Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Daniel Martínez
Fernando Ivanovic-Zuvic
Wencesalao Unanue
La Felicidad
Evidencias y experiencias para cambiar nuestro mundo
A Danisa
Fernando Ivanovic-Zuvic
A José Ignacio y María Angélica. La vida no podría haberme dado mejores padres.
Wenceslao Unanue
INDICE
Prólogo
Dr. Pedro Ruiz, Presidente Asociación Mundial de Psiquiatría; WPA
Prólogo
Dasho Karma Tshiteem, Ministro Secretario de la Comisión Nacional de Felicidad; Gobierno Real de
Bután.
Introducción
¿Porqué felicidad?
Daniel Martínez, Fernando Ivanovic- Zuvic, Wencesalao Unanue
CAPITULOS
1. Bases científicas y neurobiologías de la felicidad
Marcela Bitrán y Atilio Rigotti ..................................................................................................................................................37
Mirada I
Daniel Martínez y Lorena Zamora .....................................................................................................................................119
Mirada II
Juan Maass ......................................................................................................................................................................................126
6. Psicopatología y felicidad
Fernando Ivanovic-Zuvic ........................................................................................................................................................137
7. Felicidad en la infancia
Matías Irarrázaval .........................................................................................................................................................................149
8. Herramientas para el bienestar en la pareja y la familia
Mónica López y María Inés Pesqueira .............................................................................................................................171
Experiencia I
Juan Luis Walker ...........................................................................................................................................................................247
Experiencia II
Paulina Silva ....................................................................................................................................................................................253
18. Políticas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Wenceslao Unanue, Daniel Martínez y Jeannette von Wolfersdorff ...........................................................321
Daniel Martínez
Médico psiquiatra de la Universidad de Chile. Director del Instituto del Bienestar y Presidente
del Directorio de la Fundación para el Bienestar y la Felicidad en Chile, organizaciones que
buscan instalar la reflexión, el debate y la incorporación del tema del Bienestar y la Felicidad
en las Políticas Públicas y en la formación académica.
Miembro de la Agrupación Mundial Action for Happiness, del “Proyecto Felicidad” del
Aconcagua Summit y co organizador de los “Diálogos por la Felicidad “Que podemos
hacer hoy para ser más felices en Chile” y de los Encuentros de Relaciones Saludables y
Felicidad. Integrante del Programa de Auto cuidado de Conductas Adictivas de Estudiantes
Universitarios (PADEU-UC) y del Centro de Estudio de Adicciones (CEDA) de la Pontificia
Universidad Católica de Chile desde el año 2005.
Fernando Ivanovic-Zuvic
Es editor de la Revista Trastornos del Ánimo. Autor de los libros: Psicopatología y tratamiento.
Santiago, Ediciones Pontificia Universidad Católica de Chile, 2001. Psicosis Epilépticas.
Santiago, Ediciones Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía, 2003. Psicopatología
en la Epilepsia. Santiago, Mediterráneo, 2010.
Wenceslao Unanue
La Felicidad 9
roles tanto a nivel nacional como internacional. En Chile, es Profesor de la Escuela de
Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Vicepresidente del directorio de la Fundación
para el Bienestar y la Felicidad, Director del Instituto del Bienestar y asesor de numerosas
organizaciones tanto públicas como privadas. Internacionalmente, es Representante País
para IAREP - International Association for Research in Economic Psychology - , miembro de
The British Psychological Association y de Action for Happiness, Fellow de The Higher Education
Academy e investigador de la Universidad de Sussex. Además, se encuentra colaborando
junto al Gobierno de Bután y las Naciones Unidas en la construcción del Nuevo Paradigma
de Desarrollo basado en Felicidad y el Bienestar.
Prologuistas
Karma Tshiteem
Secretario de la Comisión Gross National Happiness (GNH) del Gobierno Real de Buthan, cargo
conocido como Ministro de la Felicidad de Buthan. Desde este rol público es responsable de
desarrollar los programas de gobierno que promueven el desarrollo de la Felicidad Nacional
Bruta (GNH). Actualmente, además es miembro del Directorio de la Fundación Kidu creada
para dar apoyo a sectores vulnerables de la sociedad butanesa y es Presidente de la Druk
Green Power Corporation. Es MBA en la Universidad de Canberra, Australia.
Pedro Ruiz
Autores
Alejandro Adler Candidato a doctor en psicología positiva de la Universidad de
Pennsylvania. Licenciado en psicología y en economía.
Miembro del grupo de los 50 expertos convocados por la ONU para desarrollar una
propuesta de cambio del paradigma de desarrollo del mundo.
10 La Felicidad
Attilio Rigotti Médico especialista en Medicina Interna con doctorado en
Biología Celular y Molecular, entrenamiento de post-grado en el Instituto de
Tecnología de Massachusetts. Profesor titular en el Departamento de Nutrición, Diabetes y
Metabolismo y Director del Centro de Nutrición Molecular y Enfermedades Crónicas de la
Escuela de Medicina de la Universidad Católica de Chile.
La Felicidad 11
Juan Maass Médico psiquiatra de la Universidad de Chile .Jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud
mental del Hospital Clínico Félix Bulnes. Past Presidente y miembro del Directorio de la de la
Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía, SONEPSYN.
