae!.
sure. West J Med 1983; 138:380. P racger, 1983.
Hoffcr FA, Lebowitz RL: Intermittcnt hydronephrosis: A unique Strijk SP, Dcbruync FMJ, Herman CJ: Lymbphography in the
feature of ureteropelvic junction obstruction causcd by a management ofurologic tumors. Radíology 1982;146:39.
crossing renal. vessel. Radiolo&'Y 1985;156:655. Tcmplcton PA, Pais SO: Renal artcry occlusion in PAN. Radiology
Kass DA, Hricak ti, Davidson AJ: Renal malignancies with 1985; 156:308.
normal excretory urograms. AJR 1983;141 :731. Thomsen HS, Rygaarrl H, Standberg C: Micturating cystoure-
Ka u de JV et al.: Renal morphology and function immediately aJlcr thrography and vcsicoureteral re flux. Eur J Radio! J 985;
cxtracorporcal shockwave lithotripsy. AJR 1985;145:305. 5:318.
7
Radiología invasora
vascula r
Erich K. Lang, MD, MS
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Los procedimientos urorradiológicos invasores pueden di- 1988). Es posible tratar con embolismo tanto el tumor como
vidirse en dos grupos principªJes: 1) los que se practican a el rifión en que se aloja utilizando material inerte o esclero-
través de la via transcutánea y 2) los que se llevan a cabo sante en preparación para "una operación sin hemorragia"
por la ruta intravascular (arteriografía invasora). (Wallace y cols., 1981; Wríght y cols., 1990). La oclusión
Los procedimientos diagnósticos transcutáneos inclu- del lecho vascular del riñón hace posible la ligadura antici-
1'en punción y aspiración de quistes renates, biopsia guiada pada de la vena renal. Toda vez que la vena renal es la
con aguja delgada, urografía anterógrada, prueba de primera que se encuentra cuando el riñón se expone durante
Whitakcr y cistouretrografía transcutánea. Estos procedi- el acceso quirúrgico por la vía transabdominal, desde el
mientos se tratan en el capítulo 8. La vía transcutánea punto de vista teórico, su ligadura evita la diseminación de
también se utiliza para disolver o romper cálculos y elimi- las células tumorales cuando se extirpan el riñón y el tumor.
narlos, colocar sondas ureterales y dilatar estrecheces de los el embolismo del lecho vascular del riñón y de su tumor a
uréteres (capitulo 17). través de un catéter, también acentúa los planos de disección
·Los métodos íntravasculares se utilizan para embolis- 24 a 48 horas después, lo cual facilita la resección qui-
mo de carcinomas de células renales, fistulas arterioveno- rúrgica. En fecha reciente, se ha atribuido la desaparición
sas, malformaciones y de sitios sangrantes (que incluyen de las metástasis pulmonares a la mejoría de la respuesta
hemorragias intratables de vejiga y órganos pélvícos), ade- inmunológica del huésped, después del embolismo de los
más se usan para dilatación de las arterias estenóticas y para tumores renales a través de un catéter (Wallace y cols.,
reconstruir los lúmencs por medio de dispositivos metálicos 1981 ). Se piensa que esto se debe a la cstimulación de\
o terapia lítica. sistema inmunológico del huésped, por los antígenos que
se liberan del tumor necrótico.

EMBOLISMO DE CARCINOMAS A. Consideraciones generales


DE CÉLULAS RENALES A TRAVÉS Para asegurar el embolismo total del riñón y su tumor, es
DE UN CATÉTER necesario distribuir en la totalidad de ambos el material
intercalado o esclerosante. Una precaución importante, ne-
La terapéutica quirúrgica de tumores renales se facilita con cesaria para evitar el embolismo inadvertido de órganos
el embolismo previo del tumor y del riñón que lo aloja, a distantes por la regurgitación del material hacia la aorta, es
rravés de un catéter.~! tratamiento del carcinoma de células la selección atenta y cuidadosa de las ramas de los vasos o
renales con cirugía ya no se limita a los confinados al riñón. el empleo de un catéter oclusivo con globo.
Los adelantos en las técnicas permiten atacar lesiones que
:;e prolongan al espacio perinéfrico, que incluyen la fascia B. Embolismo simple
de Gerota e invaden órganos vecinos. Incluso las extensio- En un principio se utilizaron partículas de Gelfoam o Ivalon
nes de tro::-nbos del tumor al interior de la vena renal, la cava que median 2 x 2 x 2 mm para el embolismo transcatéter de
mfcrior y de la aurícula derecha ya no son contraindicacio- los tumores renales. En la actualidad, suele usarse etanol al
nes absolutas para una intervención quirúrgica. 100% (Wright y cols., 1990) porque produce una oblitera-
En tumores renales, la arteriografía se practicaba sólo ción más pennanentc del lecho vascular (figura 7-1). En el
para valoración preopcratoria detallada de la extensión del embolismo de los tumores renales con Ge1foam o 1valon
rumor y para planear el acceso quirúrgico; en fecha más aquellos tienden a recuperar el riego sanguíneo por llenado
r~ciente, también se ha utilizado para tratamiento (Lang, colateral retrógrado desde fuentes cxtrarrenales, o por res-

125
126 ,. Urología general de Smith (Capítulo 7)

tumor (figura 7-2). Ello garantiza a su vez la radiación


homogénea de la totalidad del tumor. La distribución de
las partículas radiactivas depende en parte de las va-
riaciones de! flujo sanguíneo a diferentes regiones del tu-
mor. Como la radiación de una neoplasia produce fibrosis
y reduce el riego, el embolismo a través de un catéter
mediante la introducción en serie de fracciones del radio-
fármaco tiende a mejorar la distribución de las partículas
radiactivas. Las áreas que recibieron una dosis baja duran-
te el implante de la primera fracción, conservan mejor riego
sanguíneo; así, las partículas radiactivas que se introducen
después tienden a fluir hacia ellas antes que hacia
aquéllas con riego vascular disminuido debido a la
fibrosis por radiación .

D. Resultados
El embolismo a través de un catéter con material inerte o
E etanol ha sido muy útil para facilitar la subsiguiente resec-
ción quirúrgica de los tumores. Si se practica adecuada-
mente (es decir, utilizando la cateterización selectiva o los
catéteres de globo) es segura y no se acompaña de compli-
caciones importantes. Casi todos los pacientes tratados en
esta forma tienen dolor pasajero y fiebre; deben adminis-
trarse los analgésicos adecuados. Si la fiebre del paciente se
debe a la necrosis del tumor desvascu]arizado, es inccesano
retrasar la cirugía.
El embolismo a través de un catéter con partículas
radiactivas, ha aumentado de manera 1m portante la esperan-
Figura 7-1. Embolismo de un tumor renal a través de un za de !os pacientes con tumores renales en etapas avanzadas
catéter_ El arteriograma de vigilancia después de la admi- (Lang y deKerníon, J 981; Lang y Sullivan, 1988). Aunque
nistración intraarterial de 12 ml de etanol al 96% muestra
no se han publicado curaciones con este método, éste ha
una columna estacionaria del medio de contraste en la arteria
ahviado el dolor, detenido la hematuria y permitido remisiones
renal principal y sus ramas mayores. No hay flujo hacia los
prolongadas en pacientes con carcinoma de células renales en
vasos sanguíneos periféricos ni al sistema vascular abun-
dante del tumor, que se ha obliterado por completo con el etapa avanzada, no susceptible de resección quirúrgica.
etanol. PE= posembolizacíón . (Lang, Sullivan y deKcrnion, 1983).
En el manejo del sangrado por tumores renales benig-
nos, el embolismo selectivo es un método efectivo que
tableci.mícnto del flujo sanguín~;o en los segmentos ocluidos garantiza. la preservación máxima del parénquima renal. Por
(Lang y cols ., 1988). esta razón , la técnica es en particular útil en el manejo de
angiomiolipomas hcmorrágícos (Earthman , Mazer y Win-
field, 1986).
C. Embolismo para radioterapia
El embQltsmo a través de un catéter con partículas radiacti-
vas puede producir un implante con infarto intersticial capaz EMBOLISMO DE SITIOS
de radiar el tumor en dosis altas (Lang y co!.s., 1988). Este
DE HEMORRAGIA, MALFORMACIONES
método puede utilizarse para el tratamiento definitivo de
VASCULARES Y FÍSTULAS
tumores inopcrablcs y para reducir la masa tumoral con la
esperanza de hacerlos operables. ARTERIOVENOSAS DEL RIÑÓN,
Utilizando radiofármacos con vida media y caracterís- A TRAVÉS DE UN CATÉTER
ticas de rad1ac1ón adecuadas, es posible limitar la radiación
e as i cxc 1u si vamente al área del tumor y reducir así al mínimo El embolismo a través de un catéter ofrece una alternativa
la dosis que recibe el huésped (Lang y cols., 1988). El atractiva frente a la quirúrgica en el tratamiento de sitios de
empleo de un radiofármaco con vida media larga, prolonga hemorragia, malformaciones vasculares y fistulas arteria-
la radiación y aumenta la probabiildad de dañar las células venosas del riñón . (Larscn y Pentecost, 1992). Este mé-
tumorales durante su fase mitótica. El radiofármaco de todo es particularmen te eficaz en el tratamiento de las
elección es el 1125 . Se encuentra en el comercio en prepara- fístulas artcriovcnosas traumáticas (figura 7-3).
ciones que se ajustan a la luz de los catéteres de uso común
para el sondeo selectivo de los tumores renales. A. Fístulas arteriovenosas
La selección atenta y cuidadosa de t;mtas ramas arte- Como la sangre se bombea de otros segmentos del riñón
riales del tumor como sea posible y la liberación de tantas y se deriva a través de una fístula arteriovcnosa, con fre-
partículas para infarto como sea posible, asegura la mejor cuencia se activa la liberación de la renina en el parén-
distribución geométrica de las fuentes radiactivas en todo el quima renal isquémico; ello causa hip ertensión. La oclusión
Figura 7-2. Embolismo de un tumor a través de un catéter. Izquierda: Fase tardía del arteriograma que muestra un tumor
muy teñido en el polo medio del riñón izquierdo. Derecha: La distribución de las partículas radiactivas en toda el área que
aloja el tumor es satisfactoria después del embolismo con yodo radiactivo (semillas de 1125).

Figura 7-3. Izquierda: Seudoaneurisma traumático y pequeña fístula arteriovenosa traumática. Derecha: Se ha cateterizado
selectivamente la arteria que lo alimenta y se ocluirá con cubos de lvalon de 2 milímetros.
128 • Urología general de Smith (Capítulo 7)

del aporte arterial en una fistula arteriovensa normaliza el dependen del riego sanguíneo de ese vaso. En particular en
riego sanguíneo del resto del riñón y por este medio se los pacientes de edad avanzada, algunos de los grandes
corrige el trastorno. vasos, como la arteria meséntrica inferior, se pueden obs-
El calibre de los vasos que llegan a la fístula arteriovenosa truir con placas ateromatosas y los órganos que por lo
determina la elección del dispositivo de oclusión que se regular riegan estos vasos dependen por completo del flujo
utilice. Pueden introducirse globos desprendibles a través colateral. Obviamente, en los vasos que proporcionan el
de un catéter y soltarse después en el sitio deseado. También único riego sanguíneo a un órgano no puede practicarse
son útiles los serpentines de Gianturco para obliterar los el embolismo, ya que ello lo pondría en peligro. Una vez
vasos medianos o grandes que alimentan las fístulas arteria- que se identifica el vaso problema y se determina que el
venosas. El seis-cianocrilato produce una oclusión más embolismo es posible, se intenta su cateterización cuida-
completa. dosa y en seguida se practica el embolismo.
En pacientes con hemorragia por traumatismo, el ma-
B. Sitios de hemorragia terial de elección para la intercalación es el coágulo sanguí-
El embolismo a través de tUl catéter puede utilizarse para neo autólogo, solo o reforzado con ácido e-aminocaproico.
ocluir en forma permanente o temporal los vasos con hemo- Como estos coágulos se lisan finalmente, la restitución del
rragia activa. Si el vaso sanguíneo recibe sangre de arterias flujo en el vaso afectado protege contra la necrosis tisular
lobulares o ramas renales pequeñas, se prefiere el embolis- (Lang, 1987).
mo de los sitios sangrantes mediante coágulos sanguíneos Si la hemorragia depende de un tumor, quizá sea
."autólogos, solos o reforzados con ácido E-aminocaproico aconsejable ocluir los vasos en forma más permanente. Con
(Amicar). Aunque al final tales coágulos se lisan, los fibro- este fin, son más adecuadas las partículas de Ivalon de l x
blastos sellan el defecto en 24 horas y este sello evita más 1 x 1 mm, ya que tienden a alojarse en las pequeñas arterias
hemorragias. - musculares. La oclusión a este nivel asegura el flujo colate-
Debe pensarse en colocar un catéter con globo cuando ral a través del plexo precapilar y, en consecuencia, protege
hay hemorragia de los grandes vasos que pone en peligro la contra la supresión total del riego tisular, que podría causar
vida. El globo puede inflarse en la arteria principal o en necrosis avascular de la vejiga (Hietala, 1978). La oclusión
la rama con la hemorragia para evitar que ésta continúe y de las pequeñas arterias musculares origina una caída im-
utilizar la luz del catéter para llegar al parénquima renal. En portante de la presión del pulso, que fomenta la trombosis
consecuencia, el catéter con globo puede proporcionar he- de las ramas vasculares terminales con hemorragia y en
mostasia temporal y utilizarse para afundir el órgano con consecuencia controla a ésta (figura 7- 4).
solución salina helada, en preparación para la"cjrugía de Las malformaciones arteriovcnosas (MAV) congénitas
urgencia". sintomáticas son otra indicación para el embolismo transca-
téter. En particular son adecuadas para el tratamiento las
C. Resultados lesiones adyacentes a o bien que afectan órganos como la
Ambas técnicas descritas tiene el mérito de que salvan los vejiga y el intestino. Un método óptimo para erradicar las
riñones y en muchos casos hacen innecesaria la intervención grandes MAV en el embolismo arterial transcatéter repetido
quirúrgica. y después se efectúa la disección y la resección quirúrgicas
de las estructuras venosas (Calligaro y cols., \992) (figura
7-5). Se sabe que la ligadura quirúrgica de las arterias ilíacas
internas es infructuosa y debe evitarse ya que imposibilita
EMBOLISMO A TRAVÉS DE UN CATÉTER el subsecuente embolismo transcatéter de las MAV El em-
EN EL TRATAMIENTO DE HEMORRAGIAS bolismo se dirige a nivel de las arteriolas y de las comu-
REBELDES DE PELVIS Y VEJIGA nicaciones microfistulares. El monómero seis-cianocrilato
colocado por medio de un sistema de catéter rastreador co-
Puede haber hemorragias rebeldes de la vejiga o de los axial es el más apropiado para realizar esta tarea. El com-
órganos pélvicos, como complicación de intervenciones puesto se usa sin diluir para asegurar el congelamiento
quirúrgicas (por ejemplo, resección transuretral de la prós- rápido y evitar su paso a través de las MAV a la circulación
tata), por tumores pélvicos o por lesiones traumáticas. Si no venosa.
es posible controlarlas con medidas conservadoras, por
ejemplo, irrigación, administración de ácido E.-aminoca-
proico y fulguración, hay que pensar en el embolismo a
través de un catéter como alternativa de la intervención
quirúrgica. Este método se ha utilizado con eficacia
ANGIOPLASTIA TRANSLUMINAL
para el tratamiento definitivo de la hemorragia por
traumatismos y por tumores pélvicos. (Ben-Menachem y Esta técnica se ha constituido en el procedimiento de elección
cols., 1991 ). para el tratamiento de la hiperplasia fibromuscular y de las
El objetivo es controlar la hemorragia y estabilizar al lesiones arterioscleróticas de las arterias renales que causan
paciente sin alterar en forma permanente el riego sanguíneo hipertensión (Baert y cols., 1990). Se utiliza un catéter de
de los tejidos afectados. Para lograrlo, es necesario restringir globo intraluminal para dilatar el área cstcnosada de la arteria
el flujo sanguíneo, al nivel de los vaso~ más pequeños, que y aumentar así el flujo renal. Con frecuencia, las lesiones
detendrá la hemorragia. Antes de llevar a cabo el embolis- arteriocscleróticas excéntricas y calcificadas de las arterias
mo, se hace una valoración artcriográfica cuidadosa para renales se tratan mejor con la colocación de un dispositivo
determinar el vaso que debe ocluirse y si otros órganos metálico (Wii lms y cols., 1991; Re es y cols., 1991 ).
Figura 7-4. Embolismo a través de un catéter para controlar una hemorragia rebelde por tumor. Izquierda: Arteriograma que
muestra la masa muy impregnada en el fondo de saco izquierdo de la vagina y en el parametrio. Derecha: Reducción intensa
de la mancha del tumor en el fondo de saco vaginal, la bóveda de la vagina y el parametrio izquierdo después del embolismo
con lvalon a través de un catéter, de la rama anterior de la arteria ilíaca interna izquierda (flecha). La hemorragia que ponía
en peligro la vida se controló con éxito ocluyendo el riego del tumor.

A. Indicaciones paciente de tal forma que el tiempo parcial de trom-


Es posible dilatar por vía transluminal las lesiones que boplastina sea I 1/2 a 2 veces el normal, cuando menos
mcluycn la arteria renal principal y las que afectan las ramas durante tres días. Posteriormente, puede administrarse
mayores. Las placas artcrioscleróticas que se extienden en como anticoagulante aspirina por tiempo prolongado.
forma contigua de la arteria renal a la aorta, son más difíciles Los restringentes de pared son los dispositivos metáli-
de tratar con esta técnica porque la colocación del globo a cos más populares para reconstruir la luz de la arteria renal
través del orificio de la arteria renal con una porción del afectada por placas calcificadas excéntricas. El dispositivo
mismo saliendo hacia la aorta, predispone a la formación de se lleva a través de una funda coaxial bajo control tluoros-
colgajos de la íntima y las complicaciones consiguientes. cópico hasta colocarlo en la posición adecuada. El dispo-
sitivo se introduce mediante un catéter de globo y se
despliega al inflar el globo. Es importante que se asiente el
B. Técnica dispositivo de manera precisa y que se elija uno de longitud
Una vez que la lesión se ha localizado y valorado por apropiada para evitar que se afecte el origen de los grandes
angiografía o angiografía con sustracción digital, se in- vasos o que haya una extensión inapropiada del dispositivo
troduce hasta ella un catéter de globo utilizando la técnica al interior de la luz aórtica (figura 7-7 A,B) (Wilms y cols.,
de Scldinger. Según la localización precisa de la lesión, 1991; Rees y cols., 1991 ).
puede utilizarse la vía transfemoral o la vía transaxilar.
Se introduce un alambre guía en las ramas distales de la
arteria renal para asegurar que el globo permanezca en una C. Vigilancia
posición estable. En seguida se coloca el globo a través de La angiografía digital intravenosa es un método relativa-
la lesión y se comienza a inflarlo utilizando presión manual mente no invasor para el examen de vigilancia de una
con jeringa de 2 a 5 mL o equipo controlado con manómetro. angioplastia. A fin de vigilar el índice del flujo del plasma
En un principio la lesión deforma el globo inflado. renal (FPR), puede utilizarse urografía con radionúclidos,
~uando "cede", es decir, se dilata con éxito, no lo deforma
computadorizada (Schwarten, 1984 ).
más (figura 7-6).
Como consecuencia de la dilatación pueden ocurrir D. Resultados
pequeños desgarros y colgajos de la íntima que predisponen La angioplastia transluminal es particularmente eficaz en el
a trombosis del vaso. Para evitarlo, hay que hcparinizar al tratamiento de lesiones por hiperplasia fibromuscular. Hasta
130 • Urología general de Smith (Capítulo 7)

Figura 7-5. A: Malformación arteriovenosa (MAV) pélvica congénita enorme que afecta a la vejiga y se extiende al muslo. B:
Embolismo transcatéter de algunas de las ramas que nutren a la MAV, lo que ocluye parte de su aporte vascular. C: Después
de múltiples embolismos transcatéter de la MAV y la subsecuente resección quirúrgica de \as venas de drenaje y momificación de
la arteria, hay un control completo de la MAV. Se usan serpentines de Gianturco para disminuir la circulación en este sistema
de alta presión ; el 6-cianocrilato realiza la oclusión permanente a nivel de arteriolas y comunicaciones microfistulares y
macrofistulares.

Figura 7- S. Izquierda: Aortograma que muestra una estenosis arteriosclerótica intensa de la arteria renal izquierda (flechas).
Derecha: Se ha introducido un catéter con globo de Grüntzig a través de la estenosis y se ha inflado. La dilatación satisfactoria
de la lesión estenótica está indicada por la recuperación de la forma normal del globo.
Figura 7-7. A; Arteríograma digital que demuestra restringente de pared que se asienta en la arteria renal izquierda principal.
Éste se expande de manera satisfactoria con lo que la luz se reconstituye de manera adecuada . B: TC angiográfica
tridimensional en espiral que demuestra la localización del restringente de pared, el cual se extiende hacia la aorta. Nótese
también que se extiende de manera periférica hacia la trifurcación en las ramas principales y que tal vez comprometa su punto
de partida. En este caso debe usarse un restringente de pared más corto .

95% de estas lesiones responde de manera favorable y la punta del catéter se introduce en el segmento ocluido del
permanente (Bacrt y cols. , 1990). En un principio, con este injerto de derivación. En la técnica coaxial se usa un catéter
n·atamiento se obtenían buenas respuestas en 85% de las de 13.97 cm que se acerca al sitio proximal de la oclusión,
lesiones arterioscleróticas; sin embargo, la mitad de ellas mientras un catéter coaxial 2F o JF que se lleva al interior
reinciden de seis meses a dos años después del procedimien- del coágulo permite la afusión simultánea de éste con agen-
tO inicial y aunque pueden tratarse con angioplastia translu- tes fibrinolíticos a diferentes niveles. En un inicio el coágulo
minal, el éxito de la dilatación repetida es sólo de 50 por recibe 250 000 unidades de urocinasa. Después, se inicia la
ciento. La angioplastia transluminal transcutánca también técnica de afusión a altas dosis con 4000 unidades por
es eficaz en el tratamiento de las estenosis en trasplantes de minuto de urocinasa por 2 a 3 horas (Mathias, 1992).
la arteria renal. Al mismo tiempo, se inicia la afusión con 1000 unidades/h
La terapéutica fibrínolítica intraarterial se usa de ma- de hcparina para prevenir la formación de cálculos en el
nera exitosa para abrir injertos de derivación aortorrenal catéter o la retrombosis. Una vez que el lumcn del injerto se
ocluidos (Van Brcda, 1991 ). Se recomienda la angiografía abre de manera parcial, se realiza un angiograma diagnós-
venosa por sustracción digital para el dtagnóstico micial. tico para identificar cualquier estenosis coexistente en el
Esta técnica evita la necesidad de punción arterial antes de sitio anastomótico. Si esto sucede, se realiza una angioplas-
que se inicie la tcrapi<t fibrinolítica. Para resultados óptimos, tia con globo para corregir la estenosis (figura 7-8). •
j 32 • Urologfa general de Smith (Capítulo 7)

Figura 7-8. A: Se introdujo un catéter 4F mediante un alambre guía en un injerto de derivación autorrenal ocluido. Nótese el
coágulo que se extiende en una de \as ramas vasculares principales, la cual se inyecta de manera selectiva (flecha). B:
Después de la terapéutica trombolítica con urocinasa se lisa el coágulo y el injerto se encuentra permeable de nuevo. El área
estenosada en el sitio de la anastomosis del injerto de la arteria renal (flecha) se corrige mediante angioplastia trans!uminal
para prevenir una retrombosis.

REFERENCIA S
Bacrt AL ct al.: Percutanc-ous transluminal renal angioplasty: lnitial scatheter cmbolization of renal ccll carcinoma with radioac-
rcsults and long tenn follov-.:-up in 202 patients. Cardiovasc tíve infarct partíclcs. Radio/ogy 1983;147:413.
lnterv Radio 1990;13:22. Larsen OW, Pcntecost MJ: Embolothcrapy in renal trauma. Semin
Bcn-Mcnachem V et al.: Hemorrhage associated with pclvic frac- lnterv Radial 1992;9: 13.
tures: Causes, diagnosis, and emergent management AJR Matalon TAS ct al.: Percutaneous translumínal angioptasty for
1991 ;157: 10045. transplanl renal artery stenosis. J Vasc Jnterv Radio/
Calligaro J(O et al.: Congenital pelvic arteriovenous malforma- 1992;3:55.
tions: Long term foltowup in two cases and review of the Mathias K: Local thrombolysis for salvage of occluded bypass
literaturc. J Vas e Surg 1992; 16: lOO. grafts. Semin Thromb Hemos fas 1992; 1: 14.
Earthman WJ, Mazer MJ, Winficld AC: Angiomyolipoma in Rces CR et al.: Palmaz stcnt in atherosclerotic stenoses involving
tuberous sclerosis: Subselective embolotherapy with alcohol, the os tía ofthe renal artcries: Preliminary repmi o fa multicen-
with long term followup study. Radiology 1986; 160:437. ter study. Radiology 1991 ;181 :507.
Hictala SO: lJiinary bladder necroses following selective emboli- Schwarten DE: Percutaneous trans)uminal angioplasty ofthe renal
zation of the interna] iliac artery. Acta Radial -Diagn- artcries: Jntravenous digital subtraction angiography for Jbl-
1978;19:316. low-up. Radiology 1984;150:369.
Lang EK: Transcathet.er embolization of pelvic vcssels for control of VanBreda A: Thrombolysis in arterial bypass grafts. Semin
i.ntractable hemorrhagc. Radiology 1987;162:25. Thromb Hemostas 1991;17:7.
Lang EK, deKcrnion JB: Transcatheter embolization ofadvanced Wallace S ct al.: Embolization of renal cell carcinoma, Radiology
renal cell carcinoma with radioact;ve seeds. J Uro! 1981; 19R 1;138:563.
126:581. Wilms GE ct al.: Renal arteries stent placement with use ofthe
Lang EK, Sullivan J: Management ofprimary and mctastatic renal wallstcnt endoprosthesis . Radiology 1991;179:457.
cell carcinoma by transcatheter embolization with iodine 125. Wright KC ct al.: Experimental valuation of ethanol-ethiodol tbr
Cancer 1988;62:274 transcatheter renal ambolization. Cardiovasc lnterv Radio!
Lang EK, Sullivan J, deKernion JB: Work in progress: Trm1- 1990; 13:309.
8
Endourología transcutánea
y ureterorrenosco pia
Joachím W Thuroff, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Contrario a lo que ocurre en intervenciones por instrumen- ~ jalea de clorhidrato de lídocaína a 2%) tiene el doble propó-
tación retrógrada, corno la ureterorrenoscopia, en que la vía de ~ sito de anestesiar y lubricar. La dilatación de trayectos de
-··---··""--
acceso bajo guía endoscópica es la uretra, o sea la vía 1:~ nefrostomía hasta 30F, y la extracción de pequeños cálculos
natural, las técnicas de instrumentación anterógrada impli- ,q renales, pueden llevarse a cabo bajo anestesia locaL Sin
-. -· ·- .. -·· ' ...?:''
can una vía de acceso por punción transcutánea. Este méto-=-·· .!=mbargo, hoy en día el tratamiento de elección para casi
do debe respetar la anatomía intrarrenal , justo como en una f<todos estos cálculos pequeños es la litotripsia extracorpórea
nefrotomía quirúrgica abierta, y se requieren técnicas de ' con onda de choque (LEOC). - --
obtención de imágenes radiográficas para guiar el procedi- Aún est:1. indicada la ncfrohtotomía transcutánea (NLT)
miento. para el tratamiento de los cálculos en asta de venado y
Lo primero y más importante, hay que establecer una ;:- .los diverticulos caliceales, pero la magnitud de la manie-
vía de punción que proporcione acceso directo al objetivo y ra instrumental intrarrenal para la desintegración y ex-
una instrumentación exangüe, segura. En consecuencia, el tracción de los cálculos, suele requerir anestesia epidural
sitio y la dirección del trayecto de la punción y el punto de o general. Como la punción, la dilatación del trayecto y
entrada al sistema colector renal determinan el éxito de to- la desintegración y eliminación del cálculo, se practican
das las etapas subsecuentes de la instrumentación controla- de preferencia en una intervención de un tiempo quirúr-
da por radiología y endoscopia. La observación de la aguja de gico, es limitado el uso de la anestesia local en NLT.
punción y el blanco, y la conducción precisa hacia este
último, requieren de técnicas de obtención de imágenes,
como ultrasonido, radioscopia o, en casos seleccionados, TÉCNICAS DE IMÁGENES Y PUNCIÓN
TC.
Para la punción transcutánea, la técnica de elección La punción transcutánea del sistema colector renal puede
es el ultrasonido . En los procedimientos subsecuentes practicarse para procedimientos diagnósticos (por ejemplo,
(como í3.-JiTátae16n de las vías, la colocación de una sonda la pictografía anterógrada, los estudios de presión y riego)
de nefrostomía), se requiere radio~copia. Para los métodos o a fin de establecer una vía de acceso para intervenciones
quirúrgicos intrarrenales, la ~~d~sc,o__R!~ es superior a las , terapéuticas, como la colocación de un catéter transcutáneo,
técnicas de imágenes radiográficas. ~ .,.. ,,. o en los procedimientos endoscópicos (cuadro 8-1). Sin
Las contraindicaciones de la punción renal transcutá- importar la indicación, las técnicas para obtener imágenes
nea, son las anomalías de la coagulación sanguínea por y para la punción transcutánea de los riñones y del retrope-
coagulopatías, y la anticoagulación farmacológica. Es ritoneo, son idénticas.
necesario preparar y cubrir el área quirúrgica con campos, Tanto el ultrasonido como la radioscopia permiten
¡gua! que para cirugía abierta, y seguir los mismos estánda- observar y guiar la punción transcutánea precisa y segura,
res de asepsia. La anestesia local sólo es suficiente para la pero el ultrasonido tiene ventajas definitivas:
punción renal y dilatació(: de la vía hasta un diámetro
pequeño ( 6 a 12F), 'Para la inserción anterógrada de una J) No se administra un medio de contraste intravenoso
férula urcteral o un catéter de nefrostomía. Pueden utilizarse ni por vía retrógrada.
1OmL de clorhidrato de lidocaína al 1% USP para infiltrar 2) No hay exposición a las radiaciones.
la piel y el tejido a lo largo de 1a ruta pretendida para la 3) Vigilancia continua de la punción en tiempo real.
punción hasta la cápsula renal. Durante la dilatación del 4) Se pueden obtener imágenes de estructuras radio-
trayecto, un anestósico local en lubricante (por ejemplo, transparentes, renales y cxtrarrenales, sin amplifica-

133
134 • Urologia general de Smith (Capítulo 8)

Cuadro 8-1. Indicaciones para efectuar punción acoplamiento óptimo del haz ultrasónico, se aplica jalea
transcutánea del sistema colector renal estéril (por ejemplo, jalea K-Y) en el sitio de exploración.
La situación , rotación e inclinaclón de la cabeza explora-
Indicaciones diagnósticas dora, que determinan el plano del estudio ultrasónico, deben
Pielografía anterógrada orientarse a lo largo de la topografía nonnal del riñón. En
Estudio de presión y afusión (prueba de Whitaker) la placa frontal de un pielograma intravenoso (PIV), el eje
Indicaciones terapéuticas longitudinal del riiión suele seguir al músculo psoas, for-
Drenaje mediante catéter de ncfrostomía mando con el plano de la línea media, un ángulo de 30
Férula urctcral anterógrada grados aproximadamente (figura 8-lA). En la imagen
O.i}atación de las estrecheces ureterales transversa de una TC, el eje transversal del riiión forma un
Quimiolisis de cálculos renales por afusión ángulo de casi 45° con una línea horizontal y una sagital
Nefrolitotomía transcutánea (NLT) (figura 8-! 8). La situación y el movimiento del transductor
Endopie lop lastia transcutánea debe orientarse más o menos por las siguientes observa-
Resección y coagulación transcutáneas de tumores ciones: debajo de la duodécima costilla (de ser posible),
urotelialcs centrado en el sitio de la punción, con una rotación
caudolateral a 30 grados y con una inclinación lateral a
45 grados de la cabeza exploradora. Durante el estudio
ción por contraste (por ejemplo, en un quiste renal , hay que hacer ajustes finos de la posición y dirección de
en un tumor retroperitoneal) , para practicar punción. la cabeza de rastreo .
S) Se tienen imágenes de todos los tejidos situados en Los factores que pueden influir en la elección de la
el trayecto propuesto para una nefrostomía (por ejem- técnica de rastreo y del sitio de punción incluyen: talla del
plo, del intestino, del pulmón). · paciente; posición y rotación del riñón; anomalías de estruc-
6) Se logran imágenes en varios planos mediante ma- turas óseas; posiciones de colon, bazo, hígado y pulmón en
niobras sencillas como cambiar de lugar, inclinar o relación con el riñón, y blanco de la punción (cáliz alto,
girar la cabeza de rastreo. medí o o bajo; divertículo caliccal). El ultrasonido puede dar
7) Durante la punción se tiene información tridimensio- la imagen de todas estas estructuras y es posible colocar la
nal. Si el plano de la imagen bidimensional muestra cabeza de rastreo para que proporcione la mejor imagen y
el órgano específico y la aguja de punción (dirigida
y alineada en concordancia), la posición de la aguja
aún permanece confinada en el volumen del corte del
rastreo practicado sin desviación lateral de la aguja
dentro de la tercera dimensión.

Una vez que la aguja de punción ha penetrado en el sistema


colector renal, se requiere radioscopia para controlar y guiar
las etapas siguientes (por ejemplo, inserción de un alambre
guía, dilatación del trayecto , inserción de una sonda). En
casos seleccionados, puede ser posíb\c insertar y colocar un
catéter de nefrostomia en un sistema renal dilatado , baJO
control ultrasónico únicamente. Sin cn1bargo, en tanto que
la aguja de punc1ón rígida puede observarse y dirigirse con
facilidad dentro del plano de exploración ultrasónica, bidi-
mensional, los instrumentos flexibles, como alambres guÍ<i:-.
y catéteres, siguen la anatomía del sistema colector renal y,
en consecuencia, pueden desvlarse del plano de rastreo. La
radioscopia proporciona una imagen bidm1cnsional con
integración completa de toda la inforrnación de la tercera
dimensión (anterior y posterior), de tal forma que es posible
observar la longitud total de los catéteres radiopacos, los
alambres y otros adminículos.
Para la punción transcutánca del sistema colector re na 1,
el pacH~ nte debe colocarse en la mesa de radioscopia en
pronación. Pueden ponerse almohadones radiotransparen-
tes debajo del abdomen para corregir la lordosis lumbar y
apoyar el riñón. El sitio estándar de punción , está sobre la
línea axilar posterior a la mitad del trayecto entre la decima-
segunda cost11la y la cresta ilíaca; este sit1o asegura que el
paciente no se acueste después sobre la so!lda de ncfrosto- Figura 8-1. Ultrasonido renal. A: El eje longitudinal del riñón
mia en tanto permanezca colocada. Se practica un estudio forma un angula de 30° con la línea media . B: El eje trans-
ultrasónico abajo de la décima segunda costilla para obtener verso del riñón forma un ángulo de 45° con una línea hori-
una imagen longltud\nal mcd1a de todo el riñón. Para el zontal y una vertical.
l:,naourowgza transcutanea y ureterorrenoscopia • 135

el sitio de punción óptimo para cada paciente. En conse-


:uencia puede elegirse un punto tan alto como arriba de la
ji:cima primera costilla, si no se observa el pulmón en el
ayecto de la punción. Es necesario elegir un sitio diferente,
51 se observan gas intestinal, hígado o bazo, dentro de la vía
'eseada para la nefrostomía.
Si la punción se hace para el drenaJe por ncfrostomía
.j c un sistema dilatado o para eo locar una férula anterógrada,
~1 s1tio de entrada al sistema colector no es tan crítico como
::n la manipulactón endoscópica de un cálculo o en otros
iJrocedimientos. Sin embargo, en principio, la vía de la
punctón s1empre debe pasar a través de une:_ pirámide hacia
::1 interior de un cáliz dorsal; la punción en un infundíbulo
!- uede originar hemorragia de vasos segmentarios e interlo-
- ulares en el seno renal y la punción directa de la pelvicilla
c-.:nal dificulta la dilatación del trayecto de la ncfrostomía y
:a inserción subsecuente de catéteres e instrumentos, au- Figura 8-2. Equipo universal de nefrostomía (Angiomed,
EUA) contiene: 1) sistema coaxial con aguja número 17.5 y
m mando el riesgo del desalojamiento accidental del catéter
catéter 6F con obturador; 2) aguja fina (No. 22); 3) alambre
C.espués de penetrar con éxito. Una NLT para cálculos
guía rígido de 0.035 de pulgada con punta suave en J;
-omplicados, como los cálculos en astas de venado o los que
4) sistema coaxial con dilatador í OF y catéter introductor 12F,
~ ~ encuentran en divertículos caliceales, requiere una pla-
y 5) catéter para nefrostomía en cola de cerdo 1OF.
--:eación cuidadosa y entrar coñ precisión en el área blanco
.:el sistema colector renal. Para cálculos grandes en forma
· ~cuernos de alce completos, cuando la NLT se realiza para
disminuir el volumen del cálculo (seguida de litotripsia de la cabeza de rastreo para que sea posible ver simultánea-
extracorpórea con onda de choque para desintegrar los mente en el monitor la aguja y el blanco. Si se hace vibrar
.::á lculos retenidos), la punción se hace en general a través la aguja, la punta se hace más visible al tiempo que se ajusta
d· l dorso de un cáliz inferior, posición desde la cual se la cabeza de rastreo. Si el ángulo de la punción es demasiado
Jlcanzan fácilmente con instrumentos rígidos el grupo de recto o demasiado obtuso, se extrae la aguja de la grasa
.os pequeños cálices inferiores, la pelvícilla renal y parte del subcutánea y se reinserta a través de la pared abdominal. La
gr upo de cálices superiores. Sin embargo, para cálculos en aguja puede moverse con seguridad cuantas veces sea nece-
" ·tas de venado que pueden eliminarse por completo sólo con sario para adelante y atrás hacia la cápsula renal; pero como
. "LT (sin LEOC) puede elegirse otra vía (por ejemplo, pun- ideal. el parénquima renal sólo debe puncionarsc una vez .
.::¡ón del cáliz medio o alto). Los cálculos en divertículos Se puede utilizar una guía para dirigir la aguja exactamente
.:;:ll iccales se abordan mejor por punción directa del divcr- dentro del plano de! rastreo ultrasónico. Este dispositivo
Ii ··ulo, que puncionando el sistema colector con acceso suele tener forma de canal o conducto y debe esterilizarse y
::nd.oscópico al divertículo. En cada caso, la punción perifé- fijarse a la cabeza del transductor. Con algunas guías para
:-:c.a del sistema colector mediante una papila permite la aguja, también se fija e! ángulo de punción en relación con
Jt ilización maxima del espacio disponible dentro del siste- el eje longitudinal del plano del rastreo (profundidad) y
·na colector. puede indicarse en el monitor por un haz generado electró-
Una vez elegido, es necesario visualtzar med1ante el nicamente. Si se desea un ángulo de punción más recto o
Jltrasonido el blanco para el acceso al sistema colector más obtuso, hay que inclinar la cabeza de exploración y !a
~ nal. Se debe elegir un sitio para la punción cutánea en una guía unida de esta manera, se fija la elección del sitio de
"~ irtual extensión caudal de la situación perpendicular (an- punción. Otro mconveniente de este dispositivo es que no
.:h ura) del plano de rastreo (casi todos los transductores permite el ajuste independiente de la dirección de la
~1 cncn una marca que indica el eje del plano del rastreo en punción y de la dirección del rastreo, si la aguja se
d ación con la cabeza transductora, o un accesorio para la desvía de su dirección pretendida después de introducirla
guía de una aguja en ese sitio). La piel y la fascia se cortan a través de la piel. Ocurre con frecuencia en pacientes
.:on una hoja número 11. En este momento puede situarse con cicatrices de operaciones anteriores y el problema
::1 cabeza exploradora sobre la incisión, para medir la dis- aumenta cuando más leJOS esté el blanco del sitio de la
r:mcia exacta entre la incisión y el blanco. A continuación, punción cutánea. En estos casos es preferible una pun-
nucdc insertarse ciegamente a través de la incisión una ción manual libre con ajuste individual de la dirección de
:1 guja de punción números 16 a l X (figura 8-2) y dirigirse la punción y de dirección del rastreo.
::n la dirección determinada previamente mediante el ultra- El movimiento del riñón durante la respiración, puede
~mlido. Sin embargo, la aguJa nunca debe introducirse cie- complicar la punción si el blanco es muy pequeño y sólo se
gamente rnás allá de !a fasc1a abdominal. ve en el monitor durante una fase respiratoria específica. Si
Ahora se coloca la cabeza de rastreo en forma tal que se alinean la dirección de la aguja y la posición del blanco,
se ob:.avcn tanto el blanco como el aguja de punción en el y ambas se ven con claridad en el monitor, se introduce la
m i~mo plano del rastreo, y se alinea la aguja de tal manera aguja a través de la cápsula renal durante la fase apropiada
que se vea con claridad su punta. Quizá se requieran tiempo de la respiración (figura 8-3). En esta fase, el riñón suele
\ paciencia para al i ncar la dirección de la aguja y la posición moverse en cierto grado por el empuje de la aguja de
136 • Urología general de Smith (L'apztulo 8)

Figura 8- 3. Punción guiada con ultrasonido, de un cáliz bajo dorsal. La aguja debe encontrarse en el plano de rastreo para
poder observarla.

punción de tal forma, que es posible se borren momentá- aguja fina (20 a 22). Requiere la inyección intravenosa o
neamente la aguja y el blanco. Sin embargo, tan pronto retrógrada de medio de contraste. Con la segunda, puede
penetra la punta de la aguja en la cápsula renal fibrosa, se introducirse un catéter urcteral de oclusión con globo y
ve incluso con mayor claridad a medida que se introduce a alojarse en la unión ureteropélvica para distender ligera-
través del parénquima renal, que sólo es ligeramente ecógc- mente el sistema colector renal; ello facilita la punción de
no, o en un cáliz dilatado, en la pelvis o en un quiste renal, un sistema no dilatado. Primero, se introduce una aguja
que no tienen ecos internos. Si se observan con claridad número 16 a 18 a través de la pared abdominal únicamente
tanto la punta de la aguja como el blanco en el mismo punto y a continuación se inserta una aguja fina más larga coaxial-
en el plano de rastreo ultrasónico, la aguja está en el sitio mente a través de ella (figura 8-4B). Con este método se
deseado. controla mejor esta última. Tan pronto como penetra la aguja
Es posible sentir con la punta de la aguja un cálculo y
observarse su movimiento en el monitor. La inyección an-
terógrada de una pequeña cantidad de colorante de con-
traste, delineará radioscópicamente el sistema colector
renal, después de una punción con éxito. Sin embargo, si no
se ha puncionado al primer intento con éxito, el colorante
puede llenar las venas interlobularcs que forman una estruc-
tura en canasta alrededor de los cálices, o extravasarse. En
casos raros, en que sr, inyecta el colorante de contraste en la
adventicia del sistema colector renal, la extravasación puede
tomar la forma del sistema colector simulando una punción
con éxito. Hay que tener cuidado para inyectar la menor
cantidad necesaria del colorante para no obstacu \izar
las onentaciones radioscópica y ultrasónica adicionales.
Una gran cantidad de colorante inyectado fuera del sistema
colector puede comprimir el cáliz en que se penetrará y
dificultar más la punción. En esta etapa hay que controlar
la posición de la punta de la aguja mediante observaciones
ultrasónicas repetidas y comparar los datos con el aspecto
fluoroscópico. Si está cerca de su destino (estableciéndolo
por un pequeño movimiento de vibración), hay que extraerla
sólo unos milímetros e introducirla nuevamente en el ángulo
apropiado e inclinarla. Una vez que se penetra en el sistema Figura 8-4. Técnicas de punción transcutánea. A: Técnica
colector (figura 8-4A), sólo se usa radi.oscopia para guiar guiada con ultrasonido: punción con un sistema coaxial de
los pasos subsecuentes del procedimiento. aguja números y catéter 16 a 18. B: Técnica guiada con
Si se utiliza fluoroscopia en lugar de ultrasonido para radioscopia: sistema coaxial de punción con aguja fina a
conducir la punción renal, es posible usar una técnica con través de una aguja y catéter más grande.
Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia • 13 7

fina en el sistema colector, se puede avanzar la aguja de


mayor calibre sobre la fina que sirve como guía. Luego
d e retirar la aguja fina se puede introducir un alambre
gu ía ordinario dentro del sistema colector a través de la
aguja gruesa.
Hay que hacer cultivo de la orina aspirada del sistema
.::olector, en especial si se sospecha una infección de vías
.ui nari as.

PI ELOGRAFÍA ANTERÓGRADA
Y ESTUDIOS DE PRESIÓN Y RIEGO

La punción renal rara vez está indicada para una pielografía


anterógrada diagnóstica únicamente, por que se dispone de
¡ ~cnicas radiológicas menos invasoras (por ejemplo,
pi elografía intravenosa con tomogramas, ultrasonido,
TC, imágenes por resonancia magnética, pielografía
retrógrada). Sin embargo, la obtención de una radiografía
después de la inyección anterógrada de un medio de con-
traste debe ser parte integral de toda punción transcutánea
or cualquier indicación. Antes de inyectarlo, es necesario
aspirar orina para descomprimir un sistema colector obs-
truido. El medio de contraste debe dilUirse a 20 o 30% para
una mejor visualización de los detalles; en esta forma la
. 1elografía antcrógrada aporta imágenes del sistema colec-
tor con casi la misma resolución de los detalles que la
p1elografía retrógrada.
La pitlografía anterógrada también se practica aunada
a estudios transcutáneos de presión/afusión (prueba de
Whitaker) para valorar la resistencia pieloureteral. Los es-
rudios urodinámicos percutáneos de vías urinarias altas
dilatadas, sólo están indicados en 1Oa 30% de los casos, en
que los métodos no invasores con utilización de radioisótopos Figura 8-5. Prueba de Whitaker en una vía alta dilatada
(rcnograma de diuresis; capítulo 9) no diferencian un después de reimplantación vesicoureteral (síndrome de
ststema dilatado obstruido dé\ que no lo está (más pro- vientre en ciruela). La afusión anterógrada con 1O mUmin
bable en casos de obstrucción ureterovcsical distal que origina un gradiente de presión vesicopélvico de 1O cm de
en la ureteral pélvica, en la que los rcnogramas de diuresis agua, sin obstrucción del flujo.
son seguros).
La prueba de Whitaker determina simultáneamente
las presiones intrapélvicas e intravesical durante la afu-
de presión precisas, hay que ajustar las posiciones de los
sión anterógrada, con índices de flujo de 5, 1 O, 15 y manómetros de presión intrapélvica e intravesical, a nivel
20 mL!minuto. El sistema colector tenal se punciona con
de la pelvicil\a renal y la vejiga, respectivamente. Con un
la técnica de aguja coaxial y catéter externo (6F) para el
flujo de 1O mL!min, son normales las presiones diferencia-
estudio de presión y riego renales; en consecuencia, la les (presión pélvica renal menos presión vesical) menores
punción y la inserción del catéter pueden llevarse a cabo
de 13 cm de agua. Entre 14 y 22 sugieren obstrucción de
en una etapa. La afusión se inicia con flujos de 5 a leve y arriba de 22 indican obstrucción moderada a grave.
1O mL!min hasta lograr un equilibrio constante de las Con flujos de 15 y 20 mL/min, los límites superiores de la
lecturas de presión y opacar la totalidad de las vías presión normal son de 18 y 21 cm de agua, respectivamente.
urinarias altas (figura 8-5). Es posible leer la presión de
manera intermitente con el catéter de afusión mediante
una llave de tres vías o continuamente si se utiliza un
catéter de nefrostomía de doble luz, o dos catéteres sepa- COLOCACIÓN TRANSCUTÁNEA
rados para medir la afusión y la presión. Los registros DE UN CATÉTER
continuos durante la afusión, tomados de un solo catéter
de afusión a través de una conexión en T, proporcionan La colocación transcutánea de un catéter de nefrostomía,
lecturas de presión erróneas (cuanto más pequeña la luz para drenaje y descompresión de las vías urinarias altas, está
del catéter de nefr_ostomía y más alta la tasa de afusión, indicada cuando no es aconsejable el cateterismo ureteral
más elevadas las lecturas de presión), a menos que se retrógrado (por ejemplo, en la sepsis secundaria a una
haya calibrado previamente la resistencia de todo el sis- obstrucción ureteral) o es imposible (como en la obstrucción
tema para cada tasa de afusión. A fin de obtener lecturas urcteral no franqueable ya sea por cálculo, tumor o estre-
cl1eces). Los catéteres de nefrostomía también pueden uti- co]ocactón de férulas ureterales anterógradas, hay que in-
lizarse con fines diagnósticos (prueba de Whitaker) o para troducir catéteres más suaves y largos y es nece!\ario dilatar
métodos terapéuticos (quimiólísis de cálculos). Después de el trayecto de la punción antes de insertarlos. Para dlla-
los procedimientos cndourológicos transcutáneos, suele de- tar el trayecto de una punción se inserta un alambre guía,
jarse un catéter de nefrostomía a permanencia algunos días. de 0.035 o 0.038 de pulgada, en el sistema colector, sea
Para convertir una derivación con catéter de nefrostomía, en directamente a través de la aguja de punción o por el catéter
un drenaje interno con férula puede intentarse la colocación externo de un sistema coaxial de aguja y catéter. Es menos
anterógrada de esta última a través de la nefrostomía, inclu- probable que los alambres guía con punta curva (J) dañen
so cuando han fracasado intentos anteriores para la coloca- la mucosa de la pelvicilla renal que los rectos. Uno de los
ción retrógrada de una férula. Cabe esperar éxito con el problernas más comunes de la dilatación del trayecto es la
método antcrógrado si el fracaso de la colocación retrógrada torcedura del alambre guía durante la introducción de dila-
de la férula no se relacionó con una simple obstrucción tadores fasciales; en consecuencia, se prefieren los alambres
ureteral mecánica, sino más bien con una tortuosidad urete- guías con punta suave y una sección proximal rígida a los
ral, w1a vía falsa (fístula ureterovaginal, urinoma después alambres guía suaves (alambre Lunderquist). Si no es posi-
de cirugía abierta) o la imposibilidad para identificar ble introducir la punta del alambre guía en la pelvis renal,
endoscópicamcnte el orificio (anastomosis urctcroileal). porque quede atrapada en un cáliz dilatado con un infun-
En la punción transcutánea para la colocación de un díbulo estrecho o porque un cálculo obstruye el paso, puede
catéter, el diámetro del conducto depende del tamaño de la utilizarse el catéter externo de un sistema coaxial con aguja
sonda por msertar. Para procedimientos diagnósticos, como y catéter para manipular el alam brc guía hacia el interior del
estudios de presión y afusión (prueba de Whitaker), basta sistema colector (figura 8- 6A), o insertarse sobre el alam-
con un catéter 6F. Los de este tamailo pueden colocarse con bre guía con este fin, catéteres angiográficos con puntas
un procedimiento de punción en una etapa si se usan siste- curvas de diferentes formas. Una vez que el alambre guía
mas de aguja coaxial y catéter (figura 8-2). Para interven- se encuentra en posición correcta (cáliz superior, pclvicil!a
ciones terapéuticas, como el drenaje por nefrostomía, o la renal, uréter superior), pueden insertarse dilatadores fascia-

Figura 8-6. Dilatación de un trayecto de diámetro pequeño e inserción de un catéter de nefrostomía. A: Alambre guía en J
insertado a través del sistema de aguja y catéter e introducido con ayuda del catéter en la pelvis renal. B: Inserción de un
sistema coaxial de dilatador y sonda intrqductora sobre el alambre guia. La sección proximal rígida del alambre guía evita
torcedura extrarrenal. C: Una vez que el dilatador ha penetrado en el sistema colector, se introduce sobre su punta el catéter
introductor. D: Se inserta el catéter de nefrostomía en cola de cerdo en la pelvicilla, sobre el alambre guía y a través del
catéter introductor.
Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia e 139

l~s radlopacos bajo control radioscópico, con movimientos de larga duración o las ocasionadas por compresión tu-
gi ratorios rápidos del dilatador durante su avance. Si se usan moral del uréter, daño por radiación o necrosis ureteral
dilatadores fasciales de plástico flexibles, es necesario in- isquémica después de cirugía pélvica radical, no es pro-
~c rtarlos secuencialmente en tamaños crecwntes (por lo bable que respondan de manera favorable a la dilatación
f.''n eral en etapas 2F). S1 se utilizan dilatadores rígidos de con globo. No es posible determinar los resultados a largo
~etal o Je Kcvlar es posible dilatar desde 6F hasta 1Oa 12F plazo con globo ureteral a partir de los datos publicados, sea
::n una etap2.. porque el periodo de seguimiento fue muy corto o porque
Despué~ de dilatar el trayecto. pueden introducirse con se utilizaron periódicamente dilataciones con globo.
:·~K ilicbd sobre el alambre guía catéteres de nefrostomía
: lati vamcnte rígidos (por ejemplo, de polietileno). Sin em-
:nrgo, si se pretende insertar catéteres más suaves (silicón
QUIMIÓLISIS DE CÁLCULOS RENALES
J de poliurctano) es útil emplear un catéter introdector;
:ambién es útil para la colocación anterógrada de férulas CON AFUSIÓN
:rr e ter~les y para la inserción de catéteres de nefrostomía
Los catéteres de nefrostomía pueden usarse para afusión del
.::on punta de diversas formas para autorretención (por cjem-
sistema colector renal con agentes quimiolíticos a fin de
"Jlo, en cola de cerdo). Estos catéteres pueden estirarse hasta
disolver cálculos renales. En principio, pueden tratarse
~ j ar!os rectos cuando se introducen a través de un catéter
aquellos compuestos de ácido úrico, cistina, estruvíta o
i:ltroductor y sobre un alambre guía; la punta regresará a su
apatita. Sm embargo, el éxito de la litotripsia cxtracorpórea
for rna original una vez que se extrae el alambre guía.
con ondas de choque (LEOC) y la posibilidad de la guimíó-
El catéter introductor puede insertarse con el último dilata-
lisis oral (para cálculos de ácido úrico) ha limitado el uso de
~o r fascial en una etapa si se usa un sistema coaxial de
la quimiólisis transcutánea al tratamiento adyuvante
ci llltador y catéter introductor (figura 8- 6B y C). El catéter
de cálculos residuales después de cirugía abierta, NLT o
Ji1troductor proporciona un acceso universal al sistema co-
LEOC. La quimiólisis transcutánca primaria puede estar
l ctor renal para colocar todos los tipos de catéteres (nefros-
indicada aun en pacientes con bajo riesgo anestésico, ya que
:omía [figura 8- 60], férulas ureterales, catéter para
varios procedimientos alternativos requieren de la
~1l a tacíón con globo) así como alambres de seguridad y de
anestesia. Hay que sopesar sus beneficios contra las des-
:rabajo , para difer~ntes sistemas de dilatación del trayecto
ventajas y posibles riegos, por eJemplo, hospitalización
de la nefrostomía hasta el d1árnctro grande necesario para
prolongada para la disolución de grandes cálculos (cistina,
:ntroducir los instrumentos endoscópicos. estruvita o apatita) y posibles complicaciones del tratamien-
Los catéteres de nefrostomía deben ser suaves, para to de cálculos por infección (sepsis, hipermagnesemia).
"-'vitar !a moiestia y la irritación de la pelvicilla renal y tener Para limitar los riesgos, la quimiólísis por afusión
n mecanismo de autorretenciór., o hay que colocarlos con
siempre debe practicarse con un sistema de doble catéter
suficiente longitud para evitar que se desalojen del sistema para efectuar la irrigación y el drenaje continuo y simultá-
colector, durante los movimientos del riilón. Los catéteres neo. Se logra utilizando dos catéteres de nefrostomía sepa-
:::::;tándares de nefrostomía son los de Malecot, catéteres en rados o introducidos coaxial mente (figura 8-7 A) o
~ o la de cerdo y catéteres en asa. Las sondas de asa tienen
utilizando un catéter ureteral con uno de nefrostomía (figura
un mecanismo de retención muy eficaz; sin embargo, pue- 8-78). Para asegurar un flujo eficaz alrededor del cálculo,
j en causar graves complicaciones si por accidente se salen debe colocarse cerca de él el catéter de irrigación. La falta
del riñón. de drenaje completo, continuo, del líquido de afusión con
Pueden colocarse férulas urcterales anterógradas a tra- aumento de las presiones intrapélvicas arriba de 30 cm de
·,; -2s de un catéter introductor utilizando férulas con punta H20 puede dar lugar a re!lujos píelotubular y pielovenoso
J.b ierta o cerrada. Los catéteres con punta abierta se intro- de los agentes quimíolíticos y, tal vez, infección urinaria que
CC\, con un catéter empujador sobre un alambre guía, el originaría hipermagnesemia (perfusión con hcmiacidrina, o
cual debe insertarse a través de la vaina introductora por solución G o M de Suby) y sepsís. La irrigación sólo debe
~¡ uréter hasta la vejiga como primera etapa. Los catéteres hacerse cuando no hay una infección de vías urinarias o, en
co n punta cerrada se introducen empujando el alambre a su caso, está controlada. La irrigación debe probarse primero
permanencia. Con cualquiera de las técnicas, hay que con solución salina a la menor altura posible sobre el nivel del
-olocar un h11o a través de uno de los agujeros del lado riñón para lograr una velocidad de flujo de 100 a 120 mL/h .
proximal del catéter de tal forma que pueda tirarse hacia la La presencia de molestia, dolor o escape del líquido, puede
p.:lvicilla renal si se introduce mucho. El hilo debe extraerse deberse a su drenaje inadecuado y hay que indicar a Jos
antes de quitar el alambre guía de tal manera que el catéter pacientes que en estos casos interrumpan la irrigación.
e-mpujador conserve en su sitio la férula en doble J. Los cálculos de ácido úrico pueden disolverse con
TambJén puede usarse un catéter introductor para in- solución de bicarbonato de sodio o de potasio; los de cistina
sertar sobre un alamore guía hasta el uréter un catéter de con D-penicilamina, con acetilcisteína, o con trometamina-
llatación con globo 7F, a fin de dilatar estrecheces ure- E, y los de estruvita y de apatita con solución G o M de Su by
~..; rales hasta de 12 a 18F con presiones en el globo hasta de o con hemiacidrina (renacidina; no aprobada por la FDA
15 atm . Después de la dilatación con éxito, suele dejarse a para irrigación renal). Debe vigilarse en los pacientes la
ermanencia una férula de 8 a 1OF durante varias semanas. posible aparición de infección de vías urinarias o fiebre, así
E. st a técnica es muy útil en estrecheces ureterales que como determinar cada tercer día las concentraciones séricas
complican una operación reciente por trastornos bcmgnos, de creatinina, fósforo (perfusión con hemiacidrina) y mag-
excepto en la obstrucción ureteropélvica. Las estrecheces nesio (perfusión con hemacidrina, so lución de Su by G o M).
El tiempo necesario para la disolución total del cálculo
depende de su composición y tamaño y puede variar de unos
días (ácido úrico) a varias semanas (cistina o estruvita).

MANIOBRAS ENDOSCÓPICAS
INTRARRENALES

Los nefroscopios son instrumentos endoscópícos con vainas


de 15 a 26F que se introducen transcutáneamente a través de
una via de nefrostomia. Los rígidos estándar se encuentran
en tamaños de 24 a 26F; tienen telescopios con oculares a
un lado (figura 8-8, izquierda). Los instrumentos rígidos,
como los agarradores y las sondas de ultrasonido, pueden
introducirse a través de un conducto central para trabajo
(figura 8-8, derecha). También pueden utilizarse nefrosco-
pios fibrópticos flexibles, éstos tienen un mecanismo para
flexionar la punta que permite inspeccionar áreas de los
cálices difíciles de alcanzar de otra forma. Un conducto de
trabajo más pequeño permite insertar instrumentos flexi-
bles, como canastillas para cálculos, agarradores de alambre
y sondas láser. No obstante, la práctica de maniobras con
instrumentos a través del nefroscopio flexible se ve limitada
A por el tamaño de los instrumentos de trabajo corno las pinzas
para cálculos; además el endoscopio flexible no ofrece la
calidad óptica y durabilidad del nefroscopio rígido.
La ncfroscopia rara vez está indicada con fines diag-
nósticos únicamente; en la mayoría de ·Jos pacientes se
practica para litotripsia transcutánca y extracción de cálcu-
los renales (NLT). De todos modos, LEOC gradual-
mente ha reemplazado a NLT en el tratamiento de cálculos
renales; en la actualidad la primera se emplea en más del
90% de los casos. La NLT está indicada ahora en aquellos
casos en que LEOC no es la elección terapéutica primaria.
Entre tales casos se incluyen obstrucciones no causadas por
cálculos, cálculos de gran volumen y cálculos que no pue-
den colocarse dentro del foco de las ondas de choque. La
nefroscopia también puede usarse para incisión interna,
bajo visión directa, de estrecheces ureteropélvicas y para el
tratamiento paliativo del cáncer urotelial de vías urinarias
altas.
La inserción de un nefroscopio en el pequeño sistema
colector requiere dilatar el trayecto de punción hasta 24 a
30F. Pueden utilizarse diferentes sistemas de dilatadores,
todos los cuales se introducen sobre un alambre de trabajo.
Hay que insertar paralelo al alambre de trabajo uno de
seguridad e introducirlo en un cáliz alto o el uréter alto, para
guiar el regreso hacia el sistema colector en caso que se
desalojen accidentalmente el dilatador y el alambre de tra-
bajo. El uso de un catéter introductor durante la dilatación de
un trayecto de diámetro pequeño hasta 1O a 12F facilita la
introducción paralela de alambres de seguridad y de trabajo.
El catéter metálico central de un sistema coaxial de dilata-
dores metálicos (figura 8-9, izquierda), el catéter central de
plástico para inserción secuencial de dilatadores de plástico
o un catéter dilatador con globo pueden insertarse sobre el
Figura B-7, Colocación de un catéter para quimiólisis de alambre de trabajo. Los catéteres dilatadores con globo, de
cálculos renales por afusión. A: Afusión y drenaje del líquido tamaño 9F, pueden dilatar en una etapa un trayecto de ne-
de irrigación, a través de dos catéteres de nefrostomia. B: frostomía hasta un diámetro de 30F, bajo presión hasta de
Afusión a través de un catéter de nefrostomía y drenaje del 15 atmósferas. Esto puede resultar difícil o imposible si el
líquido de irrigación a través del catéter ureteral. tejido cicatriza! perirrenal de la cirugía anterior evita la
Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia • 141

n-
\
\
lji
~!
(t r!
\
-• -r w~~-.--A--4.;~ ~j ~ 1 ; \
\

t
1-<
\
1 /
i"'~ -~
- ~ -- - ~ ~ _....- - ~ -
-- '-
_ _ ___.._, ___.. . .t.
--·~;t>$
.J
, n ._. ~ ~
-{ '
iH t .--
. -
·-}V i¡.l
~l
't

;

1
.. --- --~~.. t } i} -f
[~ :fl
¡¡
-~·-,:,. . ~~~
r ·,._f'- ·
H :J ..q
¡~

t ':¡ji
-1<

i ~ ¡j¡

1
·- ............... e-· .. . . .,.
. ~ -· - ~ .., . .... 1$

~
,¡ 1
f¡¡
t
i J
-~
~~

i~
ft ¡: '@:

~
:¡¡;

Figura 8- 8. Nefroscopio rígido Izquierda: Vaina de flujo continuo, telescopio con ocular a un lado para acceso central a un
:onducto de trabaJO recto y pinzas rígidas agarradoras. Derecha: Agarradores v nin7;:¡~ para extracción endoscópica
:~anscutánea de cálculos.

-:? XpansJOn completa del balón en toda su longitud. Los cálculos acompañados de estenosis ureteropélvica).
dilatadores secuenciales de plástico permiten dilatar paso a Estos cálculos pueden romperse con LEOC pero la
p:1so el trayecto bajo control radioscópico; sin embargo, arenilla no se eliminará espontáneamente.
-ada vez que se retiran para insertar el siguiente dilatador 2) Cálculos de gran volumen (figura 8-11, izquierda y
·e m ayor tamaño se pierde la compresión del trayecto y hay derecha) (como los cálculos de astas de venado).
nemorragia hacia el s¡stema colector, que en ocasiones Estos cálculos pueden tratarse con varias sesiones de
.; storba la endoscopia. Los dilatadores metálicos coaxiales LEOC. Sin embargo, es posible evitar los problemas-"
1 f1 gura g-9, derecha) (cada dilatador se desliza sobre el ante-

:-i or mis pequeño) perrníten dilatar progresivamente el tra-


:- ecto, incluso en presencia de cicatrización intensa, sin la
,.á dida intermitente de la comprensión contmua del tra-
y ~cto de la nefrostomía aun en los casos de cicatrización
~ rave y aumento de la estenosis. Con cualquier técnica de
' ib tación, la última etapa es introducir una vaina de trabajo
~:r puede ser la de trabajo metálica de 24 a 26F del
-: .:-froscopio o una mayor de plástico. Con la técnica de
¿ ::nación con balón, la vaina de trabajo se introduce sobre
_ .1 dilatador de plástico; con el uso de dilatadores de metal
coaxi?)es o de plástico seriales, la vaina de trabajo se des-
? laza sobre el último dilatador. En todos los casos en que se
.: nticipa una maniobra prolonga-'a y extensa (por ejemplo,
~á lc ulos en astas de venado), es mejor introducir una vaina
~ e trabajo de plástico de 28 a 30F en Jugar de la metálica
"el nefroscopio. Las vainas de plástico mayores no sólo
_roporcionan mejor irrigación, con presiones intrapélvi-
ca s más bajas que las vainas de nefroscopía de flujo
.:.- ontinuo, sino también permiten extraer con mayor facili-
dad los grandes fragmentos del cálculo.
Figura 8- 9. Dilatación de un trayecto de diámetro grande
para nefroscopia . Izquierda: Inserción de\ catéter central, del
Cálculos renales
sistema dilatador Alken sobre un alambre de trabajo a través
de un catéter introductor (figura 8-7) . Un catéter introductor
En la era de LEOC las indicaciones para NLT se limitan a"t-, . permite la inserción paralela de un alambre dP. seguridad
tres t1pos de casos: ¡ dentro del sistema colector. Derecha: Dilatadores metálicos
1 coaxiales de A!ken para dilatación secuencial del trayecto,
1) Obstrucción unnaria no causada directamente por sin pérdida de la compresión del mismo . La etapa final es la
cálculos (por ejemplo, los cálculos en un divertículo }.._ inserción coaxial de una vaina de trabajo de plástico, o de
caliceal [figura 8-10, izquierda y derecha], los , la vama metálica del nefroscopio.
142 • Urología general de Smith (Capitulo 8)

relacionados con la clirmnación de grandes cantida- to, ya que actuará como tapón para evitar el paso de frag-
des de arcnil1a (obstrucción ureteral, dolor, fiebre y mentos al uréter. Puede ser útil con el mismo fin un catéter
sepsis) reduciendo primero tnmscutáncamcnte el vo- de oclusión con globo colocado anterógrada o rctrógradamen-
lumen del cálculo y después practicando LEOC para te. Sin embargo, rara vez está indicado el procedimiento
cálculos endoscópicamente inaccesibles. adicional de cateterización ureteral retrógrada.
3) Cálculos que no pueden colocarse dentro del foco de Para 1a irrigación debe usarse solución salina normal,
la onda de choque (por ejemplo, los cálculos en excepto en casos de litotripsia electrohidráulica, en los que
riñones con posición anormal por anomalías congé- es más adecuada la solución salina un sexto normal.
nitas de vías urinarias o del esqueleto, los cálculos en Sin embargo, incluso con el sistema de presión baja que
nñones trasplantados). proporciona la vaina de trabajo grande de plástico, pueden
absorberse grandes cantidades de líquido de irrigación si se
Los cálculos de gran volumen en forma de cuernos de abren pequeñas venas y se prolonga la manipulación in-
venado son la indicación más importante de NLT puesto que trarrenal. Ello puede causar el síndrome de resección tran-
los cálculos pueden extraerse en su totalidad. Los pequeños surctral (RTU) si se usan líquidos hipotónicos. Es
cálculos pueden extraerse con diversas pinzas rígidas y aconsejable la administración íntraoperatoria de diuréticos
agarradores (figura 8-8 , derecha). Los cálcu1os pueden (por ejemplo, 12.5 g de manítol) lo cual también es eficaz
retirarse de cálices difíciles de alcanzar, mediante canas- para prevenir el reflujo intrarrcnal. Si se sospecha extrava-
tillas de alambre flexibles y agarradores introducidos a sación, debe inyectarse un medio de contraste y tomarse una
través de nefroscop10s flexibles. Los grandes cálculos deben radiografía diagnóstica. Al terminar el procedimiento, se
desintegrarse utilizando energía mecánica, ultrasónica o toma una radiografía simple y se coloca una sonda de
electrohidráulica. Las pinzas fuertes tipo cascanueces (líto- ncfrostomía. Puede introducirse una sonda de Folcy con un
tricio visual, punzón para cálculos; derivados de los instru- globo de 5 mL a través de un trocar fenestrado o de la vaína
mentos para desintegración transuretral de cálculos de trabajo de plástico, que después se extrae y corta a lo largo
vesicales) sólo pueden usarse en una pelvicilla renal amplia. para quitarla de la sonda de Fo1ey. También pueden utilizarse
Las sondas ultrasónicas huecas permiten la desintegración catéteres de Malccot o rectos de policti\eno (por ejemplo,
sistemática y bajo control del cálculo, así como la aspiración sondas torácicas) y fijarse a la piel con suturas. Un nefrostogra-
continua para eliminar la arenilla y los fragmentos más ma final documenta la posición adecuada del catéter.
pequeños . Las sondas electrohidráulicas son más potentes Los catéteres de ncfrostomía pueden quitarse después
que las ultrasónicas y también pueden emplearse a través de de 1 a 4 días; dependiendo el intervalo de la i11tensidad y de
nefroscopios tlexibles , pero no proporcionan aspiración la duración de la maniobra y la persistencia de la hematuria
continua y se acompañan de un riesgo más alto de disemi- concomitante. Si se piensa practicar LEOC, puede hacer-
nación de los fragmentos de1 cálculo hacia cálices inac- se de 1 a 4 días después del método percutáneo. Hay que
cestbles y de dai1o de la mucosa de la pelvicilla renal. No dejar colocada la sonda de nefrostomía durante y después
obstante, con las sondas electroh1dráuiicas es más rápida la de LEOC para el drenaje de orina y arenillas del cálculo y
desintegración de cálculos especialmente duros o grandes. permitir un segundo procedimiento endoscópico si no se
Para cálculos rclati vamcntc suaves, la desintegración y eliminan espontáneamente algunos de estos fragmentos
después de LEOC.
evacuación continua de fragmentos con sondas ultrasónicas es
más eficaz en cuanto al tiempo . Los cálculos duros se
rompen en fragmentos lo más grande posible, pero que Estenos~s ureteropélvica
puedan extncrsc a tmvés de la vaina de trabajo. Debe dejarse
en su sitio la porción ureteropélvica de un cálculo en astas Con el advenimiento de NLT, se han desarrollado otras
de venado hasta que casi se haya terminado el procedimien- técnicas endoqUlrúrgicas similares a los procedimientos

Figura B-1 O. Cálculo en un divertículo calíceaJ alto que Figura 8-11. Cálculo en astas de venado que requirió NLT
requirió NLT. Izquierda: Placa de riñón, uréter y vejiga. y LEOC combinadas . Izquierda: Placa del riñón , del uréter
Derecha: PIV. de la vejiga . Derecha: PlV.
Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia • 143

-ados en vías urinarias bajas. La incisión interna de este-


Cuadro 8-2. Indicaciones para Jas punción de
nosis uretcropélvicas (pielólisis, endopielotomía, endo-
pieloplastia) bajo vistón d1recta parece un desarrollo natural
lesiones renales y retroperitoneales
de las técnicas endoscópicas en vías urinarias altas. Com- Indicaciones diagnósticas
parada con la dilatación con globo guiada con radioscopia, Aspiración de líquido
que desgarra la estrechez ejerciendo fuerzas radiales, esta. Análisis quimico del líquido
¿cn1ca ofrece la ventaja de una incisión más angosta y de Bacteriología y sensibihdad a antímicrobianos
lon gitud y profundidad definibles . La incis1ón debe in- Citología
·Juír la grasa perirrcnal; y colocarse una férula durante Radiografía con inyección de medio de contraste
. a 6 semanas para dejar que Cicatrice, según el principw Histología (biopsia central)
j c la ureterotomía intubada de Davis. Indicaciones terapéuticas
Las tasas de éxito en la endop:e\otomía alcanzan el 75 Catéter para drenaje
... 85% para los casos primarios y hasta 89% en los casos Urinoma , lmfocele
· ~ cundarios por el fracaso! de la pieloplastia mediante ciru- Absceso, hematoma
gía abierta. Evacuación de líquido e inyección de agentes esclerosan tes
En la mayoría de los reportes de endopiclotomía, los Quiste renal sencillo
-:rircrios de éxito difieren de los de pieloplastia abierta; se
le da prioridad a la mejoría de los síntomas subjetivos sobre
los resultados de los estudios de imagen, tales como la lados o la obliteración de quistes renales (cuadros 8-2 y
escomprcsión del sistema colector dilatado , que se obtie- 8-3). Como la mayoría de estas lesiones es radiolúcida y no
. en con la pielografía intravenosa o con el ultrasonido renal. se realza con medio de contraste intravenoso, no pueden
Los resultados inadecuados después de endopielotomía se observarse por fluoroscopia. Por tanto, el ultrasonido o la
elacionan con la posible resección , durante la pieloplastia TC son las técnicas de imagen de elección para detectar estas
:1bicrta, de un vaso que cruza o con la redundancia de 1a lesiones y conducir la punción tran.scutánea. La técmca de
clvicílla renal. De acuerdo con la ley de Laplace, la tensión la punción conducida por ultrasomdo, es la misma si el
j ¡: la pared de la pelvicilla renal es, considerando la misma
blanco es el ststcma colector renal, un quiste o una lesión
. rcsión intrapélvica, mayor en un sistema colector más
renal o extrarrenal sólida. Según el propósito de la punción,
ilatado y con un diámetro mayor, que en un sistema me-
pueden variar el tamaño y la forma de las agujas de punción.
nos dilatado y con un diámetro menor. En teoría, el aumento
Para aspiración cito lógica, se emplea una técnica de aspira-
de la tensión de la pared representa un factor patogenético
más importante para el desarrollo de la dilatación progresi- ción con aguja fina (números 20 a 22) comparable a la biopsia
\·a, que la elevación de las presiones intrapélvicas por obs- de la próstata por aspiración con aguja fina. No se ha
trucción anatómica al flujo de orina. La pieloplastia abierta comprobado que algún tipo de aguja sea preferible. Para
secundaria a un fracaso de la cndopiclotomía puede ser una aspiración y evacuación de los quistes renales o de las
operación más tediosa y con resultados menos satisfactorios acumulaciones extrarrenales de líquidos (urinoma, linfoce-
que la pieloplastia abierta primaria en los casos de cicatri- le ), puede usarse el mismo sistema coaxial de aguja y catéter
zación períuretera\ excesiva por extravasación de la orina que para la punción transcutánea dc1 sistema colector renal.
después de endopielotomía. Se mant1enc un catéter de pequeño calibre (6 a l OF) durante
pocos días para asegurar el drenaje completo del líquido.
Tumores de la pelvicilla renal Cuando se desea drenar líquidos de viscosidad alta (un
absceso, un hematoma) hay que insertar sondas de diómetro
Otra nueva técnica de cirugía endoscópica en vías urinarias
:titas es la clectrorresección , elcctrocoaguiación y coagula-
ción con láser de noedimio:YAG, para el tratamiento de Cuadro 8-3. Diagnóstico diferencial entre las
~umores de la pelvicilla renaL Sin embargo, aún deben lesiones renales y jas r~~t roperitone~]es
compararse los índices de recurrcncía en los escasos infor- Lesión quística renal
mes sobre tratamiento por vía endoscópica del cáncer uro- Quiste benigno
(elial de vías urinarias altas, con los índices que se obtienen Hidrocáliz
med1ante el tratamiento quirúrgico estándar. Además, es Absceso
necesario definir indicaciones, diferentes al tratamiento pa- Hematoma
llativo, relacionadas con la ubicación del tumor, multiplici- Tumor quístico
dad, etapa y el grado del mismo. Tumor en quiste
Colección retroperitoneal de líquido
Urinoma
ASPIRACIÓN Y BIOPSIA Linfoccle
TRANSCUTÁNEAS Hematoma
Tumor quístico
La puncJón transcutánea de las lesiones quísticas o sólidas Lesiones sólidas, renales y retroperitoneales
del riñón y del retr6peritoneo adyacente suele practicarse Tumor benigno
con fines diagnósticos; en algunos casos, también con in- Tumor maligno primario
tenciones terapéuticas como el drenaje de líquidos acumu- Tumor metastásíco
144 • Urología general de Smith (Capítulo 8)

mayor (14 a 20F) que requieren dilatación de la vía trans- Suele bastar con la inserción de un pequeño catéter (6
cutánca. La biopsia renal transcutánea para el diagnóstico y a 1OF) con numerosos orificios laterales. Se practican,
la clasificación histológica de las afecciones renales, se además, algunos procedimientos adyuvantes para sellar el
practica con agujas 14 a 16 (como, Franklin-Silverman, escape del líquido y obliterar la }esión quística. En caso de
Tru-Cut) en el polo inferior del riñón. un urinoma, también hay que drenar las vías urinarias altas
con un catéter ureteral o de nefrostomía transcutánea, hasta
Quistes renales que cese el drenaje del urinoma. Los linfoceles que se
desarrollan después de una linfadenectomía pélvica o rctro-
Se encuentran en la mitad de las muestras de necropsia de peritoncal o de un trasplante renal, con frecuencia desapa-
personas mayores de 50 años y son un hallazgo incidental recen de manera espontánea y no suelen requerir punción y
frecuente en estudios con ultrasonido o TC. En el primero, un drenaje. Sin embargo , los grandes linfoceles que se forman
quiste benigno simple aparecerá como una lesión esférica después de una hnfadenectomía retroperitoneal, pueden
de pared lisa sin ecos, el cual puede presentarse en cualquier causar dolor e incluso obstrucción ureteral (figura 8-J 2).
sitio dentro del riñón: puede sobresalir del riñón a modo de Hay que tratar a estos enfermos con nutrición parenteral y
cxofito o circunscribirse al parénquima o al seno renal y compresión abdominal con vendaje, pero si el drenaje de
comprimir el sistema colector. Quizá sea difícil diferenciar con linfa persiste más de una semana, después de la punción
ultrasonido, a un quiste tabicado y a los quistes multllobulares de transcutánca y de la colocación de un catéter, está indicada
los tumores y tal vez se requiera TC. Sin embargo , sólo una intervención quirúrgica con marsupialización intrape-
algunos casos requieren punción transcutánea diagnóstica. ritoneal del linfocele y la ligadura o la electrocoagulación
Las indicaciones para la punción diagnóstica de una lesión de los vasos 1infáticos.
quística son: una pared gruesa e irregular y ecos. internos en Las acumulaciones de l[quido de alta viscosidad (he-
el ultrasonido, cifras de densidad en el estudio TC más altas que matoma, absceso) suelen requerir catéteres transcutáneos de
las del líquido seroso y la hematuria. La punción para diámetro grande ( 14 a 20F) para suficiente drenaje. Los
procedimientos terapéuticos (la evacuación de líquido y la hematomas pcrirrenales se ocasionan con mayor frecuencia,
instilación de un agente esclerosante) está indicada sólo si ,
por su tamaño y situación, el quiste causa compresión y
obstrucción de un infundíbulo o del uréter, o molestia
y dolor.
Pueden practicarse varias pruebas en el líquido aspira-
do . Ninguna es patognomónica excepto los datos citológi-
cos de células malignas. Sin embargo, las neoplasias dentro
de un quiste son muy raras y la degeneración quística de una
neoplasia renal suele ser fácil de identificar con ultrasonido
y TC. Los quistes benignos contienen líquidos transparen-
tes, de color paja, con poca grasa y escasas proteínas, y valores
de dcshidrogenasa táctica (LDH) menores de 250 MUl/mL.
Se sospecha cáncer st el líquido es sanguinolento y oscuro,
con contenido alto de grasas, proteínas y deshidrogenasa
Jáctica. Después de aspirar 20 a 30% del líquido quístico, se
inyecta la misma cantidad 0 medio de contraste al 60% y
se toman radiografías diagLósticas en decúbito dorsal, en
decúbito ventral, de pie, recostado y en posición de Trcnde-
lcnburg. Si es necesario , puede reemplazarse con aire otro
20 a 30% del líquido quístico para obtener radiografías de
doble contraste.
Para la obliteración terapéutica de quistes, pueden
inyectarse esclerosantes como Pantopaque o etanol a 95%,
una vez evacuado e) líquido del quiste. Se inyectan en el
quiste JO a 100 n1L de etanol a 95%, apwximándose de lO
a 20% del volumen origmal del líquido quístico y se drena
después de 30 minutos.

Acumulaciones retroperitoneales de líquido

Las de líquido de baja viscosidad (urinoma, linfocele) sue-


len ser una complicación de procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, el urinoma también puede ser causado por un
traumatismo exógeno o la rotura d~l fórnix debida a una
obstrucción ureteral aguda. Las técnicas transcutáneas de
drenaje con un catéter limitan la necesidad de una revisión Figura 8-12. Drenaje transcutáneo de un linfocele que cau~
quirúrgica abierta en la mayoría de los pacientes. sa desplazamiento y compresión ureteral.
Endourologla transcutánea y ureterorrenoscopia • 145

) f traumatismos, quirúrgicos o exógenos, y rara vez se citológicos pueden tener un impacto en el tratamiento mé-
esarrollan de manera espontánea en presencia de una diá- dico o quirúrgico subsecuente (figura 8-13 ). S1 parece
.esis hemorragípara o por rotura de un tumor renal. Las factible el tratamiento curativo con cirugía abierta, no suele
mdicaciones para drenaje transcutáneo son raras ya que casi estar indicada la biopsia por aspiración. Si el diagnóstico de
.odos los hematomas pequeños se resuelven de manera lesión renal es dudoso o si técnicamente es factible una
;: -pontánea y se les debe vigilar con ultrasonido o mediante intervención para conservar el órgano, será preferible prac-
.omografia computadorizada. Un hematoma que aumenta ticar excisión quirúrgica de la lesión efectuando cortes
d tamaño requiere cirugía en lugar de drenaje transcutáneo. congelados durante la operación en vez de biopsia por
L-a infección secundaria de un hematoma puede ser una aspiración transcutánca. Sin embargo, la biopsia por aspira-
mdicación para drenaje transcutáneo . ción puede indicarse para evitar la nefrectomía radical por
Ca.si todos los abscesos perirrenales son una compli- causa de una lesión con posibilidad de ser benigna. En
cación de la cirugía abierta; el absceso renal hematógeno lesiones multifocales o posiblemente metastásicas, puede
ántrax renal) es menos frecuente. Las indicaciones para
ser crucial la valoración citológica para planear el tratamien-
punción y drenaje deben basarse en los datos de la TC de un
to quirúrgico o médico y, en estos casos, suele estar indicada
. roceso unifocal que puede drenarse con eficacia y seguri-
la biopsia por aspiración. La interpretación de los datos
ead por vía transcutánea. La formación de abscesos renales
citológicos está limitada por una incidencia de 1Oa 25% de
:~1Ultifocales no se trata con drenaje transcutánco.
resultados negativos falsos y por la dificultad para diferen-
ciar las células normales del túbulo renal de las células renales
Tumores renales y retroperitoneales del cáncer poco avanzado. Se ha descrito, como una compli-
cación rara, la siembra del tumor en el trayecto de la pun-
Está indicada la biopsia por aspiración transcutánea de los ción. El aspirado se extiende de inmediato en un
_;_¡mores renales y retroperitoneales si los estudios radioló- portaobjetos. Para tinciones estándar de Papanicolaou se
gicos menos invasores no son concluyentes y los hallazgos fija con alcohol .

""igura 3-13. Biopsia transcutánea con aguja fina . Izquierda: Biopsia por aspiración de una lesión renal. Derecha: Guía con
TC para biopsia por aspiración con aguja fina, de un carcinoma exofítico de células renales.
146 e Urologia general de Smith (Capitulo 8)

Cuadro 8-4. Indicaciones para la


u re tero rrenoscopia
Indicaciones diagnósticas
Lesiones en uréter o pel vici lla renal
Hematuria de la parte alta del conducto
Indicaciones terapéuticas
Tratamiento del cálculo ureteral
Ureterotomia interna bajo v1són directa de estenosis
uretrales
Resección endoscópica y coagulación de tumores ure-
terales

Biopsia renal

La biopsia renal para diagnóstico y clasificación de cnfer- Figura 8-14. Ureterorrenoscopios: Telescópico con centro y
nledades renales méd1cas puede practicarsc por vía trans- pieza ocular reemplazable para uso a través de vaina de
cutánea o por cirugía abierta. Ya que para el estudio trabaJO 12.5F. Ureterorrenoscopio 10.5F con vaina integrada
histológico diagnóstico, se requieren muestras en lugar de (asterisco).
aspirado, se utilizan las agujas de diámetro grande ( 14 a 1_6)
de Franklin-Silverman o Tru-Cut. Se prefiere la conducción
ultrasónica o radioscóp¡ca, a la punción renal ciega . S in
embargo , incluso con la punción dirigida precisamente al y facilita la inspección de las porciones media y más baja
polo inferior dorsal del riñón, en donde es menos probable de los cálices renales cuando se cuenta con algún mecanis-
que haya una lesión accidental de grandes vasos, cabe mo para dcflexionar la punta del instrumento. Sin embargo,
esperar hemorragia por la vascularidad del parénquima y es la maniobra instrumental través del nefroscopio tlexíble está
la principal complicación de este procedimiento (cerca del limitada por el tamaño y la flexibilidad de los instrumentos
5% de los casos, con mortalidad de 0.1%). El hematoma de trabajo como las pinzas para cálculos;· por otra parte el
suele vigilarse de manc(a conservadora con ultrasonido y uretcrorrenoscopio flexible no ofrece la calidad óptica y ni
TC, pero han sido necesanas practicas de embolismos trans- la durabilidad de los instrumentos rígidos .
vasculares, revisión quirúrgica abierta, e incluso nefrec- Se puede facilitar la introducción del ureterorrcnosco-
tomía, después de una biopsia renal diagnóstica. En pio en el orificio urcteral dilatando el uréter intramural, sea
consecuencia, en pacientes con riiiones solitarios o hiper- con dilatadores de plástico de calibre creciente deslizados
tensión no controlada, está indicada la biopsia quirúrgica sobre un alambre guía, o mediante catéter dilatador con
abierta en Jugar de la transcutánca. globo (figura 8-15). Con frecuencia, no es necesaria la
dilatación si se puede introducir en el uréter un catéter
delgado (3 a 5F) que servirá como guía, a través del con-
ducto de trabajo del ureterorrenoscopio y luego se gira 180
URETERORRENOSCOPJA grados el instrumento para introducirlo con su parte supe-
rior hacia abajo (figura 8-16). En esta posición, el catéter
La urctcrorrcnoscopia (URS) es la endoscopia del uréter ureteral ampliará el techo del uréter intramural, a manera de
hasta la pelvicilla renal para la valoración diagnósti~ o para tienda, y la nariz del instrumento se deslizará sobre la parte
la intervención terapéutica (cuadro 8- 4). tftÍ"ataí1n énto de plana del trígono al interior del orificio . De este modo,
~cálculos ureterales es la indicación más frecuente de la uréter intramural y orificio sólo se dilatarán el grado nece-
urctcrorrcnoscopia terapéutica; otras indicaciones son el sario para introducir el instrumento.
<tratamiento endoscópico de estenosis o dél1tumorcs en los
uréteres.
Un urctcrorrenoscopio (f1gura 8-14), es un endosco- U reterorrenoscopia diagnóstica
pio para introducir en el uréter por vía retrógrada, pero , no
obstante, también se puede utilizar por vía antcrógrada a La ureterorrenoscopia diagnóstica está indicada en aquellas
través del conducto prcxistente de una nefrostomía transcu- lesiones raras del uréter o la pelvicilla renal cuya naturaleza
-tánea. Se dispone de ureterorrenoscopios rígidos de calibre no puede definirse con procedimientos menos invasivos
.5 a 12.5f y semirrígídos provistos de fibra óptica; estos como pielografía retrógrada, citología urinaria selecti-
últimos y los Dexibles son de calibre 7 a 9F. El tamaño del va, TC o IRM . Cuando se emplea con propósitos diagnós-
instrumento elegido depende de si el uso es diagnóstico o ticos un ureterorrenoscopio pequeño y desprovisto de
terapéutico. Los instrumentos de mayor calibre, con un conducto de trabajo no es posible tomar muestras para
conducto de trabajo 3 a 6F, pueden aceptar canastillas biopsia de las lesiones. La ureterorrenoscopia puede practi-
para cálculos, alambres asidores, pinzas para.cálculos , pin- carse para valorar una hematuria de la parte alta del conduc-
zas para biopsia y sondas ultrasónicas, electrohidráu\icas o to pero, si la hematuria es abundante, es raro identificar el
láser para desintegrar cálculos . Un ureterorrenoscopio fle- origen de la hemorragia a causa de que las dificultades
xible se adapta mejor a la anatomía topográfica del uréter para irrigar las zonas a través del aparato dan como
Endourología transcutánea y ureterorrenoscopia • 147

Figura 8-16. Ureterorrenoscopio. A: El avance en linea recta


del instrumento sobre un catéter ureteral delgado puede
atrapar la mucosa del orificio. B: Girando el instrumento 180
grados de arriba hacía abajo el catéter ureteral mantiene
abierto el orificio, a modo de tienda.

ureterorrenoscopio semirrígido o rígido. En algunos casos,


cuando los cálculos son lo bastante grandes o impactados,
será necesario efectuar litotripsia intraureteral para desinte-
grarlos.
Para evitar el retroceso de cálculos o fragmentos hacia
la pclvicilla renal durante la litotripsia se puede usar
una canastilla 3F para sostener el cálculo mientras se desin-
tegra o pasar un catéter con globo por un lado del cálculo y
luego bloquearlo en la parte proximal. Las sondas ultrasó-
Figura 8-15. Dilatación ureteral con catéter de globo antes nicas permiten desintegración segura y succión continua,
de la ureterorrenoscopia para remover un cálculo ureteral pero son menos eficaces que las electrohidráulicas y sólo se
distal (flecha). pueden usar a través del ureterorrenoscopio rígido. Tanto las
sondas láser como las electrohidráulicas se pueden emplear
dentro de ureterorrenoscopios rígidos o flexibles. Las
resultado la reducción de la visibilidad. Aun cuando la sondas láser para litotripsia intraureteral tienen el diáme-
orina sea clara es escasa la probabilidad de identificar lesio- tro más pequeño ( < 1F) y no lesionan la mucosa ureteral
nes no detectables con estudios radiográficos. si se emplean bajo visión directa. Se dispone de varios
tipos de láser pulsante como el láser de neodimio:
Cálculos ureterales YAG, el láser de color pulsantc y el láser Alexandritc
para la lítotripsia intraureteral. Las sondas electrohidráu-
La ureterorrenoscopia se utiliza sobre todo en el tratamiento.> ) Jicas se encuentran disponibles en tamaños del 1.6 al 5F,
de los cálculos ureterales, si bien más del 90% de éstos se requieren un equipo menos costoso y son más potentes
trata con LEOC ya sea in situ o después de desplazar el que el láser, pero tienen el riesgo de daño ureteral si se
cálculo ureteral hacia la pelvicilla renal mediante sonda
1 usan de manera inapropiada.
urcteral (ya sea por empuje directo o con flujo retrógrado). 1 En caso de perforación ureteral como consecuencia del
En el resto de las indicaciones del tratamiento de cálculo procedimiento instrumental es útil el restringir el uréter
ureteral la URS se emplea para extraer los cálculos, para r mediante una sonda rígida ureteral6 a 8F en doble J durante
llevarlos hacia el interior de la pelvicilla renal para LEOC !, 2 a 6 semanas lo que casi siempre permite la cicatrización
posterior y para su desintegración dentro del uréter. .;r· sin secuelas posteriores. La sonda rígida debe emplearse
Para extracción de los cálculos ureterales distales que unos pocos días aun con ureterorrenoscopia sin complica-
no responden a LEOC, los instrumentos cortos y rígidos ciones para evitar el dolor causado por la estasis urinaria
más útiles son los ureterorrenoscopios, las pinzas de coco- debida al edema del uréter intramuralluego de la interven-
drilo y las canastillas de Dormia. En general, los cálculos ción. La sonda se introduce con facilidad sobre un alambr~
ureterales proximales impactados que no responden a guía (técnica de extremo abierto) el cual se introduce en la
LEOC in situ y qúe no pueden desplazarse con sonda pelvi~i!la renal a través del ureterorrenoscopio antes de
urcteral, pueden rccolocarse en la pelvicilla renal bajo vi- retirar el instrumento. Si hay perforación ureteral y se ha
sión dJrecta para LEOC subsecuente mediante el uso de un colocado una férula, debe drenarse la vejiga de manera
148 • Urología general de Smith (Capítulo 8)

constante por pocos días mediante una sonda transureteral con cirugía a cielo abierto. El tratamiento mediante urete-
de Folcy o mediante una para cistotomía suprapúbica para rotomía interna no es satisfactorio en las estenosis de dura-
evitar la formación de un urinoma por el reflujo vesicoure- ción prolongada o en las debidas a compresión externa del
teral a través de la férula en doble J. uréter, en las lesiones por radiación o en la necrosis isqué-
mica ureteralluego de cirugía.
Estenosis ureterales
Tumores ureterales
La ureterotomía interna con visión directa de las estenosis
ureterales es una variante ureterorrenoscópica de la en- La electrosección endoscópica y la coagulación con láser de
doplastia para estenosis ureteropélvica (véanse las seccio- tumores uretcralcs son variantes urctcrorrenoscópícas del tra-
nes Maniobras endoscópicas intrarrenales y Estenosis tamiento endoscópico transcutáneo de los tumores de la pelvi-
ureteropélvica). Según los principios de Davi para uretcro- cilla renal (véanse las secciones Instrumentación intrarrenal
tomía intubada, se realiza una incisión con bisturí de la endoscópica, Tumores de la pelvicilla renal). Si bien el fibro-
estenosis a través de la grasa periureteral y se coloca una pitelioma benigno, que es raro, se trata bien con técnicas
férula en uréter por 4 a 6 semanas. Los índices de éxito ureterorrenoscópicas, deben tenerse las mismas precauciones
dependen de la extensión de la estenosis, su causa y de la y limitaciones que se aplican para el tratamiento endoscópico
duración previa. del cáncer urotelial del uréter que se en listaron en el tratamiento
Los mejores resultados se obtienen en estenosis urete- endoscópico transcutáneo de los tumores de la pelvicilla renal.
rales producto de complicaciones de cirugía en trastornos Todavía falta determinar los índices de rccurrcncia en compa-
benignos, si el tratamiento se instituye con rapidez. Sin ración con el tratamiento quirúrgico estár.dar y es necesario
embargo, todavía no se han determinado los resultados a definir las indicaciones en relación a ubicación del tumor,
largo plazo de esta técnica en comparación a la reparación multiplicidad, etapa y grado del mismo. •

REFERENCIAS
Punción transcutánea y colocación de catéter Whitaker RH: Methods of assessing obstruction in dilated ureters.
BrJ Urol1973;45:15.
Whitaker RH, Buxton-Thomas MS: A comparison of pressure
Chapman Me, Reid JH: Use of percutaneous nephrostomy in !1ow studies and renography in equivoca! upper urinary tract
malignant ureteric obstruction. Br J Radio 1991;64:318. obstruction. JUro! 1984; 131:446.
Goodwi n W E, Casey W C, Woo 1f W: Percutaneous trocar (needle) Woodburg P et al.: Constant pressure perfusion: A method to
nephrostomy in hydronephrosis. JAMA 1955;157:891. determine obstruction in the upper urinary tract. J Uro!
Kaye KW, Goldberg ME: Applied anatomy of the k1dney and 1989;142:632.
ureter. Uro! Clin NorLh ;1m 1982;9:3.
Kehinde EO et al.: Percutaneous nephrostomies. Br J Uro!
J 993;71 :664. Tratamiento percutáneo de cálculos renales
Pedersen JF: Percutaneous nephrostomy guided by ultrasound. J
Uro/!974; 112:157. Alkcn P, Günther R, Thüroff J: Percutaneous nephrolithotomy: A
Seldinger SI: Catheter: Catheter replacement of the needle in routinc procedure? Br J Uro! [Supp/}1983 ;51: l.
percutaneous arteriography. Acta Radio! 1953 ;39:368.
Alken P et al.: Extracorporeal shock wave lithotripsy (ESWL):
Smith AD, Badlani GH: Special use of retrograde percutaneous Alternatives and adjuvant procedures. World J Uro!
nephrostomy in endourology. J Endouro/1987;1 :23. 1985;3:48.
Thüroff.,JW, Alken P: Ultrasound for renal puncture and fluor- Bloom LS, Nieh PT: Retrograde nephrostolithotomy in manage-
scopy for tract dilatation and catheter placement: A combined ment of complcx renal calculi. J Urol!99! ;145:706.
approach. Endourology 1987; 2: 1. Callaway TW et al.: Percut.aneous nephrolithotomy in children. J
Thüroff JW, Becht E: Urologists Ultrasound. Chapter 2, in: Ad- Uroll992;148:1067.
vances in Umlogy. Vol. l. Lytton B et al (cditors). Ycar Book Cato AR, Tulloch AGS: Hypcnnagnescmia in a uremic patient
Medica! Publishers, 1988. during renal pelvis irrigation with renacidin. J Urol 1974;
111:313.
Estudios de presión/perfusión anterógrados Chiber PJ: Percutancous nephrolithotomy for large and staghorn
calculi. J Endouro/1993;7:293.
ei-Damanhoury H, Burger R, Hohenfel\ner R: Surgical aspects
El Gammal M et al.: Effect of ba!loon-catheter dilatation of the ofurolithiasis in childrcn. Pediatr Nephroll991 ;5:339.
ureter on upper tract dynamics and ureteral wall in swine. J Esuvaranathan K et al.: Stones in horseshoe kidneys: Results of
Endouro/ 1990;4: 15. treatment by extracorporeal shock wave lithotripsy and en-
Jones A et al.: Compliance studies, pressure flow measure- dourology. J Urol1991 ; 146: 1213.
mcnts and renal function assessment in patients with upper Fernstrüm 1, Johansson B: Percutaneous pyeio\ithotomy: A new
urinary tract dilatation. J Urol1987;138:571. extraction tcchniquc. Scand JUro! Nephroll976;10:257.
Kashi SH, Irving HC, Sadek SA: Does the Whitaker test add to Glceson M, Lerner SP, Griffith DP: Treatment of staghom calculi
antegrade pyelography in the investigation of collecting with extracorporeal shock-wave lithotripsy and percutaneous
system dilatation in renal allografts? Br. J Radio/ 1993; nephrolithotomy. Urology 1991;38: 145.
66:877. Holden D, Rao PN: Management of staghom stones using a
Pagne S, Ramsay J: The effect of double-J-stents on renal combination oflithotripsy, percutaneous nephrolithotomy and
pelvic dynamics in the pig. J Urol1988;140:637. SoJution R irrigation. Br J Uro/1991 ;67: 13.
9
Imágenes con radionúclidos
Barry A. Kogan, MD y Robert S. Hattner, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Las imágenes del aparato genitourinario con isótopos ra- un colimador y un fotomultiplicador. El cristal, elaborado
diactivos permiten valoraciones anatómicas y funcionales de yoduro sódico impulsado por talio, suele ser circular y
sin alterar los procesos fisiológicos. Estos estudios se han ópticamente transparente; tiene de 20 a 50 cm de diámetro
beneficiado de numerosos adelantos técnicos en radiofár- y de 6 a 12 mm de grueso. Un fotón que interactúa en el
macos, cámaras de centelleo y procesamiento con compu- cristal causa una liberación cuantitativa de fotones de luz
tadora. En la actualidad, los estudios más frecuentes visible, proporcional a la energía del fotón que incide. El
enfatizan las propiedades fisiológicas de los radiofármacos colimador suele tener conductos paralelos de material denso
los que, en consecuencia, permiten evaluaciones dinámicas que absorbe la radiación, por lo general plomo, que están
_. funcionales del órgano en estudio. aplicados al cristal en forma tal que sólo permiten que
lleguen al cristal, y reaccionen con él, fotones con una vía
Rad iofármacos paralela al eje largo del conducto. Mediante lo anterior, la
distribución tridimensional del radiofármaco se convierte
Los radiofármacos para imágenes son moléculas con pro- en una proyección bidimensional de la actividad. El foto-
ptedades fisiológicas específicas que les permiten marcar multiplicador está unido a la parte posterior del cristal en el
procesos normales y anormales. Se marcan con un radionú- lado opuesto al colimador. Este dispositivo detecta fotones
lido fácilmente disponible que puede observarse con faci- de luz visible liberados del cristal y utiliza un esquema
.1dad, con mayor frecuencia tecnecio 99m (Tc99 m) o yodo algebraico electrónico para determinar la localización espa-
131 (I 131 ). Como cantidades molares extremadamente pe- cial del fotón que incide. Como cada fotón que incide se
queñas de los radionúclidos pueden proporcionar un flujo examina de manera independiente la cámara de centelleo
de fotones adecuados para obtener imágenes, los radiofár- muestrea la distribución de la fuente al azar y puede utili-
macos rara vez alteran los procesos fisiológicos de los zarse para muestrear la distribución de la radiactividad
órganos investigados. Estos radioisótopos son seguros y no durante intervalos cortos. Ello produce un grupo de datos
invasores con exposiciones a radiación considerablemente cinemáticos cuantitativos que después pueden someterse a
. enores, en casi todos los casos, que las de procedimientos un análisis por computadora. Los datos también se mapean
dialógicos o radioscópicos estándar. Por la minúscula en una película mediante la conversión de los pulsos de
cantidad utilizada, prácticamente no se conocen reacciones electrón en destellos para fotografía subsecuente.
alérgicas y se evita la posible toxicidad de los medios de
-entraste. En casi todos los casos, los radiofármacos se Análisis por computadora
:;uministran IV y el agente penetra en el órgano blanco
"-isiológicamente. En consecuencia, las imágenes de medi- Las señales análogas de la cámara de centelleo se digitalizan
cina nuclear no son tan anatómicas como funcionales. La y almacenan en la memoria de la computadora. En la mayor
concentración del fármaco es proporcional al grado de parte de los casos son transferidas subsecuentemente a un
función tanto como a la anatomía del órgano investigado. dispositivo de almacenaje periférico, por ejemplo, un disco
magnético. A continuación, se programa una minicompu-
Cámara de centelleo tadora o microcomputadora estándar para dirigir la adqui-
sición, el análisis y la presentación de los datos. El programa
La cantidad de un radio fármaco que se encuentra dentro de de adquisición es flexible y permite especificar la precisión
un órgano detenninado se vigila externamente mediante una del muestreo espacial, la resolución temporal, la dura-
cámara de centelleo. -Estos aparatos tienen un cristal central, ción del estudio y la cantidad total de datos por obtener. Por

151
152 • Urología general de Smith (Capítulo 9)

ejemplo, en imágenes de la corteza renal, los datos se reúnen DTPA tiene la ventaja de proporcionar también excelentes
basándose en el número total de cuentas para cada imagen. imágenes renales, permitiendo al mismo tiempo obte-
En contraste, para la renografía diurética los datos se reúnen ner imágenes y medir la depuración, que puede hacerse en
en una serie de imágenes en la que cada imagen tiene la la misma forma que con Cr5 t-EDTA, o es posible obtener
misma duración, independiente del número de cuentas por una estimación cercana mediante el análisis cuantitativo de
imagen. Los programas de análisis permiten estudiar una las cuentas de centelleo obtenidas en imágenes en adultos
región particular de interés y también computarán y presen- con la cámara gamma (Gatcs, 1982, 1983). Una ventaja
tarán la actividad en una forma cuantitativa (por ejemplo, importante de esta técnica, es la facilidad con que pueden
como una función de tiempo). Ésta se utiliza ampliamente obtenerse estudios simultáneos pero divididos de la función
para renografía diurética. Por último, el programa de pre- renal. Ello tiene un gran beneficio práctico. La técnica tal
sentación puede proporcionar gráficas , imágenes y cuadros vez no origine resultados combinados precisos de la función
que pueden fotografiarse para uso del clínico. Otros progra- renal total en niños, en particular en aquellos con disminu-
mas de análisis utilizan la teoría de sistemas lineales para ción de la función (Chandhoke y cols., 1990).
resolver múltiples ecuaciones diferenciales y analizar datos El flujo sanguíneo renal (FSR) se mide determinando
gruesos para buscar el índice de desaparición de radioisótopos la depuración de una sustancia que se elimina en su totalidad
de diversos grupos corporales. Este tipo de análisis por de la sangre en un paso a través del riñón . El ácido paraa-
computadora se usa para calcular la velocidad de filtración minohipúrico (PAH) satisface este criterio y su depuración
glomeru!ar (VFG) con ácido dietilentriaminpentaacético ha sido la referencia estándar tradicional para medir FSR.
Tc-99m (Tc 99 m DTPA) o el flujo plasmático renal efectivo Igual que con la inulina, no es fácil medir la depuración de
con mercaptoacetiltriglicina Tc-99m (Tc99 m-MAG-3). PAH, ni tampoco marcarlo con radiactividad. Sin embargo,
Como en la mayor parte de las investigaciones, es se dispone ampliamente de 1131 -hipurán que se extrae casi
esencial la comunicación entre el clínico y el especialista en por completo de la sangre renal en un paso; en consecuencia,
medicina nuclear, ya que la elección del radioisótopo, la técnica proporciona detenninaciones precisas de FSR. También se
de obtención de la imagen y el análisis por computadora, utiliza para imágenes renales. No obstante, aunque mu-
deben adaptarse y ajustarse al problema en particular. cho más caro, con 1123 -hipurán se obtienen imágenes de
mejor calidad y se utiliza más comúnmente en Europa
(O'Reilly y cols., 1977). Asimismo, su depuración se corre-
RIÑÓN laciona bien con la de PAH. El Tc99 m-MAG-3 tiene propie-
dades fisiológicas similares y es mucho menos caro, por
Los estudios de medicina nuclear del riñón siguen siendo tanto ha reemplazado con mucho al hipurán para este pro-
extremadamente útiles para la valoración no invasora de la pósito en Estados Unidos (Russell y col., 1988; Bagni y
función y la anatomía renales. En algunos casos, son los cols., 1990). Con este fin también puede utilizarse la cap-
únicos estudios capaces de delinear la anatomía. tación absoluta de ácido dimercaptosuccínico tecnecio 99m
(Tc99 m-DMSA) pero, una vez más, su medición no es
Función directa (Daly y cols. , 1979).
La valoración fácil de la función renal es invaluable en
Cuando se cuantifica la función renal, puede medirse la urología. La capacidad de cuantificar la función renal indi-
función glomerular o la tubular. La primera se ha valorado vidual de manera no invasiva permite la comparación de la
tradicionalmente por VFG y la tubular por el flujo sanguíneo salud renal, antes, durante y después del tratamiento de
renal (FSR). Cualquier sustancia que filtra libremente por múltiples enfermedades urológicas (por ejemplo, reflujo
el gloméruto, pero no se resorbe ni secreta por las células vesicoureteral u obstrucción de la unión ureteropélvica).
tubulares o del conducto colector, puede utilizarse para Ello es quizá la principal ventaja de las técnicas de medicina
cuantificar VFG . El polisacárido inulina satisface estos nuclear sobre todas las otras modalidades de imágenes. De
criterios y ha sido el agente clásico utilizado con este fin. hecho, constituyen el único método no invasor para deter-
Sigue siendo el "patrón de oro" por el cual se juzgan otros minar la función renal individual.
agentes . La VFG puede expresarse en la siguiente ecuación:
Imágenes
[lnulina] urinariax Volumen unnano
[lnulina] plasmática Existen dos tipos básicos de imágenes renales: 1) imágenes
corticales con agentes que se unen a las células renales
Desafortunadamente, la medición precisa de la depuración parenquimatosas, y 2) imágenes de tránsito para VFG o FSR
de inulina es compleja, toma tiempo y es cara y por ello no es con agentes que se excretan en la orina. Se conocen algunos
práctica para uso clínico. La inulina marcada con un radioi- agentes que llevan a cabo ambas (por ejemplo, glucohepto-
sótopo permite cuantificar las concentraciones con más nato de tecnecio 99m).
facilidad. Con este fin se dispone de C 14 - inulina, pero Se utiliza más comúnmente Tc99m-DMSA para imáge-
requiere un manejo especial y tampoco es útil en medios nes corticales. Se administra IV una dosis de 71 !lCi/kg,
clinicos. Las alternativas más empleadas son I 125 -yotalama:- pero no menos de 0.3 mCi; aunque se elimina por la orina
to, cromo-51 con ácido etilenediamintetraacético Cr51 - , ·--. -una pequeña cantidad, cuando menos el 50% se une a las
EDTA) y Tc99 m-DTPA . Todos se excretan de mimera similar células tubulares renales proximales en el transcurso de
a la inulina, pero las mediciones más precisas requieren la cuatro horas. Las imágenes obtenidas postcriotmente mues-
colección de múltiples muestras de orina y suero. El Tc 99 m- tran detalles del parénquima renal. Es en particular útil
cuando se buscan anormalidades segmentarías del riñón tra un diurético (por lo general furosemida 0.5 a l mg/k:g)
1 por ejemplo: cicatrización renal, tumores o pruebas de cuando el sistema colector está lleno con radioísótopo.
rraumatismo ). Después de adrninisb·arlo, el sistema no obstruido drenará
El Tc99 m-DTPA(l71 11-Ci/kg, pero no menos de 2 mCi) y disminuirá el número de cuentas en el riñón . Sin embargo,
y el Tc99 m-MAG-3 (1 00 11-Ci/kg, pero no menos de 1 mCi) en el sistema obstruido, permanecerá constante la cantidad
son los agentes que más se usan para imágenes de ''excre- de radioisótopo e incluso aumentará (figura 9-1 ).
.::lón ", ya que se eliminan en grandes cantidades con rapi- En algunos casos, el diagnóstico de obstrucción es
dez. El Tc99 m-MAG-3 ha remplazado casi por completo al preciso. Sin embargo, en la mayor parte, la obstrucción
¡ 131 -hipurán porque tiene propiedades fisiológicas similares es parcial y el cirujano debe establecer cuándo es adecuado
: unto con mucho mejores imágenes y dosimetría de la operar. Diversos investigadores han comprobado la utilidad
radiación (Russell y cols., 1988; Bagni y cols., 1990). La de la renografía diurética en estas circunstancias (Kass ,
resolución de la imagen es mucho menos satisfactoria que Majd y Belman, 1985). Sin embargo, no hay un criterio
con los estudios urorradiográficos tradicionales (por ejem- definitivo y la decisión final aún es clínica. La forma de la
lo, urogramas excretorios) y en consecuencia estos agentes curva de tiempo y actividad es una medida de la intensidad
o se utilizan para examinar detalles del sistema colector. de la obstrucción y para juzgarlo varios autores han inten-
Aunque las técnicas de medicina nuclear proporcionan una tado utilizar el descenso de la curva o el tiempo hasta que
mformación anatómica general (suficiente, por ejemplo, ha drenado el 50% del isótopo. Un problema con esta técnica
para delinear el sitio de una obstrucción de vías altas) (Koff es que cada caso debe individual izarse, ya que la rapidez del
~·: cols., 1984), su principal ventaja es la cuantificación de drenaje no sólo depende del grado de obstrucción, sino
ias cantidades de radioisótopos que entran y salen del siste- también del tamaño y adaptabilidad del sistema colector y,
ma colector, permitiendo así simultáneamente imágenes asimismo del grado de diuresis provocada por el diurético .
dinámicas, funcionales y anatómicas. De hecho, cuando un riñón ha sido dañado de manera
Como se mencionó, cada agente tiene propiedades importante por una obstrucción, quizá responda mal al
fisiológicas un poco diferentes, lo' que origina que sus diurético. Es posible que el sistema dilatado no se llene
'apacidades funcionales y anatómicas varíen. La elección bastante para inducir el drenaje. La curva de tiempo y
del agente puede afectar de manera considerable la infor- actividad debe interpretarse con cautela en estos pacientes,
mación obtenida y en consecuencia es preferible diseñar el ya que la "eliminación" limitada o tardia del radioisótopo
~studio para que se ajuste a los problemas clínicos que se puede interpretarse falsamente como indicación de obs-
\aloran . Esto se demostrará buscando más de cerca las trucción. Se están desarrollando modificaciones para que el
apJicaciones clínicas en que sean más útiles los radioisó- estudio sea más sensible y específico (English y cols .,
topos . 1987). Sin embargo, por las variaciones individuales, el
clínico debe participar de manera activa en la interpretación
de estos estudios (Maizels y cols., 1986). Un protocolo
estandarizado que incluye hidratación y drenaje vesical hace
OBSTRUCCIÓN DE VÍAS URINARIAS ALTAS
que la renografía diurética sea la única técnica no invasiva
útil para registrar el grado de obstrucción (Conway y
Tradicionalmente, se ha supuesto que si una vía urinaria alta
Maizels, 1992). En pacientes en Jos que la función es
~stá dilatada se encuentra obstruida, aunque no siempre es
demasiado baja, el diagnóstico de obstrucción se realiza
el caso (por ejemplo, después de una pieloplastia el sistema
mejor con otros medios: en general, por los estudios de
: elector puede permanecer dilatado pero no estar obstruí-
fl~o-presión.
o). La tomografía o la urografía excretoria pueden delinear
En la práctica, estos estudios son útiles para vigilar a
¡... anatomía, pero en muchos casos no determinarán el grado
largo plazo pacientes con hidronefrosis. Como ejemplos,
..: e obstrucción. Los estudios de medicina nuclear son
cabe citar a los recién nacidos con hidronefrosis diagnos-
úti les, ya que cuantifican la cantidad de radioisótopo que
ticada antes del nacimiento, a niños con válvulas uretrales
entra y sale del sistema colector; son dinámicos porque la
posteriores y pacientes después de cirugía por obstrucción
cuantificación se hace secuencialmente y, cuando está indi-
de la unión ureteropélvica o por reflujo vesicoureteral (Koff
~ado, después de diuresis (O'Reilly y cols., 1978; Koff,
y cols., 1981; Bayne y Shapiro, 1985).
Thrall y Keyes, 1979).
En la valoración de obstrucciones, la renografía con
. adionúclídos se realiza con un agente que se excreta por
rina, la mayoría de las veces Tc9 9m_DTPA o Tc 99 m~MAG- PIELONEFRITIS CRÓNICA EN NIÑOS
3. Después de la inyección del radioisótopo, se obtiene una
:;erie de imágenes, mientras se mantiene constante la dura- La valoración del daño renal por infecciones urinarias se ha
.:ión de la imagen. P1.,1ede determinarse visualmente el grado hecho de manera tradicional con urografía excretoria. Las
de vaciamiento del sis~ma observando la disminución de la anormalidades clásicas incluyen riñones pequeños, parén-
actividad en el riñón cdR.el tiempo. Con técnicas compu- quima adelgazado y cálices romos, con adelgazamiento del
t.adorizadas se selecciona una....región renal de interés (o en parénquima, principalmente el que los recubre. Estas alte~
caso de dilatación uretcral, en el uréter distal) y se cuantifica raciones, aunque patognomónicas, no siempre se observan,
;;\ número de cuentas en cualquier momento determinado . en parte porque es difícil obtener un urograma excretorio de
La cifra puede expresarse como una función de tiempo y se alta calidad durante la niñez, cuando es más importante la
elabora una curva de tiempo y actividad (figura 37-12). En vigilancia cuidadosa del crecimiento renal, ya que el reflujo
sistemas dilatados, que no drenan con facilidad, se adminis- vesícoureteral con pielonefritis concurrente es una causa
..._
V,
~


~
e:>
llftE•~:94 ? ? rPR ri[~ O ~ S C R ~ 8~5UdtO
TtM~~07~5 9 S fRRnE~9* 5~~~~2 ~ ~000 rr~r-~~¿~¡5 ~~~~caeo stA~e~~e~a•
~
te/ ~\ 1 qb• ~
E;'

41 -~·-
;:=

~~!_.._,--¡
. \ n:.
W\)(. .
:~~,:..-

"-~~: ¡
~
~

"o
__, ,.._...
_,, 1
\
1
~
~
n:.

~ 1 ~
-~ S.
<:
o Tiempo (minutos) 45
~·~·" Jo >

1•1'1 r re- .-s0 1 G l\ ¡::¡,,1}}({ r,{ Ptc r. l..{'i ~~ .{J.i l 'r o(q} l 1.o~f-~· ~\) },8 !<L>iCl<.~~~q'; P!H\'f[·, IH l l t. 1HiY " ~ ;¡e h.l'iCl<«~Jé
1
: ~~ ~ :~' : ".:, ,, ,. ,. ~ ¡ ;.., "' f, ~ l,f ,1 1 .~1 ~ ~~ "' • t:. -.~ r •

f ~ tj·x i -"Ci~fH) c-~ ;::; !'·n::. =--\) 0. S.C H ~('kJ 7 .~ "0 t i~E~t~o00~ r ~ ~NE~e~ sc ~ ~~5~ ~ ~~~,
\0
,< '-l. o' ./{~:~~
.:~~f~}:. ~
(/')

e:
Cl>
+
::::.
o
Q)
"O
e
Q)
!::
·::::.
<: ~

o Tiempo (m1nutos) 45
LA-~ LX

,~ 1-f i ;' ( -:J. r,<tl J} ,:, ~., ~ • !';> ·"' f: 'i r~~ r:<::: l 0. ~:; w~¡rr·e~~ ~P~~~ae~ sL~LK~~d~ h 11 ~ 'i" [ ~ tt ~ t'":! St,.. O{ i :=.;:-,.¿.

99
Figura 9-1. Lactante de dos meses con obstrucción de la unión ureteropélvica íz:quierda. Arriba izquierda: Después de inyectar Tc m-DTPA se observa que el
riñón izquierdo es grande e hidronefrótico con un anilla de corteza ( 1O minutos). Después de administrar furosemida (25 minutos más tarde), la pelvicilla renal izquierda se llena O
con cantidades crecientes del rodioisótopo [40 minutos). Arriba derecha: Curvas de tiempo y actividad generadas por computadora demuestran una captación y "eliminación" -§
normales del riñón derecho y aumento progresiva en las cuentas sobre el riñón izquierda. La flecha indica la administración de furosemida. Abajo izquierda: Después de uno §-'
píeloplastia can éxito aún hay hidronefrosis, pero después de administrar furosemido, disminuye la cantidad de radioisótopo en el sistema colector izquierdo (flechas). Abajo o
derecha; Se muestran los mismos datos gráficamente. Obsérvese la "eliminación" excelente del riñón izquierdo dilatada. ~
1 1portante de daño renal. Las dificultades con la urografía
;: xcretoria son multifactonales: 1) los niños pequeños
:-1enen disminuida la función renal , incluso cuando se Mlccióo
:omparan kilogramo a kilogramo con los adultos; 2) no
: utiliza preparación intestinal, ya que puede causar deshi-
..;~a tación excesiva; 3) el llanto causa deglución de aire y
3umenta notablemente el gas intestinal; 4) los riñones de
~ n uación anormal pueden ocultarse por las estructuras
""~se as ; 5) el uso de placas oblicuas y de tomografías se limita
;;or los intentos para reducir al mínimo la exposición a la o 1_._ _ _.......__ __

-adiación.
Con la medicina nuclear se ahorran muchos de estos
. roblemas. Pueden usarse cente1Jeografías con Tc9 9m_
DTPA o Tc99 m-MAG-3, pero sólo las imágenes de los 1
¡
¡::- ri neros minutos son de valor, ya que después el radioisó-
:. )po se excreta por la orina y las imágenes son sobre todo
el sistema colector. Una mejor alternativa es un agente que
j é; imágenes de la corteza renal principalmente y el óptimo 1
:::; Tc99 m-DMSA (Kogan y cols., 1983). Al unirse directa-
rr.ente a las células tubulares renales, estos agentes propor-
~ io nan una delineación excelente de la anatomía del 1 ~~rda
Obllcua
postenor
. _ ___o
Ji Oblicua
posterior
derecha o_._j
1
l

~..• ~· ~ ' • • .... ¡... ... •• •


_ <lrénquima. Como la unión es permanente y la vida media
.:! ~ 1 Tc~ 9 m es de seis horas, pueden obtenerse imágenes en
j iferentes posiciones para observar más completamente Figura 9-2. Niña de seis meses de edad con infección
k siones específicas. Cuando es necesario, se obtienen imá- recurrente de vías urinarias. Arriba: Imágenes posteriores
genes de 24 h para reducir el trasfondo y permitir que se de un cistograma nuclear practicado inyectando Tc99m-DTPA
~ xc rete todo el radioisótopo , lo que da mayor definición a en una sonda uretral y llenando la vejiga con solución salina;
lJ.s imágenes del parénquima renal. también se obtienen imágenes durante la micción . Se mues-
Estos estudios son en particular benéficos en la pielo- tra reflujo vesicoureteral derecho durante el llenado y la
micción. Abajo: Imágenes oblicua posterior izquierda y obli-
:.efritis crónica (figura 9-2). Primero , no se afectan por el
cua posterior derecha de una grammagrama Tc99 m-DMSA
gas intestinal, por estructuras óseas o por cualquiera de los
en el mismo paciente. que delinea claramente una cicatriz
o ros problemas relacionados con la orografía excretoria.
renal derecha .
. lás aún , al parecer son más sensibles que esta última,
;ncluso cuando se dispone de un estudio de alta calidad . Ello
~e debe tal vez a que el parénquima renal lesionado pierde
:nmediatamente después de la lesión, su capacidad para cambios de la función. Los estudios de medicina nuclear son
nirse al radiofármaco, en tanto que en la urografía excre- muy sensibles y proporcionan información cuantitativa con
¡ ria, no cambian el tamaño y la forma del riñón, hasta que
poco riesgo (Hattner y Engelstad, 1984 ). Se han investigado
¿-\ área lesionada ha sido sustituida o restituida por tejido
muchas técnicas diferentes y se publicaron buenos resulta-
:onjuntivo y éste se contrae deformando los cálices y adel-
dos, pero la disponibilidad reciente de Tc 99 m-MAG-3, con
gazando la corteza.
sus excelentes cualidades físicas y de imagen, lo convierten
Clínicamente, Jos gammagramas corticales renales son
je gran valor, poco después de un episodio de pielonefritis en el isótopo de elección en este momento (Taylor, Zi tTer y
~ n el fin de comprobar el grado del daño renal. Ello es Eshima, 1990). Tal vez el protocolo más frecuente incluye
r lpOrtante para planear el tratamiento y en particular, Útil una combinación de análisis cuantitativos y la evaluación
; ; ;) la valoración de sus resultados (por ejemplo, para detenn inar cualitativa de la cinética con Tc 99 m-MAG-3. Aunque ines-
.1 progresión de la cicatrización en niños vigilados médica- pecífico, este estudio permite valoraciones y comparaciones
-nente por el reflujo vesicoureteral; Stoller y Kogan, 1986). repetidas incluso durante la necrosis tubular aguda. Esta
posibilidad es en particular benéfica en la vigilancia de
pacientes después de trasplantes de cadáver en los que hay
TRASPLANTE RENAL una frecuencia elevada de este trastorno. Las anomalías
vasculares mayores se identifican con estudios de fllÜo con
Después de un trasplante renal hay que vigilar de continuo Tc99 m-MAG-3 (es decir, monitorización del radionúclidoen
~~ riñón. Múltiples procesos patológicos han originado dis- su primer tránsito a través de la corriente sanguínea y el
función del injerto (por ejemplo, necrosis tubular aguda, riñón); t"n las imágenes subsecuentes puede verse extrava-
~ e chazo agudo, infección por citomegalovirus, pielonefritis sación urinaria o disfunción.
aguda, toxicidad por ciclosporina o amínoglucósidos, y Si bien la cinética de MAG-3 es muy sensible para la
eíncidencia de la en.fermedad renal original). La determi- detección de cambios sutiles de la función renal, el clínico
nación clínica más común de la función renal es la medición no dqbc olvidar que son inespecíficos. Para que se determi-
de la creatinina sérica, pero las alteraciones son lentas y esta ne la causa de la disminución en la función, se requiere la
determinación es relativamente insensible en pequeños correlación con otros datos clínicos.
HIPERTENSIÓN RENOVASCULAR

En la hipertensión renovascular clásica hay disminución del


flujo sanguíneo y de la captación, y retraso de la eliminación
del radioisótopo en el área afectada; la masa renal es más
pequeña y hay hipertrofia compensadora de las áreas no
afectadas (figura 9-3). Esto se demuestra mejor con agentes
que se correlacionan con el FSR (por ejemplo, Tc 99 rn-MAG-
3). El Tc99 m-DMSA también es útil, en especial parta delí-
Figura 9-4. Gammagramas corticales renales con DMSA.
Izquierda: Imágenes posteriores de una niña de tres meses
con duplicación izquierda y ureterocele. El polo superior
dilatado (punta de flecha) tiene 12% de la función renal total
comparado con el polo inferior (flecha), que tiene 32%.
Se conservaba suficiente función de tal forma que se juzgó
innecesaria una heminefroureterectomía. Derecha: Imáge-
nes posteriores de una niña de una semana con riñón en
herradura, duplicación derecha y ureterocele que surge del
segmento del polo superior. Este gammagrama delinea la
anatomía renal mejor que cualquier otro estudio.

near enfermedad vascular de los segmentos (Stringer y cols.,


1984; Rosen, Treves e Ingelfinger, 1985).
Por desgracia, las manifestaciones clásicas se aprecian
rara vez; la ccntelleografía nuclear tradicional no es muy
sensible ni específica. De manera reciente, se usa captopril
-·. -~·i_._
para exagerar las diferencias entre áreas renales irrigadas y
no irrigadas; ahora se acepta este método como el ins-
trwnento de detección más preciso para la hipertensión
renovascular (Geyskes y col., J 986), el cual es útil en
particular en la predicción de la reversibilidad después de la
revascularización (Taylor y Martín, 1991; Roccatello y
cols., 1992).

CUANTIFICACIÓN DE LA MASA RENAL


FUNCIONAL

Uno de los problemas más importantes en urología y nefro-


logía clínicas es la cuantificación de la masa renal. La
urografía excretora aporta alguna información sobre el ta-
maño renal y la cantidad de excrecjón del medio de contras-
te, pero la correlación con la función es muy baja. De
manera similar, la ultrasonografía evalúa el tamaño, y el
\ carácter renal (por ejemplo, ecogenícidad), pero tampoco es
una evaluación funcionaL Por otro lado, los radíoisótopos,
en virtud de su fisiología, aportan información funcional; la
Figura 9- 3. Imágenes de un varón de 65 años con hiperten-
cantidad de absorción de Jos radioísótopos es proporcional
sión grave. Arriba: Imagen posterior de un estudio de flujo al grado de función. Pueden utilizarse agentes excretorios
sanguíneo con Tc99 m-DTPA después de cap,Pril. Se obser- con estos fines, pero no son óptimos porque muchos riñones
van claramente la aorta y el riñón derecho (flecha) . Está son de forma y posición anormal y tienen sistemas colecto-
retrasado el flujo sanguíneo al riñón izquierdo (punta de res dilatados o reflujo vesicoureteral. En estos casos son
flecha). En medio: Estudio con 1131 -hipurán practicado inme- superiores los agentes corticales (por ejemplo, Tc99rn_
diatamente después, la captación no sólo es lenta sino que DMSA) (Gordon, 1987) (figura 9-4).
hay retraso de la eliminación . Las imágenes se obtuvieron a En la práctica, estos estudios son útiles para valorar la
intervalos de cuatro minutos. Abajo: Imagen tardía con patología renal unilateral. A fin de decidir si un riñón con
Tc 99 m-DTPA, que muestra el riñón izquierdo pequeño (fle- daño importante debe extirparse, es esencial conocer el
cha) y el riñón derecho más grande, posiblemente hipertro- porcentaje de contribución de ese riñón a la función renaL
fiado (punta de flecha). Las imágenes con radioisótopos son el único estudio dispo-
nible hoy en día que puede proporcionar esta información defectuosa (también es común). En consecuencia, con fines
de manera no invasora. prácticos esta técnica casi nunca es tan útil como el método
anterior.
La principal ventaja de la cistografía con radio isótopos
LESIONES RENALES OCUPANTES es su alta sensibilidad con una dosis de radiación relativa-
mente limitada, casi 1/100 de la obtenida con la cistouretro-
Los agentes corticales renales son capaces de delinear lesio- grafía de micción convencional. Como la resolución de la
! es en masa dentro del riñón, en particular las mayores de imagen es bastante mala, los detalles anatómicos finos no
1 a 2 centímetros. Debido a los múltiples adelantos tecno- se ven, al igual que con la radiografía tradicional; por tanto,
iógicos en los últimos años, la ultrasonografia, TC e IRM este procedimiento no es útil como estudio inicial de las vías
pueden proporcionar información similar a la vez que valo- urinarias bajas en hombres, en quienes la visualización de
- n los datos renales y extrarrenales concurrentes. Por la uretra es importante. Su utilidad también es dudosa como
·:tnto, los estudios de medicina nuclear no son la investi- primer estudio en mujeres con infección de vías urinarias
"'ación de elección en pacientes con infarto, con tumores o porque no se observa el raquis, es posible que no se vea un
.:on lesiones renales por traumatismo. Sin embargo, en ureterocele y no es factible ver el engrosamiento y la trabe-
.j rcunstancias especiales o cuando no se dispone de los culación de la pared vesical. Sin embargo, es una prueba
~srudios mencionados, los agentes corticales renales pueden ideal para estudios de vigilancia en niños con reflujo vcsí-
3.portar mformación muy útil (por ejemplo, determinan el coureteral después de una reimplantación ureteral o durante
,rada del daño traumático de los segmentos renales o dife- el tratamiento expectante de su resolución espontánea. En
rencian una columna de Bertin hipertrofiada de un tumor estos niños no es tan importante la calidad de la resolución
renal) . Un gammagrama con 9:mTc-DMSA de alta calidad, de la imagen, como la exposición reducida a la radiación,
. uede diferenciar claramente, el tejido renal funcional del no en particular cuando hay que practicar muchos estudios .
fun cional.

VEJIGA TESTÍCULOS

Las imágenes de la vejiga con radioisótopos son útiles El principal beneficio de las imágenes con radionúclidos del
;:.rincipalmente para descubrir reflujo vr.sicoureteral. testículo está en la diferenciación de los grados de vascu-
E:>te hecho fue comentado por primera vez por Winter en larización testicular. Se practica una angiografía con in-
1959 . Los refinamientos en las imágenes de campo amplio yección masiva de pertecnetato sódico Tc9 9rn (0.21
de la cámara gamma y los nuevos radioisótopos han mCilkg, pero no menos de 2 mCi) y se toman imágenes a
, echo esta técnica altamente sensible y útil , en especial intervalos de cinco segundos durante su primera parte,
en niños (Conway y cols ., 1972; Merrick, Uttley y Wild, a través del área inguinal. Unos 1O minutos después se
1977). obtienen imágenes del fondo común sanguíneo, ya que la
Se coloca una sonda en la vejiga y se llena ésta con concentración de este agente se correlaciona bien con
~olución salina normal, a la cual se ha añadido 1 mCi de la vascularidad. Las áreas de mayor vascularidad se ven más
Tc 99 m-DTPA. Los niños que cooperan se ponen de pie en densas de lo normal y los tejidos a vasculares aparecen como
sanitario portátil o se usa un cómodo. Una vez que se un defecto de Henado.
distiende la vejiga , se extrae la sonda y el niño orina. Las Este estudio se utiliza principalmente para diferenciar
mágenes con cámara gamma se toman desde atrás conti- la torsión testicular de la epididimitis. Esta última aparece
nuamente durante el llenado y la micción. Con frecuencia, de manera clásica como un área de hipervascularidad y la
mostrarán un reflujo (figura 9-2). También es posible iden- primera como avascular (figura 9-5). Diversos informes
nficar los grados muy leves de reflujo mediante análisis han sugerido que esta técnica es sensible y específica
. r computadora de la radiactividad en tos riñones. La (Falkowski y Firlit, 1980; B!acklock y cols., 1983).
prueba puede combinarse con un cistometrograma simple Desafortunadamente hay ciertas limitaciones. Prime-
. ara obtener más información y aumentar la precisión ro, como la torsión debe diagnosticarse y tratarse de inme-
Nasrallah y cols., 1978). diato, debe haber a disposición inmediata un técnico en
U na variación de esta técnica (cistografía indirecta con medicina nuclear ]as 24 horas del día. Más aún, hay resul-
Ddionúclidos) evita el sondeo (Conway y Kruglik, 1976). tados negativos y positivos falsos (Stoller, Kogan y Hricak,
Se: realiza la renografía estándar y se obtienen curvas de 1985). La torsión tardía puede presentarse como un área
nempo-actividad en regiones de los riñones sobre las que se hipervascular debida a una respuesta inflamatoria y la tor-
i:cnga interés. La vejiga se llena con el radioisótopo a medida sión intermitente también puede mostrar hipervascularidad
que se elimina por los riñones. Se vigila y cuantifica la radiac- y originar un retraso en el diagnóstico y la corrección. Un
ti vidad sobre los riñones y los uréteres antes, durante y gran hidrocele e incluso la purulencia notable pueden originar
después de la micción. Un aumento de la radiactividad renal un defecto grande que simula una torsión (Wilkins y cols.,
) ureteral indica un reflujo vesicoureteral. El cistograma 1985). En resumen, los estudios del escroto con radio~
1ndirecto con radiol)úclidos tiene la ventaja importante de isótopos pueden ser útiles en el diagnóstico diferencial del
~vitar el sondeo uretral. Sin embargo, no es seguro si el dolor escrotal agudo, pero el diagnóstico se establece prin-
paciente se mueve durante el estudio (lo cual es común en cipalmente en bases clínicas y el gammagrama sólo debe
niños), tiene hidronefrosis concurrente o la función renal es usarse como adyuvante.
158 • Urologia general de Smith (Capitulo 9)

- , _,

-~,-~_-:·"

'
· ..
-~·- >
J.

D D D D
Anterior Antenor Anteíior Anterior
o a 5 segundos 5 él 10 segundos 1O a 15 segundos 26 a 32 mmutos

D o o D
Af1tenor Antenor l>nlenor i\ntenor
O a 5 segur.dos 5 a 1o segundos 1 o a 15 segur¡doc; 30 n;mt:tos

Figura 9- 5. Gammagrama escrotal con Tc 99 m pertecnetato sódico. Arriba: Este adolescente tenía torsión testicular derecha
comprobada. Los gammagramas tempranos de la pelvis mostraron ambas arterias iliacas (1) y aumento del flujo alrededor
del testículo derecho (cabezas de flechas). Sin embargo, las imágenes ulteriores, en especial la placa tardía de 30 minutos,
mostraron un área claramente patógena que afectaba el testículo derecho. Abajo: En contraste, este varón joven con
epididimorquitis izquierda tiene un aumento obvio del flujo sanguíneo en la totalidad del escroto izquierdo. Una vez más,
la placa tardía demuestra claramente el aumento del flujo al testículo. (Cortesía de MCC ling.)

GRAMMAGRAMASUPRARRENAL contraste, un carcinoma cortical suprarrenal metabólica-


mente activo sintetizará su colesterol y corticosteroides y
por tanto suprimirá ambas suprarrenales. En estos casos no
Corteza suprarrenal se verá ninguna de las suprarrenales.
En el síndrome de Conn, el hiperaldosteronismo pri-
La corteza suprarrenal utiliza el colesterol sanguíneo como mario se demuestra mediante estudios bioquímicos. En
sustrato primano para la síntesis de esteroides, en contraste consecuencia, es terapéuticamente importante diferenciar
con otros órganos que sintetizan colesterol a partir del entre hiperplasia suprarrenal bilateral y adenoma unilateral;
acetato. '~n consecuencia, los derivados radiom.arcados se logra suprimiendo las dos suprarrenales con dcxameta-
del colesterol se captan por la suprarrenal y pueden dar sona y después tomando imágenes con NP59. La centelleo-
imágenes 3 '¡¡¡. 5 días después de la inyección (Liebennan y grafía detecta cualquier tejido funcional autónomo, así
co ls., 1971 ). El mejor agente con este fin es el 7-yodome- como adenomas unilaterales o glándulas hiperplásicas bila-
til-19-norcolcsterol, marcado con 1131 (NP59) (Sarkar y terales. A continuación puede plancarse el método quirúrgico
cols., 1975). Estos estudios son útiles en los síndromes de apropiado.
Cushing y de Conn (Beierwaltes, 1984). En EUA, la TC de resolución alta ha sustituido, en gran
En el síndrome de Cushing, es importante diferenciar parte, el gammagrama corticosuprarrena!. Sin embargo,
entre una fuente suprarrenal primaria de corticosteroides y cuando el estudio TC es dudoso, o no se dispone de él (como
una parancoplásica o hipofisaria. Con frecuencia, pueden sucede en muchas partes del mundo), el gammagrama cor-
ayudar pruebas bioquímicas y otras radiológicas, pero NP59 tical con NP59 aún es muy útiL
permite diferenciar el origen cuando no es claro (figura
9- 6 ). Una fuente hipofisaria o paraneoplásica de ACTH
estimulará ambas suprarrenales y se ver<\n las dos. También Médula suprarrenal
puede observarse un adenoma, pero en este caso el aumento
de corticoidcs inhibe a la hipófisis, quien a su vez suprime En cierta forma igual que el colesterol en la corteza supra-
a la suprarrenal contralateral y ésta no absorbe NP59. En rrenal, la metayodobencilguanidina (MIBG) es captada por
Imágenes con radionúclidos • 159

Figura 9- 6. En esta mujer de 45 años con síndrome de Cushing, un estudio TC sugirió una masa suprarrenal izquierda, pero
s estudios bioquímicos no eran precisos sobre la patología primaria . Izquierda: Un estudio con NP59 muestra captación
uy intensa en el abdomen . Centro: Se practicó un gammagrama con Tc99m-glucoheptinato para localizar la captación en
relación con el hígado (L), bazo (S), riñón derecho (RK) y riñón izquierdo (LK). Derecha: Una composición de ambos
gammagramas muestra que la captación es claramente unilateral y en la suprarrenal izquierda. Se extirpó un adenoma
suprarrenal izquierdo y la paci~nte curó.

.as neuronas adrenérgicas. Puede marcarse con yodo radiac- MIBG también es útil en ]a revisión de familiares de pacien-
-ivo y utilizarse para obtener imágenes de la médula supra- tes con neoplasia endocrina múltiple tipo 2, en quienes se
-renal y de otros tej1dos adrcnérgicos con actividad observa una frecuencia a1ta de feocromocitoma o de hiper-
endocrina en particular feocromocitomas y neuroblastomas plasia de médula suprarrenal. En algunos casos, se han
1 Sisson y cols., 1981; Munkner, 1985; Hattner y cols., AJR utilizado terapéuticamente grandes dosis de este radiofár-
984; Hattner y cols., Noninvasive Med Jmaging 1984). maco en pacientes con feocromocitoma maligno metastási-
La I 123 -MIBG es 85 a 90% sensible y prácticamente co, no tratable de otra forma (Sisson y cols,. 1984).
100% específica para localizar un feocromocitoma (Sisson En pacientes con neuroblastoma, J123 -MIBG es casi
: cols., 1984) (figura 9-7). Esta habilidad es sobre todo útil 100% sensible y específico. Este nivel es crucial para esta-
en los feocromocitomas extrasuprarrenales cuando la TC no blecer la etapa del tumor y para definir subsecuentemente
01porta datos o cuando los signos y síntomas del feocromo- la terapéutica óptima. Las imágenes con MIBG han descu-
citoma persisten después de la resección, lo que indica bierto numerosas metástasis óseas y de tejidos blandos, que
múltiples neoplasias . Como la mcidencía de este trastorno no se han detectado con otros medios. En consecuencia, es
puede ser hasta de l 0%, algunos cirujanos realizan de rutina muy prometedora corno un medio para proporcionar dosis
~n el preopcratorio una centelleografía con MIBG. J123 - altas de radiación directamente a un neuroblastoma metas-

131 r ·MIBG TC GLUCO COMPOSITE


Figura 9-7. Feocromocitoma. Este varón de 35 años tenía hipertensión grave y aumento de las catecolaminas séricas.
Izquierda: Gammagrama con 1131 - MIBG muestra captación notable en el abdomen izquierdo. Centro: Se practicó un
gammagrama con Tc99 m- glucoheptinato para ayudar a localizar la lesión. Se ven claramente los riñones . Derecha: Una placa
compuesta muestra la lesión en la suprarrenal izquierda. El paciente curó por la extirpación quirúrgica de un feocromocitoma
en la suprarrenal izquierda.
160 • Urología general de Smith (Capítulo 9)

tásico. Se encuentran en curso, estudios de radioterapia con


J13 l-MIBG, en pacientes con tumores en etapa 4 que no
responden de otra forma. Los resultados iniciales son alen-
tadores (Hoefnagel y cols., 1987).

GAMMAGRAMA ESQUELÉTICO

Los garnmagramas óseos obtenidos con radio fármacos con-


vencionales con avidez ósea, como TC99 rn-metilendifosfo-
nato (MDF), ocupan un sitio único en la clasificación de la
etapa de pacientes con cáncer. En ningún otro caso es más
cierto que en los urogenitales, en particular en el carcinoma
de próstata (McNeil, 1984) (figura 9-8).
El MDF y otros compuestos similares son quimioab-
sorbidos a la superficie de los cristales óseos, intercalándose
en las imperfecciones del cristaL La localización relativa de
un radiofármaco es igual al producto de la eficiencia de su
captación, el flujo sanguíneo y la concentración en la sangre.
Ya que después de la inyección intravenosa esta última es
igual en todo el cuerpo y corno el MDF tiene una eficiencia
de extracción muy alta, se deduce que los gammagra-
mas óseos se correlacionan principalmente con la vascu-
laridad del esqueleto. La respuesta del hueso a diversas
agresiones es limitada, pero casi siempre incluye aumento
del flujo sanguíneo; en consecuencia, las lesiones óseas se
ven corno un foco de aumento del radioisótopo en los
gammagramas. En total, la sensibilidad de los garnmagra-
mas óseos en las metástasis esqueléticas para cáncer de
próstata excede del 95%, haciéndolos de particular impor-
tancia en la valoración y vigilancia de pacientes con esta
enfermedad. Sin embargo, hay que recordar que los gam-
magramas son inespecíficos y es necesario valorar también
las áreas sospechosas en el estudio con radionúclidos me-
diante radiografías simples (por ejemplo, para diferenciar
entre metástasis y osteoartritis).

DETECCIÓN GAMMAGRÁFICA DE
INFLAMACIONES OCULTAS

El galio-67 (Ga67 ), se investigó originalmente como agente


para im,ágenes de tumores, pero ha sido desalentador a este
respecto'>$in embargo, se le encontró un uso importante en
la deteccid¡;t de inflamación aguda o crónica (Halpern y
Hagan, 1980). Aún se discute el mecanismo exacto de
localización d~ Ga67 en focos inflamatorios. Como se seme-
ja al hierro férrico, tal vez se une a las moléculas de los
microorganismos (sideróforos) que unen hierro y a la lacto-
ferrina, una proteína de fijación del hierro que abunda en
los neutrófilos. Por razones desconocidas, Ga67 también se Figura 9-8. Varón de 83 años con carcinoma de próstata.
acumula en los macrófagos. Como cualquiera de estas cé- Un gammagrama óseo con Tc99m-MDF muestra metástasis
lulas, o todas ellas se encuentra en el sitio de los procesos en sacro y en 010 y 011 (puntas de flechas). Como parte
inflamatorios, Gé 7 es un compuesto excelente para encon- del radioisótopo se elimina por la orina, el uréter izquierdo
trar una inflamación. obstruido también se delinea bien (flecha).
Los gammagramas con galio se alteran por actividad
colónica inespecífica, la que reduce de manera importante
su capacidad para dar imágenes. No obst.antc, pueden servir vico). También pueden usarse para confirmar datos sospe-
para dirigir estudios diagnósticos adicionales en casos de chosos o no diagnósticos que se observan en otros estudios.
inflamación oculta (por ejemplo: en un pos1ble absceso Los granulocitos marcados con indio 111 se preparan
perinéfríco, en la nefritis intersticial o en el absceso pél- marcando con In 11 1 leucocitos del paciente. A continuación
5e reinyectan estas células en el enfermo. Aunque los gra- mas en otros ratones. Puede obtenerse un suministro conti-
J ulocitos marcados se distribuyen en todo el cuerpo, las nuo de anticuerpos puros, desarrollados contra una diversi-
.1reas de alta concentración se ven con facilidad con una dad de antígenos y utilizarse principalmente para
~ amara gamma. En contraste con Gé7 , la unión colónica es inmunoanálisis in vitro.
mínima. En consecuencia, estos gammagramas son muy Eligiendo un antígeno específico de un tumor, en teoría
:ensibles y específicos para infecciones supurativas agudas es posible marcar con radioisótopos los anticuerpos mono-
Coleman, 1982). Desafortunadamente, estos granulocitos clonales para el tumor de que se trate. En la práctica, existen
m arcados no son tan precisos para encontrar trastornos in- anticuerpos monoclonales de alta especificidad para los
. amatorios crónicos. Como el marcado con radioisótopos carcinomas de células renales, de la próstata y de otros. Se
suele llevarse al cabo fuera del hospital, estos estudios son han utilizado radiofármacos específicos de cáncer para
relativamente caros y sólo suelen encontrarse a disposición obtener imágenes de estas neoplasias con éxito moderado y
d urante las horas regulares de trabajo, una desventaja pre- se espera que en un futuro esta técnica permitirá la radioin-
::Jsa, ya que con frecuencia se requiere con urgencia este munoterapia, de tal forma que los radioisótopos puedan
estudio particular. No obstante, en casos seleccionados estos dirigirse sólo contra la neoplasia, permitiendo tratar el tu-
gammagramas pueden ser muy útiles. mor con dosis altas de radiación y limitar la toxicidad en los
tejidos normales (Larson, Carrasquillo y Reynolds, 1984).

CONSIDERACIONES SOBRE EL FUTURO Nuevos radioisótopos

Anticuerpos monoclonales Acaba de aprobarse un radio fármaco nuevo y potencialmen-


te útil, el In 111 -pentretido, el cual ya se encuentra disponible.
:\. principios de la década de 1970, fue posible elaborar Es un análogo de la somatostatina y se localiza en los
g randes cantidades de anticuerpos puros en forma relativa- feocromocitomas, en los neuroblastomas y en una variedad
.. ente barata. Los anticuerpos monoclonales se hacen al de otras neoplasias que expresan receptores de la somatos-
mmunizar a un ratón con un antígeno específico, después tatina. el radioisótopo puede ser útil en la identificación de
se hibridizan las células esplénicas del ratón con células de la etapa, y en seguimiento y tratamiento de estas neoplasias
m tcloma murino y más tarde se desarrollan estos híbrido- (Krenning y cols., 1993). •

REFERENCIAS
Bagni B et al.: 99 mTc-MAG-3 versus 131 1-orthoiodohippurate in the Falkowski WS, FirHt CF: Testicular torsion: The role ofradioiso-
routine determination of effective renal plasma t1ow. J Nucl topic scanning. J Urol1980;124:886.
Med Allied Sci 1990;34:67. Cates GF: Glomerular filtration rate: Estimation from fractional
Baync DP, Shapiro CE: Diuretíc radíonuclide urography: Func- renal accumulation of 99mTc-DTPA (stannous). AJR
tional assessment following pycloplasty. J Uro! 1985; 1982; 138:565.
134:344. Gates GF: Split renal function testing using Tc-99m DTPA: A rapid
Beierwaltes \VH: The adrenals. Pages 56-69 in: Textbook ofNuclear technique for detennining differentjal glomerular filtration.
Medicine. Vol2: Clinica!Applicatiom, 2nd cd. Harbert J, DaRo- Clin Nucl Med 1982;8:400.
cha AFG (cditors). Lea & Fcbigcr, 1984. Gayskes GG et al.: Renography with captopril: Changes in a
Blacklock ARE et al.: Radionuclide imaging in scrotal swelling. patient with hypertension and unilatral renal artery stenosis.
Br.! Uro/1983;55:749. Arch lntern Med 1986;146: 1705.
Chandhoke PS et al.: Monitoring renal function in children with Gordon 1: Indications for 99mtechnetium dimercapto-succinic
urol ogi e abno rma! i ti es. J Urol 1990; 144:60 l. acid sean in children. J Uro/1987;137:464.
Coleman RE: Radiolabeled Jeukocytes. Pages 119-141 in: Nuclear Halpern S, Hagan P: Gallium-67 citrate imaging in neoplastic and
Medicine Annua/1982. Frceman LM, Weissman I-1 (editors). inflammatory disease. In: Nuclear Medicine Annual 1980.
Raven Press, 1982. Frccman LM, Veissman I-1 (editors). Raven Press, 1980.
Conway JJ, Kruglik GD: Effectiveness of direct and indirect Hattncr RS, Engelstad BE: Radionuclide evalua.tion ofrenal trans-
radionuctide cystography in detecting vesicoureteral re flux. plants. Pages 319-342 in: Nuclear Medicine Annua/1984. Free-
J Nucf Med 1976;17:81. roan LM, Veissmann HS (editors), Raven Press, 1984.
Conway JJ, Maizcls M: The "well tempered" diuretic renogram: Hattner RS et al.: Localization of m-iodo (!311) benzylguanidine
A standard method to examine the asympotomatic neonate in neuroblastoma. AJR 1984; 143:3 7 3.
with hydrínephrosis or hydroureteronephrosis. J Nucl Med Hattncr RS et al.: Scintigraphic detection ofpheochromocytomas
1992;33:2047. usingm-iodo ( 131 1) bcnzylguanidine. Noninvasive Med lmag-
Conway JJ et al.: Detection of vesicoureteral retlux with ra- ing 1984;1; 105.
dionuclide cystography: A comparison study with Hoefnagcl CA et al.: Radionuclide diagnosis and therapy ofneura\
roentgenographic cystography. A m J Roentgenol Rad Ther eres\ tumors using iodinc-131 metaiodobenzylguanidine. J
Nucl Med 1972;115:720. Nucl Med 1987;28:308.
D:aly MJ et al.: Differential renal function using technetium-99m Kass EJ, Majd M, Belman AB: Comparison of the diuretic
dimcrcaptosuccinic acid (DMSA): In vitro correlation. J Nucl renogram and the pressurc perfusion study in children . .! Uro!
Med! 979;20:63. 1985; 134:92.
Englis PJ et al.: Modified method of diuresis renography for the Koff SA, Thrall JH, Keyes JW Jr: Diuretic radionuclide urogra-
assessment of equivoca\ pelviureteric junction obstruction. Br phy: A noninvasive mcthod for evaluating nephroureteral
J Uro/1987;59:10. dilatation. J Uro/ 1979; 122:451.
10
Instrumentación retrógrada
de las vías urinarias
Marsha/1 L. Stofle0 MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

~
_a capacidad de intervenir las vías urinarias sin necesidad ! reflejo inesperado del obturador durante la cirugía endoe-
C.e abrirlas mediante incisión. quirúrgica distingue a la t lectrica.
ología de otras disciplinas. Estas intervenciones pueden J.
~ acticarse con propósitos diagnósticos, terapéuticos, o am- -
oos. Conocer el manejo de los diferentes catéteres, alambres CATETERJZACIÓN URETRAL
~u ía, sondas rígidas, endoscopios e instrumentos relaciona-
4os resulta de gran utilidad para que el médico lleve a cabo La cateterización uretral es la maniobra que se hace con
~u trabajo. La manipulación de las vías urinarias debe mayor frecuencia por vía retrógrada en las vías urtnarias. El
~fectuarse con delicadeza; todo instrumento debe pasar sin catéter se instala para drenar la vejiga durante y después de
~~ r forzado. El conocimiento anatómico y de otras alterna- procedimientos quirúrgicos que requieren anestesia, ayudar
•.Ya s de maniobras con instrumentos permitirán ejecutar la a la evacuación de orina· en pacientes graves, recolectar 1
-.;_rea con finura. El paciente debe entender la intención del muestras confiables de orina, valoración urodinámica, estu- 1
t- rocedimiento y sus posibles complicaciones. Por ejemplo, dios radiográficos (por ejemplo cístografía) y medir orina_·:
~ intento de drenar un riñón infectado mediante cateteriza- residuaL El catéter puede permanecer instalado mediante
-ión retrógrada ureteral puede, en última instancia, conducir balón de autorretención, como el catéter de Foley. Con la
a una nefrostomía transcutánea si el cirujano no logra el técnica de introducir el catéter para drenar la vejiga y luego
:.: renaje retrógrado. Es tan importante saber cuándo detener retirarlo no se requieren dispositivos de autorretenc1ón.
::na intervención corno cuándo iniciarla. Tienen importancia crucial, lubricación adecuada y fre-
Muchos procedimientos se efectúan con anestesia cuencia suficiente para conservar la vejiga con un volumen
:ocal , en la cama del paciente o en una sala de cistos- razonable y esto debe subrayarse al paciente que se auto-
~ o pía . Un enfermo tranquilo, bien informado y confiado, cateteriza de manera intermitente; la esterilidad del proce-
~o labora y tolera mejor el procedimiento. Un médico fami- dimiento pasa a segundo término . Por el contrario, si el
;iarizado con la intervención propuesta, que conoce las catéter es permanente la esterilidad de la técnica es de suma
:i mitaciones y alternativas de la misma ganará la confianza importancia.
del paciente.
La manipulación de las vías urinarias puede producir Técnica de cateterizacíón
ksiones significativas. Cuando se anticipa que un procedi-
n iento será prolongado se deben administrar antibióticos A. En el varón
3. ropiados según los resultados del urocultivo y las pruebas El pene debe dirigirse hacia el ombligo para disminuir el
de sensibilidad efectuadas antes de la operación. El empleo ángulo agudo del bulbo uretral a medida que pasa el catéter.
~ neroso de lubricantes hidrosolubles y las irrigaciones con En la mayor parte de los casos el catéter pasa sin dificultad.
poca presión reducirán la probabilidad de producir infeccio- Cuando se presentan obstáculos es vital obtener una historia
nes yatrógenas. La posición del paciente es tan importante cuidadosa en relación a manipulaciones urológicas previas.
como la selección de.los instrumentqs apropiados. Hay que No son raras las estrecheces. Poco después de la cirugía
Jdentificar los puntos de presión y acojinados de manera endourológica pueden aparecer estrecheces; al principio en
adecuada, en especial cuando el paciente se coloca en el meato y luego de 1o 2 meses de posoperatorio en el cuello
po sición para litotomía dorsal . Además , las piernas se ase- vesical. El antecedente de lesiones producidas mientras el
guran a los estribos para evitar lesiones accidentales, como individuo permanecía a horcajadas sugiere estr~chez en
cedería si una pierna golpea al cirujano después de un el bulbo uretral. Lubricantes adecuados inyectados en la

163
164 • Urologia general de Smith (Capitulo 1O)

uretra e instrucciones al paciente para relajar el piso pélvico en la vejiga llena para prevenir la cistitis química) para
facilitarán el paso del catéter más allá del músculo esfinter disolver la pared del balón. En ocasiones, se puede introdu-
estriado de la uretra. Se debe utilizar un catéter de grueso cir un endoscopio delgado junto al catéter dentro de la uretra
calibre, aproximadamente 18F, catéteres estrechos, rígidos y cortar una sutura de retención que permaneció inadvertida
y de pequeño calibre tiene mayor posibilidad de formar luego de un procedimiento quirúrgico abierto. Otra compli-
falsas rutas y quizá ele perforación. Un catéter de punta cación del catéter uretral es la incrustación, en especial,
acodada (angulada) con frecuencia ayuda a superar un cue- cuando se deja a permanencia durante largo tiempo.
llo vesical alto, como el observado en la hiperplasia prostá-
tica benigna. Con el catéter de Foley autorretenible es Diseño del catéter
importante que la válvula acodada avance por completo
hasta el meato. Si el balón se infla prematuramente (cuando Los catéteres difieren en tamaño, forma, tipo de material,
aún permanece en la uretra) se produce dolor intenso y es número de luz y mecanismo de retención (figura 10- 1). La
posible romper la propia uretra. Esto último debe enfatizarse magnitud estándar del diámetro de un catéter externo y de
a enfermeras auxiliares que atienden a pacientes dementes la mayor parte de Jos instrumentos endoscópicos se consig-
incapaces de comunicarse de manera eficaz, ya que en estas nan según la escala francesa de Charriére (unidades de
circunstancias la rotura uretra\ puede detectarse sólo des- 0.33 mm = 1 francés [F] o 1 Charriére [Charr]. Por tanto,
pués de que aparece una infección grave. 3F igual a 1 mm de diámetro y 30 F igual a lO mm de
diámetro.
B. En la mujer El diámetro del catéter seleccionado depende del
A veces es difícil identificar el meato, en especial en paciente y del propósito de la intervención. Los catéteres
pacientes con hipospadias. Puede requerirse tracción lateral de grueso calibre se utilizan para evacuar posibles coágulos
de Jos labios vulvares y un espejo vaginal. Con las instruc- sanguíneos. Otros se emplean para estabilizar injertos
ciones adecuadas y un espejo para visualizar el meato las después de una uretroplastia abierta, para inmovilización
mujeres pueden aprender a cateterizarse por si mismas. Para luego de la incisión endoscópica de estrecheces, para apoyo
cateterizaciones repetidas un dedo introducido en la vagina de catéter ureteral externo o para evaluar la excreción uri-
puede guiar al catéter. naria. Los catéteres de triple luz (un puerto para inflar y
desinflar el balón, uno para introducir líquidos y otro para
C. Dífícultades para instalar y retirar retirarlos) tienen luz más estrecha que los catéteres de dos
el catéter vías. Otras variables relacionadas con el catéter son la
Cuando no se puede instalar un catéter uretral es posible magnitud del balón y el material con que está construido.
utilizar, con precaución, catéteres filiformes y seguidores; Los balones grandes (por ejemplo de 30 mL) se pueden
la delgada guía del filiforme es rígida y con facilidad puede inflar hasta alcanzar 50 mL y de ese modo reducir 1a
perforar la uretra. Se debe introducir con delicadeza y probabilidad de que el balón se desplace al interior de
detener el avance al encontrar resistencia; dejando en el sitio la fosa prostática, sobre todo, luego de resección transu-
el filiforme. A continPación se introducen un segundo, un retral de la próstata; también pueden emplearse como dis-
tercero y quizá otro más por la expectativa de que el catéter positivos para efectuar tracción contra el cuello de la vejiga
i:-~stalado ocupe una falsa ruta o esté enrollado. Fmalmcnte, con la intención de controlar una hemorragía originada en
uno de los filiformes debe pasar y ocupar la vejiga. Se puede la fosa prostática.
asegurar un tornillo hembra de montaje en el extremo del La rigidez del catéter, la relación entre diámetros inter-
filiforme y luego utilizarlo para dilatar progresivamente la nos y externos y la biocompatibilidad dependen del material
uretra estrechada. Después de la dilatación adecuada se de que está hecho. La irritación a la mucosa disminuye
instala....UJ:l-Gatéter Council de extremidad abierta sobre el cuando se emplean catéteres con bajo coeficiente de fric-
filiforme y de1~tro de la vejiga. Si se encuentran problemas ción. Sobre el catéter se colocan sustancias hidrómeras para
o resistencia en cualquier etapa, se suspenderá el pro- que el recubrimiento transitorio permita crear una interfase
cedimiento para practicar cistostomía suprapúbica y lograr entre los tejidos biológicos y el material extraño del
un drenaje adecuado. catéter; esta interfase dura cinco días aproximadamente. El
El catéter a permanencia se debe fijar a un sistema recubrimiento permanente con hidrogcl permanece durante
cerrado de drenaje por gravedad. En el varón, cuando se toda la vida útil de catéter. La disminución del coeficiente
requiere catéter instalado a largo plazo, hay que fijarlo a la de fricción de estos catéteres reduce la irritación de la
pared abdominal para disminuir la probabilidad de forma- mucosa y mejora la biocompatibilidad. Los catéteres con
ción de estrecheces. Es necesario vigilar el meato para interfase más duradera dan como resultado un menor nú-
garantizar la salida adecuada de las secreciones uretrales. mero de incrustaciones.
Es mucho menos común encontrar dificultades para
retirar un catéter a permanencia, por lo general del tipo con
balón de autorretención. Con frecuencia la inspección de la URETROS COPIA
válvula revelará si hay problemas. Se puede intentar cortar
el catéter en dirección proximal a la válvula con la esperanza La inspección endoscópica a través de un uretroscopio con
de evacuar el contenido del balón, pero esto .no siempre tiene lente grado O es útil para el diagnóstico y el tratamiento de
éxito. Otras opciones son la punción transperincal o tran- las enfermedades uretrales. Las estenosis patológicas pue-
sabdominal o la inyección de alguna sustancia orgánica den identificarse o confirmarse luego de estudios radiográ-
como el éter (diluido al 50% en solución salina e inyectado ficos. Una estenosis se caracteriza por estrechamiento
Instrumentación retrógrada de las vfas urinarias • 165

Catéter Robinson (catéter recto, liso con dos orificios)

r-------___________./~/___________
c.=.--~----~7?/ ~

Catéter con punta de silbato


r-------------------~/~/~--------------~
\...-------------------.17/
7/ o ~

Caté1er Pezzer (autorretemble)

(~=====-==-=-~)'_..,~,._;~/--_-_-_-_-~(>

(=
Catéter Malecot (autorreten1ble) ~
7/¿
'--------------------?7/~~------------~
,

Catéter Council (introducción con filiforme


y estilete atornillable)

ei1

Figura 10-1. Catéteres uretrales, estiletes metálicos, catéter y alambre guía para las técnicas de introducción de catéteres.

circunferencial. La dilatación secuencial de las estre- identificar y extraer cuerpos extraños o cálculos poco
checes uretrales mediante inserción de catéteres de diáme- comunes y tomar muestras para biopsia en lesiones sos-
tro creciente genera fuerzas de tracción y de deslizamiento pechosas de malignidad.
sobre la mucosa y es probable que produzca cicatrices exten-
~as. Por tanto, es común la reinctdencia de estrecheces cuan-
do se interrumpe la dilatación periódica. Se puede dilatar
CISTOSCOPIA
w1a estrechez con balones dilatadores 7 a 9F (introducidos
?Or medio de alambre guía e inflados hasta 30F con presio-
La inspección endoscópica de la parte baja de las vías
nes de 15 atmósferas) así no se ejercen fuerzas deslizantes, urinarias requiere irrigación, iluminación (fibra óptica) y un
ero los resultados a largo plazo son poco alentadores. Las sistema óptico. El sistema óptico y la iluminación se com-
strecheces limitadas a la circunferencia se puede incidir pletan con el puerto de irrigación y de trabajo. Si se emplea
con bisturí frío y bajo visión directa. Habitualmente la endoscopio rígido habrá que girarlo para que el examen sea
mcisión se practica en la posición correspondiente a las 12 óptimo y completo y a veces se requieren lentes de O, 30, 70
~n punto, la más adecuada para dejar pasar el uretroscopio.
y 120 grados. Una presión ejercida sobre el pubis facilitará
En seguida se vacía la vejiga y se efectúa una irrigación la inspección de la bóveda vesical que con frecuencia con-
3propiada si un corte adicional produce hemorragia. Es tiene burbujas de aire. Es necesaria una revisión ordenada
d ifícil identificar a simple vista los verdaderos límites de y sistem ática. cuando se evalúan uretra, próstata, paredes
,na estrechez. vesicales, bóveda y cuello de la vejiga y orificios urete-
Mediante uretroscopia se puede confirmar un diver- rales (incluyendo, ubicación, número , forma y caracterís-
tículo uretral. Una vez identificado se instalará un catéter en ticas del flujo de salida). La vejiga debe valorarse a
el cuelJo del divertículo para reconocerlo durante la repa- diferentes niveles de llenado. En la cistitis intersticial sólo
ración quirúrgica definitiva a ciclo abierto. La uretroscopia después del llenado vesical completo es que se observan las
se puede emplear para inyectar colorantes en los conductos glomerulaciones y equimosis características. El examen
de Müller en las raros casos de quistes retenidos, para rectal mediante el endoscopio proporciona información, en
transitoria para ayudar a reconocer marcas o lesiones
patológicas. La inspección endoscópica pennitc Identificar
cálculos, cuerpos extraños, tapones de moco, collares de
Marlex erosionados y también tiene potencial para intubar
anastomosis ureterointestinales.

CATETERIZACIÓN URETERAL

Se requiere catcterización ureteral para efectuar la pielogra-


fía retrógrada, para recolectar orina para examen citológico
o el cultivo apropiado, para efectuar biopsia con cepillo
(figura 10-2) y en la instalación de un catéter ureteral para
empujar hacia atrás un cálculo o localizarlo durante la
litotripsia. Otros procedimientos que con frecuencia requie~
ren cateterización ureteral son la manipulación de cálculos
A B con canastilla controlada fluoroscópicamente (figura l 0-3 ),
11 el drenaje de un riñón obstruido por compresión intrínseca
o extrínseca, e instalación de un catéter interno en doble J.
Figura 1 O- 2. Cepillado de una lesión en uréter proximal. A: Encontrar el orificio ureteral puede ser dificil. Primero se
lnsercíón del cepillo cubierto con un catéter. B: Avance del
cepillo a través de la lesión.

particular, para estimar el tamaño de la próstata y la longitud


de la uretra prostática.
Es importante la selección del líquido írrigante durante
Asa Evans
las maniobras cndüscópicas. Hay irngantes conductores y
111 11 ,
no conductores. Los Irrigan tes conductores, que incluyen la
solución salina y la de Ringer lactato, no son apropiadas
durante la cndocirugía con instrumental eléctrico. Entre los Asa Evans cerrada
irrigantes no conductores se incluyen agua y glicina. El agua
tiene la ventaja, en teoría, de incrementar la visibilidad y
como es hipotónica puede producir lisis de células tumora-
·,1e,~. Si hay la po::.ibilidad de que aumente la absorción Canastilla Segura plana de alambre
intravascular se deben preferir agentes isosmóticos y no
hemolisantes en vez de soluciones hipotónicas.
El endoscopio rígido produce molestias que pueden
.... ©~=
reducirse al minimo aplícando en la uretra lidocaina al J%
como anestésico loca!. Cada vez se emplean con mayor
frecuencia los endoscopios flexibles que reducen las moles-
tias al paciente y permiten las maniobras con instrumenta- Canastilla Dorm1a hellco1dal de alambre
dos en posición decúbito dorsal y no en la posición rutinaria
de litotomía dorsal. Estos endoscopios tienen puertos irri- ~90=0-==t,~
gantes más pequeños disminuyendo su capacidad máxima
de irrigación y no tienen funda de trabajo. En consecuencia,
cambiar los lentes, evaluar orina residual y la evacuación
repetida del irrigante no pueden llevarse a cabo sin retirar
~0~==
por completo el endoscopio. Por tanto, el endoscopio rígido
permite mayor vanedad de intervenciones, asegura mejor Canastilla de alambre con catéter de balón
visión y tiene mayor durabilidad.
Una maniobra con instrumentos similar a la empleada
para examinar uretra y vejiga se puede usar para inspeccio-
nar los reservorios que contienen orina o las asas ileales
convencionales. Un catéter de Robinson o de Foley instala-
do con anterioridad al endoscopio proporciona al operador
una marca visual y un puerto de salida para la irrigación
y así proseguir el procedimiento a baja presión. Alternati- Figura 1 O- 3. Asas, canastillas de alambre y canastillas
vamente, se puede inflar el balón de Foley e insertar el de alambre con catéter de balón, para extraer cálculos ure-
catéter en un segmento intestinal y expandirlo de manera terales.
Instrumentación retrógrada de las vías urinarias • 167

1{ 11 ll 11 /lo·:::- e?) ------------~~~~----~'~'--~'~'----~>~'-~


Catéter de punta de silbato Buibo Braasch

1 ( !{ 11 lf
______________________ }-~~~~

Catéter de punta redonda Cepillo para biopsra

1 1 11 JI o JI e~ )[ :=:::::>
Catéter de punta en oliva
Dilatador ureteral con balón y alambre guía

--------~l~l~l~l~l~!--~11__~1.1~
Catéter de punta cón1ca

11 11 11 [[@) J) Sonda rígida de doble cola de cerdo

Catéter 'yVishard

11 11 11 o ....------,.'¡¿-
-------7-7'/
/~/~------------~
~
Catéter Blasucc1 con punta flexible
Sonda rígida en doble J

Catéter Blasucc1 con punta flexible en espiral


Sonda rígida con espiral doble

Figura 1 O- 4. Catéteres uretrales y sondas rígidas internas autorretenibles .

de.bc identificar la prominencia interuretérica y Juego ob- acodada permite una gran moviJ idad del extremo del mismo
servar el chorro de salida. Variando el volumen vesical se mediante simples giros; no son necesarios desplazamientos
puede facilitar la localización de los orificios ureterales. excesivos del endoscopio. Esto es de gran utilidad cuando
Una vez identificado el orificio, el catéter se introduce, los orificios son difíciles de localizar debido a edema o
habitualmente, sin mayor dificultad. Sin embargo, en caso infiltración tumoral.
de hiperplasia prostática benigna, de cirugía rctroperitoncal En caso de angulacioncs ptonunciadas, primero se
prevía, de reimplantación de uréter, de movilidad disminui- intentará pasar un alambre guía. Los alambres guia rectos
da de la extremidad infenor y otras anomalías esqueléticas pueden ser flexibles cuando su centro es removible y casi
o de edema o enrollamiento a causa de pennanencia prolon- siempre pasan con facilidad. A veces , los alambres guía
gada de cálculos ureterales impactados, el procedimiento de hidrofílicos para torsión con punta acodada pueden ayudar.
catctcrización puede ser difícil o imposible. Si el orificio coincide con la punta del alambre, pero no es
Los catéteres pueden presentar diversas configuracio- posible introducirlo, habrá que girar el extremo del endos-
nes en la punta (figura 10- 4) . Los catéteres de punta cónica copio hacia el orificio contralateral en tanto el alambre guía
o en forma de nuez son excelentes para la pielografía avanza dentro del endoscopto sólo lo suficiente para con-
retrógrada rutinaria: Debe verificarse que el aire de la servar el alambre en contacto con el orificio. A continuación,
sonda se elimine antes de la inyección para evitar que se se hace avanzar el alambre guía contra la pared posterior de
confunda el aire con un defecto de llenado. La tluoro.scopía la vejiga, cambiando la dirección de la fuerza del vector
es útil en la determinación del volumen apropiado de mate- de modo que el alambre puede avanzar a través de una
na] de contraste para reduc1r la probabilidad de producir deformidad severa en J (figura 10-5). Con el alambre guía
reflujo pielolinfático o pielovenoso o rotura del fórnix . Con adentro, puede introducirse un catéter de intercambio sobre
myección a baja presión no habrá absorción del material de el alambre para inyección de material de contraste; el catéter
contraste a la circulación general. Un catéter de punta de intercambio también puede reemplazarse por otro alam-
168 • Urología general de Smith (Capítulo 1O)

Figura 10- 5. Venciendo las dificu Ita des a través de un orificio ureteral. A: Alambre guía insinuado en el orificio, no puede
avanzar. B: Se gira el endoscopio hacia el orificio del otro lado. El alambre guía permanece en contacto con el orificio. C: El
alambre guía avanza contra la pared vesicaL D: El alambre guía logra pasar más allá de la angulación .

bre guía o por un catéter de extremo abierto. Los alambres se reduce de manera significativa la dificultad del proce-
guía de punta acodada o de punta flexible (con el centro dimiento .
removíble) se introducen a través de sondas de intercambio Un catéter en doble J se puede instalar mediante guía
para sortear con más facilidad piedras o acodamientos im- de alambre o un conductor de extremo cerrado. Cuando el
portantes. Con frecuencia, una maniobra de empujar y tirar extremo proximal se instala de manera apropiada en la
(empujar el catéter de intercambio en tanto se tira del pelvicilla renal la J puede observarse mediante fluoroscopia
alambre guía) endereza el uréter debido a la resistencia o rayos X colocando al paciente en posición lateral. La
opuesta por el catéter de intercambio permitiendo avanzar al proyección en dirección anteroposterior sugiere una locali-
alambre guía. Para incrementar la resistencia se puede inflar zación en la porción proximal del uréter. Si el catéter tiene
un catéter balón para oclusión ureteral y aplicando tracción la J demasiado larga, el extremo distal dentro de la vejiga
suave tratar de enderezar un uréter retorcido o tortuoso . puede originar problemas irritativos graves con la micción;
Otras maniobras adicionales de utilidad son: que el paciente si es demasiado corta, es más probable que avance de
espire profundamente para elevar el diafragma o que un manera inadvertida más allá del orificio ureteral hacia el
ayudante aplique presión externa en dirección cefálica. uréter. En este caso no es posible garantizar el drenaje y se
Un cálculo ureteral impactado se puede desplazar en direc- debe extraer el catéter por medio de ureteroscopio o atra-
ción retrógrada hacia el interior de la pelvicilla renal, al parlo con una canastilla para cálculos ureterales. Se debe
aplicar presión mecánica o hidrostática desde el catéter. informar al paciente de la instalación de estas sondas rígi-
En caso de obstrucción por angulación de la uretra o das. Con frecuencia el enfermo no percibe dichas sondas.
compresión interna o externa se emplean catéteres en doble Sin embargo, cuando permanece en su sitio por tiempo
J ; también se usan para reducir la probabilidad de infección pr:olongado se incrementan la probabilidad de incrustación,
u obstrucción en presencia de cálculos residuales Juego de la posibilidad de drenaje deficiente y la dificultad para
litotripsia extracorpórea con ondas de choque. Las sondas extraerlo. No está claro si la sonda rígida en doble J facilita
rígidas en doble J amplían la luz inte.ma del uréter. Esta el drenaje por la orina que escurre por su contorno o por
ampliación se puede aprovechar cuando la ureteroscopia los abundantes orificios laterales que comunican con la luz
fracasa por estrechez ureteral. Cuando se instala un catéter interna del uréter. Otras posibles complicaciones son el
en doble J y se pospone la ureteroscopia unos pocos días desplazamiento distal al interior de la vejiga o más allá del
instrumentación retrógrada de las vías urinarias • J69

cuello vesical (produciendo incontinencia urinaria total) y CIRUGÍA TRANSURETRAL


el dolor lumbar durante la micción a causa de refltljo urina-
no. El catéter se puede retirar con pinzas de copa fría El resectoscopío es un endoscopio con vainas de lO a 30F
:::~ediante cistoscopio rígido o flexible o tirando de una (figura 10-ó) diseñadas para efectuar cirugía transuretral:
cuerda fija al extremo distal del catéter que sale por el permiten al urólogo escindir tejido de la parte baja de las
meato. Con el catéter en doble J hay posibilidad de compli- vías genitourinarias. Mediante la aplicación de corriente
caciones, pero ayudan al drenaje urinario interno. alterna de alta frecuencia disminuyen las contracciones mus-
Los dilatadores con globo se usan para facilitar el paso culares y además esto le confiere sus propiedades de corte y
de ureteroscopíos (rígidos o flexibles; véase el capítulo coagulación. Una onda senoidal pura es óptima para corte
)obre ureteroscopia) y para extraer cálculos grandes intac- en tanto que las ondas de oscilación amortiguada son mejo-
tos . Los globos se pasan rutinariamente mediante alambre res para la coagulación. Es posible combinar ambos tipos
guía. Los balones tejidos tienen una superficie externa tersa de ondas para efectuar corte y coagulación al mismo tiempo.
sm pliegues y se acortan en sentido longitudinal cuando se Como electrodo neutro se requiere una placa para hacer
m flan . En contraste, las variedades no tejidas tienen pliegues
y son difíciles de pasar después de una insuflación y desfla-
ctón iniciales; sin embargo, no se acortan en sentido longi-
rudinal con la insuflación. Los balones que se inflan junto a
cálculos ureterales distales pueden terminar perforados u
originar la extrusión del cálculo fuera de la luz ureteral. La
msuflación del balón se logra mejor con jeringas torcidas o
en garfio que cuentan con calibradores de presión .
La endopielotomia retrógrada es una alternativa frente
a la reparación mediante cirugías abierta y para los accesos
anterógrados transcutáncos. Después que se conoce la loca-
hzación exacta de la obstrucción de la unión ureteropélvica
1 UUP), bajo control fluoroscópico se introduce en la pclvi-

cllla renal un alambre guía Linderquist superrigido de 150


centímetros. Se extrae el endoscopio y se inserta el instru-
mento de endopielotomia sobre el alambre guía bajo control
tl uoroscópíco (dichos instrumentos son alrededor de calibre
9F ). Después que la hoja incisiva se dirige hacia un lado, se
insufla el balón para la cauterización. Los resultados preli-
minares son promisorios. Para terminar, se coloca una fét:ula
en doble J para endopielotornía interna sobre el alambre
guía rígido y se deja ahí por seis semanas. Dichas férulas
iencn un calibre de 14F en el extremo proximal, llegan a la
UUP y disminuyen de 6 a 8F en su entrada a la vejig~ donde
se enrollan. La colocación de una férula en doble J estándar
antes del procedimiento dilata el uréter y facilita el paso del
instrumento de corte y de férula en doble J para endopielo-
iomia.
Se dispone de una gran variedad de canastillas para
atrapar y extraer materiales como cálculos, papilas despren-
di das , tumores voluminosos, bezoares micóticos y otros
•··· .....................
_

cuerpos extraños. Las canastillas se clasifican según si


ri enen o carecen de guías filiformes y si pueden avanzar por
sí mismas o, con más frecuencia, por los puertos de trabajo
para ureteroscopios flexibles y rígidos . Las canastillas de
alambre redondas pueden modelarse para atrapar el material
de interés. Se usan pocas canastillas de alambre (2 a 3) para
;::xtraer material grande y múltiples (4 a 6) para objetos
p queños o numerosos . Las canastillas de alambre planas
atrapan cálculos de manera eficaz. Sin embargo, si se tuer-
cen, el alambre pued_e plegarse y transformarse en un borde
filoso. Una vez que se introduce la canastil\a, hay que Figura 10- 6. Resectoscopio transuretral. A: Vaina de flujo
asegurarse que el endotelio no quedó atrapado. Una tracción continuo, vaina estándar, elemento de trabajo con asa cor-
~uavc ayuda a extraer los materiales extraños. tante, telescopio. B: Instrumento ensamblado .
tierra. La corriente de corte origina una rápida vaporización rantice la retracción completa al interior de la vaina, median-
de los tejidos, lo que permite que el asa de corte se mueva te lo cual el tejido resecado fluirá con facilidad hacia la
con facilidad a través de éstos con resistencia mínima y vejiga. Hay que disponer de un asa de repuesto para dismi-
separe un pequeño trozo que fluye sin tropiezos hacia la nuir el tiempo necesario de reemplazo en caso que se
vejiga. La rápida sucesión de barridos de corte permite una requiera. El endoscopio se puede instalar baje visión directa,
escisión quirúrgica pronta. En contraste, la corriente de especialmente si no se ha practicado cistoscopia reciente al
coagulación origina una vaporización menos rápida, por lo paciente. De manera alternativa, el obturador Timber lake
que disminuye la separación entre el tejido y la corriente de permite la colocación a ciegas de la vaina del rcsectoscopio .
corte. Si el resectoscopio no corta los tejidos se debe La mayoría de los endoscopios requieren de la remoción
verificar que el asa no esté rotn, que no existan cables rotos intermitente de los elementos de trabajo para permitir !a
o desconectados dd generador o la suficiencia de la solu- evacuación del contenido de la vejiga. Otros endoscopios
ción irrigante conductora (como la salina) que difunda la cuentan con un conducto adicional y así pueden operar
corriente. continuamente. Otra alternativa es un catéter suprapúbico
Antes de la endocirugía eléctrica había que calibrar la para drenaje transcutáneo que permita un flujo continuo. La
uretra con sondas para asegurar que el rcsectoscopio orientación mediante el reconocimiento de estructuras co-
se podía instalar con facilidad. Hay una gran variedad de nocidas como el veru montanum y los orificios urcteralcs ,
sondas y bujías uretrales (figura 10-7). Se puede usar un antes de la resección, disminuirá las posi blcs comp 1i-
uretrotomo Otis para incidir la uretra en la posición de las caciones de manera espectacular. Las lesiones en la vejiga
12 en punto; de ese modo disminuye la posibilidad de se resecan mejor cuando la distensión vesical es mínima
estenos~s patológicas en una uretra estrecha. Está indicado para reducir la probabilidad de perforación . Se puede utili-
el uso generoso de lubricantes hidrosolubles . Antes de la zar un electrodo para coagulación puntiforme de los sitios
inserción del rcsectoscopio, se inspecciona el asa en busca hemorrágicos o de lesiones. Para coagular áreas extensas se
de defectos y para lograr la colocación apropiada que ga- utilizan electrodos de esfera giratoria. La resección transu-
retral se emplea para extirpar la próstata cuando produce
obstrucción y para drenar un abceso prostático.
La prostatectomía transurctral (PTU) es un procedi-
Bujía con oliva miento que a través del tiempo ha demostrado su utilidad
~~·~==~~/~~/~~~~~ para extirpar tejido prostático y atenuar los síntomas de
obstrucción urinaria. En manos experimentadas su ejecu-
ción se acompaña de muy pocas complicaciones. Se están
mvestigando nuevos procedimientos alternativos, particu-
Sonda ure~ral
de Otis larmente, en pacientes con poco riesgo anestésico, con
tf';-:=..._,?---/ esperanza de vida limitada o que rechazan la PTU. Aquellos
~ 7 con glándula pequeña o contractura del cuello vesical se les
trata mediante incisión prostática transuretral (ITUP) desde
un punto justamente distal a los orificios ureterales en
dirección al veru montanum. Mediante uretroplastia trancis-
Filiformes
~==========~~/==========~;
toscópica . También conocida como dilatación prostática con
<L... /
balón, se puede dilatar la uretra prostática bajo control visual
y fluoroscópico. En pacientes de riesgo elevado se pueden
~=============?~~-~~========~~ colocar espirales intraurctrales para evitar el drenaje perma-
nente con catéter. La tcrmoterapia requiere de 6 a 1O trata-
mientos aplicando temperaturas de 41 a 44 oc durante 60
minutos . Los resultados de estos métodos nuevos de trata-
miento son limitados y falta una comparación a largo plazo
con los métodos tradicionales de PTU. Cuando hay obstruc-
ción de los lóbulos medios, el resultado es poco satisfactorio
con estas técnicas nuevas .
De manera reciente, se describe la ablación transuretral
de la próstata con láser como tratamiento para el crecimien-
to de esta glándula. Se desvía el rayo de un láser de neodi-
mio: YAGa 90 grados mediante el uso de una sonda especial
que se coloca en la uretra prostática gracias a un cistoscopio
estándar. Puede entonces realizarse la evaporación y coagu-
lación secuenciales del tejido prostático que obstruye la
uretra, con un sangrado signíficativamente menor que el que
se produce en la resección con electrocauterio convencional.
La principal desventaja de este procedimiento en compara-
ción con las técnicas habituales de resección es que no se
obtiene una depuración inmediata de los tejidos y gue no
Figura 10-7. Sondas y bujías uretrales. se dispone de una exploración histológica completa de la
Instrumentación retrógrada de las vías urinarias • 171

próstata. El tejido prostático desnaturalizado se desprende obstrucción del orificio de salida de la vejiga a veces deben
y pasa a la corr;ente urinaria durante las siguientes semanas. extraerse mediante cndoscopia. Muchos de estos cálculos
En la actualidad, esta técnica se aplica sobre todo en el pueden arrastrarse al exterior o extraerse con ayuda de
tratamtcnto de pacientes que requieren resección prostática diferentes tipos de pinzas o con resectoscopio de asa. A los
) además reciben anticoagulantes orales o en aquellos que cálculos demasiado grandes para pasar por la vaina del
cursan con una enfermedad grave. endoscopio será necesario fragmentarlos. Un litotrito óptico
J-Iay varias técnicas de corte para resecar una próstata con mandíbulas machacantes o un mecanismo de taladro
que obstruye durante la prostatectomía transuretral (PTU). serán eficaces. La distensión de la vejiga hace más fácil la
Todas requieren buena visibilidad, de un cirujano tranquilo, maniobra de atrapar el cálculo sin lesionar la pared vesical.
J¡; la identificación de la cápsula prostática, y de fijar Girando el instrumento antes de] machacamiento se evita
objetivos claros que deben cumplirse antes de proseguir con pinzar la pared de la vejiga.
las siguientes etapas del procedimiento. Primero hay que Otros métodos disponibles para fregmentar los cálcu-
coagular arterias pulsátiles hemorrágicas y luego las hemo- los vesicales incluyen ultrasonido y litotritos electrohi-
rragias venosas. En ocasiones, no es posible coagular las draúlicos. Los ultrasónicos usan energía vibratoria aplicada
arterias hemorrágicas sin resección adicional de tejidos. Se mediante un transductor metálico rígido. Se requiere lente
debe disponer de un bulbo de El!ik o de una jeringa de cndoscópico no convergente. La fragmentación se facilita
émbolo para evacuar el tejido resecado. Al concluir la ejerciendo una suave contra el cálculo; la presión excesiva
mtervención es ncccsano verificar que la resección y la he- puede erosionar o perforar la vejiga. Un conducto central
mostasia son adecuadas e inspeccionar en busca de tejido con succión serv1rá para extraer los fragmentos. En la
r~sídual y de posibles lesiones. Mediante un catéter de Foley litotripsia electrohidráulíca se genera una chispa de rendija
mstalado en la vejiga se practicará irrigación para confirmar y como resultado se produce una onda de choque. Se aplica
la salida sin dificultad de orína y que la hemostasia es desde el extremo de un catéter flexible en forma de choque
adecuada. Cuando se sospecha debilidad del trígono, un único o repetido. Para tener éxito en la fragmentación del
catéter acodado, un dedo en el recto o un estilete dentro cálculo hay que practicar irrigaciones con solución salina
del catéter pueden ayudar a mstalarlo de manera apropiada. normal diluida a 1¡6 o 1/7 (6 mL de solución salina concen-
El balón de Foley se debe inflar a 20 mL más 1 mL por cada trada al 23.4% añadidos a un litro de agua destilada).
gramo de tejido resecado. Tirando con delicadeza del balón Mediante un reóstato se puede graduar la intensidad de la
se puede lograr una buena hemostasia. Es posible instalar corriente. Una corriente demasiado intensa puede dispersar
una videocámara en el sistema óptico del instrumento en los fragmentos de1 cálculo por toda la vejiga; una de poca
t:mto se practica la cirugía transurctral. El empleo de la intensidad no tendrá fuerza para romper el cálculo. Para
cúmara reduce el riesgo de padecer enfermedad de disco lograr una fragmentación óptima la punta del 1itotrito
cervical y también aumenta la distancia del cirujano a los debe situarse a unos pocos milímetros del cálculo. Se debe
productos sanguíneos. Es un recurso excelente para mejorar proteger el sistema óptico del instrumento conservando el
la enseñanza de la cirugía endoscópica. Además, se pueden endoscopio a cierta distancia. Las ondas de choque rompen
f1imar películas en 35 mm para documentar el avance del materiales quebradizos como un cálculo, pero también una
padecimiento. lente. Los tejidos biológicos son elásticos y no sufrirán dai'ío
Entre las complicaciones agudas se incluyen: rotura de si la chispa no entra en contacto con ellos. En ocasiones,
IJ vejiga en su porción intra o extrapcritoneal, perforación también se utilizan instrumentos neumáhcos semejantes a
rectal, mcontínencia, incisión de un orificio ureteral con perforadoras para la fragmentación de cálculos.
posibilidad de reflujo o estenosis, hemorragia, explosión de
gas (en especial durante resección de lesión en el domo
vesical cuando hay acumulación de gas), epididimitis y
INSTRUMENTAL AVANZADO
síndrome de la resección uretral. Este síndrome se caracte-
nza por hiponatremia con delirio y como resultado confu-
sión. insuficiencia cardiaca congestiva o edema pulmonar. Láser
Se debe a la gran cantidad de líquido absorbido. casi siempre
a través de una perforación. En caso de perforación, en El láser (luz amplificada mediante emisión estimulada de
radiación) se emplea hoy día en endoscopios rígidos y
especial dentro de un seno, se disminuirá la altura del frasco
con solución írrigantc, se practicará la hemostasia y se dará flexibles. Los láseres de dióxido de carbono y argón produ-
por concluida la operación de la manera más rápida. Otras cen una penetración tisular que es inadecuada para los
complicaciones son: impotencia (cuando la coagulación es requerimientos de la urología. Los láser de neodimio:YAG
suministran coagulación tisular apropiada y son útiles para
~xcesiva) y estrechez uretral. Luego de la resección pros-
el tratamiento de diferentes lesiones. Las desventajas son
tática transurctral adecuada casi siempre se presentan
que no es posible recoger tejidos para estudios histopatoló-
eyaculaciones retrógadas.
gicos y el costo inicial del equipo. El láser pulsante de
color y el de neodimio Q-alternante:YAG se aplican para
fragmentar cálculos urinarios.
CÁLCULOS DE VÍAS URINARIAS BAJAS
Ultrasonografía
L:1 mayor parte de ios cálculos vesicales que se provienen
de la parte alta de vías urinarias pasan espontáneamente a Cada vez son más las aplicaciones del ultrasonido en pro-
través de la uretra. Por e! contrario, Jos que resultan de la blemas de la parte baja de las vías genitourinarias. Produce
172 • Urología general de Smith (Capítulo 1D)

Figura 1O- 8. Cáncer multifocal vesical. Izquierda: Ultrasonido transuretral. Derecha: Muestra obtenida mediante cistoscopia.

molestias mínimas, proporciona una perspectiva tridimen- resultan de reverberación, deflexión, sombras o ampli-
sional de forma, tamaño y volumen del órgano y de las ficación.
lesiones; además, la intervención es directa. Se dispone de La ultrasonografía suprapúbica es útil para valorar
varios transductores; los de alta frecuencia (MHz) se em- la anatomía de la próstata, en especial su tamaño y
plean en estructuras superficiales (por ejemplo, tejidos den- extensión intravesical. Puede ayudar a valorar la orina
tro del escroto) para valorar padecimientos testiculares residual dentro de la vejiga y la presencia de cálculos
(incluyendo tumores y torsión), en tanto que los de baja dudosos en la placa simple de abdomen (cambiando de
frecuencia se reservan para estructuras profundas (por ejem- posición al paciente puede cambiar la posición del cálculo).
plo, como guías en el acceso transcutáneo a riñón y a la Es posible identificar cálculos en el uréter distal, espe-
vejiga). El tejido interpuesto puede disminuir de manera cialmente si se observan a través de una vejiga llena que
significativa la calidad de la imagen. hace las veces de una ventana acústica. También se
El ultrasonido transrectal es valioso para explorar la pueden observar sondas rígidas en doble J, objetos in-
próstata, determinar su tamaño y confirmar !os resulta- crustados, divertículos y grandes lesiones malignas. Ade-
dos del examen digital respecto a la presencia y etapa de más, mediante este procedimiento se puede dirigir la
un supuesto tumor maligno. Debido a la baja inciden- instalación de un catéter para drenaje después de cistosto-
cia de tumores malignos detectados (1.6 a 7%) los mía suprapúbica y con frecuencia apartar el intestino supra-
programas de detección masiva no son costeables. Las yacente, especialmente en pacientes sometidos a cirugía
biopsias directas con aguja con nuevos mecanismos au- de la parte baja del abdomen.
tónomos son rápidas y bien toleradas; con ellas se obtiene Entre las aplicaciones adicionales hay que incluir la
un centro de tejido confiable y hay menos dolor que con ultrasonografía endocavitaria, en color Doppler y la di-
las agujas tradicionales (como la Tru-Cut) dirigidas con námica. El ultrasonido endocavitario abarca la ultrasono-
palpación digital. Las sondas de drenaje transcutáneos, los grafía transvaginal y la transuretral (figura 10---8) y las
implantes de oro radiactivo y los anlllos térmicos que se técnicas transcistoscópicas; puede delinear enfermedades
usan para criocirugía de próstata se colocan con seguridad vaginales, uretrales y vesicales. Mediante ultrasonido ·en
mediante la conducción ultrasónica transrectal. La ultraso- color y Doppler se puede evaluar el flujo sanguíneo y
nografía transrectal puede general imágenes confusas con relacíonarlo con las disfunciones las estructuras eréctiles.
frecuencia mal interpretadas por el sonografista con poca Con el ultrasonido dinámico se pueden completar los datos
experiencia. Entre las fallas se incluyen: instrumentos urodinámicos. En la parte baja de las vías genitourinarias la
mal calibrados, escaso acoplamiento causado por heces aplicación del ultrasonido causa pocas molestias y suminis-
o gases intestinales y artefactos no reconocidos que tra valiosa información. •

REFERENCIAS

Citoscopia mediante cateterización uretral 132 in: Endoscopy. Berci G (editor). Appleton-Century-
Crofts, 1976
Bcrci G: Te\evision. Pages 271-279 in: Endoscopy. Berci G (edi-
Berci G: Instrumcntation 1: Rig¡d endoscopes. Pages 74-112 in: tor). Appleton-Century-Crofts, 1976.
Endoscopy. Bcrci G (editor). Appleton-Century-Crofts, 1976 Bcrci G et al.: Permanent film records. Pages 242-270 in: Endos-copy.
Bcrci G: Instrumentation 2: Flexible fiber endoscopcs. Pages 113- Berci G (editor). App!eton-C.enuuy-Crofts, 1976.
11
Obstrucción y estasis
• •
ur1nar1as
Emíf A. Tanagho, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

\. . . '-
Debido a sus efectos dañinos sobre la función renal, la miento uretral secundario a Infección a· traumatismo ;f2),· hí-
obstrucción y la estasis del flujo de orina se encuentran entre j perplasia prostática benigna o cáncer de la próstata;r)) un
_ s padecimientos urológicos más importantes. Cualquiera tumor vesical que afecta e1 cuello de la vejiga y uno o ambos
e ellos lleva con el tiempo a la hidronefrosis; ésta es un tipo orificios ureterovesicale~; 4) la extensión local de un cáncer
. ~culiar de atrofja del riñón, que puede terminar en la de la próstata o del cuello uterino hacia la base de la vejiga,
msuficiencia renal o, si es unilateral, en la destrucción ' ocluyendo los uréteres, 5) la compresión de los uréteres en
.:ompleta del órgano. Más aún, la obstrucción conduce a la el borde pélvico por ganglios linfáticos con metástasis desde
illfección la cual ocasiona daño adicional a los órganos; tumores de la próstata o del cuello uterino~ 6) un cálculo
afectados. -::· usetera1{1) la fibrosis retroperitoneal o un tumor maligno,
y, 8) el embarazo.
elasificación - La !disfim~i9_n _rieü_!:_óg_ena,t afecta principalmente a la -
vejiga. El daño a las vías altas es secundario a obstruc-
La obstrucción se clasifica de acuerdo con la causa (congé- ción ureterovesícal o reflujo y, frecuentemente, por compli-
:-nta o adquirida), la duración (aguda o crónica), el grado cación infecciosa. La retención urinaria, sobre todo en
'parcial o completa) y el nivel (vías urinarias altas o bajas). niños, puede causar hidroureteronefrosis bilateral por com-
presión de las porciones bajas de los uréteres.
Etiología La distensión y la torsión del uréter secundarias a
reflujo vesicoureteral generalmente llevan a la obstrucción
Las anomalías congénitas, más frecuentes en el aparat~ ureteropélvica e hidronefrosis. La causa primaria puede

l
-nario que en cualquier otro sistema orgánico, son por lo 1 pasar inadvertida a menos que se obtenga un cistouretrogra-
~en eral de tipo obstructivo. En la vida adulta pueden ocurrir ma de micción en todos los niños que presenten esta lesión
muchos tipos de obstrucción adquirida. _ ya que se puede aplicar un tratamiento impropio.

A. Congénitas Patogenia y anatomía patológica


- os sitios comunes de estrechamiento congénito son: el meato 1
::xtemo en los niños (estenosis del meato) o sólo el interior La disfunción neurovesical y la obstrucción tienen los
1e\ meato urinario externo en las niñas de escasa edad, las mismos efectos sobre el aparato urinario. Estas alteracio-
. ' 1vulas uretrales posteriores; Jos uréteres ectópicos, los nes pueden comprenderse mejor considerando: 1) los efec-
eteroceles y las uniones ureterovesical y ureteropélvica_;. . tos ejercidos sobre las vías urinarias bajas (distales al cuello
) tra causa congénita de estasis urinaria es el daño a las de la vejiga) de la estrechez acentuada del meato urinario
n íces sacras 2 a 4 como se ve en la espina bífida y en el externo, y 2) los efectos sobre la vía media (vejiga) y sobre
-ni elomeningocele. El reflujo vesicouretcral causa estasís las vías altas (uréter y riñón) de la hiperplasia prostática
•esical y renal (capítulo 12). benigna .

B .Adqygjg~~ ~ A. Vías bajas


~as ~~_i!:.:_y.cc_0_nesladquiridas son numerosas y pueden ser La presión hidrostática ejercida proximalmente a la obstruc-
p-i marias del aparato urinario o secundarias a lesiones ción ocasiona la dilatación de la uretra. La pared de la uretra
-euoperitoneales que invaden o comprimen l!is vías urina- puede adelgazarse y llegar a formar un divertículo. Si la orina
:as. Entre las causas más comunes se hallan.-~f el estrecha- __ se infecta puede ocurrir la extravasación urinaria y como

175
resultado la fom1ación de tm abseso periuretral. Los con- efectos de la infección. Con infección secundaria puede
ductos prostáticos pueden llegar a dilatarse ampliamente. existir edema de la sub mucosa; ésta puede hallarse infil-
trada con células plasmáticas, linfocitos y leucocitos
polimorfonucleares.
B. Vía media En la cistoscopia, en las intervenciones quirúrgicas,
En las etapas iniciales (fase compensadora) la pared
muscular de la vejiga se hipertrofia y engruesa. Con la o en la necropsia, pueden observarse las siguientes prue-
descompensación se vuelve menos contráctil y, por tanto, se bas de esta compensación (figura 11-1):
debilita. a. Trabeculación de la pared de la vejiga: Normal-
mente la pared de la vejiga distendida es bastante lisa.
l. Etapa de compensación: Para equilibrar la resistencia Con la hipertrofia los haces musculares individuales
uretral creciente la musculatura vesical se hipertrofia, crecen y dan un aspecto áspero de entrelazado a la
pudiendo llegar a duplicar o triplicar su espesor, lo que superficie mucosa. El músculo del trigono y la cresta
hace posible el vaciamiento completo de la vejiga. interurcteral, que normalmente están sólo ligeramen-
Microscópicamente se observa el músculo hiper- te elevados sobre los tejidos circundantes, reaccionan
trofiado, aunque a menudo se añaden a este cuadro los a la obstrucción con hipertrofia de su musculatura

Divertículo

Boca del divertículo

Figura 11-1. Cambios en la vejiga desarrollados por obstrucción. Arriba izquierda: Vejiga normal y próstata. Arriba derecha:
Próstata obstructiva que causa trabeculación, formación de celdas e hipertrofia de la cresta interureteral. Abajo: Notoria
trabeculación (hipertrofia) de la musculatura vesical; divertículo que desplaza al uréter izquierdo.
lisa. La cresta se torna entonces en una estructura descompensación del músculo constrictor, ocasionando
prominente. Esta hipcrtwfia del trígono causa resis- la presencia de orina residual después de la micción, la
tencia al flujo urinano en los segmentos ureterales cual puede variar en cantidad hasta de 500 mL o más.
intravesicales debido a que tira de ellos hacia abajo
en forma acentuada. Es este mecanismo, que causa
estenosis relativa de las uniones ureterovesicales, el C. Vías altas
que conduce a presión retrógrada sobre el riñón y a l. Uréter: En las etapas tempranas de la obstrucción, la
hidroureteronefros is. En presencia de una cantidad presión íntravesica1 es normal en tanto se llena la vejiga
significativa de orina residual que distiende más el y sólo aumenta durante la micción. La presión no se
complejo uretcrotrigonal, sobreviene una obstruc- transmite a los uréteres y a las pelvici11as renales debido
ción aún mayor. (Una sonda uretral mejora en algo la a la suficiencia de las "válvulas" ureterovcsícales (no
obstrucción al eliminar la distensión del trígono. Pero existe una verdadera válvula; la unidad ureterotrigonal,
es Ja prostatectomía definitiva 1a que conduce a la en virtud de su estructura intrínseca, resiste el flujo
reducción permanente de la distensión y de la hiper- retrógrado de la orina). Sin embargo, a causa de la
trofia del trígono con mejoría de la obstrucción ure- hipertrofia del trigo no (véase la sección de trabeculación
terovesical.) de la pared vesical) y al aumento resultante en la resis-
b. Celdas: La presión intravesical normal es aproxi- tencia al flujo urinario a través del uréter terminal , hay
madamente de 30 cm de agua al comienzo de la una presión de retorno progresiva en uréteres y riñones
micción. La vejiga trabeculada (hipertrófica) puede que origina dilatación urctcral e hidronefrosis. Más tar-
alcanzar presiones 2 a 4 veces mayores en su intento de, con la fase de descompcnsación acompañada de
de hacer que la orina pase la obstrucción. Dicha orina residual, se añade un efecto de distensión sobre el
trígono hipertrofiado que aumenta en forma conside-
presión tiende a empujar a la mucosa entre los fas-
rable la resistencia al flujo en la porción final inferior del
cículos de las fibras musculares superficiales ,
uréter e induce aún más la hidrourcteronefros is . Final-
lo cual ocasiona la formación de pequeños huecos
mente, con la descompensación del complejo ureterotri-
o celdas (figura 11-1 ).
gonal la acción valvular puede perderse; el reflujo
c. Divertículos: Si las celdas se abren paso del todo a
vesicoureteral se presenta y la presión intravesical au-
través de la musculatura de la pared vesical se con-
mentada se transmite a las pe! vícillas renales , agra-
vierten en sáculos y posteriormente en divertículos
vando el grado de hidrouretcronefros is .
reales, los cuales pueden hallarse incluidos en la
De manera secundaria a la presión retrógrada por
grasa perivesical o cubiertos por el peritoneo, depen-
reflujo y obstrucción debida a la distensión del trígono
diendo de su localización. Los diverticulos no tienen
hipertrófico o a un cálculo urctera!, la musculatura ure-
paredes musculares y, por tanto, son incapaces de
teral aumenta su actividad peristáltica y se engruesa en
vaciar su contenido dentro de la vejiga de modo
su intento de empujar la orina hacia abajo (etapa de
eficiente, aun después de que la obstrucción primaria
compensación). Esto ocasiona la distensión y cierta tor-
ha desaparecido. Cuando ocurre una infección se-
tuosidad del uréter (figura ll- 2). A veces esta alteración
cundaria, es difícil erradicarla; pudiendo requerirse la
se acentúa desarrollándose adherencias de tejido fibro-
extirpación quirúrgica de los divertículos. Si el diver-
so, que al contraerse acodan aún más el uréter originán-
tículo se abre paso a través de la pared vesical hasta dose, así, una obstrucción ureteral secundaria. Bajo estas
la superficie anterjor del uréter, la unión ureterove- circunstancias, el quitar la obstrucción abajo puede no
sical se tomará incompetente (capítulo 12). impedir que e} riñón sufra destrucción progresiva debida
d. Mucosa: Cuando existe infección aguda la mucosa a la obstrucción ureteral secundaria.
puede estar enrojecida y edematosa, lo cual puede Finalmente, debido al aumento de presión la pared del
llegar a producir reflujo ureterovesicaJ temporal en pre- uréter se adelgaza y, por tanto, pierde todo su poder de
sencia de una unión "limítrofe". Por otra parte, la contractilidad (et1pa de descompensación). La dilatación
mucosa con un proceso inflamatorio crónico puede puede llegar a ser tan grande que el uréter semeje un asa
estar adelgazada y ser pálida. En ausencia de infec- de intestino (figuras 1 1- 3 y 12- 8, arriba a la derecha).
ción la mucosa aparece normal. 2. Riñón: La presión dentro de la pe1vicilla renal normal-
1
Etapa de descompensación : El poder compensador de mente es cercana a cero. Cuando esta presión aumenta
la musculatura vesical varía mucho . Un paciente con debido a obstrucción o reflujo 1a pelvicilla y los cálices
crecimiento prostático puede presentar sólo síntomas se dilatan. El grado de hidronefrosis que se desarrolla
leves de prostatismo, pero una glándula obstructiva depende de la duración, del grado y del sitio de la
grande se puede palpar por vía rectal y observarse me- obstrucción (figura 11- 4). Entre más alta sea la obstruc-
diante el cistoscopio; mientras que otro enfermo puede ción, mayor es el efecto sobre el riñón. Si la pelvicilla
sufrir de retención aguda y, sin embargo, presentar una renal es del todo intrarrenal y la obstrucción es a nivel
glándula de tamaño normal a la palpación rectal y en el de la unión ureteropélvica, toda la presión se ejercerá
examen cistoscópico aparecer tan sólo como una obs- sobre el parénquima. Si la pelvicilla renal es extrarrenal,
trucción leve. sólo una parte de la presión secundaria a la estenosis
En presencia de una obstrucción uretral pro- ureteropélvica se ejerce sobre el parénquima; esto se
gresiva, agravada posiblemente por una infección de debe a que la pelvicílla cxtrarrenal está rodeada de grasa
la próstata con edema o por la congestión derivada y se dilata con más rapidez, por 1o que los cálices se
de la falta de relación sexual, puede sobrevenir la "descomprimen " (figura 11-2).
178 • Urología general de Smith (Capítulo J 1)

Cápsula
renal

"'
l
1
. Capsu!a ~nal

Figura 11-2. Mecanismos y resultados de la obstrucción. Arriba izquierda: Etapa inicial. Distensión y dilatación del uréter
debidos a una obstrucción ligera. Arriba centro: Etapa tardía. Mayor dilatación y distensión con torsión del uréter; las
adherencias fibrosas causan mayor torsi9n. Abajo izquierda: Microfotografía de hidronefrosis avanzada. Delgada capa de
parénquima renal cubierta por una cápsula fibrosa . Arriba derecha: Pelvicilla intrarrenal. La obstrucción transmite toda
la presión retrógrada al parénquima. Abajo derecha: Pelvicilla extrarrenal; cuando está obstruida, permite que algo de la
presión aumentada se disipe por la pelvicilla.
Oosrruccwn y esraszs unnanas • 179

(1)

(3)

Figura 11- 3. Patogenia de 1a hidro nefrosi s b ilate ra l. Cambios progresivos en 1a vejiga, los uréteres y los riñones por la
obstrucción producida por una próstata agrandada: engrosamiento de la pared vesical, dilatación y distensión de los uréteres,
e hidronefrosis.
180 • Urología general de Smith (Capítulo 11)

tarde el músculo se encuentra estirado y atónico (y se


descompensa).
El progreso de la atrofia hidronefrótica es como
s\gue:

l) Las primeras alteraciones en el desarrollo de la hi-


dronefrosis se observan en Jos cálices. El extremo de
un cáliz normal (como se ve en un uro grama, figura
6-5) es cóncava debido a que la papila se proyecta
dentro de él; con aumento de la presión intrapélvica,
los fórnix se vuelven romos y redondeados. Con la
persistencia del aumento de la presión intrapélvica
las papilas se aplanan; luego se vuelven convexas
(como mazos) como resultado de la compresión acre-
centada por la atrofia isquémica (figura 11- 5). El
parénquima entre los cálices se afecta en menor
grado. Los cambios en el parénquima renal se deben
Figura 11- 4. Pelvicilla hidronefrótica de un riñón izquierdo.
a: 1) la atrofia por compresión debida al aumento en
La masa de baja densidad (P) en el seno renal izquierdo tuvo
la presión intrapélvica (más acentuada con las pelvi-
un valor de atenuación semejante al del agua sugiriendo el
cillas intrarrenales) y 2) la atrofia isquémica por
diagnóstico correcto. A menos que se emplee material de
contraste intravenoso puede ser difícil la diferenciación
cambios hemodinámicos, primordialmente manifes-
de los quistes peripélvicos. tados en las arterias arqueadas que corren en la base
de las pirámides paralelas al contorno renal lo cual
las hace más vulnerables a la compresión entre la
cápsula renal y la presión central intrapélvica cre-
En las etapas iniciales, la musculatura de la pelvis
sufre hipertrofia compensadora en su esfuerzo de ciente.
hacer que la orina pase la obstrucción; sin embargo, más Esta atrofia con manchas es causada por la natu-
raleza de la circulación sanguínea del riñón. Las
arteriolas son "arterias terminales" y, por tanto, la
isquemia es más acentuada en las zonas más lejanas
de las arterias intcrlobulares. Confom1e la presión
retrógrada aumenta, la hidronefrosis progresa, al
mismo tiempo que las células situadas más cerca de
las arterias principales ejercen el mayor grado de re-
sistencia.
Este aumento en la presión se transmite hacia
arriba a Jos túbulos, los cuales se dilatan y sus células
se atrofian debido a la isquemia.
Cabe señalar que unos pocos casos de dilatación
de pe\vicillas renales y cálices no se deben a la
obstrucción. Rara vez las cavidades renales son
congénitamente amplias y, en consecuencia, simulan
hidronefrosis. Con mayor frecuencia, este trastorno
puede ocurrir en la niñez por la presión retrógrada
relacionada con el reflujo vesicoureteral. Si se resuel-
ve la incompetencia valvular (y es común), pueden
persistir cierto grado de alteraciones hidronefróticas
que quizá hagan sospechar una obstrucción que ori~
gine cirugía innecesaria. Para determinar si hay obs-
trucción orgánica se practican renogramas con
isótopos o la prueba de Whitaker.
2) Sólo en los casos de hidronefrosis unilateral se ob-
servan las etapas avanzadas de la atrofia hidrone~
frótica. Con el tiempo, el riñón se destruye por
completo y aparece como un saco de pared delgada,
lleno de líquido claro (agua y electrólitos) o pus
(figura 11-6).
Si la obstrucción es unilateral, el aumento de la
Figura 11-5. Obstrucción ureteral derecha baja. Dilatación presión intrarrenal ocasionará cierta supresión
de leve a moderada del sistema colector con redondez de de la función renal en ese lado. Mientras más cerca
los cálices. se halle la presión intrapélvica de la presión glome-
Obstrucción y estasis urinarias • 181

(1) (2)

(3) (4)

Figura 11-6. Patogenia de la hidronefrosis unilateral. Alteraciones progresivas en el uréter y en el riñón secundarias a un
cálculo que obstruye (flechas) . Conforme el riñón derecho sufre una destrucción gradual, el riñón izquierdo se agranda
prog res1vam ente (hipertrofia compensad ora).
rular de filtración (6 a 12 mm Hg) es menor la trucción completa de hasta cuatro semanas de dura-
cantidad de orina secretada. La tasa de filtración ción. En dos casos bien comprobados se recuperó la
glomerular y el flujo de plasma renal se reducen: la función después de obstrucciones de 56 y 59 días.
capacidad de concentración se pierde poco a poco y Sin embargo, desde los siete días puede principiar
la relación entre la concentración de urea y creatinina una pérdida irreversible de la función como lo de-
en la orina del riñón hidronefrótico es más baja muestran la dilatación y la necrosis de los túbulos
que en la del riñón normal. proximales, las cuales aumentan en forma progresiva
La atrofia hidronefrótica es un tipo poco común con el tiempo.
de alteración patológica. Otros órganos secretorios Es difícil determinar antes de la operación el grado
(por ejemplo, la glándula submaxilar) cesan de secre- de recuperación después de una obstrucción par-
tar cuando sus conductos se obstruyen. Esto ocasiona ciaL El gammagrama renal con DMSA (ácido di-
una atrofia primaria por desuso. Sin embargo, un mercaptosuccinico) es muy útil. La mejor medida
riñón completamente obstruido continúa excretando es establecer drenaje temporal, en especial por ne-
orina (de no ser así, no se producirá la hidronefrosis frostomia, seguido de pruebas para valorar la función
ya que ésta depende del aumento de la presión intra- renal.
rrenal). Conforme la orina se excreta en la pclvicilla
renal, se resorbe líquido y especialmente sustancias Explicación funcional de los síntomas
solubles, ya sea a través de los túbulos o de los de la obstrucción del cuello de la vejiga
linfáticos. Esto se ha demostrado inyectando fenol-
sulfonftaleína (FSF) dentro de una pclvicilla renal Para explicar el síndrome conocido como ''prostatismo",
obstruida, observándose que en pocas horas desapa- que ocurre con la obstrucción vesical progresiva, se ha
rece (se reabsorbe) y se secreta por el otro riñÓn . Si propuesto la siguiente hipótesis:
la presión intrapélvica del riñón hidronefrótico au- La vejiga, como el corazón, es un órgano muscular
menta rápidamente a un grado cercano al de la pre- hueco que recibe líquido y lo expele con fuerza. También
sión de filtración (originando el cese de ésta) se activa como el corazón reacciona a un aumento en la carga de
un mecanismo de seguridad que produce una rotura trabajo, pasando por fases sucesivas de compensación y
en el revestimiento superficial de la estructura colec- finalmente de descompensación.
tora en su punto más débil: los fómix. Esto conduce Normalmente, la contracción del músculo pubovesical
al escape y extravasación de la orina de la pelvicilla y del trígono abre el cuello de la vejiga y forma un cm budo
renal al interior del intersticio parenquimatoso (flujo a través del cual se expulsa la orina. La presión intravesical
retrógrado pielointersticial). Los linfáticos renales que se genera en este momento varía entre 20 y 40 cm de
absorben el líquido extravasado y la presión en la agua; esta fuerza amplia aún más el cuello vesical.
pelvicilla renal cae, lo que permite la subsecuente Cuando se produce la obstrucción del cuello de la
filtración de orina. Ello explica por qué continúa vejiga, sobreviene la hipertrofia de la musculatura vesical y
funcionando e1 riñón con gran hidronefrosis. Una prue- esto permite que la presión intravesical se eleve hasta 50 a
ba adicional de la ocurren da de la extravasación y de 100 cm de agua, e incluso más, con el objeto de vencer
la resorción es que el riñón con hidronefrosis notoria la resistencia mayor a la salida. A pesar de esto, una próstata
no contiene propiamente orina, sino sólo agua y agrandada aparentemente interfiere con los mecanismos
algunas sales. que por lo general abren el orificio interno. También puede
El daño funcional en la hidronefrosis unilateral, ser que la fase de concentración no dure lo necesario para
como se mide con pruebas FSF o urogramas excre- expulsar toda la orina; se presenta en forma prematura el
tores, es mayor y se incrementa con más rapidez que "agotamiento" del músculo. Se presenta entonces la fase
en la hidronefrosis bilateral con daño comparable en refractaria, durante la cual el músculo pubovesical es
la orografía. Conforme la hidronefrosis unilateral incapaz de reaccionar a los estimulas subsiguientes . Po-
progresa, el riñón normal sufre hipertrofia compen- cos minutos después, la micción puede iniciarse de nuevo
sadora (en particular en niños) de sus nefronas (com- y completarse.
pensación renal) , asumiendo de este modo la función
del riñón enfermo para mantener normal la función A. Fase de compensación
renal total. Por esta razón, la reparación anatómica l. Etapa de irritabilidad: En las etapas más tempranas de
con éxito de la obstrucción ureteral de dicho riñón, la obstrucción del cuello de la vejiga, la musculatura
puede no mejorar su poder de eliminación de produc- vesical empieza a hipertrofiarse. La fuerza y c1 tamaño
tos de desecho. del chorro de orina permanecen normal es debido a que
Si ambos riñones son por igual hidronefróticos, se se conserva el equilibrio entre el poder de expulsión de
ejerce continuamente un fuerte estímulo para conser- la vejiga y la resistencia uretera1. Durante esta fase, sin
var un máximo de función. Esto también es cierto embargo, la vejiga parece ser hipersensible. Conforme
para un riñón hidronefrótico solitario. Debido a esto, la vejiga se distiende, se siente la necesidad de orinar. En
es a veces notable el regreso de la función en estos pacientes con vejiga normal puede inhibirse esta urgen-
riñones, después de la reparación .de sus obstruc- cia temprana, ya que la vejiga se relaja y distiende para
ciones. recibir más orina. Sin embargo, en pacientes con hiper-
Estudios experimentales han demostrado la recu- trofia del músculo pubovesical, la contracción de éste es
peración de la función después de eliminar una obs- tan fuerte que casi corresponde a un espasmo y produce
Obstrucción y estasis urinarias • 183

síntomas de vejiga irritable. Por tanto, los primeros sín- inicio de la micción; la disminución de la fuerza y el
tomas de obstrucción del cuello vesical son: urgencia tamaño del chorro, y el goteo terminal; la hematuria, la
(aun hasta el punto de la incontinencia) y polaquiuria, cual puede ser parcial por 1a estenosis inicial o total por
tanto de día como de noche. una obstrucción prostática o un tumor vesical; ardor al
" Etapa de compensación: Conforme aumenta la obs- orinar y orina turbia (por infección secundaria) y, en
trucción, ocurre una mayor hipertrofia de las fibras ocasiones, retención aguda de orina.
musculares de la vejiga y, por tanto, se conserva el poder 2. Vías altas (uréter y riñón): Los síntomas de obstruc-
para vaciar la vejiga completamente. Durante este perio- ción de las vias altas del aparato urinario están ejempli-
do, además de la urgencia y la polaquiuria, el enfermo ficados por los sintornas de la estenosis ureteral o de los
nota vacilación para iniciar la micción, mientras que la cálculos ureterales o renales. Las molestias principales
v·ejiga desarrolla contracciones lo suficientemente fuer~ son: dolor en el flanco, que se propaga a lo largo del
tes para vencer la resistencia a nivel del cuello vesicaL trayecto del uréter, hematuria macroscópica total (por
La obstrucción ocasiona cierta pérdida de la fuerza y del cálculo), síntomas gastrointestinales; escalofríos, fiebre,
tamaño de la corriente de orina, la cual se hace más lenta sensación de ardor al orinar y orina turbia al comienzo
conforme el vaciado vesical termina de efectuarse (ago- de la infección la cual es la secuela común de obstrucción
tamiento del músculo constrictor cerca del final de la o reflujo vesícoureteral. Las náuseas, los vómitos, la
fase de contracción). pérdida de peso y !a astenia y la palidez, se deben a
uremia secundaria a hidronefrosis bilateral. Un ante-
B. Fase de descompensacíón cedente de reflujo vesicoureteral en la niñez puede ser
- · el tono vesical llega a dañarse, o si la resistencia uretral importante. La obstrucción de las vías altas del aparato
excede al poder del músculo con~trictor, ocurre cierto grado urinario puede ser silenciosa aun cuando sobrevenga la
: descompensación (desequilibrio). La fase de contrae- uremia.
.::¡ ' n de dicho músculo se hace demasiado corta para expul-
sar completamente el contenido de la vejiga, y queda cierta
-~ntidad de orina en ésta (orina residual). B. Signos
l. Vías baja y media: La palpación de la uretra puede
l. Descompensación aguda: El tono del músculo constric-
demostrar la presencia de induración alrededor de una
tor compensado puede ser temporalmente perturbado estrechez. El examen del recto puede mostrar atonía del
por el llenado rápido de la vejiga (gran ingestión de esfínter anal (lesión de las raíces nerviosas sacras) o
líquidos) o por sobredistensión de dicho músculo (apla- agrandamiento de la próstata por un padecimiento be-
zamiento de la micción aunque se sienta urgencia). nigno o maligno. También puede encontrarse distensión
Esto puede ocasionar dificultad creciente al orinar, vesical.
con vacilación acentuada y la necesidad de esforzarse Aunque la observación de la fuerza y el calibre del
para mi ciar la micción; el chorro es pequeño y muy débil chorro urinario aporta un cálculo aproximado de la
y termina antes de que la vejiga se vacíe completamente velocidad de flujo máximo, ésta se puede medir con
(orina residual). También puede ocurrir la retención exactitud por medio de un aparato medidor del flujo
urinaria completa, aguda y súbita. urinario o, aún más sencillo, mediante el siguiente pro-
; Descompensación crónica: Conforme el grado de obs- cedimiento: ordenar al paciente que empiece a orinar y
trucción aumenta, se desarroll:I un desequilibrio progre- cuando se calcule que se ha alcanzado el flujo máximo
sivo entre el poder de la musculatura vesical y la iniciar, de manera simultánea, la acumulación de la orina
resistencia uretraL Por tanto, se hace cada vez más difícil en un recipiente y la medición del tiempo con un cronó-
expulsar toda la orina durante la fase de con tracción de 1 metro. Después de exactamente cinco segundos, quítese
músculo pubiovesical. Los síntomas de obstrucción se el recipiente. La velocidad de flujo en milímetros/seg
hacen más acentuados. La cantidad de orina residual puede calcularse con facilidad . El flujo normal de orina
aumenta gradualmente disminuyendo de este modo la es de 20 a 25 mL!seg en los varones y de 25 a 30 mL!seg
capacidad funcional de la vejiga, notándosc la frecuencia en las mujeres. Cualquier velocidad de flujo menor de
progresiva en la micción. A veces, conforme la vejiga se 15 mL!seg debe considerarse como sospechosa de ano-
descompensa, se sobredistiende y su pared se adelgaza, malía. Una velocidad de flujo menor de 1O mL!seg es
pudiendo contener de 1000 a 3000 mL de orina. Pierde indicativa de obstrucción o de función débil del músculo
su poder de contracción y sobreviene la incontinencia constrictor. Las velocidades de flujo relacionadas con
(paradójica) por rebozamiento. una vejiga neurógena atónica (neuropática) (disminu-
ción dc1 poder del constrictor), una estenosis uretral, o
una obstrucción prostática (aumento de la resistencia
Cuadro clínico uretral) pueden ser tan lentas como de 3 a 5 m L/segundo.
Un cistornetrograma servirá para diferenciar entre estas
A. Síntomas dos causas de disminución de la velocidad de flujo.
l. Vías baja y media (uretra y vejiga): Los síntomas de Después del tratamiento definitivo del factor etiológico,
obstrucción de las vías baja y media del aparato urinario la velocidad de flujo deberá normalizarse. ·
están ejemplifica9os por los síntomas de la estrechez Cuando se presenta un divertículo vesical o un
uretral, la hipcrplasia prostática benigna, la vejiga neu- re.flujo vcsícoureteral, la fuerza del chorro urinario
rógena y Jos tumores de la vejiga que afectan el cuello puede estar disminuida a pesar de que la potencia del
vesical. Los principales síntomas son : la tardanza en el músculo constrictor sea normal, debido a la difusión de
la presión intravesical en el divertículo y en la unión del extremo inferior de un uréter implica la posibilidad de
vesicoureteral, así como en la uretra. La expulsión eficaz reflujo vesicoureteral (figura 11-7), lo cual puede· reve-
de la orina a través de la uretra se logra mediante la larse mediante cistografía. El cistograma puede mostrar la
extirpación del divertículo o la reparación de las uniones trabeculación como una irregularidad del contorno vesical
ves icoureteral es. y divertículos. Los tumores vesicales, los cálculos no opa-
2. Vías altas: Por palpación o percusión se puede descubrir cos, y los grandes lóbulos prostáticos intravesicales pueden
un riñón agrandado. Si ha sobrevenido infección se causar sombras radiotransparentes. Una radiografía tomada
puede provocar hiperalgia renal. Podrá notarse la exis- de inmediato después de la micción mostrará orina resi-
tencia de un cáncer del cuello uterino, que puede invadir dual. Pocas pruebas que sean simples y baratas dan al
la base de la vejiga y obstruir uno o ambos orificios médico tal información. ·
ureterales, o bien, sus metástasis a los ganglios linfáticos La cistografía retrógrada muestra cambios de la pared
iliacos pueden comprimir los uréteres. Una gran masa vesical provocados por la obstrucción distal (trabeculación,
en la pelvis (tumor, embarazo) puede desplazar y com- divertículos) o la lesión obstructiva misma (próstata crecida,
primir los uréteres. Los niños con obstrucción avanzada válvulas uretrales posteriores, neoplasias vesicales). si
del aparato urinario (usualmente debida a las válvulas las válvulas urcterovesicales son incompetentes, el ure-
uretrales posteriores) pueden presentar ascitis. La rotura teropielograma se obtiene por reflujo.
de los fómix renales permite el escape de orina en. la Las urografías retrógradas pueden dar mejor detalle
cavidad retroperitoneal; con la rotura vesical la orina que el urograma excretorio, pero se debe tener cuidado en
puede pasar a la cavidad peritoneal a través de un desga- no sobredistender las vías con demasiado líquido opaco, pues
rro en el peritoneo. de este modo las pequeñas hidronefrosís pueden parecer bas-
tante mayores de lo que son. El grado de obstrucción ureteral
o ureterovesical puede ser juzgado por el grado de retardo
C. Datos de laboratorio
Puede encontrarse anemia secundaria a una infección cró- del drenaje de líquido radiopaco instilado.
nica o a una hidronefrosis bilateral avanzada (etapa de La tomografía computadorizada y la ultrasonografía
uremia). En las etapas agudas de una infección, es de esperar tambíén pueden ayudar a determinar la extensión de la
la existencia de Jeucocitosis. Hay poco o ningún aumento dilatación y de la atrofia del parénquima.
en el número de leucocitos en la etapa crónica.
En las uropatías obstructivas generalmente no se en- E · ammagrafía con isótopos
cuentran grandes cantidades de proteína. No es común la (capitulo 9)
presencia de cilindros en la orina de los riñones hidronefró- En presencia de obstrucción, el renograma con radioisóto-
ticos. La hematuria microscópica puede indicar la presencia pos puede mostrar depresión de ambas fases, vascular y
de una infección renal o vesical, de un tumor o de un cálculo. secretoria y un aumento, más que una caída, en la fase
Pueden o no existir piocitos y bacterias. excretoria debido a la retención de orina radiopaca en la
En presencia de hidronefrosis llllilateral, los resultados pelvicilla renal.
de la prueba con FSF son normales como consecuencia de La actividad de I 131 registrada en la cámara gamma
la hipertrofia renal contralateraL La supresión de la excre- mostrará que el isótopo se capta mal, se transporta lenta-
ción de FSF indica una lesión renal bilateral, orina residual mente a través del parénquima y se acumula en la pelvicilla
(vesical o ureterorrenal bilateral) o reflujo uterovesical. renal.
Cuando se presenta una hidronefrosis bilateral significa-
tiva, el flujo urinario a través de los túbulos renales es más lento. F. Exploración con instrumentos
Entonces se resorbe notablemente la urea, no así la creati- La exploración de la uretra con un catéter o con otro instru-
nina. La química sanguínea revela, por tanto, una relación mento es una medida diagnóstica valiosa. Esta vía puede
urea-creatinina por encima de lo normal que es de 10: l. estar bloqueada por una estenosis o por un tumor. El espas-
mo del esfínter externo puede dificultar el paso. El paso de
D. Datos radiológicos un catéter inmediatamente después de la micción permitirá
(figura 11- 7) la estimación de la cantidad de orina residual en la vejiga.
Una radiografía simple de abdomen puede mostrar agran- La presencia de orina residual es común en la obstrucción
damiento de las sombras renales; cuerpos calcificados que del cuello de la vejiga (próstata agrandada), en el cistocele
sugieren cálculos ureterales o renales, o metástasis tumoral y en la vejiga neurógena (neuropática). En la estrechez
a las vértebras o a Jos huesos de la pelvis. Si existen uretral no suele haber orina residual, aunque es posible que
metástasis osteolíticas en la columna vertebral, ellas pueden haya una gran disminución del chorro de orina.
ser la causa de daño a la médula espinal (vejiga neurógena); La medición del tono vesical por medio de la cistome~
si son osteoblásticas, casi con seguridad dependerán de tría es útil para el diagnóstico de la vejiga neurógena y para
cáncer de la próstata. diferenciar entre una obstrucción del cuello de la vejiga y
Las orografías excretorias revelarán casi toda la histo- una atonía vesical.
ria clínica a menos que la función renal estuviera muy La inspección de la uretra y de la vejiga por medio de
alterada; y son más informativas cuando la obstrucción se la cistoscopia y la panendoscopia, puede revelar el agente
halla presente debido a que se retiene el material radíopaco. obstructivo primario. También pueden pasarse catéteres a
Estas orografías mostrarán el grado de dilatación de las las pelvicillas renales y obtenerse muestras de orina. Puede
pelvícillas, de los cálices y de los uréteres. El punto de medirse la función de cada riñón (prueba FSF) o bien,
estenosis ureteral será revelado. La dilatación segmentaria obtenerse un uretropielograma retrógrado.
Figura 11- 7. Cambios en la vejiga, los uréteres y los riñones causados por la obstrucción . Arriba izquierda: Cistografía que
muestra un credmiento prostático benigno y múltiples divertículos. Las flechas señalan una hernia femoral que probablemente se
desarrolló como res~ltado de pujar: al orinar. Arriba derecha: Embarazo. Dilatación significativa y distensión de la parte alta
del uréter derecho debido a compresión en la línea pélvica . Lado izquierdo normal. Abajo izquierda: Urografía excretoria 70
minutos después de la inyección. Hidronefrosis derecha avanzada secundaria a una obstrucción ureteropélvica. Ligera obstrucción
ureteropélvica en el lado izquierdo. Abajo derecha: Cálculo en el uréter derecho (flecha) con leve hidronefrosis.
186 • Urología general de Smith (Capítulo 11)

G. Urorradiología invasora después del alivio de la obstrucción podría necesitarse


Si hay dudas sobre la presencia de obstrucción verdadera, reparación quirúrgica. La reparación se vuelve im-
~ puede practicarsc una prueba de Whitaker o un renograma perativa si hay considerable hidronefrosis además del
con isótopo. Sin embargo, Whitaker y Buxton-Thomas reflujo . El drenaje preliminar de la vejiga mediante
(1984) demostraron que ninguna de ellas carece de errores . sonda permanente o algún otro medio de derivación (por
ejemplo, urctcrostomía en ojal), está indicado con el f)n
Diagnóstico diferencial de preservar y mejorar la función renal. Si después de
pocos meses de drenaje el reflujo persiste, hay que
Por lo general, la exploración cuidadosa no deja duda sobre reparar con cirugía la incompetencia de la unión urete-
e] diagnóstico. El diagnóstico diferencial en estas circuns- rovesical.
tancias rara vez ofrece dificultades . Si una infección , al 2. Obstrucción de las vías altas (por arriba de la vejiga):
parecer simple, no mejora con el tratamiento médico o si es Si se han desarrollado uréteres atónicos, dilatados, tor-
reincidente, es probable que la causa de ella sea una obs- cidos o de trayecto tortuoso, secundariamente a una
trucción, un reflujo vcsicoureteral, o unos cuerpos extraños obstrucción de las vías urinarias bajas (de modo que
estando indicado un estudio completo del aparato urinario. ellos mismos son obstructivos), el drenaje vesical no
protegerá a los riñones de ulterior daño y la orina proxi-
Com p 1icaciones mal a la obstrucción debe ser desviada por nefrostomía
o ureterostomía. Los riñones pueden entonces recuperar
El estancamiento de orina acarrea infección, la que puede parte de su función. En un periodo de muchos meses, el
entonces extenderse a todo el aparato urinario. Una vez uréter puede llegar a ser menos tortuoso y dilatado,
establecida la infección es dificil, y a veces imposible, haciéndose permeables sus zonas obstructivas. Si se
erradicarla, aun cuando se haya aliviado la obstrucdón. instila material radiopaco de la sonda del tubo de la
A menudo los gérmenes invasores degrad.' 1 la urea nefrostomia y pasa fácilmente a la vejiga, podrá ser
(Proteus, estafilococos), lo cual ocasiona que 1 orina se posible quitar la sonda de la nefrostomía. Si persiste
torne alcalina; en este caso se precipitan las sales de calcio la obstrucción o el reflujo, estará indicado el tratamien-
y se forman cálculos más fácilmente en la vejiga o en el to quirúrgico. Puede requerirse derivación urinaria
riilón. permanente (por ejemplo, conducto ureteroileal).
Si se afectan ambos riñones, puede producirse insuficien- Si un riñón tiene un daño irreversible, indicado por
cia renal. La infección secundaria aumenta el daño renal. pruebas de función renal , urografia, sonografía, TC o
La pioncfrosis es la etapa final de un riñón obstruido gammo.grafía quizá se necesite nefrectomía.
e intensamente infectado que no funciona y se halla lleno
de pus espeso. En ocasiones, una radiografía simple del B. Erradicación de la infección
abdomen puede mostrar un urograma con el gas liberado Una vez que se quita la obstrucción deberán hacerse todos
por los microorganismos infectantes. los esfuerzos necesarios para erradicar la infección. Si la
infección ha sido grave y prolongada los antibióticos quizás
Tratamiento no desinfecten el aparato urinario .

A. Alivio de la obstrucción Pronóstico


El tratamiento de las principales causas de obstrucción y de
estasis se describe con detalle en los capítulos en donde se No podrá hacerse una simple aseveración sobre el pronós-
trata de : hiperplasia prostática benigna, cáncer de la prós- tico en este grupo de enfermos. El resultado depende de la
tata, ve_iiga neurógena, cálculo ureteral, válvulas uretrales causa, el grado y la duración de ]a obstrucción. El pronóstico
postenores y estenosis ureteral. está también definitivamente influido por las infecciones
que se presentan como complicación, especialmente las
1. Obstrucción de las vías bajas (distales a Ia vejiga): En prolongadas.
los enfermos con mínimo daño secundario, renal o ure- Si la función renal es regular o buena, si la obstrucción
terovesical (reflujo), o sin él , únicamente es necesaria la u otras causas de estasis pueden ser corregidas y si la
conección de la obstrucción. Si se comprueba reflujo infección como complicación puede ser erradicada, el pro-
sjgnificativo que no desaparece de manera espontánea, nóstico es generalmente excelente. •

REFERENCIAS
Alon U, Berant M, Pery M: Jntravenous pyelography in children Ben-Ami T et al.: Vesicouretcral rcf1ux in boys: Review of 196
w1th urinary tract infection and vesicoureteral reflux. Pediat- cases. Radiology 1989;173:681.
rics 1989;83:332. Blyth B, Snyder HM Duckctt JW: Antenatal diagnosis and sub-
Baucr SB,Joscph DB: Management ofthe obstructed urina1y tract scquent management of hyd(oephrosís. J Uro! 1993;
associated with neurogenic bladder dysfunction. Urol Clin 149:693.
North A m J 990;17:395 Bratt CG ct al.: Long-tenn followup of maximum concentrating
Belman AB, KingLR: Vesicostorny: Uscful means ofreversiblc urinary ability and glomerular filtration rate iH adull obstructed k.id-
diversion in selectec infants. Umlogy 1973;1 :20R . ney after pyeloplasty. J Urol1988;140:273 .
12
Reflujo vesicoureteral
Emí/ A. Tanagho, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

En circunstancias normales, la unión ureterovesical permite afuera y se unen a los haces musculares equivalentes del otro
a la orina entrar a la Vl ·ga pero evita que regurgite al uréter, uréter, continúan en dirección caudal y forman el trígono
particulanncntc du(an , la micción . En esta forma, el riñón superficial, el cual entonces pasa sobre el cuello de la vejiga,
está protegido de las altas presiones vesicales y de la con- terminando en el veru montanum en el varón y justo por
taminación con orina infectada. Cuando esta válvula es dentro del orificio ureteral externo en la mujer. En esta fonna
ineficaz, la posibilidad de que se presente infección urinaria el complejo ureterotrigonal es una sola estructura. Por arriba
está significativamente incrementada y la pielonefritis es del orificio ureteral es tubular; por abajo de ese punto,
entonces inevitable. Con pocas excepciones, la pielone- aplanado .
fritis aguda, crónica o ya sanada, es secundaria al reflujo
ves íco urcteral .
B. Vaina de Waldeyer
y trígono profundo
Principiando en un punto aproximadamente 2 o 3 cm por
ANATOMÍA DE LA UNIÓN arriba de la vejiga, una capa externa de músculo liso longi-
URETEROVESICAL tudinal rodea al uréter. Esta vaina pasa a través de la pared
vesical, a la cual está conectada por unas cuantas fibras por
La comprensión de la etiología del reflujo vesicoureteral medio del músculo pubovesical. A medida que esta capa
requiere del conocimiento de la anatomía de la válvula muscular penetra a la luz vesical, sus fibras del techo también
ureterovesical. Los estudios anatómicos realizados por divergen para unirse a las fibras del piso, las que entonces se
Hutch (1972), y por Tanagho y Pugh (1963) (figura 12-1) esparcen, uniéndose a los fascículos musculares del uréter
están incorporados en la siguiente disertación. contralatcral formando así el trígono profundo que termina en
el cuello vesical.
Componente mesodérmico

Esta estructura, que se forma a partir del conducto de Wolff, Componente endodérmico
está constituida por dos partes que están inervadas por el
sistema nervioso simpático: Los haces musculares del músculo constrictor de la vejiga
están entrelazados y corren en varias direcciones. Sin em-
A. Uréter y trígono superficial bargo, a medida que convergen sobre el orificio interno de
La musculatura lisa de los cálices renales, pelvicilla y uréter la vejiga, tienden a orientarse en tres capas:
extravesical está compuesta de fibras orientadas cspiralmente
que le permiten su actividad peristáltica. A medida que estas
fibras se aproximan a la pared vesical, se reorientan en un plano
A. Capa longitudinal interna
Esta capa continúa dentro de la uretra en forma submucosa
longitudii~al. El uréter pasa en sentido oblicuo a través de la
y tem1ina justamente dentro del meato externo en la mujer y
pared vesical; en estas condiciones, el segmento ureteral intra-
en la porción caudal de la próstata en el varón.
vcsical se compone sólo de fibras musculares longitudinales y,
por tanto, no presenta peristalsis. A medida que estas fibras
musculares lisas se aproximan al orificio ureteral, las que B. Capa circular media
forman el techo se arquean dorsalmente y se unen a las fibras Esta capa es más gruesa en la porción anterior y se detiene
que forman el pis<? del uréter. Después se extienden hacia en el cuello vesical.

189
190 • Urología general de Smith (Capítulo 12)

Trígono
superficial

El músculo ureteral se extiende hacia


La vaina de Waldeyer se extiende hacia abajo
abajo y se corwíerte en Cuello vesical y se convierte
el trígono superticial. en el trígono profundo.

Figura 12-1. Complejo normal ureterotrigonal. A: Vista lateral de la unión ureterovesical. La vaina muscular de Waldeyer
envuelve al uréter yuxtavesical y continúa hacia abajo, convertido en el trígono profundo extendiéndose hasta el cuello vesical.
La musculatura ureteral se convierte en el trígono superficial que se extiende hasta el veru montanum en el varón y se detiene
un poco antes del meato externo en la mujer. 8: La vaina de Waldeyer está unida por unas cuantas fibras al músculo
pubiovesical en el hiato ureteral. Esta vaina muscular, inferior a los orificios ureterales, se convierte en el trígono profundo . La
musculatura de los uréteres se continúa hacia abajo como el trígono superficial. (Redibujada y modificada con permiso de
Tanagho EA, Pugh RCB: The anatomy and function ofthe ureterovesicaljunction. BrJ Uro/ 1963;35:151 .)

C. Capa longitudinal externa con acortamiento del uréter intravesical. El reflujo


Estos haces musculares siguen un trayecto circular y espiral fue demostrable. Después de que la incisión curó el
alrededor de la superficie externa de la uretra femenina, y reflujo cesó.
se mcorporan dentro del tejido prostáüco periférico en el 2) La simpatectomía lumbar unilateral produjo parálisis
varón , constituyendo así el verdadero esfínter ves}couretral. del trígono ipsolateral. Esto condujo a un desplaza-
El músculo constrictor de la vejiga está inervado por miento lateral y superior del orificio ureteral y al
nervjos del parasimpático (S2 a 4 ).
reflujo.
3) La estimulación eléctrica del trígono hizo que el
orificio ureteral se moviera caudalmente, alargan-
FISIOLOGÍA DE LA UNIÓN do así el uréter intravesical. Esta maniobra causó un
URETEROVES ICAL notorio aumento de la resistencia al flujo a través de
la unión urcterovesical. La salida de orina por el
Muchos investigadores habían sospechado que el tono nor- uréter cesó . La inyección intravenosa de adrenalina
mal del trígono tendía a ocluir el uréter intravesical, pero produjo la misma reacción. Por otra parte , el isopro-
fueron Tanagho y co 1s. ( 1965) quienes probaron esta tesis. terenol hizo que el grado de oclusión cayera por abajo
En perros sm reflujo, demostraron lo siguiente: de lo normal. Sin embargo, si el trigono se incidia, la
estímulación eléctrica del trígono o la administración
1) La interrupción de la continuidad del trígono produjo de adrenalina no incrementaban la presión oclusiva
reflujo. Una inc1sión hecha en el trígono 3 mm por en el uréter.
abajo del orificio ureteral, dio por resultado un des- 4) Durante el llenado gradual de la vejiga la presión
plazamiento lateral y hacia arriba de dicho orifícto, intravesical aumentó, pero poco, mientras que la
Reflujo vesicoureteral • 191

presión dentro del uréter intravesical se elevó progre- más tenso se pone el dedal (uréter intravesical). Por
sivamente debido, en apariencia, al aumento en la lo contrario, una tracción deficiente puede conducir
distensión del trígono. Unos cuantos segundos antes de a un cierre incompleto de la unión ureterovesical.
la esperada elevación nítida de presión generada para la De estos experimentos se concluyó que el tono
micción, la presión de cerrado en el uréter intravesi- normal ureterotrigonal impide el reflujo vesicouretcral.
cal se elevó claramente y se conservó por 20 La estimulación eléctrica o farmacológica del trígo-
segundos después de que la contracción del mús- no, causó incremento de la presión oclusiva en el
culo constrictor haoia cesado. Este experimento de- uréter intravesical y de la resistencia al flujo de-
mostró que la competencia ureterovesical es scendente por el uréter, en tanto que la incisión o la
independiente de la acción de dicho músculo y está parálisis del trígono condujeron al reflujo. La teoría de
regulada por el tono de trígono el cual, justamente que la competencia ureterovesical se conservaba
antes de la micción, se contrae vigorosamente y así comprimiendo al uréter intravesical contra el res-
ayuda a abrir y formar un embudo en el cuello de la paldo formado por el músculo constrictor fue, por
vejiga. Al mismo tiempo, se ejerce una tracción sig- tanto, refutada.
nificativa sobre el uréter intravesical, ocluyéndolo así La biopsia del trígono (y del uréter intravesical)
durante el periodo en que la presión intravesical es en pacientes con reflujo primario reveló notoria de-
alta. Durante la micción no hay, naturalmente, salida ficiencia en el desarrollo de su musculatura lisa (fi-
de orina ureteral. gura 12-2). La estimulación eléctrica de tal trígono
Se puede comparar esta función al fenómeno del causó únicamente una contracción menor del com-
dedal chino, mientras más duro jala el dedo (trígono), plejo ureterotrígonal. Este estudio llevó a la conclu-

Figura 12-2. Histplogía del trígono en el reflujo primario . Arriba: Trígono normal que muestra una gran cantidad de fibras
musculares lisas íntimamente adheridas. Abajo: El músculo de\ trígono debilitado congénitamente que acompaña al reflujo
ves1coureteral. Nótese la ausencia de células de inflamación. (Reproducida con autorización de Tanagho EA el al: Primary
vesicoureteral reflux: Experimental studies of its etiology, JUro/ 1965;93: 165.)
sión de que la causa común del reflujo, particular-
mente en los niños, es la atenuación congénita de la A
musculatura ureterotrigonal.

REFLUJO VESICOURETERAL

CAUSAS

La causa principal del reflujo vesicoureteral es la atenuación


de la mu, ra de! trígono y de la musculatura contigua
intravesical del uréter. Cualquier padecimiento que acorte
el uréter intravesical puede también conducir a reflujo, pero
esto es menos común. Se ha observado reflujo vesico-
ureteral en una misma familia, por numerosos autores;
parece constituir un carácter genético.
Trígono superficial
Causas congénitas distendido
8
A. Debilidad del trígono
("reflujo primario'? Figura 12-3. A: Ureterocele pequeño que se presenta en un
Ésta es, con mucho, la causa más común de regurgitación sistema duplicado (en el que siempre hay un orificio ureteral
ureteral. Se ve sobre todo en niñas pequeñas, aunque en inferior). B: La expansión del segmento de la submucosa
ocasiones también la padecen niños. El reflujo en Jos adul- conduce a levantamiento y angulación del orificio ureteral
tos, por lo general mujeres , probablemente se debe al mismo del polo inferior ipsolateral. Los ureteroceles del sistema
defecto congénito. La debilidad de un lado del trígono duplicado raras veces son tan pequeños . (Representación
conduce a la disminución de la presión oclusiva en el uréter esquemática). (Reproducida con permiso de Tanagho EA: Ure-
intravesical ipsolateral. La debilidad ureterotrigonal difusa teroceles: Embryogenesis, pathogenesis and management.
provoca reflujo bilateral. J Cont Educ UroJ (Feb] 1979;18:13.)
Se postula que la debilidad del trígono ureteral está
relacionada con el desarrollo de1 botón ureteral sobre el
el uréter extravesical tiende a tirar hacia arriba (figura
conducto mesonéfnco. Se sabe que el uréter adquiere su
12-3). Si el desarrollo del trígono es deficiente, no sólo
musculatura desde su extremo cefálico hacia su extremo
disminuye su fuerza oclusiva, sino que el orificio uretcral
caudal, de manera que st algún segmento va a resultar
tiende a desplazarse en dirección superior, esto es, hacia el
muscularmente deficiente lo va a ser en su porción más
hiato ureteral. El grado de esta retracción se relaciona con
caudal. También se postula que si el uréter está muy cercano
el grado de insuficiencia de la unión (figura 12-4 ). Si el
al seno urogenital sobre el conducto mesonéfrico, se unirá orificio ureteral yace sobre el hiato urcteral en la pared de
a este último relativamente temprano en la vida em-
la vejíga ("orificio como hoyo de golf'), resulta por com-
brionaria, antes de adquirir un tejido mesenquimatoso
pleto incompetente. El grado de incompetencia se juzga por
adecuado alrededor de sí mismo para diferenciarse pos-
Jos datos de urografía excretora y cistografía, así como
teriormente en la musculatura propia del trígono al igual por la imagen cistoscópica de los orificios ureterales.
que la musculatura del segmento inferior del uréter. Esta
hipótesis embriológica explica todas las manifestaciones
conocidas de uréteres con reflujo: debilidad muscular, B. Anomalías ureterales
colocación lateral en la base de la vejiga con un segmento l. Duplicación ureteral completa (figura 12-5): La por-
submucoso muy corto y su asociación habitual con debi- ción intravcsical del uréter hasta el segmento renal supe-
lidad de la musculatura ureteral y orificios uretcralcs rior es usualmente de longitud normal, mientras que la
muy abiertos (que en casos graves tienen la apariencia del uréter hasta el polo inferior del riñón es anonnalmen-
endoscópica de un hoyo de golf en la unión con la pared te corta; este orificio es por lo común incompetente. Sin
de la vejiga). embargo, Stephens ( 19 57) demostró que la musculatura
También explica por qué en sistemas duplicados si sólo del orificio colocado superiormente está atenuada y esto
hay una unidad de reflujo, ésta es el orificio superior (que contribuye aún más a su debilidad.
se origina más cercano al seno urogenital sobre el conducto 2. Orificio uretcral ectópico: Un solo uréter o uno de un
mcsonéfrico, siendo por tanto, el que tiene menor desarrollo par puede abrirse bien abajo en el trígono, en el cuello de
muscular). la vejiga o en la uretra. En este caso, el reflujo vcsicou-
En estado normal, el tono del músculo ureterotrigo- reteral es la regla. Esta observac)ón pone en evidencia
nal intravesícal ejerce una tracción hacia abajo, mientras que la longitud del uréter intravesica] no es el único
o

Figura 12-4. Histología de los diversos grados de debilidad de la submucosa muscular del orificio ureteral. (Véase también
la figura 12-9.) A: Normal. Deficiencía mínima. (Orificio en cono.) B: Notable debilidad muscular. (Orificio en estadio.)
C: Deficiencia muscular notoria. (Orificio en herradura.) D: Deficiencia muscular extrema. Sólo pueden verse algunas fibras
musculares; el resto es tejido con colagena.

factor en el reflujo. Tales segmentos ureterales intrave- Edema de la pared vesical resultante
sicalesestánhabítualmentedesprovistosdemusculatura de una cistitis
lisa. Por tanto , carecen de fuerza oclusiva.
3. Ureterocele: Un ureter0cele que afecta a un solo uréter
rara vez permite reflujo, pero esta lesión habitualmente Como se hizo notar antes, las válvulas varían en su grado
afecta al uréter que drena el polo superior de un riñón de incompetencia. Una unión "limítrofe" quizá no permite
duplicado. Ya que el orificio uretcral está obstruido, el reflujo cuando la orina es estéril, pero cuando la cistitis
el uréter intramural llega a dilatarse. Esto aumenta el causa edema que afecta al trígono y al uréter intravcsical
diámetro del hiato ureteral, acortando así todavía más puede alterarse la función valvular. Además , la presión
el segmento intravesical del otro uréter, que por tanto de micción excesivamente elevada puede producir el re-
puede llegar a ser incompetente. La resección del urete-
flujo, en este caso puede sobrevenir la piclonefritis secun-
rocele por lo regular hace que s u uréter tenga también
daria. Después de la cura de la infección, la cistografía revela
reflujo libre.
otra vez la ausencia de reflujo. Se cree que una unión
completamente normal no se descompensa incluso en estas
Trabeculación vesical circunstancias.
Se ha demostrado que la pielonefritis del embarazo está
Ocasionalmente, una vejiga muy trabeculada puede estar relacionada con reflujo vesicoureteral. Muchas de estas
relacionada con reflujo . Las causas incluyen la vejiga espás- mujeres ofrecen una historia de mfecciones del aparato
tica ncuropática y la obstrucción intensa, distal a la vejiga. urinario durante la infancia. La implicación es que ellas
Estas lesiones, sin embargo , también se acompañan de "superaron" su reflujo en la pubertad, pero si la bacteriuria
hipertrofia del trígono; la tracción adicional resultante de la
se llega a establecer durante el embarazo, sus válvulas
musculatura ureterotrigonal tiende a proteger la unión de
"limítrofes" se tornan incompetentes . Este trastorno puede
!a incompetencia. En algunas ocasiones, la mucosa vesical
se puede proyectar a través del hiato ureteral justamente por intensificarse por las hormonas del embarazo, lo que pue-
encima del uréter,"formando así un divertículo o un sáculo de contribuir a una mayor pérdida del tono del complejo
(figura 12-6). La dilatación resultante del hiato acorta el urcterotrigonal. Después del parto, no es posible comprobar
segmento intravesical y puede entonces ocurrir reflujo. el reflujo (Hutch y Amar, 1972).
194 • Urologia general de Smíth (Capítulo 12)

Uréter hac1a el polo renal1nferior

Uréter hacia el polo renal superior

Vaina de Waldeyer (punteada)

Trígono profundo (zona punteada)

Los músculos ureteral y del trígono superficial la vaina de Waldeyer y el trígono profundo
son 1 O. uno solo. están punteados porque son uno solo.
Figura 12-5. Duplicación ureteral y ureterocele como causas de reflujo vesicoureteral. A: La duplicación ureteral muestra
uréteres yuxtavesicales e intravesicales encapsulados en una vaina común (vaina de Waldeyer). El uréter superior que siempre
drena el polo renal inferior, posee un segmento intravesical mas corto; además está algo desprovisto de músculo. Por tanto,
tiende a permitir el reflujo. 8: Duplicación con ureterocele que siempre afecta al uréter caudal el cual drena el polo renal
superior. El orificio puntiforme es obstructivo provocando hidroureteronefrosis. Como resultado de la amplia dilatación del uréter
y del hiato ureteral se acorta el segmento intravesical del otro uréter, lo que a menudo causa reflujo. C: La resección del
ureterocele permite el reflujo en ese uréter.

Normal

S aculo
Vaina de Waldeyer

OrificiO ureteral

Figura 12--6. Desarrollo del sáculo ureteral, observable ocasiona!mente en enfermos con reflujo primario y con más frecuencia
en vejigas obstruidas o neurógenas con trabeculación acentuada. Nótese que la mucosa vesical se hernia a través del hiato
ureteral, jalando con ella el orificio ureteral hacia arriba. El orificio puede abrirse finalmente en el sáculo en lugar de la vejiga .
Síndrome de Eagle-Barrett Pielonefritis
(síndrome del vientre en ciruela)
El reflujo vesicoureteral es uno de Jos factores contribuyen-
Es un padecimiento relativamente raro en el cual hay falta tes habituales que conducen a la aparic1ón de cistitis,
de desarrollo normal de los músculos de la pared abdominal particularmente en las mujeres . En presencia de reflujo
y del músculo liso de uréteres y vejiga. La criptorquidia vcsicouretcral, las bacterias alcanzan el riíi.ón y como el
bilateral es la regla. En ocasiones hay pie equinovaro y aparato urinario no se vacía en su totalidad, la infección se
luxación de la cadera. Debido a la deficiencia del músculo perpetúa. La pieloncfritis se comenta con mayor detalle en
liso del complejo ureterotrigonal es de esperarse reflujo, el capítulo 13.
encontrándose, por tanto, hidronefrosis avanzada.
Hidro u rete ronefrosis
Causas yatrógenas (capítulo 11)
Ciertos procedimientos operatorios pueden conducir a re-
La dilatación del w-éter, de la pelvici\la renal y de los cálices
ii> gurgitación ureteral ya sea temporal o permanente.
suele observarse asociada con reflujo (figura 12-7), algunas
veces en grado extremo (figura 12- 8). Tales cambios a menu-
A. Prostatectomía do se observan en ausencia de infección en varones, debido a
Con cualquier tipo de prostatcctomía, la continuidad del
que éstos tienen un segmento relativamente largo de uretra
trígono superficial es interrumpida a nivel del cuello vesical.
estéril. El reflujo estéril es menos nocivo que el reflujo infec-
Si el trígono proximal se mueve hacia arriba, puede ocurrir
tado.
reflujo temporal. Este mccanjsmo puede justificar la alta
Hay tres razones para la dilatación:
fiebre (e incluso la bactericmía) que se observa algunas veces
cuando por último se quita la sonda. Afortunadamente en 2
J) Aumento de la carga de trabajo: El uréter funciona
o 3 semanas el trígono se vuelve a sujetar y el reflujo cesa.
para el transporte de un volumen de orina secretado
La hipertrofia preexistente del trígono (por obstruc-
por el riüón hacia la vejiga solamente una vez. En
ción prostática) ayuda a compensar el efecto producido por
presencia de reflujo, entran y salen volúmenes varia-
la interrupción del trígono; en consecuencia, es probable
bles de orina y la carga de trabajo puede duplicarse
que nunca ocurra reflujo.
cuadruplicarse o aumentarse lO o más veces. Final-
mente, el uréter no puede transportar tal incremento
B. Resección en cuña del cuello vesical del volumen de orina y como resultado ocurren esta-
posteríor . sis y dilatación.
Este procedimiento, a veces imprudente cuando se realiza
2) Elevada presión hidrostática: El uréter está protegido
junto con la revisión plástica del cuello vesical por probable
de las altas presiones de la vejiga urinaria por la
estenosis o disfunción del cuello vesical, también puede
competente unión urcterovesical. Si hay reflujo libre,
alterar la continuidad del trígono y permitir el reflujo.
la presión intravesical elevada será transmitida direc-
tamente a la pared ureteral y de la pelvicilla lo cual
C. Meatotomía ureteral produce dilatación y estiramiento notorios.
Si la meatotomía ureteral es extensa, ésta es seguida ocasio- 3) Musculatura ureteral débil: En el reflujo la pared
nalmente por reflujo. Por fortuna, al menos, la incisión
ureteral es invariablemente deficiente en cierto gra-
limitada del techo del uréter íntravesical divide solamente
do. Mientras más intenso es el reflujo , más notable la
unas cuantas fibras musculares ya que dichas fibras han
deficiencia muscular. Algunos pacientes muestran
dejado el techo para unirse a las fibras del piso. La resección
dilatación más masiva que los otros. El uréter con un
amplia en el tratamiento de neoplasmas vesicales es fre-
músculo normal estará mejor capacitado para resistir
cuentemente seguida de regurgitación ureteral.
y compensar el exceso de trabajo y de presión hidros-
tática, que el uréter muscularmente deficiente. Este
D. Resección de ureteroce/e último tiende a sufrir dilatación adicional, una vez
Si el hiato ureteral está amp1iamente dilatado, este procedi-
que queda sujeto a una presión intraluminal elevada.
miento es con frecuencia seguido de reflujo.
Constituye un tema de controversia si el reflujo estéril es
Contractura de la vejiga nocivo o no. Se considera que hay pruebas concluyentes de
que el reflujo intenso estéril puede conducir a daño paren-
Una vejiga con contractura como consecuencia de una cistitis quimatoso. El flujo retrógrado intersticial o el pielorrenal
intersticial, de tuberculosis, de radioterapia, de carcinoma, o de bajo las elevadas presiones del reflujo (observado con cierta
esquistosomiasis, puede acompail.arse de reflujo ureteral. frecuencia durante los estudios cistográficos) conducen a la
extravasación de orina en el intersticio del riñón. La presen-
cia de orina en cualquier intersticio resultará en reacción
COMPLICACIO NES infamatoria notoria con infiltración celular, ocasionando
finalmente fibrosis y c1catrización. A largo plazo, esto
El reflujo vcstcoureteral daña al riñón debido a uno o los puede conducir a cambios parenquimatosos no distinguibles
dos mecanismos siguientes: 1) pielonefritis y 2) hidrourete- de la cicatrización pielonefrítica inf1amatoria producida por
ronefrosis. bacterias. Este daño puede denominarse nefropatía por
196 • Urología general de Smith (Capítulo 12)

Figura 12-7. Urografía excretoria con cambios que implican reflujo vesicoureteral derecho. Arriba izquierda: Urografía
excretoria que muestra urograma derecho normal, pero el uréter se encuentra ligeramente dilatado y permanece lleno en toda
su extensión. La alteración ureteral implica reflujo. Arriba derecha: Cistografía que demuestra un reflujo. Nótese ahora el
grado de dilatación del uréter, la pelvicilla y cálices. Abajo izquierda: Urografía excretoria que muestra ureterohidronefrosis
bilateral con cicatrización pielonefritica. Estos datos implican presencia de reflujo. Abajo derecha: Cistouretrografía durante
la micción. Reflujo libre bilateral.

reflujo. Si es intensa, producirá daño parenquimatoso lo tan te alta durante la micción. Aún más, las uniones uretero-
suficientemente grave como para conducir a enfermedad pélvicas y ureterovesical son menos distensibles que el resto
renal en etapa terminal. del uréter. Cada unión puede tener dificultad para pasar el
Los estudios de Ransley (1976) indican que es más volumen normal de secreción urinaria además de la orina
probable que el reflujo intrarrenal ocurra en presencia de del reflujo; la obstrucción funcional puede ser el resultado.
papilas planas, cóncavas o compuestas, ya que sus conductos La causa común de "obstrucción" ureteropélvica y uretero-
colectores tienden a abrirse cuando se presenta un incremento vcsical es el reflujo vcsicourcteral. Tales cambios indican la
en la presión intrapélvica y el reflujo. Las papilas propensas a necesidad de cistografía.
reflujo se ven con más frecuencia en los segmentos polares del
riñón. Las papilas normales, también podrían pennitir reflujo
jntrarrenal, si se aplanaran como resultado de los cambios FRECUENCIA
debidos al reflujo. .
La presión intravesical se transmite a través de un El reflujo vesicoureteral se presenta en el de 50% de los
orificio ureteral ineficiente. Esta presión retrógrada es bas- niños con infecciones del aparato urinario, pero únicamente
Figura 12-8. Cistografía que revela reflujo vesicoureteral. Arriba izquierda: Sáculo en la unión ureterovesical derecha. Arriba
derecha: Meningomielocele. Reflujo con ureterohidronefrosis bilateral intensa; creatinina sérica 0.6 mg/dl, excreción de FSF,
5% en una hora. Ab.ajo izquierda: Paciente después de prostatectomia con reflujo del lado izquierdo y sáculos bilaterales.
Abajo derecha: Niño de 10 años con meníngomielocele. La vejiga ha sido vaciada . Se muestra dificultad de excreción en las
uniones ureterovesicales. (Cortesía de JA Hutch.)
198 • Urología general de Smith (Capítulo 12)

en el 8% de adultos con bacteriuria. Esta discrepancia se análisis meticuloso de la orina, conducirá al diagnóstico
explica por el hecho de que las niñas habitualmente padecen adecuado en la niñez. La pielonefritis progresiva es con
pielonefritis mientras que la mujer adult1 usualmente sólo algunas excepciones una enfermedad prevenible.
sufre cistitis. La bacteriuria no siempre implica pielonefritis.
La válvula suficientemente competente ("limítrofe") F. Hipertensión
únicamente da reflujo durante un ataque agudo de cistitis. En las etapas finales de la pielonefritis atrófica se observa
Ya que la cistografía nada más se efectúa en este grupo una frecuencia importante de hipertensión.
después de que ]a infección se ha erradicado , la frecuencia
de reflujo es anormalmente baja. Por otra parte, en pacientes
cuyo urograma excretorio revela cambios significativos
Síntomas relacionados con la enfermedad
clásicos de piclonefritis que ha sanado, el reflujo es demos-
subyacente
trable en el 85% de ellos .
El cuadro clínico está frecuentemente dominado por los
Cuando ocurre infección relacionada con reflujo du-
signos y síntomas de la enfermedad primaria.
rante las primeras .semanas de vida, muchos pacientes tienen
sepsis y uremia. La mayoría son varones que tienen válvulas
urcterales posteriores. Después de la edad de seis meses, la A. Obstrucción de las vías urinarias
proporción de mujeres/varones con infección y reflujo es Las jóvenes pueden tener retraso en el inicio de la micción
de 10:1. y chorro disparejo o intermitente secundario a espasmo del
músculo estriado periuretral (véase Estenosis uretral distal
en el capítulo 40) . En varones, puede presentarse un chorro
urinario lento como consecuencia de válvulas uretrales
CUADRO ClÍNICO
posteriores (en el lactante) o una próstata voluminosa (adul-
tos de más de 50 años).
Una historia compatible con pielonefritis aguda implica la
presencia de reflujo vesicoureteral. Esto es más común
observarlo en mujeres, particularmente en niñas pequeñas. B. Enfermedad de la médula espinal
La persistencia de "cistitis " recidivante debe sugerir la El paciente puede tener una enfermedad neuropática grave
posibilidad de reflujo. Estos pacientes con frecuencia tienen como paraplejía, cuadriplejía, esclerosis múltiple o menin-
una picloncfritis leve asintomática. gomielocele. Los sintomas pueden estar limitados a los de
la vejiga neuropática: incontinencia de orina, retención uri-
naria o gran volumen residual y urgencia vesical.
Síntomas relacionados con reflujo

A. Pielonefritis sintomática Manifestaciones físicas


Los síntomas usuales en el adulto son escalofríos y fiebre
alta, dolor renal, náuseas y vómito, y síntomas de cistitis. Durante un ataque de pic]onefriüs aguda puede observarse
Los niños únicamente pueden experimentar fiebre y vagos hipersensibilidad renal. Sin embargo, su ausencia no des-
dolores abdominales y algunas veces diarrea. carta a la infección renal crónica. La palpación y la percu-
sión de la región suprapúbica pueden demostrar una vejiga
B. Pielonefrítís asintomática distendida como consecuencia de obstrucción o de enfer-
El paciente puede no tener síntoma alguno. El hal!azgo medad neuropática . El hallazgo de una masa dura, profunda,
incidental de piuria y bacteriuria pueden ser la única clave. en la línea media de la pelvis, en un varón !actante, puede
Esto sólo señala la necesidad de análisis adecuados de orina ser un engrosamiento notorio de la vejiga causado por
en todos los niños. válvulas uretrales posteriores. El examen puede revelar una
deficiencia neurológica compatible con vejiga parética.
C. Síntomas únicamente de cistitis
En estos pacientes Ja bacteriuria es resistente a los anti- Datos de laboratorio
microbianos o la misma reaparece después del tratamiento.
Estos pacientes pueden tener reflujo con pielonefritis La complicación más común del reflujo, particularmente en
crónica asintomática. mujeres , es la infección. La bacteriuria sin piuria no es rara.
En varones, debido a su larga uretra estéril, la orina puede
D. Dolor renal durante la micción ser estéril.
Sorprendentemente éste es una manifestación rara en pa- La excreción de fcnolsulfonftalcína (FSF) puede estar
cientes con reflujo vesicoureteral. disminuida en caso de uremia. La curva, aun cuando la
función renal es normal, puede estar "aplanada" porque
E. Uremia algo de la excreción de la primera media hora puede tener
La etapa final del refluJO bilateral es la uremia debida a la reflujo hacia los riñones; con reflujo bilateral grande , la FSF
destrucción del parénquima renal por hidronefrosis o pieJo- total puede ser alarmantemente baja. La crcatinina sérica
nefritis (o ambas). A menudo, el paciente se puede adaptar puede estar elevada en los estados avanzados de daño renal,
a la msuficiencia renal y parecer bastante saludable. Muchos pero puede ser normal aun cuando el grado de reflujo e
trasplantes renales se efectúan en pacientes cuyos riñones hidronefrosis sea notable (figura 12-8, arriba a la derecha).
se han deteriorado como consecuencia del reflujo e infec- La prueba de la FSF es la mejor prueba de selección en este
ción acompañante. El diagnóstico temprano basado en el caso.
Reflujo vesicoureter al• 199

Datos radiológico s B. Cistoscopia


La mayoría de las niñas pequeñas con reflujo tienen vejigas
La radiografía simple puede revelar espina bífida, mcnin- de paredes lisas o ligeramente trabeculadas. Pueden obser-
gomielocele o ausencia del sacro, señalando así una defi- varse cistitis crónica, duplicación uretcral o ureterocele. Se
ciencia neurológica. Aún con reflujo vesicoureteral, los puede encontrar un orificio ectópico en el cuello de la
urogramas excretorios pueden ser normales, pero usual- vejiga o aun en la uretra. A medida que s~ llena la vejiga
mente pueden observarse uno o más de los siguientes indi- puede formarse un pequeño divertículo sobre el techo
cios sobre la presencia del reflujo (figura 12-7): 1) un uréter del orificio ureteral (figura 12-6 ). Estos datos implican la
bajo persistcntemcn te dilatado; 2) zonas de dilatación en el posibilidad de un reflujo. La principal contribución de
uréter; 3) uréter observado a través de toda su longitud; la cistoscopia es que permite el estudio de las caracterís-
4) presencia de hidrouretcronc frosis con un segmento ure- ticas morfológicas de los orificios ureterales y de su
teral yuxtavesical estrecho; 5) cambios en pie\onefritis cu- posición en relación con el cuello vesical (figura 12-9).
rada: cálices en trébol con infundíbulos estrechos o
l. Morfología: El orificio del uréter normal tiene el aspec-
•azamiento cortical. Un urograma intravenoso normal
to de un cono volcánico. El orificio de una válvula
no descarta reflujo.
La presencia de duplicación ureteral sugiere la posibi- ligeramente más débil se ve como un estadio de fútbol;
si es aún más débil tiene la apariencia de herradura con
lidad de un reflujo en el polo inferior del riñón. En este caso
su punto terminal abierto hacia el cuello vesical. La
se pueden observar hidronefrosis o cambios compatibles
con cicatrices pielonefríticas . La anomalía del segmento unión totalmente incompetente tiene un orificio en
"hoyo de golf" que yace sobre el hiato ureteral.
superior de un sistema duplicado puede originarse en la
2. Posición: De una manera general mientras más defec-
presencia de un orificio urcteral ectópico con reflujo o por
tuoso aparece el orificio ureteral, más lejos está del
obstrucción consecutiva a un urcterocele.
cuello vesical. El grado de retracción del orificio refleja
El reflujo se diagnostica con una de bs técnicas si-
el grado de deficiencia ureterotrigonal.
guientes: cistografías simple o diferida, cistourctrograf ía de
m1cción o cinefluoroscopia durante la micción. Puede utilizarse
el estudio con radionúclidos: 1 mCi de Tc99 m se instila en el
interior de la vejiga junto con solución salina estéril y la DIAGNÓSTICO DIFERENC IAL
cámara gammagráfica revelará reflujo uretcral (capitulo 9).
El reflujo se puede verificar utilizando indigotindisul- La obstrucción vcsicoureteral funcional (no oclusiva) puede
fonato sódico (índigo carmín), un colorante azul. Se llena causar cambios similares a los que sugieren la presencia de
la vejiga con agua estéril que contiene 5 mL de índigo cannín un reflujo en la orografía excretoria. Los cistogramas múl-
por 100 dL, después de lo cual el paciente orina y la veJiga tiples no pueden demostrar el reflt~o. Tanagho, Smíth y
se enjuaga meticulosamen te con agua estéril. Se observan Guthrie ( 1970) han mostrado que esta obstrucción congéni-
los orificios uretcrales con el cistoscopio para buscar el ta se debe a la abundancia de fibras musculares lisas orien-
reflujo teñido de color azul. Esta técnica tiene la ventaja de no tadas circularmente en la musculatura ureteral en este punto,
utilizar radiación ionizante y su eficacia es igual a la de la
que actúan como esfínter.
cistourctrograf ía de micción. En general , el reflujo que se La obstrucción importante, distal al cuello de la vejiga,
demuestra únicamente con micción implica una válvula más conduce a la hipertrofia tanto del músculo constrictor como
competente que el reflujo que ocurre a presiones bajas. de los músculos de los trígonos . Los últimos ejercen una
Como se ha señalado, no comprobar el reflujo en un estudio tracción exagerada sobre el uréter intravesical, causando así
no elimina la posibilidad de un reflujo intermitente. obstrucción funcional (Tanagho y Meyers, 1965). La urete-
Las fases de la micción en el cistograma pueden revelar rohidronefrosis debe, por tanto, esperarse; el retlujo vesi-
camb1os compatibles con estenosis uretral dtstal, con espas- coureteral es raro .
mo secundario de los músculos periuretrales voluntarios en Otras lesiones que pueden causar ureterohidrone frosis
niñas pequeñas (figura 38-1) o con alteraciones diagnósti- sin reflujo incluyen cúlculos meterales bajos, oclusión ure-
cas de válvulas uretrales posteriores en niños pequeños. tcral por cáncer prostático o cervical, tuberculosis de las vías
urinanas y esquistosomias is.
Examen instrumenta l

TRATAMIENTO
A. Calibración uretral
E(} mujeres, la calibración uretral se debe hacer utilizando Es imposible dar una descripción concisa y definitiva sobre
bujías con oliva. La estenosis uretral distal se encuentra casi el tratamiento de\ reflujo vesicoureteral debido a los muchos
rutínaríamente en niñas pequeñas que padecen de infección factores que intervienen y porque no hay unidad de opinión
urinaria. La dilatación del anillo de estenosis es un paso entre los urólogos sobre este aspecto. En gE"nera1, pro-
importante en la mejoría de la hidrodinámica de la micción: bablemente más de la mitad de los casos de reflujo primario
dism1nuye la presión intravesical de micción y elimina la que ocurren en niños pueden controlarse por medios no
presencia de orina "vesical residual (capítulo 40). Menos quirúrgicos y el resto requieran, en alguna forma, de proce-
frecuentemente , la estenosis uretral es descubierta en muje- dimiento operatorio. Los adultos que tienen reflujo requie-
res, debiendo tratarse. ren habitualmente de vesicoureterop lastia.
200 • Urología general de Smith (Capítulo 12)

Cono normal, onfrcro grado o Onf:cio en estadio greda 1

Orrf<c;o en herradura graoo 2 Onf:co en hoyo de golf. grado 3

Figura 12-9. Aspecto cistoscópico del orificio ureteral normal y de tres grados de incompetencia de la unión ureterovesical.
(Véase también figura 12-4). (Reproducida con permiso de Lyon RP, Marshall SK, Tanagho EA: The ureteral orífice: lts
confíguration and competency. J Uro/1969;1 02:504.)

Tratamiento médico Las infecciones urinarias deben tratarse definitiva-


mente con antimicrobianos, después de lo cual es necesario
continuar con tratamiento supresor periódico por seis meses
A. Indicaciones o más.
El mño con reflujo primario (trígono atenuado) que presenta
La triple micción es el método menos eficaz para
vías altas suficientemente normales en el estudio urográfico
tratar el reflujo, puesto que éste impide al sistema urinario
y cuyas válvulas uretcrovesicales aparecen de regulares a
vaciarse en su totalidad, destruyendo de esta manera el
buenas en la cistoscopia, tiene una oportunidad excelente
mecanismo de defensa vesical; la micción triple una vez al
de que el defecto "cure con la edad", en particular si el
cistograma muestra únicamente reflujo transitorio o de "alta día es útil si el niño es suficientemente grande para ser
presión". adiestrado. Cuando se presenta reflujo, la vejiga se vacía
Un niño con válvulas uretrales posteriores puede durante la micción, pero algo de orina asciende a los
suprimir el reflujo una vez que se destruyen estas válvulas. riñones y después regresa a la vejiga. Una nueva micción
En la mujer adulta, que a veces padece de pielonefritis pocos minutos después impulsa menos orina hacia los uré-
aguda consecutiva a las relaciones sexuales pero cuya orina teres. Por lo general, una tercera micción vacía por completo
rápidamente se aclara con tratamiento antimicrobiano, el las vías urinarias. Esto permite a la resistencia natural propia
reflujo probablemente sea controlado si toma medidas para del paciente actuar en grado máximo.
prevenir infecciones vesicales (véase tratamiento de cistitis Los niños con reflujo frecuentemente tienen vejigas
aguda). Esto es particularmente cierto si cuando la orina es con paredes delgadas y no perciben la urgencia normal de
estéril, el reflujo no puede ser demostrado por cistografía. la micción cuando la vejiga está llena. El tono del músculo
El mantenimiento estéril de la orina le permitirá a la válvula constrictor se pierde aún más con el llenado excesivo,
limítrofe permanecer competente. contribuyendo de este modo a la orina residuaL Tales niños
deberían ''orinar puntualmente'' cada 3 a4 horas, ya sea que
B. Métodos de tratamiento tengan urgencia o no. La orina vesical residual se puede
La dilatación del anillo de estenosis uretral distal en niñas entonces disminuir al máximo.
pequeñas o de las válvulas uretrales posteriores en niños, Las lactantes con vías urinarias superiores notoriamen-
suele dar excelentes resultados al disminuir la presión te dilatadas pueden aliviarse mediante una sonda uretral
intravesical durante la micción y al eliminar el reflujo y la permanente. Después de un periodo de meses, la dilatación
orina residual vesical. y distensión ureterales pueden regresar y la función renal se
Reflujo vesicoureteral• 201

protege. En el tiempo conveniente y estratégico, se puede dañado y el otro riñón es normal, la nefrectomía está
efectuar una terapéutica más definitiva. indicada.
b. Si un polo renal de un sistema duplicado está esen-
C. Evaluación del éxito del cialmente sin funcionar, la bcmincfrectomía con re-
tratamiento médico moción de su uréter entero debe realizarse. Si hay
Los análisis de orina se deben llevar acabo al menos una vez moderada hidronefrosis de un polo renal con dupli-
al mes durante un año o más. El mantenimiento estéril de la cación, una alternativa es la anastomosis del uréter
orina es un signo alentador. Los cistogramas deben ser o pelvicilla dilatados, al uréter o pelvicilla norma-
repetidos cada 4 a 6 meses. La urografía excretoria o la
les. El remanente del uréter dilatado que causó el
gammagrafía renal nuclear, deben efectuarse a los 6 y 12
reflujo debe ser extirpado.
meses para asegurar de que no ocurre deterioro renaL
c. En presencia de un reflujo unilateral, la anastomosis
Aproximadamente la mitad de los niños con reflujo
del extremo inferior del uréter con reflujo sobre el
urados mediante procedimientos médicos.
lado de su compañero norma! (transureteroureteros-
tom{a), tiene algunos partidarios .
Tratamiento quirúrgico 4. Reparación definitiva de la unión ureterovesical (ure-
terovesicoplastia)
A. Indicaciones a. Principios de la reparación: (Tanagho , 1970).
El reflujo caus;jdo por las siguientes anomalías no desa- l) Resecar los 2 o 3 cm inferiores del uréter que
parecerá espontáneamente: 1) orificio urcteral ectópico, tienen los músculos subdesarrollados.
2) duplicación urctcral, 3) uretcroccle acompafíado de 2) Liberar hacia arriba suficiente uréter extravesical
duplicación ureteral y reflujo en el uréter no afectado,
de manera que se puede formar un segmento
4) orificio ureteral "en hoyo de golf" y 5) reflujo de baja
intravcsical de 2.5 cm de longitud.
presión con hidrourcteronefrosis significativa.
3) Colocar el uréter intravesica1 en la submucosa.
La cirugía está indicada: 1) si no es posible conservar
4) Suturar la pared del nuevo orificio ureteral al
la orina estéril y el reflujo persiste; 2) si hay recidiva de
borde cortado del músculo del trígono.
pielonefritis aguda a pesar de un régimen médico estricto y
b. Tipos de operación: Los siguientes procedimientos
de terapéutica supresiva ant1microbiana periódica; 3) si hay
sat1sfacen los principios anteriores y tienen éxito
aumento en el daño renal señalado por urograrnas excreto-
rios senados. asegurado en un alto porcentaje de ca.<;os: reparación
suprahiatal, aumentando la longitud del uréter in-
travesical arriba del nivel del hiato urctera! (Paquin,
B. Tipos de terapéutica quirúrgica
En los enfermos con notoria alteración renal y uréteres con 1959; Politano y Leadbetter, 1958); reparación infra-
dilatación masiva, puede requerirse de desviación urinaria hiatal, los procedimientos de avance de Hutch ( 1963)
preliminar para mejorar la función renal y permitir a los y Glenn y Anderson ( 1967); reparación combinada
uréteres di hitados recuperar su tono normaL Posteriormente, supra e infrahiatal, que es la más atractiva; y repara-
la eliminación definitiva de la obstrucción (por ejemplo, ctón transtrigonal (Cohen, 1975).
válv11las uretrales posteriores) y una ureterovesicoplastía pue- Si los uréteres están exageradamente tortuosos, se
den ser realizadas en tiempo óptimo . Algunos pacientes con resecarán las porciones redundantes. Si están muy
lesiones irreversibles que causan reflujo (por ejemplo, me- dilatados , los extremos inferiores deben ajustarse a
ningomíelocele) o uréteres atónicos gravemente dañados un tamaño más normal.
pueden requerir de desviación permanente de la orina (por c. Resultados de la ureterovesicoplastia: Alrededor
ejemplo, anastomosis ureteroileocutánea). del 93% de Jos pacientes no muestran más reflujo
después de la ureterovesicoplastia. Alrededor del3%
1. Desviadón urinaria temporal: Si la orina del reflujo presentan estenosis ureterovesical que requiere nue-
drena libremente hacia la vegija, la cistostomía (o una va operación. Cuando menos el 75% tendrán y
sonda uretral permanente en las nit1as) puede resultar de mantendrán orina estéril sin antimicrobianos de 3 a
utilidad. Si los uréteres están dilatados y torcidos, un asa
6 meses después de la intervención quirúrgica. Mu-
baja redundante puede ser llevada a la pieL El uréter se
chos pacientes en los cuales la bacteriuria persiste
abre en este punto y la orina colectada en una bolsa de
tienen únicamente cistitis. Esto se ha demostrado por
ileostomía. Posteriormente, puede resecarse el asa y la
el dato de que la orina renal recogida mediante la
sección de uréter distal a ella y reimplantarse el uréter
proxjmal al asa en la vejiga. La nefrostomía puede ser inserción de sondas ureterales está estéril. Los ata-
necesaria si falta la redundancia uretral. ques de fiebre cesan. Considerando que só]o los
2. Desviación urin~ria permanente: St se supone que la mdividuos más graves y en el estado más avanzado
ureterovestcop)astia no se puede efectuar con éxito, está del padecimiento se tratan con la reparación quirúr-
indicada una derivación tipo Bricker. Si el funcionamien- gica, estas cifras muestran resultados impresionantes
to renal es malo y los uréteres están ampliamente di !atados y exceden, con mucho, los índices de curación cuan-
y atónicos, la ~esviación ureterocutánea puede ser el do sólo se usan fármacos antimicrobianos ( 1O a
procedimineto de elección. 15%). Esta operación se considera con justicia como
3. Otros procedimientos quirúrgicos: uno de los más importantes logros de la urologia
a. Si el reflujo es unilateral y el riñón está seriamente moderna.
PRONÓSTICO Los pacientes con válvulas ureterovesicalcs muy in-
competentes, sometidos a reparación qUirúrgica, tienen
En pacientes con reflujo, pero con válvulas competentes, la también un pronóstico excelente. Sin embargo, algunos
terapéutica conservadora que se mencionó tiene un alto niños tienen vías urinarias tan intensamente dañadas cuando
índice de éxito en la curaciÓn del etlujo y por tanto de las finalmente se someten a procedimientos diagnósticos,
infecciones. que poca ayuda se les puede ofrecer, aparte de la derivación
urinaria permanente. •

REFERENCIAS
Ahmed S, Boucaul R .. courctcral retlux in complcteureteral El o J ct al.: Character of urinary tract in fcctions and pyelonephritíc
duplication: Surgical options . .J Uro/ 1988; 140: 1092. renal scarring after antireflux surgery. JUro! 1982;129:343.
Alon U, Berant M, Pery M: Intravenous pyelography in children Glenn JF, Anderson EE: Distal tunncl ureteral reimplantation. J
with urinary tract mfection and vcsicouretera\ re1lux . Pediat- Uro/1967;97:623.
rics 1989;83:332. Griffiths DJ. Scholtmcijcr RJ: Vcsicouretern1 rel1ux and lower
Ambrosc SS ct al.: Obscrvations on small kidney associated with urinary lract dysfunction: Evidence for 2 difercnl re-
vesicoureteral reflux . J Uro/1980;123:349. tlux /dysfunction complexcs JUro! l 987 ; J 37:240 .
Arap S, Abra o EG, Menczes di! Goes G: Treatment and prevcntion Gross G\V, Boa! DK: Sonographic assessmenl ol'normal renal size
of complicatons after extravesícal antirctlux tcclmiquc. Eur in children wilh myelodyspla.~ia . .J Urol1988;140:784 .
Uro/ 1981;7:263. Hawtry CE et al.: Ureterovcsical rellux in an adolescent and adult
Arap S et al.: Thc extra-vesical antireflux p1asty: Statistical analy- populalion . J Uro! 1983; 130:1067.
sis. Uro! In! 1971 ;26 :241 . Hellstrom M et al.: Voiding cystourclhrography as a preditor of
Askari A, Belman AB: Vesicoureteral re!lux in black girls . .JUro! retlux nephropathy in children with urinary-tract infection.
1982;127:747. AJR 1989; 152:801.
Atwell JO, Allen NH: The interrelationship between parauretric Hendren WH: Compl ications of megaureter repair in children J
diverticula, vcsicourctcric reflux and duplication of lhe pelvi- Uroll975;113:228 .
caliceal collecting systcm: A family study. Br.J Um/1980; 52:269. Hendrcn WH: Rcoperation fór the failed ureteral reimplantarion.
Atwrll JD, Cox PA: Growth of the kit~ney f<.1llowing unilateral JUro! 1974;111:403.
anlire!lux surgery. Eur Uroll981;7:257. Holland NH ct al.: Relation of urinary tract "infection and vcsi-
Bakshandeh K, Lynne C, Carrjon H: Vesicourcteral rdlux and couretcml rctlux to scars: Follow-up ofthirty cighl paticnts. J
end stagc renal discase . .J Uro/1976;1 16:557. Pediatr 1990; 1 I 6:S65.
Baucr SB, Colodny AH, Retik AB: Thc managcment of vesi- Huland H et al.: Vesicourcteral reflux in cnd stagc renal disease. J
couretcral rcflux in children with myelodysplasia. J Uro! Uro/1979;121:10.
) 982;128: 102. Hutch JA: The mesodermal component: lts embriology, anatomy,
Bcn-Ami T et al.: Vesicourclcral rcf1ux in boys: Revicw of 196 physiology and role in prevcntion of vesicouretral reflux. J
cases . Radiology J989;18J:óR 1. Urol\972;108:406.
Birmingham Rcflux Study Group. Operative versus nonopcriltive Hutch JA: Ureteric advacemenl opcration : Anatomy, techinique,
treatment of severe vesicourctcric rellux in children : Fjve and ear1y resulls . JUro/ 1963;89: 180.
years' observation . Br Med J Clin Res 19R7;295: 237. Hutch JA, Amar AD: Vesicoureferal Re/lu.x and ?yelone- phrilis.
Bisset GS 3d, Strife JL, Dunbar JS: Urography and voiding Appleton-Century-Cro lls, 1972.
cystourethrography: Findings in girls with urinary tract infec- Jequier S, Jequier JC: Reliability ofvoidíng cystourcthrography
tion. AJR 1987;14~:479 . to detcct rcflux. AJR 1989;153:807.
Bjorgvinsson E, Jajd M, Eggli KO: Diagnosis of acute Joda! U ct al.: lnfection pattem in children with vcsicourcteral
pyelonephritis in chi\drcn: Comparison of sonography and rcflux randomly allocated to operation or long-tcrm antibac-
99mTc-DMSA scintigraphy. AJR 1991;157:539. terial prophylaxis: The lntcmattOnal Retlux Stndy in Chil-
Blakc NS, O'Conncll E: Endoscopic correction of vcsicourctcric dren . J Uro/1992 ;148 :1650.
rcllux by suhmctcric Tetlon inject10n. followup ultrasound Johnston JH: Vcsicoureteric retlux with urethral va1ves. Br JUro!
and voiding cystography. Br .J Radiol 1989;62:443 . 1979;51: lOO.
Buurnc HH ct al.: lnlrarenal retlux and renal damage. JUro! Kallen RJ; Paleonephrology and reflux nephropathy: Frorn the
1976;115:304. "big bang" to cnd-stagc renal disease. A m J Dis Child 1991;
CasalcAJ: Early uretcral surgery forpostcriorurclhra1 val ves. Uro! 14S:Ró0.
Clin North Am 1990; 17:36 J. Koff SA: Relationshíp bctwecn dysfunctional voiding and retlux.
Chisholm GD ct al.: DMSA sean and the prediction ofrecovcry in JUro/ 1992;148: 1703.
obstructive uropathy. Ew- Uro/ 1982,8:227. K off SA, Murtagh DS: The uninhibited bladdcr in chi\dren: Effect
Cohen SJ: Ureterocystoncostomic: Einc neuc antiret1ux Technik. or treatmenl of rccurrcncc of urinary infection and on vcsi-
[Urcterocustoneostomy: A new techniquc for rcflux preven- couretera! reflux rcsolut ion. J Uro/1983 ;130: l 138.
tion .] Aktuelle Urologie 1975;6: l. Lcadbctter GW Jr: Skin ureterostomy with subscquent uretcral
DcKicrk DP, Rciner \VG, Jeffs RD: Vcsicourcteral rct1ux and reconstruction. J Urol 1972; 107:462.
ureteropelvtc junctíon obstruction : Late occurrence of Lcnaghan D et al.: The natural history of reOux and longtcnn
urcteropelvic obstruction after successful urcteroneo- cffects orretlux on thc kidncy. JUro/ 1976;115:728.
cystostomy. J Uro! 1979; 121:816. Lcrncr CR, Fleischmann LE, Pcrlmutter AD: Rct1ux ncph-
Duckctt JW, Bcllinger MF: A plea for standardizcd grading of ropathy. Pediatr C/in North Am 1987;34:747.
vesicouretera! reJlux Eur Uro! 19R2;8:74. Lewy PR, Bclman AB: Familia! occurrencc of nonobstructivc,
Duckctt JW Jr: Ureterovesical junction ancl acquired vesi- noinfectious vesicourcteral reilux with renal scarring . .J
cometeral reflux. J Uro/1982;127:249. Pediatr 1975;86:85 1.
13
Infecciones inespecíficas del
aparato genitourinario
Edwin M. Meares! Jr.J MD, FACS, FIOSA
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Las infecciones "inespecíficas" del aparato genitourinario sondas urinarias permanentes. En el cuadro 13-1 se indican
SQ!1 un gru_p_o de ~nferm-edaclesconman{festaciones simiJa= los diversos patógenos urinarios.
res causadas principalmente ·por bactedas gramncgát l:Vas La mayor parte de las infecciones no complicadas de las
as(
a ero bl por eje mrTO:I!:scflúici1w-coll~ .ProTéu~"i!ñú-:[iJJTlis), vías urinarias que se adquieren fuera del hospital (no nosoco-
coc~grampositivos (por ejemplo, estafilococos, ente- miales) las causan bacterias colifonnes, principalmente E.
rococos) y, en menor grado, bacterias anaerobias obligadas colí. Estos patógenos tienden a ser susceptibles a diversos
(por ejemplo, Bacteroides jragilis, pep"toestreptococos). antimicrobianos orales y ceden con rapidez a tratamientos
Además, las infecciones inespecíficas de la uretra con fre- cortos. Las infecciones adquiridas en el hospital (no-
juencia se ocasíonañ por""rrúcroorgáiiísmosq\.te re<:}ilíeten socomiales)li16fu~ieñ con frécUeñc1a patógeñ0Srl1~sresis­
t~_cp_!cas-~~Q:~9~~~-di:i~_e_ñ!i.(1~i~!Q_!i(p-or ejemplo, Chlamy- tentes (por ejemplo, Pseudomona aeruginosa, Serratia
dia trachomatis, Ureaplasma urealyticum, Gardnerella marcescens) y qutÚ-requieran antlmicroblanos parentera-
vaginalis). Estas infecciones inespecíficas se distinguen de les. Las infecciones-por---microorgan1smos--que-pr0ducen
las causadas por microorganismos -,'específicos'·'-que dan illcasa (que de~doblan la urea) (por ejemplo, P mirabilis) se
I_l!~ñaeñf~Cíi<fcibilC:aJ1l~n_R::s.ú1g~)JiL(por·efeñ1pio, acompañan de una orina muy alcalina y tendencia a la precipi-
tuberculosis, gonorrea, actinomicosis). tación de fosfatos para formar cálculos urinarios de fosfato
En infecciones agudas, suele encontrarse un solo pa- amónico de magnesio (estruvita) y fosfato de calcio (apatita).
tógeno ínTectante; -e-nlas crónicas- sé..observan -e~ Estas infecciones pueden afectar cualquiera de los
C!fe_ricia ~-S-0 más:-~n:~rtj~~Jar- ;;-~~p~~i~!t,_!~_gQep-a"dec-en órganos genitales o urinarios y con el tiempo diseminarse
v~ji~~s ne~!_tpá~i~-~-~~ístu~s vesicoe~érica_s o tienen de tm sitio a otro o a todos ellos (figura 13-1). Las infec-

Cuadro 13-1. Microorganismos que causan comúnmente infecdones de vías genitourinarias


Cocos grampositivos Bacilos gramnegativos Otros patógenos

Staphylococcus aureus Citrobacter Chlamydiae (Chlamydia trachomatis)


Staphylococcus epidermidis Escherichia coli
Staphylococcus saprophyticu.s ~. Especies de Enterobacter Hongos (especies de Candida)
Streptococcus, grupo D Gardnerella vaginalis (Haemophilus Mico plasmas ( Ureaplasma
Streptococcus fecalis (enterococos) vaginalis) urealyticum)
Streptococcus bovis Especies de Klebsiella Bacterias anaerobias obligadas
Streptococcus, grupo B Morganelfa morgannii Trichomonas vaginalis
Cocos gramnegativos Proteus mirabilis Virus
Especies de Proteus (positivas al
Neisseria gonorrlioeae (no indo!)
productora de ~-lactamasa) Providencia stuartü
Neisseria gonorrhoeae (productora Pseudomonas aeruginosa
de P-lactamasa) Especies de Serratia

205
206 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

Hematógena a nñones.
próstata y testículos

Ascendente (reflujo)
de la vejiga al riñón

Ascendente (uretra)
a próstata y vej1ga

Extensión directa
(intestino) a veJiga

Próstata a
ep1didimo

Figura 13-1 . Vías de infección en el aparato genitourinario.


Infecciones inespecíficas del aparato genitourinario • 207

cienes renales tienen mayor importancia porque destru- G. Bacteriuria asintomática


yen el parénquima. Como muchos trastornos genitourina- Identificación de una bactcriuria significativa (2: 100 000
rios no infecciosos tienen los mismos signos y síntomas de colonias/mL) en la orina renal o vesical, con o sin piuria, en
las enfermedades genitourinarias infecciosas, para el un paciente sin síntomas de lVU. Debe diferenciarse de la
diagnóstico y tratamiento es importante identificar el agen- contaminación por microorganismos uretrales o vaginales
te infeccioso mediante métodos adecuados de cultivo. Ade- debida a malas técnicas de obtención de muestras.
más, las pruebas de sensibilidad antimicrobiana con
frecuencia son de capital importancia en el tratamiento
H. IVU crónica
clínico. Conviene más evitar este término confuso e impreciso;
implica tanto rvu persistente como recurrente.
Definiciones de los síndromes
infecciosos comunes /. Prostatitis crónica
Un término impreciso que incluye diversos síndromes de
causas y secuelas clínicas variables: prostatitis bacteriana 1
A. Síndrome uretral agudo (mujeres) crónica, prostatitis no bacteriana crónica y prostatodinia.
,Qisuria y poliaquiuria con otros síntomas vesicales o ure-
trales, variables; se caracteriza por cuentas bajas de bacterias
o "ausencia de crecimiento" en urocultivos . En ocasiones
J. Pielonefrítis crónica
Un término confuso, cuyo significado exacto depende de su
se acompaña de vaginitis. Puede ser causado por bacterias
uso. Es principalmente un diagnóstico radiológico basado
o por C. trachomatis.
en estudios urográficos que demuestran la'-cicatrización renal
y la defom1ación de los cálices':. En pacientes con infección
B. Uretritis aguda (varones) --, bacteriana renal persistente, puede acompañarse de sínto-
Disuria con exudado uretral sin infección concomitante de\ mas renales recurrentes, bacteriuria y piuria; sin embargo,
la vejiga. Con mayor frecuencia representa una enfennedad \ muchos enfermos con demostración radiológica de pie lo-
de transmisión sexual causada por Neisseria gonorrhoeae. ¡ nefritis crónica tienen urocultivos negativos sin pruebas
e
(exudado amarillo) o no gonococos, por ejemplo, tracho- \ de infección activa.
ma_tis o U urealyticum (exudado blanco). ..J

K. IVU recurrente reinfectante


C. Pielonefritis aguda ~
Es cuando nuevos microorganismos ascienden por la uretra
Escalofrío y fiebre (a menudo alta), dolor en flanco y1 desde la parte exterior de las vías urinarias y causan nuevas
disfunción irritativa de la micción. Suele ser unilateral; se JVU a intervalos variables después de que se erradicó una
acompaña a menudo de bacteriemia. Caracterizada por bac- infección previa.
teriuria (por lo general 2: 100 000 colonias/roL) y piuria, 1
a·menudo con cilindros de leucocitos y células brillantes. _ L IVU recurrente con recaídas
Es cuando los microorganismos persisten dentro de las vias
urinarias durante el tratamiento y aparecen en los cultivos
D. Prostatitis aguda
Escalofríos y fiebre acompañados de grados variables de de orina después de que éste se completa.
ctf§ftmción al orinar, tanto iuítativa como obstructiva; se
caracteriza por una próstata indurada, hipertrófica y sensi- Observaciones importantes en relación
ble. Existen secreciones prostática purulentas, por lo gene- con las IVU
ral por infección con bacilos coliformes. Acompañada con
frecuencia de bacteriuria: en ocasiones con bacteriemia. Durante }os últlroos años, las investigaciones han esclareci-
do ciertos aspectos de las ir1fecciones de vias urinarias y han
cambiado algunos de los conceptos tradicionales sobre este
E. Enfermedad inflamatoria pé/vica aguda tema.
(mujeres) _
Es una infección ascendente desde la vagina y el endocérvix
1) Las JVU son las infecciones bacterianas más frecuen-
hacia los órganos genitales intrapélvicos (útero, trompas
tes CG e} serhumano a cualquier edad.
uterinas, ovarios) que se caracteriza por: escalofríos y
2) T.a incidencia yla;secuelas de las IVU, así como las
fiebre, dolor pélvico y secreción vaginal variable; con fre-
consideraciones necesarias para su diagnóstico y tra-
cuencia se confunde con IVU Causada principalmente por
tamiento, varían con el sexo y la edad (cuadro 13-2).
N. gonorrhoeae o una infección no gonocócica (bacterias
3) Alrededor del 20% de las mujeres con orina estéril
aerobias o anaerobias, e trachomatis).
(obtenida por aspiración de la vejiga con aguja su-
prapúbica) presentan, en muestras limpias de orina a
F. Epididimitis aguda mitad de la micción, cultivos con menos de 1O 000
Tumefacción dolorosa de uno o ambos epidídimos, con colonias de bactcrías/mL (Stamey, 1980).
fiebre y frecuencia variable de disuria y piuria. En varon_es 4) Un importante estudio (Stam y cols., 1982) revela
jóvenes suele acompañarse de uretritis de transmisión se- que la orina vesical de mujeres con síntomas agudos
e
xual (N. gonorrhoeae o trachomatis); en varones mayores contiene significativament e menos bacterias co-
se acompaña más comúnmente de prostatitis (infecciones liformes que el criterio diagnóstico tradicional de
con bacilos colifonnes). 100 000 bacterias/roL en muestras que se obtienen a
208 • Urologia general de Smith (Capítulo 13)

Cuadro 13-2. Frecuencia de infecciones de vías 8) En términos generales no es confiable la diferencia-


urinarias según edad y sexo ción clínica entre una infección de vías altas y de vías
bajas mediante pruebas no invasoras (cuadro 13-3).
Relación aproximada 9) La terapéutica convencional de 7 a 14 días no es ideal
Grupo de edad Frecuencia entre sexos
para la mayoría de las formas de IVU; la infección
% (varones: mujeres)
de tejidos profundos requiere un tratamiento más ,
Neonatal l 1.5:1 intensivo y las infecciones superficiales de mucosas, ~
Edad preescolar 2a3 1:10 uno menos prolongado.
Edad escolar la2 1:30 10) Para las mujeres con IVU aguda no complicada, un
Edad de la 2.5 1:.50 tratamiento de J a 3 días con varios agentes antimi-
reproducción crobianos ha probado ser tan eficaz como un trata-
miento tradicional de 1O días y tiene muchas menos
Edad avanzada (65 a 20 1:1 o
reacciones adversas.
70 años) que viven
en casa
Edad avanzada 30 1:2 Clasificación de las IVU
(mayores de 80 años)
que viven en casa El uso de términos como infección crónica o reincidente
lleva a confusión. Por esta razón, Stamcy ( 1980) sugirió una
Edad avanzada, que 30 1:1
clasificación que es en particular útil al trazar la historia
viven en hospitales o
natural de la IVU para pacientes individuales; también
instalaciones para
incorpora de manera relevante el tratramiento clínico indi-
cuidados crónicos vidual. ~

la mitad de la micción. De hecho, estos investigado-


A. Primera infección
Se refiere a la primera infección confirmada en cualquier
res encontraron que sólo el 51% de las mujeres con paciente. DesdeeTp-illifo-d.evi"sta terapéutíco~-aparte de ésta,
IVU sintomáticas por bacterias coliformes se identi- todas(as infecciones caen en una de las otras categorías de
ficaron mediante el uso del criterio diagnóstico de esta clasificación. En general, la primera_i!)fec¡;;_i§_n ~T1 mu-
por lo menos 100 000 bacterias/mL. je~óvenes no tiene com_Q_ll~~~\C?f!~~; menos de 1 de cada
5) La presencia de piuria tiene escasa correlación con el 3 reincide en los siguientes 18 meses.
diagnóstico definitivo de IVU; puede haber piuria en
ausencia de IVU y viceversa. B. Bacteríuria no resuelta
6) El interrogatorio y la exploración física por sí solos Se refiere a los casos de IVU en los cuales las vías urinarias
no pueden diferenciar entre infección renal e IVU no se esterilizan durante el traiam1ento:-Los cuJtivosoote-
baja o (en las mujeres) entre infección vesical y o
nTdos- durantecltratamicntO,- -inmediatamente después,
síndrome uretral. muestran que el patógeno infectante no se eliminó por
7) Una infección de los tejidos profundos del riñón y de completo (incluso si disminuyeron las cuentas) con latera-
la próstata y una infección superficial de la vejiga péutica. Las principales causas de bacteriuria no resuelta
son las siguientes:
requieren diferente tratamiento clínico.
l. Resistencia bacteriana al medicamento seleccionado
Cuadro 13-3. Estudios para identificar el sitio para eftratarniento.
de infección de vías urinarias (vías altas en 2. lncumpli~iento del paciente para tomar la medica-
CIOn.
comparación con vías bajas) 3. Desarrollo rápido de resistencia por bacterias suscep-
Invasores pero precisos tibles en un principio.
Aspiración transcutánea de la pelvicilla renal 4. Infecciones mixtas con cepas de bacterias de diferen-
Cistoscopia con cateterización ureteral -te susceptlb!Tídid antimicrobiana.
Prueba de lavado vesical de Fairley 5. Reinfección rápida con una np~y9- ~-~ecie resistente
duran-te -Ii-terap6utíca inicial del microorganismo
No invasores pero con frecuencia imprecisos original (sensible).
Estudios de anticuerpos séricos 6. Insuficiencia renal (hiperazoemia).
Pruebas de hemag1utinación
Pruebas directas de aglutinación bacteriana
7.". ~~ár~~~&riant~ en astas de venado muy infectado.

Anticuerpo urinario (prueba de bacterias recubiertas C. Persistencia bacteriana


con anticuerpos) Corresponde a los casos en Jos que los cultivos de orina se
Prueba para autoantícuerpos a proteina de Tamm-Horsfall esterilizan duranteeltrat1m1ento·,~~ouna fuente_d_e ü1fec-
Nivel de proteína C reactiva c1ón que persiste en contacto con [a orina y las vías urinarias
Concentración urinaria de lactato cÍcshidrogenasa noTo hace; esto origina reinfección urinaria con los mismos
Concentración urinaria de ~2-microglobulina -miáo-organTsmos~-Algunas -causas de persistencia bacteria~
Capacidad máxima de concentración urinaria ;-a so': las siguientes:·------··---·-
Infecciones inespec(ficas del aparato genitourinario • 209

l. Cálculos urinarios infectados.· D. Extensión directa desde otros órganos


2. ProstatltJS bacferiina cronica. Los abscesos intraperitoncales, en especial los relacionados
3. Riñón-atrÓflcd ii1fcctado, unilateral. con en.fermedades-íñtlani.atorias-aer intesiíño:afeccÍón in-
4. Fístulas vesicovaginal y vesicointestinal. flamatoríá p6Tvica fu.iñ11i1antc- en mujeres, abscesos parave-
5. Nefropatía obstructiva. sicales y' fístulas de las vías genitourinarias- (en-especial
6. Divertículo piclocaJiceal infectado. vesíCm..lginafesy- vesrcoi"ntestinalcs)~- pueaen infectar el
7. Muñones ureterales infectados después de una ne- aparato_urinariQ_por..extcnsión .directa. ·
frectomía por pie!oncfrítis o pionefrosis.
8. Papilas necróticas infectadas por necrosis papilar. Factores de susceptibilidad
9. Quistes del uraco infectados. y mecanismos de defensa en infecciones
10. Riñones con médula esponjosa infectados .
ll. Divertículos uretrales.
de las vías urinarias (IVU)
12. Cuerpos extrai'ios.
Si bien se sabe que la J?~cü:ria responsabl~ Q.e las IVU reside
de manera primaria en la Qgra fecal, los factores que penni-
D. Reinfeccíones ten que estas bacterias invadan las vías genitourinarias y se
Son los casos de TVU en los cuales ocurre una nueva produzcan síndromes infecciosos , permanecen basta cierto
inf~ccioñ(en-"gc'ner:al por- ascen·so-itr"a ves ae.·-ra. uretridesde punto inciertos. Pruebas precisas sugieren que, en mujeres';,_
el extéríor de las vías urinarias) con patógenos nuevos en las bacterias patógenas del recto forman inicialmente colo- 1

intervalos variables desp\lés~e se erradicó una i!!f~~L(m nias en la mucosa vaginal y se diseminan por la uretra 1
previa. Es probable-que--por lo menos el 80% de todas las hasta pasar a la vejiga. Se ha pensado en las relaciones
IVU-reincídentes seanrcinfeccíones, tal v-el: por-álteúiC1o:: sexuales, las manipulaciones de la uretra y Jos partos, como .
1

nescn ·las de-fensas del huésped. Se requiere un-a- mayor factores que aumentan este ascenso . Los factores de sensi-
compre-ns1on de las susceptibilidad biológica a la infección bilidad y los mecanismos de defensa pueden considerarse
y a la reinfección para mejorar el tratamiento clínico y la como extrínsecos a la vej)ga (los que incluyen la uretra y el
prevención de la IVU. introit~ vaginal en mujeres y la próstata y uretra en varones)
e intrínsecos de la vejiga.
Patogenia de la IVU
A. Factores de virulencia bacteriana
No siempre es posible descubrir con seguridad la forma de E. coli causa la mayoría de las JVU; de hecho, este microor-
entrada de las bacterias al aparato genitourinario. Hay cuatro g-~~IST;¡o origina el 90% _de l_íl;S lYlJ. de primera vez entre los
vías principales. pacientes externos. Aunque se han identificado más de 150
cepas de E. coli, casi todas estas infecciones se originan en
A. Infección ascendente los serogrupos O l, Q2, 04, 06, O] 8 y 075 . No se sabe si
La infección ascendente desde la uretra.t.s_si_n Q!JQ.ª.lª-gausa una cepa determinada causa IVU porque es eí microorga-
más frecuente de infecciones de vías genitourinarias en nismo más frecuente en la flora fecal del huésped o porque
hombres y de IVU en mujeres. Como la ur:etra femenina es tiene una propensión especial a causar esta infección.
corta y hay una tendencia de las bacterias rectales a coloni- Se sabe que las cepas de E. coli de niños con pielone-
zar el perineo y el vastíbulo vaginal, las mujeres y las niñas fritis aguda tienen una gran propensión para adherirse a
son en especial susceptibles a las IVU ascendentes. Múlti- células vaginales y uroepiteliales, en tanto que las cepas de
ples estudios en años recientes confirman que la relación mujeres con bacteriuria asintomática, o las de heces norma-
sexual es el mayor factor precipitante de TVU en mujeres. les tienen poca adherencia bacteriana. Esta propiedad es
mediada por pilos bacterianos, que son apéndices proteiná-
ceos, no flagelares, que salen de la superficie de la célula
B. Diseminación hematógena bacteriana como pelos delgados y se clasifican según su
La infección de las vías genitourinarias por diseminación
capacidad para aglutinar eritrocitos de diferentes especies
hemat<fg'en~~ª.r_a,_aunqp~ hay grandes excepciones corn_o
animales y por su respuesta frente a distintos azúcares que se
tuberculosis, abscesos rectal~s y perinéfricos. Por el contra-
sabe bloquean esta hemaglutinación.
rio;-durante infecciones agu&is-defrltf6n y la próstata las
Algunas cepas patógenas de E. coli tienen pilos tipo 1
bacterias suelen pasar al torrente sanguíneo. Es más pro- que aglutinan eritrocitos de cobayo y esta hemaglutinación
bable que aparezca bacteriemia como complicación de las
la inhibe el azúcar D-manosa. Las cepas con pilos tipo
IVU cuando hi!J' an__Qll)alías estructu~ª!_~_y f_!!_nci_onal_c_s (por 1, que se caracterizan por hernaglutinación sensible a la
ejemplo , uropatía obstructiva), que cuando las vías urinarias manosa (HASM), reaccionan selectivamente a secuencias
son normales. específicas de azúcares en forma de gl uco lípidos o
glucoproteínas en las superficies de células epiteliales hués-
C. Diseminación linfática ped y originan la adherencia de la bacteria a la célula.
Es probable que haya infcccióri de. las vías genitourinarias Otws cepas patógenas de E. coli también producen
a través de los conductos linfáticos, pero e~. Se ha pilos tipo 2, que aglutinan eritrocitos humanos (no de cobayo)
pensado , pero hay pocas pruebas que lo conf1rmen, que los y esta hemaglutinación no la inhibe el azúcar D-manosa. Las
patógenos viajan a ·través de los infáticos rectales y del cepas con pilos tipo 2, que se caracterizan por hemaglutina-
colon hasta la próstata y la vejiga y por los linfáticos ción resistente a la manosa (HARM), reaccionan de manera
periuterinos hasta el aparato genitourinario femenino. específica con receptores de células uroepiteliales, que son
formas especiales de glucolípidos. La adherencia específica reincidente que a las células similares provenientes de
más importante incluye cierta interacción de los pilos con controles sanos. También demostraron esta mayor adhe-
receptores de las células uroepitehales, que son glucolí- rencia de E. cofia las células de la mucosa oral en dichas
pidos de )a serie globo, idénticos a los glucoesfingolípidos del mujeres; esta observación sugiere la participación de
grupo sanguíneo P. De hecho el disácarido terminal del grupo fª-q_,t9_res genéticos. En apariencia las mujeres con IVU
sanguíneo P, el glucoesfingolípido pk, es el receptor que reincidentés tienen- más receptores de adhesina en la mu-
participa en la HARM causada por cepas pielonefríticas cosa genitourinaria y, por tanto, más -Sitios de unión
de E. coli. Los pilos bacterianos que interactúan específica- para bacterias patógenas o menor cantidad de com-
mente con estos receptores se llaman pilos P o fimbrias puestos solubles receptores en las secreciones mucosas
P. En el riñón hay receptores para pilos P, en especial en (son "no secretoras " ); en consecuencia, muestran menor
las células tubulares renales y también en células uroepite- capacidad para la inhibición competitiva de la invasión
Jiales. mediada por adhesión . Las células cpíteliales de mujeres
Se observa en niños una relación muy estrecha entre con fenotipo no secretor se unen con mayor rapidez a E.
las cepas de E. coii con fimbrias P y el tipo de IVU que se coli que posee de pilos Gal-Gal (pilos P), en compara-
presenta (pielonefritis versus cistitis). En un estudio de 35 ción con las células de mujeres con fenotipo secretor. Un
pacientes con pielonefritis, 94% tenían infección con estas estudio reciente demostró que las mujeres con IVU
cepas. En contraste, de 26 pacientes con cistitis, sólo el 19% reincidentes tienen mayor probabilidad de ser no secre-
tenía cepas con fimbrias P; de 36 pacientes con bacteriuria toras en comparación con mujeres no susceptibles a
asintomática, sólo el14%, y de 82 controles sanos con cepas infección. Así, se interrelacionan el fenotipo no secretor
fecales , sólo el 7 por ciento (Kallcnius y cols., 1981 ). y la mayor receptividad de células epiteliales para E. coli
Hallazgos similares se reportan en mujeres adultas con uropatógena con las lVU reincidentes. Las células epi-
pielonefritis no obstructiva aguda (Jacobson y cóls., 1985). teliales de las mujeres secretoras presentan mayor acti-
La presencia o ausencia de reflUJO vesicourctcral al parecer vidad de la fucosiltransferasa. Dicha act1vidad se
afecta el tipo de adherencia que caracteriza a los patógenos acompaña de la expresión de oligosacáridos de los gru-
que causan pielonefritis. La mayoría de las niñas con vías pos sanguíneos A, B y H sobre la superficie de las
urinarias anatómicamente normales desarrollan piclonefri- células, donde tienden a cubrir y hacen menos notables
tís por cepas bacterianas con fimbrias (o pilos) P. En con- a los oligosacáridos poco prominentes de los receptores
traste, casi todas las que padecen reflujo vesicoureteral de adhesión. Por el contrario, las células de las no
tienen pielonefritis por cepas bacterianas sin fimbrias P secretoras carecen de actividad fucosiltransferasa; por
(Lomberg y cols., 1983 ). tanto, no se expresan los oligosacáridos de los grupos A,
La mayoría de E. coli aisladas que causan las IVU B y H. Por consiguiente, los receptores de la adhesión
poseen pilos tanto tipo 1 (MSHA) como tipo 2 (MRHA), quizá sean más accesibles (Lomgerg y cols., 1983;
así como -Jás propiedades de adhesión. El moco urinario o Sheinfe1d y cols. , 1989).
limo, que en la vejiga es idéntico a la proteína de Tamm- 2. Factores uretrales: Son difíciles de estudiar. Es pro-
Horsfall elaborada por los túbulos renales, contiene recep- bable que sean factores importantes en la susceptibilidad
tores de manosa. Se piensa que la adhesividad sensible a la para las IVU la adherencia bacteriana a la superficie
manosa es la que se encarga de unir las cepas de E. coli al epitelial, la infección bacteriana de las glándulas periu-
limo urinario y que hay un proceso en dos fases para la unión rctrales y la naturaleza y turbulencia del flujo urinario
de cepas uropatógenas. Los microorganismos E. coii se que baña la superficie uretral.
adhieren primero al limo urinario por medio de una fijación
sensible a manosa. Si no se encuentran otras propiedades
C. Factores de susceptibilidad
adherentes, se eliminarán las bacterias con el moco y no
habrá infección. Sin embargo, si también están presentes las
extrínseca en hombres
La evtdcncia preponderante sugiere que la principal vía de
propiedades de resistencia a la manosa, como las mediadas
infección en hombres con IVU es la yia ascendente a partir
por pilos P, las bacterias se adhieren a las células uroepite-
de la formación de colonias en la uretra. Al contrario de Jo
liales y puede producirse la infección.
que sucede en niñas y mujeres, la uretra masculina no está
Si bien estos descubrimientos recientes son importan-
cerca del ano, ni posee una superficie mucosa adyacente (la
tes, aún quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la
vejiga) en la que pud1eran formarse colonias de bacteria§._
patogenia de las lVU.
Además, en condiciones normales la próstat~ secr:eta una
sustancia antíbacteriana potente que probableinenfe sirve
B. Factores extrínsecos de sensibilidad como mecanismo de defensa natural contra las lVU ascen-
en mujeres dentes. Esta sustancia es el cinc. Falta o se encuentra en
1. Factores del introito: La receptividad del epitelio vagi- can ti dad reducida en varones afec-tados de prostatitis bacteriana.
nal a la col~miza~ión bacteriana, especialmente de las La infección bacteriana crónica de próstata es la causa
bacterias patógenas, es el primer paso de las IVU ascen- principal de la JVU reincidente en hombres.
dente, en la mujer. Al parecer, la aparición de colonias Recientemente, se observó que la superficie mucosa
en lassuperficies mucosas depende de la capacidad del del prepucio de recién nacidos es susceptible a la invasión
microorganismo para adherirse;¡. células epiteliales su- por bacterias patógenas. Las bacterias con pilos P y pilos
perficiales. Schaeffer, Jones y Dunn ( 1981) mostraron tipo l se adhieren. Además, en la adhesividad quizá también
que E. coli aislada en la orina se adhiere in vitro con más sean importantes las interacciones hidrófobas y las cargas
rapidez a las células vaginales de mujeres con lVU electrostáticas. Se postula una relación entre la elevada
Infecciones inespecíflcas del aparato genitourinario • 211

mcídcncia de las l VU en varones no circuncidados y la productoras menos potentes de ureasa pero elaboran otras
adherencia de bacterias a la mucosa del prepucio. Po( tanto, SUStancias qy_~f~.Y.9J.CCen_lª forf:r!_ª-~~n_c!_~cJÍ~~{os uriñarÍOS.
para prevenir las IVU y la pielonefritis aguda en recién La.c; bacterias grampositiva.'>, esp_ecífjqmente estafil_9coººs
nacidos masculinos se requiere circuncisión o evitar la adhe- coag-üiasa twgati~~ (S. _!!l?__i1_ermjdi_.~ y_s_: .. s_C!prophytictLs), §:
rencia bacteriana al prepucio (Fusscll y cols., 1988). aure_g.'j__y estreptococos fl2Lg_r_gp_Q _Q ( ent~!o~ocos), ca_us_~
en ocasiones pielonefritis. Los estafilocos pueden infectar
D. Factores intrínsecos de susceptibilidad al riñón por la via hematógena y causar bacteriuria y absce-
Existen múltiples factores intrínsecos de la vejiga que influ- sos renales. Las bacterias anaerobias obligadas rara vez
yen en la susceptibilidad a las IVU tanto de hombres como causan pielonefritis.
de mujeres. Existen pruebas que las bacterias colocadas en
la vejiga de voluntarios se eliminan rápidamente y sin Anatomía patológica
tratamiento por la micción espontánea normal. En conse-
cuencia, la micción eficaz, por sí misma, puede servir como A. Macroscópica
mecanismo de defensa contra las infecciones vesicales . La El riñón suele crecer por el edema inflamatorio. En la
disfunción neurógena de la vejiga, la orina residual y superficrc subcapsular se observan p.equcños abscesos ama-
la presencia de un cuerpo extraño, aumentan la sensibilidad rillentos clásicos, elevados, rodeados por un anillo hemo-
a estos procesos. Se investigan otros factores que pudieran rrágico; al corte, aparecen principalmente en la corteza
ser importantes con relación a la facilidad con que las como pequeñas zonas redondas configuradas en cuña y
bacterias se adhieren a células de la superficie vesical : tal de distribución focal. A partir de la corteza se diseminan
es el caso de la mucina y el glucosaminoglucano de la estrías amarillentas rectas (túbulos colectores con pus) que
superficie, del anticuerpo urinario y de las propiedades pasan a lo largo de la médula hasta las papilas. Con frecuen-
antim icrobianas de la orina (en especial la osmolalidad cia, las superficies mucosas de la pclvicillas y los cálices
elevada y el pH extremo). Los factgr~~.gené_ticos también renales están congestionadas, engrosadas y recubiertas de
pueden ser importantes. exudado.

E. Factores ureterales y renales B. Microscópica


Además de los factores dependientes de la sensibilidad El parénquima muestra, en especial en la corteza, destruc-
general del huésped a -rnfcccioncs hay otros más que se ción tisular extensa por inflamación aguda. Los leu'Coc¡fcfs
relacionan de manera especifica con la infección ascendente , polimorfonucleares tienden a invadir el intersticio y los
desde la vejiga a las vías urinarias altas:. la presencia o au..c:;encia ' túbulos. Además, es común la infiltración por linfocitos,
de reflujo vesicoureteral, la calidad del peristaltismo de los células plasmáticas y eosinófilos. La médula renal se afecta
uréteres y la susceptibilidad relativa de la médula renal a las de manera similar. Igualmente, el epitelio de la pelvicilla
infecciones. ,También se ha pensado que las uropatías obs- renal y del sistema de cálices muestra alteraciones inflama-
tructivas, la disminución del flt.Uo sanguíneo renal, las afec- torias agudas . A menos que la inflamación sea grave, los
ciones renales primarias y los cuerpos extraños renales o glomérulos están mucho menos afectados . Lo más signifi-
uretera!es, son factores que aumentan la susceptibilidad del cativo es la naturaleza focal de la infección renal con infla-
riñón a las infecciones. mación.

Patogenia (figura 13-2)

La infección renal suele ascender desde la uretra y las vías


INFECCIONES INESPECÍFICAS g~nJ~~u_ii~~ri~i--ba}~Cf~ra-~e~ h·ay-1nfeccíón her:n~tó:gcila
DE LOS RIÑONES -de los riil.ones: excepcionalmente, se observa por vía dise-
minación linfática.
La uretra corta en niñas y mujeres y su proximidad con
el ano, permiten que las bacterias patógenas periuretrales
PIELONEFRITIS AGUDA lleguen con facilidad a la vejiga durante las relaciones
sexualeso las mañío&ras uretáiles. ti.láñ-do es-tos pacien-
Etiología tes "tlenen-aÜeracÍoncs defas-éfefensas locales por anomalías
biológicas, anatómicas o de otra índole, presentan con fre-
La pielonefritis aguda es una enfermedad inflamatoria in- cuencia colonias de bacterias entéricas patógenas en el
fecciosa que afecta al parénquima y la pelvicilla renal; introito y penuretrales y son en especial propensas a infec-
puede incluir uno o, en ocasiones, ambos riñones. ciones ascendentes desde la uretra. Los varones son menos
Los principales agentes causales son bacterias aerobías susceptibles a infecciones uretrales ascendentes porque la
gramnegativas; los patógenos predominantes son cepas co- uretra masculina es mucho más larga que la femenina y el
munes ~§.:-e:__<?.!.( Todás las ~P_':.~~~~~-~:o!eus son en meato no se encuentra tan cerca del ano . Además la próstata
esjiécial importantes por2q..Q!oductore~oten.t~ de~~' normalmente secreta factores antibactcrianos que confiereh
una enzima que desdobla la urea y produce una orina muy cierta protección contra patógenos invasores.
alcalina que favore'ce_ }<!-_Rrcci2_i~~~j-~J].A~-f~.s.fa~?s f~mna'}dO Una vez que las bacterias patógenas llegan a la vejiga
cálculos de fosfato amónico de magnesio (estruvita) y_il~ por la uretra, el desarrollo de una infección depende de la
fosfatoaecalcio- (apatita). Las especies de -f:.lebsieila son calidad de las defensas vesicales: eficacia de la micción y
Vía de infección Datos principales
Dolor en ángulo costovertebral
Sensibilidad
Escalofrío y fiebre
Frecuencia y ardor
Náuseas y vómitos
Pus y bacterias en orina

A'cendente (cefi"jo)
(con mucho la más común)
J
Figura 13-2. Patogenia de la pie lo nefritis aguda.

coordinación muscular, propiedades antimicrobianas de la C. Datos de laboratorio


orina y de los factores que permiten o inhiben la adhesión El hemograma muestra leucocitosis importante carac-
bacteriana a la superficie de las células. terística (riéutrÓfilos polimorfonucleares y""céfulas en ban-
Establecida la infección vesical, su ascenso por los da); el índice de sedimentación de los eritrocitos está
uréteres y la invasión de los riñones depende de factores de aumentad-o. ET anáilsis de o"iíii~isuele- mostrar tUrbiedad con
virulencia microbiana, presencia o ausencia de reflujo vesi- ·pru-na: hacteriuria Ínteñsa,~rOteuiÜria leve y_ con frecuencia
coureteral, calidad del peristaltismo ureteral y sensibilidad hymattir1a-m1croscó¡)icao macroscópica. En ocasiones se
de la médula renal a infecciones. observan-c"i~Tñcrros--de--leu¿ocitos y e él u1as bri 1lan tes
(granCfcs.neutrofilo-s pofímorfon-uCTeares con j)ai·tículas ci-
toplásmicas que muestran movimientos brownianos conside-
Cuadro clínico rables). En el cultivo cuantitativo de orina por lo general
~cl-~~~ug_ll~=-~[.j~~.!_q_g~no causal en gran abundancia
(.¿ 100 000 colonias/mL); las pruebas- ae-·sensibilidad son
A. Síntomas
Los síntomas usuales de pielonefritis aguda incluyen el útíles para--el tratañ1íento y vitales en la atención de la
inicio repentino de escalofrío intenso, fiebre moderada a bacteriemia complicante. Está indicado practicar hemocul-
a-lta, dolor constante en la reglón lumbar (um o bilateral) y tivos en serie, porque la pielonefritis aguda se acompaña
síntom-as de cistitis:pülaq"lú"Lina, nicturia, urgencia y disuria. comúnmente de bacteriemia. En la pielonefritis aguda no
c~m~jig~,_Jia.Y=!P~~es§.C.Y _i§stra~i_§.~j~p~~1~i11:es;-es complicada la función rena 1total, por lo general, permanece
común observar náuseas, vómito e incluso diarrea. Los normal.
nifios pequeños suele~-q~jarse de molestia.abdO-minal mal
localizada y rara vez la sitúa específicamente en el flanco.
D. Datos radiológicos
Una radiografía simple del abdomen puede mostrar cierto
B. Signos grado de borramicnto defcontorno renal por edema del
El paciente suele parecer muy enfermo. Los escalofríos rifión y la grasa perinéfrica. Las posibles calcificaciones
intermitentes se acompañ~!_l__ _Q_e_f_Le_b~e _9~ _3ª.? a 40_oc _y deben valorarse cuidadosamente, porque los cálculos renales
~ql,!(c_:~_rsiiª" _{la frecuencia del pulso puede variar de 90 a infectados y la obstrucción por cálculos como complicación
140/min o más). L~ercusión con el puño sobre el ángulo de la pielonefritis requieren atención especiaL
costovertebral arriba del riñon-afcctaaosucle causar dolor. Los urogramas excretorios durante la etapa aguda de
Con frecuencia no es posible palpar el riñón~ por Jahlpersen- la pielonefritis no complicada suelen mostrar pocas anoma-
sibilidad y el espasmo de los músculos que lo recubren._La lías pero son importantes en la detección oportuna de posi-
d~!~~sión a!?_<!om!!'!~-~~Q.~-.~~r_n9ta~ky_la hjpe~e!l_siqi~ bles factores complicantes. El riñón muy infectado puede
d~~ al rebote sugerir una lesión intraeeritoneal. La auscul- estar crecido, mostrar un efecto de nefrograma disminuido
tación suele revelar un intestino silencioso. en la placa inicial y muy poco o ningún material radiopa-
Infecciones inespeclficas del aparato genitourinario • 213

co en Jos cálices. Después del tratamiento adecuado se norma- frecuencia mortal de pielonefritis es la enfisematosa; este
lizan los urogramas. trastorno suele observarse en diabéticos, en los que el pató-
Es mejor posponer los cistogramas de micción hasta geno (por lo general una cepa de E. coli) libera gas hacia !os
varias semanas después que desaparezca la infección; de tejidos infectados (Ahlering y cols., 1985).
otra manera es posible confundir el reflujo vesicourcteral Con el tratamiento adecuado, la pielonefritis aguda en
pasajero, relacionado a menudo con la cistitis concurrente, adultos sin enfermedad renal o anomalías urológicas com-
con el reflujo permanente más grave. plicantes, suele curar sin dejar cicatrices renales ni daño
permanente. Por otra parte, la pielonefritis aguda en lactan-
E. Imagen con radianúc/idos tes y niños cuyo desarrollo renal no es completo, en especial
Las imágenes de riñón con leucocitos marcados con citrato cuando se complica por enfermedades renales o anomalías
de galio 67 o indio 111 son útiles para localizar el sitio de la uro lógicas, suele producir daño renal permanente y cicatri-
infección, pero no sirven para diferenciar la piclonefritis zación.
aguda del absceso renal.
Prevención
Diagnóstico diferencial
Como los riñones inmaduros en desarrollo corren un gran
Por la naturaleza y localización del dolor, en ocasiones -- nesgo de cicatrización permanente1 atrofia·.; pérdida de la
puede confundirse la pancreatitis con una pielonefritis agu- fuñclóñ¡;m:ataej~es. de p{élonetFits~·-toctás las_ 1yu en laq:
da. La amilasa sérica elevada y los resultados normales del a
tantes y niños deben e~alu"arse fondo y tratarse con inten-
análisis de orina ayudan a confirmar el diagnóstico de ~-~~~· ·Es e.~ enC"ía1 uñaevaTuac i on-uroiógíca..coinpfeta-para
pancreatitis y descartar la piel_onefritis. identificar y tratar anomalías subyacentes que predispo-
La neumonía bqsa 1es una enfermedad febril que causa nen y complican las IVU en estos niños. Los niños que
dolor en la zona subco~tal. La naturaleza pleurítica del dolor tienden a desarrollar infecciones persistentes o reinfec-
y la radiografía del tórax suelen permitir la diferenciación. ciones deben vigilarse cuidadosamente; con frecuencia re-
En ocasiones, es necesario diferenciar la pielonefritis quieren de la administración profiláctica prolongada de
aguda de algunas enfermedades intraabdominales agudas, antimicrobianos.
incluyendo trastornos como apendicitis aguda, colecistitis y Aunque los adultos sin afección renal o anomalías
diverticulitis. Aunque en un principio es posible que los uro lógicas subyacentes rara vez desarrollan daño renal perma-
signos y síntomas sean confusos, el resultado normal del nente consecutivo a una pielonefritis aguda, la enfermedad
análisis de orina en las afecciones gastrointestinales prima- puede causar gran morbilidad y posiblemente la muerte. Es
rias y otras pruebas de laboratorio hacen el diagnóstico necesario valorar y tratar cuidadosamente los factores predis-
diferencial un proceso poco complicado. ponentes o complicantes. Los pacientes propensos a infecciones
En mujeres, a veces es necesario diferenciar el inicio persistentes o reinfección rápida, también pueden necesitar
de una enfermedad inflamatoria pélvica aguda de la tratamiento antimicro biano preventivo prolongado.
pielonefritis aguda. Los datos físicos característicos y
los cultivos de orina negativos, deben facilitar bastante la Tratamiento
diferenciación.
En varones con infecciones febriles de vías genitouri- A. Medidas específicas
narias, el principal diagnóstico diferencial es entre pielone- Cuando la infección es grave o se presentan factores que la
fritis, prostatitis y epididimorquitis agudas. Los datos y comp lícan, quizá_~. n.ecesite hospitalizaciórí~Hay q~~!~~ar
síntomas físicos característicos de la prostatitis y la epididi- ~ inrneQi!t.()..~':!..~?!@S d~Qti_fl_?...Y sangre_e__ara cultivo y_b_~~r
mitis deben facilitarlo. pruebas de susceptibilidad antimicrobiana en los patógenos
Es necesario diferenciar la pielonefritis aguda de un identificados. EQ Úmto- se conocen fos résultados. de estas
absceso renal o perinéfrico. Con frecuencia se necesitan pruebas, se ~dministran antimicrobianos d~.!.!!~!.l-~r.~ e_m_pí~i­
estudios radiológicos para confinnar el diagnóstico especifico. -ºª· Los médicos difieren en la elección de agentes antimi-
crobianos; la preferencia del autor es un aminoglucósido
Complicaciones (amikacina, gentamíctna o tobramicina) ,Wnto ~o~ ampi<;.i-
iina, administrados por vía intravenosa en dosis completas
Cuando la piclonefritis aguda se identifica rápidamente y se (veasefiaiámTento_a.n"tím!Crci6ian-o Cíe las infecciones de
trata de riíáneri adecuada, rara"vez hay-complicacionéS.Ef vías urinarias). Si el microorganismo es sensible y la res-
resultiido -fíñ"al.eñ "pacientes con píe-lonefr.itis agüdacompli- puesta clínica favorable, se continúa este tratamiento una
~~-aa-por una. enferm-edad- renal o anom-a:Íías urológicas sem~~Y~- seg..':!i~-~.3~. sustituyecon ~n antimicrobiano
subyac0"tcs_c_s l!l~x-~il~~:~!:l est~s ca~s,-Tos p·ató-genüs-~n adecuado administrado por dos semanas más. Los factores
conlrecuencia anormalmente resistentes a los antimicro bia- que causan complicaciones, por ejemplo, uropatía obstruc-
nosTos cálculos renales, en especial los infectados, pueden tiva o cálculos infectados, deben identificarse desde el inicio
impedir el control y la curación eficaces, a menos que se y atenderse con eficacia a fin de evitar complicaciones.
eliminen. Las infecciones acompañadas de uropatía obs-
tructiva __~Qn_Q__if)_g_Üe,~-d-e curar;-a menudo "se hacencrónicas B. Medidas generales
y"con frecuen~ia origin~n -bact-~~Terrüa. . -- - - - - ··-- - Se aconseja reposo completo en cama hasta que cedan los
-La complicación más gr~~e cie 1a pfei~nefritis aguda es síntomas. Hay que administrar medicamentos para el dolor,
la septicemia complicada por choque. Un tipo raro pero con la fiebre y las náuseas. Es importante proporcionar líquidos
por las vías intravenosa y oral para asegurar una hidratación parénquima renal. La evidencia actual sugiere que la ínte-
adecuada y conservar la diuresis apropiada. ~rrelación más importante en la patogenia de cicatrices rena-
i1es se da entre las IVU y el reflujo vesicoureteral. La
C. Falta de respuesta mtensidad de la cicatrización renal varía al parecer de ma-
Si la respuesta clínica es mala después de 48 a 72 horas [
.nera directa con la gravedad y el grado del reflujo vesicou-
de-tratamientO,es ñecesarlo- re-valo rar a ·eñTermo pat=a- reteral en niños infectados; las cicatrizaciones más notables
determinar si hay posibles f'aúores.cornplícañteslP or eXem: parecen ocurrir en quienes presentan reflujo intrarrenal.
-p lo:Uropatía- obstruct!Va)"ose han u tiTizadomedicamen- Además, rara vez se desarrollan nuevas cicatrices renales
tos inadecuados. Se necesita urografia excretoria; si está después de los cuatro años de edad . De hecho, el Grupo de
contraindicada, se hace uña urografía retrógrada. A menos Estudio sobre la Bacteriuria Carditf-Oxford ( 1978) vigiló
que se trate con rapidez y eficacia, la uropatía obstructiva 208 niñas entre 5 y 12 años de edad durante cuatro años y
que complica una pielonefritis aguda puede originar bacte- se encontró que ninguna de las que tenían riñones normales
riemia y daño renal irreversible. en el estudio inicial desarrolló cicatrices en el rifión, inclu-
so en presencia de reflujo vesicoureteral e infección persis~
D. Cuidados de vigilancia tente. Sin embargo, la cicatrización progresó o aparecieron
La !l)ejoría clínica no siempre implica curación_de la infección. nuevas cicatrices en 12 niñas en quienes el estudio inicial
En un tercio de los pacientes mejoran los síntomas a pesar de mostró cicatrización renal y que presentaron reflujo vesi-
persistir las bacterias. En consecuencia, es importante repetir·-¡ coureteral e IVU persistente durante todo el seguimiento.
los urocultivos durante la terapéutica y después de la misma
por un periodo de vigilancia de cuando menos seis meses. Anatomía patológica

Pronóstico A simple vtsta, el riñón muestra atrofia de grado variable


según la gravedad y uniformidad de la afección. La super-
Cuando se identifica con rapidez y se trata de manera ficie renal suele estar picada y deprimida en las zonas de
adecuada en pacientes sin factores complicantes subyacentes, cicatrización, la cápsula es pálida y es difícil quitarla. En
la pic\onefritis aguda tiene un buen pronóstico de curación sin riñones con afección mínima, la superficie de corte muestra
secuelas. La posibtlidad de que esta última sea grave y el buena conservación de las zonas cortical y medular en la
pronóstico menos favorable, varía con la gravedad de los mayor parte de las regiones; en la enfermedad avanzada, es
factores complicantes y la edad del enfermo al inicio del clásica la alteración extensa de las estructuras normales por
padecimiento. inflamación y fibrosis. La mucosa de la pclvicilla puede ser
pálida y fibrosa (figura 13-3).
El examen histológico muestra infiltración difusa del
PIELONEFRITIS CRÓNICA parénquima con células plasmáticas y hnfocitos en las zonas
afectadas. En los túbulos hay degeneración variable; algu-
Etiología y patogenia nos están dilatados y contienen material proteináceo. Los
glomérulos afectados son fibrosos o están francamente
El significado exacto de pielonefritis crónica ha sido mo- hialinizados . Por regla, hay gran engrosamiento de arterias
tivo de controversia porque los datos radiológicos son shni- y arteriolas. Además de las regiones de cicatrización e
lares cuando hay infección bacteriana renal persistente ya inflamación crónica, puede haber zonas en placa de infla-
sea que exista o no una. En consecuencia, algunos clínicos mación aguda. La cicatrización del parénquima que recubre
prefieren el término de enfermedad renal tubulointersti- los cálices dilatados no es muy clásica.
cial cró:Dica por infección bacteriana. Como las alteraciones anatomopato!ógicas en la pielo-
Las IVU agudas no complicadas no siempre llevan a ncfritis bacteriana crónica son muy simi\ares a las que se
la cicatrización renal y a la enfermedad renal progresiva, encuentran en muchos tipos de nefritis intersticial no infec~
como se pensaba antes. Esto es en especial cierto en adultos; ciosa, el examen histológico aislado no permite confirmar
de hecho, la pielonefritis crónica es una enfermedad que, en con seguridad el origen bacteriano de la pielonefritis cró-
general, se üngmaenTa1nfan~~~-Y- R.~-~1_ge E:'~t~ laVida nica. Sin duda, la frecuencia de pielonefritis bacteriana
a_Q_l!lta. Estudios prospectivos de la historia natural de las crónica verdadera es mucho menor de lo que cabría esperar
IVU muestran que, en ausencia de factores complicantcs por el hallazgo de las alteraciones de pielonefritis crónica
como diabetes, cálculos, nefropatía analgésica o uropatía en e11 Oa 15% de las necropsias que se practican por rutina.
obstructiva, la IVU es un trastorno bastante benigno que
sólo rara vez lleva al daño renal o a \a pérdida funcional. Cuadro clínico
Las cicatrices renales, clásicas de la pielonefritis bac-
teriana crónica, ocurren de manera --carácterística en los A. Síntomas
riñones 1ñmaduros en desarrollo como una consecuencia de En niños (y en ocasiones en adultos) con pielonefritis bac-
fas IVU-en lactantes y niños. La cicatrización renal gruesa teriana crónica puede haber episodios de infección aguda.
que se observa en estos niños en las regiones polares prin- Sólo suele haber fiebre durante la inf~~<:.i§n ~ag~da; cuando ésta
cipalmente, se conoce como pielonefritis crónica de la no ex1ste, los pacientes con pielonefritis crónica pueden ser
niñez o pielonefritis atrófica crónica. Debajo de cada una áSintomatico~:-sí la pielonefritis crónica.§.§_gGlYe y bilateral,
de las cicatrices se encuentra un cáliz dilatado porque los es-·posTble observar -~In.!Qrnas relacionados con hipertensión,
cálices son llevados hacia fuera por la cicatrización del añ~~i5Tª-~11IP~r.~emia. ...----
infecciones inespecíficas del aparato genitourinario • 215

Figura 13-3. Alteraciones anatomopatológicas progresivas en los riñones por ataques repetidos de pielonefritis aguda con
cicatrización progresiva . Izquierda: Etapa inicial de cicatrización focal de parénquima . Centro: Cicatrización progre~iva
con estrechamiento de los cue!los de los cálices, que posteriormente se dilatan (figura 13-4). Derecha: Etapa final de
pielonefritis recurrente (etapa de atrofia).

B. Signos grados muestran alteraciones similares. Lacistoun~tro_grnfia


A menos que se desarrolle una infección aguda, no hay datos de micción, en especial en niños, suele mostrar el reflujo
físicos específicos clásicos de la pielonefritis á(rnici-Los veslcoureteraC -- --- - .. .
casosgraves-pue-den acompañarse de hipertensión.
E. Examen instrumental
C. Datos de laboratorio Cuando hay infección activa la cistoscopia suele mostrar
A menos qJ..Ie la pielonefritis crónica se complique por una signos de cistitis. La configuración o posición anormales de
infección aguda o hiperazoemia, la biometría hemátíca sue- un orificio ureteral sugiere la posibilidad de incompetencia
le ser normal. Los datos del análisis de ·oriñavanan con la valvular y de reflujo vesicoureteral. Después de un lavado
gravec:laü-d"el deterioro renal y la presencia de infección completo de la vejiga con agua estéril, la introducción de
activa. Puede haber o no piuria y bacteriuria importantes. sondas ureterales hacia las vías altas y la obtención
La proteinuria considcrabie ·impiíca una enfermedad avan- de muestras de orina para cultivo pueden localizar el sitio de la
zada con daño glomerular. ·si hay bacteriuria, los urocultivos infección.
soñ positivos. Según la etapa de la enfermedad, la creatinina
y
sérica efmtrügeno"aelaur·ea-sanguíiiea püeaeñ ser ngr- Diagnóstico diferencial
-rinles o~vad~~- - - - ·- ·-· ·

Cuando no existen síntomas sugerentes de una pielonefritis


D. Datos radiológicos aguda (fiebre importante y dolor lumbar), suele ser difícil
Un radiografía simple del abdomen puede mostrar que uno diferenciar entre una infección de vías urinarias bajas y una
o ambosl-inoñ.es son pequeños e irregulares; quizá se obser·- de altas (cuadro 13-3 ). Por definición, los pacientes con
ve urolitlasis. Por lo general, el -urograma excretorio es pielonefritis crónica muestran la cicatrización renal típica
anorma}ySe"-caracteriza por cicatrización y átrofia del en los urogramas excretorios, en tanto que en enfermos que
parénquíñ-1:=:-que recubre los cálices dilatados; asl'in]sñw. hay sólo presentan una infección de vías bajas Jos riñones suelen
irreguiar1dad del parénquima y retraso de la excreción cm1 ser normales. Sin embargo, los pacientes con cicatrices
mala coñcentraclón" del medio de contraste (figuras 13-3 y renales tienen en ocasiones orina estéri 1y experimentan sólo
13-4). En la pielon~fritis atrófica unilateral, se observa con episodios de infección de vias urinarias bajas; más aún, los
frecuencia hipertrofia compensadora del riñón contralate- adultos con JVU sin complicaciones y con urograroas :nor-
ral. La dilatación o plenitud del uréter del riñón afectado males tienen a veces infecciones de vías urinarias altas sin
pueden indicar reflujo vcsicoureteral. Los urogramas retró- fiebre significativa, dolor lumbar u otros signos y síntomas
216 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

Figura 13--4. Pielonefritis cicatrizada. Izquierda: Urograma excretorio que muestra el aplanamiento y dilatación de los cálices;
el borde de la sombra renal se encuentra cerca de los extremos de los cálices. Estas alteraciones indican numerosos episodios
anteriores de pie lo nefritis aguda . Derecha: Urograma excretorio que muestra atrofia notable del parénquima del riñón derecho.
Riñón izquierdo normal.

de infección renal. Por tanto, la diferencia entre la IVU baja en particular infectados. Algunos mecanismos que se piensa
(síndrome uretral y cistitis en mujeres, prostatitis bacteriana causan la progresión de la pielonefritis bacteriana de la
crónica y cistitis en hombres) y la IVU alta puede ser difícil a niñez hacia la insuficiencia renal crónica en la vida adulta,
menos que se usen procedimientos invasivos (cuadro 13-3). son: 1) infección persistente o recurrente tratada de manera
La pielonefritis crónica debe diferenciarse de otras inadecuada, 2) falta de desarrollo renal, 3) daño renal inmu-
causas de enfermedad renal tubulointersticial crónica, en nológico progresivo , 4) lesión renal por complicación hiper-
especial de la nefropatía por analgésicos. En el diagnóstico tensiva, 5) daño por efecto de la presión renal retrógrada en
diferencial hay que considerar lií. tuberculosis renal. Ello se el reflujo vesicoureteral grave y 6) desarrollo de cálculos
logra con frotis y cultivos positivos de orina para micobac- renales infectados, en especial los causados por bacterias
tcrias y con urogramas que muestran las alteraciones típicas que desdoblan la urca.
de la tuberculosis renal. En ocasiones se necesitan gamma-
gramas renales, angiogramas o TC para diferenciar a los Prevención
tumores renales de las alteraciones de la pielonefritis cróni-
ca que se observan en los urogramas. La prevención de 1as cicatrices remales y de\ daño renal
progresivo, que se ven en la píelonefritis bacteriana crónica,
Com pi icaciones requiere la detección temprana de la IVU en la infancia; la
prevención y el tratamiento cuidadosos de todas las IVU
desde la infancia hasta la edad adulta y la rápida identifica-
En la pielonefritis bacteriana crónica, la mayoría de las ción y reparación de todos los trastornos susceptibles de
cicatrices y daño renales acontecen en la infancia; de hecho, la terapéutica quirúrgica que afectan de manera adversa el
pielonefritis infantil es la causa de las principales secuelas tratamiento médico óptimo.
de las IVU. Los adultos con riñones y vias urinarias
normale.§.._Iill."_].__y~~~~~_ri_ cicatri:::3ci~n 2_Rérdida fWlcional
renales, a pe_s~~ _4.~I.Qtes_~~pctidos qe pieTo-ñefritis ; pero Tratamiento
los que tienen infección renal complicada por trastornos
como diabetes, afección renal subyacente, urolitiasis o A. Medidas específicas
uropatía obstructiva, están en riesgo de _daño y pérdida l. Medidas médicas: Los adultos y (en especial) Jos niños
funcional renales progresivos. con pruebas de pielonefritis crónica, requieren trata-
Los enfennos con pielonefritis crónica son propensos miento médico cuidadoso. Esto incluye la identificación
a desarrollar bacteriemia, hipertensión y caiCülos renales,' x'- la err~dicación rápidas de laiVU-e~tableci~a_ y ·la
- --- - .
Infecciones inespecí.ficas del aparato genitourinario • 217

_Rrevención d~ las IVU reincidentes. Se requiere trata- Los datos de laboratorio incluyen biometría hemática
miento ¿onarúTmlcrobiarios ¡)a-ra-patógenos específicos; a anormal (el 67% de los pacientes son anémicos y el 46%
veces se necesita tratamiento continuo a largo plazo, en muestran leucocitosis) y un análisis de orina anormal (la
especial en niños, para evitar la reinfección. La situación mayoria de los pacientes tienen piuria con microhematuria y
clínica específica determina el tipo y duración de esta bacteriuria) ( Elder, 1984). El cultivo de orina suele ser positivo
medicacjón. y los génnenes más comunes son .P mirabilis y E. coli.
2. Medidas quirúrgicas: Es necesario corregir los defec- Los datos radiológicos varían con la gravedad de la
tos anatómicos contribuyentes (en particular los que afección del riñón afectado por obstrucción, cálculos y daño
causan uropatía obstructiva) y eliminar cálculos (en del parénquima. La urografía excretoria muestra con fre-
especial los infectados) por medios quirúrgicos. Asimis- cuencia un riñón no funcional con uno o más cálculos
mo, debe utilizarse la cirugía en pacientes con reflujo renales; en los casos avanzados con frecuencia se observan
vesicoureteral grave o de menor grado que no reaccionan ca lci fi caciones parenq ui mato sas. La angi ografí a renal su el e
muy bien al tratamiento médico. mostrar una masa, o varias, relativamente avasculares. La
TC es en particular útil en el diagnóstico y la valoracíón de
B. Medidas generales la extensión de la enfermedad.
Si se desea minimizar el daño renal progresivo y la pérdida Antes de la operación es difícil diferenciar la pielone-
funcional , debe seguirse de cerca al paciente, controlar las fritis xantogranulomatosa de otras causas de masas renales.
IVU con fuerza y las complicaciones deben identificarse Suele ser necesario hacer nefrectomía pero quizá sea difícil
pronto y tratarse de manera adecuada. La hipertensión rela- por la perinefritis intensa.
cionada con la pielonefritis atrófica unilateral puede ser
medi.ada por renina; hay que valorar en el paciente la posi-
bilidad de una nefrcctomía terápéutica. BACTERIEMIA Y CHOQUE SÉPTICO

Pronóstico La bacteriemia por gramnegativos es una enfermedad grave,


que con frecuencia pone en peligro la vida. Un 40% de los
Las posibilidades de los pacientes con pielonefritis aguda casos se complican por choque. Los datos indican un au-
varían de acuerdo con la edad al inicio del padecimiento, la mento progresivo de la frecuencia de este padecimiento y
corrección exitosa de los defectos anatómicos que contribu- del choque séptico, en especial en grandes centros médicos.
yen, la gravedad de los factores complicantes y el control De hecho, el choque séptico es uno de los más frecuentes
exitoso de las IVU. La pielonefritis crónica rara vez evolu- en la práctica médica. Las vías genitourinarias son una
ciona hasta la insuficiencia renal crónica que requiere diá- fuente importante de bactcriemia y los cuatro microorganis-
lisis y trasplante renal ; cuando sucede, suele deberse al mos que se ven más comúnmente en la bacteriemia por
tratamiento inadecuado de la afección en la niñez. gramnegativos son patógenos comunes de dichas vías: E.
coli, especies de Proteus, especi·es de Klebsiella y P
aeruginosa . Se estima que la mortalidad por este pad~ci­
PIELONEFRITIS XANTOGRANULOMATOSA miento es del 25%; sin embargo, cuando se complica con
choque séptico se aproxima al 50 por ciento.
Es un forma rara de infección bacteriana crónica del riñón
que puede ocurrir en cualquier edad, pero es más frecuente Factores predisponentes
en mujeres maduras o de edad avanzada. Rara vez es bila-
teral. Los síntomas incluyen dolor lumbar, fiebre, irritabi- Se piensa que varios factores predisponen a los enfermos al
lidad vesical, malestar, anorexia y pérdida de peso. Los inicio de la bacteriemia y el choque séptico; sin embargo, la
datos físicos son hipersensibilidad en el flanco en el 55% de septicemia ocurre en general, principalmente en huéspedes
los pacientes, una masa palpable en la misma región en el con alteración de los mecanismos de defensa o cuando el
52% de ellos e hipertensión en el20 por ciento (Elder, 1984). patógeno llega a sitios normalmente protegidos por las
En la mayoría de los enfermos hay antecedentes de cálculos defensas del huésped .
renales, nefropatía obstructiva, diabetes sacarina o cirugía En EUA , la bacteriemia por gramnegativos es mucho
uro lógica. más frecuente en los pacientes hospitalizados de 60 años de
El riñón afectado suele estar crecido y el sistema de la edad o mayores . Tanto la frecuencia como el resultado final
pelvicilla y los cálices dilatados por pus (pionefrosis), o de la bactericmta dependen en gran parte de la gravedad de
cálculos, o ambos. A simple vista, el riñón muestra clásica- la enfermedad subyacente. Los factores desfavorables in el u-· ~
mente nódulos de color amarillo naranja de tejido parenqui- yen enfermedades debilitantes como diabetes sacarina,
matoso inflamado adyacente a las zonas de necrosis y hiperazoemia, cardiopatía congestiva y cáncer y estados de
supuración tisular; es común encontrar pequeños abscesos desnutrición e inanición. Entre los pacientes más suscepti-
localizados. Histológicamente el tejido inflamado consiste bles a bacteriemia con choque por gramnegatívos se encuen-
en: neutrófilos, linfocitos, células plasmáticas, desechos tran los que padecen granulocitopenia grave(< 500/ML) o
necróticos y células gigantes; los más característicos son los quienes reciben inmunosupresores como corticosteroides,
macrófagos grandes con citoplasma espumoso que contie- antimetabolitos o diversos quimioterapéuticos, en especial
nen mucho mater1al lípido. En ocasiones, estas células cuando se combinan con radiación .
pueden confundirse con las que se observan en el carcinoma Se considera que tres tipos de dispositivos médicos
renal de células claras. muy utilizados: sondas uretrales permanentes, sondas intra-
218 • Uro logia general de Smith (Capítulo 13)

venosas y equipo de ventilación, son las fuentes más fre- do intravascular hacia los tejidos) y dilatación arteriolar
cuentes de bacteriemia por gramnegativos. A menos que se sistémica, venoconstricción e hipotensión importantes.
utilice terapéutica antimicrobiana y otras medidas preventi- La circulación hipcrdinámica del choque temprano
vas, la manipulación, instrumental y las operaciones en vías cambia finalmente a la disminución del gasto cardiaco y
genitourinarias son en especial propensas a causar bacterie- al aumento ele la resistencia periférica característicos del
mia por gramnegativos. choque tardío . Se piensa que esta desviación se debe a la
Se han precisado con menor claridad los factores que depresión del miocardio y a la caída de) consumo tisular de
predisponen al choque séptico que los que conducen a oxígeno. La anoxía cerebral origina confusión, estupor y
la bacteriemia. En general, el choque séptico es más fre- posiblemente coma. El riego renal disminuido suele causar
cuente en los pacientes mayores de 50 años y que padecen olJguna, retención de sal y agua y puede originar necrosis
las enfermedades subyacentes más graves. La frecuencia tubular aguda.
de choque séptico es definitivamente mayor en enfermos En casos de bacteriemia hay en ocasiones coagulación
sin fiebre de más de 3 7.6 oc durante las primeras 24 horas intravascular diseminada (CID), que casi siempre se presen-
del inicio de la bacteriemia. De manera sorprendente, la ta con el choque bacteriémico. Se piensa que la activación
frecuencia de choque séptico al parecer no se relaciona del factor XII (Hageman) por bacterias grarnnegativas
con el tipo de bacteria gramnegativa que causa la infec- inicia el síndrome, con activación subsiguiente de la casca-
ción. da fibrinolítica y de coagulación intrínseca que produce la
En pacientes con choqu·e séptico, la mortalidad más coagulación y fibrinolisis intravascularconcomitantes. Pue-
elevada se relaciona con antibioticoterapia inadecuada, in- den sobrevenir hemorragias cutáneas, de tejidos subcutáneos
greso tardío a una un1dad de cuidados intensivos y gasto o de las mucosas de boca, nariz o vía gastrointestinal.
cardiaco disminuido que no responde al tratamiento. Las anomalías más graves por el choque bacteriémico
ocurren en el pulmón; de hecho, el desarrollo del pulmón
Fisiopatología y anatomía patológica de "choque" (síndrome de insuficiencia respiratoria del
del choque bacteriémico adulto) y la insuficiencia pulmonar resultante son una causa
común de muerte en el choque séptico. Los alveolos se
engrosan por la anoxia tisular intensa, la acumulación de
Suele pensarse que las manifestaciones tempranas y el inicio
líquido íntralveolar y de material aglomerado, relacionado
del choque bacteriémico lo causan las cndotoxinas bacteria-
con la coagulación intravascular diseminada, atelectasia
nas (lipopolisacáridos). Varios estudios recientes sugieren hemorrágica e infiltración de células redondas; la adaptabi-
que estas endotoxinas no son la causa real o el único factor
lidad pulmonar disminuye de manera notable y se deteriora
participante. No se comprende por completo el mecanismo
la relación entre la ventilación y el riego. Finalmente, la
fisiopatológico del choque bacteriémico por gramnegati-
hipoxia resultante no responde a la administración de oxí-
vos; puede explicarse mejor como un fenómeno que resulta
geno al 100% y para lograr la recuperación es necesario
de una interacción compleja entre los sistemas fibrinolítico, de
utilizar ventilación mecánica con presión positiva.
coagulación, del complemento y de cinina y de sus efectos
en la microcirculacíón y la hemostasia.
En el choque bacteriémico ocurren dos patrones rela- Cuadro clínico
tivamente constantes de alteraciones hemodinámicas; la
primera fase se denomina choque "temprano" o "caliente" A. Síntomas
y la segunda choque "tardío" o· ·'frío". El temprano se Los pacientes presentan fiebre que varía típicamente de 38.5
tipifica por circulación hiperdinámica. Sus características a 40 °C, con escalofrío o sin él. La ansiedad inicial puede ir
son las siguientes: 1) gasto cardiaco aumentado o normal, seguida pronto de confusión, estupor o coma. Puede haber
2) dismmución de la resistencia periférica, 3) presión veno- síntomas de una infección concomitante de vías genitouri-
sa central, alta o normal, 4) hipcrventilación con alcalosis narias o es posible que se haya practicado alguna maniobra
respiratoria y 5) acumulación de lactato. En el tardío típico uretral con instrumentos pocas horas antes.
el cuadro clínico más clásico del choque (paciente frío, con
piel viscosa, cianosis y pulso débil, filiforme) se caracteriza B. Signos
por: 1) disminución del gasto cardiaco, 2) aumento de la La ansiedad y agitación iniciales del paciente suelen cam-
resistencia periférica (vasoconstricción), 3) presión venosa biar a confusión y estupor. Al inicio del choque séptico, la
central disminuida, 4) hipervcntilación, 5) acumulación de piel se ve caliente y el pulso es saltón a pesar de la hipoten-
lactato y 6) desviación de la alcalosis respiratoria hacia una sión. La fase tardía del choque séptico se caracteriza por
acidosis metabólica, cianosis: piel fría, pálída y húmeda y pulso débil, filiforme,
Al inicio del choque bacteriémico, \a disminución de acompañado de hipotensión. Las respiraciones son superfi-
la resistencia periférica (tono vascular) es desproporcionada ciales y rápidas; el llenado capilar del lecho de las uñas es
con el aumento del gasto cardiaco; ello origina un riego prolongado y suele presentarse oliguria. Puede haber otros
inadecuado tisular y de los órganos. En esta etapa es común datos físicos según la causa subyacente de la sepsis.
la hiperventilación y la eliminación excesiva de bióxido de
carbono causa alcalosis respiratoria. Como el riego tisular C. Datos de laboratorio
y de los órganos sigue siendo inadecuado se presentan En lactantes suele haber leucopenia; en adultos, la cuenta
anoxia creciente y acumulación de lactato. Se piensa que de leucocitos por Jo general está elevada con desviación a
entre otros factores, la producción de bradicinína causa la izquierda. La coagulación intravascular diseminada se
aumento de la permeabilidad vascular (con pérdida de Hqui- caracteriza por trombocitopenia, presencia de productos de
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 219

la degradación de la fibrina circulante y disminución de las manar agudo, se confundan en un principio con bacteriemia
concentraciones de los factores de coagulación II, V y Vll. con choque temprano. Cuando no es posible excluir la
Al inicio puede estar aumentado el valor hematócrito por la bacteríemia con una valoración clínica cuidadosa, está indi-
pérdida de plasma hacia los tejidos intersticiales. Como cado administrar antibióticos en forma empírica en tanto se
disminuye el flujo sanguíneo renaL aumenta la densidad de descarta este diagnóstico mediante los resultados del cultivo
la orina y la relación del nitrógeno de la urea sanguínea y los datos clínicos adicionales.
con la creatinina sérica puede exceder de la normal de 10: 1.
La disminución del flujo sanguíneo de la arteria coronaria Comp 1icac iones
y la presencia de sustancias circulantes que deprimen la
función del miocardio causan isquemia; el aspecto del ECG Es posible que la infección primaria no responda a la anti-
puede hacer pensar erróneamente que ha ocurrido un infarto bioticoterapía y se presente bactericmJa continua e infección
del miocardio. Es común encontrar un aumento en los disemmada. La hipoxia e hipotensión prolongadas pueden
valores sanguíneos de ácidos grasos y glucosa. causar necrosis tubular aguda e insuficiencia renal, o secue-
Como la fuente de la bactcriemia con frecuencia son las cardiacas importantes: insuficiencia cardiaca, arritmias
las vías urinarias, es posible encontrar piuria y bacteriuna. e infarto. Puede haber hemorragias en piel y tejido subcu-
Es esencial obtener muestras de orina para tinción de Gram, táneo, vía gastrointestinal y diversos órganos, acompañadas
cultivo y muestras de sangre en serie para cultivo y pruebas de coagulación intravascular diseminada. Una de las com-
de sensibilidad. Los patógenos usuales son bacilos aerobios plicaciones más graves es la insuficiencia pulmonar relacio-
grarnnegativos, predominando E. coli. nada con el síndrome de insuficiencia respiratoria del adulto
Como en el choque séptico suele desarrollarse insufi- ("pulmón de choque"). Cualquiera de estas complicaciones
Ciencia pulmonar, es necesario valorar con frecuencia los puede causar la muerte.
gases en sangre arterial y los electrólitos séricos. En un
principio hay disminuciones importantes de P02 y PC02
Prevención
arteriales y prevalece la alcalosis respiratoria: finalmente,
se desarrolla acidosis metabólica. La concentración séríca
Como en muchas· otras enfermedades infecciosas, el trata-
de lactato (normal, 0.44 a 1.8 mmol/L) es importante para
miento ópt1mo de la bactcriemia por gramnegativos es la
estimar el pronóstico. Valores de 5 mmol/L o mayores se
prevención. Es necesario hacer todo lo posible para evitar y
acompañan de una mortalidad elevada y reflejan anoxia
controlar las infecciones bacilares por gramnegativos que
tisular grave. Por el contrario, es un signo alentador una
se presentan en los sitios primarios , adquiridas en el hospi-
disminución progresiva del lactato sérico durante el trata-
tal. Las medidas de C(ontrol deben dirigirse en especial a las
miento .
tres fuentes más frecu.e ntes de infección: sondas urinarias
permanentes, catéteres intravenosos y equipo de ventila-
D. Datos radiológicos ción. Estos dispositivos sólo deben utilizarse cuando es
Las radiografías del tórax muestran infiltrados alveolares absolutamente necesario y suspenderse tan pronto sea posi-
difusos que pueden progresar hasta la consolidación pulmo- ble. No hay que practicar procedimientos diagnósticos y
nar homogénea como parte del "pulmón de choque". quirt'ugicos transurctrales, en especial en varones, a menos
que la orina sea estéril y se utilice tratamiento antimicrobia-
Diagnóstico diferencial no preventivo. Durante la inserción de sondas vesicales debe
seguirse una técnica aséptica estricta y utilizarse sistemas
La bactcriemia sola se acomp311a de escalofrío, fiebre y de drenaje cerrados. Hay que inspeccionar con regularidad
hemocultivos positivos, pero no hay hipotensión ni oliguria. los catéteres intravenosos en busca de los signos iniciales
Los pacientes de edad avanzada referidos de instalaciones de infección y quitarlos de inmediato o cambiarlos con
para cuidados crónicos presentan con frecuencia cuadros regulandad cada 48 a 72 horas. El equipo de ventilación
clínicos que pncdcn confundirse con bacteriemia con cho- requiere cuidados especiales; deben utilizarse dispositi-
que; suelen estar deshidratados e hipovolémicos y tienen vos desechables siempre que sea posible y conservar los
febrícula acompañada de úlceras por decúbito o infecciones no desechables limpios y estériles. Es necesario tener
de vías urinarias por gramncgativos. La insuficiencia car- cuidado para reducir al mínimo las infecciones relacio-
diaca aguda, en especial cuando hay infarto secundario del nadas con heridas, traqueostomías, tubos de drenaje y
miocardio, puede causar hipotensión repentina. Como estos catéteres. Hay que hacer todo lo posible para evitar úlce-
pacientes por lo general tienen sondas intravenosas y ras por decúbito y reducir al mínimo la transmisión
urinarias, puede haber una confusión inicial entre choque inadvertida de bacterias de un paciente a otro o mediante
cardiógeno o bacteriémico. Asimismo, las anomalías elcc- Jos dispositivos y equipo del hospital.
trocardiográficas relacionadas con la depresión metabóhca
del miocardio que se observa c:n el choque bacteriémico, Tratamiento
pueden confundirse con las del infarto agudo del miocardio.
Algunos pacientes en quienes se sospecha choque bacterié- Es esencial diagnosticar y tratar con rapidez la bacteriemia,
mico pueden tener insuficiencia suprarrenal con fiebre e en especial para evitar el choque séptico, la morbilidad grav·e
hipotensión; la insqficiencia suele identificarse por las clá- y un mayor peligro de muerte. El cHnico debe estar pendien-
sicas anomalías de los electrólitos y la eosinofilia clásicas. te de los signos iniciales de bacteriemia en pacientes con
Es posible que la taquipnea, la taquicardia, la agitación y los riesgo alto, en especial en quienes se han sometido en fecha
infiltrados pulmonares relacionados con e\ embolismo pul- reciente a maniobras con instrumentos en la uretra. Como
220 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

el diagnóstico de bacteríemia sólo se confirma por hemo- seis horas. Cuando se identifican el o los patógenos
cultivos, la medicación con frecuencia debe iniciarse basán- causales, se modifica el tratamiento para continuar con
dose sólo en datos clínicos. Sin embargo, la necesidad de el antibiótico menos tóxico que es más eficaz contra el
identificar y tratar con rapidez la bactericmia. no excluye los microorganismo infcctante y se suprimen otros antibió-
estudios bacteriológicos necesarios para confirmar la iden- ticos. Si hay insuficiencia renal, o se desarrolla durante
tidad de los patógenos infectantes y sus sensibilidad a los el tratamiento, se ajustan las dosis en forma adecuada.
antirnicrobianos. Antes de administrar antibióticos es nece- La antibioticoterapia debe continuarse un mínimo de
sario obtener muestras adecuadas para tinción de Gram y cinco días después de cesar la fiebre, o incluso más
cultivo. La bacteriemia se desarrolla en forma clásica a tiempo si persiste la infección local. Es esencial diag-
partir de infecciones locailzadas: en consecuencia, antes de nosticar infecciones locales, eliminar cuerpos extra-
iniciar la medicación antimicrobiana empirica, es necesario ños y drenar acumulaciones purulentas.
obtener muestras de sangre, orina, esputo, catéteres intrave- 3. Medidas para mejorar el volumen sanguíneo circu-
nosos, drenaje de heridas y otros sitios o fuentes de infección lante y el riego de órganos vitales:
local, para su examen microscópico y cultivo. a. Líquidos parenterales; .Una vez que se sospecha un
Los objetivos terapéuticos generales en el tratamiento choque séptico, se administran 1000 m L de solución
del choque séptico son: combatir infecciones, restablecer el cristaloide (por ejemplo, salina normal, Ringer con
volumen sanguíneo circulante y mejorar el riego de los lactato) por vía intravenosa en 20 a 30 minutos, a menos
órganos vitales (corazón, cerebro y pulmones). que haya insuficiencia cardiaca congestiva. Tan pron-
to sea posible se dan soluciones coloides (albúmina
o dextrán de bajo peso molecular), porque su presión
A. Medidas específicas oncótica tiende a llevar el plasma nuevamente hacia
l. Medidas iniciales:
los capilares, con lo cual se disminuye el edema
a. Establecer el diagnóstico de bacteriemia (obtener
tisular y celular y se ayuda al paso de eritrocitos,
sangre, orina y otras muestras adecuadas para tinción
leucocitos y plaquetas aglomerados hacia la circula-
de Gram y cultivo) y descartar otras causas de cho-
ción general. El dcxtrán de bajo peso molecular
que.
disminuye la viscosidad sanguínea y combate la
b. Insertar una sonda permanente, uretral o por punción
suprapúbíca, para vigilar cada hora la diuresis. Debe adherencia de las plaquetas. Los valores absolutos
utilizarse un sistema de drenaje cerrado. de las presiones venosa central (PVC) y en cuña de
c. Introducir un catéter para presión venosa central en Jos capilares pulmonares (PCCP) no son tan impor-
la vena cava superior o la aurícula derecha, o uno de tantes en el tratamiento con líquidos como los cam-
Swan-Ganz en la arteria pulmonar, para vigilar la bios de la presión arterial en respuesta a su
presión en cuña de los capilares pulmonares. La administración. En tanto la PVC no exceda de 14 cm
colocación de ambos catéteres permite vigilar y con- de agua o la PCCP de 22 mm Hg, se continúa la
trolar de manera óptima la expansión del volumen. expansión del volumen con las soluciones cristaloi-
2. Antibióticos: Si se ha identificado el microorganismo des y coloides a una velocidad de 15 a 20 mL/min.
del sitio primario y se conoce su susceptibilidad antimi- Un aumento brusco o progresivo continuo de la PVC
crobiana, hay que administrar el mejor fármaco o com- de más de 5 cm de agua o una PVC superior a 14 cm
binación de medicamentos en la dosis terapéutica de agua, o bien un aumento de la PCCP en más de
máxima. Si no se conoce el patógeno, cabe suponer una 8 mm Hg o una PCCP superior a Jos 22 mm Hg indica
infección por bacilos gramnegativos. Hay que iniciar de posible sobrecarga de líquidos que requiere una re-
inmediato la antibioticoterapia empírica: no hay que ducción en las velocidades de aplicación de las solu-
esperar los resultados del cultivo y las pruebas de ciones. La meta usual es aumentar la presión arterial
sensibilidad para iniciar el tratamiento. El fánnaco de elec- hasta unos 20 mm Hg menos de la sistólica normal
ción es un aminoglucósido (amikacina, gentamicina o observada antes del inicio del choque y conservarla
tobramicina). Se administra amikacina, 5 mglkg intrave- a este nivel. La diuresis se sostiene entre 40 a
nosos cada 8 h o gentamicina, 1.5 mgfkg intravenosos 50 mL!h. La vigilancia de PVC y PCCP debe acom-
cada 8 h, o tobramicina 1.5 mg/kg intravenosos cada 8 h. pañarse de auscultación frecuente del tórax y examen
Si se piensa en una infección por P aeruginosa, se utiliza del pulso yugular. El aumento de la diuresis, el acla-
carbenicilina, 4 a 6 g intravenosos cada 4 a 6 horas o ramiento de la mente y la mejoría de la respiración
ticarcilina, 3 a 6 g intravenosos cada seis horas, además son signos favorables. Para lograr la recuperación
del aminoglucósido, ya que estos agentes tienen activi- completa, en la mayoría de los pacientes sólo se
dad smérgica con los aminoglucósidos contra estos mi- requiere antibíoticoterapia y corregir el volumen san-
croorganismos. guíneo circulante.
Si se sospecha que la sepsis secundaria a la IVU b. Corticosteroides: A pesar de estudios extensos en
primaria se debe a enterococos, se indica un tratamiento las últimas décadas, aún no se acepta plenamente el
que combine un aminoglucósido con ampicilina, 2 g empleo de corticosteroides en la terapéutica del cho-
intravenosos cada 4 a 6 horas. En posibles infecciones que séptico. Algunos estudios sugieren una mejoría
polimicrobianas por bacilos y a11acrobios gramnega- en la tasa de sobrevivientes, en tanto que otros no
tivos (en especial especies de Bacteroides), la medica- muestran el beneficio de los esteroides en el tratamien-
ción óptima consiste en 1m aminoglucósido acompañado to de la bacteriemia con choque. En un estudio pros-
por clindamicina, 450 a 600 mg por vía intravenosa cada pectivo, aleatorio y controlado sobre la eficacia de
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 221

las dosis altas de corticosteroides, Sprung y cols. cardiaco. Si hay insuficiencia cardiaca congestiva se
( 1984) concluyeron que los corticosteroides no me- requiere digitalización inmediata. El efecto perju-
joran e! índice de sobrevievientes en los pacientes dicial de la acidosis metabólica en el miocardio puede
con choque séptico tardío grave. contrarrestarse con la administración de bicarbonato
En una revisión reciente de! tratamiento de sepsis de sodio intravenoso.
por gramnegativos, Bone (1993) citó dos grandes c. Riñones: La expansión del volumen, con o sin medi-
pruebas controladas de tratamiento con corticoides. camenfos vasoactivos adicionales, suele contrarres-
Como resultado de estos dos estudios, concluyó que tar la oliguria que acompaña al choque bacteriémico
los glucocorticoides no aportan beneficios y por te.mprano. La persistencia de la oliguria puede impli-
tanto no deben emplearse en el tratamiento de pacien- car necrosis tubular renal aguda; debe tratarse con la
tes con choque séptico. administración intravenosa de manito!, 12.5g en cin-
c. Agentes vasoac!jyQs.;__Si la expansión de! volumen co minutos, repitiéndolos si después de dos horas
no produce una-¡nejoría rápida, está indicado utilizar la diuresis no llega a 30 a 40 mL/h. Durante la
vasoactivos para aumentar el gasto cardiaco. Aunque segunda venoclisis de manito\, se administran
con anterioridad se han utilizado diversos medica- por la misma vía 240 mg de furosemida. Si la res-
mentos de este tipo, pocos han sido ideales. puesta a estos medicamentos no es adecuada, se dan
·1) Dopamina: El vasoactivo de mayor uso en el 480 mg adicionales de furosemida por vía intraveno-
,_ tratamiento del choque bacteriémico es la dopa- sa. En caso de una mala respuesta a esta segunda
mina. Sus efectos se relacionan claramente con dosis grande de furosemida, lo indicado es dejar de
las dosis. Cuando son bajas (2 a 5 Jlglkg/min), activa intentar la diuresis e iniciar el tratamiento estándar
los receptores beta adrenérgicos y aumenta la con- de la insuficiencia renal aguda. Quizá sea necesario
tractilidad del miorcardio más que la frecuencia utilizar diálisis.
cardiaca; asimismo produce una dilatación no
adrenérgica de los vasos renales y esplácnicos.
B. Otras medidas
En dosis altas (más de 1O ¡..tg/kg/min), tiene l. Corrección del equilibrio de líquidos y electrólitos:
efectos alfa adrenérgicos de vasoconstricción Para la corrección total de grados moderados de aci-
generalizada que aumentan directamente con do- dosis puede utilizarse bicarbonato de sodio. Un método
sis crecientes. En consecuencia, la terapéutica con consiste en administrar por vía intravenosa la mitad del
dopamina debe iniciarse con 2 a 5 )lg/kg/min, déficit calculado de bases y en seguida verificar nueva-
titulando la dosis hasta obtener la velocidad de mente el pH sanguíneo. De manera alternativa, se pue-
venoclisis más baja posible que restablezca la den administrar 44 meq de bicarbonato de sodio por cada
presión arterial y la diuresis. 2 meq/L de déficit de su valor normal.
2) Isoproterenol: Aunque este fármaco aumenta el 2. Tratamiento de la coagulación intravascular disemi-
gasto cardiaco, su actividad vasodilatadora es in- nada (CID): Es posible que en todos los casos de choque
deseable en el tratamiento del choque bacteriémi- séptico se presente en cierto grado de alteraciones carac-
co temprano; además tiende a causar taquicardia terísticas de la coagulación intravascular diseminada; sin
y arritmias cardiacas. Por estas razones, la mayo- embargo, el tratamiento con éxito de la infección y de su
ría de los clinicos lo evitan en este trastorno. La causa subyacente y de las manifestaciones circulatorias
dosis usual es de 1 a 2 ¡..tg/minuío. del choque, suele corregir la coagulopatía de consumo
3) Noradrenalína: La vasoconstricción intensa cau- sin que se requiera específicamente heparina. El dextrán
sada por la noradrcnalina prácticamente elimina su de bajo peso molecular, además de expander el volumen
uso para el tratamiento del choque séptico, Sólo sanguíneo, disminuye la viscosidad de la sangre. Hay
puede ser útil en pacientes con este trastorno que que administrar 1 o 2 unidades durante las 24 horas
también presentan insuficiencia coronaria grave, iniciales del tratamiento y después una unidad diaria.
porque aumenta el flujo arterial coronario. Cuando la coagulación intravascular diseminada no re-
4. Apoyo de órganos vitales: acciona al tratamiento de los otros aspectos del síndrome
a. Pulmones: Como las complicaciones pulmonares de choque por infección, está indicado administrar he-
del choque interfieren con la oxigenación normal de parina. Se sugieren dosis de 1000 a 2000 unidades por
la sangre, son las más graves. Una etapa inicial en el vía intravenosa cada 4 a 6 horas. Hay que administrar de
tratamiento es asegurar una vía respiratoria adecuada manera concomitante productos hematológicos adecua-
y administrar oxígeno a una velocidad de 5 a 8 L/ dos. Es necesaria la vigilancia cuidadosa mediante prue-
minuto. Quizá se necesiten intubación o traqueosto- bas de coagulación sanguínea y estar alerta de signos que
mía de tal manera que pueda utilizarse ventilación indiquen aumento de la hemorragia.
mecánica ayudada o controlada, en especial si la P02 3. Eliminación de cuerpos extraños y drenaje de acumu-
permanece abajo de 70 mm Hg. Es necesario a~m"\,~D.~ laciones purulentas: Es necesario identificar y tratar de
tar la Pa02 70 a 90 mm Hg y sostener la PaC02 entre inmediato los sitios locales de infección que causan la
32 y 40 mm Hg. El tratamiento de la insuficiencia bactericmia. Hay que diagnosticar cualquier uropatfa
cardiaca puede reducir el edema pulmonar y me- obstructiva subyacente y aliviarla por los medios más
jorar la ventilación, sencillos posibles. Los abscesos o acumulaciones puru-
b. Corazón: Las medidas para aumentar PVC, PCCP y lentas deben drenarse. Hay que quitar los cuerpos extra-
la contractilidad del miocardio mejorarán el gasto ños, incluyendo las sondas urinarias, intravenosas o
222 • Urología general de Smith (Capitulo 13)

intraarteriales que se hayan colocado antes del inicio de y sus correspondientes cálices. La mayoría de los pacientes
la bacteriemia. Es necesario hacer cultivos de las mismas y no tiene infección renal bacteriana persistente o aguda; sin
sustituirlas por otras estériles. Aunque los pacientes con embargo, aquellos que tienen nefritis intersticial crónica y
choque séptico suelen ser malos candidatos para inter- necrosis papilar y presentan reflujo vesícouretcral e IVU
venciones quirúrgicas, quizá se requiera alguna para reincidente, están en riesgo grave de un daño renal de
controlar los sitios de infección local que perpetúan la progresión rápida. El común denominador de la .p§:~geniª­
bacteriemia. de todas las formas de necrosis papilar es, al parecer, la
insl![i~i~ncia vascular papilar.
Pronóstico - Es característica la· atrofia renal; puede ser rápida y
afectaren forma simétrica todo el rii'ión o irregularyicom-
Con el diagnóstico rápido y la institución jnmediata del pañarse de lesión papilar identificable. Es posible que
tratamiento adecuado, el pronóstico suele ser favorable, en desaparezcanuna o más papilas por e"stacelo o esclerosis
especial cuando se controla la bacteriemia y se evita el total. En ocasiones se encuentran libres en la pelv1cilla
choque séptico. Estudios recientes indican que la mortalidad papilas retenidas o calcificadas. En el riñón afectado se
tiene una relación directa con la gravedad de la enfermedad observan las alteraciones macroscópicas e histológicas clá-
subyacente. El pronóstico es más malo en pacientes con menor sicas de la nefritis intersticial crónica. Es posible ver
capacidad para producir defensas naturales (por ejemplo, isquemia de las pirámides. Al microscopio quizá se ob-
con granulocitopenia grave, afección neoplásica maligna serve en el sitio del esfacelo papilar infiltración por neu-
avanzada o enfermedades cardiopu\monares graves). En trófilos polimorfonucleares, células redondas pequeñas y
general, la mortalidad en pacientes con choque séptico es células plasmáticas.
más elevada en los grandes centros médicos que en hospi-
tales de la comunidad; ello indica sin duda diferencias en Cuadro clínico
la gravedad de las enfermedades subyacentes. En EUA, la
mortalidad total en enfermos con bacteriemia por gram- A. Síntomas
negativos es del25%, pero en quienes la misma se complica La necrosis papilar de tipo fulminante que se relaciona con
con choque, la mortalidad se aproxima a 50 por ciento. .1VlJ"es 1:ara y_ se caracterizá por sepsis grave de inicio rápido
con fiebre, hematuria dolor abdominal o lumbar ~·Y en
ocasiOnes Slgnos y smtomas de choque bacterémico. Otros
NEFRITIS INTERSTICIAL pac"fentes"sé-pi-eseñtañ con síntomiis'ctásicos de pielonefritis
Y NECROSIS PAPILAR aguda:pero-6Siaiespon-de 1ñ ar aTtrataJñ.ieritoanhm i ero bi a no
que normaiinenú~~ esef1caz. E.ii1 a-mayoría dé Tos casos, la
Etiología necrosis papilar es insidiosa y no- se relaciona con IVU; los
pac}entes permanecen asintomáticÜShastaque desarrollan
1
La necrosis papilar se debe a la necrosis isquémica del s_í_ntomas·creinsuHCíenc1a-rena(O.aparecenn1"aniléstaciones
extremo papilar o de toda la pirámide y se presenta asociada agudas (dofory hematl.li-ia), corrú)"'resuÍÚtdo del desprendi-
con las formas agudas y crónicas de nefritis intersticial de triiento y migrac1ón ·a¿¡ máierlai ·papila-r~ A fin de aclarar la
causa variable. En general, la necrosis papilar aguda se causa· subyacente, "es necesario o"6tener una historia clínica
relaciona con la IVU e infección renal intersticial bacteriana cuidadosa y, en especial, preguntar sobre la ingestión de
grave; se presenta sobre todo en diabéticos. Sin embargo, analgésicos. Desafortunadamente, la mayoría de los pa-
~ox._en d~a la necrosis P~P..!Jar ~~.~~~Eya c~1_1-~~yor f~e~.~en­ cientes negarán el consumo excesivo de estos medica-
cia.:_ en enfermos con una nefritis intersticial crónica no mentos. Casi todos los que abusan de ellos son mujeres que
relacionada con infecciones, pero causada por el al?_~!.§~ se quejan de cefaleas crónicas y de otros diversos síndromes
crónico de analgésicos (en especial los que contienen fena- dolorosos .
cetina y sus metabolitos), denom_Í!.!?~.ª D.e.f!:QQ.'!!lliJ2Qr.;m.ill-
g.~sj~.Q§:._ Otras causas de nefritis intersticial crónica y B. Signos
necrosis papilar incluyen: afecciones vasculares renales, En la necrosis papilar aguda acompañada de infecciones
hipertensión, ncfropatía obstructiva, nefrolitíasis, drepano- bacterianas renales el paciente suele tener escalofrÍo, fiebre,
citosis, agotamiento de potasio, coagulación intravascular he1naturia,Go!OrabaominaTo Jümbar -Y postración. Es po-
diseminada, diabetes sacarina, hipercalcemia, lesiones por sible que éi cÜadroevolucione rapidameñte-·arae choque
radiación, nefropatía por plomo y ncfropat{a de Balkan. La bacteriémico. Puede haber hipersensibilidad localizada en el
necrosis papilar ocurre principalmente en mujeres adultas; riñón afectado. En la necrosis papilar aguda sin infección
es rara en niños y lactantes. bacteriana concurrente, no hay signós 'de seps-is pero quizá
haya dolor y hematuria. Muchos enferr1ícis.tlcnen tañ-pocos
Patogenia y anatomía patológica sigrlos-y-sintomas, que es posible que la necrosis papilar
{figuras 13-5 y 13-6) pase desapercibida hasta que se encuentra la hiperazoemia.