MBA en instituciones de salud del Instituto de políticas públicas de la Universidad Andrés Bello
y diplomado en salud mental Universidad .de Chile; Jefe del programa docente de psiquiatría
USACH en el Hospital Félix Bulnes.
Autor de diversas publicaciones en revistas nacionales y extranjeras.
Juan Luis Walker Psicólogo clínico de la Universidad de Chile y Académico del Magíster en
Desarrollo Organizacional y Gestión Estratégica de Personas de la Universidad Diego Portales.
Fundador y Director Ejecutivo del Proyecto Centro de Desarrollo de la Inteligencia Colectiva
(CDIC), que ha llevado a cabo la iniciativa “Diálogos Creativos por La Felicidad en Chile”.
Juan Carlos Oyanedel Sociólogo. Director, Programa de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública,
Facultad de Administración y Economía, Universidad de Santiago.
Doctor en Derecho (Criminología y Política Criminal), King’s College London. Máster en Educación
y Ciencias Sociales (U. Autónoma de Barcelona).
Ha sido director del Centro de Estudios Cuantitativos y profesor del Departamento de Matemáticas
de la Universidad Andrés Bello e investigador visitante en Birkbeck College, Universidad de
Londres; el Instituto Max Planck de Derecho Penal Internacional y del Instituto Internacional de
Sociología del Derecho, Oñati, País Vasco.
Lorena Zamora Psicóloga clínica y organizacional de la Universidad Nacional Andrés Bello con
Postítulo de especialización en psicodiagnóstico en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Directora de Instituto del Bienestar y de la Red Compartiendo Felicidades.
12 La Felicidad
Actualmente es director del Instituto de Economía de la Universidad Austral de Chile. Sus
libros más importantes, traducidos a varios idiomas, son: “Economía Descalza”, “Desarrollo a
Escala Humana” y “Economics Unmasked”.
Mónica López Psicóloga clínica de la Universidad de Santiago de Chile, con post título en
terapia sistémica de familias y parejas. Diplomada en Psicología Positiva y miembro de Action
for Happiness y de la Asociación Internacional de Psicología Positiva. Directora de la Sociedad
Chilena de Psicología Clínica y Directora del Instituto del Bienestar.
La Felicidad 13
Pablo González Ingeniero comercial y licenciado en economía. Ph.D. en Economía y M. Phil.,
University of Cambridge. M.A. en Economía y Ciencias Sociales, de la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Investigador asociado del Centro de Investigación Avanzada en Educación
de la Universidad de Chile e investigador adjunto del Centro de Economía Aplicada y Centro
de Sistemas Públicos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de
Chile. Coordinador del informe sobre desarrollo humano en Chile 2012 (PNUD), “Bienestar
subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”.
Pauline Heine Psicóloga clínica de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Master en Salud
y Psicopatología del Adolescente y del Adulto Joven, Université de Poitiers, Francia. Alumna del
Doctorado Internacional en Psicoterapia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad
de Chile y Universidad de Heidelberg. Miembro del Instituto del Bienestar.
14 La Felicidad
Sergio Rivera Ingeniero Civil de la Universidad de Chile. Profesor Didacta Biodanza SRT y
Co-Director Escuela de Biodanza El Canelo. Creador y Director del Diplomado “Habilidades
para la Vida” de la Universidad Central. Master Practitioner PNL y Coach NL.
La Felicidad 15
PRÓLOGO
Pedro Ruiz
M.D Presidente World Psychiatric Association WPA
Al conceptualizar este libro editado por Daniel Martínez, Fernando Ivanovic y Wenceslao
Unanue, donde nos invitan a reflexionar seriamente sobre “La Felicidad”, en el marco de
“Evidencias y experiencias para cambiar nuestro mundo”, resalta inmediatamente el contenido
humana que el libro nos entrega, en especial al realzar la mirada de la felicidad desde sus
aspectos psicológicos y desde la salud mental. La mirada interdisciplinaria y su tono cercano,
nos invita a aproximarnos desde la evidencia científica, pero también desde la experiencia
humana.
La conceptualización del “bienestar” y la “felicidad” que se presenta este libro, nos permite
hacernos la pregunta por nuestra salud mental individual, grupal y planetaria. Desde el
individuo, la familia y la comunidad, surgen necesidades y respuestas en la búsqueda de
la felicidad, que requieren un marco valórico y una integración multicultural. Es necesario
en esta búsqueda incorporar las diferentes miradas aportadas por cada género, por
lo habitantes urbanos y rurales, por la ciencia, la historia, la filosofía y la cultura, y por lo
humano y lo espiritual. Todas estas miradas son absolutamente necesarias para comprender
integralmente la búsqueda de la felicidad y el bienestar humano desde una mirada colectiva,
que permita expresar la diversidad de las personas y de las formas de ser feliz.
Mientras estos conceptos delineados en el libro pueden parecer fáciles de comprender
desde las elecciones individuales y cotidianas, se hacen más difíciles de mirar desde las
necesidades de la sociedad y desde las políticas públicas. En este marco, un aporte de este
texto es entregarnos evidencias, experiencias y herramientas no sólo para la búsqueda de
la felicidad individual, sino que además para el desarrollo de un bienestar colectivo mirado
desde un nuevo paradigma de desarrollo fundado desde lo esencialmente humano.