La nefritis intersticial con necrosis papilar suele ser bilate- C. Datos de laboratorio
ral, aunque es posible que los síntomas agudos r"élac!Onaaos En la necrosis papilar aguda acompañada de infecciones
con el es faceTo- e una papiEi_s_ó-lo se encuentren en un riñón. b~c-~~J-~.~-~~!~~J~ ~uci~_'l cncor!tri!i.~~~-lº-s.-d.aios de una
A medida que la enfermedadprog-rcsa:es.mliy-fac~ble ..q~e pielonefritis aguda. Es clásica la leucocitosis con desviación
se afecten con mayor gravedad unas pocas o todas las papilas inteo·s-a a la izquierda. ~--~l..~~~~]en d~I~!!.-ª_b.<~Y- piuria,
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 223

Vía de infección Datos principales


Sepsis
Dolor o cólico en ángulo
costovertebral
Ascendente o H ipersensibl!idad
hematógena Frecuencia y ardor
Pus y bacteria en orma en
diabéticos o quienes
acostumbran ingerir
fenacetina

Figura 13-5. Necrosis papilar. Arriba: Patogenia. Izquierda: Las flechas señalan "cuarteaduras" hacia el parénquima en un
paciente en !a etapa mas temprana de papilitis (tipo medular). Derecha: Papila eliminada de manera espontánea en la orina,
recuperada por el paciente. (Reducida 30% de 1O x.)

hematuria y bacteriuria. Con frecuencia es posible encontrar En pacientes con nefritis intersticial crónica y necrosis
al patÓgenÓ infectante en los cultivos de orina y de sangre. ar
papilar sec-undarías abuso de
"añalgesi"cos, por -o genera]
Los diabético_~. Sl!_elen manife~_tar glucosl!~ja e .h.iJ1ergl!,!~~ la evidencia-Jaboratorial de IVU se encuentra ausente. La
mia; -pue?~ g~sar_r91larse ació9sis met_;:¡._b6b.c.a. piur"íaestéril se" presenta en alrededor del 50% de estos
224 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

Figura 13-6. Necrosis papilar. Izquierda: Urograma retrógrado que muestra necrosis papilar. Los cálices parecen crecidos
por las papHas esfaceladas. Las sombras "negativas" en los cálices mediales superiores y en las inferiores a la izquierda
representan papilas esfaceladas. Derecha (el mismo paciente, cinco años después): Múltiples cálculos renales formados
por calcificación de las papilas esfaceladas retenidas. Las papilas están representadas por los centros relativamente
transparentes en cálculos de forma peculiar.

pacientes, lo cual con frecuencia es una clave valiosa en el hay necrosis papilar, en especial cuando es bilateral, la
diagnóstico. La mayoría tienen signos de insuficiencia renal reacción suele ser mala y con frecuencia desarrollan insu-
progresiva, hiperazoemia y anemia. ficiencia renal aguda. En ocasiones, se confunden los
abscesos corticales renales con necrosis papilar, en particu-
lar en diabéticos. Los urogramas estándar al inicio de cualquie-
D. Datos radiológicos
Para obtener urogramas excretorios satisfactorios en pa- ra de estos trastornos quizá no permitan establecer el
cientes con hiperazoemia, es necesario administrar por vía diagnóstico; sin embargo, los abscesos renales suelen descu-
intravenosa grandes dosis del material radiológico de con- brirse con facilidad mediante gammagramas con galio, ultra-
traste. Ello puede causar nefrotoxicidad, en especial si se sonografía y TC.
utilizó la deshidratación en la preparación del enfermo. En Los defectos negativos de llenado dentro del sistema
las etapas iniciales de la nefritis intersticial, antes del esfa- colector y los uréteres, incluyendo coágulos de sangre,
celo papilar, los urogramas con frecuencia no muestran cálculos no opacos y tumores urocpiteliales, se confunden
anomalías de Jos cálices. Más adelante es posible observar con frecuencia con papilas esfaceladas. El examen cuidadoso
ulceración de la porción central de una papila (necrosis de los urogramas suele permitir diferenciarlos; sin embargo,
medular; figura 13-5) o cavidades causadas por esfacelo esto quizá se dificulte cuando estos trastornos ocurren en
papilar (figura 13-6 ). En ocas}ones se ven sombras "nega- pacientes con anomalías preexistentes de }os cálices.
tivas" que representan papilas retemdas. Durante las fases
tardías de la necrosis papilar se ven, como datos diagnósti- Complicaciones
cos , cuerpos calcificados irregulares con centros radiotrans-l
parentes (las papilas). Además de las alteraciones en los Las papilas esfaceladas sirven como nidos de infecciones no
cálices, es característica la atrofia renal segmentaría o total. res ue ll&§_ .9.. R..~rs1stente_f~~-ª .!:!~.~-n ba~teriu ti-a.-L;a nccros i s
En ocasiones también se observan calcificaciones medula- papilar aguda, acompañada de infección renal fullninante
res (nefrocalcinosis) de grado variable. (en especial en diabéticos), puede originar choque bacterié-
En pacientes con hipcrazoemia grave quizá esté con- mico, morbilidad importante y la muerte. Los pacientes con
traindicada la urografía excretoria. En estos enfermos, la formas más insidiosas de necrosts papilar y nefritislñters-
urografía retrógrada practicada en condiciones de asepsia ticia\(por ejemplo, quienes abusan de los analgésicos),
estricta, puede establecer el diagnóstico o mostrar un tras- desarrollan daño renal progresivo e insuficiencia renal, a
torno urológico susceptible al tratamiento. menos que se traten con-exíto~··En.Áustraiüi, la ncfropatía
por analgésicos es una causa importante de insuficiencia
Diagnóstico diferencial renal que llega a requerir diálisis y trasplantes renales. En
enfermos con ncfropatía por analgésicos, también es elevada
la frecuencia d0 carcinoma de células transicionales.
Como el tratamiento específico varía según la afccc1ón
subyacente, es necesar1o considerar las diversas causas de
nefritis intersticial y necrosis papilar Prevención
Los diabéticos con pielonefritis aguda sin necrosis
papilar suelen reaccionar con rapidez al control de la infec- Como la nefritis intersticial y la necrosis papilar originan
ción y de la alteración rnetabólica concurrente; en qu1enes daño renal progresivo e insuficiencia renal , es importante
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 225

su prevención, en particular en diabéticos y en quienes macos, lo cual con frecuencia requiere que se refieran a un
abusan de los analgésicos, que son los dos grupos de pa- psiquiatra con experiencia en abuso de fármacos o a uncen-
cientes más susceptibles a padecer este trastorno. En diabé- tro para abuso de drogas.
ticos es importante controlar tanto las infecciones urinarias
como las enfermedades vasculares. Es necesario identificar Pronóstico
a quienes abusan de los analgésicos para que los supriman.
Con la supresión, la función renal suele mejorar y estabili- A menos que se instituya de inmediato el tratamiento con
zarse; pero si continúan utilizándolos, sobreviene daño re- éxito, la necrosis papilar fulminante aguda acompañada de
nal progresivo e insuficiencia renal irreversible. infección bacteriana renal puede ser mortal. Los índices
de morbilidad y mortalidad en las formas crónicas de necrosis
Tratamiento papilar varían directamente con la causa, la rapidez del
diagnóstico y el interés y determinación que que médico y
A. Medidas específicas paciente controlan esta enfermedad. En quienes abusan de
l. Médicas: en casos de necrosis papilar junto con IVU, es analgésicos y no dejan de ingerirlos, la regla es la insuficiencia
muy importante el tratamiento intensivo con los ántimi- renal progresiva que hace necesario utilizar diálisis y
crobianos apropiados, así como otras medidas. trasplante renal. El resultado en los pacientes con nefropatía
2. Quirúrgicas: Si la enfermedad es unilateral y fulminan- por analgésicos que desarrollan carcinoma de células
te (según lo indican el examen físico, la urografía, las transicionales suele ser malo; el diagnóstico es difícil y
pruebas de función renal y otras medidas); la infección con frecuencia se establece hasta que la enfermedad es
no se controla con fármacos y no se obtiene una mejoría incurable.
inmediata, hay que pensar en una nefrectomía. Sin em-
bargo, debe llevarse a cabo con precaución, porque es
posible que finalmente se afecte el otro riñón. Las papi- ABSCESO RENAL (INTRARRENAL)
las esfaceladas que emigran y obstruyen un uréter, sue-
len eliminarse por endoscopia.
1. ABSCESO CORTICAL RENAL
B. Medidas generales (Ántrax renal)
Es necesario controlar cuidadosamente la diabetes y en
pacientes con esta enfermedad es importante la prevención Etiología y patogenia (figura 13-7)
y tratamiento inmediato de las infecciones de vías genitou-
rinarias. Deben identificarse los pacientes que consumen Los abscesos corticales renales se desarrollan principal-
analgésicos en exceso y hacer que suspendan estos fár- ~l·ent~-c~~~s~ado ife~!§-diseml.iiación i1einat6gena de

Vía de infección Datos principales


Fiebre (alta o febrícula)
Dolor en angula costovertebral
Hematógena Hipersensibilidad o ausencia de signos
o ascendente localizadores o sintomas vesicales

Figura 13-7. Patogenia del ántrax renal.


las infecciones por Staphylococcus aureus (90% de Jos Tratamiento
. casos)eñ-sitios- dÍstantes (con mayor frecuencia la piel).
Entre los factores predisponentes se incluyen el uso de Las bases del tratamiento siempre han sido la administra-
fármacos-intravenosos, diabetes-sacar-irúi y hemodiálisis. L·a ción de antimi.~:9_bian~~propiad?~_l'~~~naje9uírl.lrgl.co .
infecclón..asc-eñdentc-rara vez causa-~rlt1:ax renal.· En -él De manera reciente, el absceso cortical renal (en especial
principio sc-d-esarrÓIÍan-microáosc esos, crecen y lu-ego con- cuando !o causa S. aureus) se trata con éx1to mediante
curren para formar una masa inflamatoria llena de líquido aplicación exclusiva de antimicrobianos . Los agentes an-
rodeada de una pared gruesa. Con el tiempo, un absceso tiestafilocóccicos recomendados son la oxacihna o nafcili-
cortical puede f(}_!!!Q.~~---ª!r_ªves_~r_J_~ cáp_?ula ~enaJ y formar na, 100 a 200 mg/kg/día por vía 1ntravenosa divididos en
una absceso perinéfrico. En casi todos los casos el absceso dosis cada cuatro horas. Otras opciones de tratamiento
corfícar i·enar (ántrax) e-s- unilateral (97%), sólo hay una incluyen: vancomicina, 1 g cada 12 horas por vía intraveno-
lesión (77%) y ocurre en el riñón derecho (63%). sa: cefalotin, 2 g por via intravenosa cada ocho hoyas o
cefalotin, 2 g cada cuatro horas por vía intravenosa. La
Cuadro clínico administración parenteral se continúa durante 1O a 14 días;
lueg_o s~_ .<fa trata_r:n_~éntQ ánti_~sta(ilocócdco porvía_oral otros
14 a 28 días. Si no hay respuesta clínica favorable evidente
A. Síntomas y signos despt]~sji~ 48_hs_>ras de tratamiento, sé. de he sos pechar 1a
El ántrax renal aparece con mayor frecuencia entre la segun- wesencia de patógenos resistentes o de factores compli~
da ycuartad6cada de-li"vlda afccta-trés veces más a los ~antes corno "un absceso perínéfrico. ?.e in~_ cnta su aspira-
varones en compáración con las -muJeres. Etlnicamente se ción y drenaje mediante la colocacíón de un catéter
caract-erTza por la ap_ari~ió[l_~[us~a_9_~-~C:Cl,lOfríos_, fiebre e transcután~~~ropiado baj_Q__eJ control-de- ~lt~E~ó a
hiperestesia y dolor localizados en el ángulo costovúi:ebrai~ TC. Si esto fracasa o resu lta inadecuado, estará indicado
Eñ.etapas tempranas, cuando el ántrax no· comunica con el cfcfrenaje quirúrgico a ciclo abierto.
sistema colector, no hay síntomas urinarios. A veces
el examen físico revela una masa en el lomo o en el flan-co,
egoca~~~~s doiO)-<?.Sa y;-·Ta.péra-ída·ae lacurvatura lumbar.
2. ABSCESO RENAL CORTICOMEDULAR

B. Datos de laboratorio Etiología y patogenia


El hemogrArDª_pqr.\9 g~ner~_)_1mcstra leucocitosis modera~
da o intensa con desplazamiento a la izquierda. Cuando no
Por lo ~eral el absceso corticomedular renal se debe a una
, hay coinun~cacíÓn entre el absceso cortical y el sistema anomalía sUbyaceñ-tedeías""Viis"urliliir-ias "coir1o-obstrucción
pclvicahceal, el análisis de orina es normal y no se desarro-
o reflujo v·esicou-reteraCCa-causadel ahsceso cortical renal
llan patógenos en el urocultivo. Casi siempre el hemocultivo
(ántrax)casi siei11pre es una infección e.stafilocóccica. Por
es negativo. Según el grado de participación renal y las
el contrario, la causa más frecuente de absceso corticomc-
anomalías renales acompañantes, los valores de creatinina
dular son bacterias coliformes-principalfí-ieñte- E. coli o
sérica y de nitrógeno ureico pueden ser normales o elevados. espwe:s-aeKiébsielía_o.(Jc-PI:oieús.- --- ..... - .-
Los pacientes diabéticos con absceso cortical, casi siempre
- T1pos espeCífic-os- ·cre--prÓce~')-os infecciosos graves,
presentan glucosuria e hiperglucemia.
agudos o crónicos, se relacionan con el absceso corticome-
dular. La nefritis bacteriana focal aguda (también llamada
C. Estudios radiológicos nefronía lobar aguda o pieloncfritis focal), es una infección
Los estudios radiológicos son indispensables para la identi- aguda grave del parénquima sin licuefacción. Aparece en
ficaciórr y el diagnóstico diferencia! del abceso cortical uno o más lóbulos renales . Se piensa que la infección se
renal. Por lo general, los datos son inespecíficos y la uro- limita a los lóbulos con reflujo intrarrenal. A menos que
grafía excretora rara vez ayuda al diagnóstico. Si el absceso se inicie el tratamiento eficaz e inmediato de esta masa
cortical es grande, se delinea una lesión ocupante (figura inflamatoria sólida, evolucionará a un absceso renal. La
13- 8). E) empleo de leucocitos marcados con citrato galio pielonefritis xamogranulomatosa con frecuencia acom-
67 o indio J 11 puede ser útil en el diagnóstico. Sin embargo, paña el absceso corticomedular intrarrenal y es una compli-
por desgracia, el rastreo puede mostrar resultados positivos cación de la IVU cróoica, cálculos renales y nefropatía
falsos en el caso del carcinoma de células renales , de la obstructiva.
obstrucc1ón uretcral y pielonefrítis grave no supurativa. La En adultos, la mayor parte de los abscesos corticome-
ult.G1:-'i.O..!lQgrafíªj_llS)_ ~9'I!J2rQ_~1~?~L t!_bscesq ~~a!; sin em- dularesscacompall"an-de cálcidos renales, uropatía obstruc-
bargo, en su etapa inicial un absceso renal puede-confuñ-dir- tiva-y"(faño re:n;~c en-nÍños~i-- -lo general coinciden con
se en el ultrasonido con neoplasma renal. De igual manera, rct1ujoveslcotrrcteraCC1 d{abe-tessacarina es otra enferme-
c"on frecuencia la arteriogra-fía. renal casi siempre fracasa dad predispon-ente- importante, especia fin ente
en adultos. En
para diferenciar un absceso renal de una neoplasia hipovas- tc:i os os grupos de' edad los "microorganismos infectan tes
cular o quística del riñón. E! estudio iconográfico de mayor habituales son bacterias gramnegativas aerobias. Se postula
~-~~9.!.1 P~I!_Q_i-ªgnosti~~~ absceso renaT"esláT"C con o sin que la patogenia de un absceso corticomedular inicia con la
contraste. La aspiración del ª~Sf~§Q.____Q~j_Q__fOntr9l de US o infección de la médula renal ; licuefacción subsecuente y,
TC ayudará al diagnóstico e identificac'ión del microorga- por último, participación de la corteza renal. Con el tiempo,
nismo infectante, pero también puede servir para instalar una posible complicación es la perforación de la cápsula
drenaJe y así ayudar al tratamiento . renal y Ja formación de un absceso perinéfrico_
Infecciones inespecíjicas del aparato genitourinario • 227

Figura 13- 8. Ántrax renal. Arriba izquierda: Gamma grama renal que revela la ausencia de tejido renal funcional en la porción
superolateral del riñón derecho. Arriba derecha: Angiograma renal selectivo, del mismo paciente muestra una masa avascular
en la porción superolateral del riñón derecho. Diagnóstico quirúrgico: antrax renal. Abajo: Urograma excretorio, alargamiento
del cáliz superior del riñón derecho.

Cuadro clínico sospechas del clínico hacia una enfermedad gastrointesti-


nal. L~_~ íntmnas generales incluyen malestar, fatiga_ y
A. Síntomas y signos rérdida d_~p~~~x_-~e presentan en p~~i_entes ~<?~-~12f~!~ll}_~da~
El absceso corticomedu1ar a~c~-~ igual a Y~!.~!l~~-_y crón~c_a. Desafortunadamente los datos físicos son incspc-
mujeres, pero la incidencia se eleva conforme la edad avan-
za.--Li"s-características clínicas notables son escalofríos, cíficos. Hipgest_c_si_a ~n el ángulo costovertebral~--~~_!!_an~~
fiebre--y-dOTOrenertiañCo oenel abdomen. Son frecuentes o~~ abdol~~-~~~!)azgos__f.!:_c~uente~; u!:l.a l!1as_a palpable
veces-,
las-q~~i~~-~e-~-~~~~~-x ~~i~1l(~_s_ desviando-:- a- las es_~F..9S.~i-~Q!)tr~l_r_i~,_ p_oco usua_l._
228 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

B. Datos de laboratorio ABSCESO PERINÉFRICO


Los datos son iguales a los observados en pacientes con
ántrax -renal, excepto erarialísis-cre-orina que es clásica-
mente anormal y el urocultivo positivo en pacientes con Etiología y patogenia (figura 13- 9)
ab-séesocorticomécfüTar.-Ésto s-e-debe a q-ue los abscesos, eñ
contraste con-e1-áritrax, casi siempre comunican con el El absceso perinéfrico se desarrolla, principalmente, a partir
sistema pelvicaliccal. De igual modo, el hemocultivo es de "fa -rotur_a .de un -absceSOl[ltrarrenaJ en e} espacio pcri-
positivo en casi todos los casos de absceso corticomedular · n~fuf_p_._ AsL Jos. "ñ-1icroorganis.nios- irítectantesson los
en compaá1cio"ri con los c-ásos -de-antrax~ - --·- -- ·-·--- -·--·- -
- - - - - - ------
mismos .qü'e-causaron e( absc~so intrarrenal ; estafilococo
(absceso corticáTfy -Gacterias grarñpositrvasaerobias, sobre
toao cepas ae-·E:730/¡ye·s-f)e-c!esaci:7ebsÚTi;;y.p-;:oteus
C. Estudios radiológicos (absceso corticomedular). Puede -deberse a otras bacterias
Estos estudios, en especial US y TC, son fundamentales para
coliformes , especies de Pseudomonas, bacterias gram-
el diagnóstico del absceso corticomedular. -En .ra-ñe-Filtis
bac"t~riana-focal -aguda,- es- fre-cuent-;-·-e~-~~ntrar US renal positivas, bacterias anaerobiás obigadas, hongos· y
Mycobacterium tuberculosis. Los cultivos de absceso son
normal, pero puede mostrar una masa sólida con menos
eco y poco diferenciada del parénquima normal adyacen-
polimicrobianos en casi el25% oc los casos. La aponeuros-i's
de.Gerofa-habTtuáJmentc circünscribe la formación del abs-
te, con deformación del contorno renal y obnubilación
ceso al espacio pcrinéfrico, pero el proceso infeccioso puede
de la definición corticomedular. En general, no se de-
extenderse ampliamente a través del retroperitoneo y afectar
muestran las lesiones de la nefritis bacteriana focal aguda
las estructuras·vecinas. Los factores prcdisponentes son los
en la TC sin contraste. Sin embargo, la TC de contraste
mismos que en el absceso intrarrcnaL
muestra, por lo general, un área poco densa, mal .definida,
con bordes formados y sin licuefacción. Pueden estar afec-
tados uno o más lóbulos renales. Cuadro clínico
El aspecto en la US del absceso intrarrenal, sea cortical
o cortícomedular, es variable. Estas lesiones a veces carecen
de ecos internos (simulando quistes o divertículos calicea- A. Síntomas y signos
les); otras aparentan reflexividad elevada simulando neo- Tanto la naturaleza con frecuencia insidiosa como el cuadro
plasmas o bien presentan poco eco de baja densidad . La clínico confuso de un absceso perinéf.cico dificultan el
técnica radiológica preferida es la TC, con o sin contraste. diagnóstico temprano. Es clásico que los pacientes con
La apariencia característica es de atenuación baja (O a 20 absceso perinéfrico permanezcan asintomáticos durante 2 o
unidades Hounsfield) y con las lesiones parenquimatosas 3 semanas antes de solicitar atención médica. Después, el
marginales distintivas que no se realizan después de la diagnóstico aún puede retrasarse varios días. E.L~I}ico sín-
administración de medio de contraste intravenoso . toma siempre presente es la fiebre, pero en el inicio del
a
padecimiento mcnudo.se conSidera de origen desconoci-
do. Los datos físicos sobresalientes incluyen dolor e hipe-
Tratamiento restesia en el flanco y ángulo costovertebral , con o sin masa
paípilifee~~fl_<u"!~o -~ éiJ:l4o~en ..-: - - - - - -·-
El diafragma del lado afectado puede estar elevado e
Los abscesos corticomedulares causados por coliformes, lo
inmóvírcoñ-oSin --ocrrame J?Ieural acomP.anªnti ·M~;;aún,
misirio que los corticales causados por estafilococo, a vec~s
piieden tratarse exclusivamente con antimicrobianos s·¡¡;
é1 pacíente -púede.qucjarse ded"olor torácico pleurídco. Es
común que aparezca desviación de la columna (concavidad
dremije:-La nefritis bacteriana focaf aguda-y los al:i~:cesos
cfel1aao-·afeCfaaó)d-ebtdaafesp-asni"ocfé·l.!rlÚSCUlo p~q_as que
pequeños con licuéfacción mínima y confinados al parén-
también causa dolor, a veces, al inclinarse hacia el lado
quima renal, generalmente no requieren drenaje . En casos
contraTateral ·o-doT"or referido a la región de la cadera del
graves , puede ser necesaria la nefrectomía.
m ISTrio -lado. Én-oc-asiones, la hiperestesia y la defensa
En el incio , el t!~~~~lmiento antimicrobiano incluye una
af)ao-m inales sugieren enfermedad intraperitoneal. Un bulto
combinación de ampicilina, 1 g cada 4-a-611, o cefazolina,
doloroso en el n~co Cl!_~.ierto__ e._~r:. erite_TT!a y edema en un
1 icª-a~ 811 i~ffávei\Q~~~~ás~n aminoilucó_sldü-(ieñtarñi-
cina o tobramicina) , 1 mg!kg cada 8 h intravenosos ; la dosis sTg_ñ§~~fdi_~. p~~(_ll.~y_-~~~ti_v_o__d~~~-~~eso p~~i_n~frico.
se ajusta de manera apropiadasegl:ín-E1c11sminÜción de la
función renal. Según la respuesta clínica y los resultados B. Datos de laboratorio
del cultivo y de las pruebas de susceptibilidad, la combi- Las pruebas rutinarias de laboratorio sufren alteraciones
nación medicamentosa se continúa o se modifica de variaolcs . En general, las pruebas sanguíneas muestran leu-
rnanera adecuada. El tratamiento parenteral se sigue has- cocitosís leve con desplazamientO -a fa~zquicrda, anemia
ta abatir los síntomas y que la fiebre desaparezca cuando variable y velocidad de sedimentación elevada. A menos que
menos durante 48 horas; las imágenes repetidas deben ex"isúm factores complicantes o enfermedad bilateral, los
demostrar las respuestas favorables. Por último, se admi - valores de creatinina sérica y de nitrógeno de la urea san-
n~stra pfl <;t_l)tjmic~ol2i<!-nQ .P.Q!:. _Y.Í<!__oral apecuado dur-ante guínea son normales o sólo ligeramente elevados. Es común
cuatro semanas continuas según lo determine la resolu- que el análisis de orina muestrcpiuria__y proteinuria, pero no
~j_~-~o!:np!eta, clínica y radiológica; der proceso . Diag- hematur~- El uran.alis1scsnÓrm~i" ~~ ~asi el 30% y el
nóstico temprano -y.trafan1iento apropiado casi siempre urocultivo es estéril en cerca del 40% de los casos. Sólo
" garantizan resultados favorables. el 40% de lo s pacientes tienen hemocultivo positivo.
Infecciones ine:specijicas del aparato genitourinario • 229

Vía de infección Datos principales


Seps1s o febrícula
Dolor en ángulo costovertebral
H ipersens1 b1l1dad
Espasmo del psoas
Extens1ón directa
del riñón

Figura 13-9. Absceso perinéfrico. Arriba: Patogenia. Abajo: Urograma excretorio que muestra desplazamiento lateral del
polo inferior del riñón derecho, escoliosis del raquis y ausencia de la sombra del psoas derecho. Obsérvese la compresión de la
parte superior del uréter derecho por el absceso.
130 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

C. Datos radiológicos miendan los mismos medicamentos y posología indicada en


Las radiografías de tórax y abdomen no permiten establecer el tratamiento de absceso intrarrenal. La respuesta clínica, el
m1.cflagnóstico defiñitivo de absceso periné-frico, pe-ro cultivo y las pruebas de susceptibilidad dictarán los ajustes
rpu-cden ayudar. Los rayos X son útiles cuando muestran· necesarios en la medicación. Se administran antimicrobia-
Eemidiafragma elevado e inmóvil, derrame pleural, em- nos por vía parenteral y eventualmente por vía oral hasta
piema, absceso pulmonar, infiltrado en el lóbulo inferior que los datos clínicos y las imágenes repetidas indiquen
o atelectasia y cicatrices apica\es (particularmente en resolución del proceso infeccioso. Esto por lo común
pacientes con absceso tuberculoso). La radiografía abdominal requiere varias semanas.
puede mostrar desviación de la columna toracolum bar (con- Con un diagnóstico temprano y tratamiento eficaz, la
cavidad hacia el lado afectado) , efectos de la masa del perspectiva de los pacientes con absceso perinéfrico es
abseso, cálculos renales, contorno renal poco visible o ausente, excelente. La mortalidad tiene relación directa con el retraso
sombra del psoas poco visible o ausente, niveles hidroaéreos en el diagnóstico y el inicio del tratamiento apropiado.
en las regiones renal o perirrenal, o fijación del riñón.

D. Estudios radiológicos
En casi todos los casos de absceso perinéfrico, la urografia
excretora con tomografia muestra alguna anomalia en el INFECCIONES INESPECÍFICAS
lado afectado. Los datos incluyen imagen poco visible o DE LA VEJIGA
ausente del riñón afectado; efecto de la masa, desplazamiento
del riñón, de la pelvicílla renal o del uréter; cálculos; caliec-
tasia y obstrucción (con o sin cálculo). Sin embargo, con
ninguno de estos signos se llega al diagnóstico· específico CISTITIS AGUDA
de absceso perinéfrico.
El estudio mediante leucocitos marcados con citrato de Etiología y patogenia
galio 67 o con indio 111 sólo tiene una función poco
Significativa en el diagnóstico. La interpretación del estudio La cistitis bacteriana aguda es una infección de la vejiga
tarda unos pocos días y fracasa para diferenciar un absceso causada principalmente por bacterias--coliformes--(por lo
perinéfrico de otras muchas enfermedades renales . Igual- general"cépas de E. cofi) y con menorfrecuencia por aero-
mente, la arteriografía renal es inespccífica en el diagnósti- bios grampositivos (en especiaf-Siaphylococcus saprophy-
co de absceso perirrenal. Por ser un procedimiento muy ticus·y eñferococos). La infección suele ascender a la vejiga
invasívo y porque la US y TC producen mejores resultados desde ·la uretra. A 1 inicio de este capítulo se revisaron
rara vez se indica la ateriografía como estudio diagnóstico. la patogenia y los factores de sensibilidad relacionados con la
Con frecuencia, la US renal es diagnóstica de absceso cistitis. La frecuencia de cistitis aguda es mucho mayor en
perinéfrico, pero la TC demuestra mejor la exténsiói1 total de niñas y mujeres que en niños y varones adultos. La infección
las Tesiones.-loStL1tosde Ta-telñcluycn tma masa-de tejido blando por adenovirus puede causar cistitis hemorrágica en niños;
con atenuación baja central (O a 20 unidades Hounsfield), pared sin embargo, en adultos rara vez hay cistitis viral.
in Oamatoria con atenuación ligeramente mayor en las vistas sin
contraste, signo de la corteza (un borde de mayor densidad en
Anatomía patológica
la pared del absceso luego de inyectar medio de contraste
intravenoso), obliteración de los planos tisulares vecinos, En las etapas iniciales de la cistitis aguda, la mucosa vesical
agrandamiento del músculo psoas o del riñón del mismo lado, muestra en forma clásica hiperemia, edema e infiltración
engrosamiento de la aponeurosis de Gerota y niveles hidro- por neutrófilos. A medida que el proceso avanza, la mucosa
aéreos dentro de la lesión. Mediante aspiración transcutánea es sustituida por un recubrimiento friable, hemorrágico,
bi!J.Q_con~9l_ge_T~ -~e Jogr~ -~~rte_?:_~ _QiagD9Jlt_~c:a --ª~soluta~ granuloso con áreas de hoyuelos y úlceras superficiales que
idcnti[i~aciqn del !11iCr.Q9rganismQ_infectante.
contienen exudado. La capa muscular no suele afectarse.

Tratamiento Cuadro clínico

La sola administración de antímicrobianos no es una medi- A. Síntomas


cación--apropiada; siempre debe combinarse desde el prin- Prevalecen los síntomas irritativos de la micción: polaquiu-
C\¡)10 con drenaje comp!~to. ·Por tradición, siempre se aboga ria;-urgencia, nicturia, ai·dor al orinar y disuria. Es común
por iñcíSíéin.Ydrc·ñ-ajc abierto del absceso perinéfrico. De que hay~ do\~~- :t.'!!ºl~stia e11 .l<l-. parte baja de la espalda y la
manera reciente, el drenaje con instalación de catéter de _región suprapúbica. Co_n_frecl!:~-~0~.h~y incontinencia por
drenaje apropiado bajo control de US o de TC, ha demos- t~g~t)~Ti""y-·l1e·m-atú~!a,- ~e!.? !.':lE~~~ oEserva fiebre im-
trado eficacia en pacientes seleccionados. Sin embargo, portante. En mujeres suele iniciarse después de la práctica
cuando el drenaje transcutáneo fracasa debe efectuarse de de relaciones sexuales ("cistitis de la luna de miel").
~!D~-di~to drenaJe q~if~trgi.co ~~~i"erto-onai-ectomía.
En tanto se dispone de los resu-ltados de los cultivos y B. Signos
de las pruebas de susceptibilidad, el tratamiento antimicro- Aunque en ocasiones hay hipersensibilidad suprapúbica, no
biano parenteral se dirige contra estafilococos y bacterias hay signos físicos específicos. Es necesario buscar posibles
coliformcs, que son los patógenos más probables. Se reco- factores contribuyentes concomitantes; en mujeres: anoma-
Infecciones ínespecificas del aparato genitourinario • 231

lías de vagina, introito o uretra (por ejemplo, divertículo Prevenció n


uretral) o exudado vaginal, en varones; exudado uretral o
próstata o epidídimo tumefactos, sensibles. En pacientes propensos a brotes reincidentes de cJstttis
aguda hay que valorar la posibilidad de factores que puedan
C. Datos de laboratorio contribuir al aumento de la susceptibilid ad y corregirlos
La hl_ometrj_ª h_emátic~_P.~~~e ser non!J:al o mostrar leucoci- cuando sea posible. Si no es factible, quizá se requiera
tosis leve. En el análisis de orina hay por lo general piLI_~iª_;y profilaxis antimicrobia na.
bacicrTiirra;en ocasiones se observa hematuria macrosc.QQjca
o micmscópTca. En el urocuúf;;¿ S~ de~arroliará clpat6geno Tratamien to
infectante-:-Á-n1enos que el paciente tenga trastornos uroló-
gicos concomitant es, son normales los valores en sangre de A. Medidas específicas
la creatinina sérica y del nitrógeno de ]a urea. Aunque no se ha comprobado su eficacia en varones, la
medicación antliñicrob1ana porcürto--tie mpo ( J 3 días a o
D. Datos radiológicos
inCluso sólo Üna dosis) es- eficaz en--mujeres con cistttís
~-~~a n-o. -co!_l].~fic_~Ci_i.' ~orño ideal, el antimicrobia no debe
La valoración radiológica sólo se justifica si se piensa en elegirse basándose en el cultivo y en pruebas de suscep
infecciones renales o anomalías dé vías oenJtourinarTas: E-n
tibilidad. Como la mayor parte de las infecciones no com-
paci'e1itescoñ 11-ifeccróncs por--Prote-us
que no reaccionan plicadas que ocurren fuera del hospital se deben a cepas de
pronto a la terapéutica o reinciden, hay que tomar radiogra-
E. co!i, susceptibles a muchos antibióticos, las sutfonami-
fías para investigar la posibilidad de un cálculo de estruvita
das, el trimetoprim- sulfametoxa zol, la nitrofu.'rantoiña o la
infectado. amp1cTITñasuefen ser eficaces. Cuando la resp-úeSiano es·
satisfactoria Se JUStifica una valoraciÓn urológica.
E. Exploración instrumental
Cuando la hematuria es importante suele estar indicada la B. Medidas generales
cistoscopla;- sin- embargo, deb-eretraSarse hasta que haya Como la cistitis aguda no complicada responde rápidamente
pasad_o lil fase aguda Yia
rñ~~~1ón se tengabajo 'ifatainient.Q.,_ al tratamiento antimicrobia no adecuado, no suelen necesi-
tarse otras medidas. En ocasiones se justifican baños de
asiento calientes, antJcolinérg icos (por ejemplo, bromuro
Diagnósti co diferencial de propantclina ) y analgésicos urinarios (por ejemplo, clor-
hidrato de fenazopiridi na) para aliviar los síntomas.
La cistitis bacteriana aguda debe diferenciarse , en mujeres,
de varios otros procesos infecciosos. La vulvovaginit is Pronóstic o
puede tener síntomas similares a los de la cistitis, pero se
diagnóstica con precisión con un examen ginecológico au- La cistitis bacteriana aguda no complicada suele curar rápi-
nado al estudio adecuado del exudado vaginal en busca de damente con el tratamiento antimicrobia no adecuado. Rara
patógenos. El síndrome uretral agudo causa polaquiuria y vez hay lesión vesical permanente .
disuria, pero los cultivos de orina muestran pocas bacterias
o éstas no se desarrollan. La pieloncfritis aguda a menudo
origma síntomas de irritabilidad vesical pero produce en SÍNDROM E URETRAL AGUDO
forma clásica dolor lumbar y fiebre importante. En niñas, EN MUJERES
la irritación vulvar y uretral por detergentes utilizados en
baños de burbujas o por oxiuros, puede semejarse a los ~l síndrome uretral agy_Q_Q consiste en di_sl}r_iª y po~~q_\!i!:!ria
síntomas de cistitis. (aunados a otros síntomas vesicales o uretrales variables) e_!!
En varones hay que diferenciar la cistitis bacteriana mujeres en cuya orina vesical "no hay crecimiento " o las
aguda principalme nte de infecciones de uretra, próstata y cuentás de bacterias son bajas en los cultivos. Fihn y Stamm
rii1ones. La exploración física y las pruebas de laboratorio
adecuadas suelen permitir el diagnóstico específico.
( 1983) pudieron el así t\c-ár a'la's
mÜ]~rcscon disurí a ~g~cj_a
en grupos con implicacione s terapéuticas específicas:
La cistitis no infecciosa produce síntomas casi idénti-
cos a los de la cistitis bacteriana. Algunos de esos trastornos l. Vaginitis (32%). _
incluyen: cistitis por terapéutica anticáncer (por ejemplo: 2. Cistitis típica, con crecimiento de ::2: 1O) bacterias por
radiación, ciclosfosfam ida), cistitis intersticial, cistitis eosi- mililitro de orina a mitad de la micción (32%).
nofílica ("alérgica") , carcmoma vesical (en especial in si tu) 3. Síndrome uretral agudo (36%).
y trastornos psicosomátic os. a) ----rreséñ-cia de -piÜna (22%) (bacteriuria vesical
en 15% e infección por Chlamydia en 7%).
Complica ciones b) Sin piuria; orina estéril (12%).
e) Otros patógenos, incluyendo virus del herpes
simple y N gonorrhoeae (2%).
La principal c~!~plicación de la cistitis aguda es la infección
asceridente a los r1fi(;ñ-es ~-'Los. ñu\os.__con~.rciiui<L.v~ili:6.~re­ En la valoración de mujeres con disuria aguda, el médico
terafy -)j,"~m.ill_~@.s emli:a_ra~a.d_as están en, especial pr~pensos debe buscar sistemái'icamente láp-~-~~~ncia--d~--vaginiüs,
aesta. co m p Jicación. obtcñefl ñ-üCS'tra!i.vag_l.nalc.s ·P~.Úl: di--ªg-~Ós!ic-º---y_![aíil.!_~aí-_
232 • Urología general de Smith (Capitulo 13)

quicr infección que identifique. Las mujeres con bacteriuria (por lo general un coliforme). Esta última es más frecuente
i [!p_QE~n-~~-~-~<?!_uro~!~~-~Y.~ Q~_g_~c.~ii_~f aram ente -~j~)i!_is b ac-=. eñOíaoétlcos.
te0_~~~~~~!_~_!~S2_<?!?~~r_<!~ in_l_!_l~~a!~_a la terapéut~ca
antimicrobiana adecuada. Quienes pres~.!_a_B Q_isu!~ .~g':'da B. Signos
· sin vaginitis;--~~~f~üt_i~_ !?.?S!~!ianf!__ s;bili.~-~t ~!1-~l~n _t~~~_r__-~_i!!­ ConJr.e~~~~ia -~o hay datos físicos y por lo general son
drome uretral agudo. escasos e inespecíficos.
- - Ef-Sindrorrie--uretral agudo no es en sí un trastorno
homogéneo. Muchas_!!l~res con piuria y bacteriuria ''con
C. Datos de laboratorio
cuentas bajas ~'.Ji~n en~_D_!~~1i9_ªg_y~~!r_q~i_gitj_~~acterlan a y A menos que la cistitis crónica se relacione con un trastorno
deben tratarse de manera adecuada con el antimicrobiano importante primario de vías gcnitourinarias,.~1 h_Qmogram_a
-~"ya_l ~~ -~t~cción. ~ll un s~~o ru ~~ujeres, los y los estudios de función renal suelen ser normales. El
cultivos son positivos para microorganismos de posible análisis de orina muestra en 'fornúicláSica bacteriúria im-
transmf~iló-n--sexua!. Estas- m-ujeres,· y sus compafieios
portanfe"pero--:- óe rña'ñcra sorprendente, quizá se encuentra
sexuai'es, deben tratase con el antibiótico adecuado; te__!raci- poca _1?_~-~-~~· El urocultivo suele ser positiv~~· - - -- --
clina o eritromicina para infección por e trachomatis ;
penicilina o tetraéichna en gonorreas. ~ñ un !~Lcer_~~~o
sélcíeñtiTlcaliñ' patogeno causi[pero, en forma curiosa, la D. Datos radiológicos
disuria responCier:CáTa.medicaciónanttmicrobiana. Un pe- Si la cistitis crónica no se acompaña de otras enfermedades
quena- grupOde]nujeress'írí'piuria opatÓgenos identifica- de vías genitourinarías, los estudios radiológicos por lo
bles responderá mal a los antimicrobianos; algunos clínicos general son normales. Los urogramas excretorios y re-
piensan que es posible que sufran algún tipo de disfunción trógrados y los cistogramas de micción pueden mostrar
de la micción. · trastornos concurrentes (por ejemplo: uropatía obstructiva,
reflujo vesicoureteral, pielonefrltis atrófica, fístulas vesi-
coentérica o vesicovaginal).
CISTITIS CRÓNICA
E. Exploración instrumental
Quizá esté indicado practicar calibración uretral, sondeo y
Etiología y patogenia
uretrocistoscopia, para valorar si hay trastornos contribu-
Al igual que pielonefritis crónica, el término cistitis cró- yentes (por ejemplo: estrechez uretral, obstrucción prostática).
nica es confuso porque significa diferentes cosas para dis-
tintas personas: '!-]guno_~médicos lo utilizan exclusivamente Diagnóstico diferencial ,
para indicar infecciones vesica!'?s no f~§__l}-~1t9:~ _Q_ ersis-
tent~s, ~-1!. tanto__g~e~-º~osfos emplean cuando hay tres brotes La cistitis crónica de tipo infeccioso debe diferenciarse de
o más de infección vesical en el transcurso de un año. otras enfermedades infecciosas de vías urinarias en varones
-La cisil"ús íi1fecc\osa crÓnÍca ei_~~§-ª-.da porj_9s n~§~9s y mujeres. En ocasiones, estos trastornos simulan una cisti-
patógenos que originan la cistitis aguda y las pielonefritís tis ; a veces se acompañan de cistitis crónica, o contribuyen
aguda y crón1ca .--AI -Ciü clo de este capítulo se comentan a ella. Algunos ejemplos incluyen : vaginitis infecciosa,
los factores relacionados con las infecciones vesicales crónicas. prostatitis, uretritis e infecciones renales. En el diagnóstico
diferencial de la cistitis crónica caracterizada por piuria
Anatomía patológica " estéril " hay que pensar en tuberculosis renal o vesical.
En el diagnóstico diferencial deben considerarse: tras-
La persistencia de infecciones vesicales, más allá de la etapa tornos no infecciosos como vagmitis y uretritis seniles por
aguda origina cistitis crónica, que difiere de la forma aguda deficiencia hormonal, afección uretral no infecciosa, for-
princ1palmente en el carácter del infiltrado inflamatorio. En mas no bacterianas de prostatitis, cistitis intersticial, cistitis
las etapas iniciales de la cistitis crónica, la mucosa vesical "alérgica", cistitis por radiación, cistitis secundaria al uso
se torna de manera progresiva más edematosa, eritematosa de quimioterapéuticos (incluyendo anticancerosos) y diver-
y fri able, y puede ulcerarse. En las fases avanzadas de la sos síndromes psicosomáticos.
infección crónica, la submucosa esta infiltrada por fibro-
blastos, células plasmáticas y linfocitos; finalmente , lapa- Complicaciones
red vesical se torna gruesa, fibrosa y sin elasticidad.
Las infecciones vesicales crónicas pueden originar una in-
Cuadro clínico feo~jón ascendente de los riñones~!~l!f()s_ ~l)_(E?,c;:tados en
vías urinarias altas y vejiga, o i~[ecci9f!_S~c_u_ry9'!ri_<?-_de la
A. Síntomas _Rróstata o~idídimos. ~ - ----- -
Los pacientes con cistitis crónica son asintomáticos o
2_r_e__§_~__!1_t_f1_Il_!r.-ª_~ornos _varl~bles d~J!.!!.!a~ilidad vesic_~l.- Sl
la infección de la vejiga es causada por una fuente per- Prevención
sistente de infección en los riñones Q la próstata, también
puede haber síntomas relacionados con la infección pri- La prevención de la cistitis crónica depende de la identifi-
maria. La presencia de neumaturia sugiere una fístula cación de factores causales y contribuyentes y del éxíto
enterovesical o infección por un_p~t~~eng_q_~orma gás su
relativo cñ corrección.
Infecciones inespec(ficas del aparato genitourinario • 233

Tratamiento del estroma. Es posible que ocurran mícroabscesos en la


fase temprana; los grandes abscesos son complicaciones
Es necesario identificar el microorganismo causal median- tardías.
te cultivo y tratar la infección con los antimicrobianos
adecuados basándose en pruebas de susceptibilidad. Quizá Cuadro clínico
se necesite tratamiento preventivo a largo plazo o tenipéu-
Íiéa supresora con agentes como nitrofurantoína, trimetoprim- A. Síntomas
sulfametoxazol o metenamina aunada a unacidlf!C:~nte. La prostatitis bacteriana aguda es una enfermedad febril
-.fJ. aspecto-1nás 02Q~tantc de la terapéutica es la_y_<l.Lo.: ag_~da ~~!:.é!.~.!~!~zada por escalofrío, dolor en hipartebaJá de
raciól1 CQ[ll.I2~!5!ffi_Q_l.J~~ª-º=~causa.'> sl!_byacentcs y la corrección la espalda y en perineo, urgencia y polaqui.uria urinarias·,
adecuada de los factores contribuyentes, cuando es posible. nlciuria, disuria y grados variables de obstrucción d"e la
desembocadura ves!.caT.Esconú'ln que haya mi;lgia y
Pronóstico artralgia.

La cistitis crónica no complicada puede producir enferme- B. Signos


dades molestas pero rara vez origina secuelas graves, a Suel_e b~Q.e_r fieb~e modes~g-ª-.Q.._~Jta_.__kE,_pª_l_pafjón re~taj
menos que la infección ascienda a los riñones. El resultado deJ_~_~r_e de -~~ner_a_c_aE.~<:~~~í~_!if.~~~ ..r.r_<?_~!i-~~.tu~~f-ª.0~­
final varía mucho con la naturaleza y gravedad de las causas c<? n _l:!._i.P_~E_s ~!! ~L~i ~~~~-~-~~ g~i-~i_!.a, firme,_ ind_urad~.Y. ~.Ql.i.~9-
subyacentes y los factores contribuyentes. te al tacto. El proceso inflamatorio agudo puede afectar la
totalidad o parte de la glándula.~omg la prostatitis bacte-
riana aguda ~ aco~pAfí_;l..E.Ql!. ft~~!le!l~~'!:_ck ci ~!i_~i_~--~~da,
1.~. orJ!:l-ª~~-de ser !!:l.!"~i-~_¿'_~~-~?.-! _g_l~~- .En ocasiones hay
hematuria macroscópica inicial, terminal o incluso total.
INFECCIONES INESPECÍFICAS
DE LA PRÓSTATA C. Datos de laboratorio
El h~~~gi.<:I~_a mu~tra pOJ !Q_~om!J_Q leu<,:oci_tosi~ con des-
viación a la izquierda. En_~ or~a su~~ ha~~ryiuria impor-
tan_!S hematuria microscóJ2..i~a y baciluria,. Por lo general es
PROSTATITIS BACTERIANA AGUDA posible identificar el patógeno infectante cultivando la orina
eliminada. Con el masaje prostático se obtiene un exudado
Etiología purulento que produce crecimientos importantes del patógeno
infectan te en las placas de cultivo. Sin embargo, como causa
~'l: __Qrostatitis ba~t~riap~_~gu_da ~~C?:~?:da pri~~alme~~ dolor en pacientes con infección aguda de la próstata y puede ·
por giE-_mn~g!!.ti.YQ~_<!i!Lob_!9s. Pr.e.9.9Jn.ip~_l).lg§_SQ.E!Qr!f1es ~ producir bacteriemia, por lo general está contraindicado. '
especial cepas de E . colj ) y PseudomQJWS. La mayoría de
Iosa:utOies aceptan que los enteroco~ (Streptococcus D. Exploración instrumental
faecalis) causan prostatitis bacteriana; sin embargo, aún es Durant~ etap~-~~-~~~ de la prostatitis bactcriana__ deb_e
dudoso que la originen otras bacterias acrobias grampositi- e~i~~~-~!ª_e_)(._pJ.oración
instrumental tral)l)JJff:..tr_qj. La reten-
vas. Pruebas actuales sugieren que las bacterias anaerobias ción urinaria aguda que requiere drenaje vesical se trata
obligadas rara vez causen infecciones de la próstata. mejor colocando, por punción y bajo anestesia local, una
sonda suprapúbica. Hay que evitar la catetcrización.
Patogenia y anatomía patológica
Diagnóstico diferencial
1:~~-~ª-s posib]es de -~i!l_f~cció~ prostática incluyenQj}
~nso poJ:...L<!..!lretra(3J reflujo de orin~. infectada hacia 1~~ La pielonefritis aguda puede acompañarse de irritabilidad
co ndu~to t~.!_á_t~~_E~ _q~e-.-~-~-~e_m bo~a__~ ~-~l~_. _ l.~E.~~~ vesical grave; sin embargo, en la prostatitis el dolor de
~o~~f;D_eE~!!.~~~directa o diseminaci9n linfátic~e espalda suele localizarse en el sacro, en tanto que en la
·hacterias rectales }\_'!) g_i~_~..!.'!:linación he1_11atógena. Pro- pielonefritis es lumbar. Los datos característicos en la ex-
bablemente, las vías más comunes de infección prostática ploración rectal en la prostatitis aguda permiten diferenciar-
son: la ascendente y el reflujo de orina infectada hacia los la con facilidad de infecciones agudas de las vías urinarias
conductos prostáticos. altas.
La infección bacteriana aguda de la próstata _su~e En ocasiones es posible confundir la diverticulitis agu-
acampa ña~-~-~~_ci stitis agudª-_Y~C2!:!_f~~!Je~c ia cau§ª.. rQt~n­ da, en especial si se encuentra una masa inflamatoria o un
cíónaguda _sl_~ __o!jna; ·~-~-~~-ura~ por completo con el absceso. Sin embargo, una historia y examen físico cuida-
tratamiento adecuado o evolucionar hasta un absceso. Es dosos suelen diferenciar estos dos trastornos.
característica la inflamación notable de una parte lao La prostatitis granulomatosa aguda inespecífica debe
totalidad de la próstata. Se observan numerosos leuco- diferenciarse de la prostatitis bacteriana aguda simple. La
citos polimorfon_ucleares dentro y alrededor de los aci- variedad eosinofílica aguda de prostatitis granulomatosa
nos, con descamación intraductal, desechos celulares y ocurre principalmente en varones con antecedentes de aler-
grados variables de invasión tisular por linfocitos, células gia o asma bronquial graves, y suele presentarse como una
plasmáticas y macrófagos. Hay edema difuso e hiperemia de varias manifestaciones de una vasculitis generalizada;
también se caracteriza por una cifra elevada de eosinófílos oral una vez al día. Otro fármaco oral útil es el trimetoprim-
en sangre. La variedad no eosinofílíca de prostatitis granu- sul fametox azo 1(TMP/SMX),l6d"ñ1"gaeTK1Py""S""ODTñgac
lomatosa inespecífica se acompaii.a, en ocasiones, de infec- SMX dos veces al día. El tratamiento con cualquiera de estos
ción de la próstata por coliformes. El diagnóstico suele medicamentos debe continuarse por lo menos 30 días. Tanto
confirmarse con el examen histológico de muestras de la ofloxacina como la ciprofloxacina se encuentran dispo-
biopsia. nibles para uso intravenoso (ofloxacina, 300 a 400 mg cada
La reacción tisular intensa a una infección bacteriana 12 h, ciprofloxacina, 500 mg cada 12 h); sin embargo, la
aguda de Ja próstata puede confundirse con el carcinoma excelente biodispombilidad de estos medicamentos por vía
prostático . Conforme se resue\ve \a reacción inflamatoria oral descarta, en muchas ocasiones, el tratamiento intrave-
con el tratamiento de la infección, las anomalías palpables nosos para los casos de prostatitis bacteriana.
de la próstata se revierten y se aprecian hallazgos normales; De manera alternativa, se recomienda el tratamiento
en el carcinoma prostático, los datos anormales persisten en inicial-congé·n-tanficína ·o tob,'amici"fia,- J ·a 5 mg/kg/día
la palpación de Ja próstata . dtvid!dos en tres dosis ín"travei1osas o intramusculares, más
aiñP\cHina,-2g por vm intravenosa cada -seis horas, en tanto
Com pi icaciones se conocen Tos resultad.os del cultivo Y. las pruebas de
sensib.llÍd-ad. Pueden sustituirse por un áñ.timicrobiano oral
La tumefacción importante de la próstata relacionada con la adccl.iadodcs¡)ués de una semana y continuarse cuando
prostatitis aguda puede causar retención urinaria aguda, que menos 30 días en dosis completas. Después que se completa
suele resolverse sin intervención quirúrgica, a medida que la un tratamiento exitoso, debe seguirse a! paciente por lo
prostatitis responde al tratamiento. Es posible que se formen menos durante cuatro meses "con exploraCiones- periódica:>
uno o abscesos más grandes y se rompan de manera espon- y- cultivosdel--fiqu1dopr~ --ara:-ara~}zar que la
tánea hacia la uretra, el recto o el perineo. La prostatitis imeccion-iú~erradicó.
bacteriana aguda suele acompañarse de cistitis bacteriana --I5í1rantel.a:lñ"""fecCIOn aguda está contraindicada lama-
aguda; finalmente, puede haber picloncfr)tis aguda. Es po- niobra instrumental transuretr-aCCa ré.tención urinaria agu-
sible que se desarrolle ep1didimitis bacteriana unilateral o da que reqmere dre11aje"vesícal se tratarnc]or-inscrt-<mdo por
bilateral. La complicación más tmportante de la prostatitts punc1ónüna sonda suprapúbka en tanto reínTt:ela1nf1ama-
bacteriana aguda es la bacteriemia y con la posibilidad de y
ci9n -el paciente orina sin ayuda. Si se desarrolla un gran
un choque séptico. a6sccso -prostático el drenaje perineal con aguja, además de
los antimicrobianos, puede resolver la infección. Tal vez se
Prevención necesite drenaje perineal por incisión o eliminación transu-
retral del recubrimiento del absceso. La ultrasonografía
Para prevenir con eficacia la prostatitis bacteriana aguda es prostática transrectal y la TC pélvica pueden-ayudar a-con-
esencial comprender mejor los factores biológicos que au- y
firmar el diagnóStico deabsceso¡;rostático han sido- útiles
mentan la sensibilidad de algunos varones a infecciones -~~pf~~~~~])lc~_~o~_<fe_ ~E~ñ-~J~· - -
ascendentes de las vías urinarias. Las yatrógenas pueden
reducirse al mínimo siguiendo técmcas asépticas estrictas B. Medidas generales
durante las maniobras instrumentales en la uretra; además, Quizá se requiera hospitalización, en especial si hay reten-
nunca deben llevarse a cabo a menos que se sepa que la orina ciónUrlñaria agua. Están. ind1cadas n1.edldá.s generales-de
es estéril. apoyocomo reposo "eñ-c:iina~liidrataciOñ~ -meaicamentos
para~~~!~~-~e_y_e_~-~~Y abl~ndado~es de- 'íá ·hec-es~ --
Tratamiento
Pronóstico
A. Medidas específicas
Los pacientes con prostatitis bacteriana aguda responden A menos que el paciente desarrolle septicemia y choque
con frecuencia de modo espectacular al tratamiento con los séptico, el pronóstico suele ser bueno si el tratamiento es rápido
antimícrobíanos que, normalmente, se difunden mal del y adecuado. Cuando la terapéutíca antibacteriana es eficaz,
plasma allí guido prostático. La reacción inflamatoria inten- la mayoría de los pacientes con prostatitis bacteriana aguda
sa y difusa de la prostatitis bacteriana aguda aumenta sin no desarrollarán la forma crónica.
duda el paso de antimicrobianos a los tejidos y secreciones
prostáticas. Es necesario seleccionar un medicamento ade-
cuado basándose en estudios de susceptibilidad in vitro y admi- ABSCESO PROSTÁTICO
nistrarlo en dosis que aseguren valores bactericidas en
sangre. En los últimos años ha disminuido la frecuencia del
En general, Jos nuevos medicamentos con f1uoroqui- ab.sceso p-ros·t~Hco·),-·camb1-ado el t{po_cie_mícroorgarüsmo
nolona tienen la mejor eficacia en ei tratamiento acprost:ci- mfectañte. Hace -5ó anos~ er75% -de los abscesos prostáticos
tTtlsbactcrla~-a porcolrtoi-iñés: Las
dosis recomendadas son: era e:·a~sacto.por g~~o~ocos;~'lfecQ_a másjeciente,_\}!)._70%
ofloxadña~3oó-a 400 mg por vía orai dos veces al díao -ha dcpcnqidQ._d~~J~.<i_c:·t~E.T~~~~9li[º!!!leS, ~!!~ip~l!J1ente E.
éípró oxacina, .500 mg por vía oral do.syeces al-día. Otras eolí.
tlüoroqumólonas - Y ·ia.i"s do-sís Tnclu-yei¡: nortloxacína, - -Aunque no se conoce con precisión la patogenia, es
400 mg por vía oral dos veces al día; enoxacina:Lí"Obmg por probable que casi todos los abscesos prostáticos sean com~
, v!a.oral dos veces-afdTa-:-0on1éf1oxacina, 400 mg por vía plicac_0iú~-~- de-u~a_-pr()stati"t~~-- badci-i"a~~-~guda. Se lian
Infecciones inespecíficas del aparato genitourinario • 235

observado lactantes con absceso prostático; sin embargo , la gicos no permiten confirmar el diagnóstico definitivo de
mayor parte de éstos ocurren en varones en la quinta o sexta prostatitis bacteriana crónica.
~a0as-de 1aviCla. -
-Los signos y Sil'üomas de los abscsos pueden ser idén-
Cuadro clínico
ti.c.o a los de una prostatitis bacteriana-aguda. Los datos en
el exan1Cñ ..icctal son variabics; sin. embargo,-Tagf~
suCJc-scrsénsiblc y estar crécida, predominando el lóbulo A. Síntomas
Los síntomas de prostatitis bacteriana crónica son variables .
af,éctado. El Signo aerorcaje---e$- un -'indlcio diagnóstico
Algunos enfermos son asintomáticos y se diag!_lostican~~­
imp...QEtante; dcsafortÜnadamcnte: con "f'rccueñCia no se ob--:
s~almente sólo por el h~llazgo incidental de bacteriur_ia
serva ei1el examen físico . Una respuesta clinica favorable
sintomátíc__b_ la mayoría tienen grados variables de disfun-
al inicio del tratamiento de la prostatitis bacteriana a~a
ción irritativa de--Ja micción (por eJempiO: .urgenCiil,-~Ta-
s'Egiiíáa--cre- eme~~:@~!~_!lto -~~J.I~~-q~~ ~lí_n~~-~.i.e.'2!E!e su~
giere formación de absceso, que puede drenar espontánea- o
~~~~ nic!lir~, disuriary-do\or JnoleStia en \a ~~E.~~-~
baja o perineo. Rara vez hay escalofrío y fiebre y con mayor
mente haéTa .. Ja-ureira.--·una vez que se establece el
frecuenái-iñdiC'i_1n Ta.reaéúvacioñ ag-uda -dé una infección p.i-os~
diagnóstico"de abSceso prostWco, el tratamiento de elección
tat1Cil:crónica. En ocasiones, puede haber también mialgia y
conS\SiCei1(freñiije.c¡LiifirrgTcocombiñ.acfocoñ-áñ tímicrobia- ~~~~-~~~- - - - - - - - - ------- --- --- ------------ . -
l~osadccuados. En ocasio!'J:~S J?~-t~~on el drenaj_~_rgr i~~~!­
~i~E trans perin~~l__d~_~n-~--~B~..C:. de j_ián_:¡~ro _grande; sin
embargo, con frecuencia se requieren resección transuretral B. Signos
QinC!síón pcnn~al arii'í?.bteñcr J.lñ--~rel1ajeadéCl.ic~CiO. Con En el examen rectal , la .Próstata puede sentirse normal,
un diagnóstico y tratamiento apropiados, el pronóstico final pastosa o con induración focal. Cuando hay grandes-cafcu-
es bueno ; rara vez hay abscesós reincidentes. lüspro-s táticos es posible sentir crep¡taC\ón:-R.ara vez hay
hcmatuna iñíCw o termma , 1emoespermta y ex u ado ure-
tra[ La 'Qrostátítis bacteriana crón!Case-acompaña~noca-
~~~~d;-ep'íd~1iñftTs-s--;cundaria. · --
PROSTATITIS BACTERIANA CRÓNICA
C. Datos de laboratorio
Etiología A menos que haya epididimitis secundaria o el paciente
tenga una reactivación agucra-CfeT"alnfccC16_n_cr6ñi-ca~Ca
La prostatitis bacteriana crónica es una infección no aguda biomctría hemática suele ser normal, sin-lcuéocitosTs·.
de !a próstata por una o más bacterias específicas. Como en Las secrecTones prostáticas obtenidas por masaje mues-
la aguda, en forma clásica los agentes causales son aewbios tran~ por lo genera(' gran númer-o' de celü:Jas-i11t1amato-
. gr_amnegií.úvos:"fos col tformes ( én e"specml cepas de E. coli) r~is~--Muchos ii1véstigadores y clínicos piensan que son
y PseuJoJ.ñonas. Al.gunos clínicos consideran que las bac-
exc;~~i~2-~~§_s de lo leucocitos p_?!._~~~-p~g~~~ aumen-
tenas-·gramposítivas (por ejemplo: estafilococos, estrepto- to en e\ líquido prostático; la mayoría aceptan que más
cocos, difteroides) también causan prostatitis; a diferencia de 15 leucocitos por campo a gran aumento indican
de las infecciones prostáticas por gramnegativos , las origi- leucocitosis. La presencia de gran número de macrófagos
nadas por gramncgativos rara vez persisten y, por tanto , no cargados con lipidos en el liquido prostát1co se correla-
llevan a la IVU con recaídas . Una excepción notable es la ciona particularmente bien con una inflamación prostá-
prostatitis por S..faeca!is. La mayoría de los autores aceptan tica. Cuando hay cistitis secundaria, la orina a mitad de
que , aparte de S. [ae calis , e~ dudoso que los grampositivos la micción puede mostrar piuría y bacteriuria por el
fengan algún papel en la prostatitis bacteriana crónic~. microorganismo que infecta la próstata.
Pruebas actuales también sugieren que las infecciones pros- Cuando no está infectada la orina en sí , es posible
táticas rara vez dependen de micoplasmas, urcaplasmas y localizar el microorganismo infectante cultivando mues-
clamidias. tl·ás .Parcia-les .Yrrácticameñte sim_t.ilfiineas-ae-ra· ~~ret_!:l_l,
atina a mitad de la micción y secreciones prostáticas
Patogenia y anatomía patológica Oi)teñíCfaspormasa_}e(Meares~--f sf9Tf'Con
esta-tecñica el
médico obtiene cUidadosamente del paciente los prime-
Las posi_!!}~~ vías de infección son las mismas ~~__Qrosta­ ros 1O mL de la orina excretada (muestra uretral), una
titis bacteriana aguda y en la crónica. En ocasiones la muestra tardía de orina a mitad de la micción (vesical) ,
segunda se origina claramente de una prostatitis aguda no una de secreciones prostáticas puras no contaminadas
r:e"Süelta;s_l~-cn1 bargg_!,_~_vec_~s no hayesteanteeedc~te . (por masaje prostático) y los prímeros 1O mL de orina
En la prostatitis bacteriana crónica los datos histológi- Inmediatamente después del masaje prostático (muestra
cos son inespecíficQs: la reacción inflamatoria es menos prostática). Las muestras se siembran por rayado de la
intensa y más focal que en la aguda. Es clásica la infiltración superficie en agar sangre y agar de MacConkey y se
variable dentro y alred¡;dor de los acinos y el estroma por incuban por 24 a 48 horas . Se utilizan los métodos
células plasmáticas, macrófagos y linfocitos. Kohnen y microbiológicos estándar para identificar el crecimiento
Drach ( 1979) observaron datos histológicos similares en el bacteriano específico. Cuando la muestra vesical es estéril,
98% de las muestras de 162 varones sometidos a prostatec- o casi , se comparan las cuentas de colonias bacterianas de
1
tomía por hiperplasia prostática. En pocos de estos enfer- las otras muestras para localizar el sitio de infección en ,
mos hubo pruebas clínicas o bacteriológicas de tejido uretra o próstata; si el número de bacterias de la muestra ·,
prostático infectado; en consecuencia, los estudios histoló- uretral excede de manera importante (cuando menos 1O \
236 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

'¡veces) al de la prostática, los microorganismos se localizan crónica se acompaña, en ocasiones, de obstrucción de


¡en la uretra; si sucede lo contrario, la infección se encontrará la desembocadura vesical por contractura del cuello de la
, en la próstata. vejiga; aún no se aclara si existe alguna relación causal.

D. Datos radiológicos Prevención


Las radiografías simples o los urogramas excretorios son
normales a menos que haya complicaciones (por ejemplo: Es difícil porque no se han definido bien los factores de
cálculos prostáticos o crecimiento de la glándula, estrechez sensjbilidad. El liquido prostático contiene normalmente un
uretral, infección renal). compuesto de cinc que es un factor antibacteriano potente,
el cual está muy reducido en varones con prostatitis bac-
E. Examen instrumental teriana crónica (Fair, Couch y Wehner, 1976). Fair y
La cistoscopia y la uretroscopia pueden revelar datos nor- colaboradores piensan que este factor antibacteriano pros-
males o eritema y edema de la uretra prostática, con póhpos tático puede servir como mecanismo natural de defensa
inflamatorios o sin ellos. Estos datos no son específicos de contra la infección ascendente genital y de vías urinarias en
prostatitis bacteriana crónica y pueden encontrarse en otras varones, pero no han podido estimularlo o aumentar la
formas de inflamación prostática. La endoscopia está indi- concentración de cinc en las secreciones prostáticas con
cada principalmente para valorar si hay factores complican- la administración oral de cinc a estos enfermos. Siempre
tes (por ejemplo: crecimiento prostático, estrechez uretral, está indicado prevenir una prostatitis bacteriana crónica con
infección renal). el tratamiento enérgico de la aguda. Es necesario utilizar una
técnica aséptica estricta durante las maniobras con instru-
Diagnóstico diferencial mentos en la uretra y en la atención de sondas uretrales
colocadas, a fin de evitar una infección prostática yatrógena.
Los síntomas de uretritis aguda o crónica pueden sugerir
prostatitis; sín embargo, los frotis teñidos y los cultivos de Tratamiento
muestras segmentada:\ de uretra, orina vesical y secreciones
prostáticas suelen identificar el sitio de inflamación e A. Medidas específicas
infección. l. Médicas: En los hombres sin azoemia y con prostatitis
La cistitis puede confundirse con prostatitis bacteriana bacteriana c(óri'lca, se recomienda uno de los siguientes
crónica y, en ocasiones, es una complicación de la infección tratrumentos (puede determlñarsé poi.cüTtívo-s1 el.rni-
prostática. Una vez más, las muestras segmentadas para éroürganismo causal es susceptible al medicamento se-
examen microscópico y cultivo en la forma comentada leccionado:
permitírán identificar el sitio de infección. Si hay cistitis en
una prostatitis bacteriana subyacente, 1a infección prostática a. Trímetoprim-sulfametoxazol, una tableta de doble
puede confirmarse repitiendo los cultivos de localización, potencia (trimetoprim, 160 mg, y sulfametoxazol,
una vez que se ha esterilizado la orina vesical con un 800 mg) por vía oral dos veces al dia, 12 semanas.
antinücrobiano adecuado; bactericida a concentraciones b. Otloxacina, 300 a 400 mg porvía_~ral dos veces al
urinarias pero que se difunda mal en las secreciones prostá- é!Ja a
_Qor 4 6 sg_f!}_an.a_L
ticas (por ejemplo: nitrofurantoína, penicilina G). c. Ciprofloxacina, 500 mg por vía oral dos veces al día
Las enfermedades del ano (por ejemplo, fisuras, he- por 4 a 6- semanas.
morroides trombosadas) pueden causar dolor perineal e d. Enoxaéina;-456-mg por vía oral dos veces al día por
incluso urgencia urinaria; sin embargo, el examen físico 4 a 6 semanas.
debe hacer obvio el diagnóstico . e. Lomefloxacina, 400 mg por vía oral dos veces al día
por 4 a 6 semanas.
Complicaciones
El tratamiento específico siempre debe individualizarse
La IVU con recaídas es la !Uarca _d~.l~_.Pros_!atjtjs b~~t~ria"Q_~ para satisfacer las necesidades del paciente y su toleran-
crónica. Si bien los signos y síntomas de la IVU desaparecen cia al medicamento. Las nuevas quino lonas tienen exce-
casi siempre con rapidez conforme se esteriliza-la orina con lente potencial como agentes curativos en la prostatitis
la terapéutica antibacteriana apropiada, la r_~gla es l'!..i_e~­ bacteriana.
rición de la infección por el m.i~.~C2_P~~~eno en interv_~c:s La mayoría de los varones cuya prostatitis bacteria-
~9-!l<!hl~~-~l?_l:li~ -~~~~-t~.r0A~.~}_~~~?:~_Íe~t~; los patóge- ~ a crónica no cura con el tratamiento médico, pueden
nos persisten sin alteración en la próstata a pesar de la permanecer relativamente cómodos si la orina vesical se
csteri lización de la orina ya que los antibacteríanos estándar conserva estéril con el uso continuo de dosis bajas dtarias
difunden poco al interior del líquido prostático y, después de tratamiento supresor con un agente oral adecuado
que se completa el tratamiento, las bacterias que persisten (por ejemplo: nitrofurantoína, 100 mg/día; trimetoprim-
en las secreciones prostáticas rcinfectan la orina. sulfametoxazol, una tableta de potencia normal, diario).
La infección bacteriana ascendente de vías urinarias Si se interrumpe el tratamiento supresor, la orina vesical
altas y la epididimitis bacteriana son posibles complicacio- se reinfectará finalmente y reaparecerán los síntomas.
nes de la prostatitis bacteriana crónica. Pueden desarrollarse 2. Quirúrgicas: Los pacientes con prostatitis bacteriana
cálculos prostáticos infectados y originar infección crónica \que no se cura o controla de manera adecuada con
incurable con tratamiento médico. La prostatitis bacteriana Jtratamiento médico, son candidatos a tratamiento quirúr-
Infecciones ínespecificas del aparato genitourinario • 237

gico. De hecho , los varones con infección bacteriana\ Cuadro clínico


crónica de la próstata y cálculos prostáticos suelen ser\
candidatos para Cirugía, ya que los cálculos prostáticos\ ):'_Q5__s.ig_nos y_ síntomas de la prostatitis bacteriana y de la no
infectados no pueden esterilizarse con el tratamiento an- · bacteriana son similares, excepto porque en la segunda casi
tim¡crobiano únicamente. La prostatovesiculectomia ra- minca-~ ~erfíu~-sj~~J~_p_r~sen~.i~ de una 1'-:U. Aurique en"iii"s
dical permite la curaci'ón ; desafortunadamente las secreciones prostáticas de pacientes con prostatitis no bac-
se~e as 4~1?-~~~gp~racu?.!!_li_ry_"lj)_()~!'~lé~ _s_exüa) y posibl~ teriana haya de manera característica un número excesivo
ipcontinencia urinaría) rara vez hacen ql:_l~ esta ~L~cctón de células inflamatorias, no es posible identificar algún
sc;t aconscja~La pro.statectOinía transuretral puede cu- agente causal por cultivos de localización u otros métodos.
rar a condición de que se eliminen con éxito todos los Los rayos X y el examen endoscópico no son útiles para el
cálculos y tejidos infectados ~ desafortunadamente, quizá diagnóstiCo-, exce a iü f ¡ñ·'cte descartar~ trastorn~s-Tnesp.eci~
sea díf ícll lograrlo, en especial porque la zona periférica de fícos concurrentes. . -
la próstata suele incluir la mayor parte de los focos de
infección. Diagnóstico diferencial

B. Medidas generales La prostatibs no bacteriana debe diferenciarse de otras


Los síntomas pueden aliviarse con el uso liberal de baños formas específicas de prostatitis, en especial de la bacteria-
de asiento calientes. La molestia y el dolor de la micción por na crónica. En ocasiones, hay que considerar uretritis y
irritación suelen ceder con antiintlamatorió~(p.or ejem- cistitis en el diagnóstico diferencial. En varones de edad
plo : j_n_~_ometac1ria: ·-i}?:ilii.rifé}lf y---~~t.ii~.fíri6rgis:o_s (p_Qr madura y mayores con síntomas irritativos de la micción y
c.l~mpl~~l<?n~ro _d~ _oxibu~in~na, bro~~~o de _propantelina). resultados negativos del cultivo para identificar prostatitis o
cistitis, hay que valorar cuidadosamente la posibilidad de un
Pronóstico tumor vesical, en especial carcinoma in situ. En estos enfer-
mos está indicada con frecuencia una cistoscopia con biopsia
La prostatitis bacteriana crónica es dificil de curar de mane- vesical, aunque el examen cito lógico de la orina puede ser útil.
ra permanente, pero sus síntomas y la tendencia a causar las
IVU reincidentes se controlan en general con tratamiento Complicaciones
anti bacteriano su pres iva.
La _Rr9§~ª!i_fu__!l9. .!J.-ª~e_ri!.I-P.ª _n~ _orjgin_ª-gomp!icaciones or-
gánicas ~.<?_t_:l_o~~-~s ; sin embargo, la ansiedad, depresión y
PROSTATITIS NO BACTERIANA
otras agresiones emocionales que suelen acompañar a los
síntomas reincidentes de esta entidad mal conocida pueden
Etiología causar morbilidad importante.

La_ prostatitis no bacteríana_cs obviamente el más c~mún de Prevención


Jos síndromes de rrostatitis; no se conoce su causa. Los
no
varones con prostatftls bacteriana tien~~tfras '!!_lOrmales Como no se conoce la causa de la prostatitis no bacteriana,
de células inflamatoriª-.!L~fLSUS exudados prostMicQ~_ .Q_<?._r no es posible prevenirla.
masiü~.J~ero_DQ_~~- po~ib)e_e!'~.Qnt~~~ algún agente infeccj~~o
causal en el cultivo o por otros medios. Los esfuerzos para Tratamiento
demostrar que est~ proceso depende de patógenos raros (por
ejemplo : bacterias anaerobias obligadas, micop!asmas,
ureaplasmas, clamidias, tricomonas u otros protozoarios y
A. Medidas específicas
Cuando los cultivos bacteriológicos de localización no de-
virus) por lo general no han tenido éxito. Se ha especulado muestran un patógeno causal en pacientes con síntomas de
mucho, pero con muy pocas pruebas, que la infección por
prostatitis crónica y sus secreciones prostáticas indican
clamidias causa muchos casos de prostatitis no bacteriana
inflamación, el clínico establecerá el diagnóstico de prosta-
aparente. De hecho , estudios cuidadosos utilizando cultivo
titis no bacteriana. Como no s~~oce COf.l certeza si mico-
y pruebas serológicas no han demostrado una relación cau-
P!~~_I"!"l_a~_~l_amidJ.<!~_ y .l!.~e~p!~sm~s causan __pn?s~!i~is f].O
sal entre la infEtción por clamidias y las prostatitis. Asimis-
b.'l~!~xi?-_~l\-J?.'!!:.~I.l.!e s~ _Le~.9111jenda un ~!)~ayo clínico cofl
mo, se encontraron pocas pruebas que indiquen que la
antimicrobianos contra estos microorganismos. D~l?~.~~l.:!l.i­
infección por U urealyticum tiene una función importante nistr~rs~ minociclina, 100 m_g por y_ia oraljqs_ y_~~~-~__aj_ d@
en la prostatitis . Algunos investigadores piensan que la oentromicina, 500 n1g-por via oral cuatro veces al día u
prostat1tis no bacteriana es una enfermedad autoinmuno1ó- otloxaCina. 30(fa-4o<rm-g porv1a"oral dos veces al dla por
gica de la próstata._2\.}'diíl.@Q§tico se confirma sól9_QQJ"_exclu- lo nieñüs""Cíürante cuatro semanas.
si?_l2_?~o_t(~s.Jormas ~specíficas de prost_atiti_~ · ~·c·aJno.laprÓ.statltis no. bacteriana no suele responder al
tratamiento con antibiótico no se justifica el empleo em-
Patogenia y anatomía patológica pírico continuo de estos fármacos ; en lugar de ello, la
terapéutica debe dirigirSe a controlar los síntomas. Las
No se conocen la causa y patogenia de la prostatitis no bacte- exacerbaciones sintomáticas suelen responder a antíinfla-
riana. Los datos histopatológicos son incspecíficos y semejan matorios (por ejemplo, ibuprofén, 400 a 600 mg por vía oral,
a los que se observan en ]a prostatitis bacteriana crómca. tres veces al día) . Al igual que los pacientes con prostatodi-
238 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

niaJa mayor~<!___si_e__!.<?_s q_ue _t~e~cn _pro_statitis 1~0 bacterian_~ PROSTATITIS GRANULOMATOSA


respond~__Qe m~~~ra favorable al tratamiento con agentes IN ESPECÍFICA
bloqueadores alfa (por ejemplo: prazosin, 2 a 4 mg por vía
oral ·aos veces al illaoterazosín, 5 a 1Omg por vía oral una
váal díaL -- ---·--------·· . En ocasiones se observa este proceso que puede ser eosino-
La mayoría de los autores concuerdan que en la pros- fílico o no eosinofílico. La primera variedad ocurre por lo
tatitis no bacteriana no está indicada la prostatectomía. Es general en varones asmáticos o propensos a alergia. La
necesario hacer comprende-fa. los pacientes, que-padecen un causa subyacente aparente es un tipo de vasculitis. La varie-
trastorno inflamatorio no infeccioso de \a próstata (similar dad no eosinofílica depende probablemente de una reacción
a la artritis no infecciosa) que tiende a ser crónico y puede granulomatosa dentro de la próstata, causada por extravasa-
causar síntomas molestos, pero sin secuelas importantes y ción de secreciones prostáticas de los conductos y acinos al
que no pone en peligro la vida. estroma. Ambas formas se presentan clínicamente como
enfermedades febriles agudas caracterizadas por disfun-
ción irritativa y obstructiva de la micción . Con frecuencia,
B. Medidas generales la próstata está muy tumefacta e indurada . simulando un
La toma liberal de baños de asiento calientes suele ro or- carcinoma avanzado. Para confirmar el diagnóstico es nece-
cionaralivio sintorriitlco~Ño es necesario -establecer res- sario tomar una biopsia prostática. Las dos variedades suelen
tricciones dietéticas , en especial sobre las bebidas reaccionar muy bien al tratamiento con estcroidcs.
alcohólicas, el café y los alimentos condimentados , a menos
que el paciente haya observado exacerbación de los sínto-
mas relacionada con ellos. Hay que estimular al paciente a que
lleve una vida tan normal como sea posible. Es necesario
fomentar la actividad sexual normal. Algunos clínicos aconse-
jan masaje prostático "terapéutico" periódico, pero otros dudan
INFECCIONES INESPECÍFICAS
de su eficacia.
DE LAS VESÍCULAS SEMINALES
Pronóstico

La prostatitis no bacteriana causa síntomas molestos inter-


Au_!:l_~j_~_Q_uda_~.!Jl~n-~ --~~y infeccio~es de las vesículas
mitentes pero no origina secuelas importantes conocidas.
En tanto no se conozca la causa de este trastorno, no es
seminales, no suele ser posible comprobarlo con los méto-
dos-de aiag~_Q~ti~o e} íñi~o=dispoñlbl~sJi~_!!__día; no se'sabe
factible prevenirlo y curarlo. si ocurren sin infección concomitante de la próstata. Estu-
dios histopatólogicos al azar,-en necropsias, sugieren que la
frecuencia de vesiculitis seminal es baja; sin embargo, al
parecer no se ha comprobado bien, mediante estudios his-
PROSTATODINIA topatológicos, su frecuencia en varones con signos y sínto-
mas clínicos de prostatitis.
En ~!Z.~E.?~-~ombres con sínt<?mas sugestivos d~_prosta~!0, Hoy en dia no es posible obtener líquido "puro" de las
en especial dolor y mal esta~ :y rostátic~" o "pélvico ", no y
vesícÜlas seminales para cultivo anális-is. to·s -~studios
hay antecedentes confirmados de una !VU ni intlamación dC--~iemen eyacuTado en un volumen bajo y con concentra-
prüStátlcaapare_n__!e, y ..!.a. micros~R.Eú~1os -~~}Q~Q~~ri~_!~v~- ciones subnormaies-de fn1ctosa slig1erei1disfunélón secre-
Iari anomalías de los datos prostáticos. Estos varones sufren toria-er-e·las vesículas seminales, pero no confirman una
prostatodinia, un síndrome de origen diverso.--- - - - - c'ausa- infecCiosa. Más aun, no es po.sibfe utiliz-a r un cl..llfivo
--- En algun.~. E~~ien~~~on prostai:Odlni·a, las pruebas postt1voolos resultados anormales del examen citoJógico del
urodinámica~ mu~~tran g~ g~_nci~n__~<:_ I~-~-i~~~ó.._n_acom_pa­ semen para confirmar con seguridad un diagnóstico de vesicu-
ñadaSde obstrucción funcional aparente del cuello vesical litís seminal.
y - e la uretra pros tática cercad eí e sffnter -ü-n!úai externo. Los posibles casos de este padecimiento pro-
Este''espasmo' ' dttrante la micclónoriifui~-Ún~__P.!:.~sión bablemente -se -tr-afan mejor con effégimen de tratamiento
mayor de la nor~_~l _d_<?~~~o-~e }a_~retra prostát~~u~ p_~~dc ?r~p~esto -j)ara
-la prostatitis bacteriana crónica.
p~oducir retlujg intra rostático ej_njtació ~_q_t:~J~}g~_ de la _
próstata por la orina. E~_~s~s c?:_sos se logra un~ !Dej_o!Ía con
bl'OClueadores al f~(como _Q!E.QSÍD ~:?,-~_i.J!!Kg,<?r.~fa o1·al ,
dos veccsitT
al dia). . -·- -· .. - .
s
día o terazosín , a 1o mg por vía oral una vez
- . __ - -..--·- --- --- .
En otros casos hay mialgia or tensión del piso pélvico, INFECCIONES INESPECÍFICAS
que re-spoi1de rncjor..al
tratamiento"con-di<iterrrii'a, relajantés
DE LA URETRA MASCULINA
müSCülares y fisioterapia, con o sin di~icepam, ~r mg por vía
oral tres veces al día. -- -..- --- ~
En otros enfermos más, los problemas emocionales
parecen importantes; en estos pacientes se justifica aseso-
ramiento psiquiátrico. Véase capítulo 15.
lnfeccíones inespecíjicas del aparato genitourinario • 239

pro~tátic~ Pue~~-~ab~ _~ididimítis bacteriana d_~spués de


INFECCIO NES INESPECÍF ICAS una prostatectomía a menos ue la orina se conserve estéril
DE LOS EPIDÍDlMO S durante la operación y la convalecencia. - -- -- - - ···-
S~_ desarrol]_<~J~E.~li~~~~ente- d-olor muy intenso en el
e~croto que puede irradiar a lo largo del cordón-espcrmatiCQ
e incluso ~_!~~n7.:a! el flanco . El -~pididimo e ~muy sensible.
EPIDIDIMITIS AGUDA La tumefacción es rápida y en el transcurso de 3 a 4 horas,
p~ed~ ~a~s_ar 1!!! -~um~~to de_ v_?~~Dcl2.i~_los -~~ganas del
Etiología doble de ~ nor~~-~--~~-~~p_eratura suele llegar a 40 °C.
Puede~~~~r e:J<.':ldado uretral. ~posible _q~~la tumefacción
Si bien algunos c~sos oca~!Q ~ales_ d~ inflama~ión del epidí- escrotal dolorosa se acompañe de sintomas de cistitis y
~rosta00~-~o~_o_!j_~a tu~J?E_- -- - ·-- -- - - - - --
di~o -~e _d~b~n <! y~um_~!L~!P9_s_s>_ ?:r~fl!fj<? _de orin_~_ estéril
desde la uretra al conducto deferente, la mayoría de los casos
s~ divide en dos grÜpos('!J.fa· forma de transmisión- sexual B. Signos
que se relaciona con uretritis y, en eneral, se debe a C. Pue~_:-~~~~~~_ip_e.Es~n~-~~~lidad ~~ ~~-il}gl~ (cordón espcrm-ª-
traé~lsx-~ f!. g_ónorrhoeae (sOJas o en -éombina~ió~)~ t!~ o e~-~-~-~~c.!!"ant~~bd~mi~~lJ!!f~rior del lado afectado.
~la forma primaria sin transmisión sexual que se relacio- ~1 esc!_S)_t9_ suele es_tar crec!do y l~.J?.i~l __ q_t1~j9 I_eC_Ll:~I~
na con una IVU y -prostati-tisy-· que--$edebe-sobretodo a e::'.!_~jeci~ Si hay absceso, la piel se verá seca, escamosa y
ent~acteríaSoPseU4o;;)1ws. La pres1ór1 hidrostát{ca ade~ada; d a~s_~~s_o : p~ede-romperse de manera espontá-
relacionada con la micción o un esfuerzo físico puede ne~. Al inicio de la evolució~ de la epididimitis aguda, es
forzar orina con patógenos de la uretra o la próstata hacia posible diferenciar de los testículos el e idídjmo sensible,
los conductos cyaculadores y a través de los conductos crecido, ind-uradO;j)ero -después de unas -pocas- hora-s~
deferentes llegar a Jos epidídimos, o es posible que la manera caractcrísii"ca ambos-forrnan una masa. - -
infección llegue a ellos por Jos linfáticos perívasalcs. La -----Efcorctón_é.spci.-mátfco-e-stá"-engrosactopor el edema;
epi_d!d_i~-~~s_rein~idcnt~ e~ niños pequeño~ s_ug1ere lapo- en el tránscur".So"CfCPocos cflas puede desarrollarse hicfrocele
sibil~~é!.9_4~_4!:_~naj~ L!reteral h_acja una vesícula seminal. rea~-~~-vo, se.éund~r~~aJa ínflanl:ación: Es posible que hay-a
La -~pídidi~~~!_\!_~~T.~\I_I_~~~§_QQY.~JU~ÜU.?-Xª-ell ..EUA; exudado uretraL
sin embargo, es común en lugares donde la tuberculosis La palpación de la próstata puede revelar algunas
pulmon~r ~S un pro~~r~ade-salud_p~hl\~a. ---·--·--- alteraéíOries qúe -sugieren prostat-itis -águct"a acróni-ca. Du-
rante ll!-_ ~tü4jd irf¡ ihugp_Q.-ª.._1]9_d~ b~<;!<~J~~ m~s a_ie p~ostáti C:9,
Patogenia y anatomía patológica porque ~s _p_~~ible que la misma empeore.

En sus etapas iniciales, la epididimitis es una inflamación C. Datos de laboratorio


celular (~~lL!!iÜ~). Su~le inj~i_<c!rse en los conductos deferen- La biometría hemática muestra, clásicamente, un aumento
tes y descender al polo inferior del epidi.dl~~iO._______ _ 1_1_C?_tab ~-~-~~ ~_eu~oc_i_t~~ _co_n -~-~~~i-~~ ~~ .~1-~i zq_J!j_~!_9_?-.En niños
En la-e(~~~gudaJf!.~ _epicJ:ídimos ~-~-tin tu~ef_a_s:tos e en edad preescolar, la epididimitis se relaciona con frecuen-
ii_1dura~os. La infección se disemina del polo inferior al cia con una IVU por microorganism os coliformes o
SUP?!~O!"· Al corte, pueden observarse pequeños abscesos. Pseudomonas; por tanto, en estos niños es muy importante
La_ túnica _vagjnal _sc<;re~a c~n frecuencia líquido seroso e! examen general y e! cultivo de orina para el diagnóstico.
(hi d~q~-~1-~- ~~~f!_ª~~ato~l2)' ~ll ede_ha~~Jj~_p-~i~_lent~:
cordón espermático se engruesa. Los testículos se tornan
·m La causa de la epididimitis puede establecerse examinando
-o-
frotis-·tcrhdos col1 GÚ-m cuTi:lvos de muestras de orina- a
tu~f~-~i~~~? ~~_r~a se_c~nd~Ei_a por c~~:g~stió~ paSí:•:a: pero n~it~9=ª_e-ra mi~?.0D y_ªcla~u_retr~~SíSe- encuentran bacterias
rara vez se afectan poT_~.RT.Q.<::~_o infeccioso. coliformes, Pseudomonas, N gono-rrhoeaeo-CtracliOiiia-
La~ alteraciorres histológicas varían del edema e in- :·se
tis -justif1ca <?¡-~~gnóstico presuntivode-ep1cficHí111tls por
estos microorganismos.
filtració'h con neutrófilos, células plasmáticas y linfoci- · --- · ------ --·--
tos a la formación real de un absceso. El epitelio
tubular puede mostrar necrosis. Es posible que la infección Diagnóstico diferencial
se resuelva por completo sin lesión residual pero a menu-
do se desarrolla fibrosis peritubular que ocluye los conduc- La epididimitis tuberculosa rara vez se acompaña de dolor
tos. La epididímitis bilateral puede causar esterilidad o o .fl_:eb~e ímpor~~mte.-A ·la palpacíó~ -es _p~-~~-~ (,li~tT~i~L
fertilidad baja. epi~id_~l!!~- <!~_!E_s t_~s!í_cul~~: ~~s con_d~~_!~s ~e~erentes pue-
dc'2_~S.!?~<?n ''rosario''. En la epididimitis tub-erculosa sueie
Cuadro clínico haber induración de la próstata y una vesícula seminal
ipso\ateral engrosada. El diagnóstico puede es-tablecerse por
A. Síntomas el crecimiento de bacilos tuberculosos en cultivos de orina
La epididimitis puede ser consecutiva a un esfuerzo físico o líquido prostático.
intenso (por ejemglQ, __le_~?~!~r un <?.!>.k!~--p~sado_LQ·~g_@_n Los tumores testiculares suelen causar tumefacción
excitación sexual. El_2Q_~iente puede haber RJ~~~ntad_Q_~­ indolora del testículo afectado; sin embargo, en ocasiones
nos y síntomas de _u~_!_rLti§ __Q___Q!:_o_s~~!i_tis. ~gcasiones, se una hemorragia en el tumor puede provocar distensión re-
tr_~~~~~n_p_atQ.genos de la uretra o la próstata al cpidídimo pentina de la tún1ca albugínea y dolor. La palpación cuida-
por~f!.c:-_mar:!l~~~~~C?n instrumento_s en la uretra o ci~~gía dosa, por lo general, descubre una masa separada de un
240 • Urología general de Smíth (Capítulo 13)

epidídimo normal que surge del testículo. Los exámenes de Tratamiento


próstata y orina son nonnalcs. La ultrasonografía escrotal
puede ayudar al diagnóstico diferencial. Si aún hay duda , es
A. Medidas específicas
necesario explorar con cirugia.
L~~did~~iti~~~da ~e tr_~f!S!!Dsiói~ sexu~l ocurre princi-
La tqr_s_ÍÓ!l_c!e!y~r~-q~_SQ(;;!f.l:láticg_ ocurre principa\- palmente en adultos jóvenes, acompañada de uretritis sin
mente_en !l_i~~~~úberes,__p_~~9J~!:!~E._~_q_b,_~ ~~~a_!§~ en ad.!:!.l- enfermedad o anomalías .S~?n.i.!SJ urin~rj_a_§ __subyace!ltes.
tos jóvenes. En varones de 30 años o mayores es común Como tratamiento, se recomienda una sola dosis de ceftria-
Ia-epididimids y rara vez hay torsión del cordón espermático. xona, 250 mg intra.muscülar:más~rhi~frato-de tetraciClina,
En la fase inicial de este trastorno, es posible palpar el 500 mg por ~~ ·;~~Í-c~áúo veces al dGi -por -21 días o
epididimo por delant~jfeJ9_~-~~_stículos y es_fac!Jble re~ra~r doxic~f!!!.~~j"QQ1~g_p~r ví~Q~~!5IQ~~~-~-~M~a ] .9.r ~.LQ_ías.
estos últimos. Sin embargo, posteriormente el testículo y Un tratamiento alternativo para uretritis y la epididimitis
elepid.idimo form aflllñamas~ra.nde , sensible: Efslgno goñocócicases cipro.ITOx.acíná, soq __ f0K..':l_ ~f!'?~~_cina,
de Pretnl(s"íh~y epididimitis s~--~~¡;~~-~olor cua_nd_o 400 mg, por-vl"i o-rafdo".S" veces al día -por 21 días, o un
crescroto se levanta suavemente sobre la sínfis is, p ero el trataml"ento de Tú días con cefalospo.rinas de segunda o
debido a la torsfón em eora) puede ser útil en el díagnós- tercera gen er!!_cj_~_!l_P9E..Y.Í-ªJ~ª[~1J!eral. E~..t¿~~~i!:!D~ i,
t'lcodiferen"Zi;Í-p~ro no ~s-por com2leto seguro. El estetos- éfi(fimrtls no-·gonocócica~,_ e_l..!!:_atamiento alternativo pu~de
copio--de DÓ-pplero el examen-con radion"{¡c!idos pueden col1Sístireñ -e-ritrorrlicina, 500 mg por vía ora1, cuatro veces
e
al día durante '2 Jíi s-. - - - -· - . . -·-. ---· .
confirmar el diagnóstico de epididirnitis ; sin embargo, no
·-· La.cpícfídlínitis aguda de transmisión no sexual depen-
debe retrasarse la exploración quirúrgica de una posible
de con mayor 'frecuencía-ae-t.ina infección porenterobacte-
torsión .
rias o Pseudomonas , en especial en varones de edad madura
La torsión de los apéndices de los testículos o el
o mayores. Está mdicado cl - -tratamieñtommc~i.ato-con
epidídimo ocurre en ocasiones en niños prepúberes. Estos
añtiiT!i"crobiáil"o-s basado eii ""el cultivo y las pruebas de
cuerpos pedunculados pueden torcerse causando dolor
susceptibilidad. Una vez que se prueba que el patógeno
localizado y tumefacción. En las etapas iniciales la palpa- es susceptible a estos medicamentos, se recomien~_9_fioxa­
ción descubre un nódulo sensible en el polo superior del cina, 300 a 400 mg, ciprofloxacina, 500 ~g~.Q_trimetoprim­
testículo; el epidídimo es normal. Posteriormente, hay tume- sülfárrietoxazor(úm1etoprin1~16o mg, y sulfam.etoxazol,
facción de todo el testículo dificultando el diagnóstico 8Ó{rmg) por vía oral dos veces diariam~nte durante cuatro
diferencial entre epididimitis y torsión del cordón o de sus semanas. Es-ñecesario valorar al paciente en busca de
apéndices rudimentarios . En este caso es necesario operar y]
a:~~:c"cio-nes de 'ias as genúourinarias . ···--·
tempranamente, ya que hay que tratar de inmediato la tor-
sión del cordón.
B. Medidas generales
Un traumati smo testicular puede simular una epididi- Durante la fase aguda (3 a 4 días) es necesario que el
rnitis aguda en todas sus formas, pero el antecedente de paCiente-guarde cama. El sostén de los testículos pesados,
lesión y la falta de piuria o de exudado uretral anormal en
crecidos, alivia parte la molestia; es preferible utilizar los
ayudarán a diferenciarlos . sostenes para atletas más amplios a los cscrotales estándar.
La orquitis por paperas suele acompañarse de paroti- La inyección local de 20 mL de líd<?caín~ al 1% u otro
ditis. No hay síntomas urinarios y el sedimento no contiene anest~íCO local -en...cl cordón espermático a nivel del tu-
leucocitos ni bacterias en exceso. Si se retrasan el diagnós- bérculo púbico (justo arriba del testículo) puede aliviar
tico y el tratamiento adecuado, es posible que se forme un bastante el dolor y la molestia. Puede repetirse diariamente
absceso y drene de manera espontánea a través del escroto. según se necesite. Suelen estar indicados Jos analgésicos y
Quizá se necesite drenaje quirúrgico. antipiréticos por vía oral. En la fase temprana, una b~lsá. ~!)n­
hielo ayuda a-evrtar--iatumcfacción. Más adelante, el calor
lOéarproporCioiút alivio y probablemente acelera la resolu-
Complicaciones ción del proceso inflamatorio.
La actividad sexual o el esfuerzo físico _Rueden exacer-
El absceso ep1d.i dimal uede extenderse a los testículos y bar la infección y empeorarios síntomas y, en consecuencia,
destruirlos ( epidid imorq~~-t!s), . pero e""Sráfo~···Puedeh a~~r ~ben~_yit?.:r~e_._
ee_~~idimitis crón~c~ .. - ·- .. --
Pronóstico
Prevención
Cuando se diagnostica rápidamente, y se trata de manera
adecuada, la epididimitis aguda suele resolverse con lenti-
Para prevenir la reincidencia de las epididimitis de transmi- tud sin complícacjones. Con frecuencia se requieren hasta
sión sexual, es necesario identificar y tratar a las compañeras dos semanas para que desaparezcan por completo el dolor
sexuales. La identificación y tratamiento de las causas sub- y los síntomas; y tal vez cuatro o más para que el epidídimo
yacentes de la IVU y de la prostatitis previenen las formas recupere su tamaño y consistencia normales~ R?xa_y~_z-~ay
de transmisión no sexual de epid{mitis. Es posible que los comJili9_aciones_, aunque Q.l!~9~-~~~_reven_i!:_~~~ .9-~!!ti!_l_~~i§_n
ataques agudos reincidentes hagan necesaria una vasoliga- de la fertilidad o incluso esterilidad, en especial cuando el
dura ipsolatcral. pro~~? ~~_bíl~te~~~r~ - - -
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 241

EPIDIDIMITIS CRÓNICA
INFECCIONES INESPECÍFICAS
Este proceso suele representarla etapa final irreversible de DEL TESTÍCULO Y ESCROTO
una epiª[<li@~Ii~gy~i-úav;-en l~~Q~ _Qresentads}
p_Q_steriormente atag':le lev~-~J~~c_uen~~~-
--En- Íaepídidlmitis crón ica la fibroplasia causa indu_ra-
ción de una E_~~-~_!~ totalidad del ó~g-~!]_o _ En el estudio
ORQUITIS AGUDA
histológico, la cicatrización es extensa y es común que haya
Etiología
oclusión tubular. Los tejidos están infiltrados con linfocitos
y células plasmáticas. La inflamación de los testículos puede ocurrir por disemi-
Excepto en una exacerbación leve, durante la cual nac1ón -11Cñ-iat6gena·de·crív-ers.ás se
ínf'eccioñes-sistéinicas.
como regla hay grados variables de molestia local, la epi- pi~n_§_gue la or.~!i~--~-Lll_~_pj__didimitis se origi_na de ~sti.
didimitis crónica no se acompaña de síntomas e~cí8:os . manera.
El p~~i-~~~2~-g~_no~~!:__l.!_~~ !~_!!19ració!1~n el esc~~t<_?. -- ---La orquiepididimitis es una complicación g~ave de la
E! ~_idídimo suele estar engrosa<!o_ y_~n o<;ªsion~s. parotiditls que, -en gene ral, sólo se ve en adolescentes y
crecido; puede estar sensible o no. En la palpación es fácil adulto_sj~_y.~ncs. No se conocen los factores que predisponen
dif~renciarlo de lo~- testículos. El co-rdón espermático suele a esta complicación; sin embargo, la orquitis por paperas
estar engrosadO"y es posible .que est6-aumt:"nt-;;{(l()"efdiám;-- ocu!I~ ~n_ el 20 al 35% de los casos de paperas en varones
tro de Jos-cor}ductos deferentes . La próstata puede estar dura d~sta ~<!a.Q.y_~~_P.ll.?_!~r~l en 1-:1!1 1_
0 por ciento. Suele iniciarse
o con áreas de fibrosis. C~-~ndo la epídidímitis crónica se 3 a_ 4 díªs de~_~__ gc__?_p~recer~~E()~j~itis.
acompaña de prostatitis crónica, el exudado prostático por L_~ orguitis tuberculo~~~~~ -~pender de la disen_:l_!-
na~_2!!.J!_ema!2g~~ de bacilos de la tuberculosis de un foco
masa}emuestr;unñóffie-r~resi~ó de céllÜas inflamatq-
pulmonar de infección o, con mayor frecuencia, or exten-
rias. La orina eliminada puede mostrar piuria y los cultivos sión directa de una epididimitistuberculosa ..__ ---- -
demostrar una prostatitis o una IVU subyacentes.
E-g _1ª-.i>lfi.!L~-~~ª~~e~ª! _a_fectados.ios te~tículos; ~n
La epididimitis tuberculosa se semeja a la epididimitis ocasiones, las etapas avanzadas de esta infección se comph-
crónica in específica en todas sus manifestaciones. Los conduc- c.an· por-goma"s con grandes áreas de necrosis.
tos deferentes en rosario, el engrosamiento de la vesícula , A veces se observa en varones de ed!ld ~adura y
seminal ipso1ateral y el hallazgo de píuria "estéril " y bacilos: ava12i~~~- ()rqui6s- granulomatosa·,-Ún proceso inflamatorio
de la tuberculosis en la orina, por lo general establecen inespecífl_co de !O_$_ tcstícul()S. Al parecer no es de origen
el diagnóstico de epididimitis tuberculosa. Los urogramas infeccioso. Las pruebas sugieren que es una afección au-
pueden mostrar alte(aciones clásicas acompañadas de afección toinmunológica que representa un!l respuesta g_ranulo_mat9-
tuberculosa de vías urinarias. Es posible que en la cístos~ , ~~ -~o_s espermatozoides.
copia se encuentren úlceras en el recubrimiento vesicaL
Los tumores testiculares pueden presentarse como LIDa Patogenia y anatomía patológica
"masa en el testículo". Sin embargo , la palpación cuidadosa
descubrirá un epidídimo engrosado o un tumor testicular A simple vista, en los testículos afectados por orqmtts
inespecifica hay crecimiento variabl¿ congestión y tensiÓn; á\
insensible, duro.
corte-es posíbfe observar pequeños abscesos. En el -estudio
Los tumores del epidídimo son raros, excepto en lac-
histológico, son característicos el edema del tejido conjun-
tantes y varones de edad avanzada. Es posible que la diferen-
tivo y la infiltración difusa por ncutrófilos . También pueden
ciación de una epididimitis crónica se establezca finalmente estar afectados los conductos seminíferos y quizá haya
sólo con un estudio anatomopatológico posquirúrgico. necrosis franca . Estas estructuras están sustituidas por tu-
Cuando se sospecha que una exacerbación de epididi- bérculos caseosos en la orquitis tuberculosa y por infiltrado
mitis crónica se acompai'ía de infección bacteriana activa, de células mononucleares (plasmáticas, linfocitos , gigantes
está indicado utilizar los antibacterianos adecuados . Sin multinucleadas y epitclioides) en la orquitis granulomatosa
embargo, Ja cicatrización que acompaña a la epididimítis incspecífica. Se conserva el contorno de los conductos
crónica tal vez impida la difusión del antimicrobiano en los seminíferos, pero no hay actividad espermatogénica. En la
tejidos. Siempre está indicado el tratamiento apropiado de etapa de cicatrización, suelen conservarse los conductos
la IVU o la prostatitis subyacentes. En ocasiones, la ligadura seminíferos y las células intersticiales .
de los vasos del lado afectado puede evitar la reincidencia de La causa infecciosa más común de orquitis son las
brotes de epididimitis ascendente. Quizá sea necesario ex-
paperas pero s-óro-ocurre-eñ-·varonespo sp -si p
úbc-res-~ A. ni 1e
vÍsta, los testículos están muy crecidos y son de color
tirpar el epídídimo y los conductos deferentes .
azuloso. A.i -coi·:tc-no-sobré:~afen los conductos por la--reac-
Si J~e.Pi4i9inl!!i_§_ ~s. bílate~~-p~ej_c!l_P_r~sentarse 1?
ción--y el edema intersticiales. Histológicamente hay edema
este~i_li_~~c! q l.a j!}(e!tilid~~ rel~_tiv~ . La epididimítis crónica
y dilatación de los vasos sanguíneos; abundan los neutrófi-
tiene pocas consecuencias, excepto por el dolor recidivante los , linfocitos y macrógrafos y las células tubulares mues-
y la amenaza de este'rilidad .~_y_ez ue se alcanza la etapa tran grados variables de degeneración. U na vez cicatrizados,
de fibrosis difusa, el tratamiento es muy 1imitado, aparte el~ los testículos son pequeños y suaves. El estudio histológiéo
una epididimectornía, para ~solver el p_!"ob1~ ma._ ··e n-e"S'ta"etil.pa-muestra-a trofia tubular importante pero se
conservan las células intersticiales de Leydig. Con frecuen- cluye ambos testículos, puede haber esterilidad permanente,
~i.a el epidídimo está afectado de manera .sim.i~!- ----- pero suele conservarse la función andrógena.

Cuadro clínico Prevención

A. Síntomas La vacuna con virus de paperas vivos atenuados es muy


La orquitis por paperas se inicia de manera repentina; suele eficaz para prevenir la parotiditis y la orquititís complican te;
oclifilfü-ñ0s3o 4 días después del in1C\odc-Ta"Jnrotlditis. se recomienda en todas las personas sensibles mayores de
El escroto se torna eritematoso y edematoso. A diferencia un año. Es posible que disminuya la frecuencia de orquitis
df~~~Ef?iaTiñífiS,cfclilodo ~~iacterístico@ haysfiitomas por paperas administrando 20 mL de globulina hiperinmune
urinarios. La fiebre puede llegar a 40 oc y es posible que de paperas durante el periodo de incubación, o en las etapas
haya postración llnportantc. muy tempranas de la enfermedad. Se ha sugerjdo la admi-
nistración sistemática de estrógcnos o corticosteroides a
todos los varones pospúberes con paperas, como medida
B. Signos
Pu~q_~_2(istir la parotiditis de las p~peras, o quizá se encuen- profiláctica contra la orquitis; sin embargo, aún no hay
tren pruebas de otra infección. Uno o ambos testículos están acuerdo general sobre la eficacia de este método.
~rec~dos X. muy scnsibJ_cs:.. PQLJ~~p_~Í~~~~o-es 12o_ji~le dis~
tin·guir el cpidídimo de los testículos. La piel escrotal puede Tratamiento
estar enrojeclda.T;i vez se desarrolle un hidrocele agudo
qt.ie."se-trans-ílumina.:. - - · A. Medidas especificas
La orquitis p_Q_UJlf~cciones bac~e_rianas debe tratarse con
C. Datos de laboratorio añtirnicrobianos adecuados, pero estos medicamentos no
La biometría hemática suele mostrar leucocitos. Se han ;;c)ñ-ótiiesen- la-
orquitis por paperas. Con frecuencia, se
descrito protcinuria y microhematuria leves, -pero el análisis resuelve con rapidez la tumefacción y se alivia el dolor,
de orina, por lo general, es normal. Durante los episodios infiltrando el cordón espermático inmediatamente arriba
agudos de orquitis viral es posible encontrar el microorga- del testículo afectado con 20 mL de lidocaína al 1%; esta
nismo infectante en la orina. medida también puede proteger la actividad espermatogé-
nica al mejorar el aporte de sangre a los testículos. En casos
comprobados de orquitis granulomatosa inespccífica está
Diagnóstico diferencial
indicado utilizar corticosteroides.
Al inicio, la epididimitis aguda se diferencia con facilidad
~=de fa ~.q!ú!~s __ g<_?rgue 1a !~acción _infla!lJatoria sólo süCíe B. Medidas generales
afectar al cpidídimo. Posterionncnte, se desarrolla una con- Durante la fase aguda de la orquitis se requiere reposo en cama.
·gesti6"n pasfva del tcs-Üctdo, dificultando la diferenciación El calor local es útil y puede aliviar el dolor. El sostén del
entre epid1dimítis y orquitis. La presencia de exudado m·etral órgano proporciona comodidad; puede ser útil colocar una toalla
y-pCüfia:los resultados positivos de Jos cultivos de orina y bajo el escroto o utilizar un sostén para deportes. Se aconseja
dei}g~-i~o- prost~tíco y la ausencia de una enfermedad utilizar medicam_~n!9s para aliviar el dolor y la .fi.~bre.
infecciosa generalizada sugieren epididimitis y no or-
quitiS.- - · -- -- -·- - - - Pronóstico
--E!1__~_'!_sio~~s_ e.~ _ c]i_f.í~i_l e.stab}~ccr el diagnóstico dife-
rencial con la to.!:~i9_n _del cordó'.:l_ espc-~mático. Duran-te las La orquitis bilateral puede causar daño irreversible de la
etapas Jmciales -de este trastorno, el epidídimo se siente por espcrmatoge-ñesis-y esterilidad p-ermanénte. La fase aguda
delante de los testículos. La ausencia de datos de laboratorio de"faorquítís- porpaperas dura-alrededor de una semana.
y físicos que sugieren una enfermedad infecciosa tiende a Puede haber atrofia notable en 1 o 2 meses .
descartar una orquitis.
Basándose sólo en los datos clínicos, la orquitis granu-
lomatosa in específica se confunde con facilidad con tumo-
res testiculares. La diferenciación suele establecerla el
patólogo quirúrgico después de una orquiectom1a radical.
La orquitis debe diferenciarse de la rotura postraumática de TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO DE
los testículos y de la hemorragia aguda en un testículo por INFECCIONES DE LAS VÍAS
un traumatismo menor. En varones con poliarteritis nodosa URINARIAS
puede haber hemorragia espontánea en el interior del testículo.
Con frecuencia se necesita orquiectomia porque estos trastor-
nos no pueden diferenciarse de los tumores testiculares.
Elección del medicamento (cuadro 13-4)
Complicaciones
A. Tipo de microorganismo infectante
E~-~.!J_O_% de lo_~_testículos con orguiÚs p~~peras se daña y confirmación del diagnóstico
la espermatogénesis en forma irreversible. Como regla hay El diagnóstico de JVU se hace con el estudio adecuado de
air§n~~i~E<?~t~~!~~eftesÜc~}~~fe"ctad~-Si el proceso in~ la orina. En el diagnóstico diferencial con frecuencia es
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 243

Cuadro 13-4. Antimicrobianos de administración frecuente en urología


Fármaco Vía Dosis diaria Dosis diaria pcdiátrica Efectos indeseables
del adulto

Slllfonamida soluble (sulfisoxazol, Oral 1 g 4 veces 100 a \50 mg/kg Exantemas, fiebre, náuseas, vómito, diarrea, artritis,
trisul fap1ri m1di nas) estomatitis, trombocitopenia, anemia hemolítica o
aplás1ca, granulocitopenia, hepatitis, vasculitis,
Trimetoprim Oral 100 mg dos veces 15 a 30 mg/kg síndrome de Stevens-Johnson, psicosis, etcétera
Trimctoprim-sulfamctoxazol Oral 4 tabletas Trimctopnm, 15 mg/kg, y Rara vez cnstaluria y hematuria
sulfametoxazol, 150 mg/kg

Ampicilina Oral 2a4g 50 a 100 mg/kg H1persensibilidad: exantemas, fiebre, anafilaxts,


IV 2 a JO g 100 a 300 mg/kg dermatitts, enfermedad del suero,
nefritis, eosinofilía, vasculitis, anemia hemolítica,
Amoxicilma Omi 0.75al.5g 20 a 40 rng/kg granulocitopcnia. Náuseas, vóm1tos, diarrea en
Carbcn 1c11 in a Oral 15a3g 50 a 70 mg/kg especial con penicilinas. Toxicidad del SNC con
Mczlocllina IV 200 a 300 mglkg 300 mg/kg
dosis muy altas e insuftciencía renal
1' iperac1l ina IV 12 a 24 g ?
Ticarcilina IV 200 a 300 mg/kg 200 a 300 mg!kg
Arnoxilma, clavulamato de Oral O 75 a 1.5 g 20 a 40 mg/kg

D icloxacJI ina Oral 1a 2 g 25 a 50 mg/kg


Pen1c1lina G Oral 1.6 a 3.2 m!lloncs de 0.05 a 0.1 millones de
unidades unidades/kg
IV 1.2 a 20 millones de 0.05 a 0.3 millones de
un1dades umdadeslkg

Ceftazidima IV la3g 60 a 150 mglkg Igual que con las penicilinas


Cefamandol IV 4 a 12 g 50 a 150 mg/kg
Cefazolina IV 3a6g 25 a l 00 mg/kg
Cefoperazona JV 2 a 12 g ?
Ceforanida IV 1a2g 20 a40 mg!kg
Cefo1axima IV 4 a 12 g 50 a 300 mg/kg
Cefox1tma IV 4 a 12 g 80 a 160 mg/kg
Ceftnaxona IV 1a4g 50 a 75 mg/kg
Cefiizoxtma IV 2 a 12 g 150 a 200 mg/kg
Cefuroxima IV 2a4g 50 a 100 mg/kg
Cefalotma IV 4 a 12 g 80 a 160 mg/kg
Cefapirina IV 4 a 12 g 40 a 80 rnglkg
Cefradma IV 2a8g 50 a 100 mglkg
Cefadroxil Oral la2g 30 mg/kg
Cefaclor Oral 1 a4 g 20 a40 mg/kg
Cefalexma Oral 1 a4 g 25 a 50 mg/kg
Cefradina Oral la4g 50 a 100 mg/kg

Tetraciclina Oral 1a2g 20 a 40 mg/kg Fiebre, exantemas, anorexia, náuseas, diarrea,


Doxiciclina Oral 200mg 2.5 a 4 mg/kg punteado amarillento de dientes y huesos, dail.o
Minoc1clina Oral 200 mg 2 5 a4 mg/kg hepático, reacciones vestibulares, daño tubular renal

EritromlcJna Oral 1a 2 g 30 a 50 mg/kg Anorexia, nauseas, diarrea, hepatitis colestatica por


Azitromicma Oral 1g No recomendado reacción de hipersensibilidad

Gentam1c1na IMolV 3 a 5 mg/kg 3 a5 mg/kg Nefrotoxicidad y ototoxicidad


Tobramicina IMoiV 3 a 5 mglkg 3 a5 mg/kg
Amikacma lMolV 15 mg!kg 15 mg/kg
Netilm1cma IV 3 a 6 mg/kg 5 a 8 mglkg
Kanamicma \M o IV 15 mg/kg 15 mglkg

Aztreonam \Mo\V 1a 3 g No recomendado Los mismos que con las penicihnas


1m ipi nem-cil astatina IV 1a 3g 15 a 25 mg/kg*
~

Nitrofurantoína Oral 200 a400 mg 5 11 7 n'lg!kg Náusea, vómitos, exantemas, infiltrados pulmonares,
rara vez neurotoxicidad

1-lipurato de metenamina Ora! 2g 75 mg/kg Irritación vesical


Mande lato de metcnamina Oral 4g 75 mg/kg

Ofloxacina Oral 400 a 800 mg No recomendado Exantemas, trastomos gastrointestinales, trastornos


Enoxacina Oral 800mg No recomendado visuales y del SNC fotoscnsibilización (rara)
Lemofloxacina Oral 400mg No recomendado

Ciprolloxacina Oral 1g No recomendada


NorOoxacma Oral 800mg No recomendada

* No aprobado por la U.S. Food and Drug Administra/ion pam uso en niños.
244 • Urología general de Smith (Capítulo 13)

necesario examinar muestras uretrales y vaginales en muje- tratamiento antimicrobiano que las infecciones renales y,
res, y uretrales y prostáticas en varones. Para establecer un por lo general, requieren una medicación menos intensa
diagnóstico preciso es esencial seguir técnicas adecuadas y más corta. Las primeras suelen responder rápidamente al
para la obtención y procesamiento de las muestras. Suele tratamiento breve con antimicrobianos que alcanzan valores
examinarse una a mitad de la micción obtenida en forma altos en la orina, sin necesidad de concentraciones sistémi-
aséptica; por lo general es más confiable en niños y adultos cas elevadas del medicamento. Es posible obtener cantida-
que en niñas y mujeres por la posible contaminación vagi- des eficaces del medicamento en la orina administrando
nal. En e1las es posible obtener una muestra de orina más antisépticos urinarios y dosis bajas de medicamentos sisté-
segura mediante cateterización transuretral adecuada, pero
micos que se excretan por la orina en concentraciones altas.
es posible que con este procedimiento se introduzca una Las infecciones sintomáticas agudas de riñón o prós-
infección, en particular en las encamadas y hospitalizadas.
tata que producen escalofrío y fiebre pueden acompañarse
En niños, en especial recién nacidos, se recomienda la
de bacteriemia; en estos casos, en el tratamiento inicial es
aspiración suprapúbica de la vejiga con aguja; las muestras
necesario alcanzar concentraciones sanguíneas altas de me-
que se obtienen de esta manera permiten establecer el diag-
nóstico de una infección incluso cuando se identifican dicamentos eficaces contra el patógeno.
bacterias patógenas en pequeño número (10 2 a 10 4).
El examen microscópico de una muestra fresca debe C. Infecciones agudas o crónicas.
practicarse de inmediato para evitar artefactos. Hay que e iniciales y reincidentes
centrifugar la orina a 2000 rpm por cinco minutos, desechar si bien algunas IVU agudas no complicadas se corrigen y
el sobrenadante y examinar el sedimento bajo un objetivo desaparecen de manera espontánea, la mayoría requiere
de gran aumento. La presencia de bacterias y leucocitos en tratamiento con antibióticos. Como ocurre septicemia en
exceso sugiere infección de vías urinarias. La ooservación cerca de un tercio de los recién nacidos coñ1vU, se reco-
de cualquier bacteria en un frotis teñido, o sin teñir, de una mienda el tratamiento inlcT-anntravenoso con gentamicina
muestra centrifugada, indica 10 4 a 105 bacterias/roL de .y ampicTiTria paranifiosdeScie@ .dia hasta tres- meses de
orina; un microorganismo por campo en inmersión en aceite edad~n nliios--mayores.de tres~escsb~~i~~~~~-Ífo~nnda
de una muestra sin centrifugar ni teñir, indica 106 bacte-
oral, ampiciiTrutsÓla-otina cefal;~orina. Las IVU bajas
rias/mL de orina.
agudas sintomáticas y no c;~-píi~~d·~;~ niños y mujeres,
Aunque se han desarrollado diversas pruebas químicas
requieren tratamiento antimicrobiano por corto plazo, inclu~
para la selección de bacteriuria "importante", ninguna es
por completo segura. El cultivo cuantitativo de arma es el so a veces tratamiento de una sola dosis. Los medicamentos
método estándar en el diagnóstico de una lVU. El criterio exitosos en el tratamiento con una sola dosis incluyen
diagnóstico tradicional ha sido la presencia de 105 o más ampici\ina o amoxicilina, tabletas de trimetoprim-sulfame-
bacterias de un solo tipo por mililitro. Hoy en día se acepta toxazol (TMP-SMX) de doble potencia y 2 g de sulfisoxa-
que un cultivo gue muestra un patógeno urinario conocido zol. Las dosis intramusculares únicas de kanamicina o
en cantidades menores de 105/mL en un paciente con sínto- gentamicina también son eficaces. Las IVU_Q<9as de larga
mas agudos proba!Jlemente indica una infección que evolución o complicadas requieren tratam-i-ento prolongado
requiere tratamiento. Como la mayoría de las IVU agudas~ cüfi"medicamentos sistémicos y un s'egtl_Tmiento cüídadoso;
no complicadas ni hospitalarias, en adolescentes y mujeres se aplica Ío mismoatnfecctones'renaies'y-prostáticas.
sanas se debe a cepas de E. coli, el cultivo de orina para la Cuañ.do está ·indicada la terapéutica prolongada supresora o
identificación definitiva del microorganismo causal no: preventiva, debe elegirse un medicamento con efecto mínimo
siempre es obligatorio en el tratamiento inicial. Sin embar-! en la flora fecal (por ejemplo: trimetoprim-sulfametoxazol,
go, cuando la respuesta al tratamiento es mala o la infección i nitrofurantoína, ácido nalidíxico, cinoxacina).
reincide con rapidez, es necesario establecer una vigilancia'¡
cuidadosa, incluyendo cultivos y pruebas de susceptibi1i-_~
dad. D. Reacciones adversas a Jos
medicamentos
Si el paciente tiene antecedentes de hipersensibilidad a un
B. Identificación del sitio de infección fármaco en particular, suele necesitarse otro medicamento.
El cuadro clínico inicial (presencia o ausencia de escalofrío, Los pacientes con antecedentes de reacción a la penicilina
fie-bre y signos tóxicos) sugiere, qué es más probable: una no deben recibir ningún tipo de este fármaco y, tal vez, ni
infección de tejidos profundos (riñón o próstata) o una de la
siquiera cefalosporinas para una IVU; si bien algunos tole-
mucosa superficial (uretra o vejiga). De las diversas pruebas
ran bien estas últimas. De igual modo, quienes han reaccio-
disponibles hoy en día para localizar el sitio de infección en
nado a lanitrofurantoínao las sulfonamidas no deben recibir
vías urinarias altas o bajas, las más precisas son las más
invasoras (cuadro 13-3). Aunque estos estudios pueden estos medicamentos. Sin embargo, el antecedente de reac-
tener aplicaciones importantes en una investigación, rara ciones causadas probablemente por alteraciones en la flora
vez se necesitan en la práctica clínica usual. Sin embargo, microbiana después del uso de tetraciclinas o ampicilina no
los ~ultiv~~uantita~~'::~~E__<?_~ s_~gmef!tOs p~ra lC?calizar ~l es una contraindicación definitiva al empleo de estos medi-
sitio deJa infección en la uretra o en la prós~ata son de gran camentos. A diferencia de las reacciones de hipersensibili-
vaíoreneTtratami-en-to de la IVU r-eincidente en hombres. dad, los efectos secundarios adversos pueden relacionarse
Las infecciones-no complicadas de-ví'as u~ínari~sbajas­ con la dosis; en este caso, se reducen al mínimo a1terando
(uretra y vejiga) tienden a responder con mayor rapidez al de manera adecuada los programas posológicos.
Infecciones inespecificas del aparato genitourinario • 245

E. Pruebas de susceptibilidad a los Duración del tratamiento y vigilancia


antímicrobianos
En la práctica uro lógica en consultorio, en muchas infeccio- A. Lactantes y niños
nes agudas no complicadas suele ser adecuado un examen El mej_q_r_g~!~.~~f!t9_ ~n_!_~~i~n l!a_cid_o~ y niños pequ_eños
microscópico correcto para elegir el medicamento. Los cultivos con una lVU es con antibióticos sistémicos por un periodo
de selección no son caros, dan una cuantificación aproxi- estándar-de-ro-a f4 días·. Es Importante vaTorar cuidadoáa-
mada del número de bacterias y proporcionan un cultivo para mente en oüs"ca de posibles factores -complicantes (por
pruebas subsiguientes si éstas se requieren. Con frecuencia, ejemplo: anomalías congénitas de vhis gen'ítoüfinar.ias) y
los cultivos para identificación y cuantificación precisa del hacer cultivos de vigilancia 1, 4 y 6 semanas después para
microorganismo se reservan para las IVU reincidentes o comprooar que se ha curado la infección. La recaída con él
complicadas. En estos caos, se realizan las pruebas de mismo microorganismo se trata mejor éon unperTodo pro-
susceptibilidad con disco. Sin embargo, los resultados de las longaao14-a -6-s¿ffianaS) ·ae un ·medicamento adecuado.
pruebas de disco con frecuencia indican la suscepribilidad .En niños de 2 a 14 años es pos}·¡;·¡e se.gurr un
método
del microorganismo a la concentración sanguínea del medi- diferente. Fañ-g y cols~982) "1os-hantratadocondosis
camento, el cual muchas veces es menor a la concentración ~;:;icas deamoxicilina, 1 g/20 kg de peso corporal y logrado
urinaria que, a fin de cuentas, es la más importante en el la curación en la mayoría. En el 80% de los que no curaron
con una dosis única de amoxicilina se encontraron anoma-
tratamiento de las IVU. Los resultados de pruebas para
lías radiológicas. De hecho, la falta de ~urac~Ó.2!_ ~~~~ués d~
nitrofurantoína, ácido nalidíxico, cinoxacina y, algunas ve-
esta terapéutica con dosis únícas en niños sugiere anomalías
ces, sulfonamidas indican susceptibilidad bacteriana a las
subyacente-s y-tiende a-1denttficar a "quienes necesitan una
concentraciones urinarias de estos medicamentos, pero los
o
valoración revaforádó n urológica ~-~~d~~-<?sa. Los niños
resultados de pruebas de disco para múltiples antimicrobia-
no sistémicos tienen poca relevancia en la selección de los
coñ-bacterluria 2 a 3 días después del tratamiento condosis
únicare·q-üiereñ teraJI6"Uiica-pordossemañi1s con-·un ágeote
medicamentos para el tratamiento de las IVU. selecc10"n adO-s-egunlas-prueoascfe susceptibllidad ·1-:(:)j}il-
La disponibilidad reciente en el comercio de placas
ños s.in anomalías urol óg1c~s__COit~K1~J~~,_per<_) con infe~cio.­
para microtitulación con concentraciones medidas del me- nes reincÍdeñtes después de dos semanas de tratamiento
dicamento y de métodos simples de inoculación ha hecho convencíonal, debeil"recibirteripeutica de··.ra: 6 -semanas.
posible regresar a las pruebas de susceptibilidad a los me- Como ios "iactantesymi1os corren-grave riesgo de desarro-
dicamentos mediante dilución de caldos. Los resultados se llar cicatrices renales y pérdida funcional pennanente a
indican como concentración inhibidora mínima (CIM) causa de las IVU, el tratamiento cuidadoso y el seguimiento
de un medicamento determinado. Esto permite interpreta- son obligatorios. En niños propensos a reinfecciones rápidas
ciones en cuanto a las concentraciones urinarias usuales y o infecciones persistentes que no responden al tratamiento
es útil en el tratamiento de las rvu que no responden o es mejor la medicación preventiva o supresora por mucho
recaen tras el tratamiento inicial. Las valoraciones de mi- tiempo (meses o años).
crotitulación con dilución en caldos también pueden indicar
la concentración bactericida mínima (CBM) de un medi- B. Mujeres adultas no embarazadas
camento para el microorganismo infectante. Las lVU agudas asintomáticas y no complicadas en mujeres
adultasse-·curañ-tan bien "con-un-ir-atamiento de 1 a 3 días
Posología y función renal como conuno convencionaTCle 7 a 1o düls;- ademií"S,es
menos caro y causa menos reacciones adversas. L_<?~.~g~tes
eficaces en dosis única incluyen arnoxicílina o ampícilina,
La mayor parte de los antimicrobianos se excretan por los
trimetopnm-sut fametoxazoCsliffisoxazory am.mogíucósi-
riñones y aparecen en la orina en concentraciones mucho
más elevadas que en sangre o tejidos. Las llamadas "dosis
dos. Si fracasan, se requiere un
periodode dos sernanáscon
Ün-medlcamento·-q-ue se elige basándose en el c"u.ft1vo y las
urinarias" son una fracción de la sistémica usual y producen
pruebas de sus_~ptibiJ>i!iº~~l. Las recidivas de his infec~~~­
concentraciones urinarias inhibidoras para muchas bacterias nes reincidentes requieren una valoración comp_]cta en bys-
en la orina. Esta última no debe diluirse demasiado para ca de posibles-fuentes de infección pers_i§!~D1~ (por ejemplo,
conservar los valores adecuados del medicamento. La in- cálculosmfectados)~nrcinfecciones puede utilizarse el
gestión de líquidos debe ser entre 1500 y 2000 mL!día para tratamiento preventivo a largo plazo (por ejemplo, nitrofu-
un adulto. rantoína, 100 mg por vía oral diario, o trimetoprim-sulfa-
La excreción de muchos medicamentos se reduce de metoxazol, una tableta de potencia regular por vía oral
manera considerable en la insuficiencia renal. Ello origina diario) después de la esterilización inicial de la orina.
retención y nefrotoxicidad añadida. Para evitar la acumula-
ción del medicamento en sangre y tejidos, es necesario C. Mujeres embarazadas
reducir la dosis o aumentar el intervalo entre las mismas. Como las mujeres con bacteriuria importante _d.!:l_ran_!~l
Los riñones de individuos con uremia no excretan algunos emoarazo:-e·ñespe-cial al inicio ·a;-é-ste~"tieneñ Un gran riesgo
medicamentos en cantidades suficientes para alcanzar con- de desarroÍlar pielonefritis sin-to-mática en algu-na época de
centraciones antibacterianas en orina. Manian y cols. ( 1990) la gestación, o inmediatamente después, se re-comiendan
publicaron recientemente una excelente revisión de los efec- prueb-as.de sé"fección para bacteriuria durante todo el curso
tos adversos de los antibióticos, relacionados con insufi- di\ embarazo. cualquier infección debe tratarse de lama-
ciencia t,.enal y las recomendaciones para alterar la dosis. nera adecuada. -· --··---·-·- --. . ··-- - -·
246 • Urología general de Smith (CapÍtulo 13)

Aunque aún no se conoce con certeza la seguridad para acompañarse de prostatitis bacteriana crónica y para lograr
el feto de muchos antimicrobianos, se sabe que algunos la curación quizá se necesite tratarlas durante J 2 semanas,
medicamentos no deben utilizarse durante el embarazo. Por o con un tratamiento supresivo por un periodo indefinido o
ejemplo, las tetraciclinas no se administran durante la ges- intentar la curación por medios quirúrgicos.
tación porque producen hipoplasia y tinción ósea y dental
en el feto. En el tercer trimestre de la gestación deben E. Infecciones agudas del riñón
evitarse las sulfonamidas y el trimetoprim-sulfametoxazol, En__el__!!"~~~!"ljen!~-~ici~L<f~~ !onefritis a_g_l!_c!_~ con fre-
porque pueden contribuir al kernicterus en el recién nacido. cuencia es necesario hospitalizar al paciente y adm{nistrar
Asimismo, es preferible no utilizar agentes que interfieren por. v íaparentera·l granaes ·-aosis de antimicrobianos. Si-la
con la síntesis del DNA (por ejemplo, quinolonas) porque -es
respuesta -cHnica -favorable, pueden sustítuTrse por un
no se conocen sus efectos en el feto. Se piensa que, en medicamento oral adecuado cuando el enfermo ya no tiene
general, las penicilinas y las cefalosporinas son seguras mt5f·~~·-debe·continúarse cuando menos dós semanas mas.
en emoarazaCiás.--~ - - - .. Hay que repctlr Jos urocultivos T, 4 y 6 semanas después de
termmar eft.ratamien.to...Las pruebasdc- recidivla de la
D. Varones adultos infecdón en cultivosde vigilanciasueien indicar que se
el tratamiento con dosis única para las JVU agudas no rcqu iere -un. .
perío.ao-aáícl"on-aT"Cfesé_i,ssemaJ_l_ascle-me di ca-
complicadas en hombres aún no se estudia de manera ade- cl6n y-vaToriC16n cuídadosaeñ-buscadé -factores compli-
cuada, por lo que a la fecha no se recomienda. De hecho, cañtes.-'(J"ña'respuesta. des favorablea1 tratamiento~ inicial
algunos investigadores demostraron que se requieren trata- (persiStencía··ae-Sintomis- "y" "fiebre) -justifica un estuaio in-
mientos de seis semanas en las lVU reincidentes en hom- mediato en busca de factores conipil"C"antes, re·vaToracion de
bres. Las infecciones recidivantes en varOI)es suelen lóS urocultiv_~s y)r~_~b~ ~~ _s!-lscepti~ili_~_a_d. •

REFERENCIAS
Patogenia by nosocomial spread of P fimbriated Escherichia coli in
chi ldren. J lf!fect Dis J 984; 150:72 8.

Fussell EN ct al.: Adhcrcnce ofbateria to human foreskin. Juro! Infecciones inespecíficas renales
1988;140:997.
Jacobson SH et al.: P fimbriated Escherichia coli in adults with
acute pyelonephritis. J b!fect Dis 1985; 152:426. Ahlcring TE et al.: Emphyscmatous pye1onephritis: A 5-year ex-
Jodal U: The natural hist01y ofbacteriuria in childhood.JI'!fect Dis perience with 13 patients. J Uro/1985; 134: J 086.
Clin North A m 1987;1 :713. Braun G, Moussali L, Balanzar JL: Xanthogranulomatous
Kallenius G et al.: Occurrence of P fimbriated Escherichia coli in pyc\oncph1itis in childrcn. J Uro/1985;133:236.
iruna1y tract infections. Lance! 1981 ;2: 1369. Cardiff-Oxford Bacteriuria Study Group: The sequelae ofuri-
Kuriyarna SM, Silverblatt FJ: EtTect ofTamm-Horsfall urinary nary tract infections in schoolgir!s: A four-year follow-up
glycoprotein on phagocytosis and killing ofType l-fimbriated study. Lance! 1978;1: 8 8 9.
Escherichia coli. Jnfec/ fmmun 1986;51: 193. Elder JS: Xanthogranulomatous pyelonephritis: The great imitator.
Lomberg H et al.: Corrc!ation of P blood group. Vesico-ureteral lnfect Surg 1984;3: 145.
reflux, and bacteria! attachmcnt in patients with recurrent Hu la nd H, B usch R: Pyelonephrit1s scarring in 2 J 3 patients wi th
pyelonephritis. N Engl J Med 1983;308: 1189. upper and lower tract infections: Longterm fo!!ow-up_ JUro!
Meares EM Jr: Prostatitis. Med Clin North A m 1991 ;75:405. 1984;132:936.
PattersO't'l TF, Andriole VT: Bacteriuria in pregnancy. !l'!fect Dis Joda! U: The natural history ofbacteriuria in childhood.Jnfecl Dis
Clin North Am 1987;1 :807. Clin North Am 1987;1 :713.
Reid G, Sobel JD: Bacteria! adhcrcncc in the pathogenesis of Patterson TF, Andriole VT: Bacteriuria in prcgnancy. !nfect Dis
urinary tract infcction: A review. Rev Inject Dis 1987;9:470. Clin North A m 1987;1 :807.
Schacffer AJ, Jones JM, Dunn JK: Association of in vitro Es- Shortliffe LMD: Urinary tract infections in infants and children.
cherichia cofi adhercnce to vaginal and bucea! epíthelial cells s
pages 1669-1686 in: Campbell UroLogy, 6th ed. Vol. 2 Walsh
with susceptibility of women to recurrent urinary tract infec- PC et al (editors). Saundcrs, 1992.
tions. N. Engl J. Med 1981 ;304: 1062_ Smellie JM: Urinary tract infcction, vcsicouretera1 retlux, and renal
Schoolnik GK: How Escherichia coli infects the urinary tract. scarring. Semin Uro/1986;4:82.
(Editorial.) N Engl J Med 1989;320:804. Stamm WE ct al.: U1inary tract infections: From pathogenesis to
Shcinfeld Jet al.: Association ofthe Lewis blood-group phenotype treatment. J lnfect Dis 1989;159:400.
with recurrent urinary tract infections in women. N Engl J Stamm WE, McKevitt M, Counts GW: Acute renal infection in
Med 1989;320:773. women: Treatment with trimcthoprim-sulfamethoxazole or
Smellie JM: Urinary tract infection, vcsicoureteral re flux, and renal ampicillin for two or six wceks_ A randomized tria[. Ann In ter
scarring. Semin Uro! 1986;4:82. Med 1987;106:341.
Stamey TA: Pathogenesis and Treatment Qj" Urinary Tract !nfec- Steinhardt GF: Reflux nephropathy. J Uro/1985;134:855.
tions. Williams & Wilkins, 1980.
Stamm WE et aL: Diagnosis of coliform infcction in acutc!y
Bacteriemia y choque séptico
dysuric women. N Engl J Med 1982;307:463.
Stamm WE et al.: Urinary tract infections: From pathogencsis to
treatment. J Jnféct Dis 1980; 159:400. Bone RC: Gram-negative sepsis: A ditemma ofmodern medicine.
Tullus K et al.: Epidcmic outbreaks ofacute pyelonephritis causcd Clin Microbio{ Rev 1993;6:57.
14
Infecciones específicas
del aparato genitourina.rio
Emil A. Tanagho} MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Infecciones "específicas" son las causadas por microorga- virulencia se aloja en el riñón y no son destruidas, se
nis~~9lt1~_i~~~-E_~~-gjl~an-unaenfermedad-cTínT- establece infección clínica.
camente única y conduce a reacciones tisulares 2_atológicas La tuberculosis del riñón progresa lentamente y puede
espeC!fic_~~ (capítuio-T5).- - - - -- - -----------·- --- - - ---
requerir de 15 a 20 años para destruir el órgano en un
enfermo con buena resistencia a la infección. Por lo anterior
casi nunca se presenta dolor renal y la alteración clínica de
TUBERCULOSIS cualquier-tipo es muy escasa o-iüilá;llásta que la Tesión haya
afectado-los cáfice~;o la pelvicilla; podrán, entonces, expul-
Los bacilos tuberculo~_o~_Q_l}_eden.jgvadir _@O _o 11)~~ _y aº_!l sarse pus y gérmenes con la oriñi Es sólo en esta etapa
todos los órganos del ~parato -~oitotl!i_~~.Q__y__~~~S.!?!:l_ar en la que s-emanifiestan síntomas (de cistitis). La infección
mfección granulomatos~rónic~~-_p_res~~~-~---L~~--!!li~~-~s progresa afectando la mucosa de la pelvicilla y del uréter,
características de la tuberculo~i-~_otros Ó~(_)S. La tu~_rcu­ especia mente eñ sus -eXtremos superior y vesicaL Esto puede
Josis urinaria es un padecimiento de los adultos jóvenes ocaúoi1ar-est'rechez y presión antidr6mica(!Udron-efro-sis\
"(60%del0s-erú'ermos -se -ha.Tfa entre los 20 y 40 años) y es --conforme la enfermedad progresa ocurre néciosis ca-
poc~~~--~9.D!~9 en hs>!rrl:>[~_ql!e ~-~ g:t_uj_~res. --- ---- seosa _Q~ ~~-~___!~jidos~ hasta_q_ue--se reemplaza todo el riñón
por material caseoso. Puede Q_~_pg_~!!ª-r§.~~-~-1). ~l_p.fQ.9~~9
Etiología de reparación. Erüreier se hace fibroso y tiende a acortarse
y ser, por tanto, r~~ii-Esta alte.ración hace que el onf!Cio
El microorganismo _inf~~~-n~ _es_ Ajy__c;p_k_t;_J_c_f§riu!!J-___ !_r¿I}§J:t;Y- ureteral tenga aspecto de "hoyo de golf' (brecha), clásico
de una-valvufalncompeteñte.
Losis, que ll~~~-l~~-ªEg~~o~g~~i_t(_)~~-i-~~~L~~-.P.2r vía he¡p_'!-
tóg-ena Q~~,9~Q~_Q':!II!lo~e~. Comúnf!!<::nte ~f(_)_~Q_~i!ll_ario
no es sintomático o evidente. B. Vejiga
- $~ji~paratQ__g_~n itouii~~i o, -~_!iñó~ _Y._]2Q_~i}?_l~~ e!lt~ Como una manifestación clínica temprana de este padeci-
la próstata son los sitios primarios de infección tuberculosa. ~I~!_l!\'~~e_Q:f~-~~~- j~~Itª~!i~~~cfv~íc~(~onformes-e derra-
Todos lc)s demás órE?nos genitourinarios se afedan,-ya sea m~~-lll~ ~.Ega ~!~!J~l infectado. Más tarde se forman los
por-via-ascen-dente(deía-próstata a-Ei vejiga), o descendente tup_~r.s:_ul~~~-g~_!l~ra_lmente en la región del orificio uretei_al
(aeiE?ün a [~-~y~J !gª-~-ª~:~~~~~r6sfaüi.)lep-iaímm.oY.:'Los afectado; por último hay coalescencia y se ulceran. Estas
t~-suculg_~!J.ed§!t afectar~~ por ex~ensión dírecúi de-la infec- úlceras- pueden sangrar. Cuando la afección es severa, la
~ión e~i~i~i~a~ia. - - --- -- - vejiga se hace fibrosa y contrae, acarreando polaquiuria inten-
sa. Se púede proaucir reflujo ureteral o estenosis y, por tanto,
Patogenia (figura 14-1) aparecer una hidronefrosis. Si más tarde se desarrolla una
afección renal contralateral, probablemente se trata de
A. Riñón y uréter una infección hcmatógcna distinta.
Cuando un inóculo de bacilos tuberculosos llega a la corteza
renal, tos microorganismos pueden ser destruidos por la C. Próstata y vesículas seminales
resistencia tisular normaL Prueba de esto se ve comúnmente El paso de orina infectada a través de la uretra prostática
en las necropsias de personas que han muerto de tubercu- conducirá -fínafñ-iente aiaínvasiói1 de ~!§stata_iA_e una o
losis, encontrándose sólo cicatrices en los riñones. Sin em- -amoas -vesículas- semináles. -Por--lo general no hay dolor
bargo, sí un númer.o importante de bacterias de suficiente localizado.

249
250 • Urología general de Smith (Capítulo 14)

Síntomas principales
Habitualmente ninguno

Hematógena
al riñón

Descendente

Descendente

Figura 14-1. Patogenia de la tuberculosis del aparato urinario.


Infecciones espec(ficas del aparato genitourinario • 251

A veces, la lesión hematógena primaria en el aparato En etapas más avanzadas de la tuberculosis renal, el
genitouriñarío -está en la próstata. La infecá6ñ-prostática parénquima puede reemplazarse por completo por sustancia
¡)l.lcde ascender a la vejiga y descender al epidídímo. - caseosa o tejido fibroso . En raras ocasiones pueden desa-
rrollarse abscesos perinéfricos.
D. Epidídimo y testículo
La tuberculosis de la próstata puede extenderse a lo largo B. Vejiga
del ~_9nducto ci~!e:f~ntc- a·po-r l<;:>s linlátfcos que lo rodean y En las etapas iniciales la mucosa puede estar inflamada, pero
afectar el epidídimo. Este es un proceso -lento Y,portanto, esto no constituye una alteración específica. 1:::~ vejig~
generafrñe-nte no hay dolor. ·s¡ la infección epididimaria es bastante resistente a la invasión real. Más tarde, se forman
extensa y se forma un absceso, éste puede abrirse a través tubérctl'los que pueden observa-r!ie confacüída(L-espec-íal-
~-íapleídeí -escrotO~-ésúibfeCíendose- así una fistula una o mente pór medio del cistoscopio, co!rlo nód-ulos elevados,
c_~_?_pe~~n_~~!~, o 'pucde ext'e nderse al {éstícÜlo.· ·- blañcos o de color amarillento,· rodeadós por un halo--de
hiperemia. El reflujo s·e puede-·preseñtár como resultado
Patología de li fibrosis pariefáf ydéuña contractura vesical grave. -
Microscópicamente fosnodUlos- son tubércÜlos-clási-
cos, q~~~~-ti:i~~efi-t'o~mandg úlce!-ªs_profunciasdc-bor~~s
A. Riñón y uréter
El aspecto macroscópico del riñón con tuberculosis mode- d~sgarrados. En_ esta -~íE-~!~ v~j~ga_ es muy irritable. A~
curarse produce flbrosis que afecta la pared muscular.
radamente avanzada es a menudo normal en su superficie - - ·--·- - - - --·- - -- - - - - - - - - --··- -·· ------ - ---- -
externa; sin embargo, suele estar rodeado por marcada
perinefritis. Existe generalmente un abultamiento localiza- C. Próstata y vesículas seminales
do, blando, de color amarillen-to. En el corte, se ve que el Macroscópicamente la superficie exterior de estos órganos
área afectada está reemplazada por material caseoso (casei- puede mostrar nódulos y áreas de induración a causa de la
ficación). Es evidente la extensa destrucción del parénqui- fibrosis. Son comunes las áreas de necrosis. En raras oca-
ma, pud)endo verse pequeños abscesos en un tejido por lo siones, la curación puede termmar en calcificación. Las
demás normal. Las paredes de la pelvicilJa, los cálices y el c.~lcifi~aci~_~s gra~~~~~_!~ta A~-~~n suger)r- u"na
uréter pueden estar engrosados y frecuentemente aparecen afección tuberculosa.
ulceraciones a nivel de los cálices en el sitio en que drena el
absceso . La estenosis urcteral puede ser completa, ocasio- D. Epididimo, cordón espermático
nando "autonefrectomía" . Tal riñón se encuentra fibroso y y testículo
sin función . En estas circunstancias, la orina de la vejiga A menudo el conducto deferente se ve macroscópicamcntc
puede ser normal sin que se presenten síntomas. afectado; ras tU-rriefacdoñes fusiformes representan tubércu-
Aparecen cerca de Jos glomérulos focos tuberculosos. los, qu~ en casos crónicos se describen de manera caracte-
Son un agregado de células histiociticas que poseen un if§}Íéa corne en rosarfo. El e-piaídimó estac rec¡ao y es
núcleo vesicular y un cuerpo celular c1aro, que puede fun- bastante duro. Suele h~lJa!§~~ej)arad~ del testícjllo; aunque,
dirse con las células vecinas para formar una pequeña masa eñ-o-caslon~,J~Ucde ~~-~-~~ ~dherfdo a él. Microscópicamente
llamada retículo epitelíoidc. En la periferia de este retículo se observan los cambios clásicos de la tuberculosis. Puede
hay células grandes con múltiples núcleos (células gigan- haber acentuada degeneración tubular. Generalmente el tes-
tes). Esta reacción histológica, que puede observarse a ti~-~~~-~~á~f~~~a-~~!..~J_<E~fl~g_p_oE_l~_ t?Xtensión directa -de
simple vista, es la lesión básica en la tuberculosis. Puede un _a bsceso en ~e!?..~~f~im_o.
cicatrizar por fíbrosís o coalesccr y alcanzar la superficie y
ulcerarse, formando una lesión ulcerocavernosa. Los tu- E. Vías genitales femeninas
bérculos pueden sufrí r degeneración y caseificación central, ~as infecciones suelen llegar por el torrente sanguíneo; rara
originando un absceso tuberculoso cavitario que puede vez resultan del contacto sexual con un varón infectado. La
llegar al sistema colector y abrirse. En el proceso, hay frecuenciá ae y
inleccíones'uii'ñ arias genitales concurr~ntes
destrucción progresiva del parénquima. Según la virulen- en mujeres varía del l al 1Opor ciento. Pueden afectarse las
cia de{ microorganismo y la resistencia del paciente, la trompas uterinas. Otras presentaciones incluyen endarteri-·
tuberculosis es una combinación de caseificación y cavita- tis,-mas-as áñexiales- localizadas (por lo general b}laterales)
ción, curación por fibrosis y cicatrización. y cervicitis tub'erCui'üSa; pe-roen raras ocasiones existen
Microscópicamcnte el material caseoso se ve como una lesiones granu_lo~~~~~~-ª~l col!Cf~cto-vagl~~!i~~J~~~lv~-
masa amorfa. El parénquima circunvecino muestra fibrosis
con destrucción tisular, infiltración de células redondas Cuadro clínico
pequeñas y plasmáticas, así como de epiteliales y gigantes,
clásicas de la tuberculosis. Los colorantes acidorresistentes La ~E~~9sis d_e]~Q_~ato g~ni~o!JrÍI'!_ªrio debe s9specha¡sc
habitualmente revelarán los microorganismos en los tejidos. en presencia de cualesquiera de las siguientes situaciones;
En la pared de la pelvicilla y en la del uréter pueden f¡Jc;titi_Ús c~Ó~ic<!'i~eñ-9 resp~~md~ a-!a_~~r:_ª~. !~ adecua_ª-~'
observarse lesiones semejantes. .) ) hallazgo de pus sin bacterias en el sedimento urinario
La calcificación es común tanto en el riñón como en el teñido con azul oe meti"leno,-o en- un cultivo, 3) hematuria
uréter; puede ser m¡J.c¡oscópica o ~nicroscó_pica. Tal man1~ fntcroscopJ.ca o maC"ro-scópíca:@ elepidídim~ c'recido~ no
festación sugiere mucho la tuberculosis; pero, por supuesto, sensí~~~~ñtú16q_~9Ji~fg_ de_fer:~nte'engios-a~o-o-en rosª--
tambi~n s_e observa en la esquistosomrnsrs.- Los cálculos riO,T5) una cavidad con drenaje crónico en el escroto o
r_en_al_es ~ccundarios _se presentan en ell 0% de los enfermos . 6Tind-uraeión o presencia de nódulos enla próstata y en gro-
samicnto de una o ambas vesículas seminales (especialmen- l. Rjñón: H~Qit~~~!l~~--~~-~~x_~g_r.~-~~amie~!9__~i hiper-
te en-unnomb-re Joveñf -ETantecedente de un padecimiento sensibilidad del riñón afectado.
tuberculoso, pasado o actual , en alguna o~a parte ~~O_!~a­ 2. Genitales exte-rnos: Puede descubrirse el epidídimo en-
nismo, debe hacer sospechar al médico la presencia de grosado, no sensible o qt:i'e--lo-estci-só'lo -ílgerarnente. A
tuberculosis -Cie't apa rato-geñito-Ürinúío-cuañdo''éx!Sfan-si"i- menudo el conducto deferente se encuentra engrosado y
nos o síntomas-:--- -- - ' ·- ·------ ar-ros-ánado.Una cavitad ón crónica que drena a través
El diagnóstico se establece demostrando los bacilos de OeTapiel cTel escrÓto ese-así patognorrii)níca de epid]di-
la tuberéuToruenTosiirocüiilvos:-Ca extensióñcfeTalri}ec- mitis tuberc•Jiosa. ·Én etapas más avanzadas , el epidíd1mo
se
cjóñ determlnaE_<?L ..!J las múüJ~~J-ª~io-nes-i.J-ª.Ji~fp,;c_ión riopuede--dlferenc~arse del testículo por palpación. Esto
en el epidídimo , conducto deferente , próstata y vesículas puede significar que el testículo ha sido 1nvadido directa-
seminales; 2) las lesiones renales y ur.eteraYes-demostraaas mente por el absceso epididimario.
por los urogramas excretores; 3}laafecC!ón-de___!~~~~]j_g~ En ocasiones, el hidrocele acompaña a la epididi-
vi~!~J?-~·~_-me<.ho de-íclsfosc6pl00:~~rado d~_l_ daño ~_ena~ mitis tuberculosa.-un fiidroceie' ']'d lopáticO"debe pun-
medido por pérdidas de la funcJon, ~ la presencm de cwnarse por st existen alteraciones patológicas
bacilos'tübercu16s-os en uno -o:am?~_!i~~~e_-s:- -- - - subyacentes, éstas pueden valorarse (epididimitis, tumor
testicular). Es rara la afección del pene y la uretra.
3 Próstata y vesículas seminales: Estos órganos pueden
A. Síntomas
No existe un cuadro clínico clásico de la tuberculosis renal. ser normales a la palpación . Sin embargo , ordinari:n11en-
.wll
La -ñlliyo-r p-árte-cfeTosSiñtOn13SCic _é_s-te·¡;a-d'ecimler;t~-L . t~ la próstata tuberc~-mucstra áreas-- d(~~~illireci­
miento y aun la presencia de nódulos. La vesícula
en las etapas mas av· nzada~2 ~1)_9~-~!_g_~ves~~í!L(cj~~i!i.s).
afectada generalmente se eñcueñtra endurecida, agran-
Algunas de las molestias no específicas ~on_:_ ~ale~!l~g~ne­
dada- y'fija. Si existe epididimitis generalmente la vesí-
ral vago~ fatiga, fic'Drc-e~c_:~~~r9~-p~rs~e~!e y st!d_~cióJ1
no~Aun---:1. veces pÜede-no existir la irritabilidad vesi-
cüía-íf)solateral mostrará también alteraciones.
cal; en tal caso sólo la toma y el examen apropiado de una
muestra de orina darán la clave. En menos de la mitad de los C. Datos de laboratorio
enfermos con tuberculosis genit'ouríñari'a, -se'encuenfniun La clave más importante para el diagnóstico de la tubercu-
pro-cesóti:ibefCUlosoact!:-:~.-en otra_parte qe! organisn29. - losis genftounnarja la proporciona el examen apropiado de
la orina. - ------------ - - - - ----- -- --- --
l. Riñón y uréter: Por el lento progreso de la enfermedad
el riñón afectado , por lo iener-ar:es completamente
~a piuria pers_i?_!~!.l~e, ~i!l ~i_c:oorg~~~~n~-~_1!,-~! c~l­
asintomático. A pesarde esto-,e n_ ~~a~i~-~-~s P.~~~ ~~i~ti~ tivo o el frotis teñido con azul de metileno, 1mp!Jca
un dolorSürdo en el flanco. ~!_paso de un coágulo la existenCia de tubercÚlosis, mientras no se demues-
sanguíneo, cáicü.IOsSé_Cü_ridarios, o una masa de restos tre lo contrano. Sonpositlvos porTó meñosel 60%
-üreteraC
cte -tejido,- pueCfe-o-~ as1o_n_a_r __cóh~~ r~_njt_G rara de-ios --¿asosen los que se efectúa el teñido acido-
vez, el síntoma de presentación puede ser una masa no rresistente en frotis de sedimento concentrado de
dolorosa en el abdomen . una muestra de orina de 24 horas . Sin embargo, esto
2. Vejiga: ~~~!~!1~~--~-~s te~anos de tuberculosis debe corroborarse por un cultivo positivo .
renal pueden originarse por afección vesical secundaría. Aproximadamente del 15 al 20% de enfermos con
Éstos incluyen sensacíói1--deardor j{ó'n nar, ])olaquiuria ~ tuberculosis tienen una infección piógena secl~ndaria
nicturia. A veces se observa h-ematuria, la cual es de origen por lo que en ellos el indicio (piuria "estéri 1") es
r9_9.al q__Y,9~~al. En ocasiones~ especialmente e~-~tapás. oscuro . Si no se obtiene respuesta clínica al trata-
tardías de la enfermedad, la irritabilidad vesical puede miento adecuado y persiste la piuria, deberá descar-
ser extrema. Si se producen úlceras, se puede experimen- tarse la ex istencia de tuberculosis por métodos
tar dolor suprapúbico cuando la vejiga está llena. bacteriológicos y radiológicos .
3. Aparato genital: La tuberculosis de la róstata ~ 2) Los cult1vos para bacilos tuberculosos en la primera
vesículas semim les ~!mente no ucasió.na.S_íntomas. orinade la rñananason" p-osítivos en un elevado
El primer indicio de la presencia de una mfección tuber- porcerÚaje-dé lo-s enfermos-con infección tuberculo-
culosa az er
cstos--organos es coñíTeñiü de !Jn~ epísfi'di- sá~ "Si er cultivo resulta positivo, deben ordenarse
mítís tuberculosa. pruebas de susceptibilidad. Cuando se-hayan ob-teni-
Latub-erculosjs del epj dídimo generalmente se pre-
senta ~oi=to una titr'nefacción indolora o sóTOiTgéramente
do cultivos negatJVOS, en casos en que exista fuerte
evi éfeñCi"a-p-resuntiva-ctetu6eicúTósis, éstos deb-erán
dolorosa. un absce's o -puede drena r -espoñtá'iiearrlente a repetirse. ----- ---- --- --- -
tw'Is--de-la ared del escroto . Una caverna con drenaje "- L~:cu~~_!~_sle eri_!!:9ci tos pJ:!~c!uer normal o mos-
crónico debe considerarse como tuberculosa mientras no trar anemia en los casos avanzªºgs de este padeci-
se pru~~I~-~~_trario. En rarasocas-ioncs~-eT com'1enzo miento . Gcneralrrlente ~~~~'9~iq~5! ~e sedi!fientactón
puede ser muy agudo y simular epididimitis aguda ines- está acelerada.
pecífica. ~-~e~.~4~ :~_'!_cden demostrarse bacilos tuberculo-
sos en las secreciones de la próstata infectada. La
B. Signos fünció-n 'f(mal será-normal, a menos que exista daño
Se p_ued~_!l~~-ontr~. p_!_ue~~s de tuberculosis extr_age_t:~;}!~~) nílateraf: pues mientras un riñón se lesiona !entamen-
(pulmones, huesos, ganglios linfáticos, amígdalas, intestinos). tese prorluce hipertrofia compensadora del riñón
Infecciones espec[ficas del aparato genitourinario • 253

normal. El otro riñón puede también estar infectado Diagnóstico diferencial


por bacilos tuberculosos o puede volverse hidronc-
frótico por fibrosis de la pared de la vejiga (estenosis
La cistitis crónica inespecífica o la pielonefritis pueden
ureterovesical) o reflujo vesicoureteral.
remedar perfectamente a la tuberculosis, ya que del 15 al
Si se sospecha tuberculosis, debe realizarse la
20% de los casos de tuberculosis son invadidos de modo
pruebade la tubercühna:-üna reacción pos-itivá, espe::
secundario por gérmenes piógenos. Si las infecciones ines-
cialmente en el adulto~noes-dTáinósiiC-<\;pero-si-G pccífícas no responden a la terapéutica adecuada, deberá
en
prueba resulta negativa un enfermo, que por otra parte, buscarse bacilo tuberculoso. La epididimitis no dolorosa es
no tiene otras alteradoncs, constituid una- fuerte sugestiva de tuberculosis. La demostración cistoscópica de
p_r_~-~~a _co_n_!!"i_el diagnóstico de t_ub~rc~~~sls. tubérculos y úlceras en la pared de la vejiga indica un
proceso tuberculoso. Los urogramas son habitualmente de-
finitivos.
D. Datos radiológicos (figura 14-2)
Una radiografía de tórax que muestra pruebas de tu- La epididimitis inespecífica aguda o crónica puede
berculosi~-dcbe hacer que-elm~díco sospeche tuberculos_t§
confundirse con tuberculosis, puesto que el comienzo de
este último padecimiento es a veces muy doloroso. En la
del aparato -uiogenital cuando existan signos y síntomas
epididimitis inespecífica es raro encontrar por palpación
urin~ríos. Una radiografia simple de abdoJ!Ien ~~e alteraciones en las vesículas seminales; pero esto constituye
most~arúccimlento--Cie--un riñón o borramiento de las
casi un dato sistemático en la tuberculosis del epidídimo. La
~;~;brasrcnales y del psoas debldoau-n a:b:sccso pcrinéfr]co. presencia de bacilos tuberculosos en el cultivo de orina
La calcificación ~teada en- e_l _p_~ti~q~i_~a-~~!~~c_p~de establece el diagnóstico. A veces, sól-o el patólogo puede
or}ginarse·e·n un'af_~J?§Iº'1iiQSis.~~-~ ~b~~rv--ªry_cálcyJ2s repa\es hacer el diagnóstico por el estudiO microscópico del epidí-
en el 10% de los casos. Puede notarse calcificación del dimo extirpado quirúrgicamente.
u~6tcr, ~ro ési_<i::~~~ rar~- (figura 6-=-2 ). -Ordinariamente, los La cistitis amicrobiana generalmente tiene comienzo
éálculQ§._gros~áticos pe_~-~<?~ del tamaño de semillas de uva agudo y a menudo va precedida de exudado uretral. Se
en la región de la sínfisis del pubts, no los origina la encuentra piuria "estéril", pero no existen bacilos tubercu-
tuberculosis; pero los cuerpos calcificados m_~_ gr~_!1_des losos. La cistoscopia puede revelar ulceraciones, pero éstas
pueden serlo. ----- --- - --- son agudas y superficiales. Aunque los urogramas muestran
-STla -lesión es moderadamente avanzada, los uro- un hidrouréter de grado ligero y aun hidronefrosis, no hay
gramas excretores _p_~~~d~~- ~r "(fiagJ!~~-tj~c?~. b-~.-~1 t_e~­ ulceración de los cálices como se ve en la tuberculosis renal.
ciones clásicas Incluyen: J un aspecto "mordido" de La cistitis intersticial se caracteriza típicamente por pola-
los cálicesulcerado_s..aféciád'os(@ "étes1:fucc1crñde"üñ_o_o más quiuria, nicturia y dolor suprapúbico con el llenado de la
cii-i-;-e-s~Gl\--cÚJata~-iÓ_n_de los- cál i~es de bid o ~-~ste;-osi.s vejiga. La orina generalmente no contiene pus ni tampoco
'éJI -- -·-r:r.,,~·------·--------- -------- -----
t.ífeterat por fibra~¡& c-ª0_gades de absceS<.:)~_g__l!:_e conecta~ bacilos de tuberculosis.
conios cálicesr~ una o múltiples estrecheces ureterales, con Los pequeños cálculos renales múltiples o la nefrocal-
dilataciÓ-~--~aria, con acortamiento ~tanto, cinosis, vistos en la radiografía, pueden sugerir el tipo de
calcificación que se observa en un riñón tuberculoso. En
rectjtu~ d~l ur~t~~--y(9-~l!§~!1_cj_a de ft~ción del riñón_'!
la tuberculosis renal el calcio se encuentra en el pa-
causa de oclusión urcteral completa y destrucción renP¡l
rénquima, aunque se observan ocasionalmente cálculos
(a uton efrecto mía).
secundarios.
Si los urogramas excretores muestran tuberculosis ma-
La papilitis necrosante que puede afectar todos los
croscóp_i_ca en_ U_!l~_rii\6~,- no hay n_ecesidad de practicar un 1 cálices de uno o ambos riñones, o rara vez un solo cáliz,
1
urograma retrógrado en ese lado. De hecho, ~xis_te por lo! !. presenta lesiones en los cálices (incluyendo calcificacio-
menasen-teoría: ~.P~lig!~ -de producir disen~i~acj_~n_!te!fla-: i> nes) que simulan las de la tuberculosis. Los estudios
tógena o linfógen_a como resultado del aumento de la presión ' bacteriológicos cuidadosos no revelan la presencia de baci-
intrap6Ivica. Sin embargo, debe practicarse un~_.':_l~qg!E:_fj_?­ los de tuberculosis.
retróg_¡_:ac:!_;:t_el) el lago_no so~pechoso para verificar su nor- Los riñones con espongiosis medular pueden presentar
m:llidad. Se tendrán más pruebas si la orina de ese lado no pequeñas calcificaciones en posición justamente distal a los
contiene piocitos ni bacilos tuberculosos. cálices. Sin embargo, éstos se definen bien y no pueden
demostrarse otros estigmas de la tuberculosis.
En la coccidioidomicosis diseminada puede ocurrir la
E. Exploración con instrumentos infección del riñón. La lesión renal se parece a la de la tu-
Está indicado un estudio cistoscópico cuidadoso aun cuanc!_o
berculosis. La cpididimitis por coccidioides puede confun-
la
se ~-~~~~ntrc-~\. -~¡~~<?~rg_<!-nis~o ~-aus_aJ -en~- orin~ y_ ~C?_s dirse con la afección tuberculosa.
m~o-gramas excretores hayan mostrado la lesión renal c1ási- La es_guistosomiasis urinaria es la gran imitadora de la
ca.--Este estudio-cf~muéstraco~lei"andacCfa--exteílsfóllde la tuberculosis. Ambas se presentan con síntomas de cistitis y
enfermedad. La ci'Stascopia puede revelar los tubérculos a menudo hématuria. La contracción vesical se observa en
t1Pico_s_o la;-úlceras de la tuberculosis. Si es necesario pue~c ambas enfermedades y puede producir polaquiuria extrema.
hacerse una biopsia. Puede una notarsé con-tractura intensa La esquistosomiasis debe sospecharse en áreas endémicas;
·ae·la-ve]Tga~üi1 cTstogranJ-~ ~~~de m<?st_rar rcfJ~j_~-~-~~t~~~). en la orina se encuentran los huevos característi~os; los
También debe obtenerse una muestra estéril de orina pa~a aatos urográficos icistoscópicos son definitivos para
su estudio ulterior. e_T(_!!ig!l~tico _difere-ncial. -
254 • Urología general de Smith (Capítulo 14)

Figura 14-2. Prueba radiológica de tuberculosis. Arriba izquierda: Urograma excretor que muestra cálices "mordidos" en los
polos superiores. Calcificaciones en los cálices superiores; el uréter superior derecho es recto y dilatado. Arriba derecha:
Urograma excretor que muestra los cálices ulcerados y dilatados a la izquierda. Abajo izquierda: Radiografía simple que
muestra calcificaciones en el riñón derecho, glándulas suprarrenales y bazo (tuberculosis del riñón derecho y enfermedad de
Addison). Abajo derecha: Urograma excretor. Dilatación de los cálices; uréter superior derecho recto y dilatado. Las flechas
señalan unos abscesos parenquimatosos pobremente definidos.

Complicaciones Se pueden producir cálculos renales si existe infección


Taetapa hnal si ambos
inespecíflca seCüñ-daria. La uremia es"
riñoncsestiñ "iiwadidos. .
A. Tuberculosis renal
El absceso QCr~néfric() pued~__.9_c~s_io_na!_ !}-_!la_ ma~a que a~­
menta de tamaño en el flanco. La radtografía simple de B. Tuberculosis ureteral
afiaoJiien mostrara borramiento de-Jas SOÚ1bras renales y Las cicatrices con formación de estenosis es una de las lesiones
d~ psoas. P~c~c'! s~~ más úti!_e_s_los son~_gramas ~-¡~_:r_c. ~ás1cas d~Ta tu~úc.u1osls-que-afccún ~on mayor frecuei1cia la
Infecciones especificas del aparato genitot.. L" .." .o • 255

porción yuxtavesical del uréter. Esto puede causar hidronefrosis Si los estudios bacteriológicos y radiográficos de-
progresiva~ La- obstruc:Cióo ureteral completa puede causar Tá muestran que el padecimiento es bilateral , sólo debe tenerse
supresion de fa func!o'n-del ~j~~~ ~~~~?~fre~tomía). en cuenta el tratamiento médico. Las únicas excepciones a
esto son: 1) septicemia grave, dolor o hemorragia de tm
C. Tuberculosis vesical riñón (lo cual puede requerir nefrectomía, como medida
Cuando la pared de la vejiga está gravemente dañada se hace paliativa o para resguardar la vida), 2) padecimiento muy
f1 iJro~§_e contrae·.-sej re.s ~~~-la_~s-~~!1~s_i~A~-l~s ':!!éteres avanzado de un lado y daño mínimo en el otro (hay que
o el reflujo, provocando atrofia hidr~:me~?_0~~· considerar la extracción del órgano más dañado).

D. Tuberculosis genital B. Tuberculosis vesical


Los conductos del epidídimo afectado se ocluyen . Si la La tuberculosis de la vejiga es siempre secundaria a un
lesión es bilateraTse-produce estenTiCI'aa:-Los-ansces-oscfel proceso tuberculoso renal o prostático. Tiende a curarse pronto
epicifdilno .P-ile.d~tt abrir~~- af testículO" o' al exterior- a traves cuando se instituye el tratamiento definltivó para-iilnfección
de la pared del escroto, o ambos, en tal caso los túbulos "primaria''-geñitouriñar'i"a~-Sllas-?ilceras ve-sicales no respon-
espermat'ó"geríos pueden esfacelarse. - den a este tratamiento, puede necesitarse la electrocoagulación
transuretral de ellas. Las instilaciones vesicales de monoxiclo-
Tratamiento roscno al 0.2% (Clorpactin) pueden también estimular la cura-
ción .
La tuberculosts debe tratarse como una enfermedad gene- Si se desarrolla contractura extrema de la vejiga, puede
ralizada. Aun cuando se demuestre que existe sólo en el requerirse desviación de la orina antes de la vejiga o cisto-
aparato urogenital, debe suponerse que hay un proceso plastia de aumento después de cistectomía subtotal (ileocis-
activo en alguna otra parte . (Sin embargo, teóricamente es toplastia, íleocecociswplastía, sigmoidocistoplastia) para
posible que el foco primario sane espontáneamente.) Esto aumentar la capacidad vesical (Abe! y Gow, 1978).
significa que el tratamiento básico es médico. Cuando está
indicada la extirpación quirúrgica de un órgano infectado, 9- Tuberculosis del epidídimo
es solamente un tratamiento adjunto a la terapéutica global. Esta nunca es una lesión aislada; siempre se afecta la
próstata y, habitualmente, también el riñón. Sólo rara vez
la infección derepidídimo se abre al testículo. El trata-
A. Tuberculosis renal
Se instituirá un régimen médico estricto. Por lo general es miento es médico. Si después de meses de tratamiento
deseable una combinación de medicamentos. Los siguientes persisten el absceso oracavidad con drenaje, está indicada
medicamentos son eficaces cuando se combinan\IJ isonia- la epididimectomía. - -
------------ -·--·-- . Q-
ci"aa, 200 a 300 mg, vía oral, una vez al día; 2) rifampicina,
.
bOO_m_g~vTaoraT,-üna vez·a:rara;TI)}_ etambutol, 25 mglkg D. Tuberculosis de la próstata
diarlos-duráñtc--dos-mcscs Y'lucgÓ 15 mglkg, por vía o'raí, y las vesículas seminales
diariamente;@)-eE;treptomicina, 1 g'intrá'muscu1ar UJla vez Aunque algunos urólogos abogan porque se haga la extir-
álaiTi~C2J piracinamidaT.·.s·a-2 g, vía oral, todos los días:-Es pación de toda ]a próstata y las vesículas seminales cuando
preferible Inici-ar ef
iratamienio-cüllut1á combinación de son atacadas por tuberculosis, la opinión de la mayoría es
isoniacida, rifampicina y etambutol. Si hay resistencia a que sólo está indicada la terapéutica médtéa~ El control
alguno de estos medicamentos puede elegirse algún otro de puede efectuárse buscando bacilos tuberculosos por el cul-
la lista para sustituirlo. Sólo se consideran los· siguientes tivo dersemen.
medicamentos por lo general si falla alguno de los de
primera línea y si se cuenta con personal médico experto E Medidas generales para
para tratar los efectos tóxicos colaterales que pueden pre- todos los tipos
sentarse: ácido aminosalicílico (PAS), capreomicina, ciclo- la nutrición óptima es tan importante en el tratamiento de
serina, ctionamida, piracinamida, viomicina. Véase más la tubcrculos)s genitourinaria como en la de cualquier otra
adelante la nota acerca de piracinamida. parte del organismo. Para la irritabilidad vesical pueden
En tanto que la mayoría de los expertos aconsejan la darse sedantes vesicales.
medicación adecuada por dos años (o más tiempo si los
cultivos permanecen positivos) , Gow ( 1979) encontró ade- F. Tratamiento de otras complicaciones
cuado un periodo de seis meses. Él recomienda 600 mg de Los abscesos perinéfricos generalmente ocurren cuando
rifampicina, 300 mg de INH, 1 g de piracinamida y 1 g se destruye el riñón, pero esto es raro. Estos abscesos deben
de vitamina C diario por dos meses y continuar con 900 mg de drcnarsc debiéndose practicar la nefrcctomía en ese mo-
rifamptcina, 600 mg de INH y 1 g de vitamina C, tres veces mento o más tarde, para evitar la formación de una caverna
a la semana por cuatro meses . L~ · acinamida uede con drenaje crónico . La terapéutica antímicrobiana pro-
causar d_1lñ.o_~JÉ!ico rave. ~- longada está indicada. Si se desarrolla una estrechez
- s idespués de -tres m~ses todavía son positivos los
1
uretcral en el lado afectado, las dilataciones del uréter
cultivos y mediante radiología se observa intensa parti- ofrecen una posibilidad de curación mayor de 50 por ciento
cipación del riñón afectado, debe considerarse la nefrec- (Cos y Cockett, 1982). La vejiga muy afectada puede causar
tomía. Gow ( 1CJ79) recomienda que los riñones no incOJ:npctencia de la unión ureterovesical en el lado no
funcionales se extirpen después de 1 a 2 meses de trata- enfermo. En estas vejigas no es posible hacer una ureteroneo-
miento médico. cistostomia; quizá se necesite alguna forma de derivación
urinaria. Por esta razón, es necesario practicar urogramas es claro y mucoide; pero puede ser purulento. Los síntomas
excretores seriados, aun bajo tratamiento médico. de c"ístitis-águ-da screseirtan.orilsc amente:-ca urgencia, Ia
polaquiuria y la sensación de quemadura pueden ser inten-
Pronóstico sas. Con frecuencia se presentahematuría -terml-ñal. Tam-
b~n pue=~~.P!".~~~ñtarse rnoj_~st~ sy_R@púbic_':l_y_aun dofor-:el
El pronóstico varia de acuerdo con la extensión del padecimien- cual probablemente se presenta conforme se llena la vejiga,
to y los órganos afectados, pero la tasa general de control es álivianctose un poco !!1 __2B:il.ar:--J:io h-aY:}iebre ni mal"es~ar
del 98% a los cinco años. La orina deberá estudiarse bacte- _gener~
riológicamente cada seis meses___ durante-el tratamiento y
luego- cada año, cturante-1oafiüS.TarecJCia-1riCilcará' ia B. Signos
necesidad de reínstitulreft-ratam le-nto.-Rara ·-ve·z esnece~­ Puede encontrarse cierta hipersensibilidad suprapúbica. La
sai1aTa-ñefrectom ía. En el proceso de cicatrización, puede secreciO"ii uretrai1mede-ser profusao -escasa: y- p-üfulenta o
aparecer estenosis ureteral o contracción vesicaL Puede ser Iíquíéfa-yn1ücoide. ·ra pióitatá habituaTtnentees.nonnai a ia
necesaria la intervención quirúrgica apropiada. p.ill.Qac;¡ón. Ell_!!_<ü;aj_e_p_rgs!átíco está contraindicado durante
la etapa aguda de la infección del aparato urinario. Cuando
se hace posteriormente, por lo general no se encuentra la
CISTITIS AMICROBIAN A (ABACTERIAN A) infección.

La cistitis amicro biana es un raro padecimiento de comienzo C. Datos de laboratorio


bruscO,COnuna-re acción locaTvesic·a racentuadi.-Auñq uc Puede existir cierto grado de leucocitosis. La orina ma-
se manifiesta como una enferrneaad iñfecélosa, la bl'isqueda croscópicamente es purulenta y puede asimismo contener
bacterrOIOgicacfa gencralnienteresu hado negailvO. Afecta sangre. Los frotis teñidos del sedimento no muestran bacte-
á-Joshomb.res_a_d~_itos y_ en OCaSÍQnc:S_alos~~í_iQS, hahÍt~l- rías: ·Los cultivos sistemáticos son unifonnemente ncgati-
mentc varones. ~()S. En afgunos-pacfentes·, se háñ-ideñtifÍca-do micoplasmas
y el agenté-OeTRfC (ChT{iiriydia trachomatis); pero aún no
cst~-élaro-cr sígniflcado--de-ios mismos. La búsqueda de
Etiología
bacilos tuberculosos no tiene éxito.
El paciente por io general da el antecedente de relaciones El exudado uretral no revela bacterias. La función renal
s-exuales recientes. Schan aislado ffi{copla-smas y clamidi~s no está alterada.
o se sospecha dé. ellas como agentes etiológicos. Se ha
aJslado uñaocñovírus de la oiiñaaé ninós que sufren cistÜis- D. Datos radiológicos
aguda hemorragica. --- -- - -· Los urogramas excretores pueden mostrar cierta dilatación
- - - - - -- pero
dela· porci'ó.n inferi-or de.ic)ÚJ.r-éteres; estas alteraciones
Patogenia y patología regresrúi ·aeltodo aJ curar-la enfer-medad. La sombra de la
vejiga es pequeña debido a su capacidad marcadameñte
Cualquiera que sea la fuente e identidad del invasor, la dis-minuida. L~-~-iJ!:ggraJ!la.~_pucden mostrar un reflujo.
enfermedad se manifiesta primariamente como una infla-
mación aguda de la vejiga. La irritabilidad vesical es intensa E. Exploración con instrumentos
y a ~cnudo s~ acompaña de ~_ematuri~ terf!!inal. La mucosa La cistoscopia no está indicada en la inflamación aguda
está enrojecida y cdcmato~_y_a vec~~~~-y~~__úl_<;cr,é!s_super- de-la vejígá. Sin embargo, se 11a hecho c-uando- el diag-
ficiales. A múiudo, se observa-una delgada membrana de nóstico es dudoso y se sospecha tuberculosis. En tales
fibrina 6luc recubre la pared vesical. En la uretra posterior casos, la cístoscopia reveló enrojecimiento y edema de la
pueden notarse lesiones semejantes. El parénquima renal no mucosa. Se ha podido notar la presencia de ulceraciones
está afectado, aunque la mucosa de la pelvicilla y del uréter superficiales. La capacidad vesical está marcadamente
pueden mostrar alteraciones inflamatorias ligeras. La disminuida. La b1opsia de la pared muestra alteraciones
porción inferior de los uréteres tiende a presentar cierta ínespecíficas.
dilatación. Esto puede deberse a una reacción in-
flamatoria alrededor de los orificios ureterales porque Diagnóstico diferencial
estas alter-acío1\es regresan después de un tratamiento
satisfactorio. La tuberculosis ocasiona síntomas de cistitis, los cuales, sin
Microscópicamcn te el proceso no tiene nada de espe- embargo, se presentan por lo general gradualmente y se
cífico. La mucosa y la submucosa se hallan infiltradas por hacen intensos sólo durante la etapa de ulceración. El agran-
neutrófilos, células plasmáticas y cosinófilos. Son comunes damiento no sensible del cpidídimo sugiere tuberculosts.
las hemorragias en \a submucosa, pudiendo notarsc ulcera- Aunque tanto la tuberculosis como la cistitis amicrobiana
ción superficial de la mucosa. producen piuría sin bacterias, sólo en el primero de estos
padecimientos un estudio cuidadoso de laboratorio revelará
Cuadro clínico la existencia de bacilos tuberculosos. Con la cistoscopia, se
observa que la vejiga tuberculosa puede estar sembrada de
A. Síntomas tubérculos. Las úlceras en este padecimiento son profundas
Todos Jos síntomas son locales. El síntoma inicial en Jos y de tipo crónico. Las alteraciones en la cistitis amicrobiana
hombre~ _Pt~~~ei~ ~~ ~xuáa~lo -ur~fr:'ll, et cual genera-lmente son más agudas y, si existen, las ulceraciones son superfi-
Infecciones e:.,pecificas del aparato genitourinario • 257

ciales. Los urogramas excretores en la tuberculosis pueden CANDIDIASIS


mostrar cálices "mordidos", lo cual es clásico de una infec-
ción por microorganismos acidorresistentes. Candida albicans es un hongo similar a una levadura que
La cistitis in específica (piógena) puede strnularperfec- es un habitante normal de los aparatos respiratorio y diges-
tamente la cistitis amicrobiana; pero en un frotis teñido con tivo y de la vagina. El uso intensivo de antibióticos potentes
azul de metileno o en un cultivo, se encuentran fácilmente modernos puede alterar el equilibrio normal entre los mi-
los microorganismos patógenos. croorganismos normales y anormales, permitiendo, por tan-
La cistitis consecutiva a una prostatitis crónica inespe- to, a hongos como Candida crecer en exceso en un órgano
cífica en ocasiones produce piuria sin bacterias. Los datos del por lo demás sano. La vejiga y, en menor grado, el riñón han
examen rectal, el pus en la secreción prostática y la respuesta demostrado ser vulnerables; se ha observado candidemia.
a la antibioticoterapia sugieren el diagnóstico apropiado. La candidiasis anogenital se comenta en el capítulo 42.
Las neoplasias vesicales se pueden ulcerar, infectar y El paciente puede presentar irritabilidad vesical o sín-
sangrar; de aquí que puedan remedar la cistitis amicrobiana. tomas y signos de pielonefritis. Se pueden pasar pelotas de
Sin embargo, se puede encontrar bactcriuria. En caso de hongos espontáneamente. El diagnóstico se hace observan-
duda está indicada la cistoscopia. do al microscopio los micelios o las formas semejantes a
La cistitis intersticial puede acompañarse de síntomas levaduras del hongo, en una muestra de orina recolectada
intensos de irritabilidad vesical. Sin embargo, este padeci- debidamente. El diagnóstico puede confirmarse con' culti-
miento generalmente afecta a las mujeres que han pasado la vo. Los urogramas excretores pueden mostrar defectos de
menopausia, siendo el examen de orina completamente los cálices y obstrucción ureteral (masas de hongos).
negativo, excepto por la presencia de escasos eritrocitos. La La candidiasis vesical responde, por lo general, a la
cJstoscopia debe establecer e~ diagnóstico. alcalinización de la orina con bicarbonato de sodio. Se
necesita un pH urinario de 7.5; la dosis la regula el paciente,
el cual verifica la orina con un papel indicador. Si esto falla,
Com pi icaciones
deberá instilarse anfotericina B a través de una sonda tres
veces al día. Se disuelven 50 mg del medicamento en 1 L
La cistitis amicrobiana generalmente cura por sí misma. de agua estéril.
Rara vez se establece una contrac"tura vesicafse-cundaría. Si hay afección renal, son eficaces las irrigaciones de
En estas circunstancias, se puede observar el reflujo la pelvici11a renal con una concentración simDar de anfote-
vesicoureteral. ricina B. En presencia de manifestaciones generales o de
candidemia, la flucitosina (Ancobon) constituye el medica-
mento de elección. La dosis es de 100 mg/kg/día por vía oral
Tratamiento en dosis divididas durante una semana. Ante afecciones
graves, adminístrese 600 mg por vía IV durante el primer
día y después cámbiese a la forma oral del medicamento. Se
A. Medidas específicas recomienda el nifuratel, un antibiótico nitrofurano, ya
Una de las tetraciclinas o el cloranfenicol, administrados por que resulta superior a la flucitosina. La dosis recomendada
vía orara-lacrOslscfe-rg 51 dia-en-"cTos1s-divididas" durante-] es de 400 mg, tres veces/día, durante una semana. La dosis
a 4 aíás____ séin --eficaces-en -cí73% de los casos. Puede
debe modificarse en un enfermo con insuficiencia renal. El
iritentars~ la estreptomicin-a~ 1-a 2-g7día por" iñtiamuscu~
vía medicamento es más activo en la orina ácida. Graybi ll y cols.
lar durante 3 a 4 días. La neoarsfenamina también es eficaz ( 1983) pub! icaron buenos resultados con el ketoconazol. La
y pareceser e¡ medicamento de elección; pero los arsenica- dosis es de 200 a 400 mg/día por 2 a 3 semanas o más, según
les son difíciles de hallar. La primera dosis es de 0.3 g, por el efecto indicado por los cultivos seriados. Su toxicid-ad es
vía intravenosa; la dosis subsecuente es de 0.45 g, por vía relativamente baja. La anfotericina B (Fungizone) tiene
intravenosa cada 3 a 5 días, hasta hacer un total de 3 a 4 las desventajas de requerir la administración parenteral y de
inyecc10nes. ser altamente nefrotóxica. Se administra por vía [V a la dosis
La penicilina y las sulfonamidas no tienen efecto. de 1 a 5 mg/día en dosis divididas, disuelta en dextrosa a 5
En los casos reportados de nii'íos, la curación ocurre por ciento. La concentración de la solución debe ser de 0.1
espontáneamente. miligramos por mililitro.

B. Medidas generales
Si los sintomas son intensos, habitualmente los sedantes ACTINOMICOSIS
vesicales son de poca ayuda, pudiendo ser necesario el uso
de analgésicos o narcóticos para combatir al dolor. Los La actinomicosis es una enfermedad granulomatosa cróni-
baños calientes de asiento pueden aliviar el espasmo. ca, en la cual la fibrosis tiende a acentuarse y por regla
Se recomienda la instilación de una solución de oxi- general se forman fístulas espontáneas. En raras ocasiones,
cloroseno sódico al 0.1 por ciento (Clorpactin WCS-90). el padecimiento afecta al riñón, la vejiga o al testículo por
invasión hematógena a partir del sitio primario de infección. ta
piel del pene o del escroto puede afectarse por la infección
Pronóstico
de una abrasión local. La vejiga también puede infectarse
por extensión directa desde el apéndice, el intestmo o la
El pronóstico es excelente. trompa de Falopio.
Etiología Europa y EUA. La afección con S. mansoni y S. japonicum
afecta primordialmente al colon.
Acfinomyces israelii (A . bovis) es el microorganismo causal.
Causa
Cuadro clínico
Los humanos se infectan cuando entran en contacto con el
Nada hay específicamente patognomónica en Jos stgnos o agua infestada por larvas en canales, diques, o campos de
síntomas de la actinomicosis. La demostración microscópica irrigación durante la natación, el baño o las actividades
de Jos microorganismos, que son vtsibles como cuerpos agrícolas . Las cercarías, larvas con cola en tenedor, pier-
amaríllos llamados " gránulos de azufre " , establece el diag- den sus colas a medida que penetran profundo bajo la
nóstico. Si se les busca persistentemente, pueden encontrar- piel. Entonces se llaman esquistosómulas. Producen re-
se en el exudado de las cavernas o en la orina. Pollock y co ls. acciones cutáneas alérgicas, que son más intensas en las
( 1978) recomiendan realizar la biopsia por aspiración con personas infectadas por vez primera. Estas esquistosó-
una aguja delgada. Encontraron que además del descubri- mutas penetran a la circulación general a través de los
miento de gránulos de azufre, las tinciones de Gram y linfáticos y las venas periféricas y alcanzan los pulmo-
Ziehl-Neelsen modificadas fueron útiles para el diagnós- nes. Si la infección es masiva pueden provocar neumoni-
tico. El diagnóstico definitivo se establece mediante cultivo. tis . Pasan a través de la circulación pulmonar, se dirigen
En la urografía, la lesión renal puede semejar tubercu- a las cavidades izquierdas del corazón y son bombeadas a
losis (cálices erosionados) o tumores (lesión ocupante). la circulación general. Los gusanos que alcanzan el plexo
vesicoprostático de las venas sobreviven y maduran, en
Tratamiento tanto que aquellos que van a otras zonas fallecen.

La penicilina G es el medicamento de elección. La dosis es Patogenia


1O a 20 millones de unidades diarias por vía parenteral por
4 a 6 semanas, seguida de penicilina V oral por un periodo El gusano adulto S. haematobium es un trematodo digéne-
prolongado. Si se sospecha infección secundaria, se agrega tico, vive en el plexo venoso prostatovesical. El macho tiene
una sulfonamida; la estreptomicina también es eficaz. Los alrededor de 1O x 1 mm de tamaño, está plegado sobre sí
antibióticos de amplio espectro sólo están indicados si el mismo y transporta a la hembra de 20 x 0.25 mm, gusano
microorganismo es resistente a la penicilina. Suele estar delgado, en su "esquisto" o conducto ginecóforo. En las
indicado el drenaje quirúrgico del absceso o, mejor aún, la pequeñas vénulas periféricas, la hembra deja al macho y
extirpación del órgano afectado. penetra parcialmente la vénula para depositar huevos en la
capa subepitelial de la víscera hueca afectada, generalmente
Pronóstico bajo la forma de racimos q:Je forman tubérculos. Sólo rara
vez se observan los huevecillos dentro de las vénulas; casi
La extirpación del órgano afectado (por ejemplo, nñón o siempre se encuentran en los tejidos subepitelial o intersti-
testículo) puede ser rápidamente curativa. El drenaje de un cial. La hembra retorna al macho el cuat la transporta a otras
absceso granulomatoso puede ocasionar el desarrollo de zonas para repetir el mismo proceso.
una cavidad con drenaje crónico. La quimioterapia es útil. Los huevecillos vivientes, por un proceso de histólisis
y ayudados por la contracción del músculo constrictor de
la vejiga, penetran al urotelio suprayacente, y llegan a la
ESQUISTOSOMIASIS (Bilharziasis) cavidad vesical de donde son expulsados con la orina. Si
estos huevecillos llegan al agua dulce, anidan en espera de
La esquistosomiasis, producida por la duela de la sangre, que las larvas que están en su interior, los miracidios
constituye una enfermedad de el imas cá1 idos. Se calcula que ciliadas, hallen un caracol especifico de agua dulce en el
en sus tres formas afecta aproximadamente a 350 mil1ones cual penetren. Ahi forman esporocistos que finalmente for-
de personas. Schistosoma mansoni se encuentra amplia- man las cercarías que abandonan al caracol huésped y pasan
mente distribuido en África, América del Sur y Central, al agua dulce para repetir su ciclo vital en el huésped
Pakistán e fndia; Schistosomajaponicum se encuentra en el humano.
Lejano Oriente y Schistosoma haematobium (Bilharzia
haematobia) se encuentra limitado a África (especialmente Patología
a lo largo de la costa nororiental), Arabia Saudita, Israel,
Jordania, Líbano y Siria. Los huevecillos recientes provocan poca reacción de los
La esquistosomiasis va aumentando en las zonas endé- tejidos cuando abandonan al huésped humano con rapidez a
micas debido a la construcción de sistemas modernos de través del urotelio. Es el contenido de los huevecillos atra-
irrigación que proporcionan condiciones favorables para el pados en los tejidos y la muerte de los microorganismos Jo
huésped intermedio, un cierto caracol de agua dulce . que provoca una intensa reacción local, con infiltración de
Esta enfermedad afecta principalmente al aparato urogeni- células redondas, monocitos, eosinófílos y células gigantes
tal, en especial la vejiga, uréteres, vcsícu.las seminales y, en que forman tubérculos, nódulos y pólipos. Más tarde, éstos son
menor extensión, la uretra masculina y la glándula prostáti- reemplazados por tejido fibroso que provoca contracciones de
ca. Debido a la migración de personas de las zonas endémi- partes diferentes de la vejiga y estrecheces del uréter. La
cas , la enfermedad se observa con frecuencia creciente en f1brosis y el depósito masivo de huevecillos en los tejidos
Infecciones especificas del aparato genitourinario • 259

subcpiteliales interfieren con el riego de la zona y provocan D. Datos radiológicos


ulceración crónica por bilharzias. Es común la metaplasia Una radiografía simple del abdomen puede mostrar las
epitelial y el carcinomaescamocelula r constituye una secue- zonas de color gris en el flanco (riñón hidronefrótico crecido)
la frecuente. La infección secundaria del aparato urinario es o en la región vesical (tumor grande). Las opacidades
una complicación común y resulta difícil de eliminar. Los (cálculos) pueden hacerse notorias en el riñón, uréter o
huevecillos muertos atrapados se impregnan con sales cál- vejiga. La calcificación lineal puede observarse en las pa-
cicas y forman hojas de capas de hojas calcificadas subcpi- redes ureterales y vesicales (figura 14-3 ). La calcificación
teliales en él uréter, vejiga y vesículas seminales. puntiforme del uréter (ureteritis calcinosa) y una calcifica-
ción en panal de miel de las vcsiculas seminales, pueden
Cuadro clínico resultar obvias (figura 14-3 ).
El urograma excretor puede mostrar función renal
A. Síntomas normal o disminuida y un grado variable de dilatación de la
La penetración de la piel por las cercarías causa ciertas parte alta del aparato urinario (figura 14- 4 ). Estos cambios
reacciones alérgicas con hiperemia cutánea y prurito que incluyen hidronefrosis, uréteres dilatados y tortuosos, este-
son más intensos en personas infectadas por primera vez. nosis uretral o una pequeña vejiga contráida que tiene una
Durante la etapa de generalización o invasión, el paciente se capacidad de sólo algunos mililitros. Los defectos macros-
queja de síntomas como malestar general, fatiga y debilidad, cópicos irregulares de la pared vesical representan cáncer
fiebre \eve, sudación excesiva, cefalea y dolor de espalda. (figura 14-4).
Cuando los huevecillos se depositan en la pared vesical y La uretrografía retrógrada puede mostrar una este-
empiezan a ser expulsados , el paciente se queja de una nosis uretral por bilharzias. Los cistogramas a menudo
hematuria terminal levement~ do1orosa que, en ocasiones, muestran el reflujo vesicoureteral , en particular si la vejiga
resulta profusa. Esto puede constituir la única molestia por está contraída.
un largo tiempo hasta que la complicación se instale, cuando
los síntomas vesicales se exageran y se vuelven progresivos. E Exploración instrumental
Habrá polaquiuria creciente , dolor suprapúbico y en la La calibración uretral con una sonda puede revelar la for-
espalda, uretralgia, hematuria profusa, piuria y necroturia mación de estenosis.
con infección secundaria, ulceración o afección maligna. El La cistoscopta puede mostrar conglomerados recien-
dolor renal puede deberse a una estenosis ureteral, un tes; tubérculos grisáceos rodeados por un halo de hiperemia;
reflujo vesicoureteral o a cálculos secundarios que obstru- tubérculos calcificados viejos de color amarillento; parches
yen el uréter. La fiebre, escalofríos, toxcmia y uremia cons- arenosos de la mucosa y una membrana sin brillo , como
tituyen manifestaciones de afección renal. vidrio despulido, que carece del patrón vascular normal.
Otras lesiones obvias incluyen pólipos bilharziales, las úl-
B. Signos ceras crónicas sobre el domo que sangran cuando se desinfla
En los enfermos sin complicaciones, al principio del pa- la vejiga (úlceras llorosas), cálculos vesicales, lesiones ma-
decimiento esencialmente no hay datos clínicos. Después lignas, orificios ureterales estenosados o distendidos y un
puede hallarse una afección bilharzial con fibrosis y apari- trígono asimétrico y distorsionado. Todos son signos de
ción de hoyuelos en el glande, estenosis o fístulas uretrales infestación por esquistosoma.
y una masa fibrosa en el perineo. Puede palparse una masa
vesical suprapúbica o una hinchazón renal sobre el abdo- Diagnóstico diferencial
men. El examen rectal puede revelar una próstata fibrosa, una
vesícula seminal crecida o una base vesical engrosada. La cistitis por bilharzia es inconfundible en las regiones
endémicas. La presencia de huevecillos de csquistosorña en
C. Datos de laboratorio la orina y Jos datos de cístoscopia y radiologia, por lo
El análisis de la orina revela, por lo general, huevecillos general, confirman el diagnóstico. La cistitis inespecífica
muertos o vivientes con terminación en espina, sangre y responde habitualmente al tratamiento médico a menos que
piocitos junto con bacterias. Pueden observarse células haya un factor complicante. La cistitis tuberculosa puede
escamosas malignas. La biometría hemática por lo general, semejar una cistitis bilharzial, el hallazgo del bacilo
muestra leucocitos1s con eosinofilia y anemia normocítica tuberculoso, junto con el cuadro radiológico, es confirma-
hipocrómica. La cifra de creatinina. sérica y la medición del torio; pero la tuberculosis puede ocurrir en una vejiga con
nitrógeno urcico en sangre puede demostrar cierto grado de bilharzias. Los cálculos vesicales y la malignidad deben
alteración renal. diagnosticarse a través de un examen muy meticuloso
Se han utilizado diversos métodos inmunológicos para aunque ambos trastornos son comunes en relación con la
confirmar el diagnós,tico de esquistosomiasis. Las pruebas vejiga bilharzial. Las complicaciones de la esquistoso-
inmunológicas positivas indican exposición anterior pero no miasis son la resultante de fibrosis , la cual puede ser
si existe la parasitosis en ese momento. La cercaría, las extrema y provoca contracciones del cuello vesical al igual
esquistosómulas, los gusanos adultos y los huevos son que de la vejiga. Tamb1én causa estenosis, generalmente
potencialmente antigénicos. Sin embargo, los gusanos adultos bilaterales, de la uretra y el uréter. El reflujo vesicoureteral
adquieren sobre sus tegumentos antígenos del huésped que es una secuela frecuente. La infección secundaria persis-
evitan las defensas 'propias inmunológicas del huésped. La tente y la formación de cálculos por lo general complican el
producción de anticuerpos puede manifestarse por: hipergama- cuadro aún más . Los tumores escamocelulares de la vejiga
globulinemia. son comunes. Se observan tan temprano como la segunda o
Figura 14-3. Esquistosomiasis. Radiografías simples. Arriba izquierda: Calcificación extensa de la vejiga contraída. Derecha:
Calcificación extensa de la vejiga y de ambos uréteres hasta la pelvicilla renal. Los uréteres están dilatados y son tortuosos .
Abajo izquierda: Calcificación extensa de las vesículas seminales y la ampolla de los conductos deferentes.

tercera décadas de la vida y son mucho más comunes en por vía oral y es eficaz en adultos y mnos. Los
varones que en mujeres . pacientes en la etapa hepatoesplénica de la esquis-
tosomiasis avanzada lo toleran muy bien. La dosis
Tratamiento recomendada para todas las formas de esquistoso-
miasis es de 20 mg/kg tres veces por un día.
2) El metrifonato también es un medicamento oral alta-
A. Medidas médicas mente eficaz. Es el de elección para el tratamiento
Los medicamentos de elección en el tratamiento de la cs-
de infecciones por S. haematobium; pero no es
quistosomiasis son praciquantel, metrifonato y oxamniqui-
na. Estos medicamentos no tienen Jos efectos secundarios eficaz contra S. mansoni o S. japonicum. Para el
importantes que acompañan a los antiguos (por ejemplo, tratamiento de infecciones por S. haematohium, la
antimoniales). dosis es de 7.5 a 1O mg/kg (máximo 600 mg) una vez
y repetida dos veces a intervalos de dos semanas.
1) Praciquantel es único porque es eficaz contra todas 3) La oxamniquina es un medicamento oral muy eficaz
las especies de esquistosoma del hombre. Se administra y es el de elección para el tratamiento de infeccio-
infecciones específicas del aparato genitourinario • 261

Figura 14-4. Esquistosomiasis. Arnba izquierda: Urograma excretor que muestra una vejiga notablemente contraida .
Segmento inferior del uréter derecho dilatado probablemente secundario a reflujo vesicoureteral. Derecha: Uro~rama excretor
de dos horas que muestra un riñón derecho bastante normal. El segmento alto del uréter está distorsionado. Las flechas
señalan a una pared calcificada. El segmento inferior del uréter es bastante normal. Los cálices y la pefvicit!a del riñón izquierdo
están dilatados; pero el riñón muestra atrofia secundaria a infección inespecífica. La pared alta del uréter está dilatada y
desplazada por alargamiento debido a la obstrucción . Las flechas muestran calcificación. La calcificación lineal puede
obseNarseen la periferia de la mitad inferior de la pared vesical (flechas). Abajo izquierda: Carcinoma escamocelular
nodular de la vejiga. Uréter izquierdo dilatado en su segmento inferior, probablemente secundario a la obstrucción
por tumor. Falta de visualización del uréter derecho causada por la oclusión completa .

nes por S. mansoni. Es seguro y eficaz en la enfer- 25 mglkg (máximo 1.5 g) diarios en dos dosis por
medad avanzada. No actúa en infecciones por S. siete días . Puede haber efectos secundarios que in-
haematobium o por S.japonicum. La dosis es de 12 a cluyen náuseas , vómitos , anorexia, cefalea, depre-
15 rng/kg una vez; en niños menores de 30 kg, se sión de onda T y supresión temporal de la
dan 20 mg/kg en dos dos.is en un día, con un inter- espermatogénesis.
valo de 2 a 8 horas entre ambas. Los índices de 5) Los antimoniales ya no se usan en el tratamiento de
curación son del 70 al 95 por ciento. la esquistosomiasis si se dispone de praciquantel,
4) El niridazol, un derivado del nitrotiazol, es eficaz en el oxamniquina o metrifonato. Los antimoniales (por
tratamiento de infecciones por S. mansoni y S. eJemplo, dimercaptosuccinato de antimonio sódico [es-
haematobium. Puede intentarse en las causadas por tibocaptato], cstibofén y tártaro emético) son mucho
S. japonicum. Se administra por vía oral y sólo debe más tóxicos y se requiere un tratamiento más prolon-
usarse bajo supervisión médica estrecha. La dosis es de gado. No obstante, en ocasiones se necesita tártaro
eméttco como una tercera alternativa en el tratamiento que presentan las reinfecciones frecuentes que habitualmen-
de infecciones por S.japonicwn. te se observan entre la población nativa.

B. Medidas generales Etiología


Los antibióticos o antisépticos urinarios son necesarios para
superar o controlar la infección secundaria. El tratamiento
Wuchereria bancrofii es un nematodo filiforme que mide
de sostén bajo la fonna de hierro, vitaminas y una alimentación
aproximadamente 0.5 cm o más de longitud y vive en
calórica alta está indicado en enfermos seleccionados.
los linfáticos hwnanos. En los vasos linfáticos, la hembra libera
microfilarias, que se detectan en la sangre periférica, sobre todo
C. Complicaciones de noche. El huésped intermediario (generalmente un mosquito)
El tratamiento de las complicaciones de la esquistosomiasis al picar a una persona infectada se infesta con las microfilarias,
del aparato genitourinario requiere habilidad del médico. las cuales se desarrollan hasta convertirse en larvas. Éstas, a su
Las estenosis yuxtavcsicales del uréter requieren la resec- vez, se transfieren a otro ser humano en quien se desarrollan
ción del segmento estenótico con urctcroneocistostomía. Si hasta alcanzar la madurez. Los parásitos copulan y de nuevo
el uréter no es lo suficientemente largo para rcimplantarse, producen rnicrofilarias. Brugia malayi, un nematodo que
puede adaptarse un conducto de vejiga, voltcarse en direc- causa filarias en el sudeste de Asia y las islas vecinas del
ción cefálica y anastomosarse al uréter. Si el uréter estuviera Pacífico, actúa en manera similar.
lo suficientemente dilatado, debe adaptarse a que se apro-
xime al tamaño normaL El reflujo vesicoureteral requiere
una reparación quirúrgica adecuada. El cuello de una vejiga Patogenia y patología
contraída puede requerir comisurotomía ant~rior tran~üre-
1
tral o una plastia suprapúbica del tipo Y-V. El nematodo adulto en el huésped humano invade y obstruye
Una úlcera crónica "exudante" en la vejiga producida los linfáticos, lo que provoca linfangitis y línfadenitis.
por bilharzia requiere cistectomía parcial. La vejiga contraída En los casos de larga duración, los vasos linfáticos se
es tratada mediante enteroplastia (colocación de un segmento engrosan y fibrosan, existiendo una acentuada reacción
de íntestino como un parche sobre la vejiga), de preferencia reticuloendotclial.
con una porción aislada del colon sigmoide. Este procedi-
miento, que significativamente aumenta la capacidad vesi- Cuadro clínico
cal, es notoriamente eficaz para disminuir la gravedad de
los síntomas relacionados con una vejiga contraída. El
reflujo vesicoureteral prcopcratorio puede desaparecer. A. Síntomas
La complicaciÓn más temida, el carcinoma cscamoce- En los casos leves (escasas exposiciones), el enfermo sufre
Jular, requiere cistectomía total con derivación urinaria su- linfadenitis y linfangitis reincidente, con fiebre y malestar
pravesical si la lesión parece operable. Por desgracia, el general. Con frecuencia se presenta inflamación del epidí-
diagnóstico tardío constituye la regla. dimo, testículo, escroto y cordón espermático. Estas estruc-
turas se vuelven edematosas, fofas y a veces sensibles. El
Pronóstico hidrocele es común. En los casos avanzados (numerosas
exposiciones) la obstrucción de vasos linfáticos de mayor
Con el trat1.míento enérgico no es probable que los pacientes con calibre puede ocasionar quiluria y elefantiasis.
esquistosomiasís leve e inicial desarrollen dailo grave del
aparato urinario. Por otra parte, las infecciones masivas B. Signos
repetidas minan la función del aparato urinario a un grado Conforme la obstrucción linfática progresa se desarrollan
tal que Jos pacientes se encuentran incapacitados, pudiendo grados variables de elefantiasis indolora del escroto y las
volverse inválidos crónicos con una esperanza de vida que extremidades.
se acorta en 1 o 2 décadas.
En muchas regiones endérnícas, se ha intentado con- C. Datos de laboratorio
trolar la enfermedad mediante el tratamiento masivo de La orina con quilo puede presentar aspecto normal cuando
enfermos, educación apropiada, mecanización de la agricul- existen cantidades mínimas de grasa; pero en los casos más
tura y diversos métodos de erradiación o control de la avanzados o después de un alimento rico en grasas, su
población de caracoles. Todos estos esfuerzos han fracasado aspecto es lechoso. Dejando sedimentar las capas de la
en la obtención de resultados rositivos globales . orina: la superior es grasosa, la intermedia es rosada y
la inferior es clara. Cuando existe quiluria se deberán espe-
rar grandes cantidades de proteínas. Se observa hipoprotci-
FILARIASIS nemia y se invierte la proporción albúmina/globulina.
En las primeras etapas la regla es la eosinofilia marca-
La filariasis es endémica en los países que bordean el da. Se pueden observar micro fiJarías en la sangre, la cual se
Mediterráneo, el Sur de China y Japón, las Antillas y las extrae de preferencia durante la noche. El helminto adulto
islas del Pacífico del Sur, partic1.,1larmente Samoa. Las in- puede demostrarse mediante biopsia. Cuando no es posible
fecciones limitadas. como las que se vieron en los soldados encontrar filarías, el hallazgo de un título de hemaglutina-
de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, ción indirecta de 1: 128 y la flocul ación de bentonita de
presentan un cuadro clínico completamente diferente del l :5 combinados, se consideran diagnósticos.
Infecciones especificas del aparato genitourinario • 263

D. Cistoscopia Etiología
Después de una comida de grasas, la endoscopia para ob-
servar la salida de orina lechosa por los orificios uretcrales La tenia adulta (Echinococcus) vive en el intestino de los
puede diferenciar los casos unilaterales o bilaterales. animales carnivoros. Sus huevecillos salen con las heces y
pueden ser ingerido~ por otros animales, tales como ovejas,
E Datos radiológicos ganado vacuno , cerdos y, en algunas ocasiones, el hombre.
La urografía retrógrada y la linfangiografía pueden revelar Las larvas de estos hueveci !los atraviesan la pared 1ntcstinal
las conexiones renolinfáticas en los enfermos con quiluria. de diversos huéspedes intermediarios y se diseminan por
todo el cuerpo. En el hombre, el órgano principalmente
afectado es el hígado, pero aproximadamente en el 3%
Prevención de las personas infestadas se desarrolla cquinococosis del
riñón.
En las áreas endémicas, deben continuarse intensivamente Si un quiste del hígado se rompe en la cavidad perito-
las campañas para la erradicación de los mosquitos. ncal, los escólex (cabezas de tenias) pueden invadir directa-
mente los tejidos rctrovesicales , ocasionando así el
Tratamiento desarrollo de quistes en esta área.

A. Medidas específicas Cuadro clínico


La dictilcarbamacina (Hqtrazan) es el medicamento de elec-
ción; pero es tóxico (Nelson, 1979). La dosis es de 2 mg/kg Si el quiste hidatídico renal está cerrado (no comunicado
por vía oral tres veces al día, durante 12 días. Este medicamento con la pelvicilla), pueden no existir síntomas hasta que se
mata las microf1larias pero no al nematodo adulto. Pueden encuentra una masa. En la enfermedad comunicante puede
ser necesarios tratamientos repetidos con el medicamento. haber síntomas de cistitis y puede presentarse cólico renal,
Pueden ser necesarios los antibióticos para el control de la conforme los quistes salen del riñón. Las radiografías
infecc1ón secundaria. pueden mostrar calcificación en la pared d~J quiste (figura
14-5) y los urogramas a menudo revelan las alteraciones
B. Medidas generales clásicas de una les1ón ocupante . La naturaleza quística de la
El traslado inmediato de los pacientes recién infectados del lesión se comprobará en sonogramas y TC. Puede observarse
área endémica produce casi siempre regresión de los sínto- calcificación en la pared del quiste. La gammagrafía o la
mas y signos en los casos tempranos. ang10grafía también pueden sugerir la presencia de un
qmste. Las pruebas serológicas que deben practicarse
incluyen inmunoelectroforesis y hcmaglutinación indi-
C. Medidas quirúrgicas rect:'l. El procedimiento intradérmico de Casoni no es seguro.
La elefantiasjs de los genitales externos puede requerir
extirpación quirúrgica. Los quistes retroper1toneales (perivesicaks) pueden
ocasionar síntomas de cistitis o se puede producir retención
urinaria aguda consecutiva a la presión. En ocasiones, la
D. Tratamiento de fa quiluria
Los casos ligeros no requieren tratamiento. La curación
espontánea se produce en el 50% de los casos . Cuando la
nutrición es deficiente, la irngación de la pelvicilla renal
con soluc1ón de mtrato de plata al 2% puede oclu1r las vías
linfáticas. Si esto fracasara, se deberá practicar la des-
capsulación renal y la resección de Jos linfúticos renales
(Okamoto y Ohí , 1983).

Pronóstico

Si la exposición ha sido lim1tada, la resolución de la en-


fermedad es espontánea y el pronóstico excelente. La fre-
cuente reinfección puede producir elefantiasis del escroto o
quiiUiia.

EQUINOCOCOSIS (Quiste hidatídico)

En EUA, el quiste hidatídico de los órganos urogenitales es


relativamente raro. Es común en Australia y Nueva Zelanda,
América del Sur, África, Asia, el Medio Oriente y Europa.
El ganado es el huésped intermediario. Los finales son los Figura 14-5. Quiste hidatídico, riñón derecho . Radiografía
caninos, en especial perros. simple que muestra dos quistes hidatídicos calcificados .
264 • Urología general de Smith (Capítulo 14)

única manifestación es la presencia de una masa suprapúbi- Pronóstico


ca, que puede abrirse a la vejiga y ocasionar hidatiduria, lo
cual establece el diagnóstico. La equinococosis del riñón generalmente tiene buen pronós-
tico. El problema que presentan Jos quistes perivesicales es
más difíciL Después de la intervención quirúrgica, el drena-
Tratamiento je puede ser prolongado. Debe recordarse también que
generalmente existe afección de otros órganos, en especial
El tratamiento de elección del quiste hidatídico renal es, del hígado. •
generalmente, nefrectomía. No es recomendable aspirar el
quiste; puede haber escape o rotura. Los quistes retro-
peri toneales se tratan mejor por marsupial ización y raspado.

REFERENCIAS
Tuberculosis in the treatment or intersticial cystitis and related painful
bladder disease. J Uro/1987; 138:503.
Moore T. Parker C, Edwards EC: Stcri\c non-tuberculous pyuria.
Abe! BJ, Gov.· JG: Results of caecocystoplasty for tubcrculous BrJ Uro/1971;43:47.
bladder contracture. Br J Uro! 1978 ;50 :511. Parsons CL, Schmidt JD, Pollen JJ: Successful treatment of
BO\vcrsox DW ct aL: Jsoniazid dosage in patients with renal fai!urc. intersititial cystitis with sodium pentosanpolysultate. JUro!
N Engt J Med 1973;289:84. \983;130:51.
Cinman AC: Genitourinary tuberculosis, Urology 1982;20:353.
Cos CR, Cockett ATK: Genitourinary tuberculosis revisited. Urol-
ogy ! 982;20: 111. Candidiasis gen itouri naria
Das KM, lndudhara R, Vaidyanathan S: Sonographic features of
genitourinary tuberculosis. AJR 1992;158:327. Docimo SG ct al.: Candida epididymitis: Newly recognized oppor-
Ehrlich RM, Lattimcr JK: Urogenita\ tuberculosis in childrcn. J tunistic epididymal infection. Urology 1993;41 :280.
Uro/1971 ;1 05:461. Fox GN: Single-dose therapy for genitourínary ínfections. A m Fam
Go ka! p A, G ul te ki n E Y, Ozdamar S: Gen ito-urinary tuberculosis: Physician 1987;36: 11 J.
A review of 83 cases. Br J Clin Pract \990;44:599. Graybill JR et al.: Kctoconazole therapy for fungal UJinary tract
Gow JG: Genitourinary tuberculosis: A 7-year rcview. Br J Urol infections. J Uro/1983; 129:68.
1979;51:239. Odds FC ct al.: Candida specics and C. albicans biotypes in
Gow JG: The managcment of genitourinary tuberculosis Chap 7, women attending clinics in gcnilourinary medicine. J Med
pp 91-105, in: Recen! Advances in Urology!Andrology, 3rd Microbio! 1989;29:51.
ed. Hendry WF (editor). Churchill Livingstone, 1981. Rashid S, Collins M, Kennedy RJ: A study ofcandidosis: The role
Hamrick.-Turner J, Ahhitt PL, Ros PR: Tuberculosis ofthe lower of fomites. Genitourin Med 1991 ;67: 137.
genitourinary tract: Findings on sonography and Mr. Letter. Sandin KJ ct al.: Candida pyelonephritis complicating traumatic
AJR 1992;158:919. C5 quadrip!egia: Diagnosis and management. Arch Phys Med
Jcnscn H, Niclscn K, Frimodt-Moller C: Abacterial cystitis in Rehab 1991 ;72:243.
urinary íncontincnt females. Uro! Int 1990;45:20. Wise GJ et al.: Miconazolc: A cost-cftective antifungal genitouri-
Kollins SA et al.: Roentgenographic findigs in urinary tract tuber- nary irriganL JUro! 1987;138: 1413.
culosis: A 10-year review. Am J Roentgenoll974;l2I :487.
The management of extra--pulmonary tuberculosis. Drug Ther
Bulll991 ;29:26. Actinomicosis
Mehta JB et al.: Epidemiology ofexlrapulmonary tuberculosis: A
comparative analysis with prc-AIDS era. Ches/ 1991;
Fass RJ et al.: Clindamycin in the treatment of scrious anaerobic
99:1J34. infections. Ann lntern Med 1973;78:853.
Narayana AS: Overview of renal tuberculosis. Urology 1982;
Jani AN, Casibang V, Mufarrij WA: Disseminated actinomycosís
19:231. presenting as a testicular mass: A case report. J Uro/ l 990;
Poulios C, Malovrouvas D: Progress· in the approach of tubercu-
143:1012.
losis ofthe genitourinary tract: Remarks on a decade's expe-
Pollock PG et al.: Rapid diagnosis of actinomycosis by thin-nccdle
rience over cases. Acta Uro! Belg 1990;58: 10 l.
aspiration biopsy. Am J Clin Patholl978;70:27.
Premkumar A, Lattimer J, Newhouse JH: CT and sonography of
Rashid AM et al.: Actinomycosis assocíated with pilonidal sinus
advanced urinary tract tuberculosis. AJR 1987; 148:65.
of de penis JUro! 1992;148:405.
Tíkkakoski T et al.: Tuberculosis ofthe lower genilourinary tract:
Sarosdy MF, Brock WA, Parsons CL: Scrotal actinomycosis. J
Ultrasonography as an aid to diagnosis and tratment. J Clin
Uro/1979;121 :256.
Ultrasound 1993;21:269.
Wong SH, Lau WY: The surgical management of nonfunc-
tioning tubcrculous kidncys. J Urol 1980; 124:187. Esquistosomiasis (bilharziasis)

Cistitis amicrobiana (abacterial) Abdcl-Halim RE: Ilealloop rcplacement and restoration of kidncy
f1.mction in extcnsive bilharziasis of the ureter. Br J Uro!
1980;52:280.
Holm-Bentzen M et al.: A prospective double-blind clinically Al Ghorab MM: Radio!ogical manifestations of genitourinary
controlled multicentcr tria] of sodium pcntosanpolysulfate bilharziasis. Clin Radiol1968;19:100.
15
Enfermedades de transmisión
sexual en varones
Richard E. Berger, MD e !van Rothman, RN, MN
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

URETRITIS GONOCÓCICA B. Signos


E~ ud~2P-~!U-ª-.!:Irctritis g_on<:>cócica s~ele ser de co~
Ésta es la enfermedad de transmisión sexual que se ha amarillo opardo: Pued~j1ªber_ e~a y_~j!e~J~_\_~ea!~­
estudiado más extensamente en los últimos 20 años, cuya fre- Es posible que la uretra énd.!J\~__ ~,ea hi_persc:_n~ig_Ie. Deben
cuencia máxima se observó en 1975 y hoy en día esta insp~ccionarse la ~a!inge y el ~~ct9, si los antecedentes
diSminuyendo, en tanto que está aumentando-la-de@ uretri_.:- indican que existieron contactos en estas regiones. Las
tis_n_ogoriócocica. --- - - infecciones faríngeas con frecuencia son asintomáticas~La
-----·En ·una~:mCTón -~~- Gra~ d~ -~- ~~do d~_ la ure~~, a~_9s~opta~~uest[_~~~~a~o fadTdeTamucosa rectal y pus
Neisseria gonorrhoeae es el diplococo gramnegativo loca- con_p_.!gc!i~is .
li zaaoen --erírrterJOr___de.Tos neutro fí 1os. LÓ-s -diplococos
intTaCefüfares causañlnfi!tración de
los tejidos por neutró- C. Datos de laboratorio
filos, linfocitos y células plasmáticas. Es mejor examinar al paciente una hora, o de preferencia 1
El sitio más usual de infección en varones es la uretra. En
heteros exuare"Sestá -inféctaaa la-·Tiúinge -en el 7%~ y en
cuatr0,-despuésd~J-~_l]!ti"Ü1_a J1jicci6~.4~ fal modo que se-
no
haya elíQlinado el exudado (figura 15-1 ). A continuación
l1omosexuales hay infeccrón faring.eaene""C40o/~yrectal se introduce un hisopocon alginato de calcio 2 a 3-cm en ra
enef25ior cientg"(ítindsfiCTéf}i cols., 1980). Un solo co1to Úretra yseglracon suavid~_g_. No hay que-utilizar aplicadores
con una mujer infectada implica un riesgo de transmisión con punta de algodón, ya que pueden ser bactericidas. Se
déJ -17-al20% eñ eTvaron; si·n embargo:-ra campanera un de gira el his~o en un portaobjetos para tinción por Gram y
varón infectado contraCi:i"la -enfennedad en el 80% de las se c0lo_ca -de .1nmedia~o en unapJaca-para medÍOde cul"tiv~
v~ces (Harrisoñ, 1984; Thin, WiTil~irr;sy-NÍc-üf, ·1971 ). Son o en un medio de transJ)orte. El frotis teñido con Gram debe
éOiñ"unes las infecciones concurrentes causadas por mostrar pruebas de ur~trltis:Con-cuatro;--más-1\nfocitos por
Clawydia_ y~_C?tros_ mi_cr~organi~mos: --- _, camp·o--de gran aumento (400 x). Se_r~ieren cultivos de
ráSj)adÜsTariñgeos _y rectales si hay antec-edeli_tes--de c"oit-o
Cuadro clínico oral o rectal (McNabney y Barnes, 1986).
·- No se- debe tomar frotis del epitelio rectal, aungl}~~-ry. ·
su lugar se débe obtener un -frc)t!s de la mucosa rectal por
A. Síntomas anosco~ Un f!.Q!i~ t~fl_ído--_<::;o"Q_9]~r:!! <?S positivo _si__§~
En varones, los síntomas usuales de gonorrea son exudado observan diplococos gramnegativos dentro de leucocitos
uretral-y disuria. Es_p~siblc que sólo hayi I?_guít_9.uretr~l. El polimo-rfonucTeáres:-Es negativo si no hay diplococó·s gram-
·perfodo-de mcu ación habitual es de 3 a 1Odías, aunque el negatTVos. El examen es equívoco si los diplococos sólo son
rangoes de -12 horas a tres meses. Sin ti-atarnierito, la uretritis extracelulares o si hay intracelulares pero atípicos. La espe-
persiste por 3 a 7 semar1~s, el 95% de los varones se hacen cificidad de un frotis teñido con Gram en la uretritis gono-
asmtomátícos después de tres meses.- La urctriti·s-gonocód- cócica es de 95 por ciento. La sensibilidad es casi del
ca puede ser asintomática en "el 40 a 60% de los contactos 100% en la uretritis y del 60% en la gonorrea rectal.
de:··-éa_i_iü)jl~~r_i,~ _"fQit~_gQ!}orrca e~~ (Harriscm: f"984; Aunque no siempre se requieren cultivos para el diagnósti-
B"cll y Ebenezer, 1989). Las com licaciones, corno ~ecci~ co, deben obtenerse para determinar la susceptibilidad a los
q~J.é).._Rr,g,~ta,ta,_p~e9_eD__QJjgi_par polaql:Jiuria, urgencia y _niy- antibióticos, en especial en poblaciones con porcentaje ele-
turia. La_q~~-~I_!ti.Q<!.cÍÓD ¡¿()r los_conductos d~ferentes haci~-~1 vado de microorganismos resistentes. Ya se dispone de
~pi~ic_!_ímo puede causar ~pididimitis a uda. métodos diagnósticos alternativos basados en la detección

267
268 • Urología general de Smith (Capítulo 15)

Sospecha de uretritis

Frot1s de raspados uretrales


teñidos por Gram

Mas de cuatro PMN por Menos de cuatro PMN por


campo a gran aumento campo a gran aumento

Examinar frotis de la mañana


temprano de tejido uretral o muestra
de orina de la primera micción*

Positivo Negativo
No hay
uretritis

Diplococos Frotís equívoco Diplococos


intracelulares O atípiCO intracelulares
gramnegativos no gramnegatlvos

Uretritis
l
Uretntis gonocócica y
l
Uretritis
gonocócicat no gonocócica mixtat no gonocócicat

Examinar y tratar a los compañeros sexuales


Repet1r cultivos positivos en la vigilancia

Figura 15-1. Diagnóstico y tratamiento de posible uretritis . La muestra de orina de la primera micción son los primeros 1O ml
de la orina que se elimina*. La presencia de 151eucocitos por campo a gran aumento indica uretritis t . El diagnóstico se establece
por cultivo. (Modificada y repro·auCida cón' 'iiüTorii:-aCíónoeBé-rg-eT,RE:PagTna-9!Y?"en: Campbell's Urology, 5th Ed. Vol. i,
Saunders, 1986.)

de enzimas, antígenos, DNA y polisacáridos gonocócicos h~Y..~ ~ . id~.t!!!,ilis y__ po~ría_ originar es~erilidad o atrofia
(Hook y Holmes, 1985). testicufar.
L~proctj_g~~_Qres~!}!~ ~91_1 ex!!_d_!ldo anal, hemoq~gia,
Diagnóstico diferencial dolor, tenesmo o estreñimi_en_~o . La anoscopia revela pus y
fácil sangrado de la SU..Q~ficj~!TI!lC.Q.~ª'- Un leucocito PC?li-
El exudado de una uretritis no gonocócica suele ser más morfonuclear o más _por campo a gran.aumento (400 x) en
un frot!Stefiidocoñ Gram es-·corrlpa-d bie con proctitis. El
escaso y transparente· ~~-~~--~~~-~~!~~tk _s.ono~~-<?i..~~i . siñ
embargo , puede ser idéntico en ambas enfermedades. Una de
frotís la mucosa re~tal teftido con Gram es 60% sensible;
tmcton de Gramae_u.nfiotíS ·uretral sólo muestra leucocitos pero 100% específico si se observan diplococos intracelu-
en varones con uretritis no gonocócica. lares (Klein y colaboradores, 1977). El diagnóstico diferen-
cial incluye infección por Chlamydia, virus de herpes
Complicaciones simple y otros agentes.
La infección puede diseminarse. Rara vez hay fiebre y
~J. eriuretrítis es una de las complícacíones más comunes leucocitosÍs~~ñ aparécerpequefias pápulas o petequias
y. que pued'eO-riginar la formación de absceso, fibros1S sensibles en brazos y piernas y desarroÜarse.con rap{dez-en
-uretfaf __y, P<?f ú!tfirio,-eStfech~j_retraf ~S -p-~'J~~.-~e Se pústulas, torñ1'ndose herriorrágtcas-o necró-ticas. Es posible
presente pr()statiti~ y cause dolor perineal y bajo de espald~ ; qÜe..haya-tenos.inovitis y artritl's~ Afeciª~I}1_4s com_úmñen~.e
_s~ no ~~ -~~~:~__,J2~~c!_e_ paber un abscesoJ:.~_QQ§jble ql.!e las rodillas . que otras art_i~-~ -~~i~J!es. En el 33% de Jos
Enfermedades de transmisión sexual en varones • 269

pacientes con afección articular hay derrame sinovial. El Cuadro 15-1. Tratamiento común para
cultivo de gonococos será positivo s1 el líquido sinovial
infecciones con N. gonorrhoeae
contiene más de 80 000 leucocitos/!J-L (Handsfield, Wiesner
y Holmes, 1976). La artritis monoarticular florida quizá Tipo de Tratamiento Tratamientos alternativos
infección recomendado
requiera drenaje quirúrgico e irrigación abiertos.
Aunque rara vez, también se observan, hepatitis, mio~ Sin Ceftriaxona, Cefixima, 400 mg por vía
carditis, endocarditis y meningitis. complicación 125m~r'vía oral en una dosis
infección, _ intramuscular,
Prevención uretral, endo- -mis Cfox!C!Tilla, Ciprofloxacina, 500 ·mg
cervical rec- ..!_Q_Q____gl_g__ ~-~ por vía oral, en una dosis
Los condones, utilizados adecuadamente, evitarán la disc~ tal v~~es -~!.9_í~or
minación de N gonorrhoeae. Se ha demostrado que el 7----------;
días Ofloxacina, 400 mg por
9-nonoxinol, un espermicida vaginal, destruye los gonoco- vía oral, en una dosis
cos (Jick y cols., 1982). Es incluso más eficaz si se utiliza
con un diafragma anticonceptivo (Barlow, 1977). La profi- Espectinomicina, 2 mg
laxis con antibióticos puede ser eficaz, pero origina la por vía intramuscular (si
selección de cepas resistentes (Singh, Cutler y Utidjian, es sensible a las cefalospo-
1972). Hoy en día, el control de la gonorrea depende del rinas y a las quinolonas)
hallazgo de casos. Los contactos, sean sintomáticos o no,
deb~~ examinarse, hacerJ.~~.~~.!!i_~~.~-_!!'~arlos. ·----~ Todos los tratamientos
seguidos por doxiciclina
100 mg/orales/2 veces/
Tratamiento
día/7 días
El crecimiento de N gonorrhoeae productora de betalacta-
masa mediada por plásmidos y N. gonorrhoeae resistente a Epididimitis Ceftriaxona Ofloxacina, 300 mg por
penicilina y tetraciclina por mediación cromosómica, ha 250 mg1M Uf.la vía oral dos veces al día
estimulado el desarrollo de antimicrobianos más eficaces y vez y por lO días
métodos diagnósticos más rápidos. Como la infección no doxiciclina
confiere inmunidad, aún se busca una vacuna. 100 mg 2 veces/-
día/JO días
A. Medidas específicas
En el cuadro 15-1 se incluyen las recomendaciones especí- a homosexuales. La morbilidad de la uretritis no gonoc_~<?_i~~
ficas para la antibioticoterapia. (Centers for Disease Con- es quizá igual o mayor a la relacionada con la uretritis
trol, 1993 ). ianocócTca(Clia"dro-T5-2). - --- -- --
La uret'!itis !J.Q._gon_qcQ_c_i_ca es _!-lQ ~ilJ.4!:9!11e con divcrii__<!S
B. Medidas generales causas mi~~Q_b_~na~. }.Ja __1_11ás i_~2_9rtant~-P-~_!_~nci_~_l~_~_g_te
Debe evitarse el contacto sexual hasta que se haya estable-
peligrosa es Chlamydia trachomatis (Stamm y cols., 1984). En
~dQ_la C~lración y los compafierossexuafcs scan"cvaYuado~
las últimas dos déca"das;--C.trachomatis se ha reconocido
y, en su -~'!-~Q.,J~~-ªd.qs..:_ --- - - - - - - - --
como la causa principal de un número cada vez mayor de
síndromes genitales. Como muchos médicos no tenían acceso
Pronóstico
Una vez que se ha tratado adecuadamente la infección, en
el transcurso de 12 horas el exudado debe desaparecer. En el Cuadro 15-2. Enfermedades relacionadas con
1O-~1 }5~ d~_!9~paci~~-~s ..EE!:! _i~fe~c_i_~~-cs>nc~~.!:~-~~ Q.9I
Chlamydia gue no_S~~iben~~gime_n. de siete dí~cLe
tetraciclin_~ o d_oxici._clina, puede quedar un exudado u_r__~tml
1 N. gonorrhoeae y C. trachomatis·k
N. gonorrhoeae C. trachomatis
rrqu ido y tran~_p~~e-~!_ej~!-~.!_tj_ti_~. p_~.~-~-~~~~-~~.~2,...9.~-~be Uretritis Uretritis
tratarse como una infección
---·
clamidial.
-~~-~- - -- ~--
Cervicitis Cervicitis
Sa1pingitis Salpingitis
Bartolinitis Bartolinitis
URETRITIS NO GONOCÓCICA Pcrihepatitis Perihepatitis
Artritis Síndrome de Reiter
Etiología Síndrome uretral Síndrome uretral
Proctitis Proctitis
En casi todas las clínicas de enfermedades de transmisión Conjuntivitis Conjuntivitis
sexual y en los servicios estudiantiles de salud, la uretritis Endocarditis Endocarditis
es no gonocócica en más del 50% de las veccs.-Por lo Enfermedad asintomática Enfermedad asintomática
general, esta no-se-notifica-3:"\~Ís autoridades sanitarias, y los Neumonía
contactos sexuales' con frecuencia no se examinan ni tratan. Otitis media
Este trastorno afecta con más frecuencia a hombres de * Reproducido con autorización de Berger, RE: Nongonococcal
es~~~~- ~-~~-¡~~~~ó.~-~2:~¡ItQ."Y_<!_hº~Q~es-i1e1~¿9 ~exuale_s q_u-e u rethritis and related syndromes. Monogr Urol 1982;3: 99.
a medios para aislar este microorganismo, las infecciones común 9.t:!..t: ha~ersi_~!~;ncia y_r~~-':!E~?.':l~-i~~~-1-~.. i~ección.
se diagnosticaban y trataban con frecuencia sin confir- El virus del herpes sim21_e, citomegalovirus, Trichomonas
mación (Hagay y cols., 1989). Hoy en día, suele haber vagi~~iTsy otros m icroorganísmos no- se han-relacionado de
acceso a la tinción de in m uno fluorescencia, de tal forma que maneri-coñvlii-cente-con.· la mayorfa de estos cas-os ·eStamm
es posibTecon1probarias íñfcCC\oncs clamiCÍÍaics (cuadro ycoE~:T984Y: ·--
l5-2f ·-
c. trachomatis es una bactcna pequeña y es parásito Cuadro clínico
intrac.elufarobligado defe¡)rtefíó diíncl."rico Üseudocilíndn-
co-:-Haydos especi·e·s-cfe tlzl(irrlydla: cfiTarriydia psittaci, que
A. Síntomas y signos
causa la psitacosis, y (__J_rachq'!!_a_t~s, la cual ~-':!~-~? Clfni..f1l:!llente, y basándose sólo en IC?~?.ig!J...QS y síntomas, no
scrotipos. Los serotipos A a C, producen el tracoma es posible diferenciar la uretritis no ggnoc_ó~ica pqsitiva a
cndémiCoquecausa ccgtici-a:;1üS-D aK prodúccnlñTecciO- Ch!amydia de la negativa a Chlamydia. Ambas suelen pre-
nes d~í~_s_~~~itales .i~o:s. J=Ta L~ causañ-éTllnfogr~milOma sentarse después de un (?criodo ~!1GJibaé~Tl9,S2.~1.L<!!as,
venéreo. con dtsuna y exuaaa0urc-tf.~1dc lc~_Qde~~~o; __blªngue:_
--C~-irachomatis puede aislarse de la uretra en el25 al
cino o transparente. El exudado uretral con frecuenc~a es
60% de los hombres heterosexuales con uretritis no gono- escaso; sin embargo: pu-cde- serviscosg__ y_p_ug~l~!ltO. Es
cócica, en e! 4 al 35% de los hombres con gonorrea y del O posible que no haya--exudado y el paciente sólo se queje de
al 7% de los hombres que asisten a las clínicas de enferme- prurltojlretral." E~-~~~~-~!i-~.t? h~Y~ -~9:'~.!n~cc~[(In_ as_iJ?tO!]lá-
dades de transmisión sexual sin presentar síntomas de ure- tica, en ~ecial en los contactos con muEs guc tengan
tritis (Stamm y cols., 1984). La infección asin~~~~-~~a iflfeCc"ión cervTcaréonocíct_ü~Q!:~<Janjid.f~s. El examen no
ocurre en el 28% de los contactos demujeres-con infeccio- revela anomalías aparte de! exudado en !a mayoría de los
nes cer~~cales-por clamidias (Lyd~e y cols~~T98o;· Harrison, casos; la__ <:t_~~~~~-a, la hipersensibilidad uretral f~cal y las
Smith y Young, 1989). lesiones concurrentes del meato o el pene, deben sugerir
Ocurre uretritis posgonocócica enpacientes que tal vez uretritis herpéilca-:-La-h\Persensl"blilctad ;i fa palpación-de
adquieren-gonorrea ·e infecci6n-damidi_~l qe manera sin1ui- la próstata no se ha relacionado de manera convincente
táriea; pero· -desarroffan-una -e-nfermedad bifásica __p_~__Ql con la uretritis clamidial.
periodo de incuhacion más prolongado de esta última. Esto
ocurre--en el 15 al 35% oe-heterosexualcs con gonorrea
B. Datos de laboratorio
(Stamm y cols., 1984; Charuwichitratrana y cols., 1989). Para el diagnóstico de uretritis no gonocócica hay que
Urea plasma urealyticum puede causar ur_~!rj~~~ _!!.<? go- demostrar la uretritis y excluir una infección con N.
nocócica en el 20 al 50% de los casos. Es difícil interpretar gonorrhoeae (figura 15-1 ). Los varones que se sospecha
su papel enTá . uretritis no gonocócTca porque el número de padecen uretritis deben examinarse, como ideal dés"pués de
colonias en los genitales aumenta, conforme crece cuatro horas de conhrienc"i'a unnanaaetarmanera"qué pueda
el número de compañeros sexuales. En varones con pocas demosti·arse conSCgliíTdaCi ··c:i_ exudaª.9~3-~...l~__!i!_10ón ~e
de ellas y sin antecedentes de uretritis, es bajo el índice de Gram de un frotis uretral, la ~o:;enci~-q~ ...!!l~~- g-~_~uatro
colonias de U urealyticum (Stamm y cols., 1984). Los leucocitos po 1imorfon uel e~r.~sY~.r-~am~j~ j!!_~~¡_:__s i§n en
cultivos uretrales del 40% de los hombres con antecedentes aceite confirma la uretritis. De modo a!ternativo,_l~j>.!._Csen­
de 3 a S compañeros sexuales, desarrollaron , U. urealyti- da de 15 o más cie dTcho_s, leucocitos en cinco ca!!!.POS de
cum, aunque la persona no tuviera uretritis. alto poder observados áf-azar ( 400-x)-en" ei~~dimento
Las pruebas para considerar a U urealyticum como de orinas centrifugadas, se correlac_iQ!'l~rQ_Q. __~Q.l)__ !-li~tritis.
patógeno uretral provienen de diversas fuentes. La fre- Mu ehos varones con in fccciónuretral asintomática por e 1ami-
cuencia de cultivos es mayor en varones con uretritis di as tienen leucocitosis uretral (cuatro PMN por campo
no gonocócica y cultivos negatJvos de C. trachomatis, a gran aumento) en frotis de secreciones uretrales teñidos
comparada con la de Jos que tienen cultivos positivos con Gram. Cu_9-_~~g_?~_Q_sp_echa urctritis..J_pcro no es posi-
(Stamm y cols., 1984). En varones con cultivos negativos ble descubrir inflamación uretral, hay que obtener un
a e trachomatis y positivos a u urealyticum, la uretritis raspaciü_d_e Ta._ ilr~úa_~nTamananatemJ)rano ~':!:~~~ d~_?!"jnar.
responde mal a las sulfonamidas, pero bien a Jos aminoci- Como C. trachomalis es un parásito intracelular del
clito!es (por ejemplo, espectinomicina, a la cual es sensible epitelio cilíndrico, la mejor muestra para cultivo es un frotis
U urealyticum, pero no C. trachomatis) (Stamm y cols., endouretral en lugar-de un exudado u orina uretral: Esta
1984 ). La uretntis no gonocócica ha mostrado ser per- muestradebe tomarse cuidadosamente de un área 2 a 4 cm
sistente en un grupo de pacientes negativos a C. tracho- adentro de Ja-uretra~-Para.eCc\iitivo, se-ut1Tiza un 11ísopo con
matis, quienes tuvieron persistencia de Ureaplasma punta de d"acrón, -deben de evitarse el alginato de calcio o
mientras se encontraban bajo tratamiento con tetra- los hisopos con algodón. Los resultados preliminares del
ciclinas. La inoculación endourctral de U urealyticum en cultivo se obtienen 2 a 3 días después de la inoculación. Se
el hombre y primates ha dado lugar a la formactón de ha utilizado un anti_c_ucrpo m_QJ10ciOJ)9-J.~~~gª_d_~_ c_9n f1 u_o-
colonias y uretritis. Algunos de los 14 diferentes serotipos resceína pafa.-efdíagrióstico de
uretritis clamidia! no gono-
de U. urealyticum pueden ser más patógenos que otros cócica. La pru-eba requieremenos de36-minuios y se basa
(Stamm y cols., 1984 ). . en la detección de cuerpos c!amidiales estracelulares. Tiene
Un 20 a 30% de varones con uretritis aguda son nega- una sensibilidad del 93% y una especificidad del 96 por
y
tivos a N.-gg~9rrhij!!~~-_(;~i':a_chomatis_ tj l!r..ealyjiciii;.. ciento (Tam y cols., 1984). Aunque muchos médicos pien-
AlgÚn_?_~ efeellos r_e~Pü_!l_den a la_ an_tibioticoterapia; pero es san que los cultivos son innecesarios, C. trachomatis es un
patógeno peligroso y los resultados del cultivo o del estudio
Cuadro 15-3. Tratamiento de la uretritis no
de los anticuerpos monoclonales servirán como guía para el
tratamiento y la comprobación de la enfermedad. gonocócica*
Tratamiento inicial de la uretritis diagnosticada
Tratamiento L?~.c,!~xiciclina, l 00 mg dos veces a.J día por siete
día~;~ eritro~icin~ Q_~s<?~ -~QQ..tQ.g..~~at_r_Q y~~~~-aJ
Como la uretritis no gonocócica es un síndrome que pueden día por siete días; o etilsuccínato de eritromicina,
causarlo diferentes microorganismos que responden de manera 800 mg por vía oral, cuatro veces al día por siete
distinta al tratamiento, los resultados son inconsistentes . Las días
recomendaciones actuales de los Centers for Disease Con- Exa~~~r Y. ~a_tar a los compañeros~exualcs con el
trol, se basan en la infección clamidial (cuadro 15-3 ). !!1.Í~~ r~gil!l.en
Según el microorganismo que cause la uretritis hay Tratamiento de la uretritis persistente o recurrente
diferentes respuestas al tratamiento . Los pacientes con C. Interrogar al paciente sobre adaptabilidad al trata-
trachomatis responden mejor; y en quienes no hay miento y reexposición a infecciones
C. trachomatis ni U urealyticum, la respuesta al tratamiento Examinar al paciente cuidadosamente para causas me-
es más mala. nos comunes de uretritis (ejemplo, T. vaginalis)
La l1.!:~~t_i~- -~ong~óci~.-ª_no_ ~onfirmada P<?! cultiyo Uretritis confirmada
debe suponerse que es causada por C trachomatís. Hay que Tratar cualquier causa especifica que pueda elucidarse
hacer toáo lo posible para tratar con n1p'ídez al con1pañero Si no se encuentra una causa específica o si U
sexual del paciente. En general, ~e uti! iza el mismo régimen urealyticum está presente, el tratamiento consiste en
para ambos. un régimen de eritromicina por 14 días
- · . En·ra. mayoría de los casos, la infección por Ch!amydia * Modificado y reproducido con autorización de Bowie, WR: Non-
se trata con facilidad. No se ha comprobado resistencia a la gonococcal urethritis. Uro! Clín North Am 1984;11:55.
tetraciclina. Sin embargo, hay complicaciones como epidi-
dimitis, prostatitis, pmctitis o síndrome de Reiter.
Pronóstico
Complicaciones
Casi todas las uretritis no gonocócicas responden con rapi-
dez a la tetraciclina. Es esencial tratar enérgicamente a la o
Se ha demostrado que C. trachomatis causa la mayor
las compañeras sexuales del varón .
partedeloscasos. de -epí_CfiCiJi:ñ.ítis_ ~n y~~C?I!~~- b~J~r..o~e­
xuales menores' de'3'5 años . 'COSñlayores, por Jo general
tien_en_infecciones- col'rformes acompañada's' de-uñante-
cedente- de -enfenped~d 9- inst(t.tJJieOtación urol_Qglfa TRICOMONIASIS
(Berger, 1983): _..
No hay acuerdo general sobre la posibilidad de que C. Etiología
trachomatis cause prostatitis no bacteriana. En un estudio
de Mardh en 1978, sólo el 13% de pacientes con prostatitis Trichomonas vagínalis fue descrita por Donne en 1836 y
no bacteriana tuvieron anticuerpos contra C. trachomatis durante mucho tiempo se consideró como un huésped inno-
y en ninguno fue positivo el cultivo de las secreciones cuo de la vagina. De las tres especies de tricomonas que
prostáticas exprimidas. afectan al hombre, sólo T. vaginalis causa enfermedad clí-
Una valoración reciente indicó que C. trachomatis nica. La frecuencia de colonias en poblaciones masculinas
puede encontrarse en el 15% de los casos de proctitis en testigos varía de nula en los asintomáticos hasta el 18% en
varones homosexuales (Stamm y cols., 1982; Quinn y cols., aquellos con uretritis gonocócica (Krieger, 1981 ). La fre:-
1981 ). Los inmunotipos del linfogranuloma venéreo pue- cuencia media en poblaciones de varones testigos.esci"e-2
den producir proctitis ulcerativa primaria, y un cuadro por ciento. La más ~1~~~-q'!_~_n___yasones y mujeres es entre los
histopatológico de formación de células gigantes, en 15 y 40 años_.
granulomas idénticos a lo s que se observan en la enfer- Se acepta de manera general que en casi todos los casos T
medad de Crohn aguda. Los síntomas y signos pueden vaginalis se transmite sexualmente. Este microorganismo
incluir dolor rectal, hemorragia, exudado de moco y diarrea. se ha cÜTÜ~ad.ó en. 14 -aT-6-0% de los compañeros de
La mayoría de los pacientes infectados con C. trachomatis mujeres infectadas y en el 67 al l 00% de compañeras
tienen cifras anormalmente elevadas de PMN en sus devarones infectados. Es más probable que la diferen-J
heces y en la sigmoidoscopia la mucosa rectal es ciase atribuya a la dificultad para demostrar las tricomonas
friable. en las vías genitales masculinas y, también , a la eliminación
El síndrome de Reiter (uretritis, conjuntivitis, artritis · espontánea en muchos varones (Krieger, 1981 ).
y lesiones mucocutáneas características), la tenosinovitis Muchos investigadores europeos creen que la tricomo-
reactiva y la artritis sin los otros componentes del síndrome ! niasís es la mayor causa de morbilidad en el hombre (Krie-
de Reiter se han relacionado con infección genital por C. { ger, 1981 ). En el 30 al 50% de los casos de uretritis no
trachomatis. En más del 80% de pacientes con síndrome de' gonocócíca se desconoce la causa. Las pruebas para trico-
Reiter, que ocurre con frecuencia creciente en enfermos con ' moniasis como causa única de uretritis son malas. Se afirma
el haplotipo HLA-B27, puede haber infección anterior o 1

que T vaginalis causa algunos casos de balanopostitis, epi-


concurrente por C. trachomatis (Brewerton y cols. , 1973). didimitis, estrechez uretral, prostatitis, pielonefritis y, rara vez,
272 • Urología general de Smith (Capítulo 15)

esterilidad (Lcwis y Carro!, 1928). E~ hombr~la mayoría B. Datos de laboratorio


de las infecciones ~.!. ...L.~gjnal~ SOf"!~~!Qm~ticas, algu- El diagnóstico se establece al encontrar las espiroquetas en
nos investigadores piensan que el hombre sirve principal- un-examen'-en_c.ampo oscuro" de raspados de la base-del
mente como vector para la transmisión de la enfermedad chancro o por--t6cníca"s"Cfeant1cuerpo -tluorescent~~:~\iando
sintomática a la mujer. el examen en campo oscuro no estádlspona)fe,-deben usarse
ambas pruebas serológicas, ya sea que no tengan relación
Cuadro clínico cori !:fej>_<:~~~~~-~~~~X~-~til]il_P 1~sm_á!~ ca_.:~r~~ií~!3- J) o
que la tengan (absorción de anticuerpos fluorescentes de
El exudado uretral debe mezclarse de inmediato con 1 a trep.oriemalFTA-ABS]fprueba-demTCrohemáglutínación
2 1p_1_ -c[esüTiJ~)ón~.ahij~y übserv:arse-al microscopía. Este para aniic.uerpos para T palHdum (lv1HA-T-P)) -(Ceniersfor
examen es menos __r_reciso en varones que el 60 al 70% de Disease Control, 1993). Para deriios.trar el microorganismo
precisión que tiene en mujeres (R.oilienberg y cors·.·,- 15f7 6; quizá se requieran exámenes repetid.osdiario" portrescHas
smTnitamieñto lo-cal nrsTstérñico y aspirac-íóñ.cte ganglios
Flcury, T~T79)-.- - - - - -
crecidos. Las pruebas· sero1ógiéas pueden ser negativas 1 a
Se _h~_ ~<?I!lP...!_~bad~~~ Jos I_!!~dio~--~-~-_cultivojj_gg!Qº§­
y semisólidos son los más precisos para el diagnóstico de 3 semanas después de la ap-arición del chancro. Los pacien-
tncomomasis (Nielsen, 1973; -ROthenberg-y-cofs~--~976; -·tesque--t"lenerl una _prueba· reactiva al treponema, -por lo
Cox y Nicol-:1973). r~gu"iar tie~~-Ei~-i~-~~!.~~~~tlv~~-~o~-~ si!_Yi~a. Las pruebas
sin relación con el treponema, por Jo regular reflejan enfer-
medad activa y los resultados deberán reportarse cuanti-
Tratamiento tativamente. (Centers for Disease Control, 1993.) En
pacientes con sífilis primaria e infectados con VIH se han
Casi todos los casos de tricomoniasis en varones.se descu-
comprobado fracasos del tratamiento con penicilina y habrá
brerl y tratan basándose en su contacto con mujeres con
que vigilar estrechamente los títulos de anticuerpos de
vagln1tistrrcorrionial. Una vez que se establece el diagn6s-
aquéllos tratados con esta terapéutica estándar.
tico, hay que utilizar condón durante el coito hasta que el
tratamiento haya tenido éxito.
Debe administrarse metronidazQ1_ 2 g orales en dosis Diagnóstico diferencial
única, al_~~Íel!!_~y_§_ compañer~~~~g~n-~__~o Ent~s.
El chancroide, ellinfogranuloma venéreo, ellinfogranulo-
El tratamiento alternativo o tratamiento de un régimen
ma inguinal, las balanitis de diversas causas, el carcinoma,
insuficiente consiste en ministrar metrodinazol 500 mg dos
la sarna, la psoriasis, el liquen plano, la leucoplasia, la
veces al día por siete días.
eritroplasia y la infección por virus del herpes simple pue-
den semejar sífilis. Borrelia refringens es difícil de diferen-
Pronóstico ciar áe r pallidum. La eritroplasia de Queyrat puede
semejar un chancro duro. Todas las lesiones del pene deben
Casi todas las infecciones por tricomonas responden con considerarse sifilíticas en tantonosecfemuestreTO.contrario.
rapidez al metronidazol. Es esencial tratar enérgicamente a El clínico interesado no debe vacilar en cons.ultar -;;~n .ex-
la o las compañeras sexuales del varón. pertos en el campo ya sean locales o regionales, respecto del
diagnóstico y tratamiento de cualquier caso sospechoso de
sífilis.
SÍFILIS PRIMARIA
Com pi icacion es
Cuadro clínico
! L~~-1}~<.?19gi~_~s so~ ra~~.Y ocurE_~n .~n 1~ X~rma terciaria_en
A. Síntomas y signos \'la enfermedad. Incluyen gomas de los testículos y vejiga
n~_~r6gef!a secunda!i~j~~ur~~ftms.---·--- -· .
La sífili_s es. Citusad_5~._ p9r _T!:.~PQJJt;ma._pqjj_idum, una espiro-
queta, la cual penetra a tra~~§.. 9.~_pi~l in_~cta o erosiQQa.Q.a_o _de
mucosas . .ETpacl"ente suele presentar una úlcera indolora en Prevención
el pene-(chañCro}Ta"LfSeiñanas-d§$¡}"úés de lª-~xposición
sexual. El chancro ·se inicia como una mancha hiperémica Sj_ha _()_~l!_r~ido la_~~o_sjci2!l.'..c!~be aQ91inistrarse penicilina
,. o eri!em~tosa._~-~~p!_pula-~~tula indolora se desarroiia G benzatínica, 2.4 millones de unidades, por vía intra-
.i en glande, corona, prepucio, cuerpo, área suprapúbica o muscular.
1· escroto. Puede romperse para formar una lesión indurada en
S aca1:iocado~ EI -chancro-slf!ITtlco-··c duro 5-cs-relatívam ente Tratamiento
profundo, con-bordes indurado-S y base limp.ia,. y no -~S
sensible a la presión. J~sta_lesj9_n __ pu~de ser tan pequeña y Los pacientes con sífilis temprana (primaria, secundaria o
pasajera que es posible que se pase por alto. Sin tratamiento", \atente-ae--mencis- de --un-a:no-deduración) deben recibir
cicatrizará de manera espontánea y con lentitud. Puege~ _ penicllina Cfl)en-zatlnica, 2.4 millones de unidades IM en
palparse- ganglios inguinales con cr~cimientodiscretos y una do~is.- Reg{~enes alternativos han ténido tasas muy
encontniise"en-una"formac"ícinsatelite unilateral o bilate"rál. bajasdeexito y deben usarse sólo en pacientes que tengan
No -son sensibles, ai"-nenos -que -estén infectados secundariá.- bien demostrada alergia a la penicilina. Los pacientes alér-
ment~ (cuadio-15-= 4f - -·--···-··- -· -- - ~icos a la pe~g~~ _?e3en recibi~oxi§f~·ina,-Tbümg por
Cuadro 15-4. Úlceras genitales*
Enfermedad Causa Prueba Tipo de úlcera Pruebas Tipo de adeno-1 Fármaco de elección Fármaco alternativo
preferida auxiliares patía
Herpes genital Virus del herpes Cultivo viral
1 Vesículas agrupadas; Frotis de Tzanck Dura, sensible Acíclovir, 200 mg, e meo
simple, tipos 1 pequeñas, dolo- cuandosepalpa vecesaldíaporvíaoralo7a
o2 rosas, cuando se 10 días (primer episodio);
raspan, suaves aciclovir, 400 mg dos veces
al día por vía oral (supresión);
aciclovir, 5 mg/kg por vía
intravenosa cada 8 horas por
cinco días (grave)
Chancroide Haemophilus Cultivo en ~ Borde profundo, F 1u e t u a n t e , Azitromicína, 1 g por vía oral Eritrornicina, 500 mg por vía
1

ducreyi medio selec- socavado; dolorosa, eritema sensible una dosis oral cuatro veces al día
tivo blanda o índurada, que la recubre durante siete días; o
purulenta ceftriaxona, 250 rng por vía
intramuscular en una sola
dosis
Granuloma ingui-~ Calymmatobac-~ Preparación Dura, indolora; con Estudio histo- No hay adeno- Tetraciclina, 500 mg orales
1 Eritromicina, 500 rng orales
nal terium aplastada bordes elevados lógico patía cuatro veces al día por dos cuatro veces al día/2 serna~
granulomatis arrollados; crónica, semanas o hasta que cicatrice nas; o trímetoprimsulfame- t't1
diseminante toxazol una tableta de doble ~
~
potencia dos veces al día por ~
~
dos semanas o hasta que
cicatrice ~
~
V)
Linfogranuloma C h la m y di a Fijación de liNo suele haber Cultivo de C. ~Fluctuante, sen-1 Doxiciclina, 100 mg dos Eritromicina, 500 mg orales
~
1 1 1

trachomatis (sub- complemento trachomalis sible veces al día por vía oral por cuatro veces al día por dos
tipos Ll, L2, L3) o ínmuno~ 21 días semanas o sulfametoxazol, ~
;::::
fluorescencia 500 mg/oral, cuatro veces al V)

día durante 21 días ~


e;;·
Reacción fija a fár- Ninguna Reincidencias
<S:
;::::

macos relacionadas con el
mismo medica- ~
~

mento sistémico ~
~
Sífilis (primaria) Treponema
1 Microscopia Jn do lora,
J firmeiRPR, VDRL,IDura, no sensi-~PenicilinaGbenzatínica,2.4~oxícíclina, 100 rng dos ~
pallidum de campo os- indurada F T S -A B S, ble o sensible, millones de unidades IM veces al día por 14 días (sólo ';:::)

curo MHA-TP "como caucho" si se demuestra alergia a la 25


;::::
enicihna) ~

~

* Modificado y reproducido con autorización de Krauss, SJ: Evaluation and management of acute genital ulcers in sexually active JX'l.tients Uro! Clin North Am 1984;11: 15 5. '-.)
Vv
274 • Urología general de Smíth (Capítulo 15)

vía oral dos veces al día por dos semanas, o clorhidrato de Complicaciones
tetraciclina, 500 mii_2~_iylaor'?-_(CI!él_!!Q_'{~ces ~!_~_~_Q9E_~~
semanas. Hay casos b-ien comprobados de sífilis secundaria Rara vez, una infección secundaria con bacterias aerobias y
en pacientes infectados con VIH y pruebas serológicas anaerobias puede causar destrucción notable del tejido. En
negativas. pacientes con lesiones extensas, pueden quedar cicatrices,
incluso si la enfermedad se trató con éxito.
Pronóstico
Tratamiento
Éste es excelente, rara vez hay recaídas. Si ocurren, se
requiere un tratamiento más intensivo con penicilina . A. Medidas específicas
Los esquemas con antibióticos que se recomiendan inclu-
yen: azitromicina, 1 g por vía oral en una sola dosis_; eri~ro­
al
micina, 500 rng por VÍa-o ra(c-uatro~ces dla _EOr 7 _días;
CHANCROIDE y ceftriaxona;-·2-.~.,-o mg por- vía intramuscüfai=--eñl.ii1a. sola
dosis (Schmid, 1986; Boye!, 1988 ; Centersfor Disease Con-
Ésta es una enfermedad de transmisión sexual causada por trol, 1993). Se recomienda la prueba para VIH en el momen-
Hj_~lf!(j_p~ij~L4¡¿_~:!)j:_Ffy_t~_E}s t~~~!~ctor~~~_i:1-esta bfec'@_o to de] diagnÓstiCO y otra tres meses después , sÍla--primera
para la transmisión de VIH, y el 10% de los pacientes con fues~ n-~g~_fiv~- (~eñiersfor Diseás-e Control, 1993).
cnancroídeqLi"ízas·-ten ganSIHHs- a· virtl_s.dcTiierp·es-( ciji!en
for Disease Control, 19.93). --------------- -·- B. Medidas generales
La limpieza es importante; lavar Jos genitales de manera
Cuadro clínico cuidadosa con jabón y agua justo después del acto sexual ha
demostrado ser efectivo para prevenir las infecciones
(Moore, 1920).
A. Síntomas
La primera lesión del chancroidc es_ 'Una_pápul_a, que suele
observar-se --unos dia-s-después de la exposición sexual. A
C. Tratamiento de las complicaciones
Si una infección agregada complicara el cuadro, deben
continüaciónapaiece-nlina o ñ1ás -úlcerá:'s . chancroides
usarse la penicilina o la clindamicina además de los antibió-
dolorosas,--de ~~pc~t~~-s~~c!o~on _profuñ:~js - éon--··¡;oid~s ticos ya descritos.
p}i~o.i~r~gg~qs_y_~Ii!_e_J]-ª.!Q§_os __gue _se extienden hacia la
dermis y el tejido subcutáneo de la piel vecina. Las úlceras
chancroides tienen con frecuencia secreción purulenta. En
Pronóstico
e1 -s"ó'§.!J~'!'2_ien~~s hab@-flebrc~-male_starycefale3.-
Con la antibioticoterapia adecuada, el pronóstico es
excelente.
B. Signos Los pacientes deben ser reexaminados dentro de la
LCl:~- ~lce_!_~~_QQ~-c_!1_~ncr~~ueden _?er iQ.c!l:l!_ad~~; ___ l?~!.<? primera semana de tratamiento. Si no existe mejoría clínica,
suelen ser suaves y maleables. La base es friable y hay esto se debe a una de las siguientes razones : imprecisión
nemorragia fáciCl as YcSíoñes"puc"Zl~;:{'~<;er -dolorosas . Las en el diagnóstico , coinfección con otro agente de ETS o
úTCe'r'as 'que no se tratan crecencon lez:!titud, se -roln_pen y fracaso del paciente en el cumplimiento del tratamiento
coaíescen. Tas úlceras· conñú-ént.es crecen
por extensión prescrito.
periférica.-La in-flamac)ónTnguinafCrónlcadOlorosa qúe- se
obsérvaeneTchancroide puede causar obstrucción linfática.
Es posible que sobrevenga hnfedema genital con elefantia-
LINFOGRANULOMA VENÉREO
sis como etapa final.
Este padecim_~_n._!o~~- ~!l1Sa<i_o ~ Chlan'!l..t!.JE_tracf:omatis
C. Datos de laboratorio inmunotipos L 1 a L3. La enfermedad se car3:cte_~iz~por u_na
En la mitad de los casos, un frotis teñido con Gram muestra lesíóngcnital-pasajera..seguida de-ilnfaci.'enitis y, _!2:_l _yez,
ii.-ducrey L Los ctíitivos selectivos paia;.r-áücrey"i""han eS'trecl1ecesrecta1es·.--Es.pos-1ble que lo-?_g;wilios lin_fá_ticos
temdo rrlayor sensibilidad y especificidad que los cultivos i~uinales y subinguinales se adhieran, supuren y formen
en coágulos y los frotis con tinción de Gram; sin embargo, múltipfes-cavicta<lC:" (Bécker, -f976·;-schachter- y -Osaba,
este medio de cultivo no está disponible en el comercio. La 1983) . - - - - - -
biopsia siempre es diagnóstica (Brunnam , Jessamine y
Hob-añ~T98& )- Cuadro clínico

Diagnóstico diferencial A. Síntomas y signos


Aparece una pápu\a o pústul~~-2_l días d~~p_ués_ del ~oito.
El chancroide debe diferenciarse de otras lesiones ulcerati- La lesión ~ttafdeTiínfogranuloma venéreo es tan_J2Qq_!.l_e~a
vas de los genitales externos (por ejemplo, herpes genital, y pasaje@_ql!_~ COI)_ frecuencia no se percibe. Puede ser
sífilis, granuloma inguinal, linfogranu\oma venéreo, úlcera simplemente una vesícula o una erosión superficiaL Una
traumática y lesiones relacionadas con reacciones a medi- lesión inicial que se erosiOna para formar una úlcera suele
camentos) (Gaisin y Hcaton, 1975). ser superficial.
Enfermedades de transmisión sexual en varones • 275

Los ganglios dolorosos suelen hacerse fluctuantes. §§ B. Tratamiento de complicaciones


muy com~nque h-aya-linfudenopatú1unih1teral y puede ser Está indicado aspirar los ganglios fluctuantes. Pueden ex-
el síntoma inicial. EnTa e tapa de rormac-ioodel bubón, suele tirparse las cavidades y las fístulas de drenaje. La estenosis
haber síntomas generales (por ejemplo, -escaf6f6_~_, T!it:>_~e, rectal tal vez requiera cirugía.
c~faTe-a,_-(,io l9"re~ a~ti~º} ªT~~-g-~~_r-ª_\lz~os_,j)~lJ:i@.§3 _yp_w j-
tos):_ Es frecuen~~ _9ue_haya ~~~emas. Pronóstico

B. Datos de laboratorio Es excelente si la enfermedad se trata con rapidez. Las


_La ctfr~-d~Jeucocitos Q_tl~d~_lleg_a~ a 20 000/J.!L si se invaden complicaciones tardías son elefantiasis genital y estrechez
los-ganglios linfáticos. Es posible -qtie-hay·a··-an.érm"i..Están rectal.
elevadas his--protCíñas· ·(globulína).- Lás lesiones ·cutáñeas
muestran mflama-ciór1-aguda-y -subaguda; su aspecto no
tiene nada específico ni diagnóstico. Los ganglios mues- GRANULOMA INGUINAL
tran abscesos con infiltración intensa por neutrófilos. Hay
hipcrplasia de elementos linfoides y aparecen células Esta infección crónica de transmisión sexual de la piery los
plasmáticas. tejidossubctiálleo-sdelosgerúta1es;·perineo y áre_~_i!_l_g~~aJ,
La prueba más específica en el diagnóstico del lin- fíeTle un periodo de mcubacióride-2 a 3 meses-.El agente
fogranufoi=fla venereo es el cUltivo de C trachomaLis del imeCtante, CalymmatobaCierTI.iiil- granulo-rrlaús, se. .
ásoc\a
aspirado de un ganglio inguinal. L~_Rrueb~~ero l§_gic~~e con KlebsLella pneümoniae y crece cütldifiCultad en un
incluyen la fiJación de complemento del linfogranuloma medio de yema de huevo (Ronald y Plummer, 1989;
venéreo y la pruehaaeañtiCUefPOm'icroinrñuñofluorescen=- Richens, 1985).
te, se usan con frecue~y-h-an- sustihildoa-Ta- prue-ba
dCnn1ca de Frei. La
de fD'ación del complemento no es Cuadro clínico
específica para Jinfogranuloma venéreo porque también
descubre otras infecciones por clamidias, incluyendo uretri- A. Síntomas y signos ,
tis y psitacosis. Las pruebas serológicas de microinmuno- El primer signo de granuloma inguinal es una pápula. Esta
fluorescencia son específicas y muy sensibles, y siempre puede formar una úlcera que sobresale del nivel de la piel
deben llevarse a cabo cuando se sospecha de linfogranuloma vecina. Su ba~:e es eritematosa ~e tener secreciones
venéreo. herrioriagica-s~-s firme, indurada y no sensible. La turne-
- faccíó-n1nguin aTos-cudobtib6 n-es 1ú1-proceso gran ulom ato-
Diagnóstico diferencial so subcutáneo, más que una linfadenopatía verdadera. Si no
se tr~t-ª ~re~_Qor extensión directa o erosiona a travésde la
Hay que diferenciar todas las demás causas de úlceras en el ~1. La inflamación inguinal crónica puede causarobstr~c-­
pene, en especial sífilis, infección por virus del herpes ción línt'ftícay-efefatltlasl"s~EfCuadio histologícü.. incluye
simple y chancroide. Siempre se debe sospechar de un infiltrados inespecíficosde células plasmáticas y gigantes,
linfogranuloma venéreo en los pacientes con estrechez neutrófilos y monocitos grandes. El citoplasma de los mo-
rectal. El síndrome inguinal dellinfogranuloma venéreo nocitos contiene cuerpos de Donovan, la etapa intracelular
no se diferencia del producido por el chancroide porque de e granulomatis.
ambos son unilaterales en dos tercios de los casos y, en
los dos, puede aparecer un bubón inguinal (una masa B. Datos de laboratorio
dura, ligeramente dolorosa) en 1 a 2 semanas (Kraus, La identifj_~~ción d~_cuerpos de Donovan en !_~_!!l.Q.~9<::i­
1982). tos en un frotis teñido establece el d1agnóstico. Estos
microorganismos -aparecen comobacilos con iiñ.Ción bipolar
dentro de los monocitos. Una preparación machacada para
Com pi icaciones
estudio citológico se prepara obteniendo un pequeño frag-
mento de tejido de la base de la úlcera y aplastándolo entre
La rotura de los ganglios inguinales en ellinfogranuloma
dos portaobjetos. Puede utilizarse coloración de Giemsa,
venéreo puede originar cavidades y fístulas de drenaje. La
Wright o Leishman. Se hacen secciones seriadas, aunque la
inflamación inguinal crónica puede causar obstrucción lin-
visualización histológica de los cuerpos de Donovan puede
fática y elefantiasis. La estrechez rectal es una complicación
no ocurrir en un solo estudio. Es posible disponer de los
tardía.
resultados de la preparación machacada en minutos, en tanto
que los de los estudios histológicos toman varios días. En
Tratamiento caso de duda, puede hacerse una biopsia. No se dispone de
un medio de cultivo seguro para C. granulomatis.
A. Medidas específicas
Ellinfogranuloma venéreo se trata con antibióticos eficaces Complicaciones
para otras infecciones por clamidias. La _Qoxicicli!l~ es el
medicamento de elección, 100 mg por vía oral dos veces al Las infecciones secundarias pueden causar ulceración pro-
<TiapOi tres.semanas:·ca-s.
aTterñaúvas Tñciuyen~_La crif!:9_- funda y destrucción tisular. Puede haber cavitaciones. Es
micina, 500 m g QOr vía oral, ~uatro veces al día por tres posible que haya fimosis. Un cambio en los hábitos de
seman=a"""'
s._ _ defecación sugiere estrechez rectal.
Prevención primario desarrollan disfunción grave sacra! o del sistema
ñ_e(-vj_Q§O~~úJ§i!Qmo, que origiña retención urínaria (Corey
El uso de un condón no previene h diseminación peri- y cols., 1983). Las vesículas agrupadas en una base eri-
genital. tematosa, que no s·iguerúina-dis.fribuéión neura:t, y asociadas
éOñ- efañ"iececfentCde"erupciones" semejan.tes, "son patogno-
Tratamiento moñ!CaS"def"herpes gen1tal. Ci"s..lesiones son .hipersensibles
al tacto. La aaeriopatía sude ser -blTateraCy "ro-s -ganglios
No se dispone de ensayos terapéuticos controlados para hnfatJcoss-on""ll"gerarnCñte señs"ibJeS, no están fijos y son un
granuloma inguinal ni de susceptibilidad in vitro de C. poco duros.-Hay aisuria e·ñ eC44o/;-dclos-va.roñe·s--:-En la
granulomatis. Se ha obtenido éxito con tetraciclina, 500 rng mayoría de estos . paclentes es posible "aíslar el-vírus del
orales cuatro veces al día, o tr)rnetoprim-sulfarnctoxazol, herpes simple ·úi la uretra (Carey y Holmes·, 198Xf En el
una- táblef:á" de doble p-oteñda dos veces al día- Estas dosis 1o_~íi"eJ~ varon.~I~ó_!!_l}~~~-ge_¡jit.<!l pii_m~rl_C2J~_en-
se c-ontínúanhasta queacatrice.Ta leSion~· También son cuentran lesiones cutáneas extragenitales, por lo general por
a'UtoinoculaCíon~ ·- - -·----·-..·- · -- --·- -------· ·· -- · - ·
eficaces la gentamicina y el clorarnfenicol, aunque más
tóxicos (Latif, Mason y Paraiwa, 1988).

Pronóstico B. Datos de laboratorio


El cultivo del virus es la técnica más sensible para diag-
nosticar. inTcCc!Oñe~_i_orl1e~p~s~ Enenfermedades reinci-
Los antibióticos son eficaces; las complicaciones pocas
dentes, es posible cultivarlo de la uretra en menos de 2%
y el pronóstico bueno.
de Jos varones. Puede disponerse de Jos resultados en cinco
días. Los frotis de Tzanck o de Papanicolaou de las

INFECCIONES POR HERPES GENITAL


lesionesmo"straran -Ínclusion"eslntranuclearcs en erso
al
60% de los casos--positívos al cultivo. Las técnic-as- de
iñmti"ñOffUürcscencia reveiái1ilcY57oio de To'if-éasos pósiti-
Etiología vo·s al cultivo (Moseley y cols., 198-1 fE'! anticuerpo s-érico
a infecciones por vít:us del herpes simple puede medirse por
El herpes genital es una enfermedad que causa gran preo- diversos métodos. Ninguna de las pruebas disponibles hoy
cupación a médicos y pacientes. La frecuencia creciente de en día es completamente segura para diferenciar las in-
la _il}_f~_<2~ión e~_ya~_!l~~ .Y~eres, el_ü~s_go de transmisión fecciones tipo 1 de las tipo 2. En la actualidad, se utilizan
a com:e_añer~~e.xual~-~.'-~~-s in.<!!~~~-e1evados de morbilidad pruebas scrológicas para comprobar un antecedente de
e incluso de mortalidad relacionada con infecciones en ~ infección.
Iact~mtes:~J?~s~b1er.e!ac-i~n ~n-eCcáncer cer'-:~J y la falt~ .
de tratam1_~l}to c~ratJvo _:fu:]i_e:cno_q':le sea lfl?perativo que
todos los médicos _Euedan diagnosticar, asesorar y .tratar a Tratamiento
pacientes- coñherp"es genital (A-sh-iey:-f91f9;R.o_s.ey..Camp;
I9~f8j-:------·- ·- - · -----. -

El virus del herpes simple es de DNA de doble El aciclovir es el único medicamento que ha demostrado ser
filamento que pued_~ª-':1-.~ar inf~cciones persistentes o laten- e-ficaienei "t"ratamieñtücl"eiOsslgnós- Y5fntomas-de1herpes
tes. Casi todas las infecciones por herpes genital se-deben genítal;".sm-embargo, .se desconoce qué lo _cure. El aciclovir
al virus tipo 2, aunque fas -caus-actas-·por-cTtip.o 1, que suele topico"es much-o meno·s-efeciivo que por via oral o intrave-
relac1oñarse-cé:)n infecciories-bucales,...se hán observado eñ nosa, y su uso es descorazonador ( Centers for Disease
de
el i Oal 25% f6-s-casos de herpes genital. El herpes simple Control, 1993).
en
se observa. el 5% de los- pacientes que acuden a consulta El aciclovir actúa en la timidinacinasa viral como
a las clínicas de enfermedades de transmisión sexual (Corey análogo de la guanina. Es fosforilado selectivamente en el
y Holmes, 1983 ). En estudiantes, las infecciones por virus virus, actúa corno inhibidor de la DNA polimerasa viral y
del herpes simple son 1O veces más comunes que la gono- como un terminador de cadena (Colby y cols., 1980). El
rrea o la sífilis (Corey y cols., 1983). Aunque no es inevita- aciclovir disminuye la duración y la diseminación viral, el
ble que también se infecte a la compañera sexual de un tiempo para la fonnación de costras en las lesiones y el de
paciente infectado, las parejas tienen riesgo incluso cuando cicatrización de las mismas, durante el cual hay dolor o
la infección es asintomática. prurito, o ambos.
_§:n --~!._p_t:_i_!!!~! -~pisodio_~l_ínico de her_pes genital se
Cuadro clínico recomienda el aciclovir por vía oral, 200 mg cinco veces a[
día· dü_r.ante-T-a ló- días·:-a·-hasta- la révisioñ- clínica, p-ára
A. Síntomas y signos ayudareDeJ~~~!!9fáelo"s""si'ntama-s:._~~jJuede-aClmmí~trar
Estudios retrospectivos sugieren que del 50 al 70% de las una medicación similar en los episodios de reincidencia; sin
¡ infecciones _QOr virus del herpes tipo 2 son- as1ntomat1caS; embargo:··su.ernpíe"o debe se~ ~n los inicios del padecimiento
pero no se._han-fievadoa.cabo"estü-dlós-para-detérrr11nár" el pues de lo. contrario sus beneficios son mínimos. El trata-
porcentaje de infecciones asintorn.áticas. El primer episodio miento cotidiano con aciclovir, 400 mg dos veces al día,
de la enferme~ad _e~ l!11::l~b.9 .más_ intens9 en personas._sil;l puede abatir hasta en un 75% la frecuencia de reincidencia
herpes oral ~y_t2.:._gL.P..~.~~~-e i."Q~Ubaci§!l_~s de 2 a 1q _ en los pacientes con seis o más episodios anuales (Centers
~ c~~.i~__2% de los pa..c!~_t:"ltes con herpes genita1 for Disease Control, 1993).
Enfermedades de transmisión sexual en varones • 277

HEPATITIS E INFECCIONES ENTÉRICAS enfermedades venéreas. El empleo de condón y de esper-


maticidas brinda cierta protección.
Con anterioridad, la hepatitis viral y las infecciones entéri- Las pruebas de detección de V\H mediante ELISA y
cas no se consideran como enfermedades de transmisión la confirmación mediante la mancha Wcstem, muestran
sexual. Sin embargo, hoy en día se sabe que muchas de ellas sensibilidad y especificidad combinadas mayor del 99.9 por
se transmiten sexualmente en algunos casos. Las hepatitis ciento.
B puede ser transmitida por contacto sexual, por sangre, Los síntomas comunes de infección con VIH son pér-
semen, saliva o secreciones vaginales. Las infecciones en- dida crónica de peso, sudores nocturnos y fiebre. Otros
téricas tales como amebiasis, giardiasis, hepatitis A, shige- signos incluyen linfadenopatía genera1izada, leucoplasia
losis y campilobacteriosis pueden transmitirse por vía vellosa, candidiasis oral y sarcoma de Kaposi. En las últimas
sexual: la mayoría de estas infecciones entéricas de trans- etapas de la enfermedad se presenta depleción de linfocitos
misión sexual se presenta en pacientes que tienen prácticas T-cooperadorcs y anomalías en la relación entre T-coopera-
sexuales que incluyen contacto orofecal. Las enfermedades dores y supresores. Estos pacientes son susceptibles a un
entéricas contraídas por contacto homoxesual, quizá se amplio espectro de infecciones oportunistas, siendo las más
transmitan a parejas femeninas. El diagnóstico debe incluir frecuentes la neumonía por Pneumocystis carinii (PCP),
exámenes de heces y coprocultivos, así como anoscopia y toxoplasmosis y meningitis criptocócica. También muestran
sigmoidoscopia. riesgo elevado de padecer neoplasias como el sarcoma de
Casi un tercio de los casos de hepatitis B puede atri- Kaposi y el linfoma de Hogdking.
buirse a contactos homosexuales. Del 30 al 80% de los Cada vez hay más evidencia de que los pacientes
varones homosexuales son seropositivos para hepatitis B infectados con VlH se benefician con el tratamiento. Mu-
(Schreeder y cols., 1982). La hepatitis A también se disemi- chos pacientes reciben regímenes de azidotimidina (AZT)
na por contacto sexual y es más frecuente en varones homo- y profilaxis para PCP (trimetropim con su\fametoxazol una
sexuales que en heterosexuales. Hasta el momento, hay tableta de doble poder diariamente, CDC, 1993). La espe-
pocas pruebas que indiquen que la hepatitis no A no B se ranza de vida de los pacientes con SIDA han mejorado desde
transmite sexualmente (Hentzer y cols., 1980). que los médicos están más familiarizados con el diagnóstico
y tratamiento de las complicaciones de la infección con VJH.
Para el personal médico el riesgo de infectarse con VlH
a partir de un solo pinchazo con aguja es de 1 en 200. Se
INFECCIONES CAUSADAS POR recomienda al personal médico protegerse como si todos los
EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA pacientes padecieran infección por VIH. Durante procedi-
HUMANA mientos que signifiquen exposición a secreciones corpora-
les es necesario proteger de manera adecuada los ojos, la
El síndrome de inmunodeficiencia humana adquirida cara y el cuerpo. Algunos médicos aconsejan profilaxis con
(SI DA) se comunicó por primera vez en 1981; es producido AZT luego de algún piquete accidental con aguja.
por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH-1, VIH-2). El urólogo debe recordar la relación de VIH con crip~
Éste se transmite por contacto sexual, jeringas contamina- tococos en la próstata, Jinfoma de vías urinarias, lesiones
das o productos sanguíneos contaminados. La mayoría de glomerulares y síndrome nefrítico, insuficiencia renal agu-
los pacientes son hombres que han tenido contactos homo- da e infecciones del conducto urinario.
sexuales o bisexuales, son adictos a drogas intravenosas, son
hemofílicos o fueron receptores de transfusiones sanguíneas
antes de que se instituyera una detección adecuada. Sin
embargo, los hombres y mujeres heterosexuales constituyen VERRUGAS GENITALES
ahora uno de los grupos con infección por VIH que crecen
con más rapidez. Desde que comenzaron las pruebas ade- Las verrugas genitales son enfermedades venéreas en las
cuadas de detección, el riesgo de adquirir una infección por que la incidencia ha crecido con gran rapidez. É~tas son
VIH mediante transfusión sanguínea es de aproximadamen- causa,das pq_¡: un virus contenido en el DNA de las especies
te 1:100 000 unidades de transfusión verificadas. del virus del papiloma~ És-t-os pueden ser subdivididos en
El virus VIH es mortal, pero poco transmisible. Menos diferentes categorías. Las verrugas visibles al exterior se
de 15% de las personas expuestas se contagian y la infecti- deben conmayor frecuencia a los tipos 6 y 11. Algunos otros
vidad estimada es 0.3% por cada contacto (referencias lO y tipos-pr~seQ~es en-~_~glQn anogenital. (QQ_rej~_rgP-l_QL~s
15 en Alexander, 1990). Todavía, más de un millón de 16, 18 y 31) se consideran muy relacionados con la displasia
estadounidenses están infectados con el virus VIH y, más del cuello uterino y el de-sarrollo de carcinoma. En conse-
de 120 000 casos de SIDA se han reportado hasta la fecha cuencía; sepreS"ta"cada vezmayor atcncíona estas lesiones
en Estados Unidos. El rango de la enfermedad abarca desde en el sexo masculino. Además, las verrugas anales, comunes
los pacientes sanos que sólo son VIH positivos, aquellos con en homosexuales mascuHñOs-,- se refaC!o.nan-(fe.manera in-
enfermedad sintomática por VIH por complejos relaciona- sistenfecon.el carcinoma-aef ano.------
dos con SIDA (ARC), hasta aquellos con SIDA. En la Muchos- casos de verrugas se manifiestan clínicamen-
infección por VlH los factores de riesgo incluyen: contacto te, pero otros permanecen a nivel subclínico. Se ha obser-l
sexual con pareja de grupos conocidos de riesgo, promis- vado que humedeciendo una toalla con ácido acético al 5% \
1

cuidad sexual, coito anal, coito durante la menstruación, núme- y frotando los genitales pueden aparecer las verrugas sub-
to de coitos con parejas de grupos de riesgo elevado, úlceras clínicas en forma de áreas blanquecinas. Con este método 1
1

y verrugas en los órganos genitales y presencia de otras se encontró que la mayoría de los varones cuya pareja/
femenina padece infección por el papilomavírus hu- siderables y deben evitarse. Sin embargo, el paciente debe
mano (HPV) también presentan verrugas genitales. estar consciente de que puede infectar a parejas no infecta-
Hasta. ahora, ninguna terapéutica ha mostrado erradicar das. Se ha encontrado que menos del 17% de los hombres
por completo la infección por HPV (papilomavirus humano). con verrugas meatales tienen más lesiones en la uretra y
Las verrugas cutáneas externas y macroscópicas pueden tratar- que menos del 6% de ellos las tienen más allá de los
1 se con podofilina, criocirugía o láser. En realidad, la única meta primeros 1O mm de la uretra (Rothman, 1994). El urólogo
del tratamiento local en el caso de infección con HPV es siempre debe evertir la uretra y explorar el interior del meato
suprimir las verrugas exofíticas y reducir los signos y síntomas con un pequeño espéculo para identificar verrugas en todo
de infección en las verrugas. Todavía no es posible lograr paciente con verrugas genitales. La cistoscopia sólo está
1
curaciones con tratamiento local; los tratamientos extensivos o indicada en pacientes masculinos con verrugas reincidentes
mediante sustancias tóxicas, pueden producir cicatrices con- en el meato. •

REFERENCIAS
Generales Lassus A et al.: Ciprofloxacin versus amoxycillin and probenecid
in thc treatment ofuncomplicated gonorrhoea. Scand J Infect
Dis 1989;60:58.
Bardin E, Berger RE: Sexually transmitted disease in men. Pri- Le SN, Ronald AR: Role of ceftriaxone in sexually transmitted
mary Care 1985; 12:761. disease. Rev Infect Dis 1989;11:299.
Centers for Disease Control: Scxually transmitted diseases treat- Lee CT, Wong EC: Norfloxaxin in the treatment of gonorrhoea due
ment guidelines. M MWR 1989 ;3 8(N o S8): l. - to penicitlinase and non-penicillinase producing Neisseria
Mandell GL, Sande MA: Antimicrobial agents. Chap 50, pp gonorrhoeae: A review. Scand J Infect Dis Suppl 1988¡36:39.
1115-1149, and Chap 52, pp 1170-1198, in: The Pharma- M eNab n ey WK, Ba rnes WG: U rethral and endocervical culturing:
cological Basis of Therapeutics, 7th ed. Gilman AG et al Gonorrhoea and chlamydia. Ann Emerg Med 1986;15:333.
( editors). Macm i!Jan, 1985, Milis J, Gottlieb A, Harrison WO: Treatment of gonorrhoea with
Rothenber RB et al.: Efficacy of selected diagnostic tests for first- and second-generation cephalosporins and other new
sexually transmitted diseases. JAMA 1976;235:49. beta-lactam antibiotics. S ex Transm Dis 1986; 13(Suppl):203.
World Health Organízation: Report of WHO Expert Committee Schachter J: Urine as a specimen for diagnosis of sexually trans-
on Sexually Transmitted Diseases-Geneva, Switzerland. mitted diseases. Am J Med 1983;73:93.
World Health Organization, 1985. Schgal VN, Srivastava G: Gonorrhoea and the story of resistant
Neisseria gonorrhoeae. lnt J Dermato! 1987;26:206.
Singh B, Cutler JC, Utidjian HM: Studies on the development of
Uretritis gonocócica a vaginal preparation providing both prophylaxis against ve-
nereal disease and other genital intections and contraccption:
Barlow D: The condom and gonorrhoea. Lancet 1977;2:811. 2. Effect in vitro ofvaginal contraceptive and noncontracep-
Bell TA, Ebenezer MR: Chlamydia trachomatis and Neisseria tive preparations on Treponema pallidum and Neisseria gon-
gonorrhoeae in asymptomatic famíly planing patients in rural orrhoeae. Br J Vener Dis 1972;48:57.
New Mexico. West J Med 1989;150:543. Thin RNT, Williams IA, Nicol CS: Direct and delayed methods of
Brewerton DA et al.: Reiter's diseaseand HL-A 27. Lancet 1973; 2:996. immunofluorescent diagnosis of gonorrhoea in women. Br J
Centers for Disease Control: Chromosomally mediated resistan! Vener Dis 1971;47:27.
Neisseria gonorrhoeae-United S tates. MMWR !984;33 :408. Wang C et al.: World-wide clinical cxpericnce with norfloxacin:
Centers for Disease Control: Penicillin-resistant gonorrhoea- Efficacy and safety. Scand J lnfect Dis Suppl 1986;48:81.
North Carolina. MMWR 1983;32:273. Wiesner PJ et al.: Clinical sprectrum of pharyngeal gonococcal
Cristiann P: Clinical tria! ofnorfloxacin in the treatment ofuncom- infection. N Engl J Med 1973;288: 181
plicated gonococcal urethritis: Preliminary report. Sex Trans William DC, Felman YM, Riccardi NB: The utility of anoscopy in
Dis 1989;15:33. the rapid diagnosis of symptomatic anorectal gonorrhoea in
Handsfield HH, Wiesner PJ, Holmes KK: Treatment of the men. Sex Transm Dis 1981 ;8: 16.
gonococcal arthritis-dennatitis syndrome. Ann lntern Med
1976;84:661. Uretritis no gonocócica
Handsfield HH et al.: Asymptomatic gonorrhoea in men: Diagno-
sis, natural course, prevalence and significance. N Engl J Med
1974;290: 117. Berger RE: Epididymitis. Chap 57, pp 650-662, in: Sexually Trans-
Handsfield HH et al.: Corre1ation of auxotype and penicílín sus- milled Diseases and Etiologic Agents. Holmes KK et a[ (edi-
ceptibi!ity of Neisseria gonorrhoeae with sexual preference tors). McGraw-Hill, 1984.
and clinical manifestations of gonorrhoea with sexual prefer- Berger RE: Urethritis and epididymitis. Semin Uro/1983;1 :138.
ence and clinical manifestations of gonorrhoea. Sex Transm Boslego JW et al.: A prospective randomized tria! of otloxacin vs.
Dis 1980;7: l. doxycycline in the treatment of uncomplicated mal e urethritis.
Harrison WO: Gonococcal urethritis. Uro! Clin North Am Sex Transm Dis 1988;15:186.
1984;11:45. Bowie WR: Nongonococcal urethritis. Urol C/in North Am 1984;11:55.
Hook EW 3rd, Holmes KK: Gonococcal infections. Ann lntern Bowie WR et al.: Etio!ogy of nongonococcal urethritis: Evidence
Med 1985;102:229. for Chlamydia trachomatis and Ureaplasma urealyticum. J
Jick H et al.:Vaginal spermicidcs and gonorrhoea. JAMA Clin !nvest 1977 ;59:735.
1982;248: 1619. Brewerton Da et al.: Reiter's disease and HL-A 27. Lancet
Klein EJ et al.: Anorectal gonococcal infection. Ann lntern Med 1973;2:996.
1977;86:340. Charuwichitratrana S et al.: Prevalence of chlamydial infection
16
Litiasis urinaria
Marsha/1 L. Stoller, MD y Damíen M. Bolton, MD, FRACS
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Los cálculos urinarios son la tercera afección más frecuente CÁLCULOS RENALES
éi:v-fa¿~rfnar{ás,-sólo loss uper?n la~ l~}ecci'ones ytrast~­ Y URETERALES
nos 9e _ _l~pn_)sta~a; son habituales tanto en animales como
en-humanos. La nomcnclaturª que se relaciona con las
litiasis urinarias proviene de una gran variedad de discipli-
nas. Por ejemplo, los cálculos de estruvita, compuestos de
fosfato de amonio y magnesio hcxahidrat.ado, se llaman así Etiología
en honor a H.C.G. von Struve (1772 a 1851 ), un naturalista
La mineralización en todos los sistemas biológicos tiene una
ruso. Antes del tiempo de von Struve, los cálculos se cono-
base común en la que se entrelazan los cristales y la matriz.
cían como guanit, porque tales cálculos se identificaban por
Los cálculos urinarios no son la excepción; son agregados
lo regular en los murciélagos. En la Antártida, el oxalato de policristalínicos compuestos de cantidades variables de cris-
calcio dihidratado suele llamarse wedelita debido a que se taloides y matrices orgánicas. Las teorías que explican las
encuentra por lo general en muestras del suelo del mar de litiasis urinarias aún son incompletas.
Weddell. La historia de la nomenclatura que se relaciona con La formación de cálculos requiere una orina sobresa-
las litiasis urinarias es tan intrigante como el desarrollo turada:-Ta-so~resat.~aci_ón d~pende_ del I?.l-:I_ u!i~ario, la_
de las técnicas que se usan en su tratamiento. resJstcnc)a-ío-nica, la concentración de so lutos y de la forma
Los cálculos urinarios atormentan a la humanidad en-que se"lñterrélacionan. buranted!"ferentes estados fisio-
desde los primeros testimonios de la civilización. Su etiolo- logicos lac-i::)mposición urinaria cambia de manera drástica,
gía todavía permanece en la especulación. Si los constitu- de una orina relativamente ácida en la primera micción de
yentes urinarios son similares en ambos riñones y si no la mañana, a una alcalina después de los alimentos. La
existe evidencia de obstrucción, entonces: ¿por qué la mayor resistencia iónica se determina en primer término por·
parte de los cálculos se presenta de manera unilateral?; ¿por la conccninición refativa de íoñes monovalentes. Conforme
qué los cálculos pequeños no pasan sin incidentes por el seaumcnta" el potencial -lón-ico, ?.L.~oefic"i'?_~~~~ .~ctiv_iéfaf
uréter cuando se están desarrollando?; ¿por qué algunas disminuye. El coefÍÚente éfeactividad refleja la disponibi-
personas forman W1 gran cálculo y otras múltiples y peque- líaad- áellñ-ion-en particular.
ños? Existen muchas especulaciones en éstas y otras cues- La fmi.ciÓn de la conce~tración de solutos está clara:
tiones. confor"illeaumenta lil concentración de dos- iones aumenta
Los avances en el tratamiento quirúrgico de los cálcu- la pro"i)aiJTlTcEiCi-d"e-prec1pltar~·-Las bafas conce~tr~dones
causañ-baja sit:uraC1one1ñCremeñto defii.solubilidad. Coñ-
los urinarios han dejado atrás la comprensión de su etiolo-
gía. En la clínica, e] mayor interés es lograr el g_~_óstico
forme la coñcentración lónica- aumenta, ei produ.cto de la
actividad llega a un punto específico llamado producto de
oportuno y un tratamiento eficiente. L~~aloración metabó-
solubilidad (Ksp). Las concentraciones arriba de este punto
lica completa dirigida al tratamiento médico más apropiado son metaestables y son capaces de iniciar la cristalización y
es Tgu-aTde -{ffij)ü-rtante gue-ios--carr\tio-s-en el estilo de vi'Cia
la formación de un núcleo heterogéneo. Conforme las solu-
que ayudan a reduC!r-ia.fitiasis. Sil~_!<!_l_s~guim·i·e-nto-einter­ ciones se vuelven más concentradas, el producto de la
venc-ioñ médica, la reincidencia de cálculos es tan alta como actividad alcanza el producto de formación (Kfp). Los nive-
ctels-o% -enc1nco afios.Los cálculo-s de ic-ícfo-{¡fico reinciden
-----·-·----- les de sobresaturación más allá de este punto son inestables
incluso con más frecuencia. Los médicos consideran que en y predisponen a la formación espontánea de núcleos homo-
el fut"uú} se-eñteriderti~ejor el proceso de esta enfermedad géneos.
multifactorial, con la esperanza de desarrollar una preven- Al multiplicar la concentración de dos iones se obtiene
ción más efectiva. · el producto de concentración. El producto de concentración

281
282 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

de la mayoría de los iones es mayor que el establec1do por un estado de estasis propicio para el crecimiento posterior
el producto de solubilidad. Otros factores desempeñan fun- del cálculo. Esta explicación es poco satisfactoria; los túbu-
ciones importantes en el desarrollo de cálculos urinarios, los tienen forma cónica y se alargan conforme entran a la
como es el caso de la constitución de la orina. Ésta intluye papila, por lo que se reduce la posibilidad de obstrucción
la disponibilidad de iones específicos. Por ejemplo, el sodio ductal. Además, el tiempo que requiere la orina para pasar
se combina con los oxalatos y disminuye su forma iónica, del glomérulo al interior de la pelvicilla renal es de pocos
mientras que los sulfatos pueden combinarse con calcio. La minutos; esto hace improbable que la agregación y el creci-
formación de cristales se modifica por otras sustancias que miento de los cristales se realice dentro de los túbulos
se encuentran en la s v1as ur"ínar{<is'com_o_magnesíO,c-ítrato", urinífcros.
pirorosfato_y.i:1na-varledad -de. vestigios de metales. Estos La teoría de la partícula fija postula que los cristales
inhibid"ores "quizá actúen -cñ-los sltlo-s-·ae-activac"ión del formados se retienen de algún modo en las células o debajo
crecim1ento de cristales ocomo h1ilí1Jid.ó"i-es en Tasolucíón del epitelio tubular. Randall notó que en las puntas de las
(como coñ.efdtrato). - - papilas renales se presentaban precipitaciones blancoama-
- La teoría nuclearia plantea que los cálculos urinarios rillentas de sustancias cristalinas como placas submucosas.
se originan de cristales o cuerpos extraños inmersos en una Es posible apreciarlas durante la endoscopia de vías urina-
orina sobresaturada. Los mismos argumentos que la susten- rias altas. Carr tenía la hipótesis de que los cálculos se
tan, la ponen en duda. Los cálculos no siempre se forman forman en los linfáticos obstruidos y después se rompían a
en pacientes hipersecretorcs o que están en riesgo de deshi- los fórnix adyacentes a un cáliz.
dratación. Además, en estudios de recolección de orina de
24 horas, muchos formadores de cálculos presentan concen-
traciones por completo normales de los iones formadores B. Componentes de la matriz
de cálculos. ·
La cantidad de componentes no cristalinos de la matriz de
loscarc:t:ílosurú1ar1os varía de acuerdo con el tipo de cálculo,
La teoría del inhib1dor del cristal plantea que el cálculo
pOrloregU:Ia.rerrang-o--es-del-2 ·al 1O% de acuerdo-con el
se forma debido a la ausencia o baja concentración de
inhibidores naturales de la formación de cálculos, entre los .2_~ Éstos S~ come_~-~!J.___9Q__D)anera pre(iomtnante. por
~teí~~on p~eña_?_~(!.!)tidade~_dc hexgsa y l}ex9saf!lina.
que se incluyen: magnesio, citrato, pirofosfato, glucoproteí-
nas ácidas y varios vestigios de metales. Esta teoría no tiene Un tipo de cálculo poco usual llamado cálculo de matriz, se
asocia con ci.rug-ía renal previa o"infecc.ión crónica.de vías
validez absoluta ya que muchas personas sin tales inhibido-
res los forman.
e-s
uilnaílaS-y su textura gelai:inosa-(fÍgura 16-1 ). El examen
histológico- revela laminaciones con calcificaciones esca-
sas. En general, en la radiografía simpl~__qe_ abdomen el
A. Componentes del cristal cálculo de matriz éSradíOTii"Cldoyse confunde con otros
En primer término, los cálculos están formados de com- defectos de llenado que incluyen coágulos sanguíneos, tu-
puestos cristalinos. Los cristales de tamaño y transparencia mores de vías altas y bezoares micóticos. La t~Il]_ografía
adecuados son fáciles de identificar bajo el microscopio de computadorizada (TC) muestra las calcificaciones y con-
polarización. Para valorar la geometría y arquitectura de los firma·erdlagnóstico. Se -descorio-eecómo interviene la
cálculos se prefierela-dlfraccl"on-·pÜt- rayos X. Es típico matnz -ei11a-íniciación de los cálculos urinarios ordinarios
encontrar q{ieungrupo de piedriscteia misma localización y en la de los cálculos de matriz. Es posible que sirva como
geográfica o de la misma antiguedad tiene constituyentes nido para la agregación de cristales o como pegamento
cristalinos comunes. natural que adhiere los pequeños componentes cristalinos y
La formación de cristales comprende varios pasos, que que, por último, impida el paso hacia las vías urinarias
son: -integración del núcleo, crecimient~ agregacion. La inferiores. De modo alternativo, la matriz tal vez tenga una
íñfegracló-n-Cí~f ~ó~l~~~i~1Ef1-eTproc-eso dela}?le-dra y-se
induce por una gran varied3.d de sustancias que incluyen
iñai:nces-·proteíriicas,. cristale"s, cuerpos átranosy-otras
partíc~~~-ti_s~!~~es. La integración.heterog6-nca defr1udeo
( epitaxia) requiere menos energía y tal vez ocurra en una
orina menos saturada; además es un tema frecuente en la
formación de cálculos. Debe sospecharse siempre que se
encuentre un conglomerado orientado. Un cristal de cierto
tipo sirve como nido para la integración de uno de otro tipo
pero con una matriz similar. Con frecuencia, esto se observa
con los cristales de ácido úrico que inician la integración de
oxalato de calcio. Toma tiempo para que estos nidos inci-
pientes crezcan o se agreguen para formar cálculos incapa-
-:'·
ces de pasar con facilidad por las vías urinarias.
Se desconoce la forma en que estas estructuras crista- •) ~- -; · . :,r ~ JÍ :~j L
linas incipientes se mantienen en las vías urinarias supe- ~-{g~~~~~~-11~·-~~~~·.-~~~~&n
riores sin pasar hacía el uréter. La te_oría de la precipitación
de las masas, llamada también de la calculosis íntranefróni- Figura 16-1. Fotografía de tamaño natural que muestra un
ca, sostiene que los túbulos distales o los colectores, o cálculo de matriz extraído de manera transcutimea después
ambos, se taponan con cristales y a partir de esto se forma de que la LEOC falló.
función ínbibitoria en la formación de cálculos o quizá sea C. Fosfato
un inocente espectador, sin desempeñar función activa en la EJ..fq~Jill:Q es un importante amortiguador y forma sales
formación de los cálculos. cg__n!Q}ejas con el calcio en la orina. Es un componente clave
en los cálculos de fosfato de calcio y fosfato de amonio y
magnesio. En adultos nonnales, la excreción del fosfato por la
Iones urinarios ori nª' se~J~ci~J1~-~~m la cantidad de fosfato ~e ~~-~OJl~~e
en la dieta_(en especial en la carne y Jos productos lácteos y
vegetales). La pequeña cantidad de fosfato que se filtra por
A. Calcio los glomérulos, se reabsorbe de manera predominante en el
El calcio es el principal ion presente en los cristales urina- túbulo proximal. La hormona paratiroidea inhibe esta reab-
rios. s·ólo cl)ll 0Todef calcio plasmático está ionizado y sorción. El f<.?_~'!!_~ en forma de hidroxiapatita, fosfato cál-
disponible para la filtración en los glomérulos. Más del95% ci~_<?_.?.:!!l~rf~..X..~E.<:_~_'!!.s>_.~e apatita, es el cristal que m:!_s-~~
del calcio filtrado en los glomérulos se reabsorbe tanto en encu~n~a- en ~~-p_~::ientes e~ hi_¡:~rp~~-~t_i~oi~-~'!1.9·
el túbulo proximal como en el distal y cantidades limitadas
en el túbulo colector. Menos del 2% se excreta por orina. Es
D. Ácido úrico
posible que Jos medicamentos diuréticos produzcan un efec- El ácicJ.Q_úricg_ es producto del metabolismo de la punna, su
to hipocalciúrico debido a la gran disminución de la excre- pKa es de 5.75; sin disociarse sus va)orcs de ptf son IP.~~­
ción de calcio. Muchos factores influyen la disponibilidad res. El pH alto aumenta el urato, el cual es soluble. Cerca
de calcio en solucíón-:-como laj?rcsencia con-Cl"trato~-fosfato del 10%dcl-ácído únco filtrado encue-ntra su-viá-J~ salida
Ysüif'ato~E Lª~~Crit:ü-e~Tos-ür~tüs_m<?IJ-9s9_ªi.f9 s::Y.l~- C1 is1ní- por la orina. Otros defectos en el metabolismo de la purina
nuci"Ón en el.Q_H u.!:_Lr:t.'!.~j~ 0teif~r~~ !Tiás con esta disponi- quizá causen cálculos urinarios. En raras ocasiones, un
b~dad y P!~l212-l_Ev~n la ~gregaéi9f! ~e ~!ista)es. defecto en la oxidasa de la xantina causa un aumento en la
concentración de xantina, ésta tal vez se precipite en la orina
causando la formación de un cálculo. Alteraciones poco
B. Oxalato
El oxalato es un producto de desecho del metabolismo frecuentes en el metabolismo de la adenina tal vez originen
normal y es relativamente insoluble . Cerca del 1O al 15% la producción de 2,8-dihidroxíadeninuria, la cual es poco
del oxalato que se encuentra en la orina provleñe de la dieta·; soluble en la orina y quizá desarrolle un cálculo urinario.
lagran mayoría es s-ubproducto del metabolismo. La mayor Esto es consecuencia de \a deficiencia de la fosforribosil-
parte del oxalato que entra al intestino grueso se consume transferasa de adenina. L<?_s_~ist~l~~_i~j4_~i!!iC0__12_1:!!:2_)'
en la descomposición bacteriana; sin embargo, la dieta los cálculos por su naturaleza son ti~mente radiolúcidos,
influye en la cantidad de oxalato que se encuentra en orina. por-1oregulár no se identifican en
una placa simple de
Una vez absorbido en el intestino delgado, el oxalato ya no abdomen (figura 16-2). Sin embargo, algunos cálculos
se metaboliza y se excreta casi de manera exclusiva por de ácido úrico son radi<?p~cos de mane_!'~a~~@=ª~_"§_i_Q~ __a
el túbulo proximal. L~resencia de calcio enJe.J!:I_z su ~~oci_~_<:_ión con d_epósitos de calcio.
1ntest~ªl es un fact()..I__Í[l?.Q.Ortar!t~_q_l!_~nfl.!:JYe enJ?-_~antid;l_g
de ~~ª-~ª_!g_q~~ _s~ absorb~. El control del oxalato en orina E Sodio
desempeña una función de pivote en la formación de Aunque no se identifica como uno de los principales cons-
cálculos de oxalato de calcio. El magnesio y el sodio urina- tituyentes de la mayor parte de los cálculos urinarios, el
rios forman sales complejas con el oxalato. Los rangos sodio juega un papel importante en la regulación de la
de excreción normal son de 20 a 45 mg/día X no cambian cristalización urinaria de las sales de calcio. El sodio se
con la edad. La excreciÓn es-mayore·n-eT"trañs-cu.rs.o .del encuentra en concentraciones mayores a las esperadas. en el
óía,durañte las comidas. Cambios menores en las con- nucreo-defcaicúlo r-enal yquizá intcrve-ñgancn·erdésarro llo
centraciones de oxalato en la orina tienen un fuerte impacto iniclaTy- en la agregación de los cristales. El alto ingreso
en la sobresaturación de oxalato de calcio. Los principales dietético- de sodio aumenta la excreción urinana de calcio,
precursores del oxalato son las glicinas y el ácido ascórbico; dism~~-~1_g_l,:(ll!ln~~0"_i1~ic!~~iQi~~l~D-ª- 9~_-citrato"
sin embargo, aún se desconoce cómo influye la ingestión de Estos factores reducen .la capacid_ad .!!d!!ariª-__9_~j~~i~ir la
vitamina C en la concentración de oxalato urinario. ag!Q!!lera~ión de cril?t~les _de oxalato de calcio. Se piensa
La .h..!Qeroxªlªturiª q_~jz_á__~~~sarroll~ en.p_acien~s_ con que estos efectos se deben a que el sodio induce un incre-
trastornos intes~inal~s, ~n Rart!~!llªr ~QJLeQfer]l1edaQ__intes­ mento en la bicarbonaturia y una disminución en el bicar-
riilailn.flan1ator~-a, resección de intestino de\ga@_y deri- bonato sérico. Por el contrario, una reducción en el sodio
vac-ió ~-Y~!!s>~U~~T(antes. ~-tiliz-ada--p·~-r;-la o b~Si"Ciad dietético ayuda a reducir la nefrolitiasis reinc_(~~~~e: ---·
niór&osa). Se desarrollan cálculos renales en el 5 al 10% de
los pacientes ~on estostrasiornos:-·Lá diarrea crónica con F. Citrato
heces grasosascausa üi_proceso de saponificación; el calcio El citrato es el factor clave que interviene en el desarrollo
~i~Í~s~_01e a }!1: g[~s~ iP.oreilonopi.ied-e unírse al de cálculos urinarios de calcio. Por lo regular, su deficiencia
xalato. El oxalato libre se absorbe de inmediato. se relaciona con la formación de cálculos en aquellos pa_-
Puede haber exceso de oxai"ato a consecuencia de la cientes-·con diarrea crónica o acidosis tubular renal tipo f
i:1gestión accidental_ o deliberada de etilenglicol (oxidación (defe~to tubula~-dístat) y:·~~p~cié~tes q~·e s~fren t~ata~ien­
:-arcial de oxalato). Esto quizá cause un depósito masivo y tos cr.ónicos con tíacidas. El citrato desempeña una función
ifuso de cristales de oxalato de calcio y en ocasiones de pivote en el ciClo del ácido cítrico en las células renales.
,: onduzca a insuficiencia renal. Los estímulos metabólicos que consumen este producto
284 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

ácido aspártico. Tal vez también el fluoruro sea un inhibidor


de la formación de cálculos urinarios.

Tipos de cálculos

A. Cálculos de calcio
Si ocurren calcificaciones es posible que éstas se acumulen
en el sistema colector, lo que causa nefrolitiasis. Del 80 al
85% de todos los cálculos urinarios son calcáreos~Los
síntOmas soñsecundar'ios a la obstrucción y co"nsi'stcn en:
dolor, infecclon;-náusea, _vo.mho yen rar-as.ocasiones termi-
nan enins-ul'ICl'cnciareñaL En presencia a·c; 1iei11áturia asin-
to~a-o.-deinfecc"íóñ de-vías- urír1ar-Ías rebelde ··al
tratamiento con antibióticos apropiados se debe .sospechar
Figura 16-2. Cálculo renal derecho en astas de venado de cálculos urmarios. Las cacificaciones en el parénquima
radiolúcido que se observa después de inyectar por vía r~conocTct-ascomo nefrocatclñosi.s, raras· veces-causan
transcutánea material de contraste. Este cálculo de ácido síntomas; ;in embargo, por-io regular ..no..son tratables con
úrico se removió de manera efectiva en un solo procedimien- los m-6todos tradicionales para las litiasis urinarias (figura
to transcutáneo. La alcalinización urinaria posoperatoria ha 16-3 ). Con frecuencia la ncfrocalcinosis se relaciona con
sido una profilaxis efectiva. aci_9~sis_!!:!b~_!_arTh)Qáp-ari\ti~'9i~j~_IJl_O . Es frecu-eñ.te que
coex"ís"i'añ"l.)efrolitiasis y nefrocalcinosis; sin embargo, la
mayoría de los pacientes con nefrolitiasis, no tiene una
nefrocalcinosis obvia.
(tales como acidosis metabólica intracelular debida al ayu- La nefrocalcinosis es consecuencia de un gran número
no, hipopotasemia o hipomagncsemia) reducen la excreción de estados patológicos. Es..frecucnte._ejl Jo.~ t_¡)j:lulos colecto-
urinaria de citrato. Los cstrógenos aumentan la excn~ción d~ res estásicos como se ven en e! riñón de médula espof\josa;
citrato y quizá sea ei"-fáctor gue-dis-m·í-nuya.. J.a inciden~ia lo
éste por general es uñ proceso bilatcrai. En general: existe
de cálculos-en l<imujer, en espcCI~idillante el~;;barazo. La un aumento en la absorción de calcio del intestino delgado
alcalosis también incrementa la excreción de citrato. en sarcoidosis, síndrome lácteo-alcalino, hipcrparatiroi-
dlsmo yeñ eCyxceso .delnges.ta .de vitamina D. Un tercer
iñecañlsmo son los procesos patológicos que producen
G. Magnesio
La deficiencia dietética de magnesio se relaciona con un des-tr'iicc"'Jci~"·ea. como soñ·: _fjlperJ>aia~i:f~L<.!!§Bi2:-"Je_sJ.9nes
aumento en la incidencia de litiasis urinaria. El magnesio es osteolíticas _y _mielo~ a _múltip_le. Por úl~im~, ~~~p_ués de
un componente de los cálculos de estruvita. De manera un traumatismo renal se desarrollan calcificaciones dis-
experimental, la falta de magnesio en la dieta se relaciona .troficas que se for.mª·n_ en el.tejid"o ñecr-Ótico."" . -·-
con un aumento en -fa "formación de cálculos urinarios de
oxaláto de calcio \;cristalurÚl de ox-alato 'de ..calcio: A.í:m ño l. Nefrolitiasis hipercalciúrica por absorción: En pro-
se define efmecimisrño exacto por.eTque"efmáinesio ejerce medio, la ingesta normal de calcio es de 900 a
este efecto. Los complementos dietéticos de magnesio no 1000 mg/día. Cerca de una tercera parte se absorh~" e:n d
protegen contra. la formación de cálculos en la gente normal.

H. Sulfato
~L~ ul f~~9..I!~Lf-l:~rio a;xud~preveni r_~~ .. ~~lcu!~~tri nari os.
Este forma sales complejas con el calcio. Estos sulfatos se
presentan primero como componentes de las proteínas uri-
narias de cadena larga, tales como sulfato de condroitina y
sulfato de heparina.

l. Otros inhibidores de cálculos urinarios


Además del citrato, magnesio y sulfatos, existen otros inhi-
bidorcs de la formación de cálculos urinarios. Éstos son
predominantemente proteinas urinarias y otras macromolé-
culas, tales como glucosaminoglucanos, pirofosfatos y uro-
pontína. Aunque el citrato en la orina parece ser el
componente inhibidor más activo, existen evidencias de que
estas sustancias evitan de manera sustancial la formación
de cristales urinarios. Al parecer., la secuencia de aminoáci- Figura 16-3. Pielografía retrógrada que muestra múltiples
dos N-terminal y el contenido acídico de los aminoácidos calcificaciones puntiagudas dentro dei parénquima renal, lo
de esas proteínas inhibidoras, desempeñan una función que establece el diagnóstico de nefrocalcinosis. La pelvicilla
inhibitoria de pivote, en especial por su alto contenido de renal y el infundíbulo están libres de cálculos.
Litiasis urinaria • 285

intestino delgado y de esta porción aproximadamente todos los cá1cu1os urinarios. La disminución del fosfato
150 a 200 mg se excretan de manera obligada por la s~~!~9 _c~mºuce _a un_incre!_TI~~tQ __~__@ síntesis de ~L~5-
orina. En el hueso se almacena una gran cantidad de díhidroxivitamína D. La cascada fisiológica culmina en un
calcio como reserva. La mayor parte del calcio ingerido aumento de la absorción de calcio desde el intestino <klgado
se excreta por las heces. La hiEercalciuria por absor~ión (sobre todo del yeyuno) ~ un-ª_gi§m_j_f1_~_<;i Q!l__d~J'! e_xcreci qn
es __s_~~l!.QQ.!lllª--~ una_f!lp.yor absorcióf! _de ~ª-Lc_i9 en el 9e calcio, por tanto, se clasifica en hipercalciuria de
intestino delgado, sobre todo en el yeyuno. Esto ocasiona absorción. El tratamiento exitoso reemplaza el fosfato
una mayor carga del calcio filtrª-4º-_por lQ_~El2!"ri.qi}JQs . biodisponible~ El ortofosfato (Neutra-Phos). Tnhibe--Ja
El resultado es la supresión de la hormona paratiroidea, síntesis de vitamína.D_Y- se a~J!l~i~t:ra_~e 2?_Q_<l:2QQO !'lg~
lo que conlle\'~_l}_~~EiSn]J!1u_~~_9_!l_Q_~_la_!~~P~_QrciQn tubu- 3 a 4 veces por día. Es mejor que se tome después de Jos
lar de calcio que culmina en hipercalcíuria. Esta cascada alimentos --y· antes de ir a la cama. El ortofosfato no altera
fisiológica es respuesta-de un defecto primario: el incre- la absorción de calcio intestinal.
mento de la absorción de calcio del intestino delgado. 2. Nefrolitiasis hipercalciúrica por reabsorción~~ga
La hipercalciuria por absorción se_s~t>Q.ivide en tres d_e la mitad de los pacientes con híperparatiroidism~
tipos . El tipo l es indep~ndiente de 19-__d_ie~ª- y representa primario o bvi9....E.0J~ ~ j_í_!!j_~~~~-_p_r_:~~~~~~-~O!J:_nefro li tia-
el 15% de todos los cálculos calcáreos. Existe un calcio sis. Este grupo representa menos del 5 al 10% de todos
ünnari-oelevaao"(>15o_a..iboñl-ii24 h), incluso durante lo_uJ~c_Lentes ~.Q~__9álcl!l_9~__ur_i!!__~rio~. Debe sos~~~!i~
la restricción dietética de calcio. El fosfato de celulosa d-~-~i-~~_r_p~~~9L~ismq -~n _P~S:i~Il~.§.-~~-.f.áleulo_t_ de
es una resina de intercambio efectiva -~o absorbibl~:E~ta fosfato de calcio, mujeres con cálculos de calcio reinci-
se _l:l_l)~ de rnarlei:a-efectiva al calcio _en eltf!!~-~~i_I)_QJ lg_que deñtes- y-en-q~ienes-coexistan nefroca!CiñOSIS.ynet'rol"í-
evita la absorción intestinal. El fosfato de celulosa no tiasis. La hipercalcemla e-s clSlgno m.ás consi-stente- del
tíene~tlue~cia s~bre los-- d~fectos del transporte de ~ip~r_Q?!~J:!roidiSJT!O. - -------·--- ----·--
calcio. La excreción de calcio regresa a valores normales La hormona paratiroídea causa una cascada de
con el tratamiento. eventos que inician con un incremento del fósforo uri-
El fosfato de celulosa debe tomarse con los alimen- nario y una disminución del plasmático, después ~ay
tos para su disponibilidad cuando se ingiere el calcio. aumento del calcio sérico y disminución del urinario.
Una dosis ti pica, bien tolerada, es de 1O a 15 g por via Estas acciones en el riñón y el hueso son independientes
oral dividida en tres dosis. Este tratamiento está relativa- entre sí. El daño final del riñón es secundario a la
mente contraindicado en mujeres posmenopáusicas y en bipercalcemia. Ello limita la capacidad de concentración
los niños durante sus ciclos de d-ecimiento activo. Su del riñón y empeora la capacidad renal para acidificar la
utilización inapropiada tal vez conduzca a un balance orina. La remoción quirúrgica del adenoma paratiroideo
negativo de calcio y a un hiperparatiroidismo secunda- es la única forma erediva de tratar.-esta~nferin~<;i~.a~ Los
rio . Como en todos los formadores de cálculos, es nece- intentos de tratamiento médico han sido vanos.
sario un largo seguimiento. El fosfato de celulosa puede 3. Nefrolitiasis hipercalciúrica inducida por los riñones:
ligarse a otros cationes junto con el calcio, incluyendo La hipcrcalciuria de origen renal se debe a un defecto
el magnesio . Es posible que se desarrolle una hiperoxa- intrínseco en la cxcred(rñ--óeCcaiCio-cn el túbuto renal.
laturia secundaria debida a la disminución de calcio en Desde el puntO devista fisloiÓgíco~-é~t~-crea un circulo
el intestino . Para más detalles véase la sección de hipe- vicioso. La excesiva excreción urinaria de calcio causa
roxalaturia. una disminuclóñ--iei<iilvadeT"calC!üse-nco;Ts"tacond-üce
La hidroclorotiacidas son un tratamiento alter- a un a~~~to en la concentración de__hormo¡_:tE-_p_~~ª!ir~:li­
n_ptiv(i pa·r¡ia--h ipeic_a_li;_i~r}_~--ª~~bsorc"1ón tipo 1: gn__~!] dea, qi¡"e~_moviliza al calcio d-el hueso y aume_l}!ªJaii!_QLén
inicio existe una reducción en fa--excrecionrenal de su absorción intestinal. Este paso completa el ciclo pa-
calgQ~Lgªl~_iº-Jl!:l~ se. a~sorbeenJtelliª~J-ª=tªL~~i~~~­ tológ-ic·o· porque las altas concentraciones de calcio libre
d.c posite en el. hueso. Por últin1o, las reservas óseas regresan a los riñones, donde !os túbulos renales Jo
alcanzañ--~~---~á~im; ~acldad-y-el--medícaineñto excretan en grandes cantidades. Estos pacientes tiene~
- piercl"c su efectividad.-Las .hidroclorot~-addas- tíe~·e:'ii-'li'n altas concentraciones basales de cak\()uriñarlo, concen_-
ti~~-¡;~ - d~--efi~~~¡;-limitado; no tienen efecto en los traciones normales de calcio sérico y concentraciones
sistemas defectuosos de transporte intestinal. Puede al- elevadas de honnona paratiroidea.
t~ry-ªrse c~te tipg__Q~ ~i~_ª!Il~_!lt_o_s_~o_I_!_[~g~~()_d_~ ~-eJ~­ La hipercalciuria renal se trata de maQ_er:_ª_ ~0~L~
Io~_y cqi_1§!_i.!_uk l:lfl Jrªtí,\D) ~n ~ -~f~¡:ti vo_. () con hidroclorotíacidas. A diferencia de su papel en la
- L~):üRcrcalciyria de absorción tipo Il es dependien- • hlpercalciuria por absorción del tipo I, en este caso
te de la dieta y es Tá causa más frecuente- del.itiasis tienen un efecto durable a largo plazo. La hidroclorotia-
uri~;j¡;~~tá- implic-ada en -~e!~~ deL_~Q-~~d~ ~s~Óscas~s. cid~is--afectanúiñ.te)'iriivefcler"tl:ibulo proximal como del
No existe tratamiento médico especifico. 1.:ª- ~>s_~_r~cióp distal. Como diurético~ue son, disminuyen el volumen
de calcio regresa a valores normales con la restricción sanguíneo circulante y de manera subsecuente estimulan
del calcio di~tético . Los pacientes deben limitar su la absorción de calcio y de otros elementos en el túbulo
in gesta de calcio de 400 a 600 mg por día. La hipercal- proximal. También incrementan la reabsorción en el
ciuria por absorción del tipo JI no es tan grave como la túbulo distal. Ambos mecanismos corrigen el efecto del
tipo I. · hiperparatiroidismo secundario.
La hípercalciuria por absorción del tipo II1 es se- 4. Nefrolitiasis de calcio hiperuricosúrica: Este tipo de
cu~~ana a-la pérdida renal de fosfato y representa e! 5% d_e nefrolitiasis se debe tanto__?_l!!!i_Q_g~§_()_dietético excesivo
286 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

de purinas como a un incremento en la producción de ~ !:--a nefroliti~~~--d~ ~~!~i:>.Jllperoxalatúri~a ent~!:_ica


áCídour1~9_g_~no. Enambas situaciones-:existe uñ se trata con éxito con complementos de calcio oral. El
aumento en los uratos monosódicos. Los uratos mono- cálclo"se une al' oxalato en ellumen intéStinal y limita su
sódicos absorben inhibidores de cálcülos unnarios y absorción. Debe darse con los alimentos cuando el oxa-
facilitan la formación heterogénea del núCieO: - - lato está presente. Otros cationes orales también son
-~Los pac ientestienen-e1evació-ñé_r1.Taconcentración eficaces, incluyendo los c_<?_I?:P~e.l?_~ll_f~s~-~I§?esio. Un
de ácido úrico urinario (> 600 mg/24 h)-y de
mo-do tratamiento alternativo es limitar en la dieta los ácidos
consistente tiene un pH uriñirio-mayor de. 5.5. El pH grasos de cadena media y los trig\icéridos ; sin embargo,
unñilrlo" axuda a-·arferenciar ei calcwhiperuricosúrico espoco to"feráda por los pacientes. ECintento de alterar
de!_ ~~i<!o úr-ic~ ·111peruricosórlco que f'ormacaTclilos. · la ingesta de oxalato presenta la misma dificultad. A
Pacientes con una ingesta exces1va de ""jmrínas pue- menos que se puedan excluir grandes cantidades de
den tratarse con eficacia mediante un cambio dietético alimentos específicos ricos en oxalato, una dieta alter-
que las disminuya. A~~!~~~9!1 p_rgduccj9~-~pQ9_g_in-a nativa puede causar incremento en las concentraciones
excesiva de ácido úrico, pueden tratarse con éxito con de oxalato .
....:Y _alopurinol. El alopurinol es un inhibido¡-d~-1;~~-idasa La hiperoxalaturia primaria es una rara enfermedad
de la xantina. Inhibe la producción de ácido úrico sin hereditaria. Se asocia con cálculos renales de oxalato de
interferir con el anabolismo de las purínas. El alopurinol calcio, nefrocalcinosis y otros depósitos distantes de
reduce la síntesis y la excreción renal del ácido úrico; oxalato; termina en una insuficiencia renal progresiva
también inhibe la cristalización del complejo ácido úri- que lleva a la muerte. La tipo I se relaciona con una
co-oxalato de calcio. Este medicamento tiene muchos deficiencia enzirnática de la carboligasa del 2-oxogluta-
efectos colaterales potenciales, como rashes cutáneos y raro:glioxilato, la que da lugar a concentraciones eleva-
hepatotoxicidad; se debe administrar bajo vigilañcia cui- das de ácido glicólico y ácido oxálico. La tipo JI tiene
dadosa. L~ do~is ini~~~_l_~s de lOO mg_y_S~J~uede lleg~ una excreción elevada de ácido L-glicérico más que
a 300 mg por día. Un tratamiento alternat1?0 es el citrato concentraciones elevadas de ácido glicólico. Ésta se
de potasio, en especial cuando existe relación con hipo- relaciona con una deficiencia enzimática de la deshidro-
citraturia. genasa del D glicerato. El resultado final es una acumu-
5. Nefrolitiasis de calcio hiperoxalatúrica: Este tipo de lación de hidroxípiruvato, el cual por último se convierte
nefrolitiasis es secundario al incremento de concentra- en oxalato. No hay un tratamiento para esta enfermedad.
ciones urinarias de oxalato(>40mg/24-h).Se encuentra Los depósitos de cristales de oxalato se desarrollan de
con frecuencia -e~ _e-ac-1~~~~?.12.~nferme~~-d_ infla~~-!o­ manera rápida en los riñones trasplantados y por eso los
ria intestinal y otros estados diarreicos crónicos que trasplantes renales se intentan en raras ocasiones.
causan deshldratacfón -grave. -Se reTado na,-
de- manera 6. Nefrolitiasis de calcio hipocitratúrica: El citrato es un
rara, con la ingesta excesiva de oxal~l.to c-omo se ve en importante inhibidor de la litiasis urinaria. El aumento
losenvenen-amietnos con etilenglicol, metoxiflurano o de la demanda metabólica en la mitocondrú.-de las
ácido oxálico o en la deficiencia de piridoxina, en la cblulas_!~~alt?s ªisJ.l:lJDuye~iª_!:X_f!e~i6p de ci-tratÜ. Tales
fenilcetonuria o en la sobreproducción endógena. Se trastornos incluyen: acidosis metabólica intracelular, hi-
desconoce la función del ácido ascórbico. popotasemia (como con tratamiento con tiacidas), ayu-
Los estados de diarrea crónica alteran el metabo- ño:··hlpomagnesemia, andrógenos, gluconeogénesis y
lismo del oxalato. La malabsorción conduce a un aumen- ·u-niclieta de -ceniza ácida.- En la orina, eJ dtmto se
to de la grasa en el lum-én-del intcstmo:-.. er
c~~io consume por-ias bacteiíasdurante una infección de 1as
intralurrlínar se une libremente a la grasa, lo que causa vías urinarias:-E-n alguños casos~ 1a causa de la hipoci-
Ul!..E!OC~~O_ de saponifica~Ón~-Por Jo general Jas concen- tnitUr1a tal vez sea desconocida. En contraste, la$. con-
traciones de calcio urinario son bajas(< 100 mg/24 h). centraciones urinarias de citrato se elevan con la
El calcio intraluminal, que de modo normal estaría unido ~al~~~-:4r~~e 6-énl"zaaical ln-~;-estt-~~e~~i~)i~-~~~na
al oxalato, está disminuido. El oxalato libre se absorbe del crecimiento, hormona paratiroidea y vitamina D.
con facilirl:~~~ un -~ec~~-i~-~? ~~~9i.(_u~!ón_que no se -Ei citratO-actúa' efl soiuclüri~de-ah{qüésu interra-
af~cta_ _Ror lo~jp.J1Jbi~ores metabólicos usuales de las lación con el calcio disminuye la concentrac-ión de iones
bombas dependientes de energía. Las sales biliares quizá de calcio y así el producto de la actividad disminuye la
aumenten la absorción intestinal pasiva de oxalato. Un energía para la cristalización. El citrato disminuye
pequeño incremento en la absorción de oxalato y su la aglomeración, la formación espontánea del núcleo y
subsecuente excreción urinaria aumenta, de manera el crecimiento de cristales de oxalato de calcio. El citrato
drástica, la formación de productos de oxalato de calcio. también disminuye los cálculos de oxalato de calcio por
Esto hace mayor el potencial de formación heterogénea disminución de los uratos monosódicos que pueden
del núcleo y el crecimiento de cristales en este ambiente absorber inhibidores y facilitar la formación heterogénea
metaestable. N9_ ~-~gs l~__e~cj-~!~S-~~~-aum~nto ~-~-0 del núcleo.
excreción urinaria de oxalato forman cálculos de oxalato La nefrolitiasis de calcio hipocitratúrica se relaclO-
de calcio: Se reqíilere_fa.coritribución de otros faétores- na con frecuencia con acidosis tubular renal tipo l (tú-
el!!~~Jgs -~-<;:-_s_~-~~l_uy~J)~ d~~hJ~~~-!a~fti~, h_ifi:~~j.!!:_~h_uria bulo distal) (figura 16-4), tratamiento con tiacidas
(en relación con una acidosis), disminución de la exére- (acompañado de pérdida de potasio) y diarrea crónica;
ción de ínhiQjd~res urinarios como-"ef magnesio y la' también se encuentra en la rara formación de cálculos de
malabsorción de proteínas. calcio idiopática. El tratamiento mediante el ~uminigro
Figura 16-4. Radiografía abdominal exploratoria que mues-
tra múltiples cálculos renales bilaterales en un paciente con
acidosis tubular tipo l.

de citrato de potasio tiene éxito. La dosis de rutina es de Figura 16-5. Radiografía abdominal exploratoria que mues-
2oa3<fiTleQtre5vecesaf"Jfa·Y.~J?.9!Jü-~~gl!l~L
. ~~Jo... - 1era tra cálculos en astas de venado de estruvita, grandes y
bilaterales. El paciente se trató muchos años con numerosos
b1en.
antibióticos por causa de infecciones reincidentes de las vías
urinarias. Sólo después de esta radiografía fue que se iden~
tificaron y se removieron los cálculos y, por tanto, se resolvió
B. Cálculos que no son de calcio
l. Estruvita: lA§ cá!_culos d.e estru~~ se componen de
la infección.
n_1agnesio, amonio y fosfato (MAP). Son más frecuentes
e.!:l muL~~ yrelncidende inanera rá ida. Por-lo-regular~
en
se _QI~entan <?_~mq__~álc_g}~~_E~_!l~_les astas de venado y precaución, el tratamiento no está probado por la US
e!!.. raras o~a....§.!QD~s se presentan como cáTcuTos"Ureteraies, Food and Drug Administration (FDA) para la irrigación
e~~c_pto despu~.~-~~--~~ervenci_~~~_g~Í~~!.~s(f\gura de vías altas. La rápida toxicidad del magnesio puede
1?-5). Los cálculos de estruvita _son cálculos por infec- causar la muerte a pesar de efectuar la irrigación ~-baja
c1ones ..9.~~~-~-~el ~cl~-12~n co~ ~r$ani sm~~-q1:1.~-<:l~sdo bJ.an presión (< 20 cm de presión de agua), de cultivos
ra ~rea <?_C>!'P-....2_ Proteus, Pseudomonas, Providencia, urinarios diarios negativos y de no haber evidencia de
Klebsiella, Staphylococci y Mycoplasma. La alta con- extravasación de vías urinarias altas. El ácido acetohí-
centración de amonio derivada de losorganismos que droxámico (AHA) inhibe la acción de la ureasa bacteria-
desdoblan la urea causa un pH urinario alcalino. El pH na, por ello reduce el pH urinario y disminuye la
urinario de un paciente con un cálculo de MAP oscila
posibilidad de precipitación. Muchos pacientes pasan
entre 6.8 a 8.3 y en raras ocasiones es menor de 7.0 (el
momentos difíciles para tolerar este medicamento.
pH urinario normal es de 5.85). Los cristales de MAP
2. Ácido úrico: Los cálculos de ácido úrico comprenden
S_9)!ment_e_§_Pr.~e:ip_it~ ~~n estej~~~!JE...alt~. Los
mel.:l.QS __qel_5~ de t~dos l9s_ cálc_l}l_o~-~~ipanosy, por lo
cnstales de MAP son solubles en un pH urinario normal
regular, se encuentran en hombres. Existe alta frecuenda
de 5 a 7. Los cultivos vesicales prcoperatorios no reflejan
por fuerza la composición bacteriológica del cálculo. ctCTI!_Iasi_s .9e ~-~do !iico_:·~~ya~ientei~~- ~gota.o enfef-
medad~_s_.~ieloproliferativas ..Y....en _.aquellos ..~on. trata-
Los cue!E9~~!!:~~~~_y ias vejigas neurogénicas quizá
miento para trastornos mali~os mediante medicamentos
pred~E9n_g?~ _al pacie!l~e~~aili}fecciónes-Lirlnárias· ;,·a
la formación subsecuente de cálculos de estruvíta. La cito!_Ó)$jC~S. Siñ-embargo:Íamayoría de los'j)ael"entéS'con
díüresis masiva- no evíta·Ta -fo"irñación de cálculos de c~Jc~_l~s _?e:..-~id'?..-úrico -ño tlene hiperuricemia. Las
estruvita. La valoración u!t~a:sonogr:á(i~a_9e..ríf\ón-u.ré- concentraciones altas de ácido úrico con frecuencia se
t~-v_~j_iga está jndicada.en las mujeres con infecciones
deben a deshidratación e ingreso alto de purinas. J:LI! p_ll
reinc~ente~2-~-p~sar d~ haber rec_ibido,_ en apariencia, el urinario bajopermanentemente representa un riesgo ma-
_ a~!jbióti~C? adccua~o. Es impos1ble esterilizar talés yor.Cuando .. _elpH-urínanose efevam~aTiá de la
. cálculos con antibióticos. 'Ei tratamiento es-¡ a. reñ1ocTón constante de disociación pKa de 5.75, el ácido úrico se
~i[C~ic~fo.- - . . - disocia y el ion urato se hace relativamente soluble. El
§l_ma~~l9 a largo plazo se optimiza con la remoción tratamiento se centra en mantener un volumen urinario
de todo c'::erpo extraño, loqüe inclu-ye cualquíú'típo de úriJEL!:.i.~_![I~_Qr_6.0~
~ayor ª-e ~Q.s_'fi.tros_p_9r día·y u~_p_B _
catéter. Un asa ileaCcorta ayuda a disminuir el riesgo ...p. Menos purinas en la_di_e~!..9 la adm~~istra~i-~n de alop_u-
de cálculos en _aquellos pací entes con derivación supra- rj_!lol,_ tam~i~~udan a red~cir la excreción de ácido
vesical. Se deben remover todos los fragmentos de úrico. La alcalinización puede disolver el Ci!CüTó'; esto
cálculos, ya sea con ayuda de irrigación o sin ella. La de~~~4e del área~~ !_~j~~r'rícic del cálculo. ~_2s_frag-:.
irrigación de hemiacidrina (Renacidin) debe usarse con _f!l~!~~~~l_9.~~~-l!.!.~.de_spué~ de la ~itotripsia tienen un
drá~_0co aumento e? su á~~-~__s_~:~~ rfici '!!._y se dt~olverán
más rápidamente. La disolución acaba con cerca de un
cenÚmetro·-d·e· Ia_p.ledra-
(corno-se~e ..eri··~na rad iqg~afía)
pormes,-depend"íeñdo de la· alcaliñ~-~~c-ión.
3. Cistln-a:·L1Iitiasis por. cist1na-e·s secundaria a un error
innato del metabolismo gue causa absorción intestinal
ano-rmafYa\JsorcT6n-en-el -tóbuk;renar de ain inoácido.s
dibisícos~~omo c1stma, ornitina, lisina y arg{nimi. La
litiasis por cistina es la única manifestadón clínica de
este defecto. La cistinuria clás1ca se he~eda de modo
autosómico recesivo. La expresión homocigota tiene
prevalencia de 1:20 000, mientras que la heterocigota es
de 1:2000. Ésta representa del 1 al 2% de todos los
cálculos urinarios, con una incid~ncia máxima en la
segunda o tercera décadas de la vi~a. Los homocigotos
cistinúricos excretan más de 500 mg/día, lo que causa
una constante sobresaturación. Por lo regular, los pacien-
tes heterocigotos excretan entre 100 y 300 mg/día. Los
pacientes no afectados suelen excretar menos de
100 mg/día. Aproximadamente 400 m giL de cistina per-
manecen en solución con un pH urinario de 7.0. Cuando
el pH urinario se eleva más allá de 7.0, la cantidad de
~jg_i~a solu9le aumenta. de modo expqnenc1aC ____
La solubilidad de la cistina es dependiente del pH,
con un pK de aproximadamente 8.1. No hay diferencia
si se comparan las curvas de solubilidad en pacientes
normales contra los cistinúricos. No se conoce ningún
inhibidor de cálculos de cistina y su formación depende
por completo en la excreción excesiva de cistma. Con
frecuencia, los cálculos de cistína se relacionan con cálcu-
los de calcio y las anomalías metabólicas asociadas. Figura 16- 6. Radiografía abdominal exploratoria en donde
Quizá presenten cálculos solos, múltiples y en astas de se observa un cálculo derecho de cistina. Nótese la aparien-
venado. Se~ospecha el dia_gnóstico en pacientes con cia de vídrio esmerilado con bordes lisos.
antecedentes familiares de cálculos urinarios y la
a~i enei~- r9-d i og r_~fic~eJe U!l_~~l_~.L!IQ_c!~.QQ.ac!d~ d6b~ 1, dosificar con respecto a Jos valores cuantitativos urina-
de~pt,!!_ida, con bordes lío?_<? S (figura 16-6 ). En ocasiones,
rios de cistína. Muc_~~~_pacÍ~!l~.~-s toleran mal a la peni-
el examen general de orina revela cristales hexagonales.
cilamina, como efectos secundarios se han rep.oriado
El análisis de los cálculos confirma el diagnóstico.
rashcs cutánem;-(máculas -discretas o confluentes con
---·-o~urueba de o'rTna-cuafífa1lva-connitfoprusiato
prurito ocasional), pérdida del gusto, náusea, vómito y
de c}_~12_1.!~9~?_9i~~.la._c~!f1bi~-~~9Lo.!J?.~Pl,lr~ c~ando el
resultado es positivo. En este caso, una valorac16li-cl:lan- anorexia. Estos efectos se inhiben con piridoxina que se
da como com p 1e m en to·--dura'ñ te._cf.tratam fen to
titat+vadela-C1s tina urinaria ayuda a confirmar el diag-
nóstico y a diferenciar un estado heterocigoto de uno csorng/'cli'a).-Cá mercáptopropion1lglicina (Thiola) for-
homocigoto. Lo cual también es importante para esta- ma un complejo soluble con la cistina y reduce la forma-
blecer el tratamiento médico. ción de cálculos. Los efectos colaterales y la necesidad
__§]J:!::atamicnjE__médico incluye mayor ingestión de de tomar el medicamento con frecuencia, disminuyen el
--7'- líquidos (más de 3 L/día) y alcalinización urinaria:-Ios porcentaje de aceptación por los pacientes. Los efectos
sú. liriñarío-con
pacieñtes- ct-é6.en v1g1Eir pH papel·i~·dica­ a largo plazo se desconocen.
El tratamiento quirúrgico es si mi lar al de otros tipos
dor de nitracina y mantener el pH arriba de 7.5. Es casi
imposible mantener Jos valores arriba de 8.0. Una dieta de cálculos, excepto que muchos cálculos no responden
baja en metionina (precursor de la cistina) tiene un a la litotripsia extracorpórea de onda de choque. Se han
impacto limitado, esto porque la mayor parte de lacistina descrito dos tipos de cálculos de cistina, los rugosos y
es endógena y casi toda la metionina se ingiere incorpo- los lisos; tal vez existan subtipos: aquellos que son
rada con las proteinas. Una dieta baja en sodio tal vez tratados de manera efectiva con litotripsia y aquellos que
reduzca la reincidencia, como se ha visto en otros cálcu- requieren tratamiento más invasivo. A pesar del trata-
los. El entusiasmo por la eficacia del tratamiento con miento médico óg!_imo, la alta tasa de reinc ~~n~i~ de los
g\utamina, ácido ascórbico y captopril ha sido vano y la cálculos decepcionan tanto a médicos como a pacientes.
mayoría de los autores cree que estos productos no son Lo más i1np-ortante e.sencontrar técniCas que sean muy
efectivos. La penicilamina reduce las concentraciones de poco invasivas y un tratamiento médico óptimo.
cistina urinaria; se éombina con los aminoácidos, ha- 4. Xantina: Los cálculos de xantina son secundarios a
ciéndose n1ucho más soluble. El tratamiento se debe deficiencias congénit~~- de la oxidas·a- de-la- xantina.
Litiasis urinaria • 289

Normalmente esta enzima cataliza la oxidación de la quizá lo encuentre parecido al dolor que produce un
hipoxantina a xantina y de la xantina en ácido úrico. Es ureteropielograma retrógrado bajo anestesia local, con pre-
interesante saber que _el aloR_~r_ipol, usado en el trata- sión excesiva a causa de la sobredistensión del sistema
miento de la nefrolitiasis de calcio hiperuricosúrica y en colector. Este dolor se debe al aumento de la presión intra-
la litiasis de ácido úrico, p_r:9~uce xantinuri'0a1:!.Qg~'2:~ luminal y a la consecuente elongación de las terminaciones
Disminuye las concentraciones sanguíneas y urinanas nervtosas.
de ácido úrico, eleva las de hipoxantina y de xantina; sin El có_lico renal no siempre va Y.~ie_~-~-~-P.I.~~~nta ~
embar_gp_, no ~~-r-~p_qr_tª!!.9~_Q_s de fQ.ID..Flfión d~-~4jg_ulos ondas como el intestinal o el bili~T_, a~ngl!_e e_s r~! <g~amente
de xantina a consecuencia del tratamiento con alupuri- constante. El cólico renal implicaun origen intralJ.!min_<~l La
noCEs po"c"o-probable que él alopurTnofTnhÍba por com- compreS'iKnexiriTI-seca-aiuda dei"uréter produce síntomas
pleto a la oxidasa de la xantina. Cerca del 25% de similares. Los pacientes con cálculos renales sufren dolor
pacientes con deficiencia de la oxidasa de la xantina en primer término por la obstrucción urinaria.
desarrolla cálculos urinarios. Los cálculos son radiol~­ Los mecanismos locales como inflamación, edema,
cidos y de color amarillo marrón. El tratamiento se dirige hiperperistalsis e irritación de la mucosa contribuyen a que
a fiiss·~furria.S-ya-raev] de~g_a__Q_e_.9Q§~t_!-~gjóñ~ -n:~·ná((a el paciente con cálculos renales perciba el dolor. El edema
profilaxia requiere ingestión de grandes cantidades de conduce a una distensión de las terminaciones nerviosas
Ilqillaosyde-arcalinización urTnaO'a.~ ~~~i~-~-J:!rrefi los libres con la percepción resultante del cólico renal. En el
cálculos, es apro-pTad.oiníciar un tratamiento_¡¿_q_n alopl!- sistema colector, el dolor local es difícil de diferenciar del
rínol y una dieta_~on restriccj_Qn___sl..f_J2\LJÍD_ªs. cólico renal causado por la obstrucción de vías urinarias;
5. MaierEiles poco-frecuentes.~· Los cálculos de sílice son éstos pueden percibirse como uno por el sistema nervioso
muy raros y por lo regular se relacionan con el us~~r central debido a las vías ascendentes comunes. Sin embargo,
largos ___g_erio<!_~s de an!!ácidos_9_!.!e contier~~n sílice, tales en una porción más inferior del uréter el dolor local se
como los-productos que contienen silicato de magnesio refiere a la distribución del nervio ilioinguinal y a las ramas
y aluminometasi\icato de magnesio. El tratamiento qui- genitales del nervio genitofemoral, mientras que el dolor por
rúrgico es similar al de otros cálculos. obstrucción se percibe en las mismas áreas que se refieren
Los cálculos de triamtereno son radiolúcidos y cada en los cálculos del sistema colector (flanco y ángulo costo-
vez-se identifican con más frecuencm~-se-refac.ionan- con vertebral), por ello permiten su discrimmación.
medicameñ-to-santihipertens-ivosq-ue contienen triamte- La basta mayoría de los cálculos urinarios se presenta
reno como la Diazida. La supresión del medicamento con un inicio de dolor debido a la obstrucción aguda y a la
elimina la reincidencia de los cálculos. Otros medica- distensión de las vías urinarias altas~~vedad y locali-
mentos que pueden convertirse en constituyentes de z_~.Q.n del_c!_q~2!:___~a_rü~- _9.~_Raciente en _p_a_ci_entc d~~id()_ al
cálculos incluyen a la glefanina y la antrafenina. ta!_Oaño J Q_~_l_i zªc~~l__lLg~a<!g !!e_pl_?struc~ión, agudeza_ de 1_~
En raras ocasiones, con la esperanza de obtener
ob~tr.l!f_º-i.º-.ILY v-ªIiª_Qj_o!les aQat{Hp~~as _igqiv_id_u_ª_les (por
medicamentos para el dolor, llegan pacientes al servicio ejemplo, pclvicilla intrarrenal contra pelvicilla extrarrenal).
de urgencias a deshoras fingiendo signos y síntomas de El número de cálculos no está en relación con la gravedad
cálculos pasando por vías urinarias. Quizás agreguen de los síntomas. Con frecuencia, los cálculos uretcrales
que su orina tenía sangre y relaten una historia creíble pequeños se presenta-n-·con--cto-ior-intenso, mientras gueTos
de alergia grave a medios de contraste intravenosos. A grm1'des-cálcuf0s quiz~-s-c-J)rescnten éün. ctoíores-apagactos
veces incluso presentan un falso cálculo urinario con o incóñ1odléiad en el flanco. -- - - -- - -- -- -.-----
manchas de pintura u otras curiosidades obvias. Tales ----Po-r~lo rcguTaf,-e'i Cioioi- es de inicio abrupto e intenso y
pacientes sufren del síndrome de Munchausen, y e!
d~spj~r_t_~_al paciell!_e. I:~gU!Ye~á(fdeTciolor se a~~f~a p_Qr
diagnóstico es difícil de hacer por exclusión.
la naturaleza inex2licable de su inicio. Con frecuencia, los
paci~nte~.~-~B:!!i.<?~~idenl_áile..@~gri_stant~ y_!:>t!-ss;an posicio-
Presentación de signos y síntomas nes inusuales en un intento de aliviar el dolor. Estos movi-
mientos-contrastan con -la falta-de mov-Ím-Íento de algunos
Por lo general, los cálculos de vías uril"l-ª~ias __&~~_c¿a!-l~an pacientes con signos peritoneales; tales pacientes se recues-
dolor de maner_á__ eventual. Las características del dolor tan en una sola posición.
dependen de su localización. Por Jo regular, Jos cálculos lo Los síntomas del cólico renal agudo dependen de la
suficiente pequeños como para bajar por el uréter tienen localización del objeto causal o de la compresión extrínseca;
dificultad para pasar por la unión ureteropélvica, sobre los varias regiones pueden estar comprometidas; cáliz renal,
vasos ilíacos o entrar a la vejiga por la unión uretcrovesical pelvicilla renal, uréter superior, medio y distaL La excepción
(figura 16-7). es una progresión ordenada de los síntomas que concuerde
con el movimiento del cálculo hacia las vías inferiores.
A. Dolor
En los riñones __s_~~j_g.!!l..-ª!!..Qgs tipos de dolor, el cólico y el l. Cáliz renal: En los cálices o divertículos caliceales, los
no cofico. Por lo general, el cólico se debe a los estiramientos cálg_l!}Q_s_y ..9ir<.?_S_ ~~0-¡~·s_~l__l__ ~a2~~~-~~-~jusar o~struc­
del srstema colector o del uréter, mientras que el no cólico ció_l_.!:_y~ólico_!:_~!:_~f!_general, los cálculos no obstruc--
se debe a la distensión de la cápsula renal. Estos síntomas tivos causan dolor sólo de manera periódica debido a una
pueden sobreponerse y la diferenciación clínica es muy o~tru~~iÓ ~· in tern1i tente,-_ELd~lor -esj;fci_f!iu_d_o_y=a_p~-¡­
difícil o imposible. La obstrucción urinaria es el principal do-éñ-ffanco o-esp-a:tda,Yaría de intensidad de severo a
me~!~!f!Q_p_Q_r e! cuafaparege el cólico ren_al. El paciente ir1oderado·.--ECdo)or se exacerba después de consumir
290 • Urología general de Smith (Capitulo 16)

Cálculo

Dolor en )J ~
testiculo ~j

Figura 16-7. Irradiación del dolor con varios tipos de cálculos


ureterales. Arriba izquierda: Cálculo ureteropélvico. Dolor
intenso en el ángulo costovertebral por distensión de !a
cápsula y la pelvicilla; dolor renal y ureteral agudo por hiper-
peristaltismo de los músculos lisos de los cálices, la pelvici!la
y uréter, con dolor que se irradia a lo largo del curso del uréter
(y hacia testículos, ya que la inervación de riñones y testícu-
los es la misma) Los testículos están hipersensibles. Arriba
derecha: Cálculos medioureterales. El mismo que arriba,
salvo que con más dolor en el cuadrante abdominal inferior.
Izquierda: Cálculos ureterales inferiores. Igual que semen-
ciona arriba, con dolor que se irradia hacia la vejiga, vulva o
hac1a escroto escroto. La pared escrotal está hiperestésica. La sensibilidad
o vulva testicular está ausente . Cuando el cálculo se aproxima a la
vejiga, se presenta urgencia y polaquiuria, con orina que-
mante, como resultado de la inflamación de la pared vesical
alrededor del orificio ureteral.
vesical
Litiasis urinaria • 291

grandes cantidade~-c!~.J!q!Ú9PL.Ial vez, un pielograma quizá cause menos dolor, en especial si obstruye de
intravenoso no evidencie la obstrucción, a pesar de manera p:1rci"al. Un calculo estac10nario que causa -una
que el paciente se queje de síntomas intermitentes. Aún oostrucc-Íon-de a1to grado pero constante , permite refle-
no está claro que tanto de estos dolores se relacionan jos autorregulatorios y contrarreflujos piclovenosos y
con la irritación de la mucosa local y con la activación pielolinfátícos para descomprimir las vías altas, con la
de quimiorreceptores que responden al edema y la consecuente disminución gradual de la presión intralu-
exudación. Además de la obstrucción, la presencia de minal, lo que alivia el dolor. Por lo general, el dolor que
infección o inflamación en el cáliz o divertículo (como se relaciona con cálculos ureterales se proyecta al der-
leche de calcio) contribuye en la percepción del dolor. matoma correspondiente y a las regiones de inervación
En ocasiones, los cálculos caliceales causan perforacio- de la raíz nerviosa espinal. El dolor del cálculo de la parte
n_c_?_~~ontáne~!i- con--forrn-aclón--de-urinoma,fiStu-¡a-o al.!?-~_uréter se irradia a la región lumbar y ai __~~E.~.s?·
abscesos~ - · ~os ~al~J:!!Q~ ~~1 ur~!e!_I:l_l_~dio tiende!! a ca_~~~r -~-l~~~
Co_i]__f~~~~).__!Q ~-- ~º-l~u~os__ calíceales son pe- se irradia de modo caudal y anterior hacia el abdomen
queños y parecen s_e~-~ªpaces de pasar espon-táneamente. medio y bajo en una curva:· como si fuera una banda. En
La retención a largo plazo contra el flujo urinario y un in1C-ío esta banda esparaTe1aaYmargcu-costal inferior,
contra las fuerzas de la gravedad y pers.istalsis anteró- aun-Ciue-se ~~~~Ta- d~- mane1·a ~aud"al ha-cia .E~~i~i-~--~-s~a
grada su-gieren un gradosígnificativo de obstrucción. Un y elli_g_!!_'ll~_!!_t~_:._¡_!g_!lin_al. Si aparece del lado derecho, el
tratamiento aTargopJazo efectivo requiere1ae-Xtracción dolor asemeja apendicitis aguda.; si es del lado izquierdo,
del cálculo y la eliminación del componente obstructívo. diverticulitis aguda, en especial si ocurren al mismo
Después de la LEOC, se reporta alivio del dolor en tiempo síntomas gastrointestinales.
la mayoría de los pacieñtescon cá1C\ilos-caliceales pe- 4. Uréter distal: Con frecuencia, los cálculos en el uréter
queños sintomfticóS: De Tá"I manera, si un paciente tiene Y,fcrior pr~ducen d_ol~rque se irradia a ingle o testícul~,
continuas maniféstacioncs de dolor por un pequeño en hombres; o a labios mayores, en mujeres. Por lo
cálculo ca!iceal, el tratamiento con litotripsia se justifica regular, éstos refieren dolor ge-nerado en ias ramas ilioin-
para ambas situaciones, diagnóstico y tratamiento. Téc- guinalcs o genitales de los nervios genitofemorales. El
nicas transcutáneas, retrógradas y laparoscópicas han diagnóstico quizá se confunda con torsión testicularo
tenido éxito en el manejo de cálculos en el cáliz o en epidídi"mitrs. ~Los calcü1os-eri -ef uréter irttra-n1üraf im1tan
divertículos caliceales. ciSJtitís, urctntÍs o prostatltÍs -porque ca-u-sa-tiolor --su-.:_
2. Pelvicilla renal: Po[~~r~_ylar:, !os cálculos en la pelvi- pnip-úDic.oyeñ!~-punta del p~~_c, ~olag_t:~i~ri~ X urge_n:-
ci!I~_E~n~!_m~yores d~ un_ centímetro de diámetro causan cia, disuria, espasmos durante la micción o hematuria
~o-lores in~~~Q~_en el á'2._gulo costovci·!~fJ_ra~~J~~~_l~ú_!.o 1."!2~~~~~-~JE.a.-Los síntomas intestin-ales son raros. Eñ
~~~-~~~ulo~-s~c_!'_~e~pi.nales y por deb<!i.o de la <:!~.9_<:1_~­ m':Jj.eJ_~~~l.E.!~!!.§_stico ~~on_fu!]_9~-~9n dolor premeñs-
c~tilla. ~o~!Jle que este dolor varíe de apagado trual, enfermedad inflamatoria pélvica y rotura o torsión
a agudo intolerable y, en general, es constante, taladran te de qu1stcs ovancos. El estrecham"í"ento.(feTuréter-cH~ital
y difícil de ignorar. Con frecuencia se irradia~! fla~~'?,..Y por rádíaciOñ:--1cs-iones quirúrgicas o precedimientos
también ha_~l_~_~_pa~t~ anterior en el cuadrante abdomj- endoscópicos previos presentan síntomas similares. Este
nal ip~o.late.I_?_l ~!-IP.~rior. Si se presenta en el lado derecho, patrón doloroso quizá se deba a la inervación similar del
-espÓsible confundirlo con cólico biliar o colecistitis; si uréter intramural y de la vejiga.
lo hace en el lado izquierdo con gastritis, pancreatit1s
aguda o úlcera péptica., en especial si el paciente presenta B. Hematuria
anorexia, náuseas o vómito. La obstrucción adquirida o Un examen general de orina completo confirma el diagnós-
congénita de la unión ureteropélvica quizá presenta un tico de cálculos unnarios por la valoración de hematuria,
grupo similar de síntomas. Con frecuencia, los síntomas cristaluria y pH. Con frecuencia, los pacientes admiten la
se E~_s~n_!a_n -~~ m~Q_e~a inien!litcnt~ despu~s ~e_ una hematuria franca intermitente -ouni"
orfñ"á""tenlda-COfOfté
~?~ra_<::hera_ o d~ ~~Q.~_cons~mi9~g~~':Jdes ~-~~t_id~~~s sfe (sañgre--viéJaY:-L.a ·m-ay·alii<f e. iospaclcñ
tes tendrá, e uando
líquidos. C~l~_!ÜQ§_ ~-1) ?-.§_tas de venado parciales o com- n1enoi,"uiía· mícróhemátÜ-ría. Eri- ralis.ocasiones una obs~
pl_etos __gue s>!~l)_e.!!.._l~_ elvi~~ll_i~ena!_~~-son-ñecesán-a­ trucci(i~aJ"compléta se-presenta sin ninguna evidencia
rnente obstructivos . En ausencia de obstrucción, es de sangre en orina.
sorprendente que est_f?.~_~pacient_~~- por lo regular tienen
pocos síntomas como dolor en flánco o espaida-Por.lo C. Infección
general-;-E1s infccclo-nes-re{nddentes d~e vías urinarias Lo_s_ cálculos de fosfatode amonio y magnesio (estruvita)
terminan en una evaluación radiográfica con el descu- son sinónimo de.c?iicl'ílos-con-·infcccioñ.
Cón frecuencia,
brimiento de cálc,ulos en astas de venado. Sin embargo, éstos se relacionan con mfecciones por Proteus, Pseudomo-
si no se tratan estos cálculos "silenciosos" con frecuen- nas, Providencia, Kleosielía y Stápílj[ococcus; es raro que
cia conducen a una morbilidad significativa. scrclacioñeñ.con Escherichia cok Loscálculos de fosfato
3. Uréter alto y medio: Con frecuencia, cálculos y otros de ca! cío son la segunda variedad de..é11ci1Tos que se asocian
Objetos en las pQrCÍOnes ~lta y-·¡;ledia- del uréter caus.itt1 con--ínfecclÓ-nes~ En raras ocasiones, los cálculos de ma-
dólo~__e_s_-ªggg~<;_g_y .~§P?J_d~ _(ángulo costovertcbral) o triz con componentes cristalinos mínimos se asocian con
fi.:1.nco. El dolor quizá sea ~ás Tntensoe-"J;;t~rmrtentc si infecciones de vías urinarias. Sin embargo, todos los cálcu-
~c¿~i_~_y_lQ_prog_r_esa..ha~I~ ab_aj_Q_y ·causa una -obSti·~cdón los pueden presentarse asocia"dos"cc)ñ-infeccíclnes secu-ñci"a-
~~l!Crf!li!~ry.!~· !)n cálculo que Se-·afoja---ell Un- SOio"-sitio rias- a- ob-struccCói1Y a estasis proximaL Antibióticos
292 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

dirigidos por cultivos deben administrarse antes de una D. Fiebre asociada


intervención electiva. Los cálculos urinarios que se asocian con fiebre representan
La infección suele contribuir con el dolor. Las bacterias una----::~~~~-~-~~dica ~(i~tlv[~ssi~os:c_li~i~_o._~de ~~psis
uropatogénicas a1teran el peristaltismo ureteral por la pro- son variables e incluyen fiebre, taquicardia, hipotensión y
ducción de exotoxinas y endotoxinas. La inflamación local vasodilatacf{)ncuián_éi_Con--lá obstrucción aguda de vías
por la infección conduce a la activación de los quimiorre- unria'ffas-
aJtls, q~zá cx}~~E!_<~:Y{)_r S~!l~~-~i9_~9_!;1_~1 ~ngulo
ceptores y a la percepción del dolor referido local corres- costovertebral; sin embargo, puede no estar presente en caso
(i"c-una-obstruccíón de largo plazo. En tales casos, se palpa
pondiente a su patrón.
una masa que resulta de un riñón hidronefrótico denso. La
l. Pionefrosis: Los cálculos obstructivos quizá terminen fiebre asociada con una obstrucción de vías urinarias re-
en el desarrollode-pi~~effoSis. A difereñCia-de la ptel0- guier~~g~~~esfu-s~(!escompnma iápído.- Esto se _fogra con
un catéter retrógrado caobfe_J_o ü.iia variedad exteriorizada
ñefritis, la pionefrosis implica pus denso en un sistema
que sirva como acceso para recolectar orini,-lnyectaimate-
colector obstruido. La pionefrosls es una forma extrema
rTarde contraste, -o ambas cosas rs!Ta-mani puiacíó-n retró-
de hidronefrosis infectada. La presentación es variable y grada no tiene-éxito,-se 'rellulere fa.-1nserción de un catéter
puede ir desde una bacteritina-·a~úñtüiñatica- a tina liro- para nefros-tomia transcutánca. -- -------
scpsi~_ori~~~os cultlvosde.ve]iga-pueaenser-ne-gati-
vos. En muchas oc~~ignes,j_o~-~~~di__o_~_r~u~iográficos no E. Náusea y vómito
son diagnósticos. Es posible que la ultrasonografía renal Con frecuencia la obstrucción de vías urinarias altas se
resulte. des-orientador-a- d~bid~--;-¡;:· inespcrÚ;icidad y a ia _asocia3_QQ_!_1-ª!15ea y_~mi!o._ ~~-E~q~í~I-~:r:! líg~ioos -intrav-e-
aparÍcncia variabi-;;:-de la pionefrosís. La aspiración de nosos para restaurar un estado euvolémico. Los líquidos
orina del riñón es el único medio que hace definitivo el intraveñosos··-no-deb-en usarse para forzai la diuresis en un
diagnóstico. Si este trastorno se nota en el momento de intento por empujar el cálculo ureteral hacia el uréter infe-
1
1 la nefroTíiotomía transcutánea, el procedimiento· debe· rior. La peristalsis ureteral efectiva requiere de la coaptación
pospo~erse-p~r~ J!efmiÜr 'üñ dienaj~ -tr~sc~iáneo ade- de las paredes ureterales y es más efectiva en un estado
C!:iado y_ el tratamiento cm~ los a'!~l>_Lq!!c_<:>~)!}!i_~~~9sos euvolémico.
apropiados (figura 16-8). Si no se reconoce y se trata,
la pionefrosis tal vez desarrolle una fístula renocutánea. Situaciones especiales
2. Pielonefritis xantogranulomatosa: La pielonefritis
xantogranulomatosa se asocia con la obstrucción e in- A. Trasplante renal
fección de las vías urinarills-altas·:-una-iercera-parte de Los cálculos urinarios que se relacionan con trasplantes son
los pacientes-se.prcsenta con cálculos; dos terceras par- raros. Los nervios perirrenales se dañan en el momento de
tes con dolor en el tl~m-co~-fiebre y escalofríos; el 50% la extracción del riñón. Por ello, el cólico renal clásico es
se presenta"c'"on baCteriuriaper-S-is-tente.' Por lo regular, el raro en estos pacientes. Es habitual que se admita a estos
exalliengeneraCCfeonna muestra numerosos eritrocitos pacientes con el diagnóstico presuntivo de rechazo al injer-
y leucocitos. Este trastorno simula con frecuencia a otros to. Sólo después de radiografías apropiadas y valoración
estados patológicos renales y por lo regular se presenta ultrasonográfica se efectúa el diagnóstico correcto (figura
de manera unilateral. Los procedimientos quirúrgicos 16-9).
abiertos, como una nefrectomía simple, cuando existe
una función renal mínima o ausente, representa todo un B. Embarazo
El cólico renal es la causa más frecuente, no obstétrica, de
desafío debido a la reacción tisular marcada y extensa.
doi()r-abdominafdurante el embaraw {figura 16-Tó): A
pesar de la marcada h1percalcmna que se relaciona con el
embarazo, los cálculos son relativamente raros con una
incidencia aproximada de 1:1500 embarazos. Las mujeres
con litiasis urinaria conocida no tienen un riesgo mayor de
cálculos durante el embarazo. Se piensa que el factor que
produce el desarrollo de cálculos es el aumento del 25 al
50% de la carga de filtración de calcio, ácido úrico y sodio,
a consecuencia del aumento de la tasa de filtración glome-
rular que se produce en e] embarazo.
El feto requiere consideraciones especial es con respec-
to a los peligros potenciales de su exposición a radiación (en
especial durante el primer trimestre), medicamentos, anes-
tesia e intervenciones quirúrgicas. Cerca del 90% de los
cálculos sintomáticos se presenta durante el segundo y
tercer trimestre. Los primeros estudios son la ultrasonogra-
Figura 16-8. Valoración radiológica exploratoria donde se fía y las radiografiaSa:bdomináíes--i1rri1tidas-con-proteccio-
observan cálculos renales bilaterales, ademas de numero-
nes especiales. ----- ·- ··--·- ··- - ·
sas sondas de nefrostomía transcutáneas y bilaterales para - El tratamiento requiere sopesar la seguridad del feto
drenar una pionefrosis bilateral grave. con la salud de la madre. Se pueden realizar medidas tem-
paraJes bajo anestesia local mediante dispositivos ureterales
de doble J o catéter para nefrostomía transcutánea. Con
frecuencia el tratamiento se retrasa hasta después del parto.

C. Dismorfia
~acientes ~on
alguna dismorfi~_esq~eléti~a gra~~~ pueg~
s~LE_~énita __(~_s_pj_!!-ª.._QffidCJ.~-mi~ornt:ning~el~L_p~r~i~s
cerebral) o adguirida_Qrtritis, lesiones traumáticas de la
médula espina!)_y_q_~_~ulq§I.~-ªJ~..§_~.Qncurr~ntes_ r~e_r~sentan
la únic<l.~~~<;~E._9!:!:_~_reguíere consideraciones_ especiales
(figura 16-11 ). Estas anomalías esqueléticas pueden
impedir la posición adecuada tanto para la litotripsía extra-
corpórea de onda de choque corno para el acceso transcutá-
neo. Los cálculos en el lado cóncavo en los pacientes con
escoliosis acentuada no pueden eliminarse con el acceso por
punción transcutánea entre la costilla y la espina iliaca
posterosuperior. En las manipulaciones retrógradas puede
ser necesario un endoscopio flexible, debido a la marcada
contractura que hace que la posición de litotomía dorsal
convencional sea imposible. Muchos de tales pac-ientes tie-
nen que someterse a derivación supravesical, asi que el
acceso retrógrado puede estar limitado. Los riesgos que
deben agregarse incluyen la hipercalciuria asociada con la
Figura 16-9. Radiografía abdominal exploratoria que mues- inmovilidad, con la deshidratación relativa debida a los
tra cálculos renales en un riñón trasplantado en la fosa ilíaca intentos de los pacientes o servidores por reducir el egreso
derecha. Nótese la vascularización renal con calcificaciones urinario en dispositivos de recolección externa y con la
marcadas secundarias a diabetes sacarina maligna. incapacidad potencial de beber sin asistencia. Una evalua-
ción metabólica completa es aún más importante porque
estas restricciones sociales y físicas pueden ser difíciles o
imposibles de remediar.

D. Obesidad
La obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de
cálculos urinarios. Los procedimientos quirúrgicos de deri-
vación pueden causar hiperoxalaturia. La ganancia o pérdi-

Figura 16-1 O. Radi~grafia exploratoria que muestra cálculos Figura 16-11. Radiografía abdominal exploratoria que
en el riñón izquierdo con un catéter ureteral en doble J en el muestra cálculos en el riñón derecho en un paciente con
gar. Se pueden apreciar las estructuras esqueléticas feta- xifoescoliosis acentuada . Existe un compromiso respiratorio
_s en esta paciente embarazada . que limitó la posición del paciente durante la cirugía
da masiva de peso también precipitan la formación de cinosis u osteomalacia (o más de liDO de éstos). Esta enfer-
piedras. La obesidad limita las opciones diagnósticas y medad puede adquirirse en la edad adulta o heredarsc con
de tratamiento. El panículo adiposo grueso limita la explo- patrones autosómicos dominantes. El diagnóstico se confir-
ración física y dirige mal la incisión. El ultrasonido no es ma valorando la respuesta del paciente a una carga ácida.
posible por la atenuación de la onda ultrasonográfica. Las Con frecuencia, ésta se produce con una carga rápida de
mesas para TC, resonancia magnética, tluoroscopia y los cloruro de amonio oral (0. 1 g/kg en una hora). Se puede dar
litotripsores tienen limitaciones en el peso y los pacientes la dosis antes de la hora de donnirpor las tardes; se le explica
que pesan más de 130 kg se descartan para el tratamiento al paciente que desayune hasta después que se hayan obte-
con estos métodos. Los litotripsores estándar tienen distan- nido la segunda muestra de orina de la mañana y la concen-
cias focales de menos de 13 cm entre la fuente de energía y tración de bicarbonato sérico. Una persona normal responde
el blanco F2, lo que hace con frecuencia imposible el eliminando la carga ácida por orina, con un pH urinario por
tratamiento del obeso. Un gran panículo adiposo limita la debajo de 5.3. Aquellos que no responden de este modo, se
posición en decúbito ventral sobre los litotripsores. La vaina catalogan como portadores de acidosis tubular renal tipo I.
estándar para nefrostomia de Amplatz quizá no sea lo sufi- Además, el diagnóstico debe cuestionarse en aquellos pacien-
cientemente larga para entrar al sistema colector. Tales tes con valores de citrato normales. El tratamiento se centra
vainas pueden ser necesarias para avanzar por debajo de la en el reemplazo con soluciones de citrato de potasio o bicar-
piel. Una sutura pesada colocada con anticipación facilita bonato de potasio. Las concentraciones de citrato urinario
la remoción de tales vainas. se utilizan para monitorizar la efectividad del tratamiento.
El riesgo anestésico aumenta y si el paciente se coloca
en decúbito ventral para procedimientos transcutáneos, pue- G. Asociación con tumores
den requerirse resp1radores especiales de alta presión. Deben Los carcinomas de células escamosas de vías urinarias altas
ponerse en posiciones especiales que ayuden a 'reducir la son poco frecuentes aunque se asocian con cálculos en más
posibilidad de lesiones por el aplastamiento y la rabdomiólisis del 50% de los casos. La irritación crónica por cálculos o
relacionada. Estos pacientes tienen también mayorriesgo de infección pueden ser factores contribuyentes.
complica<;íones anestésicas. Debe considerarse la profilaxis
posoperatoria de las complicaciones tromboembólicas. H. Pacientes pediátricos
Los cálculos urinarios son poco frecuentes en niños. Debe
~· Médula renal esponjosa llevarse a cabo una valoración metabólica completa. El
Esta es una complicación caracterizada por ectasia tubular análisis de los cálculos es de especial ayuda para dirigir estos
que se asocia con quistes parenquimatosos y divisiones que estudios. Los niños prematuros a los que se les da furose-
predisponen a nefrolitiasis en el 50% de los pacientes afec- Dlida mientras están en la unidad de cuidados intensivos
tados. Por lo general, es un trastorno asintomático; sin neonatales tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos
embargo, puede presentarse con cólico renal, hematuria o urinarios. El tratamiento está limitado al tamaño del endos-
infección de las vías urinarias. La urografía excretora faci- copio. Se desconoce el impacto a largo plazo de la litotripsia
lita el diagnóstico con la clásica opacidad difusa del cáliz, en el crecimiento renal subsecuente.
debida a la colección del contraste en los túbulos ectásicos.
La alteración puede comprometer ciertas papilas o, con más l. Divertículos ca/iceales
frecuencía, puede comprometerlas a todas. Cuando tiene Los divertículos pielocalíceales son quistes urinarios que
relación con cálculo~, es necesario realizar una intervención contienen eventraciones de las capas de los tejidos de vías
quirúrgica conservadora. Una valoración metabólica com- urinarias altas hacia el interior del parénquima renal y se
pleta ayuda a dirigir el tratamiento médico apropiado. comunican a través de canales estrechos en el sistema co-
lector (figura 16-12). Estos divertículos se presentan en
aproximadamente del 0.2 al 0.5% de la población y son
F. Acidosis tubular renal
Existen tres t1pos principales de acidosis tubular renal: tipo
I, II, y IV El tipo I se relaciona con cátculos renales y es
consecuencia tanto de un defecto de ía excreción del ion
hidrógeno en el túbulo distal como de un defecto de la
gradiente del ion hidrógeno. Ambos defectos disminuyen
la excreción del hidrógeno y aumentan la de potasio y sodio.
El tipo II es secundario a un defecto del tú bulo proximal que
causa pérdida de bicarbonato. El tipo IV ocurre en 1a insu-
ficiencia renal crónica y está asociado con acidosis metabó-
lica, hiperpotasernia e hipoaldosteronemia.
Los pacientes con acidosis tubular tipo 1 presentan
acidosis persistente con bicarbonato sérico disminuido no
explicado por una hiperventilación o una insuficiencia renal
conocida. Debe sospecharse del diagnóstico cuando existen
antecedentes familiares, hipocítraturia intensa, nefrocalci-
nosis, médula renal esponjosa o un pH urinario en ayuno de Figura 16-12. Pielografía intravenosa que muestra diver-
6.0 en ausencia de infección. Con frecuencia, los pacientes tículo caliceal derecho sintomático con numerosos cálculos
se presentan con nefrolitiasis (fosfato de calcio), nefrocal- pequeños.
Litiasis urinaria • 295

congénitos; más del 40% se relaciona con cálculos. Los


divertículos tipo I son los más frecuentes y están muy
relacionados con Jos cálices menores. Los tipo JI tienen
comunicación directa con la pelvicilla renal y tienden a ser
más grandes y sintomáticos. Los divertículos caliceales por
lo regular son asintornáticos, aunque los pacientes pueden
quejarse de dolor en el flanco o infecciones reincidentes de
las vías urinarias. Por lo regular el diagnóstico se hace con
la ayuda de una pielografía intravenosa. En estas cavidades
obstruidas se encuentra con más frecuencia muchos peque-
ños cálculos en vez de uno solitario. En el pasado, cuando
se requirió intervenir, el tratamiento consistió en nefrecto-
mía, heminefrectomía o cirugía abierta para drenarlos me-
diante destechado. Hoy día se usan métodos menos
invasivos. Por lo regular las comunicaciones con el sistema
colector son puntiformes y tal vez sean difíciles de localizar
por medio de un acceso retrógrado; sin embargo, este tipo
de acceso en el polo superior del divertículo ha tenido éxito.
Sorprendentemente, el tratamiento con litotripsia extracor-
pórea de onda de choque tiene éxito si Jos fragmentos del
cálculo son tan pequeños como para que pasen. Con rnás
frecuencia, el acceso transcutáneo y, de manera más recien-
te, los medios Japaroscópicos se usan con éxito. La dilata-
ción del cuello caliceal o la cauterización directa, con
esclerosis del epitelio caliceal o sin ella, ayuda a reducir las Figura 16-13. Radiografía abdominal exploratoria que
muestra unos riñones en herradura con derivación ureteral
tasas de reincidencia.
lateral y un catéter ureteral de doble J. Las calcificaciones
extraóseas están debajo y a la izquierda de los cálculos
J. Malformaciones renales caliceales.
Las variantes anatómicas renales, tales como riñones ectó-
picos y riñones en herradura., predisponen a la formación de
cálculos porque tienen un mal drenaje urinario . Los dolores
parecen no ser diferentes de los que reportan pacientes con exacerban o disminuyen; relación con náusea, vómito o
riñones normales. El diagnóstico radiográfico es difícil hematuria franca y los antecedentes de dolores similares.
debido a la localización jnesperada de los riñones y de los Con frecuencia, aunque no siempre, los pacientes con
uréteres (figura 16-13). Si el cálculo se trata con Iitotripsia, cálculos previos tuvieron dolores similares en el pasado.
la mayoría de los fragmentos pasa sin problemas. Los gran-
des cálculos deben tratarse por vía transcutánea como si los
riñones estuvieran en su posición normal. La obstrucción C. Factores de riesgo
l. Cristaluria: La cristaluria es un factor de riesgo para los
grave debe corregirse con cirugía abierta y los cálculos
cálculos. Los formadores de calcio, en especial aquellos
coexistentes se remueven al mismo tiempo. La vasculatura
con cálculos de oxalato de calcio, con frecuencia excre-
aberrante debe observarse antes de realizar los procedimien-
tan más cristales de oxalato de calcio y estos cristales son
tos transcutáneos y abiertos.
más grandes de lo normal (> 12 ~m). La velocidad de
formación del cálculo es proporcional al porcentaje del
Evaluación tamaño de Jos cristales y sus agregados. La producción
de cristales está determinada por la saturación de cada
A. Diagnóstico diferencial sal y la concentración urinaria de inhibidores y promo-
Los cálculos urinarios pueden imitar otra patología retrope- tores . Las muestrail de orina deben ser rec.i~!l!~~-;__g
ritoneal y peritoneal. Debe hacerse un diagn{>_§_tico difer~­ __Q~~~n_Cef!trifl}gar Y ex<~:mina~ d~ manera Ínm~di~ta pª~a
ciai cq!r~_pleto co_n~t~e ot_T_2~~d.Ofl!:~~-ag!lQ..o,_incl~y'?~_® resultados ó2!~~~ . -~~~ístales de cistina ~-~n_hexago­
apendicitis aguda; cmb_a_!-ª_~Q __ectópico y embarazo no reco- nales; los cálculos (j~~~tr_1,!_0_tª-P-ªJ~~<~!Hªl21l~-e ataúd;_lgs_
nocido; patología ov~ric<~:_~i_~~~__!orsión de _g':!_i_§_te cálculos de brusita ~-~PQ_4.)_son como asti!las__y__gJJLZá
ovárico; enfermedad diverticular; obstrucción intestinal; ~!~!1-~g~g~c!Q~s:~:m U_J? ~~_n_!r_~_ P~'::~~i__qo_ ~-1}-.D~-~fjg;__
dlculos biliares con obst~~cCíon o sin -ella; enfermedad de la apatít.a. de calcio (Ca)s(P04)3(0H)__y__Jos cristales de
~íTcer~tic~:~im~g!ja agudad~ la arteria renal y a~~urisma ácido úrico-parecen como polvo amorfo debido a <!!:le los
aórtico abdominal. Deben buscarse signos peritoneales du- éristalesson pequen"oS";ios cáiculos de oxalato de calcio
rantela:exploraciÓn física. 'átñlcti'afaaoSOñoip¡rañllaa"'CS;Ylo scálcuTosae oxa18io
monohldrata(focfecalCíoson-·óvalos bicónca._y~--R~Cl~~..:­
B. Antecedentes ños que pueden-pareúr pesas. Los cristales de cistina y
Una buena evaluadón requiere una historia clínica comple- estruvita siempre son anormales y requieren investigarse
ta. Debe valorarse la naturaleza del dolor, incluyendo su más. Otros cristales se encuentran con frecuencia en el
inicio: carácter, irradiación potencial; actividades que lo examen general de la orina normal.
296 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

2. Factores socioeconomacos: Los cálculos renales son pertensiva que forma parte de varios medicamentos,
más frecuentes en países ricos e industrializados. En incluyendo el Dyazide, se asocia con una mayor apari-
inmigrantes de países menos industrializados, la fre- ción de cálculos urinarios. El uso a largo plazo de
cuencia de cálculos aumenta de manera gradual y tenn1- antiácidos que contienen sílice contribuye en la forma-
na siendo igual a la de la población residente. El uso de ción de cálculos de silicato. Los inhibidores de la anhi-
agua blanda no disminuye su incidencia. drasa carbónica tienen relación con litiasis urinaria
3. Dieta: La dieta tiene un impacto significativo en la (incidencia de lO a 20%). Se desconocen Jos efectos a
frecuencia de los cálculos urinarios. El aumento en el largo plazo en la formación de cálculos, de medicamen-
ingreso per cápita aumenta el promedio de cambios en tos que contienen sodio y calcio.
la dieta, con un aumento en los ácidos grasos saturados
e insaturados, en la proteína animal y el azúcar y una D. Exploración física
disminución de la ingesta de fibra, proteínas vegetales y Una exploración física minuciosa es un componente esen-
carbohidratos no refinados. Una dieta con menos densi- cial de la valoración de cualquier paciente en quien se
dad energética quizá disminuirla la incidencia de cálcu- sospechen cálculos. De manera habitual, el paciente se pre-
los. Este hecho se registró en años de guerra, cuando las senta con un cólico renal que se describe como agudo y muy
dietas tenían grasas y proteínas en cantidades mínimas intenso, con frecuencia intenta encontrar alivio con múlti-
y hubo una disminución de cálculos. Los vegetarianos ples posiciones aberrantes. Este hecho ayuda a diferenciar
presentan con menor frecuencia cálculos urinarios. La a este tipo de pacientes de aquellos con peritonitis, quienes
ingesta de grandes cantidades de sodio se relaciona con temen al movimiento. Los componentes sistémicos del có-
elevación de sodio, calcio y pH urinarios y con una lico renal pueden ser obvios: taquicardia, sudación y náusea
disminución en la excreción de citrato;_esto aumenta la que, por lo general, es notable. La hipersensibilidad del
probabilidad de cristahzación de sales de calcio porque ángulo costovertebral quizá sea muy aparente. En pacientes
hay una mayor saturación urinaria de urato monosódico con un antiguo cálculo urinario obstructivo e hidronefrosis,
y de fosfato de calcio (brusita). se puede palpar una masa abdominal.
4. Ocupación: La ocupación influye en la frecuencia de Fiebre, hipotensión y vasodilatación cutánea quizá
cálculos urinarios. Éstos se presentan más en médicos y sean aparentes en pacientes con uroscpsis. En tales casos es
otros trabajadores de cuello blanco que en trabajadores urgente descomprimir las vías urinarias obstruidas, la reani-
manuales. Este hallazgo quizá se relacione con diferen- mación con líquidos intravenosos masivos y la administra-
cias en ]a dieta, aunque también puede relacionarse con ción de antibióticos intravenosos. En ocasiones es necesario
la actividad física; ésta tal vez agite la orina y desprenda el apoyo de cuidados intensivos.
los agregados de cristales. Individuos expuestos a altas Una exploración abdominal completa debe excluir
temperaturas desarrollan altas concentraciones de solu- otras causas de dolor abdominal. Tumores abdominales,
tos debido a la deshidratación, la cual quizá tenga un aneurisma aórtico abdominal, hernia de disco lumbar y
impacto en la incidencia de cálculos. embarazo, pueden imita! al cólico renal. El dolor referido
5. Clima: Las personas que viven en climas calientes están puede ser similar debido a las vías neurales aferentes comu-
propensos a deshidratarse, lo cual produce una inciden- nes. El íleo intestinal quizá se asocie con el cólico renal u
cia mayor de cálculos urinarios, en especia\ los de ácido otro proceso intraperitoneal o retroperitoncal. Debe palpar-
úrico. Aunque el calor aumenta la ingesta de líquidos, la se la vejiga debido a que la retención urinaria tal vez se
pérdida por medio del sudor resulta en menores volúme- presente con dolor similar a un cólico renal. Otras patolo-
nes de orina. Con frecuencia, Jos climas calientes expo- gías, como la hernia inguinal encarcelada, epididimitis,
nen a la gente a más rayos ultravioleta, lo que incrementa orquitis y la patología pélvica femenina, presentan dolores
la producción de vitamina D3. La mayor excreción de semejantes. La exploración rectal ayuda a descartar otro tipo
calcio y oxalato se correlaciona con la exposición pro- de patologías.
longada a los rayos solares. Este factor influye más en
gente de tez clara y quizá explica porque en Estados E. Estudios radiológicos
Unidos los afroamericanos son menos propensos a los l. Pielografía intravenosa: Un pielograma intravenoso es
cálculos. el mejor estudio en busca dcncfrolltiasis y para observar
6. Antecedentes familiares: Los cálculos urinarios se pre- , la anatomía de las vías urinanas altas. EnTis--r-adiogra-
sentan con mayor frecuencia cuando existen anteceden- fías-;-Tas-caicif·"ícacío-n-es--éxúaóscaspue-cien confundirse
tes familiares de cálculos urinarios. Un paciente con1 concai"ci.iTas·-en -v-íasuniiaiias .(figura 16-14). Las pro-
algún pariente de primer grado con cálculos urinarios, ye~~-i~;~s--obtTcúa5-·arrere;-~w_;1 con facilidad cálculos
tiene el doble de probabilidad de presentarlos que uno 1 biTiares-ífe--ios-deir~echo. La mayoría de los
sin tal antecedente (30% contra 15% ). También tiene médicos son capaces de interpretar placas estáticas. De
mayor predisposición de reincidencias múltiples y tem- manera anecdótica, los cálculos ureterales pequeños pa-
pranas. La pareja de los varones con cálculos de oxalato san espontáneamente durante tales estudios. Cuando el
de calcio también tiene más posibilidades de presentar- estudio se obtiene durante el cólico renal, es posible que
los, esto quizá se relaciona con factores ambientales o no se prepare bien el intestino, lo que ocasionará íleo e
dietéticos. . ingestión de aire, si además se le agrega la mala dispo-
7. Medicamentos: Una historia completa de las medica- sición del técnico, el resultado será un estudio def1cicnte.
ciones es de gran valor en la búsqueda de la causa de los Este estudio tendrá mucho mejores resultados si se re-
cálculos urinarios. El triamtereno, una sustancia antihi- trasa y se hace de manera planeada.
Litiasis urinaria • 297

4. Pielografía retrógrada: En ocasiones se requiere la


pi elografí a retrógrada_.~@.~~!in_~.'!t~~ª!ilif§!DJi".Q~s
vías urinarias altas localizar cálculos ,p_egueños o ra-
.liiplúcj_dp::;. Con frecuencia, los uretrogramas con un
bulbo tienen reflujo hacia la vejiga, lo que causa llil es-
tudio de poca calidad. Una técnica alternativa es un
catéter angiográfico intercambiable que avanza dentro
del uréter con una guía de alambre de 3 a 4 cm, o sin ella.
Las imágenes fluoroscópicas intermitentes dirigen la
inyección de volúmenes apropiados y ayudan a reducir
la probabilidad de reflujo pielolinfático, pielosinusal o
pielovenoso. '"
5. Tomografía computado rizada: Todo cálculo será visi- \
bre en un corte individual tomográfico. Los pequeños
cálculos ureterales se perderán con facilidad entre las
imágenes de la TC, por lo que en raras ocasiones se le
usa para documentarlos. Cuando se visualizan los cálcu-
los, tendrán un brillo similar al del hueso. No se puede
diferenciar entre cálculos radiodensos y radiolúcidos
como se observa en placas convencionales de riñón,
uréter y vejiga. No se observa diferencia entre los cálcu-
los de ácido úrico y los de oxalato de calcio. Los cálculos
de matriz tienen las cantidades adecuadas de calcio que
penniten su observación fácil mediante la TC.
6. Imágenes de resonancia magnética: Es un estudio
inadecuado para documentar litiasis urinaria.
7. Centelleografía nuclear: En forma reeiente,. se
han
observado cálculos por imágenes mediante centelleogra-
fía nuclear. Los marcadores de bisfosfonato iden~ifican
incluso los cálculos Requenos que~ort_gj.f~ciJ<;:s de apre-
éi-ar en- radio-grafÍas con,;encionales de rí~ones, uréteres
Figura 16-14. Radiografía abdominal exploratoria que y vejlga(figilra 16-15). La captadóñ diferencial del
muestra grandes calcificaciones extraóseas que representan material radiactivo que depende de la composición
un útero fibroide. Éste es fácil de confundir con un gran
del cálculo, se aprecia en los estudios in vitro y no se
cálculo vesical.
aprecia en los estudios in vivo. La centelleografía no
puede delinear la anatomía de vías urinarias altas ton
suficientes detalles para ayudar a dirigir un plan terapéu-
Es poco frecuente que la rotura fomiceal aguda se tico.
relacione con cálculos uretrales muy obstruct:ivos. Es
posible que se observe muy grave en las radiografías,
pero si no tiene importancia clínica, no requiere inter- Intervención
vención. El medio de contraste intravenoso puede preci-
pitar la rotura por diuresis osmótica.
2. Tomografía: La tomografía renal es útil para identificar
cálculos en los riflon~s cuándo-las-proyeecTon-eso-6liCuas A. Observación conservadora
no han-sido de utiTidact:· Por-este._medio se visualiza el
La mayoría de los cálculos ureterales pasª_y_n~ requ_ier_e
inte~enci~~.:___~l_p~~.Q_~-~~ntá~eo 4epende del ta11_1~ño _deL
riñón en Pfano-coroñal
un a una distancia fija del borde
cálculo, forma, localización y edema ureteral relacionado
de la mesa de rayos X. Este estudio ayuda a identificar
los cálculos con opacidad reducida, en especial, cuando
(el cual quizá dependadel tlémpoe_n.qi"ie el cáicíilono s-e ha
movido). L~~ -~~l~~lo~ ll!~-t~rales ~f?... ~ ~ 5_ ~-m d~ ~~~
lñtenier~~-g~ ~bdomi·~~-~ ~ obesida_d_ffioibü~~~h~~En tienen una probabilidad del40 a 50% de pasar de manera
~ óQtimasalaS- E:~aS".E<?~~!i~~9_f!.al.~ d~ riñón-uré-
ter-vejiga.
espontánea. Eñ."Cü;]iTáS.te, -1os-·cá1c~fos-~_a¡~~s~~~-l~!!1
tienen-menos del 5% de oportliriidad de pasar espontánea-
3. Radiografías de riñón, uréter y vejiga y ultrasonogra- mcnte:-E:sto no significa que de manera eventual un cálculo
fía directa: Ambos estudios son tan efectivos corno la de ~-~~~~fr!letro- noj)~E.~__ gu~y!?.o de l __ a_ ?_.':!!!!l__ ~~~r_e
PIV (pielografía intravenosa) para establecer el diagnós- ~.e.
tico. La ultrasonografía debe ser directa donde se noten La mayor parte de los cálculos pasan en un periodo d~
áreas sospechosas en las placas; sin embargo, esto de- seis semanas después-de-que 1niC1árori los.
síñtomas. Los
pende del op~rador. El uréter distal se visualiza con cálculos ureteraTes_itue-se (k~~!tbr~ri~cm.-~_r_~t_ci:_d1siáT ~n el
facilidad a través de la ventana acústica de la vejiga llena. morncnto-dclarevisión tienen un 50% de osibilidades de
El edema y los cálculos pequeños ocultos para la PIV pasar enferma esp_ontánea; en CO!!_fr~~t~~§__pQ§r~iJida].is
pueden apreciarse en tales estudios. eñefñ1edío u.roximal son~~ tE y_}_Q!~~~pectivamente ..
298 • Urología general de Smith (Capitulo 16)

~~~~~ ·.~
~:J" .