En este libro, encontramos a profesionales de diferentes especialidades lo que enriquece la
reflexión sobre el tema. Podemos encontrar desde la realidad de la “Epidemiología de la Felicidad
en Chile y el Mundo” y las “Bases neurocientíficas”, hasta la “Psicología positiva” y la “Salud Mental”.
Evidencias desde el bienestar y la felicidad desde la “Educación”, el “Trabajo” y “Las Políticas
Públicas”, hasta reflexiones desde la “Vida cotidiana y la “Espiritualidad”. Todas estas miradas, desde
la evidencia y la experiencia, nos proponen un debate de la de “Felicidad en Serio”.
La Felicidad 17
Este libro tiene mucho que ofrecerle a Chile, a Latinoamérica y al mundo. Se integran las preguntas
esenciales sobre el sentido de la vida y las evidencias científicas sobre el bienestar y la felicidad,
donde la salud mental siempre está presente. Desde esta mirada de “interdisciplinariedad”, nace
una oportunidad única para visualizar los problemas de la salud y de la salud mental, desde un
punto de vista psicosocial, multiétnico, y multicultural.
Definitivamente los invito a leer este libro y a reflexionar humana y profesionalmente, desde el
paradigma del bienestar y la felicidad.
18 La Felicidad
PRÓLOGO
Dasho Karma Tshiteem
Ministro Secretario Comisión de Felicidad Nacional, Gobierno Real de Bután
La filosofía y la visión de desarrollo de Bután se basa en una simple premisa, que nos dice
que lo que quiere la gente en la vida, es ser feliz. A nivel individual, esto pudiera ser una
declaración obvia, sin embargo, a nivel gubernamental es un asunto completamente
distinto. A medida que compartimos nuestra visión de desarrollo de la Felicidad Nacional
Bruta (GNH), a nivel internacional descubrimos que el desarrollo que conocemos hoy no
está ayudando realmente a que la gente alcance este objetivo final.
Cuando en Bután hablamos de felicidad, hablamos del bienestar y más. Y cuando hablamos
acerca de la búsqueda de la felicidad como un objetivo de desarrollo, no estamos hablando
acerca de que el Estado intente dirigir cada aspecto de nuestras vidas en base a una noción
preconcebida de lo que eso pudiera ser. Más bien, hablamos simplemente de que el Estado
cree condiciones que le permitan a la gente las máximas oportunidades para obtener lo
mejor de sus valiosas vidas. La felicidad a nivel individual es una responsabilidad personal,
sin embargo, la responsabilidad de los gobiernos es crear situaciones y condiciones que
ayuden a las personas a encontrar su felicidad a través de políticas y programas.
En tanto que la felicidad es deseable como un fin en sí mismo, investigaciones más recientes
en el tema demuestran que la felicidad produce muchos beneficios en diferentes ámbitos
de la vida de las personas. La gente feliz a menudo es más saludable, vive más tiempo y
disfruta una mejor calidad de vida. Las personas felices usan sus fortalezas, habilidades y
capacidades más óptimamente y funcionan a un nivel mucho más alto, contribuyendo de
esta manera a su propio bienestar, como también al de otros y de la sociedad. Las personas
felices tienen más posibilidades de ser compasivos y por lo tanto contribuyen a la esencia
ética de la sociedad de muchas formas beneficiosas. La gente feliz es menos proclive a
tener depresión, es menos probable que experimenten ansiedad, estrés o ira y, aun si la
experimentan, ellos tienden a manejarlo mejor y a recuperarse más rápidamente. Como
resultado, la gente feliz se involucra en menos actos de violencia o en conductas antisociales.
Ellos disfrutan de relaciones más sólidas y duraderas, contribuyendo así a construir capital
social. Tomando todos estos antecedentes, la gente feliz contribuye con la sociedad en
términos económicos, psicológicos, sociales, valóricos y espirituales.
La Felicidad 19
Por lo tanto, el desafío es encontrar formas y medios para que los gobiernos apoyen y
promuevan la felicidad en sus habitantes. Esto a su vez requiere que creemos estructuras
de desarrollo más holísticas de lo que son en la actualidad, ya que la gente se preocupa
de muchos más aspectos del desarrollo de lo que los gobiernos se involucran. Sólo una
estructura de gobierno que considere todas estas necesidades será capaz de tomar
decisiones que puedan conducir al tipo de resultados de desarrollo que necesitamos. Este
es un hecho simple, pero claro; nuestras elecciones están totalmente influenciadas por las
estructuras y las prioridades que definimos. A este respecto, la exposición tardía de Bután
al mundo exterior, nuestra pequeña población y el posterior inicio de la modernización,
demostró ser finalmente una ventaja. Pudimos aprender de la experiencia, tanto buena
como mala, de aquellos que nos precedieron.