.~

A B

Figura 16-15. A: Radiografía abdominal exploratoria que


muestra un calculo renal izquierdo en astas de venado. B:
Valoración centelleográfica nuclear del cálculo renaL La vista
posterior revela captación en el gran cálculo izquierdo en astas
de venado, después de la diuresis con furosemida (Lasix).
Nótese el riñón derecho con captación en su polo inferior C:
Tomografía progresiva que confirma el calculo en el polo
inferior derecho no observado en la radiografía inicial.

B. Agentes de disolución La alcalinización intrarrenal puede realizarse con éxito


La eficacia de los agentes disolutivos depende del área bajo un sistema de baja presión {presión< 25 cm de agua).
superf{cial de la pú~dra·,· del volumen de irrigación y del Esto puede lograrse por medio de una sonda de nefrostomía
modo de expulslói1Tos agentes orales alcalinizantes inclu: transcutánea o un catéter retrógrado externo. Un manómetro,
yén-b1carbonato de sodio o potasio y citrato de potasio. similar a aquellos que se utilizan para medir la presión
Deben tenersccuídáoc)s-6:.-tra-eñ ·pacientes-sus-ceptibles a la venosa central, es barato, disponible y práctico. Los agentes
insuficiencia cardiaca congestiva o a la insuficiencia renal. incluyen bicarbonato de sodio, 2 a 4 ámpulas en 1 L de
El citrato se metabiliza a bicarbonato y se vende en diferen- solución salina normal, lo que produce un pH urinario entre
tes preparaciones. El Policitra contiene citrato de potasio y 7.5 y 9.0. La Trometamina-E y la Trometamina producen
sodio y ácido cítrico. Bictra contiene sólo citrato de sodio un pH urinario de 8 .O a 10.5 y son en especial efe eti vas con
y ácido cítrico. Los alimentos no.alteran la efectividad de cálculos pH sensibles como en la litiasis de ácido úrico y de
estos agentes. De modo alternativo, el jugo de naranja cistina.
alcaliniza la orina. La alcalinización intravenosa es cfectlVa Los cálculos de cistina se disuelven con una gran
con lactato de sodio 1/6 molar. variedad de tioles que incluyen D-penícilamina (solución
Litiasis urinaria • 299

a! 0.5%), N-acetilcisteína (solución del 2 al 5%) y alfamer- tuercen pueden adquirir filos agudos que causarían lesiones
captopropionílghc ina (Thiola) (solución al 5%). ureterales. La fuerza excesiva con cualquier instrumento en
La disolución de los cálculos de estruvita requiere el uréter puede causar lesiones.
acidificación y quizá se logre con éxito con solución G de Muchos litotritos pueden colocarse a través deluteros-
Suby y hemiacidrina (Renacidin). El pH urinario puede bajar copio:-comosonda s-eiéctrohidriu!ic as, sólidas y huecas;
a 4.0. La hemiacidrina debe usarse en una orina estéril y se varios sis-temas-láser, impactadores electrcnnec'ánicos y lít-
requiere una monitorización cuidadosa de las concentraciones l1'o'C1cistde swiss. LosTltotirtüs-eiectrohldr:áufícos tienen .una
de magnesio sérico. La FDA no aprueba el uso de hemiacidrina potencia que lfega hasta 120 vatios lo que puede causar
para irrigaciones de vías urinarias altas y por ello se requiere una burbuja de cavitación, seguida de su colapso, lo que de
que el paciente otorgue un consentimiento informado . manera subsecuente da lugar a ondas de choque. Debe
tenerse cuidado de mantener siempre la punta del electrodo
C. Alivio de la obstrucción lejos del tejido circundante y de la punta del endoscopio.
La litiasis urinaria tiene una morbimortalidad importante Los lítotrítos ultrasónicos tienen una pieza de cerámica
cuando obstruye, sobre todo si existe mfeccJon concurrente. 1
como fuente de energía que convierte la energía eléctrica en
lTn p aciente con un calculo obstructor con fiebre e\\ ondas ultrasónicas en un rango de 25 000 Hz. La acción
infección, requiere un drenaje de urgencí~Taplelografía
retrógrada para definir la anatomía de las vías urinarias \
l\ vibratoria es efectiva para fragmentar el cálculo. Las sondas
huecas pueden aspirar los fragmentos del cálculo y los
altas, lógicamente es seguida de la colocación de un dispo- desechos de manera simultánea. Los sistemas láser se djs-
sitivo ureteral en doble J. En ocasiones tales catéteres no cutcn en otra parte de este libro. El percusor electromecá-
son capaces de pasar el sitio donde está el cálculo obstructor nico y el lithoclast de Swiss son similares a un martillo
o pueden perforar el uréter. ~n tales situaciones se debe neumático con una punta en forma de pistón movible que
colocar un tubo de rtefrostomía transcutánea. fragmenta el cálculo.

D. Lítotripsia extracorpárea con onda F. Nefrolitotomía transcutánea


de choque (LEOC) La remoción transcutánca de cálculos renales y del uréter
Los cáiculos urinarios que no progresan con las medidas p~~xi~al cS ...Cltratam-iento de erección páralos cálculos
conservadoras requieren intervención. Los cálculos urete- g rarfaesT>"3:Scm), aqüeJios-res'isfen fes··a:TEOC·y-eris itua-
rales proximales y distales en mujeres que ya no están en ciones con evídeñé1a de-obstrucción;-el método puedeúhe=-
edad de embarazarse pueden tratarse in situ con LEOC (sin rar enferma-rápida deias'piedras, en especial en los cálculos
manipulacón del cálculo). Los cálculos sobre la articu- caliceales bajos. La aguja de punción se dirige _QOr flu~os­
lación sacroiliaca que casi no se ven pueden no ser tratables copia, ultrasonicfoo-am bascosasys-e''C'oioca eñ' forma
con LEOC. Los cálculos renales que miden menos de 2.5 a
rutmanaen la-1íneaaxiTarJ?osterioryel calizposieroinferi or.-
3.0 cm de longitud se tratan mejor con LEOC . Los cálculos -En raras-o¡;-asiones serequ(cr~-~na-puncl6ncaliceal sup~rior
caliceales inferiores tienen tasas de soluciÓn subóptimas. La
y, en tales casos, debe tenerse cuidado de no lesionar la
función de los dispositivos en doble J para facilitar el paso
pleura, los pulmones, el bazo o el hígado . La dilatación de
del cálculo es controvertida. La mayor parte de los fragmen-
las vías se realiza con dilatadores plásticos secuenciales
tos que pasan así lo hacen en un periodo de dos semanas.
(sistema Amplatz), dilatadores telescólicos de metal
Un seguimiento con placas de riñón, uréteres y vejiga
(Alken) y globo de dilatación en un sistema de retrocarga
durante tres meses ayuda a establecer la necesidad de trata-
Amplatz. Las vías colocadas durante un procedimiento a
mientos adicionales. Una discus1ón completa al respecto se riñón abierto con frecuencia son tortuosas y poco adecuadas
encuentra en el capítulo 17.
para procedimientos urológicos subsecuentes.
La extracción transcutánea de cálculos requiere pa-
E. Extracción ureteroscópíca de cálculos ciencia y perseverancia. Las radiografías ayudan a confir-
Este método es m u~ eficaz para cáJcuJ9s _l!re_t~~~l~~-MJ_ob, mar el estado de liberación del cálculo. Los cálculos
ETÜso(k\Jfeteros copJÓs de calib~e pequeño y el adveni- remanentes pueden recuperarse con ayuda de endoscopios
miento de globos de dilatación ha tenido un aumento im- flexibles , adicional al acceso por punción transcutánea,
portante en la solución de este tipo de litiasis. Incluso los seguida de irrigaciones, LEOC, o sesiones adicionales
urcteroscopios de calibre relativamente grande sin globo de transcutáneas. Deben establecerse metas realistas . Se debe
dilatación son efectivos en la recuperación de cálculos ure- informar a los pacientes que los cálculos complejos con
terales bajos. Las tasas de liberación de cálculos son del 66 frecuencia requieren numerosos procedimientos.
al J00% y dependen de la cantidad de cálculos y su locali- El mantener la temperatura del cuerpo con mantas
zación, tiempo que ha estado impactado, antecedentes de apropiadas durante la posición preoperatoria del paciente,
cirugía retroperitoneal y la experiencia del operador. La junto con irrigaciones de líquidos calientes ayudan a prevenir
frecuencia de complicaciones es deiS al30%; éstas aumen- diátesis hemorrágícas que se relacionan con la hipotermia.
tan cuando se manipula en el uréter proximal. Las tasas de Las transfusiones sanguíneas autólogas son razonables en
estrechez ureteral son del menos de 5 por ciento. El reflujo tales procedimientos electivos. La pérdida sanguínea pro-
vesicoureteral posoperatorio es muy raro. Los cálculos que medio durante la ncfrolitotomía transcutánea es de 2.8 g/dL
miden menos de 8 m.m con frecuencia se remueven intactos. de hemoblobina. Las punciones transcutáneas múltiples y
Las canastas de alambre en forma de aro pueden ayudar a la perforación de la pelvicilla renal se asocian con una
atrapar los cálculos o fragmentos de ellos. Las canastas de pérdida mayor. En conjunto, tales procedimientos son segu-
alambres planos deben usarse con precaución, ya que si se ros y efectivos.
300 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

~- Cirugía abierta
~_!a rep_Eesen~~!_camino _c_l~~go p_ara ~c~oyer los cál~u}~~­
_1a _!!lQ.rbi_l_tQªd ge l_a in~isión, la posibilidad de retener frag-
mentos y la facilidad y d éxtto "(Ie-t6cn1c~--menüs"invasivas
ban]i~~c6_9~il~~ei1e- procéd1miento -sea refativamente poco
_ _f!e0ue_n tc cuando)o~_j_~strumento~ y. ~á ~-~P~.!:!.~!I<?.i_a_gu!rúr­
gica están disponibles. Es obligatorio obtener radiografías
-antes-de-hace-r ·la Íncisión, los cálculos con frecuencia se
mueven. Se dispone de varios tipos de incisión para abor-dar
el riñón, incluyendo accesos toracoabdominale s para llegar
al polo superior, incisiones en el flanco para los restos
retroperitoneales, en especial en presencia de infecciones
concurrentes; y una incisión de Gibson.

H. Pielolitotomía
La pieJo litotomía es efectiva, en especial con una pelvicilla
externa. Una pielolitotomía transversa es efectiva y no
requiere interrupción del aporte sanguíneo arterial a los
riñones. La inspección con un endoscopio flexible ayuda a
asegurar el rescate de la piedra. Múltiples y pequeños cálcu-
los en la pelvícilla renal y cálculos caliceales difíciles de
alcanzar se pueden retirar con la ayuda de un coágulo. El
coágulo en un inicio fue producido por fibrinógeno humano
mezclado. El riesgo de hepatitis y otras infecciones virales
Figura 16-16. Radiografía simple de un abdomen doloroso
hace maceptable este método. Se pueden obtener crioprecí-
que muestra cálculos en astas de venado completos con
pitados de plasma congelado en forma rápida. El plasma
extensión a la pelvicilla renal que abarcan todo el ínfundíbulo
autólogo puede usarse para disminuir la incidencia de infec- y los cálices.
ciones transmitidas por sangre. La fuerza de tensión del
crioprecipitado es aproximadamente 1O veces que la de un
coágulo sanguíneo. Cuando se inyectan en la pelvicillarenal
factores de coagulación endógenos, causan un coágulo ge- J. Nefrotomía radial
latinoso en el sistema colector. Los cálculos pequeños que- La nefrotomía radial da acceso a cálices limitados del siste-
dan atrapados y son removidos junto con el coágulo. Los ma colector. Es una forma de aproximación apropiada para
distintos tipos de pinzas de Randall son útiles para alcanzar localizar el cálculo y se usa frecuentemente para soplar el
la mayor parte de los sistemas colectores. cálculo fuera de los cálices cuando el parénquima es delga-
do. El ultrasonido intraoperatorio ayuda a localizar el cáliz
y el cálculo. Una vez que el riñón se abrió, la introducción
l. Nefrolitotomía anatrófíca de aire puede hacer que la interpretación de ultrasonidos
Este método se usa con los cálculos complejos en forma de posteriores sea confusa. Una incisión poco profunda de la
astas-·devenado. Uno..de estos cálculos completo es una cápsula renal puede seguirse de una punción en el sistema
proyecCion--de la pelvicilla y de los cálices renales (figura colector. Los retractares cerebrales proporcionan una exce-
16-16). Un cálculo parcial en astas de venado comprende lente exposición del campo operatori.o. Debe tenerse cuida-
la pelvicilla renal y se extiende a los dos infundíbulos do de no forzar las piedras a través de un infundíbulo
menores. Para lograr el acceso al sistema colector, se hace estrecho. Las piedras pueden cortarse con unas tijeras de
tu:J_~i!!~i~j9n l~mgitudiQaJ _en la sup_<?rfi~!~_cq_~v~&ª_cii[nf!bn Mayo pesadas y con esto es posible extraer los fragmentos
justo en la parte posterior de la línea de Brodel, tomando resultantes. Es útil la inspección con un endoscopio flcxjble.
ventaja de la convergencia anterior y posterior de los vasos Las radiografías transoperatorias ayudan a documentar un
sanguíneos renales. La oclusión de la art~ria_@_l1_!l_§_eg!!.Lc!~ estado libre de cálculos.
del enfriarniento _del riñón med-Iante picaduras de hielo da
un campo quirúrgico relativamente limpio de sangre. Un
gancho par.a nervio~_e§ l!1il para. .sacar el cálculo. La inspec- K. Otros procedimiento s renales
ción cuidadosa de todo el sistema colector ayuda a remover La ne:frectomía parcial es apropiada para grandes cálculos en
todos los cálculos. La reparación del infundíbulo estrecho un polorenal con-parénqujri1a renal II!.ii_~ae~"f~azjgo. bebe
ayuda a reducir las tasas de reincidencia de los cálculos. El tenerse cuícfado-con una riefrectomía simple, incluso con un
sistema colector se sutura primero y en seguida la cápsula riñón colateral normal, ya que con frecuencia los cálculos
renaL La colocación intraoperatoria de una sonda de nefros- se relacionan con defectos metabólicos sistémicos que se
tomía para posibles irrigaciones subsiguientes o inspección reflejan en el riñón contralateral. Lo que hoy en día se ve como
endoscópica o recuperación de cálculos, hace la hemostasia prudente y simple, puede ser lamentable el día de mañana.
más difícil. La cirugía abierta para recuperar cálculos es Otros procedimientos poco frecuentes incluyen la sus-
cada vez más difícil después del primer procedimiento titución ileal del uréter realizada con la esperanza de dismi-
debido al tejido cicatricíal retráctil. nuir el dolor cuando los cálculos pasan de manera frecuente.
Litiasis urinaria • 301

El autotrasplante con pielocistostomía es otra opción para espontánea. Debe hacerse un análisis del cálculo para ayu-
pacientes con litiasis malignas raras. dar a dirigir el trabajo. La recolección de la orina de un
paciente externo que realiza sus actividades cotidianas e
L Ureterolitotomía ingreso habitual de líquidos ayuda a desenmascarar anoma-
Los_<?~l~ u!o.§_ ~!et~~~!~~__ql:l~ha1_2_~~taqg_@_!:gg_~i<?m po,_ql!~-~ºn lías significativas. Una__r~_gle~~_!ó..DJ!ÜC2@.1 dej-ª_.Ori.!l<!-__Q_e 24
_ü)~~_cesibles con el endosco¡~io y resistentes a LEOC, pue- horas en pacientes formadores de cálculos de calcio debe
den extraerse -con un_a _ü~-eteroiltotomfa. De-nuevo:-uña-ra- l"iicfÜir-pru"él)as de calcio, ácido!Inco:ox"á"Iaio~ dtrato, sodio,
diografía -preo-peiatoria-ioc.aliza el cálculo y dirige la volumen --y-¡;f"r un -d-i<Üogo-ab{erto ~~~ 1~~iab;ra~-;i~s
incisión de manera apropiada. El uréter proximal puede locales ayu&a estandarizar las rutinas de recolección y
alcanzarse con una lumbotomía dorsaL Una incisión lateral determina cuando es preferible un laboratorio externo.__g~
de los músculos sacroespinales permite la retracción me- ~r-~..2.ií!do ~~!izar cq~_ce!:I~!i:l~~~!!-~. séricas .~~~-~-~~~? ni_- ..
dia de los músculos cuadrados lumbares. El fascículo ante- trógeno ureico, creatinina, calcio, fósforo ~ ácido úrico.
rior de la fascia lumbar dorsal debe incidirse para mejorar - ·-Ta}l]p§i-f..li"(9.1uria es .l~--ª!!9IT!affa más -frecuei!i~.c Para
la propia exposición a pesar de que esto significa la poten- di feren~~entr~ __hiP_~!ca1 ~~.!t~__t.!Q.Q_1_ll_Y..Jll,__&Q_ªCÍe:I}te
cial abertura del peritoneo. Una vez que se identifica el debe ponerse unos días a dieta de restricción de sodio y
uréter, se coloca una ligadura para vasos o una grapa de calCio-~Estc>s_e_iügia~~~~ _iacúféi~-(To<>~e!JL4i~i~L~!Jirii~~~
Babcock proximal al cálculo para prevenir la migración la sal de mesa y reducir alimentos que es obvio que tienen
de éste. La extensión de esta incisión se limita por arriba por "ial~-L~]~~!f~~Loj1-cieª-a@o@_{)Oa_joo m )_.§~_19g~~xc!i~
la duodécima costilla y por abajo por ]a cresta ilíaca. Una ~ndo los alimentos lácteos. S~mlt~l.ª-r:e.<;olecció.n_de.miruL
incisión longitudinal sobre el cálculo con una hoja en forma de 24.I wrai 2ara evaluar-el calcio. Concentraciones urina-
de gancho expone el cálculo. El gancho para nervios es ria~--d~ ·~;f~i~ ~enores de2s"o mg/día ~onflrma "U.n-diagnÓs­
excelente para ayudar a retirár el cálculo. Una incisión del tico de hipercalciuriá.clependieñ te..{ié l1 dlet:a: ·tipo--Ir Las
músculo abdominal del flanco o anterior da una excelente -hipercaTciurias tÍpol y IIfSeaeben.. d1ferenciar en-pacientes
exposición para el caso de los cálculos ureterales medios y con -concentra.cToiies ur1narúis de calcio m·ayores de
distales. -23omg7aía::-p_v-:com.P.:tJes~_g_~_~i_~~-ai ~<!leía·, c~Q?o_:e!
fosfato____Ee celul<?~~~~ prescribe (5 -~ tres_v_~~es -~~- di~con
Prevención los alimen!_~_E<?LQ9~~-qí_~:_P-~~ués s~ !_ePl.!~Ja.. <:.9n~-~:­
tración de calcio en orina de 24 horas y se determinan los
-~¡0[es sani~fu~Q~~ - ~e ii_ü@¡,_ii~-~-~~iú~iiliro.{d.eajriiff ·L-ós
En general, el 50% de !9~ p~~ien!~s _s_i.!l_ip_~rv~!"l~iQJlf?TOfi­
Uci1ca exp-erimenta reincidencia de los cálculos urinarios en pacientes ue ti~~Jen _un~_!EP~~a!~~ut~.i~. po_r .~1?~.9_TEÍÓn_g~!
crnco años.-La -ecfúcación apropiada y las ..medídas-pre;en= tipo 1 tienen menos del 50% de calcio urinario libre y
conceiitrádones- non1iai."es-de- P"rfr.-- - - - - ··- ---- -
tlva:s-se instituyen mejor con un paciente motivado después
de que una piedra pasó espontáneamente o de una remoción -- ·--Loi!§rm~-~?~S d~ cál?~~si~~~~~IicoslJ!j_~~Ípe­
quirúrgica. Si es posible, los factores de riesgo, ya descritos, !~~~~ll-~!~. ~--~jJ2..~rE~.!_r~!!J.ria pueden tratarse del modo apro-
deben identificarse y modificarse. ~in i_zppolJ:?..r.§.i Y-ª-~ hjzo piado y darles se~~_i~ient~or m_~~~~_de_~~~ole~cione~__de
una evaluación metabólica y análisis de las piedras, debe onriii"oé"24~Muchos formadores de cálculos de calcio
-aumentarse la ingesta de-H(iu1dó·s-dei paciente:..l¿>_§_R.~-~íen~es tienen defectos múltiples, aunque un tratamiento quizá re-
vierta un defecto pero quizá exacerbe otros. Recolecciones
deben ~-~f~-~~ar~--~~ aurnenta_i.::<!J].9~ii s_uj!}g~!ª-.Q.~JJqui­
-dos. El médico no debe establecer un volumen exacto, sólo de orina de 24 horas son importantes para el seguimiento
clpaciente sabe verdaderamente su ingreso base de líquido. efectivo y la prevención de cálculos. El tratamiento de la
Debe animarse al paciente a que tome líquidos a la hora de cistinuria debe vigilarse mediante titulaciones repetidas de
los alimentos. De manera adicional deben incrementarse los cistina en la orina de 24 horas. Los_cultivos de_ori.nª r~peti­
líquidos aproximadamente dos horas después de los alimen- dos deb~!!_ob~enerse en 2acien~-~ con cálculos infecta~t~s.
tos. El agua producida como resultado del metabolismo
alcanza su nadir en este momento y por ello el cuerpo está B. Medicamentos orales
relativamente deshidratado . También del;>_~_mo!i.v'!r~~-u_D_a l. Agentes atcalinizantes del pH: El citrato de potasio es
inge~ta d~_.!i9.!:!!.Qos ~~fon~-~-~!'l: diuresis nocturna adecua- lfl!_E-_g_ente orªJ. _g~~--~_leva E.__p_H urinan9- -de-máñera
da para despertar al paciente y qÚe éste evacúe. El desp.ertar efectiva de 0.7 a 0.8 unidades de pH. La dosis clásica es
y cam-~~-~ara-ori·J!~r lirP.!~!~.s..~sisunnaria_y _9fr.i9~.Pñ~­ de 60 meq dividida en 3 o 4 dosis por dia. Se dispone en
opórt:_t~Q!f!~.Y~@_i!lgerir lígu~Qos -~!~!.Qna_les. Estos cam- tabletas de centro suave de 5 y 1Omeq, las preparaciones
bios en el estilo de vida son difíciles de mantener y deben líquidas y cristaloides deben mezclarse con líquidos. El
ser motivados en las visitas subsecuentes al consultorio. Los efecto se debe mantener durante muchos años. Debe
pacientes motivados que regresan de modo regular a una tenerse cuidado con los pacientes susceptibles a la hiper-
clínica para litiasis unnaria tienden a reducir la reincidencia potasemia., con aquellos que presentan insuficiencia re-
de cálculos, es probable que la razón sea el aumento en la nal y aquellos que toman diuréticos ahorradores del
ingesta de líquidos. potasio. Aunque los medicamentos por lo regular se
toleran bien, algunos pacientes pueden quejarse de alte-
A. Valoración metabólica raciones abdominales, en especial con las preparaciones
Una evaluación m"etabólica sistematizada debe instituirse en tabletas . El citrato de potasio también aumenta la
después que el paciente se haya recuperado de la interven- ~xcreci~n 4e cJf:_!_ato_urinario en 40Q. mgJd@ysto red"u:ce
ción para extraer el cálculo o éste haya pasado de manera la saturación urinaria de ?xalato de c_a:_!~~:...~~ _t~nto, se
302 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

indic~ ~.!?_ _gaciente~ ~~n __c~Jc.!&~S.~ ~~~1-~!<.?..-~-~ ~~~-~i_o rales por lo regular se toleran bien. Las concentraciones
secundarios él hiRocitraturia (< 320 mg/día), incluyendo de potasio deben vigilarse continuamente. La hipopota-
- aquellos con acid~·is-tubul~r renal. El Citrato de potasio semia induce un estado de hipocitraturia; el reemplazo
también puede utilizarse de manera-ei'ectíva úi ·eltrata-- del potasio corrige la hipopotasemia y la hipocitraturia
- miento de la1itíaús poriélcto ÓrÍcoyfo~mas i1o-graves relacionada.
áe nefrolítiasis de calcio hiper-uric_os~r~c¡-- --·· Las tiacídas causan una disminución transitoria en
· · Los bicarbonatos de sodio y potasio y el jugo de la excreción del calcio urinario en los pacientes hiper-
naranja son agei1tes afcaiTnTzantes.á1tern.atTv-o~~ No exi§_tc calciúricos por absorción . La excreción del calcio urina-
-ün agefiteaC1dificant e urinario-efectivo alargo plazo. rio regresa a los valores de antes del tratamiento en el
la
2. Tiihibil:lor de ·absorción- gastrointesüiútl: El fosfato 50% de Jos pacientes después de 4 o 5 años de tratamien-
de celulosa se une al calcio en el intestino ypor.elio to . No se cree que los cambios dietéticos sean responsa-
fa
inhibe absorción yTaexc~ción ~rinaria dc-caléio. Éste bles de este fenómeno. Las tiacidas no restauran la
es-el meaicamento de -eleccíoñe ñ e Ctratamiento de absorción intestinal normal del calcio.
htperca!Ciuria por absorción tTpo--"1 -con -nefrolitíasls Los diuréticos que contienen triamtereno, tales
Cfe calcfo ielñcidente~aunquesófopreviene la neo forma- corno la Dyazida, se relacionan con cálculos urinarios
ción de piedras. Los pacientes deben tener valores nor- de triamtereno. Las personas que toman tales diuréticos
males de PTH, valores de calcio y fósforo séricos y en quienes se han encontrado cálculos de triamtereno
normales y no tener evidencia de absorción aumentada en su análisis, deben recibir una alternativa en cuanto a
de calcio en el intestino. Los medicamentos disminuyen los medicamentos antihipertensivos. ·
la saturación urinaria de fosfato de calcio y oxalato de 5. Complementos de calcio: La nefrolitiasis de calcio
calcio. Éstos pueden aumentar las concentraciones. uri- hipcroxalatúrica se trata de manera efect1va con co-mple-
narias de oxalato y fosfato . La dosis usual de inicio es m-entos de calcío~"I~1 gluconato-deca.Tc To-yef3trato de
de 5 g tres veces al día con los alimentos; la dosis se calcio-se absorben mejor- y son -más efectivos en- cuanto
puede ajustar mediante el seguimiento de las concentra- a la capacídad de-aumeñtarer-ca fclo sérico, que otras
ciones urinarias de calcio en la orina de 24 horas. Se fonñas de éal"Cio-. -El carbonato di calcio, el fosfato de
deben determinar magnesio, calcio y oxalato urinarios, calcio y la concha de la ostra son otras formas de calcio
además de las concentraciones de PTH sérica, \ o 2 veces que se absorben con menos eficiencia; éstas permanecen
al año . Los suplementos de magnesio se requieren con en ellumen intestinal, disponibles para-ligarse al oxalato,
frecuencia y deben tomarse al menos una hora antes o [o que reduce su absorción. Estas formas de calcio que
después del fosfato de celulosa. El fosfato de celulosa se se absorben con menos eficiencia son óptimas para tratar
relaciona con una carga de sodio y debe usarse con nefrolitiasis de calcio hiperoxalatúrica entérica y deben
precaución en aquellos pacientes con insuficiencia car- administrarse con los alimentos para ser efectivas.
diaca congestiva. Los efectos gastrointestinales colate- 6. Medicamentos que disminuyen el ácido úrico: ~_1 alo-
rales son poco frecuentes; éstos incluyen dispepsia y purinol se utiliza para tratar nefrolitiasis de calcio hÍpe-
movimientos intestinales disminuidos. roncosúrica cori-hiperúi-Jcem_i_a -o- sin élla. A diferencia·
El fosfato de celulosa quizá sea un tratamiento de losagei-l"testinccisurícos~qiie-rediicen las concentra-
subóptimo para las mujeres posmenopáusicas, quienes ciones séricas de ácido úrico por incrementar la excre-
están en riesgo de padecimientos óseos. Un tratamiento ción de ácido úrico urjnario, el alopurjnol es un inhibidor
alternativo para tales pacientes _rodria ser lás hldroCforotía- de la oxidasa de la xantina y reduce tanto las concentra-
cidas complementadas· conCIÚato-de.pot1sio para .co~- ciones séricas como las urinarias de ácido úrico. El
pensarlaflípopotasernl_~--~ h ípoc~~ji~ote'lic~J~i:- alopurinol no tiene impacto en la biosíntesis de las
3. Thmp!emerifosae fosfato: La pérdid~-~ fosf_?_!q__setrª-@ purinas; más bien, actúa exclusivamente en el catabolis-
mejor reemplazándolo. La a."b-sorción de fosfato puede mo de las purinas. Las concentraciones elevadas de
1nlüó1rse en -presen-cTa de iones alumimo, o magnesio, o xantina e hipoxantina en orina secundarias a alopurinol
de antiácidos que contengan ion calcio. Este tratamiento no se han asociado con nefrolitiasis . El alopurinol es un
debe usarse con precaución en pacientes digitalizados y medicamento potencialmente pehgroso y debe sus-
en aquellos con insuficiencia renal grave, enfermedad penderse en la primera aparición de rash cutáneo el cual,
de Addison o disfunción hepática grave. En general es en ocasiones, puede ser fatal. El tratamiento debe ini-
bien tolerado. Se puede empezar con una dosis de ciarse con 100 mg al día y se puede llegar a 300 mg
250 mg 3 o 4 veces al día y puede ser duplicada depen- por día en dosis divididas o como una sola dosis, vigi-
diendo de las concentraciones séricas de electrólitos, lando las concentraciones de ácido úrico en orina de 24
como el calcio y el fósforo. horas. Se tolera mejor cuando se toma después de los
4. Diuréticos: Las tiacidas pueden corregir la pérdida de alimentos.
calcio que serefacioria--éon~!percafCI"~r1~r~f!ar.-Esfo. 7. Inhibidor de )a ureasa: El ácido acetohidroxámico es
ev~!!l un-estado-~ ~iP ~xpa_r~~~~<? idism 9 s_e_~.!!ll~jq__Y}<_ts un tratamiento adjunto efectivo en aquellos -pa-Cientes
elevaciones asociadas en la síntesis de la vitamina D y Ú)n 'infecciones crón icas ~de vías urinarias por bicterias
en la absorción del eaf~i9_iQtestinaL Se aprecia ..üria -que oesdob}an fa urea y ~~_je~_C.i_()~_i~_COTI cálcti!Q'i-de
rápida disminucióñ en la excreción del calcio urinario, -estruvíia. Este -~~p-~~~()-inQj_Q_~q_~_!l}aner_ª n;'{ers1ºte la
misma que se sostiene a largo plazo (> 1O años). Una ureasa bácteriana, lo que disminuye las concentraciones
dosis inicial de 25 mg RUede ser titulada con base en las -de amomo ur!nano y de manera subsecuente acidificará
concentraciones del cai~i~ ~rinarío . Los -efectos-~oi ate- la orina. Su uso se ju~_~_i-~-~-!llejo~co~~- P!ofi_l~-~-t~
después de remover un cálculo de estruvita. También se vaciamiento o de cuerpos extraños. La disfunción del vacia-
}mecféut1T1Zar cfespuésci"euna-intervención exitosa donde - '!lien_t~.§~l2.~~c!(~~~ -uóaesire~fi~--~~~!1-~I.lilP~~ra§f~
se removió el cálculo o con antibioticoterapias dirigidas prostática benigna, contracción del cuello de la vejiga o
por cultivos. E\ ácido acetohidroxámico no es efectivo __v_~g-~ !1~iij§gemcaffácíélao- ·espástica : todas causaran esta·~
contra bacterias que no son productoras de ureasa. No -- --~.urinas@..Los cuerpo.s extrai1.o s como -las-sondaS d-e-Foley
se dispone de datos a largo plazo(> 7 años). Un número o las sondas ureterales en doble J olvidadas pueden servir
importante de pac1cntes se queja de efectos colaterales, como nidos para las piedras (figura 16-17). La mayoría de
que incluyen dolores de cabeza que son poco frecuentes, de los cálculos vesicales se ven en hombres . En los países en
corta duración y responden al ácido acetilsalicílico. vías dedesarrollo, estos cálculos se encuentran con frecuen-
Otros trastornos frecuentes incluyen náusea, vómito , cia en niños prepúberes. El anáhsis de Jos cálculos con
anorexia, nerviosismo y depresión. Un régimen clásico frecuencia revela cálculos de urato de amonio, ácido úrico
es de tabletas de 25Ó mg 3 o 4 veces al día (dosis total: u oxalato de calcio. La regla es un cálculo vesical solitario,
1Oa 15 mg/k.g/día) . aunque se encuentran numerosas piedras en el 25% de los
8. Prevención de cálculos de cistina: Con frecuencia, las pacientes (figura 16-18). Los pacientes se presentan con
medidas conservadoras, que incluyen ingesta masiva de síntomas irrüativos de vaciamiento , chorro urinario inter-
líquidos y alcalinización urinaria, son inadecuadas para mttente, mfecciones d~--':.i~~~.!Q.~!ias, b.~~naturi~_Q_d_91or
el control de la formación de cálculos de cistina. La pelvico . La exploración física no es reveladora. Un gr_an
penicilamina, el mismo medicamento que se usa para porcerit~_4e los cálcu!~~~~~icªJ~s. s_o_n_r~diolúcidp s (ácido
quelar el exceso de cobre en el tratamiento de la enfer- úrico) . El ultrasonido de la vejiga identifica las piedras con
medad de Wilson, experimenta un cambio a disulfuro de sus sombras características. Los cálculos se
carñbios de posición del ~uer2P.
mueviñ coñlos
tia! y se intercambia con la cistina. Esto reduce la canti- ..- ·-·- - ·-·--- --
dad de cistina urinaria que es relativamente insoluble. La Los cálculos dentro de un ureterocele no se mueven
solubilidad de la cistina del pi-I (pH de 5.0: 150 a con los cambios de posición del cuerpo (figura 16-19) como
300 mg/L; pH de 7.0: 200 a 400 mg/L; pH de 7.5 : 220 se observa en la exploración ultrasonográfica. Éstos con
a 500 mg/L). La D-penicilamina se asocia con numero- frecuencia no son obstructívos . La incisión endoscópica y
sos y frecuentes efectos colaterales que incluyen rashes la remoción de la piedra en raras ocasiones causan reflujo
y anomalías hematológícas, renales y hepáticas. Una vesicoureteral. El modo de remoción para otros cálculos
dosis inicial de 250 mg por día, dividida en 3 o 4 dosis , vesicales debe dirigirse a la causa subyacente.
puede ayudar a reducir los efectos colaterales graves. Se Los primeros instrumentos que se utilizaban para re-
puede ir aumentando de manera gradual hasta 2 g/día. mover los cálculos vesicales eran ingeniosos y extraños. Los
Las dosis deben ajustarse mediante la determinación de dispositivos mecánicos de aplastamiento aún se utilizan.
los valores cuantitativos de la cistina urinaria. La peni- Los litotritos mecánicos deben usarse con precaución para
cilamina aumenta el requerimiento de piridoxina (vita- prevenir lesiones en la vejiga cuando las pinzas se cierran .
mina 86), la cual debe ser complementada con 25 a 50 Hay que asegurarse de que la vejiga esté llena de manera
mg por día. parcial y que haya visualización endoscópica del movimien-
La mercaptopropionilglicin a (Thiola) es un medi- to no restringido lateral antes, para que el aplastamiento
camento optativo en el tratamiento de la nefrolitiasis por forzado de la piedra ayude a reducir esta complicación
cistina. Se debe usar después de que las medidas conserva- molesta. La cistolitolapaxia permite que la mayoría de las
doras y la D-penicilamina fallaron. Estas fallas en el piedras se rompan y se remuevan de manera subsecuente a
tratamiento con frecuencia ocurren en cistinuria homoci- través de un citoscopio. Los litotritos electrohidráulicos o
gota grave con valores urinarios de cistina mayores de 450 a ultrasónicos similares a los que se usan a través del nefros-
500 mgl día (la excreción normal es > 100 mg/día). La copio, son efectivos. La cistolitotomía puede realizarse a
mercaptopropionilglicin a, un agente reductor, se une a través de una pequeña incisión abdominal. Un sonido
la porción sulfuro de la cistina, formando un di sulfuro mixto Turner-Warwick puede utilizarse para levantar la vejiga y
(thiola-cistina) que es un compuesto soluble en agua. ayudar a reducir el tamaño de la incisión .
Puede retardar la velocidad de formación de nuevos
cálculos. La dosis se calcula con base en los valores de
cistina en la orina de 24 horas. Una dosis inicial puede ser
de 200 a 300 mg tres veces al día y se puede ministrar CÁLCULOS PROSTÁTICOS
una hora antes, o dos horas después, de los alimentos. Los Y DE LA VESÍCULA SEMINAL
efectos colaterales son frecuentes e incluyen: fiebre,
náusea, vómito y trastomos gastrointestinales; rash, piel ~o~ cálculos rostáticos se encuentran cJ~!]-~!:_Q._Q._eE_g!~~-~
arrugada o friable, síntomas parecidos a lupus, disminu- prq~!?_!i_c~~~t:Y~~~ -ra~2§ ~f! 1~ ':!r~~ra pr_ost~tica. Sepiensª-.
ción en la percepción del gusto y varios trastornos he- que .!:_e~~_ntan ~~QQ~ amil~ce~ calcifi~ado§ y son muy
matológicos. raros en niños . Por lo regular son _p~_queños Y.Jl!:!!Jl_WP§Q_s;
durante la resección de la próstata se observan de color
grisáceo. s~-~12~~ntr~n , por lo general, en ~lnung_e.n_~
ªden oma .I._<?~_c._ado qui rú~g_j~~.!l_!~_l}!~_está.!:!_E_om ~~-S~()_S_ e!_~
CÁLCULOS VESICALES fosfato de calcio. Aunque con frecuencia no tienen impor-
tancia clínica, en raras ocasiones se asocian con una prosta-
Con frecuencia los cálculos vesicales son una manifestación titis crónica. Los grandes cak-ufos-prost"áfícos pueden
-~e _alguna patología~s._ub~ac_en·t~. cº-rn.o.-"Qoa dis~linció.fl _ d~l con.fundirse con carcinomas. Por lo regular la próstata es
304 • Urología general de Smith (Capítulo 16)

Obstrucción con infección por


organismos que desdoblan la urea Signos y síntomas.
Interrupción súbita del chorro urinario
con irradiac1ón del dolor hacia la uretra baja
Síntomas urinarios de enfermedad subyacente
Otras causas menos frecuentes: (como prostatismo, cistitis secundaria)
Cálculos renales
Cuerpos extraños
Parásitos

------ - --- ---


Cuello ves1cal
ocluido por el cálculo

Figura 16-17. Génesis, signos y síntomas de los cálculos vesicales.

Figura 16-18. A: Radiografía de un abdomen doloroso que muestra dos cálculos vesicales. B: Apariencia macroscópica de
los cálculos vesicales removidos. Nótese conformación clásica característica de Jos cálculos que se componen de ácido úrico.

movible; sin embargo, Jos estudios radiográficos o u1traso- CÁLCULOS URETRALES Y PREPUCIALES
nográficos ayudan a confirmar el diagnóstico.
Los cálculos ~e la v~-~~~~emina~~~~--~~g~~~s y ·Por lo general , Jos cálculos uretrales se originan en la vejiga
muy raros. Se pueden relacionar con hematospcrmia. La y en raras ocasiones en las vías altas. La mayoría de los
explora~29~ __fí_?~~a =rj':~la--c,iJ~ulos duros, gland~_!_a!~~ y, cálculos uretrales que pasan de manera espontánea hacia la
cuando SQ_l}___ ~@.icl~.§ 1 _~_l}_o~ar_á_ una__s~_I!S.!!Ción de crujido. vejiga lo pueden hacer por la uretra sin impedimentos. Los
En _Q~~si~~~-' estas piedras_se f.QDf_lffiden_~QJl 11J-perculosís cálculos uretrales pueden desarrollarse de manera secunda-
-º-~!ª- ve§Í.fY.lª_seminal. ria a una estasis urinaria, a causa de un divertículo uretral,
Litiasis urinaria • .JU5

A B
figura 16-19. A: Radiografia abdominal que muestra calcificaciones extraóseas en la región de la vejiga. 8: Pielografía
:1travenosa que muestra piedras que están dentro de un ureterocele.

una es~_~e~-~~-l~- uretra_Erox~~I 9 en _si!_i<?.§._de cirug!_~s El_ d_i~~óstico se c~~fif!11~.J~-~-p~lpación, visualizaci~p


anteriores. En los hombres, la mayoria de las piedras se ~ndoscópica o estudios radiográficos.
pres-eñh en las regiones prostática y bulbar y son solitarios. El tratamiento debe dirigrrse a la causa subyacente. Los
En pacientes con cálculos uretrales oscilantes, sin evidencia cálculos que se relacionan con una constricción uretral
de otra patología, se debe sospechar de la autointroduc- densa o con divertículos complejos se pueden remover
ctón de tales piedras en un intento de obtener medicamentos durante la reparación quirúrgica definitiva. Es posible atra-
contra el dolor o por atención, como se ve en el síndrome par con éxito los cálculos pequeños y removerlos intactos.
de Münchausen. Con más frecuencia, es necesario fragmentarlos y remover-
Las mujeres en raras ocasiones desarrollan cálculos los. Es mejor que los cálculos que han estado alojados
metrales debido a su uretra corta y a la baja incidencia de mucho tiempo o que están muy impactados sean removidos
cálculos vesicales. La mayor parte de los cálculos que se por medio de una uretrotomía.
encuentran en la uretra de las mujeres se relacionan con Los cálculos prepuciales son raros y por lo regular se
divertículos uretrales. presentan en adultos. Éstos se desarrollan de manera secun-
Los síntomas son similares a los que dan Jos cálculos daria a una fimosis obstructiva intensa. También pueden ser
vesi caféS: chorr~d.e orina j~tJ.!.~r.mj_t~nt¿, _b~w-ª!Wl<l!~m:t_inªl consecuencia de una mala higiene con esmegrna espeso. El
e iñ7ecc16n.· Las piedras quizá se presenten con goteo o diagnóstico se confirma por palpación. El tratamiento de la
durañteuna ·retención aguda de orina. El dolor tal vez sea causa subyacente con abertura prepucíal dorsal o una cir-
intenso y, en hombres, se puede irradiar a la punta del pene. cuncisión formal previenen la reincidencia. •
- - --- ~- ~- - - ·~ - -- -·
17
Litotripsia extracorpórea
con ondas de choque
Marsha/1 L. Stoller, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

La litotripsia extracorpórea con ondas de choque revolucio- cación en vías biliares y distancia máxima entre foco
nó el tratamiento de la litiasis urinaria. El concepto de (fuente de la onda de choque) y foco 2 (objetivo).
utilizar ondas de choque para fragmentar cálculos se pre-
sentó en Rusia en la década de 1950. Pero, fue durante una Física de las ondas de choque
investigación para explicar el desgaste de los aeroplanos
supersónicos que Dornier, una compañía alemana fabrican-
En contraste con la conocida onda ultrasónica sinusoidal
te de aviones, redescubrió que las ondas de choque origi- con propiedades mecánicas longitudinales, las ondas acús-
nadas en Jos residuos flotantes en la atmósfera eran capaces ticas de choque no son annónicas y tienen presiones no
de fracturar objetos duros. De la ingeniosa aplicación de un lineales características. Se observa una elevación pronun-
moddo desarrollado para entender dichas ondas de choque ciada en la amplitud de la presión que da como resultado
surgió la litotripsia extracorpórea (fuera del cuerpo) con ondas fuerzas compresoras (figura 17-2). Las fuentes generadoras
de choque (LEOC). La primera aplicación clínica para de ondas de choque se clasifican en dos tipos básicos:
fragmentar cálculos renales con éxito se efectuó en 1980. supersónicas y emisores de amplitud finita.
El HM-1 (del inglés Human Modei-1) sufrió modificacio- Los emisores supersónicos liberan energía en un es-
nes en 1982 con lo que se convirtió en el HM-2 y después, pacio confinado y por tanto producen expansión de plasma
en 1983, en el HM-3 que ha tenido una amplia difusión y una onda acústica de choque. Estas ondas existen en la
(figura 17-l). El empleo del HM-3 en Europa, Japón y EUA naturaleza: una situación análoga es el estruendo de una
(aprobado formalmente por la FDA [Food and Drug Admi- tormenta con rayos (una descarga eléctrica) seguidos por
nistration] en diciembre de 1984) ha transformado la técnica truenos (explosión acústica). En condiciones controladas
para el tratamiento de los modelos de cálculos urinarios. Desde esta onda acústica de choque puede fragmentar cálculos. La
entonces, se han puesto en operación más de 350 unidades de onda compresora inicial viaja a mayor velocidad que el
litotritos en todo el mundo y se ha tratado satisfactoriamente a sonido en el agua y rápidamente se hace más lenta hasta
millones de pacientes. igualar dicha velocidad. La onda de presión viajera se
Desde el desarrollo del HM-3, Dornier hizo modifica- reduce en forma no lineal. La física de estas ondas de choque
ciones en el disco semiehpsoide de reflexión y computado- se ha estudiado ampliamente durante las explosiones sub~
rizó los movimientos del caballete para facilitar la marinas. En las api icaciones médicas estas ondas se enfocan
localización de los cálculos. Otros fabricantes diseñaron para concentrar la energía sobre un cálculo (figura 17-3).
varias máquinas diferentes (cuadro 17-1 ). Todas requieren Para el enfoque óptimo se utihza una ligera desviación del
una fuente de energía para crear las ondas de choque, elipsoide geométrico.
un mecanismo acoplador para transferir la energía Los emisores de amplitud finita, en contraste con los
desde el exterior al interior del cuerpo y diversas modali- sistemas de energia de fuente puntual, crean ondas pulsantes
dades de fluoroscopia o ultrasonido, o ambas, para iden- de choque mediante e\ desplazamiento de una superficie
tificar y ubicar el cálculo en el foco de convergencia de activada con descargas eléctricas. Hay dos tipos principales
las ondas de choque. Difieren en la intensidad del dolor de emisores de amplitud finita: piezocerámico y electro-
generado y en los requerimientos de anestesia o aneste- magnético. La variedad piezocerámica produce una onda de
siólogo, elementos consumibles, tamaño, movilidad, cos- choque luego que una descarga eléctrica elonga el compo-
to y durabilidad. En el cuadro 17-2 se muestran algunas nente cerámico y da lugar al desplazamiento de su superfi-
características de los equipo tales como: presión máxima cie, generándose así un pulso acústico. Miles de estos
focal, dimensiones del foco, diseño modular, posible apli- fenómenos generados sobre la superficie cóncava de una

3JJ
~ 12 • Urología general de Smith (Capítulo 1 7)

[]J

Figura 17-1. Diagrama de un litotriptor Dornier HM-3.

esfera y dirigidos hacia un foco, dan como resultado tensión concepto similar al de los sistemas estereofónicos. Una
intensa, deformación y presiones de cavitación (figura descarga eléctrica enviada sobre una placa, adyacente a
17--4) . En los s1stemas electromagnéticos se desarrolla un una hoja metálica aislada, crea una corriente eléctrica que

Cuadro 17-1. Tipos de litotriptores *


Disponible Generador Acoplador Localización
HM-1 Domier (RFA) 2/80 Chispa Baño
HM-3, HM-4 Dornier (RFA) 10/83 Chispa Baño Rayos-X
Yachiyoda SZ-l Yachiyoda (Japón) 3/85 Explosivo Baño Rayos-X
Sonolith 2000 Technomcd (Francia) 6/85 Chispa Minitanque U/S
EDAP LT-01 EDAP (Francia) 85/86 Pi ezoel éctri co Membrana U/S
Lithostar Siemens (RFA) 3/86 Electromagnético Membrana Rayos-X
Piezolith Wolf(RFA) 10/86 Piezoeléctrico Minitanque U/S
Medstone 1050 ST Medstone (RFA) 10/86 Chispa Membrana Rayos-X
Tripter Xl DIREX (Israel) 7/87 Chispa Membrana Rayos-X
MPL-9000 Domier (RFA) 9/87 Chispa Membrana U/S
Northgate SD-3 Northgate (EUA) 10/87 Chispa Membrana U/S
Therasonic Diasonics (EYA) 2/88 Piezoeléctrico Membrana U/S/Rayos-X
MFL 5000 Dornier (RFA) 9/88 Chispa Membrana Rayos-X
"'Fuente; 7th World Congress on E:ndourology and ESWL, novtembre, 1989.
Cuadro 17-2. Especificaciones de Htotritos*
Presión Dimensión Biliar Modular Distancia
máxima focal del foco máxima piel a
(bar) (mm) foco (cm)
HM-3 1100 25 X 10 + - 13.0
MPL 9000 700 a 1500 35 X 4 + - 12.0
MFL 5000 600 a 800 40x 6 + - 13.0
Tecl1-Med (So-!ith) 700 a 1000 55 X 15 + + 13.0
Northgate SD-3 lOO O 30x 15 + - 13.4
Mcdstone 1050 ST 600 a 900 30x 10 + -

Direx Triper X-1 700 a 900 34x 10 + + 12.5


Yachiyoda SZ-1 400 a 500 30x 10 - - 13.5
Siemens Lithostar 50 a 380 53 X 6 + - 11.5
EDAP LT-101 900 25 25
X + - 14.0
Richard WolfPiezolith 600 a 1000 11 X 3 + - 14.0
Stortz 200 a 1000 6x 28 + -
Diasonic Thcrosonic 800 a 1000 25 X 3 + + 17.0

"'Fuente. 7th World Congress on Endourology and ESWL, noviembre, 1989.

rechaza una membrana metálica desplazándola y generando ción, con o sin LEOC subsecuente, es el modo más eficiente
un pulso acústico en el medio vecino. Estas ondas deben de liberar al paciente de las molestias de cálculos mayo-
enfocarse hacia el cálculo nocivo. res de 3 cm. Alternativamente, estos grandes cálculos se
Todas las ondas de choque, cualquiera que sea su pueden tratar mediante sesiones repetidas con ondas de
fuente, pueden fragmentar cálculos cuando se dirigen hacia choque o con terapia de un tiempo. La dilatación del sistema
ellos. La fragmentación se logra mediante erosión y astilla- colector reduce la eficiencia para eliminar la gran cantidad
miento (figura 17-5). Las fuerzas de cavitación producen de arenilla que se produce en estos casos. Además, una sola
erosión en Jos sitios de entrada y salida de 1a onda de choque. intervención quirúrgica no será suficiente para eliminar
El asti1lamiento es resultado de la absorción de la energía y todos los cálculos. Un núcleo central radiolúcido rodeado
su transformación en fuerza de tensión, deformación y des- por calcificaciones con poca fragmentación después de una
lizamiento. Los tejidos biológicos vecinos no sufren daño litotripsia sugiere una composición de matriz (figura 17--6).
ya que no son quebradizos ni las ondas de choque están Los cálculos de matriz son blandos, semejantes a un tapón
enfocadas sobre ellos. gelatinoso, que en general no se deshace con LEOC (figura
17-7). En esta situación, el tratamiento de elección es la
extracción transcutánea y no las sesiones repetidas de ondas
EVALUACIÓN PREOPERATORIA de choque. Un cálculo doloroso situado en un divertículo
caliceal con estrechamiento del cuello infundibular quizá no
Luego de una historia clínica y examen físico cuidadosos se pueda pasar luego de su fragmentación. Puede recurrírse a
debe practicar la valoración del tamaño, forma, número y la extracción transcutánea o a la dilatación del infundíbulo,
localización de Jos cálculos. Hay que conocer la anatomía
del riñón para formular objetivos del tratamiento acordes
con la realidad. La orografía intravenosa o la placa simple
de abdomen combinada con ultrasonografía confiable del
riñón ayudan a identificar los cálculos, a delinear la anato-
mía de la porción alta de las vías, incluyendo el grado de
dilatación y a excluir una obstrucción distal. Sin este análisis
previo no es posible conocer la composición definitiva del
cálculo antes de la operación. Este conocimiento es valioso e

puesto que los cálculos varían mucho en cuanto a la facilidad :~~ ~------------L--4r-------------~~-----
Tiempo
para fragmentarse. Cuando los cálculos tienen aspecto de a..
vidrio esmerilado y bordes regulares y esto se acompaña
de pH urinario ácido, se puede pensar que están compues-
tos de cistina. Los cálculos de cistina y los de oxalato de
calcio mono hidratado son duros y resisten la fragmentación.
Por el contrario, el oxalato de calcio dihidratado casi siem-
pre presenta aspecto espiculado en la radiografía y se frag-
menta con facilidad·.
Las opciones de tratamiento siempre deben discutirse Figura 17-2. Onda de choque. El eje vertical representa
con los pacientes. El acceso transcutáneo y la extrae- presión y el eje horizontal, tiempo.
A

---

B f1 : Fuente de energía

Figura 17-3. A: Emisión de onda de choque supersónica a partir de un electrodo. B: El reflejo de la onda de choque a partir
del foco 1 hacia el foco 2, permite la fragmentación del cálculo.

l
Entrada de

enecgia

------------------------~Foco

Fuente de energía
piezocerám1ca

Figura 17-4. Emisor piezoeléctrico de amplitud finita. Los elementos cerámicos se colocan en la superficie cóncava de una
esfera, y cada uno de ellos se orienta hacia un foco identificado.
Fragmentación

Erosión

Compresión
'~
oJ:¿tltJ
~
lfv D

Figura 17-5. Las ondas de choque que llegan producen en fragmentación debida a erosión y resquebrajamiento.

como plan de tratamiento razonable para eliminar todos los luego de procedimientos para desplazarlos y colocarlos en
cálculos en el paciente. algún espacio más amplio y así incrementar la eficacia de
Los estudios por imágenes deben efectuarse poco antes ]a fragmentación . A veces las maniobras de desplazamiento
de la fecha fijada para el tratamiento porque los cálculos no no tienen éxito debido al enclavamiento prolongado acom-
permanecen estacionarios. No todos los pacientes con
cálculos urinarios requieren tratamiento inmediato. Los pa-
cientes asintomáticos deben ser vigilados. Una opción razo-
nable, si el paciente está asintomático y la acepta, es la
quimiólisis de los cálculos de ácido úrico.
El examen físico será muy completo: igual que en la
preparación de cualquier otro procedímíento quirúrgico.
Hay que explorar los signos vitales incluyendo la presión
arterial. La complexión del cuerpo incluyendo anomalías
anatómicas del esqueleto, contracturas y exceso de peso (>
130 kg) limitan bastante o excluyen la LEOC. A los indivi-
duos en condiciones límite habrá que practicarles un simu-
lacro previo al tratamiento. Las mujeres embarazadas y los
pacientes con aneurismas aorticoabdominales o trastornos
hemorrágicos incorregibles, no deben tratarse con LEOC.
Los individuos con marcapasos cardiaco se valorarán por
un cardiólogo. Si se considera factible la LEOC, un cardió-
logo experimentado en la solución de problemas con el
marcapasos deberá estar presente en la sala de litotripsia.
En la evaluación de laboratorio se incluye: BUN, crea-
tinina, biometría hemática completa, perfil de coagulación
y análisis de orina con urocultivo y, en su caso, pruebas de
susceptibilidad. A pacientes ancianos se les registrará elec-
trocardiograma basaL Hay que informar al paciente de todos
los riesgos y obtener su consentimiento por escrito.

CONSIDERACIONES TRANSOPERATORIAS

Los cálculos nocivo~ deben identificarse mediante el examen


completo de radiografías recientes. Primero se at1cnde a los
cálculos distales para eliminar la posibilidad de problemas de Figura 17-6. Cálculo resistente a LEOC. Obsérvese el calculo
obstrucción. Los cálculos ureterales se pueden tratar in situ o renal izqu1erdo con centro transparente y borde opaco.
316 • Urología general de Smith (Capítulo 17)

Imagen fluoroscópica

Entre las condiciones requeridas para lograr una imagen


tluoroscópica se mcluycn: colimación apropiada, atenua-
ción de las luces de la sala y preparación intestinal adecuada
para disminuir Jos molestos gases intestinales; de esta ma-
nera es posible reducir la exposición a las radiaciones y
mejorar la calidad de la imagen. La fluoroscopia intermiten-
te revela movimientos del cálculo con la respiración y es útil
para localizar y enfocar cálculos nocivos. Luego de tener
en foco aproximado al cálculo el intensificador de imagen
se debe aproximar lo más cerca posible a la fuente de rayos
X. En los aparatos con baño de agua se debe ajustar el balón
para disminuir la cantidad de agua que atravesarán los rayos

~tf:g Z_~ATE
X. Dichos balones no deben empujar al paciente porque al
desinflarlos durante el tratamiento el paciente ''quedará
fuera de foco". Los destellos meJoran la resolución y son
útiles para determinar la geometría del cálculo antes del
Figura 17-7. Cálculo de matriz resistente a LEOC, y que tratamiento y la fragmentación adecuada luego del mismo.
posteriormente se extrajo de manera transcutánea. Sin embargo, cada destello es equivalente a casi 30 segundos
de tiempo de fluoroscopia.

pañado de tortuosidades, enrollamientos o ambas cosas y


Imagen ultrasónica
deben ejecutarse bajo control tluoroscópico.
La localización ultrasónica tiene la ventaja de que evita, al
paciente y al equipo de litrotripsia, la exposición a radiacio-
nes. Hay dos tipos básicos: la unidad coaxial, alineada con
Localización de cálculos el generador de ondas de choque y la unidad de brazo
articulado con un transductor móvil. Con el ultrasonido se
identifican con facilidad los cálculos pequeños o radiotrans-
La posición apropiada del paciente es un requisito previo parentes difíciles de visualizar con fluoroscopia. No obstan-
para el éxito de la !itotripsia. Mediante la palpación de las te, a veces es difícil o imposible identificar cálculos
costillas y de los huesos de la cintura pélvica del paciente ureterales o localizados medialmente, en especial, si el
se puede lograr la mejor posición. cuando se usan imágenes sistema colector no está obstruido. En pacientes obesos
fluoroscópicas con el Dornier HM-3 estándar, los pacientes también es difícil, o imposible, visualizar un cálculo. La
con cálculos en la línea media o urcterales deben rotarse con habilidad para localizar cálculos y verificar su fragmenta-
el lado del cálculo hacia abajo y así visualizar el cálculo lejos ción con ultrasonido muestra una curva de aprendizaje más
de las estructuras óseas de la línea media que se le sobrepo- prolongada en comparación a la fluoroscopia.
nen. Los cálculos en el uréter bajo requieren que el paciente
esté sentado o en decúbito ventral para dirigir las ondas de Acoplamiento
choque con precisión. Las mujeres con posibilidad de em-
barazo no deben tratarse en esta forma puesto que todavía La fragmentación satisfactoria requiere acoplamiento efi-
no se conocen las consecuencias a corto y largo plazo sobre caz. Los dispositivos de acoplamiento deben tener propie-
la función ovárica. La posición en decúbito ventral es mejor dades similares a la piel humana. Un sistema óptimo no debe
para tratar riñones localizados hacia delante, porciones ocasionar dolor, equimosis, hematomas o lesiones cutáneas.
orientadas mediatmente de un riñón en herradura o riñones Las interfases gas-tejido pueden producir daño tisular. Las
trasplantados. burbujas de aire atrapadas en vellos, en vendajes aplicados
En ocasiones es difícil obtener la imagen fluoroscópica sobre procedimientos transcutáneos previos, líquidos dega-
de cálculos pequeños o poco calcificados, cualquiera que sificados de modo inapropiado o aire en los cojines de
sea su ubicación. Con la instalación de un catéter ureteral se acoplamiento pueden retardar de manera significativa las
identifican las referencias anatómicas y se tiene una vía para ondas de choque y producir equimosis o lesiones cutáneas.
inyectar medio de contraste radiológico. Un cálculo cal iceal Si las ondas de choque atrav1esan el tejido pulmonar pueden
poco calcificado se puede identificar inyectando medio de ocurrir consecuencias catastróficas. Aun con acoplamiento
contraste diluido en el sistema colector y enfocando luego adecuado, la fragmentación puede ser inapropiada debido a
sobre el cáliz apropiado o sobre el defecto de llenado. Puede la refracción y reflexión de las ondas de choque en las
haber dificultad para instalar un catéter por vía retrógrada interfases de los tejidos, en particular, cuando el paciente es
cuando el paciente tiene derivaciones urinarias tubulariza- obeso.
das. En los pacientes en quienes no se p_ueden colocar sondas El baño de agua suministra un buen acoplamiento. Al
retrógradas, puede utilizarse material de contraste intrave- sumergir al paciente se pueden producir cambios hemodi-
noso para ayudar a la localización y enfoque de estos námicos profundos incluyendo compresión venosa perifé-
cálculos. rica que incrementa la presión en la aurícula derecha,
Litotripsia extracorpórea con ondas de choque • 317

aumenta la presión de cuña en los capilares pulmonares y sólo deben administrarse las descargas minimas necesarias
eleva el gasto cardíaco. Es necesario estimar estos cambios para lograr la fragmentación. Las sesiones prolongadas de
hemodinámicos y establecer la vigilancia apropiada en su- tratamiento con ondas de choque no son eficaces porque los
jetos con reserva cardiovascular marginal. También hay que fragmentos circunvecinos impedirán que las ondas frag-
tener en cuenta los riesgos de la electricidad. Una medida menten eficazmente las grandes partículas residuales. Debe
de seguridad relacionada con la posibilidad de transferir evitarse el tratamiento excesivo casual puesto que aún no se
cargas eléctricas a los líquidos corporales consiste en eva- conocen las complicaciones a largo plazo.
cuar el agua y lavar la tina después de cada tratamiento. Esto Los cálculos solitarios se tratan enfocando el segmento
puede consumir mucho tiempo. En regiones donde sea del cálculo más próximo a la unión ureteropélvica. Con
necesario conservar el agua a causa de su escasez, esto quizá kilovoltaje bajo se reduce la probabilidad de provocar ca-
signifique desperdiciar un preciado recurso. rambolas hacia el interior de otras partes del sistema colec-
Por el contrario, los sistemas de acoplamiento con tor y la neces1dad de nuevos enfocamientos. Cuando se
cojines de agua reducen la demanda de este elemento. Un tratan cálculos múltiples en un riñón, debe formularse una
acoplamiento con gel, parecido al utilizado en ultrasonogra- estrategia. Los cálculos situados en la pelvicilla renal o
fia, proporciona una interfase excelente con la piel. Ambos localizados centralmente deben fragmentarse primero para
sistemas de acoplamiento hídrico requieren agua degasifi- eliminar fragmentos potencialmente obstructores. A conti-
cada para disminuir las burbujas. nuación se pueden tratar los ubicados más hacia la periferia.
Es necesario lograr una fragmentación adecuada antes de
Disparo de las ondas de choque mudarse al siguiente cálculo.
Los cálculos grandes o infectados se tratarán mejor
En un principio, las ondas de_ choque se dispararon en luego de instalar un catéter en doble J. Dichas sondas no
coordinación con el electrocardiograma para reducir las facilitan el paso de los fragmentos; pero de hecho aumentan
disritmias cardiacas. Ellitotrito percibe las grandes oscila- la probabilidad de un drenaje adecuado. Esto tiene ventajas
ciones del complejo QRS y 20 mseg después inicia las ondas especiales cuando el paciente vive lejos del hospital. Ade-
de choque; la expectativa es diminuir las ondas durante la más, este tipo de catéter evita que los fragmentos grandes
fase de repolarización del ciclo cardiaco (el miocardio es penetren al uréter.
más sensible en ese momento). Si aparecen disritmias Definir la fragmentación adecuada durante el trata-
cardiacas, la interrupción del procedimiento basta, con miento puede ser dificil. Los bordes inicialmente nitidos se
frecuencia, para detenerlas. Sin embargo, en caso de persis- vuelven borrosos o vellosos y simulan un balazo. Los cálcu-
tir, el tratamiento médico estándar resulta eficaz. Concep- los vistos al principio pueden desaparecer luego de un
tualmente es más apropiado disparar las ondas de choque tratamiento satisfactorio. La visualización intermitente ase-
en respuesta al ciclo respiratorio para enfocar con precisión gura enfoque preciso, valoración de la evolución y fin del
óptima el cálculo que se desplaza con los movimientos procedimiento. En muchos cálculos caliceales, el acceso es
respiratorios. Ya se dispone de estos sistemas. de la base hacia arriba. Los cálculos de los cálices inferiores
deben fragmentarse antes de Jos medios o superiores, pues
Dolor los fragmentos de los cálculos de cálices superiores y me-
dios pueden migrar hacia los inferiores. Dichos fragmentos
lnicialmentc no se reconoció la necesidad de anestésicos. pueden derivar o retrasar la entrada de las ondas de choque
Los primeros procedimientos se efectuaron bajo anestesia para romper de manera eficaz los cálculos caliceales infe-
general con intubación traqueal, o anestesia epidural. Se riores.
intentó la ventilación con chorro de alta frecuencia para La nefrolitiasis bilateral se trata con iguales paráme-
limitar los movimientos del diafragma y así disminuir e\ tros. Primero se tratará el lado con síntomas o con mayores
movimiento de los cálculos. En la actualidad se reconoce problemas potenciales. Si hay duda acerca de la carga de
que incluso el HM-3 no modificado se puede usar con éxito cálculos grandes, deben colocarse una o más sondas en doble
empleando analgesia y sedantes por vía intravenosa, incluso J para disminuir la probabilidad de obstrucción bilateral.
durante las maniobras endoscópicas previas. Los aparatos
más modernos han reducido o eiiminado los requerimientos
de medicación. El dolor es subjetivo y las ondas de choque CUIDADO POSOPERATORIO
iniciales se deben aplicar luego de )nformar al paciente lo
que puede esperar. Esto elimina el factor sorpresa, incre- El objetivo final de LEOC es fragmentar y con el tiempo,
menta la cooperación del paciente y reduce la probabilidad elim1nar los cálculos y por cons1guiente liberar al paciente
de movimientos inesperados. Cuando no se administran de los mismos. Los conocimientos previos del paciente, y
anestésicos, las primeras ondas de choque se deben aplicar quizá del médico que lo refiera, respecto a expectativas
con un kilovoltajc bajo y luego incrementarlo gradualmente. reales ayudará a lograr una evolución posoperatoria satis-
factoria. A los pacientes externos hay que vigilarlos después
Fragmentación de la operación hasta que las condiciones hemodinámicas
sean estables y se encuentren listos para darlos de alta. El
No se conoce la dos~s segura de ondas de choque. En la examen mostrará abdomen relajado y en ocasiones equimo-
práctica es frecuente exceder las recomendaciones del fa- sis en el sitio de entrada de las ondas de choque. La hema-
bricante. Las ondas de choque son traumáticas: producen turia abundante es la regla. Deben retirarse los catéteres
hemorragia y edema dentro y alrededor del riñón; por tanto instalados para ayudar a localizar cálculos o como puertos
318 • Urología general de Smith (Capítulo 17)

para inyectar medio de contraste y las sondas de Foley; antes sobre y por fuera de los arneses puede dar lugar a caídas y
de abandonar el hospital el paciente debe orinar. fracturas.
Si luego de darse de alta aparecen náuseas persistentes, Aún no se confirma la relación potencial entre LEOC
vómitos, fiebre o dolor no controlado con analgésicos ordi- y el desarrollo de hipertensión. No se dispone de datos a
narios se recomendará al paciente que consulte a uno de los largo plazo.
médicos del departamento de litotripcia. Estos sintomas A los pacientes con catéter en doble J instalado se les
sugieren obstrucción urinaria. La infección urinaria por informará de la instalación de estos cuerpos extraños y que
obstrucción causada por fragmentos puede conducir a una con el tiempo será necesario retirarlos, generalmente luego
septicemia. La LEOC no influye sobre la flora microbiana de la evaluación a las dos semanas. Si ya se ha expulsado la
de los cálculos infectados. Los pacientes deben pasar su mayor parte de la arenilla será el momento oportuno para
orina por un cedazo en busca de fragmentos de cálculos para retirar el catéter en doble J. Si persiste una arenilla abun-
el análisis posterior de éstos. Quienes forman cálculos de dante, se deja la sonda en doble J para garantizar el drenaje;
manera reincidente deben considerar una evaluación meta- se obtienen radiografías simples de abdomen seriales cada
bólica luego de la expulsión de Jos cálculos. 2 a 3 semanas.
Es necesario motivar al paciente para que conserve un La cantidad de cálculos se relacionan con las com-
estado de ambulación activa para facilitar la expulsión de los plicaciones posoperatorias. Los residuos de cálculos (guija-
cálculos. La hematuria debe resolverse durante la primera rros) o columnación de arenilla en un uréter puede ser
semana del posoperatorio. Hay que alentar la ingestión de frustante. Esto se descarta de manera específica cuando se
líquidos. La evaluación, aproximadamente dos semanas des- valoran las radiografías posoperatorias. Los individuos
pués, de una placa simple de abdomen y ultrasonografía asintomáticos se siguen con radiografías simples de abdo-
renal, ayudarán a establecer el éxito de la fragmel)tación y de men y ultrasonido. El dolor o fiebre graves requieren inter-
la expulsión de arenilla. Los pacientes pueden incorporarse vención. El drenaje mediante nefrostomía transcutánea
al trabajo tan pronto se sientan en posibilidad de hacerlo. habitualmente se complica debido a la hidronefrosis asocia-
El dolor abdominal puede relacionarse con las ondas da. La descompresión del sistema colector permite una
de choque. El dolor intenso refractario a la medicación oral coaptación eficiente de las paredes del uréter y ayuda a
o intravenosa rutinaria debe alertar al médico respecto a la resolver el problema. Es sólo en raros pacientes que la
posibilidad de un raro (0.66%) hematoma perirrenal. En esta columna de fragmentos no se resuelve con los procedimien-
situación una placa simple abdominal puede mostrar evi- tos descritos; dichos casos requieren manipulaciones endos-
dencia de hemorragia incluyendo ausencia de la sombra del cópicas retrógradas para extraer los fragmentos de cálculos
psoas o del contorno renal. Al igual que en el manejo de que obstruyen. En general, se encuentran 1 a 2 fragmentos
otros traumatismos renales contusos, se obtiene una torno- obstructores bastante grandes. Extrayéndolos se resuelve la
grafía computador izada para diluir la etapa de la lesión. En columna de fragmentos.
raras ocasiones, la taquicardia e hipotensión harán sospe- Una de las complicaciones más frustantes es la frag-
char hemorragia no controlada y será necesaria una explo- mentación o la expulsión inadecuadas de los cálculos. El
ración quirúrgica a cielo abierto. La pancreatitis es una éxito se relaciona con el número, la localización y compo-
complicación poco frecuente, pero debe considerarse, en sición de los cálculos. La proporción de cálculos eliminados
especial, con cálculos del lado izquierdo. se evalúa tres meses después de la operación y se requieren
Se han comunicado parálisis de nervios y habitualmen- técnicas de imágenes. La valoración de rutina incluye radio-
te se asocian con una posición inapropiada por mal acojina- grafía simple de abdomen y ultrasonografía renal. Hay que
miento. El posicionamiento y transferencia de pacientes practicar inspección cuidadosa del trayecto del uréter, inclu-

Cuadro 17-3. Porcentaje de ausencia de cálculos tres meses después del tratamiento*
Litotrito Tamaño del cálculo N Origen
< 1 cm la2cm 2a3cm >3cm
HM-3 82 78 53 69 6!5 u.s. Cooperative Study Group
MFL-5000t (90) (81) (68) (60) (12 650) ?
Technomed 80 68 57 43 1490 Villalba Clinic, Naples (Italia)
Northgate 89 65 38 33 61 Medica] College of Wisconsin
Medstone 70 71 29 86 100 Kamo Hospital (Japón)
Dirext (94) (83) (66) (58) (1185) ?
Yachiyoda 87 74 72 34 328 Tohoku University and Dokkyo Univ. (Japón)

Siemcns 95 86 62 35 1048 S t. Josef Hospital (RFA)


EDAP 83 70 52 47 407 Tokyo Jikci-Kai Medica] College (Japón)
Píezolith 93 84 71 74 2005 University Homburg SAAR Hospital
(RFA)
Diasonic 63 50 50 ... 67 Lich-Suny Downstate (USA)

* Fuente. 7th World Congress of Endourology and ESWL, noviembre 1989.


t Las cantidades entre paréntesis no se han publicado.
yendo la porción situada sobre la articulación sacroiliaca y un cáliz inferior donde el índice es sólo del 50 por ciento.
la unión ureterovesical. Fragmentos dudosos en el uréter Los pacientes con cálculos pélvicos renales pequeños
distal se pueden diferenciar de unos flcbolitos por medio de (< 1.5 cm) tienen un índice de desaparición de alrededor del
ultrasonografía suprapúbica (se usa la vejiga \lena como
90% en comparación con cálculos similares en cálices me-
ventana acústica). Por último, pocos meses después se pue-
dios (más o menos el 75%) o cálices inferiores (alrededor
den solicitar placa simple de abdomen y ultrasonografía
renal o urografía intravenosa para excluir una hidronefrosis del 70%). En conjunto, casi el 75% de los pacientes con
asintomática. cálculos renales tratados con LEOC quedan libres de ellos
Los cálculos de la pelvicilla renal grandes (> 1.5 cm) en tres meses. Los estudios comparativos entre varios apa-
tienen un índice de desaparición a los tres meses de alre- ratos se deben realizar a la luz de dicha estratificación
dedor del 75%, en comparación con cálculos similares en (cuadro 17-3). •

1(

REFERENCIAS
Abrahams C, Lipson S, Ross L: Pathologic chm1ges in the kidneys Libby JM et al.: Role of silicon ureteral stents in extracorporeal
and other organs of dogs undergoing extracorporeal shock shock wave lithotripsy of !arge renal calculi. J Urol
wave Jithotrípsy with a tubless lithotriptor. J Uro! 1988;139: 115.
1988;140:391 . Lingeman JE, Woods JR, Toth PD: Blood pressure changes
Baskin LS, Floth A, StollerML: Monitorcd anesthesiacare with following extracorporeal shock wave Jithotripsy and other
the standard Dornier HM3 lithotdptor. J Endourol !990; forms oftreatment fornephrolithiasis. JAMA 1990;263: 1789.
4:49. Lingeman JE ct al.: Comparison of results and morbidity of
Becht E et al.: Treatment ofprevesical ureteral calculi by extracorporeal percutaneous nephrolithotomy and extracorporeal shock
shock wave lithotripsy. J Urol 1988; 139:916. wave lithotripsy. J Urol ) 987; 138:485.
Bush WH, Brannen GE: Extracorporeal shock wave lithotripsy Lingeman JE et al.: Bioeft'ects of extracorporeal shock wave
(ESWL) of pelvic kidney calculus . Urology 1987;29:357. lithotripsy. J Endourol1987b;1 :89.
Chaussy C, Schmiedt E: Shock wavc treatment for stones in the Lingeman JE et aL: Extracorporeal shock wave lithotripsy: The
upper urinary tract. Uro! Clin North Arn 1983; 10:743.
Methodist Hospital experience. J Uro/ 1986a; 135:1 134.
Chaussy CG (editor): Extracorporeal Shock Wave Lithotripsy:
Lingeman JE et al.: Management of upper ureteral calculi with
Technical Concepl. Experimental Research, and Clinical Ap-
extracorporeal shock wave líthotripsy. J Uro/1987;138:720 .
plication. Karger, 1986. Mueller SC et al.: Extracorporeal shock wave lithotripsy of
Chaussy CG et al.: First clinical experience with extracorporeally
ureteral stones: Clínica\ expcrience and experimental findigs.
induced destruction ofkidney stones by shock waves. J Urol
J Uml\986; 135:831.
1982;127:417.
Newman DM ct al.: Extracorporeal shock wave lithotripsy expe-
Chaussy CG et al.: Extracorporeal shock wave Jithotripsy (ESWL) tor
rience in children. J Uro/ 1986; 136;238.
treatment ofurolith.iasis. Urology 19R4;23:59.
Newman DM et al.: Two-year follow-up of patients treated with
Drach GW et al.: Report oflhe United States cooperative study of
extracorporeal shock wave lithotripsy. .J Endourol 1988;
extracoporeal shock wave Jithotripsy. J Uro/1986; 135:1 127.
Dretler SP: Stone fragility: A new therapeutic distinction In: 2:163.
Shock Wave Jithotripsy: State oj'the Art. Lingeman JE, New- Politis G, Griffith DP: ESWL: Stone-free efficacy based on
man DM (editors). Plenum Press, 1988. stone size and location. World JUro! 1987;5:255.
Glecson MJ, Shabsigh R, Griffith DP: Outcome ofextracorporeal Psihramis KE, Drctler SP: Extracorporeal shock wave lithotripsy
shock wave lithotripsy in paticnts with muJtiple renal calculi of calyceal divertícula calcu!i. J Uro/1987;138:707.
based on stone burden and location. J Endourol 1988;2: 145. Reichenberger H: Líthotriptor systems. IEEE Proc 1988;
Hcine G: Physical aspccts of shock-wave treatment. In: Extracor- 76(9): 1236.
poreal Shock Wave Uthotripsy jor Renal Stone Disease. Gra- Riehle R, Fair W, Vaughan ED: Extracorporeal shock wave li-
vcnstein JS, Peter K (cditors) . Butterworths, 1986. thotripsy for upper urinary tract calculL JAMA 1986;
Hepp W: Survey of the Development of' Shock Wave Lilhotripsy. 255:2043.
Domier Medizintechnik GmbH, 1984. Rubin JI et al.: Kidney changes after extracorporeal shock wave
Hunter PT ct al.: Gemometry of and pressures with ESWL. In: lithotripsy: CT eva!uation. Radiology 1987;162:21.
Extracorporeal Shock Wave Lithotripsy for Renal Stone Dis- Smith LH et al.: National High Blood Pressure Education Program
ease. Gravenstein JS, Peter K (editors) . Butterworths, 1986. (NHBPEP) review paper on complications of shock wave
Kahnoski RJ et al.: Combincd percutaneous and extracorporeal lithotripsy for urinary calculi. A m J Med ! 991 ;91:635.
shock wave lithotripsy for staghom calculi : An alterantíve to Stoller ML, Litt L, Salazar RG: Severe hemorrhage after extra-
anatrophic ncphrolithotomy. J Uro/1986;135:679. corporeal shock-wave lithotripsy. Am Int Med 1989;111 :612.
Ka u de JV et al.: Renal rnorphology and function immediate!y after Stollcr ML ct al.: Extracorporeal shock wave lithotripsy perforrned
extracorporeal shock wave lithotripsy. AJR )985;145:305 . on woman with a cardiac pacemaker. J Urol 1988;140: 151 O.
Knapp PM et al.: Extracorporeal shock wave lithotripsy induced Wínfield HN, Clayman RV, Cbaussy CG: Monotherapy of stag-
pcrirenal hematomas. J Uro/ 1988; 139:700. horn renal calculi: Comparative study between percutaneous
Kramolowsl<y EV, Willoughby BL, Loening SA: Extracorporeal nephrolithotomy and cxtracorporeal shock wave lithotripsy. J
shock wave lithotripsy in children. J Uro/1987; 137:939. Um! 1988;139:895.
18
Lesiones del aparato
genito urinari o
Jack W McAninch MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO al momento que se canalizan las venas. Las fracturas costales
DE URGENCIA de la porción inferior, las fracturas de las apófisis transversas
y de los cuerpos vertebrales y las fracturas pélvicas pueden
Alrededor dell 0% de todas las lesiones que se presentan en acompañarse de lesiones graves del aparato urinario. En las
lass'aGSdeurgenc ia Se deb~!:J__ a-l csj_QD~-~ g~L'1p_ar_a!Q_ _ g~Jji"- __l~_~jgnes ves_i~~_s_,_~!-~~~~~ales, ue de~-~-s~!~~s~
-:r:ounnario. _Muchas son sutiles, difíciles de determinar y extravasación temprana del !!l_a~_~i_al__ e!~ -~o~_traste.
requieren de gran experiencia diagnóstica. El diagnóstico _Los pac~~_n_!_e~~~~_j_~§j.Q,!l_~§_ g_u~-~9 ppnen en peligro_ la
oportuno es esencial para prevenir complicaciones graves. vi_®._y___gJJ'J!-__pE_~i_Q_ll_ªr_t_e.Jj-ªJ es esta_bl_~ pueden someterse a
Lavaloracíón inicial debe incluir control de la hemorragia estudios radiológicos más deliberados. Ello permite clasifi-
car en forma másdefinitiva la le-sÍÓJl.
y del .ch-oque junto con reanTmaci'Zin, -ségi:irise requ]era. La
reanimación puede re uer1r_ia_f6"~~~l~i§J~9~.~~~~~I-~{I!!:r!!~
venoso y uretral en el paciente muy lesionado. En el varón Exámenes especiales
~~~t_?!~L~~!~~, eL~~-~t~ üretrafd'ebe ~xam inarse (figuras 18-1 a 18-3)
con ~xt~~!!_Q_C,uidac!Q_ C!!_b_t}~<;:--ª_~c __presen~i_~- de sal)_gre.
--oií2 vez que ya es posible la instí lación intravenosa, _ e!!_ eJ Cuando se sospecha lesión del aparato genitourinario con
éaso de_i-ºiP~s!1á de lesión renat-o ür.:~ten!Id~b~TnY.~~t-ªrse base en la historia cHnica y la exploración fisica, para
rí1a§_l9~<::_ontrast~.Q_O!:_Y.Ía iD_tgy~!!_osa y reali~.<!r~.Lest~d!_o establecer su extensión se requieren estudios adicionales.
raatagráfico subsecuente.
---ra historiac iiñica debe incluir una descripción deta- A. Cateterización y evaluación
llada del accidente. En los casos que ocurren heridas por de la lesión
balas, debe determinarse el tipo y calibre del arma, ya que La evaluación de la lesión debe realizarse en forma sistemá-
los proyectiles de alta velocidad causan daño mucho más tica, de manera que pueda obtenerse la información exacta
extenso. y completa. Este proceso de definir la extensión de la lesión
Deben examinarse el abdomen y Jos genitales en busca se denomina deteim-in-ación de( grado. Los algoritmos
de contusiones o hematomas subcutáneos, Jos cuales pueden (figuras ¡g.:::Ta 18-3Ti'ñdlcañ-c1-proceso de establecimiento
indicar lesiones más profundas en el retropcritonco y estructu- del grado en traumatismos urogenitales.
ras pélvicas. Las.JwcM:~--º-~.@_.f0!.9Uas infeJi<?~~~n__f~~­
cuencia se asocian con lesiones renales y las fracturas l. Cateterización: La presencia de sangre en el meato
pe!'V!Casseaco~añancfefesiones ves!Caíesoüreterale-s-.'La uretral en los va-rones indica lesiórí-de--fa--uretú;- la
hipersensibilidad -abcl.Ómí·n-al"-cllfÜsa es com~ble COO QCr-' ~<~!~ter!zación no debe iñtent-ars_e- en- l?.re_§encia de sangre
-{oración i~t~-~tí_!:ml ~allgrc.u_orj~__¡jj_trill}_iritü_!teallibr~.Q.fii_rt}a­ y deb_~~a\ iz.~rse inmediata meq~~_l~--~~~!~~_gra fLa__ retró-
~om_a r_?t~operitoneal. GQ!!:JO un ~uxihar para el diagnós_~~~g grada. ~~- J!Q.P-ªY~-ª.!1g~-~-~-l____!l!~ª!Q, p~cde pasa_~ co1_1
d~~es iQ!!'~_p-~i!_qnealcs, se inserta un catéter peg!:l_~ño extremo cuidado un catéter desde la uretra hasta la vejiga
por vía transcutánea ha~ta el abd_o}~~!:.._~~ uido_e_or irriga- para Qbtener orina; ]a hematuri'a m1croscóplcao macros-
~í_o n, el e ual ayudará -ª . Q.e.~ºta~.§~n.g_r~J iE.~~-i!.l_t.!'~_P.eri t~1~~a l. cópica indica__~_0n d-cl-ap?rato ~rinario-. ~i- la catete-ri-
Los estudios radiológicos miciales deben tomarse en zación es traumática a pesar de Jos cuidados, no puede
la unidad de traumatología; de ser posible, antes de que se determinarse-eTslgriTfl'cadode Ta -ilematu~ia_ y deb_erán
mueva al paciente. Las placas simples de abdomen detectan efectuarse otros éstudios para investigar la posibilidad
la excreción temprana del material del contraste inyectado de lesión del aparato genitourinario.

321
322 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

Normal
Se puede pasar cateter Foley Imposibilidad de
pasar un catéter

Considerar TC o PIV
Observación en lesiones mayores
por desaceleración

M1crohematuría
(cinta indicadora positiva
o> 5 E/CAP)

En estado de choque
(PAS < 90 en el sttio
del acctdente o en la
sala de urgenc1as)

Consultar al urólogo
Observación Considerar TC o PIV
Fractura No hay en lesiones mayores
pélvica fractura pélvica por desaceleración

PIVo TC
(y cistografía en caso Cistografía Observación
de fractura pélvica)

Anormal ~
Consultar
Normal il Normal

Consultar al urólogo
Observacion
al urólogo

Figura 18-1. Algoritmo para las etapas del traumatismo no penetrante en el adulto.
Lesiones del aparato genitourinario • 323

Inestabilid ad
hemodiná mica

A: parte baja
de tórax A: Sala de

flanco/espa lda región suprapubic a A: operacione s
pene escroto
abdomen

TC abdominal
TC abdominal y cistografía Consulta al urólogo y
Consulta
urotrografía retrógrada en
al urólogo
caso de hematuna
macroscóp rca o mrcroscópí ca

Observació n Consulta al urólogo


Observació n

Figura 18- 2. Algoritmo para las etapas del traumatismo penetrante en


el adulto.

UGR
(uretrografí a retrógrada)

Normal

Consultar al urólogo

Sospecha de:
Lesión renal
Conlustón en el flanco
fractura de costtlla
Lesión por desacelera ción

Observació n

P!Vo CT PIV o CT y cistografía

Consultar al urólogo y TC
Observació n Observació n

Figura 18- 3. Algoritmo para las etapas del traumatismo no penetrante


en el niño.
2. Urografía excretora: Inmediatamente después de que músculos lumbares, cuerpos vertebrales, costillas y, en su
se coloca el catéter intravenoso y de la in.Íciaclón de-l porción anterior. por las vísceras. Las apófisis vertebrales
proccso-dcreammactón, pue-aenlñycctimf50-m L transversas y las costillas fracturadaspucdcn -penetrar en la
cz mL!kg) de mafc-r1.:11dccüi\trastc por vía íntraveñosa vascu!atura o efj)arc.nqmma reñ-alcs. La\Tiayór paite-aelas
mediante la técnica de pre:5ioli.A mcdícia(jüeliiilpot-cñ- lesfo¡}esocürren poi-acCidentes automovilísticos ó'dep-ortl-
sión se compensa y el riego rénal mejora, las placas vos, ¡)i-ínc-ípalmcntc en varoñes jovenesy ad-u 1to·s~Los ¡:·irro-:
símp!cs-dc-aG'do!ñ-enpcnJiHTranla ad-ecuaCí,1observaCí6n "nes ens}tüac10ñcspatoTO"g1c-aS,- c-on1o-- hidr'ariefrosls- o
de !os nnones. Esta tccmca pcrm1tcTae"VciTiiacion de t1s tu n1oresn1a1Tgí1oS:se fes na ncon-
io rii-ás. fáciTiaacr con-rrau.~
mati ~m?~}!_$ ~ ro_s. - - ------·-·-----·- - _ ___ __ .. -- ·-- -----
lesiones traumáticas del riñón sm retrasar demas1.ii"do-la
drugía.de·--llrgéiiciá- en.caso--ae--estar-fn(fícaCfa."sí· 11ay
m:mifestacioñ-cs-dc-lcsíón renal en la urografía, dé-inme~ Etiología (figura 18-4)
d1ato debe rca!Jzarse la nefrotomogratía-:-En la mayona
de los casos, no se rcqulere']nyectarmás medio de El mecanismo más frecuente es el traumatismo contuso
contraste, pues los medios de contraste adecuados per- -directo en abdomen, fianco o-regTon-doisaCfo-(¡u·é -explica
manecen; la tomografía aporta información adicional del go;\185°/o de-todaS1as ié-sl.one.s renaie-s: ..EJ traum-at1smo
sobre las lesiones parenquimatosas. puede ser clresüTtaaOaE accidentes con-vehículos motori-
3. Cistografía retrógrada: Es esencia\ llenar la vejiga con zados, riñas, caídas y deportes de contacto. Los impactos de
material de contraste para establecer s1 hay perforaciones vehículos a alta velocidad pueden dar lugar a traumatismos
de la tn!sma.Tiéocr)..ínstdarsepofToméños 3"00 m"Lde' renales importantes, por la rápida desaceleración, y causar
mediodecoñtraste para la distensión vesical total. D~~ lesión vascular intensa. Las heridas de bala y cuchillo cau-
obtenerse una imagen con la vejiga llena y otra después san la mayor parte de las lesiones penetrantes en el riñ.ón;
a·e·que la vejiga se ha vaC"íacfo-porgravedad~-Rc;tas · aos­ cualesquiera de estas heridas en las regiones de los flancos
radJOgrahas establcceran cr
gradoae-laíesión' "vesical, deben considerarse como una causa de lesión renal hasta no
fi SÍ CO iÍm-cÍ-~ltn añoc fel0s-f)c\na:foñ1as- pefVI-CO S el re 1:111_:- probar lo contrario. Las lesiones concurrentes de las vísce-
d~l)!§i:"=--~- ...... ras abdominales se presentan en el 80% de las heridas
4. Uretrografía: En el meato uretral puede insertarse un renales por penetración.
catéter pequeño ( 12F) y llenar el globo con 3mL de agua
para mantener el catéter en posición. Qespués de la
Patología y clasificación (figura 18-ó)
inyección retrógrada de 20 mL de matcnal de contraste
hidrosolublc se o'bservai-ala uretraclelíncaaii"conex-
trerífi. cEirídaCfeñTi·i:ad.iografia; se apr~f.L~rá Ja A. Datos patológicos iniciales
extravasación en faregión bulbar pr6Tunda en caso de Las laceraciones debidas a traumatismos contusos suelen ocu-
traü1na't1~'>mo--~<;-obre ;¡ perineo o la extravasacíoñ fibre rrir en efprano transverso delnñ'on:-Secrceq-ueeste mecaniSmO
haciá' el esp'aCiorétr~Óbico é-,)caso'
de_des_i_~jjo-pi·osÚl- ci"eTesíOrí se-dehc'aTaftlerzatá1nsmitJda desde el centro del
fomcm branoso. impacto hasta el parénquima renal. En las lesiones por desace-
5. Ar-teriografía; Ésta puede ayudar a definir las lesiones leración r3E!._da, los riñones se mueven hác~-ar-rTba o hacia
vasculares y del parénquima renales . También es útil -·abajo, lo é\'ue -causa eTongaclon repe-ntina deT]leéiiculo renary;
para detectar la hemorragia persistente de las fracturas en ocasiones~fa separac1ón parcial o completa de\ misrr\o. ·ca-
pélvicas para fines de efectuar el embolismo con .trombosis aguda de la arteria renal puedeocurm al deSgarrarse
Gelfoam o coágulos autólogos. la capa íntíma a causa de su elongación repentina por la
6. Tomografía computadorizada: La TC puede ayudar desaceleración rápida.
cuando se trata de evaluar el tamaño y extensióñ dela La clasificación patológjca de ~~~ Lesion_es rcr:!alcs c_s
iOShematomas ret,:operitoneales y del trau-matismo deT como ~&ue (Moorc y cols~ 1989):
parénquima renaL La TC es un cstualo-ñülnvasivo -que
aporta información, certera y rápida, cuando la urografía l. Traumatismo renal menor (85% de los casos): Las
excretora no establece de manera adecuada el grado y lesiones más frecuentes son contusión renal o m·a=-
extensión de la lesión renal. gu!Tamiento del parénquima. También se observa hema-
toma subcapsúTar-···a-soci'ado-ca·n "Cüt;'tusiói}~Las-·
laceraciOI)es corticifes_s.uperficiáies tambi6n Se c-onsíde-
B. Cistoscopía y urografía retrógrada rañtiiu"íi·iatl-Smc)s--menores.-E-stas -fesÍon~~-- rar~- ;ezre-
Estos estudios rara vez son necesarios, puesto que !a infor- quiercn expÍorac1óri"C)Uirúrgica. -------··--
mación puede obtenerse medÍan te técnicas menos invasivas.
2. ""frauinaHs-morenaf mayor -(15% de los casos): Las
laceraciones corticomedulares profundas pueden exteil=
C. Sonografía abdominal '"CferseñaCía"eTSiSfenl.a'co]ectof;-lo""-ue da lug?:r a extra-
Este estudio no ha demostrado que añade información objetiva vasación de or~n-a···h-acia- ~~ espacio P.~~i~reJ}ai.- Estas
en la evaluación inicial de un traumatismo abdominal grave. laceraciones -pro'fundasse acoinpañan a menudo de he-
mat~-~~as retr~cr ito_~~~!~-y_~cri r~en_~ es_ a_!"\1 pJ i.Q~J::~
laceraciones m.últiples pueden causar destrucción com-
LESIONES DEL RIÑÓN Pl~-~<:t_9.~rriñ~'~·__La l~cc~~cí6n- de la p~l~~~f!J..?_reñiil por
traumatismo contuso es rara.
Las lesiones renales son las más frecuentes del aparato 3. Lesión-vascliiar (alrededor del t% de todos los casos
urinario. El riñón está bien protegido por lo,s resistentes de traumatismo contuso): La lesión vascular 9~1 pe-
Lesiones del aparato genitourinario • 325

Figura 18- 4. Mecanismos de lesión re na l. lzq uierda: Golpe directo al abdomen. El dibujo más pequeño muestra la fuerza
del golpe irradiado a partir del hilio renal. Derecha: Caída sobe los glúteos desde cierta altura (contragolpe al riñón). El dibujo
más pequeño muestra la dirección de la fuerza ejercida sobe el riñón desde arriba. Desgarro del pedículo renal.

dículo es rara~_e!o P.~e_qe, ocurrir por lo general d.~.!?i4Q Cuadro clínico e indicaciones para estudios
atraurnáiismQ._f_9.1]tUSO..:.."pUede ser la separación total de
ía arteria y vena o parcial de las ramas segmentarías
de estos vasos. El estiramiento de la arteria renal princi-
pal sin separación puede causar trombosis de dtcha arte- La l)cma~urja mi<?9SCóJ2i<;..~-~._!!lacroscóp~_.9--~cs~é~_ de un
ria. Las lesiones vasculares son difíciles de diagnosticar y trauma[s_QlQ. ~!2~1-EJ24q~en it~~~ca lcs~ón ~el ~para~_o urina-
causan destrucción total del riñón, a menos que el diag- rio. Merece repetirse que las hc~~~_<!._S_p~r ~-~~~~ fl!~g~_o
nóstico se haga lo más pronto posible. arma blanca eJercen sobre las regiones de Jos flancos deben
aiertar q.(rpidico sobr~!J·n~rosiGle)~sion renal e~~.P-~~:<>_~ncja
o no de hematuria. Algunos casos de lesión vascular renal
B. Datos patológicos tardíos no se acompa~an de hematuria. Estos casos casi siempre se
(figura 18-6) deben a accidentes por desaceleración rápida y son una
l. Urinoma: Las laceraciones profundas que no son re- indicación para la urografía intravenosa.
construidas pueden ocasionar extravasación urinaria El grado de lesión renal no corresponde al grado
persistente, complicaciones tardías de una masa circun- de hematuria, puesto que la hematuria macroscópica puede
dante y, a la larga, hídronefrosis y formación de absce- presentarse en el traumatismo renal menor y sólo hematuria
sos. ligera en el traumatismo mayor. Sin ernbargo, no todos los
2. Hidronefrosis: Los grandes hematomas en el retroperi- pacientes adultos víctimas de traumatismo no penetrante
toneo, y la extravasación urinaria concurrente, pueden requieren evaluación completa del riñón con imágenes
causar fibrosis perirrena\ encarcelando la unión pelvi- (figura 18-1 ). Mee y cols. ( 1989) hic1cron las siguientes
coureteral, lo que da Jugar a hidronefrosís. La urografía recomendaciones basadas en datos de más de 1000 lesiona-
excretora de vigilancia está indicada en todos los casos dos con traumatismo renal no penetrante: pacientes en esta-
de traumatismo renal mayor. do de choque (presión arterial sistóiic_a.menor .d e
3. Fístula arteriovenosa: Las fístulas artcriovenosas puc- · 90 lm11Hg)y~~?.~ -~~n:.~~-~~i?:_~~~?~.~<?_pica o micros~i.c_a __
den ocurrir despu.és de las 1esiones por penetración, pero deben ser sometidos a cvall!9.9.9.D.J.-ª.diQgráfjca; pacientes
no son frecuentes. con ·hematuria microscópica sin choque no requieren dicha
4. Hipertensión vascular renal: En el tejido no viable valorª~1~!': No obstante, cüando-er -e:Xamen-físicó-·o lis
debido a la lesión, el flujo sanguíneo está alterado, lo ·~ lesiones concomitantes despiertan sospecha razonable
cual causa hipertensión vascular renal en casi el 1% de de lesión renal, se deben efectuar los estudios de imáge-
los casos. Se ha informado que la fibrosis subsecuente nes. Especialmente en pacientes con traumatismo por desa-
a los traumatismos periarteriales produce constricción celeración rápida, que pueden sufrir daño al riñón sin
de la arteria renal y causa hipertensión renal. hematuria.
326 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

1 1

e ',) D
Figura 18-5. Clasificación de lesiones renales . Grados 1y 11 son menores. Grados 111 1 IV y V son mayores. A: Grado !-hematuria
microscópica o macroscópica; datos normales en los estudios radiográficos; contusión o hematoma subcapsular circunscrita
sin laceración parenquimatosa. B: Grado !!-hematoma perirrenal confinado no expansivo o laceración cortical con profundidad
menor de 1 cm sin extravasación de orina. C: Grado JJJ -laceración del parénquima extendida menos de 1 cm hacia el interior
de la corteza sin extravasación de orina . O: Grado IV -laceración del parénquima extendida a través de la unión corticoamedular
y el interior del sistema colector. También puede presentarse laceración en un vaso segmenta!.
H
Figura 18-5 (conti.nuación) . E: Grado IV -trombosis de una arteria renal segmenta! sin laceración del parénquima. Nótese
la correspondiente isquemia del parénquima . F: Grado V -trombosis de la arteria renal principal. El recuadro muestra desgarro
de la íntima y trombosis distal. G: Grado V -laceraciones mayores múltiples y como resultado "estallamiento" del riñón . H:
grado V -arrancamiento de la arteria renal principal, la vena renal o ambas .
328 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

(\J
>
(\J
(.)
m
e:
:§!

Figura 18-6. Alteraciones patológicas tardías en el traumatismo renal. Izquierda: Estenosis ureteropélvica con hidronefrosis
secundaria a una fibrosis debida a extravasación de sangre y orina. Derecha: Atrofia del riñón ocasionada por lesión (estenosis)
del aporte sanguíneo arterial.

A. Síntomas de un gran hematoma retroperitoneal. Dicha hemorragia


Por lo general, se observan datos de traumatismo abdominal. re-u~~¡~ .ci_~ugía.
persiste_!!.!~Jiuede
en
El dolor puede locallzarse-e"i)uo:-ffanco o el abdomen. Las
le.sloñesconcurrentes éomo rotura de vísceras abdominales
o fractura·s pélvicas múltiples también causan dolor abdo- D. Determinación del grado
minal agudo y pueden confundir el diagnóstico de lesión y datos radiológicos
renal. La cateterización suele-revelar hen1aturia. La hemo- La determinación del grado de las lesiones renales permite
rragi~__ ret~P_<?.~?~cal-·pucd_~~-~~~~?!.. s!igºn_si~n_ abdo!Tiin<!l, el enfoque sistemático de estos problemas (figuras 18-1 a
íleo, _!1j.useas vóm.itos. 18-3 ). Los estudios adecuados ayudan a determinar la ex-
y
tensJón de 1aTesl"ón- d-ictan el tratamiento ?propiado. Por
-ejcmplÜ,-un úaun1atismo contuso en abdomen junto con
B. Signos hematuria visible y un urograma normal no requiere estu-
Al_ i!_1~<:.~<?' Q_U~den obser~~rs~_~tad9_ de-~~gue__~i_gnos de
ª
una gran pér~9~-9~~-~~i~ d~l?_id~ Ja in~cnsa hem()rragia
retroperítoneal. A menudo, hay datos de equimosis en los
dios adicionales ; sin embargo, si no se visualizan los riño-
nes, se requiere de inmediato una arteriografía o una TC para
determinar si existe lesión vascular renal. La ultrasonografía
flancos o en los-cuácírantes- superiores-del abdomen. -Con
frecuenc1i, s-e encuentran fracturas clC la~-co-stlffas .i.nfe~·lores. A
y la urografía retrógrada se usan poco en la evaluación
inicial de las lesiones renales.
la palpación, puede observarse hiperse~s~fí1li(iacfitbdoln1náf
La determinación del grado de la lesión se inicia con
difusa; -el " abdomen agudo" indica sangre libre en la cavidaa
la urografía excretora, tan proni0-co1no-sec0íoca el catéter
P~Ü1C?n_Eal.- Dna-n1asa Qalr_able _Éuede repre?i~~_un g~inlt_~­ i~traven6so y-corn ienza la_ re~!}l_cii?ii.9.P. Este procedimiento
matoma retroperitoneal o bícn extravasación urinaria. Si el
evita el retraso implícito de solicitar previamente una ra-
reb-=opentorieo"li.a-·stlfrlcfo--desg"arr-os, la sangre libre puede
diografía simple de abdomen sin privar al médico de la
observarse en la cavidad peritoneal sin evidencias de masa
información que se obtiene con la misma; por ejemplo :
palpable. El abdomen puede estar distendido y no haber
fracturas óseas, aire libre y desplazamiento inttstinal. La
ruidos intestinales.
urografía establece la presencia o ausencia de ambos riño-
nes, define con claridad los contornos renales y los límites
C. Datos de laboratorio corticales, y delimita los sistemas colectores y los uréteres
-~-u~l~.P.re.s~ntarse hematuria microscópica o macroscópica . 1 (figura 18-7).
~.!incip_t?_~_l h~l}1~tó~_!jt~ puei e e~ar norm.al_~_~i~miríulr La nefrotomografía está indicada si la orografía no
cuando se efectúan estudios seriados. Estos datos repre- determina en su totalidad la extensión de la lesión. Las
senta;}lé~~rragl:i.re-troperitoneal perSISten-te y desarrollo tornografías permiten perfilar los límites corticales y esta-
-- - -- - --- -· ---- - -- - -----~
Figura 18-8. La arteriografía posterior al traumatismo abdo-
minal por contusión muestra datos característicos de trom-
bosis aguda de la arteria renal del riñón izquierdo (flecha) .

Complicaciones
Figura 18-7. La urografí a intravenosa demuestra extravasa-
Ción {flecha) debida a traumatismo renal por contusión sobre
el riñón izquierdo.
A. Complicaciones temprar:ras , . . ,
blecen la presencia de laceraciones en la corteza, hemato-·,; La hemorragia es g_t!izá .E.~!!!E..l!..C:.<_l~~ mmcdta~ mas
íinpm1~~k~_cJ3._!~~Q~r-e!:!_al. La hemorragia retr~peritoneal
mas intrarrenales y áreas de riego vascular deficiente. La
intensa puede dejar exangüe rápidamente. Dcbcra observar-
urografía excretora combinada con la tomografía det~rmi- ·.
se al paciente en forma estrecha, con vigilaricia c_ui_d~~.9.~a
nará, en forma adecuada, el grado en el 85% de las )es¡ones
de la presión arteria) Y. qel herl'!atócrito. La dctermmacwn
renales. . . , . -\ integráldd.-gra¿o de la lesión debe hacerse en etap~_tem­
La arteriografta defme lesiOnes del parcnqmma y de la \
prana (figuras 18-1 a 18-3). ~)_t_(li)2'!!19_.Yl<l__~_~P.~D§.~QD_d~
arteria principal cuando otros estudios no lo habían log_rado :.
masas _Qa!Q_able~!_9eq~rán_v:igi_lars~ co~-~~~r~_!p_q cutQ_~~?· _l::a
en su totalidad. La trombosis arterial y la rotura del ped1culo
renal se diagnostican mejor mediante arteriografía y se himo-rr_ig@..-º_~s_a~_eB..fQ!tD-ª~~.P.9Jl_t_ánca_ en ~L8iU•L~.5~_ d_e
los casos. La hemorragia retropcritone~l p~rsistente, o la
indica cuando el riñón no se observa bien en la urografía
__b~~~uria n~acToscóp~ca intensa, puede requerir ci~g~
excretora (figura 18- 8). Las causas más unportantes que
temprana.
no permiten la adecuada observación en la urografía excre-
La extravasación urinaria debida a fra~~_:.a_!:~J!.ªl puede
tora son: rotura total del pedículo, trombosis arterial , con-
ap~recer CC?.!_~S' uña"!nas_a~g~·f__siúP~_ijd.f-..CYrin_Qmª} ~lL el
tusión intensa que causa espasmo vascular y ausencia del
retroperí.ts_>ry~~-- ~stas act~J~u)acJ~_ne_s __~_st~f!. R~~~l!~as a la
riñón (ya sea congénita o por cirugía).
forJn.ación de abscesos y septicemia. Un hematop1a retrQ_P.e-
La TC ha demostrado su eficacia en la determinación
rltoneaTen proceso-de rcsoluctÓ!l.Puede ca~_sarjj~brc liger~
del grado de los traumatismos renales. Esta técnica no
(3-8~-~P'C:Y pero tem_peraturas más altas sugieren infec~ión.
invasiva proporciona una excelent~~fin_ición d_~ l~s_l~~e­
Puede fornutrse un absceso perirrenal, que produce hJper-
racioncs ~_el__ parénquim_a, _dct~!mP.~ _la -~-2'-:P.:~v-~sa~j_ó!_l__~<?.'~ scnslblíldad-ab"doñ11nafy._d0Toren el _fla~C<?~--L~_ ciru&i_a
extrema ~Jaridª~ _rn u_~~t!·_a _la arl]Ql i!~_d 2~_1_h~l!1a~o!!lª..P_e~l­ inme(fiata eSlo ii1d.icado.
rrenal, define el tejido renal no viable y muest~a ~per~~!_dc
ios-6!·g;ln.os. ci~c_u~\;e_cil}os-·com9_P~¡-1~rea~~[g~.Q y~s_os
iñtportantes (figura 18-9).
Los cxárnenes renales mediante radionúclidos se han B. Complicaciones tardías .
usado para determinar el grado de traumatismo renal. Sin I:::.~~-(;~"22?.~i-~~-cJones tardías más imp_Q.t.:t~njes son: h~~~rten-
embargo, en la evaluación de urgencia, esta técmca es menos sión, hidroncfrosis, físttJIª_~1r~l!9~enQ§_,___fq.r_~_?g~~~
sensible que la arteriDgrafía o la TC. cái~ut;~y piclo~efritis. La vigilancia cuidadosa de la pre-
slóií arterial por varios meses es necesaria para diagnosticar
hipertensión. f\.)Q~ ) __ll (~TD_ese§_,_~9 ~Qli<;i_t_a l,!_n l!~ogr~ma
Diagnóstico diferencial excrctorio_Q~s~g~timieJ1!.º .R.ari_t_gat:~l)tt~~r que la ctcatnza-
ción -pe-rinéfrica no causó hidroncfrosis ni compromiso
El traumatismo en el abdomen o en las regiones de los vascula~; puede ocurrir atrofia ref}~l por a_Jteración vascular,
flancos no siempr~ se acompaña de lesión renal. En esos la cual se detecta con esta urografía (te seguimiento. La
casos, no hay hematuria y los resultados de la urografía hemorranta tardía intensa puede ocurrir 1 a 4 semanas
excretora son normales. después de la les{ón.
330 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

Pronóstico

, Con vigilancia cuidadosa, muchas lesiones renales tienen


un pronóstico excelente, con curación espontánea y retorno
de la función renal. La urografía excretora de vigilancia y
la verificación de la presión arterial asegurarán la detección
y el tratamiento apropiado de la hidronefrosis tardía y de la
hipertensión.

LESIONES DEL URÉTER

La lesión ureteral es rara pero puede ocurrir, por lo general


durante el curso de una intervención quirúrgica pél-
vica difícil o como resultado de heridas por balas. Los
accidentes debidos a dcsacclcracíón rápida pueden causar
arrancamiento del uréter desde la pclvicilla renal. La mani-
pulación mediante canastilla endoscópica de los cálculos
Figura 18-9. Tomografía computado rizada del riñón dere-
cho después de una herida penetrante con cuchillo . Se
ureterales puede producir lesión. También puede ocurnr
observa laceración con extravasación urinaria .. Muestra un lesión intram ural del uréter durante la resección transurctra 1.
gran hematoma retroperitoneal derecho.
Etiología
Tratamiento Las masas pélvicas grandes (benignas o malignas) P-.l!eden
desplaza-rel Ur-6tcr ei1díreccíón lateral y encarcelar! o en una
fibrosis reactiva; dLirante la cx.tirpacióñ -de dicha masa,
A. Medidas de urgencia pueJCCálls-ai:Se Jesión~etcri\)_ d~bido a _que e\ órgano se
! Los objetivos de la terapéutica temprana son el tratamiento
éncuentra en pos.iclón anatómica mala. Los padecimientos
j inmediato del estado de choque y la hemorragia así como la
~1co~: infl~!TI_a_torios pueden at:e ctar al uréter de manera
reanimación completa y la evaluación de las lesiones con-
semejante. Los carcmomas ex tensos del colon pueden inva-
f currentes.
·ai-refMea fuera de la pared del mismo y afectar en forma
directa al uréter; por tanto, la resección del uréter puede ser
B. Medidas quirúrgicas necesaria junto con la extirpación de la masa tumoral. En
l. Lesiones por contusión: Las lesiones renales menores las disecciones extensas de los ganglios linfáticos pélvicos
debidas a contusión suman alrededor del 85% de los o después del tratamiento con radiaciones sobre la pelvis
casos y no suelen requerir cirugía. La hemorragia se para tumores malignos pélvicos, puede producirse
detiene en forma espontánea con reposo en cama e dcsvascularización. En estos casos, la fibrosis ureteral y la
hidratación. Los casos en que está indicada la cirugía son estenosis subsiguiente pueden desarrollarse junto con las
los que cursan con hemorragia retroperitoneal persis- fístulas urctera}es.
tente, extravasación urinaria, datos de parénquima renal La manipulación endoscópica de un cálculo ureteral
no viable y lesiones del pedículo renal (5% de todas las con canastilla para cálculo o ureteroscopio puede causar
lesiones renales). La determinación rápida del grado en rotura o perforación ureteral. Introducir un catéter ureteral
el penado preoperatorio permite la definición integral más allá del área de obstrucción puede perforar el uréter.
de la lesión antes de la operación. Esto suele ser secundario a un proceso inflamatorio agudo
2. Lesiones por penetración: Estas lesiones deben cxplo- en la pared ureteral y alrededor de los cálculos.
j rarse mediante cirugía. Una rara excepción para esta

; regla es cuando se ha determinado en forma integral el


Patogenia y patología
grado de la lesión y resulta ser sólo una lesión menor del
~parénquima sin extravasación urinaria. En el 80% de los
El uréter puede ser ligado o cortado en forma inadvertida
'casos de lesiones por penetración, las lesiones concu- durante ..tÚÚ- ci1~gía pclv.íca difíCif E( curso posoperatorio
. rrcntcs de otros órganos requieren cirugía, por tanto, la
~n est;5"(i-ª_sos suele-ser S~Qticemia y daño renal grave. SÚlO
, exploración renal sólo es una extensión de este procedi-
se reconoce un uréter dividido parcialmente en la operación,
fr1iento. sobrevendrá extravasación urinaria y acumulación pro-
gresiva de un gran urinoma, lo cual suele conducir a la
C. Tratamiento de las complicaciones formación de fístula uretcrocutánea o ureterovaginal. Tam-
El urinoma retroperitoneal o el absceso pcrirrenal requie- bién puede producirse extravasación intraperitoneal de ori-
ren drenaje quirúrgico inmediato . La hipertensión na, lo que causa íleo y peritonitis. Después del corte transversal
maligna requiere reparación vascuhr o nefrectomía. La parcial del uréter, se desarrolla algún grado de estenosis y
1 hidronefrosis puede necesitar corrección quirúrgica o fibrosís reactiva junto con hidronefrosis de ligera a mode-
', ncfrectomía. ·rada.
Lesiones del aparato genitourinario • 331

Cuadro clínico

A. Síntomas
Sí _se liga el uJ~~-~--c_!l__fQE~a compl~~~--QJ2_~~ial ~_r:__ante la
c~ru_gfa, en el curso po~2_p~ratorio_ suele .::P~E-~-~er fiebre_ de
~-~-} a .38.8 "C, así cqmo dolO!.§!l tl~_QC_<?..Y cuadr~_nte infe-
riQf. Estos pacientes a mengqQ_~_p~r_iiB_en_!~!lc_q_ pf!:ralíti~~
con __t!ª"_Q_seas__ y_v_QII!_itos . Si desarrollan fístula cutánea o
urctcrovaginal, por lo general sucede dentro de los prímeros
1O días del periodo posopcratorío. La lesión urcteralbilate-
ral se mm_:¡~fi~s~~ pqr ªnuria pQ!)Qper_(!_t_ill~.
Las lesiones urctcrales debidas
- - ~-- - - - -----·a- -violencia externa se
-- -- -- · - · ----~-

sospecharát~-~1}-~~IJ!e~__ gu_e b~~!)do heridas con arma


de fuego.!} al_l!1a J~tan~a en el rc~XQP~titoneo. Par_yce_ser
que la pos~ciQ.DJD~cJia c~ _ ~l_s_i!i.o.~n ~l_qg~~~~ más.frec,Y:cncia
se prod_ucen las lesiones por penetración. Por l~g~Jl~~~!, ~ay
leswnes cor1cu-rre'ntes vascúlares"y-de otras vísceras abdo:
rñlrill1es. -

B. Signos
La hi<.lroncfrosís aguda P9! ~_!! -~rét~Ji~4Q..~Il.~\!J:2~i9<!Q
origina dolor intenso en fl__ancosJ_?_~_c_::_ol}lQ__Q.9L0!_9-bdomin..E.l Figura 18-1 O. La urografia intravenosa demuestra extrava-
coñná.liseas y vóm{to en el 1?9~op~_!:_a1:_qQ.9_~~"!!1.12f!l.l1Q y__~c sación (flecha) después de sufrir herida penetrante por arma
ag<;>mpaña d~ íleo._Lo~ ~lgJ.!giy sínto~l!~_g-~- lª__p_critonitis blanca en el uréter derecho_
agu<;ia pueden Dr~.S.~!-ª-I~~-~_i_llay extray<!_¡;_a~i_Q_n__h-ª-c~a la
cavidad periton_eal. El exudado acuoso de la herída o
la va.'glña puede identificarse como orina mediante la deter-
minación de la concentración de creatinina en una pequeña ~- Ultrasonografía
muestra del mismo (la concentración urinaria de creatinina Esta demuestra hidrouréter o extravasación urinaria ue
es mucho más alta que la concentración sérica), y mediante p~~d-e~rii'tnar-ur-i~O·l~~y~j vez, efine]o"fñ16todo para
la inyección intravenosa de 1OmL de índigo carmín, el cual áesc~~! les_lo~_uretera1 en .el periodo posopcratorio tem::-
aparecerá en la orina como azul oscuro . prano.
- Tiene la ventaja de ser no ínvasiva y rápida.

C. Datos de laborator io F. Centelleografía con radionúcl idos


La lesión ureteral debida a vío1encia externa se manifiesta La centelleografía con radíonúclidos demuestra retraso en
me-diante '!1"Cl-naturia micro-scópica en -·eT9o%Cielos~asos:
la excreción del lado lesionado con aumento evidente en el
El ana1ís1s de 7rina -y ~tras estÜdi;s-d~-laboratorlo--son-de
recuento a causa de la acumulación de orina en la pelvicilla
poco uso ~~1 d'i·;-g-nóstico-cum1do
hl-le-sl6!1 ·s-e produce-poi- renal. Sin embargo, su principal beneficio es la valoración
otras c[iu~~---.1!1: ~onceñtración de creati~úna sérica suele de la función renal después de la corrección quirúrgica.
permanecer normal, excepto en la obstrucción bilateral de
los uréteres.
Diagnósti co diferencia l

D. Datos radiológic os __ La obstrucción intestinal posquirúrigca y la peritonitis pue-


El diagnóstico es mediante urografía excretora. Una ra- \ den causar síntomas semejantes a los de la obstrucción
diografia s1mple de abdomen puede mostrar una gran ureteral aguda debida a lesión. Fiebre, "abdomen agudo",
área de densidad aumentada en la pelvis o en una región náuseas y vómitos concurrentes después de una interven-
del retroperiton eo donde se sospecha la lesión. Des- ción quirúrgica pélvica d1fícil son indicaciones definitivas
pués de la inyección de material de contraste, en la para una ultrasonografia o urografía excretora para estable-
hidronefros is se observa retraso en la excreción. La sec- cer si hay o no lesión ureteral.
ción parcial del uréter origina una excreción más ráp1da, En pacientes con fiebre, íleo e hipersensibilidad loca-
pero en general persiste la hidronefrosis; se observa lizada, deberá pensarse en infección de una herida profunda
extravasació n del medio de contraste en el sitio de la en el periodo posoperatorlo. Los mismos datos son compa-
lesión en placas posteriores (figura 18-1 0). tibles con extravasación y formación de urinoma.
En la lesíón aguda debida a violencia externa, la uro- La pielonefritis en el periodo posoperatorío temprano
grafía excretora casi siempre es normal, con una dilatación también puede producir datos semejantes a los de lesión
muy ligera en el punto de extravasación en el corte transver- uretcral. La sonografía es normal y la urografía no muestra
sal ureteral. · datos de obstrucción.
La ureterografía retrógrada demuestra el sitio exacto El drenaje del líquido peritoneal a través de la herida
de la obstrucción o la extravasación. debido a evisceración inminente puede confundirse con
332 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

lesión ureteral y extravasación urinaria. La concentración D. Colocación de férulas


de creatinina en el trasudado es similar a la sérica Siempre Después de reparada la lesión ureteral muchas anastomosis
y cuando la orina contenga concentraciones muy altas de reg.Q_i..Qr~n._Úna ·réruT:l.·- La-técnica que se prefiere es la de
creatinina. insertar una férula interna de silicón a través de la anasto-
mosis antes de cerrarla. Estas férulas son de doble-J para
Complicaciones impedir su migración en el periodo posoperatorio. Después
de 3 a 4 semanas de cicatrización, las férulas pueden reti-
L~_lesión_~EcteraLP..Y_~ci-~~9~licarse1 l"!l_ed ia!:l~~ 1<~: f<?r~~- tarse de la vejiga mediante endoscopia. Las ven tajas de las
ctón de estrecheces en el área de la lesión, con hidronefrosis. férulas internas son: conservar el uréter en lap-osTciÓn
L_O:_~i!!~:v~iac~Ó~~·;i~ar{a crónica~debida a una lesión M "adc-cuadacon uri callbre const"ante dÜrante-la-i~ecuperación
reconocida, puede conducir. a la formación de un gran -~--~~!-~~-p~na; la presencia de un _conducto para h1on0:'1.-du-ra~te
urlnomaretropentoneafTap1e.ionefFít1Sd-ehidaa-Júdroiie-- 1~ cicatrizaci~n; i~pcdir la cxtra~~sación ~1rinaria y cpnse_~-­
frosís e infección urinana-puede requerir drenajeproxima! ·---~~~_la _c!_csy~~ci?n u~ina~ia_;_y se reti_ran co~~-a~ili~ad.
_inmediato,____ - ·
Pronóstico
Tratamiento
El pronóstico de la lesión uretcral es excelente si se diag-
Las lesiones ureterales requieren tratamiento inme':iiato. La !~Q_stica Qportu_!l~rne_l}!_~_in_!~~fr{!Q~i~-~f~~~~j_i~jrugía
mejor oportunidad de reparación con éxito está en la sala de correctiva. El retraso en el diagnóstico ~l)}Q~.9ra el_pronó-s-
operaciones en cuanto ocurre la lesión. Si la lesión no se !i_c_9_4~_1;>i_fl_9_ ~ inf.ecci 9J:!,JJ.i9r.onefrosis,_llt2~ceso y.fqnnacioñ
reconoce sino hasta 1Oa 14 días después del accjdente y no de fístulas. -· ·
hay i nfccción, absceso u otras complicaciones, está indicada
la reexploración y su reparación. El drenaje de las vías
urinarias proximales mediante nefrostomía transcutánea o LESIONES DE LA VEJIGA
nefrostomía convencional deberá considerarse, si la lesión
se reconoce en el periodo tardío o en pacientes con com- Las lesiones vesicales muy a menudo se presentan debidas
plicaciones importantes que conducirian a una reconstruc- a fu crz~j=~!ernji~=-i~-~itJ'~cE~~~-~i~ -~~je_E!c;i9_f!-~!1~"Qifr_<l~·
ción inmediata poco satisfactoria. Los objetivos de la turas pélvicas. (Alrededor de 15% de todas las fracturas
reparación uteteral son: logmr el desbridamiento completo, -p.elvicas se acomp-anáii -deT feslones'l1i:etrales_o__ vesicales
una anastomosis amplia y libre de tensión, cerrar sin puntos conc0i11itantcs~) Ldesión yáfr6g-ena pucac-ser el resultado
débiles, colocación de una férula ureteral (en casos selec- d_e__~~~-~~-ªf~_i ei1t2~--g_i~ ~~o fó gi~<?_S_ ~-12Mvi ºº--s- ~~.!~ºsos:-as-í
cionados) y drenaje retroperitoncal. como de corrección
-··--------- _____ ___ de hernias
, __
' .. --
~
y operaciones
- - - - - - --- -
- - -------
transuretrales.

A. Lesiones de las vías uretera/es inferiores Patogenia y patología (figura 18-11)


Las lesiones del tercio 1nfcnor del uréter permiten varias
opciones para su tratamiento. El procedimiento de elección La pelvis ósea protege muy bien a la vejiga urinaria. Cuando
es la reimplantación en la vejiga combinada con un proce- E __R_~}~<?Jractura al sufrir traumatismos por contusi&l,
di~;-ento de añclaje al psoas para disminu1r la tensiói] en 1<~: los fragmentos en e! sitiode l~ fr_ª~turg._pu_e_cie:_Q __ru':¡:f_Qrar la
_an~~m_o_s_is ureteral. De ser posible, debe efectuarse un -\.,-ejTga.-E-stas- perforaciones suelen proqu_g_ir ro~ra
procedimiento de tipo antirreflujo. La ureteroureterostomía --exfrapcntoñcar-sna orin~. ~stá inf~ct~da, las-perfor~~iones
primaria puede utilizarse en las lesiones del tercio inferior vesica~ira!)Ciliüñeales causaráry. absce~9_ pélvicg_IF
cuando el uréter ha sido ligado sin corte transversal. El uréter flamación pélvica intensa. ·
suele ser lo bastante largo para este tipo de anastomosis. Puede --- ---clial1cCo1a-vc}lga está casi llena, un golpe directo en la
usarse una sonda vesical con aletas cuando el uréter es muy pqxdór1 6?)~-9~fa})~_~Oi_~~p_u~q~-ª-l:!_s~~ totiira deJ~unisma~·
corto. Este ti_eo de rotura por lo general es intraperitoneal. Puesto
La transureteroureterostomía se usa en lesiones del que el p}le-giJe deCperTtoneo péiv1co-cüf:)relac~pi1la de la
tercio inferior si se dcsarrolta urinorna extenso e infección vejiga, una laceración lineal permitirá que la orina fluya
pélvica. Este procedimiento permite la anastomosis y re- hacia la cavidad abdominal. Si no se diagnostica de inme-
construcción en un área lejana al proceso patológico. diato y la orina está estéril, no se-observar~ri.--sínto-mas en
se
-varios-días·. -s-(Taor1-rla-est~ inTeétadá", desarro 11 aráñ-·¡:leri-
B. Lesiones de las vías uretera/es medías __!2_!2\tls inmeCflata ii.6Cfo!Í)el) agJ:!Q_o-:-· ----- --------
Por lo general, las lesiones de las vías urcteralcs medias son
el resultado de violencia externa y se reparan mejor_mediante Cuadro clínico
urcteto_u~te_r?sto_ ~í ~ P!i maria o t~an s l!rct~rouretcro sto mí a.
La fractura p6lvica se acomraña de rotura de la vejiga en el
C. Lesiones de /as vías ureterales 9ó%-"del05-casos. ff<llaíiñó-stico-de fractura pélvica puede
superiores hacerse inicialmente en la sala de urgencias mediante com-
Las lesiones del tercio superior del uréter se tratan mejor presión lateral sobre la pelvis ósea, ya que el sitio de la
l.!!_cdiaii_~-_ify_!e;gu-r9Jeros-ton1fa primaria. -Si hay un-a amplia fractura mostrará crepitación y a la palpación será doloroso.
pérdida del uréter, puede efectuarse ya sea un autotrasplante §_ucl~...'?!"l.<22.!"1"t!í!r_~e ~-ip~rsen~ibilidad suprapúbica y .-~IJ_la
del riñón o un sustitutivo intestinal del uréter. __porción_baja del abdome~La fractu~ll:__pél~~a_J:J.a..!_1_iEer~e~
Lesiones del aparato genítourinario • 333

9~Y.4.ªsi-º- uretra]_~~nguinolento. Este último indica lesión


ur~tr~!. y, -~•_n!~~-'1e la catetergl\_<;:_i_Q.!},_e~n~~~SitJl<LlffiJJretr_o:
grama (figuras 18-1 a 18-3). Cuando se efectúa la catete-
--i lzadón, suele encontrarse hematuria macrosc-Ó¡)jca o, con
ñ1Ci105frec-iléTiciaJ__l!1i~r?sc-ópic·a. ~a- OJTñaexiraTda -dei·a
v~jjg'!__~r\J-ªsa_t~eriz<!.._~ió~ ~~jal debe cultivars~para deter-
-~~~i"Q_~!J>Í hay inf~~cióJ~~-~

D. Datos radiológíco s
Por lo general, una radiografía._~j~e de abdomen demos-
trará las fracturas pélvicas. Puede haber zonas de opacidad-
sobre Japorcjonln'fé rjor del- ibdüiñcnd~aext~
cwnde orina_y___ ~ilñgre. "q_eberá obtenerse una urografía
intravenosa ~_0~e_!_lcuentran lesi~-~~- ya sea del uré!er o ~1
.ri.ñQ.D.
Lacistografia mostrará la rotura vesical. La vejiga debe
llenars-e con- :3(lO-n1L -de materiaT"de contraste y obtenerse
una radiografía simple de la porción inferior del abdomen.
Luego, deberá drcnarse todo el medio de contraste y obte-
nerse una segunda radiografía del abdomen. La radiografía
del drenaje es en extremo importante porque mostrará las
áreas de extravasación cxtraperitoneal de sangre y orina que
no aparecen en las radiografías de llenado (figura 18-12).
Con la extravasación intraperítoneal , se observará medio de
contraste libre en el abdomen , destacando las asas intes-
tinales (figura 18-13 ).
Figura 18-11. Mecanismo de lesión vesical. Un golpe directo
sobre la vejiga llena ocasiona aumento de la presión intrave-
sical. Si.Ja vejiga se rompe, generalmente lo hace hacia la
cavidad peritoneal.
E. Exploración con instrumento s
Si se sospecha lesión de la uretra (exudado sanguinolento) ,
debe obtencrseuna uretrografía
antesde hácerc-ÜalgÚi Ú
i~~Jlto para--catctcrlzar -?l._~acie"n~~:- sC~0~§y ctjto~_j_e
síbilidad suprapúbica con abdomen agudo sugieren rotura l~sión .~_r~tral, la ~ateteriz~ ión _p~e-~~~ompletarse sin ries-
mtrapef!toíi~~fde la v~Jfga. -------- ·- -- gQs.
_l..a ci ~g sc9 ia no ~.t<L~!1di9da> puesto gue la hemo-
A. Síntomas rragia y los coágulos oscurecen la imagen e impiden el
Suele haber antecedentes de traumatismo sobre la porción diagnóstico adecuado.
baja del abdon1en~cás!'siempre fa caus-a es una lesión por
contusión. LQ~ P.~~-i~!~~p_9r _!_o_ general n_o~e!:f_c.9~!l-~!_i~~~;
pero cuando ocurre micción espontánea sueie haber hema-
turia ~acrc)sc-ó:f?_i~~_;__La 1 ~ªyqría de lg?__ _R~~ien,~e_s-~e-·q~~j-~n
...I~d_?lor ~~j-~~º en la PE~~ i~(eri~t:j e!_~domen.

B. Signos
La hemorragia intensa relacionada con fractura pélvica
r;Ued-e ·¡;ro·d~cir ¿h()qÜc-hemorligico~pürTo..gen-eriCdebido·
-aíaroiun1d.eios- v-asos venósos '¡)CTvi-cos~Cos oa-tós de-lesión
ex-te-rná,- por -her·i-da con--arma de fuego o arma blanca, en la
parte baja del abdomen harán sospechar una lesión de
vejiga, manifestada por notable hipersensibilidad en el área
suprapúbica y en la porc1ón inferior del abdomen. El abdo-
men agudo indicará rotura intraperitoneal de la vejÍga~_C~¡
slempre__ ~ma masa p_~p_abi~- e!\ fa regl6n J~aj~_QiLa_~do~!l~n
represcñta un gran hematoma pélvico. Al examen rectal, no
---esposíbic-dlsi]ñgwr los
pu-nto-s sobresalientes debido a la
extens1ón del hematoma pélvico.

C. Datos de laboratorio Figura 18-12. Rotura extraperitoneal de la vejiga. En la


Por Jo general, los pacientes con traumatismo pélvico re- cistografía, se observa extravasación (flecha) de la ve-
~-uie.!:_~n catctc~L~ª-~ión; pero ño-~efnc-cesarl. a~i ~?-ohs~rva jiga hacia la pelvis.
pélvico subsecuente. La vejiga debe abrirse en la línea
media e inspeccionarsecorlC.uidadO. Después de la repara-
CíOii:--.se-aeJa una son a e cist~~t¿·mía suprapúbica-· para
ascgurar-erorei-iaje--u rínarioco mp 1eto -y·-erc:;;
ntro f-de 1a
·ne~m-orl=agía. · ·-

l. Rotura extraperjtoneal: Ésta debe repararse intravesi-


calmente. Como la vejigaésti abierta en la-Hñea med1a,
debe ·inspeccionarse con mucho cuidado y cerrar las
laceraciones desde dentro. Deben usarse suturas de eró-
mico absorbible o ácido poliglicólico.
Las laceraciones extraperitoneales de la vejiga en
ocasiones llegan hasta el cuello vesical y deben repararse
con minuciosidad. Para asegurar la reconstrucción com-
pleta, deben usarse suturas finas absorbibles, de manera
que el paciente tenga control U(inario después de la
lesión . Dichas lesiones se tratan 111ejor con cateterización
uretral permanente y desviación suprapúbica.
Debe realizarse petitoneotomía para el estudio del
Figura 18-13. Rotura intraperitoneal de la vejiga. La cisto- líquido intraabdominal antes que se complete e\ proce-
grafía muestra material de contraste alrededor de las asas dimiento. Si el líquido es sanguinolento, debe efectuarse
intestina les. exploración abdominal completa para descarta( lesiones
concurrentes.
2. Rotura intraperitoneal: Las roturas intraperitoneales
Diagnóstico diferencial de la vejiga deben repararse" por--v~transperitoneál
después--de.unicuíCiadosa iñspccción tiañsvesical y ae
El traumatismo abdominal con hematuria puede causar cerrar -cualquier otrapc rforicióñ~-Soó-reefárca ae la
lesión del riñón, el uréter y la vejiga. La urografia está leSi<)n,e rpeiitoneo eoe-cel-"rarse en tonna cuidadosa.
indicada en todos los pacientes que presentan hematuria La vejiga se cierra en capas separadas con sutura absor-
relacionada con traumatismos. Deberán tenerse presentes las bible. Todo el líquido cxtravasado en la cavidad perito-
lesiones concurrentes de los vasos pélvicos e intestinales. neal debe extraerse antes de cerrar. En el momento de
La uretra puede estar lesionada al igual que la vejiga; cerrar, debe cuidarse de que la cistostomía suprapúbica
esta posibilidad debe considerarse en cualquier paciente con esté en la porción cxtraperitoneal.
traumatismo por contusión y fracturas pélvicas. La uretro- 3. Fractura pélvica: Casi siempre se encuentra que la
grafía demostrará rotura de la uretra. fractura de la rama púbica es estable. En estos casos, el
paciente puede deambular dentro de los siguientes 4 a 5
Complicaciones días sin daño o dificultad. Las fracturas pélvicas inesta-
bles que requieren fijación externa tienen un curso más
El absceso pélvico puede desarrollarse a causa de la rotura prolongado.
extrapentoneaf_&--ra-vejiga;sí1a-or1i1a--sCinfecta,-eTiiema- 4. He m a toma pél vico: Puede haber hemorragia intensa no
toma pélvicQ tal!íbléns¿!P[~-º-t-ªr_á.· controlada debido a rotura de los vasos pélvicos, aun si
La rotura intraperitoneal de la vejiga con extravasación de el hematoma no se penetró durante la operación. En tanto
orina hacia!acavidad abdomiñal-causárá "eritonitlstardía. -- se efectúa la exploración y reparación vesical, se puede
- -Lalncoritlnenda Rarcíal"puede-cfeberse a lesión ve-sical
taponar la pelvis con compresas ya que esto a menudo
cuando "651:-a:--se extiende -hasta" ef-cüc\10 -de Táve}1ga~·La
controla el problema; si la hemorragia persiste puede ser
"reparacl"óñ-meticulos-a puecfe" asegurar un-- coñtrol urinario
necesario dejarlas por 24 horas y operar de nuevo para
normal.
retirarlas. El embolismo de los vasos pélvicos, con Gel-
foam o músculo esquelético bajo control angiográfico
Tratamiento es útil para controlar la hemorragia pélvica persistente.

A. Medidas de urgencia
peben tratarse el estado de choq~~ y \~ h~m~rr~gia. C. Medidas médicas
El paciente cuya cistografía ~ólo_ mue~tre _un peq~eño
B. Medidas quirúrgicas grado de extravasación puede ser tratado mediante la co-
Debe efectuarse una incisión en la línea media de la porción locación de un catéter uretral en la vejiga, sin operación
inferior del abdomen . A medida que se accede a la vejiga ni cistostomiasuprapubica. La orina no debe estar infecta-
por la línea media, deberá evitarse el hematoma pélvico, el ~~-.--C-orfícre- y Sandler- (1"988) -publicaron é~itos con -este
cual suele ser lateral. Penetrar el hematoma pélvico puede tratamiento. Es necesaria la vigilancia estrecha debido a la
producir aumento de la hemorragia, debido a la liberación posibilidad de una infección del hematoma pélvico, de
del taponamiento, e infección del hematoma con absceso hemorragia continua de la vejiga y de retención de coágulos.
Pronóstico

Co!1 el tratamiento apropiado, el pronóstico es excelente. La


sonda para cis.tostmñía -suprapúbíca pue(re· retlrarsé
eñ "¡o
días· y el pacientCS"uele-orinar norrñaimente. Los pacientes
conTaceracwnes que se extlcnden--hi~aef cuello vesjcal
pueden presentar incontinencia temporal; pero casi siempre
recuperan el control total. En el momento de dar de alta al
paciente, debe realizarse un tirocultivo para'defeilñmar s"íla
lnJecció"nrefacio nada cori·-er·cateter réc{uJere tratamteñfu __ _
subsccue~·-··------------------ ----

LESIONES DE LA URETRA

Las lesiones de la uretra son poco frecuentes y ocurren más a


menudo en los va_r.<?~-e~,_2-or lQ_gene~~l_a.:socianOsConrra~_~wjs
pélvicas o con caídas a horcajadas. Son raras en las mujeres.
-varias p·artes de la uretra pueden ser laceradas, corta-
das en dirección transversal o sufrir golpes contusos. El
tratamiento varía de acuerdo al grado de la lesión. La uretra
puede dividirse desde el putúo de vista anatómico en
dos porc1oncs: la uretra posterior, que consta de la porción
prostátíca y de la membranosa; y la uretra anterior, que Figura 18-14. Lesión en la uretra posterior (membranosa) .
consta de las porciones pendular y del bulbo. La próstata se separó de \a uretra membranosa debido a
fractura de \a pelvis. La extravasación ocurre por arriba del
ligamento triangular y es periprostática y perivesical.
LESIONES EN LA URETRA POSTERIOR

Etiología (figura 18-14)


de este dato, ya que un intento para pasar un catéter por la
La uretra mem~_ranosa pasa a través del diafragma urogeni- uretra puede producir infecció"n ael hematoma j:ieriproshíti-
tal y es_~~!9.I:t_c!~~Ta u~~!J"a _p_§;teri'~r'_que-se fesiona con co y perivcsical y" convertir de una laceraci"ór1"ü1ú)m-pleta en
-rri"ás frecuencia. El diafragma urogenital co.nticne la mayor ima-co-mpleta. -La pi-csenclacfe sangre en el nieato-externo
--pafteael esfínter urinario voluntano. En su porción inferior es
de raüretralñd1ca que necesaría tá .uretrogratí:ilnmecHata
se une con la rama púbica y, cuando se producen fracturas para establecer el díagnóstléo. -- - -
pél vi_<?~~-~~~-ii~-~ tr~umatismos por ~_!1-~~~i9.!:l.!_ _]~-~'.:.~Ta se
-- -A la eXploraci6ntísica observará hipersensibilidad
membranosa se separa del vértice prostático en )a un1ón suprapúolc~'l-ypresénclacefracfunl"Ji~lvica. Puede palparse
prosfatomerñDranosa. Ca uretra tamo-ren·
¡)ue-a esecCionarse eraes-arrofiOd.e un gran -liematoma péivico. "A. "ffié'ñl.iCfO,_s_e
lránsversalmente-por el mismomecanismo en la superfiCie ~cuentran co11_tusi~ries-p~ií~~aTe~i-Y s_!:l~~P~-~icas: __L~-~~
llterior de 1;-illetra- membra.nosa~- --···- · --- ptoracíón rectal puede revelar un g_@n hem';l_t_9ma P~.Y~9
confaprÜStataa·esplaZada: ha~ia arri~: ~ n embarg_~J.a
Patogenia y patología exploración rectal puede ser engañosa porque, a la pal a-
cla-n~ üriTl-em-ato"ma pélvico tens·o· puede..co iiJunctTrseéo n la
Las lesiones de la uretra posterior con frecuencia _St?_J?!.~~~"!!.-:: .. prostata. ST"-fos - Iígamcotos. púboprostáticos permaneceñ
tan como resultado de ft:_<!-~t_L!!:f!S pélyl_C9-B..Y..!r_a_IJ.11J-ª!ͧffi9 por intactos, rio ocurre desplazamief}to _9_e la pr9S.~<U<d1adaJa
conitís1ón. La uretra suele cortarse justo en la porción IJrO- reg_ig!!_~ up~-r) or~_ ~?~~.<:>~~_é~jªrc i ª-LQ.~_@_ -~ -~etr.a. .m~..m_branQs.a
a]
xlñ1al diafragma urogenitai-ylá-prostata sedes-l~izahada (habitualmente en el I 0% de los casos) no se acompaña de
desplaza~~nto prostático~ - - -- --- - · - ----
arr!Oa. por ~n1é~~t9_!1.:!a_gui~e- fÓrm~-ei:l-_i~~--~~p~<:üo~- º~ri­
~esica)_y_Q~Lipt:_o_státic.Q. _
C. Datos de laboratorio
Cuadro clínico Puede l?ncgn!~ª!J~ __a.!!.~l!lJ~__Q~jc!Q_ ~~~~q_!J~j-~_. Al_P.ri~~~-­
pío, no suele obtenerse orina porque el pac_i¡::n_t~_!lQ.J1!iccio!la
A. Síntomas ynoae5CU1teniarse--I~~~~~tei-i~a~l~n~- --
Los pacientes suelen quejarse q_e_dolQ_T-ªQQ_Q!nÍn_í,i1__12_ajQ e
incapacidad para orinar. Por lo general, ha el ante<:edente D. Datos radiológicos
~~~-~-~i~_itpl a~t_~!:!~~_!l_!:~--~(?.~fe la pel_":_i_s.- - ·---- - - Por lo general, se presentan fracturas de la pelvis ósea. Un
~~.tr_q_g_r:i.fiii _(con-20. a 30 mL.. de__
material de contraste
B. Signos hidrosoluble) muestra el sitio de la extravasación en la unión
El signQ_~!.lás i~p~:>rt~nte ~e- ~~_sión U_!:etral es sangr~ e~ el prostatomembraño sa. -be.ordinario, hay fíS·re-cxtravasaclón
-~-~~?-~_la ~e~ra. Se hace mucho énfasis en la importancia del matefiaCde contraste en el espacio perivesical (figura
33 6 • Urología general de Smith (Capítulo 18)

Tratamiento

A. Medidas de urgencia
Deben tratar~ e el estado de ~hoque _y__l_a h_~r~10rragia.

B. Medidas quirúrgicas
Debe evitarse la cateterización de la uretra .

l. Tratamiento inmediato: Éste debe constar de cistosto-


mía suprapúbica para proporcionar el drenaje urin-mo.
DeoepractJcarseunaiñcl-sion en la -liñea .media-de- la
porción inferior del abdomen, cuidando de no lesionar
el gran hematoma pélvico. Por lo general, la vejiga y la
próstata están rechazadas hacia la región superior porlos
grandes hematomas perivesical y periprostático. La vejiga
Figura 18-15. En la uretrografía, la rotura de la uretra pros- a menudo está distendida por el gran volumen de orina
tatomembranosa muestra extravasación libre. No se ve que acumulado durante el periodo de reanimación y prepa-
pase medio de contraste a la uretra prostática. ración operatoria. La orina casi siempre es clara, sin
sangre; pero puede encontrarse hematuria macroscópi-
ca. La vejiga debe abrirse en la línea media e inspeccio-
18-15 ). La rotura prostatomcmbranosa incompleta se apre- nar las laceraciones en forma muy cuidadosa. Si está
cia como una extravasación menor y una parte del material presente una laceración, la vejiga debe cerrarse con
de contraste pasa a uretra prostática y vejiga. material de sutura absorbible e instalar una sonda de
cistostomía para drenaje urinario. Esta técnica no incluye
E. Exploración con instrumentos manipulación ni instrumentación de la uretra. La cistosto-
L~ __ú!.lic~ c~212~a_cjQII j~-~~rvm e9t!;ll_qg~_p_u_~9~~Jgc.t.t!.í!IJ>_c mía suprapúbica se conserva en su lugar aproximadamen-
e_s __m~di'!_nt.2_J,_l_!:~_t_r9_grafí(! . La cateterización o la uretras- te tres meses. Esto· perm1te a resoliicfó-ñ del hemáfoma
copia no deben llevarse a cabo porque estos procedimien- ·-p-efvicoy-laprüstata y-ra vejiga retornarán lerlúimente a
tos conllevan un alto riesgo de producir hematoma e --s-u-posición anatómica. ·-- - . .. . --.
infección y daño más amplio de los desgarros parciales ----lilacénición incompleta de la uretra posterior cura
de la uretra. de n1i\neraespoñfánea y la cistosto!n Ía suprapub1ca
pueaecerrarse en 2 a 3 semanas. La sondapara-cístos-=
Diagnóstico diferencial tomía no debCretírarse antesoeque la cistouretrografía
miccional muestre que no persiste la extravasación.
La rotura vesical puede acompañarse de lesiones de la uretra 2. Reconstrucción de la uretra: La reconstrucción de la
posterior. La urografía intravenosa debe tenerse presente uretra después de rotura prostátícapuede intentinseen
como parte de la evaluac1ón. Deben obtenerse imágenes . tres meses, suponiendo que ño haya absceso "J)llvíco ni
retardadas para demostrar la vejiga y observar la extravasa- - otro dato de infección pélvica persistente. Antes de la
ción. La cistografía no puede efectuarse en el periodo pos- reconstrucción debe efectuarse una cistografia, combi::
operatorio porque no debe pasarse ningún catéter por la -~ada-conun a-ure.irografra~ pari ·aeterm in-a rla-rongTtud
uretra. Durante la operación, es necesaria la evaluación exactade Tae strccheZ'-de fa tlretra. Ésta suele ser de·r-a 2
cuidadosa de la vejiga. La porción anterior de la uretra puede cm de largo y situada inmediatamente posterior al hueso
lesionarse al igual que la uretra prostatomembranosa. púbico. La técnica que se prefiere es la reconstrucción
en una sola etapa-ere la rotura-·úretnil .co-n -·e-xtirpaCiOrf
Complicaciones directa ael ár-éa estrecha y añastorñosls-dcl bulbo- de-EC
-iii·e tri"directañlenfe con el vértiC:e de la próstata.lunto
E~~c~b_~s_ imQ9~9!!~_i-ª-~-i~1C_Qn~i~~P~!.€!!...S:Q!!!~-~-o!!_l~2!~-~~iones -con·Ja·ctsto·stomía suprapúbica, deb{~ó}g~árse un_ cª_fé~
~_la ro_t_l!n~_P_!<?statorn_embrano_s_a, están entre los accidentes ter uretráTaes1fi-cón--de Y6E. Los catéteres se retiran en
más graves y debilitantes que se producen por traumatismos _l~ll__I!l_C_S y_ C!"~t~mG_t?S ~~ pacjente será capaz de orinar
del aparato urinario. La cstrecl_1ez secundar~<_t ~ ~?__~n_aS!<?mo­ (figura 18-16).
sis y reparación inmediata ocurre en casi la mitad de los 3. Realineación inmediata de la uretra: Algunos ciruja-
·e:·asüs,La ·r~~ec~eñcTa·-Cieestre;liez_ puede·~¿~<fuf.iiie_<!l5~ -si nos prefieren realinear la uretra de inmediato. La recons-
se utiliza la técnica transpúbica con reparació]1_ ~Ij_í_a . trucción mediante sutura directa de la rotura
La frecuencia de impotencia después de la reparación prm;tatomembranosa en la \esión aguda es en extremo
inmed~'lta es del30 al80 por ciento (promedi_Q_ a~if~0-os...Q~. difícil. La hemorragia persistente y el hematoma circun-
-stYOJO[És"f<i-pucde reducirse del 1o a\ 15% mediante drenaje dante crean problemas técnicos. La frecuencia de estre-
suprapúbico con reconstrucción tardía de la ure_trá.· - chez, impotencia e incontinencia parece ser mayor que
En la tercera parte de los pacientes, se observa con la cistostomía inmediata y la reconstrucción retar-
incontinencia en la reanastomosis temprana. La ·reconstruc- dada. Sin embargo, varios autores han informado de
ción- tardía reduce la frecuencia a menos de 5 por ciento. éxitos con la reahneación uretral inmediata.
LESIONES EN LA URETRA ANTERIOR

Etiología (figura 18-17)

La uretra anterior es la porción distal al diafragma uro-


genitaL Cas-les1or1.es··-ei1-·posíción aho-~~ajada_u)ueden
causaTlaé-eraciúíl o contüSionde-la uretra. La automSt~
¡::¡:;entaci""onoTaman!Obfa-co~ ·r;;;trumentos yatrógena ue-
den causa_r ro~~-~-parc~<tl -----------·- - -·

Patogenia y patología

A. Contusión
La contu~~n de la !}~et~a -~s U]l_§jgnp qe .lesión_p_Q.Lª.IlLa.sta-
mien~o s~n r~t_u!?- _<.!~.!a_ ure~'.l:· . El hematoma perineal suele
resolverse.~in c~~l-~_r::_is>'!.~~~·· --· · - -- -··-- --··-

B. Laceración
Figura 18-16. Reparación tardía de la lesión uretral. Uretra- Una lesión grave a horcajadas puede producir laceración de
grafía normal durante la micción después de la reparación una"parté ~~ l:a pared de 1~ ~re!r.a,_l<?-.Sil}~]?~ún!.~~ cxJ.!~~¡j.sa:_
transpúbica de una estenosis se_cundarla a lesión en la uretra ción de orina. Sí no se identifica, la extravasación puede
prostatomembranosa. La flecha indica el área de repa- extenderse hasta el escroto, a lo largo -dercüerpoderpene~
ración. y hast"a ~~~R~~ª ~b(!~mTnaf:-Es1aTiñ1TI:aaa-sófo por la fasc1a
de Colles y a menudo produce septicemia, infección y
~norbilidad irnp~~tante. - - --·--- -- - - -- ---· ···---

C. Medidas generales
Después de la reconstrucción retardada mediante acceso
transpúbico, a los pa<:_:-i_~~es se les _p~~fl2iY..!:á_9.~.a.:~~~~la~ al Cuadro clínico
quint~J~el posop_eratorio y habitualmente se les pÜcde
<Iar"cfe alta a los tres dlas. -·- -- - -- A. Síntomas
Suel~~cntarsE_.~_l_ ~!!!_~cedente de una caída y, en algunos
casos, antecedente de maníoGnis conills-trumentos. Por lo
D. Tratamiento de las complicacione s general, se presenta hemorragia de la uretra. Hay- ·dolor
Aproximadamente un mes después de la reconstrucción Toeallzaoóei1-Cipcri'neo"" y en-oc.asiones-ncn1afo má-perinca r
Tran_sp~b_ica ~~_tardad~ "puede ret"irarsc--ercateter._urefraf y masív~. ~_9cuáe la micción y se obscrvá éitravasadoñ," se
obtenerse una cistografía -de miccióñ-a travcsac--,-asonaa· presentará tumefacéionrep-entina en dicha área. Síel'dü1g-
pára cistostm~i~-~~P!~Qúbic·a: Aquél puede retirarse si Ja nóstlco no-se.
hace en el moincnto -Óp-oriun-Ó:puede presen-
cistografía muestra un área evidente de reconstrucción libre tarse infección grave y septicemia.
de extravasación; si la extravasación o la estrechez persis-
ten deberá conservarse la cistostorri"Ei suprapú-6Téi."'Eñ d"os B. Signos
m~s~(~~~i?_(éjlerse u"na uretrografía de control para E;IJ?_~_r:_~~~-~s muy sensible y puede palparse una masa. La
v!gl1ar el desarrollo de la estrechez. ··--- - · e_~p!oración rectal reve"Gl'pro.stata normal. Por lo generaí;el
--·-En-caso de.qu."e-se presente est.rechez (< 5%) ésta suele P<.t~J~Q!~~.Le:n~ese-~_§.~_2.~_,_n~Ii_~!<?. !1_~ E_e.~~erm lttrs e 1a
set muy corta, y la uretrotomía mediante observación direc- ~i~f!ó_f!_b_~s!? n9. vajo_~~~_g~~~J~--~retra ~~-cÓ~leta. No debe
ta ofrece curación fácil y rápida. mtent~-~~32asar un caté~º!:..uretra.1.!2~.9-~Lla..Y.<2.ig<LQ.~Lp]lyienle
El paciente puede ser impotente por varios meses ~f!á SQP..I~ºi.~.t~!ldida,_p_!¿~de efectuarse la cistostom ía su-
después· de. la rcpar·a-clón retaicfaaá:L a uñpotenc1a es per- prapúbica transcutánea con un procedimieñto temporaL ·
·mañenteeñ .ási eJ 10% -de Jos casos; Si .ésta aún Se presenta Cu_ando -~-atencíon _d_~ ~stas lesiones se retrasa, hay
CIOSanosdespÜcSdela recon-strucc.ion, -ésTa íñchcada-la ~~travasación urinaria masiva e infección en el perineo y el
lmp_!~ntaéícin. c!_~_una p~ótesj~_ck pene (capítulo 4or-- --· - ~scroto. También puede est~!__afectada la pared de la pQffiÍ.Ón
La incontinencia rara vez permite la rec;qn.strucción _inferior del abdomen. La piel suele estar edcmatizada y
tran_sp~b1ca. ·~-n caso de que se presente por lo general se _01mbia ~color. --- - -
resolverá lentamente..
C. Datos de laboratorio
Por lo general no es excesiva la pérdida de sangre, en
Pronóstico particular cuando se debe a lesión secundaria. La cuenta de
leucocitos puede aumentar si hay infección .

Si pueden evi~ar_s~ la~ _compl_i.~aciones, el pronóstico es D. Datos radiológicos


excelente. Por último, las infeccion-es "i:[rinárías-seresü-eFven La uretrografía, con instilación de 15 a 20 mL de material
con ei tratamiento adecuado. de contr<tste-hJdrosolublc, ~emostrará la extrav~sa_~i~n___r_
Figura 18-17. Traumatismo de la uretra bulbar. Izquierda: Mecanismo: Generalmente un golpe perineal o una caída a
horcajadas sobre un objeto que machaca la uretra contra el borde inferior de la sínfisis del pubis. Derecha: Extravasación de
sangre y orina contenidas dentro de la fascía de Calles (figura 1-9).

localización de la lesión (figura 18-1 8). La uretra lesionada Com pi icac iones
2.9-~-~~!~-~!~!~ no -~-~strar~-c!~.~~ ~ex t!:_~":~_sa~i~_n.
La hemorragia intensa por lesión del cuerpo esponjoso
puede preseñtarse" tanto- eri-·er-pcrineó~comoa-tiavéscJel
E. Exploración con instrumentos n1eato dela üretii'i. Cá presión aplicad·a en ·él-p'C"rineo sobre
Si en la uretrografía no h§.Y datos de extravasa_~fuh_p_y~pe el sitio de-Ei Tésión suele controlar la hemorragia. Si ésta
introducirse un cat6tcr desde la uretra hasta la vejiga. La no puede controlarse se requiere cirugía inmediata.
fa
extravasaCión-es üña contraTñd!caclón para m<iñ10bra con Las complicaciones de extravasación urinaria son prin-
instrumentos más amplia en este momento. e
cipalmente septicemia infecc-úSn. -S-i-haylnfeccióO,-·son
necesarios el desbncfamiento a-gresivo y el drenaje.
La estenosis en el sitio de la lesión es una complicación
Diagnóstico diferencial frecuente; pero n-o·-~;i(~-mpre reqUiere reconstruccú)n quirur=--
-·giGa, a menos que dicha estrechez reduzca en forma impor-
tante el índice del flujo urinario.
En caso de fractura pélvica, puede ocurrir rotura completa
o parcial de la uretra prostatomembranosa. Por lo general ,
la uretrografía demostrará la localización y extensión de la Tratamiento
extravasación y su relación con el diafragma urogenital.
A. Medídas generales
Por lo general, cuando las lesiones se producen en posición
a horcajadas no ocurre pérdida sanguínea importante. En
caso de hemorragia intensa, se requiere presión local para
su cm1i:ro[Segulcfa .9I.R~']_~~a~}9n-------=-- · --- _____ ..__ _

B. Medidas específicas
1. Contusión de la uretra: El pac~~nte CQ_n contusión de la
uretra no muestra datos de extravasación y la uretra
permanece intacta. Se-le p-ermiTe órüüir dcspues de la
uretrógrafía y si 1a micEió"n es ·nofma[, sin dolor ni
hemorragla~-ú6--es ñece-s-arío- eftritarñlento ad\c{onal. Si
la h-emorragia persiste, puede instaiars-~ un catTter para
ckenafe'eñ" ra "ü'retia-:-··- -·- - ----- - -----
2. Lace-racio-ñes . .de la uretra: Debe evitarse la maniubra
con instrumentos de la uretra después de la uretrografía.
!}~ J?Cq~~~-~_i!!_Cj§)9_J?_gl_lª-_!i_f!~~-T!!~9 i~.d~- l(l_J~_SÍÓn
suprapúbica expone COf! f~ciJi~a~ !a ~úpul.a d~_lg_ vejiga,
ac-manerá q-uepueda insertarse 1a sonda para cistostorrila
Figura 18-18. Rotura de la uretra bulbar (anterior) después _suprap_L~~_ica~ lo gu~__P.~rm{_t~_í_;~dcsvjac_tgn comp)ita del
de una lesión a horcajadas. En la uretrografía, extravasación flujo urinario mientras cura la laceración uretraL En
(flecha). ··estas fesTones- también se p-u·e·de us-ar- cistostomía
transcutánea. Si en la uretrografía sólo se observa una .~!.....R.~g_i_~~-~-l:?T_~_e_~~ do 1o~-Q_~ _p enE.__y_h_~n:! a_!o.!!1~:.._ .~Jij_?_
pequeña extravasación, puede efectuarse otro estudio lesión debe corregirse mediante cir_!!g!E_.
durante la micción siete días después del drenaje por - - Cates)ón.. de la u-retra_y_lagangrena pueden ser causadas
catéter suprapúbico, para explorar dicha extravasa~ por anillos, que dan lugar a obstrucción, colocados al-
ción. En lesiones más extensas, la espera debe ser de 2 rededor de la base del pene. Estos objetos deben retirarse
a 3 semanas antes de llevar a cabo el estudio radiológico sin causar daño mayor. En ocasiones, se observa amputación
de la micción a través del catéter suprapúbico. -~ª-~ica­ del pene y, en algunos pacientes, el pene puede colocarse de
trización en el sitio de la lesión puede producir estenosis. nuevo con éxito mediante técnicas de microcirugía.
La m·ayorparte de es"tas-eSt:enosrsnoson-graves-y no La separación total de la piel del pene ocurre debido a
requieren reconstrucCión quú.urgica. Si no hay datos de lesiones por maquinaria. El desbridamiento inmediato y el
exrravásación,-p.t.ieoe·Yefiraise ef catéter para cistostomía injerto de piel suelen tener éxito.
suprapúbica. El seguimiento documentado del índice del .~as le_~io!l~~ ~-~1 pene sug~~~n po~i~!~. <i_a_ñ9__\.!-r_~!~a.!_, jo
flujo urinario mostrará si hay obstrucción debida a este- \::_ual debe investigarse m~4iante uretr~gr~fJ~-
nosis.
3. Laceración de la uretra con extravasación urinaria
extensa: Después de una laceración importante la
LESIONES DEL ESCROTO
extravasación urinaria puede afectar el perineo, el escro-
to y la región inferior del abdomen. Se indica el drenaje
Las laceraciones superficiales del escroto pueden ser des-
de estas áreas. Es necesaria_l~__0st_ostqipfa__sup_@._p_(!bica
bridadaS y cerradaU!_i_l})ii:@DJ.t?P_t~~);~f-traumatlsmo-ppr­
para derivación urinaria. Es frecuente la infección y
"fOTmaci"ón de absceso)oque requiere antibioticoterapia. contusión puede causa~ h~I]]atomaJ?_<:~_l_Y_~~-imosi~~pero
estaD~~jg_~º~--s~ resolverán__ sin .~ic~l!.~.9.: E..Ln~~esarj9. ~
4. Rep-a~ación inmediata: __p_u~~-eJ:~~t!J.§l_rse JJE~.PM.ª·ºió11
cerciorars.e d_~1l~_no h_ay__ mtwaJ~~ticlJ_l_ar.
inmediata de las laceraciones de la uretra; per~ _el E.!:~~-~~
Los accidentes por maquinaria y otros traumatismos,
dlmíenfo es difícil y la frecuencia de estenosis concu-
-rlente es alta _____ .. _ ... ----- - -·-·---- importantes pueden causar eliminación total de la piel
del escroto. Los testículos y los cordones espermáticos
suelen estar intactos. Es importante proporcionar protección
C. Tratamiento de las complicaciones a estas estructuras: esto se hace mejor mediante desbrida-
Las estenosis en el sitio de la lesión pueden ser extensas y
~eren. ~econstrucción tardí~: - - ... -- - miento quirúrgico y colocando los testículos y cordones
espermáticos en los tejidos subcutáneos de la región superior
de los muslos. La reconstrucción tardía del escroto puede,
Pronóstico efectuarse con un injerto de piel <1 un colgajo de muslo.
La estenosis de la uretra es una com2licación importante; pero
eí1ía!Tiayor partede ·roscasosno req-uiere reconstrucción
quirúrgica. La reconstrucción es necesaria sólo cuando, LESIONES DE LOS TESTÍCULOS
después de resolverse la estenosis, los flujos urinarios son
deficientes, hay infección urinaria o existen fístulas de la ~LtratmJati~mo pQ.r con..!_uJ~i<2.n _e:n i()s_ tes_tÍ~L!Los causa d_Ql9r
uretra. ª
i n_tc!J~O..J'.. _!"11 ~!!Ud Q...!lª~§~a_§ Y..~':Di.tg_~.:..f.~g§_p.resentarse
_hlQersensibilidad en la !_~_g_ión _infed<;>!_Q~bdQ_"f!l~n. Los
..!~!í~ulos pu~den C.§!~_r rodeado ~ PPL\.!.O heO).E!Ql!!.ªLlo que
LESIONES DEL PENE b-ª.~~_gjfícil delinear sus__b_Q[Q~S , _ Comº--ªY~A<LQ.ara defini~
_rpyjor ~]_.Qrgª!}q_pueQ.~ !:ltiJi~r~e_la u_\tra_§onqg~afía. En caso
La rotura de la túnica albugínea (fractura d~l_Q~!!..~_..Q!!e_ge de rotura, la sonografía delineará la lesión, la cual deberá
o{t!-ii1fCiuranteTás~i~~l_on~s sexuales.cuaDdo se produce, r~<_lrªr~c· iwrÓ-rgÍcamente. • --------·

REFERENCIAS

Diagnóstico y manejo de urgencia injury after blunt trauma. A m J Surg 1992;164:482;discus-


sion 485.
Sims DW et al.: Urban trauma: A chronic recurrent disease. J
Breaux CW et al.: The first two years' experience with major Trauma 1989;29:940
trauma ata pcdiatric trauma center. J Trauma 1990;30:37.
Carroll PR, McAninch JW: Staging ofrenal trauma. Uro! Clin N
Am 1989;16:193. Lesiones al riñón
Franko ER, Jvatury RR, Schw.alb DM: Combined penetrating
rectal and genitourinary injuries: A challenge in management.
J Trauma 1993 ;34: 34 7. Baumann L ct al.: Nonopcrative management ofmajor blunt renal
Griissner R et al.: Sonography versus peritoneal lavage in blunt trauma in childrcn: Jn-hospítal morbidity and long-term fol-
abdominal trauma. J Trauma 1989;29:242. lowup. J Uro/1992;148:69!.
Jacobs DG et al.: Peritoncallavage white count: A reassessment. Bretan PN Jr et al.: Computerized tomographic staging of renal
J Trauma 1990;30:607. trauma: 85 consecuti ve cases. J Uro! 1986; 13 6:561.
J(nudson MM ct al.: Hematuria as a predictor of abdominal Carroll PR ct al.: Renovascular trauma: Risk assessment,
19
Inmunología de tumores
genitourinarios
Perinchery Narayan, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El término inmune deriva del latín immwzis, que significa COMPONENTES DEL SISTEMA
" exento de cargos (impuestos~" . La palabra también tiene INMUNOLÓGICO
una raíz griega que significa "memoría", una de las funcio-
nes cruciales del sistema inmunológico. Durante la última La red de comunicaciones del sistema inmunológico puede
centuria el término inmunidad significa resistencia a la considerarse constituida por dos componentes: uno humo-
enfennedad, generalmente a la infección. Sin embargo, el ral, mediado por moléculas bioquímicas, y otro celular,
constituido de algunos tipos de células precisas.
conocimiento actual del sistema inmunológico demuestra
que es mucho más complejo de los que se pensó. No sólo
Inmunidad celular
proporciona defensas contra enfermedades infecciosas sino
también participa de manera intrincada en la defensa contra Los principales elementos celulares son los macrófagos
enfermedades neoplásicas y, más importante, en la conser- y los linfocitos.
vación de la homeostasia y la salud normales .
El sistema inmunológico ejerce control sobre la totali- ~- Macrófagos
dad del organismo por una red extensa de componentes Estos derivan de Jos monocitos y se encuentran en todo el
celulares y humorales. La respuesta del sistema a retos cuerpo. Es posible observarlos en Jos sistemas circulatorio
antigénicos por una infecc1ón o neoplasia es compleja e y linfático o pueden ser especializados y estar relativamente
inmóviles en los tejidos. Ejemplos de estos últimos ma-
integrada y afecta la totalidad del organismo. Aún no se
crófagos son las células de Kupffer del sistema reticuloen-
comprenden por completo varios aspectos de \a respuesta dotelial del hígado , Jos macrófagos alveolares del
inmunológica: sin embargo, se han comprobado varios con- pulmón, la microglia del cerebro y los histiocitos del tejido
ceptos amplios y aclarado diversos mecanismos. Recientemen- conjuntivo. Los macrófagos tienen las siguientes funciones:
te la tecnología de anticuerpos monoclonales y DNA
recombinante suministraron las técnicas para aislar, clonar l. Secretan mediadores biológicamente activos que ri-
y secuenciar los genes para receptores de antígenos situados gen el tipo y la magnitud de la respuesta de las células
T (derivadas del timo) y B (derivadas de la médula
sobre células T y B. Las técnicas de biología molecular
ósea) a un reto antigénico. Los mediadores incluyen
también proporcionaron Jos medios para producir grandes diversas proteínas del sistema del complemento, pro-
cantidades de moléculas secretadas que son reguladoras de teasas lisosómicas y otra.~ enzimas y linfocinas como
la inmunidad, como Jinfocinas y monocinas. En la actuali- el interferón, las interleucinas y el factor de necrosis
dad estos agentes se emplean en el tratamiento de algunos tumoral.
padecimientos malignos incluyendo cáncer genitourinario. 2. Sirven como las principales células fagocitarias y
En este capítulo se describirán brevemente los princi- destructoras de células estrañas. La fagocitosis se
pales componentes del sistema inmunológico, los conceptos estimula por proteínas especializadas llamadas opso-
ninas que se adsorben a células extrañas y las tornan
inmunológicos de la oncogénesis, las técnicas experimenta-
sensibles.
les y las aceptaQas para el diagnóstico inmunológico y 3. Actúan como células presentadoras de antígenos.
diversos tipos de inmunoterapia aplicados al cáncer geni~ Ésta es una función especializada que requiere el
tourinario. procesamiento del antígeno y la presentación del

341
determinante antigénico en la superficie celular para se conocen como CD 1+, CD2 +, etcétera. Ciertos CD tienen
reaccionar con los linfocitos. relevancia clínica. Por ejemplo, CD4 es la molécula su-
4. Aportan receptores para antígenos, anticuerpos, perficial de reconocimiento por la cual el virus de la
complemento, proteínas especializadas (antígenos inmunodeficicncia humana infecta a las células positivas a
la) y otros, que participan en las interacciones con CD4.
los linfocitos T. Basándose en la presentación de Los linfocitos T CD8+ interactúan con antígenos liga-
antígenos, la reacción linfocítica puede ser estimula- dos a los determinantes de clase I-MHC (HLA-A, B y C),
dora o supresora. mientras los linfocitos CD4 reconocen antígenos ligados a
5. Inhiben el crecimiento tumoral en ausencia de anti- los antígenos MHC de clase U (HLA-DR, DQ y DP). Esta
cuerpos. unión genera una señal que se transcribe a los linfocitos CD3
que liberan calcio intracelular, el cual activa las vías del
fosfatidil inositol o de lacinasa de tiosina. Esta señal prima-
B. Linfocitos ria, en conjunción con señales secundarias (interleucina-2,
Éstos son específicos de antígenos y actúan a través de
contacto con ligandos sobre otras células reticulares), activa
receptores en su superficie. Cada uno de ellos es altamente
a Jos linfocitos T por completo. En ausencia de señales
específico y en los dones de células expresan una especifi-
secundarias, la actividad de los linfocitos T puede estar
cidad similar. Aún se discute el origen de los clones de
subregulada; produce tolerancia a los que, en otras con-
linfocitos y su especificidad de receptor. Hay pruebas
diciones, serían antígenos extraños. La activación de los
de regulación genética y de mutación somática; pero existe
linfocitos T puede desencadenar cambios morfológicos,
controversia sobre el factor que predomina.
proliferación, liberación de citocinas y adquisición de fun-
Linfocitos B: Los linfocitos B son precursores de las
ciones citotóxicas. Los linfocitos T CD4+ son en general
células formadoras de anticuerpos y pueden- designarse
ayudantes/lnductores, mientras los CD8+ son citotóxi-
según las clases de ímnunoglobulínas como y, a, )..l, o E. Las
cos/supresores. Algunos de los linfocitos T después de la
células B productoras de anticuerpos y maduras, también se
activación se transforman en linfocitos T de memoria que
denominan células plasmáticas. Hay, asimismo, un grupo
serán reutilizados en estimulaciones antigénicas futuras.
importante de células B en las respuestas rápidas secunda-
Los linfocitos T de memoria tienen gránulos intracelulares
rías rápidas al reto antigénico (reacción anamnésica) llama-
importantes y ejercen tanto citotoxicidad mediada por célu-
das células B de memoria. Un tercer grupo de linfocitos son
las dependientes de anticuerpos (CCDA) como actividad
las células "nulas" que carecen de marcadores T o B en la
NK y destruyen células tumorales en presencia o no de
superficie celular. Si bien la función principal de las células
anticuerpos lgG específicos.
nulas es incierta, se cree que las células asesinas naturales
La médula ósea es el principal sitio de maduración de
(NK, del inglés natural killer) y las células asesinas activa-
macrófagos y linfocitos. La maduración de las células plu-
das por linfocinas se derivan de esta población. Tienen
ripotenciales del tallo ocurre por la acción de varios factores
gránulos intracelulares importantes, ejercen tanto la citoto-
estimulante de colonias (CSF, del inglés colony stimulating
xicídad mediada por células dependientes de anticuerpos
factors). Los GMCSF estimulan el crecimiento de: neutró-
(CCDA) como la actividad NK, y destruyen células tumo-
filos, monocitos, eosinófilos, eritroides y megacariocitos.
rales en presencia o no de anticuerpos JgG específicos. El
Los MCSF originan la diferenciación de monocitos y la
uso de anticuerpos monoclonales permitió la caracteriza-
IL-3 es un multifactor estimulante.
ción precisa de la diferenciación de los linfocitos B y de la
interacción entre los linfocitos By los T y sus productos.
Linfocitos T: Éstos se originan en la médula ósea; se C. Linfocinas y cítocinas
diferencian en el timo y, por último, viajan en la circulación En tanto que las moléculas de anticuerpo son prin-
periférica para regresar a la linfa mediante las venas y cipalmente productos de las células B, varias otras proteínas
vénulas poscapilares de la piel y ganglios linfáticos. Estas de peso molecular bajo son secretadas por linfocitos y
células participan en la hipersensibilidad tardía y en la macrófagos en respuesta a una estimulación antígénica. Los
inmunidad contra los tumores. Los linfocitos T se clasifican productos de linfocitos se denominan linfocmas y los de
en células T reguladoras (ayudantes o supresoras) y células monocitos, monocinas. Entre las principales 1infoc1nas están
T efectoras (células que median la hipersensibilidad tardía, interleucinas, interferones y factores de necrosis tumoral.
la reactividad linfocítica mixta o las células T asesinas En la aatualidad, se conocen por lo menos 11 subtipos
citotóxicas). Las células T asesinas pueden ser asesinas na- de interleucinas, de la IL-1 a la lL-11, y esta lista va en
turales o asesinas dependientes de anticuerpos (K). Un aumento, Las interleucinas son las hormonas de la respuesta
grupo específico de células T corresponde a las células inmunitaria y producen sus efectos mediante interaccciones
asesinas activadas por hnfocinas (LAK, del inglés Lympho- autocrinas y paracrinas; se inicia una cascada a partir de las
kines-activeted killer). interacciones específicas con antígenos. Los efectos
Otras clasificaciones de los linfocitos se basan en los son mediados por receptores específicos en leucocitos, cé-
anticuerpos monoclonales contra antígenos de los linfocitos lulas endoteliales y otras células corporales. Las inter-
T. La proliferación sobre los linfocitos de anticuerpos contra leucinas inicían, amplifican, mantienen o terminan varias
antígenos originó la definición' de "racimos de diferen- diferenciaciones, proliferaciones y fases efectoras de la
ciación" (CD, de] inglés clusters of diferenciation) en los respuesta inmunitaria.
linfocitos. Estos CD distintivos de lo.s linfocitos permiten la En 1979, se llegó al consenso internacional que la IL-1
diferenciación entre linfocitos con varios antígenos que son es la misma molécula que antes se conocía como factor
similares y otros que son muy diferentes . Dichas células activador de linfocitos (LAF, del inglés lymphocítes-activa-
tingfactor). El término IL-2 corresponde a la molécula que de cuatro cadenas polipéptidas: dos 1igeras (L) idénticas y
antes se conocía como factor decrecimiento de los linfocitos dos pesadas (H, del inglés heavy) idénticas (figura 19-1 ).
T (TCGF), factor estimulante de los tí mocitos (TSF) o factor Cada cadena tíene una región constante (C) y una variable
ayudante de los linfocitos asesinos (KHF). (V). La primera determina la función biológica; la segunda,
Las linfocinas son activas en concentración baja e el sitio receptor antlgénico y la especificidad de idiotipo,
interactúan con varias células, incluyendo células somáti- que ayuda en parte a controlar la magnitud y duración de la
cas, otros linfocitos y macrófagos, para producir efectos respuesta de los anticuerpos. La cadena H determina la clase
biológicos. Al principio se les conoció como productos de
de Ig de la molécula (lgG, IgA, IgM, IgD, lgE). Aunque sólo
linfocitos, pero ahora se sabe que algunas linfocinas como
hay cinco clases mayores de moléculas de {g, la cifra total
los interferones (lFN) también se producen en muchas otras
de posibles anticuerpos disponibles aumenta de manera
células del cuerpo. En condiciones normales la activación
tremenda por la variabilidad en el número y secuencia de
óptima de células T se logra con macrófagos, antígenos o
aminoácidos en las regiones V
estimulación mitógena. Sin embargo, las linfocinas que
secretan los macrófagos también pueden estunular a los Las moléculas de Ig tienen las siguientes funciones:
lmfocitos T para que induzcan la formación de receptores
para el factor de crecimiento de los linfocitos T y la secre- l. Responden al estímulo antigénico al formar los anti-
ción de IL-2. cuerpos liberados por Jos linfocitos 8 maduros.
2. Funcional) como receptores específicos de antígenos
en la superficie de los linfocitos B (hay también
D. Otros elementos celulares
Aparte de los linfocitos y macrófagos, otras células circu- receptores específicos para antígenos en la superficie
lantes participan en la actividad inmunológica. Estas e él u las de los linfocitos T, pero no se conoce bien si son
no son especializadas y sus· acciones son inespecíficas. similares a las moléculas de lg).
Incluyen, entre otras, neutrófilos, basófilos, eosinófilos, 3. Ligan los antígenos para iniciar una variedad de
plaquetas y células cebadas. fenómenos inmunitarios secundarios como fijación
del complemento y liberación de mediadores bioló-
Inmunidad humoral gicos por interacción con linfocitos y macrófagos.
Estos mediadores biológicos tienen varias funciones
El componente básico de la inmunidad humoral es ta mo- en el mantenimento de la vigilancia inmunitaria y en
lécula de inmunoglobulina (lg). Estructuralmente, las el incremento de la respuesta inmunitaria a estímulos
moléculas de lg están compuestas completamente de gluco- antigénicos y neoplásicos. Algunos de ellos tienen
protcínas. Casi toda la actividad funcional reside en la acciones farmacológicas (véase adelante Bioterapia,
porción polipéptida. Cada molécula de Ig está compuesta Modificadores de la respuesta biológica).

Fab
(unión con
antígenos)

- Puentes mtercadena de dtsulfuro


(D.S.)

Fe Región de un1ón con el complemento


(mediación de
la actividad
Carbohidrato
biológ1ca)

Regiones variables VL y VH
Regiones constantes CL y eH

Figura 19-1. Estructura de un monómero de inmunog!obu!ina


344 • Urología general de Smith (Capítulo 19)

Control genético del sistema inmunológico y comprobado experimentalmente que las células tumorales
regulación inmunológica que se desalojan hacia el sistema circulatorio en individuos
normales son destruidas con rapidez por el sistema inmu-
Se han aclarado a nivel molecular, varios mecanismos de nológico. En estudios pasados se consideró a los linfocitos
control genético del sistema inmunológico. Uno de ellos es T como los efectores más probables de la vigilancia, pero
la generación de una diversidad de anticuerpos, que permite en la actualidad se proponen a las células NK, a las células
que algunos tipos de células inmunocompetentes precisas citotóxicas naturales y a los macrófagos activados, como
generen de 1o6 a 1o8 moléculas diferentes de anticuerpo. candidatos para el mantenimiento de la vigilancia.
Ello se logra en parte por dos genes estructurales separados En consecuencia, cuando no existe un sistema inmu-
que colaboran para formar una molécula de Jg. Otro meca- nológico normal, la frecuencia de tumores y metástasis debe
nismo es la regulación del sistema inmunológico por los ser elevada. Varias observaciones clínicas confirman una
genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC frecuencia alta de tumores en estados de inmunodeficiencia.
-del inglés majar histocompatibility complex). Los genes Por ejemplo, los pacientes con enfermedades de mmunode-
de MHC modulan la producción de tres clases de moléculas ficiencia congénita (por ejemplo, agammaglobulinemia,
que participan en : la ''tipificación'' del antígeno, la interac- ataxia-telangiectasia, síndrome de Wískott-Aldrich y de
ción de los linfocitos y la activación del complemento. Estas Chédiak-Higashi) tienen una frecuencia 100 veces mayor
moléculas regu)an la respuesta a los antígenos, las reaccio- de cáncer. De igual forma, en los enfermos con inmuno-
nes de injerto contra huésped, la sensibilidad a enfermeda- supresión inducida prolongada, como en el trasplante re-
des autoinmunológicas, las reacciones alérgicas, la nal, aumenta de 100 a 200 veces la frecuencia de cáncer.
resistencia a virus y muchas otras funciones. Al parecer, El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tam-
la capacidad para rechazar tumores (antígeno de trasplante) bién se ha relacionado claramente con una mayor frecuencia
se localiza en la región Den un extremo del complejó MHC. de sarcoma de Kaposi y otros cánceres que no se encuentran
Los diversos componentes del sistema inmunológico normalmente en pacientes de este grupo de edad pero sf en
funcionan de manera integrada. Se han propuesto varios los pacientes infectados con VIH. Casi todos estos cánceres
mecanismos para explicar la comunicación y el recono- afectan el tejido linforreticular, aunque se han observado
C1miento de célula a célula que es la base de la respuesta algunas neoplasias epiteliales. A partir de los datos actuales
mmunológíca contro)ada. Un mecanismo es el reconoci- es imposible inferir si esto se debe al impacto de múltiples
miento idiotipo~anti-idiotipo postulado por Jeme en 1974. infecciones virales, a la secreción de citocinas, a la prohfe-
Esta teoría propone que después de la primera onda de ración anormal de linfocitos que permite el crecimiento
producción de anticuerpo (idiotipos), se elaboran varios tumoral o a )a falta de vigilancia inmunitaria. En pacientes
grupos sucesivos de antianticuerpo (antiidiotipos) que esti- de cáncer con mala inmunidad (determinada por la reacti-
mulan o suprimen la producción adicional de anticuerpos. El vidad a pruebas cutáneas o pruebas de laboratorio in vitro),
segundo mecanismo importante, propuesto en la regulación la enfermedad progresa con mayor rapidez y el pronóstico
inmunológica, es la presencia de circuitos en las células T es más malo que en enfermos con sistemas inmunológicos
supresoras. Las células T supresoras, por su presencia o normales.
ausencia, pueden suprimir o estimular la respuesta de anti-
cuerpo de las células B. Otros mecanismos de regulac1ón Antígenos relacionados con tumores
inmunológica que se han propuesto incluyen los que se
refieren al manejo de los antígenos por macrófagos, por la
Uno de los conceptos centrales de la inmunología tumoral
regulación de los supresores, por determinantes de los su-
actual es que las células cancerosas poseen antígenos que
presores sobre algunas proteínas y los relacionados con la
no se encuentran en el tejido normal y esto permite al
producción de anticuerpos bloqueadores por células neoplá-
huésped reconocer al tumor como extraño. La especificidad
sicas y productos del MHC. La complejidad de la reactivi-
de la inmunidad en trasplantes para un tumor en particular
dad está regida por el tipo de antígeno, la exposición previa
difiere con el estímulo oncogénico. Los carcinógenos qui-
a él y la presencia o ausencia de inmunidad normal en el
micos y la radiación inducen de manera individual a los
huésped.
antígenos específicos, mientras los virus oncogénicos ori-
ginan antígenos que comparten todos los tumores origina-
dos por ese virus.
CONCEPTOS INMUNOLÓGICOS Existen muchos datos que demuestran la existencia de
DE LA ONCOGÉNESIS antígenos relacionados con tumores. Diversas técnicas bio-
químicas e inmunológicas han identificado la presencia de
Vigilancia inmunológica estos antígenos en células tumorales y en suero, orina y otros
líquidos corporales. Los antígenos asociados con tumores
El concepto de la vigilancia inmunológica fue propuesto por deben diferenciarse de los antígenos específicos de un
primera vez por Thomas y popuiarizado por Burnet (1970) tumor; la presencía de estos últimos en tumores humanos
como el mecanismo normal para la prevención del desarro- no se ha demostrado de manera concluyente. Los antígenos
llo de tumores. El razonamiento es que con frecuencia se lasque
<_t~oci~q_<?.?~<?..!!.!Un.!_O!e~ de mayor utilidad clínica son
producen células tumorales por mutación en todos Jos indi- tien~-~--ª.~lJ!@T!Q~_del oncodesarro1 lo- (\ ¡imiad~s_asLp_Q[que
viduos, pero Jos clones nacientes de las células tumorales se tambjén se expresqn norma_lmenre por Jas célula_~.f~tales).
reconocen como "extraños" y son destruidos por el sistema gj~~'!P\os not~>bles de .a_~!i&~!!o~de on~Qqe~au:ol\9 _?on la
inmunitario antes que adquieran importancia clínica. Se ha -·~!f::_~etoproteí~ (_AF.f), la subunidad de ]a_gonadotrgp1~~ ..
coriónica humana (~-hCG) y el antígeno carcinoembriona- Bubenik tnformaron citotoxicidad de los linfocitos de pa-
fecha reciente, el desctibrimiento de-anticuerpos
_ii¡;:- En Cientes con cáncer renal al utilizar líneas celulares de
monoclonales ha añadido muchos datos que comprueban la cáncer renal cultivadas in vitro. Cole y Elhilali prolongaron
existencia de antígenos de superficie celular restringidos en estos estudios y demostraron una relación entre la presencia
tumores. de linfocitos citotóx1cos y la etapa clínica del cáncer renaL
Tomita y sus coautores demostraron la presencia de molé-
Inmunidad del huésped culas de adhesión intercelular (ICAM-I) en el carcinoma
de células renales. La ICAM-1 (CD54) participa en el
reconocimiento del blanco por parte de los linfocitos T y de
Si existen antígenos asociados con tumores , entonces la
las células asesinas naturales. La expresión de ICAM-1
respuesta lógica del huésped a un tumor sería la producción
aumenta después de la estimulación con TNF o IFN. Así, la
de anticuerpos antitumor y el desarrollo de respuestas in-
presencia de ICAM en los CCR facilita la unión de los
munológicas antitumor med iadas por células. Existen
efectores inmunitarios contra el CCR. Otros estudios han
datos clínicos y de laboratorio que apoyan la teoría de la
sei1alado cambios en las poblaciones de células efectoras
inmunidad del huésped en cánceres en el hombre.
con la progresión de la enfermedad en pacientes con cáncer
renal. Recientemente, Bander usó anticuerpos monoclona-
A. Cáncer renal les para demostrar la presencia de antígenos celulares de
Los pacientes con cáncer renal han mostrado varias carac- superficie en los CCR. La más reciente evidencia respecto
terísticas de inmunidad natural del huésped. Un ejemplo a que en el ser humano hay supresión activa de los tumores
espectacular es la incidencia poco común, pero precisa, de mediante una respuesta inmunológica se basa en el descu-
regresión espontánea en el 0.3 al 0.8% de pacientes con brimiento de células T cultivadas provenientes de diferentes
cáncer renal metastásico. Asimismo, los cánceres renales tumores humanos, incluyendo cáncer renal. Estos linfocitos
muestran dwersos patrones de crecimiento, con metástasis infiltrantes de tumores (TIL) se están empleando ahora en
"inactivas" por varios años. En tanto que la esperanza de experimentación clínica.
vida medía en el cáncer renal metastásico es de 11 meses,
el 20% de los enfermos viven cinco años o más . De igual
forma, se observa 11% de reincidencias 1O años o más B. Cáncer vesical (carcinoma de
después de eliminar el tumor primario. Otras indicaciones células transicionales)
de la modulación inmunoiógíca en pacientes con cáncer La evidencia de una inmunidad del huésped en el carci-
renal son el pronóstico relativamente bueno después de noma d e células transicionales se ha estudiado en diver-
extirpar tumores que se extienden hacia grandes venas , sas formas.
incluyendo la cava, y la esperanza de vida prolongada de los
enfermos con cáncer renal bilateral después de resecciones a) Reactividad al DNCB: Con anteriondad, se utiliza-
en que se respeta el parénquima. La esperanza de vida cinco ba la reactivtdad de la prueba cutánea para medir la
años después de ncfrcctomía parcial bilateral es del 70%, respuesta clínica. En el estudio de Catalana en 38
con un índice de reincidencia del 10% (el mismo que para pacientes con cáncer vesical potencialmente curable,
la ncfrectomía total unilateral por carcinoma renal unilate- 13 de 19 enfermos con mala rcactividad a DNCB
ral). Por último, el cáncer renal es uno de los pocos cánceres desarrol1aron reincidencias y 11 murieron ; en con-
en que la resección de una metástasis solitaria origina cura- traste, sólo 5 de 19 con buena reactividad a DNBC
ciones a largo plazo. desarrollaron reincidencias y ninguno murió durante
Hay pruebas de laboratorio de inmunidad celular y el mismo periodo. Sin embargo, en otros estudios no
humoral en pacientes con cáncer renaL Hakala y cols. , se han podido demostrar correlaciones similares.
encontraron anticuerpos citotóxicos antitumoralcs , depen- b) Expresión del antígeno Thompson-Friedenreich
dientes del complemento, específicos para antígenos aso- (T): g~ntí~no Tes un disacárido críptico presente
ciados con cáncer renal ya que la citotoxicidad puede en los eritrocitos humanos el cual se expone gracias
eliminarse mediante absorción con células tumorales autó- al tratamiento con ncuramidasa. S~~_p~~-~a d~-~~e­
Jogas, pero no con células renales normales autólogas. Asi- ra natural y sin enmascaramiento en las células can-
mismo, se han demostrado títulos elevados de anticuerpos ccros~ts de la vejiga-y-su--ex-pr'es']onestndepe~Q:iQntc
fijadores de complemento en pacientes con cáncer renal 'de i_o-~antígen-os defg~~_Q's~;ng~Í!:!~Q-~J?Jj_:_ ~~-~~~-
metastásico. Los títulos de anticuerpo en estos enfermos seocia se relaciona con cáncer invasivo a músculo y
disminuyen después de la extirpación quirúrgica del cáncer coincide -éo11-Ün mal pronóstíéo~ambfé~1es-prc&c~
renal y reaparecen cuando recurre. tívo de la re-spuesta al tnitamieñTo conEú:o-cfC=-2.
Hay pruebas de inmunidad mediada por células en el e) Antígenos defgrupo·s~mguín"fo--,;\"BH:son carbohi-
cáncer renal provenientes de estudios clínicos e in vitro. Se dratos antígenos que existen tanto en las glucoprotcí-
encontraron varios antígenos de diferenciación leucocitaria nas como en los glucolípidos de las células
en el carcinoma de células renales (CCR) y varios investi- sanguíneas o epiteliales. Cinco diferentes genes
gadores demostraron una relación entre la sensibilidad cu- (ABO, Se, H, Le y X) codifican enzimas transfcrasas
tánea para recordar el antígeno dinitroclorobenceno específicas que agregan el carbohidrato respectivo a
(DNCB) y la carga tumoral en pacientes con cáncer renaL su precursor de un modo secuenciaL Los estudios
Varios han utilizado valoraciones de la citotoxicidad para demuestr_an que , con la transformación maligna, las
medir las respuestas inmunológicas mediadas por células en cél!!las 3!!l.S:~.r.~~~- de ~-~.iú~~i!jªl}__ d-~- expf'e-~ar=_l~s
enfermos con cáncer renal. Hellstrom, Cummings y an.!_!genos ~l__wupo sang~í~eo _!.\B~.
346 • Urología general de Smith (Capítulo 19)

La supresjón de los antígenos se relaciona con g) Antígeno de Lewis: Si bien el antígeno de Lewís se
índrces-~~-i~in~~~cte~~iay_ ~~~~eCcfé-sárrollo de- en- expresa de manera normal en la superficie de células
fermedad invasiva. El cambio mejor registrado esh urotc\iales benignas, el antígeno b de Lewis puede
supresión ae los -antígenos 7\y Efen pacientes e~~ expresarse o suprimirse en células urote!iales malig-
.Jip_Q~ __
§_9J}guJD.e_q~ --~~-,--re~~~~j~~-men te, y la su- nas. El antígeno x de Lewis representa un neoantíge-
presión del antígeno H en pacientescon san gre no y su expresión se correlaciona tanto con el grado
-t1p-o-o. -- ---- - -- como con la etapa del cáncer urotelíal.
d) Expresión de proteína oncofetal: Tanto el antígeno h) Otros neoantígenos: Otros antígenos celulares de
carcinocmbrionario como la gonadotrop(ñicori6ni- superficie que pueden identificarse incluyen: recep-
caT1umana-se-expresan-en algunoseánceres de vejiga. tores de transferrinas, receptores para EGF y una
LadlferenCia-ci"ón trofobTásilc-_1 ocurre--en.·-ali-cdedor variedad de citoqueratinas. La expresión de recepto-
del-~Qr~~deTos carci!~~!TI.as -a e
célúlas tráns1cionales res para EGF se correlaciona de manera directa con
de alto grado y se asocia con un m-al pronóstico y tumores invasivos y mal diferenciados.
reSistenáa al tnitamiento con- radi-aciones . - i) Cambios en la inmunidad local: Éstos incluyen
e) Antígenos d~ -hi~toco-mpatib-ilidadrllayor: El antí- alteraciones en las poblaciones celulares, presencia de
geno MHC clase l se expresa de manera normal en linfocitos infiltrantes de tumores (TIL, del inglés
la superficie de las células del urotelio. La molécula tumor-inflltrating lymphocytes), expresiones de cito-
está formada por dos cadenas separadas; la cadena cinas y la elaboración de una variedad de proteínas ,
pesada que es la verdadera proteína MCH clase I y como la fibronectina.
una microglobuhna /3-2 asociada. La microglobulina
B-2 es una molécula pequeña sobre la membrana de Otras pruebas clínicas de la reactividad inmunológica del
la superficie celular. Cuando la microglobulina B-2 ~ar-Cinomacfecélüfas tranSiCio1-ia1es-provlenen dela--respues-
se disocia del HLA, se produce un cambio en la ta excdenfe--derCarcinomá superficial"de célüla:s transieío-
conformación de la molécula HLA que puede variar na]cs al tratamiento íñfravesical con bacifci de la tubercul-osis
el reconocimiento inmunitario y la respuesta a los vivo atenuado (bacilo de Calmette-Guérin lB"CG]rEl BCG
tumores. Esto se asocia con pérdida de la expresión lñtravesical tiene efectos sistémicos y locales-. Tos primeros
de HLA A, B y C y coincide con el potencial maligno se observan por la conversión de la reactividad cutánea al
de las lesiones. La pérdida de microglobulina 13-2 y derivado proteínico purificado (DPP). Los pacientes DPP
la cadena pesada de MHC clase I se correlaciona de negativos antes del tratamiento con BCG se tornan DPP po-
manera directa con el grado y la etapa de la enferme- sitivos después de varias semanas de tratamiento. Asimis-
dad . En contraste, los antígenos MHC clase 11 no mo, la conversión de un DPP negativo a positivo, durante e1
parecen relacionarse, en ningún sentido, con algún tratam1(mto indica u n pronóstico favorai:Jleila terap1a. Los
cáncer. étectos-Tocafes-áefBCG-intravesica1 son una reacción infla-
f) Moléculas de adhesión molecular: Pertenecen a la maforlaloca1izaaa·en-la-m ucosavesícaly.-láf~~-;ci6;- de
superfamilia de las inmunoglobulinas, incluyen CD- l''grai"liilomas~-.-_-- siñ" -emoargo-:-alin-no son clarasTa:Scontri-
2, LRA-3 e ICAM-1 y participan en las interaccio- b-Ücioñés-Térapéuticas de los efectos sistémicos del BCG
nes de los linfocitos T. Otros miembros de la familia comparados con los locales en el carcinoma superficial de
de las inmunoglobulinas incluyen CD-4 y CD-8, así células transicionales.
como Jos MHC clases I y 1l. La superfamilia de las Se han obtenido pruebas de laboratorio de la in-
integrinas ii)Cluye las intcgrinas leucocitarias (LFA- munidad celular en el carcinoma de células transicionales
1, Mac-1 y P! 50, 95), el grupo VCA (que aparece mediante valoraciones de la citotoxicidad, las cuales han
después en la activación de los linfocitos T) y las demostrado una alteración de las respuestas inmunológicas
moléculas de citoadhesíón que se encuentran sobre en pacientes con esa neoplasia cuando se comparan con
las plaquetas y células epiteliates y se ligan a las testigos normales. Se han observado pruebas de inmunidad
proteínas de la matriz extracelular. Una nueva familia humoral al carcinoma de células transicionales por la pre-
de moléculas de adhesión celular, las selectinas, se sencia de anticuerpos dependientes del complemento en el
expresan tanto en los leucocitos como en las células suero de enfermos con esta afección.
endotelíales. Las proteínas de la familia de las selcc-
tinas incluyen : LAM-1, MEL 14, ELAM 1 y GMP C. Carcinoma de próstata
140. Si bien algunas de estas moléculas de adhesión Ha sido difícil interpretar el estado inmunológico de pacien-
se expresan de manera normal, otras aparecen sólo tes con carcinoma de próstata por la edad avanzada de estos
cuando aumenta la malignidad. Tanto el CD-44 enfermos y el crecimiento lento de los tumores. En un
como el ICAM-1 promueven la adhesión y la activa- estudio, se encontró deprimida la reactividad de la prueba
ción de los linfocitos T. En otros tumores , la pérdida cutánea al antígeno DNCB en todos los pacientes estudia-
de CD-44 e l CA M -1 se relaciona con una incidencia dos, sin importar la etapa de la enfermedad. Las valo-
baja de metástasis, lo cual sugiere que juegan un raciones in vitro de la cítotoxicidad también han dado
papel en la adherencia endotelial necesaria para la resultados contradictorios. Un problema importante ha sido
diseminación metastásica. Además, hay evidencia la incapacidad para cultivar de manera artificial líneas ce-
experimental que la expresión de las integrinas en las lulares del carcinoma de próstata a largo plazo para conducir
células del cáncer de vejiga puede asociarse con valoraciones extensas de c1totoxicidad . Se identificó
exposición al interferón. inmunidad humoral en el carcinoma de próstata en pacientes
Inmunología de tumores genitourinarios • 347

con esta enfermedad y hay reportes de que causa regresión Se ha sugerido, asilmsmo, que los huéspedes que alo-
de las metástasis en pacientes después de criocirugía. Sin jan tumores poseen factores que deprimen su inmunocom-
embargo, estos reportes aún no se confirman con otros petencia en forma inespecífica. Es posible que 1os tumores
estudios. por sí mismos elaboren factores inmunosupresores. Esta
supresión parece reversible, ya que con frecuencia se resta-
D. Carcinoma de testículo blece la inmunidad normal si se extirpa el tumor o se trata
No se ha itlvestigado ampliamente la reactividad inmuno- de otra forma. Esta inmunidad concomitante es, cuando
lógica del carcinoma de testículo en el varón por varias menos en algunos tumores, un problema de logística; la can-
razones: 1) es raro y causa menos del 5% de los tidad de células tumorales y el tiempo de duplicación del
cánceres genitourinarios; 2) el seminoma, la variante histo- tumor exceden a la capacidad cito lítica y citostática de una
lógica más común, no puede cultivarse in vitro; 3) el carcinoma respuesta inmunológica finita.
de testículo es sensible a la quimioterapia y la radiación y, También puede haber inmunoselección verdadera, por
en consecuencia, no se ha considerado para inmunoterapia. la cual pueden alterarse las respuestas inmunológicas deJ
Por otro lado, el teratocarcinoma murino se ha estudiado de huésped o surgir variantes genéticas de antigenicidad redu-
manera intensiva desde el punto de vista morfológico e cida o alterada. La inmunoselección también puede ser
inmunitario corno modelo para entender, tanto el desarrollo importante para determinar si ocurren o no metástasis .
embrionario como la transfonnación maligna. Se han identifi-
cado antígenos de oncodesarrollo y embriónicos compartidos
en células de teratocarcinomas murinos y humanos. Tam- MÉTODOS INMUNOLÓGICOS EN EL
bién, los estudios en el modelo murino de teratocarcinoma DIAGNÓSTICO DE TUMORES
han mostrado que las regiones dentro del MHC pueden
intluír en la transformación neoplásica. En el varón, Estos métodos pueden clasificarse como: 1) mediciones de
De Wolf y co ls., demostraron una relación entre MHC y el IaTñiTú1i1íoaoce1ular ó-nurríorardci1ilic5PedT2Taetermi-
carcinoma de testículo al observar una mayor frecuencia del n-acíón serologrcaso-histciquímicas de los antígenos as.ocÍa-
locus Dw7 en HLA-D en los pacientes con carcinomas no dos con et tumor o oé las -éelu}as tumorales :-ca:sr iodiiSTas
seminomatosos del testículo. va:Joraciones de la inmunidad ce1Ülar-y-tumoralsoñ experi-
n1ental"esy no .tíenen._üt!ITdad clínlca~sú1..etpb~!:~.1.J~s
Heterogeneidad tumoral y adaptación aeterminac~ones de_\_QS antígen_~~ociados con el tumqr
a respuestas del huésped son útiles ~!~!1i<::~~~-t!~e__
e~~ ~\-~.!~gnóstico y tratami~nto ~e
_paci_~!!_tes_~~ ~á_!l~~!:_g_~~-~~~~!_!n_a!io,
Si en el humano existen anticuerpos antitumor e inmunidad
mediada por células en los tumores, ¿por qué el cuerpo es Pruebas de inmunidad celular
incapaz de destruirlos con mayor eficacia? Una especula-
cjón es que los antígenos relacionados con los tumores La inmunidad celular en pacientes con cáncer se ha deter-
pueden estar en proximidad estrecha a otros antígenos más minado en las siguientes formas: 1) usando grupos de
potentes, como los de bistocompatíbilidad y, en consecuen- antígenos estándar de recuerdo, como DNCB, DPP y antí-
cia, pueden ser encubiertos y no expuestos de manera ade- genos de paperas, de Candida y de estreptocinasa-estrepto-
cuada a los sistemas de defensa del cuerpo. Sin embargo, se dornasa (ECED) para medir las reacciones tardías de
'ha comprobado que las células del tumor se identifican y hipersensibilidad cutánea; 2) ublizando transformaciones in
destruyen con rapidez en el sistema circulatorio por sus vitro de linfocitos de sangre periférica, como son los cultivos
factores inmunológicos abundantes; pero, como los clones mixtos de linfocitos, valoraciones de la estimulación autó-
de las células metastásicas son inherenteycromosómicarnente loga del tumor y valoraciones de la proliferación de linfoci-
inestables mutan con rapidez y, por un proceso de selección, tos, para medir las respuesta de células T a las células
se establecen y crecen en medios tisulares receptivos. El neoplásicas; 3) tanto en pacientes con cáncer como en
sitio final en que se alojan está regido por un conjunto de controles normales, la valoración de la respuesta de los
factores comp1ejos e interrelacionados, que hoy en día son linfocitos T se realizan mediante la prueba del rosetón
el objeto de una intensa investigación. Los factores impli- para el receptor "E" de los eritrocitos de carnero, con el
cados incluyen: la composición de la superficie de las grupo OKT de los anticuerpos monoclonales; 4) utilizan-
células tumorales, la presencia de receptores de la membra- do análisis citotóxicos en los cuales se mide in vitro la
na basal, colagcnasa tipo IV, variación antigénica, falta de citotoxicidad antitumoral de los linfocitos T asesinos
reconocjm,iento inmunitario y las concentraciones circulan- dependientes de anticuerpos (K) y de los linfocitos T
tes de prosta~~andinas, linfocinas y otros moduladores bio~ asesinos naturales (NK) independientes de anticuerpos;
lógicos . Se dispone de otros argumentos que explicarían la 5) mediante pruebas de migración-inhibición que miden
capacidad de las células tumorales para escapar a la vigilan- el grado de activación de los linfocitos por su habilidad
cia inmunológica. En las etapas tempranas del desarrollo de para inhibir in vitro la migración de macrófagos y leuco-
un tumor, los pequeños focos de células tumorales pueden citos; 6) midiendo in vitro la capacidad de los extractos de
elaborar una cantidad demasiado pequeña de antígenos de células tumorales de evitar la adherencia de los leucocitos
tumor para estimul~;~r una respuesta inmunológica antitumor activados.
potente. Para la época en que el huésped se ha sensibilizado Casi todas estas técnicas y sus variantes requieren
plenamente, el tumor puede ser muy grande y crecer con equipo complicado o personal entrenado y, en consecuencia,
gran rapidez para ser rechazado. no puede disponerse de ellas fuera de laboratorios de inves-
tigación. Más aún, su precisión y especificidad diagnóstica B. S.Lfb':Jnidad 13 de la gonadotropina
son variables en los medios clímcos. En consecuencia, no conon1ca humana (8-hCG)
se han aplicado ampliamente en clínica. La gonadotropina corión ica hu mana es una gl ucoprotcína ( p M,
3~ 000) que se encuentra elevada normalmente en el primer
tnmestre del embarazo. Está compuesta por dos sub-
Pruebas de inmunidad humoral unidades, a y~· La primera es idéntica a la subunidad de
la hormona luteinizante. La subunidad ~ es inmunoló-
gicam_ente distinta de la de otras hormonas y, en conse-
H.a sido difícil medir la i_nmunidad humoral en pacientes con
cancer por la pol!clonalldad de ant1cuerpos y la logística del cuencia, pu~de med¡rse. En varones adultos normales, la'·¡
conccntracton de ~-hCG es menor de 3 ng/mL Su vida
desarrollo de valoraciones para separar estos anticuerpos. Se
media es de dos días. El descubrimiento del aumento de
han adaptado pruebas de valoraciones serológicas conven-
P-hCG en el coriocarcinoma fue hecho por Zondek en
cionales y han incluido fijación del complemento, inmuno-
1930.
di fusión, in m uno fluorescencia, rad ioinm uno análisis e
En cánceres de testículo, la P-hCG se produce por las 1
inmunoanálisis ligados a enzimas. Estas valoraciones sue-
len ser msensibles e inespecificas. Old y sus colegas afirman
célul~s del smcitiotr~foblasto. Está elevada en el 50 al60% 1
de canceres no semmomatosos de testículo y en 1O% de i
la existencia de reactividad serológica a varios cánceres y
tumores seminomatosos que contienen estos elementos. Esi
sugieren una via út1l para clasificar los anticuerpos antitumo-
rales a partir de tres clases de antígenos: 1) antígenos clase I,
útil en análisis serológicos e histoquímicos. i
exclus1vos del tumor del paciente y que no se presentan en
otros tumores de la misma variedad histológica; 2) antíge- Antígeno prostático específico (APE)
nos clase Ir, que se encuentran en todos los tumDres con
histología similar y en algunos otros tumores, pero no se
Éste es un marcador biológico recién identificado del cáncer 1

encuentran en gran variedad de células tumorales y sólo en


de próstata. Es una proteína con PM de 34 000 y sin sub-
algunas normales, y 3) antígenos clase l II, que se encuentran
unidades. El APE es química e inmunológicamente distinto
en una gran variedad de células tumorales y en algunas
de la fosfatasa ácida prostática (FAP). El APEes, a la fecha, j
normales. La disponibilidad de anticuerpos monoc!onales
el marcador más útil en el tratamiento de cáncer de próstata.
debe aclarar más la existencia y el papel de la inmunidad
El APE se discute en detalle en el capítulo 22.
humoral en el cáncer.

Medición de antígenos asociados


con tumores INMUNOTERAPIA Y BIOTERAPIA

Dos adelantos recientes en biología molecular han origi-


La determinación~~ antígenos asocia?os ~o~ tumores en el''¡ nado el resurgimiento del interés en la regulación inmu-
suero y su detecc1on en muestras hJstologJcas ha tenido nológica de los tumores. Primero, el descubrimiento de
valor práctico en el diagnóstico y tratamiento de cánceres! la tecnología de anticuerpos monoclonales ha proporcio-
ge_nitourinarios. Las tres pruebas de uso más común/ nado nuevos indicios sobre las moléculas de la superficie
m1dcn AFP y ~-bCG y antígeno prostático específico, de las células tumorales y de las células del sistema inmu-
(APE). AFP y ~-hCG son antígenos de oncodcsarrollo cx-
1

nológico. Segundo, el crecimiento rápido de la tecnología


presados por el 60 a 80% de los cánceres testiculares. ': de DNA de recombinación ha llevado a la producción
comercial de varios mediadores biológicos con activi-
dad antitumor en dosis farmacológicas. Muchos de ellos
~· Alfa fetoproteína (AFP)
Esta es una glucoproteína (PM, 70 000) producida por el tienen acciones que se extienden más allá del sistema
hígado,el saco vitelina y el aparato digestivo del feto. inmunológico y, en consecuencia, se han denominado
Abclev observó por primera vez en 1963 que estaba elevada modificadores de la respuesta biológica. El tratamiento
en tumores. En adultos normales, los valores de este marca-! con estos modificadores se denomina terapéutica biológica
dor son menores de 11 ng/mL La AFP tiene una vida media/ o bioterapia. El término se refirió al inicio a los media-
de cinco días. Sus valores están elevados en la mayoría de·,, dores biológicos naturales y sus contrapartes sintéticas. Sin
pacientes con hepatomas, en el 75% de enfermos con cáncer 1 embargo, hoy en día, está sustituyendo al término inmu-
de testículo no seminomatoso y ocasionalmente en enfer- noterapia, ya que comienza a comprenderse que las
mos ~on cánceres gastrointeslinales de origen gástrico, pan- acciones de los inmunoterapéuticos clásicos pueden ex-
creático o biliar. También puede estar elevada en pacientes tenderse más allá del sistema inmunológico.
que sufren regeneración hepatocclular (por ejemplo,
enfermos con hepatitis). Los valores de AFP sérica tienen .
valor práctico en el tratamiento de pacientes con cáncer de '
testículo. Las tinciones histoquímicas de AFP son importan-
1. INMUNOTERAPIA
tes para diferenciar los semmomas pur9s de los que contie-
nen elementos no seminomatosos y en el diaonóstico · Con fines descriptivos, es posible clasificar las formas
diferencial de carcinomas extragonadales de célula~ germi- clásicas de inmunoterapia en activa (específica o inespecí-
nales. fica), pasiva, adoptiva y restauradora.
lnmunoterapia activa puede inducir una respuesta inmunológica potente que es
posible, de hecho, que agote la capacidad del sistema
inmunológico para responder a antigenos específicos. Va-
Ésta, igual que la inmunización activa, implica el uso de rios estudios de inmunoterapía activa inespecífica no han
vacunas para lograr inmunidad. Las células tumorales se
podido demostrar ninguna ventaja importante en la esperan-
inactivan mediante varias técnicas como radiación, conge-
za de vida. Algunos informes respecto a los más nuevos
lación-derretimiento, calor o luz ultravioleta. Se inyectan
agentes como cumarina y cimetidina son alentadores (33%
células de tumor o productos celulares inactivados, con o de respuesta en metástasis de cáncer renal), pero aun deben
sin un inmunoadyuvante inespecífico, para estimular la
evaluarse. El éxito más impresionante de la inmunoterapia
respuesta inmunológica. El concepto fue introducido por
activa inespecífica se ha logrado con la instilación de agentes
primera vez por Prehn y Main en 1957 cuando observaron en cavidades como pleura, peritoneo y vejiga. El I3CG para
que en los sarcomas inducidos químicamente en ratones inmunoterapia intravesical en el carcinoma vesical de célu-
éstos podían hacerse resistentes de manera específica a un
las de transición es objetivamente superior a la quimiotera-
nuevo desafío desarrollando brevemente estos tumores y
pia y recientemente la FDA de EUA aprobó su empleo. La
después extirpándolos. En el primer ensayo de inmunote- inmunoterapia con BCG para el cáncer de vej íga se estudia
rapia activa específica en humanos se utilizaron inyecciones con mayor amplitud en el inciso acerca de Bioterapia (Mo-
intradérmicas de células de tumor autólogas homogeneiza-
dificadores de la respuesta biológica).
das y polimerizadas con e ti lcloroformiato, junto con DPP o
antígeno a Candida.
Se utiliza la inmunoterapia específica activa en varios lnmunoterapia pasiva
cánceres genitourinarios. Las respuestas más favorables se
observan en los pacientes con-carcinoma de células renales
metastásicas. McCune y sus colegas administraron inyec- Ésta, igual que la inmunización pasiva, es de corta duración
ciones intracutáneas semanales de células tumorales autó- y ha sido el tipo de inmunoterapia para cáncer con menor
Jogas irradiadas junto con C. parvum en cinco pacientes con éxito. Consiste en la transferencia de anticuerpos preforma-
carcinoma renal residual. En otro estudio se administró una dos al huésped. Como los antígenos específicos de tumor
vacuna de células tumorales autólogas con C. parvum a 14 no se han identificado de manera concluyente, no ha sido
pacientes con carcinoma de células renales; cuatro de ellos posible obtener anticuerpos específicos en suero para utilizarlos
tuvieron respuestas objetivas y una quinta parte tuvo una en este procedimiento.
estabilización prolongada. Tykka demostró un aumento sig-
nificativo en la esperanza de vida de pacientes con carcino-
Anticuerpos monoclonales
ma renal etapa IV tratados con una vacuna que contenía
tumor autólogo polimerizado con etilcloroformato y DPP o
Candida alhicans. Tallberg y cols., trataron a 71 pacientes Un adelanto mayor en inmunología fue el desarrollo de
con CCR avanzado con una vacuna de células tumorales técnicas de anticuerpo monoclonal por Kohler y Milstein en
autólogas polimerizadas; de éstos, 13 permanecieron con 1975. Utilizando la tecnología del hibridoma, que consiste
vida a los tres años de seguimiento, mientras sólo tres en fusionar específicam.ente linfocitos B activados produc-
sobrevivieron de otro grupo de 56 tratados con las mejores tores de anticuerpos a células de Imeloma, los científicos
medidas convencionales. En varios estudios se refieren pueden hoy en día obtener grandes cantidades de anticuerpo
'resultados alentadores semejantes. puro de título alto, con especificidad definida a partir de
La principal crítica para estos estudios ha sido la clones únicos de células. Ello ha revolucionado el estudio
naturaleza no controlada de las pruebas, la población de de la estructura y función de los anticuerpos la composición
pacientes caquécticos y la gran carga de tumor que se y antigénica de las células. El enorme potencial de esta
esperaba respondiera. técnica se ha puesto al descubierto en varias formas. Los
La inmunoterapia inespecífica activa con imhunoesti- anticuerpos monoclonalcs ya han sido útiles para precisar
mulantes bacterianos y alergenos de contacto es exitosa en varias nuevas funciones de los linfocitos y macrófagos. Han
varios cánceres. La inmunoterapia activa con alergenos de identificado nuevos antígenos relacionados con tumores y
contacto produce regresión de carcinomas basales y cutá- antígenos oncofetales y han ayudado en la clasificación, el
neos escamosos, así como de metástasis cutáneas por mela- diagnóstico histopatológico y la detección de tumores in
noma maligno. En apariencia, las células cancerosas son vivo. Estudios in vitro sugieren que los anticuerpos mono-
destruidas como espectadores en el sitio de las reacciones clonales son agentes anticáncer muy eficaces, en especial
cutánea~, tardías:. Los inmunoadyuvantes potentes como cuando se utilizan combinados con quimioterapéuticos y
BCG y Corynebacterium paryum estimulan de manera ines- agentes radiactivos. Desde el punto de vista terapéutico, los
pecífica la respuesta inmunitaria contra los tumores. El anticuerpos monoclonales se han utilizado para eliminar
contacto directo de los inmunoestimulantes con las células células T de la médula ósea a fin de mejorar el trasplante de
tumorales optimiza no sólo la muerte de los espectadores esta última. Además se están efectuando pruebas clínicas
por parte de las células inflamatorias, sino también el desa- con algunas técnicas nuevas como la combinación de cito-
rrollo de inmunidad específica mediante antígenos especí- cinas y monoclones, y el empleo de monoclones humanos.
ficos para tumores . Aunque persisten algunos problemas, en especial con anti-
Las ventajas de este tipo de tratamiento son que es cuerpos monoclonales disponibles en la actualidad, es
sencillo y no complicado y no requiere tejido tumoral para probable que en el futuro se utilizen los anticuerpos mono-
la vacuna. La desventaja obvia es que es inespecífico y clonales como agentes inmunoterapéuticos activos.
350 • Urología general de Srnith (Capítulo 19)

lnmunoterapia adoptiva Complejos biológicos

l. Linfocitos autólogos: De manera reciente, se usan lin- Se han estudiado ampliamente microorganismos y produc-
focitos autólogos en el tratamiento de CCR avanzado. tos microbianos como modificadores de la respuesta bioló-
Sawczuk y cols., reportaron que, en cánceres renales, la gica. El primero de ellos utilizado en estudios en gran escala
activación de los linfocitos T de memoria es la base de fue el BCG. Éste es una forma viva y atenuada del bacilo de
este tratamiento, el cual orí gina un 18% de respuesta la tuberculosis y ha sido una parte integral de varios estudios
parcial y un 35% de sobrevivientes a los tres años. clínicos sobre inmunoterapia activa inespecífica. Sí bien el
2. Células LAK: En un inicio se usaron las células asesinas BCG sistémico no ha sido útil para tumores diseminados,
activadas por li nfocinas junto con dosis altas de lL-2 en cu
parece tenerc]erta-acfi\naad-antrtmnür- ar\do-se-ínyecta
cáncer de colon y después en CCR. El tratamiento con d1rectameñte cñ-tuino.res o-cercade eTfos:·ErBtD-intüt"der-
IL-2 se discute bajo Bioterapia. mlco--cóntracrmeJaíio nla-de-l a-p ier1iate.r1ido- "6x1to en
3. Linfocitos infiltrantes de tumores (TIL): Es otra for- ·animares-de -expci-lñ1enEicio n y en ef1iom-brC.De-manera
ma de inmunoterapia adoptiva. Como su nombre impli- rec"1eñf~·:- la "i.itiJj9~~--~f J?G.d .i~1tr<l:~.;>_is~ara eJ. cánc.~~
ca, los TlL son linfocitos que infiltran los tumores y superficial de vejiga se confirma _en cstudiQL~t~"Qsos. La
pueden aislarse del material tumoral. Entre los linfocitos Ímportancía .dei .e-f~~to-locald.el BCG destaca porq~e Jos
infiltrantes de tumores se incluyen células T citotóxicas, carcinomas de células transicionales de la uretra prostática
algunas células supresoras y células positivas CD8 . Des- no se erradican con BCG intravesical a menos que una
de el punto de vista fenotípico parecen distintas de las resección transuretral previa permita que el BCG entre en
células LAK. Estas células proliferan in vitro utilizando contacto con la uretra prostática. El c0mponente sistémico
inter\eucinas, factor de necrosis tumoral e intcrferones. del tratamiento intravesical con BCG se demuestra por el
Los TlL muestran un incremento de 50 a 1oo· veces en hecho que los pacientes que eran DDP-negativos antes del
potencia cmmdo se comparan con células LAK en contra tratamiento, se vuelven DDP-positivos después de varias
de metástasis microscópicas en modelos animales. En semanas y esta conversión se relaciona con un pronóstico
pruebas clínicas en CCR metastásicos, los resultados no favorable para el tratamiento
son superiores a otras formas de inmunoterapia. Se proponen varios mecanismos para la explicación de
la inmunopotenciación de la inmunidad antitumoral con la
lnmunoterapia restauradora vacuna BCG . Éstos induycn el fomento de la citotoxicidad
de los macrófagos, la cstimulación del atrapamiento por
linfocitos, la activación de los linfocitos T, la producción de
Ésta se refiere a la reposición funcional de células inmu-
nocompetentes utilizando estimulantes, como hormonas tí- linfocitos T citotóxicos (Te) y de citocinas por células T
micas y agentes como el levamisol. El motivo es la ayudantes (Th) , la formación de células asesinas naturales,
estimulación de células precursoras del sistema inmunitario
la acción directa de los linfocitos 8 y la inmunoestimulación
para que se diferencien en células activadas . El empleo de por Jos antígenos compartidos entre el BCG y las células
agentes como la ciclofosfamida en dosis bajas para bloquear
Jos efectos de las células T supresoras y de inhibidores de
Cuadro 19-1. Modificadores de la respuesta
la sintetasa de prostaglandína a fin de bloquear Jos macró-
fagos supresores también es inmunoterapia restauradora. biológica
Esta forma de tratamiento podrá utilizarse más ampliamente Complejos biológicos
a medida que se comprendan las compl ejidades del s istema Bacilos de Calmette-Guérin, C01y nebacterium
inmunológico y se aprenda a manipular las diversas subpo- parvum
b\acionés de célul as y sus productos. Medicamentos
Acridinas , aziridinas , tilorona , cimetidina ,
pirimidinonas , inhibídores de prostaglandinas,
imidazolcs, levamisol, polirribonucleótidos Z (polí
2. BIOTERAPIA TCLC)
(Modificadores de la respuesta biológica) Agentes anticáncer
Ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina ,
Los modificadores de la respuesta biológica son un grupo vinblastina, tiotepa, mitomicina
de agentes con acciones muy diversas que incluyen muchos Mediadores biológicos naturales y sus contrapartes
tipos de células del cuerpo. El término es lo bastante amplio sintéticas
para incluir todos los agentes inmunoterapéuticos clásicos Citocinas y linfocinas (intcrferones, interleucinas,
y los productos de las células inmunocompctcntes (linfoci- linfotoxinas, factor de necrosis de tumor); factores
nas, citocinas), factores tímicos, anticuerpos, inhibidorcs tímicos (factor 5 de timosina, a1 -timosina)
del crecimiento, agentes fatmacológicos y quimioterapéu- Agentes de diferenciación de tumores e inhibidores del
ticos (cuadro 19-l ). El potencial terapéutico principal de crecimiento
los modificadores de la respuesta biológica está en que Citarabina, dimetilsulfóxido, hexametileno
varían la respuesta inmunológica del huésped. Aunque se bisacetamida, ácido retinoico, ésteres del forbol ,
conocía la existencia de los modificadores desde hace varios factor estimulante de colonias de neutrófilos,
años, el advenimiento de la tecnología del DNA recombi- pluriproteína
nante ha hecho más factible y útil su uso farmacológico . Anticuerpos monoclonales
tumorales. Existen pruebas que apoyan cada uno de estos
Cuadro 19-3
mecanismos de acción del BCG y es posible que en un tipo
específico de tumor participe más de un mecanismo. Ade- ara descartarlo [Modificado
más se sabe que la actividad antitumoral mediada por BCG -----=-..---~d!!'"e·""""B
~r-o-s-sm
-ani 992]
es un fenómeno localizado que no induce inmunidad de --------------------

protección. En la orina de pacientes tratados con BCG, se CCT invasivo a músculo


identifican interferón gamma, interleucina 1, interleucina 2 Tumores que no entran en contacto con BCG; por
y factor de necrosis tumoral (TNF). ejemplo, CCT de uretra prostática
Existen tres usos básicos para el tratamiento con BCG Huésped inmunocomprornetido; por ejemplo, con
intrav~de apoyo, profiJácticoy -terap¿~!f_co~-~~ltrat<~:­ VIH, tratamiento con esteroides y quimioterapia por
mtento de apoyo ifi!p)lcaclu_s<.?deun _s~lo fáil!l~~o ~e~pués otro cáncer
de la aparente curación completa de un tumor para evttar la
En combinación con fármacos que inactivan al B CG;
!mplan tac ion -de :~-~~t!!~-~-.!.~69~a le~-~ l~~~~~-~~~~iif~.r~l~ci = por ejemplo, antibióticos antituberculosos y
dencill.El us ~_pr~fi.!.~c~~o _ ~t:nplica_ a~mi~~t!~~-~~e~__I_e-
aminoglucósidos
pefi'áasdef-f~i!!ac9_.9_g>_¡¿~~ <!~ ~--~p~_r_e~_t~J_e.§.~gqión
·carripJ~ P!~~~!lÍ.~}:l~_a ~~i_n~i-~~nc!a rjeJ!.0:E·X<.?E_ú!_~~ Medicamentos que inhiben la unión BCG-
mo,el uso terapéutico implica la admjnistra_c:!ón_ r~~!lfi-..Q:. del fibronectina; por ejemplo, warfarina
fármaco para tratar enfermedad residual n~ reseca4_a,_y_a sea Alta probabilidad de progresión del tumor; por
-carcmoma in sliu TCISY otumor -papi-lar. Una meta adicional ejemplo, Tl grado 3
esuñpedú: ia-progreslón "liacia'et,apas patológicas cuando
reincide. A partir de estas metas, se establecen los criterios
para elegir o descartar el tratamiento con BCG (cuadros
Resultados del BCG en la erradicación de tumores
19-2 y 19-3).
existentes: Hay pacientes con tumores residuales conocidos
Existen varias cepas de BCG que son útiles (cuadro
o que sufren una reincidencia, pero que no son candidatos
19--4), el número óptimo de microorganismos es de 10 6 a
para otra forma de extracción del tumor. Constituyen del 5
1os en una dosis. El tratamiento dura de 6 a 12 semanas. Las al 10% de todos los pacientes con cáncer vesical. Con el
recomendaciones actuales p_<;t__!:_a_t;:L~!intenimiento incl!:!_Y.en tratamiento con BCG, se eliminan del 60 al 70% de los
trataTñ!Cñ-to por tres seman._as a los tres meses, a_ los seis
tumores papilares existentes.
meses y cada seis meses durant~ tres añ~s. Resultados del BCG en el tratamiento de carcinoma
Resultados del BCG como tratamiento profiláctico: in situ (CIS): El BCG tiene su principal efecto en el trata-
Múltiples estudios en Estados Unidos y Europa demuestran
miento de CIS y puede erradicar el cáncer en e172% de los
un índice de respuesta completa que va del 63 al 100%
pacientes. En general se ha visto que la quimioterapia previa
después de un seguimiento mínimo de un año. De los
no tiene un efecto deletéreo sobre la acción benéfica que
tumores que reinciden, el 60% lo hace en el primer año.
sigue al tratamiento con BCG.
Estos resultados superan a los que se obtienen con otras Toxicidad: La toxicidad inmediata del tratamiento con
formas de quimioterapia intravesical. En general, hay un
42% de reducción en la reincidencia de tumores con trata-
BCG inclQy_~;___ü~hr~afeS·iarsin-tomas irritativos de
l_a
vejiga y-hemat~ria. §_~J~!s>m~~__g_~~~-~Jes eersistentes re_g_~e­
miento de apoyo con BCG. Herr y cols., compararon la rcn-aveces-tratamiento con isoniacida. La toxicidad a largo
resección transuretral sola con resección y BCG y encon- pla;o se m~nifiesta por contr-act-ura vesíéaTEIBCGpue·-
traron que la progresión del tumor se redujo de manera -áeser mortal(p-or infección generalizada) cuando se admi-
significativa en el grupo con BCG. El índice de mortalidad nistra por vía intravenosa (cuadro 19-5).
fue mayor (33%) en el grupo con sólo resección que en
quienes se administró BCG (14%). Sin embargo, otros
est~d-ios no confirman los beneficios en la progresión y la
esperanza de vida. Cuadro 19-4. Cepas de BCG más utilizadas y
dosis recomendadas por tratamiento
Fabricantes Cuenta País de Dosis
Cuadro 19-2. Indicaciones para el tratamiento de colonias origen recomen-
__,. con BCG en cáncer de vejiga dada (mg)
9
Etap2 Criterios Armand Frap- 10 CFU Canadá 120
ptcr
Ta 9
• Múltij:!lc Connagauht 10 CFUEstados 81
• Antecedentes de reincidencia Unidos
8
TI • Q~~~és ~~ción transur~_!~~Lde tu- Organon 5 x 10 CFU Estados 120
mor de v_eji_ga 4:4% d ~ rc_d ucción Unidos
9
• G_ualquic~_grado Instituto Pas- 10 CFU Francia 150
teur
CIS • "S.Q!Q__Q_j~_n!__q_~Q_n carci~~!Q-~p__-ªpilar o
sésil RJVM 109 CFU Estados 100
Modtficado por Brosman 1992 Unidos
352 • Urología general de Smith (Capitulo 19)

Cuadro 19-5. Complicaciones del tratamiento pacientes con cáncer colorrectal, el levamisol prolongó la
con BCG esperanii1-de vl"da "cliañaose-ui"ífí:ió-como - ~u van
te- de
li.CirugTaYli qúímToterapia con--5~fluorouraciTo~·-S"ehan
Reacciones menos frecuentes(> 50%) o servaao resultados snñi1ares "cóñ'eTlevamisolcmn-o·- ad-
Cistitis yuvante_de_\"a··quirriíoterapi"á eñ!a leu cemi a y .. c lmTeloma
Hematuria rñ-úllipJ~. .. . .
Síntomas constitucionales Poli {CLC es un complejo sintético de doble filamento
Reacciones adversas mayores{< 5%) de polirribonucleótidos. ~stimt!la las res~.g_~---~muno-
Fiebre 19.B._i~-~ ~ mediadas por anticuerpos y p~r~§l~)as. En pacieiUés
Prostatitis granulomatosa con cáncer de mama, poli ICLC prolongó la esperanza de
Neumonía vida cuando se ut!Tizocorrio-a'éfy"ilvanté de.la s:ü:ggía y la
Hepatitis radiación. . .-
Sepsis por BCG
Artritis y artralgia migratoria Agentes anticáncer
Abscesos
Obstrucción ureteral Tradicionalmente, se ha sabido que estos agentes suprimen
Contracción de la vejiga la reactivídad inmunológica por inhíbictón general de la
Raras proliferación celular. Sin embargo, algunos fármacos anti-
Glomerulonefritis de complejos inmunes cáncer causan inmunorrefuerzo selectivo. En el hombre, ]a
Coroíditis ciclofosfamida ha sido inmunopotenciadora cuando se uti-
Adenoma nefrógeno lizó combinada con vacunas autólogas de tumor en pacien-
Toxicidad cardiaca tes con melanoma. Al parecer, el mecanismo es de toxicidad
Linfadenitís supurativa selectiva para células T supresoras y sus precursores. Se ha
Aneurisma micótico demostrado en experimentos en animales que otros fárma-
Lupus vulgar cos como: tiotepa, mitomicina, doxorrubicina, vincristina y
Lesiones musculoesqueléticas metotrexato, tienen efectos inmunorreforzadores. La varia-
Miliaria ble más importante en la determinación del inmunorrefuer-
Tuberculosis zo de la quimioterapia es la coordinación del uso de
quimioterapia 3 a 4 días antes de la exposición al antígeno)
lo cual se relaciona con el mejor inmunorrcfuerzo. Ello
puede tener implicaciones en el futuro para el diseño de
Hemocianina de lapa (KLH, del inglés Keyholelempet
estudios clínicos utilizando quimioterapia y vacunas de tu-
ltemocyanin) en carcinoma de células transicionales ve~
mor.
sical (CCT):/El antígeno proteico de alto peso molecular
que se obtiene de la hcmolinfa de lapas gigantes (véase
moluscos), la KLH, es un inmunoestimulante inespecífico Linfocinas y citocinas
potente. En un inicio, se empleó la KLH como antígeno en
pruebas cutáneas para valorar reacciones de hipcrsensibüi- Éstos son productos de células ínmunocompetentes ~,en
dad tardía . En 1974, Olson reportó el primer uso clínico de concentracJonesri"siológicas, actúan en 1a interacción célula con
KLH como inmunotcrapéutico para CCT superfictales. Es- cé 1ula y-enla reg uraci"Oñaelares pueiliilmñunolúgial". -sin
tudios posteriores prospectivos revelan un índice de res- embargó",. en--dos1s"lariñac6logícá s t1eñenvarlós- -efectos
puesta del 63 por ciento. El mecanismo de KLH es incierto. anti tu mora les·~ qüe í11C1 uye11eraümcnio. d"e"Ta résp\.ú~sta def6s
en
lmtOCltOS 1 yf:f"acTJViaacranflprOTifcrah Víf coñfra de "las
ce lulas ncoplas1cas. ··raslínfOCiñásque-se- han ·-utíiTzacfo
Medicamentos chmcamenteíilCTúyen interferones, interleucinas y linfoto-
xmas.
Los inmunomoduladores defmidos químicamente tienen
varias ventajas sobre los biológicos complejos. Se A. lnterferones
sabe que varios de estos agentes inducen la secreción de Los intcrferones pertenecen a una familia de proteínas peque-
IFN. Pueden producirse por métodos químicos, purificarse ñas (PM de 15 000 a 21 000) que existen en estado normal
para homogenizarlos y estudiarse por los métodos farmaco- e incluyen más de 20 proteínas diferentes codificadas en el
lógicos convencionales. También corresponden a esta cate- cromosoma humano 9 (excepto IFN-y que se codifica en
goría los análogos sintéticos de moléculas naturales. Éstos el cromosoma 12) y que práct1camcnte todas las células
incluyen el dipépttdo muramil, el componente activo más pueden secretar en respuesta a infecciones virales, tumores
pequeño de las paredes de las células micobacteriaoas; e inductores sintéticos. EIIFN fue identificado por primera
polisacáridos microbianos, y polirribonucleótidos. Dos vez por lsaacs y Lindcrmann (1957) como un producto de
~e_!!.!_~-~-9.~.§~ __han estuQL~~_g-~1l!!i'=:~.!.1].ente en ~S.~~~r~e_o excrec1ón de las células T producido en respuesta a antíge-
incluyen el levamisol y el poli ICLC, un complejo de nos virales. A un que los virus son potentes inductores de
po-li~ {::.fíSíñ-a,-carboximctil ce! ulosa"yun poi irribonuclcótido IFN, una variedad de otros agentes que incluyen: bacterias,
compuesto por ácidos imosínico y citidilico. Ellevamisol es rickettsias, parásitos, cndotoxinas bacterianas, polisacári-
un fenilamidazol sintético activo por vía orarque afecta la dos complejos, sustancias químicas y antineoplásicos,
función de -las .c6Tulas T y los- macrófaoos. Enestudlos en
- ··-----·--·······--···-·----·--·--- -·--··-···--· -
.. ~·-· --·- ·----·· -·- -
como la dactinomicina, también inducen la secreción de
IFN. Se piensa que el estimulante m.olecular para la produc- noma superficial de células transicionalcs, el cual incluye
ción de IFN es el RNA de doble f¡ lamento, sea de inductores carcinoma in situ. Eri el carcfnoma rená( me"tas.tTs!c;~· el
naturales o de productos celulares de la quimiólisis. Se ha IFN-a produce respuestas objetivas en el 15 al20% de los
encontrado que Jos pares de RNA sintéticos, como los pacientes, muchos de los cuales tienen progresión de la
polímeros del ácido poliinosínico y el ácido policitidílico, enfermedad a pesar de la quimioterapia. Si bien estas res ~
son estimulantes potentes de la secreción de IFN y han puestas son bajas en número, y el promedio de remisión rara
proporcionado pruebas adicionales de la función del RNA vez excede dos años, algunos tardan periodos de más de seis
de doble filamento en la secreción de IFN. Las tres princi- años. No hay diferencias significativas en los índices de
pa\cs clases de IFN que se han identificado basándose en remisión objetiva entre interferón leucocítico, linfoblástico
sus propiedades antigénícas son IFN a , IFN ~ e IFN y. y rccombinante. También se han probado los ínterferones
Acaba de definirse una cuarta clase, la w. Hay varias subes- en combinación con otros fármacos en cáncer renal metas-
pecies dentro de estas clases. Las técnicas de empalme de tásico . En pacientes con metástasis a pulmón y buen estado
gen han revelado ocho diferentes genes que codifican para general, se logran altos índices de respuesta (40%). Sin
IFN a y cinco para 1FN ~- El IFN o: es producido normal- embargo, en pacientes con metástasis a huesos, cerebro o
mente por leucocitos, el IFN ~ por fibroblastos y el IFN y hígado, el IFN-a. es de eficacia limitada.
por linfocitos T. Los intcrferones actúan como modificado- ~n vari?_~ estu~_i_o.~-~-a.t9.!J~~~-S.~-º~11?.!1 ~~.1!.~_1:!!l.ª-.~QI_re­
res de la respuesta biológica verdadera porque regulan la -~ación positiva en!!~---~g-~~- y respuesta. __~~~~-~~r_Ielaci~n
diferenciación y proliferación celular, afectan !a formación dosis-respuesta positiva indica que el efecto de IFN-a se
de anticuerpos, influyen en la función de los macrófagos y cteiJetantoa·-ra:--minunoestimulaci9n como :iiª-S._!l~cJo.u.éi­
aumentan la citotoxicidad de las células T. La inmunidad antiproliferativas. Como el periodo de latencia promedio de
mediada por células se ve más afectada que la respuesta de una respuesta discernible después del tratamiento con IFN-
anticuerpos. Se han d1lucidado varios mecanismos de ac- o: es de alrededor de tres meses, bastan 2 a 3 meses de prueba
ción del interferón a nivel molecular. En apariencia, los IFN con IFN-a. para determinar si habrá respuesta y desconti-
median la expresión de varios protoncogenes y receptores nuar este medicamento costoso en los pacientes que no
de factores del crecimiento. Según su clase, el lFN induce responden. Hay varias sugerencias de que una rcfrectomía
o aumenta la transcripción de ciertos genes. Los interferones previa puede mejorar los resultados del tratamiento con
tienen actividad biológica contra varios cánceres, incluyen- IFN-a; estos estudios están en desarrollo.
do mieloma múltiple, linfomas, leucemias y melanomas. Los resultados con IFN-~ son semejantes a los que se
Se propone que los efectos antitumorales se deben obtienen con JFN-a cuando se utiliza para CCR. A causa
tanto af.erectodirecto sobreTacaRacidad -funcÍon·a-i o_. la de los amplios criterios de selección en los pacientes y los
composición antigénicad"e.las céTüC .corrio-
'ls .tüñ1ora-ies·, at regímenes de tratamiento, los resultados con IFN-y son
Cfectol.ndire.ctó sohí·e-·la-Jnodúfación d-e·Jás-po b]~_c i'Q:~es -ª ~- variables (O a 30%). La utilidad principal de lFN-y es su
c elulas erecto~as Ínmunifaf!as coi1cs pcc1fi~!dad 2ara las_cé- habilidad para lograr inmunoestimulación óptima con una
-fufasTÜrnoralcs . Los interfcrones regulan la cxpresjón gené- dosis semanal y entonces se produce un 30% de remisión.
tica, regulan la expresión de proteínas en la superficie La combinación de IFN-a e IFN-P parece reforzar la
celular e inducen la síntesis de nuevas enzimas. Las altera- actividad antitumoral en el cáncer renal , pero los estudios
ciones en la expresión genética originan variación de las clínicos no muestran beneficio adicional. También hay evi-
concentraciones de receptores para otras citocinas, concen- dencia que la actividad de los interferones se refuerza cuan-
tración de la proteína reguladora en la superficie de las do se utilizan con otros biológicos como GMCSF y el factor
células efectoras y actividad de las enzimas que regulan el de necrosis tumoral. ~j_lFN-a .§_Lha utilizado el\ com.l?.Lna-
crecimiento y la función celular. Desde el punto de vista ción con fármacos__~i~9~t~ti~~SQ_I]10 .~nblast~_g_l!_e es el
celular, estos efectos se traducen en alteraciones en el estado citostático más efectivo__P--ªr-a. CCR. r;:~~ta com_binación _pr...Q-
de diferenciación, índice de proliferación y actividad funcio- duce una respuesta objetiva discretamente mejor que ellFN
nal' de muchos tipos de células. Los interferones aumentan _solo, pero también se apmentan los efectos colatera}es de
la cflca.cia de las células asesinas de tumores, las cuales inclu- manera significativa. Dichas combinaciones
yen linfocitos T citotóxicos, células citotóxicas no restrin- vcz- ano.ñ\-:--------·-·--·- --·- ---·-··-·-··-·- --·-se-usa_ll..I.ara
-
gidas por MHC y monocitos. Más adelante pueden
estimular la actividad de células NK y la citotoxicidad
mediada por células dependientes de anticuerpos (Borden y A. Función de los interferones en
cols.). cáncer de vejiga
Según sus actividades inmunorrcgulatorias y antiprolife- Las observaciones in vitro de los efectos antiproliferativos
rativas, hay diferencias significativas entre IFN-a, ~y y. del interferón originaron su uso clínico en cáncer superficial
de vejiga así como en carcinoma in situ (CIS). Varias
pruebas de JFN muestran respuesta parcial y respuesta
completa en carcinoma .superficial de células transicionales
TRATAMIENTO CON INTERFERÓN EN (CCT) de la vejiga. En un estudio dirigido por el North ern
CARCINOMA DE CELULAS RENALES (CCR) California Oncology Group, se usaron dosis altas y bajas de
IFN intravesical para pacientes con CCT reincidente; hubo
lnterferón (IFN)-a un 44% de respuesta completa con toxicidad mínima. En
otro estudio aleatorio reciente con dosis bajas ( 106 unidades
En lo_~i!l.~eres genit<?urin~~!.<?.~? _los es~':l_di?~ p~~ll~~~~~re~ por semana por 12 semanas) y dosis altas ( 1006 unida-
!evelan que el JFN-a es a~ti_:ro c~tra ~_á_n ~~r_ rel!~~~a !:_ci- des por mes por 12 meses) de IFN para CIS, el43% de los
pacientes con tratamiento de dosis altas lograron respuesta natural los llnfocitos T activados y que se produce en
completa. De modo notable, 6 de 9 pacientes que fracasaron grandes cantidades con la tecnología de DNA recombinan-
en el tratamiento con BCG respondieron al IFN. En otro te. Origina proliferación y diferenciación de los linfocitos
estudio en Japón, se usaron IFN-l) y y como fármacos T, aumenta las funciones de las células asesinas naturales y
intravesicales en el tratamiento de CCT de vejiga y se puede mediar la regresión del cáncer en pacientes seleccio-
lograron índices de respuesta del37 y 14%, respectivamen- nados. En modelos de tumores murinos, IL-2 tienen activi-
te. Durante el tratamiento de fracasos cQ_n !2_C9 ~e V:iQ_ q_u_e dad antineoplás1ca importante, sola o combinadicoii la
1?-_tnmunQ_ter'!P.i-ª_Q~ ~~gu!)q~__t?!~ción puede ser eficaz. En tra:n-sferenCiaadoptiva de células T asesinas activadas-po-r
U_Il. estugig_~-~-~~0iQ_, Se ~~q_in.t~rf_~Ón alfa-2b (recombinan- se
linfodnaS.No comprenden porcómpleto lo-s mec:Wíismos
t~!_1!_7:~~esi~<!]_y_~JQgraron_íf}d_i~es de resp~~eSta completa de-aceíón- de· esta combinación. Lós cambios ·eñla actividaa
del 45% con 100 millones de unidades por semana por 12 del sistema inmunitario incluyen redistribución de las células
semanas.- En-cínco de Jos pacientes que respondieron, el linfoides en el sistema vascular periférico y expansión de 1
BCG había fracasado. Con esta forma de tratamiento, a 16 veces del número de las células linfoides en la sangre
el 27% de los pacientes tiene síntomas leves semejantes a la periférica y la presencia de IFN y en suero. También puede
gripe, pero no hay toxicidad Jimitante por la dosis. De tener un papel la inducción de la secreción de otras linfoci-
manera similar, con el uso por vía oral de un inductor de nas. La IL-2 interactúa con las células uniéndose a recepto-
JFN, la bropiramina, se logra respuesta completa en 3 de 4 res específicos sobre la superficie celular. Células linfoides
pacientes en que fracasó el BCG. No hay absorción sistémi- incubadas con IL-2 desarrollan capacidad para lisar células
ca de IFN y los síntomas de irritación vesical son raros. tumorales frescas. Asi, la producción de células LAK fue la
Otros estudios reportan índices de respuesta de más del 62% base de la inmunoterapia adoptiva (cuadro 19-7).
en CCTy CTS con el uso de IFN-a-2b intravesical. También
se usan otros tipos de IFN por vía intravesical (cuadro 19-6).
El mecanismo del efecto antitumoral mediado por IFN ~. C. IL-2 en CCR
es incierto, pero puede incluir inhibición directa del creci- La IL-2 se usa de manera extensiva en cáncer metastásico
miento celular tumoral así como un refuerzo de la capacidad de células renai"cs~T.os múltiples protocolos ·ú-tÍlizatros-íñ-
cluyeº: · - ---- --- -- -
tumoricida de las células de defensa del huésped.
La toxicidad del tratamiento con mterferón incluye:
fiebre, escalofríos, mialgias, fatiga y debilidad, los cuales l. Monoterapia en bolos intravenosos, infusión conti-
ocurren en la mayoría de los pacientes. También son comu- .nÜaotratamÍento subcutáneo. El protocolo en bolos
nes neutropenía, trombocitopenia, proteinuria y transami- se asocia con eféctos colaterc1les máximos, mientras
nasas elevadas. Con menor frecuencia aparecen trastornos los protocolos con infusión continua o subcutá-
gastrointestinales como náuseas y diarrea, efectos cardio- neos se toleran mejor. Con la monoterapia, los resul-
vasculares de hipotensión arterial y efectos neurológicos tados no son muy promisorios y en 11 estudios
como alteraciones del humor y cefaleas. recientes, la media de las respuestas fue del 18% (O
a 31% de respuesta completa + respuesta parcial).
Estos resultados son un poco inferiores a los de la
B. lnterleucinas
La interleucina 1 (IL-1 ), conocida originalmente como fac- monotcrapia con IFN_ La 1nterleucina se administra
tor activador de linfocitos, es una citocina derivada de los también en inhalaciones en el tratamiento de metás-
macrófagos. Se identificó originalmente como un estimu- tasis pulmonares de CCR. Esta vía se apoya en el
lante inespecífico de la proliferación de linfocitos y se sabe concepto de inmunotcrapm local y Huland y cols.,
ahora que es esencial en la activación del factor del creci- lograron remisiones de larga duración con este pro-
miento de las células T. La interleucina 2 (IL-2) es otra tocolo. Estudios adicionales están en desarrollo para
linfocin"á producida por células T humanas. La lL-2 es una evaluar la eficacia de la inhalotcrapia.
g!ucoproteína de 15 OÚO .dalton que secretan de manera 2. Combinación de IL-2 con células asesinas activadas
p~rli~fucíñ·~-s:como se mencioñó~- este protOcolo

Cuadro 19-6. Índices de respuesta al


Cuadro 19-7. Resultados del tratamiento con
tratamiento con interferón intravesical.
interleucinas para CCT
(Modificado con autorización de Sargent &
Williams, 1992) Fuente Vía de Tipo %De
~d minist.-aciÓil respuestas
Tipo de Tipo de cáncer 0
/o De respuesta (completas y
interfcrón (completa y parciales)
parcial) Pigga y Intralesión CCT invasivo 83%
IFN-a Cáncer superficial de vejiga, 58 cols.
CIS o Huland y Infusión Jn·;asivo 20%
IFN-a-2b Cáncer superficial de vejiga, 27 cols. continua de la
(recombi- crs 61 vejiga
nante) Tuba ro y Infusión tn- CCT 42%
IFN-~ Cáncer superficial de vejiga >50 cols. tr a arteria 1 superficial
IFN-y Cáncer superficial de vejiga 83% continua
implica la estimulación de linfocitos que llevan a la Chalanas, inhibidores endógenos del
producción de células LAK que destruyen células crecimiento y agentes de diferenciac ión
tumorales incluso sin la restricción de HLA. Se logra
hasta un 39% de respuesta con este tratamiento. El
A. Chalanas
análisis de siete series recientes muestra una media
Así como hay factores a cargo del crecimiento cetular y que
del índice de respuestas del 26% (respuestas comple-
participan en él, hay inhibidores del crecimiento, o chalo nas,
tas+ respuestas parciales, con un rango deiS al 39%),
que actúan evitando la proliferación celular. La palabra
pero la. alta incidenc1a de efectos colaterale~~~!!:: chalana deriva del griego "disminuir". Las chalanas se
cialmente letales limita su uso rutinario. postularon primero para mantener el equilibrio entre el
3. Com~inación de !_1,_.=_~ __con IFN:ci:-eSté modelo fi~­ crecimiento y la reducción celular entre células hematopo-
inñiti!29lerapia logg~_ rc~,p~-c~t'!? eg~i~~lente~ a las_~1e yéticas y epiteliales mediante la 1nhih1ción del crecimiento
se logran con células LAK (media: 27%, rango: Oa
de tejidos específicos (actuando en. concierto con la promo-
5Ó0/~),-pero -c-on-1-ñenos-efectos colaterales.·--- -- - --
ción del crecimiento en un sistema de retroallmentac ión).
4. ComEin-áC16n de IL:.}~iFN--ct. y células CA.k.: se reali-
Los estudios más recientes revelan que los inhibídores del
zaron estudws con esta combinación de inmunotera-
crecimiento son inespccificos para los tejidos, por lo que el
pia, pero los resultados no son mejores que los que timo puede participar en los mecanismos de control de
se producen con la combinación de IL-2 e IFN---a..
varios sistemas orgánicos y que su acción primaria puede
ser en la promoción de la maduración celular más que en la
Factor de necrosis tumoral inhibición de la división celular. La respuesta de los tumores
a las chalanas se ha descrito en el cáncer cutáneo, las leucemias
miclocíticas y los linfomas en modelos animales y en
E! factor de necrosis tumoral (TNF-o:) muestra una fuerte pequeñas series de pacientes con leucemias línfociticas .
actividad antitumoral in vtlro y en modelos animales. Sin
embargo, toda vez que es bastante tóxico su utilización en
B. Agentes de diferenciación
la práctica clínica es muy limitada. Los resultados en el
Otros inbibídores del crecimiento de células tumorales se
carcinoma de células renales mctastásico han sido, en gene- han denominado agentes de diferenciación. Los agentes de
ral, de sil usionantes.
diferenciación que se someten a estudios clínicos incluyen
Experimentalm ente, el factor de necrosis tumoral re- fármacos quimioterapéut icos, compuestos polares, fosfo-
combinante detuvo el crecimiento de tumores intravesicales diésteres, análogos de las vitaminas y citocinas. Entre los
cuando se administró por via intravesical y en altas dosis.
agentes quimioterapéut icos, la citarabína promueve la dife-
En estudios de fase 1 y U el índice de respuesta fue de! 92% renciación de las células lcucémicas. Entre los análogos de
y se encontró que el tratamiento es seguro.
las vitaminas, se prueban los rctinoides en un intento expe-
rimental contra los cánceres de próstata y vejiga . Las prue-
Linfotoxinas bas clínicas con estos agentes están apenas en su inicio.
Entre los componentes polares el dimetil sulfóxido (DMSO)
y la bisacetamida de hexametileno son agentes activos que
Las linfotoxinas son productos de leucocitos estimulados promueven ]a diferenciación celular de las células de cán-
con mitógenos . Diversos inductores, específicos e incspe- ceres embrionarios. De manera similar, la vitamina D pro-
cíficos, pueden estimular la liberación de hnfotoxinas por mueve la maduración de células hematopoyétic as. Los
los linfocitos. Varias formas de linfotoxinas son liberadas fosfoésteres que ligan la proteincínasa e pueden inducir un
por diferentes subpoblacione s de linfocitos, según el induc- espectro de diferenciacione s celulares con posible utiliza-
tor. Ciertas formas de linfotoxinas tienen efectos citolíticos ción en la clínica. Entre las cítocinas, se ha descrito un tipo
o inhibidores del crecimiento en células transformadas in específico de factor estimulante de colonias de neutrófilos
vitrb. e in vivo. También se ha observado sinergia entre las (en inglés G-CSF, de growth-coiony stimulatingfac tor) en
diversas formas de linfotoxinas e IFN y será importante para sistemas murinos y una contraparte en el hombre denomi-
diseñar estudios futuros . Estos agentes participan en varios nada pluriprotcína. Los agentes de diferenciación son un
aspectos de la respuesta inmunológica, incluyendo la cito- grupo importante de posibles modificadores de la respues-
toxicidad mediada por células T. La actividad de 1infotoxina ta biológica.
puede potenciarse cuando se utilizan combinaciones con Se está iniciando la era de la terapéutica biológica. Se
otra linfocinas y agentes qUJmioterapéuticos. han descrito más de 1Otipos de modificadores de la respues-
ta biológica. Con la tecnología del DNA de recombinación ,
es probable que se desarrollen y utí)iccn más de estos
Factores tímicos agentes en estudios clínicos.

Varios extractos tímicos tienen actividad biológica en el C. Terapia genética


sistema inmunológico. Se han estudiado con cierto detalle La ingeniería genética permite la introducción y expresión
el factor 5 de timosina y la timosina a.¡ . Las timosinas de genes extraños al interior de las células y, con ello, abre
corrigen estados de_ inmunodeficie ncia y aumentan las res- nuevas fronteras a la inmunoterap1a. Pueden introducirse
puestas de las células Ten pacientes con cáncer. La bmosina genes codificadores de citocinas al interior de linfocitos
a.¡ se ha elaborado sintéticamente y se encuentra hoy en día in filtrantes de tumores (TIL) para aumentar la secreción de
sometida a estudios clínicos. citocinas dentro de los tumores para destruirlos de manera
356 • Urología general de Smith (Capítulo 19)

ideaL También, se intenta introducir genes para el factor de encuentra la gran variación de la respuesta inmunológica de
necrosis tumoral al interior de TIL. La terapia genética cada individuo a cánceres similares; edad variable; salud
también se puede utilizar para aumentar la antigenicidad de general y estado nutncional de individuos con cánceres
los tumores mediante la inlroducción de genes para antíge- similares; comprensión incompleta de la complejidad de la
nos MHC clase l que ayudarán en el reconocimiento y respuesta inmunológica y dispon ibi 1idad de formas terapéu-
eliminación de tumores por el sistema inmunitano.
ticas alternativas de tratamiento.
El futuro de la inmunoterapia, la terapia genética y la
mod ificacjón de la respuesta biológica es grande. Conforme
RESUMEN se meJoren los estudios de inmunoterapia, se aumentará la
efectividad de la terapia y disminuirá la toxicidad. Es obvio
En resumen, el conocimiento acumulado sobre la inmuno-
que el tratamiento exitoso del cáncer requiere un enfoque
logía de tumores sugiere que el sistema inmunológico puede
y combate el cáncer en grados variables y que es posible multimodal y que la inmunoterapia tomará su sitio adecuado
modificarlo para que aumente su eficacia. Sin embargo, la en el armarnentario del oncólogo. Finalmente, la regulación
aplicación de estos conceptos a la terapia clínica de los de la respuesta inmunológica no sólo combatirá los cánceres
cánceres en el hombre hasta ahora sólo ha tenido éxito existentes sino que podrá evitar nuevas reincidencias, que
limitado. Entre los factores que pueden ser la causa se es la meta final de todo tratamiento. •

REFERENCIAS

Componentes del sistema inmunológico bryos and primitive tcratocarcinoma ce lis in culture. Pro e Na ti
A cad Sci USA 1973;70:2988.
Bcan M a ct al.: Cytotoxicity of lymphocytes from patients with
Bellanti JA (editor): Jnmunofogy, 2nd cd. Saunders, 1978.
cancer of the urinary bladder: Detection by a 3-1-1-proline
Bc\ldcgrun A, M u u\ LM, Rosenberg SA: lnterlcukin-2 expanded
microcytotoxicity test. Int J Cancer 1974;14: 186.
tumor-infiltrating lymphocytcs in lmman renal cell cancer:
Bloom BJG: Hormonc-induccd and spontancous rcgrcssion of
lsolation, characterization and antitumor activity. Cancer Res
metastatic renal canccr. Cancer 1973;32: 1066.
1988;48:206.
Brosman S, Hausman M, Shacks S: hnmuno]ogic a!terations in
Bloom W, Fawcctt DW (editors): A texlhook of Hislology, 1Oth ed.
paticnls with prostatic carcinoma. J Uro/1975;1 13:841.
Saunders, 197 5.
Bubcnik JJ ct al.: Demonstrations of cell med1atcd immumty in
Burdcttc S, S eh wartz RS: Currcnt concepts: 1mmunology.
renal carcinoma in man. lnt J Cancer 1971 ;8:503.
ldiotypes and jdiotypic networks. N Engf J Med 1987;
Burnct FM: The concept of immunological surveil!ance. Pmgr
317:224.
f-);p Tumor Res 1970;13:1.
Burnett FM: The Clona/ Scfecfion Themy of Acquired lmmunity.
Columbia Univ Press, 1959. Catalona WJ, Chreticn PB, Trahan EE: Abnormalitics of cell-
Drcyc r W J, Be n n ett .1 C: The molecular basis o fantibody tonnation: A mediatcd inu11unocompetence in genitourinary cancer. .JUro{
paradox. Proc Nat{ Acad Sci USI1 J 965;54:864. 1974; 111:229.
Gcysen HM et al.: Chemistry of antibody binding to a protein. Catalana WJ, Smolcw JK, Harty JI: Prognostic value of host
Science 1987;235: 1 184. immunocompetence in urologic cancer patients. J Urof
Golub ES: The Ceflular Basis (!/the Jmmune Re;-,ponse. Sinaucr, 1977. 1975;114:922.
Ho! borow J E, Rccvcs GW (cd i to rs): !mm unofogy in Medicine 2nd Cole AT ct al.: Cdl-mcdiatcd immunity in renal ccll carcinoma:
cd. Grune & Stral!on, 1983. Preliminary report. .J Uro{ J 975;115:234.
Hood LE ct al (editors): fmnnmology. Benjamin/Cummings, Cummings KB, Pctcr JB, Kaufman JJ: Cell-mediated immunity
1984. to tumor antigens in patients with renal cell carcinoma. JUro{
Jerne NK: Toward a·nctwork theory of the immune system. Ann 1973; 110:31.
/mmunol\974;12S~:373 Daly JJ et al.: Specificity of cellular immunity to renal cell carci-
Paul WE (editor); Fundamehtaf Jmmunolq,:y. Ravcn Press, 1983. noma . .! Urof\974;111:448.
Stites DP, Stobo JO, Wclls JV (cditors): Basic & Clínica! Jmmu- Dccenzo JM, Leadbetter GW Jr: The interaction of host immu-
nofogy, 6th cd. Appleton & Lange, 1987; publicado por la nocompctence and tumor aggressiveness in superficial blad-
Editorial El Manual Moderno, México. der carcinoma. JUro! l 976;115:262.
Waldmann TA: Thc intcrlcukin-2 receptor on mallgnant cells: DeKernion JB, Ramming KP, Smith RB: The natural b)story of
a uu·get for diagnosis and therapy. Cell lmmunol 1986; mctastatic renal cell carcinoma: computer analysis. J Uro!
99:53. 1980; 124:148.
Waldmann TA: Thc structurc, function, and expression of inter- DcWolf WC ct al.: [{LA and testicular canccr. Nature 1979;
leukin-2 receptors on normal and mal ignant lymphocytcs 5693;2\6.
Science 1986;232:727. Ecclcs SA: Host immune mechanisms in the control of tumor
metastases Chap 3, p 37, in: Tumor lmmunily in Prognosis.
Conceptos inmunológicos de la oncogénesis 1-\askill S (editor). Maree\ Dekker, 1982.
Elhilali MM, Nayak SK: In vitro cytotoxicity studies in bladder
and renal canccr. Urology 1976:7:488.
. \lexander P,Eccles SA: Host mediatcd mechanisms in tl1e elimination Elhila\i MM, Nayak SK: Jmmunologic evaluation ofhuman b!ad-
of circubting e<mcer cells. In: Canea !nvasion and Metas/a- der cancer: In vitro studies. Cancer 1975;35:419.
ses: Biologic and Therapeufic 11specls. Ntcl10lson GL, Mi- Evans MJ: Are tcratocarcinomas fonncd from normal cells? Chap
las L (cditors). Raven Press. 1983;20: 1983. 3, p 24, in: Germ Cell 7lmwrs. Anderson TK el al (editors).
Artzt K et aL: Surface antigens common to mousc clcavagc cm- A R Liss, 198 l.
20
Carcinoma urotelial: Cáncer de
vejiga, uréter y pelvicilla rena.l
Pe ter R. Carro JI, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

CARCINOMAS DE VEJIGA carcinógenos ocupacionales específicos se encuentran:


benzíciina,-b--eta- nart!Ein ¡;~;~;~-,Y~f~~n1~(}J?.ffeñliüi . eTi?-c.r!.9ifg_
Incidencia de-latencia entre la exposición y la aparición del tumor es
prolongado. También los pacientes que recibieron ciclofos-
La relación hombres:mujeres e11 carcii}9JD.i!de ve"j_ga es de faí-i1ida-(Cytoxan) para el tratamiento de varias enfermeda-
:2:7:1 (70% de los nuevos casos de cáncer ocurre en hom- des malignas corren un riesgo mayor (Fairchild y cols.,
-~~l_Qo/o -~~- ~~-~~~~~"l;_la- cnfe~~~dacf~~ás frc~cnt-c-en 1979). Se sospecha de los endulcorantes artificiales como
__ blanc~q_~~ negros. §.1_ cán~ei-d_e-ve}Tga é_s-er
segundo factores de riesgo, pero varios estudios han fracasado en la
más común del ap~~~~_genit_?~~~~~r_i_?.:.__I~ ~~~d._p_rol!l_e_d_io al confirmación de cualquier relación (Howe y cols., 1977;
JE.?mento del dia~tico es d~_§-~añ(_'!s. En esta etapa, cerca Najem y cols., 1982; Elcock y Margan, 1993 ). El daño físico
dcf85% se localiza en vejiga y el 15% está diseminado a alurotelio producido por infecciones, instrumental o cálcu-
ganglios linfáticos regionales y otros sitios distantes. los aum¿ñta la probab~!i_c!_~_j_e malig!1ización {1-'ücks,
1982).
Patogenia Se desconocen los mecanismos genéticos precisos cau-
santes de esta transformación por etapas. aunque tal vez
La transformación neoplásica del urotelio es un proceso en sean múltiples e impliquen la activación de oncogenes y la
varios pasos (Shirai, 1993 ). Un iniciador, o su metabolito, inactivación o pérdida de genes supresores del cáncer (Olu-
induce cambios en el DNA de una sola célula normal para mi y cols., 1990a). Se ha observado aumento en la expresión
transformarla en maligna. La transferencia normal de infor- de producto del oncogen e-Ha-ras, p21, en el cáncer avan-
mación genética del DNA al RNA se altera y finalmente se zado de vejiga (Vwla y cols., 1985). Los genes supresores
trastorna la síntesis de proteínas. La unión de los promoto- de tumores regulan la proliferación celular y la pérdida o
res, los cuales no -son carcinógenos, a receptores situados en inactivación de ambos a!elos favorece !a actividad sin con-
la superficie celular favorece la proliferación de las células trol (Knudson, 1985). La pérdida de material genético del
malignas. brazo largo del cromosoma 9 se observa en todos los grados
·~se hª-!!.._identific<,1go iniciadores o promotores del cán- del carcinoma de vejiga; por tanto se asume que quizá sea
cer de vejiga en el ser humano.E"'itabá'qulsmo explica el 50 un fenómeno temprano en el desarrollo de la enfermedad
_"1._ el J 1_% de los casos observados en V~!.Q!i~U.El!!iif~, (Olumi y cols., l990b; Dalbagni y cols., 1993: y Miyao y
respectivamente (Wynder y Go ldsm ith, 1977). Esta relación cols., 1993). Por otro lado, es más frecuente la pérdida de
es-independiente de la nacionalidad; al parecer depe~~~-~~ material de los brazos cortos de los cromosomas 11 y 17 en
la dosis y aumenta por exposición ocupacional a ciertas las neoplasias avanzadas lo que indica que la pérdida de
-slistanciasqlil¡:-ñl~~s__ (:r110mpsoi1 ;y Farr:-1990; Mo1nmseiiy genes supresores localizados en esos sitios se relaciona con
-Aagaard, 1983 ). Los agentes considerados como causales la evolución del tumor. La fosfoproteína nuclear p53 está
son ~~Lfª:-.!:1-ªf!E<:>_riliñAYl<i_ti~a-~riaHiill.trJi~a, ql.!~.~-e ~ecret~n codificada en el gen con frecuencia suprimido junto con el
Cñla orina de los furo.adores. cromosoma 17 y son comunes las mutaciones de p53 en
A la expos1C16nócupacional se atri buyc del 15 al 3 5% el cáncer de vejiga y en el de colon (Sidransky y cols., 1991;
de Jos casos en varones y del 1 al 6% en mujeres (Matanoski Miyao y cols., 1993).
y Elliot, 1981 ). Los trabajadores de la industria química y Aunque poco se sabe acerca de los cambios histológi-
del petróleo, de Jas-fiíGfícas-a·e-colorarites y Cíenuley-de cos en el urotelio en relación con la transformación neoplá-
curtidurías -eJ.m.Rre_nta_~ están en ñ1ayoi pelig·ro~-Efftr~-:'J.P3 sica, se ha logrado mucha información al respecto en
362 • Urología general de Smith (Capitulo 20)

modelos animales (Soloway y Hardeman, 1990). La expo- biológico de un tumor específico y la necesidad y tipo de
sición de roedores al compuesto N-[ 4-(5-nítro-2-furil)-2- tratamiento, existt;n errores significativos en la clasifica-
tiazoil]-formamida (FANFT) induce cáncer de vejiga en un ción cuando se compara la etapa clinica (la que se basa en
gran número de ellos. El cambio más temprano observado exploración física y estudios de imagen) con la etapa pato-
es hiperplasia urotelial con aumento en el número de capas lógica (la que se basa en biopsias de vejiga y ganglios
celulares. La polaridad y la diferenciación se conservan . Enfáticos). La clasificación de un tumor en una etapa más
Algunos cambios proliferatívos s1milares que se observan avanzada de la verdadera rara vez ocurre, pero clínicamente
en el urotelio humano son la cistitis quística y los nidos de se clasifican tumores en etapas menos avanzadas de las
von Brunn; verdaderos acúmulos de ep1telio dentro de la reales en el 53% de los casos (Skinncr, 1977; Skinncry cols.,
lámina propia. El examen tardío de la vejiga de los roedores 1982).
expuestos muestra metaplasia, transformación de las células
del epitelio de transición a epitello maduro de tipo glandu- Histopatología
lar, tubular o escamoso. En el modelo animal siguen las
etapas de displasia y neoplasia. Estos procesos se presen- De todos los cánceres de vejiga el 98% son de origen
tan en algunos tumores humanos, pero se debe recordar que ep-itehafsren.cto.gi--añ ..parte-carc1noíñas cie c6fuTas-de--tral1si-
un cáncer puede originarse de epitelio normal, hiperplásico Cíün:-----· ·-.----..---·-- - ····- -··---·--- -
o metaplásico.
Una vez presente la transformación neoplásica, el cán-
cer puede permanecer superficial o avanzar hacia una forma A. Urotelio normal
El urotelio normal está formado de 3_ <1. I ..f.?:P.a.s de células
invasiva o metastásica. Se desconocen los factores determi-
de epitelio de transición sobre una membrana basal com-
nantes de la evolución del tumor, pero hay una teoría de
puesta de una matriz extrácelular (tejld·o coñectivo, gluco-
invasión en tres pasos (Liotta, 19R6). Primero, la ·célula
proteínas adhesivas, glucosaminogl ucanos) (figura 20-2A).
tumoral se une a la membrana basal. El receptor de
Las células epiteliales varían en su aspecto: las basales
laminina es una proteína de la superficie celular que se une
proliferan de manera activa y están sobre la membrana
a la lamínina, una glucoproteína componente de la mem-
basal; las luminales, tal vez las más características del
brana basal. El número de receptores de laminina es mayor
epitelio normal de la vejiga, son células grandes en forma
en la superficie de las células de tumores invasivos en com-
de sombrilla unidas entre si mediante uniones apretadas.
paración con las de tumores que no lo son (Wcwer y cols. ,
Más allá de la membrana basal hay tejido conjuntivo laxo,
1986). Una vez unidas las células tumorales a la membrana
la lámina propia,, en la cual a veces se encuentran algunas
basal producen protcasas como la colagenasa tipo IV que
fibr.as de._mt'isculo liso. Estas fibras deben diferenciarse de
alteran dicha membrana. La evolución del tumor se favorece
estructuras musculares mayores y mAs profur\das--C:or.res-
por las células secretoras de citocinas, factores autócrinos
pondicntes a la verdadera lámina muscular. La pared muscu-
de movilidad queinduccn el desplazamiento celularpennitien-
lar de la vejiga está formada por haces musculares
do la invasión y a veces la presencia de metástasis. En
orientados en diferentes direcciones. Se van reuniendo en
realidad, la concentración del factor autócrino de movilidad
las proximidades del cuello vesical donde se pueden reco-
en orina es mayor en pacientes con tumores invasivos en
nocer tres capas: una interna y otra externa de fibras longi-
comparación con quienes padecen tumores superficiales
tudinales y una media de fibras circulares.
(Guirguis y cols., 1988).

B. Papiloma
Clasificación por etapas La Organización Mundial para la Salud define al papiloma
como un tumor compuesto por delgadas papilas cilíndricas
_En la ~t.!l.f!.lí_9_ªQJ!~-- dos siste_!"l}_ª·~--l}ll!L':Jtilizado_s..c_..R<:t_~a fibrovasculares sosteniendo una capa epitelial formada por
e1asi[~ªL~L<;_á~ c_e_LQ_e .ve ji g~:__LJ_r)g)_Q.~p ue~~ . p_r im er<_? por células normales de transición que mantienen su posición y
Jewctt y Strong ( 1946), sc...Qasa en la relació~ entre pr.2..f~~­ polaridad. Los papilomas son raros, constituyen el 2% de
didad cje_p~netn±9lQ!l_ c!~Lt.!1_TDQL9.!!J~Q~!.~.cLvesi~~-~. i nc_i- todos los tun"Íores-aecélulas.de .transición (FriedeTi y cok~
dcncia _s!~~tás_tasis a g_'!;Q.g!iQ.LJ.j]fá.!i~<?~__Q-ª-.~_iti2~ p1ás 1"976)~·-ETp-Ú?n.9~~ko.~e~~~muy_=.fi.Yº·t~JJfe: sólo un pequeño
d1stántes. La inva~ión a submucosa (eta_Qa A) o a músculo número, alrededor del 16%, progresa a cáncer avanzado
(etapa -B) se acompaña de baj_a_i~_cid~ncÍ~·Qe_!_lle-~ás:ta.S1s-(p (Lerman, Hutter y Whitmore, 1970).
·-ar) 3%) e1~ ~ª-~Q que la i_nfil traci_Q!lP.~riv~s.\~.~1 d~.l_tumC?r se
_relaciona con_gr~n_i.pcí_denciª-_-~'ill~~II'~·- )'~1_-ªr~b~U C. Carcinoma de células de transición
modificó este sistema en 1952 para distin.glJ.i.r a lq~_t~QI~S Casi el 90% de todos los cánceres vesicales son carcinomas
süperficiales invasor-es de la lámina propia (etapa A) de los de -células de trans1c.í6fi·.·can.mucha frecuencia dichos
Iimiútdosa la lnücos~ (e}ª2 ª_1tt.·c- úicl.iifrTasmeTásüi~i~~­ tl.Ímores son de tipo papilar ex_9f!.{ko (figura "i6-28)~5.QE..
~lios-f{TI-:-f{~tic~.~i~}~P.~Q_I}..x~IE~.!!~~i~.t~_p~ 02) como menos comunes las formas sésil~~Q.!l1~.9L4.9as. Los primeros
et~as separadas (Marshall, 1952). La Union Internationale son superficiales en tanto que los segundos casi siem-
Co;;¡;~¡~ c_;¡;~~~r (1Il<;;:_~)...r~º-9l}}~t)QQ_l.ill_§.i§l~m.~_g_e cla~'>.ifi­ pre son invasivos. La Organización Mundial para la Salud
cación para describir de manera precisa y simultánea los propone que los carcinomas de células de transición se
~':!.~~res J?!!maríO~]~~~J)., -~{~~t~~9}~§g~~_g![~-s-fíOf~: dividan en tres grados según la arquitectura urotelial;
ti.~~~~J?.?-lU y los sitios de metást~is (~t'!-p~.JA). Los dos tamaño celular, pleomorfismo, polarización nuclear e
sistemas de clasificación se comparan en la figura 20-1. Si hipercromatismo, y el número de mitosis presentes
bien cada uno aporta una estimación razonable del potencial (Mostofi, Sorbin y Torloni, 1973).
Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvícilla renal• 363

Región afectada:

Capas longitudinales profundas,


capas medias circulares y
longitudinales internas
Mucosa muscular

Submucosa
Mucosa

Mucosa muscular
Epitelio

Musculo
profundo

Grasa penves1cal
(o peritoneo)

Próstata

Figura 20-1. Etapas del cáncer de vejiga.

El carcinoma in situ (CIS) se caracteriza por la presen- los tumores grado l; del 19 al 37% en los grado 2, y del 33
cia de epitelio anaplásico, plano , sin papilas. El urotelio al67% en los grado 3 (Lutzmeyer, Rubben y Dahm, 1982;
carece de la polaridad normal y las células son grandes y con Torti y cols., 1987). Los índices de supervivencia se modi-
nuclcólo prominente (figura 20-2C). Este tipo de carcmo- fican de manera similar. Si bien los pacientes con un tumor
rna puede originarse cerca o lejos de lesiones exofíticas; de bajo grado tienen un excelente índice de sobrevivientes
raras veces aparece como lesión circunscrita o difusa en a los lO años (98%), en aquellos con un tumor de alto grado
un paciente sin evidencia macroscópica del tumor. Su la sobrevivencia se reduce (35%) (Jordan, Weíngarten y
historia natural es variable, pero muchos casos evolucio- Murphy, 1987).
nan hacia una forma invasiva. Además, el CIS con lesio-
nes cxofiticas tiene mayor probabilidad de ser invasivo y
D. Carcinomas de células no transicionales
reincidente. l. Adenocarcino ma; Los adenocarcinom as representan
La frecuencia de invasión tumoral, l.a reincidencia y menos del 2% de tc;~i'oSio~_ tumc.;:~s de vejiga. ,_b_9_s
progresión se correlacionan de manera importante con el primarios de vejig~~uel~P. !~D-~r.SQIDQ__íilltecedeQ.1e.s_c.is.::_
grado del tumor: se observa progresión en el 1O al 20% de ~itlsyme{apf<is'Ca. Desde el punto de vista histológico,
364 • Urología general de Smith (Capítulo 20)

Figura 20-2. A: Urotelio normal (125 x) . B: Cáncer vesical


papilar moderadamente bien diferenciado (60 x). C: Carci-
noma in situ (200 x).

Jos adenocarcínomas secretan moco y, a veces, presentan las poligonales con puentes intcrccluiares característi-
patrón ya sea glandular, coloide, o en anillo de sello. El cos. Muestra epitelio queratinizado aunque casi siempre
adenocarcinoma primario con frecuencia se origina 'c-ñ en pequeña cantidad.
la-
el piso de- vej"i"gi"en-tantoqueTosaac-ñocarcinomas 3. Carcinomas indiferenciados: El carcinoma vesical in-
sillg1áos del uraco se localizan en el techo. En general diferenciado es un tumor raro (representa menosde·I-2%) - -
aii1oó-stipos- dctumores se "reconocen-arrnomento de que no-tlencwmpüñ"entes--ép-itellaJes maauros~-S"e ha
diagnosticarlos, pero casi siempre hay invasión a descrito una variedad de células pequeñas que histológi-
músculo. En general, los sobrevivientes a cinco años son camcnte son semejantes a las encontradas en lesiones
menos del 40%, a--pesar de un tratamiento quirúrgico pulmonares (Milis y cols., 1987).
agresivo (Kramer y cols., i 979; Ma!ek, Rosen y O'Dea, 4. Carcinoma mixto: Los carcinoma~_mixtos constituyen
J 983; Abenoza, Manivel y Fraley, 1987; Bernstein y
del 4 al 6% de todos los tumores de vej_i_ga y muestran
una combinación -de patrones-ere-transición, glandular,
cols., 1988).
escamoso e indiferenciado. Lo más común es que con-
2. Carcinoma de células escamosas: En EUA el carcino-
tengan células de transición y escamosas (Murphy,
ma de células escamosas representa del 5 al 10% de
1989). La mayor parte de los tumores mixtos son de gran
todos los cánceres y a menudo ser.elacíona con'"1nfección
.!_am~~~~ ili"tiffiailfes-·a.rinomcntc> de I-diagñosfíCo~--·-·
crórúca, cálculos vesicales o uso de sonda pcrmancnte_--
También se presenta con antecedentes de 1nfecCioñ-pro-
d!iCícraporsch/S!osañ1.aluiematobl u m ya q uc efcarcJno- E. Cánceres raros, epite/íales y
ma de células escamosas representa casi el 60% de todos no epiteliales
los cánceres de vejiga en Egipto y en algunas partes de Entre los cánceres epiteliales raros descritos en vejiga se
África y Medio Oriente, en donde la infección es preva- encuentran el adenoma velloso, los tumores carcinoides,
lente (El-Bolkainy y cols., 1981 ). Estos tumores casi carcinosarcomas y melanomas. Los tumores vesicales no
el
siempre son nodulares y de tipo invasi~o -en momento . epiteliales raros son: el feocromocitoma, los linfomas, co-
de_d_Gúinostica-rs~. ATexame"ii-hls"iofógico se observa riocarcínomas y diversos tumores mesenquirnatosos (heman-
como neoplasia poco diferenciada constituida por célu- gioma, sarcoma osteógeno y miosarcoma) (Murphy, 1989). El
Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicilla renal • 365

cáncer de próstata, cuello uterino y recto suele invadir la primera consulta o durante el seguimiento. El examen
vejiga por extensión directa. Los tumores que originan citológico de células exfoliadas resulta de especial utili-
metástasis en Vejiga COn mayor frecuencÍa - SO~· (segÚn-SU dad para detectar tumores en poblaciones de alto riesgo
iñcidencia): el .ry!_c._lanoma:. Cl-llnfoma·:-los ·ae
esto.inago, y para evaluar la respuesta al tratamiento. El índice de
mamas, ríñó_n _Y _P~-~!Ón (Murphy, 1989.; Goldstein,-f967). detección varía con la calidad de la muestra y grado y
volumen del tumor.
Cuadro clínico Las muestras para citología se preparan por fijación
y tinción de las células exfoliadas sobre portaobjetos. Es
A. Síntomas común detectar carcinomas in filtrantes y de g~~.':!o elevado;
-~- sínt~"f!.~_12!..á.D:~_c_uen~~ del cáncer de vejiga es la hema- en cambio , los superficiales y de bajo grado por lo
J.W;La (85 al 90~} Puede ser microscópica o visible a SI~ e general no se diagnostican. Como fa -mayoi-Jadeléi'S
vista y más bien intermitente que contmua. Ademas, un --canceres de VCJJga posee- por Jo menos una población
pequeno porcentaje de pac1entes presenta síntomas de__ celular con aumento de! contenido de DNA, muchas
ir ri tac 1o n ves ica~p~~~-~ i uri ~.'....~EgeE_cia u rí n~ria _y_g~!!LÍil· instituciones examinan las células urotcliales exfoliales
-i:;us-sin-rofñ'aSiifltatlvos durante la micción son más comu- exfoliadas con citometria de flujo (Traganos, 1984;
nes eu.. p_?_cientes con CIS difuso ·-(Farrow y cols., Wheeless y cols., 1993). Las células exfoliadas se reco-
1977). En J.a enfermedad avanzada aparecen síntomas gen, centrifugan, p~san por un cedazo y luego se tiñen
como dolor en huesos por iñ~fástasls..a-Tos mis1nos y dolor con algún colorante con afinidad por el DNA. A conti-
en los flancos por metástasis rctrop-efltoneaTesu-ObSTruc- nuación, se procesa la muestra en un citómetro de flujo
-CiOñ ureterar------------·---- ------ que cuantifica emisiones en longitudes de onda especí-
__..----- -~ - - - - -

ficas para cada tipo de célula. La población de células


B. Signos puede resultar negativa, sospechosa o positiva respecto
La mayoría de los pacientes con cáncer de vejiga no presen- a cáncer según la presencia aneuploide y grado hiper-
tan los s1gnos físicos pertjneñtes dado que la enfermedad ploide. La citometría de flujo detecta alrededor del 80%
suele ser superhcml. Sm embargo, los pacientes con tumo- de todos los canceres ae vejiga (Badalament y cols.,
res de gran volumen o invasivos pueden presentar engrosa- 1988). Al iguaf qu~studios cítológicos, Jos índices
miento de J a pared vestcal o masa palpable : datos de detección son mejores en lesiones de grado alto o en
detectables mediante cuidadosa exploración bimanual con - etapa avanzada: los papilomas se detectan en sólo el 50%
el paciente anestesiado. Masas palpables antes de la resec- de los pacientes; las etapas Ta, Tís y las lesiones invasivas
ción transurctral , pero no identificables luego de la opera- se detectan en alrededor del 82, 89 y 90% de los pacien-
ción, casi siempre son grandes neoplasias superficiales o tes . Es posible mejorar la especificidad de la cítometria de
tumores que han penetrado las capas más superficiales de flujo aumentando la proporción de células del urotelio en
la pared dela vejiga (es decir, T2 a 3a). Las que permanecen la muestra utilizando anticuerpos monoclonales que
palpables suelen ser extensivas localmente (> T3a) . Los reconocen a dichas células (Wheeless y cols., 1991 ). Las
tumores que se mueven en sentido aoteroposterior se clasi- células inflamatorias que contaminan la muestra se ex-
fican en un grado tan bajo como T3b, mientras aquéllos fijos cluyen del análisis . Tanto la citometría de tlujo como la
o que invaden órganos contiguos (recto, próstata, vagina) se citología se pueden-ÜtitE~a-r:-para detectar reincidencias
clasifican en etapa T4. ~n pa~ie~~~-~on hist2fJ_ad·~~~Iñcer m~io en ~.s
~a hep_'!_tomc_@l.@_QJ.infadenopatía supraclavicular son ~~~~_!gjl~_la re~_p_uesta de la quimioterapia intravesical
signos de enfermedad rnetastásica. En ocasiones se observa Q~_la radioterapia (Badalament y cois., 1986; Kle1n
trnf!Oe~~~~~~usacto-pofTíñfadeliopatiapeTVTéa-ücíl:iSlVa y cols., 1982; Klein, Whitmore y Wolf, 1983).
3. Antígenos de la superficie celular: Los grupos sanguí-
C. Datos de laboratorio neos y antígenos relacionados (ABH , T, y Lcwis) son
1. Pruebas de rutina: La anomalía más común detectada estructuras de carbohidratos que se encuentran en la
e~lla,hl>.!_~!._~rlq_Es-l~Q.~'llafqf}~~· -· ~~esse- acom'"jiliña superficie celular de los eritrocitos y de ciertas células~
de piuria como resultado de la infección concomitante epiteliales y en algunas secreciones. Como la expresión
de las vías urinarias. Se puede observar azoemia en de los antígenos de los grupos sanguíneos depende de
pacientes con oclusión ureterai"debldaai tumor ves1cal grupos separados de genes que controlan la síntesis
pnma~Í~-~ ·a- Ti~f~-de;~p;rtfa. La anemia es un sínt;;¡;·a antigénica y la expresión en las secreciones, la presencia
que se presenta como resultadódeia péfdída crónica de de estos antígenos depende del estado "secretor" de
sangre~-aeTaazoem}aporocluslón--i.ircteral o de la cada individuo. Se les puede identificar sobre las células
sust\tüción-dc la médÜli ósea acaüsa aetaenlenneüaa mediante pruebas de adherencia a eritrocitos o , con
-mé'tiístr~i-ca:--. -· - -· mayor frecuencia, mediante localización con inmunope-
2. -C(tolog.ía uri~aria y citometría de flujo: Las células roxidasas por medio de anticuerpos monoclonales
desprendidas del epitelio normal o neoplásicOcle las vías (Cordon-Cardo y cols., 1988). Por lo general, Jos antige-
uríriarias ·.se ICieñtlfican co-n faci"lidad en la orina excre~­ nos de grupos sanguíneos se -pierden en los tumores
~cfá~~--29ii§_leo-btener mayor cantidad de células rne- vesiealeshumanos y es.ta perdi0agi:I~E<:I~~félafl<?!1..~9h la·
diante_!!!:i_~a~~~!l__ <::~~9~c!<?~a__~_e__la vejiga con SOIUCíü-n etapa y graaodel -tumor y, quizá, con los índices de
salina a través de catéter o del cistoscopio. El examen -evorüéíón:-Ercarcínoma'1ñ-vasi"vñ ñ-ú1 ~s-ii-;7ZáSTslemir~··
~j~~<?.~§ii~~-~~~~!~~!?_~ad~~ C.~il-~-~~~I0"i]ic e_stas 1ñUestHt supresióñ- de losanfí gc nos ABHY 1olñlst1·io
.._dos técnicas pe~~~¡~- -~_i-~~~9s_!~~~--~-!umor sea en la _· oc:yrt~5~~C]~~~~jjup~_fficial que <;ori él t¡empo-eyo- ·
366 • Urología general de Smith (Capítulo 20)

luciona a etapas más avanzadas (Catalana, 1981; Malms- está llena _y_l9§.!!:J!nores aparecen como focos ecogénicos
-trom y coTs.,1989 ). --- - --- proyectándose hacia la luz vesical. Se puede reconocer q-ue
Fradet y sus colegas ( 1990), identificaron un con- fiaYTñvasíOn de-i"ápa"rcd cuaridolaparedñorma!CíeTa VCJiga,
junto de antígenos de las células del carcinoma vesical la cual es intensamente ecogemca, es
a mterrumpiCI"il"p"m
detectables con anticuerpos monoclonales; tal expresión tejido tumoral menos eccigeni"co~"ETwtátsonido transuretrai
se relaciona oo sólo con la etapa del tumor sino también es de rnayorprecisión que el abdominal, pero es inv-asívo y
con los índices de progresión. La expresión de ciertos solo propürCionauñ----po·co-m-ás-de infor!Dªcion...g_~e fii~oóte.::
antígenos, incluso en etapas tempranas, pueden indicar nida mediante cistos copia y resección transm~tr<~t
que el tumor se comportará de manera agresiva. En ----E1cancer súperf1"Clal"de vejiga (Ta, Tis) cuya etapa se
muchos casos de cáncer de vejiga el antígeno T no se determina mediante resección transuretral bien ejecutada y
expresa o presenta anomalías. Esto puede ser más co- examen bajo anestesia no requiere estudio adicional de
mún en tumores no invasivos de grado bajo y con índices imágenes de la vejiga o de los órganos pélvicos-. Sin embar-
elevados de reincidencia, en comparación a tumores de go, las lesiones en etapa elevada casi-s¡-empre se consideran
etapa y gr::tdo similares con bajos índices de reincidencia en menor etapa y la observación de una imagen puede ser
(Blasco y cols., 1988). útil. Se usan tanto la tomografía computadorizada (TC)
como las imágenes por r.esonancia.m ag~1ética (IRM)-(fig~ra
D. Imágenes 20- 4) paracúactenzar-la-eXIei'isiQ."[J:lj~1i[t.Jiii<-1si<JD_ de la
El cáncer de vejiga se puede detectar con diferentes técnicas Bn
pared v"es1caTy Cleiectar gangllos fáticos ~}_yj~Q.§_ cr~cido~
d~ !I?-~gcnc~p-cr~~~PEcsencia se con_tl~.!ll~ rn~c!iª_':!f~ ~is­ -c-on -índicesñeeficácía·e-n -E1c-lasitÍcaci~n g~!!~l.~J entr-e~
tos~~pia y biopsia: Por consiguiente, las imágenes se utili- 4TfY85%y-entre 50 y 90%, respectivamente. (Amendola y
zan para valorar la parte alta de las vías urinarias y, cu.ando f;
cors~T986;Koss y-cóls., 19"8 --Físher, Hricak y Tanagho,
se detectan tumores infiltantes de vejiga, para valorar la pro- 1985; Husband y cols., 1989; Wood y cols., 1988). La IRM'
fundidad de la in filtración en la pared muscular y la presen- ofrece algunas ventajas potenciales en comparación a la TC:
cia de metástasis regionales o a distancia. La urografía se puede diferenciar mejor el tejido neoplásico, de la pared
intravenosa aún es el estudio diagnóstico más común en-caso__ _ normal de la vejiga; es posible rastrear múltiples planos; se
de hematuria. Los turÓ-ores de vejiga se pueden reconocer observan mejor las diferencias entre ganglios linfáticos y
como peduncúlad.os, crefectOsTeUenaoo rad10!Uc1dos pro- vasos sanguíneos y no se necesita contraste intravenoso. No
yectadoser1TafUZde-la cav1dad (figura-zu--=3)y-comó obstante, los artefactos producidos por m9vimientos pueden
tumores mfiltrantes no papilares que dan como resuHadOla-- hacer que el estudio no pueda interpretarse; a veces el
fíjac1oi1-o-el_ aplanQ.miento__de_l_a__p_an~.d_Y.emLL.~~~­ enfermo presenta claustrofobia y los pacientes con marca-
-fio-sis por obstrucción urcteral suele acompañar a lesiones pasos, pinzas vasculares intracraneales y otros implantes de
(nfiitrat1Vasprofundas (Hatch y""Barry, 1986). ------- metales no son aptos a someterse a TRM. No hay técnica
Con ultrasoni-do abdominal o endovesical también _t?S confiable para establecer diferencias entre tumores Ta y TI
posible detectar tumores de vejiga y anomalías de la parte o entre T2 y T3a.
alta de las ~ías _urinari~5 (Singer, Itzchak yf}seiovitch, La principal ventaja de TC y de IR M es poder distinguir
1981; Schullcr y cols., 1982). La vejig~ se examina c_uando entre )~-~~f~rméd_ádcon""!:-!!2ad~Jtr ó!~no ~~~ extensi~~ extra-

Figura 20-3. Imagen de la vejiga tomada durante urografía intravenosa. E! defecto de llenado representa un cáncer vesical
papilar.
Carcinoma urotefial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicifla renaL • 367

Figur3 20-4. Una IRM de carcinoma vesical invasivo A: Imagen T1 intensa; B: Imagen T2 intensa. La invasión de la pared
vesical se valora mejor en imágenes T2 intensas debido al mayor contraste entre tumor (asterisco) y el músculo constrictor
además de la capacidad para detectar interrupciones de la línea delgada de alta intensidad que corresponde a la pared vesical
normal. La apariencia heterogénea de la próstata (flecha) en la imagen T2 intensa se debe a hipertrofia prostática benigna,
confirmada en la cistectomía.

vesical. Ambas técnicas dependen de los criterios de tamaño además, el grado de fijación a estructuras contiguas. La
paraTa detección de linfadenopatía: los ganglios linfáticos _cistoscopia se repite con un lente que permite visualizar toda
mayores de J cm son sospechosos de metástasis; por des- la··superficie vesical. Se coloca entonces un resectoscopio
gracia, es frecuente que se pasen por alto las metástasis a dentro de la vejiga y con electrocauterío s_e extirpan los
ganglios linfáticos pélvkos de pequeño tamaño. Como los tumores visibles. Hay que practicar biopsia en las regiones
cánceres invasivos de vejiga pueden dar metástasis a pu1mo- sospechosas con pinzas cóncavas para biopsia y luego se
nesonuesos,laCTásificac íóñCleTaslesTcines·ava nzada-s se cauteriza la región con un electrodo. Algunos clínicos prac-
·a-e·t6rax-y
completa c-Ori""ra(llogra-fla rastreo óseo con ·r-adio- tican, de manera rutinaria, Qi~P.~.iª-. ..~ a_?:-ªf ~n el endotelio
n@l.dos. - vesical de aspecto normal en sitios próximos y alejados del
tumor. Otros piensan que la rotura del endotelio puede
E. Cistouretroscopia y resección favorecer la implantación de las células tumorales que flotan
dentro de la vejiga en el momento de resecar el tumor.
del tumor
(Hicks, 1982). Se detectará displasia o CIS en más del 65%
El diagnóstico y clasificación inicial de la etapa del cáncer
de los pacientes seleccionados y es probable que menos del
de Vejiga SC efecfuarneCffiintec\stosc .oprayfeseccior\tran·-
Suretral. La cistoscopia puede llevars_e_a_ caboconmstru- 15% de todos los pacientes con tumor vesical incipiente
presentan dichas lesiones (Althausen, Prout y O al 197 6;
merito-tle-xíbfe-o r"fg1Ci_9-:-aunqiieéon el primero las molestias
Wallace y cols., 1979; Wolfy Hojgaard, 1983). Aquellos en
son menores. En cualquier caso habrá de inyectarse solución
quienes ocurren están en mayor peligro de reincidencia y de
anestésiM tópica directamente al interior de la uretra. Los
evolución a etapas más avanzadas.
tumores SUp_~_rficiales de bajo grado habitualmente se mues-
o
tran como-lesioñ"es papilares ~~endllas múltiple·s;-ra mayor
pariemíden m"enos-acT·c-m· de -diámdro.-Cás.les!oñes· de Historia natural y elección
grado más altós on sésííes y alcanzan mayores diniens1oñes-:- del tratamiento
ETÉarcinoijj_'!)ii sú~~E~.~~~e~er com"o UJ!a región plaña
eritematosa con mucosa irregular. La historia natural del cáncer de vejiga está definida por dos '\
Siempre que se sospeche o se observe un tumor, debe procesos separados pero relacionados: reincidencia y evo- ¡
programarse al paciente para examen bajo anestesia y resec- lución del tumor. La evolución, incluyendo metástasis, re- l
ción transuretral o biopsia de la lesión sospechosa. Los presenta el mayor riesgo biológico. Sin embargo, la
objetivos son diagnosticar el tumor, evaluar e1 grado de reincidencia, aun sin evolución, representa morbilidad ob-
invasión de la pared vesical (etapa), y la extirpación jetiva para el paciente porque requiere revaloración periódí-
completa de 1as lesiones en etapa baja susceptibles de este ca(cítología, cistoscopía, etcétera), repetlcíón de ablaciones
tratamiento. endoscópicas y, con frecuencia, quimioterapia endovesical
El paciente se coloca en posición de litotomía. Antes (a veces costosa, molesta y acompañada de complicacio-
de iniciar el manejo instrumental es costumbre practicar nes). Las decisiones respecto al tratamiento se toman luego
lavado vesical para examen cit9Jógico de.c_élulas exfoliadas. de conocer la etapa del tumor. Los criterios para estas
A continuación se practica cuidadoso examen bimanual. Se deci"siones se basan en etapa del tumor (ET), grado, tamaño,
observan presencia, posición y tamaño.dec-üalc\1ilermasa y, multiplicidad y patrón de reincidencia (cuadro 20-1 ).
Cuadro 20-1. Opciones de tratamiento inicial evolución y reincidencia están relacionadas. El avance del
en cáñceres de villg--a- - - tumor ocurre en menos de16% de pacientes con enfermedad
Ta, pero en más del46% con enfermedad T l (Hcney y cols.,
Etapas del Opciones de tratamiento inicial 1983; Pauwel y cols., 1988; Abe! y cols., 1988). Ocurre en
cáncer 10 al20% de pacientes con tumores grado I, dell9 al27%
TlS RTU * completa seguida de BCG con tumores grado II y del 33 al 64% con tumores grado lll
intravesical (Torti y cols., 1987; Lutzeyer, Rubben y Dahm, 1982).
Ta (único, grado RTU completa La reincidencia del tumor se relaciona con grado,
leve a moderado, número, tamaño e historia de la enfermedad. Es más común
no reincidente) en Jos primeros 12 meses después___del dia nóstico (pero
Ta (grande, múlti- RTU completa seguida de qmm10- puede manifestarse muchosafl~~s) y los pacier{tes
ple, grado alto o terapia o inmunoterapia intravesical con una remcidencia tienen mayor probabÍI1dacf de
sufrir- -
reincidente) otra. Paci;ñtes conTT~· múitTpie ( > 4), grand·~-(- ;-~~),
TI RTU completa seguida de quimio- -otUmür_e.ffl_~a@92.-.:-~§ª-q-~ga·n ~~~-~may_Qr ~p.eJ1Kt2.J9
terapia o inmunoterapia intravesical mismo que aquellos con ClS ~ di~l~§J.'!.-8,!]-'(~~n el endo-
T2aT4 Cistectomía radical telio l.irlriarÍode--ápané~Ci·a-nomal lejos del sitio del tun1or
Quimioterapia neoadyuvante seguida (Heney y cols., (983; Wolf, Olsen y Hojg;~~~ '1985).-- -
de cistectomía radical Los pacientes con cáncer ve~_Í~<!L~erfici~LP_l!_~E_~n
Cistcctom ía radical seguida de quimio- tratarse con r~s.~c9i~- trapsuretral ~~~º-ª-P-ºL91Ü_Jllj_Q!qa­
terapia neoadyuvante pia endovesical selectiva. Los pacientes con tumor inicial
Quimioterapia neoadyuvante seguida pequ~ño ·;,-cfe¡;jo grado-tienen m;nor ri~;-g~&-;~;;9ll se
de quimioterapia concomitante y les puedetra:Íar -nada más'cüñ-rese~ció~ "úansuret@!_yjue~
radiaciones _v_~g\fancJ'i}:_q_~-pacientes con T 1, t~~-O,~~~l_"ióJ_Ü~,__i~;;~
Cualquier T, N+, Quimioterapia sistémica seguida de des, reincidentes o acompaÓados de CIS en bi_op~ia de s-it~os
M+ cirugía selectiva o radiación alejados Cic la vefiga, están en mayor peligro de avan~e y
_r~l~IC!e n~~~Y _se l~s de_be coJ!siiJ.~r~ridó.neo.s..para_cillimio­
*
RTU, resección transuretral.
terapia intravcsicalluego de resección trap~yr_~trªJ cgn}pleta
_y~üiaado sa. El-tratamiento de los tÜmores TI es controver-
tido; algunos clínicos recomiendan cistectomía radical, en
En la presentación inicial, alrededor del 50 al 70% de
especial para lesiones grado III, que se relacionan con un
los tumores de vejiga son superficiales (etapas Tis o Ta)
alto índice de progresión. Sin embargo, los índices de progre-
(Cutlcr, Heney y Friede\1, 1982). La invasión a lámina
propia o pared muscular se identifica en un pequeño número sión pueden reducirse con quimioterapia intravesical (Herr
de pacientes, alrededor del 28 y del 24%, tespectivamente; y cols., 1989; Cookson y Sarosdy, 1992). La reincidencia
las metástasis regionales o distantes se encuentran en el 15% de enfermedad TI después de un ciclo de tratamiento intra-
de loG casos. Desafortunadamente, el 80% de los pacientes vcsi cal j u sti fi ca un tratamiento más radical ( Herr, 19 91 ) .
con enfermedad invasiva o metastásica no tiene historia previa Pac_i~~~~-(;9!l:_~':!mo~~~<!_s inv~~_ivos pe::r_º--. t9dªvía lo_-
de cáncer vesical (Btawn, 1982; Kaye y Lange, 1982). Los calizados (T2, T3) son idóneos a tratamiento local más
carcinomas de vejiga también se clasifican, en el momento enérgico T~~~f~y~~d~----zi5t~~-t~~ía parcial o cír~g~-~¡-:_
de la presentación inicia 1, de acuerdo con el grado: alrededor mioterapia sistémica. Se ha sugerido que pacientes -selec:-
se
del 43% de los tumores clasiflcan en grado I; el 25% en cionados con. enfermedad en etapa T2 se pueden tratar
grado Il, y el 32% grado lli (Gilbert y cols., 1978). Hay adecuadamente sólo con resección transuretral. Sin embar-
correlación intensa entre grado y etapa del tumor y la go, este modo de tratamiento deja enfermedad residual en
reincidencia, evoluc1ón y esperanza de vida (Frazier y cols., muchos pacientes (Hcnry y cols., 1988; Herr, 1988) ..~1.
1993 ). Si bien la esperanza de vida es excelente en pacientes carcinoma superficial in situ, ductal o acinar, de la uretra
con enfermedad superficial (PO, PI, PIS, 81 %), ésta decae prostátic-aqÜe.noTiíVá"da.ia membran·a-basafo el estro-;-na iie
de manera importante en pacientes con tumores P2 (53%), fa prós-tat'ase-pue'éié tratarrriecfíarítere-sec¿ión transuretrafy
P3 (39%) y P4 (25%) (Skinncr y cols., 1982; Frazier y cols.,
qulñi'lofáapi'alntravesJcal en vez de cistectomTá-(8rettony
1993) a causa de la mayor probabilidad de metástasis en
cols.:-(989). Sin embargo, los pacient~ c~~-l~siones más
tumores avanzados. Si bien las metástasis a ganglios linfá-
extensas en uretra prostática por causa de un carcinoma de
ticos son poco probables (5%) en tumores de bajo grado,
células transcisionales requieren tratamiento más enérgico
aumentan en tumores P3A, P38 y P4: 1Oal30%, 31 al35%
y 35 a\64%, respectivamente (Skinner y cols., 1982; Frazíer (Schellhammer, Bean y Whitmore, 1977). Los pacientes con
y cols., 1993). tumores locales no resecables (T4B) son idóneos para qur
Las metástasis son menos comunes con tumores vesi- mioter-apia sistémiCa, o, en" raras ocasi ones, quimioterapüi
cales superficiales, pero estos tumores pueden avanzar y la intr~~~eiiaJ -següraa--·ae-racE'i'CTón o cli:Ugía.:Los-paél-erifes
mayor parte reinciden y necesitan tratamiento adicional. La con metástasis iocales-ü dCst~t~~·d~b·~~ someterse aquí~
clasificación de la enfermedad superficial en diferentes a.-
n110ténipia síst6m1cay coni:Tnuacion-emplco selectivo de
grados y etapas (Ta y TI) tiene utilidad clínica puesto que irradiaCión~- cir~~~ s~f?ún_)a_--!~~~~~sta. - -·~----
Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicilla renal • 369

Tratamiento cientes manifestarán respuesta completa. En la mayor


parte de las series estudiadas se demuestra descenso
significativo del índice de reincidencia en pacientes a
A. Quimioterapia intravesica/ quienes se administra tiotepa comparados con los trata-
El tumor reincidirá en la mayoría de los pacientes con cáncer
dos con placebo (Herr, Laudone y Whítmore, 1987;
superficíafde-la vejiga: Como uñ porcentaJe de estos-cursa
Kowalkowski y Lamm, 1988; Prout y co ls., 1983 ). Lue-
eiít:ú1 grado o etapa avanzados, eoémfe-ñfars-eTa re'óúcclon
go de la inyección intravesical es frecuente la cistitis
Cl_e§-rei.ocíd~-iifiª.
aunque habitualmente leve y autolimitada. Mielosupre-
Es posible inyectar directamente agentes inmunotera-
sión, manifestada como leucopenia y trombocitopenia,
péuticos o quirnioterapéuticos directamente al interior de la
vejiga a través de catéter y, así , evitar la morbilidad de ocurre en más del 9% de los pacientes debido a absorción
la administración sistémica en la mayor parte de los casos. sistémica. Debe efectuarse biometría hemática completa
El tratamiento intravesical puede tener objetivo profiláctico en todos los pacientes con inyecciones intravesicales
o terapéutico: como ya se mencionó, reducir reincidencias repetidas.
en pacientes en quienes se ha resecado por completo el 3. Doxorrubicina: L~ dq~<~E!_~~i!1~_5:-~_ld_Q_J!g~ntejn!:_e~a­
_la!l~e de peso molecular elevado (580). El índice de
tumor; o erradicar enfermedad existente en pacientes con
tumores superficiales tan extensos que no es posible la respuestas completas varía entre las series, con un pro-
resección transuretral completa. Se ha logrado una consid- medio del 38 por ciento (Kowalkowski y Lamm, 1988).
erable experiencia, pero es difícil comparar los diversos La utilidad de la administración intravesical profiláctica
agentes debido a la escasez de pruebas practicadas al azar, de este agente va del 1Oal 23 por ciento (Herr, Laudonc
las variaciones en dosis, tiempo de contacto, poblaciones de y Whitmore, 1987). La cistitis es frecuente, pero la
pacientes e intervalos entre los _tratamientos. La mayor parte toxicidad sistémica es rara.
de los agentes se administran semanalmente durante 6 a R 4. Bacilos Calmctte-Guérin (BCG): El bacilo de Calmet-
semanas. El tratamiento de mantenimiento (es decir, intra- te-Guérin (BCG) es una cepa atenuada de Mycobacte-
vesical mensual o bimestral) puede disminuir aún más el rium bovis. Hay muchas cepas diferentes de BCG y \as
indice de reincidencia. La toxicidad local es relativamente preparaciones disponibles varían en cuantó a número
común -sobre todo síntomas irritativos en la micción- patogenicidad, viabilidad e inmunogenicídad de los mi~
pero la toxicidad sistémica es rara debido a la limitada croorganismos (Catalana y Ratliff, 1990). No se conoce
absorción del fármaco a través de la luz vesicaL Es posible el mecanismo exacto mediante el cual el EfC(fe]erce su
evitar graves complicaciones sistémicas si se elude adminis- 'efecto anfituinoraí,peró-parecélñcmaaolrirnunolo Jea-
trar la quimioterapia intravesical en pacientes con hematuria - menté~-Es com7tñ -obséi-v-ai-.-ulée.racrói1-·a·el a mucosa y--·
macroscop1ca. ~a_ ~tlc~ciáme}ora si se incrementa el tiempo f?rrn~~~?n -~e~gia_~~tioi~}Uégü~~~T~ !~Y.~-c~orl'm!_rav~
d~-~__y_j~~!!.~entracion . del'fái·maca,-·o- sca: sr -s'e s1caT. En el granuloma se pueden identificar linfocitos T
iestringe el ingreso de líquidos antes del tratamiento, se so- ayudantes activados y se ha comunicado la presencia de
llclfa al paciente que carñble'Cie "p'o~si'ctó'ii."vari<\s"veces- du- interleucina-2 en la orina de pacientes tratados (Haaf,
ránlc-e tratamleñto~ evita mycctar a'irc al tlem o gue se Catalana y Ratlíff, 1986). Se ha demostrado que el BCG
inyecfaeit'armaco e indicando -áY paé;~-ñte~Cíuc no -debe --~~- muy eficaz ~omo profi!~cti~.9__y_ tera élJj}so~Ei
orú1ai- hasta 1 o-2horas desp ués del tratamieñto: En ró's EUA, BCG es el fármaco intravesical más eficaz en eltra'ta-
Tosagen-tcs mas.con'lunes son mltonncina e, fiofepa, -doxo- -mlento de C!S. Se registran respuestas completas en -el
rrubJcma y baciJQ.s-Ca1mef.k:Ci.ll@_JLGICJ11 TospaCi'enTes 36 al 71% de los pacientes con carcinoma residual (Herr,
en los_que el tratamiento con un fármaco fracasa pueden Laudone y Whitmorc, 1987; Catalana y Ratliff, 1990);
resporid'er-·a ótro. los índices de reincidencia se reducen de manera sustan-
cial en pacientes que se tratan después de resección
l. Mitomicina C: 1,..-a mitomi<_::ina ~es un agente alquilante, endoscópica ( 11 al 27% contra 70% de reincidencia
antitumoral y antibiótico inhíb'ídorCiélaslrifesls ' de después de resección endoscópica sola) (Catalana y
y
_DN~. Su peso molecular es-dé-329 se '"absorhe-íñuy Ratliff, 1990; Herr, Laudone y Whitmore, 1987; Cama-
poco. Entre el 39 y 78% de los pacientes con tumor che y cols., 1985; Lamm, 1985). Se han utilizado varias
residual experimentan una respuesta completa a MMC dosis y regímenes de tratamiento. La combinación de
intravesical (Kowalkowski y Lamm, 1988) y la reincidencia escarificación e inyección intravesical no incrementan,
se reduce entre el 2 al33% después de resección transu- en apariencia, los beneficios. Sí bien algunos estudios fi'aca-
retral completa (Herr, Laudonc y Whitmore, 1987). Los saron en demostrar la s1,1pcrioridad del tratamiento de man-
efectos colaterales aparecen en 1O al 43% y consisten tenimiento con BCG, estudios en proceso sugieren que si
principalmente en síntomas irritativos dl.lfante la micción hay algún beneficio (Badalament y cols., 1987; Hudson y
incluyendo polaguiuria, urgencia y disuria (Soloway, cols., 1987). Los efectos colaterales de la administración
1989). Un síntoma único de este fármaco es la aparición intravcsical del BCG son relativamente comunes, pero las
de una erupción en palmas y genitales en alrededor del complicaciones graves son escasas. La mayoría de los pa-
6% de los pacientes, pero este efecto puede aliviarse si cientes experimenta cierto grado de polaquiuria y urgencia.
el paciente se Java las manos y los genitales al momento Ocurre cistitis hemorrágica en alrededor del 7% de los
de la micción tras la administración imravesícal. pacientes y se confinna infección distante en menos del 2
2. Tiotepa: '[iQ~J2~-~ un agente alquilante con peso mo- por ciento. Los pacientes con síntomas sistémicos leves o
lecular de 189. Se ut;Tizan-difcrentes dosis, pero 30 mg locales moderados se tratan con isoniacida (INH) (300 mg
semanales parecen suficientes. Más de 55% de los pa- al dÍ!1) v se reduce la dosis de BCG. La isoniacida se continúa
mientras los síntomas persisten y se reinicia un dia antes con la grasa circundante y ligamentos peritoneales, cue-
de la siguiente instilación . llo uterino, útero, fondo de saco anterior de la vagina,
En pacientes con síntomas sistémicos graves, se uretra y ovarios. Los varones con carcinoma in situ o
suspende la instilación . En aquellos con fiebre prolon- declarado de la uretra prostática deben sufrir uretrecto-
gada(~ 39.4 °C), prostatitis granolomatosa sintomática mía simultánea para disminuir la posibilidad de reinci-
o evidencia de infección sistém¡ca, se requiere trata- dencia en uretra (Zabbo y Montie, 1984; Schcllhamrner
miento con INH y rifampicina (600 mg diario). Los y Whitmore, 1976).
pacientes con signos y síntomas de sepsis por BCG (es A veces se emplea tratamiento de irradiación con
decir: fiebre elevada, escalofríos, confusión , hipoten- rayo externo a diferentes dosis , habitualmente 2000 a
sión , dificultad respiratoria, ictericia) requieren trata- 4000 cGy antes de cistectomía radical para disminuir la
miento con INH, rifampicina y etambutol ( 1200 mg) . La tasa de reincidencia. La ventaja de la radiación preope-
adición de cicloserina (500 mg dos veces al día) o ratoria se nota mejor en tumores infíltrantes profundos
prednisolona ( 40 mg diario) aumenta el índice de sobre- (TJB) y en aquellos que se observan en etapas hacia
vivientes ( Lamm, 1993 ) . abajo durante la irradiación (Whitmore y Batata, 1984;
Whitmore y cols., 1977; van der Werf-Messing, 1979;
Slack, Bross y Prout, 1977). Sin embargo, en fechas
B. Cirugía recientes se ha puesto en duda su valor (Radwin, 1980;
l:t Resección transuretral o vaporización láser: La resec- Droller, 1983 ). Las series contemporáneas de pacientes
._ ción transuretral es el tratamiento inicial para todo cán- tratados sólo con cistectomía radical sugieren que la
cer de vejiga. Permite estimar con razonable exactitud la radiación preoperatoria quizá no sea benéfica enlama-
etapa y el grado del tumor y la necesidad de tratamiento yoría de los pacientes seleccionados como idóneos al
adicional. Pacientes con tumores únicos, de_ bajo grado procedimiento (Skinner y Lieskovsky, 1984; Montíe,
y no invasivos pueden tratarse con la sola resección Stratfon y Stewart, 1984).
transuretral. Se ha utilizado la energía láser para vapori- Por lo general se practica la extirpación bilateral de
zar tumores en el tratamiento de un limitado número de ganglios linfáticos pélvicos junto con la cistectomía
pacientes (capítulo 25). Las ventajas son: menor pro- radical. Las metástasis a ganglios linfáticos se identifi-
babilidad de diseminar el tumor dentro de la vejiga, can en alrededor del 20 al 35% (Lieskovsky, Aherling y
puede efectuarse con simple sedación y el índice de Skinner, 1988), incidencia que refleja la incapacidad de
reincidencia local (más no la distante) puede ser más los métodos de imagen para identificar con exactitud
bajo que con la resección transurctral estándar. Tiene la metástasis a ganglios linfáticos pequeños en el preope-
desventaja de que no·es posible recuperar tejido tumoral ratorio. Los pacientes con metástasis a ganglios linfáti-
para examen histológico a menos que se obtengan mues- cos tienen mal pronóstico y, con excepción de algunos,
tras para biopsia antes del procedimiento. La energía todos desarrollan metástasis a distancia a pesar de la
láser puede combinarse con el empleo sistémico de los linfadenectomía. Sin embargo, un reducido número de
denvados de hematoporfirina (terapéutica fotodinámi- pacientes (1 O al 33%) con enfermedad circunscrita en
ca) en casos seleccionados (Prout y cols., 1987) . ganglios linfáticos regionales pueden curarse mediante
· 2~ Cistectomía parcial: Pacientes con tumor in filtrante cistectomía radical y línfadenectomia (Dretler, Ragsdale
solitario (T 1 a T3) localizado a lo largo de !a pared y Leadbetter, 1973; Whitmore y Marshall, 1962; Skinner,
posterolateral o el domo de la vejiga son idóneos para 1982). Otros pacientes pueden mejorar con la quimiote-
cistectomía parcial, al igual que pacientes con cáncer rapia adyuvante (véase la sección siguiente).
situado en un divertículo. Debe excluirse la enfermedad La derivación urinaria se realiza mediante una va-
distante in situ que acompaña al tumor primario practi- riedad de técnicas. Se desarrollaron métodos que permi-
cando biopsia al azar en vejiga antes de la operación. ten la construcción de reservorios continentes que no
Pocos pacientes con carcinoma invasivo de células tran- requieren que el paciente porte un colector externo de
sicionales son idóneos a este procedimiento (Utz y cols., orina (capítulo 24).
1973). Se puede reducir al mínimo la )mplantación del
tumor, como con secuenc•a de contamiñación con células
cancerosas de la herida en el momento de la operación, C. Radioterapia
mediante sesiones cortas y de dosis limitada (1 000 a La radiación con rayo externo (500 a 7000 cGy), ~plica_9a
1600 cGy) de radiación, acompañadas de la instilación 'en dosl"s'fiaccioñaaasau?ante un periodo de 5 a 8 semanas:-·-·
intravesical de algún agente quimioterapéutico antes de esí:iñ'aaltematlVa a la ctstectorrúa radTcarenpictentes con
la intervención (Ojeda y Johnson, 1983; van dcr Wcrf- tumor vestcal fnfilt(arrteprol"iJnéJJ:En geñeral el tratamiento -
Messing, 1969). Los índices de esperanza de vida se se tolera b1en, pero cas1 el 15'7oael.os ·pacie"iites pueden
aproximan a los de pacientes con tumores en etapa sufrir complicaciones significativas en intestino, vejiga o
similar tratados con cistcctomía radical, pero son comu- recto. La tasa de esperanza de vida a cinco años de la
nes las reincidencias locales (Whitmore, 1983 ; Cum- enfermedad en etapas T2 y T'l va del 18 al 41 por ciento
mings y cols., 1978; Merrill, Brown y Rose, 1979; (Timmer, Harthffy Hooijkaas, 1985; GofTinet y cols., 1975;
Schoborg, Sapolsky y Lewis, 1979). Corearan y cols ., 1985; Miller, 1977; Woon y cols., 1985;
'J:: Cistectomía radical: Cistectomía radical significa ex- Quilty y Duncan, 1986; Rider y Evans, 1976; Cummings y
_,. tirpación de los órganos pélvicos' anteriores: en el varón, cols., 1976). Por desgracia, la reincidencia local es común
vejiga con la grasa circundante y ligamentos perítonea- presentándose del 33 al 68% de los pacientes. La sola
les, próstata y vesículas seminales; en la mujer, vejiga irradiac1ón parece acompañarse de una menor tasa de so-
Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicilla renal • 371

brevivientes en comparación a la irradiación preoperatoria tigadores exploran la posibilidad de combinar radiaciones


planeada seguida por cistcctomía radical (Miller, t 977; con quimioterapia sistémica para disminuir los índices de
Wallace y Bloom, l 976; Bloom y cols., 1982). Algunos reincidencia, mejorar la esperanza de vida del paciente y
investigadores recomiendan radioterapia como trata- permitir la preservación de la vejiga. Los intentos con un
miento inicial en todos los pacientes y cistectomía radical fármaco único de quimioterapia más radiaciones mues-
sólo en aquellos que no respondan (Blandy y cols., 1980). tran índices de respuesta local mejores que los que se en-
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la cistectomía cuentran en series históricas de radiacíón sola (Shipley y
radical efectuada después de irradiación definitiva se acom- cols., 1984; Jakse, Fritsch y Frommhold, 1985; Pearson
paña de un índice más alto de complicaciones y muchos y Raghaven, 1985). En fecha más reciente, se trata de los
pacientes que no se alivian luego de la irradiación nunca pacientes con cáncer de vejiga invasivo con una combina-
regresan a cirugía. ción intravenosa de quimioterapia seguida por quimiotera-
pia y radiaciones concomitantes (Wajsman y cols., 1990;
D. Quimioterapia Kaufman y cols., 1993; Housset y cols., 1993). Alrededor
Alrededor del J 5% de los pacientes con cáncer presenta del 35% de los pacientes requiere cuidados alternativos (es
metástasis regionales o distantes; del 30 al 40% de aquellos decir, cistectomía) por la incapacidad para soportar el trata-
con enfermedad invasiva desarrolla metástasis distante a miento o por una respuesta inicial incompleta. De\52 a174%
pesar de cistectomía radical o radioterapia definitiva. Sin de los pacientes alcanza en un inicio una respuesta en
tratamiento la esperanza de vida es limitada. Los primeros apariencia completa a dicho tratamiento. Alrededor del 58%
resultados con un solo quimioterapéutico o, más recientemen- de los pacientes se mantiene sin enfermedad vesical inva-
te, con combinaciones de fármacos, demuestran que un siva.
número significativo de pacientes con cáncer vesical metas- La quimioterapia sistémica para cáncer local de vejiga
tásico responderan en fonna- parcial o completa (Scher y invasivo, pero no metastásico, no puede considerarse aún
Stenberg, 1985). El fánnaco individual más acti.Y2_ e_s. el como tratamiento estándar. La durabilidad de la respuesta,
cisplatino; cuando se -usa s'olo, _Eroduce respuestas en alre_- los índices de sobrevivientes y los candidatos óptimos
dea'()[(Icl30% delos-cas<iLfagoda, i983).-cYtros- agentes para los regímenes de tratamiento descritos se determinarán
ef1caces son: metotrexato, doxorrubicina, vínolastma, ct- sólo después de que se completen estudios aleatorios.
c_!9_fosta.m!®_~~-3:~1lu_Qr_ur_aciio-. --ETTriO 1ce- deTe ~ p}f~~as
mejora cuando se combinan agentes activos: por ejemplo,
metoü'exato, vin blasti na, '"doX'orr-tioicma_y_cisp fátino CÁNCER DE URÉTER Y DE PELVICILLA
-y-
(lVfV'í\C):-Císplatíno-, metotrexato y vínbli:l'sfirii(CMV~ cis- RENAL
-piáSITñO,uoxórruoicina y ciclofosfaiñicK(CISC'AJ(Stenberg y
cofs. ~ 1988; Harker y cols., 1985; Logothetis y cols:, 1985; Incidencia
Tannock y cols., 1989). Se logra una respuesta completa en
el 13 al 35% de los pacientes con este tratamiento. Sin Los carcinomas de pelvicilla renal y de uréter son raros, sólo
embargo, el tiempo medio de esperanza de vida es de dan cuenta de 4% de--todos los cánceresurotella~a
alrededor de un año y el índice de supervivencia sostenida relaciÓn entre carcinomas de vejiga, pel vicilla renal y uréter
es del 20 al 25 por ciento. esaprox:ímacraffieñfe de 51:3: uwirliams_y_"K1'itcheifT973).
La edad promedio ~!!..~(rri~~e;toM----º-llign.ó.s.tico es..de..D5
E. Tratamiento en combinación años y" fa 'i)roporción entre varones y mujeres es de 2 a 4:1
Una vez que se demostró que los pacientes con cáncer -(Baba.'ían-),-]olinson, 1980; Hawtry, 1976). El cáncer urote~­
metastásico de vejiga mejoran con una combinación de lial con frecuencia se presenta como una anomalía difusa
quimioterapia, los investigadores iniciaron el tratamiento del urotelio: pacientes con un solo carcinoma en la parte alta del
de pacientes con cáncer local invasivo, pero no metastásico conducto están en peligro de desarrollar carcinoma de veji-
(T2 a T4) de manera similar. La quimioterapia puede darse ga (30 al 50%) y carcinoma en la porción contralateral del
antes de la cistectomía radical planeada (neoadyuvante) en conducto (2 al 4%). Por el contrario, los pacientes con
un intento por disminuir los índices de reincidencia y, en ca- cáncer primario de vejiga presentan menor riesgo(< 2%) de
sos seleccionados, para la preservación de la vejiga. Del22 desarrollar cáncer en la parte alta de las vías urinarias
al 43% de los pacientes logra una respuesta completa a la (Oldbring y cols., 1989).
quimioterapia sola (Scher, 1990; Scher y cols., 1988).
Sin embargo, aún está indicado el tratamiento adicional Etiología
porque un número importante de pacientes que se creía
curado del tumor después de la quimioterapia sola, tiene Lo mismo que con el carcinoma, el hábito de fumar y la
enfermedad infiltrante al momento de la cirugía (Scher y exposiciOn a ciertos colorantes y solventes industnales se--
cols., 1989). De manera alternativa, la quimioterapia adyu- relacwnan con mayorne-sgo decarcmomade-CIIufás.t'rans-
vante sirve en pacientes seleccionados después de la cistec- ~isíoi.faies en la parte alta de las vías urinarias (Sh-~ka y
tomía radical contra el aumento del riesgo de reincidencia cols., 1988). Sin embargo, esto tambi~"9-. 9~_u.!le_ ~<?Il.P1ª-Y.9T
por la presencia de enfermedad local avanzada, es decir, P3, frecuencia en pacientes con antecedentes de ingestión exce-
P4 o N+ (Skinner y cols., 1991; Logothetis y cols., 1988; siva de analgésicos, aquellos con" nefropatía bafcá.nícá o
Scher, 1990; Stockle y cols., 1992). quienes están expuestos a Thorotrast o medios d_~-e,Q.ñtr~~
A causa de los altos índices de fracasos locales y'. '-!]Ti~ados p~~víamen~__para ia pielografía ~~-tr§gs~9.il-· Pa- \
sistémicos después de radiación definitiva, múltiples inves- cien tes con carcinoma relacionado con abuso de analgésicos .
con mayor probabilidad son mujeres, presentan enfermedad 1[
Etapas e historia natural
en etapa más avanzada y son más jóvenes que el resto
(Taylor, 1972; Mahoney y cols., 1977). Todos los principa- Las etapas del carcinoma de uréter y de pelvicilla renal
les constituyentes de los compuestos analgésicos consumi- (cuadro 20-2) se basan en una valoración exacta del grado
dos (acetaminofén, aspirina, cafeína y fcnacctina) pueden de infiltración del tumor y es paralelo al sistema de etapas
asociarse con mayor riesgo de cáncer en vías urinarias altas desarrollado para el cáncer de vejiga (Batata y cols., 1975;
(Ross y cols., 1989; Jensen y cols., 1989). La nefropatía Grabstald, Whitmore y Mclamed, 1971; American Joint
balcánica es una enfermedad inflamatoria intersticial de los Commitee on Cancer, 1988). La etapa y grado del tumor se
riñones que afecta a yugoeslavos, rumanos, búlgaros y correlaciona con la esperanza de vida (Cummings y cols.,
griegos (Markovic y cols., 1972); los carcinomas asociados 197 S; Batata y cols., 197 5; Batata y Grabstald, 197 6; B Ioom,
en conducto alto casi siempre son superficiales y con mayor Vidone y Lytton, 1970; Reitelman y cols., 1987); cánceres
probabilidad bilaterales. Aún no se conoce el mecanismo de etapa y grado bajos de pclvicilla renal y uréter se relacio-
exacto de inducción del tumor en estos pacientes. nan con índices de supervivientes entre 60 a 90% en com-
paración con Oy 33% para tumores de grado más elevado o
Anatomía patológica que han penetrado profundamente en el interior o a través
de la pared pélvica renal o ureteral. Las últimas cifras
El revestimiento mucoso de la pelvicilla renal y del uréter reflejan un probabilídad muy alta de metástasis regional
o distante: 40 y 75% en pacientes con cáncer en etapas 8
es si mi lar al de la vejiga; está formado por células de epitelio
y C (T2 a T4 ), respectivamente.
transicional. Por tanto, la mayor parte de los cánceres de
--~lvic!!la renaJy_j_e uréter_(~Q 't. 97%, rei.P:~-~~}y~ñ_icrii_cT~o_n
carcinomas de células transicionales. La clasificación es Cuadro clínico
.~Lmil~-~ ~ 1!! ~el cardnoma de vej]"g~~Los papilomas corres-
ponden al 15 a 20% de los casos (Grabstald, Whitmore y A. Síntomas y signos
Melamed, 1970; Bennington y Beckwith, 1975). Son aisla- Hematuria macroscópica se observa en el 70 al 90% de los
dos en casi el 50% de los pacientes y múltiples en el resto; pacientes. Dolor en er
:~anco..l_~s~:~e-··c-ñ- ei_}L.~í.}_O%,"~s
entre el 25 y 50% de estos pacientes, respectivamente, ~sultado de obstrucción urct~!:_a.l__R9_I_<::9~gg_1Q~ ..S. §!l_gi}Í~e_os
desarrollan carcinomas al final. Entre los pacientes con o fragmento~- de tumor, obstrucci_~I]- (,i_c. la__p~lvicilL~~~_!]a_J o
carcinomas de uréter la multicentricidad se aproxima al 50% del uréterE_?~~!J~~<?_pio tU_!_llQLQÍDY~~jó_n de la_cegj~~ por el
(Bennington y Beckwith, 1975). Hay una relación entre tumor. En el 5 al 10% de los casos hay síntomas de irritación
grado del tumor y probabilidad de anomalías uroteliales en afor1naL- s·fntoma s generalesc~~~~~_!2_~i~-~l·iL ·p_¿,~~ida de
otra parte; el cáncer de grado bajo se relaciona con baja . pesa·· y-
sol11ñ0Tericla-son-rarosj~s~~)~n _relaºi~_:¡_ 1as
incidencia de atipia urotelial o CIS en sitios alejados; sin -metástasi-s.' En d 1o al2-0% ele los casos hay masa en tlanco
embargo, estas anomalías son comunes en neoplasias de atril)uible a- hidronefrosis o a tumor grande (GeerCfsen,
grado alto (McCarron, Chasko y Bray, 1982). Casi todos los t979fa.veccsacon1panaaadeaoloi én e f"Tnisrno sitio.
carcinomas de células transcisionales de la parte alta de vias Algunos pacientes-éon metástasi~. ·presentaJ1---ª.<i~n~<?J?A1Ja
urinarias-son circunscritos en el momento"éle! d!ágn6stico, supra~vicul~r o inguinal y en ocasio~es hepatomega]~.
"pero los sitios más comunes aen1etástasis iócluyen ganglios
y.
regionales linfáticos,- hueso.. pufn1ón (Abcshouse;·T9.52).
B. Datos de laboratorio
- ?1 carcinom_~--~<?§~.~ii~- ~ i el 1O%_A~ los Se identifica hematuria en la mayoría de los pacientes, pero
_cánceres de pelvi~illa_I~n.ªI·y es _St¿!l}~~cntc raro en uréter. §? t~ .P~~éfe j~r- j_nf~_r_Iij ~(eñTe~-Seencueirtranconcentri:lci ori es
En general, la mayor parte de los carcinomas-son sésile.s e elevadas en la función hepática a causa de metástasis hepá-
-E.stos
in fí ltrantes ··er¡-efrriomerito-dcf d1ag.ri6sti co. iillnor.es
se identificaii" cól11t'lñmcnte ·-eñ p-aCi"ént"es .c.on-·nístoria-de'
¡·¡:.¡·rra,na-ción éfóiilca ·d-ebida -a infección ycá!Cufos.
Los adenócarcinomas son tumores.mu_y raras· de vías Ürina- Cuadro 20-2. Etapas de] carcinoma de uréter
rias· altá§. ~~--]i®1éí~ceC caf:é}r19.ria. esca_(Q~~9,_t!6.!J.Q_c_ a y de pelvicilla renal
~staLmll_y avauzado en el momento del diagnóstico.
..
Tum;~~- T;~~-;~<i"i~~;~;-de-la p.élvicilla renal y del Sistema
uréter son muy raros. Entre los tumores benignos se inclu- Batata*
yen pólipos fibrocpiteliales (el más común), leiomiomas y
angiomas. Los pólipos fibrocpitc\ialcs ocurren con mayor Confinado a mucosa o Ta, Tis
frecuencia en adultos jóvenes; radiográficamente se carac- Invasión de lámina propia A Tl
terizan por un defecto de llenado largo, delgado y poliploide Invasión de la capa muscular B T2
dentro del sistema colector. El tumor mesodérmico maligno Extensión a través de la capa muscu- e T3
más común es el leiomiosarcoma. Uréter y pelvicilla renal lar al interior de la grasa o del
pueden sufrir invasión del cáncer situado en estructuras parénquima renales
contiguas como renal primario, ovárico o carcinomas del Propagación a órganos adyacentes o T4
cuello uterino. La verdadera metástasis al uréter es rara. Los Metástasis a ganglios linfáticos D N+
tumqres m~~¡¡_stª_$j~9~más comunes í-ncfuyen-·lo·s-de e"sfóma- Metástasis D N+
g91..P.!:6.~gt~ª'-~i~qn y mama, y_ Jos !infamas (Benniñgton y * Obtenido de Batata y colaboradores, 1975.
Beckwith, 1975). t Obtenido de American .JoitJt Committe on Cancer, 1988.
Carcinoma urotelial: Cáncer de vejiga, uréter y pelvicilla renal • 373

ticas en un pequeño número de pacientes. Pacientes con


infección concomitante de vías urinarias por obstrucción o
estasis de la orina pueden padecer piuria y bacteriuria.
l_gua[ que el cáncer de vejiga, el de vías ur~!"lar!as altas
se identifica mediante el estudio de células exfoliadas en el
sednnento--üri~-ªr1o:-X(fei-Q.4s, _p_g_e_4~b Qg~ers·e-mü~ifas
· dircct~_f-ºA-~IlU9Jlº-ª_!!-.[eteral o al pasar na egueña
escohUa a través de la luz mediante un catéter de ~nta
abierta -(G.1it-:-Lu y~Th-omsen~--1973; Blute, Gittes y Gittes,
·1931 ). La detección depende del grado del tumor y la
calidad de las muestras obtenidas: en la citología se detectan
dc120 a130% de los cánceres de bajo grado en comparación
con más del 60% de las lesiones de alto grado (McCarron,
Mull is y Vaughn, 1983 ); el uso de bombeo o cepillado
ureteral aumenta la certidumbre del diagnóstico (Zincke y
cols., 1976).

C. Estudios de imágenes
La urografía intravenosa suel_e ~~r ~!!~L.f!l.~.l-~-~-Q?Cient~~-on
can'cer- de vías urinarias altas. Entre las anomalías más
comuriesestlin" i ós'"cfefcétos .del ·nena do i ntra1u m in a 1,
-·--sfsfema colector no visible en.- -un- Iado -e "1údronefrosis
{WlüiamsyMit~h-~l(-i97-3;·- Batata y cols :, 1975; AÍm-
gard, Freedman y Ljungqvist, 1973 ). Hay que establecer el
Figura 20-5. Defecto de llenado que representa un carcino-
diagnóstico diferencial entre tumor de pelvicilla renal o ma de células transicionales (flecha) en la pielografía retró-
ureteral y cálculo radiolúcido, coágulo sanguíneo, necrosis grada.
papilar y lesiones iÍlflamatorias como uretritis quística, mi-
cosis o tuberculosis. Con frecuencia l_a IVU t:J.Q proP.orci_g~a
datos precisos y se requiere_ pJeJgg_rafía r~trógrªº'ª- pq.ra tumor por vía transcutánea. Las indicaciones de la meteros-
observar COn l11aY9!_ exa~titud las a]teraciOI}_~S de] sist~pa copia incluyen valorar defectos_~_e _!!~~~~~-d_~ _v~s-~i~~~i~s
colector y obtener de .!!1--ª-nera sil.Q.¡¿l!.ª=!!_ea 1--ªl.l:!ue~_t_@J?ara el altas, confirmar un resultado ositivo del estudio citol~g_ico
estudio citológis:o. El material de contraste se inyecta en --~~~-9~~t~E.b~~atu_!·i~--~aC.~9~~!~a ~n~~t~r_ar_Sín
el orificio uretral mediante bulbo o catéter de punta roma. defectos del llenado. También se emplea en el seguimiento
Así se pueden identificar defectos del llenado intraluminal de pacjc~tes_som_e~id9~- a ~i~~gf.a conserv~cf~i~"Qarª- ~Xti!12ar
en uréter o pelvicilla renal (figura 20-5). Los tumores tumores de. uréter _2_ de __p_~J~js;illa_.r_~J).~_!:.,-ª--~IJQ._o_sc~~
ureterales casi siempre se caracterizan por la dilata~ióQ__c_!el R~.!PJI~O.:~~~r_vas,_ t9. ~<l!...Piop_~ia e j!l_9l_uso extis~_,_caut~ri­
l:Ifeter en la porción distal a la lesión confiriénd~!~l) zar o evaporar mediante láser los tumores. La detección con
aspecto globular. Los cálculos ureterales radio! úcidos se ¡ estas técnicas de tumores de pelvicilla renal y uréter es
Caracte~or estrechez del uréter en la porción distal J superior a los métodos tradicionales (Blute y cols., 1989).
al cálculo. Cuando se intenta pasar un catéter por el uréter
en dirección hacia arriba se enrolla en la porción distal al
tumor (signo de Bergman) (Bergman, Friedenberg y Sa- Tratamiento
ycgh, 1961). Los estudios de ultrasonoB_!"afía, TC~_!RM
suelen ser útilespaiid!Stmgui~.!~c!o~)landos anormales
~J_!!"?_ta~i~_nt'? d~ los tull?:9.r~-~ ~-~J?.'?l.V.,iE_j!_l~.E~al_y_<i_~!~~éte~
en"la pelyicilla renal, pero no para identificar directal!l~~te
depende del grado,_~!?P_<!-,.J<?caiizaciQ!?_~.J!~mero .. Deben
los defectos de llenado aunque puedan presentar hidrone- valorarse anatomía y función renal. El tratamiento estándar
frosis( figW:a 20-6J:Cualesqulefaaceslas tecmcas··a:yudará de -ambos tipos de tumor e~__ JLI_lefro~!ectomía p_QLJ.i!.
a diferenciar un coágulo sanguíneo o un tumor de unos
pos(bÜidag _9~. _tn~_ltipleJl J.99E:lt?;'!~IQ!l~~--º-~.1__!.1!1J.!.<?r en __el
cálculos radio lúcidos. Adem*s, TC ~ JBJ\1. R~!Jlliten~~~~i­ sistema colector del misr11o lado. Cuando la operación se realiza
nar al mismo tiempo las estruc~@~_2-bd~min_9-les y retrop~ri­ para.Cán.cei-es--(i'ela--pelviéTila renal o ureterales, debe reti-
-tone~e~=~!LQ-!-!§..~ª- dt:.EgQQ,Lde me~~~- regional (g~Qg!ig_s rarse el uréter distal completo junto con una pequeña cuña de
finf~EE.<?~ o distante. la vejiga para evitar reincidencia en este segmento (Strong
y cols., 1976; Reitelman y cols., 1987). Los tumores del
D. Ureteropie/oscopia uréter distal se tratan mediante ureterectomía distal y reim-
Se emplean urctcropicloscopios rígidos y flexibles para plante ureteral dentro de la vejiga, si no hay defcf_t_g_s proxi-
observar de manera directa las ~!)omalia,s.~.d~Y'lis.uiíñárías -males de apanencia cancerosa (Babaian y Johnson, 1980).
-~lta_s. Estos instrumentos se pasan por la uretra hasta el Las indicaciones para cirugía más conservadora, inclu.:.
orificio ureteral; además (como sus similares los nefrosco- yendo extirpación endoscópica o abierta, no están bien
pios de mayor tamaño) se pueden introducir por vía trans- definidas. En tr~_@_~QJ.9--ª~jQ_nes abso 1L!tas____p_ara _proce__Qi-
cutánea hasta los cálices renales y directamente en la mientas conservadores en riñón están:_m-esencia de tumor
pelvicilla renal. Esto último, en teoría, puede diseminar el en ~1 ST~acofecto;-a;;:u!1~9J9rliíóJi~Y. tu_r:nores uroteliales
3 74 • Urología general de Smith (Capítulo 20)

Figura 20- 6. Una TC para mostrar un tumor en la pelvicilla renal (flecha) .