20 La Felicidad
como bienestar psicológico y uso del tiempo, además de dominios menos comunes tales
como vitalidad de la comunidad, resiliencia ecológica y diversidad cultural. Creemos que
si los resultados del desarrollo son consistentes con el aumento en los niveles del bienestar
y la felicidad, estos aspectos merecen mucha más atención de los que reciben hoy. Si no
se consideran estas dimensiones, sobre cierto nivel y umbral, el progreso en términos de
mayor ingreso y consumo, se desviará del bienestar y la felicidad, y comenzará a actuar en
su contra. Debemos reconocer que estos elementos son simplemente críticos en posibilitar
la felicidad humana y que las acciones o inacciones de los gobiernos, no son neutras en
estas dimensiones. De hecho estos son los dominios donde los efectos negativos de las
consecuencias no buscadas, se sienten más, por ejemplo, desarrollando ciudades con
centros poblacionales con una ascendente soledad o con aumentos de la riqueza con
crecientes inequidades. Tales resultados del desarrollo, no sólo no son deseables, sino que
además no son sustentables.
Por otro lado, ¿Hay en realidad espacio para la intervención del gobierno en la búsqueda
de este objetivo? La literatura reciente en este campo indica que existen tremendas
oportunidades de intervenir a través de políticas públicas. Por ejemplo, a la gente se le
puede habilitar de capacidades que aumenten su resiliencia para enfrentar las vicisitudes de
la vida, a través por ejemplo del entrenamiento en la meditación y la conciencia plena. En
este sentido, como parte de una iniciativa llamada “Educando para la GNH”, la meditación se
ha introducido en todas las escuelas de Bután, de manera que a los niños se les enseña esta
útil habilidad para su vida. El uso equilibrado del tiempo es otra clave importante para lograr
una vida feliz y el gobierno puede apoyar esto, a través de políticas de equilibrio de vida/
trabajo, de planificación urbana para reducir el tiempo de traslados, etc. Desde la perspectiva
de la GNH el tiempo es vida, no dinero y una clave sencilla para evaluar la posibilidad de ser
feliz es hacer el ejercicio honesto de preguntarse a sí mismo, cuánto es lo que realmente
a uno le importa el tiempo y cuánto tiempo le dedica a las cosas significativas. La vida es
valiosa y corta, y uno debe equilibrar el uso de su recurso más escaso, si verdaderamente
aspira a encontrarle el sentido y la alegría a la vida.
Aceptamos que, como todo en la vida, los dominios y en especial los indicadores/variables
en los que se apoyan estos dominios, cambiarán en el tiempo reflejando las aspiraciones de
las nuevas generaciones, aunque el objetivo general de la felicidad permanezca sin cambio.
A este respecto, Su Majestad el Rey, dijo que para él “La GNH se refiere al desarrollo con
La Felicidad 21
valores”. Creo que la profunda sabiduría detrás de esta declaración, es que la filosofía y la
visión que subyacen en la GNH es un conjunto de valores fundacionales y atemporales,
mucho de ellos universales, que reflejan en qué está hoy la sociedad butanesa y que debe
seguir siendo, aún después de cien o mil años. Por lo tanto, la real clave para la GNH será
transmitir estos valores de generación en generación. Hacer esto en forma exitosa, será el
verdadero desafío.
Tashi Delek!
22 La Felicidad
Introducción Daniel Martínez Aldunate, Fernando Ivanovic-Zuvic, Wenceslao Unanue Manríquez
INTRODUCCIÓN
La felicidad ha preocupado al hombre desde los inicios de su historia, más aún desde que
toma conciencia de su ser. Los procesos históricos nos repletan de episodios y citas donde
se nos aparece la proclama de la felicidad. La revolución francesa declara que el objetivo de
la sociedad es obtener la felicidad para los ciudadanos y la declaración de independencia de
EEUU dice que “todo hombre tiene el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”.
Más aún nos sorprende escuchar en Chile a Luis Emilio Recabarren, cuando dice “Luchamos
aguas arriba contra toda una corriente poderosa que pretende detener la marcha que hemos
emprendido en busca de la felicidad humana…. Buscamos la felicidad de todos, incluso de los
mismos que ofician de verdugos contra nosotros…Tan poco, pero tan poco que costaría vivir
felices, aún en el estado actual de la civilización” (1). Pareciera que la felicidad traspasara las
barreras ideológicas y filosóficas, y llegará hasta el cielo, como lo señalara el psiquiatra
Sergio Peña y Lillo en su adelantado libro “El temor y la Felicidad” (2), donde nos habla de la
felicidad, desde la espiritualidad y el sentido de vida .
Bertrand Russell, en su libro “La conquista de la felicidad”, nos plantea desde una dimensión
sociológica histórica los factores que pueden hacer al hombre infeliz, destacando la envidia,
la competencia por los bienes materiales, el aburrimiento, la excitación desmedida, la fatiga
corporal, el sentimiento de pecado, el miedo a la opinión pública y, desde una mirada más
psicopatología, nos habla de la manía persecutoria como un factor de infelicidad. Desde la
otra vereda, identifica como factores que promueven la felicidad, el entusiasmo, el cariño, la
familia, el trabajo, el vivir con intereses no solo personales y el esfuerzo (3).