~_D_9-te~~J~.~ de ~~a~-~~~ari~s alté!_~ o -~~a~i-~l}!_~s~~~il!~~ión mente (Brookland y Richter, 1985; Batata y cols., 1975).
marginal en ambos ri_ñ one;;. En los pacientes con ambos Los pacientes con cáncer de células transicionales y metás-
ríñonesfuncionando la extirpación endoscópica aislada tasis en vías uriñaríasalt~s--debentriú"arse ~oilliufrrüotera­
sólo está indicada en tumores no invasivos de bajo grado. péuticos_a.base-cfé"ci-sp_fa_~Í_09 fQ!!\ 0 ~t ;¿g}m_~~ Q~.~~TJtO-p~a
Cabe destacar que el examen endoscópico no permite de- .E_acientes con ~~ncer de ve.ig~
tectar de modo adecuado el grado de infiltración y, con
frecuencia, se subestima la etapa de algunos tumores. La
poca experiencia disponible respecto al empleo de extirpa- Perspectivas para el futuro
ción endoscópica, cauterización o evaporización indica que
el procedimiento es seguro en pacientes seleccionados Los cánceres uroteliales corresponden a un grupo de enfer-
de manera adecuada y con índice de complicaciones mayo- medades con diferentes patrones de reincidencia y avance.
res cercano al7 por ciento (Blute y cols., 1989). No obstante, Una mayor comprensión de la inducción y evolución del
hay reincidencias en e1 15 al 42% de los casos manejados tumor permitirá al clínico elegir el tratamiento en forma
con extirpación abierta o endoscópica (Maier y cols ., 1990; inteligente. El desarrollo adicional de marcadores biológi-
Blute y cols., 1989; Wallace y cols ., 1981; Orihuela y Smith, cos para indicar la proliferación tumoral o la expresión de
1988). Puede controlarse~J.Jndice de reincidencia si se trat¡1 antígenos, permitirá calcular mejor el potencial biológi-
con instilación de fármacos inmunoterapéuticos o quimio- co de cada tumor en lo individual. El refinamiento de la técnica
terapéu¡icos tales como BCG o mitomig!!_a_<;:: (Oríhueh y de imágenes, quizás con anticuerpos monoclonales, permi-
Smlth, 1988). Sin embargo, este tratamiento aún está en tirá al clinico identificar en forma más temprana tumores
~sí!Jili9--.Y. debe dMse-Coñ--m~:9a uci.Qi para -evrtarcorñj)i!Ca~ avanzados y así elegir mejor las estrategias terapéuticas.
ciones. Pacientes seleccionados con tumores de pequeño Una valoración de verdaderos beneficios, en caso que los
volumen en vías urinarias altas también se tratan mediante hubiera, de los quimioterapéuticos adyuvantes y recién de-
la sola inyección de BCG (Studer y cols ., 1989). sarrollados aún debe esperar los resultados de pruebas
L~ !!~L~~~ra_pJ~~ien~--~-n~fu!:!_ción limit~_9a en el cáncer clínicas extensas. Deben desarrollarse nuevos agentes para
de vias urinarias altas-=-"=--ª irradia_cj_Qil_RQ.~9.P~r.atolia est á el manejo de la mayoría de los pacientes con metástasis que
?!!.ii~T<;:-o_q_t[~~~sj11: p~(Q alguno_s in_v_e..s_tigaili:>.r_e.s_opinan no responden a la quimioterapia convencional. También
que disminuye el índice de reincidenct<~:s_y__~_~j_<2.!:~..!a_~Q_e­ deben investigarse los mecanismos de resistencia a los
.!~!:~~ _d~ vida en _p~~i-~n!~~ ~~n _cáncer infiltrado rofu12_d a- medicamentos y los medios para evitarla. •

REFERENClAS

Carcinomas de vejiga Abenoza P, Manivel C, Fraley EE: Primay adenocarcinoma of


urinary bladder. Urology 1987;29:2.
Abel PD, Hall RR, Williams G: Should pTl transítional cell Althausen AF, Prout GR, Dal JJ: Non-invasive papilla1y carci-
cancers of the bladder still be classified as superficial? Br J noma ofthe bladder associated wíth carcinoma in-situ. J Urol
Urol 1988;62:235. ]<}76;116:575 .
21
Neoplasias del
parénquima renal
Robert Dreicet; MO, MS, FACP y Richard D. Wíl/iams, MO
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

TUMORES BENIGNOS cocitos); se presenta en diversos órganos 'y sistemas: glán-


dulas suprarrenales: saJr~~~~f9_1a~~J. iJ.~t:atirqides asj
Antes del empleo rutinario de la tomografía computadori- ~omo en riñón (Hamperl, 1962). Se estima que del 3 al 5%
zada (TC) era raro detectar tumores benignos del riñón ya de los tumores renales son oncocito~as yexplicanc éréa de-
que casi nunca causan síntomas o complicaciones. El uso 500 casos. al-~fió (Licbe;·y TsukamotO~ 1986). La incidencia
tan extenso de TC y de las imágenes e_9_~esonanci_a ma~­ en hombres es dos veces mayor que en mujeres.
ttca (IRM) y el reconocimiento de nuevos síndromes, como Los oncocitomas renales tienen aspecto macroscópico
neoplasras-ielaCiona~as con q~Ts_!_e2 ~e_na_\~~ ad._qg.f("frtq§...J)_Q! i- muy distinto a la mayor parte de los adcnocarcinomas rena-
g an----caaa--vez-más al clínico a establece~. u~u1i.~!19.stico les. I;-ª.~L~iem~_g_~_!!cuentraJ! 9cntro de una cápsula
atferencTa eñf~~:Ki.11!9.~e~xen~~~ ~~-~.n.o? y JIWlignos. fibrosa bien delimitada, el tejido tumoral rara vez infiltra la
---E~~~~ ~ los tumores renales _!J~_~_ig_r.2Q2__~.~-~.!!E.~-~~tran: -c~..2_~~[Pelv~Ciila, sistema colector o grasa p~rin~~~~~-
adenoma, o!.:.::9c_i~~~~· <:t:lg~~~i~l_ip9J!~at._i~i<?_!!l~l.n ª~.-!i.Q~­ En un corte transversal la superficie tumoral es de color
ma;1ieñiáogioma y tumores yuxtaglomerulares. canela o marrón claro. Con frecuencia se encuentra una
·- - · - ~ ~ -'
cicatriz central en forma de estrella, sobre todo en tumores
Adenomas renales grandes, pero no se observa la necrosis característica del
adenocarcinoma renal. En general, son tumores s.9.!ltario§.y
El adenoma es la lesión sólida, benigna, más común del unilaterales, pero se han_ ~omunicado casos bilaterales e
parenqUJma renal (WrTflams:T992)-:-Es Liñtliinorgla:·ñdülar · í~luso múJ..!!~s en un riñó~.
pequeño y ble11difcrenciado de la corteza renal. No produce Desde el punto de vista histológico, los oncocitomas
sintonus y suele idenfiticarséCfeiñanera accidental durante bien diferenciados contienen grandes células uniformes con
nerrectcim!a ce necropsia en pacientes con -~Íg~~j.!.~nfeLme­ citoplasma muy eosínófilo constituido por mitocondrias
CfacrSíñ reíaCioñcoñ-"e ftumo"r. 'se d-esconoce la verdadera según los cstud1os de ultraestructura. No hay actividad
tñCídencia del adeno;narenál, sin embargo, se encuentran mitótJca y el pleomorfismo nuclear es poco habitual. No se ha
en 7 al 22% de los pacientes necropsiados (Bonsib, 1985). definido bien el origen de los oncocitos renales, pero la eviden-
A pesar de que el adenoma se clasif1ca como un tumor cia actual indica semejanza con las células del túbulo contor-
benigno, ni los criterios, ni los histológicos o los inmuno- neado proximal (Merino y Liebrlisi, 1982) . Datos recientes
histoquímicos diferencian el adenoma del carcinoma renal. sugieren que pueden originarse en alguna célula mc.dre
Por tanto el hallazgo casual de un adenoma renal tiene precursora (Cohen, McCue y Derose, 1988) o en las células
importantes implicaciones clínicas para el paciente y el intercaladas de los túbulos colectores (Storkcl y cols. , 1989).
médico. ~_i)~ aden2~p_a~ el_~ ~_ualguier tamaño. deben tomarse La c1asificación histológica en grados del oncocitoma
como hallazgos fortuitos representativos de cáncer renal es subjetiva, pero tiene trascendencia clínica. Las neoplasias
tempfañüy hay que evaluary tratar al paciente de manera de grado 1 están constituidas por células regulares, muy
adecuada. - · parecidas entre sí, con núcleo uniforme, redondo y abun-
dantes gránulos eosinófilos en el citoplasma (figura 21-1 ).
Oncocitoma renal Las neoplasias de grado ll contienen células más variables
en cuanto a forma y tamaño con núcleos grandes e irregu-
El oncocit~na reT1.~~P~~?~~t~_ev?!ució~- v_~r~ab_l~_q_~."~ de lares. Los neop!asmas grado lll tienen una atipia nuclear
""~Jeñlgna a_m.!iligna. Está formado por grandes células epite- significativa y pueden tener abundantes figuras mitóticas
liales con finos gránulos eosinófilos en el citoplasma ( on- (Licber, Tornera y Farrow, 1981 ).
Angiomiolipoma
~ - -~-
")..'!
. -·.. .--":....
; (hamartoma renal)
:\t~i' ll~ ··" .:
El . angiomiolipoma es un tumor renal benigno raro que
aparece en d.üs poblacíOilescliilícas distintas. Los angiomto-
Tipomas sccricücntran en alrcdedcir-Jcr45 al 80% delos
-pacientes co'i-lesCTei:illiis-ruberos-a y suelenser bilaterales y
asíntomatic6S-'"Ei1--pac1entes sílie-screrüSisiuberosa, los an-
~i11iollpomaspue'denser-unilateraTeS-ytÍe-rlcfeil a ser más
grañdm;"C¡i..le ·ro-s--que--se preseñtáñ-en la esclerosis tuberosa
-·{Alliferson y Hatcher, 1990). No hay diferencia histológica
entre las lesiones de estas dos poblaciones. Hasta el 25% de
los casos se presentan por rotura espontánea con la subse-
cuente hemorragia a retropentoneo (Wong, McGeorge y
C\ark, 1981)
El angiorniolipoma no tiene cápsula, es de color gris
amarillento, redondo u oval, formando una masa homogé-
Figura 21-1. Corte histológico de un oncocitoma renal grado nea o irregular que eleva la cápsula del riñón (Bcnnington
1 (benigno) (amplificación original100 x). y Beckwith, 1975). Está formado por tres elementos histo~
lógicos principales: células grasas (lipocitos) maduras, múscu-
El diagnóstico de oncocitoma es sobre todo nistológico lo liso y vasos sanguíneos. Los hamartomas renales se
porque no hay caractedstkas clínicas distinguibles ~Qn­ y_ extienden a la grasa perirrcnal o del seno renal, y afectan los
liablcs. Menos del 20% de los P.acientes presentan_bcmatu- ganglios linfáticos regionales (Bush y cols., 1976) y otras
-~~~~~-~?.s~óeica y_dolQLQD ~Tfl~?ñgo (Lieb~ry Tsuk·;~wto, vísceras (Ditonno y cols., 1992). La presencia de hamarto-
1986). En TC, ultrasonido (US), urografía intravenosa mas renales en sitios extrarrena\es es una manifestación de
{R:'0: n9-
(u r.Y) _o_ m_u esfr~'c'P~~1_c!e_!1sij~aiespec i a les-:-Ambos potencial multicéntrico más que mctastásico, porque sólo se
y cols. ( 1978), y Wcincr y Bernstcin-·(i'9i7} ..describieron conoce un caso bien documentado de angiomioliporna con
algunas característ1cas angiográficas del oncocitoma como transformación maligna (Lowe y col., 1992).
el aspecto en "rueda de carreta" de las arteriolas tumora- El diagnóstico de hamartoma renal va en aumento por
les, el signo del "borde claro" de la cápsula, y una fase e\ uso de US y TC. La arteriografía puede revelar neovascu-
nefrográfica con capilares homogéneos. Por desgracia estas laridad simila:- a la de cáncer renal y, por tanto, no es útil en
características varían (Older y cols., 1978) y pueden obser- el diagnóstico diferencial. Con frecuencia, la ultrasonogra-
varse datos idénticos en casos de carcinoma renal (Maatman fía y la TC son diagnósticas en lesiones con alto contenido
y cols., 1984). de grasa. La grasa que se aprecia en US tiene ecos de muy
Los oncocitomas de grado alto pueden mezclarse con alta intenstdad. La imagen de la grasa obtenida con TC
elementos de carcinoma renal (Davi~ y cols., 1991) y des- muestra densidad negativa ( -20 a -80 unidades Hounsfield)
cubrirse como lesiones coexistentes en el mismo riñón o en patognomónica de angiomiolipoma cuando se observa en
el opuesto (Lich y cols., 1993 ). Ademós, t;:l oncocitoma renal rinón (figura 21-2) (Pitts y cols., 1980). Debe investigarse
la función de la IRM como herramienta diagnóstica; al igual
se relaciona con vario~ trastornos mal i gnos_y__p.!:_~fQ.<!ljg~"!,Q§
que en TC, el alto contenido de grasa hace esta lesión
como angiomiolipoma, esclerosis tubero~a mieloma múlti-
ple, c_áncer pu_~!.?.~~:_y-c}ir_~i!:!Qi9~ (~1~6;~,1993).
diagnosticablc con JRM (Uhlenbrock, Fischer y Beyer,
1988); sin embargo, la presencia de sangrado en cualqUier
Hasta hace poco, se creía que los oncocitomas grado! tenían
tumor renal puede semejar el patrón clásico de angiomioli-
una historia natural benigna. Múlttplcs reportes de casos
bien descritos que informan transformación maligna en
pacientes con tumores grado 1, sugieren que un pequeño
subgrupo de estos tumores puede tener un potencial malig-
no (Mora y Das, 1993).
La incapacidad actual para diagnosticar de manera
definitiva los oncocitomas en el preoperatono complica la
considcractón de cirugía que respete al riñón (nefrectomía
subtotal) en pacientes con tumores grado f. La función de
!a aspiración con aguja fina en el diagnóstico preoperatorio
de oncocitoma es aún controvertida. Se conocen las mani-
festaciones citológicas características del oncocitoma
(A!ancn, Tyrkko y Nurmi, 1985), por lo que algunos inves-
tigadores proponen el uso de diagnóstico prcoperatorio para
permitir la cirugía que respete nefronas (Morra y Das,
1993 ). Sin embargo, hasta que haya datos prospecti vos que
apoyen esta posibilidad, el tratamiento recomendado para
~~-renales só!ida~~~~-'--~-~n, la n-efÍ·ec_~-~!:.:lí'i:l ~~9-~!------- Figura 21-2. Una TC de un angiomiolipoma (flechas).
poma, por lo que !a IRM no se considera el método diag- menos_d~ ~9 ~~~?.~-~?~.':l..~.i~~~i~~ ---~~-origina en tos pericitos_
nóstico de elección mientras no se logre experiencia clínica de las arteriolas aferentes d~_ __gparato yuxtag)Q_1J1erular;
adicional. dichas º_éi!Jlª-.·~u~on~icncn gránulos secretorios de renina.
El tratamiento de los angiomiolipomas se correlaciona §_u~l:~~ eS~<?:r__I?.~~~s(Q.s por u'ña_diP_s~loCaiTZanCn)a
con lossínt6rrúi.-s-:-ú-e-r1ianera·recíente, STeíner 'i sus.coregas región cortical. El diagnóstico se sospecha por el hiperal-
( 1993 ), repo-rtaron un estudio de seguimiento a largo plazo dosteiOOlSlñoSééündarlo-ys-e confirma determinando rení~
de 35 pacientes con lesiones aisladas de menos de 4 cm se n"a."de manera se ectiva en las venas renilis(Boñniñ y cols.,
vigilen cada año con TC o ultrasonido. Los pacientes asin- "T970. Si el tumor está radiográficamcnte bien localizado
tomát¡cos o con síntomas leves y lesiones-inayorés· de 4cm se puede practicar ~-efrcdomíii)ji_iél'~t:i1ero._e1·l-ca~'lto.s!_Q_s_
· cre~en ·-vlgírarsc- cOñli1tfaSOñTJoscmeStl:a1~Lospacíentes­ l~s--c~~~ -- p_~blic"adós__la nefrectomío totaLfi,re__ curativa
con lesiones mayores de 4 cm y smtomas moderaoos-·o (Bonsib, 1985).
graves (hemorragia o dolor) se someten a clri.igí'acoii.reS--
peto dé!Dñono-aemb6Tism6-Clelá artcna renar.Tomaiiao
en cúenta la di'ferencia en la"Filstorla i-latur3J(fe los -angiomio 1i- ADENOCARCINOMA DE RIÑÓN
pomas en los pacientes con esclerosis tuberosa, Stciner y (Carcinoma de células renales)
sus colegas recomiendan la intervención profiláctica en las
lesiones mayores de 4 cm indepcndíenternente de los sin to- En EUA , se estima que en 1993 se diagnosticaron 27 000
mas , y _: _1_ seguimiento de cerca para las l ~siones l?.~9_t:le~-~~ - casos nuevos de adcnocarcinoma renal y ocurrirán
11 000 muertes por esta enfermedad. El carcinoma de célu-
Otros tumores renales benignos y poco las renales (CCR) representa el 3% de t'odos10s -cán-ceres
frecuentes del adulto y cerca del 85% de Jos tumores n1alignos prhna- ·
ríos de nñon.Es mas colnun en i"aquíñtayséXtadecadas'Cfe.
Existen algunos otros tumores renales benignos que son ·1ávi0a;Ta-re"lací6n· eiitfe-"Va-ro ñes-y"íñ"ü] eres- es-ci'e ·2·:r Ca
raros, tál"es-"co'li-ló'- fé10r-i1iomas ; -riemañgiom~ lipoma's--y in e idencia de cáncer renal es s-i m ilarentre blanc_ o_s y negros.
tillñO-resdeCéful'asyux:tagfcíiñ eru! ares. La m ayoríaCiero-stu- Sin embargo, en EUA, la frecuencia de este cáncer es un
mores benignos no son un problema terapéutico o diagnós- tercio más elevada en varones y mujeres de origen latino
tico ya que rara vez se manifiestan durante la vida del comparada con los estadounidenses de raza blanca (Pagani-
paciente. Con excepción de los tumores yuxtaglomerulares, ní-Hill, Ross y Henderson, 1988).
no hay man-JfestacJOñéSque establez'ciÚ1 de maneradefiñtiva Se usan múltiples términos para describir al adenocar-
el diagnostico -antes de la cirug1a; de hech,o, ía mayoría de cinoma renal, tales como hipernefroma , carcmoma de célu-
las veces es el pafófogo quién aporta el diagnóstico tras la las claras y carcinoma alveolar. Esta diversidad refleja la
ncfrectomía totaL histórica controversia acerca del origen histológico del
Los leiomiomas son tumores pequeños que se encuen- CCR. Fue hasta 1960 cuando Oberling y cols. , demostraron,
tran de manera clásica en áreas del riñón que contienen mediante microscopia electrónica, la similitud entre células
músculo liso tales como la cápsula y pelvicilla renales. Se del túbulo renal proximal y el CCR.
describen dos grupos de leiomíomas renales (Steiner y cols.,
1990). El grupo más frecuente comprende tumores cortica- Etiología
les menores de 2 cm y que pueden ser múltiples. Estos
tumores se encuentran sobre todo en la necropsia y no tiene La causa del adenocarcínoma ~s desconocida. Diversas
relevancia clínica. Se describe un leiomioma solitario mayor hipótesis -iociuycn causas como exposición a factores am-
que sí puede causar síntomas y se confirma mediante estu- bientales y laborales y también influencias de la dieta,
dio histológico después de nefrectomía. hom10nas, anomalías cromosómicas y oncogcnes. Se conoce
El hcmangioma es un pequeño tumor vascular que se una variedad rara df' CCR familiar; además, es bien sabjg_q_
presenta en riñón con frecuencia sólo superada, entre las que la incidencia de Cé> •.l enfermedad aumenta en acientes
vísceras, por la de hígado (White y Braunstein, 1946 ). cc)ii-sTndroinc Q~~9.D. JEPJ?:ef- L inQmL(h~mangiohlas.to.ma
Lesiones múltiples en un solo riñón ocurren en casi el 12% cerebeE1f,"-áñglomata reti':_i_ano_.Y- ce~_ bi latera_l)2_~!.l.-~l_!Lñ_ó~rl
de los casos, pero rara vez son bilaterales. En ocasiones son -e!111erradura, rinón~QQ!~g_!!i_~~iso del a~JIJ].!Q_y_~ los .Ql!ͧ.tt!S
causa oculta de hematuria en pacientes que, por lo demás, renaTe·s--adquirféiós por insuficiencia renal crónica.
no muestran anomalías durante la evaluación. Se llega al --~~6a~li:Ísn~_o, e~--- e! -~'!-j_§.o_!~~~Sl! de riesgo g~t~- ~e
diagnóstico por angiografía o bien por observación directa correlaCiona de mánera absoluta con CCR tanto por estudios
mediante endoscopia (Ekelund y Gothlin, 1975). cpiden1iol{;g1cos C0~1- casos-CÓiltróT"como con estudios de
Los lipomas renales son depósitos poco comunes de cohortes (La Vecchia, 1990); la mayoría de las investigacio-
adipocitos maduros sin mitosis evidente y se originan en la nes demuestra un aumento de por Yo menos dosveces en-e!
cápsula renal o el tejido perirrenal. Aparecen principalmente riesgo de desarrollo ·de-CCR en fumadores (Yu--y-cols.,
en mujeres de edad mediana y, dadas las características de la }986"f "E l"iliuso de analgéSicos, tan1bl6ñ-g~Üarda!]_~_str~~~1ii
TC para diferenciar grasa, se detectan mejor mediante ras- relación éon.cí desarrol\o de CCR (Lornoy y cols., 1986).
treo TC. -HaycomuñicaCioñcs acerca~-mjyg!_!IJS:t<:!.en_ciª-Q.~_~g~_n_Q~ar­
Desde le punto de vista clínico, el tumor de células cinomas renales en trabajadores de la industria del calzado,
yuxtaglc;;t;~~~farcs-j~~]~ná~ ·-ilnportante ~<:I s~~_g_r_Úp_2j~ curtioores-aé.cÜero Y"'' obreros expues-tOS~ -cad·I~Í~,-;:Jgunos
tumor~Ll?enig:nos ra_r9s p_orq~c cªusa hiQertensj.Qn__ ~gnifi­ denvados del petrOToo y-::-~'ibe~tos (Paganini-HTiC-Ross y Hen-
catfv~,_ C_l!rable CQn_ ..fl!:.l:!_gi_a. Es l!!!~ lesión m~:~y rara con dersoñ, -19"8"8r-El cm!~umo ~~- caf~_)' diu~étic9s, la obe~_ !@_c!_y
el uso de estrógenos exógenos se as~cja con_ _!.lll _ª!!!Ticntp el} granulares y a veces células de aspecto sarcomatoso. Las
la mc1dencíade_~~;sTri embargo~ estas relaciones requie- celulas eraras son redonaasopóríg"oñ-ales- conibun-
reñ- estudiO adicional. dante citoplasma conteniendo colesterol, triacilglicéridos,
En 1979, Cohen y sus colegas describieron un árbol glucógeno y lípidos (figura 21-3 ). Las células granulares
genealógico con CCR hereditario en donde el patrón de contienen menos glucógeno y !ípidos y al microscopio
herencia era autosómico dominante, con una traslocación electrónico muestran gran cantidad de mitocondrias y cito-
recíproca equilibrada entre el brazo corto del cromosoma 3 somas en el citoplasma granular. Las células sarcomatoides
y el largo del cromosoma 8 (Cohen y cols ., 1979). El trabajo ~on fusiformes y se distribuyen en capas o fasciculos. Estas
subsecuente sugiere que tanto la forma hereditaria como la células rara vez se encuentran solas; es más común obser-
esporádica de CCR se relacionan con cambios estructurales varlas como elemento menos abundante de tumores de
en el cromosoma 3 (Meloni , Bridc y Sandberg, 1992; células claras , o de células granulares (o de ambos) .
Yoshida, y cols., 1986). Las funciones de los oncogenes
celulares y los genes supresores de tumores son el tema de Patogenia
investigaciones en desarrollo (Anderson y Lawson, 1992;
Brooks y cols., 1993).
Los carcinomas de células renales son tumores vasculares
La enfermedad renal quístíca adquirida (ERQA) es
disermnados porinvasión directa a través'Cie la cápsula renal;·-
una entidad bien reconocida de quistes bilaterales múlti-
la grasa púir rena yTaS estruct~ras vlsc cra]c_s -v~~i.~~~ -[>or
ples en Jos riñones de pacientes urémicos (Dunnill ,
eX.Tensiondfrectahacüi-el interior de la vena renal. Cas-i la
Mi11ard y Oliver, 1977; Hughson, Hennigar y McManus,
tercera parte delos paéicntes-pn!señúi._ñ_meiástas1S ·en el
1980). Se reporta carcinoma de células y renales en el 4 al
momento dCíd1agnósüco 1MíddTctoí< 1967'fEfsifio rñás j
9% de pacientes con ERQA (Gardncr y E van, 1984; Bretan com-ún de metcisTasisd!stantes es el pulmó~No..oosfante,
y cols ., 1986). Casi todos los casos descritos de CCR se
tam~frl-aparecen con frc-éiie~]a ~n-n[g~do, Tú1cso 1 _g~!:_glios
observaron en pacientes sometidos a hemodiálisis, pero
linfáticos adyacentes del mismo lado, glándula suprarrCllal¡
también en pacientes manejados con diálisis peritoneal yriífón contraJateraT. . ----------'
(Smíth y cols., J 987) y con trasplante renal sin complica-
ctones (Vaziri y cols., 1984). Dos estudios retrospectivos
que evalúan la incidencia que se reporta de CCR con rela- Etapas y grados del tumor
ción con ERQA sugieren que la incidencia es menor de lo
que se cree (Fallan y Wi\liams, 1989; Katz, Sombolos y A. Etapas del tumor
O reopoulos, 1987). El objetivo final de la clasificación en etapas es elegir el trata-
miento más adecuado y tener información útil para el pro-
Patología nóstico. Los estudios para la valoración clínica apropiada
de la etapa del tumor mch.lyen-·interrogatorio, explofaeiün
física, biomctna -fiemática compleiá:' jUim1ca SEtnguínea
Como se mencionó, ~1 ~C!<- se O_!'igina del apitclio tubular
('func.ionamie'ñtohepático y r'énal)~ examen-génerai de or)iüi;-
reo~) como evidencian la microscopia electrónica (MaKay,
Ordoñez y Khoursland, 1987) y el análisis inmunohistoquí- -ramografíaoetorax (TC de t6(axcual1ct9)~yª ~~a en ef
examenf,TCCfeaodomen y pelvis y gammagrama óseo-( con
mico (Holthofer, 1990). Este tumor tiene la mtsma frecuen-
radiogi=aTía de regiones anormaJes) : ---- ·---
cia en ambos riñones y se distribuye al azar en los polos
superior e inferior. Los carcinomas de células renales se falta
p<útir-Cfe la de estudios diagnósticos útiles y del
originan en la cortúa-yi1eii'den·-a-désarrollarse fÜeri del tratamiento efectivo para las metástasis, los primeros siste-
tejido perlñ6.frlco produ_~·!~.!2d_<?--un ~!2_¡¿J_t-ª.!Jli~i!!g_car.a.9~rfs­
.ti_Co o- ~[~~9_@ maSLQP..~_.ayu_clll <JL..d@gn.Q~c_o en J.Q.s
estudios de ima~n. Estos tumores miden en eromcdio 7 a
8Cñlde dl<imetro, pero puedeñ crecerEasta ocupartoda·el
retroperito-neo . ~Macroscópicamente, el tumor suele ser entre
amarillo y anaranjado a causa de la abundancia de lípidos ,
en particular en el de células claras {25%). La variedad de
células granulares (25%) contiene células con núcleo gran-
de teñido de color más oscuro, en comparación con la
variedad de células claras, y es más bien gris que blanco. El
resto de los tumores son de tipo mixto; cerca del 2% son de
sarcomatoides caracterizados por su menor pigmentación y
su apariencia grisácea o canela. Los tumores pequeños
muestran superficie homogénea al corte, pero los grandes
pueden presentar hemorragia, necros}s con formación secun-
daria de zonas quísticas y, en ocasiones, calcificac ión. !2_
carcinoma de células renales no posee cápsul a propiamente
d1cha sino una scudocáp sula formada por paréñquima renal
co~w!"imido, tejido fibr<?_~2.. Y céfi1Tasmtíaillaf~6as .
Desde el punto de vista histológico, el CCR-es, por lo Figura 21-3. Microfotografía de un adenocarcinoma renal de
gen craT;Lli\-;;1.aenoC'irci r1o1ña m ixfooé células el aras~- ce fü 1as células claras (amplificación original, 125 x).
- --- - - - ---- ~ · ---
Neoplasias del parénquima renal• 383

mas de clasificación iban aparejados con los ha1lazgos El sistema de Robson es fácil de usar, pero la valoración a
operatorios para elaborar el pronóstico. Flocks y Kadesky largo plazo de Jos pacientes, en especial con tumores en
( 1958) propusieron un sistema de clasificación basado en etapa 11, demuestra su falta de relación directa con el pro-
las características físicas macroscópicas del tumor. Robson nóstico. Los pacientes con invasión de la vena renal (o
(1969) propuso modificar la clasificación de Flocks y porción proximal de la vena cava) (etapa IIIA), pero sin
Kadesky para tomar en cuenta el grado de lesión vascular. extensión tumoral a grasa perirrenal o ganglios linfáticos
Este sistema modificado es el utilizado con mayor frecuen- alcanzan una esperanza de vida similar a la de pacientes con
cia en EUA (figura 21-4). tumores limitados a riñón (etapas l y II) (Siminovitch,
Montie, Sttraffon, 1983).
Etapa I: El tumor está confinado al parénquima renal El sistema Tumor-Nódulos-Metástasis (TNM) es más
(sin invasión de grasa perirreñar:-venas rena- preciso para clasificar el grado de invasión tÚmoral. Lá
leso ga-nglios linfáticos regÍonales). h!PlF
el as lf"i cacióñ __T~ _tvi__P.~~_el_é;_~_B._s_e_.~d~fin)_6__y ~_¡
Etapa ll: _
~ lú~úiS>.f.:-IñviicTe Ta__gras·apefi"ñEnca,_ p~ro ficó en____!_2_ª-7 (Hcrmankek y Sobín, 1987; Behars y cols.,
está confinado al interior de la fascia de 1988).
Gerota Q_ncluyendo suprarren~l).
Etapa lilA: El tumor afecta la vena renal principal o la Tumor primario (T)
vena cava inferior.· ··---- . -- - - - -·-- --
(Toda magE.!~ud rcfcrida_~jámetro may~r)
Etapa IIIB: El tumor \nvadeganglios linfáticos regio- TX: Tumor primario no identificado.
nales. - ----- -- ----------- --
TO: -Falta-ge-evLd-e]i~l"i,_-~~:tl!~-o_r__P._r_J~~~.!:i9·
Etapa IIIC: El-}~n_!_o~- -~fec~~ _-~s_Q~____!_~c~~-Y g~I!_gljos T 1: Tumor de 2.5 cm o menos limitado a riñón.
linfáticos regi9nales. T2: iLimormayor&2.5cm-Iirñ-ífado--a -riñón.-
Etapa IVA: El tumor1nva'"deorganos vecinos diferentes T3: fillñúreXtenc\ld~- ~_vena~!l~~i(~~glárt~t~l~
degl:G1ciula§_~l:\ rarrenales_f~~lon, páncr~as, suprarrenal o tejid_~~_!:irrenal .. ero sin salir
e_t~é~era). dela-fasC1a de _Gerota.
Etapa IVB: Metástasis a sitios distantes. T3a: -~_l_~_!!:IQI__invad~ __gjfu:l_dul~ suprarrenaL~- ~e-

Fascia de Gerota

Grasa perinéfrica
superior

Etapa 1

Trombo tumoral

Lesión ósea Htica

Lesión penférica
Etapa 111 Etapa IV ~----------' en pulmón

Figura 21-4. Sistema de etapas de Robson para el carcinoma de células renales. En etapa A, IVC es la vena cava inferior;
Ao, aorta; A, glándula suprarrenal izquierda; T, tumor; K, riñón izquíerdo. (Adaptada con permiso de Wi\liams RO: Renal,
perirrenal and ureteral neop\asms. In: Adult and Pediatric Uro/ogy, 2nd ed. Yearbook Medica\ Publishers, 1991.)
384 • Urología general de Smith (Capitulo 2!)

~i~~p~rirrenales sin salir de}a fasc~. Q.~ Cuadro clínico


Gerota.
T3b: El 1UJ12Qr visible_J~e_!l~~- invade -~-~.2.E..~~~s­ A. Síntomas y signos
venas renales o la vena cava. Carcinoma de células renales y melanoma maligno son los
T4: El
---- ~- ____más
tumor invade allá de ------
,_··- ·---·-------- la fascia
- - de--
Gerota.
-··· -- grandes enmascarados entre las neoplasias más comunes.
Nombrado el tumor "de los internistas" , el CCR se acom-
paña de gran variedad de signos y síntomas.-[~\tri"ad_a_cTásíca
Ganglios linfáticos regionales (N) de hematuria macrüsCOpTca,dolor en flanco masa ~abley
NX: ~<?..~~J.~-~~_ifican ganglios linfáticos ~_egj~~-~~es . sólo se p_resenta en efTl)affi<yó "ª~I~~~0§.2.~- con fr-ecuel)~la
NO: No hay ~-~tás~~s~s ~ ganglios linfáticos manífjestan enfermedad avanzada. El60% de los pacientes
regionales. prcsental1Cmaturia macros.copícaomicroscóp.icá. Se obser-
N1: -Metastasis a u_~ _sol?. g_~-~J;?~!_'?_.~í~_f_á~~?-~-~~~,!. o v-a-aoloTo-mas~üi. aoaommaies-o a-rribosen alrededor del40%
menos. ~~~-Ea~i-~~s (st<fñncr- y cols., 191Ty--~ínta~ñ~-s-~s-~-
N2: ·Metástásis a un solo g?_!lg!iQJiJ!f~~i_~o, L~i!Y._Or de cundarios a metástasis como disnea, dolor óseo o tos, en
2 cm pero menor de 5 cm o múltiples ganglios caso e ·ísemi"ñacion'ihüeso y pulmonés, respéctivarriente,
ll~cnorcs de 5 crñ. ·- - · - - -·····--- - e - -
pue ·en esta,:·p-reserítesyc<?~é[u-~e~aT~}~@Q~_i_kQ.~eñ~el ~ro~o
N3: ·Met<Í:?t~is·_<?~ un gan1:2_l~o_ linfático mayor de _?._~m. dcfós-cásos~ET uú)"rútin'ai-io de '¡a TC permite identifica(
estos tumores, cada vez con mayor frecuencia, de manera
accidental ; por tanto, los datos estadisticos previos respecto
Metástasis a distancia (M) a las características que presentan ya no son precisos .
MX: No es posible identificar metástasis a distancia.
M o: No hay-rñedstasis a. Clistiñcla-. - - - - - B. Síndromes paraneoplásicos
M 1: - ~aY" metástasi~ ~ dist~I\ci~. ·· Los carcinomas de células renales suelen relacionarse con
una amplia gama de síndromes paraneoplásicos como eri-
Agrupamiento por etapas: trocitosis, hiperca!Cerniá; hl"p~~t~~~~-~-6:._y_~~~[~!]ci6~~~áti-
ca no 1-j,eta.stásica. ·
_1_! NO - -·- -·-·ETéarcinoma de células renales es la causa más común
J2 NJL de eritro~i_t<?~~-P~E..a2~eorlás_jca hcuarestá"j?TeSe"irteeñ él 3 .
Tl Nl al 10% de los pacientes con este tipo de tumor (Sufrin y
T2 Nl cÓis., 198.9)~Eñ paéleniesconCCR, el aumento de eritroci-
__T_:}_f! Ñ_O,)~_L tos es fisiológicamente inadecuado, y puede ser resultado
T3b NO,Nl del aumento en la producción de erítropoyetina por el tumor
Etapa IV: T4 ~uaT~_e_!_N o con.sccucncJa de la hipoxia regional en riñón que promue-
cualquier T N2,__N3 ve la producción de eritropoyetina en el tejido renal no
-éuciTgiller-t :cualgl:l}_~r_J:'J_ neoplásico (Hocking, 1987).
Se ha comunicado la presencia de hipercalcemia en el
El sistema Robson todavía es el más utilizado en EUA y, con 3 at-CJl>7o··-ae-ros--casos dcCCR (Sufr1ñ:-Gorlo-iMür.phy,
la última modificación según el sistema TGM, se facilita su 1986fVaiTássustancias hÜ-moi·aJes similares de la hormona
empleo. Las modificaciones de 1987 al sistema TGM de paratiroidea pueden producir la hipercalcemia humoral
clasificación del carcinoma renal generaron gran controver- de los procesos malignos (Stewart y cols., 1980). Se tiene
sia en función de su utilidad clínica (Shroder y cols ., 1988). identificada una proteína semejante a la hormona parati-
roidea humana en adenocarcinomas de riñón (así como en
Una comparaciÓn retrospectiva reciente de los sistemas de
otros tumores) relacionada con la hipercalcemia (Strewler
clasificación disponibles sugiere que ninguno es satisfacto-
y cols., 1987). En algunos pacientes con metástasis óseas
rio por completo y que se requieren modificaciones adicio- ostcolíticas, la hipercalcemia es secundaria a la activación
nales (Hcrmanek y Schrott, 1990). directa de los osteoclastos que liberan calcio en una cantidad
superior a la capacidad excretora del riñón (Mundy y cols.,
1984).
B. Grados del tumor H1pcrtensión acompañada ~~.f~Ii~~ -~sen~_ en el
La abundancia de sistemas para clasificar en grados el tumor 40%C1elos casos (Sumn-y cols., 1989). Se han propuesto
pone de manifiesto la gran controversia respecto a la importan- vanos mecanismos etiológicos, pero se comidcra como
cia de esta característica como factor pronóstico. Cuando se causa primaria el incremento de los valores de renina secre-
corrigen etapa y grado en un tumor de grado elevado, tada ya sea por el tumor o por el tejido renal sano.
principal01ente de células granulares, al parecer no hay En 1961, Stauffer describió un síndrome reversible de
diferencia en el pronóstico entre los tumores de células claras disfunción hepática t~el<!_cionado coru;::c..R (Stautfer y cols.,
1961 ). Entre las anomalías del funcion~_!!IJ.~Dto hf!llilli_QQ__se
y Jos de células granulares (McNicho]s y Segura y DeWerd,
incluyén aürñ-ento -·de las ct"f'r"áscT~ fosfatasa alcalina y
1981 ). Los pacientes con tumores avanzados tienen mal 6-iilrrubina, 6lf)oa!6un1inelnia, rñayor-t)e~io_c}~ Rrot~om­
pronóstico cualquiera que sea su grado. Hasta que se dis- -bina-e"'·¡:¡;pel·gammaglobut"incmia. El sín<j.~_gn_~~-sk Stauffer
ponga de un tratamiento adyacente efectivo, la clasificación '"fíeñae-a'p"rcscñtar-s"c acompañad'Ode fiebre, fatiga y pérdida
de peso y, ecí" generar:se'fesuc!vc mediá.ñtc ..ñcfrecfümía. La
de tumores en etapas tempranas tendrá poca utilidad clínica.
- -- -------- - - _. . ... -- -~ -
Neoplasias del parénquima renal • 385

causá és desconocida, pero se sospecha que el tumor produ- nera significativa la probabilidad de cáncer. Daniel y sus
ce una sustancia hepatotóxica. colegas (1972) encontraron que el 87% de las masas renales
Se sabe que el carcinoma de células renales produce con calcificación central y el 20% con calcificación perifé-
muchas otras sustancias con actlvidadblol()gícacon capa- rica, son malignas. Menos del l% de los quistes renales
CiOaOpara ge:~r~ _s_í~a_!9~ñ~-I!l~T~_o~ sigQ![i_c~E~s~~.fu-- benignos simples contiene calcio; por tanto, las masas con
cluyendo hormona adrenocorticotrópica (síndrome esta característica requieren estudios diagnósticos adiciona-
de C.ushmg),enTerógfucagón (protema c-ntero-p.ática), pro- les y tienen la probabilidad de corrección quirúrgica.
lactma(gal actorreaj: lnsul ina
-(fii¡:)ogllicem.íaJy gc:in a-
óotropiñas( glncconiastii_i.rcdu-cción.cfe la libido; o F. Ultrasonografía
ñtrsut~srño, ámeñon=ea y patrón .Jnascúil"i1ü 'de ciivicie) (Su- Ésta es una técnica no invasiva, bastante económica, capaz
Trm:-G"Oho y Murphy, 1986). · - - - - -- -···- de delinear una masa renal que se observó en UE. Con una
Un síndrome paraneoplásico presente en el momento precisión aproximada del 98% en la definición de-quistes
de diagnosticar la enfermedad no significa, por necestdad, süYijiles, la USevita··ranecesTdad de b"iop-:-~úi-con agujaen-la
un mal pronóstico. Sin embargo, pacientes cuyos trastornos críferl.osu "l
t\1 ayorTá -·de ""\os···p-ac ientes :WCos- trasoñogra1}co"s
metabólicos paraneoplásicos no se normalizan luego de la -p-ara un quiste- si"fnpJe-1ncfuycn trañsri)"iSwna travcs-A<fe la
nefrectomía (sugiriendo enfermedad metastásica no detec- mása,-masa bJen cíi-cunscritá siñ""ecos mterños--y-v\Suafizi:
table clínicamente) tienen muy mal pronóstico (Hanash, -cioi1adCcuad"adClinaparc_ct posteri~~ fue]~~ (figura 21 - 5).
1982; Robson, 1982).
G. Rastreo TC
C. Datos de laboratorio Es un estudio más sensible que US y VIU para detección de
Además de los df!.tos de__Laborator!Q,_ asociad9s coll.Jos cáncer renal (Warshauer y co\s., 1988). El haUazgo clásico
diferentes síndromes paraneoplásicos del CCR con fre~~~l!: de CCR en la TC es una masa que se realza-coñ--eTúso-cfe
Clase observan: anemia, hematuria e índice de sedimenta- m"eciioCie.contraste intra\;cno"so. En general, el CDR presen-
CiOrléfeVaaa. - ·ia-·dÍsmmucíón generalizada· de la densidad en unidades
----~mía se presenta en alrededor del 30% de Jos Hounsfield en comparación con el parénquima renal y
pacientes con CCR. De manera clásica, la anemia no se debe muestra un patrón heterogéneo de realce o aumento de la
-a: hemorragias o hemólisis y es normocrómica. El hierro atenuaciÓn (disminución leve del parénquima circundante)
sérico y la capacidad total de unión a hierro habitualmente cuando se usa medio de contraste (figura 21-6) (Kosko,
son bajos como en la anemias de una enfermedad crónica. Lipuma, Resnick, 1984 ). Además de que sirve para detectar
El tratamiento con hierro suele ser inef1caz; sin embargo, la la lesión primaria, la TC es tamoién efíñ-étodo de elección
cxtracci0i1--quirúrgica de tumores en etapa temprana lleva a pará'éíaSiTí"cira] paC!Cnte méiKnúe la obse-rvac ión del hilio
la correción fis10lógica de la anemia. La función potencial renal, espacw penneÍrtco, vena rcn~Ly_g~va, ~.YJ?E~reJ1a~~,
de la critropoyetina rccombinante para pacientes con tumores ganghos lmfáticos region ales y órganos adyacentes. En
irresecab les representa una opción, pero aún sin investigar. pac1entes con datos equívocos en la radtograf'íaéiCtorax está
.)_~__puede observar hematuria microscópica o a simple mdicaao·ar:1strco TC toractco. Los pa-c1entes que presenúm
vista en má-s del 60% de pác1e.nteS" con-C"CR.Tambíen-es s1ntomas congruentes con metá.stasJs a cerebro deben valo=
común encontrar Indice de sedimentación globular el.evada; reuse con TC o IRM~--------·---·--·- ----
ésta tiene una incidencla-írltormaaamayoraef?sporclcnto.
Estos datos son m-uy]ñcspccíficos, pero cuando son norma- H. Angiografía renal
les no excluyen el diagnóstico de CCR. Con la disponibilidad cada vez más extensa de la TC
ha disminuido notablemente la importancia de la angio-
D. Datos radiográficos grafía renal en la valoración diagnóstica de CCR. ~
Si bien se dispone de una gran cantidad de técnicas radio- angiografía es capaz de demostrar neovascularidad y
lógicas para ayudar en la detección y diagnóstico de masas fistula artcnovcnosa as·J como cxtenswn del tumor hacJa
renales, la TC es aún la técnica primaria contra la cual se venas renales o vena cava, pero es de utilidad limitada en
corn paran lo5deñláSii1éto-dos~ Tá"s- otrastec-mcasraólologi- alrededor del 1 o%cte los pacientes en los cuales los
casque se utilizan comprenden crs:rff'M y artcnografía. En tllmo-ies-ñO-sonmpervasculares (figura 21 -7). Además,
esta epoca deci"iSfníl'iucl.OTiae costos, es es-enci"aT"ia .seí"ccción Ta angiografía es invasiva e implica un riesgo, pequeño
apropiada del estudio en func1ón del costo-beneficio. pero real, de complicaciones incluyendo hemorragia,
La presentación clínica es la que determina, en gran formación de seudoaneurisma en el sitio de la pun-
medida, el método diagnóstico apropiado. Los pacientes ción, embolia arterial y nefrotoxicidad debida al material
con hematuna requieren urografía excretora" comoevalua- de contraste. Por otra parte, la angiografía es relativamen-
CIOn racfioiOg_lcaTi)Jchl; e"n ·canibio, los-paCientes consospech-a te costosa y a veces requiere hospitalización. Persisten
o
oemasa-J:ellaltras ui1 uüi:asoñído urografiicxcret(ii~'por situaciones clínicas específicas en las cuales la angiogra-
otras tnd1cacio ncs ~ón. ca~9Íd~t9.s ·a.~vaf~~E.i9 ~1-.~~~ fía es útil, por ejemplo, al dirigir la cirugía en un paciente
con CCR en un riñón solitario cuando se intenta nefrec-
E. Urografia excretora (UE) tomía parcial.
Cuando se usa sola, la UE tiene un índice de precisión del
75% y se necesitan estudios adicionales para confirmación. l. Imágenes con radionúc/idos
La calcificación alrededor de la sombra renal es un hallazgo El estudio del riñón con radionúclidos pue~~, ~_1_1;_9~9-~i<?!l~-~
diagg_~~2.l~f>Q!1·m te-,--·[mcs-su pres en e i a a umciliade-Jna- lener--Utifí(Ia(f_p_~-~¡1 ~~\:a-\Üa~pa~fcÍltCS a_ ql!i~!l~~ no se __d_~Q~
386 • Urología general de Smith (Capítulo 21)

Figura 21-5. A: Ultrasonido de un quiste renal sencillo mostrando parénquima renal (flechas largas), pared quística
(cabezas
de flechas) y una pared posterior fuerte (flechas cortas) . B: Ultrasonido de una masa renal sólida (flechas).

administrar m ~t~_r: i~!_q_c COI~!:!:aste rara V[U. ~.9-. J_ge n tifica_­ J. Imágenes por resonancia magnética
CÍÓH de metástasis a huesos es más precisa mediante rastreo (IRM)
óSeOConriciiOi}ócTí<lQ~; el es_tudio es "i"Despe~ifi_cQ_y_Q_e.Qe La experiencia acumulada con lRM sugiere que, ~s.tª
practicarse radiografía confinnatoria de las regiones con técnica es equivalente a la TC para clasificar el carcinoma
~n~~ ~1 ~~_s_ j ~e~titY~ad~~-yyjlr~- ver! fíe~ ieli~'ii~Qgeo 1í~~as de células renales (Hricak y coTS~,·T98s):suver11:af~í"¡)r.illi_:!ria
tí icas. Si bien hay evidencia que los pacientes sin dolor está en la v~loració_~4~acientes ~_n_s_Q_s_Qec~E de e~t~_Q~i.9n
óseo y con ·cOI)centraCi;-n~ s normales- de fosfatasa.alcali na vascular (figura 21-8). Estudios prospectivos demues-
__
-tien-en--una in~~dcn~ia~ ·r!t.~ -~ªjª q~ -~n..~~!AsJ~is- ~ -_ .b!i¿;os tran que la IRM es superior a la TC en la valoración de la
afección de vena cava inferior (Kabala y cols., 1991) y es, por
("F!ei1r!ksson y.éols., 1992), el pronóstico de con metástasis
óseas e3 tan malo que el descubrimiento de dichas lesiones lo menos, tan eficaz como la venacavografía (Horan y cols.,
casi siempre contraindica la intervención quirúrgica. Aún 1989). En contraste con la TC y la cavografía, la IRM _no_
así, se recomienda el rastreo de huesos para determinar ~uiere me~~-~-~c_:ontraste _yodado_Q_r~9.t~~i2_n ionizat_lte.
etapas.
~-Aspiración con aguja fina (AAF)
Esta tiene un valor limitado en la evaluación de carcinoma
de células renales. Los pacientes con datos radiológicos
coincidentes con carcinoma de células renales requieren
tratamiento quirúrgico definitivo y sólo se reahza AAF si
hay evidencia de enfermedad metastm- ysereguiere
diagnóstic~!_1_~tológicÓ a,.ntes-de considerar el tratamTcntq
no quirúrgico. Otras indicaciones potenciales para AAF de
másas renares-·incluyen: la diferenciación entre carcinoma
réñaTprímárl"o- y metástasis en pacientes -con dfag"i1ÓstC~_o de
cánceres priñ1.ailü.sde- ~_rigen no renaL la valQI!i_qi_ón de !Pa-
sas en pacientes con riñones únicos y la diferenciación en~e
un abses_9_~rónico y un carcinoma quístico.

L. Examen citológico e instrument al


Los pacientes con hematuria deben evaluarse mediante cis-
tQ~E9Piª:_k~~i1!9-ª--de -~'!Dg_r~..R.<ll ~1 oriJjs;;.i!LULeieráJ irldica
-la porción. alta del conducto urinario CQ!:!!Q _orig~n_Q.~. la
Figura 21-0. TC (contraste amplificado) de un carcinoma de lien10rfagia. CaS\tücios.Tos turnon::s-·dé- pelvicilla renal se
células renales (flechas) . pÚeden distinguir de CCR mediante radiografía; sin embar-
Neoplasias del parénquima renal• 387

Figura 21-f!. Imagen transaxial de resonancia magnética


(T2) de un carcinoma de células renales (flechas largas) con
trombos tumorales en vena cava (flechas cortas).

ficación justifica evaluación adicional con TC. Hay una


gran variedad de entidades patológicas que parecen masas
sólidas en el rastreo TC y con frecuencia resulta difícil
diferenciar lesiones benignas de malignas. Los datos del"
rastreo TC que sugieren malignidad incluyen amputación
de una parte del sistema colector, presencia de calcifica-
Figura 21-7. Ang iografía de riñón derecho mostrando neo-
vascu!arización típica (flechas) en un cáncer de células ción, mterfase mal definida entre parénquima renal y la
renales en el polo inferior crecido . lesión, invasión a grasa perinéfrica o estructuras adyacentes
y presencia de adenopatía periaórtica anormal o metástasis
a distancia (Kosko, Lipuma y Resnick, 1984).
Es posible definir algunas lesiones características uti-
go, a veces la valoración endoscópica de vejiga, uréteres y lizando criterios TC junto con datos clínicos. Los angio-
pelvicilla renal puede ser útil para hacer el diagnóstico . miolipomas (con un gran contenido de grasa) pueden
Además, si bien el e::¡tudio citológico de orina rara vez es ele identificarse con facilidad por las regiones de baja atenua-
utilidad en el diagnóstico de CCR. cu_ill}QO__~e hace c.ou ción características de la abundancia de grasa. Debe sospe-
lavado de pelvici\Ja renal, en muchas ocasiones es diagnós- charse abceso renal en un paciente que presenta fiebre, dolor
tico de tumores de pelvicilla renal. en flancos , piuria y leucocitosis; deben realizarse aspiración
con aguja y cultivo. Otras masas renales benignas (además
M. Marcadores tumorales de las descritas) incluyen granulomas y malformaciones
Como se mencionó antes, el CCR se relaciona con múltiples artcriovenosas. Linfoma renal (enfermedad de Hodgkin y
sustancias con actividad biológica. Sin embargo, hasta la no Hodgkin), carcinoma de células transicionales de la
fecha no hay marcadores tumorales con relevancia clínica pelvicilla renal, cáncer en suprarrenales y enfermedad me-
que ayuden en la detección, diagnóstico o evaluación de la tastásica, son posibilidades diagnósticas adicionales que
respuesta al tratamiento. deben sospecharse con base en datos clínicos y de TC.

Diagnóstico diferencial Tratamiento

Cuando un paciente presenta datos clínicos congruentes con A. Medidas específicas


enfermedad metastásica y además masa renal se puede l. Enfermedad localizada: La extirpación quirúrgica de
establecer con certeza el diagnóstico de CCR. La mayoría ia lesión en sus primeras etapas sigue siendo el único
de los pacientes se presentan con masa renal descubierta trafámleT\to po-teñCialmentc curativo disponible para pa-
durante la valoración de hematuria o do1or; o como hallazgo .cientes-·con-CCR. La terapéutica apropiada depende casi
incidental en el estudio de un problema no relacionado. El por cO!ñpTeto de-la etapa del tumor en la primera consulta
diagnóstico diferencial de CCR incluye otras lesiones só- y, por tanto, requiere evaluación completa para definir
lidas renales. Casi todas las masas renales son quistes sim- dí eh a etapa. El pronóstico de pacientes en etapas l, II y
ples. Una vez confirmado el diagnóstico de quiste mediante lliA (sólo vena renal) es muy similar después de la
US no se requiere evaluación adicional si el paciente no extiipación quirúrg1ca del riñón junto con la fascia que
presenta síntomas. Datos equívocos o la presencia de calci- lo envuelve (Skinner, Verrnillion y Colvin, 1972).
La nefrectomía radical es el tratamiento primario
para CCR localizado. El objetivo es extirpar el tumor
tomando un amplio mar~_de tejj9_q_]l2[rriar:-Ianefrec-
fom {a radical (Robson, 1963) pennite extirpar en bloque
el riñón y su fascia de envoltura (de Gerota) incluyendo
la suprarrenal del mismo lado, la mitad proximal del
uréter y ganglios linfáticos hasta la zona de sección
de los vasos renales (figura 21-9).
Se logra un acceso óptimo para nefrectomía radical
con varias incisiones, lo que incluye incisión anterior
subcostal (chevron unilateral) o toracoabdominal y, en
ocasiones, incisión en la línea media o bien la clásica 1
1
incisión en el flanco (Droller, 1992). 1
La linfadcnectomía regional en CCR aún es motivo 1
1
de controversia. Entre 18 y 33% de los pacientes some- 1
tidos a nefrectomia radical con disección de ganglios 1
J
linfáticos a causa de CCR tienen diagnóstico de enfer-
medad rnetast:isica (Skinner, Licskovsky y Pritchett,
1988). Aunque existen varios estudios retrospectivos
(Thrasber y Paulson, 1993) y uno prospectivo no aleato-
rio (Hcrrlinger y cols., 1991) que sugieren que la linfa-
dcctomía radical mejora la esperanza de· vida en
pacientes con carcinoma de células renales en las etapas
Robson 1 y JI, este tema es aún muy controvertido y la
respuesta definitiva requiere un estudio clínico, aleatorio
y prospcctivo.
El embolismo de la artena renal antes de la opera-
Figura 21-9. Límites de una nefrectomía radical en riñón
ción (an gÍoi"ñf'artO}esuni~l"ca-emp-fe"a-da con1o"é0,\(fyü- izquierdo. La línea punteada representa el margen quirúrgico
v<lnte"-óe la cirugm para-raCJiitar la nefrectomía radical: ya
y al mismo tiempo la fascia de Gerota.
q-ue -redtÍce la-·}J·e-mor-r-agia durm1tel~t-i"ntervenc1011 y
~~~~a_n·ª-~~~ªema-cñ--fos planos tisulares {McLeii:ñy-Mc-
ranzc, 1985). Se emplean vanas sustancias para el em-
bolismo incluyendo bario, esponja con alcohol polivinílico, El carcinoma de células renales puede invadir los
partículas de gelfoarn, grasa subcutánea, balón despren- espacios vasculares renales y producir trombosis tumo-
dible y espirales de acero. Recientemente se recomienda ral que se extiende a las venas renal, cava inferior y
etanol absoluto porque produce mejor oclusión y reduce hepáticas y, a veces, al interior de aurícula derecha_ Entre
al minimo el síndrome posinfarto. Entre las complica- el 5 y 10% de los pacientes con CCR presenta un cierto
Clones conocidas del embohsrn.o se mcluyen desplaza- grado de invasión a vena cava (figura 21-10) (Skinner,
miento de las espirales o del balón al riñón contralatcral o Lieskovsky y Pritchett, 1988). Como ya se mencionó,
a sitios distantes, dañ.o al riñón contmlatera! por uso exce- pacientes con lesiones en venas renal cava por debajo del
sivo de material de contraste durante el procedimiento y nivel de las venas hepáticas (etapa lilA o T3aNOMO),
lesiones isquémicas en extremidades infe1iores o intestino pero sin evidencia de metástasis regional o distante
a causa de sobrcflujo del agente embolizante. El síndrome tienen pronóstico similar al de pacientes con enfermedad
posinfarto se caractcnza por dolor en flanco, fiebre y en etapa !! (T2) si se les trata mediante extirpación
leucocitosís; lo clásico es que dure, en promedio, tres días. radical. La técnica quirúrgica para retirar trombos de la
En v1sta de la ralta de evidencia concluyente en vena cava depende por completo del nivel de extensión
favor de que el embolismo preoperatorio en realidad hacia la extremidad cefálica. En general, estos trombos
disminuye la pérdida de sangre y facilita la cirugía, su no Invaden la vena cava y, por tanto, pueden retirarse sin
empleo debe limitarse a pacientes con tumores de gran resecar la pared de la vena. Para los trombos tumorales
tamaño; situación en la cllal puede ser difícil alcanzar la que han llegado al nivel de aurícula derecha lo clásico es
arteria renal al piincipio del procedimiento. Además, esta emplear una derivación cardiopulmonar.
técn1ca es úttl como paliativo en pacientes con tumores El acceso del pac!ctltc con CCR o enfermedad en
no rcsecables y síntomas importantes como hemorragia, un riñón único difiere del tratamiento estándar de nefrec-
dolor en nancos o síntomas paraneoplásicos. tomía radical. El CCR bilateral ocurre hasta en el 3% de
Se ha propuesto la radio ter~a como modalidad de los pacientes (Smíth, 1986). La neírectomía radica.l en
o
tratamiento neoad\LU"~~~;t~~(r.i~!a a la op~.r-áClón) ady_t_t- estos pacientes, o en aquellos con riñón ún1co, sin duda
vante de la nefi·ectomí_a rad_lº~L P.~t9_b!~Y--~ontr<_?~~sia conduce a dichos pacientes a diálisis permanente o a
res_p_~~~<?-~su efi~aciaJRafla, 1970; van der Werf-Messing, trasplante renal y a la morbilidad secundaria a estas
1973; Juusela, 1977). No hay evidencia de que la rudiación situaciones. La determinación de etapas en estos pacien-
del techo renal después de la opcractón, con o sin tumor tes es básicamente igual a la ya descrita con la notable
residual, contribuya a prolongar la esperanza de vida. excepción de que se reqUiere angiografía para valorar de
Se informa regresión espontánea de met.1.stasis de CCR
después de ncfrcctomía en menos del 1% de todos lOs
cisos. Sm embargo, se cree que este fenómeno ocurre
independ tentcmcntc de la cirugía y se refiere sobre todo-
a.Tesl(mes··aeCpar6r1~quima pulmonar y a otras de tejí dos
"f:iíandos (Couillard y de Vere Whíte, 1993 ).
-- ·-··Los pacientes que presentan metástasis solitaria
accesible a la extirpación quirúrgica pueden ser aptos
para un enfoque combinado con nefrectomía y resección
de metástasis. En algunas series de pacientes cuidadosa~
mente seleccionados se ha logrado una supervivencia de
cinco años en el 30% (O'Dca, 1978; Toho y Whitmore,
1975): sin embargo, estos pacientes muestran reducción
de la esperanza de vida cuando se comparan con pacien-
tes sometidos a resección de metástasis solitaria desarro-
llada Juego de extirpar el tumor primario (O'Dea y cols.,
1978; dcKcrnion, Ramming y Smith, 1978). Debido a la
falta de tratamiento cf1caz para la enfermedad metastá-
sica, es razonable un enfoque radical en pacientes bien
Figura 21-10. lRM coronal (T1) de un gran trombo tumoral en seleccionados con metástasiS solltaria. Sin embargo, la
vena cava (flechas largas) en un paciente con carcinoma gran mayoría de pac1entes presentan metástasis micros-
de células renales. El trombo sé extiende justo hasta la entrada cópicas en otros sitios y el pronóstico es malo.
de las venas hepáticas (flechas cortas).
a. Radioterapia: Es una modalidad importante de trata-
miento paliativo para .P.-ª._<;:j~l)_t_~_Q.Q.ILl11.Ctá stasiL$­
CCR. No obstante la creencia acerca de la relativa resis-
modo apropiado la extensión del tumor dentro de! riñón tenCia de CCR a las radiaciones se comunica una atenua~
y de la anatomía de la arteria renal. Las alternativas ción eficaz de las rnctástasis a cerebro, hueso y pulmón
quirúrgicas de la nefrectomía radical son: nefrectomía en más de dos terceras partes de los pacientes (Fossa,
parcial, nefrectomía parcial ex vivo (cirugía de banco Kjolseth y Lung, 1982; Onufrey y Mohiuddin, 1985). _Fn
seguida de autotrasplantc) (Novick, Stewart y Straffon, ocasiones se usa la terapéutica con radiación de haz
1980), y enucleación de múltiples lesiones (Marshall y ·cxtc-rno~-en ~~-<Jcr1cfrectomía,_ C<2_mO a]ÍatÍVO en pa·~
cols., 1986). Dada la falta de tratamiento coadyuvante cientes con dolor por hematuria im ortantc ero sin
eficaz y el riesgo de extirpación inadecuada con la ·e-ficacia notitbTe-:- ---- ---~ ·- - e-
subsecuente reincidencia, de las diferentes técnicas para b.- Tratamicntó hormonal: El empleo de diversos agentes
conservar el riñón, la ncfrcctomía parcial con un margen hormonales en el tratamiento de las metástasis de CCR
parenquimatoso apropiado s1guc siendo el tratamiento se basa en estudios que demuestran un mayor índice de
preferido. cáncer renal en cricetos expuestos a estrógenos y la
2. Enfermedad diseminada: O~r~<Ldcl_lQ.~º-Q.Q....Q-ª...Cicntes prevención de tumores similares en animales a los que
con CC R pres~n.t_<min~.nfcrm ~@Q_m~_t±!§.t~~-ª--S:D_Q] mo- se administra progesterona de manera concomitante
mento del_Q_iagnóstico. La nefrectomía radic<:~.l.Q~r_§iste (Kirkman y Bacon, 1949). En la literatura hay gran
como tr~ tq_Ql_Í.Q!l.!Q __ p.RUa.ti.Y.9_..eJ~c_tjy_o___ ~!l _.p_aQ l_~!ltG_~..J;;O n número de estudios no controlados con progestaciona-
hem-;h"t"~i~~ dolor o síndromes _Qaranc_opJ.ª~ºQ~..im¡2Qr1an­ les, androgénicos y antiestrogénicos; las respuestas se
les. Atravésd-crticmpo:-sc ha··
p1:acticado nefrectomía encuentran entre los límites del O al 33 por ciento
radical a algunos pacientes asintomáticos por diferentes (Bono, 1986 ). Los estudios más recientes en un gran
suposiciones incluyendo prolongación de la esperanza número de pacientes muestran índices del l al 2% con
de vida, prevención de la morbilidad causada por el respuestas parc~ales y de duración breve (Kjaer, 1988).
tumor primario, casos publicados de regresión espontá- c. Quimioterapia: El carcinoma de células ren_?.les es uno
nea de la enfermedad mctastásica después de ncfrecto- de los tumores sólidos más resistentes a la quimioterapia.
mía y mejoramiento de la eficac1a del tratamiento La vinblastina-,-d~ la e~;¡ antes se creía que tenía una
coadyuvante subsecuente. Con excepción de la resec- acción como agente único del 15 al 20%, en estudios
ción concomitante de metástasis solitaria (Mtddlcton, más recientes se informa que tiene un índice de respuesta
1967) no hay estudios controlados, en la literatura, para menor del 1O por ciento (Fossa y cols., 1992; Crivellari
validar este enfoque. y cols., 1987). N'o se ha demostrado que las combinacio-
Varias comunicaciones de pacientes sometidos a nes quimioterapéuticas muestren algún beneficio signi-
ncfrectomía paliativa o coadyuvante no demuestran nin- ficativo en comparación al tratam1ento con un solo
gún incremento de la esperanza de v1da cuando se com- agente. Las impresiOnantes estadísticas provenientes de
paran con pacientes tratados con diversos métodos no una so la institución en relación a la respuesta con agentes
quirúrgicos (deKernion, Ramming y Smith, 1978; nuevos o nuevas cOJnbinaciones de antiguos agentes
Middleton, 1976); en este caso, tampoco hay estudios deben evaluarse con precaución; la experiencia demues-
controlados. tra, de modo consistente, que los elevados índices inicia-
390 • Urología general de Smith (Capítulo 21)

les de respuesta rara vez se confirman cuando se repiten este fármaco fue aprobado por la US Food and Drug Admi-
los estudios en ensayos efectuados en varias institucio- nistration para el tratamiento del carcinoma de células re-
nes . nales.
d. Modificadores de la respuesta biológica: El uso de Es probable que la gran variabilidad en los índices de
CCR metastásíco como modelo para la invest1gación de respuesta a IL-2 se deba a la selección de pacientes. En
varios modificadores de la respuesta biológica es una fechas recientes, Atkins y cols., informaron la fase II de un
consecuencia tanto de la ausencia de tratamiento eficaz experimento con 71 pacientes tratados con dosis altas de
como de las "excentricidades " biológicas reconocidas IL-2 (índice de respuesta de 17%), en el cual casi todas las
desde hace tiempo en este tumor. La regresión espontá- respuestas se dieron en pacientes con excelente estado ge-
nea del CCR metastásico es un evento raro, pero bien neral y metástasis limitadas a un pulmón, ganglios linfáticos
reconocido (Kavoussi y cols., 1986; Vogelzang y cols., o a enfermedad abdominal extrahepáticade volumen peque-
1992). No hay evidencia específica, pero muchos opinan ño (Atkins y cols. , 1993 ). La preocupación acerca de la
que este fenómeno es mediado inmunológicamente. selección de pacientes aumenta por la toxicidad potencial
Se han aprobado múltiples métodos clínicos de inmune- de este tratamiento . Incluso en centros con experiencia en
terapia contra CCR, que incluyen el bacilo de Calmette- la administración de IL-2, hay una mortalidad dcl4% en re-
Guérin (BCG), infusión de células tumorales autólogas lación con el tratamiento y por lo menos el 50% de los
y uso de RNA mmunitario. Los resultados de estos y pacientes requiere apoyo en la unidad de cuidados inten-
otros estudios tempranos, condujeron a los experimentos sivos.
más recientes que estudian los intcrfones (alfa, beta y Las áreas bajo investigación activa incluyen la defini-
gamma); la terapia celular adoptiva con linfocitos acti- ción de poblaciones de linfocitos más potentes y específicos
vados por linfocinas (LAK) y linfocitos infiltrantes de (células TIL, etcétera) y las combinaciones de modificado-
tumores (TIL); la terapia con autolinfocítos, y con inter- res de la respuesta biológica (IL-2 más interferones) así
leucina-2 U.L..::.-2), que. es el úni~_fár!!~ª-c_Q..Y_a_ªPIQQª.Qo como el trabajo con anticuerpos monoclonales.
para el tratamiento del carcinoma renal metastásico.
B. Seguimiento
Estudios tempranos con interferón alfa informan índices de No hay acuerdo general respecto a la frecuencia de los
respuesta reproducibles del 15 al 20 por ciento (Krown, estudios necesarios para el seguimiento de pacientes con
1987; Quesada, Swanson y Gutterman, 1985). Las caracte- CCR. Pací entes sometidos a nefrectomía radical deben cxa-
rísticas ~~ ~~s-.I2_8-~~~n!~~..9.~-~r-~s_pQn_<).e.':!.<Ü inJerf~9n..im:Ju­ terva"l os
m in arse -a-i¡:.¡ r~~areslse:-{~g~_r~i]_§0.JLiñiri_es p_eiió-
.Y.en._carza_!_1!_~_9~j_r!}.Ü:!L~~. (~- ~e~._.t):!~~·. Jenal _ p_ü_Jl)~~L<?. dJCOS cada tres meses en el primer ~ñotp~!_~Y.~~~a.I_la
extirpado), metástasis sólo en pl)lmón y un excelente d¡;:.- evolución y detectar metástasis. El examen de seguimiento
scmp.eño. Un reporte reciente de·· ·l ·S9p~cien·t~s ·~·o-~ e·~;~;;~- _Q_ebe incluir_i~~c_rrogatorio y examen flsJcoytiñlbÍén-radioM
- ma reñ"áf avanzado con un tratamiento de varias dosis de grafía de tórax, bíometriicompleta, q-úTmica san.guíneap-ara
mterferón alfa demostró una respuesta total del 10% con eváTuadas T~~Lo-~_c~ -~~.PltJf~_yT~!}af."~Es!uªi os a~icifo-riales
una media de la duración de !a respuesta de [2.2 meses. La como TC y rastreo de huesos sólo deben practicarse cuando
media de la esperanza de vida fue de 11.4 meses y sólo el el~-~ªdr.~.~l!jlf~QJg_~qüf~rª_(o_ ~9.ª~- 99..l9I Q~~Q_~n el ¿nc:§l.
3% de los pac1entes sobrevivió ciilco o más años (Minasian Los pacientes con enfermedad metastásica no sometidos a
y co!s., 1993) . La observación de que la mayoría de las tratam icnto requieren seguimiento continuo y se les debe
respuestas se presenta en pacientes con tumores pequeños proporcionar el tratamiento de apoyo adecuado.
abundantes llevó al estudio aleatorio multiinstitucíonal para
comparar la terapia adyuvante con el interferón alfa median- Pronóstico
te la observación, después de nefrectomia, de pacientes con
alto riesgo de enfermedad reincidente. Este estudio ya com- El pronóstico se relaciona con la etapa de la enfermedad al
pletó la fase de admisión de pacientes y se dispondrá de los momento deJa primera consulta. Estudios recientes refieren
resultados en varios años. Resultan menos impresionantes una tasa de sobrevivientes a cinco años, en pacientes con
los experimentos con intcrferones 13 y y, aunque es intere- enfermedad en etapa Tl, del R8 al 100% y alrededor del60%
sante que en publicaciones recientes se comunica una tasa en las etapas T2 a T3a. Corno se mencionó, en los pacien-
de respuesta total del 30% en pacientes a quienes se admi- tes en etapa T3b, el índice de esperanza de vida a 5 años baja
nistran dosis bajas de interferón gamma (Aulítzky y cols., mucho ( 15 a 20%). Los pacientes con enfermedad metastá-
1989). sica tienen un pronóstico deprimente con una tasa de sobre-
La interleucina 2 es una cítocina que producen los vivientes a cinco años del o a\20 por ciento (Cherrie y cols.,
linfocitos T activados y que posee una actividad ínmunoes- 1982; Selli y cols., l983; Bassil y cols., 1985; Golimbu y
timuladora y antincoplásica considerable. En pacientes con cols., 1986).
carcinoma de células renales metastásico, los índices de
respuesta a bolos con dosis altas de IL-2 van del O a127 por
ciento (Linchan, Shipley y Parkinson, 1993 ). Un estudio Nefroblastoma (tumor de Wilms)
multiinstitucional que compu.ró JL-2 solo en bolos de dosis
altas con lL-2 más células LAK demostró índices de repues- El nefroblastorna, también conocido como tumor de
ta comparables (8 y 13%, respéctivamente) entre los dos Wilms, es el tumor sólido renal más común en la infancia
tratamientos (McCabe, Stabler y Hawkins , 1992). A partir constituye~- eñ-térffi'iños- gcnérales~ eÍ -5o/~-d-e los ~á~~ere~
de los indiccs de respuesta con bolos de dosis altas de JL-2 , infantiles. Aproxirnadámerite se comunTcan-460 casos
·----
ñue-
vos al año. La edad máxima de aparic1ón es durante el tercer
ai'io de vidáyTarefaCion entresexos es de C1. La enférme-
dad se observa en todo el mundo cori siÍn.iTai: edad de inicio
y distribuciÓ~·éntre sexos. En general, el tumor es unicén-
trico, pero aparece en ambos riñones con igual frecuencia.
En el 5% de los casos el tumor es bilateraJ.
·- --ETtumor de "Yilm~E_prcsenta co~ pa!!_Of1_~~.fª.!!.1.\_~_
no familiar. El grupo National Wilms 'TumorStudy(NWTS)
verificó la incidencia de tumor de Wilms familiar en casi
1% de los casos (Breslow y Beckwith, 1982). Este tumor se
relaciona con varias anomalías congénitas incluyendo una
variedad de anomalías genitourinarias (por ejemplo, crip-
torquidia e hipospadias), aniridia y hemihipertrofia.

Etiología

El tumor:__9~~U.-112~...P_uede ser..f~miliar o es_Rorádico. Los


niños con la variante familiar representan del 15 al 20% de
todos-iospác1entes con este tumor y son, en general, jóvenes
con tumores multicéntricos bilaterales. ·--- --
--- Se cree queel..tipo de h_erencia de la forma familiar es
autosómica dominante con penetrancia variable. Knudson
y Strong (1972) postulan que la patogenia de la forma Figura 21-11. Tumor de Wilms con la estructura característica
esporádica del tumor de Wilms se debe a dos mutaciones tubular-glomerular y el blastema (amplificación original40 x).
poscigóticas en una célula única. En contraste, la forma
familiar de la enfererndad se presenta después de una mu-
'_{~_l~ª.§..!.~~_Ly cava o por propagación linfática. La enferme-

tación precigótica y una mutación subsecuente origina la
transformación maligna. Los avances importantes enlabio- dad metastásica está presente en el momento del diagnóstico
logía molecular y en la citogcnética permiten el reconoci- en el 10 al 15% d~_..\.9_~_.)2<!_Clent~s; los_m!!_Q§ ªL~Q!.Q.__QS....CÚI
miento de los cambios en una región del brazo corto del m~!'~~~ frecu~':l-~~~-son: pulm ones ~ll2..~l~J;ígado ( IQ__a
cromosoma 11 banda 13 ( 11 p 13) que se relacionan tanto 15%). Los linfáticos regionales participan hasta en el 25%
con la forma familiar como con la esporádica (Yunis y de los pacientes. Las metástasis a hígado , huesoy ccrebrü
~-Q_~..Ql~e.cuenté--s.-------- -
Ramsay, 19 80; Kaneko, Eguel y Rowley, 1981 ). En fechas
recientes, con el uso del retinoblastoma como modelo, se
real izó la clonación de un gen candidato a supresor de tumor Etapas del tumor
de Wilms (WTl), si bien su relación con el desarrollo de
este tumor aún no se define (Cal\ y cols., 1990). El sist~ma d~ etaJ?.~~--dcl NWTS es el más an~p_!iamente_
utilizado y se basa en datos guirúrgicos y_ de histología. La
Patogenia y anatomía patológica clasificaci6norigi¡~~¡ ~~·;só en 1<~-r~era segu~da y-
pruebas del NWTS y luego se modificó para el NWTS liT
Es probable que este tumor se origine en el blastoma mcta- (D' Angio y cols., 1989).
néfrico. Gran variedad de elementos histológicos pueden
estar presentes, pero el tumor de Wihns clásico contiene Etapa 1: Tumor ~f!1Jt?_~_Q_~Eiñón y extirpado por com-
elementos blastémicos, epiteliales y estromatosos en pro- pleto. La superficie de la c4psu]a renal s~
porciÓn variable (figura 21-11 ). Se han descnto tumores encuentra_ in t-acta.~.L-~iiúú:_..DQ.....§.C t~omp~
compuestos de blastoma y estroma o sólo blastoma. antes o durante la extimªf_i_9.!1J~.9 .hªy_re$i-
El NWTS correlacionó muestras de patología con re- duos tumoraLes_ apar~_r_ltes más allá de los
sultados clínicos y clasificó varias características histo- márgenes de la resección.
lógicas en grupos de pronóstico favorable y desfavorable. Etapa 11: Tumor extendído hacia· fuera del riñón pero
El subgrupo desfavorable incluye tumores con elementos fue extirpado por completo. Hay extensión
focales o difusos de células anaplásicas, sarcoma de células reg.ionaf"deTtumor, o -sea,- pe-ñetrac16ri en-la
claras o tumores rabdoides malignos (Beckwith y Palmer, ~~~~ficie exte~ña (ie\1 cfip-sul"arenal r_~~-~i<l
1978; Beckwith, 198.3 ). Los tumores anaplásicos se carac- los t~j_i_@_§ __ QLa~9.0§ perj_r:.r.ena!_Q-?.·c_.!---os vasos
terizan por atipia nuclear extrema, hiperdiploidismo y gran externos a la sustancia renal están infiltrados
número de traslocaciones complejas. o contienen_ trop:l}Jos tum_ora~..P~d~__R~~c­
M <:J.CrQ.sc~J2i~te eL~_mor g~_\Yilm~, __e..!.!._generª-1, ticarse biopsia ·del tumor o hay propagación
grande, multílobul~ de color gris o canela con áreas loca:IdeftumorToc-aTlzacfaenffañco~N-o nay
-focalesde hemÜrrngia y necrosis. En ocasiones sc__ Qi2s~.r_y_a tumor residu_<Ü.ii.P.~rente en o más _alla~..d.iJ:9S
~¡a -~~\JJ.a3.~J:Lo_fihr_usa. - .- -· · - - - bordes de la extirpaci~n.
El__ .!_umg_r _py~_de __q)selJlina_~ _pQ.[.g<:j:_c..D.s.iillLdirc.c.ta a Etapa 1!1: Tumor residual localizado en abdomen sin
través de la cápsula renal, por vía h~_f-11at~gena ~gyi_e_~sl9J.<!§ dis~Qlinació!l hemí!_t_9~il':~~~}~n~_¿ yna
392 • Urología gen eral de Smith (Capitulo 21)

~}~~~s_de J~s sígu ientes características: -~lk~~ D. Ultrasonografía, TC e /RM


b10psia de ganglios linfáticos muestra inva- Dada la habilidad demostrada de la ultrasonografía para
s16i1JCios-t-lbTcacfos---e~-- ~-l--h;lio~ - -cadei1as aportar información precisa, no invasiva y acorde con el
-pcria6rticas0-l~~-;i;¡~-:-~s. b) Contamina~ión costo, sobre m::tsas renales y extensión del tumor a venas
~ri to~~-~=-dj(~s-~ __p..Q~~~Ltun19~ctebida_ ~ es- renales, vena cava y aurícula derecha , muchos recomiendan
bordami ~~l_~<? de los l~!Pite0 el mismo ar.!__tes su uso como estudio inicial en la evaluación dcfilifos con
o durante ~1.-~i.!J:._Igía o_por crccimien..!.Q_~r:Q~­ s-ospecha de masasrC11ales. -~-----·
raT quepcnúra a través de la su erficic de! - -@áistreo.con"(C--p-ue de suministrar la misma infor-
per'ítoi1-eci. _~i_filivJ]n!'-!fi9xukJ _!umo·i:-Cí1-la mación obtenida con UIV acerca del sistema colector y la
-sU¡)ed)cJe del peritoneo. d) Tumor extendido función renal. Además, permite evaluar la mvasión a gan-
-asíñiPJ~Isti-o1ñlcioscóii!fim~nte-J?or f1t~ú glios linfáticos y la metástasis a órganos vecinos.
de los bordes quirúrgicos. e) Tumor no extir- La experiencia con JRM es limitada; sin embargo, su.
pado por-com-píeto. de6Tdo. a-'fo1íftración 6- crecieñteempleo en adultos con teR y la ausc¡~ci·a de
.s:~l
ge_ ~§fr~-~t~ras_-~itªT~s. --... ~diaciói1 ion~za!Rü~--~~ff~ ha_ (i r_ ¿-~1RJEJvü.u1.i..iñ.ó_dilid.a.d
Etapa IV: Metástasis hematógenas . De ósitos tumq_ra- diagnóstica importante para valorar al niüo con tumor de
1~__!_1_lás_ ~j1á__~_e la eta a.JII. por ~jen_} plo,
W!Tñ-ls____ ---- . ...._. ---·-·~ - ··- "--···· --- ~
- · --~ -· -~--~ - -
pulmón, hígado, hueso, y cerebro.
Etapa V: -Ambos_rff19.!i"<jjf~~§:"~.9s .cr\ éfmom~Í2-9.~ 1
diagnóstico . Debe intentarse clasificar cada E Gammagrama con radionúc/idos
El rastreo de hueso con radionúcli dos rara vez está indicado.
lado de acu-erdo con -los cri terios anterio res,
scguñ fa extei-is-iol) déTa eñfermeaa antes ae 1"iLG~'é!~~i~-~ ~]_en ha s.~~2Ld.2lª-.~~~~JÉ~Q.Q~ P..U~~úcar
Ta"b.iQJ?';;'í[í_"' ---- . ----- ---·- - -- ~~mmagrama de hí~ad~_Y. _ ?~.~o .

F. Biopsia con aguja


Cuadro clínico La biopsia preopera toria se indica por~J;!_tL_na sólo_2!L!!JB2.QfCS
juzgados demasiado grandes para practicar con seguridad
la resección quirúrgica primaria y para casos e-nlos
que se
A. Síntomas y signos pl'anea quíiñloí:erapi-a'o raiiiC)teraplaprcopéra tori ~~~
El diagnóstico del tumor c!_e \\{j_lm!_~-~9-1..~-~~~tua__I~~__9 --- ~ -~-----·· ·- ~

~ue un familiar o un médico descubre durante la explo-


ración física rutwaria una masa no acompañada de sinto- Diagnóstico diferencial
IJlH§, Entre éstos los más ·comunes _?on _Q_9]gi_ y distens!on
abdominal, anorexia, náuseas y vómito; fiebre y hematuria. Una masa en el flanco de un niño debe d1fcrenciarse de
Efslgno masTrCCucnte.es-Ía·;·)12.~~men . Eriel25a16o% hidronefrosis, riñón quístico, neuroblastoma intrauenal , ne-
d-~~-~~~ bay__!!_ip~!:_t~~sión ~~~~-~~j~.[~iincnto"" en··¡;¡ froma mcsob!ástico y diferentes tipos de sarcoma sumamente
concentraciÓn de rcnina (D' Angio y cols., 1982; Pizzo y raros.
cois~T989Y - La US puede confirmar la hidronefrosis y evaluar la
presencia de riñones quísticos. El ncuroblastoma es diferen-
te del tumor de Wilms desde el punto de v1s1a histopatoló-
B. Análisis de laboratorio
gico, pero con frecuencia se presenta en el abdomen como
_El examen general de orin_~!.:::~~la hematuna; P_l)~~~-~~E_~r
una masa originada en glándulas suprarrenales o ganglios
a~~-!:ni~z~<?.~rc to~o-~_p_~~ientcs con he_morr~g_i~ s_~:~b~?.PSU­
\ar. Los pacientes con metástasis hepáticas muestran ano- paracspina\cs. El neuroblastoma no puede distinguirse por
malías en la química sanguínea. medio de radiografía del tumor de W1lms, pero posee vartas
características útiles para establecer el diagnóstico di fe-
rencial. En contraste con el tumor de Wilms, caracterizado
C. Imágenes radiográficas por confinarse a un solo lado del abdomen, el ncuroblasto-
La valoración radiográfica del niño con tumor de Wilms es ma casi siempre cruza la línea media. El tumor de Wilms es
a veces controvertida a causa del advenimiento de nuevas una masa intrarrcnal y rara vez causa cambios en el eje renal
técnicas de imagen y la falta de consenso en su función en tanto que el neuroblastoma puede causar desplazamiento
precisa en el diagnóstico y clasificación . Anteriormente la hacia fuera o hacia dentro del riñón ("lirio caído"). Los
U1V era el método di agnóstico T2l.Q.f.fiW.Q.p...ara vai.or.a.L cu; ]_ niños con neuroblastoma tienen mayor probabilidad de
qu1er masa renal. Los datos clásicos en la UTV son dcfor- presentar metástasis y estos turnares muestran mayor fre-
-mac!óñacrsi""stcíña.coTectoralto- con-aúmeñto del volun1en cuencia de calcificación obs ervable en la radiografía, Ade-
renaL ---·----- -- --
más, el neuroblastoma puede producir varios marcadores de
La arteriografía renal sólo está indicada en pacientes tumor incluyendo ácido vainillilmandélico (VMA) y otras
con tumor d~ WJh).is-bíf~tcral_icñ e1jifi6D ~DJH~rúd.ú_r~_La catecolamínas que no se observan en pacientes con tumor
-radToyatía__g_e tór~x_debe scr~!__ .e~!-~~r-~_stu_d_i~ para detectar de Wilms (Pizzo y cols., 1989).
metástasis. La función de la TC de tórax es contro~ertid~y Los nefromas mesoblásticos son hamartomas benig-
~rohab }~~-~Q_C_~!-~j_n_<.t Í~~da~~-o_n]q rutj!_l_arÍiol _ef!_J?_flt;;l entes nos y no se pueden distinguir antes de la operación del tumor
con riesgo bajo; sin em~o, cuando se ·realiza de manera de Wilms. Se ven sobre todo en el periodo neon.atal y se
concomitante cOJ1...~(C--abdominal, la TC de tÓrax· aporta identifican de manera clásica en estudio histológico después
8 ormación clínica_!!!':lY-~ttle;,;-- acientes d<2 __i[e_igQ:.ilio.- de la nefrectomía.
Tratamiento favo~able en cualquier etapa y para la enfermedad en etapa
rv - - ·- · - - -- - - · · . -·-···- ----------
El objetivo del tratamiento es proporcionar el mayor índice
posible de curación con la morbilidad más baja pos1ble C. Quimioterapia
relacionada con el tratamiento. Se ha logrado mejoría sig- ~.Lt_U!"l}_Q.f_sl_e \Yjjm~ es una neoplasia sensible a la quimiote-
nificativa de la tasa de sobrevivientes en niños con tumor de _rapia y responde a varios a_gentes a_.elicados de manera~
W1lms mediante una mejor comprensión de la enfermedad atsli:i_cl<!J':!~ I_qy~D.ci9..ª_c_t!_I)Q !!l i~Ü1_(). _Q,_v j nc.r.is.tina, doxorrubi-
y U'! enfoq~l,~ Q9 _t_n~tltiJ2l.c&.!Jl_<:.Jdali~~-~" !<::I.<u!_~~j~ª-~- pro- cína, ciclofosfmmda y cisplatino. El primer estudio NWTS
P.l!~S~<?-P-ºr___el ]\J).YTS que in~luy_~ _f)f!lg)_l1,_r{l,digt~ppia y_ -aCI11.osfi6~que'.iítcolriblriilc!ói}-de actínomicil)a o y vincris-
q~~1ioterapia .. tina era más eficaz en reducir el riesgo de recaída que
cualquier fármaco utilizado solo (O' Angio y colaboradores,
A. Medidas quirúrgicas \976). Con un método ordenado, el NWTS usa cada estudiO
El p_r<?.~~~~i_e!~ts> pref~rido en pacientes con tumor en un sucesivo para evaluar cualquier manejo nuevo que mejore
riñón que se Juzga resccab!c (tumores sin cruzar fa línea la respuesta y disminuya la toxicidad. A continuación se
li"iedla"ni"""partlcipación cie órganos visce.ralcs "actyace-ñtes), resumen las re~_~n.~endaciones te_@péuti~~s, seg_~-~J~~~~ a
é~~Ja nef!:S~~IQ!1líi1].!'!.9~~:1J. ~--~~y~~-d~ incisi~!lJ..r<~sabdo- _x_!_~~_ha~_9~ h_i~tológi~oJ>, del NWTS 111.
minal.
La disección de ganglios linfáticos rctroperitoncales no ~!.~E~-~F/HD: Quimiot~_~_a_pt~_cO_J'} a~tLncm~i-~ii}a __ Q__y__
ha demostrado su valor y no es recomendable. Sin embargo, vincristina durat:~te sei_s O}ese~ . .5¡in_.rª:-
la biopsia de linfáticos regionales (del hilio renal y paraór- di o tera¡:l\.!_1_.
ticos) y el examen cuidadoso_dcl riñón opuesto y del resto Etapa 11 HF: Quimioterapia con actinomicina D y
del abdomen suministran datos cruciales para la determina- vlncristina chtrante:Ts·r[lese_s. slnráctl.o- .
ción de las etapas y el pronóstico. El tumor extendido al ter.ªI?i~ .
interior de la vena cava debe extirparse a menos que haya Etapa l~!}:!F: ~~-Ql9.!_e~ ia J29._§_QJ"2eratori L 9.Q.D
evidencia de obstrucción total. Uno de Jos principales puntos 1000 cG seguida de actinomicina D,
que deben recalcarse durante la extirpación quirúrgica es vinc~1stti1a y ·-d;xorrÜbfcina dur~~"i~
¡5 mi~s~c~~-··· ~ - - --- -- - ---· -- - ·- .
evitar la diseminación por la evidencia de que esto incre-
menta la reincidencia de la enfermedad en el abdomen. Etapa IV H~:
_?OOO ~q~ al flan e~ l..?_Q_O cGy _a_Euim~-
El niño con tumor de V./ílms en ambos ni1ones, lo nes Juego de la ope~a~ión y_ d~spués
mismo (¡u·c--ef ad-ulto.-conCCR bilateral, reqü1~rc u~~!l·r9_guc actinomicina D, vincristina y doxorru-
individualizado. Los pacientes con t~mor cuya histql_ogía b-iClnadu~antc 15 meses.
sea favorabl~E?_ (HF LQ"~dc~~ con t!.e~~~e.ncÚ•, -m~mejarse con ~!~-~~a IY._HD:~~6tíñíi~_~To~ __esfudios al azar del
-qmm]ot~@_QSCOQ~L~!Qf.ÍJl.~e_g_t!J_Qª-¡?_QI_C?Í.r_t,tgj_a f~D <;l_ c;:9nscr- NWTS. Evaluación de los beneficios
va~ En aquellos pacientes a quienes se pretenda aplicar fa actin-omi-
de añadir ciclofosfamida --a----·---·----
--------- - ---- - - ·-- - ~ --~-

quimioterapia antes de la operac1ón está indicada la biopsia cina D_,_:{ir!~c_ristína y doxqrr.~lbici!!_ª-º~s_-


para diagnóstico y determinar etapas (Blute y cols., 1987) . 12.!:1~. . .9-~ radioterapia :posoper~~()ria.
En ciertos hosp1tales, la biopsia por aspiración con aguja ha ~!~_pa V HFIHJ?: I~il:!'!~üe_l!~_()__ _l!~divLc.i_l@.!íza<Jo (véase
demostrado ser una herramienta dmgnóstica confiable texto).
cuando se lleva a cabo por un patólogo con experiencia
(Hanash y cols., 1989). f:n e<~ci_cntes _c9_11 9<_lto_~ hí.~tqlógi_cos
desfavorables (1-10) el enfoque terapéutico 9onsistc en ciru- Pronóstico
gia ramcal seguícfa por quim1otel:apia y x_;diac;ión.
------··-· -- - -· -· - .-
El enfoque de múltiples modalidades de tratamiento en
B. Radioterapia niños con tumor de Wilms ha mejorado los resultados de
Desde hace mucho se sabe que el tumor de Wilms es manera significativa. El reporte del NWTS III señala un
radiosensibje. Sin_~m..Q_a..[g_9 , a pesar de la probada eficacia índice de supervivencia libre de recaídas y un índice d~_
de la radiaciones t::J)_~l niño_ su~~~o--~~~~:!_1Q!1ca Q2X .!i:~: supervivencia del 85 y 92.4%, respectivamente. El más
posibilidad d~ Jrª-§t_QfJ:l.E.!:. el crccinJi9J.\.!Q.__y_!~_L_ts._QQ.D.QCi_dos importante los factores negativos del pronóstico aún son los
efectos tóxicg~ol?rq_~oq?:Qn, pu)J11_9.!lQ~ <;:_))jg;}do. El desa- subtipos histológicamcntc desfavorables (sarcoma de cé\u-
-rrollo-de combinaciones quimioterapéuticas eficaces ha bs claras, rabdoide y tumores anaplásicos). Si bien la adi-
sustituido en la práctica a la radioterapia en la etapa preo- clón de doxorrubicina en el NWTS lli aumenta de manera
pcratoria. La pnmera y segunda pruebas del NWTS dc.mos- importante la tasa de sobrevivientes a dos años en pacientes
traron que no se requiere radioterapia posoperatoria en con sarcoma de células claras (61.5 a 90.3%), no tiene
pacientes con enfermedad en etapa 1e histologia favorable. El impacto en la esperanza de vida de niños con tumores
NWTS 111 no demuestra ventajas de la radioterapia posope- rabdoides. El anúlísis de pacientes con tumor de Wilms en
ratoria en pacientes con enfermedad favorable en etapa ll y ambos riñones regtstrados en los estudios l1 y lll del NWTS
muestra que el índice de recaídas en pacientes con cnrerme- reveló uan tasa de sobrevivientes a tres años del 82 por
dad en etapa !JI no fue diferente en pacientes a quienes se ciento (Biutc y cols., 1987).
administró 1000 cGy en comparación con los acostum- En el futuro los retos incluyen mejoría en el tratamiento
brados 2000 cGy (D' Angio y cols., 1989). Se recomienda de pacientes con tumores anaplásicos (etapas ll a IV) y
_l_!:?.iacíón p_osoperatoria pat:a pacientes con histologia·_s.t~i- tumores rabdoidcs y esforzarse para mejorar los resultados
3 94 a Urología general de Smith (Capítulo 21)

en tumores con histología favorable y al mismo tiempo TUMORES RENALES SECUNDARIOS


disminuir la toxicidad a corto y largo plazo.
El riñón es sitio frecuente para la propagación metastásica
ile T!Q~oie.s::§.o hctüs§J?ro~~-cii_ ~ªlJi.Q_os ._l_~.!.~A!Q.l.Qgit;:_~-­
wagle, M o ore y M urphy ( 197 5) revisaron 4413 necropsias
en un centro mayor de cáncer y encontraron 81 ( 18%) casos
de carcinoma secundario del riñón (se excluyeron los tumo-
SARCOMA DEL RIÑÓN res hematológicos). El sitio primario de cáncer más frecuen-
te fue el pulmón (20%) seguido por mama (12%), estómago
(11 %) y riñón (9%). Observaron que las metástasis a parén-
El sarcoma rimario del riñón es raro; la incidencia comu- quírna renal habitualmente mostraroñlñvaslóncaj)surar y
ñiCa"da.estTentre el 1 y3%cfe-todaslas neop-Ia-S1a:" maiign¿ts cstromato_?.a ~~.l?efclOclo1jfpCI"víCIJ Taren-ai"::Y.(JueTa-part1ci-
de riñón (Vogclzang y cof;~T~FYf;".siTnívasycols ., f984f- pación renal secundaria bilateral apareció en cas1 el 50% d~
·-EI sarcoma renal aparec~--~<?_n_~lJ~yq~.f~CC!JC!}~ja Ci!P.'!.<j~_J}l~S los casos.
e11i-re .:k_guinta ~-~xta décadas de Ja~ _h_<:!Y__lig~ro --· - }Übuminuria y hematuria son relativamente comunes
predominio del sexo masculino. Los síntomas más frecuen- en pacientes con ñletásÚts;s -rei1ai s-ecundarla~ sin embargo,
tes son dolor- en -h~I"T1cü yJ?érduEi.--dc peso.-Cos--sarcómas el dolor y la insufkiet1c1a;:eñal son raros (w;gl~, Moore y
15rímarlósd.cl riñón pÜ-éden ·serdifíciles-de diferenciar his- Murphy, T975;0lsson: -Moyer-y Laferte, 1971 ). La enfer-
tológicamente de la variante sarcomastoidc del carcinoma medad mctastásíca secundaria a riñones tiende a ser un
renal (Bonsib y cols. , 1987). Elleiomiosarcoma comprende evento tardío, con frecnencia en el cuadro de enfermedad
casi el 50% de todo~s sarc_9_!i1_a51:¿ri_~}e_s.yij)fl[ececoñ ampliamente diseminada y por lo general presagia un mal
¡)rcdommanCía dc""-2.: 1 en mujeres (Loomis, 1972). El res-: pronóstico. El tratamiento se prescribe según la respuesta
-~~~-~~!OaC}Q_§ dclo-s sa~·cornª~re.l2.~~§.. ~\III.~~<?ndc a_ de la neoplasia primaria; es decir, pacientes con cáncer
fibrosarcomas, liposarcomas y hema~!Qpericitomas. Se mamario y ovárico, para los cuales hay tratamiento eficaz,
1k1:i1])ül)hcado casos -s-Ümamcntc raros de sarcoma osteóge- tienen mayor probabilidad de responder, en comparación
no (Micolonghi y cols., 1984) y shawannomas malignos con pacientes que padecen tumor primario en pulmón o
(farrow y cols., 1968). Lo clásico es que el sarcoma renal procesos malignos en estómago.
se origine en la cáps~la ren~J - Preseí)tan sínto~11~~-~n!f~_S~as· En una serie reciente de necropsias se comunicó que
a otras masas renales y tjcnden a mostrar propagación local la invasión renal clínicamente evidente por linfomacae entre
e
agresiva con mctastas"is distantes-apuln16n 1-iígad'o'"como los límites de! 0.5 al 7%, distribuyéndose igualmente el
dato_s.liird1os. ---- linfoma Hodgkin y el no Hodgkin (GofTinet y cols., 1977;
La ncfrcctomía radical para enfennedad localizada es Weimar y cols., 1981 ). En otra sen e de necropsias la par-
_el ún1coti·atamTe11to -a~~~!-- Se demostró qüefa radioterapi<t ticipación renal fue, casi siempre, en forma de nódulos
adyuvante disminuye la mcidcncia de reincidencia locales bilaterales, múltiples y discretos (Martinez-Maldonado y
en pacientes con sarcomas retroperitoneales rcsccables; sin cols., 1966). La afección renal clásíca en el linfoma no
embargo, no hay mejoría en la esperanza de vida general Hoodgkin se caracteriza por hallazgos histológicos agresi-
(K1nsella y cols., 198g). Varios agentes quimiotcrapéuticos vos difusos (por ejemplo, células grandes difusas). Habi-
incluyendo doxorrubicina, dacarbacína (DTIC) e ifosfami- tualmente el tratamiento consiste en combinaciones de
da muestra actividad terapéutica contra la enfermedad me- quimiotcrapéuticos; el pronóstico es similar al de pacientes
tastásica, pero las respuestas son casi siempre parciales y de sin participación renal, pero con linforna agresivo ampliamente
corta duración. diseminado (Geffen y cols., 1985). •

REFERENCIAS
Alancn KA, Tyrkko JES, Nurmi MJ: Aspiration bipsy cytology Beaht·s OH etal. (cditors):ManualjorStagingojCLmcer. Lippincolt,
of renal oncocytoma. Acta C'yto/1985;29:859. 1988.
Ambos MA ct al.: Angiographic pattern in renal oncocytomas. B('ckwíth JB: Wilms ' tumor and olher renal tumors of childhood:
Radiology 1978;129:615. A sclectíve review from the National Wilms' Tumor Study
Andcrson EE, Hatcher PA: Renal angiomyolipoma. Probl Uro! Pathology Center.Jluman Palho/1983;14:481.
1990;4:230. Beckwith JB, Plamer NF: Histopalhology and prognosis of
Andcrson GA,- Lawson RK: Chromosomal defects in renal cell Wilms' tumor. Rcsults J)·om thc first National Wilms' Tumor
carcinoma. Uro!ogy 1992;34:473. Study. Cancer 1978;41: 1937.
Atkins MB ~t al.: Randomized phae H tria! of high-dose inler- Blute ML et al.: Bilalcral Wilms lumor. JUro! 1987, 138:968.
lcukin-2 cither alone or in combination with mtcrfcron alrha- Bonnin JM et al.: Hyrertension due to a renin-sccreting tumour
2h in advanccd renal cell carcinoma . .! Clín Oncol 1993; localized by segmenta] renal vcin sampling. Aust NZ J Med
11:661. 1977;7:630.
Aulitzl(y W ct aL: Successful t(eatmen of metastatic renal ccll Bono AV: Steroid hormones and hormona 1 treatment in renal
carcinoma wíth a biologically acti,ve dose of recombinant cell carcinoma . In: Tumors ~~fthe Kidney. de Kcrnion Jl1,
interferon-gamma. J Clin Oncol1989;7: J 875. Pavonc-Macaluso M ( editors). Williams & Wilkins,
Bassil R et al.: Validation of thc tumor, nodes and metastasis 1986.
classification or renal cell carcinoma. J Uro! 1985; 134:450. Bonsib SM: Pathologic features of renal parenchymal tumors. In:
22
Neoplasias de
la próstata
Perinchery Na rayan MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

La hiperplasia prostática benigna (HPB) y el aden0carcino-~ dular de la próstata se compone de una gran zona periférica
ma prostático son dos de los principales neoplasmas que y una pequeña zona central; juntas constituyen cerca del
afectan la próstata humana. Juntos, estos dos trastornos ', 95% de la glándula. El 5% restante lo forma una zona
constituyen la mayor proporción de las patologías que afee-~~ de transición. Dicha zona se localiza justamente por fue-
tan el sistema urinario . 1 ra de la uretra a nivel del veru montanum y consta de
La próstata es un órgano complejo que contiene acinos, glándulas periuretrales, presumiblemente causantes de í!lda
estroma y músculo. Inicia su desarrollo en la decimosegun- la HPB. Del 60 al 7b% de todos los cánceres prostáticos
da semana de la vida fetal bajo la influencia de hormonas ocurren en la zona periférica, del 1O al 20% en la zona de
andrógenas de los testículos fetales. Toda la próstata se transición y 5 al 10% en la zona central.
considera derivada del seno urogenital embrionario, pero los McNeal sostiene que la HPB no afecta la zona perifé-
conductos eyaculadores, una porción del veru montanum y rica. También hace notar que dos tercios de los casos de
parte de las glándulas acinares (la región central) pueden cáncer observados en la zona de transición son de bajo grado
originarse del conducto de Wolff. y presentan histología específica con "células claras". Las
Desde el punto de vista anatómico, la glándula tiene la zonas periférica y de transición se pueden diferenciar por
fotma de un cono truncado invertido. Se encuentra situada sus relaciones anatómicas y composición de los elementos
en la pelvis ósea debajo del borde inferior de la sínfisis de su estroma, pero hay notable similitud en la histologia de
pubiana y apoyada en la parte frontal de la ampolla rectal. los acínos de ambas regiones. Esto quizá refleja su origen
Su extremo superior se continúa con el cuello de la vejiga y embriológico común en el seno urogenital. Las glándulas de
descansa sobre la cara superior de la aponeurosis del dia- la zona central tienen diferencias morfológicas en compa-
fragma urogenital. La uretra atraviesa la próstata desde \a ración con otras zonas, lo cual es un reflejo de su posible
base hasta el vértice, formando un ángulo de 35 ° a nivel del origen del conducto wolfiano. La cubierta fibromuscular
veru montanum. La próstata normal mide entre 3 y 4 cm en contribuye a variar la intensidad de la acción esfinterÚma de
su porción más ancha, tiene 4 a 6 cm de largo y 2 a 3 cm de la uretra.
espesor. Las dimensiones de la próstata aumentan de manera
variable en los procesos malignos, pero en la HPB puede
crecer 100 a 200 por ciento. Estructuralmente está compues- RELACIÓN ENTRE HPB Y CÁNCER
ta de tejido fibromuscular (30 a 50%) y células epiteliales
glandulares (50 a 70%). El componente fibromuscular se ~a ~_vLdencia científica act!:!.<!l.§.!!g_iere que HPI!_y cáncer
presenta principalmente en la porción anterior en tanto que p~ostá!:\_c~__ S..?!.~-~.!l~!Ea~e-~_i_n~~P-~12dieEtes. Sin embargo,
los elementos glandulares abundan en las caras laterales y como ambas enfermedades son frecuentes, ocurren con más
posterior de la glándula. Por delante y por los lados, la frecuencia conforme avanza la edad y es probable que estén
próstata está rodeada de una cápsula compuesta por tejido sujetas a influencias ambientales similares, se han hecho
fibroso y músculo liso. varios estudios para determinar su interrelación. Todos estos
A principios de4a década de 1970, MeNea! propuso un estudios revisan sólo la incidencia relativa en poblaciones
nuevo concepto de anatomía por zonas (figura 22-1 ), basa- de pacientes. Las observaciones iniciales de Albarran y
do en datos histológicos y anatómicos, y en la actualidad se Dossot y el trabajo más reciente de Armenian y sus colegas
emplea para describir ubicación y origen probable de las (1974) sugieren que el cáncer de próstata es más frecuente
neoplasias prostáticas. Según este concepto, la porción glan- en pacientes con HPB que en aquéllos sin ella. Armenian y

399
400 • Urologia general de Smith (Capitulo 22)

Zona de transición

Área fibromuscular
anterior

Co~:~·::s->)~~~~~~; 0
Vesícula
semmal Conductos eyaculadores
eyaculadores ~--:
_· .. : :. :.'::,. •. •• ·_ ·.··_. J
central
. . . . . . . . . . .:-L-. Zona
B Zona central
e . . : . .. . . . . . . . . penférica

Figura 22-1. A: Vista latera! esquemática de la próstata. B: Corte de la misma. C: Vista transversal del área mostrada en A.

sus colegas notaron que en 345 pacientes con HPB, y en un nido es igual de sensible, pero más costoso que el antígeno
número similar de controles equiparables en edad que se prostático-espeei"fíco:pa~a el_ di~gnÓs!&o_ de
cáncer y""no-se
estudiaron a lo largo de cinco años, las muertes por cáncer recoirli"erida con1o-herálmie.nta de detección.
de próstata ocurrieron 3.7 veces con más frecuencia en los -- . üna dcsvcñú.ja achc1ona1d.eTa· exploración rectal y el
pacientes con HPB. Sin embargo, estudios hechos por ultrasonido es que ambos estudios sólo detectan del 1O al
Greenwald y sus colegas refutan estos datos. En un estudio 20% de los pacientes con cáncer de próstata en la zona de
de 838 pacientes y 802 controles equiparados en edad que transición. El antígeno prostático específico (que se discute
se siguieron por 11 años, Greenwald y sus colegas notaron adelante) es útil para detectar dichos pacientes.
que el cáncer prostático ocurre en el 2.9% de los pacientes
con HPB y en el 3.2% de los controles de la misma edad.
Si bien la HPB y el cáncer de próstata pueden no tener
relación ctioló"gica, su frecuente prcscncta jliñto~'>- ~Tiiüra
1L-2)1Jen-e_ v_a:1asl~~~aciones ~~ímcas~n-pnmer lugar, HIPERPLASIA PROSTÁTICA
hay que descartar cáncer en pacientes cón-HPB.-En-1a BENIGNA (HPB)
actu-~Úldad, la-n1e}o·r-n1ao.cra de hacerlo ~S- la-det erminación
s"é"ríát del antígeno prostático específico y la exploración
rectal digital. La ultrasonografía transrcctal es útil sobre
--todo-para ·evaluar el volumen de la próstata- y en la toma de La HPB se conoce desde hace varios siglos como causa de
'bí¡)sia sistemática. La uítra.sonogratía transrectal puede lle- disfunción urinaria. Se menciona en los papiros egipcios
var -al diag-nÓstk o en el 60% de los cánceres en la zona desde el año 1500 antes de nuestra era y fue estudiada por
~-~~~iférica.-porque son hipoecoico~ _Si~1~t"9_!Jar~~ el"ltitraso-:: Hipócrates 1000 años más tarde. En un estudio reciente
Neoplasias de la próstata • 401

años y en glándulas hipcrplásicas maduras se pueden obser-


var nódulos de unos pocos milímetros hasta de algunos
centímetros. A veces, predominan en los nódulos los ele-
mentos glandulares, o fibromusculares (estroma), y en oca-
siones son mixtos .
La incidencia microscópica de HPB coincide en mu-
chos países, tanto occidentales como en vías de desarrollo
(figura 22-3). Esto sugiere que -~~-~es~_~rollo de H_P_~ tal vez
no dependa de influencias ambientales o genéticas. Los
aatas-úiiñFién ind1cai1que....i'~iprevalenda-·de Hffi-aumenta
con la edad en_toda la pobfacióñ ñ1as0Jü~~-I_!l~_f]_g_i_~l_y_-~
todos los-varones padecé'ñii1HPB si viven lo bastante P.<!-~~­
desárroflarla.

ETIOLOGÍA

No está clara la eti~~g-~a de la HPB. Varias hipótesis se han


Figura 22-2. Volumen total de la próstata a nivel de !a propuesto con base en cambios histológicos, hormonales y
porción media de la uretra prostática. Nótese e! veru monta- relacionados con la e~d. $_E__~eguie~n ~..:.~ !a~~ores para_que
num (V) y el área de cáncer prostático (ACP) en la zona ~~í?~tc la HPBJ J) 1~-p_~~~_!l_cjª--Q.e._di]!jd_r_Qt'<~tosterona
periférica y las regiones de hiperplasia prostática benigna (DHT) ~nvejecimiento . La importancia de la DHT en
(HPB) en la zona de transición. -el crecimiento de la próstata se manifiesta dramáticamente
en los pacientes con deficiencia congénita de 5-alfa reduc-
tasa, que es la enzima responsable de la conversión de la
testosterona en DHT. Los varones con este padecimiento
acerca del envejecumcnto, efectuado en voluntarios, se
tienen genitales ambiguos al momento de nacer, pero en la
observó HPB con una incidencia clínica de 51% en varones
pubertad los niveles normales de testosterona dan lugar a
de 60 a 69 añ~s. El términÓ hipertrofia prostatl"ca-benígña
la virilización normal, a erecciones funcionales y a eyacu-
~ombre·-~rrónco porque el cambio real es una hiper- lación. Sin embargo, los niveles séricos bajos de DHT
plasia y no una hipertrofia. Los primeros cambios en la HPB producen un vestigio de próstata que nunca desarrolla HPB.
ocurren alrededor de los 35- años cieedad icm1s1steñ-en La administración de DHT ocasiona crecimiento de la prós-
nÓdulos-.r11icroscópicos de estroma alrededor de las glándu- tata.
IMpeí-lurctrale~. La hip.erpfasTagTañcfürá:r(aCTñar)'"empic- Los efectos del enveJecimiento sobre la próstata pre-
za alrededor de estos pequeños nódulos. El proceso toma sentan varias facetas. Los niveles séricos de testosterona se

-m
·¡u
e:
e
(l)
80
o
E:
m
u
·a,
•O
u 60
V>
e
u
.E
fl)
Cl..
I 40
<::
8
-o
m
-a
Q)
Q) 20
-a
o
Q_
::l
(5
o
o 25 35 45 55 65 75 85
Edad del paciente (años)

Figura 22-3. Prevalen~ia específica por edad de HPB microscópica en poblaciones masculinas de diferentes regiones
geográficas. (Tomada de lsaacs JT: Epidemioiogy and natural history of benign prostatic hyperplasia. En: Prostate et
Alpha-B/oquants, Excerpta Medica, Amsterdam; 1989.)
402 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

abaten por la disminución en el estímulo sobre las células citos y factores de transformación del crecimiento (a y ~).
de Leydig y por el aumento en la conversión de testosterona Hay también hipótesis de que la proliferación en HPB se
en andrógenos en los tejidos periféricos. En los perros, los relaciona con el aumento de la población de células del tallo
estrógenos ocasionan receptores de andrógenos. Los niveles y disminución de la muerte celular.
de 5-alfa reductasa tisular son más altos en la HPB que en
las poblaciones control; también existe un aumento en los PATOGENIA Y ANATOMÍA PATOLÓGICA
niveles de receptores de andrógenos.
La función relativa de andrógenos y estrógenos en la Los cambios más te~p~~nos A~___ lª-.B~B ocurren en las
inducción de HPB es compleja y todavía no se entiende en gláñdulas périuretra-les que rodean al veru montanum.
su totalidad. Se sabe que la castración antes de la pubertad 1:asaJfeiac1ones OIEerplásicas pueden generar _p_c?__~uios
evita la HPB. Pacientes con trastornos genéticos de la fun- (fibromusculares) en el estroma o nódulos mixtos fibroa-
ción andrógena también presentan escaso crecimiento de la ------aerlomatosos. Los nódulos estromales-(figura -22- 4) se
próstata. Sin embargo, la castración en pacientes con HPB componen de cantidades variables de células fibrosas y
establecida no origina atrofia prostática de manera unifor- músculo liso, a veces con infiltración linfocítica. Los
me. Una explicación posible es que s~r~q~ti~~en andrógert9S nódulos fibroadcnomatosos contienen diferentes canti-
para el inicio de la HPB, pero no para su manten1míento. La dades de tejido fibroso mezclado con glándulas hiperplá-
función de los estrógenos puede consistir en iniciar la hiper- sicas. La hiperplasia glandular (figura 22-5) puede
plasia del estroma la cual, a su vez, tnduce la hiperpl<_!.~ia presentarse, de modo predominante, en nódulos acinares
epitelial. En apariencla,"el estroma tiene una fuñción esen- o mezclada con hiperplasia estromal. Con frecuencia, las
cíar en· la inducción del crecimiento epitelial en HPB. glándulas son grandes con pliegues acinares compuestos de
Cunha, Lung y Reesc ( 1980) demostraron de ~anera con- células cilíndricas altas. Sin embargo, los núcleos de las
vincente, en series de experimentos de recombinación con glándulas no muestran alteración maligna. Los trastornos
mesénquima del seno urogenital y tejidos epiteliales de epiteliales observados en la hiperplasia acinar incluyen
ratones, que la diferenciación y desarrollo del epitelio pros- cambios quísticos secundarios a obstrucción distal, aci-
tático se presenta a través de mediadores inducidos por nos pequeños revestidos por células cuboidales, variantes
andrógenos que tienen su origen en el tejido del estroma. de epitelio de transición y patrones cribiformes. El patrón
Estos mediadores pueden ser autocrinos o paracrinos e cribiforme de HPB puede abarcar del 1O al 60% de la
incluyen factor de crecimiento epidérmico, factor de creci- glándula en una tercera parte de las mu~stras. Este patrón
miento de fibroblastos, factor de crecimiento de queratina- es similar al observado en el cáncer prostático cribiforme

Figura 22--4. Vista con poco aumento ( 25 x) de una región de la próstata con hiperplasia mixta, estroma! y glandular, en un
paciente con HPB. Nótese las gfándu!as hiperptásicas (G).
Neoplasias de la próstata • 403

Figura 22-5. Vista con gran aumento (75 x) de una región de la próstata con (A) hiperplasia estroma! y (B) hiperplasia glandular
en un paciente con HPB.
404 • Urología general de Smith (Capitulo 22)

aunque los núcleos no muestran cambios malignos. La En la actualidad se cree que el criterio úmco más
frecuente aparición de hiperplasia atípica en los procesos importan te para-"'eftrataii1ieñtoes1á..-cali-f 1cae lOO- a·e1O S
malignos (83%), en especial en el cáncer temprano de la
síntomas:-Iacaiifícaci6ñ de slñTomas-de A.UA"cons1.ste
pequeño tamaño, condujo a algunos investigadores a sugerir en siete preguntas·,-cada una.deTas-cuafes-tíe-nctma-catifi~
que la hiperplasia atípica puede ser un proceso premaligno. -c-ac!óTI-·cteo-as.-ca-·calificación máxima es 35.- Para
Las células epiteliales de la HPB, al igual que las callficacionesmenores de siete, se recomi eflda w1ae"Spera
células prostáticas normales, son células secretoras. Las Vi g i 1an tecn-at:LSencía"(fé--com ¡;Tíca-c1oñes.-sc---eTi-gi ó ra
técnicas histoquímicas han puesto en evidencia que en el cáTi11Cación de siete, porque en una pobTacfon de control, el
interior de estas glándulas tiene Jugar una intensa actividad 83% tenía calificaciones entre O y 7 y sólo el 15% de los
de: antígeno prostático específico, fosfatasa ácida, enzimas que requirieron tratamiento tenían esta calificación tan baja.
proteo líticas y de otro tipo, así como de citrato y cinc. Los hombres gue presentan calificaciones modcrad~s (8 a
_lQ}_Q__graves (> 20)___necesitan tratamiento para evitar com-
plicací~_ Los síntomas moderados_y graves se presentan
EFECTOS PATOLÓGICOS SOBRE sólo en el 15 y 2% de las poblaciones de control, respecti-
EL APARATO URINARIO vamente. -
---E-ntre Jos síntomas obstructívos, la .Qisminució.n en la
Como el desarrollo de la HPB ocurre en un periodo prolon- fuerza y calibre del chorro de orina debida ª-¡;;.QmoresTóij-
-~i@:~J~s ca_!!_l_É~~-~.!!_-~'ts vías u-rlnanasSOrll~ntos e in?_~i~-~ ~S"J5a-.:faracterf"strca._temprana y_ constante de_HPB._
sos. Los efectos fisiopatológicos de la HPB se deben a El retardo ocurre porque el constrictor invierte más tiempo
-interacciones complejas que incluyen resistencia de la uretrar! en g~nerar el mcrcmento m1c1al de p resiOi)-ricccsar~
prostática (secundaria a los efectos espásticos y mecánicos ji vencer la rcsistencm uretráCE1'1ñtcrmitcncia ocurre debido
de la HPB), varios factores como presión intravcsical gene-!\ a que el músculo constrictor es incapaz de sostener la
rada durante la micción por el músculo constrictor, así como¡ ) ~j~_n hasta efl'íi'laídela micc~_ón. P~· la mism~_azón l_1ay
la salud física y la habilidad compensadora del constrictor,\ goteo_tÚJil inal y -ªli<!!Jlten.to incompleto, pero también
el estado funcional del sistema neurológico y la salud física l1 puede ser por tejido prostático ~Ívo a nivcl"dcl
general del paciente (por eJemplo, d!abetcs, alcoholismo). !'¡ cuello vesical causanCfOiln efecto de "válvula esférica"-:-
T~~s l~-~~_Eertrof0_inicial_R~~':l.-~?mpcnsar el aumento de la \ - - s -mtomas 1rrttat1vos corno lá nocttiria y~-¡-~-~rgcncia
resistencia, el músculo constrictor se agota, presenta un tono . urinar"Ga-~cnporva.rTaSffiz-~~, ~- vaciamien-
bajO y por ulbmo scforman--d).vcrtJculos. -Él proce-so patO-! to incompleto en cada micción da como resultado intervaíos
Tóg1co- se-caracterí:l"a--porcrd-cpósitci de tejido conjuntivo y i1úis-Srevésciitreerras~eguJlCfa~..Ja:·p-¡:esertC1·a-~-eunapl;sswa.- ·-
clastina entre las fibras musculares, lo que da como resul- ·a.gra-ñaacla provoca la respuesta de VaGlalruCJ1tO en \a vejiga
tado el debilitamiento de la contracción. También~Q_g_~ce conrn~.¡yo¡:fTecuencia que en individuos normales, espec!~l­
cierta degeneración de las células nerviosas- del músculc); mcnte si el crecimiento prostático es hacia el interior de la
esfü-éorulevalii pers-ensí61Tídadj)osfundon ai, dcsb~11 an ce de veJiga y compromete su volumen. Otros factores particl".:--
los..n·e-Lil-"otran.srrilsores y disminuc~ó~-~~~-.~-~~~~ili~~_q, __g~e pantes son: aumento de la excitabilidad del constrictor
eñconjunto ocasionan inestabilidad del músculo constrictor hipertrofiado, incluso con cambios mínimos de volumen, e
__iper~j-~a de s~_~_p~cidad ..~~ -rc_B.1ugsta. Por úlÜrno, la mala irritabilidad de la vejiga. ~-()~.~ínto~~~-polaquiuria son
función muscular intravesical y el aumento del volumen de más pronunciados en la noche porque disminuye la inhibi-
j_ª _QÜQ~.L~-~i-du~j__qdgl!!.?_n hid.!:Q!_l~_fr9SJsY d1srunc10n de las CI0\1 cortical normal y tambicn el tononormaT de-la uretra
vías urinarias altas. y del esfíntersereoüce durante el suerro:Los-síñTomas de
urgenc1a y disuna son poco C~ITIUJ~e~, peF-0_2_,u~eden q_l?.edec_~_f- ---
a·varios lactores~-E.stos--inCluyen incapacidad para vaciar la
FISIOPATOLOGÍA DE LOS SÍNTOMAS - vejJga a pesar deraun1é"rifo-e-n-1ajie"s'íóú"-CfeLcon-Stfictor (Io
que se debe a madecuada relajación esfjntcriª-rJ.·ª.l. fle ca_@g_t_~r
Los síntomas de HP~ueden COQSid~rar~e como de natura- smerg1co, a lo largo de la micción), ines~-ªQ.ilidag_Q.~Lf.Qns: .. _
leza irritativa y obstructiva. En 1977, Boyarsky y cols., ·-w1aor porqUe sus contracciones· no se coor~llº-ªll....fQ_n la
eTabo·;:;m;n-~n cu-estionario para cuantificar la gravedad de relaj aCíóñesfiñteñana, asfcomo a lapres~p~j_a 9§..illf~~~w- -
los síntomas de HPB. Desde entonces, se han propuesto ncsyCá cu os secundaños_a_ticg?,;Sis ur~nªria.
varias modificaciones y alternativas a este cuestionario. En --- --[os síntomas obstructivos son comunes cuando la prós-
1993, la Asociación Americana de Urología (AUA, por sus tata está n1uycreci3a~E1 pi:-edóm'ínicicie . síntom-as iJ:rÍÚttivos
siglas en inglés) desarrolló una nueva calificación de sínto- ael5esugerír -a1 sfuncíüncfeTi1rnlcC16ñdT.Stintade _!i.E B. -
mas que se correlaciona de manera estrecha con la califica- La -inconiin.ericia no es síntoma común de HPB, pero
ción general (alta confiabilidad en la coherencia interna) y cuandCPfa enfermeda(f avanza la gran--cantidad de orina
la calificación resultante da respuestas similares cuando se -rés 1d ua1deb1lt ta elesfínter que se abre -para permitir la sal id a
aplica de nuevo después de un corto periodo (alta confiabi- de pequeñas cantidades de orina de igual volumen a las que
lidad prueba-verificación de la prueba). La calificación se Tiegai1a"Ta vejiga y la encuentran poco C.hstensible y llena.
correlaciona bien con los índices y respuestas que se utili- La dilatación de la parte alta del conducto, causada por
zaban antes en el cuestionario global sobre el grado de estasis de orina en los uréteres, habitualmente coincide con
molestia en síntomas urinarios (validez" de construcción) y la descompensación del constrictor, pero en ocasiones puede
discrimina entre pacientes con y sin HPB (validez de crite- ocurrir antes de dicha dcscompensación. GQ!I__ el __Ü~mp.Q,_J~--
rios) (cuadro 22-1). dilata~?~--~~~0!~~U~lv~-~~~~~~-ña la funció~-- renal y
Cuadro 22-1. Cuestionario para Calificación de la Asociación Americana de Urología
A. SÍNTOMAS URINARIOS (CRITERIOS PARA Nunca Menos Menos Alrede- Más de Casi
CALIFICACIÓN DE SÍNTOMAS) de 1 por de la dor de la la mitad siempre
cada mitad mitad de de las
cinco de las las veces veces
veces veces
1. Vaciamiento incompleto o J 2 3 4 5
Durante el mes pasado, ¿cuántas veces tuvo la sensa-
ción de no poder vaciar la vejiga por completo después
de terminar de orinar?
2. Frecuencia o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces ha tenido que
orinar de nuevo en menos de dos horas después de la
micción anterior?
3. Intermitencia o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces ha tenido que
detenerse y reiniciar varias veces cuando está ori-
nando?
4. Urgencia o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces le ha sido difícil
posponer la micción?
5. Chorro débil o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces ha sentido dis-
minución en el chorro de la orina?
6. Esfuerzo o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces ha tenido que
esforzarse o pujar para iniciar la micción?
para nada 1 vez 2 veces 3 veces 4 veces 5o más
veces
7. Nicturia o 1 2 3 4 5
Durante el último mes, ¿cuántas veces se para habitual-
mente al baño entre que se acuesta y se levanta?
Calificación de síntomas AAU =suma de las preguntas de Al a A7 =
B. PROBLEMAS SECUNDARIOS A LOS SÍN- Ningún Muy Poco Problema Gran
TOMAS (CRITERIOS PARA CALIFICACIÓN problema poco problema regular problema
DE MOLESTIAS) problema
l . Durante el último mes, ¿qué tan molesta ha sido o 1 2 3 4
para usted la sensación de no vaciar la vejiga?
2. Durante el último mes, ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted la micción frecuente durante el día?
3 . Durante el último mes , ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted pararse a orinar durante la noche?
4. Durante el último mes, ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted detenerse a reiniciar a lo largo de la micción?
5. Durante el último mes, ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted orinar de urgencia?
6. Durante el último mes, ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted que el chorro de la orina tenga un tamaño y
fuerza disparejos?
7. Durante el último mes, ¿qué tan molesto ha sido o 1 2 3 4
para usted tener que pujar y hacer fuerza para iniciar la
micción?
Calificación de molestias AAU =suma de las preguntas B l a B7 =
Cuadro 22-1. Cuestionario para Calificación de la Asociación Americana de Urología (continuación)
C. CALIDAD DE VIDA SEGÚN LOS ninguna sólo un bastante mucho
PROBLEMAS URINARIOS !poco
l. Durante el mes pasado, ¿qué tantas o 1 2 3
molestias físicas le causó cualquier sín-
toma urinario?
ninguna sólo un bastante mucho
poco
2. Durante el mes pasado, ¿qué tanto se o 1 2 3
preocupó por su salud en función de los
síntomas urinarios?
ninguna hay un me me
molestia poco de molesta molesta
molestia bastante mucho
3. En general, ¿qué tan m o !esto fue cual- o l 2 3
quier trastorno de la micción durante el
mes pasado?
en una una la mayor todo el
ningún pequeña buena parte del tiempo
momento parte del parte del tiempo
tiempo tiempo
4. Durante el mes pasado, ¿con qué fre- o 1 2 3 4
cuencia los problemas urinarios le impi-
dieron realizar las cosas que nom1almente
hace?
muy a tranquilo casi bien comhínado, sobre todo muy terrible
gusto a veces inconfor- molesto
satisfecho me
y a veces
inconfor-
me
5. Si tuviera que pasar el resto de su vida o 1 2 3 4 5 6
con la situación urinaria en la que se
encuentra ahora, ;,cómo se sentiría?
Reproducido del cuadro de mediciones de la Asociación Americana de Urología del21/6/9l , con autonzación.
Las preguntas sobre calidad de vtda se califican de manera individual.

la _dis~unción se complica con infección a~cendente y pielo-


nefriti$. -· · · ·
Pacientes con HPB pueden presentar retención urinaria
las nefronas dará como resultado insuficiencia renal y en-\
ton ces pueden aparecer síntomas de .~remfi Estos sTntomas
incluyen ~~tiga C?rÓ!'lica, pér~i~~ ~e. apetito y som~olencia.
l
aguda por de
d 'i:tiimeñto dé tamano Ia glandufa:J)er6'ü1m-
bié~ct'""e mañera indepe~d-ienté de.la~magnXtü'd.defcrw mien­ Síntomas no relacionados con
to -ae-··l a -misma Los.. factorés -dcsencaoéiiañres lnc1uen vías urinarias
.infurto prostá-tico, baj~Si~-rr;-perat~rás~-~~o-hol:-agentes an~-·
tic~lin"Cijlcos,agentesaat:-e'ñer--1c~cii-~.!I~Jarñiaéo_s_psi'éo: Un paciente con HPB puede padecer síntomas no relacionados l
tró icos e i norar e.!._p!.i.In._~_!"_d~co de orinar. directamente con el aparato urinario. Éstos son hernia,
hemorroides y otras manifestaciones de presión abdominal
aumentada y esfuerzo durante la micción. Pacientes con
SIGNOS Y SÍNTOMAS hernias y hemorroides siempre deben someterse a examen
para deteétar HPB: si están en el grupo de edad apropiado.
Síntomas sistémicos relacionados con vías Una próstata demasiado grande también puede causar difi-
urinarias cultad para defecar y cambios en el calibre de las heces .

La obstrucción crónica del orificio de salida casi siempre Síntomas relacionados con complicaciones
prod~ce r~~ujo. vesic?ureteral, dilata.~i?~~de.la p_ªrte alt_~- de)
l!,l..§_VIas..e htdro!lefros1s . Durante [a mlcc!on pueden presen- En las últimas etapas de HPB la orina residual abundante,
tarse malestar abdominal alto y dolor en el flanco. El reflujo'1 estasis"-unriaria" y d "reflujo' ves"icouretefar" predúiRüiieñ a
vesical persistente y la ·transmisión de la presión elevada a)
1
CistiYíSypíeion-e-t·rit1s·. Los pacientes pueden entonces pre..-
Neoplasias de la próstata • 407

sentar síntomas adicionales como QQ!QL~Jl tl.ancos.,.fit:_bre__y para la evaluación de HPB (publicación USPHS # 94-0582).
disuria. En algunos pacientes Jos síntomas principales pue- Se recomienda que en la evaluación inicial el médico realice
c;Íen __se.rJ6i.. 9e.~fa ·¡ns!ifjf:1encia_@nq.l.-Y ·-eñ-tafés -pa:cj~~i~s la calificación de síntomas de la AUA, historia clínica
(prostatismo silencioso) también se da un riesg_<?_~_Q_!jside­ detallada que incluya antecedentes neurológicos, explora-
rablemerffe·aifó(]e.CQ]n-p1icaCi·on~f-du~~l.~~~l tratamiento. ción física, exploración rectal digital y exploración neuro-
Laestasis urinaria t~~~i~~ p rcdispon~~--~~cul9s vesjf-ª~~~ lógica dirigida, que ordene un examen general de orina y
que a su vez producen obstrucción intermiteñle, polaquiuria concentración de creatinina sérica. Se consideran opciona-
yffiiCciüñ(ioloro sa. La_Rró.st'llta·agran dad átirn bién e-s-muy. les otras pruebas según la situación individual.
lragll y en presencia ·d;·-i~f~ccfónoc~lcüiÜs-manifjesta El propósito de estas indicaciones clínicas prácticas es
sangre ~_I?=on_ña o hematuri_~_'!!í_ér~§E§.R_~a. aportar elementos detallados sobre los aspectos involucra-
dos en el manejo de la HPB, ya que este trastorno es uno de
Cuadro clínico (signos) los principales problemas de salud en hombres. Estas indi-
caciones fueron preparadas por un equipo interdisciplinario
de profesionales en el cuidado de la salud e incluyen la
El examen físico general de un paciente con HPB puede 1 discusión más completa sobre las investigaciones relevantes
revelar signos de uremia s1 la enfermedad se encuentra en
en esta área. Se recomienda que los médicos sigan estas
etapa avanzada y ha causado insufici~ncia re_Qª-1. Los signosj
indicaciones según la disponibilidad de recursos y las cir-
de insuficiencia renal incluyen presl6n--;_rterial elevada:'
cunstancias individuales.
respiración y pulso rápidos (manifestación de anemia y
acidosis metabólica), hedor urémico, pericarditis, palidez de
lechos ungueales, datos neurológ1cos de astercxis, estado
mental disminuido y neuropatí.a periférica. . PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
A veces, el examen abdominal muestra r.iñ.Pn p~lpable{
o hiperestesia en flanco en caso de hjg.rpg~rosis o pielon.e-11 Estudios de laboratorio
fritis. La distensión vesical se puede detectar mediante
palpación o percusión. Es importante el examen de pene y El urianálisjs y el examen microscópico de orina son
uretra para excluir otras causas de obstrucción del orificio importantes para ex~luir la pr~encia <k.k_l!.f_ocitos, _bacte-
de salida como constricción , carcinoma, estenosis mea- rias e infección . La presencia de hematuria también es
tal, o fimosis. El examen rectal a veces revela próstata1 indicativa de "b1Is9úeéí:a 'de.trf!siQ!-1}9.~-al¡i!iCLQ.s.ajj_P!?,
grande. El crecimiento prostático causado por HPff con) como masas en vi as urinarias altas , cálculos y patología
frecuencia permite palpar la próstata agrandada con su- 1 §e vías uri~~r:_ias -~~j~~ - ~~a~ _conce_ntr!lcio!?~s de eleciró'li-
perficie mucosa lisa en su porción rectal. Los nódulos de tos séricos, nitrógeno de la urca en sangre y creatinina
la HPB casi nunca se palpan debido a que se localizan en la . ~P~f~a~dErorn1-~ilii~saf~~J?re ~~- fur.l.~i~n ..~~LxiL~~t~Cfo
zona de transición y están cubiertos por una zona periférica m~t~.P.ól.i.cll .
homogéneamente comprimida. La distinción entre lóbulos
prostáticos derecho e izquierdo, aunque discernible en indi- Flujometría urinaria y orina residual
viduos normales, habitualmente es imposible en HPB. Es
comúnelcrecimien toasimétrico de cualquiera de los lad·OS. Ent~).Q~ . .~g~o~~pj_e.tj_y2.§_9,_e H_P~ ~~- encuent.@t:! reducción
El creclmientc).prost ática· ocur.re en am as chrecciones: de la velocidad del flujo de orina., demostración del creci-
·anteropos.terío~- ~- ve!fie:a~F-.Y-c~n--fre~~en~i~ el dedo no mient~-irostáti·c~·; ·o~in·;·~-;~jd~~l - ab~~dante coR.r.-c;-~­
áTCanza ~~par Sl!- ~x_tremo ~~perior. E_~_g_<:;_~s.i.2p.es, la lOcÍdad deÍ-flu}; de-orina está -regidapor varios factores
-magnitud del agrandamiento percibida por medio del incluyendo fuerza contráctil del constrictor, presión íntra-
examen-~~~!-~1.~~-~~~~<?_s·~E.~cst~ q~~ Üna gran par~ vesical y resistencia uretral.
aeré'recímiento puede alojarse dentro de la vej1ga. La Para obtener un flujo urinario representativo, el pacien-
conslsteñcia deTigTandulapué desersuave o firme según te debe expulsar cuando menos 125 a 150 mL de orina. La
-ra -predo m manc ia de elementos glandulares o velocidad debe determinarse, como mínimo , en dos ocasio-
fibromuscuTares .-Las-vesTCu !'as_s.e mina les , locá 1zadas en nes diferentes; hay que tratar de suministrar un ambiente
·-i~ base d~T~-p-(Óstata detrás de la vej íga, son difícilmente tranquilo, de preferencia aislando al paciente y utilizando
palpables en individuos normales. En pacientes con HPB no un sistema automatizado para flujo urinario. Con volúmenes
se perciben porque el agrandamiento eleva la base de la muy bajos, la velocidad del flujo no es representativa ya que
próstata a un nivel situado arriba del alcance del dedo la vejiga no genera presiones adecuadas. Los nomogramas
examinador. de flujo urinario que vinculan velocidad máxima y prome-
La presencia de nódulos firmes o duros, irre ularida- dio de tlujo en relación con volumen intravesical sugieren que
des , inai.iiaeiones.9.:ire u~~ próstata.. cor1 zonas difusas de con un volumen de 125 a 150 mL Jos individuos normales
dureza pétrea, sugiere cáncer prostáúco~Acc'íáeñtaTTñen: muestran una velocidad_promedio ct~fi~j'~·det2-i11üseg y
fe,-eT-cáncer-depióstata pueae a·es-arrol arse enliCzoña flujo máximo cercª"n-º.~ft_}p _m~.L~g_ (figura . 2.2=6A.)~os
p-efifencá:SñliaoaTüera de-razona áe transición (figuras 22-I pacíerlteSCon obstrucción leve tienen una velocidad de flujo
-y-z:z=2)ymásproxnnaafdcdo-s1 tÜadoeñel recto. Por tanto, 1 a 2 desviacion~s est~ndar por debajo _5Ie '}o ·normal; las
las anomalías. n.odula_re~ páfpab~~s casi siempre indi<;.ª-_n ':ª-'.:~~9.9_n~s V2!!..Q~-º--ª - ~JII1..para la velQcidad promedio y_
cancer y justifican íñve stigactÓn adi~!QT!f!l _ __ de 1 1 a 15 mL para la veloci9_a.Q_r:náxíma. Con obstrucción
----raA.ge.nCíapara-investigaCiones y Políticas en el Cuidado grave, hay un descenso más importante de la velocidad
de la Salud preparó indicaciones sobre las pruebas necesarias (figura 22-68). A medida que a~~e~~-~!~ve~-a~. d~ la
408 • Urología general de Smith (Capitulo 22)

Velocidad de flujo 25 mlfseg tt Resultados de la FLUJOMETRÍA URINARIA

Tiempo de vaciado T100 14.0seg


Tiempo de fluJo TQ 13.0seg
Tiempo de flujo maximo TQmax 5.0seg
Max. velocidad de flujo Qmax 19.0mUseg
Velocidad promedio de flujo Qave 12.1mUseg
Volumen expulsado Vcomp 161.0ml

..
A 20 30 S

Velocidad de flujo 25 mUseg Resultados de la FLUJOMETRÍA URINARIA


Tiempo de vaciado T100 69.0 seg
Tiempo de flujo TQ 48.0 seg
Tiempo de flujo máx. TQmax 6 o seg
Máxima velocidad de flujo Qmax 6.9 mlfseg
Velocidad promedio de flujo Qave 2.8 mUseg

B
o 10 20 30 40 50 60 70 80 S Volumen expulsado Vcomp 137.0 ml

Figura 22--6. A: Resultados de la flujometría urinaria en un paciente normal de 70 años sin evidencia de HPB. B: Resultados de
!a flujometría urinaria en un varón de 70 años c;on síntomas moderados de obstrucción (escala de síntomas de 15) debidos a HPB.

obstrucción, también crece la frecuencia de la micción y se U ltrason og rafía


reduce el vo!u~~e orina ~~jiis~dü:"Tañ1Fí~n-~-~i~~~.9~i
alrededor del 7% de Jg s ..P.~.~!~rrt.~_s_ <;:<?_Q_ EIP13 ~i_ntQ.m~tica
presenta velocidades de flujo urinario normales. En estos La ultrasonografía (US) es un método de diagnóstico am-
p'ác)cnfés: l~ls.<IeterrrilnaC1on-es.-de. !a presión intravesical pliamente aceptado en todas !as ramas de la medicina.
revelan que !as presiones de micción del constrictor superan Debido a su versati!i~ad, relativo -~~~~Q_Y_f~ta .Q~
los 100 mL de agua. La tlujometría urinaria, por sí sola, no ~[~º-.tos C9JJ~Ial~s es elll.a.ac..tu.alidaclla modalidadpr.ef.erida
puede distinguir entre obstrucción del orificio de salida y ..Q'!.f~~l.Q.~ar varones con HP~.
contractilidad deficiente de! músculo constrictor. En HPB, !a ultrasonografía es más útil ..P-ªJfl-..ill~_c;l.ir e!
La medición de orina residual se hace con u!trasono- volumenvesicaCyprostáÚco, así como la orina residuaL La
grafía o cateteriz~<j_ó_D. Si bien no hay un volumen absoluto ustarñme·ñ·-·actecta-caku!os ves1cafes, di'~erticliíos,. tu-
de orina residual que se considere anormal, .'{_Qj.fu!:!~nes de. mores vesicaÍes grandes y otras patológTasvesicales obviaii.
orina resi ~ ual s~~riores E:)_ 50 mL se consideran de iropo~­ La estimación del volumen de !a próstata y de l'i've]ígaTicne
tancia ya que constituyen a!redcQQ!'. de un tercio de! vo!un)_9n una precisión del 80 al 87 por ciento. Ahora hay detectores
~~~j~al nqxmal.
de vejiga pequeños, especiales para mediciones de orina
residuaL La cst1macíón del tamaño prostático es importante
pues la mayoría de los urólogos prefiere la resección tran-
suretra! y, de manera más reciente, el tratamiento con láser
Estudtos radiológicos y de imágenes para glándulas de menos de 60 g, y la prostatectomía abierta
con acceso suprapúbico o retropúbico para las de más de
60 g ..Para e~~~~~~ e! volm~~-c?.<?J..~.Próstata ~ediante US se
pueden utilizar las vías suprapúbica o rectal. En experiencia
Durante mucho t1empo la función de !os estudios radiográ- "CCCTalltOf,Tal:iitrasonografía transrectal (Uill es Ía-~ás.
ficos en !a valoración y el manejo de HPB han sido: 1) eva- precisa (figuras 22-7 y 22-8). · ~. --- - - - - -
luar su tamaño; 2) determinar e! grado de disfunción "'-----para evaluar con exactitud el tamaño de la próstata, se
vesical y el volumen de OR; 3) excluir otras patologías, deben efectuar mediciones precisas en tres dimensiones:
relacionadas o no, con HPB. anteropostcrior, coronal y sagital. El peso (en gramos) de la
Los datos de múltiples estudios sugieren que, excepto próstata es casi equivalente a su volumen puesto que !a den-
bajo circunstancias especiales, la evaluación de rutina de las sidad específica de! tejido prostático está entre 1 y 1.05. Dos
vías urinarias altas en HPB ni se justifica por costo-benefi- son !as maneras más comunes para determinar el tamaño:
cio ni tiene impacto alguno en la evolución clínica. Las 1) determinar volumen asumiendo que la próstata es
indicaciones para la práctica clínica (IPC) no recomiendan esférica, en cuyo caso el volumen es igual a 'Y.1n?, donde
estudios de vías urinarias altas en la evaluación de HPB r es el radio; 2) con mayor frecuencia, y quizá con más
excepto bajo circunstancias especiales. Hoy día, la principal exactitud, el volumen se determina utilizando la fór-
indicación para la valoración radiológica de vías urinarias mula par a un el ipsoidc, puesto que la próstata se aproxima
superiores es la hematuria. En este caso se puede !levar a más a un elipsoide cuando se considera en tres dimensiones,
cabo mediante urografía intravenosa (UIV), piclografía re- en este caso el volumen es 'Y.1n n x r2 x n, donde r es el
trógrada o ultrasonografía. radio (.::ada uno de !os tres radios representa una dimensión
Figura 22-7: Vista longitudinal y transversa de la porción media de la próstata según se visualiza duranfe ultrasonografía
transrectal con rastreador sectorial (Proscan, Teknar, lnc., St Louis, MO) y sonda de 75 MHz. El rastreo longitudinal muestra
la uretra prostática (UP), zona de transición (ZT), conducto eyaculador (CE), zona periférica (ZP), punta prostática (PP) y
uretra (U). En la vista transversal es posible diferenciar la zona de transic1ón normalmente hipoecoica de la zona periférica
más ecógena.

Figura 22-8. Vista transversa de la porción media de la próstata en un paciente con zona de transición alargada debido a
HPB. Nótese que la zona de transición alargada incluye la zona periférica.
41 O • Urologia general de Smith (Capitulo 22)

diferente). La fórmula del elipsoide se puede transformar en ceden tes de cirugía en cuello vesical o en uretra, traumatis-
volumen = 0.52 x d1 x d2 x d3, donde d representa el diá- mo o infección uretral. El diagnóstico se confjrma con
metro de cada dimensión. uretrografía retrógrada y cistoscopia.
Además de estimar el volumen de vejiga, de próstata y de
orina residual, TJsT tiene-ca. act'Ciacfara detecta~%,
·aproximadamente, de los tmnores cancerosos de tamaño may~r HISTORIA NATURAL DE HPB
de 5 mm presentes en la zona p~_tiféri~-~..
En la figura 22-9 se da un diagrama de decisiones para
U retrocistosco pia evaluación de HPB modificado de las indicaciones I.PC.
Si bien la HPB se ve como un trastorno que se agrava
Las IPC no recomiendan este estudio como prueba para de manera progresiva con la edad, no hay estudios sistemá-
determinar la necesidad de tratamiento. Sin embargo, Jª-. ticos sobre su historia natural. Los datos de necropsia, la
uretrocistoscopia está indicada en hombres con anteceden- información de pacientes sometidos a cirugía y de pacientes
·fcscfc.hematur.i""a~ esteno"sís, iesión uretral o ci rugig_~via con síntomas de prostatismo arrojan alguna luz sobre la
de vías u1Tnanas bajas. historia natural de este padecimiento. Los datos de la ne-
-----cuando se determina la necesidad de cirugía, la cistos- cropsia sugieren que la HPB es un ~-~~-~n-~g_r_e_si_yQ_con
copia es útil por diversos motivos: 1) deben localizarse los un-1nicio a"prií1cípíos"(:fe-los 30 anos y que empeora con la
orifJcios ureterales para prevenir lesiones inadvertidas; 2) edad~ Si bTen rl"<)haiestudios epTCfe.mio16gicosbueno-s-sobre
la valoración de la capacidad, trabeculaciones y divertículos la mcidencia de prostatismo clínico a diferentes edades, la
vesicales aporta una idea de la recuperación posoperatoría incidencia de cirugía por grupos de edad es un reflejo de
esperada y 3) en ocasiones se detectan cálculos 9 cánceres la incidencia de prostatismo clínico. A partir de estos ente-
vesicales pequeños que no se reconocieron en la evaluación ríos, se estima que un hombre de 50 años de edad tieñedel
preoperatoria. 25aTTú% de_Erobab¡Jidades de re_gucnr__prostatectoíúTien
eie: ffiomen1D:.dé:sU:..\llih.JJ"ña c.11est1 óncl.í r1;(;~1-i.;n portante es
saber si esta e~fennedad puede presentar mejoría espontá-
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL nea o estabilizarse con el tiempo. Unos pocos estudios han
comprobado que más de la tercera parte de los pacientes
Síntomas de obstrucción del cuello vesical similares a los presentan meJoría de los síntomas con el tiempo. No está
claro si esta mejoría es subjetiva, se basa nada más en
de HPB pueden deberse a disfunción neurovesical, defectos
anatómicos y funcionales del cuello vesical y uretra proxi- síntomas o si hay datos objetivos, sea por verdadera regre-
sión de la hiperplasia prostática o por mejoría en la contrac-
r-rt\11, prostatitis aguda y crónica, y ~onstricción uretral. Entre
las disfunciones neurovesicales, la vejiga ncuropática puede tilidad del músculo constrictor.
producir contractura del músculo constrictor con escaso
flujo de orina y OR abundante. La vejiga neuropática puede
ser secundaria a trastornos neurológicos, ncuropatía pe- TRATAMIENTO
riférica, diabetes, alcoholismo y otros trastornos musculares
y también resultado del uso de medicamentos (tran- La HPB no siempre es progresiva, por tanto, el momento de
quilizantes, bloqueadores ganglionares y parasimpatico- la intervención varía para cada paciente; depende de la
líticos). gravedad de los síntomas y presencia de complicaciones.
También ocurre obstrucción funcional por .d.i§iner- Entre las indicaciones(á.bsolutas para el tratamiento se in-
gia constrictor-esfínter que origina falta de coordinación Cfuyenslntomasobstructivos graves, retcñción urinaria de-
entre la contracción del constrictor y la relajación del bida a HPB, s1gnos de dJíatactOn de la parte alta de vías
esfínter. Aún más, la obstrucción funcional puede debe.r- urinarias e insuficiencia renal. Las indicaciones r:elat¡vas
se a inestabilidad del constrictor en la que las contraccio- son smtornas moderados de. prÜ.<>tatisino~-~n-fección ·re-
nes de éste son incompletas y fracasan en la generación élliTeñte-cTe-vTi<>ur1narias (IVU) y hcmatuiía~:Sinembargo,
de suficiente presión para un flujo de orina adecuado. La muchos urólogos "/-p-aci"eñies··-preflcren el tratamiento
vejiga neuropática, la disinergia constrictor-esfínter y temprano para aliviar los síntomas, mejorar la calidad de
la inestabilidad del constrictor se diagnostican con cisto- vida y evitar las secuelas de una obstrucción prolongada. El
metrógrafo y perfiles urodinámícos de presión y la uretra. momento para intervenir a estos pacientes es muy variable.
Velocidad de flujo, orina residual, cistoscopia y tamaño Hasta en fechas recientes la cirugía fue el principal
de la próstata no son confiables para diferenciar estos pade- apoyo del tratamiento de HPB. En los últimos 1O años,
cimientos. No obstante, una próstata pequeña en presencia aproximadamente, hubo un tremendo resurgimiento del
de síntomas de obstrucción deben sugerir al clínico la interés en los tratamientos no quirúrgicos. En la actuali~
posibilidad de disfunción neurovesical. dad, se encuentran bajo estudio múltiples medicamentos,
Pacientes con contractura deí cuello vesical y cons- hipertermia, prostatectomía con láser y dispositivos prostá-
tricció_n_ uretral también pueden presentar síntomas de ticos. Todavía persiste la incógnita si estos tratamientos son
obstrucción. Sin embargo, en la ~onst~icción no se mani- comparables o superiores a la terapéutica quirúrgica.
fiestan los síntomas irritativos de la HPB. Además, aunque
d flujo de orina es escaso los síntm~as y signos de orina A. Tratamiento farmacológico
residual, retardo, nicturia e intermitencia son poco frecuen- Marco Caine sugiere que la obstrucción secundaria a HPB
tes. Los pacientes con estrechez a menudo presentan ante- se debe a dos factores: un componente dinámico que resulta
..
1. Evaluación IniCial
Antecedentes

...Exploración fis1ca y exploración rectal digital


Examen general de orma
Creatinina 2. Presencia de
.
o APE
Velocidad del flUJO unnario
Retención refractaria
Cualquiera de los s1gutentes datos. sin duda secundanos
aHPB

"
. Infección de vías urinarias reincidente

.
.. Hematuria importante persistente o reincidente
Cálculos vesicales
3. Valoración cuantitativa de los síntomas
y de la cal1dad de v1da
.
.. Insuficiencia renal

1 1 1
Cirugía
1 1

l 4. Leve 5. Moderada a grave


1

1
7. Ofrecer tratamientos alternativos ~ 16. Pruebas diagnósticas opcionales según
las preferenc1as de médiCO y paciente
1 1
8.
Espera
v1g:lante
Cirugía, PITU,
PTU, abierta.
láser
Tratamiento
médico
... 1
Orina residual
Presión del flujo urmario
1 1

1
9. Compatible con obstrucción
La uretrocistoscopia y la ultrasonografia i 1 1

NO
son opciones importantes si se planea Sí 1
la cirugía (véase #7)
lldeotlfioadón y tcatamlento del
problemas d1stmtos de HPB

Figura 22-9. Diagrama de decisiones. Si bien el APE y la velocidad de flujo urinario se consideran opcionales en las
indicaciones IPC, estas pruebas son bastantes simples. poco costosas y útiles en el manejo clínico de la mayoría de los
pacientes. (Adaptada y reproducida de CPG: Clínica! Practice Guide; U.S. Department of Health and Human Services, 1994.)

de la contracción de! músculo liso de la próstata y de la minan en cuello de la vejiga y próstata. En~onces, los
uretra prostática mediada, sobre todo, por receptores adre- antagonistas adrenérgicos alf~.:L. son ideales ..12arª-· ~~ "!:_~ta ­
nérgicos; un componente mecánico de obstrucción en rela- miento del componente dinámico de la obstrucción en la
ClÓn con la presencia de una masa de estroma o tejido acinar síiliaa ves1cal, pues dimlnüycn de -~~~~g-~~~f..~ixilli re~is-·
hiperplásico que comprime y estrecha la luz uretral. -té~h sa!Tda urinaria·;¡-~ afectar la contractilidad del
El razonamiento para usar bloqueadores alfa en el COílSfr!ctor. En un estudio· reciente, ShaP!ro-y
cofS~- dci'nós-
tratamiento de HPB.- s~))~?a_ ~Ilk_9bscrvación de-(ul~~Jas traron, mediante biopsia de la glándula con l-IPB, una rela-
propi~ades co~~~~c_t_i_l~s __9~-~~~~!JlO 1i~2...12!".9~~~í~ico sop ción directa entre la respuesta máxima del flujo urinario a
mediadas UQ.[Jl.drcnorr.ecep.tQ.re.s--'1.lfa:.L Bartsch y cols., y, la terazocina (bloqueador IX 1) y el porcentaje de área de
recientemente, Shapiro y cols., mostraron que la relación músculo liso. Este estudio también apoya el concepto de
entre estroma y tejido epitelial en próstatas normales es de que la tensión del músculo liso es el principal mecanis-
2: 1. El estroma es entonces un componente importante en mo de obstrucción secundario a HPB. Los receptores alfa
la HPB. Dicho estroma está compuesto por diferentes can- 1 se componen de Jos subtipos IX¡ y a2. Los receptores IX 1
tidades de músculo liso y tejido conjuntivo fibroso. se localizan co el músculo liso prostático, mientras los IX2
Además, la uretra prostática y el cuello de la vejiga están en las terminaciones nerviosas encargadas de la re-
también tienen una cantidad importante de músculo liso que captación de noradrenalina. El mecanismo de acción de los
participa en la producciÓn de síntomas en HPB. En 1973, bloqueadores alfa-\ se muestra en las figuras 22-1 y 22-2:
Raz y Caine informaron que las propiedades del músculo la diferencia entre un bloq ucador alfa selectivo (a 1) y uno
liso prostático dependen sobre todo de receptores adrcnér- no selectivo (ar y 1X2) como la fenoxibenzamina es que !os
gicos alfa. Los estudios biológicos y funcionales de los bloqueadores no selectivos también evitan la recaptación
tejidos de vías urinarias bajas demuestran gue los adrcno- de noradrcnalina en las terminaciones nerviosas adrenér-
rreceptores están repartidos en toda la vejiga, pero prcdo- gicas.
412 • Uro logia general de Smith (Capítulo 22)

Estudios recientes indican que los receptores IX¡ se (aquellos que bloquean los receptores alfa 1 y alfa 2), como
componen de tres subtipos: IX¡a, IX¡b y IX¡c; se piensa que la fenoxibenzamina, son mayores que los de los bloqueado~
en el músculo liso prostático predominan los receptores IX¡ b res alfa selectivos.
y los IX¡C y que los receptores IX¡a son los encargados de Los bloqueadores alfa selectivos también tienen efec-
mediar el tono del músculo liso vascular. Las compañías tos secundarios benéficos que incluyen la baja del colesterol
farmacéuticas trabajan en el desarrollo de nuevos bloquea~ y los triglicéridos sérícos. Los efectos colaterales aparecen
dores IX¡ b y IX¡ e que mejoren la eficacia de la actividad en más del 30% de los pacientes, pero con las debidas
prostática al t¡empo que reducen \os efectos colaterales de precauciones y corrigiendo la dosis se pueden evitar los
h1potensión postura! al impedir el bloqueo de los receptores efectos intolerables en todos excepto en el 10% de los pa-
a¡a. cientes.
Caine y cols., reportaron en 1976 que los bloqueadores
alfa eran eficaces en la corrección de síntomas por HPB.
Desde entonces, se han elaborado alrededor de 30 estudios B. Tratamiento hormonal
sobre este tema. El cuadro 22-2 resume los bloqueadores alfa La __Q_r:._q_J,_tid~c_!o~nía ~~lat~!.?L~11ejora los síntomas de !iP~;
este hecho se conoce desde hace mas de un siglo. Debido
y las dosificaciones que se han probado en los estudios clínicos
al trauma psicológico acompañante, pérdida total de la
de HPB. La mayoría de éstos confmna las observaciones de
libido, impotencia y presencia de bochornos, este trata-
Caine sobre la eficacia de los bloqueadores alfa. En total, la
miento nunca ha sido muy popular. Tampoco han despertado
velocidad del flujo urinario mejora 50% después del trata~
entusiasmo entre los pacientes los esfuerzos para llevar a
miento y la mejoría en los síntomas va del 35 al 75%, depen~
cabo una castración médica utilizando fármacos como es~
diendo de si los estudios incluyeron controles con placebo.
trógenos, agentes progestacionales y análogos de la hormo-
Siempre que se evalúan los resultados de Ut) tratam1en~
na liberadora de gonadotropinas (GnRH). La mayor parte
to médico, es importante que se observe que un gran efecto
de estos agentes causan pérdida total de la libido e impoten~
placebo exagera el grado de mejoría de los síntomas. Es
cia. Además, los cstrógenos también tienen otros efectos
probable que esto se relacione con un efecto simpático ,
colaterales que incluyen retención de líquidos y tromboc~
central (adrcnérgico) que relaja el músculo liso prostático.¡ mbolia.
Es bien conocido que el estrés y la ansiedad originan difi- Recientemente se han probado agentes que bloquean
cultad y frecuencia urinarias y es probable que el mecanis- selectivamente a los andrógenos a nivel de las células pros~
mo sea si mi lar. El punto práctico es que, si bien los estudios 1 táticas para el tratamiento de HPB. Estos agentes se dcno-
clínicos se evalúan con pruebas controladas con placebos, m inan antiandrógenos (cuadro 22-3 ). En condiciones
los resultados en la práctica pueden ser mayores por el efecto normales el tejido prostático necesita convCiiírTa-tesfOSic~
placebo. De manera reciente, Lepar resumió la literatura rana a dihidrotcstosterona (DHT). Esta conversión a DHT es
sobre bloqueadores alfa a partir de 30 estudios clínicos. ~-porra eñz imaS-IX- r~@~c_t_Qs-il.""laTr na steii.d~JJ?.m..s ~
Incluyó un total de 2254 p<.1cicntes, de los cuales 1595 car) es un ar\i~~n~{{>~g~~-~.()~'!-E.2E._9_~-º.ifbª. zj rna. En
recibieron el fármaco activo y 659 placebo. La media gene- pruebas clínicas de largo plazo, ~fi!!.~-?.tcri.d~_.ciii.miD.!lY..e_~l
ral de la mejoría de síntomas fue del 49%, pero si se toma tamaño prostático y mejora la vel~_cidad <!~1 flujQ_l!I.i!!.~_ri_o
en cuenta cualquier mejoría, la proporción de pacientes con as1 como los smtomas de HPB. Los resultados a 12 meses
mejoría subió al 75 por ciento. revelan que los pacientes que reciben finasteride (5 mg/día)
Los efectos colaterales de los bloqueadores alfa se presentan una disminución del 19% en el volumen prostá-
relacionan con sus efectos antihipcrtcnsivos e incluyen tico total; 49% de los pacientes tuvieron más del 20% de
mareo y aturdimiento en un pequeño porcentaje de pacientes. reducción. La calificación de síntomas disminuyó 2.7 y la
También se han comunicado taquicardia, palpitaciones, can~ velocidad máxima del flujo de orina subió por lo menos
sancio, debilidad y congestión nasal. Puede ocurrir eyacu- 3 mL/seg en el 31% de Jos hombres. Los datos de segui-
lación retrógrada debido a la relajación el cuello vesicaL Los miento en los tres años síguicntcs revelaron que en el 45 a
efectos colaterales de Jos bloqueadores alfa no selectivos 55% de los hombres valorablcs, el volumen prostático se

Cuadro 22-2. Agentes farmacológicos en HPB


Agente Mecanismo de acción Régimen de dosis
Fenoxi bcnzamina Bloqueo alfa 1 y alfa 2 S a 1O mg, oral, dos veces al día
Prazosin Bloqueo alfa J 1 a 5 mg, dos veces al día
Terazosin Bloqueo alfa 1 2 a 1O mg, dos veces al día por vía oral
Indo ramina Bloqueo alfa 1 50 mg, dos veces al día
Alfuzos in Bloqueo alfa l 3 a 4 mg, tres veces al día
Nicerogolina Bloqueo alfa 1 4 mg 1M, dos veces al día
YM 12617 Bloqueo alfa 1 .r9.2 a 0.~ mg, oral, una vez al día
Dox.asozin Bloqueo alfa 1 ~ a 8 mg, una vez al día oral
Kctanscrin Antangonista de serotonina, posible 1O mg, IV, una vez al día; disponible
bloqueo en forma oral
Neoplasias de la próstata • 413

Cuadro 22-3. Mecanismo de acción y efectos colaterales de los antiandrógenos


Agente Mecanismo de acción Efectos colaterales
Análogos Gn-RH: Lcupro!idc, goseri- Bloquea la secreción hipofisiaria de LH. Pérdida de la libido, impotencia, bo-
lin, Buserilin, Nafralin Reduce el valor de T y DHT chornos, ginecomastia
Antiandrógenos: Flutamide, Niluta- Bloquea los receptores de andrógenos en el Impotencia I O a 15%, diarrea 1O a 20%,
mide, Kasadex núcleo. No reduce los valores de T o DHT 1 ginecomastia 15%
lnhibidores de 5-a reductasa: Finas- Bloquea la enzima 5-a reductasa que Cefalea, no hay impotencia, pérdida
teride (Prosear), Epristíde convierte T a DHT. No reduce el valor de T mínima de la libido
Agentes combinados: Bloquea la liberación de LH y la captación Impotencia, pérdida de la libido,
Efectos progestacional , antiandrogé- de andrógenos en receptores nucleares 100%
nico y antigonadotrópico
Acetato de ciprotcrona, acetato de
megestrol
lnhibidores de aromatasa: testolac- Bloquea la conversión en la periferia de T a Cefalea ocasional
tona , Atamestane cstrógenos . No reduce T en sangre No hay impotencia ni pérdida de la
periférica libido

redujo en 27%, la velocidad max1ma del flujo urinario C. Tratamiento quirúrgico


mejoró 2.3 mL/seg y la calificación de síntomas mejoró 3.6. La extracción quirúrgica de la pró stata benigna crecida se
Los efectos colaterales de este fármaco son mínimos e realiza med~anrevafias tccmcas con accesos transurctral,
incluyen impotencia y disminución de la libido en menos suprapúDico y perinea . a prostatcctüiñiatrañ~r(PTD)
del 5% de los pacientes. Un efecto secundario del finasterí- CSTafécmca prffifiOacnElJ"fCCada ano se llevan a cabo
de son las concentraciones séricas bajas de APEen alrede- cerca---ansn-umroperac¡ones . En un estudio reciente de
dor del 50% de los pacientes en los primeros seis meses de 4000 casos efectuado por la American Urologic Association,
se encontró que las indicaciones más comunes para PTU
uso. A la fecha, su uso clinico no parece enmascarar la
incluyeron síntomas de prostatismo en cl90% de los pacien-
detección de cáncer de próstata.
tes. Las indicaciones por síntomas combinados incluyeron
Otra técnica para bloquear la captación de andrógenos
prostatismo con orina residual en e\ 15%, prostatismo con
en las células prostáticas es evitar la unión del andró-
retención aguda en 9.6%, y una combinación de estos tres
geno con los receptores androgénicos del núcleo, mecanis-
síntomas en el 5.6 por ciento. Orina residual significativa se
mo normal mediante el cual las células prostáticas utilizan observó en el 34% de todos los pacientes, IVU recurrente
los andrógenos . '=----~--_fl uta m id~J.!lt¿Jexi n~~~!l-ª!ltíandró­ en el 12%, hematuria en 12%, insuficiencia renal en el
gcno no esteroi~~!._c_?_n ef<?~!?~-~~.~_s>__g~~J.cosl.J~!ogcst:A_@.llil­ 4 .5% y cálculos vesicales en el 3 por ciento.
les o antigonadotr_Qricos. Si bien los resultados iniciales son
prüñ1etedñru.í~ nut<J.oiiS:J.a.nQ!llL.d.;n.DStradG...sY-ef-iGa~fa l. Prostatectomía transuretral: El examen urotógico mí-
para HPB en estudios aleatorios multicéntriJ;;.os. Sin cmbar- nimo para indicar PTU debe incluir una valoración de
gO,"los.cfcctos c-olaterales-de-la "fiutamida in~Juyen diarrea los síntomas, flujornetría urinaria, medición de orina
en el 15% de los casos y ginecornastia en el 25% de Jos residual, estimación del tamaño de la próstata (mediante
pacientes. POR, USR o cistoscopia), urianálisis y, en ausencia de
También hay antiandrógcnos que evitan la captación cistoscopia o de estudios radiográficos, placa simple
de la hormona luteinizante (LH) y la de andrógenos en el de abdomen para excluir cálculos vesicales. Las indicacio-
núcleo celular. Entre fármacos de este tipo se encuentran nes recientes de IPC sugieren que no se requieren medicio-
el acetato de ciprotcrona y el acetato de mcgcstrol. El acetato nes de orina residual en pacientes que se van a someter a
PTU; también recomiendan el APE sólo como prueba
de ciproterona es un antiandrógeno sintético con actividad
opcional, pero dado que el cáncer de próstata es parte del
progestacionaL Este agente inhibe la captación de andrógenos
diagnóstico diferencial, Jos autores recomiendan esta prue-
por los receptores androgénicos y la liberación de gonadotro-
ba en todos los pacientes antes de PTU. La preparación
pinas por la hipófisis. En pacientes con HPB se ha demostrado
prcoperatona para PTU consta, además del examen uroló-
que mejora la velocidad del flujo de orina y los síntomas gico, de biomctría completa, radiografía de tórax y ECG,
presentes durante el vaciamiento vesical. El acetato de meges- electrólitos en suero y creatinina sérica. Si no hay antece-
trol es un antiandrógeno progcstacional que bloquea los recep- dentes de tendencia hemorragípara las pruebas para deter-
tores de andrógenos y libera gonadotropinas. La principal minar tiempo de coagulación y sangrado son opcionales.
desventaja de este fánnaco es que hay reversibilidad de la En presencia de enfermedad médica concurrente, las más
inhibición con el tiempo, pues su efecto se anula a1 elevarse las comunes son: cardiacas (24.9%), pulmonares (14.5%),
concentraciones de LH. Otras desventajas son la pérdida de la gastrointestinales ( \3.2%) y renales (9.8%), están indicadas
libido y la impotencia secundarias a bajas concentraciones de otras valoraciones apropiadas. A los pacientes sometidos a
tcstostcrona. tratamiento con aspi1ina u otros antiinfiamatorios se les
414 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

solicitará que suspendan estos fármacos cuando menos cedirniento. Los principios del tratamiento incluyen an-
1O días antes de la cirugía. Los pacientes que utilizan ticipación del problema, reconocimiento tremprano, uso
antocoagulantes requieren la preparación apropiada. Las de medidas preventivas, medición inmediata del sodio
modalidades de anestesia empleadas con mayor fre- sérico, corrección de la hiponatremia con solución salina
cuencia para PTU pueden ser el bloqueo raquídeo o hipertónica al 3% y diuresis con manito!.
epidural, pero cuando están contraindicadas, no tie- Otras complicaciones inmediatas de PTU in-
nen éxito o el paciente las rechaza, se neces1ta anestesia cluyen retención urinaria (6.5%), hemorragia pos-
general. En apariencia, no hay diferencias en los índices operatoria (4%), retención de coágulos (3%), e infecciones
de complicaciones entre anestesia general y espinal, de vías urinarias (2%). Las complicaciones tardías son
si bien en la experiencia del autor, los pacientes se impotencia, incontinencia, y contractura del cuello ve-
recuperan más rápido tras anestesia raquídea, la opera- sical.
ción también se puede efectuar con anestesia local, pero La incidencia comunicada de impotencia como se-
ésta no es una práctica común. cuela de PTU es del4.5 al30 por ciento. El mecanismo
El objetivo de la PTU es extirpar la porción adeno- etiológico es variable y puede incluir uno o más de los
matosa de ]a próstata, causante de la obstrucción, por la siguientes: durante la prostatectomía abierta se pueden
vía uretral por medio de rcsectoscopio transuretral y elcc- lesionar las arterias accesoria pudenda y cavernosa, y
trocauterio. Se dispone de varios tipos de resectoscopio, producir insuficiencia arterial. Al suturar los bordes de
todos utilizan un sistema de ilumjnación con fibra óptica la incisión de la cápsula para controlar la hemorragia,
y lentes de aumento para mejorar la visión. Originalmen- accidentalmente se pueden incluir los nervios caverno-
te la técnica de la resección fue descrita por Nesbit; sos que corren a pocos milímetros a los lados de dicha
consiste en resección inicial de las fibras del cuello de cápsula prostática. La uretrotomía interna o un trauma-
la vejiga y del adenoma entre las posiciones correspon- tismo a los cuerpos cavernosos pueden producir deriva-
dientes a las 5 y 7 del reloj y resección subsecuente y por ción e insuficiencia venosa.
cuadrantes de la glándula hjperplásica. La lesión al esfínter Durante PTU, el electrocauterío puede causar lesio-
se evita confinando la resección a sitios proximales nes térmicas que provocan fibrosis o trombosis en las
respecto al veru montanum. arterias que irrigan los cuerpos cavernosos, lesión en los
La morbilidad total de PTU se aproxima a 18 por nervios cavernosos, fibrosis o insuficiencia venosa en
ciento. Hoy día la mortalidad es baja y cercana al 0.2 los cuerpos cavernosos. Cualquiera de estos eventos,
.por ciento. Morbilidad y mortalidad se elevan en pacien- aunque sea mínimo, puede agregarse al hecho que los
tes mayores de 80 años y esto se debe a complicaciones pacientes con HPB suelen tener factores de riesgo agre-
cardiovascularcs o sépticas en pacientes debilitados . Las gados de impotencia, como enfermedad vascular perifé-
complicaciones inmediatas de PTU se relacionan con rica e isquérnica, hipertensión y uso de medicamentos
tamaño del adenoma, tiempo tomado para la resección antihipertensorcs. También contribuyen factores como
y técnica empleada. Una complicación que puede preve- el estrés psicológico de la cirugía y la pérdida de la
nirse es el síndrome de resección transuretral (SRTU). eyaculación anterógrada. Las medidas preventivas inclu-
Durante la resección el líquido irrigante se aplica con yen orientación apropiada antes de la intervención, aná-
presión, por esta razón una cierta cantidad de líquido se lisis de las complicaciones posibles, prestar atención
absorbe en los senos venosos. De ordinario, durante una cuidadosa a la cauterización de los puntos más pequeños
resección de 40 minutos, se absorben alrededor de l a durante la cirugía y el empleo razonable de la incisión
2 L de líquidos. En la mayoría de los pacientes, esto no transuretral de la próstata en vez de PTU en próstatas
constituye un problema, aunque en un paciente con pequeñas.
a!tePUciones cardiacas, hay que valorar !a situación El seguimiento a largo plazo de los pacientes some-
con cuidado. Sí el tiempo de resección es prolongado o tidos a PTU revela que los síntomas de la micción se
si se abren los canales venosos grandes desde temprano resuelven en 80 a\90% de los pacientes luego de un año,
en la intervención, \a absorción de líquidos es mucho aunque la mejoría disminuye a] 60 a 75% después de
mayor y origina el síndrome de resección transuretral cinco años; aproximadamente el 5% de los pacientes
(SRTU). Este sindrome se manifiesta por hipervolemia requiere una nueva PTU después de cinco ailos.
e hiponatremia. Entre las consecuencias de la hiponatre- Un estudio reciente sobre la mortalidad tras el uso
mia se cuentan edema cerebral y convulsiones que apa- de PTU y prostatectomía abierta mostró una mayor
recen cuando los valores de sodio sénco disminuyen por incidencia de muertes por infarto al m1ocardio, a los tres
debajo de 120 meq/L. Otros efectos colaterales posibles meses y más adelante, tras el uso de PTU que por
incluyen trastornos vísua\es e incremento del amonio prostatcctomía abierta. Estos datos son retro~pectivos y
sanguíneo (empleo de glicina como irrigante) o hemóli- el estudio también tiene otros inconvenientes; sin embar-
sis (agua como irrígante). La incidencia del SRTU se go, en la actualidad se está investigando su validez
aproxima a\ 2 por c1ento. Las medidas preventivas son: mediante un estudio prospectivo.
drenaje suprapúbico durante PTU, uso de rcscctoscopio 2. Incisión transuretral de la próstata: La incisión trans-
de flujo continuo, administración de diuréticos como el uretral de la próstata (ITUP) fue descrita por primera vez
manito! y la furosemida (Lasix) después de 30 a 40 por Ahmed Orandí en 1973 como una alternativa para
minutos de resección (si se espera que la resección se PTU. La operación está indicada en pacientes con sínto-
prolongue todavía) y la interrupción del procedimien- mas obstructivos y próstata pequeña o de tamaño normal
to cuando se abren venas desde el principio del pro- en quienes una PTU se considera excesiva para aliviar
los síntomas. En la operación original propuesta por blandos, lo que incluye la próstata. Sin embargo, es sólo de
Orandi se practicaron dos incisiones profundas en los manera reciente (durante los últimos cuatro años) que se
puntos correspondientes a las 5 y 7 del reloj, extendidas desarrrollaron fibras con descargas laterales específicas
desde lÓs orificios ureterales hasta los lados del veru para el tratamiento de la hipertrofia prostática. Las ventajas
montanum. De manera más reciente y en pacientes más de la prostatectornía con láser sobre la PTU incluyen senci-
jóvenes, Orandi obtuvo los mismos resultados y preser- llez técnica y falta de complicaciones tales como absorción
vó la eyaculación anterógrada al realizar incisiones su- transoperatoria de líquidos, sangrado, eyaculación retrógra-
perficiales en la uretra prostática dejando intacto el da, impotencia e incontinencia. Los pacientes tienen una
cuello de la vejiga. En una serie de alrededor de 750 estancia hospitalaria más corta y una recuperación posope-
pacientes, se notaron resultados posoperatorios compa- ratoria más rápida. Hay ocho estudios publicados de pros-
rables a los de PTU con menos complicaciones de eya- tatectomía transuretral visual con láser que incluyen un total
culación retrógrada y contracciones del cuello de la de 338 pacientes. Para la fecha en que se publicaron, ya eran
vejiga, así como ahorros en el tiempo operatorio y en el más de l 000 Jos pacientes sometidos a tratamiento.
tiempo de recuperación posoperatoria. En un estudio Entre los datos publicados, la media de la reducción en
prospectivo al azar comparando PTU e ITUP en 99 la calificación de síntomas fue del65.42% (52.75 a 77.99%)
pacientes, seguidos durante cuatro años, Christensen y y la media de mejoría en la velocidad máxima del flujo
colegas (J 990) confirmaron los resultados de Orandi urinario fue del 76 por ciento (58 a 120%). La principal
respecto a la mejoría de los síntomas objetivos y sub- ventaja fue la falta de mortalidad, hemorragias que requirie-
jetivos y también la reducción de los tiempos de ran transfusión y otras complicaciones mayores transopera-
operación y de recuperación posoperatoria. En esta serie torias y posoperatorias. La energía del láser trabaja por
se observó eyaculación retrógrada en el 37% de los destrucción térmica de los tejidos. Hay dos técnicas para
pacientes después de PTO y en el 17% luego de ITUP, prostatectornía transuretral con láser: una trabaja con coa-
pero la diferencia no fue estadísticamente significativa. gulación y la otra causa evaporación. En la técnica de
En este estudio la técnica de JTUP sólo fue diferente del coagulación, hay suficiente energía en la aplicación del láser
estudio original porque se practicó incisión extensa, para coagular, pero no para evaporar, el tejido adenomatoso.
desde los orificios ureterales hasta el veru montanwn, en El tejido coagulado termina por necrosarse y se desprende
la posición correspondiente a las 6 del reloj. Sin embar- de manera gradual a lo largo de varias semanas o meses. La
go, en casi todas las series de PTU se observó mucha ventaja de esta técnica es el corto tiempo de operación, pero
mayor incidencia, del 80 al 90%, de eyaculación retró- su desventaja es la incidencia en el 32.2% de retención
grada. urinaria prolongada (más de cuatro días) y un índice de
3. Prostatectomía abierta: En años recientes, las técnicas reoperaciones del 3.7 al 18 por ciento (media, 9.14%)
suprapúbicas y retropúbica para el tratamiento de HPB (cuadro 22-4). La técnica de coagulación se desarrolló por
sólo se han empleado en un número limitado de pa- dos motivos: los experimentos inicmles en perros indicaron
cientes, aproximadamente 10%; al otro 90% se le que la energía del láser de corta duración (8000 a 1O 000
practicó PTU. Para la enfermedad benigna la técnica joules) y de bajo poder era suficiente para causar despren-
perineal está casi abandonada. Las indicaciones para dimiento tisular que originaba defectos por RTU import~
prostatectornía suprapúbica son tamaño de la glándula tes a las 6 u 8 semanas del tratamiento. Los principios de la
superior a 60 g y, en ocasiones, la necesidad de pro- física del\ áser (den si dad del poder = watts/área [nr 2 ) indican
cedimientos adicionales corno cistolitotornía o extrac- que conforme el haz divergc y los puntos duplican su
ción de divertículos. La preparación preoperatoria y tamaño, el poder baja cuatro veces. Entonces, las fibras para
los requerimientos anestésicos son similares a los de HPB se desarrollaron de tal manera que no causaran mucho
PTU, si bien más pacientes de este grupo requieren daño ni lesiones al tejido periprostático. Las fibras que se
anestesia general. desarrollaron a partir de los experimentos tienen reflectores
El objetivo de la cirugía es la enucleación del de metal como espejos desnudos que originan un haz lá-
adenoma sea mediante incisión baja para cistotomía o a
ser de bajo poder divergente y ancho, eficaz para la coagu-
través de una incisión en la cápsula prostática. Luego de
lación. Con estudios adicionales, se detectó que el tejido
extirpar el adenoma se requiere hcmostasia meticulosa
prostático humano es mucho más resistente al daño por calor
en la cápsula quirúrgica (incluyendo la zona periférica)
en comparación con las próstatas caninas.
y reconstrucción de la fosa y cápsula prostáticas. Casi
Como resultado de esto, se desarrolló la segunda téc-
todas las complicaciones posoperatorias son similares a
nica de evaporación transuretral de próstata (ETUP). Esta
las de PTU, aunque la estenosis del bulbo uretral es rara
técnica requiere un haz con densidad de alto poder, lo que
luego de la prostatcctomía abierta. Sin embargo, infec-
se logra disminuyendo la divergencia del haz y aumentando
ciones en la herida y tromboembolia (1 a 6% de inciden-
la proximidad del haz al tejido. La técnica de ETUP fue
cia) son complicaciones adicionales. La recuperación
desarrollada por Narayan y Fornier a partir de los amplios
también se prolonga más debido a la herida suprapúbica.
antecedentes de interacciones del láser con tejidos en prós-
tatas humanas ( 1994 ).
D. Prostatectomía con láser La técnica de evaporación crea un defecto inmediato
Una alternativa para la PTU que emergió hace poco es la similar al que hay después de PTU. Siempre hay un borde
prostatectomía con láser. Se usan láseres Nd: YAG para de tejido coagulado alrededor del tejido evaporado; por
procedimientos transuretrales desde la década de los años tanto, se mantienen todas las ventajas de la coagulación con
setenta y la FDA los aprueba para el tratamiento de tejidos el uso de la técnica de evaporación. Esta última se relaciona
Cuadro 22-4. Comparación entre dos sistemas para clasificar la etapa en el cáncer de próstata
Sistema de etapas TNM AAU (sistema de clasificación de
Jewett modificado)
Tx Tumor primario que no puede identificarse
To No hay evidencia de tumor primario
T la Tumor que se detecta como hallazgo histológico incidental Etapa A¡ Focal
en:::; 5% del tejido resecado
T 1b Tumor que se detecta como hallazgo histológico incidental Etapa A 1 Difusa
en > 5% del tejido resecado
T1c Tumor no palpable que se identifica por biopsia con aguja Etapa Bo
(por ejemplo, a causa de APE elevado)
T2a Palpable, la mitad de un lóbulo o menos Etapa B¡ Palpable,< un lóbulo y tamaño< 1.5 cm
T2 Palpable,> mitad de un lóbulo, pero no los dos
T2c Palpable, afecta los dos lóbulos Etapa B2 Palpable, afecta ambos lóbulos y tama-
ño> 1.5 cm
T'la Unilateral, extensión extracapsular Etapa C¡ No hay afección de vesículas semina-
T3 Bilateral , extensión extracapsular les
T3c El tumor invade vesículas seminales Etapa C2 El tumor invade una o ambas vesículas
seminales
T 4a El tumor invade cuello de la vejiga, esfíntér externo o recto
T4 El tumor invade músculos elevadores o se fija a la pared
élvica lateral
Nx No se puede valorar ganglios linfáticos regionales
No No hay metástasis a ganglios linfáticos regionales
N1 Metástasis a un solo ganglios; 2 cm en su dimensión mayor EtapaD1 Metástasis regional a ganglios linfáti-
N2 Metástasis a un solo ganglio linfático> 2 cm pero:::; 5 cm cos pélvicos u obstrucción ureteral
en su dimensión mayor o a múltiples ganglios, ninguno que origina hidronefrosis
> 5 cm en su dimensión mayor
N3 Metá-;tasis a un ganglio linfático> 5 cm en su mayor
dimensión
Mx No puede valorarse la presencia de metástasis
Mo No hay metástasis distantes
M la No hay ganglios linfáticos regionales Etapa D2 Metástasis a ganglios linfáticos distan-
tes, huesos, pulmones y otros tejidos
Mlb Huesos blandos
M 1e Otros sitios

con una incidencia mucho menor de retención urinaria resultados iniciales parecen promisorios, en la realidad
(< 5%), así como de reoperaciones; los resultados son cqrn- ~~ta t~~~~'l-~-~~m la~ada por el láser y otraSTeCI1o1~
parables a los de PTU.
Hay una tercera técnícadcprostatectomiacon láser en laque
se usa la guía del ultrasonido mediante una sonda de globo F. Hipertemia con microondas
a la cual se incorpora la fibra láser (TULJP, por sus siglas en El objeto de esta técnica es producir daño tisular con calor
inglés). Esta técnica, aunque factible, no es muy utilizada por en neoplasmas que no pueden aumentar su aporte sanguí-
la mayoría de los urólogos por su incapacidad para obser- neo en respuesta al daño inducido por el calor. La hiperter-
var la próstata de manera directa durante el tratamiento. mia con microondas se puede practicar por las rutas
transurctral o transrcctal. En ambos casos, Jos tejidos más
próximos a la sonda generadora de microondas (uretra
E. Dilatación transuretral de la próstata prostática y mucosa rectal) se enfrían para evitar daño tisular
con globo (DTUG) mientras el calor generado por las microondas se eleva al
Est~__pi._o~e~j~i-~~~~- i_J!l__Q) iE-~- .~l_Y_S.Q__.Q~_ g}_Q_~Q~ __Q.Q_~Q:l.:.._ máximo en la región de la zona de transición. El objetivo es
prcsible~E-ra di!atar la próstata bajo presión. En la técnica alcanzar una temperatura de 42 a 45 °C en la zona de
1)1icroinvasiva con globo, se usa un globo de 30 mm para transición. La terapia térmica transuretral es más eficaz que
dilatar la próstata a 32.22 oc a 4 atmósferas (58 .8 psi, la transrectal y las temperaturas intraprostáticas que se
3080 mm Hg); esta presión se mantie.ne por 15 minutos. El alcanzan son mayores. Resultados de estudios recientes
mecanismo exacto por el que la DTUG de próstata mejora sobre termoterapia transuretral indican que el 62% de los
la obstrucción por esta glándula es incierto. Si bien los pacientes tiene mejorías en la calificación de los síntomas
y el 74% en el flujo urinario . La termoterap1a está aún bajo clímcas aparentes durante la vida del paciente. Incluso entre
experimentaciÓn en los Estados Unidos. Jos diagnosticados clínicamente la variabilidad de conducta
biológica y potencial metastásico es muy amplta. Presenta-
~· Ultrasonido de alta intensidad dirigido ción heterogénea y variabilidad de la conducta el ínica cons-
Este es un método para aportar energía ultrasónica y, mediante tituyen las principales fuentes de confusión y controversia
el calor resultante, dañar el tejido en áreas discretas de la respecto a la atención apropiada de las diferentes etapas del
zona de transición, sin originar un aumento importante de cáncer prostático.
temperatura o dai1o celular a los tejidos que están en el El cáncer de próstata también es una enfermedad de la
camino del haz ultrasónico. La técnica origina reducción del vejez. Rara vez se presenta en varo!)~~..menores d~_10 ~9s;·
volumen prostático y mejoría de los síntomas. Se encuentran su incidencia aumenta ~_g_resiva~~~ _hasta alcanzar un
en proceso estudios para determinar la utilidad de este n'Íaximo~~-grupo de edad de los 80_ªBQ.s. La variedad de
método. cuadros clínicos de cáncer prostático sugiere un amplio
margen de opciones terapéuticas para el tratamiento indivi-
H. Ablación con aguja transuretral (AATU) dual de los pacientes. Estas opciones incluyen desde la pura
Es otra técnica en estudio para el tratamiento de HPB y vigilancia hasta la extirpación quirúrgica radical. Los fac-
consiste en el uso de ondas de radio de alta frecuencia para tores que influyen las opciones terapéuticas dependen de la
causar lesión térmica a la próstata. En general, se aporta la edad y de la condición médica del paciente, de la etapa y
energía mediante agujas transurctrales y ésta se controla con grado del cáncer y, por último, de las teorías prevalecientes
mediciones tcrmoacopladas. Los resultados iniciales pare- e jnstalacioncs médicas disponibles en la comunidad donde
cen ser promisorios. vive el paciente.

l. Prótesis prostáticas- Historia natural


Las prótesis metálicas de expaosión se han utilizado de
manera extensiva en el sistema vascular con buenas resul- La historia natural del cáncer de próstata sufre la influencia
tados. En años recientes sondas espirales y metálicas tam- de varios factores como etapa y grado del cáncer, edad del
bién se emplean como prótesis permanentes tanto en HPB paciente y presencia de enfermedad médica o de otros
como en las estenosis uretrales y se han comunicado resul- procesos malignos. En general, los pacientes con cáncer pros-
tados satisfactorios. Estas sondas se pueden instalar bajo tático en etapa temprana y grado bajo tienen buen pronóstico
endoscopia y con guía radiológica. Algunas publicaciones con o sin tratamiento; y en los pacientes con cáncer en etapa
afirman que la sonda en la uretra se cubre de urotelio luego avanzada y grado alto el pronóstico es malo cualquiera que
de 4 a 6 meses. La media de las probabilidades de mejoría sea el tratamiento aplicado. De manera reciente, un "metaa-
después de los diversos métodos de tratamiento para HPB nálisis" sobre seis series publicadas y que comprende un
se resumen en el cuadro 22-5. total de 828 pacientes bajo vigilancia cuidadosa reveló una
tasa de sobrevivientes a 10 años del 87% de los pacientes
con cáncer b1cn o moderadamente diferenciado. La tasa de
sobrevivientes sin metástasis en Jos grupos con diferenci -
ción buena, moderada y mala fue del81 , 58 y 26%, respec-
CÁNCER DE PRÓSTATA tivamente. Estos resultados indican la necesidad de revaluar
la calidad de vida en pacientes que desarrollan metástasis y
que sólo se vigilan contra los que no sufren metástasis, pero
sí los efectos colaterales del tratamiento.
El cáncer de próstata es uno de los más comunes en los EUA. Una revisión de las pu.Qlic~.~j_q!:J~~--q_ue su_gLeren el
Estadísticamente sobrepasa al cáncer de pulmón y al de tratamiento CXJ:>CCtantc (vigilancia) como una buena alter-
COlony.-sehac-6-nvertTdo CIJ-eT-ri1i5frccucntc del sexo ~~Yiiará 2_a_~-!~:ri!_~~. c-~~- c~~cer~_ pr6st~I<:t~ reye~~~~ias
masculino, representa 32% de todcis" -los"fumorescan'cero~ fallas. Un problema importante es que la mayoría de estas
sos. Su incidencia clínica es efevada,pero es mucho-Ínayor series.tiene una media de seguimiento por debajo de los 1o
efñúmero de casos de cáncer prostático sin manifestaciones años. Sin embargo, muchos pacientes con cáncer de próstata

Cuadro 22- S. Prostatectomía radicai en cáncer prostático en etapa A (T¡)


Estudio (año) Número de Etapa Sobrevivientes Sobrevivientes
pacientes libres de libres de
enfermedad a enfermedad a
los S años ( 0/o) los 1O años ( 0/o)
Middleton y colaboradores (1988) 34 A2 94 65
Lowe y Listron ( 1988) 17 A 93 93
PauJson ( 1990} 105 A¡, A2 85 881
Partin y cols. ( 1993) 161 T1a a T1 c 95 95
Promedío - 92 83
418 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

mueren entre los 1O y 15 años a partir del diagnóstico. Un negra presentan una incidencia 50% mayor en comparación
segundo problema es que se inciuyen mayor número de con los de raza blanca.
pacientes de edad avanzada con cáncer de bajo grado cuya La influencia de las hormonas masculinas sobre e]
tendencia es a permanecer estables de cualquier manera. Un cáncer prostático se sospecha por diferentes observaciones:
tercer problema es que muchos ancianos en estas series este cáncer nunca ocurre en eunucos; la mayor parte de las
mueren por enfermedades íntercurrentes y es difícil valorar células de ~áncer próstatico son hormonalmentt? sensibles y
el índice de muertes especificas por cáncer. El cuarto pro- c_!eccn con rap1dez en presencia de hormonas rnasculina_s;
blema es que si los pacientes demandan tratamiento se les la castración produce una regresión espectacular en el
excluye del estudio pues ya no pueden permanecer bajo crecimiento del cáncer; la testosterona promueve el cáncer
simple observación. Todavía no se lleva acabo un verdadero prostático en Jos ratones; las observaciones de MeNea!
estudio al azar para comparar observación contra tratamien- sugieren que este cáncer se inicia en una próstata de
to activo y quizá no sea factible. Se planea un estudio al apariencia juvenil que probablemente recibe estimulación
respecto en cooperación con el Departamento para Asuntos de hormonas masculinas, más que en una glándula atro-
de Veteranos de los Estados Unidos. fiada.
La importancia de factores ambientales y dietéticos en
Incidencia el cáncer prostático se deduce por la incidencia diferencia\
de cáncer en grupos racialmente similares que viven en
En EUA la incidencia de cáncer prostático alcanza casi ambientes distintos. Por ejemplo, japoneses estadouniden-
200 000 casos nuevos al año. Alrededor de 38 000 hombres ses de segunda y tercera generación muestran incidencia de
mueren cada año. El cánc~r _9:e .Q!_Ó_stat~ ~~ t~ segooda causa de cáncer prostático similar a la de estadounidenses nativos, en
muerte onco_l_§_gica en EUJ\. Los estudios en_ necropsias tanto que la incidencia de cáncer prostático clinico en Japón
demuestran que hay un aumento en la incidencia con la edad, sólo es un 10% de la registrada en EUA.
que va del30% en hombres de 50 años al 75% en hombres de Cambios similares en la incidencia también se obser-
75 años y más. La hipótesis propuesta para explicar esta van en otros grupos de pacientes. Muchos factores 1 jnclu-
elevada incidencia del cáncer oculto es que ~~_rjg_ina en yendo dieta rica en grasas, se han implícado entre las
edad diferente, pero como avanza con Sl,lmªJ~D-~it~J_d muchos intiuenci-as ambientales, peio no -~~~_estl!~E!::J.§_~,c demues-
p~cl~nfes-inueren por otras enf~_rfit~d-ílQ'?S ª~tes q.tJe eltumor tren relación causa-efecto. También se atribuye función
presente manifestaciones clínicas. S~pi~nsa _que l_9s c~cer_es etiologicaaTos agentes infecciosos, incluyendo bacterias y
con manifestaciones clínicas son los que van de 0.2 a virus, en el cáncer de próstata. Sin embargo, los datos
0.5 cm 3 de tamaño; éstos constituyen alrededor del 20% de epidemiológicos, virológicos e inmunológicos para susten-
t9_4ªll Ta~ ne~rop"ifaspor s;áncer. I5k11-c)s-cas-os ocurren cñ tar la etiología infecciosa del cáncer prostático suministran
resultados contradictorios.
Estados Unidos en alrededor deiS all 0% de la población mayor
de 50 años de edad. La importancia del volumen del cáncer Resumiendo, en la actualidad se piensa que influencias
se basa en la historia natural al igual que en los datos patológicos genéticas y ambientales desempeñan alguna función en la
que demuestran que cánceres superiores a ese volumen ctiolog(a del cáncer prostático y que las hormonas masculi-
(0.5 cm3 ) se relacionan con grados altos en la clasificación, nas tienen una función accesoria, pero esencial como pr~­
extensiÓn extracapsular y propensión a metástasis. motoras del tumor.

Etiología Patogenia

Con base en observaciones epidemiológicas, se citan cuan- El cáncer prostático es un adenocarcinoma originado en las
do menos cuatro factores como causas pcis_U?.ii"_s~.Q-91 cáncer células acinares de la próstata. En-condiciones ñormales la
prostitl~~; Entre- eJlas se incluyen predisposición genética, glándula prostática se atrofia entre la quinta y la sexta
influencíash-orrnonale§, J~ctores amotentaíes-y dieteticos, y décadas de la vida. De manera convencional, se cree que las
agentes infecciosos. Diferentes estüdios comunican una transformaciones malJg_nªs}?t;:urren en esas glándulas atró-
elevada incidencia de cáncer prostático entre los consanguí- (icas o posatróficas. Sin embargo, los estudios de MeNea!
neos de pacientes con este tipo de cáncer. De manera recien- sugieren que los cambios premahgnos ocurren en glándulas
te, se idenbf1caron formas familiares y hered1tarias de que conservan su apariencia juvenil y con menos frecuencia
cáncer de ~~<i~~~-}~~ñbas- S~ reGcionan -con aparición la en glándulas posatróficas. La aparición de carcinoma en
temprana de la enfermedad. Corresponden a una proporción glándulas activas, mas no en glándulas atróficas, sugiere una
importante (43%) de los cánceres que ocurren en hombres relación entre estimulación andrógena persistente y de-
menores de 55 años de edad, pero constituyen más o menos sarrollo de carcinoma.. También es común observar gian
el 9% de todos los cánceres de próstata. El cáncer de próstata variedad de cambios atípicos e hiperplásicos en la glándula
hereditario presenta una herencia autosómica dominante prostática.--Entre los cambios displásicos se observa-Üna
por un gen de alta penetTancia aún raro. Hay también lesión histológica característica a la cual se le conoce como
diferencias en la incidencia entre países con razas predom:i"- displasia intradu~tal o neoplasia prostática intraductal. En
nantes distintas; por ejemplo, la frecuencia de cáncer de otras partes del cuerpo esta lesión presenta rasgos específi-
próstata es alto en países nortcamericanosy europeos, inter- cos de premalignidad. Sin embargo, la ubicación profunda
medio en países sudamenricanos y bajo en países orientales. de la próstata y la naturaleza dispersa de las lesiones evita un
La influencia de factores dietéticos y ambientales en estas seguimiento en serie para verificar su avance, como ocurre
diferencias es poco clara. Entre estadounidenses, Jos de raza por ejemplo con las lesiones cutáneas o del cuello uterino.
Neoplasias de la próstata • 419

La neoplasia intraductal se ve en un tercio de los pacientes transrectal (USTR), apareció ot(a categoría de la enferme-
con carcinoma prostático. Sin embargo, esta incidencia es dad (¡lié~~-e conoce como enTermedad-t1"ó-piiTpable descubier-
sólo del4% en pacientes con hiperplasia prostática benigna. ta por. USTRY'bioj)sía én-ünaglándLiG1de ~pecto ~.~Dig~o
(dñceres t}-~f-:Entre-io·s--Cán-ceres -rr¿~··alrededor del 1O%
Anatomía patológica tiene un volumen < 0.2 cm3 y Gleason < 7 (clínicamente
insignificante); el 16% tiene un volumen de 0.2 a0.5 cm3 y
Yn 70% de los tumores cancerosos de próstata se originan en Gleason < 7 (enfermedad minima); el 37% tiene enferme-
l~!~~..P:e~ifúica -ae:·!i~gl~~-d_0~e1 15aT2o_% e~ la zona dad moderada (Gleason < 7, pero volumen del tumor mayor)
central; del 1O al 15% en la zona de transición (figuras 22-1 y cl37% tiene enfermedad en grado avanzado (Gleason < 7
y -22-2). Casi todos-· los ·cánceres- de próstata se inician en con extensión extracapsular o afecciÓn de vesículas semi-
múltiples centros. Hay varios sistemas para establecer gra- nales o ganglios linfáticos).
se-basa-n eii-er
dos de cánce!:...Q!:Q_Stático-:-'fodos" graciü""(fe El cáncer de etapa B (T2) se encuentra confinado a
ctTfereñc-iación glandUlar, a-Úpia efe bs células y ·anomaíías próstata y dependiendo de su tamaño y localización, puede
eÍ1los núcleos-:Qulzáel más difundido. es el si-stema Gfeason ser B1 (T2a, Tzb) o B2 (T2c). Los cánceres en etapa C (T3 y
que asignadosgrados a cada región del cáncer prostático T4) son en Jos que hay afección de los tejidos blandos fuera
según el patrón de mayor o menor diferenciación glandular de la próstata. Las áreas más afectadas incluyen vesículas
en el área. En este· sistema los números Gleason 2 a 4 seminales, grasa periprostática, músculo uretral y cuello de
representan un cáncer bien diferenciado; 5 a 7, cáncer la vejiga. Los cánceres en etapa D representan el estado
moderadamente diferenciado; y 8 a lO, cáncer poco diferen- metastásico; los de etapa D¡ corresponden a Jos que tienen
ciado (figura 22-10). extensión a ganglios linfáticos pélvicos. El drenaje linfático
El adenocarcinoma prost.ático bien diferenciado se ca- principal del cáncer prostático se dirige a los ganglios
racteriza por grupos de glándulas pequeñas, dorso contra linfáticos obturadores e hipogástricos, con un drcn.aje linfá-
dorso, poco estroma mtcrpuesto y pérdida de la capa normal tico secundario hacia los ganglios iliacos primitivos, presa-
de células mioepiteliales que rodean a las células glandula- eros, paraórticos e inguinales (figura 22-11 ). El cáncer en
res. La anaplasia nuclear es mínima. E\ cáncer moderada- etapa D2 afecta órganos distantes y huesos .
mente diferenciado presenta mayor desorganización de los
elementos glandulares y anaplasia nuclear más pro- Patrones de avance
nunciada. La glándula también muestra infiltración de las
glándulas normales circunvecinas. Las capas de glándu- Se ~sc.Q.noº-Qjª_ewlución .nat.w:al del cáncer de próstata.
las anormales con cordones interpuestos de células puede Varios factores: genéticos, hormonales, ambientales y die-
crear un patrón cribiforme. En el cáncer poco diferenciado téticos han sido implicados. Una hipótesis es que todo
la falta de glándulas formadas es absoluta y se presentan cáncer se inicia con un volumen pequeño y evoluciona para
capas o masas sólidas de células individuales infiltrantes. alcanzar un tamaño cada vez mayor. Cambios transitorios de
La anaplasia nuclear es muy pronunciada. Con frecuencia, grado aparecen por la inestabilidad genética generadora
la próstata afectada de cáncer presenta cuando menos dos de mutaciones. El resultado puede ser desde avance desor-
grados: un grado primario o predominante y un grado denado del cáncer de pequeño volumen hasta cáncermeta; -
secundario. tásico . Uno _d_c lQS principales factores implicados en la
El grado del tumor es uno de los indicadores más útiles, extensión local es la ubicación del tumor. Los tumores
desde el punto de vista clínico, del crecimiento y la evolu- de la punta y la base tienen mayor pr~babilidad de exten-
ción del cáncer prostático. La utilidad de conocer la etapa derse fuera de la cápsula desde las primeras etapas debido
del tumor para predecir la evolución es limitada a causa de:
a !ª-. Q.ebilidad dej a .cªp~ula en esos sítió~'(figura 2i=-f2j.
las variaciones subjetivas y de interpretación en la valora-
Los defectos capsular~s o~~sren d_ond~ lo~ ó~ganos anexo~s
ción de la etapa, los errores en el muestreo de un tumor que :
se QO_~~!l ~T!~~@<2!9.S.Q.Illa.m:9~~l~-º dOl"!_Qe )as est_l]lG.t11rªs
es heterogéneo y la falta de un sistema de clasificación neuronales o vasculares penetran en la sustancia de la glán-
universalmente aceptado. De cualquier modo, los cánceres 1
d_i& Estas r~iion~s cie debilidad capsulaÚambÍ~ 1t1duyeQ
bien diferenciados evolucionan bien; los cánceres poco ·: la unión de la próstata con la uretra, el cuello de la vejiga, y
diferenciados evolucionan mal. el punto donde -penetran-i_üs~n~~;i~t.Q§:·~y_aculadores.
Cos·c-áncerescuyo origen se encuentra muy próximo a
Etapas del cáncer prostático cstasrcgion·cs- .Se- -propagan con rapidez y desde etapas
temp_r_~n_as hacia uretra, tejidos periprostá.tiG.Qi._V.§jigu
Este tipo de cáncer tiene cuatro etapas (cuadro 22- 4). Los vesículas seminales. La pro_ragªción a v_esÍ~1J..\E..§...S~J11inales
cánceres en etapa A (T 1) ocurren en la zona de transición y indicá..!ll~.!!!.ªLm:.9nósti~o; el 50% de los pacientes desarrollan
se detectan de modo ú1cidental durante la cirugía para HPB . metástasis distantes en un plazo menor de cinco años. La
Los cánceres en etapa A 1 (T 1a) se subclasifican en bien y inya§iQ.n -~L~~t~ es r~ra, ~l_zá_ c!_ebido a la su~uesta aponeurosis
moderadamente diferenciados (Gleason 2 a 7), comprenden .de D~f!qn.yillieres que separa la próstata del recto. Pueqe _.
menos del 5% de todas las glándulas extTaídas por cirugía ocurrir invasión direéta a los uréteres, pero en etapas finales'
y se observan en menos de tres focos al interior de la del padecimrento y con frecuencia Jos pacientes presentan
glándula. Los cáne:eres en etapa A2 (T 1b) se presentan en metástasis en ganglios linfáticos y otros sitios distantes .
la zona de transición, pero no caben en la definición ante- \ Las metást~~ is..i.;;;_cas constituyen la forma más común de
rior. En fechas recientes, con el advenimiento de APE ! metástasis hematógenas y aparecen en el 85% de los pacien-
(antígeno prostático específico) y de la ultrasonografía 1 tes que mueren a causa de cáncer prostático. Los sitios más
A 8

e D

E F
Figura 22-1 O. Microfotografías con baja (12 .5 x) y alta (50 x) amplificación de próstatas con adenocarcinoma bien diferenciado
(A,B), moderadamente diferenciado (C,D) y escasamente diferenciado (E,F) .
Neoplasias de la próstata • 421

Figura 22-11. Drenaje linfático de la próstata. El drenaje se dirige a ganglios de las regiones del obturador e hipogástrica: el
drenaje secundario es hacia los ganglios inguinal y de la ilíaca externa.

frecuentes incluyen columna IY.mbar, pelvis, porctón proxj- rara vez psodu~_e SÍI)~9mas. _La ~nfen_TI.~dad_ más extendi~a
-i"~·ar del fémur, columna
-----¡-----
to¡Icica, costillas, -~~t~iii~l1-~_·y_
--. · · - - - - - -
pu<?si~_ . E.r<?_senta!__ sj_~_!o~a~ de obstrucción_ df?l_grificio ~e
~!~-ª- extensi9n hacia el eje .f_~q_!!QI~t.!fQ pueqe _Q~!:Irr.it a salida de la vejiga, retención urinaria a~i~_,_o
tra:-:_és d~~!l_oso presacro de Ba_t_SQI). que ~qmu_n_ica con incontinencia. Este cuadro clínico es poco común. El cáncer
lo-s _p}ex~~~eno~_os prepros!á!iC,9S_y _periprostáticos. prostátic~ locaiTar-;-v~z-produce síntomas.Ta enfermedad
más extendida puede presentar síntomas de obstrucCión d~l
Cuadro clínico orificio de saTura de Ta vejiga:- ·retendón urinaria aguQ.<~,
hematuria -o incontinencia. Este cuadro clínico es poco
A. Síntomas · corr!~-n~·-Paciel1tes coi1-metástasis ósc~~ frc~~-~ntem_ent~ S_Q!I
En la actualidad, la mayoría de los cánceres prostáticos se asintomáticos.--En-ocasiones los síntomas iniciales pu~dcn
detecta a causa de APEeÍevacfo"ocorrio- de-scubrimiento ITas
ser-dolor -óseo~--srntomas- secunda ~a conf~sión men!ª-l o
incidental de un -nódulo en ·¡a expioraciÓn rectaf.-ot!-()-mé-- fractura s patológ[cas.
todo___g_~_prescntación es el descubr-imiento- incidental del La proporción exacta de cada etapa en el cuadro clínico
cáQg~r_ ~!l_e] estudio patológico qc tejic;Jo e~tra(~o por sínto- inicial de la enfermedad varía. En una revisión que hizo el
mas_ qe crecimiento prostático. El cáncer .!:-º.~!.'!üco _locªl Colegio Americano de Cirujanos en 1990 (23 183 casos) d

Extensión uretral

Extensión lateral
Extensión lateral basal
ap1cal
Extensión al interior de vesículas seminales
Extensión a cuello ves1cal

Figura 22-12. Regiones de debilidad en la cápsula prostática (esquemática) mostrando en los sitios donde es probable la
extensión extracapsular.
1035 instituc1ones en Estados Unidos entre los hombres ser por hiperplasia benigna, inflamación crón~~a y prostati-
blancos, se encontró una incidencia del 29.3% para la etapa tis, tuberculosis de próstata, biopsia previa y fibrosis acom-
A, del 37.7% para la B, del 12.5% para la C y del 20.6% pañante, quistes prostáticos y c~l9ulos. Los datos de la
para la D. Entre varones de raza negra, la::; cifras correspon- historia y el examen físico pueden apuntar a otras enferme~
dientes fueron 27% para la etapa A, 26% para la etapa B, dades. Habitualmente la hiperplasia benigna se acompaña
13% para la etapa C, y 34% para la etapa D. Por tanto, en de una historia más prolongada de síntomas urinarios obs-
esta encuesta del3 3 al4 7% de los casos de cáncer prostático tructivos y con frecuencia la próstata es más grande que en
se presentaron con enfermedad extensa local o metastásica el cáncer. La tuberculosis puede presentar historia de expo-
en el momento del diagnóstico. Este número es menor que sición al bacilo, antecedente de tuberculosis pulmonar, fie-
el de138 al 51% de una encuesta anterior efectuada en 1985 bres y piuria estéril. También son comunes las lesiones del
y es seguro que descenderán aún más conforme el diagnós- epidídirno junto con la participación prostática. Es frecuente
tico basado en el APE da lugar a un descubrimiento en etapas que la prostatitis se acompañe de una historia más larga y la
inferiores. orina y las secreciones prostáticas, a veces, contienen can-
tidades anormales de leucocitos. En todos los casos el
B. Signos diagnóstico se confirma mediante biopsia y estudio histo-
A veces, el único signo de carcinoma prostático puede ser patológico.
ajg~n-~~~maila _~¡~~1 ~~~!Jlen rectal. Por consiguieñt~, Debee$,tudiarse a lo_~J?ª'cientes con hematuria y sínto-
cualg_tA~e!_liÓd_~Q__Q_uro , ___!is_rnc o irregular palpable en el mas de obstrucción de la salida vesical en busca de otras
examer. r~ctal debe someter~ biopsia.a - . causaüi~-~-~-Tés-de estos-trastorn-os~ que incluye_n ~iQ~plasia
Los signos poco comunes de cáncer prostático inclu- beni_g!:l~X ~rasto..!:no~ ~e~c;icales y ren~les. Los pa~(e':!!es con
yen hematuri~, signos de uropatía obstru~tiva (estudiados dolor óseo, fracturas patológicas o compresión de la médula
en el inciso de HPB), signos neurolÓgicos. causados por -es-p~nal-por colapso' ve.rtebral deben som-eterse a-examen
coinprt:sióf! d~ _la .m~duJ~ g frª~t.1,1r_3:s patQIQgicas. é~~i.to-dos ~~ctal y d.~~~l'r!inAQ?!~ ~~ -~PE ..para "élescartar- dñcer de
los signos aparecen en Pél:~ient~~ con cáncer met.ªst_á_sico. próstata. Hay que considerar la enfermedad de Paget en
pacientes con síntomas y lesiones escleróticas de la pelvis
ósea, además de valores séricos anonnales de fosfatasas
Diagnóstico
alcalina y ácida. Un antígeno prostático específico normal
y el característico engrosamiento cortical por debajo del
El diagnóstico de cáncer de próstata se confirma mediante
es
biopsia con ágÚj_a. La téénica ~ás frec~enú~ .. ·la.bÍopsT~ periostio a lo largo de las líneas de sostén 'del peso corporal,
ayudará a diferenciar la enfermedad de Paget del adenocar-
central con un aparato automático. El. usQ __ge Jil.ll.~~!rco
cinoma de la próstata.
~gp.m-ª.t.i_c_p d.§__l.9- próstata, guiagQ _con ult~a~q_ntdo, en cada
uno de Jos cuadrantes o _sextantes ap_9rta la info.nnac_ión más
precisa para determinar etapa y grago 9el cáncer. De 8 a 12
cortes de tejido provenientes de 4 a 6 segmentos de la
Etapas
prós.tata a_eQ!ta~-~1..!21~e~!~~o _n??_s ~onfia~le. El ~.!!r.~s9_¡:Üd.9
no es esencial para la toma de muestras en los cuadrantes. La técnica estándar para delimitar la extensión local de la
Sin embargo, permite mayor precisión en situaciones difí- enfermedad es el tacto rectal (TR) seguido por ft-o-TRM
ciles, permi~c 1_ª bioP._s}á ~de vesículas- seminales cuando se para detectar la participación de ganglios linfáticos. En los
requiere y puede identificar áreas de hipoecogenicidad que l!himos añ~~, se. iñtro-dujo-li -úftáisónografía transrectal
n_o son palpables y que de otra manera pasarían inadvertidas. ( USTR) con biopsia para valorar tanto cf volumen del cáncer
Hay_ t~mbién s_i!_ua~iones especi<~.l~s, como _cánceres en la en la pró.stata, así como su exte~·slón extracaps~lar. La
zon)l oe transición, donde se requieren biopsias anteriores ccntcllcografía ósea es aún el método preferido para descar-
dirigidas y éstas necesitan la guía con ultrasonido. tar-I~1~~ta~s; la fosfatasa.ic-icla-S~ Üsa-~ada vez menos.
El advenimiento de la técnica de biopsia automatizada
hizo que la biopsia por aspiración con aguja fína se use
poco en Estados Unidos, ya que esta última requiere entre~ ~- Exploración rectal digital
namicnto especial para la interpretación correcta y no con- Esta aporta información pronóstica sobre tamaño, localiza-
serva la arquitectura tisular que ayuda a la clasificación ción y volumen del tU.rnor:-blchas obser~aciones se basan
precisa. en lairu.h.iraclóñ.y firmeza del área anormal, así como en la
presencia de extensión extracapsular. Más aún, puede haber
Diagnóstico diferencial extensión lateral de una anomalia prostática indurada hacia
la pared rectal o pél vi ca e induración palpable de las vesícu-
Datos rectales de próstata anormaJ pueden encontrarse en las seminales. Sin embargo, la definición de etapas median-
diferentes. pade-cimientos. Las d}sponíbilldad de APE (antí- te TR es muy inexacta por varias razones. Primero, el TR en
geno- prostático específico) permite que sólo se requiera cierto grado depende de la experiencia del examinador y,
~.2P.§i.a en_anon1alías límítro~es . Menos_ de) ~ ;? ~e_l<?s_ t':lmo-
0
por tanto, está sujeta a er~Qt:<i~~Q,e interpretación. Cuando se
rc~_Q_~_Q!:_Q.s_tata cursan con APE normal e incluso en dichas compara con el éxamé-n de patología es frecuente encontrar
circunstancias, el APE especial.para la edad (véase APE) es una estimación menor del volumen tumoral. El TR pasará
capaz de identificar a aquellos que requieren biopsia. La por alto los cánceres en etapa A. También puede dar datos
probabilidad de encontrar anomalia maligna en la biopsia posjtivos falsos causados por HPB, granulomas, calcifica-
varía del33 al 50 por ciento. Los nódulos prostáticos pueden ciones, prostatitis e inflamaciÓn crónica.
Neoplasias de la próstata • 423

B. Ultrasonografía transrectal precisión para diagnosticar participación de vesículas semi-


La USTR es útil en el diagnóstico y clasificación de cáncer nales es del 77 al 85 por ciento.
de P!q~tª-ta _de v~i~~i\~_ra~_:_~)_puede_id~~tif_ícar.el60%de
lo~ _<~!i.D.~-~~§_inc)u~o sj no _sop palp_ab1es, por _l~s caracteris-
C. Tomografía computadorizada
tic_~~l.!iP_Qec~génjc_?.s de éstos (figura 22-13 ). Presumible-
_h~--~o~g~fía computadoriza~IT) se usa_Q_l!@~J~s_ifl~ªr
mente esto se debe a 1a naturaleza compacta de los procesos el cáncer de próstata sólo cuando se sospecha extensión del
malignos; la abundancia de células sólo permite una inter- trastorn-oagangfí0s -fi11fáticos.-En-hi-actuaiidad, no_ es -tiña
fase mínima entre ellas y así los ecos internos practicamcntc m·oaallclad para la evaluación de gan_glios, a menos que el
son nulos. Un dato notable es que alrededordel40% de los paciente Teñga coñceñ-tra~-i~;es de -APÉ _alta~_(>- 2_0ng/mT=.-J
cánceres pueden ser isoecogénicos Óh-iperecogén{co.~; b) y calificación de'G1easonalta(> 1). Aún es útil en pacientes
como permite la colocación precisa de la ag~ja para biopsia conaumeñto de-APEdespués- de cirugía o radiación para
en ~-~ú1.Q.S cu_adr~nte~ sext~Qtes, la to~ª d_~ .f!l uestras es más evaluar adenopatía, pero la enfermedad debe ser extensa
adecuada. Es importante porque la etapa y el grado del para que 1a TC la detecte. La sensibilidad de la TC para
cáncer determinan el pronóstico y el tratamiento. Estudios detectar ganglios linfáticos va del 50 al 75%, su especifici-
de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) dad va del 86 al 100% y su precisión del 83 al 92 por ciento.
muestran que las biopsias sistemáticas guiadas por ultraso- Los criterios para afección ganglionar se basan sólo en e1
nido determinan el grado y etapa de[ cáncer con más tamaño, por lo que son frecuentes tanto las positivas falsas
precisión que las biopsias aleatorias o bajo exploración como las negativas falsas.
rectal digital (TR); e) el ultrasonido transrectal es también
más ~ficaz que e\ TR en la detección de la extensión
D. Imagen por resonancia magnética (IRM)
extrac_a_p_sular. Es menos eficaz que la IRM, pero como la Éste no es un estudio útil en el diagnóstico de cáncer de
USTR se realiza de todas maneras por otros motivos, es próstata a causa de su costo y porque aquí coinciden, en
una mejor alternativa por el costo-beneficio en la mayoría parte, la apariencia de los procesos benignos y malignos. La
de los pacientes. La USTR también permite la biopsia con IRM es más eficaz que la ultrasografía transrecta1 (USTR)
tiempo real de áreas como vesículas seminales, lo que plua detectar la extensión extracapsular y 1a afección de las
mejora la exactitud en la clasificación del cáncer.
Las desventajas de la USTR incluyen incapacidad para
a
vesículas. scmiñ-ares. Su p-rcCisTón en laclaSifiCaicón e la
etapa é-s deT~f3 al 89% y la sensibilidad es del 88 al 90 por
observar ganglios linfáticos pélvicos, que deben buscarse ciento. En un estudio multiinstitucional en el que se compa-
entonces con~ TC o IRM; gran cantidad de positivas falsas raron la lRM convencional con USTR para clasificar 1a
(por otras lesiories--hipoecoicas que pueden existir en HPB enfermedad, 1a exactitud de la USTR fue del 65% y la IRM
o prostatitis), así como de negativas falsas (por la existencia del 75 por ciento. De manera rec)ente, la lRM endorrccta1
de carcinomas isoecoicos e hiperecoicos). es cada vez más frecuente, pues en apariencia con esta
Se ha comunicado que 1a definición de etapas con técnica aumenta la eficacia para detectar extensión extra-
~ltras~;i-do -ti en~ ~na precisión. de '64%~~sp!:cif~i~ad del capsular. Sin embargo, como se mencionó, la mayoría de los
78 al_~2~<!_,__y :sen-~]bili~ad_ d_~C 5_?~~~ ~ 87 J?<?r ~iento. La pacientes se somete a USTR por otras razones y la necesidad

Figura 22-13. Vista longitudinal y transversal de una próstata con cáncer. Nótese la región hipoecoica (RH) en la zona periférica
(ZP) . La pequeña zona de transición (ZT), normal, se nota arriba de la zona periférica.
424 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

de IRM adicional es baja. Este estud1o es útil en pacientes mínimo el riesgo de edema de )a extremidad inferior que
jóvenes para delinear el paquete neurovascular en toda su puede ocurrir cuando se extJTpa una gran cantidad de tejido
longitud, en las imágenes coronales, con vistas a una opera- linfático pélvico. Otras complicaciones de la linfadenecto-
ción para respetar nervios. mía pélvíca incluyen el linfocele pélvico cuyos síntomas
En todos los demás pacientes, el costo, tiempo y duplicación aparecen en menos de 3% del los pacientes.
de pruebas descarta el uso de lRM . En agu~llos caso~ en Jos En años recientes, el acceso quirúrgico para la linfade-
_q).l~ ~e r~q\l~r~n irn.ªg_G.n~.s-~1.1..º-.0iie§_q~ §f&_C:jQD~.§..P-ª-L~.c.::lasif.iQitJ nectomía ha sufrido cambios sustanciales con el adveni-
e~rado A~~!~cci ón ~~ga~g_l iQ.§_Li_l)_f~~L~h~~-PS~.f.í_e_@.lq._lRM miento de la laparoscopia. La disección \aparoscópica de
a la TC porque aporta información adicional sobre la anatOfT!Ía ganglios linfáticos es ahora popular, es un medio para evitar
de 1á piosta~f!.l~~~fit~ 1~ I~fvi-~~-4~fre_súl. --·--- -- 'una incisión abierta y permite que la cirugía sea ambulatoria
' en situaciones en las que sólo se d1seca un ganglio. Cuando
se combina la prostactcctomía perineal con disección lapa-
E Linfandenectomía pélvica
La linfadenectomía pélvica todavía es la técnica de mayor roscópica de ganglios, se logra una recuperación posopera-
precis&_n~~~et~~~~~_!~~rilcipáción.~e-gan g)i_?ü}!!f:itl- toria más rápida y se reduce la estancia hospitalaria. En
cos en el_cáncer_p~<?~át~~ - ~1 objetivo es tomar muestras de 1992, Fray Marscha! 1describió una técnica de mini laparotomía
las áreas de drenaje linfático primario y secundario de la que utiliza en esencia el mismo procedimiento que en la
próstata para determinar la presencia de metástasis. En linfadenectomía abierta. Sin embargo, la minilaparotomía
la actualidad, la mayoría de los urólogos emplean una téc- requiere sólo una incisión abdominal baja de 4 cm. Este
nica modificada para la disección ganglionar que consiste procedimiento se realiza en sólo 40 min, en comparación con
en confinar los lados de la disección a la mitad medial de la la disección laparoscópica en ganglios linfáticos que toma
arteria ilíaca externa, por arriba hasta el punto donde la ilia- una hora y media; por lo que hoy es la técnica preferida.
ca primitiva se bifurca en arterías ilíaca externa e interna, De manera reciente, varios investigadores informan
hacia abajo hasta nivel de! ganglio de Cloquet en el conducto que la combinación de APE preoperatorio y la calificación
femoral, y mediahnentc incluyendo todo el tejido ganglio- de Gleason para biopsia aportan la información suficiente
nar de la fosa del obturador (figura 22-14). Conservar la para evitar la disección de ganglios en un gran número de
mitad lateral de los linfáticos de la arteria iliaca reduce al pacientes. Esto es en especial relevante porque en más del

Figura 22-14. Fotografía intraoper~toria del área ganglionar de drenaje primario prostático luego de linfadenectomía pélvica .
Los límites de la disección ganglionar incluyen el borde medial de la arteria ilíaca (Al) y pared lateral de la pelvis (PLP)
lateralmente; vejiga (V) y próstata medialmente; la bifurcación de la ilíaca primitiva, por arriba; y el nervio obturador {NO) y los
vasos obturadores (VO) hacia abajo.
90% de los pacientes en los que ahora se detecta cáncer de mienta útil para determinar que pacientes requieren biopsia.
próstata, la enfermedad aún no se disemina a ganglios La densidad de APE es útil en: a) pacientes con próstata
linfáticos. Los estudios de Narayan y cols., sugieren que el grande, en los que el APE elevado se debe a HPB; b)
riesgo de afección a ganglios linfáticos en pacientes con pacientes en los que la biopsia inicial es negativa y los
APE preoperatorio por debajo de 1O ng/mL y calificación APE de seguimiento muestran una tendencia de aumento.
de Glcason para biopsia de 6 o menos, es menor del J por Los estudios demuestran que una densidad de A PE entre 0.1
ciento. En series de más de 1000 pacientes de cinco centros y 0. 15 se relaciona con una incidencia de cáncer de 15%,
médicos en el área de la Bahía (EUA), el 42% de los tmentras la densidad superior a 0.15 se asocia en un
p3c1entes cayó en esta categoría y tal vez pudo habérsclc 60% con cáncer.
evitado la disccc1ón de ganglios. Los estudios recientes de Christensen y cols., muestran
que existen dos tipos de APE séricos: el APE conjugado se
relaciona con cáncer y el libre se relaciona con HPB. La
F. Antígeno específico de próstata (APE)
Uno de los avances más importantes en el manejo del disponibilidad futura de estudios para diferenciar entre
cáncer de próstata en años recientes es el descubrimiento los dos tipos de APE aumentará la utilidad del APE para
del antígeno pr:ostátíco específico como marcador tumo- detectar 2ánccr y para estimar HPB.
ral. El APE es una glucoprotcína (r1eso molecular de En relación con la clasificación, el APEes una herra-
33 000) que se secreta en el citoplasma de las células mienta cada vez más útil, pues los médicos combinan los
prostáticas. Es una serinaprotcasa y en condiciones nor- par<lmetros prcopcratorios de Glcason con datos de biopsia
males sirve para auxiliar la licuefacción del semen. Los sistemáticos y con APE. Estudios de la UCSF (Universidad
valores normales de APEen adultos jóvenes se enc[i~n~­ de California en San Francisco) determinaron que de los
tran -éñtre 0- y 4--ñg7ñ1L~- En. (fit'erentes .._estudios se ha pacientes con una combinación de calificación de Glcason
estimado que-en gláñ<íuTas con HPB la elevación de APE preopcratoria < 6, APE < 20 ng/mL y etapa T1a o T2a, del 80
es proporcional al tamaño de la zona de transición y 1 g al 90% tiene el tumor confinado al órgano, mientras en
de HPB se piensa que eleva APE en 0.3 ng/dL. Sin aquellos en etapa T 1b, T2b o T2c, el tumor se confina al
embargo la producción de APEen las glándulas malignas órgano sólo en el 60 a 70% de ellos. Se demostraron
es variable y depende del grado de diferenciación; l¡¡s resultados similares en otros centros. El APE también es útii.l
glA!!dulas bien diferenciadas producen más APE y para predecir la extensión a ganglios linfáticos y las mctás- ·
Jas_ __c~nccrosas -·0·0- Ólfurcñcütdas produ_c_~ñ Úle!lOS canti- tasis a huesos (véaose línfadencctomía pélvica y centelleo-/
d~td. grafía ósea). ·'
El APE se utilliza de diferentes maneras en el diagnós- Tal ve~rincip~~~E_~~!.e de APE es la detección de 1_
tico de cáncer de próstata. El 25 a\30% de los pacientes con r~~~~~-~~-~'!:-~ es~~ ~"--~-1?E9§~~~~~ton~[~ __rad ical. _§LA_P_~
con~c_n!ra_~iones de APE superiores a 4 J1g7mL tienen dncer ~~be caer a cero ( < 0.1 og/mL para la mayoría de las pruebas
el
de prós!~~'-~Ln jn]Q~tar los hallazgo-~--¿1~ tacto rectaL La comerciales) después de una prostatcctomía radical (la vida
media es de alrc-ctedor.<lc-·trcs-·CiiasY si -e-sto- fracasa es
mayoría de los urólogos considera que es razonable y la re-
lación costo-beneficio aceptable si se realizan biopsias a 3 sugestivo de enfermedad residual. - -----·-·--'-
o 4 hombres para detectar uno con cáncer. En fechas recien- -- ·- a e e.vacÍÓÍ1c lé- APE-fuego de un retorno inicial a cero
tes Osterling y otros demostraron que la sensibilidad y después de la prostatectomía radical también indica rein-
especificidad de APEen la detección puede aumentarse con cidencia de la enfermedad. Lange y colaboradores demostra-
la determinación de APE específico para la edad. Además, ron que una elevación de APE en pacientes sometidos a
se sabe que el APE aumenta 0.04% ng/mL cada año en el prostatcctomía se relaciona con reincidencia microscópica
hombre sin cáncer y 0.2% ng/mL en hombres con HPB. en e1 lecho prostático en el 42% de los casos. Esto se
Estos estudios demuestran que el límite superior normal de comprobó mediante biopsia transrectal positiva aun frente
APEen hqmbres de 40 a 49 años de edad es 2.5 ng/mL, en a TDR negativo. En el 58% restante de los pacientes con
los de 50 a 59 años es de 3.5 ng/mL, en los de 60 a 69 es de APE elevado tras prostatcctom)a radical, la reincidencia es
4.5 ng/mL y en los de 70 a 79 es de 6.5 ng/mL. sistémica y se manifiesta con una centclleografía ósea po-
Si se toman en cuenta estos valores, más hombres sitiva.
jóvenes con APE bajo deben estudiarse (aumento de la El APE también parece ser un marcador eficaz para
especificidad) y menos hombres mayores de edad con APE vigilar pacientes con cáncer avanzado de la_n~. Killian y
elevado requieren biopsia (aumento de la sensibilidad). sús-co1315orado-l~c-señc-oiíücaróii .úi1.icor-;-~¡ación significativa
En pacientes con APE elevado y biopsia negativa, se entre APE medido en serie y la esperanza de vida libre de
determina la necesidad de biopsias de seguimiento con el enfermedad. Ercolc y colaboradores observaron la eleva-
uso de la velocidad y densidad de APE. A partir de estudios ción de APEen el 98% de 86 varones con enfermedad D2.
de detección serial , t¡SÍ como del Estudio Etario Longitudi- Stamey y cols., encontraron APE elevado en el 100% de 22
nal de Baltímore, se determinó que los pacientes con cáncer varones con enfermedad en etapa D2, en tanto que la fos-
t¡cncn un APE que aumenta a una velocidad igual o mayor fatasa ácida prostática sólo se elevó en el 96% de esos
de 0.75 ng/mL/año. Entonces, si en el seguimiento la deter- pacientes.
minación de tres APEa intervalos de 6 o 12 meses muestra Múltiples estudios demuestran que el APEes un mar-
una tendencia de a~mento de O. 75 ng/mL o más, se repite la cador útil para vigiia~L~ re~puút~ _q~sp_~és_ ~l_~l.~ª-t·ª!!li.~llto r

biopsia. en cáncer avanzado. Una caída de más del 50% se considera


La densidad de APE (APE sénco/volumen prostático), ~l}i.fiC.atlva-cn-p-acientes despué_s de quimioterapia ex-
propuesta en un principio por Bcnson y cols., es una herra- perimenta!. Los estudios de la UCSr muestran que Já.
(Capítulo 22)

caída media proporcional de APEa los seis meses de la or- ciones preoperatorias de APE inferiores a 1O ng/mL y cuya
quiectomía es un indicador pronóstico mejor que el APE enfermedad, por la clínica, parece confinarse al órgano. Las
inicial o los valores absolutos a los seis meses. Los pacientes excepciones a esto son los raros casos en los que un paciente
con una caída del 80% en la media proporcional de APEa tiene calificaciones de Glcason prcopcratorias de 8, 9 o 1O
los seis meses después de orquiectomía tienen el mejor o aquéllos en los que puede haber metástasis, pero como el
pronóstico. cáncer es indiferenciado, no hay elevación de APE.

G. Gammagramas óseos H. Otros indicadores tumorales


El rastreo de huesos utilizando metilen difosfonato marcado Aparte de! grado del tumor y APE recientemente se comu-
con tecnccio 99m es la manera más común y confiable de nicó que el ploidismo de DNA es útil para el pronóstico de
investigar metástasis sistémica en el cáncer prostático (fi- cáncer prostático. Varios estudios demostraron que los tu-
gura 22-fs: izquierda). Se ha comunicado que el índice de mores de bajo grado se acompañan con diploidismo y los
positivos falsos del rastreo de huesos es menor del 2 por de grado elevado de aneuploidismo. Los estudios efectua-
ciento. El diagnóstico se confirma con placa simple de las dos por Tribukaitt también sugieren que los pacientes con
áreas afectadas (figura 22-15, derecha). Las causas más tumores diploidcs serán mejor tratados con terapéutica ex-
comunes de positivos falsos, incluyen artritis degenerativa pectante en tanto que los que padecen tumores aneuploides
de la columna vertebral y articulaciones de la extremidades, tienen peor pronóstico. Los problemas con el ploidismo
enfermedad de Paget, y traumatismo previo en cualquier incluyen errores de muestreo relacionados con muestras de
área especialmente las costillas. t.esiones inexplicables tumores heterogéneos, falta de pruebas estandarizadas, y
identificadas en el rastreo de huesos requieren valoración poca disponibilidad de los estudios. El ploidismo tumoral
adicJOnal. tiene algunas ventajas sobre el grado del tllmor en lo rela-
La TC en sección deJg~da o_laJfU\1 ~ircunscrita pued~n cionado con errores subjetivos de interpretación ya que son
ser úhles, en caso contrario quizá se requiera biorsia. Estu- menos probables.
dios recientes de Ocsterling y otros demuestran que debe El volumen del tumor al momento del diagnóstico
evitarse la centelleografía ósea en pacientes con concentra- también es un factor prcdict1vo razonable en cuanto a

..


\.-



¡,.
)
t 1:
"

Figura 22-15. Carcinoma de \a próstata. Izquierda: Gammagrama que muestra múltiples focos de mayor captación del isótopo
indicando metástasis múltiples. Derecha: Placa simple de columna lumbar y pelvis mostrando lesiones osteoblásticas
múltiples. (Reproducida con autorización de von Eschenbach AC: Cancer of the prostate. Curr Probl Cancer [June]1981 ;5:1.)
Neoplasias de la próstata • 427

evolución. Diferentes estudios han demostrado que la inci- co (tasa de sobrevivientes a cinco años con desaparición del
dencia de extensión extracapsular y metástasis es directa- cáncer del86% de los casos), que los pacientes tratados con
mente proporcional al volumen del tumor. El problema en r<!di:ici_<?__nes (tasa de sobrevivientes a cinco aiios con desa-
este caso es la falta de exactitud, con los métodos disponi- paric_ión del cáncer del 60% de los casos). Sin embargo, en
bles, para valorar el volumen del tumor antes del tratamien- este estudio falló la metodología y el tamaño de la muestra
to. Hoy día. la ultrasonografía transrectal (USTR) es la fue pequcílo.
técnica más empleada; sin embargo, es inexacta en alrede-
dor del 40% de los tumores que no son hipoccoicos. Sin
A. Tratamiento quirúrgico mediante
duda, el uso de biopsias sistemáticas por sextantes y de las
vesículas seminales aumentó la certeza de la USTR, pero prostatectomía radical
aún no es confiable en la valoración de la extensión al cuc1\o La técnica de la prostatectomía radical está bien descrita.
de la vejiga. uretra y zona de transición. Todas estas regiones Dicha técnica se puede llevar a cabo por vía retropúbica o
perineal. La vTaretropub)cap-er)nite acceso simultáneo a
normalmente presentan ecogenicidad mixta y la biopsia es
próstata y gangfíos-linfáticos pefv-icos, pero-con frccu.cncia-
difícil debido al gran potencial de complicaciones. El cáncer
de la zona de transición también ocurre en focos pequeños
scacampana de una mayor p-érdida de sangre debido al corte
del complejo de las venas dorsa-les: E1 acceso perineal
dispersos y. por tanto, es frecuente que esté por debajo de la
requÍereTnci S ión separaoa-para 1alinfadenectom ía pé 1vi-
resolución de los equipos de ultrasonografía.
Se encuentran at:m bajo investigación múltiples técni-
ca,-pero y
\a--pérdida san-guínea es mínima es ia técnica
preferfda en--caso de pacientes obesos. Las complicaciones
cas experimentales y todavía no están d1sponibles para uso
quirúrgicas totales, cualquiera que sea el acceso, disminu-
general: por ejemplo, detección de alteraciones genéticas
yen con la experiencia del cirujano.
(cambios en la expresión de los genes P53 y del retinoblas-
En el cuadro 22-5 se muestra los resultados recientes del
toma, oncogenes como e-myc, CJS, ras y c-erbB-2) en
tratamiento c¡uirúrgíco para pacientes con cáncer en etapa
muestras de patología o en suero, así como imágenes de la
composición química del cáncer. Estas pruebas usan técni-
T1. El avance promedio a los cinco aí1os es de 8% y la tasa
de sobrevivientes libres de enfermedad es de 92 por ciento.
cas nuevas de reacción en cadena de la polimerasa y otros
En el cuadro 22--6 se muestran los resultados tras
métodos moleculares, estimación de concentración de fac-
prostactcctomía radical en pacientes en etapa T 2. El índice
tor de crecimiet::,to y expresión de citocinas (factor de creci-
de progresión a cinco años es del 14% y la tasa de sobrevi-
miento transformador alfa y beta) y espectroscopia con
vientes con desaparición de la enfermedad a los 5, 1O y 15
resonancia magnética.
años es del 86, 68 y 62%, respectivamente. Con el adveni-
miento del APE, la progresión se mide mediante determina-
Manejo de la enfermedad localizada ciones de APE, así como con evidencia en la centelleografía
ósea y con la reincidencia local. La progresión de APEa los
cinco años después de cirugía para cánceres en etapa T1 es
El tratamiento actual de los pacientes con enfermedad de de! 5%; para cánceres en etapa T2 es del 20% (cuadro M).
baja etapa (etapas T-\Y r 2} es-ra_p_I:ostatectüri11a-radicai0Ta
Entre los pacientes con progresión del APE, del 15 al 38%
ra(Jioterapia. La tas-a de SODrevívlentesalargo-p lazo de-los
desarrolla progresión en la centelleografía ósea durante los
paC1entes luego de cualquier tipo de tratamiento es de 80 a siguientes cinco años.
90 por ciento. La mortalidad por el tratamiento es menor al
1 por ciento ..
En la actualidad hay estudios con seguimiento a largo B. Complicaciones del tratamiento
plazo que suministran datos acerca de los resultados del quirúrgico
tratamiento quirúrgico y de la radioterapia. A la fecha, hay Las complicaciones i_m!!_~diatas Q.~_l-ª-.f irugía son la he.-
solamente qn estudio aleatorio entre radiación y cirugía. ~orf<!gia-i_!l!:rª_operatoria y las les_io_nes al l_)eryiq obJtJ.ra-
Dicho estudio, realizado por Paulson en J 982, revela que dor, uréter o recto. La~rdida sanguínea es menor con el
1?_~. p~~i~nt~~ tr_atados con cirugí~ tien_~n_l!!1 m~j.9J_P.r<?_[l_q~~- ac~~sgjJ~ril}_eai q~e con_~l_ r~trQpÓb-ic.o.~La lesión a ne~~ws.

Cuadro 22-6. Prostatectomía radical en cáncer prostático en etapa B (T2)


Estudio (año) Número de Etapa SLE* SLE* SLE*
pacientes 5 años 10 años 15 años
(%) (%) (%)
Myers y Fleming ( 1983) 379 81,82 89 79 -
Gibbons y colabo¡adores ( 1989) 102 B t, B2 90 73 61
Paulson ( 1990) 441 Tt-2 84 72 62
NOMO
Middleton y colaboradores ( 1990) 102 B1,B2 85 51 -
Partin y colabotadores ( 1993) 733 T2a a T2c 80 67 -
Promedio 86 68 62
• Sobrevrvientes hbre de enfermedad.
uréter o recto ocurre en menos del 1% de los pacientes. _!:¿1 la cápsula prostática y por tanlo el acceso de conservación
lesión rcctáí es poco frccúcnteen.eE1cc-eso retro_p_Liblco:J)ero de nervios .sólo se puede ofrecer a pacientes cuidadosamente
pucdc···ocur.rÍ~ .~-~ el -2 al. 4% -de _]2._~~~-~ll_~~~ ~C!.':l._~~E~? seleccionados. En pacientes en los que no pueden respetarse
perine al, coi~~J.Q.J..9.pQrJ.illL~l..~_an y cols. J.-as complic?-- los nervios, el uso de prostaglandina E¡ mycctablc y de
Cioi1eS.posoJ!eratoriaJ>_ii!~~gíatas incluyen: trombosis de apartas de succión con vacío aportan resultados de adecua-
vénas profundas, embolia puhnonar," linfocdc plÜvico-·sii1"- dos a excelentes en cuanto a la potencia sexual. Los estudios
tomáticoy ·trauí1iatísn1üs.o lñiééciüiles de- viasurinarías~si anatómicos también han facilitado Jos procedimientos para
se usai\-!Juenas-t¿c-;:-l icas t~·án~~pcrator{as, p;~ filaxis con el control vascular adecuado y temprano del complejo de la
antibióticos y para trombosis de venas profundas, la inci- vena dorsal, una de las principales fuentes de hemorragia
dencia de estas complicaciones está por debajo del 3 por durante la prostatectomía. Estos avances hicieron posible
ciento . Estudios que comparan las medias de compresión ofrecer la prostatcctomía radical como forma de tratamiento
con la warfarina sód1ca en dosis bajas como profilaxis para a un mayor número de pacientes de todas las edades.
trombosis de venas profundas, demuestran que la warfarina
en dosis bajas es eficaz, tiene un baja morbi!Jdad y es menos
molesta que las medias. Radioterapia
.__ La~ complicaciones a lar_go plazo _Q~_j_'!_ _~i.!:_\~&La~~
incontinencia e impotencia. La incidencia de incontmencía
desp·¡_;¿s· de prostatectomía radical -;aría- d-éi()_s- ;¡---¡¡-_por
Múltiples estudios sugieren que los resultados de la radio-
cicnt~.- Dat~s--r~cTc~t~·s-·s-c¡gi~re~··que-la--~d~i~ u; -factor
terapia son comparables a los de la cirugía hasta los lO ai1os
predisponcntc importante y los paé icntes máyo(cs cfc-70 de seguimiento, si bien hay una tendencia en el promedio
años tienen índices de incontinencia dos veces mayores que de esperanza de vida sin rccaidas en la que los pacientes
los menores de esta edad. La forma más común es la posquirúrgicos tienen una progresión más lenta en compa-
incontmencia por esfuerzo relacionad_a.cone]ercicio físico . ración con los que se someten a radiaciones (cuadros 22-5
Sin embargo, cerca der 3 al 5% de Jos pacientes presentárá y 22-S ). Es imposible comparar con precisión los resultados
incontinencia en reposo y esto requiere instalar un esfínter de la cirugía con la radiación etapa por etapa, debido a que
artificial o cualquier otro tratamiento para control adecuado. a todas las etapas de Jos casos quirúrgicos se les considera
La etiología de la incontinencia luego de prostatectomía desde el punto de vista histopatólogico, en tanto que en los
obedece a múltiples factores y todavía no se comprende con pacientes sometidos a radioterapia las .etapas se definen
claridad. Entre los factores que pueden ser importantes se mediante una gran variedad de técnicas radiológicas, la
incluyen inestabilidad del constrictor y disinergia uretral , mayor parte de las cuales tienen índices sustanciales de
deficiencia esfintcriana (determinada mediante longitud error. Un segundo problema en la comparación entre cirugía
funcional y presión de cierre inadecuadas, en la evaluación y radiaciones es la falta de estudios prospectivos amplios
urodinámica), reparación quirúrgica insatisfactoria del cue- que comparen ambos métodos.
llo vesical y de la continuidad vesicourctral. Estudios re- La técnica de la radioterapia está bien descrita y queda
cientes sobre USTR demuestran que las ramas anteriores de fuera de Jos objetivos de este artículo. Esencialmente todas
los nervios pudendos inervan el esfínter externo y que estas las técnicas modernas utilizan TC y un simulador para
ratn3S están en riesgo de daño durante la prosta.tectomía localizar con precisión la próstata. Los pacientes se tratan
radical. en general con 200 rads/día hasta un total de 6goo a 7000
Se han descrito técnicas para la reparación quirúrgica rads, mientras los ganglios hnfáticos se someten a 4500
sat1sfactoria del cuello ves1cal y la disección apical de la a 5000 rads. La duración total del tratamiento es de 6 a 7
próstata para evitar daño el csfír..!cr. Una técnica popular a semanas.
últimas fechas es el tubo vesical anterior. Es un tubo hecho La experiencia acumulada en seis grandes series de
de la pared vesical anterior que tiene una longitud de alre- radioterapia se presenta en los cuadros 22-7 y 22- 8. El
dedor de 2.5 cm para reemplazar a la uretra prostática, la índice promedio de sobrevivientes libres de enfermedad
cual debe extraerse . El uso de tejido conjuntivo y grasa de después de radiación para el cáncer en etapa T 1 es del 83 a
bovinos para inyección submucosa también aportan una 68% a los 5 y 1O años. Para el cáncer en etapa T2 es del
alternativa con menor morbilidad (en comparación con un 72 a 52% a los 5 y a los JO años .
esfínter artificial que requiere cirugía) para prevenir incon- Las concentraciones séricas de APE también son im-
tinencia en algunos pacientes. portantes en la valoración de la respuesta a la radioterapia
La impotencia como secuela de la prostatectomía radi- (RT). Como ciertas células prostáticas (ya sean normales o
cal disminuyó mucho luego de estudios anatómicos y la con HPB) permanecen intactas después de RT, la concen-
demostración de una prostatcctomía "conservando ner- tración de APE nunca cae a cero. La elevación de APE
vios" hecha por Walsh y sus colaboradores . Los nervios después de RT indica sin lugar a dudas fracaso del trata-
cavernosos mediadores de la función eréctil viajan a cada miento . Zagars y cols., sugieren que concentraciones de
lado de la próstata a lo largo de su bordes inferior y lateral APE arriba de 1O ng/mL a los tres meses y 4 ng/mL a los
a 5o 7 mm de la cápsula prostática. Conociendo la ubicación seis meses indican fracaso de la Rl~ con progreso de la
y el trayecto de estos nervios ahora es posible ejecutar enfermedad en e\90% de los pacientes, de los cuales el 58%
prostatcctomía radical sin lesionados. Los resultados de muestra evidencia clínica de recaída a los siete años. Las
la prostatectomía conservadora de.nervios varían del 90% concentraciones de APE superiores a 30 ng/mL antes del
en pacientes jóvenes al 50% en pacientes de mayor edad. tratamiento también se relacionan con mala respuesta a la
Una desventaja es que estos nervios viajan muy próximos a radioterapia.
Cuadro 22-7. Radioterapia en el cáncer prostático en etapa A (TJ)
Estudio (año) Periodo de Número de Etapa SLE* SLE*
tratamiento pacientes 5 años lO años
(%) (%)
Perez y colaboradores ( 1986) 1967 a 1980 41 A2 80 69
Hanks y colaboradores ( 1987) 1973 a 1975 60 A1,A2 84 77
Rounsanville y colaboradores 1968a 1981 49 A¡,A2 85 71
( 1987)
Rosen y colaboradores ( 1988) 1968 a 1978 25 At,A2 82 65
Bagshaw y colaboradores ( J 990) 1956 a 1985 85 A 87 77
Zagars y colaboradores ( 1993) 1966 a 1988 104 A2 92 72
Promedio 83 68
• SobreVli' Íentes libres de enfermedad.

A. Radiación intersticial La mayor parte de estas complicaciones son menores y


Los resultados de la radioterapia instersticial utilizando 1125 persisten menos de seis meses después del tratamiento.
como implante no han demostr.ado superioridad con respec- Aproximadamente 2 al 4% de todos los pacientes presentan
to al tratamiento externo convencional (cuadro 22-9). La complicaciones mayores, las fístulas rectal y vesical requieren
justificación del tratamiento intersticial fue la suposición de intervención quirúrgica. La incontinencia es poco frecuente,
aplicar dosis más elevadas de radiación (dosis totales en el pero ocurre en el 1 al 2% de los pacientes.
rango de 1O 000 a 17 000 rads) a la próstata sin dañar Jos Otras dos complicaciones del tratamiento con
tejidos vecinos. Los problemas observados incluyen migra- radiación externa son el edema de las extremidades y la
ción de los implantes, pérdida del implante y en consecuen- impotencia. El edema transitorio de las extremidades y del
cia falta de uniformidad en los campos radiados. La tasa de escroto ocurre en más del 14% de los pacientes en tanto que
sobrevivientes a Jos 5 y 1O años en el cáncer de etapa T2 fue el edema persistente aparece en el 1 al2 por ciento. También
del 83 y 44% y en la etapa T3 del 38 al20 por ciento. se ha comunicado impotencia relacionada con la radiación
en el 22 a 84% de los pacientes sometidos a radiación pél-
B. Complicaciones de la radioterapia vica. Se cree que su etiología es una combinación de ano-
Las complicaciones de la radioterapia parecen estar rela- malías vasculares endocrinas y neurológicas y también la
cionadas con dosis total, volumen de tejido irradiado, dís- secuela psicológica del tratamiento. La fibrosis por radia-
tribucíón de la dosis y esquema de fraccionamiento . Las ción en vías nerviosas y vasculares que afecta la función
complicaciones relacionadas con el tratamiento consisten eréctil es insidiosa y lenta. La incidencia de la impotencia
en secuelas intestinales, secuelas uro lógicas e impotencia y después de 12 a 24 meses del tratamiento sigue en aumento.
edema de .!as extremidades. Las secuelas intestinales ocu-
rren en el 5 al 21% de los pacientes e incluyen hemorragia Estudios sobre las consecuencias
rectal, tenesmo, expulsión de moco, diarrea, incontinencia para los pacientes
fecal, obstrucción intestinal y estenosis rectal. Las secuelas
urológicas son: polaquiuria, disuria, cistitis, hematuria y De manera reciente, las preocupaciones acerca de la relación
estenosis uretral y ocurren en el 6 al 16% de los pacientes. costo-beneficio y la mejoría de la calidad de vida conducen

Cuadro 22-8. Radioterapia en cáncer prostático, etapa B (T2)


Estudio (año) Periodo de Número de SLE* SLE*
tratamiento pacientes 5 años lO años
(%) (%)
Perez y colaboradores ( 1986) 1967 a 1980 185 70 56
Hanks y colaboradores ( 1987) 1973 a 1975 312 66 40
Rousanville y colaboradores ( 1987) 1968 a 1981 50 71 52
Rosen y colaboradores (}988) 1968 a 1978 85 68 62
Bagshaw y colaboradores (1990) 1956 a 1988 526 69 55
Sagerman y colaboradores ( 1989) 1969 a 1981 100 77 42
Zagars y colaboradores ( 1993) 1966 a 1988 168 84 57
Promedio de supervivencia 72 52
'" Sobrew. ientes hbres de enfermcd~d .
430 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

Cuadro 22 - 9 Resultados de implantanción de 1125 para cáncer de próstata


Estudio (año) Periodo de Número de Etapa B SLE* Etapa B SLE* Etapa C SLE* Etapa C SLE*
tratamiento pacientes 5 años 10 años 5 años(%) 10 años(%)
(%) (%)
Whitmorc y colaboradores 1970 a 1975 164 62 37 36 11
(1975)
Morton y colaboradores 1974 a 1984 141 85 52 40 30
( l988)
Promedio 73 44 38 20
"' Sobrevivientes libres de enfermedad.

a una revaluación cuidadosa de la necesidad de tratamiento Tratamiento de pacientes con enfermedad


en el cáncer de próstata. positiva en los márgenes o bien extensión
Un estudio inicial que utilizó el "modelo de Markov " extracapsular (EEC)
en las consecuencias para los pacientes sugiere que la pros-
tatectomía radical agrega menos de un año de calidad de Del 40 al 70% de los pacientes que se someten a prostatec-
vida adecuada al promedio de pacientes que se somete a tomía tiene márgenes positivos o EEC en el estudio histoló-
cirugía. Las críticas a este estudio son: a) determinación gico. El 60% de los casos de márgenes positivos se ubica en
arbitraría de las características de la calidad de vida ya que áreas posterolaterales, el 30% son posteriores (áreas de la
se tomaron datos inadecuados; por ejemplo, si un paciente pared rectal) y en los cánceres en etapa T 1, el 40% de los
considera que es mejor ser impotente que tener metástasis, márgenes positivos son anteriores . Una técnica meticulosa
y b) los índices de progresión son incorrectos, pues los puede evitar ciertos casos de positividad en los márgenes,
estudios se basan en una revisión de la literatura. Sin em- pero incluso en centros con gran experiencia, como el Johns
bargo, estos estudios son relevantes, pues como la esperanza Hopkins, un análisis reciente de 995 casos reveló que sólo
de vida ha aumentado en los hombres y el cáncer de próstata el37% de los pacientes presenta confinamiento de la enfer~
es de lento crecimiento, la calidad de vida es cada vez más mcdad al órgano en el estudio histolqgico . Entre estos
un tema importante. pacientes, aquellos con enfermedad positiva en los márge-
nes tienen índices de progresión mayores que Jos que tienen
márgenes negativos (cuadro 22-1 0). Ciertos casos de már-
Terapia hormonal neoadyuvante genes positivos a la enfermedad se evitan con la extirpación
meticulosa y amplia de los márgenes y al incluir los nervios
en pacientes con trastorno bilateral. En otros pacientes, es
La disponibilidad de ablación de andrógenos reversible, con
de utilidad la terapia adyuvante posoperatoria, ya sean ra-
agonistas de LHRH y antiandrógcnos como la tlutamida,
diaciones u hormonas. Debe individualizarse la decisión y
permite ciertos estudios sobre el uso a corto plazo (2 a 6
secuencia del tratamiento según el deseo de mantener la
meses), prequirúrgico y prerradiación, de estos medicamentos
libido, el estado de conciencia, la edad del paciente y las
en pacientes con cáncer en etapq. T 2. El objetivo es reducir
concentraciones posoperatorias de APE. La radiación adyu-
el tamaño y la incidencia de positividad en los márgenes.
vante en estos pacientes controla la reincidencia local, pero
La mayoría de los estudios indica que en pacientes con
se ignora si en realidad reduce la reincidencia sistémica. En
cáncer en etapa TJ clínica, el tratamiento hormonal neoad-
estudios a corto plazo, las hormonas adyuvantes y más
yuvante no reduce de etapa al cáncer. Sin embargo hay
recientemente las hormonas adyuvantes intennitentes parecen
ciertos estudios que sugieren que en pacientes en etapa T2,
reducir la progresión del antígeno prostástico específico.
las hormonas neoadyuvantes reducen la incidencia de posi-
tivos marginales, tal vez al facilitar mejores técnicas quirúr-
gicas. En estudios de Fairy cols., así como en los de Soloway Manejo de la enfermedad local extensa
y cols., se observó reducción importante del volumen tumo~
ral después de la terapia neoadyuvante. En la actualidad, se A los pacientes con enfermedad local extensa (etapa T3, T 4
realizan estudios aleatorios para valorar estos temas de o C del cáncer prostático) se les debe recomendar radiote-
manera objetiva. rapia. En estos pacientes la cirugía no es recomendable

Cuadro 22-10. Progresión del cáncer de próstata P3 después de prostatectomía radical


(clínica y de APE)
Etapa patológica Márgenes Márgenes Gleason < 7 (%) Gleason > 7 (%)
negativos(%) positivos
EEC* focal 15 20 10 35
EEC* Extensa < JO 45 15 45
*EEC =extensión cxtracapsular
Neoplasias de la próstata • 431

debido a la elevada incidencia de enfermedad ganglionar Manejo de las reincidencias pélvicas


acompañante, incapacidad de extirpar por completo el tu-
mor, y alta incidencia de avance hacia la sistémica después Cerca del 15 al 20% de los pacientes con cáncer de próstata
de practicar sólo cirugía. El índice de sobrevivientes a 5 y presentarán reincidencia pélvica después de la prostatecto-
1O años después de la prostatectomía radical para cáncer mía radical. Habitualmente esta reincidencia se trata con
prostático en etapa C (T3) se muestra en el cuadro 22-11. radiación. La dosis de radiación es de 5800 a 6800 rads
El índice promedio de sobrevivientes a 5 y 1O años es del administrados en un periodo de seis semanas. El campo de
63 y 43%, respectivamente. Los estudios a largo plazo de radiación es más estrecho que en el caso de la enfermedad
la eficacia de la radiación sugieren que la radioterapia primaria puesto que el lecho prostático es la principal área
también se acompaña de elevada de incidencia de reinciden- de interés . Hay buenas evidencias de que las reincidencias
cias sistémicas y escasos sobrevivientes libre de enfermedad pélvicas pueden reducirse con radiación profiláctica admi-
a 5 (54%) y a 1O años (36%) (cuadro 22-12). En la actuali- nistrada dentro de los siguientes seis meses tras la prosta-
dad no hay una terapéutica eficiente para el cáncer de tectomía radical en pacientes con enfermedad en etapa
próstata en etapa T3, pero se encuentran en estudio varios patológica P3. Todavía no está claro si este tratamiento
enfoques experimentales. Entre los posibles tratamientos , reduce las reincidencias sistémicas.
están la combinación de cirugía y radiación con nuevas Las reincidencias pélvicas o falta de control de la
técnicas de bloqueadores de andrógenos y la crioablación. Los enfermedad local también ocurren después de la radiotera-
pacientes con enfermedad en etapa D1 tienen un mal pro- pia en el 15 a 25% de los pacientes. En estos pacientes se
nóstico cuando se tratan con radiación, cirugía u orquiecto- puede llevar a cabo la prostatectomía de salvamento ( extir-
mía por separado . Recientemente se recomienda la pación quirúrgica). Sin embargo es frecuente, que la falta
combinación de radiación y orquiectomía o cirugía y or- de planos tisulares en próstata y vejiga, y la extensión del
quicctomía; los resultados iniciales parecen prometedores. tumor a la base vesical requiera cistoprostatectomía. Estas
operaciones implican también un mayor índice de morbili-
dad en comparación a la prostatectomía efectuada en
CRIOABLACIÓN DE PRÓSTATA pacientes no sometidos a radiación previa.

La crioablación es el uso del congelamiento para destruir Manejo del cáncer metastásico
tejido indeseable que se deja in situ para que se desprenda
o reabsorba. Bonney, Gonder y otros usaron crioterapia en El carcinoma de la próstata es un tumor heterogéneo com-
la década de 1960 en procedimientos abiertos para tratar puesto de células sensibles e insensibles a honnonas. El grado
cáncer de próstata. Una alta incidencia de fístulas posope- de sensibilidad a hormonas determina la respuesta inicial del
ratorias uretrocutáneas y de lesiones rectales obligaron a paciente a la deprivación de andrógenos. Si bien la dihidrotes-
abandonar el tratamiento. El advenimiento reciente de la tosterona es el metabolito activo que se requiere para el creci-
ultrasonografia moderna y de técnicas transcutáneas revivió miento de las células prostáticas normales, las células
el uso de esta modalidad. En esencia, se introducen de 3 a cancerosas pueden utilizar otras moléculas precursoras de
5 sondas de acero de 3 mm bajo guia con ultrasonido y la andrógenos para su crecimiento. En la figura 22-16, se descri-
próstata se enfría a -180 oc con nitrógeno líquido. A la fe- ben las vías potenciales de influencia hormonal en el cáncer de
cha, se han tratado más de 2000 pacientes, en alrededor de próstata.
50 centros méaicos en Estados Unidos. Los estudios del Veterans A.dministration Cooperative
Cohen, Onik, Rubinsky y cols., son los pioneros de la en la década de 1960 y de 1970 prepararon el terreno para
era moderna de la crioablación. Los estudios iniciales su- el empleo y la secuencia del tratamiento hormonal. Después
gieren que del 30 al 50% de las biopsias son positivas a Jos de la deprivación de andrógenos, en alrededor del 40% de
seis meses de seguimiento, si bien esta frecuencia es mucho los pacientes hay estabilización de la enfermedad, mientras en
menor tras dos ciclos de congelamiento y una mejor com- el 20% continúa el crecimiento. Los resultados del trata-
prensión de estas técnicas. Se requieren resultados a largo miento también se complican por el cambio de la respuesta
plazo antes que esta técnica pueda considerarse como trata- tumoral con tratamiento continuo, sea porque se desarrolla
miento primario. resistencia o por la proliferación de células insensibles a

Cuadro 22-11. Prostatectomía radical en cáncer prostático en etapa C (T3)


Estudio (año) Número de Etapa SLE* SLE* SLE*
pacientes 5 años(%) 10 años(%) 15 años(%)
Schroeder FH (1980.) 152 e 62 35 21
Myers y Fleming (1983) 182 e 56 45 -
Zincke y colaboradores (1987) 80 e 55 - -
Bosch colaboradores ( 1987) 25 e 70 - -
Paulson y colaboradores (1990) 197 e 72 50 -
Ouden y colaboradores (1993) 59 e 60 - -
*Sobrevivientes libres de enfermedad.
432 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

Cuadro 22-12. Radioterapia en cáncer prostático en etapa C (TJ)


Estudio (año) Periodo de Número de SLE* SLE*
tratamiento pacientes 5 años(%) lO años(%)
Perez y colaboradores ( 1986) 1967 a 1980 328 51 45
Hanks y colaboradores (1987) 1973a1975 296 47 38
Rounsanville y colaboradores (1987) 1968 a 1981 152 67 44
Zagar y colaboradores ( 1993) 1966 a 1988 602 74 45
Rosen y colaboradores ( 1988) 1968 a 1978 88 55 36
Bagshaw y colaboradores ( 1990) 1956 a 1985 420 40 28
Sagerman y colaboradores ( 1990) 1969 a 1981 63 46 24
Promedio de supervivencia 54 36
"' Sobrevivientes libres de enfermedad

hormonas. La esperanza de vida promedio de los pacientes pacientes asintomáticos no mejora el índice de sobrevivien-
con enfermedad metastásica es de aproximadamente dos tes cuando se compara con el tratamiento oportuno de los
años. Un 80% de los pacientes mueren dentro de un lapso de síntomas de avance. Sin embargo, estos últimos hallazgos
cinco años a pesar del tratamiento. Hasta fechas recientes, se ponen en duda por los datos recientes sobre el bloqueo
los estrógenos, con mayor frecuencia el dictilcstilbcstrol combinado de andrógenos que revelan que el tratamiento
(DES), y la orquiectomía fueron las dos principales alternativas temprano de pacientes asintomáticos con metástasis puede
al tratamiento hormonal. Hay varios agentes nuevos que prolongar la esperanza de vida. El principal inconveniente
muestran la misma eficacia que DES pero menor toxicidad. del DES es que el 20 a 30% de los pacientes con dosis de
3 mg debe suspender el tratamiento en los primeros tres
meses debido a las complicaciones potencialmente mortales
A. Estrógenos cardiacas y pulmonares, y también por edema periférico,
El DES muestra mayor eficacia en dosis de 3 mg/día. Actúa tromboembolia y retención de líquidos. La hiperestrogene-
principalmente suprimiendo LH y con ello evita la produc- mia también produce ginecomastia dolorosa en un número
ción de testosterona. También hay evidencia que DES puede significativo de pacientes.
tener un efecto directo, aunque mínimo, sobre las células
del cáncer prostático. Los estudios en el Veterans Adminis-
tration Cooperative revelaron que DES y la.orquiectomía B. Orquiectomía
son comparables en eficacia; la combinación de los dos no La orquiectomía es la forma más eficaz de supresión de
mejora la eficacia y el tratamiento hormonal temprano de andrógenos en Jo que respecta a los andrógenos de origen

Salfa Reductasa
Hipotálamo
Secretoras
t-
Fmasteride
Tallo
Estrógenos . / - r. ·- Análogos de LHRH aasales
~nRH(LHRH)

t

LH - Te¡ido con¡unt1vo

. t .
:::!:',:.
Suprarr
Testículos-- Testosterona-- Próstata --Androstened1ona- enales
T Glucosam1noglucanos
Lam1mna
Fibronect1na

Músculo liso
Tes\osterona
Estrógenos

~
Fibroblastos Factores de crec1m1ento

Estróg.enos /
TeJido con¡untivo t-
endotellal
(conversión penfénca) Ketaconazol Y
+ efecto pos1t1vo am 1noglutatem 1da
- efecto negat1vo

A B

Figura 22-16. Mecanismos de regulación hormonal en cáncer de próstata. A: Endocrinología de próstata. B: Interacción
esquemática de los componentes epiteliales y del estroma en la próstata.
testicular. Esta cirugía se puede efectuar bajo anestesia local cuada de los andrógenos suprarrenales. Este punto de vista
en condiciones ambulatorias y con complicaciones mÍni- es contrario a la hipótesis tradicional de que el fracaso
mas. El principal inconveniente es el trauma psicológico endocrino se debe a la proliferación de células resistentes a
que acompaña a !a castración. Algunos pacientes se quejan andrógenos. En una prueba reciente del NI! I en 603 pacien-
de bochornos. En general, esto es transitorio, pero puede tes, la mitad d~ ellos fueron elegidos al azar para recibir sólo
tratarse con el uso a corto plazo de acetato de ciproterona, acetato de leuprohda y la otra mitad para administrarles
1 mg de DES dos veces a la semana, aplicación de parches acetato de leupro\ida con llutamida. Los resultados revelaron
de clonidina a la semana o inyecciones de progesterona de que Jos pacientes con tratamiento combinado tenían un índice
depósito al mes. de sobrevida il brc de avance más prolongado ( 16.5 en
comparación a 13.9 meses, P = 0.039), un incremento en la
C. Agonístas LH-RH longitud promedio de la esperanza de vída (35 .6 en compa-
Los agentes con acción sobre la hormona liberadora de ración a 28.3 meses, P = 0.03 5). Las diferencias entre
hormona luteinizante (LH-RH) actúan estimulando inicial- tratamientos son en particular evidentes en hombres con
mente la producción de gonadotropinas hipofisarias y luego enfermedad de volumen mínimo (enfermedad confinada
inhibiéndola. Así, se incrementa la testosterona sérica du- al esqueleto axial) donde las diferencias entre la esperan-
rante las primeras 2 a 3 semanas de tratamiento y luego hay za de vida mínima con la monoterapia y la terapia com-
reducción subsecuente hasta valores de castración. Estudios binada es de casi dos ai'íos. Los efectos colaterales en el
con acetato de leuprolida, goserelín y otros agentes LHRH grupo con tratamiento combinado no fueron muy dife-
revelan que su eficacia es similar a la de DES u orquiecto- rentes en comparación con el grupo con leuprolida solo ,
mía. Sus efectos colaterales incluyen bochornos (50%), excepto por la mayor mcidcncia de diarrea ( 4. 9 contra
náuseas (5%) y ginecomastia (3%) . Estos agentes se en- 13.6%) en el grupo de tratamiento combinado . Otros
cuentran disponibles en formá de absorción lenta y pueden estudios grandes que incluyen los estudios Nilutamida
administrarse por inyección una vez al mes . europeos y canadienses confirmaron la superioridad del
bloqueo de andrógenos combinado para prolongar la
esperanza de vida.
D. Antiandrógenos
Los antíandrógenos pueden actuar inhibiendo la síntesis de
andrógenos o inhibiendo la acción de Jos andrógenos. Entre F. Quimioterapia citotóxica
los mhibidores de la síntesis de andrógenos se encuentran Los resultados de la quimioterapia eitotóxica para el cán-
aminoglutetimida, ketoconazol, y espironolactona. El keto- cer metastásico de la próstata son desalentadores (cuadro
conazo1 es un ánalogo sintético del imidazol utilizado al 22-13). En casi todas las pruebas de quimioterapia sólo
principio como antimicótico. El mecanismo de acción im- incluyen agentes para tratamiento de segunda línea en pa-
plica la inhibición del citocrorno P450-dependiente de en- cientes resistentes a hormonas, aunque en algunos casos se
zimas . Se inhiben la síntesis de andrógenos en suprarrenales valoró la combinación de agentes hormonales y quimiote-
y en testículo . Los efectos colaterales son muy intensos e ráplcos . Entre los factores para explicar la falta de eficacia
incluyen: intolerancia gastrointestinal, hcpatotoxicidad, gi- de !os quimiotcrápicos se encuentran el bajo índice de
nccomastia e hipocalcemia. Es útil como agente inicial de crecimiento, índice bajo de mitosis, exclusión de quimiote-
acción rápida en pacie[ltes con síntomas graves de dolor rápicos en pacientes con sustitución de médula ósea por
óseo o compresión inminente de la médula espinal. Casi cáncer, y presencia de otras enfermedades. De las diferentes
todos estos agentes tienen serios efectos colaterales porque pruebas practicada se desprende, en apariencia, que las
bloquean la síntesis de varias hormonas csteroides incluyen- células del cáncer prostático son relativamente resistentes a
do los andrógenos . quimioterápicos. Algunos agentes (adriamicina, 5-fluoro-
Los inbibidores de la acción androgénica actúan uraci!o y metilglioxal biguanilhidrazona) han mostrado res-
compiticnd9 con la dihidrotestosterona por la unión con puestas objetivas persistentes durante meses en casi el 10%
el receptor. Ejemplos de estos medicamentos incluyen la de los pacientes. El agente más reciente, actualmente en
flutamida, el acetato de megestrol y el acetato de ciprotcrona. pruebas , es el suramin, un antiparasitario. El mecanismo de
Estos agentes tienen varias ventajas teóricas sobre la orquiec- acción del suramin es a varios niveles e incluye bloqueo
tomía, y ciertamente sobre el DES, en términos de menor de factores de crecimiento (FGF beta y EGF), efectos an-
número de efectos colaterales y preservación de la libido en ticnzimas, citotoxicídad directa y actividad adrenocortíco-
un número mayor de pacientes. Los datos actuales sugie- lítica que da lugar a concentraciones bajas de andrógenos.
ren que estos agentes tienen actividad sustancial en el Los informes iniciales son promisorios con una disminución
cáncer metastásico cuando se utilizan como tratamiento del 33 al 50% en las lesiones de tejidos blandos que persiste
de primera línea. La duración de las remisiones obtenidas por 4 a 11 meses en pacientes con enfermedad refractaria a
en algunos estudios sugiere que su empleo como único hormonas. El APE disminuye más del75% en el 29% de los
tratam1ento puede di:'\minuir su eficacia con el tiempo. pacientes. Aún se esperan los resultados a largo plazo.

E Bloqueo con andrógenos combinados G. Tratamiento paliativo


Recientemente Labrie popularizó el concepto de bloqueo A los pacientes asintomáticos con enfermedad mctastásica
máximo con andrógenos combinando un antiandrógeno con se les debe ofrecer las opciones de vigilancia activa contra
un análogo LH-RI·I"o con orquiectomía. Este tratamiento se orquiectomía sola o combinada con bloqueo andrógenico .
basa en la hipótesis de que la progresión, después del El dolor localizado en hueso se puede tratar con radia-
tratamiento endocrino inicial, se debe a la supresión inade- ción o terapéutica hormonal. Habitualmente la dosis varía
434 • Urología general de Smith (Capítulo 22)

Cuadro 22-13. Quimioterapia con un solo agente o varios combinados para metástasis de cáncer
prostático resistente a hormonas
Agente Regresión 1 Duración Esperanza Mejoría
objetiva del Enfermedad de la de vida subjetiva de
tumor estable respuesta (meses) alivio del
(meses) dolor(%)
Adriamícina 4 a27 25 a 68 3 6 -
5-Fluorouracilo 5 a 25 12 a 40 lO 10 29
Ciclofosmamida Oa5 28 a 50 1.5 a 8 JO 29
Cis_n_latino 4 32 4a9 4 22
Metotrexato 5 36 8 9 19
Vincristina 3 12 6 9 12
Metil cloroetil clorhexíl nítrosourea 4 26 4 8 22
(Me CCNu)
Hídroxiurea 8 7 7 7 21
Adriamicina-p]atlno 6 50 11 11 24
Adriamicina-ciclofosfamida 15 a 32 18 a 25 5a8 7 a 13 40
Cilceofosfamida-5-fluoruracilo ll - - 9 -
Adriam icina-ciclofosfamida- 5- fluoruracilo 17 69 - 6 -
Adriamicina-5-fluoruracilo-mitomicina Oa7 36 4 12 64
Ciclofosfamida-metotrexato-5-fluoruracilo 7 47 6 9 27
Adriamicina-BCNU-ciclofosfamida 26 15 5.5 9 -
Fosfato de estramustina Oa2 16 a 18 4 a24 5 a24 3a6
Fosfato de estramustina-platino 6 50 11 11 24
Cliclofosfamida-prednisona 8 - 6 - 66
Vincristina-bleomicina-metotrcxato-5- 12.5 - - 4 -
f1 uoru rae i1o-predn isona
Vi ncri stin a-m e 1fa 1an-m etotrex ato- 5- 24 48 10 19 39
fluoruracilo-prcdnisona ·

de 2000 a 3000 rads administrada durante 2 a 3 semanas. En orquiectomía y otro tratamiento hormonal para evitar la
fechas recientes, se aprobó el estroncio 8 9 como tratamiento progresión de los sintomas. Los pacientes con enfermedad
paliativo en el dolor óseo. El estroncio 89 es un compuesto met:astásica resistente a hormonas requieren atención com-
emisor de radiación beta pura que tiene afinidad por las pasiva. Se debe permitir el acceso liberal a los analgésicos
áreas de actividad ósea nueva y que, cuando se da por v1a y a los pacientes en mejor estado se les debe incluir en las
sistémica, viaja a los sitios de afección primaria y ósea pruebas de quimioterapia experimental que se llevan a cabo
metastásica. La radiación t1ene efectos mínimos en los en casi todos los centros médicos.
tejidos blandos alrededor del hueso afectado. En estudios
En resumen, el tratamiento del cáncer prostático ha
controlados con placebo, el estroncio 89 aporta mejoría
evolucionado en las dos últimas décadas con base en algu-
importante del dolor en pacientes que no responden a la
nos avances que incluyen una mejor comprensión de la
radiación. En pacientes con enfermedad metastásica y sin-
histona natural de la enfermedad, perfeccionamiento de las
tomas obstructivos, las opciones son: orquiectomía, bloqueo
combinado o resección transurctral. Antes de resección técnicas de radiación, cirugía y manejo hormonal, asi como
transuretral de la próstata se justifica un periodo de prueba de mejores métodos preventivos y de tratamiento de las
con manejo hormonal. Se pueden considerar los antiandró- complicaciones. Mejoras adicionales deben esperar el des-
genos si hay que conservar la potencia. Si el paciente cursa cubrimiento de agentes sistémicos más eficaces de los dis-
con retención urinaria aguda, puede combinarse PTU con ponibles en la actualidad. •
23
Tumores genitales
Joseph C. Presti, Jr., MD y Harry W Herr, MO
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

criptorquidia unilateral o bilat~ral. Los tumores bilaterales


TUMORES TESTICULARES pri"marios de testículos pueden ocurrir de manera sincrónica
o asincrónica, pero tienden a ser del mismo tipo histológico.
El seminoma es el tumor de células genninales más común
entre los bilaterales primarios de testículo, en tanto que el
TUMORES DE CÉLULAS GERMINALES linfoma maligno es el tumor testicular bilateral más frecuente.
DEL TESTÍCULO ··· Se desconoce la etiología del cáncer testicular, pero su
origen se relaciona con factores congénitos y adquiridos.
Su relación más estrecha es con la criptorquidia testicular. Cerca
Epidemiología y factores de riesgo
del 7 al 10% de los tumores testiculares se desarrollan en
pacientes con antecedentes de criptorquidia; en estos casos,
Los tumores malignos de testículos son raros: En EUA, se
presentan 2 a 3 casos, nuevos al año por cada 100 000 el seminoma es el tumor más común. Sin embargo, del 5 al
10% de Jos tumores testiculares se originan en el testículo
varones. De todos los tumore~_primarios de testículo del 90
al 95% se originan enc_6TUI~s ge~~in~les (semirioma-y !Wr _ contralateral normalmente descendido. El riesgo relativo de
sémirioma) y" ei reslo són neoplasias de células sin función malignidad es alto para el testículo intraabdominal ( 1 en 20)
germinal (células de Leydig, de Sertoli, gonadoblastoma). y mucho menor en el inguinal (l en 80). La posición del
Un estadounidense de raza blanca tiene una probabilidad de testículo criptorquídico dentro del escroto (orquiopexia) no
0.2% de padecer cáncer testicular durante toda su vida. El afecta su potencial maligno; sin embargo, facilita la explo-
índice de sobrevivientes de los pacientes con cáncer testicu- ración y detección del tumor.
lar ha mejorado mucho·en fecha reciente gracias al desarro- Estrógcnos exógenos administrados a la madre durante
la gestación aumentan de 2.8 a 5.3 veces más el riesgo
llo y perfeccionamiento de la quimioterapia combinada. Las
tasas de sobrevivientes a cinco años aumentaron del 78% en relativo de tumor testicular en el feto en comparacíón con
1974 a 1976 hasta el 91% en 1980 al 985 (p < 0.05). la incidencia esperada. Otros factores adquiridos como son
La incidencia de cáncer testicular varía mucho en el traumatismo y la atrofia testicular causada por infección,
diferentes países, razas y clases socioeconómicas. La inci- también se han asociado con tumores testiculares; sin em-
dencia comunicada en los países escandinavos es de 6.7 bargo, no se ha establecido ninguna relación causa-efecto.
nuevos casos por cada 100 000 varones cada año mientras
que en Japón es de O. 8 por l 00 000 iod ivid uos de 1 sexo
masculino. En EUA, la incidencia de cáncer de testículo en e lasificac ión
la raza negra se aproxima a una cuarta parte de la corres-
pondiente a sujetos blancos. Dentro de una misma raza, los
de clase socioeconómica alta muestran el doble de inciden- Se han propuesto varios sistemas de clasificación para
cia en comparación con los de nivel bajo. los tumores testiculares de células germinales. La clasifica-
El G_áncer testicular es algo rnás frecuente en el lado ción por tipo histológico es muy útil con respecto al trata-
derec_ho comparado-con-el izquierdó; lo mismo- ocurre con miento. Los dos grupos principales son el seminoma y Jos
la'incidencia de criptorquidia en el testículo derecho. De los tumores de células germinales no serninomato-sos-(TCGNs):
tumores testiculares primarios del l al 2% son bilaterales y casi que incluyen tumores embrionarios, teratomas y coriocarcioo-
el 50% de ellos se presentan en varones con antecedente de mas mixtos.
~:-:":;-' -

441
442 • Urología general de Smith (Capítulo 23)

Hipótesis tumorígena sobre el desarrollo El seminoma anaplásico explica del 5 al 10% de


de tumores de células germinales todos los seminomas. El diagnóstico requiere la presen-
cia de tres o más mitosis por campo de alta resolución y que
EJ modelo actual del desarrollo de tumores de células ger- las células muestren grado elevado de pleomorfismo nu-
minales se basa en los trabajos de Dixon y Moo.re ( 1952), clear en comparación con los tipos clásicos. El seminoma
TeiJum ( 1976) y Mostofi (1973). Durante e! desarrollo
anaplásico tiende a presentarse en una etapa más avanza-
embrionario, las células germinales pluripotenciales pueden
da que la variedad clásica. Sin embargo , si se toma en
transitar por la vía normal de diferenciación y convertirse
consideración la etapa, este subtipo no signifjca un peor
en espermatocitos . No obstante, si las células germinales
pluripotenciales siguen vías de diferenciación anormales pronóstico.
originarán seminoma o carcinoma embrionario (tumores El seminoma espermatocítico abarca del 5 al 10% de
de células pluripotenciales). Cuando las células embriona- todos Jos seminomas. El examen microscópico revela célu-
rias continúan su diferencíación por vias 1ntraembrionarias las de tamaño variable caracterizadas por citoplasma densa-
producen teratomas. Si las células embrionarias sufren más mente teñidos y núcleos redondos conteniendo cromatina
diferenciación a lo largo de las vías extraembrionarias, se condensada. Más de la mitad de los pacientes con semi noma
forman cariocarcinomas o tumores del saco vitelina (figura espermatocítico tienen más de 50 años.
23-1 ). Este modelo ayuda a explicar la producción de
ciertos marcadores tumorales en alglll1os patrones histológicos
específicos de tumores testiculares. Nótese que los tumores
B. Carcinoma de células embrionari as (20%)
Son comunes dos variedades de carcinoma de células em-
del saco vitelina producen alfa-fetoproteína (AFP) justa-
brionarias: el tipo adulto y el tipo infantil o tumor del saco
mente como el saco vitelina produce AFP en el desarrollo
vitelina (también denominado tumor de1 seno endodérmi-
normal. Del mismo modo, el coriocarcinom a genera gona-
dotropina coriónica humana (hCG) igual que la placenta co). La histología de la variedad adulta muestra marcado
normal. pleomorfismo y bordes celulares indiferenciados. Son co-
munes las figuras mitóticas y células gigantes. Las células
pueden disponerse en capas, cordones, glándulas o estruc-
Anatomía patológica
turas papilares. Macroscópicam ente pueden observarse he-
morragia y necrosis.
A. Seminoma (35%)
Se han descrito tres subtipos histológicos de seminoma La variedad infantil o tumor del saco vitelina es el
puro. Sin embargo, etapa por etapa ningÚno de ellos tiene tumor testicular más común en IacÚmtes y niños. Cuañdo se
diferencias en el pronóstico . El semin9_111a cláA.ic9 incluye el presenta en adultos casi siempre es en los tipos mixtos y
85% de todos los seminomas y es más común en la cuarta quizá sea el que produzca AFP en estos tumores. Microscó-
década de 1~_vjd~. ;:.... simple vista se observan nódulosgnse.s picamente, las células muestran vacuo las citoplásmicas cau-
confluentes. El examen microscópico muestra capas unifor- sadas por depósitos de grasa y glucógeno; se disponen
mes de células grandes de citoplasma claro y núcleos dentro de una red poco estructurada con grandes espacios
densamente teñidos . Es interesante que en casi del 1Oal 1S% quísticos interpuestos. Es común observar corpúsculos
de los casos se observan elementos sincitiotrofoblásticos; embrioides, parecidos a un embrión de 1 a 2 semanas de
incidencia casi igual a la de producción de hCG en los edad, consistentes en una cavidad rodeada por sincitiotrofo-
semi nomas. blastos y citotrofoblastos.

DIFERENCIACIÓN
DIFERENCIACIÓN
INTRAEMBRIONARIA

Teratoma

"igura 23-1. Modelo de la génesis de los tumores de células germinales de testículos.


Tumores genitales • 443

C. Teratoma (5%) etapas a través de la vía linfática . Los ganglio s linfáticos de


El teratoma puede aparece r tanto en niños como en adultos.
los testículos se extiend en desde D 1 a L4, pero se concent ran
en
Contien e más de una capa de células genniña les diferen-
a nivel del hilio rena) debido a su origen embrion arío co-muñ·
tes etapas de madura ción y diferenc iación. A simple vista,
con el riñón. El sitio primari o de acumul ación ganglio nar
el tumor parece lobulad o con quistes de tamaño variable
para el testículo derecho es la región interaortocava a nivel
llenos de material gelatino so o mucoide. El teratoma maduro del hiho del riñón derecho . La propaga ción linfátic a avanza
puede tener elemen tos gue recuerd an estructuras benigna s
en el siguiente orden: ganglio s precávi cos, ganglio s pre-
derivadas del ectoder mo, mesode rmo y endode rmo, en tanto aórticos, ganglio s paracávicos, ganglios-de la iliaca primi-
gue el teratom a inmadu ro contien e tejido primitivo indife- tiva derecha y ganglios de la ilíaca externa- derecha. El sitw
renciado.-·~n contras te a su contrap arte del ovario,
el terato- prim-ario de la propaga ción en el testículo izquierd o es el
ma testicul ar no alcanza el mismo grado de diferenciación área paraórtica a nivel del hilio renal izquierdo. La pro-
del teratom a ovárico. Microsc ópicam ente, el ectoder mo
pagació n linfática evoluciona en el siguien te orden: gan-
puede estar represe ntado por epitelio escamo so o tejido glios preaórticos, iliaca primitiva izquierd a y ganglio s de la
neural; el endode rmo por tejidos intestinal, pancreá tico o iliaca externa izquierda. En ausenci a de enferme dad en el
respiratorio; y el mesode rmo por músculo liso o múscul o
lado izquierd o nunca se han identifi cado metásta sis que
esquelético, cartílag o o hueso. crucen al lado izquierdo. Sin embargo, las metásta sis cru-
zando de derecha a izquierd a son comunes. Estas observa -
D. Corio carcín oma (< 1%) ciones publicadas por Donahu e, Zachary y Magnard ( 1982)
El corioca rcinom a puro es raro. Las lesiones en los testícu- modific aron la técnica de disección quirúrg ica para preser-
los tienden a ser pequeñ as y con frecuencia demuestran var la eyacula ción en pacient es selecci onados (véase
_hemorr agias centrale s durante la inspección macros cópica. adelant e).
En el examen microscópico deben observarse síncitiotrofo- Ciertos factores pueden alterar el drenaje primari o de
blasto y citotrofoblasto. Los elemen tos sincitiales clásicos una neoplas ia testicular. La invasión del epididim o o del
son células grandes , multinu cleadas y con citoplas ma eosi- cordón espermá tico pueden permiti r la propaga ción hacia
nófilo vacuolado ; Jos núcleos son grandes , hipercr omáti- los ganglios linfáticos distales de la iliaca externa y del
cos e irregul ares . Los citotro foblast os son células obturad or. La invasión al escroto o a la túnica albugín ea
uniform es con bordes celulare s distingu ibles, citoplas ma pueden produci r metásta sis inguinales.
claro y núcleo único. El retroperitoneo es el sitio afectado con mayor fre-
Clínica mente los corioea rcinoma s se compor tan de cuencia por la enferme dad metastásica, pero en casos avan-
manera agresiv a caracte rizada por propaga ción hemató gena zados también se observa n metásta sis a vísceras. Los
tempra na. Es paradó jico, pero las pequeñ as lesione s Jugares afectados, en orden decreci ente, son : pulmón , híga-
intratesticulares pueden acompa ñarse de enferme dad me- do, cerebro, hueso, riñón , suprarre nales, vías gastroin testi-
tastásic a muy extendida. nales y bazo (BredaeT, Vugrin y Whitmo re,l982 ).
Como se mencionó, el corioca rcinoma es la excepci ón
E. Tipo de célula s mixta s (40%) a la regla y se caracteriza por disemin ación hemató gena
Dentro de la categor ía de tipos de células mixtas, la mayor tempran a, sobre todo hacia pulmon es. El coríoca rcinom a
parte (más del 25% de todos los tumores testiculares) son también muestra predilección por sitios poco habitua les de
teratoca rcinoma s gue son una combin ación de teratoma y metástasis como el bazo.
caiéínónfaae·-cétúÍas embrion arias. Más de\6% de todos los
tumores testiculares son del tipo de células mixtas, siendo
el semino ma uno de sus compon entes. El tratamiento de
Etapas clínicas
estas mezclas de scmino ma y TCGNS es similar al del
TCGNS so1o. Se han propues to muchos sistema s de etapas clínicas para
el cáncer testicular. Sin embarg o, casi todos son variantes
del sistema inicialmente propues to por Boden y Gibb en
F. Carcin oma in sítu (CIS)
En una serie de 250 pacient es con cáncer testicul ar uni- l951. En ese sistema una lesión en etapa A se encontr aba
lateral, Berthel sen y cols. (1982) demostr aron la presenc ia confina da a testículos, la etapa B mostrab a propaga ción a
de ClS en 13 (5.2%) de los testículos contralaterales. Esto ganglios linfáticos regionales y la etapa e present aba pro-
corresp onde a una inciden cia de casi el doble de la total de pagació n más allá de ganglios linfáticos retroperitoneales.
cáncer testicul ar bilateral. La historia natural de esta entidad En el Memor ial Sloan-Kettering Cancer Center, se modifi-
patológ ica no está bien definida , pero debe notarse que có el sistema de clasific ación por etapas del TCGNS ; así la
cinco de estos 13 pacient es fueron seguidos durante tres etapa B se subcate gorízó en 81 (nódulo s retroper itoneale s
años y dos de ellos present aron enferme dad invasiva. En la menos de 5 cm en su diámetr o mayor), 82 (nódulo s retrope-
actuahda~ aún hay confusi ón respecto al tratamie
ritoneales mayores de 5 cm y menore s de 1O cm en su
nto ideal diámetro mayor) , y B3 (nódulo s retroper itonealc s mayore s
de Cl S testicular.
de 1O cm en su diámetr o mayor o clínicam ente palpabl es).
Se han sugerido numero sos sistema s de clasific ación por
Patrones de propagación metastásica etapas clínicas para los semino mas. Una lesión en etapa
I se confina a los testícul os. La etapa JI involuc ra com-
Con excepci ón del corioca rcinoma que presenta propaga - promis o de nódulos retrope ritonea les (liA es < 2 cm, IIB
ción hemató gena tempran a, lo clásico de los tumores es > 2 cm) . La etapa lll muestra particip ación de los
testiculares de células germina les es su propagación por ganglio s subdiaf ragmát icos o viscera les.
444 • Urología general de Smith (Capítulo 23)

La clasificación TNM propuesta por el American Joint ocasiones se acompaña de hidrocele que contribuye a en-
Committee (1986) pretende uniformar las_ etapas clínicas mascarar el cuadro clínico. La transíluminación del escroto
como sigue: ayuda a establecer el diagnóstico diferencial entre ambos
padecimientos.
T-Tumor primario La palpación del abdomen revela abult~miento retro-
TX: No valorable. peritoneal; deben explorarse los ganglios supraclaviculares,
TO: Sin evidencia de tumor primario. del escaleno e inguinales. Aparece ginecomastia en el 5% de
Tís: Cáncer intratubular (CIS). los tumores de células germinales pero en tumores de célu-
Tl: Localizado en testículos. las de Leydig y de Sertoli puede presentarse hasta en el 30 al
T2: Invasión más allá de la túnica albugínea o 50% de los casos. Su etiología parece relacionada con múl-
hacia el epidídimo. tiples y complejas interacciones hormonales entre testaste-
T3: Invasión del cordón espermátJco. rana, estrena, estradiol, prolactina, y hCG (Stepanas, 1978).
T4: Invasión del escroto. Cuando hay invasión pulmonar se presenta hemoptisis.

N- Ganglios linfáticos regionales


NX: No valorables. C. Datos de laboratorio y marcadores
NO: Sin metástasis a ganglios regionales. tumorales
NI: Metástasis microscópicas a ganglios linfáticos En casos de enfermedad avanzada se presenta anemia. En
regionales. presencia de metástasis al hígado pueden elevarse los valo-
N2a: Metástasis en~ 5 ganglios ninguno > 2 cm res de las pruebas de funcionamiento hepático. Cuando una
N2b: Metástasis en > 5 ganglios o cualquier gangho masa retroperitoneal comprime el uréter y produce obstruc-
>2cm. - ción, la función renal es deficiente (aumenta la creatinina
N3: Invasión fuera de ganglios linfáticos. sérica). Es imperativo valorar la función renal (depuración
N4: Metástasis retroperitoneales no extirpables. de creatinina) en los pacientes con enfermedad avanzada
sometidos a quimioterapia.
M-Metástasis a distancia Varios son los marcadores bioquímicos de importancia
MX: No valorables . para el diagnóstico y tratamiento del carcinoma testicular
MO: Sin metástasis a distancia. incluyendo AFP, hCG y deshidrogenasa táctica (LDH) . La
M 1: Presencia de metástasis distantes. alfafetoproteína es una glucoproteína con peso molecular
de 70 000 daltons y vida media de 4 a 6 días. Se presenta en
el suero fetal en concentraciones elevadas, pero luego de
Cuadro clínico un año de edad sólo se encuentran trazas de ella. Aparece
en cantidades variables en muchos TCGNS (cuadro 23-1),
pero nunca se observa en seminomas.
A. Síntomas La gonadotropina coriónica humana es una glucopro-
El síntoma más común del cáncer testicular es el aumento
indoloro del volumen testicular. El crecimiento es gradual teína con peso molecular de 38 000 daltons y vida media de
24 horas. Se compone de dos subunidades: alfa y beta. La
y con frecuencia acompañado de sensación de pe~~dez. El
subunidad alfa es similar a las subunidades alfa de la hor-
retraso más frecuente desde el momento del ·diagnóstico
mona luteinizante (LH), hormona estimulante de los folícu-
hasta el tratamiento definitivo (orquiectomía) es de 3 a 6
los (FSH) y hormona tiroestimulante (TSH). La subunidad
meses. La magnitud del retraso se relaciona con la inciden-
beta confiere su actividad a cada una de estas honnonas y
cia de metástasis (Oliver, 1985). Es evidente la importancia
del autoexamen y la vigilancia prestada por el paciente. En permite efectuar radioinmunoanálisis específico de alta sen-
sibilidad para determinar los valores de hCG. El varón
10% de los casos hay dolor testicular agudo causado por
normal no debe mostrar valores significativos de ~-hCG.
hémorragia o infarto intraú:sticular.
Casi el 10% de los pacientes presentan síntomas 'Con frecuencia son más elevados en TCGNS, pero las cifras
de hCG pueden mostrar elevaciones hasta en el 7% de los
relacionados con metástasis. El más común es el dolor
seminomas.
lumbar (por metástasis en ganglios retroperitoneales que
La deshídrogenasa láctica es una enzima celular con
afectan las raíces nerviosas). Otros síntomas son tos o disnea
peso molecular de 134 000 daltons y que contiene cinco
(metástasis pulmonares); anorexia, náuseas o vómito (me-
tástasis retroduodenales); dolor óseo (metástasis esqueléti-
cas); y edema de extremidades inferiores (obstrucción de la
vena cava). Cuadro 23-1. Frecuencia de la elevación de
Alrededor del l 0% de los pacientes están asintornáti- marcadores tumorales por tipo histológico en
cos cuando acuden al médico y el tumor puede detectarse cáncer testicular
accidentalmente ya sea por un traumatismo o por la pareja
hCG (%) AFP (%)
sexual del paciente.
Seminoma 7 o
Teratoma 25 38
B. Signos .
En casi todos los casos hay masa .testicular o crecimiento Teratocarcinoma 57 64
difuso. La masa suele ser dura, sii1. hiperestesia y el_ep!- Embrionario 60 70
dídimo puede separarse con facilidad de iamisma. En Coriocarcinoma 100 o
isoenzirnas; en condiciones normales se encuentra en tejido dos citológicos positivos en hidroceles asociados con tumo-
muscular (liso, cardíaco, esquelético), hígado, riñón y cere- res testiculares (Oreckling, 1974).
bro. Boyle y Samue!s (1977) demostraron que en el TCGNS Otros diagnósticos a considerar son: espermatocele que
la elevación de LDH total en suero, en particular la isoenzima--1, consiste en una masa quística que con gran frecuencia se observa
se asocia con el tamafio del tumor. La LDH también puede extendiéndose a partir de la cabeza del epidídimo; hemato-
elevarse en el seminoma (Stanton y cols., 1983). cele de origen traumático; orquitis granulomatosa, con
Se han descrito otros marcadores del cáncer testicular, mucha frecuencia causada por tuberculosis y acompañada
incluyendo fosfatasa alcalina placentaria (FAP) y con nudosidades de los va..c;os deferentes; y varicocele, que es
gammaglutamil transpeptidasa (GGT) . Sin embargo, estos un ingurgitamiento del plexo venoso pampiniforme del
marcadores no contribuyen mucho en el manejo de los cordón espermático y debe desaparecer cuando el pacien-
pacientes antes mencionados. te adopta la posición en decúbito dorsal.
Aunque la mayor parte de las masas intratestículares
D. Imágenes son malignas, en raras ocasiones puede observarse una
El tumor testicular primario puede diagnosticarst: con rapi- lesión benigna: el quiste epidermoide. En general, estos
dez y precisión-mediante ultrasonido. Con esta técnica es quistes son nódulos benignos muy pequeños localizados
posible definir cuando una masa e;· realmente intratesticu- inmediatamente por debajo de la túnica albugínea; sin
)ar; también se puede usar para diferenciar el tumor de embargo, a veces son de mayor tamaño . Habitualmente el
alguna patología epididimaria y hacer más fácil el examen diagnóstico se establece después de orquiectomía inguinal
de testículo si hay hidrocele. pues en los cortes congelados las lesiones más grandes son,
Una vez establecido el diagnóstico de cáncer testicular con frecuencia, difíciles de diferenciar del teratoma.
mediante orquiectomia inguinal, es obligatorio determinar
cuidadosamente la_eta~a de la~enfennedad. Las r~gJograffa.s Tratamiento
de tórax (posteroanterior y lateral) y la tomografía compu-
tacforizada de abdomen y pelvis, se us<i"n para va1orar los Exploración inguinal con pinzamiento transversal de los
sitios donde existe con mayor frecuencia diseminación me- vásós del cordón espermático y liberación del testículo
tastásica, que son pulmones y retro peritoneo. La utihdad del dentro del campo operatorio es el principal apoyo para
rastreo tomográfico está en controversia, por su menor investigar un posible tumor testicular. Si no se puede exc! u ir
especificidad. Es notable el hecho de que los rayos X de cáncer mediante examen de los testículos entonces se justi-
tórax rutinarios detectan del 85 al 90% de las metástasis fica la orquiectomía radicaL Deben evitarse el acceso por
pulmonares. La linfangiografía pedial se utiliza en raras vía escrotal y la biopsia de testículo a cielo abierto. Otros
ocasiones debido a que es invasiva y poco específica; se tratamientos dependen de las características histología de
llega a justificar en pacientes que se someten a un protocolo los tumores, así como de su etapa clínica.
de investigación (véase sección de tratamiento).
A. Seminoma en etapa inicial (/, 11-A)
Diagnóstico diferencial El seminoma muestra scnsibilídad extrema a las radiacio-
nes. El 95% de ellos en etapas A se curan con orquiectomia
En más del 25% de los pacientes con tumor testicular se radical e irradiación rctropcritoneal (habitualmente, 2500 a
llega a un diagnóstico incorrecto en la visita inicial; como 3000 cGy). Ésta es una dosis baja de radiación casi siempre
resultado el tratamiento se retrasará o la exploración quirú- bien tolerada y con mínimos efectos adversos gastrointesti-
gica (incisión escrotal) distará de ser óptima. Las epididimi- nales, cuando éstos llegan a ocurrir.
tis o epidídimo-orquitis son Jos diagnósticos erróneos más La enfermedad retroperitoneal poco voluminosa
comunes en pacientes con cáncer testicular. La epididimitis también puede tratarse con eficacia mediante irradiación
en etapa temprana muestra epidídimo inflamado e hipersen- retroperitoneal lográndose una esperanza de vida de cinco
siblc claramente separable del testiculo. En etapas avanza- años en el 87% de los casos. La irradiación mcdiastinal
das la inflamación puede propagarse al testículo y como profiláctica ya no se utiliza debido a que causa una consi-
resultado epididimo y testículo aumentan de volumen y se derable mielosupresión y compromete la capacidad del
muestran adoloridos e índurados. La aparición brusca de paciente para recibir quimioterapia, si ésta se requiere. La
síntomas agudos incluyendo fiebre, secreción uretral y sínto- quimioterapia debe usarse como tratamiento de salvamen-
mas irritativos durante la micción, incrementan la probabili- to para pacientes que sufren recaídas luego de la irra-
dad del diagnóstico de epididimitis. En la ultrasonografía se diación.
identifica el epidídimo crecido como causa de la masa
ese rotal. B. Seminoma en etapa avanzada
El hidrocele ocupa el segundo lugar como diagnóstico (11-8, 111)
equivocado más frecuente. Con transiluminación del es- A los pacientes con seminoma voluminoso y cualquier
croto se puede diferenciar con facilidad un hidrocele seminoma acompañado de elevación de AFP se les
trünslúcido lleno de líquido del tumor testicular sólido. debe aplicar quimioterapia primaria. El semínoma también
Cerca del 5 al 10% de los tumores testiculares se es sensible a tratamiento con platino, lo mismo que su
relacionan con hidrocele; sin embargo, si los testículos contraparte el TCGNS. ~lgunos esquemas de tratamiento
no se pueden exarninar de manera adecuada, es necesario con éxito incluyen cisplatino, vincristina y bleomicina
realizar un estudio ultrasonográfico escrotal. Debe evitarse (PVB); vinblastina, ciclofosfamida, dactinomicina, bleomi-
la aspiración del hidrocele porque se han reportado resulta- cina y cisplatino (VAB-6; y cisplatino y etopósído). En el
446 • Urología general de Smith (Capítulo 23)

Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, todos los se- La DGLRP es eficaz para clasificar !a etapa y poten-
minomas reciben regímenes de quimioterapia bajo riesgo, cialmente puede curar a ciertos grupos de pacientes, pero se
los cuales en la actualidad consisten en cisplatino y etopó- acompaña de morbilidad significativa; en especial, relacio-
sido. nada con la fertilidad en varones jóvenes. En la DGLRP
El 90% de los pacientes con enfermedad en etapa estándar·.ie cortan fibras nerviosas s~páticas y como resul-
IIl logran una respuesta completa con la quimioterapia. tado se pierde la emisión de se~~.!J.' En la actualidad se ha
Después de la quimioterapia \as masas retropcritoneales desarrollado una DGLRP modificada que preserva la
residuales a menudo son fibrosis, a menos que sean bien eyaculación en más del 90% de los pacientes . La disección
circunscritas y midan más de 3 cm; bajo estas circuns- _r:nodificada se ejecuta por <;l.eha._}.Q- del nivel inferior 'dC.'-ta
tancias , cerca del 40% de los pacientes encubren semi- artef!i .ITt~esentéríca para jncluir sólo tejido ganglionar del
nomas residuales. En estos casos, se requiere la extirpación mismo ladÓ deJfümor y conse-rvar irnportantes_fibras sim-
quirúrgica. (Stanton y cols., 1985; Motzer y cols., 1987). páticas en el fado opue-sto, manteniendo" así la eyaculación
(Lange, Narayan y Fraley, 1984; Pizzocaro, Salvioni, Zano-
ni, 1985).
C. Tumor no seminomatoso de células
germinales en etapa temprana
En EUA, el tratamiento estándar para la enfermedad en D. Tumor no semínomatoso de células
etapa A incluye la disección de ganglios linfáticos retrope- germinales en etapa avanzada
ritoneales (DGLRP). Sin embargo, debido a que tres cuartas Los pacientes con enfermedad retrop~ritoneal voluTl]inosa
partes de los pacientes con enfermedad en etapa A se curan (ganglios > 3 cm; 3 o más cortes de 1 cm eñ el.rastreo TC)
con la sola orquiectomía y como la morbilidad de La o TCGNS rnetastásico se tratarán mediante combinaciones
DGLRP no es despreciable, se han exploradQ otras alterna- quimioterápicas primarias basadas en cisplatino después de
tivas. En estas opciones se incluyen vigilancia y la DGLRP orquiectomía. Si los marcadores tumorales se normalizan y
modificada. se aprecia una masa tumoral residual en Jos estud.iÓs de
La vigilancia del TCGNS en etapa A se propone por- imagen, es obligatoria la extirpación de la masa, debido a
que, como se mencionó, el 75% de los pacientes con etapa que en e120% de las ocasiones encubrirá un cáncer residual,
clínica A en realidad presentan etapa histopatológica A. en el40% de las veces será un teratoma y e140% de las veces
Además, es común la esterilidad causada por sección de será una fibrosis (figura 23-2). En pacientes con cáncer
fibras nerviosas simpáticas como consecuencia de la residual en el tejido resecado, el cuadro histológico es, por
DGLRP. La determinación de etapas clínicas mejoró nota- lo general, carcinoma de células embrionarias; aunque el
blemente con los estudios de rastreo TC y LAG. Por último, teratoma maligno se ve en menos del 5% de los casos. El
se han desarrollado esquemas quimiotcrápicos eficaces para teratoma maligno no responde a la quimioterapia y sólo el
las recaídas. En el Memorial Sloan-Kettering Cancer Cen- 15% de los pacientes sobrevive después de la extirpación
ter, un paciente se considera idóneo para vigilancia si : el tumor quirúrgica. Si el marcador tumoral no se normaliza después
es un TCGNS confinado al interior de la túnica albugínea; de la quimioterapia primaria, se requerirá una quimiotera-
no hay invasión a vasos;, los marcadores de tumor se nor- pia de salvamento (cisplatino , etopósido , bleomicina, i fos-
malizan luego de la orquíectomja, las imágenes radiográfi- famida) . Incluso si !os pacientes logran una respuesta
cas no muestran evidencia de enfermedad (radiografía de completa después de la quimioterapia (marcadores tumora-
tórax , y TC); y hay confianza que el paciente cumplirá el les normales, sin masas en la TC o Rx de tórax), algunos
régimen. investigadores apoyan una DGLRP debido a que pueden
La vigilancia..debe considerarse como un proceso acti- encontrarse tumores de células germinales viables en más
vo tanto por parte del médico, corno del paciente. Debe del lO% de los casos (Tonery cols., 1990a). Tales pacientes
practicatse examen al paciente cada mes dural)_te los prime- reciben dos ciclos adicionales de quimioterapia.
ros dos años y cada dos meses en el tercer año. En cada visita Aunque el plan de tratamiento descrito cura más del
se determinarán marcadores tumorales y cada 3 o 4 meses se 70% de los pacientes con enfermedad de alto volumen, hay
obtendrán radiografías simples de tórax y TC. El seguimien- pacientes en quienes hay una respuesta insuficiente. Tam-
to se prolongará después de los tres años iniciales . Sin bién deben considerarse las posibles complicaciones de la
embargo, la mayoría de las recaídas ocurre en los primeros quimioterapia incluyendo septicemia, neuropatía, nefroto-
8 a 1O meses. Con raras excepciones, los pacientes que xicidad y muerte. Es evidente la importancia de poder
recaen pueden curarse con quimioterapia o cirugía, o ambas diferenciar a !os pacientes con posibilidad de responder a la
cosas. quimioterapia estándar (poco riesgo) de aquellos que pue-
La disección de ganglios linfáticos rctroperitoneales es den requerir esquemas de tratamiento más radical (alto
el tratamiento preferido actualmente en EUA, para TCGNS riesgo). Bosl y cols. (1983) del Memorial Sloan-Ketteríng
de etapa temprana. Se puede practicar incisión toracoabdo- Cancer Center (MSKCC) desarrollaron un modelo mate-
minal o transabdominal en la línea media para extirpar todo el mático útil para predecir la probabilidad de lograr respuesta
tejido ganglionar situado entre los uréteres, desde los vasos completa a la quimioterap1a estándar. En un análisis de
renales hasta la bifurcación de las arterias ilíacas primitvas. múltiples variables , sólo tres parámetros lograron impor-
Los pacientes con nódulos negativos o con enfermedad N 1 tancia estadística: la LDH sérica, la hCG sérica y el número
no requieren tratamiento adyuvante, mientras que la reco- total de sitios de metástasis. De manera más reciente se
mendación para aquellos con enfermedad N2 e.s recibir dos usa la velocidad en que disminuyen !os marcadores
ciclos de quimioterapia debido a que la tasa de recaídas está tumorales durante la quimioterapia para predecir la respues-
cercana al 50 por ciento, ta en pacientes con enfermedad avanzada (Toner, 1990b ).
1 y del 92 al 94% para la etapa IT-A en seminomas tratados
con orquiectomía y radioterapia. La enfermedad en estadio
avanzado tratada con orquiectomía y quimioterapia prima-
ria tiene tasas de sobrevivientes libres de enfermedad a los
cinco años del 35 al 75%, incluso los valores más bajos
vienen de series donde se emplearon regímenes de quimio-
terapia más agresivos.
La tasa de sobrevivientes en pacientes con TCGNS en
etapa A tratados con orquíectomía y DGCRP, oscila entre el
96 y 100 por ciento. Para los pacientes con enfermedad de
bajo volumen en etapa B tratados con quimioterapia más
cirugía, se lograron tasas de sobrevivientes libres de enfer-
medad a los cinco años del90 por ciento. Los enfermos con
tumor retroperitoneal voluminoso o diseminado tratado con
quimioterapia primaria seguida de cirugía tienen un índice
de sobrevivientes libres de enfermedad a los cinco años del
55 al 80 por ciento.
En la actualidad se lleva a cabo mucho trabajo para
asignar pacientes dentro de grupos de "poco riesgo" y de
"alto riesgo" de modo que se pueda modificar el régimen
de tratamiento para incrementar los sobrevivientes y reducir
la morbHidad.

TUMOR TESTICULAR DE CÉLULAS


NO GERMINALES

Casi del 5 al 6% de todos los tumores de testículo son de


células testiculares no germinales. Consideraremos tres ti-
pos, a saber: tumor de células de Leydig, tumor de células
de Sertoli y gonadoblastoma.
Figura 23-2. Arriba: Rastreo TC de un paciente con masa
retroperitoneal voluminosa luego de orquiectomía radical
indicada por carcinoma embrionario. Abajo: Masa quística
residual después de quimioterapia; fue extirpada y resultó ser 1. TUMOR DE CÉLULAS DE LEYDIG
un teratoma.
Epidemiología y anatomía patológica
Seguimiento El tumor de células de Leydig es el más común de los
tumores testiculares de células no germinales y explica dell al
Todos los pacientes con cáncer testicular requieren segui- 3% de todos los tumores de testículo. Sigue una distribución
miento regular. Como se discutió, los pacientes en protocolos ctaria bimodal: los grupos de edad de 5 a 9 años y de 25 a
de investigación requieren un seguimiento vigoroso. Aque- 35 años. La cuarta parte de estos tumores se presentan en la
llos sometidos a cirugía (DGLRP) o radioterapia deben ser infancia. Es bilateral en el 5 al 10% de los casos. La causa
examinados a intervalos de tres meses durante los primeros de estos tumores es desconocida~ a diferencia de Jos tumo-
dos años, luego cada seis meses hasta los cinco años y res de células germinales, no se relaciona con criptmquidia.
después una vez al año. En las visitas de seguimiento se debe El examen macroscópico revela una lesión pequeña,
practicar examen completo de los restos testiculares, del amarillenta, bien circunscrita y desprovista de hemorragia
abdomen y de ganglios linfáticos regionales. Los estudios o necrosis. Al microscopio se observan células hexagonales
de laboratorio incluirán la determinación de los valores de con citoplasma granular eosinófilo conteniendo vacuolas
AFP, hCG y LDH. También deben solicitarse en cada visita lipídicas. Los cnstales de Reinke son inclusiones citoplás-
radiografía simple de tórax y placa de abdomen (si se ha micas fusiformes patognomónicas del tumor de células de
efectuado LAG). Leydig.

Pronóstico Cuadro clínico

En el cáncer testicular la esperanza de vida mejoró de Habitualmente el niño prepúber presenta virilización y el
manera espectacular en los últimos años, reflejando la me- tumor es benigno. Los adultos en general son asintomáticos pero
joría continua y el perfeccionamiento de las combinaciones suele aparecer ginecomastia en e120 al 25% de los pacien-
quimioterápicas. tes. Diez por ciento de los tumores del adulto son ma1ignos.
En varias series recientes el índice de sobrevivientes Los ·datos de laboratorio incluyen elevación de los 17 cetos-
libres de síntomas a los cinco años es del 98% para la etapa teroides en suero y orina y también de los estrógenos.
Tratamiento y pronóstico siones microscópicas hasta más de 20 cm; en ocasiones
presenta calcificación. Al microscopio se observan tres
La orquiectomía radical es el tratamiento inicial para el tipos de células; de Sertoli, intersticiales y germinales.
tumor de células de Leydig. Las etapas clínicas son simi-
lares a las de tumores de células germinales y los valores Cuadro clínico
de 17 cetosteroides pueden ser útiles para distinguir entre
lesiones benignas y malignas. La elevación de los niveles Las manifestaciones clínicas predominantes se relacionan
de 1O a 30 veces los valores normales es señal inequívoca con la disgenesia gonadal subyacente y se estudian en otra
de malignidad . Para lesiones malignas se recomienda parte de este libro. Es interesante que 4/5 partes de los
DGLRP. A causa de la rareza de esta lesión aún no se define pacientes con gonadoblastoma presentan fenotipo femeni-
la función de la quimioterapia. El pronóstico es excelente no. Lo típico es que los varones padezcan criptorquidia o
para lesiones benignas, en tanto que todavía es sombrío para hipospadias .
casos de enfermedad diseminada.
Tratamiento y pronóstico
2. TUMOR DE CÉLULAS DE SERTOLI La orquiectomia radical es el tratamiento pnmario más
utilizado. En presencia de disgenesiagonadal se recomienda
Epidemiología y anatomía patológica gonadectomía contralateral puesto que el tumor tiende a ser
bilateral en el 50% de los casos en esta situación. El pronós-
El tumor de células de Sertoli es sumamente raro, abarca tico es excelente.
menos del 1% de todos los tumores de testículo. Se observa
una distribución etaria bimodal: grupos de unaño de edad
o más jóvenes y de 20 a 45 años. Casi el 10% de las lesiones TUMORES SECUNDARIOS
son malignas. El examen macroscópico muestra una lesión DE LOS TESTÍCULOS
de color amarillo a blanco grisáceo con elementos quísticos.
Las lesiones benignas están bien circunscritas, mien- Son raros los tumores secundarios de los testículos . Se
tras que las malignas muestran bordes mal definidos. Al considerarán tres categorías: linfoma, leucemia y tumores
examen microscópico los tumores se ven heterogéneos metastásicos.
con elementos estromatosos y epiteliales mezclados. Las
células de Sertoli son columnares o hexagonales con núcleo
grande y un solo nucléolo; contienen vacuolas en el cito- 1. LINFOMA
plasma.
Epidemiología y anatomía patológica
Cuadro clínico
El linfoma es el tumor testicular más común en pacientes
Lo más común es que se presente una masa testicular. En mayores de 50 años y es la neoplasia secundaria más
niños es frecuente la virilización y la ginccomastia aparece frecuente en testículos, corresponde al 5% de todos los
en el 30% de los adultos. Se trata de un tumor muy raro y tumores testiculares. Se puede observar en tres SJtuacio-
se dispone de muy escasos datos endocrinológicos relacio- ncs clínicas: 1) manifestación tardía de linfoma amplia-
nados con estos pacientes. mente diseminado; 2) presentación inicial de enfermedad
clínicamente oculta; 3) enfermedad extraganglionar
Tratamiento primaria.
El examen a simple vista revela lesión abultada, gris o
La orquiectomía radical es el procedimiento in1cial prefe- rosácea con márgenes mal definidos. Son comunes hemo-
rido. En casos malignos, está indicada la DGLRP; sin em- rragias y necrosis. M icroscópicamente, el tipo más frecuen-
bargo, aún no está clara la función de la quimioterapia y de te es ellinfoma histiocítico difuso.
la radioterapia.
Cuadro clínico
3. GONADOBLASTOMA Es común el abultamiento indoloro del testículo. En la
cuarta parte de los pacientes ocurren síntomas sisté-
Epidemiología y anatomía patológica micos generalizados. La participación de ambos testícu-
los acontece en el 50% de los pacientes y, en general, no
El gonadoblastoma comprende el O.5% de todos los tumores es simultánea.
testiculares y se observa casi de manera exclusiva en pacien-
tes con alguna forma de disgenesia ganada!. La mayor parte Tratamiento y pronóstico
de estos tumores ocurre en sujetos menores de 30 años , pero
la distribución por edades incluye desde la infancia hasta Para llegar al diagnóstico está indicada la orquiectomía.
mayores de 70 años. · radical. El tratamiento adicional y la determinación de
En e! examen macroscópico se observa una lesión etapas deben manejarse junto con un médico oncólogo. El
amarilla o blanco grisáceo de tamaño variable desde dimen- pronóstico se relaciona con la etapa de la enfermedad.
Reportes recientes apoyan la quimioterapia adyuvante para Cuadro clínico
linfoma testicular primario, con tasas de sobrevivientes de
más del 93% después de 44 meses de seguimiento (Connors El cuadro clínico depende del sitio y volumen del tumor. Si
y cols., 1988). la lesión se ubica en mediastino el paciente puede presentar
síntomas respiratorios. Las lesiones retroperitoneales pue-
den provocar dolor lumbar o abdominal y una masa palpa-
2.1NFILTRACIÓN LEUCÉMICA ble. Los tumores sacrococcígeos se observan con mayor
EN LOS TESTf~ULOS frecuencia en recién nacidos y pueden presentar masa pal-
pable y obstrucción urinaria o intestinal. Los tumores de la
Los testículos son sitio común de recaída en niños con pineal provocan dolor de cabeza, trastornos visuales o au-
leucemia linfocítica aguda. Ambos testículos pueden estar ditivos o hipopituítarismo.
afectados en la mitad de los casos. El procedimiento diag- La propagación metastásica se dirige hacia ganglios
nóstico preferido es la biopsia testicular en vez de orquiec- linfáticos regionales, pulmón, hígado, hueso y cerebro. Por
tomía. La irradiación testicular con 20 Gy y la reinstalación tanto, la exploración de metástasis es similar a la gue se
de la quimioterapia adyuvante, constituyen el tratamiento practica en caso de tumor testicular de células germinales.
de elección. El pronóstico debe ser reservado. Es obligatorio un examen testicular cuidadoso, además de
ultrasonografía para excluir un tumor testicular primario
que esté oculto.
3. TUMORES METASTÁSICOS
Tratamiento y pronóstico
Las metástasis a testículos son raras. Típicamente estas
lesiones son hallazgos incideñtales de necropsia. El sitio El tratamiento de TEG es semejante al del tumor testicular.
primario más común es la próstata, seguida por pulmo- Un seminoma poco voluminoso se puede manejar con ra-
nes, tracto gastrointestinal, melanoma y riñones. El ha- dioterapia. Los seminomas voluminosos deben tratarse con
llazgo clásico en el examen histológico son las células quimioterapia primaria. El pronóstico es similar al del se-
neoplásicas en el intersticio con escasez relativa de tú bu- minoma testicular. Debe emplearse quimioterapia primaria
los seminíferos. para elementos no seminomatosos con extirpación de masas
residuales; sin embargo, el pronóstico aún es sombrío para
estos pacientes.

TUMORESEXTRAGONADALES
DE CÉLULAS GERMINALES
TUMORES DEL EPIDÍDIMO,
TEJIDOS PARATESTICULARES
Epidemiología y anatomía Y CORDÓN ESPERMÁTICO
patológica

Los tumores extragonadales de células germinales (TEG)


son raros, incluyen casi el 3% de todos los tumores de Los tumQf§.~_primarios del epidídimo son rEros y casi siem-
células germinales. Continúa la controversia acerca de si pre benignos. Son más comunesTos tumores adenomatoides
estas lesiones se originan en tumores testiculares primarios del epidícfimo y se caracterizan por aparecer en Ja~~~fél_ o
"quemados" o surgen como tejido nuevo. Hay dos teorías cua_I!a dé~.adas de la vida. En general, son lesiones sólidas
respecto al origen de estos tumores como lesiones extrago- y -asintomáticas que se originan en cualquier part-e del
nadales primarias . La primera sugiere que durante la mi- epidídimo.
gración embrionaria, las células germinales primitivas se El segundo tumor más común del epidídimo es el
desplazan de su camino normal y alcanzan posic10nes ectó- lcíomioma. Estas lesiones tienden a ser dolorosas y con
picas. La segunda teoría plantea que las células pluri- frecuencia se acompañan de pidroce1e.
potenciales se desplazan en las etapas tempranas de la El cistadcnoma es un tumor benigno del epidídi-
embriogénesis y quedan secuestradas en sitios ectópicos. mo, bilateral en el 30% de los casos y es frecuente obser-
Los autores piensan que todos los tumores retroperitoneales varlo junto con la enfermedad de von Hippei-Lindau.
tienen su origen en uno testicular primario, en tanto que los Histológicamente estas lesiones son difíciles de diferenciar
tumores mediastinales de células germinales son en verdad del carcinoma de células renales. Las lesiones malignas del
ectópicos. epidídimo son muy raras . En general , se emplea técnica
Los sitios de origen más comunes, en orden decre- ·inguinal y en caso que los cortes congelados confirmen
ciente, son: mediastino, retroperltoneo, región sacro- lesión benigna se llevará a cabo la epididimectomía. Si se
coccígea y glándula ptneal. Es posible observar todos los dÍagnostíca un tumor maligno, debe realizarse orquiectomía
tipos de células germinales. Los scminomas comprenden radical.
más de la mitad de los tumores retroperitoneales y medias- Generalmente los tumores del cordón espermático son
tinales. benignos. Los lipomas _del co~dón dan cuenta de la mayor
450 • Urología general de Smith (Capítulo 23)

parte de estas lesiones . Entre los tumores malignos el rab- muestra epidermis atrófica y anomalías en la estratificación
domiosarcoma es el más común seguido por leiomiosarco- del tejido conectivo.
ma, fibrosarcoma y liposarcoma. El condiloma acuminado gigante es una lesión seme-
Puede ser difícil el.diagnóstico clínico de un tumor en jante a Hi colitlor,o·riginada.en el prepucio o el glande. Se
el cordón espermático .'' Diferenciar entre una hernia y un piensa que su etiología es vir~l- (papilomavirus humano).
tumor del cordón espermático sólo es posible durante la Estas lesiones pueden ser difíciles de distinguir de un car-
exploracióri] En general, el, acceso a estas lesiones deben ser cinoma bien diferenciado cfé"c"Cfulas ·escamosas.
a través de incisión inguinal . Hay que ocluir el cordón en el
anillo interno y tomar cortes congelados. Si el diagnóstico B. Carcinoma in situ (enfermedad
corresponde a proceso maligno se prestará atención a prac- de Bowen, eritroplasia de Queyrat)
ticar extirpación local amplia para evitar reincidencias en el La enfermedad de Bowen es un carcinoma in situ de células
mismo sitio. Las etapas de la enfermedad son similares a las escamosas que clásicamente afecta el cuerp_o del pene. La
del tumor testicular. En caso de rabdomiosarcoma, debe lesión se presenta como una placa rojiza costrosa.
ejecutarse la DGLRP con radioterapia y quimioterapia La eritroplasia de Queyrat es una lesión rojiza, atercio-
coadyuvantes. El valor de la DGLRP para otros tumores pelada y éon ulceraciones que se localiza habitualmente en
malignos del cordón espermático aún está por determinarse. el glande. El examen microscópico muestra células clásicas
El pronóstico se relaciona con el estado histológico , etapa hiperplásicas en disposición irregular con vacuolas en el
y sitio de la enfermedad. citoplasma y mitosis . Mikhail (1986) demostró que más de
un tercio de los pacientes con erítroplasia de Queyratpueden
padecer al mismo tiempo carcinoma invasivo del pene.

C. Carcinoma invasivo de pene


TUMORES DEL PENE El carcinoma de células escamosas comprende la mayor
parte -de los cánceres del pene. Con mucha frecuencia se
origina en el glande; los sitios más comunes, en orden, son:
el prepucio y el cuerpo del pene. El aspecto puede ser papilar
Epidemiología y factores de riesgo o ulceroso.
El carcinoma verrucoso es una variedad del carcinoma
El '?arcinoma del pene representa menos del 1% de los de células escamosa<> que comprende del 5 al 16% de los
cánceres de hombres en Estados Unidos, con cerca de 1 a 2 carcinomas del pene. Esta lesión es de apariencia papilar y
casos nuevos reportados por ·1 00 000 hombres. Hay una en el examen histológico se le notan bordes profundos bien
variación marcada en incidencia según la ubicación geográ- delimitados a diferencia del margen infiltrante del clásico
fica. En áreas como África y regiones de Sudamérica el carcinoma de células escamosas.
carcinoma de pene puede significar del 1O al20% de todas
las lesiones malignas. Este tipo de carcinoma aparece con Patrones de diseminación
mayor frecuencia durante la_ sex~~ década pe la vida , pero se
han comunicado casos raros Tñctuyendo niños. El carcinoma invasivo del pene empieza como una lesión
El único factor etiológico casi siempre asociado con ulcerativa o papilar que gradualmente crece para afectar
carcinoma de pene es la falta de higiene. La enfermedad es todo el glande o el cuerpo del pene. La aponeurosis de l?_l!~k
prácticamente desconocida en varones circuncidados desde representa una barrera a la invasión de los cuerpos caver-
recién nacidos. Una teor)a postula que la acumulación de nosos y a la pro.pagación hematógena. La disemil)ación
esmegma debajo de! prepucio fimótico produce inflama- primaria tiene lugar por la vía de los conductos linfátic~s
Ción crónica que genera el carcinoma. Se ha sugerido una hacia los ganglios femorales e iliacos. El prepucio y la piel
causa· viral como resultado de la relación que tiene este del cuerpo pencano drenan en los ganglios linfáticos
tumor con el carcinoma cervical (Cartwright y Sinson, superficiales (superficiales respecto a la fascia Lata), en
1980). tanto que el glande y los cuerpos cavernosos drenan en gan-
glios superficiales y profundos (profundos con respecto
Patología a \afascia lata). Hay muchas comunicaciones transversa-
les de modo que el drenaje linfático del pene es bilateral
A. Lesiones dermatológicas hacia ambas regiones inguinales. El drenaje de los ganglios
precancerosas inguinales es hacia los ganglios pélvicos. La participación de
La Jeucoplasia es un padecimiento raro que con mayor ganglios femorales puede producir necrosis e infección o ero-
frecuencia ocurre en diabéticos. Se observa una placa blan- sión de los vasos femorales y hemorragia. La metástasis a
quecina que clásicamente ·afecta e! meato . El examen distancia son clínicamente aparentes en menos del 10% de
histológico revela acantosis, hiperqueratosis y paraquera- los casos y pueden afectar pulmones , hígado, hueso o ce-
tosis . A veces , esta lesión precede o acompaña al cáncer de rebro_
pene.
La balanitis xerótica obliterante es un parche blanco Etapas del tumor
originado en el prepucio o el glan·de y habitualmcnte-ªfecta
al meato. Esta alteración se observa con mayor frecuencia El sistema de etapas más empleado en EUA~ fue propuesto
en diabéticos de edad mediana. El examen microscópico por Jackson ( 1966):
Tumores genitales • 45 J

Etapa 1: Tumor confinado a glande o prepucio . 20% de los pacientes y parece correlacionarse con el volu-
Etapa 11: Tumor afectando el cuerpo del pene. men del tumor (Sklaroffy Yagoda, 1982).
Etapa III: Metástasis extirpable a ganglios inguinales.
Etapa IV: Tumor extendido más allá del cuerpo del pene; D. Radiografías
metástasis inoperable inguinal o distante. La exploración de metástasis de be in el u ir radiografías imp 1e
de tórax, rastreo de huesos y TC de abdomen y pelvis. La
A continua<:""ión se presenta la clasificación TNM del Ame- enfermedad diseminada se presenta en menos del 10% de
rican Joint Committee ( 1986): pacientes en la primera visita.

Diagnóstico diferencial
T-Tu mor primario
TX: No puede valorarse.
Además de las lesiones dermatológicas estudiadas antes, el
TO: No hay evidencia de tumor primario.
carcinoma del pene debe diferenciarse de varias lesiones
Tis: Carcinoma in situ.
infecciosas. El chancro sifilítico puede estar presente como
Tl: Invasión de tejido conjuntivo subcpitelial.
una úlcera indolora. El examen serológico y el de campo
T2: Invasión del cuerpo esponjoso o cavernoso.
oscuro deben establecer el diagnóstico. De manera clásica,
T3: Invasión de uretra o próstata.
el chancroide aparece como una ulceración dolorosa del
T4: Invasión de otras estructuras adyacentes.
pene. Cultivos selectivos para Haemophilus ducreyi deben
identificar )a causa. El condiloma acuminado aparece como
lesión exofítica, suave, en "racimo de uvas" ubicado en
N- Ganglios linfáticos regjonales
cualquier sitio sobre el cuerpo del pene o del glande . La
NX: No pueden evaluarse.
biopsia puede diferenciar esta lesión del carcinoma, en
NO: No hay metástasis a ganglios linfáticos regionales.
caso de duda.
Nl: Metástasis a un solo ganglio inguinal superficial.
N2: Metástasis a múltiples ganglios inguinales
superficiales o bilaterales. Tratamiento
N3: Metástasis a ganglios inguinales profundos o
pélvicos. A. Lesión primaria
La biopsia de la lesión primaria es indispensable para esta-
blecer el diagnóstico de malignidad. El tratamiento varía
M- Metástasis distantes dependiendo de la histología así como de la localización de
MX: No pueden valorarse. la lesión.
MO: No hay metástasis distante. El carcinoma in situ puede tratarse de manera conser-
Ml: Presencia de metástasis distantes. vadora en pacientes responsables. Las aplicaciones con
crema de fluoracilo o el tratamiento con láser neodimio:
YAG son eficaces para CIS y logran preservar el pene. Los
Cuadro clínico
pacientes deben regresar para exámenes frecuentes de se-
guimiento y vigilar la respuesta.
A. Síntomas El objetivo del tratamiento en el carcinoma invasivo
La queja más común en la primera visita es la propia lesión. del pene es la extirpación completa con márgenes adecua-
Puede manifestarse como una región indurada o eritematosa, dos. Para lesiones que afectan el prepucio esto puede efec-
una úlcera, un ganglio pequeño o un crecimiento exofítico. tuarse con simple circuncisión. De manera tradicional, se
A veces, la fimosis causa confusión y como resultado se sugiere la penectomía parcial con unos d.o~ _ ~entímetros de
retrasa la solicitud de atención médica. De hecho, del 15 al margen para· disminuir fa reincidencia local, en lesío.ñesque
50% de los pacientes se retrasan al menos un año en solicitar comprometen el glande o la columna distal. Para lesiónes
la atención médica. Otros síntomas incluyen dolor, secre- que comprometen la columna proximal o cuando la penec-
ción, síntomas irritativos a la micción y hemorragia tomía parcial causa un tronco penca\ de longitud insuficien-
te para la función sexual o para dirigir el chorro de la orina,
B. signos se recomienda la penectomía total con utetrostomía peri-
Es clásico que las lesiones estén confinadas al pene. Debe neal. En la actualidad se estudian intervenciones quirúrgicas
caracterizarse la lesión primaria respecto a tamaño, locali- menos agresivas como la ci_r~gj~Jnigmgráfica de Mohs y
zación y posibilidad de afectar los cuerpos cavernosos. Es la extirp_;:lción_ Joqt!_dirigidas _a_la preservación del pt;ne
imperativo palpar con cuidado la región inguinal puesto que (Mohs .y cols., 1985).
más del 50% de los p,acientes presentan ganglios inguinales
hipertrofiados. Dicha hipertrofia puede ser causada por
li. Nódulos linfáticos regionales
inflamación o propagación metast.ásica. Como se discutió, el carcinoma de pene se disemina de manera
primaria a los nódulo~_ linfáticos inguinales. Sin embargo, la
C. Datos de laboratorio hipertrofia de gan-glios inguinales en la primera visita no
En general, la evaluación de laboratorio resulta nonnal. Ane- implica necesariamente enfcnneda.d metastásica. En realídad,
mia y leucocitosisse presentan en pacientes con enfermedad más de la mitad de las veces este agrandamiento se debe a
de evolución prolongada o infección local extensiva. En inflamación (Kossow, Hotchkiss y Morales, 1973). Por tan-
ausencia de metástasis ósea se presenta hipercalcemia en el to, los pacientes que presentan ganglios inguinales hipcrtro-
fiados deben someterse a tratamiento de la lesión primaria y C. Enfermedad sistémica
luego a un ciclo de 4 a 6 semanas con an_ti_b_lQ!ic_qs orales de Cuatro quimioterápicos han demostrado actividad contra el
amplio espectro. La adenopatía prsiste después de antibioti- carcinoma del pene: bleomicina, metrotexato, cisplatino y
coterapia deben considerarse como enfennedad metastásica y 5-fluoracilo. Sin embargo, no se han publicado casos de
pacientes con respuesta duradera. La rareza de esta enfcr~
se deben realizar disecciones secuenciales bilaterales de los
mcdad en EUA, es la causa de la escasez de investigaciones
ganglios ilioi~guinafes. -Si la linfadenopatía s~- ~~sÜelve con
clínicas.
~j -~;·~ti-biÓti-co entonces se justifica observación del tumor
primario como en etapa inicial (Tis, Ti). Sin embargo, si la
Pronóstico
hnfadenopatia se resuelve en tumores de etapa avanzada
debe considerarse un muestreo más específico de ganglios La posibilidad de sobrevivir en el carcinoma penil se corre-
lmfáticos, como la biopsia del ganglio centinela descrita por laciona con la presencia o ausencia de enfermedad ganglio-
Cabanas ( 1977) o una disección modificada (limitada) se- nar. La tasa de sobrevivientes a cinco años para pacientes
gún lo sugirió Catalana ( 1988) (figura 23-3). Si se encuen- con enfermedad ganglionar negativa es del 65 al 90 por
tran ganglios positivos debe efectuarse la disección ciento. Para pacientes con nódulos inguinales positivos, esta
bilateral de ganglios ilioinguinales. En la figura 23-4 se tasa disminuye de130 al 50% y con nódulos iliacos positivos
presenta un árbol de decisiones para el carcinoma del pene. disminuye a menos del 20 por ciento. En presencia de
Los pacientes que al principw mostraron ganglios negati- metástasis a hueso o tejidos blandos no se han comunicado
sobrevivientes a los cinco años.
vos, pero luego desarrollan ganglios clínicamente palpables
deben sufrir la disección unilateral de los ganglios ilioingui-
nales.
Otras enfermedades malignas
Pacientes con enf~rmedad inoperable_ y metástasis
del pene
inguinal voluminosa deben tratarse con quimioterapi¡1 (cis-
El carcinoma de células escamosas explica el 98% de los
platino y 5-fluoracilo ). La radioterapia regional ha proporcio- procesos malignos en el pene. Se han comunicado casos
nado alivio significativo en atgunos casos, al retardar las esporádicos de melanoma, carcinoma de células basales y
complicaciones por úlceras e infecciones además de aliviar enfermedad de Paget. La incidencia de sarcoma de Kaposi
el dolor. del pene está aumentando con la creciente prevalencia del
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Se presenta
como un pápula dolorosa sobre el glande o el cuerpo del
pene de color púrpura azuloso. Estas lesiones tienden a ser
radiosensibles.

TUMORES DEL ESCROTO

Los tumores de la piel escrotal son raros . La lesión benigna


más común es un quiste sebáceo. El carcinoma de células
escamosas es la enfermedad maligna más frecuente del
escroto, aunque también se han comunicado casos raros de
melanoma, carcinoma de células basales y sarcoma de
Kaposi. En el pasado, el carcinoma de células escamosas
del escroto era causado, generalmente, por exposición a
cancerígenos ambientales incluyendo hollín de chimenea,
alquitrán, parafina y algunos derivados de petróleo. Hoy día,
la mayor parte de los casos se deben a falta de higiene e
intlamación crónica.
Debe efectuarse biopsia de la lesión escrotal para esta-
blecer un diagnóstico histológico. La extirpación amplia
con margen de dos centímetros debe realizarse en los casos
de tumores malignos. El tejido subcutáneo circundante debe
extirparse junto con el tumor; sin embargo, rara vez es
necesario resecar contenido escrotal. Habitualmente se
Figura 23-3. Comparación de los límites de disección de la linfa- puede practicar cierre primario utilizando la piel redundante
denopatía inguma\ completa (línea punteada) contra la lin- del escroto. El manejo de los ganglios inguinales debe ser
fadenopatía inguinal limitada (línea sólida). similar al de cáncer penil.
Tumores genitales • 453

Figura 23-4. Manejo del cáncer de pene.

El pronóstico se relaciona con presencia o ausencia de al 25%, en tanto que prácticamente no hay sobrevivientes si
participación ganglionar. Cuando hay metástasis a ganglios se afectan los ganglios iliacos. •
inguinales la tasa de sobrevivientes a cinco años se aproxima

REFERENC IAS
Tumores testiculares Dixon FH, Moorc RA: Tumors of the maJe sex organs . In: Atlas
of tumor Pathology. Armed forces Institute Of Pathology,
1952.
TNM Clas(fication-Ge nitourinmy Sites. The American Joint Com- Donahuc JP, Zachary JM. Magnard BR: Distribution of nodal
mittee on Cancer, 1986. metastascs in nonseminomatou s testis cancer. J Uro/ 1982;
Bcrthclsen JG ct al.: Scrcening for carcinoma in siiu of the 315.
contralateral testis in patients with genninal testicular cancer. Hcndcrson BE, Ross RK, Pike MC: Epidemiology oftesticular
Br Med J 1982;285: 1683. cancer. In: Diagnosis and Management oj Genitourinary
Bodcn G, Gibb R: Radíotherapy and testicular neoplasms . Lacent Cancer, Skinner DG. Lieskovsky G (editors). Saunders,
1951;2:1195. 1988.
Boring CC, Squircs TS, Tong T: Cancer statistics, 1993. CA Lange PH, Narayan P, Fraley EE: Fcrtility issues following thcr-
Cancer J Clin 1993;43 :7. apy for testicular cancer. Semin Urol1984;4:264 .
Bosl GJ ct al.: MultivAriatc analysis of prognostíc variables in Mostofi FK: Testicular tumors: Epidemiologic, etiologic and
patic.nts with metastatic testicular canccr. Cancer Res pathologíc fea tu res. Cancer l973;32: 1186.
1983;43:3403. Motzer R ct al.: Residual mass: An indication for further therapy
Boyle LE, Samuels ML: Scrum LDH activity and isocnzyrne in patients with advanccd semi noma tollowíng systemic chc-
pattcrns in nonseminomatou s germinal testis tumors. ProcAm motherapy. J Clin Oncol 1987 :5:1054
Soc Clin Oncol.l977; 18:278. Oliver RT: Factors contributing to delay in diagnosis oftcsticular
Brcadcl JJ, Vugrin D, Whitmorc WF Jr: Autopsy findings in 154 tumors. Br Med.! 1985;290:356
paticnts with germ cell tumors of thc testis . Cancer Orccklin JR: Testicular tumor occurring with hydrocoe1e and
1982;50:548. positivc cytologic t1uíd. Urology 1974;3:232
24
Derivación urinaria y
sustitución de vejiga
Peter R. Carro//, MD y Susan Barbour, RN, MS, CETN
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El manejo de ciertos pacientes con cáncer de vías urinarias sustitución de vejiga pueden ser de gran beneficio psicoló-
bajas, o anomalías funcionales y anatómicas graves de la gjco y funcional en pacientes seleccionados.
vejiga, requiere derivación urinaria. Ésta se puede efectuar Una historia clínica cuidadosamente elaborada debe
comunicando directamente la vejiga con la superficie de la consignar toda cirugía previa abdominal o pélvica, irra-
piel, pero la mayor parte de las veces se Heva a cabo diación o enfermedad sistémica. Antecedentes de resección
incorporando segmentos de intestino en las vías urina- o irradiación intestinal, insuficiencia renal, diverticulitis ,
rias. Prácticamente se han utilizado casi todos los segmen- enteritis regional o de cohtis ulcerosa adquieren especial
tos de las vías gastrointestinales para construir reservorios importancia cuando se trata de elegir un método de
o vías urinarias . No hay una técnica ideal para todos los derivación urinaria o de sustitución de la vejiga. Hay que
pacientes y todas las situaciones clínicas. Toda decisión efectuar biometría hemática completa, medir electrólitos,
se basa en la enfermedad subyacente y el método para nitrógeno ureico y creatinina en suero . También obtener
tratarla, así como en la función renal, características anató- imagen de la parte alta de las vías urinarias mediante
micas del paciente y preferencias personales. Un método urografía intravenosa (UIV) o US para determinar si hay
ideal de derivación urinaria sería el que se pareciera más a bidronefrosis, cicatriz en parénquima renal o cálculos. En
la vejiga normal: seda de baja presión, continente y no pacientes con antecedente de irradiación intestinal signi-
tendría reflujo ni sería absorbente. ficativa, hemorragia oculta u otra enfermedad intestinal
Los diferentes métodos para derivación urinaria se se practicarán estudios de contraste en intestino delgado
clasifican según: 1) el segmento intestinal utilizado y 2) si y grueso o colonoscopía antes de la operación . En oca-
el método proporciona continencia completa o sólo actúa siones, pacientes con padecimientos vesicales benignos
como simple conducto para llevar la orina desde la pelvicilla
-como disminución de la capacidad vesical por trastornos
renal o el uréter hacia la superficie cutánea donde se reco-
neurológícos o radiación, fístula vesical o cistitis inters-
lecta en un utensilio unido a la piel. Las variedades conti-
ticial- son idóneos a procedimientos para derivación
nentes se eategorizan, adicionalmente, según si se unen a la
urinaria o reemplazo de vejiga para controlar la incontinen-
uretra (es decir, como sustitutos de la vejiga) o se fijan al
cia urinaria; sin embargo, en estos casos es necesario valorar
abdomen y dependen de otro mecanismo para lograr la
con cuidado las funciones y la anatomía de la vejiga ya
continencia (reservaría continente para orina).
que, con frecuencia, se puede restablecer una función uri- ·
naria adecuada mediante reconstrucción de las vías
Asesoría y preparación urinarias, tratamiento farmacológico o cateterización intermi-
preoperatorias tente .
Uno o dos días antes de la operación, el paciente deberá
Todo paciente idóneo para un procedimiento de deriva- someterse a limpieza intestinal, mecánica o con antibióticos
ción urinaria debe recibir asesoría antes de la operación orales . Gran parte de la insatisfacción del paciente con
analizando con cuidado los objetivos y las posibles com- derivación urinaria se puede atribuir a un estoma mal cons-
plicaciones de cada 'Procedimiento . También debe anali- truido. El sitio del estoma debe elegirse antes de la operación
zarse cualquier impacto potencial de un procedimiento y valorar al paciente en las posiciones acostado, sentado y
sobre la función sexual, imagen corporal y el estilo de de pie . El sitio más común para construir el estoma es a lo
vida. Debido a que liberan al paciente del utensilio exter- largo de una línea situada entre la espina iliaca anterosupe-
no, las formas continentes de derivación urinaria o de rior y el ombligo , en el borde lateral del músculo recto

455
45 6 • Urología general de Smith (Capítulo 24)

abdominal. La superficie de la región debe ser plana y capaz de manera pasiva. Se produce aldosterona y, como resulta-
de sostener el utensi·(.o . Deben evitarse prominencias óseas, do, hay resorción de hidrógeno y excreción de potasio en el
pliegues de grasa y cicatrices, porque es difícil asegurar el inttrior del túbulo distal del riñón con la consecuente aci-
utensilio en estas áreas. dosis y desplazamiento de potasio desde los almacenes
intracelulares del cuerpo. A medida que se pierde agua en
el interior del conducto, se reduce el volumen de líquido
DERIVACIÓN URINARIA MEDIANTE extracelular y lo mismo ocurre con el índice de filtración
CONDUCTO INTESTINAL glomerular. La activación de! sistema renina-angiotcnsina
estm1Ula la secreción de más aldosterona. De la luz yeyunal
puede absorberse urea contribuyendo (junto con la deshi-
Conducto ileal
dratación) a la azoemia .
En EUA, el método más empleado es la derivación urinaria
ureteroileal. El conducto se construye con un segmento de Conducto colónico
íleon de aproximadamente 15 a 20 cm, proximal a la válvula
ileocecal (figura 24-1 ). La longitud del conducto varía
dependiendo de los hábitos del paciente. Cuanto más corto El empleo de intestino grueso para construir vías urinarias
sea el segmento, habitualmente 18 a 20 cm, menor será la tiene varias ventajas: la construcción de anastomosis urete-
absorción de orina en la superficie intestinal. Una vez rointestino sin reflujo es más fácil; debido al calibre amplio
seleccionado y aislado el segmento de intestino con la del intestino grueso la estenosis del estoma es poco frecuen-
longitud apropiada se corta el mcsenteno en dirección pro- te; !a absorción de electrólitos es limitada; y el riego sanguí-
ximal y distal y se procede a ligar cada uno de los vasos neo del colon, sigmoide y transverso, es abundante. Es
mesentéricos. El intestino se corta separando el segmento posible utilizar segmentos de colon sigmoidc o transverso
seleccionado para construir el conducto. Luego se restable- lo que permite instalar el conducto en las porciones baja o
ce la continuidad del intestino delgado para recuperar la alta del abdomen según la integridad y condiciones de los
función intestinal normal. Eo general, el conducto se coloca uréteres. Construir el conducto con colon transverso tiene
en el cuadrante inferior derecho del abdomen en dirección significado especial en pacientes sometidos a irradiación
isoperistáltica. Se cierra la base del conducto y los uréteres pélvica extensa o cuando las porciones media y distal de Jos
se implantan directamente. En ocasiones, los dispositivos uréteres están ausentes.
ureterales (catéter de sílicón [Silastic] de diámetro pequeño El riego sanguíneo del colon transverso proviene de la
y con multicanales) se colocan a través de la anastomosis arteria cólica media. El epiplón mayor se separa de la superfi-
ureteral y el conducto en el interior de la pelvicilla renal, lo cie superior del colon transverso y se selecciona un segmen-
que facilita el drenaje urinario mientras la anastomosis se to de intestino, habitualmente de 15 cm de longitud, para
cierra. construir el conducto (figura 24- 2). El mesenterio se incide
Se identifica el sitio elegido previamente para el esto- para seccionar el colon en dirección proximal y distal. Una
ma y se corta un pequeño círculo de piel y del tejido graso vez aislado el conducto se restablece la continuidad del
subyacente. Sobre la aponcurosis se practica incisión en intestino. El cabo proximal del conducto se cierra fijándolo
forma de cruz o se extirpa un pequeño círculo. El extremo posteriormente en la línea media. Los uréteres se pasan a
del conducto se lleva a través del borde lateral del músculo través de pequeñas incisiones al interior del retroperitoneo
recto abdominal, fijándolo en la aponeurosis y a continua- y se reimplantan en la base del conducto. El estoma puede
ción se construye el estoma. El estoma debe sobresalir, sin ubicarse en el lado derecho o en el izquierdo del paciente.
tensión, de 2.5 a 4 cm sobre la superficie cutánea. Un conducto sigmoideo se construye de manera simi-
lar. Hay que extremar precauciones para conservar el riego
Conducto yeyunal sanguíneo mediante la selección cuidadosa de un segmento
bien irrigado y practicando incisiones poco extensas en el
La derivación urinaria mediante conducto yeyunal rara vez mesenterio. El conducto se coloca a un lado del segmento
se emplea, puesto que hay muchas otras alternativas mejo- de colon rcaproximado y se termina la reimplantación del
res. No obstante, en ciertos casos se emplea el conducto uréter y la construcción del estoma.
yeyunal cuando hay padecimientos íleales o colónicos sig- Los uréteres pueden reimplantarse en el intestino
nificativos causados por irradiación previa o por enferme- grueso con una técnica que evite reflujos o mediante anas-
dad inflamatoria intestinal o se han perdido las porciones tomosis directa al intestino. El reflujo ureteral se evita
media y distal del uréter. Como se discutirá más tarde, construyendo un túnel corto (aproximadamente de 2 a 3 cm
después de la incorporación de los segmentos intestinales de longitud) de mucosa intestinal a través del cual pasan los
en las vías urinarias pueden ocurrir alteraciones electrolíti- uréteres en dirección distal. Con frecuencia esto se ejecuta
cas; sin embargo, éstas son más frecuentes cuando se usa el incidiendo la tenia del intestino grueso en una distancia de
yeyuno para construir el conducto. Cerca del 40% de los 3 a 4 centímetros. La incisión se practica a través de las
pacientes con conducto urinario yeyunal presentan acidosis fibras musculares de la pared intestinal conservando la muco-
metabólica, hiponatremia, hiperpotasemia o hípocloremia y sa. Se retira un pequeño segmento elíptico de mucosa, y se
uremia. El yeyuno no puede conservar gradientes intensos practica anastomosis mucosa a mucosa entre la mucosa del
de solutos; en consecuencia, grandes cantidades de agua y uréter y la del intestino. La muscularis mucosae de la tenia
solutos pasan ::1. travé" rle la pared yeyunaL Sodio y cloro se se reaproxima sobre el uréter para formar el túnel (figura
excretan con rapidez en el conducto; el potasio se absorbe 24-3).
Derivación urinaria y sustitución de vejiga • 457

Ombligo

Estoma a través del


músculo recto abdominal ~---ttl-1------#t

~· .·

Espma i11aca
anterosupenor ---------+~.:.,....

Uréteres reimplantados
en la base del conducto _ _ _.,.,.-

Figura 24-1 . Conducto ileal.

DERIVACIÓN URINARIA CONTINENTE Tienen ventajas psicológicas adicionales en ciertos pacien-


Y SUSTITUCIÓN DE LA VEJIGA tes con neccs1dad de derivación urinaria. Estos reservarías
o vejigas sustituto constan de tres segmentos: anastomosis

Consideraciones generales ureterointestinal (rama eferente), reservorio, y conducto


para llevar la orina desde el reservorio hasta la superficie
Diferentes procediiníentos se han desarrollado para cons- (mecanismo eferente de continencia). La vejiga sustituta
truir vejigas sustitutas o rcscrvorios urínarios continentes depende de la integridad de la uretra y el esfínter que
que no necesitan utensilio externo para recolectar la orina. suministren resistencia en el orificio de salida y conduzcan
458 • Urología general de Smith (Capítulo 24)

.,.;....:>~---- Segmento de colon


transverso de 15 cm

. ·: ..~-

\
1

.
....~~···
_·. ~··
•-V'~,/A·.-.·-·

Estoma . ~

;)
.. ; \
..

.• :

:./
. ····e

.. ··· •"···

.. . ·

Figura 24-2. Conducto de colon transverso.


Derivación urinaria y sustitución de vejiga • 459

A B e

Uréter espatulado
Mucosa intestinal

Figura 24-3. Creación de un túnel submucoso en la pared del colon para evitar reflujo de orina hacia el uréter. A: Incisión en
la tenia coli. B: Anastomosis de la porción distal del uréter con la mucosa del intestino grueso. C: Muscular externa (tenia)
saturada sobre el uréter.

la orina hacia el meato uretral. En mujeres, o en hombres mas y los cirujanos desarrollaron técnicas para evitar la
con padecimientos uretrales, un mecanismo de continenc)a pielonefritis; que fueron cayendo en desuso al perfeccionar-
eferente puede ser construido con el apéndice o con segmen- se la técnica antirreflujo para reimplantar los uréteres en el
tos cortos de intestino colocados en forma cónica y debida- colon. Puesto que el paciente deberá retener en el recto una
mente ampliados e invaginados o reimplantados. gran cantidad de orina y materia fecal al mismo tiempo, es
Es posible utilizar diferentes segmentos de las vías importante tener la certeza, antes de la operación, que
ga<>trointestinales, pero la ba.•;e del éxito siempre es la misma. el esfínter rectal funciona adecuadamente. La función del
Los segmentos se abren y remodelan (destubularización) esfínter se investiga practicando al paciente enema rectal
para interrumpir las contracciones normales, generadoras de gran volumen antes de la operación y probando la continen-
de gran presión en el intestino intacto (Hinman, 1988).
cia del recto mientras ejecuta las actividades normales de su
Se prefiere un radio grande ya que esto da lugar a un
vida diaria. Toda vez que la superficie intestinal absorbe
rescrvorio con gran capacidad geométrica y baja presión.
amonio, no deben someterse a este procedimiento los pa-
El reservorio continente y la vejiga sustituta se pueden
cientes con enfermedad hepática en virtud de su mayor
construir con intestino delgado, intestino grueso o una
riesgo de encefalopatía por exceso de amonio en la sangre.
combinación de ambos. Recientemente despertó gran inte-
En pacientes con enfermedad primaria de colon o que han
rés la sustitución de vejiga y la derivac1ón urinaria continen-
te. Queda fuera de los objetivos de este capítulo revisar todas sufrido irradiación pélvica extensa se debe practicar otro
las técnicas más comunes y los principios generales de la tipo de derivación.
derivación continente. Los uréteres se identifican a nivel de la bifurcación
de la arteria iliaca primitiva o un poco por debajo de ese
sitio. Se incide el peritoneo y con todo cuidado se desplazan
Ureterosigmoidostomía los uréteres para preservar su irrigación. A continuación, se
elige un sitio en la porción baja del sígmoide para reimplan-
En 1878, Smíth llevó a cabo la primera anastomosis directa tar los uréteres. Éstos se reimplantan por separado en la tenia
entre uréteres y colon intacto (Smith, 1879). Al principio, la respectiva del mismo lado, utilizando las técnicas antirre-
tasa de mortalidad quirúrgica fue muy elevada debido flujo descritas anteriormente. El peritoneo se sutura sobre
a la peritonitis (por deiTame de materiales fecales) y la pieJo- la anastomosis ureteral terminada (figura 24-4).
nefritis (por infección ascendente y estenosis en la anasto- Una complicación de particular interés en la uretcro-
mosis ureteral). La infección ascendente desde el recto hacia sigmoidostomía es la aparición de adenocarcinoma en el
el riñón fue reconocida como uno de los principales problc- punto del intestino grueso donde se reimplantaron los uré-
460 e Urología general de Smith (Capitulo 24)

elevada para evitar el reflujo ureteral proximal y la inconti-


nencia distal. El reservorio se cierra plegando el segmento
intermedio y suturándolo en el sitio. Los uréteres se fijan
mediante sutura a la válvula proximal. La válvula distal se
lleva hasta la piel para formar el estoma cateterizable. A
veces es necesario revisar la válvula y corregir algún desli-
zamiento o eversión. En varones con uretra intacta y es fío ter
.. ....
urinario externo se puede omitir la válvula distal uniendo
: : :'

directamente el reservorio a la uretra.


Camey describió una técnica para sustituir la vejiga
mediante anastomosis directa de un segmento intacto de
íleon a la uretra (Lilien y Camey, 1984). Un segmento ileal
' /
de 40 cm, aislado del conducto gastrointestinal, se anasto-
mosa en su punto medio, sin tensión, directamente a la
uretra. Los uréteres se reimplantan en ambos extremos del
segmento i!eal mediante una técnica antirreflujo. Sin em-
. : ~')) bargo, los segmentos ileales no se destubularizaron; esto
elevó la incidencia de incontinencia urinaria cuando se
compara con sustitutos de vejiga construidos con segmentos
de intestino delgado destubularízado. Se pueden destubula-
rizar segmentos de ileon de 40 a 60 cm y plegarlos en forma
de U, S, o W para formar reservorios conectables directa-
mente a la uretra (figura 24-6). Los uréteres se reimplantan
a modo de prevenir el reflujo urinario . Estos reservorios
tienen mayor diámetro y menor presión y su índice de
Figura 24-4. Ureterosigmoidostomía. continencia es mejor, comparado con los de intestino no
destubularizado.
teres. No se conoce con exactitud la incidencia del proble-
ma, pero al parecer se incrementa en varios miles de veces Reservorios construidos con intestino
en los pacientes con ureterosigmoidost omía en compara- grueso
ción a sujetos no sometidos a ese tipo de cirugía. El periodo
de inducción es variable y puede ser hasta de 20 años; así el Varios investigadores han descrito técnicas para construir
riesgo es mucho mayor en pacientes jóvenes. Estudios expe- reservorios urinarios utilizando segmentos de intestino
rimentales demuestran que el desarrollo de adenocarcinoma grueso o segmentos de intestino grueso combinados con
parece relacionado con la presencia de orina, heces, mote- intestino delgado. Los sustitutos de vejiga se pueden cons-
lío, y epitelio del colon en íntima proximidad. A todo truir con segmentos destubularizados de intestino proceden-
paciente con uretcrosigmoidost omía hay que practicarle tes de la región ileocecal o del colon sigmoide. Cada vez se
sigmoidoscopia anual iniciando cinco años después del emplean con mayor frecuencia colon ascendente o íleon
procedimiento o en cualquier momento sí presenta hemo- terminal para construir reservorios urinarios continentes. El
rragia gastrointestinal oculta o visible y cambios importan- ciego y el colon ascendente se destubularizan y reconstru-
tes en los hábitos intestinales. yen o aumentan con intestino delgado para proporcionar un
reservorio esférico. Los uréteres se reimplantan con técnica
Reservorios construidos con intestino antirreflujo (figura 24-7). Estos reservorios pueden anasto-
delgado mosarse directamente a la uretra. En mujeres y en hombres que
requieren ureterectomía, un estoma continente y cateterizablc
puede hacerse del apéndice o íleon terminal conificado (figura
A Nils Kock se atribuye el desarrollo inicial, todavía en
24-8).
evolución, del reservorio urinario continente construido
en toda su extensión a partir de intestino delgado (Kock y
cols., 1982). Para construir el reservorio se elige un segmen- Reservorios construidos con estómago
to de 60 a 70 cm de intestino delgado. Los segmentos distal
y proximal, de unos 15 cm de largo, servirán para construir El estómago puede utilizarse para aumento o sustitución de
las válvulas tubulares antirrcflujo en la anastomosis urete- la vejiga. Quizá tenga algunas ventajas sobre los segmentos
roileal (orificjo de entrada) y un estoma abdominal conti- intestinales: sus elementos musculares hacen fáciles las
nente cateterizable (orificio de salida) (figura 24-5). La reimplantaciones uretcrales; segrega iones cloruro e hidró-
parte intermedia restante, 40 cm, se abre a lo largo del borde geno y, por tanto, tal vez sea apropiado, en especial, para
antimesentérico y se dob\a en fonna de U; reuniendo la aquellos con insuficiencia renal; produce poco moco podría
pared posterior mediante una sutura. Las válvulas tubulares relacionarse con pocas infecciones. Se obtiene una porción
proximal y distal se construyen invaginando el intestino, de estómago y su aporte sanguíneo se basa en una arteria
engrapándolo en su sitio, y fijándolo adicionalmente me- gastroepiploica. Cuando el segmento gástrico se anastomo-
diante una red en forma de collar. Así se aseguran en su sitio sa a la uretra, puede hacerse un túnel para aumentar la
los segmentos invaginados y se crea una zona de presión resistencia de salida y ayudar en la continencia. De manera
Derivación urinaria y sustitución de vejiga • 461

Intestino Invaginado
con engrapadora

Estoma

Figura 24--5. Reservorio urinario, bolsa Kock . A: Intestino delgado seleccionado, 60 cm de longitud. B: Rama aferente
(sin reflujo) para el reimplante de uréteres y rama eferente para formar el estoma mediante engrapadora . C: Reservorio terminado.

alternativa, un estoma cateterizable puede confeccionarse a CUIDADOS POSOPERATORIOS


partir del apéndice .
Después de que se construyó el aumento o reservorio
vesical con el estómago, es posible que haya hematuria y Los cuidados posoperatorios varían de acuerdo con el mé-
disuria por la secreción ácida. Puede ser necesario un trata- todo de derivación urinaria o sustitución vesical. Igual que
con todos los pacientes sometidos a cirugía abdominal
miento con bloqueadores H2 o álcalis para amortiguar la
mayor se debe indicar deambulación temprana, uso de me-
orina. La distensión del segmento gástrico con orina podría
dias para compresión intermitente y espirometría incen-
aumentar las concentraciones séricas de gastrina. Sin em- tivante para evitar embolias pulmonares o complicaciones
bargo, es raro que ocurra hipergastrinemia, además si se respiratorias. La sonda nasogástrica debe permanecer insta-
excluye el antro del segmento gástrico que se obtenga lada mientras no se restablezca el peristaltismo intestinal.
se disminuye aún más la posibilidad. En teoría, la disminu- Deben vigilarse electrólitos y creatinina en suero después
ción de la secreción ácida y de la producción del factor de la operación por la posibilidad de anomalías metabólicas.
intrínseco en el segmento restante podrían conducir a mal- Si se colocan prótesis ureterales casi siempre se retiran a los
digestión de proteínas, anemia por deficiencia de hierro, cinco días de la operación. Los reservarlos urinarios conti-
hipocalcemia y deficiencia de vitamina B¡z. nentes y los sustitutos de vejiga producen abundante moco .
462 • Urología generaL de Smíth (Capítulo 24)

45cm
segmento de íleon

Íleon destubularizado
doblado en forma de S

Uréteres reimplantados

;::::::::::;:::::::::::::::::;2...._ Uretra anastomosada


al reservorío

Figura 24-6. Sustituto de vejiga construido en su totalidad con intestino delgado. A: 45 cm de intestino delgado seleccionado. 8:
Intestino delgado abierto (destubularización) a lo largo del borde antimesentérico. C: Bordes del intestino reunidos con sutura,
uréteres reimplantados y reservorio unido a la uretra. D: Sustituto de vejiga terminado.
A

-,

;
,_
¡
1

r -.
- ...
_/

'~ ·.

(
'j1'
rP
·. J

f
Figura 24-7. Uso de un segmento ileocecal para construir (A) sustituto de vejiga unido a la uretra o (8) reservorio
urinario
continente instalado en el abdomen utilizando íleon terminal plegado como estoma.