La Felicidad 23
Introducción
muy íntima e individual. Aún más, las personas tenemos un tono temperamental en nuestra
personalidad determinado genéticamente (4), que nos permite desde que nacemos con
mayor facilidad o dificultad, acercarnos al bienestar y la felicidad. Hay personas para las
cuales ser feliz es más difícil y se trasforma en un desafío.
También la felicidad puede ser apreciada desde el horizonte de la muerte. La muerte coloca
un fin a la vida, planteando la pregunta del sentido de ser feliz ante este fin. Surge así la
perspectiva espiritual que pretende encontrar en la vida terrenal un pasaje a un mundo
celestial, donde el bienestar y la felicidad son eternos. El sentido de la vida y la felicidad
desde esta forma de comprender el mundo, pueden reencontrarse después de la muerte,
pues la pretensión de la eternidad, asegura una vida feliz.
24 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate, Fernando Ivanovic-Zuvic, Wenceslao Unanue Manríquez
Dada la complejidad para conceptualizar y definir el término felicidad, la ciencia ha optado por
hablar de bienestar subjetivo (BSu), siendo la tendencia imperante por décadas en la literatura
psicológica. En términos simples, el BSu correspondería a un sentido de bienestar con
nuestra vida, tanto en términos de sentimientos como de pensamientos (12). Para Ed Diener,
uno de los mayores referentes en esta materia, el BSu es un constructo multidimensional
que incorpora diferentes, pero inter-relacionados aspectos de la experiencia humana (13).
En este sentido, incluiría el cómo la persona se siente (elementos afectivos), pero también
el cómo esta persona evalúa su vida (elementos cognitivos). Por lo tanto, el BSu combinaría
tres factores claves: una elevada presencia de estados afectivos positivos (orgullo, alegría,
placer, disfrute, regocijo, etc.); una relativa ausencia de estados afectivos negativos (miedo,
rabia, rencor, etc.) y la satisfacción con nuestra vida en términos globales, pero también
en áreas específicas (matrimonio, trabajo, hijos, educación, libertad, etc.). En resumen, una
persona feliz seria aquella con un alto nivel de Bsu, que piensa que su vida va bien, y que
además experimenta sentimientos acorde con estos pensamientos.
Sin embargo, en la actualidad ha surgido suficiente evidencia para demostrar que el BSu
(normalmente entendido como bienestar hedónico), no proveería toda la información
necesaria respecto de lo que significa e implica ser feliz.
La Felicidad 25
Introducción
Por lo tanto, para los defensores del paradigma eudaimónico, el bienestar sería un proceso
dinámico con miras a una vida de involucramiento en actividades percibidas como
significativas e internamente re-compensantes (17).
Por otro lado, para Martin Seligman, fundador de la Psicología Positiva, el BSu debería
incluir además la ausencia de enfermedades mentales tales como la ansiedad, el estrés y
la depresión (24). De lo contrario, difícilmente se podría experimentar BSu (al menos en el
corto plazo). Sin embargo, y generando una completa revolución en la psicología clínica
a nivel mundial, Seligman ha planteado que la ausencia de estos elementos negativos de
la experiencia humana no garantizan la felicidad y el florecimiento de los individuos. Esto,
debido a que la ausencia de enfermedad no es sinónimo de presencia de sentimientos
26 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate, Fernando Ivanovic-Zuvic, Wenceslao Unanue Manríquez
y experiencias positivas (25). Por lo tanto, para la Psicología Positiva un estado de BSu
debiese incorporar además, la presencia de elementos tales como un fuerte sentido de
vida; relaciones saludables con nosotros mismos y con otros; un importante sentido de
logro; la experiencia del flujo (o absorción en las actividades que realizo) y; la búsqueda
del auto-desarrollo (24). A este modelo propuesto por Martin Seligman se le ha llamado el
modelo PERMA (18) por sus siglas en inglés: emociones positivas (P); involucramiento o flujo
(E); relaciones positivas (R); sentido de vida (M) y; logro (A).
Por lo tanto, el BSu, y la felicidad, irían más allá de la mera ausencia de enfermedades
mentales, considerando un espectro más amplio de constructos que hoy entrarían en el
emergente concepto de florecimiento humano (18, 25).
En una línea parecida a la de Seligman, Ryff and Keyes (19) han sugerido 6 componentes
fundamentales del bienestar psicológico: auto-aceptación; relaciones positivas con otros;
autonomía; logros; propósito en la vida y desarrollo personal.
Cabe destacar que los modelos de bienestar y felicidad presentados anteriormente son
modelos basados, fundamental y originalmente, en tradiciones occidentales. Sin embargo,
tradiciones orientales han sido también de gran ayuda a la hora de explorar y entender
la felicidad humana. Por ejemplo, Bután, apoyado fuertemente por Sabina Alkire de la
Universidad de Oxford, ha planteado que el BSu debiera comprender 3 dimensiones (27).
En primer lugar, la práctica de la meditación o atención plena (mindfulness), junto a la
consideración de las consecuencias de nuestras propias acciones en el bienestar de toda
especie sobre la tierra. En segundo término, un balance emocional como producto de la
inteligencia emocional y del cultivar emociones positivas, tales como generosidad, empatía
y compasión. Finalmente, la tercera dimensión sería la evaluación positiva de nuestra vida
en diferentes dominios de esta.
La Felicidad 27
Introducción
el futuro de la humanidad y del planeta, surge el concepto fundamental que nos plantea
que la felicidad del ser humano, no puede ser la infelicidad de otros seres humanos ni de
otros seres vivos, ni la infelicidad de la naturaleza y del planeta. Este concepto de felicidad
global del Ecosistema, releva la necesidad de buscar modelos de desarrollo que incorporen
sistémicamente a los seres vivos, siempre en su relación armónica con los otros y con la
naturaleza. Solo si pensamos nuestro bienestar y felicidad con otros, podremos construir un
modelo de desarrollo sustentable en el tiempo.
Tercero, los vergonzosos niveles de desigualdad. Al año 2013 (34), el 20% más rico de la
población mundial consumía el 86% de sus recursos, mientras que el 20% más pobre sólo
el 1.3%. El 20% de los más ricos utilizaban el 58% de toda la energía del planeta, mientras
que el 20% más pobre menos del 4%. El 20% más rico producía el 63% de los gases con
efecto invernadero, mientras que el 20% más pobre generaba sólo el 2%. El 20% más rico
consumía el 84% de todo el papel y poseía el 87% de los vehículos, mientras que el 20% más
pobre usaba menos del 1% de ambos. Además, a nivel país, Chile es uno de los ejemplos
más preocupantes de desigualdades económicas (35): ostentando el índice más alto dentro
de toda la OCDE y uno de los más grandes en el mundo. Diversos defensores del modelo
económico imperante han planteado que las desigualdades serían inherentes a la condición
28 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate, Fernando Ivanovic-Zuvic, Wenceslao Unanue Manríquez
humana y, por lo tanto, deberíamos aprender a vivir con ellas. Sin embargo, investigaciones
en altruismo han demostrado lo equivocado de tales argumentos (36). Además, ha quedado
demostrado que el peligro de las desigualdades no sólo radican en la injusticia social que
conlleva, sino que además llevaría a múltiples e indeseables problemas sociales que estarían
poniendo en riesgo la sana convivencia y el futuro de nuestras democracias. Sólo a modo
de ejemplo, Wilkinson & Pickett (37) han encontrado en sus estudios que a medida que la
desigualdad aumenta, también lo hacen la mortalidad infantil, los homicidios, el número
de prisioneros en las cárceles, el embarazo adolescente, la obesidad y las enfermedades
mentales. Además, la desigualdad haría caer la confianza, el bienestar infantil y las tasas de
innovación.
Por último, las demandas por un mayor progreso material que hemos visto durante las
últimas décadas, habrían puesto una enorme presión sobre la salud física y mental de la
población. El crecimiento económico acelerado de muchos países, como Chile, ha llevado a
que las “tensiones del modelo social” se traduzcan en la aparición de síntomas psiquiátricos
y psicosomáticos. Los individuos en estos escenarios deben ofrecer “soluciones biográficas a
contradicciones sistémicas” con un claro costo en su salud mental (38). Hoy en día podemos
observar aumentos sin precedentes en las tasas de obesidad, estrés, depresión, suicidios,
alcoholismo, drogadicción, ansiedad, y automedicación a nivel mundial. Chile, por ejemplo,
según la OCDE (35), es la segunda nación que más ha aumentado sus tasas de suicidio
(55%) en los últimos 15 años, siendo superado sólo por Corea del Sur. Además, nuestras
tasas de depresión y obesidad no están lejos de las de países más enfermos del planeta.
Para las Naciones Unidas, gran parte de estos dilemas modernos tendrían su origen en
la forma en que hemos venido entendiendo y midiendo el “progreso”. Esto, debido a que
hemos estado conviviendo con un sistema económico donde su estandarte ha sido por
años el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el ser humano ha pasado
a segundo plano. Como consecuencia, hemos visto un desmedido afán por promover un
crecimiento económico ilimitado en un planeta que como ya sabemos, posee recursos
finitos.
La Felicidad 29
Introducción
un progreso real de la calidad de vida de las naciones. Por lo tanto, lo que necesitaríamos
sería un paradigma alternativo de desarrollo, donde la búsqueda de la riqueza material se
subordine a un modelo de sociedad sustentable, y donde el ser humano y toda forma de
vida en la tierra estén al centro de este.
La pregunta clave seria, entonces, ¿cómo deberíamos concebir este nuevo modelo de
desarrollo? ¿Cuál debería ser el objetivo central a perseguir por las sociedades modernas y
por las políticas públicas? Para Bután, la ONU y diversas otras organizaciones internacionales,
la respuesta es clara: la felicidad.
Sí, la felicidad!
La felicidad seria el indicador que mejor puede reflejar la calidad de vida de los individuos
y el verdadero progreso de una nación. Además se ha descubierto que la felicidad puede
ser parte de la solución a los cinco graves dilemas que el mundo está enfrentando hoy en
día. Por ejemplo, más de 30 años de investigación científica han demostrado que la felicidad
tiene notables implicancias en la calidad de vida de la población y de sus habitantes. A nivel
individual, las personas más felices poseen menores niveles de ansiedad, estrés y depresión;
sus sistemas inmunológico y cardiovascular están más protegidos; son menos propensos a la
obesidad y a las adicciones y; viven más años (39). Además, a nivel organizacional, las personas
más felices son más productivas, cooperativas y creativas, lo que debería aportar a un mayor y
mejor progreso social para ir en ayuda de los más pobres. Finalmente, a nivel social y planetario,
las personas más felices protegen más el medioambiente, ayudan de mejor forma a mantener
la paz social, y luchan con más fuerza por reducir las inequidades y la pobreza.