En los primeros dias del posoperatorio se deben irrigar con ya se mencionó, el uso de yeyuno puede producir acidosis
regularidad para evitar la acumulación de moco. La produc- metabólica hipoclorémica , hiponatrémica o hiperpota-
ción de moco disminuye con el tiempo hasta que la irriga- sémica. Con frecuencia este síndrome se caracteriza clíni-
ción se hace innecesaria. Hay que vigilar con regularidad la camente por náusea, vómitos, anorexia y debilidad
parte alta de las vías urinarias mediante US o UIV, para muscular.
detectar hidronefrosis . En el posoperatorio temprano se La patogenia y naturaleza de Jos trastornos metabóli-
practica una valoración inicial de las vías urinarias altas; si cos consecutivos son diferentes en la incorporación de íleon
no hay dilatación el paciente debe someterse a estudios o colon en las vías urinarias que cuando se usa conducto
radiográficos cada año. yeyunal. En el yeyuno, el cloro y sodio se absorben a través
de la pared intestinal; el cloro con intensidad un poco mayor
que el sodio y, como resultado, hay pérdida neta de bicar-
COMPLICA CIONES bonato en la luz del intestino. La insuficiencia renal pree-
xistente contribuye al desarrollo y agravamiento del
Las complicacione s que se presentan luego de derjvación trastorno al igual que lo hace un área grande de superficie
urinaria, sustitución de vejiga, o derivación urinaria conti- del intestino grueso y un tiempo de contacto largo. La
nente, en general, se deben a la técnica quirúrgica, enferme- acidosis hiperclorémica es más frecuente en pacientes que
dad subyacente y su tratamiento, edad del paciente y tiempo se someten a ureterosigmoid ostomía que en pacientes a
de seguimiento. Las complicaciones tempranas, poco comu- quienes se construye un conducto simple usando íleon o
nes, incluyen: hemorragia abundante, obstrucción intesti- colon, debido a la mayor superficie y tiempo de contacto
nal, extravasación urinaria e infección. Las complicacione s con la orina, que se relaciona con las ureterosigmoid osto-
tardías son: trastornos metabólicos, estenosis del estoma, mías. A veces, la acidosis metabólica hipcrclorémica se
piclonefritis y cálculos. manifiesta clínicamente como debihdad, anorexia, vómitos ,
respiración de Kussmaul y coma. Una posible complicación
Trastornos metabólicos y nutricionales a largo plazo de la acidosis crónica es la disminución del
contenido de calcio en el hueso y la osteomalacia
En condiciones normales, la pared intestina\ absorbe y (McDougal y cols., 1988).
excreta líquidos, electrólitos, nutrientes y productos de Debido a que los pacientes con segmentos gástricos
desecho. El grado de absorción o de excreción depende de la incorporados a las vías urinarias pueden perder hidrógeno
concentración de estas sustancias en la luz intestinal o y cloro están en riesgo de deshidratación y alcalosis cuando
en la sangre y del .'jegmento de intestino en contacto con 11egan a presentar vómito y diarrea. La alcalosis hiponatré-
ellas. Cuando se interponen segmentos intestinales en la vía mica metabólica resultante requiere tratamiento con rem-
urinaria pueden ocurrir anomalías metabólicas . Como plazo de sales por vía intravenosa.
Urología genera l de Smith (Capítulo 24)

. d o. Estoma
suturas.de~~stoma
bularcza
.
Figura Reservo:
24-8. A:·leen termma . continefin!~~
adelgazado
io lurinario y 11 mediante con
onstruido engrapad ora (mostrada
un se gmento en C)
.rleoce cal. B: oIntestino D. terminado .
construido con r
Derivación urinaria y sustitución de vejiga • 465

Las sales biliares son importante s para la digestión de


Estoma
la grasa y la captación de vitamina A y D. El metabolism o
de las sales biliares puede alterarse después de la resección
Gran parte de la insatisfacc ión de los pacientes con deriva-
i]eaL La resección de pequeños segmentos de íleon puede
ción urinaria se puede atribuir a complicac iones en el esto-
asociarse con malabsorc ión moderada y csteatorrea que se
ma. La construcci ón del estoma tiene particular importanci a
debe a un aumento de las concentrac iones de sales biliares en procedimie ntos en los que se emplea dispositivo externo.
que se dirigen hacia el colon. La concentrac ión aumentada Es indispensa ble construir el estoma con todo cuidado según
de tales sales conduce a la disminució n de la absorción se describió. Las complicac iones del estoma son: estenosis,
colónica de agua y electrólitos . La resección de grandes formación de hernia paraestoma l y diferentes tipos de irri-
segmentos de íleon puede reducir a niveles muy bajos la tación cutánea o infeccione s micóticas. La probabilid ad de
reabsorció n de sales biliares, conducien do a una malabsor- estenosis en el estoma aumenta con el tiempo. La estenosis
del estoma puede alargar el conducto y causar obstrucció n
ción grave de grasas. El tiempo de tránsito intestinal puede
de la parte alta del mismo. Este trastorno se puede diagnos-
reducirse más por resección de la válvula ileocecal. La
ticar con relativa facilidad mediante simple cateterizac ión
colestiram ina puede usarse en el tratamiento de la diarrea del estoma y midiendo el volumen de orina residual. Esto
por secreción de sales biliares. Si la diarrea persiste puede se corrige por la revisión del estoma.
ser efectivo agregar agentes tales como la loperamida , que Irritacione s o infeccione s cutáneas son más comunes
disminuye la rnotilidad intestinal y aumentan el tiempo en los procedimie ntos que requieren dispositivo externo y
de tránsito. También la colelitiasís puede ser más frecuente la piel entra en contacto prolongado con la orina. Algunos
pacientes muestran sensibilida d en la piel a los agentes
después de la resección ílea!. _
adhesivos.
Tal vez haya deficiencia de vitamina B12 como resul-
Los problemas cutáneos del estoma se reducen al mí-
tado de la resección gástrica o ileal. Debido a que la vitamina
nimo si la abertura para el utensilio o la placa frontal se corta
B 12 se almacena por años, su deficiencia puede no ser al tamaño adecuado evitando Ja irritación de la superficie
aparente hasta que hayan pasado algunos años después de del estoma y el contacto prolongado de la piel con la orina.
1a cirugía intestinal. La deficiencia de vitamina B12 causa El tratamiento de los padecimie ntos paraestoma lcs se resu-
anemia mega1oblá stica y parestesias periféricas . Las con- me en el cuadro 24-1.
centracion es de esta vitamina deben valorarse de manera El aspecto más problemáti co de las complicac iones del
estoma con utensilio externo para orina es la rotura inespe-
rutinaria en pacientes que sufrieron teseccione s gástricas o
rada de la bolsa. Con frecuencia ocurre por una mala adap-
ileales, y se requieren administra ciones anuales en quienes
tación del dispositivo , pero también puede ser por un estoma
se encuentre deficiencia . mal construido . Cuando el estoma está bien construido y

Cuadro 24-1. Problema s periestom ales de la piel y su tratamien to*


Problema Causa Tratamjen to
Infeccione s micóticas: Acumulaci ón de orina debajo de ]a barrera
Candida albicans • Aphcación de nistatina (Micostati n)
(más frecuente en pacientes diabéticos y en polvo
(Monilia) con el empleo concurrent e de antibióti- • Piel seca (con secador de cabello)
cos)
• Prevenir escurrimie ntos por debajo de
la cubierta
DermatitiS alérgica de contacto Sensibilida d a solventes, adhesivos, deter- • Identificar el reactivo (prueba del par-
gentes, cubiertas plásticas che cutáneo) y suspender el producto
• Aplicar hidrocortisona en crema (evítese
el uso prolongado )
• Evitar solventes y jabones
Traumatis mo mecánico • Cambios de bolsa frecuentes o "exce- • Minimizar los cambios de bolsa


sivos" que lastiman la piel
Compresió n causada por cinturones . Reahzar cuidados de la piel de manera
gentil
• Considera r bolsas no adhesivas (que se
usan con cinturón)
• Uso excesivo de cintas adhesivas alrede- • Minimizar el uso de sellos y adhesivos
dor de la placa frontal o de la barrera
Lesiones seudoverru cosas Contacto de la orina con la piel durante perio-
de la piel
• Asegurarse que la barrera y la bolsa tienen
dos muy prolongado s el tamaño correcto
* Si es posible, el paciente debe consultar a una enfe1mcra terapeuta de enterostomas.
466 • Urología general de Smith (Capítulo 24)

ubicado adecuadamente la selección del dispositivo es rela- tración glomerular (o ambos) . La incidencia de cualquier
tivamente sencilla; con frecuencia la preferencia del pacien- compilación aumenta después de 1O años de la operación.
te define el asunto . Los factores que deben tomarse en En más del 50% de los pacientes con derivación urinaria
cuenta cuando se selecciona un dispositivo incluyen destre- desde temprana edad, se observa evidencia piclográfica de
zas y preferencias del paciente, recursos disponibles y cons- deterioro de las vías urinarias altas. Infección reincidente en
trucción del estoma. El dispositivo incluye una barrera las vías urinarias altas y reflujo ureteral con presión elevada
adhesiva que cubre la piel y el saco que colecta la orma. Se por obstrucción, habitualmente combinados, aumentan la
practica una abertura en la parte media de la barrera; el probabilidad de deterioro renal.
diámetro de la abertura debe ser del tamaño preciso para
el paso del estoma evitando así la erosión de éste y el Cálculos
contacto prolongado de la piel con la orina .
La mayoría de los pacientes prefieren utensilios dese- Casi el8% de los pacientes con derivación urinaria o sustitución
chables para recoger la orina, aunque también Jos hay reutili- de vejiga padecen cálculos. Hay varios factores de riesgo para
zables. Las bolsas desechables de una sola pieza se utilizan el desarrollo de diferentes tipos de cálculos en estos pacientes.
una sola vez. Los sistemas de dos piezas permiten retirar la Grapas no absorbibles, redecillas o material de sutura utilizado
bolsa y dejar la barrera intacta. Los dispositivos reutilizables para construir el conducto o el rescrvorio pueden actuar
se componen de una placa frontal rígida asegurada a la piel como núcleos para la formación de cálculos. Es frecuente
con adhesivo. Una bolsa de hule o de vinil se une a la placa la colonización en los conductos y rcservorios, mientras
mediante un anillo. La bolsa es reutilizable y dura de 1 a 6 que la infección sintomática es muy rara. Ciertas bacterias
meses según si el material es vinil o hule, respectivamente. contribuyen a la formación de cálculos; algunas bacterias
Durante la noche, es frecuente conectar a la bolsa un dis- encontradas comunmente en las vias urinarias incluyen-
positivo de recolección con mayor capacidad·. do Proteus, Klebsiella, y especies de Pseudomonas, produ-
cen ureasa, una enzima desdobladora de urea que
Pielonefritis y deterioro renal contribuye a la formación de amonio y bióxido de carbo-
no. La hidrólisis de estos productos alcaliniza la orina
La pielonefritis aparece en casi el 10% de los pacientes sobresaturada con fosfato amónico de magnesio, fosfato
sometidos a derivación urinaria. El tratamiento depende de de calcio y cristales de carbonato de apatita . El manejo de
la recolección apropiada de una muestra para urocultivo. La infecciones relacionadas con cálculos requiere eliminar
muestra de orina no debe recogerse de la bolsa; más bien, el cálculo, resolver la infección y con frecuencia, emplear
la bolsa debe retirarse, limpiar el estoma con un antiséptico, agentes coadyuvantes para terminar de disolver el cálcu-
e introducir cuidadosamente un catéter a través del estoma. lo.
Para reducir al mínimo la contaminación del propio estoma La probabilidad de formación de cálculos aumenta con
primero hay que introducir dentro del conducto un catéter la acidosis sistémica según ya se describió. El contacto
de luz amplia y extremo abierto. A continuación se introdu- prolongado de la orina con la superficie intestinal facilita el
ce un catéter de menor calibre a través del primero y se intercambio de cloro por bicarbonato. La pérdida de bicar-
recolecta la muestra. Si aparece infección en un paciente con bonato produce acidosis sistémica e hípercalciuria. Hiper-
conducto simple, se debe registrar el volumen de orina calciura y orina alcalina, combinadas, predisponen a la
residual dentro del conducto. La obstrucción y cstasis uri- aparición de cálculos cálcicos. Además, el íleon terminal se
narias dentro de las vías urinarias reconstruidas son factores encarga de absorber sales biliares; cuando esta porción del
de riesgo para el desarrollo de infecciones. intestino se utiliza para construir conductos o reservorios
Muchos pacientes con dilatación previa de las vías vesicales, el exceso de sales biliares dentro del intestino
urinarias altas, mejoran o la dilatación se resuelve luego de puede unirse al calcio y en consecuencia aumentar la for-
la derivación urinaria o la sustitución de vejiga, pero en un mación de oxalato, conduciendo a la fonnación de cálculos
cierto porcentaje de pacientes sometidos a estos procedi- de este material. Conducto demasiado largo, estasis urinaria
mientos aparece daño renal progresivo que se manifiesta y deshidratación incrementan la probabilidad de la forma-
como hidronefrosis o disminución de la velocidad de fil- ción de cálculos. •

REFERENCIAS
General Conducto i\eal

Brickcr EM: Bladder substitution after pc\vic evisceration. Surg


ClinNorthAm 1950;30:1511.
Goldwasscr B, Webster GD: Continent urinary diversion. JUro!
Pitts WR, Muecke EC; A 20 year expcrience with ileal conduit:
1985; 134:227 .
The fatc ofthe kidneys. JUro/ J 979; 122:154.
King LR, Stone AR, Webster GD (cditors): Bladder Reconstruction Rcmigailo RV et al.: Ileal conduit urinary diversion: Ten-year
and Continent Urinary Diverswn . Year Book, 1987. review. Urology ! 97 6;7: 34 3.
Rcsnick Ml, Caldamone AA (editors): The Use of Large and Schmidt JD et al.: Complications, results and problems of i\eal
SmaJI Boewl in Urologic Surgery. Urol Clin Norrh A m, Vol. diversions. J Uro! 1973; 109:21 O.
13, Saunders, 1986. Schwarz Gr, Jeffs RD: Jleal conduit urinary diversion in children:
25
Cirugía láser
George R. Fournier, Jr.J MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El rayo láser es un poderoso haz de radiación capaz de para emitir el exceso de energía; por tanto, los fotones
producir daño, principalmente térmico, en los tejidos sobre liberados poseen una longitud de onda característica de
los que incide. Cada tipo de láser genera dos longitudes de dicho medio. La emisión estimulada ocurre cuando uno
onda similares. El efecto varía con la longitud de onda y la de los fotones emitidos choca con un átomo excitado posee-
capacidad del tejido para absorber energía radiante. Enton- dor de una cantidad de energía absorbida igual a la del fotón
ces, para elegir cuál láser es el mejor para un tipo dado de cirugía,
incidente; como consecuencia de esta colisión el átomo
se requiere comprensión de las diferencias entre los láseres, las
variantes en su uso y los factores que determinan cómo afecta excitado, a su vez, emite un fotón. Ambos fotones tienen
el láser a los tejidos. la misma longitud de onda, están en fase y abandonan el
átomo viajando en la misma dirección.
La amplificación se produce haciendo rebotar una
parte de los fotones, de ida y vuelta, dentro del medio activo
utilizando dos espejos colocados en ambos extremos del
PRINCIPIOS FÍSICOS DE medio. El espejo del extremo de salida sólo es parcialmente
FUNCIONAMIENTO DEL LÁSER reflejante de modo que se deja atravesar por una cierta
proporción de los fotones del haz láser que lo golpean
mientras refleja el resto de regreso al medio activo donde
siguen estimulando la liberación de fotones a partir de
MECANISMO BÁSICO átomos excitados. El espejo del otro extremo refleja el 100%
de Jos fotones que lo golpean y lo regresa al espejo parcial-
El rayo láser tiene la peculiaridad de estar constituido por
mente reflejante del extremo de salida. Así, un cierto por-
un solo haz de fotones de la misma longitud de onda des-
centaje de los fotones generados rebota una y otra vez entre
plazándose en fase y paralelos entre sí. La radiación se genera
en illl medio activo (sustancia compuesta de átomos excita- los espejos, a la velocidad de la luz, estimulando la emisión
bles capaces de emitir radiaciones con longitud de onda útil de fotones en los átomos excitados.
en tanto permanezcan excitados antes de retornar a su estado El láser es un rayo monocromático (de un solo color),
basal). coherente (desplazándose en fase) y de gran intensidad
El acrónimo LÁSER proviene del inglés; light ampli- como resultado del proceso amplificador de la emisión
fica/ion by stimulated emission of radiation; y significa: estimulada. La naturaleza coherente del rayo permite enfo-
amplificación de la luz mediante la emisión estimulada de carlo por medio de lentes sobre puntos cuyo radio puede ser,
radiación. Para lograr esta amplificación de la luz primero en teoría, igual a la mitad de la longitud de onda del rayo.
hay que inyectar alguna forma de energía al medio activo Todos los fotones del rayo pueden "comprimirse" en el
(energía lumínica, calorífica o eléctrica) de modo que gran
interior de un punto sumamente pequeño; dando como
número de sus átomos absorban suficiente energía para
pasar al estado de excitación. En este punto comienza la resultado un flujo o número de fotones pasando por ese
emisión espontánea de fotones a medida que algunos de los punto en la unidad de tiempo. Por tanto, el rayo láser se
átomos excitados retornan a su estado basal. Cada tipo de puede utilizar para concentrar energía y aplicarla con gran
medio activo debe alcanzar un nivel específico de energía velocidad sobre superficies infinitamente pequeñas.
INTENSIDAD DEL RAYO tasa a la cual se libera la energía durante la pulsación
Y DENSIDAD ENERGÉTICA (energía pico) es mucho mayor que la tasa a la que el láser
de onda continua (OC) libera la energía en el mismo perio-
Se puede imaginar a la potencia del rayo láser como su do. El término "energía pico" se refiere a la cantidad
capacidad para transmitir energía en la unidad de tiempo máxima de energía liberada durante el tiempo de la
sobre el sitio donde incide e incrementar las vibraciones de pulsación. Para entregar una cierta cantidad de energía con
átomos y moléculas del objeto al cual está enfocado. La un determinado número de pulsos y en un tiempo dado, es
densidad energética (DE) es la cantidad de energía en una necesario que la energía se libere a gran velocidad en cada
superficie determinada; se calcula dividiendo la energía pulso . Sin embargo, la cantidad total de energía liberada en
emitida por el láser (habitualmente expresada en watts [WJ) cada pulsación es relativamente pequeña, puesto que el
entre el área del punto donde se aplica. Puesto que dicho tiempo de entrega es sumamente breve .
punto es circular su área corresponde a un círculo. La La pulsación del rayo láser se logra de dos maneras
densidad energética se calcula con la fórmula DE= W/nr 2, diferentes. La primera es transmitir la propia energía de
donde res el radio del círculo en centímetros. En consecuen- activación en forma de pulsos al medio activo. La segunda
cia, la densidad energética es inversamente proporcional es por un proceso denominado altemaocia-Q, que se logra
al cuadrado del radio de la zona donde se aplica el láser. introduciendo un diafragma de alta velocidad entre el medio
Así, cuando se duplica el tamaño del punto , la densidad activo y el espejo de salida. Conservando cerrado el dia-
energética disminuye por un factor de 4. Del mismo modo, fragma al niísmo tiempo que se envía energía al medio
reduciendo a la mitad el radio del punto se cuadruplica activo, la energía de activación queda atrapada, en forma de
la dens1dad energética. Incrementando o reduciendo el fotones, dentro del medio activo. Así, 1a energía crece con
radio por un factor de 3, respectivamente, aumenta o suma rapidez dentro del medio activo . Cuando se abre el
disminuye la densidad energética por un ü~ctor de 9. diafragma, esta energía se libera de manera casi instantánea
Es indispensable que el cirujano tenga idea clara e (en el rango de nanosegundos) y como resultado la energía
intuición suficiente para entender cómo afecta la densidad máxima del pulso es enorme. El interruptor Q es habitual
energética a los tejidos donde se aplica. En primer lugar, la en los láseres industriales, pero no se usa mucho en Jos
velocidad de ablación varía con la densidad energética a láseres médicos, excepto en la fragmentación de cálculos
mayor densidad energética mayor velocidad de ablación. ureterales, como se describe adelante en este capitulo. La
Segundo, la zona de daño térmico por debajo de la superfi- principal limitación es la conducción de la energía láser a
cie del tejido varía con la densidad energética. Con densidad través de una fibra óptica. Casi siempre el flujo de energía
energética baja el tejido se calienta lentamente y hay tiempo a la entrada de la fibra excede el umbral para dañar los
para conducir el calor a las capas subyacentes. Por el contrario, materiales de la propia fibra, aun con longitudes de onda
con densidades energéticas elevadas la superficie del tejido fácilmente transmitidas en la modalidad OC. Hace poco
se calienta con suma rapidez hasta alcanzar la temperatura Storz desarrolló un láser Nd:YAG (neodimio: itrio aluminio
de ebullición del agua intracelular; punto en el cual una gran granate) con a1temancia-Q que puede conducirse mediante
proporción de la energía del rayo se disipa en fonna de vapor y fibra óptica y se está experimentando en la 1itotripsia endos-
otra parte se emplea para carbonizar los componentes orgá- cópica. Actualmente se desarrollan pruebas para definir su
nicos celulares . El calor restante se conduce a las capas utilidad clínica.
inferiores, pero como la conducción es lenta comparada con
la evaporación, la onda calorífica no avanza mucho antes
que el frente de daño térmico coincida con el frente de TRANSMISIÓN CON FIBRA ÓPTICA
evaporación. Por tanto, la zona de daño térmico por
debajo de la superficie tisular a u menta cuando la den- La naturaleza coherente de la luz del láser permite que se
sidad energética es baja y disminuye con densidades enfoquen áreas con diámetros de hasta el 50% de su longitud
energéticas altas. A mayor densidad energética, menor de onda. Esta propiedad permitió la introducción de ra-
daño tisular.-. yos de alto poder dentro de fibras ópticas simples. Para uso
clínico, se dispone de fibras de cristal de cuarzo que trans-
miten láser de luz visible y cercana a la infrarroja (longitud
LÁSER DE ONDA CONTINUA de onda de 0.4 a 2.9 ¡..tm). El diámetro de las fibras va de
Y DE ONDA PULSANTE 0.4 a 1 mm; pero la mayoría de las fibras para láser tiene un
diámetro de 0.6 mm. Corno los láscrcs quirúrgicos son de
Hay dos modos básicos de aporte de energía en cualquier alto poder, el lanzamiento del poder dentro de la fibra debe
tipo de láser, ondas continuas o alternas (pulsantes). El ser muy eficaz. La energía láser se introduce al extremo de
transporte con onda continua (OC) es el mismo modo entrada de la fibra mediante un área de alrededor del 33%
mediante el cual entrega su energía una linterna de pilas. La del diámetro de la fibra. La densidad energética en el
intensidad de la luz por unidad de tiempo es constante. El extremo de entrada de una fibra de 0.6 mm de diámetro que
láser pulsante es similar a la luz estroboscópica, la energía recibe un rayo de 60 W de poder es de 84 984 W/cm 2 . Esta
se libera como una serie de destellos intensos de muy corta densidad energética tan alta requiere no sólo que la alinea-
duración (del orden de milisegundos a nanosegundos). Al ción entre el láser y la fibra sea precisa, sino también que la
igual que en un estroboscopio, ·si las ondas intermitentes terminal de la fibra esté perfectamente limpia. Cualquier
salen con la suficiente velocidad, dan la apariencia de que basura o mala alineación puede hacer que el láser dañe tanto
el haz es continuo, pero la diferencia clave está en que la la fibra como e! acoplador de manera importante.
Cirugía láser • 471

La energía del láser se conduce a través de la fibra


óptica por el fenómeno de reflexión interna. Éste orígina MANEJO DEL RAYO Y EFECTO SOBRE
que la energía láser rebote en las paredes laterales de la fibra
conforme viaja hacía el extremo de salida. La luz debe tocar
EL TEJIDO AL CUAL SE APLICA
las paredes en un ángulo específico, ángulo crítico de
reflexión, para que en cada contacto se realice la reflexión
del 100% de] haz. Si la fibra se pi icga a un radio de curvatura
demasiado pequei1o, esto basta para que la energía láser que
PRINCIPIOS PARA EL MANEJO DEL RAYO
viaja al interior de la fibra no choque en ángulo crítico con
La principal ventaja quirúrgica de cualquier láser es que e!
las.paredcs y pueda escaparse en la curvatura. Es importante
flujo de energía se puede dirigir con gran precisión hacía los
que las personas que usan la f1bra estén conscientes de esto
tejidos seleccionados para destruirlos bajo control absoluto.
y no doblen de más la fibra en sus manos; de otra manera,
Los efectos específicos del rayo láser sobre los tejidos
la energía que escapa puede quemar sus dedos. El primer
dependen de su longitud de onda, opacidad de] tejido al rayo
signo de que la fibra está muy plegada es la sensación de
e intensidad de la energía láser que llega a] tejido, o sea,
calor. Si se pliega la fibra en ángulos de más de 30 grados,
dimensiones del punto e intensidad del rayo. La forma de
se aumenta la divergencia del rayo de salida a causa del curación de las heridas, es decir, la cantidad de tejido
ángulo de rcflextón mterna en el punto en que cambia el cicatriza\ que se induce, depende en gran medida de la
doblez. El plegar la fibra también disminuye el poder del cantidad y tipo de daño que se aplica al tejJdo circundante
rayo a la salida. La energía escapa de la fibra en el sitio inmediato al área de tratamiento. Si bien casi siempre es
del doblez porque en este punto ya no hay reflexión interna importante que se evite la cicatrización posopcratoria para
en ángulo crítico. Por eso, a pesar del hecho que las fibras el resultado exitoso del procedimiento, la labor del cingano
de cuarzo pueden plegarse en ángulos de casi 90 grados, se no sólo consiste en que se utilice el láser correcto sino
alteran tanto el poder del rayo, como el ángulo de diver- también en que maneje el haz de tal manera que limite el
gencia. daño del tejido circundante. La discusión siguiente se basa
Cualquier haz de láser que se conduzca mediante fibra en las caracierísticas del haz, que el cirujano puede con-
pierde su coherencia al salír de la punta, pues como el rayo trolar.
se transmite por el mecanismo de reflexión interna a través En la figura 25-1 se ilustra el efecto del láser de C02
de la fibra, al momento que sale de ésta, el rayo diverge y sobre el tejido en el cual incide. La zona de daño térmico
entonces el área de mayor densidad energética es la punta por debajo del cráter de la herida producida por un punto de
de la fibra . Para una fibra de 0.6 mm de diámetro. el alta densidad energética es muy pequeña y por tanto la
ángulo de divergencia es de alrededor de 17 grados, si se herida cerrará con ctcatriz mínima. Esto ocurre con cual-
considera que el final de la fibra es perfectamente plano. quier tipo de láser u tí lizado. La diferencia importante es que
Las fibras de disparo lateral disponibles para ablación de para lograr una rápida evaporación del tejido Jos láseres
tejidos blandos usan dos métodos dí fe rentes de reflejar el cuya luz se absorbe poco en el tejido tienen que enfocarse
haz a la salida. El método más frecuente es con una caperuza con densidades energéticas mucho mayores. Aún así, la zona
de metal que actúa como espejo al final de la fibra. La de daño térmico por debajo de la herida será más grande que
superficie reflejantc es de oro, pues este metal refleja la luz la que origina un láser cuya luz se absorbe con mayor
infrarroJa casi con el 100% de eficacia. El haz conductdo intensidad por el tejido al que se dirige.
por fibras con reflector de metal puede tener varios ángulos
de divergencia, según si la superficie del espejo es plana o
curva. Un espejo curvo origina que el haz diverja en múlti- LONGITUD DE ONDA DEL RAYO
ples ángulos, según el tipo y grado de curvatura.
El segundo método de reflexión del haz usa el fenóme- La longitud de onda de un haz láser está determinada por el
no de reflexión interna en la punta de la fibra. Se corta la tipo de láser utilizado. La figura 25-2 muestra de manera
punta de la fibra en un ángulo de 40 grados de tal forma que gráfica la absorción de varias longitudes de onda por el agua
la luz choca con la punta en ángulo crítico y se refleja a más y la hemoglobina, tanto de luz visible como de luz infrarroja.
o menos 80 grados del eje de la fibra. Estas fibras con Nótese que la absorción aumenta de modo drástico con la
reflector interno no usan espejos de metal. El ángulo de longitud de onda de 2 Jlm y mús a11á de ésta. El agua entra
divergencia del haz es el del extremo plano de la fibra del en la constitución de las células de manera predominante
mismo diámetro. La superficie reflejan te se protege con una (70 al 90%), por consiguiente la opacidad del agua definirá ,
caperuza de metal o se cubre por completo con una tapa de principalmente, la profundidad de transilumínación de cual-
cuarzo . quier láser en un tejido. Así, el láser de Nd :YAG tiene un
Todas las fibras que usan metal para la reflexión o para efecto diferente sobre los tejidos comparado con el láser de
proteger el reflector son igual de delicadas; si el metal se C02. El láser de Nd:YAG causa necrosis térmica pro-
ensucia al entrar en contacto con tejidos o desechos durante funda porque el tejido es transparente al rayo en una gran
su utilización, absorberá la energía láser, se sobrccalentará extensión. El principal constituyente tisular que absor-
y desprenderá. Las fibras de reflexión interna protegidas be la energia del rayo de Nd:YAG es la proteína, en tanto
con una tapa de cristal de cuarzo son más resistentes al daño que el agua cc1u1ar es el principal elemento absorbedor de
y toleran el contado con los tejidos, con lo que permiten la energía del láser de C02. Como resultado, la profundidad
que el tejido se irradie en el punto de mayor densidad de l)enetración del rayo de Nd:YAG es, por lo regular, de
energéttca. 5 mm y la del láser de C02 es de 0.1 milímetros. Dicho
172 • Urología general de Smith (Capítulo 25)

A. Láser B. c.
co2

l Fcente de daño ténn;co j


Figura 25-1. Esquema para ilustrar las relaciones entre densidad energética, índice de evaporación tisular y magnitud del
daño térmico para un láser de C02. A: El láser se enfoca por medio de una lente, casi siempre de selénido de cinc con cubierta
antirreflejante, que enfoca el rayo a una distancia determinada a partir del centro de la lente. Hasta ese punto el rayo es
convergente, pero luego es divergente. 8: Un tejido colocado en el punto focal será evaporado con rapidez puesto que la
densidad energética es la más elevada en dicho punto . La lesión producida tiene forma de cráter cónico o de trinchera. Nótese
el estrecho frente del daño térmico subyacente a la superficíe de la lesión. También es digno de notarse que el frente de daño
térmico es más grueso inmediatamente por debajo del centro del cráter y más delgado a lo largo de las paredes laterales.
C: Desenfocando el haz, la densidad energética disminuye por un factor que varía en relación inversa con el cuadrado del
radio del punto . Como resultado la evaporación es más lenta produciendo una zona de daño térmico de mayor espesor debido
a la conducción del calor desde la superficie de la herida.

de otra manera, la profundidad del tejido que absorbe el contacto en comparación con la producida cuando se em-
90% de la energía de un rayo incidente es de 5 mm para plea corriente de corte. Los vasos sanguíneos son coagulados
el láser de Nd:YAG y O. t mm para el láser de C02; una de manera más eficaz aplicando corriente de coagulación y no
diferencia de 50 veces. Así, el láser de C02 tiene un corriente de corte; esto se debe al calor generado por la
efecto muy superficial sobre el tejido, opuesto a lo que resistencia del tejido que desnaturaliza y encoge ]a..<; proteínas
ocurre con el láser de Nd: YAG, el cual produce efectos de }a pared vascular a todo lo largo de dicha pared.
mucho más profundos y, en algunos casos , puede dañar Otro punto digno de mención en la figura 25-2 es que el
órganos subyacentes y colindantes con el tejido sobre el cual agua prácticamente no absorbe la luz del láser de argón, pero
incide. La diferencia es análoga a la que hay entre la corrien- aún así, el tipo de lesión causada por este láser es casi cinco
te de c~agulación y la de corte en el electrocauterio. La veces más superficial que el producido por el láser de Nd: YAG.
corriente de coagulación es de tal naturaleza que produce Esta diferencia es por la intensa absorción del rayo láser de
una zona más profunda de daño térmico debajo del punto de argón en la hemoglobina y otras proteínas. Así, desde el punto

Agua

40- o
ü

20-
.......... ~---············
Hemoglobina
o~~,~~~~,~~--~--,+-------.-,--------.-,----.r---.41------
0.4 0.5 0.6 0.8 1 2 4
-
6 10
Longitud de onda {J.lm)

Figura 25-2. Patrones de absorción de láser y ciertos tejidos corporales . (Reproducida con autorización de, Smith JA, Jr:
Lasers in Urologic Surgery. Year Book, 1985.)
Cirugía láser • 473

de vista práctico, el láser de argón causa lesiones térmi- El láser de C02 es en teoría el más útil por su excelente
cas de una profundidad intermedia entre la de los láseres capacidad de ablación que deja heridas que curan rápido y
de C02 y Nd:YAG. con tm mínimo de cicatrización. Por desgracia, todo el
material óptico de vidrio y de cuarzo utilizado comúnmente,
absorbe con eficacia la energía del rayo; éste es un obstáculo
para construir instrumentos endoscópicos para emplear el
láser de C02 en vejiga y uretra. Por consiguiente, el uso
TIPOS DE LÁSER Y SU EMPLEO del láser se limita a lesiones superficiales como el condilo-
ma acuminado, carcinoma in situ de la piel o del glande y
carúnculas o condilomas del meato uretraL Habitualmente
es el medio preferido para evaporar grandes ramificaciones
En la actualidad, la gama de padecimientos urológicos verrucosas en la piel del pene o de la vulva. La lesíón sana
susceptibles de tratamiento con láser está limitada no por casi sin dolor posoperatorio y mínima cicatriz, evitando la
la falta de un láser adecuado, sino por carecer de instrumen- necesidad de resección e injerto de piel. Cada verruga se
tal endoscópico para conducir y aplicar el haz sobre un evapora mediante una serie de exposiciones de 0.1 a 0.5 de
tejido específico. Los láseres de uso general en la clínica segundo utilizando un rayo incidente de 5 a 15 watts. Al
son: el láser de C02, de Nd: YAG, el de argón, el de argón evaporar condilomas es importante contar con un ayudante
con bombeo de colorante y el láser con colorante y lámpara que mantenga todo el tiempo la succión sobre el punto
de pulsos intermitentes (cuadro 25-l). Quizá los de uso más tratando para evitar que el humo generado se disipe y se
generalizado son el de C02 y de N d: YAG. Cada uno es capaz respire, pues contiene partículas viables del virus .
de liberar grandes cantidade.s de energía (100 watts) y Otros usos del láser de COz incluyen evaporación de
respecto a su función tal vez sea apropiado compararlos estenosis meatal o estrecheces de ]a fosa navicular expuestos
con las corrientes de corte y de coagulación del electro- con espéculo nasaL La experiencia con láser de C02 en estas
cauterio. lesiones es limitada pero muy favorable; las heridas sanan
prácticamente sin dejar cicatriz. Primero se introduce una
bujía para calibrar la estrechez, luego se emplea esta bujía
LÁSER DE C02 para exponer el anillo estrecho el cual se evapora aplicando
una serie de exposiciones de 0.1 de segundo. Con la finali-
El láser de C02 emite un rayo con una longitud de onda de dad de limitar el daño térmico debajo de la superficie se
10.6 mm, la cual es bastante larga y se absorbe con fuerza no utiliza un rayo de 5 a 1O watts. La luz de la uretra debe
sólo por el agua sino también por proteínas, ácidos nucleicos incrementarse hasta alcanzar un calibre 18 a 20F. El catéter
y grasa. Asi, la superficie del tejido blanco absorbe casi en uretral sólo debe permanecer en tanto el paciente se recupera
su totalidad la energía del rayo y el resultado es la quema- de la anestesia.
dura y carbonización instantáneas de la superficie tisular. Por último, el láser de C02 de baja potencia (del orden
Mediante fotografía de alta velocidad se ha demostrado este de miliwatts) se utiliza para lograr la anastomosis de los
tipo de daño. En efecto, el tejido se vaporiza de manera vasos deferentes en la microcirugía para reversión de vasec-
instantánea, dejando un cráter, por debajo del cual hay una tomía. Las tasas de penneabilidad a corto plazo son buenas;
zona muy pequeña de necrosis térmica (figura 25-1 ). más del90% de los pacientes con vasectomía efectuada antes

Cuadro 25-1. Aplicaciones comunes de los diferentes tipos de láser en cirugía urológica
Tipo de Aplicación Parámetros de Modo de transmisión del haz
láser potencia
DeC02 Evaporación de lesiones superfi- 10 a20W Onda continua enfocada transmitida por descargas breves
ciales 1 (0.1 a 0.5 segundos)
Anastomosis de vasos deferentes 90 a 120mW Enfocado a través de microscopio de disección
auxiliada con láser - --·-----·----·------

Evaporación de estenosis meatales y S a JOW Igual que arriba; descargas de 0.1 segundos
de verrugas del meato uretral
De Coagulación de tumores vesicales 35 a 40 W Fibra de cuarzo, onda continua conducida dentro de un
Nd:YAG (< 2 cm) y tejido prostático endoscopio; descargas de 1 a 3 segundos
Lesiones superficiales (verrugas, 35W Fibra de cuarzo manual
CIS del pene, hemangiomas)
KTP Tumores vesicales pequeños, heman- 10 a 30 W Fibra de cuarzo; onda continua
gíomas y tejido prostático
De color Fragmentación de cálculos uretrales 58 a 80 mJ Fibra de cuarzo a través de ureteroscopio flexible; 1 a 20
pulsante lpor pulso 1 pulsos/segundo
Holmio Fragmentación de cálculos renales y 500 a 2000 mJ
ureteralcs lpor pulso
474 • Urología general de Smith (Capítulo 25)

de 1O años de la reversión muestran espermatozoides en el y 2) tumores situados en el techo y pared anterior de la


semen eyaculado. Las ventajas publicadas del uso del láser vejiga pueden, en general, alcanzarse con mayor facilidad
incluyen consolidación más completa de la anastomosis debido a la flexibilidad de la fibra. La expedencia no
para evitar escurrimiento de espermatozoides e impedir la demuestra de manera convincente que la reincidencia de
formación de un granuloma espermático y necesidad de tumores de vejiga disminuya de modo importante tras el
efectuar menor número de suturas. Sólo se emplean de 3 a tratamiento con Nd :YAG . A la fecha, no hay estudios alea-
4 suturas para aproximar y alinear los bordes del conducto torios entre el tratamiento con láser de Nd:YAG y la elec-
deferente y de ese modo facilitar la soldadura de dichos trosección con cauterio. Además, sólo los tumores
bordes con el láser. El más adecuado para esta intervención relativamente pequeños (< 2.5 cm) pueden tratarse con láser.
es el láser de C02 de baja potencia montado en un micros- No obstante, bajo anestesia local es posible tratar pacientes
copio. Es clásico emplear un rayo de 90 a 120m W enfocado con tumores superficiales pequeños y evitar el uso de
sobre un punto de l 00 ~m y aplicar una serie de exposicio- catéter posopcratorio a permanencia. Más aún , se reducen
nes de 0.1 de segundo para sellar los bordes de la capa las probabilidades de perforar la vejiga puesto que se con-
seromuscular en los extremos de los vasos deferentes luego serva la integridad física de la pared vesical. En este caso,
de practicar suturas de alineamiento de espesor completo la potencia de salida no debe exceder de 40 a 45 watts y el
con hilo de nailón 9-0 doble annado; iniciada desde el tiempo de irradiación no ser mayor de 2 o 3 segundos; con
interior de la luz y hacia la serosa. El sellado de los bordes este tiempo se evitan daño y secuelas perforantes en intes-
aproximados se efectúa siguiendo un trayecto circular y las tino delgado. Es indispensable que el cirujano utilice lentes
suturas de alineamiento se dejan en su sitio. Se ha comuni- o protectores oculares de color verde especiales para ate-
cado que este procedimiento toma menos tiempo y es más nuar la luz del láser de Nd: YAG , porque esta luz se transmite
simple de efectuar que el cierre convencional en dos capas, medíante los instrumentos ópticos del cistoscopio y puede
que implica suturar !as capas mucosa y seromuscular como originar daüo en la retina.
capas separadas, utilizando sutura J0-0. En ocasiones, se realiza el tratamiento de estenosis
uretrales con el láser Nd:YAG; sin embargo, a pesar de
buenos resultados a corto plazo , persiste el problema de las
LÁSER DE Nd:YAG reincidencias. Dadas las características de alta pcnetrancia
de los tejidos, estos resultados no son inesperados. Los
El láser de Nd:YAG produce mayor transiluminación del hemangiomas y condilomas de la uretra se tratan con éxito ,
tejido en comparación con el láser de C02 debido a que siempre y cuando e) haz se dirija en dirección paralela a la
el agua tisular es mucho más transparente al primero (es pared uretral , pues así el daño al cuerpo esponjoso es
decir, no absorbe la luz generada por el láser de Nd:YAG). mínimo. Los parámetros energéticos se eligen de modo que
Así, el láser alcanzará el tejido situado exactamente por la lesión desaparezca en 1 a 2 segundos. Por seguridad se
debajo de la .superficie del punto. Las proteínas celulares acostumbra empezar con 1O a 15 watts y aplicar los incre-
absorben energía y se calientan. Sólo después de cierto mentos necesarios en intervalos de 5 watts.
tiempo, relativamente prolongado, la temperatura de la su- Lesiones superficiales de! pene y perineo como el
perficie alcanzará el punto de ebullición del agua y comen- carcinoma condilomatoso in situ y el carcinoma escamoso
zará la evaporación. La zona de necrosis térmica puede invasivo del glande pueden tratarse con láser de Nd:YAG,
tener un espesor varios cientos de veces mayor que la pero no tiene ventajas inherentes sobre el láser de co2
producida por un punto de láser de co2 con una densidad excepto , quizá, en el tratamiento del carcinoma invasivo
energética exactamente igual. El resultado es una región mínimo del glande. La mayor profundidad de la lesión
de coagulación térmica que cierra dejando cicatrices con- térmica causada por el láser de Nd: YAG puede garantizar
siderables. un tratamiento más completo. Deben seleccionarse con
El análisis termográfico e histológico de los efectos del cuidado los pacientes con carcinoma invasivo mínimo de
Nd:YAG sobre tejidos o en el simulador de tejidos muestra glande del pene; debe realizarse una biopsia de la lesión y
que la región donde se acumula más calor está situada, en seguirse después de la cirugía con biopsias repetidas del área
realidad, a pocos milímetros por debajo de la superficie. En en tratamiento para descartar, sm lugar a dudas, la persis-
el punto caliente el agua tisular puede explotar y producir tencia o reincidencia de la enfermedad. Los resultados a la
lo que a veces lo que a veces se denomina efecto de "rosetas fecha son alentadores y el tratamiento con láser evita al
de maíz" (figura 25-3 ). paciente una penectomía parcial. Sin embargo, los resulta-
El láser Nd :YAG es, en esencia más adaptable a instru- dos estéticos no son perfectos; dependen de la extensión
mentos endoscópicos que el láser de C02: no sólo el haz y profundidad del tratamiento y la biopsia.
puede conducirse mediante fibras de cuarzo delgadas y Una reciente innovación en la cirugía con láser de
relativamente flex1bles, sino que tambjén puede usarse con Nd: YAG es el desarrollo de puntas de zafiro capaces de con-
los líquidos convencionales de irrigación como agua, solu- centrar la energía del rayo a medida que sale de la fibra. La
ción salina y glicina (el láser de C02 no puede usarse con única limitación es que no se puede utilizar energía mayor
estos líquidos). En consecuencia, el láser de Nd: YAG se de 15 watts, puesto que la punta se daña con energías
puede emplear para tratar tumores superficiales de vejiga y mayores . La punta de zafiro permite emplear el láser de
también estenosis uretrales. Dos son las posibles ventajas Nd:YAG como instrumento de corte debído a la alta densi-
sobre el electrocauterio en estos casos: 1) como el tumor no dad energética alcanzada. El tejido se corta, prácticamente
se toca disminuye la posibilidad de desplazar células tumo- sin hemorragia, al sólo contacto con la punta de zafiro. El
rales que puedan reimplantarse en otros sitios de la vejiga, rayo divcrge de inmediato al salir por la punta. La principal
Láser conducido mediante reflextón interna, destruyendo la
coherencia del rayo

Cubterta plastica de la fibra

- - Rayo no cohesivo divergente

Punto térmico caltente

Líneas isoténnicas

Radtación hacia delante

Figura 25-3 , Ilustración esquemática de la distribución del calor en un tejido irradtado con rayo láser de Nd:YAG conducido a
través de una fibra de cuarzo. Debido al mecanismo de reflexión interna de la conducción a través de la fibra el rayo no es
coherente y diverge a medida que abandona la punta de la fibra de cuarzo. A causa de la muy escasa absorción del rayo láser
de Nd:YAG por el tejido, el haz translumina el blanco y lo calienta a mucha mayor profundidad que la observada con láser de
C02. Como resultado de la absorción parcial de la energía del baz, a medida que translumina el tejido, se calientan las capas
situadas por debajo de la superficie tisular. El calor se propaga por conducción hacia dentro de manera aproximadamente
radial. Le-; datos de la termocámara demuestran que la temperatura de la superficie es más baja que la de las capas
subyacentes, quizá debtdo a la pérdida de calor en la superficie por convección hacia el medio externo (aire o líquido) y a la
radiación . La capa superficial también actúa como aislante debido a que el ca!orde las capas subyacentes sólo puede escapar
por conducción. Así, a medida que se genera calor debajo de la superficie por absorción de la energía del haz, éste queda
atrapado creando un punto caliente en esta región. La temperatura en este punto caliente debe alcanzar 1DO oc
para que el
agua tisular se evapore explosivamente y se produzca el efecto de "rosetas de maíz". Lo importante de apreciar es que ellás~r
de Nd :YAG, no calienta homogéneamente las capas más profundas del tejido. Nótese también que hay dispersión hacia
delante de la energía del haz capaz de calentar otros órganos en contacto inmediato con el tejido sobre el cual incide.
(Modificada y reproducida con autorización de Marchesini Retal· Lasers Surg Med 1985;5:75 y Halldorsson TH et al: Lasers
Surg Med 1981;1:253.)
476 • Urología general de Smith (Capitulo 25)

ventaja de esta tecnologia es que facilita la cirugía de que este procedimiento sea el indicado en pacientes que
órganos muy vascularizados como hígado y riñón porque toman anticoagulantes como la warfarina. La técnica AVPL
limita la hemorragia de capilares y pequeños lagos vascu- es menos confiable para la corrección rápida de la retención
lares. Vasos mayores ( > 0.5 mm) todavía serán hcmorrági- urinaria por e\ hecho de que el defecto quirúrgico se esta-
cos y deben suturarse o ligarse. blece muy lento. En Jos estudios más grandes sobre esta
Una nueva aplicación del láser Nd:YAG es la extrac- técnica (Norris y cols., 1993), el 66% de los pacientes con
ción transuretral de la próstata para el tratamiento de hiper- retención urinaria preoperatoria continuaron con ella por
plasia prostática benigna. Las ventajas son que hay menos periodos prolongados después de la operación. El procedi-
sangrado y menor riesgo de hiponatremia por dilución tras miento ETUP requiere un periodo de drenaje con sonda de
la absorción del líquido de irrigación que se usa en la Foley de 2 a 3 días· en el 75% de los pacientes y está más
resección transuretral convencional de próstata (PTU). Esta indicado en pacientes con retención urinaria porque la co-
aplicación se hizo posible gracias al desarrollo de fibras rrección de la obstrucción mecánica es más rápida; en más
ópticas con disparo lateral. Se utilizan dos métodos para la del 90% de estos pacíentes, puede retirarse la sonda a los
extracción del tejido prostático. El método tradicional se pocos días después de la intervención. Con ambas técnicas
conoce como ablación visual de la próstata con láser (AVPL) la hemostasia es excelente y, en la experiencia de los autores
y consiste en la coagulación térmica del adenoma prostático de más de 70 casos, ningún paciente requirió transfusión
con una fibra de disparo lateral que permite irradiar lugares sanguínea, irrigación vesical por retención de coágulo, ni
específicos en la fosa prostática por periodos prolongados. reoperación para control de hemorragia.
Con esta técnica, el adenoma se irradia en cuatro puntos
simples con 40 W por 90 segundos o 60 W por 60 seg en
cada uno. En cada punto de radiación, ~e crea una zona
esférica de tejido coagulado de alrededor de 1.5 cm de
profundidad. El patrón de coagulación en cuadrantes da
lugar a que se sobrepongan las zonas individuales de tal
forma que se produce un centro cilíndrico de tejido coagu-
lado. Éste se desprende por licuefacción durante las siguien-
tes semanas a meses, con la creación lenta de un gran defecto
en la uretra prostática.
El segundo método es la evaporación transuretral de la
próstara (ETUP) (figura 25-4). En este caso, se evapora et
adenoma prostático de tal forma que el defecto quirúrgico
que se produce en la uretra prostática mejora de inmediato
la obstrucción mecánica. Esto requiere el uso de fibras de
disparo lateral que se puedan colocar en contacto directo
con el tejido y liberen un haz de alta densidad energética
(> 1O 000 W /cm 2 ). Esta técnica implica que se coloque la
punta de la fibra en contacto con el tejido y que ésta se rote
con lentitud sobre su eje hacia atrás y hacia adelante en un
arco de 30 a 45 grados, al mismo tiempo que se retraen
lentamente el cistoscopio y la fibra hasta el nivel del veru
montanum para crear un surco de tejido evaporado. El
adenoma se evapora mediante la creación de una serie de
surcos paralelos con distribución radial en la fosa prostática
y la subsecuente evaporación del tejido entre, los surcos.
De manera clásica, los primeros surcos se crean a la 1, 4, 8
y 11 de las posiciones de un reloj y el tejido intermedio se
evapora con la creación de nuevos surcos. El tejido que
obstruye el cuello de la vejiga puede incidirse o evaporarse
con la misma fibra y la técnica de contacto, rotación y
arrastre . La potencia en general es de 60 a 80 watts . Los
estudios en el laboratorio de los autores demuestran que
las lesiones clásicas tienen zonas de coagulación por calor Figura 25--4. Evaporación transuretral de la próstata . Se
bajo la superficie evaporada de entre 2 y 4 mm; por tanto, coloca la fibra de reflexión interna en contacto con el tejido
hay una pequeña ambigüedad sobre la profundidad de la prostático. La densidad energética alta del haz origina eva-
lesión. poración del tejido, mientras en el sitio de contacto entre fibra
La técnica AVPL requiere un periodo de drenaje con y tejido se atrapa el gas caliente de la evaporación, lo que
sonda de Foley de 5 a JO días en alrededor de\60 al70% de
aumenta la eficacia de la evaporación. El adenoma de prós-
los pacientes con próstata de ~amaño medio . En ocasiones,
tata se evapora con una serie de surcos paralelos creados
se requiere un periodo prolongado de drenaje con sonda
porque el desprendimiento lento retrasa la aparición del por la rotación axial de la fibra y simultáneamente efectuar la
defecto quirúrgico. La hemostasia es excelente, lo que hace retracción del endoscopio y la fibra.
CirugÍa láser • 477

LÁSER DE LÁMPARA INTERMITENTE emisión de fotones en dicho medio. En teoría, este tipo de
láser es "graduable" en el sentido de que se puede cambiar
En cirugía uro lógica, el mejor ejemplo de láser en pulsos es el tipo de colorante para cambiar la frecuencia de la luz láser;
el láser de lámpara intermitente que en la actualidad se usa no es posible "sintonizar" la frecuencia deseada. El láser
para fragmentación de cálculos ureterales con ureterosco- pulsante de color disponible en el comercio para uso clínico
pios. Una lámpara intermitente impele energía de activación produce un rayo verde visible con longitud de onda de
al interior del medio activo y éste, a su vez, emite fotones 504 nm; hasta ahora utilizado exclusivamente para litotrip-
durante el breve periodo del destello, generando un pulso s)a de cálculos ureteralcs. Habitualmente el haz se conduce
de energía láser de dos microsegundos de duración. La desde el tubo láser hasta el endoscopio por medio de una
cantidad total de energía en cualquier destello determinado fibra monofilamento de cuarzo sumamente delgada
no es grande (30 a 60 milijoules), pero la tasa de energía que (0.25 mm de diámetro), de modo que en la punta se alcance
se entrega por unidad de tiempo es muy alta ( 15 000 a una densidad energética elevada. El acceso a los cálculos
30 000 watts/segundo), y todavía se puede incrementar ca- ureterales es a través de un ureteroscopio, rígido o flexible,
nalizando la energía al interior de una fibra de cuarzo muy introducido por vía retrógrada por la uretra y los orificios
delgada (0.2 mm). Por tanto , la densidad energética en la ureterales. La lámpara intermitente produce pulsos de 0.5 a
punta de la fibra, en contacto con el cálculo, se aproxima a 2 milisegundos de duración y energía de pulso de 50 a 80 mJ
11 900 000 watts/cm 2 durante el momento del pulso (equi- por pulso. La velocidad de pulsación puede variarse de 1 a
valente al trabajo efectuado por casi 16 000 caballos de 20 pulsos por segundo. Debido a su duración tan breve, el
fuerza) . El cálculo se fragmenta porque este flujo de energía pulso no causa daño térmico significativo a la mucosa
genera instantáneamente un plasma que produce microex- ureteral. Por tanto, la ventaja de este instrumento es que el
plosiones y ondas de choque sobre la superficie del cálculo daño al uréter, como resultado de la aplicación del láser, es
o en su inmed1ata vecindad, que fracturan el cá1culo siguien- mínimo; contrario al que puede resultar con la lítotripsia
do ciertas líneas de tensión. electrohidráulica. Los cálculos de oxalato de calcio mono-
hidratado son los más duros de fragmentar. Los de ácido
úrico, apatita, oxalato de calcio díhidratado y estruvita son
LÁSER DE ARGÓN más fáciles de romper. A veces no es posible romper cálcu-
los de brushita (di hidrato de fosfato de calcio) con este
El gas argón produce un rayo láser con dos longitudes de método y se requiere litotripsia ultrasónica o cirugía abierta
onda predominantes : 488 y 514 nm en la porción azul~verde para retirarlos .
de! espectro electromagnético visible. La oxihemog!obina El objetivo del tratamiento es fragmentar los cálculos
absorbe esta luz con gran intensidad y por esta razón hay lo bastante para expulsar los pedazos de manera espontánea,
absorción selectiva en las estructuras vasculares . En general, o que puedan extraerse con una canastilla para cálculos.
la profundidad de penetración en los tejidos es de 1 milíme- Éstos se rompen debido a una onda de choque generada en
tro. El láser de argón se transmite con facilidad en una fibra una microexplosión en la superficie del cálculo. La microex-
de cuarzo y puede emplearse en medios acuosos. Tiene su plosión es producida por el enorme flujo instantáneo de
mayor aplicación en oftalmología para fotocoagulación en fotones que golpean el cálculo y son absorbidos por éste
la retina y también en dermatología para nevas vasculares y durante el pulso. La rápida sucesión de microexplosiones
pigmentados. En urología se emplea para coagulación de generadas por el láser pulsante va formando líneas de ten-
tumores vesicales y evaporación de estenosis uretrales. La sión dentro del cálculo; ésta es la causa de que las fracturas
experiencia en !a ablación de estenosis es limitada, pero tengan lugar a lo largo de c1crtos planos de separación. Para
alentadora. En este momento, no puede definirse nada en efectuar la fragmentación la punta de la fibra debe estar
cuanto al índice de reincidencia de estenosis en compara- próxima o en contacto con el cálculo, puesto que el rayo
ción con la que se presenta después de uretrotomía, pues el díverge cuando sale de la fibra y la mayor densidad energé-
tiempo de evolución aún es corto. El láser de argón está tica se encuentra en la punta de ésta. En general, los cálculos
intensamente limitado en su potencia de salida; la mayor que se localizan en el segmento distal del uréter son los que
parte de los láser de este tipo utilizados en medicina, tienen se manejan mejor con este método; los cálculos más proxi-
una potencia máxima a la salida no mayor de 15 watts. Por males o se fracturan con litotripsia extracorpórea de ondas
ello, los tumores vesicales mayores de 1 cm de tamaño son de choque (LEOC) o se empujan hacia atrás hasta la pelvi-
difíciles de tratar con láser de argón. Lo mismo que con el cil\a renal para su fractura subsecuente con LEOC.
láser de Nd:YAG, el cirujano debe protegerse los ojos. La principal limitación para emplear el láser pulsante
Para evitar lesiones retinianas se debe colocar un filtro de color en el uréter es la falta de ureteroscopio flexible que
ámbar sobre la pieza ocular del endoscopio o utilizar un pueda manipularse satisfactoriamente . En la actualidad, se
visor de color ámbar. utiliza el ureteroscopio rígido 8.5 a 11.5F. Se introduce un
catéter ureteral por el conducto de trabajo del endoscopio y
se usa para alojar la fibra láser, la cual se introduce en este
LÁSER DE COLOR catéter permitiendo que sobresalga un par de milímetros por
fuera de la punta del catéter. La punta de la fibra se pone en
Láser pulsant~ de color contacto con el cálculo, en ese momento se dispara el láser.
Cuando no se tiene experiencia con este láser, es prudente
El láser pulsante de color emplea un líquido coloreado como iniciar con una frecuencia de 5 pulsos/segundo y potencia
med10 activo y una fuente de luz pulsante para activar la de pulso de 50 a 60 milijoules. Potencia y frecuencia de
478 • Urología general de Smith , ::apítulo 25)

pulso se pueden incrementar o reducir según Jo dicten las miento total de vejiga para el carcinoma in situ (C[S) es
circunstancJas. La fragmentación de cálculos grandes puede eficaz para inducir remisión completa a corto plazo (seis
requerir el intercambio frecuente de la fibra por la canastilla meses). Estudios de mapeo indican que el HPD se concentra
para recuperar los fragmentos que impidan fragmentar el en la región del tumor. La experiencia inicial también señala
cuerpo principal del cálculo. que en los pacientes con ClS y además enfermedad papilar,
Como medida de precaución todo el personal en la esta última persiste y requiere tratamiento adicional cir-
sala debe usar anteojos protectores, incluyendo al ciruja- cunscrito.
no, y los ojos del paciente deben cubrirse herméticamen- Sin embargo, el entusiasmo inicial fue amortiguado
te con una cinta. por los reportes de contractura severa de la vejiga secundan a
a la destrucción de músculos vesicales y su reemplazo con
Láser a color de onda continua: tejido conjuntivo fibroso. En apariencia, la selectividad
tera pé u ti ca fotod i nám ica teórica del procedimiento para tejidos tumorales no se rea-
liza por completo. Esta técnica aún debe considerarse expe-
La terapéutica fotodinámica implica el empleo de una rimental pues todavía no está claro si la contractura vesical
sustancia con de actividad fotoq uí mica, como es e 1caso puede evitarse ajustando la dosis, el sistema para aplicarla
de un denvado de la hematoporfirina (HPD) que adquiere o su longitud de onda. Se espera que pueda superarse esta
c¡totoxicidad cuando la luz lo estimula. Esta terapéutica grave complicación, pues los beneficios potenciales de este
se emplea principalmente para tratar enfermedades ma- procedimiento incluyen que: 1) evita la cistcctomía en pa-
lignas de la vejiga y del árbol bronquial, que tienen mayor cientes con CIS diseminado y 2) es una alternativa a la
capacidad para retener el f-IPD en comparación con el cistectomía para aquellos con salud mermada y para quienes
tejido normal. Las células tumorales, en teoria, pueden la cirugía representa un grave riesgo. Quizá también resulte
ser destruidas selectivamente expoméndolas a-la luz ya
benéfica para pacientes con enfermedad papilar superficial
que contienen mayor cantidad de HPD con actividad
de reincidencia rápida.
fotoquímica. Se piensa que la exposición de HPD a la luz
Las complicaciones distintas de la contractura vesical
roja visible genera un radical oxígeno muy reactivo que
marcada son menos graves y pueden prevenirse y tratarse.
dañará las proteínas y los ácidos nucleicos. Las células
La principal complicación es la fotoscnsibilízación de la piel
mueren como consecuencia de los daños letales acumulados
que predispone al paciente a quemaduras solares cuando se
en las proteínas de la membrana, organelos como las mito-
expone a pequerhs cantidades de luz solar directa. Por esta
condrias y el DNA.
La principal aplicación de esta técnica en urología es razón se recomienda que el paciente evite la luz directa
para el tratamiento de carcinoma vesical in situ ampliamente del sol durante un periodo de 4 a 6 semanas después del
diseminado. Por medio de una fibra óptica provista en la tratamiento.
punta de un dispositivo dispersor de luz, se introduce en El enorme potencial de la cirugía láser en urología
la vejiga un láser a color de onda continua que emita un haz todavía no ha sido bien comprobado, principalmente porque
de 630 nm; la luz se distribuye homogéneamente por todas el láser de C02, el de efecto más favorable sobre los tejidos
las porciones del revestimiento vesical. De 3 a48 horas antes pues no induce la formación de cicatrices, aún no se logra
del procedimiento se administra al paciente una dosis de adaptar satisfactoriamente para su empleo endoscópico. El
HPD (habitualmente 2.5 mg/kg de peso corporal). A continua- éxito de esta adaptación permitirá nuevas estrategias en el
ción se expone la vejiga a una cantidad de luz equiva- tratamiento de los tumores superficiales de vejiga y de las
lente a 50 a 250 milijoulcs por centímetro cuadrado. Los estenosis uretrales, con la posibilidad de mcrementar de
resultados iniciales son alentadores e indican que el trata- manera espectacular la eficacia terapéutica. •

REFERENCIAS

Láser: generales Fournicr GR, Narayan P: Factors atl'ecting the size and configu-
ration of neodymium YAG (Nd:YAG) laser Jesions in the
prostate. Lasers Surg Med 1994;14:314.
Lanzafamc RJ ct al.: Comparison of continuous-wave, Chop-
Halldorsson TH et al.: Thcorctical and experimental ínvestigations
wave, and super pulse laser wounds. Lasers Surg Med
prove Nd:YAG Jaser trcatmcnt to be safe. Lasers Swg Med
!984;8: 119.
Smith JA Jr: Lasers in Urologic Surgety. Ycar Book Medica] 198! ;1 :253.
Publishers, Chicago, 1985. Hofstcttcr A: Lasers in uro1ogy. Lasers Swg Med 1986;6:412.
Wclch AJ ct al.: Laser thermal ablation. (Revíew article.) Photo- Malloy TR, Wi n AJ, Ca rp in icllo VL: Carcinoma o f thc pcn is
{hem Photobiol 1991 ;53:815. trcated with neodymium YAG laser. Urology 1988;
31:26.
M a re he si ni R et a l.: Tempera ture risc in bi ological tissue
Láser de Nd:YAG during Nd: YAG lascr irradiation Lasers Surg Med 1985;
5:75.
Costello AJ et al.: Laser ablation of the prostate in patients with Norris JP ct al.: Visual laser ablation of the prostate: Clinical
bemgn prostatic hipertrophy. Br J Uro! 1992;69:603. experiencc in l 08 paticnts. J Urol 1993;150: 1612.
Daughtry JO, Roda o BA: Transurethral laser rcsecrion of the Smith JA J•·: Treatment ofinvasive bladder canccr with a neodym-
prostate . .J Clin Med Surg ! 992;10:269. •um:YAG laser. J Uro/1986;135:55.
26
Quimioterapia de
tumores urológicos
Eric J. Sma/1, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

En el tratamiento de tumores malignos del sistema genitou- sensibilidad se define, de manera general , por la obser-
rinario, el uso de la quimioterapia y tratamientos biológicos vación de las respuestas parciales, totales o en conjunto.
se plantea como un paradigma del tratamiento multidisci- Es importante notar que la respuesta total implica, en su
plinario del cáncer. Existen avances impresionantes en el caso, la resolución completa de los marcadores tumora-
manejo del cáncer urológico a partir de la integración cui- les séricos anormales y la resolución completa de cual-
dadosa de la cirugía y los tratamientos quimioterápicos. Por quier anomalía radiológica. Esto dificulta la valoración
definición, las intervenciones quirúrgicas se dirigen al tra- de las neoplasias con metástasis frecuentes a hueso, tales
tamiento local de los tumores urológicos, mientras que la como cáncer de próstata, carcinoma de células renales y
quimioterapia y el tratamiento biológico son de naturaleza carcinoma de células transicionales, puesto que un ras-
sistémica. Si bien es universalmente aceptado en la historia treo óseo anormal no implica necesariamente un cáncer
natural de los tumores genitourinarios, que algunas veces se residual. Los pacientes en quienes el único sitio de
requiere solamente de un método de tratamiento, siempre enfermedad es el hueso, no deben valorarse por los
se debe buscar un manejo multidisciplinario. Este capítulo métodos convencionales; si están disponibles, se deben
detalla la importancia del manejo médico-quirúrgico conjlUlto sustituir con los marcadores de respuesta (tales como
en pacientes con cáncer urológico. El urólogo debe colaborar antígeno prostático específico).
de cerca con el oncólogo y debe estar en capacidad de hablar SI se intenta curar con sólo la modalidad de trata-
con el paciente acerca de los usos, riesgos y beneficios de miento sistémico, el principal críterio de respuesta a
la quimioterapia. considerar es el porcentaje de pacientes que logran una
respuesta total. Este número es de menos del 10% en
pacientes con carcinoma de células renales metastásico
PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO y cáncer de próstata refractario a honnonas, del 25% en
SISTÉMICO pacientes con carcinoma de células transicionales me-
tastásico, y más del 80% en pacientes con tumores
A. Usos clínicos de la quimioterapía e malignos de células germinales metastásicas. Sin embar-
inmunoterapia go, bajo algunas circunstancias (por ejemplo, en una
El tratamiento sistémico está indicado en el manejo del masa tumoral residual posquimioterapia en pacientes
cáncer diseminado cuando se pretende curar o paliar. De con carcinoma de células germinales), una respuesta
manera adicional, la quimioterapia se usa como parte de un aparentemente parcial puede convertirse en una res-
plan de tratamiento multimodal, en un esfuerzo por mejorar puesta total mediante una resección realizada con buen
tanto d control local del tumor como el distante. En cada juicio (véase adelante).
caso, la comp(ensión de las metas y limitaciones del trata- La segunda característica a considerar en el trata-
miento sistémico es esencial para su uso efectivo. miento de pacientes con métodos sistémicos potencial-
mente curativos es la toxicidad anticipada de tales
1. Intentos curativos de la enfermedad metastásica: sustancias. En general , se aceptan altas concentraciones
Al considerar la función curativa potencial de la quimio- tóxicas si la curación es accesible, aunque debe tenerse
terapia o del tratamiento biológico en pacientes con cuidado en evitar que "la curación sea peor que la enfer-
enfermedad metástasica, deben tomarse en cuenta algu- medad" . En particular, esto es cierto en el caso de tratamien-
nos factores. El primero es la sensibilidad del tumor. La tos tan tóxicos como la interleucina2 (IL-2) y en los

481
trasplantes de médula ósea. Estos tratamientos tienen un B. Agentes quimioterápicos y su toxicidad
índice de curación aparente del 1O y 20%, respectiva- La utilidad de los agentes antineoplásicos radica en su índice
mente, en pacientes con carcinoma metastásico de célu- terapéutico o en la toxicidad preferencial para las células
las renales o tumores refractarios de células germinales. malignas sobre las normales. El mecanismo de acción de la
Se debe elegir con cuidado e informar de todos los mayoría de los medicamentos antineoplásicos se basa en su
efectos tóxicos potenciales a los pacientes que se some- toxicidad durante la división celular rápida. Asi, en general,
ten a estos tratamientos tan severos. los procesos malignos que tienen un crecimiento relativo
2. Tratamiento de pacientes con cáncer metastásico in- rápido, tales como los tumores de células germinales, son
curable: Cuando el objetivo del tratamiento sistémico relativamente quimiosensibles; mientras que las neoplasias
es paliar en vez de curar, debe sopesarse la toxicidad de de crecimiento más lento, tales como el cáncer de próstata
éste contra los síntomas relacionados con el cáncer y carcinoma de células renales, son menos sensibles. La
que el pac1ente experimenta y, en general, la mayoría de toxicidad de los agentes quimioterapéuticos se ve primero
los tratamientos tóxicos no están indicados. No obstante, en células normales, no malignas, que también se dividen
debe entenderse la capacidad potencial del tratamiento de manera rápida, como las hematopoyéticas en la médula
sistémico ya que, aunque la enfermedad sea incurable, ósea, las de la mucosa gastrointestinal y las del folículo del
el tratamiento sistémico puede tener alguna indicación pelo y se manifiesta en citopenias, mucositis y alopecia.
si con su uso existe alguna probabilidad de que la vida Otras toxicidades que se observan de manera habitual con
del paciente se prolongue. agentes que se usan de manera frecuente en el tratamiento
3. Uso de tratamiento sistémico junto con cirugía, tra- de los procesos genitourinarios malignos incluyen: nefroto-
tamiento adyuvante y neoadyuvante: El tratamiento xicidad, neurotoxicidad, cistitis hemorrágica, fibrosis pul-
sistémico que se administra después de que un paciente monar y cardiotoxicidad. El cuadro 26-1 reúne el espectro
quedó libre de la enfermedad por medio de cirugía se de actividad y toxicidad primaria de los agentes quimiote-
llama tratamiento adyuvante. Si el tratamiento adyu- rápicos usados de manera habitual.
vante se utiliza fuera de un protocolo de investigación, En el campo de la oncología, el desarrollo de resisten-
deben tomarse en cuenta algunos criterios importantes. cia a los medicamentos quimioterápicos aún es un problema
Primero, debe hacerse una valoración para saber los clínico importante. Las células malignas desarrollan resis-
factores de riesgo predictivos de recaída o de desarrollo tencia de distintas maneras, entre las cuales está la inducción
de metástasis distantes. En general, los pacientes con de bombas de transporte, que de modo activo bombean el
bajo riesgo de recaída no deben recibir tratamiento ad- medicamento fuera de la célula, otro mecanismo es el au-
yuvante debido a que es poco probable que obtengan un mento de la actividad de las enzimas necesarias para inacti-
beneficio y será innecesario exponerlos a la toxicidad var un agente quimioterápico particular. Aunque existen
del tratamiento. Segundo, el tratamiento propuesto debe varios métodos experimentales para engañar a estos meca-
haber demostrado una disminución en el índice de recaí- nismos de resistencia al medicamento, un manejo práctico
das y un aumento de los periodos libres de enfermedad de este problema es el uso de multiagentes quimíoterápicos.
(y en la esperanza de vida) en las muestras aleatorias de El incremento de la muerte de las células tumorales se logra
una prueba en fase III. Por último, debido a que los al exponer las células neoplásicas a múltiples agentes con
pacientes que se tratan de manera adyuvante están libres diferentes mecanismos de acción. Además, este manejo
de la enfermedad y presumiblemente asintomáticos, la permite la selección de agentes con perfiles de toxicidad que
toxicidad debe mantenerse al mínimo. Esto permi- no se sobreponen.
El uso de dosis d~ mayor intensidad (dosis altas del
te adaptar el manejo en los pacientes con enfermedad de
medicamento administrado en el mismo periodo) como un
alto riesgo, definida por el examen histológico de la
medio para revertir la resistencia del medicamento, aún es
pieza quirúrgica, para que se traten en el sentido de
experimental en procesos malignos uro lógicos con una clara
disminuir el riesgo de enfermedad micrometastásica.
excepción. Un subconjunto de pacientes con tumor de célu-
En contraste, el tratamiento neoadyuvante se ad-
las germinales refractarias a la quimioterapia parecen ser
ministra antes de la resección definitiva. Aquí las ventajas
curable$ mediante quimioterapia a altas dosis y apoyo con
en potencia incluyen el tratamiento temprano de la
trasplantes autó!ogos de médula ósea (véase la sección de
enfermedad micrometastásica y la disminución del vo-
tumores malignos de células germinales).
lumen funcional que permita una resección más comple-
ta. Por lo general, los pacientes con enfermedad
mctastásica conocida no muestran una respuesta sufi- C. Agentes biológicos y su toxicidad
ciente al tratamiento sistémico que justifique la cirugía Mientras que la quimioterapia se basa en la citotoxicidad
después de quimioterapia, con la excepción de pacientes directa, puede considerarse, en términos generales, que el
con tumores de células germinales. No se sabe si los tratamiento biológico consiste en agentes que aumentan o
pacientes con carcinoma metastásíco de células renales disminuyen los fenómenos biológicos que se observan de
que muestran una respuesta parcial al tratamiento sisté- manera normal en las células malignas. Para propósitos
mico pueden beneficiarse con la extirpación de masas de este capítulo, se consideran dos tipos de tratamiento
residuales. Como con el tratamiento adyuvante, el trata- biológico: la inmunotcrapia y el tratamiento relacionado
miento propuesto debe demostrar un impacto favorable con el factor del crecimiento. La inmunoterapia es un com-
en los índices de recaída, en los intervalos libres de ponente importante en el tratamiento de proceso urológieos
enfermedad y en la esperanza de vida en una muestra malignos, en particular del carcinoma superficial de vejiga
aleatoria de una prueba en la fase IJI. y del carcinoma de células renales. La inmunotcrapia obtie-
Cuadro 26-1. Agentes antineoplásicos que se utilizan con más frecuencia en oncología
urológica y su toxicidad
Agente Actividad Toxicidad más frecuente
Cisplatino Cáncer de vejiga, tumores de células germinales, Insuficiencia renal, neuropatía periférica,
cáncer de próstata ototoxicidad, mielosupresión *
Carbop!atino Cáncer vesical, tumores de células germinales M ielosupresión
Bleomicina Tumores de células germinales Fiebre, escalofríos, fibrosis pulmonar
Doxorrubicina Cáncer vesical y de próstata Miclosupresión, mucosítis, cardiomiopatía
Etopósido (CP 16) Tumores de células germinales Mielosupresión
15-Fluoracilo Carcinoma de células renales, cáncer vesical, Mucositís, diarrea, mielosupresión
cáncer de próstata
Floxuridina (FUdR) Carcinoma de células renales Mucositis, diarrea
Metotrexato Tumores de células germinales, cáncer vesical Mucositis, mielosupresíón, nefrotoxic1dad
Ifosfamida Tumores de células germinales Mielosupresión, ncurotoxicidad (SNC), cistitis
Vinblastina Carcinoma de células renales, cáncer vesical , Neuropatía autonómica periférica; mielosupre-
tumores de células germinales sión
lnterferón alfa Carcinoma de células renales Síntomas catarrales, mielosupresión
lnterleucina 2 Carcinoma de células renales Síntomas catarrales, hipotensión, nefrotoxicidad,
hepatotoxicídad, ncurotoxicidad (SNC), dificul-
cultad respiratoria, síntomas dermatológico s,
se sis
Dehido a los recientes avances en el tratamiento de la náusea y el vómito inducidos por quimioterapia, incluso los
agentes más
emetogénicos, tales como el cjsplatino, prácticamente no tienen asociación con ninguno de los dos síntomas.

ne, o aumenta, una respuesta inmune en el paciente que en la hcmatopoyesis, han permitido gue se apliquen más
detiene el crecimiento del tumor o aumenta la muerte tumo- tratamientos de dosis intensiva. Cuando ocurre supresión de
ral. En contraste con la quimioterapia, el blanco de la médula ósea como consecuencia del tratamiento, el uso
inmunoterapia no necesariament e es la división celular rá- de estos agentes tiene el potencial para abrogar la toxicidad.
pida, sino las células que el huésped reconozca como extra- Se ha observado una interacción completamente dife-
I1as. En la actualidad, la mayor parte de los agentes rente entre los factores de crecimiento y el agente experi-
inmunoterápic os que se usan son bastante incspecíficos. mental suramin que se usa en el tratamiento del cáncer de
Esto se refleja en la toxicidad sistémica en forma de sínto- próstata refractario a hormonas. Aunque el mecanismo
mas constitucionale s como: fiebre, malestar, fatiga, mial- exacto de acción de este medicamento no está bien com-
gias y artralgias, así como toxicidad cutánea. En muy altas prendido, parece que el suramin se une a una ser1e de
dosis (de IL-2, por ejemplo) la toxicidad puede producir un factores del crecimiento de polipéptidos y los inhibe, como
síndrome de insuficiencia vascular con hipotensión, edema el factor de crecimiento de 1os fibroblastos (fgf) que parece
pulmonar e insuficiencia renal. ser importante para el crecimiento y proliferación de las
Los agentes biológicos específicos que se usan en el células cancerosas de próstata.
tratamiento de procesos malignos uro lógicos incluyen el ba-
cilo de Calmctte-Guér in (BCG), el interferón alfa y la
intcrleucina 2. El uso del BCG para el trata m icnto del cáncer D. Características únicas de procesos
vesical superficial se basa en la premisa de que la instilación malignos genitourína rios
local de BCG causa una respuesta inmune local que conlleva El tratamiento sistémico de los procesos malignos urológi-
cos ofrece desafíos únicos para el médico. Con frecuencia
la muerte de las células tumorales. El interferón y las
existe insuficiencia renal a consecuencia de uropatía obs-
interleucinas son citocinas que se producen de manera nor-
tructiva por extensión local dei tumor, por cambios posqui-
mal en el cuerpo y son mediadoras de la respuesta inmune.
rúrgicos o después de irradiación; dicha insuficiencia es
La administración cxógena de estos agentes causa una
capaz de alterar la depuración del medicamento. En pacten-
mayor respuesta inmune y regresión del tumor. La cítotoxi-
tes con carcinoma de células renales, también puede estar
cídad directa a los ctcctos antiproliferativos también pare- alterada la depuración de la droga antes de la ncfrectomía.
cen ser mecanismos particulares de acción del interferón Además, el uso frecuente del agente qu1mioterápico nefro-
alfa. El cuadro 26-1 reúne todos los agentes inmunoterápi- tóxico cisplatino en el tratamiento de procesos urológicos
cos de uso frecuente, su actividad y toxicidad primaria. malignos (más prominenteme nte neoplasias vesicales y tes-
La manipulación del factor de crecimiento es un nuevo ticulares) puede disminuir más la función renal. Debe po-
y excitante elemento de tratamiento antineoplásico. El uso nerse especial atención a la función renal durante todo el
de factores del crecimiento cxógenos como gCSF, gmCSF tiempo del tratamiento sistémico y hacer los ajustes apro-
y eritropoyetina, los cuales intervienen de manera normal piados en la dosis. Los ajustes en la dosis también deben
484 • Urología general de Smith (Capítulo 26)

considerarse en pacientes que han sufrido cistectomías de- adyuvante produce el 96% de sobrevivientes a largo plazo
bido a que los conductos ileales o las ncovcjigas tienen la libres de la enfermedad. Mientras el indíce de recaídas en
capacidad de reabsorber en forma activa los agentes q uimio- pacientes que no recibieron el tratamiento adyuvante se
terápicos que se excretan por la orina (más notablemente en aproxima al 40%, la vasta mayoría de pacientes que recaye-
el caso del metrotexato ). ron pueden también curarse con 3 o 4 ciclos de quimiotera-
La extensión local frecuente a la pelvis presenta pro- pia, produciéndose un índice idéntico de sobrevivientes a
blemas únicos adicionales. Los pacientes que recibieron largo plazo. La decisión de iniciar quimioterapia después de
antes radioterapia tienen una marcada disminución de las la linfadenectomía debe individual izarse. Pacientes con alto
reservas de médula ósea, lo cual limita el uso de agentes riesgo de recaída pueden elegir someterse a dos ciclos de
mielosupresivos. Además, las recaídas pélvicas locales tie- quimioterapia para evitar la posibilidad de 3 o 4 ciclos en el
nen el potencial de ser sintomáticas y dolorosas. En par- futuro.
ticular en pacientes que ya recibieron radioterapia, el
tratamiento sistémico puede ser importante como medida C. Uso de quimioterapia en pacientes
paliativa. con enfermedad avanzada
Pacientes con TCG avanzado deben tratarse de manera
sistémica después de haber completado la orquiectomia.
TUMORES MALIGNOS DE CÉLULAS Este grupo incluye algunos tumores no seminomatosos en
GERMINALES etapa IIB y todos los de etapa IIC o tumores mayores, ya sea
seminomas o no seminomas. Pacientes con TCG avanzado
A. Panorama general pueden estratificarse de manera prospectiva en grupos de
La evolución del tratamiento para tumores de células ger- alto y bajo riesgo. Aunque existen varios esquemas de va-
minales (TCG) ha sido ampliamente deliberado y meditado loración del riesgo, en general, los pacientes de alto riesgo
y cura del 80 a185% de hombres con TCG, por lo que sirve son aquellos con carga tumoral alta evidenciada por radio-
de modelo para el tratamiento de cánceres curables. Sin logía y marcadores tumorales séricos (deshidrogenasa
embargo, aún existen retos en el manejo de TCG. Debido a láctica, gonadotropína coriónica humana y, en algunos es-
su corta edad, los pacientes que ya curaron están en riesgo quemas, la alfa fetoproteína. En algunos esquemas, el alto
de sufrir una toxicidad retrasada por el tratamiento. Además, riesgo se determina con base en la localización del tumor
los índices de curac1ón del 80 al 85% también implican que (hígado, hueso o cerebro) y sitio de orige:n (extragonadal).
del 15 al 20% de los pacientes con TCG no se curarán y por Algunos investigadores creen que, por definición, Jos semi-
ú1t1mo sucumbirán a la enfennedad. El entendimiento de las nomas son de bajo riesgo; mientras otros reportan que
etapas y la valoración del riesgo son cruciales si: l) los existen seminomas de alto riesgo.
pacientes con buena calificación de riesgo no se sobretratan Sin importar que esquema de valoración se use, el
y se exponen a riesgos tóxicos indebidos, y 2) los pacientes tratamiento para pacientes de bajo riesgo se ha modificado
con bajo riesgo reciben un tratamiento adecuado (curativo). para disminuir la toxicidad, ya sea disminuyendo el número
El régimen más frecuente de quimioterapia con mul- de ciclos u omitiendo la bleomicina; mientras que el
tiagentes para el tratamiento de tumores de células germi- tratamiento de pacientes de alto riesgo está diseñado para
nales es una combinación de tres medicamentos utilizada ser tan intensivo como sea posible. En la actualidad los
por primera vez en la Universidad de Indiana y que consiste regímenes aceptables pata pacientes de bajo riesgo están
en cisplatino, etopósido y bleomicina (PEB). El tratamiento bien definidos e incluyen tres ciclos de PEB o cuatro ciclos
se repite cada 21 días. Un "ciclo" consiste en cisplatino de PE: en contraste, el tratamiento óptimo para pacientes de
20 mg/m 2 IV, los días 1 al 5; etopósido 100 mg/m 2 IV, los alto riesgo continúa en investigación; en muchos centros se
días 1 al5 y bleomicina, 30 unidades IV los días 2, 9 y 16. usan cuatro ciclos de PEB. Cerca del 80 al 90% de Jos
Con frecuencia, los primeros cinco días de tratamiento pacientes con TCG disminado de bajo riesgo pueden curar-
requieren hospitalización. La supresión de la bleomicina se, mientras que sólo del 50 al 60% de pacientes de alto
de este régimen, se denomina régimen PE. riesgo se curan.

B. Uso de quimioterapia para pacientes D. Cirugía adyuvante y tratamiento


con enfermedad en etapa 1y 11 de salvamento
Los cuidados estándar para pacientes con TCG en etapa J La cirugía adyuvante posquimioterapia debe ser integrada
son orquiectomía seguida de linfadencctomía retroperito- en el plan de tratamiento de pacientes con tumores avanza-
neal (sin seminoma), radioterapia (con seminoma) o, en dos de células germinales. Entre el 1O y 20% de pacientes
ciertos pacientes, vigilancia estrecha. El uso de quimiotera- con tumores no seminomatosos tienen masas residua-
pia en la etapa I de TCG en lugar de linfadenoectomía o les después del tratamiento sistémico, y más del 80% de los
irradiación aún se está investigando y no puede recomen- pacientes con seminomas tienen anomalías radiográficas
darse en este momento. residuales. La función de la cirugía adyuvante en pacientes
Los pacientes con enfermedad microscópica no semi- con TCG con masas residuales posquimioterapia se ha
nomatosa identificad? en la linfadenectomía (etapa IlA) o revisado. Excepto en raras circunstancias, la cirugía adyu-
los pacientes con enfermedad en etapa li de bajo volumen vante no está indicada en presencia de marcadores tumora-
clínico (etapa IIB) que son sometidos a·una linfadenectomía les elevados de manera persistente. Este tipo de cirugía
retroperitoneal, pueden beneficiarse con dos ciclos de qui- puede llevarse a cabo con buen margen de seguridad, des-
mioterapia adyuvante PE o PEB. El uso de tratamiento pués de 1 o 2 meses de la quimioterapia. Sin embargo, debe
Quimioterapia de tumores urológicos • 485

hacerse notar que todos los pacientes que reciben bleomici- y T4. Algunos estudios pequeños de tipo aleatorio muestran
na, aunque no presenten evidencia de fibrosis pulmonar, un beneficio con varios regímenes de quimioterapia adyu-
están en riesgo de desarrollar toxicidad pulmonar relacio- vante; todavía se deben efectuar un gran número de pruebas
nada con el oxígeno. Los anestesiólogos deben estar cons- aleatorias multiinstitucionales.
cientes de esto antes de exponer a los pacientes a la En tumores invasivos de músculo, la quimioterapia en
bleomicina, y en cada esfuerzo que se haga para mantener combinación con radioterapia se usa para preservar la veji-
la FI02 tan baja como sea posible, hasta el final del proce- ga. Por lo regular, los pacientes se tratan con dos ciclos de
dimiento quirúrgico. Los pacientes en quienes se encuentra quimioterapia seguida de radioterapia y cisplatino concomi-
un carcinoma activo en las muestras que se le resecaron, con tante como radiosensibilizantc. En particular, este manejo
frecuencia se tratan con dos ciclos adicionales de quimiote- parece ser útil para tumores pequeños en etapas iniciales.
rapia, aunque la compilación de la evidencia que soporte Aunque se requiere un seguimiento largo, parece que una
este procedimiento aún está por venir. tercera parte de los pacientes logran un estado libre de
Aunque hoy día, cerca del 80% de los pacientes con enfermedad y una vejiga funcional.
tumores de células germinales pueden curarse con trata-
miento basado en el platino, el 20% restante muere por esta
B. Enfermeda d metastásic a
enfermedad, ya sea porque no se logra una respuesta com- El desarro\lo del tratamiento exitoso de CCT de vejiga
pleta con el tratamiento de inducción o por las recaídas rnetastásico se basa en el uso del cisplatino. Dos regímenes
después de que el tratamiento primario hizo que se estuviera habituales basados en cisplatino son muy utilizados: 1)
libre de enfermedad . Antes de miciar el tratamiento de cisplatino, metotrexato y vinblastina (CMV) y 2) los mis-
salvamento el diagnóstico de TCG refractario, primario o mos medicamentos con calendarios y dosis ligeramente
porrecaídas, debe establecerse en forma clara. En partícula(, diferentes junto con doxorrubicina (Adriamicina), en un
deben excluirse los positivos falsos serológicos o radiológi- régimen conocido como MVAC. Estos regimenes causan un
cos (del pecho) por el uso prev1o de bleomicina. El creci- índice de respuesta global de aproximadame nte el 50 al60%
miento de masas ya sea persistente o lento, sobre todo en e índices de remisión completa en un rango del 20 al 35 por
ausencia de progresión serológica, puede deberse a un tera- ciento. La supervivencia global media para pacientes con
torna benigno. Los tratamientos que se basan en ifosfamida enfermedad metastásica tratada con estos regimenes es de
y quimioterapia de altas dosis, con trasplante autólogo de 8 a 14 meses. Aunque CMV y MVAC no tienen una com-
médula ósea, proveen un índice de salvamento de aproxi- paración directa, su eficacia muy probablemente sea similar.
madamente el 25% en pacientes con recaídas o tumores de Ambos son regímenes intensivos en los que, con fre-
células germinales refractarios. cuencia, se presenta mielosupresión . El uso de factores de
crecimiento hematopoyéticos facilita su administración en
esquemas de dosis completa, aunque no está claro que este
CARCINOM A AVANZADO DE CÉLULAS incremento en la intensidad de la dosis se refleje en un
TRANSICIO NALES DEL UROEPITEL IO beneficio clínico. Se requiere más trabajo para lograr regí-
menes efectivos pero menos tóxicos, en particular para
A. Enfermeda d no metastásica usarse de manera adyuvante y ncoadyuvante.
El desarrollo de regímenes de quimioterapia efectivos en el No existe tratamiento efectivo para pacientes con car-
tratamiento de carcinoma de células transicionales metastá- cinoma de células transicionales que han tenido recaídas
sico (CCT) ha propiciado su uso más amplio, en combina- después del tratamiento con regímenes a base de platino. Se
ción con otros modos de tratamiento para la enfermedad continúan las investigaciones clínicas en esta área.
local avanzada, aunque no metastásica. En grandes tumores
invasivos de vejiga, que son inoperables (T3b, T4, N+), la
quimioterapia permite la citorreducción que hace posible CARCINOM A DE CÉLULAS RENALES
la cirugía. La quimioterapia previa a la cirugía, llamada
tratamiento neoadyuvante , se usa en cánceres invasivos El tratamiento del carcinoma metastásico de células renales
resecables de músculo, en un esfuerzo por tratar la enferme- aún es muy poco satisfactorio. La falta general de agentes
dad micrometastás ica, antes de la cistectomía. Debe tenerse activos y la toxicidad excesiva de muchos de los agentes que
en mente que, después de la quimioterapia neoadyuvante, tienen alguna actividad han contribuido a la ausencia de
el índice de respuesta histológica completa en vejiga es estudios sobre adyuvantes o neoadyuvantes. Se está madu-
cerca del 30 a\ 40%; por tanto, después de la quimioterapia rando un gran estudio para usar de manera adyuvante al
debe ordenarse la resección quirúrgica definitiva. La con- intcrferón alfa en pacientes considerados de alto riesgo de
firmación del efecto positivo de la quimioterapia neoadyu- recaída después de una nefrectomía. El tratamiento sistémi-
vante observado ~n algunas investigacione s , espera co prenefrectomía aún es experimental y no puede ser
completarse en una investigación intergrupal mayor, que se recomendado en este momento.
lleva al cabo actualmente. El carcinoma metastásico de células renales es relati-
Otros investigadores creen que el tratamiento adyuvan- vamente resistente a la quimioterapia. Una respuesta en
te administrado después de la cistectomía radical debe proporción del 1O al 20% se ha observado con vinblastina
dirigirse a tratar pacientes con cáncer vesical invasivo en cuando ésta se usa como agente único . Es frecuente el
riesgo de recaer. En general, las investigaciones sobre ad- desarrollo de resistencia a la vínblastina; sin embargo, esto
yuvantes se usan exclusivamente para el tratamiento de puede deberse al hecho de que los carcinomas de células
pacientes que se encuentran con lesiones histológicas T3b renales con frecuencia tienen una sobreexpresión del gen de
486 • Urología general de Smith (Capítulo 26)

resistencia a múltiples medicamentos (MDR-1 ). El produc- tratamiento sistémico. Hasta que se completen las investi-
to del gen MDR-1 es una glucoprotcína (glucoproteína p) gaciones de un grupo que coopera en la respuesta de esta
que bombea de manera activa fuera de la célula una gran cuestión, el tratamiento prenefrectomía no puede recomen-
variedad de agentes quimioterápicos, incluyendo la vinb!as- darse a menos que sea en un protocolo de estudio.
tina. Algunos investigadores han encontrado que la floxuri-
dina (FUdR), dada por vía intravenosa por dos semanas cada
cuatro semanas, es bien tolerada y parece tener un índice de CÁNCER DE PRÓSTATA REFRACTARIO
respuesta del 20 al 25 por ciento. A HORMONAS
El carcinoma de células renales es una de las pocas
neoplasias que de manera clara es sensible a los modifica- El tratamiento sistémico en pacientes con cáncer de próstata
dores de la respuesta biológica. El interferón alfa tiene una en quienes el tratamiento hormonal ha fallado es decepcio-
actividad limitada pero reproducible en el carcinoma de nante. Debe ponerse en consideración que cerca de una
células renales. Aunque inicialmente se reportaron índices tercera parte de los pacientes que tienen una enfermedad
de respuesta del30%, grandes estudios más recientes sugie- progresiva a pesar del tratamiento con bloqueo de andróge-
ren un índice de respuesta de menos del 15% al interferón nos combinados, presentan una disminución en el antígeno
alfa como agente único. Además, es habitual una toxicidad prostático específico (APE) cuando los antiandrógenos se
considerable que consiste en fiebre, escalofríos, miaigias y suspenden. Entonces, esta maniobra es obligatoria antes de
malestar general, aunque después de algunos meses se iniciar otros tratamientos sistémicos. Como se apuntó, en el
puede desarrollar tolerancia a algunos de estos efectos mejor de los casos es muy di fícjl la valoración de la respues-
colaterales. La toxicidad asociada con el intcrfcrón alfa debe ta en pacientes con enfermedad ósea. El uso del APEen estas
sopesarse con sus beneficios potenciales. circunstancias ha sido valorado de manera extensa y razo-
La interleucina 2 (lL-2) ha sido muy· estudiada en nable, y su aplicación debe ser un sustituto de último recur-
pacientes con carcinoma metastásico de células renales. La so. Así, una enérgica e importante(> 50%) disminución del
actividad de la IL-2 está mediada en parte por la activación APE parece ser prcdictiva de una mayor esperanza de vida
y promoción del crecimiento de células T, células By células del paciente. A pesar de este hecho, se debe tener en mente
asesinas naturales. Aunque la IL-2 se ha estudiado en gue la supervivencia media después del diagnóstico de
combinación con otras tantas variedades de inmunoterapia, cáncer de próstata refractario a hormonas es de 40 a 60
incluyendo linfocitos asesinos activados por linfocina o semanas y ningún agente, o combinación de agentes, ha
linfocitos que infiltran el tumor, la eficacia de estas combi- mostrado aún tener un impacto sobre la súpervivencia. Este
naciones no es superior a la de lL-2 sola. Se observan trastorno aún es incurable.
respuestas a altas dosis de lL-2 en el 15 al 25% de los No obstante, algunos agentes o combinación de éstos
pacientes. Además, una característica única de lL-2 es el son prometedores en el tratamiento del cáncer de próstata
índice de remisión completa y durable del 8 al 1Opor ciento. refractario a hormonas. Debe notarse que sólo puede de-
Estas remisiones pueden convertirse en curación en un mostrarse una importante declinación del APEen algunos
grupo muy específico de pacientes; la toxicidad del trata- pacientes, aunque también se han observado respuestas
miento con IL-2 es sustancial y requiere detección cuida- objetivas en pacientes con enfermedad de tejidos blandos.
dosa de los candidatos potenciales para minimizar la Además, en quienes los narcóticos o corticosteroides falla-
presencia de esta toxicidad fatal. Fiebre, escalofríos, hipo- ron y la radiación no es una opción, con frecuencia es
tensión y síndrome de insuficiencia capilar ocurren con posible paliar de manera considerable el dolor con quimio-
tratamientos de altas dosis de IL-2. El tratamiento requiere terapia. Las antraciclinas, como la doxorrubicina, aún están
el uso de una unidad de cuidados intensivos debido a que la entre los agentes únicos más activos en este tipo de padeci-
hipotensión es grave y con frecuencia requiere soporte mientos, con índices de respuesta objetivos del 20% y,
vasopresor. Los pacientes con metástasis a cerebro o colum- cuando se reportan, disminuciones importantes en el APE
na vertebral no deben tratarse con lL-2 debido al edema en el 40 al 50% de los pacientes. Otros agentes únicos con
pcritumoral, y los pacientes con enfermedades renales, pul- alguna actividad en el cáncer de próstata refractario a hor-
monares o de arterias coronarias no son elegibles debido al monas incluyen: ciclofosfamida, cisplatino, mitoxantrona,
riesgo de azoemia, dificultad respiratoria e isquemia mio- 5-fluoracilo, y metotrexato. De manera reciente, se ha re-
cárdica, respectivamente. Los pacientes que han sido trata- portado que la combinación de estramustina y vinblastina
dos con JL-2 tienen un mayor riesgo de infección, en tiene alguna actividad (respuesta objetiva del< 20%, declina-
particular por estafilococos. ción de APE >50% en el 60% de pacientes), con sólo una
Aunque es considerable la toxicidad de IL-2, ciertos toxicidad menor. El suramin es un agente que liga factores
pacientes específicos se curan con esta forma de inmuno- de crecimiento autocrinos y parece tener actividad en el
terapia. El uso de dosis menores y menos tóxicas se está cáncer de próstata refractario a hormonas. Una declinación
investigando; se han reportado varios estudios con resultados en APE mayor del 75% se ha reportado en más del 50% de
alentadores. Se están investigando otros modificadores de pacientes en las pruebas iniciales, con índices de respuesta
la respuesta biológica que pueden ser menos tóxicos que la objetiva del40 por ciento. Se desconoce si esta actividad es
IL-2, incluyendo el tratamiento autolinfocítico y las vacunas. superior a la que se ve con otros agentes quimioterápicos. Se
A pesar de las fuertes opiniones en ambos sentidos llevan a cabo investigaciones clínicas para definir la com-
acerca de este tema, no se sabe si los pacientes con enfer- binación con mejor actividad y la menor toxicidad para el
medad metastásica se benefician de la nefrectomía previa al tratamiento del cáncer de próstata refractario a hom10nas. •
27
Radioterapia de
tumores urológicos
Mack Roach, 111, MO y Theodore L. Phillips, MD, FACR
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El tratamiento primario de las enfermedades urogenitales man radicales de peróxido. Estos peróxidos orgánicos de-
malignas se relaciona con el uso de radiaciones desde terminan lesiones químicas que originan la generación de
hace más o menos 100 años. En 1895, Roentgen describió roturas de las doble hélice del DNA, algunas de las cuales
los rayos X; en 1899, un paciente con cáncer cutáneo se son reparables, mientras otras no. Laradíacióncon transfe-
curó con radiación, y en los siguientes 1O años, la radia-
rencia de energía lineal alta (H iLET, del inglés high linear
ción se usó para curar cáncer de próstata (Percz, 1992).
energy transfer), la cual incluye neutrones y partículas
La radioterapia se volvió un pilar esencial en el tratamiento
de carga pesada, se relacwna con daño menos reparable
de cánceres testiculares y vesicales y después de cáncer
de próstata, conforme se dispuso de fuentes de supervol- y puede inducir daño al DNA por acción directa, con
taje . Si bien la quimioterapia y la cirugía agresiva han mucho menor dependencia de la presencia intermedia de
reemplazado varios de los usos de la radioterapia en oxígeno. De manera clásica, esta expresión del daño por
cánceres urológicos, la radiación aún conserva una fun- radiaciones no se ve sino hasta que las células blanco
ción esencial en el tratamiento de carcinomas de pene, entran en mitosis (Thames, Peters y Ang, 1989). Los
uretra, próstata y vejiga . En este capítulo, se revisan los tejidos normales diferenciados con actividad mitótica
principios generales y las indicaciones para el uso de baja , como corazón y médula espinal , manifiestan los
radiaciones como componente del tratamiento primario efectos de la radiación muchos después que las células
de trastornos uro lógicos malignos. La función de la ra- de los tejidos con mayor actividad cinética, tales como
diación como paliativo se trata a fondo en otro capítulo las células epiteliales que recubren recto, vejiga o uretra.
y se excluye de esta revisión, Debido a la escasez de Sin embargo, los tejidos normales diferenciados con
estudios aleatorios prospectivos, muchas de estas conclu-
actividad mitótica baja son más sensibles al uso de altas
siones reflejan la evaluación de los autores a partir de los
dosis por fracción o a la radioterapia con HiLET. En
datos en fase 11.
órganos en los cuales las células del estroma funcionales
son posmitóticas, como las células musculares y las neu-
ronas , el daño se expresa por lentitud en la división de
PRINCIPIOS GENERALES DE
\as células de sostén como son las células endoteliales.
RADIOTERAPIA
Además del mecanismo clásico descrito, se sabe que
la radiación induce la muerte celular programada o apopto-
Mecanismos de citotoxicidad sis (Allan, 1992). En apariencia, éste es el principal meca-
nismo de citotoxicidad en células espermáticas y linfocitos
Se piensa que los efectos de la radiación sobre el tumor
o los tejidos circundantes normales dependen de manera normales y células malignas linfoides, pero no parece ser
primaria de la inducción de rotura irreparable de la doble un mecanismo importante en los tumores sólidos. Un aná-
hélice del DNA (Hall, 1988). Se piensa que alrededor de lisis preliminar reciente del grupo de oncología y radiotera-
dos tercios de los efectos biológícos se deben a una pia (RTOG, del inglés Radiation Therapy Oncology Group)
acción indirecta a través de los radicales libres del agua sobre un estudio aleatorio prospectivo sugiere que puede ser
y que esta acción puede modificarse con sensibilizantcs un mecanismo clínico relevante en el aumento de muerte
o protectores químicos. Se generan especies de electro- celular en pacientes con cáncer de próstata local avanzado
nes excitados, los cuales, en presencia de oxígeno, for- (Roach y cols., 1994).

489
Sensibilidad y tolerancia a la radiación Consideraciones sobre la dosis por fracción

El impacto de la dosis por fracción en la toxicidad genitou-


En el cuadro 27-1, se resumen las tolerancias a la radiación rinaria crónica, es tal vez, más crítica que la dosis total, el
clásica para cada uno de los tejidos normales de interés volumen o el tiempo (Rubín y Cassert, 1968). La ecuación
durante la radioterapia fraccionada convencional para tumo- de Ellis para dosis estándar nominal (DEN) representa un
res en vías urinarias (Rubin, Constine y Nelson, 1992). En intento inicial de aportar indicaciones cuantitativas prácti-
general, el término fraccionamiento convencional se refie- cas para el ajuste de la dosis total según tiempo, tamaño de
re a la aplicación de dosis simples diarias que van desde la fracción y tolerancia de los tejidos normales (Ellis, 1969).
180 cGy ( 1.8 Gy) hasta 200 cGy (2.0 Gy). La unidad gray De manera más reciente, la mayoría de los investigadores
es igual a 100 rads. Cuando la radioterapia se usa sola, se clínicos adoptó la ecuación lineal de segundo grado (ecua-
requieren dosis acumulativas de por lo menos 65 Gy para ción L-Q) como el modelo más útil para comparar vanas
control local de enfermedades graves (adenocarcínoma, dosis y esquemas de fraccionamiento (Fowler, 1984 ). La
carcinoma de células transiciona!es y carcinoma escamoso) ecuación es la siguiente:
que surgen de próstata, vejiga, uretra o uréteres. Cuando se
usa de manera profiláctica para una probable enfermedad Efecto+ E= n(cx.d + ~d),donde d =Dosis por fracción
microscópica (ganglios linfáticos), o después de la opera- a =efectos no reparables
ción, en general bastan dosis de 45 a 50 Gy. Para semi nomas ~ =efectos reparables
testiculares la mayoría de las veces bastan dosis de 25 Gy. n = número de fracciones
La dosis total, la dosis por fracción y el volumen del idénticas
tejido normal irradiado son los principal es factor.cs de riesgo
de las complicaciones inducidas por radiaciones. La presen- Para la comparación de dos esquemas de fraccionamiento
cia de trastomos morbosos agregados tales como cirugía, diferentes, asumiendo una duración de tratamiento igual, la
diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal o vejez tam- ecuación L-Q puede escribirse como sigue:
bién se relacionan con un mayor riesgo de complicaciones
secundarias a radiaciones. Los cálculos precisos de la "ver-
D2/D1 = (1 + d1 ~/ex)
dadera tolerancia'· de los tejidos circundantes se dificulta-
ban hasta hace poco por la incapacidad para reconstruir la (1 + d2~/a)
verdadera relación entre dosis a tejidos norrnales y volúme- D =Dosis totaly D1 = n1d1
nes en tercera dimensión. Algunos informes tempranos d =Dosis/fracción
asumían que el movimiento del órgano y el error en la
organización del tratamiento diario tíenen un impacto insig- En la mayoría de las circunstancias clínicas, se considera
nificante en las dosis de radiación que se aplican a los tejidos que la relación a/~ para los tejidos normales de reacción
circundantes normales. Estudios recientes demostraron que tardía, tales como vejiga o recto, es de 3. Para tejidos
estas aseveraciones son incorrectas y tal vez se deben a una normales de respuesta rápida y para los tumores, la relación
subestimación de la verdadera tolerancia de los tejidos al~ es 1O.
circundantes normales a la radiación (Ten Haken y cols.,
Roscnthal, 1993). Calendarios de fraccionamiento modificado

A partir del modelo radiobiológico que usa la relación al~,


Cuadro 27-l. Tolerancia a la radiación de los descrita antes, se desarrollaron los "calendarios de fraccio-
órganos completos ante la radioterapia namiento modificado" para mejorar la relación terapéutica
fraccionada en tumores urológicos* entre eficacia y toxicidad. El hiperfraccíonamiento acele-
Órgano T D5/5t TDS/501: Pun to final rado es el método más popular. Con él, se da más de un
tratamiento por día, se reduce la dosis por tratamiento, se
·-
____{s:Qy_l (cGy) clínico
incrementa la dosis total y se reduce el tiempo total de
Testículos lOO 200 Esterilidad
tratamiento. Como la mayor parte del daño inducido por
Riñones

2000 3000 Nefrosclerosis
·~-~-----
radiación se repara en seis horas, en teoría el uso de trata-
Intestmo 5000 6000 Úlcera mientos múltiples por día permite que se apliquen mayores
Colon 5500 6500 Úlcera dosis de radiación en un período más corto, lo que reduce
Vejiga 6500 7500 Úlcera la posibilidad de repoblación tumoral. Si se usa el modelo
al~, se espera que los efectos tardíos previstos con fraccio-
Recto 6000 8000 Úlcera
nes de 1.2 Gy dos veces al día (separados por seis horas)
Uretra 6500 8000 Estenosis hasta completar 69.6 Gy sean equivalentes a los que se
* Mod¡f¡cado de Rubm P, Constinc LS. Nclson DI': Late cffccts of canccr producen con el fraccionamiento convencional a 58 Gy. En
treatmcnt: Ra¡l\at1on and drug tox¡c¡ty En· Pnnctples and Prac/tce oj"
Radia/ion Onco!ogy, 2nd cd. Pcrcz CA, BrJdy LW (editores). L1ppincott, contraste, se espera que los tejidos de respuesta rápida como
J 992 el epitelio de vejiga respondan como Jo harían con una dosis
1
TD 5/5 ""' dos1s que se relaciona con el 5% .de nesgo de la apariciÓn del de 65 Gy con fraccionamiento convencional. Este modelo
final clínico en los siguientes cinco ¡1ños. predice un aumento en los efectos agudos, lo que incluye la
: TD 5/50"'" dos1s que se relaciOna con el 50% de riesgo de la aparición del respuesta tumoral, y una disminución de los efectos tardíos
fmal c!inico en los s1gutentes cmco años como fibrosis.
El hipofrac cionamie nto implica el uso de fraccione s mente dentro del tumor. La braquiter apia se clasifica como
mayores de las convencio nales. Con el modelo al~, el intersticia l o intracavit aria. En la braquiter apia intersticia l
esquema de fracciona miento con dosis de 3.0 Gy requiere se colocan agujas radiactiva s, agujas o sondas precargad as
una reducción de la dosis total a 51 Gy para mantener efectos o semillas radtactiva s directo en próstata, vejiga, pene o
tardíos similares . Esto orig1na un efecto en las respuesta s tejidos periuretra les. La braquitcr apia intracavit aria incluye
temprana s de los tejidos y tumores equivalen te a 55 Gy con la colocació n de sondas radiactiva s en la luz o un orificio
el método de fracciona miento convencio nal. Con este mé- como uretra para tratar tumores de uretra o pene. Las
todo, se requiere una reducción de alrededor del 10% en la semillas se usan para implantes permanen tes, mientras
dosis total al tumor sin que se disminuy an los efectos tardíos las agujas y sondas fungen como implantes temporale s. La
(asumien do que los valores elegidos para la re-lación al~ son braquiter apia de altas dosis se refiere a la liberacion de dosis
los correctos para tejidos normales y tumores). moderada mente altas de radiación durante un pez:-iodo corto
El uso clínico de esquemas de fracciona miento modi- (minutos) . En general, la braquiter apia de altas dosis se
ficados en el tratamien to de tumores urológico s es limitado libera en dos o más sesiones de tratamien to para reducir el
(Vanuyste l y cols., 1986; Forman y cols., 1993; Edsmyr y riesgo de complica ciones tardías. La braquiter apia de dosis
cols., 1985). Los resultados preliminares con hiperfracciona- bajas suele administr arse de manera continua por días o
miento para tumores de próstata son variados (Vanuyste l y semanas con implantes temporale s o permanen tes, respec-
cols., 1986; Forman y cols., 1993). En las series de Vanuys- tivamente . En la figura 27-1 se muestra un ejemplo de
tel y cols., se encontrar on complica ciones rectales con ma- tomograf ía computad onzada (TC) donde aparecen implan-
yor frecuenci a de lo previsto; sin embargo, es probable que tes intersticia les permanen tes de yodo 125 en la próstata. La
el intervalo interfracc ión haya sido insuficien te para permi- figura 27-2 muestra un ejemplo de braquiter apia intracavi-
tir la reparació n total del daño inducido por las radiacion es taria para un tumor uretral en paciente femenino .
a los tejidos circundan tes nonúales . En series más recientes
de la Universid ad de 1Estado de Wayne, se informa toxicidad
aceptable entre los 20 primeros pacientes tratados con
l. 3 Gy dos veces al día hasta 78 Gy (Forman y cols., 1993 ). SITIOS UROLÓGICOS ESPECÍFICOS
En un estudio prospccti vo aleatorio, la radioterap ia hiper-
fracciona da originó un aumento en la esperanza de vida de Cáncer de próstata
pacientes con cáncer de vejiga (Edsmyr y cols., 1985).
A. Tratamiento conven cional
La irradiació n convencio nal mediante haz externo se usa en
Braquiterapia Estados Unidos en el tratamien to de cáncer de próstata
desde hace más de 25 años (Bagshaw , Cox y Ray, 1988).
El término braquite rapia se refiere altipo de radiación que Bagshaw y sus colaborad ores de la Universid ad de Stanford
usan las fuentes radtactiva s colocadas muy cerca o directa- populariz aron la técnica de tratamien to que cons)ste en
A
B

.)~~;
. ~ · ~p.

Figura 27-1A y 8_ Braquiter apia . Ejemplo de implantes intersticiales


permanen tes en próstata. En la figura 1A se obseNa una
vista anteropos terior (AP) y en la 1 B una vista lateral de implantes
de próstata con yodo 125 . Nótese que la línea de isodosis
de 150 Gy incluye todo el volumen prostático tanto en las proyeccio
nes lateral como AP. En general, la irradiació n mediante
haz externo convencio nal implica la aplicación de alrededor de la mitad
de esta dosis, pero con una proporción de dosis mayor.
El impacto radiobioló gico de estas diferencia s en el resultado final es
aún incierto. Cortesía del Dr Kent Walner, Memorial S!oan
Kettering Cancer Center.
del "control local" . Ahora se sabe que estos puntos termi-
na} es subestiman la verdadera incidencia de fracasos locales
debidos a la presencia de cáncer oculto en pacientes contro-
lados . Más aún, los largos periodos de supervivencia que se
observaron en pacientes que no recibieron tratamiento ini-
cial hacen difícil una valoración precisa del impacto del
tratamiento en la esperanza de vida.
En el pasado, se pensó que las biopsias positivas tenían
un significado dudoso (Cox y Kline, 1983; Leach y cols.,
J 982). Estudios recientes demuestran que cuando las biop-
sjas positivas se asocian con crecimiento en la concentración
del antígeno prostático específico (APE), el pronóstico es
desfavorable (Dugan y cols., 1989; Freiha y Bagshaw, 1984;
Kabalin y cols., 1989; Nachtsheim y cols., 1978; Schellharn-
mer y cols., ] 987; Scardino y Wheeler, 1988; Prestidge,
Kaplan y Bagshaw, 1991). Muchos pacientes en los que se
pensaba que la enfermedad estaba controlada a nivel local según
la exploración física, tienen en realidad persistencia de la en ferrne-
dad si se valoran con APE, biopsia o ambos. En el cuadro 27-2 se
resume la incidencia de biopsias positivas en series seleccionadas.
La gran diferencia en la incidencia de biopsias positivas refleja las
diferencias en los criterios de selección entre las múltiples series.
Si Jos pacientes con enfe1medad avanzada local o con crecimiento
Figura 27-2. Ejemplo de braquiterapia intraluminal para nuevo palpable se someten a biopsia, la incidencia de biopsias
cáncer uretral, con autorizaciónde Sailer y cols., Journal of
positivas es de casi el 90 por ciento (Prestidge, Kaplan y Bagshaw,
Urology (Sai!er, 1988).
1991; Crook y cols., 1993). Si los pacientes con APE pretrata-
miento bajo o con enfermedad controlada y APEestable se someten
a biopsia, la incidencia de biopsias positivas es mucho menor: 30%
"radiación pélvica total'' mediante una "caja de cuatro o menos (Crook y cols., 1993; Pisansky y cols., 1993). Si bien el
campos" seguida de una "asistencia cónica baja" mediante APE postratamiento es más sensible, es menos específico para
arcos bilaterales de 120 grados . De manera tradicional, la el fracaso del tratamiento que la biopsia, pues los fracasos distantes
caja de cuatro campos de esta técnica incluye campos ante- contribuyen a elevar la concentración de APE (Crook y cols.,
roposteriores-posteroanteriores opuestos así como campos 1993).
laterales opuestos y sirve para tratar ganglios linfáticos Múltiples series publicadas aportan información sufi-
pélvicos con dosis de 4500 a 5000 cGy (rads). La porción ciente para permitir que se estime el riesgo de recaída
del asistente cónico bajo sólo sirve para tratar la próstata y, bioquímica (RBQ) (elevación de APE) después de radiación
en general, se prescribe en el tratamiento del centro del convencional con rayo externo (RCRE) a partir del APE
órgano blanco con 6500 a 7000 cGy (cantidad que incluye pretratamicnto (Zagars y van Eschenbach, 1993; Kaplan,
la radiación aplicada antes con !a técnica de la caja de cuatro Cox y Bagshaw, 1993; Ritter y cols., l992; Russell y cols.,
campos). La parte del tratamiento que corresponde al asis- 1991). En la figura 27-3 se muestra de manera gráfica el
tente se aplica en áreas rectangulares o cuadradas mucho riesgo de fracaso del APE a 1, 2 y 3 años después de la
menores, en general de 8 x 8 o 9 x 9 cm. La colocación de radioterapia, en función del APE pretratamiento (estimado
las áreas de tratamiento con esta técnica, u otras más viejas, por la combinación de datos de Stanford, MD Anderson y
depende en general del uso de referencias óseas. Hasta hace la Clínica Mayo) (Pisansky y cols., 1993; Zagars y von
poco se usaba el borde inferior de las tuberosidades isquiá- Eschenbach, 1993; Kaplan, Cox y Bagshaw, 1993).
ticas como referencias para definir el borde inferior tanto En la figura 27-4 se comparan los resultados tempra-
de la pelvis total como de los campos de asistencia. De nos y tardíos de la radioterapia con los de la cirugía. Los
manera más reciente, la TC o la uretrografía retrógrada o resultados de la radioterapia temprana se basan en los datos
ambas se usan para mejorar la eficacia de la mira del tumor obtenidos por Kaplan y sus colegas en pacientes con APE
(Perez, 1992; Roach, 1993a). entre 1O y 20 ng/mL (Kaplan, Cox y Bagshaw, 1993 ). Los
Múltiples estudios prospectivos y retrospectivos apo- resultados de la radioterapia a 1O años se estimaron a partir
yan la eficacia de la radiación en el tratamiento del cáncer de los datos de Hanks y sus colegas (Hanks, 1993 ). Para este
de próstata localizado (Bagshaw, Cox y Ray, 1988; Liebel, análisis, los pacientes en las series del grupo de Hanks vivos
Hanks y Kramer, 1984). Estos estudios son de valor sobre después de 9 a 13 años, pero sin datos acerca de APE, se
todo porque registran el impacto del tratamiento en la espe- consideraron como fracasos en el tratamiento. Los resulta-
ranza de vida a largo plazo y porque aportan bases de datos dos quirúrgicos tempranos y tardíos se basaron en los obte-
históricas con las cuales pueden compararse estudios futu- nidos por Stein y sus colegas (Stein y cols., 1992). En estas
ros. A partir de estos estudios, se estima que el índice de series, el 80% de los pacientes tenían una calificación de
controlloca1 tras el tratamiento con radiación convencional Gleason de menos de 7 y el 50% tenía enfermedad extra-
con haz externo es del 70 al 90 por ciento. Los puntos finales capsular. Como la incidencia de extensión extracapsular fue
de estos estudios se basan primero en la valoración clínica del 50% y la calificación promedio de Gleason fue de
Cuadr o 27-2. Incide ncia de biopsias positivas despué s dEl irradia
ción media nte haz extern o en series
seleccionadas
Primer autor (año) Etapas (%) Biopsia s Comen tarios
(AJBJ/B 2/C) posjtiva s (%)
Nachtsheim (78) 10/24/6 6 52¡ ¿Cómo se eligiero n los pacient es?
Leach (82) 11/7/14 /68 Alreded or de 65 Control local= 96%, pero el índice de sobrevi vientes
a 1O af'ios con NED es de alreded or del 57%; no hay
diferenc ia con Bx+
Cox (83) 0/0/ 100 Alreded or de 19J No hay diferenc ia con Bx+
Freiha (84) 2/3/47/4 8 61t(Oa 74) 89% positivas si el examen es anorma l
ScheUh ammcr (87) 10/6/51 /34 33t (25 a41) Bx+ predictiva para fracaso local y distante
Scardin o (88) 16/40/ 18/26 32 Bx+ predicti va para fracaso local
Kabahn (89) 11/11/4 4/42 93 ¿Cómo se eligiero n los pacient es?
(11% etapa O)
Dugan (91) 0/0/0/10 0 38§ Pacient es sin eviden cia clinica de enferm edad
reincide nte
Crook (93) 19/24/36/21 21 100 paciente s consecu tivos
* Mod1 f icado y reproduc1 do con autonzací ón de Scardíno PT, Wheder
TM: Local control ofprostat e cancer with radiothera py: Frequency
sign1 f1cance of positive results of postirradi ation and prognosti c
prostate biopsy. NCI Monogr 1988 ;7:95.
t A los l8 meses o más.

t Entre 15 y \8 meses .
§ Du rante un añ o, más de 24 meses postratam iento y sin tratamien
to endocnno

alreded or de 6 o menos, se estima que el APE pretrata miento


70
promed io fue de alreded or de 13.3 para pacient es quirúrg i-
cos (Partin y cols., 1993; Roach, 1993). Si bien hay un poco o
más de pacient es en etapa clínica tempran a en las series .Eu 60

·; •% RBQ. quirur(APE 14 ng/ml)


quirúrg1cas de Stcm que en las de Hanks, los pacient
es son g 50 ~ % RBQ. RT (APE - 1O a 20 ng/ml)
compar ables en todo lo demás. A pesar de las limitaci ones :a
o
de este tipo de análisis, si se usa el APE como punto :g 40
o
~
CIJ 30
-e
o
O'l
111 20
Q.)
90 (2

so 10
• Primer año
~ 70 t'!1 Segundo año
~
LU 60 i!l1! Tercer año Año 1 Año 2
0.. Año 3 Año 10
<i 50 Tiempo
Ql
-e
(/) 40
o
111
<11 30 Figura 27-4. Resultados a corto y largo plazo de la cirugía
u
e
u. 20
en comparación con la radioterapia. Los resultados tempra-
nos de la radioterapia se basan en datos de Kaplan y cols
.
10
en pacientes con APE entre 1O y 20 ng/ml (Kaplan, 1993).
Los resultados a 10 años de la radioterapia se estimaron
a
.;4 4-10 dO <13 10-20 10-30 20- 50 >30 >50
partir de datos de Hanks y cols. (Hanks, 1993}. Los resu!t2-
Valores de APE pretrata miento dos quirúrgicos tempranos y tardíos se basaron en datos
de
Stein y cols. (Stein, 1992). Como la incidencia de extensió
Figura 27-3. El APE pretratamiento y riesgo de fracaso n
extracapsular fue del 50% y el promedio de la calificación
bioquímico (APE) tras la radioterapia a 1, 2 y 3 años. Este de
Gleason fue de alrededor de 6, se estima que el APE prome-
resumen se estabfece·a partir de la combinación de los datos
dio pretratamiento fue de alrededor de 14 mg/mL en
sobre fracasos bioquímicos (APE) en estudios de Zagars los
y pacientes quirúrgicos (véase el texto para el comentario)
cols ., y Kaplan y cols. (Partin, 1993; Roach , 1993).
494 • Urologia general de Smith (Capitulo 27)

terminal, se aprec1a un porcentaje similar de pacientes libres B. Radioterapia de conformación


de enfermedad a 1, 2, 3 y 1O años tras la radioterapia ~ridimensional (RTCT)
convencional y después de prostatectomía radical retropú- Este es un método complejo que entrega altas dosis de
bica. radiación al volumen del órgano de interés pero que respeta
Algunos de Jos factores que contribuyen al riesgo de mucho más el tejido normal circundante de lo que permiten
fracaso local después de RCRE se resumen en el cuadro las técnicas convencionales (Roach, Pickctt y Phillips, 1993;
Soffen y cols., 1991; Roach y cols., 1993; Liebcl y cols.,
27-3. Estudios recientes demuestran que las té en icas tradi-
1994). Las figuras 27-5A y 8 son ejemplos de placas de
cJOnalcs se relacionan con cobertura inadecuada del volu-
simulación oblicuas o laterales que se usan para aplicar
men del órgano blanco en el 20 al 41% de los pacientes
RTCT. En las figuras 27-5A a C se muestra la distribución
tratados (Ten Haken y e o ls., 1991 ; Roach, 199 3; Ten Haken de la dosis en relación con esta técnica y en la f1gura 27--6
y cols., 1989). Estas técnicas antiguas se basaban en el uso se muestra un histograma dosis-volumen que compara las
rutmario de referencias óseas para definir los bordes del ventajas de ésta con una estándar. Si se compara el trata-
tratamiento y se caracterizaban por el uso de amplificadores miento de un paciente con la técnica estándar (con caja de
de campo bastante pequeños. Estas series también usaban cuatro campos y asistencia de arco bilateral), !a RTCT se
por rutina dosis totales entre 65 y 70 Gy, pues se creía que relaciona con una reducción de cerca del 30% de la dosis
estas dosis eran suficientes y cercanas a la dosis máxima recibida por el 50% del recto. A partir de este tipo de análisis,
soportable por los tejidos circundantes normales. Se hicie- se estima que es posible un aumento de dosis del 10% sin
ron contribuciones posteriores a los elatos acerca de la RBQ que se aumente la toxicidad aguda o crónica (Roach y cols.,
tales como el hecho que muchos de estos pac1entes tenían 1993).
enfermedad que se subestimó por exploració!l física y que Desde 1991, se han tratado más de 150 pacientes con
cáncer de próstata localizado mediante la técnica de confor-
ya eran incurables al momento del diagnóstico (Partin y
mación de se1s campos, en la Universidad de California, San
cols., 1993; Roach y cols., 1994). Si se usa el APE pretrata-
Francisco y Davis. Recién se evaluaron los primeros 103
micnto y la calificación de Gleason así como la etapa clínica
pacientes, con una media de seguimiento de 15 meses (rango
para estimar la etapa histológica, se reduce la probabilidad de 9 a 34 meses) para toxicidad aguda y a corto plazo ( Roach
de que este problema persista (Partin y cols., 1993; Roach y cols., 1993 ). Las dosis prostáticas fueron del 5 al 1o<Yo
y cols., 1994). En la actualidad, en rnúltiplcs centros se mayores que !as convencionales con una media de dosis
corrigen los problemas técnicos antes mencionados con el míntmas de 70.2 Gy (rango de 59.4 a 76.0) y de 73.3 para
uso de sistemas mejorados para obtener las imágenes y con las máximas (rango de 61.4 a 87.3 ). Si bien la mayoría de
el tratamiento tridimensional con tecnología por planos, !o los pacientes experimentó síntomas agudos y leves de tipo
que se ha dado en l!amar radioterapia de conformación tanto gastrointestinal como urinario o ambos, el sangrado y
tridimensional (Roach, Pickctt y Phi!!ips, 1993; Vijayaku- la incontinencia rectal, así como la incontinencia urinaria,
mar y cols., 1993; Sandler y cols., 1993; Soffen y cols., atribuibles a radiación, ocurrieron de manera crónica en sólo
1991; Roach y cols., 1993 ). c14, 2 y 1%, respectivamente. No hubo toxicidad grado 4 o
5 (grados que requieren intervención quirúrgica o que ori-
ginan la muerte del paciente). Estos análisis preliminares,
además de las series del Memorial S!oa!l-Kettering y de la
Cuadro 27-3. Problemas que aumentan el Universidad de Michigan, sugieren que los pacientes pue-
riesgo de fracaso local después de irradiación den tratarse con dosis mayores que las usuales mediante la
mediante haz externo radioterapia de conformación de seis campos, sin excesiva
Explicaciones del alto índice de fracaso local toxicidad. Se requiere un segu im i cnto posterior para va 1orar
l. Definición inadecuada del órgano blanco los efectos tardíos y el control local (Sandler y cols., 1993;
Sotfen y cols., J9C) 1; Roach y cols., 1993; Leibcl y cols.,
a. Tamaño del campo muy pequeño o borde inferior muy
alto 1994).
b. No se incluyen vesículas seminales
2. Dosis de radiación inadecuada C. Braquiterapia
a. Dosis limitadas por la creencia de que bastan 65 a 70 Gy Además de la radiación mediante haz externo estándar,
para curar existen formas alternativas de radiación para tratar el cáncer
b. Dosis limitadas por dificultades técnicas y la tolerancia de próstata localizado. La más frecuente de estas alternati-
de Jos tejidos normales vas es la braquiterapia. La principal ventaja teórica de este
3. Subclasificación de los pacientes: pacientes con enferme- tipo de radiación es la capacidad de liberar una dosis muy
dad metastásica alta en un área localizada. En estudios anteriores, se usaban
Soluciones a los problemas mencionados implantes permanentes y se requerían técnicas de cirugía
1. Defmición adecuada del órgano blanco: definición del abierta. Series más recJCntes usan técnicas cerradas dirigi-
campo con reconstrucciones tridimensionales basadas en das por ultrasonido transrectal (Fuks y cols., 1991; Gottesn1an
TC del volumen del tumor y uretrogramas y cols., 1991; Kuban, El-Mahdí y Schellhammcr, 1989; Pa-
2. Dosis adecuada: Mayores dosis de radiación para mejorar tel y cols., 1990; Marinelli y cols., 1992; Walner y cols.,
el índice de control local · 1993 ). En general, los implantes permanentes implican
3. Mejor preclasificación de los pacientes: uso de APE y dosis menores por unidad de tiempo con dosis total mayor.
calificación de Gleason pretratamiento Los índices de fracasos que se reportan en muchos de los
Radioterapia de tumores urológicos • 495

e
CUT # = ~ CT _MIDSAG!TT AL H
o
1 CUT 11 = 10 Cl_AXI lO ¡3. 6 A
C.tJT CHITE : X= - 0.?1 Y= -¡ . O z~ 1.0
CUT CENTER: X-= O. O Y= 0.6 2= -6. O
21l

"~
1 ID

1()-

1
A p
5
(

~
o-

¡o

·>-

=.E ' 6.5o· ·!S -S


g;)li ' o so:J lD 15
1~-tta =-Jo ~ - ij 51.0 D. O
ISO·OCH 9S. 6 So. o <O . O
~-Fo
1 1 -o 1 -s S lO
l. 1 l 1 1 1 1 1 1 1 p
------- ------ - - - - -
Figura 27-SA a D. Ejemplo de distribución de campos y dosis en relación con el
uso de irradiación mediante haz externo y
conformación de siete campos con base tridimensional para e! tratamiento de cáncer
de próstata. La figura SA demuestra un
campo lateral y la 58 un campo oblicuo con el uso de "vista de ojos de rayo". La
figura 5C muestra !a distribución de la dosis
en un plano sagital (a/k un cono bajo por arriba de las vesículas seminales, y la 50
muestra los ejes centrales 95, 50 y 10.

estudios iniciales sugieren que los imp1antes permanent es muestra un ejemplo de implante intersticial permanent e de
son menos eficaces que la radiación de haz externo. Series próstata con yodo 125 dirigido con TC. Los implantes
recientes sugieren que, mediante el uso de guía con ultraso- temporales son más eficaces , pero en general se relacionan
nido transrectal o TC, los resultados de los implantes perma- con morbilidad más alta y requieren hosp1taliz aciónduran te
nentes mejoran (Walner y cols., 1993 ). En la figura 27-1 se el procedm1iento del implante.
496 • Urología general de Smith (Capítulo 27)

E Radioterapia posoperatoria
En apariencia, la erradicación con haz externo después de
100 • o prostatectomía radical reduce las reincidencias locales
D
ll
o (Perez, 1992; Kaplan y Bagshaw, 1992; Anschcr y Prosnitz,
o
o~ 80 • D
o
1991 ). Los pacientes que se tratan antes del descubrimiento
~
(.)
• Cl
de una reincidencia local tienen una mejoría en la esperan-
za de vida sin cáncer y en el lapso de aparición de metástasis
o
~
trl
'iñ 60
• o distantes (Kaplan y Bagshaw, 1992; Anscher y Prosnitz,
o 1991 ). El impacto de la radiación posoperatoria en la espe-
o
"O
G>
• ranza de vida es aún controvertido. Para pacientes tratados
"O
o 40
• de inmediato tras la prostatectomía radical ya sea que tienen
'O
41 o Promedio estándar • márgenes positivos o la elevación aún lenta de APE (antígeno
o
E
0: ese
• prostático específico)(< 1.5 ng/mL), es probable que el trata-
20
• Promedio
• miento local del lecho posresección sea adecuado, si los
ganglios linfáticos son negativos. Para pacientes con elevación
• de APE bastante rápida(> 1.5 ng/mL) después de la cirugía
o o que tienen una reincidencia importante o ganglíos linfáticos
o 2 o 4 o 60 80 1 DO positivos, debe considerarse la irradiación pél vi ca completa.
Volumen rectal (%) Dichos pacientes tienen un índice de fracaso a tres años de
más del 70 por ciento (Roach, datos no publicados, 1994).
El tratamiento local del lecho pos resección se adminis-
Figura 27-6. Cornparación del volumen promedio de la dosis tra con la técnica de caja de cuatro campos, arcos bilaterales
rectal en 1O pacíentes cuando el tratamiento se administra de 120 grados o técnicas más complejas como técnicas de
con la "técnica estándar" que consiste en una caja de cuatro
conformación tridimensional (tal como se describió para
campos asistida con arco bilateral de 120 grados y cuando
pacientes con este tratamiento primario). La irradiación
se usa la técnica de conformación de seis campos (CSC) con
pélvica completa se aplica al igual que el tratamiento pri-
base tridimensional. Nótese que la dosis al 50% del recto se
mario. Las dosis de radiación que se usan de manera clásica
reduce en promedio en más del 30% con la técnica de
conformación y aún se cubre de manera adecuada la prós- van de 45 a 65 Gy, según el riesgo de enfermedad residual
tata. Este ahorro permite que se aplique con seguridad una y el tipo de tratamiento elegido. Para pacientes de alto
dosis mayor de radiación. riesgo, es decir, con márgenes positivos o reincidencia, la
dosis mínima estándar para tumores en el centro hospitalario
de los autores es de 60 a 65 Gy, con dosis mayores reservadas
para Jos pacientes ocasionales con enfermedad reincidente
D. Neutrones, protones y partículas importante. Si bien algunas series tempranas revelan una
de carga pesada alta incidencia de complicaciones en relación con el uso de
Otra forma alternativa de radiación externa es el uso de radioterapia posoperatoria, los estudios recientes sugieren
radiación con partículas pesadas (por ejemplo, neutrones), que con el equipo moderno y la planeación, la incidencia de
con partículas cargadas (por ejemplo, protones) o con par- complicaciones es mucho menor.
tículas cargadas pesadas (por ejemplo, neón) (Krieger y
cols., 1989; Duttenhaver y cols., 1983 ). La ventaja teórica F. Complicaciones de la radioterapia
de los neutrones se relaciona con su relativa independencia para cáncer de próstata
ante la presencia de oxígeno y la consecuente resistencia A partir de los estudios 7506 y 7706 del Grupo Oncológico
relativa a la reparación del daño subletal (Hall , 1988). En un sobre Radioterapia con un mínimo de seguimiento de siete
estudio aleatorio prespectivo reciente que realizaron Russc!l años, se informan complicaciones urinarias grado 3 y 4
y sus colegas, se asociaron los neutrones rápidos con un (moderadas a graves) en el 7.7% de los pacientes (Lawton
índice de fracasos locales clínicos y menos incidencia de y cols., 1990). El tiempo para desarroJlar complicaciones
fracasos en A PE en comparación con el tratamiento con grado 4 varió de 3.4 a 18.3 meses con una media de 14.1
rayos X (Russell y cols., 1994). La prindpal ventaja teórica meses. Sólo el3.3% de los pacientes experimentó toxicidad
del uso de protones es la distribución de !a dosis que permite intestinal grado 3 a 5. La medida del periodo de desarrollo
de toxicidad grado 4 o 5 fue de 17.9 meses (rango de 2 a 52
este tipo de radiación. Los resultados preliminares sobre el
meses). Si bien hay un alto riesgo de complicaciones urina-
uso de esta tecnología son alentadores (Dugan y cols. , 1991;
rias grado 3 en pacientes que reciben más de 70 Gy, no es
Duttenhaver y cols., 1993 ). Se pensó que las partículas
cierto que aparezcan complicaciones urinarias grado 4 o 5
cargadas y pesadas tenían tanto la ventaja de los promotores ni complicaciones digestivas grado 3, 4 o 5. Son raras la
como de los neutrones. Los estudios iniciales con esta incontinencia fecal o urinaria después de radioterapia y, en
tecnología son también alentadores, pero las series son general, se relacionan con cirugía anterior (la que incluye
pegueñas, el seguimiento es bastante corto y hay una dispo- resección transuretral de próstata) (Pérez, 1992; Rubín,
nibilidad limitada de este equipo. Se requieren estudios de Constine y Nelson, 1992; Smit y cols., 1990).
seguimiento más largos para valorar el impacto de estos Es habitual la evidencia de sangrado rectal en 10% de
tipos alternativos de radiación en la esperanza de vida a los pacientes tras irradiación con haz externo, pero dicho
largo plazo. sangrado suele ser leve, autolimitado y se relaciona con
dosis y volumen (Rubio, Constine y Nelson, 1992; Smit y se usan para cáncer de próstata; las excepciones son la dosis
cols., 1990). Benk y cols., usaron protones para inundar la total y el asistente de volumen que se usa al final. En general,
próstata con dosis mayores de las usuales; ellos informan los pacientes con cáncer de vejiga se tratan desde el princi-
sangrado rectal en por lo menos el 70% de los pacientes a pio con radiación pélvica completa mediante la técnica de
los cuatro años si el 40% o más de la pared anterior rectal caja de cuatro campos cuyo borde superior se coloca en el
recibió por lo menos 75 GyE (dosis en Gy multiplicada por espacio L5 a S 1 o a la mitad de la artlculación sacroiliaca.
un factor de conversión para la efectividad biológica de la En general, se coloca el borde inferior en !a parte caudal del
radiación [EBR]) (Benkycols., 1992). La media del periodo foramen obturador, a menos que haya extensión a próstata,
de inicio de sangrado rectal en estas series fue superior a en cuyo caso de borde inferior se coloca tan bajo como el
dos años. La impotencia se presentó en hasta el 35 al 40% borde inferior de las tuberosidades isquiáticas. En ocasio-
de los pacientes que antes eran potentes, después de la nes, se usa una técnica de tres campos, que incluye uno
irradiación convencional con haz externo, pero se piensa que anteroposterior y dos laterales opuestos, ya sea de manera
es un poco menor después de braquiterapia (Perez, I992). inicial o para la asistencia de cono bajo. En general, se
La impotencia parece ser un poco mayor en pacientes que reducen los aportes iniciales en pacientes con tratamientos
se someten a radioterapia de conformación tridimensional definitivos después de 4500 a 5000 cGy, y después se
en los que se aplican dosis mayores de las "dosis estándar"; continúa con un volumen reducido hasta una dosis final de
en particular si el paciente sufrió procedimientos quirúrgi- 6480 a 6840 cGy. El volumen reducido final se diseña de tal
cos urológicos mayores tales como prostatectomía con re- manera que por lo menos una parte de la vejiga sana se libre
sección transuretral (Roach, datos no publicados, 1994). parcialmente de la dosis total. Los pacientes que reciben
radioterapia preoperatoria se tratan en promedio con
Cáncer de vejiga 3000 cGy (por dos semanas), pero se emp\ean a veces dosis
tan bajas como 2000 cGy (por una semana) o tan altas como
4500 a 5000 cGy (Parsons y Million , 1992).
A. Irradiación definitiva mediante
haz externo
En Estados Unidos, se usa sobre todo la cirugía como B. Braquiterapia y tratamiento
tl:atamiento inicial en el carcinoma de vejiga urinaria. Sólo transoperatorio con haz de electrones
los pacientes con mal pronóstico para la cirugía se tratan La braquiterapia también se emplea para tratar el carcinoma
con radioterapia definitiva. Por tanto, no es de sorprender de vejiga localizado (Parsons y Milhon, 1992; Van der
que la mayoría de los estudios retrospectivos informe índi- Werf-Messing y cols., ! 981, 1983 ). Van der Werf-Messing
ces bajos de sobrevivientes en los pacientes tratados con fue pionera en la técnica que se basa en la implantación de
radioterapia en comparación con los que se operaron. La agujas de radio . Reporta índices de reincidencia a cinco años
mayoría de los pacientes tratados con radioterapia sufrieron del 18 al 23% para tumores TJ y T2, respectivamente (Van
múltiples resecciones transuretrales previas. En contraste, der Werf-Messing, 1981; Van dcr Werf-Messing y cols.,
la irradiación mr;díante haz externo es el tratamiento defi- 1983 ). La experiencia sobre el uso de radioterapia transo-
nitivo primario para tratar carcinoma de vejiga en Canadá y peratoria es limitada. Matsumoto y cols., informan índices
el Reino Unido (Parsons y Million, 1992). de control local del 91% al cabo de cinco años cuando los
Las series de Edinburgh se encuentran entre las más tumores T 1 y T2 se tratan con radioterapia con haz de
numerosas dentro de las que evalúan la eficacia de la radio- electrones seguido de irradiación con haz externo (Matsu-
terapia definitiva sola mediante un método sin desviaciones rnoto y cols., J981 ).
(Ouncan y Quilty, 1986). A partir de estas series, el índice
de respuesta total a la radioterapia definitiva de haz externo C. Tratamiento combinado
sola para todas las etapas T es 45%, y el índice de control (quimioterapia y radiaciones)
local a cinco años es del 25% para Tl a 3 y 16% para T4 Si bien los resultados de múltiples estudios piloto son alen-
(Duncan y Quilty, 1986; Quilty y co\s., 1986). Además de tadores, la radiación combinada con quimioterapia aún no
la etapa T, el otro factor pronóstico importante es el ha probado que prolongue más la esperanza de vida que la
grado del tumor. Los índices de respuesta y control local radiación o la resección quirúrgica solas (Kaufman y cols.,
son más altos entre más alto es el grado de lesión; sin 1993 ). A pesar de la falta de éxito a la fecha, la observación
embargo, el índice de sobrevivientes es menor a causa del de que la quimioterapia con varios fármacos es bastante más
mayor riesgo de metástais a distancia (Parsons y Million, activa que con un solo fármaco (en cuanto a los índices de
1992; Duncan y Quilty, 1986; Quilty y cols., 1986; Quilty respuesta y esperanza de vida en pacientes con enfermedad
y Duncan, 1986). Investigadores del Hospital General de metastásica), sugiere a muchos investigadores que el uso de
Massachusetts reportan mejores respuestas en los tumores quimioterapia con múltiples fármacos más radioterapia o
papilares después de la resección transuretral de la vejiga cirugía, o ambas, origina un aumento en la esperanza de vida
(RTUV) (Parsons y Million, 1992; Shipley y cols., 1985). de pacientes con enfermedad local avanzada (50% de los
La dosis de radiación, la ausencia de obstrucción ureteral y cuales tiene gran probabilidad de desarrollar enfermedad
las concentracione s altas de hemoglobina se identifican distante en los siguientes dos años). Con base en esta línea,
como factores que se relacionan con un índice alto de la quimioirradiación neoadyuvante es una de las estrategias
respuesta completa y supervivencia tras la radioterapia más recomendadas en el tratamiento de pacientes con en-
(Parsons y Millon, 1992). fermedad local avanzada.
Las técnicas de radioterapia con haz externo que se Kaufman y sus colegas del Hospital General de Mas-
emplean en el cáncer de vejiga son similares a las que sachusetts informan un ejemplo de los resultados de este
hpo de tratamiento (Kaufman y cols., 1993 ). En este estudio, sometieron a radioterapia difinitiva y a cistectomía selecti-
se sometía a 53 pacientes con tumores T2 a T4 a resección va. Hubo índ1ccs de sobrevivientes a 5 y 10 años del 38 y
transuretral completa del tumor vesical (cuando era posi- 22%, respectivamente; del 65 al 70% de estos pacientes
ble), seguida de dos ciclos de quimioterapia con metotrexa- conservaron una vejiga "funcional y sana" intacta. Shipley
to, vinblastina y cisplatino y a continuación a irradiación y sus colegas recomiendan la radioterapia sola en pacientes
pélvica completa de 40 Gy. Los pacientes que respondieron favorables, definidos como pacientes con tumores papila-
por completo, o los que no eran candidatos a cirugía, conti- res, extirpación completa por resección de vejiga transure-
nuaron con un ciclo adicional de cisplatino y radioterapia
tral y sin obstrucción urctcra1. Los pacientes mayores de
adicional sobre una porción de la vejiga hasta una dosis total
edad descartados para cirugía también son candidatos a
de 68.4 Gy. Los pacientes que no presentaron una respuesta
radioterapia definitiva (Goodman y cols., 1981; Shipley y
completa se sometieron a cistectomía radical. Kaufman y
cols., 1987).
cols., reportaron con este método que el 45% de los pacien-
Muchos autores aseguran que la radioterapia preope-
tes en estudio estaban vivos y libres de enfermedad con una
media de seguimiento de 48 meses después de radioterapia ratoria seguida de cistectomía no es mejor que la cirugía sola
y quimioterapia basada en cisplatino. Más de la mitad de los (Radwin, 1980). Sin embargo, un artículo de revisión publi-
pacientes conservó la vejiga. Estos resultados tan impresio- cado por Parsons y M ilion ( 1988) menciona argumentos
nantes son motivo de optimismo, pero se requieren estudios importantes que favorecen el enfoque preoperatorio (figura
más prolongados. En este estudio, los pacientes que no 27-7). Estos autores notan que la mayoría de los estudios
completaron el tratamiento o con hidronefrosis tuvieron una que comparan entre el uso de radiación preoperatoria y
evolución mucho peor que los pacientes que persistieron. El cirugía con el uso de cirugía sola, comparan en realidad
seguimiento relativamente corto y Jos factores en la selec- pacientes con clasificación clínica y pacientes con clasifi-
ción de pacientes como es el requisito de que toleraran la cación histológica. Como del40 al 50% de los pacientes que
quimioterapia agresiva (función renal y cardiaca y estado se clasifican de manera clínica están en la etapa O, dicha
médico general adecuados) hacen que sea difícil extrapolar situación puede alterar y oscurecer los beneficios resultan-
estos resultados al "paciente clásico" con cáncer vesical tes de la radiación prcopcratoria. Además, estos autores
local avanzado. Sólo estudios prospectivos aleatorios pue- notan que el 26% de los pacientes que se incluyen en series
den determinar el tratamiento óptimo. Mientras tanto, aún de pacientes tratados con citugía y en etapa histológica B2
no se ha probado que la quimioirradioterapia con posible a C, clínicamente están en etapa A a B 1.. Concluyen en su
mantenimiento de la vejiga sea comparable a la cirugía
revisión de la literatura que la radiación preopcratoria segui-
radical inmediata; por tanto, este método se recomienda sólo
da por cistectomía es superior a la cirugía sola (Parsons y
como investigación clínica o en pacientes que rechazan la
Million, 1988, 1989). En la figura 27-7 se resumen los
cirugía.
resultados de su análisis. Los autores observan una reduc-
ción gracias a la radioterapia preoperatoria en la etapa T y
D. Radioterapia posoperatoria en la etapa T junto con la N en el75 y 50% de los pacientes,
y preparatoria respectivamente. Además, del30 al 40% de los pacientes ya
La cirugía seguida de radioterapia posoperatoria no es favo- no presentaron tumor identificable en la inspección histoló-
rable para el tratamiento de cáncer de vejiga (Parsons, gica de la muestra quirúrgica. Por último, Jos autores señalan
1992 ). La impresión de un alto índice de reincidencia la necesidad de dosis de radiación suficientes (40 a 50 Gy).
pélvica (en comparación con el uso de irradiación preope-
Por desgracia, los pocos estudios aleatorios que evalúan la
ratoria) y la alta incidencia de complicaciones postratamien-
radioterapia preoperatoria para carcinoma de células transi-
to desalentaron a los investigadores sobre esta opción
cionales de vejiga no resuelven este problema (Parsons y
(Parsons y Mi Ilion, 1992). El valor de la radioterapia preo-
peratoria seguida de cirugía es controvertida (Parsons y Mi.llion, 1992; Blackard y Byar, 1972; Anderstrom y cols.,
Million, 1992; Bloom y cols., 1982; Goodrnan y cols., 1981; 1983; Slack, Bross y Prout, 1977).
Shipley y cols., 1987). Bloom y sus colegas realizaron un
estudio aleatorio prospectivo donde compararon la radiote- E. Complicaciones
rapia preoperatoria y la cirugía con radioterapia sola en 189 En el carcinoma de la vejiga las complicaciones agudas y de
pacJentes con tumores de vejiga TJ (Bloom y cols., 1982). largo plazo subsecuentes a la radioterapia definitiva, son
Los índices del sobrevivientes a cinco años fueron de 38 y generalmente moderadas (Parsons y Million, 1992). La
29% para el grupo combinado y con radiación sola, respec- toxicidad aguda incluye la diarrea y la cistitis; la náusea es
tivamente (sin diferencia estadística). Si.n embargo, en pa-
poco frecuente. Las molestias o disfunciones crónicas de la
cientes menores de 60 años, el índice de sobrevivientes a
vejiga se presentan en aproximadamente el 10% de los
cinco años casi se duplicó, pasando del 25 al 49% con el
método combinado. De manera similar, los hombres tuvie- pacientes. La disminución de la capacidad vesical es la
ron una mejoría en el índice de sobrevivientes del 29 al45% causa principal de las disfunciones. En los pacientes que
con el método combinado. reciben radioterapia de dosis alta, las lesiones crónicas tanto
¿Deben todos los pacientes someterse a radioterapia moderadamente severas del recto como ligeras de la vejiga se
preoperatoria y cistectomía? Múltjples series sugieren que reportan en el 3 al 4% y del 1 al 2%, respectivamente
pacientes seleccionados pueden librarse de la morbilídad de (Parsons y Million, 1992). La tasa de mortalidad asociada
la cirugía (Goodman y cols., 1981; Shipley y cols., 1987). con radtoterapia definitiva es de aproximadamente el 1 por
Goodman y sus colegas informaron de 470 pacientes que se ciento.
Radioterapia de tumores urológicos • 499

60 60
¡GRONINGEN
NSABP 1 -MDAH
1RRTI
50 so MAYOI--------l
NEWCASTLE
~ GREVENHAfE 1
1/)
o ~ 1INSt. OF UTOLOGY
o
lC
ro 40 CLEVELAND CLINIC 40 MSKOC (2000)
lfJ
t.l"l o
ro STMARY'S •e
U) NSABP ro MSKCC (4000)
<lJ 30 PENN ST lO
30
E N Y HOSPITAL
((!
<lJ ro
> W. VA. ·u
·:; e
<lJ
~ 20 ROSWELL PARK > 20
.o ·:;;:
o <lJ
(/)
.oo
10 (/)
10

o 4-----r---~----~--~----~--~
58 62 66 70 74 78 82

Año del tratamiento


Año del tratamiento

Figura 27-7. Análisis de radiación preoperatoria por Parsons JT, MiHion RR. Planned Preoperative lrradiation in the
Management of Clinical Stage 82-C (T3) Bladder Carcinoma. Semínars in Surgical Onco/ogy 1989;5:255.

Cáncer testicular ganglios linfáticos paraórticos, pélvicos homolaterales e


inguinales; sin embargo, estudios recientes cuestionan este
A. Tratamiento con radioterapia tipo de tratamiento (Warde y cols., 1993). En Jos estudios
Antes que se dispusiera de quimioterapia con cisplatino, se de seguimiento de Warde y cols., con una media del perio-
administraba de manera rutinaria radioterapia adyuvante do de seguimiento de 47 meses, el 19% de los pacientes en
tras la cirugía tanto en tumores testiculares seminomatosos estapa I recaen. El 91% de las recaídas ocurre en ganglios
como no seminomatosos (Thomas y Williams, 1992; Rorth linfáticos paraórtícos. Los hombres de 34 años o menores
y cols., 1991; Warde y cols., 1993; Coía y Hanks, 1988). tienen un riesgo calculado del 30% después de cinco años
Múltiples series demuestran que la administración de radio- (Warde y cols., 1993 ). Se requiere una vigilancia muy
terapia adyuvante en tumores no seminomatosos era muy estrecha con TC. Estos investigadores aún recomiendan la
eficaz para reducir fracasos en ganglios y al mismo tiempo radiación paraórtica profiláctica, independientemente de
era bastante segura. Si bien la radiación retroperitoneal continuar con las investigaciones clínicas. Sólo debe apli-
previene recaídas retroperitoneales, el 15% de Jos pacientes carse radiación a las áreas paraórticas e hilios renales. La
con tumores no seminomatosos en etapa 1requieren después mayoría de los autores considera apropiadas dosis de
quimioterapia por aparición de la enfermedad en otros sitios 2500 cGy. En el cuadro 27-4 se resumen las indicaciones
(Rorth y colss., 1991). Datos como éste, además de que se para radioterapia y manejo en el tratamiento de semi nomas.
piensa que la irradiación de áreas extensas limita la toleran- Los pacientes con enfermedad en etapa IJ grande, o más
cia a la quimioterapia, originaron que se descontinuara la avanzada, deben manejarse con quimioterapia después de
irradiación profiláctica de tumores no seminomatosos orquiectomía radical.
(Thomas y Williams, 1992). La mayoría de los expertos ya no recomienda la radia-
A causa de la gran radiosensi bilidad de los seminomas, ción profiláctica supraclavicular y del mediastino. La Con-
la práctica estándar es que después de la orquiectomía para ferencia Internacional de Consenso en Leeds en 1989
los seminomas grado I se aplique radiación adyuvante a los recomendó que la radiación inguinoescrotal también se

Cuadro 27-4. Resumen de las indicaciones para radioterapia en siminomas *


Etapa Recaídas Volumen recomendado para Dosis recomendada
posradioterapia (%) irradiación
Etapa 1 a \!A(< 2 cm) 2a4 Ganglios hiliares renales horno- 25 Gy
laterales y paraaórticos
Etapa liB (2 a 5 cm) (no palpable) 4 Ganglios paraaórticos y pélvicos 25 a 35 Gy
horno laterales
Etapa llC (5 a 1O cm) 10 (Quimioterapia sola) 25 a 35 Gy
Etapa liD(> 1O cm) 50 (Quimioterapia sola)
..
* Mod1f1cado y reproducido con autorización de Rorth BJ et al and The Danish Testicular Cancer Group. Surveillance alone versus radiotherapy afier
orchicctomy for clínica! stagc 1 nonseminomatous testicular cancer. J Clin Oncol 1991 ;9: 1543.
500 • Urología general de Smith
(Capítulo 27)

omita, si ocurre interferencia escrotal (Thomas y Williams, una tasa baja de sobrevivientes a cinco años (Grigsby, 1992).
1992). Ya no se recomienda la linfadenectomí a retropetito- En estos pacientes se requiere la modalidad combinada
neal en pacientes con seminomas. agresiva de tratamiento local y regional para que haya cierta
posibilidad de curación. Grigsby y Corn reportaron que
B. Complicaciones de la ningún paciente con lesión primaria superior a 4 cm sobre-
radioterapia vivió cinco años a menos de tratarse con cirugía radical y
Las complicacione s agudas en relación con dosis bajas de radiación (Grigsby, 1992). Se usa la terapéutica combinada
radiación paraórtica son leves y consisten sobre todo en ncoadyuvante con resultados tempranos favorables (Sailer,
náuseas y enrojecimiento leve de la piel con reducción Shipley y Wang, 1988; Johnson y cols., 1989).
transitoria de la espermatogéne sis. Las complicacione s tar- Las complicacione s de la radioterapia son frecuentes
días son poco frecuentes e incluyen: alteración de la esper- pero leves. Las estenosis uretrales son las complicacione s
matogénesís contralateral, cáncer secundario y aumento en que más se registran. En ocasiones, se presenta incontinen-
el riesgo de complicacione s digestivas (úlcera péptica, gas- cia urinaria, cistitis y estenosis vagina!; son menos frecuen-
tritis hemorrágica, obstrucción intestinal) (Thomas y tes las fístulas y obstrucciones de\ intestino delgado por la
Wil\iams, \992). El riesgo de complicacione s digestivas radiación o el tumor.
serias aumenta con la dosis; la incidencia es de O, 2 y 6%
para menos de 25, 25 a 35 y 40 a 45 Gy, respectivament e
(Coia y Hanks, 1988). El riesgo de cáncer secundario es
Cáncer del pene y uretra masculina
bastante bajo, con una relación de riesgo de 2.5 para tumores
de pulmón y vejiga; es probable que también aumente el Los tumores primarios que afectan pene y uretra distal se
riesgo de los tumores primarios digestivos, pero está menos manejan de manera similar a la descrita para la uretra
confirmado (Thomas y Willíams, 1992). femenina (Pérez y Pilepich, 1992; Krieg y Luk, 1982);
Haysek y cols., 1985; Srinivas y Khan, 1988). Las lesiones
de la uretra prostática se tratan de manera semejante al
Carcinomas de riñón, pelvicilla renal
cáncer de próstata. La mayoría de los casos de carcinoma
y uréter del pene se controla de manera local ya sea con radiación
sola o con una combinación de radioterapia después de
Múltiples investigadores han tratado de definir la utilidad
resección total o quimioterapia ncoadyuvante. Por regla
de la irradiación mediante haz externo en el tratamiento de
general, no se recomienda la radioterapia en lesiones supe-
tumores adultos de riñones, pelvicilla renal y uréteres, pero
riores a 4 cm (Pcrez y Pilepich, 1992; Almgard y Edsmyr,
la función precisa es aún incierta ( Babaian, Johnson y Chan,
1993). En cambio en el carcinoma in situ de pene, se
1980). La radioterapia se usa rara vez como tratamiento
prefieren la circuncisión más 5-fluorouracílo tópico, extir-
definitivo; se relaciona más con tratamiento ya sea preope-
pación local o la técnica quirúrgica de Mohs (Perez y
ratorio o posoperatorio. La cirugía es sin duda el tratamiento
Pilepich, 1992). Si bien la cirugía sola es bastante eficaz en
de elección en estos pacientes y la radioterapia se reserva
el tratamiento de la mayoría de los tumores primarios exten-
como tratamiento adyuvante ,en enfermedad microscópica
sos, para muchos hombres (en particular aquellos que son
o como paliativo. Múltiples estudios sugieren que la radio-
potentes), no se consideran como tratamiento deseable ni la
terapia es de valor en el posoperatorio de carcinomas de
penectomía parcial ni la total. La posibilidad de preservar el
riñón, pelvicilla renal y uréter, en particular cuando son
órgano con el uso de radiación sola y el alto índice de
de alto grado y se acompañan de invasión del tumor prima-
recuperación quirúrgica exitosa tras el fracaso de la radia-
rio hacia la grasa circundante o a ganglios (Brookland y
ción originan que muchos investigadores recomienden la
Richter, 1985; Babaian, Johnson y Chao, 1980; Brady
irradiación primaria como tratamiento de elección en los
y Manning, 1981).
cánceres en etapa temprana.
Se aconseja la circuncisión antes del inicio de la írr~­
Cáncer de uretra femenina diación para minimizar la morbilidad aguda durante el
tratamiento y para reducir el riesgo de fimosis después de
Se usan tanto los implantes intersticiales corno la irradiación que se completa el tratamiento. Se usan tanto la radioterapia
mediante haz externo para estos tumores raros. La radiación de haz externo como la braguiterapia en el cáncer de pene
sola se asocia con un índice alto de control local en tumores y uretral. Las lesiones de pene muy pequeñas pueden tratar-
uretrales distales tempranos, con una tasa de sobrevivientes se con ortovoltaje o haces de electrones de baja energía, pues
a cinco ai'íos (entre los pacientes tratados con radioterapia ambas formas de radiación dan lugar a una distribución de
moderna) de más del 65 por ciento (Grigsby, 1992). Con las dosis bastante superficial. Para lesiones uretrales super-
frecuencia, se usan implantes intersticales para tratar tumo- ficiales se prefieren los implantes intracavitarios. En lesio-
res distales del meato (Sailer, Shipley y Wang, 1988). Algu- nes de pene superficiales extensas, se prefieren los moldes
nos expertos recomiendan que antes de !a implantación radiactivos que se colocan. sobre el pene y que el paciente
intracavitaria, se dé un ciclo de irradiación con haz externo porta todo el tiempo. Con frecuencia, los tumores mayores
que incluya ganglios inguinales, iliacos externos e hipogás- y más penetrantes en el cuerpo del pene o en uretra distal se
tricos (Grigsby, 1992; Sailer, Shipley y Wang, 1988). En la tratan con implantes intersticiales tras la irradiación me-
figura 27-2 se muestra un ejemplo de la técnica intracavi- diante haz externo . La irradiación profiláctica a ganglios
taria para tumor uretral. · linfáticos para pacientes con ganglios negativos, pero lesio-
Las lesiones más avanzadas y los tumores proximales nes avanzadas o mal diferenciadas es lógica pero aún no se
se asocian con un índice de control local de! 20 al 30% y demuestra. Las áreas de drenaje ganglionar primario para
Radioterapia de tumores urológicos • 501

tumores primarios tempranos de pene se vigilan y tratan con


Cuadro 27-5. Resumen de los sitios primarios y
salvamento quirúrgico si se requiere.
Se logra el control local en alrededor del 80 al 100%
las funciones de la irradiación mediante haz
de los pacientes con carcinoma de pene temprano que se externo
tratan con irradiación primaria, mientras el índice de control Sitio primario Irradia- Irradiación Irradiación
es menor de la mitad en tumores primarios avanzados (Perez ción defi- linfática adyuvante
y Pilepich, 1992; Krieg y Luk, 1981 ). Los pacientes con nitiva sola profiláctica tras cirugía
tumores uretrales parecen tener mayores riesgos de fracaso
sistémico y un índice menor de sobrevivientes a cinco años:
Próstata +++/-++ +/- +++
alrededor del 55 y 15% para tumores uretrales distales y
proximales, respectivamente (Heysek cols., 1985; Srinivas Márgenes
positivos tras
y Khan, 1988). La quimioterapia neoadyuvante seguida de
prostatectomía
radioterapia con cirugía reservada para el salvamento del
pene se propone como estrategia futura para tumores más Vejiga + + +/-
avanzados (Husein, Benedctto y Sridhar, 1990; Eisenberg,
1992). A propósito de este tema, el Grupo Oncológico del Riñones - +1- +/-
Suroeste realiza en este momento un estudio que se encuen- Pelvicilla renal - +!- +/-
tra en fase I/II; los resultados permitirán que se valore el Uréter - +/- +/-
mérito de este enfoque terapéutico. Semi noma - +++ -
Las estenosis uretrales son la principal complicación a testicular
largo plazo y ocurren hasta en el 50% de los pacientes (Krieg
y Luk, 1981 ). Éstas se tratan con facilidad mediante d11ata-
Tumor testicular - - -
no seminoma-
ción uretral. El riesgo de que se formen estenosis uretrales toso
depende de la técnica de tratamiento y de las dosis emplea-
das. La necrosis de tejidos blandos es una complicación Pene +++* +!- +-++
poco frecuente. Alrededor del 90% de los pacientes mantie- Uretra +++* +/- +
ne la potencial sexual tras la radioterapia (Krieg y Luk, (masculina)
1981 ). Los fracasos locales en general se recuperan con Uretra (femeni- -H+* +/- +
cirugía . na)
• Se refiere a lesiones tempranas.
+++,muy ef1caz; ++, eficaz;+, eficaz en ocas10ncs; +/-,desconocido;-,
no indicado.
CONCLUSIONES

A pesar de la falta de estudios con todo el rigor científico,


los datos disponibles sugieren que es posible que una rela-
ción de trabajo estrecha entre el oncólogo urólogo y el cáncer (cuadro 27-5). El cuadro 27-5 resume la función
oncólogo radiológico permita que Jos pacientes con tumores relativa de la radioterapia en el tratamiento de los tumores
urológicos tengan la mayor probabilidad de librarse del urológicos. •

REFERENCIAS
Principios generales externa! be a m irradiation (XRT) del ay the time to biochemical
relapse or clinical failure compared to radiation alone for
Allan DJ: Radiation-induced apoptosis: lts role in a MADCaT locally advanccd adenocarcinoma ofthe prostate: The Radia-
(mítosis--apoptosis-difTerentiation-calcium toxicity) scheme tion Therapy Oncology Group (RTOG) Phase lii Randomized
of cytotoxicity mechanisms. Jnt J Radiat Bio/ 1992;2: 145. Trial 8610. J Uml [Abstract), Annual Meeting ofthe AUA,
Edsmyr F et al.: lrradiation therapy with multiplc sma\1 fractions May 14-19, 1994.
Rosenthal SA et al.: lmmobilization improves the reproducibility
per day in urinary bladder canccr. Radiother Oncol
of patient positioning durin six-ficld conforma\ radiation
1985;4:197.
therapy for prostate cancer. In! J Radiat Oncol Biol Phys
Ellis F; Dose, time and fractionation : A clinical hypothesis . Clin
! 993;27:921 .
Radio/ 1969;20: l. Rubín P, Cassert GW: Pages 423-470 in: C/inical Radiation
Forman JD et al.: Preliminary results of a hyperfractionated dose
Pathology Vol 1, Saunders, 1968
escalation study for loca!ly advanced adenocarcinoma of the Rubín P, Constine LS, Nelson DF: Late effects of cancer treat-
prostate. Radiolher Onco/1993;27:203. ment: Radiation and drug toxicity. In: Principies and Practice
Fowler JF: What next in f~actionatcd radiotherapy? Br J Cancer o{Radiation Oncology, 2nd ed. PerezCA, Brady LW (edi-
1984;49(Suppl Vl):285. tors), Lippincott, 1992.
Hall EJ: Radiobiologyjor the radiologist. 3rd de. Lippincott, 1988. Ten Hakcn RK et al.: Treatment planning issues related to prostate
Pcrcz CA: Prostate. In: Principies and Practice of Radia/ion movement in response to differential fi\ling ofthe rectum and
Oncology, 2nd ed. Pcrez CA, Brady LW (editors). Lippin- bladdcr. lnt Radial Oncol Biol Phys 1991 ;20: 1317.
cott, 1992. Thamcs HD, Pcters LJ, Ang KK: Time--dose considerations for
Roach M: Combined neoadjuvant total androgen suppression and noma! tissue tolerance. Pages 113-130 in: Radiation Toler-
28
Trastornos por
vejiga neuropática
Emíl A. Tanagho, MD y Tom F Lue, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

La vejiga es quizá el único órgano de músculo liso


víscera\ que está bajo el completo control voluntario de FUNCIÓN VESICAL NORMAL
la corteza cerebral. La función vesical normal requiere
interacción coordinada de componentes sensitivos y mo-
tores tanto del sistema nervioso somático como del
sistema nervioso autónomo . Los recientes avances en el ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
conocimiento de las vías neuronales y los neurotrans-
misores han demostrado que la mayor parte de Jos niveles Unidad vesical
del sistema nervioso participa en la regulación de la
función de vaciamiento. Por tanto, muchas enfermedades La pared vesical, está compuesta de un sincitto de fibras de
neurológicas causan cambios en la función vesical: esclero- músculo liso que corren en diferentes direcciones; sin em-
sis múltiple, lesiones de la columna vertebral, enferme- bargo cerca del meato interno se distinguen tres capas: una
dades cerebrovasculares, enfermedad de Parkinson, circular media y dos longitudinales, la interna y la externa.
diabetes sacarina, mietomeningocele y esclerosis lateral En las mujeres, la capa más externa se extiende bajo de toda
amiotrófica. También pueden causar lesión vesical neu- la longitud de la uretra, mientras que en los hombres termina
ropática las lesiones por cirugía espinal de las raíces en el ápex de la próstata. Las fibras musculares se vuelven
sacras o de los plexos pélvicos, el herniado de un disco circulares y se orientan en espiral alrededor de la uretra y
intervertebral o cirugía pélvica (histerectomía, resección así funciona como esfínter de músculo liso. La capa circular
abdominal). media termina en el meato interno y está más desarrollada
Por razones que todavía no están claras, la disfunción en la parte anterior. La capa interna permanece orien-
significativa de la vejiga puede comprender inflamación o tada longitudinalmente y alcanza el extremo distal de la
ansiedad, posiblemente por los hábitos de vaciamiento in- uretra en las mujeres y el ápex de la próstata en los hombres.
completo adquiridos en la infancia o por los cambios dege- La convergencia de estas fibras musculares forma un cuello
nerativos en el tejido periférico y en las terminaciones vesical grueso que funciona como esfínter interno.
nerviosas causadas por la edad avanzada. Todos éstos pue- La vejiga normal es capaz de distenderse de manera
den alterar la eficiencia de la coordinación refleja existente gradual hasta una capacídad de 400 a 500 mL, sin un
entre el esfínter y la vejiga y, conducir al pasar el tiempo, a incremento significativo de la presión intravesical debido a
una disfunción sintomática. su forma esférica. Cuando la sensación de plenitud se
transmite a la médula sacra, el arco reflejo motor causa una
potente y sostenida contracción del constrictor y la micción,
si el control voluntario está ausente (como en los niños).
Conforme la mielinización del sistema nervioso central
progresa, el niño pequeño es capaz de suprimir el reflejo
sacro, de tal manera que él o élla pueda orinar cuando sea
apropiado .
Las características funcionales de la vejiga incluyen:
1) una capacidad normal de 400 a 500 mL, 2) una sensación
de plenitud, 3) la capacidad de almacenar grandes volúme-

505
506 • Urología general de Smith (Capítulo 28)

nes sin un cambio en la presión íntraluminal , 4) la capacidad del constrictor, el tirón incrementado de los uréteres previe-
de iniciar y sostener una contracción hasta que la vejiga esté ne el reflujo de orina. Por el contrario, la combinación de la
vacía y 5) el inicio o la inhibición voluntaria del vaciamiento hipertrofia del constrictor y la distensión del trígono debido
a pesar de la naturaleza involuntaria del órgano a la orina residual puede obstruir de modo significativo el
flujo de orina de los uréteres hacia la vejiga.
Unidad esfínter
INERVACIÓN Y NEUROFISIOLOGÍA
Tanto en hombres como en mujeres existen dos esfínteres:
1) un esfínter interno que es involuntario, de músculo liso y Inervación
está en el cuello vesical, y 2) un esfínter externo que es
voluntario, de músculo estriado y que va de la próstata a la Las vías urinarias bajas tienen inervación aferente y eferente
uretra membranosa en hombres y a la uretra media en de ambos sistemas nerviosos, el autónomo y el somático.
mujeres. La inervación parasimpática se origina del segundo al cuarto
El esfínter del cuello vesical es una condensación del segmento sacro y se proyecta al plexo pélvico. Las fibras
músculo liso del constrictor. Esta área es rica en inervación posganglionares colinérgicas inervan tanto a la vejiga como
simpática. La contracción activa de la región del cuello al esfínter. Los nervios simpáticos se originan de D 1O a L2.
vesical ocurre de manera simultánea con la emisión seminal, Las fibras posgang!ionares noradrenérgicas del hipogástri-
justo antes de la eyaculación. En la fase de llenado, el cuello co o plexo pélvico incrvan el músculo liso de la base de la
vesical permanece cerrado para proporcionar un mecanis- vejiga, del esfínter interno y de la uretra proximal. La
mo de continencia. Éste se abre tanto en la contracción inervación motora somática se origina en S2 y S3 y viaja al
espontánea como en la inducida por la estimulacipn del esfínter uretral externo por la vía del nervio pudendo. Algu-
nervio pélvico indicando que puede abrirse por tracción nas neuronas somáticas de las fibras musculares pequeñas
mediante la contracción de los músculos longitudinales. tónicas del esfínter estriado también pueden proyectarse a
El esfínter externo se compone de fibras musculares través del nervio pélvico (Gosling y Dixon, 1990).
pequeñas de contracción lenta que se localizan entre las En vejiga y uretra, existen aferentes de ambos tipos:
capas de la fascia del diafragma urogenital. Este esfínter somáticos y viscerales. El nervio pudendo lleva los aferentes
voluntario mantiene un tono constante y es el mecanismo somáticos, mientras que los viscerales corren por Jos ner-
de continencia primario. Mientras que el tono de descanso vios simpáticos y parasimpáticos de las áreas espinales
se mantiene por los músculos intrínsecos de contracción respectivas. Durante el llenado vesical, la sensación de
lenta, éste puede aumentarse de manera voluntaria por con- plenitud se percibe por los receptores que se localizan en las
tracción de los músculos estriados del piso pélvico (como capas musculares de la pared de la vejiga y es llevada por
el elevador del ano) los cuales tienen fibras de contracción las vías viscerales aferentes mielinizadas sacras. La mucosa
tat1to rápida como lenta. Los músculos elevadores también y submucosa vesicales también están inervadas por vías
contribuyen de manera indirecta en la continencia porque viscerales aferentes no mielinizadas sacras, que de modo
apoyan la base de la vejiga. La debilidad del piso pélvico normal no funcionan, pero que se activan durante la infla-
puede dañar la eficacia de los mecanismos de cerrado mación (Janig y Koltzenburg, 1993 ). Por otro lado, las vías
aunque las unidades vesical y del esfínter estén normales. aferentes viscerales toracolumbares pueden transmitir inco-
Durante la tensión abdominal, el diafragma y los músculos modidad y dolor (Janig y Koltzenburg, 1993 ).
abdominales se contraen y el aumento de la presión abdo-
minal se transmite pa~a incrementar la presión intravesicaL
Reflejo de la micción
Una contracción refleja de la musculatura pélvica,junto con
la trasmisión de la presión abdominal, ayuda a cerrar la
Para una micción normal se requiere que las vías del reflejo
uretra y evita la incontinencia por tensión. de la micción que corren por la médula espinal y e1 puente
La relajación del esfínter es en su mayor parte un acto estén intactas. Las vías aferentes de la vejiga son esenciales
voluntario sin el cual el vaciamiento es normalmente inhi-
para la activación del centro sacro el cual, a su vez, causa la
bido. La incapacidad para iniciar la relajación del esfínter contracción del músculo constrictor, la abertura del cuello
es un mecanismo de retención urinaria que se observa con de la vejiga y la relajación del esfínter. El centro pontino,
frecuencia en niños con vaciamiento disinérgico. En la por medio de sus conexiones con el centro sacro, puede
infancia, el músculo constrictor funciona de manera desin- enviar impulsos excitatorios o inhibitorios para regular c1
hibida. Conforme madura el sistema nervioso central, el reflejo de la micción . La estimulación eléctrica o química
niño aprende a suprimir o estimular el reflejo de micción de las neuronas en el centro de la micción que se localiza en
por medio de la contracción o relajación voluntarias de la el puente medio, genera contracción del músculo constrictor
musculatura pélvíca. y relajación del esfínter externo. La suspensión del control
pontino, como en las lesiones de la médula espinal superior,
Unión ureterovesical permite la acción del constrictor sin relajación del esfínter
(dis inergi a constrictor-esfínter).
La función de la unión ureterovesical es prevenir el reflujo En las condiciones patológicas que afectan la uretra
de orina de la vejiga hacia las vías urinarias altas. El músculo (como uretritis o prostatitis) o a la vejiga (como cistitis o
longitudinal del uréter contribuye en la ·composición del hipertrofia obstructiva), se puede presentar la acción desin-
trígono . La distensión del trígono tiene un efecto oclusivo hibida del constrictor debido a la facilitación del reflejo de
en los orificios ureterales. Durante la contracción nom1al micción (figura 28-1 ).
Micción
Almacenamiento de la orina

Eferente Aferente

Cerebro
Corteza
cerebral
lnh1b1C1ón
Percepción o facilitación Facilitación
sensorial

¡
Centro de la
l
Centro de la
oinhTión

micc1ón en el m1cción en el Centro de la micción


puente medio Puente

del:,:,:~~[~ec~al
puente medio

1
Haz
espinotalám1co
lateral

i
Médula sacra
t dorsal
/\
Estimulacrón sacra
l?aras1mpát1ca a
neuronas e
t as
InhibiCión sacra
somalíca de
neuronas e
interneuronas
Cordón
toracolumbar

Cordón Sacro
de neuronas
simpatrca~

//."
\nh1b1ción
paras1mpática
de neuronas
Est1mulac1on
somática

Ganglio '"ff"~¡ e mterneuronas

t
Receptores en Contracc1ón del
la pared muscular músculo conslriclor
y mucosa

RelaJacrón
del esfínter

Figura 28-2. Vías y centros del SNC que intervienen en el


Figura 28-1. Vías aferente y eferente y centros nerviosos almacenamiento de la orina.
que se involucran en la micción .

Parkinson, accidentes vasculares) afectan la percepción de


la sensación vesical y causan disfunción en el vaciamiento.
Función de almacenamiento
Neurotransmisores y receptores
El esfínter externo desempeña una función importante en el
almacenamiento de la orina. Las vías aferentes de los ner- En la inervación parasimpática, los receptores de acetilco-
vios pélvicos y pudendos activan los centros sacro y pontino lina y nicotínicos median la transmisión pre y posganglionar
lateral, éstos aumentan la contracción de los esfínteres mien- mientras que los receptores de acetilcolina y rnuscarinicos
tras suprimen el impulso parasimpático del constrictor. El M2 median la transmisión posganglionar entre la neurona y
estrechamiento voluntario del esfínter también puede inhi- el músculo liso . En algunas especies el trifosfato de adeno-
bir la urgencia para orinar. Además, la activación de los sina (ATP) se libera con la acetilcolina y actúa sobre Jos
nervios simpáticos aumenta la resistencia uretral y facilita purinorreceptores (P2) en las células del músculo liso. En
el almacenamiento vesical (figura 28-2). Jos nervios simpáticos la noradrenalina puede actuar en los
adrenorreceptores beta-2 para relajar el músculo constrictor
Control cerebral (suprapontino) o en los receptores al fa 1 para contraer el cuello de la vejiga
y el esfínter externo.
Aunque la micción y el almacenamiento urinario son fun- Además, muchos neuropéptidos, que con frecuencia se
ciones primarias del sistema nervioso autónomo, están bajo localizan en el mismo sitio que los neurotrasmisorcs clási-
el control voluntario de los centros cerebrales supraponti- cos, se encuentran también en las vías genitourinarias. En
nos, de manera que o_tros grupos de músculos (brazo, pierna, las neuronas posganglionares colínérgicas se encuentran
mano, bulbocavernosos) pueden integrarse para asistir en neuropéptido Y, encefalinas y polipéptido vasoactivo intes-
la micción en el momento y lugar apropiados. Se sabe tinal, mientras que en las fibras aferentes viscerales sacras
que las lesiones cerebrales (como tumores, enfermedad de se distribuyen péptidos relacionados genétícamente con la
508 • Urología general de Smith (Capítulo 28)

calcitonina, polipéptido intestinal vasoactivo, sustancia P,


colecistocinina y encefalinas. Se sospecha que estos pépti-
dos están comprometidos en la modulación de los neutro-
trasmisores eferentes y aferentes.

ESTUDIOS URODINÁMICOS (Capítulo 29)

Micción

La micción se lleva a cabo bajo completo control volunta-


rio . La respuesta del constrictor a la distensión se puede
inhibir y permitir que la vejiga acomode grandes volúme-
nes; pero también se puede iniciar la acción del constrictor
ya sea que la vejiga esté llena o aunque la vejiga no esté
llena. Por lo general, la acción del constrictor está precedida
de la relajación de la musculatura del suelo pélvico, lo que
incluye el esfínter voluntario que rodea la uretra. Esto Vejiga
reduce de manera apreciable la eficiencia del cierre uretral
y también permite una pendiente en la base vesical, además
de minimizar la resistencia uretral.
Después, la contracción del trígono fuerza de manera
intensa un jalón en la unión ureterovesical y, así, aumenta la
oclusión ureteral. Esto evita el reflujo vesicoureteral durante
el periodo de mayor presión intravesical que se produce
con el vaciamiento. Esto también jala de la porción posterior
del cuello vesical abierto, permitiendo que éste se torne
como un embudo . Sólo esto hace que las fibras del músculo Uretra
constrictor se contraigan y la presión intravesical comience 100
a aumentar. Debido a que los músculos longitudinales de la
vejiga se insertan en la uretra, su contracción simultánea con
la del trígono tiende a mantener abierto el meato interno
de la abertura vesical; además , contribuye a hacer el efec-
to de embudo de la abertura vesical. El aumento de la
presión hidrostática (30 a 40 cm de agua) ejercida por el
constrictor se dirige hacia la uretra. La contrapresión uretral o
disminuye recíprocamente y se da el vaciamiento. El cons-
trictor mantiene su acción hasta que la vejiga está por L-----.. EMG
completo vacía. 100
Cuando la vejiga está vacía, el músculo constrictor se
relaja y el cuello vesical se cierra; el tono de Jos músculos
perinealcs y uretrales regresa a su estado normal. Por último, >::t
el trígono reasume su tono normal. El chorro urinario tam-
bién puede interrumpirse por contracción voluntaria del
esfínter externo. El músculo constrictor se relaja después o
por acción refleja recíproca y el cuello vesical se cierra.
Los estudios urodinámicos son técnicas utilizadas para Figura 28-3. Registro simultaneo de las presiones vesical y
obtener registros gráficos de la actividad de la vejiga, el uretral y electromiografico del esfínter externo. Obsérvese la
esfínter uretral y la musculatura pélvica. Los tres métodos respuesta disinérgica. Con la contracción vesical hay mayor
actuales usan gas o agua para transferir la presión al trans- actividad en el esfínter externo y el piso pélvico, registrada
ductor alojado cerca del polígrafo o usan un catéter con por la presión intrauretral y los trazos EMG .
transductor de punta para transferir los registros de presión
directamente al polígrafo . Todas las técnicas tienen limita-
ciones y la menos segura es la de gas. Los registros de la se realiza mejor si se hace por separado de otras pruebas,
presión pueden completarse por electromiografía de la mus- siempre que sea posible, como un procedimiento de consul-
culatura perineal, ultrasonido o radiografía~ (figura 28-3 ). torio estándar para detectar o monítorizar. El índice pico
normal para hombres es de 20 a 25 mL/seg y para mujeres
Uroflujometría de 20 a 30 mL/seg. Flujos más bajos sugieren obstruc-
ción de la salida o debilidad del constrictor; los más altos
Ésta es sin duda la más útil de las pruebas urodinámicas. Es indican cspasticidad vesical o uso excesivo de los múscu-
el estudio del flujo de orina en la uretra. La uroflujometría los abdominales para ayudar a la micción. Los patrones de
Trastornos por vejiga neuropática • 509

flujo intermitente suelen indicar espasticidad del esfínter o Ayudan asimismo a valorar la integridad esfinteriana de la
esfuerzo para vencer la resistencia en la uretra. La prueba musculatura uretral.
puede proporcionar múltiple información para valorar el
estado funcional de las vías urinarias bajas. Es útil como E lectrom iog rafía
medio diagnóstico y de vigilancia.
Se dispone de varios dispositivos electrónicos para Con este procedimiento puede vigilarse la actividad de los
registrar el índice de flujo . Sin embargo, un enfermo puede músculos uretrales estriados, sin obstruir la luz uretral. En
hacerlo simplemente calculando el promedio de volumen la uretra nonnal la actividad aumenta ligeramente durante
eliminado en un tiempo. El flujo máximo puede medirse el llenado vesical y disminuye de manera brusca justo antes
valorando sólo la porción media de la micción , cuando el de que comience el vaciado. La desnervación origina una
flujo es más potente. disminución total de la actividad y la producción de poten-
ciales de desnervación. Un incremento total de la actividad
Cistometría indica un estado de hiperreflexia. Las desventajas de la
técnica son su dependencia en la posición precisa de la aguja
Ésta es la valoración urodinámica de la función de reservo- y la tendencia a registrar artefactos. La técnica proporciona
río de las vías urinarias bajas. Se han utilizado cistómetros un estudio sensible de la conducta muscular uretral y
de gas y agua. Los primeros se popularizaron originalmente pélvica.
porque eran más sencillos y rápidos de utilizar; pero se ha
comprobado que son menos seguros y proporcionan menos
información que !os segundos. Sólo deben utilizarse para
selecciones iniciales; si se ericpentra alguna anomalía, hay
que confirmarla con cístometría de agua. FUNCIÓN VESICAL ANORMAL
Las valoraciones cistométricas se practican para deter-
minar la capacidad vesical total; la presión intravesical
durante el llenado, hasta el punto en que ocurre !a micción
(acomodación); la presión vesical durante la micción; la CLASIFICACIÓN DE LA VEJIGA
capacidad de la vejiga para contraerse y sostener una NEUROPÁTICA
contracc1ón; \a presencia de actividad vesical prematura o
"inestable"; la capacidad para percibir la plenitud; la Se ha intentado durante años clasificar la disfunción vesi-
habilidad para inhibir o iniciar la micción y la presencia de cal por lesión neuronal. La clasificación tradicional se rela-
orina residual después de orinar. La cistometría proporcio- cionaba con el déficit ncurológico. En consecuencia, se
na mayor información cuando se combina con estudios del utilizaron los términos motor, espástico, neurona motora
esfínter uretral externo y el piso pélvico. alta, refléxica y no inhibida para describir la disfunción por
La capacidad vesical normal es de 400 a 500 mL. La lesiones de la médula espinal arriba del centro de la micción.
presión vesical durante el llenado debe permanecer constan- La coordinación entre la vejiga y el esfínter fue considerada
te hasta el punto de la micción. El primer deseo de orinar balanceada o desba!anceada. Se utilizaron los términos
suele sentirse cuaodo el volumen alcanza \50 a 250 ml; fláccida, atónica, arrcfléxica y sensorial para describir 1a
pero la presión de llenado del constrictor no debe cambiar pérdida de capacidad de la vejiga para contraer por lesión
hasta que haya una sensación definitiva de plenitud a los 350 de los nervios pé!vicos o del centro medular de la micción.
a 450 mL, que es la capacidad verdadera de la vejiga. Las La disfunción con ambas características se describía como
contracciones del músculo constrictor antes de este punto mixta.
se consideran anormales y el resultado de una conducta de Las descripciones de la disfunción neuromuscular de
hiperreflexia o no inhibida. Las presiones normales de mic- !as vías urinarias bajas deben individualizarse porque no
ción en la vejiga no deben ser mayores de 30 cm de presión habrá dos lesiones neurales (sin importar qué tan similares
de agua. En la micción normal, no debe haber ninguna orina sean) que causen de manera predecible el mismo tipo de
residual y debe llevarse a cabo sin esfuerzo. disfunción. El comité de estandarización de la lnternationaf
Continence Society ha intentado crear una clasificación
Registros de la presión uretral funcional fácil de comprender y que proporcione una base
simple para la terapéutica (cuadro 28-1 ).
La función vesical debe enfocarse a la expulsión de la orina
en lugar de superar una resistencia anormal en la uretra.
Presiones altas en la vejiga durante la micción indican 1. VEJIGA NEUROPÁTJCA POR LESIÓN ARRIBA
resistencia anormal en la desembocadura uretral. El incre- DEL CENTRO DE LA MICCIÓN
mento en la resistencia de salida puede ser consecuencia de
una hipertrofia prostática benigna, estrechez uretral, cons- La__mayor parte de las lesiones arriba del nivel medular en
tricción del cuello vesical o, espasmo del esfínter uretral gue se loca!j_z~_C:,.~~~ntr?.~~ la micción c~.'::sarán espasticid~d
ex tero o. La baja resistencia en la desembocadura uretral por _vesi~.;__P_eLrn.ªD..§º-~.!ljnt~tos los arcos retl~:ios sacro.§_;~o
lo general refleja la_función comprometida del mecanismo ~r_érd.!Q~-d~'!_jnhj!?jg_i@_ . PQr.los.c_en.tro..s_s.up.eriores..arigi-
del esfínter. Los registros de las presiones uretrales con la nará l!!)a CQ.QQ~f!ªve~Lºí!!Y.Y§fil}J~Ii-ª!!.'t~~.IJ_~tica ~n el J)jv~l
vejiga en reposo y durante su contracción ayudan a deter- §~g_mef!l_ario. El grado de espasticidad van ará entre la vejiga
minar la presencia de trastornos funcionales o anatómicos. y el esfínter, de una lesión a otra, y de paciente a paciente
Cuadro 28-1. Diversas clasificaciones ción ureteral. Con el tiempo, puede alterarse la función
de vejiga neuropática relláTsi'Seco~~~-~~~ -~~~~l"ª·~~~~A-:PTes.ioñ-rétiagr?.Q?
en 1~ riñ~~~~__r.~r~ida~_a fu':~-~n renal puede ser
International Contincnce Socicty parttclmrmente rápida.
Constrictor: Normal (N), hiperrefléxico (-1- ), hipore11éxico (-) L<;ii,J~si~IJ~S d_~}i_mé_q_l!l~_~¡~1a~ ~~~-~j¡;:al_s~~~~om~a­
Esfínter estriado; Nonnal (N), hipcractivo (+),incompetente(-) ñan con frecuencia de un trastorno conocido como disrefle-
Sensación: Normal (N), hipersensible (+), hiposensible (-) xfa autónom a~·~comoocÜrren arriba de la vía de salida
Bors y Comarr
si~pftiCa de ·¡a médula, se pueden provocar variaciones
Lesión de neurona ~ensorial
Lesión de neurona motora (equilibrada o desequilibrada) h1pertensoras de la presión arterial, bradicardia y sudación
Lesión de neurona motora y sensorial introduciendo una sonda, con la sobredistcnsión leve de la
Lesión de neurona motora alta vejiga por el llenado o con la micción disinérgica.
Lesión de neurona motora baja ~-,..~~~-':1~ --~~~}_gí'J. neuro~~ica_E~E-~~~~_ll._s_~--~arac­
Lesión de neurona motora alta y baja combinada ~~izá ~o!J:J5· ~P.~~idad_red~~_i~~, @)-~!ltracciones invgl~¿!:l­
Ncsbit, Lapides y Baum tanas del cons_trictor, \IT ~~Í.9!!~~-J.!:I.t!_avesicales ~t_as
Lesión de neurona sensorial
duranteJ~.~.!'::c_ió~~ . ' h. ~_e[trofi~ ~-o!!!Q!~..Q.tl;:t_l?_a_!:~9_-~~~­
Lesión de neurona motora
ca( mTespasticidad del músculo cstriado_Q~lvicQ x"P1 disre-
Vejiga sin inhibición tieXi~autonorria'enles1ones d~ la -~éd;:}ia ~¿~J~~ic~t~ -·~-
Vejiga refleja J _-,¿e_ .
_,...,.. • • -- .. ... - - - - - ..- -. .

Vejiga autónoma
Krane
Hiperreflexia del constrictor 2. VEJIGA NEUROPÁTICA POR LESIONES EN
Esfínteres coordinados EL CENTRO DE LA MICCIÓN O ABAJO DE ÉL
Di sinergia del músculo estriado
Disinergia del músculo liso
Arreflexia del constrictor Lesión del núcleo motor del constrictor
Esfínteres coordinados
Esfínter estriado sin relajación La causa más común de v~iga ne~gpJ.!iºª __f@f~i.Q~-~Ll}~a
Esfínter estriado desnervado lesiÓn_Q.~J.él:..!?:!_~_gEla e~plf!.~~~~!l_eL~entro de la mic~~'2' S2 a
Esfínter liso sin relajación S4. Otras causas de daño de las células del cuerno anterior
Wain, Bcnson y Raezer Ü!9uyenj_tf~-~~!.~_1?SJ.L.Yir~~.lc:,.Polio o her~_~_3oster y
Incapacidad para vaciamiento
Incapacidad para almacenamiento
fa..9~~~~xa~r.~~-~~~~~.~·--.:.?!.~lo radia~l9~~i!'~.~i_a.los discos
herniadg_~ pueden lesionar el centro de la micción; pero
afectan más comúnmente la cola de caballo o las raíces
nerviosas sacras. Las mie!odisplasias también podrían agru-
con lesiones similares. Las lesiones comunes arriba del tallo parse aquí; pero el mecan'ism'o-esen realidad una falta de
e_nc~_f~li~-gg~Af.c~~ª!1 L~-~~-~~-~iJ'r~ii¡y~n~4~P~~~ia,__ ~~ci­ desarrollo o de organización de las células del cuerno ante-
d~qt_e.§.._Y.-ª§.<;:JJJ.<;tr_c~§1.~~cleros_is m~ltjpJ~~-!~!119!~S y ~r?-§~~!:_I!_s>.s
rior. Laslesiones en esta r~ión de la médula son con
i!!tlgmatQ.ri.Q.§. Q9ffiQ_e_n~s:f!lliti_$ Q.!l)e[!_ip_gjti.s. Estas lesiones frecue~~~;TñZ~~plCtas~·porlo que habÍtualmente resultañ
cnuna mezaa--de compofiarriientaespáStíCo' concremll-
pueden producir una amJili?-~!iedad_sl~.)llter<!f.i.QD.~.L(u:n-
dad en la cootr'ilctillcEid del músculo. P uedé-haber trabecu-
·aanáJes que incluyen ur encia ___ reciR_\.~~g~_,_ .I?9l~q~iu!:_ia,
lacióñ-féve deiaVé}lga.....Disii1'ínuyen el tono muscular del
ori-na-resTctu-a(n:tenci<?.g_sJ~ 9i!.J?.ª,jn (e~g óQ.. reinc.i _c;iw.t~. de
-Vías Úrtnar.ias.o .incontinencia notable. Los síntomas va dan esfínt<?!~~~er12_~!2.~al_~.n e~tos c_í!_S~J.. ii9j.!J_~i~- hª'.Q~r
incontinencia urinaria por el incremento compensador en el
.ae-Tev~i-ª.E~~ii·r~C3}~i_D"te:<.-c>b~ia;; ent~, -ía· inco~ ú~en ci a. e~
~p&l.t·~:~esi~~l-~ g·?n~o 1~~-P~~-~í~~ e~:T~--~~Jig·a-es- b~Ja,_se
en especial molesta. Si_ l_~-~~ón está ~-~arriba del centro requiere poca resistencia de la salida para ro orcionar
pontino de la micción, usualmente nq__<?_~~.lJ[º l.JQ<Ldisinergia_óel contmencüi~'Es posí'61e lograr la eva-éuacióñ'vesical median-
·esfínter eshiado .yCiel constrictor. Sin embargo, puede haber te esfuerzos; pero "con 'éxito var'iable. ··-· -· - - - -
goteo debidoa-qt1e.r;o se p~cdc sentir la necesidad de vacia- ---·-~·--~--~-, A.~···~/ - -- - - 0 " - . -~

miento o debido a que el esfínter se relaja más y no puede inhibir


Lesiones de las vías aferentes
más tiempo el vaciamiento espontáneo.
de retroalimentación
_Las lesiones de la__ci.J?~u 1~. in_!e!If~- in~lyy_~n acci<J~n_tes
vasculares y enfermedad de Parkinson. Co~ ~~~as alt~-~~-~iQ­ La vejiga neuropática fláccida también puede deberse a
nes, "se-enéu'entrari-traston1os espáSticos y semitláccidos de
la-rnicciorl. . - -· · --·· ....__ ____ -·-·-- ---~
vari as--neui~Ii~iai,:_.9~-~ !.~~i~yen sa~a~ina~-tabeS --diabetes'"'
d_Qrsal,aneipia_p~I:_J1_.i~ig_~~Y )esiones postcri_ores de_ '[a_m@.-
- --Las lesiones de la médula e-m_i~al E~~den -~~-~er~~ a la espinal. En este caso, el mecanismo no es una lesión del
traumatismos, hernia de un disco intervertebral, lesiones núcle¡; -~~otor del constrictor sino una pérdida de la estimu-
vascUlares, esderos'is-'ffióitipl ; , tumores, s'iringomieli~- ;-
mi el itiS:O puedcñscryat;ó~n1~3-s ~I'asT~s~o-~cs traum~ti cas
lación sensorial al núcleo del constrictor ÚrÍ .. o can·ibwenla
conducta motora debid; ~-pé¡dida-·d~ ..ia ~eurotransmision
aeta meaulaespm"ál'causan Úna
gran preocupación clínica. énlüs . C'lierño·s--dor"iaies~cte -~3 'mé11u1a... Eir resultad:ürmares
Las parciales o completas pueden causar disfunción geni- cl-;i~~;;·~~-i;;pTr'dicE\~~~P~r0P_<:.i9D__4s:J !Jerad6veS1cal
tourinaria igualmente grave. La cspasticidad ciel esfínter y E~.!.~Itite so~~(~~Es!e~~r el_músc~l~ ~~~stri_c~or. La atonía del
la-º_i_s_i ne~~? -~~l.a micción p~ed~-~~!_ig_iE:~'f--~ ~P-~!t!o ~~~-~el constlj_~-~?E.. ~T!gl_~~--¡:;_q~~~_stil id~t9-cfi~az, d..§~.i~- Aumenta
...c.?_~st~~~<?_S_~-~~i~nes_.d_~ mi~cjQ.t} _a)tas y refl~~o JL9.9~1:r_uc- _!_~capacj~~-~ y_ la ori!1a \esidu_al eslt_l!J?Or!an~.
Trastornos por vejiga lu::uruf-Juttcu • 511

En resumen, la vejiga neuropática fláccida se caracte- la conducta refleja. En las etapas iniciales de la recupera-
riza.-~í!ti§i cap?.~jQad,Waüs~i~-º.~S.Q.llir.!i.G:Q.Í.Qll.es ción, pueden encontrarse unas cuantas contracciones débi-
voluntarias del músculo constrictorJ?) presión intrav_esical les de la vejiga. Más adelante, en lesiones arriba del centro
baji";<tfrfra5'écüiac-Ion 1cve{hipcrtrofia) de la pared vesical de la micción, se encontrará una actividad refleja más im-
y1~ disn~inución deCtQ"P_g__9cfesfínter ~xterñQ.. - - - - portante. El depósito a presión baja puede tratarse con
sondeo intermitente. Hay que evitar desde el inicio depósitos a
Lesiones que causan mala distensibilidad presión alta para evitar problemas en las vías urinarias altas.
del constrictor Una prueba valiosa, pero que rara vez se utiliza, es la
instilación de agua helada. La contracción enérgica del
Otra causa de v<ilig_a neuro Pª!j_s:ª--'!tól!.if1U~.§_!,!Th'!_l~.s_j_ó.n.siG músculo constrictor en respuesta al llenado con solución
los nervios QCriféri~s. Esta categ_S>_ti_~i~.l~.e las lesiones salina fría (3.3 °C) es una de las primeras indicaciones de
causadas por cirugía radi~al, como la rese<;:ción anteriorº-ªia recuperación y actividad constrictora refleja. Esta prueba es
--a.-ecoroñ~ o Ji-h1sterectom1a'dewéfü\éíffi~--Este tipo de útil para diferenciar las lesiones de la neurona motora baja
disfunción ~~h~--d~noJ!ljnado autEñOiñOj}orgye la m_l:!scu- de las de la alta, al inicio de la fase de recuperación.
\atura lisa continúa activa; pero no hay un retlejo~en!!:_a~ra La actividad de la vejiga después de la fase de choque
organ1zar la acúvrd'acrmuscl"lfaf.'Brr·esuftado-- final es una espinal depende del sitio y la extensión de la lesión neuronaL
Y§J!g_ª----Q__~~fm~9ena _p_Q_º"Q__p_orfalta deadaptación cn--e'r-- En las de neurona motora alta (suprasegmentarias) hay
llenado. Hay un aumento constante de la pres~óñ- ve·s-~caT pruebas obvias de espasticidad hasta el final de la fase de
~!_1~~.~LH~~r)~9o--porl}i.~~~~!!.i~f~~~ -~·n la parc_E_.c!cl c_~'2s­ choque espinal (por ejemplo: espasmos espontáneos en las
tri0.2L~ª-Ja9.iot~r<tQÜL P\l~de c..a.l-t~.?..f. . d~ervaciÓJL.Q~l extremidades, escape espontáneo de orina o heces y, tal vez,
constrictor o del esfínter. Con más frecuencia se daña el recuperación de cierta sensación). En esta época, puede
constri CíE!J?I9~~c !.~-~~~i~: ri~ ~9ji~~y~P.~~~T~~.:~-~ 1 a}lstensl- establecerse un plan de tratamiento. Algunos pacientes con-
billda~ Ot:.!_~s ~aus_a§j~n.f\E:r.Q.~~oria..u!_~ lesión_g~Lc.QJJ~tti.Qtor servarán la capacidad para vaciar la vejiga reflejamente
1riCluyen infección crónica, cistitis intersticial o carcinoma utilizando técnicas de estimulación; por ejemplo, golpeando
iñSliü.ES'tas .lesiooes p roducen -l.inaparea-··veSica "fíbrosa o arañando la piel arriba del pubis o de los genitales exter-
qué, por ·r:az:o-nes-ÓbvÍas~se cÜsticndc mal"-- __, --·-~~
- -- ____ __, ···~- - -··- - · · - - nos. Con mayor frecuencia, hay que suprimir la hiperrefle-
xia del constrictor con anticolinérgicos para evitar
Lesión selectiva del esfínter externo incontinencia. La orina se evacúa entonces por sondeo
intermitente. Aunque las lesione¡; incompletas, son más
Las fracturas de la pelvis con frecuencia desgarran los adecuadas para este enfoque que las completas, el 70% de
estas últimas pueden tratarse finalmente con este programa.
nerv~~-~al e_1?_t!b~T!.~:ª.~o."'Pued~·~~~a~9L4csne-Q:a-
ción selec~ya d_~l mú~_c~ulo esfínter ex_t~rno, c;on incontin~ Los pacientes que no es posible tratar en esta forma, pueden
cia, si el cuello vesical n~ .~sl~ _bastagte competente. Es__p_oco valorarse para esfinterotomía, rizotomía, derivación, au-
mento o un procedimiento de marcapaso.
p_~ob~~_!_~~~~~~_0 radical en_~!_p_erineo_dañe la inerva-
ción motora de la uretra, aunque la inervación sensorial del En lesiones de la neurona motora baja (segmentarías o
infrasegmentarias) es difícil diferenciar un choque espinal
(;!!i.f!!1.~L~Et~_!!9_@Iede resultar afecta_~a.
del resultado final de la lesión. No es posible despertar
actividad constrictora espontánea en la valoración urodiná-
mica. Si se permite que se llene la vejiga, habrá incontinen-
CHOQUE ESPINAL Y RECUPERACIÓN
cia por rebosamiento. Se suprimirán o no existirán los
DE LA FUNCIÓN VESICAL DESPUÉS reflejos del músculo estriado. La vejiga puede vaciarse de
DE LESIONES DE LA MÉDULA ESPINAL manera parcial con la maniobra de Crcdé (por ejemplo, por
compresión manual sobre el abdomen, arriba de la sínfisis
Inmediatamente después de una lesión grave de la médula del pubis) o, de preferencia, por cateterización intermitente.
espinal o del cono medular, sin importar el nivel, hay una
etapa de parálisis fláccida, con entumecimiento abajo del
nivel de la lesión. Se afecta la musculatura lisa del constric-
tor y el recto. El resultado es llenado excesivo del constrictor
hasta el punto de la incontinencia por rebosamiento e im-
pactación rectal. DIAGNÓSTICO DE VEJIGA NEUROPÁ TI CA
El choque espinal puede durar de unas pocas semanas
a seis meses (por lo general 2 a 3 meses). Suele haber
conducta refleja de la musculatura estriada desde el momen- El diagnóstico de vejiga ncuropática depende de una historia
to de la lesión pero se suprime. Con el tiempo, progresa la clínica completa (que incluya una valoración neurológi-
excitabilidad refleja de la musculatura estriada hasta que se ca), así como estudios radiológicos ( cistouretrografía de
logra un estado espástico. El músculo liso desarrolla hipe- vaciamiento, urografía excretora, TC, IRM, cuando son
rreflexia con mayor lentitud y, a diferencia del músculo necesarias), estudios urológicos (cistoscopia, ultrasonido},
estriado, pierde la respuesta. espontánea después de la lesión. estudios urodinámicos (cistometría, registros de presión
En consecuencia, como regla, en los primeros meses des- uretral, uroflujometría) y estudios neurológicos (electro-
pués de una lesión !~ay retención urinaria. miografía, potenciales evocados). Los pacientes qcbel)_!_~
Está indicado practicar periódicamente estudios valorarse con fr ~cuenci ~.~i_<!~q_~~g_g!:_~S9-_,l~
urodinámicos para vigilar la recuperación progresiva de recuperación.
1. VEJIGA NEUROPÁ TICA ESPÁSTICA da las complicaciones y no se vigila al paciente a intervalos
regulares, habrá uremia. En esta era de la medicina no debe
Ésta resulta de daí1o ncuralwrciaJ.Q..extens<U!Jiba del cono ocurrir insuficiencia renal en este grupo de pacientes.
medular (012). La vejig~ fun.~i<?.l!_~ a niv~_l de r~_ej~-~ s~g:­
mentarios, sin la regulación eficiente de los centros cerebra- D. Datos radiológicos
leSsllj)er{ores. Son esenciales los urograrnas excretores y los cistogramas
retrógrados periódicos por lo común de las complicaciones.
Cuadro cHnico Este tipo de disfunción neuropática se caracteriza por una
vejiga trabeculada de pequeña capacidad. Puede estar dilatado
A. Síntomas el cuello vesical. Es posible que en los riñones haya pruebas
La gravedad de los síntomas depende del sitio y extensión de cicatrización pielonefrítica, hidronefrosis o cálculo. Los
de la lesión y del tiempo transcurrido desde la misma. Los uréteres pueden estar dilatados por obstrucción o reflujo. La
síntomas incluyen micción involuntaria, a menudo frecuen- radiografía durante la micción suele delinear con claridad
te, espontánea y escasa, estimulada por espasmos en las una zona de sombra que corresponde al esfínter espástico,
extremidades inferiores. No hay una sensación verdadera de pero también puede identificar un segmento de la uretra con
plenitud, aunque pueden sentirse sensaciones vagas en ab- estenosis. La mayoría o casi todas estas manifestaciones
domen bajo por estiramiento del peritoneo que recubre la pueden detectarse con el uHrasonido. La IRM es útil sobre
vejiga. Los principales síntomas no urológicos son los de todo por que ofrece la vista sagital del cuello de la vejiga y
parálisis espástica y déficit sensorial objet1vos. de zonas uretrales posteriores.

B. Signos E. Exploración con instrumentos


Es muy importante un examen neurológico completo. Debe La cistoscopia y !a panendoscopia ayudan a valorar !a
establecerse el njvel sensorial de una lesión, por medio integridad de la uretra y a identificar sitios de estrechez. La
de una valoración de los reflejos anal, bulbocavernoso, de vejiga muestra grados variables de trabeculacíón, en oca-
rodilla, de tobillo y de dedos del pie. Estos reflejos varían siones con divertículos. Es posible valorar la capacidad
en grado de hiperreflexia en escala del 1 al 4. Hay que vesical, cálculos, competencia de los orificios ureterales,
valorar por separado el tono del músculo elevador y el anal, alteraciones secundarias a infecciones crónicas o sondas
también en una escala de 1 a 4. Los volúmenes vesica1es en permanentes y la integridad del cuello vesical y el esfínter
lesiones establecidas suelen ser menores de 300 mL (no es uretral externo.
raro que sean < 150 mL) y no se descubren por percusión
abdominal. El ultrasonido puede ser un medio útil, rápido , F. Estudios urodinámicos
para determinar la capacidad constrictora. Con frecuencia, El registro combinado de la actividad del esfínter vesical y
es posible despertar la micción estimulando la piel del uretral durante el llenado revelará una vejiga de volumen
abdomen, los muslos o los genitales, a menudo con el bajo con d1sinergía espástica del esfínter externo (figura
espasmo de las extremidades inferiores. 28-4 ). No es raro que haya presiones de micción altas en la
En lesiones torácicas altas y cervicales, la distensión vejiga . Es más probable que haya reflujo u obstrucción
de la vejiga (por taponamiento de !a sonda o durante una ureteral si las presiones de micción exceden de 40 cm de
cistometría o cístoscopia) puede estimular una serie de agua. En el perfil de presión uretral, se observa una presión
respuestas que incluyen hipertensión, bradicardia, cefalea, de reposo alta en el esfínter externo y conducta espástica
piloerección y sudación. Este fenómeno se conoce como lábil durante el llenado y la micción. Diversas sensaciones
disreflexia autónoma. Es estimulado por actividad aferente sustituyen a la sensación verdadera de llenado vesical; por
autónoma pélvica (distensión excesiva del intestino o la ejemplo, sudación , molestia abdominal vaga, espasmos de
vejiga, erección) y aferente somática (eyacu·lación, espas- extremidades inferiores. El movimiento de una sonda en
mos de las extremidades inferiores, inserción de una sonda, la uretra puede estimular el músculo constrictor y la micción.
dilatación del esfínter uretral externo). La cefalea puede ser
intensa y la hipertensión pone en peligro la vida. Hay que
tratarla de inmediato. De manera habitual, la disreflexia se 2. DISFUNCIÓN NEUROMUSCULAR
revierte al insertar un catéter y dejarlo abierto para que CON ESPASTICIDAD LEVE
drene.
Las lesiones incompletas de la corteza cerebral, las vías
C. Datos de laboratorio piramidales o la médula espinal pueden debilitar, pero no
Prácticamente todos los pacientes tendrán una o más infec- abolir las restricciones cerebrales. El paciente puede tener
ciones de vías urinarias durante la fase de recuperación del polaquiuria y nicturia o incontinencia urinaria por urgencia
choque espinal. Ello se debe a la necesidad del drenaje por precipitada para orinar. Las causas comunes incluyen: tu-
sonda, intermitente o continuo. La estasis urinaria, la inmo- mores cerebrales, enfermedad de Parkinson , esclerosis múl-
vilización prolongada y las infecciones de vías urinarias, tiple, demencia, accidentes cerebrovascularcs, prolapso de
predisponen a !a formación de cálculos. La función renal discos o lesión medular parcial.
puede ser normal o estar deteriorada, según la eficacia del En muchos casos no se aclara la causa. La conducta
tratamiento y la ausencia de complicacion'es (hidroncfrosis, hiperrefléxica parece acompañarse con frecuencia de
pielonefritís, calculosis). Los eritrocitos en la orina pueden una anomalia periférica (por ejemplo: prostatitis, hipertro-
indicar varias anormalías . Si no se tratan de manera adecua- fia prostática benigna, uretritis) o es consecutiva a cirugía
Trastornos por vejiga neuropática • 513

Figura 28--4. Lesión de la médula espinal en 012. Registro simultáneo de las presiones intravesical y uretral con llenado
de la vejiga . Obsérvese el aumento de la presión intravesical relacionado con actividad inestable del esfínter externo, indicada
en el trazo de la presión uretral.

pélvica (por ejemplo, colporrafia anterior, resección ante- sensaciones y se queje de un escape real como principal
roposterior de un tumor). Los síntomas suelen relacionarse inconveniente. Las alteraciones morfológicas de Ja vejiga
con factores psicológicos. serán ligeras y rara vez con alteraciones en las vías urinarias
altas por las presiones vesicales bajas.
Cuadro clínico

A. Síntomas 3. VEJIGA FLÁCCIDA (ATÓNICA)


Los principales síntomas son polaquiuria, nicturia y urgen-
cia. También es común que haya vacilación, intermitencia, La lesión directa de la inervación periférica de la vejiga o
micción doble y orina residual. La incontinencia puede de los segmentos medulares S2 a S4, origina parálisis flác-
variar de un goteo premicción o posmicción a la micción total cida de la vejiga urinaria. De manera característica, la capa-
que el paciente no identifica o no puede impedir una vez que cidad es grande, !a presión íntravesical baja y no hay
se miela. contracciones involuntarias. Como la musculatura lisa es
intrínsecamente activa, pueden observarse trabeculaciones
B. Signos finas en la vejiga. Las causas comunes de este tipo de
El grado de disfunción de la mjcción no es paralelo a los conducta vesical son traumatismos, tumores, tabes dorsal y
déficit neurológicos. Las incapacidades físicas ligeras pue- anomalías congénitas (por ejemplo, espina bífida, menin-
den acompañarse de alteraciones notables de la función gomielocele).
vesical y también sucede lo contrario. Sin embargo, siempre
es importante revisar las extremidades inferiores y los refle- Cuadro clínico
jos perineales en busca de hiperrcflexia. También es posible
descubrir déficit sensoriales o motores en los segmentos A. Síntomas
lumbar o sacro. El paciente tiene parálisis fláccida y pérdida de la sensación
que afectan los músculos y los dermatomas abajo del nivel
C. Datos radiológicos de la lesión. El principal síntoma urinario es retención con
En etapas tempranas, los cambios radiológicos evidentes incontinencia por rebosamiento. Los varones pierden la
son mínimos en la mayor parte de las vías urinarias altas y erección. De manera sorprendente, a pesar de la debilidad
bajas. Suele observarse un volumen vesical bajo y trabecu- del esfínter estriado, no es factor importante la inconti-
lación leve de la vejiga. nencia intestinal o urinaria . Las presiones de almacena-
miento intravesicales permanecen abajo de la resistencia
D. Exploración con instrumentos de la salida.
La cistoscopia y la uretroscopia no suelen ser notables. Es
posible demostrar irritabilidad leve del constrictor y el B. Signos
esfínter y disminución de la capacidad. Las alteraciones neurológicas son típicamente de neurona
motora baja. Los reflejos de las extremidades son hipoacti-
E. Estudios urodinámicos vos o no existen. La sensación está disminuida o es nula. Es
Los patrones de conducta del esfínter y la vejiga son simi- importante revisar la sensación en el pene (S2) y la región
lares a los del grupo anterior, pero en menor escala. Es perianal (S2 y S3) en busca de pruebas de una lesión mixta
posible que la actividad constrictora no inhibida, obvia en o parcial. Hay que comparar el tono anal (S2) con el de1
los estudios urodinámicos, no se acompañe del mismo elevador (S3 y S4 ), una vez más en busca de pruebas de una
patrón de síntomas a nivel clínico. El paciente percibe en lesión mixta.
ocasiones una sensación de urgencia y la necesidad de De igual forma, debe compararse la sensación sobre la
orinar. Sin embargo, es posible que no se presenten estas parte externa del pie (S2), la planta del pie (S2 y S3) y el
514 • Urología general de Smith (Capítulo 28)

dedo gordo (S3) para pruebas de lesión mixta. En ocasiones, los betanecol. Si los resultados son positivos se nota un aumento
datos en las extremidades no serán paralelos a los del en la presión de llenado de más de J5 cm de agua, con una
perineo y el patrón es una falta de sensación y tono en tos desviación de la curva hacia la ¡zquierda; se nota la misma
pies; pero con tono o sensación parcial en el perineo. Esto conducta en la vejiga sólo con un volumen de llenado menor
es cierto, en especial en pacientes con espina bífida o y una presión ligeramente elevada. El hecho de que no haya
mielomen ingocele. cambios durante el llenado refleja daño miogénico del cons-
trictor. Una forma más fisiológ1ca de practicar la prueba
C. Datos de laboratorio consiste en llenar la vejiga hasta casi la mitad de su capaci-
Los análisis de orina repetidos a intervalos regulares no son dad, administrar urocolina y vigilar si hay cambios en la
menos importantes en este grupo que en otros. Puede haber presión de almacenamiento. La prueba de agua helada tam-
infección con leucocitos y bacterias, por la necesidad de bién valora la hipersensibilidad del constrictor.
sondeo vesical. Rara vez hay alteraciones renales avanzadas El betanecol no facilita la contracción del músculo
porque el almacenamiento vesical es de presión baja; pero constnctor; sólo aumenta el tono en la pared de éste, con Jo
es posible que haya insuficiencia renal crónica secundaria cual puede desencadenarse el reflejo de micción . La prueba
a pielonefritis, hidronefrosis o cálculos. Si se practica, la no es una comprobación de la integridad del reflejo de la
prueba de fenolsulfonftaleína (FSF) debe hacerse colocan- micción, pero demuestra la hipersensibilidad de desnerva-
do previamente una sonda por el gran volumen de orina ción en vejigas fláccidas y diferencia este trastorno del daño
residual. La prueba de la papaverina para la erección miogénico.
suele ser negativa; pero puede ser positiva en lesiones La prueba no es aplicable en pacientes con capacidad
parciales en que se conserva cierta turgencia espontánea vesical reducida, disminución de la adaptabilidad (o sea,
refleja del pene. aumento brusco en la presión de llenado del constrictor) o
contracciones intensas del músculo constrictor.
D. Datos radiológicos
!)na radiografía simple del abdomen puede mostrar fractura
de la columna lumbar o espina bífida extensa. Es posible DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
observar sombras de calcificación compatibles con cálculo DE VEJIGA NEUROPÁTICA
urinario . Al inicio hay que practicar urogramas excretores
para valorar si hay cálculos, hidronefrosis, cicatrización El diagnóstico de vejiga neurógena puede ser obvio por
pieloncfrítica u obstrucción ureteral secundaria a distensión la historia y el examen físico . El deterioro neuronal se
vesical excesiva. El cistograma puede detectar cambios manifiesta por actividad refleja sacra anormal y disminu-
morfológicos en el músculo constrictor (el cual suele ser ción de la sensación perineal. Algunos trastornos con los
grande y de pared lisa); puede haber reflujo vesicouretral. que puede confundirse la vejiga neuropática son: cistitis,
Posteriormente puede comprobarse la integridad de las vías uretritis crónica, irritación vesical secundaria a trastornos
urinarias altas y bajas con ultrasonido. psíquicos, cistitis intersticial, cistoccle y obstrucción infra-
vesical.
E. Exploración con instrumentos
Se inspecciona para descartar alteraciones patológicas (por Cistitis
ejemplo: cálculos vesicales, estrechez uretral o reflujo u
obstrucción uretcral) . La inflamación de la vejiga, inespecifica y tuberculosa,
La cistoscopia y la uretroscopia unos meses o semanas causa polaquiuria y urgencia. de la micción, incluso hasta el
después de la lesión confirmarán la laxitud y arreflexia de) punto de la incontinencia. Hay que descartar infecciones
esfínter y el piso pélvico. El cuello vesical debe estar intacto, secundarias a orina residual causada por una anomalía con-
ya que se conserva un tono simpático, y la vejiga grande y ductual neuropática.
de pared lisa. Los orificios ureterales deben estar íntegros. La urodinamía de la vejiga inflamada es similar a la de
Pueden observarse trabcculaciones finas. la vejiga neuropática no inhibida. Sin embargo, en la
inflamación, Jos síntomas desaparecen después del trata-
F. Estudios urodinámícos miento definitivo con antibióticos y la conducta urodiná-
El perfil de presión uretral muestra un tono bajo de los mica regresa a la normalidad. Si persiste la sintomatología
esfínteres liso y estriado, las presiones de llenado vesical o regresa la infección en repetidas ocasiones, hay que pensar
son bajas, las contracciones del constrictor son débiles o no en una anomalía conductual neuropática (por ejemplo: es-
existen, la micción se lleva a cabo por esfuerzo o, si acaso, clerosis mútliple o incluso disfunción idiopática del cons-
con la maniobra de Credé y hay un gran volumen de orina trictor y el esfínter).
residual. La sensación de llenado está muy disminuida y
suele deberse a estiramiento del peritoneo y distensión Uretritis crónica
abdominal.
Al orinar Jos síntomas de polaquiuria, nicturia y ardor
G. Hipersensibilidad por desnervacíón pueden deberse a inflamación crónica de la uretra no
De manera clásica, esta prueba se realiza al administrar relacíonada necesariamente con una infección . La uretras-
cloruro de betaneco\ (urocolina) subcutáneo. El cistograma copia mostrará signos de inflamación uretral más notables
se real iza después de 20 minutos y los resultados se compa- en la región del esfínter externo. La urodinámica indicará
ran con los que se obtienen antes de la administración de una zona de esfínter uretral irritable con tendencias espás-
Trastornos por vejiga neuropática • 515

tic as, lábiles. No se conoce la causa; pero se piensa que se debe miento. La conducta vesical es similar a la de la vejiga
a ineficiencia prolongada del esfínter, tal vez complicada neuropátíca fláccida.
por la sobreposición de una infección aguda importante. Si la dificultad no es neuropática, el tono del esfínter
anal es nom1al y el reflejo bulbocavernoso está intacto.
Irritación vesical secundaria También deben ser normales la sensactón periférica, la
a trastornos psíquicos contracción muscular voluntaria y los reflejos de los miem-
bros. La cistoscopia y la uretroscopia revelan la lesión local
Los individuos con ansiedad o tensos o en quienes hay una que origina la obstrucción. Una vez que ésta se corrige la
fijación psicológica patológica en el perineo pueden presen- función vesical mejora, pero nunca regresa a la normalidad.
tar un antecedente prolongado de brotes periódicos de po-
laquiuria o dolor perineal o pélvico. El cuadro clínico y los
datos urodínámicos son semejantes a los que se describieron TRATAMIENTO DE LA VEJIGA
antes para la uretritis crónica, sín embargo , aun si se contro-
NEUROPÁTICA
lan las ansiedades del paciente, los síntomas persisten en
muchos casos. El problema subyacente es de tensión mus-
El tratamiento de cualquier forma de vejiga neuropática está
cular pélvica excesiva y conducta ineficiente del esfínter. guiado por la necesidad de restablecer la actividad vesical
de presión baJa. Al hacer esto, se preserva la función renal,
Cistitis intersticial se restaura la continencia y se controla la infección con más
rapidez. Puede desarrollarse evacuación refleja si se protege
Este trastorno se comprende mal y es común que se diag- la integridad del constrictor y se practican técnicas de esti-
nostique en exceso y se confunda con la uretritis crónica. mulación .
Los pacientes típicos son mayores de 40 años, con síntomas
de polaquiuria, nicturia, urgencia y dolor suprapúbico. Los
síntomas se presentan por distensión vesical. La capacidad
1. CHOQUE ESPINAL
es limitada (con frecuencia< 100 mL en los pacientes más
sintomáticos e incapacitados). El análisis de orina es normal
Después de una lesión grave de la médula espinal, la vejiga
y no hay orina residual. Los estudios urod1námicos mues-
se torna atónica. Con lesiones raquídeas suprasegmentarias,
tran una vejiga hipertónica 'con mala adaptación. La disten-
la vejiga recupera de manera gradual su contractilidad en
sión de la vejiga mediante cítoscopia produce pérdida
los siguientes meses. Aparece un estado espástico de grado
clásica de sangre por hemorragias petequiales y grietas en
variable entre los pacientes, de acuerdo con el nivel de la
la mucosa. El trastorno representa un proceso inf1amatorío
lesión. Las de la médula sacra, sí son completas, pueden
en e1constrictor, en etapa final, y de causa desconocida. Los
dejar una vejiga fláccida permanente. Sin embargo, con
síntomas graves sólo suelen aliviarse aumentando la vejiga.
mayor frecuencia son parciales y se encuentra un grado
mixto de espasticidad del constrictor y el esfínter aunado a
Cistocele un grado variable de debilidad.
Durante la etapa de choque espinal, es necesario insti-
La relajación del piso pélvico después del parto puede tuir de inmediato y conservar cierto tipo de drenaje vesical.
causar cierta polaquiuria, nicturia e incontinencia por es- La distensión excesiva crónica puede dañar el músculo liso
fuerzo. Puede haber orina residual y predisponer a infeccio- del constrictor y limitar la recuperación funcional de la
nes. El escape de orina ocurre al levantar objetos, estar de vejiga. Se ha comprobado q uc la mejor forma de tratamiento
pie o toser. es el sondeo intermitente con una técnica aséptica estricta.
El examen pélvico suele revelar relajación de la pared Éste evita infecciones de las vías urinarias y las complica-
vaginal anterior y' descenso de la uretra y la vejiga cuando ciones de una sonda permanente (por ejemplo : estrechez
la pac1ente puja para orinar. La cistoscopia muestra datos uretral, absceso, erosiones, cálculos).
similares. Los estudios urodinámicos mostrarán una mejo- Si es necesario colocar una sonda de Foley, hay que
ría definitiva en el tono del esfínter cuando la vejiga se seguir algunos principios. La sonda no debe ser mayor de
sostiene apoyada en la posición adecuada, en comparación 16F, de preferencia de silicón y debe pegarse al abdomen.
con la posición no apoyada. Cuando se fija a la pierna, se originan un esfuerzo innece-
sario en la unión pcnoscrota] y la uretra bulbar (o sea, las
Obstrucción infravesical curvas uretrales) y ello puede causar estrecheces. La sonda
debe cambiarse con técnicas estériles cada 2 o 3 semanas.
Las estrecheces uretrales, el crecimiento maligno o benigno Algunos urólogos aconsejan una cistostomía suprapú-
de la próstata y las .válvulas uretrales congénitas pueden bica en lugar de la sonda uretral para evitar los peligros
producir obstrucción importante del flujo urinario de salida. relacionados con las sondas permanentes. Ciertamente,
Se desarrolla hipertrofia (o sea, trabeculación) del constric~ siempre que ocurren complicaciones relacionadas con la
tor y puede acumularse orina residual. Con frecuencia, no sonda, el médico no debe dudar en recurrir el drenaje por
hay inhibición de la actividad del constrictor en esta etapa cistostom ía.
y se semeja a la de la vejiga neuropática espástica. La irrigación de la vejiga con soluciones de antibióti -
Si hay descoinpensación, la pared vesical se torna cos, el uso sistémico de antibióticos, o la protección de la
tenue y atónica y puede aumentar notablemente la capaci- punta del meato con cremas de antibióticos no disminuyen
dad. Es posible que se desarrolle incontinencia por rebosa- de manera importante los peligros a largo plazo de una
516 • Urología general de Smith (Capítulo 28)

infección vesical. Sin embargo, si se mantiene el meato 2. Sondas condón y una bolsa para la pierna en varones si
lubricado, se disminuye el riesgo de estenosis de éste. los volúmenes de orina residual son pequeños y las
A medida que se recupera de manera gradual !a exci- presiones vesicales son mayores de 40 cm de agua en la
tabilidad refleja hay que practicar una valoración urodiná- valoración urodinámica. Si se encuentran cualesquiera
mica. Se requiere un cistograma para descartar reflujo. El de estos parámetros, hay que considerar que las vías
estudio urodinámico debe repetirse periódicamente en tanto urinarias altas están en peligro por obstrucción o reflujo.
esté mejorando la espasticidad y después cada año para 3. En varones practicar una esfinterotomía. Es posible
buscar complicaciones en vias urinarias altas. transformar la vejiga en un conducto urinario elimi-
Para controlar la infección, hay que conservar una nando con cirugía toda la resistencia de la desemboca-
ingestión de líquidos cuando menos de 2 a 3 litros diarios dura de la vejiga. Esta opción sólo debe utilizarse cuando
( l 00 a 200 mL!hora) si es posible. Esto reduce la estasis y han fracasado otras medidas, ya que es irreversible. Los
disminuye la concentración de calcio en la orina. El drenaje pacientes operados por lo general han estado sufrien-
renal y ureteral se estimula moviendo con frecuencia al do por las secuelas más importantes de una vejiga muy
paciente, con ambulación en una silla de ruedas tan pronto espástica (o sea: dilatación de vías urinarias altas, infec-
sea posible, e incluso elevando la cabecera de la cama. Estas ciones recurrentes de vías urinarias y disreflexia autóno-
medidas mejoran el transporte ureteral de orina, reducen la ma notable) .
estasis y disminuyen el peligro de infección. 4. Conversión de }a vejiga espástica en una vejiga fláccida
Otras medidas más ayudarán en la profilaxis contra la mediante rizotomía de! sacro. Se requiere sección qui-
formación de cálculos (por ejemplo, disminución de la in- rúrgica completa o fulguración con calor transcutáneo
gestión de calcio y oxalatos y eliminación de la vitamina D de las raíces S3 y S4. La rizotomía química no es
en la dieta). confiable ya que la espasticidad por lo general regresa
6 a 9 meses después. Estos métodos suelen causar pérdida
de las erecciones reflejas y, en consecuencia, hay que
2. TIPOS ESPECÍFICOS DE VEJIGA sopesar la decisión para practicarlos. Alivian la espastici-
NEUROPÁ TICA dad, bajan las presiones intravesicales, aumentan el alma-
cenamiento vesical y disminuyen el peligro de daño de
Establecido el trastorno neuropático de la micción, sin las vías urinarias altas. La vejiga puede tratarse entonces
importar su causa, hay que llevar a cabo las siguientes como una vejiga fláccida (véase más adelante).
medidas para obtener una función óptima. 5. Neuroestímulación de las raíces nerviosas sacras para
lograr la evacuación vesical (véase más adelante).
6. Derivación urinaria si hay deterioro irreversible y pro-
Vejiga neuropática espástica
gresivo de vías urinarias altas. Se dispone de diversos
métodos que incluyen el conducto ilcal estándar, las
A. Pacientes con capacidad vesical ureterostomías cutáneas, la transureteroureterostomía o
razonable las derivaciones urinarias sin reflujo (por ejemplo, bolsas
Para rehabilitar con éxito una vejiga hasta un estado funcio-
de Mainz o de Koch, o una de varias otras derivaciones
nal , el paciente debe poder orinar cada 2 a 3 horas y no tener
imaginativas y útiles diseñadas para proteger las vías
incontinencia en Jos intervalos. La micción se inicia utili-
urinarias altas y los riñones).
zando técnicas de estimulación, golpeando el abdomen
7. En mujeres con vejiga espástica no hay opción para
arriba del pubis, tirando del pelo púbico, apretando el pene
practicat una esfinterotomía como en varones. Si no se
o rascando la piel del abdomen bajo, de los genitales o de
tiene éxito con los métodos farmacológicos, hay que
Jos muslos. Los pacientes pueden llevarlo a cabo por sí
pensar en la conversión quirúrgica a un sistema de
mismos, a menos que tengan Cliadriplejía alta sin función
presión baja, fláccido, o en una derivación urinaria.
de los miembros superiores.
Algunos pacientes de esta categoría pueden vaciar la
vejiga por completo, pero son incontinentes por el desenca- C. Parasimpaticolítícos
denamiento inconveniente del reflejo de la micción. Puede Por la naturaleza crónica de la vejiga neuropática, Jos pa-
ayudárseles con dosis bajas de anticolinérgicos o por estimu- cientes no siempre toleran los efectos secundarios de los
Jación neuronal. parasimpaticolíticos. Pueden alternarse dos medicamentos
de esta categoría para reducir los efectos colaterales de cada
B. Pacientes con capacidad vesical uno. También son útiles cuando se administran con rela-
funcional muy disminuida jantes musculares esqueléticos. Hay que individualizar las
Sí la capacidad funcional de la vejiga es menor de 100 mL, dosis. Los medicamentos y dosis de uso común son los si-
puede haber micción involuntaria con tanta frecuencia como guientes: cloruro de oxibutinina (Ditropan), 5 mg 2 a 3 veces
cada 15 minutos. No es posible lograr un entrenamiento al día; clorhidrato de dicic!omina (Bentyl), 80 mg al día, en
satisfactorio de la vejiga y hay que tomar medidas alterna- cuatro dosis iguales; bromuro de metan telina (Banthme), 50
tivas . En primer lugar, debe descartarse la posibilidad de que a 100 mg cada seis horas; bromuro de propantelina (Pro-
la disminución en la capacidad vesical functonal se deba a Banthine), 15 mg 30 minutos antes de las comidas y 30 mg
un gran volumen de orina residual. Es posibly utilizar uno al acostarse. Es posible que estos medicamentos no sean
de los siguientes regímenes terapéuticos. eficaces si la incontinencia se debe a falta de inhibición de
la relajación del esfínter o alteraciones en la adaptabi-
l. Sonda permanente con anticolinérgicos o sin ellos. lidad de la pared vesical.
D. Neuroe stímula ción B. Sondeo intermi tente
(marca paso vesical ) Cualquie r paciente con capacidad vesical adecuada se be-
Las neuropró tesis se están constituy endo en una alternativ a neficia con el drenaje por sondeo intermite nte regular cada
establecid a para el tratamjen to de trastorno s selectivos por 3 a 6 horas. Esta técnica elimina la orina residual, ayuda a
vejiga neuropátí ca. Los pacientes para marcapas o vesical se prevenir infeccion es, evita la incontine ncia y protege contra
valoran principal mente con vigilancia urodinám ica de las el daño de las vías urinarias altas; estimula la micción
respuesta s de la vejiga y el esfínter a la estimulac ión de normal y los pacientes la aprenden y se adaptan con facili-
ensayo de diversas raíces de los nervios sacros. A continua- dad. Es una solución muy satisfacto ria de los problema s de
ción, se preparan bloqueos selectivos de los nervios puden- la vejiga neuropáti ca fláccida. Se utiliza una técnica limpia
do derecho e izquierdo . Si se produce la micción, se en lugar de la estéril, inconven iente y cara. Las infeccion es
considera n adecuado s para una neuropró tesis. También de vías urinarias son raras: pero si ocurren se administr a una
se toman en cuenta otros factores, como capacidad de al- vez al dia un antibiótic o para profilaxis . El método está
macenam iento del constricto r, competen cia del esfínter, contraind icado si existe reflujo ureteral, a menos que éste
edad, función renal y estado total neurológi co y psicológi co. sea leve y la vejiga se vacíe con frecuenci a.
Se implantan electrodo s en las raíces motoras (ventra-
les) de los nervios sacros que producirá n contracci ón del
músculo constricto r al estimular se (siempre S3, en ocasio- C. Cirugía
Está indicada la resección transuretr al en la hipertrof ia del
nes S4 ). Se toman medidas para reducir la hiperrefle xia del
cuello vesical o en una próstata crecida, que pueden causar
esfínter cortando de manera selectiva el compone nte senso-
obstrucci ón de la desemboc adura vesical y retención de
rial (dorsal) de estas mismas raíces de los nervios sacros y
orina residual. También puede hacerse en algunos varones
ramas selectivas de los pudendos . Se conectan los electrodo s
para debilitar la resistenci a de la salida de la vejiga a fin de
a un receptor subcután eo que se opera desde el exterior del
permitir que orine con la maniobra de Credé o esfuerzo
cuerpo. Se controlan entonces de manera selectiva la eva-
abdomina l.
cuación o la continenc ia vesical o intestinal mediante un
La incontine ncia urinaria total por incompet enc1a del
transmiso r externo .
esfínter puede tratarse implantan do un es fin ter artificial . Sin
Hay tres objetivos totales en el tratamien to de la vejiga
embargo, para que esto tenga éxito, la presión vesical debe
con lesiones espástica s de la neurona motora alta: conser-
ser baja. También hay que pensar en una reconstru cción
vación de la función renal, continenc ia y evacuació n. Las
del cuello vesical para aumentar la resistenc ia de la
dos primeras se logran reduciend o las presiones intravesi-
desembo cadura.
ca!es. Este paso protege la integridad de las vías urinarias
La inconbne ncta en este grupo de pactentes se trata con
altas y restablece la continenc ia al aumentar la capacidad de
medicam entos o neuroesti mulacjón , si depende de espasti-
almacena miento. Ambas se logran combinan do la neuroes-
cidad vesical leve.
timulació n del esfínter con neurotom ías sacras selectivas.
Este método protege la integridad del esfínter y evita la
necesidad de medicam entos. Otras opciones incluyen des- D. Parasim paticom imético s
oervación vesical completa o aumento de la vejiga. En ocas10nes, se utilizan los derivados estables de la acetil-
El tercer objetivo, restablec er la evacuaci ón con- colina para ayudar a evacuar la vejiga. Aunque no inician o
trolada, elimina la necesida d de sondas y el peligro efectúan las contracci ones vesicales, aumentan el tono de la
concurren te de infección . Es la meta más difícil de lograr y vejiga. Pueden ser útiles en el tratamien to sintomáti co de los
es necesario valorar cuidados amente lo adecuado de los tipos más leves de vejiga neuropáti ca fláccida. Pueden
pacientes . intentarse empíricam ente algunos medicam entos; pero su
utilidad se establece mejor durante la valoració n urodinám i-
ca. Si la presión de llenado o el tono de reposo aumentan
Vejiga neurop ática fláccida después de que se administr a cloruro de betanecol , será más
eficaz la evacuació n de la vejiga mediante desencad ena-
miento del reflejo o por compresi ón. El fármaco debe ser
Si la lesión neurológ ica destruye por completo el centro de entonces clínicame nte útil.
la micción, no es posible lograr esta última a voluntad sin El medicamento de elección es el cloruro de betanecol.
presión suprapúb ica manual, o sea, la maniobra de Credé. Se administr a por via oral , 25 a 50 mg, cada 6 a 8 horas . En
La vejiga puede evacuarse por esfuerzo, utilizando los situacion es especiale s (por ejemplo, estudio urodinám ico
músculos abdomina les y el diafragm a para aumentar la inmediata mente después de cirugía), pueden darse 5 a lO
presión intraabdo minal. Las lesiones parciales de la mé- mg se cada 6 a 8 horas.
dula espinal baja (D 1O y O 11) originan una vejiga espástica
y un esfínter débilmen te espástico. Puede haber incontine n- Vejiga neurop ática por espína bífida
cia por contracci ón espontán ea del constrictor.
Espina bífida es la formación incomple ta del arco neural a
diversas alturas del raquis . El defecto se ídentifica al nacer
A. Entrena miento y cuidad o vesical y se cierra de inmediato para evitar infeccion es. La cicatriz
En lesiones parcíal~s de la neurona motora baja, hay que resultante puede atrapar y fijar nervios de la cola de caballo .
intentar la micción cada dos horas con reloj para evitar Con la falta de cierre del arco neural, hav una falta de
escapes molestos. Esto ayudará a proteger la vejiga de desarrollo y organizac ión de las células de los cuernos
distensio nes excesivas por orina residual. anteriores . El resultado final es un defecto neuropáti co
mixto. Alrededor de dos tercios de Jos pacientes tienen reduce las presiones intravesicales, aumenta el almacena-
vejiga espástica con debilidad en pies y dedos. Alrededor de miento y reduce el riesgo de reflujo u obstrucción de los
un tercio tiene vejiga fláccida. Con frecuencia, hay mayor uréteres.
flaccidez en el piso pélvico que en el constrictor. En pacientes con vejiga levemente espástica y capacidad
Los objetivos del tratamiento son controlar la inconti- de almacenamiento más o menos adecuada(> 200 mL), la
nencia y preservar la función renal. incontinencia urinaria se controla mediante electroestimu-
lación del piso pélvico. En muchos de estos enfermos están
intactos los nervios que van al esfínter. Estos últimos pueden
A. Tratamiento conservador
La mejor terapéutica es el sondeo intem1Ítente limpio. Es estimularse para aumentar el tono de este músculo e inhibir
posible enseñar a los padres que lo lleven a cabo en un niño la micción. Sí !a vejiga tiene una capacidad limitada con
y por último que éste se encargue de ello. La frecuencia debe mala distensibilidad y mala contractilidad, la cistoplastia de
establecerse por la capacidad de almacenamiento de la aumento seguida de autosondeo intermitente es el trata-
vejiga y la ingestión de líquido, por lo general cada 3 a 6 miento de elección.
horas. Quizá se requiera un anticolinérgico para mediar la Si los pacientes con reflujo sufren fiebre recurrente
espasticidad vesical y mejorar la función de ahnacenamicn- (equivalente a pielonefritis) a pesar de la presencia de una
to a fin de controlar la incontinencia. sonda permanente o si no es posible controlar la incontinen-
cia por mala adaptabilidad del constrictor, hay que pensar
l. Síntomas leves: Si hay goteo ocasional o cierta orina en una derivación urinaria. Los depósitos continentes que
residual acompañada de falta de deseos de orinar, el no causan reflujo ofrecen el resultado más favorable a largo
paciente debe intentar hacerlo cada dos horas estando plazo para conservar las vías urinarias altas.
despierto. La presión suprapúbica manual aumentará la
eficacia del vaciamiento. Puede utllizarse una sonda
condón externo o un pequeño cojincillo para prote- 3. CONTROL DE LA INCONTINENCIA
ger contra escapes pequeños de orina. URINARIA
2. Síntomas más graves: Si la incontinencia urinaria se
acompaña de orina residual o se encuentra reflujo urete- En el hospital
ral, se toman las siguientes medidas:
a. Vejiga hipotónica: Si se ha demostrado reflujo, el La incontinencia urinaria es uno de los aspectos más inquie-
autosondco intermitente, 4 a 6 veces al día, puede tantes de la disfunción neurovcsical, en especial cuando la
proteger las vías urinarias altas del deterioro y las vejiga tiene una función adecuada en todo lo demás. El
consecuencias de la pielonefritis. Hay que pensar en una problema se reduce al mínimo en varones hospitalizados
reimplantac!ón urctcral en el reflujo bilateral o en una porque se dispone de supervisión, los baños están cerca y
transureteroureterostomía en el reflujo si son favora- siempre hay un orinal en la cabecera. Las mujeres tienen
bles todas las demás consideraciones. A continuación mayor problema porque deben utilizar un cómodo o quizá
debe instituirse sondeo en forma intermitente. requieran sonda permanente. Los catéteres tienen riesgos
b. Vejiga hi pertónica: El problema en pacientes en esta asociados y no siempre controlan el escape relacionado con
categoría es mayor porque la vcj iga es cspástica y con una vejiga espástica. No se ha encontrado una solución
capacidad reducida y el esfínter hipotónico. Puede satisfactoria, sencilla, para mujeres con este problema.
haber goteo prácticamente constante. El cistograma
revelará trabeculación intensa de la vejiga, a menudo Después del alta
con reflujo e hidrourcteronefrosis avanzada. Hay que
dar anticolinérgicos e insertar una sonda permanente Una vez que salen del hospital, la mayoría de los varones
varios meses. Una vez que mejora la dilatación de las con vejiga espástica, confiarán en una sonda condón para
vías urioanas altas y la vejiga se ha restablecido a una protegerse contra escapes y para la recolección práctica de
forma más esférica, puede reinstituirse el sondeo orina. La única excepción son los pacientes que se mantie-
intermitente. Con el ttempo y cuidados, muchos nen secos de manera previsible entre los sondeos. La sonda
de estos niños desarrollan un tipo más equili- condón se fiJa al pene sin presión y tiene un conducto que
brado de conducta vesical. Puede lograrse la con- va a una bolsa en la pierna. Las telas adhesivas no irritan y
tinencia sin comprometer las vías urinarias altas. duran mucho tiempo. Los problemas relacionados con la
La mayoría de estos pacientes no requerirán deri- conservación de estas sondas en su sitio se limitan a pacien-
vación urinaria si se vigilan cuidadosamente y los tes no circuncidados y en quienes los cojíncillos de grasa
padres participan de manera activa en los cuidados. suprapúbicos son grandes y acortan la longitud del cuerpo
del pene. La circuncisión o la colocación de una prótesis
B. Tratamiento quirúrgico peneana corregirá estas limitaciones.
Si la vejiga es de tipo espástico con capacidad disminuida, En ocasiones, estos pacientes prefieren la compresión
hay varias opciones quirúrgicas aparte de la derivación uretral con las pinzas de Cunningham. Sin embargo, sólo
urinaria. El bloqueo de los nervios sacros durante la valora- protege contra escapes de presión baja y si se aplica muy
ción urodinámica ayudará a determinar si será útil cortar las firme puede provocar un divertículo uretral.
raíces de estos nervios. Esto ayuda en caso de vejiga espás- Se dispone de otros dispositivos para colección ex-
tica, pero no en casos de mala distensibilidad por fibrosis terna (orinal de McGuire, sondas Texas); pero con los
vesical. La sección de Jos nervios que se originan de S3 adelantos en los adhesivos para sondas condón y el uso
de prótesis peneanas, cada vez se utilizan menos estos Puede haber diversas complicaciones infecciosas por
1nétodos. la presencia de una sonda de Fo!ey permanente. Éstas inclu-
yen cistitis y periuretritis por irritación mecánica. Es posible
Adelantos recientes que se presente un absceso periuretral, con formación de
fístula por la rotura final de un absceso a través de la piel
Continúa la investigación extensa de métodos que resta- perineaL También puede haber drenaJe por la uretra y el
blezcan el control voluntario total sobre las funciones de resultado final es un divertículo uretral. La infección puede
almacenamiento y evacuación de la vejiga. Se ha determi- llegar hasta los conductos prostáticos (prostatitis), las vesí-
nado la anatomía de los nervios sacros y pudendos, de tal culas seminales (vesiculitís seminal), o siguiendo los con-
forma que es posible exponerlos y asimismo a sus ramas , ductos hasta los epidídirnos (epididimitis).
con cirugía. Puede colocarse un electrodo para estimulación
selectiva de la vejiga, el elevador y Jos esfínteres uretral o
anal. Existen varias posibilidades para neuroestimula- A. Tratamiento de la pie/onefritís
ción o rizotomía, pero sólo algunas son prácticas. La valo- Las infecciones renales episódicas deben tratarse de manera
ración urodinámica de la función vesical después de un agresiva con los antibióticos apropiados para prevenir la
bloqueo nervioso o durante la neuroestimulación ayudará a pérdida renal. De ser posible debe eliminarse la fuente y
determinar el valor terapéutico de estos tratamientos. la causa de la infección.
Pueden colocarse electrodos únicos o múltiples en
nervios seleccionados y acoplarse a un receptor subcutáneo.
B. Tratamiento de la epididimitis
Es posible seleccionar la función deseada (continencia o Este trastorno es una complicación de la disinergia en la
evacuación). Generalmente, ep cualquier paciente se req uie- micción o del uso de sondas permanentes. El tratamiento
re una u otra. Habrá muchos cambios en este enfoque a consiste en !os antibióticos apropiados, reposo en cama y
medida que se adapten Jos adelantos tecnológicos a la mayor elevación del escroto. Debe retirarse o reemplazarse la
comprensión de la fisiología vesical. Se están logrando sonda permanente por una sonda suprapúbíca. El tratamien-
éxitos notables con la clcctroevacuación en pacientes muy to preferido a largo plazo es la colocación del paciente en
seleccionados. un programa de autosondeo intermitente. Rara vez se re-
quiere la ligadura de los conductos deferentes .

COMPLICACIO NES DE LA VEJIGA


NEUROPÁ TICA Hidronefrosis

Las principales complicaciones son: infecciones recurren- Dos mecanismos originan retropresión renal. Al inicio, el
tes de vías urinarias, hidronefrosis secundaria a reflujo u efecto del estiramiento del trígono, secundario a orina resi-
obstrucción ureteral y formación de cálculos. Los principa- dual, y la hipertonicidad del constrictor se complican por el
les factores que contribuyen a estas complicaciones son: la desarrollo de hipertrofia del trígono. La combinación causa
presencia de orina residual, las presiones intravesicales altas tracción anormal de la unión ureterovcsical, con aumento
y sostenidas y la inmovilización, respectivamente. de la resistencia al paso de la orina. Esto da lugar a una
En los trastornos neuropát1cos la incontinencia puede obstrucción " funcional " que causa dilatación urcteral por-
ser pasiva, igual que en las lesiones fláccidas en que está gresiva y rctropresión en el riñón . En esta etapa, el trastorno
alterada la resistencia en la desembocadura, o puede resultar puede aliviarse con drenaje por sondeo continuo o por
de una falta de inhibición de las contracciones del músculo sondeo intermitente combinado con anticolinérgicos.
cons.t rictor como en las lesiones espásticas Una consecuenc1a más tardía de la hipertrofia trigonal
y la espasticidad del constrictor es el reflejo por descompen-
Infecciones sación de la unión urcterovesical. Al parecer, el factor causal
es una combinación de presión intravesical alta y trabecula-
Éstas son prácticamente inevitables en una vejiga neuropá- ción de la pared de la vejiga. El aumento de la rigidez de la
tica. Durante la etapa de choque espinal consecutiva a una unión urctcrovesical debilita su función tipo válvula, dismi-
lesión medular, es necesario vaciar la vejiga por sondeo. En nuyendo lentamente su capacidad para evitar el reflujo de
esta etapa, se recomienda practicarlo en forma intermitente orina durante las contracciones forzadas de la vejiga.
y estéril (o limpia); pero , con fines prúcticos o por conve- Cuando se detecta reflujo ureteral con la cistografía,
niencia, a menudo se deja una sonda de Folcy permanente. los métodos previos de cuidados vesicales deben ajustarse
El drenaje crónico con sonda garantiza la presencia de in- de modo radical. Una sonda a permanencia sirve para
fección, sin importar cuantas medidas preventivas se utilicen . manejar el problema por un tiempo. Sin embargo, si el
Las vías urinarias altas suelen estar ptotegidas de in- reflujo persiste después de un periodo razonable de drenaje,
fecciones por la integridad de la unión ureterovesical. Si se debe considerarse la cirugía antirreflujo. Además, deben
torna incompetente, habrá reflujo de orina infectada hacía utilizarse las medidas para reducir la presión intravesical
los riñones. La descompcnsación de la unión urcterovcsical alta (aumento de la vejiga, rizotomía sacra, resección tran-
se debe a presione? intravcsicales altas generadas por una suretral de la salida vesical o esfinterotomía). La hidrone-
vejiga espástica. Es muy importante tratar de manera agre- frosis progresiva puede requerir nefrostomía. La desviación
siva estos casos con un programa intensivo de autosondeo urinaria es el último recurso y debe evitarse si puede seguir-
y anticolinérgicos. No debe usarse la maniobra de Crcdé. se al paciente con regularidad.
520 • Urología general de Smith 1 Referencias (Capítulo 28)

Cálculos erección o destumescencia prematura. Como regla, los en-


fermos con lesiones motoras bajas son impotentes, a menos
Diversos factores contribuyen a la formación de cálculos en que la lesión sea incompleta. Hay una gran variabilidad en
la vejiga y los riñones. El reposo en cama y la inactividad la capacidad sexual de los pacientes con lesiones raquídeas
causan desmineralización del esqueleto, liberación de calcio en cualquier nivel. Por fortuna, puede restablecerse la fun-
e hipercalciuria subsecuente. El decúbito y la ingest1ón ción sexual en la mayoría de los pacientes con un dispositivo
inadecuada de líquidos contribuyen a estasis urinaria, po- de erección al vacío, inyección intracavernosa o prótesis de
siblemente con mayor concentración de calcio en la orina. pene.
El sondeo de la vejiga neurógena puede introducir bacterias. Con frecuencia, los pacientes con lesiones raquídeas
La infección subsecuente suele deberse a microorganismos pierden la capacidad para eyacular incluso conservando
que desdoblan la urea, lo cual torna alcalina la orina, con erecciones funcionales. Esto resulta de la pérdida de coordina-
disminución de la solubilidad de calcio y fosfato. ción entre Jos reflejos que normalmente se sincronizan a través
de la regulación de centros superiores. Los enfermos pueden
A. Cálculos vesicales tener la capacidad de eyacular después de una erección; pero no
Como éstos suelen ser blandos, pueden aplastarse y exJraer- son capaces de despertar este fenómeno sexual o de estimu-
se por lavado mediante la vaina de un cistoscopio. En larlo en una secuencia adecuada. Se están desarrollando
ocasiones, son grandes y deben extraerse con cistostomía técnicas de estimulación eléctrica para lograr la colección
suprapúbica. de semen en pacientes con "esterilidad funcional".

B. Cálculos ureterales Disreflexia autónoma


En te01ía todos los cálculos ureterales pueden extraerse ª"hora
con métodos de recuperación anterógrada o retrógrada
La disrcflexia autónoma es una conducta refleja mediada
o con litotripsia extracorpórea con onda de choque (LEOC). por el sistema simpático debido a una retroalimentación
aferente sacra hac1a la médula espinaL El fenómeno se
C. Cálculos renales observa en pacientes con lesiones medulares arriba de la
En pacientes con vejiga neuropática, los cálculos renales en salida simpática de la médula. Como regla, ocurre en lesio-
general son producto de una infección; si ésta no se trata, nes muy espásticas arriba de Dl; pero en ocasiones, en
los cálculos se vuelven una fuente de infección renal per- lesiones con espasticidad leve o en las situadas abajo de D5.
sistente y de posible pérdida renal. Muchos de los cálculos Los síntomas incluyen: aumentos espectaculares de la pre-
que se ubican en la pclvicilla renal pueden extraerse medtan- sión arterial sistólica o diastólica (o ambas), incremento de
te procedimientos endoscópicos o con LE OC. En ocasiones, la presión del pulso, sudación, bradicardia, cefalea y piloc-
algún gran cálculo en cuernos de venado requiere cirugía rccción. Los síntomas se despiertan por distensión excesiva
abierta. de la vejiga o espasmo vesical contra un esfínter cerrado.
Está indicado el sondeo inmediato, el cual en general per-
Amiloidosis renal mite el descenso rápido de la presión arterial. La nifedipina
oral (20 mg) corrige este síndrome cuando se administra 30
La amiloidosis secundan a del riñón es una causa común de minutos antes de la Clstoscopia (Dykstra, Sidi y Anderson,
muerte en pacientes con vejiga neuropátiea. Resulta de la 1987) o de la electroeyaculación (Steinberger y cols., 1990).
debilidad crónica en pacientes con úlceras por decúbito El efecto hemodinámico agudo puede manejarse con un
difíciles e infecciones mal controladas. Por fortuna, gracias agente bloqueador alfa adrenérgico (Barret y Wein, 1987).
a los mejores cuidados médicos, hoy en día es un hallazgo La esfinterotomía y la rizotomía se usan en algunos pacien-
poco común. tes para prevenir la disreflexía autónoma recidivante.

Disfunción sexual
Los varones que han sufrido un traumatismo de la médula PRONÓSTICO
o lesiones en la cola de caballo experimentan grados varia-
bles de disfunción sexual. Quienes tienen lesiones motoras La mayor amenaza para los pacientes con vejiga ncuropática
altas se comportan b1en y la mayoría de estos enfermos es el daño renal progresivo (picloncfritis, calcutosis e hidro-
conservan la capacidad de erección refleja. En pacientes con ncfrosis). Los adelantos en el tratamiento de la vejiga ncu-
lesiones torácicas altas o cervicales, puede haber aumentos ropática, aunados a una mejor vigilancia de los pacientes a
pcltgrosos de la presión arterial con la erección. Las lesiones intervalos regulares, han mejorado de manera importante el
en cualquier nivel causan problemas en la calidad de la resultado final de la esperanza de vida a largo plazo. •

REFERENCIAS
Barrett D, Wein AJ: Voiding dysfunction: diag110sis, clasification Barrington FJF: The component reflexes ofmicturitJOn m the cat.
and managcment. Pages 863-962 in: Adult ami Pedtatríc Brain 1941 ;64:239.
Urology. Gi!lenwater JY et al (cditors) Ycar Book Medica], Bauer SB: Neurogcnic bladder dysfimction. Pediatr ClinNorthAm
1987. 1987;34: 112}.
29
Estudios urodinámicos
Emil A. Tanagho, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El estudio urodinámico se vuelve cada vez más importante de la función de la vejiga, el mecanismo del esfínter y las
para la valoración de los pacientes con alteraciones de la características de la micción.
micción -disuria, incontinencia urmaria, trastornos neuro- La función vesical suele estudiarse mediante cistogra-
púticos, etcétera. En la antigüedad, el médico sólo observaba fía y fluoroscopia durante el movimiento. En los estudios
el acto de la micción, apreciando la fuerza del chorro de la urodinámicos, se usa la cístometría. Los estudios radiológi-
orjna y deduciendo la posibilidad de obstrucción del orificio cos convencionales y las pruebas urodinámicas pueden,
de salida de la vejiga. En la década de 1950, ya era posible sin duda, combinarse con éxito.
observar mediante fluoroscopía la porción inferior del apa- La función esfinteriana depende de dos elementos:
rato urinario durante la micción; y en la década de 1960, los un esfínter de músculo liso y un esfínter voluntario. La
principios de la hidrodinámica se aplicaron a la fisiología actividad de ambos elementos puede registrarse urodinámi-
de la porción inferior del aparato urinario. En la actualidad, camcnte mediante las determinaciones de la presión; la
el campo de la urodinámica tiene aplicaciones clínicas para actividad del esfínter voluntario puede registrarse mediante
los problemas de la micción que resultan de los procesos electromiografía.
patológicos de la porción inferior del aparato urinario . El acto de la micción es una func1ón de la interacción
La nomenclatura de las pruebas usadas en los estudios entre la vejiga y el esfínter, y el resultado es la tasa o índice
urodinám.icos aún no está establecida y los significados de los de flujo. Éste es un aspecto muy importante de la función
términos en urodinamia algwms veces están sobrepuestos o
total de la porción inferior del aparato urinario; generalmen-
confusos. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, las prue-
te se registra en mililitros por segundo al igual que en
bas son en extremo valiosas. Con frecuencia, los síntomas
volumen total evacuado de orina . El registro simultáneo de
que se obtienen en la historia clinica compkta o en estudios
la actividad de la vejiga (con medición de la presión intra-
endoscópicos, o incluso radiográficos, deben investigarse des-
luminal) , la actividad esfinteriana (con electromiograf ia o
pués con pruebas urodinámicas para que el tratamiento que se
mediciones de presión) y la velocidad de flujo revela las
elija se base en la comprensión de la alteración de la fisio-
interrelaciones entre los tres elementos. Cada medida puede
logía de las vías urinarias bajas. Al igual que muchos otros
proporcionar información útil acerca de la normalidad o
procedimiento s de alta tecnología para examinar al paciente
anomalia de un aspecto específico de la porción inferior del
(por ejemplo, electrocardiografía, electroencefalografía),
aparato urinario. La integración de los tres elementos en un
las pruebas urodinámicas tienen mayor validez cuando su
registro simultáneo y comparativo de la porción inferior del
interpretación se deja al médico tratante, quien deberá su-
aparato urinario proporcionará un cuadro más completo.
pervisar el estudio y hacerse responsable de la correlación
Este enfoque complct9 puede abarcar los registros sincró-
de Jos datos de acuerdo a su oJ;¡servación clínica.
nicos de presiones variables, tasa de flujo, volumen de la
micción y actividad eléctrica de la musculatura esquelética
que rodea el esfínter urinario (electrom1ografía), junto con
FUNCIONES RELEVANTES la obtención de imágenes fluoroscópicas de la porción
PARA LA URODJNÁMICA inferior del aparato urinario. Las presiones múltiples que se
Y PRUEBAS APLICABLES A CADA UNA registran son muy variables e incluyen la intravcsical, in-
trauretral a varios niveles, intraabdominal y la presión del
El estudio urodinámico de la porción inferior del aparato esfínter anal como una función de la actividad muscular
urinario puede proporcionar información clínica útil acerca del piso pé:lvico.

523
524 • Urología general de Smith (Capítulo 29)

Las técnicas de los estudios urodinámícos deberán corno resultado de un fenómeno irritativo, ya sea infección
adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente. u otros factores químicos, bacterianos, hormonales o, aun
Cada método tiene ventajas y limitaciones que dependen de con más frecuencia y a menudo no apreciados, psicológicos.
los requerimientos de cada estudio. En un paciente, el
registro de un solo parámetro puede ser suficiente para Factores mecánicos
establecer el diagnóstico y sugerir el tratamiento adecuado;
en otro, podrán requerirse mucho más estudios. Los factores mecánicos que dan Jugar a obstrucción del flujo
urinario son los más fáciles de identificar mediante métodos
convencionales . En la mujer, pueden aparecer corno cis-
toceles, torceduras uretrales, o, con mayor frecuencia, cica-
trices yatrogénicas, fibrosis y compresión debida a
CONSIDERACIONES FISIOLÓGICAS procedimientos quirúrgicos vaginales o periuretrales pre-
E HIDRODINÁMICAS vios. Los factores mecánicos en el varón son bien conocidos
por todos Jos urólogos; la forma clásica es la hipertrofia
prostática benigna. Las estenosis uretrales por múltiples
causas y la$ válvulas uretrales posteriores están entre las
TASA DE FLUJO URINARIO causas más frecuentes de obstrucción urinaria en hombres ,
pero hay muchas otras .
Puesto que la tasa de flujo urinario es producto de la acción La micción con tasa de flujo normal es producto de la
constrictora contra la resistencia del orificio de salida, una actividad constrictora y de la resistencia del orificio de
variación en la tasa de flujo normal puede reflejar disfunción salida. Para iniciar la micción, no es necesario el aumento
de cualesquiera de los dos. La tasa de fluJo normal de una de la presión intravcsical corno resultado de la contracción
vejiga llena es aproximadamente de 20 a 25 mL/seg en el del músculo constrictor, ya que la resistencia del orificio de
varón y de 25 a 30 mL!seg en la mujer. Estas variaciones se salida suele disminuir al mínimo. La relajación del esfínter
relacionan de manera directa con la cantidad de orina en la casi siempre precede por unos segundos a la acción del
micción y la edad del paciente. Deberá sospecharsc obstruc- constrictor y cuando la relajación es máxima se inicia la
ción en cualquier adulto que evacúe con una vejiga llena y actividad de este último, la cual se sostiene hasta que la ve-
su tasa de flujo sea menor de {5 mL!segundo. La tasa de jiga está completamente vacía.
flujo menor de JO mL!seg se considera como un dato
definitivo de obstrucción. En ocasiones, se observan perso- Variaciones en la tasa de flujo normal
nas con "supcrrnicciones" con tasas de flujo bastante más
altas del valor nonnal. Esto puede significar poca resistencia La secuencia antes descrita no es esencial para la tasa de
del orificio de salida; pero es de menos importancia clínica flujo norma!. Esta última puede ser normal en ausencia
que la obstruccióil. de la contracción del constrictor si se asiste a la relajación
del esfínter con el aumento de la presión intraabdominal
Resistencia del orificio de salida mediante esfuerzo. Las personas con deficiencia en la resis-
tencia del orificio de salida y poco control del esfínter
Ésta es el determinante primario de la tasa de flujo y varía pueden lograr una tasa de flujo normal mediante la relaJa-
de acuerdo a los factores funcionales o mecánicos. Desde el ción completa del esfínter voluntario, sin la contracción del
punto de vista funcional, la resistencia del orificio de salida constrictor ni esfuerzo. La tasa de flujo normal puede lo-
se relaciona en forma primaria con la actividad del esfínter, grarse a pesar del incremento en la actividad del esfínter o
la cual es controlada por los esfínteres liso y voluntario. El la pérdida de la relajación completa si la contracción del
primero rara vez es hiperactivo en la mujer; nunca se obser- constrictor aumenta para vencer la resistencia del orificio
vó esto en ninguna de las evaluaciones urodinámicas. La de salida.
hiperactividad del esfínter liso rara vez se observa en los Puesto que la tasa de flujo normal puede lograrse
varones; pero puede presentarse por hipertrofia del cuello a pesar de las anomalías de uno o más de los mecanis-
de la vejiga debida a disfunción neurógena u obstrucción mos participantes, el registro sólo de la tasa de flujo no
distal. Sin embargo, tales casos deben evaluarse en forma proporciona el discernimiento de los mecanismos precisos
crítica antes de llegar a dicha conclusión. mediante los cuales ocurre. La diferenciación entre los
El incremento de la actividad del esfínter voluntario es patrones de tlujo puede ser difíciL Para propósitos prácticos, si
frecuente. A menudo se le da poca importancia como causa la tasa de flujo es adecuada, con patrón y configuración nor-
fundamental de aumento en la resístencii del esfínter. Se males de la curva del flujo, estas variaciones pueden no ser
manifiesta ya sea por deficiencia de la relajación o por importantes desde el punto de vista clínicos, excepto en
hiperactividad presente durante la micción . El esfínter vo- raros casos.
luntario normal proporciona resistencia adecuada,j unto con
el liso, para impedir el escape de orina de la vejiga; si el Nomenclatura
esfínter voluntario no se relaja durante la contracción del
músculo constrictor se presenta obstrucción parcial. La El estudio de la tasa de flujo urinario por sí mismo suele
hiperactividad del esfínter, que resulta del aumento de la denominarse uroflujometría. Por lo general, la tasa de
resistencia del orificio de salida, suele ser un fenómeno flujo se identifica como tasa de flujo máximo, tasa de flujo
neuropático. Sin embargo, también puede ser funcional, promedio, tiempo de flujo, tiempo de flujo máxi-
Volumen

¡--- Tasa de flujo máx1mo

t-- Tasa de flujo promedio

I
1

Tiempo de flujo maximo


1

L__--------------~,----------------~
Tiempo de flujo

Figura 29-1. Uroflujometría. Elementos básicos del flujo máximo, flujo promedio, tiempo de flujo total y volumen total evacuado.

mo (tiempo que transcurre antes de alcanzar la tasa de flujo la cantidad entre cinco para conocer la tasa promedio por
máximo) y tiempo de flujo total (la suma del tiempo de segundo. Esta estimación aproximada es útil, en especial si
flujo, si el flujo se ha interrumpido por períodos debido a la
la tasa de flujo es normal y las cifras son mayores de
falta de micción) (figura 29-l). El patrón de la tasa de flujo
20 mL!segundo. El flujo urinario máximo también es posi-
se caracteriza por ser continuo o intermitente, etcétera.
ble medirlo con bastante facilidad con un picómetro; un
dispositivo que emplea una tira de indicador colorante que,
Determinación del patrón de la tasa cuando se impregna con orina, muestra la tasa de flujo
de flujo máximo mediante cambios en el color en comparación con
una escala predeterminada. El uroflujómetro de Drake es un
El patrón de flujo normal se representa mediante una curva en recipiente de plástico con varios compartimientos en el cual
forma de campana (figura 29-l ). Sin embargo, la curva rara orina el paciente; la tasa de flujo máximo se determina
vez es lisa por completo, puede variar dentro de ciertos mediante la observación del número de compartimientos
límites y seguir siendo normal. La tasa de flujo puede que contienen orina.
determinarse mediante la medición de una muestra tomada del En la práctica actual, la tasa de flujo se registra con
chorro máximo del flujo durante cinco segundos y dividir mayor frecuencia en forma electrónica: el paciente orina en un

Figura 29-2. Tasa de flujo normal característica, con un máximo de casi 30 mUseg y promedio aproximadamente de 20
ml/segundo. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos.
15-

-J -
E
10-

o-
hoja de papel
Figura 29-3. Tasa de flujo de persona con "supermicciones". La tasa de flujo máxima supera los límites de la
ascenso y el vaciamiento vesical completo de gran volumen de orina en un lapso muy
graduado. El trazo demuestra un rápido
corto. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos .

25
~Al- :
-11-- l
·:tl· 1t:
!1
+-i ' . [- . j_
·t-
+
Hi ·
r-t . r-t- - u.J:
-r=f -
20

15

10

o
de la
Figura 29-4. Tasa de flujo normal pero con alguna variación en el aspecto de la curva. Se observa un rápido aumento
hasta llegar al máximo, luego una disminución súbita. También hay fluctuación en el extremo
presión y un aumento progresivo
ascendente del trazo. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos .
-"-
-,...,.. -- . - -
e:
.:: A =-~

: ..
..
1:· Jl 1·· .~:
1.~ ~ ..,..
f 11 f\-1
'i, N :'!: "
,...~ , ,_,
__ :::

Figura 29-5. Tasa de flujo un poco baja (no excede


1 O mllseg), aunque en su punto máx1mo alcanza 30 a
32 ml/segu ndo. Otra vez se observan variaciones en el flujo.
Figura 29-6. Tasa de flujo muy baja, de corta duración y
En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco
volumen pequeño . Observar que el ftujo máximo no es mayor de
segundos.
15 mllsegu ndo; sin embargo , el flujo promedío es menor
de 1 O ml/seg y a la mitad el flujo se interrumpe casi por
completo. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale
recipiente con un dispositivo de medició n que se comunica a cinco segundos.
con un trasductor; el peso se convierte a volumen y se
registra sobre un papel graduad o en mL!segundos. La figura
29-2 es un ejemplo de dicho registro en un varón normal. cirsc con facilidad a partir del patrón de la tasa de flujo. La
La curva generai en forma de campana es mucho más clara figura 29-7 muestra un ejemplo de micción intermitente,
y el trazo muestra todos los valores que se mencionan antes: principalmente por esfuerzo, sin actividad constric tora y a
duración total del flujo, tiempo máximo de flujo, tasa má- una tasa que algunas veces no alcanza los máximo s usuales.
xima de flujo, tasa promedi o de flujo y volumen total de Con experiencia, se llega a ser un experto para detectar el
la micción. En ocasiones, las "persona s que orinan dema- mecanismo subyacente a las anomalías en la tasa de flujo.
siado" pueden superar los límites de la hoja de papel gra- Por ejemplo, en la figura 29-5, la tasa de flujo máximo está
duado; pero esto no suele ser de importancia clínica (figura dentro del Hmíte normal, la de flujo promedi o es un poco
29-3 ). En la figura 29-4 se observa la posible variación en más baja y la curva tiene un patrón general de campana ; sin
el aspecto de la campana. embargo, las obstrucciones intermitentes parciales breves al
El aspecto complet o de la curva del flujo puede descu- flujo pueden interpretarse con facilidad como debidas a la
brir anomalias no sospechadas. Por ejemplo, en la figura hiperactividad del esfínter voluntario, una forma benigna de
29-5, el tiempo de flujo es bastante prolongado. La ve1oci-
disinergia entre el constrictor y el csfinter (véase adelante).
dad de flujo máxima puede no ser baja, pero la velocidad de
Las tasas de flujo en la obstrucc ión mecánic a son por
flujo promedi o es muy lenta; aunque la velocidad de flujo completo diferentes, por lo general dentro de limites de 5 o
máxima está en algún moment o dentro del rango normal. 6 mL/segu ndo; el tiempo de flujo es bastante prolong ado
Con frecuencia, dicha fluctuación en la tasa de flujo se y hay un flujo bajo sostenido con mínima variación (figura
relaciona con variaciones en la actividad del esfínter volun-
29--8). La figura 29-9 es un ejemplo notable de la curva de
tario . En la figura 29-{), este patrón es extremo: la tasa de
un paciente con hipertro fia prostática benigna. Puesto que
flujo máximo nunca es mayor de 15 mL!seg y la de t1ujo el patrón es obviamente de obstrucción mecánica, no son
promedi o es aproxim adament e de I O mL/seg, lo cual indica necesarios los estudios simultáneos.
obstrucción. (Otra vez, esta fluctuación en el patrón quizá
La tasa de flujo reducid a en ausencia de obstrucción.
refleja hiperactividad del esfínter.)
mecánica se debe a algún trastorno en la actjvidad del
El patrón de 1a tasa de flujo revela mucho acerca de las constrictor o del esfínter. Esto se observa en una variedad
fuerzas· participantes. Por ejemplo, si el paciente tiene la
de situaciones; por ejemplo, contracción normal del cons-
micción sin ayuda de las contracciones del constrictor,
trictor sin relajación concurre nte del esfínter y contracción
principa lmente por esfuerzo abdominal, esto puede dedu- normal del músculo constrictor con hipcractividad del es-

20

15

~ 10

o
Figura 29-7. Tasa de flujo característica debida a presión abdomin
al sin actividad del constrictor. Véase el efecto de los chorros
súbitos de orina con interrupc ión complet a entre los mismos,
debido a que el paciente no puede sostene r el increme nto
en la presión intraéibdominal. En la escala horizontal, un cuadro
grande equ1vale a cinco segundos.
10

-g 5

Figura 29-8. Tasa de flujo en caso de obstrucción urinaria, que demuestra una tasa de flujo promedio muy baja (no mayor de
5 o 6 mUsegundo). La duración prolongada del flujo se relaciona con vaciamiento incompleto. En la escala horizontal, un
cuadro grande equivale a cinco segundos.

fínter, lo cual es más grave. Con frecuencia, estas dos una conclusión definitiva deberán examinarse en relación
entidades se denominan como disinergia entre el constric- con los datos y las manifestaciones clínicas concurrentes.
tor y el esfínter. Cuando hay contracción detrusora, pero el
esfínter no se relaja y se abre o (algo peor) si se torna Capacidad, acomodación y sensación
hiperactivo, se obstruye el flujo urinario; esto es, la tasa de
flujo es menor y de patrón anormal. La disminución en la La clstometría puede llevarse a cabo mediante cualesquiera
tasa de flujo puede ocurrir aun con incremento en la activi- de estos dos métodos básicos: 1) permitiendo el llenado
dad del constrictor, si esta última no es adecuada para fisiológico de la vejiga con orina secretada y registro con-
superar la resistencia del esfínter. tinuo de la presión intravesical durante todo un ciclo de
En la forma de la curva de flujo son posibles tantas micción (iniciando el registro cuando está vacía la vejiga del
variaciones, no importa qué tan exactamente se registre el paciente y continuándolo hasta que se ha Jlenado -en este
flujo o qué tan frecuentemente se repita para confirmar los momento se pide al paciente que orine- y se inicia la
datos anormales, que es benéfico relacionarla con registros micción), o 2) mediante llenado de la vejiga con agua y
simultáneos, como la presión vesical, la electromiografía registro de la presión íntravesical comparado con el volu-
del piso pélvico, el perfil de la presión uretral o la cinefluo- men introducido a la vejiga. (En la actualidad, en algunos
roscopia. No obstante, por sí misma puede ser uno de los laboratorios se utiliza la cistometría con gas como sustituti-
estudios urodinámicos más valiosos que se efectúan para vo de la cístometría con agua. Sin embargo, los resultados
evaluar un tipo específico de disfunción en la micción. La son tan poco fidedignos que la técnica sólo debe usarse para
flujometría no sólo es de valor diagnóstico sino también es la investigación preliminar. Si la cistometria con gas revela
vahosa para estudios de vigilancia y para decidir el trata- una anomalía, los resultados deberán confirmarse mediante
miento . Sin embargo, en algunos casos, la flujometría sola la cistometría con agua.)
no proporciona suficientes datos acerca de la anomalía en Con el primer método (llenado fisiológico), la evalua-
el mecanismo de la micción . Por tanto, deberá obtenerse ción de la función vesical se basa en el volumen evacuado
mayor información por la evaluación de la función vesical. (se supone que se ha descartado la presencia de orina
residual). El segundo método permite una determinación
precisa del volumen que distiende la vejiga y de las presio-
FUNCIÓN VESICAL nes en cada nivel de llenado, si bien tiene defectos inherentes
tales como que el líquido se introduce en vez de que se
Los factores básicos de b función vesical normal son: excrete de manera natural y el Jlenado vesical es más rápido
capacidad vesical, sensación, acomodación, contractilidad, que en situaciones normales.
control voluntario y respuesta a los medicamentos. Todos El cistometrograma (figura 29-1 O) se obtiene durante
ellos pueden valorarse mediante cistometría. Si todos se la fase de llenado vesical; el volumen de líquido en la vejiga
encuentran dentro de los valores normales, puede presumir- se grafica contra la presión intravesical para mostrar la
se que la fisiología de la vejiga es normal. La evaluación de adaptabilidad de la pared de la vejiga a} llenado. La curva
cada factor tiene su propio significado y antes de llegar a cistométrica normal muestra una presión intravesical baja

~
10~
5

o
Figura 29-9. Tasa de flujo baja caracterí~tica de la obstrucción del orificio de salida de la vejiga (hipertrofia prostática benigna),
tiempo de flujo prolongado muy notorio y variación debida al intento por mejorar el flujo mediante aumento de la presión
intraabdominal. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos.
muy constante hasta casi la capacidad de la vejiga, en
Respuestas a los fármacos
seguida un aumento moderado hasta que alcanza la capaci-
dad y después una elevación repentina en cuanto se inicia la
micción. Normalme nte, la sensación de ple]Ütud se percibe
Cada vez aumenta más la frecuencia con que se usan fárma-
primero cuando la vejiga contiene de 100 a 200 mL de
cos para valorar la función del constrictor . Pueden ayudar a
líquido y es intensa a medida que se acerca a la capacidad
diagnostic ar una neuropatía subyacente y determina r si el
vesical; el deseo de orinar ocurre cuando la vejiga está llena
tratamiento medicamen toso es valioso en casos individua-
(capacidad normal: 400 a 500 mL) . Sin embargo, la vejiga
les. El estudio de la relación de la capacidad vesical con la
tiene poder de acomodaci ón, esto es, puede conservar una
presión intravesica l y la contractili dad de la vejiga permite
presión intralumin al casi constante durante toda su fase de
una valoración general de la función vesical del paciente.
!lenado cualquiera que sea el volumen del líquido presente
La presión intravesica l baja con capacidad vesical normal
y esto influye de manera directa en la adaptabilid ad o
puede no ser importante , en tanto que la presión baja con
elasticidad . A medida que la vejiga acomoda en forma
capacidad muy grande puede indicar pérdida sensorial o una
progresiva mayores volúmenes sin cambios en la presión
lesión fláccida de la neurona motora inferior o baja, una ve-
intra)umin al, las cifras de adaptabilid ad se tornan más altas
jiga distendida en forma crónica o una vejiga grande debido
(adaptabil idad= volumen+ presión) (figura 29-1 0).
a daño miógeno. La presión alta (suele acompañar se con
disminució n en la capacidad) que aumenta rápidamen te al
Contractilidad y control voluntario llenarse la vejiga, se debe comúnmen te a inflamació n, enu-
resis o disminució n en la capacidad vesical. Sin embargo,
la actividad vesical no inhibida durante esta fase de 11enado
La vejiga normalme nte no mue_stra datos de contractilid ad con presión alta, puede indicar una vejiga neuropátic a o una
o actividad durante la fase de llenado. Sin embargo, una lesión de la neurona motora superior.
vez gue se llena a su capacidad y el paciente percibe el El cloruro de betanecol (Urocolina ) se usa a menudo
deseo de orinar y permite la micción de manera consciente , para evaluar la función del músculo vesical en pacientes con
se presentan contraccio nes vesicales fuertes, las cuales se presión vesical baja relacionada con pérdida de la contracción
mantienen hasta que la vejiga se vacía. Por supuesto, el del músculo constrictor. La falta de respuesta al betanecol
paciente puede inhibir de manera consciente las contrac- sugiere daño mió geno; la respuesta normal indica una vejiga
ciones del músculo constrictor . Estos dos aspectos del de gran capacidad con musculatu ra normal y la respuesta
control voluntario del constricto r deberán evaluarse du- exagerada indica una lesión de la neurona motora inferior.
rante el estudio cistométri co con el fin de descartar la La prueba tiene tantas variables que debe efectuarse en forma
actividad vesical no inhibida y para determinar si el paciente meticulosa para proporcion ar resultados confiables.
puede inhibir la micción con la vejiga llena e iniciarla La prueba con anticolinér gicos o depresores muscu-
cuando se le indique hacerlo. En ocasiones, esta última es lares puede ser valiosa para evaluar la contracció n no inhi-
difícil de verificar desde el punto de vista clínico debido bida del constnctor o el aumento en el tono de la vejiga y
a la inhibición consciente en un paciente que puede estar adaptabilid ad baja. La informació n que se obtiene puede ser
desconcert ado por las circunstan cias poco naturales. útil para elegir los medicamen tos para el tratamiento .