Por lo tanto, potenciar la felicidad tanto de las personas como de los países se ha transformado
en un imperativo ético y moral para las personas, los gobiernos y las políticas públicas. Un
mundo más feliz podría ayudar a disminuir la actual crisis medio-ambiental, la pobreza,
las inequidades, las adicciones, las enfermedades mentales y los riesgos de inestabilidad
democrática.
A esta tarea gigantesca se ha venido abocando desde hace decenas de años el Reino de Bután.
De hecho, su rey ya en los años 70 declaraba al mundo que para ellos era más importante la
Felicidad Interna Bruta (FIB) que el Producto Interno Bruto. A partir de esa declaración, Bután
se ha abocado a evaluar y a potenciar su FIB, incluyendo indicadores de bienestar psicológico,
distribución del tiempo, vitalidad comunitaria, diversidad cultural y sustentabilidad, como
medidas de progreso social.
30 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate, Fernando Ivanovic-Zuvic, Wenceslao Unanue Manríquez
Para la ONU el desafío es cómo incorporar nuevas medidas de bienestar que reflejen un
verdadero avance en el progreso de las personas y los pueblos. Medidas que debieran
reflejar la calidad de vida de nuestra generación y de las venideras, y por lo tanto, generar los
incentivos suficientes para vivir en una sociedad más equilibrada, próspera y sustentable. De
aquí surge la idea de promover un Nuevo Paradigma de Desarrollo basado en la felicidad, el
bienestar y el florecimiento humano.
A partir de esta resolución del 2011, y a petición de ONU, Bután ha comenzado a liderar
el proceso para la implementación de este Nuevo Paradigma de Desarrollo. Para ello, ha
convocado a un grupo de trabajo de líderes mundiales –economistas, cientistas sociales,
expertos en salud mental, altos representantes de la sociedad civil, del mundo político y
espiritual– con el objeto de abordar la tarea de generar las recomendaciones necesarias
para implementar este nuevo modelo. Este paradigma debe incluir y medir, al menos
cuatro dimensiones complementarias: felicidad y bienestar; uso eficiente de recursos;
sustentabilidad ambiental y justicia y equidad. Juntas, estas cuatro dimensiones ayudarán a
orientar las políticas globales hacia una sociedad más feliz, pero también más sustentable.
Este Nuevo Paradigma de Desarrollo buscará, por lo tanto, maximizar la felicidad humana
y el bienestar de toda forma de vida sobre la tierra, aspirando a satisfacer nuestras
necesidades físicas/materiales, emocionales, espirituales (sentido) y relacionales de la mejor
forma posible. Sólo de esta manera nuestro nuevo modelo de desarrollo podrá ayudar a
revertir el calentamiento global, a proteger nuestro ecosistema, a disminuir la pobreza y
las desigualdades, y a mejorar la salud mental de la población, llevándonos a un estado de
florecimiento pleno.
Probablemente lo que están proponiendo Bután y la ONU ha sido uno de los cambios más
radicales que el mundo ha experimentado en pos de su florecimiento, y de la disminución
de las injusticias, la miseria y del sufrimiento humano en toda su historia. Sin embargo, a
pesar de que parezca lejano, la evidencia muestra que el cambio es completamente posible.
Jamás la humanidad antes había contado con la abundancia material, ni con el avanzado
conocimiento tecnológico que tenemos en la actualidad. Sólo debemos cambiar el foco y
comenzar la búsqueda de una felicidad sustentable.
Para finalizar esta introducción, queremos comentarles que este libro nace de la necesidad
de compartir con ustedes estas evidencias y reflexiones. Hoy es necesario que todos nos
La Felicidad 31
Introducción
informemos y nos ocupemos del tipo de desarrollo que queremos tener en el mundo. Para
lograr este objetivo, hemos invitado a escribir a profesionales de diferentes áreas sobre el
tema del bienestar y la felicidad, cada uno desde su mirada y su experiencia. No esperamos
que el libro tenga una solo ruta, como tampoco suponemos que todos encontrarán la
felicidad por los mismos caminos. La integración respetuosa de la diversidad nos hace bien,
por lo que los invitamos a mirar con apertura crítica los diferentes matices que aparecerán en
estas páginas. Esperamos entonces que estos contenidos aporten a su reflexión intelectual
y a su desarrollo profesional, pero sobre todo que sirva para su vida personal y su entorno
afectivo.
Sólo nos queda para empezar este desafío de bienestar y felicidad, dejarles una pregunta
abierta: ¿cuánto será suficiente para ser feliz?
32 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Loyola M., 2007. La Felicidad y la Política en Luis Emilio Recabarren: ensayo de
interpretación de su pensamiento. Ariadna Ediciones, Santiago de Chile.