Presión
en cm
de agua
80 1---1- - . - --- 1----f------- +--t---t--

70 r-~_, __,_--1---+--+--+--+--r-~---r-~~~
60 1---+------+-- -1--+- --+--+---1 ---
50 1---+-_,--+ -----1--+ ----+--~----;-
40 1---1--·- /---t--11-- -t---i---+- --+--!+--
' 1
30 f--+---1- -+----l---+- --+- +----+-- _ ; { Contracción ~
•l de la micción 1
20 1---1--+-- +---. ----+---+--- +- - , ) ) 1 1 -·- 1 1 i
10
o vf-'
~~~--+-~~~~~==~~--L-~-J--~~
1 _/ ~ens~ció? de :!enu.ra ¡
100 200 300 400 500 600 700
Volumen (ml)
Fase de llenado
IN
Adaptabilidad = llP

Figura 29-1 O. Cistometrografía de un paciente con capacidad vesical normal.


Obsérvese la presión íntravesical estable
durante la fase de llenado; ligero aumento al final de la fase de llenado, que
indica la capacidad vesical percibida como
sensación de llenura; y el aumento súbito al final (contracción de la micción).
Registro de la presión intravesical

La presión intravesical puede medirse en forma directa


desde la cavidad vesical, ya sea mediante un acceso supra~
púbico o a través de un catéter transuretral. La presión en el
interior de la vejiga es en realidad una función tanto de la
presión intraabdominal como de la presión intravesical.
Generalmente, la presión constrictora verdadera es la registra~
da en la cavidad vesical (presión intravesical) menos la
intraabdominal. Este aspecto es importante porque las va~
riaciones en la presión intraabdominal pueden alterar la
presión intravesical registrada y, si se considera errónea~
mente que el registro de la presión intravesical refleja sólo
la del constrictor y no el aumento de la intraabdominal
debida también al esfuerzo de pujo, las conclusiones pueden
ser equívocas.
En la práctica clínica, no es necesario medir la presión
intraabdominal. puesto que la contracción de la pared del
abdomen puede observarse durante el curso de la cistomc~ Figura 29-11. Registro simultáneo de la contracción de micción
tría. Una anotación en la gráfica del paciente servirá para y tasa de flujo resultante. Obsérvese la variación normal de
distinguir la verdadera contracción del constrictor de una la presión intravesical durante la fase de micción, así como la
posible superposición o incremento en la presión intraabdo~ tasa de flujo normal adecuado (figura 29-4). En la escala ho~
minal. Cuando sea necesario, esto es, en caso de inseguridad rizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos.
y con el fin de ser muy exacto, la presión intraabdominal
deberá registrarse en forma simultánea con la presión intra~
vesical, puesto que no hay otra manera para determinar la
presión real del constrictor. La presión intraabdominal suele figura 29-14. La presión vesical parece indicar una buena
registrarse mediante un catéter con un pequeño globo que función del constrictor; no obstante, el registro simultáneo
se inserta en la parte alta del recto y se conecta a un de la presión íntraabdominal especifica que todos los
transductor separado. cambios aparentes en la presión intraluminal de la vejiga,
La parte más valiosa del estudio cistométrico es la de hecho, representan variaciones en la presión intra-
determinación de la actividad de la m1cción o contracción abdominal.
para la micción. Las características de la presión intravesical La figura 29-15 muestra las dos presiones registradas
pueden ser bastante importantes. Por lo general, las en la misma gráfica, con el mismo canal, mediante la pajilla
contracciones para la micción no son altas (20 a 40 cm de
agua); esta magnitud de presión intravesical casi siempre es
adecuada para producir una tasa de flujo nonnal de 20 a
30 mL/scg y vaciar por completo la vejiga si es bien soste~
nida. La presión muy alta para la micción es indicativa de
un posible aumento en la resistencia del orificio de salida;
pero denota una musculatura constrictora sana e hiperactiva.
La figura 29-1 J muestra una tasa de flujo normal que
se re! aciona con una contracción dctrusora normal a
una magnitud de 20 cm de agua, que es bien sostenida, de 25
corta duración y da !ugar a un vaciamiento completo de la
vejiga. 20
También la calidad de la presión vesical puede ser -J
informativa, aun sin registro simultáneo de la tasa de flujo. f: 15
Sin embargo, en estos casos, es preferible registrar la tasa
de flUJO baJO c1rcunstancias normales. Una contracción del 10
músculo constrictor bien sostenida, alta al principio y luego
sostenida en valores normales, se observa en la figura 5
2 9-12. En la figura 29-13, la presión de micción es dema~
siado alta, hay un elemento de disinergia del esfínter que o
desencadena variaciones en la presión de micción y la tasa
de flujo. El registro simultáneo de las presiones intravesical Figura 29-12. Registro simultáneo de la presión vesical y la
e intraabdominal podría proporcionar más información. tasa de flujo. Obsérvese que la presión intravesical es un
Como se sugirió, el registro de la presión intravesical sola poco más alta con tasa de flujo alta que, en su máximo, es
no aporta mucha de la información que se requiere y un la de una persona con demasiada micción (figura 29-3). En
aumento de la presión intraabdominal puede confundirse la escala horizontal, un cuadro grande equivale a cinco
con la acción del constrictor. Esta situación se ilustra en la segundos.
Estudios urodinámicos • 531

100

-. jJ -1_-¡ rr . 1~~v[RE'11 t·· :·;· R-


¡....¡. .ri+
o :¡ . H. .
¡n- ·
- ,
t 11 IJf\1· ·
¡1 .
'
1
+ -í · · t··~- ~Presión
r tt -·- 1
vesical
, !l~t-- · ~ ~li ~- - ¡Jt} rt'-- · t k:l
:( 50
1-H-~A-H...J.....fl.J~- t~t-
§ • ··
nFt -n
~ ·¡;; ¡¡.-<_

_
-~- f¡fg·-~ H
..i.. J ' . ~-- ..
-1} ~
tt
+-¡-¡-·
=+:r· . . - _· i ·_
-IT ... :- R
~- -F-1- -~
-1 ~~
't ú
. {Presión
~t"l
1·1
intraabdominal

o
20

-g 10

o
Figura 29-13. Registro simultáneo de la tasa de flujo y la presión intraabdominal; en e! registro superior se observa la presión
intravesical superpuesta. Obsérvese la presión de micción muy alta. Sin embargo, la tasa de flujo es relativamente baja, con alguna
interrupción, cuya causa más probable es hiperactividad del esfínter. En la escala horizontal, un cuadro grande equivale a
cinco segundos.

que comparte el tiempo entre dos transductores: uno registra


la presión intraabdominal; el otro, la intravesical.

A. Cambios patológicos en la a
capacidad vesical -:;
La capacidad vesical normal de 400 a 500 mL puede dismi-
nuir o aumentar en una variedad de trastornos y lesiones
S lOO"']
(cuadro 29-1 ). Algunas causas frecuentes de reducción de
la capacidad vesical son: enuresis, infección de vías urina-
50~-¡
rias, vejiga contraída, lesión de la neurona motora superior o .
y vejiga sin función. Puede presentarse una reducción en la
capacidad asociada con incontinencia o en una vejiga pos-
Figura 29-14. Registro simultáneo de las presiones intraab-
quirúrgica. El incremento en la capacidad vesical es fre-
dominal e intravesical. Si sólo se considera la presión intra-
cuente en mujeres que se entrenan para retener grandes
vesical (registro superior), puede suponerse una contracción
volúmenes de orina. La capacidad vesical también se incre-
adecuada del constrictor. La comparación con la presión
menta· en los trastornos neuropáticos sensoriales, lesiones intraabdominal (registro inferior) demuestra que son casi
de la neurona motora inferior y obstrucdón crónica debida idénticos y que no hay contracción del músculo constrictor.
a daño miógeno. Es importante relacionar la capacidad
vesical con la presión vesical intraluminal (cuadro 29-2).
Las variaciones ligeras en la capacidad vesical sin cambio
en la presión de la vejiga pueden ser menos importantes que
Jo contrario. Lo que en general es de gran importancia es
una vejiga de capacidad reducida asociada con presión
normal, o más importante aún, con aumento de la presión;
o una vejiga de gran capac)dad asociada con disminución
de la presión.

B. Cambios patológicos en la acomodación


La acomodación refleja la presión intraluminal como res- Figura 29-15. Registro simultáneo de dos mediciones, pre-
puesta al llenado. En una vejiga con poder de acomodación sión intravesical (arriba) e intraabdominal (abajo), en un solo
nonnal, en cuyo caso el centro de la micción de la médula canal. La diferencia entre ambas puede observarse con
espinal es controlado por el sistema nervioso central, la claridad como una contracción pura del constrictor.
532 • Urologia general de Smith (Capítulo 29)

Cuadro 29-1. Causas de aumento o disminución D. Cambios patológicos en la contractilidad


en la capacidad vesical. (La capacidad normal La vejiga normal es capaz de sostener la contracción hasta
vaciarse por completo. La ausencia de orina residual des-
en el adulto es de 400 a 500 mL)
pués de la micción suele significar contracciones bien sos-
éausas de disminución de la capacidad vesical tenidas . La disfunción neuropática casi siempre se
Enuresis o incontinencia acompaila de orina residual en cantidad variable que depen-
Infecciones vesicales de del tipo de disfunción. La res)stencia importante del
Contracciones vesicales debidas a fibrosis (por ejemplo , orificio de salida, mecánica o funcional, también es una
tuberculosis, cístitis intersticial, etcétera) causa importante de orina residual.
Lesiones de la neurona motora superior El estudio cistométrico puede revelar ausencia com-
Pérdida de la función vesical pleta de contractilidad del músculo constrictor debida a
Vejiga posquirúrgica deterioro sensoria1 o motor, o inhibición consciente de
la actividad constrictora (cuadro 29-3). La hiperactivi-
Causas de incremento en la capacidad vesical
dad de! constrictor se muestra como una actividad no
Trastornos neuropáticos scnsonales
inhibida, casi siempre debida a interrupción de la conexión
Lesiones de la neurona motora inferior
neuronal entre los centros de la médula espinal y los centros
Megacistitis (congénita)
superiores del mesencéfalo y corticales.
Obstrucción crónica del aparato urinario
El registro integrado de la capacidad vesical, la presión
intravesica! y la contractilidad sirven como una valoración
general de los mecanismos fisiológicos básicos de la vejiga.
La presión intravesical baja en un paciente con capacidad
presión intravesical no variará con el llenado vesical pro- vesical normal puede no tener importancia clínica, en tanto
gresivo hasta que alcance su capac1dad total; en otras pala- que la presión baja con capacidad muy grande puede signi-
bras, cuando disminuye su adaptab1lidad se producirá ficar pérdida sensorial o una lesión fláccida de la neurona
aumento progresivo en la presión intraluminal y pérdida de motora inferior, una vejiga distendida en forma crónica o
la acomodación . Esto suele ocurrir en vejigas con disminu- una vejiga grande causada por daño miógeno . La presión
ción en su capacidad y con volúmenes pequeños. El paciente alta (casi siempre se relaciona con disminución en la capa-
que se estudia mediante cistornetría siempre puede notar la cidad) que aumenta con rapidez al efectuarse el llenado
presencia o ausencia de sensación de llenura o plenitud. vesical, lo más común es que se deba a inflamación , enuresis
Normalmente, no se siente el volumen de la vej1ga, sólo los o a disminución de la capacidad vesical. Sin embargo, la
cambios en la presión . actividad no inhibida durante c1 intervalo en que aumenta
la presión que ocurre durante el llenado vesical, puede
indicar una vejiga ncurógena o una lesión de la neurona
C. Cambios patológicos en la sensación motora superior.
Durante la cistometría, un ligero aumento en la presión
intraluminal s1gnif1ca que la vejiga está llena a su capacidad
normal y que el paciente lo percibe. Este signo suele estar
ausente en la neuropatía sensorial pura y en la pérdida mixta FUNCIÓN DEL ESFÍNTER
sensorial y motora. (Otras sensaciones pueden probarse en
diferentes vías; capitulo 28 .) La función del esfínter urinario puede valorarse ya sea por
registro de la activídad electromíográfica del componente
voluntario del mecanismo del esfínter o por registro de la
actividad de los componentes liso y voluntario mediante
Cuadro 29-2. Relación entre la presión determinación de la presión intrauretral de la umdad del
intravesical y la capacidad en varias esfínter. Este último método se denomina determinación
enfermedades del perfil de la presión (perfilometría).
Presjón intravesical baja
Capacidad normal
Cuadro 29-3. Variaciones de la contractilidad
Capacidad grande
del músculo constrictor en varias enfermedades
Deficiencias sensoriales (diabetes sacarina, t:1-bes dorsal)
Lesiones fláccidas de la neurona motora inferior Contracciones normales
Vejiga grande (debida a dilatación repetida) Volumen normal
Contracciones bien sostenidas
Presión intravesical alta
Contracciones ausentes o débiles
Aumento rápido
Trastornos neuropáticos sensoriales
Capacidad reducida
Inhibición consciente de las contracciones
Inflamación
Lesiones de la neurona motora inferior
Enuresis
Contracción no inhibida Contracciones no inhibidas
Vejiga neurógena no inhibida Lesiones de la neurona motora superior
Lesiones de la neurona motora superior Lesiones cerebrovasculares
Estudios urodinámicos • 533

Perfilometría quíer nivel y en cualquier momento. El catéter también tiene


marcadores radiopacos a intervalos de J cm que se inician
en el extremo, con un marcador más intenso cada 5 cm;
El perfil de la presión uretral se determina mediante el
también tiene un marcador especial que muestra el sitio de
registro de la presión en la uretra en cada nivel de la
cada membrana. Los marcadores permiten la observación
unidad del esfínter, desde el meato interno hasta el extremo
fluoroscópica del catéter y los niveles de la membrana
final del segmento del esfínter. La perfilomctría puede
durante todo e} estudio.
efectuarse a través de la técnica de instilación de gas o agua;
pero estos métodos tienen limitaciones importantes. La
pcrfilometría de gas requiere un índice de flujo muy elevado B. Técnica con microtransductor
( 120 a 150 mL!min) y no es preciso, consistente ni sensible: Ésta es tan exacta como la del catéter con membrana. Pueden
no debe utilizarse más . La perfilometría con agua , que montarse dos microtransductores en el mismo catéter, uno en
requiere un flujo de unos 2 mL/min, proporciona resultados la punta para registrar la presión vesical y el otro de 5 a 7 cm
muy precisos. Puede utilizarse para la selección de pacientes de la punta para registrar el perfil de presión uretral conforme
con incontinencia y obstrucción funcional; pero no es muy el catéter se extrae de la cavidad vesical hacia abajo por el
sensible y sólo proporciona información sobre la presión segmento esfinteriano.
uretral total. El catéter de membrana y las técnicas de
microtransductor de perfilometría que se describen en las Estudio electromiográfico de la
siguientes secciones aportan información mucho más pre- función del esfínter
cisa y detallada.

La e\ectromigrafía sola proporciona información útil acerca


A. Técnica del catéter éon membrana de la función del esfínter; pero es más valiosa cuando se
Los catéteres con membrana que se usan para registrar los efectúa junto con la cistometría. Hay múltiples técnicas
perfiles de presión suelen tener varios conductos, de manera para estudios elcctromiográficos de los esfínteres urinarios;
que puede obtenerse el registro simultáneo de varios pará- se usan tanto electrodos de superficie como electrodos de
metros. El actual catéter con membrana tiene cuatro con- aguja. El registro con electrodos de superficie puede
ductos y un diámetro externo de 7F; 2 de sus 4 conductos obtenerse de la luz de la uretra en la región del esfínter
se abren en el extremo, uno para el llenado vesical y otro voluntario o, de preferencia, del esfínter anal mediante el
para registrar la presión de la vejiga; Jos otros dos conductos, uso de un electrodo de tapón anal. El registro a través de
que están situados respectivamente a 7 y 8 cm de la punta los electrodos con agujas puede obtenerse del esfínter
de la sonda, están cubiertos por una membrana delgada con anal, del volumen de la musculatura del piso pélvico o
una pequeña cámara por debajo (figura 29-16). El espacio del mismo esfínter externo, aunque en el último caso la
bajo la membrana y el conducto que se conecta a ésta se colocación es difícil y la exactitud de los resultados es
llenan con líquido, libre de cualquier gas, y se conecta a un dudosa.
transductor de presión. A nivel del transductor, la presión La información más exacta la proporciona la elcctro-
bajo esta membrana debe ser cero; de este modo puede migrafía directa con aguJas del esfínter uretral. Sin embargo,
registrar cualquier presión aplicada a 1a membrana a cual- puesto que la técnica es difícil, casi siempre se usan las vías

Figura 29-16. Catéter con membrana que muestra marcadores radiopacos. Obsérvese las dos cámaras de membrana para
las determinaciones de la presión uretral y cuatro conductos separados; dos para el registro de la presión uretral, uno para registro
de !a presión vesical·y otro para el llenado vesical, cada uno de los cuales se conecta a una tertninal separada. (Reproducida con
autorización de Tanagho EA, Jonas U: Membrane catheter: Effective for recording pressure in lower urinary tract. Urology
1977;103:173.)
534 • Urología general de Smith (Capítulo 29)

25

20

....J 15
E
10

Figura 29-17. Registro simultáneo de la presión vesical, la tasa de flujo y electromiografia del esfínter anal. Con el aumento de la
presión vesical de micción, el inicio de la tasa de flujo tiene una ligera y continua curva en forma de campana. También
obsérvese la ausencia completa de actividad electromiogrática del esfínter anal durante todo el acto de la micción. En la escala
horizontal, un cuadro grande equivale a cinco segundos.

más simples. El esfínter anal es muy accesible para las adelante), es necesario registrar simultáneamente la vesical
pruebas electromiográficas y, en general, la prueba de cual- con el perfil de presión uretral. Con la perfilometría de
quier área de la musculatura del piso pélvíco refleja la infusión no es posible este registro simultáneo.
actividad eléctrica de todo el piso, incluso del esfínter Como las técnicas de perfilometría de sonda de mem-
externo. La e\ectromiografía no es una técnica simple· y brana y microtransductor utilizan registros de múltiples
quizá sea esencial la asistencia de un clcctromiografista conductos, suelen proporcionar una información mucho
experimentado. El estudio electromiográfíco hace uso de la más detallada; es posible obtener cuando menos cuatro
actividad eléctrica que se encuentra presente en forma cons- grupos distintos de mediciones a partir del perfil de presión
tante en el piso pélvico y el esfínter urinario externo en más simple obtenido utilizando la sonda de membrana o el
reposo y que aumenta en forma progresiva con e\ llenado microtransductor (figura 29-18): 1) )a presión máxima
vesical. Cuando la vejiga se contrae para efectuar la mic- ejercida alrededor del segmento del esfinter, 2) la presión
ción, la actividad eléctrica cesa por completo, Jo que permite neta de cierre de la uretra, 3) la distribución de esta pre-
el libre flujo de orina y se recupera al terminar la contracción sión de cierre a todo lo largo del esfínter y 4) la longitud
del constrictor para cerrar con firmeza el orificio de sali- funcional exacta del esfínter y su relación con la longitud
da de la vejiga (figura 29-1 7). La electromíografía es im- anatómica.
portante para demostrar este efecto y, junto con la
determinación de la presión vesical, puede identificar el
momento exacto de la contracción del músculo constrictor.
A. Presión total
El registro del perfil de presión uretral muestra la registrada
La persistencia de la actividad electromiográfica durante la directamente dentro deJa luz uretral en la longitud total de
fase de la contracción del constrictor para la micción o,
aun peor, su hiperactividad durante esta fase, obstaculiza
el mecanismo de lamicciónyconduce a incoordinación entre Presión
constrictor y el esfínter (d isinergia constrictor/esfínter).


Durante el intervalo de la contracción del músculo constric-
tor, el incremento de la actividad electrorniográfica interfie-
re con el libre flujo de orina, como puede demostrarse
mediante el registro sünultáneo de la tasa de flujo. Presión
El registro electromiográfico sólo demuestra la activi- de cierre
dad del componente voluntario del mecanismo del esfínter máximo
Presión máxima
uretral de la uretra
urinario y la actividad total del piso pélvico. Puede obtener-

l
se mayor información cuando se registra en forma simultánea
la presión del constrictor o la tasa de flujo. Sin embargo,
este método no da información sobre el componente de
músculo liso de Jos esfínteres urinarios. tud funcional del perfil
ongitud total del perfil _ __,..,__,
----------..=L.-~ Distancia
Determinación de la presión para evaluar Presión
la función del esfínter vesical

La pcrfilometría de perfusión, que suele practicarse con el Figura 29-18. Perfil de la presión uretral y sus componentes.
paciente acostado y la vejiga vacía, proporciona un perfil de Obsérvese la longitud funcional, la longitud anatómica y la
presión simple que permite determinar la máxima presión forma del perfil, con presión de cierre máxima en el segmento
dentro de la uretra. Es adecuada para la seh~cción de pa- medio de la uretra más que a nivel del meato interno. (Repro-
cientes con incontinencia u obstrucción funcional. Sin em- ducida con..autorización de BradleyW: Cystometry and sphincter
bargo, para determinar la presión máxima de cierre (véase eledromyo!)l:aphy. Mayo C/in Proc 1976;329:335.)
200

~ 150--
~

o 100
:i
§ 50

Figura 29-20. Regtstro simultáneo de las presiones intrauretral (U) e intravesical (B) y de sus respuestas a la tos y al pujo. La
presión intravesical aumenta como resultado del incremento en la presión intraabdominal que se acompaña de aumento
simultáneo en la presión intrauretral, manteniendo una presión de cierre constante.

También puede probarse la eficacia de los medica- la uretra distal. La longitud funcional de la uretra femenina
mentos para aumentar o disminuir el perfil de presión adulta normal es aproximadamente de 4 centímetros. La
uretral. Por ejemplo, puede administrarse fcnoxibenza- respuesta ~1 esfuerzo con tos y pujo es una presión de cierre
mina (Rcgitine) y registrarse en seguida el perfil de aumentada o sostenida. La posición de pie también aumenta
presión uretra 1; una caída de la prcs ión indica que los esta presión, con incremento máximo en el segmento medio.
bloqueadores alfa pueden ser un medio eficaz para dis- Rara vez se prueba la estimulación nerviosa en personas
minuir la resistencia uretral, con las implicaciones obvias normales, pero la estimulación de las raíces sacras puede
para el tratamiento de la obstrucción urinaria. Los medica- revelar la presión de cierre en el elemento voluntario del
mentos anticolinérgicos, como el bromuro de propanteli- segmento esfinteriano de la uretra.
na, pueden probarse para un posible uso como depresores
del constrictor; la actJVidad de dicho músculo puede
Perfil de presión en ciertas entidades
investigarse mediante la admimstración de cloruro de be-
patológicas
tan ceo 1 (U recho 1in e) y obtener registros simultáneos de
las presiones de la uretra y la vejiga.
A. Incontinencia urinaria de esfuerzo
Características del perfil de presión normal Los cambios característicos en la presión que se observan
en este tipo de incontinencia son Jos siguientes:
(figura 29-23)
l. Presión de cierre uretral baja.
Las características fundamentales del perfil de presión ideal 2. Longitud funcional corta de la uretra a expensas del
no pueden definirse con facilidad. En las mujeres, el perfil segmento proximal.
de presión uretral normal tiene un máximo del 00 a 120 cm de 3. Respuesta deficiente al esfuerzo.
agua y la presión de cierre varía entre 90 a 100 cm de agua. 4. Pérdida de la presión de cierre de la uretra con el llenado
La más baja presión de cierre está a nivel del meato interno, vesical.
aumenta en forma gradual en los próximos 0.5 cm y alcanza 5. Caída en la presión de cierre al asumir la posición
su máximo alrededor de 1 cm por debajo del meato interno; erecta.
se sostiene por otros 2 cm y luego empieza a disminuir en 6. Respuestas deficientes al esfuerzo en posición erecta.

o
i'
5

n---T 1
o 1 5

- ---Figura 29-21. Perfil de la presión uretral de una mujer normal en posición sentada y erecta. Obsérvese una notable mejoría
en la presión de cierre (en la longitud funcional y la magnJtud) cuando la paciente se levanta. (Reproducida con autorización
de Tanagho EA: Urodynamics of female urinary incohUr~ence with emphasis on stress incontinence. J Uro/1979;122:200.)
150~

111
t
100
.
-.-
-
t

50 .'
.

o ===~·~:~~~-~~------

Figura 29-22. Derecha: Perfil de la presión uretral dentro de los límites normales. U, uretra; B, vejiga. Izquierda: El punto
principal del efecto de la maniobra de aguantar es un aumento significativo en la presión de cierre de la uretra (U) sin cambio
en la presión vesical (B), acto del esfínter voluntario.

B. Incontinencia urinaria de urgencia cuál se presentó primero, si la incontinencia de esfuerzo o


La mayor parte de los cambios de presión pertinentes en este la de urgencia, o ambas por igual. Como una guía para el
tipo de incontinencia son: presión de cierre normal o alta tratamiento, los estudios de perfilomctría algunas veces
con respuestas normales al esfuerzo, respuestas normales al demuestran que la incontinencia de esfuerzo precipita la
llenado vesical y respuestas normales cuando se asume la incontinencia de urgencia. Los elementos de esfuerzo ini-
posición erecta. La incontinencia de urgencia puede ser el cian la fuga de orina en la uretra proximal, lo que excita la
resultado de cualesquiera de Jos siguientes mecanismos respuesta del constrictor y la relajación del esfínter y termi-
(figura 29-24):
na con la pérdida completa de orina. Una vez que se corrigen
Jos componentes de esfuerzo, lo¿ elementos de urgencia
l. Hiperirritabilidad del constrictor con contracciones acti-
vas del mismo que vencen la resistencia de la uretra y desaparecen. Esta combinación no se puede detectar en
conducen a la fuga o escape de orina. forma clínica.
2. Lo inverso exactamente: por ejemplo, una presión cons-
tante del constrictor sin datos de inestabilidad del mis- D. Incontinencia posterior a la
mo; pero sí se observa inestabilidad de la uretra porque prostatectomía
la presión de ésta se vuelve menor que la presión de la Después de la prostatectomía, no suele haber presión po-
vejiga, de manera que la fuga de orina se presenta sin sitiva en toda 1a cavidad prostática; la presión de cierre
ninguna contracción del músculo del constrictor.
es mínima en la punt:1. de la próstata; y normal o mayor que
3. Una combinación de los dos mecanismos anteriores (es
la presión normal dentro del esfínter voluntario de la uretra
la forma más frecuente), es decir, caída en la presión de
cierre y clcvac1Ón de la presión vesical. En estos casos, membranosa. Lo que determina el grado de incontinencia
a menudo el factor inicial es la disminución en la presión es la longitud funcional del esfínter por encima del diafrag-
uretral. ma genitourinario; la magnitud de la presión de cierre en
el segmento voluntario del esfínter no se relaciona con los
síntomas del paciente. La presión alta casi siempre se
C. Combinación de la incontinencia de registra dentro del esfínter voluntario, a pesar de la opmión
esfuerzo y de urgencia común que alguien llamó "incontinencia inducida en for-
En este trastorno clínico frecuente, la perfilometría se uti liza ma yatrogénica" como debida a daño del esfínter volunta-
para determina la magnitud de cada componente, es decir, rio, que no es el caso, definitivamente.

100

o
:I~ so
5=>

Figura 29-23. Registro del perfil de presión normal de !a uretra femenina que muestra las características básicas y los valores
reales, incluyendo la longitud anatómica y la funcíonal. U, uretra; B, vejiga. (Reproducidá con autorización de Tanagho EA:
Membrane and microtransducer catheters: Their effectiveness for profilometry of the lower urinary tract. Uro/ Clin North Am
1979;6:1~ 0.)
lnconttnencia de urgencia

Resistenc1a
Relajación
normal
actlva
sostenida

u~
:t::Fc
1

u~1~
· ·- .. .
. · ... ..

B~
L . , >/ _- •· ·.
~i -,.}', ;·., _·; ~
L-··--·----Fu9a L_·-··- · · - --~::... · '- ::_~- - ·- -·-·
Fuga Fuga

Figura 29-24. Tres mecanismos para la incontinencia urinaria de urgencia. Izquierda: Actividad normal del esfinter superada
por la hiperactividad del constrictor. Centro: Constrictor normal, sin ninguna hiperactividad; sin embargo, la uretra es inestable
con notable disminución de la presión uretral, la cual produce salida de orina. Derecha: La combinación más frecuente, algún
aumento en la presión intravesical debido a hiperirritabilidad del constrictor que se acompaña de caída en la presión uretral
debida a relajación del esfínter. U, uretra; B, vejiga.

E. Disinergia constríctor/esfinter actividad muscular voluntaria. Y para mayor utilidad el ínica,


En esta situación, los datos de los estudios cistométricos son todos los parámetros deben registrarse en forma simultánea,
normales en la fase de llenado, con posible presión de cierre lo que permite al investigador analizar la actividad afectada
mayor que la promedio. Sin embargo, la entidad patológica en cada secuencia.
es más clara cuando el paciente intenta orinar: la contracción Un estudio urodinámico adecuado deberá incluir un
del músculo constrictor se acompaña con un aumento simul- mínimo de registros de presión vesical e intraabdominal
táneo en la presión de cierre uretral en vez de disminución (la presión constrictora verdadera es la intravesical menos
de la misma. Éste es un efecto directo de hiperactividad la intraabdominal), presión uretral o electromiografia, tasa
del componente voluntario, que produce obstrucción de de flujo y, cuando sea posible, el volumen evacuado. Para
la micción o tasa de flujo baja e interrupción frecuente, un estudio completo, será necesario lo siguiente: presión
de la micción. Con frecuencia, este fenómeno se observa intraabdominal, presión intravesical, presión del esfínter de
en las lesiones supraspinales. También puede encontrar- la uretra en varios niveles (por lo general dos), tasa de flujo,
se en otros trastornos. volumen evacuado, presión del esfínter anal (como una
función de la actividad del piso pélvico) y electromiografia
del esfínter estriado de la uretra o del ano. Estos datos
VALOR DE LOS REGISTROS SIMULTÁNEOS fisiológicos se registran con el paciente tranquilo y en
actividad -esto es, incremento voluntario en la presión
La medición de cada una de las variables fisiológicas antes intraabdominal, cambios en el estado de llenado vesical,
descritas aporta información clínica útil. Un aumento en la contracción voluntaria de los músculos pcrincales o, en
presión intravesical tiene mayor significado cuando se rela- forma más amplia, un acto de micción completo desde que
ciona con la presión intraabdominal. La tasa de flujo urina- la vejiga está vacía hasta que llega a su máxima capacidad
rio es más importante cuando se registra junto con el y se inicia la micción continuando hasta que la vejiga se
volumen total evacuado, así como con las pruebas de con- vuelva a vaciar.
tracción del músculo constrictor. El perfil de p'resión uretral Los datos que se obtienen con el estudio urodinámico
. esmás significativo, cuando se relaciona con la presión describen la función del aparato urinario. La visualiza-
vesical y con variaciones en la ptc;:::{ón intraabdomínal y la ción simultánea de la porción inferior del aparato urinario
Estudios urodinámicos • 539

en los registros múltiples proporciona una información más El producto de este estudio después se registra en el
precisa acerca de Jos cambios patológicos subyacentes a los diagrama polígrafo, así como en una imagen en movimiento
síntom.as. Mediante cinefluoroscopia, el médico puede o una grabación para televisión. Generalmente puede aña-
observar la configuración de la vejiga, la base y el orificio dirse sonido al filme o a la grabación para registrar los
de sahda de la misma durante el llenado vesical (por lo antecedentes así como las observaciones e instrucciones del
general con material radiopaco ). Después, la información médico durante el estudio y la versión hablada de las deter-
obtenida se correlaciona con el nivel de catéteres, registros minaciones de la presión, de manera que pueda seguirlas
de presión y cambios en el sostén del piso pélvico durante desde fuera del laboratorio.
la micción . Por tanto , la combinación de cinefluoroscopia y Están disponibles varias máquinas de registro para
determinaciones de la presión representa lo último en es- estudio urodinámíco. Algunas de ellas son simples, limita-
tudios urodinámicos. das a 1 o 2 canales; las máquinas más complejas pueden
En la University ofCalifornia School ofMedicine (San tener hasta ocho canales. Cada tipo es de un diseño adecuado
Francisco) se desarrolló el modelo de un laboratorio de para la necesidad particular del investigador o la institución.
urodinámica. Como se muestra en la figura 29-25, el pa- Las necesidades en la práctica privada son bastante diferen-
ciente se sienta en una silla retrete especialmente diseñada tes a las de una institución grande o las de un centro de
para recolectar la orina y medir la tasa de flujo. El paciente referencia para problemas urológicos complejos, en especial
se coloca de frente al tubo de rayos X, el cual recibe la disfunciones ncuropáticas . En el laboratorio, se desarrolló
imagen de la vejiga y de la salida vesical , las cuales se una serie de unidades para registro de presión desde un solo
proyectan en la pantalla fluoroscópica. Los catéteres que canal hasta cuatro. Cada canal es capaz de registrar dos
registran la presión se conectan a un conjunto de transduc- parámetros, de modo que la máquina con un solo canal
tores, conectado a su vez a una máquina po\ígrafa de regis- representa en realidad dos canales y la máquina de cuatro
tro, encima de la cual está montada una cámara de televisión. canales representa ocho. En la figura 29-26 se muestran los
En un monitor de televisión separado, la imagen de registro registros de presión que se obtienen con una máquina de
de presión se combina con la imagen del monitor fluoros- ocho canales. Seis de estos canales se utilizan para presión
cópico. Puede obtenerse un registro permanente de este vesical, dos para las presiones de la uretra, la presión del
estudio con una película de cine o de cinta magnética para recto , Ja tasa de flujo y el volumen total evacuado; se
grabar programas de televisión. utilizan dos canales adicionales para registrar la presión del

Cámara
orticón de
televisión Tablero
de control

D de video

Cámara V1dcon
de televisión

Monitor de televisión
Registrador
de datos

Figura 29-25. Lab.oratorio de urodinámica con una silla retrete diseñada especíalmenrte, donde los pacientes se sientan entre
el aparato de rayos X y el intensificador de imagen. Una cámara de televisión registra la imagen tluoroscópica y una segunda
cámara obtiene los registros de una máquina polígrafa para proyectarlos en un monitor de televisión, fotografiarlos y grabarlos
en cinta"nr?gnética para televisión.
540 • Urología general de Smith (Capítulo 29)

Figura 29-26. Registros simultaneas de presión que muestran (de arriba hacia abajo) presión vesical, presión de la uretra
proximal, presión de la uretra medía, presión intraabdominal, volumen total evacuado y tasa de flujo. En la escala horizontal, un
cuadro grande equivale a cinco segundos.

esfínter anal y el elcctromiograma (no se muestra). Como esfínter anal y la uretral media de tal manera que también
cada canal puede utilizarse para anotar dos grupos de me- se observa con facilidad el reflejo de cada una en la otra
diciones en forma simultánea, es posible que el investigador (figura 29-27).
.. registre la presión intraabdominal y la vesical superpuestas El aparato de registro completo incluye cuatro canales
(de tal forma que se registra la cohs'trictora neta ) y la del de transmisión de datos unidos a transductores; graficadores
Estudios urodinámicos • 54;

~ 100~
~ o
a
.!
e
1]
oN 100 _,
:r l
]
E
c.> o_j

2ooJ ~
___j
o ('l
-
::¡: 100-1
____j
E
...., _j

oJ

~
o ('l
::¡:
E
...., l:l
Figura 29-27. Ocho parámetros registrados en una unidad de 4 canales, en el cual cada pajilla inscribe 2 registros. Canal
superior: Tasa de flujo y presión intraabdominal. Segundo canal: Combinación de la presión vesical y la intraabdominal,
la diferencia entre las 2 demuestra \a presión de la contracción verdadera del músculo constrictor. Tercer canal: Combinación
de la presión vesical y de la presión máxima de la uretra máxima, la diferencia entre las 2 demuestra la presión de cierre de
la uretra. Canal inferior: Presión del esfínter anal y de la uretra media como una función de la actividad perineal totaL En este
aparato puede obtenerse cualquier combinación.

para registrar el volumen de infusión en la vejiga, el volumen introduce (entre 25 y l 000 mL, según la edad y capacidad
evacuado y la tasa de flujo; dispositivos para la vigilancia vesical del paciente). El aparato de reg1stro es portátí 1, es
visual y auditiva de los datos y una bomba de velocidad decir, puede llevarse a cualquier sitio y un irse al de cinefluo-
variable para la infusión de líquidos en la vejiga, con un roscopia si se desea. •
control automático para limitar el volumen total que se

REFERENCIAS

Uretra y vejiga Andersen JT, Bradley WE: Uretrhal pressure profilo-


mctry: A sscssmcnt o r· u ret hra 1 function by e o m bi ncd
1ntraurcthral pressure and EMG recordmg. Uro! In! llJ7g;
Abrams PH, Martin S, Griffiths DJ: Thc mcasurcmcnt and 33:40.
interpreta! ion ofurethral pressures obtaincd by the method of Attcnburrow AA, Stanley TY, Holland RPC: Nocturnal enuresis:
Hzqwn and Wickham. Br JUro! 1978;50:33. A study. l'ractilioner 1984;228:99.
30
Incontinencia urinaria
Emí/ A. Tanagho, MO

La incontinencia urinaria es un gran problema de salud que encuentra un mecanismo esfinteriano intacto, soporte del
afecta en algún grado a alrededor de 1O millones de perso- piso pél vico débil y- alguna anomalía anatómíca. Se demues-
nas. Alrededor del 50% de las personas que viven en as ilos tr'! CQD fa<;_íllcla~ n:t_~di~radiOi o_gm y eCresta eciffileñto
de ancianos y entre el 15 aT30% de las mujeres mayores de de la anatomía corrige la función ..
65 aí]Qs~ufrci}- íri_contTncñcia unnaria:·-Sc-·gasfa-nmasdCJ2
a 15 mil millones de dól~alaflo-por este problema. B. Incontinencia de urgencia verdadera
Las manifestaciones básicas son inestabilidad del constric-
tor -conesffnter_:Y_anatomia-~0-r-n~ai~~ncuropatía. La
FISIOPATOLOGÍA in ~staq}_ll"dad ~ifi'lt~J:la}i~~~-iil ~_f.l:Q_s fr~¡g:Jlt~_,__Bfig_!eo_.Q.f.U­
r~9_!:ª!}~-J~_gr incsta~ilidad del constrictor con contracción
Con frecuencia, los pacientes mayores de edad aceptan la incon- e~p~!!_~ánca como por inestabilidad c_~finteriana con re!ali:_
tinencia urinaria como signo de vejez y no solicitan ayuda ci<2_~, _ auJ!q~~-esta última c_on m~n_or_fr~gJlengj_~.
médica. En realidad es una manifestación de alguna enfer-
medad subyacente; en ocasiones, es transitoria y se resuelve de C. Incontinencia neuropática
manera espontánea, pero la mayoría de las veces es crónica Este tip<? _v_aría según la lesión nerviosa. En general, la
y progresiva. !-:<l:_!2~_ontincncia transitoria ocurre después de un ncuropatía puede identificarse. La_incontinencia puede ser
parto o se relaciona con infección vesical aguda. La incon- <t_9_0_y_a___ _(b_iQ_~_r_~!]_ex i a de 1 ~onstri e ~_r)_<?_ P..~§-~Y.~J~-~-Q.!~Í a d ~~
If~Ii.~iª~urínaríacrói1\c-a 'se LTebe -a-Inil 1!fu.l~\-~~~-~5_-~ ~-e ~sfíf!t_~r)_y~-~T1 o~<!-?l~!!~-~~.!-:!!:!~.I::Q~~~LT!P:~ión ~~ la~j_()S.
i
r_ueden ~l~_s_ifi:.<:.~s~_~__!__o~-~u i e~t_::~~rupo~ p-~~12~ E~!es ~
D. Incontinencia congénita
• In~?_ntincnci ~~ in ~ria de esfuerzo genuina o a ~ a- S_e debe a__¡¿_r~~~_r:_e~~-ó_p_i~o,~istem_~ duplicados_g_ú_!}_i_~q~_~on
tómica ~-1_3)~dias~_~xtrof1~ Q__!_l!_alfo_~l:Q~~ión ~Joa~al.
• 'incontinencia de urgen~ia
• Inc~c)a-neuropática E. Incontinencia falsa (por rebosamiento)
• InContinencia congénita Este tipo de incontinencia se debe a una lesión obstructiva
• 1ncóntTnendafaTSa-cfebosamiento) o neuropática.__~.Q.~~--~-a v~dacfera]ilco~ttn~J2~La.
• lncontineñcTa postraumática o yatrogénica
• r11contTnencia fistulosa _____ .. _- F. Incontinencia traumática
Ésta se relaciona con fractura de pelvis o con daño quirúr-
Cada uno de los grupos enlistados tiene su propio mecanis- gi-co-al es-firitei'durante la resecCio-n''ae!"cúello-ae'Ia'-ve}iga
mo básico, si bien es frecuente una combinación de más de o tras uretroto01ia interna-Útensa·; tambiéri-p~ed~·d;b~rs'e ;
una de las variedades de incontinencia. frácaso"Cñía diverticulotomía uretraloenlarepa:raclóñ
de
fa crosló_n_de--w1 esfínter artificial.
A. Anatómica (incontinencia genuina por
tensión) G. Comunicación fistulosa
Este tipo de incontinencia se debe, en un inicio, a la hiper- -~-ª _fis_!glp._pucde ser urcteral, vesical o uretral. La mayor
movilidad del segmento ves lcoÜr ctral sccl:lndaria a la dcbi- parte del tiempo la causa es yatrogénica, ya sea por cirugía
r-~ly_l_G"a_o__ vªginac·- - -- ------ -- ---- ----·-
Íid~ci'd.~_l_pj~~-é_lvico.__ En_treTa~s- mañffe~~~~i_ones -!?_~sicas-se

545
546 • Urología general de Smith (Capítulo 30)

EFECTOS DE LA ESTIMUlACfÓN DE LOS NERVIOS SACROS


SOBRE LA PRESIÓN URETRAL

100,...
sol
o L.

100

50

Figura 30-3. Respuesta del componente estriado a la esti-


mulación de los nervios sacros. Nótese que las presiones de
o la vejiga no cambian y las de la uretra proximal (U1) sólo
aumentan un poco; en cambio el aumento en la presión de
la uretra media (U2) es abrupto y sostenido.
Figura 30-1. Perfil de presión uretral en una mujer normal.
La presión de cierre a nivel del meato intemo es muy baja y
sube de manera progresiva hasta llegar a su máximo más _o
menos en el tercio medio de la uretra, que es el sitio de La resistencia uretral depende) sobre todo, de los com-
condensación máxima del músculo estriado. ponentes del músculo liso y estriado (figuras 30-2 y 30-3).
En animales de experimentación, así como en hombres, el
esfínter estriado externo aporta alrededor del 50% de la
En este capítulo se tratan los trastornos más frecuentes resistencia uretral estática, mientras el músculo liso es el
e importantes que son incontinencia urinaria por tens1ón e responsable principal de la presión de cierre de la uretra
incontinencia neuropática. proximal (figura 30-4). El aumento de la presión en la
La in~ontip.encia urinaria es la pérdidain~glul)t~ria ~ell\ uretra media se debe a la función combinada de las fibras
orina cuando la resíqn intrave~.i~al e_~cedeJa.J2.~~-sión _ll_retral \ de músculo Jiso y del estriado que la rodean. Para que se
máximª:. En condiciones de reposo, la continencia se logra mantenga la continencia bajo condiciones de esfuerzo, el
con un- tono uretral adecuado, el cual es producto de la esfínter uretral estriado debe resistir el aumento de la pre-
actividad de músculo liso y músculo estriado, de la tensión sión vesical secundaria al aumento de la presión intraabdo-
de los elementos fibroelásticos en la pared uretral y del minal (figuras 30-5 y 30-6). La actividad del esfínter
efecto de acolchonamiento del lecho vascular submucoso externo, aunado al apoyo del piso pélvico, permite este
que es compresible y blando (figura 30-1). aumento en la resistencia uretral. La pérdida involuntaria d~

::FECTOS DE LA ESTI/I,HJLACIÓN DE LOS NERVIOS PÉLVICOS


SOBRE lA PRESIÓt-l URI::IRAL
J Mecholyl
* 5 p.g/kg
100t
50
o
100

5~ t VeJiga

v-...- 'V"'-''-//-~ -V --,.~\J''I. ·v·\~-'v-r- v-,- .·-v·._v-~-~-,


1oo- u1
cm 1-120 50 ~ / ---·-'1··
10Qt: ol ,.,..""' . ~' r../~ 'i\("".,1 ~ \~ ~,-
..... ...... '..(' \ r < '-f"-<.t ... ., .. ~-·'r
so
o 100,- u2
50~ "'-'~.~-----..-- f' .
OL 'f'ri'tJ'"r-\-+4+-W·J..J,. ..!,.J
100[ ECG
50[
o

Figura 30-2. A: Respuesta a !a estimulación de! nervio pélvico. Nótese que las presiones en vejiga, uretra proximal (U1) y
uretra media (U2) aumentan de manera simultánea e igual. B: Respuestas vesical y esfintenana a la inyección de cloruro de
metacolina, medicamento de acción parasimpática. Nótese de nuevo el aumento simultáneo de la presión en vejiga, uretra
proximal (U1) y ur~tra media (U2). ,
RESISTENCIA URETRAL ANTE MÚLTIPLES
VELOCIDADES DE FLUJO

A 8.
NOR~i.AL OESPUES DE CURARE

L-1-...LLL.LJ......L_ 1 1 .1 1.1 1 11 1 ! u L 1 1 1 1 1_ l t. t 1 1 1 1 1 1 1 11 11
1 .1345678 9m987t.54l2.1 t l 3 4 5 , 1 8 9 10 o & 1 & 54 3 2 1

e
DESPUES DE CURAI~E Y ATROPINA

lll 1 1 1 t t i! 1 ! 1 11 1_ -LL1
12.34 567 e 9109876-54 3~1

Figura 30-4. La resistencia necesaria para forzar la abertura de la uretra superando tanto el esfínter involuntario como el
voluntario. Con el aumento progresivo de la presión, la uretra se abre en la presión crítica de abertura (en este registro
alrededor de los 85 mm Hg). Una vez que la uretra se abre, la resistencia al flujo cae bruscamente y se mantiene a nivel de
la resistencia uretral sostenida (en este registro alrededor de 50 mm de Hg). 8: Registro similar que se obtiene después de
la administración de curare, el cual produce bloqueo completo de la respuesta del esfínter voluntario. Nótese la caída apreciable
tanto en la presión crítica de abertura como en la resistencia sostenida. C: Registro después de la administración de curare y
atropina (combinación que elimina la actividad de los esfínteres de músculo estriado y liso). La presión critica de abertura cae
de manera importante y es ahora igual a la de la resistencia sostenida; ambas son muy bajas. D: La superposición de los tres
registros muestra la contribución de cada elemento muscular: el componente voluntario contribuye con el 50% de la resistencia
total, mientras el componente liso aporta el otro 50 por ciento . La resistencia residual mínima depende del componente elástico
del tejido conjuntivo de la pared uretral: este elemento no tiene importancia como esfínter.

q~ina con_ª-~J-mento de la presión intraabdominal, en ausencia vesicouretral. La presión de cierre uretral responde de ma-
de cor).!racción del músculo constrrctor, casi siem~ ind~a nera normal al llenado de la vejiga, a cambios de posición
incontinencia :por tensión. Cuando la pérdida urinaria se o a eventos que aumenten la presión como toser, estornu-
relacion:LQ.Q; a~en!o de k resión . int~yesical por-"_fa dar o agacharse. El mecanismo esfinteriano tiene su propia
contracción del constrictor se debe, sobre todo, a inconti- capacidad de aumentar la resistencia uretral de manera
ñencia Cie.umencia. - - refleja ante el esfuerzo y, por tanto , previene la pérdida de
La_i~5:-ont1nencia genuina por tensión siempre se rela- orina.
cÍOQ_a coll_ debilid-ª4.-º~L?<?.QOr_te del_ I?.i~o Pilyicq_¡_ ~-~ El perfil de presión uretral es una buena medida de la
permite h~~~Qyi]~ª-~d ~e .!~s -~-~~mcnt?s vcsicouretrales; actividad del esfínter externo. El perfil estático demuestra
e_~Q_ a su__~b altera la eficacia de la musculatura de los el tono de reposo de ambos componentes del mecanismo
esfínteres. El aumento en Ei. p~_.e-sión 1ntráÜretral que se csfinteriano (figura 30-1 ); el perfil dinámico de las respues-
observa durante la tos se debe, sobre todo, a la contracción tas de estos elementos esfínterianos a varias actividades,
de los músculos voluntarios con acción esfinteriana. Parte tales como aumento en el volumen vesical, ponerse de p1e
del aumento es pasivo (es decir, por transmisión directa), (figura 30-7), el esfuerzo prolongado de inclinarse o el
pero uno de los componentes importantes es activo (es decir, esfuerzo repentino de toser o estornudar (figura 30-8). En
se debe a contraccÍÓlJ refleja de la musculatura) . condiciones normales , la presión de cierre uretral , que es la
diferencia neta entre )as presiones intrauretral e intravcsical,
se mantiene o aumenta durante el esfuerzo.
INCONTINENCIA URINARIA DE ESFUERZO
Anatomía
Ésta se ve con frecuencia en mujeres de mediana edad (con
~m~a¡~~9ii~eti4_o~~partos v~gi~9:~_es) y se deb~-á debili- En la_incQ...qt_~fl.q!}c_i_ag_enuina por tensión, la e~-~~turajntr_Í!l­
dad del__piso__Qélvico y mal soporte de la unidad esfintenana
- ---- - · -\ --- · -··-- -
seca del esfínt~r mjsmo ~~I)_orm----ª.!__y_ ~stá intacta. Sin emb~r-
---··--···---
D

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 cm a partir del
o 3 S 7 9 o 3 5 7 9 o 3 5 7 9 O 3 S 7 9 cuello de la vejiga
Perfil en reposo Est1mulación de Es!JmulacJón de Est1mulación de
nerv1os pélvicos nervios pudendos nervios pélvicos
y pudendos

Perfil y Perfil y cobertura Perfil y cobertura


componentes de de los nervios de los nervios
la pres1ón uretral pu_dendos péiVICOS

Figura 30-5. Perfil de presión uretral· A: En reposo. B: La estimulación conjunta de los nervios pudendos y pélvicos incita la
respuesta máxrma tanto del componente liso como del estriado del esfínter. C: La estimulación sola de los pudendos muestra
la contribución del componente voluntario. D: Estimulación del nervio pélvico que muestra la respuesta del componente del
músculo liso solo. Trazos inferiores: Perfil de presión máxima total que se obtiene con estimulación de los nervios pélvicos
y pudendos mediante la superposición del perfil de la estimulación simultánea de ambos nervios. Se observa con claridad la
contribución y la distribución anatómica de cada elemento. La suma de éstos origina la respuesta total que se muestra en B
superior.

go, es menos eficaz por la excesiva movilidad y_ falta de SiD ~~n bargº) _de!2_e_e_1~ fa!i?:-'!t~~-.9.1:!~.-la e istogi._afl.ª.!l~ g~.!:ª!l-~:za
~poyo. Por tanto,J.Q_u;~~mQiQ.s anatómiGQ.~~llli!..inGo~:~ti~iQ.n-~ el diagnóstico de incontinencia por tensión. La demostración
cía genuina por tensión consisten e!1.J.li!1errnovilidad o des- d-e la posición-anormal ()'(fel1ú)víl1Cfid excesiva'(fefsegmeñ-
censo de la posición d_~Ls~~1len~Q_yesicouretral (o una to vesicouretra\ es-Util en la confirmación de la causa de la
c'oñ1biñación de los dos t~'lctorcs) (figura 30-9). incontinencia ·u:rínarla existente. Algunos i1uiores clasifican·
-s-e·h-anestudlado a-f~ñCio.. l.as relaciones entre uretra, fa inconti~.nct~~--varia~~taPái- Las et}ip~-~ y _I.l_~-~~nd~
base de la vejiga y varios puntos óseos. Por muchos años, del g~aE_<;>.. d_E2:_h_ip_ermovilidaCfY,"en general, se relacio_n~n con
se consideró el ángulo vcsicourctral posterior como el factor el grado de pérdida de orina. La etapa l 1I, que no se relaciona
clave que indicaba la presencia de incontinencia por tensión taJltÓ-con~ÍÜ-hipermoVi]i"dad, sedcbeadafio-intrÍnsecodel
anatómica. Sin embargo, algunos autores enfatizan el eje de ~fín~r.•. _la nJ.~-Ofiadelasvécés :r.~~.?ié12.~co.- ------
inclinación; es decir, el eje del ángulo entre la línea uretral
y el plano vertical. Otros invcsttgadorcs realzan el valor de Características urod inám icas
las marcas óseas en la pelvis en sus descripciones de la de la incontinencia por tensión
relación de la base de la vejiga y la unión ves1couretral con
el punto púbico inferior sacrococcígeo (figura 30-1 0).
A. Perfil de presión
Estas descripciones ilustran que b!..P~~i~L<?_l]__~~atómica Corno es de esperarse, los pacientes presentan disminución
'!_nor_mal _yj~ movili~ª-~ excesiva son elementos esenciales en el perfil de la presión-uretral con reducción delapr-e-
en el diagnóstico de jncontineJ!~5Jl __g~E¡¿i1J'l...P.2!~lsión siónC.i'eCíerre~-Este.Tactor vm1aconEgraved;1(fcteTaafec-
é.!_J]~It_ÓJ]}.Í_~_<l...:Pª-r-ª- evaluar este aspecto de la incontinencia.]Qs ª~~~sii~1-ter!ana]2-rciCiuciQ_~J~~:~X.9es!Va·mov;iTdad.: ~lJ1 erfi i
autores recomiendan un estudio cistQgráfico simplificado de presión puede ser normal o bajo s;.!:!_apdo la dcbilid_<!~~
(clstog;:amalatcral·-¿on. colocación de una sonda uretral)
para definir el scgrri"cnt~~~~ouretral con claric;\,9._d..;_~....9..!l._e\
n1ínÍlna o s"ef lil1J)0rúl'ni:e_. sr ia
1ñoviÚdad es ~c. Si!J
crnbargo, conJ:=-ti~tiva frecl:íenclaTaacG~ü!i!ad ~11§.1 perfil .Q.c
p"aCient'e acostado en Ja. mesa riana ~@Y_OS X, S~ tOJB-ª~.!la presiórino es demostrable cua'2Q.QJ-ª ..Y_gi_gª-~~XªJ21t:_c:ljg_ll_~!1a:
radl9g!·afí~_la_t~~-~1_p!l_~~~~-~!I:.!~P?.§gyara detcrm inar la De manera.carac-terística, se vuelve notable cuando la vejtga
posición de 1segmcnt0 vcsicourctral en relación con el hueso est?t'-Ci!ste_n_d_i-~a(fig~ra 3 0-13 ). De la misma manera, -~~
RÚbiE_<?_t_A~~uls c~n__~fuc~Z9, 1?~~-~Y.aTorar ~grado de per'fil de. presíón puede parecer Q!)rma]_cu;1_ndg_ el pa9~ell!~
movilidad (figuras 30-11/y 30-12). En condiciones norma- ~stáCn-poi~lQ'l._d_~L~R2~.9.i~iJ11do ); cuando S'ª-.2Q~_g_uic
les, la unión vesicouro/!ÍI está en posición opuesta al tercio en_ cl.__e~!:_fil diná~ico_4~.~~~(qD_,_La dé_iJj_<;!ad se ~il~~-!1?!s
inferior del pubis y s-e mueve 0.5 a 1.5 cm con el esfuerzo. aparente (figura 30-14).
EFECTO DE lA PRESIÓN EXTRÍNSECA
200 EN EL PERFIL URETRAL

175

15C B
CON CURARE
i'~
¡~
~ \
' •'
125
'1
:
·"'
1 ••
\
, .. ,··",·
. ....
1 •• ..-··-··J ••
1
'
' ~
1

mmHg 100 ··-··-··-··-·_; ! 1 \i


.. --·-------··" ' 1 ':
1' 1 \~
1 ... .... 1 ,~

75
-

,.,.-.. . . . '
/
,..
--·-.'. í \Í
~
_,. \
,. .,·' •'lit
.1
so
\f
~-
25 \\
o
2 3 4 5 6 7 o 2 3 4 S 6 7
cm A PARTIR DEL CUELLO DE LA VEJIGA

Figura 30-6. Pertif de presión uretral en reposo en un animal de experimentación al cual se le aplica presión extrínseca
alrededor del abdomen de manera progresiva , sin que haya ninguna actividad muscular. A: La presión extrínseca se aumenta
por saltos de 25 mm de Hg. Nótese el aumento en la presión de cierre uretral con cada incremento. más marcado despues
de 25 y 50 mm Hg y menos marcado después de 75 y 100 mm de Hg. El aumento en la presión de cierre uretral es mayor al
aumento en la presión extrínseca, lo cual denota que no sólo se transmite la presión, sino que también hay función muscular
activa . B: La administración de curare demuestra que gran parte del aumento en la presión de cierre registrada en A se debe
a la actividad del esfínter voluntario, que después es bloqueado por el curare.

Sentado De pie

A 8

o
::t
E
(.}

o 2 3 o 2 3 4
Longrtud en cm

Figura 30-7. Perfil de presión uretral en pacientes sentados y de pie . Se presenta un aumento de alrededor del 50% en la
presión ure.!r~l de cierre cuando el paciente se pone de pie , La longitud funcional de la uretra se mantiene bien .
'i ,, ¡,

f----- --+--~

Figura 30-8. A: Respuestas de la presión intravesical y uretral a los esfuerzos al toser, agacharse y la maniobra de contener
la respiración. Nótese el aumento brusco en la presión intraabdominal con la tos que se refleja en la presión intravesical y el
aumento simultáneo mayor en la presión uretraL La respuesta es similar al agacharse. La presión de cierre se mantiene e
incluso aumenta durante estos periodos de esfuerzo. La maniobra de contener la respiración (con la membrana de registro
en la uretra proximal) produce una respuesta mínima en la presión de cierre en la uretra proximaL 8: El registro es comparable
al de A, pero la membrana esta en la uretra media. Nótese de nuevo la presión de cierre sostenida como resultado de la tos
y de agacharse y la marcada elevación de la presión en el segmento medial de la uretra con la maniobra de contener la
respiración.

B. Longitud funcional de la uretra puede no verse como embudo en el cistogral_!l_<l:,. este s~_g_:­
En general la longitud anatómica cj~_l?- ur~g--ª-g m_ill1tien~,_si mento tÍe~i l!_!!_it_~fi~0~.9.!?_0_~!!,~.P..Y.);'_~a o nula y su pr~~ión
bien la lor:!g.i!_tl_g ful}s;iohal siempre es más corta. La pérdida es es ca_~L_sjºQ1P_f~_jg_~~-ª~ '!- lª _pr~s_i_q_!l _iv.t_r_~y~§_ical. El acortamie~_:­
~n el segmento ufétral roximal (figura 30-15). ~ung!:_l~ ío funcional E~ed~ ~er I]1Ínim<? o !:!_(e~t__a~~-~Q.e_I a _mj_ta_9 d{!
Figura 30-9. Cistogramas laterales en una mujer de 53 años de edad con incontinencia por tensión. A: Preoperatorio en
relajación, nótese la unión vesicouretral un poco baja. El ángulo vesicouretral posterior es casi normal. 8: Con el esfuerzo, se
demuestra la movilidad posterior y el gran descenso del segmento vesicouretral. El ángulo posterior casi desaparece.

PPI

Figura 30-1 O. Representación diagramática de A: los ángulos de importancia cuando se valora si el soporte vesical es
adecuado (ángulo vesicouretral, ángulo de inclinación) y 8: la línea del "PPISC" (punto púbico inferior sacrococcigeo) y su
relación con le base de la vejiga y el segmento vesicouretral, como referencia de un apoyo pélvico adecuado.
R etaj2ldo
;'.::::;"' : t' .
•• ·.r.~ ..

/
·¡

Figura 30-11. Cistogramas laterales en dos mujeres continentes en estado relajado. Una linea perpendicular que va del
ángulo vesicouretral al eje longitudinal del hueso púbico, cruza el hueso cerca de la unión de los tercios medio e inferior.

liilongitud de la uretra. Es i_n2Q_Q!_t_ante notar que la longggg J?.ios que ocurren con la vejiga llena y en la posición de pie
-~ncional , al i~j que el perfil de_Q~SÍO.!J.~-~J~P~~Q_q_p_'!.f<?_C:9.r (figuras 30-14 y JÓ-f7) ·
normal cuando la vejiga está medio llena o el paciente está
scnta@_. -----··---·- - - · - -·· - - -
Diagnóstico

C. Respuesta al esfuerzo Es muy importante realizar una historia clínica detallada que
Con el esfuerzo sostenido de _Inclinarse o el repent.\~_~1
íncl~~~~~~-~-0_dad de _p_~r.~id~:-~U:~-~~acló~~~Oñ act1Y@aci,
tos~! o cstornuclar,"Seiecfuce"'fñ'presión -~e cig~r.9_u~_e.!_l~al ~!<?_!a, posición y fase de llenado de la veji_ga, el tiempo de inicio
~gil_n_~l_grad.~~~-c.!_~.2_~1jdad csf1ntcrian~ En la incontinencia ¡-raev·OTüCIOn.-fá~hieii· ~ · -iídiili"·_~!i ~~- cti~.g~óst_i_<::<?~s-_~ilíc-_
urinaria grave por tensión, cualquier esfuerzo o aumento en cedcntes de cJr.~.&~~~Yi_~s~-,.. obstétriC.Qh..!!l~i~ª.)ncotos
la presión intravcsical origina presión de cierre negativa y utilizados, hábitos dietéticos enfermedades sistémicas
salida de orina (figura 30-16). (R~?;_mplo~!abe'tesfBebe. detérñ1J[lif~¿slia!ñcontine!l­
cia es sólo p~~-tc~si~r!..9..dc ur~.l1fÜUL..~na_f9llRin'!9.i.9.D....9e
D. Aumento voluntario de la presión ambas, a~~no ~~$.I_a_9_9~ __q_l,l.~..2!:1e~~--~L m,ínimo, ~n~~t~r-~-~
de cierre uretral do rave o COf!1. let9 .
Los pacientes con incontinencia leve por tensión son capa~ --·-·-La exploración t}~~~~-~s ese~cial :_!:-~~!ploración .P~:_
ces de adívar-cre~~Tínter externo al máximo y geúe-rar- uiw vica demuestra laxitud del SQP.~~ .Pit:~~.§.<2~.~E-~
mayor presión de -cTefi~illetráT.sTncrr;5a7'go, corifü-;;;~-~ cua'iquier g¡~~~-- de .J?~?-~.P~~~ist<?cel~_0<?~~?.~~~~-y__p~ili-.
pr:ogresa:nci.pro-bTcnía anatóQ!l~o la hjp~¡~~,ü~Ui~¡te dad de la pared vaginal anterior. Se realiza exploración
aumento voluntario disminuye de manera progresiva; según neurológica si se sos .ecl1a ~E:.YLOpatía_,__Es importante _cJ
e;
E_sL~i-~~-~~Cf_eJi~~-!?Jlíd a{ x l ~-j riif.IS:Ic:~Gl.~~ q~- fí nier cstud!9-~héo P.íl!~J~_c;l_e_f!lO~~-E!.~QJl de cual.ffili~r_a!!o=
externo, esta debilidad se h~c~--<!Q~~P.J~o !:! !nás. r~ id~z. malía anatómica, así como el estudio urodínámicQ_Qara--
co.nfírm arras-tlliii1Wesútci oñes-·c
lás i eas -d-~-1 ¡-¡~;~-;;tinene; a
E. Respuesta a la distensión vesical dei:Crmmarsu
urinaria. ..>:: ca~~- Las metasd·Clas-~stu-d!Os
y a cambios de posición cistográficos y urodinámicos son: en primer lugar, demos-
Hay que recordar que, si bien los datos descritos antes trar la anomalía anatómica y su extensión y, en segundo
pueden ser normales en estado de reposo cqn un llenado lugar, ,,aJorar la actividad del mecanismo esfíntenano y con
vesical mínimo, todos se agravan con la vejiga !lena o en la ello la posible mejoría al corregir la anomalía anatómica. En
posición de pie. G_!.!.?~.-~.:~.!9~acientes se valq@..!2.9º~9eeJ casos recurrentes, las cirugías repetidas prcv1as pueden
p_u~~.. ~e vis~a urodin~::nJc:~_90_e!.~--~·~-tc~~.~~~~:J._~~~-m- haber causado tanto daño intrínseco a la musculatura del
, En esfuerzo

Figura 30--12. Cistogramas laterales en dos mujeres jóvenes continentes. A: Estado relajado en una mujer de 28 años
de edad. 8: Con esfuerzo, el segmento vesicouretral se desplaza 0.5 cm hacia abajo y atrás. C: Estado relajado en una mujer
de 34 años de edad. 0: Con esfuerzo, el segmento vesicouretral se desplaza 0.8 cm hacia abajo y 1 cm hacia atrás.

esfínter que la simple suspensión no aporta resultados satis- riano intrínseco está intacto, pero su eficacia disminuye a
factorios. Una evidencia mdirecta del grado de debilidad causa de una excesiva movilidad en la posición anormal. En
esfinteriana se obtiene al medir la resi'ón de salida[es general, una vez que se restablece la pos¡c¡ón, el mecanismo
decir, la_meClT~~~~de_~~.P~~~n -~~!~~-~~d~~Jn~rm~iante esfinteriano recupera su función.
un transductor rectal durante la mamobra ae
VaT.saiva y ~~y mú!!i_pks_.!.!!.~~<2.?.~.s._p_~@:..~S.~l!l:ar la posición nor-
notando c6n.qué_E!esión ocurre la primera perdida deori·n-af mal Y.1C?K~~...!:!~~p_<2_'!_e_ ~Q_~C.Y!Q.Q;_cgg~DQ?. ~Q~8i!1al es Y.
Una lectur~~~- ~~-c_;-~~n _g ca~o .&@.':.~9~_-ác1!Tíd}i<!siTL~)- _otl:9.~-~~~I?T.~P-~bjc~~: ..fl ªcc_e,~~L.~.I:'.PI.~~bic_Q~ popula!lzó
teriana. con la suspensión clásica de Marshall-Marchetti-Krants
(MMK) descrita en 1949, en la cual el tejido periuretral se
Tratamiento fija a la parte posterior de la sínf1sis del pubis. En 1961
Burch introdujo una modificación, en la cual la pared vagi-
El ~e~\ tratamiento de la incontinencia urinaria por nal anterL()0!E.__flja al l~ent_g_ de~ CooQer~ Hoy-eH a, ia
J~i~~n es iá_s_us_p~fu}6nt~l>os1:é"n a~cé-{i'ados-dc! segi11Cñto mayoría de los urólogos considera que esta última técnica
vesicouretral en su posición 'riór'rnal-:-EJ'mc)fivo-és··q·ue,cñ.la -~<:m ll19iU~?~(on~Ji_NJ_5)rta los~g¡lt-ª.<;loun_ás Jl!!~
verdader'a i~1continencia por fensión, el mecanismo es finte- (figuras 30-18 y 30-19).
'
...

< • • • • """,./'"\ : 100


:.=-~::::·::·=~==-=~=·- ¿_~~~~
~~-::::.e:::::·::::::~::"=~:::·:::=:::::;::::"':·::::::::::::::::::::=4~:::::::::::::::::::::::::::~::::::~:· -
' ,,...l~ .¡:,~ U-<~ V
~· 1J

Figura 30-13. Perfil de presión uretral (P) con llenado mínimo de la vejiga. La presión vesical permanece constante, pero la
presión uretral cae de manera progresiva. El cierre de presión es mínimo al final del Uenado vesical.

La suspensión vaginal puede realizarse de varias ma- couretral. De m~11~r~_Q_lás recie!!_~~-Y_P.~~-~~IE~gir el daño
neras; en algunas, se junta el tejido en la parte posterior del csfinteriano intrínseco importante, se -~a_@j_ny~_gci9n _]ogal
cuello de la vejiga (por ejemplo, en el procedimiento de dCmaterial pesado~ccii:Yio- polliatrefluoroetileno (teflón),
Kelly), mientras en otros se colocan suturas en los tejidos -o de-p11;i'úeñEfa tejido conjuntivo, para aumentar 1a resl·.s·-
paravaginalcs que se pasan al área suprapúbica mediante tencia-<!~-~~~~~~de)a :vejl~y-~~í ay~~-~!.l-~!~~!-~s e!llos
una agt~a para anudarse en la vaina rectal. En un inicio, que la movihoaano es exc_es_iy~_y_<ini9J?.lernjl_primariQ.~
Pereyra describió esta técnica en 1959; Stamey realizó iadeiJIJl:d aCf1-iit-1Tñsecacrel esfínter.
modificaciones en 1973 al agregar confirmación endoscó-
pica de la colocación de las suturas y del grado de compre-
sión. En 19 81, Raz realizó nuevas modificaciones. La INCONTINENCIA NEUROPÁTICA
mayoría de estas técnicas tiene un alto índice de éxito en un
principio; sin embargo, hay dudas acerca de los resultados Ésta puede dividirse en dos grandes grupos: activa y pasiva.
a largo plazo. Por ello, el acceso retropúbico es aún el La incontinencia neurop~:itica en pa- "ictfva--se-encuentra
procedimiento indicado. cientes con lesiones esr_ástlcas:pero los cuales el nú~ca­ en
Cuando hay daño esfintenano excesivo y debilidad nismo esfinterlan'o-quc nocstá
bajo control voluntario ejerce
intrínseci,--no bastasóToTa-supenslón-yse reqweren
proce- una presíón~-acrecuaaa. La presencia de un cm1strlc-
dimientos en "cabestrillo". De entre l9-~_Q_iferentes !~~pi_ca§ tor h1perref1ejo sin inhibición de las contracciones aumenta
y__ materiale~-'-~método más popular consiste en un corte en la presión intravesical. Cuando la presión intravesical exce-
la vaina rectal anterio_r; McGuire fue el primero en informar de la presión esfinteriana, hay pérdida de orina (figura
este método. Raz-r-ecomienda el cabestrillo a la pared vagi- 30-20). ~?._j~~~~!inenci~ a~!_i_y~_ se relaciona sobre todo con
nal anterior, en el cual se moviliza una isla de la pared
vaginal anterior y se usa como soporte del segmento vcsi- !NCONTINENC!i\ POR TENSIÓN EN MUJERES

LONGITUD FUNCIONAL EN cm

cm H20
~ -~ ·;\ ' ,, 100
~L_pj t-~ ·~1\ ~
0

MEATO
'---~~-~---- ---~-~-· -:-'---------~----/CUELLO DE
,--·----~---~-· """ "··· -- -----·- LA VEJiGA
---.\ .
t_~ __ ._L.. --- ~-~-~ .--~ - ¡ • • - ~ ...... -~..r. ... ~- - -~ ... -. ~,. , ,
Figura 30-14. Perfil de presión uretral en incontinencia por 3 "-~ 1
tensión de moderada a grave: se muestra la presión de cierre : \
', LONGITUD ANATÓMICA EN cm
con el paciente sentado y la vejiga a media distensión y
después en la posición de pie. Nótese que la presión de Figura 30-15. Perfil de presión uretral en una mujer con
cierre es de cerca de 75 cm de H20 con el paC1iente sentado, incontinencia por tensión moderada. Nótese la presión de
pero cae a cerca ie 25 cm de H20 en la posición de pie. cierre bastante baja, \a longitud funcional reducida de la
Nótese tambiéry'el marcado acortamiento de la longitud uretra y la pérdida de la presión de cierre en el centímetro y
funcional de la uretra una vez que el paciente se pone de pie. medio proximal de la uretra.
Incontinencia urinaria • 555

· · · · - _. . . . . . . . . . . ..es mUseg

100
[ V&R
o

4DOmL 350 200 100

100
[
0
u,&v

Figura 30-16. Perfil de presión uretral en incontinencia por tensión moderada. Nótese que. con la vejiga medio vacía, la presión
de cierre es cercana a la normal. Al inicio del llenado vesical, la presión de reposo es todavía normal; conforme el llenado
progresa, la presión vesical permanece estable y la presión de cierre uretral disminuye de manera progresiva hasta un mínimo
cuando la distensión vesical llega al máximo.

~es ion es supras eg~~arill_~___o__~~!!_ 1~~~02_1~_s_i~--!!~-~~~-a llenado vesical mínimo, el cual excede la resistencia de
motora superior. salida y origina pérdida de orina. En contraste con la clasi-
La incontinenci~~~opática pasiva ?.~.J!E9EJ!~ ficación de incontinencia activa en relación con lesiones
cuan?o el meca~~_:_sfinteri~l}:<;?_es ~é~i_!--~~n_e~}~~-~~~.~9.r suprasegmentarias, la incapacidad en la función de almace-
·completo.-Incltlso s1n una presión intravesical anormahnen- namiento puede observarse en pacientes con mielomenin-
lc alta, hay pérdida de orina. Esta incontinencia se relaciona gocele y otras lesiones de la neurona motora inferior. Si bien
con lesiones que afectan el centro de la micción o ]~..§..i.Q_tles estos pacientes pueden tener lesiones parciales con activi-
mas a,sTaTes. -· dad importante del esfínter de músculo estriado, que ofrece
~ilisificación más frecuente de la incontinencia cierto grado de resistencia, la pérdida temprana de la disten-
neurogénica se basa en la evaluación de las funciones de las sibilidad de la vejiga aumenta la presión intravesical con
vías urinarias bajas: incontinencia secundaria a la incapaci- llenado vesical mínimo, la cual sobrepasa la resistencia del
dad de almacenamiento o a la ineficacia en la retención. orificio de salida. Estos pacientes, una vez reconocidos,
deben tratarse de inmediato porque con frecuencia tienen un
A. Trastornos en la función efecto de presión retrógrada hacia vías urinarias altas, la que
de almacenamiento puede llevar a deterioro temprano y posible reflujo vesicou-
La pérdida de la función de almacenamiento de la vejiga retral u obstrucción uretcral baja.
contraída o contráctil se debe a la poca distensibilidad del
músculo constrictor. La presión intravesical aumenta con un B. Función de retención ineficaz
Las lesiones completas del segmento sacro de la cauda
equina originan la ausencia total de actividad esfinteriana
de Jos músculos liso y estriado. El esfínter externo presen-
ta resistencia mínima. La mayoría de los pacientes con esta
disfunción puede retener cierto volumen, pues la muscula-
tura vesical está atónica y laxa y la presión intravcsical
permanece baja, pero cualquier aumento de la presión íntra-
vesical origina pérdida y la vejiga nunca llega a su capacidad
máxima. En consecuencia, la integridad de las vías urinarias
superiores no se altera, como en el caso de la ineficacia en
el almacenamiento. Sin embargo, debe recordarse que
.' ~
. ~., t··,
. .., -:-'",_-./·~..,-~­
"-.. .•.__._,) en muchos casos se pierden algunos componentes, pero
._,,"----·c·· - - .J se conserva cierta actividad. Por ejemplo, si un paciente
retiene cierta actividad en el es fin ter interno , pero pierde por
Figura 30-17. Efecto de llenado y vaciado vesical sobre la completo la actividad del esfínter de músculo estriado, todo
presión uretral. Arriba: Efecto del llenado progresivo que el piso pélvico puede tornarse fláccido y atónico.
lleva a una caída gradual de la presión uretral. Al final del
llenado, la presión de cierre uretral es sólo una fracción de Diagnóstico
la presión de cierre inicial bastante normal. Abajo: Al inicio,
la vejiga está llena. Con el vaciado gradual, nótese el aumen- La evaluación diagnóstica de la incontinencia urinaria neu-
to prog tesivo en la resistencia uretral y en la presión de cierre. ropática determina si el trastorno se debe a disfunción del
Hueso
púbiCO
Ligamento
de Cooper

Uretra

Segmento
u retrovesical
Vagina

Figura 30-18. A: Esquema diagramático del espacio retropúbico después de movilización de la pared vaginal anterior y
colocación de suturas, dos a cada lado lejos de la línea media. Las suturas distales van en dirección opuesta a la uretra media,
mientras las proximales van al final de la unión vesicouretral. Las suturas se amarran al ligamento de Cooper. 8: Vrsta lateral
de la colocación de una sutura con un lado atado. La pared vaginal anterior actúa como un cabestrillo amplio que soporta y
levanta el segmento vesicouretral. La uretra está libre en el espacio retropúbico.

constrictor o del esfínter, o a una combinación de arnbos. l. Respuesta de la vejiga alllenad~Q&!.~~ivo


En casos excepcionales, como en pacientes con esclerosis 2. Perf~l_cl~_~_F~.~J.~El."esf~~~~~El} l,_~u_E~_~P-~.e~!~~lll_enaf! o
múltiple con estenosis raquídea o aquellos con problemas progresi~¿;j!:.!Jgicig_9.~1 ª-lllÍfci9n
de disco además de daño traumático parcial a la médula 3. Presencia de h~12er ':_etl ex ia del constrictQI_y. fal ~~
espinal, la neuropatía es menos clara. relajación de la actividad . ( e~ Qacientes C9D.Jlim~rr~­
~requi~!en una historia clínica urológica y neuroló- tlexia)
gica ~_9~letas; d~J?.ué s se real iza una evaluación radiográ- 4. Ii~ud i o§~.~-l.~~c;Y_o.g:üggLáfi.s:_~.~,~~L~g~.r.. de c!!l_4~-~gl9~s­
fica para determi'l~L~..)J:l.!~grj,Q.ad de !QLví ~grj.M[_i_;,ts triado_
~upcriores, la cn;~_Si~t.f cnam L~.'JJ:Q.Y.ilistad.Q_c!.cl 5...§~acie~.,~ . e~}als~ ~-32..l!.est~~stim.J:l­
mecanismo esfintcriano. También se rcco'micndan pielogra- lación de las ra íces sacras___1:~<:....L~ nervios pude!l-
fía ·¡nTrawÚ10sa~·cistouretrourafía y _cinetluor~<?QL<!., Los dos, ~~~-o sill...9J9_g.~_Y....111§diG.i<in._deLp.e.rio.do __.de
slgtlÍentetestu"dios son de import;~¡~~~ladctermmación latcn~ia.
~eláe""ausa ~acent~ de la incontinencia:
La diferencia entre incontinencia por falta de relajación o
Uretra l•bre en el hiperretlexia del constrictor y mala distcnsibilidad vesical
espacio retropubico
se realiza mediante un proceso directo. Los hallazgos im-
portantes incluyen debilidad del esfínter, relajación esfintc-
riana brusca, disminución en la presión así como falta de
actividad electromiográfica de la musculatura del piso pél-
vico y el esfínter externo. El diagnóstico se realiza al esta-
blecer la integridad de~ arco reflejo en las r<J.k:~ sacras por
neurostiE!~~~~~l de éstas, con ¿:~g} st~~~m\1-ltáneo de las
pre si on ~~-Í.':!.!ra v es_L'2~L9.ll1 !E'!!:IE~-~~ªLª-º-lY~) . Q~Jo s...e.sfín.t~rc_s
interno y ex_~~rno. Debe sospccharsc la posibilidad de causas
sobrepuestas, para lo cual las respuestas del esfínter externo
y de la musculatura del piso pélvico a la contracción activa,
el llenado vesical progresivo y la estimulación de las raíces
Figura 30-19. A: Corte transversal que muestra la uretra
sacras pueden aportar información de utllidad. Debe consi-
libre en el espacio retropúbico con la pared vaginal anterior
que la levanta y la fija. 8 y C: La uretra se comprime y
derarse la extensión de una causa a otra (por ejemplo,
estrangula contra/ el hueso púbico cuando se aplican las debilidad del esfínter e hiperreflexiadel constrictor); en este
suturas vagiRc31es cerca de la uretra y se fijan a la sínfisis del caso, el tratamiento se dirige a la causa predominante de la
pubis. ' incontinencia.
incontinencia urinaria • 557

Figura 30-20. Registro urodmámico en un paciente con evidencia de disinergia constrictor/esfínter que muestra actividad
espontánea en la vejiga asociada con un estallido de actividad en el esfínter externo que interrumpe la micción. Corresponde
a una demostración clásica de disfunción de la neurona motora superior que lleva a incontinencia urinaria como resultado de
la hiperactividad o hiperreflexía del constrictor.

Tratamiento A. Tratamiento conservador


l. Trastornos en la función de almacenamiento: Debe
Si bien el diagnóstico de las causas de incontinencia es restablecerse una adecuada función de almacenamiento
bastante fácil, el tratamiento en general es complejo. El que permita al paciente mantenerse seco por 2 a 4 horas
objetivo del tratamiento es la rehabilitación de un trastorno mediante el uso exitoso de medicamentos que supriman
ncuropático y la corrección de posibles secuelas. La elec- 1<1 hiperreflexia del constrictor. La respuesta a los medi-
ción se hace según la gravedad y el progreso potencial de camentos depende de la capacidad funcional inicial de
las lesiones y de la integridad del sistema. En especial en la vejiga, del grado de espastícidad e hiperreflexia, de la
los casos antes mcrcionados de pacientes con lesión de falta de complicaciones secundarias a depósito de colá-
médula espinal y miclomeningoccle , con el tratamiento gena y de los cambios murales en la pared vesical. Por
temprano se logran las meJores posibilidades de preservar este motivo , es esencial la comprensión de la función y
la integr\dad de todo el sistema urinario. la capacidad de la vejiga y el papel de la hipcrrcfiexia
558 • Urología general de Smith (Capitulo 30)

del constrictor en el tratamiento conservador del proble- B. Tratamiento quirúrgico


ma de disfunción en el almacenamiento. l. Esfinterotomía: Esta operación se realiza en situaciones
~ tres C~Q.[Ías _de medicamentos en el_.!!:_ª-- espásticas hiperrcflcjas en pacientes masculinos para
tamiento de la disfunción de almacenamiento: los antí- eliminar la resistencia de salida; después, se mantiene
coTin6rg!CosseuSa11-eñ -p·rTmer -lugar ¡;-a-;a-trat~~la vacía la vejiga mediante un instrumento externo o una
~rreflexia del constríctor_yE.~cciones sosteni- sonda en forma de condón. Si bien muchos consideran
das. La ox ~inina @ r_QP-ªll)_,__q_l!e es una arni lli!JID!.i~p­ este procedimiento como la vía más fácil para preservar
linér:g_ica terciaria con acción antics asmódica ~.1LCU!e las vías urinarias altas, es evidente que no es un método
más se emplea en dQ:_'\ÍS de 5 mg, 2 a4 veces al_Q_ja, según de rehabilitación y puede interferir con otros trata-
la tolerancia y la respuesta del paciente. Los efectos mientos .
colaterales posibles incluyen boca seca, somnolencia, 2. Aumento de la vejiga: Este procedimiento mejora la
palpitaciones y náusea ocasional; es importante que Jos función de almacenamiento en pacientes con poca dis-
pacientes se mantengan por debajo de su umbral de tensibilídad por cambios murales e hipertrofia crónica.
tolerancia. La oxibutinina est~ contraindicada e_n pacien- Si el mecanismo csfinteriano es adecuado, pueden usar-
tes con pres ión intraocular e e u. se segmentos de intestino destubularizado en pacientes
El bromuro de propantelina (Pro-Banthine) , aun- en los gue la vejiga no se expande ni bajo anestesia. En
que ~nenos efectivo que la oxib!J.tinjna, puede ser un general, los pacientes requieren sondeo intermitente po-
suplemento útil a éste y es mejor tolerado por algunos soperatorio , pero después recuperan la continencia y se
pacientes. La dosis habitual es de 15 m_&1_ a 3 veces al conservan en buen estado las vías urinarias altas.
día, con tal vez una dosis mayor a la hora de acostarse. 3. Esfínter artificial: Esta opción puede ser útil en pacien-
Lcrs efectos colaterales incluyen boca seca, trastornos tes con daño importante al esfínter y una vejiga de baja
visuales y aumento de la presión intraocular. presión con gran capacidad. En hombres, se aplica el
El clorhidrato de imipramina (Tofranil) ~s un an_t_i- dispositivo alrededor de la uretra bulbosa. Cuando e! dis-
depresor tricíclico con fuerte acción antimuscarínica y positivo se desinfla, el paciente puede orinar al contraer
antícolinérgica que tiene un efecto importante en !.9- el músculo constrictor (si se conserva esta posibilidad)
hiperreflexia del constrictor. La dosis h?-bitual es 25 mg, o al pujar con maniobra de Valsalva. Primero hay que
2 a 4 veces al día. Los efectos colaterales incluyen boca realizar una esfinterotomía completa. El sondeo intenni-
tente es peligroso en pacientes con torsión uretral , pero
seca-:-estreñimiento, visión borrosa y somnolencia.
es raro que esto se requiera.
Los antihistamínícos antagonizan la liberación de
4. Desviación urinaria continente: Este método se con-
accti !colina mediada por histamina, con Jo que producen
sidera sólo co caso de deterioro progresivo de la función
un efecto anticolinérgico:..E! maleato de clorfeniramina
de vías urinarias altas e incluso en ese caso se prefiere
puede tomarse solo en cá sulas .9_~)1 tabletas de acción
una conducta más simple. Los métodos a descartar son
prolongada de 8 mg, dos veces al día o en combinación
desnervación de la vejiga mediante cistólisis o sección
con75 mg de clorhidrato defenilpropanolami ra{_Q rna-
transvesical y sutura y la desnervación de la base de la
deSpansÜles ). Este último compuesto produce un efecto
vejiga mediante inyección de fenal o alcohol. A largo
anticohnérgico sobre el constrictor al mismo tiempo que
plazo, estos métodos son un fracaso completo.
estimula los receptores alf~E@ mejorar la resi_stencja 5. Neuroestimulación: En pacientes seleccionados con hi-
de salida.
perreflexia del constrictor, la cstimu)ación de las raíces
---ros relajantes musculotrópicos deprimen la activi-
sacras puede suprimir de manera eficaz la hiperacti-
dad del músculo liso de manera directa. El clorbid.mto vidad, lo que depende del conocido reflejo de respuesta
~xato (_Uri;pasl ~Oü-;,g')"es el que más se em~a del músculo constrictor al estimular el componente
~ma 3 o 4 veces al día por vía oral.
somático del plexo sacro (el cual suspende e inhibe la
2. Función de retención ineficaz: El sondeo intermitente contractilidad del constrictor). Si los pacientes con le-
es el primer paso en el tratamiento_co_n_serva:dür-enestü$ sión en médula espinal , mielomeningocele, esclerosis
pacientes. Si bien éstos tienen una resistencia de salida múltiple y otras neuropatías muestran mejoría impor-
muy baja, la atonía de su vejiga permite cierta retención . tante después de una prueba temporal, puede colocarse
En la mayoría de los casos , el drenaje cada 4 a 6 h les un electrodo sobre la raíz con más respuesta, en ge-
permite evitar el goteo: Cuando el sondeo no es pos1Dfe neral SJ .
y la presión intravesical aumenta de manera excesiva, el 6. Rizotomía dorsal: La rizotomía dorsal completa de S2
paciente debe usar protección mínima. a S4 intradural o extradural elimina de manera eficaz la
La utilización de medicamentos es de menor utili- hiperreflexia del constrictor y aumenta la capacidad de
dad. Ei sulfato de efedrina· y la fcnter mina'(Ionamin) la vejiga. Se observa que una capacidad de 150 a 200 mL
tienell_~!l.~f.~cto estimulante tanto deJ2~!'~!.<2~~a puede aumentar hasta 600 a 800 mililitros. En pacientes
como de los beta, lo que aumenta la actividad del esfínter con lesiones suprasegmcntarias y lesiones espásticas de
eJ.~ músculo liso y relaja de '?1anera Earcíal eflñUsCüfo- neurona motora superior, el implante de un electrodo en
constrictor. El primero se usa en dosis de 30 a 60 mg, 3 a las raíces sacras promueve la contracción del músculo
4 veces al dí~or vía oral; el último en ctosisci'e-T.Smg, constrictor y la evacuación deJa vejiga (dicho electrodo
2 a 3 veces al día por vía oral. se conoce como marcapaso vesical). •
31
Trastornos de las
glándulas suprarrenales
J. 8/ake Tyrre/1) MO

Los trastornos de las glándulas suprarrenales originan sín- casos y el carcinoma del 5 por ciento. En niños, el carcino-
dromes endocrinos clásicos como síndrome de Cushing, ma corticosuprarrcnal es la causa más frecuente de síndro-
hiperaldosteronismo y feocromocitoma (figura 3 l-1). Ade- me de Cushing.
más , los tumores de las glándulas suprarrenales pueden
cursar con dolor abdominal o masas abdominales. El diag-
Fisiopatólog ía
nóstico de estos trastornos requiere evaluación endocrina
cmdadosa y, en muchos pacientes, estudios de imagen para
La producción excesiva de cortisol por el tejido corticosu-
definir la anatomía suprarrenal.
prarrenal conduce a un estado de catabolismo próteínico.
Además de tumores e hiperplasia funcionales de la
Esto provoca la liberación de aminoácidos del músculo,
corteza y médula suprarrenales y de tumores malignos no
éstos se transforman en glucosa y glucógeno en. el hígado
funcionales, hay otros tipos, a menudo benignos, de afec-
mediante la gluconeogénesis. El debilitamiento resultante
ciones de las glándulas suprarrenales. Éstas se incluyen en
de las estructuras proteínicas (músculo y tejido elástico)
el diagnóstico diferencial de las lesiones suprarrenales.
causan abdomen protuberante y mala cicatrización de heri-
das, debilidad muscular generalizada y ostcoporosis marca-
da, la cual se agrava por la excesiva pérdida de calcio en
orina y, en general, es irreversible en adultos.
El estado catabólico proteínico conduce a numero-
ENFERMEDADES DE LA CORTEZA sos cambios secundarios. El exceso de glucosa se trans-
SUPRARRENAL forma primotdialmente en grasa y aparece en sitios
característicos como abdomen, cojinetes de grasa supra-
clavicular y carrillos. Hay tendencia diabética, con ele-
vación de la cifra de glucosa plasmática en ayuno en el
SÍNDROME DE CUSHING 20% de los enfermos y una curva diabética de tolerancia
a la glucosa en el 80 por ciento.
El síndrome de Cushing es el trastorno el ínico que ·se origina El exceso de cortisol también suprime los mecanismos
por la sobreproducción de cortisol. Muchos casos (70%) se inmunitarios, lo que hace a estos pacientes susceptibles a
deben a hiperplasia corticosuprarrenal bilateral estimulada infecciones repetidas. La inhibición de la función de Jos
por sobreproducción de hormona adrenocorticotrópica hi- fibroblastos, por el exceso de cortisol, también dificulta la
pofisaria (corticotropina, ACTH), lo que se conoce como curación de heridas y las defensas del huésped contra las
enfermedad de Cushing. Alrededor del 15% de los casos se infecciones.
debe a producción actópica de ACTH a partir de tumores no La hipertensión se encuentra presente en e190% de los
hipofisarios. La producción ectópica de ACTH ocurre con enfermos. Aunque la cifra de aldosterona por lo general no
más frecuencia en carcmoma pulmonar de células peque- está elevada, el cortisol por sí mismo ejerce un efecto
ñas; otros tumores productores de ACTH son los carcinoídes hipertensivo cuando se halla presente en cantidades excesi-
(pulmón, timo, tubo digestivo), tumores de células de los vas, igual que la 11-dcsoxicorticosterona que está elevada
islotes del páncreas, carcinoma tiroideo medular, feocro- en casi todas las formas de síndrome de Cushing. La hiper-
mocitoma y carcinoma de células pequeñas de la próstata. tensión puede acompañarse de manifestaciones de exceso
Los adenomas suprarrenales son la causa del 10% de los de mincralocorticoides (hipocalccmia y alcalosis), en espe-

561
562 • Urología general de Smith (Capítulo 31)

ESTRÉ.S

Impulsos
neurógenos
corticales

CORTEZA CEREBRAL

HIPOTÁLAMO

Hormona liberatoria
de corticotropina (ACTH)

~ -PORCIÓN ANTERIOR DE LA PITUITARIA


Corticotcopina o ACTH ~

.
Supres1on de ACTH - -
~Corti sol
corticostero~á
' ¡Glucocorticoide
"Catabólicos"
s

1
?-Cetost_erol~es 1 Mineralcorticoides
11-Desoxlcortlcosterona "hipertensivos"
NORMAL Aldosterona
Estrógenos ¡ Andrógenos débiles
Progesterona "anabólicos" .

SÍNDROME
DECUSHING . . .
t
Estecoides catabólicos en exceso

SÍNDROMES
ANDRÓGENOS DE Esteroides anabólicos en exceso
LAS SUPRARRENALES

HIPERALDOS-
TERONJSMO
~ Exceso de aldostecona

Figura 31-1. Relaciones hipotalámicas-hipofisarias-corticosuprarrenales en varios síndromes corticosuprarrenales.

cial en pacientes con síndrome de ACTH ectópico o carci- principal producto secretorio del tumor es el cortisol, el cual
noma corticosuprarrenal. inhibe la secreción hipofisaria de ACTH. Por tanto, si bien
el tumor continúa creciendo, la corteza de la suprarrenal
contralateral sufre atrofia.
Anatomía patológica
Cuadro clínico
Las células en la hiperplasia suprarrenal se parecen a las de
la zona fasciculada de la corteza suprarrenal normal. El
adenocarcinom a franco muestra pleomorfismo e invasión A. Síntomas y signos
de su cápsula, el sistema vascular o ambos (figura 31-2). (figuras 31-3 y 31- 4)
Puede ocurrir invasión local y son comunes las metástasis La presencia de cuando menos tres de los signos siguientes
funcionales al hígado, pulmones, hueso o encéfalo. Con sugiere intensamente el síndrome de Cushing.
frecuencia, la diferenciación histológica entre adenoma y
adenocarcinoma es bastante difícil. l. Obesidad (con preservación de las extremidades), cara
En presencia de adenoma o tumor maligno, la atrofia de luna y almohadillas de grasa sobre las clavículas y la
de la corteza de ambas suprarrenales ocurre debido a que el séptima vértebra cervical (joroba de búfalo). La distrí-
Trastornos de las glándulas suprarrenales • 563

Figura 31-2. Izquierda: Aspecto histológico de un adenoma benigno clasico de la corteza suprarrenal constituido por un gran
número de células idénticas de la zona fasciculada, extirpado en una mujer de 39 años con síndrome de Cushing. Derecha:
Corte de un adenocarcinoma extirpado de una mujer de 36 años con metástasis de adenocarcinoma que muestra pleomorfismo
importante de las células. En esta micrografía no se muestra la invasión de una gran vena. Nótese que el adenoma benigno
tendrá ocasionalmente este aspecto, pero sin invasión de la sangre. (Reproducida con autorización de Forsham PH: The
adrenal cortex. En: Textbook of Endocrinology, 4a. ed. Williams RH [editor]. Saunders, 196~.)

bución anormal de grasas es más característica de la glucocorticoides o que se deben a carcinoma corticosupra-
enfermedad que la ganancia real de peso. rrenal. En este último caso, el tumor puede ser palpable.
2. Estrías (rojas y deprimidas) sobre el abdomen y muslos.
Puede haber úlceras cutáneas putrefactas.
3. Casi siempre hay hipertensión. B. Datos de laboratorio
4. La miopatía proximal con debilidad marcada, en especial La cuenta leucocitaria está elevada hasta la cifra de 12 000
del cuádriceps femoral, hace difícil levantarse de estar a 20 000/!-LL, generalmente con menos del 20% de linfoci-
tos. Hay muy pocos eosinófilos o están ausentes por com-
sentado sin ayuda.
pleto. En más de la mitad de los sujetos hay policitemia con
5. Labilidad emocional, irritabilidad, dificultad para dor-
cifras de hemoglobina que oscilan de 14 a 16 g/dL. Sin
mir y, en ocasiones, personalidad psicótica.
embargo, puede ocurrir anemia en pacientes con tumores
6. La osteoporosis es común con dolor en la espalda debido
malignos ectópicos que secretan ACTH.
a las fracturas por compresión de las vértebras lumbares,
Los análisis químicos de sangre pueden mostrar un
al igual que fracturas de las costillas.
aumento del Na+ sérico y en las concentraciones de C02 y
7. En el 80% de los casos, hay hipcrglucemia posprandial
un descenso de las concentraciones de K\ puede haber
y en el 20% hay una concentración elevada de glucosa
hiperglucemia.
plasmática en ayuno.
8. Hay manifestaciones de exceso de-andrógenos suprarre- l. Pruebas específicas para síndrome de Cushing: Para
nales en grados variables en el caso de síndrome de determinar si el paciente tiene síndrome de Cushing o
Cushing; éstos están ausentes en el caso de adenoma, son es un individuo con ansiedad y valores elevados de
más graves con el carcinoma y se present<m en grados cortisol en plasma, se hacen las siguientes pruebas.
intermedios con la enfermedad de Cushing. Consisten a. Concentración de cortisol en orina de 24 h: El
en la recesión de la línea del cabello, hirsutismo, glán- cortisol urinario se mide en orina de 24 h mediante
dulas mamarias pequeñas y sobredesarrollo muscular inmunoanálisis (concentración normal de 20 a
generalizado con engrosamiento de la voz. 100 ¡.tg/24 h) o por cromatografía líquida de alta
resolución t CLAR, concentraciones normales de 1O
A partir de los datos clínicos anteriores, no es posible a 50 !lg/24 h); también se determina la creatínina
diferenciar entre hiperplasia corticosuprarrenal, adenoma urinaria para garantizar que se colectó toda la orina.
unilateral o adenocarcinoma. Un valor de cortisol urinario con elevación de dos
El inicio más rápido se nota en los casos de tumores veces el valor normal es clásico del síndrome de
ectópicos productores de ACTH con gran producción de Cushing. Ocurren positivas falsas en enfermedades
564 • Urología general de Smith (Capítulo 31)

Cojmetes de grasa
Carrillos enrojecidos

Piel delgada

Mala Cicatrización
de las hendas

Figura 31-3. Dibujo de una paciente clasica con síndrome


de Cushmg que muestra las características clínicas principa-
les. (Reproducida con autorización de Forsham PH: The
adrenal cortex. En : Textbook of Endocrinology, 4a . ed . Wi- Figura 31-4. Una padente con síndrome de Cushing debido a
lliams RH [editor] . Saunders, 1968.) hiperplasia bilateral. Nótese la cara roja de luna llena, el
retroceso de la línea de implantación del cabello, la joroba de
búfalo sobre la séptima vértebra cervical, el abdomen protu-
berante, y los brazos y piernas exageradamente delgados.
agudas, depresión y alcoholismo; sin embargo, con
la obesidad no se eleva el cortisol libre por arriba
de lo normal.
b. Supresión de ACTH y cortisol plasmáticos con estimula la producción de la globuJina portadora del
dexametasona: Se usa este fármaco en dosis peque- cortisol. Se deberá suspender la medicación cuando
ñas para valorar la retroalimentación negativa de menos tres semanas antes de administrar la dexame-
ACTH y la producción de cortisol por los glucocor- tasona. Otras situaciones que generan positivas falsas
ticoides . Si se administra dexametasona a las 11 p.m., son enfermedad aguda, depresión y alcoholismo.
Ji ACTH se suprime en las personas normales, pero También, en alrededor del 15% de los pacientes
no en aquéllas con el síndrome de Cushing. La utili- obesos no se suprime el cortisol con esta prueba.
. 1 dad de la dexametasona radica en que es 30 veces 2. Pruebas específicas para la diferenciación de las cau-
más potente que el cortisol como supresor de ACTH sas del síndrome de Cushing: Hoy en día, es posible
y no se mide en plasma u orina con los métodos para establecer las diversas causas del síndrome de Cushing,
cortisol. con gran precisión (95% de casos) .
El procedimiento consiste en dar 1 mg de dexame- a. Concentraciones de ACTH plasmática: Si ya se
tasona por via oral a las 23:00 h y tomar una muestra estableció el diagnóstico de síndrome de Cushing,
de sangre entre las 8 y 9:00 h para determinar el esta prueba sirve para diferenciar la enfermedad de
cortisol plasmático. Si el valor está por abajo de Cushing y el síndrome de ACTH ectópico, los cuales
5 ~g/dL (normal es 5 a 20 )..lg/dL), el síndrome dependen de ACTH , de los tumores suprarrenales,
de Cushing puede ser descartado. Si el valor está por que son independientes de ACTH. La concentración
arriba de 1O)..lg/dL hay síndrome de Cushing (figura normal de ACTH va de 20 a 100 pg/mL, cuando se
31-5). Una concentración entre 5 y 1O )..lg/dL es mide con inmunoanálisis ; en la actualidad, se prefiere
dudosa y debe repetirse la prueba o bien determinar un análisis inmunorradiométrico reciente (IRMA,
el cortisol en orina. del inglés imunoradiometric assay), el cual tiene
Las mujeres que están tomando ánticonceptivos mayor sensibilidad (concentración normal de lO a 50
mostrarán valores elevados de cortisol en el plasma pg/mL). Los pacientes con enfermedad de Cushing
debido a que, igu.al que en el embarazo, cJ estrógeno tienen concentraciones de ACTH que van de 40 a
Trastornos de las glándulas suprarrenales • 565

magnética (IRM) de la hipófisis, el cual es positivo en


el 50 al 60% de los pacientes con enfermedad de Cus-
híng. En los restantes, el diagnóstico se establece al
determinar las conccntracJOnes sanguíneas de ACTH en
Grupo Síndrome de el drenaje venoso de la hipófisis anterior, es decir, en se-
control Cushing
nos cavernosos y senos petrosos inferiores. Si la 1RM o
70 - • la determinación venosa de ACTH no confirman que la
:::J
~
Q)
-
60 r-
fuente de ACTH sea hipofisaria, se realiza una tomogra-
fía computadorizada de tórax y abdomen para localizar
2: un tumor ectópico.
-.::-
<ll
r- • 2. Localización de las lesiones suprarrenales: Los pa-
:9 50 r-
0
~
Q)
r- • cientes con probables tumores suprarrenales y concentra-
ciones de ACTH bajas se someten a TC de abdomen con
">1:: 40 r-
a a secciones de 5 mm a través de las glándulas suprarrena-
~Q ...._
'<t!Q)
E:; "O
30 ..--
• les. Los tumores suprarrenales que origman síndrome de
(/)IJ)
Cushing en teoría siempre son mayores de 3 cm de diáme-
m a
o. a¡ - • tro (figura 31-6) y, en consecuencia, son fáciles de
(/)t:Jo. ~
0'0 20 - ~ observar. Los adenomas en general tienen de 3 a 6 cm
:t:E:
o e
'<.:>
r-...~
10
-
- ..
- - - .• filt - - -
~
--------
de diámetro; los carcinomas suelen ser mayores de
5 cm de diámetro y con frecuencia presentan invasión
local o metástasis a hígado y pulmones al momento del
o diagnóstico. En pacientes co_n.tumores suprarrenales, la
glándula contralat¡;ral está inhibida y, en consecuencia,
se ve atrófica o normal en la TC. El hallazgo de cre-
cimiento bilateral de las suprarrenales es típico de
enfermedad de Cushing o de síndrome de ACTH ectó-
Figura 31-5. Resultados de la prueba de supresión con pico. El ultraso~ido o la TRM también se usan para
dexametasona en individuos obesos y pacientes con el sín- localización de las suprarrenales, pero no parecen tener
drome de Cushing. Véase el texto para el procedimiento. ventajas significativas sobre la TC.
17 -OHCS = 17 -hidroxicorticosteroides. (Reproducida con
autorización de Pavlatos FC, Smilo RP, Forsham PH: A rapid
Com pi icacion es
screeníng test for Cushing's syndrome. JAMA 1975;193:720.)

La hipertensión puede conducir a insuficiencia cardiaca o


trastorno vascular cerebral. La diabetes puede ser un
200 pg/mL. En el síndrome de ACTH cctópico, las problema pero habitualmente es leve. Son comunes !as
concentraciones, en general, son todavía más eleva- infecciones sistémicas o cutáneas rebeldes. Pueden ocurrir
das (200 a 1O 000 pg/mL). En cambio, los pacientes fracturas por compresión de vértebras osteoporóticas y frac-
con tumores suprarrenales tienen concentraciones turas de las costillas. Son frecuentes los cálculos renales
bajas de ACTH ( < 1O pg/m L con el análisis 1R M A), como resultado de la separación del calcio de los huesos. La
por lo que es fácil diferenc1arlos. úlcera gástrica (estrés) puede resultar un problema. La psi-
b. Concentraciones de 11-desoxicortisoi: Un aumento cosis es frecuente y suele remitir si la cirugía tiene éxito.
marcado en la concentración de 11-c\esoxicortísol en
orina sugiere adenocarcinoma o síndrome de ACTH
Tratamiento
ectópico.
c. Concentraciones de andrógenos plasmáticos: En
pacientes con tumores primarios suprarrenales, las A. Enfermedad de Cushing
E! m1croadcnoma de la hipófisis, que es !a causa más común
concentraciones de andrógenos son normales o bajas,
de hiperplasia corticosuprarrenal bilateral, debe localizarse
mientras en el carcinoma corticosuprarrenal estas con-
y extirparse con cirugía. El método de elección es la resec-
centraciones con frecuencia están muy elevadas.
ción transes fe noidal hecha por un neurocirujano con expe-
nencia. Se ha publicado éxito en más del 90% de los
C. Estudios de rayos X y pruebas pacientes y la mayoría conservan las funciones endocrinas
especiales de la hipófisis.
l. Localización de la fuente que produce ACTH en ex-
ceso: Cuando los estudios sugieren enfermedad de B. Síndrome de ACTH ectópico
Cushing o síndrome de ACTH ectópico y se encuentran El tratamiento de estos pacientes es difícil porque muchos
concentraciones plasmáticas de ACTH elevadas, debe tienen cáncer de grado avanzado e hipercortisolismo grave. La
identificarse la fuente de ésta. ,Tomando en cuenta que la resección del tumor primario es, sin duda, el tratamiento de
gran mayoría de estos pacientes tiene enfermedad de elección; sin embargo, la cirugia curativa se limita a los pocos
Cushing y que "muchos de quienes tienen secreción pacientes con tumores bénignos como los carcinoides bron-
ectóp1ca de ACTH presentan un cáncer obvio, el primer quiales. Los pacientes con tumores residuales o metastá-
·paso es realizar un estudio de imagen por resonancia sicos deben tratarse primero con inhibidores de las
Figura 31-6. Localización de lesiones suprarrenales . TC de un adenoma suprarrenal izquierdo de 3 cm (flecha blanca)
anteriomedial al riñón izquierdo (K) . (Reproducida con autorizació.n de Korobkin MT et al : AJR 1979;132:231 .)

suprarrenales y, si esto fracasa, debe considerarse la supra- dolor abdominal semejante al de la pancreatttts (la
rrenalectomía bilateral. cual de hecho puede ocurrir) y debilidad extrema con
síndrome de supresión corticosuprarrenal. Por tanto, es
importante reducir gra.dualmente la sustitución del este-
C. Suprarrena/ectomía total bilateral mide durante el transcurso de varios días . El día de la
Está indicada en pacientes con síndrome de Cushing en los operación, se administran 200 mg de cortisol, luego se
que el tumor hipofisario no es resecable y en los que la reduce la dosis de manera gradual los días sucesivos
radioterapia y el tratamiento médico fracasan en el control ( 150, l 00 , 80, 60 y 40 mg) hasta llegar a una dosis de
del exceso de cortisol. La suprarrcnalectomía bilateral está sostén de 20 a 30 mg de cortisol combinados con O. 1 mg
también indicada en pacientes con síndrome de ACTH de fludrocortisona.
ectópico con hipercortisolismo que ponga en peligro su vida
y que no puedan controlarse con inhibidores de la secreción
suprarrenal. D. Adenoma y adenocarcinoma suprarrenal
Dependiendo del tamaño del tumor y la constitución corpo-
·· 4. Preparación preoperatoría: Puesto que la extirpación ral del paciente, la lesión podrá abordarse a través del flanco
de la fuente de excesiva producción de cortisol conduci- con resección de la undécima o duodécima costillas. Para
rá de manera inevitable a la insuficiencia suprarrenal tumores mayores o malignos, la incisión abdominal permite
temporal o permanente, es de máxima importancia ad- la exposición ideal de la masa y permite la exploración de la
ministrar cortisol antes de la operación y continuar el diseminación mctastásica. Se informa que la extracción de
tratamiento sustitutivo después de la intervención qui- tumores menores con cirugía laparoscópica es cada vez más
rúrgica para controlar la enfermedad de Addison . En el frecuente y puede reducir la morbilidad.
periodo posoperatorio, la dosis se disminuye en forma
gradual hasta que el enfermo puede controlarse median- 1. Preparación preoperatoria: Ésta es la misma que para
te la administración por vía oral. la hipcrplasia bilateral, debido a que con la extirpación
2. Estado posoperatorio: El paciente se siente moderada- de una suprarrenal y la atrofia invariable de la glándula
mente bien después de la extirpación de la fuente del contralateral, casi siempre se produce hipoadrenalismo
exceso de ACTH o suprarrenalectomía o mientras está inmediato.
recibiendo una dosis elevada de hidrocortisona mayor 2. Tratamiento posoperatorio y vigilancia: Debido a la
del gasto diario habitual aproximadarnente de 20 mili- atrofia de la suprarrenal contralateral, el tratamiento
gramos. Cuando la dosis se aproxima al gasto fisiológico posoperatorio sustitutivo deberá estimular el retomo de la
normal máximo , el paciente puede quejarse de náuseas, función de la glándula atrofiada. Se administra hidrocor-
Trastornos de las glándulas suprarrenales • 567

ti so na por vía oral a la dosis de 1O mg, tres veces/día, al la extirpación del tumor. La extirpación de un tumor supra-
principio; reduciéndola después de 2 a 3 semanas a . rrenal ofrece un excelente pronóstico y estos pacientes se
1Om g/día administrados a las 7 u 8 de la mañana. Quizá curan con suprarrenalectomía unilateral.
se necesite tratamiento de sustitución durante un mes a La evolución de los pacientes con carcinoma cortico-
dos años según el índice de recuperación de la glándula suprarrenal es mala. El fármaco antineoplásico mitotano
residual. Rara vez es necesario el tratamiento compk- (o,p 1 -DDD; Lysodren) en dosis de hasta 30 g al día por vía
mentario con sodio porque la suprarrenal atrófica suele oral reduce los signos y síntomas de! síndrome de Cushing,
producir suficiente aldosterona. En general, los pa- pero alarga muy poco o nada la esperanza de vida; la náusea
cientes con carc1noma corticosuprarrenal no se curan secundaria en general es muy molesta. La radioterapia y la
con la cirugía y requieren tratamiento adicional. quimioterapia no son de utilidad en estos pacientes.

E Tratamiento médico
No es un método efectivo para inhibir la secreción de ACTH; SÍNDROMES ANDRÓGENOS
sin embargo, la hipersecreción de las suprarrenales puede SUPRARRENALES
controlarse en muchos pacientes con inhibidores de la se-
creción suprarrenal del cortisol. El tratamiento médico está
Estos trastornos son más comunes en la mujer. Puede ob-
indicado en pacientes que no pueden someterse a cirugía
(por ejemplo, por debilidad o infarto a) miocardio reciente) servarse la hiperplasia suprarrenal congénita bilateral y
o en aquéllos en los que la resección de la hipófisis, tumor los tumores tanto benignos como malignos. Todos repre-
sentan una concentración excesiva o anormal de andróge-
ectópico o suprarrenal no tuvo éxito. 1

nos. Como contraste con el síndrome de Cushing que es


A la fecha, el ketoconazol es el tratamiento de elección;
catabólico de proteínas, los síndromes androgénicos son
bloquea la secreción de cortisol porque inhibe P450cll y
intensamente anabólicos. En los pacientes no tratados y, en
P450scc. La dosis total es 800 a 1600 mg/día dividida en
ambos sexos, por lo genera!, hay notoria recesión de la línea
dos dosis. Los efectos secundarios son: insuficiencia supra-
de implantación del cabello, crecimiento de la barba, desa-
rrenal, pruebas funcionales hepáticas anormales y hepato-
rrollo excesivo del pelo púbico y sexual. En el varón habrá
toxicidad en algunos pacientes.
crecimiento del pene, habitualmente con atrofia de los
La metirapona puede usarse sola o en adición al keto-
testículos; en la mujer (figura 31-7) ocurre el crecimiento
conazol si éste, por sí solo, no tiene éxito para normalizar
del clítoris, con atrofia de las glándulas mamarias y ameno-
las concentraciones de cortísol. La dosis habitual es de 1 a
rrea. Hay aumento de las masas musculares y disminución
4 g al día dividida en cuatro dosis.
en el contenido de grasa, produciendo una figura robusta
La aminoglutetimída y el trilostano tambtén inhiben
la secreción suprarrenal, pero se usan poco en la actuali-
dad. Retroceso del nac1miento
El mitotano (o,p'-DDD) es tanto un inhibidor de la de la línea del cabello,
secreción suprarrenal como un citotóxico que daña las
células corticosuprarrenalcs. Se usa casi ~xclusivamente en
pacientes con carcinoma corticosuprarrenal, en quienes
ayuda a reducir la hipersecreción de cortisol. La dosis
habitual es de 6 a 12 g/día dividida en 3 a 4 dosis. En
alrededor del 70% de los pacientes se logra una reducción
en la secreción de esteroides y en el 35% se logra una
reducción del tamaño del tumor; sin embargo, no hay evi-
dencia convincente de que c1 medicamento prolongue la Escudo masculino
de d istnbución
esperanza de vida. Ocurren efectos colaterales en el80% de del pelo
los pacientes, los cuales incluyen náusea, vómito, diarrea,
depresión y somnolencia.

Pronóstico

El tratamiento del hipercortisolismo conduce a la desapari-


ción de los sintomas y de muchos signos en el transcurso de
días a semanas; pero la osteoporosís aparece con carácter
de irreversible en los adultos, en tanto que la hipertensión y
la diabetes a menudo se atenúan. La enfermedad de Cushing
que se trata con adenomectomía hipofisaria tiene un exce-
lente pronóstico a corto plazo y el seguimiento a largo plazo
muestra un índice de reincidencia de alrededor del 1O por Figura 31-7. Características clínicas de una paciente con
ciento. En general, los pacientes con síndrome de ACTH viri!ismo completo por padecer el síndrome adrenogenital.
ectópico y tumores malignos tienen mal pronóstico; pues (Reproducida con autorización de Forsham PH: The adrenal
casi siempre fallecen algunos meses después del diagnósti- cortex . En: Textbook of Endrocrinology, 4a. Ed. Williams RH
co. Los pacientes con lesiones benignas pueden curarse con [editor]. Saunders, 1968.)
pero elegante. La voz se vuelve más grave, en particular en los glucocorticoides ni los esteroides sexuales se producen
mujeres; esta situación es irrevers1ble, pues se debe a engro- en cantidades adecuadas. En raras ocasiones hay seudohcr-
samiento de la laringe. En ambos sexos, puede haber au- mafroditismo masculino. Una característica importante es
mento de la agresividad sexual física y de la libido. la hipertensión secundaria al exceso de mineralocorticoides,
en particular 11-desoxicorticosterona.
El bloqueo de P450cll con falta de ll-hídroxibsa
1. HIPERPLASIA ANDRÓGENA SUPRARRENAL evita ,¡a formación de cortisol y corticosterona y por tanto
CONGÉNITA BILATERAL lleva a la sobreproducción de andrógenos suprarrenales y
11-desoxicorticosterona. Los pacientes en general tienen
las manifestaciones clínicas de un ligero exceso de andró-
Fisiopatología genos con hipertensión e hipopotascmía.
El bloqueo de P450aldo origina la incapacidad para
Un defecto congénito en ciertas enzimas suprarrenales da producir aldostcrona en la zona glomerulosa; estos pacien-
lugar a la producción de esteroidcs anormales, lo que causa tes cursan con deficiencia aislada de mineralocorticoidcs
seudohermafroditismo en las mujeres y macrogcnitoso- con hipotensión e hipopotasemia.
mía en los varones. El defecto cnzimático se relaciona con El aumento de la androgcnicidad se manifiesta por
exceso en la reproducción de andrógenos in utaro. En hirsutismo y amenorrea y rara vez se desarrolla después de
mujeres, las estructuras que se derivan de los conductos la pubertad ; por sí sola lleva a virilización en la edad adulta.
müllerianos (es decir, ovarios, útero y vagina) se oesarro- Estos pacientes tienen formas leves de hipcrphsia suprarre-
llan de manera normal, pero el exceso de anqrógenos nal congénita de aparición tardía.
ejerce un efecto masculinizante en el seno y el tubérculo
genital, por lo que la vagina se conecta con la uretra·, la
que a su vez se abre en la base del clítorcis que está Cuadro clínico
agrandado. Los labios de la vagina a menudo qtán hlper-
trofiados. El aspecto externo es el de un hipospadias
grave con criptorqtudia. A. Síntomas y signos
En la niña recién nacida, el aspecto de los genitales externos
La corteza suprarrenal secreta la mayor parte de los
se parece a la hipospadia intensa con criptorquidia. El
esteroides anabólicos que provocan grados diversos de de-
lactante masculino puede aparecer bastante normal al naci-
ficiencia de cortisol , dependiendo de la naturaleza del blo-
miento. Mientras más temprano se exponga el feto al exceso
queo enzimático. Esto aumenta la secreción de ACTH, la
de andrógenos durante la vida intrauterina, más notorias
cual provoca hipcrplasia de ambas cortezas suprarrenales.
serán las anomalías.
Estas cortezas continúan secretando grandes cantidades de
En las pacientes no tratadas, el hirsutismo, e] exceso
cstcroidcs androgénicos, anz¡.bólicos o hipertensivos inapro-
de masa muscular y finalmente la amenorrea constituyen la
piados. La ausencia o reducción de la concentración tisular
habitual de diferentes enzimas participa en el bloqueo de las regla. El desarrollo de las glándulas mamarias es defectuo-
so. En los varones, el crecimiento del falo es excesivo. A
vías metabólicas de la síntcsís en las suprarrenales.
menudo, los testículos están atróficos debido a la inhibición
El bloqueo de P450scc lleva a una hipcrplasia supra-
de las secreción de gonadotrop\na por la cantidad elevada de
rrenal lipoide congénita rara con ausencia completa de
andrógenos. En raras ocasiones, los restos corticosuprarre-
producción de cualquier hormona estcroidea; el lactante
nales hiperp!ásicos en los testículos Jos vuelven firmes y
muere a temprana edad a menos que se de tratamiento
grandes. En la mayoría de los enfermos, hay aspermia
completo de sustitución de por vida.
después de la pubertad.
El bloqueo de la enzima 3~-hidroxideshidrogena­
Tanto en varones como en mujeres con hipcrplasia
sa/isom.erasa impide la formación de progesterona, aldos-
androgénica, al principio hay aumento de la tasa de creci-
tcrona y cortisol. La dehidroepiandrostcrooa (DHEA) se
miento de manera que son más altos que sus compañeros.
_produce en exceso. Este síndrome poco frecuente se carac-
A los 9 o 1Oaños aproximadamente, la fusión prematura de
~riza por insuficiencia suprarrenal y seudohennafroditis-
las epífisis causada por el exceso de andrógenos provoca la
mo masculino y mujeres que muestran desarrollo sexual
terminación del crecimiento de manera que estos pacientes
anormal con hirsutismo.
serán de estatura corta cuando sean adultos. En ambos
El bloqueo de P450c2 t, que es la causa más frecuente
sexos, hay aumento de la agresividad y de la libido, lo cual
de hipcrplasia suprarrenal congénita, impide la transforma-
en particular en algunos muchachos da lugar a problemas
ción de 17cx-hidroxiprogesterona en cortisol. Esta deficlen-
sociales y disciplinarios.
cia habitual ocurre de dos maneras: la variedad con pérdida
de sal, con aldosterona ausente o baja, y el tipo más frecuen-
te en el que no hay pérdida de sal. Los lactantes cursan con B. Resultados de laboratorio
insuficiencia suprarrenal y genitales ambigüos; los 111ños Las concentraciones urínanas de 17-cetostcroidcs son ma-
mayores desarrollan pubertad seudoprecoz y crecimiento yores de Jo normal según el sexo y la edad; en plasma se
acelerado con madurez esquelética. encuentran elevadas las concentraciones de andostenedio-
El bloqueo de P450cl7 con falta de 17-hidroxilasa na, DHEA, DHEA-S y testosterona. La concentración plas-
ocurre sobre todo en mujeres y puede no d~scubrirse sino mática de ACTH también está elevada y en pacientes con el
hasta la edad adulta. Los hallazgos incluyen concentracio- defecto más frecuente (es decir, deficiencia de 21-hidroxi-
nes de cortisol bajas con concentraciones elevadas de lasa), la 17cx-hidroxiprogesterona plasmática está muy ele-
ACTH, amenorrea primaria e infantilismo sexual, ya que ni vada. Los estudios cromosómicos son normales.
9. Rayos X también hipersecreta otras hormonas (por ejemplo, cortisol
Estos muestran la aceleractón de la edad ósea. o J 1-desoxicorticosterona) y, por tanto, la manifestación
clínica es variable. Las pacientes presentan exceso de an-
D. TC drógenos, en cantidad suficiente para producir virilización;
Ésta en general muestra hipertrofia de las suprarrenales. muchas de estas pacientes también t1enen síndrome de
Cushing y exceso de mineralocorticoides (hipertensión e
E. Evaluación uro/ógica hipopotasemia). En hombres adultos, el exceso de andróge-
Está indicada para definir anomalías anatómicas . nos puede no causar manifestaciones clínicas y en ellos el
diagnóstico puede retrasarse hasta que haya dolor o una
Diagnóstico diferencial masa abdominal. Estos pacientes también pueden presentar
síndrome de Cushing y exceso de mineralocorticoides.
Numerosas anomalías congénitas que afectan el desarrollo El tumor puede localizarse con una TC, la cual también
de los genitales externos se parecen al síndrome andrógeno define la extensión de la diseminación tumoral (figura
suprarrenal. Éstas incluyen: 1) hipospadías intenso con 31-6). Al momento del diagnóstico son habituales la inva-
criptorquidia, 2) seudohermafroditismo femenino del tipo sión local y la diseminación distante a hígado y pulmones.
no suprarrenal (causado por la administración de andróge- El tratamiento primario es la extirpación quirúrgica del
nos o progestágenos durante el embarazo), 3) seudoherma- tumor suprarrenal; sin embargo , la curación quirúrgica es
froditismo masculino y 4) verdadero hermafroditismo. rara. Estos pacientes deben tratarse después con mltotano y
Estos niños no muestran anomalías hormonales y la edad otros inhibidores suprarrenales tal como se discutió antes
ósea y la maduración no están aceleradas. en la sección de síndrome de Cushing.
El adenocarcinoma es un tumor con un grado a1to de
Tratamiento malignidad que hace metástasis a hígado, pulmones y cere-
bro. Las determinaciones sucesivas de 17-cetosteroides
Es imperativo'haccr el diagnóstico oportuno. El tratamiento urinarios corno marcador tumoral revelan si la resección fue
de la causa subyacente es médico, con el objetivo de supri- completa y la presencia o desarrollo posterior de metás-
mir la secreción excesiva de ACTH, lo que disminuye tasis; la hiperandrogenicidad se combate con 30 g de mi-
el exceso de androgenicidad. Esto se realiza por reemplazo totano (o,p'-000; Lysodrcn) al día por vía oral. Por
suprarrenal con cortisol o prednisona en dosis suficientes desgracia, este fármaco sólo detiene el crecimiento del
para suprimir la producción de andrógenos suprarrenales y tumor por un tiempo .
con ello evitar la virilización y el rápido crecimiento esque-
lético. En pacientes con deficiencia de míncralocorticoides,
se requiere fludrocortisona (0.05 a 0.3 mg, según la grave- SÍNDROME HIPERTENSIVO
dad y la edad) junto con una buena íngesta de sal para HIPOPOTASÉMICO
estabilizar la presión arterial y el peso corporal. (ALDOSTERONISMO PRIMARIO)
Después de la purbertad y mediante tratamiento qui-
rúrgico, la abertura vaginal puede separarse de la uretra y La producción excesiva de aldosterona debida, la mayoría
abrirse en la posición normal sobre el perineo. La adminis- de las veces, a un aldostcronoma o a hiperplasia nodular
tración juiciosa de estrógenos o pastillas anticonceptivas bilateral espontánea de la zona glomerulosa de la corteza
feminiza la figura en seudo hermafroditas y mejora la psique suprarrenal, origina una combinación de hipertensión, hi-
de manera considerable. popotasemia, nicturia y poliuria. Otras causas más raras que
dan lugar a estos signos son el carcinoma corticosuprarrenal
Pronóstico productor de aldosterona; el síndrome de exceso de ACTH
curable con glucocorticoides y el aldosteronismo indeter-
Cuando el trastorno se reconoce oportunamente y la supre- minado que en parte parece deberse a un adenoma o hiper-
sión de \a ACTH se inicia aun antes de la reparación quirúr- plasia. La cifra baja de potasio en el suero puede provocar
gica de la anomalía genital, el pronóstico para el crecimiento debilidad muscular con colapso estando el paciente total-
lineal normal y el desarrollo es excelente. La demora para mente consciente e hipotensión postura] debida a parálisis
establecer el tratamiento, en forma inevitable, dará lugar a de los barorreceptores, que conduce a síncope. Puede pre-
retraso en el desarrollo y propensión a enfermedades coro- sentarse un síndrome semejante a la diabetes insípida nefró-
narias, con muerte temprana debida a infarto miocárdico. En gena como resultado del dail.o reversible a los túbulos
algunas scudohermafroditas, la menstruación se inicia des- colectores renales. La alcalosis puede producir tetanización.
pués del tratamiento y puede presentarse embarazo y parto
cuando las anomalías anatómicas son mínimas o se repara- Fis iopato log ía
ron mediante cirugía. ·
La aldosterona en exceso, que actúa sobre la mayor parte de
las membranas celulares del cuerpo, produce cambios ca-
2. TUMORES CORTICOSUPRARRENALES racterísticos en el túbulo distal del riñón y el intestino
delgado lo cual conduce a pérdida de potasio por la orina
Los tumores corticosuprarrenales productores de andróge- con aumento de la resorción del sodio y de la secreción de
nos con frecuencia son carcinomas; sin embargo, algunos iones hidrógeno. Esto resulta en la disminución del potasio,
son adenomas benignos. La mayoría de los carcinomas alcalosis metabólica, aumento en la concentración del sodio
plasmático e hipervo lemia. La disminución del potasio afec- B. Datos de laboratorio
ta a !os barorrcceptorcs, de manera que el descenso en !a Antes de practicar las pruebas más adelante enumeradas, se
presión arteria! no provoca taquicardia refleja. Con la reduc- deberá evaluar si la paciente está tomando o no anticoncep-
ción de la cifra del potasio en e! suero, disminuye !a capa- tivos por vía oral o algún otro tipo de estrógenos, ya que
cidad de concentración del riñón y !os túbu!os ya no éstos pueden aumentar la cifra de renina y angiotensina y,
responden a la administración de vasopresina con una reab- por tanto, la cifra de aldosterona, elevando la presión arterial
sorción intensa de agua. Finalmente aumenta la intolerancia en forma artificial. Es imperativa la supresión de estos
a los carbohidratos, por alteración de la liberación de insu- medicamentos por una semana. Deben suspenderse los diu-
lina secundaria a la disminución de potasio, en aproximada- réticos, ya que disminuyen la volemia e inducen aldostero-
mente el 50% de los pacientes. nisroo secundario e hipopotasemia. De la misma manera, si
La renina plasmática y, en forma secundaria, la angio- el paciente sigue una dieta restringida en sal, la aldosterona
tensina del plasma se encuentran deprimidas debido al está alta de manera normal.
exceso de aldosterona, quizá como resultado de la expan- Antes de medir los electrólitos del suero, el paciente
sión del volumen de sangre (figura 3 l--8 ). Al princi pío de recibirá una dosis de carga de 6 g de sal cuando menos
la producción de aldosterona en exceso, puede haber hiper- durante dos días. Esto proporcionará sodio intercambiable
tensión con una cifra normal de potasio en el suero. Poste- en el tú bulo distal, permitiendo que el potasio se intercambie
riormente desciende la cifra de potasio, lo cual sugiere el con el sodio, mostrando claramente la cjfra baja de potasio
diagnóstico. en suero y el desequilibrio electrolítico. Después, el
potasio sérico también deberá aumentarse debido a que una
cifra muy baja de este ion puede disminuir artificialmente
Cuadro clínico la tasa de secreción de aldosterona.
En el verdadero exceso de aldosterona, el sodio sérico
A. Síntomas y signos está un poco elevado al igual que el C02, mientras el potasio
En tanto que el adenoma predomina en las mujeres, la sérico está muy bajo, es decir, 3 mcq/L o menos. Las
híperplasia nodular bilateral de las suprarrenales ocurre determinaciones de las cifras de potasio en orina y suero
primordialmente en los varones jóvenes. Son comunes los mientras el paciente está recibiendo reposición adecuada de
dolores de cabeza, la nicturia está invariablemente presente sodio, proporciona una prueba de selección. Se considera
y ocurren raros episodios de parálisis con cifras muy bajas que existe pérdida de potasio cuando la cifra del potasio
de potasio en el suero. El entumecimiento y el hormigueo de unnario es mayor de 30 mcq/L/24 horas y el valor del
las extremidades están relacionados con la alcalosis, la cual potasio sérico es bajo (3 meq/L o menos).
puede conducir a tetanización. La hipertensión es de grado El diagnóstico definitivo se basa en la demostración de
variable en cuanto a intensidad, una cifra elevada de aldosterona en plasma u orina. Antes
El examen oftalmoscópico habitualmente muestra va- de medir la aldostcrona, se saturará al paciente con sal
sos normales inconsistentes con el grado de hipertensión. A (6 g/día) para evitar la disminución en el volumen del plas-
menos que haya insuficiencia cardiaca aguda, no habrá ma la cual, por sí sola, eleva la cifra de aldosterona. En
edema. El signo de Chvostek es a menudo positivo. presencia del hiperaldostcronismo, la aldostcrona urinaria
es mayor de 1O )lg/día después de la supresión con acetato
de desoxicorticosterona o fludrocortisona.
ALDOSTERONA

1
Suorarrena~ '
~uprarrenal
C. Localizacíón
La TC es el procedimiento inicial y localiza alrededor del
90% de los adenomas (figura 31-9). Si éstos no se observan,

Enferme~
a~cm::,::asteconoma
la determinación de aldosterona y cortisol en la vena supra-
rrenal diferencia de manera correcta los adenomas de la
hiperplasia en prácticamente todos los casos.
renovascul 1
1
1
Diagnóstico diferencial

El hiperaldosteronismo secundario puede acompañar a la


Riñón
hipertensión renovascular. Un ruido abdominal sugiere este
trastorno desde un inicio. Éste también se acompaña de
alcalosis hipopotasémica. La diferenciación requiere la
RENINA + ANGIOTENSINÓGENO
valoración del volumen sanguíneo y del sodio sérico. En
el aldosteronismo primario, ambos tienden a estar aumen-
Figura 31-8. La relación angíotens1na-aldosterona en un tados. En el aldosteronismo secundario, ambos pueden
enfermo con aldosteronoma e hipertensión debida a vascu- estar bajos.
lopatía renal. (Reproducida con autorización de Forsham PH: La hipertensión esencial no causa cambios en el patrón
The adrenal cortex. En: Textbook of Endocrinology, 4a. ed. de electrólitos. Las pruebas definitivas para hiperaldostero-
Williams RH [editor]. Saunders, 1968.) nismo muestran resultados negativos.
nodular bilateral no es accesible al tratamiento quirúrgico y
los resultados son sólo regulares con terapéutica médica.

ENFERMEDADES DE LA MÉDULA
SUPRARR ENAL

FEOCROMOCITOMA

Éste es un tumor derivado de la cresta neural y constituye


uno de los síndromes hipertensivos curables mediante tra-
tamiento quirúrgico. No hay predilección por algún sexo. El
fcocromocitom a representa poco menos del 1% de pa-
cientes con hipertensión , pero es fácilmente reconocible si
se tiene la posibilidad en mente. Generalmente ocurre en
forma espontánea; pero puede ser una enfermedad familiar
1'1~
1 l1 _'í: 1 ' 11·¡·~'. 1 f' 11m·
' 1 ¡[1 '- ¡, 1 . 1·_1
1. ¡¡·!1 1 111 '1 1j 1 'v¡.1 •¡r: ' lllf.
1 !
conocida como neoplasia endocrina múltiple tipo 2, que se
, MJ1R;·; 1 ~ r·, ¡¡r~
1

1 : 'i 1 ; 4i : S¡ hereda con carácter autosómico dominante. Hasta en el 5%


!¡"í¡'"i
1 -~ - -~- , ~J J ! '; l-· . -;-1' 1! 1 i ¡ -¡ ·, 1
-· ~ ·- : ··-, ,' de los enfermos, el feocromocitom a ocurre como parte de
t r - . .. - - j • t •. ¡ ... J ·t - J - t • ' :. un síndrome pluriglandular que incluye el carcinoma medu-
¡ __1 UC li f.)t1 UTu l¡ _ _ ___ / lar del tiroides, hiperparatiroid ismo (adenoma o hiperplasia)
Figura 31-9. Un a!dosteronoma clásico color amaríllo cana- y neuromas de la mucosa bucal con displasia neuroectodér-
rio relacionado con el síndrome de hipertensión, hiperpota- mica. El tumor es bilateral o extrasuprarren al en el 5% de
semia y alcalosis. Nótese el tamaño relativamente pequeño los casos en los adultos y en un porcentaje aún mayor en los
de este tumor en comparación con otros tipos de neoplasia niños .
co rticosu p ra rren a l.
Cuadro clínico
Tratamiento
A. Síntomas y signos
A. Aldosteronoma La hipertensión es sitólica y diastólica. El aspecto de los
Si la localización del tumor se ha establecido, sólo se tendrá vasos retinianos al examen oftalmoscópico es proporcional
que extirpar dicha suprarrenal. Una incisión sobre el flanco a la gravedad de la hipertensión y a la duración de la
con resección de la undécima o duodécima costillas propor- enfermedad. La hipertensión puede ser permanente y no
cionará una buena exposictón . Es interesante recordar que distinguirse de la elevación ordinaria de la presión arterial,
dos terceras partes de los adenomas se hallan en la supra- o paroxística que se presenta por lapso variable y después
rrenal izquierda. Prácticamente nunca son bilaterales. retorna a las cifras normales . Dichos ataques habitualmente
se desencadenan por mecanismos de diversas clases; por
ejemplo, desajustes emocionales o el pujar durante la defe-
B. Hiperplasia nodular bilateral cación.
La mayoría de los expertos no recomiendan la resección de
ambas suprarrenales, ya que el descenso en la presión El dolor de cabeza constituye una queja frecuente y es
proporcional a la gravedad de la hipertensión . El aumento
arterial es por lo general sólo temporal y el dcsequillbrio
de la sud ación sin causa justificada, como el ejercicio o el
electrolítico puede continuar. Se recomienda el tratamiento
calor ambiental, se parece al fenómeno observado durante
médico.
la menopausia y puede estar acompañado por rubor o pali-
dez. La taquicardia con palpitaciones ocurre primordial-
C. Tratamiento médico mente como consecuencia del exceso de adrenalina en lugar
Si la intervención quirúrgica debe de ser pospuesta o la
de noradrenalina. La hipotensión postural es un hallazgo
hipertensiÓn es leve en uoa persona senil, o si la hiperplasia
frecuente, en parte como resultado de la disminución del
bilateral es la causa, se puede tratar con medicamentos
volumen plasmático y del bloqueo ganglionar de vías pre-
usando espironolacton a (Aldactone), 25 a 50 mg, por vía
soras normales por el exceso de catecolaminas.
oral cuatro veces al día.
Puede ocurrir una debilidad profunda después de un
ataque de hipertensión. Es común la pérdida de peso, en
Pronóstico parte debida a la anorexia que resulta de la hiperglucemia y
de la elevación de la cifra de ácidos grasos; la primera
Después de la extirpación de una suprarrenal adenomatosa, provocada por elevación de la glucogcnólisis y la segunda
el 70% de los pacientes se vuelven normotensos y el 50% por el aumento de la lipólisis inducida por cifras altas de
muestran cierto descenso de la hipertensión. La hiperplasia catccolam in as.
572 • Urología general de Smith (Capítulo 31)

Se presenta disminución de la motilidad gastrointestinal, Cuadro 31-1. Cifra de catecolam1nas en


provocando náuseas y vómitos , especialmente en niños, orina y plasma*
además de estreñimiento. Este efecto constituye una con-
secuencia farmacológica directa del exceso de catecolaminas Orina
circulantes. Son frecuentes los episodios de inestabilidad Noradrcna!ína: 1Oa 100 ).lg/24 horas
psíquica que casi culminan en histerismo y quizá sean debidos Adrenalina: Hasta 20 !lg/24 horas
al aumento de la concentración encefálica de catecolaminas Normetanefrina y rnetanefrina: < 1.5 mg/24 horas
y otros neurotransmisores; aunque las catecolaminas circulan- Ácido vainillilmandélico (AVM): 2 a 9 mg/24 horas
tes, a diferencia de algunos de sus precursores, penetran la Plasma
barrera hematoencefálica sólo en grado limitado. Noradrenalina: 100 a 200 pg/mL
En el 5% de los pacientes que tiene enfermedad neu- Adrenalina: 30 a 50 pg/mL
roectodérmica concurrente, se encuentran manchas de color
• los valores aquí enumerados representan el promedio de los límites
café con leche con contornos lisos ("costa de California" ) normales, los cuales varían con cada laboratorio.
más que anfractuosos ("costa de Maine") que sólo ocurren
en la displasia fibrosa de hueso. En la enfermedad
ncuroectodérmica rara vez coexisten la telangiectasia y la
afección cerebelosa. útiles que la medicjón del ácido vainillilmandélico
En algunos pacientes, el tumor es palpable. Aun si no (AYM), ya que más del 80% de los pacientes tiene
es palpable, la presión sobre el sitio del tumor puede causar valores elevados en más de dos veces . La medición
exacerbación de la hipertensión. Por tanto, en un tumor simultánea de catccolaminas urinarias y de metanefrinas
sumergido en la vej íga, habrá elevación de la presión arterial o AVM pone de maní fiesta valores elevados en práctica-
con la micción (Fianig¡m y cols., 1980). · mente todos los pacientes con feocromocitoma; si ambos
valores son mayores de dos veces la cifra normal, el
feocromocitoma es muy probable. Las elevaciones por
B. Diagnóstico bioquímico positivas falsas ocurren hasta en el 10% de los pacientes
La elección de las pruebas bioquímicas y si conviene medir
hipertensos; sin embargo, el aumento en general está por
los valores· en orina y plasma es aún controvertida; sin
abajo del 50% y en determinaciones seriadas suele ser
embargo, ciertos principios son claros: 1) la detección por
normal. Los pacientes con síntomas o hipertensión epi-
rutina en la población hipertensa no es recomendable a
sódicos deben estudiarse mediante colección de orina
causa de la baja incidencia de feocromocitoma (alrededor
más breve, pues los estudios en 24 h son normales.
de 0.1% ); 2) sin importar las pruebas elegidas, la metodo-
2. Catecolaminas plasmáticas: Cuando se determinan
logía específica es esencial, por lo que debe elegirse entre
cromatografía líquida de alta resolución (CLAR), radioin- con métodos específicos, dichas hormonas están eleva-
munoanálisis y análisis radioenzimáticos. Los métodos ca- das en la mayoría de los pacientes con feocromocitoma ;
lorimétricos o fluorométr1cos antiguos aún se usan en varios sin embargo, la frecuencia de las positivas falsas limita
laboratorios y deben evitarse porque son frecuentes las la utilidad diagnóstica de esta prueba. De los pacientes
interferencias medicamentosas y dietéticas; 3) los pacientes con feocromocitoma e hipertensión sostenida, el 85%
con feocromocitoma que tienen hipertensión sostenida sue- tiene valores de catecolaminas plasmáticas superiores a
len presentar una elevación franca de las catecolaminas o 2000 ng/L. Sin embargo, cuando se incluyen pacientes
sus metabolitos tanto en orina como en plasma. Más dcl80% con hipertensión paroxística, sólo el 75% tiene valores
de estos pacientes tiene valores urinarios dos veces mayo- por arriba de 2000 ng/L. Es habitual que se obtengan
res de lo normal y las catecolaminas plasmáticas totales valores entre 600 y 2000 ng/L en pacientes con estrés o
(adren afina+ noradrenalina) están por arriba de 2000 ng/L. ansiosos sin feocromocitoma. Esto es en especial cierto
Concentraciones de esta magnitud son muy raras en pacien- si las muestras se obtienen con venopunción sin la colo-
tes sin feocromocitoma excepto en enfermedades agudas cación previa de un catéter IV con el paciente en decúbito
\ mayores; 4) Jos pacientes con sólo hipertensión episódica dorsal desde 30 minutos antes. Aun así, las mediciones
pueden tener concentraciones normales de catecolaminas en de cateco1aminas plasmáticas tienen una función impor-
plasma, al igual que los valores en orina de 24 horas. La tante porque las concentraciones muy elevadas durante
evaluación de estos pacientes debe dirigirse a obtener cate-
calaminas plasmáticas durante un episodio o determinar los
valores de orina según el tiempo de la recolección (por Cuadro 31-2. Mediciones en orina de 24 horas
ejemplo, 2 a 4 h) a partir del inicio del episodio; 5) la en pacientes con feocromocitoma *
supresión o las pruebas de estimulación no se recomiendan
Normal Elevación Elevación
excepto en los pocos casos en los que el diagnóstico no 1 a 2X >2XNo.
No.(%)
puede establecerse con los procedimientos de rutina. No.(%) (%)

l. Mediciones urinarias: Las determinaciones en orina VMA (n = 384) 41 ( 11) 86 (22) 257 (67)
son el procedimiento diagnóstico tradicional. En el cua- MN(n=27l) 12 (5) 33(12) 226 (83)
dro 31-1 se muestran los valores normales y en el cuadro
UFC(n=319) 14 (4) 30 ( 1O) 275 (86)
31-2 se resumen los resultados 'dc las se~ies recientes de
pacientes con feocromocitoma. Estos datos sugieren que "' Rei rnprcso con autorización de Stcin PP, Black HR: A simpl 1fied diagnostíc
las mediciones de metanefrinas o catecolarninas son más approach lo phcocromocytoma. Medicine 1990;70:76.
Trastornos de las glándulas suprarrenales • 57 3

un ep1sodio paroxístico pueden ser diagnósticas; de ma-


nera contraria, el hallazgo de valores normales durante
episodios de hipertensiÓn grave prácticamente excluyen
el diagnóstico.

Localización del tumor

Los feocromocitomas son intraabdominales en el 9R% de


los casos y de éstos, el 90% son intrasuprarrenales ( 10% son
bilaterales, en especial en síndromes familiares). Los feo-
cromocitomas extrasupraucnalcs casi siempre están en el
abdomen y se localizan a lo largo de la cadena simpática en
las úreas periaórt1cas y en la bifurcación de la aorta. Los
tumores también pueden crecer en la vejiga. Los feocromo-
citomas extraabdommales se presentan en mediastino pos-
terior y rara vez en corazón, pericardio o cuello. Los tumores
menores de 2 cm de diámetro son raros y la mayoría es
mayor de 3 cm (figura 31 - 10). Por tanto, la gran mayoría
de los fcocromocitomas son mayores del limite inferior de
resolución de las técnicas de imagen actuales.

A. TC
En la actualidad, la TC es el procedimiento de imagen de
elección; con la tecnología moderna se demuestran todo::;
los tumores intraabdominales, así como la mayoría de los
extrasuprarrenales. Los tumores pequeños en abdomen,
pelvis y tórax pueden ser menos aparentes por las estructu-
ii l i lj í iii_JIIIIj!l i·· i· ·l l l lilli f.i )lii :i i :ll l
ras circundantes. La TC no es útil para determinar si una ~TRIC 1i SYSHM 2' ¡ 3l 4i

r,
1
masa suprarrenal es un feocromocitoma (es decir, si la masa í 1 r : · ! r 1 : ;_--1 ¡-J ~ 'l_·¡
suprarrenal se encuentra por casualidad o las determinacio-
nes de catecolaminas son erróneas, la masa suprarrenal !_
•· ~-• ..........- • . ~J_;_l . .
ur
.V
H r'W',T(' - 1
'· t-' V
i _. •
r- r _r_ : _1 1, :
L • '
, .L .¡ _Á .•

'-._) ___:_ Á~ ··-~-----·


'
~.,-
• ;

puede confundirse con un adenoma no funcional). En estos


casos puede recurrirse a IRM o a la técnica con metayodo-
Figura 31-1 O. Un feocromocitoma clásico de gran tamaño.
bencilguanidina (M 1BG, por sus siglas en inglés).
Su extirpación fue seguida por la remisión completa de la
hipe rte ns ión.
B.IRM
La precisión en la detección de fcocromocitoma con IRM
es tan buena como laque se obtiene con TC, pero el costo es localización de: 1) lesiones pequeñas, 2) lesiones extrasu-
mayor en la mayoría de las instituciones. La l RM tiene la rrarrcnalcs, 3) lesiones bilaterales, y 4) depósitos metastá-
ventaJa de que ofrece mayor especificidad diagnóstica por- sicos en pacientes con tumores malignos.
que las imágenes con volumen T2 o las gue se obtienen
mediante realce con gadolinio muestran mayor aumento en
la intensidad de la señal en el feocromocitoma (en compa- Estratégica diagnóstica
ración con el hígado) que en adenomas suprarrenales. Los
escusos datos disponibles sugieren que la IRM puede ser Los pacientes en los que hay una alta sospecha clínica y
superior que la TC en la localización de tumores extrasupra- aquéllos en los que las concentraciones de catccolaminas
rrenales. urinarias se elevan dos veces por arriba de lo normal deben
someterse a TC de suprarrenales. Si este estudio es positivo,
C. Detección con metayodobencilguanidina se establece el diagnóstico; el estudio con MIBG es lltil para
(MIBG) excluir enfermedad bilateral o metastásica. Si la prueba con
El estudio mediante radionúchdos con metayodobencilgua- MIBG confirma una lesión solitaria, se elige el acceso por
nidina ha adquirido una función importante en la localiza- un flanco para la resección quirúrgica. Si la TC de suprarre-
ción de fcocromocitomas. El compuesto se absorbe por nales es negativa, se realizan pruebas con MIBG o IRM de
feocromocitomas, ganglioncuromas, ncuroblastomas y tórax y abdomen para localizar el tumor. De esta manera es
otros tumores de la cresta neural, así corno por algunos casi seguro que se localizan todos los tumores.
carcinoidcs. Los estudios con M IBG son positivos en el 85 Si la sospecha clínica es baja y la concentración de
al 90% de los pacientes con feocromocitoma, lo que limita catecolaminas urinarias es normal, no se indican procedí-
su utilidad como procedimiento de detección, pero es muy Intentos de tmagen. Sin embargo, suele suceder que pacien-
útil ya que las positivas falsas son raras y un resultado tes de bajo riesgo según las manifestaciones clín ícas tengan
positivo en presencia de catccolaminas elevadas es diagnós- elevaciones leves y persistentes de las catecolaminas. En
tico. Además, el estudio con MIBG es de gran utilidad en la esta situación, un procedimiento de imagen suprarrenal
574 • Urología general de Smith (Capítulo 31)

negativo único debe bastar para terminar la valoración; pero ello, todos los pacientes deben someterse a un seguimiento
debe seguirse de cerca al paciente y revalorado según los para detectar reincidencias de manera temprana. Los pa-
resultados. cientes con enfermedad metastásica conocida se someten a
extracción quirúrgica de los tumores accesibles . El exceso
Tratamiento de catecolaminas se controla en la mayoría de los pacientes
con bloqueadores alfa, metirosina o ambos. A pesar de
A. Tratamiento preoperatorio reportes alentadores sobre la quimioterapia o tratamiento
Una vez que se establece el diagnóstico de feocromocitoma, con MIBG 111 , parece que sólo en una minoría de Jos pacien~
se prepara al paciente para "la cirugía y reducir la incidencta tes se presenta remisión persistente.
de complicaciones transopcratorias y de hipotensión poso-
peratoria. La mayor experiencia es con bloqueadores alfa de Pronóstico
acción prol~ngada como la fcnoxibenzamina, la cual se
relaciona con morbilidad y mortalidad quirúrgica mínimas. En general el pronóstico es bueno. Con el mejor conoci-
La dosis inicial es 1O mg dos veces al día; los pacientes miento de la enfermedad, los fallecimientos durante y des-
pueden requerir hospitalización para reposo en cama y pués de la operación son raros en la actuahdad. La presión
líquidos IV con lo que se corrige el agravamiento inicial de sanguínea cae a niveles normales en alrededor del 70% de
la hipotensión ortostática que ocurre en la mayoría de los los pacientes. En la mayoría de los restantes, la presión
pacientes. A partir de ahí, la dosis se aumenta cada 2 a 3 dí as arterial se mantiene elevada. En casos raros, los pacientes
durante varias semanas hasta que la presión arterial esté se agravan como consecuencia de los cambios vasculares
por debajo de, 160/90 mm Hg y no haya síntomas. Se usan secundarios que activaron varios sistemas vasopresores de
dosis de 100 a 200m g/día de manera rutinaria ~ sin embargo, manera irreversible. Aunque esta hipertensión persistente
no se dispone 'de datos que establezcan la superioriclad de puede ser controlada con terapéutica médica, es mejor pre-
estas dosi s. Dosis mayores de fenoxibenzamína no se rela- venir el problema mediante el diagnóstico inmediato y la
c)onan con mayor riesgo de hipotensión posoperatoria. En intervención quirúrgica.
general, los bloqueadores beta son innecesarios a menos que
se presenten taqui cardia y arritmias y esto ocurre, sobre
todo, en los pocos pacientes que presentan hipersecreción NEUROBLASTOMA
de adrenalina. La metirosina (alfa-metilparatirosina), inhi-
bidor de la síntesis de catecolaminas, es también útil en el El neuroblastoma (figura 31-11) se ongma en !a cresta
tratamiento prcopcratorio, si bien la experiencia actual es neural y, por tanto , puede desarrollarse a partir de cualquier
limitada. La dosis inicial es de 250 mg cada 6 h y pueden porción de la cadena simpática. La mayor parte se origina
requerirse dosis di arias totales de hasta 2 a 4 g. Basta un en el retroperitoneo y el 45% afectan las glándulas supra-
tratamiento prcoperatorio de 1 a 2 semanas para prevenir las rrenales. Estos últimos ofrecen el pronóstico más malo. En
complicaciones operatorias. La metirosina puede usarse los niños , el neuroblastoma es la tercera enfermedad neo-
junto con bloqueadores alfa. plásica más común después de la leucemia y los tumores del
En pocos casos se reporta tratamiento exitoso encéfalo. La mayor parte aparecen durante los primeros dos
con prozosin, bloqueadores de los canales de calcio y !abe- años y medio de vida; pero algunos pueden observarse hasta
tolo!. la sexta década de la vida, cuando parecen ser menos agresivos.
La mayoría de los pacientes tienen Jínfucitos que son citotóxi-
B. Cirugía cos a las células del neuroblastoma en el cultivo de tejidos.
Es el pilar del tratamiento para el feocromocitoma; se re- Gran parte de los familiares del enfermo muestran la misma
quiere control prcopcratorio adecuado de los síntomas y la reacción linfocítica. Se ha observado que mientras más
hipertensión con bloqueadores alfa o metirosína. Durante linfocitos se encuentran en la sangre periférica del enfermo
la operación, la hipertensión se controla con nítroprusiato o en el tumor, mejor es el pronóstico. Manci ni y cols. ( 1982)
y lo.s antiarrítrnicos se usan conforme se necesiten. Es esen- encontraron 24 ejemplos de más de un caso de neuroblasto-
cial la reposición adecuada de líquidos la cual, en conjunto ma en una familia. En cinco casos, se descubrieron tumores
con el tratamiento médico prcoperatorio, evita la hipoten- bilaterales en gemelos idénticos, lo que sugiere la naturaleza
sión posopcratoria. hereditaria de la enfermedad. Se han observado anomalías
Si la TC o la prueba con MIGB muestran una lesión del músculo y del corazón y una bemihipertrofia relacio-
suprarrenal solitaria en pacientes con enfermedad esporádi- nada con el neuroblastorna.
ca, se usa el acceso por un flanco . La enfermedad bilateral Ocurren las metástasis por la sangre y los linfáticos.
o maligna requiere un acceso transabdominal y si no es Los sitios comunes en los niños incluyen el cráneo y los
posible realizar la resección total, la disminución de la masa huesos largos, tos ganglios linfáticos regionales, el hígado
tumoral facilita el tratamiento médico subsecuente del ex- y los pulmones. La invasión local es común. En los lactantes,
ceso de catecolaminas . que gozan del meJor pronóstico, las metástasis generalmen-
te están limitadas a hígado y grasa subcutánea.
Feocromocitoma maligno En general, se acepta Ja siguiente clasificación de\
ncuroblastoma:
De manera tradicíonal, se considera que la incidencia de
maligntdad en los feocromocitomas va del 5 al 10%, si bien Elapa A: Tumores confinados a la estructura de
series recientes describen una incidencia mucho mayor. Por origen.
Etapa B: Tumores gue se extienden por continuidad
más allá del órgano ; pero sin atravesar la
línea media. Pueden estar afectados los gan-
glios linfáticos ipsolatcrales.
Etapa C: Tumores que se extienden por continuidad
más allá de la línea media. Pueden estar
afectados los ganglios linfáticos regionales.
Etapa 0: Enfermedad a distancia que afecta tejido
óseo , tejidos blandos y grupos de ganglios
linfáticos distantes .
Etapa E: Tumores locales en etapa A o B, pero con
metástasis a distancia.

Cuadro clínico

A. Síntomas
Por lo general los padres, el médico o el paciente detectan
una masa abdominal. Casi el 70% de los pacientes tienen
metástasis cuando se ven por primera vez. Los síntomas que
se relacionan con metástasis incluyen fiebre, malestar ge-
neral, dolor óseo, retraso en el desarrollo y estreiiimicnto o
diarrea.

B. Signos
Generalmente, se palpa una masa en el flanco y puede
incluso ser visible; a menudo se extiende a través de la línea
media. El tumor, por lo general, es nodular y está fijo, ya
que tiende a ser invasivo localmente. La prueba de las
metástasis puede ser notoria: proptosis ocular debido
Figura 31-11 . Neuroblastoma de la gándula suprarrenal.
a metástasis del cráneo, hígado nodular crecido o una masa
Radiografía simple de un niño de 7 años, que muestra una
en algún hueso. A menudo se halla hipertensión .
gran masa que ocupa el flanco izquierdo. La clasificación
p untiforme en la porción superior es clásica de 1neu rob lastoma.
C. Datos de laboratorio
Es com.ún la anemia. El análisis de orina y la función
renal son normales. Debido a que el 70% de los ncuro- sitiva para catccolaminas y los cultivos de tejido revelaron
blastomas elaboran noradrenalína y adrenalina, ácido vai- crecimiento neurítico ; Jos tumores pequeños de células re-
nillilmandélico (AVM) y ácido homovainíllico (AHV), se dondas no respondieron.
deben determinar los valores de tales sustancias.
Las determinaciones seriadas de estas substancias du-
rante el tratamiento definitivo se pueden utilizar como mar- D. Rayos X
cadores tumorales . Un regreso a las concentraciones La radiografía simple puede mostrar una masa y desplaza-
normales es alentador, si bien un aumento en éstas sugiere miento de los riñones u otros órganos. La TC se usa para
tumor residual o progresivo . La aspiración de médula ósea definir el tamaño del tumor, la invasión vascular (por ejem-
puede revelar células tumorales. plo, de la vena cava), la diseminación tumoral local y las
metástasis a distancia. Estudios adicionales incluyen TC de
Hann y cols. ( 1981) notaron una diferencia marcada en
el pronóstico de pacientes con enfermedad local avanzada tórax para determinar si hay metástasis a pulmón y un
rastreo óseo para determinar metástasis esquelética. Mu-
y metástasis diseminadas. La frecuencia de regresión es-
chos de estos tumores absorben 11J 1-M 1BG, por lo que esta
pontánea fue más alta cuando no había afcccjón ósea, no
sustancia puede usarse para clasificar la etapa de} tumor.
así en enfermos con metástasis óseas. Encontraron que casi
en todos los pacientes con metástasis óseas estaban elevados
los valores séricos de ferritina y eran normales en qu1cncs Diagnóstico diferencial
no las tenían. En ambos grupos también se estudió un factor
inhibidor de roseta E; se encontró en la mayoría de los El nefroblastoma (tumor de Wilms) también es una enfer-
enfennos con metástasis óseas, pero no en el otro grupo. Esta medad de la niñez. El urograma intravenoso muestra la
prueba parece tener cierto valor para juzgar el pronóstico. distorsión de !os cálices característica de un tumor renal
Rcynolds y cols . ( 1981) notaron cierta dificultad para intrínseco; no hay tal distorsión en el neuroblastoma, el cual
diferenciar algunos neuroblastomas tanto del sarcoma de sólo desplaza al riñón. Las catecolaminas urinarias son
Ewing, como de \~ leucemia linfoide aguda y el linfoma. normales con el tumor de Wilms; pero , por lo general, están
Desarrollaron una prueba rápida de fluorescencia de cate- elevadas en el neuroblastoma. La ultrasonografía y la TC
calaminas y cultivaron el teJido de las muestras de biopsia. son útiles para caracterizar la lesión y demostrar el origen
En los neuroblastomas, la prueba de fluorescencia fue po- renal.
576 • Urología general de Smith (Capz'tulo 31)

También puede haber hidronefrosis que se manifiesta eovin) y dacarbaeina. Antes había poco entusiasmo por la
como una masa en los flancos; pero generalmente, no es quimioterapia pero Lo pez, Karakousis y Rao ( 1980) trata-
nodular ni de consistencia dura. Es común la prueba de infec- ron cuatro adultos con quimioterapia después de la extirpa-
ción urinaria. La hidronefrosis a menudo resulta bilateral; en ción quirúrgica del tumor. El estudio posterior mostró
este caso la función renal está deprimida. madurez completa de la metástasis en uno de ellos. Evans y
La enfermedad renal poliquística, por lo general, se cols. ( 1980) observaron muy buenos resultados en niños que
presenta con masas palpables en ambos flancos. Se altera la tenían metástasis diseminadas (pero no a hueso).
función renal y los estudios de imagen establecen el diag-
nóstico. Pronóstico
La hemorragia suprarrenal neonatal puede confun-
dirse c9n neuroblastoma. Estos niños tienen una masa A 1rededor del 90<Yo de los pacientes que fallecen de la
palpable en el cuadrante superior, pueden desarrollar enfermedad, mueren en el transcurso de los 14 m eses pos-
ictericitl. y muestran incremento en la concentración séri- teriores a la iniciación del tratamiento. Los lactantes tienen
ca de biilrrubina y hematocrito bajo. La TC es muy útJ! el mejor pronóstico, su tasa de sobrevivientes a dos años se
para d€mostrar la naturaleza quística de la lesión. Los aproxima al60 por ciento. Y si el tumor es exclusivo del sitio
neuroblastomas causan la excreción de grandes cantida- primario, con o sin diseminación regional, la tasa de cura-
des de, catecolaminas (por ejemplo, AVM). ción es alrededor del 80 por ciento. En los nii'\os de dos años
o mayores, la tasa de curación es menor del 1O por ciento.
Tratamiento Cuando la enfermedad está diseminada, se obtienen pocas
curaciOnes.
Después de la extirpación qmrúrgica del tumor deberá En algunos lactantes, se observa maduración espontá-
admi\'Íistrarse radioterapia en el lecho tumoral. Cuando el nea del neuroblastoma a ganglioneuroma. Se piensa que tal
tumor es muy grande o se considera no extirpable, deberá vez la radioterapia o la quimioterapia pueden también reali-
admi'nistrarse radioterapia preoperatoria y después efectuar zar esto.
la e~tirpación quirúrgica. En caso de enfermedad disemina- En general, la determinación seriada de las catccola-
da, deberá administrarse quimioterapia. Los medicamentos minas urinarias tras el tratamiento indica la presencia de
úti!:es incluyen ciclofosfamida (Cytoxan), vincristina (On- tumor residual. •

REFERENCIAS
Generales Bloom LS, Libertino JA: Surgical management of Cushing's
syndromc. Urol Clin North Am 1989; l6:547.
Brcnnan MF: Adrcnocortical carcinoma. CA 1987;37:348.
Baxtcr JD, Tyrrcll JB: The adrcnal cortcx. Jn: Endocrinology nnd
Crapo L: Cushing's syndrome: A review of diagnostic tests. Meta-
Metabo/ism, 2nd cd. Fclig P ct al. (cditors). McGraw-Hill,
bolism 1979;28:955.
1987.
Dccker RA et al.: Eastern Cooperative Oncology Group Study
Doppman JL ct al.: DitTerentiation ofadrenal masses by magnetic
1879: Mitotane and Adriamycin in patients with advanced
rcsonancc imaging. Surgety 1987;102:1018.
Guz BV, Straffon RA, Novick AC: Operative approacl1cs to thc
adrcnocortical carcinoma. Surgety \991; ll 0:1006.
adrcnal gland. Uro/ C!in North A m 1989; 16:527. Doherty G M ct al.: Time to rccovcry of the hypothalamic pi tui-
James VHT (editor): The Adrenal Gland, 2nd cd. Raven Press, tary-adrenal axis after cura ti ve resection of adrenal tumors
1992. in paticnts with Cushing's syndromc. Surgery 1 990;
Libcrtin""o JA: Surgeryor adrcna1 disorders. Surg Cfin North Am IOS:IOR5.
1988;68: 1027. Dwyer AJ et al.: Pituita¡y adenomas in patients with Cushing's
NormanA~', Litwack G: Hormones. Academic Press, 1987. disease: lnitial expericnce with Gd-DTPA--cnhanccd MR
Orth DN, Kovacs WJ, OcBold CR: Thc adrena! cortcx. In: Wi!- ímagmg. Radiology 1987; 163:421.
1iams Texthook oj'Endocrino!ogy, 8th cd. Wilson JD. Fostcr Findling JW ct al.: Se1ective venous sampling for ACTJ-1 in
DW (edttors). Saunders, 1992. Cushing 's syndromc. Ann Jntern Med 1981 ;94:647.
Ross NS, A ron DC: Hormonal cvaluation of thc paticnt with an Flack MR ct al.: Urine free cortisol in the high-dose dexanlctha-
incidentally discovercd adrenal mass. N Engl J Med 1990; sone supprcssion test for the ditlcrential diagnosis of thc
323:1401. Cushing syndrome. Ann l/1/ern Med 1992; 116:211.
Freídbcrg SR: Transsphenoidal pituitary surgery in thc trcatment
of patients with Cushing's disease. Uro/ C/in North Am
Síndrome de Cushing y tumores 1989; 16:589.
coriicos up rarrenales Grus .JR, Nelson DH: ACTH-producing pituitary tumors. Endo
crinol Metah Cfin North Am 1991:20:319.
Atkinson AB: Thc treatmcnt ofCushing's syndrome C!Jn Endocri- Hampcr UM et al.: Primary adrenocortical carcinoma: Sono~
no! 1991 ;34:507. raphic evaluation with clinical and pathologic corrclatwn
Aron DC, FindJing JW, Tyrrell JB: Cushing's disease. Endocrino/ 26 r<~tients. Am .J Roentgenol l 987;148:915.
Metab Clin Norlh Am 1987;16:705. Howlctt TA et al.: Megavoltage pituitaty i rradiation in the rnanag
Bcncckc Retal.: Plasma leve! monitoring ofmitotane ( o,p' -DDD) mcnt of Cusl1mg's discasc and Nclson's syndrome: Lonf
and its mctabolite (o,p'-DDE) during 1ong-tcrm trcatmcnt of tcrm follow-up. C/in Endocrinol 1989;31:309.
Cushing's disease with low doses. Eur J Clin Pharmacol Hutter AM, Kayhoe DE: Adrenal cmiical carcinoma: Clinic
1991;41:259. fcatures of 138 paticnts. A m J Med 1966;41 :572.
32
Trastornos renales
Jack W McAnínch, MD

Un riñón puede estar ausente. En algunos casos, esto


ANOMALÍAS CONGÉNITAS se debe a que la yema uretral (del conducto de Wolff) no se
DE LOS RIÑONES desarrolló, o si desarrolló, no alcanzó los metanefros (riñón
adulto). Sin un sistema de drenaje, se atrofia la masa meta-
néfrica. El uréter falta en el lado del riñón no formado en el
50% de los casos, aunque puede encontrarse un conducto
lateral ciego (capítulo 2).
Las anomalías congénitas ocurren más frecuentemente en La agenesia renal no da síntomas; por accidente suele
el riñón que en cualquier otro órgano. Algunas de ellas encontrarse en una urografia. No es un diagnóstico fá-
no producen alteraciones; pero muchas (por ejemplo: la cil de establecer aunque no se encuentre en la inspec-
hipoplasia, los riñones poliquisticos) pueden producir ción de la vejiga el reborde ureteral ni se vean orificios,
alteraciones de la función renal. Se ha observado que un porque es posible que exista el riñón pero esté drenado por
niño con deformidad grande del oído externo acompañada un uréter con abertura ectópica (en uretra, vesículas se-
de desarrollo defectuoso ipsolateral de los huesos faciales, minales o vagina). Si es esencial hacer el diagnóstico
puede presentar una anomalía congénita del riñón (por definitivo, éste se establece por medio de: angiografía de
ejemplo: ectopia, hipoplasia) del mismo lado en que apa- flujo reducido, venografía renal, estudios con isótopos,
rece la deformidad. Se ha observado desplazamiento late- ultrasonografía y tomografía computadorizada (Cope y
ral de los pezones en relación con la hipoplasia renal Trickcy, 1982).
bilateral. Parece haber mayor frecuencia de infección, hidrone-
Asociada con escoliosis congénita y cifosis, se observa frosis y cálculos en el órgano contralateral. Otras anomalías
una frecuencia significativa de agenesia renal, ectopia, ro- congénitas concurrentes con este defecto incluyen, anoma-
tación defectuosa y duplicación. La agenesia unilateral, lías cardiacas, de la columna vertebral y anales , al igual que
hipoplasia y displasia se ven a menudo acompañadas de ano anomalías de huesos largos, manos y genitales.
imperforado arriba del elevador del mismo.
Para comprender mejor estas anomalías congénitas,
véase en el capítulo 2 el comentario sobre embriología y
desarrollo del riñón. HIPOPLASIA

Ésta significa riñón pequeño, La masa total renal se puede


dividir de una manera desigual; en este caso un riñón es
AGENESIA pequeño y el otro es correspondientemente mayor de lo
normal. Algunos de los riñones pequeños congénitos resul-
La agenesia renal bilateral es muy rara; no se han publicado tan ser displásicos en el examen anatomopatológico. La
más de 400 casos. Los niños no sobreviven. El trastorno no hipop)asia unilateral o bilateral se ha observado en niños
parece tener factores.predisponentes. Se sospecha antes del que sufren de síndrome alcohólico fetal, y se han reportado
nacimiento cuando hay oligohidramnios en un examen fetal anomalías renales en niños con exposición in utero a la
con ultrasonido. Suele haber hipoplasia pulmonar y defor- cocaína (Rosensteín, Wheeler y Hcid, 1990).
maciones faciales (cara de Potter). Por lo regular, la explo- Establecer la diferencia entre hipoplasia y atrofia ad-
ración ultrasonográfica establece el diagnóstico. quirida es difícil. La pielonefritis atrófica suele revelar

579
distorsión característica de los cálices. El reflujo vesicoure- Microscópican1ente, el parénquima renal se observa
teral en el lactante puede provocar un riñón enano aun "desorganizado". Los quistes tubulares y glomerulares pue-
faltando la infección. La estenosis de la arteria renal produce den observarse; estos elementos son de tipo fetal. A menudo
la disminución del volumen renal. se ven islotes de cartílago metaplásico. El común denomi-
Tales riñones tienen arterias renales pequeñas con nador parece ser la obstrucción durante la etapa fetal.
ramificaiones y se asocian con hipertensión, la cual me-
jora con ncfrcctomía. La venografía renal selectiva es útil
para diferenciar entre un riñón ausente congénitamente y RIÑONES POLIQUÍSTICOS DEL ADULTO
uno pequeño y no visualizado. Un efecto secundar)o
importante de la admín 1stracíón de cisplatino es el encogJ- El riñón poliquístico del adulto es un trastorno hereditario
micnto de los riñones puesto de manifiesto por estudios autosómico dominante y casi siempre bilateral (95% de los
en seri~ con radioisótopos . casos). La enfermedad del lactante es diferente de la obser-
vada en el adulto, aunque la literatura describe cuatro casos
de lactantes que tenían el tipo adulto. La pnmera constituye
RIÑONES SUPERNUMERARIOS un padecimiento rccesívo autosómico y la esperanza de vida
es corta en tanto que los enfermos diagnosticados en la
Es muy rara la presencia de un tercer riñón. La existencia vida adulta son dominantes autosómicos; los síntomas,
de cuatro riñones separados en un solo individuo, ha sido generalmente, no aparecen sino hasta después de los 40
informada una vez. Esta anomalía no debe confundirse con años. Pueden observarse también, asociados con ambas
la duplicación (o triplicación) de la pclvicilla en un riñón, formas, quistes del hígado, bazo y páncreas_ Los riñones son
lo cual no es raro (N'Gucssan y Stephens, 1983). mayores de lo normal y están sembrados con quistes de
diversos tamaños.

DISPLASIA Y RIÑÓN POLIQUÍSTICO Etiología y patogenia

La displasia renal presenta manifestaciones muy diversas. Las pruebas sugieren que los quistes aparecen debido a un
El riñón poliquístico del recién nacido casi siempre es defecto en el desarrollo de los túbulos colectores y urinífe-
unilateral, no hereditario y se caracteriza por una masa de ros, y en el mecanismo de su enlace_ Los túbulos secretorios
quistes irregularmente lobulada ; el uréter, generalmente, ciegos que se hallan conectados a glomérulos funcionantes,
está ausente o atrésico. Puede desarrollarse por enlace se vuelven quisticos. Conforme estos quistes se agrandan,
defectuoso de la nefrona y el sistema colector. Cuando más, comprimen el parénquima adyacente: lo destruyen por la
sólo se observan unos cuantos glomérulos y túbu!os em- isquemia y ocluyen los túbulos normales. El resultado es el
brionarios. El único dato es el descubrimiento de una masa daño funcional progresivo.
irregular en el flanco. Nada se observa en la urografía; pero
ocasionalmente puede observarse algo de líqUJdo radiopa- Anatomía patológica
co. Si el riñón quístico es crecido el otro, por lo general, es
normal. Sin embargo, cuando el órgano quístico es pequeño, Macroscópicamente, los riñones, por lo general, están muy
el riñón contralatcral puede ser anormal. La naturaleza agrandados y sus superficies sembradas de quistes de diver-
quística de !a lesión puede ser revelada por sonografía, y el sos tamaños (figura 32-J ). La superficie de corte muestra
diagnóstico puede establecerse in utero. Cuando el médico quistes repartidos por todo el parénquima. La calcificación
está seguro de haber hecho el diagnóstico adecuado, no es es rara. El líquido que contienen es generalmente ambarino,
necesario establecer tratamiento. En caso de haber alguna pero puede ser hemorrágico.
duda acerca del diagnóstico, se considera la nefrectomía Microscópicamente, el revestimiento de los quistes
como procedimiento de elección. Dimmick y cols. ( 1989) está formado por una sola capa de células. El parénquima
observaron camb1os ncoplásicos en la displasia renal poli- renal puede mostrar fibrosis peritubular y pruebas de infec-
. - quística. ción secundaria. Parece haber reducción en el número de Jos
m riñón poliquístico suele acompañarse de anomalías glomérulos, algunos de los cuales pueden estar hialinizados.
renales y ureterales contralaterales_ Uno de Jos problemas Una manifestación notoria en los adultos es el engrosamien-
comunes que se observan es la obstrucción de la unión to de las arteriolas renales.
urcteropélvíca contralateral. Se requiere valoración diag-
nó~tica de ambos riñones para establecer el estado total del Cuadro clínico
desarrollo anómalo.
También se observa la displasia del parénquima renal A. Síntomas
en relación con obstruccíón o reflujo urctcral, el cual pro- Puede presentarse dolor sobre uno o ambos riñones debido
bablemente ya estaba presente desde el principio del emba- al restiramiento de los pedículos vasculares por el peso de
razo. Es relativamente común manifestándose como una Jos riñones, dcbJdo a obstrucción o infección, o por hemo-
lesión renal segment tfla que afecta el polo superior de un rragia intraquística. No es raro que se presente hematuria
riñón duplicado en el cual el uréter está obstruido por tota! macroscópica o microscópica, la cual puede ser inten-
un urctcrocele congénito. Puede hallarse también en apara- sa, siendo poco clara su causa. S1 hay paso de coágulos
tos urinarios intensamente obstruidos por válvulas urctcra- sanguíneos o cálculos, puede haber cólicos. El enfermo
les posteriores; en este caso !a lesión puede ser bilateral. puede notar una masa abdominal.
mas con padecimiento políguístico renal tienen uremia
cuando se observan por primera vez.

D. Datos radiológicos
En una radiografía simple de abdomen, ambas sombras
renales se observan generalmente aumentadas, en ocasiones
hasta cmco veces su tamaño normal. Los riñones de más de
16 cm de longitud son sospechosos.
Los urogramas excretorios por infusión con to-
mografía son útiles para establecer el diagnóstico . La tomo-
grafía revela múltiples áreas de claridad que representan los
quistes. En la tomografia o urografía retrógrada, las ma-
sas renales habitualmente están agrandadas y la dispo-
sición de Jos cálices es muy grotesca (deformidad en
araña). Los cálices se encuentran ensanchados y aplanados,
agrandado~ y a menudo curvados, como si tendieran a
abrazar la periferia de los quistes adyacentes (figura
32-2). A menudo, las alteraciones son sólo ligeras o pueden
aun no existir en un lado, ocasionando que se haga el
diagnóstico de tumor del otro riñón .
Sí los quistes se infectan, la perínefritis puede oscure-
cer las sombras renales y aun la del psoas.
La cmgiografía revela acodamiento de pequeños vasos
alrededor de los quistes y las sombras "negativas" (avascu-
larcs) de estos últimos (figura 32-2).

E. Tomografía computadorizada
La TC es una excelente técnica no invasiva que utilizada para
establecer el diagnóstico de enfermedad poliquística. Los
Figura 32-1. Riñón políquistíco. Quistes múltiples situados múlt1ples quistes de pared delgada se llenan con el líquido
profundamente en el parénquima y en \a superficie . Nótese la y el gran tamaño del riiion hace a este método de ímagcno-
distorsión de los cálices por los quistes. logía muy exacto (95%) para el diagnóstico.

Comúnmente, la infección (escalofríos, f1ebre , dolot


F Estudios con isótopos
Las fo1obúsquedas (capítulo 9) revelan múltiples manchas
renal) sobreviene como complicación en los rii1ones poli-
"frias" avascu!ares en la sombra del riñón crecido.
quísttcos . En ocasiones, los síntomas de irritabilidad vesical
pueden ser las primeras molestias. Cuando sobreviene la
insuficiencia renal , se presentan dolores de cabeza, náuseas t;;. Uftrasonografía
Esta parece ser superior a la urografia excretora y al
y vómitos, debilidad y pérdida de peso.
estudio con isótopos en el diagnóstico de los trastornos
poliquísticos.
B. Signos
Generalmente pueden palparse uno o ambos riñones, los H. Exploración con instrumentos
cuales pueden dar la sensación de sernodulares. Si se hallan La cistoscopia puede mostrar pruebas de cistitis, en cuyo
infectados, pueden ser sensibles. En el óü al 70% de estos caso la orina contendrá elementos anormales. También se
enfermos se encuentra hipertensión; después, se observan puede notar hemorragia en un orificio uretcral. Rara vez se
signos de hipertrofia cardiaca. indica cateterización ureteral y urografía retrógrada.
Si los quistes se infectan o existe p)elonefritis, pued~
haber fiebre. En la etapa de uremia, pueden ser evidentes la
Diagnóstico diferencial
anemia y pérdida de peso. El examen del ojo puede mostrar
las alteraciones clásicas de hipertensión grave o moderada. La hidronefrosis bilateral (sobre la base de una obstrucción
uretera} congénita o adquirida) puede presentar masas bila-
C. Datos de laboratorio terales en los flancos y signos de deterioro de la. función
Puede existir anemia, causada por la pérdida de sangre o, renal; aunque la urografía y la ultrasonografía muestran
más comúnmente, por la depresión del tejido hemopoyético cambios muy diferentes a los que se encuentran en los
que acompaña a la uremia. Es la regla que existan proteinu- riñones poliquísticos.
ria y hematuria m1croscópica (si no es que macroscópica). Los tumores renales bilaterales son raros ; pero en la
En la orina común.mcntc se encuentran piocítos y bacterias. urografía pueden simular con gran perfección riñones po-
Hay pérdida progresiva del poder de concentración. liquísticos. Si uno de los riñones poliquísticos muestra poca
Las pruebas de depurac1ón muestran grados variables de o ninguna di.stor<;ÍÓn en la urografía, la diferenciación con
daño renal. Aproxnnadamentc la tercera parte de los cnfcr- un tumor unilateral puede ser bastante difícil. Sin embargo,
582 • Urología general de Smith (Capítulo 32)

Figura 32-2. Riñones poliquísticos. Arriba izquierda: Urografía excretora en un niño, que muestra elongación , ensancha-
miento y acodamiento de los cálices alrededor de los quistes. Buena función renal. Arriba derecha: Angiografía del riñón
derecho, que muestra sombras "negativas:· de quistes. Abajo izquierda: Angionefrotomografía que muestra los riñones
esencialmente de tamaño normal. Todos los infundíbulos del cáliz izquierdo y el infundíbulo superior del cáliz derecho están
ensanchados, sugiriendo riñones poliquísticos. Abajo derecha: Fase de nefrograma de la angiografía selectiva izquierda, la
cual muestra múltiples sombras negativas pequeñas que representan los quistes.
los tumores generalmente se hallan local1zados a una por- fuera de etiología a determinar. La hipertensión debe con-
ción del riñón, en tanto que los quistes se distribuyen de trolarse. Puede estar indicada la hemodiálisis.
modo difuso. En los casos de tumor unilateral , la función
renal total debe ser normal: pero generalmente se encuentra B. Cirugía
disminuida en un enfermo con padecimiento poliquístico No existen pruebas de que la extirpación o la descompresión
renal. En ocasiones, se necesita angíografía renal o tomo- de los quistes mejoren la función renal. Cuando se encuentra
grafía computadorizada para diferenciar entre ambas situa- un gran quiste comprimiendo la porción .supenor del uréter,
ciones (figura 32-2). Los fotogamagramas o la sonografía deberá resecarse o ser aspirado , ya que produce obstrucción
también pueden ser útiles para dicho propósito. que empeora la función renal. Cuando el grado de insufi-
En la enfermedad de von Hippei~Lindau (quiste ciencia renal se vuelve una amenaza para la vida, se deberá
angiomatoso cerebeloso, angiomatosis de la retina, tumores tomar en cuenta la aplicación de diálisis crónica o el tras-
o quistes del páncreas), se pueden desarrollar quistes múl- plante renal.
tiples o adenocarcinomas de ambos riñones . La urografía o
la nefrotomografía pueden sugerir un riñón poliquístico.
C. Tratamiento de las complicaciones
Con la presencia de otros estigmas se puede hacer el diag- La píelonefritis se deberá tratar intensamente para evítar
nóstico. La TC, angiografía, sonografía o fotogammagrafía mayor daño renal; la infección de los quistes requiere dre-
son definitivas. naje quirúrgico. El sangrado de algún riñón es tan grave que
La esclerosis tuberosa (convulsiones, retraso mental y sea posible el desangramiento, la nefrectomía o el embolis-
adenoma sebáceo) está tipificada por tumores hamartoma- mo del riñón o, de preferencia, del segmento arterial debe
tosos que a menudo afectan piel, encéfalo, retinas, huesos, considerarse como una medida para salvar la vida.
hígado, corazón y riñones (capítulo 21 ). Las lesiones renales Los padecimientos concomitantes (por ejemplo: tumo-
son habitualmente múltiples y bilaterales y desde el punto res, cálculos obstructivos) pueden requerir un tratamiento
de vista microscópico son angiomiolipomas. Las urografías quirúrgico defimtivo.
que se obtienen durante la etapa de uremia pueden sugerir
enfermedad políquística; la presencia de otros estigmas y el
Pronóstico
uso de TC o sonografía establecerán la diferencia.
Un quiste simple (véase sección siguiente) por lo regular
Cuando la enfermedad afecta a los niños, tiene un pronós-
es umlateral y único: !a función renal total debe ser normal.
tico muy malo . El grupo mayor de enfermos presenta signos
Las urografías con frecuencia muestran una lesión única
y síntomas clínicos después de !a edad de 35 a 40 años y tiene
(figura 32-3), mientras que la enfermedad del nñón poli-
un pronóstico un poco más favorable. Aunque hay amplias
quístico es bilateral y tiene múlt1ples defectos de llenado.
variaciones, estos enfermos generalmente no viven más de
5 a JO años después de que se hace el diagnóstico, a menos
Complicacion es que esté disponible la diálisis o se realice trasplante renal.

La pielonefritis, por razones que no son claras , es una


complicación frecuente de la enfermedad poliquística renal.
QUISTE SIMPLE (SOLITARIO)
Puede ser asintomática, con ausencia o muy escasos piocitos
en la orina. Los frotis teñidos o los cultivos cuantitativos
El quiste simple (figuras 32-3 y 32-4) del riñón es general-
establecen el diagnóstico. El gammagrama con citrato de mente unilateral y solitario; pero pueden ser múltiples,
galio-67 mostrará definitivamente los sitios de infección e
multiloculados y bilaterales. Difiere de Jos riñones poli-
incluso abscesos . quísticos, tanto clínica como patológicamente.
La infección de los quistes se acompaña de dolor e
hipersensibilidad sobre el riñón y fiebre. El diagnóst1co
diferencial entre infección de los quistes y pielonefritis
Etiología y patogenia
puede ser difícil; pero, una vez más, el gammagrama con
No está aclarado si los . quistes simples son congénitos o
galio resultará de utilidad.
adquiridos . Su origen puede ser semejante al de los riñones
En raras ocasiones, la hematuria macroscópica puede
pollquístícos; es decir, la diferencia puede ser sólo de grado.
ser tan intensa y persistente que ponga en pcl igro la vida.
Por otra parte, se han producido quistes simples en animales
ocasionando obstrucción tubular e isquemia local, lo que
Tratamiento sugiere que la lesión puede ser adquirida.
Conforme un quiste simple crece, comprime y, por
Con excepción de las complicaciones raras, el tratamiento tanto , destruye el parénquima renal , aunque rara vez la
es conservador y de sostén. cantidad de dicha destrucción es tan importante que dañe
la función (Roth y Robcrts, 1980). Un quiste solitario
A. Medidas generales puede colocarse en tal posición que comprime el uréter,
El paciente debe someterse a una dieta baja en proteínas lo que causa hidronefrosis progresiva y entonces una infec-
(0.5 a 0.75 glkg/día de proteínas) y líquidos forzados hasta ción puede complicar el cuadro.
3000 mL o más por día. La actlvidad física puede permitirse Feiner, Katz y Gallo ( 1981) observaron que la afección
dentro de límites rúonables, pero el ejercicio extremo está quística adquinda del riñón es un efecto común de la diálisis
contraindicado. Cuando el pacienle está en estado de insu- crónica. Kcsscl y Tynes ( J 981) comprobaron la regresión
ficiencia renal absoluta, se le debe tratar como si la uremia espontánea de quistes en dos casos.
1 1

c
LL-
-ifT
!1 1

Figura 32-3. Quiste simple . Arriba izquierda: Gran quiste que desplaza lateralmente el polo inferior. Arriba derecha: Corte
del riñón que muestra un gran quiste y varios pequeños. Abajo izquierda: Urografía excretora que muestra una masa de
tejidos blandos en el polo superior del riñón derecho. Alargamiento y distorsión de los cálices superiores por el quiste. Abajo
derecha: Nefrotomografía intravenosa que muestra un gran quiste en el polo renal superior, el cual distorsiona tos cálices
511períores y disloca la porción superior del riñón lateralmente.
Figura 32-4. Quiste renal izquierdo. Izquierda: El registro de TC muestra una masa homogénea de baja densidad (C) que
se origina en el borde anterior del riñón izquierdo, justo en la parte posterior de la cola del páncreas. La atenuación de la TC
fue semejante al valor de atenuación del agua, lo cual indica un quiste renal simple. Derecha: Después de la inyección
intravenosa de material de contraste, la masa no aumentó su valor de atenuación, añadiendo evidencia confirmatoria de su
naturaleza de quiste benigno._

Anatomía patológica sugerir la presencia de úlcera péptica o un padecimiento


vesicular. El enfermo puede descubrir una masa en su
Los quistes simples suelen afectar el polo inferior del abdomen, aunque los quistes de este tamaño son raros. Si el
riñón. Los que producen síntomas tienen un diámetro quiste llegara a infectarse, el paciente se quejará con fre-
promedio de 1O cm; pero unos pocos son lo bastante cuencia de dolor en el flanco, malestar y fiebre.
grandes para llenar todo el flanco. Generalmente contie-
nen un líquido ambarino claro. Sus paredes son bastante B. Signos
delgadas y los quistes tienen aspecto de "cúpula azula- La exploración física habitualmente es normal, aunque a
da". En ocasiones se observa calcificación en la pared del veces puede palparse o percutirse una masa en la región del
quiste. Aproximadamente el5% contienen líquido hemo- riñón. Puede notarse hipersensibilidad en el flanco si el
rrágico y posiblemente la mitad de éstos tienen cánceres quiste se llega a infectar.
papilares en su pared.
Los quistes simples son por lo general superficiales; C. Datos de laboratorio
pero pueden estar situados profundamente. Cuando un quis- El examen de orina generalmente es normal. La hematuria
te se localiza en Jo profundo del riñón, la pared del quiste microscópica es rara. Las pruebas de funcionamiento renal
está adyacente al revestimiento epitelial de la pelvicilla o los son normales, a menos que los quistes sean múltiples y
cálices, del cual sólo con gran dificultad puede separarse. bilaterales (raro). Aun cuando exista extensa destrucción en
Los quistes no comunican con la pelvicilla renal (figura un riñón, la hipertrofia compensadora del otro mantendrá
32-3). El examen microscópico de la pared del quiste normal la función total.
muestra fibrosis densa e hialinización, pudiendo observarse
áreas de calcificación. El tejido renal adyacente se halla
comprimido y fibrosado. Se han descrito varios casos de
D. Hallazgos ragiológícos
La expansión de una porción de la sombra renal o una masa
quistes simples en niños (Bartholomew y cols., 1980). Sin
sobrepuesta a ella, con frecuencia puede verse en una placa
embargo, los grandes quistes son raros en niños; en conse-
simple de abdomen. El eje del riñón puede ser anormal
cuencia, hay que descartar la presencia de cáncer.
debido a rotación por el peso o posición del quiste. A veces
Los quistes renales multiloculares pueden confun-
pueden verse estrías calcificadas en el borde de la masa.
dirse con un tumor en la urografía. La sonografía suele
Las orografías excretoras establecen el diagnóstico
establecer el diagnóstico (Banner, 1981 ). En ocasiones,
presuntivo de quiste. En la radiografía tomada 1 o 2 minutos
se requiere TC e IRM.
después de la infusión del líquido radiopaco, el parénquima
vascular adquiere color blanco mientras que el quiste ocu-
Cuadro clínico pante no, porque es avascular. Las series urográficas mues-
tran cambios compatibles con una masa. Uno o más cálices
A. Síntomas o !a pelviciiJa renal con frecuencia están ident<Jdos o incli-
No es rara la existencia de dolor en el flanco o la región nados alrededor del quiste, y a menudo están ensanchados
lumbar, habituaim~nte de carácter intermitente y sordo. Si o aplastados o incluso obliterados (figuras 32-3 y 32-5).
la hemorragia distiende súbitamente la pared del quiste, el Las radiografías oblicuas y laterales pueden resultar útiles. Si
dolor se puede presentar de modo abrupto y ser intenso. En una masa ocupa e1po Jo in feriar del riñón, la parte alta del uréttr
ocasiones, se notan síntomas gastrointestinales que pueden puede estar desplazada hacia la columna vertebral. El riñón
586 • Urología general de Smith (Capítulo 32)

Figura 32-5. Arriba izquierda: Urograma excretorio que muestra una masa lisa grande en el polo inferior del riñón izquierdo,
con distorsión de los cálices. Derecha: Quiste puncionado con instilación de líquido radiopaco. El quiste es de pared lisa. Se
inyecta yofendilato. Abajo izquierda: Urograma excretorio tres meses después. El yofendilato ocupa lo que queda del quiste
en el cáliz medio inferior (flecha). Urograma normal.

en sí puede estar rotado. El músculo psoas puede verse a pared del quiste es delgada; la del tumor no . En muchos
través del líquido radiotransparente del quiste. casos la TC puede sustituir a la punción del quiste, cuando
Si la urografia rutunaria no opaca de manera signi- se requiere diferenciar entre un quiste y un tumor.
ficativa al parénquima, se practicará ncfrotomografía por
infusión , aumentando el contraste entre el tejido vascular
renal y el quiste (figura 32-3). En ocasiones, algún tumor
f. Ultrasonografía renal
Esta es una técnica diagnóstica no ínvasora que en un
del parénquima renal puede ser relativamente avascu- porcentaje elevado de casos diferencia entre un quiste y una
lar, confundiéndose con quiste. En algunos enfermos, el masa sólida. Si los datos de la ultrasonografía también son
carcinoma puede crecer sobre la pared del quiste (Ambrose compatibles con quiste, puede introducirse una aguja en el
y cols., 1977; Jungberg y cols., 1990). Debido a estos fenó- mismo bajo control ultrasonográfico y aspirarse.
menos, se tomarán más precauciones en el diagnóstico
diferencial.
G. Rastreo por isótopos
Un rastreo rectilíneo delinea de manera clara la masa aunque
E. Tomografía computadorizada no establece la diferencia entre un quiste y un tumor. El
Esta parece ser el método más exacto para establecer la rastreo con tecnecio hecho con cámara, revela que la masa
diferencia entre quiste renal y tumor (figura 32--4). Los es efectivamente avascular (capítulo 9).
quistes tienen un valor de atenuación que se aproxima al
del agua, en tanto que la densidad del tumor es semejante a H. Aspiración transcutánea de quiste
la del parénquima renal. El parénquima se hace más denso con cístografía
con la inyección intravenosa de líquido radiopaco; pero el Si los estudios mencionados dejan alguna duda acerca de la
quiste no se afecta. La pared del quiste está muy bien diferenciación entre quiste y tumor, debe realizarse una
delineada y separada del parénquima renal; el tumor no. La aspiración (véase Tratamiento, página 588).
Trastornos renales • 587

Diagnóstico diferencial acompaña habitualmente de función renal alterada e hiper-


tensiÓn~ el quiste simple no .
El carcinoma del riñón también es ocupante; pero tiende a El ántrax renal es un padecimiento raro. Puede obte-
estar situado más profundamente en este órgano y produce, nerse el antecedente de una infección cutánea pocas sema-
por tanto, mayor distorsión de los cálices. La hematuria es nas antes del comienzo de la fiebre y del dolor localizado. Las
más común en los tumores y rara en los quistes. En la urografías pueden mostrar cambios similares a Jos que se
radiografía simple, si un tumor sólido se halla situado sobre encuentran en quistes y tumores, pero la silueta renal, así
el músculo psoas, el borde del míJsculo es borroso; sin como la punta del músculo psoas pueden estar oscurecidos
embargo, en el caso de un quiste, puede verse la sombra a debido a la perinefritís. El riñón puede estar fijo, como se
través de él. La existencia de metástasis (es decir, la pérdida puede demostrar comparando la posición del riñón en de-
de peso y de fuerza, la presencia de ganglios supraclavicu- cúbito y de pie. La angiografía demuestra lesiones avascu-
lares palpables y una radiografía de tórax que muestre lares. Un rastreo con galio-67 demuestra la naturaleza
nódulos metastásicos), la eritrocitosis, la hipercalcemia y la inflamatoria de la lesión, aunque un quiste sünple infectado
sedimentación acelerada sugieren cáncer. Sin embargo, puede tener una apariencia similar.
debe recordarse que la pared de un quiste simple puede La hidronefrosis puede presentar los mismos signos y
sufrir degenerac1ón cancerosa. Si la vena renal se halla síntomas que un qu1ste simple~ pero los urogramas son muy
ocluida por cáncer, las urografías excretoras se observan diferentes. Los quistes producen deformación de los cálices,
vagamente. Para establecer el diagnóstico diferencial, la en tanto que en \a hidroncfrosis hay dilatación de Jos cáli-
sonografía o la TC deberán ser casi definitivas. La angio- ces y la pelvicilla debido a obstrucción. La hidronefrosis
grafía o la nefrotomografía pueden revelar el "almacena- aguda o subaguda generalmente produce un dolor más
miento " del medio en un tumo_rmuy vascularizado, en tanto localizado debido al aumento de presión intrapélvica y
que la densidad en un quiste no se afecta (figura 32-6). Es tiende más a complicarse con infección.
prudente suponer que todas las lesiones renales ocupantes Un tumor extrarrenal (por ejemplo: un tumor suprarre-
espacio son cánceres hasta no probar lo contrario. nal , un sarcoma rctroperitoneal mixto) puede desplazar al
La enfermedad poliquística renal casi siempre es bila- riñón; pero rara vez invade y deforma \os cálices.
teral, como lo muestra la urografía (figura 32-2). En este Si un quiste equinocócíco renal no comun1ca con la
padecimiento, la regla es que exista distorsión difusa de la pelvicilla, puede ser difícil de diferenciar de un quiste
pelvicilla y los cálices. El quiste simple es generalmente solitario, pues no se encontrarán escóleces o ganchos en la
solitario y unilateral. La enfermedad políquística renal se orina. A menudo, la pared de un quiste hidatídico revela calci-

Figura 32-6. Diagnóstico de quiste renal simple. Izquierda: Urografía excretora que muestra desplazamiento lateral
e inferior y distorsión del cáliz superior del riñón derecho. Diagnóstico diferencial: Quiste versus tumor. Derecha: El mismo
paciente. Angiografía femoral selectiva que muestra una masa completamente avascular clásica de quiste.
588 • Urologla generql de Smith (Capitulo 32)

ficación en las radiografías (figura {4-5). La prueba de del quiste era muy baja. En consecuencia, con frecuencia se
sensibilidad cutánea (Casoní) para el quiste hidatídico pue- requiere drenaje transcutáneo. La extirpación quirúrgica de
de ser de utilidad. la porción extrarrenal de la pared del quiste y el drenaje son
curativos cuando el drenaje transcutáneo falla.
Complicaciones (raras) Si existe hidronefrosis, la extirpación del quiste alivia-
rá la obstrucción ureteral.
La infección espontánea en un quiste simple es rara; pero, La p1elonefritis en el riñón afectado debe sugerir
cuando ocurre, es difícil diferenciarla del ántrax . A veces estasis urinaria, consecutiva a un drenaje urctcral alterado.
ocu(re hemorragia dentro del qu1ste. Si es súbita, ocasiona La extirpación del quiste y el consiguiente alivio de la
intenso dolor. La hemorragia se puede originar en un carci- presión retrógrada urinaria harán más eficaz la terapéutica
noma que exista, como complicación, en la pared del quiste. antimicrobiana.
Si un quiste del polo inferior comprime el uréter, se puede
producir hidronefrosis. Ésta por sí misma puede causar Pronóstico
dolor por presión retrógrada de la orina en la pelvicil!a. Esta
obstrucción puede llegar a producir una infección renal. Un quiste simple puede ser diagnosticado con gran preci-
sión por medio de la sonografía y la TC. Se recomienda una
Tratamiento sonografía anual, como mélodo de seguimiento para cam-
bios de tamaño, configuración y consistencia interna del
quiste. Puede hacerse TC si las modificaciones sugieren
A. Medidas específicas
1. Si no se logra establecer el diagnóstico definitivo con la carcinoma y a continuación una aspiración, si es necesario,
urografía excretora, nefrotomografía, sonografía y TC, para establecer el diagnóstico. La mayor parte de los quistes
puede ser necesaria una angíografía renal; sin embargo, causan pocas dificultades.
la aspiración transcutánea del quiste quizá deba ser el
siguiente paso. Esto puede realizarse bajo control ya sea
con tluoroscopia o sonografía (Gross, 1979). La recupe- FUSIÓN RENAL
ración de líquido claro constituye un signo estimulante;
pero el líquido deberá someterse a examen cito\ógico. Aproximadamente 1 de cada 1000 individuos tiene algún
Su contenido de grasa debe calcularse. El aumento de la tipo de fusión renal, siendo la más CQmún el riñón en
misma es compatible con un tumor. Luego de drenar el herradura. La rnasa renal fusionada casi siempre contiene
quiste y reemplazar el líquido del mismo con material de dos sistemas excretores y, por tanto, dos uréteres. El tejido
contraste, se toman radiografías en diversas posiciones renal puede hallarse situado en porciones iguales entre los
para demostrar que la pared del quiste está lisa y que no dos flancos, o toda la masa puede estar en un l_ado. Aun en
hay excrecencias que pudieran representar un tumor. este último caso, los dos uréteres se abren en sus sitios
Antes de extraer el líquido radiopaco, se instilan 3 mL apropiados en la vejiga.
de yofendilato (Pantopaquc) en la cavidad. Esto dismi-
nuirá las posibilidades de que vuelva a acumularse liqui- Etiologia y patogenia
do (figura 32-5). Wcttlaufer y Modarelli, ( J 978) y Bean
(1981 ), recomiendan inyectar ctar.ol al 95% en un quiste Parece ser que esta fusión de los dos mctanefros ocurre en
que se ha vaciado; con este método, se observó una una etapa precoz del desarrollo embriológico, cuando los
recidiva en 29 pacientes. Si sólo se utiliza aspiración riñones están colocados abajo en la pelvis. Por esta razón,
simple, la mayor parte de los quistes volverán a llenarse. rara vez ascienden a la posición alta que habitualmente
Si la aspiración contuviera sangre, debe pensar- toman los riñones normales. Pueden aun permanecer en la
se en una exploración quirúrgica, debido a que hay pelvis. En tales circunstancias, dicho riñón puede recibir su
muchas probabilidades de que el crecimiento sea ncgo de muchos vasos sanguíneos de esta área (por ejemplo:
canceroso. de la aorta, de los vasos iliacos).
2. Cuando el diagnóstico puede establecerse claramente, En pacientes con ectopia y fusión, el 78% tienen
deberá considerarse la posibilidad de dejarlo, pues es anomalías extraurológicas y el 65% mostrarán otros de-
raro que un quiste perjudique al riñón. fectos genitourinarios.
3. Cuando el diagnóstico todavía es dudoso, deberá consi-
derarse la exploración quirúrgica. Ambrose y cols. Anatomía patológica (figura 32-7)
( 1977) prefieren la exploración en la mayoría de los
casos diagnosticados como quistes. De los 55 casos que Debido a que las masas renales se fusionan pronto, la
exploraron, cinco comprobaron ser cáncer (9%). Por lo rotación normal no puede ocurrir y, por tanto, cada pelvicilla
general, sólo se extirpó la porción extrarrenal del quiste. queda situada sobre la superficie anterior de su órgano. Es
La nefrcctomía puede estar indicada cuando el riñón así como el uréter debe cabalgar sobre e1 istmo del riñón en
sufre un daño importante, pero esto es raro. herradura o atravesar la cara anterior del riñón fusionado.
Debido a esto o a la obstrucción de uno o más vasos
B. Tratamiento de las complic.aciones sanguíneos aberrantes, se puede producir cierto grado de
Si se infecta el quiste, debe instituirse terapéutica antími- compresión ureteral. La frecuencia de hidronefrosis y, por
crobiana intensiva, aunque Muthcr y Bennet ( 1980) encon- tanto, de infección es elevada. El reflujo vesicoureteral se
traron que la concentración del antimicrobiano en el líquido observa con frecuencia asociado con la fusión.
Trastornos renales • 589

Figura 32-7. Fusión renal. Arriba izquierda: Ectopia renal cruzada con fusión. La masa renal yace en el flanco izquierdo. El
uréter derecho debe cruzar sobre la línea media. Arriba derecha: Ejemplo de riñón "sigmoide". Abajo izquierda: Riñón en
herradura, la pelvicilla está en la parte anterior. Nótese la arteria aberrante que obstruye el uréter izquierdo; posición baja de
la masa renal. Abajo derecha: Riñón pélvico. La pelvicilla está colocada anteriormente. Nótese la distribución sanguínea
aberrante.
En el riñón en herradura, el istmo generalmente une los vaciarse en la vejiga en el sitio apropiado (figuras 32-7
polos inferiores de cada riñón y cada masa renal que da y 32-8).
situada más abajo de lo normal. Los ejes de estas masas son 3. Un ríí)ón como "pastel" o en "bulto" puede estar
verticales; en tanto que Jos ejes de los riftoncs nonnales situado en la pelvis (riñón pélvico fusionado); pero de
son oblicuos con respecto a la columna vertebra!, porque nuevo sus uréteres y pelvícillas serán evidentes (fi-
ellos están situados a Jo largo de los bordes del músculo guras 32-7 y 32--8). Este quizá comprima la parte
psoas. superior de la vejiga.
En raras ocasiones, las dos masas néfricas se fusionan
en una sola que cont1ene dos pelvicillas y dos uréteres. La Las TC aclara el contorno de la masa renal, pero rara vez es
masa puede estar colocada en la línea media para abrirse en necesaria para el diagnóstico. Con el riñón pélvico fusiona-
la vejiga en el sitio apropiado (ectopia renal cruzada con do o uno situado en el flanco, la radiografía simple tomada
fusión). con los catéteres ureterales da lugar a la primera insinuación
de\ diagnóstico. La urografía retrógrada muestra la posi-
Cuadro clínico ción de la pelvicilla y demuestra cambios compatibles con
mfección u obstrucción (figura 32-9). El rastreo renal deli-
A. Síntomas nea la masa renal y su contorno (capítulo 9), como lo hace
La mayoría de los enfermos con riñones fusionados no la sonografía.
presentan síntomas. Algunos, sin embargo, tienen obstruc-
ción ureteral. Pueden presentarse síntoma." gastrointestinales Diagnóstico diferencial
(reflejo renodigestivo) que remedan úlcera péptíca, cole\i-
tiasis o apendicitis. Si hay obstrucción ureteral y aparecen Los riñones separados que no hacen la rotación normal,
hidronefrosis o cálculos, es probable que ocurra infección. pueden confundirse con el riñón en herradura. Yacen a lo
largo de los bordes de los músculos psoas, en tanto que los
B. Sígnos polos de un riñón en herradura son paralelos a la columna
La exploración física generalmente es negativa, a menos que vertebral y sus polos inferiores están colocados sobre Jos
pueda palparse una masa renal situada anormalmente. En músculos psoas. Los cálices en la región del istmo del riñón
personas con riñones en herradura, puede ser posible palpar en herradura apuntan hacia la línea media y están situados
una masa sobre las porciones bajas de la columna vertebral cerca de la columna vertebral.
lumbar (el istmo). En los casos de ectopia cruzada, puede El diagnóstico del riñón fusionado o protuberante pue-
palparse una masa en el flanco o en la región inferior del de ser erróneo en la urografía excretora si uno de sus uréteres
abdomen. está muy obstruido, de manera que una porción del riñón,
pelvicilla y uréter no se visualizan. La urografía de infusión
C. Datos de laboratorio o !os urogramas retrógrados, muestran ambas vías excreto-
El examen de orína es normal a menos que exista infección. ras en la masa renal.
La función renal es normal a no ser que haya un padecimiento
coexistente en cada una de las masas renales fusionadas.
Complicaciones
D. Datos radiológicos
En el caso de rii1ón en herradura, los ejes de los dos riñones, Los riñones fusionados suelen presentar obstrucción urete-
si éstos son visibles en una placa simple, son paralelos a la ral debido a la elevada frecuencia de vasos renales aberran-
columna vertebral. A veces puede identificarse el istmo. La tes y a la necesidad de que uno o ambos uréteres hagan un
radiografía simple puede también revelar una masa grande arco alrededor o sobre el tejido renal. Por tanto, son comunes
de tejidos blandos en un flanco, pero no mostrar la sombra la hidronefrosis, los cálculos y la infección.
renal del otro lado (figuras 32--8). Un gran riñón fusionado que ocupa la concavidad del
Si el parénquima renal ha mantenido un buen fun- sacro puede ocasionar distocta.
cionamiento, los urogramas excretores establecerán el diag-
nóstico. El aumento en la densidad del parénquima renal Tratamiento
puede hacer que su posición o configuración sea más
clara. Los urogramas también visualizan las pelvicillas y Ningún tratamiento es necesario a menos que exista obstruc-
uréteres. ción o infección. El drenaje del riñón en herradura puede
mejorarse dividiendo su istmo. Si un polo del riñón en
l. En el riñón en herradura, la pelvicilla renal está situada herradura está muy dañado, puede requerir extirpación qui-
en la cara anterior de su respectiva masa renal, en tanto rúrgica.
que el riñón normal tiene su pelvicilla colocada por
dentro de él. La clave más vallosa para el diagnóstico del
riñón en herradura es la presencia de cálíces en la re- Pronóstico
gión del polo inferior que apuntan hacia la línea media
y quedan colocados medial al uréter .(figuras 32-7 y En la mayor parte de los casos, el pronóstico es excelente.
32-8). Si existe obstrucción ureteral o infecciÓn, el drenaje renal
2. La ectopia cruzada con fusión muestra dos pelvicillas y debe mejorarse por medios quirúrgicos, de modo que la
dos uréteres. Un uréter debe cruzar la línea media para terapéutica antimicrobiana sea eficaz.
Trastornos renales • 591

Figura 32-8. Fusión renal. Arriba izquierda: Urografía excretora que muestra masas renales fusionadas en el lado derecho.
Ambos riñones son normales. Ectopia renal cruzada . Arriba derecha: Urografía retrógrada que muestra riñón pélvico . Abajo
izquierda: Urografíá excretora que muestra riñón en herradura con expansión del lado izquierdo de! istmo y compresión de
la porción baja izquierda del sistema de cálices. Abajo derecha: Angiografía en el mismo paciente. Masa hipervascular en el
lado izquierdo del istmo, típica de adenocarcinoma .
Figura 32-9. Ectopia renal. Arriba izquiérda: Urografía excretora que muestra ectopia congénita del riñón derecho. Arriba
derecha: Urografía retrógrada que muestra ectopia renal cruzada. En esta placa , no pudo hacerse la diferenciación entre fusión
y no fusión. Abajo: Riñón izquierdo ectópico en e! tórax .
Trastornos renales • 593

RIÑÓN ECTÓPICO Los únicos síntomas son los que se onginan por la
infección y la formación de cálculos. El diagnóstico se hace
Los riñones ectópico.s congénitos generalmente no produ- basándose en los urogramas excretores (figura 32-1 0). La
cen sin tomas, a menos que aparezcan complicaciones, como pelvicilla y los cálices son normales; pero se observan
obstrucción ureteral o infección. dilatados los túbulos (rayados) al lado de éstos; muchos de
los túbulos dilatados contienen masas redondas de material
Ectopia simple radiopaco (la dilatación quística). Cuando se presentan
cálculos, la radiografía simple de abdomen los mostrará
La ectopia congénita simple, con frecuencia se refiere a un como pequeñas masas redondas, localizadas en la regiones
riñón bajo, que no ascendió normalmente. Puede estar piramidales. poco más allá de los cálices. Frecuentemente,
situado so~re el borde de la pelvis o dentro de la misma. los urogramas retrógrados oo muestran lesión, a menos
Rara vez puede encontrarse en e! tórax (figura 32-9) que la entrada de los conductos colectores se encuentre
(Kirshenba·Jm, Puri y Rao, 1981). Recibe su riego de los ampliamente dilatada.
vasos adyacentes y su uréter es corto. Suele estar sujeto a El diagnóstico diferencial incluye tuberculosis, ne-
obstrucción ureteral e infección, lo que puede ocasionar crosis papilar cicatrizada y nefrocalcinosis . Generalmen-
dolor o fiebre. A veces, tal riñón puede ser palpable, condu- te, la tuberculosis es unilateral y la urografía muestra
ciendo a menudo a un diagnóstico presuntivo erróneo (por ulceración de Jos cálices; se observan bacilos tubercu-
ejemplo, cáncer del intestino, absceso apendicular). losos en el estudio bacteriológico. La necrosis papilar
La urografía excretora (figura 32-9) revela la verdade- puede complicarse por la calcificación en la etapa de
ra posición del riñón. La hidronefrosis, si está presente, es cicatrización; pero se puede distinguir por la defor-
evidente. No hay redundancia del uréter, como se ve en los mación clásica de los cálices, la presencia de infección
casos de nefroptosis o ectopia aélquirida (por ejemplo, des- y, generalmente, por la deficiencia de la función renal
plazamiento por un gran tumor suprarrenal). (figuras 13-5 y 13-6). La calcificación tubular y paren-
La obstrucción y la infección pueden ocurrir como quimatosa observada en la ncfrocalcinosis es más difusa que
compiicaciones de la ectopia simple y deben tratarse por los en la cspongiosis renal (figura 16-7); se pueden observar
medios apropiados. síntomas y signos de hiperparatiroidism o primario o de
acidosis tubular renal.
Ectopia cruzada sin fusión No existe tratamiento para la espongiosis medular
renal. La terapéutica se orienta hacia las complicaciones
En este trastorno, el riñón se halla situado en el lado opuesto del (por ejemplo, píelonefritis y cálculos renales). Sólo un bajo
cuerpo; pero no está adherido a su compañero, que se halla porcentaje de personas que padecen cspongiosis renal pre-
normalmente colocado. A menos que se observen dos som- sentan complicaciones. El pronóstico en general es bueno.
bras renales claras, puede ser difícil diferenciar este padeci- Algunos enfermos pueden expulsar cálculos pequeños oca-
miento de la ectopia cruzada con fusión (figura 32-7). Se debe sionalmente.
hacer la distinción por medio de sonografía, angiografía o TC.

ANOMALÍAS DE LOS VASOS RENALES


ROTACIÓN ANORMAL
En el 75 a 85% de las personas hay sólo una arteria renal y en
Normalmente, cuando el riñón asciende a la región lumbar, un porcentaje incluso mayor sólo una vena renal. Se presentan
la pelvicílla se halla situada en su cara anterior. Más tarde, venas aberrantes y, en especial, arterías. Una artería aberran-
viene a quedar en la línea media. Tal rotación puede no te hacia el polo inferior del riñón o que cruza un infundíbulo,
ocurrir, aunque esto rara vez ocasiona un padecimiento puede causar obstrucción e hídronefrosis. Estas causas de
renal. La urografía demuestra la posición anormal. obstrucción se diagnostican con angiografía.

ESPONGIOSlS MEDULAR RENAL


(Dilatación quística de los túbulos
renales colectores) LESIONES RENALES ADQUIRIDAS
La espongiosis medular renal es un defecto congénito auto-
sómico recesivo que se caracteriza por el ensanchamiento
de la porción distal d,e los túbulos colectores. Generalmente ANEURISMA DE LA ARTERIA RENAL
es bilateral y afecta todas las papilas, aunque puede ser
unilateral. En ocasiones, sólo una papila se ve complicada. Los aneurismas de la arteria renal suelen producirse por un
También se presenta frecuentemente la dilatación quística padecimiento arterial degenerativo que debilita Ir.. pared de la
de los túbulos. Ocasionalmente, se observan infección y arteria, de modo que la presión mtravascular puede di !atarla.
cálculos que resultan de la estasis urinaria en los túbulos. Se Con frecuencia, los aneurismas se producen por arterioes-
cree que esta entidad "se encuentra re1a.cionada con la enfer- clerosis o poliarteritís nudosa; pero pueden tamb1én ser
medad poliquística renal. Se ha observado su asociación secundarios a un tmumatismo o sífilis. Se han descrito más de
ocasional con la hemihípertrofia del cuerpo. 300 pacientes. Existen reportes de aneurisma congénito. La
594 • Urologia general de Smith (Capítulo 32)

Figura 32-10. Riñones con espongiosis medular. Izquierda: Placa simple del riñón derecho que muestra múltiples calcules
pequeños en su porción media. Derecha: Urografía excretora que muestra las relaciones de los cálculos con los cálices.
Clásicamente, los cálices son grandes; los cálculos se local1zan en los túbulos colectores dilatados.

mayor parte representan un dato incidental en la angio- renal. La aortografía delinea el aneurisma. El rastreo por
grafía. sonografía y TC pueden ser útiles.
La dilatación aneurisma\ no tiene efecto deletéreo en Es difícil el diagnóstico diferencial entre la rotura de
el riñón, a menos que l,a masa comprima la arteria renal, un aneurisma y una lesió11 renal, a menos que haya un
en tal caso existe algo de isquemia renal y, entonces, puede antecedente o evidencia de traumatismo. Un riñón hidronc-
esperarse la atrofia. Un aneurisma verdadero puede romper- frótico puede presentar una masa, pero la urografía muestra
se produciendo as( un falso aneurisma. Esto puede ocurrir la clarificación del tejido.
especialmente durante el embarazo. La sangre extravasada Puesto que la frecuencia de rotura espontánea de aneu-
en el espacio retropentoneal finalmente es encapsulada por rismas calcificados y no calcificados es importante, la pre-
una cubierta de tejido fibroso conforme ocurre la organiza- sencia de tales lesiones es una señal para intervención
ció!l. Los aneurismas pueden afectar pequeñas arterias den- quirúrgica, en particular durante el embarazo (Love,
tro del parénquima renal, que pueden romperse hacia la Robinette y Vcrnon, 1981 ). Se puede considerar la repara-
pelvicilla o en un cáliz. ción de aneurismas extrarrenales; pero las complicaciones
La mayor parte de los aneurismas no ocasionan síntomas, (por ejemplo, trombosis) no son raras. Si un aneurisma
a menos que se rompan, en cuyo caso puede haber dolor intrarrenal está situado en un polo, la hemínefrectomía
puede ser factible. Sin embargo, si está en el centro del
intenso en el flanco y aun choque. Si se rompe un aneurisma
órgano, se requerirá la ncfrectomía. Se ha publicado la
en la pclvicilla renal, se presenta hematuria abundante,
oclusión terapéutica de un aneurisma mediante la inyección
siendo la hemorragia intensa una causa común de muerte.
intraarterial de tejido muscular autólogo. Aquellos pocos
Generalmente no existe hipertensión. Se deberá buscar un
pacientes con hipertensión pueden llegar a ser normotcnsos
soplo por encima del ángulo costovertebral o de la arteria renal
después de la cirugía definitiva.
en su cara antcnor. Si ha habido rotura espontánea o trau-
mática del aneurisma, podrá palparse una masa en el f1anco.
Una radiografía simple del abdomen puede mostrar
una calcificación anular intra o extrarrenal (f1gura 32-11 ). INFARTOS RENALES
Los urogramas pueden ser normales o revelar atrofia renal.
Se puede observar cierta alteración de la función renal si se Éstos se producen por oclusión arterial. Las causas princi-
ha producido compresión u obstrucción parcial de la artería pales son endocarditis infecciosa, trombosis auricular o
Figura 32-11. Aneurisma intrarrenal de la arteria renal. Izquierda: Radiografía simple que muestra una estructura calcificada
sobre la sombra renal derecha. Derecha: Urografia excretora en la cual se observan las relaciones entre la masa calcificada,
la pelvici!la y el cáliz superior. (Cortesía de CD King .)

ventriculares, arteriosclerosis, poliarteritis y traumatismos. nograma con radioisótopos. Un riñón completamente infar-
Una trombosis en la aorta abdominal se puede extender tado muestra poca o ninguna radiactividad. Un cuadro simi-
gradualmente hacia arriba y ocluir la arteria renaL Los lar se ve al realizar la TC después de la inyección de medio
infartos renales pueden ser unilaterales o bilaterales. de contraste. Aun cuando haya ocurrido la pérdida comple-
Si las pequeñas arterias o arteriolas se obstruyen, los ta de función medibJe, la circulación renal se puede restau-
tejidos que reciben sangre de ese vaso primero se hincharán rar espontáneamente en algunos casos.
y después sufrirán necrosis y fibrosis, siendo la regla que La angiografía renal o TC hace el diagnóstico defini-
existan múltiples infartos . Si la arteria renal principal se tivo. Un gamrnagrama dinámico con tecnecio revelará la
ocluye, todo el riñón reaccionará de igual manera. De este ausencia de riego de los vasos renales afectados.
modo, el riñón dejará de funcionar y se atrofiará al presen- Durante la fase aguda, el infarto puede remedar un
tarse necrosis y fibrosis . cálculo ureteral. La urografía excretora puede mostrar tam-
El infarto renal parcial es una enfermedad asintomática bién disminución de la función renal, pero incluso asi, por
pero puede producir dolores en el flanco y hematuria lo regular existe suficiente medio en los túbulos como para
microscópica o macroscópica. El infarto súbito y total obtener un nefrograma (figura 16-3 ). Esto no ocurre cuando
puede provocar dolor torácico o renal y en ocasiones he- existe un infarto completo. La prueba de lesión cardiaca o
maturia microscópica o macroscópica. También se observa vascular es útil para llegar al diagnóstico correcto.
proteinuria y leucocitosis. Se ha observado "epiteluria" que Las complicaciones se encuentran relacionadas con
manifiesta desprendimiento de células tubulares renales. las que se originan por una enfermedad cardiovascular
Puede haber hipersensibilidad en el flanco. La oclusión primaria, incluyendo embolia a otros órganos. En unos
arterial no produce notable aumento de volumen del cuantos casos, puede aparecer hipertensión pocos días o
riñón. Los valores sérícos de aspartato aminotransferasa semanas después del infarto, la cual puede remitir posterior-
(transaminasa glutámica oxaJacética, AST), y láctica des- mente.
hidrogenasa se elevarán durante 1 o 2 dias después del Mientras se efectúa la intervención quirúrgica de ur-
accidente. gencia, es evidente que el tratamiento de elección es l::t
Las urografías excretoras pueden no visualizar una administración de anticoagulantes. En fecha reciente, se
porción del riñón con infarto parcial, en tanto que en el demostró que la venoclisis de estreptocinasa puede disolver
infarto total no se excreta nada de líquido radiopaco . Si se el émbolo (Rudy y cols., 1982; Fischer y cols., 1981 ). En la
sospecha infarto renal incompleto, debe practicarse un re- mayoría de los pacientes se recupera la función renal.
TROMBOSIS DE LA VENA RENAL

La trombosis de la vena renal es rara en adultos. Con


frecuencia es unilateral y suele acompañarse de glomeru!o-
nefritis membranosa y síndrome nefrótico. Puede deberse a
invasión de la vena renal por tumor o enfermedad retrope-
ritoneal. Es posible que haya trombosis de la vena renal
com.J complicación de una deshidratación grave y he-
moconcetración en niños con diarrea intensa por ileocolitis.
La trombosis se puede extender desde la vena cava hacia las
vénulas periféricas o puede originarse en las venas periféri-
cas y propagarse hacia la vena renal principal. La congestión
pasiva intensa que se produce hace que el riñón se hinche y
sus vasos estén ingurgitados, siguiendo a ésta la degenera-
ción de las nefronas. Suele haber dolor en el flanco y se
observa hematuria. A menudo, se palpa una gran masa
sensible en el flanco. Puede haber trom bocitopenia. La orina
contiene albúmina y eritrocitos. En la etapa aguda, las
urografías muestran muy poca o ausencia de secreción de
material radiopaco en un riñón grande. Se puede Gbservar
dilatación y adelgazamiento de los infundíbulos de los
cálices. Coágulos en las pelvicillas pueden causar defec-
Figura 32-12. Trombosis de la vena renal. Venografía selec-
tos de llenado. Más tarde, el riñón puede sufrir atrofia.
tiva izquierda que muestra oclusión casi completa de la vena.
Entonces, las orografías pueden mostrar muescas de la parte Las venas del polo inferior no se llenaron. Obsérvese el gran
alta del uréter debido a venas colaterales dilatadas. tamaño del riñón
En el 50% de los casos, la ultrasonografía muestra el
trombo en la vena cava. El órgano afectado está aumentado
de volumen. La TC también es un medio diagnóstico útil;
FÍSTULA ARTERIOVENOSA
en un porcentaje alto de los casos es posible observar el
trombo. De manera reciente, la IRM ha demostrado su Ésta puede ser congénita (25%) o adquirida. Se ha informa-
utilidad como herramienta diagnóstica de alta sensibilidad. do un número de fístulas subsiguientes a la biopsia renal con
La angiografía renal revela dilatación y tortuosidad de las aguja o traumatismo del riñón. Algunas han aparecido des-
arteriolas pequeñas. En la fase nefrográfica, las pirámides pués de la ncfrcctomía, secundarias a sutura del pedículo u
pueden volverse bastante densas. Las imágenes tardías pue- oclusión mediante ligaduras. Éstas requieren reparación
den mostrar venas colaterales. La venografía de la cava o, de quirúrgica. Algunas se han encontrado asociadas con ade-
preferencia, la venografía renal selectiva, demuestran el nocarcinoma del riñón.
trombo en la vena renal (figura 32-12) y, a veces, en la vena A menudo puede palparse un frémito y escucharse un
cava. Si el lavado hecho por la vena proporciona mal llena- soplo en la cara anterior y posterior. En los casos con una
do, éste puede aumentar mediante la inyección de adrenalina amplia comunicación, la presión arterial sistólica se encuentra
en la arteria renal. elevada y se observa una amplitud en la presión del pulso.
Los signos y síntomas pueden parecerse a los de obs- La angiografía renal o el gammagrama establecen el diag-
nóstico. La sonografía y la TC, y recientemente ultrasonido
trucción debida a un cálculo ureteral. La presencia de un
dúplex con flujo de color, son en particular útiles. La fístula
cálculo en el uréter debe ser obvia; entonces también deberá
arteriovcnosa que afecta la arteria y la vena renales requiere
esperarse cierto grado de dilatación del uréter y la pelvicilla.
reparación quirúrgica o ncfrcctomía. Sin embargo, la mayor
Es necesario diferenciar la obstrucción del uréter por coá- parte pueden ser ocluidas mediante embolismo, un globito
gulo de un cálculo obstructor. o una espiral de acero. Las fístulas arteriovenosas que se
Aunque en el pasado se recomendó la trombectomía desarrollan secundarias a una biopsia renal tienden a curar
y aun la nefrectomía, en la actualidad es evidente que el espontáneamente.
tratamiento médico suele ser eficaz. En la mayoría de los
pacientes, la anticoagulación con heparina en la fase
aguda y warfarina por largo tiempo, permiten la resolu- ANEURISMA ARTERIOVENOSO
ción satisfactoria de los problemas. En los lactantes y
niños, es esencial corregir los trastornos de líquidos y elec- Aproximadamente, se han descrito lOO casos de esta lesión
trólitos y administrar anticoagulantes. También tiene éxito (figura 32-13). La mayoría se producen por ti:aumatismo.
el tratamiento fibrinolítico (Bmmberg y Firlit, 1990). Por Se espera hipertensión y está acompañada con insuficiencia
lo general, la función renal suele recobrarse en su to- cardiaca de gasto elevado. Por lo general hay un soplo. Casi
talidad. siempre se indica nefrectomía.
FÍSTULA RENODIGESTIVA

Más de 100 casos de fístula renodigestiva, han sido infor-


mados. Habitualmente afectan al estómago, al duodeno o al
colon adyacente ; sin embargo, se ha comunicado la forma-
ción de fístula con el esófago, intestino delgado , apéndice
y recto.
La causa subyacente es habitualmente un riñón pione-
frótico que llega a adherirse a alguna porción del aparato
digestivo y después se rompe espontáneamente, creando así
una fístula (figura 32-14). Se han descrito algunos casos
posteriores a traumatismo. El paciente padece síntomas y
signos de pielonefritis aguda. La urografía puede mostrar
material radiopaco escapando al aparato digestivo. Las se-
ries gastrointestinales pueden revelar también la conexión
con el riñón. El tratamiento es la nefrcctomía con oclusión
del agujero en el intestino.

FÍSTULA RENOBRONQUIAL

Son raras las fístulas nefrobronquiales. Son causadas por


rotura de un riñón calculoso e infectado, a través del dia-
fragma. Rubin y Morettin (1982) observaron dos de estos
pacientes y citan otros 67 de la literatura. •

Figura 32-13. Aneurisma arteriovenoso. Angiografía re-


nal selectiva . Nótese el aneurisma en el centro del riñón ,
con rápido llenado de la vena cava (mostrado por las fle-
chas) .

Figura 32-14. Fístula nefroduodenal y obstrucción de intestino delgado por cálculo renal en asta de venado. Izquierda:
Urografía excretora que muestra la falta de funcionamiento del riñón derecho; cálculo en asta de venado . Derecha: Paciente
que se presentó con síntomas y signos de obstrucción intestinal cuatro años después. Rádiografía simple de abdomen que
muestra asas dilatadas del intestino delgado hasta un punto justamente próximo a la válvula ileocecal. Obstrucción debida a
cálculo que fue eliminado hacia el duodeno. (Cortesía de CD King.)
33
Diagnóstico de
nefropatías médicas
F/avío G. Vincentí, MO y Wi//iam J.C. Amend, Jr., MD

Las nefropatías médicas son aquellos padecimientos Exploración física


que afectan principalmente al parénquima de los riñones. Mu-
chos de los síntomas y signos de la enfermedad del aparato Se buscarán signos físicos como palidez, edema, hiperten-
urinario son comunes a los padecimientos médicos y qui- sión, retinopatía y los estigmas de la enfermedad congénita
rúrgicos de los rü1ones y otros órganos de este aparato. Puede y hereditaria (por ejemplo, riñones crecidos en la enferme-
ocurrir hematuria, proteinuria, piuria, oliguria, poliuria, do- dad poliquística).
lor, insuficiencia renal con azoemia, acidosis, anemia,
anomalías electrolíticas, hipertensión, dolor de cabeza y Urinálisis
afección ocular en una amplia gama de trastornos que
afectan a cualquier porción del parénquima renal, sus vasos El examen de orina es la parte esencial de la investigación .
sanguíneos o aparato excretorio.
Deberá hacerse todo esfuerzo posible para descartar
A. Proteinuria
enfennedadcs no quirúrgicas del aparato urinario antes de
La proteinuria de cualquier grado significativo (2 a 4+) es
recurrir a procedimientos terapéuticos o diagnósticos que
sugestiva de nefropatía "médica" (afección parenquimatosa).
puedan resultar inútiles o hasta peligrosos.
La proteinuria debe interpretarse considerando la densidad
Estará indicada una historia clínica junto con un exa- de la orina, una proteinuria de 1+en una orina diluida puede
men físico riguroso, acompañado de análisis general de
indicar una pérdida considerable de proteínas. Otros ele-
orina y de la química sanguínea, factores esenciales en las
mentos presentes en la orina, establecen el diagnóstico. Hay
etapas iniciales del estudio de cualquier paciente.
protcinuria significativa en enfermedades gtomerulares de
ongen inmunológico o trastornos metabólicos con partici-
Historia pación glomcrular como diabetes sacarina. Nefritis intersti-
cial, riñón poliquístico y otras alteraciones tubulares no se
acompañan de proteinuria importante.
A. Historia familiar
Puede revelar enfermedad de origen genético, por ejemplo,
B. Cilindros de glóbulos rojos
anomalías metabólicas tubulares, riñones poliquísticos, ti- Cuando los cilindros de glóbulos rojos están ausentes, la
pos raros de nefritis o defectos vasculares o de coagulación hematuria microscópica puede no ser de origen glomerular.
que pueden ser básicos para el diagnóstico. Estudios microscópicos med¡ante contraste de fase pueden
revelar cambios dismórficos en Jos glóbulos rojos excreta-
B. Antecedentes dos por la orina en pacientes con trastornos del parénquima
Deberán abarcar infecciones, lesiones y la exposición a renal.
agentes tóxicos, anticoagulantes o medicamentos que pue-
den producir reacciones tóxicas o de sensibilidad, incluyendo C. Cilindros de grasa y cuerpos
discrasias sanguíneas. Puede obtenerse la historia de diabe- ovales de grasa
tes, enfermedad hipertensiva o padecimientos autoinmu- Las células tubulares que muestran cambios grasosos ocurren
nológicos. El interrogatorio también puede descubrir en las enfermedades degenerativas del riñón (ncfrosis, glo-
síntomas de uremia, debilidad y las complicaciones vascu- mcrulonefritis, enfermedades autoinmuno1ógicas, amiloi-
lares de la nefropatía crónica. dosis y daño debido a tóxicos como el mercurio).

607
D. Otros datos patogenia de la enfermedad glomerular. La microscopia
La presencia de constituyentes químicos anormales en la electrónica ha complementado los métodos inmunológicos.
orina puede ser la única indicación de trastornos metabó- Excluyendo la diabetes, las enfermedades inmunoló~
licos que afectan los riñones . Estos trastornos incluyen gicas renales son la causa más común de protcinuria y del
diabetes sacarina, glucosuria renal, aminoacidurias (inclu- síndrome nefrótico. Las enfermedades renales de origen
yendo cistinuria), oxaluria, gota, hiperparatiroidismo, he- inmunológico habitualmente se caracterizan por depósitos
moglobinuria y mioglobinuria. inmunitarios en diferentes sitios del glornérulo. Los cam-
bios en la permeabilidad selectiva del glomérulo que condu-
Examen de riñones y vías urinarias cen a la proteinuria, son resultado de lesiones a la pared de
los capilares glomerulares producidas por la activación
Los estudios radiológicos, sonográficos y con radio isótopos de varios mediadores de inflamación, la cual es inducida por
proporcionan información sobre tamaño, estructura, riego el depósito de agregados inmunológicos. Las características
y función de tos riñones y las vías urinarias. histológicas de la lesión glorncrular dependen del sitio
donde se forme el depósito inmunológico, del mecanismo
Biopsia renal de acumulación y de la composición y cantidad de los
depósitos. Éstas, a su vez, influyen las manifestaciones
Ésta constituye un procedimiento diagnóstico vahoso que clínicas de la enfermedad renal mediada por el sistema
sirve también corno guía para el tratamiento racional. La inmunitario. La mayoría, cerca del 90%, de los pacientes
técnica ya ha sido bien establecida, proporcionando con con depósitos inmunológicos en glomérulo presentan depó-
frecuencia tejido suficiente para microscopía ordinaria y sitos granulares discontinuos. Hasta hace poco se pensó que
electrónica y para el examen inrnunofluorescente. Las con- estos depósitos granulares provenían de complejos inmuno-
traindicaciones absolutas incluyen presencia anatÓmica de lógicos preformados en la circulación y eran atrapados
un riñón solamente; disfunción grave de un riñón, aunque pasivamente; estudios recientes demuestran un mecanismo
la función sea adecuada en el otro; diátesis hcmorrágica; la diferente mediante el cual estos agregados granulares se
presencia de hemangioma, tumor o grandes quistes; abscesos depositan en los glomérulos. El anticuerpo reacciona con
o infección; hidronefrosis y un paciente no cooperador. un antígeno glomerular intrínseco, similar a la reacción en
Contraindicaciones relativas incluyen hipertensión grave, la enfermedad anti-MBG (membrana basal glomerular) ,
uremia, arteriosclerosis grave y una dificultad inusual para excepto que los depósitos resultantes se distribuyen de
hacer la biopsia debido a obesidad anasarca o incapacidad modo discontinuo en vez de seguir un patrón lineal. Ade-
del paciente para permanecer acostado. más, en la composición de estos depósitos puede haber
Las indicaciones clínicas para la biopsia renal, además complejos inmunológicos, que contienen antígenos exóge-
de la necesidad de establecer un diagnóstico, incluyen; la nos, formados in situ por interacción entre proteínas con
necesidad de determinar el pronóstico, seguir la evolución carga positiva y sitios cargados negativamente en la pared
de alguna lesión y la respuesta al tratamiento, confirmar la de los capilares glomerulares. Antígenos catiónicos pueden
presencia de alguna enfermedad generalizada (trastornos localizarse antes de unirse a los anticuerpos y anticuerpos
autoinmunológicos, amiloidosis, sarcoidosis) y diagnosti- catiónicos puede localizarse antes de unirse a los antígenos .
car algún trastorno en el riñón trasplantado. Por último, los complejos inmunológicos pueden depositar-
se en ciertos sitios dentro del glomérulo, como ocurre en la
distribución subendotelial; o bien, disociarse y luego cruzar
GLOMERULONEFRITIS la membrana basal glomerular para reagruparse localmente
en el espacio subepitelial.
La infor·mación obtenida de glomerulonefritis experimental Cerca del 5 al 10% de las enfermedades glomerulares
inducida en animales de laboratorio y de las correlaciones humanas se caracterizan por depósitos lineales de lgG a Jo
con evidencias derivadas de los métodos modernos de exa- largo de la membrana basal glomerular que representan el
men del tejido obtenido mediante biopsia y durante las depósito de anticuerpos anti-MBG. En la enfermedad anti-
necropsias ha proporcionado un nuevo concepto de la glo- MBG los anticuerpos se generan contra el componente no
merulonefritis. colágeno de la membrana basal glomerular del riñón y con
Las manifestaciones clínicas de las nefropatías consis- frecuencia contra la membrana basal del pulmón (en este
ten en grados variables de hematuria, excreción de elemen- caso se denomina síndrome de Goodpasture) . Estos autoan-
tos formados característicos en la orina, proteinuria e ticuerpos pueden aparecer en la infección viral o inducirse
insuficiencia renal y sus complicaciones. Las alteraciones mediante medicamentos (pemcilamina y exposición a hi-
en la arquitectura glomerular cuando se observan en el tejido drocarburos). La interacción de los anticuerpos con la MBG
mediante microscopia de luz son mínimas y difíciles de va acompañada por activación del complemento, atracción
interpretar. Por estas razones , los intentos para correlacionar de leucocitos y liberación de enzimas lisosómicas. La pre-
los síndromes clínicos con las características histológicas sencia de trombos en los capilares glomerulares va acom-
del tejido renal han fracasado para proporcionar una base pañada a menudo por escape de fibrinógeno y precipitación
satisfactoria para el didgnóstico preciso, el tratamiento y el de fibrina en el espacio de Bowman, con el desarrollo
pronóstico. subsiguiente de crecimientos epiteliales en dicho espacio.
Las técn; -as inmunológicas para demostrar una varie- Las técnicas inmunofluorescentes y la microscopia electró-
dao de antígenos, anticuerpos y fracciones de complemento, mca muestran los complejos anti-MBG como depósitos
han dado lugar a nuevos conceptos sobre los orígenes y lineales que perfilan la MBG. Por lo general es posible
demostrar la presencia de !gG y C3. De manera reciente, se años. Hasta la fecha, la causa más común es el antecedente
han encontrado anticuerpos citoplasmáticos antineutrófilos de infección de la faringe y amígdalas o de la piel con
(ANCA) en la circulación de pacientes con una variedad de estreptococos beta hemolíticos grupo A, de los cuales cier-
vasculitis y glomerulonefritis excrecente idiopática. La cla- tas cepas son nefritogénicas. Ocurre nefritis en el 1O al 15%
sificacJÓn actual de la glomerulonefritis se basa en el de los niños y adultos jóvenes que tienen infección clínica
mecanismo, presencia y localización de agregados inmu- evidente por una cepa nefritogénica. En los niños menores
nológicos en el glomérulo. de seis ai'íos, la pioderma (impétigo) constituye el ante-
cedente más común; en niños de mayor edad y adultos
l. Probable mecanismo inmunológico jóvenes, la faringitis es un antecedente común y las infec-
ciones cutáneas un antecedente raro. Rara vez, la nefritis es
A. Depósitos inmunológicos subepiteliales subsecuente a la infección debida a neumococos, estafilo-
G!omerulonefritis asociada con glomerulonefritis con- cocos, algunos bacilos y virus, o Plasmodium malariae y la
secutiva a infección, como es el caso de la estrepto- exposición a algunos medicamentos.
cócica. La patogenia de la lesión glomerular ha sido diluci-
Nefropatía membranos<;t idiopática o debida a otras cau- dada todavía más mediante el uso de nuevas técnicas
sas como lupus eritematoso diseminado, enfermedad inmunitarias (inmunofluorescencia) y microscopia elec-
maligna, oro, penicilamina trónica. Una probable secuela de la infección por cepas
B. Depósitos inmunológicos subendoteliales nefritogénicas de estreptococos ~-hemolíticos es la le-
Glomerulonefritis difusa acompañada de lupus erite- sión a las células mesangiales en el espacio intercapilar. El
matoso diseminado, glomerulonefritis membrano- glomérulo puede entonces ser dañado con mayor facili-
prolíferativa tipo l, glomerulonefritis asociada con dad por los complejos antígeno-anticuerpo, que se desarro-
endocarditis bacteriana-y nefritis por derivación llan a partir de la respuesta inmunitaria ante la infección por
C. Depósitos inmunológicos mesangiales estreptococo. La globulina del complemento se deposita
Nefropatía IgA, púrpura Schonlein-Henoch. por sí sola o asociada con IgG, en un patrón granular, sobre
D. Enfermedad anti-MBG el lado epitelial de la membrana basal y en ocasiones
también en sitios subendoteliales.
11. Mecanismo inmunológico no establecido El examen macroscópico del riñón afectado muestra
con claridad sólo hemorragias puntiformes a través de la corteza. Mi-
croscópicamente, la alteración primaria está en los glomé-
Nefropatía con cambios mínimos. rulos, los cuales muestran proliferaciÓn y edema de las
Glomeruloesclerosis focal. células mesangiales y endoteliales del penacho capilar. La
Síndrome urémico-hemolítico y púrpura trombocitopé- proliferación del epitelio capsular produce una excrecencia
níca trombótica. espesa alrededor del penacho y en el espacio entre la cápsula
Granulomatosis de Wagener. y el penacho hay acumulación de leucocitos, eritrocitos y
Glomerulonefritis membranoproliferativa tipo II. exudado. Son frecuentes, el edema del tejido intersticial y la
inflamación densa del epitelio tubular. A medida que la
enfermedad progresa, los riñones pueden aumentar de ta-
1. GLOMERULONEFRITIS CONSECUTIVA maño. Los datos histológicos clásicos en el glomerulitis son
A INFECCIÓN ESTREPTOCÓCICA las excrecencias que se hialinizan y transforman en tejido
cicatriza! y obstruyen la circulación a través del glomérulo.
Los cambios degenerativos ocurren en !os túbulos con de-
Bases para el diagnóstico generación grasa, necrosis y por último cicatrización de la
nefrona. El engrosamiento arteriolar y la obliteración se
• Antecedente de infección por estreptococos.
vuelven prominentes.
• Malestar general, dolor de cabeza, anorexia, febrícula.
• Edema generalizado leve, hipertensión moderada,
hemorragias retinianas. Cuadro clínico
• Hematuria macroscópica; proteínas, cilindros de
eritrocitos, granulosos e hialinos y células epitelia- A. Síntomas y signos
les renales, en la orina. A menudo, el padecimiento es muy leve y puede no haber
• Título elevado de antiestreptolisina O, retención de razón para sospechar la afección renal a menos que la orina
nitrógeno variable. sea examinada. En los pacientes graves, alrededor de dos
semanas después de la infección aguda por estreptococos,
Consideraciones generales se desarrolla dolor de cabeza, malestar, febrícula, hinchazón
alrededor de los ojos y cara, dolor en el flanco y oliguria.
La glomerulonefritis es un padecimiento que afecta a ambos Por lo general, se nota hematuria, denominándola "sangui-
riñones. La mayor parte de los casos se recuperan comple- nolenta", o si la orina es ácida se llamará "orina parda" o
tamente de un estado agudo, aunque el compromiso progre- ·'color de café''. Puede ocurrir insuficiencia respiratoria con
sivo puede destruir.el tejido renal y permitir el desarrollo de falta de aliento corno resultado de la retención de sal y agua
insuficiencia. La glomerulonefritis aguda es muy común y de la congestión circulatoria. Puede habe;, taquicardia
entre los niños de 3 a 1O ai'íos de edad, aunque el 5% o más moderada y elevación considerable de la pres1ón arteriaL Es
de los ataques iniciales ocurren en adultos con más de 50 común la hipersensibilidad en el ángulo costovertebral.
604 • Urología general de Smith (Capítulo 33)

B. Datos de laboratorio ria o la cnccfalopatía hipertensíva son graves, puede ocurrir


El diagnóstico se confirma mediante el análisis general de el fallecimiento durante el ataque agudo . Sin embargo, hasta
la orina, la cual puede tener sangre en forma macroscópica con el padecimiento agudo grave, la recuperación es la regla,
o estar con color pardusco o de café (hcmatina ácida), o en particular en los niños.
puede mostrar solamente hematuria microscópica . Ade-
más, la orina contiene cilindros y proteínas ( 1 a 3+). Los
cilindros hialinos y granulares se encuentran en fonna habitual 2. NEFROPATÍA POR lgA
en gran número, aunque el signo clásico de la glomerulonerri-
tis, los cilindros de glóbulos rojos, se encuentran de manera Ahora se sabe que la hematuria primaria (hematuria benigna
ocasional en el sedimento UJinario. Los cilindros de glóbulos
recidivante, enfermedad de Berger) es una glomerulopatía
rojos se parecen a coágulos sanguíneos formados en la luz del por complejos inmunológicos en la cual Jos depósitos de
túbulo renal; con frecuencia son de pequeño calibre, de color lgA y en ocasiones IgG con C3 y antígenos relacionados
naranja intenso o rojo y, bajo alto poder y con iluminación con fibrina ocurre en un patrón granular en el mesangio del
aprop1ada, pueden mostrar el patrón de las células rojas empa- glomérulo.
quetadas que se mantienen unidas por el coágulo de fibnna y Hematuria recurrente, macroscópica y microscópica,
las proteínas plasmáticas. y proteinuria leve, habitualmente son las únicas manifesta-
Con la alteración de la función renal (dismmución en ciones de enfermedad renal. Habitualmente la enfermedad
la TFG y flujo sanguíneo) y con la oliguria, las cifras glomerular avanza con destrucción de glomérulos y pérdi-
plasmáticas y séricas del nitrógeno ureico y de la crctínina das de función renal, casi siempre con hipertensión. Han
se elevan, variando con la intens1dad y gravedad de la lesión ocurrido exacerbaciones con infecciones de vías respirato-
renal. La velocidad de sedimentación eritrocitaria es rápida. rias altas. La evolución habitualmente es lenta y puede
Puede resultar una anemia normocrómica debido a la reten- prolongarse varias décadas.
ción del líquido y a la dilución. La infecctón de la garganta El diagnóstico se efectúa mediante biopsia de riñón y
por estreptococos nefritogénicos va seguida con frecuencia demostración de Jos depósitos de complejos inmunológicos
por aumento de la cifra de antiestreptolisina O (AEO) en el mesangiales. Depósitos similares se pueden observar en:
suero , en tanto que después de las infecciones de la piel es lupus eritematoso diseminado, eclampsia, púrpura de
dificil demostrar títulos elevados. La producción de anti- Schonlein-Hcnoch, glomerulonefritis membranosa, glome-
cuerpos contra la desoxirribonucleasa B estreptocócica rulonefritis aguda posinfecciosa y otras causas raras de
(anti-DNasa B) se observa con mayor regularidad después glomerulopatía. El sedimento urinario recuerda el de cual-
de las infecciones de la garganta y la piel. Las cifras del quier glomeruloncfritis latente, con proteína, eritrocitos y
complemento sérico, por lo general, están bajas. cilindros incluyendo cilindros de eritrocitos. La escasez de
La confirmación del diagnóstico se hace mediante el manifestaciones clínicas y la evolución lenta pueden ser las
examen de la orina, aunque los antecedentes y los datos características determinantes del diagnóstico de este cuadro.
clínicos en los pacientes clásicos dejan poca duda. El hallazgo No se dispone de tratamiento específico para esta
de cilindros de eritrocitos constituye la prueba de la presen- enfermedad indolora.
cia de dichas células en los túbulos renales y no en alguna otra
parte del aparato genitounnario.

3. NEFRITIS ANTIMEMBRANA BASAL


Diagnóstico diferencial DEL GLOMÉRULO
(Síndrome de Goodpasture)
Aunque los cilmdros de eritrocitos son considerados la
marca característica de la glomerulonefritis también pueden
Por lo general el paciente relata una historia de hemoptisis
existir con otros elementos normales en cualquier enferme-
reciente y con frecuencia de malestar, anorexia y cefalea. El
dad en donde exista inflamación glomerular y daño de los
síndrome clínico es el de una glomcrulonefritis aguda grave
túbulos ; por eJemplo, en la poliarteritis nudosa, lupus erite-
acompañada, a veces, de inflamación hemorrágica difusa en
matoso diseminado , dcrmatomiositis, sarcoidosis, endocar-
los pulmones. En la orina se observa hematuria macroscó-
ditis subaguda infecciosa y síndrome de Goodpasture .
pica y microscópica y habitualmente son evidentes los datos
de laboratorio de función renal gravemente dañada. La
Tratamiento biopsia muestra excrecencias, adherencias glomerulares e
infiltración intersticial inflamatoria. El examen de micros-
No hay tratamiento específico. Sólo habrá medidas coadyu- copia electrónica revela incremento en el material de la
vantes como la erradicación de la infección, prevención de membrana basal y depósito de fibrina debajo del endotelio
la hidratación excesiva y la hipertensión, y la terapéutica capilar. En algunos casos, se pueden identificar anticuerpos
de las complicaciones como la encefalopatía hipertensiva y circulantes contra la membrana basal glomcrular. La lgG,
la insuficiencia cardwca. C3 , y con frecuencia, otros componentes de la vía clásica
del complemento pueden demostrarse como depósitos li-
Pronóstico neales sobre la membrana basal de los glomérulos y el
pulmón. Los anticuerpos antimembrana basal del gloméru-
La mayoría de los pacientes con la enfermedad aguda se lo también reaccionan con la membrana basal del pulmón.
recuperan por completo en 1 a 2 años; deiS al20% muestran Grandes dosis de corticostcroides combinadas con
daño renal progresivo. Si la insuficiencia cardiaca, la oligu- tratamiento inmunosupresor pueden ser útiles. Se ha co-
municado que en algunos pacientes la plasmaféresis para proliferación celular. Con la microscopia electrónica, apa-
retirar anticuerpos circulantes resulta eficaz. El trasplante recen depósitos grumosos irregulares entre la membrana
debe retrasarse hasta que desaparezcan de la circulación los basal y las células epiteliales y hace excrecencia nuevo
anticuerpos contra la membrana basal del glomérulo. matcria1 de la membrana basal a partir del glomérulo, bajo
Ciertos pacientes pueden presentar insuficiencia renal la forma de puntas o domos. Los estudios de inmunofluo-
de avance rápido y en la biopsia renal presentan glomerulo- rescencia muestran depósitos granulares difusos de inmu-
nefritis con excrecencias. Sin embargo, estos pacientes no noglobulinas (especialmente de IgG) y de complemento
muestran depósitos inmunológicos de anticuerpos con (componente C3 ). A medida que la membrana se engruesa,
estudios de inmunot1uorcscencia y se les diagnostica una los glomérulos se esclerosan e hialinizan.
glomerulonefritis idiopática rápidamente progresiva. Existe una controversia considerable en cuanto a la
Muchos de estos pacientes son scrológicamente ANCA cfectiv1dad del tratamiento con esteroides o con agentes
positivos. Dosis elevadas de prednisona puede producir inmunosupresores , o con ambos, para la nefropatía mem-
remisiones prolongadas. branosa. El tratamiento debe reservarse para pacientes de
alto riesgo o con insuficiencia renal progresiva con los
siguientes criterios: proteinuria mayor de 1O, hipertensión,
SÍNDROME NEFRÓTICO y creatinina sérica elevada.

Bases para el diagnóstico C. Glomerulonefritís


membranoproliferativa tipo 1
e Edema. La microscopia de luz muestra engrosamiento de los capi-
• Proteinuria mayor de ~.5 g/día. lares glomerulares acompañado por proliferación mesan-
• Hipoalbuminem1a con menos de 3 g/dL. gial y obliteración de los glomérulos. Con la microscopia
• Hiperlipidemia: Cifras de colesterol mayores de electrónica, se observan depósitos ~ubendotehales y creci-
300 mg/dL. miento del mcsangio en el interior de las paredes capilares.
• Lipiduria: Grasa libre, cuerpos grasosos ovales, Los estudios inmune fluorescentes muestran la presencia del
cilindros de grasa. componente C3 del complemento y, rara vez, la presencia
de inmunoglobulinas. No se conoce un tratamiento efectivo.
Consideraciones generales
D. G/omerulonefritis pro/iterativa tipo 1/
Debido a que el tratamiento y el pronóstico varían con Esta enfermedad se caracteriza por depósitos densos visi-
la causa del síndrome nefrótico (nefrosis), son importantes la bles por microscopia electrónica y la falta de datos en los
biopsia renal y el examen apropiado de alguna muestra adecua- estudios de inmunofluorescencia. El tratamiento es insatis-
da de tejido. La microscopia de luz, la microscopia electrónica factorio y luego de trasplante renal el índice de reinciden-
y la identificación mediante inmunofluorescencia de los me- cias es alto.
canismos inmunitarios, proporcionan información crítica para
el hallazgo de la mayor parte de las causas de la nefrosis. E. Enfermedades diversas
Las enfermedades glomerulares relacionadas con ne- La causa de la enfermedad glomerular puede ser un gran
frosis incluyen las siguientes : número de enfermedades metabólicas, autoínmunitarias,
infecciosas y neoplásicas, así como reacciones a los
A. Lesiones glomerulares mínimas medicamentos y otras sustancias tóxicas. Éstas incluyen:
La nefropatía de cambios mínimos (nefrosis lipoide) repre- gtomerulopatía diabética, lupus eritematoso sistémico, po-
senta aproximadamente el 20% de los casos de nefrosis en I iarteritis, granulomatosis de Wcgener, enfermedad amiloide,
adultos. No hay anomalías visibles en el examen del material mieloma múltiple, linfomas, carcinomas, sífilis, reacción
de la biopsia con microscopia de luz. Con la microscopia a toxinas, reacción a medicamentos (trimetadiona) y exposi-
electrónica, se ponen de manifiesto las alteraciones de la ción a metales pesados.
membrana basal glomerular que consisten en edema, vacuo-
lización y pérdida de la organización de los procesos poda- Cuadro clínico
les de las células epiteliales (enfermedad de los procesos
pedales). No existe ninguna prueba de padecimiento inmu- A. Síntomas y signos
nitario según los estudios de inmunotluorescencia. La res- Puede aparecer el edema en forma insidiosa e incrementarse
puesta al tratamiento con corticosteroides es buena; pero en con lentitud; a menudo aparece con brusquedad y se acu-
pacientes con recaídas frecuentes a pesar de los esteroides mula con rapidez. A medida que el líquido se junta con las
o en quienes presentan resistencia a los mismos, un ciclo de cavidades serosas, el abdomen se pone protuberante y el
tratamiento con ciclofosfam\da o clorambucil casi siempre paciente puede quejarse de anorexia y falta de aliento.
induce remisión pro1ongada. La func1ón renal permanece Los síntomas que no sean los relacionados con Jos efectos
estable. mecánicos del edema y la acumulación de líquido en las
cavidades serosas son poco notorios.
B. Nefropatía membranosa En la exploración física, es obvio el edema masivo. Son
(cerca del 25 al 27% de los enfermos) comunes los signos de "hidrotórax y ascitis. La palidez a
El examen del material de la biopsia con microscopia de luz rnenudo está acentuada por el edema; las estrías común-
muestra engrosamiento de las células glomerulares, sin mente aparecen en la piel restirada de las extremidades.
606 • Urología general de Smith (Capítulo 33)

B. Datos de laboratorio usado en el tratamiento del síndrome nefrótico . El trata-


La orina contiene grandes cantidades de proteinas, de 4 a miento combinado con corticosteroides es similar al que se
lO g o más/24 horas . El sedimento contiene cilindros, in- utiliza para la reversión del rechazo de los homotrasplantes
cluyendo las variedades características de grasa y cera; en los humanos. Se han descrito resultados iniciales alenta-
células tubulares renales, algunas de las cuales contienen dores en niños y adultos con lesiones proliferativas o mem-
gotitas de aceite (cuerpos ovales grasosos); y un número branosas y lupus eritematoso diseminado. Aquellos con
variable de eritrocitos. Es común la anemia normocrómica lesiones mínimas refractarias al tratamiento con corticoste-
leve; pero puede ser más intensa si el daño renal es grande. roides no mejoran cuando se les añaden agentes inmunosu-
La retención del nitrógeno varía con la gravedad de la prcsores. Se notó la mejoría en los cambios glomerulares y
alteración de la función. renal. El plasma a menudo contiene la función renal en muchos pacientes que respondieron
grasa y la cifra de colesterol de la sangre está muy elevada. bien al tratamiento . Se ignora todavía qué porcentaje de
Las proteínas plasmáticas están muy reducidas . La fracción pacientes pueden beneficiarse con estos medicamentos.
de albúmina puede descender a menos de 2 g o hasta por Tanto los corticosteroides como los medicamentos
abajo de 1 g/dL. El complemento del suero habitualmente citotóxicos se acompañan comúnmente con efectos cola-
está bajo en la enfermedad activa. La concentración de terales graves. Hoy día, este tipo de tratamiento debe
electrólitos del suero es a menudo normal , aunque e! sodio emplearse sólo por aquellos con experiencia en el trata-
sérico puede estar disminuido de conformidad con el miento del síndrome nefrótico en pacientes en quienes la
grado de hipoalbuminemia y la disminuCión de la fracción enfermedad ha sido refractaria a la mejoría con otros
del calcio umda a proteínas. Durante los penados de forma- regímenes de tratamiento bien establecidos.
ción de edema, la excreción del sodio en orma es muy baja La reducción en la protcinuria y la mejoría en el edema
y la excreción de aldosterona es alta. St aparece insuficien- ncfrótico, se ha reportado con el uso de dictas bajas en
cia renal (véase antes), los hallazgos en orina y sangre proteínas e inhibidores de la enzima convertidora de angio-
mostrarán !as alteraciones correspondientes. tensina (ECA). De manera más reciente, estudios han mos-
La biopsia renal es esencial para la confirmación del trado alguna mejoría con los medicamentos que disminuyen
diagnóstico y señalar e] pronóstico. los lípidos .
En el caso de la trombosis renal, el tratamiento con
Diagnóstico diferencial heparina y el uso a largo plazo de cumarina está dirigido a
evitar la progresión en la formación del trombo . Los anti-
El síndrome nefrótico (nefrosis) también puede asoc1arse coagulantes se usan de manera primana para prevenir las
con una variedad de enfermedades renales, que incluyen: tromboembolias sistémicas tardías .
enfermedad glomerular primaria, enfermedad del tejido
conjuntivo vascular (como lupus er itematoso diseminado o Pronóstico
poliarteritis), nefropatía diabética, padecimientos amiloi-
des, trombosis de la vena renal , mixedema, mieloma múlti- El curso y el pronóstico dependerán de la enfermedad básica
ple, paludismo , sífilis, reacciones a las toxinas o metales que causa el síndrome nefrótico. Aproximadamente en el
pesados, reacciones a los medicamentos y pericarditis cons- 50% de Jos pacientes con ncfrosis durante la niñez, el pade-
trictiva. En niños pequeños puede ocurrir ncfrosis sin clara cimiento parece correr una larga y benigna evolución, cuan-
evidencia de alguna causa . do es tratado en forma adecuada, dejando secuelas
insignificantes. De los que quedan, la mayoría van de
Tratamiento manera inexorable a un estado terminal con insuficiencia
renal. Los adultos con nefrosis tienen peor pronóstico, en
La dieta adecuada con restricción de la ingestión del sodio particular cuando la enfermedad fundamenta! es glomeru-
(0 .5 a 1 g/día) y el tratamiento inmediato de las infecciones lonefritis , lupus eritematoso diseminado, amiloidosis o ne-
intercurrcntes constituyen la base de la terapéutica. Se pue- fropatía diabética. En aquellos con lesiones mínimas, son
den añadir otras medidas según se vayan requiriendo. comunes las remisiones ya sean espontáneas o después de
Los corticosteroides han mostrado ser valiosos en el la corticoterapia. El tratamiento muy a menudo es infruc-
tratamiento del síndrome nefrótico en niños y adultos, cuan- tuoso, o sólo atenuante, cuando otras lesiones glomeru!ares
do la enfermedad subyacente es una lesión glomerular se encuentran presentes . La hipertensión y la retención de
mínima (nefrosis lipoide), lupus eritematoso sistémico, nitrógeno constituyen signos graves. La presencia de hiper-
glomerulonefritís excrecente y proliferatíva, o reacción tensión, protcinuria intensa y disfunción renal son de mal
idiosincrásica a toxinas o venenos. Estos medicamentos son pronóstico .
a menudo menos eficaces en el tratamiento de la enferme-
dad de la membrana y lesiones membranoproliferativas del
glomérulo. Son de mínimo o nulo valor en el tratamiento de AFECCIÓN RENAL EN
la amíloidosis o trombosis de la vena renal y están contrain- LAS ENFERMEDADES DEL TEJIDO
dicados en la nefropatía diabética. CONJUNTIVO
Pueden administrarse diuréticos pero a menudo son
ineficaces. La albúmina libre de sal y otros agentes osmó- Las enfermedades del tejido conjuntivo con frecuencia pro-
ticos son de escaso valor y sus efectos sorí transitorios. ducen signos y síntomas de enfermedad renal que no se
Los medicamentos inmunosupresores (agentes alqui- pueden distinguir de Jos producidos por una glomcrulonc-
Jantes, ciclofosfamida, mercaptopurina, azatioprina} se han fritis aguda o crónica . Aunque no se pueden clasificar con
Diagnóstico de nefropatías médicas • 607

exactitud como enfermedades del tejido conjuntivo, el lupus o algún paciente con artnhs cromca que habitualmente
eritematoso diseminado, la poliarteritis nodosa, la esclero- consume grandes cantidades de los medicamentos. Al prin-
dcrm ia, la granulomatosis de Wegener y la púrpura trom bó- cipio también se sospecha de la fenacetina; pero aun elimi-
tica trombocitopénica se implican como causa de un nándola de las mezclas, la frecuencia de nefropatía por
síndrome que se parece a la glomcrulonefritis. Aproxima- analgésicos no ha disminuido. El daño ocasionado a los
damente en un tercio a la mitad de Jos enfermos, el sedimen- riñones se descubre, por lo general, en forma tardía, después
to urinario es diagnóstico, conteniendo eritrocitos, células de que la insuficiencia renal se ha desarrollado. Una historia
de los túbulos renales, mcluyendo algunas llenas con goti- clínica cuidadosamente elaborada o el descubrimiento de
tas de grasa y cilindros anchos de cera y grasa. La presencia metabolitos de analgésicos en la orina pueden conducir a
de estos elementos constituye la prueba de la enfermedad este diagnóstico.
glomerular y tubular activa con extensa destrucción focal La lesión renal carece de especificidad histológica,
de las nefronas. Los síntomas y signos de la enfermedad consistiendo en inflamación peritubular y perivascular con
primana incluyendo datos extrarrenales (por ejemplo, alte- cambios degenerativos de las células tubulares (nefritis
raciones en pulmón o en oído. nariz y garganta en la enfer- intersticial crónica). No hay cambios glomerulares. La ne-
medad de Wegener; anomalías dermatológicas y carditis con crosis papilar renal se extiende hasta la médula pudiendo
el lupus eritematoso diseminado; disfagia con la escleroder- afectar a muchas papilas.
mia) y toda una gama de pruebas nuevas de la enfermedad La hematuria constituye un signo común. Ocurre cóli-
autoinmunitaria ayudan a la diferenciación del padecimien- co renal cuando las papilas necróticas se esfacelan. La
to del tejido conjuntivo que se halla presente. Cuando alguna poliuria puede ser notable. Son comunes los signos de
colagenopatía afecta al riñón, es casi imposible que ocurra acidosis (hipcrpnea), deshidratación y palidez por la ane-
la recuperación completa del padecimiento, aunque los mia. La infección constituye una complicación frecuente.
medicamentos imnunosupresores y los esteroides (solos o Los antecedentes de la ingestión de analgésicos pueden
combinados) pueden resultar eficaces en paliarla por largo haberse ocultado por el paciente.
plazo. La orina, por lo general, sólo muestra la presencia de
sangre y una pequeña cantidad de proteínas. La elevación
de las cifras de nitrógeno ureico y de creatinina y cambios de
ENFERMEDADES DE LOS TÚBULOS los valores de Jos electrólitos, características todas ellas
Y DEL INTERSTICIO RENALES de la insuficiencia renal, se encuentran presentes en forma
clásica. Por Jo común, también hay daño a la capacidad de
concentrar la or:ina. El urograma muestra las cavidades y
1. NEFRITIS INTERSTICIAL sombras típicas de las zonas de destrucción de las papilas.
El tratamiento consiste en la suspensión de los analgé-
sicos que contengan fenacetina y aspirina. La insuficiencia
Con frecuencia, la enfermedad intersticial aguda se debe a
renal y la infección se tratan como ya fue descrito en este
sensibilidad por algunos medicamentos, incluyendo anti-
bióticos (penicilinas, colistin, sulfonamidas), antiinflamato- capítulo.
rios no estero ideos, fenindiona y fenitoína. La recuperación
puede resultar completa.
La nefr:itis intersticial crónJca se caracteriza por fibro- 3. NEFROPATÍA POR EL ÁCIDO ÚRICO
sis focal o difusa intersticial, acompañada de infiltración
con células de inflamacJón, que en la etapa final se aso- Los cristales de urato producen una reacción inflamatoria
cia con atrofia extensa de los túbulos renales. Representa intersticial. El urato puede precipitar en orina ácida en los
una reacción inespecífiea a una variedad de causas: abuso cálices para formar cálculos de ácido úrico. Los pacientes
de analgésicos, envenenamiento con plomo y cadmio, ne- con enfermedad micloproliferativa que se encuentran bajo
frocalcinosis, nefropatías por uratos, nefritis por radiación, tratamiento pueden desarro!lar hiperuricemia y se encuen-
sarcoidosis, nefritis de los Balcanes, y algunos casos de tran Sl~etos a la oclusión de la parte alta del aparato urinario
uropatía obstructiva. Hay algunos enfermos en los cuales se por Jos cristales de ácido úrico. La alcalinización de la orina
han identificado anticuerpos contra la membrana basal de y la ingestión liberal de líquido ayudarán a prevenir la
los túbulos renales. En ocasiones, el lupus eritematoso formación de cristales. El alopurinol constituye un medica-
diseminado ha tenido un patrón dominante de nefritis mento útil para prevenir la hipcruricemi<t y la hiperuricosu-
intersticial en lugar de glomerulonefritis. ria. Hace poco se sugirió que muchos casos de "nefropatía
gotosa" crónica están en realidad relacionados con lesiones
crónicas renales producidas por plomo y no se deben a
2. NEFROPATÍA DEBIDA A LOS depósitos primarios de ácido úrico.
ANALGÉSICOS

La ingestión de analgésicos y antiinflamatorios no esteroi- 4. UROPATÍA OBSTRUCTIVA


dcs por mucho tiempo y la infección fulminante de vías
urinarias en prese_ncia de diabetes sacarina, son las dos La nefritis intersticial debida a obstrucción puede no estar
causas principales de necrosis papilar renal. La nefropatía relacionada con infección. Se encuentra alterada la conser-
por analgésicos se presenta de manera clásica en la mujer vación tubular del agua y la sal. Después del alivio de la
de edad media con dolores recurrentes o crónicos de cabeza obstrucción, la diuresis puede resultar masiva y puede re-
608 • Urología general de Smith (Capítulo 33)

querir la reposición vigorosa, pero prectsa, del agua y los Los datos de laboratorio con estos trastornos son pro-
electrólitos. porcionales a la función renal existente. El tratamiento es
sintomático.

5. MIELOMATOSIS
2. ENFERMEDADES QUÍSTICAS DEL RIÑÓN
Las características de la mielomatosis que contribuyen a la
enfermedad renal incluyen proteinuria (incluyendo a las Las anomalías estructurales congénitas del riñón deberán
cadenas filtrables K y 'A. de la proteína de Bence-Jones) con considerarse en todo paciente con hipertensión, pielonefritis
precipitación en los túbulos lo cual conduce a la acumula- o insuficiencia renal. Las manifestaciones de las anomalías
ción de proteínas anormales en Jos lúmenes tubulares, hi- renales estructurales están relacionadas con la enfermedad
percalcemia y ocasionalmente aumento en la viscosidad de sobrepuesta; pero el tratamiento y el pronóstico están mo-
la sangre relacionada con macroglobulinemia. Puede desa- dificados por la anatomía estructural. Muchos de estos
rrollarse un síndrome semejante al de Fanconi. pacientes están en mayor peligro de infección urinaria.
Resulta evidente el taponamiento de los túbulos, la reac-
ción de )as células gigantes alrededor de los túbulos , la
Riñones poliquís'ticos
atrofia tubular y, ocasionalmente, la acumulación de sustan-
cia amiloide, en el examen del tejido renal.
La enfermedad del riñón poliq uístico es familiar y a menudo
La insuficiencia renal puede ocurrir en forma aguda o
afecta no sólo a los riñones, sino también al hígado y
desarrollarse con lentitud. La hemodiálisis puede ayudar al
páncreas. Está claro que al menos dos locu.s genéticos
paciente durante los esfuerzos para controlar el mieloma con
pueden llevar a la enfermedad renal poliquística autosómica
sustancias químicas. -
dominante.
La formación de quistes en la corteza del riñón se
piensa que resulta de la falla de enlace de los túbulos
NEFROPATÍAS HEREDITARIAS colectores y contorneados de algunas ncfronas. Los quistes
intrarrenales pueden ser de tipo luminal proximal o distal ,
La importancia de la herencia y la frecuencia familiar de la el análisis sólo muestra diferencias en el contenido de elec-
enfermedad amerita la inclusión de una clasificación de trólitos . Esto es importante si alguno de estos quistes se
nefropatías hereditarias. Aunque relativamente raras en la infecta y debe elegirse un antibiótico (con penetración variable
población, las nefropatías hereditarias deben reconocerse según el tipo de quiste) . Nuevos quistes no se forman; pero
para permitir su diagnóstico y tratamiento inmediato en los los ya presentes se agrandan y, al ejercer presión, provocan
demás miembros de la familia preparando el asesoramiento destrucción del tejido adyacente. Se pueden hallar quistes
genético. en el hígado y el páncreas. La frecuencia de aneurismas en
los vasos cerebrales es mayor de la normal.
Los pacientes con enfermedad poliquística son descu-
1. NEFRITIS CRÓNICA HEREDITARIA biertos durante la investigación de hipertensión, mediante
el estudio diagnóstico en los pacientes que presentan pieJo-
Los signos de la enfermedad aparecen, generalmente, du- nefritis o hematuria, o investigando a las familias de los
rante la niñez, con episodios de hematuria, que siguen a pacientes con enfermedad poliqu{stica. A veces, el dolor en
menudo a alguna infección respiratoria alta. La insuficien- el tlanco es debido a la hemorragia en el interior de un
cia renal comúnmente se desarrolla en varones, pero sólo quiste, Jo cual provocará que se dirija la atención a la
rara ver en mujeres. La supervivencia más allá de los 40 nefropatía. En otras formas, los síntomas y signos son los
años es rara. que comúnmente se observan en la hipertensión o insufi-
En muchas familias, la sordera y las anomalías de los ciencia renal. En la exploración física, los riñones crecidos
ojos acompañan a la ncfropatía y constituye la denommada e irregulares son fácilmente palpables.
enfermedad de Alport. Otra forma del padecimiento va La orina puede contener leucocitos y eritrocitos. Con
acompañada por políncuropatía. La infección del aparato hemorragia en los quistes, puede haberla también en el
urinano constituye una complicación común. aparato urinario . Los datos químicos de la sangre reflejan
Las características anatómicas se parecen en algunos el grado de insuficiencia renal. El examen por ecografía o
pacientes a la glomerulonefritis proliferativa; en otros, hay las radiografías muestran los riñones crecidos y la urografía
engrosamiento de la membrana basal del glomérulo o pro- enseña los clásicos cálices alargados y la pelvicilla estirada
liferación de podocitos y engrosamiento de la cápsula de sobre la superficie de los quistes.
Bowman. En algunos enfermos, se encuentran células llenas No existe ninguna terapéutica específica, y la interven-
de grasa (células espumosas) en el tejido intersticial o los ción quirúrgica está contraindicada a menos que la
glomérulos. obstrucción urcteral sea producida por algún quiste adyacente.
No hace mucho se describieron consanguíneos con La hipertensión, infección y uremia se tratan en la manera
"enfermedad de membrana delgada" caracterizada por he- convencional.
maturia microscópica y, con frecuencia, evolución posterior Los pac1entes con enfermedad renal poliquística viven
a insuficiencia renal crónica. Ésta, como lcis casos de Alport razonablemente bien con uremia que aumenta de manera
puede significar anomalías heredadas o deficiencias del lenta, tanto la hemodiálisis como los trasplantes renales
colágeno tipo 4 en la membrana basal del glomérulo. alargan la vida del paciente. La nefretomía pretrasplante está
indicada sólo en pacientes con infecciones recidivantes de y manifestaciones neurológicas; la cspasticidad, la atetosis,
los quistes, sangrado recidivante grave que requiera trans- Jos trastornos emocionales y los anillos de Kayser-Fleischer
fusión o un crecimiento rápido con dolor persistente. alrededor de las córneas constituyen un síndrome único.
Hay disminución en la síntesis de ceruloplasmina con un
Enfermedad quística de la médula renal déficit de la misma en plasma y elevación en la cantidad de
cobre hbre lo cual es específico etiológicamente.
Se han reconocido dos síndromes con frecuencia creciente La penicilina se da para queJar y remover el exceso de
a medida que sus caracteristicas diagnósticas han llegado a cobre. También puede darse Edathamil (EDTA) para elimi-
conocerse mejor. nar el cobre.
Enfermedad quística de la médula renal es un pade-
cimiento familiar que puede volverse sintomático durante Defectos múltiples de la función tubular
la adolescencia. La anemia es, por lo general, la manifestación (síndrome de Toni-Fanconi-Debre)
inicial; pero la azoemia, acidosis e hiperfosfatemia pronto
se vuelven evidentes. La orina es particularmente normal, La aminoaciduria, fosfaturia, glocosuria y un grado variable
aunque hay a menudo incapacidad de producir orina con- de acidosis tubular renal caracterizan a este sindrome. La
centrada. Muchos quistes pequeños están diseminados a osteomalacia es una manifestación clínica prominente; otras
través de la médula renal. E! trasplante renal estará indicado manifestaciones clínicas y de laboratorio se relacionan con
por los criterios habituales para la intervención quirúrgica. los defectos tubulares especificas que se mencionaron.
Riñón esponjoso es un padecimiento asintomático y El segmento proximal del túbulo renal es reemplazado
se descubre por su aspecto característico de ectasia tubular por una estructura tubular delgada que constituye la defor-
en la urografía. El crecimientq de las papilas, de los cálices midad de "cuello de cisne". También el segmento proximal
y pequeñas cavidades en el interior de las pirámides se está acortado a menos de la mitad de la longitud normal.
demuestra por el medio de contraste en el urograma excre- El tratamiento consiste en repm'ler Jos déficit del catión
tor. Muchos cálculos pequeños ocupan a menudo el quiste (en especial del potasio), corregir la acidosis con bicarbo-
y la infección puede resultar molesta. La esperanza de vida nato o citrato, reponer el fosfato perdido con solución
no está afectada y sólo se requiere la terapéutica sintomática isotónica de fosfato neutro (sales mono y disódicas) y con
en el caso de la impactación ureteral de algún cálculo o para una ingestión liberal de calcio. Por lo general, resulta útil la
infección. vitamina D, pero la dosis usada deberá ser controlada me-
diante la determinación en suero de la cifra de calcio y
fosfato.
3. ANOMALÍAS DEL TÚBULO PROXIMAL
Defectos de la resorción del calcio y fósforo
Defectos en la resorción de aminoácidos
A. Raquitismo resistente a la vitamina D
A. Cistinuria congénita La pérdida excesiva de fósforo y calcio provoca raquitismo
El aumento en la excreción de cistína resulta en la formación u osteomalacia, la cual casi no cede con la administración
de cálculos de dicha sustancia en el aparato urinario. Tam- de vitamina D. Con frecuencia, en estos casos existe insufi-
bién se excretan ornitina, argínina y lisina en cantidades ciencia renal de causas múltiples y son originados por una
anormalmente grandes. Asimismo existe un defecto en la producción renal reducida de l ,25 dihidroxicolecalciferol
absorción de estos aminoácidos en el yeyuno . Los cálculos (el análogo más activo de vitamina D). El tratamiento con-
no opacos deberán analizarse químicamente para que pro- siste en proporcionar dosis grandes de vitamina D, y de
porcionen diagnóstlcos específicos. calcio complementarias de la alimentación.
Se debe mantener el volumen urinario alto por medio
de la administración de grandes cantidades de líquido, man- B. Seudohípoparatiroidismo
teniendo el pH urinario arriba de 7.0 y dando bicarbonato de Como resultado de la resorción excesiva de fósforo, ocurre
sodio y citrato de sodio más acetazolamida a la hora de dor- hiperfosfatemia e hipocalcemia. Los síntomas incluyen ca-
mir para asegurar una orina alcalma por la noche. En los lambres musculares, fatiga, debilidad, tetanización y retraso
pacientes con padecimiento refractario, puede ser necesaria mental. Los signos son los de la hipocalcemia; además, los
una dieta baja en metionina (precursora de la cistina). La pacientes tienen talla corta, cara redonda y en forma carac-
penici!amina ha resultado útil en algunos pacientes. terística tienen el cuarto y quinto huesos metacarpianos
cortos . La cifra de fósforo sérico está elevada, la de cal-
B. Aminoaciduria cio baja y la de la fosfatasa alcalina normaL No hay res-
Muchos de los aminoácidos pueden absorberse mal, resul- puesta a la hormona paratiro(dea. El tratamiento con
tando en pérdidas anormales. La incapacidad para crecer y vitamina D y el suplemento con calcio puede prevenir la
la presencia de otras deficiencias tubulares sugieren el tetanización.
diagnóstico. No hay tratamiento.
Defectos en la resorción de la glucosa
C. Degenerac,ión hepatolenticu/ar (glucosuria renal)
(enfermedad de Wilson)
En esta enfermedad familiar congénita, la aminoaciduria y La glucosuria renal es consecuencia de una disminución
acidosis tubular renal se acompañan con cirrosis del hígado anormal de la capacidad para reabsorber glucosa y se pre-
610 • Urología general de Smith (Capítulo 33)

senta cuando la glucemia es normal. No hay cctosis. La ("baja") con la producción reducida de NH4+. Estas ano-
respuesta a la tolerancia a la glucosa es normal. En algunos malías diferencian a este trastorno de la acidosis tubular
pacientes, la glucosuria renal puede preceder a la aparción de la renal tipo ti y de la acidosis metabólica que se observa en
verdadera diabetes sacarina. No hay trc~.tamicnto para la glucosu- la diarrea. Los hallazgos en la química sanguínea son los
ria renal. de la acidosis metabólica (cifra baja de HC03- o de C02)
con hipercloremia, cifra baja de calcio y de fósforo séricos,
Defectos de la resorción de glucosa potasio sérico bajo y, ocasionalmente, sodio sérico bajo.
y fosfato (raquitismo glucosúrico) El tratamiento consiste en la reposición de las de-
ficiencias y en aumento de la ingestión de sodio, potasio,
Los síntomas y signos son los del raquitismo u osteomalacia calcio y fósforo. El sodio y el potasio deberán administrarse
con debilidad, dolor o malestar de las piernas y columna como bicarbonato o citrato. Puede requerirse vitamina O
vertebral, además hay tetanización. Los huesos se deforman adicionaL
con arqueo de los huesos largos que sostienen el peso del
cuerpo, cifoescoliosis y, en los niños, signos de raquitismo. Exceso de la secreción de potasio
Las radiografías muestran densidad notoriamente disminui- (síndrome de "desperdicio" del potasio)
da de los huesos, con lineas de seudofracturas y otras
deformidades. La nefrocalcinosis puede ocurrir con fosfa- La secreción renal excesiva o pérdida de potasio puede
turia excesiva y puede seguir la insuficiencia renal. Están ocurrir en cuatro situaciones: 1) insuficiencia renal crónica
aumentadas las cifras urinarias de calcio y fósforo y hay con secreción de iones hidrógeno disminuida; 2) acidosis
glucosuria. La cifra de glucosa sérica está normal, Jo mismo tubular renal y el síndrome De Toni-Fanconi con pérdida de los
que la de calcio aunque ésta puede estar baja; la cifra de cationes, que resulta en disminución de la secreción de H"~
fósforo en suero está baja y la de fosfatasa alcalina elevada. y de NH4+; 3) hiperaldosteronismo e hipercorticosuprarre-
Es importante buscar las causas de este trastorno como la nalismo, y 4) secreción tubular de potasio, la causa de la
exposición crónica a cadmio o plomo. cual todavía es desconocida. La hipopotasemia indica que
El tratamiento consiste en la administración de gran- la deficiencia es intensa. La debilidad muscular, alcalosis
des dosis de vitamina D y de calcio para complementar metabólica y poliuria con la orina diluida, constituyen sig-
la alimentación. nos de hipopotasemia.
El tratamiento consiste en la corrección del pade-
Defectos de la resorción del bicarbonato cimiento primario y la administración complementaría de
potasio.
La acidosis de los túbulos renales proximales (ATR, tipo JI)
se debe a deficiencia en la producción de H+ en el túbu!o Secreción reducida de potasio
proximal, con la pérdida resultante de bicarbonato en la
orina y disminución en la concentración de bicarbonato La secreción reducida de potasio sérico se observa en
en el líquido extracelular. Junto con la limitada secreción de trastornos en los cuales la aldostcrona extrarrenal está
H+ se incrementa la secreción de K+ hacia la orina y recu- disminuida o cuando ocurre producción intrarrenal de
peración de CI-en Jugar de HC03 -. Por tanto, la acidosis se renina (hipoaldosteronismo secundario). Esta última en-
acompaña de hipopotasemía e h1percloremia. También pue- fermedad se denomina acidosis tubular renal (ATR) tipo
de ser deficiente al transporte de glucosa, aminoácidos, IV y se acompaña de deficiencia en la secreción de K+ y
fosfatos y uratos y dar lugar a un síndrome de Fanconi. H+ en el tú bulo distal. La nefritis intersticial inducida por
medicamentos, gota y diabetes sacarina es una circuns-
tancia clínica que puede producir ATR típo IV con hiper-
4. ANOMALÍAS DEL TÚBULO DISTAL potasemia y acidosis metabólica resultantes . El tratamiento
es promover la diuresis de potasio (con diuréticos del asa),
Defectos de la secreción de iones resinas gastrointestinales para unir potasio (Kayexalato) o
hidrógeno y de la resorción de suministrar al paciente un mineralcorticoide, acetato de
bicarbonato (acidosis tubular renal fluorocortisona.
clásica tipo 1)
Defectos de la resorción de agua
La incapacidad para secretar iones hidrógeno y formar iones (diabetes insípida renal)
amoniaco resulta en la pérdida de la "base fip"; sodio,
pota..->io y calcio. También hay una tasa elevada de excreción de La diabetes insípida nefrógena ocurre con más frecuencia
fosfato . Hay vómito, mal desarrollo y síntomas y signos en varones que en mujeres. La falta de respuesta a la
de acidosis metabó líca crónica, los cuales van acompañados hormona antidiurética constituye la clave para la diferencia-
por debilidad debida a la deficiencia de potasio y malestar ción de la diabetes insípida hipofisaria.
óseo por la osteomalacia. Ocurre nefrocalcinosis, con cal- Además de la falta de respuesta congénita a la hormona
cificación en las porciones medulares del riñón, aproxima- antidiurética, el túbulo puede hacerse refractario a dicha
damente en la mitad de los pacientes. La orina está alcalina hormona por causa de uropatía obstructiva, litio, metoxi-
y contiene una cantidad mayor que la normal de sodio, fluorano y la dcmeclocilina.
potasio, calcio y fosfato. Se observan anomalías en la brecha Los síntomas están relacionados con la mcapa-
aniónica urinaria (U.Na+ + U.K+ - U.CI-) relacionada cidad para reabsorber agua, con la poliuria y polidipsia
resultante. El volumen urinario se aproxima a los 12 Lldía 5. ANOMALÍAS RENALES TUBULARES
y la osmolal1dad y la densidad son bajas. El retraso men- IN ESPECÍFICAS
tal, la vejiga atónica y la hidronefrosis ocurren con fre-
cuencia. En la hipcrcalciuria idiopática, la resorción disminuida
El tratamiento consiste primordialmente en la inges- del calcio predispone a la formación de cálculos renales. El
tión adecuada de agua. La clorotiacida puede atenuar la calcio y el fósforo sérico son normales. La excreción urina-
diabetes, el mecanismo de acción es desconocido; pero el ria de calcio es alta; la de fósforo es baja. Puede existir
medicamento actúa aumentando la reabsorción isosmótica hematuria microscópica. Véase el tratamiento de los cálcu-
en el segmento proximal del túbulo. los urinarios que contienen calcio. •

REFERENCIAS

Generales Kamcl SK ct al.: Urinc clectrolytes and osmo\ality: When and how
to use them. A m J Nephrol 1990; 10:89.
Stamcy TA, Kindrachuk RW: Urina1y Sediment and Urinalysis:
Agncllo V, Chung RT, Kaplan LM: A role for hepatitis C virus
A Practica! Guide for the Health professional. Saunders
infection yn type l! cryoglobuli11emia. N Engl J Med
1985 .
1992;327: )490.
Anacmia of chronic renal fail u re. (Editora!.) Lancet 19S3; 1:965.
Anderson RJ, Schrier RW: Clinical Uses of Drugs in Patient.s With
Glomerulonefritis
Kidney and Liver Disease. Saunders, 1981.
Bennett WM et al.: Drug preséribíng in renal failure: Dosing
guidelines for adults. Am J Kidney Dis 1983;3: 155. Austin HA IH ct al.: Therapy of lupus nephritis: Controlled tria!
Brenner BM, Rector FC Jr: The kidney, Jrd ed. Saundcrs, 1986. of prednisone and cytotoxic drugs. N Engf J Med 1986;
Carvalho AC: Blceding in a uremia: A cJinical cha!lenge. (Edito- 314:614.
rial.) N Engl J Med ! 983;308:38 . Baldwin DS: Chronic glomcrulonephritis: Nonimmunologic
Eschbach JW: Treatment of ancm1a of progressive renal failurc mechanisms of progressive glomcrular damagc. Kidney lnt
with recombinant human erythropoietin. N Engl J Med 1982;21:109.
\989;321: 158. Couser WG: Mediatíon or immune glomerular injury. .1 A m Soc
Fcr MF ct al.: Cancer and the kidney: Renal complications of Nephrol 1990;1: 13 .
neoplasrns. A m J Med 1981 ;71 :704. Couser WG: Rapidly progressíve g)omeruloncphritis: Classifica-
Hcptinstall RH: Pathofogy o( the kidney, 3rd ed. Little, Brown, tíon, pathogcnetic mcchanisms, and therapy. AM J Kindey Dis
1983. 1988;11:449.
Ihle BV et al.: The effect o r protein restriction on the progression Emancipator SN: lmmunoregulatory factors in the pathogcnesis
of renal insutTiciency. N Engl J Med 1989;321: 1773. of l~A nephropathy. Kidney Int J 990;38: 1216.
Jennctte CJ, Falk RJ: Diagnostic classification ofantineutrophíl Glassock RJ et al.: Human immunodeficicncy virus (H!V) infec-
cytoplasmic autoantibody-assocíatcd vasculítídes . A m J Kid- tion and the kidney. Ann bztern Med 1990;1 12:35.
ney Dis 1991 ;18 : 184. Kashtan CE, Michael AF: 1-lereditary nephritis. Semin l':/ephrol
Klahr S: Pathophys10logy of obstructive nephropathy. Kidney lnt 1989;9: 135.
1983;23:414. Paolo Schcna F: A retrospective analysis of the natural history of
Klahr S et al.: The progresion of renal disease. N Engl J Med primary lgA worldwidc. A m J Med J990;89:209.
1988;318: 1657. Scymour AE: Glomcruloncphritis: Approach to classification. Pa-
Krupp MA: Gemtourinary tract. Chaptcr 15 in: Curren! Medica/ thology 1985;17:219.
Diagnosis & Treatmen/ 1987. Krupp MA, Tierney LM Jr, Ticbosch ATMG et al.: Thin-basement membrane nephropathy in
Schroedcr SA (editors). Appleton & Lange, 1987; publicado adults with persisten! hematuria. N Engl J lvfed 1989;320: 14.
en espai':íol por la Editorial El Manual Moderno, México. Wilson CB: Chapter J 6 . lmmune aspects ofrenal discascs . JAMA
Madaio MP: Renal bíopsy. Kidney /nt 1990;38:529. 1987;258:2957.
Ravine D ct al.: Phenotype and gcnoty_pc hcterogeneity in auto-
soma! dominant polycistic kidney disease. Lance! 1992;
340 : 1330. Síndrome nefrótico
Schricr RW (editor): Renal and Electrolyte Disorders , 2nd ed.
Little, Brown, 1980.
Bernard DB: Extra renal complications ofthe nephrotic syndrome.
Kidney Int 1988;33: 1184.
Urinálisis
Bemard DB: Ncphrotic syndromc: A clinical approach. Hosp
Pmct 1990;25:114.
Cushner HM, Coplcy JB: Back to basics: The urinalysis: A Cogan MG: Nephrotic syndrome. We.\1 J Med 19S2;136:411.
selected national 'survcy and review. Am J Med Sci 19!S9; Kayscn GA: Hypcrlipidcmia in the nephrotic syndrome. Am J
297:193. J(idney Dis 1988; 12:548.
Ghiggcn GM: Protcinuria: Definítion, mcchanisms and clíni- Ponticclli C: Prognosis and trcatment ofmcrnbranous nephrophaty.
ca! value. Child Nephro{ Uroi 1989;9: 181. Kidney Jnt 1986;29:927 .
Haber MH: Urine Casts: Their Mícroscopy and clinical sígnifi- Rocher L: Diabetic nephropathy. Arch Jntern Med 1990; 150:26.
cance. American Society of Clínica! Pathologísts, 1975. Schnapcr HW: The immune system in mínimal change nephrotic
Hauglustaine D ct al.: Detection of glomcrular bleeding using a syndromc. Pr!diau· Nephml 1989;3: 101.
simple staining method for light microscopy. Lancet Tromptcr RS: lmmunosuppressivc therapy in the nephrotic syn-
1982;2:761. drome in children. Pediatr Nephrol1989;3: 194.
34
Oliguria; insuficiencia
renal aguda
Wíllíam J.C. Amend) Jr. MO y Flavío G. Víncenti, MD
1

De manera literal, \a palabra oliguria significa reducción del INSUFICIENCIA RENAL PRERRENAL
volumen urinario: esto es, unarespuesta demasiado pequeña
para las necesidades de excreción del cuerpo. La oliguria se El término prerrenal denota perfusión renal inadecuada
presenta cuando el volumen diario de orina no es suficien- debido a volumen intravascular reducido o a circulación
te para eliminar las cargas de solutos endógenos que son los arterial poco efectiva. El origen más frecuente de este tipo
productos finales del metabolismo. Para definir la oliguria
no es posible detenninar una cantidad precisa de volumen
urinario en 24 horas, puesto que el volumen de orina suele
variar de acuerdo a la ingestión de líquidos y la capacidad Cuadro 34-1. Etiología de la insuficiencia renal agud~

del riñón para concentrar. Cuando el riñón puede concentrar l. Insuficiencia renal prerrenal:
la orina de manera normal hasta una densidad de 1.035, la l. Deshidratación
oliguria se presenta a un volumen menor de 400 mL/día o 2. Colapso vascular debido a septicemia, tratamiento con
aproximadamente 6 mL/kg de peso corporal. Por otra parte, medicamentos antihipertensores o a un "tercer espacio"
cuando la capacidad de concentración del riñón está dañada 3. Gasto cardiaco reducido
y el paciente sólo puede lograr una densidad de 1.O1O, la 11. Vascular:
oliguria se presenta con un volumen de orina menor de 1000 l. Ateroembolía
a 1500 mL!día. 2. Aneurismas arteriales di secantes
La insuficiencia renal aguda es un trastorno en el cual
3. Hipertensión maligna
el índice de filtración g!omerular disminuye en forma súbita,
llJ. Del parénquima (intrarrcnal):
lo que causa retención repentina de metabolitos endógenos
(urca, potasio, fosfato, sulfato, creatinina) que normalmente l . Específica:
son depurados por los riñones. Suele presentarse muy poco a. Glomerulonefritis
volumen de orina (menos de 400 mLidía). Sin embargo, si b. Nefritis intersticial
los mecanismos que efectúan la concentración renal están c. Toxinas, inducida por colorantes
dañados (véase párrafo anterior) el volumen diario de orina 2. Inespecíficas:
puede ser normal o aun alto (insuficiencia renal de salida a. Necrosis tubular aguda
elevada o no oligúrica). Rara vez hay ausencia total de b. Necrosis cortical aguda
orina (anuria) en la insuficiencia renal aguda. IV. Funcional-hemodinámica:
Las causas de insuficiencia renal aguda se listan en el ! . In.hibidorcs de la enzima convertidora de angiotens1na
cuadro 34-1. La diferenciación inmediata de la causa es 2. Medicamentos antiintlamatorios no esteroides
importante para determinar el tratamiento adecuado. La 3. Cic\osporina
insuficiencia renal prerrenal es reversible si se trata cuanto 4. Síndrome hepatorrenal
antes, en tanto que la demora en el tratamiento puede
V. Posrcnal:
permitir la evolución hacia una forma fija e inespecífica de
l. Cálculos en los pacientes con riñón único
insuficicocía renal intrínseca (por ejemplo, necrosis tubular
2. Obstrucción ureteral bilateral
aguda). Las otras causas se clasifican con base en su parti-
cipación con lesiones vasculares, trastornos intrarrenalcs o 3. Obstrucción del orificio de salida
trastornos posrenales. 4. Derrame postraumático

613
de insuficiencia renal aguda es la deshidratación por la y la creatinina, las pruebas de la química urinaria y
pérdida renal o extrarrenal de líquidos a causa de diarrea, sanguínea después de administrar estos agentes darán
vómito, uso excesivo de diuréticos y otras. Las causas resultados erróneos.
menos frecuentes son choque séptico, formación de un 3. Presión venosa central: La presión venosa central baja
tercer espacio con acumulación extravascular de líquidos indica hipovolemia, que puede deberse a pérdida sanguí-
(por ejemplo pancreatitis), y uso excesivo de antihiperten- nea o deshidratación. Si la insuficiencia cardiaca es la
sivos, los cuales producen disminución absoluta o relativa principal causa de la insuficiencia renal prerrenal (en
del volumen del líquido intravascular. La insuficiencia car- raras ocasiones es la única causa), son aparentes el gasto
diaca con gasto cardiaco reducido también puede disminuir cardiaco reducido y la presión venosa central alta.
el flujo sanguíneo renal efectivo. La evaluación clínica 4. Sobrecarga con líquido: En la insuficiencia renal pre-
cuidadosa puede identificar el trastorno primario causante rrenal, el incremento en el volumen urinario como res-
de la insuficiencia renal prerrenal. puesta a un aporte de líquidos, administrados con
También se puede observar reducción aguda del índice extremo cuidado, tiene utilidad diagnóstica y terapéuti-
de filtración glomerular en pacientes con cirrosis (insufi- ca. El tratamiento inicial más frecuente es la administra-
ciencia hepatorrenal) o en pacientes a quienes se administra ción intravenosa rápida de 300 a 500 mL de solución
ciclosporina, antdnflamatorios no esteroideos o inhibidores salina fisiológica o de 125 mL de manito! a\20 por ciento
de la enzima convertidora de angiotensina. Es patente que (25 g/125 mL). El gasto urinario se determina durante
estos trastornos representan cambiós fisiológicos intrarre- las siguientes 1 a 3 horas. La elevación del volumen
nales significativos, que son mediados por prostaglandinas urinario en más de 50 mL!h, se considera una respuesta
y rcnina~angiotcnsina de tal manera que la presión g!ome- favorable que justifica continuar con la administración
rular capilar falla repentinamente. En estas circunstancias intravenosa de solución fisiológica para restaurar el
clínicas, los hallazgos urinarios pueden imitar a una insufi- volumen plasmático y corregir la deshidratación. Cuan-
ciencia renal, aunque la valoración clínica del paciente no do no se obtiene incremento en el volumen de orina, Jos
demuestra el cuadro clínico extrarrenal que regularmente se resultados de la química sanguínea y urinaria deben
observa en trastornos prerrenales, como se anota en la revisarse con extremo cuidado, revalorar el estado de Jos
siguiente sección. Por lo general se nota mejoría en el índice líquidos del paciente y repetir la exploración física para
de filtración glomerular cuando se suspenden los medica- determinar si puede ser útil una sobrecarga adicional con
mentos o, en casos de insuficiencia hepatorrenal, con el líquido (con o sin furosemida).
manejo de la enfermedad hepática o trasplante hepático.
Tratamiento
Cuadro clínico
En estados de deshidratación y para tratar la oliguria de
A. Síntomas y signos origen prerrenal, es necesario administrar con rapidez los
Excepto en raros casos que se acompañan de insuficiencia líquidos perdidos. El manejo inadecuado de líquidos puede
cardiaca o "de la bomba", los pacientes suelen quejarse de causar más deterioro hemodinámico renal y finalmente una
sed o de mareos en posición erecta (desvanecimientos or- isquemia tubular renal (con necrosis tubular aguda com-
tostáticos). Puede haber antecedentes de pérdida evidente puesta~ véase discusión siguiente). Cuando la oliguria per-
de líquido. La pérdida de peso en horas o días refleja
cuantitativamente el grado de dishidratación.
La exploración física con frecuencia revela aumento Cuadro 34-2. Insuficiencia renal aguda en
en la turgencia de la piel, venas del cuello colapsadas, comparación con )a azoemia prerrenal*
mucosas y axilas secas y, lo más importante, cambios ortos- Insuficiencia Azoemia
táticos o posturales en la presión y el pulso. renal renal
Osmolaridad urinaria <350 > 500
B. Hallazgos de laboratorio (mosm/L)
l. Orina: Por lo regular, el volumen urinario está dismi- Urea urinariaJurea < 10 > 20
nuido. Una valoración cuidadosa puede requerir ca- plasmática
tcterización de la vejiga seguida de la medición, cada Creatinina <20 > 40
hora, de los egresos; la medición también deter- urinaria/ crcatin i na
minará si existe obstrucción de vías urinarias bajas plasmática
(véase discusión siguiente). La elevación de la densi- Sodio urinario (meq/L) >40 <20
dad urinaria (> 1.025) y de la osmolalidad urinaria Índice de insuficiencia
(> 600mosm/kg) también se observan en este tipo de renal=
insuficiencia renal aparentemente aguda. El análisis ru-
tinario de orina no suele mostrar anomalías. > 1 <\
2. Química sanguínea y urinaria.;. La proporción de nitró-
geno ureico sanguínco/crcatinina sanguínea normal- U¡pNa >1 <1
FE = - - x 100
mente es 10: 1, la cual suele increl!lentarse en la Na U/Pcr
insuficiencia renal prerrenal. En el cuadro 34~2 se des-
criben otros datos. Como el manito] y otros diuréticos + FracciÓn excretada del sod1o filtrado. Véase Espmel CH: JAMA
afectan el transporte y manejo tubular de la urea, el sodio 1976;236·579; and Millcr TR et al. Ann Jntern Med 1978;89:47.
siste en un paciente bien hidratado, están indicados los trar insuficiencia renal aguda, a menos que se acompañe de:
medicamentos vasopresores en un esfuerzo por corregir la 1) septicemia o deshidratación, 2) obstrucción o 3) afecte
hipotensión que se relaciona con septicemia o choque un riñón único. Enfermedades sistémicas en las que ocurre
cardiógeno. Los agentes presores que restauran la presión insuficiencia renal aguda incluyen: púrpura de Hcnoch~
arterial sistémica mientras mantienen el tlujo sanguíneo Scholein, síndrome hemolítico urémico, lupus eritematoso
renal y la función renal son más útiles . Doparnina, 1 a sistémico y esclerodermia. Puede presentarse infección por
5 ).lgfkg/min, proporciona valores de "dosis renal" incre- virus de inmunodefíciencia humana (VIH) con insuficien-
mentando el flujo renal de sangre sin respuesta presora cia renal aguda causada por nefropatía por VIH. El pronós-
sistémica. A veces se requieren dosis más altas, de 5 a tico de este padecimiento es muy malo.
20 )lg!kg, para la hipotensión sistémica persistente, luego
de corregir el volumen. La interrupción de los antihipertcn- B. Datos de laboratorio
sores o de los diuréticos puede, por sí misma, curar la l. Orina: El examen de orina revela gran cantidad de
aparente insuficiencia renal aguda que se presenta como eritrocitos y leucocitos y múltiples tipos de cilindros
resultado de causas prerrenales. celulares y granulosos ("orina telescópica"). En la ne-
fritis intersticial alérgica pueden observarse eosinófilos.
La concentración de sodio en orina puede variar de 1O a
INSUFICIENCIA RENAL VASCULAR 40 meg/L.
2. Pruebas sanguíneas: A menudo, los componentes del
Las causas frecuentes de insuficiencia renal aguda debida a complemento sérico disminuyen durante el depósito de
enfermedad vascular incluyen enfermedad ateroembólica, complejos inmunitarios . En algunos laboratorios, pue-
aneurismas arteriales disecantes e hipertensión maligna. La den identificar los complejos inmunitarios circulantes.
enfermedad ateroembólica es rara en pacientes menores de Otras pruebas pueden revelar enfermedades sistémicas
60 años que no se han sometido a procedimientos vasculares como lupus eritematoso. En el síndrome hemolítico urémi-
ni a estudios angiográficos. Los aneurismas arteriales dise- co se observan trombocitopenia y alteración en la estructura
cantes y la hipertensión maligna suelen ser clínicamente morfológica de los glóbulos rojos.
evidentes. La trombosis aguda de la vena renal, a menos que 3. Biopsia renal: La biopsia muestra cambios característi-
afecte ambos riñones, no tiene efecto deletéreo sobre la cos de gtomcrulonefritis, nefritis intersticial aguda o
función renal de depuración. trombos en los capilares glomcrulares. Puede haber ex-
La evaluación rápida del riego arterial del riñón crecencias extensas que afectan el espacio de Bowman.
requiere arteriografía u otros estudios del flujo sanguíneo
renal (por ejemplo, IRM). La causa de la hipertensión C. Datos radiológicos
maligna puede identificarse en la exploración física (es- En la urografía intravenosa o el gammagrama renal casi no
clerodermia). El manejo primario del proceso vascular es se logra visualizar la lesión. Debe evitarse la urografía
necesario para afectar el curso de estas formas de insufi- intravenosa rutinaria por el peligro de lesión renal por el
ciencia renal aguda. colorante . Por esta razón, se prefiere la sonografía.

Tratamiento
ESTADOS DE ENFERMEDAD
INTRARRENAL; INSUFICIENCIA RENAL El tratamiento se dirige a erradicar la infección, remover los
AGUDAINTRARRENAL antígenos, eliminar Jos materiales y medicamentos tóxicos,
suprimir los mecanismos autoinmunitarios, remover los
Las enfermedades en esta categoría pueden dividirse en anticuerpos autoinmunitarios o disminuir las respuestas
procesos parenquimatosos específicos e inespecíficos . inflamatorias del órgano efector. La inmunoterapia puede
incluir medicamentcs, anticoagulantes o el uso temporal de
plasmaféresis.
1. ESTADOS ESPECÍFICOS DE
ENFERMEDADINTRARRENAL
2. ESTADOS INESPECÍFICOS DE
Las causas más frecuentes de insuficiencia renal aguda ENFERMEDADINTRARRENAL
intrarrenal son glomcruloncfritis aguda o de evolución rá-
pida, nefritis intersticial aguda y nefropatías tóxicas. Éstos incluyen necrosis tubular aguda y necrosis cortical
aguda. Esta última se presenta con anuria, se acompaña de
Cuadro clínico coagulación intravascular intrarrenal y suele tener un pro-
nóstico más desfavorable que la primera.
A. Síntomas y signos Lücke fue el primero que describió, durante la Segunda
Por lo general hay antecedentes sobresalientes como dolor Guerra Mundial, la necrosis tubular aguda en pacientes que
de ga;ganta o infección de vías respiratorias superiores, uso sufrían lesiones pormachacamiento y choque. Se creyó que los
de antibióticos o empleo intravenoso de medicamentos (a cambios degenerativos de Jos túbulos más distales (nefrosis
menudo ilícitos). En ocasiones, se observa dolor bilateral de de la nefrona inferior) se debían a isquemia. Cuando ya se
la espalda, a veces intenso. Puede presentarse hematuria pudo disponer de la diálisis, la mayoría de estos pacientes
macroscópica. En la pielonefritis es poco frecuente encon- se recuperaron ~algunas veces por completo~ siempre que
no hubiera ocurrido coagulación intravascular intrarrenal ni Tratamiento
necrosis cortical.
Los pacientes de avanzada edad están más propen- Si no existe respuesta a la sobrecarga inicial de líquidos o a
sos a desarrollar esta forma de insuficiencia renal aguda la carga de manito!, el volumen de líquido que se administre
oligúríca después de episodios de hipotensión. Parece que la debe disminuirse de manera ostensible y la cantidad admt-
exposición a algunos medicamentos (por ejemplo, los inhibí- nistrada debe relacionarse con el volumen de orina y las
dores de prostaglandínas como son !os antiinflamatorios no pérdidas insensibles. Es necesaria la evaluación oportuna de
esteroideos) puede aumentar el riesgo de necrosis tubular la tasa de incremento de creatinina sérica y del nitrógeno
aguda. En algunos casos de envenenamiento con mercurio (en ureico sanguíneo y de las concentraciones de electrólitos
especial cloruro mercúrico) y después de la exposición a para establecer los criterios para el posible uso de la
material de contraste radiactivo en pacientes con diabetes diálisis . Hay algunos datos de que el uso de sobrealimen-
sacarina o mieloma, pueden no desarrollarse las manifestacio- tación puede ser benéfico tanto para reducir 1a necesidad
nes clínicas características de ncfrosis de la nefrona inferior, de diálisis como para disminuir las tasas de morbdidad y
pero sí se observa una insuficiencia renal aguda inespccífica mortalidad. Manteniendo la regulación adecuada del vo-
semejante. lumen de líquidos administrados, se pueden utilizar so-
luciones de glucosa y de aminoácidos esenciales para
proporcionar 30 a 35 kcallkg para corregir o reducir la
Cuadro clínico gravedad del estado catabólico que acompaña a la necro-
sis tubular aguda.
El potasJO sérico o plasmático deberá vigilarse en
A. Síntomas y signos forma estrecha y realizar ECG en serie para asegurar la
Usualmente el cuadro clínico es el del problema cl!nico identificación oportuna de hipcrpotasemia. Este trastor-
concurrente. Pueden estar presentes al mismo t1empo des- no puede tratarse con: 1) administración intravenosa de
hidratación y choque, pero la producción de orina y la bicarbonato sódico; 2) Kayexalate, 25 a 50 g (con sorbi-
insufk1encia renal aguda no mejora después de la adminis- tol ), por vía oral o por enema; 3) glucosa intravenosa e
tración de líquidos intravenosos, en contraste con la s itua- insulina, y 4) administración intravenosa de calcio para
ción de los pacientes que tienen insuficiencia renal prerrenal prevenir la irritabilidad cardiaca.
(véase discusión anterior). Por otro lado, existen signos de La diálisís peritoneal o la hemodiáiisis deberán usarse
retención excesiva de líquidos en pacientes con insuficien- según sea necesario para evitar o corregir la uremia, la
cia renal aguda subsecuente a la exposición a radiocontra.ste. hipocalcemia o la sobrecarga de líquidos . La hemodiálisis
Los síntomas de uremia per se (esto es, actividad mental en pacientes con insuficiencia renal aguda se puede efectuar
alterada o síntomas gastrointestinales) son poco frecuentes ya sea de manera intermitente o continua (con técnicas de
en la insuficiencia renal aguda (en comparación con los hemofiltración arteriovenosas o venovenosas) . El acceso
pacientes que sufren insuficiencia renal crónica). vascular se obtiene por medio de catéteres transcutáneos .
Las técnicas de diálisis continua permiten un manejo más
B. Datos de laboratorio fácil en muchos pacientes hcmodinámicamente inestables
en unidades de cuidados intensivos.
(cuadro 34-2)
l. Orina: Aunque la densidad puede ser alta inmediata-
mente después del periodo agudo, por lo general dismi- Pronóstico
nuye o se establece entre 1.005 y l. O15. La osmolaridad
urinaria también disminuye (menor de 450 mosm/kg y La mayor parte de los casos son reversibles en 7 a 14 días.
la proporción osmolar 0 /P menor de 1.5:1 ). A menudo Puede observarse daño renal residual , en particular en los
el examen general de orina revela células tubulares y pacíentes de edad avanzada.
cilindros granulosos; la orina puede ser parda oscura.
Cuando la prueba para sangre oculta es positiva, deberá
sospecharse la presencia de mioglobina o hemoglobina. INSUFICIENCIA RENAL AGUDA POS RENAL
Ahora puede disponerse de las pruebas para identificar
el pigmento de la mioglobina. Los trastornos que se presentan en el cuadro 34-1 compren~
2. Presión venosa central: Suele ser normal o un poco den principalmente los que necesitan diagnóstico urológico
aumentada. e intervención terapéutica. Después de la cirugía de la
3. Sobrecarga con líquidos: No hay incremento del vo- región inferior del abdomen, deberá considerarse la obstruc-
lumen urinario después de \a administración intrave- ción uretral o ureteral como causa de insuficiencia renal
nosa de solución salina fisiológica o manito}. En aguda. Las causas de obstrucción uretral bilateral son: 1)
ocasiones, después del uso de furosemida o "dosis afección neoplásica peritoneal o rctroperitoneal con masas
renales" de dopamina (1 a 5 Jlglkg/min), un egreso o nódulos; 2) fibrosis retroperitoneal; 3) formación de
urinario reducido se convierte en un egreso urinario cálculos, y 4) interrupción traumática o posquirúrgica. En
elevado y fijo (insuficien'cia renal de egreso reduci- el caso de un riñón único, los cálculos ureterales pueden
do a insuficiencia renal de egreso elevado), pero por producir obstrucción completa del aparato urinario e insu-
lo regular no existen cambios en la velocidad a la que ficiencia renal aguda. Una causa frecuente de insuficiencia
aumentan en la sangre el nitrógeno ureico o la creati~ renal es la obstrucción uretral o del cuello de la vejiga, en
nma. especial en Jos hombres de edad avanzada. Los desgarros
uretrales a consecuencia de traumatismo se describen en el C. Datos radiológicos
capítulo 18. En la urografía intravenosa, suele haber muy poca visua-
lización. El gammagrama renal puede mostrar extravasa-
ción de orina o, en casos de obstrucción , retención del
Cuadro clínico
radio isótopo en la pelvicilla renal. Los gammagramas rena-
les son útiles en la obstrucción aguda pero no en la crónica.
A. Signos y síntomas El ultrasonido con frecuencia revela un sistema colector
A menudo pueden presentarse dolor e hipersensibilidad superior dilatado con deformidades características de hi-'
renales. En el caso de una lesión ureteral durante la cirugía, dronefrosis .
con extravasación urinaria concurrente, puede perderse ori-
na a través de !a herida. Puede observarse edema debido a
sobrchidratación. El íleo a menudo se presenta acompañado D. Exploración instrumental
La cistoscopia y la cateterización uretral retrógrada demues-
ele distensión abdominal y vómito.
tran la obstrucción uretcral.

B. Datos de laboratorio
Por lo general, el examen de orina no es útil. Cuando es Tratamiento
posible obtener un gran volumen de orina mediante catete-
rización, puede ser diagnóstico y terapéutico para la obs- Para una descripción más amplia de las lesiones ureterales
trucción de la porción inferior del aparato urinario. véase capítulo 18. •

REFERENCIAS
Amend WA: Pathogcnesís ofhepatorenal ssyndrome. Trans Proc injury in the pathogenesis of the crush syndrome. N Engl J
1993;25: 1730. Med 1991 ;324:1417.
Bonvcntrc JV: Mechanisms ofischemic acute renal failure. Kídney Rcusch JJ, Andcrson RJ: When acute reenal failure complicates-
lnt 1993;43: \160. cardiac discase. J Crit J/lness 1990;5: 108.
Golpcr TA: [ndícations, technical considerations and stratcgics for Smithies MN, Camcron JS: Can we predictoutcome in acute renal
renal replacement thcrapícs in thc intensive care unit. J lnten- failure? Nephron 1989;51:297.
sive Care Med 1992;7:310. Toback FG: Regeneration after acute tubular necrosis. Kidney lnt
Maliakkal RJ, Bistrian BR: Nutritional support offCU paticnts with 1992;41 :226.
acute renal failure. J Crit Jlln 1992;7:1261. Turney JH et al.: The evolution ofactute renal failure, 1956-1988.
Mathew A,Berl T: Hypovolemia andrcnal fai!ure: Specificc! inical QJ Med 1990;74:83.
settings. J Critical lllness ! 9R9;4:91. Wish JB, Mortiz CE: Prcventing radiocontrast-induced acule
Odeh M: Mechanisms of disease: The role of reperfusion induced renal. J Crit 1/lness 1990;5: 16.
35
Insuficiencia renal
crónica y diálisis
Wí/líam J. C. Amend) Jr., MD y Flavio G. Vincenti) MD

En la insuficiencia renal crónica, la disminución de la incidencia de ancianos con esta enfermedad en ambos gru-
eliminación de algunos solutos que se excretan prin- pos de tratamiento .
cipalmente por el riñón, origina su retención en los líquidos
corporales. Estos solutos son productos finales del me- Antecedentes
tabolismo de sustancias exógenas (por ejemplo, alimentos)
o endógenos (por ejemplo, catabolismo tisular). Los in- Hay varias causas de disfunción renal progresiva que conducen
dicadores más comunes de insuficiencia renal son el a la etapa final o insuficiencia renal terminal. Bright, en el
nitrógeno de la urea sanguínea (BUN) y la creatínina sérica. comienzo del siglo XIX, describió a diversos pacientes
Sin embargo, el aumento notable del primero puede de- que presentaban edema, hematuria, proteinuria y finalmente
pender de causas no renales como hiperazoemia prerre- fallecían. El análisis químico del suero de dichos enfermos
nal, hemorragia gastrointestinal o ingestión elevada de llamó la atención sobre la retención de compuestos de
proteínas . Puede utilizarse la eliminación de creatinina nitrógeno no proteíco (NNP) y estableció la relación entre
como una medida razonable del índice de filtración glome- esto y los datos clínicos de uremia. Si bien el estado patoló-
rular (IFG). · gico de la memia se describió en detalle en los años poste-
La insuficiencia rena\ puede clasificarse como aguda riores, no se logró aumentar la esperanza de vida en una
o crónica dependiendo de la rapidez de inicio y del curso buena cantidad de pacientes sino hasta que se tuvo la posi-
subsiguiente de la azoemia. Un análisis basado en el desa- bilidad de diálisis renal crónica y trasplante renal a partir de
rrollo agudo o crónico de la insuficiencia renal es importante 1960a1970.
para el entendimiento de las adaptaciones funcionales, meca-
nismos de enfermedad y terapéutica finaL En ciertos casos Etiología
particulares, a menudo es difícil establecer la duración de la
insuficiencia renal. Una historia clínica que indica hiperten- Numerosos trastornos acompañan a las nefropatías en etapa
sión previa o datos radiológicos como riñones pequeños y terminal. Ya sea un proceso renal primario (por ejemplo:
contraídos , favorecen un proceso más crónico. Ciertas for- glomerulonefritis, pielonefritis, hipoplasiacongénita) o uno
mas de insuficiencia renal aguda tienden a evolucionar a secundario (por ejemplo, un riñón afectado por un proceso
insuficiencia renal crónica irreversible. Para una descrip- general como la diabetes sacarina o el lupus eritematoso)
ción de la insuficiencia renal aguda, véase el capítulo 34. puede constituir el origen. Las alteraciones fisiológicas
La incidencia de insuficiencia renal crónica como en- sobreimpuestas secundarias a deshidratación, infección o
fermedad terminal es de 160 casos por un millón de habi- hipertensión fungen con frecuencia como "la gota que
tantes al año. Estos pacientes requieren diálisis crónica, derramó el vaso" y llevan al paciente en situación limítrofe
trasplante renal o ambos, como terapéutica de sustitución a una uremia clínica descompensada.
renal. Los criterios de aceptación médica para diálisis y
trasplante son estrictos. El trastorno se presenta en todos los Cuadro clínico
grupos de edad . La gravedad y la rapidez del desarrollo de
la uremia es difícil de predecir. El uso de diálisis y trasplante A. Síntomas y signos
se expande con rapidez en todo el mundo. En la actualidad, Son frecuentes síntomas tales corno prurito, malestar gene-
más de ~ 30 000 de estos pacientes se tratan con diálisis en ral, debilidad, negligencia, pérdida de la libido, náuseas y
Estados Unidos. Se observa una tendencia al aumento en la fátiga fácil, que representan molestias generales de este
620 • Urología general de Smith (Capítulo 35)

trastorno crónico. Suele haber un antecedente familiar im- de rcnina y aldosterona. Múltiples factores originan un
portante de enfermedad renal. La falta de crecimiento es un aumento del fosfato sérico y disminución del calcio
problema primaría en pacientes preadolescentes. Pueden sérico. Hay hipcrfosfatemia como consecuencia de la
coincidir síntomas de trastornos multisistémicos (por ejem- menor eliminación de fosfato por el riñón. En los pacien-
plo: erupciones cutáneas, pericarditis y artritis en lupus tes urémicos se reduce el apetito y, por tanto, la ingesta
eritematoso). La mayoría de los pacientes con insuficiencia en calcio. Además, la actividad de la vitamina D está
renal tiene presión arterial alta, secundaria a sobrecarga de disminuida por la reducción de la conversión renal de
liquidas y a sobrehidratación. En ocasiones, la hiperrenine- vitamina D2 en D3 activa. Estas alteraciones originan
mia agrava Ja hipertensión . Sin embargo, la presión artcrjal hiperparatiroidismo secundario con alteraciones esque-
puede ser normal o baja si hay tendencia marcada a perder léticas de osteomalacia y osteítis fibrosa quistica. Con
sales (por ejemplo, en la enfermedad medular quístíca). El frecuencia están elevados los valores de ácido úrico en
pulso y la frecuencia respiratoria son rapidos a causa de la forma secundaria a la excreción renal reducida, pero rara
anemia y de la acidosis metabólica. Es habitual que se vez originan cálculos o gota.
encuentren manifestaciones clínicas como son: hedor uré-
mico, pericarditis, datos neuroJógicos de asterix is, alteracio-
C. Datos radiológicos
nes mentales y neuropatía periférica. El riñón palpable Los pacientes con función renal disminuida no deben so-
sugiere una enfermedad poliquística. El examen oftalmos- meterse de manera rutinaria a estudios de contraste. Se
cópico puede mostrar retinopatía hípcrtensiva o diabética. puede tener información diagnóstica importante mediante
Las alteraciones que afectan la córnea han sido relacionadas el empleo de ultrasonografía. La sonografia renal es útil
con enfermedad metabólica (por ejemplo: enfermedad de para determinar el tamaño renal, el grosor de la corteza y
Fabry, cistinosis). localizar el tejido ai efectuar la biopsia renal transcutánea.
Las radiografías de los huesos pueden mostrar retraso del
crecimiento , osteomalacia (raquitismo renal) u osteítis
B. Datos de laboratorio
l. Composición de )a orina: La variación del volumen de fibrosa. Puede haber calcificaciones en los tejidos blandos.
orina depende de la gravedad y el tipo de enfermedad
renal. Desde el punto de vista cuantitativo, cantidades D. Biopsia renal
normales de agua y sal pueden perderse en la orina En general , las biopsias renales no aportan gran infonnaicón
asociadas con formas de enfermedad poliquística o in- excepto fibrosis intersticial no especifica y glomeruloscle-
tersticial. Sin embargo, el volumen de orina suele ser rosis. Puede haber cambios vasculares notables que consis-
bastante bajo cuando ellFG es menor del 5% del normal. ten en el engrosamiento de la capa media, fragmentación de
Las pérdidas diarias de sal se vuelven más fijas y, sí son las fibras elásticas y proliferación de la íntima, los cuales
bajas, poco después ocurre un estado de retención de pueden resultar secundarios a la hipertensión urémica
sodio. La proteinuria puede ser variable; pero con fre- o pueden deberse a nefroesclerosis arteriolar primaria. Las
cuencja no es excesiva cuando se reduce intensamente biopsias transcutánea o abiertas en riñones enjutos en etapa
el JFG. terminal se relacionan con altos índices de morbilidad, en
2. Estudios de la sangre: La anemia es la regla pero el particular por hemorragias. No obstante, sí aún es normal
hematóc1ito puede estar normal en la cnfennedad poliquís- el tamaño del riñón, la biopsia de éste puede ser diagnóstica.
tica. La disfunción plaquctaria o la trombastenia se ca- También estará indicado el examen apropiado mediante
racterizan por tiempo de sangrado anormal. La cuenta microscopia de luz, inmunofluorescente y microscopia
plaquetaria y el tiempo de protrombina son nonnales. electrónica.
Cuando cllFG disminuye a menos de 30 mL!min, se
presentan varias anomalías de los electrólitos séricos
y del metabolismo mineral. La reducción progresiva de Tratamiento
los depósitos corporales de amortiguadores y la incapa-
cidad para eliminar ácidos en cantidades titulables ori- Debe ofrecerse el tratamiento conservador hasta que se
gina acidosis progresiva caracterizada por disminución del vuelva imposible para los pacientes continuar gozando de
bicarbonato sérico e hiperventilación respiratoria com- sus estilos personales de vida. El tratamiento cvonservador
pensadora. La acidosis metabólica de la uremia se acom- incluye restricción de las proteínas (0 .5 g/kg/día), potasio y
paña de una diferencia de aniones normal, hipercloremia fósforo de la dicta, así como el mantenimiento de un equi-
y normopotasemia. No suele haber hiperpotasemia a librio estricto de sodio en la dieta para que no haya ni
menos que el JFG sea menor de 5 mL!min o haya deplcción ni acumulación del mismo. El uso de bicarbonato
trastornos que predispongan a un aumento del potasio puede ser de utilidad cuando ocurre acidemia leve a mode-
sérico (es decir, enfermedades intcrcurrentes acompaña- rada. Actualmente puede tratarse la anemia con eritro-
das de aumento del catabolismo o acidosis aguda). Los poyctína recombinante. La prevención de una posible
pacientes con enfermedades renales intersticiales, nefro- osteodistrofía urémíca, requiere atención estrecha al equili-
patía por gota y nefropatía di,abética pueden presentar brio del calcio y del fósforo; quizá se necesiten antiácidos
acidosis metabólica hiperclorémica con hiperpotascm i a ( aci- que retienen fosfato y administrar calcio o vitamina D para
dosis tubular renal, tipo IV) incluso cuando el IFG es conservar el equilibrio. Sin embargo , debe tenerse extremo
mayor de 30 mL/minuto . La acidosis y la hiperpotasemia cuidado en este tratamiento, porque si el producto Ca x P
son desproporcionadas para el grado de insuficiencia es mayor de 65 mg/dL, pueden pwducirsc calcificaciones
renal y se relacionan con una disminución de la secreción mctastásicas.
~- Diálisis peritoneal crónica dentes de la técnica, anemia persistente y trastornos psico-
Esta es electiva o cuando las circunstancias (por ejemplo, lógicos. La morbilidad relacionada con la aterosclcrosis a
no hay acceso vascular disponible) prohíben la hemodiálisis menudo se presenta en el tratamiento a largo plazo. La
crónica . Pueden usarse sondas blandas mejoradas (de ncfrectomía bilateral debe evitarse debido a que aumenta los
Tenckhoff) para lavados peritoneales. En comparación con requerimientos transfusionales del enfermo sujeto a diálisis
la hemodiálisis, las moléculas pequeñas (como la creatinina además de la morbilidad concomitante y el riesgo de mor-
y la urca) se depuran con menos eficacia que las moléculas talidad del procedimiento. La nefrectomía en pacientes que
más grandes (vitamina 812); pero puede lograrse un trata- se someten a diálisis se realiza en caso de hipertensión
miento excelente. Ya sea que se utilice un tratamiento inter- refractaria, reflujo con infección y enfermedad poliquística
mitente de tres veces a la semana de diálisi-s peritoneal con sangrado recurrente y dolor.
continua auxiliada con rcciclador (OPCAC) o , si es posible, El costo anual oscila desde un promedio de 25 000 U. S .
la diálisiS peritoncal continua ambulatoria (DPCA). En esta dólares por paciente que recibe la diálisis en su hogar hasta
última, el paciente efectúa de 3 a 5 intercambios diarios con 35 000 a 60 000 U.S . dólares para los enfermos tratados en
l a 2 L de dializado en cada intercambio. Gracias a los centros de diáhsis, pero la mayor parte de esta cantidad la
avances en tecnología, cada vez es menos frecuente la absorbe la legislación HR-1 (Medicare). Si el paciente no
contaminación bacteriana y la peritonitis. tiene otros trastornos sistémicos (por ejemplo, diabetes), los
índices de mortalidad son del 8 al 10%, al año una vez que
B. Hemodiá/ísis crónica se instituye el tratamiento de mantenimiento con diálisis. A
En la actualidad, se practica la hemodiálisis crónica usando pesar de estas dificultades médicas, psicológicas, sociales y
membranas semipermeables de diálisis. El acceso al sistema financieras, la mayoría de los pacientes llevan vidas produc-
vascular es mediante derivaciones Scribner, fístulas arteria- tivas mientras reciben tratamiento con diálisis.
venosas e injertos. Los dializádores actuales pueden ser del
t!po de placas paralelas, de serpentín o del tipo de fibra C. Trasplante renal
hueca. Los líquidos en exceso y los solutos corporales Después del desarrollo de las técnicas de inmunosupresión
pueden eliminarse con facilidad al usar líquidos para diálisis y de compatibilidad genética, los homotrasplantes renales
de composición química conocida. Las membranas de alta se han vuelto una alternativa aceptable para la hemodiálisis
eficiencia más recientes (flujo alto) están sirviendo para de mantenimiento. Hoy en día, se observan mejores resul-
reducir el tiempo de tratamiento con diálisis. tados en trasplantes por el desarrollo de nuevos fármacos
EJ tratamiento es intermitente, habitualmente 3 a 5 inmunosupresores ( c1closporinas y preparados monoclona-
horas por tres veces semanales. El modelo por computadora les antilinfocitos). La gran ventaja del trasplante es el resta-
que usa mediciones de la cinética de la urca permite que se blecimiento de las funciones corporales casi normales y
logren prescripciones más precisas de la hemodiálisis. Los constantes, al igual que la química, sin'diálísis íntermitente.
tratamientos pueden administrarse en un centro renal , en La dieta puede ser menos restríctiva. Las desventajas inclu-
una umdad satélite o en casa. Los pacientes muy enfermos yen la supresión de la médula ósea, sensibilidad a la infec-
o aquellos que por cualquier razón no puedan ser entrenados ción, hábito corporal cushingoide y la inseguridad
en el uso del equipo con ayudante, requerirán el tratamiento psicológica del futuro del homoinjerto. La mayor parte de
en un centro de diálisis. La diálisis en e! hogar es óptima las desventajas del trasplante está relacionada con los me-
debido a que proporciona un esquema de flexibilidad más dicamentos (azatioprina y corticosteroides) los cuales se
grande y suele ser más cómoda y conveniente para e} administran para contrarrestar el rechazo. Los problemas
paciente; pero sólo el 30% de !a población en diálisis posteriores con el trasplante incluyen las enfermedades
satisface los requerimientos médicos y de entrenamiento recidivantes en el riñón que se trasplantó. La infección
para este tipo de tratamiento. genitourinaría parece ser de menor importancia si las com-
El empleo más diseminado de técnicas de diálisis ha plicaciones urinarias estructurales (por ejemplo , el escurri-
permitido un grado más normal de movilidad del enfermo miento) no ocurren.
renal. El tratamiento durante las vacaciones y Jos viajes de Los centros de nefrología, con la íntima cooperación entre
negocios puede ser proporcionado mediante arreglo previo. el personal médico y quirúrgico, intentan emplear estas
Los problemas frecuentes con cualquier tipo de diá- altemativas de diálisis y trasplante de una manera integrada.
lisis crónica incluyen infección, síntomas óseos, acci- Para una revisión más detallada, véase el capítulo 36. •

REFERENCIAS
Amend W: Kidney transplant revisited. (Editorial.) West J Med Klahr S: Chronic renal failure: Management. Lance! 199 J;
1990; 152:711. 338:423.
Bcrgcr EE, Low ric EG: M orta 1i ty and thc lengt h o f dialysis. JAMA Pollack CA et al.: Continuous ambulat01y peritoneal dialysis: Eight
1991 ;265:209 years ofexperience ata single center. Medicine 1989;68:293.
Hakirn RM: Assesing the adequacy of dialysis. Kidney /ni Sherrard DJ et al.: The spectrum of bonedisease in endstage renal
l990;37:882. faílure : An cvolving dísorder. Kidney lnt 1993;43 :436.
Jacobson HR: Chronic renal failure: Pathophysíology. Lancet Suranyi MG, Hall BM : Current status of renal transplantation.
1991;338:419. West J Med 1990; 152:687.
J<hanna R, Nolph KD: The physio]ogy ofperitoneal dialysis. Am US Renal Data System 1991 Annual Data Report. [Excerpts] A m
J Nephrol 1989;9 :504 . J Kidney 1991 ;18(Suppl2): 1.
36
Trasplante renal
Peter N. Bretan, Jr, MD y Edmund C. Burke, MD

El trasplante renal se vuelve cada vez más el procedimiento y mortalidad postrasplante. Hoy día hay pocas contraindi-
de elección y la mejor estrategia por la relación costo-be- caciones absolutas para trasplante renal, además de infec-
neficio en el tratamiento de pacientes con enfermedad renal ciones y cáncer activos. La mejoría en los injertos y en la
en etapa terminal. Si bien los avances más importantes en esperanza de vida de los pacientes originó políticas menos
diálisis y trasplante renal se hañ hecho apenas en los últimos restrictivas en cuanto a la determinación de los candidatos
1O años, el conocimiento actual apoya con fuerza la noción para trasplante renal. En general, la edad límite superior para
de que el trasplante renal exitoso se relaciona con una considerar la opción de trasplante es de 70 años; sin embar-
mejoría notable de la calidad de vida y con una reducción go, todas las decisiones deben individualizarse y es posible
importante de la morbilidad y la mortalidad de la enferme- que los pacientes con una esperanza de vida menor de cinco
dad renal terminal (Mathur, Bretan y Tomlanovich, 1994). años deban mantenerse en diálisis. La determinación de los
Mucho ha cambiado en los últimos 1O años, durante lo que candidatos a trasplante depende de la identificación de
se Barna la era de la ciclosporina. Hoy día, se realizan más factores de riesgo que se relacionen con una mayor morta-
de 1O 000 trasplantes renales al año en Estados Unidos . Es lidad y pérdida del injerto. Los siguientes factores de riesgo
muy probable que este número aumente, pero lo más impor- definen a los pacientes de alto riesgo que requieren estudios
tante es que se espera que mejoren aún más los altos índices especificas o tratamientos que ayuden a valorar si son
de éxito actuales, confonne se avance en la preservación y candidatos.
en el desarrollo de formas más especificas de inmunosupre-
sión. En la Universidad de California, San Francisco
(UCSF), se han realizado más de 4300 trasplantes renales. A. Estado cardiaco
Una revisión de esta experiencia demuestra múltiples avan- Los candidatos potenciales a trasplante con altos riesgos de
ces recientes . Gran parte de la filosofía de los autores enfermedad arterial coronaria (EAC), como los pacientes
con antecedentes de EAC , ancianos o diabéticos, deben
respecto del tratamiento médico y quirúrgico de los candi-
someterse a arteriografía coronaria (Steinmuller, 1983 ). Los
datos a trasplante renal evolucionó a partir de esta experien-
estudios no invasivos como la ultrasonografía doppler son
cia, así como de la de otros grandes centros y se reswne aqui.
útiles, aunque esta prueba no es confiable para diferenciar
entre los pacientes con enfermedad corregible por cirugía
de aquellos con alto riesgo de mortalidad o lesiones inco-
SELECCIÓN Y PREPARACIÓN rregibles (Philipson y cols., 1986). En el primer grupo, el
DE LOS PACIENTES RECEPTORES riesgo de mortalidad se reduce de manera importante si la
cirugía de derivación se realiza con éxito (Brown y cols.,
Las causas de insuficiencia renal en Estados Unidos inclu- 1983).
yen: diabetes, 36% nefroesclerosis hipertensiva, 30%,
glomerulonefritis crónica, 24%, y enfermedad renal poli- B. Enfermedad maligna
quística autosómica dominante en 12% de los casos (datos La enfermedad maligna activa es una contraindicación ab-
de HCSF). Entre los pacientes con insuficiencia renal cró- soluta para trasplante renal, pues el uso de los medicamentos
nica en edad pediátrica (< 18 años de edad), las principales inmunosupresores fomentará el crecimiento de metástasis
causas son los trastornos urológicos congénitos (hidronc- microscópicas. El periodo de espera seguro para trasplante
frosis con obstrucción o atrofia congénita) que ocasionan después de la extracción quirúrgica de tumores sólidos varía
hasta el45% de los casos (McEnery y cols., 1992). Si bien y depende del grado y etapa del tumor al momento de la
no haY. categorías de pacientes que se consideren intrasplan- presentación y del riesgo asociado de metástasis subsecuen-
tables: estos últimos pacientes tienen una mayor morbilidad tes. Estos tiempos de espera van de un periodo de 1 a 2 años

623
Cuadro 36-1. Tumores pretrasplante con Cuadro 36-2. Tumores pretrasplante con
índices bajos de reincidencia índices intermedios de reincidencia
Tipo N Índice de Muertes Tipo N Índice de Muertes
reincidencia reincidencia
(%.) %
Incidental Útero 19 2(11) 2
Renal 59 O( O) o Wilms 61 10(16) 8
Testicular 34 l (3) o Colon 38 8(21) 5
Cérvix 59 3(5) 2 Próstata 21 5(2 1) l
Tiroides 39 3(8) 1 Mama 64 16(25) 13
Linfoma 29 3(1 0) 2

similar, se requiere una valoración cuidadosa e indivi-


para tumores con bajo potencial metastásico hasta 5 a 6 dualizada de la actividad y extensión de !as enfermedades
años para pacientes de alto nesgo . Los riesgos específicos sistémicas tales como enfermedad de Fabry, cistinosis, vas-
se determinaron a partir de Jos datos del Registro de tumores culitis, lupus eritematoso diseminado, amiloidosis y oxalo-
y trasplantes de 1993 (cuadros 36-l a 36-3) (Penn, 1993). sis antes de que se tome la decisión final del trasplante. El
Según Penn, la mayoría de las recidivas después del tras- objetivo básico para realizar un trasplante se sustenta en el
plante ocurre en los siguientes dos años (figura 36-1 ). El juicio general de que los beneficios exceden los riesgos
trasplante puede realizarse con seguridad después de -la relativos de las complicaciones subsecuentes.
resección del tumor si hay un seguimiento adecuado para
determinar si el riesgo de metástasis subsecuentes o reinci-
E. Trastornos gastrointestinales
dencia de la enfermedad es aceptable. Los pacientes con úlcera péptica activa deben tratarse de
A los pacientes con insuficiencia renal con un nódulo manera apropiada; el proceso debe corregirse por completo
prostático, elevación del antígeno prostático específico antes del trasplante. Se realiza una endoscopia justo antes
(APE > 3.0 ng/mL) o antecedentes de cáncer prostático de del trasplante si hay sospecha de enfermedad acidopéptica
bajo grado (etapa A 1), debe reaiizárseles una biopsia y, si es necesario, se pospone el trasplante. Las anomalías
de próstata por sextantes antes del trasplante renaL Los de vías digestivas bajas, sugeridas por síntomas o evacua-
pacientes con APE mayor de ! O ng/m L o biopsia positiva ciones con sangre oculta, pueden requerir enema con diatri-
(superior a la etapa A 1) se descartan de la posibilidad de zoato de sodio (Hypaque) o colonoscopia para detectar
trasplante. enfermedad inflamatoria intestinal o cáncer oculto. Se vigila
muy de cerca al paciente después del trasplante si hay
C. Infección antecedentes de diverticulitis.
La infección activa es una contraindicación absoluta para
los trasplantes. En infecciones de vías urinarias (IVU), es F. Anomalías de las vías genitourinarias
importante distinguir entre colonización bacteriana y verda- Los pacientes con antecedentes de disfunción urológica o
dera penetración tisular de las bacterias como se observa en lVU reincidentes deben someterse a cistouretrograrna de
cistitis, pielonefritis y prostatitis. En estos casos, las bacte- micción para descartar reflujo vesicoureteral y valorar la
rias pueden tratarse de manera adecuada con una sonda de función de las vías urinarias bajas. Si existe orina residual
Foley de tres vías e irrigaciones de antibióticos a vejiga junto posmicción importante, puede requerirse una cistouretro-
con antibióticos sistémicos antes que se abra la vejiga metría (perfil urodinámico) para descartar vejiga espástica
durante el trasplante renal. Ante cualquier duda acerca de la u obstrucción del cuello de la vejiga, esfínteríana o uretral.
causa de IVU reincidentes en un candidato potencial a El reflujo vesicoureteral mayor de grado 3 (hidronefrosis)
trasplante, se requiere una evaluación urológica completa puede requerir nefrectomía bilateral. Cuando existe reflujo
antes del trasplante renal.
Se considera a los pacientes con virus de la inmunode-
ficiencia humana (VIH) como portadores de una infección Cuadro 36-3. Tumores pretrasplante con
activa, lo cual impide el trasplante en todos los casos a causa índices altos de reincidencia
del desarrollo subsecuente de síndrome de inmunodeficien-
cia adquirida (SlDA). Tipo N Índice de Muertes
reinciden-
cia (%)
D. Enfermedad sistémica y metabólica 42 11 (26) 4
La hepatitis viral (antigenicídad de hepatitis By anticuerpos Vejiga
C positivos) se relaciona con un aumento de 2 a 3 veces en Sarcomas 14 4(28) 2
la morbilidad y mortalidad secundario a cirrosis progresiva. Melanoma 20 6(30) 6
Renal sintomático 169 51 (30) 39
A pesar de esta contraindicación relativa, el trasplante puede
Cutáneo no melano- 79 49(62) 1
justificarse si no hay evidencia bioquímica de disfunción
hepática; debe obtenerse el consentimiento con información matoso
Mieloma 8 7(88) 7
prevía por la posibilidad de problemas futuros. De manera
Trasplante renal • 625

recuperación total de la función del constrictor después del


trasplante puede tomar tiempo, se logra en la mayoría de los
o a 24 meses casos. Durante este periodo de adaptación, el paciente debe
98
52% mantenerse con sondeo limpio intermitente o con sondeo
suprapúbico.

H. Enfermedad renal quística adquirida


(ERQA) y riesgo de carcinoma de células
> 60 meses renales (CCR)
24 Se sabe que la insuficiencia renal crónica es un factor de
13% riesgo importante en el desarrollo de ERQA y CCR (Sasa-
25 a 60 meses
63 gawa, Terasawa y Sek1no, 1992; Bretan y cols., 1986). La
34% ERQA es un estado bilateral premaligno; hasta el 45% de
los casos de este trastorno se desarrolla en pacientes con
insuficiencia renal por más de tres años. De los pacientes
que lo pr~sentan, el20% desarrolla tumores renales, con un
índice total de metástasis del 1 al 2 por ciento. Se usa la
Figura 36-1. Reincidencias tumorales en relación con el ultrasonografía como base para detectar CCR pretrasplante
tiempo de tratamiento pretrasplante. Se muestran tres tiem- en pacientes con enfermedad renal en etapa terminal. Esta
pos de espera diferentes con la proporción relativa de pa- detección se realiza en pacientes con un factor de alto riesgo
cientes que desarrolló reinciden_cia del cáncer después del (dolor en flancos, antecedentes de masas renales o hematu-
trasplante renal. Nótese que entre mayor es la espera, me- ria visible) o en aquellos con dos (los que sean) factores de
nos es la probabilidad de que recurra el tumor. (Modificada riesgo moderado (ERQA con aumento de tamaño, más
con autorización de Penn 1: Trasplant Tumor Registry 1993 de cuatro años de diálisis, género masculino o masa renal
[véase referencia 7]). dudosa, Levinc, 1992). Las masas renales dudosas deben
seguirse de manera periódica con estudios radiológicos (se
prefiere la TC) y las masas renales bien establecidas deben
extirparse mediante nefrectomía radical.
de alto grado (> 3) junto con una vejiga pequeña y poco
distendible, se necesita aumento del volumen vesical para
crear un reservorio urinario de baja presión. En ocasiones, l. Diálisis peritoneal (DP)
se usan conductos ileales para el drenaje urinario del tras- Los catéteres para DP se extraen en la mayoria de los
plante renal cuando la vejiga no es reparable o útil y los pacientes receptores de trasplantes provenientes de familia-
resultados que se han obtenido son aceptables (MacGregor res vivos justo después de que se complete \a operación,
y cols., 1986; Hatch y cols., 1993 ); sin embargo, el aumento durante la misma anestesia. Se pospone la extracción del
de la vejiga permite una mejor calidad de vida. Además, catéter en la mayoría de los que recibieron riñones de
la derivación urinaria en hombres se relaciona con una cadáver, en especial en aquellos con retraso en la función
incidencia de 20% de piocistitis subsecuente. Se usan rescr- del injerto o en aquellos con factores de alto riesgo inmuni-
vorios urinarios continentes internos hechos con una parte tario . Si se requiere DP, hay que realizarla de inmediato en
de estómago, íleon o colon para aumentar el volumen el posoperatorio. Una vez que retorna la función renal, el
vesical. Cada método tiene complicaciones inherentes y catéter de DP se extrae sin dificultad ( 1 a 8 semanas después
específicas (Gold y cols., 1992) y, recientemente se cuestio- de la operación y con frecuencia bajo anestesia local).
na su uso rutinario (Churchi\1 y cols ., 1992). Desde hace
poco, se emplea la dilatación del uréter nativo para aumentar J. Nefrectomía bilateral pretrasplante
la vejiga. El procedimiento de ureterocistoplastia nativa de de riñones nativos
aumento se emplea en vejigas neurogénicas como prepara- Rara vez se requiere este tipo de nefrectomia. Las indica-
ción para el trasplante (Koyle y cols., 1994). Como con ciones habituales son: pielonefritis , hipertensión mediada
frecuencia se requiere nefrectomía en la pielonefritis por renina sin control medicamentoso posible, enfermeda-
recidivante por el alto grado de reflujo que se presenta con des malignas y síndrome nefrótico. En pacientes seleccio-
la vejiga neurogénica, este procedimiento parece idea\ nados, los riñones que causan hipertensión pueden extraerse
para estos procesos patológicos, pues evita las complicacio- mediante embolización inducida durante la angiografía
nes que ocurren cuando se usan elementos del sistema transcutánea. Otras indicaciones menos frecuentes son riño-
digestivo. nes poliquísticos muy grandes y enfermedad inmunitaria
activa. El acceso más directo es mediante incisión subcostal
anterior, si bien los riñones pequeños pueden extraerse por
G. Obstrucción urinaria distal vía dorsal. En pacientes con grado alto de reflujo vesicou-
En ocasiones, se corrigen las estenosis uretrales incompletas reteral bilateral, se realiza una valoración minuciosa de la
y la hipertr?fia prostática con cirugía después del trasplante. vejiga para determinar si ésta necesita algún aumento. De
La producc\ón postrasplante de orina en estos pacientes, que requerirse. el procedimiento de elección es el uso de los dos
con frecuencia tuvieton insuficiencia renal anúrica en el uréteres nativos dilatados, como injertos vascularizados
pasado, disminuye la incidencia de contracción del cuello para el aumento. La disponibilidad de la eritropoyetina
de la vejiga y la subsecuente estenosis. Además, si bien la sintética (EPO) disminuye la validez de los viejos argumen-
626 • Urología general de Smith (Capítulo 36)

tos para dejar riñones nativos problemáticos y sintomáticos dores. En algunos países subdesarrollados, los médicos
en su lugar. usan riñones de extraños a los que se les paga por su
donación; en estos casos se informa una esperanza de vida
K. Nefrectomía del trasplante baja de los pacientes donadores (71 al 85% al año del
de un injerto incompatible trasplante), así como del injerto (63 al82% al año). Además,
En pacientes que van a someterse a retrasplante, con fre- hubo cinco casos de transmisión de VII-I a los pacientes
cuencia no se requiere extirpar un injerto incompatible, receptores en esta población en estudio (Daar y Se lis, 1990).
fallido y con rechazo crónico, pero asintomático, si el sitio
Por tanto, la comercialización abierta de órganos humanos
contralateral puede usarse como sitio de implante. El pro-
y su trasplante son inaceptables. Los DVNF sólo deben
nóstico en los pacientes con re trasplante se relaciona en gran
medida con el tiempo en el cual se perdió el primer injerto. considerarse cuando sea conveniente desde el punto de vista
Si la pérdida es secundaria a rechazo en los primeros seis médico y ético. Es aceptable desde el punto de vista médico
meses tras el primer trasplante, el índice de éxito disminuye si se obtienen mejores resultados que con un trasplante renal
mucho, en comparación con los que pierden el riñón des- de cadáver. Es éticamente apropiado si existe una relación
pués de seis meses del trasplante inicial. Las indicaciones perdurable entre el receptor y el donador, como una dona-
para la nefrectomía de un injerto incompatible incluyen: ción entre esposos. Cualquier falta a estos estándares míni-
rechazo agudo junto con diálisis, fiebres, hematuria visi- mos en cuanto a los DVNF va en contra del espíritu de
ble, mialgias por inflamación y reacción sistémicas, malestar, altruismo de la donación de órganos y puede ser dañino para
dolor en el injerto, infección e hipertensión incontrolada. La todos los aspectos del trasplante renal. Cuando se usan estos
nefrectomía subcapsular del injerto incompatible es el mé- criterios, los resultados de los trasplantes de DVNF son aún
todo más seguro para prevenir lesiones a vasos ilíacos. superiores, tanto para la esperanza de vida del injerto como
del paciente, a los de trasplantes de donadores cadáver y son
equivalentes a los resultados en trasplantes de donadores
SELECCIÓN DE LOS DONADORES vivos familiares. La excelente calidad fisiológica de estos
riñones (no hay lesión isquémica ni por la preservación) es
Tipos de donadores uno de los principales factores responsables de estos resul-
tados positivos (Wyner y cols., 1993; Park y cols., 1990;
A. Donadores vivos familiares (DVF) Pirsch, 1990).
El donador potencial debe estar exento de cualquier situa-
ción que pueda aumentar el riesgo de alguna complicación
transoperatoria, disminuir la función del riñón restante o C. Donadores cadáver
cambiar su calidad de vida previa. Los donadores fa mi 1iares Éstos no deben tener ninguna enfermedad general izada que
en línea directa vivos permiten índices de éxito mucho afecte la integridad o la perfusión vascular renal, como
mayores en el trasplante renal que Jos donadores cadáver. hipertensión crónica, diabetes, cáncer (con metástasis po-
Cuando se siguen políticas estrictas para elegir sólo dona- tencial importante) o infecciones (Khauli, 1986). En dona-
dores médicamentc convenientes, los estudios a largo plazo
dores mayores de 60 años de edad o en aquellos con
de estos pacientes (hasta 45 años de seguimiento) demues-
enfermedad sistémica cuestionable (por ejemplo, hiperten-
tran de manera consistente que la donación puede realizarse
sión), debe considerarse la opción de una biopsia. Los
con morbilidad perioperatoria aceptable, sin compromiso
renal y con mortalidad perioperatoria insignificante (Dunn hallazgos en la biopsia de: glomeruloesclerosis importante
y cols., 1986; Torres, Offord y Anderson, 1987; Bohannon, (> 10 a120%), hiperplasia de la íntima, fibrosis intersticial,
Norman y Barry, 1987; Williams, Oler y Jorkasky, 1986; atrofia tubular o evidencia de coagulopatía intravascular
Narkun-Burgess y cols., 1993). diseminada (CID), vuelven al donador subóptimo o incluso
La vida media actual de los aloinjertos en trasplantes inaceptable. Cualquier miembro de un grupo de alto riesgo
de DVF es superior en cinco años o más a la de trasplantes de para VIH no es un donador aceptable. Se prefiere a los
donadores cadáver (13 .4 contra 8.2 años) (Yuge y Surges, donadores hemodinámicamente estables, con latido cardia-
1992). Los receptores de trasplantes de DVF, con mal aco- co para prevenir oliguria inducida por hipotensión y la
plamiento HLA (un haplotipo) y tratados con ciclosporina, necrosis tubular aguda (NTA) consecuente. Los donadores
disfrutan de la misma esperanza de vida para el paciente y adultos jóvenes son mucho más resistentes a la NTA y deben
el injerto, que los receptores de trasplante de DVF con HLA hacerse todos los esfuerzos por usar los órganos de los
idéntico (dos haplotipos o haploidénticos) (Leivcstad y
pacientes de este grupo de edad. Los donadores entre 2 y 60
cols., 1986). Por tanto, los DVF son una fuente importante
aií.os de edad se relacionan con los más altos índices de éxito.
y valiosa de trasplante no sólo por los resultados superiores,
sino también por la falta creciente de órganos de cadáver. Los donadores menores de dos años pueden usarse de
manera exitosa si se instituye inmunoterapia secuencial
junto con políticas que disminuyan las diferencias en el
B. Donadores vivos no familiares (DVNF)
Cada vez se usan más los DVt-lF como un método impor- tamaño entre donador y receptor. En la UCSF se han usado
tante para superar la escasez de órganos; los reportes publi- riñones de donadores pediátricos ( < 2 años o < 14 kg), ya
cados de la esperanza de vida del injerto· a un año en los sea en bloque (Bretan y cols., 1992) o únicos (Bretan,
receptores va del 83 al 93 por ciento. Sin embargo, no se B anafsche y G arovoy, 1994) con exce 1entes resultados al
han establecido bien los estándares para elegir a los dona- adherirse bien a estos protocolos.
Trasplante renal• 627

Procedimientos para los donadores La correspondencia HLA es más difícil en los grupos de
donadores cadáver o no familiares a causa de la gran hete-
A. Pretratamíento para los donadores rogeneidad en estos grupos en comparación con los dona-
Los principios del tratamiento para donadores cadáver son dores vivos familiares. Los resultados de lograr la
simples pero a veces difíciles de instituir de manera adecua- correspondencia de estos locus en trasplantes renales de
da. Con frecuencia la dificultad aparece en el periodo inter- cadáver son menos notables y los efectos clínicos en la
medio en el cual los pacientes con "muerte cerebral" esperanza de vida de los aloinjertos es aún controvertida.
dependientes de ventiladores se sementen a un proceso final Centros aislados informan que la influencia de la correspon-
de tratamiento neurológico agresivo antes de que se consi- dencia de los antígenos HLA (ABDR) es favorable (Takiff
deren como pacientes con muerte cerebral global irre-
y cols., 1988; Leivcstad, Berger y Thorsby, 1992; Ghert-
versible. Durante este tiempo, se restringen los líquidos para
son y Terasaki, 1991; Opelz, 1992), mientras otros dicen que
prevenir edema cerebral. Además, la mayoría de los pacien-
tes (74%) con patología del SNC aislada desarrolla diabetes no es significativa (Matas y cols., 1990; Hayes y cols.,
insípida (Keogh y cols., 1988), lo que origina diuresis 1993 ). Sin embargo, ante la experiencia abrumadora, se
relativa con hipotensión sistémica y daño renal subsecuente. acepta que los riñones con una correspondencia en seis
La importancia de la hidratación adecuada y del volumen antígenos (AG) tienen resu1tados superiores a los que se
circulatorio antes de que se extraigan los riñones en los obtienen con riñones con menor concordancia antigénica
donadores se pone de manifiesto por la gran variabilidad en (Takemoto, Carnahan y Terasaki, 1990). El programa de
los índices deNTA en los receptores de todo el mundo (5 a 6-AG de la United Network of Organ Sharing (UNOS)
50%), lo cual refleja que las situaciones de los donadores y informa una tasa de sobrevivencia del injerto a un año del
el manejo pretratamiento no se_ han estandarizado como lo 87% con una vida media de 13 años en comparación con
están las técnicas de extracción y trasplante. una tasa de sobrevivencia del injerto al año del 79% y una
vida media de siete años en los controles. Además, hay
B. Transfusión sanguínea menos episodios de rechazo en pacientes receptores con una
Casos pasados demuestran que las trasnsfusiones de sangre
correspondencia de 6-AG.
al receptor producen un efecto positivo en la esperanza de
Los autores analizaron los resultados que obtuvieron
vida posterior del injerto; sin embargo, en la era de la
con receptores renales de donadores cadáver en los que
ciclosporina es evidente que el grado de beneficio de las
transfusiones específicas del donador o de terceros depende coincidían 6-AG y otros con correspondencia ABDR para
de la eficacia del régimen ínmunosupresivo postrasplante. determinar la influencia clínica de la correlación HLA. Se
En la experiencia de los autores, la transfusión sanguínea determinaron los resultados en todos los trasplantes rena-
pretrasplante proveniente de terceros tiene efectos positivos les de cadáver (TRC) que se realizaron (n = 1420) entre
en los receptores que se tratan con ciclosporina y prednisona. enero de 1984 y septiembre de 1992 en la UCSF en la era
Sin embargo, no se notan efectos en los grupos con trata- de la ciclosporina. Los grupos de correspondencia HLA
mientos secuenciales mediante imnunosupresión más inten- estudiados fueron 6-AG (57), 2-DR (133), 1-DR (418) y
sa (Melzer y Salvatierra, 1987). Además, los resultados que 0-DR (734). La correspondencia HLA tuvo un impacto
obtuvieron investigadores de Houston demuestran que no inverso sobre los episodios de rechazo. La media de los
hay diferencias en el éxito de aloinjertos renales en 200 episodios de rechazo por paciente (figura 36-2) tuvo dife-
pacientes receptores trasfundidos, comparados con l 00 sin
rencias significativas entre los 6-AG (p < .008) y los 2-DR
trasfundir (Kennan, 1987: Flechner y cols., 1986; Kahan,
(p < .03) al comparar cada uno con los grupos 1-DR y
1987).
Además de transmitir hepatitis viral y citomegalovirus, O-DR. En total, en los grupos con correlación HLA hubo
una transfusión sanguínea puede originar sensibilización y un impacto positivo y significativo sobre la esperanza de
hacer menos probable que las pruebas cruzadas sean nega- vida del injerto (figura 36-3). Por lo que, en la experiencia
tivas en receptores potenciales de trasplantes. Por estos de los autores, los receptores de riñones con correlación de
motivos, la transfusión sanguínea seguirá manteniendo una seis antígenos tienen una esperanza de vida del injerto
función mínima en los futuros protocolos inmunosupreso- mayor (92% de sobrevivencia del injerto a un año) y mucho
res para los receptores renales de donadores vivos no fami- menos episodios de rechazo. Estos resultados apoyan los
liares o cadáver. informes previos que recomiendan la continuación del pro-
grama nacional obligatorio de acoplamiento de UNOS. La
C. Correspondencia de /os HLA tisulares correspondencia DR tiene un efecto positivo en la esperanza
La gran correlación positiva entre la coincidencia en la de vida del injerto y se relaciona con disminución de los
histocompatibilidad para antígenos de los locus A, B, y DR
episodios de rechazo; estos datos también son significati-
y la esperanza de vida de los aloinjertos es ampliamente
vos, pero de menor extensión. Sin embargo, la correspon~
aceptada en Jos trasplantes renales de DVF. En los parientes
dencia DR debe usarse en la utilización de órganos dentro
de primer grado (hermanos, padres o hijos) hay una homoge-
neidad hereditaria coherente para estos complejos de histo- de una misma región. A nivel nacional, el efecto benéfico de
compatibilidad antigénica que se ubican en el cromosoma una correspondencia inferior a la perfecta (6-AG) desapa-
6; por tanto, la correspondencia de estos locus en familiares rece ante el aumento en el tiempo de preservación por
muy cercanos en muchos casos implica la correspondencia intentar la coincidencia entre los receptores y donadores de
para la mayor parte de todo el cromosoma (haplotipo). órganos que se encuentran a gran distancia.
628 • Urología general de Smith (Capítulo 36)

1.2

1o
t D Número de pac1entes
1 103 1.106

[
0.865
0.8

0 .6 0.526

0.4 r-

0.2 r-

o
6-AG 2-DR 1-DR 0-DR

Figura 36-2. Impacto de la correspondencia HLA sobre los episodios de rechazo. Hay una relación inversa significativa entre
la correspondencia HLA y los episodios subsecuentes de rechazo. La media del número de episodios de rechazo por paciente
es mucho menor en los grupos de correspondencia 6-AG (< 0.008) y 2-DR (< 0.03) en comparación con los grupos de
correspondencia 1 + ODR. UCSF Renal Trasplant Registry Data (N= 1420 riñones de cadáver) . Periodo de 1984 a 1992.

Conservación renal extracorpórea contrarrestar este efecto, se usan soluciones de alta osmola-
ridad. Hoy día, la solución de irrigación para almacenamien-
A. Almacenamiento hipotérmico simple y to frío más popular es la solución de la Universidad de
soluciones de irrigación Winsconsin (UW -1 ). Desde el advenimiento de la solución
Los riñones para trasplante pueden almacenarse mediante UW-1, la conservación hepática mejoró de manera impor-
métodos de conservación tales como almacenamiento frio tante. Como el 80% de todos los donadores de órganos son
simple o perfusión pulsátil hipotérmica continua. Estos donadores de múltiples órganos combinados (por ejemplo,
métodos e indicaciones se han descrito en detalle (Bretan, hígado, riñón y páncreas), la UWl es ahora la solución para
1989). El método más empleado es el almacenamiento frío irngación y conservación preferida en la mayoría de los
simple (hipotérmíco). En este caso, se extraen los riñones riñones de cadáver.
del donador y se irrigan de inmediato con solución conser-
vadora fría. En la mayoría de los riñones de donadores vivos, f?. Perfusión pulsátil
puede usarse una solución extracelular (lactato de Ringer) Esta se emplea sobre todo en los riñones de viabilidad
ya que el tiempo total de isquemia fría es mínimo (1 a 3 h). dudosa; sin embargo, su uso se limita a menos del 20% de
Tiempos de isquemia fría (TIF) mayores requieren una todos los riñones a causa de las desventajas de transporte y
solución intracelular para prevenir el edema celular, el cual distribución asociadas con la correspondencia de los riño-
se debe al agua libre que se mueve entre las células. Para nes almacenados y con la compleja maquinaria que se

Ql
rn
100~
e:
(])
(.)
o
.e-
o
115 60
:ª'
(])
"O 40
rn
"O
·:;
(])
..0 20
o
1./)

0 o~--~-----~----~----~----~5-----L----~7 ____-J8_
Años de posoperatorio

Figura 36-3. Impacto de la correspondencia HLA en la supervivencia del injerto. La correspondencia HLA tiene un impacto
positivo e importante en la supervivencia del injerto (p < .04). UCSF Renal Trasplant Registry Data (N= 1420 riñones de
cadáveres) . Periodo de 1984 a 1992.
requiere para esta técnica (Barry y cols., 1980; Grcgg y alternativa deseable, sin que, hoy día, es el método de
cols., 1986; Hallaran y Aprile, 1987). trasplante renal más frecuente(> 70% de todos los trasplan-
tes renales) en Estados Unidos y en el mundo.
C. Resultados
La viabilidad es bastante buena con cualquiera de los méto- A. Donadores vivos
dos si el trasplante se realiza antes de las 24 h del TI F. Con l. Valoración: Además de los fundamentos antes descritos,
tiempos de conservación totales mayores de 48 horas, au- se identifican primero en los donadores vivos potenciales
mentan de manera importante la incidencia de NTA y de la compatibilidad de grupo ABO, la tipificación de los
retraso de la función renaL Los riñones con retraso prolon- antígenos leucocitarios humanos (HLA) óptimos y las
gado de la función son susceptibles de episodios de rechazo pruebas cruzadas serológicas preliminares. Se determina la
no diagnosticados, pues no se presentan los parámetros salud general del donador vivo y, si es aceptable, se
renales clínicos funcionales que normalmente se evalúan, cuantifica la función renal. De manera subsecuente, se real i-
en los riñones que funcionan de inmediato, para valorar y zan una urografía excretora y una arteriografía renal para
tratar de manera apropiada el rechazo del aloinjerto. En la valorar el estado uro lógico y vascular del donador. Al dona-
experiencia de Jos autores, el trasplante de riñones de cadá- dor se le deja siempre el mejor riñón. Si ambos riñones son
ver con un tiempo de conservación total menor de 24 h iguales y simétricos, se prefiere para trasplante el riñón
tienen una esperanza de vida del injerto mucho mejor izquierdo porque suele tener una vena renal más larga.
(p < 0.4) que los riñones con TIF mayor de 24 h (figura El paciente se hidrata por vía intravenosa toda la
36-4 ). Esta experiencia es de la era de la ciclosporina, de noche antes de la operación. Se administran manito!
1984 a 1992, y representa la experiencia clínica con 1420 (hasta 25 o 50 g) y bolos de líquidos durante la operación
riñones de cadáver. Otros registros mayores confirman esta para garantizar una diuresis continua.
experiencia con informes en los que la disminución en la 2. Técnica quirúrgica: Existen múltiples accesos para la
esperanza de vida del injerto se relaciona de manera impor- nefrectomía de donadores vivos, pero el que más se usa
tante con tiempos de conservación prolongados (Opelz, es el extraperitoneal por el flanco con una incisión
1986). Se ha hecho un gran progreso en la investigación superior a nivel de la onceava o doceava costilla (Streem
sobre el desarrollo y la comprensión de nuevas maniobras y Bretan, 1992). En general, se evitan los riñones con
de conservación durante el almacenamiento frío simple múltiples vasos según la angiografía preoperatoria, pues
(Bretan y cols., 1991; Bretan, 1994; Bretan, Paul y Sharma, la mayoría de las personas(> 60%) tiene una sola arteria
1992). Es de esperarse que este progreso continuo no sólo renal, por lo menos de un lado. Sin embargo, se llegan a
disminuya la incidencia de retraso en la función en riñones encontrar arterias renales bilaterales múltiples y el ciru-
con conservación subóptima, sino que también se traduzca jano del receptor del trasplante debe hacer la reconstruc-
en un aumento de la esperanza de vida del injerto. ción durante situaciones hipotérmicas (cirugía en cama
fría) para simplificar la anastomosis arterial donador-re-
Nefrectomía del donador ceptor final in situ. Puede revascularizarse de manera
latero terminal la reconstrucción de vasos dobles o triples
Como se mencionó, los mejores resultados en los trasplantes a la arteria mayor. En general, las arterias pequeñas del
renales se obtienen al usar donadores vivos sanos bien polo supenor (< 2 mm) pueden sacrificarse, no en cam-
elegidos. Sin embargo, existe una escasez crónica de órga- bio las del polo inferior ya que se pone en riesgo el aporte
nos y el trasplante de donadores cadáver no sólo es una de sangre al uréter.

100

o o a 24 h
b. 24a 36
O 36 a 48
o >48 h
5 7
Años de posoperatorio

Figura 36-4. Impacto del periodo de isquemia en la sobrevida del injerto. Hay un aumento importante (p < .04) en la sobrevida
del injerto en riñones trasplantados con un tiempo total de conservación en frío menor de 24 h, en comparación con los que
tienen más de 24 h. UCSF Renal Trasplant Registry Data (N= 1420 riñones de cadáveres). Periodo de 1984 a 1992.
630 • Urología general de Smith (Capítulo 36)

B. Donadores cadáver Si se logran estos parámetros y el flujo urinario es bajo,


En general, dos médicos independientes asignados por el deben tomarse en cuenta factores. La larga conservación en
hospital de referencia declaran la muerte cerebral en el pa- frío o los tiempos de isquemia hipertérmica predisponen a
ciente donador. Se obtiene el consentimiento familiar para NTA en el periodo posoperatorio inmediato, la cual debe
la donación de órganos. Como la mayoría de los donadores anticiparse. Sin embargo, también deben considerarse pro-
(80%) aportan múltiples órganos, se les extrae el hígado y, blemas técnicos. El estudio de ultrasonido Doppler es la
a veces, corazón y páncreas al mismo tiempo que los riño- prueba más út1l; puede confirmar la permeabilidad de
nes. La recuperación con frecuencia se realiza mediante la la anastomosis de manera indirecta mediante la determina-
combinación de un equipo para corazón y otro para hígado. ción del flujo sanguíneo del injerto y de la dilatación urete-
En ocasiones, hay un equipo especial más para el riñón. Los ral. La sobrecarga de líquidos puede originar edema
principios de irrigación inmediata in situ no cambian para pulmonar; esta situación puede prevenirse si se da furosc-
los donadores exclusivos de riñón; sin embargo, la disección mida (Lasix) en el periodo posoperatorio inmediato cuando
es menos extensa según el hábito del paciente. las presiones venosas centrales están demasiado altas
(> 14 cm de agua).
Técnica de trasplante En muchos pacientes trasplantados se realizan un ul-
trasonido basal y una centelleografia renal en los primeros
Cualquier fosa ilíaca es aceptable para el trasplante. Sin días del posoperatorio. La información de estos dos estudios
embargo, los vasos i liacos externos derechos son más hori- se complementa y es mutuamente confirmatoria. La infor-
zontales con respecto a los otros, lo que facilita la anasto- mación que se obtiene con el ultrasonido incluye permeabi-
mosis, por lo que se prefiere el lado derecho. Se hace una lidad vascular, presencia de obstrucción ureteral o
incisión curvilínea en el cuadrante inferior y se exponen los hidrocele, formación de linfocele y evidencia indirecta de
vasos iliacos por via retroperitoneal. · rechazo. Los datos ultrasonográficos habituales de rechazo
En general, se realiza primero la anastomosis venosa agudo incluyen edema del injerto, aumento de las resisten-
renal-iliaca de manera terminolateral con monofilamento cias vasculares (índice de resistencia> 70%), espesamiento
permanente 5-0. No se requiere heparína. Se aisla y se hace pelviinfundibular, disminución de la grasa sin usa! y pirámi-
un corte transversal en la arteria ilíaca interna para la des medulares más notables. La centelleografía renal con
anastomosis terminoterminal. En hombres con alteración MAG 3 ha superado con mucho al I 131 -ortoyodohipurato
bilateral de las arterias ilíacas 1nternas, como en la diabetes, (O'Malley; Ziessman y Chantarapitak, 1993). Este estudio
es habitual el desarrollo de impotencia posoperatoria, por- aporta información importante sobre el flujo sanguíneo y la
que se exacerba la insuficiencia vascular del cuerpo caver- función renal. Con la captación, acumulación, depuración y
noso. Por tanto, los pacientes con estos factores de riesgo excreción del isótopo por el injerto se valora la función
no deben someterse a anastomosis de la iliaca interna. Por renal; además, se pueden diferenciar estados patológicos
estos motivos, los autores prefieren la anastomosis termino- como rechazo, NTA e hidronefrosis. La escala de Bretan
lateral de la arteria renal a la arteria ilíaca externa. evalúa la función renal total del aloínjerto a partir de crite-
La ureteroneocistostomia extravesical (en general con rios específicos sobre los isótopos renales (Zaki y cols.,
la técnica de Gregoir-Lich) es el método preferido para 1990). A continuación se presenta este método simple y
reimplantar el uréter trasplantado. Esta técnica no requiere preciso para clasificar la función renal postrasplante me-
una gran vesicotomía como en el procedimiento tradicional diante centelleografía renal con isótopos:
de reimplante ureteral de Politano-Leadbetter. Además de
• Grado 0: no hay captación
que es más rápido, el procedimiento de implante de Lich se
• Grado 1: puede definirse el contorno renal, no hay
relaciona con un índice menor de obstrucción.
excreción ni acumulación pico
• Grado 2: excreción sin acumulación pico
Cuidados inmediatos pretrasplante • Grado 3: excreción, acumulac1ón pico y depuración
y postrasplante tardías
• Grado 4: excreción, acumulación p1co normal y
Los cuidados pretrasplante y posoperatorios deben dividirse depuración tardía
en quirúrgicos y de inmunosupresión. El tratamiento inmu- • Grado 5: excreción, acumulación pico y depuración
nosupresívo se discute en la siguiente sección. normales
La valoración quirúrgica preoperatoria se obtiene antes
de que el paciente entre en el hospital para un posible Entre mayor sea el grado en la centelleografía renal, mejor
trasplante renal de cadáver; consiste en una evaluación será la función clínica subsecuente del injerto. Por ejemplo,
extensa del paciente como externo para determinar si es Jos grados de O y 1 predicen la necesidad de diálisis en la
candidato para el trasplante. Se requiere valoración cardiaca primera semana postrasplante en más del 77% de los pacien-
en muchos de los pacientes con insuficiencia renal terminal; tes (grado 2, 50%; grado 3, 19%); los grados 4 y 5 predicen
se realiza primero corno valoración en un paciente externo. que no se necesitará diálisis por retraso en la función (figura
Se determina la presión venosa cent(a\ al final del punto más 36-5).
alto del nivel normal para mantener una precarga adecuada
(los valores normales van de 1 a 11 cm de agua) y el flujo lnmunobiología y rechazo del trasplante
urinario se reemplaza mililitro por m"ililitro. Conviene que
el flujo urinario sea mayor de 1 mL/kg!h y se usan dosis Los antígenos de trasplante son glucoproteínas que se ex-
bajas de dopamina (2 a 3 ¡lg/kg/min) de manera rutinaria. presan en la superficie de las células de una persona. Cada
negro y debe retirarse de inmediato. El rechazo hiperagudo
100 es raro ( 1:1 000) gracias a que hay pruebas de reacciones
f.-O Porcenta¡e de dialísís
(j)
·¡u
cruzadas muy sensibles en la actualidad.
e:
<ll
El rechazo agudo ocurre en las primeras semanas a
80 f.-
2
o
meses tras el trasplante. Hay que hacer diagnóstico diferen-
,9; cial sobre todo con NTA y obstrucción ureteral. Puede
IJ)

:11? también ocurrir toxicidad por la ciclosporina, pero esto es


:¡u 60 f.-

'5 aún un diagnóstico de exclusión. Alrededor del 25 al 55%


..!!! de los pacientes tiene un episodio de rechazo agudo después
<ll
"O 40 1- del trasplante renal; deiS al12% tiene dos o más (Sutherland
!1l
·¡:¡ y cols., 1993; Pirsch y cols., 1992; Cecka, Cho y Terasaki,
e
Q)
"O 1992; Frey y cols., 1992; Hayes, 1993). La mayoría de los
e 20 f.-
<ll episodios de rechazo agudo se trata de manera exitosa con

l
o.
Q.)
o medicamentos inmunosupresores, aunque en una minoría
o 1 de los casos se pierde el injerto por un rechazo agudo grave
2 3 que no cede con el tratamiento ( < 10%) (Basadonna y cols.,
Grado del isótopo 1993; Tesi y cols., 1993; Bertolatus, 1992).
Figura 36-5. Relación entre la clasificación con isótopos y Los linfocitos T son las principales células involucra-
la dependencia de fa diálisis. Escala de Bretan para grados das en este proceso. Los receptores que se encuentran en la
de isótopos renales en el primer día de posoperatorio. Entre superficie de los linfocitos T (complejo CD3-receptor de los
mayor es el grado, menor es_ la probabilidad de requerir linfocitos T) se activan ante la presencia de los antígenos
diálisis después del trasplante (n = 138). Reproducida con extraños del trasplante (HLA) que se encuentran en los
autorización de Zaki y cols.: A simple and accurate grading aloinjertos. Con la estimulación de los linfocitos T se inicia
system for orthoiodohippurate renal scans in the assessment una cascada de eventos, entre los cuales se encuentran,
of post-trasplant renal function. J Uro/1990;143: 1099. íntimamente ligadas, la producción de interleucina-1 por las
células presentadores de antígenos del receptor y del dona-
dor y la producción de intcrlcucina-2 por )os hnfocitos
individuo tiene un conjunto único hereditario de antígenos CD4+ ayudadores del receptor. En este medio, los linfoci-
de trasplante, Jos antígenos leucocitarios humanos, los tos CD4+ clase JI estimulados inician su expansión clonal.
cuales están codificados a nivel genético en el cromosoma Los linfocitos citotóxicos CD8+, estimulados por los antí-
6. Cada padre aporta un cromosoma con HLA a su descen- genos clase 1 extraños, causan la destrucción del injerto en
dencia. El HLA de cada padre se coexprcsa en el hijo. El presencia de interleucina-2. En la clínica, los pacientes con
propósito de estos antígenos es ayudar a que el cuerpo rechazo agudo pueden tener fiebre y dolor en el injerto; sin
reconozca lo que le es propio de lo que no es. De esta manera embargo, con frecuencia faltan estos síntomas y sólo se
las bacterias y otros patógenos peligrosos para el individuo sospecha el problema por el empeoramiento de la función
se reconocen como extraños y el sistema inmunitario puede renal. Si bien el rechazo se diagnostica por clínica en
destruirlos. Cuando se trasplanta un órgano entre pacientes muchos pacientes, la regla de oro es la biopsia renal, que se
que no son familiares (alotrasplante), el órgano se reconoce realiza en muchos pacientes antes del tratamiento del recha-
como extraño porque posee HLA desconocido y puede ser zo agudo resistente a esteroides (Pozniak, Dodd y Keloz,
destruido; de ahí surge el fenómeno de rechazo. Según este 1992; Delaney y cols., 1993; Olsen y cols., 1989). Con el
concepto, los órganos trasplantados entre gemelos indénti- advenimiento de la ciclosporina, más del80% de los aloin-
cos se reconocen como propios y no hay rechazo. El primer jertos de cadáver y más del 90% de los de familiares vivos
trasplante humano exitoso se basó en este premisa, ya que funcionan bien un año después del trasplante (Sutherland y
se trasplantó un riñón entre gemelos idénticos. cols., 1993; Pirsch y cols., 1992; Cecka, Cho y Terasaki,
Puede haber tres tipos de rechazo en pacientes con \992; Frey y cols., 1992; Hayes, 1993 ).
trasplante de riñón : hiperagudo, agudo y crónico. El rechazo El rechazo crónico se define como un proceso de
hiperagudo es análogo a una reacción postransfusional, ya disminución gradual y pwgresiva de la función renal que no
que es una respuesta humoral mediada por anticuerpos puede atribuirse a otra causa. Otras causas de disfunción del
preformados del receptor contra los HLA expresados en el injerto como rechazo agudo, infección o uropatía obstruc-
endotelio vascular renal del donador. Para que el receptor tiva deben excluirse antes de que se haga este diagnóstico.
tenga estos anticuerpos preformados, debe haberse sensibi- A diferencia de los casos de rechazo agudo e hiperagudo, el
lizado antes mediante una transfusión sanguínea, un emba- mecanismo inmunitario subyacente de rechazo crónico aún
razo previo o un trasplante anterior. Se buscan estos no se entiende bien. El rechazo crónico es la única causa
anticuerpos en todos los receptores potenciales antes de la importante de fracaso tardío del injerto, con un índice de
operación al colocar linfocitos del donador junto con suero disminución de alrededor del 5 al 7% por año después del
del receptor. Si las reacciones cruzadas son positivas, es primer año en receptores de riñones de cadáver. Por tanto_,
decir, si hay anticuerpos en el suero del receptor contra los si bien la esperanza de vida de los injetos de cadáver a un
HLA del donador, la cirugía de trasplante está contraindi- año es mayor del 80%, la tasa de sobrevivencia a cinco años cae
cada. En la clínica; el rechazo hiperagudo se observa tan hasta el 60 por ciento (Hayes, 1993; Pirsch y cols., 1992; Gray
pronto como se restablece el riego sanguíneo al riñón del y Kasiske, 1992). Los factores implicados en el rechazo cróni-
donador. El injerto se torna de blanco a un moteado azul oso co incluyen: la fuente donadora, incidencia y tiempo del
rechazo agudo, infecciones postrasplante, lesión renal isqué- genética para la producción de interleucina-2 y de otros
mica, inmunosupresión subóptima y falta de cumplimiento genes que se requieren para la proliferación y diferenciación
con la medicación. No hay tratamiento conocido para el recha- de los linfocitos T. La ciclosporina se usa en el tratamien-
zo crónico y muchos pacientes en el periodo postrasplante to de mantenimiento, pero no es eficaz para revertir el
tardío regresan a la diálisis. Los estudios sobre la causa, rechazo agudo. A causa de sus efectos deletéreos sobre
patogenia y tratamiento del rechazo crónico permanecen el flujo sanguíneo renal, la ciclosporina no se usa mucho
como una alta prioridad en la investigaciÓn sobre trasplan- para inducir la inmunosupresión en Estados Unidos. En
tes. general, la ciclosporina oral se inicia una vez que la creati-
nina sérica se normaliza. La ciclosporina revolucionó el
lnmunosupresión campo del trasplante de órganos sólidos; la tasa de sobrevi-
vcncia de los aloinjertos renales de cadáver a un año aumen-
tó del 50% a cerca del 90% después de su introducción.
Como se mencionó, el rechazo hiperagudo es mediado por
Las globulinas antiJinfocitos/antitimocitos (ALG/
anticuerpos y se presenta rara vez con el uso de las técnicas
actuales de detección (pruebas cruzadas). Los mecanismos ATG, por sus siglas en inglés) se desarrollaron a principiOs
exactos del rechazo crónico aún no se conocen a fondo, si bien de Jos años sesenta como fármacos inmunosupresores po-
cada vez hay más estudios en esta área. Por tanto, el tratamiento tenciales. Son xenoanticuerpos producidos por animales de
inmunosuprcsor se dirige a prevenir o revertir el rechazo laboratorio inmunizados con linfocitos humanos. Se reúne
agudo. Aunque una proporción importante de pacientes con el suero de los animales y se purifican las globulinas poli-
trasplante renal tiene por lo menos un episodio de rechazo clonales. Se disminuyen en gran medida los anticuerpos
agudo a pesar del tratamiento de mantenimiento con inmu- indeseables contra plaquetas, neutrófilos y eritrocitos me-
nosuprcsión, estos episodios suelen ser reversibles. diante técnicas de inmunoabsorción. Las globulinas antilin-
Los inmunosupresores se usan en 1 de las 3 maneras focitos y antitimocitos se usan tanto para la inducción como
siguientes: 1) como agentes inductores justo después del para revertir episodios de rechazo agudo. No se usan para
trasplante, 2) como parte del tratamiento inmunosupresor el tratamiento de mantenimiento a causa de sus importantes
de mantenimiento que se inicia una vez que las concentra- efectos secundarios.
ciones séricas de creatinina se normalizan, o 3) como trata- El OKT3 es un anticuerpo monoclonal murino
miento del rechazo agudo. específico para la porción CD3 de los complejos receptores
La azatioprina es un análogo de las purinas al que se de los linfocitos T. El OKT3 modula Jos complejos recepto-
le descubrieron efectos ínmunosupresorcs a principios de res de los linfocitos Te inhibe la habilidad de los linfocitos
los años sesenta y, junto con los estcroidcs, fue el pilar para reconocer aloantígenos. Al igual que las ALG/ ATG, el
de muchos tratamientos inmunosuprcsores. La azatioprina OKT3 sólo se usa en el tratamiento de inducción y para
y sus mctabolitos se incorporan al DNA e inhiben la mito- el rechazo agudo. Tanto ALG/ ATG como OKT3 son efica-
sis y la proliferación celular. La principal complicación ces en el tratamiento del rechazo resistente a esteroides.
aunada a este fármaco es la supresión de la médula ósea que El FK5 06 es un fánnaco in m unosupresor descubierto hace
se ejemplifica con la leucopenia. También son susceptibles poco. Tiene propiedades y modos de acción similares a los
otras células de división celular rápida, como los linfocitos de la ciclosporina. También suprime la producción de inter-
activados. La azatioprina actúa en la fase proliferativa de la lcucina-2 de las células CD4+. La experiencia con FK506
respuesta inmunitaria, por lo que es de utilidad en la induc- en pacientes con trasplante de riñón es limitada, pero los
ción y el mantenimiento de la inmunoterapia. No es útil resultados indican una eficacias im ilar a la de la ciclosporina
como tratamiento para el episodio de rechazo agudo. A. Al igual que este último fármaco, el FK506 se emplea en
Los corticosteroides también se emplean desde princi- el tratamiento inmunosupresor de mantenimiento. Hay cier-
pios de k)s años sesenta. Tienen múltiples y diversos efectos ta evidencia de que el FK506 puede rescatar injertos en
inmunosupresores y antiinflamatorios que se derivan de la proceso de rechazo cuando sustituye a la ciclosporina.
inhibición de la liberación de la interlcucina-1 por las La rapamicina es otro fármaco inmunosupresor nuevo
células presentadoras de antígenos. A partir de esto, se que bloquea el efecto de la inter\cucina-2. A diferencia del
deduce que los efectos totales de los corticosteroides son FK506 y la ciclosporina, la rapamicina no parece tener
inespecíficos y son habituales las complicaciones secunda- efectos ncfrotóxicos. Los resultados iniciales indican que
rias, en especial con el tratamiento prolongado de altas este fármaco puede combinarse con ciclosporina y que hay
dosis. Los esteroides se usan para inducción y mantenimien- cierto sinergismo entre ellas. Se acaba de iniciar la fase 1 de
to de la inmunosupresión, así como para episodios derecha- un estudio clínico en Estados Unidos.
zo agudo. El RS61443 es un fármaco antimetabolito que inhibe
La ciclosporina A se introdujo para su uso clínico la síntesis de la purinas. Su efecto es diferente y más
alrededor del año de 1978. Se aisló de un hongo de la tierra especifico contra los linfocitos que el de la azatioprina. Se
y se demostró que tenía un efecto inmunosupresor especí- ha sometido a estudios clínicos en los últimos 2 a 3 años.
fico sobre los linfocitos. A causa de su efecto inmunosupre- Los resultados iniciales son favorables para su uso en la
sor específico, ayuda a disminuir la dosis terapéutica de inmunoterapia de inducción y mantenimiento.
esteroides requerida (efecto ahorrador de esteroides) y dis- Los sistemas inmunosupresores actuales varían de
minuye las complicaciones secundarias a la inmunosupre- acuerdo con las preferencias del centro médico y los reque-
sión inespecífica de estos fármacos. Si bien el mecanismo rimientos de los estudios clínicos en proceso. La mayoría de
molecular exacto de la ciclosporina aún no se elucida del las instituciones en Estados Unidos usa una combinación
todo, en apariencia, el medicamento inhibe la transcripción de prednisona, azatioprina y anticuerpos antitimocitos para
inducir la inmunosupresión. Este régimen evita los efectos aumentar la esperanza de vida del injerto a largo plazo. Sólo
deletéreos de la inducción con ciclosporina o FK506 sobre de manera reciente inició la preocupación sobre el rechazo
la función temprana del injerto. En la UCSF, se administran crónico, pues es evidente que la ciclosporina no ha modifi-
metilprednisolona (7 mg/kg) y azatioprina (4 mg/kg) duran- cado, en realidad, la pérdida del injerto a largo plazo (Pirsch
te la operación, en receptores primarios de trasplante renal y cols., 1992; Hayes, 1993; Gray y Kasiske, 1992; Paul,
por primera vez a partir de familiares vivos. La ciclosporina 1993; Kuo y Monaco, 1993; Paul y cols., 1993). Hoy día,
oral (5 mg/kg/12 h) se inicia al día siguiente y se administra los principales temas por aclararen las investigaciones sobre
por titulación hasta concentraciones terapéuticas de 200 a trasplantes son los mecanismos del fracaso del injerto y del
250 ).lg/L (ensayo HPLC). Los receptores de riñones de rechazo crónico. A partir del avance que ha habido en los
cadáver con probable NTA o retraso de la función o alto trasplantes durante la última década, es de esperarse que se
riesgo inmunogénico (trasplante previo o panel de anticuer- logren mayores progresos a futuro.
pos reactivos [PRA, del inglés panel reactive antibodies] >
15%) reciben ya sea 5 mg de OKT3 durante la operación o Com pi icaci ones
20 mglkg de ATG en la sala de recuperación. Se administran
estos fármacos a los pacientes hasta que se normalizan las
concentraciones séricas de creatinina ( < 2.5 mg/dL ), lo cual A. Técnicas
en general toma de 5 a 14 días. Se inicia entonces la Pueden ocurrir varias complicaciones técnicas tras el tras-
ciclosporina, 5 mg/kg/12 h, y se discontinúan los anticuer- plante que incluyen: oclusión de la arteria o de la vena renal,
pos cuando se alcanzan concentraciones séricas adecuadas estenosis de la arteria renal, desprendimiento u oclusión
de ciclosporina. Se ajustan de manera gradual las dosis de ureteral y linfocele.
cada fármaco por separado y se envía a los pacientes a casa La oclusión inmediata de la arteria renal es poco
usual (incidencia < 1%), pero puede ser la causa de una
con la combinación de fármacos para mantenimiento. Este
protocolo se llama tratamiento cuádruple con institución disminución brusca o del cese postrasplante del flujo urina-
secuencial de ciclosporina. En los pacientes que sufren rio. En un riñón con diuresis, el cese agudo del flujo urinario
episodios de rechazo agudo, se administran dosis altas de en el posoperatorio inmediato requiere exploración de
csteroides, 7 mg/kg, por tres días. Si el paciente no responde emergencia una vez que se descarta la obstrucción de la
a los esteroides, se usa OKT3 en dosis de 5 mg por 7 a 14 sonda de Foley como causa. El reconocimiento y trata-
días. Se vigilan las concentraciones de linfocitos CD3 y se miento tempranos ofrecen la única posibilidad de salvar el
aumenta la dosis si la cuenta total es superior a 50 linfocitos injerto.
por milímetro cúbico. La estenosis tardía de la arteria renal tras el trasplante
es una complicación bien reconocida. En estudios retrospec-
tivos recientes se estimó la verdadera incidencia de esta
Resultados complicación entre 1.5 y 8 por ciento (Sutberland y cols.,
1993; Roberts y cols., 1989; Macia y cols., 1991). Se han
A lo largo de las últimas tres décadas, se han logrado postulado causas tanto técnicas como inmunológicas
grandes mejorías en la tasa de sobrevivientes a un año de (Sutherland y cols., 1993; Macia y cols., 1991 ). Los pacien-
pacientes e injertos. La tasa de sobrevivientes a un año tes pueden presentarse con hipertensión mal controlada, un
aumentó alrededor del 50 al 92 por ciento (Gray y Kasiske, soplo sobre el trasplante o agravamiento gradual de la
1992). De manera similar, la supervivencia del injerto ha función renal (Sutherland y cols., 1993; Roberts y cols.,
igualado esta tendencia; hoy día, la tasa de sobrevivencia de 1989). Ante este contexto debe considerarse la estenosis,
éste a un año es del 80 al 85% para trasplantes a partir aunque el rechazo a la toxicidad por ciclosporina son más
de cadáver y superior al 90% para trasplantes renales de frecuentes. El diagnóstico se realiza con un angiograma
familiares vivos (Shutcrland y cols., 1993, Pirsch y cols., renal, pero la ultrasonografía dúplex o Doppler de color son
1992; Cecka, Cho y Terasaki, 1992; Frey y cols., t 992; técnicas de detección no invasivas útiles con un grado
Hayes, 1993; Gray y Kasiske, 1992). Sin embargo, la pér- excelente de precisión (Pozniac, Dodd y Keloz, 1992). Las
dida del injerto a lo largo de 1O años permanece alta, como opciones de tratamiento incluyen corrección quirúrgica y
se mencionó, secundaria a rechazo crónico y a la muerte del angioplastia transluminal transcutánea. Aunque existe
paciente. La muerte con un trasplante funcional es la segun- cierta controversia, en general se prefiere la angioplastia
da causa de pérdida del injerto. Muchas muertes después del transluminal transcutánea para estenosis segmentarias pe-
primer año son de origen cardiovascular en pacientes con queñas o intraparenquimatosas y en pacientes con alto ries-
injertos que funcionan bien (Pirsch y cols., 1992; Gray y go de cirugía futura (Farrugia y Schwao, 1992).
Kasiske, 1992). Sin embargo, después de 1O años no se Las complicaciones urológiyas son poco frecuentes y
espera que funcionen más del 40 al 50% de los injertos su incidencia va del 2 al 5% en la mayoría de las series
provenientes de cadáver. La etiología del fracaso a largo (Loughlin, Tilney y Richie, 1984; Brayman y cols., 1992).
plazo es incierta. Se estima que la pérdida del injerto secun- Las complicaciones técnicas específicas incluyen: separa-
daria al mal seguimiento del tratamiento por parte del pa- ción de la anastomosis, formación de estenosis ureterales o
cien.te es del 1Opor ciento. Si bien los episodios de rechazo anastomóticas, obstrucción ureteral y rotura ureterovesical.
agudo tardío fomentan algunos de los fracasos tardíos del Los signos clínicos incluyen disminución de la diuresis y
injerto, la mayoría pe los injertos sufre un deterioro progre- disfunción del injerto. Puede hacerse el diagnóstico de la
sivo crónico lento que termina en el fracaso del injerto. A mayoría de las complicaciones con ultrasonido o centelleo-
pesar de que la mejoría en las técnicas quirúrgicas y la mejor grafía renal. También puede requerirse ureterografía del
inmunosupresión tienen gran impacto a corto plazo, falta aloinjerto renal por punción transcutánea con aguja fina o
634 • Urología general de Smith (Capitulo 36)

por sondeo anterógrado, para la evaluación y formulación aleatoria, muchos centros usan este procedimiento de ma-
de estrategias correctivas. nera rutinaria (Goodman y Hargreave, 1989). Las infeccio-
La formación de linfocele es otra complicación poso- nes establecidas de las vías urinarias se tratan con
peratoria. Se piensa que se debe a la rotura de linfáticos antibióticos de amplio espectro hasta que se establece la
durante la disección de la arteria iliaca. La incidencia varía sensibilidad de los microorganismos. La mayoría de las
según los estudios y va del 6 al 18% en múltiples series infecciones bacterianas responde al tratamiento antibiótico,
grandes. La mayoría de los casos es asintomática y se drenaje o ambos, según convenga.
resuelve de manera espontánea tras varios meses (Khauli Las infecciones oportunistas predominan en los si-
y cols ., 1993). El cuadro clínico incluye hinchazón de la guientes 2 a 6 meses. Los pacientes trasplantados son más
herida, edema de extremidades inferiores o disfunción del susceptibles a los virus y a agentes infecciosos intrabacte-
injerto, según las estructuras pélvicas que se comprimen. El rianos porque los fármacos inmunosupresores inhiben el
diagnóstico se hace con ultrasonido (Pozniak, Dodd y Kelcz, componente celular de la respuesta inmunitaria. Como se
1992). En un análisis reciente con múltiples variables, se mencionó, el TMP-SMX disminuye en mucho la incidencia
consideró que el rechazo agudo es el principal factor en el de Pneumocystis carinii. Para pacientes con alergia a las
desarrollo de linfocele sintomático. El tratamiento de elec- sulfas, la pentamidina inhalada es una alternativa eficaz. El
ción es la marsupialízación y drenaje dentro de la cavidad principal patógeno viral durante este periodo es el citome-
peritoneal. El drenaje transcutáneo sólo se realiza con fines galovirus (CMV) que origina enfermedad sintomática en el
diagnósticos y no es terapéutico . 35% y muerte en el 2% de los receptores de trasplante renal
La insuficiencia renal aguda primaria, o NTA, en los (Garrugia y Schwab, 1992). Los receptores seronegativos
riñones trasplantados se observa en el 5 al 40% de los riño- de riñones de donadores positivos son los que corren el
nes de donadores cadáver (Cecka, Cho y Terasaki, J 992; mayor riesgo de presentar la enfermedad sintomát1ca (50 al
Delaney y cols., 1993; Olsen y cols., 1989). En generál, este 60%) (Farrugia y Schwab, 1992). Las manifestaciones clí-
trastorno se atribuye a isquemia por conservación en frío o nicas iniciales semejan una gripe con fiebre, fatiga, malestar
a tiempos de anastomosis prolongados. Los donadores an- general, mialgias y artralgias. Si no se tratan, aparecen las
cianos e inestables son más susceptibles. El diagnóstico de manifestaciones locales específicas de la enfermedad; en
NTA se confirma con centelleografía renal que demuestra general, se alteran las vías respiratorias, digestivas y urina-
buen flujo sanguíneo y mala función tubular o por cente- rias. Los datos de laboratorio iniciales habituales incluyen
lleografía dúplex que excluye otras causas posibles como elevación de transaminasas séricas y linfocitosis atípica;
obstrucción urinaria. El tratamiento es expectante y de también son frecuentes leucopenia y trombocitopenia. Hoy
apoyo ; la NTA puede tardar varias semanas en resolverse día, el cultivo celular es el método más utilizado para
(Pozmak, Dodd y Kelcz, 1992). Desde el punto de vista detectar la infección activa. Las técnicas de cultivo mediante
morfológico, la NTA en el riñón trasplantado difiere de la
envases sellados usan un anticuerpo monoclonal contra el
NTA en el riñón nativo; la primera tiene mayores infiltrados
antígeno viral temprano para detectar la presencia de CM V.
intersticiales y células tubulares necróticas (Oisen y cols.,
En general, los resultados se encuentran disponibles a las 24
1989). Es controvertido si la NTA se relaciona con un peor
a 48 h. El tratamiento de la infección por CMV establecida
pronóstico a largo plazo o predispone a rechazo agudo o
implica disminución del tratamiento inmunosupresor, trata-
crónico. Las estrategias inmunosupresoras durante la NTA
miento de apoyo que incluye hidratación y antipiréticos y la
incluyen el uso secuencial de globulinas antilinfocitos/antí-
administración del antiviral ganciclovir. En pacientes con
timocitos, seguidas por una vigilancia cuidadosa de las
trasplante renal infectados, el ganciclovir disminuye los
concentraciones de cic!osporina y biopsia para detectar la
in dices de diseminación viral, mejora los síntomas y detiene
presencia de un rechazo insospechado.
el progreso de la infección por CMV (Farrugia y Schwab,
1992). De manera reciente, la administración profiláctica de
B. No técnicas aciclovir oral en los primeros seis meses postrasplante ha
Las complicaciones no técnicas importantes incluyen infec- demostrado que suprime la infección viral postrasplante. La
ciones y cáncer. Un estudio confirma que las infecciones profllaxis con ganciclovir disminuye de manera importante
postrasplante son la segunda causa de muerte después del la incidencia de CMV cuando se da a pacientes que toman
trasplante renal (Brayman y cols., 1992; Dlugosz y cols., OKT3 en la UCSF.
1989). En general, las infecciones letales ocurren en los Otro efecto de la inmunosupresión es el aumento en la
primeros cuatro meses tras el trasplante. En el primer mes incidencia de cáncer (Penn, 1987; Cockfield y cols., 1993).
tras el trasplante renal, predominan las infecciones conven- Un análisis de la aparición de enfermedades malignas desde
cionales de herida, pulmones y vías urinarias . Se usan el advenimiento del tratamiento con ciclosporina revela un
antibióticos profilácticos en el perioperatorio, y se observa aumento en linfomas y sarcoma de Kaposi (Penn, 1987).
una reducción significativa en la incidencia de infecciones Los trastornos linfoproliferativos postrasplante (TLPP) tie-
de la herida en pacientes con trasplante renal basta cerca del nen una incidencia del 2.5% en aloinjcrtos renales prove-
1 por ciento (Brayman y cols., 1992; Paul y cols., 1993 ). La nientes de cadáver (Cockfield y cols., 1993). La media del
administración diaria de trimetoprim-sulfametoxazol tiempo de inicio de TLPP con ciclosporina es de alrededor
(TMP-SMX) disminuye la incidencia de las infecciones de de 15 meses; 32% de Jos casos ocurre en los primeros cuatro
vías urinarias y de Pneumocystis carinii h;¡.sta cuatro veces, meses tras el aloinjerto. La infección primaria con el virus
por lo que se usa de manera rutinaria en la UCSF (Brayman de Epstein-Barr al momento del trasplante parece ser un
y cols., 1992). Aunque la irrigación vesical con una solución factor de riesgo muy importante. Los pacientes pueden tener
antibiótica y antimicótica no se ha estudiado de manera afección del aloinjerto renal. Las lesiones se identifican
37
Trastornos del uréter y
la unión ureteropélvica
Barry A. Kogan, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

El uréter funciona como un conducto que transporta la orina mfccción (Yoshida y Sakamoto, 1986) o tumor. La mayoría
de los rii1ones a la vejiga. Cualquier proceso patológico que de los clínicos piensa que la observación es el mejor trata-
interfiera con su actividad puede causar anomalías renales miento, ya que por lo general ocurre '-!na involución (Wacks-
y las secuelas más comunes son la hidronefrosis (capítulo man y Phipps, 1993).
1 ! ) e infecciones. Los trastornos del uréter pueden clasifi-
carse en congénitos o__~_ª9_ti1.~""ªos.
DUPLICACIÓN DEL URÉTER

La duplicación completa o incompleta del uréter es una de


"las malformaciones congénitas más ·cOi1ilifleS(Ie'iasvfcis
ANOMALÍAS CONGÉNITAS urinarlas~Natlon ( 1944) encontró alguna forma Cie duplica-
DEL URÉTER ción del uréter en el 0.9% de una serie de necropsia. La
alteración ocurre -~Q.D .. .!D-ªJ:'Or . .fr~~nci~I.:LIJ!.!!iere~-~
común que sea bilateral. Se here<:!!_~I?_f()E.ma_-ª._IJ.tQ~Q_Jil.if.ª
dommante, aunque el gen es de penetrancia incompleta
Las malformaciones ureterales congénitas son comunes y (Atwell y cols., 1974).
Va!Tat1Ci"e.1a-ia 1ta com pYe-t-áa·l ~j~P.11Cac i.~.'! -~. ~d~ii.~~X~'! del El tipo incompleto (Y) de _9uplicación es causado por
uréter. Pueden causar obstrucción grav~_9_l!~-r~quiere aten- la ramificación del brote ureteral antes de alcanzar el blas-
ciün urgente o ser as'mto111itl.cas y smimportancia clínica. tema metanéfrico. En la mayoría de los pacientes, esta
Lá11oin-e11cJatÜ.ra puede ser confusa y, en fecha reciente,-se anomalía no causa manifestaciones clínicas. Sin embargo,
ha estandarizado para evitar ambigüedades (Glassberg y puede haber trastornos del peristaltismo cerca del punto de
cols., 1984). unión (figura37-1) (O'Reilly y cols., 1984). En estos casos,
puede estar obstruido o dilatado un segmento por reflujo
urcteroureteral. En la mayor parte de los casos el tratamiento
ATRESIA URETERAL eficaz es la ureteropiclostomía (Sole, Randall y Arkeil~-
1987).
Es posible que el uréter falte por completo o tenga un En la duplicación completa del uréter, la presencia de
extremo cerr~do después de-exteriderse' solo una parte hacia el dos brotes ureterales origina la formación de dos uréteres
flanco. La anomaTia..se.origina durante el desarrollo embrio- totalmente separados y dos pclvicillas renales diferentes.
(ógico, por falta de formación del brote ureteral a partir del Como el uréter del segmento superior proviene de una
conducto mesonéfrico o detención de su desarrollo antes posición cefálica en el conducto mcsonéfrico, permanece
que entre en contacto con el blastema metanéfrico. El resul- unido más tiempo al mismo y en consecuencia migra más,
tado final es la ausencia del riñón o bien que sea mu!tiquís- terminando en posición medial e inferior al uréter que drena
tico. Cuando es b¡\ateral, este trastorno se conoce como el segmento bajo (ley de Wcigert-Mcyer). Por tanto, es posible
síndrome de Potter y es incompatible con la vida. Por lo que el uréter que drena el segmento superior migre en fom1a
general, cuando el riñón poliquistico es unilateral también más caudal, se haga ectópico y se obstruya, en tanto el que
es asintomático y no tiene importancia clínica, aunque drena el segmento bajo puedctenninaren forma lateral y tener
puede asociarse con hipertensión (Javadpour y cols., 1970), un túnel i ntravcsical corto, que origina reflujo vesicoureteral

637
H idronefrosis

Figura 37-1. Duplicación del uréter. Tipo incompleto (Y)


con hidronefros1s del polo inferior del riñón izquierdo. Tam-
bién puede haber reflujo urétero-ureteral (yo-yo) y explica el Figura 37-2. Duplicación del uréter. Duplicación completa
aspecto radiográfico. con reflujo hacia el polo inferior del riñón derecho y cicatriza-
ción pielonefrítica crónica. El uréter del polo superior del riñón
izquierdo es ectópico y su parénquima renal es displásico.
(figura 37-2) (Kaplan, Nasral\ah y King, 1978; Tanagho,
1976). El mismo principio general se observa en la triplicación gammagrama renal (en especial con Tc99 m-ácido dimer-
ureteral rara (Zaontz y Maizels, 1985). captosuccínico) es útil para estimar el grado de func16n renal
Aunque algunos p_acientes con duplicación del urét_~ en _c_~~<l: -~f.~~iú~=~~g~~!l_tO deJ __~.!_g_ll;nO (figUra-Yf-=3f - -
son asintomáticos, muchos presentan infecciones ~rsis­ E! tratamiento del reflujo solo no debe influirse por la
tentes o ~!ll~JClen~s. En mujeres,el. ureter deípolo superior presencia de la duplicación ureteral (Lee y cols., 1991). Los
puede ser ectópico, con una abertura distal al esfínter ex- grados menores de reflujo suelen tratarse en forma médi-
terno o incluso fuera de las vías urinarias. Estas enfermas ca y los mayores con cir-u {a. Debido a~variaciones añ-at6~
tienen síntomas clásicos: incontinencia caracterizada por micas se diSQQ.!!e de muchas O cwne-surrúrgicas (Ahm~d-­
goteo constante, pero micción de tipo normal. En hombres, y Boncaut, 1988). Si hay obstrucción en el polo superior o
el uréter ectópico está siempre proximal al esfínter externo ectopia, casi siempre será necesario operar. Se han recomen-
y la incontinencia asociada no se presenta. En años recien- dado numerosas técnicas quirúrgicas (Belman, Filmer y
tes, la ultrasonografía ureteral prenatal aporta el diagnóstico King, 1974). Si la función renal en un segmento es
~~~J~~~os neoryatos asiQ!Q_rrtáÜcos·.-··--- ·---···· ---. -·-- muy mala, la operación más adecuada es la heminefrecto-
~.il~!Qg_I~a excretora_y_jE__~~J~r~tr2K@fl-ª._~Q!!JQ.~
mía (Barrett, Malek y Kclalis, 1975). Si se intenta conservar
estudios clásicos para detectar ~-~E~~c:i<?.!l.. g~l.!!r§_t~r. La parénquima renal, es factible el tratamiento mediante pie-
urografía excretora muestra la duplicación en la mayor parte loureterostomía, ureteroureterostomía o reimplantación
de los casos. En ocasiones, un segmento del riñón funcio- ureteral (Amar, 1970; Amar, 1978; Bockrath, Maizels y
na de manera tan pobre que no se visualiza. En tales casos, Firlit, 1983).
el diagnóstico puede deducirse por el desplazamiento de los
cálices o del uréter visualizados o por la discrepancia entre
la cantidad de parénquima renal y el relativamente número URETEROCELE
pequeño de cálices visualizados. La urografía excretora
también muestra cualquier cicatriz pielonefrítica. El cistou- Éste es una fo!..!!_l_aci.~Q-~~- saco de la p~rci~n t_e~mina.L~~J
retrograma de vaciamiento revela reflujo vesicoureteral y uré!~r (figura 37--4J.: .Puede ser intravesical o ectópico; en
quizá demuestre la presencia de un uretcroccle. En muchas este último caso, se localiza en el cuello vesical o la ureti="a.
situaciones, la urografía excretora se suple con la sonogra- Los ure-tero~~fes-Cntraves'lcai'es-suefeil-asoc"illfSeCOr; urétere$
fía, la cual, por lo general, visualiza el polo superior no Gmcos, en._t~mt~ q~~--~~---~~t6pi~~s incluyen ~o~ mayor
excretor y puede evaluar de manera rápida el grosor del fi--écue~Tlilite.r del polo su~~jQ!:_~~-_urétet:~..~!.!.P_l_i­
parénquima y la presencia de anomalías vesicales. g¡ cQ<;i.Q§_,_Los__ ureteroceles -~ctópi~-Q~ _SQlLC_\,.Ia_tm_y_~gs_m_cis
Trastornos del uréter y la unión ureteropélvica • 63 9

R l

Figura 37-3. Duplicación del uréter y ureterocele. Arriba izquierda: El urograma excretor muestra duplicación del riñón
derecho y sólo se observa el polo inferior del izquierdo. Hay un defecto de llenado en el lado izquierdo de la vejiga. Arriba
derecha: El cistog~ama confirma el defecto del llenado. No hay reflujo. Abajo izquierda: El gammagrama renal con Tc 99 m~ácido
dimercaptosuccínico muestra un poco de parénquima funcional en el polo superior del riñón izquierdo. Abajo derecha:
Después de extirpar el ureterocele y reimplantar ambos uréteres a la izquierda, un nuevo urograma excretor mostró mejoría
de la excreción del medio de contraste en el polo superior de riñón izquierdo.
640 • Urología general de Smith (Capítulo 37)

Figura 37--4. Ureterocele. Izquierda: Ureterocele ortotópico acompañado de uréter único. Derecha: Ureterocele con
duplicación ureteral y mala función del polo superior del riñón

~_munes 91!~!gs !Otravesicalcs (Snyder y Johnston, 1978). (Bauer y Retik, 1978). Es posible que muestre reflujo, en
El ureterocele es siete veces más frecuente en niñas y casi particular hacia un uréter del polo inferior y, en ocasio-
el 10% son bilaterales. En ocasiones, se encuentran formas nes, eversión del urcterocele durante la micción, en cuyo
moderadas de uretcrocele en adultos que se examinan por caso tiene aspecto de divertículo. El gammagrama renal es
otras razones no relacionadas con el padecimiento. útil para estimar la función del-riñón (Geringer y cols.,
El uretcrocele se ha atribuido a retraso o canaljzación 1983). ----- - ·-
incompleta del brote ureteral que conduce a una obstruc- El tratamiento debe individualizarse. La incisión tran-
ción prenatal temprana y expansión del brote ureteral antes suretral se usó antes sólo en niños___iñuy enfermos con
de su absorción en el seno urogenítal (Tanagho, 1976). La piohidronefrosi.s; sin embargo, de manera reciente se ha
dilatación quística se forma entre las capas musculares· reconocido que puede ser un procedimiento definitivo en
superfjcial y profunda del trígono. Los g_@Jl~~s uret~!_o~_!_es muchas circunstancias, en particular, en pacientes con ure-
pueden desplazar los otros orificios, interferir con la retrac- teroceles intravesicales (Blyth y cols. , 1993). Cuando se
ción muscula~ de la vejj.~jJJ.ffuso obstr:.niL\a desembP.J.:J.l- rcquire una operación abierta, el procedimiento debe elegir-
dura vesical Con frecuencia hay hidroureteronefrosis se con base en la localización anatómica del meato ureteral,
importante y no es-raroencontra.raSocladüC~te~~- la posición del ureterocele y el grado de hidronefrosis y
~e e, un segmento displásico del polo superior del rifión. deterioro de la función renal. En general, las elecciones
También se ha visto que el segmento displásico puede varían de la heminefrectomía y Üreterostomía a la ·extirpa-
contener blastema renal nodular y por tanto puede estar clóñ._del ureteroceYe,reCOñstrucctónves!CafYréTmj)Iañtc
predispuesto a neoplasias (Cromic, Engelstein y Duckett, ureteral. Con frecuencia, es necesano un segundo procecfi-
1980). mieJ}to (Caíctáñi'Oñé, s-nyaer y uéi<ett, 1984). --
Los datos cH~_\cos varían mucho . Los pacjE_~_!c_s~~~-len
presentar infcc_~~.!!i_Pero es__¡~g-~2!~e la molestia inicial
sea una~cción de la desembQ.~-ª.QJ.UJLY..e..,~~ª~i­ ORIFICIO URETERAL ECTÓPJCO
nencia. En ocasiones, un uretero~~l~_Ruede prolapsarse a
través de la uretra femenina (Ahmed, 1984). Pueden formarse Aung~~ J~-- ectopia d5:!_.~~i!i~io ureteral ocurre m~s c?_-
-cálculos secundarios a estasis urinaria y con frecuencia múnmente acomp~_i1-~d._c:t__9~ _ ureterocele y duplicaci~~l
se observan en el uréter distal . La urografía excretora (figu- uréter (véase antes), también hay uréteres ectópicos ais-
ras 3 7-3 y 37-5) suele establecer el diagnóstico y ~ucde lado.s(Gotoh y cols.;T983Y-só·o--cáll-sados por retraso o
mostrar una dilatación quistica o defecto de llenado en la falta-de separación del brote ureteral del conducto meso-
_vejiga. El urograma tamb-ién indic<?-.@_~]_g_@do c!e hidrone- néfrico durante el desarrollo embriológico. La anomalía
frosj_§_y__q_l!i~~ una duplicación renal. Una vez más .Ja SQ~Q­ inicial puede estar en la localización del brote ureteral, lo
grafía puede reemplazar a la urogr~fía ex<::.t~!Q.ra en algunos que explica la frecuencia elevada de riñones displásicos
hospitales. H-ay· guc ~!-~~er _cLs_tg_'-:l_r~~!_'?g!~f.~~. )l\i~cjQn asociados con uréteres ectópicos únicos.
Trastornos del uréter y la unión ureteropélvica • 641

Figura 37-5. Ureteroce\e. Izquierda: Urograma excretor en una mujer, que muestra una deformación en "cabeza de cobra"
de los extremos distales de ambos uréteres, ureteroceles bilaterales que causan mínima obstrucción y presión en la vejiga
por el útero. No está indicado tratamiento. Derecha: Urograma excretor en una niña de ocho años, que muestra una lesión
que ocupa espacio (lado izquierdo de la vejiga) por ureterocele. Falta de sistema calicial en la porción superior del riñón
izquierdo que implica duplicación de uréteres y pelvicillas renales y un polo superior no funcional (hidronefrosis avanzada): el
uréter dilatado de ese polo drena hacia un ureterocele obstructor y desplaza al uréter observado hacia un lado abajo del riñón .

.ELE.t!adro clínico varía según el sexo del paciente y la uréter ectópico. En niñas, en la cistoscopia o mediante
posición de la abertura ureteral. Los niños no suelen presen- vaginoscopia el orificio se observa en ocasiones cerca de la
fafíricontínencia; pero muchos se atiend~-t.U'.~ epididimi~i§. uretra. En este caso, un uretrograma retrógrado puede mos-
En estos enfermos el ureter drena directamente en el trar anomalías anatómicas (figura 3 7-7). El gamagrama
conducto deferente o la vesícula seminal (Umeyama y cols., renal también es útil para delinear las estructuras y estimar
1985). En niñas, es posible que el orificio ureteral se en- el grado de función renal.
cuentrc en . la Llretra.-Tava.gíñao...c"C¡;en¡:ieü."A.llñquepuede Como en los ureteroceles y la duplicación de uréter, el
haber_ infección, en particular cuando el u.~éter ectópico cuadro clln"fco y el grado dcfllñCíO n renal mdicarán el en-
permite reflujo, por regla hay incontinencia. Es patognomó- .!~i~lue te-rapéutico. El trat<inuento qulfurgico suele consistir
_...nk~_Lgm:_w__c;..ontinuo a p~sar de la míccRm normal. La en reimplantación urcteral o nefroureterectomía. Aunque no
urgencia y la incontinencia por urgencia pueden confundir se aplica a la mayoría de las duplicaciones ureterales en
el diagnóstico. En pacientes con ectopia de los orificios ocasiones es posible reimplantar sólo el uréter ectópico
(Marshall, 1986).
ureterales, hay con frecuencia anomalías del aparato genital
(Johnson y Perlmutter, 1980).
T~_nj..Q.Jª-.~.<J.g@fía excretora como la sonografía, así
~o la ci_g.~'E:~~O_&':_~ft~E.~~~~Lam!~D~~~a>'ydan a del in e~! ANOMALÍAS DE LA POSICIÓN URETERAL
el problema; sin embargo, en el caso de un solo uréter ectó-
pico, todo el riñón está comprometido y, quizá, no haya El uréter retrocaval (también denominado uréter circuncaval
excreción del medio de contraste. La ultrasonografía es útil y uréter poscaval) es un trastorno raro en el que un uréter
para precisar una masa quística. En la cistoscopia, es posible normal, embriológicamente es atrapado detrás de la vena
observar en niños el orificio ectópico directamente o com- cava por desarrollo anormal de los vasos sanguíneos abdo-
probarlo por sondeo retrógrado del conducto eyaculador minales. La persistencia éle la vena subcardinal derecha, en
(figura 37-6). La presencia de un hemitrígono aunado a una oposición a la supracardinal, hace que el uréter derecho
masa quística en el flanco es una prueba presuncional de circunde la cava desde atrás. Hay dos tipos anatómicos de
Figura 37-6 . Uréter ectópico. Arriba: El urograma excretor no muestra e! contorno renal derecho ni excreción de! medio de
contraste en el mismo lado. Abajo izquierda: Inyección endoscópica de medio de contraste en el conducto eyaculador, que
demuestra la vesícula seminal y el muñón del uréter ectópico. Abajo derecha: Misma anatomía observada en un vasograma .
(Cortesía de DW Ferguson.)

uréter retrocaval (Kcnawi y Willíams, 1976) en el prime- Puede hacerse un venocavograma simultáneo, pero no suele
ro, el uréter superior y la pelvicilla renal son casi honzon- ser necesario (figura 37-8). En la actualidad, la JRM es el
tales a su paso por detrás de la vena cava; por Jo general mejor estud1o para delinear la anatomía con claridad y de
no hay obstrucción ni se necesita tratamiento. En el segundo manera no invasiva.
tipo, el uréter desciende de manera normal casi hasta L3 , en La reparación quirúrgica para el uréter retrocaval,
donde se curva hacüt arriba y atrás en forma de una J cuando está indicada, consiste en dividir el uréter (de prefe-
invertida para pasar atrás y alrededor de la vena cava. rencia a través de la porción dilatada), traer el uréter distal
Generalmente hay obstruccion . desde atrás de la vena cava y reanasatomosarlo al extremo
El diagnóstico de uréter rctrocaval suele establecerse proximal. Si la porción retrocaval del uréter es fibrosa o está
con urografía excretora. Si la imagen es mala, un urctero- estcnosada se utiliza el uréter infracaval para la anastomosis
grama retrógrado mostrará la anomalía con gran claridad. (Kumar y Bhandari, 1985).
Figura 37-7. Uréter ectópico. Izquierda: Cistoscopia en una niña de seis años, con antecedentes de toda la vida de
incontinencia urinaria, que reveló dos orificios uretera\es en \a derecha y uno en la izquierda; éstos se sondearon y se obtuvieron
urogramas. Derecha: Misma enferma. Se sondeó un orificio ectópico cerca del meato uretral. El urograma retrógrado muestra
hidronefrosis de la segunda pelvicilla renal a la izquierda. La resección del polo superior y el uréter curó la incontinencia.

Hay otras anomalías raras de la postclOn ureteral. OBSTRUCCIÓN DE LA UNIÓN


Brooks ( 1962) señaló un uréter retrocaval izquierdo en un URETEROPÉLVICA
paciente con situs ínversus. Se han publicado varios casos
de uréter rctroiliaco (Han na, 1972). El tratamiento es similar En niños, la obstrucción primaria del uréter suele ocurrir en las
al descrito. uniones ureteropélvica o ureterovesical (figura 37-9). Pro-

Figura 37--8. Uréter retrocaval. Izquierda: El ureterograma retrógrado muestra desplazamientos del uréter alto hacia los
cuerpos vertebrales, sugiriendo uréter retrocaval. Obsérvese la deformación congénita del raquis. Derecha: Venocavograma
femoral (placa oblicua derecha), que muestra al uréter en posición retrocaval.
Hidrouréter
(especialmente distal)

Segmento aperístált1co

Figura 37-9. Obstrucción ureteral congénita . Izquierda: Obstrucción de la unión ureteropélvica derecha con hidronefrosis.
Derecha: Obstrucción de la unión ureterovesical izquierda (mega uréter obstruido) con hidroureteronefrosis.

_bablemente la primera es la anomalLa congénita más común la pe! vi cilla; pero Stephens ( 1982) ha presentado datos que
del uréter. Se ot)~~r-~S:.QIJ._!pJ!YQ[.ft~~-Y-~lJ~j-ª_~nvil..rgn~s (relación sugieren que la rotación anormal de la pelvjcilla renal
5:2) y, en los casos unilaterales, es más común en el lado permite que el uréter quede atrapado en los vasos sanguí-
izqu1er-(JQ(5:2Y EñCTToafT.S-%-de los casos ·hay obstrucci-Ón neos del polo inferior del riñón, originando finalmente
!2_i~eral y es ~.!:l__ especiaCcorñlí-~ -en-factántcs (Johnston y obstrucción. Utilizando estudios cuidadosos durante la ope-
cols., 1977). La anomalía puede ocurrir en varios miembros de la ración, es posible precisar si la lesión es intrínseca o extrín-
familia; pero no muestra un patrón genético claro. seca (Koff y cols., ! 986; Johnston, 1969).
~_Q_ __S.~. conoce con seguridad la causa .~xac~_LQ~. l;J.. Lo~<!_tQ~ljnicos '@.Qil!! ~~ri~J.~ ~.9.as!_de1,P_~.9l~!!~ en
obstrucción de la unión ureteropélvi_ca. Se han observado el momento del diagnóstico. En la mayoría de los casos, las
póJipos y válvulas ureterales ; pero son muy raros (Punjam , mejoras recientes en !a ultrasonog_r.~.fi~.P!:...<?t:!~~a}.. P.~!_!:en ~!
1983 ; Sant, Barbalias y Klauber, 1985). Casi siempre hay diagnóstico in utero (Mandcll y cols., 1991 ). -~.f! . Q.C~C!§.!.9J!~S
angulación y torcedura en la unión de la pe\vicitta renal )Qs niños se presentan con una masa abdominaL. En ni-
dilatada y el uréter. Ésta, por sí misma, puede causar obs- ño9_,.J~ sínton:!.ª~J!!.~-~2.11!.1JP~S- S<?.ll...Q_~J9I..Y . Y.2LP_itos; sin
trucción, aunque con frecuencia está poco claro si esto es embargo tambi~~<k_ haber h~m_aturia -~_inf~cci<)n l}f~l]-ª­
primario o meramente secundario a otra lesión obstructiva. .!.@:_Unos .2_0cos pacientes tienen complicaciones como
Rara vez se encuentra estenosis verdadera; sin embargo , cálculos "(flgitra 37-1 0), traumatismo en ·el riñón crecido o
con frecuencia hay un uréter proximal hipoplásico de (rara vez) hipertensión. A~g_~~?:~--~-i~~~--~~ PQLCOmpleto
pared delgada. En esta área, se observan alteraciones his- asintomáticos.
tológicas y ultraestructurales características que podrían ·--~nóstico se es!ªQlece...~J!!:2grafía excretora o
explicar la anomalía del pcristaltismo en la unión uretero- sonografía. Sin embargo, en casos confusos, son útiles la
pélvica y la consiguiente interferencia con el vaciamiento renografía diurética anterógrada con estudios de presión del
de 1a pelvicilla (Hanna y cols., 1976). Otras dos alteraciones flujo (Thrall, Koffy Keyes, 1981; Whitaker, 1973). Algunos
que se observan en ocasiones durante la intervención qui- cirujanos consideran que el cistouretrograma de micción
rúrgica son el origen alto del uréter en la pelvicina renal y es una parte sistemática del estudio preoperatorio, ya que
una relación anormal del uréter proximal con una arteria los datos radiológicos en el reflujo vesicoureteral pueden
renal del polo inferior. Aún no se sabe con seguridad si estas ser similares a los de la obstrucción de la unión ureteropél-
alteraciones son el resultado o la causa de la dilatación de vica. Este hecho es especialmente relevante cuando el útero
Trastornos del uréter y la unión ureteropélvica • 645

Figura 37-10. Obstrucción de \a un1on ureteropé\vica


con ca\cu!os. Arriba: Radiografía simple de\ abdomen que
muestra radiopacidades en la región de\ riñón derecho. Aba~
jo izquierda: Placa inicial del urograma excretor que muestra
dilatación de los cálices a la derecha y cálculos en capas en
la gran pelvicilla renal derecha. Abajo derecha: Placa tardía
de un urograma excretor que muestra una obstrucción clá-
sica en la unión ureteropélvica derecha.
646 • Urología general de Smith (Capítulo 37)

se ve bien o está dilatado (o ambas cosas) debajo de la unión En algunos pacientes, la reciente explosión en el campo
ureteropélvica (Maizels, Smith y Firlit, 1984). de la endourología, como una subespecialidad de la urolo-
La 9bstrli~-~-~~-~-- ~~!"-~.~~-<?E~--~~J~1-~~ ión ureteropél vi ca gía, ha motivado el uso de técnicas transcutáneas para
debe ~r<l:~r~~ de ~anera g!Jirú,!:gig. Debido a que, hoy en reparar la obstrucción de uniones ureteropélvicas (Ramsay
día, en la mayoría de Jos casos se detectan por causa de la y cols., 1984; Badlani, Eshghi y Smith, 1986; Van Cangh y cols.,
hidronefrosis durante la ultrasonografía prenatal y a que los 1989). La técnica es similar a la publicada por Davis (1943),
niños son asmtomáticos , se ha vuelto importante valorar el pero se practica en su totalidad por vía endoscópica. Aunque
significado de la hidronefrosis. Por un lado, la intervención Jos índices iniciales de éxito varían del 50 al 80%, se
quirúrgica temprana puede evitar infecciones futuras de vías requiere una vigilancia más prolongada antes de conocer la
urinarias, cálculos , u otras complicaciones; por el otro, eficacia verdadera de este método. En la actualidad, parece
muchos de los pacientes pueden vivir toda su vida sin apropiado intentar la técnica en quienes de todos modos se
experimentar consecuencias de la hidronefrosis. Aunque eliminará el cálculo transcutáneamente o en los que ha fraca-
persiste una controversia considerable, 1-~-~i~a se reserva sado una previa pieloplastia abierta (King y cols., 1984 ).
p~~-~_P_li~)-~_ntes que tienen riñones s:on fUJ!CiÓJ:!..dismínuida,
hi9ronefrosis masiva, infección o células. Con un buen
seguimiento, es buena la esperanza de vida de los casos que
MEGAURÉTER OBSTRUIDO
no se operan (Koff y Campbell, 1992). Debido a las varia-
ciones anatómicas , un solo procedimiento no es suficiente
~-ª...9_Q_~tr..~J:cción en la unión ureterovesical es C~Jatro veG.~S
para todas las situaciones en las cuales está indicada la
más comÚ_JJ_~n niños gue en niñas. Suele ser bilateral pero
ci-rugía (Smart, 1979). Sin importar el método utilizado,
asimétrica. ~.Qn mayor frecuencia, afecta l!.!J.__QQ_~JPá~-~
para obtener éxito en las reparaciones se hace una_ unión
uréter_izguierdo que el derecho . Un hecho de mayores
ureteropélvica dependiente en forma de embudo, de calibre
consecuencias es que en el lO al 15% de los pacientes hay
adecuado . Aunque en algunas circunstancias es posible
ausencia o displasia del riñón contralateral (Tiburcio y Lima
conservar la unión urctcropélvica intacta (Pcrlberg y Pfau,
1978).
1984 ), cuando la obstrucción parece depender de un seg-
No se ha aclarado la embriogénesis de la lesión. Es
mento discinético del uréter proximal, la operación más
obvio que en la mayoría de los enfermos no hay estrechez
popular es una pieloureteroplastia de desmembración
en la unión ureterovesical. En la operación, suele ser posible
(Anderson, 1963 ). También se elige esta técnica cuando el
pasar una sonda retrógrada a través del área de obstrucción.
uréter proximal está enganchado sobre un vaso sanguíneo
La observación cuidadosa en la operación o mediante ra-
del polo inferior. Si la pelvici!!a extrarrcnal está dilatada, la
dioscopia indica la incapacidad del uréter distal para trans-
operación puede combinarse con una plastia de Foley en mitir la onda peristáltica normal , que origina una
Y-V para formar una unión ureteropélvica más infundibuli-
obstrucción funcional. Los datos histológicos incluyen
forme (Foley, 1937). Las operaciones de colgajo pélvico exceso de fibras musculares circulares y de tejido conjunti-
(Culp y DeWeerd, 1951; Scardino y Prínce, 1953), son vo en el uréter distal , que pueden explicar el problema
ideales cuando la unión ureteropél vi ca se ha conservado en (Tanagho, Smith y Guthrie, 1970). Los estudios ultraestruc-
una posición dependiente a pesar de la dilatación impor- turales han mostrado que el aspecto de esta obstrucción es
tante de la pelvicilla. También tienen la ventaja de inter- similar al de la unión ureteropélvica.
ferir menos con el riego sanguíneo ureteral. Este hecho es en En la actualidad, muchos casos se descubren en la
particular importante cuando se piensa en una operación son~_Iafí_~e;atal. Los síntomas comunes son-·infucCíóil_,
ureteral distal (por ejemplo, reimplantación ureteral) en el
fiebre y dolor abdomin~l~_~on fre~-~!2~~-~-~y_~~-~aturia y
futuro. ..~sta pue~e observarse incluso sin infección. Ello se debe
Ambas plastias, la Y y la V, y !as técnicas de colgajo posiblemente a la alteración de Jos vasos de la mucosa
son útiles en el manejo de las obstruccjones de la unión ureteral secundaria a su distensión. También puede ser un
ureteropélvica en riñones en herradura o pélvicos, en los signo de formación de cálculos por las estasis urinaria. _g_l_
cuales la anatomía puede evitar la creación de una unión urograma excretor suele mostrar la configuración patogr!_~.::
ureteropélvíca dependiente, si se intenta una técnica de mónica de uréter distal dilata~o, uréter... proxíma~
desmembramiento. El uso de sondas férula y derivación -(!Jlatado, pe!VíCilla renal de aspecto relativamente normal y
proximal al momento de la pieloplastia ha sido un tema de cálices romos (figura -37-1 ~En algunos casos, para de-
controversia no resuelto. Se han sei'íalado excelentes resul- linear la lesión es necesario practicar uro grama? retrógra-
tados con férulas y derivaciones o sin ellas (Bejjani y dos o anterógrados . Puede ser útil un renograma con
Belman, 1982; Perlmutter, Kroovand y Lai , 1980; King diurético o estudios de riego.
y cols., 1984). En la mayor!.~ de los pacientes está indicada la cirugía. El
El_.P!C?_!l_ós~~S!..R.<?~-L~g~neral es bueno, z_~_q_t~la enf~­ trastorno cura con la reimplantación ureteral y extirpación
medad suele ser unilateral y en la bilatera_L~asi sieip...Q!:2_~~ del uréter distaL Por la dilatación excesiva del uréter, con fre-
rr)en6s-afect"ado_~~Eo . En varias grandes series, el indicc cuencia es necesario adelgazarlo en huso. Suele practicarse
·ae reoperaciones ha sido sólo del 2 al 4%; pero el aspecto extirpando una porción de la pared urcteral a lo largo del
radiológico posoperatorio del área suele ser desalentador. borde antimensentérico (Hendrcn, 1969); sin embargo, pu-
Puede haber mejoría notable cuando una gran pelvicilla blicaciones recientes indican buenos resultados plegándolo
extrarrenal ha evitado la deformación masiva de los cálices; sobre sí mismo (Hanna, 1982; Ehrlich, 1985). Porque gene-
sin embargo, en la mayoría de los pacientes, existe una gran ralmente el músculo ureteral es sano, estos casos tienen un
deformación a pesar del drenaje adecuado del riñón. excelente pronóstico (Peters y cols., 1989).
Trastornos del uréter y la unión ureteropélvica • 647

nal durante la infusión en ella de solución salina a un ritmo


elevado (10 mL!min) es un método excelente para di-
ferenciar la dilatación no obstructiva de la obstructiva (Wolk
y Whitaker, 1982). Desafortunadamente, no hay un "están-
dar de oro" verdadero y estos estudios no siempre con-
cuerdan; el árbitro final es el juicio clínico (Lupton y cols .,
1985).

ENFERMEDADES ADQUIRIDAS
DEL URÉTER

Casi todas las enfermedades adquiridas del uréter son de


naturaleza obstructiva. Aunque se ven con frecuencia, su
incidencia actual es incierta. Sus manifestaciones clínicas,
efectos en los riñones, complicaciones y tratamientos son
similares a aquellos que se describieron. Las lesiones pue-
den clasificarse de manera muy general en intrínsecas o
extrfnse_gas:.....

Obstrucción ureteral intrínseca


Figura 3 7-11. Mega uréter obstructivo. Estudio de vigilancia
en un niño de nueve meses con hidronefrosis unilateral
detectada por ultrasonografia in utero. El urograma excretor
muestra la configuración clásica de uréter distal dilatado, 1. Cálculos ureterales (capitulo \6) .
uréter proximal con menor dilatación y cálices romos. 2. Tl:!rriüfeSd.e···c-~T~Tás transicionales del uréter (capítu-
lo 20).
3. Alteraciones inflamatorias crónicas de la pared ureteral
~general debí<:!?s a tuberculosis o esguistoso-
DILATACIÓN DE VÍAS URINARIAS miasis) que causan contractura o peristalsis insuficiente
ALTAS SIN OBSTRUCCIÓN (capltuTo 14 y figuras 14-2 y i4-4 ).

N o hay qu~~~~~~~ue toda dih1:t~~~5?.!!_~~~~~ uri~rias


Obstrucción ureteral extrínseca
superiores implica obstrucción. El cístouretrograma de mic-
ción es una parte esenc1al de 1a vaíoracíon,-·-no sólo para Las causas frecuentes de este trastorno son:
descartar el-re-tlu]o- sino tam -reñ para compro arqueñü"
haya ariormaTías"aeTa~J!Jas ufiñariasDajas que causen la l. Estreñimiento importante, en ocasiones con 9bstrucción
dílatacíó~ de_l_~__parte_ alt~Qtros_ ~ases en q~!~.Q!!9_¡;!e ser ~esical , q~~~~~~~~_!"~í~J~!:incj.e~~~~~~te en nif\0.?.1..~~
difícil establecer el diagnóstico incluyen dilatación residual también en mujeres adultas.
én un Sistema "()bstrlil(fc)-con-~in"terlorTdad~··dlfaiftcTón_i_(ir_ 2. Ób.strucción secÜñda:ftá-~Ór~O_!CÍ~!cnto O fibrOSÍS alre-
infección bacteriana (posiblemente por efecto directo de dedor de uréteres redundantes. El proceso prim~_rjQ __ ~s-­
endotoxinas en ia musculatu~a LJ_¿eter~]2.lÜQ!:9!lefrosís neo- una obstrucción distal o reflujo masivo.
--~~-ª.1 (Homsy, Williot y Danais, 1986) Y._E~li~ria prolongada 3. Trastorn·os-ii_IlycÓlógicos benignos como_e_'2Q.Q!Q_e_!_r.ios.i§
en pacientes con diabetes insípida. Q_;¡jrr<J!Qf!J.~.ik vena ováric¿? Q.e_r_echa (Gourdie y Rogers,
-·---Ei1 estos casos, es posible que las investigaciones usua- 1986).
les no proporcionen suficiente información. Un renograma 4. Infiltración neoplásica local por carcinoma de cuello
diurético con radionúclidos es en especial útil para diferen- uterino, vejiga o próstata (Richie, Wíthers y Ehrhcfí,
ciar la dilataciÓn no obstructiva de la obstructiva (figura 1979).
37-12) (Thrall, Koffy Keyes, 1981 ). Cada vez se utiliza más 5. Linfadenopatía pélvica por tumores metastásicos.
la punción renal tr~nscutánea; cuando el sistema está dila- 6. Lesionc2__~~terale_§_yatrógcnas, en especial después de
tado, implica un riesgo mínimo y permite en casos seleccio- cirugía pélvica extensa (figura 37-13) y radioterapia
nados practicar uro grafía anterógrada y estudios de presión amplia.
del flujo. Al parecer, medir la presión de la pelvicilla re- 7. _.fib~<?~~S."i~g~erítoneal.
648 • Urología general de Smith (Capítulo 37)


.. 1

.· ·.· ..... ,··:


'·.
..· ..
·....... , •
, .#
.
·. ·.·

Tiempo

Figura 37-12. Dilatación de vías urinarias altas . Izquierda: Tres meses después de resecar las válvulas uretrales posteriores,
se resolvió por completo la hidronefrosis del riñón derecho. El sistema colector izquierdo permanece dilatado. (Las líneas
punteadas delinean los nñones.) Derecha: Se pract1có renografía diurética con radionúclídos para determinar si hay
obstrucción ureteropélv1ca o ureterovesical secundaría. El renograma muestra la "eliminación" precisa del radionúclido
después de la inyección de furosemida (flecha) . No hay obstrucción importante.

FIBROSIS RETROPERITONEAL necesario practicar un ureterograma retrógrado que , en todo


(F ascitis retro pe riton ea 1~ caso, ayuda a delinear la longitud del segmento ureteral
fibroplasia retroperitoneal crónica 1 afectado. La ultrasono~[ía puede ser útil , no sólo para el
enfermedad de Ormond) 9.i_agnósti~2..::".Í.!:lQ también para v_\gi]_ar !~_@SJ2.1J_9S_!g_ª·la te!:_;_l_:-
J2éuhca. El rastreo ~.!_omografí?-_ corn_nutadori~'lº-ª....9_1.'!­
iRM son esenciales para la evaluación retroperitoneal por
Es posi blc gue s~9"~~R~_i!!!an ~-~~_!JJ?_o~-~-~~t~~:::_s _po_r__~n SI miSma, aJ IguaJ que para imagenes._delo·S·Uréteres.
proceso inflamatorio crónico ue afecta los tejidos rctro- (I~fríC:ak Higgins y Wi11iamS,T983). ·
~rítoneales sobre ·las-~~_!_tebJ:~Jui)i:b.ares \n~rior~~ ­
El tratamiento suele ser quirúrgíco_,_~_~g~te puede Í!!-
Ocurre en especial en adultos pero puede observarse en tcntarsc ximero un curso con corti.costeroides sí la hídro-
niños (Chan, Johnson y McLoughlin , 1979). La f1brosis ncfrosis es leve (Moody y Vaughan , 1979). Cuando la
retropcritoneal puede depender de múltiples cat1sas. Sicm- respuc~a a estos fármacos es mala o la obstrucción impor-
pre-hayquc -pensar en enfermedades malignas (más común- tante, es necesario disecar el uréter de la placa fibrosa. Una
merife Jie "Ho~l_<~~9!12l~~~ de ·iñanmyde-COTon) y vez liberado con cirugía, debe colocarse en forma intrape-
dcscart~E.I.~<> . Han sido implicados algunos fármacos, en
rítoneal o envolverse en epiplón para evitar reincidencias
especial la metisergida (Sanscrt) y derivados del cornezuelo (Lcpor y Walsh, 1979). Rara vez se quiere un autotrasplante
de centeno utilizados en el tratamiento de la migraña. Rara (Deane, Gingell y Pentlow, 1983). Durante la operación, hay
vez, depende de una enfermedad innamatoria del intestino que obtener múltiples biopsias de tejido fibroso para deter-
(Síminovítch y Fazío, 1980) o un aneurisma aórtico (Brock minar st hay una afección maligna. En ocasiones, se utilizan
y Soloway, 1980; Pcters y Cowie, 1978). El resto de los casos corticosteroides en el posoperatorio; sin embargo, no se ha
son idiopáticos, un trastorno a veces referido como enfer- prcci sado su eficacia.
medad de Ormond .
Los síntomas son inespecíficos e mcluycn dolor en
espalda baja, malestar general, anorexia, pérdida de peso y,
en casos graves, uremia. Ra-ra vez hay infección . El diag- OBSTRUCCIÓN URETERAL SECUNDARIA
nóstico suele establecerse por urografía excret()ra-(flgura A ENFERMEDADES MALIGNAS
::fi-14). Hay desviación de los uréteres hacia la línea media
con dilatación prox1mal. Por Jo general, un _segmento largo La obstrucción ureteral por diseminación de una afección
del uréter está comprometido y en algunos casos tiene forma maligna fue en alguna época un trastorno terminal. Sin
de cai1ón de pipa a consecuencia de apcristalsis que se embargo, debido a que el tratamiento para enfermedades
relaciona con fibrosis . Cuando la función renal es mala, es malignas ha mejorado, en tales casos la derivación urinaria
Figura 37-14. Fibrosis retroperitoneal. Riñones derecho e
izquierdo de la misma paciente en una urografía excretora.
ObséiVese la desviación hacia la línea media de las porciones
superiores de los uréteres (flechas) con obstrucción impor-
Figura 37-13. Obstruccíón ureteral. Urograma excretor ob- tante (Cortesia deJA. Hutch.)
tenido dos semanas después de una operación de Wertheim
que muestra obstrucción ureteral bilateral e hidronefrosis
avanzada en la derecha. una morbilidad tan baja como sea posible. Esto puede
lograrse con sondas férula permanentes que se pasan en
forma retrógrada durante una cistoscopía (Hepperlen,
está indicada con más frecuencia. Por lo regular, la deriva- Mardis y Kammandel, 1979) o anterógrada utilizando
ción es necesaria por periodos relativamente cortos; ya que técnicas transcutáncas (E!yadcrani y cols., 1982). Una alter-
se resuelve la obstrucción si existe un tumor progresivo o si nativa razonablr. es una nefrostomía transcutánea temporal,
el tratamiento es efectivo. En consecuencia, el objetivo aunque los pacientes prefieren férulas permanentes (Ball y
terapéutico es dejar intactas las vías urinarias y conseguir eo ls., 19 83; Andríole y eo ls., 1984 ). •

REFERENCIAS

ANOMALÍAS CONGÉNITAS Duplicación de uréter

Ah m cd S, Bo n e a u t HA: Ves icourctcral re flux in comp Jete uretera[


Generales
duplication. Surgical options. J Uro/1988;140: 1092.
Amar AD: lpsilateral ureteroureterostomy for single ureteral dis-
Glassberg KI et al.: Suggestcd term_inology for duplex systems, ease in paticnts with ureteral duplication: A review of8 years
ectopic ureters and ureteroceles . ./ Umll984; 132:1 153. of experience with 16 patients. J Urol 1978; 119:4 72.
Amar AD: Ureteropye!ostomy for relief of single urcteral obs-
truction in cases of ureteral duplication. A rch Surg 1970;
Atresia ureteral 101:379.
Atwell JD et al.: familia[ incidence of bífid and doub1e ureters.
!1rch Dis Child 1974;49:390.
Javadpour N et al.: Hypertension in a child caused by a multicystic Barrctt DM, Malek RS, Kclalis PP: l'roblems and solutions in
kidney. .! Uro/1970;104:918. surgical treatment of 100 consecutive ureteral duplications
Wacksman J, Phip.ps L: Report ofthe Multicystíc Kidney Reg- in children. J Uro/1975;114: 126.
istry: Preliminary find ings. J Uro! 1993; 150:1870. Belman AB, Filmcr RB, King LR: Surgical management
Yoshida T, Sakamoto K: Bilateral blind-cnding duplex ureters. of duplication of the col!ccting system . .J Uro! J 974; 112:
Br.! Uro! 1986;58:459. 316.
38
Padecimientos de la vejiga,
próstata y vesículas seminales
Emil A. Tanagho, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Durante los últimos años, ha habido pub\ icaciones muy


alentadoras de la reconstrucción completa de este defecto.
ANOMALÍAS CONGÉNITAS En un principio, solía hacerse derivación urinaria y resec-
DE LA VEJIGA* ción vesical, con reparación subsecuente del pene epispádico.
Sin embargo, con la mejoría en las técnicas y mediante
cirugía temprana, antes de que la vejiga se deteriore, se están
obteniendo buenos resultados con la reconstrucción completa.
EXTROFIA Lattimer y cols. ( 1978), pioneros en este campo, vigilaron
sus 17 pacientes con vejigas reconstruidas hasta 20 años.
La extrofia de la vejiga es un defec~~'!..~~_!_a_E.~!~~ón Señalaron que la calidad de vida de los pacientes era buena.
ventral del seno urogenital y del sistema esquelético supra- Ansel ( 1979) practicó la reconstrucción en 28 pacien-
yacente (capítulo 2). A m~nudo, se aco~ ~~~-t~~~ tes en el periodo neonatal intentando proteger la vejiga de
anomalías congénitas. La porción central infenor del abdo- alteraciones graves ulteriores. La mitad de estos enfermos
men se halla ocupada porlasuperric¡e interna de la e~!...ed evolucionaron bien y la mayor parte con continencia. De
iJOsTéflürcie" la vejiga; ~~-~~rdcs ~~c__!~_!l}~-~~~~-':~_sical están Maria y cols. ( 1980) encontraron que la función renal y los
fusionados con k_Qicl. La orina fluye hacia la pared abdo- cultivos de orina de sus enfermos eran normales. Ocho de
minal de los orificios ureterales. sus pacientes tuvieron continencia total, en tanto que 12
---Las ra~;~s de ¡;-s¡~f"TSTS.del pubis están ampliament_e
sufrieron enuresis. Toguri y cols. ( 1978) señalaron que sus
scparaé.fas~I5eb1~-esto, al anillo pélvico le hace falta 23 enfermos tuvieron continencia.
ríg1d"eZ,e"Star1do-los fémures girados hacia afuera y el niño Lima y cols. ( 1981) reconstruyeron la vejiga con du-
se contonea con1o· uñ-·pato'"~-·Fuesto que los musculos
ramadre humana para aumentar su capacidad; tuvieron éxito
rectos se insertan sooreTas ramas del pubis, están am-
en ocho enfermos. Practican una osteotomía como parte de
pliamente separados entre sí en su porción inferior. Por
la primera etapa y recomiendan_Q~rar cuando los pacientes
tanto, se presenta una hernia formada por la vejiga extrófica
y la piel circundante. Casi siempre se acompaña de epis-
tienen 3 a 18 meses. Mollarct ( i 980) recomienda las siguL~n­
tes etaQ!s_p~@.. ~!~12E:~.~S:l~_p~tísfactori_í!_ de l~-c~.!E.s>Jia
padias.
---M-uchas de las vej_!gas extróficas no tratadas revelan
ves!caÍ: ¿e
l) cierre vesical con osteotQ_rpjp. sacra a fin cerrar
el anillo pélvico en_~-~~fis_i~_Eúbi_~~-~ alargamJento ?,el
fibrosis. desarrcaJo de la rnuscularis mucosae e infección
a
crónica. Es"k>s··¿~;;~· tienden frustrar-los esfuerzos para
pene; 2) operación de ant_irreflujo ureteral y rcconstruccwn
Q_e.L.f_ucll.Q__Yesic-ª1__y__Jj reparación del pene ~~-~dico.
[;;mar una vejiga de capacidad adecuada. Se han descrito
Terminó 16 de estas operaciones en tres etapas, con resul-
alrededor de 60 casos en los que se desarrolló adenocarci-
tados satisfactorios en 11. En 1983 y 1989, Jeffs y Gearhart
noma en estas vejigas.
publicaron los resultados de la reconstrucción en etapas:
La infección renal es frecuente y en urografía a menudo
86% de los pacientes sometidos a reparación primaria pre-
se encuentra hidronefros-is causada porobstruccíón uretero-
sentaron incontinencia y se conservó la función rena1 casi
~--;~i~~lEstas imáge~-es tambi¿;:; revelwsep~ración de los
en el 90 por ciento. Se ha tenido igual éxito con la recons-
huesosdel pubis.
trucción uretral y genital. Éstos son los mejores resultados
publicados. En vejigas con pequeña capacidad puede reque-
* Las fístulas vesicorrectales congénitas se tratan con las fístulas rirse cistoplastia amplificadora (Oesterling y Jeffs, 1987;
uretrorrectalcs en la página 673. Gcarhart y Jeffs, 1988).

653
654 • Urología general de Smith (Capítulo 38)

Cuando la vejiga es pequeña.)Jii2!osa_y_~_.9-~l~~ti_c_a1 __!1o puede notar un seno umbilical que drena líquido. Si
es acoñSé]ióíe el él"erre fuñcional; el tratamiento de elec- se-ínfecta~--e!T1gu-í(fo- áv-eñid"o es_RIA.r.uT@to. ·si erex-tre-
cíóñ-es-la derivaciónu-rinaria con cistectomía.-Algunos mé- rrlo--inferÍorp-ermañe~e ~-~ie_rto.l. CO~'!!~~!S~~ <;::9n la V.§j_j_g~
dicos· jmidican anastamosísllreterolleocuÚnea, en tanto pero-esf6'ca5i nuncaproduce síntomas. En raras ocasiones, todo
que otros utilizan el colon para la derivación. Es preferible la ~---~!:_~~o__el_Q~rmeable, en esté caso constanteti!~!!!e drena
consideración actual de practicar la derivación continente. 9rina P'?r el ombligo. Esta situación puede hacerse obvia a
Spence, Hoffman y Pate (1975) emplean la ureterosigmoi- IOSpocos dias del nacimiento. Si sólo los extremos del uraco
dostomía. Turner, Ransleyy Williams (1980) señalaron que, se_?_bljte!_~~,-~e_~ede_~or~~r. u_l1__9.uí~!~-d~truct!!Iª-::i.I
aunque en recién nacidos no tratados las vías urinarias altas cual puede llegar a ser bastante grande, presentándose una
son nonnales, la derivación urinaria causa con frecuencia rna:sieñ-ia parte]nfedor de la flñ-ea media (figura 38-I"ffu
hidronefrosis o pielonefritis en estos enfermos. ~L_ql_!_i_~t_~ --~~jJI f ecta-'---ªP-ªr~~eii_~§Iiñ"QS- d~~p_sis__ _Lo q!J.J'
L<! CQ~R_l_~~<!_~ión ~omún de la reconstruc~i_q_~_!il)~§ generalizada.
J<Ü!_l_~~tinencia urin~ria; pero Light y Scott (1983) publí- EL.ªQ~Q9_~~9iopom.~ ~~ _puede ori_gil}ar en el gQ_i_ste del
caron la implantación de un esfínter artificial en 11 pacien- uraco, en particular en su extremidad vesical, y tiende a invadir
tes que aún tenían incontinencia después de la te]
··-e¡ ido que está debajo de la pared abdominal anterior. Estos
reconstrucción total. Señalaron 1Oresultados perfectos_ lke- tumores pueden ser vistos cistoscópicamente. También se
me ( 1981) informó de dos pacientes que se embarazaron pueden formar cálculos en un quiste del uraco, los que
después de la reparación de extrofia vesical; una tuvo tres podrán ser identificados en una placa simple de abdomen.
embarazos con éxito y la otra uno. El tratamiento consiste en la extirpación del uraco que
queda-situado_ ~n -l_~j~~_rfi_f_i~ _l2erit'?I)_e.-ªLSi existu deno-
carcin~ma, S~ ~e:q~iere la extirpación radicaL
A menos que haya otras anomalías congénitas graves,
PERSISTENCIA DEL URACO
el pronóstico es bueno. La complicación del adenocarcino-
ma ofrece una mal pronóstico.
Embrioló~rne_!:l_!~, la alantoides conecf.<!_f.l_§.yºQ_l,,J.Qg~nitªl
-~on el o~bligo . Por lo general, la_alantoid~ ~-oblitqa_y
q~-e~(i_!~P!.~~entada__por un cordón fibro~_o .f':lra~_Q)_q_l!~--~~
~-~ti~_p.QQ. ~_!-ª_~~pºl·ª-º-~J-ª.}'_~jjg<!_~-q_mbligo (capítulo 2). CONTRACTURA DEL CUELLO
La formación del uraco se relaciona directamente con el DE LA VEJIGA
·
~o-deTave i~~~~~[a]ti.9~i~_tiltl!ii!1.2-se _acompaf}a
co_~_m_3:yor fr~uen<ja de _eermeabíliQ~-~--~~1 uraco más uc Existe un considerable debate acerca de la frecuencia del
de obstrucción de la desembocadura vesical. estrechamiento congénito del cuello de la vejiga. Algunos
- - ~~ veces--~~Y- ~.PI!~e~C16~T6~!}mP.tcta ctet~ac~~ autores opinan que s~~enci~~9~stit__1;_1~@:._~'!i!_~ ~fh~
obliteración_ e~-~~mpleta, excepto en el extremo superior, se C<?_!!!_~de: retl~_9-~esic:_g_~ret~ral_?_ dives~i~ulos vesi~~!~~,

Figura 38-1. Tipos de uraco persistente_ Izquierda: Uraco comunicante continuo con la vejiga_ Éste es un "seudodivertículo"
y generalmente no produce síntomas_ Centro: Quiste del uraco que generalmente no ocasiona síntomas o signos, a menos
que se agrande o infecte. Derecha: Uraco permeable_ Hay drenaje constante de orina por el ombligo
Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales • 655

vejiga de gran capacidad y síndrome de vejiga irri~-Q~ el resultado de espasmos arteriolares intrínsecos _E_rolonga-
acompañado de e-ñuresis. Aigünos observadores consideran dos--secundarjo s a-_~ªicu litis _Q imjiüfsos-ps1cogén1c:Q§;:..9_
esta co-ntractura como --un fenómeno raro, y creen que tal puede ser Q.~9rigen neuropático . 1ª-l.}!bién s~_~an sug_erid_?
diagnóstico es únicamente presuncionaL .§l di~r:!Óstico s_e los factores endocrinoL
É-~~a .~n_ la o~~-~EYªf!2!1__encJoscópJ0hE.f~l es un mªQQ.Q Sin embargo, de manera reciente se ha encontrado
poco seguro. Se ha utilizadC2_l~~istouretrografía de micción evidencia queJ:l_gj~!:_e_g_\l~.la cistitis intersticial es~­
para ilustrar este estrech;~.miento. Sin embargo, la interpre- medad autoin une del tejido conjuntivo. Oravisto, Alfthan
tación(fe. tales placas varía ..éie urólogo a urólogo y de yTokinen-(T9 7ó)estudiaron 54 mujeres afectadas por esta
radiólogo a radiólogo . enfermedad. Se enc<:>ntraron anticuerpos antinucleares en el
Nunn ( 1965) estudió la presión intravesical y uretral 85 por cienJo:-un-nur nero significativo padecía alergía-ctel
durante el vaciamiento en pacientes con los signos mencio- tipo reagínico o de hipersensibilid ad a medicamentos . Una
nados con anterioridad y no encontró evidencia de obstruc- causa alérgica explicaría las respuestas favorables a los
ción del cuello de la vejiga. Las dos presiones registradas corticosteroide s. Los investigadores estudian ahora la fun-
eran esencialmente iguales . Parece ser que el cuello de la ción de las células cebadas y de los glucosaminogl ucanos
vejiga tendrá que ser extremadamen te estenótico para real- de la superficie vesical (GAG) en la patogenia de la cistitis
mente obstruir el flujo urinario . Cada vez es más claro que intersticial.
en niñas jóvenes, la lesión obstructiva es un espasmo de los 1--ª ~!.~.@-~ión principal ~s la fibrosis de las _capas pro-
músculos estriados periuretrales, el cual se desarrolla de _f~_ndas de la vejiga. La capacidad de este órgano está dismi-
manera secundaria a la estenosis uretral distal (capítulo 40). nuida, a veces . notoriamente. La mucosa se adelgaza
Con frecuencia se emE lea el tratamie_!l!~-~~Pi~~co , éste especi·~~jñ.t~-en. don-cfe. h m-ov-ilidaiCes mayor conforme..ia
consiste en la__ revisión suprapúbica de!. cuello vesical o vejiga se llena y se vacía (es decir, sobre la cúpula), pudien-
resección transuretral. E\ hacer el cuello de la vejiga incom- do verse pequeñas ulce~as o cuarteaduras de 1?- mucosa Oe
petente en niños pequeños puede causar más tarde eyacu- esta área. En los _c~_sg_s_J!l_~~-e;~~:'_e~2~<i._~~~-~~e el mecaniSffi:<?
lación retrógrada y, entonces, esterilidad. La revisión del normarde los enlaces ureterovesicales, lo que conduce al
cuello de la vejiga en niñas puede causar incontinencia -~~JJ.!:Il~ -~e-~_J&Q!l.I~t~r.?_Lt~9en ~~J.Jitarm.ill_o..uretero~­
urinaria y nunca es aconsejable. El di agnóstico entonces Y pielonefritis.
debe hacerse con precaución. Microscópicam ente, la mucosa puede estar adelgazada
La genuina obstrucción funcional del cuello de la o aún denudada. Los capilares de la túnica propia están a
vejiga se detecta mediante fapresencla dealta2reS1ón -de- menudo ingurgitados y es evidente la jnflamación. E1
vaciamicnto "combinada con baja resistencia-eñ'"ei segmento múscu1o se halla reemplazado por cantjdades variables de
del esfi_n_!_~~xter~-º--~~.9E.L'!~~ .~Q.~.!?.~-~e]oci~~d de l_fl~Ü~: tejido fibroso que a menudo es poco vascularizado. Los
este trastorno es muy sug~§_üvo de obst~~ci~ll.funcional d~l linfáticos pueden estar ingurgitados. Se observa el aumento
cuello de la veji.g_a, aunque no es 100% d~!!_q~!j~o-_ de las células cebadas y la infiltración linfocitiva.
En la actualidad, existe una tendencia a sobrediagnos-
ticar cistitis intersticial, en particular en pacientes con pola-
quiuria excesiva, urgencia y dolor pélvico o suprapúbico,
incluso aunque no haya manifestacione s patológicas y, por
PADECIMIENTOS ADQUIRIDOS lo regular, tengan una capacidad vesical normal o aumenta-
DE LA VEJIGA da. Estos pacientes tienen disfunción en el vaciamiento .
Aunque no se sepa la causa exacta de los sintomas, estos
pacientes no deben catalogarse corno que sufren cistitis
intersticial y no deben tratarse como tal.
CISTITIS INTERSTICIAL
(Úlcera de Hunner, fibrosis submucosa) Cuadro clínico

La_gj~_ti_t!§_l_Q!~!gisj ?J.~..?...RQIJgi.P'!l_!:Q .e:!!.!~-~p_~Q_eci m!~mºAe El dia_gnóstico de cistitis intersticial se debe tener presente
las mujeres de edaqmedia.~~ -~.Q.@.C2!_eriza por fibrosis de la cÜando·~~;:·~~]er-de-¿d;d media, con-c;nna sin alteraciones,
pared_ vesical ~O_I_!_l~_s:_q!?~guiente E~I._dida .~~u capacidad. se quej a_ª~,E~uria intensa, nj~~~ria y~~lor suprapú6Téo
Los pripcipale!' _síntomas__son P.2.~q':!~!i'! ,_ ~_rgencia y do!.Q_r durante la distensión x~icaL
pélvico coi! _illg~'Q_sión _y~~jf-ª1_.
A. Síntomas
Patogenia y anatomía patológica Casi siempre hay ante_cedentes de polaquiuria de pro~esióp
l ~'!jC_!!!!i?..d?.~c!(~!!9_o ambas ser intensas . Estos no
La infección no parece ser la causa de la fibrosis de la pared sugieren la existencia de infección (sensación de ardor al
veSical, .. pu·e·;¡·· la
orina por lo geñeral es -normal. Se -ha orinar, orina turbia). Cuando la vejiga está llena, suele haber
.Pii?.~?J~ - q_L!_e ~a ~Hbi~sis s:~ ~de~~ --a- obstrucción-d~ _@s in_~~ns9 dolor suprapúbicqJ~_fdoJor tall)_~j~!.l~ puede s~ntir
linfáticos vesicales, consecutiva a infección o a intervencio- en la uretra ~-~rineo. __ Se alivia con la micciQ!l. En
ñesquYru-rglCiS en-ía pelvTs;· aunque muchas enfermas no ocasiones, se observa hematuria macroscópica, general-
éíailestos ai1tecedenteS. -Latíbros1SPu edeser-secunda ría a mente cuando hateñ-; (i;·qü:eposponc rse la mic"Ció~~~s ~~-ª~·
u_na trombq.fkb!!l~ g~~- se-pris"emacol-ñ"o"comJill.cación_<k despl.iés de sobredistensión vesical) . El enfermo muestra
infecciones ag_~~~~~y-~li_g~__l!_~g~g~_.P_~lv_!l29_S ;.QQ~~_i_e_! tensión y ansiedªº' no está claro si la ansiedad es secunéEi.r1a
656 • Urología general de Smith (Capítulo 38)

a los síntomas prolongados y graves o es la causa primaria Las infecciones vesicales inespecíficas rara vez produ-
de los cambios vesicales. Debe obtenerse ~f!a historia de cen ulceración. Se encuentran en orina pus y bacterias. El
alergJ_?-S . tratamjento antimicrobiano es efectivo.
Utz y Zinke ( 1974) han observado que el 20% de sus
B. Signos pacientes masculinos que habian sido diagnosticados como
La exploraciÓn física puede ser normal. _$!? Pl!~Q.~_not~r enfermos de cistitis intersticial tenían en realidad un carci-
cierta hipersensibilidad en la región suprapúbica. Puede noma. Hacen hincapié en la necesidad de la biopsia trans-
h<iJwra.Tgo(ie~rSeñSlb-ffidaCfeOla regiQr1_q~_Ia vejigª urctral y del estudio celular.
cuando se palp~por \a~ tl)i\..
Complicaciones
C. Datos de laboratorio
Si el enfermo no ha recibido tratamiento previo (por Se puede presentar ~ste~~~l~--~!~~~~~!_g_~adual o reflujo y su~
ejemplo, el paso de instrumentos), la orina casi siempre ~ecue_I~E5~~jemp ~idronef.r_Q~~s ).
está libre de infección. ruede observarse h_~!!lji.J.!.IJ.lli.Jn_i:
croscó~a. Los resultados de las __ J?_ruebas de función Tratamiento
renal son normales, excepto en los pocos enfermos en
que la fibrosis vesical ha originado reflujo vesicoureteral A. Medidas específicas
u obstrucción. Parece no h~~_E~_l!_n_!!..i:l~~miento d<?_fi~ti_~E...E.ara la cistitis
intersticial. La terapéutica que suele emplearse a menudo
D. Datos radiológicos proporciona alivio parcial, pero puede ser co!?_pJ(!tamente
Por lo general, las urografías excretoras son no~males, a íi1ef¡caz. ----------- · --
menos que haya ocurrido reflujo ureteral , en cuyo caso se En algunos casos, la sobredistensj_{m hidráulica, cg_n o
encuentra hidronefrosis. El_ci_s_~9.grama revela una vejiga de _§~~n este~ a, -~~i<l!_á. __~_Q_!Q~!:!]~_grad ualla cagaci g_~q _ _yesi-
poca capacidad; en la cistografía quizá se observe reflulo cal. Los lavados vesicales con concentraciones crecientes de
_hacia las vias altas dilatadas. ..--- -· - nitrato de plata (de l :5000 a 1: 100) pueden tener el mismo
efecto. ~_()~__ Jr.~.c-~-~~_ci~~.~~ practica la elect~~_Q~ulaciQ_n
E. Exploración con instrumentos s~R_C?rf~iªLUr_~_n.sc!.~~9s~éJ?J~.~1.<!.~J~~~~s-~ fisur~AJ~~a 1
La cistosco2ia establece el diagnóstico. Conforme la vejiga p_u~~c .rrop<?!_?i_on,a~_~l.i':i~ml?._~_!_del dolor. Greenberg y
se-llena, se-exp-eri-menta-doTar suprapúbico creciente. 1¿ cols. (1974) creen que la resección transuretral de la lesión
~1dad ~_sic~l_puede ser tan pequeña como de 60 ml. proporciona mejores resultados que la fulguración.
En una enfermedad que no haya sido previamente tratada Stewart y Shirley (1976) describen un buen alivio
(por fulguración o sobredistensión hidráulica), el revesti- sintomático después de la instilación de dimetil sulfóxido
miento de la vejiga puede parecer bastante normaL Pero si (DMSO) en la vejiga cada dos semanas, dejándolo durante
se efectúa una segunda distensión (Messing y Stamey, 15 minutos. Fowler ( 1981) publicó éxitos similares con este
1978), pueden aparecer áreas puntiformes de hemorragia régimen.
sobre la porción más distensible. Con las distcnciones sub- Messing y Stamey (1978) afirman que sus mejores
siguientes ocurrirá una cuarteadura arqueada de la mucosa, resultados los obtuvieron con inigaciones vesicales de oxido-
pudiendo ser profusa la hemorragia de la misma. rosen o sódico a 0.4 por ciento (C1orpactin WCS-90). Se ha
Lapides ( 1975) considera que esta enfermedad es co- usado para llenar la vejiga en forma repetida hasta alcanzar un
mún en la mujeres jóvenes cuya única. molestia es la pola- litro de capacídad y a una presión de 1O cm de agua. Esto
quiuria debida a una pequeña capacidad vesical. Sin deberá efectuarse bajo anestesia. Antes de instituir este trata-
embargo; en estas circunstancias, él no ha hallado lesión miento deberá efectuarse una cistografía. La pre..'\encia de reflujo
vesical alguna. vcsicoureteral ha causado fibrosis ureteral (Messing y Freiha,
1979).
Diagnóstico diferencial Parsons, Schmidt y Pollen (1983) observaron los resul-
tados obtenidos en pacientes que no respondieron a la
La tuberculosis de la vejiga puede producir verdaderas distensión hidráulica o la instilación de DMSO. Encontra-
ulceraciones; pero éstas tienden a afectar la región del ron que la mucosa vesical necesita una capa de GAG sulfo-
orificio ureteral que drena el riñón tuberculoso. Pueden nados en su superficie para proteger a las células
identificarse tubérculos típicos, hay piuria y suelen en- transicionales del efecto de la orina, y esta sustancia estuvo
contrarse bacilos tuberculosos. Además, los urogramas ausente en la mucosa de estos pacientes. Administraron
con frecuencia muestran la lesión típica de tuberculosis pentosán polisulfato sódico (Eimiron) por vía oral, en dosis
renal. de 50 mg cuatro veces diarias, o 150 mg dos veces al dia,
Las úlceras vesicales debidas a esqutstosomiasis durante 4 a 8 semanas. De 24 enfermos, 20 notaron cuando
causan síntomas similares a los que se presentan en la menos un 80% de alivio de la urgencia, la poliaquiuria y la
cistitis intersticial. Se debe sospechar de este diagnós- nicturia, y dos observaron del 50 al 80% de alivio. Estos 22
tico si el paciente vive en un área donde la esquistoso- pacientes cont1núan mejorando. Dos no tuvieron alivio evi-
miasis sea endémica. La mayoría de los enfermos son dente.
varones. El hallazgo de huevecillos típicos en la orina y el ELac_e_ta_t_o_de__i::_Qrt,.i_s_Q.ll_ª-,J.QQ_rng, o la preqlli~_gna (Me-
aspecto patognomónica de la vejiga establecerán el diag- ticortenj2j_Q_<.t__~Q_ll]._g_L9ja en dosis diy_i9jdas, oral, durante 2 J
nóstico. __Q!as, _§~guida de dosis decrecientes durante 21 días más, es
Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales • 657

eficaz. La inyección transcistoscópica de las lesiones con ~J.esfínter uretraL_ A_ynque es común el incriminar daño al
prednisona tiene sus defensores. o resección del esfínter externo voluntario, esto ~s muy raro.
Los antihistaminicos (por ejemplo, piríbenzamida, Tal paciente puede suspender el chorro de la micción me-
50 mg cuatro veces al día) también pueden aportar cierto dtantc contractura del esfíntei_ mencionado; pero el c"ó ntr6f
alivio. La heparina sódica (de acción prolongada) a dosis de prolongado es imposible debido~ fatiga del m~~cul<_?~~tr,ia-
20 000 unidades diarias por vía intravenosa también blo- ~- Sólo el músculo liso con su tono constante puede pro-
quea la acción de la histamina y su uso en el tratamiento de porcionar continencia.
la cistitis intersticial es alentador. Cic~tos casos leves pueden responder a la efedrina,
Freiha, Faysal y Stamey ( 1980) realizaron cistólisis en Diokno y Taub (1975) prescribieron hasta 200 mg/día divi-
cinco pacientes que no respondieron al oxicloroseno; todos didos en cuatro dosis con buena respuesta. Los niños tam-
mejoraron. Cuando la vejiga se torna fibrótica y disminuye bién se benefician del elixir, que contiene 11 mg de efedrina
su capacidad, puede efectuarse cecoplastia o ileocistoplastia por cada cinco mililitros.
para aumentar la capacidad vesical. La mayoría de los Scott, Bradley y Timm ( 1974) y Light y Scott ( 1983)
enfermos curan o mejoran bastante; en Jos que no hay describen un método muy ingenioso para obtener control
mejoría, quizá se necesite derivación urinaria. urinario por medio de un esfínter artificial. Consiste en un
Deben condenarse la desnervacíón por neurectomía receptáculo de silastic colocado en lo profundo de la pared
presacra y sacra y las operaciones perivesicales (cistólisis, abdominal cerca de la vejiga y un collar del mismo material
cistoplastia, neurotomía transvaginal), ya que rara vez tienen que puede circunvalar el cuello vesical o la uretra bulbar. El
beneficios duraderos. En la contractura grave, está indicada primer caso es empleado en la mujer, el último en el varón .
una cistoplastia de aum~i_it_9:-·-· Se implantan un bulbo de silastic en un saco escrotal (o
labial). Este bulbo tiene una válvula presurizada especial
B. Medidas generales que infla o desinfla el manguito que está alrededor de la
Se pueden prescribir sedantes generales o vesicales pero uretra: el líquido comprimido pasa por el manguito al reser-
éstos rara vez proporcionan alivio . S1 se encuentra infección vorio, lo que permite un vaciado hbre. El manguito se
urinaria (por lo regular después de la exploración con ins- rellena de manera espontánea después de dos minutos de
trumentos), ésta se debe tratar con los antibióticos apropia- espera. Este dispositivo ha tenido éxito para permitir el
dos. Si se descubre uetritis senil pueden ser de utilidad los control en la mayoría de los pacientes. Los resultados son
supositorios vaginales de dictilcstilbestrol. perfectos en el 75% o más de los pacientes. La mayor parte
de los fracasos han sido por dificultades técnicas con la
C. Tratamiento de /as complicaciones prótesis, por ejemplo, escape, que requieren una naueva
Si aparece hidronefrosis progres1va consecutiva a esteno- operación.
sis uretera! o reflujo vesicoureteral, poco se ganará con la Tanagho y Smith (l972) diseñaron un procedimiento
práctica de la dilatación ureterai. Por tanto , puede ser que se basa en los sonidos anatómicos principales que ha
necesaria la derivación de la corriente urinaria (por ejemplo, tenido mucho éxito para restaurar la continencia urinaria.
por una anastomosis cutánea ileoureteral). Un colgajo rectangular del plano profundo de la capa
circular medía del músculo constríctor en su parte anterior
Pronóstico es convertido en conducto, proporcionando así acción de
esfínter. Éste se anastomosa a la uretra prostática. Con esta
La mayoría de los pacientes responden a una de las varias operación, curaron 44 de 50 pacientes que sufrían inconti-
mediadas conservadoras que ya se mencionaron. Éstos qui- nencia posprostatectomia . Williams y Snyder ( 1976) usaron
zá no requieran tratamiento quirúrgico. este procedimiento en niños, con mucho éxito.

HERNIACIÓN VESICAL EXTERNA

Un lado de la vejiga puede est1.r implicado en una hernia ENURESIS


·¡_n._á~~~jj_
en19i~~~!§~-eSfo i:ifiá ·t'e~~ra(]_e~Tas ..íñü}eres)
(figura 38-2). Dicha masa puede contraerse durante la Enuresis ori~almente significa incontinencia de orina;
micción. A menudo se encuentra como una complicación, pero su uso frecuente ha causado que el término se restrinja
antes insospechada, durante la corrección quirúrgica de una áToSSu.fetos-QUeori"nañ en la cama después de los tres años.·
hernia (Bell y Witherington, l 980). Weitzenfcld y cols.
A dicha~~~~!~ max~~[~-~~-~--~~-~~F~~y~p~~se<?~-~ont~~l
( 1980) describieron un caso en el cual el riñón derecho y vesical normal, las niñas antes gue los niños. A los seis afias,
ambos uréteres estaban incluidos en hernias escrotoingui- el-f0°/o tiene enuresis. ÁÓn a f();-f¡---ruiüs~el 5% to-davía
nales.
m~jan la ~amá: E~_if!fi~i_L~·s"~~E~~- .P~!-~-~J..~!icer_f!lfsOel
50% de__l9~-.c~sos tienen ~Qf1.1Q ..fl1!;!~a.retra$o enJa ~_f!ura:.
ción del sistema nervioso o una disfunción vesical mioncu-
INCONTINENC IA URINARIA rÓgena ¡;;"tfinse·~·;;·el-3oo/; son de..orige~-psiquicÓ y el--20%
son:seé:.lindarl.óS..a Üna-enfermedad "üri~~niCá más evideñte.
La incontinencia urinaria parcial o completa, quizá se dcsa- -e;· mayoría de .lo-;; -ñfu-o~ -c.9.~ ·enuresis· fu~cionaf logrinel
r_rs>Jl~_g~§i?líésde_p_ro~iatectomía, en -parÜci.dar si es radical E~.~.!!:_ol noc~l!r~~- espontáneo a los 1O años aproximada~
_2_!r_í!..D§.!lX~traJ. -~e Jlr~~ upQne ~<ili-2..(!!~rj~s_e~9-~~m tiSc~o Ti so _1nente.
658 • Urología general de Smith (Capítulo 38)

Figura 38-2. Hernia vesical interna; cistografías laterales en incontinencia por esfuerzo. Arriba izquierda: Una lactante de seis
meses de edad. Cistografía de urografía excretora que muestra una lengüeta de vejiga en hernia femoral derecha (véase
flechas). En las dos radiografías que se muestran abajo, la línea de rayas muestra la posición normal de la base de la vejiga
normal. La linea SCPPI es una recta de referencia trazadas desde la articulación sacrococcígea (SC) hasta el punto inferior del
hueso púbico (PPI). Abajo izquierda: Cistografía en reposo en la incontinencia por esfuerzo. La base de la vejiga yace 2 cm por
abajo de la posición normal. Abajo derecha: Cistografia tomada con la paciente pujando, la cual padece incontinencia por esfuerzo.
La base vesical desciende aproximadamente 4 cm revelando mal sostén del enlace ureterovesical. (Cortesía de John A Hutch.)

Ps icod in ámica puede acompañarse o ir__~~uida por la reincidencia <!el_


control nocturno íncomple~~---ª!.e~~er~~fi.~iológi~<:?..9....PSi.-
cológico (temor y ansiedad) pue~e re~tii.1J1ec~r_Y!!!l_Y~jJ.ga n.Q_
El entrenamiento para el control vesical deberá iniciarse úñfiíb1da~ -
después del año y medio de edad; ~ua12_g.2...§.~ intenta ár1te~­ --E-s posible que 40% de los niños enuréticos tengan
sue1~_§:Q!~liifms:!®Ji..Q...Y...I2.1l.~~l'er perjudicial. Cuando los electroencefalogramas que casi están en los límites o son
padres fracasan en esta instrucción, los niños no .Qüeóen ~Q..Il).I@!ibles con epilepsia o retraso en la maduración del
desarrollar el controriñh11J1Cío"rcerebral sobrela vejiga si~teQw._r~r_Yigso_.f..e..nt_ral. · ·--
inf~~~~ l__ po_}nhi9..M~..s_i~o__ h~~~-~f6-~~~-~spu6sd~ante la
niñez. Si los pad~~~_sC?_n_em9cionalmeDte il}establ~.i,..Q.Uedep Cuadro clínico
tái~si'Ditir sus an§.is:.claQ.~-~~J2..s_f!iños, uienes QUeden expre-
sar tensión a través de la enuresis.
~··-El-nacimiento. d~-Ür1 }1e.rmano puede .causar pérdida de A. Síntomas
la pÓsiC:It)ñ-¡Jr"lncipaT de un niño dentro de la familia. Enton- ~J..Biño J?.~ed_~~<?.@r....l~.~~ma en forma oca~!Q~-ª.1 .. .2.}.:~
ces quizá el niño regresa a un patrón infantil en un intento lill:: El interrogatorio cuidadoso de los padres o la observa-
por rescatar el cariño de los padres. Una ~t1fer!lledad ag!:!~a ción directa por el médico revela que~!. J~.~~i~!.~-~rina ~-
Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales • 659

chorro libre y de calibre normal. Esto tiende a descartar


Obstrucción de la porción inferior del aparato urinario como
causa de la eouresis. Los niños con incontinencia durante el
día es más probable que padezcan algo más que enuresis de
origen psicógeno. La mayoría orina con frecuencia y se ha
observado que poseen capacidad vesical reducida, aunque
bajo anestesia la capacidad vesical es normal. Lo anterior
quizá sea una manifestación de retraso en la maduración.
No hay ardor, aunque la polaguiuria y la urgencia son
frecuentes:- La- orlna-·es--
clara.
---- Ca--obser-vaci6n ele To-s padres a menudo revela que en
ellos hay ansiedad y tensión, rasgos que se agravan más
porque el niño moja la cama.

B. Signos
La cxRlQracjó_n_ fí~i~-ª--g~g~sa!_y !!r219g~~ª~~Q!l_ !J.QI!J2-ªJ.~s.
C. Enfermedad neurógena
C. Datos de laboratorio Los niños gu~-~~~-~-a!lomalías en las raíces o en ~
En el grupo de retraso en la maduración y trastornos emo- médula espinal del_~~~~ _(pQ~_ejefl!p_l_Q_! mielodi~l-ª--sia)_pue­
cionales, tQ_Qª:S_l_a_~_!:.Y-_t:_ba.:~_, _i~cluso el examen de orina, son den presentar con trq_l_!l_rj;rar~~Üt}~o:mp leto deE~f a_y_~~_!).o_c_h~­
normªJ~s. Sin_emQ_~o_, __~J electroenc~J~J:Qgrain-ª _p~de ser En el análisis 9.~. orLJ?.~.!i_l!~~~-~!!~_9.!!tf~rse jg_fe:_c_'?i~_I]:,_ya gue
~al. normalmente tienen cantidades importantes de orina resi-
_gua!. El paso de ~n catéter ~- -ia-radi~grafía posmicción
D. Datos radiológicos tomada en conjunto con la urografía excretora, demostrarán
Las urografías excretoras no muestr~~ not_:!alí~. La cisto- la presencia de orina residual. La radiografía simple de
grafía no revela trabeculación; la radiografía de la vejiga abdomen puede revelar espina bífida.
obtenida de inmediato después de la micción no muestra La cistometrografía suele ser característica de una
orina residual. vej ig_~Qa_flác_cig~_,_1_ª_ci~9_S_¿~~-~~U~-~_tra_I;!_I)a~Yi:_
Jig~9ni~~~n_ trabe~l1!a.f.!§_Q_!D_()d_~rJ!Q_a y _ga_tqs__<!_e_ inf~c­
E. Exploración con instrumentos ción.
El catéter de tamaño adecuado pasa con facilidad hasta la
vejiga, con lo cual se descarta estenosis. Cuando el catéter
se pasa después de la micción, no se obtiene orina residual. D. Estenosis uretral distal
Esta anomalía congénita es la causa de enuresis en muchas
La uretrocistoscopia es normal. Los estudios cistométricos
niñas pequeñas, aun en ausencia de cistitis. La medición del
suelen ser anormales y se obtiene una curva característica
calibre uretral establece este diagnóstico.
de vejiga neuropática "no inhibida" (hiperirritable),__A__
menos que se descubra infección o alguna enfermedad
orgánica más evideilte:-TIOes-necesaria la exploracwníns- Com pi icac iones
.trumeñtiil, radiofog1ca
---·--··----~-
o urodinárnica .
-- - - - - · · - - - - - - - - - - - -

Las complicaciones de la enuresis fl!:l2ciog'!!_~~síquicas!_


Diagnóstico diferencial no orgánicas. Estos niños están particularmente molestos
cuando empiezan a asistir a la escuela y reciben aún más
A. Obstrucción presión de parte de sus padres; para estos niños es imposible
La O~?.!':.~.~~i-~r.tA~___k112_f~j_<?.It_. il}.fe!.!Q~ __c!~l aparato urinario permanecer de noche en los hogares de sus compañeros de
~-~j~~~ ~~\l~~~ret~-~~~-E9steriores, estenosis del juego. Su respuesta puede ser la introversión enfermiza. La
~!.~2 causa CQ_Qrro urinar_i.Q_de caJjJ)~diicidO. menudo A. enuresis puede prolongarse debido al énfasis excesivo sobre
se presenta dolor, micción frecuente durante el día y la mantenerse secos o como resu1tado de medidas punitivas o
noc~_lliy_ri~_ifi~bre (p9{~~n p 1o~ii_eTonefñfis)"y-IaYejíga de burla.
puede estar distendida. El examen de orina suele revelar
-datos de infeccióñ-~ Puede- demo-strarse anemia y daño ~n_la
l t!.'l<;:ió_n- renal. --- Secuelas tardías
Las urografías excretoras pueden mostrar dilatación de
la vejiga y la porción superior del aparato urinario. El En ocasiones, se observa que los adultos, en presencia de
vaciado vesical incompleto puede observarse en la radiogra- situacione-s ·ae -ésTres: desariollán-poHaqliii.iri"anocturñaque
fía obtenida después de la micción. La cistografía puede no se.~-~~E~I-~ C<?ri_l~E"hli_íif' ra-exp~iac~§_ ur~lóg}~~
demostrar estenosis uretral distal o reflujo. Por medio de la minuciosa_e~pega_ti~9:· Muchas de estas personas tienen
uretrocistoscopia se descubre la causa orgánica. antecedentes de enuresis de larga duración en la infancia.
La obstrucción grave debida a espasmo intenso de toda Esto es sugestivo de que las vías cerebrovesicales una vez
la musculatura del piso pélvico en una base psicosomática más se descomponen por tensión emocional excesiva; la
puede causar daño en la vejiga y los riñones; por lo general polaquiuria nocturna puede ser la expresión adult3: de-
se presenta infección. la enures ~ . - -· .. ··-- . - .. _ - -- -
660 • Urología general de Smith (Capitulo 38)

Tratamiento Pronóstico

Es difícil y representan tareas que llevan largo tiempo,


reentrenar a! niño con enuresis y, sobre todo, reeducar a los
padres. Puede ser necesario referir a los padres y, en ocasio-
A. Medidas generales nes, al niño al psiquiatra. ~ may<?_Jj_~e los_E~~~Cr:!~~s
Deberán limitarse los l_í_g!:!_i_dos después dej-ª._~~.!1...9-· La veji- superan su enuresis alrededor de los 1O años. Sín embargo,
&~de~~f~a~-~~-s~~P.:9!.~~~-pJ~to antes~cos!~~_s_ey- efñíno algunos no lo hacen y tiempo ñ1ás tarde pueden desarrollar
deberá ser despertado por completo un poco antes de la hora irritabilidad vesical de tipo psicógeno como respuesta a la
·- e~~qü-e 'acos"tüiñbra-ñl"ojar 1~- calnay
pcriñ ¡tírl e- c¡-~e_o!J~~­ tensión o ansiedad aguda o crónica.
ª~~.!amiento medicamentoso tiene sus proponentes.

l. Se ha descrito que la imipramina cura del 50 al 70%


d~Js?.~J~_<!cientes__y _es guizá el me<!ica~.~!!.lº-9c_c;{6c­
ción. La dosis inicial es de 25 mg antes de la cena, la CUERPOS EXTRAÑOS INTRODUCIDOS
¿~;t·f se incrementa según las necesidades hasta EN LA URETRA Y LA VEJIGA
50 mg. Por lo general, 25 mg son suficientes (Kass,
Diokno y Montcalcgre, 1979). En la veji_g~ en la uretra, tanto de_~':l_~ones__<?~~<:>. de mujeres,
2. tY.!_e~Hc;._~!.lJ.entp~__ parªsimº-ª!).fQ)jticQ~,_fOJ_no __ I~_ª!r.Qpi­ se han encontrado numerosos objetos. Algunos de ellos
na 9 i'll>..YJ!<!-_ <i.QM... ~.!1 __9..f.<!-~.Qnes _~Q.t:l yª!iosos ara penetran a la uretra durante una exploración inquisitiva del
(Ü~rninuir el tono del constrictor. El bromuro de propio enfermo . Otros son introducidos (en el varón) como
me-iañ-teliña, 25'i75 mg a la hórá de acostarse,-es más medida anticonceptiva, con la esperanza de que el tapona-
potente. miento de la uretra bloquee la salida del semen eyaculado.
3. Medicamentos simpaticomiméticos, IJOr ejemplo, La presencia de un cuerpo extraño ocasiona cistitis, no
·s
sulfato de dextroanfctamina, a 1O mg a la hora de siendo rara la hematuria. La vergüenza puede hacer que el
acostai-se~p-uede-n é:aus.arel sun~i~_n_tc csta2_~9~ vigi- enfermo retarde Iaconsulta con el médico. Una radiografía
~~- ~~SJ.l-~ll~l:~~qu_c el ~~~~ pen~iba la u1:g~n<2j? par:a simple del área vesical descubre objetos metálicos:·-cos
orinar. objetos no radiopacos-algunasvece ss'e ócultaricOñ'cl calcio.
4. ~a d~~nJo_pre_sir1.ª ~s. uq__ antidi~r9tíco cap~~ e!.~ Ül_CJy- La cistoscopia los visualiza a todos.
~entar la resorción renal de agua, reduciendo la Está indicada la extracción cistoscópica o suprapúbica
cxcrecíondeor!ñ~á-én- pacicntes_c_on dismínÜción 'Cfe¡
del cuerpo extraño. S-i-~o·se-extrae, el cucr!?_Q_~-~~~hQ
máximo nocturno de hormona antidiurética. Admi- i2!:2vóéa-la]~feccl6n de la vejiga. Si los microorganismos
nistrado en forma de aerosol nasal durante la noche infectantes desdoblan la urea, la orina alea! in a (la cual causa
ha tenido éxito en el70% de los pacientes con mayor aumento de la insolubilidad de las sales de calcio) contribu-
excreción urinaria durante la noche. ye a la formación rápida de cálculos en los cuerpos extraños
5. Se ha encontra~uc !a fenit2!!!~!:rtr.<?]AJ.9..§...~futo­ (figura l 6-13 ).
mas en algunos niños con electroencefalogramas
~normal e ~. ------- ... -· · · ···· · · · ,____ · ···- ------ · -

El uso de dispositivos mecánicos como cojincillos cubiertos


de metal que cuando se mojan producen un ruido de alarma, MANIFESTACIONES VESICALES
pueden ~er benéficos en los casos en los que la maduración DE ALERGIA
se ha retrasado para establecer un reflejo condicionado
(Clase, 1980). El hecho de que tantas mucosas sean afectadas por alergenos
Los tratamientos urológicos (por ejemplo , dilatación hace que se deba considerar la posibilidad de manifestacio-
de la uretra, instilaciones uretrales de nitrato de plata), nes alérgicas que afecten a la vejiga . En ocasiones, la
aunque a menudo se recomiendan, no deberán realizarse en hipersensibilidad es sugerida en casos de síntomas recurren-
ausencia de enfermedad local demostrable. Son traumáticos tes de ''cistitis " aguda, en ausencia de infección urinaria o
desde el punto de vista físico y psíquico y sólo pueden de otra anomalía demostrable. Qg@~!.~.-~.!ª-.~~e puede
causar mayor aprensión y temor en un niño ya de por sí ver eritema generalizado l}_~lª-_!!}_ucosa '{CSÍ.fiJ.lY.D.Q!_ar c¿i~_t.9
desequilibrado. grado de edema de los orificios ureteral~~-
Un interrogatorio cuidadoso puede revelar que estos
B. Psicoterapia ataques vienen después de la ingestión de alimentos que no
Para algunos niños enuréticos y sus padres, puede estar se comen de manera ordinaria (como langosta fresca) . Oca-
indicada la valoración psicoanalítica y el tratamiento. Los sionalmente, se ha observado hipersensibilidad a las cremas
padres tienen la responsabilidad de corregir el sentimiento espermaticidas. Si se sospecha una alergia vesical, ésta
de culpabilidad del paciente, deben ser precavidos en no puede ser abortada por la inyección subcutánea de 0.5 a
castigar o poner al niño frente a ninguna situación que 1 mL de adrenalina a 1:1000. También se podrá controlar el
aumente estos sentimientos de CL:ipa e inseguridad. El ma- proceso por el uso de algunos de los antihistamínicos. En
nejo de los padres puede ser difícil; en este caso puede ser general, no se ha demostrado que las pruebas cutáneas sean
necesaria la interconsulta psiquiátrica. de utilidad en la determinación de )a fuente de alergia.
Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales • 661

DIVERTÍCULO diarrea) producidos por la enfermedad intestinal primaria.


También se púeáenproaucíislgnosd eooSfruccíó'n ..iñteSfi-
La may_or parte de Jos divertículos vesicales son adquiridos ña[eñcontrándosehl'per señ.sibilidad abd-o minal si la ca~s_q.
y son sccundarjos a una obstrucción distalaféticiTO-veSícal es-infl~matoria. La orin_a. siem.QrC está infectada.
O por fesion del t1p0 aeJleurona-in-Otora-·aJta de la vejiga Un enema de bario, una serie gastrointestinal. o la
neuropátíéá.-E:Taurñento-dc"ía presión intravesical provoca exploración sigmoidoscópica, pueden- demostra-rla-cornil~
gue la mucosa VCSICa! se']ns{ñue e-ntreÍOS haces musculares n1cac10n. I5'espucsaeTeñémacreD ariü,SeaeDerá co ocar la
e-
h1Peftrof'1ad.9i~ de_m_aj~~raJi~ 5f''fqrrqª=~~7a~'d-;;;u cosa onna-centrifugada en un chasis radiográfico y tomar una
extrave_~i.9! l.
A menudo, este saco yace por arriba del uréter placa. La presencia de bario radiopaco establece el diagnós-
y P!~~<?_~a refluj~i~_s-~ª'<?.Y.~~~-~f-sá:CJllo de Hutch; figura tico de fístula vesicolónica. Los cisto ramas ueden revelar
12-6). ~} __ 9iY~!_tí~_u!o___es~_9!~!:.<?Yi~!~---~~ músculo y, por oas en la v~ig~o reflujo del material o ac<u.l.ljnt~hr;o
tanto, carece de fuerza ex ulsiva; la orina residual constitu- (figura 38-3 ). La exploración cistoscó ica, el procedimien-
ye la regla -~'j:~tJ~t~~iÓn_§_~~F.P_~~~'Ii--Si el di.V"erticulo tiene to diagnóstico más útil, mostrarau-na intei1Saf'eaccT6ñlñfia-
uñaab'crtura estrecha que interfiere con su llenado, la resec- mator1iTocah ~ada, la que exuda contenido iñtestina:i. E ·s
ción transuretral de su cuello proporcionará drenaje. En facti~l~.Jª-- cat~terizacióq __.Q~ _la fístul~~ _i!!gi.§_
cióf!._9e
ocasiones el carcinoma s~ desarrolla en su p~red. Miéicé e ~ido radiopaco con f!ecuel)~~y~abLece e{ diag_,~stis:_o .
!lié ( 1983) descubrieron 13 divertículos que incluían tumo-
res malignos; nueve de células transicionales·, dos tumores ?· Fístula vesicovaginal
de células escamosas y dos adenocarcinomas. Gerridzen y Esta es una fístula relativamente común. consecutiva <~e
Futter ( 1982) observaron 48 casos de divertículos vesicales. Ies~ón _ obstétrica, gu_k~gica, por radiación o dcbi9a a cáncer
Encontraron tumores de células transicionales en cinco de invasor d~l_cue!!2_l!!eri!l~:. El esc;p~_c_onstantc de orina es
estos pacientes; pero en casi todos los restantes la histopa- !I!_~olestQ..2..a.~-~.J-ª -~B&rma._1_q. explq_@~.i.<?B..g_ir_i~Qiógica
tología era anormal : inflamación crónica y metaplasia. Es- .~eralm~ntex~_yC?_la la apertura fístulosa,_ia cual también se
tos autores resaltan la necesidad de observar el interior de puede observa! con el cistoscopio. Puede ser posible poner
los divertículos durante la endoscopia. En el momento de la .-un catéter uretral a través de la fístula dentro de la vagina.
prostatectomía abierta, la resección del divertículo deberá La vaginografía frecuentemente muestra con éxito fístulas
considerarse. ureterovaginales, vesicovaginalcs y rectovaginales . Se in-
serta en la vagina una sonda de Folcydc 30mLy se distiende
el globo. Entonces se instila una solución radiopaca y se
FÍSTULAS VESICALES toman las radiografías apropiadas. La biopsia de los bordes
de la fistula puede mostrar carcinoma. Pcrsky, Forsythc y
Éstas son ~Q..l1-!_l!!:!~1:.J,•.ª-._vejiga puede comunicarse con la Herman ( 1980) describieron fístulas vcsicovagínales en seis
__piel, el_i_f1_t~~tino o los _<kg_anos genital~s_f~~~i~os. La en- niños; todas ocurrieron como complicación de cirugía; tres
fermedaq_nr:hnªri_a b ~tbit!l-f!Jrn~nt.e JIQ_~s_ uro lógica. Las º-ª1!.- después de la resección transuretral del cuello de la vejiga.
sas son las siguient~ enfermedad intestinal primaria
clívertículitis, 5-6-ar 60%; cánc-er-ci'éí"colon, 20 al 25%, y C. Fístula vesicoanexal
enfermedacféie- Crohn: T oo/;·¿-saéi1añl_y..cols. , 1980);:t~.) en- Esta rara fistula se puede diagnosticar por la exploración
-termedac(g\necoi6gica primaria -necrosis por presión du- vaginal y viendo la apertura fistulosa a través del cistos-
rantC'CITrabaj_<;>__g~~P.ª~f_q _dlfícTl· ca_I~_I_nom~!_~anzaaú(@ copiO.
~-uterino;(l ~r~tam_i~!Q. _Rara lg.~edad ineco ló-
gicadcs~é~-~~I~~ i~~er_~~tg~ía, cesárea baj_? ..9-@dioterama Diagnóstico diferencial
para el tumor, y ;~)¡traumatismo.
Los tüiñúres'mailgnos-defi~t~stino delgado o grueso, Es necesario diferenciar la fístula ureterovaginal de la vesi-
del cuello-o-cuerpo uterínos, pueden mvad1r y perforar la covagínal. La fcnazopiridina (Pyridium) se administra por
veJ tga. Los procesos mflamat'Orios de los organos adyacen- vía oral para dar color naranja a la orina. Una hora más tarde,
fés)ue~ en tam bi_én ~~9s Jon~j :.l~ J?~!_e_~ -~c-~L~~~I~~-!~101es tres tapones de algodones se introducen en la vagina y la
traumáticas gue afectan a la vejiga pueden conducir a la solución de azul de metileno se instila dentro de la vejiga.
formación de u-n ábsceso penvésicáf--yé'SiOs'a lJsCeSoSse Haga que camine la paciente, después de lo cual se exami-
puede abrir a la piel del perineo o del abdq!Oen._Q_~~~-!J!e~ nan los tapones; si la torunda proximal está húmeda y teñida
inte!ieácion -qúíf~!'gica_ gíñ~c§~?~_ic~~J~~~!iJ!~l, se puc_~.~ de color anaranjado, la fístula es ureterovaginal. Si el tapón
lesionar inadvertidamente la vejiga; en otros casos, la cisto- profundo contiene líquido azul, el diagnóstico es de fístula
tomía Péli_a~traútiñ.·-~áfcuío o la prostatectomia pueden vesicovaginal. Si únicamente la torunda distal está azul , la
..lli~.ar.near unctfi~!!!!ª-~~~~e-~_E_ersist.ente. paciente probablemente tiene incontinencia urinaria
(Raghavaiah; 1974).
Cuadro clínico
Tratamiento
A. Fístula vesicoíntestinal
Los síntomas produc1dos por fístula vesicointcstinal inclu- A. Fístula vesicointestinal
yen 1rri!~~il.~~-~-~~ical,_2~~9-~e h~y~g-~~~-!_[~vés_§~ El tratamiento consiste-en colostomía proximal si la lesión
la uretra yJ¿~bitua}mente, un cambio en los hábitos intesti- se halla en el rectosigmoide. Cuando la reacción inflamato-
0..-tles (por ejempio~ -~st;·~fiirnien.to~ -Ci-{stensióñ- abdo~ñTn~-11, ria ha cedido, puede hacerse resección de la porción infec-
662 • Urología general de Smith (Capitulo 38)

Figura 38-3. Fístulas vesicales. Arriba izquierda: Carcinoma primario del colon sigmoide, con perforación de la pared de la
vejiga. Arriba derecha: Lesión de la base de la vejiga después de un parto con fórceps. Abajo : Cistografia que muestra
líquido radiopaco que entra al sigmoide y el cual contiene múltiples divertículos; reflujo uretral derecho, cálculos vesiculares.
Padecimientos de la vejiga, próstata y vesículas seminales • 663

tada del intestino con cierre de la abertura en la vejiga. Más recto~igmoide. La angiografía no muestra pruebas de vasos
tarde la colostomía se puede cerrar. Algunos autores reco- neoplásicos.
miendan que todo el procedimiento se realice en una etapa, El rastreo tomográfico con los hallazgos anteriores
evitando la necesidad de colostomía preliminar. Las fístulas establece e\ diagnóstico por la demostración c1ara de la
vesicoentéricas o vcsicoapendicularcs~quieren una resec- naturaleza grasa del tejido perivesical (Levine, Farber y Leé,
_ción intest~_~_9___a1J~!}di~~J-ª~_y_ el ci~r-~-~1 defecto vesical 1978; Susmano y Dolin, 1979). Church y Kazam (1979)
(Goodwin y Scardino, 1980). observaron que 1a sonografía erªjg_t,!_<!lmente útil.
A la exploración quirúrgica, se halla que el tejido
B. Fístula vesicovagínal lipomatoso rodea la vejiga y el rectosigmoide. Aunque
Una fistula diminuta abierta puede sellarse después de la resulta tentador empezar a resecarlo, no existen planos de
introducción de un electrodo dentro de la fístula. A medida disección. Con frecuencia, tales extirpaciones fracasan en
que se extrae el electrodo, la fístula se coagula con la unidad remediar la obstrucción uretral. Sacks y Dresnick (1975)
electroquirúrgica hasta destruir el epitelio del conducto descnben que una dieta baja en calorías condujo al ahvio de
fístuloso. Debe dejarse un catéter permanente por dos o más la obstrucción ureteral en un enfermo. Volvió la dilatación
semanas. Aycinema ( 1977) describe buenos resultados en cuando el paciente subió de peso.
enfermas semejantes, insertando un tornillo de metal a Ballesteros ( 1977) considera que la escisión quirúrgica
través del estoma vaginal. Se mueve hacia arriba y hacía es factible y describe un enfermo tratado en esta forma con
abajo para que funcione como una legra. La mucosa vaginal excelentes resultados. Crane y Smith (1977) hallaron, des-
se cierra y se deja un catéter permanente por tres semanas. pués de una vigilancia de cinco años, que la hidronefrosis
Las fístulas mayores secundarias a lesiones obstétricas progresaba en la mayor parte. Muchos pacientes finalmente
o quirúrgicas responden con facilidad a lll.~aracíón ~­ requirieron derivación urinaria.
~gica, la cual puede efectua(s._e a_través de la vagina o de
1~--Y.~~ (Goodwin y Scardino, 1980). Persky, Hennan y
Guerrier ( 1979) recomiendan la reparación inmediata en CISTITIS POR RADIACIÓN
vez de esperar 3 a 6 meses como lo aconseja la mayoría de
los cirujanos. Las fístulas que aparecen después de radiote- La mayoría de las mujeres que reciben radioterapia para
rapia por cáncer del cuello uterino son mucho más difíciles carcinoma del cuello uterino padecen cierto grado de irrita-
de cerrar debido a la falta de vascularidad de los tejidos. El ción vesical~Lossiñtomas-. se pueden presentar meses de-
cierre quirúrgico de fístulas que se originan por invasión F_ués de haber cesado"eitra[~_mlcñl(i:Já--orlií:i''-i.led·eo-n.~ ser
directa de la vejiga por un carcinoma de cuello uterino es estéril. La capacidad vesical habitualmente se halla aprecia-
imposible; por tanto, es necesaria la derivación de orina por l?lem~~i sm inuida. La cistoscopia revela una-mliCOsa
encima del nivel de la vejiga (por ejemplo, ureterosigmoi- pálida con múltiples áreas de vasos sanguíneos telangiectá-
dostomía) . -~Sepued-eñotarTaex'lstencladé ulceraciones vesiºáles
y formarse fístulas vesico':::~!.!:!:~les . Si los síntomas son
C. Fístula vesicoanexal _íntens~ prolongadoh..P_U.~Q.t?_~er necesaria la derivación
Estas fístulas se curan por la extirpación de los órganos de la orina de la vejiga.
genitales femeninos afectados con cierre de la apertura en
la vejiga (Henricksen, 1981 ).
CISTITIS HEMORRÁGICA NO INFECCIOSA
Pronóstico
Algunos pacientes, después de la r_a dioterapia para el carci-
La reparación quirúrgica de las fístulas causadas por enfer-
noma del cuello uteri_!!~.. ..Q_!_~~~jJ.ga, están propensos a
medad benigna o traumatismo quirúrgico es muy fructífera. hemorragia intermitente vesi~~~- ~_!n cnudo grave. Lo mismo
La necrosis posradiación ofrece un pronóstico más reserva- es cierto para aquellos que se les administra ciclofosfamida.
do . Las fístulas secundarias a los carcinomas invasivos ~i se trata de este6.'itlm.om.ed1camento, deberá su~~n­
presentan problemas difíciles. derse . Para controlar la hemorragia, puede intentarse la
fulguración cistoscópica, aunque habitualmente fracasa.
La instilación de formalina a13.9% (preparada diluyendo la
LIPOMATOSIS PERlVESICAL soT~-c~{;~~stándar a 3 9% 1o veces) es más eficaz. El catéter
se ocluye por 30 minutos y se Java la vejiga con alcohol al
La causa de esta lesión se qe_§conQ~ - El trastorno parece lO por ciento. Puede ser necesario una segunda o tercera
afectar principalmente a los hombres de raza negra en el instilación los días subsiguientes. Holstein y cols. ( 1973)
grupo de 20 a 40 años. NQ)lay sínt~ª-~ognomóni_~9~.­ recomiendan la colocación transuretral de un gran globo en
Puede haber algo q~ <Ji~D-?!:.2. _sin tomas obstructivos t+_r_t!2ª- la vejiga. Éste se llena a una presión igual a la arterial
!}Q$_1ey.e_s. El examen puede demostrar una vejiga distendida sistólica y se deja en su lugar durante seis horas. McGuire
o crecida con forma de pera. La cistografía y los urogramas y cols. ( 1974) consideran éste el procedimiento de elección.
excretores pueden mostrar dtlatación de ambos uréteres y Pyeritz y cols. ( 1978) fueron incapaces de parar la
un desplazamiento hacia arriba y compresión lateral de la hemorragia con formalina o nitrato de plata; pero el cese
vejiga. ~!1 el ~-~_e_<!_2er~s;i~~L~!!l:9.i<?.&r.afía muestra zonas completo lo produjo la administración intravenosa continua
de rad_iQtranspa!:_e~_~j_a _C_()_l:Q.E.~.fi~les con grasa. Las radÍO&!]- de vasopresina. Giulani y cols. ( 1979) informan del éxito
fías con b¡g-Lo _puede11_ !!!Q~.t~-ª~J1reg_óJl_~_~!r:.Ll!§_~qt__ sg}li~ que obtuvieron con el embolismo selectivo de las arterias
ilíacas internas. Ostroff y Chenault ( 1982) piensan que e! seminales. Los agrandamientos del utrículo prostático a.
método más adecuado y menos peligroso de tratamiento es la menudo se encuentran acompañados de hipospadias peri-
irrigación continua con solución de alumbre al 1% (sal de neales o penoescrotales. Generalmente son pequeños y es-
amonio o potasio) a través de una sonda de Foley de tres vías. tán situados en la línea media por detrás de la próstata y se
A pesar de estas medidas, la mortalidad es importante. vacían a través del veru montanum. Estos quistes repre-
Drollcr, Sara! y Santos ( 1982) han desarrollado un plan para sentan restos embriológicos del extremo distal de los
reducir la frecuencia de cistitis hemorrágica por ciclofosfa- conductos de Müllcr (capítulo 2). Rara vez son suficiente-
mida: producen diuresis y hacen que el paciente orine con mente grandes para ser fácilmente palpados por vía rectal o
frecuencia (o usan drenaje con sonda abierta). Ello reduce aún abdominaL Pueden ocasionar síntomas de obstrucción
la concentración de mctabolitos de la ciclofosfmmda y la del cuello de la vejiga por presión local.
duración de su contacto con la mucosa vesical. Antes de
instituir este régimen, murieron 8 de 97 pacientes; posterior-
mente, sólo falleció 1 de 198.

EMPIEMA VESICAL EYACULACIÓN SANGUINOLENTA

Si la derivación supravesical de la orina se lleva a cabo sin


~_fu~~t-óDif_~:·p-~~~i~Cfcsarr.oi!.~í-sc1ñ fccc~ñ1oteñSade la
yejiga debido a falta de lavado. En_ el ~a!Óf-l:,_I?uede ser La hemospermia es una molestia frecuente entre los
necesaria la cistostomía o la vcsicostomía cutánea. En la ~~_<;JI].C~~ _edad medía. Es la es posa la que generalmente
m-ú]ef,Ta"70rlñaClóil dé-ú~-,t,. fl~t~;¡ a've~i~ovag i-~-alp~-~iti~i reconoce ~1 síntoma. Algunos consideran gue pudie_r_a
eraVefiaffi!e!i~?·cs'Pe-nce-.;-A ii'en:···r97f)-:-ocasíonalmeriie, provocars~or hiperplasia de la mucosa de las vesículas
puede ser necesaria la cistectomía. -·-·-···· .... - -·-- semin_~l~_.__J_~~ta razón, se sugiere el uso de dietiles-
ti_l_~§.~f..Q_l,_~_!ll_gft!.Ía por una semana. En las manos del
autor, ha trabajado bien. Recientemente, Tolley y Castro
( 1975) afirmaron que una investigación meticulosa de
los hombres sin otros síntomas nunca revela una lesión
patológica. Por tanto, la_ __ caus?- n_q._b.ª-..§.id~J!s:~rminad_<L
ANOMALÍAS CONGÉNITAS Stein, Prioleau y Catalana ( 1980) observaron que los
DE LA PRÓSTATA pólipos adcnomatosos causaron este síntoma en tres va-
Y LAS VESÍCULAS SEMINALES rones y en otro acompañaba a un carcinoma prostático
intraductal. Catto\ica ( 1982) curó tres pacientes mediante
electrocoagulación de granulaciones de la uretra poste-
rior. Van Poppel y cols. ( 1983) encontraron que la sangre
Las anomaHas co~génitas_s'e la próstata son raras. Se han provenía de un quiste utricular. Curó mediante aspiración
descrito quistes de la ghíndula prostática y de las vesículas con aguja. •

REFERENCIAS

Extrofiél Gcarhart JP, Jeffs RD: Bladder exstrophy: lncrease in capacity


following epispadias rcpair. J Uro/[989;142:525.
Cearhart JP, Jeffs RD: Managcmcnt of the failed exstrophy
Ansel JS: Surgica\ lrcalmcnt of exstrophy of the bladder with closure. JUro! 1991 ;146:61 O.
emphasis on neonatal primary closure. Personal experience Cearhart JP et al.: Prostate size and configuration in adults with
with 28 consecutive cases treatcd at the University of Wash- bladdcr cxstrophy. J Uro/1993;149:308.
ington hospitals from 1962 to 1977: Tcchniques and rcsults. J Gcarhart JP ct al.: Tcchniques to create continence in the failed
Urol\979; 121:650. bladdcr cxstrophy closurc patient. J Urol 1993;150:441.
Bellingcr MG: Ureterocystoplasty: A unique method for vesical Hollowcll JC ct al.: Dladdcr function and dysfunction in exstrophy
augmentation in children. J Uro/1993;149:811. and epispadias. Lance/ 199 J ;338:926.
Connor JP et al.: Long-term tollowup of207 patients with bladder lkcme AC: Pregnancy in women after repair ofbladder exstrophy:
cxstrophy: An cvolution ín trcatmcnt. J Urol 1989;142:793; Two case reports. Br J Obslet Gynaecol 1981 ;88:327.
discussion 795. Jcffs RD: Complications ofcxstrophy surgcry. Uro! Cfin North A m
OeMaria JE et al.: Renal function in continent patients after surgical 1983; 10:509,
closurc of bladder cstrophy. J Urol 1980; 124:85. Jeffs RO, Guicc SL, Oesch I: The !'actors in successful exstrophy
Canesan CS ct aL: Lower urinary tract reconstrucction using c!osure. J Uro/1982; 172:974.
stomach and the artificial sphincter. J Uro! 1993; Lattimcr JK ct al.: Long-tenn foJJow-up after exstrophy closure:
149:1107 Late improvcment and good quality of life. J Uroi
Gearhart JP: Failcd bladdcr cxstrophy rcpair: Evaluation and 1978; 119:664.
managemcnt U rol Clm North A~ 1991; 18:687. Light JK, Scott FB: Treatment ofthe epispadias-exstrophy com-
Gearhart JP, Jeffs RD: Augmentation cystoplasty in the fa1led plcx with the AS792 artificial urinary sphincter. JUro!
cxstrophy rcconstruction. J Uro! 1988; 139:790. 1983; 129:738.
39
Trastornos del pene y
la uretra masculi11a
Jack W McAninch, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Diversos estudios han demostrado que la aplicación tópica


ANOMALÍAS CONGÉNITAS DEL PENE de testosterona al 5% en crema aumenta et crecimiento del
pene; pero su efecto se debe a la absorción de la hormona,
que estimula después sistémicamente el crecimiento genital.
En pacientes con micropene, deben valorarse en forma
APENE cuidadosa otras anomalías endocrinas y del sistema nervioso
central. Se han asociado con este trastorno retrasos del cre-
La falta con_g_~_}'l_i_t~ -~-~2-~ne (apene_~-~-~n extremo rara. En :imiento óseo, anosmia, incapacidades para el aprendizaje
este trastorno, la uretra suele abrirse en el perineo o el recto.
y deficiencias de hormonas adrenocorticotrópíca (ACTH) y
A los pacientes con apene debe asignárseles el género
tirotropina (TSH). Además, antes de iniciar el tratamiento
femenino. H(ly~que ·ryacej- castracio~~ -y ·~~gE1_9.PEístla-comb"i­
es necesario investigar cuidadosamente la posibilidad de
nada con tratarr~i~.!2.!9-~S_!~~gé_l}j_~C?. a ~dj~-~-_q~e el niño se
desarrolle. problemas intersexuales.
El enfoque para la atención de micropene ha sufrido
cambios graduales en los últimos años; pero la necesi-
MEGALOPENE
Cuadro 39-1. Tamaño del pene no estirado y
liLP.~Q§_9[~~-~~Pi9~~.-~.T1_L~.- _I).Ul~-~ (megalopene) en de los testículos de la infancia a la edad adulta*
infantes masculinos con anomalias que aumentan la produc-
C10n d_e testostercma,-po(ejempf()",-tumoí':esae cé}ül~­ Edad Longitud del pene Diámetro de los
ticiales del testículo o hiperplasia o tumores de ta corteza (años) (cm± DE) testículos
(cm± DE)
suprarren_~_l. Se tratan corrigiendo el. E<?~~Inª-~!ldQ.C!l~!9
subyacente. 0 .2 a 2 2.7 ± 0.5 1.4 ± 0.4
2.1 a 4 3.3 ± 0.4 1.2 ± 0.4
4.1 a 6 3.9 ± 0.9 1.5 ± 0.6
MICROPENE 6.1 a 8 4.2 ± 0.8 1.8 ± 0.3
8.1 a lO 4.9 ± 1 2 ± 0.5
Es una anomalía más común y se ha atribuido a deficiencia
10.1 ¡¡ 12 5.2 ± 1.3 2.7 ± 0.7
de testosterona qÜeorigim\poco crcctmiento e os organos
blanco de esta hormona. Un pene menor de dos desvia- 12.1 a 14 6.2 ± 2 3.4 ± 0.8
ciones estándar de lo nor~~L~~~Jidera m icropeJJe ( cua- 14.1 a 16 8.6 ± 4 4.1 ±1
dro 39-1). ~q_s testículos son pegu~ños Y~Qn frecuenci~_llo 16.) a 18 9.9 ± 1.7 5 ± 0.5
descendidos. Pueden estar afectados otros órganos, inclu- 18.1 a 20 11 ± 1.1 5 ± 0.3
yendo el escroto. Las pruebas iniciales sugieren que hay una
20.1 a 25 12.4 ± 1.6 5.2 ± 0.6
disminución de la capacidad del hipotálamo para secretar
hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH). El * Reproducido con autorización de Winter JSD, Faiman C: Pi tui~
eje hipófisis-gónadas parece intacto ya que los órganos tary-gonadal relations in male children and adolescents. Pe-
responden a la testosterona, aunque más lento en ocasiones . diatr Res 1972;6: 126.

669
670 • Urología general de Smith (Capítulo 39)

dad básica es la restitución de andrógenos. El objetivo es pliegues mucosos con aspecto de membranas delgadas;
proporcionar suficiente testosterona para estimüTar"el crcC.T- pueden causar grados varia6les"'ae-ohstruc-c'ión cuancfo-·cl
-~!.ento_ aer-p-éne SiJ!.~C~L~. d~sarroll2_y_s_j_erre de_La ñlfi0íi1teñta0rlñar efi illra-:Fr:2)~--· ·-------------- -·-
epífisis. Allen ( 1980) recomienda dosis orales de 25 mg
cada-tres semanas, por no más de cuatro dosis. El crecimien-
to del pene se valora midiendo la longitud del miembro Cuadro clínico
estirado (pubis a glande) antes y después de la terapéutica,
que debe iniciarse hacia el año de edad y dirigirse a conservar
el crecimiento genital adecuado con el del cuerpo generaL A. Síntomas y signos
Quizá se necesiten cursos repetidos de tratamiento si el Los niños con válvulas uretrales posteriores pueden presen-
tamaño del pene se retrasa a medida que el niño crece. tar sin tomas leves, moderados o graves de ob"StrUCC10ri-:-·con
Para los testículos no descendidos, hay que hacer orquio- frecuencia tienen un chorro urinario es¿aso, intermitentey- ·
pexia antes de los dos aüos. En un futuro, es posible que el con goteo, e infección urinaria y·-sepsÍs . . La obs_trucción
tratamiento con LHRH corrija el micropene y también produz- grave puede cai:tsar hidronefros¡s (cápTtulo-1 1) que se nota
ca el descenso testicular; pero en la actualidad no se dispone de como una masa abdominal palpable. Un crecimiento palpa-
ella en el comercio ni está aprobada para este uso . b\e en la línea media del abdomen bajo es clásico de disten-
sión vesical. En ocasiones, las masas palpables en el flanco
indican riñones hidronefróticos. En muchos enfennos, el
único síntoma imQortant~pue e · ~-(alia~_d_¿.ct._esaáoliQ_y
el ex~_f!len indica sólo una enfermedad crónica.
ANOMALÍAS CONGÉNITAS
DE LA URETRA B. Datos de laboratorio
Es común que haya hiperazoemia y disminución de la capaci-
dad renal de concen~r~ción. La orina está iÍ~con
frecuencia y puede haber anemia si.§J.l!f~gción es crónica_
DUPLICACIÓN DE LA URETRA Los valores de la creatinina sérica, el nitrógeno de la urea
sanguínea y la depuración de creatinina son los mejores
Este trastorno es raro. Las estructuras pueden ser completas índices del grado de insuficiencia renal.
o incompletas (Wirtshafter y cols., 1980). Se recomienda
resecar todas las anomalías dejando sólo una uretra com- C. Datos radiológicos
pleta. La cistouretrografía de micción es el mcior estudio ra-
diolÓgico disponible para el diagnóstico de válvulas pos-
teriores. Es aparente la presencia de grandes cantidades de
ESTRECHEZ URETRAL orina residual durante la cateterización inicial hecha junto
con estudios radiográficos y, por medio del catéter debe
~a estrechez uretral co~~Lt_~~.@@_~!)_J.í!.~ta.n te~-:~':a_!:9_n_q~. obtenerse una muestra de orina no contaminada y enviarla
Los dos sitios más comunes s.~.!:U~_f9~~_J]a~jc_:u_!~D~ la ure~@ a cultivo. Es posible que el cistograma muestre reflujo
membranosa. L~~- -~s_!!'~~B~~~aves pueden causar dañ.Q vesicoureteral y las trabeculacioncs importantes de la
vesical e hidwnef_rr>_~is (capítulo 1 1), con síntomas de obs- obstrucción prolongada; en el cistouretrograma de micción
truc~i~!1..{2.~L~g~uria y ur~l)cia l!~ini[j_ª_§)~.. f;;-(¿cci<I'Il uri- con frecuencia hay alargamiento y dilatación de la uretra
naria. En enfermos con estas molestias, están indicadas una posteJ)or con cuello vesical prominente (figura 39-1). Los
historia y examen físico cuidadosos . Con frecuencia, la urogramas excretores pueden revelar hidrouréter e hidrone-
~Q_grafia ex_crctora y la uretrograf)a excretoradevwmmeñ~ frosis cuando la obstrucción es grave y prolongada.
to definen la lesión y la extensión de la obstrucción. Tam-
bién puede ser útil la uretrografía retrógrada (figura 39-=:.1).
En todos los paC!entesCOi1j)OSib)~. es~rcch_c_z-Úretra~Q_en Q. Ultrasonografía
practicarse cistoscopia y uretroscopia . Esta puede_uti li~ª~J'ª@_c:i~~gJn}[JlidrQ..n_~ii9J0§., hí p_r_ow:~}_q
y distensión vesical en niños con azoemip grave. También
Las estrecheces pueden tratarse durante \a enQ9SCopia.
.descubre la hidronefrosis fetal, clásica ele las válvulas-
Las diafragmáticas resp_<?_~~-~-~~~_dilatación o uretrotomía
uretrales, desde las 28 semanas de gestación; cuando.Ta
visual. O.Jr_as deben tratarse 'oaío visión directa por uretroto-
OIJSir-ucc10n depende de válvulas, suele haber vejiga cre-
mía interna c~el uretrotOJP_Q__ pediátrif..O disponible hoy en
día . Quizá sea necesario repetir el procedimiento con el fin cida con hidroureteronefrosis bilateral (figura 39-3 ).
de eliminar la estrechez. Si la obstrucción reincide es acon-
sejable l~_!~~rac~!l_q~_~§rgl~ abierta. -·- · E. Exploración con instrumentos
La uretroscopia y cistoscopia con el paciente bajo
anestesia general, mostrarán trabecu!ación vesical, cel-
VÁLVULAS URETRALES POSTERIORES dillas y, en ocasiones, divertículos vesicales. Es posible
que estén hipertrofiados el cuello vesical y el trígono. El
Éstas son las lesiones uretrales obstructivas más co~~~!:!..e~ diagnóstico se confirma por la identificación visual de las
en J~~t~_n.!_es y recjé!1__~~~ido~-~~rrcn sólo en vargnes_y__§~ válvulas en la uretra prostática. La compresión supravesical
~!!__c_u_~~,~~~T?._5!~__l_<:l: _~retra_p_r:Q~-~~~j~_'!._di.staL__j_,_as_ válvulas son rnuestra que las válvulas causan obstrucción.
Trastornos del pene y la uretra masculina • 671

Figura 39-1. Arriba izquierda: Uretrograma retrógado que muestra una estrechez diafragmática congénita. Arriba derecha:
Valvulas uretrales posteriores en una cistouretrografía de micción. La flecha señala el área de estenosis mayor en el extremo
distal de la uretra prostática. Abajo izquierda: Válvulas uretrales posteriores. El paciente no orinará con la cistografía.
Uretrograma retrógrado que muestra valvulas (flecha). Abajo derecha: Cistograma del mismo paciente. Reflujo vesicoureteral
libre y trabeculación vesical con divertículos.
Figura 39-2. Válvulas uretrales posteriores. Izquierda: Dilatación de la uretra prostática, hipertrofia de la pared vesical y el
trígono en la etapa de compensación; hidrouréteres bilaterales secundarios a hipertrofia del trígono. Derecha: Atenuación de
la musculatura vesical en la etapa de descompensación; dilatación y tortuosidad uretral avanzada, por lo general secundaria
a reflujo vesicouretera/.

Tratamiento

_1;.1 tratamiento consiste en de~truir las válvulas, au.~e la


yía de acceso depende del grado de obstrucción y el estado
general de salud del niño. En niños con obstrucciones leves
~moderadas y mínima azoemia, l~_f!J..1z~l.!"..'!2.~Ón transuretral
de las válvulas con frecuencia es exitosa. En oca ~iOf!yS, la .
cateterizaci~ cistosc_Q_p~_q_gjLatación uretral_pqr .Yr~_trgs­
tornía perineal destruye las vá\vulªs.
l<?~_g.r-ª.c!.Q.Ll!l ás intensos de obstrucción ~rean varios
grados de hidronefrosis que r~q~i~~e ~l!~!:l.siO individuali2;a-
do. La terapéutica en niños con sepsis urinaria y azoemia
B acompañadas de hidronefrosis incluye el uso de antibióti-
cos, drenaje por sondeo de la vejiga y corrección del dese-
''
quilibrio de líquidos y electrólitos. La vesicostomía puede
ser útil en enfermos con reflujo y displasia renal.
En los casos más graves de hidronefrosis , quizá
no baste con vesicostomía y extirpación de las válvulas,
por la asociación con atonía uretral, obstrucción de la unión
ureterovesica! por hipertrofia del trígono, o ambas. En estos
pacientes, puede practicarse ureterostornia transcutánea de
asa para conservar la función renal y que se resuelva la
hidronefrosis. Una vez que se estabiliza la función renal, se
extirpan las válvulas y se reconstruyen las vías urinarias.
Figura 39-3. Ultrasonograma intr.auterino que demuestra El periodo de derivación proximal debe ser tan corto
hidronefrosis fetal a las 32 semanas de gestación. El creci- como sea posible, ya que después de una derivación
miento masivo de la vejiga (B) y el uréter (U) son clásicos de supravesical prolongada la contractura vesical puede ser
válvulas uretrales posteriores . permanente.
Trastornos del pene y la uretra masculina • 673

Johnston ( 1979) encontró que el 50% de los niños con se forma por fusión de los pliegues uretrales a lo largo de la
válvulas uretrales tenían reflujo vcsicouretera] y el pronós- superficie ventral del pene, que se extiende hasta la corona
tico empeora si es bilateral. Una vez que se elimina la en el cuerpo distal. La uretra glandular se forma por cana-
obstrucción, el reflujo cesará en forma espontánea en un lización de un cordón ectódermíco que ha crecido a través
tercio de los pacientes. En los dos tercios restantes, debe del glande para comunicarse con los pliegues uretrales
corregirse con cirugía. fundidos (capitulo 2). Cuando la fusión de los pliegues
Con f(ecuencJa, es necesario utilizar por tiempo pro- uretrales es incompleta, se angina un hípospadias.
longado antimicrobianos para evitar la reincidencia de scp- Ocurre en 1 de cada 300 niños varones. Se sabe que
sis e infección de vías urinarias, aunque se haya aliviado la los estrógenos y ~estágcnos administrados. durante el
obstrucción. embarazo aurr~~ntan la frec1:1~!1.fÜ~- Aunque-·s-e-h'i-idé-iitif1ca-
do un patrón familiar de hipospadias, no se han establecido
Pronóstico caracteres gen éti eos específicos.

La mejor forma de conservar la función renal y vesical Clasificación


es el diagnóstico temprano. Puede lograrse por ultrasonografía
in utero, examen fisico y observación cuidadosa de la mic- Hay varias formas de hípospadias, según su localiza-
ción en recién nacidos y mediante la valoración completa eTgran
_clO_J~: I) . gía!ld-u._i~12._.<?-sc~, abertura en e proxirrial;
de niños con infecciones de vías urinarias. Cuando persisten 2) coronal, es d~-~5~~~-º--~~ surco coronal, 3) en el cuerpo del
la azoemia y la infección después de aliviar la obstrucción, pene; 4) pcnocscrotal, y 5) perineal. Casi el 70% de los casos
el pronóstico es malo. --de h1pospadia~ son en el pene distal o coronales.
--El hipospadias en varones es prueba de feminización:
los pacientes con aberturas penoescrotal y perjneal deben
VÁLVULAS URETRALES ANTERIORES considerarse con problemas intersexuales potenciales que
requieren valoración adecuada. Los recién nacidos hipospá-
L~s sjg.!.!_OS de válvulas uretral~~-~tcrior_~~-~~-a.:__anomalía dicos no deben circuncidarse, porque es posible que la piel
c9~Q!-~a rar~J>.<?__!!__~_i!~~-a.~i2_~!. ~_!_ra1 o_q_iy_~![~.!:!.!Q.S___2!9E­ del prepucio sea útil para reconstrucción futura.
malcs a la válv!J;la, obs_!~~fjQ!LQ§J.él.d~~.mb.o.c.adur.a.Yes.ic.al,
--mcontinencia posmicción e infección. Puede haber Cuadro clínico
enuresis. La uretroscopia y la cistouretrografía de micción
mostrarán la lesión, y la clcctrofulgurac!Ón endoscópica
A. Síntomas y signos
corregirá con eficacia la obstrucción. Aunque los recién nacidos y niños pequeños rara vez tienen
síntomas por el hipospadias, los niños mayores y adultos
quizá sequejen de dificultades para dirigir el chorro urinario
FÍSTULAS URETRORRECTAL a
y e-d1scñ,-ílli-lCíó_ñ__ delmTSrrio~EI~ii.~9s.~-~!!l-~n toj_curvatura
Y VESICORRECTAL def.pene) causa flexión ventral e inclinación de la colum-
~crerp;ne: lo cual puede impedir el acto sexual. Los
~!_as _s-º!l__~ara_:;_y casi siemp!_e~~o~~~adas de ano imper- hipospadias perineales o penoescrotales necesitan de la
forado. La falta de desarrollo completo del tabique urorrec- m___!CCIOO.fQD.~l_pacient~_sentado, las formas proximales de
ta!"évfta la separación del recto de las vías urogenitales y hipospadias en el adulto pueden se~_:_ausa de esterilidad.
permite la comunicación entre los dos sistemas (capítulo 2). Una molestia adicional de casi todos los pacientes es el
Los niíios con esta fístula e~im~~l~~ .P._ate~ia _fecaJ..l_gas por !1-J?.QCCto anormal (en capucha) del pene, por ausencia q
Ia uretra. Si el ano es normal (es decir, se abreal exterio.!J, la deficiencia del prepucio ventral. El meato hipospádico puede
orrnapu edepa·s-i:\r--por eí re-Cto. --- -------- ---. -- -- ---------- -- ser estenótico y es necesario examinarlo y calibrarlo cuidado-
~-La.-CíSfos-copiiy paneñdoscopia sue1en mostrar la aber- samente (cuando hay estenosis se hará meatotomía)._ En J!iños
tura fistufósa. ];1 materiafdcco-ñtrasteradiológico adminis- _con __hip_g§_p_ªdias, es mayor ]a frecue!l_~~. de testículos no cles-
-trado por vi~ oral llegará hasta la bolsa rectal ciega y con cendidos; es necesario examinar el escroto para establecer
radiografías adecuadas es posible observar la distancia entre est.1. posibilidad.
e] final del recto y el perineo.
Es necesario abrir de inmediato el ano impcrforado B. Datos de laboratorio, radiológicos
y cerrar la fístula o, si el recto se encuentra muy alto, y endoscópicos
practicar sigmoidocolostomía temporal. La cirugía defi- Como los ryiños con hipospadias penoescrotal y perineal
nitiva, con reparación de la fistula uretral , puede practicarsc tic~~-~-~~~- !~_ecucncia escro.~-~i!l0.9__x_genitales ambiguos,
posterior men te. esta indicado practicar un frotis bucal y tipificación del
~anotlpo para establ ecer el sexo genetlco. ~ a urctroscopia
~istos~C?_~__§_QO útiles para determinar s1 los órga_p~s
HIPOSPADIAS sexuales masculinos internos .son normales. En estos pa.-
cie~tes~ -t;!in~j_t~_~á i!:I.Qifi~i~~; urográfía excretora para
gil~~-~<!- ~Iteración el_mea_to .wetrª-1 _§_~~bre yn ell~do__y_~_ntr.al descubrir q_Qgmalías con~ilit_s de ri__5g_!l~§..Y_!i_!~~i._eS.
del pene, cerca de la punta del glande (figura 39-4). Algunos autores recomiendan el uso rutinario de la
La dl."ferericii sexual y el-desarrollo uretral se inician urografía excretora en todos Jos pacientes con hipospadias;
in utero a las ocho semanas y termman hacia las 15. La uretra sin embargo, parece tener poco valor en los tipos más
674 • Urología general de Smith (Capítulo.

Figura 39-4. Hipospadias y epispadias . Arriba izquierda: Hipospadias, tipo penoescrotal. Prepucio dorsal redundante,
deficiente en la sección ventral; cordones ventrales. Arriba derecha: Hipospadias, tipo medio escrotal. Cordones más
notorios. El pene con frecuencia es pequeño. Abajo izquierda: Epispadias. Prepucio ventral redundante que falta en la porción
dorsal; cordones dorsales notonos. Abajo derecha: La tracción del prepucio revela el defecto dorsal.
distales del trastorno, porque al parecer la frecuencia de túnica albugínea en el dorso del pene en cualquier lado
anomalías de vías urinarias altas no es mayor. de la línea media (Redman, 1978) o 2) haciendo cortes
transversos en una posición similar y cerrándolos después
Diagnóstico diferencial en forma longitudinal, acortando así el dorso (Udall, 1980).
Es necesario extirpar por completo el tejido fibroso asocia-
Cualquier grado de hípospadias es una expresión de femi- do que se encuentra en la uretra y el cuerpo esponjoso.
nización. Es necesario valorar cuidadosamente las aberturas
uretrales perineal y escrotal para determinar si el paciente
no es mujer con un síndrome andrógeno suprarrenogenital. EPISPADIAS
La uretroscopia y cistoscopia ayudan a valorar el desarrollo
de los órganos internos de la reproducción. La fr~c_ucnci'!_c!~~..P~9_ias completo es de 1 en 120 000
varones y l en 450 000 ~~~~:-~a uretra esta desplazada
Tratamiento aOrSafJÍ·lCntc y la clasificación se basa en su posicion en lOs
v·áror1es~-Ei1"'e'lepispadias glandular, la uretra se abre en--fa
Por razones psicológicas, el hipospadias debe repararse -cara dorsal aer-~ae,~e esancnojl_~ri!a~ig~En. el tipó
antesqlie""ef paciente tenga -edad esc-oiar; en casi todos los peneano,el meato uretral, gue con frecuencia es ancho y
-cas·a.s
estose"Rúedeercc fuarantcsaelOSdos arro-s~--- .?_~i.~~~~s§~~~E~~~-11-~e- fa -Sin fisis ·-~-ubís-i_~!lfs:o
Se han descrito m~-s de 15 Ométodos de cirugía correc- coronal. Suele haber una escotadura distal que se prolonga
tiva para este trastorno. Hoy en día, cada vez hay más desde el meato a través del glande abierto . En el tipo
urólogos que practican reparaciones en una etapa utilizando ~_Qp_f¡_~i~g2.la_~~-~L!!"_a_l!!:etral se _encuentra en la rnuon peno-
un colgajo en islote e injertos qe piel libre. También se han púbica y todo el pene tiene una escotadura distal dorsal gue
empleado con éxito Jos injertos de mucosa vesical (Keating, seprolo"~~-!ia-~-t~ e[i~~cfe:·- ·-----
Cartwright, y Duckett, 1990~ Mollard y cols., 1989). En el 15 Los pacientes con epispadias glandular rara vez tienen
al 30% de estos pacientes ocurren fístulas; pero su reparación incon~en<:;j~_yijE._~ia._~in e_rnb~o, en el cpis~·peñ-~
se considera una reconstrucción pequeña en segunda etapa. púbico y peneano hay incontinencia en el 95 y 75% de los
Las reparaciones en dos etapas han proporcionado resulta- casos, respectivamente (Krarner y Kelalis, 1982).
dos excelentes durante años y son los métodos más seguros Las mi:ijerescoñ epíspadias, tienen un clítoris bífido
para el cirujano que repara ocasionalmente hipospadias. _y_~~aracíóñdeToslablos. En'TamayOrJahaY-incontinencia.
"[qdo~~-tj~ __ Q_~ reparación in~J!!yen el ende- La incontinencia urinari'a es un pro6Teina comun}:wr
rezamiento del~!!_e~2S~i!F-ª!!.<J.2..!2§__~Qid.Q_l)_~~,_S..Y comprue_pa desarrollo defectuoso de los esfínteres urinarios. También
provocando- un~_~recºi.9.D. artificial en el 9_1d.Ü:§fanQj~~~ existe una curvatura dorsal del pene (cordones dorsales)
de la reconstrucción _y~Q_~.@_nto uretral_._~~@_l_!l~Y9~rte de (figura 39-4 ). Los huesos del pubis están separados, como.
-ras técnicas con éxito para la ~:era!a_ción_de hipo~p-~Q!~e en la extrofia vesical. Ef" epispadias es una forma· levé-de
ufilJzan ·pícllóCái y prepucio para formar la nueva uretra. En extrofia vesical y, en cas_Q§_graves-coex"""lSteí-i--amGas.-·----
1üsu.Tfimosaño snasíelo factible t~nicame~t~-y aceptable Sc requiere cirugía pára correg;r la incontinencia,
desde el punto de vista cosmético, el adelanto de la uretra extirpar los cordo~ara.enderezar el pene y prolongar
hasta el glande del pene. la ilf"ctrahaS"ta"elglan~e. La reparación del esfinteT uri-
nario no ha tenido mucho éxito; pero Tanagho y Smith
Pronóstico ( 1972) obtuvieron continencia total interponiendo un
injerto en tubo de pared vesical anterior entre la vejiga y
Después de la cirugía correctiva, la mayoría de los pa- la uretra prostática. La extirpación de los cordones y la
cientes podrán orinar de pie y colocar semen en la vagina. En uretroplastia con avance del meato han tenido éxito para
estos enfermos, el mayor reto es aún el aspecto cosmético lograr resultados cosméticos y funcionales aceptables
total y la prevención de fístulas . (Kramer y Kelalis, 1982). Quizá se requiera ampliación
de la vejiga junto con esfínter artificial en quienes no es
posible corregir la incontinencia.
CORDONES SIN HIPOSPADIAS

En ocasio_nes se obser'¿~~-~~-g~mes y_~!1!~..9-l~~ c_o__Dg~~li_tos _sin


-~ospac:!La_~p-~~~_!la uretra corta, tejidos fibrosos 9.!1~-~dea_~
el cuerpo esponjoso, o ambos. La abertura uretral se encuen-
tta en la· posíciÓnnormal-e n el glande; ~!__Rene se encqr_ya ENFERMEDA DES Y TRASTORNO S
sólo cuando hay erec,ción, evitando una _E_enetración vaginal ADQUIRIDOS DEL PENE
satisfacfóri_a~ oüián-ie -Ia -exploraclóñ~-srel pacíente-no
·ioira Y LA URETRA MASCULINA
una erección natural, puede provocarse inyectando solución
salina en el cuerpo cavernoso después de colocar un torni-
quete en la base del pene. Esta técnica también debe utih-
zarse durante la cirugía correctiva para comprobar que el PRIAPISMO
pene quedará recto después de la operación.
Si la longitud del pene es adecuada, puede acortarse Es un trastorno raro _de erección Qrolongada. Suele ser
la superficie dorsal: 1) extirpando porciones elípticas de la doloroso para el _p~ci~!!~ ..:r...no hay excitación ni deseo
676 • Urología general de Smith (Capítulo 39)

sexual. Es idiopático en el 60% de los casos, en tanto gue el horas) y el tratamiento inmediato del priapismo ofrecen la
-~o/~ res-~ n-te-se
rel ~e io_J}_<J_@..l]__s:Di~rrrt~c119~::;_~wº-i~.J§iuli.Lo~ mejor oportunidad para evitar este problema importante.
leuce ~-i ~drepanocít~~~u~ore~ ~UJlfeccío ~~~lvicas) ,
traumatismos del pene o la m_édula___912ínal uso de
mcdicamento_s. En la actualidad, el tr~~!!li~-~!2.A~!_a_l!_l_1p_~­ ENFERMEDAD DE PEYRONIE
tencia con inyección intracavernosa quizá sea la causa más
corñiYi1. -Aünque -efti po id\Op?i t!Co-co-ñTrecu encill.se rcl ac i o- Esta afección (induración plástica del pene) fue descrita por
na inicialmente con una cstimulación sexual prolongada, los primera vez en 1742 y es un problema clínico bien identifi-
casos de priapismo por otras razones no dependen de exci- cado que afecta varon~~--º-~-~_Q.?Q.. _ n_:¡~dpra _y_ªvanzada. Los
tación sexual física. .Iill_cien_t~s se Q!"~º-.D!_ªn-~on molesii_<!:~_d_~--~~~cción dolorosa,
El paciente suele presentar antecedentes de varias ho- CJ!~?.!!:.J_@_Q~LP~_ry_~_y_~~ª--~e~~ión Qi~!~l <!l _~r._~a afe.~@_g~.
~-s de ~!ecci6rldülorosa~·-ETglande y el cucrpg_~sponj~~o La deformación del pene puede ser tan importante que
son suaves y no están afectados por el proceso. Los cuerpos impida la penetración vaginal satisfactoria. El Raciente no
-c-avernOSOS están tenSOS, cong<:S~Q~~~?.~_yj~-~-i~~S- ]a a tiene c!~l~~-L1.?!]_4,o__~Lpe_f.!~_T!Q. está ~Il crccc_j_Q"ñ·.- -·- - - - -
palpación. Aún se discuten las teorías sobre el mecanismo El examen del cuerpo del pene revela una placa fibrosa
del pnapismo; pero la mayoría de los autores piensan que la densa, ~P._~~~--de §~~--~~Ff~J.~, ~q!!e-~lf.?.f~J?-::(tfn.ica
anomalía principal es la obstrucción fisiológica del drenaje albugínea. Suele encontrarse cerca de la línea medía dorsal
venoso que causa la formación de sangre muy viscosa, mal del CUE.Q.9· Eñ ~Ca~"íóness-eobs.ervan múltiples plac-as._~_!]
oxigenada, dentro de Jos cuerpos cavernosos. Si el proceso casos g r~yeS,haycaTcíflcacj§ry --yosífícac1ó-n-qÜC:.:;e- co.!!1-
_c_9ntinúa varios días , se desarrollarán edert:~-~_y_ fibr9~L~ prueban radiológicamente. Aunque aún _r_t~D9-.fY_ la
i_~~~~ti~ial de los cuerpo~ cavernosos, originando impo- caus-ade esta cnfennedaQ, la placa fibrosa densa es compa-
tencia. tible con los datos que se. observan en el microscopio en la
--~ priapism_o debe considerarse una urgencia uro!ógi- vasculitis grave. El trastorno se ha observado en asociación
ca. La sedación seguida de enemas de solución salina helac!_a con la contractura de Dupuytren de los tendones de la
puede hacer remitir la erección. Se ha señalado ~ el mano, en la que la fibrosis semeja, microscópícamente, a
clorhidrato de ketam\!1-ªJ?.Qf vía íntntvenosa-omtrañllisc~~r la enfermedad de Peyronie.
e~-~ñ el 50% de Jos pacientes (Sagalowsky, 1982). La enfermedad no tiene tratamiento satisfactorio. Sin
También puede utilizarse anestesú\epidural o raquídea. En embargo, en una mitad d~ los_~¡"S<is_!émíte-erÚor nais.P-P.J.i-
·scguida:-se--evacLJ á !ti _s.img.@.JlQl!n_l}_!ª_qA__~JQ_S:__cu erpo s tánea. En UI!__pri!:J~i.Qi_<2_"!..__~-~ ·ª~!lns~j~U] la observación____y___~l
cavernosos con una aguja grande a través del gtlnde. La apoyo emocionaL Si no remite,_P.ueden_i!l!~ntarsc durante
arucióí1<le-a-di--eñ-érglco-sacfm"ín1strád"os-ñ-iedGnre irri gac1 ón. va![Qs _l_l)~ses·_~~}~_-i_{J_~lc_am"i"ñoíJeñzo"íCü en pºJ~Q_g_~Q_letas,
_intracav~~-a ha mostrado ser útil. La-vígilancladela o-vitamina E en esta última presentación. Sin embargo, estos
presión intracavernosa garantiza que no hay reincidencia incdicainei1tos t1emin un éxito limitado. En Jos últimos años,
inminente (Lue y cols. , 1986). Pueden quitarse múltiples se han utilizado en casos refractarios diversas operaciones.
cuñas de tejido mediante una aguja Travenol para biopsia, a La extirpación de la placa con reemplazo con injertos dér-
fin de crear fístulas de derivación entre el glande y los ·er
micg~~i_9o ~-~_go-s~~ ~sl§!!Ü? u~o--cielnTertos-"ctetóñ~a
cuerpos cavernosos (Winter y McDowcll, 1988). Esta téc- v~ginal 4c~e_u~~-?.~J!!.~cisión .it?,}~E}-~~~- Otros autores han
nica, que ha sido muy útil, proporciona una fístula interna incidido la placa y han introducido prótesis pencanas en el
para conservar la descompresión de los cuerpos cavernosos. cuerpo cavernoso. Otros métodos incluyen radioterapia o la
A fin de conservar el drenaje continuo de la fístula, es necesario inyección de csteroídes, dimetíl sulfóxido (DMSO) u hor-
ejercer presión de manera intermitente (cada 15 minutos) en el mona paratiroidea en la placa. El éxito de tales tratamientos
cuerpo del pene. El paciente puede hacerlo en fom1a manual está pobremente documentado.
una vez que se f:a recuperado de la anestesia.
Si la derivación descrita falla, se pueden intentar otras.
Barry ( 1976) describió un método más sencillo para deriva- FIMOSIS
ción mediante la anastomosis de la vena dorsal superficial
a los cuerpos cavernosos. Otros métodos de derivación _E~ .. u!:\ __ t@i)!_Ql.!lO _el!._g_u~-~LP!.9J_~-~~2__ cont_!~L~_ !l-C? puede
eficaces son: cuerpos cavernosos con cuerpo esponjoso por retraerse sobre el glande. Su causa más común es la infec-
anastomosis perineal; vena safena a cuerpos cavernosos y or
0~~:s:i6i-i{c~_-.. mafa b}g_iene
locaCCa.~ayor. parte--deJos
descompresión con bomba. casos ocurren en varones no circuncida---aQ~ª@_q-ueTa"píd
En pacientes con drepanocitosis, han sido útiles las excestva dcspuésdeÜnacrrc-üñc~sión puede hacerse estenó-
transfusiones sanguíneas masivas , las exanguinotransfuslo- tica ycau~ar fitpos.is~ Ba]q efp·f~fi~ª§_p~~cté~~~~!.i!!ónarse
-rics, ·a ambas: Para estos enfermos, "también -se.ha sÜgcndo dkulos y carcinoma de células escamosas. La fimosis
el oxígeñoh{perbárico. Los pacientescoñTcuceml:-i deben ¡;ue<Iepi-escntarse en. cúalquie~_(fad. fi:n \-'aroJl~_f!iabét_i<;:gs
reeíbTrcjülniiorerapla de mmeOi.ñTo.-- f"S-¡}ecesar1otratar sin de edad av~_~f,lda~~ _P..Q§jQl~_q!!f_Ja bi~JanoQosHtis crQ!?jca
dilación y en forrriaiidecuada-cÜalquier causa subyacente. origine fimo ~i_s__y_pucda ser la mol~~li_ª_Ü:Ü!;:j_ªJ. Los menores
Esta terapéutica no clebe evitar la atención agresiva del de dos años rara vez tienen fimosis verdadera; su abertura
priapismo si la erecc1ón persiste varias horas. prepucial relativamente estrecha se abre en forma gradual y
La impotencia es la secuela !l1.ás importante del permite la retracción normal del prepucio sobre el glande.
priapismo. Es-Ínascomúñ cuando-ha sido proTongado(va-, En niños que requieren anestesia general debe evitarse la
¡.-[o:i_dias ).-i:a--1-denti ficaciontcn-i'p-rani- (en e1tran~Clir'So de circuncisión por fimosis; excepto en casos con infecciones
Trastornos del pene y la uretra masculina • 677

recidivantes, la intervención debe posponerse hasta una Las uretrales son estrechamientos fibrosos compues-
edad en que pueda utilizarse anestesia local. tos de tejido conjuntivo denso y fibroblastos . loa fíbrosis
ÉJ.~~~r:!lat ~itel}!a ejili?~~~-~l]~_i~.U jg_(l_d__ d~! p_.!:~_Qucio_y_@_ suele extenderse hacia los cuemos espolliosos circu~ntc-;,
presencia de un exudado purulento suele llevar al paciente causando espongiofibrosis. Estos__ cstrcchamientos restrin-
a-buscar atenci 6ri1TiédíCá~-D namoTestra m cnos-corn ún-es··¡
á -gen el flujo de orin'!_Y causan dilatación de la uretra proximal
incapa.cida(Ciíá-¡:arcifáefeí-rl-c~ucio . ------------- ·
y-Tos. conductos P!.Ost~_ticos. La prostatitis es una co~ica­
--LTirifección"Tnkfara·cbe traiaí·se con antimicrobianos ·c.IO'ñ. común de la estrechez uretral. La musculatura vesical
~<?..-~spe~-~~:.1C~:>~E~~arTO._rñe..iQ.r;~~na!e. puCde-h\E_ert~~ia_~_ü,~;;~~~bServe un-aumentocfe"l a
puede hendirse el prepucio dorsal. Una vez controlada la oru-iiresid.~.9J~~()~~trucción grave, prolongada, pucdC
in fccCfo~~-~~--PI~~~"ht .Ci" rcun"Clsíó 12~~~!á indicad a. originar descompensaclon dC la-üñlóñliretefü"ves¡cal, refTU-.
jo~-lüoronefros-i"s_e_lñStillCíCñC!areñaCEn la estasis urinaria
crónica es probable que haya infección. Es comúric¡uee¡i'
PARAFIMOSIS ~~--~st~~~!!_~~-~~aveS: cróñ1c-á.s, se desarrollen fístulas ure-
trales y absceso§ periuretrale_s.
Es un trastorno en guc el prepucio no puede reg~~ a su
posición normal, una vez g~_se h~_I~~raído sobre el glande. Cuadro clínico
Se debe a inflamación crónica bajo el prepucio redundante,
que origj~~-<;-9_ntracci6n de 1ª-ª~rtura prepucial (fimosis) y
[q!:_JI!ªºj_9_r:t__ Q~.. Q!! aniJlo est~~~-~~d~_ r.iel cu_~I!9..~.~LP~-~io A. Síntomas y signos
se retrae detrás_g_c_lg}.~n.c!~- El anillo de _ pj ~ I c::al!sa con.g~ tión La molestia más común es una disminución del chorro
venosa que origina edema y crecimiento del glande, 9\..!c urinac~_q_-Son frec.!:~ncia~·hay pulverización o cflorro_<!9.hle
empeoran el trastorno . A medida que progresa, pued~...b.?..Qy_r y asi_IJl.i.~!Xl__q_gQ!~Q..P.QSmicci~n. Es probable que el exudado
oclusión arteria!_y_~~~~~~~~s del glande. ureti~C:!::Q_I} i_~o, ·ª-'!~~_es una mo!fstia import~m-0.J"iªcom­
.L...<tn.~rafimosis por lo general se trata con la compre- pañe de prostatitis crónica. En ocasiones ha cistitis_Qguda
sión firme del glan<)_s:___Q_l!!.ª_T11~ ci!:L~Q. _Q_1iD.!!iQ.S..,_llilG\.J~~LY-º..ii osíntomasd'elñtección. R.ara~e~o-cÜ.rre retencióñurinaria
el cden~-~- tisular.._y_§t~'l}!l}!l_ir el tamaño del glande. En_ .... agudaal11enosqu~-~~ --~~"~~~~l~~-¡~rezción u obsJrucci ón
seguida, puede llcvar_s_~ la piel hacia adelante sobre el glan- -p·róstatica. También puede haber como molestias iniciales
de. En o~ª?i9!!~~ será necesario c_gr_tar el anill<?_<::_~~?-~-~~2r y
··P_~~~J.'!ria- dis!!.r:!J.~yc.
baj~--~_!1-~~~e~_i_~ .l~~.!:-~lUue a_0mí~stra~. anti~óticos y Puede palparse la induración en el áre_a de la estrechez.
PE'!cticf!r !~__ c;:ir~p[lºis!<lr:!..~~-~_vcz gue hé!J~!!Ü~ido ~~-lñTI~ma­ Masas sensibles crecidas a lo largo de la uretra suelen
ción. indicar abscesos periuretralcs. Puede haber fístulas uretra-
cutáneas. Si hay retención crónica de orina, es posible palpar
la vejiga.
CIRCUNCISIÓN
B. Datos de laboratorio
Aunque se practica sistcmút1camcnte en algunos países por _;;~~specha estrechez uretral, hay que determinar los
razones religiosas o culturales, no suele ser necesaria si se índices del flujo urinario. Se indica al paciente que acumul~
conservan el asco e higiene adecuados del pene. En varones orina hasta que la vejiga esté llena y en seguida comience a
no circuncidados, es mayor la frecuencia de carcinoma del orinar; hay que obtener una muestra de orina de cinco
pene; pero en estos casos suele haber como factores subya- segundos durante el tlujo máximo a mitad de la micción y
centes infección crónica y mala higiene. La circuncisión está anotar su volumen. Después que el paciente repite este
indicada en enfermos con infecciones, fimosis o parafimo- procedimiento 8 a 1O veces durante varios días en una
sis (véase antes). atmósfera tranquila, es posible calcular el flujo máximo
medio. En estrecheces que originan problemas impor-
tantes, el índice será menor de 1O mL!seg (normal, 20
ESTENOSIS URETRAL mL!segundo).
Puede estar indicado el urocultivo. La muestra a mitad
La estenosis uretral adquirida es frecuente en hombres, pero de la micció~- -no suele contener bacterias, con un poco de
r~~~l)l_~~s . (La estenoSis uretral congcnita se dúic-Ufíó piuria ( 8 a lO leucocitos por campo a gran aumento) en una
en las primeras partes de este capítulo.) ~a mayor ~t~_qe primera alícuota de orina obtenida cuidadosamente. Si está
las estrecheces adquindas se deben a infecciones o trauma- infectada la próstata, habrá bacterias en una muestra des-
ti SI11Q. -Áliñquel1oy..CJ1- d"fa-Ja-uretr.iti S gonocóc\ca.raravez -pués de masaje p~ostáticQ_. En presencia de cistitj_?-> la ori~a
------~-- - ;,- -- ------ '"~ ------~--- ------
c~t.rrcbcz, l;;t inre_c~iól} es !lÍ!-ll_.Qr:t.~- ~~1::!~-ª jiJlPOrtante , e_starª_III.YYJ.!:!frctada.
~~E-~~l<!!:_.~t¿~njo CSJ?~~~J?iOio~gado de SOI}~S
uretqJ1!.§...P~Lmanentys. Es más probable que las grandes C. Datos radiológicos
sondas e instrumentos causen isquemia y traumatismo in- Un urctrograma o~} cisto~r~_9:og~,~~~e-~iccién (o ambos)
terno que las pequeñas. Los traumatismo externos, por cjcm- mostrarán la situación y extensión de 1ª estrechez. La sano-
r.lo frnº-.t!l!ll_p_é_!vica (capítüio 18),p·u-edeñ-c'"Ort'are·nro¡:·¡na grafía también es UQJ!l~tqflo ú!i_LP-ara valorar la ~s_trec_hez
~~i'!l_~_ e o~ let~a uretra l!l.~Qranc)say-causar estrech~­ uretral (McAninch, Laing, y Jeffrey, 1988). En ocasiones,
~_-?__g_r:_~y~~- y_complejas . Las lesiones a horcajadas producen se observan fístulas y divertículos uretrales. También puede
~s.treche.fes bulbá~es~-- · · haber cálculos vesicales, trabeculacioncs o divertículos.
678 • Urología general de Smith (Capítulo 39)

D. Exploración con instrumentos directamente durante el corte. Durante el procedimien-


La ur~.!'Sl~copia permi!~ __pQ__~~.r~a_r__j_'L_~J[_e_<;l}g. Las de pe- to, debe pasarse una sonda filiforme a través de la estre-
queño calibre impedirán el paso del instrumento a través del chez y utilizarse como guía. La estrechez suele cortarse
área. La observación directa o la sonourctrografía ayudan a en forma dorsal; pero quizá se necesiten múltiples inci-
determinar la extensión, localización y grado de cicatriza- siones en otras áreas para abrir un segmento estrecho.
ción. Con la uretroscopia es pos1ble descubrir otras áreas de Debe pasar con facilidad un instrumento 22F. Se deja
cicatrización vecinas o la estrechez. colocada una sonda por un tiempo corto para evitar
La estrechez puede calibrarse pasando bujías de bola hemot:ragia y dolor. Los resultados de esta intervención
(capítulo 10). han sido satisfactorios en el 70 al 80% de los pacientes
con vigilancia a corto plazo (Walther, Parsons y Schmidt.
Diagnóstico diferencial 1980). La operación tiene varias ventajas: 1) mínima
anestesia; en algunos casos, sólo tópica combinada con
La obstrucción prostática benigna o maligna puede causar sedantes; 2) se repite con facilidad si hay recidiva de la
síntomas similares a los de la estrechez. Después de la estrechez, y 3) es muy segura, con pocas complica-
cirugía prostática, puede haber contractura del cuello vesi- ciones.
cal y provocar síntomas que semejan estrechez. El examen 3. Reconstrucción quirúrgica: Si fracasa la uretrotomía
rectal y la panendoscopia definen de manera adecuada tales bajo visión directa, se hace u~;-repa~cióñ"qü_irúrgl"ca
anomalías de la próstata. El carcinoma uretral se asocta con ab1erta. Las estrecheces cortas (:S; 2.0 cm) de la uretra
frecuencia con estenosis; la uretroscopia demuestra una a;t~~;or se extirpan por completo y se hace anastomosis
lesión bien definida e irregular y la biopsia establece el primaria. Si es posible, el segmento por extirpar debe
diagnóstico de carcinoma.
prolongarse 1 cm más allá de ambos extremos de la
estrechez para eliminar cualquier espongiofibrosis exis~
Com pi icaciones tente y mejorar la cicatrización posoperatoria.
Las estrecheces mayores de 2 cm pueden tratarse
fncluyen prostatitis crónica, cistitis, infección urinari<~:~!_Ó­ con urctroplastia con injerto en parche. Se corta la uretra
ñica, divertículos, fístulas uretrocutáneas, abscesos periure- en la línea media en toda la extensión de la estrechez y
trales y carcinoma uretral. La estasis urinaria cróJ!ic_~__:y___ la 1.5 cm adicionales proximales y distales. Se obtiene un
mfección-pueden originar cálculos vesicales.
injerto cutáneo de espesor total (preferible de piel del
pene) y se quita cuidadosamente todo el tejido subcutá-
Tratamiento neo. En seguida, se adapta el injerto para recubrir el
defecto y suturarlo en forma meticulosa en su sitio
A. Medidas específicas (figura 39-5). Si no se dispone de piel del pene, se utiliza
l. Dilatación: La dilatación de las estrecheces uretrales no la de !a parte media de brazo, abdomen o cuello (es decir,
suele lograr la curación; pc~o romp e el tejiao-cicatrí~a\ áreas sin pelo). Al terminar la operación, la uretra debe
de la ~-~_!!:_¡;_º-!_le_z_y_ªg_rll_r:1~--ª_!9.!2~~~!!12ED.!U<U!l..? · A medi~ tener unos 30F de diámetro.
da que ctcatriza, se forman nuevamen~c. En casos de estenosis con fibrosis densa, larga muy
En un principio quizá se necesite dilatación por estrecha, puede extirparse con éxito toda la estrechez y
síntomas graves de retención urinaria crónica. Antes de
colocarse un injerto de espesor total en tubo. Varios
la maniobra, es necesario lubricar la uretra en forma
estudios han reportado resultados satisfactorios en cerca
liberal con un medio hidroso!uble. Se introduce una
del 85% de los pacientes tratados con procedimientos
sonda filiforme por la uretra y se pasa suavemente
que utilizan injertos cutáneos.
a través del área estrecha hasta la vejiga. En seguida,
Las estrecheces que afectan la uretra membranosa
puede unirse una guía (capítulo 1O) y dilatar gradual-
por lo general se deben a traumatismos externos (capí-
mente el área (con calibres cada vez mayores) hasta el
22F aproximadamente. A continuación, puede insertarse tulo 18) e implican problemas para la reconstrucción.
una sonda de silicón 16F. Si surgen dificultades al pasar Casi todas se pueden corregir mediante una técnica
la sonda filiforme a través de la-estfechcz-:cfcbe utilizarse perineal con extirpación de la porción rota de la uretra y
el uretroscopio para gwárE1baJo-vlslón. éi1recúl~ . anastomosis directa de la uretra bulbar con la uretra
Un método alternativo de dilatación uretral utiliza prostática (figura 39-ó). A veces, con la técnica perineal,
sondascteYanBtiren~stos instrumentos deben utilizar- se puede practicar pubectomía parcial para mejorar la
los urólogos con experiencia familiarizados con el tama- aproximación uretral sin tensión sobre la anastomosis.
ño y extensión de la estrechez. Primero se introduce una Es raro, pero pueden requerirse pubectomía total y téc-
sonda 22F hasta la estrechez y se presiona con suavidad; nica perineal combinadas para efectuar la anastomosis
si no pasa, se utiliza una del número 20F. No deben directa de ex.tremo a extremo.
usarse sondas de diámetro menor, porque pueden perfo- Estos procedimientos en una sola etapa tienen un
rar con facilidad la pared uretral y producir pasos falsos. índice elevado de éxito y crean una uretra libre de vello,
La hemorrag~ el dolor Sº.!}__ problemas importan~es un problema principal observado con los procedimientos
causados por la dilatación. . en dos etapas. Aunque rara vez se requieren, es impor-
2. tlretrotomía bajo visión endoscópica directa: Es po- tante considerar en las estenosis uretrales complejas que
sible destruir las estrecheces uretrales utilizando w1·c-U- los procedimientos de dos etapas son técnicas recons-
ch}Tio.!![lj_cto- a_un ~lQQS_c_opio. _Es_te último permite verlas tructivas importantes.
Figura 39-5. Izquierda: Uretrograma que muestra múltiples estrecheces uretrales anteriores. Derecha: Cistouretrograma de
micción después de un injerto eutáneo en parche de 14 cm en el mismo paciente. No hay estrecheces residuales.

B. Tratamiento de complicaciones tijeras. En seguida, se fulgura e} área con clectrocauterio.


La infección de vías urinarias en pacientes con estrecheces Para exttrpar lesiones en la fosa navicular y la uretra glan-
requiere antirnicrobianos específicos, seguidos de terapéu- dular, puede estar indicada una meatotomía.
tica profiláctica prolongada hasta corregir la estrechez. Los Las lesiones más profundas se fulguran por vía transu-
abscesos periuretralcs requieren drenaje y antimicrobianos. retral con un resectoscopio o un electrodo de Bugby. En
Las fístulas uretrales por lo genera! deben repararse con fecha reciente, se han dcstru1do con éxito utilizando láser
cirugía. de dióxido de carbono. La terapéutica con láser daña en
forma mínima la mucosa uretra\ y al parecer es menos
Pronóstico probable que se formen estrecheces utilizando este procedi-
miento.
No debe considerarse que una estrechez ha "curado" hasta
dcsp.ués de un año del tratamiento, ya guc pueden rcmc1ª1r
en c_l!_aJquier momento durante c_s.!_~pcriodo. Las mediciones
de la tasa de flujo urinario y los uretrogramas son útiles para
determinar la extensión de la obstrucción residual.

CONDILOMAS ACUMINADOS URETRALES


(Verrugas uretrales)

Los coodilomas acuminados son raros en la uretra y casi


siempr~van preccd_i9o§__ge les!.<?.n.e_~~J.~_ri_el. Son .E~Pi!~­
mas típ9_~r!_l:!g-ª..§~S~l_<!~.Q.~y_i~l}?_d~_lEpi loma y~Jo
general de transmisión sexual directa;· pero es posible que
setrállSnD"taíle-ñforn'la no séxü'a['"_____ ----------
--Los pacient_~~~~~-~~n C¡_~prs~_9e manchado sanguino-
lento de la uretra y en ocasiones tienen disuria_y exudado
uretral. El examen del meato uretral muestra con frecuencia
-un-
P<?.~fio.papllomasallcntC':"sTI1o.se.encuentra u nalesión
en este sitio, hay que separar el meato con los dedos de tal
forma que pueda inspeccionarse la uretra distal. Un 90% de
estas lesiones se encuentran en este sitio. f-!.ay que hacer una
uretroscopia comp\cta para comprobar_g_ue no existen otras
lesiones. --------·-
Figura 39-6. Uretrograma de micción después de la repara-
Las lesiones dº_l_~~ª-tg pueden tratarse por extirpación ción transpúbica de una estrechez uretral postenor traumá-
local. Se aplica un anestésico local en el área en la base de tica. La flecha ind1ca que el área de reparación no tiene
las lesiones y las pedunculadas se cortan con pequeñas estrecheces.
Las lesiones múltiples también se han tratado CQ!l dcrmatitis_P-or amo_[.l_i_~~.Q. desP.ué~.de la_circuncisión, que
fluorouracilo, en solución o crema al 5 por ciento. El medi- origma meatiti.s irritativa prolongada.
éañieñfo se mstiGl"e11la uretra durante 20 minutos, dos veces ~lmpÜrtaiiie-caTibrarTa, ya que el aspecto visual del
a la semana, por cinco semanas. Es necesario tener cuidado meato no se correlaciona bien con su tamaño real. La uretra
para proteger la piel del pene y el escroto del contac- debe aceptar con facilidad la punta de una sonda para
to con el medicamento, ya que suele producir irritación allmcntación pediátrica 8F. Aún se discute la importancia de
importante. la estenosis del meato; pero cuando su calibre es menor de 8F
Las lesiones pueden infectarse y ulcerarse. Ello su- en niños de menos de 1O años está indicada la meatotomía.
giere un carónoma y en neces ario compro6ar el dlagnos-
t!CoCOñestudloslmtOj)itologJcos. Rara-vez se- o bservai1
condllomas gigantes (tumores e BusC!1J<C-Co'Wensteíñ)
gue afectánefgfañCféliClpene y con frecuencia la uretra. TROMBOFLEBITIS Y OCLUSIÓN
Dichas lesiones. sugieren carcinoma Y....J:!.~Y._.9.!!.~-J:QD),ar LINFÁTICA DEL PENE
_Qjopsia_. El tratamiento de elección es la extirp.Jllión
quirúrgica. ~as venas su~e~_fici_a_!_~:t_vasos linE-ticos ?el cu~o dor~~l
·-··----paraevitar la reincidencia de los condilomas acumi- del pene cerca de la corona pueden irritarse e inflamarse.
nados, es necesario examinar también al compañero scxua1 t)na historia cuidadosa suele indicar un traumatismo menor
y tratarlo si procede. ~l?ire~{~!...0~!:._?1aci~~~ual pr2.!ongada)~!.
examen muestra una estructura en cordón sensible; indura-
da,cnc1J)CñC~lf~ . Puecfel)iber eríf.~:~.a líg~~· -
ESTENOSIS DEL MEATO URETRAL Con fines cl ín icos, no es necesario diferenciar las
causas lii1fáticas y vcn6'sá, ya qü.c ."tañiOTalfebotrombosis
Con frecuencia, se sospecha en recién nacidos una estenosis rcso1v.eránéñ.Tonñ
conl'o ·¡a 'ocTús'íon Tíi1fií.tica·-ifer· ·cñé ~;,-e·· a
del meato de cierto grado. Se cree que es secundaria a espo_~~~~nea. Hay que tranqu.il iza¿!il- aciéñté~ií·~-~---- --

REFERENCIAS
ANOMALÍAS CONGÉNITAS Churchill BM et al.: Emergency treatmcnt and long-tenn tollow-
up of posterior urehtral va!ves . Uro! Clin North Am
1990;17:343 .
Pene y uretra Connor JP, B~1rbigc KA: Long-tenn urinary continencc and renal
function in neonatcs with posterior urethral valves. J Uro!
Allcn TD: Congenita! microphallus. Pagc 327 in: Curren! Urologic 1990;144: 1209.
Therapy. Kauti11an JJ (editor). Saunders, 1980. Hulbcrt WC ct al.: The predictive valuc of ultrasonography in
Hinman F Jr: Microphallus: D1stinction bctwecn anomalous and evaluallon or
infants with posterior urethral valves. J Uro!
endocrine types . .J Uro/ l9RO; 123:412. 1992; 148: 122.
Kenncdy HA ct al.: Collatcral urcthra1 duplication in thc Cronlal Johnston JH: Vesicoureteric ret1ux with urelhral val ves. Br JUro!
planc: A spcctrum of cases . .J Uml 1988; 139:332. 1979;51:100.
Kl ugo RC, Cerny JC: Response of micropenis to topíca1testo.s!cr- Parkhousc HF, Woodhouse CR: Long-tenn status ofpatients with
onc and gonadotropin . J Uro! 1978; I 19:667. posterior urethral val ves. Uro! Clin North Am 1990; 17:373.
Kogan SJ, Williams DI: The micropcnis syndrome: Clínica! Pctcrs CA et al: The urodynamic conseguences ofpostcrior ure-
observations and expectations for growth. J Uro/ 1977: thral valves. J Uro/1990;144: 122.
118:3\l. Rcinbrrg Y, de Castano 1, Gonzalez R.: lnfluence ofinitial thera-
Wílson SA, Walker RO: Mcgalourethra and hypospadias. JUro! phy on progression of renal failure and body grov.th in chil-
1983; 129:556. drcn with posterior urethral valves. J Uro/1992;148:532.
Wirtshaftcr A ct al: Complete trifurction of the urehtra. J Uro! Rcinbcrg Y, llc Casta no 1, Gonza1ez R: Prognosis for patients with
1980;123:431. prcnatally dtagnosed posterior urethral va1ves . J Uro!
1992;148: 125.
Scott JE, Rcnwick l\1: Urological anomalies in the Northern
Estrechez uretral Rcgion Fetal Abnormality Survey. A rch Dis Child 1993;
68(1 Spec No):22.
Aragona F ct al: Familia! occurrence ofcongenital stricturc orbul-
bar urethra. Uro/1m 1991 ;46: 1 12.
Narborough GC, Elliott S, Minford JE: Congcnital stricture of
the urethra. Clin Radio/ 1990;42:402. Válvulas uretrales anteriores
Schcrz 1-IC, Kaplan GW: Etíology, diagnosis, and management
of urethral strictures in children. Uro! Clin North Am 1990;
17:389.
Firlit RS, Firlit CF, King LR: Obstructing anterior urethral
valvcs in childrcn. J Uro/1978;119:819.
Válvulas uretrales posteriores Golimbu M ct aL Anletior urethral valves. Urology 1978;12:343.
Takeda M et aL: App!ication of flexible renourctcroscope for
Ben-Ami T et al.: Vcsicoureteral retlux in boys: RcvJ<::w of 196 antegrade uretluoscopy in the treatmcnt of congenital anterior
cases. Radiology 1989; 173:681. urcthral val ve. Eur Urol1992;22: 190.
40
Padecimientos de la
uretra femenina
Emil A TanaghoJ MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Tanagho y cols. ( 1971 ), midiendo las presiones en la


ANOMA LÍAS éONGÉ NITAS vejiga y la uretra proximal y media en forma simultánea en
niñas con síntomas, encontraron presiones de reposo en el
DE LA URETR A FEMENINA segmento uretral medio tan altas como 200 cm de agua (lo
normal es 100 cm de agua). Los intentos de micción provo-
caron desarrollo de presiones intravesicalcs tm altas como
ESTENOSIS URETRA L DISTAL de 225 cm de agua (lo normal 30 a 40 centímetros). Con
EN LA INFANCIA curare, las presiones de cierre uretral cayeron a lo normal
(Espasm o del esfínter urinario externo) (40 a 50 cm de H20), probando que estas presiones obstruc-
tivas eran causadas por espasmo del músculo estriado del
Existe una confusión considerable acerca del sitio de obs- esfínter. Si el anillo uretral distal se trataba y los síntomas
trucción baja en niñas pequeñas que sufren de enuresis, se abatían, los estudios repetidos de presión mostraron pre-
chorro urinario lento e interrumpido, cistitis recidivante y siones intravesicales de micción nonnales. Por otra parte, con
pielonefritis, y quienes al examen con frecuencia presentan síntomas persistentes las presiones permanecían en niveles
reflujo vesicoureteral. El tratamiento se ha dirigido en gran extremadamente altos. Parece claro que 1_?..__~~!:. causa de
medida con base en situaciones empíricas. Sin embargo, la problemas urinarios en niñas pequeñas es el espasmo del
mayoría de estas niñas presentan estenosis uretral distal esrTi1tere xtem0yno laesténosi s del cuello vesical (Smrttl,
congénita con espasmo consecutivo del esfínter externo 1969). -- . --·
estriado, en vez de obstrucción del cuello de la vejiga por Además de la infecció_12_!:_cinciden_!e del apar~~o urina-
causas funcionales u orgánicas. rio, estas pacientes presentan actitud vacilante en la inicia-
En la recién nacida, la calibración de la uretra con éión de la micción y un chorro urlnarToTento,-v-iéíJanie o-
bujías de bola, no revela datos de un anillo distal de estenosis internunpi d9. Las molestia~más comunes son.J!!..Slli!I.esi_$. y
uretral (Fisher y cols., 1969). Sin embargo, en unos cuantos _la pérdida involuntaria d~-~rin_~-q~r~nte e} día. Se puede
meses, tal anillo se forma corno una estructura anatómica requeü~_2reslQp_abdgm_ip~.J?-ª.@ Qrj!.l~-~~Qg~c!_~n e!lc_o!1(rar
normaL Después de la pubertad, el anillo desaparece. La pequeñas cantidades de orina residual, las cuales alteran el
inferencia es que la ausencia de estrógenos conduce a la apa- mecanismo de defensa vesical (Hinman, 1966). Un cistou-
rición=-4.~-e~aJ_~sió~: . Lyony-Tanagh o( 1965) encontraron retrograma de micción puede revelar el cuello veslCala~~
que el anillo se calibra con 14F a la edad de 2 años y con t~y la dilatación de la uretra proximal secunda!E.~ esfínter
I6F entre las edades de 4 a 1O años. Aun cuando desde el externo es12.~stico (figura 40-1 ).
punto de vista hidrodinám ico dicha área estenótica no de- Mientras que la cistouretro grafía de micción puede
bería ser obstructiva, casi todos los investigadores están de revelar evidenc1a del anlllo distal, las manifestaciones clá-
acuerdo en que la dilatación del anillo alivia los síntomas en sicas no siempre se observan, particularm ente si el flujo es
estas niñas y da lugar a la curación o corrección de la lento. El diagnóstico def~itivamente se hace por paso de
infección persistente o la disfunción vesical en el 80% de los bujías.
casos. Lyon y Tanagho opinan que la causa básica d~.~~!gs ~-El trata_fDie_Qt~..!ll~.~--simple y menos dañ_i_no es la dila-
trastornos urina~j.Q!'..R!:!.~de ser el es asl}JQ!~.fl~.Q.Q.e.J..~sfjnter tación en exceso con sondas hasta de 32 a 36F o con- un
estriado periU!E~~!_y__ observaron que la§-º.i.s_tQ.~.r~J:r.9.RTafías dllatadordeKOif~ann (Lyo~- y Tanagho, 1965; Lyo~ y
·de vacia<!o_ ~Oir_~b9!:.~!?.-ªn_~~a o~sery-ªfjÓn (figura 40-1 ). Marshall, 1971; Hendry, Stanton y Willíams, 1973). Con

683
684 • Urología general de Smith (Capítulo 40)

Figura 40-1. Estenosis uretral distal con reflujo por espasmo del esfínter uretral voluntario. Izquierda: Cistouretrograma de
micción que muestra reflujo vesicoureteral bilateral, un cuello vesical ampliamente abierto y espasmo intenso del esfínter uretral
estriado en la porción media de la uretra {flecha), consecutivo a estenosis uretral distal. Derecha: Radiografía posmicción .
La vejiga está vacía y el cuello vesical abierto: pero la uretra dilatada contiene líquido radiopaco proximal a la zona estenótica. Las
bacterias uretrales pueden, por tanto, fluir de regreso a la vejiga. (Cortesia de ADAmar.)

_cQalg_l}!~!_]!I_~~-~...QtE .._?_!l_illo
se "resquebraja" en su parte Puesto que el anillo por lo general desaparece en la
anterior, con cierta hemorragia. La reincidencia del aniiÍo pubertad, -es-j)OsTbTe ._esperarlaéüraC"í~-ñ~sponfáñea.-A.un
es rara. La uretrotomía interna tiene sus defensores cuandó- esto es cierto, si los síntomas son bastante raves
(Immergut y Gílbert, 1973; Hradec y cols., 1973); pero como para consultar al urÓlogo; "cteb~rá"é~ortarse el anillo~
Ka plan, Sammons y King ( 1973) encontraron que los resul-
tados con la uretrotomía eran malos, porque al realizar la
incisión sobre toda la longitud de la uretra no se corta el
esfínter externo, cuyo tono anormal es la causa de la obstruc-
FUSIÓN LABIAL
ción, en tanto que la "fragmentación" del anillo mediante
(Sinequia de la vulva)
una dilatación excesiva logra este propósito.
En 80% de niñas afectadas , la destrucción del anillo de
la estenosis uretral distal ay uda a superar la enuresís y logra Algunas niñas con infección urinaria reincidente tienen
un patrón de vaciamiento norma( y la cura de la. cistÍtis uJ11Clas·-ros -lablo_s . iiienores~ es'fo pcrmlte que se obstruya
o
~~idrvant~~ bacr~i.fu~a-- per~1ste!;~-(Lyon yMMshall, efl UJO Urtnario , causando Un estancamiento eñlávagina.
1971 ). La resolución espontánea d.el reflujo sólo es posible .La aplicación locaroecremá con estrógeno ·aos.veée-s-al
en el caso de valores "en los límites" que tienden a ceder en día durante 2 a 4 semanas suek producir fa ··separaclOrl
presencia de incremento en la presión de la micción e espontan.ea. La separación forza a o"'fadisección tiéne
infección. sus partidarios (Christensen y Ostcr, 1971 ).
Jos lavados uretrales como de una muestra tomada del
'íñtroTto.-- -.. .
PADECIMIENTOS ADQUIRIDOS
DE LA URETRA FEMENINA D. Exploración con instrumentos
Debido a la estenosis uretral, se puede encontrar resistencia
para pasar un catéter, buJÍa de bola o una sonda. La panen-
URETRITIS AGUDA doscopia revela enrojecimiento y aspecto granufOso(.feTa
mucosa. En lªs po~cionesproximales de la !:!retra, se puede·; ·
En las mujeres, con bastante frccuenc¡a se produce uretritis ver pólipos inflamatorios. La cistoscopia _puede mostrar
aguda en las infc~cio!)es g_onocócicas. A menudo, existen enro_)ecimtento del trígono Ctrigoñli:Ts'):~~~~!l~do ~com­
síntomas urinarios al comienzo de la enfermedad; los frotis paña a la uretritis.
y el cultivo establecen el diagnóstico. La curación se logra
rápidamente con antibióticos. Diagnóstico diferencial
Los_ qetergentes del !?_año de b_\ll'buj-ª_u_algunos geles
espcrmaticig_ª~--ºª-~~san v;:¡_
ginitisy uretritis. Pueden aparecer La _Qiferen~iación entre ure~ri.!Ji_y_ cistitis depen~<:: de_!__cstu-
síntomas de irritabilidad vesical. d_0_~~~~E?.r.ig_!~~º--cJ~.-l~ orinA- La panendoscopia evidencia-
rá la lesión uretral. Sin embargo, ambos padecimientos
pueden existir.
URETRITIS CRÓNICA Los trastomos psicológicos pueden oca'>ionar síntomas
idéntJcos a los que acompañan a la uretritis crónica. El
La w~txili~ CJÓQica -~_§__uno de los problemas uro lógicos más antecedente de episodios cortos de polaquiuria sin nicturia es
frecuentes en Iª_Lmujeres. La uretra distal suele albergar sugestivo de un padecimiento funcional. También habitual-
agentes patógenos y el riesgo de infección puede incremen- mente la constitución neurótica de la enfermedad será obvia.
tarse por utilizar pañales contaminados, por inserción de un
catéter permanente, por diseminación de infecciones en Tratamiento y pronóstico
vagina o cuello uterino, o por relaciones sexuales con una
pareja infectada. La inflamación de la uretra también puede ~ara__ ~-~--~~~~~ ~~-~~ -~retra 1.~~_Q_L~~-~-J!-~tacion es gradual~~
deberse a traumatismo por relaciones sexuales o parto, en aela uretra (l1asta 36F en_~l_~~l~)_, lo cu!!_cau_~~Jl:lg_~_Il~§
particular cuando existe estenosis de la uretra, ya sea con- contracturas inevitables, Immergut y Gilbert ( 1973) prefie-
génita o posterior al parto. ren la uretrotomía interna. Ureap!asma urealyticum es bas-
tante sensible a la tetraciclina o eritromicina. La uretrit~Qr
Cuadro clínico clamidms suele responder a las sulfonamidas o tetraciclinas.
Para infecciones bacterianas ascendentes, Bruce y cols. ( 1973)
La m~~~-~:~tra}_ está~~ojecid_u _bastante sensible, a recomiendan la aplícacl'ó'Oiocairegular de un antJséptico
menudo estenótica. Con frecuencia se observan áreas gra- (por ejemplo: hexacloroté-ñO,.ijre.n1a de clorohexidíña)eñ' el
nulares y, en las porciones inmediatamente distales al cuello ~-~~(_)ito a fin de evitar 9.!:!_~_ las bacterias del área del perineo,
de la vcjig~, se pueden .~Q.S~r masas ~O~Q~l2~s. }a vagina y la vulva reinfccten !a uretra.

A. Síntomas
É~tC?s se _ascme}~_n a !os de ~lstitís, aungue la orina pu~d~ser URETRITIS SENIL
clara. Las molestias incluyen sensación de ardor al orinar,
poEiqúíü-rTaynicturla.EnTá uretra Rueden sentirse mÓlCs- Después de la menopausia fisiológica (o quirúrg9_,_9_curre
.tJas, especialmente Ji)_c3.minar. --- . --------- hipocstrogenismo y se produ~E_n alteraciones regresivas (se-
niles) en el_s:Q_itelio de la vagina, el _cual se vuelve más bien
B. Signos seco y pálido. Puesto que la uretra se origina embriológica-
La exploración puede revelar enrojecimiento del meato, hiper- mente de los ·mismos tejidos que los órganos reproductores
~ensJ ]}!_~a_9 ~e! -rni~_:!?g_X de la uretra a l~aéíó~ñaTy femeninos, s~ observªn alteraciones degenerativas scm~~n­
pruebas de cervicitis o vaginitis. No hay exudado uretral. tcs en las porciones }nfcr\ores del aparato urinario. Por lo
general, se observa cierto grado de eversión de la mucosa
C. Datos de laboratorio -alrededor del orificio ..YI.(}~_r<J.l..9_~Q.i.QQ_al ~cortam iento ~del
Cuand_g~~-- !:_~Ú..Q~..!l-~!:.e.~i.Ricnt~§__s~~~<los la orina inicial éolíducto v~nal. Con frecuencia, se com~te-· el error d~
y la de mitad de la r!!_~<:;~ión, el primero contiene pus y el dmgnosticarla como carúncula.
segundo no (MarshaU, Lyon y Schieble, 1970). Ureaplasma
urealyticu1Jl_(antes llamada Mycoplasma cepa T) a menudo Cuadro clínico
se i_<j_~!)._tifig_'!~ll.~l.J?I.im~! recipiente. Estos datos son seme-
jantes a los que se observan en la uretritis no gonocócica A. Síntomas
(por clamidias) en el varón. Clíni~<_~:!flente , la presencia de Muchas mujeres después de la menopausia tienen síntomas
leucocitos, en ausencia de bacterias en una tinción de rutina q~ _iúit<lQ~I!c!~-Y~~ic~J~_e;Ds-~clóYf~-ªraq_r_~OI?-
_i[en -cuitivo,_s_~g~f.~~~_I-ª-fi~s no gonocóCICi"'En Otras pa- quiuria, urgencia) y de incontinencia ot esfuerzo. Tamb-ién
cientes, rue_Q~_fl__ ~~lJ<!!'..S_~~Lv:~r~~~. ~~~!.~.d~s en_ el cultivo (por pueden quejarse·-ae-prüi--iú};u!~ar y vªoinal,_ dz-z;;to
~IN?l~:-~t~I?P~ococ~-u~ja_ec~UJ.,_§~_c;_~erichía c;oli) tantq_Q_~ ~~~ro cr~~~ü~~do·. ·- - -
686 • Urología general de Smith (Capítulo 40)

B. Signos CARÚNCULA URETRAL


El epitelio de la vagina es seco y pálido. La mucosa del
orítkio uretral a menudo estáeñro]"eciday"es"h1persenslble,- Ésta es un tumor vascular benigno friabJe, de color rojo, con
siendo comirñTaeversion-cfc-iiü-·ia"bTo-posterior debido--á aspecto de fr_9-mbue~~~ que afecta al labio posterior del meato
redUCCión a erapárc(füfet'rovagrñal. urinario externo. Rara vez se observa !'!ntes de la menopau-
sia. Microscópicamente, está formada por tejido conjuntivo
que contiene muchas células inflamatorias y vasos sanguí-
C. Datos de laboratorio
neos, y está cubierta por una capa epitelial.
La orin~ no co~tiene microorganismos habitualmente. El
diagnóstico puede hacerse por el siguiente procedimien-
to: un frotis seco de células epiteliales de la vagina se tiñe Cuadro clínico
con solución de Lugol. El portaobjetos se Java con agua y
se examina al microscopio inmediatamente mientras está Los síntomas incluyen dolor al orinar y con las relaciones
húmedo . En el hipoestrogenismo, las células captan mal séXUafes y manchado sanguinolento aUii con los traumatis-
el yodo y, por tanto, quedan teñidas de color amarillo . mos más leves'. Se v e una masa roJa, sésil Q.J>eduncUii.Qa,
Cuando la mucosa es normal, estas células se tiñen de color sensible, fri~ble, en el labio poster~~~~~~-
pardo oscuro debido a su contenido de glucógeno. ~!_gj~g:
nóstico también puede cg~j!:_rpars!_Qor la t~I]ica de ~~..12E.­ Diagnóstico diferencial
nicolaou.
El carcinoma de la uretra puede afectar el meato uretral. La
palpación revela una induración definida. La biopsia esta-
D. Exploración con instrumentos _ blecerá el diagnóstico verdadero.
La Enendoscopia habitualmente evidenciará una mucosa La uretritis senil a menudo se acompaña de una reac-
u_r~tral ;n~ojec-i{L~y_gf.ii};iiq~]udiendo notarse ci_~!:!Q_gra­ ción polipoide del meato urinario. De hecho, es la causa más
do de estenosis uretral. frecuente de tumoraciones en esta región. El diagnóstico
puede efectuarse mediante verificación del estado hipoes-
trogénico de 1a paciente y por demostración de una respuesta
Diagnóstico diferencial
favorable al tratamiento estrogénico de restitución. Si existe
duda, debe tomarse biopsia.
La uretritis senil a menudo se confunde con la carúncula de La trombosis de la vena uretral se presenta como una
la uretra. La eversión del labio posterior del meato urinario lesión sensible, edematosa y de color azulado, que afecta el
es evidente en ambos trastornos; sin embargo, en la uretritis labio posterior del meato urinario. Tiene el aspecto de una
senil no se presenta tumor vascular hipersensible. hemorroide trombosada. Se observa mejoría sin trata-
Antes de realizar las operaciones para aliviar la incon- miento .
tinencia por esfuerzo deberá administrarse tratamiento es-
trogénico (o androgénico ). Tratamiento

La extirpación local sólo está indicada cuando Jos síntomas


Tratamiento s_Q_n molestos. ·

La uretritis senil ~~-SR9..'.1Q~_.l?k~-~1~.9-_.9:_l:!]inistraci_ón de ~o­ Pronóstico


~~oríq~_ VE-gin?.!E~_i.i~.Aieti_kl>_tilbestrol de O. 1 ~-g,~Jicad~
todas las noches durante tres semanas. También son eficaces La carúncula verdadera habitualmente se cura con la extir-
las.cre;~as ..de estrógenos de aplicación local. Se ha reco- pación~ pero en al gunas pacientes hay r;c·f¿fiva.-..- - - -
mendado el uso de supositorios uretrales de estrógcnos;
pero no ofrecen ventajas y es difícil insertarlos. Después de
tres semanas de tratamiento, éste se suspende durante una PROLAPSO DE LA URETRA
semana y se Vl;lel_ye a_r~g_~tir. Com<;> se resumió deP-endieiído
de los síntomas y la ap arien_~~ del frotís vaginal, están En la mujer, este trastorno es raro. Por lo general, sólo se
j~cli.~.'!.gos tre~_Q !_lláSE_gUeJ!laS. 1?..~~~~-~n mñas o e~fer~~~par~_p§~_ca-s ql!-e sufren )esi~n
Si existen problemas de irritación vaginal o sangrado de la neuroma motora i-ryferior. ~~!E_ucosa uretral protuida
por la suspensión de los supositorios de cstrógenos, pueden $_e ve como una masa de color r~.i.9..)ntel1so, que puede·
usarse tabletas bucales de metiltestosterona como suposito- gangrenarse .si no se reduce con prontitud. Cuando una niña
rios vaginales . Se administra una tableta de 5 mg por vía pequeña tiene una masa protuberante, debe diferenciarse el
vaginal todos los días, por 5 a 8 semanas. También es prolapso uretral del prolapso de un ureterocele .
efectivo el dietiestilbestrol, 0.1 mg/día por vía oral. Después de la reducción, se deberá practicar cistosco-
pia para descartar el ureterocele. Una vez que se ha hecho
la reducción, las reincidencias son raras, pues el proceso
Pronóstico
inflamatorio que acompaña a la infección probablemente
"fíja" los tejidos en su sitio, conforme la curación progresa.
Por lo común, la uretritis senil suele respon_c.i.~-~9!:1_.9~-~@.!P--ª Si la uretra prolapsada no se puede reducir, o si reincide, se
~pid~-~~~!_amiento con estr<'?.~.!!.<?..:"._Q. andrógenos. deberá insertar un catéter permanente, se hace tracción
sobre él y se amarra fuertemente un material de sutura instilar material radiopaco . Se imprimen las placas apropia-
grueso sobre el tejido y el catéter en un sitio inmediatament e das de rayos X (figura 40-2). La radiografía simple puede
proximal a la masa. Más tarde el tejido se esfacela. Usando mostrar la presencia de un cálculo en el divertículo. En caso
esta misma técnica el tejido puede ser resecado, de prefe- de que estos métodos fallaran, se deberán utilizar los si-
rencia con un electrocauterio. guientes procedimientos :

• 1) Evacuación manual del divertículo; a través de un


FÍSTULA URETROVAGINAL catéter, instilar dentro de la vejiga 5 mL de índigo carmín
y 60 mL de medio de contraste. Remover el catéter y
Ésta puede ser consecuencia de una lesión local después hacer que el cnfenno inicie la micción. Ocluir el meato
ctelinafractu ra de ·-¡a_ pelvis, o lesiones obstétricas
ciulróliic-aS{ca-pí-tuToT6TUna causa comó-n es el traurna-
o con un dedo . Generalmente, esta maniobra provoca el
llenado del divertículo con la solución de prueba. Tomar
tism9 accide~t~J de la ur~-ti~~ su -riego d~~~.!_~]a rep~­ las radiografías apropiadas y realizar panendoscopia
ración quirúrgica de un cistocele o la extirpación de buscando la salida del colorante azul a través de la
- diverticuYCis-üreú<i"fes . .Ef"tratarrüeñto lñCi~-raure:. "boca" del diverticulo.
t~~P ~~tr~_y~gJJ]jL- • 2) Aplicación de un catéter de Davis-TeLinde: Éste se-
meja una sonda de Foley; pero posee un segundo globo
móvil que rodea el catéter. Se pasa el catéter a la vejiga
DIVERTÍCULO DE LA URETRA y se infla el globo proximal. Manteniendo tenso el
catéter, se desliza el segundo globo hasta quedar frente
Los divertículos de la pared uretral no son frecuentes. En al meato urinario y se infla. En seguida; se inyecta medio
ocasiones son m~l_t_!pl~~~-__ha tl}~YQ!...Q..a_r:!~ de los casos.2_e de contraste en la sonda. El líquido radiopaco escapa-
deben a traumatismo uretral obstétrico o infección uretral rá de la misma a través de un orificio entre los globos y
grave. Se--hanmformadÓ-·aTgunos casos de carcinomas en llenará la uretra y el divertículo, después de lo cual
esteilpo-de~~íVeftiCülos. 'Cosdívert1Ci11osilletral~ ñ pueden tomarse radiografías. En ocasiones, el divertícu-
acom__pañarse de ataques recidivantes de cistitis. A veces se lo uretral es dificil de descubrir y de visualizar. La
ñOta exudado uretral purulento, a medida que efa1verfícülo ultrasonografía transvaginal o la resonancia magnética
mfectado se- v~~[~~-A--v~c-~s --·scp~~~.~:':l__!~_ -~-S.E_~~-uma. Eñ pélvica pueden ser útiles en el diagnóstico .
ocasiones, el divertículo puede ser lo bastante grande para
ser descubierto por la enferma. El tratamiento consiste en la extirpación del saco a través de
Casi siempre el diagnóstico se hace al palpar una masa una incisión en la pared anterior·a-e·Ta· vag1ña,Tentei1do
guística redÓnCÍeada, eñlipared antenorde la vaglna,Cjüe cut a o e no esionar la l nUSCüiati'iia esfintérica de la
despíd~_Pll_~-_iq!: ~'t ºi_íf1ºfºAe i !!.~dra=~i_[ij)J\CaiTePres.IQ]l .
1 uretra. La inciSIÓn ser earrz-a-hacia abajo hasta la mucosa
La endo~~~a uede mostrar ¿ u <:Pertura a__ _la uretra. La diver:"ticular y, luego, el plano de separación se sigue alrede-
radiografía que se obtiene después de la micción en una serie dor del cuello del divertículo. El saco diverticular se extirpa
urográfica excretora puede demostrar la lesión. Es posible por completo y se repara el defecto en la uretra. Elik (1957)
introducir un pequeño catéter a través del cual se puede recomendó abrir el divertículo y llenarlo de celulosa absor-

Figura 40-2. Divertículo uretral que contiene un cálculo . Izquierda: Radiografía simple que muestra el cálculo
. Las flechas
señalan los límites de la vejiga. Derecha: Divertículo lleno con material radiopaco instilado a través de un catéter
uretera!. La
vejiga está delimitada por las flechas.
bible (Oxycel) y después cerrarlo; la reacción inflamatoria la vagina, se encontrar~l}_p_usy bacterias en_ la ori~a. S_~_lo
resultante destruye el quiste. Dcspués__ de la extirpación ~~2:1_difíc~J!ad se puede pasar un catéter relativamente gr~~
quirúrgica del divertículo, debe dejarse una cistostom(a de (22F). La panendoscopia puede permitir la observación
suprapút)ica durante J 5 días._ d<?_L§i!io ..Q.Lla estr~heu___!.evclar - -~~nos de uretritis. A
El pronóstico suele ser bueno~ a menos que el diver- ~~do , la cistos~'!_!.~~~--!fjlbesulación (hipertrofia) c)e
tículo se encuentre Situado de tal modo que su extirpación ~reº-.Y.~.s).fal_.
lesiones e) mecanismo de! esfínter externo. En algunas ~~-.El~ill.~r.§~9...2.1!~~~_E!~ducir SÍJ!!9mas ~~~e­
pacientes, puede aparecer una fístula uretrovaginal. Si la j_a~!~~.!-.P~.!:.'!.._el CX:_~t.!!_CE._ de _S?rin~velará prue}?as de infec-
fístula no cierra con drenaje suprapúbico adecuado, se ción. El cáncer.E.~.._l~retr~_Que~_Qrod.!-:!9Lestreg_h amiento
necesitará reparaci_ón quirúrgica 2 a 3 meses después. progresivo de ella; e.~:....~la_explora~ión vaginal, se encon-
t~ará induración e inf.iJ!~~~~~- d~.}~..!!:l-~.~!.fla ..~?:..P~anendosco­
Ria cory__Q_i_QQ_sia __ ~~~-~_1-~~-~-~-~!. dia~mósfi~,_l:,&;S tumQ!:e~
ESTENOSIS URETRAL v_~~':~-~~~-- -~~---a_f~c!~~~!-~~~D~.~--.L~... ~Jiga producirán
vacilación;:: alteración del chorro urinario. La cistoscopia
No es frecuente una estenosis orgánica genuina de la uretra ~d~fi~i·ti~;.e:~-~-¡~~-cúe~cia~ Ii.uretr.it1s-cróñlcaacompana
en la mujer adulta. (La obstrucción uretral funcional es más iT<i 9§!9J.Wij_~-~-liúúif:"'RüCiTeñCfo ser cuarcig_uferaae.elfas el
común.) Puede ser congénita o adquirida. El traumatismo padecimiento prima~~~~-La cistitis cró-nica o recic11vante a
durante las_~J~~i.Q..l}_(:!S sexual~~.!l.<?.~~_g_jal el parto, pueden _iri_enudo es-_~_Qri_S.eéutTVa_á.estén·o-siS.·-·· --·~--~--·---
conducir a_fl.P...r..2.:?i:?... ~i.!J.r:.e.!!:.~S9-'Lf.QD!ract!Jra, o la es- ª-tratamj_ento consiste e!].E_dilatació~_uretral grad~l
trechez puede ser producida por el cirujano durante la (hasta ~-~~!~~~.s . §~~~csaria }:~_!!gera
reparación de la vagína~Taln-bienpüeéieañarecer-cOñsecu-· sobreª}-~_t_e_nsió~~~q_~:~e, después de suspendido el tratall?ien-
_!lva _í}-_1,)-retrihs cróni.<;;~.@da. --~·~-~·- ··- to, ocurrirá cierto grado de contractura. Se deberán emplear
Los principales síntomas de la estrechez son la vacila- las medidas necesarias para combatir la cistitis y la uretritis.
~i~~~~-~~~!!~~--R_~ra"Ti~U::i~~ la-~~Isc::}Q.ñ.~i!~.- P,~-;-SCJ?Ci a-~ie La uretrotomía interna tiene también sus proponentes.
chorro urinario lento. Debido a uretritis o cistitis consecuti- El pronóstico es bueno con la apropiada sobredílata-
va sep~~~~~~;·;~ns;~;6~~~:~4si.~~~9.u.Q~~q);q~~~ ción de la uretra y la terapéutica especifica de la uretritis que
ria, nict~r.i~.Y ~<!~!.O..~~r.ctral.:..§.L~yj 'lf~sción s~~~~daria _e!_~ suele estar presente. •

REFERENCIAS
Estenosis uretral distal Lyon RP, Tanagho EA: Distal urcthral stenosis in little gírls.J Uro!
1965;93 :379.
Obrink A, Bunne G, Hedlund PO: Cultures from different parts
o r the urethra in female urethral syndrome. Uro/ Jnt
Archimbaud JP, Leriche A, Mottct N: Urethra1 stenosis and 1979;34:70.
urinary incontinencc in the female: 149 cases. Ann Uro/ Smith DR: Critique on the concept of vesical neck obstruction in
1989;23 :340. childrcn. J.A MA 1969;207: 1686.
F'arrar DJ, Grcen NA, Ashkcn MI-l: An evaluation of the Otis Tanagho EA, Lyon RP: Urethral dilatation versus interna\ urcthro-
urethrotomy in fcmale patients wíth recurrent urinary tract tomy. J Urol1971;105:242.
infcction: A review aftcr 6 years. flr JUro{ 1980;52:68. Tanagho EA ct al: Spastic externa! sphincter and urinary tract
Firlit CF: Urethra! anoma1ies: Uro! Clin Norlh Am 1978;5:31. infection in girls. Br J Uro/ 1971 ;43:69.
Fisher RE et al: Urcthra1 calibration in newborn girls. J Urol Uchling DT: Thc normal caliber ofthe adult femalc urethra. JUro!
1969; 102•67 1978;120:176.
Hendry WF, Stanton SL, Willíams DI : Recurrent urinary infcc- Van Gool J, Tanagho EA: Externa) sphincter activity and recuuent
tions in girls: Effccts of urethral dilatation. Br J Uro/ 1973; urinary tract infection in gírls. Urology 1977;10:348.
45:72. Verrnillion CD, Halverstadt DB, Leadbetter GW Jr: lntcrnal
Hinman F Jr: Mechanisms J'or the entry of bacte1ia and the urethrotomy and recurrent urinary tract in.fection ín femalc
establishment of urinary infcction in fema1e children. JUro/ chi1dren. 2. LoJlg-tenn results in the management ofinfection.
1966;96:546. J Uro/1971;106:154.
Hojsgaard A: The urethral pressure pro file in fcmale paticnts with Walker D, Richard GA: A critica\ evaluation ofurethra1 obstruc-
mcatal stenosis. Scand JUro/ Nephro/1976: 10:97. tion in fcmale chi1dren. Pediatrics 1973;51 :272.
Hradec E et al: Significancc ofurethral obstruction in girls. Uro!
In/ 1973;28:440.
Immcrgut MA, Gilbert EC. lntcrnal urethrotomy ín rccurríng Fusión labial
urinary infcction in girls. J Um/1973; 109:126.
Kaplan GW, Sammons TA, King LR: A blind comparison of
dilatation, urethrotomy and medication alone in thc treat- Aribarg A: Topical oestrogen therapy for labial adhesions in chil-
ment of urinary tract infcction in girls. J Uro! 1973 ; dr·en . flr J Obstet Gynaeco/ 1975;82:424.
109:917. Christensen EH, Os ter J: Adhesions of labia minora (synechia
Leadbctter GW: Re: Interna! methrotomy in g1rls and its impact vulvae) in childhood: A review and report offourteen cases.
on the urethral mlnn:>IC and cxtrinsic continence mcchanisrns. Acta Paediatr Scand 1971 ;60:709.
(Letter). J Uro/ 1988;139: 142. Johnson N, Lilford RJ, Sharpe D: A new surgical technique to
Lyon RP, Marshalt S: Urinary trae! infcctions and dífficult urina- trcat rcfractory labial fusion in the elderly. Am J Obstet
tion in girls: Long-tcrm follow-up. JUro! 1971 ; l 05:314. Gyneco/ 1989;161:289.
41
Padecimientos del testículo,
escroto y c·ordón espermático
Jack W McAních, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

TRASTORNOS DEL ESCROTO ANOMALÍAS CONGÉNITAS


DEL TESTÍCULO

La hipoplasía del escroto se acompaña de criptorquidia. En


el hipospadias perineal o medioescrotal y en ciertos casos
de íntersexualidad, se observa el escroto bífido. En ambos ANOMALÍAS DE NÚMERO
casos, los sacos escrotales semejan labios mayores.
El edema idiopático del escroto rara vez se observa en La ausencia de uno o ambos testículos es muy rara. Brothers,
los niños. Puede ser unilateral o afectar ambos sacos y Weber y Ball (1978) subrayan la necesidad de buscar en
también el pene, el perineo o la región inguinal. No se forma cuidadosa el órgano ausente. Citan 13 casos de tumor
conoce su causa exacta; puede representar una respuesta testicular con criptorquidia intraabdominal, la mayor parte
alérgica o edema angioneurótico. Los antihistaminicos pue- de los cuales fueron seminomas. La venografía ganada!
den ser de valor, aunque el trastorno se resuelve de manera selectiva, sonografía, TC y laparoscopia, son útiles para
espontánea. localizartestículos no palpables. La IRM es particularmente
Se puede observar edema escrotal como consecuencia útil como método no invásivo para detectar un testículo no
del desarrollo de una fístula entre el peritoneo y el tejido palpable (Kogan, Hricak, y Tanagho, 1987).
subcutáneo después de la paracentesis en el caso de la Una revisión de la literatura muestra poco más de
cirrosis del hígado . Una prolongación de la túnica vaginal 100 casos de poliorquidia. El espermatocele o tumor del
puede llenarse con líquido durante la diálisis perito- cordón espermático a menudo se confunde con una tercera
neal (Abraham y cols., 1990). En las mujeres, el edema gónada.
afecta a los labios mayores. Existen tres ejemplos de en- Jarow y cols. (1986) observaron elevación de gona-
fisema escrotal: 1) después del tratamiento de pólipos rec- dotropinas en jóvenes prepúberes con anorquidia bilateral.
tales, 2) después de biopsia renal abierta, y 3) en neumotórax
traumático. Sin embargo, deberá recordarse que la torsión
del cordón espermático puede afectar la piel del es- HIPOGONADISMO
croto de una manera semejante. Una inflamación escrotal
aguda en un niño puede ser signo de peritonitis aguda. Los varones que padecen eunucoidismo testicular primario,
Esta reacción requiere un conducto de la túnica vaginal ya sea congénito o prepuberal, o hipogonadismo hipofisario
permeable. (congénito o consecutivo a una lesión cerebral), presentan
En relación con peritonitis por meconio curada, se una gran estatura y sus extremidades desproporcionalmente
pueden formar masas en el escroto (o en la región inguinal). largas debido al retraso en Ja fusión de las epífisis. Los
En la exploración al nacimiento quizá se diagnostique hi- testículos son pequeños. El desarrollo de los caracteres
drocele, pero un mes más tarde, la tumoración escrotal se sexuales secundarios es deficiente o no existe y se acompa-
vuelve firme . Una placa simple puede revelar clacificacio- ña de cierta deficiencia en la libido y la potencia. Se trata
nes tanto en la tumoración como en el abdomen; con esto de varones estériles. Se puede observar que la distribu-
se puede diferenciar esta tumoración de un teratoma. ción de la grasa es algo femenina y existen arrugas alrede-
692 • Urología general de Smith (Capítulo 41)

dor de los ojos. A menudo, el defecto ganada! primario se 3. Femoral o crural (raro): El testículo se encuentra en el
acompaña de acromatopsia y retraso mental. triángulo de Scarpa, situado superficialmente a los vasos
Los estudios radiológicos de los huesos revelan retraso femorales. El cordón espermático pasa por debajo del
en el cierre de las epífisis. El diagnóstico diferencial de estos ligamento inguinal.
dos trastornos con frecuencia depende de la determinación 4. Peneano (raro): El testículo se halla colocado bajo la
de hormona foliculoestimulante (FSH) y la excreción uri- piel en la raíz del dorso del pene.
naria de 17-cetosteroid es (o testosterona sérica). En el tipo 5. Transverso o paradójico (raro): Ambos testículos des-
hipofisario, el paciente no secreta FSH; la concentración cienden en el mismo canal inguinal. Se han reunido de
androgénica es muy baja. Los eunucos gonadales secretan la literatura unos 85 ejemplos.
altas concentraciones de FSH. aunque sólo están un poco 6. Pélvico (raro): El testículo se encuentra en la cavidad
disminuidas las cantidades urinarias de 17-cetosteroides y pélvica verdadera (sólo se descubre por exploración
tienen disminuidas las concentraciones séricas de testaste- quirúrgica).
rana. El cunucoide hipofisario masculino puede presentar
una silla turca agrandada o trastornos del campo visual La criptorquidia es un padecimiento en el cual el testículo
consecutivos a un tumor. se detiene en algún punto de su descenso normal entre las
Ambos trastornos se tratan con ésteres de testosterona regiones renal y escrotal. Es más frecuente el tipo unilateral
de ,acción prolongada en dosis de 200 mg al mes por vi a que el bilateral. En el momento del nacimiento (en emba-
intramuscular o una preparación similar por vía oral dia- razos de nueve meses), la frecuencia de descenso anormal
riamente . es del 3.4%; la mitad de estos testículos descienden duran-
El síndrome de Klinefelter se describe en el capítulo 43. te el primer mes de vida. La frecuencia de criptorquidia en
el adulto es del 0.7 al 0.8 por ciento. En niños prematuros,
ésta es del 30 por ciento. Pocos testículos criptoquídicos
ECTOPIA Y CRIPTORQ UIDIA pueden descender en la pubertad.
Los estudios cromosómicos en los casos de criptor~
En la ectopia, el testículo pierde la vía normal de descenso ; quidia no mostraron anomalías. Bartone y Schmidt (l982)
en la criptorquidia, el testículo se detiene en alguna porción encontraron cromosomas normales en 48 de 50 casos con-
de su vía normal de descenso. La ectopia se puede deber a secutivos de criptorquidia. Uno de los pacientes con cromo-
una conexión anormal del ex. tremo distal del gubernaculum somas anormales tenía síndrome de Klinefelter.
testis que conduce a la gónada a una posición anormal. Los
sitios ectópicos son (figura 41-1): Etiología
l. Inguinal superficial (el sitio más común): Después de Aún no está clara la causa de descenso anormal. Se deben
pasar por el anillo inguinal externo, el testículo prosigue tener en cuenta las siguientes posibilidades:
en dirección superolateral hasta ocupar una posición
superficial con respecto a la aponeurosis del músculo A. Anomalías del gubernacul um testis
oblicuo mayor. Al parecer el crecimiento diferencial del embrión es la causa
2. Perineal (raro): El testículo se encuentra inmediata- del descenso de la gónada desde su origen lumbar. El
mente enfrente del ano y a un lado de la línea media. descenso es guiado por el gubernaculum, una estructura

(Testículos cnptcrquidicos:
Abdominal
Testículos ectópicos:
Inguinal
Inguinal superficial
Prepúbica
(más frecuente)
(mas frecuente)
Peneano
Femoral
Peneano

Anillo íngumal interno

Inguinal superficial
(más frecuente)
Inguinal

Anillo inguinal externo

Prepúbica
Femoral (más frecuente)

Figura 41-1. Testículos no descendidos. Posición de los testículos en diversos tipos de ectopia y criptorquidia.
Padecimientos del testículo, escroto y cordón espermático • 693

cardada que se extiende desde el polo inferior del testículo trastornos en el descenso y la degeneración carcinornatosa
al escroto. En los embriones es, por supuesto, bastante corto. no pueden atribuirse a defectos cromosómicos en el ór-
La ausencia o las anomalías de esta estructura pueden causar gano no descendido.
descenso anormal. De Palma, Carter y Weiss ( 1988 ), y Koff y Scaletscky
(1990), indican que en estos testículos con frecuencia se
B. Defecto testicular intrínseca observan anomalías del epidídimo. Las anomalías incluyen
El descenso en forma anormal puede deberse a un defecto agenesia, atresia y epidídímos elongados mal conectados a
gonadal congénito (disgenesia) que hace al testículo insen- la gónada.
sible a las gonadotropinas. Esta teoría es la mejor explica-
ción para la criptorquidia unilateral. También explicaría la Cuadro clínico
esterilidad de muchos enfermos con criptorquidia bilateral,
aun cuando se administre el tratamiento definitivo a una A. Síntomas
edad óptima. El síntoma cardinal de la ectopia o la cri tor uidia es la falta
de uno oámbos testícuTos'-eñeTescroto. El eñfenno puecté
C. Estimulacíón hormonal ganadatrópica qüejaiiie cte · d~ior-ener testicuTó debid~ a traumatismos sobre
deficiente este órgano, el cual está situado en una posición vulnerable (por
La falta de gonadotropinas maternas adecuadas puede ex- ejemplo, sobre el pubis). El enfermo adulto con críptorquidia
plicar el descenso incompleto. Esto parece ser la explicación bilateral puede presentarse con queja de esterilidad.
obvia de la criptorquidia bilateral en el niño prematuro,
puesto que la elaboración de las gonadotropinas maternas B. Signos
permanece con cifra baja hasta las dos últimas semanas de En el descenso anormal verdadero, el escroto se halla atro-
la gestación . Sin embargo, es difícil aplicar esta teoría a la m
fiado en el lado afectado. testícill.g_po es p_<Ü.R.-ª-ble_(porque
criptorquidia unilateral. ~~~ s_i!~~d_o_ p_ent[Q_Q _a~.r~_p_IoXÍ~afafc~n~uct~__ ~!!_g~al)_,.2_
Rajfer y cols. ( 1986) d-emostraron que el descenso s~~ued~~lP~!J~~~_!._uera _del ~_nil~o. !!lg_ulñal. El testículo
testjcular es un proceso mediado por andrógenos y regulado no se puede manipular hacia el escroto. Una posición común
por las gonadotropínas hipofisarias. Este proceso da lugar para tal testículo está en la región del conducto inguinal. Si
a valores altos de dihidrotestosterona. Ellos señalan que los se .QillQa uno en esta área, debe ser un testículo ectóptco
testículos también deben tener acceso libre al escroto, para h1guin-aLsupe_rl-íc1af1yaéesüocutánámcritefya· ·que serTa
su descenso normal. imposible sentir un testículo pequeño a través de la gruesa
aponeurosis oblicua externa. En el lado afectado, puede
Patogénesis y patología presentarse una hernia inguinal.

EJ~~-~F.9!_~ ~~J!!!-~~K~-ª9or de temper~ura ~f~_~l_ivo_p~.r.O: J9s C. Hallazgos de laboratorio


testículos, ·los cuales deben mantenerse alrededor de 1 °C Los estudios de los 17-cetosteroides urinarios, gonadotro-
~?lsfjos que~ r~st? ~~!-~_u·~~pÜ.Las·c~filí~~~~P~~-ª~ºg~nicas pinas y testosterona sérica, pueden ayudar en la investiga-
so~ m_uy s_c.~~-i~!~s _<:!-J~---~-~-r,n__p_~atura corporal. Mininberg, -1 ción de la causa de la criptorquidia. En el hipogonadismo
Rodger y Bedford ( 1982) estudiaron la microestructura de primario, las gonadotropinas urinarias (FSH) están notoria-
testículos criptorquídícos y encontraron alteraciones perju- mente elevadas, en tanto que los andrógenos se hallan un
diciales en el primer año de vida. Hacia la edad de los cuatro poco reducidos. En el hipopítuitarismo primario, los andró-
años, era notable el depósito masivo de tejido conjuntivo. genos y las gonadotropinas hipofisarías se hallan disminui-
Concluyeron que los testículos tenía~~qye encontr~!~ dos en forma definitiva. En la criptorquidia bilateral
escroto hacia el año de edad. "primaria", los andrógenos y las gonadotropinas hipofisa-
---bespüts deTos !ieis años, las alteraciones se hacen más rias a menudo están un poco disminuidos.
obvias. El diámetro de los túbulos es más pequeño de lo Cuando no puede localizarse alguno de los testículos,
normal. El número de espermatogonios disminuye y la fi- se ha tenido éxito mediante herniografía, flebografía y
brosis entre los túbulos se acentúa. El testículo criptorquí- arteriografía y, si no es posible identificarlos, entonces usar
dico después de la pubertad puede ser de tamaño bastante la prueba con gonadotropina coriónica humana (hCG). Esto
normal; pero muestra marcada deficiencia en sus componentes se hace estableciendo un valor basal de testosterona sérica
espermatogénicos, siendo la regla general la infertilidad. y después administrando hCG, 2000 unidades por día du-
Se debe tener presente que aproximadamente el 10% rante cuatro días. Al quinto día, deberá repetirse la estima-
de estos testículos son congénitamente defectuosos (hipo- ción de testosterona sérica. En presencia de testículos, esta
gonadismo primario, hipogonadismo consecutivo a hipopi- hormona se elevará hasta 1O veces.
tuitarismo ). A pesar del tratamiento, estas gónadas muestran
una actividad gonadal menor de la normaL D. Datos radiológicos
Por fortuna, las células de Leydig no se afectan por la Al parecer, la venografía gonadal selectiva es la prueba más
temperatura corporal y, por tanto, suelen encontrarse en útil y consistente para indicar la presencia y posición de un
número normal en el órgano cripto~:qu)dico. La impotencia testiculo. La demostración de un plexo pampiniforme indica
sobre bases endocrinas es, por tanto, rara en este grupo. casi con seguridad que el testículo se encuentra fijo. Sin
En un estudio que emplea los últimos métodos ana- embargo, Greenberg y cÓls. (1981) describieron dos casos
líticos, no pudieron encontrarse anomalías cromosómi- en que no se encontraron testículos aunque había plexos
cas en las biopsias de testículos no descendidos. Los pampiniformes.
694 • Urología general de Smith (Capítulo 41)

E. Tomografía computadorízada que : es menos probable que sea fértil, está más propenso a
Es más útil la TC en los pacientes pospuberales, cuando los malignizarse y es más difícil de colocar en el escroto.
testículos intraabdomina lcs están lo bastante crecidos para
descubrirse.
Tratamiento
F. Ultrasonografía Puesto que existen alteraciones histológicas demostrables
Utilizando ultrasonografía , gran cantidad de autores no
en el testículo criptorquídíco a la edad de un año, la coloca-
tuvieron dificultad para identificar Jos testículos en la ingle; ción del testículo en el escroto debe estar completa a esta
pero el éxito fue menor si el órgano se encontraba en la
edad. La mayoría de los autores recomiendan la corrección
pelvis. Los testículos dentro del conducto inguinal o justo
quirúrgica alrededor del año de edad . Una operación exitosa
en el anillo interno pueden detectarse con facilidad.
no asegura la fertilidad si los testículos tienen algún defecto
congénito.
G. Imágenes por resonancia
magnética (IRM)
Estudios recientes indican un elevado índice de éxito en la A. Terapéutica hormonal
Job y cols . ( 1982) sugieren el uso de terapéutica honnonal
detección de testículo no palpable con IRM. Un factor
antes de intentar la cirugía. Encontraron que aunque la edad
timitante de esta técnica en niños es la necesidad de perma-
óptima para la terapéutica hormonal es a los cinco años, la
necer en una posición fija durante tiempo prolongado.
misma puede ser eficaz a los tres. Se puede administrar
hCG, 1500 unidades por vía intramuscular cada tercer dia o
Diagnóstico diferencial tres veces a la semana, hasta un total de nueve inyecciones.
El testículo inguinal responde mejor. Además, los análogos
La criptorquidia fisiológi_qa o funcion<!l J!es_tículo -retráctil o de la hormona liberadora de hormona luteinizante han de-
migratorio) es un fenómeno común que no requiere trata=. mostrado eficacia en el tratamiento de testículos no descen-
m1eirto. Debido a la pequeña masa del testículo prepuberal didos (Hadzisclimov ic y cols., 1987; Rajfer y cols ., 1986).
y a la fuerza del músculo cremáster, que se inserta sobre el Si se ha descartado con cuidado la criptorquidia fun-
cordón espermático, los testículos tienden a retraerse invo- cional, en el 1O al 20% de Jos casos la terapéutica hormonal
luntanamente fuera del escroto cuando la temperatura es fría producirá el descenso aproximadame nte en un mes, con más
o con las excitaciones o !a actividad física. El diagnóstico éxito en la criptorquidia bilateral que en la unilateral. Algu-
se hace al notar que el escroto en el lado sospechoso se halla nos de estos casos pueden tener testículos retráctiles funcio-
normalmente desarrollado y que el testículo "inguinal" nales cuyo diagnóstico ha pasado inadvertido a pesar de las
puede ser empujado dentro y hasta el fondo del escroto. Puede frecuentes exploraciones. El descenso con la terapia hormo-
ser necesario colocar al niño en una tina de baño con agua nal puede salvar al niño de una cirugía y de poner en
caliente para proporcionar un máximo de relajación muscu- evidencia al círt.Uano; aunque, si este tratamiento tiene éxito,
lar, en este caso se encuentra que los testículos están en la es probable que los testículos descendieran de manera es-
posición normal. Tal testículo desciende en la pubertad y se pontánea en la pubertad .
le ha encontrado normal.
B. Tratamiento quirúrgico
Complicaciones Cuando _la !~apéutica hormonal no da re~utta_d_q o si se
demuestra una hernia ingu1ñal, deberá realizarse de inme-
En el 25% de los enfermos con testículos mal descendidos, diato la orqúiopexia (y iá.hernioplastia ) . El testículo se debe
se encuentra la presencia de una hernia inguinal. En la colocar al fondo del escroto, sin tensión , conservando me-
operacion, se encuentra que el 9 5% de estos pacientes tienen ticulosamente el riego sanguíneo. En ocasiones, la disección
permeable el conducto de la túnica vaginal. de la zona inguinal revela que el pedículo vascular es
En ocasiones, la torsión del cordón espermático se demasiado corto para permitir !a colocación del testículo en
observa como complicación de la criptorquidia. Algunos el fondo del escroto . De ser asi, el órgano deberá colocarse
autores consideran que se observa con más frecuencia en la lo más bajo posible y, dos años después, el testículo deberá
enfermedad neurológica espástica. La torsión del cordón avanzarse hacía el escroto. Este tipo de manejo produce
debe diferenciarse de hernia estrangulada, apendicitis y atrofia testicular en casi el 17% de los casos y se requiere
diverticulitis . de orquiectomía. En el pasado, pocos autores recomendaron
La mayoría de los expertos están de acuerdo que una la división de la arteria espermática si el pedículo vascular
neoplasia maligna es de 35 a 48 veces más común en un era muy corto, afirmando que esto preservaba la viabilidad
testículo mal colocado que en un órgano que ha descendido de los testículos. Algunos han dividido esta arteria en el
normalmente. Además, este hecho sustenta la teoría de que anillo interno (teniendo cuidado de preservar las arterías
muchos de estos testículos son disgenéticos . Martin ( 1979) colaterales de los vasos deferentes, músculo cremáster y
reunió 220 casos de cáncer en testículos no descendidos. El escroto) y observaron por radionúclidos la evidencia de
tumor más frecuente es el seminoma; aunque es raro antes irrigación testicular normal. Quizá éste sea el procedimiento
de !os 1O años de edad. A partir de esta evidencia, Martin de elección para el cordón corto. La microcirugía se usó para
sugiere qu.e los testículos no descendidos en pacientes ma- colocar el testículo abdominal en el escroto mediante anas-
yores de 1O años de edad deben removerse en lugar de tomosis de la arteria y la vena del testículo con la arteria y
tratarse con orquiopexia. Hinman ( 1979) recomienda la la vena epigástrica inferior. Cuando el testículo no se des-
orquiectomía para el testículo abdominal unilateral puesto cubre, o se extirpa por ser muy atrófico , puede colocarse
Padecimientos del testículo, escroto y cordón espermático • 695

una prótesis en el escroto. La orquiopexia puede practicarse ble, que puede ser transiluminada, que se ubica por arriba
como procedim.icnto nonnal en pacientes externos. del testículo. El examen microscópico del contenido aspi-
rado revela la presencia de espermatozoides casi siempre
Pronóstíco muertos. A la observación macroscópica el líquido es fluido,
blanquecino y turbio.
Un testículo colocado adecuadamente en el escroto tiene El esperrnatocelc se diferencia del hidrocele de la
una función hormonal apropiada y da un aspecto normal al túnica vaginal en que este último cubre toda la superficie
escroto. Cerca del 20% de los pacientes con testículos anterior de! testículo . La aspiración del hidrocele pone de
unilaterales no -descendidos quedan estériles, incluso si se manifiesto un líquido amarillo pero transparente. El tumor
realizó orquiopcxia a la edad apropiada. Un varón con un de las cubiertas del cordón espermático (por ejemplo: me-
testículo criptorquídico no tratado produce menos esperma- sotelioma, fibroma) se puede advertir corno un espermato-
tozoides , y de menor calidad, que un varón con testículos cele. Sin embargo , aquél no contiene líquido y no se
descendidos normalmente. En testículos no descendidos en transil uminará.
ambos lados, los índices de esterilidad son uniformemente El espennatocele no requiere terapéutica, a menos que
malos, se traten o no. sea tan grande para molestar al enfermo, en cuyo caso
debe extirparse.

VARICOCELE
ANOMALÍAS CONGÉNITAS (Esterilidad masculina, capítulo 45)
DEL EPLDÍDIMO
El varicocele se encuentra casi en el 10% de los varones
jóvenes y consiste en la dilatación del plexo pampiniforme
arriba del testículo. El lado que se afecta más a menudo es el
La ausencia congénita del epidídimo es rara. Algunas izquierdo. Estas venas desembocan en la vena espermática
veces el epidídimo puede ser anterior en vez de posterior interna, en la región del anillo inguinal interno. Dicha vena
al testículo. Puede no ocurrir la fusión del epidídimo y el se sitúa por fuera del conducto deferente en el anillo inguinal
testículo. interno, y en el lado izquierdo desemboca en la vena renal,
en tanto que en el lado derecho lo hace en la vena cava.
Las vá 1vulas incompetentes son más frecuentes en
la vena espermática interna izquierda. Este trastorno,
combinado con el efecto de la fuerza de gravedad, pue-
PADECIMIENTOS DEL de conducir a un drenaje deficiente del plexo pampinifor-
CORDÓN ESPERMÁTICO* me, ya que las venas se someten a elongación y dilatación
gradual. La región puede ser dolorosa, en particular en los
varones castos.
En ocasiones, se observa el desarrollo súbito de un
ESPERMATOCELE varicocele en un varón de edad avanzada como signo tardio
de tumor renal, cuando las células han invadido la ven arenal
El espennatoccle es una masa quística indolora que contiene y ocluyen, por tanto, a la vena espermática.
esperma. Se halla situada justo por arriba y por detrás del La exploración cuando está de pie de un varón con
testículo, pero separada de él (figura 41-2). La mayor parte varicocele revela una masa de venas dilatadas, tortuosas y
de los cspermatoceles miden menos de 1 cm de diámetro, situadas por detrás y encima del testículo; puede extenderse
aunque en ocasiones son bastante grandes y se pueden hasta el anillo inguinal externo y a menudo es doloroso. El
confundir con hidroceles. Pueden ser duros, semejando grado de dilatación puede aumentar mediante la maniobra
tumores sól1dos . La etiología no es del todo clara, aunque de Valsalva. En decúbito la distensión venosa desaparece.
quizá se origina en los túbulos que conectan la rete testis También puede existir atrofia testicular por alteración en la
a la cabeza del epidídímo (vasos eferentes), o con estruc- circulación.
turas quísticas en el polo superior del testículo o el Están muy disminuidas la concentración y movilidad
epidídirno. - de los espermatozoides en el 65 al 75% de los sujetos. Con
Debido a su tamaño relativamente pequeño, los esper- frecuencia, se observa esterilidad y puede contrarrestarse en
matoceles suelen ser descubiertos por el médico durante la un porcentaje elevado mediante la corrección del varicocele.
exploración sistemática de los genitales; pero a veces pue- El método quirúrgico más útil consiste en ligar las venas
den ser lo bastante grandes para que llamen la atención del espermáticas internas en el anillo inguinal interno. Esto
enfermo. La exploración revela una masa quística y movi- puede hacerse como procedimiento normal en pacientes
externos. (Thomas y Geisinger, 1990). En fecha reciente, se
han utilizado métodos transcutáneos para ocluir las venas, por
ejemplo: sonda con globo, líquido esclerosante. Estos pro-
* La anomalía congénita primaria que afecta al cordón espermático cedimientos son en particular útiles cuando se realiza una
es la ausencia del conducto deferente. Si es bilateral, el resultado venografía espermática interna transcutánea en pacientes esté-
de ello es la esterilidad. riles. Pueden ocluirse una o ambas venas, según esté indi-
696 • Urología general de Smith (Capítulo 41)

Htdrocele de la Htdrocele congénito


tún1ca vagmal Htdrocele Espermatocele
comunicante del cordón

Figura 41-2. Hidrocele de !a· túnica vaginal y del cordón; espermatoce!e.

cado (Hunter, Bildsoe y Amplatz, 1989). En pacientes con es, por tanto, hernia o hidrocele comunicante. El hidrocele
dolor crónico, puede ser útil el ensayo con un apoyo escrotal. suele ser indoloro a menos que se acompañe de una infec-
ción epididimaria aguda. El enfermo puede, sin embargo,
quejarse por su volumen o peso.
HIDROCELE El diagnóstico se hace por el hallazgo de una masa
intraescrota) quística redonda, que no es sensible, a menos
El hidrocele es la colección de líquido dentro de la túnica que exista un proceso inflamatorio subyacente. Esta masa
vaginal. Aunque puede ocurrir dentro del cordón espermá- puede ser transíluminada. Si el hidrocele se halla encerrado
tico, se le observa más a menudo rodeando al testículo. Se dentro del cordón espermático, se notará abultamiento quís-
han descrito numerosos enfermos de hidrocele del conducto tico fusiforme en la ingle o el escroto superior. Si hay duda
de Nuck. Un hidrocele puede desarrollarse rápidamente sobre el diagnóstico, debe hacerse sonografia.
como consecuencia de un traumatismo local, radioterapia, El hidrocele tenso se debe diferenciar de un tumor del
epídidímitis inespccífíca aguda o tuberculosis u orquitis. testículo, el cual no puede ser transiluminado. Sin embargo,
También puede compl ícar una neoplasia testicular. El hidro- si el hidrocele se forma sin causa obvia en un hombre joven,
cele crónico es más común. Por lo regular, su causa es deberá realizarse evaluación cuidadosa del testículo y del
desconocida y ocurre con frecuencia en hombres mayores epidídimo con el fin de descartar cáncer o infección. Esto
de 40 años. El líquido se acumula alrededor del testículo y se puede lograr por sonografía.
la masa..crccc gradualmente (figura 41-2). Puede ser quís- Las complicaciones incluyen compresión de la circu-
tico, de consistencia blanda o muy tenso y el líquido que lación sanguínea del testículo, que ocasionará atrofía, y
contiene es claro y amarillo. hemorragia dentro del saco del hidrocele después de un
El hidrocele comunicante de la infancia y la niñez traumatismo.
se origina por una túnica vaginal permeable que se con-
tinúa con la cavidad pcritoncal. Es, asimismo, una forma Tratamiento
de hernia inguinal indirecta. Sí el hidrocele es grande,
puede encontrarse intestino en el contenido. La mayoría A menos que exista complicación, no se requiere una tera-
de los hidroceles comunicantes de la infancia cierra de péutica activa. Las indicaciones para el tratamiento son:
manera espontánea antes del primer año de vida. Si se hidrocele muy tenso, que puede dificllltar la circulación del
sospecha la presencia de intestino en el saco, hay que testículo, o una masa grande y voluminosa, estéticamente
corregirlo con cirugía. desagradable y, quizás, molesta para el enfermo.
En la infancia, puede haber cierre espontáneo y resolu-
Cuadro clínico ción del hidrocele. Si persiste después de un año de edad, es
poco probable que se cierre. Cuando se requiere tratamien-
Los niños pequeños con hidrocele, a menudo tienen el to, la cirugía es definitiva. En niños, se corrige el problema
antecedente de una masa quística, la cual es pequeña y con una ligadura alta de la túnica vaginal permeable a nivel
blanda en las mañanas, pero rnás grande y tensa en las del anillo inguinal interno, seguida de la extirpación del saco
noches. Esto indica que ex1ste una pequeña comunicación distal. En todos los niños en que se repara un hidrocele, hay
en la túnica vaginal (figura 41-2). El diagnóstico apropiado que hacer incisiones inguinales a fin de corregir el conducto
Padecimientos del testículo, escroto y cordón espermático • 697

permeable. En adultos, Lord ha descrito una operac10n posible distinguir el epidídimo del testículo. La torsión
simple para su reparación: después de abrir el saco del puede diferenciarse de la epididimitis con éxito razonable
hidrocele, se suturan ambas paredes para colapsar al saco. mediante sonografía Doppler a color (Burks y cols., 1990).
Los resultados de ambos procedimientos son buenos, aun- La ausencia de flujo sanguíneo arterial es clásica de la
que en ocasiones el hidrocele reincide. torsión. La hipervascularidad sugiere lesiones inflamato-
rias. La ~rucba más definitiva es, al parecer, el gamagrama
con Tc 9 m-pertecnetato. Es preciso en el 90 al 100% de los
TORSIÓN DEL CORDÓN ESPERMÁTICO casos. El testículo torcido es avascular. Los tumores testiculares
muestran aumento de la vascularidad; en los traumatismos está
La tors1ón del cordón espermático (torsión del testículo) es disminuida.
una afección rara que se observa más comúnmente en
varones adolescentes. Causa estrangulación de la circu- Diagnóstico diferencial
lación sanguínea del testículo. Si no se trata con prontitud,
en un plazo de 3 a 4 horas puede ocurrir atrofia del testículo. El diagnóstico di fcrencial in el u ye ep id id im itis aguda, orq ui-
Los testículos criptorquídicos tienden a sufrir torsión. tis aguda y traumatismos. La epididimitis es rara antes de la
Muchos casos de torsión ocurren en el periodo neonatal pubertad y a menudo se acompaña de piuria. La orquitis por
(Ryken, Turner, y Haynes, 1990; Das y Singer, 1990). parotiditis por lo general se acompaña de inflamación de la
Witherington y Jarrell ( 1990) encontraron un número signi- glándula parótida y es rara antes de la pubertad. Sin el
ficativo de pacientes mayores de 21 años con torsión. Un antecedente o las manifestaciones físicas de una lesión
traumatismo puede ser un factor desencadcnante. Unos traumática, la orquitis traumática puede confundirse con la
pocos testículos cancerosos in_traabdominales han sufrido torsión del cordón espermático.
torsión. Casi en la mitad de los pacientes, este trastorno La epididimitis es rara antes de los 16 años. El diag-
ocurre durante el sueño. En la mayor parte de los casos, nóstico diferencial de la torsión puede ser difícil si la epidi-
existe anomalía congénita de la túnica vaginal o del cordón dimitis no se complica con piuria. Si hay dudas, están
espermático. La torsión parece deberse con más frecuencia indicados los estudios gammagráficos.
a una túnica vaginal voluminosa que se inserta bien arriba
del cordón. Esto permite que el testículo gire dentro de la Tratamiento
túnica. El factor desencadenante parece ser el espasmo del
músculo cremáster que se inserta oblicuamente sobre el cor- Si se ve al enfermo pocas horas después del comienzo, se
dón. La contracción de este músculo hace que el testículo deberá intentar la destorsión manual. Sabiendo que la tor-
izquierdo del enfermo gire en dirección opuesta a las mane- sión hace que el testícuto izquierdo gire en dirección opuesta
cillas del reloj, mientras que el derecho lo hace en dirección a las manecillas del reloj y el derecho en dirección de las
de las mismas (en la perpectiva del médico que observa al mismas, se puede torcer el testículo en la dirección opuesta.
enfermo desde los pies de la cama). Con la oclusión vascular El testículo derecho será "destornillado" y el izquierdo
hay edema del testículo y del cordón espermático hasta el "atornillado". Esta maniobra se facilita por la infiltración
sitio de la oclusión, lo que da lugar a gangrena del testículo del cordón espermático, cerca del anillo inguinal externo,
y del epidídimo. con 1O a 20 roL de clorhidrato de lidocaina al 1 por ciento.
Incluso si esto tiene éxito, la fijación quirúrgica de ambos
Cuadro clínico testículos debe hacerse en los próximos días. Si la destorsión
manual falla, debe intentarse de inmediato la quirúrgica, aun
Se debe sospechar el diagnóstico cuando el niño siente dolor cuando por lo regular ya existe inflamación después de 4 a
intenso y súbito en un testículo, seguido por: tumefacción 6 horas, en testículos con una torsión del cordón de 120
de este órgano, enrojecimiento de la piel del escroto, dolor grados. Con el uso de cirugía temprana, Cattolica y cols.
abdominal bajo, náuseas y vómitos. Sin embargo, la torsión (1982) obtuvieron testículos viables en el 79% de sus casos
del cordón puede acompañarse sólo por moderado edema de torsión. Descontando los casos que vieron de manera
escrotal y poco o ningún dolor. tardía, el índice de salvación fue del 93 por ciento. Sin
La exploración suele revelar un testículo doloroso, importar si los testículos parecen viables, ante la pro-
hinchado, que se halla retraído hacia arriba debido al acor- babilidad deben suturarse para evitar su subsecuente
tamiento del cordón por el vólvulo. Los testículos que torsión. Aunque los túbulos seminíferos se tornen necróti-
pueden sufrir torsión permanecen horizontales cuando el cos, las células intersticiales, más resistentes, pueden per-
paciente está de pie. Se reconoce esta anomalía en numero- manecer viables. La extirpación de la túnica vaginal parietal
sos muchachos que, en el pasado, han sufrido de dolor causa que los testículos se adhieran a la pared cscrotal.
testicular transitorio que representa la torsión con destorsión Debido a que con frecuencia el testículo opuesto está igual-
espontánea. El dolor puede aumentar levantando el testículo mente afectado, la fijación profiláctica de este órgano es
sobre la sínfisis. (El dolor producido por epididimitis casi imperativa.
siempre se alivia con esta maniobra.) En el plazo de algunas
horas después del comienzo, puede aparecer leucocitosis. Pronóstico
En las etapas iniciales, el diagnóstico se puede hacer si
el epidídimo se palpa en una posición anormal (por ejemplo, Por desgracia, el diagnóstico y el tratamiento se hacen, por
anterior). Sin embargo, después de algunas horas, toda la Jo general, demasiado tarde, siendo de esperar que ocurra la
gónada está hinchada de tal modo que por palpación no es atrofia en la mayor parte de los casos. Se ha observado que
la destorsión en el transcurso de 12 horas después de ocu- casos de torsión apendicular en adultos. Se observa inicio
rrida la torsión proporciona un buen resultado; la recupera- súbito de dolor testicular. Poco después del inicio del pade-
ción es posible si el tratamícnto se administra 12 a 24 horas cimiento, podrá palparse una masa pequeí\a dolorosa a nivel
después y que la preservación es dudosa después de trans- del polo superior del testículo o del epidídimo; este signo es
curridas 24 horas. Si la destorsión se retrasa más de 48 horas, patognomónica, en particular si la masa aparece azul cuan-
se aconseja la orquiectomía. do la piel está sostenida y tensa sobre )a misma (Dresner,
1973).
En la exploración subsecuente, el testículo completo
TORSIÓN DE LOS"APÉNDICES está edematizado y doloroso. Se hará entonces el diagnós-
DEL TESTÍCULO Y DEL EPIDÍDIMO tico diferencial entre la torsión de estos apéndices y la del
cordón espennático. Está indicada la exploración quirúrgica
Existen en los polos superiores del testículo y del epidídimo inmediata, ya que el tiempo es un factor crítico en e[
pequeños apéndices rudimentarios que pueden ser sésiles o tratamiento de la torsión del cordón. Sí se encuentra un
pedunculados (figura 8-l ). Los de esta última variedad apéndice torcido, se deberá extirpar. Holland, Graham e
pueden presentar una torsión espontánea, la cual produce Ignatoff (1981) recomiendan que si la exploración muestra
una reacción inflamatoria segu1da de necrosis isquémica y que el problema es la torsión de un apéndice del testículo o
absorción. epididimitis, no es necesaria la intervención quirúrgica. El
Este fenómeno suele afectar a los niños hasta los 16 dolor remitirá lentamente en 5 a 7 días y se resolverá la
años , aunque Altaffer y Stccle (1980) informaron de 350 tumefacción escrotal. •

REFERENCIAS

Escroto Kogan BA, Hricak H, Tanagho EA: Magnetic resonance imaging


in genital anomalies. J Uro/1987;138:1028.
Kuyumcuoglu U ct al.: Bilateral perineal ectopic testes. Int Uro!
Abraham G et al.: Genital swe!Jing as a surgical complicatíon of
Nephro/1990;22:271.
continous ambulatory pcritoneal dialysis. Surg Gynecol Ob-
Thum G: Polyorchidism: Case report and review of literature.
s/et }990;170:306.
J Uro/1991;145:370.
Krieger JN, Wang K, Mack L: Prcliminary evaluation of color
Doppler imaging for investigatíon of intrascrotal pathology.
J Uro/1990;144:904. Hipogonadismo
Lcrncr RM et aL: Color Doppler US in the evaluation of acute
scrotal disease . Radiology 1990; 176:355.
Melekos MD,Asbach 1-IW,Markou SA: Etiology ofacute scrotum Korenman SG et al.: Secondary hypogonadism in oJder men: Its
in 100 boys with regard lo agc distribution. J Urol 1988; relation to impotence. J Clin Endocrino[ Metab 1990;
139:1023. 712:963.
Najmaltlin A, Burgc DM: Acute idiopathic scrota1 oedema: Whitcomb RW, Crowley WF Jr: Diagnosis and treatment of
lncidence, manifestations ami aetiology. Br J Surg 1987; isolated gonadotropin-releasing hormone deficicncy in men.
74:634. J Clin Endocrino! Metab 1990;70:3.
Wilbcrt DM et al: Evaluation ofthe acute scrotum by color-coded
Doppler ultrasonography. .JUro/ 1993;149: 1475.
Ectopia y criptorquidia
Zicgelbaum M, Kovach C, Sicgel S: The use oftcchnetium-99m
in the diagnosis of patcnt processus vaginalis. JUro/ 1988;
139:599. Ba.rtone FF, Schmidt MA: Cryptorchidism: Jncídence ofchromo-
somal anomalies in 50 cases. J Urol1982;127:1105.
Benson RC Jr ct al.: Malignant potential ofthe cryptorchid testis.
TESTÍCULOS Mayo Clin Proc 1991 ;66:372 .
Bcrkowitz GS et al.: Prevalence and natural history ofcryptorchid-
Anomalías de número ism. Pediatrics 1993;92:44.
Bhasin S: Clinical review 34: Androgen treatment of hypogo-
nadal mcn . .J Clin Endocrino/ Metab 1992;74: 1221.
Brothers LR 111, Weber CH Jr, Ball TP Jr: Anorchism versus Cryptorchidism: A prospectivc study of 7500 consecutive male
cryptorchidism: The importance of a diligent se~u·ch for births, 1984-8. John Radcliffe Hospital Cryptorchidism
intra-abdominal testes. J Uro! 1978; 119:707. Study Group. Arch Dis Child 1992;67:892.
Cadigan P: Polyorchidism diagnosed by ultrasound . Br J Radio/ DcPalma L, Carter D, Weiss RM: Epididymal and vas deferens
1989;62:82. immaturity in cryptorchidism . J Urol1988;140: 1194.
Ha zeb roe k F\V, M ole na a r J C: The management o f the i mpa 1pabte Eldcr JS: The undescended testis: 1Jonnonal and surgical manage-
testis by surgcry alone . JUro! 1992;148:629. ment. Surg ClinNorth Am 1988;68:983 .
Huff DS et al.: Evidence in favor of the mcchanical (intreutenne Giuliani L, Carmignani G: Microsurgical testis autotransplanta-
torsion) theory ovcr the endocrinopathy (cryptorchidism) thc- tion: A critica] review. Eur Uro! 1983;9: 129.
ory in thc pathogcnesis of testicular agenesis. J Uro! 1991; Gough MH: Cryptorchidism. Br J Surg 1989;76: 109.
146:630. Greenbcrg SH ct al.: The falscly positive gonadal venogram:
Jarow JP ct al.: E1evation of serum gonadotropins establishes !he Presence of a pampinifoon plexus without a ganad. JUro!
diagnosis of anorchism in prepubertad boys with bilateral 1981 ;125:887.
cryptorchidism. J Uro/1986;136:277. Hadzisclímovic Fetal.: Long-tenn effect ofluteinizing hormone-
42
Enfermedades cutáneas
de los genitales externos*
Timothy G. Berger, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

pueden utilizarse tópicamente cremas de corticosteroides.


DERMATOSIS INFLAMATORIAS Es más probable que las de corticosteroides fluorados
produzcan estrías atróficas en la ingle que las de hidrocor-
tisona.

Casi cualquier trastorno de la piel puede afectar los genita-


les externos y el perineo. Hay que interrogar y examinar al
paciente con lesiones en los genitales externos sobre otras NEURODERMATITIS CIRCUNSCRITA
posibles áreas de afección. En todos los casos de prurüo o (Liquen simple crónico)
dermatitis infectada en esta área, es importante descartar
diabetes y pediculosis o sarna. Estas lesiones engrosadas de la neurodermatitis circunscrita
Hay que corregir los trastornos vaginales y otros uro- tienen gran importancia en la persistencia de cualquier
lógicos concurrentes. La automcdicación y el tratamiento trastorno cutáneo vulvar o cscrotal, sin importar la causa
excesivo pueden alterar y complicar las lesiones genitales. originaL El frotamiento y rascado puede prolongar cual-
Los factores emocionales relacionados con el rascado y quier erupción de manera indefinida, y suele ser el problema
frotamiento repetidos tienden a prolongar y complicar los que origina que el paciente busque atención médica. Es
trastornos genitales. posible que se froten o rasquen casi de manera subconscien-
Mucha gente con compromiso en esta área tiene miedo te. Se establece un ciclo continuo de prurito-rascado que
de alguna enfermedad trasmitida por vía sexual; si existe debe romperse antes que ocurra una cicatrización.
alguna duda debe realizarse una valoración apropiada y El tratamiento es el mismo que le de la dennatitis de
disipar el miedo, si éste es infundado. contacto (descrito con anterioridad) además de detener el
frotamiento y el rascado. Puede ser de gran beneficio agre-
gar al esteroide tópico una loción de clorhidrato de pramo-
DERMATITIS POR CONTACTO xina al 1 por ciento

La dermatitis por contacto incluye alteraciones producidas


por irritantes primarios y sensibilizadorcs alérgicos verda-
DERMATITIS ATÓPICA
deros . Las posibles causas son: cosméticos, desodorantes
femeninos en pulverizadores, duchas, anticonceptivos, ja-
bones, medicamentos locales ("dermatitis por tratamiento Esta lesión se presenta como una dermatitis liquenificada
excesivo"), ropas que se usan y plantas (roble y hiedra seca en el pene y escroto, la ingle o la vulva. También sueie
venenosa). haber alteraciones similares en la cara, el cuello y los
El tratamiento debe incluir la eliminación del agente espacios antecubitales y poplíteos. Hay rescquedad genera-
sospechoso. si es posible. Los apósitos húmedos frias consti- lizada. Suele haber antecedentes personales o familiares de
tuyen un tratamiento inicial excelente y, si no hay infección, asma o fiebre del heno.
El tratamiento de este padecimiento es el mismo que
el de la dermatitis de contacto (véase la sección anterior)
+ Las enfermedades de transmisión sexual se comentan en el capí- además de antihistamínícos orales (hidroxicina o difen-
tulo 15; tumores en~~ capítulo 23. hidramina).
702 • Urología general de Smith (Capitulo 42)

INTERTRIGO LIQUEN PLANO

El intertrigo (dermatitis macerada húmeda) se debe al roza- Éste puede presentarse en el glande o los labios y el introito.
miento y fricción de superficies contiguas. Ocurre en la Las lesiones son pápulas pequeñas, poligonales, de color
ingle, áreas inframamarias, pliegues cutáneos y otras áreas violeta de 0.5 a 1 cm de diámetro, con estrías lechosas sobre
semejantes; por lo regular en personas obesas y es más su superficie brillante. Pueden agruparse para formar pla-
frecuente en ambientes húmedos y calientes. Con frecuencia cas. El prurito suele ser un problema. Puede haber un
están presentes infecciones de_bacterias superficiales o can- compromiso generalizado o lesiones clásicas de la mucosa
dida. El tratamiento consiste en aplicar fomentos fríos para bucal que tiene forma acordonada. Pueden haber erosiones
secar la lesión y después una combinación de esteroidcs en la vulva y en la vagina, que causan intensos dolores. El
tópicos no fluorados y cremas anticandidales (véase candi- trastorno puede imitar al liquen escleroso y puede requerirse
diasis adelante). una biopsia para el diagnóstico.
Las cremas de corticosteroides pueden ser útiles en el
alivio del prurito. La enfermedad desaparece después de
algunos meses o años de evolución.
ERUPCIONES MEDICAMENTOSAS

La mayoría de las erupciones por medicamentos son gene-


ralizadas, pero quizá aparezcan primero en el área genital.
LIQUEN ESCLEROSO Y ATRÓFICO
Una erupción por medicamentos fija, por Jo general debida
Es una entidad precisa caracterizada por pápulas blancas de
a laxantes (fcnolftaleína), sulfonamidas, antiinflamatorios
superficie plana que coalescen para formar placas blancas
no esterotdes (AlNE) o batbitúricos, puede presentarse
sin infiltración. La superficie muestra tapones o depresiones
como una mácula perfectamente redonda, de color rojo
tipo comedón. Las etapas finales pueden semejar pergamino
brillante a violáceo que rápidamente forma una vesícula y
o papel muy delgado. El trastorno ocurre con más frecuen-
produce una erosión superficial. Se presenta en el mismo
cia en parches en la parte alta de la espalda, pecho y mamas,
sitio cuando hay una nueva exposición al medicamento. Las
principalmente en mujeres. Afecta casi de manera inevitable
lesiones del eritema multiforme en el área genital tienen un
las regiones anogenitales, en donde pueden desarrollarse
aspecto clínico semejante. El tratamiento consiste en la
grietas dolorosas y el prurito intenso puede ser un síntoma
supresión del medicamento causal.
molesto. En el pene, este trastorno ocurre como una balanitis
xerótica obliterante, que puede originar estenosis uretral y
atrofia con telangiectasia alrededor del meato y en el glande:
PSORIASIS puede causar fimosis. Existe una relación directa entre estos
padecimientos y carcinoma; sin embargo la incidencia de
Ésta puede afectar las superficies de flexión (psoriasis inversa), carcinoma es rara y la cirugía profiláctica de estas lesiones
como la ingle y la hendidura perianal, y las áreas interma- no es una exigencia. El liquen anogenital escleroso y atró-
marias. Tiende a ser de color rojo brillante y húmeda y, fico puede diagnosticarse erróneamente como leucoplasia.
por lo general, sin escamas. El prurito puede ser intenso. En Este trastorno puede involucionar de manera espontá-
ocasiones, la afección sólo se encuentra en el área anogeni- nea, en especial en niñas pequeñas. La circuncisión para la
tal. Puede haber una placa solitaria en el penc,que causa balanitis xerótica obliterante no es en particular útil.
confusión con la enfennedad de Bowen o algún otro tras- El ungüento de propionato de testosterona al2% es útil
torno más importante. El diagnóstico suele establecerse por en mujeres. En varones, y en mujeres que no responden a la
inspección y observando otras áreas de invasión, como testosterona tópica, puede ser benéfico un ungüento suave
cuero cabeltudo, codos y rodillas. La presencia de fosos en o esteroides ligeros tópicos combinados con un anestésico
la uñas, cuando existen, es casi patognomónica de psoriasis. tópico (clorhidrato de pramoxina al 1%). Es posible lograr
El tratanücnto con crema de hidrocortisona a 1%, junto con una mejoría drástica con un esquema corto de esteroides
una crema de imidazol (clotrimazol, 1%; miconazol, 2%; o tópicos potentes (dos semanas).
ketoconazol, 2%) por lo común es eficaz.

DERMATITIS SEBORREICA
INFECCIONES SUPERFICIALES
Puede presentarse como placas eritematosas escamosas COMUNES
y se confunde con facilidad con candidiasis, intertrigo y
psoriasis. El compromiso por lo general está presente en
otra parte, de manera clásica en el cuero cabelludo o
cejas, aumenta en las mejillas y barbilla, alrededor de las ARTRÓPODOS
orejas, el área prestcrnal y en las axilas. Las cremas de
corticosteroidcs son muy útiles, en especial en combina- Pediculosis del pubis
ción con una de imidazol. No deben utilizarse cremas de (piojos del pubis, ladillas)
corticosteroides muy potentes debido a que pueden aparecer
atrofia temporal y estrías atróficas. La pediculosis es una infestación parasitaria de la piel del
Enfermedades cutáneas de los genitales externos • 703

cuero cabelludo, el tronco o el área púbica. La pediculosis CANDIDIASIS


del pubis puede ser por transmisión sexual o no sexual.
El prurito puede ser intenso, si se permite el rascado, Las infecciones por Candida albicans se caracterizan por
se puede producir piodennia. Las liendres se encuentran en lesiones circunscritas eritematosas, exudatjvas, con vesicu-
los pelos y el tratamiento consiste en aplicar lindano (hexa- lopústulas satélite periféricas. Ocurren con mayor frecuen-
cloruro de gamma benceno) en loción o crema a 1%, que cia en la cara interna de los muslos y tienen predilección por
debe dejarse durante ocho horas y después eliminarse. De- los pliegues. Es común en este padecimiento que se afecte
ben tratarse todas las regiones vellosas contiguas al área el escroto y es raro observarlo en la tiña crural. Puede haber
genital, que pueden ser una parte significativa del cuerpo infecciones en "ping-pong" entre compañeros sexuales.
masculino (tórax, abdomen, piernas y axila). También son Embarazo, diabetes, obesidad e inmunosupresión son fac~
muy eficaces las piretrinas en loción (RID, NJX). Hay que tares predisponentes. El tratamiento con antibióticos de
examinar y tratar también al compañero sexual. Todas las amplio espectro y estrogenoterapia puede ir seguido de un
ropas de cama y las toallas deben lavarse en agua muy crecimiento excesivo de Candida. La afección cutánea puede
caliente o en tintorería. Si se encuentran piojos una semana ser secundaria a un proceso vaginal. Hay lesiones debajo de!
después, se repite el tratamiento. prepucio. El examen al microscopio a gran aumento de
raspados de )a piel en solución de hidróxido de potasio
Sarna muestra grumos de esporas pequeñitas y filamentos mice-
liales finos. Al parecer, la nistatina es eficaz en la mayoría
de los pacientes. Se encuentra en polvo, crema, insertos
Es una dermatitis diseminada, muy pruriginosa, que afecta vaginales y tabletas bucales. El miconazol, crema o
con frecuencia el área genital, es causada por el ácaro loción al 2%; el clotrimazol, crema o loción al 1%; el
Sarcoptes scabiei. En varone< son comunes las pápulas o ketoconazol , crema al 2%; el econozol, crema al 1%; el ci-
los nódulos muy pruriginosos con una costra central en el clopiroxolamina, crema all %, y el haloprogin, crema all %,
glande, el cuerpo del pene o el escroto. Estos nódulos aplicados dos veces al día, son buenas alternativas de la
persisten con frecuencia por semanas o meses después del nistatina. Casi todos los casos de candidiasis curarán con
tratamiento eficaz. En adultos, la sarna suele ser una enfer- ketoconazol, 200 mg orales diarios por 1O días.
medad de transmisión sexual. El tratamiento consiste en
aplicar lindano (hexacloruro de gamma benceno), en loción
o crema al 1%, a la totalidad del cuerpo abajo del cuello por 12
a 24 horas . Hay que tratar de manera similar a todos INFECCIONES BACTERIANAS
los miembros de la familia (mayores de seis años) y a los (Piodermia)
contactos sexuales al mismo tiempo . En niños de seis aí1os
o menores, debe utilizarse permetrina al 5 por ciento (Eli- Staphy!ococcus aureus es la causa más común de infección
mite). Hay que lavar o enviar a la tintorería todas las ropas , bacteriana primaria en el área genital. Además, muchas
sábanas y toallas. El tratamiento puede repetirse en una dermatosis inflamatorias pueden infectarse secundariamen-
semana. Pueden utilizarse esteroides tópicos o geles de te por S. aureus u otras bacterias. Un frotis teñido con Gram
alquitrán para tratar Jos nódulos genitales persistentes. mostrará grumos de cocos y muchos leucocitos polimorfo-
nucleares. Es necesario hacer un cultivo para confirmar el
diagnóstico . S. aureus produce dos tipos de lesiones prima-
rias: una pústula folicular (foliculitis) y una vejiga superfi-
cial (impétigo).
INFECCIONES MICÓTICAS
La foliculitis estafilocócica se inicia como una infec-
(Tiña crural)
ción superficial de Jos folículos, pero puede profundizarse
(furunculosis). Suele ser aguda; pero puede ser crónica o
Latinea cruris se caracteriza por zonas escaldadas, margi- recidivante. La foliculitis crónica suele presentarse en por-
nadas y ligeramente elevadas en la parte interna de los tadores nasales de Staphylococcus. Los abscesos profundos
muslos y en la ingle con un borde activo. El prurito puede que drenan rara vez se deben sólo a bacterias y sugieren la
ser intenso. Calor, humedad, y oscuridad favorecen estas presencia de una infección secundaria o de un trastorno
infecciones. La exploración microscópica directa de la piel supurativo crónico; por ejemplo: histiocitosis X, enteritis
descamada en solución de hidróxido de potasio revela la regional, linfoma, hidradenitis supurativa, esquistosomiasis
hifa. El diagnóstico diferencial incluye dermatitis sebo~ o amibiasis. La foliculitis recidivante en la ingle es común
rreica, psoriasis, intertrigo y neurodermatitis localizada. en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Las cremas de miconazol al 2%, clotrimazol al 1%, El tratamiento tópico solo con frecuencia es inade-
ketoconazol al 2%, econazol al 1%, ciclopiroxolamina al cuado para la foliculitis bacter1ana. El tratamiento de
l% y haloprogin al l %, aplicadas dos veces al día, son elección es con penicilina resistente a penicilinasa (dicloxa-
buenos tratamientos alternativos. Si los medicamentos re- cilina). Los pacientes alérgicos a este antibiótico pueden
sultan irritantes, se puede usar de manera concomitante una tratarse con una cefalosporina o eritromicina. Hay que con-
crema de hidrocotisona al l por ciento. En casos refractados tinuar el tratamiento hasta que cicatrizan la.\\ lesiones. Para las
se puede usar por 4.a 6 semanas griseofulvina (microniza- recidivas frecuentes se recomienda agregar rifampicina al
da), 500 mg por vía oral dos veces al día o itraconazol, 200 tratamiento descrito. El lavado del área afectada con un jabón
mg por vía oral una vez al día. Con frecuencia las infeccio- antibacteriano o un enjuague de peróxido de benzoílo
nes se agravan por el sobretratamiento . puede ser un adyuvante útil para suprimir las reincidencias.
704 • Urología general de Smith (Capítulo 42)

El impétigo estafilocócico se inicia como una vejiga cultivado con éxito. La lesión característica es una pápula
muy superficial que se rompe con rapidez, dejando una de color perla, dura, de superficie lisa, de 2 a 5 mm de largo,
erosión exudativa, costrosa. Se trata igual que la fohculítis con umbilicación central. La mayor de las personas afecta-
estafilocócica; pero sue1e durar menos tiempo. das tienen 5 a 15lesiones localizadas en abdomen bajo, parte
alta de los muslos o piel de los genitales. El molusco
contagioso extenso fuera del área genital en adultos es raro,
INFECCIONES VIRALES excepto en pacientes con inmunosupresión especialmente
en aquellos infectados con VIH. El tratamiento incluye la
Verrugas destrucción local de las lesiones por raspado, crioterapia o
e lectrodesecac ió n ligera.
Éstas son comunes en la región vulvar, debajo del prepucio
y en el cuerpo del pene. Cuando se presentan en mucosas o Herpes simple
superficies mucocutáneas se llaman condilomas acumina-
dos. La causa de estos condilomas es e\ virus del papiloma Casi todas las infecciones genitales con virus del herpes
humano transmitido por contacto sexual. Aunque tienden simple se debe al tipo 2. La infección inicial o primaria
a inclutr los genitales externos, el coito anal o bucal puede puede presentarse como una erupción vesicante dolorosa,
ocasionar la afección del conducto anal o la boca. Deben diseminada, simétrica, con síntomas sistémicos moderados
diferenciarse de los condilomas planos y las lesiones de la y una duración promedio no mayor de dos semanas. Es
sífilis. Los condilomas acuminados suelen ser húmedos y común que haya disuria, en especial en mujeres. Puede
macerados. El examen completo incluye la aplicación de haber auto1noculación a otras regiones (dedos, ojos). El
ácido acético, 3 a 5%, en Jos genitales durante 1O minutos cultivo o la preparación de Tzanck confirman el diagnósti-
y examinarlos con a\lmento. Con frecuencia se desarrollan co. Se recomienda el aciclovir (Zovirax), 200 mg orales
lesiones subclínicas. cinco veces al día.
Las lesiones responden al tratamiento tópico con resi- El virus del herpes simple tipo 2 causa con frecuencia
nas de podofi 1in a al 25%, en tintura compuesta de benzoína, herpes genital reincidente. Esta infección se presenta como
aplicada en pequeñas cantidades una vez a la semana. La vejigas agrupadas, localizadas; hay pocos síntomas genera-
resina debe eliminarse después de 4 a 8 horas y repetir les y su evolución es casi de una semana. Con frecuencia,
la aplicación en una semana. También se puede utilizar hay dolor o prurito local como pródromo de las vejigas. La
nitrógeno líquido. Quizá se requiera fulguración si no se mayoría de los pacientes con infección recidivante de herpes
tiene éxito con el nitrógeno líquido o la podofilina. Las deben recibir sólo un tratamiento secante local (por ejemplo,
verrugas uretrales se comentan en la página 679. Algunos peróxido de benzoílo al 5% en gel). Individuos con recidivas
tipos de virus del papiloma humano son potencialmente frecuentes o incapacitantes de infecciones confirmadas de-
oncógenos; por lo tanto, cualquier verruga genital atípica o ben tratarse con aciclovir, 200 mg por vía oral cinco veces
persistente amerita biopsia. Toda mujer con verrugas geni- al día, al inicio de los síntomas o de las ampollas. En
tales debe tener una valoración ginecológica regular con pacientes con afección más intensa, puede considerarse el
frotis de Papanicolaou. tratamiento supresor crónico con aciclovir, 200 mg tres
veces al día. Las ulceraciones persistentes en el área genital
Molusco contagioso o perianal en personas con inmunosupresión, requieren
cultivo para virus de herpes simple y tratamiento con aci-
Ésta es una infección cutánea común de transmisión sexual clovir intravenoso (5 mglkg, tres veces al día) si los cultivos
en adultos. Es causada por un poxvirus que aún no se ha resultan positivos. •

REFERENCIAS
Generales Hanifin JM: Atopic dermatitis. J A mAcad Dermato! 1982;6: l.
Wintroub BU, Stern R: Cutaneous drug reactions: Pathogcnesis
and clinical classification. J A mAcad Dermatol\985;13: 167.
Fitzpatric TB et al.: Dermatology in General Medicine, 4th cd.
McGraw-Hill, 1993.
Holmcs KK et al (editors): Sexual/y Transmilled Diseases, 2nd cd .
Mc-Graw-Hill, 1990. Infecciones superficiales comunes

Dermatosis inflamatorias Corey L, Spcar PG: [nfections with herpes simplex viruses. N Engl
J Med 1986;314:686 y 749.
Chalmers RJG et al.: Lichen sclerosis et atrophicus: A common Fcingold DS, Wagncr RF Jr: Antibacterial therapy. J Am Acad
and distinctive cause of phimosis in boys. Arch Dermatol Dermalol 1986; 14:535.
\984; 120:1025. Silva PD, Micha JP, Silva DG: Management of condyloma acu-
Fishcr A: Contac Dermatitis, 3rd ed. Lea & Fcb1ger, 1986. minatum. J Am Acad Dermatol1985;l3:457.
Ford GP et al.: The response ofseborrhoeic dermatitis lo ketocona- Smith EB (editor): Superficial fungal infections . Dermatol Clin
zole. Br J Dermatol 1984; li 1:603. 1984;2: l. [Entire issue.]
43
Anomalías de la
diferenciación sexual
Felíx A. Conte, MD y Melvin M. Grumbach, MD, OM (hon)
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Los avances en genética molecular, embriología experimen- reciente, se describió un mapa clonal completo de la región
tal, bioquímica de los estcroides, y métodos de valoración eucromática del cromosoma Y El primer mapa de este tipo
de la interacción entre hipotálamo, hipófisis y gónadas para un cromosoma humano tiene un alcance de cerca de 35
ayudan a resolver los problemas de determinación y dife- millones de pares de bases.
renciación sexual. Las anomalías pueden ocurrir en cual- Estudios en animales y humanos con anomalías de
quier etapa de la maduración intrauterina y permiten un diferenciación sexual indican que los cromosomas sexuales
desarrollo ambisexual total o anomalías sutiles que no se
hacen manifiestas hasta que se alcanza la madurez sexual.

DIFERENCIACIÓN SEXUAL NORMAL

Sexo cromosómico 1 2 3 4 S

La célula diploide humana normal contiene 22 pares auto-


sómicos de cromosomas y dos cromosomas sexuales (2 X
o 1 X y 1 Y). Dispuestos en serie y numerados según el

,,.•,
tamaño y posición centromérica, se conocen como carioti-
po. Los adelantos recientes en las técnicas de tinción cro- 6 7 8 9 10 11 12
mosómica (figura 43-1) permiten la identificación de cada
cromosoma por su patrón único de "bandaje". Las bandas . .,
• '.;'# ..
!t~
pueden producirse con la tinción o colorante fluorescente
eA
'" lit
de quinacrina (bandas Q); en la región del centrómero
(bandas C) y con tinción de Giemsa (bandas G). El bandaje
fluorescente (figura 43-2) es particularmente útil debido a
13 14 15 16 17 18
que el cromosoma Y se tiñe de manera tan brillante que ~
puede identificarse con facilidad tanto en las células en
interfase como en las células en metafase. Se ha desarrolla-
,. J ••
)
~ l t. .,. .•. . '\ la
do una nueva técnica llamada hibridización fluorescente in
situ (HFIS). Esta técnica tiene la particular utilidad de 19 20 21 22 XY
identificar anomalías estructurales en los cromosomas se-
xuales, que no se pueden identificar mediante las técnicas Figura 43-1. Un cariotipo normai46,XY teñido con coloran-
estándar de tinción. La nomenclatura estándar para describir tes de Giemsa para producir bandas G. Nótese que cada
el cario tipo humano se muestra en el cuadro 43-1. De modo cromosoma tiene un patrón específico de bandaje.
706 • Urologia general de Smith (Capítulo 43)

Figura 43-2. Cromosomas en metafase teñidos con quinacrina y examinados a través de un microscopio fluorescente . Nótese la
fluorescencia brillante de los brazos distales del cromosoma Y, lo cual también se observa en las células en interfase ("cuerpo Y"
a la derecha).

(X y Y) y los autosomas llevan genes que influyen la X, excepto uno. Este fenómeno es un proceso aleatorio que
diferenciación sexual al producir en la gónada bipotencial ocurre en cada célula en la etapa blastocistica tardía del
el desarrollo, ya sea de un testículo o de un ovario. Dos desarrollo embrionario, en la cual el cromosoma X, ya sea
cromosomas X intactos y que funcionan de manera normal, derivado del padre o de la madre, sufre una heterocromati-
en ausencia de un cromosoma Y (y los genes para la orga- nización. El resultado de este proceso es la formación de Lm
nogéncsis testicular), permiten la formación de un ovario; cuerpo de cromatina sexual (cuerpo de Barr) en las células
mientras un cromosoma Y o la presencia de la región en interfase de las personas que tienen dos o más cromoso-
determinante masculina del brazo corto del cromosoma Y, mas X (figura 43-3).
(factor determinante testicular) (TDF, por sus siglas en La porción distal del brazo corto del cromosoma X
inglés), permite la organogénesis testicular. evade la inactivación y tiene un segmento homólogo a un
En los seres humanos existe una marcada discrepancia segmento de la porción distal del brazo corto del cromo-
en el tamaño entre los cromosomas X y Y. Se logra una soma Y. Este segmento se llama región seudoautosómi-
compensación en la dosis genética en todas las personas con ca; son estas dos regiones limitadas de X y Y las que se
dos o más cromosomas X en su constitución genética por acoplan durante la meiosis, sufren una sola formación
medio de la inactivación parcial de todos los cromosomas obligatoria de quiasma, lo que permite intercambiar DNA

Cuadro 43-1. Nomenclatura para describir el cariotipo humano pertinente para designar
las anomalías cromosómicas sexuales
Conferencia de París Descripción Nomenclatura
anterior
46,XX Cariotipo femenino normal XX
46,XY Cariotipo masculino normal XY
47,XXY Cariotipo con 47 cromosomas que incluye un cromosoma X extra XXY
45,X MonosomíaX xo
45,X/46,XY Mosaicismo cariotípico compuesto de líneas celulares 45,X y 46,XY XO/XY
p Brazo corto p
q Brazo largo q
46,X,del (X) (qter -7 p21 :) Deleción del brazo corto de X distal a la banda Xp21 XXp-
46,X,del (X) (pter -7 q21:) Deleción del brazo largo de X distal a la banda Xq21 XXq-
46,X,i (Xg) lsocromosoma del brazo largo de X XXqi

46,X,r (X) Anillo del cromosoma X XXr


46,X,t (Y;7) (q11 ;q36) Translocación de la porción distal fluorescente del cromosoma Y al 46,XYt (Yq-7q+)
brazo largo del cromosoma 7
Anomallas de la diferenciación sexual• 707

cromatina sexual y tinción fluorescente de Y, se puede


determinar de manera indirecta el cromosoma sexual com-
plementario de un individuo (cuadro 43-2).

Determinación sexual
(SRY =factor determinante testicular)

En los últimos 20 años, se enfocó el interés en varias


proteínas, producidas por un gen en el cromosoma Y, como
candidatas a ser el "factor determinante testicular" (TDF).
Datos experimentales y clínicos no apoyaron la candidatura
del antígeno H-Y o dedo de cinc Y (ZFY) como dicho
Figura 43-3. Cuerpo de cromatina X (Barr) en el núcleo factor. De manera reciente, utilizando varones 46,XX con
de una célula de mucosa bucal perteneciente a una mujer traslocaciones muy pequeñas de Y a X, se localizó un gen
46,XX normal. en la región proximal más cercana al límite scudoautosómi-
ca del cromosoma Y (figura 43-5). Este gen se clonó,
entre estas regiones específicas de Jos cromosomas X y Y expresó y se conoce como región Y determinante del sexo
que parecen autosómicas. En la región seudoautosÓimca de (SRY, del inglés sex determining region Y). El SRY (análogo
los cromosomas X y Y, se hañ localizado: MlC2, un gen murino del gen SRY hmnano) se expresa en la cresta genital
que codifica un antígeno de superficie celular reconoci- del ratón entre los días 10.5 y 12.5, justo antes y durante el
momento de las primeras manifestaciones de diferenciación
do por el anticuerpo monoclonal 12E7; el gen para el
testicular. Además, se presentan pequeñas deleciones o mu-
receptor del factor estimulante de las colonias granuloci-
taciones puntuales de la región de codificación del HMG
ticas (GM-CSF); el receptor de interleucina-3 humana y
del gen SRY humano en cerca del 15% de pacientes feme-
un gen de la estatura corta (figuras 43-4 y 43-5).
ninos 46,XY con di.sgcnesia gonadal completa. Sin embar-
En frobs de mucosa bucal en mujeres 46, XX, es obvio
go, la evidencia más importante que indica que el SRY es el
un cuerpo de cromatina del sexo en el 20 al 30% de los
factor determinante testícular es que la transferencia del gen
núcleos examinados, en tanto que en varones normales 46, SRY a embriones de ratón 46,XX origina ratones transge-
XY, falta dicho cuerpo. En los pacientes con más de dos nésicos 46,XX con testículos y diferenciación sexual mas-
cromosomas X, el número máximo de cuerpos de cromatina culina (aunque estos ratones transgenésícos son estériles).
sexual en cualquier núcleo díploidc es uno menos que el El gen SRY codifica una proteína ligadora de DNA con
número total de cromosomas X. Por medio del uso de un sit1o de 85 aminoácidos (HMG) similar al que se encuentra
en las proteínas del "grupo de alta movilidad". Este dominio
se liga al DNA en una secuencia específica (AACAAAG).
Cuadro 43-2. Complemento de cromosomas Dobla al DNA y se piensa que es así como facilita la interacción
sexuales correlacionado con los cuerpos V y de entre proteínas Jigadoras de DNA y, por tanto, afecta la
cromatina X en núcleos somáticos en interfase* transcripción en cascada de los genes. Casi todas las muta-
ciones descritas a la fecha en mujeres 46 ,XY con disgenesia
Cromosomas Número máximo de los núcleos
gonadal completa ocurren en !os nucleótidos del gen SRY
sexuales somáticos dipJojdes
que codifica 1<~ región de la proteína SRY que liga al DNA.
Cuerpos X Cuerpos Y Un número desconocido de genes participa en la cas-
45,XO o o cada determinante testicular (figura 43-6). Estudios en
46,XX 1 o pacientes con anomalías en la diferenciación sexual señalan
46,XY o al gen autosómico WTl represor del tumor autosómico de
Wilms (como se ve en los síndromes Denys-Drash y
47,XXX 2 o WAGR; véase adelante. Estudios en pacientes femeninos
47,XXY 1 1 46,XY con duplicación de la parte distal de Xp indican la
47,XYY o 2 presencia de un gen en el brazo corto del cromosoma X,
48,XXXX 3 o llamado SRVX (inversor sexual X, del inglés sex reverse X)
48,XXXY 2 que actúa en la detem1inación de testículos o en las vías de
48,XXYY diferenciación. Un gen (SRA 1) asociado con enanismo
1 2
compomélico, es otro candidato para la determinación tes-
49,XXXXX 4 o ticular y la cascada de diferenciación. Es muy probable que
49,XXXXY 3 las mutaciones, ya sea en los genes unidos a X o en los
49,XXXYY 2 2 autosómicos que están involucrados en la organogénesis
* El número máximo .de cuerpos de cromatina X en los núcleos testicular o en la diferenciación, sean responsables de la
diploidcs somáticos es uno menos que el número de Xs, en tanto ocurrencia de varones 46,XX y verdaderos hermafroditas
que el número máximo de los cuerpos Y fluorescentes es equi- 46,XX, en cuyo gcnoma no se ha encontrado la evidencia
valente con el número de Ys en la constitución cromosómica. del gen SRY.
708 • Urología general de Smíth (Capítulo 43)

ESTATURA CORTA
Receptor GM-CSF
MIC2

22
a..
o ZFX
N
~
en 2'1 POLA
HH
Genes que afectan la función ovárica y AHC
evitan la estatura corta y los estigmas GK
11 del sindrome de Turner
DMD

11
Receptor de andrógenos
RPS4X
XIST XIC
13

21
Genes que afectan la función ovárica
(y algunos estigmas del síndrome de Turner)
o
o
N
Cll
ro
25

27 } - Sitio frágil (retraso mental y macrorqwdia)

28
}~=~tao
Pro tan
Hemofilia A
Adrenoleucodistrofía
Xm

Figura 43-4. Representación diagramática de las bandas G del cromosoma X. Se muestran algunos genes particulares ligados
al X. GM-CSF, factor estimulante de colonias de granulocitos macrófagos; MIC2, antígeno de superficie celular reconocido
por el anticuerpo monoclonal 12E7; ZFX, anillo de cinc; POLA, pofimerasa de RNA: HH, hipogonadismo hipogonadotrópico;
AHC, hipoplasia suprarrenal congénita; GPD, deshidrogenasa de la glucosa~-fosfatasa; deutan y protan, genes para la
ceguera de colores; Xm, macroglobulina sérica ligada al X; GK, glicerolcinasa; DMD, distrofia muscular de Duchenne; RPS4X,
proteína ribosómica S4; XIST, transcripciones específicas XI; XIC, centro de inactivación X. (Reproducida con autorización de
Grumbach MM, Cante FA: Disorders of sex differentiation. En: Williams Textbook of Endrocrinology, 8a. Ed. Wilson JD, Foster
DW [editores]. Saunders, 1992.)

DIFERENCIACIÓN TESTICULAR renciada. Estas grandes células son las progenitoras de la


Y OVÁRICA oogonia y la espermatogonia, la falta de estas células es
incompatible con diferenciaciones ováricas más ampJjas,
Hasta la etapa de los 12 mm (aproximadamente 42 días de pero no con la diferenciación testicu\ar. Bajo la influencia
gestación), las gónadas embrionarias de hombres y mujeres de la SRY y otros genes que codifican la determ1nación
no son distinguibles. A los 42 días, de 300 a 1300 células sexual masculina (figura 43--6), las gónadas comienzan su
germinales primordiales han sembrado la gónada no dife- diferenciación a testículos entre Jos 43 a 50 días de la
ESTATURA CORTA
Región seudoautosómica - ~eceptor GM-CSF

seudoa'-u-t-os-~-:-i-ca
2

11.3
11.2

11.1
Yq

rl
]

- - Centromero
.
-

RPS4Y
ZFY
- - -- - - Frontera

SRY-REGIÓN DETERMINANTE SEXUAL


_ _ _ _ _.....J

Genes que previenen la estatura corta y los est1gmas del


síndrome de Tumer

11.21
11.22 ~;. } Genes que afectan la espermatogénesis, la expresión del antígeno H-Y
(ensayo de linfocitos T) , el tamaño de los dientes y la predisposición a
11.23 la formación de gonadoblastoma en gónadas disgénicas

12 } Reg,óo hetecoccomát;ca (s;n act;vcdad genet,ca)

Yqter

Figura 43-5. Representación diagramática de las bandas G del cromosoma Y. Se muestran algunos genes ligados al Y. (ZFY,
anillo de cinc Y; SRY, región Y determinante del sexo; GM-CSF, factor estimulador de colonias de granulocitos-macrófagos ;
M IC2, gen para antígeno de superficie celular reconocido por el anticuerpo monoclonal 12E7; RPS4 Y, proteína ribosomal
S4; Ypter, YP terminal; Xqter, YQ terminaL (Reproducida con autorización de Grumbach MM, Cante FA: Disorders of sex
differentiation. En : Williams Textbook of Endocrinology, Ba . Ed. Wilson JO, Foster DW [editores]. Saunders, 1992.)

Primord1o gonadal

1 Genes en cascada
Gen( es) determinante( S) (autosómico Y X)
f--------- --- G, ~ G
de testículos - TDF
2 ~ G3 ~ G4 - Testículos

éJ
Regresión del conducto de Müller

Conductos de Wolff (conductos eyaculadores


~--masculinos)

Figura 43~. Representación diagramática de la cascada de genes que participan en la determinación testicular y las hormonas
que participan en \a diferenciación sexual masculina. El TDF impone la diferenciación testicular a las gónadas primordiales o
indiferenciadas. ~MH , hormona antimülleriana; SF-1 , receptor nuclear huérfano que regula la expresión de AMH y la síntesis
de esteroides en suprarrenales y gónadas. T. testosterona; OHT, dihidrotestosterona. (Reproducida con autorización de
Grumbach MM, Cante FA: Oisorders of sex differentiation. En: Wiffiams Textbook of Endocrinology, 8a . Ed. Wilson JO, Foster
OW [editores] . Saunders, 1992.)
71 O • Urología general de Smith (Capítulo 43)

Etapa
Edad de
aproximada desarrollo
de gestac1on (mm)
o GÓNADAS
, Gonada bipotencJal ~ APARATO GENITAL
37 a 45 días 10 Sembrada con d"
celulas germmales pnmord1ales
43 a 50 d1as
'20 Q Túbulos sem1ruferoQ
TESTICUlOS
30 Ir
60 d1as
Ld~e¿~~J¡;J
40

.so
60

70

80 d1as 80

90

lOO

110

110
11 a 12 sem

20 a 25 se m 200j Estroma de ros folículos


pr1maroos

Figura 43-7. Suces1ón esquemática de la diferenciación sexual en el feto humano. Nótese que la diferenciación testicular
precede a todas las demás formas de diferenciación.

gestación. Las células de Leydig se hacen aparentes alrede- Los genes de la AMH codifican una proteina de 560
dor del día 60, y la diferenciación de los genitales mascu- aminoácidos cuyo dominio terminal COOH muestra una
linos externos es evidente a los 65 a 77 días de gestación. marcada homología con la beta TGF y con la subun1dad beta
En la gónada destinada a ser un ovario, la falta de dife- de la inhibina y la activina porcinas. Los genes se localizan
renciación persiste. A los 77 a 84 días, poco después de la en el brazo corto del cromosoma 19. La AMH no sólo es
diferenciación de los testículos en el feto masculino, un secretada por las células de Sertoh embrionarias y fetales,
número significativo de células germinales entra en pro fase sino que también la secretan las células de Sertoli posnatales
meiótica para caracterizar la transición de las oogonias en hasta los 8 a 1O años de vida y puede usarse como un
oocitos, las cuales señalan el principio de la diferenciación marcador de la presencia de estas células y, por ende, de la
ovárica de las gónadas indiferenciadas (figura 43-7). presencia de tejido testicular. Información reciente sugiere
que SF-1, un receptor nuclear huérfano, regula la expresión
del gen de la AMH y participa en la determinación sexual
Diferenciación de los conductos genitales
de las mamas .
(figura 43--8)

Alrededor de la séptima semana de vida intrauterina, el feto Diferenciación de los genitales


se encuentra equipado con los primordios de Jos conductos externos (figura 43-9)
genitales masculinos y femeninos. Los conductos de Müller,
sí consiguen su persistencia, forman las trompas de Fa- Hasta la octava semana de la vida fetal, los genitales exter-
lopio, el cuerpo y cuello del útero y el tercio superior de la nos de ambos sexos son idénticos y tienen la capacidad de
vagina. Los conductos de Wolffpor otra parte, tienen lapo- diferenciarse en los genitales de cualquiera de los dos sexos.
tencialidad de diferenciarse en el epidídimo, los conductos La diferenciación al sexo femenino ocurrirá en presencia de
deferentes, las vesículas seminales y los conductos eyacu- un ovario o de estrías gonadales o si no hay gónada alguna
latorios del varón. En presencia de testículos funcionales, (figura 43-10). La diferenciación de los genitales exter-
los conductos de Müller involuciOnan bajo la influencia de nos a lo largo de líneas masculinas depende de la acción de
la "hormona antimülleriana" (AMH), una glucoproteína la testostcrona y, en particular, de su metabolito reducido en
dimérica secretada por las cé\ulas de Scrtoli fetales. Esta Sa: la dihidrotestosterona. En el feto masculino, la testoste-
hormona actúa "localmente" causando la represión ip- rona se secreta por las células de Leydig, posiblemente
solateral del conducto de Müller. La diferenciación del primero de manera autónoma; después bajo la influencia
conducto de Wolff es estimulada por la secreción de testos- de la gonadotropina coriónica humana (hCG) y, más tarde
terona proveniente de Jos testículos. En presencia de un durante la gestación , por la estimulación de la hormona
ovario o en ausencia de un testículo fetal funcional, el luteinizante hipofisaria fetal (LH). La masculinización de
conducto de Müller se diferencia y los conductos de Wolff los genitales externos y del seno urogenital del feto resulta
involucionan . de la acción de la dihidrotestostcrona, la cual proviene de
A. ETAPA INDIFERENTE B. DESARROLLO FEMENINO C. DESARROLLO MASCULINO

Conductillo
deferente
Epoóforo
Epidídimo
Paroóforo
Conductillo
aberrante

Rudimento de vagma,
(utrículo prostático)
11

Próstata '.'. \. ~ ,;/Uretra membranosa


lr-:¡
·\ ' ; 1 //
1
\ 1 1 l 1 ! // /
Gubemaculum -H-1 : ,. : rr : Uretra cavernosa
¡,:¡:~
1 : i 1 :
Orificio vaginal~~-- ~ ; ,¡ }
........... _1 .. ,_,...,"'"- ._/

Gónada

Mesonefros
Conducto de Wolff

Vesículas seminales

Glándula
urogenital Glándula bulbouretral
de Skene
23mm 63 mm 162 mm

Figura 43-8. Diferenciación embrionaria de los conductos genitales masculinos y femeninos a partir de los primordios de Wolffy Müller. A: Etapa indiferente que muestra un
gran cuerpo mesonéfrico. 8: Conductos femeninos. Los restos del mesonefros y de los conductos de Wolff son denominados ahora el epoóforo, paroóforo y conducto de Gartner.
C: Los conductos masculinos descienden hasta el escroto. El único remanente del primordio de Müller es el apéndice testicular. El utrículo prostático (vagina masculina) proviene
del seno urogenital. (Redibujada de Corning y Wilkins.)
712 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

Tubérculo gemtal

16.8mm

49mm 45mm

Cli!oris

Meato uretral

mayores

Figura 43-9. Diferenciación de los genitales femeninos y masculinos externos a partir de primordios bipotenciales.
MUJER HOMBRE

Gametos

/ +
X+ 22
@+/
Cigoto y+ 22
XX+ 44 (2n)

¡
XV+ 44 (2n)

Gónada bipotencial
!
Gónada
owoo ~

--
'

XX
XY

t
Ovario.normal
tFactor determmante de testículo

Testículos normales

Celu\as de Leydig Células de Sertoli

t
Testosterona
Factor inhib1dor
(conductos masculinos)
del conducto
de Müller
~ 5a-reductasa
DHT
1


Receptor andrógeno

Seno urogenital,
Sexo genitales externos
fenotípico

Difere nc1ación Diferenciación


sexual femenina sexual masculina

Figura 43-1 O. Resumen esquematizado de la diferenciación sexual humana. DHT = dihidrotestosterona. (Reproducida con
autorización de Grumbach MM, Cante FA: Disorders of sex differentiation. En: Wi/liams Textbook of Endrocrino/ogy, 8a. Ed.,
Wilson JD. Foster DW [editores]. Saunders 1992.)

la tcstosterona, convirtiéndose a dihidrotestosterona en las cromosoma X (figura 43-4). Por tanto, un gen ligado a X
células blanco mediante la enzima Sa-reductasa. La dihi- controla la respuesta androgénica de todos los tipos de células
drotestosterona (al igual que la tcstosterona) se une a un somáticas al especificar la proteína receptora del andrógeno.
receptor proteínico específico en el núcleo de la célula Como en el caso de los conductos genitales, hay una
blanco. Una vez que ~e transforma, el complejo receptor de tendencia hereditaria para que los genitales externos y el
estero id es forma dímeros que se unen con una gran afinidad seno urogenital se desarrollen dentro de las líneas femeni-
a sitios específicos del DNA, con lo que se inicia la trans- nas. La diferenciación de los genitales externos a lo largo
cripción dirigida por DNA y mediada por RNA. Esto pro- de líneas masculinas requiere la estimulac1ón androgénica
duce unas proteín~s inducidas por andrógenos, que llevan a en la vida fetal temprana. El metabolito de la testosterona,
la diferenciación y al crecimiento celular. El gen que codi- la dihidrotestosterona, y su receptor específico en el citosol
fica la proteína intracelular que se une a andrógenos se deben hallarse presentes para que se efectúe la masculiniza-
localiza en la porción paracentromérica del brazo largo del ción de los genitales externos del feto. La dihidrotestoste-
714 • Urología generaL de Smith (Capítulo 43)

rona estimula el crecimiento del tubérculo genital, la fusión


de los pliegues uretrales y el descenso de los engrosamientos DIFERENCIACIÓN SEXUAL ANORMAL
labiocscrotales para formar el pene y el escroto. Los andró-
genos también inhiben el descenso y desarrollo del tabique
vesicovaginal y la diferenciación de la vagina. Hay un
periodo crítico para la acción del andrógeno. Después de la
Clasificación de los errores en la
duodécima semana de gestación, la fusión de los pliegues
labioescrotales .ya -no ocurrirá, incluso bajo una intensa diferenciación sexual (cuadro 43-3)
eslimulación androgénica, aunque aún puede inducirse el
crecimiento fálico . La deficiencia en la síntesis o en la Los trastornos de la diferenciación sexual son resultado de
secreción de tcstostcrona fetal o en su conversión a dihidro- una anomalía en el proceso complejo de diferenciación que
tcs1osterona, una actividad deficiente del receptor androgé- se origina en la información genética de los cromosomas X
nico o la producción o la acción local defectuosas de la y Y, al igual que en los autosomas. El hermafrodita verda-
hormona antimülleriana, conducen a una masculinización dero se define como la persona que posee tejido ovárico y
incompleta del feto masculino. La exposición del feto feme- testicular. Un seudohcrmafrodita masculino es aquel indivi-
nino a cantidades anormales de andrógenos, de fuentes duo cuyas gónadas son exdusivamente testiculos: pero cuyos
cxógenas o endógenas> en especial antes de la duodécima conductos genitales, genitales externos o ambos, muestran
semana de la gestación, puede dar lugar a virihzación de los masculinización incompleta. Un seudohermafrodita feme-
genitales externos. nino es una persona cuyo tejido gor.adal es exclusivamente
ovárico aunque sus genitales externos tienen una apariencia
ambigua o masculina.

DISGENESIA DE LOS TÚBULOS


DIFERENCIACIÓN PSICOSEXUAL SEMINÍFEROS: SÍNDROME DE
KLINEFELTER POSITIVO A CROMATINA
Y SUS VARIANTES
La diferenciación psicosexual puede clasificarse en cuatro
grandes categorías: l) identidad del género, definido como El síndrome de Klinefelter es una de las formas más comu-
la identificación de sí mismo como hombre o mujer; 2) nes de h1pogonadismo primario y de esterilidad en varones.
función del género, o aspectos del comportamJento por el En adultos, las características clínicas invariables son el
cual hombres y mujeres difieren uno del otro en una cultura fenotipo masculino; testículos pequeños, firmes, de menos
y en un momento determinado, 3) orientación del género, de 3 cm de longitud; y azoospermia. La ginecomastia es
el cual es la elección del compañero erótico; y 4) diferencias frecuente. Estos pacientes suelen tener una constitución
cognoscitivas. cromosóm1ca sexual 47 ,XXY y un frotís bucal positivo a la
Estudios en gente que ha sido educada corno del sexo cromatina X, aunque se han descrito pacientes con varias
opuesto a su sexo cromosómico o gonadal y en mujeres constituciones cromosórnicas sexuales, incluso mosaicis-
androgenizadas de manera prenatal que presentan hiperpla- mo. Virtualmente, todas estas variantes tienen en común la
sia suprarrenal virilizante, proveen fuertes evidencias de que presencia de por lo menos dos cromosomas X y un cromo-
la identidad de género no está determinada de modo prima- soma Y, excepto para el raro grupo en el cual sólo se
rio por el sexo cromosómico o la exposición prenatal a encuentra un complemento cromosómico sexual XX.
esteroidcs sexuales. Más bien, ésta se imprime de manera Los estudios de la prevalencia de fetos 47,XXY me-
posnatal por palabras, actitudes y comparaciones del cuerpo diante análisis cariotípico de recién nacidos no selecciona-
propio con el de otros . Por lo general, la identidad de género dos indican una frecuencia de l por 1000 recién nacidos
concuerda con la asignación del sexo en pacientes interse- masculinos. Antes de la pubertad, el trastorno se caracteriza
xuales, a condición de que el niño se crie en fom1a no por testículos pequeiios, piernas desproporcionadamente
ambigua y se instituyan el tratamiento quirúrgico y hormo- largas y trastornos conductuales y de la persona\\dacl, y una
nal adecuados, de tal forma que el niño tenga un fenotipo puntuación CI verbal baja, cuando se compara con testigos;
masculino o femenino no ambiguo. En estas circunstancias, pero sin diferencia importante en el CI total. Los pacientes
la identidad de género suele establecerse hacia los 18 a 30 afectados después de la pubertad presentan ginccomastia y
meses de edad. Si durante la pubertad se permite el desa- otros signos de deficiencia de andrógenos como poco pelo
rrollo y persistencia de características sexuales secundarias corporal y facial, falo pequeño, poco de:;- arrollo muscular y
discordantes, algunos pacientes interscxuales desarrollan cuerpo cunucoíde. Los hombres adultos con cariotipo
dudas sobre su identidad de género y solicitan el cambio de 4 7 ,XXV tienden a ser más altos que el promedio con una
sexo. En consecuencia, parece que la identidad de género estatura como adultos cercana a175avo. percentil, principal-
puede ser más dúctil de io que antes se pensaba. En la mente por la desproporcionada longitud de sus piernas.
pubertad, los esteroides sexuales y la socialización desem- También tienen un aumento en la frecuencia de diabetes
peñan un papal importante en la función y mantenimiento sacarina, venas varicosas, enfermedades pulmonares cróni-
de la identidad de género. Sin embargo., la mayor parte de cas y carcinoma de la mama; la incidencia de carcinoma
las pruebas aún apoyan fjnnemente a los factores ambien- mamario es 20 veces mayor en pacientes con síndrome de
tales como el principal determinante de la identidad de Klinefelter en comparación con varones normales. Pacien-
género en nuestra sociedad. tes con síndrome de Klinefelter con frecuencia tienen un
Cuadro 43-3. Clasificación del desarrollo sexual anómalo
Trastornos de la diferenciación gonadal
A. Disgenesia de los túbulos seminíferos (síndrome de Klinefelter)
B. Síndrome de disgenesia gonadal y sus variantes (síndrome de Turner)
C. Disgenesia gonadal de formas completas e incompletas de XX y XY
D. Hermafroditismo verdadero
Seudoherrnafrod itismo femenino
A. Hiperplasia suprarrenal congénita virilizante
B. Deficiencia de aromatasa P450
C. Andrógenos y progestágcnos sintéticos transferidos de la circulación materna
D. Malformaciones del intestino y el aparato urinario (seudohermafrodit ismo femenino no suprarrenal)
E. Otros factores teratógenos
Seudohermafrod itismo masculino
A. Fa1ta de respuesta testicular a hCG y LH (agenesia o h1poplasia de las células de Leydig)
B. Errores congénitos de la biosintesis de testosterona:
l. Defectos enzimáticos que afectan conjuntamente la síntesis de cortícosteroides y testosterona (variantes de hiper-
plasia suprarrenal congénita)
a. Deficiencia de P450scc (segmentación de la cadena lateral del colesterol) (hiperplasaia suprarrenal lipoide con-
génita)
b. Deficiencia de 3~-hidroxiesteroides deshidrogenasa 11 5 isomerasa
c. Deficiencia de P450c 17 ( l7a-hidroxilasa)
2. Defectos cnzimáticos que afectan principalmente a la biosíntesis de testosterona en los testículos
a. Dcfíciencia de P450c 17 ( 17,20 liasa)
b. Deficiencia de 17~-hidroxiesteroides oxidorreductasa (deshidrogenasa)
C. Defectos de los tejidos blanco dependientes de andrógeno:
l . Resistencia de órgano terminal a hormonas androgénicas
a. Síndrome de resistencia completa a los andrógenos y sus variantes (feminización testicular y sus variantes)
b. Sindrome de resistencia incompleta a los andrógenos y sus variantes (síndrome de Reifenstein)
c. Resistencia a los andrógenos en varones fenotípicamente normales
2. Errores congénitos en el metabolismo de la testostcrona por los tejidos periféricos: deficiencia de 5 a-reductasa (hipos-
padias perineoescrotal seudovagínal)
D. Seudohcrmafrodit ismo masculino disgenésico:
! . Variantes del síndrome disgenésico ganada\ con falta de cromatina X (por ejemplo, XO/XY,XYp -)
2. Forma incompleta de dísgcnesia gonadal XY
3. Asociado con enfermedad renal degenerativa (síndrome de tumor de Wilms, aniridia, gonadoblastoma y retraso men-
tal; síndrome de Drash)
4. "Testículos desaparecidos" (regresión testicular embrionaria; agonadísmo XY ---7 agenesia gonadal XY ---7 testículos
rudimentarios ---7 anorquidia)
E. Defecto en la síntesis, secreción o respuesta al factor inhíbidor del conducto de Müller: conductos genitales femeninos
en hombres por lo demás normales- "uteri herniae inguinafe"; síndrome de persistencia de los conductos de Müller
Formas no clasificadas de desarrollo sexual anormal
A. En varones:
\. Hipospadias
2. Genitales externos ambiguos en hombres XY con anomalías congénitas múltiples
!?_.:__. ...:§~ 1:nujeres: Ausencia o anomalias en _el des_a~olloje vagi~_~,..~ter()_y_ tromp~d~ Fai?E~~(sín~~~~-~-~e Rok~~!:mski-Küster)

retraso en el inicio de. la adolescencia. Sin embargo, presen- y fibrosis amplias de los túbulos seminíferos, ausencia o
tan precocidad sexual y ésta :rara vez se debe a un pohem- deficiencia intensa de la espermatogénesis, y agrupamiento
brioma extragonadal secretor de hCG. Existe un mayor seudoadenomatoso de las células de Leydig. Aunque la hiali-
riesgo de desarrollar tumores malignos extragonadales de nización de los túbulos suele ser extensa, varia de manera
células germinales,_ incluyendo el germinoma del sistema considerable en cada paciente y aun entre los testículos del
nervioso central. mismo paciente. En raras ocasiones se encuentra csperma-
La lesión testicular parece ser progresiva y gonadotro- togénesis; los pacientes que se reportan como fértiles inva-
pinodependiente. Se caracteriza en adultos por hialinización riablemente tienen un mosaicismo 46,XY/47,XXY.
716 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

La edad avanzada de la madre y la no disyunción normales y una estatura final menor que la de los pacientes
meiótica tienen una función clave en la patogenia de los con constitución cromosómica sexual XXY o la de hombres
cario tipos 4 7 ,XX Y. Los estudios en ancestros indican que
normales , pero son más altos que las mujeres normales. En
ambos cromosomas X son de origen materno en el 67% de
los pacientes. pacientes XXY, las concentraciones de testosterona son
El diagnóstico de síndrome de Klinefelter se sospecha bajas o normales; las gonodotropinas se elevan y la esper-
mediante el fenotipo clásico y los cambios hormonales. matogénesís está deteriorada después de la pubertad. La
Éste se confirma por el descubrimiento, en un frotis bucal, ginecomastia está presente en cerca de una tercera parte de
del cromosoma X y por la demostración de un cariotipo los pacientes.
·4 7 ,XXY en sangre, piel o gónadas, Después de la pubertad, La presencia de testículos y la diferenciación sexual
se elevan las concentraciones de gonadotropinas sérjcas y
masculina en individuos 46,XX es un problema confuso. Sin
urinarias, en especial de la hormona foliculostimulante
(FSH). La tasa de producción de testosterona, los valores de embargo, la paradoja se aclaró con estudios genéticos. A
testosterona total y libre y los índices de depuración meta- través de estudios de eslabonamiento genético y mediante
bólica de testosterona y estradiol tienden a ser bajos, en tanto polimorfismos por restricción de la longitud del fragmento
que las ciths de cstradiol plasmático son nonnales o elevadas. del cromosoma X, se demostró que los varones con un
La biopsia testicular revela los hallazgos clásicos de hialíniza- cariotipo 46,XX poseen un cromosoma X de cada uno de
ción y disgenesia de los tú bulos seminíferos, deficiencia inten-
sus padres. Cerca del 90% de los varones XX tiene un
sa de espennatogonia y agrupamiento seudoadcnomatoso de
células de Lcydig. segmento específico del DNA de la porción distal del brazo
El tratamiento det síndrome de Klinefe1ter se orienta a corto del cromosoma Y, trastocado en la porción distal del
reemplazar los andrógenos, sobre todo en pacientes. con brazo corto del cromosoma X paterno. Este segmento tras-
pubertad retrasada o falta de desarrollo, o en quienes mues- locada es heterólogo en su longitud, pero siempre incluye el
tran valores de testosterona por debajo de lo normal para su gen SRY, el cual codifica el factor determinante testicular,
edad y etapa de desarrollo. El tratamiento con testosterona
así como la región seudoautosómica del cromosoma Y. En
puede intcns1ficar los caracteres sexuales secundarios y el
desempeño sexual , evita la osteoporosis y mejora el bienes- consecuencia, el90% de los casos de varones XX se debe a
tar general en la mayoria de los pacientes con síndrome de un cambio terminal X-Y anormal que ocurre durante la
Klinefelter. El tratamiento con testosterona en adolescentes meiosis paterna, la cual tiene dos productos, un cromosoma
debe comenzar con 50 a 100 mg de enantato de testosterona X con e\ TDF del cromosoma Y y un cromosoma Y con
en presentación oleosa, por vía intramuscular cada cuatro deficiencia de este gen (este último podría causar una m ujcr
semanas y se incrementa de manera gradual hasta la dosis
con disgenesia gonadal XY). Menos del 10% de los varones
de reemplazo en el adulto de 200 rng cada dos semanas. Una
disminución marcada de la ginecomastia puede ser conse- XX examinados han mostrado ausencia de las secuencias
cuencia de este tipo de terapéutica; sin embargo, una vez específicas del DNA en el cromosoma Y, incluyendo e1 gen
que está bien establecida no cede a la hormonoterapia. No SRY y la región seudoautosómica del cromosoma Y. Estos
obstante, se puede corregir por medios quirúrgicos si es muy varones con DNA Y negativo tienden a hipospadias y es
marcada o tiene efectos psicológicos en el paciente. El
posible que un miembro de la familia padezca un verdadero
diagnóstico temprano, apoyo, y la asesoria apropiada mejo-
ran el pronóstico global. hermafroditismo.
E! encontrar varones XX sin evidencia de genes espe-
cíficos del cromosoma Y sugiere que la determinación
Variantes de la cromatina positiva;
disgenesia de los túbulos seminíferos testicular y, en consecuencia la diferenciación masculina,
puede ocurrir en ausencia del gen o genes del cromosoma
A. Variantes del síndrome de Klinefelter Y. Esto puede resultar de: 1) mutación de un gen autosómico
Estos pacientes pueden presentar mosaicismos de cascada, involucrado en la detenninación sexual mascu-
46,XY/47,XXY, así como cromosomas múltiples X y Y. lina; 2) mutación, deleción o inactivación aberrante de una
Cuando el número de cromosomas X en el genoma es secuencia genética del cromosoma X, crítica en la determi-
mayor, prevalecen el retraso mental y otras anomalías del
nación y diferenciación testicular o 3) rnosaicismo circuns-
desarrollo, como la sinostosis radiocubital.
crito del cromosoma Y (que ocurre sólo en gónadas) .
B. Varones 46,XX Existen informes de pacientes con duplicación de la porción
Desde 1964, se han descrito hombres fenotípicos con cario- distal del cromosoma X en la región Xp21 quienes tienen
tipo 46,XX; la ocurrencia de hombres 46,XX es de aproxi - disgenesia gonadal46,XY y son SRY positivos: esto apoya
madamente 1:20 000 nacimientos. En general, esta gente la existencia de un gen (SRVX) en la porción distal de la
tiene un fenotipo masculino, género de identidad físicoso-
región Xp, involucrado en la diferenciación testicular. Será
cial masculino y testículos con características histológicas
necesario hacer más estudios para elucidar la patogenia de
similares a las observadas en pacientes. con cariotipo
4 7 ,XX Y. Por lo menos el 10% de los pacientes tienen la determinación y diferenciación sexuales masculinas en
hipospadias o genitales externos ambiguos . Hombres con aquellos varones 46,XX en quienes no está determinada la
cromosomas sexuales XX tienen proporciones corporales tras1ocación de los cromosomas Y a X.
SÍNDROME DE DISGENESIA La estatura corta es una característica invariable del síndro-
GONADAL: SÍNDROME DE TURNER me de disgenesia gonadal. La estatura final promedio que
Y SUS VARIANTES alcanzan las pacientes 45,X es de 143 cm, con límites de 133
a J 53 centímetros. Datos recientes sugieren que la estatura
corta en pacientes con síndrome de disgenesia gonadal no
Síndrome de Turner: se debe a deficiencia de la hormona del crecimiento, factores
disgenesia gonadai45,X del crecimiento semejantes a la insulina, esteroides sexuales
u hormona tiroidea. Sin embargo, )a administración de
Una de cada 5000 recién nacidas tienen una constitución cantidades farmacológicas de hormona del crecimiento hu-
cromosómica sexual 45, X o XO. Se ha estimado que el99%
mana biosintética producen un aumento de la estatura final.
de los fetos con 45,X no sobreviven más allá de las 28
La disgenesia gonadal es una característica primaria de
semanas de gestación y el 15% de todos Jos abortos en el
pacientes con constitución cromosómica 45,X. Por lo regu-
primer trimestre tienen un cariotipo 45,X. Las carac-
lar, las gónadas son aplanadas y contienen sólo estroma
terísticas cardinales del síndrome de disgenesia ganada\
fibroso que está dispuesto en espiral. Estudios longitudina-
45,X son algunas anomalías somáticas, corno infantilismo
les tanto de la secreción basal de gonadotropinas como de
sexual en la pubertad, secundario a disgenesia ganada!, y
la inducida por la hormona liberadora de gonadotropinas
estatura corta. Casi siempre es posible reconocer en la
(GnRH), en pac1entes con dísgenesia ganada\ , indican una
infancia a las pacientes con cariotipo 45 ,X debido allin-
fedema de las extremidades y los pliegues cutáneos laxos falta de inhibición en la retroahmentación del eje hipotála-
"Sobre la porción posterior del cuello. Algún tiempo después, mo-hipófisis por parte de las gónadas disgenésicas en lac-
es posible reconocer a la paciente por su facies caracte- tantes y niños afectados (figura 43-11 ). De tal manera, las
rística con micrognatia, pliegues epicánticos , orejas pro- concentraciones de gonadotropinas plasmáticas y urinarias,
minentes y de implantación baja, boca como de pescado y en especial las de FSH, están elevadas durante la infancia
ptosis que se presentan en diferentes grados. El tórax es en temprana, y por segunda vez después de los 9 o 1Oaños de
forma de escudo y el cuello corto, ancho y palmeado (40%) . edad. A partir de que se daña la función ovárica, la pubertad
Otras anomalías relacionadas con el síndrome de Tumer no suele sobrevenir de manera espontánea, de ahí que el
incluyen : coartación de la aorta (1 0%), hipertensión , infantilismo sexual sea una marca de este síndrome. En raras
anomalías renales (50%), nevas pigmentados, cúbito val- ocasiones, pacientes con un cariotipo 45,X pueden sufrir de
go, una tendencia a formaciones queloides, inflamación manera espontánea maduración puberal y menarquía.
del dorso de manos y pies, cuarto metacarpiano y metatar- Una gran variedad de trastornos se relaciona con este
siano cortos y otitis media reincidente. La urografía intra- síndrome, éstos incluyen~ obesidad, ostcoporosis, diabetes
venosa o la ultrasonografía rutinarias del riñón están sacarina, tiroiditis de Hashimoto, artritis reumatoide, enfer-
indicadas en todos Jos pacientes para excluir una anomalía medad intestinal inflamatoria, telangiectasia intestinal y
renal corregible por cirugia. Los conductos internos, así anorexia nerviosa. Debido a que en el síndrome de Turner
como los genitales externos de estos pacientes son invaria- se ha reportado una mayor prevalencia de válvula aórtica
blemente femeninos, excepto en raros pacientes con cario- bicúspide y de dilatación aórtica con formadón y rotura de
tipo 45 ,X en quienes se encontró una traslocación del Y al aneurisma, está indicado hacer un ecocardiograma de rutina
autosómico. en pacientes con una línea celular 45,X.

FSH o "'
plasmática

ng/ml
CLER 869)
o
o

(3 días)
t"' "' o

o Sujetos normales promedio


~~~~~~~~~~~~~. .~~~~~~1
(2 días) 1 2 3 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Edad (años)

Figura 43-11. Variación difásica de los valores basales de FSH plasmática (ng/ml-LER 869) en pacientes con cariotipo 45,X
(triángulos) y pacientes con anomalías estructurales de cromosoma X y mosaícismo (círculos) . Obsérvese que los valores
basales medios de FSH plasmática en pacientes con dísgenesia gonadal están en los límites de castración antes de los 4
años y después de los 1O. (Reproducida con autorización de Conte FA, Grumbach MM, Ka plan SL: A diphasicc, pattern of
gonadotropin secretíon in patients whit syndrome of gonadal dysgenesis: J Clin Endocn'nol Metab 1975;40 :670.)
718 • Uro logia general de Smith (Capítulo 43)

Los individuos que por fenotipo son femeninos y que de los primeros años de estrogenoterapia, se administra
presentan las siguientes características deben someterse a acetato de medroxiprogesterona, 5 mg al día, o un proges-
un análisis de cariotipo: 1) estatura corta(> 2.5 DE debajo tágeno comparable del décimo día al vigésimo primero del
del valor promedio para la edad); 2) anomalías somáticas ciclo menstrual para asegurar la menstruación fisiológica y
que se relacionan con el síndrome de disgencsia gonadal y reducir el riesgo de carcinoma endometrial, el cual se asocia
3) retraso en la aparición de la adolescencia con concentra- con estimulación estrogénica única
ciones plasmáticas elevadas de FSH.
El tratamiento se dirige a instituir la terapéutica estro- Variantes del síndrome de disgenesia
génica con el fin de producir características sexuales secun- gonadal con cromatina X positiva
darias y menarquía a una edad semejante a la que aparecen
normalmente . Los resultados de las pruebas clínicas recien- Pacientes con anomalías estructurales del cromosoma X
tes sugieren que los pacientes tratados con hormona del (deleciones y adiciones) y mosaicisrno de cromosomas se-
crecimiento humana recombinantc (0.3 75 mglkg/ semana xuales con una línea celular 45,X pueden manifestar carac-
dJVidido en 7 dosis diaria.•;) con o sin oxandrolona (0.0625 m g/ terísticas somáticas y gonadales del síndrome de disgenesia
kg/día por un mes), tuvieron un incremento en la velocidad gonadal (cuadro 43-4). Las evidencias sugieren que los
de crecimeinto que fue sostenido y produjo un aumento en genes, tanto en el brazo largo como en el corto, del cromo-
la estatura de 8 a 1Ocm en promedio, después de 3 a 7 años soma X controlan la diferenciación gonadal , mientras que
de tratamiento. Antes de iniciar el tratamiento con hormona genes, sobre todo del brazo corto del cromosoma X (y del
del crecimiento, debe discutirse con los padres y el niño un cromosoma Y) localizados en la región seudoautosómica,
análisis completo de los costos, beneficios y posibles efec- evitan la estatura corta (y posiblemente las anomalías somá-
tos colaterales. Estudios a largo plazo, realizados_ por el ticas) que se ven en pacientes 45 ,X (figura 43-4). En
autor, con bajas dosis de estrógcnos no demostraron efecto s general, el mosaicismo 45,X/46,XX modifica el fenotipo
significativos (positivos o negativos) en la estatura final de 45,X hacia la normalidad y puede incluso causar una fun-
niñas con síndrome de Turner. Los datos preliminares indi- ción ovárica normal.
can que no existen efectos sinérgicos en tratamientos que
combinan estrógenos con hormona del crecimiento, con Variantes del síndrome de disgenesia
respecto a la estatura finaL gonadal con cromatina X negativa
En pacientes que fueron tratados con hormona del
crecimiento y que lograron una estatura aceptable o aquellos Estos pacientes por lo regular tienen mosaicismo con 45,X
en quienes se efectúa la suspensión progresiva del trata- y una línea celular con Y presente --45 ,X/46,XY;
miento con hormona del crecimiento, con frecuencia está 45,X/47,XXY; 45)(!46,XY/47,XYY- o pueden tener una
indicado iniciar el tratamiento de reemplazo de estrógenos anomalía estructural en el cromosoma Y Varían desde feno-
entre los 12 y 13 años de edad. Estrógenos conjugados tipos femeninos con características de síndrome de Tumer
(0.3 mg o menos) o etinilestradiol (5 ¡.tm) se dan por vía oral hasta pacientes con genitales ambiguos o (rara vez) hombres
los primeros 21 días del calendario. Después de esto, la dosis por completo viril izados con algunos estigmas del síndrome
de estrógenos se incrementa de manera gradual en los de Turner. Las variaciones en la diferenciación gonadal varía
próximos años a 0.6 a 1.25 mg de estrógcnos conjugados o desde estrías bilaterales a testículos disgenéticos bilaterales,
1O ¡.tm de etinilestradiol al día durante los primeros 21 días hasta testículos aparentemente ' 'normales ' ', tal vez debidos
del mes. Debe administrarse la dosis mínima de estrógeno s a desarrollo asimétrico; es decir, una estría en un lado y un
necesaria para mantener los caracteres sexuales secunda- testículo dísgenético (o rara vez un testículo normal) en el
rios, las menstruaciones y evitar la osteoporosis. Después otro lado, algunas veces llamada disgenesia gonadal mixta.

Cuadro 43-4. Relación de las anomalías estructurales de los cromosomas X y Y


con las manifestaciones clínicas del síndrome de disgenesia gonadaJ
Tipo de anomalía cromosómica Cariotipos Fenotipo Infantilismo Estatura Anomalías somáticas
sexual sexual corta del síndrome de
Turner
Pérdida de un X o Y 45,XO Femenino + + +
Deieción del brazo corto de un X * 46,XXqi Femenino + (occ . ±) + +
46,XXp- Femenino +, ±, o- + (-) + (-)
Delecíón de) brazo largo de un X* 46,XXq- Femenino + - (+) -o(±)
Deleción de los extremos de ambos 46,XXr Femenino - o+ + +o(±)
brazos de un X
Deleción del brazo corto de Y 46,XYp- Femenino + + +
* En Xp- y Xq-, la extensión y el sitio del segmento suprimido es variable.
Xqi, isocromosoma para el brazo largo de un X; Xp, deleción del brazo corto de un X; Xpi , isomocromosoma del brazo corto de un X;
Xq- , delcción del brazo largo de un X; Xr, anillo cromosómico que se deriva de un X.
El desarrollo de los gemtales externos, así como de los escroto normales, desde el punto de vista histológico y
conductos internos se correlaciona con el grado de diferen- funcional, el riesgo de tumores malignos aún está por deter-
ciación testicular y, presumiblemente, la capacidad de los minarse.
testículos fetales de secretar hormona antimülleriana y tes-
tosterona.
El riesgo de desarrollo de tumores gonadales es mayor DISGENESIA GONADAL 46,XX Y 46,XY
en pacientes con mosaicismo 45,X/46,XY que tiene testícu-
los disgenésicos, y la remoción profiláctica de la línea El término de disgenesia ganada) XX y XY se ha aplicado
ganad al o testículos no descendidos disgenésicos, ésta indi- a pacientes 46,XX y 46,XY que tienen líneas gonadales
cada en este síndrome. En estos pacientes, el desarrollo de bilaterales, un fenotipo femenino y no tienen los estigmas
mamas durante o después de la pubertad se relaciona con somáticos del síndrome de Turner. Después de la pubertad,
una neoplasia gonadal, por lo general gonadoblastoma. En estos pacientes tienen infantilismo sexual, niveles castrantes
la detección de neoplasias, en estos pacientes, pueden ser de gonadotropinas plasmáticas y urinarias, estatura nonnal
útiles la ultrasonografía pélvica, tomografía computadori- o alta y proporciones eunucoides.
zada o imágenes de resonancia magnética. Los gonadoblas-
tomas se calcifican con frecuencia, de manera que es posible
Disgenesia gonadal 46,XX
observarlos aun en una radiografía simple de abdomen.
El diagnóstico de mosaicismo 45,X/46,XY puede Se han descr1to casos esporádicos y familiares de disgenesia
establecerse mediante la demostración de células 45,X y gonadal XX. Et análisis genético en ancestros de los casos
46, XY en sangre, piel y tejido gonadal. En algunos mosai- familiares es compatible con herencia autosómica recesiva.
cismos, se encuentra un cromosoma "marcador" que es Sin embargo, en una familia cuatro mujeres afectadas tuvie-
citogenéticamente indistinguible entre un cromosoma X y ron una deleción intersticial hereditaria del brazo largo del
uno Y. En estos casos, el análisis FISH y el molecular con cromosoma X que involucraba la región q21 a q27. En
sondas específicas para X y Y está indicado para determinar apariencia esta región contienen un gen o genes "críticos"
de manera definitiva el origen del cromosoma marcador. La para el desarrollo y funcionamiento del ovario. En tres
determinación del sexo de crianza del niño deberá basarse en familias, la disgenesia gonadal XX se acompañó con sorde-
la edad a la que se establece el diagnóstico y en el potencial ra de tipo neurosensorial. En múltiples familias, la variedad
para la función normal de los genitales externos. La mayoría de hallazgos clínicos en hermanos afectados comprende
de los pacientes con mosaicismo 45,X/46,XY que se detec- varios grados de función ovárica, que incluyen desarrollo
tan por amnioccntcsis, y se verifican en el periodo posnatal, mamario y menstruaciones, seguidos de amenorrea secun-
tienen genitales masculinos con características histológicas daria. A diferencia de los pacientes con síndrome de Turner,
testiculares normales. En consecuencia, la prevalencia de éstos son de estatura normaL El diagnóstico de disgenesia
ambigüedad en los genitales y la infcrtilídad descrita en gonadal 46, XX deberá sospecharse en los fenotipos feme-
pacientes 45,X/46,XY se debe a un sesgo en la indagación. ninos con infantilismo sexual y estructuras de Müller nor-
El grupo del autor observó a un paciente masculino de 30 males con pérdida de los estigmas somáticos del síndrome
años de edad, con mosaicismo 45,X/46,XY comprobado, de disgenesia gonadal (síndrome de Turner). El análisis de
que tenía genitales masculinos de adulto nonnales y que ¡era cariotipo sólo revela células 46,XX. Al igual que en el
fértil! síndrome de Turner, las concentraciones de gonadotropina
En pacientes con género femenino ya asignado, se le son altas, las de estrógenos bajas y el tratamiento consiste
deben remover las gónadas y los genitales externos repara- en cstrógenos cíclicos y reposición de progestína.
dos. La estrogenoterapia debe iniciarse en la pubertad, como Los casos esporádicos de disgenesia gonadal XX pue-
en pacientes con caríotipo 45,X (véase sección anterior). En den representar un grupo con patogenia heterogénea. Es
niños afectados que tienen un rol masculino, se les debe posible distinguir la disgencsia gonadal XX de la insuficien-
remover todo el tejido gonadal, excepto aquel que parezca cia ovárica secundaria a infecciones como parotiditis, de la
histológicamente normal y que está localizado en el escroto. presencia de anticuerpos contra receptores de gonadotropi-
También está indicado la remoción de las estructuras mülle- na y de la galactosemia, así como de errores en la biosintesis
ríanas y la reparación del hipospadias. En la pubertad, de esteroides (estrógenos ).
dependiendo de la integridad funcional de la gónada o
gónadas retenidas, puede estar indicado el reemplazo con Disgenesia gonadal 46,XY
androgenoterapia a dosis similares que las que se dan en
pacientes con disgenesia ganada! XY. En pacientes con La forma 46,XY de disgenesia ganada] se presenta tanto
testículos retenidos en el escroto, están indicadas las biop- de manera esporádica como en agregados familiares.
sias de repetición ep la etapa pospuberal para excluir la Los pacientes con la forma completa de este síndrome
posibilidad de carcinoma in situ, o una lesión premaligna tienen genitales externos femeninos, estatura normal o
(véase la discusión siguiente). alta, rastros de gónadas bilaterales, desarrollo del con-
En lactantes y nifíos con mosaicismo 45,X/46,XY, ducto mülleríano, infantilismo sexual, hábito eunucoide
genitales normales e integridad testicular normal, valorada y cariotipo 46,XY. Es bastante frecuente la clitorimega-
por concentraciones de gonadotropinas e TRM, los autores lia; en casos familiares, la afección puede ir desde el
difieren las biopsias gonadales hasta los primeros años de síndrome completo hasta ambigüedad de los genitales
la adolescencia. En varones con mosaicismo 45,X/46,XY, externos. La diferencia fenotípica entre la forma comple-
que tienen genitales masculinos normales y testículos en el ta de disgenesia gonadal XY y la incompleta se debe al
720 • Urología general de Smith (Capitulo 43)

grado de diferenciación del tejido testicular y a la capacidad extremo variable. Los genitales externos pueden semejar los
funcional de los testículos fetales para producir testosterona de un varón o una mujer; pero habitualmente son ambiguos.
y hormona antimülleriana. Desde la infancia temprana y Con frecuencia se observa criptorquidia e hipospadias. En
después de la pubertad, se elevan las concentraciones una tercera parte de los pacientes se localiza un testículo o
plasmáticas de gonadotropinas urinarias y plasmáticas. un ovotestículo, cuando está presente, entre Jos pliegues
El análisis de los casos familiares y esporádicos de labioescrotales; en el conducto inguinal en otra tercera parte
dísgenesia gonadal 46,XY indica que alrededor del 15% y en el abdomen en el tercio restante. En todos los casos hay
de los pacientes tiene una deleción pequeña o una mutación útero presente aunque puede ser hipoplásico o unícorne. La
puntual, en general en la porción HMG del gen SRY, la cual diferenciación de los conductos genitales generalmente si-
afecta la unión del DNA por la proteína SRY. Todos los gue a la de la gónada ipsolateral. En los hermafroditas
pacientes con deleciones o mutaciones puntuales tienen verdaderos, )a gónada que se observa con más frecuencia es
disgenesia gonadal completa. Los pacientes con grandes el ovotestículo, seguido por el ovario y la menos común es el
deleciones en el cromosoma Y tienen Jos estigmas del testículo. Es habitual el desarrollo de las mamas en la
síndrome de Turner. Las mutaciones fuera de la región HMG pubertad en pacientes sin tratamiento y puede presentarse
del gen SRY así como de los genes ligados al X o autosó- la menstruación en el 50% de los casos. En tanto que el
micos, pueden ser responsables del trastorno en sujetos en ovario o la porción ovárica de un ovotestículo puede funcio-
los que aún no se encuentra anomalía molecular. Se han nar en forma normal, el testículo o la porción testicular de
descrito mutaciones en la HMG del gen SRY en cuatro un ovotestículo casi siempre es disgenésica.
padres 46,XY normales cuyas hijas tenían disgenesia gona- Se informa que el 60% de los hennafroditas verdaderos
dal 46,XY. Estas cuatro cohortes familiares sugieren que tiene cariotipo 46,XX; de los restantes, alrededor del 20% son
dichas mutaciones pueden afectar, ya sea de manera directa 46,XY con mosaicismo cromosómico sexual y en el otro 20%
o indirecta, la cantidad o tiempo de expresión del SRY y, de hay quimerismo 46,XX/46,XY El hermafroditismo verdadero
esta manera, originan la diferenciación testicular nonnal o (con cariotipo 46,XX) es una entidad genética heterogénea. Un
anormal. Se conocen alrededor de 20 casos de pacientes con pequeño porcentaje de hermafroditas verdaderos 46,XX, que
dísgenesia gonadal 46,XY con duplicación de la región incluye algunos pertenecientes a cohortes de familias con
Xp21.2 ---7p22.11 del cromosoma X. El gen se conoce como hombres con 46,XX, son positivos para SRY. Por tanto, la
SRVX o DSS (del inglés, dosage sensitive sex reversa/) y traslocación autosómica de Y a X, el mosaicismo cromosómico
está adyacente al locus de la hipoplasia suprarrenal congé- sexual oculto o el quimerismo, explican la patogenia de estos
nita. Esta deleción en los hombres 46,XY con diferenciación pacientes. La mayoria de los hermafroditas verdaderos 46,XX
normal sugiere que no se requiere para la formación testi- estudiados son SRY negativos. Se informa de ciertas cohortes
cular. Sin embargo, dos copias activas alteran la diferencia- de familias en las que hay hombres 46,XX SRY negativos y
ción testicular normal y llevan a disgenesia gonadal46,XY. hermafroditas verdaderos 46,XX. Esta observación sugiere
El tratamiento en pacientes con disgenesia gonadal una patogenia genética común a todos estos pacientes. Los
46 ,XY con genitales externos femeninos incluye gonadec- mecanismos genéticos posibles que explican el hermafroditis-
tomía profiláctica al momento del diagnóstico y adminis- mo verdadero SRY negativo incluyen: 1) mutación de un gen
tración de estrógenos en la pubertad. En la forma incompleta o genes autosómicos en la cascada de los que participan en la
de disgenesia gonadal XY, es posible conservar el género determinación testicular; 2) mutación, deleción, duplicación o
masculino; esto depende del grado de ambigüedad de Jos inactivación anormal de un locus ligado al X de los que
genitales y de la posibilidad de un falo funcional. Debe particiapn en la determinación testicular, o 3) quimerismo
considerarse la gonadectomía profiláctica, ya que la fertili- circunscrito o masaicismo que ocurre sólo en gónadas.
dad es poco probable y hay un aumento en el riesgo de El diagnóstico de hermafroditismo verdadero deberá
trasformación maligna de las gónadas con disgenesia de es- tenerse en cuenta en todos los pacientes con genitales am-
tos pacientes. Debe realizarse la biopsia de todas las gónadas biguos. El hallazgo de cariotípo 46,XX/46,XY o de una
retenidas antes y después de la pubertad para detectar cam- gónada bilobulada compatible con un ovotestículo en la
bios malignos tempranos (carcinoma in situ). En pacientes región inguinal o en los pliegues labioescrotales sugieren el
que crecieron como hombres, deben implantarse prótesis de diagnóstico. Si ya se han excluido todas las demás formas
testículos al momento de la gonadectomia y, en la pubertad, de seudohermafroditismo masculino y femenino, la laparo-
debe institu-irse el tratamiento de sustitución de andrógenos. tomía y la confirmación histológica de tejido ovárico y
Las dosis iniciales de enantato de testosterona en aceite (o testicular establece el diagnóstico. El tratamiento del her-
cualquier otra presentación de éster de testosterona de ac- mafroditismo verdadero depende de la edad del diagnóstico
ción prolongada) son de 50 mg por vía intramuscular cada y de la valoración cuidadosa de la capacidad funcional de
cuatro semanas y se aumenta la dosis de manera gradual gónadas, vías genitales y genitales externos. En general, la
durante 3 a 4 años hasta la reposición total de la dosis que mayoría de los hermafroditas verdaderos crece como mujer
es de 200 mg por vía intramuscular cada dos semanas. con la excepción posible de los pacientes bien virilizados en
los que no existe útero.

HERMAFRODITISMO VERDADERO Neoplasmas gonadales en gónadas


disgenésicas
Los hermafroditas verdaderos presentan tejido ovárico y
testicular, ya sea en gónadas opuestas o en la misma. La Los tumores gonadales son raros en pacientes con síndrome
diferenciación de Jos genitales externos e internos es en de Klinefelter 47,XXY y en la disgenesia gonadal 45,X,
Anomalias de la diferenciación sexual • 721

pero la prevalencia de neoplasmas gonadales aumenta mu- que semejan a los producidos por andrógenos de manera
cho en pacientes con ciertos tipos de góndas disgenésicas. superficial se deben a malformaciones teratógenas.
La frecuencia aumenta en el mosaicismo 45)U46,XY, en
especial en los que tienen genitales femeninos o ambiguos, Hiperplasia suprarrenal congénita
en pacientes con cromosoma Y de estructura anormal y en (figura 43-13)
los que tienen disgenesia gonadal 46,XY, ya sea con feno-
tipo femenino o con genitales ambiguos. Entre los más Hay seis tipos principales de hiperplasia suprarrenal congé-
frecuentes se encuentran los gonadoblastomas, disgermino- nita (HSC), y todos se transmiten como trastornos autosó-
sas, seminomas y teratomas. Se reallza gonadectomia pro- micos recesivos. El común denominador de los seis tipos es
filáctica en pacientes con mosaicismo 45,X/46,XY, en un defecto en la síntesis de cortisol, que origina un aumento
aquellos con disgencsia ganada\ 46,XY y en pacientes con en la secreción de hormona adrenocorticotrópica (ACTH)
cromosoma Y de estructura anormal con genitales femeni- y, en consecuencia, hiperplasia suprarrenal. Puede afectar
nos o ambiguos, así como en individuos con disgenesia tanto varones como mujeres; pero los varones rara vez son
ganada! que manifiestan signos de virilización, sin importar diagnosticados al nacer, a menos que tengan genitales am-
el cariotipo. biguos o sean perdedores de sal y manifiesten crisis supra-
Se conservan los test\culos en pacientes que crecieron rrenales o se identifiquen mediante pruebas de detección al
corno hombres sólo si la histología es normal y pueden nacimiento, o están en peligro por tener un hermano afec-
relocalizarse en el escroto. El hecho que los testículos tado . Los defectos tipo I a 111 están confinados a la glándula
puedan palparse en el escroto no descarta degeneración suprarrenal y producen virilización. Los tipos IV a VI tienen
maligna y diseminación tumoral, ya que los seminomas en común el bloqueo en la síntesis del cortisol y de los
tienden a hacer metástasis en la etapa temprana antes esteroides sexuales, tanto en las suprarrenales como en las
que haya masas locales obvias. Si se conserva el testículo gónadas. Estos últimos tres tipos también producen mascu-
en el escroto en pacientes con mosaicismo 45,X/46,XY linización incompleta primaria en el varón y escasa o nul~
o en casos raros de hermafroditismo verdadero, es pru- virilización en la mujer (cuadro 43-5). En consecuencia, se les
dente seguir a los pacientes de cerca con ultrasonografía o estudia en primer lugar como formas de seudohermafrodi-
IRM y biopsia de los testículos después de la pubertad para tismo masculino (véase adelante).
descartar el desarrollo de una enfermedad premaligna o
maligna.
Deficiencia de hidroxilasa
P450c21
SEUDOHERMAFRODITISMO FEMENINO La actividad de la 21-hidroxilasa es mediada por el
p450c21, que es un citocromo microsórnico de la enzima
Los pacientes con este problema tienen caríotipo 46,XX, P450. La deficiencia de esta enzima origina el tipo más
ovarios normales y derivados müllerianos junto con genita- frecuente de hiperplasia suprarrenal clásica, con una preva-
les externos ambiguos. El feto femenino puede masculini- lencia total de alrededor de 1:14 000 nacidos vivos en
zarse si se le somete a concentraciones circulantes elevadas caucásicos. El locus del gen que codifica para la 21-hidro-
de andrógenos derivados de fuentes maternas o fetales. El xilación está en el brazo corto del cromosoma 6, cerca del
grado de masculinización depende de la etapa de diferen- locus para C4 (completo) entre HLA-B y HLA-D. El
ciación al momento de la exposición (figura 43-12). Des- análisis de DNA detectó en esta área dos genes que se
pués de 12 semanas de gestación, los andrógenos producen conocen como 21-0HA y 21-0HB y que están uno detrás
crecimiento del clítoris. Rara vez, los genitales ambiguos del otro con los dos genes para el complemento denomina-

Figura 43-12. Seudohermafroditismo femenino inducido por la exposición prenatal a los andrógenos. La exposición después
de la duod.écima semana de la gestación sólo conduce la hipertrofia del clítoris (diagrama izquierda). La exposición en etapas
iniciales del embarazo (mostrado en los esquemas de izquierda a derecha) conduce a la retención del seno urogenital y a la
fusión labioescrotal. 'si la exposición ocurre casi desde el principio del embarazo,los labios se fusionarán y formarán una uretra
peneana. (Reproducida con autorización de Grumbach MM, Duchame J: The effects of androgens on fetal development:
Androgen-induced female pseudohermaphroditism. Fertil Steri/1960;11:757.)
722 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

Colesterol

MINERALCORTICOIDES GLUCOCORTICOIDES ESTEROIDES SEXUALES

Figura 43-13. Representación esquemática de las vías biosintétícas de los esteroides en las suprarrenales y gónadas. De la
1 a la VI corresponden a las enzimas cuya deficiencia da lugar a hiperplasia suprarrenal congénita. OH = hidroxi o hidroxilasa;
5
3~-HSD = 3~-hidroxiesteroides deshidrogenasa y 11 isomerasa; 17P-HSO = 17P-hidroxiesteroides oxidorreductasa (deshi-
drogenasa); P450scc, desdoblamiento de la cadena lateral de colesterol, antes llamada 20,22 desmolasa: P450c21, 21-hidro-
xilasa; P450c17, 17-hidroxilasa; P450arom, aromatasa; P450c17 también media la actividad 17,20 liasa: P450c11 ,
11-hidroxilasa también media reacciones 18 hidroxilasa y 18 oxidasa. Modificada y reproducida con autorización de Cante FA,
Grumbach MM: Pathogenesis, classification, diagnosis, and treatment of anomalies of sex. En: Endocrinology, DeGroot l
{editor]. Grune y Stratton, 1989.)

Cuadro 43-5. Manifestaciones clínicas de diversos tipos de hiperplasia suprarrenal congénita


Defecto Segmentación de 3~- P450c17 P450cll (11~- P450c21
enzimático la cadena lateral Hid roxiestero id es (17 a- hidroxilasa) (21 a-
del colesterol deshidrogenasa hidroxilasa) hidroxilasa)
(P-450scc)
Tipo VI IV ----
V 111 11 y 1
Sexo cromosómico XX XY XY XY XX XY XX XY XX XY
Genitales externos Mujer Mujer Mujer Ambiguos Mujer Mujer o Ambi- Hombre Ambi- Hombre
(clitoro- ambiguo guos* guos*
megalia)*
Virilización (Infantilismo ± Leve a (Infantilismo + +
posnatal sexual·durante la moderada sexual durante la
pubertad) pubertad)
- - -·

Crisis addisonianas + ± - - +en 80% (tipo JI)


Hipertensión - - + + -
* Mujer nonna! en las formas "crítpica" y de aparición tardía.
dos C4A y C4B. El gen 21--0HA es un "seudogen" no mismo que la deficiencia "clásica" de hidroxilasaP450c2 1;
funcional; es decir, le faltan las secuencias esenciales y pero son mucho más frecuentes que la forma "clasica" de
no codifica una 21-hidroxilasa funcional. Los pacientes la enfermedad. Se dice que la deficiencia "no clásica"
con deficiencia de P450c21 (2 1a-hid.roxilasa) tienen una de hidroxilasa P450c21 es la enfermedad autosómica rece-
mutación, deleción o "conversión genética" (transferencia siva más común, afectando a 1 de cada 1O 000 personas de
de secuencias no funcionales del gen 21--0HA al gen 21- todos los grupos étnicos, pero con incidencia de 2 a 3 veces
0HB en el gen B del P450c21. El 75% de los pacientes con mayor en hispanos y judíos ashkenazi. Las mujeres en
deficiencia de P450c21 tienen mutaciones puntuales o con- quienes la deficiencia de hidroxilasa P450c21 es de inicio
versiones microgenéticas. El resto tiene deleciones genéti- tardío tienen genitales femeninos normales al nacer y no mues-
cas y conversiones macrogenéticas. tran anomalías electrolíticas. Ocurre virilización leve tardía
Estudios recientes demuestran que la deficiencia clá- en la infancia y la adolescencia, que se manifiesta por
sica de 21-hidroxilasa con pérdida de sal se relaciona con desarrollo prematura de vello púbico o axilar, crecimiento
una mutación, deleción o conversión genética que suprime leve del clítoris, menstruaciones irregulares, acné, hirsutis-
o reduce en gran medida la actividad de la 21-hidrox.ilasa mo y edad ósea avanzada. Los hombres enfermos pueden tener
suprarrenal. La mayoría de los pacientes con deficiencia de genitales masculinos normales al nacimiento, pero en la
21-hidroxiJasa son heterocigotos compuestos; es decir, que infancia tardía presentan vello púbico y axilar prematuros,
tienen diferentes mutaciones en cualquiera de sus alelas pubertad temprana y estarura corta por madurez ósea avan-
genéticos 21 OHB. El espectro fenotípico que se observa zada y fusión epifisaria. Es posible detectar individuos asinto-
consiste en pérdida de sal, virilización simple o de inicio máticos con anomalías bioquímicas similares a las de
tardío, y es una consecuencia del grado de deficiencia pacientes con formas leves de deficiencia en hid.roxilasa
cnzimática, lo cual depende de la gravedad de la mutación P450Pc21 sometiendo a pruebas hormonales a las familias
funcional que afecta al gen 21 OH B. La relación entre el gen en las cuales cuando menos uno de sus miembros presente
para la deficiencia de P450c2 l y el complejo supergenéti- síntomas.
co para HLA no sólo es de cercanía, sino que también hay
ciertos subtipos específicos de HLA que aumentan desde el
punto de vista estadístico (desequilibrio en el eslabonamien- B. Tipo 11: Deficiencia de hidroxilasa P450c21,
to) en pacientes con deficiencia de 21-hidroxilasa. Estas con virilización y pérdida de sal
relaciones genéticas incluyen Bw51 en la forma de viriliza- La variante de la deficiencia de hidroxilasa P450c21 con
pérdida de sal explica casi el 80% de los pacientes con de-
ción simple y Bw47 en la forma con pérdida de sal.
ficiencia clásica de 21-hidroxilasa con pérdida de sal; im-
plica un déficit más intenso de hidroxilasa P450c21 en las
A. Tipo 1: Deficiencia de hidroxilasa zonas fasciculada y glomerulosa de la corteza suprarrenal,
P450c21, con virilízación lo cual conduce a la alteración en la secreción de cortisol y
El defecto en la actividad de P450c21 (21 a-hidroxilasa) da aldosterona. Esto produce pérdidas de líquidos y electrólitos
lugar a deficiencia en la síntesis del cortisol, aumento de los después del quinto día de vida que se manifiestan como
niveles de ACTH y a un aumento de los precursores andro- hiponatremia, hiperpotasemia, acidosis, deshidratación y co-
génicos en las suprarrenales y en la secreción de andróge- lapso vascular. La masculinización de los genitales externos en
nos. Antes de las 12 semanas de gestación los niveles altos las mujeres afectadas tiende a ser más intensa que la que se
de andrógenos producen grados variables de fusión labioes- observa en los pacientes con deficiencia simple de hidroxilasa
crotal y de crecimiento del clítoris en los fetos femeninos; P450c21. Los varones afectados presentan macrogenitosomía
la exposición a los andrógenos después de la semana 12 sólo Siempre debe tenerse en mente el diagnóstico de
produce clitorímegalia. Al nacimiento, los genitales exter- deficiencia de hidroxilasa P450c21 en: 1) pacientes con
nos de los varones no muestran anomalías, excepto que el genitales ambiguos con cariotipo 46,XX (seudohermafro-
falo puede estar crecido. Estos pacientes producen aldoste- ditismo femenino); 2) hombres con aparente criptorquidia;
rona en cantidades suficientes para evitar los signos y 3) cualquier niño con choque, hipoglucemia y manifesta-
síntomas de la deficiencia minoralocortícoide. En los pa- ciones químicas compatibles con insuficiencia suprarre-
cientes sin tratamiento la virilización se continua después nal, y 4) hombres y mujeres con signos de virilización antes
del nacimiento. Ésta resulta en el crecimiento y maduración de la pubertad, lo que incluye adrenarquia. En el pasado, el
rápidos de los huesos, asi como en los signos físicos de la diagnóstico de deficiencia de hidroxilasa P450c21 se ba-
secreción excesiva de andrógenos (es decir, acné, seborrea, saba en el dato de cifras altas de 17-cetosteroides y pregna-
aumento del desarrollo muscular, crecimiento prematuro notriol en la orina. Si bien aún es útil y válida la
del pelo axilar y del vello púbico y aumento del tamaño del determinación de esteroides urinarios, esta prueba ha sido
falo). El aumento de la secreción de ACTH da lugar al reemplazada con mucho por la medición en plasma de
oscurecimiento de la piel. La pubertad precoz verdadera, o 17-hidroxiprogesterona. Por lo general, la concentración
central, se puede presentar después de iniciar el tratamiento de 17 -hidroxiprogesterona plasmática está elevada en la
con glucocorticoides en los niños mayores con edades óseas sangre del cordón umbilical; pero disminuye con rapidez a
peripuberales. los límites de 100 a 200 ng/dL (3 a 6 nmol/L) a las 24
Hay comunicaciones de actividad ligeramente dismi- horas después del parto. En prematuros y en recién
nuida de P450c21 (21 a-hid.roxilasa). Los pacientes pueden nacidos a término estresados, los valores de 17-hidrox.ipro-
presentar síntomas (inicio tardío o forma adquirida) o ser gesterona son más altos que los observados en lactantes a
asintomáticos (forma "críptica"). Estas formas leves de la término no estresados. En los pacientes con deficiencia de
deficiencia en hidroxilasa P450c21 están unidas a HLA, lo hidroxilasa P450c21, las cifras de 17-hidroxíprogesterona
suelen variar entre 3000 y 40 000 ng/dL (90 a 120 nmol/L), la cual la región reguladora dependiente de ACTH de la
lo que depende de la edad del paciente y la gravedad de la ll-hidroxilasa se fusiona con la región codificadora de
deficiencia de hidroxilasa P450c21. Los pacientes con de- la sintetasa de la aldosterona). Como los dos genes de la
ficiencia de hidroxilasa P450c21 leve, es decir, formas 11 P-hídroxilasa están en el cromosoma 8, no se relacionan con
crípticas y de inicio tardío , pueden tener valores basales HLA. Hasta ahora la prueba de estimulación de ACTH ha
limítrofes de 17-hidroxiprogesterona; se distinguen de fracasado para demostrar alguna aberración bioquímica
los heterocigotos si hay elevación de la 17-hidroxiproges- consistente en heterocigotos obligados.
terona como respuesta a la administración parenteral de El diagnóstico de deficiencia de hidroxilasa P450c11
ACTH. puede confirmarse mediante la demostración de cifras plas-
La pérdida de sal se diagnostica mediante evidencia máticas altas de 11-desoxicortisol y 11-desoxicorticostero-
clínica de hiponatremia e hiperpotasemia con una dieta na y aumento de la excreción de sus metabolitos en orina
regular para el lactante. En estos pacientes, las concentra- (principalmente tetrahidro 11-desoxicortísol), sea en estado
ciones de aldosterona tanto en plasma como en orina son basal o luego de administrar ACTH.
bajas para la edad en relación con las concentraciones de
sodio sérico, si bien la actividad de la renina en plasma en D. Tipo IV: Deficiencia de
función de la edad está elevada. Para el diagnóstico prenatal 3~-hidroxiesteroide deshidrogenasa
de fetos afectados se usan : tipificación de HLA, medi- (seudohermafroditismo masculino o
ción de las concentraciones de 17-hidroxiprogesterona en femenino e insuficiencia suprarrenal)
líquido amniótico y biopsia de vellosidades coriónicas con Véase seudohermafroditismo masculino.
análisis de HLA y genético. Los datos indican que el trata-
miento prenatal con dexametasona administrada en etapas E. Tipo V: Deficiencia de hidroxilasa
tempranas del embarazo puede disminuir la ambigüedad P-450c17 (seudohermafroditismo
genital que se observa en mujeres recién nacidas afectadas.
Para saber si el paciente es heterocigoto, se realiza la
masculino, infantilismo sexual,
tipificación de HLA en los familiares y se determina la ele- hipertensión y alcalosis
vación de las concentraciones plasmáticas de 17-hidroxipro- hipopotasémica)
gestcrona mediante inducción con ACTH. La medición de Véase seudohermafroditismo masculino .
las concentraciones plasmáticas de 17-hidroxiprogesterona
con muestras en papel de sangre capilar mediante un piquete F. Tipo VI: Deficiencia de segmentación
en el talón parecen ser una herramienta de detección válida de la cadena lateral P450scc
para deficiencia de 21-hidroxilasa en los recién nacidos. (hiperplasia suprarrenal congénita
lipoide, seudohermafroditismo
C. Tipo 111: Deficiencia de hidroxilasa masculino, infantilismo sexual e
P450c11 (virilización con hiperlensión) insuficiencia suprarrenal)
La deficiencia clásica de 11 ~-hídroxílasa se presenta en Véase seudohermafrodítismo masculino.
alrededor de 1: l 00 000 nacimientos y representa del 5 al 8%
de los casos de hiperplasia suprarrenal congénita. Un defec- Tratamiento
to en la hidroxilación en C11 conduce a la hipertensión de
11-desoxicorticosterona y 11-desoxicortisol además de los El tratamiento de los pacientes con hiperplasia suprarrenal
andrógenos suprarrenales. Se ha descrito la marcada hete- congénita puede dividirse en agudo y crónico. En las crisis
rogenidad de las manifestaciones clínicas y hormonales de suprarrenales agudas, la deficiencia de cortisol y aldosterona
este defecto incluyendo las formas leve, de inicio tardío y produce hipoglucemia, hiponatremia, hiperpotasemia, hi-
aún la forma "críptica" de la enfermedad. Los pacientes con povolemia y estado de choque. Si el paciente está hipoglu-
esta forma de hiperplasia suprarrenal muestran virilización cémico, se le administra un bolo intravenoso de glucosa,
secundaria al incremento en la producción de andrógenos e 0.25 a 0.5 g/kg (máximo 25 g) . Si el paciente está en estado
hipertensión causada por incremento en la secreción de de choque, se administran 20 mL/kg de solución salina
11-desoxicorticosterona. La hipertensión no siempre está durante la primera hora; después, se calcula la reposición de
presente y puede aparecer al final de la infancia o en la glucosa, líquidos y electrólitos según los déficit y los reque-
adolescencia. rimientos de mantenimiento clásicos. Deberá administrarse
En el brazo largo del cromosoma 8 se localizan dos genes una dosis de carga de succinato sódico de hidrocortisona,
de la hidroxilasa P450c 11. Al igual que la 21-hidroxilasa, estos 50 mg/m 2 y al líquido de instilación se agregan otros 50 a
dos genes son homólogos en el 95% de su expresión. Uno de 100 mg/m 2 para pasarse durante las primeras 24 horas de
ellos codifica la enzima para la 11P-hidroxilación, se expresa tratamiento.
en las zonas fasciculada y reticular y depende de ACTH; el otro Si hay hiponatremia e hiperpotasemia, se administran
gen codifica )a sintetasa de la aldosterona (CMO tipo JI), se de 0.05 a 0.1 mg de fludrocortisona por vía oral junto con
expresa en la zona glomerulosa y depende de angiotensina. Por solución salina intravenosa e hidrocortisona. La cantidad de
tanto, las mutaciones, deleciones y duplicaciones genéticas fludrocortisona y la concentración y cantidad de solución
pueden producir una gran variedad de manifestaciones clínicas salina se ajustan de acuerdo con resultados de las determi-
que van de virilización con hipertensión, a pérdida de sal naciones electrolíticas frecuentes, valoración del estado de
(deficienciencia de sintctasa de la aldosterona), hasta hiperten- hidratación y medición de la presión arterial. El exceso
sión que mejora con glucocorticoides (duplicación genética en de tludrocortisona y sal puede originar hipopotasemia, hi-
Anomalías de la diferenciación sexual• 725

pertensión, insuficiencia cardiaca congestiva y encefalopa- gen de la aromatasa P450 que codifica esta enzima en dos
tía hipertensiva; por otro lado, dosis muy bajas de fludrocorti- mujeres 46,XX con genitales ambiguos.
sona y sal fracasan en la corrección del desequilibrio de
electrólitos. Como la hidrocortisona tiene actividad como
mineralocorticoide puede ser suficiente, junto con la solu- ANDRÓGENOS Y PROGESTÁGENOS
ción salina, para corregir la anomalía electrolítica. En casos MATERNOS
extremos de hiponatrcmia, hiperpotasernia y acidosis a ve-
ces se necesitan bicarbonato de sodio y una resina de Puede ocurrir masculinización de los genitales externos de un
intercambio catiónico, por ejemplo, sulfonato sódico feto femenino si la madre recibe testosterona, otros esteroides
de poliestireno (Kayexalato ). androgénicos o un agente progestacional sintético durante las
Una vez que el paciente se estabiliza y se establece el primeras 1O semanas del embarazo. Después de la decimose-
diagnóstico definitivo mediante los estudios adecuados de es- gunda semana de gestación, dicha exposición sólo origina
teroides, deberá recibir dosis de mantenimiento de gluco- clitorimegalia. Los agentes progestacionales sintéticos no-
corticoides para permitir el crecimiento, desarrollo y retindrona, etisterona, noretinodrel y acetato de medroxi-
maduración ósea normales (aproximadamente de 12 a 18 progesterona producen masculínización. Puede ocurrir
mg/m 2/día de hidrocortisona por vía oral dividida en tres seudohermafroditismo femenino no suprarrenal como conse-
dosis). Se determina la dosis de hidrocortisona en cada cuencia de la ingestión materna de danazol, el 2, 3-d-isoxazol
padente, según las concentraciones hormonales de esteroi- derivado de la 17a-etiniltestosterona. En casos raros, la
des en orina de 24 h y en plasma, el crecimiento y los signos masculinización del feto femenino se debe a tumores ovári-
clínicos de sobredosis de esteroidcs o virilización. Los cos o suprarrenales maternos , hiperplasia suprarrenal vi-
pacientes con pérdida de sal necesitan tratamiento con mi- ritizante congénita de la madre o a un luteoma durante el
neralocorticoides (fludrocortisona, 0.05 a 0.2 mg/día por vía embarazo.
oral) y mayor ingesta de sal en la dieta. La dosis de mine- El diagnóstico de seudohermafroditismo femenino
ralocorticoides se ajusta de tal manera que electrólitos, procedente del paso transplacentario de esteroides andróge-
presión arterial y actividad plasmática de la renina se en- nos se basa en la exclusión de otras formas de seudoherma-
cuentren en los niveles normales para la edad. froditismo femenino y el antecedente de exposición al
Los pacientes con genitales externos ambiguos requie- medicamento. En caso de requerirse, la corrección quirúr-
ren reparación plástica de los mismos antes del año de edad. gica de los genitales es el único tratamiento conveniente.
Se realizan recesión del clítoris o clitoroplastia, pero no El seudohermafroditismo femenino no suprarrenal
clitoridectomía. Lo más importante para la familia de un puede acompañarse de ano imperforado, anomalías renales
niño afectado es la seguridad de que el niño crecerá y se y otras anomalías congénitas de intestino bajo y vías urina-
desarrollará hasta llegar a un adulto normal funcionaL Los rias. Se han observado casos esporádicos y familiares.
pacientes con la forma más frecuente de hiperplasia supra-
rrenal (deficiencia de 21-hidroxi lasa) con el tratamiento
adecuado pueden desarrollar fertilidad \os varones y femi-
nización, menstruación y fertilidad las mujeres. Son esen-
SEUDOHERMAFRODITISMO MASCULINO
ciales el apoyo y la conducción psicológica a largo plazo
Los seudo hermafroditas masculinos tienen gónadas que son
para el paciente y la familia.
testiculares; pero los genitales externos y los conductos
Los restos suprarrenales en los testículos de hombres
genitales no se masculinizaron por completo. El seudo-
con deficiencia de hidroxilasa P450c21 (en especial en los
hermafroditismo masculino puede deberse a secreción
que pierden sal) pueden crecer con el estímulo de ACTH y
deficiente de testosterona como consecuencia de: 1) dife-
confundirse con neoplasmas testiculares. Estos restos su-
renciación testicular defectuosa (disgenesia testicular),
prarrenales a menudo son bilaterales y son estructuras ce-
2) secreción alterada de testosterona u hormona antimül\e-
lulares al parecer indistinguibles, desde el punto de vista
riana, 3) fracaso de la respuesta del órgano blanco a la
histológico , de las células de Leydig, excepto que carecen
testosteronaldihidrotestosterona u hormona antimülleriana,
de cristaloides de Reinke . Habitualmente los restos se ob-
y 4) insuficiencia en la conversión de testosterona a dihidro-
servan en pacientes que no cumplen el tratamiento o con
testosterona.
tratamiento deficiente. Para evitar esta complicación y tam-
bién el peligro de crisis suprarrenales, hiperplasia hipofisaria
y carcinoma suprarrenal se recomienda tratamiento continuo Falta de respuesta testicular a hCG y LH
con un glucocorticoide (y, cuando está indicado, un mine-
ralocorticoide) incluso en adultos del sexo masculino. La diferenciación sexual masculina depende de la produc-
ción de testosterona por las células de Leydig fetales . La
secreción de testosterona de las células de Leydig está bajo
la influencia de hCG placentaria durante el periodo crítico
DEFICIENCIA DE AROMATASA P450 de diferenciación sexual masculina y, después de esto, de la
LH hipofisaria fetal durante la gestación.
El seudohennafroditismo femenino secundario a deficien- La presencia de diferenciación sexual masculina nor-
cia de aromatasa tanto ovárica como placentaria es un mal en hombres XY con anencefalia, apituitarismo o hípo-
trastorno en el que aumentan los andrógenos fetales circu- pituitarísmo hipotalámico congénito sugiere que, en
lantes y aparecen diversos grados de masculinización fetal hombres, la diferenciación sexual masculina (pero no el
de los genitales externos. Se reportan mutaciones en el crecimiento normal de los genitales externos) ocurre de
726 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

manera independiente a la secreción de gonadotropinas o sus precursores. El tratamiento depende de la edad al


hipofisarias fetales. momento del diagnóstico y del grado de mascullnización.
La ausencia o hipoplasia de las células de Leydig o su En general, se asigna el género femenino a los pacientes con
falta de respuesta a hCG-LH originan deficiencia en la genitales de aspecto femenino.
producción de testosterona y, en consecuencia, seudoher-
mafroditísmo masculino. El grado de ambigüedad de los Errores congénitos en la biosíntesis
genitales está en función del grado de deficiencia de testos- de la testosterona
terona. Se informa de un pequeño número de pacientes con
células de Leydig ausentes, hipoplásicas o sin respuesta La figura 43-14 demuestra las principales vías para la
(atribuido a anomalías de los receptores a hcG- LH); el biosíntesis de la testosterona en las gónadas; cada paso se
cuadro coincide con el caso de un modelo animal, la rata acompaña con un defecto hereditario que produce
" vet". En la mayoría de los pacientes descritos hasta la deficiencia de testosterona y, corno consecuencia,
fecha, el defecto originó genitales externos de aspecto fe- seudohermafroditisrno masculino. Los pasos 1, 2 y 3 son
menino. La regresión del conducto de M üller fue completa. Los deficiencias enzimáticas que ocurren en suprarrenales y
valores basales de gonadotropína y las respuestas inducidas gónadas y causan defectos en la síntesis de corticosteroides
con GnRH estaban elevadas en pacientes pospuberales. Las y testosterona.
concentraciones plasmáticas de 17a-hidroxiprogesterona,
androstenediona y testosterona son bajas, y la hCG origina 1) Deficiencia de P450scc, defecto en la división de la
un aumento leve o nulo en la concentración de testosterona cadena lateral del colesterol, hiperplasia suprarrenal

Colesterol

2
,·.: ··.: Segm.entacíón de•c·· :
la cad~n~ lateral ' . '--. ·

Progesterona

D. 5-17 a-OH-Pregnenolona - - - - t :-----t• 17-0 H-Progesterona

D.4 -Androstenediona Estro na

D.5 -Androstenediol----""""' Estradiol


P-450AROM
{Aromatasa)

Figura 43-14. Defectos enzimátícos en la vía biosintética de la testosterona. Los 5 defectos enzimáticos provocan seudoher-
mafroditismo masculino en los hombres afectados. Aun cuando los bloques afectan la esteroidogénesis en las gónadas, los
de etapas 1, 2 y 3 están relacionados con anormalidades mayores en la bíosíntesis de glucocorticosteroides y mineralocorti-
coides en· la suprarrenal. OH, hidroxi; 3~-HSD, 3~~hidroxiesteroide deshidrogenasa; 17~-HSO, 17P-hidroxiesteroide oxidorre-
d uctasa (desh id roge nasa). Se indican los nombres químicos para fas enzimas y además los nombres tradicionales entre paréntesis.
(Modificada y reproducida con autorización de Conte FA, Grumbach MM: Pathogenesis, classification, diagnosis and treatment of
anomalies of sex. En: Endrocnnology, DeGroot L [editor). Grune y Stratton, 1989.)
Anomalías de la diferenciación sexual• 727

congénita lipoide (seudohermafroditismo masculino, El diagnóstico de la deficiencia de deshidrogenasa


infantilismo sexual e insuficiencia suprarrenal): Es de los 3~-hidroxiesteroides se basa en el hallazgo de
un defecto muy temprano en la síntesis de todos los concentraciones elevadas de ~ 5-pregnenolona, D.. 5 -
csteroides y origina deficiencia suprarrenal y gonadal 17a-hidroxipregnenolona, dehídroepiandrosterona
grave. El gen P450scc se ha aislado, clonado y localizado (DHEA) y su sulfato y otros esteroides 3~-hidroxi-D.. 5 en
en el cromosoma 15. Sin embargo, el análisis molecular plasma y orina de pacientes con un cuadro clínico suges-
de este gen no revela a la fecha ningún defecto en los tivo. Puede confirmarse con la detección de una muta-
ción en el gen de la isomerasa ~ y la deshidrogenasa de
5
pacientes estudiados. Los varones afectados tienen ge-
nitales externos femeninos (o rara vez, ambiguos) con los ~--hidroxiesteroides tipo 11. El diagnóstico es más
una bolsa vaginal ciega y conductos genitales masculi- fácil si se detectan altas concentraciones de D.. 5-17a-hi-
nos hipoplásicos, pero sin derivados müllerianos ; los droxipregnenolona y DHEA así como una alta relación
5 4
genitales de las mujeres afectadas son normales. Pueden entre esteroides !l y D.. después de 1a administración
detectarse las suprarrenales con gran carga de lípidos intravenosa de 0.25 mg de ACTH sintética. La supresión
que desplazan a los riñones hacia abajo mediante uro- de la concentración elevada en plasma y orina de los
grafía intravenosa, ultrasonografía abdom1nal o TC. La esteroides 3~-hidroxi-D.. 5 con la administración de de-
muerte por insuficiencia suprarrenal en lactantes peque- xametasona, distingue la deficiencia de deshidrogenasa
ños es bastante frecuente. El diagnóstico se confirma por de los 3 ~-hidroxiesteroides de un tumor suprarrenal
las concentraciones muy bajas o nulas de todos los virilizante. El tratamiento de este trastorno es similar al
estero id es C2 1, C 19 y C I 8 en plasma y orina y por falta de otras formas de hiperplasia suprarrenal (véanse sec-
de respuesta a la estimulación con ACTH. El tratamiento ciones anteriores).
consiste en la reposición de glucocorticoides y minera- 3) Deficiencia de P450c17, deficiencia de 17cx.-hidroxilasa
locorticoides en las dosis apropiadas. (seudohermafroditismo mascuHno, infantilismo sexual,
2) Deficiencia de deshidrogenasa de 3P-hidroxisteroi- hipertensión y alcaJosis hipopotasémica): El defecto en
5
des/ D.. -isomerasa (seudohermafroditismo masculino la 17a-hidroxilación en la zona fasciculada de la supra-
o femenino e insuficiencia suprarrenal): La deficien- rrenal y en las gónadas da lugar a alteración en la síntesis
cia de deshidrogenasa de las 3P-hidroxiesteroides/D.. 5 de 17o:-hidroxiprogesterona y 17cx.-hidroxipregnenolo-
-isomerasa es un defecto temprano en la síntesis de na y, como consecuencia, en el cortisol y esteroides
esteroides que ocasiona la incapacidad de suprarrenales sexuales. La secreción de grandes cantidades de corti-
y gónadas para convertir esteroides 3~-hidroxi-~ en
5
costerona y desoxicorticosterona (DOC) conduce a hi-
4
esteroides 3 -ceto-D.. . El gen que codifica esta enzima se pertensión, hipopota.semia y alcalosis. El aumento en la
localiza en el brazo corto del cromosoma l. Datos re- secreción de DOC produce supresión de renina (hiper-
cientes indican que hay dos genes con alto grado de tensión con renina baja) y, en consecuencia, disminuye
homología que codifican la deshidrogenasa de 3 ~-hidro­ la secreción de aldosterona.
xiesteroides (HSD) en el cromosoma 1. El gen 3~-HSD Un gen único del cromosoma 1O codifica tanto la
tipo 1 se expresa en placenta y tejidos periféricos, mien- hidroxilasa P450cl7 suprarrenal y testicular como la activi-
tras el tipo II se expresa en suprarrenales y gónadas . La dad de la liasa 17,20. Esta enzima cataliza la 17-hidro-
deshidrogenasa de 3~-hidroxiesteroides no es una enzi- xilación de la pregnenolona y la progesterona en
ma del citocromo P-450: requiere NAO+ como cofactor. 17cx.-hídroxipregnenolona y 17a-hidroxiprogesterona, así
En los pacientes heterocigotos compuestos que se han como su separación (liasa) de Jos esteroides C19, DHEA y
estudiado hasta la fecha se encontró una mutación pun- androstenediona, en la corteza suprarrenal y gónadas.
tual distinta en cada alelo. Este defecto en su forma Las manifestaciones clínicas se producen por el
completa origina una deficiencia grave de aldosterona, defecto suprarrenal y gonadal. Las mujeres con cariotipo
cortiso!, testosterona y estradiol. Los hombres con este 46,XX tienen un desarrollo femenino normal de los
defecto presentan masculinización incompleta y las mu- conductos genitales y de los genitales externos, pero
jeres tienen el itorimegalia leve. En general, los pacientes manifiestan infantilismo sexual con elevación de las
presentan crisis suprarrenales y por pérdida de sales concentraciones de gonadotropinas en la pubertad. Los
desde la infancia temprana. Los hombres con esta enfer- hombres con cariotípo 46,XY tienen alteraciones en la
medad pueden lograr una pubertad masculina normal, síntesis de testosterona por parte de los testículos fetales,
pero con frecuencia tienen ginecomastia importante. Se lo que origina genitales femeninos o ambiguos. En la
describen también pacientes con deficiencias de deshi- adolescencia, las marcas características de este defecto
drogenasa de 3~-hidroxiesteroides leve sin pérdida de son infantilismo sexual e hipertensión .
sal. Se informa el caso de un hermano y una hermana El diagnóstico de deficiencia de 17o:-hidroxílasa se
enfermos en los que, al nacimiento, el hombre tenía sospecha en hombres XY con genitales femeninos o
hipospadias perineal y la mujer genitales normales. Am- ambiguos y en mujeres XX con infantilismo sexual que
bos presentaron pubarquia prematura y elevación de también manifiestan hipertensión junto con alcalosis
5
D.. -1 7-cctosteroides en orina y sangre; la función de los hipopotasémica. Las altas concentraciones de progeste-
mineralocorticoides era normal. En general, las formas ronaA5 -pregnenolona, DOC y corticosterona en plasma,
"no clásicas" (inicio tardío) de este defecto se presenta así como el aumento de la excreción urinaria de sus
con pubarquia prematura, hirsutismo o ambos. Aún fal- metabolitos, establecen el diagnóstico. En estos pacien-
tan por determinar los criterios hormonales de este últi- tes la actividad de la renina plasmática y la secreción de
mo diagnóstico. aldosterona están muy disminuidas.
728 • Urologia general de Smith (Capitulo 43)

Los siguientes errores afectan sobre todo labio- zación progresiva, que con frecuencia se acompaña con
síntesis de testosterona y estrógenos en las gónadas: desarrollo de ginecomastia. Las gonadotropinas plasmá-
4) Deficiencia de P450cl7 (deficiencia de 17,20-liasa): ticas se incrementan, as{ como las concentraciones de
La enzima P450c 17 media la 17 -hidroxilación de prcg- androstcncdiona y estrona, en tanto que las de testaste-
nenolona y progesterona a 17a-hidroxipregnenolona y
rana y de estradiol están disminuidas . De manera recien-
17a-hidroxiprogestcrona y también el rompimiento de
te, se describió un tipo de deficiencia de oxirreductasa
la unión e 17,20 para producir D HEA y androstenedio-
na, respectivamente. Son muy raros los casos de defec- de los 17~-hidroxiesteroides de inicio tardío, en un
tos primarios en la separación de los esteroides e2 1 de pequeño número de hombres que después de la adoles-
los e 19 (DHEA y androstenediona), cuyo resultado es cencia presentaban ginecomastia con genitales masculi-
un defecto en la síntesis de testosterona, con el conse- nos normales.
cuente seudohermafrodítísmo en hombres y síntesis y La deficiencia de 17~-hidroxiesteroides oxidorre-
secreción de csteroidcs sexuales alteradas en mujeres ductasa debe incluirse en el diagnóstico diferencial de:
46,XX. El único caso imputable a una deficiencia aislada 1) seudohermafroditismo masculino con ausencia de Jos
de Ji asa 17,20 estudiado hasta la fecha mediante análisis derivados de Müllerque no tienen anomalía en la síntesis
molecular, se presentó en un heterocigoto compuesto por de glucocorticoides y mineralocorticoides y 2) seudo-
mutaciones en la región terminal C del gen P450c17. En hermafroditismo masculino con virilización en la puber-
vectores de expresión, estaban disminuidas por las mu- tad, en especial si hay gínecomastia. El diagnóstico de
taciones tanto la actividad de la 17a-hidroxilasa como
deficiencia de 17~-hidroxiesteroides o..:idorreductasa
de la liasa 17,20. Los individuos XY con deficiencia
puede confirmarse mediante la demostración de concen-
clínica de liasa 17,20 son seudohermafroditas masculi-
nos con genitales ambiguos o femeninos y testículos traciones plasmáticas inadecuadamente altas de estrona
inguinales o intraabdominales. Los derivados mülleria- y androstenediona y disminución en las proporciones de
nos están ausentes por la secreción de la hormona anti- testosterona plasmática/androstenediona y de estra-
mülleriana en los testículos fetales. En la pubertad hay diollestrona antes o después de la estimulación con hCG.
viri!ización incompleta sin ginecomastia. Se describen El tratamiento de los pacientes, al igual que otras
mujeres 46,XX con este trastorno que presentan infan- formas de seudohermafroditismo masculino , depende
tilismo sexual y concentraciones elevadas de gonadotro- de la edad a la que se establece el diagnóstico y del grado
pinas séricas sin hipertensión. de ambigüedad de los genitales externos. En pacientes a
Los pacientes con deficiencia clínica de liasa 17,20 los que se les asigna el género masculino, se requiere
tienen concentraciones circulantes bajas de testosterona,
reparación plástica de los genitales y reposición de tes-
androstenediona, DHEA y estradiol. El diagnóstico se
tosterona a partir de la pubertad. En los pacientes criados
confirma con la demostración de un aumento en la
como mujeres (el caso usual), el tratamiento adecuado
relación entre los esteroides e21 y 170-hidroxi y los
esteroides e19 (testosterona, DHEA, .6.\ndrostene- es la castración seguida por restitución de estrógenos
diol y androstenediona) después de la estimulación con durante la pubertad.
AeTH o gonadotropinas coriónicas.
5) Deficiencia de 17~-hidroxiesteroide oxidorreductasa
Defectos en los tejidos blanco
(deshidrogenasa): El último paso en la biosíntesis de
testosterona y estradiol por las gónadas incluye la reduc- and ro gen odepen dientes
ción de androstenediona a testosterona y de estrona a
estradiol. La oxirreductasa de Jos 17~-hidroxiesteroides
El complejo mecanismo de acción de las hormonas esteroi-
es una enzima microsómica dependiente de NADPH . Se
des a nivel celular se aclaró recientemente (figura 43-15).
encuentran dos genes, uno detrás de otro, en el brazo
largo del cromosoma 17. Son homólogos en el 89% de La testosterona libre entra a Ías células blanco y sufre
su extensión. En apariencia, el primer gen es un seudo- 5a-rcducción para convertirse en dihidrotestosterona. La
gen por la presencia de un codón de detención. En el dihidrotcstostcrona entra en el núcleo donde se une al
cromosoma 9q22 se encontró un tercer gen. Parece tener receptor de andrógenos y lo "activa" con la liberación de
el 23% de homología con las otras enzimas 17 BHSD y proteínas de golpe de calor. El complejo andrógeno-recep-
se expresa sobre todo en testículos. Se ha descrito la tor activo forma dímeros y se une a los elementos de la
mutación en el gen que usa el NADPH como cofactor y respuesta hormonal específica del DNA. Inicia la transcrip-
que reduce la androsterona en testosterona en cinco ción, traslación y síntesis de proteínas que realizan las
seudohermafroditas masculinos sin parentesco. Al naci- acciones androgénicas. La falta del efecto androgénico en
miento , los hombres con deficiencia de la enzima oxi-
los órganos terminales y, en consecuencia, el seudoherma-
rreductasa de los 17~-hidroxicsteroides tienen genitales
froditismo masculino, se producen por anomalías en la
externos femeninos o ligeramente ambiguos, secunda-
rios a la deficiencia de testosterona durante la diferen- actividad de la 5a.-reductasa, transformación del complejo
ciación masculina. Muestran desarrollo de conductos receptor--esteroide, de la unión del receptor a la dihidrotes-
masculinos, ausencia de estructuras de Müller con bolsa tostcrona, de la unión del complejo receptor-ligando al
vaginal ciega y testículos intraabdominales o inguinales. DNA y por alteraciones en la transcripción, procesamiento
En la pubertad, ocurre hipertrofia del clítoris con virili- o traslación.
Anomalías de la diferenciación sexual• 729

, .,._-
, ~~~-~---~~~~-----

,, ---
Membrana /
celular /
---------~---~---
1
1 Membrana 1 Proteína de
1 nuclear / choque térmico
Receptor activado
1
1
1 N~C
1
1
'
\~U~'~c~N A
1
[2]1
1
0----i--- T
[2], \ ! Proteína de
\ \\ choque térmico TRANSCRIPCIÓN
\
\ \ mANA
\
\
\
',, ___ -------- -j--- TRASLACIÓN
\ Efectos androgénícos Síntesis de proteínas

'' -....,_
----------.------.- ~------~~

Figura 43-15. Representación diagramática del presunto mecanismo de acción de la testosterona sobre las células blanco.
La testosterona (T) entra en las células donde sufre una reducción 5a a dihidrotestosterona (DHT) o se aromatiza a estradiol.
La dihidrotestosterona entra en el núcleo, donde se une al receptor de andrógenos y lo "activa" con la liberación de la proteína
de choque térmico . Entonces, el complejo andrógeno-receptor activado se une como un dímero (no se muestra en el esquema)
a elementos específicos de la respuesta hormonal en el DNA y con ello se inician la transcripción, traslación y síntesis de
proteínas con los consecuentes efectos andrógenicos. (Reproducida con autorización de Grumbach MM, conte FA: Disorders
of sex differentiation. En: Wilfíams Texboook of Endocrinology, Ba. ed. Wilson JD, Foster DW [editores]. Saunders, 1992.)

Resistencia de los órganos terminales ligero crecimiento del clítoris. En la pubertad, estos pacien-
a las hormomas androgénicas tes pueden mostrar virilización ligera además de desarrollo
(defectos de los receptores androgénicos) mamario y hábito femenino.
Durante la embriogénesis, la resistencia a Jos andróge-
nos impide la masculinización de los genitales externos y la
A. Síndrome de resistencia completa a diferenciación de los conductos de Wolff. La secreción de
andrógenos y sus variantes la hormona antimülleriana por las células fetales de Sertoli
(femenización testicular) origina la regresión de los conductos mülleríanos. Por tanto,
Este síndrome se caracteriza por un cario tipo 46,XY, testículos
los pacientes nacen con genitales externos femeninos y una
bilaterales, ausencia o hipoplasia de los conductos wolffia-
bolsa vaginal ciega. En la pubertad, la resistencia a los
nos, apariencia femenina de los genitales externos, bolsa
vaginal ciega y derivados müllerianos ausentes o rudimen- andrógenos origina aumento en la secreción de LH con el
tarios. En la pubertad, se desarrollan características sexua- subsecuente aumento de la testosterona y del estradiol. El
les secundarias femeninas, pero no aparece menarquía. El cstradiol se produce por la conversión periférica de testos-
pelo púbico y axilar puede ser escaso y una tercera parte terona y androstenediona, así como por la secreción directa
de los casos presentan ausencia completa. Algunos pacien- de los testículos . La resistencia a los andrógenos aunada al
tes tienen una forma variante de este síndrome y muestran aumento en la secreción del estradiol origina el desarrollo
730 • Urología general de Smith (Capitulo 43)

de los caracteres sexuales femeninos secundarios en la genéticos mayores, pero son raros en este grupo de pacien-
pubertad. tes. Una mutación puntual en el exón e se asocia con
El gen para los receptores de andrógenos se localiza en acoplamiento normal del andrógeno al receptor, pero inca-
el cromosoma X entre Xq ll y Xq 13. El gen se compone de pacidad del complejo ligando-receptor para unirse al DNA
8 exones, de A a H. El exón A codifica la terminación amino y, por tanto , iniciar la transcripción del mRNA. Esta muta-
del receptor de andrógenos y se piensa que tiene una función ción origina resistencia a los andrógenos completa con
en la transcripción. Los exones B y e codifican el dedo de presencia de receptores (receptores positivos). Sin duda,
cinc para la unión con el DNA de la proteina receptora estudios posteriores sobre el gen del receptor de andrógenos
de andrógenos. Los exones O a H especifican la termina- demostrarán anomalías adicionales y aclararán la relación
ción carboxilo, que es el sitio de unión con los andrógenos entre el defecto genético, y las propiedades de acoplamiento
(figura 43-1 6). del ligando con el receptor de andrógenos y el fenotipo. Al igual
El grupo de pacientes con resistencia completa a los que aumentan el número de trastornos genéticos, también
andrógenos es heterogéneo con respecto a la unión de la puede haber discrepancias entre genotipo y fenotipo.
dihidrotestostcrona a los receptores de los andrógenos . Se El diagnóstico de resistencia completa a los andróge-
describen individuos receptores negativos y receptores po- nos se sospecha por las manifestaciones clínicas. Antes de
sitivos con defectos cualitativos como termolabilidad, ines- la pubertad, la presencia de masas semejantes a testículos
tabilidad y alteraciones en la afinidad de acoplamiento, así en el canal inguinal o en los labios en un paciente con
como individuos en \os que se presupone que el acoplamien- fenotipo de mujer sugiere el diagnóstico. Después de la
to es normal y el defecto es posreceptor. El análisis sobre el pubertad, el pacientes se presenta por amenorrea primaria,
gen del receptor de andrógenos esclarece la patogenia sobre desarrollo normal de la glándula mamaría y vello púbico o
la heterogeneidad de los estudios de receptores en pacientes axilar ausente o escaso. La exploración pélvica o el ultraso-
con resistencia completa a los andrógenos. Los pacien- nido confirman la ausencia de cérvix y útero . De manera
tes con resistencia completa a los andrógenos por ausencia característica, las concentraciones de LH y testosterona
de receptores tienen una mutación puntual primaria o susti- están elevadas. Este último dato es una característica hor-
tuciones en los cxones D aH, que codifican el sitio de unión monal importante de la resistencia a los andrógenos. Los
de los andrógenos con el receptor. La mayoría de las muta- antecedentes familiares, el fenotipo, ]a valoración endocri-
ciones son de naturaleza familiar. Pueden ocurrir otros na, el análisis de los receptores de andrógenos y del gen para
defectos como deleciones, mutaciones en un empalme del esta proteína y, de ser necesario, la respuesta metabólica a
sitio donador, conversiones genéticas y otros reacomodos la testosterona, confirman el diagnóstico.

A Regulación de Unión Unión a


la transcripción al DNA andrógenos

Anillo
8
de cinc
N--------" e
lmc1o de la

N
l transcripción genética

.--------1.,.., RNA
19-27 BP 1
5' r - - - - - - - - . 3'
DNA TATA

~! 1
1 lntensificadores
Elementos de respuesta
a esteroides (andrógenos)

Figura 43-16: A: Representación diagramática del gen para el receptor de andrógenos que se divide en ocho exones. El exón
A codifica el extremo terminal NH2 y regula la transcripción . Los exones By C codifican los dos anillos de cinc. Los exones D
a H codifican el sitio de unión con los andrógenos en el receptor. B: Organización del gen para respuesta a esteroides. La
unión con los ligandos activa el receptor, quien se une a los elementos para respuesta a esteroides del gen (como un dímero,
no esquematizado). Se encuentran presentes los intensificadores así como la caja CAAT y TATA. La transcripción genética
inicia en los pares 19 a 27 de las bases de la cascada de la caja TATA. (Reproducida con autorización de Grumbach MM,
Cante FA: Disorders of sex differentiation. En: Williams Textbook of Endocrinology, 8a. ed. Wilson JD, Foster DW [editores].
Saunders, 1992.)
El tratamiento de pacientes con resistencia completa a Resistencia a los andrógenos en varones
andrógenos implica la afirmación y reforzamiento de la con genitales masculinos normales
identidad como miembro del género femenino. Está indica-
da la castración, antes o después de la pubertad, por el Se ha descrito resistencia parcial a los andrógenos en un
aumento del riesgo de neoplasmas gonadales con la edad. grupo de varones estériles con genitales masculinos norma-
Se requiere reposición de estrógenos a partir de la pubertad les y que pueden tener ginecomastia. A diferencia de otros
en pacientes orquidectomizadas. En la mayoría de los casos, enfermos con resistencia a los andrógenos, en algunos de
no se requiere cirugía reconstructiva de la vagina. estos pacientes son normales los valores de LH y testaste-
rana. La esterilidad en varones normales en todo lo demás,
puede ser la única manifestación clínica de la resistencia a
B. Síndrome de resistencia incompleta a los andrógenos . Sin embargo, la esterilidad no siempre se
los andrógenos y sus variantes relaciona con la resistencia a los andrógenos. De manera
(síndrome de Reifenstein) reciente, se describió una familia en la que cinco hombres
Los pacientes con resistencia incompleta a los andrógenos mostraban signos de ginecomastia y "falta de virilización".
manifiestan una amplia diversidad de fenotipos en cuanto a Estudios sobre los receptores de andrógenos indican tma
masculinización se refiere. Al nacimiento, los genitales anomalía cualitativa sutil en el acoplamiento del ligando; las
externos pueden variar desde ambiguos, con saco vaginal concentraciones plasmáticas de testosterona están elevadas.
ciego , hasta genitales masculinos hipoplásicos. Los deriva- Cuatro de los cinco varones afectados son fértiles y tienen
dos de los conductos müllerianos están ausentes y aunque hijos. Estos pací entes representan el extremo más leve de la
los de los conductos wolffianos están presentes, en general expresión fenotípica sumamente variable de la resistencia a
son hipoplásicos. En la puberta_d, la virilización es deficien- \os andrógenos .
te; casi siempre presentan pelo púbico y axilar, así como
ginecomastia. El fenotipo más común después de la puber- Defectos en el metabolismo de las
tad es el masculino con hipospadias perineoescrotal y gine- testosteronas por los tejidos periféricos;
comastia. El vello axilar y púbico es bastante normal. Los deficiencia de 5a-reductasa (hipospadias
testículos permanecen pequeños y presentan azoopermia seudovag ina 1 perineoescrotal)
como consecuencia de la interrupción de las células germi-
nales . Al igual que en el caso de los pacientes con resistencia La conversión defectuosa de testosterona a dihidrotestoste-
completa a los andrógenos , hay altas concentraciones de rona produce una forma única de seudohermafroditismo
LH, plasmáticas, testosterona y estradiol. Sin embargo, el masculino (figura 43-17). Al nacimiento, los genitales ex-
grado de feminización en estos pacientes, a pesar del incre- ternos ambiguos se manifiestan por un falo hípospádico
mento en la concentración de estradíol , es menor del que se pequeño unido por debajo en forma de un codón , un escroto
observa en el síndrome de resistencia completa a los andró- bífido y un seno urogenital que se abre al perineo. Se
observa un saco vaginal ciego que se abre en el seno
genos.
urogenital o en la uretra inmediatamente debajo del orificio
En general, los estudios de los receptores de andrógenos
uretral. La localización de los testículos es inguinal o labial.
en estos pacientes muestran anomalías cuantitativas, cuali-
No hay estructuras de Mü\ler y las estructuras de Wolff están
tativas, o ambas, en el acoplamiento con los andrógenos. Es
bien diferenciadas. En la pubertad los varones afectados se
de esperarse que las mutaciones que originan reducción
virilizan: la voz adquiere un tono más grave, las masas
parcíal de la acción de los andrógenos originen viritización musculares aumentan y el falo crece. El escroto bífido se toma
incompleta con género masculíno. En dos familias con sín- rugoso y pigmentado. Los testículos crecen y descienden
drome de Reifenstein se presentó una mutación que redujo hasta los pliegues labioescrotales y se produce espermato-
en dos tercios la cantidad de mRNA producido por el génesis. En estos pacientes hay notable ausencia de gine-
receptor de andrógenos. Al igual que en el síndrome de comastia. También son importantes las ausencias de
resistencia completa a andrógenos, la herencia va ligada acné, de recesión temporal del pelo y de hírsutismo. Una
a X. manifestación notable de esta forma de seudohermafro-

OH OH

Sa-Reductasa

Testosterona Di hid rotestosterona

Figura 43-17. Metabolismo de la testosterona.


732 • Urología general de Smith (Capitulo 43)

ditismo masculino es el cambio de género de mujer a Seudohermafrod itismo mase u lino


hombre en la pubertad en algunas culturas aisladas. disgenésico (genitales ambiguos debido
Después del inicio de la pubertad, los pacientes con
a gónadas disgenésicas)
deficiencia de 5a-reductasa tienen concentración de testos-
terona normal a alta y aumento en la concentración plasmá- La gonadogénesis defectuosa de los testículos origina el
tica de LH. Como es de esperarse, la dihidrotcstosterona desarrollo ambiguo de Jos conductos genitales, del seno
plasmática está baja y la proporción testosterona!dihidrotes- urogemtal y de los genitales externos. Los pacientes con
tosterona es anormalmente alta. En apariencia, la ausencia mosaicismo 45)U46,XY, anomalías estructurales del cro-
de reducción 5o: de la testosterona a dihidrotestosterona en mosoma Y y formas de disgenesia gonadal XY, manifiestan
el útero durante las fases críticas de la diferenciación sexual gonadogénesis defectuosa y por tanto defectos en la virili-
masculina origina la masculinización incompleta del seno zación. Estos trastornos se clasifican bajo trastornos de
urogcnital y de los genitales externos, mientras las estruc- diferenciación ganada!; pero también se incluyen como un
turas woltfianas dependientes de testosterona se desarrollan subgrupo de seudohermafroditismo masculino.
de modo normal.
La deficiencia de 5a-reductasa se transmite con un A. Genitales ambiguos que se relacionan
rasgo rcccsivo autosómico y el defecto enzimático muestra con enfermedad renal degenerativa
heterogeneidad genética. Hay dos clases de individuos en- Puede ocurrir seudohermafroditismo masculino junto
fermos: 1) aquellos con ausencia de la actividad enzimática con enfermedad renal degenerativa e hipertensión, así
y, 2) aquellos con actividad enzimática medible pero ines- como tumor de Wilms (síndrome de Denis-Drash). En
table. Dos enzimas cata!izan la conversión de testosterona este síndrome, los riñones y los testículos son disgenési-
en dihidrotestosterona y se les conoce como tipo 1 y tipo lL cos y hay predisposición para las neoplasias renales. Se
La enzima tipo I no se expresa en el feto, pero sí en la piel describe una deleción en el cromosoma 1 1 en p 13 en
a partir de la pubertad. La isoenzima tipo 11 es la enzima que pacientes con tumor de Wilms, aniridia, anomalías geni-
se localiza en la piel genital fetal, las glándulas accesorias tales y retraso mental (síndrome WAGR, del inglés Wilms
masculinas y en la próst.ata. En pacientes con deficiencia de tumor, Aniridia, Genital anomalies, mental Retardation).
5a-reductasa, la enzima tipo II es deficiente aun con un pH Estos pacientes también muestran diferentes formas de
óptimo de 5.5. El gen que codifica esta enzima contiene cinco genitales masculinos hipoplásicos o ambiguos incluyen-
exones y se localiza en el cromosoma 2, banda p23. En los do escroto bífido, hipospadias y criptorquidia. Datos
pacientes estudiados a la fecha, se describen mutaciones recientes indican que tanto el síndrome de Denys-Drash
puntuales en el gen para la enzima tipo IL Una alta proporción como el WAGR se deben a mutaciones o deleciones que
de los pacientes afectados es heterocigoto compuesto. La involucran el gen supresor del tumor de Wilms, gen WTI
fuerte virilización que ocurre en la pubertad en estos pacien- del cromosoma 11.
tes en comparación con la masculinización incompleta de
los genitales externos en el útero se atribuye a la actividad B. Síndrome de ausencia testicular
del gen para la enzima 5a-reductasa tipo 1 en la pubertad. (síndrome de regresión testicular
La deficiencia de 5a-reductasa deberá sospecharse en embrionaria; agonadismo XY;
los seudohermafroditas masculínos con saco vaginal ciego. síndrome de testículos rudimentarios;
El diagnóstico puede confirmarse mediante la demostración anorquia congénita)
de la proporción testostcrona/dihidrotcstostcrona anormal- La interrupción de la función testicular durante la fase
crítica de diferenciación sexual puede conducir a una diver-
mente alta, ya sea bajo condiciones basales o después de
sidad de síndromes clínicos que dependen del momento en
estimulación con hCG. Otros hallazgos confirmatorios in-
que se interrumpa dicha función. En uno de los extremos
cluyen aumento en la relación 5~:5a en los metabolitos de
del espectro clínico de estos trastornos heterogéneos se
los cstcroidcs CI9 y C21 en orina, disminución del nivel
encuentran los pacientes XY en los cuales la deficiencia
de actividad de la 5a-reductasa en cultivos de piel genüal testicular ocurre antes de las ocho semanas de gestación,
y disminución de la conversión de testosterona marcada (la con la resultante diferenciación femenina de genitales inter-
cual se introduce mediante infusión intravenosa) a dihidro- nos y externos. En otro extremo de dicha escala, están los
testosterona in vivo. pacientes con "anorquia" o "desaparición testicular". Es-
El diagnóstico temprano de este trastorno es esenciaL tos pacientes tienen una diferenciación masculina perfecta-
En vista de la historia clínica de este trastorno, se considera mente normal de sus estructuras internas y externas, pero
la asignación del género masculino; debe iniciarse el trata- no presentan tejido ganada\. Los pacientes con cromosomas
miento con dihidrotestosterona (si se dispone de ella) o con sexuales XY que presentan este síndrome tienen genitales
altas dosis de testosterona para aumentar el tamaño del pene. externos ambiguos; forman un grupo intermedio entre
La reparación del hipospadias se efectuará lo más pronto aquellos con genitales externos femeninos y aquellos con
posible en la infancia. En pacientes que se diagnostican genitales externos masculinos. Se informa la presencia de
después de la infancia, cuya identidad de género, sin duda, casos familiares.
es femenino, se piensa que todavía el tratamiento de elección En todos Jos varones criptorquídicos deberá tenerse en
es orquiectomia profiláctica y el ~ratamiento de restitu- cuenta el diagnóstico de anorquia. Una prueba útil para la
ción de cstrógcnos, hasta que se disponga de datos más función de las células de Leydig es la administración de
amplios acerca de esta entidad bioquímica y el cambio de hCG, 1000 a 2000 unidades IM cada tercer día por dos
sexo en nuestra cultura. semanas (siete inyecciones en total). En presencia de células
Anomalías de la diferenciación sexual• 733

de Leydig con funcionamiento normal, hay un aumento en anomalías en la patogenia de los hipospadias simples. Pue-
la testosterona plasmática con concentraciones de por lo den encontrarse factores no endocrinos que afectan la dife-
menos 20 ng/dL (0.69 nmoi/L) y hasta más de 200 ng/dL renciación del primordio en una variedad de síndromes
(6.9 nmol/L) en hombres antes de la pubertad. En Jos niños genéticos. Aaskog realízó un estudio prospectivo en 100
menores de cuatro y mayores de 1O años, las concentracio- pacientes con hipospadias y encontró que un paciente era
nes plasmáticas de FSH son un índice sensible de la inte-
mujer desde el punto de vista genético y tenía hiperplasia
gnd ad gonadaL También se usa la respuesta de las
suprarrenal congénita, cinco tenian anomalías en Jos cromo-
gonadotropinas a la inyección intravenosa de l 00 )lg de
GnRH para diagnosticar la ausencia de retroalimentación somas sexuales y uno tenia una forma incompleta de disge-
gonadal del hipotálamo y la hipófisis. En niños sin gó- nesia gonadal XY. Nueve de }os hombres afectados fueron
nad as, la GnRH origina un aumento en las concentracio- producto de un embarazo en el cual la madre tomó compues-
nes de LH y FSH mayor que el que se alcanza en mños tos progcstacionales durante el primer trimestre. Por tanto,
prepúberes con función gonadal normaL En general, los se encontró un probable mecanismo patogénico en el 15%
pacientes con altas concentraciones de gonadotropinas y de estos pacientes.
falta de respuesta de la testosterona a las gonadotropinas
coriónicas carecen de tejido ganada! reconocible al mo -
mento de la cirugía. Datos recientes indican que tanto las Microfalo
concentraciones de hormona antimülleriana como las de
inh1bina son de utilidad para confirmar la ausencia de cé-
lulas de Sertoh funcionales y por tanto la presupuesta El microfalo sin hipospadias puede deberse a un grupo
anorquia. heterogéneo de trastornos; el más frecuente, y por mucho,
es la deficiencia fetal de testosterona. En los mamíferos, hay
Defectos en la síntesis, secreción datos que indican que la síntesis de testosterona por las
o respuesta a la hormona antimülleriana células fetales de Leydig durante el periodo crítico de dife-
renciación masculina (8 a 12 semanas) está bajo la influen-
Se describió un pequeño número de pacientes en quienes cia de hCG placentaria. Después de la mitad de la gestación
ocurrió desarrollo masculino normal de los genitales exter- la LH de la hipófisis fetal parece modular la síntesis de la
nos ; pero en quienes persisten los conductos de Müller. La testosterona por parte de las células de Lcydig y, en conse-
persi stencia de las estructuras müllerianas puede deberse a: cuencia, afecta el crecimiento y la diferenciación del pene.
1) insuficiencia de las células de Sertoli para sintetizar Por tanto, los hombres con hipopituitarismo congénito, así
hormona antimülleriana, 2) defecto en los órganos termina- como con deficiencia aislada de gonadotropina o insufi-
les en la respuesta de Jos conductos a la hormona antimü- ciencia testicular fetal "tardía", presentan diferenciación
lleriana, o 3) posible discordancia en el tiempo de liberación
sexual normal, micropenc al nacimiento (pene < 2 cm de
de la hormona. El gen de la hormona antimüllcriana se clonó
longitud) y criptorquidia unilateral o bilateral. Los pacientes
y localizó en el cromosoma 19; en apariencia , la incapacidad
para sintetizar esta hormona se transmite de modo autosó- con hipopituitarismo hipotalámico o hipopJasiao aplasia de
m1co reccsivo . El tratamiento implica la resección de las hipófisis pueden tener defectos craneofaciales de la línea
estructuras müllerianas. media, hipoglucemia y hepatitis de células gigantes. Des-
pués de la valoración apropiada de la función de la hipófisis
anterior (es decir, determinación de hormona del crecimien-
FORMAS NO CLASIFICADAS to [GH], ACTH, cortisol, hormona estimulante de la tiroides
DE DESARROLLO SEXUAL ANORMAL [TSH], tiroxina y gonadotropinas), se realiza la estabiliza-
EN HOMBRES ción del paciente con reposición hormonal , de ser necesario.
Después se administra un tratamiento de prueba con testos-
Hipospadias tcrona a todos los paclentes con microfalo antes de que se
asigne el género definitivo . Los pacientes con microfalo por
Éste ocurre como dato aislado en 1 a 8 de cada 1000 varones deficiencia de tcstostcrona fetal, ya sea secundaria a defi-
nacidos vivos. Con frecu encia se relaciona con contracción ciencia de gonadotropina o por trastorno primario de los
ventral y flexión del pene, lo que se llama encordamiento. testículos, responden a 25 a 50 mg de enantato de testaste-
A partir de las bases embriológicas, la virilización deficien- rana intramuscular una vez al mes por tres meses con una
te de los genitales externos implica funcionamiento subnor- media de incremento de 2 cm de la longitud del pene (figura
mal de las células de Leydig en el útero, resistencia de los 43-18). En los raros pacientes en los que el tratamiento de
órganos terminales o una inapropiada correlación temporal
prueba con testosterona no ongma un aumento razonable
de la concentración fetal de testosterona plasmática y el
del tamaño del pene por un defecto peneano intrínseco, es
periodo crítico de respuesta tisular. Si bien en la mayoría de
los pacientes hay alguna razón para sospechar estos meca- prudente que se realice la castración y se le asigne al
nismos , informes recientes en un pequeño número de pa- paciente el sexo femenino . Los pacientes con ausencia
cientes sugieren que el hipospadias simple puede asociarse completa de falo son muy raros. La uretra puede abrirse en
con anomalías en los receptores de andrógenos o la locali- perineo o recto . En este caso se asigna el género femenino
zación en el núcleo del complejo ligando-receptor. Se re- y se realizan castración y reparación plástica de genitales y
quieren estudios para determinar la prevalencia de estas uretra.
J.D.B
734 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

uso de medidas quirúrgicas, hormonales o psicológicas


adecuadas. Excepto en los seudohermafroditas femeninos,
10 la ambigüedad de Jos genitales se origina en lesiones que
casi siempre hacen estéril al paciente. Se recomienda que al
asignar el sexo masculino, la consideración más importante
+2.5 DE
deberá ser el tamaño del falo.

_ +1 DE Diagnóstico diferencial
--
Los pasos para el diagnóstico de intersexualidad se delinean
en la figura 43-19.

Reasignación del sexo

La reasignación del sexo en la infancia y la niñez siempre


es un problema psicosocial difícil para el paciente, los
padres y el médíco. Aunque esto es más fácil en lactantes
o que después de los dos años de edad, la tarea debe realizarse
o 2 3 después de una deliberación cuidadosa con supervisión y
Edad (años) asesoría médica y psiquiátrica a largo plazo.

Cirugía reconstructiva

Figura 43-18. Respuesta de la longitud fálica en un periodo Lo deseable es iniciar la reparación plástica de los genitales
de tres meses de tratamiento con testosterona en seis pa- externos antes de los 6 a 12 meses de edad. En los niños
cientes menores de dos años con microfalo . A cada paciente criados como mujeres deberá preservarse el clítoris, cuando
se le administraron 25 mg de enantato de testosterona en es posible, mediante chtoroplastia o recesión del mismo .
aceite, por vía intramuscular cada mes, durante tres meses. Cuando sea necesario, la reconstrucción de la vagina puede
Las líneas entre triángulos Henos o cuadros blancos corres- retrasarse hasta la adolescencia.
ponden a dos pacientes que se sometieron de manera pos- La extirpación de las gónadas en los niños con diversas
terior a un segundo curso de tratamiento con testosterona . formas de disgenesia ganada! deberá efectuarse en el mo-
(Reproducida con autorización de Burstein S, Grumbach mento de la reparación inicial de los genitales externos, ya
MM, Kaplan SL: Early determination of androgen-responsi- que se informa que Jos gonadoblastomas, seminomas y
veness in important in the management of microphallus. disgerminomas ocurren durante la primera década de vida.
Lance! 1979;2:983.)
En un paciente con resistencia completa a andrógenos,
las gónadas pueden permanecer in situ (siempre que no se
localicen en los labios mayores) para que proporcionen
estrógenos hasta la adolescencia tardía. Después, el paciente
FORMAS NO CLASIFICADAS puede someterse a castración profiláctica, habiendo refor-
DE DESARROLLO SEXUAL ANORMAL zado su identidad femenina por la feminización normal en
EN MUJERES la pubertad.
En los pacientes con resistencia incompleta a andróge-
La ausencia congénita de vagina ocurre en 1 de 5000 recién nos criados como mujeres o en pacientes con errores de
nacidas. Pueden observarse estructuras de M üller que varían biosíntesis de testosterona, quienes durante la pubertad
desde normales hasta ausentes. La función ovárica suele ser
desarrolJan cierto grado de masculinización, deberán efec-
normal. Cuando está indicado, el tratamiento es la cirugia tuarse la gonadectomía antes de la pubertad.
plástica de la vagina. La agenesia mülleriana puede relacio-
narse con aplasia renal (riñones ausentes) y displasia cervi-
cotorácica de Jos semitas.
Tratamiento de restitución hormonal

Se instituye tratamiento de reposición de estrógenos y pro-


gestina en pacientes que crecieron como mujeres. En los
TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES varones, la virilización se logra con la administración de
CON PROBLEMAS DE INTERSEXO testosterona de depósito.

Elección del sexo Tratamiento psicológico

El objetivo del médico en el tratamiento de los pacientes con El sexo no es sólo una entidad biológica sino el conjunto de
genitales ambiguos es establecer el qiagnóstico y asignar el potencialidades morfogenéticas, funcionales y psicológi-
sexo de crianza que sea más compatible con una vida bien cas. Nunca debe haber ninguna duda en la mente de los
ajustada y suficiencia sexual. Una vez que se asignó el sexo padres o del niño acerca de cuál es el verdadero sexo del
de crianza, la identidad de género se refuerza mediante el niño. El sexo cromosómico y ganada] son problemas secun-
Genitales ambiguos
1
1
Gónadas Gónadas
palpables no palpables

~
1

ESTRUCTURAS MÜLLERIANAS Ausente


1 1
Presente Presente
1 Ausente
(IRM O ULTRASONIDO): 1 1 1
lr-----+------- .1
17-0H PROGESTERONA Normal Normal Normal Elevado Normal Normal

CARIOTJPO XY
1 1
Po!y XY
' 11
XX, XY
~ XX
1
XX
1
XO/XY
1 1
XX, XY
1
XY
X+Y XO/XY o o o
XXIX Y XY XXIX Y
1 1 1
Variarles de túbulos Hermafroditismo H1perplasia suprarrenal Hermafroditismo verdadero
seminíferos disgenéticos verdadero congénita

::.:...
~
•seudohermafroditismo Seudoh ermafrod itismo (:)
Seudohermafroditismo Seudohermafroditrsmo *Seudohermafroditismo
masculino femenino no suprarrenal ~
masculino disgenético masculino disgenético masculino ¡:::¡
Deficiencia de aromatasa P450
~
V,
1. Historia: antecedentes familiares, embarazo (hormonas, inspección
de la virilización) .
2. Endoscopia, laparotomía, biopsia gonadal : restringido a seudo- f}
hermafroditas masculinos, hermafroditas verdaderos y casos selec- ¡:;--
Examen fís1co; palpación de la reg1ón inguinal y plregues labioscrotales;
cionados de seudohermafroditísmo femenino no suprarrenal.
examen rectal ~
Anál iSIS del cariotipo ~
Estud1os 1n1ciales : 17-hJdroxlprogesterona del plasma, • . Las concentraciones plasmáticas de 17-hidroxiprogesterona ~
~
androstened1ona. dehidroepiandrosterona , testosterona y dihidro- pueden estar discretamente elevadas en pacientes con deficiencia de (')
testosterona deshidrogenasa P450c11 (tipo 111) y de 3¡3--hldroxiesteroides (tipo IV) ¡::;·
Electrólitos en suero (')
y "bajas" en pacientes con deficiencia de P4 50c17 (t1po V) y P4 50scc 5:
Sonografía o IRM de riñones, uretéros y contenido pélvico (tipO V) . ~
Diagnóstico provisional V,
'Vaginograma " (senograma urológico casos seleccionados): ~
S::
e._
Figura 43-19. Pasos en el diagnóstico de intersexualidad en lactantes y niños. El paso 1 incluye el estudio inicial y el dia¡;nóstíco provisional. El paso 2 se usa en cosos especiales. •
(Reproducida con autorización de Grumbach MM, Conte FA: Disorders of sex differentiation. En: Wil/iams Textbook of Endocrinology, Ba. ed. Wilson JD, Foster DW [editores]. '-..l
\....¡
Saunders, 1992 .) V,
736 • Urología general de Smith (Capítulo 43)

darios, lo principal es el sexo de crianza. Con la reconstruc- sexo de crianza sea aceptado con convicción por la familia
ción quirúrgica y la restitución hormonal apropiadas y con y los amigos durante los primeros años críticos. Estos
apoyo psicológico constante, el individuo cuyo género psi- individuos pueden llegar a la edad adulta como hombres y
cosexual es incompatible con el sexo cromosómico no tiene mujeres bien adaptados capaces de tener una vida sexual,
por qué sufrir problemas psicológicos, siempre y cuando el aunque rara vez son capaces de procrear. •

REFERENCIA S
Arn P et al.: SRVX: A sex reversing locus. Hum Genet 1994;93 :389. ment of2 1-hydroxylase deficicncy. .J Clin Endocrino! Metab
Bardoní B, ct al.: A dosage sensitive Jocus at chromosome Xp21 1994;78:241.
is involved in maJe to fcmale sex reversa!. Nature Genetics Moorc CCD, Grumbach MM: Sex determination and gonado-
1994;7:497. genesis: A transcription cascade of sex chromosome and
Berkovitz GD ct al.: Clínica! and pathologic spectrum of 46,XY autosomal genes. Semin Perinato/1992;16:26 6.
gonadal dysgenesis: Its relevance to thc understanding of More\ Y,Millcr WL: C!inical and molecular genetics of congcnital
sex differentiation . Medicine 1991 ;70:375. adrenat hyperplasia duc to 21-hydroxilase deficiency. In:
Berkovitz GD et al.: The role ofthe sex-dctermining region ofthe Advances in Genetics. Harris H, Hirschhorn K (editors).
Y chromosome (SRY) in the etio\ogy of46;XX tme hennaph- Plenum Press, 1091.
roditism. Hum Genet 1992;88:4 1 1. New MI et al.: Thc adrenal hypcrplasias. ln: The Metabolic Basís
Cante FA et al.: A syndrome of fcma\e pseudohermaphrodis m, of lnherited Disease, 6th ed. Scriver CR, Bendet AL, Sly WS
hypergonadotropic hypogonadism, and multicystíc ovaries
(editors), McGraw-Hill, 1989.
associated with missense mutations in the P4~0 aromatase Nordquist K, Lovcll-Badge R: Setbacks on the road to sexual
gene. J Clin Endocrino} Metab J 994;6·1287.
fulfillmcnt. Nature Genelics 1994;7:7.
Fechner, PY ct al.: Reporl of a kíndred with X-linked (or autoso-
Pelleticr J ct al.: Germline mutations in the Wilms tumor suppres-
mal dominant sex limited) 46,XY partial gonadal dysgenesis.
sor gene are associated with abnormal urogenita\ devclop-
.J Clm Endocrino! Metabo/1993;76: 1248.
mcnl in Dcnys-Dmsh syndrome. Cel/1991 ;67:437.
Geissler· WM et al.: Male pseudohcnnaphrodit ísm cansed by mu~
Petit C et al.: An abnormal tenninal X-Y interchange accounts for
tations of testicular 17~-h.ydroxysteroid dehydrogenase 3.
most but not all cases of human XX maleJ1ess. Cell
Nature Genetics 1994;7:34.
Griffcn JE, Wilson JD: The androgen resistance syndromes: 5<X 1987;49:595.
Rhcaume E et al.: Congenital adrenal hyperplasia due to point
Reductase deficiency, testicular teminization and related syn-
mutations in the Type 11 3~-4¡ydroxysteroíd dehydrogenase
dromes. In: The Metabolíc Basis of lnherited DJSease, 6th ed.
gene. Nature Genetics 1992;1:239.
Scriver CR et al (editors). McGraw-Hill, 1989.
Grumbach MM, Con te FA: Disorders of sex differentiation . In:
Rosler A: Stcroid 17~-hydroxysteroid dehydrogcnase deficiency
Wi!liams Textbook o.f Endrocrinology, 8th ed. Wilson JO, in mcn: An inheritcd fom1 ofmale pseudohermaphrodis m . .J
Foster DW (editors). Saunders, 1992. Steroid Biochem Mol Bioi 1992; 43:989.
Harly VR ct al.: DNA binding activity of recombínant SRY from Shen W-H ct al.: Thc orphan nuclear receptor. SF-1, regulates
normal males and XY tema les. Science 1992;255:453. Müllerian inhibiting substance cxpression: a link to the sex
Hawkins JR et al.: Mutational anaiysis of SRY: Nonsense and determination cascade. Ce!! 1994.
misscnse mutations in XY scx reversal. Hum Genet Speiser PW et al.: Disease expression and molecular genotype in
1992;88:471. congenital adrenal hyperplasia duc to 21-hydroxylase defí-
Hawkins JR: Thc SRY gene. Trends in Endocrino! 1993;4:328. ciency. .J Clin Invest 1992;90:584.
Josso N et al.: An enzyme linkcd immunoassay for antimü\Jerian Thigpcn AE, ct al.: Molecular genetics of steroid 5-reductase
h.onnone: A new too! for the evalualion oftesticular function deficiency . .1 Clin Jnvesr 1992;90:799.
in infants and children. J Clin Endocrino! Metab 1990;70:23. Thigpen AE et al.: Tissue distribution and ontogcny of steroíd 5
Kncbelrñann B ct al.: Anti-Müllerian hormone Bruxelles: A non- alpha-reductase isozyme expression. J Clin lnvest 1993;
sense mutation associated with the persistent Müllerian duct 92:903 .
syndrome. Proc Natl Acad Sci USA 1991 ;88:3767 . Tommerup N ct al.: Assignement of an autosomal sex reversa!
Koopman P et al.: MaJe dcvclopment of chromosomally female Jocus (SRA 1) and campomelic dysplasia (CMPD 1) to
m ice transgenic for Sry. Nature 1991 ;351: 117. 17q24.3-q25.1. Nature Genetics 1993;4: J70.
Lustig RH ct al.: Ontogeny of gonadotropin sccretion in congenital Van Nickcrk WA: True Jlermaphrodism. Harpcr & Row, 1974.
anorchia: Sexual dimorphism versus syndromc of ganada! Wilson JD et al.: Syndromes of androgen resistance. Bíol Reprod
dysgenesis and diagnostic considerations. J Uro! 1987; 1992;46: 168.
138:587. Yanase T et aL: l?Ol-hydroxylase/17 ,20 lyase deficicncy: From
McPhaul MJ et al.: Mutations in the !igand binding domain ofthc clinical investigation to molecular definition. Endocr Rev
androgcn receptor gene cluster in two regions of the gene. J 1991 ;12:91.
Clin /nvest 1992;90:2097. Vanasc T et al.: Molecular basís of apparent iso!atcd 17,20 lyase
McPhaul MJ et al.: The spectrum of mutation in the androgen deficicncy: Compound hcterozygous mutations in thc C-tcr-
receptor gene that causes androgen resistance. J Clin Endo- minal region (Arg(496) --7 Cys, Gln(461) STOP)-> aclually
crino! Metab 1993;76:17. cause combincd 17cx-hydroxylase/17 ,20 lyase dcficiency.
Millcr WL: Clinical Revícw 54: Genetics, diagnosis and manage- Biochim Biophys Acta 1992; 1139:275.
44
Hipertensión renovascular
R. Emes! Sosa, MO y E. Darracott Vaughan, Jr., MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

La hipertensión afecta unos 60 millones de estadouniden- (40%) y es parte de la aterosclerosis difusa. Casi siempre
ses. En la mayoría de los pacientes, no se conoce la causa y la enfermedad es progresiva ( 44%) llegando a la oclusión
la enfermedad se denomina h-ipertensión esencial. En 5 al total (16%) a pesar del tratamiento médico de la hiper-
15% de los hipertensos es por una enfermedad renal y se tensión.
dice que padece hipertensión renal, que puede ser vascular La enfermedad fibromuscular ocasiona una tercera
(es decir, secundaria a una enfermedad de la arteria renal parte de los casos de hipertensión rcnovascular y avan-
[cuadro 44-1 ]); relacionada a una afección del parénquima za, cuando menos, en otro 33%, aunque rara vez llega a
del riiión (cuadro 44-2) o depender de una combinación de oclusión totaL En un estudio de donadores potenciales de
ambos procesos. Muchos casos de hipertensión renal son nñón, 27% de los pacientes normotensos con displasia
reversibles si se diagnostican y tratan en forma adecuada. fibromuscular diagnosticada incidentalmente presentaron
hipertensión en los siguientes 7.5 años.
Etiología Por tanto, las lesiones renales con ferecuencia son
progresivas , hecho que sostiene la necesidad de angioplastia
La enfermedad renal con hipertensión se identificó desde o corrección quirúrgica tanto para mantener la función renal
los inicios del siglo XIX. En 1898, Tigerstadt y Bcrgman como para corregir la hipbrtensión.
demostraron que una sustancia hidrosoluble, extraída de la
corteza renal de un conejo sano y denominada renina,
producía hipertensión intensa y sostenida cuando se inyec- Cuadro 44-1. Causas de hipertensión renovascular
taba por vía intravenosa en un segundo conejo sano. Causas comunes
En 1934, los experimentos clásicos de Goldblatt con Aterosclerosis (66%)
perros demostraron que el pinzado de la arteria renal prin-
cipal de uno de dos riñones sanos producía un aumento Displasia fibromuscular (33%)
reversible de la presión arterial sistémica, que se normaliza- Fibroplasia de la íntima (cerca de 5%)
ba al quitar las pinzas del riñón correspondiente. En este Hiperplasia fibromuscular (cerca de 2%)
modelo, se pensó que la anomalía patógena subyacente en Fibroplasia de la media (cerca de 80%)
la hipertensión renovascular era la secreción excesiva de
Fibroplasia perimedial (cerca de 15%)
rcnina del riñón isquémico (figura 44-1 ). Se ha demostrado
que en el hombre, como en el modelo de dos riñones de Causas raras
Goldblatt, la isquemia renal unilateral por hipertensión con Poliarteritis nudosa
unas pinzas produce hipertensión dependiente de angioten- Arteritis de Takayasu
sina con renina elevada, que cura reconstruyendo la arteria
Fístula arteriovenosa
renal, con dilatación transcutánea del segmento arterial
estenosado mediante sonda con globo o por nefrcctomía. Aneurisma aórtico
Coartación de la aorta
Historia natural Síndrome de la aorta media
Artcritis por radiación
La enfermedad ateromatosa de la arteria renal afecta prin-
Émbolo de colesterol
cipalmente a varones ancianos, con frecuencia es bilateral

737
738 • Urología general de Smith (Capítulo 44)

glomerulares de las arteriolas aferentes. Actúa en el sustrato


Cuadro 44-2. Causas no vasculares de
renina (angiotensinógeno), una o:-2 globulina producida en
hipertensión renal en enfermedades unilaterales el higado, para formar el decapéptido angiotensina I. La
del parénquima renal enzima convertidora, que se encuentra en pulmón y riñón,
Indicación quirúrgica divide dos aminoácidos de la angiotensina I para formar el
Carcinoma de células renales octapéptido angiotensina Il, un vasoconstrictor arterial po-
Tumor de Wilms tente, que también estimula la zona glomerular de la corteza
suprarrenal para secretar aldosterona. El aumento de la
Reninoma
presión arterial y el restablecimiento del equilibrio del sodio
Uropatía obstructiva inhiben la secreción adicional de renina.
Riñón atrófico no funcional Los mecanismos que causan secreción de renína inclu-
Cirugía sólo por indicación comprobada yen un barorreceptor arteriolar aferente que responde a la
Pielonefritis crónica acompañada de reflujo disminución de la presión del riego renal, un sensor en
vesicoureteral la mácula densa que se estimula por la disminución del
Riñón poliquístico transporte de sodio y cloruro al túbulo distal y por e1
aumento de la actividad del sistema nervioso simpático
Nefritis por radiación
mediada por receptores adrenérgicos ~J. Las causas fre·
Cicatrización perinéfrica (riñón de Page)
cuentes de la hipersecreción de rcnina incluyen: agotamien-
Hipoplasia segmentaría (riñón de Ask-Upmark) to del sodio, hemorragias, choque, insuficiencia cardiaca
Tuberculosis renal congestiva y estenosis de la arteria renal.
La actividad de la renina en plasma se relaciona ínti~
mamente con la ingestión de sodio y su excreción urinaria,
es decir, con el equilibrio del sodio. El sistema renina-an-
giotensina-aldosterona se activa en respuesta a la restricción
Patogenia
de sodio y se suprime con una carga del mismo. En conse-
cuencia, hay que relacionar la actividad de la renina en
El sistcm aren ína -angi o tensina-al dos terona (figura 44-2) es plasma con el equilibrio del sodio para que tenga algún
una cascada hormonal integrada que controla en forma significado. La figura 44-3 ilustra cómo varía la actividad
simultánea la presión arterial y el equilibrio del sodio y el de la rcnina en plasma con el equilibrio del sodio, éste
potasio e influye en el flujo sanguíneo regional. La renina se determina midiendo su excreción urinaria en una muestra
es una enzima proteolítica producida en las células yuxta- de 24 horas.

Características de la
Criterios para identificar
hipertensión renovascular
estas características
unilateral

IV
Aumento de Aumento de la
la secreción formación de Actividad de
de renina angiolensina 11 renina en plasma
periférico elevada

1 111
Flujo sanguíneo
renal disminuido
j
Aumento de la presión
arterial secundana a
vasoconstncción
(V-A)
-A-~0.5
111
Relación anormalmente
alta de remna en vena
renal con la renina arterial
Aumento react1vo
de la actividad de renina
en plasma en respuesta a
IV
Caída de la pres1ón
arterial con fármacos ant1rremna
o antiangiotensina 11
la inhibición de la enzima

\
convertidora
\ 1
@V ~
',
_
11
Supresión de la
liberación de renina
del nñón contralateral
@f) 11
-+- Renina en vena renal menos renina arterial
(V-A)=O
=o

Figura 44-1. Izquierda: Características ~e !a fase inicia! de !a hipertensión de Go!dblatt de dos riñones y una pinza en la rata.
Derecha: Criterios derivados del modelo animal que sirven para identificar pacientes con hipertensión renal corregible. Los números
romanos relacionan las partes izquierda y derecha de la figura. (Modificada y reproducida con autorización de Vaughan ED Jr.
et aL: Clínica! evaluation of renovascular hypertensión and therapeutic decisions. Urof Clin North Am 1984;11 :393,)
Hipertensión renovascular • 739

Ang1otensinógeno (a2-globulina)

~{1
Renina

Act1vada por Inhibida por

Pres•ón de riego dismmuida Presión de riego aumentada


lngest1ón de sodio disminuida Ingestión de sodio aumentada
j3-Agon•stas P-Bioqueadores
Prostaglandinas Angiotensma 11 (111)

Angiotensina 1

Enz1ma convertidora
~-

lnh1b1da por

Captopril (SO 14,255)


Teprótido (SO 20,881)

4
1 2 3
H2N-Asp -Arg -Val - Tir -lié-Hts6 -Pro 7-Fen 8 -OH
Angiotens~na 11

Receptor de angiotensma 11

La acttvac1ón del receptor Receptor de ang1otensina 11


origina bloqueado por analogos de
angiotensma 11. El prototipo
1. Vasoconstncc1ón es (Sarcosma.' Valina, 5
2. Retencrón de sodro 8
Alanina. } angíotensina 11
3. Liberación de aidosterona (saralasina)
4. Liberación de catecolaminas

Figura 44-2. Sistema renina-angiotensina-aldosterona.

Anatomía patológica teral (cuadro 44-2). En algunos pacientes, se normalizaron


los valores elevados de renina en plasma y se alivió la
hipertensión después del tratamiento quirúrgico adecuado
La estenosis de la artería renal (y, en consecuencia, la del trastorno urológico subyacente. Sin embargo, la hiper-
hipertensión renovascular) depende con mayor frecuencia tensión por afección del parénquima renal no suele curar
de placas arterioscleróticas y displasia fibromuscular (cua- con medios quirúrgicos. La mayoría de los enfermos re-
dro 44-1). Sin embargo, no todas las estenosis de la arteria quieren tratamiento médico para controlar la presión ar-
renal tienen importancia fisiológica ni causan hipertensión. terial.
Una lesión debe disminuir el diámetro luminal cuando
menos 70% para que se reduzca el flujo de plasma renal
hasta el punto en que haya isquemia clínicamente importan- Historia y examen físico
te. El significado clínico del descubrimiento de una esteno-
sis anatómica durante la angiografía (figura 44- 4) se valora A. Historia
con análisis de renina, como se discute adelante. Una historia médica y examen físico completos proporcio-
Otras lesiones uro lógicas que pueden causar hipertensión nan información importante sobre el estado general de salud
reninodependicnte Íncluyen uropatías obstructivas, masa.« del paciente, sus antecedentes médicos y familiares. En el
renales benignas y malignas y pielonefritis crónica, esta cuadro 44-3 se indican los indicios clínicos y otros factores
última acompañada más comúnmente de reflujo vesicoure- que sugieren hipertensión rcnovascular. Se incluyen la edad
Número Número de Número Número de
de sujetos valoraciones de sujetos valoraciones
A Dieta equilibrada: externos 19 53 A Dieta equilibrada: externos 19 88
• Dieta equilibrada. salida metabólica 14 31 • Dieta equilibrada· salida metabólica 12 24
• Muestra al azar 20 20 • Muestra al azar 18 18

11

[§'1 o
o
:S 9
-€
O)
~
'1l 8
E
(1)
rtl
Q 7
,;::;
Q)
I1J
.<.::;
,;::;
6
~
Q)
'O 5
'O
I1J
"O
S: 4
..:::
o
<:(
3

2


o . 100 200 300 o 100 200 300
Sod1o unnano (meq/día) Sodio unnario (meq/día)

Figura 44--.3. Valores de actividad de renina en plasma obtenidos por la tarde (izquierda) y de excreción de aldosterona urinaria en 24
horas (derecha) en relación con la eliminación diaria de sodio por la orina en sujetos normales. En estos sujetos, la actividad
de renina en plasma y la eliminación de aldosterona describen curvas hiperbólicas similares en relación con la excreción de
sod1o. El hecho de que en una muestra al azar en sujetos no hospitalizados que ingieren dietas no controladas hubiera resultado
similar, aumenta la validez de este nomograma para estudios de pacientes externos o personas que no consumen una dieta
constante. (Reproducida con autorización de Laragh JH: Hypertensíon Manual. York Medica! Books, 1973.)

del paciente, circunstancias al inicio de la hipertensión, B. Examen físico


límites registrados de la presión arterial, tratamiento previo, Éste debe incluir determinaciones seriadas de la presión
resultados de la terapéutica e historia del daño en el órgano arterial para establecer el grado de hipertensión. Se toman
final. Se investigan los antecedentes en busca de enferme- en cada brazo con un manguillo de tamaño adecuado con el
dades (por ejemplo: glomeruloncfritis, picloncfritis crónica paciente de pie, sentado y acostado. Si tres mediciones son
con ref1ujo vesicoureteral o sin él, hidronefrosis, urolitiasis) mayores de 140/90 mm Hg en un adulto, se justifica una
u otros factores (por ejemplo: traumatismo renal, radiotera- valoración adicional. Es necesario palpar todos los pulsos
pia abdominal) que pudieran contribuir al desarrollo de la periféricos. La disminución de los mismos y de la presión
hipertensión. arterial en las extremidades inferiores en un paciente joven
La hipertensión puede iniciarse en forma repentina y puede indicar coartación de la aorta; otro signo caracterís-
progresar con rapidez en niños con tumor de Wilms, adultos tico es un soplo interscapular. En enfermos con estenosis de
jóvenes con displasía fibromuscular y pacientes mayores la arteria renal, es posible escuchar un soplo abdominal
con oclusión arteriosclerótica de la arteria renal. La anorexia, continuo en ambos lados de la línea media, inmediatamente
pérdida de peso y malestar pueden ser signos de afección arriba del ombligo.
maligna que origina hipertensión arterial. Sin embargo, la
ausencia de síntoma•: no basta para descartar el diagnóstico Valoración de laboratorio
de hipertensión curable.
El edema pulmonar es relatívamente frecuente en pa- A. Hipertensión renovascular
cientes con hipertensión renovascular avanzada con enfer- l. Pruebas básicas: Los exámenes de laboratorio de pa-
medad bilateral y uremia. cientes con posible hipertensión renovascular (figura
44-5) se inician con pruebas básicas que valoran la salud
general del enfermo: biometría hemática completa, de-
terminaciones de electrólitos séricos, glucemia en ayu-
nas, nitrógeno de la urea sanguínea y creatinina sérica
análisis general de orina, urocultivo y ECG. '
2. Perfil de actividad de la renina en plasma: En pacien-
tes con diagnóstico definitivo de hipertensión, la valora-
ción se inicia con un perfil de la actividad de la renina
en plasma (graficado contra una excreción urinaria de
sodio en 24 horas). Estas determinaciones deben obte-
nerse estando el paciente con dieta normal de sodio· es
necesario suprimir medicamentos antihipertensores dos
semanas antes del estudio. La muestra de sangre para
determinación de renina se extrae al final del periodo de
24 horas en que se obtiene la orina y después de cuatro
horas de actividad ambulatoria. Esta prueba indicará un
aumento de los valores de la actividad de la renina en
plasma casi en 80% de pacientes con hipertensión reno-
vascular (figura 44-6, izquierda). Sin embargo, 15% de
los pacientes con hipertensión esencial también presen-
Figura 44-4. Arteriog(af[a re na! selectiva que muestra este-
tan renina elevada y así disminuye el valor predictivo de
nosis grave de la artena renal en un paciente de 65 años con
la prueba (cuadro 44-4).
presión arterial normal. (Reproducida con autorización de
3. Prueba de sobrecarga con captopril: Se mide la acti- Vaughan ED Jr.: Laboratory test in the evaluation of renal
vidad de renina en plasma periférico antes y 60 minutos hypertension. Uro/ Clin North Am 1979;6:485.)
?csp~és de administrar 25 mg orales de captopril (un
mll!btdor de la enzima convertidora). En la hipertensión
dependiente de renina, hay inhibición de la enzima con- inferior distal, antes y después de administrar por vía oral
vertidora, como se muestra en el cuadro 44-5. Si se 25 mg de captopril (cuadro 44-6).
encuentran los tres criterios indicados en este cuadro, en Según los criterios establecidos por Vaughan y cols.
un paciente con función renal normal que no está to- (1973), la hipertensión potencialmente reversible se ca-
··~nando diuréticos, puede diferenciarse la hipertensión
racteriza por hipcrsecreción ipsolateral de renina ([Vl -
t~n.ovascular de la htpertensión esencial con una especi-
A] -;-A :S 0.50), supresión contralateral de la secreción de
ftctdad de 100% y una sensibilidad de 95 por ciento renina ([V2- A]-;- A= O) y un aumento del valor de la
(Muller y cols., 1986). La disminución previa de sodio actividad de la renina en plasma periférico (cuadro 44--6).
por el uso de diuréticos o restricciones dietéticas aumen- Como es probable que los pacientes que llenan estos
ta la actividad de la renina en plasma y origina una criterios se beneficien con tratamiento de interven-
pru~ba de sobrecarga con captopril inespecífica. Los
ción, como la angioplastia transluminal (capítulo 7), debe
hacerse una valoración anatómica adicional. Después de
pac1entes que reciben bloqueadores beta permanecen
una angioplastia con éxito, se normalizan los valores
positivos a la prueba antes descrita, a menos que la
de secreción de la rcnina (figuras 44-6 y 44-7).
actividad basal de la renina en plasma sea menor de
6. Otras pruebas: No se recomienda la orografía excretora
2. 5 nghnL/hora, en cuyo caso, la prueba puede ser insegura.
como prueba inicial de selección para hipertensión re-
4. Renografía con captopril: Una adición reciente a la
novas~~l~r porque tiene una sensibilidad de sólo 75% y
prueba del captopril es una comparación de ambas reno-
131 espec1f1c1dad de 86 por ciento (Harvey y cols., 1985).
grafías, la practicada con I -hipuran y la efectuada con
No obstante, es útil en pacientes con antecedentes de
Tc-99m ácido dietilentriaminopentacét1co (Tc99 m_
afección urológica comprobada o posible y para locali-
OPTA) antes y después de una sola dosis de captopril.
zar defectos anatómicos antes de la cirugía.
Los pacientes con estenosis de la arteria renal muestran
La arteriografía o la angiografía por sustracción
un descenso en la filtración glomcrular confinado al
intravenosa digital (capítulo 6) no aumentan mucho el
riñón afectado Y. ?ror tanto un descenso selectivo en la
valor prcdictivo de las pruebas de detección para identi-
captación de Tc9 < m-OPTA conservando o incluso incre-
ficar hipertensión renovascular (cuadro 44-4). Estos
mentando la captación de I 131 -hipuran y de Tc99 m_
métodos incluyen la inyección intravenosa de material
DPTA en el lado normal. De acuerdo con una revisión
de contraste para delinear la anatomía de arterias renales
de la literatura actual, el valor predictivo de la prueba y vías urinarias. Sin embargo, la demostración arteria-
aún no se acerca "al de la determinación de renina en la
gráfica o angiográfica de una lesión arterial debe com-
vena renal. plementarse con pruebas de valores anormales de
5. Muestras de renina de la vena renal: Los enfermos con
secreción de la rcnina a fin de comprobar que la hiper-
valores elevados de actividad de la renina en plasma tensión renovascular depende de isquemia unilateral.
periférico o quie;nes tienen una respuesta positiva a la
prueba de sobrecarga con captopril deben estudiarse más
valorando la renina en muestras de sangre de la vena B. Enfermedad del parénquima renal
renal, que se obtienen de cada una (V 1 y V2) y de la cava En pacientes con posible afección del parénquima renal, la
742 • Urología general de Smith (Capítulo 44)

Cuadro 44-3.lndicios clínicos que sugieren hipertensión renovascuJar


Comentario
Indicios en la historia Posible hipertensión renovascular si los antecedentes familiares son
Hipertensión sin antecedentes familiares de negativos; sin embargo, en un tercio de estos pacientes hay antecedentes
enfetmedad hipertensiva familiares positivos
Edad de inicio de la hipertensión, menos de 25 o La edad promedio de inicio de la hipertensión esencial es de 31 ± 1O(DE)
más de 45 años años. Los niños y adultos jóvenes suelen tener enfermedad fibromuscular,
en tanto que en mayores de 45 años es más probable que haya un
estrechamiento ateroesclerótico de las arterias
Inicio repentino de hipertensión moderada a grave La hipertensión esencial suele iniciarse con una fase lábil antes que se
establezca la hipertensión leve, en tanto que la evolución a hipertensión
renovascular por lo general es más breve y la enfermedad con frecuencia
aparece en un principio como hipertensión moderada de inicio reciente
Desarrollo de hipertensión grave o maligna La hipertensión renovascular con frecuencia se hace moderadamente
grave y puede causar hipertensión acelerada o maligna; ambas formas
incluyen un aumento importante de la secreción de renina
Cefaleas La hipertensión esencial suele ser asintomática; las cefaleas son más
comunes en la renovascular y pueden relacionarse con su mayor gravedad
o a los valores más elevados de angiotensina II (vasoconstrictor
cerebrovascular potente) que se observan en esta enfermedad
Tabaquismo Un estudio reciente demostró que 74% de los pacientes con estenosis
fibromuscular de la arteria renal y 88% con enfermedad aterosclerótica
eran fumadores
Raza caucásica La hipertensión renovascular es rara en negros
Resistencia o abandono al control adecuado de la La hipertensión renovascular clásica responde mal a diuréticos y con
presión arterial con e} tratamiento estándar de frecuencia sólo en forma pasajera a los antiadrenérgicos
diuréticos o antiadrenérgicos
Respuesta antihipertensor~ excelente a inhibidores Los inhibidores de la enzima convertidora bloquean el sistema renina-
de la enzima convertidora, por ejemplo, captopril angiotensina-aldosterona con mayor eficacia y son muy específicos
Indicios en el examen físico y estudios usuales de laboratorio
Retinopatía Hemorragia, exudados o papiledema indican hipertensión acelerada o
maligna
Soplo abdominal o en el flanco Los soplos no son patognomónicas de hipertensión renovascular, ya que
son comunes en personas de edad avanzada y ocurren en ocasiones en
pacientes más jóvenes sin estenosis vascu\ar obvia
Soplos carotídeos u otras pruebas de afección de Los procesos patológicos vasculares no se limitan al lecho renal
grandes vasos
Hay hipopotascmia en pacientes sin tratamiento El aumento de secreción de aldosterona por e} sistema renina-
o persiste incluso después de la administración angiotensina-aldosterona reduce los valores del potasio en suero. Ello no
de diuréticos de la tiacida ocurre en la hipertensión esencial no tratada. Los diuréticos de la tiacida
acentúan este fenómeno en la hipertensión renovascular

valoración preopcratoria de la actividad de la renina en Tratamiento


plasma es similar a la descrita para hipertensión reno~
vascular. En estos pacientes se recomienda la prueba de Los pacientes con hipertensión conocida o posible deben
sobrecarga con captopril para comprobar un aumento reac- valorarse en forma metódica a fin de identificar a quienes
tivo de la actividad de la renina en plasma y disminución de padecen hipertensión reninodependicntc y planear el trata-
la presíón arterial. La hipertensión por afección del parénqui- miento individualizado.
ma renal es más difícil de curar con cirugía que la hiperten-
sión renovascular. Puede evHarse la nefrectomía si la presión
A. Medidas médicas
arterial se controla con medicamentos antihipertensivos y si Antes del advenimiento de la moderna terapéutica antihi-
el índice de filtración glomerular en el riñón afectado es pertensiva el manejo médico era difícil y la esperanza de
suficiente para asegurar que el paciente sobreviva en caso vida mejoró con el tratamiento quirúrgico. Hoy día es posi-
de ser necesaria la extracción del riñón contralateral. ble controlar eficazmente la presión arterial, pero la función
H1storia clínica rut1naria
Examen fís1co
Presión arteria! > 140/90 mm Hg x 3
Pruebas básicas de laboratorio

Factores de riesgo elevado


para hipertensión renovascular
Paciente joven
Equimosis
Hipertensión acelerada
Hipertensión maligna
Uremia
Hípopotasem1a

LATERALIZACIÓN r-----L------- . ÉXITO


(?)

NO LATERALIZACIÓN
(?)

(?)

Cirugía
ÉXITO
(?)

Figura 44--ó. Hoja de flujo para la valoración de pacientes con hipertensión renovascular a fin de identificar a quienes padecen una
enfermedad renovascular curable. (Modificada y reproducida con autorización de Sosa RE, Vaughan ED Jr.: World JUro/ 1989,7:64.)

renal se puede deteriorar, en especial, en pacientes con Por el contrario, los bloqueadores de los conductos de
enfermedad aterosclerótica. Los inhibidores de la enzima calcio dilatan la arteriola aferente y en el futuro puede tener
convertidora son los medicamentos más potentes para una función principal en el tratamiento médico. En resumen,
pacientes con hipertensión renovascular. Sin embargo, la el manejo médico se limita a pacientes que no son idó-
inhibición de la constricción por angiotensina II de la arte~ neos para la intervención o en quienes ha fracasado la
riola glomerular eferente puede reducir el índice de filtra- revascularización. En estos pacientes tanto la presión
ción glomerular e, incluso , producir insuficiencia renal arterial como la función renal deben vigilarse cuidadosa-
en pacientes con enfermedad bilateral de la artería renal. mente.
Antes Después

--...
~
401 o
o
o l
o
s 20 o
~
b
~
<tl
E:
(1)
15
<IJ
Q._
e::
Q)

111
e:: lO o
e:
~
Q)
-o
-o 5
Cll
-o
·:;:
13
q:
o• o
o
o 50 100 150 200 250 o 50 100 150 200 250
Excrecion urmana de sodio (meq/dia)

Figura 44-6. Efecto de la angioplastia en ervalor de la actividad de renina en plasma periférico graficada contra la excreción
urinaria de sodio en 24 horas. Izquierda: Antes de la angioplastia. Derecha: Seis meses después de la angioplastia . El área
sombreada muestra los límites normales. o= curación o mejoría, • = falta de mejoría. (Reproducida con autorización de Pickering
TG et al.: Predict1ve value and changes of renin secretion in hypertensíve patients with unilateral renovascular disease
undergoing successful renal angioplasty. Am J Med 1984;76:398.)

Cuadro 44-4 Valor predictivo de las pruebas para detección de hipertensión rcnovascular
1

+
IVP* DIVA'~' PRA+ Dosis única§
.1
Captopril
Sensibilidad (%) 75 88 80 lOO
Especificidad (%) '¡ 86 89 84 95
Positiva falsa (%) 1 14 l1 16 5
Positiva fa1sa (%) ¡ 25 12 20 o
~-
Valor predictivo (%)
Prevalencia 2%
i 9.9 14.6 9.3 29
5% 22.1 30.5 20.8 51.3
10% 37.5 48.1 35.7 69
-
Valor excluyente (%)
Prevalencia 2% 99.4 99.7 99.5 100
5% 98.5 99.3 98.8 1
lOO
10% 96.7 ¡ 98.5 97 .4 100
1

Scnsíbihdad x Prevalencia
Valor predict1vo = X 100
(Especificidad x Prevalencia)+ Índice de positiva-falsa x ( 100- Prevalencia)

Especificidad x ( 100- Prevalencia)


Valor excluyente= X lOO
EspecJflcJdnd x ( 100- Prevalencia)+ (Índice de negativa- fnlsa) x Prevalencia

"' Harvey R.l y colaboradores: Screcning for renovascular hypertension . JAMA 1985;254:388
t Pickering TG y colaboradores: Predict¡ve value and changes of rcnin secretíon in hypcrtensive patients with unilateral rcnovascular
disease undc:rgoing successful renal angioplasty. .1 m J Med 1%5;76:398.
t Grunner 1IR y colahoradorcs : Angiotens m ll blockade in man hy SA R 1 -ALA 1- Angiotcnsin for understanding and treatment of high
blood pressure. Lm1CI?l 1973) : 1045.
~ Muller FB y colaboradores. The captopriltcst for identiCying rcnovascuL1;· discasc in hypcrtensive patients. A m J A4ed 1986;80:633 .
Cuadro 44-5. Prueba de captopril con dosis Cuadro 44-6. Valores de renina para predecir la
única. Criterios para diferenciar pacientes con reversibilidad de la hipertensión renovascular*
hipertensión renovascular de los que padecen Obtención de muestras (los pacientes deben ingerir poco
hipert~nsión esencial* sodio, es decir, 40 a 100 meq/día)
Actividad estimulada de renina en plasma de 12 ng/mL! l. Con el paciente ambulatorio, medir el valor de renina
hora, o mayor y en plasma periférico y la excreción urinaria de sodio en
24 horas en condiciones constantes (es decir, no el día
Aumento absoluto de la actividad de la renina en plasma
de la arteriografía)
de 1O ng/mL/hora, o mayor y
2. Antes y después del bloqueo con un ínhibidor de la
Aumento del porcentaje de la actividad de la renina en plasma
enzima convertidora, obtener sangre para medir los
de 150% o rnayor o de 400% si la actividad basal de la valores de rcnina en plasma
renina en plasma es menor de 3 ng/mLihora
3. Cuando el paciente está en decúbito, tomar muestras d~
* Reproducido con autorización de Mutler FB et al.: The captopril sangre para valorar las concentraciones de renina1:
test for identifying renovascular disease in hypertcnsive patients.
muestra de la vena renal del riñón que se piensa está
AmJ Med )986;80:633.
afectado (V l ), muestra para comparación de aorta (A 1)
o vena cava inferior (VCll ), muestra de la vena renal
del riñón contralateral (V2) y segunda muestra de
B. Angiop/astía transluminal comparación de aorta (A2) o de vena cava inferior (VCI2)
Los pacientes que satisfacen los criterios para hipertensión 4. Si los resultados de las determinaciones iniciales de
renovascular reversible pueden tratarse hoy en día me- renina no son concluyentes, aumentar su secreción
diante dilatación transcutánea transluminal con globo de utilizando bloqueadores del inhibidor de la enzima
la arteria renal estenosada (angioplasüa transluminal, capí- convertidora
tulo 7). En los casos con éxito, los angiogramas después de Criterios para predecir la posibilidad de reversión
Valores altos de renina en plasma en relación con la con-
centración urinaria de sodio. Indica hipersecreción de
renma
Pacientes con Pacientes con
ate roma
Aumento reactivo intenso del valor de renina en plasma y
·\ enfermedad fibromuscular
dismmución de !a presión arterial en respuesta al inhi-
20 bidor de !a enzima convertidora
En el riñón contralateral, V2- A2 = O. 1ndica supresión de
1.5 la secreción de renina en este riñón
En el riñón afectado (Vl -Al) -7- Al > 0.5. Indica secreción
1.0 unilateral de renína y disminución del flujo sanguíneo
(V-A) renal
A En pacientes con valores elevados de renina en plasma,
0.5
proporciones bajas de rcnina en vena renal con rcnina
o --~------------ de !a aorta ([Vl -A 1] +Al + [V2- A2] + A2 .<:::; 0.5)
indica una muestra incorrecta o enfermedad segmenta-
ria. Repetir la medición con muestra segmentaría
* Modificado y reproducido con autorización de Vaughan ED Jr:
-0.5 Renal artery stenosis Chapter lO in : Hypertension, Vol . 8 of:
Antes 30 6 Antes 30 6 Contemporory Jssues in Nephrology, Brenner BM, Slcin JJ-1
1minutos rneses 1m1nutos meses (editores). Churchill Livingstone, I 981.
Pos Pos Pos Pos t Los valores de renina en vena inferior (VCJ) pueden sustituirse
~p < 0.05 por Jos de la aorta (A); los valores son idénticos (Sealey, 1973)

Figura 44-7. Efecto de la angioplastia en los valores de la angiop\astia transluminal mostraron el aumento del diá-
renina en vena renal. Las muestras de sangre se tomaron metro de la arteria renal (figura 44-8) y las dctcmúnaciones
inmediatamente ant~s. 30 minutos después y a los seis indicaron normalización de los valores de la actividad de la
meses de la angiop\astia. Los valores más altos correspon- rcnina, asi como regreso de la presión arterial a cifras
den al riñón isquémico; los más bajos, al contralateral. Los
normales, o casi. La angíoplastia es ahora e] trata,niento
asteriscos indican una diferencia entre los dos riñones y la
inicial de elección en todos los pacientes con hipcrplasia
línea punteada representa el valor normal de (V - A) + A
fibromuscular y en aquellos con enfermedad ateroscleróti-
(0 .24) . (Reproducid_a con autorización de Pickering TG et al. :
Predictive value and changes of renin secretion in hyperten- ca, excepto los que tienen lesiones osteales y oclusión total.
sive patients w1th unilateral renovascular disease under- La dilatación exitosa en más del 80% de estos pacientes
going successful renal angioplasty. Am J Med 1984;7:398.) evita !a necesidad de una cirugía mayor y puede bajar la
746 • Urología general de Smíth (Capítulo 44)

Figura 44-8. Aortogramas que muestran una estenosis unilateral de la arteria renal derecha antes (izquierda) y después
(derecha) de la angioplastia transluminal transcutánea con éxito. (Reproducida con autorización de Vaughan ED Jr: Renal
artery stenosis. Chapter 10 in: Hypertension. Brenner BM, Stein JH [editors]. Vol 8 of: Contemporary lssues in Nephrology.
Church ill Livingstone, 1981.)

presión arterial mientras mantiene o, incluso, mejora la fun- ticar una nefrectomía parcial si el riñón tiene múltiples
ción renal. Además, se ha demostrado que el fracaso de la arterias renales y sólo una está estenosada.
angioplastia no reduce los índices de éxito de la revascula- Hoy en día, el tratamiento quirúrgico resalta la conserva-
rización renal quirúrgica subsecuente. ción de la función renal. En función de esto, se usan varios
métodos para intentar revascularizar el riñón isquémico;
C. Medidas quirúrgicas éstos incluyen endartcrectomía, injerto de-derivación aorto-
La cirugía se utiliza para pacientes con oclusión total de rrenal con vena safena o arteria hipogá<;tJica y procedimientos
arteria renal y preserv:kión de la función, lesiones osteales, de derivación esplenorrenal o hepatorrcnal para pacientes
lesiones complejas y en quienes no tuvo éxito la dilatación con aorta muy enferma. La hipertensión se cura, o mejora,
transluminal transcutánea. La primera curación quirúrgica en más del 90% de los pacientes bien seleccionados y que
de la hipertensión se logró con la nefrectomía unilateral. Sin son operados por un equipo quirúrgico ex.pericntado; e}
embargo, sólo ha sido útil en 26 al 37% del gran grupo de índice de mortalidad es del 2 por ciento. Los resultados más
pacientes no seleccionados con hipertensión tratados en esta favorables se consiguen en pacientes con enfermedad fibra-
forma. La nefrectomía unilateral se reserva hoy en día muscular, quienes, en general, son más jóvenes y saludables,
para el tratamiento de dos grupos de hipertcnsos: 1) enfer- que los pacientes con enfermedad ateromatosa. Cada vez
mos con disminución o falta de función renal en el riñón tiene mayor aceptación la revascularización renal para pre-
afectado pero normal en el contralateral en quienes han servar la función renal en pacientes urémicos con enferme-
fracasado Jos intentos de revascularización y 2) en quienes dad de la arteria renal cualesquiera que sean los valores de
implica un riesgo tan alto que la pérdida de las nefronas presión arterial y de renina. Todo paciente urémico sin
funcionales es compensada por la supresión de la causa del etiología clara de insuficiencia renal debe evaluarse en
exceso importante de secreción de renina. Es posible prac- busca de enfermedad de la arteria renal. •

REFERENCIAS
Bcdoya L et al.: The effcct of baseline renal function on thc Gaul MK, Linn WD, Mulrow CD: Captopril-stimulated renin
outcome following renal rcvascularization. Cleve Clin J Med secretion in the díagnoís of renovascu\ar hypertension. Am J
1989;56:4\5. Hypertens 1989;2:335.
Brunncr HR et al: Essential hypcrtension: Rcnin and aldosterone, Goldblatt H, Lynch J, Hangel R: Studies on experimental hyper-
hearl attack, and stroke. N Eng! J Med 1972;286:44 \ . tension. J Exp Med 1934;59:347 .
Brunner HR et al: Hypertension o frena! origin. Evidence for two Harvey RJ et al.: Scrccning for rcnovascular hype1tension . JAMA
difTerent mechanisms. Science 1971;174: 1344. 1985;254:388.
Cragg AH et al: Incidental fibromuscular dysplasía in potential renal Holley KE et al.: Renal artcry stenosis. A clinical-pathologic study
donors: Long-termclinical follow-up.Radiology 1989;172: 145. in nonnotensive patients. Am J Med \ 964;37: 14.
Davídson RA, Wilcox CS: New tests forthe diagnosis ofrenovas- Howard JE et al.: Hypericnsíon rcsulting from unilateral renovas-
cular disease. JAMA 1992;268:33 53. cu)ar disease and its relief by nephrcctomy. Bu!! Johns Hop-
Eylcr WR et al.: Angiography ofthe renal areas, including a com- kins Ho:,p 1954;94:51.
parative study of renal arteria 1 stenosis in patients with Jacobson HR: lschcmic renal dJsease: An overlooked clinical
and without hypertension . Radiology 1962;78:879. entity. Kidney !ni 1988;34:729 .
45
Esterilidad mascu lina
R. Dale McC!ureJ MO, FRCS(C)
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

esencial para estimular la sin tesis y liberación de LH y FSH.


Paradójicamente, después de la estimulacíón inicial de estas
FISIOLOGÍA DE LA gonadotropinas, la exposición constante a GnRH da lugar a
REPRODUCCIÓN MASCULINA la inhibición de su liberación.
La LH y FSH son glucoproteínas sintetizadas en la
hipófisis anterior y se secretan de manera periódica en
En la valoracrón y tratamiento de la esterilidad masculina, respuesta a la liberación pulsátil o intermitente de GoRH.
es esencial comprender la flsiología de la reproducción. El La concentración en plasma más baja y la vida media más
testículo del hombre es un órgano con función doble: esper- prolongada de FSH comparada con LH origina cambios
•natogéncsis, que ocurre en los túbulos seminíferos, y secre- intermitentes menos obvios. La LH y FSH se unen a recep-
c\ón de hormonas csteroides (andrógenos) por las células tores específicos en la membrana de las células de Leydig
de'.Leydig , que se encuentran en el tejido intersticial. Estas y de Sertoli, respectivamente, para estimular el metabolismo
funciones testiculares están íntunamente relacionadas, ya celular.
que la síntesis de testosterona se requiere no sólo para la El eje hipotálamo-hipófisis-gónadas consiste en un
pr0ducción de espermatozoides, sino también para el desa- mecanismo de control por retroalimentación de asa cerrada.
rrollo de las características sexuales secundarias y de la El aumento de FSH y LH séricas que se presenta después
conducta sexual normal. La hipófisis anterior controla am- de la orquicctomía demostró que las hormonas gonadales
bas funciones a través de la secreción de gonadotropinas, tienen un efecto inhibidor en la secreción de LH y FSH. La
hormona lutcinizante (LH) y hormona cstimu)ante de los testosterona, el principal producto secretorio de los testícu-
folículos (FSH). A su vez, la hipófisis anterior es regulada por los, es un ínhibidor primario de la .secreción de LH en los
muchas partes del cerebro a través de la secreción hipotalámica varones. La testoster:ona puede metabolizarse en tejidos
de honnona liberadora de gonadot:ropina (GnRH) , también periféricos hacia un andrógeno potente: la dihidrotestoste-
conocida como hormona liberadora de hormona luteinizan- rona; o hacia un estrógeno potente: el estradiol. Estos an-
te (LHRH ). Este eje hipotálamo-hipófisis-gónadas consiste drógenos y cstrógcno.s actúan de manera independiente para
en un mecanismo de control de retroalimentación de asa modular la secreción de Ll-f. El aumento de los valores de
cerrada dirigido a conservar la función de la reproducción. LH después de la administración endógena de GnRH dis-
minuye durante la administración de estradiol; pero es nor-
mal durante la venoclisis de testosterona. Ello sugiere que
EJE HIPOTÁLAMO-HIPÓFISIS-GÓNADAS el estradiol, actúa a nivel de la hipófisis, en tanto que la
testosterona lo hace a nivel hipotalámico.
El hipotálamo, centro integrador del eje de la reproducción, El mecanismo de control por retroalimentación de la
recibe mensajes del sistema nervioso central y los testículos secrec1ón de FSH está más controvertido que el de LH .
para regular la síntesis y secreción de GnRH. Los neurotrans- Después de la castración, aumenta la FSH, lo cual indica
misores (noradrcnalina, dopamina, serotonina, acctilcolina) una retroalimentación negativa a partir de los testículos. En
y los neuropéptidos (péptidos opíodcs endógenos) tienen múltiples estudios en anirnalcs y el hombre, se ha demos-
influencia inhibidora y estimuladora en el hipotálamo. Esta trado que un factor no csteroide de las células de Sertoli, la
estructura libera el decapéptido único GnRH períód)camen- inbibina, es muy importante en la regulación de FSH por
te. Esta naturaleza pulsátil de la secreción de GnRH parece retroalimentación. Las disminuciones de la espermatogéne-

749
sis se acompañan de una menor producción de inhibina, y nemia y deficiencia de testosterona, los valores séricos de
esta reducción en la retroalimentación negativa se acompaña LH son inadecuadamente bajos, indicando que en estos
de un aumento recíproco de los valores de FSH. La eleva- pacientes el eje hipotálamo-hipófisis no responde a los
ción aislada de los valores de FSH constituye un marcador valores reducidos de testosterona. La prolactina también
sensible, importante, del estado del epitelio genninal. inhibe la producción de GnRH; los pacientes con tumores
También hay pruebas que apoyan una retroalimenta- que secretan prolactina responden a una venoclisis de GnRH
ción negativa de la FSH por el esteroide sexual testosterona. con un aumento de la LH. Además de inhibir la secreción
Varios estudios en animales han demostrado que si se de andrógeno, los valores elevados de prolactina pueden te-
restituye la testosterona en dosis fisiológicas después de la ner un efecto directo en el sistema nervioso central. En
castración, los valores de LH y FSH pueden conservarse personas con valores elevados de prolactina que reciben
dentro de los límites normales. Las concentraciones séricas andrógeno, no se normalizan la libido y la función sexual
de FSH en varones con daño en los túbulos seminíferos en tanto estén elevados los valores de prolactina.
consecutivo a quimioterapia son sólo la mitad de las que se
observan en individuos castrados; esto apoya la teoría de
que, en el hombre, los csteroides sexuales tienen una fun- TESTÍCULOS
ción mediadora de la secreción de FSH. Tanto los estero id es
gonadales como la inhibina son importantes para conservar Células de Leydig
las concentraciones normales de FSH (figura 45-J ).
La pro lactina también tiene una interrelación compleja La testosterona se secreta de manera intermitente por las
con las gonadotropinas. En los varones con hiperprolacti- células de Leydig en respuesta a las secreciones intennitentes
(pulsos) de LH y tiene un patrón diurno, con un valor
máximo temprano por la mañana y el más bajo en la tarde.
Centros superiores
Diversos mecanismos alteran la capacidad de las células de
Leydig para producir testosterona en respuesta a LH y
constituyen un sistema de control intratcsticular para regular la
Neuropéptidos [±]
producción de testosterona. En los testículos intactos, dis-
Neurotransmisores[±]
minuyen los receptores de LH (regulación en descenso)
después de la administración de LH exógcna. Grandes dosis de
GnRH o sus análogos también disminuyen el número
de receptores LH e inhiben la secreción de Ll-1. En hombres
con cáncer de próstata, la aplicación clínica de este hecho es la
castración médica. El estrógeno inhibe enzimas en las vías
LHRH [+] de la síntesis de testosterona y, en consecuencia, afecta de
manera directa su producción. En modelos animales, la
prolactina aumenta el número de receptores. También parece
que hay una retroalimentación intratesticular en forma de asa
ultracorta, de tal manera que la tcstostcrona exógena anula
el efecto de la LH e inhibe la producción de testosterona.
[-]T Inhibida[-] En varones normales, el 2% de la testosterona es libre
E2 (no unida); el 44% está unida a la globulina de unión de
(DHT) LH [+j
testosterona y estradiol (GUTe) (en inglés TeBG, de testos-
terone-estradiol-binding globulin; también llamada globu-
lina de unión de hom10na sexual) y el 54% está unida a la
albúmina y otras proteinas. En los túbulos seminíferos,
T [+] la testosterona está unida a una proteína de unión de
Células de Leydig andrógenos (PUA), un producto de las células de Sertoli.
Estas proteínas de unión de esteroides regulan la acción de
los andrógenos. En un principio, se pensó que la molécula
de andrógeno fisiológicamente activa era la testosterona
Túbulo semmífero
(células de Sertoli y "libre" no unida a proteína. Hoy en día, parece que el
germinales) transporte de hormonas esteroides al interior de las células
es más complicado y que en la microcirculación puede
ocurrir un aumento de los índices de disociación de la
hormona de las proteínas de unión. Pardridge ( 1981) de-
Figura 45-1. Eje hipótalamo-hípófisis-gónadas (DHT, dihi-
mostró que la testosterona unida a albúmina también está
drotestosterona; E2, estradiol; FSH, hormona estimulante de disponible para su transporte al interior de tejidos blanco,
los folículos; LH, hormona !uteinizante; LHRH, hormona libe- como cerebro e hígado. La GUTe tiene una afinidad más
radora de hormona luteinizante; T, testosterona; + influencia elevada por la testosterona que por el estradiol y los cambios
positiva; - influencia negativa). (Reproducida con autoriza- en la GUTe alteran o amplifican el medio hormonal.
ción de McCiure RO: Endocrine investigation and therapy. Los valores de GUTe aumentan por estrógenos, la
Uro! C!in North Am 1987;14:471.) administración de tiroides y en la cirrosis hepática; y pueden
Esterilidad masculina • 751

disminuir por andrógenos, hormona del crecimiento (GH) camente privilegiado. Este aislamiento es importante por-
y la obesidad. que durante la pubertad se producen espermatozoides, mu-
Los efectos biológicos de los andrógenos se ejercen en cho después del período de auto identificación por el sistema
órganos blanco que contienen una proteína específica recepto- inmunológico. Sí estos espermatozoides en desarrollo no
ra de andrógeno en el citosol celular. La testosterona deja la estuvieran protegidos imnunológicamente, serían reconoci-
circulación y entra a la célula blanco, donde se convierte en dos como extraños y atacados por el sistema inmunológico
el andrógeno más potente, dihidrotestosterona (DHT), por del organismo.
la acción de la 5-alfa-reductasa; ambas, te.stosterona o Al parecer, las células de Sertoli participan en la nutri-
DHT, se unen a proteínas receptoras. Este complejo andró- ción de células germinales en desarrollo, así como en la
geno receptor se mueve a\ interior del núcleo, donde se une fagocitosis de células dañadas. Las espermatogonias y los
a cromatina nuclear y origina la síntesis de RNA mensajero espermatocitosjóvencs se encuentran en el compartimiento
(mRNA). Este último causa la síntesis de proteína y otras basal, en tanto que los espermatocitos maduros y las esper-
expresiones de la acción de los andrógenos (figura 45-2). mátides están secuestrados debajo de la barrera de permea-
Las principales funciones de los andrógenos en tejidos bilidad, en el compartimiento adluminal.
blanco incluyen: 1) regular la secreción de gonadotropina Aunque Jos conocimientos no son completos, es obvio
por el eje hipotálamo-hipófisis, 2) iniciar y conservar la que deben existir múltiples sitios de control espermatogéni-
espermatogénesis, 3) diferenciar el aparato genital mascu- co entre las células de Sertolí y las células germinales. Es
lino interno y externo durante el desarrollo fetal y 4) pro- probable que esta relación tenga los siguientes componen-
mover la maduración sexual en la pubertad. tes: 1) presencia de receptores de unión de membrana de
alta afinidad específicos para FSH en las células de Sertoli;
Túbulos seminíferos 2) producción o concentración por las células de Sertoli de
una proteína soluble de unión de andrógenos de afinidad
Estas estructuras contienen células germinales en diversas alta que se encuentra en el líquido de los túbulos seminífe-
etapas de maduración y células de Sertoli; corresponden al ros, la cual sirve como reservorio de la hormona andrógena
85 a 90% del volumen testicular. dentro del túbulo seminífero; 3) producción de una macro-
molécula por el túbu\o seminífero que inhibe de manera
A. Células de Sertoli preferencial la secreción de FSH (inhibina), y 4) metabo-
Éstas son una población fija de células de apoyo que no se lismo (probable) por las células de Sertoli, de algunos
dividen. Descansan en la membrana basal de los túbulos esteroides a andrógenos y estrógenos S-alfa-reducidos.
semihíferos y extienden ramificaciones citoplásmicas fila-
mentosas hacia su luz. Las células de Sertoli están unidas B. Células germinales
por uniones apretadas, que dividen el túbulo seminífero en Las células espermatogénicas están dispuestas de manera
compartimientos basal y adluminal. Estos complejos de ordenada desde la membrana basal hasta la luz. La esper-
unión, aunados a la aproximación estrecha de las células rnatogonia se encuentra directamente en la membrana basal
mio id es de la capa peritubular de células contráctiles, sirven y, siguiendo un orden a partir del centro, se encuentran
para formar la barrera hematotesticular. Ésta proporciona espermatocitos primarios, espermatocitos secundarios y es-
un microambiente único que facihta la espermatogénesis y permátides. Heller y Clermont ( 1964) revelaron 13 diferen-
conserva a estas células germinales en un sitio inmunológi- tes células germinales que se piensa representan distintas

1
1
Célula

D~T1_,.
5a-Reductasa DHT
T --------1~
R Efectos
-·--·---...
T
T
R
__,.,...._~ -T
R
del andrógeno

\
\

Figura 45-2. Mecanismos de acción del andrógeno. El efecto de la testosterona (T) en células blanco incluye: su conversión
en dihidrotestosterona (DHT) por la 5-o:-reductasa; unión de T/DHT a receptores citoplásmicos de andrógeno (R); translocación
del complejo receptor al núcleo con unión al cromosoma; y estimulación de la síntesis de RNA mensajero (mRNA) y proteínas.
(Reproducida con autorización de McCiure RO: Endocrine investigation and therapy. Uro/ Clin North Am 1987;14:471 .)
etapas en el proceso de desarrollo. Procedjendo desde la sólo de manera indirecta a la espermatogénesís al estimular
menos a la más diferenciada, se denominan cspermatogonia la producción endógena de testosterona. Las células de
oscura tipo A (Ad); espermatogonia pálida tipo A (Ap); Scrtoli son el blanco de la FSH, ya que poseen receptores
espermatogonia tipo B (B); espermatocitos primarios pre- específicos de FSH de afinidad alta. En consecuencia, la
lcptoteno (R); espermatocitos primarios leptoteno (L) ; es- testosterona y FSH son las hormonas que se dirigen al
permatocitos primanos cigoteno (Z); espermatocitos epitelio del túbulo seminífero. La proteína de unión de
primarios paquiteno (P); espermatocitos secundarios (ll), y andrógeno, un producto de las células de Sertoli, trans-
espermátides Sa, Sb, Se, Sd 1 y Sd2. porta los andrógenos al espacio intracelular y pueden servir
como reservorio de andrógenos dentro del túbulo seminífe-
Espermatogénesis ro, además de transportar testosterona de los testículos al
túbulo epididimario. La proximidad física de las células de
Ésta es un proceso complejo por el cual las células madre Leydig con los túbulos seminíferos y la elaboración por las
primitivas, las espcrmatogonias, se dividen para reproducir- células de Sertoli de proteína de unión de andrógeno causan
se en número (renovación de células madre) o producir una concentración elevada de andrógenos que debe conser-
células hijas que después se transformarán en espermatoci- varse en el microambíentc del espermatozoide en desa-
tos. Las espcrmatogonias no diferenciadas más primítivas rrollo (figura 45-4). ·
son las células madre. Para proporcionar una renovación Al parecer, las necesidades hormonales para la ini-
constante de las células madre primitivas, la cspcrmatogonia ciación de la espermatogénesis son independientes de la
oscura tipo A (Ad), produce una cantidad fresca de células conservación de este proceso. Para que se conserve la esperma-
Ad y también cspermatogonias pálidas tipo A (Ap). Estas togéncsis inmediatamente después de una hipofisectomía
últimas sufren divisiones mitóticas hacia esperrnatocitos (obliteración hipofisaria), se requiere testosterona sola; sin
primarios pre!eptoteno por la vía de la espermatogonia tipo embargo, para que se reinicie después que se ha permitido
B. Los espermatocitos primarios sufren la primera división que el epitelio germinal involucione por completo, se re-
de maduración por un proceso de meiosis, reduciendo el quieren FSH y testosterona. La cantidad de hormona nece-
número de cromosomas de 46 a 23. Cada espermatocito saria depende de que el objetivo sea la restitución cualitativa
primario da Jugar a dos csperrnatocitos secundarios y cada de la espermatogénesis (producción de algunas espermáti-
uno de ellos se divide en dos espermátides. Estas últimas dcs avanzadas) o cuantitatjva (restitución completa del nú-
sufren después su transformación hacia espermatozoides, mero de espermátides). Para la restitución cualitativa, la
un proceso llamad?Jesperrniogénesis . ~sta transformaci?n testosterona iniciará y conservará la espcrinatogénesis en el
mcluye condensac1on nuclear, formac10n de acrosoma, per- hombre ; sin embargo, por la dificultad para restituir valores
dida de la mayor parte del citoplasma, desarrollo de una cola sanguíneos bastante elevados de testosterona, no se ha lo-
y disposición de mitocondrías dentro de la pieza media del grado la conservación cuantitativa. Es probable que en el
espermatozoide. hombre la FSH tenga poco impacto en la conservación de
En Jos testículos del hombre, grupos de células germi- la espermatogénesis; pero se requiere para la producción
nales en las mismas etapas de desarrollo conectadas por de espermatozoides cuantitativamente normales. La FSH es
puentes intercelulares pasan juntas a través de la esperma- importante para iniciar la cspermatogénesis en varones pube-
togénesis. Esta fase secuencial de las células germinales en rales y conservarla en adultos en quienes se ha pennitido que
desarrollo se denomina una generación. Estas generaciones el epitelio germinal involucione después de una hipofi-
de células germinales no se mezclan al azar, sino gue forman sectomía.
un número limitado de asociaciones celulares (etapas). His-
tológicamente, en cortes transversales, se ven repetidamen-
te muchas células germinales solo en relación con otras. TRANSPORTE, MADURACIÓN
Est:1s relaciones celulares específicas se conocen como etapas Y ALMACENAMIENTO DE
del epitelio seminífero, de las que hay seis en el hombre ESPERMATOZOIDES
(Heller y Clermont, 1964) (figura 45-3). El proceso de
espermatogéncsis incluye progresivamente la asociación Aunque el testículo es el encargado de producir espermato-
celular de cada etapa de manera secuencial. La progresión zoides, el epidídimo está íntimamente relacionado con su
de la etapa l a la VI en cualquier segmento determinado del maduración, almacenamiento y transporte. Los espermato-
túbulo scmmífcro constituye un ciclo. En el hombre, la zoides testiculares son inmóviles e incapaces de fertilizar al
duración de cada ciclo es de unos 16 días y se requieren 4 .6 óvulo; ganan progresivamente su movilidad y capacidad de
ciclos para que se desarrolle un espermatozoide maduro fecundación después de pasar a través del epidídimo.
desde cspermatogonia temprana. En consecuencia, la dura- La túnica albugínea, o cápsula testicular, prolonga
ción del ciclo espermatogénico total en el hombre es de 74 tabiques fibrosos hacía el interior del testículo originando
días (4.6 x 16). la formación de unos 250 lóbulos piramidales que contienen
túbulos seminíferos enrollados. Estos túbulos terminan
en la red testicular, que a su vez coalesce para formar los
CONTROL HORMONAL conductillos eferentes que llevan líquido testicular y esper-
DE LA ESPERMATOGÉNESIS matozoides a la cabeza del epidídimo. Este último consiste
en un tt'Jbulo contorneado único de 5 a 6 m de largo. El
Hay una relación estructural y funcional íntima entre los dos epidídimo se divtde en cabeza, cuerpo y cola epididimarias.
compartimientos separados de Jos testículos. La LH afecta Aunque el tJempo de tránsito epididímario varía con la edad
Esterilidad masculina • 7.

Figura 45-3. Representación diagramática de las seis asociaciones celulares identificables correspondientes a las etapas del
ciclo del epitelio seminífero del hombre. Ser, células de Sertoli; Ad y Ap, espermatogonia A tipos oscuros y pálido; B,
espermatogonia tipo B; R, espermatocito primario en reposo; l, espermatocito leptoteno; Z, espermatocito cigoteno; P,
espermatocito paquiténo ; lm, espermatocito primario en división; 11, espermatocito secundario en interfase; Sa, Sb, Se, Sd,
espermátides en diversas etapas de diferenciación ; RB, cuerpos residuales de Regnaud . (Reproducida con autorización de
Clermont Y: A m J Anat 1963;112 :35.)
Túbulo seminífero
--- - _ .....
......

Célula de Sertoli

T~

Adluminal

(-) lnhibina <__. ._____ ---L-----,

\ \
\
\

Figura 45-4. Representación esquemática del túbulo seminífero. La hormona estimulante de\ folículo (FSH) y la testosterona
(T) actúan en las células de Sertoli, que producen proteína de unión de andrógeno (ABP} e inhibina. (Reproducida con
autorización de McCiure RO: Endocrine investigation and therapy. Uro/ Clín North Am 1987;14:471 .)

(índice de producción testicular de espermatozoides) y la masculinas de la reproducción por emisión y eyaculación.


actividad sexual, se estima que el paso de espermatozoides Durante la primera, se depositan secreciones de las vesículas
a través de la cabeza, el cuerpo y la cola del epididimo en seminales y de la próstata en la uretra posterior. Antes de la
varones sanos es de O. 7, O. 7 y 1.8 días, respectivamente. eyaculación el peristaltismo del conducto deferente y del
Durante el periodo de maduración en la cabeza y el cuerpo cuello vesical se presenta bajo el control del sistema nervio-
(< 2 días) es cuando los espermatozoides desarrollan su so simpático. Durante la eyaculación, se relaja el esfínter
mayor capacidad para la movilidad progresiva caracterizada externo y el semen es impulsado a través de la uretra por
por latidos de amplitud baja y frecuencia alta, y también contracciones rítmicas de los músculos perineal es y bulbo-
adquieren la capacidad para penetrar oocitos durante la uretrales, ambos bajo control somático.
fecundación. Los espermatozoides del hombre son capaces La primera porción del eyaculado contiene un pequeño
de unirse a huevos de hámster sin zona (sistema de huevo volumen de líquido proveniente del conducto deferente, rico
humano subrogado), pero sólo los de 1a cola del epidídimo en espermatozoides. El volumen mayor del plasma seminal
pueden unirse y penetrar a los óvulos. Ello implica que la proviene de las vesículas seminales (60%) y la próstata
capacidad de fecundación de los espermatozoides del varón (20%). Las vesículas seminales proporcionan el sustrato
se completa a nivel de la cola del epidídimo. El epidídimo nutriente fructosa y también prostaglandinas, fosforilcolina
también sirve corno área de reservorio o almacenamiento de y sustratos para coagulación. Una función reconocida del
espermatozoides; se estima que la reserva extragonadal plasma se m in al es su efecto amortiguador del medio vaginal
de espermatozoides es de 440 x 106 espermatozoides y más de ácido. El coágulo formado por el semen eyaculado se licúa
50% de ellos se localizan en la cola del epidídimo. en el transcurso de 20 minutos por enzimas proteolíticas
Estos espermatozoides almacenados en la cola del prostáticas. La próstata añade cinc, fosfolípidos, espermina
epidídimo penetran en el conducto deferente; un conducto y fosfatasa al líquido seminal. La primera porción del
muscular de 30 a 35 cm de largo , que impulsa su contenido eyaculado contiene de manera característica la mayor parte
por movimientos peristálticos hacia el conducto eyaculador. de los espermatozoides y las secreciones prostáticas, en
Los espermatozoides se transportan al exterior de las vías tanto que la segunda está constituida principalmente por
Esterilidad masculina • 755

secreciones de las vesículas seminales y sólo contiene algu- Cuadro 45-1. Diagnóstico diferencial de
nos espermatozoides.
esterilidad masculina
CAUSAS TRATABLES
1, Varicocele
FECUNDACIÓN
2. Obstrucción (adquirida/congénita)
3. Infección
Ésta normalmente se lleva a cabo dentro de las trompas
4. Disfunción cyaculatoria
uterinas después de ocurrir la ovulación. Durante la parte 5. Hipogonadismo hipogonadotrópico
media del ciclo menstrual, cambia el moco cervical para 6. Problemas inmunológicos
tornarse más abundante, delgado y líquido. Estas modifica- 7. Disfunción sexual
ciones sirven para facilitar la entrada de los espermatozoi- 8. Hiperpro!actinemia
des al útero y protegerlos de las secreciones vaginales muy CAUSAS POTENCIALMENTE TRATABLES
ácidas. Para que ocurra la fecundación, debe haber cambios ! . Idiopática
fisiológicos en los espermatozoides ("capacitación") den- 2. Criptorquidia
tro de las vías femeninas de la reproducción. A medida que 3. Agenesia de conductos deferentes
los espermatozoides interactúan con el óvulo, se inician un 4. Gonadotoxinas (medicamentos, radiación)
nuevo movimiento flagelar ("movilidad hiperactiva") y CAUSAS INTRATABLES
cambios morfológicos en el espermatozoide, que dan por l. Anorquia bilateral
resultado la liberación de enzimas líticas y la exposición de 2. Aplasia de células germinales
parte de la estructura del espermatozoide ("reacción 3. Insuficiencia tcslicular primaria
de acrosoma''). Como resultado de estos cambios, los es- 4. Anomalías cromosómicas
permatozoides fértiles pueden llegar al oocito, atravesar sus 5. Síndrome del cilio inmóvil ..
diversas capas e incorporarse en el ooplasma. Ahora potencialmente curable por micromanipulación.

extrema utihdad un machote de protocolo dirigido a la


mayoría de los antecedentes pertinentes (cuadro 45-2).
Deben registrarse la duración de los coitos sin protección
ESTERILIDAD MASCULINA con la actual u otra(s) compañera(s) sexual(es), así como
\
1
embarazos previos. Se debe tomar en cuenta cualquier va-
loración y tratamiento previos de esterilidad. Debe determi-
Un 15% de los matrimonios tendrán dificultades para la narse si las pruebas diagnósticas se realizaron en el
reproducción. Normalmente la concepción se lleva a cabo consultorio del médico o en un laboratorio de estudios en
en el transcurso de 12 meses en el 80% de las parejas que reproducción, Jo que ayuda a valorar la confiabilidad de
no usan medidas anticonceptivas, en consecuencia, las per- estas investigaciones.
sonas que se presentan después de este periodo deben El médico que estudia al varón debe estar consciente
considerarse como posiblemente estériles y es necesario del nivel de estudios previos de la pareja. La presencia de la
valorarlas. esposa en la visita inicial establece los resultados de sus
Un tercio de los casos de esterilidad depende defacto- pruebas y las conclusiones diagnósticas. De ella deben
res patológicos en el varón, un tercio por factores en la mujer registrarse los antecedentes de fecundidad que incluyen
y otro tanto por factores en los que contribuyen ambas abortos espontáneos o inducidos, uso de anticonceptivos y
partes. En consecuencia, el factor masculino es la causa, duración de embarazos anteriores. Los episodios previos de
cuando menos en parte, de casi el 50% de las parejas infecciones de vías urinarias o salpingitis agudas quizá
estériles. En la evaluación de la esterilidad es muy impor- conduzcan a una obstrucción de las vías reproductivas. La
tante considerar a la pareja como una unidad al valorarla y ovulación se valora por varios métodos como la historia
tratarla, y proceder de manera paralela en la investigación menstrual, temperatura basal corporal, pruebas de LH uri-
hasta que se descubra un problema importante. La valora- naria y concentraciones de progesterona sérica. La fase lútea
ción del hombre debe proceder en una secuencia lógica, que adecuada se determina por biopsia endometrial o concen-
relacione costo-beneficio, para aclarar las posibles causas traciones de progesterona sérica. La valoración de la inte-
de esterilidad (cuadro 45-1 ). La coordinación con el médi- gridad de la luz de las trompas o del útero se lleva a cabo
co de la mujer permitirá una investigación eficiente y apro- con una histerosalpingografía. Una prueba poscoital en el
piada y evitará el uso innecesario de pruebas o proce- momento oportuno valora el moco cervical, aporta una
dimientos. muestra de la cantidad de semen que se dejó, y la supervi-
vencia de los espermatozoides en el moco cervical. La
laparoscopia identifica la patología pélvica que incluye
CUADRO CLÍNICO adherencias anexiales, endometriosis, leiomioma uterino y
trastornos de las trompas.
Antecedentes El siguiente paso en la investigación es el registro de
las anomalías ael desarrollo en el hombre. Es importante el
La piedra angular de la investigación del hombre estéril momento de inicio de la pubertad: así como una pubertad
radica en una historia clínica completa y cuidadosa. Es de precoz quizás retrasada puede indicar un síndrome adrenal-
756 • Urología general de Smith (Capítulo 45)

Cuadro 45-2. Antecedentes de esterilidad genital; una pubertad retrasada puede indicar un síndrome
masculina de Klincfelter o hipogonadismo idiopático. De manera si-
milar, la ginecomastía tal vez indique una anomalía endo-
Antecedentes reproductivos masculinos
crina. Deben buscarse padecimientos específicos de la
Durac1ón del coito sin protección
Embarazos previos infancia corno criptorquidia, orquitis por parotiditis pospu-
Valoración previa de esterilidad bera} y traumatismo testicular o dolor (torsión). Cerca del
Otras pruebas y estudios 50% de 1os hombres con antecedentes de criptorquidia
ConclusJOnes d1agnósticas y tratamientos previos bilateral y el JO% de los hombres con críptorquidia unilate-
Antecedentes reproductivos femeninos ral tienen cuentas espermáticas por debajo de lo normal.
Edad Los procedimientos quirúrgicos previos, tales como
• Embarazos/partos operaciones del cuello de la vejiga (plastia Y -V) o
Ovulación (técnica para verificarla) extirpación de ganglios linfáticos retroperitoneales por cáncer
H isterosal píngografía
testicular pueden causar eyaculación retrógrada o emisión
Estudios poscoito
ausente. De manera similar, la neuropat[a diabética tal vez
Laparoscopia (hallazgos)
Tratamiento previo cause tanto eyaculación retrógrada como impotencia. Du-
Diagnósticos hasta el momento actual rante la reparación de hernias o cirugías escrotales, es
Antecedentes personales factible dañar el aporte sanguíneo de los vasos deferentes
Del desarrollo y de Jos testículos. Los traumatismos o la torsión pueden
Pubertad (precoz/norma 1/retrasada) causar atrofia testicular o, si ocurre después de la puber-
Testículos no descendidos tad, se asocian con la presencia de anticuerpos espermá-
Ginecomastia ticos .
Quirurgicos Las infecciones respiratorias reincidentes y la esterili-
Cirugía retroperitoneal dad se relacionan con el síndrome de los cilios inmóvi1es,
Cirugía pélvica (plastia del cuello vesical en Y-V, cirugía
en el cual, la cuenta espermática es normal aunque los
tra nsurelral)
Cirugía inguinal (herniorrafia, orquiopexia) espermatozoides sean completamente inmóviles debido a
Gonadotoxinas (ocupacional/ambiental) defectos rnícroestructuralcs. El síndrome de Kartagencr,
Ocupación (pasada/presente) una variante del síndrome de los cilios inmóviles, consiste
Exposición a temperaturas (trabajo/saunas/baños/truzas en bronquiectasias crónicas, sinusitis, situs inversus y esper-
de bi~ni) matozoides inmóviles . En el síndrome de Young, también
Radiación (trabajo/diagnóstica/terapéutica) relacionado con patología pulmonar, la microcstructura ci-
Exposición a químicos (trabajo/insecticidas/terapéutica) liar es normal, aunque el epidídimo está obstruido debido a
Tabaquismo (cantidad/duración)
material condensado, y estos pacientes se presentan con
Alcohol (cantidad/duración)
Antecedentes sexuales azoospermia (ausencia de espermatozOides). Muchos hom-
Potencia/!ibido bres con fibrosis quística tienen ausencia congénita de los
Técnica coital vasos deferentes y de la vesícula seminaL Estos pacientes
Momento y frecuencia de la relacíón sexual se presentan con volumen seminal disminuido, falta de
Lubricantes coagulación del semen y azoospermia.
Medicamentos Es posible que los procesos inflamatorios que involu-
Personales (pasado/presente) cran las vias urinarias bajas y las vías reproductivas causen
Maternos (DES)
cicatrización y obstrucción de los conductos reproductivos
Drogas recreaciona!es (marihuana/cocaína)
Drogas deportivas (anabólicos esteroides)
o daoen los órganos sexuales secundarios. Cerca del 10%
de los pacientes que desarrollaron orquitis bilateral por
Antecedentes familiares
Hípogonadismo/defectos congéJ1itos de la línea media
parotiditis pospuberal quizá también terminen con daño
Fibrosis quística testicular grave. Un padecimiento febril generalizado es
• Deficiencia de receptores androgénicos capaz de dañar la espermatogénesís. En 1941, MacLeod, por
(hipomasculinización) medio de un incremento durante tres semanas en la tempe-
Antecedentes endrocrinos ratura testicu1ar, produjo oligospermia que duró aproxima-
Hipotálamo-hipófisis damente 50 dias. De manera más reciente, Buch y Havlovck
Cefaleas/cambios visuales/polidipsia/capacidad de oler ( 1991) encontraron que de 6 a 7 semanas después de un
Crecimiento excesivo de la mandíbula, manos, pies padecimiento febril, disminuyen tanto la densidad espermá-
Tiroides tica como el porcentaje de penetración (ensayo de penetra-
Intolerancia al calor o frío
ción espermática). Es posible que la eyaculación no se afecte
• Cambios en el movimiento intestinal
Apetito aumentado con pérdida de peso en los tres meses que siguen al evento; sin embargo, como
Palpitaciones la esperrnatogénesis requtere cerca de 74 días desde que
Suprarrenales inicia hasta la aparición de espermatozoides maduros y
Debilidad muscular/anorexia/púrpura existe un tiempo variable de transporte en los conductos, Jos
Hipotensión posturallh i perp igrnentación eventos que ocurrieron en los 3 a 6 meses anteriores son
Gónadas muy importantes.
Retraso en el crecimiento del pelo (facial/corporal) Existen vanas gonadotoxinas, ya sea ocupacionales.
• Cambios mamarios
ambientales o terapéuticas que tienen efectos nocivos en la
Síntomas vasomotores
fertilidad. La quimioterapia para cáncer tiene un efecto
potencialmente devastador en el epitelio germinal testicular, deterioran la movilidad espermática en pruebas ín vitro. Por
dependiendo de la dosis; también puede comprometer la otro lado, el huevo blanco crudo, los aceites de cacahuate y
función de las células de Leydig. Los agentes alquilantes, vegetal, y la jalea de petrolato no parecen dañar la movilidad
ciclofosfamida, mustina (Mustargen) y clorambucil son en in vitro. Muchas parejas no entienden la cronología óptima
particular dañinos. La exposición a rayos X, neutrones y del coito. En el momento del pico ovulatorio y debido a que
material radiactivo también afecta la espermatogénesis. Los la supervivencia espermática en el moco cervical y las
efectos de la radiación dependen de la dosis total recibida y criptas cervicales es aproximadamente de 48 horas, es más
la etapa de desarrollo de la célula germinal durante la efectivo que el coito se realice cada 48 horas. Esto permitirá
exposición. Se recomienda la crioconservación del semen que estén disponibles espermatozoides viables en el periodo
antes de la quim íoterapia o radioterapia. A un que se sabe que de 12 a 24 horas en que el huevo está en la trompa de Falopio
numerosos químicos afectan las vías reproductivas del hom- y en capacidad de fecundación.
bre, pocos se han estudiado de manera amplia. El dibromo- Existe una gran variedad de medicamentos que afectan
cloropropano (DBCP) es un nematocida que se usa de la función reproductiva. La exposición prenatal al dietiles-
manera amplia en la agricultura y parece ser una toxina tilbestrol (DES) produce un incremento en la frecuencia de
testicular. Desde el imperio romano se sabe que el plomo es quistes epididimales y un ligero aumento en la frecuencia
una toxina del aparato reproductivo, que afecta el eje hipo- de criptorquidia, esto quizá en algunos individuos afecte la
tálamo-hipófisis-testículos, lo que causa supresión de la calidad del semen. Se asocia a la sulfasalacina, un medica-
testosterona sérica. mento de uso frecuente en el tratamiento de la colitis ul-
Tanto el hábito de fumar tabaco como mariguana se cerativa, con disminución en la movilidad y densidad
asocian con esterilidad. Algunos estudios muestran deterio- espermáticas, las cuales se revierten al suspender el trata-
ro de la densidad espermática, de la movilidad y del nivel miento. Existen varios medicamentos que inhiben la
de la morfología entre varones fumadores; mientras otros producción de andrógenos, estos medicamentos antiandró-
estudios indican efectos del tabaquismo sin importancia genos incluyen : espironolactona, ciprotcrona, ketokonazol,
estadística. La susceptibilidad individual puede ser la causa (un agente antimicótico) y cimetidina; todos son capaces de
de esta diferencia. Estudios en humanos muestran que con afectar a la fecundidad de manera sjgnificativa. En trata-
el,uso de mariguana, hay disminución de la concentración mientos de corto plazo, las tetraciclinas disminuyen las
sébca de testosterona y una disminución temporal en Ja concentraciones séricas de testosterona en cerca del 20 por
cuenta de espermatozoides y en la movilidad. ciento. La nitrofurantoína deprime la espennatogénesis
Entre las personas que abusan del alcohol, hay una por lo que debe evitarse. Otros agentes antímicrobianos
reducción en la densidad y movilidad espennáticas, así (como la eritromicina y la gentamicina) dañan la función
como en el número de espermatozoides de aspecto normal. espermática y la espermatogénesis. Bajas dosis de andróge-
De manera independiente a sus efectos en el hígado, el nos, prescritas por algunos médicos para la esterilidad,
alcohol reduce las concentraciones de testosterona tanto de también afectan la producción espermática al inhibir la
manera aguda como crónica. Las hepatopatías concomitan- secreción de gonadrotropinas. Los csteroides anabólicos,
tes q.l alcoholismo crónico también conducen a cambios en que utilizan muchos atletas profesionales y amatcurs, tam-
el metabolismo androgénico y pueden causar una disfun- bién disminuyen la secreción de gonadotropinas, actuando
ción sexual. El abuso del opio también inhibe la secreción como un anticonceptivo masculino. Estos efectos en la
de gonadotropina, disminuyendo las concentraciones séri- espermatogénesis parecen ser temporales y deben revertir
cas de testosterona. después de suspender los esteroídes.
Aunque mucha gente piensa que los hombres con Deben buscarse síntomas de otros padecimientos en-
semen de calidad subóptima deben usar calzoncillos de docrinos (hipófisis, tiroides y glándulas suprarrenales)
boxeador en vez de los ajustados, existen pocos estudios que (cuadro 45-2). A menos que el daño testicular sea grave o
apoyen esto. Los estudios de los años sesenta en los cuales que haya pasado el tiempo suficiente para causar regresión
se aplicó calor excesivo a varones no mostraron, con el de los caracteres sexuales secundarios, el daño a las célu-
tiempo, que se alterara la densidad espermática. La tempe- las de Leydig ocurrido después de la pubertad es de difícil
ratura más alta de lo normal que existe en la criptorquidia y diagnóstico clínico. Los pacientes que refieren disminución
de la libido o erecciones débiles quizás tengan una dismi-
en el varicocele explican su espermatogénesís anormal.
Entonces, se recomienda, que los varones eviten el uso de nución en la función testicular, esto quizá preceda a cambios
en el patrón de afeitado, pérdida de ve11o púbico y axilar, y
saunas, baños de tina calientes o bikinis ajustados de nailón,
al desarrollo de ginccomastia. En ocasiones se reportan
debido a que la temperatura elevada puede dañar la produc-
bochornos en hombres con función testicular disminuida.
ción espermática.
Una rápida pérdida de la barba y del vello del cuerpo (de 6
Deben discutirse los hábitos sexuales, la frecuencia de
a 12 meses) debe hacer sospechar de una insufi ci encía
las relaciones sexuales, tipo de eyaculación (anterógradalre-
suprarrenal concomitante.
trógrada) y el uso de lubricantes para el coito (espcrmatici-
das), asi como qué tanto entiende el paciente el ciclo
ovulatorio. La menor frecuencia del coito quizá se atribuya Examen físico
a disminución de la libido, dificultades maritales o ausen-
cias que tienen origen en el trabajo, así como a prácticas Durante el examen, hay que poner particular atención a las
religiosas, como el Míkvah entre los judíos ortodoxos. Debe características de hipogoríadismo, si existen: características
tenerse precaución con el uso de lubricantes. Los lubricantes sexuales secundarias poco desarrolladas, proporciones es-
como el gel K-Y y la loción Kerí, así como la saliva, queléticas eunucoides (abertura de brazos 5 cm mayor que
758 • Urología general de Smith (Capítulo 45)

-.• ' •
la estatura); relación del segmento corporal superior (coro-
nilla a pubis) con el segmento corporal inferior (piso a
pubis) menor de uno y distribución anormal del pelo mas-
culino (escasez de pelo axilar, púbico, facial y corporal; falta
de recesión temporal del cabello) (cuadro 45-3). Los dolo-
res de cabeza, los defectos del campo visual, la galactorrea .
y los signos de la deficiencia de otra hormona trópica
pueden señalar hacia una causa secundaria (hipotálamo-pi-

•., -•
1\litaria). Un varón con hipogonadismo congénito puede
presentar, asociados, defectos de la línea media tales como:
amosmia, ceguera a los colores, ataxia cerebelosa, labio
\eporino y paladar hendido.
La ginecomastia es una característica compatible con
un estado de feminización. Su presencia quizá sea la clave
de una disfunción testicular, ya sea por insuficiencia testi-
cular primaria o por un trastorno en el eje hipotálamo-hi-
pofisario. La palpación mediante la palma de la mano y con
el paciente recostado tal vez no detecte un crecimiento
mínimo de la mama. La ginecomastia se detecta con más
facilidad cuando se examina al paciente sentado, utilizando
-,, . .

los dedos para agarrar el tejido glandular. Figura 45-5. Orquidómetro de Prader para medir el volumen
Una exploración cuidadosa de Jos testícuios es parte testicular. (Reproducida con autorización de McC!ure RO:
esencial de la revisión. Los túbulos seminíferos correspon- Endocrine investigation and therapy. Uro/ Clin North Am
den cas1 al 95% del volumen testicular. Los testículos adul- 1987;14:471.)
tos normales tienen en promedio 4.6 cm de largo (límites
3.6 a 5.5 cm) y 2.6 qn de ancho (límites 2.1 a 3.2 cm) con
un volumen medio db 18.6 ± 4.8 (DE) mL (figuras 45-5 y
cia. Los pacientes deben examinarse en un ambiente cálido,
45-{)). Puede utilizarse una regla, un calibrador o un orqui-
tanto en decúbito dorsal como de pie, y con la maniobra de
dómetro de Prader para medir el tamaño testicular. Si se
Valsa! va y sin ella. Se palpan y comparan las estructuras del
deñaron los túbulos seminíferos antes de la pubertad, los
cordón espermático de ambos lados. Con el paciente reali-
testículos son pequeños y duros; cuando el daño ocurre
zando la maniobra de Valsalva, el médico examina y com-
después de la pubertad, suelen ser pequeños y suaves.
para el cordón entre sus dedos índice y pulgar. Un aumento
Irregularidades en el epididimo o en el conducto defe-
en el espesor durante esta maniobra o una discreta onda de
rente sugieren infección previa y posible obstrucción. La
pulso, indicios de un reflejo venoso, señalan la presencia
exploración tal vez revele una próstata pequeña en varones
de un varicocele. En ocasiones la contracción del reflejo
con deficiencias androgénicas o una ligera sensibilidad y
cremasteriano dibuja el cordón y conduce a un diagnóstico
reblandecimiento en aquellos con infección prostática. El
pene debe medir por lo menos 5 cm cuando está erecto. Las
anomalías del pene (hipospadias, curvatura anormal, fimo- Limites normales del volumen testicular (mP.dia)
sis) deben descartarse. Estos problemas pueden interferir
con la deposición de la eyaculación en la vagina. Ambos
conductos deferentes deben palparse, debido a que el 2% de
los hombres estériles tienen ausencia congénita de conduc- ::?
.§.
tos y vesículas seminales. '-
Se debe buscar de manera cuidadosa el varicocele, ya ~ 15
::::!
que es uno de los diagnósticos que se hace con más frecuen- ~
(/)
~
e:: 10
<l.l
Cuadro 45-3. Características del eunucoidismo* E
~

Proporciones esqueléticas eunucoides


.g 5

Relación cuerpo superior: cuerpo inferior menor de 1;


extensión de los brazos mayor de 5 cm que la estatura
Falta de distribución del pelo del varón adulto
Edad (años)
Pelo axilar, púbico, facial y corporal escaso; falta de rece-
sión temporal del cabello
Genitales infantiles Figura 45-6. Valores normales para el volumen testicular en
Pene, testículos y próstata demasiado pequeños; falta de relación con la edad. (Redibujada y reproducida con autori-
desarrollo del escroto zación de Zachman Metal.: Testicular volume during ado-
Disminución del desarrollo y la masa musculares lescence: Cross-sectional and longitudinal studies. Helv
"'Reproducido con autorización de McClure RD: Endocrine investígatíon PaediatrActa 1974;29:61 and McClure RD: Endocrine inves-
and thcrnpy. Uml Clin North Am 1987;14:471 tigation and therapy. Uro/ Clin North Am 1987;14:471.)
Esterilidad masculina • 759

positivo falso. Un testículo izquierdo más pequeño y una de manera marcada por la correcta colección de la muestra
sensación de reblandecimiento en el tejido escrotal circun- y la buena interpretación de los datos obtenidos. A pesar de
dante (bolsa de gusanos) incluso en decúbito deben hacer sus limitaciones, el análísis del semen es una prueba simple
sospechar de que existe un varicocele. y barata.
El estudio no está completo sin una exploración física
mtegral para excluir enfermedades sistémicas crónicas o l. Obtención del semen: Después de 48 a 72 horas de
insospechadas que quizá contribuyan a la esterilidad. Una abstinencia, hay que reunir la muestra por masturbación,
exploración correcta del cuello descarta tiromegalia, bocjo en un frasco de vidrio o plástico transparente de boca
o nódulos que se asocian con padecimientos tiroideos. Las ancha. Como es muy importante valorar la motilidad, la
enfermedades del hígado como la cirrosis no diagnosticada muestra debe analizarse en el transcurso de una hora de
y la linfadenopatía pueden ser síntomas tempranos de la obtenerla y conservarse a la temperatura del cuerpo . En
enfermedad de Hodgkln . Aunque es improbable encontrar consecuencia, es ideal reunirla en el sitio de análisis .
una enfermedad sistémica no diagnosticada en el estudio de 2. Concentración de espermatozoides: Estudios clínicos
un hombre estéril, la corrección de tal enfermedad quizá de pacientes estériles han establecido Jos límites de
mejore el estado de salud general y la calidad del semen del calidad adecuada del semen debajo de los cuales es
paciente. cada vez menos probable el inicio de lU1 embarazo. Para
la mayoría de los clínicos, 20 x l 0 6 por mililitro es el
Datos de laboratorio límite inferior normal. En su estudio clásico, MacLeod
y Gold ( 1951) encontraron poca diferencia en la distri-
bución de las cifras de espermatozoides de 1000 varones
A. Análisis del semen
Un análisis cuidadoso del sem~n proporciona información fértiles y 1000 estériles hasta que la cuenta disminuyó
6
importante sobre el ciclo hormonal de la reproducción del abajo de 20 X 10 por mililitro.
varón, la espcrmatogénesis y la permeabilidad de las vías Al valorar la producción total de espermatozoides
de la reproducción. Para detalles técnicos, se recomienda el por los testículos, hay que considerar el volumen del
manual de laboratorio de la OMS para el examen de\ semen semen. Sin embargo, éste en sí sólo afecta la fertilidad
hun;¡.ano y las interacciones entre éste y el moco cervical. cuando es menor de 1.5 mL (amortiguación inadecuada
Un antecedente de paternidad o una prueba poscoital ade- de la ac1dez vaginal) o mayor de 5 mililitros. Bajos
cuada no eliminan la necesidad del análisis del semen. Las volúmenes se asocian con eyaculación retrógrada, obs-
técnicas estándar de análisis permiten variaciones hasta del trucción del conducto eyaculador, colección incompleta
20% entre los laboratorios. Además de los errores de labo- o deficiencia de andrógenos .
ratorio, existen variaciones en la densidad, en la movilidad 3. Movilidad de los espermatozoides: La movilidad del
y en el nivel de la morfología del espermatozoide entre espermatozoide es la medida más importante de la cali-
múltiples muestras de un solo hombre. Los intervalos de dad del semen y puede ser un factor compensador en
abstinencia aportan una gran fuente de variabilidad. Por varones con cifras bajas de espermatozoides. Sherins,
cada dia de abstinencia (más de una semana), aumenta el con su tratamiento a varones con hipergonadismo hípo-
volumen del semen en 0.4 mL, la concentración de esper- gonadotrópico, demostró este hecho de manera adecua-
matozoides en 1O a 15 millones/mL y la cuenta total de da. Estos individuos fueron fecundos con espermatozoides
espermatozoides de 50 a 90 millones . La movilidad esper- de "buena calidad" a concentraciones menores de 1O
mática y el nivel de la morfología parecen no afectarse por milloncs/mL. Esto contrasta con la mala calidad del
abstinencia de 5 a 7 días , aunque en periodos más largos espermatozoide obtenido de varones oligoastenoespér-
conduce a movilidad disminuida. micos que se sometieron a fecundación in vitro. Usando un
En la interpretación del análisis del semen hay que número similar de espermatozoides para inseminación en
cons1derar las variaciones de las muestras que existen en 451 parejas, Matson y cols. ( 1986) encontraron que los
las personas. El número mínimo de muestras necesarias hombres oligoespérmicos tuvieron índices de fecunda-
para valorar la calidad del semen es de tres muestras en ción mucho más bajos (23%) que los que se lograron con
un periodo de dos meses con un periodo de abstinencia individuos normoespérmicos (74%).
consistente (48 a 72 horas). En análisis longitudinales del En general, la movilidad espermática se valora por
semen tanto de hombres fecundos como de estériles, dos caminos: el número de espermatozoides móviles
Sherins, Brightwell y Sternthal (1977) encontraron que el como porcentaje del total y la calidad del movimiento
97% de los hombres con buenas concentraciones espermá- (qué tan rápido y qué tan recto nada el espermatozoide).
ticas a! principio, cor.ti:-~naron mostrando buena densidad El grado de progresión es una clasificación basada en el
después de 3 a 6 muestras . Los pacientes en quienes se patrón que muestran la mayor parte de los espermatozoi-
encontraron concentraciones bajas en la primera muestra, des móviles y varía de O(sin movimiento) a 4 (progresión
continuaron así en la tercera y sexta. En aquéllos en que se excelente). Un valor normal de la movilidad de los
valoró de manera equivocada, la primera muestra obtuvo un espermatozoides en el semen es cuando menos del 50 al
valor inferior y por lo menos tres fueron estables. 60% de células móviles y una calidad mayor de dos.
El análisis convencional del semen es una valoración 4. Morfología de los espermatozoides: El estudio morfo-
indirecta del potencial de fertilidad . La única prueba irre- lógico del espermatozoide es un índice sensible y acen-
futable de la capacidad de Jos espermatozoides para fe- tuadamcnte constante del estado del epitelio germinal:
cundizar es el embarazo. La predicción por análisis del sus variaciones reflejan el daño testicular. La morfología
semen de )a fertilidad de un individuo puede mejorarse de los espermatozoides del hombre está sujeta a grandes
variaciones y es raro ver muestras que contengan más El aumento de la viscosidad del semen, no se rela-
del 80% de espermatozoides con cabeza normal. La ciona con el fenómeno de coagulación-licuefacción,
morfología se valora en fwtis seminales teñidos y suele pero también permite observar la función glandular ac-
calificarse como porcentaje de células normales. Para cesoria y puede afectar la exactitud de la valoración tanto
considerarlo normal , un espermatozoide debe tener una de la densidad como de la movilidad espermáticas. Desde
cabeza oval y una pieza media y cola normales. Desde el punto de vista clínico esto sólo es relevante cuando
el punto de vista histológico, el porcentaje de formas existen muy pocos espermas en la prueba poscoital. Son
normales se considera mayor del 60 por ciento. El ma- frecuentes las agrupaciones ocasionales de espermato-
. nual de laboratorio de la Organización Mundial de la zoides aglutinados en las muestras de semen, aunque el
Salud sugiere que el porcentaje de formas norma les debe incremento en el agrupamiento sugiere un proceso infla-
ajustarse de manera descendente conforme se vayan matorio o inmunológico.
aplicando criterios más estrictos. Se sugiere un valor de Un número de leucocitos mayor de un millón/mL
referencia empírico del30% o más con formas normales. se considera anormal en el análisis del semen . El labo-
Aunque se pensó que el patrón de "estrés" citoló- ratorio debe diferenciar de manera cuidadosa entre gló-
gJco (mayor número de células ahusadas , amorfas e bulos blancos y células germinales inmaduras.
inn1aduras) era patognomónica de varicocele, Roddguez- 7. Valores normales: Las muestras de semen deben consi-
Rigau, Smith y Steinberger ( 1981 ), encontraron a este derarse anormales si persisten los valores siguientes:
patrón igual de frecuente en hombres oligoespérmicos volumen menor de 1.5 mL o más de 5 mL; concentracJón
6
con varicocele o sin este padecimiento. Demostraron que de espermática menor de 20 x 10 /mL; número total de
el porcentaje de espermatozoides en huso y amorfos se espermatozoides menor de 50 millones; movilidad es-
correlacionaba de manera inversa con las cifras de es- permática de menos del 50% de células con progresión
permatozoides y no se relacionaba con la presencia hacia adelante y con grado de calidad abajo de dos; y
de varicocele. El semen con formas particularmente en análisis de morfología espermática que revela menos del
huso no es patognomónica de varicoceles , sino que 30% de formas ovales.
representa una alterac1ón de la función testicular. 8. Técnicas recientes para análisis del semen: Análisis
Algunos l,aboratorios de estudios sobre reproduc- de semen auxiliado por computadora (CASA): Las
ción utilizan lo's criterios morfológicos "estrictos" de- mediciones subjetivas del análisis estándar de semen se
sarrollados por Krugcr y asociados ( 1988). Utilizando están reemplazando por la medición objetiva que
estos criterios, se obtuvo un índice de fecundación de se efectúa a partir de imágenes de espermatozoides al-
sólo el 7.6% cuando menos del 4% de las formas esper- macenadas y digitalizadas. El sistema CASA combina
máticas eran normales, en comparac1ón con el índice de tecnología de video y microcomputadoras sofisticadas
fecundación del 63 .9% cuando fueron normales más del para la digitalización y procesamiento automatizados de
4% de las formas. Hoy día, la información de los "cri- la imagen. La medición de la concentración del esper-
terios estrictos" es preliminar y puede aplicarse sólo en matozoide así como la velocidad curvilínea (VCL). Por
programas de fecundación in vitro . lo regular, se reportan la velocidad en línea recta (VLR),
5. Fructosa: Ésta depende de los andrógenos y se produce la linealidad (LIN), y la amplitud del desplazamiento
en la~ vesículas seminales. En todo paciente con azoos- lateral de la cabeza (ALD). La VCL se define como
permia hay que dctcnninar los valores de fructuosa y en distancia promedio por unidad de tiempo entre posicio-
especial en aquéllos cuyo volumen de eyaculado menor nes sucesivas de un espermatozoide a lo largo de su ruta.
de 1 mL, sugiere obstrucción o atresia de las vesículas La VLR se define como la distancia entre la primera
seminales. La prueba usual para la fructuosa es cualitativa posición en la ruta y la última dividida entre el total de
y se utilizan resorcinol y ácido clorhídrico (50 mg tiempo transcurrido . La Jinc:llidad se deriva de VLRJ
de resorcinol en polvo y 33 mg de ácido clorhídrico VCL y es una medida de la rectitud de la trayectoria de
concentrado diluido hasta 100 mL de agua). Se mezcla nado. La ALD se define como el promedio de lad1stancia
el semen con estos reactivos en proporción de 1: 1O y se perpendicular de la posición lateral de la cabeza dei
hierve . La presencia de fructuosa en el transcurso de 60 espermatozoide con respecto a la ruta promedio de nado.
segundos de hervir se comprueba por un cambio de la Existen aún algunos problemas con la capacidad
muestra a un color rojo naranja. La ausencia de fructuo- del sistema CASA para medir los parámetros tradicio-
sa, un volumen bajo de semen y la falta de coagulación nales del análisis de semen. Un estudio comparativo
de éste indican ausencia congénita de conductos defe- entre el análisis manual del semen y el sistema CASA
rentes y vesículas seminales u obstrucción del conducto mostró una sobrestimación de la concentración de esper-
eyaculador. matozoide del 30% por el sistema CASA. Además, en
6. Otros criterios: El semen de varones normales se coa- una revisión de 17 pacientes azoospérmicos, CASA
gula y en los sigUientes 5 a 20 minutos se licúa. El retraso confundió partículas del líquido semmal con espermas
de la licuefacción del semen(> 60 minutos) puede indi- y dio una densidad espermática promedio de 2 .2 millo-
car trastornos de la función de las glándulas accesorias. nes/mL. El sistema CASA también tiende a subestimar
El diagnóstico de un problema de licuefacción se estable- el porcentaje de movilidad a altas concentraciones esper-
ce si hay ausencia de espermatozoides en las pruebas máticas. Los datos que se generan también dependen de
poscoito. Si los espennatozoides son capaces de llegar al los parámetros asignados y de otras variables dependien-
moco cervical, los problemas de licuefacción del semen tes del operador. Por otro lado, CASA permite una deter-
no son clínicamente importantes. minación objetiva de una amplia variedad de parámetros
Esterilidad masculina • 761

de !os movimientos espermáticos que no se pueden Los valores séricos elevados de FSH y LH ayudan a
medir por técnicas manuales. diferenciar la insuficiencia testicular primaria (hípogona-
El máximo potencial de CASA se alcanzará cuando dismo hipergonadotrópico) de la secundaria (hipogonadis-
se resuelvan una serie de tópicos técnicos y los métodos mo hipogonadotrópico) . La mayoría de Jos pacientes con
y medidas se estandaricen. I-Iasta ahora, tanto la relevan- hipogonadismo primario t1enen defectos testiculares graves:
cia clínica como la biológica de los datos generados irreversibles. Por otra parte , el hipogonadismo secundario
permanecen poco claras. Aunque hoy día se usa en equipos es de origen hipotalámico o hípofisario y, en estos pacientes,
de investigación , eP el futuro próximo CASA puede ser puede corregirse la esterilidad.
relevante desde el punto de vista clínico. Las disminuciones de la espermatogénesis pueden
acompañarse de una reducc1ón en la producción de inhibina,
y estas disminuciones en la retroalimentación negativa
B. Valoración hormonal se acompañan de una elevación recíproca de los valores de
La mayor parte de los casos de esterilidad masculina son de
FSH. Concentraciones elevadas de FSH son, por lo regular,
origen no endocrino. La valoración hormonal rutinaria no
un mdicador fidedigno de daño del epitelio germinal y
es justificable a menos que la densidad espermática sea
oeneralmente se asocian con azoospermía u oligoespennia
extremadamente baja o exista la sospecha clínica de cndo-
~rave ( < 5 x 106 espermatozoides/mL), lo que describe daño
crinopatía. La frecuencia de defectos endocrinos primarios
importante a las células germinales y por lo general irre-
en hombres estériles es menor del 3% y tales defectos son
versible. En pacientes azoospérmicos y con oligoesper-
raros en hombres con concentraciones espermáticas mayo-
mia intensa y valores normales de FSH, no es posible
res de 5 x 106/mL. Sin embargo, cuando se descubre una
diferenciar los defectos espennatogénicos primarios de
endocrinopatía suele tener éxito el tratamiento hormonal
las lesiones obstructivas sólo con una investigación hor-
específ1co. _ monal; hay que pensar en exploración cscrotal , biopsia
La valoración hormonal es útil en individuos con an-
testicular y vasografía . Un valor sérico elevado de FSH
teceden1es de anomalías al nacimiento , retraso o premadu-
acompaiiado de testículos atróficos pequeños implica
rez sexual , erección difíc il o pérdida de la libido . La
esterilidad irreversible y no se justifica la biopsia.
presencia de volumen testicular disminuido, de características
Se ha señalado que la hiperprolactinemia causa oligos-
de eunucoidismo o de ginecomastia, sugieren de manera
permia; pero el valor diagnóstico de las mediciones de
\ intensa padecimientos endocrinos. Como la mayor parte de
pro lactina es muy bajo en varones con anomalías del s~~en ,
la eyaculación proviene de la próstata y de las vesículas
a menos que se acompañen de disminución de la hbtdo ,
seminales, las cuales son andrógeno dependientes, una dis-
impotencia y pruebas de hipogonadismo . Se just1fica medir
minución en el volumen de la eyaculación quizá signifique
la prolactina en pacientes con valores séricos bajos de
hipogonadismo.
testosterona sin aumento concurrente de las concentra-
Además de las pruebas estándar de radioinmuno-
ciones séricas de LH .
.análisis para LH, se han desarrollado bioanálisis para medir
En individuos con ginecomastia o posible resistencia a
la respuesta de las células de Leydig del ratón a la LH sérica.
los andrógenos (valores séricos elevados de testosterona y
En raras ocasiones, un paciente puede ser estéril debido a la
LH con submasculinización), hay que determinar e! estra-
presencia de LH inmunológicamente activa, pero inactiva
diol en suero. En los varones con una pérdida rápida de las
desde el punto de vista biológico.
características sexuales secundarias, que implica tanto in-
Debido a la naturaleza intermitente de la secreción de
suficiencia testicular como suprarrenal (deficiencia de an-
LH y a la corta vida media de la hormona, una sola deter-
drógenos suprarrenales), se debe investigar la función
minación de LH tiene una precisión aproximada del 50 por
suprarrenal. En varones con antecedentes de pubertad pre-
ciento. La testosterona se secreta de manera intermitente en
coz, hay que considerar una hiperplasia suprarrenal congé-
respuesta a secreciones también intermitentes de LH y tiene
nita. En la variante más frecuente (deficiencia de
un patrón diurno con un máximo temprano por la mañana.
21-hidroxilasa), están elevados los valores séricos de 17-hi-
Para superar estas imprecisiones de las muestras , hay que
droxiproge.sterona y de prcgnantriol urinario. En la deficiencia
extraer tres muestras de sangre cuando menos con 15 a 20
de 11-hidroxilasa, están aumentadas las concentracio-
minutos de diferencia y un volumen ¡gua! de semen de cada
nes séricas de 11-desoxicortisol.
fondo común para una determinación aislada. Ya que LH
En pacientes con hipogonadismo hipogonadotrópico ,
debe interpretarse a la luz de las concentraciones de testos-
también deben valorarse otras hormonas hipofisarias ade-
tcrona sérica, la concentración de ambas debe valorarse a
más de la LH y FSH (hormona adrenocorticotrópica
partir del conjunto de muestras. La FSH sérica tiene una
[ACTH], hormona estimulante de la tiroides [TSH], y hor-
vida media más prolongada y estas fluctuaciones son menos mona del crecimiento [GHJ) . La disfunción tiroidea es una
obvias. causa tan rara de esterilidad que debe desalentarse la detec-
Uno de los mejores indicadores de hipogonadismo hipo- ción rutinaria para ese tipo de anomalías.
talámico o hipofisario es un valor bajo de testosterona sérica.
Las concentraciones sé ricas de LH y FSH son significativamen-
te más bajas en pacientes hipogonadotrópicos que en hombres c. Estudios cromosómicos
nonnales, aunque en algunos individuos la concentración Sólo en casos aislados se ha comprobado esterilidad rela-
puede traslaparse con los límites inferiores normales. Valo- cionada con una anomalía cromosómica específica; pero
res bajos de LH y FSH concurrentes con valores séricos hay que considerar estudios genéticos sutiles en varones con
bajos de testosterona indican hípogonadismo hipogonado- oligospcrmía grave y azoospermia para buscar an?malías
trópico, que también puede ser obvio clínicamente. autosómicas y de los cromosomas del sexo. Hay mas datos
762 • Urología general de Smith (Capítulo 45)

diagnósticos en varones con testículos pequeños, azoosper- hay autoinmnnidad significativa contra los espermato-
mia y valores elevados de FSH. zoides.
En los últimos años, se han desarrollado varios análisis
útiles para detectar inmunoglobulinas presentes en la super-
D. Estudios inmunológicos ficie de los espennatozoides móviles. Entre ellas se inclu-
Se han reportado anticuerpos espermáticos en el 3 al 7% de
yen la reacción de antiglobulinas mezcladas (RAM), las
los hombres infértiles y quizá sea una causa relativa de es-
antig1obulinas marcadas con radioisótopos (AMR), y la
terilidad . Se deben reconocer parámetros clínicos que pue-
prueba de unión de inmunoperlas (PUl). Cada una se puede
dan asociarse con esterilidad masculína mediada por
utilizar como ''prueba directa'' para detectar inmunoglobu-
anticuerpos. Un antecedente de inflamación en las vías
lmas ya unidas a los espermatozoides del paciente o, alter-
urinarias, lesión o torsión testicular y vasectomía previa
nativamente, como "pruebas indirectas''. En la prueba
pueden conducir al desarrollo de anticuerpos espermáticos.
indirecta, anticuerpos pasivos se transfieren al espermato-
Aunque los análisis del semen son normales en la
zoide donador el cual se valoró con anterioridad y se encon-
mayoría de los hombres estériles con inmunidad espermá-
tró negativo a cualquier líquido corporal (como suero,
tica, la presencia de aglutinación espontánea o movilidad
plasma seminal, moco cervical, o líquido folicular).
pobre debe alertar al clínico de la posibilidad de anticuerpos.
De todos de los análisis disponibles en la actualidad,
Con frecuencia la cspermaglutinación no es específica,
PUl es uno de los más informativos y específicos para
puede relacionarse con la presencia de bacterias o detritos
detectar anticuerpos antiespermáticos unidos a la superficie
celulares y no reflejar un problema inmunológico. Las pruebas
espermática. La prueba se IJeva a cabo con inmunoperlas
poscoita!es proporcionan un excelente medio para detectar
que son csferillas de poliacrilamida a las que se unen anti-
anticuerpos antiespermáticos. Si se observan menos de 1O
cuerpos antihumanos de conejo. Estas antiglobulinas son
espermas móviles por campo en una muestra de_moco bien
específicas para anticuerpos hum.anos de la clase IgA, lgG
cstrogenizado, o si se ve que los espermas se sacuden o
o lgM. Esta prueba determina el isótopo de inmunoglobu-
vibran, se debe realizar una prueba de anticuerpos.
lina unido y el porcentaje del espermatozoide unido a los
Hasta hace poco )a mayor parte de los laboratorios de
anticuerpos. A pesar de la existencia de AMR y RAM, es de
biología de la reproducción trataron de identificar anti-
mayor importancia determinar la región del espermatozoide
cuerpos contra espermatozoides utilizando 1 de 4 tipos de
en la cual se unen los anticuerpos especificas. La relevancia
pruebas serológ~as; aglutinación de espermatozoides, in-
de éstos radica en el efecto de los anticuerpos unidos a
movilízación de espermatozoides dependiente de comple-
diferentes áreas del espermatozoide sobre las diversas fun-
mento, inmunofluorescencia indirecta y el análisis de
ciones espermáticas tales como la movilidad, sobrcvida y
inmunoabsorbencia ligada a enzimas (ELISA). Con fre-
fecundación.
cuencia estas pruebas inmunológicas estándar son insensi-
bles, inespecíficas o ambas cosas.
Los anticuerpos contra espermatozoides se pueden E. Biopsia testicular: vesicu/ografia
encontrar en la circulación, en el plasma seminal o directa- seminal y vasografía
mente sobre la superficie del espermatozoide. Varios estu- En pacientes azoospérmicos con concentraciones normales
dios muestran desacuerdos entre los resultados de pruebas de FSH no pueden distinguirse los defectos esperrnatogéni-
para anticuerpos contra espermatozoides en muestras parea- cos primarios de las lesiones obstructivas, por medio de sólo
das de suero y semen. Los anticuerpos humorales pueden investigaciones hormonales: deben considerarse biopsias
detectarse en la sangre pero no el espermatozoide; por el testiculares y vasografías. Cuando los pacientes tienen
contrario, anticuerpos contra los espermatozoides, 1os cua- azoospermia u oligospermia grave y testículos encogidos,
les se secretanlocalmente dentro del conducto genital, pue- el médico debe determinar las concentraciones de FSH
den detectarse sobre el espermatozoide sin evidencia en séricas. Si éstas son elevadas (más de 2 veces lo normal)
sangre. En 166 de 856 muestras revisadas , Bronson ( 1988) puede evitarse la biopsia testicular. Estos pacientes casi
encontró anticuerpos humorales en la sangre pero no en los siempre tienen daño irreversible de células germinales. La
espermatozoides. A la inversa, encontró anticuerpos en las excepción son los enfermos que se han sometido a quimio-
vías genitales sin evidencia sérica en el 14% de los casos. terapia, en quienes pueden normalizarse los valores eleva-
La presencia de anticuerpos humorales dirigidos contra dos de FSH, con recuperación de la espermatogénesis.
espermatozoides no es relevante para la fertilidad a menos Rara vez se justifíca una biopsia testicular en varones con
que también se encuentren en las vías reproductivas . Por oligospermia intensa, para descartar una obstrucción par-
tanto, la conveniencia de probar con sangre en busca de cial. Sin embargo, esta situación es tan poco frecuente que la
anticuerpos contra espermatozoides se ve contrarrestada bíopsia de rutina para oligospermia grave está contraindicada.
por la falta de relevancia clínica de estas mediciones en Antes de realizar la biopsia, deben descartarse causas
comparación con pruebas que identifican inmunoglo- obv1as de azoospermia, al menos dos análisis de semen debe
bulinas directamente sobre la superficie del espermatozoide. revelar azoospermia. La eyaculación retrógrada debe descar-
De manera similar, los anticuerpos contra espermatozoides del tarse por examen urinario después de la eyaculación. En
plasma seminal no unidos a la superficie del espermatozoide hombres con semen sérico (pH < 7.0) y un volumen menor
probablemente son de poco significado clínico puesto que los de t mL, se debe sospechar de obstrucción en la eyaculación y
elementos del plasma seminal no ascienden más aJiá de la ausencia congénita de vesículas seminales y vasos deferentes.
vagina. Así, parece que las pruebas capaces de detectar Para confirmación, deben determinarse las concentraciones
inmunoglobulinas sobre el espermatozoide vivo recupera- de fructuosa seminal. La presencia de fructuosa descarta
do de la eyaculación son las más directas para definir st obstrucción bilateral o atresia de los conductos eyaculadores,
aunque no verifica \a persistencia total de los conductos. radiografías adecuadas de los vasos, vesícula seminal y
Desde el punto de vista histórico, la vasografía ha sido el conductos eyaculatorios. El excelente libro de Boreau
mejor método imagcnológico para las vesículas seminales y ( 1974) tiene un estudio exhaustivo de vsiculografías semi-
los conductos cyaculadores. La ultrasonografía transrectal nales y vasografías.
es un nuevo método de diagnóstico que proporciona infor-
mación valiosa acerca de las estas estructuras; puede usarse
F. Pruebas de la funcíón testicular
para identificar obstrucciones o anomalías congénitas de los
l. Interacción entre espermatozoide y moco cervical:
conductos eyaculadores y de las vesículas seminales.
Es posible valorar aspectos de la función espermática
Sólo cuando hay pruebas clínicas que sugieren diferen- relacionadas con el transporte en la mujer, por medio
tes trastornos patológicos en cada lado está indicado hacer de la evaluación de la interacción del espermatozoide
biopsias bilaterales. La muestras de tejido testicular deben con el moco cervical. La prueba poscoital (PPC)
colocarse de inmediato en recipientes con soluciones de valora la calidad del moco cervical en el momento de
Bouin, Zenker o Conroy. Debe evitarse la formahna debido la ovulación, si los espermas se deposi tan de m anera
a que distorsiona la arqUitectura distintiva. adecuada, y si el espermatozoide sobre ive en el cér-
Cuando se realiza la vasografía, debe inyectarse el vix (rcscrvor1o humano de espermatozoides). La PPC
medio rad1opaco en direccjón dJstal (hacia el pene, figura comprende el examen microscópico del moco cer i-
45-7). Si el medio radiopaco se inyecta en dirección proxi- cal de 2 a 18 horas después del coito en el momento en
mal (hacia Jos testículos), es muy difícil interpretar las que se espera la ovulacjón. Aunque la PPC es parte
imágenes de la anatomía del epididimo y existe un riesgo integral del protocolo de esterilidad, aún existen con tro-
importante de que se rompa el delicado túbulo epididimal. versias respecto de su técnica correcta, interpretación )
La inyección de 3 a 5 mL de ..diatrizoato de sodio al 50% correlación con embarazo. La prueba se indica en hom-
(Hypaque) o de diatrizoato de meglubina al 52% más dia- bres con semen hiperviscoso, semen normal (esterilidad
triozoato de sodio al 8% (Renografin--60) proporcionan inexplicable), volumen eyaculatorio disminuido o ana-

Figura 45-7. Vasografía que demuestra (arriba izquierda) un conducto y vesículas seminales de aspecro normal y (arriba
derecha) reflujo hacia la vejiga, lo que comprueba la permeabilidad dista!. La imagen del epidídimo mostró extravasación
(abajo izquierda) y.demostró la dificultad para determinar el punto de obstrucción epididimario con una vasografía proximal.
Abajo derecha: Se muestra que la azoospermia se debe a un quiste del conducto eyaculador (flecha). (Reproducida con
autorización de McCiure RO: Evaluation ofthe infertile male.ln' Problems in Uro/ogy DeVereWhite R [editor). Lippincott, 1987.)
tomía anormal del pene. Una prueba normal o positiva
se define con frecuencia como aquélla en la que se
encuentra más de 5 a 1O espermas por campo que
se mueven de manera progresiva (objetivo 20 x). Un
resultado positivo implica que el semen y el moco están
bien, mientras que resultados bajos en un individuo con
parámetros de semen normales implica ya sea un factor
cervical, mal momento de la prueba poseo ita!, presencia
de anticuerpos espermáticos o factor masculino de este-
rilidad.
La interacción del espermatozoide con el moco
también se puede valorar con un portaobjetos en el
microscopio o por medio de un tubo capilar. La técnica
del portaobjetos da una impresión cualitativa de qué tan
bien el espermatozoide penetra el moco cuando un vo-
lumen pequeño de semen se coloca cerca de la mucosa
Figura 45-8. Valoración de la penetración de espermatozoi-
bajo un cubreobjetos. La prueba del tubo capilar hace
des. Obsérvese la cabeza tumefacta de los espermatozoides
posible una valoración cuantitativa del movimiento de con la cola unida, indicando que han penetrado el óvulo de
Jos espermatozides o a través del moco. Se mide la hamster. (Reproducida con autorización de McCiure RO:
distancia recorrida por los que van hasta adelante, esper- Evaluation of the infertile male. En: Problems in Urology.
matozoides de vanguardia que atraviesan e}J:ubo durante DeVere White R [editor]. Lippincott, 1987.)
un tiempo específico.
Si los resultados de la prueba poscoita! son anor-
males, se realiza una prueba cruzada de penetración ce haber un acuerdo general de que menos del 10% de
semen-n~co en la cual se comparan de cuatro formas penetración es evidencia de disfunción espermática y
las muestras con el semen y el moco cervical de dona- esterilidad femenina. Mediante la determinación del nú-
dores fértiles. Esta prueba permite determinar si la ano- mero de espermas que penetra cada óvulo, puede obte-
malía está en el semen del marido, en el moco de la nerse un indicador aún más sensible de la capacidad de
esposa o en ambos. fecundación.
El moco cervical humano varía en su receptividad Para los clínicos, el resultado más significativo del
al espermatozoide durante el ciclo menstrual y en dife- EPE es la reiteración de un índice de penetración de O
rentes mujeres. Esto ha impulsado el uso de moco cer- por ciento. Como este resultado influye de manera pro-
vical bovmo, el cual está disponible en el comercio para funda el manejo de la pareja, el EPE tiene un valor
usarlo en pruebas de semen humano. Esta prueba se pronóstico importante. En un estudio de seguimiento, de
vende como, Pene-trak (Serano Diagnostics Braintree, 2.3 años de 68 pacientes con esterilidad inexplicable,
MA). Por desgracia, el moco bovino difiere en que con A itkcn y cols. (1984) encontraron que ninguno de los
frecuencia no daña la capacidad penetrante de los anti- cuatro individuos con índice de penetración de 0% inició
cuerpos unidos al espermatozoide humano. un embarazo. Aunque 5 de 25 pacientes con índices de
2. Estudio de la penetración espermática (prueba de 1 al 10% tuvieron éxito a este respecto, el índice de em-
penetración a la zona libre del huevo del hámster): El barazo fue significativamente más bajo que en la pobla-
estudio de la penetración espermática (EPE) mide la ción restante de hombres con EPE mayor del 1O por
habilidad del espermatozoide de capacitarse y la reac- ciento. Está claro que si bien !os índices de penetración
ción del acrosoma para fusionarse con el oocito (figura menores del 10% son compatibles con embarazo, la
45-8). Este sistema sustituto del huevo humano evalúa fecundidad es mucho menor. Es interesante observar que
directamente la capacidad fccundante del espermatozoi- en la misma serie, la frecuencia de concepción en espo-
de humano. Aunque el EPE se ha usado de manera sas de pacientes con índice de penetración arriba del
clínica por más de 1O años, aun persisten varios proble- 75% también fue menor. Este hallazgo podría explicarse
mas. Por ejemplo, los glóbulos blancos, afectan la fun- por la aparición de un factor femenino o por un daño en
ción espermática, lo que hace dudosos los resultados si el transporte del espermatozoide.
la muestra tiene un gran número de células inflamatorias. La principal ventaja del EPE es su capacidad de
La estandarización inadecuada del EPE hace difícil la detectar defectos en la función espermática que no son
comparación de resultados entre laboratorios. Esta prue- valorables por medio del análisis convencional del se-
ba se emplea con más efectividad en laboratorios con men. En un grupo de 443 hombres con 0% de EPE, el
protocolos establecidos desde tiempo atrás para que los 16.3% no tuvieron anomalías detectables de primera
resultados de la prueba puedan interpretarse en el con- intención en el análisis de rutina del semen.
texto de los controles internos. E! EPE también tiene un valor comprobado en
Muchos investigadores han demostrado que las pacientes con varicocele detectado, para identificar
poblaciones fértiles y subfértil~s pueden diferenciarse aquellos con un defecto espermático asociado. De 194
por el EPE y que esta prueba es superior al análisis de hombres a quienes se realizó EPE antes y después de la
rutina dcllíqllldo seminal en su capacidad discriminato- varicocelectomía, aquellos con índices de penetración ma-
ria. Aunque existen variaciones entre laboratorios, pare- yores del l 0% antes de la intervención quirúrgica no
Esterilidad masculina • 765

lograron la paternidad después de la cirugía. Por tanto, bies y no vivos. La ZP se divide a la mitad con técnicas
parece ser que un grupo de individuos no se benefician con de micromanipulación, una mitad se incuba con esper-
la reparación quirúrgica, por lo que se pueden evitar cirugías matozoides del donador fértil y la otra con los esperma-
innecesarias. Por otro lado, pacientes con varicocele que tozoides del pac1ente. Se determina el número de
se convierten de negativos a positivos en el posoperatorio espermas unidos a cada mitad, una relación, el "índice
tienen un índice de embarazo del 70 por ciento. de hemizona", se calcula al dividir el número de esper-
Con el alto costo y el pobre éxito que se relaciona matozoides unidos del paciente entre el número de es-
con la fecundación in vitro (FIV) y la transferencia de permatozoides unidos del donador fecundo.
embriones, el EPE ha SJdo, un método de detección En el reporte inicial, se encontró que el 95% de los
habitual en hombres antes de entrar a estos programas. pacientes que no lograron fecundación con FIV tenía
Se han obtenido resultados variables de la correlación índices de AHZ menores del 62 por ciento. Estudios
del EPE con los resultados de FIV en las parejas en las subsecuentes han mostrado que se predijo la fertilización
cuales el hombre tiene un análisis de semen "normal". en 26 de 28 casos, usando la relación AHZ. El AHZ tiene
En general, la mayor parte de los estudios ha encontrado una dispombilidad limitada ya que requiere expertos en
que los parámetros de semen normal y EPE normal microcirugía y disponibll1dad de óvulos humanos. Los
predicen una Fl V exitosa. Por otro lado, un EPE negativo estudios posteriores con otros grupos y mayor número
con un anúlisis del sernen normal sugiere una menor de pacientes ayudarán a delinear la función de este nuevo
oportunidad de tener éxito en la FIV análisis.
En estudios comparativos de los índices del EPE 4. Prueba de hinchazón hiposmótica (PHH): La prueba
con los resultados de la FIV en parejas con factor mas- de hinchazón hiposmótica se desarrolló para valorar la
culmo de esterilidad (análi~is del semen "anonnal"), los actividad funcional de la membrana del espermatozoide
resultados son otra vez variables. La relevancia del EPE de una manera más simple y económica que con el EPE.
para la FIV se define mejor cuando se clasifica a los Se basa en el supuesto de que se requiere una membrana
pacientes de PIV como: factor tuba\, esterilidad inexpli- espermática intacta y funcional nara la umón exitosa
cable, o factor masculino de esterilidad. Margalioth y entre el espermatozoide y el oocito. Bajo condiciones
'coJs. ( 1989) encontraron que, en general, un índice del hiposmóticas, Jos espermatozoides se hinchan con el
EPE positivo predice bien el éxito subsecuente en la FIV influjo de agua y la expansión de la membrana plasmática
La especificidad fue del 94% para la esterilidad tubal, (en particular la cola). La utilidad de la PHH como un
del 76% para la esterilidad inexplicable, pero sólo del análisis adjunto al análisis del semen estándar cst:1. contro-
46% para el factor masculino de esterilidad. La sensibi- vertida. Aunque Jeyendran y cols. ( 1970) encontraron
lidad de la prueba fue del 100% en el caso de las una buena correlación entre la PHH y el EPE, la población
esterilidades tuba! e inexplicable, mientras que sólo fue estudiada comprendía hombres con fertilidad demostra-
del 63% para la esterilidad masculina. De esta manera, da o parámetros de semen normales. Por otro lado, Chan
el alto valor predictivo del EPE para los resultados y cols. ( 1985) observaron la PHH como indicador de
subsecuentes de la FlV en las esterilidades tubal e inex- esterilidad en un grupo de hombres mucho más grande
plicable justifica su uso rutinario para los programas de y heterogéneo y la encontraron como poco confiable.
predetección en la FIV Por desgracia, eso no siempre es Hasta ahora, no se ha difundido el uso de esta prueba.
cierto para los individuos oligoastenoespérmicos. 5. Pruebas de hiperactividad: Yanagimachi describió, en
El EPE no mide la movilidad espermática y el el espermatozoide del hámster, un tipo de movilidad
espermática lograda después de la capacitación en la cual
transporte en las vías reproductivas femeninas, tampoco
evalúa eventos que ocurren después de la fecundación ni existían movimientos de gran amplitud de la cabeza y cola
de! espermatozoide, con frecuencia relacionados con
la habilidad del espermatozoide para unirse a la zona.
movilidad disminuida o no progresiva. Esta movilidad
Los resultados positivos simplemente significan que las
fue llamada "hiperactividad". En espermatozoides hu-
funciones espermáticas evaluadas están intactas. Un ín-
manos, B urkman y cols. ( 1984) reportaron patrones de
dice de penetración de Opor ciento es en particular út1l
hiperactividad en sólo el 0.4% de los donadores huma-
porque indica que el espermatozoide es disfuncional y
nos fértiles, pero el porcentaje aumentó al 22% después
es poco probable que ocurra la fecundación. El EPE es
de !a capacitación. Por otro lado, sólo e! 8.4% de los es-
caro y no reemplaza el análisis del semen estándar, en la
permas capacitados de pacientes oligoespérmicos mos-
valoración de la pareja con problemas de fecundidad.
traron estos movimientos de hiperactividad. Es necesario
Cuando los análisis repetidos del semen no son clara-
realizar más investigaciones clínicas utilizando ayuda
mente normales ni anormales, debe realizarse un EPE.
computadorizada para evaluar la utilidad de esos movi-
3. Ensayo de hemizona: De manera normal, el esperma-
mientos de hiperactividad.
tozoide se une a los receptores específicos en la capa de
glucoproteínas del óvulo humano conocida como zona
pelúcida (ZP). La ZP es un potente inductor de la reac- G. Investigación bacteriológica
ción del acrosoma que permite al espennatozoide pene- Cualquier infección de las vías genitales sintomáticas
trar la zona pelúc1da. La habilidad del espermatozoide debe tratarse para evitar lesiones a los túbulos semi-
de unirse a la Z.P es un requisito absoluto para lograr la níferos u obstrucción del epídidimo. Por !o general, la
fecundación. El análisis de hemizona (AHZ) mide la in- epidid]mitis en hombre's menores de 35 ai'íos de edad
teracción entre la zona pelúcida y el espermatozoide. es secundaria a NeLsseria gonorrhoeae o Chlamydia
Utiliza zonas pelúcidas de oocitos humanos no fecunda- traclwmatis, o ambas.
766 • Urología general de Smith (Capitulo 45)

El estudio y tratamiento de pacientes con infecciones bas convincentes de que los varicoceles perjudican la
asintomáticas de las vías genitales es controvertido. Se han cspcrmatogénesis en algunos varones. Dubin y Amelar
implicado organismos que por lo regular se transmiten por ( 1970) señalaron que la mejoría de la calidad del semen
vía sexual, tales como C. trachomatis, lvfycoplasma hominis después de una vadcocelectomía no guarda relación con
y Ureaplasma urealyticum, pero no está probado que causen el tamaño palpable del varicocele. Como es posible pasar
esterilidad masculina. En un estudio en el que se comparaba por alto varicoceles pequeños pero clínicamente impor-
un grupo de hombres estér11es con uno de hombres fértiles, tantes, incluso en una exploración física cuidadosa, se
los índices de colonización para el micoplasma genital (M. han intentado varias técnicas diagnósticas. Una de las
hominis y Ureaplasma) no fueron muy diferentes entre primeras fue el estetoscopio Dopplcr con sonda en lápiz.
hombres con análisis de semen normal y anormal. La evi- Los inconvenientes de este estudio son los ruidos de
dencia serológica oe infección clamidial reciente o remota regurgitación dudosos y que no es posible obtener res-
fue igual de frecuente en estos grupos. Con frecuencia, puestas inequívocas en los casos dudosos de varicocele.
microorganismos micoplásmicos genitales se aislan de cul- Otra técnica diagnóstica es la tcrmografía escrotal; sin
tivos uretrales de hombres normales y la incidencia parece embargo, en pacientes con un solo testículo, atrofia
relacionarse con el número de parejas sexuales. Bacterias testicular o varicoceles bilaterales, esta prueba es inade-
aerobias grampositivas, como Staphylococcus epidermidis, cuada, ya que la base del diagnóstico está en la diferencia
díftcroides y especies de estreptococos, con frecuencia co- de temperatura entre los dos lados del escroto. La ultra-
lonizan la uretra masculina. La naturaleza ubicua de las sonografía cscrotal es un método disponible, rápido y no
bacterias grampositivas es la causa de la contaminación invasivo que puede detectar muchas anomalías intrascro-
uretral deJa eyaculación durante los cultivos de semen. Por tales y tiene la capacidad única de visualizar ambos
otro lado, las cnterobacterias aerobias (coliformes y entero- testículos y las estructuras circundantes (figura 45-9).
cocos gramnegatívos) son patógenos de la uretra ·y deben Es útil para documentar el tamaño de las varicocídadcs
tratarse en consecuencia. El encontrar más de cinco glóbu- así como para demostrar el reflujo. Hoy día, se dispone
los blancos por campo de alto poder en el primer vaciado de ya del ultrasonido Doppler de color y de alta resolución.
10 mL de orina (VB 1) es anormal e indicativo de inflama- Puede desplegar el flujo sanguíneo sobrepuesto en imá-
ción uretral. Esto ~be conducir a una intervención y trata- genes anatómicas en una escala detallada de gris.
mientos apropiados, que incluye el tratamiento de la pareja 2. Venografía: Esta técnica es, al parecer, el método más
femenina si la enfermedad es de transmisión sexual. específico de identificación de varicoceles, pero es in-
En cualquier evaluación de\ semen por pioespermia, se vasora y se acompaña de cierta morbilidad, requiere
deben diferenciar de manera apropiada a los leucocitos de las habilidad y equipo especializados y es cara. Debe reser-
células espcnnáticas inmaduras. Esto se puede realizar con varse para utilizarse en varicoceles reincidentes por de-
tmc10ncs, como la de Bryan-Leishman o la de Papanicolaou. tección posoperatoria de venas aberrantes; si tales vasos
Sin la tinción adecuada, las células espermáticas inmaduras se descubren, pueden usarse rollos, globos o agentes
con frecuencia se confunden con leucocitos. Los leucocitos csclcwsantes para ocluirlos.
son constituyentes normales tanto del líquido seminal como 3. Ultrasonografía transrectal: La evaluación rutinaria de
del prostático. La concentración promedio de leucocitos pacientes con azoospermia o volumen disminuido
en el líquido seminal de hombres normales está entre l y de eyaculación incluye pruebas endocrinas, análisis de
3.3 x 106/mL. El aumento de los leucocitos seminales orina poscyaculación y concentraciones seminales
(piocspermia) se asocia con la disminución de la movilidad de fructuosa, con las subsecuentes vasografía y biopsia
espermática, una densidad espermática disminuida, y una testicular. Desde el punto de vista histórico, la vasografía
capacidad de fecundación menor como se mide por el EPE. ha sido la mejor técnica de imagenología en vesículas
En resumen, existe aún poca evidencia que sugiera que seminales y conductos eyaculadores. La ultrasonografía
las infecciones de vías genitales asintomáticas sean una causa transrectal es un nuevo método diagnóstico que propor-
importante de esterilidad masculina. Por tanto, no es justifica- ciona valiosa información acerca de estas estructuras y
ble el tratamiento empírico con anhbióticos. El tratamiento puede usarse en Jugar de la vasografía para identificar
de infecciones sintomáticas, en particular pot clamidia, es obstrucción o anomalías congénitas de Jos conductos
justificable. Si en el primer vaciamiento de 1O mL existen eyaculadores o de las vesículas seminales. Es precisa, no
más de cinco glóbulos blancos por campo de alto poder invasiva y de rápida disponibilidad (figura 45-1 0).
o más de 2 x 10 6 leucocitos por mililitro de semen, se debe
hacer un cultivo apropiado e instituir el tratamiento.
CAUSAS DE ESTERILIDAD MASCULINA
H. Anomalías en los receptores de
andrógenos
Debido a que el diagnóstico de anomalías en los receptores 1. CAUSAS PRETESTlCULARES (Cuadro 45-4)
de andrógenos es en extremo difícil, además de que la
esterilidad no es tratable en tales pacientes, pocos médicos Enfermedades h i potalám icas
investigan la posibilidad de tales anomalías.
A. Deficiencia aislada de gonadotropina
l. Investigación radiológica (síndrome de Kallmann)
l. Ultrasor.ografia escrotal: Tanto las investigaciones clí- La deficiencia aislada de gonadotropina ocurre de manera
nicas como las de laboratorio han proporcionado prue- esporádica y familiar y, aunque rara ( 1: 1O 000 varones),
Esterilidad masculina • 767

Figura 45- 9. Ultrasonido escrotal. Los varicoceles (flecha) Figura 45-1 O. Ultrasonografia transrectal en un varón con
se ven como estructuras tubulares sin ecos. (Reproducida volumen eyaculatorio de 0.5 ml, cuenta espermatica de
con autorización de McCiure RO, Hricak H: Scrotal ultra- 700 000 míllones/ml, y movilidad de 5 por ciento . Quiste de!
sound in the infertile male. Detection of subclinical unilateral conducto eyaculatorio (flecha blanca); uretra (doble flecha
and bilateral varicoceles . JUro/ 1986;135:711 . ©Willíams & blanca); vejiga (asterisco) .
Wilkins, 1986.)

D. Síndromes hipogonadotrópicos
ocupa el segundo lugar después del síndrome de Klinefelter c;ongénitos
como causa de hipogonadismo . El informe original descri- Estos son síndromes congénitos que se acompañan de hipo-
~ió la forma familiar acompañada de anosmia; pero el gonadismo secundario y multitud de otros datos somáticos. El
epónimo se refiere hoy en día a ambas variantes, con y sin síndrome de Prader- WiHi se caracteriza por hipogonadismo,
anosmia. Este síndrome también puede asociarse con otras disminución de la capacidad mental, hipometría, hipotonía
anomalías congénitas (por ejemplo: sordera congénita, la- al nacer y obesidad. El sindrome de Laurencc-Moon-Bar-
bio leporino, paladar hendido, asimetría craneofacial, ano- det-Biedl, un carácter autosómico rccesivo, se caracteriza
malías renales y ceguera a los colores). Al parecer hay por retraso mental, retinitis pigmentosa, polidactilia e hipo-
ausencia de la hormona hipotalámica (GnRH) ya que la gonadisrno. En estos dos síndromes, se sospecha que el
administración exógena de GnRH estimula la secreción hipogonadismo es de origen hipotalámico.
hipofisaria tanto de la LH como de la FSH. Con excepción
de la deficiencia en la secreción de gonadotropina, el res-
to de las funciones de la hipófisis están intactas. Enfermedades de la hipófisis
El diagnóstico diferencial incluye el retrasso puberal
constitucional, pero en este caso son concluyentes la pre- Puede haber insuficiencia hipofisaria por tumores, infartos,
sencia de anosmia, los defectos somáticos de la linea media causas yatrogénicas (cirugía, radiación) o procesos granu-
o una historia familiar positiva. Otra característica distintiva Jomatosos. Si la deficiencia ocurre antes de la pubertad, el
del síndrome de Kallmann es la presencia de testiculos retardo del crecimiento que se asocia con deficiencia su-
menores de 2 cm de diámetro . prarrenal y tiroidea es la principal expresión clínica.

B. Deficiencia aislada de LH Cuadro 45-4. Causas pretesticulares de


(ueunuco fértil") esterilidad
Los individuos con deficiencia aislada de LH tienen propor- Enfermedad hipotalámica
ciones eunucoides con grados variables de virihzación y, con
Deficiencia aislada de gonadotropina
frecuencia, ginecomastia. De manera característica, presen-
(síndrome de Kallmann)
tan testículos grandes y eyaculado que contiene algunos
espermatozoides. Los valores de FSH en plasma son nor- Deficiencia aislada de LH ("eunuco fértil")
males; pero las concentraciones séricas de LI--T y testosterona Deficiencia aislada de FSH
son normales bajas. Síndromes hipogonadotrópicos congénitos
Enfermedad hipofisiaria
fnsuficíenciahipofisiaria(tumores, procesos infiltrativos,
C. Deficiencia aislada de FSH cirugía, radiación)
En la deficiencia aislada de FSH, un padecimiento raro, los
Hiperprolactínemia
pacientes tienen virilización normal, el tamaño de Jos tes-
tículos es normal.Y las concentraciones de LH y testoste- Hemocromatosis
rona están en la línea basal. Las cifras de espermatozoides Hormonas exógenas (exceso de estrógeno y andrógeno,
varían de nulas (azoopermia) a unos pocos (oligospermia exceso de glucocorticoides, hipertiroidismo
grave). e hipotiroidismo)
768 • Uro logia general de Smith (Capítulo 45)

El hipogonadismo en un varón sexualmentc maduro, teroides androgénicos por la corteza suprarrenal, la cual
suele deberse a un tumor de la hipófisis. La disminución de origina desarrollo prematuro de las características sexuales
la libido, la impotencia y la esterilidad pueden presentarse secundarias y crecimiento fálico anormal. Los testículos no
ai1os antes que otros síntomas de un tumor en expansión, maduran porque está inhibida la gonadotropina y son ca-
como cefaleas, anomalías visuales y deficiencia de hormo- racterísticamente pequeños. En ausencia de pubertad pre-
nas tiroideas o suprarrenales. Una vez que un individuo ha coz, es muy difícil establecer el diagnóstico, ya que cuesta
pasado por una pubertad normal , torna mucho tiempo para mucho trabajo descubrir la virilización excesiva en un varón
que desaparezcan las características sexuales secundarias, a maduro por otra parte normal sexua!mente. Es esencial la
menos que haya insuficiencia suprarrenaL Los testículos se valoración cuidadosa de laboratorio, en particular en pa-
tornan pequei1os y suaves. El diagnóstico se hace al confir- cientes con deficiencia enzimática leve. Cuando hay defi-
mar las bajas concentraciones de testosterona sérica con ciencia de 21-hidroxilasa, es necesario valorar las
concentración baja o limítrofe de gonadotropina plasmática. concentraciones séricas de 17-hidroxiprogesterona y androste-
Dependiendo del grado de panhipopituitarismo, pueden nediona y el pregnantriol urinario.
presentarse los signos y síntomas de otros trastornos hor- En la enfermedad clásica que se observa durante la
monales (hipotiroidismo e h ipoadrenalismo ). infancia en pacientes con pubertad precoz y estatura corta,
el seguimiento muestra que algunos pacientes logran un
A. Hiperpro/actinemia número normal de espermatozoides y son fértiles, incluso
Lo s valores séricos excesivos de prolactina causan disfun- cuando no se trataron con glucocorticoides.
ción sexual y de la reproducción . Los tumores de la hipófisis La esterilidad que causa la hiperplasia suprarrenal
que secretan prolactína , sea por un m1croadenoma congénita documentada es tratable con corticoesteroides.
( < I O mm) o un macroadenoma, originan pérdida de la Sin embargo, los médicos han usado corticoesteroides en
libido, impotencia, galactorrea, ginecomastia y alteración pacientes con esterilidad idiopática con diagnóstico presu-
de la espermatogénesis. Los enfermos con un macroadcno- mible de una forma atenuada de hiperplasia suprarrenal
ma presentan primero anomalías del campo visual y cefa- congénita. A menos que la anomalía se documente, los
leas . Deben someterse a una tomografia computadorizada esteroides no tienen lugar en el tratamiento.
(TC) de hipófisis y a ~ruebas de laboratorio del funciona-
miento de la hipófisis anterior, de la tiroides y de la supra- B. Exceso de glucocorticoides
rrenal. Estos pacientes tienen valores séricos bajos de En el exceso de estos fármacos , sea cxógeno (por ejemplo:
testosterona; pero los basales de LH y FSH están baJOS o tratamiento de colitis ulcerosa, asma, artritis reumatoíde) o
normales bajos y reflejan una respuesta hipofisaria inade- endógeno (síndrome de Cushing), el resultado es una dis-
cuada a la disminución de la testosterona, Jo cual implíca un minución de la espermatogénesis. Los valores elevados de
deterioro de la secreción de GnRH. cortisol en plasma disminuyen la secreción de LH y causan
disfunción testicular secundaria. La corrección del exceso
B. Hemocromatosis de glucocorticoides mejora la espermatogénesis.
Cerca del 80% de los hombres con esta enfermedad tiene
disfunción testicu lar, ya sea secundaria por depósitos de C. Hipertiroidismo e hipotiroidismo
hierro en híg:1do o primaría en los testículos. En fecha Los valores elevados o disminuidos de hormona tiroidea en
reciente se encontraron depósitos de hierro en la hipófisis, suero alteran la espermatogénesis. El hipertiroidismo afecta
implicándola como el sitio principal de la anomalía. la función testicular y de la hipófisis, con alteraciones en la
secreción de hormonas liberadoras y aumento en la conver-
Hormonas exógenas o endógenas sión de andrógenos a estrógcnos.

A. Exceso de estrógenos o andrógenos


Los tumores suprarrenocorticales, tumores de células de 2. CAUSAS TESTICULARES
Scrtoli y tumores de células intersticiales de los testículos a (Cuadro 45-5)
veces son productores de estrógenos . De igual manera la
cirrosis hepática se acompaña con frecuencia de aumento
de los estrógenos endógenos. Estas hormonas actúan prin- Anomalías cromosómicas
cipahncnte suprimiendo la secreción hipofisaria de gonado-
tropina, lo cual origina insuficiencia testicular secundaria. Varias anomalías cromosómicas somáticas se acompañan
Los andrógenos también suprimen las gonadotropinas de esterilidad masculina y su frecuencia aumenta a medida
hipofisarias para causar insuficiencia testicular secundaria. que disminuye la c1fra de espermatozoides. En un estudio
El uso actual de andrógenos cxógenos (estcro1dcs anabóli- de 1263 pareJaS estériles, Kjessler (1974) encontró que la
cos) por los atletas profesionales puede originar esterilidad frecuencia total de anomalías cromosóm)cas en varones era
temporal. El exceso endógeno puede deberse a un tumor del 6.2 por ciento. En un subgrupo en el cual la cuenta de
corticosuprarrenal productor de andrógenos o un tumor tes- espermatozoides del varón era menor de 1O millones, la
ticular; pero es más probable que se deba a hiperplasia frecuencia aumentó al 11 por ciento. En sujetos con azoos-
suprarrenal congénita. En este trastorno,_ suele haber defi- permia, el 21% tuvieron anomalías cromosómicas impor-
ciencia de enzima 21-hidroxilasa, que origma una síntesis tantes. Sin embargo, sólo en casos aislados se ha
defectuosa de cortisol y producción excesiva de ACTH. comprobado esterilidad relacionada con una anomalía ero-
Como consecucnc¡a, está aumentada la producción de es- mosó mica es pecí fi ca.
Esterilidad masculina • 769

Cuadro 45-5. Causas testiculares de esterilidad normal, los hipospadias son frecuentes y la frecuencia de
Anomalí as cromosómicas (síndrome de Klinefclter, tras- deficiencia mental no aumenta. Estos pacientes t1enen un
torno XX [síndrome de sexo inverso], síndrome XYY) complemento cromosómico 46,XX.
Síndrome de Noonan (síndrome de Turner masculino)
Distrofia miotónica C. Síndrome XYY
Anorquia bilateral (síndrome de testículos desaparecidos) La frecuencia de este síndrome es la misma que la del
síndrome de Klinefelter, aunque su expresión fenotípica es
Síndrome de célula de Sertoli sola (aplasia ele células
germinales) mucho más variable . La eyaculación de estos pacientes varía
de azoospérmica a normal. Estos pacientes son muy altos y
Gonadotoxinas (medicamentos, radiación)
tienen acné pustular. La mayoría tiene concentraciones plas-
Orquitis
máticas de LH y tcstostcrona normales, y las concentracio-
Traumatismos
nes plasmáticas de FSH dependen de la extensión del daño
Enfermedades sistémicas (insuficiencia renal, hepatopa- de las células germinales. Los enfermos con deterioro de la
tías, drepanocitosis)
espermatogénesis no tienen tratamiento .
Síntesis o acción defectuosa de andrógenos
Criptorquidia
D. Sindrome de Noonan
Varicocele
(síndrome de Turner masculino)
Este trastorno es la contraparte masculina del síndrome de
Turner (XO) , y estos pacientes de manera clásica tienen
A. Síndrome de Klinefelter características similares a aquellos con síndrome de Turner
Este trastorno genético se debe a la presencia de un cromo- (estatura corta, pliegue cervical, implantación baja de oídos,
soma X extra en varones, el cáriotipo habitual es 47,XXY cubitus valgus, anomalías oculares [ptosis] y anomalías
(la forma clásica) o 46,XY/47,XXY (la forma de mosaico). cardiovasculares). La mayoría de los varones con síndrome
La frecuencia es aproximadamente de 1:500 varones. de Noonan tienen criptorquidia con disminución de la es-
Oe manera característica, estos individuos tienen permatogénesis y son estériles.
testícÚlos pequeños, duros, disminución de la androgenici-
dad (retraso de la maduración sexual), azoospermia y gine- Distrofia miotónica
cornastia (figura 45-11 ). Como las características del
hípogonadismo no son obvias hasta la pubertad, el diagnós- Además de la míotonía (retraso de la relajación después de
tico suele retrasarse. La disminución de la masa testicular la contracción inicial), las principales características clíni-
por lo general se debe a esclerosis e hialinización de los cas de la distrofia miotónica incluyen opacidades del cris-
túbulos seminíferos; aunque las células de Leydig pueden talismo, calvicie frontal y atrofia testicular. La herencia es
parecer hiperplásicas, es normal su número total por tes- autosómica dominante, y la expresión es variable (80%
tículo. De manera característica, los testículos tienen una desarrolla atrofia testicular). El desarrollo pubera! por lo
longitud menor de 2 cm , pero siempre son menores de regular es normal con daño testicular que se presenta años
3.5 cm (lo que corresponde a volúmenes de 2 y 12 mL, más tarde.
respectivam en te).
Los valores de gonadotropina están elevados de mane-
Anorquia bilateral
ra característica, en particular FSH. Las concentraciones de
(síndrome de testículos desaparecidos)
testosterona en plasma pueden variar de normales a bajas;
pero disminuyen con la edad. Con frecuencia están elevados La anorquia bilateral es un trastorno extremadamente raro
los valores séricos de estradiol , con un incremento resultante ( 1:20 000 varones) . Los testículos no son palpables y hay
en la globulina de unión de testosterona y estradiol (GUTe). inmadurez sexual por ausencia de andrógenos testiculares.
El aumento de GUTe origina valores más altos de la testos- El cariotipo es normal; pero los valores séricos de LH y FSH
terona unida que de la libre, lo cual explica la diferencia están elevados y los de testosterona muy bajos. Es posible
entre ]as concentraciones totales de testosterona sér1ca y el que estos testículos se hayan perdido durante una torsión
grado de androgenicidad . Los valores más elevados de testicular, un traumatismo, una lesión vascular o infeccio-
estrógeno en relación con la. testosterona causan el aspecto nes. La testostcrona no aumenta en respuesta a la estímula-
femenino y la ginecomastia. ción de la gonadotropina coriónica humana (hCG); en
Diez por ciento de estos enfermos tienen mosaicismo contraste al incremento observado en otros pacientes con
cromosóm ico. Tienen las características menos graves del sínd ro- testículos bilaterales no palpables.
me de Klincfclter y pueden ser fértiles, ya que es posible
que haya una clona normal de células dentro de los testículos.
La esterilidad es reversible. En años posteriores de la
Síndrome de célula de Sertoli sola
vida, !a mayoría de los varones requerirán tratamiento de
(aplasia de células germinales)
restitución de andrógenos para una virilización óptima y una
El síndrome de célula de Scrtoli sola puede tener varias
función sexual normal.
causas que incluyen: ausencia congénita de células germi-
nales, defectos genéticos o resistencia a los andrógenos. La
B. Trastornos XX (síndrome de sexo inverso) biopsia testicular revela-'ausencia completa de elementos
Una variante del síndrome de Klmefelter, los signos son germinales. Los datos clínicos incluyen azoospermia acom-
similares, excepto que la estatura promedio es menor que la pañada de virilización normal, testiculos de consistencia
Figura 45-11. Síndrome de Klinefelter. izquierda: ObséNese el hábito eunucoide, pelo del pubis femenino, ginecomastia, falta de
calvicie temporal. Derecha: Testículos pequeños, duros, característicos. Puede estar aumentado el crecimiento de los huesos
de las extremidades inferiores, alterando la relación usual entre segmento alto y segmento bajo que se observa en el
hipogonadismo. (Reproducida con autorización de McCiure RD: Endocrine investigation and therapy. Uro! C!in North Am
1987;14:471.)

normal; pero de tamaüo ligeramente menor y sin gineco- esclerosis grave y la hialinización son las características
mastia. La testosterona en plasma y los valores séricos de prominentes.
LH son normales; pero las concentraciones de FSH en
plasma suelen estar elevadas. Con otros trastornos testicu- Gonad otoxi nas
lares (parotiditis, criptorquidia, daño debido a irradiación o
toxinas, daño a los tú bulos seminíferos del adulto), es posi- A. Medícamentos
ble que los túbulos seminíferos tambien contengan sólo El epitelio germinal, un tcj ido de división rápida, es suscep-
células de Sertoli, aunque en estos hombres los testículos tible de sufrir interferencia de la división celular. La qui-
son pequeños, el patrón histológico no es tan uniforme y la mioterapia del cáncer tiene un efecto potencialmente
Esterilidad masculina • 771

devastador, dependiente de la dosis, en el epitelio germinal ginecomastia. Están disminuidos los valores de testosterona
testicular y puede dañar así mismo las células de Leydig. Al en plasma y elevados los de LH y FSH. Tal vez la causa del
parecer, el epitelio germinal es más resistente a fármacos hipogonadismo en la uremia sea multifactorial y quizá
tóxicos antes de la pubertad que en la vida adulta. Aunque incluya prolactina sérica elevada, concentraciones altas de
antes de la quimioterapia para el cáncer muchos pacientes estrógenos, medicamentos o neuropatía urémica. Después
tienen un número disminuido de espermas, con los avances del trasplante renal exitoso , el hipogonadismo urémico
actuales en técnicas de asistencia a la reproducción debe mejora.
considerarse la crioprcservación del semen.
Los medicamentos pueden causar esterilidad inhibien- B. Cirrosis hepática
do dtrectamentc la síntesis de testosterona, bloqueando la Un gran porcentaje de varones con cirrosis hepática tienen
acción penférica del andrógeno, inhibiendo la secreción atrofia testicular, impotencia y ginecomastia. Están dis-
hipofisaria de gonadotropinas o aumentando los valores de minuidos los valores de testosterona en plasma y los
estrógeno. La ciproterona, el ketoconazol , la espironolacto- índices metabólicos de depuración . El estradiol está elevado
na y el alcohol interfieren con la síntesis de testosterona. El en plasma porque disminuye la extracción hepát1ca de an-
medicamento de uso más común que se sabe es antagonista drógenos con aumento de su conversión periférica a
de los andrógenos es la cimetidina. Los varones tratados con estrógeno. Está disminuida la respuesta de la tcstosterona
este fármaco presentan gínecomastia y pueden tener cifras en plasma a la estirnulación con hCG, lo cual sugiere un
menores de espermatozoides. Las drogas para recreación defecto a nivel testicular. Independientemente de su efecto
(por ejemplo, mariguana, heroína, metadona) se acompañan en hígado, el etanol también reduce de manera precisa los
de valores más bajos de testosterona séríca sin un aumento valores de testosterona inh1bicndo la síntesis testicular de la
concomitante de las concentraciones de LH en plasma, lo m1sma.
cual sugiere una anomaHa central y un defecto testicular.
Se ha encontrado que algunos insecticidas (por ejemplo, di- C. Enfermedad de células falciformes
bromocloropropano-[D BCP]) deterioran la función tes- :tvluchos hombres con enfermedad de células falciformes
ticular en los varones. tienen evidencia de hipogonadismoque puede ser primario
(testicular) o secundario (hipófisis-hipotálamo) o mixto.
B. Radiación
Las células germinales son en particular sensibles a la Defectos en la acción androgénica
radiación, en tanto que las células de Leydig son relativamente
resistentes . En exposiciones únicas menores de 600 rad, el Varias formas de resistencia androgénica causan una
daño a las células germinales es reversible aunque arriba de hipomasculinización y estirilídad en hombres con desa-
este nivel de exposición, el daño permanente es probable. rrollo normal de genitales externos. El diagnóstico se
La espcrmatogénesis puede recuperarse, aunque quizá lleve cuando se encuentran receptores androgénicos anorma-
de 2 a 3 años . Valores séricos elevados de FSH reflejan les en un cultivo de la fíbrosis cutánea genital. De modo
deterioro de la espermatogéncsís; una vez que se recuperan caractetístico, existe elevación de las concentraciones de
los testículos , con la normalización de la espcrmatogénesis, tcstosterona y LH séricas, aunque estos hallazgos no son
pueden normalizarse las concentraciones de FSH. indicadores confiables de defectos en los receptores . Amann
y Griffin encontraron que en un grupo de hombres con
Orquitis esterilidad idiopática (azoospermia) , el 40% tenía deficien-
cia en los receptores androgénicos. Estudios más recientes
Cerca de 15 a 25% de varones adultos que contraen paperas no han verificado a la resistencia androgénica como una
(parotiditis epidémica) desarrollan orquitis, que suele ser causa frecuente de esterilidad masculina .
umlateral (sólo en 10% de los afectados es en ambos lados) .
La atrofia testicular puede desarrollarse en el transcurso de Criptorquidia
meses o tal vez tome años. Con el advenimiento de la vacuna
para las paperas, cada vez es más rara la ocurrencia de esta Este trastorno es un defecto común del desarrollo con una
enfermedad y la orquitis concurrente. frecuencia del 0.8% en varones adultos . Los testículos no
descendidos comienzan a tornarse morfológicamente anor-
Traumatismo males después de los dos años de edad. Aunque la fertilidad
potencial de muchos testículos oo descendidos es pobre, la
La posición expuesta de los testículos los hace susceptibles mayoría de los homb(es con testículos no descendidos uni-
de lesión y atrofia subsecuente. Es posible que ocurran laterales es fértil . En aquellos con criporquidias bilateral, la
lesiones yatrogénicas durante la cirugía inguinal o cscrotal calidad del semen es particularmente mala. Aunque las
y quizá interfieran 'el aporte sanguíneo testicular o el alteraciones morfológicas iniciales en los testículos criptor-
sistema ductal (vasos deferentes). quidicos pueden contrarrestarse o no con la orquiopexia, se
recomienda la cirugía a los dos años de edad.
Enfermedades sistémicas
Varicocele
A. lnsuficíenc{a renal
En varones, la uremia se acotnpaña de disminución de la Este trastorno, que es la dilatación de las vénuias del plexo
libido, impotencia, alteración de la espermatogéncsis y pampiniforme, es el hallazgo causal más común en varones
772 • Urología general de Smith (Capitulo 45)

estériles. Resulta del flujo retrógrado de sangre secundario Cuadro 45--6. Causas postesticulares
a la ausencia o incompetencia de válvulas en las venas
de esterilidad
espermáticas. Esta deficiencia valvular, combinada con el
trayecto verttcal largo de las venas espermáticas internas en Trastornos del transporte de espermatozoides
el lado izquierdo, origina la formación de la mayor parte de Trastornos congénitos
los varicoceles en este lado (90%). No es común observarlos Trastornos adquiridos
en el lado derecho, por el trayecto oblicuo de la vena Trastornos funcionales
espermática interna derecha hacia la vena cava. Un varico- Trastornos de la movilidad o función de los
cele derecho unilateral sugiere trombosis venosa (tumor) o espermatozoides
situs inversus. Aunque antes se pensaba que Jos varicoceles Defectos congénitos de la cola del espermatozoide
bilaterales eran raros , las nuevas pruebas diagnósticas han
Defectos de maduración
demostrado que la incidencia de varicoceles bilaterales llega
a ser hasta del 40 por ciento. Trastornos inmunológicos
La frecuenci a de varicoceles en la población adulta Disfunción sexual
esta entre el 1O y 15%, en individuos valorados por Infecciones
esterilidad está entre 21 a 41 por ciento. La mitad de los
varones con varicocele tendrá deterioro de la calidad del
semen; pero muchos con este trastorno son fértiles . está obstruido por material impactado y estos pacientes son
Se está recabando ev¡dcncia de que los varicoceles azoospém1icos.
causan una lesión progresiva de la función cspermatogénica
de los testículos. Este hecho ayuda a explicar por qué B. Adquiridos
muchos hombres jóvenes con varicoceles son fértifc.s, mien- Hoy en día, las infecciones bacterianas (Escherichia coli)
tras que existe una alta incidencia de varicocele en hombres en personas adultas(> 35 años) o C. trachomatis en varones
con esteril ídad scqmdaria. jóvenes pueden afectar de manera aguda o crónica el epidí-
Para explicar 'las anormalías en la espermatogénesis dimo, con cicatrización y obstrucción subsecuentes. Aparte
producidas por el varicocele, se han postulado las siguientes de la esterilización voluntaria, se pueden lesionar de manera
teorias, aunque no se han probado : 1) flujo retrógrado de accidental los vasos deferentes o el epídídimo durante una
metabolitos tóxicos de las suprarrenales o los riñones ; 2) es- herniorrafia, hidrocclectomía u orquiopexia e incluso con
tasis venosa con hipoxia del epitelio germinal, y 3) alteracio- la varicocelectomía.
nes en el eje hipotálamo-hipófisis-g ónadas. Modelos
experimentales recientes han demostrado un aumento bilate-
C. Obstrucción funcional
ral del flujo sanguíneo y la temperatura testicular con alte- Las lesiones de los nervios simpáticos durante la linfade-
ración de la espermatdgénesis. ncctomía retroperitoneal o una cirugía extensa pueden cau-
sar aperistalsis del conducto deferente, originando
Esterilidad idiopática eyaculación retrógrada por falta de cierre del cuello vesical
o de emisión. Los varones diabéticos con neuropatía autó-
Por lo menos el 40% de los varones estériles tienen este noma presentan con frecuencia impotencia y eyaculación
trastorno del cual no se ha identificado causa alguna. retrógrada. Diversos medicamentos, como fenoxibenzami-
A medida que se adquieran mayores conocimientos de na, guanetidina y metildopa, pueden interferir también con
la fisiología de la reproducción, se aclararán más causas el sistema nervioso simpático.
desconocidas. Las lesiones de la columna vertebral causan cuadri-
plejía o paraplejía que afectan el transporte de los esper-
matozoides .
3. CAUSAS POSTESTICULARES
(Cuadro 45--S) Trastornos de la movilización o
función de los espermatozoides
Trastornos del transporte
de espermatozoides A. Defectos congénitos de la cola
del espermatozoide
A. Congénitos El síndrome de cilios inmóviles comprende un grupo de
Rara vez, hay atresia o ausencia de porciones del sistema de trastornos caracterizados por inmovilidad de los esperma-
los conductos masculinos. La falta de conductos deferentes tozoides. El síndrome de Kartagener, una variante del sín-
puede ocurrir en uno o ambos lados y suele acompañarse de drome de cilios inmóviles, consiste en sinusitis crónica,
ausencia de vesículas seminales, ampolla y porción princi- bronquiectasia, si tus in versus y espermatozoides inmóviles.
pal del cpidídimo. En varones con fjbrosis quística, es más En todos estos trastornos es normal la biopsia testicular y la
alta la frecuencia de hípoplasia o ausencia congénita de cuenta de espermatozoides adecuada; pero la movilidad de
estos conductos de lti reproducción . La falta de vesículas los espermatozoides está muy reducida o no existe. La
seminales siempre se acompaña de azoospermia, semen que anomalía estructural que origina el deterioro de cilios y
no coagula en la eyaculación y falta· de fructosa. En el espermatozoides sólo se observa con el microscopio elec-
síndrome de Young, que se acompaña de afección pulmonar, trónico. Los defectos que se sabe causan el síndrome de
e.s normal la microestructura de los cilios; pero el epidídimo cilios inmóviles incluyen ausencia de brazos de dineína,
Esterilidad masculina • 773

rayos cortos sin vaina central o ausencia de ellos y falta de La técnica transcutánca o radiológica, que utiliza glo-
microtúbulos centrales. bos o agentes esclerosantcs para ob11terar las venas esper-
Los problemas de la movilidad también pueden acom- máticas , es un procedimcnto alternativo a la intervención
pañarse de deficiencia de carboximctilasa de proteínas en la. quirúrgica. Esta técnica es en particular útil en pacientes con
cola del espermatozoide. Esta enzima es necesaria para varicoceles remcidentes después de cirugía en individuos
la movilidad del espermatozoide. con parámetros seminales anormales con exploración clíni-
ca dudosa en varicocele. y en aquellos con insuficiente
B. Defectos de maduración respuesta a la cirugía del vancocele y la reincidencia está
Las cuentas normales de espermatozoides, pero con mala conflrmada o es pos1b!e. Por desgracia, el costo del proce-
movdidad, que se observan después de anular una vasecto- dimiento qmrúrgico; con un alto índice de morbilidad y la
mía pueden deberse a disfunción del epidídiroo. La presión posibil1dad de que, desde el punto de vista técnico, sea
intratubular crónica que se produjo por la vasectomía quizá infructuoso.
produzca efectos deletéreos en el epidídimo, de tal manera
que, después de la reversión, los espermatozoides no logran B. Vasovasostomía
su maduración habitual ni adquieren la capacidad de movi- La popularidad de la vasectomía como forma de anticon-
lidad conforme pasan por el epidídimo. cepción masculina combinada con índices elevados de di-
vorcio y nuevo matrimonio ha originado un número
C. Defectos inmunológicos creciente de anulaciones de esta operación. Las técnicas
La alterac1ón de la barrera entre sangre y testículos por microscópicas han permitido la reaproximacíón precisa de
infecciones, traumatismos o cirugía, permite la sensibiliza- estas estrucn1ras ductales finas (figura 45-12). Al parecer, el
ción de antígenos espermatozoides. Los anticuerpos a es- éxito de la vasovasostomía depende del tiempo transcurrido
permatozoides pueden ser uná causa relat1va de esterilídad desde que se practicó la vasectomía. Hasta 7 a 8 años
en el 3 al 7% de varones estériles. La inmunidad no parece después de la operación, el índice de éxito en la reaproxi-
ser un fenómeno de todo o nada; pero puede contribuir a mación (presencia de espermatozoides en el eyaculado) es
disminuir el potencial de fertilidad. del 80 al 90%, con un éxito funcional (frecuencia de emba-
razo) del 50 al 60 por ciento. Los fracasos de la vasovasos-
D. Disfunción sexual tomía pueden atribuirse a estenosis anastomótica,
La dismmuc1ón del impulso sexual , impotencia, eyacu- amicuerpos a espermatozoides, disfunción del epidídimo o
lación prematura y falta de introducción son causas poten- estallamiento no identificado del túbulo epididimarío con
cwlmente corregibles de falla en la reproducción. obstrucción subsecuente. El último trastorno debe sospe-
charse cuando hay falta de liquido con espermatozoides
E Infección en el extremo cortado de la porción testicular del conduc-
Las concentraciones altas de bacterias gramnegativas (E. to durante la vasovasostomía inicial. La presión intratu-
coli) en el semen deterioran la movilidad de los es- bular crónica puede causar cstallamicnto epididimario, con
permatozoides. En raras ocasiones, microorganismos de granuloma espermático y obstrucc1ón subsecuente del túbu[o
transmisión sexual tales como C. trachomatis, M. hominis epidimario.
y U urea!yticum están implicados en el daño reproductivo.
No existen pruebas convincentes en animales y el hombre que C. Epídídimovasostom ía
apoyen el uso de cultivos sistemáticos o de tratamiento El túbulo del epidídimo solitario puede estar obstruido
empírico en varones estériles asintomáticos. debido a una granuloma, corno se describió, o quizá esto se
asocie con un trastorno congénito o a una alteración
inflamatoria. Los espermatozoides maduran y adquieren la
TRATAMIENTO capacidad para moverse a medida que pasan de la cabeza a
la cola del ep1dídimo. La anastomosts por derivación, por
Medidas quirúrgicas tanto debe colocarse en el epidídimo tan bajo corno sea
posible. La nlicrocirugía permite la anastomosis microtu-
A. Varicoce/ectomía bular directa entre el túbulo epididimario y el extremo
Hoy en día se acepta tan ampliamente la relación entre cortado del conducto. El método término lateral de vasoe-
varicocele, alteración de la espcrmatogéncsis y ester)lidad, pididimostomía tiende a simplificar este procedimiento tan
que la varicocelcctomía es la operación más común para difícil.
esterilidad en varones. Mejora la calidad del semen casi en
dos terciOs de los pacientes y duplica la posíbihdad de D. Resección transuretral del conducto
concepción. La lígad~ra de los varicoceles elimina el reflujo eyacu/ador
venoso testicular al interrumpir !as venas espermáticas in- Pacientes que se presentan con azoospermia, testículos nor-
ternas. La intervención puede efectuarse mediante acceso males, biopsia testicular normal y vasografía (o ultrasono-
escrotal, inguinal, retroperitoneal o Japaroscópico. La pri- grafía transrectal) que demuestra obstrucción del conducto
mera es la menos popular por las numerosas venas que se cyaculador. Antes de la resección transurctral del orificio
encuentran y la posibilidad de lesionar la arteria. La técnica del conducto eyaculador, hay que examinar cndoscópica-
laparoscópica es equivalente a un acceso retroperitoncal mcnte la uretra posterior y el cuello vesical. Deben cortarse
mayor; aunque es menos invas1vo, conlleva el riesgo de una Jos extremos distales de los conductos o abrirse, ya que se
operación 111traabdominal mayor. encuentran dentro del p1so posterior de la uretra prostática,
774 • Uro logia general de Smith (Capitulo 45)

e
Figura 45-12. Vasovasostomía microquirúrgica en dos capas. A: Los dos primeros puntos mucosos con nailon 10-0 se colocan
en la parte anterior separados 180 grados y se sostienen con unas micropinzas neuroquirúrgicas de Heifetz. La sutura incluye
la capa elástica siguiente a la mucosa. El tercer punto se coloca entre estas suturas y se ata. Se quitan las pinzas y se atan
las dos suturas. B: Se termina la capa muscular de \a capa anterior con puntos de nai\on 9-0. A continuación, se voltean las
pinzas 180 grados y se sutura la capa posterior del conducto. C: Colocación de puntos en la capa muscular posterior.
(Reproducida con autorización de McCiure RD: Microsurgery of the male reproductive system. World J Uro/1986;4:1 05.)

laterales del veru montanum, pero proximales al esfínter Antes de realizar la AEME, debe llevarse a cabo una
externo. investigación completa de ambos cónyuges. En hombres
con testículos de tamaño normal y con concentraciones
séricas de FSH normales, el cirujano debe decidir si la
E. Aspiración epidimal microquirúrgica biopsia testicular preliminar está justificada. Con frecuencia
de espermatozoides (AEME) la biopsia preliminar causa problemas de adherencias que
El 10% de los hombres con azoospermia obstructiva no interfieren con la habilidad del cirujano para exponer el
yatrogénica tienen ausencia congénita bilateral de los vasos túbulo epididimiario durante la cirugía definitiva.
deferentes (ACBVD). Los cirujanos han intentado tratar a Estudios recientes demuestran que en algunos hom-
estos individuos creando un receptáculo (cspermatoceles bres, que de otra manera son sanos, la ACBVD representa
aloplásticos/artificiales) que pueda implantarse sobre un
un tipo primario y fenotípico genital de fibrosis quística.
túbulo abierto del epidídimo. Estos reservarías artificiales
Antes de la aspiración del espermatozoide, deben recomen-
se aspiran subsccuentemente y los espermatozoides
darse análisis de mutación de fibrosis quística para el hom-
que se obtienen se usan para inseminación. Belker y asocia-
bre y, sobre todo, para su cónyuge.
dos ( 1985) revisaron los casos de 91 pacientes en quienes
Durante la cirugía, se hace una pequeña abertura en el
se implantaron 131 espermatoceles aloplásticos. Sólo
túbulo epididimario, el líquido se aspira. Debido a que la
ocurrieron siete embarazos, con cuatro partos de término.
Por estos resultados tan tristes se decidió abandonar esta sangre tiene un efecto adverso en la función espermática, el
técnica. procedimiento debe ser tan ''libre de sangre" como sea posible.
De modo subsecuente, los investigadores vovieron al Los espennatozoidcs móviles se encuentran por lo regular, no
uso de la aspiración 1mcroquirúirgica de espermatozoides en el epidídimo distal donde el líquido es espeso y amarillo,
del túbulo cpididimal obstruido en combinación con fertili- sino en el segmento proximal donde el líquido es delgado y
zación in vitro. Las indicaciones para el AEME incluyen claro. El proceso de las pequeñas muestras del líquido que
todos los trastornos obstructivos de las vías masculinas de contiene espennatozoides, los cuales por lo regular son
la reproducción que no responden a corrección quirúrgica suficientes en número pero sin buena movilidad, es en
o aquéllos en quienen los esfuerzos reconstructivos previos extremo importante. Aunque el primer reporte de índice de
fallaron. El procedimiento no debe usarse en pacientes con embarazo fue del 31%, la mayor parte de los centros tienen
vasectomía quienes, de modo incorrecto, vieron a la AEME ahora del ll al 16% de índices de embarazo por ciclo.
como una alternativa fácil para revertir de primera intención La AEME es una labor intensa, una técnica cara que
la vasectomía; o en pacientes con o!igospermia grave con combina dos formas innovadoras de tratamiento para pare-
disfunción testicular primaria. jas con trastomos que antes eran intratables.
Esterilidad masculina • 77 5

F. Ablación de adenoma hipofisarío tratamiento previo con andrógenos durante la pubertad no


El uso terapéutico de la bromocriptina como agonista de la afectará la respuesta ulterior de los testículos.
dopamina o de la ablación quirúrgica transesfenoidal de un Para iniciar la espermatogénesis, hay que administrar
microadenoma o macroadenoma hipofisario quizá se re- LH a fin de estimular las células de Leydig a que produzcan
quieran en individuos con impotencia y defectos esperma- concentraciones intratesticulares altas de testosterona. La
togénicos que se relacionan con concentraciones de hCG (Pregnyl , Profasi HP, APL), en dosis IM de 2000 UI
prolactina elevadas (hiperprolactinemia). tres veces a la semana, suele ser eficaz para estimular la
producción adecuada de testosterona y alcanzar la androge-
G. Medidas quirúrgicas profilácticas nización completa. Una vez que el paciente se ha andro-
l. Orquiopexia: Pocos testículos descienden de manera genizado plenamente y si después de 8 a 12 meses de
espontánea después de los nueve meses de edad. Los tratamiento con hCG no ha habido producción de esperma-
datos histológicos muestran una disminución progresiva tozojdes, debe iniciarse el tratamiento con FSH, que se
del número de espermatogonias por túbulo, que se inicia encuentra como gonadotropina de la menopausia humana
antes de los dos años y, en consecuencia, se recomienda (hMG). El preparado comercial Pergonal contiene 75 UI de
practicar la orquiopexia antes de esta edad. El tratamien- FSH y otro tanto de LH por ampolleta. La dosis usual es
to endocrino con análogos de hCG o GnRH es sólo de una mitad a una ampolleta IM tres veces a la semana.
marginalmente efectivo en el caso de testículo no des- Como hCG y hMG son compatibles en solución, puede
cendido unilateral. Se recomienda para testículos no usarse la misma jeringa. Debido a que toma meses meses
descendidos de manera bilateral, ya que el índice de éxito que el espermatozoide aparezca en la eyaculación después
es de manera significativa más alto . La cndocrinotera- de iniciarse el tratamiento con FSH, es importante realizar
pia es menos exitosa en pacientes jóvenes; por consi- análisis de semen cada mes. En una respuesta normal , la
guiente, cuando la cirugía sé realiza a edades tempranas, mayoría de Jos pacientes alcanzan una cifra de espennatozoi-
se vuelve una opción aún menos atractiva de lo que fue des de entre 2 y 5 millones por eyaculado. A pesar de estas
hace algunos años . cuentas bajas, es posible que haya impregnación. Una vez
2. Operación para torsión testicular: Datos en animales, que ocurrido el embarazo el tratamiento con FSH se puede
pero pocos estudios en el hombre, han demostrado un detener y, en muchos individuos, la espermatogénesis se
efecto perjudicial de un testículo infartado (postorsión) mantiene con hCG sola.
en el testículo contralateral. Se pensó que este efecto era Una alternativa de las gonadotropinas exógenas es el
mediado a través de un proceso autoinmunológico que uso de GnRH para estimular endógcnamente LH y FSH.
originaba la alteración de la barrera hematotesticular Debe darse GnRH de una manera pulsátil, por medio de una
intacta. En consecuencia, se recomienda eliminar el tes- pequeña bomba de infusión, debido a que la administración
tículo no viable al momento de diagnosticar la torsión. continua desregula a la hipófisis . Las afecciones de la
hipófisis son susceptibles de tratarse con GnRH y quizá se
H. Electroeyacu/ación requiera tratamiento combinado con hCG y hMG. Tanto las
Hasta hace poco, la esterilidad era una secuela casi universal gonadotropinas como GnRH son caras y, aunque con la
de la lesión de la columna vertebral en hombres. La "elec- última se logra un patrón de estimulación de gonadotropina
troeyaculación" usada con éxito en animales de campo, ha más fisiológica, aún no se comprueba su superioridad. Los
sido adoptada para hombres con lesión de la columna individuos con síndrome de eunuco fértil (deficiencia par-
vertebral y para hombres aneyaculatorios. La falta de cial de LH) pueden responder al tratamiento con hCG sola.
eyaculación de los últimos quizá sea resultado del corte
previo de ganglios linfáticos retroperitoneales, de diabetes
sacarina, de mielitis transversa o de esclerosis múltiple.
B. Tratamiento de la esterilidad
Mediante sonda rectal se aplica una corriente eléctrica para
inmunológica
Cuando los anticuerpos anticspermatozoide son relevanes
estimular los nerv10s simpáticos posganglionares que iner-
desde el punto de vista clínico, pueden intentarse varios
van próstata y vesículas seminales. En varones con lesiones
tratamientos. El más frecuente y controvertido es el uso de
cervicales, torácicas y lumbares se logra la eyaculación en
agentes inmunosupresivos, principalmente los corticoste-
el 54, 67 y 33%, respectivamente, y se produce embarazo
roides, para abortar o modular la producción de anticuerpos.
en 37% de las parejas que intentan la concepción con esta
Los resultados en la literatura son confusos y, al momento
técnica. El semen eyaculado puede ser normal en volumen actual, aún es poco claro si algún esquema de tratamiento
y número de espermatozoides, pero la movilidad rara vez exce-
con esteroides disminuye la producción o Jos efectos clíni-
de del 1O al 20 por ciento. La mala calidad del semen hace cos de !os anticuerpos en los hombres.
necesario un procesamiento de éste y un manejo multidis-
Hendry y cols. ( 1990) reportaron el uso de prednisona,
ciplinario para tratar ambos cónyuges y obtener resultados de 40 a 80 mg por día, en un grupo de 75 hombres con
óptimos. autoinmunidad a sus espermatozoides. En un periodo de
seis meses ocurrieron 25 embarazos. Sin embargo, no hubo
Medidas médicas diferencia significativa en los títulos de anticuerpos contra
espermatozoides en suero o en plasma seminal antes y
A. Endocrinoterapia después del tratamiento entre varones que tuvieron éxito en
Los varones estériles con hipogonadismo hipogonadotrópi- embarazar a su pareja y aquellos que no lo lograron. Haas
co (hipogonadismo secundario) son Jos únicos candidatos y Manganiello (1987) estudiaron los efectos de dosis eleva-
adecuados para terapéutica con gonadotropina exógcna. El das en el tratamiento a corto plazo de varones utilizando
776 • Urologia general de Smith (Capítulo 45)

corticostcroidcs y placebo. Se observó efecto estadística- 25 mg tres veces al día por dos semanas, ha probado ser
mente sigmficativo de la mctilprednisoJona, a juzgar por los efectiva en algunos casos.
valores de lgG relacionados con espermatozoides cuando La alcalinización de la orina con bicarbonato de sodio
se compararon con placebo, pero la tasa de embarazos no oral y la recuperación del espermatozoide de !a vejiga
fue diferente entre los dos grupos. También se notaron después de la eyaculación se ut1lizan con éxito en la inse-
fluctuaciones espontáneas en los espermatozoides asocia- minación artificial. De manera alternativa, la vejiga se lava
dos con lgG en el grupo placebo. Se deben valorar los con soluciones amortiguadoras (Harn's F- 1Oo Hquido tubu-
riesgos de este tratamiento contra sus beneficios. Las com- lar humano) , después de la eyaculación, e! paciente la vacía,
plicaciones son, en general, leves y autolimitadas, pero se y la muestra resultante se procesa.
ha comunicado necrosis aséptica del fémur y evidentemente
es una consecuencia devastadora de un tratamiento aún no
D. Tratamiento de infecciones
probado. Los pacientes con infecciones sintomáticas de vías genítou-
Se Intentaron varios métodos innovadores de manipu- rinarias deben tratarse con los antibióticos adecuados. El
lación de espermatozoides. Por desgracia, casi todas estas fármaco de elección para Chlamydw y Mycoplasma es la
técnicas resultan poco eficaces. En teoría, la inseminación tetracicl in a.
intrauterina colocando una gran población de espennato-
zoides vivos dentro de !a cavidad incrementará la pro-
babihdad de que éstos penetren en las trompas de Falopio E Tratamiento empírico
Un gran porcentaje de varones estériles (40%) corresponden a
con fccundac1ón subsecuente. Espermatozoides normal-
la categoría de esterilidad idiopática o inexplicable. Muchos se
mente excluidos debido a la presencia de anticuerpos en su
tratan de manera empírica. La existenc1a de un gran número de
supcrf1c1e, ~c rán capaces de alcanzar la cavidad uterina. Con
estos métodos terapéuticos atestigua la incapacidad de hallar 1
el uso de s~~pcrovulación, mediante la ultrasoñografía y el
o 2 que verdaderamente funcionen. La mayor parte de esta.•:;
seguimiento hormonal cuidadoso de la maduración del fo-
pruebas farmacológicas no se han efectuado bajo controles,
lículo, es pos1b\e real izar la inseminación cerca de! momen-
ciegos o cruzados. Aunque existen pocos datos científicos en
to ele la liberación del óvulo. Debido a que es de esperarse
los que se basan estos tratamientos, casi todos los pacientes
que los espermatozoides unidos a anticuerpos tengan una
eligen ser tratados a pesar del hecho de que sólo se dispone de
esperanza de vida corta en las vías reproductivas femeninas,
terapéuticas inespccíficas.
este procedimiento proporciona una ventaja adicional. A
pesar de estas ventajas teóricas , el índtce de embarazo para
l. Anticstrógenos: Los antiestrógcnos interfieren con la
la inseminación intrauterina por anticuerpos no es mayor del
retroalimentación normal de los estrógcnos circulantes
20 por ciento.
y causa una disminución en la GnRH, la cual estimula la
Debido a que otros tratamientos tienen probada su
secreción de gonadotropinas endógenas. La estimula-
ineficiencia en la fecundación in vitro , parece que se pro-
porciona la mejor oportunidad de concepción en parejas con ción testicular resultante aumenta Jos valores de testos-
anticuerpos antiespermáticos documentados. Con la FIV se tcrona intratestieular y, en teoría, debe mejorar la
evitan los problemas del transporte de los espermatozoides, espermatogénesis. El clomifeno (Clomid), uno de los
medicamentos de mayor uso en la esterilidad masculina,
garantizando el encuentro de Jos gametos. Una ventaja
actúa como inhibidor competitivo de la acción de los
adicional de la F!V es la posibilidad de ajustar la concentra-
cstrógcnos. Se administra en dosis de 25 a 50 mg/ día
ción de espermatozoides de modo que pueden estar presen-
por 3 a 6 meses. Aunque existen múltiples estudios que
tes en el cultivo de 50 000 a 100 000 espermatozoides
muestran un efecto pos1tivo del medicamento en los
móviles y libres de anticuerpos.
parámetros del semen , no existe una evidencia absoluta
de que el clomifeno mejore sustancialmente los índi-
C. Tratamiento de la eyaculación retrógrada ces de embarazo. Estudios recientes han demostrado un
En este trastorno, el cuello vesical , bajo inervación simpa- aumento de las cifras de espermatozmdes en algunos
ticomimétíca alfa, es incapaz de cerrarse. Con frecuencia, pacientes; pero sin cambios concomitantes en la prueba
la eyaculación retrógrada se asocia con: disección de gan- de penetración de los mismos. Un estudio doble ciego
gllos linfáticos retroperitoneales, neuropatia por diabetes con placebo falló en probar alguna eficacia de este
sacarina, cirugía previa del cuello vesical o lesión de la medicamento (Sokol y cols. , 1988).
columna vertebral. Medicamentos que se usan en el trata- 2. Tratamientos históricos: La arginina, la bromocriptina,
miento de la ps1cosis (clorpromacina, haloperidol); depre- los corticosteroides y la hormona tiroidea deben dejarse
sión (amitriptilina) e hipertensión (fenoxibenzamina) en la repisa, ya que no tienen ningún efecto en la esteri-
también producen disfunción en la cyaculacJón. Si es posi- lidad cuando se usan de manera empír)ca.
ble, deben suspenderse estos medicamentos. La eyaculación
antcrógrada puede inducirse por tratamientos con estímula- Nuevos tratamientos: Técnicas de
ción adrcnérgica alfa, por medio del uso de agentes simpa- asistencia para la reproducción
ticomiméticos. Éstos por lo regular requieren algunos días
antes de ser efectivos. Los medicamentos que más se uhllzan En muchos hombres estériles, es posible definir el deterioro
son: fenilpropanolamina, 75 mg dt?S veces al día por dos del número de espermatozoides, movilidad y características
semanas; seudoefedrina, 60 mg cuatro veces al día por morfológicas, aunque se desconozca la causa. En ausencia
dos sen1anas; o efedrina, 50 mg cuatro veces al día por dos de la patogéncsis definitiva, el tratamiento lógico es difícil.
semanas. Oc manera alternativa, la imipramina (Tofranil), Por fortuna, los extraordinarios avances en la biología de la
Esterilidad masculina • 777

reproducción se están aplicando a la esterilidad masculina. anomalías del cuello o de sus secreciones, la llU, que rebasa
Una gran variedad de técnicas de asistencia para la repro- el cuello, ha demostrado ser muy eficaz en la clínica. Por
ducción intentan superar los problemas de movilidad y otro lado, en casos de esterilidad por factor masculino,
número de espermatozoides reducido. Estos procedimien- inmunitaria o inexplicable, el uso de la IIU es aún contro-
tos engañan etapas específicas del proceso de fecundación vertido y sólo se considera un tratamiento empírico. El
sin corregir la base real del trastorno.
interés renovado en la IIU en casos de esterilidad por factor
masculino se debe al informe de Kerin y cols. ( 1984) en el
A. Procesamiento del semen que se menciona un índice de embar::tzos del 21% por ciclo
El objetivo del procesamiento de espermatozoides es la en 35 pacientes que se so1netieron a JIU con lavado de
adquisición de una población espermática concentrada y espermatozoides con ciclos menstruales no estimulados en
con una gran movilidad en un pequeño volumen de medio
comparación con la falta de embarazo que ocurría con las
de inseminación. Los métodos de procesamiento están di-
relaciones sexuales normales.
señados para separar las células espermáticas del plasma
En mujeres con ciclos erráticos, se agrega clomifeno
seminal, el cual tiene desechos celulares, bacterias y varios
espasmógenos uterinos, que incluyen prostaglandinas. Los (Clomid) para garantizar la ovulación, lo que permite una
métodos simples de procesamiento consisten en diluir y determinación más precisa del momento de la inseminación
centrifugar el semen, después se hace otra suspensión del y permite índices más altos de embarazo. De modo similar,
bolo espermático y un medio de cultivo, que puede ser la sobreestimulación ovárica usa bMG con o sin urofilotro-
Ham 's F-1 O o líquido tubular humano. Métodos más elabo- pina (Metrodin), que es FSH pura. La sobreestimulación
rados de procesamiento de espermatozoides incluyen pro- ovárica origina índices de embarazo del 7 al 19% por ciclo
cedimientos de nadar hacia arriba, centrifugación a través contra O a 2.2% en ciclos no estimulados.
de gradientes de densidad de Percoll y migración espermá-
tica a través de columnas de albúmina, gel de dextrán
(Sephadcx), o cuentas de vidrio. Aun cuando los procedi- C. Fecundación in vitro {FIV) o fecundación
mientos de preparación más intensivos producen una pobla- in vitro con transferencia de embriones
ción de espermatozoides con mucha movilidad con un {FIV-TE)
mínimo de contaminación de células redondas y desechos En un principio la FIV se usaba en individuos con este-
celulares, tanto como el 90% de la población total de esper- rilidad inexplicable o por factor femenino, pero ahora se
matozoides se puede perder en la preparación (lo que re- usa también en parejas con esterilidad por factor mascu-
presenta un 10% de recuperación). lino. Hoy día, del 15 al 20% de los centros usa FIV para
Debe sopesarse la mejoría en la calidad de la sus- la esterilidad por factor masculino.
pensión de espermatozoides contra los requerimientos de En la FIV, se usa cstimulación hormonal en la mujer
un número mínimo de espermatozoides móviles en el lí-
para inducir varios foliculos, los cuales se vigilan con ultra-
quido de inseminación. Es frecuente que el espermatozoide
sonido. En el momento apropiado, se administra hCG para
del paciente sobreviva poco en alguno de estos procedimien-
lograr la maduración del oocito, con una recuperación pro-
tos y, por tanto, es deseable que se pruebe el semen por
adelantado para encontrar el método de preparación más gramada 34 a 36 horas después del tratamiento. En el
adecuado. pasado, se requería una laparoscopia para colectar los oaci-
En general, se usa la técnica de gradiente de Percal! tos, pero hoy día se usan técnicas de ultrasonido trans-
(sustancia coloidal unida con silicón y bañada con pirroli- abdominalcs o transvaginales. Al momento de la
dina de polivinilo) para elegir las formas normales y móviles recuperación del oocito, se colecta el semen de la pareja y
del espermatozoide, en particular cuando el semen contiene se procesa. En hombres normales, se usan de l 00 000 a
altas concentraciones de espermatozoides anormales. El 200 000 espermatozoides móviles/mL para la insemina-
gradrente de Percal! separa el espermatozoide móvil de ción, pero en hombres con esterilidad, el número inseminan-
manera eficiente y deja atrás desechos, formas inmaduras y te aumenta a 500 000. Se requiere un mayor número porque,
leucocitos. Si bien el Percoll reduce el índice de recupera- aunque el espermatozoide parezca normal, no funciona de
ción en comparación con las formas no lavadas, la presencia
manera apropiada. Los oocitos y el semen procesado se
de espermatozoides con alta movilidad compensa la pérdida
colocan en pequeños envases de inseminación y se incuban
en la cantidad de espermatozoides.
por J 5 a 18 h, después de Jo cual se buscan signos de
De manera más reciente, se demostró que ciertos com-
puestos como la pentoxifilina, inhibidor de la fosfodiestc- fecundación en los oocitos. Una vez que ésta ocurre (etapa
rasa que actúa al inhibir la degeneración del AMP cíclico, pronuclear), el cultivo por 24 h adicionales otorga el tiempo
aumentan la movilidad del espermatozOide y meJoran los para que el embrión se divida, después de lo cual se trans-
índices de fecundación de los oocitos en esterilidad por fiere a la cavidad uterina.
factor masculino tratado con ART Si bien las parejas con esterilidad por factor masculino
tienen un índice mucho menor de fecundación (49%) que
aquellas con esterilidad por factor femenino (76%), una vez
B. Inseminación intrauterina (JIU)
En condiciones nor.males, el cuello actúa como reservorio que se realiza la transferencra del embrión, el índice de emba-
de espermatozoides, es un filtro para formas anormales o razo es similar. En general, los índices de división y embara-
con poca movilidad y al mismo tiempo libera espermatozoi- zo en las parejas con factor masculino son semejantes a Jos
des hac1a el sistema reproductor superior. En presencia de de parejas con factor femenino si ocurre la fecundación.
778 • Urología general de Snúth (Capítulo 45)

D. Transferencia intrafalopiana de gametos pueden tener trastornos "cuantitat¡vos" o cualitativos" del


(TIFG o GIFT, del inglés gamete espermatozoide. Las mujeres con gametos anormales (por
intrafallopian tube transfer) ejemplo, anomalías de la zona pelúcida) también son can-
En esta técnica, se obtienen los óvulos por Japaroscopia didatas a fecundación con mícrornanipulación. Las siguien-
transabdominal, el espermatozoide se revuelve entonces tes cuatro clases de rnicromanipulación asistida se exploran
con el óvulo y se inyecta mediante el laparoscopio en la en mamíferos:
trompa uterina . Este técnica tiene en teoría la ventaja de que
permite que la fecundación ocurra in vitro, que es donde l. Perforación de la zona pelúcida: Gordon desarrolló
sucede de manera natural. Sin embargo, la mujer debe tener esta técnica en ratones, la cual consiste en la aplicación
por lo menos una trompa uterina normal, permeable y de una solución ácida mediante una microaguja den-
accesible. Como en esta técnica no se realiza el cultivo de tro de un área pequeña de la zona pelúcida hasta que ésta
embriones, la desventaja es que no se puede saber si hubo se rompa. En el modelo animal, esta hendidura en la
fecundación. Los índices de embarazo ectópico son simila- zona se asocia con un aumento en el índice de fe-
res a los que se reportan con procedimientos por FJV (5%), cundación rnonoespérmica con un número reducido de
pero es mucho más elevado si la TIFG se realiza en trompas espermatozoides y se obtíenen nun1crosos ratones sanos
utcr)nas enfermas. y vivos . Por desgracia, en estudios clínicos con FlV,
En la actualidad, existen múltiples variaciones de la el oocito humano sufre de manera adversa con la solu-
FIV que intentan combinar los beneficios de la TlFG con ción ácida de Tyrode, que rompe las microvellosidadcs
los de la Fl V. Estas técnicas reciben diferentes nombres: en el oocito, lo cual interfiere con la fecundación. Más
transferencia tubaria en etapa pronuclcar (TTEP o PROST, aún, si esta última ocurre, el desarrollo embrionario es
del inglés pronuclear stage tuba[ transfer), transferencia malo.
intrafalopiaha de cigotos (TIC o ZIFT, del inglés zigote 2. Disección parcial de la zona pelúcida (DPZ): M alter y
mtrafa!iopian transfá) , transferencia tubaria de embriones Cohen ( 1989) desarrollaron un procedimiento mecánico
(TTE o TET, del inglés tuba! embJ)!O Jramfer) y transferen- para romper o cortar la zona pe lúcida. Este método , que
cia tubaria en etapa embrionaria (TTEE o TEST, del inglés se conoce como disección parcia) de la zona pclúeida,
tuba{ emb1yo stage tran.~{er). Todos estos métodos Implican
consiste en el uso inicial de una solución glucosada para
fecundaciÓn in vitro del óvulo humano seguida de la trans- encoger el oocito de tal manera que pueda introducirse
ferencia del embrión en etapa temprana de nuevo a la trompa una microaguja de vidrio dentro del espacio perivitclino
uterina. La ventaja de estas técnicas sobre la TIFG estándar sin dañar el oocito. En la actualidad, se han logrado mas
en la esterilidad por factor masculino es dos veces mayor. de 100 nacimientos con DPZ. Aún persisten dos proble-
Estos métodos permiten la demostración de la capacidad de
mas con esta técnica . El primero es un índice excesivo
fecundación del espermatozoide al mismo tiempo que la
de fecundaciones poi iespérm1cas, lo que origina embrio-
colocación de los embriones en un ambiente más fisiológi -
nes genéticamente anormales , con lo que disminuye la
co . Además, no se requiere cirugía (laparoscopia) a menos
eficiencia clínica. También parece que los embriones
que haya fecundación , pues Jos óvulos pueden obtenerse por
con DPZ o micromanipulacJón tienen una capacidad de
vía transcervical o transvaginal.
implantación reducida.
3. Inserción de espermatozoide bajo la zona pelúcida
E. Micromanípu/ación (IEBZ) o transferencia de espermatozoide mediante
Las técnicas antes descritas dependen de la capacidad del microinseminación (TEMI): en esta técnica, la zona
espermatozoide para fecundar el óvulo. Si con la FIV o pclúcida se rebasa tanto de manera física como funcio-
la TIFG estándar no ocurre fecundación o, si el número na!. Los espermatozoides ya deben estar capacitados con
o calidad de Jos espermatozoides es tal que es muy poco la reacción acrosómica lista para permitir que se fusio-
probable que ocurra la fecundación , el equipo de micro- nen con el oo1cma . Se aspira el espermatozoide medmnte
manipulación permite salvar muchos de los pasos en la una microaguja de bisel agudo y se transfiere al espacío
fecundación mediante contacto facilitado de manera me- perivitelino. Fishel y col~. ( 1992) lograron seis emba-
cánica entre oocito y espermatozoides. razos con una media de 3.7 ± 2.1 (DE) dosis de
La zona pe lúcida es la principal barrera física o mecánica espermatozoides insertadas bajo la zona pelúcida. El
a la penetración de los espermatozoides. La penetración de indice total de fecundidad por oocito manipulado fue del
esta capa espesa y condensada de glucoprotcínas requiere 12.8 por ciento . La utilidad clínica de IEBZ es aún
una combinación de fuerzas mecánicas generadas por la cuestionable; el más exitoso programa de fecundación
sobreact1vación d<:la movilidad flagelar y la hidrólisis cnzimá- presenta seis embarazos que corresponden a un modesto
tica de las gluproteínas tras la liberación de las erlZlmas del indice de concepción del 4 .6 por ciento. El índ1cc de
acrosoma. Todas las técnicas de micromanipulación para supe- partos fue de sólo 3 por ciento (4 :103).
rar la esterilidad masclllina mtcntan abrir la zona pelúc!da. Los bajos índices de éxito de cualc¡UJcra de estos
Como la micromanipulación evita la secuencia normal procesos de micromanipulación puede deberse a la falta
de la fecundación, puede aumentar la probabilidad de la de experiencia técnica o a la deficiencia inherente del
fecundac1ón de células con carga genética aberrante . Por espermatozoide (genética) que impide el desarrollo de
ranto, la meta de esta técnica es aumq1tar la eficiencia de. la una concepción nom1al.
fecundidad al mismo tiempo que se selecciona el mejor 4. Microinyección de un espermatozoide dentro del oo-
espermatozoide. La micromanipulación se aplica a parejas plasma o inyección intracitoplasmática de un esper-
con esterilidad por factor masculino grave. Estos pacientes matozoide (IICE): En esta técnica, se perforan tanto la
zona pelúcida como la membrana plasmátJca del oocito. han nacido más de 100 niños con esta técnica. El índice
Mediante la inyección con una micropipeta, se inserta el actual de fecundación y división es del 80%, con un
cspermatozo1de profundo dentro del citoplasma del oo- indice de embarazos clínicos del 30% por cada ciclo.
cito. Si bien la experiencia original en Estados Unidos Con experiencia, el índice de daño del procedimiento de
fue decepcionante, el profesor André van Steirteghcm y microinyección disminuyó a menos del 10% en los
sus colegas ( 1993) del centro de medicina de la repro- oocitos inyectados. Las muestras de vellosidades corió-
ducción de la Universidad Libre de Bruselas informan nicas o la arnniocentesis demuestran cariotipos fetales
un índice de éxito notable con la HCE. En la actualidad, normales. •

REFERENCIAS

Fisiología de la reproducción masculina phy m dtsorders ofthe seminal ve ·c.! .s and ejaculatory ducts .
Uro! Clin Norlh Am 1989;16.773.
Chan SYW et al.: The relationship betnrcen 1he human s perm
Amann RP, Howards SS: Daily spcrmatozoal production and
hypo-osmotic, routinc semen analysis , and tbe human sperm
epididymal spermatozoal reserves orthe human mate. JUro!
zona-free hamsler ovum penetrati on assay. Fertil Sterrl
t980;l24:2tl.
1985;44:668.
Griffin JE, Wilson JD: Disorders ofthe testes and maJe reproductive
Clarke RV, Sherins RJ: Use o f semen analysis in !he evaluai.ion of
tract. In: Wz!liams Textbook o(Endrocrinology, 8th ed. Wilson
thc infcrtile male . In: Male Reproductive Dysfimction. Santan
JO, foster DW (editors). Saunders, 1991.
RJ, Swcrdloff RS ( editors). Maree\ Dekker, 1986.
Hcller CG, Clcrmont Y: Kinetics of the germinal epithelium.
Davis RO, Katz DF: Compuler-aided sperm analysis: Tec hnology
Recen! Prog Horm Res t964 ;20:545.
Matsumoto AM, Karpas AE, Brcmner WJ: Chronic human ata crossroads. Fertil Sterif 1993;59:953.
c)lorionic goJJadotropin administration in normal men: Evi- Dubin L, Amelar RD: Varicocele size and results of varicoce!ec-
dcnce tha follicle-stimulating hormone is necessary for thc tomy in selected subfertilc mcn wíth varicocele. Fertil Sreril
maintenance of quantitativcly normal spermatogenesis in man . t970;21 :606.
J C!in Endocrino! Metab 1986;62: 1184. Goldzieher JW et al.: lmprovíng thc diagnostic retiability of
Schlcgel PN, Chang TSK: The testis, epididymis, and ductus rapidly fluctuating plasma hormonc levels by optimized mul-
deferens. In: Campbefl's Urlogy, 6th ed. Walsh PC et al tiple-sampling tcchniques. J Clin Endocrino! Metab
(cditors). Saunders , 1992. 1976;43:824.
Haas GG Jr: Mate intertility and ímmunity. In: lf!fertility in the
Male, 2nd cd. Lipshultz Ll, Howards SS (editors). Mosby
Evaluación de la infertilidad masculina Ycarbook, 1991 .
Hellstrom WJG et al.: ls there a role for Chlamydia trachomatis
Aitken RJ: Use of sperm-ova penetration tests to evaluate thc and genital mucoplasma in maJe infertility? Fertil Steril
infertite couple. In: Male Reproductive Dysfunction . Santen 1987 ;48:337.
RJ>Swerdloff RS (cditors) . Dckker, 1986. Hellstrom WJG et al.: The relationship of circutation antisperm
Aitken RJ (editor): The zona-free hamster oocyte penetration test antibodies to sperm surface antibodies in intertíle men. JUro/
and the diagnosis of male infcrtility. Proceedings of a work- 1988;140: 1039.
shop sponsored by the World llealth Organization. !nt J Jaffe SB, Jcwelcwica R: The basic infc11ility investigation. Fertil
Androl [Supp!J 1986;No. 6. Steril 1991 ;56:599.
Aitken RJ et al.: A prospective study of the relalionship betwen Jarow JP: Cryptorchidism . In: Comrnon Prob!ems in lnfertility and
semen quality and ferti 1ity in cases of unexplained intertility. !mpotence. Raj fer J (editor). Yearbook, 1990.
J AndJVI J 984;5 :297. Jarow JP: Evaluation and treatmcnt of the azoospermic patient.
Berger RE: Prostatitis . In: Common Problems in /nfértility and Curr Probl Uro/1992;2:4.
lmpotence. Rajfer .l (edilor). Yearbook Medica! Publishers, Jeyendran RS, Van der Ven HH, Pcrcz-Pelacz M, et al.: Devel-
1990. opment of an assay to assess the functional intcgrity of thc
Boreau J: !mages ofthe Seminal Tracts. Karger, 1974. human sperm membrnne and its relationship to other serum
Boyers SP, Davis RO, Katz DF: Automated semen analysis. Curr characteristics. J Reprod F'ertil 1984;70:219.
Probl Obstet Gynecol rerti/ 1989; 12:165. Johnson A ct al.: Methodology for the optimized spenn penetration
Bronson RA: Current concepts on the retation of antisperm assay. In: Handbook o{the Laboratory Diagnosis and treat-
antibodies and infertility. Semin Reprod Endocrino/ 1988; rnent oj" lnfértility. Keel BA, Webster BW (editors) . CRC
6:364. Press, 1990.
Buch JP, Havlovec SK: Variation in sperm penetration assay re- Kjessler B: Chromosomal constitution and male reproductive fail-
lated to viral illness. Fertil Steril 1991 ;55:844 . ure. In: Mole Fertility and Steri!ity. Mancini RE, Martini L
Burkman JL: Characterization of hyperactivated motility by hu- (editors) . Acadcmic Press, 1974.
man spermatozoa during capacitation : Comparíson of tertile Kjcssler B: Facteurs genetiques dan la subfertile maJe humaine. In :
and oligozoospennic sperm populations . Arch Androl Fécondíté el Stéri!ité du M ale: Acquisitions récentes. Masson
1984;13:)53. et Cie, 1972.
Burkman JL et al.: The hemizona assay (HZA): Deve[opment of Kogan SJ: Cryptorchidism. In: Clinical Pediatric Urology. Ketalis PP,
a diagnostic test for the binding ofhuman spcrmatozoa to the King LR, Behnan AB (editors). Satmders, 1985.
human hezmzona pellucida to predict fertilization potential. Krugcr TF ct al.: Prcdictive val ue of abnormal sperm morphology
Fertil Steril 1988;49 :688. in vitro ferti lization . Fertil Sterif t988;49: 112.
Carro! PR ct al.: Endocrine and exocrine profiles of men with Lipshultz LI, Howards SS: Evaluation of the subfertile male. In :
testicular tumors befare orchiectomy. J Uro/ 1987;137:420. lnjertílity in the Male. 2nd cd. Lipshultz Ll, Howards SS
Cartcr SS, Shinohara K, Lipshultz LI: Transrectal ultrasonogra- ( cdilors ). Mosby-Year Book, l 991.
46
Disfunción sexual masculina
TomFLue, MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

En la actualidad, se ha logrado una mejor comprensión de distalmente junto con el nervio dorsal y penetran en
la disfunción sexual masculil)a mediante investigaciones diferentes sitios de los cuerpos cavernoso y esponjoso
innovadoras·' de laboratorio y clínicas en hemodinámica, para incrvar las porciones media y distal del pene. Las ramas
neurofisiología y fisiología de la erección peneana. La terminales de los nervios cavernosos inervan las arterias
función eréctil puede valorarse hoy en día en el consultorio hehcinas y el músculo liso trabecular y se encargan de los
mediante la inyección intracavernosa de agentes vasoacti- fenómenos vasculares durante la tumescencía y destumes-
vos. Los adelantos en las pruebas diagnósticas permiten cencia.
diferenciar los tipos de impotencia. Se están desarrollando El centro de los nervios motores somáticos se localiza
más opciones terapéuticas y la última generación de prótesis en el núcleo de Onuf en el asta ventral del segmento S2 a S4
penianas es más sofisticada y durable que las primeras. La (Gomes de Araujo, Schmidt y Tanagho, 1982). Las fibras
investigación continua ofrece la posibilidad de una solución motoras se unen al nervio pudendo e inervan los músculos
más fisiológica para la disfunción eréctil. bulbocavernosos e isquiocarvenoso. Los nervios sen-
soriales somáticos se originan en receptores en la piel y el
glande del pene. Las sensaciones de dolor y temperatura
FISIOLOGÍA DE LA ERECCIÓN DEL PENE ascienden por la vía espinotalámica; los estímulos de vibra-
ción se transportan en la columna dorsal; las sensaciones de
Inervación del pene tacto y presión se transmiten por ambas vías al tálamo. La
percepción de emociones agradables y desagradables pro-
Se demostraron los centros medulares que controlan la bablemente incluye una experiencta anterior e interpreta-
erección mediante una técnica de trazado de nervios que usa ción cortical.
peroxidasa de rábano (Lue y cols., 1984). El centro autóno- El cerebro tiene efecto modulador sobre las vías espinales
mo de la erección se localiza en el núcleo intermedio lateral de la erección. Entre las áreas supramcdulares que cumplen
de la médula espinal en los niveles S2 a S4 y D 12 a L2. Las alguna función en la erección se encuentran: hipotálamo y
ramas de los segmentos toracolumbares se unen al plexo sistema límbico (Perachío, Marr y Alexander, 1979), tálamo
hipogástrico inferior, el cual envía ramas al plexo pélvico; éste ventral, tegmento de los pedúnculos cerebrales junto con
se fonna por contribuciones de los nervios sacros. Los haces la sustancia negra lateral (McLean, 1975) y médula oblon-
de estos plexos van a los órganos pélvicos. Las fibras que ga y puente ventrolatcrales.
inervan el pene (nervios cavernosos) viajan a lo largo de la cara Es posible identificar tres tipos de erección : refleja,
posterolateral de las vesículas seminales y la próstata y acom- psicógena y nocturna. La primera es inducida por estimula-
pañan después a la uretra membranosa a través del diafragma ción genital. Las fibras aferentes que controlan este tipo de
genitourinario (Walsh y Donker, 1982). En la uretra prostá- erección se encuentran en el nervio pudendo y las eferentes
tica, estas fibras se localizan en las posiciones 5 y 7 del reloj en los nervios parasimpáticos sacros. La erección refleja
y en la membranosa están situadas a las 3 y a las 9; ascienden puede conservarse en pacientes con lesiones de la médula
de manera gradual h:ilsta la 1 y las ll (a nivel del bulbo de espinal cervical o torácica. La erección psicógena, que
la uretra media) y por último penetran en el hilio del pene a resulta de estímulos visuales o auditivos o fantasías, es más
nivel del bulbo uretral distal (figura 46-1 ). Algunas fibras compleja. Los impulsos cerebrales tal vez pasan a través de
penetran en los cuerpos cavernosos y en el cuerpo esponjoso los centros toracolumbar y sacro hacia los nervios caverno-
junto con las arterias cavernosas y uretral. Otras viajan más sos. El hecho de que sólo un pequeño porcentaje de pacien-
La túnica se compone de fibras elásticas que forman
una red semejante a una celosía irregular sobre la que
descansan fibras de tejido conjuntivo. La composición his-
tológica detallada de la túnica varía de acuet:do con la
localización anatómica y la función. Las venas emisarias
corren entre las láminas interna y externa por una corta
distancia y perforan con frecuencia la capa externa de
manera oblicua. Las ramas de la arteria dorsal toman una
vía perpendicular más directa y están rodeadas por una vaina
pcriarterial fibrosa. En apanencia, la cubierta externa juega
una función adicional en la compresión de las venas durante
la erección (Hsu y cols., 1993).
La arteria pudenda interna es el.principal suministro
del riego del pene. Su porción terminal se divide en tres
ramas: arteria bulbouretral, arteria dorsal y arteria caverno-
sa (profunda). Esta última riega Jos cuerpos cavernosos; la
arteria dorsal, el glande; la arteria bulbouretral, el cuerpo
esponjoso. En algunos casos la arteria pudenda accesoria
procedente de la ilíaca externa o las arterias obturadoras
pueden irrigar una gran porción del pene. Con frecuencia se
observan ramas colaterales entre las tres ramas (Breza y
cols., 1989). El drenaje venoso del glande se lleva a cabo
principalmente por la vena dorsal profunda. El cuerpo es-
ponjoso drena po( las venas uretral y bulbar; pero el drenaje
de los cuerpos cavernosos es más complejo: el cuerpo medio
y distal drenan por la vena dorsal profunda al plexo prepros-
tático; la parte proximal a través de las venas cavernosas a!
Bulbo proximal plexo preprostático y a la vena pudenda interna. El drenaje
Hil1o del pene
de los tres cuerpos se origina en las vénulas subtunicales,
que se unen para formar venas emisarias que perforan la
Figura 46-1. Localización de los nervios cavernosos en
relación con la uretra. túnica albugínea. Las venas emisarias pueden drenar en
la vena dorsal profunda (grupo dorsal), en las venas CJtcun-
flcjas o laterales (grupo lateral), y en las venas periuretralcs
o en el cuerpo esponjoso (grupo ventral) (Tudoriu, 1989).
tes con lesiones completas de la médula sacra pueden lograr
Las venas emisarias pueden terminar directamente, o a
la erección sugiere que el centro sacro ejerce un control
través de las venas circunflejas, en la vena dorsal profunda.
mayor. La erección nocturna (subconsciente) suele ocurrir
El glande posee múltiples venas grandes y pequeií.as que se
durante el sueño MOR (movrmientos oculares rapidos) y
comunican libremente con las venas dorsales. La piel y
puede vigilarse mediante las pruebas de turnescencia noc-
el tejido subcutáneo del pene drenan por las venas dor-
turna del pene (TNP). Esta función está separada por com-
sales superficiales que después terminan en las venas
pleto de la erección inducida por estimulación perceptual o
safenas.
genital y la cual se conserva en la impotencia psicógena
Las investigaciones del flujo sanguíneo del pene hu-
(Karacan y cols., 1975; Fishcr y cols., 1975) y hormonal
mano han incluido el estudio de irrigación de Newman en
(Bancroft y Wu, 1983; K wan y cols., 1983) así como en
cadáveres (Newman, Northrup y Devlin, 1964) y los estu-
algunos pacientes con impotencia ncurógena.
dios de eliminación de xenón radiactivo de Wagner y Uh-
renho!dt (! 980) y Shirai y cols. ( 1978) en voluntarios
Anatomía y hemodinamia durante la cstimulación erótica visual. Aunque se ha esta-
de la erección peneana blecido bien la contribución del aumento de flujo arterial,
en cambio no hay acuerdo general en la función del sistema
La túnica del cuerpo cavernoso es una estructura de dos venoso. Sin embargo, estudios en perros y monos después
láminas con múltiples subcapas: 1) la lámina circular interna de estimulación eléctrica de los nervios cavernoso y pudendo
sostiene y contiene el tejido cavernoso. De esta capa interna y en el hombre durante la erección por papaverina, final-
se irradian pilares intracavemosos que actúan como punta- mente han aclarado la función de los sistemas arterial,
les para reforzar el septo, el cual aporta el principal sostén venoso y sinusoidal.
al tejido eréctil; 2) la lámina externa tiene una orientación El proceso de la erección puede dividirse en fases,
longitudinal y se extiende desde e! glande del pene hasta la como se muestra en el cuadro 46-1 y la figura 46-2.
región crural proximal. Se inserta en la rama púbica inferior, Los estudios de erección durante la estimulaeión se-
pero desaparece en las posiciones 5 y 7 de un reloj. En xual visual (Wagncr, 1986 [comunicación personal]) y el
contraste, el cuerpo esponjoso carece de cubierta externa o sueño MOR (Karacan, Aslan y Hirschkowitz, 1983) han
de se portes intracorpóreos, lo que garantiza que actúe como puesto en evidencia una actividad de sinergia de los múscu-
una estructura de baja presión durante la erección. los bulbocavernoso e isquiocavernoso durante el proceso
Disfunción sexual masculina • 785

Cuadro 46-1. fases del proceso de erección*


Fase fláccida (1)
Flujos arterial y venosominimos; valores de gases en sangre
Q)
cu
"'e::
Q)
m"'0.. e:
~::;,......_

-g .¡g ~
50

25
;: 21
!
3
1 ·¡ S 4 6

·~ Q}
iguales a los de la sangre venosa. Índice de flujo: 2.5 ~t:.:e:

a 8 mL/1 00 g/min (Wagner y Uhrendhold, 1980); 0.5


U..cu"- o
a 6.5 mL/1 00 g/min (Shirai y colaboradores, 1978)
Fase latente (llenado) (2)
Aumento del flujo en la arteria pudenda interna durante
las fases sistólica y diastólica. Disminución de la
presión en la arteria pudenda interna; presión intraca-
vernosa sin cambio. Cierto alargamiento del pene
Fase de tumescencia (3)
Figura 46-2. Fases de la erección del pene (tnducida en
Aumento creciente de la presión intracavernosa hasta monos por neuroestimulación). Los números corresponden
lograr la erección plena. El pene muestra mayor expan- a las fases que se indican en el cuadro 46-1. (Trazo inferior,
sión y alargamiento con pulsación . El flujo arterial dis- presión intracavernosa; trazo superior, flujo dentro de la
minuye a medida que aumenta la presión. Cuando la arteria pudenda interna.)
presión mtracavernosa aumenta arriba de la presión dias-
tólica, sólo hay flujo en las fases sistólicas
Fase de erección plena (4) - de Ia erección; o sea, el llenado y atrapamiento de sangre
La presión intracavernosa puede aumentar hasta 80 a 90% en los cuerpos cavernosos. Después de lograrse la erección
de la sistólica. La presión en la arteria pudenda interna plena, la contracción del músculo i.squiocavernoso compri-
aumenta; pero permanece ligeramente abajo de la me los cuerpos proximales y eleva !a presión en la totalidad
sistémica. El flujo arterial es mucho mejor que en la fase de ellos más arriba de la presión arterial sistólica, lo cual
inicial de llenado; pero aún es más alto que en la origina una erección rígida (cuadro 46-1) (etapa muscu-
fláccida. Aunque Jos conductos venosos están muy loesquelética de la erección). Esta fase rígida ocurre de
comprimidos, el flujo venoso es ligeramente más alto que manera natural durante la masturbación o el coito; pero
durante la fase fláccida. Los valores de los gases también puede presentarse por doblamiento ligero del pene,
sanguíneos son semejantes a los de la sangre arterial sin acción muscular. Los estud1os en modelos animales
(Luc, 1986) muestran una disminución marcada del flujo
Fase de erección esquelética o rígida (5) sanguíneo en la arteria pudenda interna durante la fase de
Como resultado de la concentración del músculo isquioca- erección rígida; sin embargo, como esta etapa suele durar
vcrnoso, aumenta la presión intracavernosa bastante arri- muy poco, no ocurre Isquemia ni daño tisular.
ba de la sistólica, originando la erección rígida. La hemodinamia del glande es un tanto diferente. El
Durante esta fase, casi no hay tlujo a tJ:avés de la arteria flujo arterial aumenta de manera similar a como ocurre en
cavernosa; sin embargo, su duración corta evita el el cuerpo del pene. Stn embargo, como el glande carece de
desarrollo de isquemia o daño tisular túnica albugínea, funciona como fistula arteriovenosa du-
rante la fase de erección completa. La compresión parcial
Fase de destumcscencía (6)
de la vena dorsal profunda es: a) dentro de la fascia de
Después de la eyaculación o de cesar los estímulos eróti- Buck por los cuerpos expandidos y b) entre Jos cuerpos
cos, se reanuda ia descarga tónica simpática, originan- cavernosos y el hueso púbico contribuye al aumento de
do la contracción de los músculos lisos que rodean los presión en el glande y la vena dorsal. No obstante, durante
sinusoides y arteriolas. Ello disminuye con eficacia el la erección rígida, la mayor parte de los conductos venosos
flujo arterial hasta los valores de la flaccidez, expulsa se comprimen de manera temporal y es posible observar
una gran parte de la sangre de los espacios sinusoida- mayor ingurgitación del glande.
les y abre nuevamente los conductos venosos. El pene
recupera su longitud y diámetro de la flaccidez
Mecanismo de la erección del pene
* Los números 1 a 6 corresponden a las fases mostradas en la
figura 46-2.
Basándose en disecciones en cadáveres humanos, Conti ( 1952)
propuso la teoría de que la erección del pene es regulada por
cojincillos en las arterias y venas del pene. Su contracción o
relajación sinérgica controlaría la derivación arteriovenosa de
eréctil. La implantación separada de electrodos en los ner- sangre y originaría la erección o la destumescencia. Esta teoría
fue rebat1da en fecha reciente por Newman y Tchertkoff ( 19 80),
vios cavernoso y pudendo en modelos animales y la inyec-
que no pudieron encontrarlos en recién nacidos y por Benson
ción de papaverina en el hombre y animales han hecho
y cols. ( 1980), quienes piensan que lo descrito por Conti no
posible estudiar la contribución relativa de Jos nervios au- eran cojincil!os sino lesiones aterosc!cróticas.
tónomos y somáticos en el proceso eréctiL La estimulación FUando el cuerpo cavcmoso en los estados de erección y
neural autónoma es 1a que se encarga de la etapa vascular flaccidez, es posible examinar las modificaciones anatómicas
en perros y monos. En estos modelos, la dilatación del árbol ro de la emisión seminal. Se reducen la frecuencia, magni-
arterial, la expansión de los sinusoides y la compresión de tud y latencia de las erecciones nocturnas del pene. Sin
las venas subtunicales y emisarias se observaron claramente embargo, diversos estudios han demostrado que la erec-
en el lado erecto en estudios histológicos y en el examen ción en respuesta a la estimulación sexual visual no se afecta
con microscopia electrónica de exploración de moldes de por la supresión de andrógenos en varones hipogonadales,
corrosión. Los cuerpos cavernosos fláccidos mostraron si- la cual sugiere que el andrógeno estimula pero no es esencial
nusoides contraídos, arterias y arteriolas tortuosas y contraí- para la erección (Bancroft y Wu, 1983; K wan y cols., 1983 ).
das, las vénulas subtunicales y emisarias estaban Después de la séptima década ocurre una declinación
ampliamente abiertas. El examen histológico y el estudio progresiva de la testosterona. Los estudios sugieren que una
con microscopio electrónico de exploración del tejido del parte puede ser de origen testicular y en parte por disfunción
pene del hombre y los moldes de corrosión revelaron hechos hipotálamo-hipófisis (Deslypere y Vermeulen, 1984). No se
similares a los del cuerpo fláccido animal. A partir de estos sabe si hay un umbral de andrógeno arriba del cual un
estudios y la observación de erecciones inducidas por incremento no tendrá efecto en el interés sexual. Sin e m bar-
papaverina, fue obvio que los músculos lisos del árbol go, se ha demostrado que la testosterona exógena aumenta
arterial y las trabéculas son los mecanismos claves en el el interés sexual en algunos varones con concentraciones en el
proceso ere~h'1 ·¡ . límite "normal de laboratorio". Se requieren más estudios
El tono intrínseco del músculo liso y, tal vez, la descar- para determinar si existe este umbral y si cambia con la edad
ga tónica adrenérgica conserva la contracción de los (O'Carroll y Bancroft, 1984).
músculos ltsos en el estado de flaccidez. Esta resistencia
periférica alta distribuida en la totalidad de los sinusoides Neurotransmisores y farmacología
contraídos y tortuosos permite que sólo penetre a los espa-
de la erección
cios sinusoidales un volumen mínimo de flujo. Coando se
relajan los músculos lisos por liberación de neurotransmi-
sores o inyección de adrenérgicos alfa o relajantes del El control neurológico de la erección peneana implica la
músculo liso, aumenta la adaptabilidad de los espacios acción de los sistemas neuroefectores adrenérgico, colinér-
sinusoidales y del árbol arterial y cae al mínimo la resisten- gico y no adrenérgico no colinérgico (NANC). Los nervios
cia al flujo de llegada. Ello permite la vasodilatación arterial adrenérgicos median la contracción del músculo liso intra-
y arteria lar y la expansión fáci 1de los sinusoidcs para recibir cavernoso, lo que causa la destumescencia del pene erecto.
un incremento grande de flujo. El atrapamiento de sangre Los nervios colinérgicos contribuyen a la relajación del
por el incremento de la aceptabilidad en todo el sistema músculo liso y a la erección peneana mediante: 1) la inhibi-
sinusoidal causa un aumento rápido de la longitud y el ancho ción de los nervios adrenérgicos a través de interneuronas
del pene hasta alcanzar la capacidad de la túnica albugínea. inhibitorias y 2) la liberación del factor relajante derivado
Entre tanto, la expansión de las paredes sinusoidales entre del endotelio (EDRF, del inglés endothelium-derived
sí y contra la túnica albugínea origina compresión del plexo relaxing factor), gracias a la acetilcolina que se libera en
venular subtunical. Una expansión posterior estira la túnica las terminaciones nerviosas colinérgicas (Saenz de Tejada y
albugínea, estrangula las venas emisarias y reduce de mane- cols., 1988a; Kim y coJs., 1991).
ra eficaz el flujo venoso al mínimo (figura 46-3A y B). Como Estudios recientes in vivo e in vitro sugieren que el
el flujo del pene no es constante (como lo indica el gran sistema neuroefector NANC puede ser el elemento principal
aumento del flujo en la arteria pudenda interna durante la en la erección peneana. En hombres, la inyección intraca-
erección), no se requiere una derivación arteriovenosa, para vernosa o intravenosa de dosis altas de atropina, bloqueador
derivar el exceso de sangre del pene. En consecuencia, si de los receptores muscarínicos, no bloquea la ereccjón
existen los cojinci!los, no tienen una función necesaria. Más peneana (Brindley, 1986). En experimentos in vitro, se
aún, es obvio que la contracción y relajación de los músculos observa que la estimulación eléctrica transmural del cuerpo
lisos de las trabécu!as y del árbol arteriolar son los mecanis- cavernoso aislado causa relajación neurógena dependiente
mos que controlan la erección. de la frecuencia y gue dicha relajación se bloquea por la
neurotoxina tetrodotoxina, pero no por los bloqueadores
adrenérgicos y colinérgicos (Saensz de Tejada y cols.,
Hormonas y función sexual 1988a).
De manera reciente, lgnarro y cols. ( 1990) informaron
Los andrógenos son esenciales para la madurez sexual mascu- la liberación de óxido nítrico (ON), acumulación de mono-
lina. La testosterona regula la secreción de gonadotropina y el fosfato cíclico de guanosina (cGMP) y relajación de los
desarrollo muscular. La dihidrotestosterona media todos los músculos del cuerpo cavernoso en ratones tras la estimula-
demás aspectos de la maduración sexual, que incluyen ción in vitro de la neurotransmisión NANC. Saenz de Tejada
crecimiento del pelo, acné, calvicie tipo masculino y esper- y cols. (1988a) con experimentos in vitro, también demos-
matogénesis. Se sabe que los andrógenos actúan sobre el traron la relajación neurógena NANC de Jos músculos de
hipotálamo, un sitio importante para modular la función los cuerpos cavernosos y la atenuación de la relajación por
eréctil. Las hormonas también pueden modular la transmi- sistancias que interfieren con la síntesis o los efectos del
sión sináptica, incluyendo almacenamiento, síntesis, captación ON. Trigo-Rocha y cols. (1993a y b) mostraron que la vía
y liberación de neurotransmisores y también la sensibilidad ON--cGMP es el mecanismo principal en la erección penea-
de los receptores (Crowley y Selmao·, 1981; Johnston y na canina. Otros estudios proponen que el ON es un neuro-
Davison, 1972; McEwen, 1981 ). En adultos, la deficiencia transmisor NANC inhibitorio en varios órganos (Bult y
de andrógenos origina pérdida del interés sexual y deterio- cols., 1990). Es más, se ha localizado una sintasa de ON en
Disfimción sexual mascuLina • 787

Figura 46-3. Mecanismo de la erección peneana . En estado fláccido (A), arterias, arteriolas y sinusoides están contraídos.
Los plexos venosos intersinusoidales y bajo la túnica están bien abiertos y permiten el flujo libre hacia las venas emisarias.
En estado erecto (B), los músculos de la pared sinusoidal y las arteriolas se relajan, con lo que se permite un flujo máximo
hacia los espacios sinusoidales distendidos. La mayoría de las vénulas están comprimidas entre los sinusoides distendidos.
Incluso las vénulas intermedias mayores están comprimidas y aplanadas por los sinusoides y la túnica albugínea que no se
dilata. Esto reduce de manera efectiva la capacidad venosa al mínimo.

nervios periféricos autónomos que inervan músculo liso nervios cavernosos después de la prostatcctom.ía radica!
vascular y no vascular (Bredt, Hwang y Snyder, 1990). En con resección nerviosa (Brock y cols ., 1993).
biopsias de tejido humano peneano, se demostró una reduc- Además, es posible que también participen en la erec-
ción importante de la sinbsa de ON marcada dentro de los ción peneana sustancias secretadas por el endotelio que
cubre los espacios sinusoidales. Éstas incluyen prostaglan-
dinas (Saenz de Tejada y cols., 1988b), EDRF y factor de
contracción derivado del endotelio (EDCE del inglés endot-
Cuadro 46-2. Agentes que inducen o inhiben la helium-derived contracting factor) . Como tanto los nitro-
erección del pene en el varón vasodilatadores como el EDRF aumentan el cGMP
Inductores Inhibidores intracelular y activan la guanilato ciclasa soluble en el
Polipéptido intestinal Metaraminol músculo liso vascular, se sugiere que el EDRF es el ON
vasoactivo (VIP)* Adrenalina liberado a partir de L-argínina (Moneada, 1990) . Por otro
Fentolarnina* Noradrenalina lado, se piensa que las endotelinas 1, 2 y 3 son el EDCF
Papavcrina* Efedrina (Holmquist, Andersson y Hedlund, 1990).
Nitroglicerina Dopamina Por otra parte, la inyección directa de agentes va-
Timoxamína Fenilefrina soactivos ha ayudado a comprender !a farmacología del
lmipramína Guanetidina pene y ha modificado las estrategias diagnósticas y tera-
Verapamilo péuticas. Los agentes capaces de inducir la erección y
Prostaglandina E 1 que causan destumescencia se resumen en el cuadro 46-2 .
Donadores de óxido nítrico Aunque las acciones de los diferentes agentes varían cuando
Péptido en relación ·con el se administran en grandes dosis, todos los que inducen la
oen de la calcitonina erección causan relajación de los músculos lisos y todos los
* Solo y en combinación. que inducen la destumescencia hacen que se contraigan.
788 • Urología general de Smith (Capítulo 46)

Trastornos psicológicos
DlSFUNCIÓN SEXUAL MASCULINA
Las primeras teorías atribuían la falta de erección a ansiedad
(Wolpe, 1958; Ell is, 1962 ). M asters y Johnson ( 1970) in-
tradujeron el concepto de ansiedad en la actuación y la
Este trastorno , que denota la incapacidad para lograr un función del espectador. En fecha reciente, LoPiccolo ( i 986)
coito satisfactorio, puede incluir erección inadecuada o mejoró la diferencia entre diversas causas psicológicas,
problemas con la emisión, la eyaculación o el orgasmo. como son: ortodoxia religiosa, personalidad obsesiva-
Impotencia eréctil es la imposibllidad para lograr y compulsiva o anhcdónica, fobias o desviactones sexuales,
conservar /ma erección firme. Los pacientes deben buscar síndrome del viudo, depresión, falta de atracción física o
asesorÍa médica Sl ocurre constantemente durante un perio- mala imagen corporal, sindrome de "señora-prostituta " ,
do ele seis meses y en más del 50%) de los intentos. preocupación por el envejecimiento o falta de conocinuento
Eyaculación precoz se refiere a la eyaculación incon- sobre los cambios fisiológicos de la edad. En la década
trolada antes o poco después de la penetración en vagina. de 1950, se pensaba que el 90% de los casos de impotencia
Retraso de la eyaculación es una eyaculación muy eran ps1cógcnos. Hoy en día, la mayoría de los autores creen
tardía. que más de la mitad tienen una causa orgánica y es probable
Eyaculación retrógrada es el flujo retrógrado de se- que en la población de mayor edad el porcentaje sea más
men hacia la vej1ga durante la eyaculación por un mecanis- elevado (Collins y cols., J9gJ; Le gros, Mormont y Ser-
mo de mcompctencia del cuello vesicaL vais, 1978; Montaguc y cols., 1979; Spark, Whitey Connolly,
19g0). No se conoce la patogenia de la impotencia psicó-
gena. Algunas de las causas propuestas son hipcractividad
PATOGENIA simpática e inhibición de la liberación de neurotransmi-
sores.
La erección incluye factores psicológicos, neurológicos,
hormonales, artenales , venosos y sinusoidales (figura Trastornos neurógenos
46-4). Las causas bien definidas de impotencia se discuten
bajo el rubro apropiado. Los casos que se deben a más de La 1mpotencia eréctil puede ser causada por enfermedades
un factor o cuyas causas no pueden precisarse en detalle o disfunción del cerebro, médula espinal, nervios caverno-
se discuten adelante en el apartado Otras causas. sos y pudendos y las terminaciones y receptores de los

Arteriales Neurológicos

• arteriales • sensitivos

• arter~olar o motores
• autónomos
• neurotransmisores

Psicológicos

Cavernosos
Hormonales
• túmca albugínea
• testiculares
• músculos cavernosos
• h1pofisarios
• unión en hendidura
• tirOideos
• endoteliO
• trabécula fibroelástíca
.. vena emisaria

Figura 46-4. La erección incluye factores psicológicos, neurológicos, hormonales, arteriales, venosos y sinusoidales.
Disfunción sexual masculina • 789

nerv10s termmales. Entre ellas, las lesiones de la médula tiempo necesario para lograr una erección plena. El estre-
espinal son en particular intngantes. Bors y Comarr ( 1971) chamiento de la luz arterial (o el endurecimiento de la pared
encontraron que cl95% de Jos pacientes con lesiones totales arterial en el hombre) origina presiones bajas en las arterias
de neurona motora alta tienen erecciones (reflejas), en tanto cavernosas y poco flujo arterial que sób llena de manera
que sólo el25% de quienes presentan lesiones completas de parcial el sistema sinusoidal y no es adecuado para que la
neurona motora baja pueden tenerlas (psicógenas). Sin em- expansión plena de la pared sinusoidal alcance a com-
bargo , en lesiones incompletas, más del 90% de pacientes pnmir la mayor parte de las vénulas. Esta insuficiencia
en ambos grupos conservan la capacidad de erección. Se ha origina erección parcial, dificultad para conservarla o dcs-
sugerido que es probable que las enfermedades a nivel tumescencia temprana: las molestias más frecuentes.
cerebral (por ejemplo: tumores, epilepsia , accidentes Micha\, Kovac y Bclan ( 1984) encontraron que la
ccrebrovasculares y enfermedades de Parkinson y Alzhei- frecuencia y edad de inicio de las coronariopatías y
mer) causen incapacidad eréctil por disminución del in- la impotencia son paralelas. La impotencia arteriógena pue-
terés sexual o inhibición excesiva de los centros espinales de deberse a traumatismos o ser congénita, pero con mayor
de erección ( Wciss, 1972 ). Las enfermedades a nivel espinal frecuencia es un componente de la enfermedad arterial
(por ejemplo: espina bífida, hernia de disco, siringomiclia, sistémica generalizada. Sin embargo, la distribución y gra-
tumor medular, tabes dorsal y esclerosis múltiple) pueden vedad de la enfermedad difiere de una persona a otra.
afectar las vías nerviosas aferentes o eferentes al pene. La Algunos pacientes con una afección arterial grave pueden
neuropatía periférica, como la que se observa en la diabetes ser bastante potentes en tanto el flujo arterial exceda al
sacarina, el consumo crómco de alcohol o la carencia de venoso; por el contrario, otros con una enfermedad arte-
vitaminas, puede afectar las terminaciones nerviosas y ori- rial mínima pueden ser parcial o totalmente impotentes por
gmar una deficiencia de neurotransmisores. La lesión direc- un flujo venoso de salida relativamente grande, disfun-
ta de los nervios cavernosos o pu-dendos por traumatismo o ción del músculo liso cavernoso o liberación inadecuada de
cirugía radical prostática o rectal tamb1én puede alterar la neurotransmisores . Por tanto, al evaluar el sistema arte-
vía neuronal y causar impotencia. na!, deben tomarse en consideración factores contribu-
yentes adicionales.
Trastornos hormonales Las enfermedades arteriales pueden clasificarse en
insuficiencia arterial cxtrapenianao intrapeniana. Las primeras
La enfermedad más común que se asocia con la falta de pueden repararse con cirugía e incluyen enfermedades de
erección es la diabetes sacarina; sin embargo, la impotencia las arterias pudenda mtema, iliacas interna y primitiva, y aorta
en los diabéticos se debe principalmente a factores vascula- (síndrome de Leriche (Lerichc y Morei, 1968]), el sindrome
res, neurógenos o psicológicos (o una combinación de ellos) de robo pélvico (M ichal y Pospichal, 1978) y traumatismos
más que a la aberraciÓn hormonal en sí. El hipogonadismo pélvicos. Las afecciones arteriales intrapenianas, como las
por tumores h ipotalámícos o hipofisarios, el tratamiento con que resultan del envejecimiento, la arteriosclerosis o la
estrógenos o antiandrógcnos o la orquiectomía por cáncer diabetes sacan na, no responden bien a la cirugía actual.
prostático pueden suprimir el interés sexual y las erecciones
nocturnas . Sin embargo , estos pacientes tienen ereccio- Trastornos cavernosos
nes normales durante la estimulación sexual visual (Ban-
croft y Wu, 1983) y, en consecuencia, la capacidad de Ebbehoj y Wagner ( 1979) confirmaron la relación entre un
erección está intacta. De igual forma, la impotencia por flujo venoso aberrante y la disfunción eréctil, utilizando
hiperprolactincmia se origina, tal vez, por supresión del cavernografía durante la estimulación erótica visual. Expe-
interés sexual. Se ha señalado que el hipertiroidismo, el rimentos en animales han demostrado que la compresión
hipotiroidisrno, el síndrome de Cushing y la enfermedad de venosa por la expansión de la pared sinusoidal y la túnica
Addison causan disminución de la libido e impotencia. Hay albugínea depende de la relajación del músculo liso tra-
que investigar más si las alteraciones hormonales u otros bccular y de un sistema sinusoidal adaptable. La impotencia
factores originan impotencia. cavernosa (venosa) se divide en cinco tipos de acuerdo con
la causa: en el tipo 1, las venas grandes se salen del cuerpo
Trastornos arteriales cavernoso (c.s muy posible que este tipa sea congénito); en
el tipo 2, los ca¡1a)cs venosos están aumentados por distor-
Cuando el pene está f1áccido, penetra una cantidad mínima sión de la túnica albugínea (como en la enfermedad de
de sangre a los cuerpos cavernosos para satisfacer las nece- Peyronie o la debilidad en relación con la edad); en el tipo
sidades metabólicas y los valores de Jos gases en sangre de 3, el músculo liso cavernoso es incapaz de relajarse debido
los cuerpos son iguales que en la sangre venosa. Después a fibrosis, degeneración o disfunción de los espacios de las
de la estimulación sexual , pasa instantáneamente un gran uniones; en el tipo 4 , hay una inadecuada liberación de los
volumen de tlujo arterial a través de la arteriolas dilatadas neurotransmisores (impotencia neurológica o psicológica o
para expandcr la totalidad del sistema sinusoidal (tumescen- disfunción endote\ial); y en el tipo 5, hay una comunicación
cia), hasta que se establece un nuevo eqllllibrio a unos anormal entre el cuerpo cavernoso y el esponjase o el glande
l 00 mm Hg (erección plena), cuando sólo penetran y salen (ya sea congénita, traumática o secundaria a procedimientos
de Jos cuerpos cantidades umbrales de flujo para conservar de derivación por priapismo) (Lue, 1988).
la erección. Con un mecanismo de oclusión venosa insuficiente, la
En annnalcs de experimentación, con el incremento de erección es sólo parcial o de corta duración. Los pacientes
la msuficiencia arterial, aumenta de manera gradual el pueden tener impotencia primaria o hacerse impotentes a.
Cuadro 46-3. Opciones de tratamiento y enfermedades subyacentes o a factores psicológicos concu-
pruebas de laboratorio para evaluarlas rrentes (Van Arsdalen, Malloy y Wcin, 1983).
Se ha pensado que casi todos los antihipcrtensorcs
(Lue, 1989a)*
causan impotencia, en especial los simpatolíticos de acción
1. Medicación por vía oral o dispositivos de vacío central, como mcti!dopa, clonidina y rescrpina. Es probable
para la erección que su principal efecto sea por depresión del sistema ner-
No hay pruebas adicionales vioso central, elevación de los valores de prolactina y dis-
minución de la libido (Reichgatt, 1979). Los bloqueadores
2. Tratamiento mediante inyección intracavernosa
1
periféricos adrenérgicos alfa, como la fenoxibenzamina o el
Prueba CIE prazosín, rara vez afectan la erección, aunque se sabe que
3. Pr:ltcsis de pene causan como efecto secundario eyaculación retrógrada. Se
1
Prueba CIE o TPN* o ceotelleografía dúplex ha seli.alado que los bloqueadores beta, como el propanolol ,
disminuyen la libido, igual que la espironolactona, que
4. Cirugía de venas causa ginecomastia en algunos pacjentes . En teoría, los
Prueba CIE diuréticos y los vasodilatadores no deben causar disfunción
Rastreo sonográfico dúplex o prueba de presión eréctil; sin embargo , los pacientes con aterosclcrosis grave
arterial cavernosa con oclus1ón pueden requerir una presión arterial más alta para llevar
Cavernometría y cavernografía suficiente t1ujo al pene, y la disminución de la presión
5. Cirugía de arterjas (o cirugía combinada de arterial por estos agentes pueden originar erección parcial.
arterias y venas) Los antidepresores, corno los tricíclicos y los inhibido-
res de la monoaminoxidasa , deprimen la libido , tal vez a
Prueba ClE
través de sus efectos sedantes y anticolinérgicos. También
Rastreo sonográfico dúplex o presión arterial caver-
se ha señalado que Jos tranquilizantes mayores y menores,
nosa con oclusión
y los hipnóticos causan disminución de la libido. Los
Cavernometría y cavernografía
mecanismos que se han sugerido son el efecto sedante en sí,
Arteriografía farmacológica
el efecto anticolinérgico y la liberación de prohctina por
* Stn importar el tratamiento deseado, en todos los pacientes de ben inhibición de los receptores de dopamina. Estos dos grupos
realizarse interrogatorio y exploración rísicacompletos, además
de medicamentos incluyen fcnotiacínas , benzodiacepinas,
de estudios de laboratono básicos.
meprobamato y barbitúricos.
·l C!E: Combinación de myección y estimulación.
Otros medicamentos o sustancias químicas que se sabe
~ TPN : Tumesccncía pcneana nocturna. causan impotencia incluyen estrógenos y antiandrógcnos
(cimetidina, ketoconazol, acetato de ciproterona). La mari-
guana disminuye las concentraciones de testosterona; el
alcohol puede inducir una neuropatía alcohólica o aumentar
una edad joven al inicio de los 30 o 40 ali.os. Las enferme- el estrógeno por disfunción hepática; los narcóticos dtsmi-
dades locales, como la de Pcyronie, los tumores del pene , el nuyen la libido y el tabaquismo contribuye a la vasocons-
escleroderma, !as contusiones en pene o la fractura pcniana, tricción y escape venoso.
pueden afectar los sinusmdes y evitar la erección. En más
del 50% de los pacientes hay impotencia después del pria-
pismo por fibrosis de los cuerpos (W)nter, 1978). B. Trastornos sistémicos
Los estudios con microscopio electrónico del tejido y otras alteraciones
cavernoso eréctil que se obtiene durante el implante de l. Diabetes sacarina: Se ha señalado constantemente que
prótesis peneanas revela una alta mcidencia de atrofia en el 25% de Jos diabéticos jóvenes y casi en el 75% de
de músculo liso, fibrosis de reemplazo y roturas cndotelia- los de mayor edad hay impotencia (Rubin y Babbott,
lcs en pacientes con diabetes sacarina y aterosclerosis. Ade- 1958). Sin embargo, al parecer, ni la dosis de insulina ni
más , son habituales tos cambios en los nervios eréctiles la duración y lo adecuado del control se relaciona con la
terminales en alcohólicos y diabéticos crónicos (Mersdorf disfunción sexual. Aunque la diabetes es un trastorno
y cols., 1991 ; Persson y cols ., 1989). endocrino, la mayor parte de los estudios no revelan otra
disfunción hormonal o deficiencia de andrógenos que
pudieran contribuir a !a impotencia (Jenscn y cols. ,
Otras causas
1979). Es probable que la impotencia psicógcna sea rara;
sm embargo, son comunes los factores psicológicos
Hay otras causas que afectan uno o más de los factores que secundarios que complican la impotencia orgánica.
controlan el mecanismo eréctil. Sin embargo, como se ca- El principal impacto de la diabetes es en los siste-
rece de estudios científicos al respecto, las interrelaciones mas nervioso y vascular. Después de 1O a 15 años, con
patogémcas son aún especulativas. frecuencia hay en las pruebas neurológicas una anomalía
funcional de los s1stemas nerviosos somático y autóno-
A. Medicamentos mo. Facrman y cols. ( 197 4) demostraron una buena
En pacientes de edad avanzada que toman varios medica- correlación entre 1a disfunción sexual y la presencia de
mentos para distintas enfermedades, s"uele ser difícil dife- neuropatías pcnféricas, pero sin rctinopatía ni arritmias.
renciar si la disfunción sexual se debe a un medicamento Se investiga la patogenia de la impotencia neurógena en
específico, a interacciones entre varios medicamentos, a la diabetes . En fecha reciente, se ha señalado una dismi-
nución de los concentrac iones de polipéptido intestinal ratorio, como bjometría completa, análisis de orina, determi-
vasoactivo (Crowe y cols., 1983) y noradrenal ina (Mel- naciones de la glucemia en ayuno, valores de creatinina
man y Henry, 1979) . Se sabe asimismo que la diabetes sérica y de testosteron a y prolactina séricas por la maílana.
afecta grandes y pequeños vasos . Rubarsk y Michal En pacientes con síntomas de enfermeda d prostática , hay
( 1977) informan sobre la presencia de lesiones fibróticas que examinar las secrecion es prostática s exprimida s.
en las arterias cavernosas con proliferaci ón de la íntima, En la institución de los autores , se adoptó un método
calcificaci ones y estenosis de la luz en 15 hombres con que se llama estudio dirigido por metas, para el diagnóstic o
diabetes de 13 años de evolución, en promedio. Jevtich y tratamient o de todos los pacientes impotentes (Lue,
y cols. ( 1982) informaron un aumento de la frecuencia 1989a). Después que se completan interrogato rio , explora-
de resultados anormales en el examen Doppler de las ción física y estudios de laboratorio , se le da al paciente un
arterias del pene. Aunque es posible que un déficit panfleto que explica las opciones de tratamiento disponible s
neurológic o o una enfermeda d arterial, por sí mismos y a la fecha. Se sohcitan pruebas adicionale s según la salud
en tanto se logren compensar , no causen impotencia , general del paciente, su motivación y el tratamiento que
ciertament e la presencia simultánea de ambos agravará eligió (cuadro 46-3).
la incapacida d.
2. Enfermed ades renales: Casi en la mitad de quienes se
someten a diálisis ocurre impotencia (Sherman, 1975; Impotencia psicógena
Thurm, 1975). Participan múltiples factores que
incluyen: disminució n de los valores de tcstosteron a, En el pasado, la impotencia se clasificaba de manera arbi-
neuropatía autónoma, enfermeda d vascular acelerada, traria como orgánica o psicógena. Cuando se acompañab a
múltiples medicame ntos, empeoram iento de la afec- de una enfermeda d que se sabía causa de insuficienc ia
ción primaria y estrés psicólógico . En una serie de eréctil, la impotencia era orgánica y todos los demás casos
pacientes que se sometieron a trasplante renal con éxito, se considerab an ps1cógenos. De hecho, el patrón de disfun-
se restableció la potencia en el 75 por ciento (Salvatierr a, ción sexual, más que la presencia o ausencia de un factor
Fortmaon y Belzer, 197 5). El trasplante renal bilateral orgánico, es tal vez el factor más importante para establecer
con anastomos is terminoter mínal a las arterias ilíacas un diagnóstico . Como la impotencia psicógcna resulta de
internas pueden originar impotencia posopcrato ria por cambios en el afecto y el ánimo, suele ocurrir en un patrón
alteración del flujo arterial pudendo interno. especifico . Una historia sugestiva incluye inicio repentino,
3. Otras enfermeda des: Los pacientes que se han recupe- disfunción selectiva (por ejemplo, erección rígida con una
rado en fecha reciente de un infarto del miocardio y compañera y poca con otras, o erección normal durante la
quienes padecen angina o insuficienc ia cardíaca pueden masturbac ión o fantasías pero no en el coito) y patrón
desarrollar impotencia por ansiedad, insuficienc ia arte- normal de erecciones nocturnas pero anormal durante la
rial o efectos de los medicamen tos. Los enfermos con vigilia. Ello suele acompañar se de ansiedad, culpa, temor,
enfisema pulmonar grave y disnea desarrollan con fre- estrés emocional e inhibicione s religiosas o parentales.
cuencia impotencia por ansiedad, que puede exacerbar Se ha señalado que algunas pruebas sicométric as com-
la disnea y causar conflictos interperson ales con la com- plementari as (por ejemplo: Inventario Multifásic o de la
pañera sexual. En pacientes con colostomía , ileostomía Personalid ad de Minnesota , Forma Sexual de Walker e
o conductos ilcales, es probable que también ocurra por Inventario de la Función Sexual de Derogatis) son útiles
depresión y pérdida de la autocstima. Se sabe, asimismo, para valorar el estado psicológic o. Sin embargo, algunos
que la cirrosis del hígado, ]a escleroder mia, la debilidad investigado res encuentran que no proporcion an mucha in-
crónica y la caquexia causan impotencia . formación. Los pacientes con impotencia psicógena habitual-
Aunque es común la hipertensió n en pacientes im- mente tienen erección nocturna normal (de 3 a 5 por noche,
potentes, Newman y Marcus (1985) encontraro n que la cada una con duración de 25 a 35 minutos), en tanto que en
frecuencia de insuficienc ia eréctil era un poco diferente la impotencia fisiológica no hay erecciones nocturnas; por
de la de un grupo test1go de edad similar. También tanto, la vigilancia de la actividad eréctil nocturna puede
encontraro n que el envejecimi ento tiene impacto negati- establecer el diagnóstic o diferencial entre ambas entidades
vo en todos los grupos, con hipertensió n o diabetes o sin (Karacan, Satis, y Williams, 1978; Fisher, Gross y Zuch,
ellas. 1965). En un estudio objetivo del sueño en el laboratorio
habitualme nte se registran simultánea mente electroenc efa-
lograma, electroocu lograma, electromio grama, y actividad
eréctil del pene. Se han propuesto varias modificaci ones con
DIAGNÓ STICO Y TRATAMIENTO la ventaja de monitoriza ción en casa y además se agregó la
medición de la rigidez peneana . Entre dichas modificaciones
Las etapas más importante s en el diagnóstic o diferencial de se incluyen la prueba de la estampa (Barry, Blank, y Boileau,
la disfunción sexual son una historia médica y sexual deta- 1980), la banda calibrador a instantánea (Ek, Brad!ey, y Kra-
llada y un examen fisico completo. Es mdispensa ble inte- ne, 1983), y el dispositivo Rigiscan (Bradlcy y cols., 1985). La
rrogar a la compañera , si está disponible , para obtener una principal critica a estas pruebas es la falta de datos respecto a
historia segura, planear el tratamiento y lograr un resultado la calidad del sueño (Karacan, 1989).
final exitoso. Como pueden existir múltiples factores con- La prueba reciente de inyección intracavern osa (con o
tribuyentes , hay que practicar en todos los pacientes un sin cstimulació n sexual [Lue, 1989a]) puede utilizarse para
estudio no invasor sistemático y orientado a determinar la establecer el diagnóstic o. Cuando no existen un déficit
principal causa. Éste debe incluir pruebas básicas de !abo- neurológic o ni una enfermeda d hormonal, un resultado po-
sitivo (erección plena después de la inyección de papaveri- A. Función somatosensorial y motora
na) sugiere firmemente una causa psicógena. Puede utilizarse biotesiomctría (Newman, 1970; Padma-
En teoría, el tratamiento preferido de la impotencia Nathan, Goldstcin y Kranc, 1986a) para cuantificar la dis-
psieógena debe ser \a psicoterapia. Se han desarrollado función del nervio dorsal porque la pérdida de la sensación
varias técnicas. La terapéutica individual que utihza el mé- de vibración es uno de los primeros signos de neuropatía
todo psicoanalítico se basa en la teoría de Freud de que la diabética periférica. Las técnicas de potenciales evocados
insuficiencia eréctil se origina por temores inconscientes son útiles para determinar la velocidad de conducción del
que se centran en el complejo de Edipo. Posteriormente, nerv1o dorsal (Gerstenberg y Bradley, 1983 ), el potencial
Masters y Johnson ( 1976) desarrollaron la asesoría indivi- evocado sacro (Ertekin y Reel, 1976; Krane y Siroky, 1980)
dual y por parejas basada en el concepto de ansiedad en la y las respuestas gcnitoccrcbralcs (Haldeman y cols., 1982).
actuación / Ello fue seguido de la terapéutica por parejas
orientada psicodinámicamcntc, desarrollada por Kaplan B. Componentes autónomos aferentes
( 1979). Otras técnicas incluyen terapéutica conductual, en- y eferentes
trenamiento por retroalimentación e hipnoterapia. Por los Hay varios procedimientos para valorar una neuropatía
conocimientos limitados de los urólogos en psicoterapia, se autónoma: 1) variaciOnes de la frecuencia cardiaca durante
recomienda referir a los pacientes a un terapeuta del sexo o respiraciones profundas (Watkins y MacKay, 1980), que
un psicotcrapcuta. Sí el paciente rechaza someterse a psico- indican un reflejo cardiaco anorma 1: un s tgno temprano
terapia o no mejora después de un número razonable de de neuropatía autónoma; 2) respuesta pupilar a la luz; 3)
sesiones, puede recomendarse el tratamiento alternativo . crístornctría con o sin prueba de betanccol y perftl de
Esto incluye un dispositivo constrictor de vacío, farmacote- presión uretral, y 4) reflejo bulbocavernoso a la estimu-
rapia, por eJemplo, administraCIÓn de yohimbina oral o lación de la metra prostática. Sin embargo, todas estas
inyección intracavcrnosa de vasodilatadores o la prótesis de pruebas son indirectas; los estudios directos de la función
pene. eréctil están en investigación. Las pruebas directas inclu-
yen valoración del reflejo de estimulación genital (estimu-
Jación genital), en el que participan nervios dorsales
Impotencia neurógena (somáticos), centros raquídeos, nervios cavernosos (autó-
nomos) y el reflejo de estimulación sexual visual (cstimu-
lación sexual audiovisual) en el que participan los nervios
De manera ideal, la exploración neurológJca debe valorar la ópticos y cocleares, centros cerebrales y raquídeos y nervios
integridad del sistema nervioso completo, lo que incluye cavemosos.
componentes aferentes y eferentes de los sistemas nerviosos De manera reciente, varios investigadores sugieren que
periférico y central, así como las funciones autónomas y el registro de la actividad electromiográfica del tejido del
somáticas. Sin embargo, este examen completo toma tiempo cuerpo cavernoso puede detectar neuropatía pcneana. Se
y en la mayoría de los pacientes no proporciona datos. Más requieren estudios adicionales para validar esta investiga-
aún, ya que es posible que se conserve la capacidad eréctil ción (Jünemann , Buhrle y Stief, 1993; Truss y cols., 1993;
en presencia de una neuropatía (por ejemplo, en algunos Wagner, Gerstenbcrg y Lcvin, 1989).
diabéticos) tal vez la impotencia no dependa de una anoma-
lía neurológica. Antes de diagnosticar impotencia neuróge- C. Sistema nervioso central
na, es esencial correlacionar la historia y los resultados de La prueba detumescencia nocturna del pene (TNP) es la
otras pruebas. valoración estándar de las erecciones nocturnas. Karacan
Un enfoque práctico debe iniciarse con una historia y Moore ( 1982) perfeccionaron esta técnica añadiendo
médica.detallada. Hay que dirign particular atención a las electroencefalografía (EEG), electromiografía (EMG) y
funciones autónoma y somática de Jos nervios sacros (con- electrocardiografía (ECO). Las irregularidades reveladas
trol urinario, intestinal y de esfínteres; sensación ae los por estas pruebas, combinadas con resultados TNP anorma-
genitales externos, incluyendo la experiencia de placer o les, pueden sugerir una anomalía del s1stema nervioso
dolor con la estimulación del pene, y dirección y fuerza de centraL
la eyaculación). También hay que buscar antecedentes Como en algunos pacientes se ha observado una
de diabetes, alcoholismo, traumatismos o lesiones de la disociación entre la tumcsccncia y la rigtdez del pene
cabeza o la médula espinal y esclerosis múltiple. Si durante las pruebas nocturnas, se han introducido varias
la historia médica no revela enfermedades o déficit neuro- técnicas para medir la última, como la prueba de estam-
lógicos, tal vez baste con un examen neurológico sencillo pillas (Barry, Blank y Boileau, 1980), la del grado de
que incluya estimulación con pellizco, tacto o vibración de chasquido (Ek, Bradley y Krane, 1983) y la técnica de es-
genitales externos , perineo y extremidades inferíores y va- tudio continuo de la rigidez recién desarrollada (Kaneko y
loración del reflejo bulbocavernoso. Cuando las respuestas Bradley, J 986).
son normales, la posibilidad de encontrar una lesión neuro- En fecha reciente, Spark, Wills y Royal ( 1984) identi-
lógica es rara. ficaron un grupo de varones con disfunción sexual y epilep-
En pacientes con antecedentes de enfermedad o déficit sia del lóbulo temporal. Ellos sugieren que puede usarse el
ncurológico o datos anormales en las pruebas, se JUstifican EEG con deprivación de sueño o la tomografía computado-
estudios más complicados. El enfermo debe referirse a un rizada con emisión única de fotones (SPECT, del inglés,
neurólogo si el urólogo no cuenta con el equipo para las single photon emisswn computed tomography) para locali-
s1guientcs pruebas. zar lesiones que causan disfunción sexual.
Disfunción sexual masculina • 793

El tratamiento de la impotencia neurógena depende de gica para investigar una disfunción hipofisaria o hipota-
la gravedad de la enfermedad y de factores concurrentes. lámica. Si las concentracione s de LH y FSH están elevadas
Los pacientes con una afección ncurógena pura pueden de manera adecuada en presencia de valores bajos de testos-
tratarse con dispositivo de estrechez por vacío, inyección tcrona, la impotencia depende de una insuficiencia testicu-
intracavernosa de vasodilatadores o una prótesis peniana. lar primaria.
Los pacientes con impotencia neurógena habitualmente Los pacientes con afecciones de la tiroides, las supra-
muestran respuesta eréctil excesiva con la inyección de rrenales o la hipófisis deben referirse a un endocrinólogo
vasodilatadores y un mayor Índice de priapismo, por tanto para tratamiento. Las enfermedades del testículo, como la
es obligatorio titular con exactitud la dosis de vasodilatado- insuficiencia testicular primaria, pueden tratarse con prepa-
res antes de prescribir el tratamiento. Se recomienda iniciar rados de tcstosterona intramusculares. sublinguales u ora-
/ con 0.1 mL (3 mg) de papaverina seguida por incrementos les. A causa de la posible hepatotoxicida d asociada con las
de 0 .1 mL o iniciar con 1 jlg de prostaglandina E1 seguida formas orales o sublinguales se recomienda la inyección
por incrementos de 1 )lg hasta obtener erecciones adecuadas intramuscular de testosterona (ciprionato o enanato, 200 mg
con duración menor a una hora. A los pacientes con hipoes- cada 2 o 3 semanas) (McClure, 1988). También se ha
tesia genital, hay que advertirles el efecto dañino de un informado que es útil LHRH en pacientes con anomalias del
anillo constrictor del pene y recomendarle que lo retire eje hipotálamo-hip ófisis-gónadas . En pacientes con hipopi-
antes de 30 minutos. Si la impotencia es ncurógena habrá tituarismo se puede utilizar hCG para estimular la produc-
un mayor índice de complicacione s con la prótesis como ción de testosterona por el testículo. En enfermos con
protusión o infección. Por tanto, en este grupo de pacien- hiperprolactin emia, se ha señalado que el tratamiento
tes es esencial hacer cuidadosas recomendacio nes antes con un dopaminérgico , la bromocriptina, mejora la función
y después de la operación. Se investiga la implantación sexual. En pacientes con un tumor de la hipófisis que secreta
de electrodos en Jos nervios eréétilcs. En pacientes cuya prolactina en exceso, el tratamiento con bromocriptina o la
neuropatía se debe a alcoholismo o deficiencia nutricio- cirugía también restablecen la potencia.
na\, pueden ser útiles los suplementos vitamínicos y
disminuir el consumo de alcohol.
Impotencia arteriógena
Impotencia hormonal

La valoración de la función endocrina debe iniciarse con Excepto en casos traumáticos, las afecciones arteriales son
una historia médica y una revisión sistémica completas. Hay trastornos sistémicos y suelen afectar múltiples sistemas de
que valorar el eje hipotálamo-hip ófisis-gónadas , y las fun- órganos. Una historia de enfermedades vasculares periféri-
ciones tiroidea y suprarrenal. El trastorno endocrino más cas, claudicación intermitente y alteraciones atróficas de las
común es la diabetes sacarina, aunque su principal efecto es extremidades proporcionará indicios sobre la posible afec-
en las funciones vasculares y neuro\ógicas. Deben indagarse ción de las arterias del pene. Los pacientes con derivación
los antecedentes de quimioterapia, radiación, exposición a vascular coronaria o periférica tienen una frecuencia alta de
toxinas, alcohol o drogas, así como insuficiencia renal impotencia por enfermedad arterial. El examen físico debe
crónica. La mayoría de los pacientes con anomalias endo- incluir palpación de las arterias carótida, humeral, femoral
crinas reporta disminución en el interés sexual más que y dorsal del pene.
incapacidad de erección, por lo que una historia sexual Se ha aconsejado medir la presión arterial del pene
detallada es de utilidad en el diagnóstico diferencial. como prueba de selección para afección arterial peniana. Se
Durante el examen físico, hay que prestar particular ha señalado que la relación de la presión arterial sistólica
atención a los signos de hipogonadismo (testículos pequeños del pene con la sistólica humeral expresada como índice de
atróficos, pérdida de la barba y el pelo corporal y gineco- la presión peniana humeral (IPH), es un buen indicador
mastia). Si la insuficiencia de las células de Leydig ocurre de enfermedad arterial. Una relación menor de 0 .6 indica
antes de la pubertad, se observan los signos de eunocoidis- firmemente impotencia arteriógena. Para IPH, se utiliza el
mo (vello facial, púbico y axilar escasos; genitales infanti- análisis Dopp1er de onda continua. Esta técnica mide una
les y voz de tono agudo). Las pruebas de laboratorio deben combinación de señales de todas las arterias del pene en
incluir valores de testosterona y prolactina. Como el 97% lugar de las que provienen de una sola y, en consecuencia,
de la testosterona en plasma está unida a proteínas, quizá se un valor bajo (por ejemplo, 0.6) se correlaciona bien con
requiera determinar la testosterona libre si se sospecha un una arteriografía que muestra enfermedad arterial grave. Sin
problema de unión a proteínas. embargo, un JPH normal no indica un flujo sanguíneo
Los pacientes con un valor elevado de prolactína peniano normal. La presión se mide en el pene fláccido y
deben someterse a determinacion es en serie; si el resul- no predice la función eréctil. No obstante, si esta prueba se
tado continúa anormal, hay que referirlos al endo- combina con ejercicio pélvico, puede descubrirse el síndro-
crinólogo por posible tumor hipofisario. También hay me de robo pélvico (Goldstein y cols., 1982). Algunos
que repetir los estudios y la determinació n de las autores señalan una mejor correlación entre la arteriografía
concentracion es de las hormonas luteinizante (LH) y peniana y otras técnicas (por ejemplo, determinación de la
foliculostimul antc (FSH) en los pacientes con bajas con- diferencia entre la presión arterial media y la presión artería!
centraciones matutinas de testosterona. Cuando los valo- peniana [Montague, Jamés y deWolfe, 1980]; análisis de la
res de testosterona son bajos pero los de LH y FSH no onda del pulso (Velcek y cols., 1980], y registro del
están elevados, hay que solicitar consulta endocrinoló- volumen de pulso [Merchant y DePalma, 1981 ]).
794 • Urología general de Smith (Capítulo 46)

A. Valoración funcional de las


arlerias del pene
La técnica de la eliminación de xenón durante una cstimu-
lación erótica visual proporciona una prueba funcional ex-
celente de la erección psicógena (Wagner, 1981 ). Es posible
demostrar diferentes curvas de eliminación en pacientes con
escape venoso anormal o enfermedad arterial. Sin embargo,
esta técnica requiere un radioisótopo; además, la respuesta
individual a películas eróticas es muy variable.
~a introducción de la inyección mtracavernosa de
agem:'tes vasoactivos abrió una nueva era en el estudio fun-
cional de la vasculatura peniana. Aunque en pocas situacio-
nes, la aprensión psicológica puede afectar la respuesta
del paciente (Buvat y cols., 1986), en la mayor parte de las
situaciones la inyección intracavernosa valora con seguri-
dad el estado vascular del pene (Abber y cols., 1986). Una
respuesta negativa (falta de erección o erección parcial) no
es diagnóstica; sin embargo, si el paciente desarrolla una
erección plena en el tr .mscurso de J 2 minutos de la inyección
de 60 mg de papaverina, o 10 ).lg de prostaglandina E¡ y la
rigidez eréctil se sostiene por más de 30 minutos, se puede
asumir que el flujo arterial es adecuado y- el mecanismo
venoso está intacto. Los pacientes con una erección no plena
después de la inyección de p,apavcrina pueden valorarse
adicionalmente con ultrasonografía de alta resolución com-
binada con análisis Doppler del pulso de las arterias penianas
durante la erección por papavcrina (Lue y cols., 1986a). Esta
técnica puede explorar la arquitectura del pene, definir el
grosor de la placa de Peyronie, medir cambios en el diámetro
de las arterias cavernosas antes y después de la inyección de
papaverina y valorar visualmente la pulsación de las arterias
del pene. El análisis con onda Doppler de color por pulsos
también determina la velocidad de flujo en vasos individua-
les en el pene. La ultrasonografía combinada con el análisis
Dopplcr es un método no invasivo de valorar las arterias
pcneanas individuales y es mucho más específico que el
índice de la presión pcneana humeral (figura 46-5). El
registro de las señales Doppler de las arterias cavernosas
después de inyección intravenosa de un vasodilatador y
administración de solución salina (presión de oc 1usión de la
arteria cavernosa) también se reporta como un método
confiable de valoración de las arterias cavernosas (Padma-
Nathan, 1992).
En casos seleccionados de lesión pélvica o en pacientes
jóvenes ~anos con posible enfermedad arterial aislada, está
indicada una arteriografía de la iliaca interna o la pudenda.
En la mayoría de estos enfermos, las arterias cavernosas se
visualizan mal si se practica la arteriografía con anestesia
local, debido a la resistencia alta y el flujo mínimo en el
estado de flaccidez. La inyección intracavernosa e intra-
artenal de un vasodilatador antes del estudio ayuda en la
valoración de la capacidad funcional de las arterias penca-
nas (figura 46--6) (Virag y cols., 1984; Zorgniotti y Lctleur,
19R5; Bookstein y cols., 1987).

Figura 46-5. Ultrasonografía dúplex y análisis Doppler de la


B. Tratamiento de la impotencia arteríógena respuesta arterial a la inyección intracavernosa de papave-
La estenosis u oclusión aislada de las arterias cxtrapeneanas rina. En el estado de flaccidez (A), el diámetro luminal de la
pueden repararse con cirugía. Se ha señalado el restableci- arteria cavernosa es de 0.06 cm; después de la inyección de
miento de la potencia después de operar las arterias ilíaca papaverina (B), aumenta a 0.13 centímetros. El análisis de la
interna, pudenda interna y dorsaL M ichal y cols. ( 1977) onda (C) muestra flujo normal en la arteria cavernosa (velo-
fueron los primeros en utilizar los vasos cxtrapeneanos para cidad máxima, 39 cm/segundo).
Disfunción sexual masculina • 795

Cuadro 46-4. Tipos de prótesis peneanas


Semirrígida
Smaii-Carrion
Jo nas
AMS 600 (maleable)
Mentor maleable
Con bisagra
DuraPhase
OmniPhase
lnflable (componente único)
DynaFlex
Inflable (dos componentes)
Mentor
Inflable (tres componentes)
Mentor
AMSCX
Ultrex

se) consisten en una bisagra segmentada y un cable que


corre en el centro de cada segmento con o sin un activador
mecánico en un extremo. Se han logrado resultados satis-
factorios en más del 95% de los casos después de la inser-
ción de una prótesis peneana, en especial si se proporciona
asesoría preoperatoria al paciente y su compañera (Kauf-
man, Lindner y Raz, 1982; Montague, 1983). Las principa-
les complicaciones son infección, dolor prolongado,
hipersensibilidad y problemas por longitud inadecuada
Figura 46-6. El arteriograma de la iliaca interna en el pene
(SST síndrome).
fláccido (A) muestra mala visualización de las arterias del
La inyección intracavernosa de agentes vasoactivos
pene, simulando oclusión (flecha). Después de la inyección
proporciona una alternativa atractiva de la cimgía. Los
intracavernosa de 60 mg de papaverina (B), se obseNan
bien todas las ramas de la arteria peneana. agentes son papaverina sola (Virag, 1982B) o con fentola-
mina (Zorgniotti y Leffleur, 1985;Sidi y cols., 1986), feno-
xibenzamina (Brindley, 1983), y prostaglandina E¡ (Ishii y
revascularizar los cuernos cavernosos (anastomosis epigás- cols., 1986). Estas sustancias causan dilatación arterial pro-
trica-corpórea). Las modificaciones subsecuentes incluyen: longada y compresión venosa; con esto una gran cantidad
anastomosis de las arterias dorsal y ep1gástrica, un injerto de pacientes logra y mantiene erecciones mejores que antes.
venoso para la anastomosis femorocorpórca y la anastomo- Las dosis recomendadas de vasodilatadores en pacientes
sis directa de la arteria epjgástrica a la arteria cavernosa con insuficiencia arterial o combinada arterial y venosa se
(Crespo y colaboradores, 1982). Aunque los resultados a enlistan en el cuadro 46-5 . Inyecciones repetidas pueden
corto plazo son buenos con las cuatro técnicas, a largo plazo mejorar la hcmodinamja del pene. Después de un trata-
son menos que satisfactorios. Con la anastomosis de la miento a corto plazo, algunos pacientes logran una buena
arteria epigástrica con la vena dorsal profunda (Virag, 1982; erección sin más inyecciones. Se informan ciertas complica-
Furlow y cols., 1990) o en ambos vasos, la vena dorsal ciones tales como: equimosis en el sitio de la inyección, vértigo
profunda y la arteria del mismo nombre (Hauri, 1986) se
reportan mejores resultados debido al mayor flujo y al mejor
índice de permeabilidad de la anastomosis. Sin embargo el Cuadro 46-5. Tratamiento intracavernoso con
mecanismo exacto de la mcjotía vascular todavía es motivo inyección de vasodilatadores*
de controversia. Fármaco Dosis de Límites de
Se siguen refinando las prótesis pcncanas (cuadro prueba dosis
46- 4). Hay mejoría en la durabilidad de las prótesis semi- Clorhidrato de papaverina 15 a 30 mg 15 a60mg
rrígidas (Small-Carrion, Jonas, AMS y Mentor maleable), Papaverina (30 mg); fentola-
así como en la mecánica y la fuerza de las prótesis inf1ablcs mina ( l mg) por mL 0 .5 mL 0.2 a 1 mL
(por ejemplo, AMS y Mentor inflables). También se dispone Prostaglandina E 1 10 j.lg 5 a 15 j.lg
de otras prótesis. Una de ellas es la prótesis con un compo- Papaverina ( 12 mg); fentola-
nente único inflable (Dynaflex) que consta de un mecanis- mina ( 1 mg); prostaglandina
mo inf1able y desinf1ab{e que contiene un cilindro único para E¡ (9 ]J.g) 0.1 a 0.5 mL 0.1 a 0.5 mL
facilitar el implante. Otra prótesis (OmniPhase y DuraPha- -+ Dosis menores para el manejo de las impotencias neurógena y psicógena.
796 • Urología general de Smith (Capítulo 46)

transitorio y caída de la presión arterial, fibrosis, enferme- Impotencia cavernosa


dad de Peyronie, incapacidad para eyacular, infecciones y
priapismo.
La erección prolongada o priapismo se puede tratar
A. Diagnóstico
La detección de la incompetencia de las venas del pene
mediante aspiración o con inyección intracavemosa de fue señalada por primera vez por el grupo de Wagner, que
agentes adrenérgicos alfa. Los a gen tes u ti 1izados se pre- utilizó cavernografía durante la estimulación erótica visual
sentan en el cuadro 46-6. En el priapismo que dura más ( Wagner, 1981 ). Virag ( 1982a) y Wespes y cols. ( 1984)
de 24 h, se requiere un procedimiento de derivación; modificaron este método e introdujeron la técnica de caver-
ciertos pacientes se vuelven impotentes por completo nometría (o sea, medir el índice de perfusión salina necesa-
debido ,a fibrosis en los cuerpos cavernosos después rio para lograr y conservar una erección) antes de la
del pri;\pismo prolongado (H alsted y cols., \986). cavernografía. Un refinamiento adicional con la inyección
Otras complicaciones de la inyección intracavernosa intracavernosade una vaso dilatador es tal vez un medio más
adecuado para estudiar el estado funcional del mecanismo
que se reportan incluyen la elevación de enzimas del hígado
de oclusión venosa del pene. El grupo de Wespes ( 1986)
y fibrosis hepática. En una revisión de casi 4000 pacientes
determinó que en voluntarios potentes el índice de conser-
tratados con papaverina en todo el mundo, con o sin fento- vación después de la papaverina es menor de 5 mL/minuto.
lamina, se comunicó la presencia de nódulos fibróticos en Padma-Nathan ( 1989) observaron que luego de inyec-
el 1.5 al 60% de los casos y erección prolongada en el 2.3 ción intracavernosa de papaverina, fentolamina y solución
al 15% de los mismos durante el periodo de titulación y salina para elevar la presión, Jos pacientes con mecanismo
menos del 1% después de iniciado el tratamiento. Con la vcnooclusivo nonnal sólo muestran un descenso mínimo de
prostaglandina E 1 la incidencia de erecciones -prolongadas la presión intracavernosa (menos de 40 mm Hg en los
y fibrosis parece menor (Stackl, Hasun y Marbcrgcr, 1988). primeros 30 segundos, partiendo de 150 mm Hg). Freinden-
Sin embargo, el dolor del pene en grados variables hasta en berg y cols. ( 1987) comunicaron que las elevaciones
mayores de 60 mm Hg permanecen más de cinco minutos
el 50% de los pacientes tratados es una desventaja impor-
en pacientes con mecanismo venooclusivo normal luego de
tante (Schramek y Waldhauser, 1989). Los monos que reci-
inyección de papaverina y solución salma. A causa de las
ben inyecciones repetidas de papaverina durante un periodo amplias variaciones en el tamaño del pene, vigilar la caída
de un año muestran algo de fibrosis cerca del sitio de la de presión parece ser la mejor manera de valorar la función
inyección e hipertrofia del músculo liso en la otra porción venosa. La cavernografía farmacológica implica inyectar
del cuerpo (Aboseif y cols., 1989). El significado de estos medio de contraste después de la inyección de vasodilata-
hallazgos se aclarará con los estudios posteriores. dores (Lue y cols., 1986a). En pacientes con mecanismo
Otra alternativa es un dispositivo de aspiración por venooclusivo normal las venas peneanas no deben ser visi-
vacío con una banda constrictora en la base del pene. Con bles o aparecer con dimensiones mínimas (figura 46-7).
el uso correcto, varios pacientes han logrado y conserva- Esta técnica es relativamente invasiva, por lo tanto, el uso
do erecciones adecuadas para el coito. Entre las complica- de 1a ca vernogra fía se 1imita a visualizar conductos ¿mor-
males del flujo de salida antes de la cirugía. La observación
ciones se incluyen: dificultad a la eyaculación ( 12% ), dolor
de las venas del pene depende de la cantidad de medio de
inicial en el pene ( 41%) (Witherington, 1988), equimosis
contraste que se encuentre en el sistema venoso. Por tanto,
(1 0%), y petequias (27%) (Nadig, Ware, y Blumoff, 1986). un índice de mantenimiento alto permite la visualización de
Este tratamiento no se recomienda en pacientes con dre- los sistemas venosos anormales e índices bajos muestran
panocitemia o rasgos de el!a y en pacientes con diátesis drenajes venosos mínimos o ausentes fuera de los cuerpos
hemorr~gica. cavernosos (figura 46-7). En ocasiones, puede demostrarse
En general, los pacientes primero deben intentar la una comunicación anormal entre los cuerpos cavernosos y
constricción con dispositivos de vacío o la inyección intra- el cuerpo esponjoso o el glande.
cavernosa. Se recomienda una prótesis peneana para pacien- Un antecedente de destumescencia rápida o erección
tes en los que fracasaron los tratamientos anteriores o en parcial, en especial en varones jóvenes, sugiere firmemente
incompetencia venosa, aunque la insuficiencia arterial pue-
aquellos que no están dispuestos a aceptarlos. La cirugía
de producir los mismos síntomas. El vértigo, enrojecimiento
vascular es una alternativa aceptable en pacientes jóvenes
facial o incluso la caida en la presión arterial sistémica
con enfermedad arterial localizada.
después de la inyección del vasodilatador pueden deberse a
reflejo vasovagal o a una gran pérdida venosa. Se requiere
comprobarlo con cavernometría. Desde el punto de vista
Cuadro 46-6. Tratamiento intracavernoso con práctico se puede confiar en la velocidad de destumcscencia
vasocoostrictores para el priapismo* calculada con la prueba combinada de inyección y estimu-
Fármaco Dosis habituales lación ( ClE) para diagnosticar impotencia de origen venoso.
Después de la inyección intracavernosa de 30 mg de papa-
Adrenalina 1Oa 20 mg verina o de 1O )lg de prostaglandina E¡ y estimulación
Fenilefrína 250 a 500 )-lg genital manual, la rápida destumescencia del pene dentro de
Efedrina 50 a 100 mg los siguientes cinco minutos es diagnóstica de un mecanis-
* Inyección intracavcrnosa cada cinco minutos hasta lograr la mo vcnooclusivo incompetente (Donatucci y Lue, 1992a;
destumescencia luego de aspirar 1O a 20 mL de sangre. Lue l989a). Esta prueba es poco invasiva y añade la estimu-
Disfunción sexual masculina • 797

!ación sexual: por consiguiente, se piensa que es una prueba


más fisiológica para la impotencia de origen venoso.
La enfennedad que se ha identificado más ampliamen-
te en el músculo cavernoso es la fibrosis después del pria-
pismo y la sustitución: local con placas fibrosas en la
enfermedad de Peyronie. Un estudio reciente con microsco-
pia electrónica del tejido cavernoso eréctil reveló elevada
incidencia de atrofia de músculo liso, defectos endoteliales
y sustitución de músculo liso por fibras conjuntivas en
pacientes diabéticos con ateroesclerosis (Persson y cols.,
1989). La degeneración del nervio es común en diabéticos
y alcohólicos. Si bien la ultrasonografía dúplex puede de-
tectar insuficiencia vascular, que es la principal causa de
cambios microestructurales, en casos especiales también
puede requerirse una biopsia de tejido cavernoso eréctil
(Wespes y cols., 1991 ).

B. Tratamiento
En algunos pacientes con escurnmtento venoso puro o
insuficiencia combinada arterial y venosa, a veces es sufi-
ciente un dispositivo de vacío o la inyección intracavernosa
de vasodilatadores para inducir erecciones adecuadas. Por
tanto, los autores recomiendan de manera rutinaria a los
pacientes que intenten la inyección intracavernosa con o sin
dispositivos de constricción al vacío; el tratamiento quirúr-
gico sólo se recomienda para aquéllos en los que el trata-
miento anterior fracasó o en aquellos que no aceptan este
tratamiento menos invasivo.
Si bien a principios del siglo XX, se describió la
mejoría de la potencia después de ligar las venas del pene,
los urólogos permanecen escépticos hasta que la caverna-
grafía y la cavernometría aporten una demostración cientí-
fica de la pérdida venosa. El procedimiento publicado consiste
en ligadura y excisión de las venas dorsal superficial y profunda,
y reparación de la fístula entre el glande y los cuerpos caverno-
sos. La técnica de Virag: anastomosis de la arteria epigástrica
con la vena dorsal profunda, probablemente también reduce la
salida de sangre venosa debido a que se incrementa la resistencia
venosa. Aunque esta técnica parece promisoria, sólo se han
publicado un pequeño número de casos y aún no se tienen
resultados a largo plazo (Wespes y Shulman, 1985; Lewis y
Puyau, 1986).
Se ha propuesto una técnica para lograr mejores resulta-
dos; consiste en incisión inguinoescrotal, liberación del liga-
mento suspensorio, y ligadura con sutura de las venas
emisarias a la túnica albugínea (Lue, 1989b). Con propósitos
prácticos se puede recomendar la cirugía venosa COI110 alterna-
tiva aceptable, en vez de la prótesis peneana, a pacientes jóvenes
Figura 46-7. Cavernografía después de la inyección intra- con disfunción venooc\usiva y función arterial adecuada.
cavernosa de papaverina. En un varón normal (A), el caver- Los cambios en el tejido cavernoso eréctil son muy
nogram:::~ muestra opacidad de los cuerpos cavernosos variables y van desde focos microscópicos hasta participación
erectos y falta de visualización de las venas del pene . En (B), difusa de cast todo el cuerpo cavernoso, por tanto, se reco-
el paciente tiene gran escape a través de las dos venas miendan tratamientos menos invasivos como el disposit1vo
dorsales superficiales {flechas) hacia las safenas (puntas constrictor de vacío o la inyección intracavernosa antes de
de flecha) . La placa {C), muestra un drenaje venoso normal intentar el tratamiento quirúrgico. Puede mejorarse la fun-
por las venas cavernosas (flecha llena) hacia el plexo pre- ción eréctil medí ante la corrección de trastornos localizados
prostático (flecha abierta) y las venas pudendas internas como la enfermedad de Peyronie con colagenasa (Gelbard.,
(punta de flecha). (R.eproducida con permiso de Lue TF, Ta- Linder y Kaufman, 1985); con cirugía como extracción de
nagho EA: Physiology of erection and pharmacological manage- placas e injertos (Horton, Sadove y Devine, 1987); incisión
ment of impotence. J Uro/ 1987;137:829. © by \MIIiams & e injerto (Gelbard y Hayden, 1991; Former, Lue y Tanagho,
Wilkins, 1987.) 1993); o pliegue (Donatucci y Lue, 1992b). Cuando existe
798 • Urología general de Smith (Capítulo 46)

fibrosis difusa, como la que se presenta después de infec- El mecanismo del orgasmo es el que menos compren-
ción cavernosa, priapismo o esclerodermia, en general la dido de los procesos sexuales . Es muy probable que impli-
prótesis de pene es la única opción. que interpretaciones y respuestas cerebrale s a la
estimulación sexual. Al mismo tiempo que la emisión y
Impotencia por otras causas la eyaculación, también ocurren múltiples respuestas no
genitales; éstas incluyen contracciones involuntarias rítmi-
La historia médica, la revisión sistémica, los exámenes de cas del esfínter anal, hiperventilación, taquicardia y eleva-
laboratorio y la historia de fármacos no siempre revelan la ción de la presión arterial.
causa precisa de la disfunción eréctil. La valoración de
la potencia después de que una enfennedad sistémica se ha Trastornos que afectan la emisión,
tratado de manera adecuada y la suspensión de un medica- la eyaculación y el orgasmo
mento o _¡;u cambio son, en ocasiones, el único medio para
diagnosticar la causa de la impotencia. Siempre debe inten- La simpatectomía bilateral a nivel de L2 ha originado dis-
tarse primero el tratamiento conservador, dejando la cirugía función eyaculadora en cl40% de los pacientes. La linfade-
como último recurso. nectomía retroperitoneal bilateral alta causa un porcentaje
aún mayor de fracasos en la eyaculación .
La eyaculación retrógrada suele deberse a disfunción
DISFUNCIÓN SEXUAL MASCULINA QUE del esfínter interno o del cuello vesical, como se observa
AFECTA LA EMISIÓN, LA EYACULACIÓN después de una prostatectomía, en el tratamiento con blo-
Y EL ORGASMO queadores alfa y en la neuropatia autónoma por diabetes.
En algunos pacientes con lesión de la médula espinal,
Fisiología de la emisión, la eyaculación hay emisión y eyaculación con éxito sin orgasmo. También
y el orgasmo se ha descrito el orgasmo fantasma en varones parapléjicos.
Un antecedente de enfermedad o cirugía es útil para
Diferentes mecanismos participan en la erección, emisión, diferenciar la falta de emisión de la eyaculación retrógrada.
eyaculación y orgasmo , y estos fenómenos pueden disociar- Si el examen microscópico confirma la presencia de
se entre sí (por ejemplo, una queja frecuente de pacientes espermatozoides en la orina vesical después de una eyacu-
impotentes es la eyaculación con un "pene fláccido"). lación seca, puede diagnosticarse eyaculación retrógrada. Si no
Excepto en las emisiones nocturnas o " sueños húmedos", se encuentran espermatozoides, la causa es falta de emisión.
la emisión y eyaculación requieren la estimulación de los
genitales externos . Los impulsos que viajan por los nervios Tratamiento
pudendos llegan a los núcleos simpáticos espinales lumba-
res altos . Señales eferentes que viajan en los nervtos hipo- La eliminación de los bloqueadores alfa produce la curación
gástricos activan las secreciones y transportan en algunos pacientes con incapacidad para eyacular o con
espermatozoides del cpid ídimo dtsta}, los conductos defe- eyaculación retrógrada. En enfermos con este último tras-
rentes, las vesículas seminales y la próstata, a la uretra torno, se han utilizado con éxito simpaticomiméticos alfa,
prostática. El cierre coordmado del esfínter uretral interno como efedrina, o una combinación de maleato de clorofcni-
y la relajación del externo dirigen el semen hacia la uretra ramina y clorhidrato de fenilpropanolamina (Ornadc). La
bulbar (emisión). Las contracciones rítmicas subsecuentes clectroeyaculacíón mediante una sonda rectal se aplica con
de los músculos bulbocavernosos 1mpulsan el semen a cierto grado de éxito en pacientes que sufren lesión de ]a
través de un conducto presurizado (la luz uretral muy estre- médula espinal (Br!ndley, J 981; Perkash y cols. , 1985; Oh!
cha y comprimida, por los cuerpos cavernosos y cuerpo y col., 1991 ). Quienes tienen "sueños húmedos" normales
esponJoso ingurgitados , dentro de la fascia de Buck) para pero no pueden lograr el orgasmo y la eyaculación pueden
producir la eyaculación de 2 a 5 mj]ílitros. El proceso de benef1cíarsc con asesoría psicosexual. La eyaculación pre-
eyaculación externa incluye el eferente somatomotor del matura se trata con desensibilizacíón (Semans , 1956), la
nervio pudendo para la contracción del músculo bulboca- técnica de exprimido (Masters y Johnsons, 1976) o la apli-
vernoso. Por tanto , como esta acción es involuntaria, se cación de un anestésico local o un condón para reducir la
requiere la integración de la actividad autónoma y somática. sensibilidad del glande y el frenillo. •

REFERENCIAS

Fisiología de la erección del pene Bcnson GS ct al.: Ncuromorphology and ncuropharmacology of


the human pcnís: An in v itro study. .} Clin lnvest 19 80 ;65:506.
Bredt OS, Hwang PM, Syndcr SH: Localizatíon ofnitric oxide
synthasc indicating a neura\ role nitric oxide . Nature
Adaikan PG, Kottegoda SR, Ratnam SS: ls vasoactive intesti-
nal polypept1dc thc pnnc1pal transmitter m-volved in human 1990;347:68.
penile erection? .J Uml 1986; 135:638. Bn!za Jet al.: Dctailed anatomy ofpenile neurovascular stmclures:
Adaikan PG et al.: Cholinoreccptors in· thc corpus cavemosum Surgical significance. J Um/1989 ;141:437 .
musclc ofthc human penis. J Awon Phamzacol1983;3: 107. Brindlcy GS: Pilot experiments on the actJOns of drugs injected
Bancroft J, Wu FCW: Changcs m erectile responsiveness during into the human corpus cavenosum pcnis Br J Pharmacot
anclrogen replaccment therapy. Arch Sex Behav 1983; 12:59. 1986;87: 495
Apéndice:
Valores normales de los
estudios de laboratorio*
Marcus A. Krupp MD
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

HEMATOLOGÍA Tiempo de sangrado: Método de la plantilla: 3 a 9 minutos ( 180 a


540 segundos).
Antitrombina lll: [P] 86 a 120%.
Cuenta de eritrocitos (CE): Varones, 4 .5 a 6.2 millones/~L \4.5 a Total de leucocitos y cuenta diferencial (CDL): 5000 a 1O 000/!J.L
12
6 .2 x J 0 /L); mujeres, 4 a 5.5 millones/).l.L (4 a5 .5. x 10 2/L). (5 a 10 X 109/ L).

Deshidrogenasa de la glucosa-6-fosfato (G6-PD): [S] 4 a 8 !J.g/g Mielocitos 0%


Hb. Neutrófilos juveniles 0%
Determinaciones celulares de los eritrocitos: Diámetro promedio Ncutrófilos en banda Oa5%
= 7.3 !J.m (5.5 . a 8.8 11m). Neutrófilos segmentados 40 a 60%
Volumen corpuscular medio (VCM): varones, 80 a 94 fL; Linfocitos 20 a 40%
mujeres, 81 a 99 fL (mediante cuantificador de Coul- Eosinófilos la3%
ter). Basófilos O a 1%
Hemoglobina corpuscular media (HCM): 27 a 32 pg. Monocitos 4a8%
Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM) : 32 Linfocitos: Totales, 1500 a 4000/¡..LL
a 36 g/dL de eritrocitos (32 a 36%). Células B 5 a25%
Índices de color, saturación y volumen: 1 (0.9 a 1.1 ).
Células T 60 a 88%
Fibrina D-<límcros: [PJ Oa 200 ng/mL. Supresoras 10 a43%
Colaboradoras 32 a 66%
Fragilidad de Jos eritrocitos: Empieza a concentraciones de OAS
C:S > 1
a 0.38% de cloruro de sodio; compteta a 0.36 a 0.3% de
cloruro de sodio.

Hematócrito (PVC): Varones, 40 a 52%; mujeres, 37 a 47%. CONSTITUYENTES QUÍMICOS


Hemoglobina: [Sl Varones, 14 a 18 g/dL (2.09 a 2.79 mmol/L como
DE SANGRE, PLASMA O SUERO
Hb tetrámera) ; mujeres, 12 a 16 g/dL (1.86 a 2.48 nunol/L). (Los valores varían con el método utilizado)
[s] 2 a 3 mg/dL.
Plaquetas: 150 000 a 400 000/mL (0. !5 a 0.4 x 10 12/L). Acetona y acctoacctato: [s] 0.3 a 2 mg/dL (3 a 20 mg/L) .

Productos de fragmentación del fibrinógeno: Negativos > 114 Ácido ascórbico: [P] 0.4 a J .5 mg/dL (23 a 85 !J.mol/L).
dilución. Ácido fólico: [s] 2 a 20 ng/mL (4 .5 a 45 nmol/L). (Eritrocitos] >
Protrombina: INR, 1 a J .4. 140 ng/mL (> 318 nmol/L).

Reticulocitos: 0.2 a 2% de eritrocitos. Ácido úrico: [so P] Varones, 3 a 9 mg/dL (0. 18 a 0.54 mmoVL);
mujeres, 2.5 a 7.5 mg/dL (0.15 a 0.45 mmoi/L).
Retracción del coágulo: Se inicia en 1 a 3 horas; completa en 6 a
24 homs. No hay lisis del coágulo en 24 horas.
Adrenalina: [P] Decúbito,< 0.1 !J.g!L ( < 0.55 nmol/L).
Tasa de sedimentación: Menos de 20 mm/hora (Westergrcn); O a Aldolasa: (s] Los valores varían con el método utilizado .
JO mm/hora (Wintrobe).
Amilasa: [s] 80 a 180 unidades/dL (Somogyi). Los valores varían
Tiempo parcial de trmnboplastina: Activada; 25 a 37 segundos. con el método utilizado.
Aminotransferasas:
Aspatiato aminotransferasa (AST; SGOn:[sl 6 a 25 UI/L a
30 oc;
* Sangre (S), plasma (P), suero (s) , Orina (0).
Ala ni na aminotransferasa (ALT; SGPT) : [s] 3 a 26 UIIL a 30oc.

803
Los valores varían con el método utilizado. HDL, > 40 mg/dL; colesterol LDL, < 180 mgldL; colesterol
VLDL, < 40 mg!dL. {Para conve1tir a mmoi!L multiplicar por
Amoniaco: (S] 80 a 110 ~g/dL (47 a 65 ~mol/L) (método de 0.026).
difusión). No utilizar anticoagulante con oxalato de amo-
nio. Glucosa: [s o P] 65 a 11 Omg/dL (3 .6 a 6.1 mmoi/L).

CXJ-Antitripsina: [s] > 180 mg/dL. cx-Glutamiltranspeptidasa: [s] 8 a 78 UI/L.


Base sérica total: [s] 145 a 160 meq/L (145 a 160 rnmoi!L). Haptoglobina: [sJ 40 a 170 mg de la capacidad de unión de
Bicarbonato: [s] 24 a 28 meq/L (24 a 28 mmoJ/L). hemoglobina.

Bil~rrubina:(s] Total, 0.2 a 1.2 mgldL (3.5 a 20.5 ~mol!L) . Conju- Hemoglobina glucosilada (HbAw): [s) 4 a 7%.
"' gada directa, 0.1 a 0.4 mg/dL ( < 7 f.1mol/L). Indirecta. 0.2 a Hierro: [s] 50 a 175 !J.g/dL (9 a 31.3 !lg/dL).
0.7 mg/dL (< 12 ~mol/L) .
Hierro, capacidad de captación: [s] Total, 250 a 41 O gg/dL (44.7
Calcio: [s] 8.5 a 10.3 mg/dL (2 .1 a 2.6 mmoi/L). Los valores varían a 73.4 !J.mol/L). Porcentaje de saturación, 20 a 55%.
de acuerdo a la concentración de albúmina.
Lactato: [S, manejo especial] Venoso, 4 a I 6 mg/dL (0.44 a
Calcio ionizado: [s] 4.25 a 5.25 mg/dL; 2.1 a 2.6 meq/L (1.05 a 1.8 mmoi/L).
1.3 mmoi/L).
Lactato dcshidrogenasa (LDH): [s] 55 a 140 UI/L a 30 oc_ Los
B-Caróteno: [s, ayuno] 50 a 300 ~g/dL (0.9 a 5.58lJmoi/L) . valores varían con el método utilizado.
Ceruloplasmina: [s) 25 a 43 mg/dL (1.7 a 2.9 mg!L). Lipasa: [s] 0.2 a 1.5 unidades.
Cianocobalamina: [s] 200 pg/mL (148 pmol/L). Lípidos totales: [s) 450 a 1000 mg/dL (4.5 a 10 giL).
Cinc: [s) 50 a 150 J.lg/dL (7.65 a 22.95 ~mol!L). Magnesio: (s o P] 1.8 a 3 mg/dL (0.75 a 1.25 mmoi/L).
Cloruro: [s 0 P] 96 a J 06 meq/L (96 a 106 mmol/L). Nitrógeno a-aminoácido: [s, ayunoJ 3 a 5.5 mg/dL (2.2 a
Cobre: (so P] 100 a 200 ]lg/dL (16 a 31 11mol/L). 3.9 mmoi/L.

Nitrógeno ureico: [s o P) 8 a 25 mg/dL (2.9 a 8.9 mmol/L). No


Colesterol: (s o P] 150 a 265 mgldL (3.9 a 6/85 mmoVL). (Véase
Fracciones !ipídicas). Los valores varían con la edad. utilizar anticoagulantes con oxalato de amonio.

Noradrenalina: [P] Decúbito,< 0.5 ~giL(< 3 nmoVL).


Complemento: [s] C3 (P1c), 90 a 250 mgldL; C4 (PIE), 10 a
60 mg/dL. Total (CHso), 75 a 160 mg/dL. Osmolalidad: rs] 280 a 296 mosm/kg de agua.
Contenido de C02: [so P] 24 a 29 meq/L (24 a 29 mmol/L) . Oxígeno:
Capacidad: [S) 16 a 24 vol%. Los valores valÍan de acuerdo a la
Cortisol: [PJ 8:00a.m., 5 a 25 ~g/dL ( 138 a 690 nmol!L); 8:00p.m.
< 1O f.lg/dL (275 nmoi/L). concentración de hemoglobina.
Contenido arterial : (S] 15 a 23 vol%. Los valores valÍan de
Creatincinasa (CK): [s] 1O a 50 Ul/L a 30 °C. Los valores varían acuerdo a la concentración de hemoglobina.
de acuerdo al método utilizado. P02 arterial (Pa02): 80 a 100 mm Hg (1 0.67 a 13.33 kPa) (a nivel
del mar). Los valores varían con la edad.
Creatincinasa, fracción MB: [s) < 4% del total de CK. Porcentaje de saturación arterial: 94 a 100% de capacidad.
Crcatinina: [so P] 0.7 a 1.5 mg/dL (62 a 132 !J.rnol/L). PaCOz: [S, arterial] 35 a 45 mm Hg (4. 7 a 6 kPa) .
pH (reacción): [S, arterial] 7. 35 a 7.45 (H+ 44.7 a 45.5 nmol/
Densidad:
[S] 1.056 (varía de acuerdo a la concentración de hemoglobína L).
y proteína). Piruvato: [S] 0.6 a 1 mg/dL (70 a 1 14 )lmol/L) .
[s) 1.0254 a 1.0288 (varía de acuerdo a la concentración de
proteína). Potasio: [so P]3 .5 a 5 meq/L (3.5 a 5 mmoi/L).

Eritropoyctina: [s] 5 a 20% UfiL. Proteínas:


Totales: [s] 6 a 8 g/dL (60 a 80 giL).
Ésteres del colesterilo: [s) 65 a 75% del colesterol total. Albúmina: [s] 3.5 a 5.5 g/dL (35 a 55 giL) .
Fcrritina: (s] Mujeres adultas, 20 a 120 nglmL; varones 30 a 300 ngl Globulina: [s] 2 a 3.6 g/dL (20 a 36 giL).
Inmunoglobulinas: [S] IgA 78 a 367 mg/mL (0.78 a 3.67 g/L).
mL; de niños a 15 años, 7 a 140 ng/mL.
lgG 583 a 1760 mg/dL (5.83 a 17.60 g/1). IgM 52 a
a-Fetoproteína: [s] O a 15 nglmL. 335 mg/dL (0.52 a 3.35
Fibrinógcno: [P) 0.2 a 0.6 g/dL (2 a 6 giL).
Fosfatasa ácida: fs] 1 a 5 unidades (King-Annstrong), 0.1 a 0.63
unidades (Bessey-Lowry) . Serotonina: [S] 0.05 a 0.2 J1g/mL (0.28 a 1.14 )lmol/L).

Fosfatasa alcalina: [s] Adultos, 5 a 13 unidades (King-Armstrong); Sodio: (so P] 136 a 145 meq/L (136 a 145 mmol/L).
0 .8 a 2.3 (Bessey-Lowry) .
Sulfato: [so P] Como azufre, 0.5 a 1.5 mg/dL (156 a 468111J1ol/L).
Fosfolípidos: [s]l45 a 200 mg/dL{1.45 a2 giL).
Tiempo de protrombina (para la coagulación): [P] Mediante
Fósforo inorgánico: [s, ayuno] 3 a 4.5 mgldL (1 a 1.5 mmo!/L) . control. INR, l a 1.4.

Fracciones Iipídicas: [so P] Concentraciones deseables: colesterol Transfcrrina: [s] 200 a 400 mg/dL (23 a 45 fJ.moi/L).
Apéndice: Valores normales de los estudios de laboratorio • 805

Triglicéridos: [s] < 165 mg/dL (1.9 mmoi/L). (Véase Fracciones < 9 mUI/mL; embarazo después de la implantación >
lipídicas). lO mUI/mL.

Vitamina A: [s]15 a 60 IJ.g/dL (0.53 a 2.1 IJ.mol/L). Riñón:


Actividad de la rcnina: [P, manejo especial].lngestión normal de
Vitamina Bt2: [s] > 200 pg/mL (> 148 pmoi/L). sodio: supina, 1 a 3 ng/mL/hora; de pie, 3 a 6 ng/mL/hora.
Vitamina D: [s] Colecalcifcrol (D3): 25-hidroxicolecalciferol, 8 a Depleción de sodio; decúbito, 2 a 6 ng/mL/hora; de pie, 3
55 ng/mL (19.4 a 137 nmo!IL): 1,25-dihidroxicolecalciferol, a 20 ng/mL/hora.
26 a 65 pg/mL (62 a 155 pmol/L); 24,25-dihidroxicolecal- Suprarrenal:
ciferol, 1 a 5 ng/mL (2.4 a 12 nmol/L). Adrenalina: [P] < 0.1 ng/mL ( < 0.55 nmol/L).
Volumen sanguíneo (método de colorante azul de Evans): Adultos Aldosterona: [P] En posición decúbito, ingestión normal de sal,
2900 a 6980 mL. Mujeres 46.3 a 85.5 mL/kg; varones 66.2 a 2 a 9 ng/dL (56 a 250 pmol/L); aumenta en posición de pie.
97.7 mLikg. Cortisol: [s] 8:00a.m.< 5 a 20 ).l.g/dL (0.14 a 0.55 ).l.rnol/L); 8:00
p.m.,< 10 mg/dL (0.28 J.Imol/L).
Desoxicortisol: [s] Después de metirapona, > 7 J.Ig/dL
HORMONAS SÉRICAS (> 0.21J.mol/L).
O PLASMÁTICAS Dopamina: [P] < J 35 pg/mL.
Noradrenalina: [P] < 0.5 ~giL ( 3 nmoi/L).
Estómago: Véase también Valores normales diversos.
Peps inógeno 1: [s] 25 a 100 ng/mL.
Gastrina: [s, manejo especial] hasta 100 pg/mL (47 pmol/L). Tiroides:
Elevada,> 200 pg/mL. Ca1citonina: [s] < 100 pg/mL ( < 29.2 pmol/L).
Capacidad de globulína de unión de tiroxina (T 4):
Gónadas: [s] 12 a 28 J.Ig/dL (I 50 a 360 nmol/L).
Estradiol (E2): [s, manejo especial] Varones, J 2 a 34 pg/mL; Captación de triyodotironina (RT3U): [s] 25 a 36%, según la
mujeres, ciclo menstrual 1 a 1O días, 24 a 68 pg/mL; 11 evaluación de TBG (índice RT3U), 0.85 a 1.15.
a 20 días, 50 a 300 pg/mL; 21 a 30 días, 73 a 149 pg/mL Tiroxina libre (FT4): [s] 0.8 a 2.4 ng/dL (10 a 30 pmol/L).
(por RIA). (J pg/ mL = 3.6 pmol/L). Tiroxina total (TT4): [s] 5 a 12 IJ.g/dL (65 a !56 nmol/L) (por
Progcsterona: [s] Fase folicular, 0.2 a 1.5 ng/mL; fase lútea, 6 a RIA).
32 ng/mL; embarazo,> 24 ng/mL; varones,< 1 ng/mL {por Triyodotironina (T3): [s] 80 a 220 ng/dL (1.2 a 3.3 nmol/L).
RIA). (1 ng/mL = 3.2 nmo1/L). Triyodotironina reversa (rT3): [s] 30 a 80 ng/dL (0.45 a 1.2
Testostcrona libre: rs] Varones, 1O a 30 ng/dL; mujeres, 0.3 a nmol/L).
2 ng/dL (1 ng/dL = 0.035 nmol/L).
Tcstosterona total: [s] Prepuberal, < 100 ng/dL; varones adultos,
300 a 1000 ng/dL; mujeres adultas, 20 a 80 ng/dL; fase VALORES NORMALES DEL LÍQUIDO
lútea, hasta 120 ng/dL. CEFALORRAQUÍDEO
Hipófisis:
Corticotropina (ACTH): [P] 8 a \0 a.m., hasta 100 pg/mL Aspecto: Claro e incoloro.
(22 pmol/L). Células: Adultos, O a 5 mononucleares/J.IL Lactantes, O a 20
Hormona antidiurética (ADH: vasopresina): [P] Osmolalidad mononucleares/~L.
sérica, 285 mosmlkg, Oa 2 pg/mL; > 2 90 mosmlkg, 2 a 12
+ pg/mL. Densidad: 1.003 a 1.008.
Hormona del crecimiento (GH): [s] Adultos, 1 a 1O ng/mL (46
a 465 pmol/L) (mediante RTA). Glucosa: 50 a 85 mg/dL (2.8 a 4.7 mmol/L). (Obtener glucosa
1-Ionnona estimulante de tos folículos (FSH): [s] Prepuberal, 2 a sérica al mismo tiempo.)
12 mUI/rnL; varones adultos 1 a 15 mUllmL; mujeres Presión (en posición reclinada): Recién nacido, 30 a 88 mm de
adultas, 1 a 30 mUI/mL; castración o posmenopausia, 30 agua. Niños, 50 a 100 mm de agua. Adultos, 70 a 200 mm de
a 200 mUI/mL (por RIA). agua (promedio = 125).
Hormona estimulante de la tiroides (TSH): (s] < 10 IJ.U/mL.
Hormona luteinizante (LH): [s] Prepuberal, 2 a 12 mUI/mL; Proteínas: Totales, 20 a 45 mg/dL (200 a 450 mg!L) en el líquido
varones adultos, 1 a 15 mUT/mL; mujeres adultas, < 30 cefalorraquídeo lumbar. IgG, 2 a 4 mg/dL (0.02 a 0.04 giL).
mUl/mL; castración o posmenopausia, > 30 mUJ/mL.
Prolactina: [s] 1 a 25 ng/mL (0.4 a 1O nmol/L). PRUEBAS DE FUNCIÓN RENAL
Somatomedina C: [P] 0.4 a 2 U/mL.

Islotes de Langerhans: Capacidad máxima de resorción de glucosa (TmG):


Insulina: [s] 4 a 25 J.IU/mL (29 a 181 pmol/L). Varones, 300 a 450 mg/min; mujeres, 250 a 350 mg/min.
Glucagón: [s, ayuno] 20 a 100 pglmL. Capacidad máxima excretora de PAH (TmPAu): 80 a 90 mg/min.
Péptido C: [s] 0.9 a 4.2 ng/mL. Densidad de la orina: 1.003 a 1.030.
Depuración de p-aminohipurato (PAH) (FRP): Varones, 560 a
Paratiroides: La concentración de la hormona paratiroidca varia
de acuerdo al método y a los anticuerpos. Se correlaciona con 830 mL/min; mujeres, 490 a 700 mL/min.
el calcio sérico. Depuración de creatinina: cálculo de acuerdo con la creatinina
Placenta: séri.ca:
Estriol (E3): [s] Varones y mujeres no embarazadas,< 0.21J.g/dL
Hombres: ( 140 -edad) x (peso en kg) depuración de creatinina
( < 7 nmoJJL) (por RIA).
72 x creatinina mL/min
Gonadotropina coriónica: [s] Subunidad beta: Varones: sérica mg/dL
806 • Urología general de Smith (Apéndice)

Mujeres: valor calculado x 0.85. 17-Cetosteroides: [O] Menor de 8 años, O a 2 mg/24 horas;
adolescentes, 2 a 20 mg/24 horas. Varones, 1O a 20 mg/24
Depuración de creatinina endógena (TFG): Se aproxima a \a horas; mujeres, 5 a 15 mg/24 horas. Los valores varían con
depuración de mulina (véase adelante). el método utilizado. 1 mg = 3.5 ¡.tmol.
Depuración de inulina (TFG): varones, 110 a 150 mUmin; mu- Cortisollibre: (O] 20 a 100 ¡.tg/24 horas (0.55 a 2.76 Jlmol).
2
jereJ, 105 a 132 mL!min (corregido a 1.73 m de superficie). 11,17-Hidroxicorticoides: (O] Varones, 4 a 12 mg/24 horas;
mujeres, 4 a 8 mg/24 horas. Los valores varían con el
Osmolalidad: En la ingestión normal de líquidos y alimentos: método utilizado.
Límites 500 a 850 mosm/kg de agua. Límites alcanzables por Metancfrina: [OJ < 1.3 mg/24 horas(< 6.6 Jlmol) o< 22 !J.g/mg
el riñón normal, dilución 40 a 80 mosm; conccnJracjón de creatinina. Los valores varían con el método utilizado.
(deshidratación) hasta 1400 mosm/kg de agua (por lo menos
3 a 4 veces la osmola\idad del plasma.). Grasa fecal: Menor de 30% en peso seco.

Plomo: [O]< 80 J..Ig/24 horas(< 0.4 Jlmol/dia).


VALORES NORMALES DIVERSOS
Porfirinas:
Hormonas y metabolitos suprarrenales: Ácido delta-aminolevulínico: [O] 1.5 a 7.5 mg/24 horas (l J.4 a
Ácido vanilmandélico (AVM): [O] Hasta 7 mg/24 horas 57.2 ¡.tmol).
( < 35¡..tmol). Coproporfirina: [O]< 230 !J.g/24 horas(< 345 nmol).
Aldosterona: [O] 2 a 26 !J.g/24 horas (5.5 a 72 nmol). Porfobilinógeno: [O]< 2 mg/24 horas(< 8.8 )lmol).
Los valores varían con la ingestión de sodio y potasio. Uroporfirina: [O]< 50 ¡..tg/24 horas(< 60 nmol).
Catecolaminas: lO] Totales,< \00 !J.g/24 horas. Adrenalina,< Urobilinógeno: (0] Oa 2.5 mg/24 horas ( < 4.23 !J.rnol).
JO !J.g/24 horas(< 55 nmol); noradrenalina, < 100 !J.g/24
horas (< 591 nmol). Los valores varían con el método Urobilinógcno fecal: 40 a 280 mg/24 horas (68 a 474¡J.mol).
utilizado.
1

lndice

Nota: Los números de páginas seguidos de una e o unaf corresponden a cuadros y figuras, respectivamente.
Los números de páginas en negritas indican un mayor desarrollo del tema.

A Acomodación (vesical), 509,528,529


cambios patológicos en, 531, 532
Adyuv<lnte, quimioterapia, 482
cáncer vesical. en, 485
Abdomen, placa simple de, 69 a 72 Actinomicosis, 257, 258 tumores testiculares secundarios
cálculos u6narios, en, 296 Actinomyces israelii, 258 en,449
divertículos urctre1les, en, 687 Ad enoca rci no ma, Agua, absorción de, defectos de, 61 O,
enfermedad de riñones pollquísti- renal, pélvico y ureteral, 372 611
cos,en,581 suprarrenal, 562, 563/, 565 a Aguja fina, aspiración con, I4Sf
csquistosomiasis, en. 259 567, 569 carcinoma de células renales, en, 386
fractura de pelvis, en, 333 ureterosigmoidostomía y, 459 próstata, en cáncer de, 422
lipomatosis perivesical, en, 663 vesical, 363, 364 Albuminuria, 394
neuroblastoma, en, 575 anomalías congénitas y, 653, Alcalosis metabólica en derivación
obstrucción urinaria, en, 184 654 urinaria/sustitución de la vcji-
quistes renales, en, 585 Adenoma, ga,463
tuberculosis, en, 253, 254f hipofisiario, 768 Alcohol,
unión ureteropélvica, en obstruc- ablación de, 775 disfunción sexual mase u lina y,
ción de la. 645/ renal, 379 789, 790
vejiga neurop<'itica. en, 514 suprarrenal, 561 , 563f, 565 a 567 infertilidad masculina y, 757, 771
Abdominal. mecanismos de compre- aldosteronismo primario y, A!dosterona,
sión. en orografía. 76 570 hipcrplasia suprarrenal congénita,
ABH. antígenos del gmpo sanguíneo, Adenomatoides, tumores, 449 en,568, 724,727
345.346 Adrenalina, 796c hipertensión renovascular, en,
Acetohidroxámico, <í.cido, 302. 303 Adrenérgicos, agentes, 738, 739!
Aciclovir para infección, enuresis, para, 660 Aldosteronismo,
viral después de trasp !ante renal, 634 eyaculación retrógrada, para, primario (síndmme de Conn), 569
herpes genital, por, 276, 704 776, 798 a 571
Acidosis, Adrenocorticotrópic<l, hormona imágenes con rad!onúclidos en,
metabólica, derivación urina- (ACTH), 158
ria/sustitución vesical y, hipcrplasia suprarren<ll congénita, secundario. 570
463,465 en,568,569, 724 Aldosteronoma, 569
tubular renal, 609. micropcnc y, 669 Alérgica. de¡matitis, por contacto. 465c
tipo l. 610 prueba de supresión con dcxamc- Alfa, bloqueadores, 411. 412
nefrolitiasis y, 286, 294 tasona y, 564 Alfafetoproteína (AFP), 344
tipo Il. 610 síndrome de Cushing, en, 561, cáncer tesbcular, en, 444
tipo IV. 610 562,564,565 medición. 348

807
Alfuzosin, 412c Anfotericina B, 257 relacionados con tumores, 344,
ALG/ ATG (globulinas antilinfoci- Angiografía, 86 a 94 345
tos/antitimocitos), 632 carcinoma de células renales, en, 385 medición de, 348
Alopurinol, 302 Angioma, 372 Thompson-Friedenreich (T). de,
Alport, enfermedad de, 608 Angiomiolipoma renal, 380,381 345
Alum, solución, 664 arteriograma de, 90f Antiglobulinas,
Amikacina, 243c placa simple de abdomen que mezcladas, reacción de, 762
bacteriemia, para, 220 muestra, 71/ radiomarcadores de, pruebas de
pielonefritis, para, 213 TC de, 105J, 380j reacción, 762
Aminoaciduria, 609 Angioplastia translumínal, 128 a 132 Antiglomerular, nefritis de la mem-
AminogluLetimida, 433 hipertensión renovascular, en, 745, brana basal, 604, 605
Arnoxicilina, 243c 746 Antihístamínicos,
-clavulanato, 243c Angiotensina, cistitis intersticial, para, 657
Ampicilina, 243c aldosteronismo primario, en, 570! dermatitis atópica, para, 701
abscesos corticomedulares rena- hipertensión renovascular, en, 738, incontinencia neuropática, para,
les, para. 228 739/ 558
bacteriemia, para, 220 Ano imperforado, 21, 673 Anti linfocitos/antitimoci tos, gl obuli-
pielonefriti s, para, 213 Anorquia (anarquismo), 691 nas (ALG/ATG), 632
prostatitis bacteriana aguda, para, congénita (agonadismo XY), 732, Antimicrobianos, 243c
234 733, 769 infertilidad y, 757
Anabólicos, esteroides, infertilidad Antiadrenérgícos, impotencia y fár- tratamiento de IVU, 242 a 246
masculina y, 757. 768 - macos, 790 Antimülleriana, hormona, 71 O, 714
Anal, atresia, 21 An ti andrógenos, defectos en, 733
Analgésica, nefropatía, 222, 607 cáncer de próstata, para, 433 Antineoplásicos, agentes, 483c
Anaplásico. seminoma, 442 hiperplasia prostática benigna, pa- modificadores de la respuesta bio-
Anatrófica, nefrolitotomía, 300 ra, 412,413 lógica, como, 350c, 352
Andrógeno(S), impotencia por, 790 Anti psicóticos, eyacu !ación disfun-
cáncer prostático, en, 433 infertilidad y, 757, 771 cional por, 776
bloqueo combinado de, 433 mecanismos y efectos colaterales Anuria, 37
concentraciones plasmáticas de, de, 413c Aorta, angiograma normal de, 88f
en síndrome de Cushing, 565 Antibióticos, 243c Aortorrenal(es),
criptorquidia, en, 693 choque séptico, para, 220 angioplastia transluminal de injer-
diferenciación de genitales exter- Anticolinérgicos, agentes, para vejiga tos de derivación, ocluidos,
nos, en, 713,714 neuropátic~516,558,660 131, 132f
exceso de, infertilidad masculina Anticuerpos, arteriografía, 86, 88
y, 768 espermatozoides, en, 762, 773, Apenia, 669
función sexual y, 786 775, 776 Argón, láser de, 477
hiperplasia prostática benigna, en, monoclonales, 341, 342, 349 Aro matas a( s),
402,412,413 radiomarcados, 161 deficiencia de, 725
maternos. seudohermafroditismo Antidepresores, inhibidores de, 41 3c
femenino y, 725 disfunción eyaculatoria por, 776 Arteriógena, impotencia, 789, 793 a
mecanismo de acción de, 751/ disminución de la libido por, 790 796
-receptor, gen de, 730! Antiestrógenos, 776 Arteri o grafía,
resistencia a, Antígeno( S), coronaria, trasplante renal y, 623
hombres con genitales mascu- carcinoembrionario, 345 iliaca interna en impotencia, 794,
linos normales, en, 731 cáncer vesical, en, 345, 346 795!
incompleta (síndrome de Rei- celulares de superficie, 345 renaL 86,88
fenstein), síndrome de, cáncer vesical, en, 345, 346, hipertensión renovascular, en,
731 365,366 741
infertilidad masculina y, 771 carcinoma de células renales, lesiones utogenitales, en, 324
síndrome de, completa (feminiza- cn,345 traumatismos renales, en, 329
cjón testicular), 729 a 731 después de radioterapia, 492, 496 Arteriovenosa,
seudohermafroditismo femenino, grupo sanguíneo ABH, 345, 346, fístula, 596
en, 721,723 365 embolia transcatéter de, 126 a
Anemia, insuficiencia renal crónica histocompatibilidad mayor en cán- 128
y, 621 cer de vejiga, de, 346 traumatismo renal, por, 325
Aneurisma, leucocitarios humanos (HLA), 631 malformaóón, embolia transcaté-
arteria renal, de, 593, 594 Lewis, de, 346 ter de, 128, 130f
arteriograma de, 89f prostático específico CAPE), 400, Arteriovenoso, aneurisma, 596
urograma de, 74j 422,425~426 Asistidas, técnicas reproductivas, 776
lrteriovenoso, 596 después de quimioterapia, 486 a 779
Aspiraci6n transcutánea, Bífido, uréter, 19 Candidiasís, 257, 703
quistes renales, de, 586, 588 Biliares, sales, derivaci6n urina- infección por HIV, en, 277
tumores, de, ria/sustitución vesical y meta- Captopríl,
renales, I 45 bolismo de, 465 prueba con, 741, 745c
retroperitoneales, 145 Biológica, respuesta, modificadores renografía con, 741
Asta de venado, cálculos en, 142! de la, 350 a 356 Carbenicilina, 243c
bilateral, 69! carcinoma renal, en, 390 bacteriemia, 220
completo, 300! Biometría hemát:lca completa, 62 Carboplatino, 483c
Atamestane, 413c Biopsia, Carcinoembrionario, antígeno, 345
Atresia, aguja, con, en cáncer de próstata, cáncer de vejiga, en, 345
anal, 21 422 Carcinoma,
ureteral, 637 aspiración transcutánea, por, células embrionarias, de, 442
Atropina, 660 tumores, de, in situ,
Autólogos, linfocitos, 350 renales, 145 pene, del, 450,451
Autónoma, dísreflexia, 51 O, 512, 520 retroperitoneales, 145 testicular, 443
Azatioprina, 632 cepillado en lesión ureteral, J66f vesical, 363, 364!
Azidotimidina (AZT), 277 después de radioterapia en cáncer terapia fotodinámica para,
Azitromicina, 243c de próstata, 492, 493c 478
chancroide, para, 274 testicular, 762, 763 indiferenciado de vejiga, 364
Azoemia prerrenal contra insuficien- Bioterapia, 350 a 356 mixto de vejiga, 364
cia renal aguda, 6l4c Bíotesíometría, 792 ultrasonido de, 1Olf
Azoospermía, 26 Bleomicina, 483c verrucoso. 450
anomalías cromosómicas y, 768, cáncer, para, vesical de células no transiciona-
769 pene,de,452 les, 363, 364
biopsia testicular en, 762 próstata, de, 434c Cardiaca(s),
concentraciones de FSH en, 761 tumores de células germinales, pa- enfermedades, impotencia y, 79 J,
fructosa en, concentraciones de, ra, 445, 446, 484 793
760 Bowen, enfermedad de, 450 insuficiencia, insuficiencia renal
obstructiva, 774 Braquiterapia, 491, 492f aguda por, 613, 614
ultrasonido transrectal en, 766 cáncer, para, Cardiaco, apoyo, en choque séptico,
AZT (azidotímidina), 277 próstata, de, 429, 491f, 494, 495 221
Aztreonam, 243c vejiga, de, 497 Cariotípo,
Bretan, escala de, 630 45,X, 717,718
Bromocriptina, 793 45,X/46,XX, 718
8 Brugia malayi, 262
Buserilin, 413c
45,)C/46,XY, 718, 719
46,XX, 707
disgenesia ganada! en, 719
B, linfocitos (células B), 342
Bacilo de Calmette-Guérín (BCG),
350, 351, 483
cáncer de vejiga, para, 346, 369,
e fenotipo masculino (síndrome
de sexo invertido), con,
716,769
370 Calcio, hermafroditismo verdadero en,
cepas y dosis de, 351 e formación de cálculos urinarios y, 720
283 a 287 46,XX/46,XY, 719, 720
criterios para el uso de, 351 e
suplementos de, 46,XY, 705f, 707
toxicidad de, 352c
Bacteriemia, 217 a 222 nefrolitiasis hiperoxalúrica con disgenesia ganada! en, 719, 720
calcio, para, 302 hermafroditismo verdadero
Bacteriuria, 54, 58, 59
raquitismo resistente a vitami- en, 720
asintomática, definición de, 207
na D, para, 609 46.XY/47.XXY, 715,769
pruebas rápidas para, 59
Caliceales, cálculos, 47,XXY, 714 a 716,769
sin respuesta, 208
riñones en herradura y, 295! determinación de, 707 e
Balanitis xerótíca obhterante, 450, 702
signos y síntomas de, 289, 291 nomenclatura de, 706c
Balón, dilatación ureteral mediante
urinarios en divertículos, 294, 295 Carmustioa (BCNU), 434c
sonda con, 147!
Bario. enema de, 661 Cálices, 5, 7 Casa, diálisis en, 621
Barr, cuerpo de (cromatina X), 706, dorsales bajos, punción guiada por Catecolaminas,
707f ultrasonido de, 136{ feocromocitoma, en, 571 a 573
BCNU (carmustina), 434c hídronefrosis, en, 180 neuroblastoma, en, 576
Belladona,660 Calymmatobacterium granulomatis, Cateterizaci ón,
Berger, enfermedad de (nefropatía 275 incontinencia neuropátíca, para. 558
lgA), 604 Candida albicans, 257, 703 nefrostomía, de, 137 a 139
BetanecoL cloruro de (Urecholine), infecci6n peristomal, en, 465c quimiólisis de cálculos renales
514,529 inmunoterapia, en, 349 con afusi6n, para, 139, 140
ureteraL 166 a 169 transitorias, carcinoma de. inmunoterapi a de restauración, en,
uretraL 163, 164 avanzado, quimioterapia para, 350
divertículos urinarios, en, 687 485 seminoma testicular, para, 445
estrechamientos, para, 678 comparación de métodos ima- síndrome nefrótico. para, 605,
lesiones urogenit.alcs, 321, 335, genológicos, 118! 606
/ 337 pelvis renal, de, 371 a 374 Ciclosporina A, 632
obstrucción urinaria, en, 184 pielografía retrógrada, 373! Cifoscoliosis, cálculos renales y, 293
Cava inferior, vena, tomografía radiográfica, 75! Cilindros, 57. 58
angiograma normal de, 9lj uréter, de, 371 a 374 hepático, 58
doble, 9!f uro grafía retrógrada, 78f diagnóstico de enfermedades
obstruccjón de, 9 V orografía retrógrada, 77! renales, en, 601
Cavernosa. impotencia, 789,790,796 v~iga,de,362,363 glomerulonefrítis. en, 603, 604
a 798 cistograma y, papilar, 8lf nefropatía IgA, en, 604
Cavernosos, nervios. 783 inmunidad del huésped, Cilios inmóviles, síndrome de, 772
localización, 784j 345,346 Cimetidina, 771
Cefaclor, 243c papilar, 364f, 366f Ciprofloxacina, 243c
Cefadrina, 243c TC, 107! epididimitis aguda, para, 240
Cefadroxil, 243c Celulosa, fosfato de, 302 Neisseria gonorrhoeae, para, 269c
Cefalexina, 243c Centelleo, cámara de, 151 prostatitis bacteriana, para,
Ccfalotina, 243c Centro de la micción sacra!, aguda,234
absceso cortical renal, para, 226 vejiga neuropática por lesiones en crónica, 236
Cefamandol, 243c - el, Ciproterona, acetato de, 413,433
Cefapirina, 243c arriba, 509,510 Circuncisión, 677
Ccfazolina, 243c debajo, 510,511 cáncer de pene y, 450
absceso, para, Cervical, moco, interacción del esper- hipospadias y, 673
cortical renal, 226 matozoide con, 763, 764 Cirrosis hepática,
corticomedular renal, 228 17-Cetosteroides, 447 impotencia y, 791
Cefixima, 269c criptorquidia, en, 693 infertilidad masculina y, 771
Cefoperazona, 243c hiperplasia suprarrenal congénita, Cirugía abierta para cálculos, 300
Ceforanida, 243c en,568, 723 Císplatino, 483c
Ccfotaxima, 243c hipogonadismo, en, 692 cáncer, para,
Cefoxitina, 243c Chalanas, 355 pene,de,452
Cefradina, 243c Chancro, 272 próstata, de, 434
Ceftriaxona, 243c cáncer de pene y, 451 vejiga, de, 485, 498
chancroide, para, 274 Chancroide, 274 tumores de células germinales, pa-
epididimitis aguda, para, 240 cáncer de pene y, 451 ra, 446,484
Neisseria gonorrhoeae, para, 269c úlceras genitales en, 273c Cistadenomas, 449
Cefuroxima, 243c Chlamydia. Ci stecto mí a,
Celular, psittaci, 270 parcial,
adhesión, moléculas de. 346 trachomatis, cáncer vesical, para, 370
inmunidad, 341 a 343 cistitis amicrobiana, en, 256 esquistosomiasis, para, 262
pruebas para, 347, 348 epididirnitis aguda, en, 239, 271 radical para cáncer vesical, 370
superficie, antígenos de, 345 ínfcrtilidad masculina, en, 765, Cistina, cálculos de, 288
células renales, en carcinoma 766, 773 prevención, 303
de,345 linfogranuloma venéreo, en, Cistinuria congénita, 288. 609
vejiga, en d.ncer de, 365, 366 274,275 Cistitis, 36
Células, uretritis no gonocócica, en, aguda,230,231
epiteliales, cilindros de, 57 269 a 271 amicrobiana, 256,257
escamosas. carcjnoma de, Choque, crónica, 232,233
cálculos urinarios y, de vías ondas de, hemorrágica no infecciosa, 663,
urinarias altas, 294 acoplamiento, 316, 317 664
in situ de pene (enfermedad de disparo de las, 317 hiperplasia prostática benigna, en,
Bowen), 450, 4-51 física de las, 311 a 313, 315! 406
pelvis renal y uréter, de, 372 séptico, 217 a 222 intersticial, 655 a 657
penc,dc,450 insuficiencia renal aguda, por, vejiga neuropática y, 515
urografía retrógrada. 77! 614 radiación, por, 663
vejiga, de, 364 Ciclofosfamida, reflujo vesicoureteral, y, 198
esquistosomi as is y, 261f, bioterapia, en, 352 edema de la pared vesical resul-
259.262 cáncer de próstata, para, 434c, 486 tante de, 193
falcjformes, infertilidad en enfer- cistitis hemorrágica no infecciosa tuberculosis y, 252, 253, 256, 257
medad de, 771 por,663,664 vejiga neuropática y, 514
Cistocele y vejiga neuropática, 515 Clindamicina, 220 fármacos en la evaluación de la
Cistografía, 79 Cloaca persistente, 21 función del, 529
cistitis intersticial, en, 656 Clomifeno, 776, 777 hipertrofia del, J 82
fístulas vesicales, en, 661, 662! Clorambucil, 605 inestabilidad en hiperplasia pros-
lipomatosis perivesical, en, 663 Cloranfenicol, tática benigna, 41 O
obstrucción urinaria, en, 184 cistitis amicrobiana, para, 257 lesión del núcleo motor del, 51 O
radioisótopos, con, 157 granuloma inguinal, para, 276 Continente, derivación urinaria, 457 a
retrógrada, Clorotiacida, 611 461,558
lesiones de vejiga, en, 324, 333 CMV (citomegalovirus), infección Continua, onda, láser de colorante de,
vejiga neuropátíca, en, 512, por, 634 478
514 C02, láser de, 472 a 474 Contractilidad (vesical), 529
Cistolitolapaxia, 303 Coagulación intravascular disemina- cambios patológicos en, 532
Cistolitotomía, 303 da,22l Contraste, medios de, 68
Cistometría, 528 a 532 Coccidioidomícosis, 253 Cordones,
enuresis, en, 659 Colágena, enfermedad de la, epispadias, en, 674f, 675
obstrucción urinaria, en, 184 afección renal en, 606, 607 hipospadias, en, 673 a 675
vejiga neuropática, en, 509 cistitis intersticial como, 655 ventrales congénitos, 675
Cistoscopia, 165, 166 Colesterol, defectos en la división de Coriocarcinoma testicular, 443
cáncer de vejiga, en, 367 la cadena lateral de (deficiencia metastásico, linfangiograma de,
carcinoma de células renales, en, de P450scc), 568, 726, 727 871
386 Colestiramina, 465 Coronaríopatías y trasplante renal,
cistitis, en, Colinérgicos, agentes, 517 623
intersticial, 656 Colon, Cortical, necrosis aguda, insuficiencia
radiación, por, 663 cáncer de, renal por, 615
enfermedad de los riñones poli- constricciones ureterales se- Corti costero ides,
quístícos, en, 581 cundarias a, 78! choque séptico, para, 220, 221
esguistosomiasís, en, 259 fístula vesical por, 661, 662! dermatitis, para, 701
fílariasis, en, 263 derivación urinaria hacia, 456, fibrosís retroperitoneal, para, 648
fístulas vesicales, en, 661 458/. 459! infertilidad masculina, para, 775
hiperplasia prostática benigna, en, Color, láser pulsante de, 477,478 liquen plano, para, 702
410 Coloranre, láser con, 477, 478 nefrótico, para síndrome, 605, 606
obstrucción urinaria, en, 184 Columna vertebral, síndrome de Goodpasture, para,
orificio ureteral ectópico, en, 641, enfermedades, reflujo vesicourete- 604,605
642! ral y, 198 trasplante renal, para, 632
reflujo vesicoureteral, en, 199 lesiones, Cortisol,
tuberculosis, en, 253 eyaculación sin orgasmo, 798 hiperplasia suprarrenal congénita,
uretritis crónica, en, 685 impotenda por, 788 en,568,569, 723,724,727
válvulas uretrales posteriores, en, infertilidad masculina, 772, prueba de supresión con dexame-
670 775, 776 tasona, en, 564
vejiga neuropática, en, 512, 514 vejiga neuropática por, 51 O, 511 síndrome de Cushing, en, 563, 564
Cistouretrografía al vacío, 79 Computadora, análisis con, en imáge- Cortisona, acetato de, 656
dilatación de vías urinarias supe- nes con radionúclidos, 151, 152 Corynebacterium parvum, 349
riores, en, 647 Concentración inhibitoria minima (CIM), CP16 (etopósido), 483c
51
estenosis uretral distal, en, 683, 245 Cr -EDTA (cromo-51 ácido etílene-
684! Condiloma acuminado, 450,704 diamintetraacético ), 152
estrechez uretral, en, 677 uretral, 679, 680 Creatinina,
obstrucción de la unión ureteropél- Condón(es), 269, 272, 277 cálculo de depuración de, 61
vica, en, 644 sonda,518 sérica, 61
orificio ureteral ectópico, en, 641 Conducto deferente, híperplasia prostática benigna,
uréter duplicado, en, 638 cálculos en, 114-.f en,407
ureterocele, en, 640 IRM normal de, l14j Crecimiento,
válvulas uretrales posteriores, en, Cono, síndrome de (aldosteronismo hormona del, tratamiento con, 717,
670, 67lf primario), 569 a 571 718
Citocinas, 342, 343, 352, 353, 355 imágenes de radionúclidos en, 158 inhibidores del (chalanas), 355
Citomegalovirus (CMV), infección Constrictor, tratamiento con factor del, 483
por, 634 /esfínter, disinergia, 528, 534 Crioablación de la próstata, 431 a 434
Ci totoxicidad, hiperplasia prostática benigna Criptocócica, meningitis, 277
quimioterapia, en, 482 y, 410 Criptorquidia, 25,692 a 695
radioterapia, en, 490 perfil de presión uretral en, 538 cáncer testicular y, 441
Citrato, formación de cálculos urina- registro urodínámico en pa- fisiológica, 694
rios y, 283, 284, 286 cientes con, 557! infertilidad y, 771
812 • Cristaluria/Doxiciclin a (Índice)

Cristatuna, 58, 295 Dexametasona, prueba de supresión Diuréticos, cálculos urinarios y, 302
Cromo-51, ácido etílenediamintetraa- con,564 Diverticulitis, 661
cético (Cr51 -EDTA), 152 Dextroanfetamina, sulfato de, 660 Divertículos,
Cromosoma X, 705 a 708 Diabetes, reflujo vesicoureteral por, J 93, 194f
anomalías estructurales del, en dis- impotencia en, 789 a 791, 793, 797 uraco, del, 21
genesia gonadal, 718c infertilidad masculina en, 772,775 uretrales, 687, 688
Cromosoma Y, 705 a 707, 709! insípida renal, 610,611 cistouretrograma de micción
anomalías estructurales del, en dis- trasplante renal en, 623 en,8~f
genesia ganada!, 7l8c Diálisis, vesicales, 661
Cromosómicas, anomalías, insuficiencia renal, en, obstrucción de la salida vesical,
diferenciación sexual anormal y, aguda,616 por, 177, l85f
714 a 721 crónica, 619 a 62t DNA, ploidismo de , en cáncer de
infertilidad masculina y, 761,768, trasplante renal y, 625 próstata, 426
769 Dibromocloropropano, 757, 771 Dolor,
Cuello uterino, carcinoma del, Dicloxacilina, 243c cálculos, por, .
cistitis por radioterapia para, 663 foliculitis, para, 703 ureterales, 290/, 291
fístulas vesicales y, 661 Dieta, cálculos urinarios y, 296 urinarios, 289, 291
Cuerpo(s), Dietilcarbamacina, 263 epidídimo, 35
cavernosos, 784 Dietiiestílbestrol (DES), torsión de cordón espermático
angiograma de, 94, 95f cáncer de próstata, para, 732 y,697
priapismo, en, 676 eyaculación sanguinolenta, para, espalda, de, 35
cromatina X (Barr), de. 706, 707f - 664 LEOC, en, 317 a 319
esponjoso, 784 infertilidad y, 757 local, 31
Cultivos urinarios, 58, 59 uretritis senil, para, 686 óseo en cáncer de próstata, 433. 434
tuberculosis, para, 59 Diferenciación, agentes de, 355 piernas, de, 35
Cushi ng, enfermedad de, 561, 565 Digestivo, aparato, inervación, prostático, 35, 238
Cushing, síndrome de, 561 a 567 autónoma de, 33f referido, 31
complicaciones, 565 sensitiva de, 34f riñones y uréteres, de, 32!
cuadro clínico, 562 a 565 Digital rectal, exploración, 45 a 48 renal, 32
fisiopatología de, 561, 562 cáncer de próstata, en, 422 cálculos urinarios, en, 289
imágenes con radionúclidos, 158, hiperplasia prostática benigna, en, diferenciación entre, y radicu-
159! 400,407 lar, 43
impotencia en, 789 Dihidrotestosterona (DHT), 401,412, enfermedad de los riñones po-
patología de, 562 431,751 liquísticos, en, 581
pronóstico, 567 conversión defectuosa a testostc- hiperplasia prostática benigna,
tratamiento, 565 a 567 rona, 731, 732 en,407,408
Cutáneas, lesiones, descenso de los testículos y, 693 reflujo vesicoureteral, en, 198
evaporación por láser, 473, 474 diferenciación de los genitales ex- seudorrenal, 32
feocromocitoma, en, 572 ternos y, 71 O testicular, 35
genitales, 38, 39, 273c, 701 a 704 función sexual y, 789 testículos no descendidos, en, 693
seudoverrugosas, 465c Dimetil sulfóxido, 656 torsión de,
síndrome de Cushing, en, 563 Dinitroclorobenceno (DNCB) en cán- apéndices testiculares y epí-
cer, dfdimo, en, 698

D próstata, de, 346


renal, 345
vejiga, de, 345
cordón espermático, en, 697
ureteral, 32, 35
vesical, 35
Dactinomicina, 445 Diseminada, coagulación intravascu- Donovan,cuerposde,27 5
De Toni-Fanconi-Debré, síndrome lar, 221 Dopamina,
de, 609. Disgerminoma, 721,734 choque séptico, 221
Dehidroepiandrosterona, 568,727,728 Dispositivos, insuficiencia renal aguda, 615,616
Denys-Drash, síndrome de, 732 angioplastia transluminal, en, 129, Doppler, ultrasonografía, 94, 97, 102!
11- Deoxicortisol, concentraciones de, l31f Dornier HM-3, litotriptor, 312f
565 ureterales del conducto ileal en de- Dorsal, rizotomía, 558
Dermatitis, rivación urinaria, 456 Dosis por fracción (radioterapia), 490
aLópica, 701 Distales, túbu1os, anomalías de los, Doxiciclina, 243c
contacto, por, 610,611 epididimitis aguda, para, 240
alérgica, 465c Disuria, 36 linfogranuloma venéreo, para, 275
genitales externos, de, 70 l hiperplasía prostática benigna, en, Neis seria gonorrhoeae, para, 269c
Deshidratación, insuficiencia renal 404 sífilis, para, 272
aguda por, 614 infección por herpes genital, en, 704 uretritis no gonocócica, para, 240,
Desmopresjna, 660 uretritis, en, 267, 270 27lc
Doxorrubicina/Especifico • 813

Doxorrubicina, 483c Electromiografía, exploración física, 44


cáncer, para, estudios urodinámicos, en, 509, hombre infértil, en el, 758
próstata, de, 486 533,534 infecciones no específicas de, 239
v~iga,de,369,485 impotencia neuroJógica, en, 792 a 241
DPP (derivado proteínico purificado), Embarazo, testículos no descendidos, en, 693
349 cálculos urinarios en, 292, 293 torsión de los apéndices del, 698
Duplicación de uréter, 19 tratamiento antimicrobiano de transporte, maduración y almace-
Duplicados, riñones, 100! IVU en, 245,246 namiento de esperl)1atozoi-
Embolismo a través de catéter, des, en, 752,754

E carcinoma de células renales, de,


125 a 127,388
fistulas arteriovenosas, de, 126 a 128
tumores de, 449,450
Epididimovasosto mía, 773
Epilepsia,
Eagle-Barrett, síndrome de (síndrome malformaciones arteriovenosas, de, disfunción sexual masculina y, 792
de vientre de ciruela), 195 126 a 128, 130! enuresis y, 658
prueba de Whitaker en, 137/ manejo de la hemorragia de pelvis Epispadias, 22, 27, 653, 674/, 675
Edad, y vejiga intratable, en el, Epiteliales, células,
hiperplasia prostática benigna se- 128, 129/ sedimento urinario, en, 57
gún la, prevalencia de la, sitios de hemorragia, 128 vaginales, receptividad a la coloni-
401! Embrionarias, células, carcinoma de, zación bacteriana de, 210
prevalencia deiVU de acuerdo con 442 Epitelio seminífero, etapas, 752, 753!
la, 208c ultrasonido de, 101/ Epstein-Barr, virus de, trasplante re-
tamaño de pene y testículos se- Embriónica, síndrome de regresión nal y, 634
gúnla,669c testicular, 732, 733, 769 Equinococosis, 263,264
testicular según la, valores norma- Endoeléctrica, cirugía, 170 Eritrocitosis y carcinoma de células
les del volumen, 758f Endógena, creatinina, prueba de de- renales, 384
valores de laboratorio, puración de, 61 Eritromicina, 243c
cambian con la, que, 63c Endopielotomí a, chancroide, para, 274
no cambian con la, que, 63c retrógrada, 169 epididimitis aguda, para, 240
Edema, transcutánea, 143 linfogranuloma venéreo, para, 275
escroto, de, 691 Endourología transcutánea, 133 a 146 prostatitis no bacteriana, para, 237
extremidades después de radiote- técnicas de imagenología y pun- uretritis no gonocócica, para, 271c,
rapia para cáncer de prósta- ción, 133 a 137 685
ta, de, 429 Enfisema, impotencia y, 791 Eritroplasia de Queyrat, 450
reDujo vesicoureteral por, de pared Enfisematosa, pielonefritis, 7lj Escabiasis, 703
vesical secundario a cistitis, Enoxacina, 243c Escherichia coli, 209, 210
193 prostatitis bacteriana crónica, para, uretritis crónica, en, 685
síndrome nefrótico, en, 605 236 Esclerosis,
síntoma de enfermedad urológica, Enuresis, 36, 37, 657 a 660 múltiple, infertilidad en, 775
como, 39 estenosis uretral distal, en, 683 tuberculosa, enfermedad de riñón
Efedrina, Envejecimiento, poliquístico y, 583
eyaculación retrógrada, para, 776 cáncer prostático y, 418 Escroto, 13, 14
incontinencia, para, 657 efectos sobre la próstata y, 401, 402 exploración, 44
priapismo, para, 796c Enzimas séricas, 62 infecciones no específicas, 241,
Electrocoagulació n, Epididimal, aspiración, mícroquirúr- 242
cístitis intersticial, en, 656 gica de espermatozoides, 774 lesiones, 339
eyaculación sanguinolenta, en, 664 Epididimitis, trastornos, 691
fístula vcsicovaginal, en, 661 aguda,239,240 Esfínter,
Electroeyaculació n, 775, 798 definición de, 207 anal, exploración de, 45
Electrólitos, cáncer testicular y, 445 artificial, 558, 657
acidosis tubular renal, en, 610 crónica, 241 cuello vesical, 505, 506
aldosteronismo primario, en, 570 infertilidad y, 765, 772 externo, 506
choque séptico, en, 221 torsión del cordón espermático y, espasmo de, 683, 684
derivación urinaria, en, 456, 463, 697 lesión específica de, vejiga neu-
465 tuberculosa, 239, 241 ropática por, 511
hiperplasia suprarrenal congénita, vejiga neuropátíca y, 519 función de, 506, 532 a 538
en, 723, 724 Epidídimo, 12, 13 Esfinterectomía, 558
séricos, 62 anomalías congénitas, 695 Espalda, dolor de, 35
hiperplasia prostática benigna, desarrollo, 25 Específico, antígeno prostático (APE),
en,407 dolor en, 35 348,400,422,425 ,426
insuficiencia renal crónica, en, torsión del cordón espermático quimioterapia, después de, 486
621 y,697 radioterapia, 492, 493, 496
814 • Espectinomicina/Fiebre (Índice)

Espectinomicina, 269c Estramustina, 486 Eyaculadores, conductos,


Espermática, fosfato de, 434c cálculos en, 1141
penetración, ensayos de, 764, 765 Estreptomicina, desarrollo de, 25, 26
transferencia, cistitis amicrobiana, para, 257· IRM normal de, ll4f
mic~oínseminación, 778 tuberculosis, para, 255 resección transuretral de, 773, 774
subzonal, 778 Estrógenos,
Espermático(s),
anticuerpos, 762,773, 775,776
cordón,12
administrados durante el embara-
zo,
cáncer testicular y, 441
F
exploración, 44 hipospadias y, 673 Factor,
hidrocele, 696/ cáncer de próstata, en, 432 determinante testicular (fDF), 706,
trastornos, 695 a 698 carbúnculo uretral, para, 686 707
tumores de, 449,450 disgenesia gonadal, para, 718, 719 necrosis tumoral, de, 355
Espermatocele, 695, 696! exceso de, infertilidad masculina Falsa incontinencia, 37
artificial, 774 y, 768 Familiares, antecedentes, cálculos uri-
Espermatocitos, 751,752 feminización testicular, para, 731 narios y, 296
Espermatogénesis, 752 fusión labial, para, 684 Fármacos,
Espermatogénicas, células, en criptor- hiperplasia prostática benigna, en, disfunción sexual masculina y,
quidia, 693 402 790
Espermatogonia, 751, 752 impotencia por, 790 erupc~ones genitales por, 273c,
Espermatozoíde(s), producción de testosterona y, 702
aspiración epididimal microqui- 750 - infertilidad masculina y, 757, 770
rúrgica de, 774 síndrome de Klinefelter, en, 769 a 772,776
cola del, defectos congénitos de la, tumores de células de Leydig, en, relación con cálcuJos urinarios, en,
772, 773 447 296
concentración de, 759 uretritis senil, para, 686 Fecundación, 755
función de los, Estroncio 89, 434 in vitro, 765, 776, 777
proebas de, 763 a 765 Estruvita, cálculos de, 287 Feminización testicular, 729 a 731
trastornos de la, 772, 773 Etarnbutol, 255 Fenazopiridina, 661
inserción de, bajo la zona pelúcida, Etilcloroformato, 349 Fenilefrina, 796c
778 Etopósido (CP16), 483c Fenilpropanolamina, 776
interacción entre, tumores de células germinales, pa~ Fenitoína, 660
moco cervical, y, 763, 764 ra, 445,446,484 Fenolsulfonftale(na (FSF), 182, 184
zona pelúcida, y, 765 Eunucoidismo, 691, 692, 758c, 768 a Fenoxibenzamina, 412c, 795
morfología de los, 759, 760 771 disfunción eyaculatoria por, 776
movilidad de los, 759 Evocados, potenciales, 792 Fentolamina, 795, 796
pruebas de hiperactividad, 765 Examen general de orina, 51 a 60 Feocromocítoma, 571 a 574
trastornos de, 772, 773 diagnóstico de enfermedad renal, bilateral, TC de, 103/
transporte-maduración y almace- en,601,602 estrategia diagnóstica en, 573, 574
namiento de, 752 a 754 hiperplasia prostática benigna, en, extrasuprarrenal familiar, métodos
trastornos del, 772 407 de imagenología en, 117/
Espina bífida, vejiga neuropática en, insuficiencia renal aguda, en, 614, imagen con radionúclidos, 159
5"'17, 518 615,617 localización del tumor en, 573
Espinal, choque, 511 Extracorpórea, preservación renal, maligno, 574
tratamiento de, 515, 516 628,629 manifestaciones clínicas, 571 a
Espironolactona, 433, 790 Extravasación, 573
Esqueléticas, anormalidades, cálculos hidronefrosis, por, 182 tratamiento, 574
urinarios y, 293 lesión, por, Fértil, eunuco, 767
Esquelético, gammagrama, 160 ureteral, 333, 331 Fibroepiteliales, pólipos, 372
Esquistosomiasis, 258 a 262 uretral, Fibromuscular, displasía, hiperten-
calcificación por, 70! anterior, 337 a 339 sión renovascular y, 737
carcinoma de células escamosas y, posterior, 335, 336 Fibrosarco'ma,
260 a 262, 364 rotura de vejiga, por, 333, 334 cordón espermático, del, 450
cistitis intersticial y, 656 traumatismo renal, por, 329 renal, 394
tuberculosis y, 253 Eyaculación, Fibrosis quística, trastornos en el
Estatura corta en síndrome de Tumer, falta de, 775 transporte de espermatozoides
717,718 fisiología, 798 en, 772, 774
Estoma, complicaciones con, en deri- precoz, 798 Fiebre,
vación urinaria, 465, 466 retrógrada, 776, 798 cálculos urinarios y, 292
Estómago, reservorios urinarios cons- sanguinolenta, 39,664 síntoma de trastorno de vías urina-
truidos con, 460, 461 trastornos en la, 798 rias, como, 31
Filariasis, 262, 263 Formalina, 663 microorganismos causales, 205c
linfangiograma de, 87/ Fosfatos, vías de contagio en, 206!
Fimosis, 676,677 formación de cálculos urinarios y, lesiones del, 321 a 339
Finasteride, 412, 413 283 diagnóstico y tratamiento, 321
Finita, amplitud, emisores de ondas de suplemento de, 302 a324
choque de, 311, 314! Fosfaturia, defectos tubulares y, 609, 61 O nervios sensitivos del, 34!
Fístula, Fotodinámica, terapia, 4 78 síntomas de padecimientos del,
arteriovenosa, 596 Fraccionamiento (radioterapia), 31 a39
embolia transcatéter de, 126 a calendarios alterados para, 490, 491 Gentamicina, 243c
128 convencional, 490 absceso corticomedular renal, pa-
traumatismo renal, por, 325 Fructosa, azoospermia y concentra- ra, 228
· rectouretral, 21,673 ciones de, 760 bacteríemia, para, 220
rectovesícal, 21, 673 FSF (fenolsulfonftaleín a), 182, 184 granuloma inguinal, para, 276
rectovestibular, 21 pjelonefritis, para, 213
renoalimentaria, 597
renobronquial, 597
ureterovaginal, 661
G prostatitis bacteriana aguda, para,
234
Germinales, células, 751, 752
uretroescrotal, 83/ 67
Ga (galio 67), 160, 161 aplasia de, 769, 770
uretrovaginal, 687, Gametos, transferencia intrafalopíana tumores de,
uro genital del ombligo (uraco), 21' de, 778 extragonadales, 449
654 Ganciclovir, 634 síndrome de Klinefelter, en,
vesical, 661 a 663 Gastrointestinales, síntomas, trastor- 715
vesicoanexal, 661, 663 nos urológícos y, 35, 36 quimioterapia para, 484,485
vesicointestinal, 661- Género, identidad del, 710 a 714 testiculares, 441 a 447
vesicovaginal, 663 _ Genética, terapia, inmunoterapia y, Gigante, condiloma acuminado, 450,
FK506, 632 355,356 451,679,680
Floxuridina (FUdR), 483c Genital(es), Ginecológica, enfermedad, fístulas
carcinoma de células renales, para, ambiguos, diferenciación de, 26, vesicales y, 661
486 27,710,712 a 714 Gínecomastia, 39,41
Flucitosina, 257 aparato, 25, 26 címetidina, por, 771
Fludrocortisona, anomalías, 26 deficiencia de LH aislada, en, 767
acidosis tubular renal, para, 61 O diferenciación sexual de, 71 O, exploración física por infertilidad,
hiperplasia suprarrenal congénita, 711! en, 758
para, 724, 725 femenino, 26, 711! resistencia a andrógenos en hom-
Flujo, citometría de, 365 masculino, 25, 711/ bres con genitales masculi-
Fluorescente(s), enfermedades cutáneas de los, nos normales, 731
bandaje, 705, 706! 701 a 704 seudohermafroditi smo masculino,
hibridización in situ, 705 femeninos, en, 728
prueba de absorción de antiruerpos, de anomalías, 27 síndrome, en,
treponema (FTA-ABS), 272 desarrollo, 27, 710, 712 a 714 Klinefelter, de, 714, 769, 770f
5-Fluoracilo, 483c exploradón, 45 Reifenstein, de, 731
cáncer, para, herpes, infecciones por, 276, 704 tumores de células de Sertoli, en,
pene, de, 451, 452 úlceras genitales en, 273c 448
próstata, de, 434c, 486 masculinos, Glande del pene, 784, 785
verrugas uretrales, para, 680 anomalías, 27 Gleason, sistema de graduación de,
Flutamida, desarrollo, 26, 710, 712 a 714 419
cáncer de próstata, para, 433 exploración, 43 a 45 Glomerulonefritis , 602 a 606
hiperplasia prostática benigna, pa- normales, resistencia a los an- insuficiencia renal aguda por, 615
ra, 413 drógenos en varones membranoprolífer ativa, 605
Foliculitis, 703, 704 con, 7ll posestreptocócica, 603, 604
Folículo estimulante, hormona (FSH), úlceras, 273c trasplante renal en, 623
criptorquídia, en, 693 verrugas,277,278 , 704 Glucocorticoides, exceso de, infertili-
deficiencia aislada, en, 767 Genitourinario, aparato, dad masculina y, 768
fisiología reproductiva masculina, anatomía, 1 a 15 Glucosa urinaria, 53
en, 749 a 752 masculina del, 2f Glucosaminogluca nos, 655, 656
hipogonadismo, en, 692, 761, 775 embriologfa, 17 a 27 G~cosuria,609,610
impotencia, en, 793 exploración física, 41 a 48 Gonadal,
niños sin gónadas! en, 733 inervación autónoma, 33f agenesia, 25
síndrome, en, infecciones, disgenesia, 717 a 720
Klinefelter, de, 716, 769 específicas, 249 a 264 45,X (síndrome de Turner),
Turner,de, 717,718 inespecíficas, 205 a 246 717a719
cromatina X negativa, va- Goodpasture, síndrome de, 604, 605 perineal, 337, 339
riantes con, 718, 719 Goserilin, 413c perirrenal, 107/
variantes con cromatina X Gram, tinción de, 55c retroperitoneal por traumatismo
positiva, 718 uretritis, en, 267, 270 renal, 330f
46,XX,Fl9 Gramnegativos, bastones, Hematoporfirina (HPD), derivado de
46,XY ,' 719, 720 absceso, en, la, 478
gonadob\astoma en, 448 corticornedular renal, 226 Hernatosperrnia, 39, 664
hipogenesia, 25 perinéfrico, 228 Hematuria, 38, 56, 5J.
mixta, 718 prostático, 234 cálculos urinarios, 291
tumores gonadales en, 720, 721 bacteriemia, en, 217 cáncer vesical, en, 365
Gónadas,. cistitis aguda, en, 230 cistitis intersticial, en, 655, 656
anomalías, 25 epididimitis aguda, en, 239 enfermedad de los riñones poli-
desarrollo, 22 a 25 infección de vías genitourinarias quísticos, en, 580, 581, 583,
descenso, 25 por, 205c 608
diferenciación sexual, 708 a 714 inflamación uretral por, 766 glo meru 1onefri ti s posestreptocóci-
supernumerarias, 25 pielonefritis, en, ca,en,603
vías biosintéticas de esteroides en, aguda, 211 hiperplasia prostática benigna, en,
722f xantogranulomatosa, 217 407
Gonadob\astomas, 448, 719, 734 prostatitis, en, lesión, en,
Gonadotoxinas, 756, 770, 771 aguda,233 ureteral, 330
Gonadotropina, crónica, 235 vesical, 333, 334
coriónica humana (hCG), Grampositivos, cocos, megauréter obstruido, en. 646
diferenciación de Jos genitales absceso perinéfrico, en, 228 nefritis crónica hereditaria, en, 608
externos, en, 710 carbúnculo renal, en, 226 nefropatía por analgésicos, en, 607
falta de respuesta de los testícu- cistitis aguda, en, 230
obstrucción urinaria, en, 183
los a, 725, 726 contaminación del cultivo de se-
primaria (nefropatía por lgA), 604
fertilización in vitro, en, 777 men por, 766
síndrome de Goodpasture, en, 604
hipogonadísmo, para, 775 infección de vías genitourinarias
traumatismo renal, en, 325, 328
prueba de la función de las cé- por, 205c
pielonefritis aguda, en, 211 tumores renales secundarios, en,
lulas de Leydig, como, 394
732, 733 prostatitis crónica, en, 235
Granulares, cilindros, 57, 58 vías urinarias altas, en cáncer de, 372
subunidad b (B-hCG) en, 344. Hemihipertrofia, 41
345,348 glomerulonefritis, en, 603
Granuloma inguinal, 273c Hemizona, ensayo de. 765
cáncer testicular, 444
Granulomatosa, Hemocromatosis, 768
v~ig~cáncerd~345
orquitis, 241,242 Hemodiálisis en insuficiencia renal,
testículos no descendidos, pa- aguda,616
ra~ 694,775 prostatitis, no específica, 238
Grasa, cilindros de, crónica, 621
criptorquidia, en, 693
diagnóstico de enfermedades rena- Hemoglobina en orina, 54
deficiencia aislada de, 767
les médicas, en, 601 Hemolítico urémico, síndrome, 615
fisiología reproductiva masculina,
síndrome nefrótico, en, 606 Hemorragia in[ratable, embolia trans-
en, 749, 750
hormona liberadora de (GnRH) Gravedad urinaria específica, 53, 61 catéter de, 128, 129f
(LHRH), insuficiencia renal aguda, en, 614, 616 Hemorroides. 406
análogos de, Grueso, intestino, reservonas urina- Hemospermia. 38,664
cáncer de próstata, para. 433 rios construidos a partir de, Hepatitis, 277
mecanismos y efectos cola- 460, 463!, 464! trasplante renal y, 624
terales de, 413c Grupo National Wilms Tumor Study Hepatolenticular, degeneración, 609
testículos no descendidos, (NWTS), 391 Hermafroditismo, 720, 721
para, 694, 775 Gubernáculo, anomalías del, 692,693 Hernia,
ausencia de (síndrome de Kall- hiperplasia prostática benigna, en,
mann), 766, 767
fisiología reproductiva mascu-
lina, en, 749, 750
H 406
inguinal, testículos no descendi-
dos y, 693, 694
hipogonadismo, para, 775 Haemophilus ducreyi, 274 v~iga,de,657,658f
micropene y, 669 Hemangioma renal, 381 cístograma de, 80f
respuesta a, en niños sin góna- Hemangiopericitoma renal, 394 Herpes simple, virus, 276, 704
das, 733 Hematoma, Herradura, riñones en, 18, 589 a 592
humana menopáusica (hMG), 775, intrarrenal, 90f cálculos renales y, 295!
777 pélvico, IRM de, 109f
síndrome, en, lesión uretral, en, 335 Hetrazan, 263
Klinefclter, de, 715,769 rotura extraperitoneal de veji- Hialinos, cilindros, 58
Turner, de, 717 ga.en,334 glomerulonefritis, en, 603
Hidatídica, enfermedad. 263,264 Hiperpotasemia, 616 enfermedad de células falcifor-
Hidrocele. 696, 697 H i perpro 1ae ti nc mi a, mes, en, 771
cáncer testicular e, 445 impotencia e, 789, 793 impotencia e, 789, 793
IRM de, 115/ infertilidad masculina e, 767, 775 infertilidad masculina, en, 757,
Hidrocortisona, Hipertensión, 767 a 771
dermatitis, para, 701, 702 aldosteronismo primario, en, 570, primario (testicular), 691, 692,
hiperplasia suprarrenal congénita, 571 758c, 769
para, 724 carcinoma de células renales, en, secundario (h ipogonadotrópico),
psoriasis, para, 702 767
384
tiña crural, para, 703 terapia hormonal para, 775
enfermedad de los riñones poli-
Hidroncfrosis, 177 a 182 valoración hormonal de, 761
quísticos, en, 581, 608 urémico, 771
bilateral, feocromocitoma, en, 571, 572
enfermedad de los riñones po- Hipoosmótico, edema, prueba de, 765
hiperplasia suprarrenal congénita, Hipopotasemia y aldosteronismo pri-
liquísticos e, 581 en,568, 724,727
patogenia de, 179! mario, 569 a 571
reflujo vesicoureteral e, 198 Hipospadia, 22, 27, 673 a 675, 733
cistitis intersticial, en, 656, 657
renovascular, 737 a 746 seudovaginal perineoescrotal,
lesión ureteral, por, 330, 331
causas no vasculares de, en en- 731,732
neuroblastoma e, 576
fermedad parenquima- Hipotalámica, enfermedad, infertili-
obstmcción, en,
tosa renal, 738c dad masculina y, 766, 767
megauréter, de, 647/
datos clínicos sugestivos de, Hipotálamo, 749, 750f
unión uretcropélvica, de la,
742c -hipófisis~gónadas, eje, 749, 750
644f646
diagrama de flujo para evalua- valoración de, impotencia y, 793
quistes renales e, 587
ción de los pacientes Hi potiroidismo,
TC de, 104{
con, 743! impotencia e, 789
trasplante renal e, 623
estudios de laboratorio en, 740 infertilidad masculina e, 768
traumatismo renal e, 325
ultrasonido de, 97/ a 742 Histocompatibilidad mayor, comple-
unilateral, 180, 181/ etiología de la, 737 jo de (MHC), 344
ureteroce1e, por, 640, 64lf historia natural de, 737 antígenos de, en cáncer de vejiga,
válvulas uretrales posteriores, en, imágenes por radionúclidos, 346
156 cáncer testicular y, 347
670
vejiga neuropática, en, 519 interrogatorio y exploración fí- HLA (antígenos de leucocitos huma-
Hidrouréter, 97.f sica en, 739, 740 nos), 631
Hidrouretcronefrosis, 177, 644! patogenia, 738 tisular, equiparación de, 627, 628
reflujo vesicouretera1 e, 195, 196 patología, 739 episodios de rechazo, impacto
ureteroce1e, en, 640 predicción de la reversibilidad en los, 628!
11-Hidroxilasa, deficiencia de, 724 de, valores de renina pa- impacto en la sobre vivencia del
17-Hidroxilasa, deficiencia de, 568, ra, 745c injerto, 628!
727,728 twtarniento, 742 a 746 Hodgkin, enfermedad de,
21- Hidroxi lasa, deficiencia de, 568, traumatismo renal, por, 325 linfangiograma de, 87f
unilateral, modelo animal de, vejiga, de, 8lf
721 a 724
738f Hongos, crecimientos de, 77f
pérdida de sal, con, 723, 724
valores predictivos de Jos estu- Horcajadas, posición a, lesión por,
virilización, con, 720, 724
dios para, 744c 337,338
17 -Hidroxiprogesterona, 568, 723,
síndrome de Cushing, en, 563, estrechamiento uretral y, 677
724, 727, 728
565,567 Hormonal( es),
3b-Hidroxiesteroides, deficiencia de
Hipertiroidi smo, estudios,
deshidrogenasa de, 568, 727
infertilidad masculina, en, 761
17b-Hidroxiesteroides, deficiencia de impotencia e, 789
séricos, 61
oxirreductasa de, 728 infertilidad masculina e, 768
urinarios, 59, 60
Hidroxiurea,434c Hiperuricosúrica, nefrolitiasis de cal-
impotencia, 793
Hipercalcemia, carcinoma de células cio, 285, 286 terapéutica,
renales e, 384 H i poal buminemia y síndrome nefróti- cáncer de próstata, para, 431 a 434
Hipercalciuria, 284, 285 co,605 neoadyuvante, 430
Hiperfraccionamiento, 490 Hipocitratúríca, nefrolitíasis de cal- carcinoma de células renales,
Hiperglucemía y síndrome de Cus- cio, 286, 287 para, 389
híng,563,565, 567 Hípofisaria, enfermedad, infertilidad infertilidad masculina, para, 775
Hiperlipidemia y síndrome nefrótico, masculina y, 767 síndrome, para,
605 Hí pofraccíonamíento, 491 Klinefelter, de, 716
Hiperoxaluria, 286 · Hipoglucemia e hiperplasia suprarre- Turner,de, 717,718
Hiperparatiroidismo, cálculos urina- nal congénita, 724 testículos no descendidos, pa-
rios e, 285 Hipogonadismo, 691,692 ra, 694
HPD (hematoporfirina, derivados de), lesión uretral posterior, por, 336,337 estudios,
478 neurológica, 788, 792, 793 bacteriológicos en, 765,
Huesos, rayos X de, priapismo e, 676 766
hipogonadismo, en, 692 prostatectomía radical, después cromosómicos en, 761, 762
i nsuficiencip. renal crónica, en, 621 de,428 inmunitarios en, 762
Huésped, inmtjnidad del, 345 a 347 pruebas requeridas para opciones radiológicos en, 766
Humanos, antígenos de leucocitos terapéuticas para, 790c exploraciónfísicaen, 757 a759
(HLA), 631 psicológica, 788, 791, 792 hipogonadismo, en, 691, 692
Humoral, inmunidad, 343 radioterapia para cáncer de prósta- pruebas de función espermáti-
pruebas de, 348 ta, después de, 428, 497 ca en, 763 a 765
resección transuretral de próstata, síndrome de Klinefelter, en, 714
después de, 414, 415 síntoma de enfermedad uroló-
In virro, fertilización, 765, 776, 777 gica, como, 39
1 In
111
(Indio 111), 160
Incontinencia, 37, 545 a 558, 657
testículos no descendidos, en,
693 a 695
congénita, 545 valoración hormonal en, 761
ICAM-1 (moléculas de adhesión in-
epispadias, en, 675 varicocele e, 695
tracelular), 345
estrés, por, 547 a 554 Inflamación oculta, detección con
lfosfamida, 483c
características urodinámicas centelleo grafía de, l 60, 161
tumores de células germinales, pa-
de, 548 a 552 Inguinal, hernia, testículos no descen-
ra, 446,485 cistogramas en, 658! didos y, 693, 694
Ig (inmunoglobulinas), 343
datos anatómicos de, 547, 548 Inmunidad,
lgA, nefropatfa por, 604
diagnóstico, 552, 553 celular, 341 a 343
Ileal, derivación urinaria, 456 tratamiento, 553, 554, 556f pruebas para. 348
Imagen(es), extrofia de vejiga, en, 653, 654 huésped, del, 345 a 347
intensificación radiográfica de la, fisíopatología, 545 a 547 humoral, 343
67, 76 fístulosa, 546 pruebas para, 348
métodos de obtención de, compa- hiperpJasia prostática benigna, en, Inmunitaria, vigilancia, 344
ración de, 115 a 120 404 Inmunitario(s),
radiográfica, registros de, 67, 68 lesión uretral posterior, por, 336 estudios, infertilidad masculina y, 762
Imagenología, métodos de, neuropática, 554 a 558 sistema,
cálculos urinarios, en, 297 control de, 518,519 componentes de, 341 a 343
cáncer, en, diagnóstico, 555, 556 control genético de. 344
próstata, de, 423, 425, 426 tratamiento, 557, 558 Inmunodeficiencia humana, virus de
tesbcular, 445 perfil de presión uretral en, es- la (VIH), 277
v~iga,de,366,367
trés/urgencia, 537 foliculitís y, 703
vías urinarias altas, de, 373 posprostatectomía, 428, 657 molusco contagioso y, 704-
carcinoma de células renales, en,
perfil de presión uretral en, 537 sarcoma de Kaposi y, 344
385,386 rebosamiento, por, 183, 545 trasplante renal y, 624
endourología transcutánea, en, traumática, 545 lnmunoglobulina (Ig), 343
133 a 137 urgencia, 545 Inmunoperlas, prueba de unión de,
hiperplasia prostática benigna, en, 762
mecanismos de, 538f
• 408 a 410 perfil de presión uretral en, Inmunosupresores, agentes, 632, 633
insuficiencia renal aguda, en, 615 infertilidad masculina, para, 775
537
lesión ureteral, en, 331 Indio 111 (In 111 ) 160 Inmunoterapia, 348 a 350, 482, 483
traumatismo renal, en, 328, 329 pentretido (In 111-pentretido), 161 activa, 349
Imidazol, 702 lndoramina, 412c adoptiva, 350
infecciones micóticas, para, 703 Infertilidad, carcinoma de células renales, para,
psoríasis, para, 702 femenina, 755 389,390,485,486
Imipenem-cilastatina, 243c masculina, 749 a 779 pasiva, 349
Imipramina, análisis de semen en, 759 a 761 restauradora, 350
enuresis, para, 660 antecedentes en, 755 a 757 Inseminación,
eyaculación retrógrada, para, 776 biopsia testicular en, 762, 763 intrauterina, 776, 777
fmperforado, ano, 21, 673 causas de, técnicas de micromanipulación
Impétigo, 704 postesticulares, 772, 773 para, 778
Impotencia, pretesticulares, 766 a 768 Interferón, 342, 352, 353
arteriógena, 789, 793 a 796 testiculares, 768 a 772 -alfa, 483
cavernosa, 789, 790, 796 a 798 después de disección de gan- carcinoma de células renales,
diagnóstico y tratamiento de, 791 glios linfáticos retrope- para,353,485,486
a 798 ritoneales, 446, 775 cáncer de vejiga, para, 353, 354
hormonal, 793 diagnóstico diferencial, 755c índices de respuesta a, 354c
Interleucina-2, 483
carcinoma de células renales, para.
354,355,486
L Leucemia linfocítica aguda de testícu-
los, 449
Leucocitos,
I nterleucinas, 342, 343, 354 Labial, fusión, 684 cilindros, 57
Intermitente, lámpara, láser de, 477 Laboratorio, orina, en, 54 a 56
Tntersticial, exámenes de, 51 a 63 semen, en, 760, 766
cistitis, 655 a 657 valores de, Leucoplaquia, 277, 450
vejiga neuropática y, 515 cambian con la edad, que, 63c Leuprolide, 413c
nefritis, 222 a 225 , 607 no cambian con la edad, que , Levamisol, 352
insuficiencia renal aguda por, 61 5 63c Lewis, antígeno de, 346
Intertrigo, 702 normales, 803 a 806 Leydig, células de, 71 O, 750, 751
Intestino, Láctico, deshidrogenasa de ácido criptorquidia, en, 693
delgado, reservorios urinarios (LDH), 444, 445 desarrollo de, 71 O
construidos con, 460 a 462 LAK (células asesinas activadas por seudohermafroditismo masculino.
grueso, reservorios urinarios cons- linfocínas), células, 342, 3.:50, en, 725, 726
truidos con, 460,463/, 464f 355 síndrome de desaparición de tes-
Tntracavernosa, inyección, Lapa, hemocianina de (KLH), 352 tículos, en, 732, 733
vasoconstrictores, de, 795 Laparoscopia, 424 tumores de, 447,448
vasodilatadores, de, 792, 793, 795 Láser(es), 171,469 a 478 Liasa 17,20, deficiencia de, 728
a 797 argón, 477 Lindano, 703
Intracelular, moléculas de adhesión cirugía con, 469 a 478 Li nfadenecto mía,
(ICAM-1), 345 cáncer, para, pélvica en cáncer de próstata, 424,
lntracitoplasmática, inyección, 778,779 pene,de,451 425
Intrarrenal, hematoma, 90! vejiga, de, 370, 473, 477, regional en carcinoma de células
Intrauterina, inseminación, 776, 777 478 renales, 388
Intravenosos, catéteres, bacteriemia y, crecimiento prostático, para, Linfangiografía, 84, 86
2l7 a 219, 221 , 222 170,415,416,476 cáncer testicular, en, 455, 446
Tntravesical, presión, manejo del rayo y efecto sobre filariasis, en, 263
capacidad de la vejiga y, en varios el tejido, 471 a 473 Linfática, oclusión, del pene. 680
trastornos, 532c verrugas uretrales, para, 679 Linfáticos, ganglios,
registro de, 530 a 532 C02, 472 a 474 exploración de, 47, 48
respuesta al estrés de, 550! colorante de onda continua, 478 inguinales crecidos en cáncer de
Inulina, depuración de, 152 lámpara de destellos, 477 pene,451
Isoniacida. 255 ND:Y AG, 474 a 476 Jinfangiograma normal, 87f
lsoproterenol, 221 patrones de absorción, 472! retroperitoneales, disección de,
Isquemia fría, tiempos de, 628 principios físicos de, 469 a 471 cáncer testicular, por, 446 a 448
impacto en la sobrevivencia del pulsante de color, 477, 478 infertilidad por, 775, 776
injerto, 629! tipos y usos de, 473 a 478 tumores del cordón espermáti-
Laurence-Moon-Bardet-Biedl, sín- co, por, 450

K drome de, 767


LDH (deshidrogenasa de ácido lácti-
co), 444,445
Linfocele,
drenaje percutáneo de, 144f
pélvico después de linfadenecto-
Kalmann, síndrome de, 766, 767 Leiomioma, mía, 424
Kanamicina, 243c epidídimo, del, 449 trasplante renal, después de, 634
Kaposi, sarcoma de, pelvis renal y uréter, de, 372 Linfocina(s), 342, 343, 352, 353, 355
pene,en,452 renal, 381 células asesinas activadas por
SIDA, en, 277, 344 Leiomiosarcoma, (LAK), 342, 351, 354
trasplante renal, después de, 634 cordón espermático, del, 450 Linfocitos, 342
Kartagener, síndrome de, 772 pelvis renal y uréter, de, 372 autólogos, 350
Kayexalato, 61 O renal, 394 infiltrantes de tumores (TIL), 350
Ketamina, clorhidrato de, 676 Lesión( es), carcinoma de células renales,
Ketanserin, 412c diagnóstico y tratamiento de ur- en,345
Ketoconazol, gencia, 321 a 324 vejiga, en cáncer de , 346
antiandrógeno, como, 433 infertilidad por, 771 T (células T), 342
candidiasis, para, 257 no penetrante, etapas de, infección por VI, en, 277
síndrome de Cushing, para, 567 adultos, en, 322/ reacción al trasplante renal, en,
KLH (hemocianina de lapa), 352 niños, en, 323/ 631
Klinefeltcr, síndrome de, 714 a 717, penetrantes, etapas de, 323f Linfogranuloma venéreo, 274, 275
770] prostatcctonúa radical, por, 427 úlceras genitales por, 273c
infertilidad masculina en, 769 térmicas en resección transuretral Linfoma,
Ksp (solubilidad del producto), 281 de próstata, 414 afección renal en, 394
después de trasplante renal, 634 Mercaptopropionilglicina (Tiola),
no Hodgkin. 277
suprarrenaL 103f
M 303
Mesonefros, 17
testicular /448, 449 Macrófagos, 341, 342 Metabólicos, trastornos, derivacíón
venocavograma inferior en, 92f Macrogenitosomía, 568 urinaria en sustitución de veji-
Linfotoxinas, 355 Magnesio, formación de cálculos uri- ga en, 463,465
Lipiduria. 605 narios y, 284 Metacolina, cloruro de , respuestas es-
Lipoide. ncfrosis, 605 Magnética, imagen por resonancia finterianas y vesicales a , 54(){
Lipoma, (IRM), 102 a 115 Metanefros, 17, 18
cordón espermático, de, 449 Metantelina, bromuro de, 660
aplicaciones clínicas, 105, 106, 108
renal, 381 Metantemina,
dncer de próstata, 423, 424
Lipomatosi.s, hipurato de, 243c
carcinoma de células renales, 386
pélvica, 80f mandelato de. 243c
divertículos uretrales, 687
perivesical, 663 Metil cloroetil clorhexil nitrosourea,
feocromocitoma, 573
Liposarcoma, 450 434c
fibrosjs retroperitoneal, 648
Liquen. Metilglioxal biguanilhidrazona, 433
principios básicos, 102 a 105
escleroso y atrófico, 702 Metiltestosterona, 686
síndrome de Cushiog, 565
simple crónis;o, 701 Metirapona, 567
testículos, en,
Líquidos, prueba con, 614, 616 Metotrexato, 483c
no descendidos, 694
Litotripsia, 172 cáncer, para,
no palpables, 691
extracorpórea con ondas de cho- penc,de,452
uréter retrocavo, 642
que (LEOC), 299, 311 a próstata, de, 434c, 486
vejiga neuropática, 512
319 vejiga, de, 485, 498
ventajas y desventajas, 114, 115
consideraciones intraoperato- Metrifonato, 260
Malrotación renal, 18, 593
rías en, 315 a 317 Metronidazol , 272
Mama , cáncer de, síndrome de Kline- Mez1ocilina, 243c
cuidados posoperatorios en.
felter y, 714 MHA-TP (prueba de microhemagluti-
317 a319
Marihuana, nación para anticuerpos para T.
evaluación preoperatoria en,
disfunción sexual masculina y, pallidum), prueba, 272
313,315
790 Micción, 508
física de las ondas de choque y,
infertilidad masculina y, 757,771 chorro débi 1, 37
311 a 313, 315j
Masas visibles o palpables y trastor- estrechez uretral, en, 677
intraurcteral, 147
láser, y, nos urológicos. 39 hiperplasia prostática benigna,
lámpara intermitente, de, MDR-1, gen de (resistencia a múlti- cn,404,405c
477 ples fármacos), 486 obstrucción del vaciamiento
pulsante de color, 477, 478 Meato, estenosis del, vesical, en, 182, 183
Litotriptor(es), evaporación con láser de co2 de, esfuerzo en hiperplasia prostática
comparación entre. para un índice 473,474 benigna, 405c
de desaparición de cálculos uretral, 680 goteo terminal en, 37
a los tres meses, 3 I 2c Meatotomía, hipcrplasia prostática benigna,
Dornier HM-3, 312! ureteral, reflujo vesicoureteral cn,404
especí ficaciones, 313c después de, 195 obstrucción del vaciamiento
tipos, 312c uretral, 679, 680 vesical, en, 183
Lomcfloxacina, 243c Medular, interrupción de la corriente de ori-
prostatitis bacteriana, para, enfermedad quística, 609 na, 37
aguda,234 necrosis, 223j polaquiuria, 36
crónica, 236 riñón esponjoso, 593, 609 cistitis intersticial, en, 655
Luteinizante. hormona (LH), cálculos renales y, 294 hiperplasia prostática benigna,
deficiencia aislada de, 767 tuberculosis y, 253 en,404,405c
feminización testicular, en, 729 a urograma de, 73f obstrucción del cuello vesical,
731 Mcgalopene, 39,669 en, 183
fetal hipofisaria, 7IO Megauréter, obstrucción de, 646 reflejo de, 506
falta de respuesta testicular a, Megestrol , acetato de, 413c vías nerviosas y centros en
725 , 726 Melfalán, 434c SNC que participan en,
fisiología reproductiva masculina, Membrana, pcrfilometría con catéter 507f
en, 749 , 750 de,533 sensación de orina residual des-
hipogonadismo. 775 Meningitis por criptococos, 277 pués de, 37
hombres infértiles, en, 761 Mental, retraso, en síndrome, hiperplasia prostática benigna,
impotencia y, 793 Klinefelter, de, 716 en.404,405c
niños sin gónadas, en, 733 Laurence-Moon- Bardet-Bicdl, de, síntomas relacionados con, 36 a 38
síndrome de Reifenstcin , en, 731 767 urgencia de, 36
híperoxalúrica con calcio, 286
hiperplasia prostática benigna,
en,404,405c
obstrucción del vaciamiento
N hiperuricosúrica con calcio, 285,
286
vesical, en, 37. 183 Nafcilína, 226 hipocitmtúrica con calcio, 286, 287
vacíl<lción en, 37 Nafralin, 413c Nefrolitotomía,
estenosis uretral distal,· en, Narcóticos, anatrófica, 300
683 disfunción sexual masculina y, transcutánea (NLT), 133, 135.
hiperplasia prostática benigna, 790 141. 142,299
en,404 infertilidad masculina y. 757,771 Nefrona, 3, 4
obstrucción del vaciamiento Náuseas, dlculos urinarios y, 292 etapas en la diferenciación de la, 19f
vesical, en, I 83 Nd:Y AG, láser de, 474 a 476 Nefropatía,
M icoplasma. Necrosis, ácido úrico. por, 607
cistitis amicrobíana, en, 256 cortical aguda, 615, 616 analgésica, 222, 607
infertilidad masculina y, 766,773 tubular aguda, 615, 616 cambios mínimos, de, 605
Micostatin (nistatina), 465c, 703 trasplante renal, en. 626, 627, IgA, por, 604
Micóticas, infecciones genitales, 703 629,630,634 membranosa, 605
Microhemaglutin ación, prueba de, Nefrectomfa, reflujo, de, 195, 196
para anticuerpos contra T. pa- donador,629,630 tóxica, insuficiencia renal aguda
1/idum (prueba MHA-TP), 272 equínococosis, en, 264 por, 615
Microinseminació n, transferencia de parcial, Nefrosclerosis, trasplante renal en, 623
espermatozoides por, 778 cálculos renales, para, 300 Nefroscopia, 140, 141
Microondas, hipertermia por, 416, carcinoma de células renales, Nefroscopio rígido, 14lf
417 en,389 Nefrosis, 605, 606
Micropene (microfalo), 39, 669, 670, radica[, lipoide, 605
733 carcinoma de células renales, nefrona inferior, de la, 615,616
Microquirúrgica, aspiración cpididi- en,388, 389 Nefrostogramas, 77/, 79
mal, de espermatozoides, 774 smcoma renal, en. 394 Nefrostomía.
Microtransductor, perfilometría con, riñón nativo pretrasplante bilate- catéteres para, 135f, 137 a 139
533 ral, de, 625, 626 inserción de, J38f
Mielomatosis, 608 trasplante de aloinjerto, 626 quimiólisis de cálculos renales
Miclomeningocek , reflujo vcsicoure- unilateral en hipertensión reno- con afusión, para, 139,
tcral y, 197f vascular, 746 140
Mineralocorticoid es, Nefritis, colocación transcutánca de un ca-
acidosis tubular renal, para, 61 O crónica hereditaria, 608 téter de, 137 a 139
hiperpJasia suprarrenal congénila. intersticial, 222 a 225, 607 Nefrótico, síndrome, 605, 606
para, 725 insuficiencia renal aguda por, Nefrotomía radial, extracción de cálcu-
Mínima. concentración bactericida 615 los urinarios mediante, 300
(CBM), 245 membrana basal antiglomerular, Ncfrotomograffa,
Minocíclina, 243c 604,605 enfermedad de los riñones poli-
prostatitis no bacteriana, para, Nefroblastoma (tumor de Wilms),390 quísticos, en , 583
237 a 394 quistes renales, en, 586
Miopatía en síndrome de Cushing, diagnóstico diferencial, 392 traumatismos renales, en, 328
563 etapas, 391, 392 Neisseria gonorrhoeae, 267, 269
Miotónica, distrofia, infertilidad etiología, 391 absceso prostático, en, 234
masculina y, 769 incidencia, 390, 391 epididimitis aguda, en, 239
Mitomicina, 434c manifestaciones clínicas, 392 Nematodos, 262
Mitomic1na C, 369 neuroblastoma y, 575 Neoadyuvante, quimioterapia, 482
Mitotano, 567 patogenia y patología, 391 cáncer de vejiga, en, 485
Mitoxantrona, 486 pronóstico, 393, 394 Neoarsfenamina, 257
Molusco contagioso, 704 seudohermafroditi smo masculino Nervios,
Monoclonales, anticuerpos, 341, 342, y, 732 periféricos, vejiga neuropática por
349 tratamiento, 393 lesión de, 5 JO, 511
radiomarcado~. 161 urograma. 73f sacros,
Mülleriana, agenesia. 734 Nefrocalcinosis, 284 estimulación, efectos en la pre-
Müllerianos, conductos. 23j, 25, 710, bilateral, 69f sión uretral de, 546f
7llf tuberculosis y, 253 impotencia, en, 792
persistencia de, en hombres, 733 Ncfrolitiasis, Netilmicina, 243c
Múltiples, arterias renales, 88/ hi percalciúrica, Neumaturia, 38
Multiquísticos, riñones, 580 absortiva, 284, 285 Neuroblastomasup rarrenal, 574 a 576
atresia ureteral y, 637 inducción renal, por, 285 imágenes por radionúclidos. 159
Mycobacterium tuberwlosis, 249 resortiva, 285 uro grama de, 73f
Neurodermatitis circunscrita, 701 Oculta, inflamación, detección con Óseos, gammagramas, 160
Neuroestimulación en vejiga neuro- centelleografía de, 160, 161 cáncer de próstata, en, 426
pática, 517, 558 Ocupación, cálculos urinarios y, 296 Osteomalacia, 609, 610
Neurológica, Ofloxacina, 243c Osteoporosis, síndrome de Cushing y,
exploración, 48 epididimitis aguda, para, 240 563,565,567
impoteno¡a, 788, 789, 792, 793 Neisseriagonorrhoeae, para, 269c Ovales, cuerpos grasos,
Neuropática.'vejiga, 505 a 520 prostatitis, para, diagnóstico de nefropatías médi-
cistograma de, 81! bacteriana, cas, en, 601
clasificación, 509 a 511 aguda,234 síndrome neftótico, en, 605, 606
complicaciones, 519, 520 crónica, 236 Ovárica, hiperestimulación, 777
diagnóstico, 511 a 514 no bacteriana, 237 Ovarios,
diferencial, 514, 515 OKT3, 632 desarrollo de, 22 a 25
cnure.sis y, 659 Oligospermia, descenso de, 25
espástica,509,510,512,516,517 biopsia testicular en, 762 Oxacilina, 226
espina bífida y, 517, 518 concentraciones de FSH en, 761 Oxalato, formación de cálculos urina-
fláccida (atónica), 510, 5 l 1, 513, Oliguria, 37,613 a 617 rios y, 283, 286
514,517 Oncocitoma renal, 379, 380 Oxamníquina, 260, 261
hiperplasia prostática benigna y, benigno, 380! Oxicloroseno sódico, 656
410 Oportunistas, infecciones, trasplante
pronóstico, 520
tratamiento, 515 a 519
renal e, 634
Orgasmo,
p
Neurotransmisores, fisiología de, 798
erección del pene, en, 786, 787 trastornos en el, 798 P450, deficiencia de aromatasa, 725
fisiología reproductiva masculina, Orina, P450scc, deficiencia, 568, 726, 727
en, 749 color y apariencia, 52 PAH (ácido paraaminohipúrico), 152
función vesical, en, 507, 508 cristales en, 58 Papaverína, 793 a 796
Nicerogolina, 412c estudio de constituyentes de cálcu- Papilar,
Nicturia, 36 los en, 60 adenocarcinoma, 69f
cistitis intersticial, en, 655 exploración, 51 a 60 carcinoma vesical, de células tran-
hiperplasia prostática benigna, en, hormonas en, estudios de, 59, 60 sícionales, 81f
404,405c irritación cutánea/infección por necrosis, 222 a 225
Nifuratcl, 257 contacto con, 465 patogenia, 223!
Niridazol, 261 pasada por papilas, 223f tuberculosis y, 253
Nistatina (micostatín), 465c, 703 pruebas químicas, 53, 54 Papiloma,
Nitrato de plata, lavados con, 656 recolección de, 51, 52 uretra, de, 679
Nitrofurantoína, 243c residual, 37 vejiga, de, 362
prostatitis bacteriana crónica, para, divertículos vesicales, en, 661 Papilomavirus humano., 278,679,704
236 estenosis uretral distal, en, 683 Paraaminohipúrico, ácido (PAH), 152
Nitrógeno de la urea sanguínea (BUN), híperplasia prostática benigna, Paradójica, incontinencia, 37
61,62 en,407,408 Parafimosis, 677
hiperplasia prostátjca benigna obstrucción del vaciamiento Paraneoplásicos, síndromes, carcino-
(HPB). en, 407 vesical, en, 177, 183 ma de células renales y, 384, 385
Nocturna, prueba detumescencia. del turbia, 38 Parasimpatolíticos, fármacos, 516,
pene, 792 Orquíectomía, 558
9-Nonoxinol, 269 cáncer, en, Parasimpatomiméticos, fármacos,
Noonan, síndrome de, 769 epidídimo, de, 449 517,660
Noradrenalina, 221 próstata, de, 432, 433 Paratesticulares, tejidos, tumores de,
Norfloxacína, 243c testicular, 446, 448 449,450
prostatitis bacteriana aguda, para, testículos no descendidos, en, 694 Parénquima,
234 torsión de cordón espermático, en, hidronefrosis, en, 177, 178f, 180
NP59 (7 -yodometil- l 9-norcolesterol 698 necrosis papilar, en, 223f
marcado con 1131 ), 158 Orguiepididimitis, 240,241 Parenterales, líquidos, choque séptico
imágenes con radionúclidos de, y, 220

o 1581
Orquioplexia, 694, 695, 775
Orquitis,
Parotiditis, orquitis por, 241
infertilidad y, 771
Pediculosis en pubis, 702, 703
Obesidad, aguda,241,242 Pélvica,
cálculos urinarios y, 293, 294 granulomatosa, 241, 242 enfermedad inflamatoria, aguda,
síndrome de Cushing, en, 562, 563 parotidítis, por, 241, 242 207
Obstétrico, traumatismo, fístula vesi- infertilidad y, 771 linfadenectomía, 424, 425
cal por, 662f, 663 tuberculosa, 241 lipomatosis, 80!
Pélvico/Prostaglandina E¡ • 823

Pélvico, Perineal, hematoma, 337, 339 Piperacilina, 243c


estimulación del nervio, efectos Perinéfrico, absceso, 228 a 230 Pirazínamida, 255
sobre la presión uretral, patogenia de, 229/ Piretrinas, 703, 704
546j, 548j Peri pél vi cos, quistes, 104f Piuria, 54 a 56
hematoma, Perirrenal, hematoma, 107! estéril en tuberculosis, 252
lesión uretral, por, 335 Peritoneal, Placas inmediatas en urografía, 76
rotura de vejiga extraperito- diálisis, Plomo, exposición al, infertilidad y,
neal, por, 334 insuficiencia renal, en, 757
Pelvis, aguda,6l6 Pneumocystis carinü, 277
fractura de, crónica, 621 infección con, después de trasplan-
estrechez uretral y, 677 trasplante renal y, 625 te renal, 634
lesiones en uretra posterior y, irritación, 36 Podofilina, resina de, 704
335 Persistente, cloaca, 21 Poli ICLC, 352
rotura de vejiga y, 332 a 335 Peso, pérdida de, como síntoma de Poliorquidia, 691
IRM de, 113j trastorno de las vías urinarias, Poliquísticos, riñones, enfermedad de
=>ene, 14 31 los,
anomalías congénitas, 669, 670 Peyronie, enfermedad de, 676 adultos, en, 580 a 583, 608
arterias del, valoración de, 794 impotencia en, 789,796, 797 tomografía radiográfica de, 75!
cáncer de, 450 a 452 pH urinario, 53 trasplante renal en, 623
radioterapia en, 500, 501 Piel, problemas periestomales de la, infantil, 580, 583
tratamiento, 453! 465c urograma de, 74!
erección del, Pi e lo grafía, neuroblastoma y, 576
agentes que la inducen o la in- anterógrada, 137 quiste renal simple y, 587
hiben, 787c retrógrada para cálculos urinarios, Poscoito, prueba, 763
anatomía y hemodinámica de, 297 Posmicci6n, placas, en urografía, 76
784, 785 Pielointerstícial, flujo retrógrado, 182 Posteriores, válvulas uretrales, 670 a
farmacología de, 786, 787 Pielotitotomía, 300 673
fases de, 784, 785 Pi el onefri ti s, cistouretrograma de micción en,
fisiología de, 783 a 787 aguda, 211 a 214 82f
mecanismos de, 785 a 787 definición, 207 Postrasplante, trastornos linfoprolífe-
exploración del, 43, 44 patogenia, 212! rativos, 634
infertilidad masculina, en, 758 tratamiento anti microbiano, Potasio,
fibrosis del, 95f 246 citrato de, 301
índice de presión humeral, 793 crónica, 214 a 217 secreción de, 61 O
inervación del, 783, 784 cambios patológicos en los Potter, síndrome de, 637
lesiones del, 339 riñones por, 2l5f Prader-Willi, síndrome de, 767
oclusión linfática del, 680 definición, 207 Prazicuantel, 260
palpación del, 43,44 infantil (atrófica), 214 Prazosin, 412c
prótesis de, 793, 795 imágenes con radionúcli- Prednisolona, 776
tipos, 795c dos, 153, 155 Prednísona, 434c
prueba de tumescencia nocturna tuberculosis y, 253 cistitis intersticial, para, 656
del, 792 después de derivación urinaria! glomerulonefritis, para, 605
tamaño del, de la infancja a la edad sustitución vesical, 466 Prehn, signo de, 240
adulta, 669c enfermedad de riñones poliquísti- Prepucio, cálculos de, 304, 305
trastornos adquiridos del, 675 a cos,en,583 Presión,
677 enfisematosa, 71! estudios de, y riego, 137
tromboflebitis del, 680 hiperplasia prostática benigna, en, dilatación de vías respiratorias
Penectomía, 451 406 altas, en, 647
Penicilamina, 303 reflujo vesicoureteral y, 195, 198, venosa central, insuficiencia renal
Penicilina G, 243c 199 aguda y, 614,616
actinomicosis, para, 258 TC en espiral, y, 106! Priapismo, 675, 676
benzatínica para sífilis, 272 vejiga neuropática, en, 519 tratamiento con vasoconstrictores
Penoscrotales, várices, 95f xantogranulomiltosa, 217 intravenosos para, 796
Pentoxifilina, 777 cálculos urinarios, 292 Producto de solubilidad (Ksp), 281
Péptica, enfermedad, trasplante renal Piernas, dolor de, 35 Pro gestinas, 718
y,624 Piodermia, 703 Prolactina, 750, 761
Percoll, 777 Piojos (pediculosis pubis), 702, 703 impotencia y, 793
Perfílometría (presión uretral), 533 a Pi onefrosi s, secreción de, por tumor hipofisa-
535 cálculos urinarios, 292 rio, 768, 775, 792
Perfusión pulsátil; almacenamiento de obstrucción urinaria, 186 Pronefros, 17
riñones del donador, 628, 629 Piospermia, 766 Prostaglandina E¡, 793 a 795
Próstata, 8 a 11, 399 resección transuretral de la, 170, dolor, 35, 238
ablación de la, con aguja transure- 171,413,414 masaje, 47
tral, 417 secreciones de la, en líquido semi- nódulos, diagnóstico diferencial,
anatomía de la, 400f nal, 754 46j
anomalías congénitas de, 664 susceptibilidad a JVU, y, 210, Prostatismo, 177, 182, 183
áreas de debilidad capsular, 421! Prostatectomía, Prostatitis,
avulsión de, en les1ón uretra{ po~- hiperplasia prostática benigna, en, aguda,
terior, 335 410,413,416 bacteriana, 233, 234
cáncer, 417 a 434 abierta, 41 5 definición, 207
datos clínicos, 421, 422 láser, 170,415,416 crónica,
diagnóstico, 422 radical en cáncer de próstata, 427 bacteriana, 235 a 238
diferencial, 422 complicaciones, 427,428 definición, 207
etapas, 4!6c, 419,422 a427 sobrevi vencía, tasas de, 417 e, estrechez uretral y, 677
etiología, 418 427c,43lc granulomatosa no específica, 238
extensión extracapsular, 430 tasas de progresión después de, no bacteriana, 237, 238
historia natural, 417, 418 427 Prostatodinia, 238
hormona refractaria, quimiote- reflujo vesícoureteral después de, Proteína en orina, 53
rapia para, 434c, 486 195 Protefnico purificado (DPP), deriva-
incidencia, 418 transuretral, 170, 171,413,414 do,349
inmunidad del huésped, en, cáncer de próstata, en, 434 Proteinuría.
346,347 Prostática, diagnóstico de enfermedad renal,
TRM de, 113/ hiperplasia, benigna (HPB), 400 a en, 6011
localizado, 427, 428 417 glomerulonefritis, en, 603
margen positivo, 430 cáncer e, mielomatosis, en, 608
mecanismos de regulación hor- frecuente presencia juntos, nefropatía IgA, en, 604
monal, 432! y su, 401! síndrome nefrótico, en, 605, 606
mctastásico de, 431 a 434 relación entre, 399, 400 Prótesis prostátícas, 417
patogenia, 418,419 cistograma, 82/ Psicológica, impotencia, 788, 791,
patología, 419,420/ criterio de calificación, 404 a 792
patrones de progresión, 419, 406 Psicométricas, pruebas, impotencia y,
421 diagnóstico diferencial para, 791
radioterapia, 491 a 497 410 Psicosexual, diferenciación, 714, 736
recurrencia pélvica, 431 diagrama de decisión para eva- Psi ca ter a pi a,
relación entre hiperplasia pros- luación, 411/ enuresis, para, 660
tática benigna y, 399, efectos patológicos en sistema impotencia, para, 792
400 urinario, 404 Psoas, absceso del, comparación de
situación extensa, 430, 431 estroma, 402, 403! los métodos de obtención de
trasplante renal y, 624 etiología, 401, 402 imágenes del, 119J
tratamiento, 427 a 434 fisiopatología de los síntomas, Psoriasis, 702
ultrasonido transrectal, IOOJ, 404 a 406 Púbico, piojo, 702, 703
423 Dujo urinario en, 528! Pudendo, nervio, efecto en la presión
crioablación de, 431 glandular, 402, 403f uretral por su estimuladón,
desarrollo de, 21 historia natural, 41 O 548f
dilatación de la, con balón transu- microscópica, 401 Pulmones, apoyo a los, en choque sép-
retral, 416 prevalencia a edades espe- tico, 221
drenaje linfático de la, 421/ cíficas, 40 lf Purinas, formación de cálculos urina-
linfadenectomía, después de, mixta, estroma! y glandular, rios y, 283, 286
424/ 402/
envejecimiento, efectos del, sobre
la, 401,402
obstrucción urinaria, 175, 176
patogenia y patología, 402 a
404
Q
evaporación transuretral de la,
415,416, 476 pruebas diagnósticas para, 407 Quiluria, 38
examen de la, 46, 47 a 410 fi lariasis, en, 262
esterilidad masculina, en, 758 signos y síntomas, 406, 407 Quimioterapia, 481 a 486
incisión transuretral de la, 170, tratamiento, 41 O a 417 cáncer, para,
414,4l5 uretra, pene,de,452
infecciones inespecíficas de la, cuerpo extraño, 82! tesli cu 1ar,
233 a 238 ultrasonido en la valoración, 1O1/ células germinales no semi-
láser de la, ablación con, 170, 415, Prostático(s), no matosas. 446
476 · absceso, 234, 235 Jinfoma, 449
rabdomiosarcoma de la, 82! cálculos, 303, 304 semi noma, 445
vesical. 3 71 . 485 Radiográfica, sustracción, 94, 96f braquiterapia, 429, 49 lf, 494,
intravesical, 369, 370 Radiología, 67 a 120 495
radioterapia combinada y, -tluoroscopia (RF), unidades , 67 carga pesada, partículas de,
497,498 intervencionista vascular, 125 a 496
carcinoma de células renales, para, l32 comparación entre dosis rectal
389,390,485,486 vascular invasora, 125 a 132 y base tridimensional,
infertilidad por, 756,757,770,77 J Radiomarcadores de anticuerpos mo- 496f
infiltraciones leucémicas de testícu- noclonalcs, 161 complicaciones, 429, 496,497
los, para, 449 Radionúclidos, imágenes con, 151 a palia ti va para dolor óseo y, 433
neuroblastoma, para, 576 161 posoperativa, 496
principios de, 481 a 484 cálculos urinarios, para, 297, 298f radiación externa, 491 a 494
próstata, para cáncer de, 433 cáncer de próstata, en, 426 cirugía contra, 497j
pacientes resistentes a hormo- carcinoma de células renales, en, riesgo de insuficiencia local
nas,en,434c,486 385,386 después de, 494c
tumores de células germinales, pa- enfermedad de riñón poliquístico, tasas de supervivencia después
ra, 484,485 en,581 de,429c,430c,432c
Quiste(s). feocromocitoma, en, 573,574 radiación externa, sitios y roles pa-
hidatídico (cquinococosis), 263 hidronefrosis, en, 182 ra, 501c
calcificados, 71}' hipertensión renovascular, en, 741 seminoma testicular, para, 445,
quiste simple y, 587 lesiones ureterales, en, 331 499,500
peripélvicos , 104{ obstrucción urinaria, en, J84, 186 indicaciones de uLilización,
renales, 583 a 588 quistes renales, para, 586 499c
arteriograma de, 89j trasplante renal, en, 630 tumores de riñones, pelvis renal y
complicaciones de, 588 traumatismo renal, en, 328, 329 uréter, para, 500
diagnóstico diferencial, 585,588 uréter duplicado, en, 638 Rapamicina, 637
enfermedad de los riñones po- Radioterapia , 489 a 501 Raquitismo, 609, 61 O
liquísticos y, 583 d.ncer, para, Rayos X, 67 a 94 . Véase Radiografías
etiología y paLogenia, 583 cervical, Rebosamiento, incontinencia por, 37
IRM de, 109f, 1 llf cistitis hemorrágíca no in- Receptores en función vesical, 507,
m<mifestaciones clínicas en, fecciosa por, 663 508
585,586 fístula vesicovaginal, 661 Reccal,
patología, 585 radiación, cistitis por, 663 exploración, 45 a 48
pronóstico, 588 pene,de,452,500,501 sangrado, después de radioterapia
TC de, 1041; lllf testicular, 499, 500 por cáncer de próstata. 496,
tratamiento, 588 complicaciones de, 500 497
ultrasonido, 99J, 386! uretral, 500, 501 Rectouretral, fístula, 21, 673
uraco, del, 21 vesical, 370,371,497,498 Rectovesical, fístula, 21, 673
utriculllr, 664 braquiterapia y tratamiento Rectovestibular, fistula, 21
transoperatorío con 5a-Reductasa, deficiencia de, 731
haz de electrones, 497 hiperplasia prostática benigna, en ,
R cistitis hemorrágica no in-
fecciosa por, 663
401,402
Reifenstein, síndrome de, 731
Rabdomiosarcoma. complicaciones. 498 Reiter, síndrome de, 271
cordón espermático, del, 450 preoperatoria y posoperato- Relajantes musculares, 55R
próstata, de, 82j ria, 498 Reloj de arena, vejiga congénita en,
Radiación, quimioterapia combinada 8If
, y,497,498 Renal( es),
cistitis, 663
Lolerancia a la, 490 radiación externa definití- absceso, 225 a 228
Radicular, dolor. diferenciación entre va,497 cortical (carbúnculo renal), 225
dolor renal y, 43 carcinoma de célltlas renales, para, a 227
Radiculitis, 32, 43 388,389 patogenia, 225!
Radiofármaco(s), 151 embolización transcatéter por, corticomedular, 226 a 228
nuevo, 161 126 acidosis tubular, 609
Radiografías, 67 a 94 fístulas vesicales por, 661, 663 tipo I, 610
en do u ro 1ogía transcu tánea, en, infertilidad por, 757, 771 nefrolitiasis y, 286, 294
133, 134, 136 infiltración leucémica de testícu- tipo II, 610
equipo básico y técnicas, 67 a 69 los, para, 449 tipoiV,610
LEOC, en, 310 neuroblastoma, para, 576 adenoma, 379
perpendiculares, 76 principios de, 489 a 491 agenesia, 579
"tardías'', 76 próstata, para cáncer de, 428 a 431, amiloidosis, vejiga neuropática y,
ventajas y desventajas, 69 491 a 497 520
826 • Renal( es) (Índice)

angiografía, en carcinoma de célu- necrosis papilar, en, 224! enfermedad de riñones poli-
las renales, 385 tuberculosis y, 253, 254 quísticos, en, 580
angiomiolipoma, 380, 381 ultrasonido, 98f hiperplasia prostática benigna,
arteriograma, 90/ vejiga neuropática, 520 en,407
radiografía simple de abdo- cáncer, reflujo vesicoureteral y, 198
men, en, 71/ inmunidrtd del huésped, 345 enfermedad( es),
TC, 105f, 380/ radioterapia, 500 degenerativa, genjtales ambi-
<lnornaJías, 18 a 20, 579 a 593 carbúnculo, 225 a 227 guos relacionados con,
pistas para, en examen físico, patogenia, 225! 732
41 quistes renales y, 587 diagnóstico médico, 601 a 611
arteria, 4, 6f células, carcinoma de, 381 a 390 impotencia, 791
aneurisma de la. 593, 594 arteriografía, 88f, 89/ parenquimatosas,
arteriografía. 89! claras, 382! causas no vasculares de hi-
comparación de métodos ico- pertensión renal,
orografía, 74!
nográficos en, 116f 738c
anormalidades de, 593, 594
enfermedades, hipertensión re- diagnóstico diferencial, 387 quística adquirida, 382, 625
novascular y, 737 embolización transcatéter, 125 vascular, aldosteronismo pri-
a 127 mario en, 570!
estenosis.
angioplaslia translumina1, etapas, 382 a 384 espongiosis medular, 593
130J, 131! sistema Robson para, 383f fibrosarcoma, 394
etiología, 381, 382 flujo sanguíneo, imágenes con ra-
bilateral, 88f
hipertensión renovascular exofítico, I06f dionúclidos y, 152
y, 738,739 gradual, 384 función,
hallazgos clínicos, 384 a 387 dosis de medicamentos, 245
trasplante renal, después de,
hípervascu lar, arteriografía de, pruebas de, 61, 62
633
traumatismo renal, por, 88f fusión, 588 a 591
incidencia de, 381 glucosuria, 609, 61 O
328/
inmunidad del huésped, 345 hemangioma, 381
múltiples, 88/
oclusión de, después de tras- interleucina-2, 354, 355 hemangiopericitoma, 394
IRM de, llOfa ll2f hipoplasia, 579, 580
plante renal, 633
trombosis, traumatismo renal papilar, 69! infarto, 594,595
y. 325, 327f, 329f patogenia, 382 insuficiencia,
patología, 382 aguda, 613 a 617
arteriografía, 86, 88
hipertensión renovascular, en, polo inferior, angiografía de, etiología, 613c
387! intrarrenal, 615,616
741
pronóstico, 390 no oligúrica, 613
lesiones urogenitales, en, 324
quimioterapia para, 485, posrrenal, 616, 617
traumatismo renal, en, 328.329
486 prerrenal, 613 a 615
biopsia,
recurrente, TC, l 05f vascular, 615
diagnóstico de enfermedades
renales, en, 602 TC, 1 os¡, 111¡, 386! crónica, 619 a 621
insuficiencia renal, en, tomografía radiográfica, 75/ hiperplasia prostática benigna,
trasplante renal, 625 en,406,407
aguda,615
tratamiento, 387 a 390 infertilidad masculina, 771
crónica, 620
interferón, con, 353 a 356 laceración de la pelvis, 105f
transcutánea, 146
calcificaciones, comparación de tumor trombótico, leiomioma, 381
métodos de obtención de IRM, 387j, 389/ leiomiosarcoma, 394
imágenes, 118! venocavografía inferior, en, lesiones,
cálculos, 281 a 303 92/ adquiridas, 593 a 597
acidosis tubular renal y, 286, urografía, 741 diagnóstico diferencial de,
294 retrógrada, 77! 143c
asta de venado, en, 142f cicatrización, pielonefritis crónica espacio ocupado, imágenes
bilateral, 69f y, 214 a 216 con radionúclidos y, 157
completa, 300! cólico, cálculos urinarios, 289 indicaciones para punción
radiolúcida, 284! conducto, 25 transcutánea, 143c
catéteres de nefrostomía para cortical, rastreo, 152, 157 lipoma, 381
quimiólisis de, con afu- diabetes insípida, 61 O, 611 masa, cuantificación funcional de,
sión, 139, 140 displasia, 580 imágenes con radionúcli-
extracción transcutánea, 133, dolor, 32 dos y, 156, 157
135, 141' 142, 299 cálculos urinarios , por, 289 necrosis tubular aguda, 615,616
malformaciones renales y, 295 diferenciación entre, y radicu- trasplante renal, en, 626, 627.
médula renal esponjosa, y, 294 lar, 43 629,634
oncocitoma, 379, 380 quistes renales y, 586, 587 apoyo a los, en choque séptico,
benigno, 380f secundarios, 394 221
pelvícilla, cáncer de, 371 a 374 ultrasonido de, 99f auscultación, 43
anatomía patológica, 372 varicocele por, 695 diagnóstico de enfermedades mé-
cuadro clínico, 372, 373 vena(s), 4 dicas, 601 a 611
etapas e historia natural de, 372 angiografía de, normal, 93/ displasia de, 580
etiología, 37l, 372 anormalidades de, 593 donadores de,
incidencia, 371 trombosis de, 596 preservación de, 628, 629
radioterapia, 500 circunaórtica izquierda, 93f procedimientos para, 627, 628
TC, 374f venografía, 88 a 94 ti pos de, 626
técnicas endoquirúrgicas, 142 Renina, 737 a 739 duplicados, lOO!
tratamiento, 373, 374 -angiotensina-aldosterona, siste- ectópicos, I 8, 593
pelvis, 5, 7 ma, 739/ cálculos renales y, 295/
quistes, 583 a 588 muestras de, de la vena renal, cruzados sin fusión, 589/, 593
arteriografía, 89f 741 fusión cruzada, 589/
complicaciones, 588 angíoplastia, después de, 745j TCde, 104/
diagnóstico diferencial, 587, 588 plasmática, excreción urinaria de urograma de, 74!
enfermedad de riñón poliquís- sodio y, 738, 739, 741 simples, 593
tíco. 583 angioplastia, después de, 744/ esponjoso medular,
etiología y patogenia, 583 Renoalimentaria, fístula, 597 cálculos renales y, 294
hallazgos clínicos, 585, 586 Renobronquial, fístula, 597 tuberculosis y, 253
IRM, l09J, lllf Renointestinal, reflejo, 36 urograma, 73f
patología, 584J, 585 Renovascular, hipertensión, exploración de, 41 a 43
pronóstico, 588 imágenes con radionúclidos, 156 fractura transversa de, 90!
punción transcutánea, 144 traumatismo renal, por, 325 herradura, en, 18, 588 a 591
TC, l02j; 111/ Resectoscopio, 169, 170 cálculos renales y, 295!
tratamiento, 588 Resistencia a múltiples medicamen- IRM de, l09f
ultrasonido, 99f, 386! tos, gen de (MDR-1 ), 486 hipoplasia, 579, 580
sarcoma, 394 Restringente de pared, 129, 131/ infecciones inespecíficas, 211 a
sistema, 17 a 20 Retroperitoneal( es), 230
anomalías del, 18 a 20 colección de líquido, drenado con IRM normal, 108!
trasplante, 623 a 635 catéter de, 144, 145 lesiones de, 324 a 330
cálculos urinarios en relación disección de ganglios linfáticos, adquiridas, 593 a 597
con,292 cáncer testicular, para, 446 a clasificación, 324 a 326
complicaciones de. 633 a 635 448 hallazgos patológicos tardíos
cuidados preoperatorios y po- infertilidad, por, 775, 776 en,328j
soperatorios en, 630 tumores del cordón espermáti- malrotación, 18, 593
imagenología con radionúcli- co, para, 450 margen convexo lateral, qf
dos, 155 fíbrosis, 648 multiquísticos, 580
impotencia después de, 791 idiopática, obstrucción de, 177 a 182
inmunosupresión, 632, 633 orografía retrógrada, 78j ultrasonido, 98/
insuficiencia renal crónica, en, venocavografía inferior, palpación, 41,42
621 92j pélvicos, 589f, 591/
preparación de recipientes, se- hematoma, 3 30f percusión, 42
lección y, 623 a 626 lesiones, radionúclidos, imágenes con, 152,
rechazo, 630 a 632 diagnóstico diferencial, 143c 153
ultrasonido, 102/ indicaciones de punción trans- relaciones,
resultados de, 633 cutánea, 143c otros órganos, con, 4j
selección de donadores, 626 a seminoma metastásíco, l07f uréteres y vejiga, con, 3/
629 tumores, biopsia por aspiración sigmoide, 589/
técnica de, 630 transcutánea, 145 solitario, 20
traumatismo, 324 a 330 RF (radiografía-Ouoroscopia) unida- supernumerario, 19, 580
clasificación, 324 a 326 des, 67 susceptibilidad a IVU y, 21 O, 211
hallazgos patológicos tardíos, Rifampicina, 255 lransiluminación, 42
328! Riñón(es), 1 a 4 transverso. fractura, 90j
tuberculosis, 69J, 73/ agenesia, 579 tumores benignos, 379 a 381
tumores. anatomía e histología, 5j ultrasonido normal, 97f
bilaterales, e!lfermedad de ri- anomalías, 18, 19, 579 a 593 Rizotomía dorsal, 558
ñón poliquístico y, 581 cálculos renales y, 295 Robson, sistema de etapas de.
biopsia por aspiración transcu- datos sugestivos en la explora- 383!
tánea, 145f, 146 ción física, 41 RS-61443, 632, 633
828 • Sal/Suprarrenal( es) (Índice)

factor testicular determinante membrana de, medición de la pre-


S y, 707,709/
fetal, secuencia esquemática
sión uretral y, 533
nefrostomía, para, 135J, 137 a 139
de, 7l0f inserción, 138f
SaL pérdida. hiperplasia suprarrenal
género psicosexual y, 714, 736 ureteral( es),
congénita, 723 a 725
gonadal, 708 a 714 diseño de, 167!
Sangre. estudio de, 62
sexo cromosómico y, 705 a 707 extracción de cálculos uretera-
Sarcoma,
suma diagramática de, 713f lcs, para, 166/
Kaposi, de, 277, 452
disfunción, masculina, 783 a 798 uretrales.
pene.de.452
diagnóstico y tratamiento de, bacteriemia y, 217 , 219, 221
renal , 394
791 a 798 diseño de, 164, 165/
Surc'opJes scabiei. 703
emisión , eyaculación y orgas- Staphylococcus aureus ,
Schistosoma,
mo, que afecta la, 798 carbúnculo renal , en, 226
haematobium , 258.260, 261. 364
infertilidad y, 773 infecciones genitales superficia-
japonicum, 258. 260 a 262
mansoni, 258, 260, 261 patogenia de, 788 a 791 les, en, 703
Sedantes-hipnóticos para disfunción vejiga neurop;:ítica y, 520 Stauffer, síndrome de, 384
sexual masculina, 790 problemas, como síntomas de en- Streptococcus,
Semen, fermedades urológicas, 39 faecalis,
análisis dP , 759 a 761 transmisión, enfermedades de, en prostatitis, en ,
asistencia computadorizada, 760 varones, 267 a 278 aguda,233
proceso, 777 infertilidad y, 766, 773 crónica , 235
valores normales , 760 SIDA (síndrome de ínmunodeficien- uretritis crónica, en, 685
Seminal, vesiculografía, 762, 763 cia adquirida), 277 grupo A beta hemolítico, glomeru-
Seminíferos, túbulos, 751,752, 754! foliculitis en, 703 lonefritis y, 603
disgcnesia, 714 a 716 molusco contagioso en. 704 Sueño, estudjos del , impotencia y, 791
Seminoma, sarcoma de Kaposi en, 344 Sulfasalacina. 757
disgenesia gonadal. en , 721 trasplante renal y, 624 Sulfato , formación de cálculos urina-
espermatocítico, 442 Sífilis, 272, 274 rios y, 284
extragonadal, 449 úlceras genitales en, 273c Sulfisoxazol, 243c
metcJstásico retroperitoneal, 107/ Sigmoidoscopia, 460 linfogranuloma venéreo, para, 275
testículos, de, 442 Silicato, cálculos , 289 Sulfonamida, 243c
ultrasonido de, 1Olf Simpatolíticos, medicamentos, impo- uretritis crónica, para, 685
Seno urogenital común , 85f tencia y, 790 "Superrnicciones", tasa de flujo de
Sertoli , células de, 729,751 Simpatomimétícos, medicamentos , persona con, 526, 530!
defectos, 733 enuresis, para, 660 Supernumerarios, riñones, 19
solas, síndrome de. 769, 770 eyaculación retrógrada, para, 776, Suprapontino (control cerebral), 507
tumores de, 448 798 Suprarrenal(es),
infertilidad masculina y, 768 Sinequia vulvar, 684 angiografía, 94
Scudoautosómica, región , 706 Sistema nervioso central, trastornos carcinoma,
Seudoefedrina, 776 del , arteriograma y, 89f
Seudohermafroditismo, 27, 568, 714 infertilidad mascu1ina por, 768
impotencia por, 792,793
femenino, 721 a 725 productor de andrógenos, 569
vejiga neuropática por, 509,510
tratamiento, 724. 725 TCde, J03f
Socioeconómicos, factores, cálculos
masculino, 725 a 733 corteza,
urinarios y, 296 imágenes con radionúclidos,
disgenético. 732, 733
Sodio, 158
uretrografía retrógrada, 85f
excreción urinaria, renina plasmá- trastornos de, 561 a 571
Scudohipoparatiroidism o, 609
tica y , 738.741 relaciones hipotalámicas-
Seudorrcnal, dolor, 32
Seudovaginal perineoescrotal, hipos- después de angiop!astia, 744f, hipofisarias-corticosu-
padia, 731 , 732 745 prarrenales en, 562!
Seudoverrucosas, lesiones. de la piel, formación de cálculos urinarios y, deficjencia, infertilidad masculina
465c 283 y, 767 , 768
Sexo 1nverso. síndrome (trastorno pentosanpolisulfato de, 656 gammagrama, 158 a 160
XX), 716, 769 restricción del , en síndrome nefró- glándulas, 1
Sexual( es), tico, 606 imágenes con radionúclidos,
cromosomas , 705 a 707 Solitario, riñón, 20 158 a 160
diferenciación, 705 a 714 Sonda(s)/catéter(es), TC de, normales, 103!
anormaL 714 a 736 condón,518 trastornos de, 561 a 576
clasificación, 714 dilatación urttral con globo de la, vías de biosíntesis de esteroi-
diagnóstico diferencial, 735! 147! des en, 722!
manejo de pacientes con, intravenosos , bacteriemi a y, 217 a hemorragia neonatal, y neuroblas-
734 a 736 21 9, 221 ' 222 toma, 576
Suprarrenalectomíaífobramicina • 829

hiperplasía, Terazosin, 41 2c Testolactona, 413c


congénita, 568, 569, 721 a 725, Testicular, Testosterona,
726,727 ausencia, síndrome de, 732, 733, criptorquidia, en, 693
infertilidad masculina en, 769 defecto de respuesta a las células
768 cáncer, 441 a 449 blanco, y, 728, 729
lipoide, 568, 726, 727 célula germinal, 441 a 447 diferenciación de,
manifestaciones clínicas de clasificación de, 441 genitales externos, en, 71 O,
los tipos de, 722c diagnóstico diferencial de, 7J3, 714
seudohermafroditismo fe- 445 vías genitales, en, 71 O
menino e, 721 a 725 epidemiología y factores de efectos inhibitorios en la secreción
nodular, 570 riesgo para, 441 de gonadotropina por, 749
seudobermafrodi tismo mascu- etapas, 443,444 errores innatos de biosíntcsis, 726
lino e, 726,727 hallazgos clínicos en, 444,445 a 728
síndrome de Cushing por, 561, hipótesis tumorígena para espermatogenesia y, 752
563,566 el desarrollo de, 442 -estradiol, globulina enlazadora
tratamiento, 569, 724, 725 patología de, 442, 443 (TeBG), 750
!infama, 103f patrones de diseminación síndrome de Klinefelter, en,
localización de lesiones, en síndro- metastásica, 443 769
me de Cushing, 565 tratamiento de, 445,446 función sexual y, 786
médula. hidrocele y, 696, 697 hiperplasía prostática benigna, en,
imágenes con radionúclidos inmunidad del huésped, 347 40 1, 402, 412
de, 158 a 160 IRM de, 115f hipogonadismo, en, 692
trastornos de, 571 a 576
no genninales, células, 447,448 impotencia y, 793
neuroblastoma, 574 a 576
radioterapia para, 499, 500 infertilidad masculina, en, 761
urograma de, 73f
secundario, 448, 449 liquen escleroso y atrófico, para,
Suprarrenalectomía, 566
soporte suprarrenal y, 725 702
Suramin, 433. 486
testículos no descendidos, en, metabolismo, 73lf
694,695 defectos en, 731, 732
T dolor, 35
cordón espermático, en torsión
micropene, 669, 670
respuesta al tratamiento con,
del, 697, 698 734!
Tabaquismo , testículos no descendidos, por, secreción y acción de, 751
hipertensión renovascular y, 742c 693 síndrome de Klinefelter, en, 716,769
impotencia y, 790 torsión de apéndices de testícu- Tetraciclina, 243c
infertilidad masculina por, 757 los y epidídimo, en, 698 cistitis amicrobiana, para, 257
Tecnecio 99m(Tc9901 ), 151 torsión. 697,698 epididimitis aguda, para, 240
dieti lentriami npentaacético criptorquidia y, 694 granuloma inguinal, para, 276
(Tc99 m-DTPA), ácido, 152, imágenes con radionúclidos, sífilis, para, 274
153, 155, 157 158f uretritis crónica. para, 685
rastreo renal, en hipertensión operación para, 775 Thiola (mercaptopropionilglicina), 303
rcnovascular, 741
tl1nica, 45 Thiotepa, 369
di mercaptosuccínico (Tc99 m-
volumen, valores normales, 758! Thompson-Friedenreich (T), antíge-
DMSA), ácido, l52, 155 a
Testículos, 13 no,345
157
anormalidades congénitas, 691 a Tiazidas para cálculos urinarios, 302
rastreo renal con,
695 Ticarcilina, 243c
hidronefrosis, en, 182
apéndices de, torsión de, 698 bacteriemia, para, 220
uréter duplicado, en, 638
crecimiento, en cáncer testicular, Tímicos, factores, 355
mercaptoacet1.1tng . ¡·ICma
· (Te 99m -
MAG-3), 152, 153, 155, 156 444 Timosinas, 355
mstreo renal con, en trasplante desarrollo de, 21 a ;25 Tinea cruris, 703
renal, 630 descenso de, 23, 692 Tiroidea, deficiencia, infertilidad
metílendifosfonato (Tc99 m-MDF), ectópicos, 25, 692 a 695 masculina y, 767, 768
160,426 exploración, 44 Tirotropina, micropene y, 669
rastreo óseo con, en cáncer infertilidad masculina, en, 758 TNM (Tumor-Nódulo-Metástasis),
prostático. 426 imágenes con radionúclidos, 157 sistema, 383, 384
pcrtecnctato sódico (Tc99 m pertec- infecciones no específicas, 24 J, 242 Tobramicina, 243c
netato sódico), 157 IRM normales, 115! absceso corticomedular renal, pa-
Teratoma, lesiones, 339 ra, 228
disgenesia gonadal. en, 721 infertilidad por, 771 bacteriemia, para, 220
quistes de ovario benignos, 70f retráctiles (migratorios), 694 pielonefrítis, para, 213
retroperitoneal benigno, 70f rudimentarios, síndrome de, 732, prostatitis bac[criana aguda, para,
testículos, de, 443 733, 769 234
cirugía , 169 a 171 inmun ología de, 341 a 356
Tomog raffa, -Nódulos-Metástasis, sistema, 383,
computadorizada (fC), 98, 99, 101 incisió n de prósta ta, 170, 414, 415
resecc ión, 384
aldost eronis mo primar io, en. rccurr encia de, despué s de tras-
570 cáncer de vejiga , en, 370
condu ctos eyacu latorio s, en, plante renal, 624, 625!
aplica ciones clínica s, 99, lO 1 resecc ión, en cáncer de vejiga , 367
cálcul os urinar ios, en, 297
773, 774
prósta ta, de, 170,1 71,41 3,414 secund arios, de testícu los, 448,
cáncer de prósta ta, en, 423 449
carcin oma de célula s renale s , cáncer , en, 434
Treponema pallidum, 272 ultraso nido de, de riñón, 99j
en,38 5 vejiga , de, IRM, 1 13!
""' enferm edad de riñone s poli - Tóamt ereno, cálcul os de, 289
Tríchomonas vaginalis, 271 Túnica ,
quístic os, en, 581 albugí nea, cuerpo cavern oso de.
espiral , en, Tricom oniasi s, 271,2 72
784
rastreo , 98, 99, I06f Trígon o, 189 a 191
debilid ad, en reflujo vesico uretera l vagina l,
feocro mocito ma, en, 573 hidroc ele de, 696f
fibrosi s retrop eritone al, en , 648 primar io, 192
hipertr ofia, 177, 182 torsión del cordón esperm áti-
lesione s urogen itales, en, 324 co,en ,697
lipom atosis perive sical, en, histolo gía, en reflujo vesico urete-
ral primar io, 191j Turbia , orina, 38
663 Turner , síndro me de, 717,7 18
neurob lastom a, en, 575, 576 Trime troprim , 243c
obstru cción urinar ia, en, 184
pdncip ios básico s de, 98, 99
quiste s renale s, para, 586
síndro me de Cushin g, en, 565
-sulfam etoxaz ol, 243c
después de trasplante renal, 634
epidid imitis aguda, para, 240
granul oma inguin al, para, 276
u
testicu lar, en cáncer , 445, 446 infecc ión por VIH, para, 277 Ultras onido,
prosta titis bacter iana, para, alta intens idad para tratam iento de
testícu los no descen didos, en,
aguda, 234 hiperp lasia prostá tica be-
694
crónic a, 236 nigna, de, 417
trauma tismos renale s, en, 328,
Triple vacío, 200 Ultras onogra fía (ultras onido) , 94, 96
329 a 98 -
ventaj as y desven tajas, 101 Trisul fapirim idina, 243c
Tromb o tumora l de vena cava, aplicaciones clínicas, 96, 97, 171, 172
radiog ráfica, 75f
carcin oma de células renale s, en, cálcul os urinari os, en, 297
cálcul os renale s, para, 297
IRM de, 387j, 389f cáncer , en,
enferm edad del riñón poliqu ís-
remoc ión de, 388 prósta ta, de, 422,4 23,42 6, 427
tico, en, 58 I, 583
trauma tismo renal, en, 328, 329 venoc avogra ma inferio r de, 92j testicu lar, 445
venog raffa renal, 93j carcinoma de células renales, en, 385
Tórax , rayos X de,
Tromb oflebit is del pene, 680 divertí culos uretral es, en, 687
cáncer testicu lar, en, 445
Tromb osis, endou rologí a transc utánea , en ,
tuberc ulosis , en, 253
arteria renal, de, 324 a 326, 329! 133 a 135
Toxop lasmo sis, 277
circun aórtica de la vena renal iz- enferm edad de riñón poliqu ístico,
Trabec ulació n de la vejiga , 176, 177
quierd a, 93/ en, 58!
reflujo vesico uretera l, 193, I 94f
Tuberc ulosis, 249 a 256 escrot al, 7 66
Transc utánea ,
cistitis interst icial, 656 estrech amien to uretral , en, 677
endou rologí a, 133 a 146
compl icacio nes, 254, 255 fertiliz ación in vitro, en, 777
técnic as de imáge nes y punció n
cultivo s urinari os, 59 fibrosi s retrop eritone al, en, 648
en, 133 a 137
diagnó stico diferen cial, 253 hidroc ele, en, 696
nefrol itotom ía (NLT) , 133, 135,
etiolog ía, 249 hiperp lasia prostá tica benign a, en,
141,1 42,29 9
hallazg os clínico s, 251 a 254 408 a 410
Transc utáneo s, urogra mas, insufic iencia renal, en,
anteró grados , 79 patoge nia, 249 a 251
patolo gía, 251 aguda ,615,6 17
dilatac ión de vías urinari as al- crónic a, 620
tas, en, 647 pronós tico, 256
renal. 69f, 73f LEOC , en, 316,3 17
retróg rados, 79 lesion es uretera les, en, 331
Trans fusión sangu ínea en tras- tratam iento, 255, 256
Túbul o proxim al, anoma lías de, 609, lipoma tosis perive sical, en, 663
plante renal, 627 megau réter obstru ido, en, 646
610
Transl umina l, angiop lastia, 128 a obstru cción, en,
132 Tumor ( es),
antíge nos relacio nados a, 344, 345 unión ureteropélvica, de la, 644,
hiperte nsión renova scular , en, 744 646
a 746 medici ón, 348
infiltra dos de linfoci tos (TIL), urinar ia, 184
Transu retero stomía , 332 orifici o uretera l ectópi co, en, 641
cáncer vesical, en, 346
Transu retral, princip ios básico s, 94, 96
aguja, ablaci ón de prósta ta, 417 carcin oma de célula s renales ,
en, 345 quiste s renale s, en, 586
balón, dilatac ión de prósta ta, 41 6
renal, técnica, 134[ U reteral (es), Ureterolitotomía, 301
testículos no descendidos, en, 694 atresi<~, 637 Ureteropélvica,
transrectal, 400 cálculos, 281 a 303 estenosis,
cáncer de próstata, en, 423, catéter ureteral para extraccíón, técnicas endoquirúrgicas, 142
426,427 166! traumatismo renal, por, 328f
hiperplasia prostática benigna, dolor por, 289, 290f unión, obstrucción de, 643 a 646
en, 408 a 410 ureteroscopia, 147, 148, 299 arteriograma, 90f
infertilidad masculina, en, 766 láser y, 477 cálculos urinarios, 645/
trasplante renal, en, 630 vejiga neuropática, 520 dolor de, 290j; 291
uréter duplicado, en, 638 carcinoma, 371 a 374 imágenes con radionúclidos, 154{
ureterocele, en, 640 células transicionales, 78! Ureteropieloscopia, 373
valoración de las arterias del pene, etapas e historia natural, 372 Ureterorrenoscopia, 146 a 148
en, 794, 795/ etiología, 371, 372 Ureterorrenoscopíos, 146/
válvulas uretrales posteriores, en, hallazgos clínicos en, 372, 373 Ureterosígmoidostomía, 459,460
672! incidencia de, 371 exotrofia de vejiga, en, 654
vejiga neuropática, en, 512, 514 patología de, 372 Ureteroureteral, reflujo, 637
ventajas y desventajas, 98 radioterapia para, 500 Ureteroureterostomía primaria, 332
Universidad de Wisconsin, solución tratamiento de, 373, 374 Ureterovaginal, fístula, 661
de (UW-1), 628 catéteres, Ureterovesical, unión,
Uracal, diseño de, 167f anatomía, 189, 190
di vertículo, 21 extracción de cálculos uretera- función normal, 506
quiste, 21, 654 les, para, 166! incompetencia, 192, 193f, 200f
Uraco, cateterización, 166 a 169 obstrucción, 646
fístula urinaria umbilical (fístula dispositivos de compmsión, 76 psicología de, 190 a 192
uracal), 21 dolor, 32, 35 Ureterovesicoplastia, 201
persistente, 21, 654 estrechez, ureterorrenoscopia, 148 Uretra,
Ureaplasma urealyticum, 270, 271, obstrucción, 177, 178f, 180f, 647, 648 cuerpos extraños en, 660
685 fibrosis retroperitonea1, por, 648 duplicada, 670
infertilidad masculina y, 766, 773 lesión yatrógena, por, 649! femenina, 14, 15
Ureasa, inhibidor, 302, 303 lipomatosis perivesical, en, 663 anormalidades congénitas,
Uremia, secundaria a enfermedades ma- 683,684
enfermedad de riñón poliqufstico, lignas, 648, 649 cáncer de, radioterapia para,
en,58I,583 orificio, 492/, 500
infertilidad masculina y, 771 apariencia normal al cistosco- prolapso de, 686, 687
reflujo vesicoureteral y, 198 pio, 199, 200! trastornos adquiridos, 685 a 688
Uréter, 7 ectópico, 640 a 643 lesiones anteriores, 337 a 339
anatomía e histología, Sf reflujo vesicoureteral por, longitud funcional de, en inconti-
anormalidades congénitas, 637 a 192, 193 nencia de estrés, 549f, 550,
647 histología de la debilidad 552, 554f
bífido, 19 muscular en, 193f masculina, 14
biopsia por cepillado de una le- negociación de angulación en anormalidades congénitas de,
sión, 166f cateterización uretral, 670 a 675
constricciones secundarias a cán- 168/ cáncer de, radioterapia para,
cer de colon, 78f saco, reflujo vesicoureteral por, 500,501
duplicado, 637, 638 194{, 197! localización de los nervios ca-
reflujo vesicouretera1, 192, tumores, ureterorrenoscopia, ! 48 vernosos en relación con,
194f yema, desarrollo de, 20f 784!
ureterocele en relación con, Ureteroce1e, 638 a 640 trastornos adquiridos, 675 a 680
640! cálculos vesicales, 304f, 305f membranosa, rotura de, 80!
enfermedades adquiridas de, 647 después de resección, reflujo vesi- posterior, lesiones de, 335 a 337
lesiones, 330 a 332 couretera!, 195 prostática,
reflujo vesicoureteral por anorma- ectópico, cuerpos extraños en, 82!
lidades del, 192, 193 cistografía, 80f ultrasonido en la valoración, 101/
relación con riñones y vejiga, 3f ultrasonido, lOOf rotura, 83!
retrocaval, 641 a 643 retlujo vesicoureteral por, 193 susceptibilidad a IVU, y, 21 O
venocavografía inferior, 9lf Ureterografía retrógrada, Uretral(es),
643! fibrosis rctroperitoneal, en, 648 cálculos, 304, 305
retroiliaco, 643 lesiones ureterales, en, 331 calibración,
susceptibilidad a IYU, y, 210, 211 orificio ureteral ectópico, en, 641, estenosis uretral distal, en, 683
unión ureterovesical, anatomía de 643! meato, en estenosis del, 680
la. 189 uréter retrocaval, en, 642, 643! reflujo vesicoureteral, en, 199
cáncer, síndrome agudo, 231,232 diagnóstico diferencial de, 186
estrechez uretral, 678 definición de, 207 distal, trasplante renal y , 625
radioterapia para, 492f, 500, sondas, 170 enuresis y, 659
501 válvulas, etiología de, 175
uretrografía retrógrada, 84f anteriores , 673 hallazgos clínicos en, 183 a 186
verrugas y, 6 79, 680 posteriores, 670 a 673 hiperplasia prostática benigna,
carbúnculo, 686 cistouretrogram a al vacío, en,404
catéter, ,./ 821 nefritis intersticial por, 607
bacteriemia y, 217,219,221 Uretritis, patogenia y patología, 175 a
diseño de , J 64, 165f aguda, 182
cateterjzación, 163, 164 definición , 207 pronóstico para. 186
divertículos uretrales, en, 687 mujeres. en, 685 reflujo vesicoureteral, 198
estrechez uretral, en, 678 crónica, tratamiento de, 186
lesiones urogenitales, en, 321, mujeres, en, 685 velocidad de flujo urinario,
vejiga neuropática y, 514, 515 J 83 , 528f
336,337
obstrucción urinaria, en, 184 gonocócica, 267 a 269 vías altas. imágenes con radio-
condiloma acuminado, 679, 680 no gonocócica, 269 a 271 núclidos, 153
dilatación , posgonocócica , 269,270 osmolalidad, insuficiencia renal
estenosis uretral, en, 683, 685 senil, 685,686 aguda y, 614. 616
estrechez uretral , en, 678, 688 Uretrografía, 79 retención, 37
divertículo, 687, 688 estrechez uretral , en , 677 hiperplasía prostática benigna,
ci stouretrograma de vacío, 83f lesiones- uretrales, en, 324, 335, en,406
estenosis distal, 683, 684 336,338 obstrucción del cuello de la ve-
enun;sis y, 659 Uretroscopia, 164, 165 jiga, en , 183
estrechez, estrechez uretra], en, 678 Urínaria(s), vía(s),
adquirida, 677 a 679 válvulas uretrales posteriores , en , infección de (IVU) , 205 a 246
congénita, 760 670 cálculos de estruvita e, 287 ,
híperpJasia prostática benigna vejiga neuropática , en, 514 291
y,410 verrugas uretrales, en, 679 clasificación. 208, 209
lesión de la uretra posterior, Uretroescrotal , fístula , 83f enuresis e, 659
por, 336, 337 Uretrotomía, estenosis uretral distal, en, 683
mujeres, en, 688 estenosis uretral , en, 684. 685 estrechez uretral e, 677, 678
obstrucción urinaria, 175 estrechez uretral, en, 678 estudios para identificar sitio
radioterapia, por, 500, 501 Uretrovaginal, fístula , 687, 688 de,208c
tratamiento con láser de, 474, Úrico, ácido, factores de susceptibilidad y
478 formación de cálculos urinarios y, mecanismos de defensa
uretrografía retrógrada de, 84}; 283, 286 a 288 en, 209 a 211
671f nefropatía, 607 microorganism os ca1.6S an tcs,
presión , perfil de. 509, 533 a 535 Urinaria, 205c
cambios dinámicos en, 535, 536 citología, cáncer vesical y, 365 obstrucción urinaria , por,
efecto de, derivación , 455 a 466 186
llenado y vaciado de vejiga colon, hacia, 456, 458J, 459f patogenia, 209
en,555f complicacione s de, 463 , 465, prevalencia de acuerdo con la
presión extrínseca , 549j 466 edad y sexo , 208c
estados patológicos, en, 536 a continente, 457 a 461, 558 recaídas recurrentes,
538 cuidados posoperatorios , 461 a definición de, 207
incontinencia de estrés, en, 463 . prostatitis crónica y, 236
548, 554f, 555! exotrofia de vejiga, en, 654 recurrente reinfectante, defini-
llenado mínimo de vejiga , en, íleon, hacia, 456 ción de , 207
554/ obstrucción urinaria, en, 189 trasplante renal e, 624
normal, 535f, 536, 548! recomendacion es preoperato- tratamiento antimicrobian o,
posiciones sentado y parado, rias y preparación para, 242 a 246
en,549f 455,456 vejiga neuropátíca, en, 512,
respuesta al estrés, 552 reflujo vesicoureteral, en, 201 , 514,5l9
resistencia, 546.547, 548f 202 vías de, 206}: 209
secreción , 38. 44 yeyuno, hacia, 456 inferiores . inervación y neurofisio-
diverticulitis uretral , en, 687 ést;)sis, 175 a 186 1ogía, 506 a 508
estrechez uretral , en, 677 fístula umbilical, 21 instrumentació n retrógrada, 163 a
exploración, 60, 61 obstrucción, 175 a 186 172
tricomoniasis, en , 272 clasificación de, 175 superiores, dilatación sin obstruc-
uretrit is. en. 267. 268 complicacione s, 186 ción, 647, 648/
Urinario(s), sedimento, retrógrada. 76 a 78
almacenamiento, 507 etapas, 54 filariasis, en, 263
vías y centros nerviosos que se exploración. 54 a 58 obstrucción urinaria. en, 184
involucran en, 507! Urinoma, transcutánea, 79
Cillculos. 281 a 305 lesión uretraL por, 330 a 332 transcutánea anterógrada, 79
ácido úrico, 287, 288 traumatismo renal, por, 325, 329 dilatación de vías urinarias altas,
agentes disolventes para, 298, U rocol i na (e loruro de betanecol), 514, en,647
299 529 Urográfico, medio de contraste, 68
anormalidades esqueléticas y, Urocultivos, 58, 59 Urológicos, exámenes, de laboratorio,
293 estrechez uretral, en, 677 51 a 63
asta de venado, en, 14~{ tuberculosis, para, 59 Urotelial, carcinoma, 361 a 374
calcáreos, 284 a 287 Urodinámicos, estudios, 523 a 541 Urotelio, 362, 364{
cistina, 288 modelo de laboratorio para, 539f Útero fibroíde, 297!
componentes cristalinos de, 282 regí stros simultáneos en, 538 a 541 Utricular, quiste, 664
después de derivación/sustitu- vejiga neuropática, en. 508, 509, Utrículo, 85!
ción vesical, 466 512a514
diagnóstico diferencial, 295
divertículo caliceal alto, en,
142!
Urofilotropina, 777
Urotlujometría, 524 a 528
hiperplasia prostática benigna, en,
V
embarazo, en, 292, 293 407,408 Vacío, dispositivos de estrechez por,
estruvita, 287 vejiga neuropática, en, 508, 509 impotencia y, 793, 796, 797
etiología, 281 a 283 Urogenital, seno, 21, 25, 26 Vagina,
exploración física para, 296 común, 85f ausencia congénita de, 734
f<lctores de riesgo, 295, 296 diferenciación de, Vaginal(es),
inhibidores de, 284 hombres, en, 22f epitelio, receptividad del, a la co-
iones urinarios y, 283, 284 mujeres, en, 23f lonización bacteriana, 210
localización de, en LEOC, 316 Urografía, 72 a 79 exploración, 45
matriz de, componente, 282, 283 intravenosa (excretora), 72 a 76 exudado, examen de, 61
médula renal esponjosa y, 294 cálculos urinarios, en, 296,297 Vaginolito, 70!
niños, en, 294 carcinoma de células renales, Vainillilmandélico, ácido (AVM),
obesidad y, 293, 294 en,385 feocromocitoma, en, 572
obstrucción urinaria y, 184 cistitis intersticial, en, 656 neuroblastoma, en, 575, 576
prevención de, 301 a 303 divertículo uretral, en, 687 Van Bureo, sondas de, 678
medicamentos orales para, enfermedad de riñón poliquís- Vancomicina, 226
301 a303 tico, en, 581 Várices penoescrotales, 95f
resistencia a LEOC, 313, 315f, esquistosomiasis, en, 259 Varicocele, 695, 696
31~{
ensayo de penetración espermática
fibrosis retroperitoneal, en, 648,
si os y síntomas de, 289 a 292 en, 764, 765
649!
infertilidad masculina. en, 758, 759,
silicato, 289 hidronefrosis unilateral, en, 182
771,772
trasplante renal y, 292 hipertensión renovascular, en,
ultrasonografía escrotal, en, 766
tratamiento de, 297 a 30 J 741
venografía en, 95}: 766
triamtereno, 289 lesiones, en, Varicocelectomía, 773
tumores y, 294 ureterales, 330, 331 Vasectomía,
vejiga ncuropática y, 520 urogenitales. 324 inversión de, 773
vías bajas. extracción endoscó- lipomatosis perivesical, en, pobre motilidad espermática des-
pica, 171 663 pués de, 773
xantina, 288, 289 mcgauréter obstruido, en, 646 Vasoactivos, agentes,
flujo, velocidad de, 524 a 528 obstrucción, en, choque séptico, para, 221
estrechez uretraL en, 677 unión ureteropélvica, de la, disfunción sexual masculina, para,
híperplasia prostática benigna, 644,645! 795c, 796c
en,407,408 urinaria, 184 Vasografía, 79, 86f 763
variable en resistencia uretral, orificio ureteral ectópico, en, Vasopresina, 663
547! 641, 642f Vasos deferentes,
vejiga neuropática, en, 508, 509 quistes renales, en, 585 anastomosis de, láser de Co2 en, 473
iones, 283, 284 traumatismo reo al, en, 3 28, 3 29 aperistalsis, 772
patógenos, 205c tuberculosis, en, 253, 254! ausencia bilateral congénita de, 774
rcscrvorios, uréter, en, desarrollo de, 25, 26
construidos de intestino, duplicado, 638 exploración de, 44
delgado, 460, 46lf, 462! renocaval, 642 Infertilidad masculina, en, 758
grueso, 460, 463f, 464! ureterocclc, en, 640 transporte de espennatozoidcs por,
saco de Kock, 46lj vejiga neuropática, en, 512, 514 754
cuerpo extraño en, 660 ultrason ido de, l 00/
Vasovas ostomía, 773
uretrogr ama de, 82f vejiga neuropá tica en, 520
VDRL, prueba, 272
distensió n hidráulic a de, en cístítis divertícu los, 661
Vejiga, aumento de. 558
interstic ial, 656 obstrucc ión del vaciami ento
antes de trasplant e renaL 625, 626
empiem a de, 664 vesical, por, 177. 185f
cxtrofia. 653
enferme dad de Hodgkin en, 8 Jj reflujo vesicou reteral, 193,
Vejiga, cáncer de, 361 a 371
explorac ión de, 43 194f
adenopa tía por, venocav ografía
cxtrofía de, 22, 27. 653, 654 dolor, 35
inferidr de, 92f
imagen con radiooúc lidos de, 157 fístulas, 661 a 663
cistitis interstic ial y, 656
infeccio nes no específic as de, 230 marca paso, 517, 558
divertícu los y, 661
a 233 pared,
epitelial raro y no epitelial . 364,
lesiones de, 332 a 335 celdas en, 177
365
neuropática (neurógena), 505 a 520 edema de, secunda rio a cistitis,
etapas de, 362, 363!
cistogra ma de, 8Jf reflujo vesicou reteral
histopat ología de, 362 a 365 por, 193
historia natural y selecció n de tra- clasifica ción de, 509 a 511
complic aciones de, 519, 520 infecció n de la mucosa en, 177
tamiento en, 367, 368
diagnóst ico, 51 1 a 514 trabecuJ ación de, 176, 177
incidenc ia de, 361 reflujo vesicour eteral por,
invasivo . IRM de, 367/ diferenc ial de, 514, 515
enuresis y, 659 193, 194f
manifest aciones clínicas en, 365 a
espástica , 509, 5l0, 512, 516, sustituci ón, 455 a 466
367
517 asesoría preopera toria y prepa-
multifoc al, ultrason ido de, 172f ración para, 455, 456
opcione s de tratamie nto inicial, espiná bífida y, 517,518
fláccida (atónica ), 5 JO, 511, complic aciones, 463 a 466
368c
513,514,517 cuidado s posoper atorios en,
patogen ia de, 36 1. 362
hiperpla sia prostátic a benigna 461' 463
quimiote rapia para, 485
y,410 Vesicoa nexal, fístula, 661, 663
radiotera pia para, 497,498
obstrucc ión de salida en, 515 Vesicoin testinal, fístula, 661,663
interferó n en. tratamie nto con,
pronósti co de, 520 Vesicou rcteral, reflujo, 189 a 202
353,354
tratamie nto de, 515 a 519 causas de, 192 a 195
índices de respuest a en, 354c
obstrucc ión de la salida en, 176, cistitis interstic ial, en, 655, 656
tratamie nto, 369 a 371
177 complic aciones de, 195, 196
Vejiga, capacida d de la, 528, 529
síntomas de, 37 diagnóst ico diferenc ia!, 199
causas de reducció n o aumento ,
hiperpla sia prostátic a be- divertícu los vesicale s y, 661
531
nigna, 406 estenosi s uretral distal, en, 683,
enuresis y. 659 684
presión intravesí cal y, en varios velocida d de tlujo urinario en,
528! hallazgo s clínicos, 198, 199
trastorno s, 532c
relación con riñones y uréteres, 3f hiperpla sia prostátic a benigna, en,
reducida después de radiotera pia,
congénit a ''en reloj de arena", 81! 406
498
sensació n de plenitud en, 529 incidenc ia, 196, 198
Vejiga. cuello de la,
cambios patológi cos en, 532 pronósti co para, 202
contract ura de, 654, 655
suscepti bilidad a IVU y, 211 trasplant e renal y, 624, 625
disfunci ón de, eyaculac ión retró-
trastorno s adquirid os de, 655 a 664 tratamie nto, 199 a 20 l
grada y, 776, 798
Velocida d de filtración glomeru lar, válvulas uretrales posterio res, en,
estenosi s uretral distal y, 683
imágene s con radionúc lidos y, 152 673
explicac ión fisiológi ca de los sín-
insuficie ncia renal crónica en, 619, Vesicou retral.
tomas, 182, 183
620 segment o,
obstrucc ión de, 655
reduccio nes agudas en, 614 desplaz amiento normal de,
posterio r. reflujo vesicour eteral
Venocav ografía inferior, 88 a 94 553!
después de resecció n en cu-
incontin encia urinaria de es-
ña de, 195 uréter retrocav o, en, 642, 643
fuerzo, en, 548, 551!
Vejiga, función de la, 505 a 509. 528 Venogra fía,
apoyo de, 553, 554
a 532 espermá tica interna, 695
gonadal, 693 unidad, 20 a 22
<~normal. 531
renal, 88, 94 anomalí as de, 21, 22
Vejiga, hernia de, 657, 658! Vesicov aginal, fístula, 661 a 663
cistogra ma de, 80f VentiJatorio, equipo, bacterie mia y,
218,219 Vesícula seminal, 11, 12, 754,755
Vejiga urinaria, 7, 8 anormal idades congénit as, 664
anomalí as congéni tas de, 653 a Verruco so, carcinom a, 450
Vesical(es), cálculos en, 303, 304
655
cálculos , 303 IRM, 114/
contract ilidad de, 529
génesis y síntomas , 304/ desarrol lo, 25, 26
cambios patológi cos de, 532
presenci a en radiogra fía si m pie expJorac ión, 47
con traída, reflujo vesícour eteral
de abdomen , 70j infeccio nes no específic as, 238
por, 195
IRM normal, 114/
malformación arterio-vcnosa en,
enfermedad de riñón poliquístico
y,583 y
comparación de métodos de
obtención de imágenes, 119! Yeyunal, derivación urinaria 456
Vcsiculitis seminal, 238 YM 12617, 4 12c ,
vesiculografía vasoseminal, 86!
Vesiculografía vasoseminal, 79, 86f
Vientre de ciruela, síndrome del,
195
w 123
Yodo 123 (1 ),
hipurán, 152
metayodobencilguanidina (MIBG),
WAGR, síndrome, 732 159,160,573,574
pmcba de Whitaker, 137f Yodo 125 (I 125 ),
Vinblastina, 483c Waldeyer, vaina, 189, 190!
Whitaker, prueba de, 137,647 implantes en cáncer de próstata.
cáncer, para, 429,491
próstata, de, 786 Wilms. tumor de, aniridía, anoma-
lías genitales y retraso men- yotalamator 152
vesical, 485,486, 498 13
Yodo 131 (1 ).
carcinoma de células renales, para, tal, 732
hipurán, 152
485,486 Wilsoo, enfermedad de, 609
rastreo renal con, en hiperten-
seminoma testicular, para, 445 Wolff, conducto de, 25,710,71 lf
Wuchereria bancrofti, 262 sión renovascular, 741
Vincristina, metayodobenci lguani dina (MIBG),
cáncer de próstata, para, 434c 160,574,575
semi noma tes tic •i 1r, para, 445 Young, síndrome de, trastornos del
Virilismo, transporte de espermatozoides
síndrome adrenogeniral, en,
567f
tumores de células de Sertoli, en,
X y, 772
Yuxtaglomerulares, células, tumores
de,381
448 Xantina, cálculos, 288, 289
Vitamina B 12, deficiencia de, en deri-
vación urinaria/sustitución de
vejiga, 465
Vitamina D en defectos tubulares
Xantogranulomatosa, pielonefritis,
217
cálculos urinarios y, 292
z
XX, trastorno (síndrome de sexo in- Zona pelúcida, 765
609,610 '
vertido), 716, 769 micromanipulación, técnicas para
Vómito, cálculos urinarios y, 292
XY, agonadismo. 732,733, 769 abrir una brecha, 778
Von Hippel-Lindau, cnfennedad de,
XYY. síndrome. 769
cistadenomas y, 449

. '

~) ca {'fJ e 1 /Y
lD ()f1
5 _)¡-c-)q
Concentraciones séricas terapéuticas de algunos fármacos más usados*

Valores terapéuticos
Fármaco Máximo Mínimo !Concentraciones tóxicas
Antibióticos
Amikacina 20-30 ~tg/ml 1-8 JJQ/ml 1 > 30 pg/ml
...
Kanamicina 20··30 pg/ml 1-81J-g/ml ! > 30 !Jg/ml
Gentamicina 5-10 Jlg/ml < 2 !JQ/ml ; > 12 pg/ml
T obramicina 5-10 JlQ/mL < 2 Jlg/ml 1: > 12 ~tg/ml
Netilmicina 6-10 JJg/mL < 2 119/ml > 12 ¡.1g/ml

-
C!oramfenicol
- ·- - - - - -- -
15-20 pg/ml
--'---,------
· -L_____j_ > 25 pg/mL

Fármaco Valores terapéuticos Concentraciones


Antiarrítmicos
1

Digoxina 0.8-2 ng/mL 2.5 ng/ml


Digitoxina 10-22 ng/ml 35 ng/ml
Lídocaína 1. 5-5 JJg/mL > 7 J.lg/ml
Procainamida 4-10 JJg/mL > 16J.ig/ml
Procainamida + n-acetil- 10-30 ~tg/m L > 30 _ug/ml
procainamida
Quinidina 2-5 ¡..tg/ml > 10 pg/ml
D isopi ramida 3-5 119/mL > 7 ~tg/ml
An ti epilépticos
Fenitofna 10-20 ~tg/m L > 20 ,Ltg/ml
Fenobarbital 15-40 ,ug/mL > 40 ~¡g/n!L
Primidona 5-12 ¡.tg/rnl > 15 ~tg/mL
Etosuximicla 40-100 JJg/mL > 150 ~q/ml
Ácido valproico 50-100 !J.Q/ml > 100 ~tg/ml
Carbamacepina 8-12jlg/ml > 15 jlg/ml
Antidepresores
A m itnptili na 120-250 ng/ml > 500 ng/ml
Oesipramina 150-250 ng/ml > 500 ng/ml
lmipramina 150-250 ng/m L > 500 ng/ml
Nortriptilina 50-150 ng/ml > 500 ng/ml
0.6-1.4 meq/L > 2 meq/L
Litio 1

Otros
Teofilina 10-20 )lg/ml > 20 Mglml
Aspirina 1 100-250 ~tg/ml > 300 !lQ/mL
Acetaminofén , > 250 119/rnL
__ _ _ _ ____ __ _ _ _ _ _ _ _ ___l___ _ _ __ ,_J______ ______ ------
·Véase también Holford NHG: Clínica\ interpretation cf drug concentration.s. Capítu\o 65 en: Bas1c & C/inical Pharmacofogy,
5th ed Katzung BG (editor). Appieton & Lange, 1992: publicado por la Editorial El Manual Moderno, México.
Urología genera
de s·mith
jJck W . McAninch

Urología general de Smith 1 11 a. Edición, es un texto que ofrece al


1111itor lo clásico y lo más actual en conceptos básicos, métodos diagnósti-
cos y procedimientos terapéuticos; la información se presenta de manera
clara, con abundantes datos clínicos, teóricos e imágenes que permiten
entender, aprender y desarrollar la actividad científica y terapéutica en el
campo de la urología.
Urología general de Smith, se ha actualizado al igual que ediciones
precedentes con la finalidad de proporcionar la información más reciente y
práctica. Además, se_ modernizaron y mejoraron las ilustraciones ya
existentes, y se incluyeron más dibujos anatómicos y las técnicas de
imagenología e instrumentación más recientes.

En esta 11 a. Edición, se han incluido dos nuevos capítulos:

• Incontinencia urinaria
• Radioterapia de tumores urológicos
Además, cuatro capítulos se revisaron exhaustivamente:

• Trasplante renal
• Litiasis urinaria
• Quimioterapia de tumores urológicos
• Trastornos de las glándulas suprarrenales
La 11 a. Edición de Urología general de Smith, constituye un texto clásico
para estudiantes de medicina y una referencia bibliográfica indispensa-
ble para los profesionales de la salud que enfrentan el reto de brindar la
me1or atención médica para sus pacientes.
http://www.el12cirujano.blogspot.com/

Títulos afines·

Diccionario médico enciclopédico TABER'S; C. L. Thomas y cols. ISBN 968-426-722-3


Equilibrio de líquidos y electrólitos; N. Muirhead y G. R. D. Catto
Líquidos y electrólitos; Un enfoque accesible; E. K. M. Smith
Líquidos y electrólitos; Fisiología y fisiopatología; M. C. Cogan
Tratado de medicina interna; Academia Nacional de Medicina
Atlas de urología ginecológica; D. Gallo y R. Gallo
111 Jll! 11111111
9 789684 267220

Вам также может понравиться