2. Peña y Lillo S., 1989. El temor y la Felicidad. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
5. Marquard 0., 2006. Felicidad en la Infelicidad: reflexiones filosóficas. Buenos Aires, Katz
editores.
6. Scheier M, Weintraub JK, Carver CS. Coping with stress: divergent strategies of optimism
and pesimists. J Pers Soc Psychol 1986; 51: 1257-1264
7. Dunn DS. Well-being following amputation: salutary effect of positive mean, optimism
and control. Rehabil Psychol 1006; 41: 285-302
8. Carver CS, Gaines JG. Optimism, pesimism, and post-partum depression. Cognit Ther
Res 1987; 11: 449-462
9. Curbow B, Somerfield MR, Baker F, Wingard JR; Legro NW: personal changes, dispositional
optimism, and psychological adjustment to bone marrow transplantation. J Behav Med
1993; 16: 423-443.
10. Chang EC. Dispositional optimism and primary and secondary appraisal of a stressor:
controling for confounding influences and relations to coping and psychological and
psysical adjustment. J Pers Soc Psychol 1998; 74: 1109-1120
11. Wrosch C, Sheier MF. Personality and quality of life: the importance of optimism and
goal adjustment. Qual Life Res 2003; 12: 59-72
12. Diener, E., 1984. Subjective well-being. Psychological Bulletin, 95, 542-575.
13. Diener, E., Scollon, C. N. and Lucas, R. E., 2003. The evolving concept of subjective well-
being: the multifaceted nature of happiness. In: P. T. Costa and I. C. Siegler, ed. The
psychology of aging. New York: Elsevier Science.
15. Norton, D. L., 1976. Personal Destinies. Princeton: Princeton University Press.
La Felicidad 33
16. Kashdan, T. B., Biswas-Diener, R. and King, L. A., 2008. Reconsidering happiness: the costs
of distinguishing between hedonics and eudaimonia. The Journal of Positive Psychology,
3(4), 219-233.
17. Ryan, R. M. and Deci, E. L., 2001. On happiness and human potentials: a review of research
on hedonic and eudaimonic well-being. Annual Review of Psychology, 141–166.
18. Seligman, M., 2011. Flourish. New York: Simon & Schuster.
19. Ryff, C. D. and Keyes, C. L. M., 1995. The structure of psychological well-being
revisited. Journal of Personality and Social Psychology, 69, 719–27
20. Delle Fave, A., Massimini, F. and Bassi, M., 2011. Hedonism and eudaimonism in positive
psychology. In: A. Delle Fave, ed. Psychological Selection and Optimal Experience Across
Cultures: Social Empowerment through Personal Growth, 2, 3-18, New York: Springer.
21. Baumeister, R. F. and Vohs, K. D. 2002. The pursuit of meaningfulness in life. In: S. J. Lopez
and C. R. Snyder, eds. Handbook of positive psychology. New York: Oxford University Press.
608-618.
22. Huta, V. and Ryan, R. M., 2010. Pursuing pleasure or virtue: the differential and overlapping
well-being benefits of hedonic and eudaimonic motives. Journal of Happiness Studies,
11(6), 735-762.
23. Ryan, R. M. and Deci, E. L., 2000. Self-determination theory and the facilitation of intrinsic
motivation, social development, and well-being. American Psychologist, 55(1), 68 - 78.
24. Adler, A., Unanue, W., Osin, E., Ricard, M., Alkire, S, Seligman, M. (2013). Subjective Well-
being (en imprenta).
26. OECD, 2013. OECD Guidelines on Measuring Subjective Well-being. OECD Publishing. http://
dx.doi.org/10.1787/9789264191655-en
27. Ura, K., Alkire, S., Zangmo, T. and Wangdi, K. (2012a). An extensive analysis of the GNH index.
Thimphu: The Centre for Bhutan Studies.
28. Layard, R., 2011. Happiness: Lessons from a New Science. 2nd edn. New York: The Penguin
Press.
29. Layard, R., Clark, A. and Senik, C., 2012. The causes of happiness and misery. In: J. F.
Helliwell, R. Layard and J. Sachs, eds. World Happiness Report. New York: The Earth
Institute, Columbia University.
34 La Felicidad
30. Royal Government of Bhutan (2013). Towards a New Development Paradigm.
Summary. Document & Proposed Model by the Royal Government of Bhutan Steering
Committee for the New Development Paradigm. Accesado el 23/07/2013 desde http://
www.newdevelopmentparadigm.bt/wp-content/uploads/2013/06/Towards-a-New-
Development-Paradigm.pdf.
31. World Bank (2013a). Climate Change. Accesado el 25/07/2013 desde http://data.
worldbank.org/topic/climate-change.
32. International Energy Agency (2012). Tracking Clean Energy Progress. Energy Technology.
Perspectives 2012 excerpt as IEA input to the Clean Energy Ministerial. Retrieved on
30/04/2012 from http://www.iea.org/papers/2012/Tracking_Clean_Energy_Progress.pdf .
33. World Bank (2013b). Chart: Poverty rates fell sharply in the new millennium. Accesado el
25/07/2013 desde http://blogs.worldbank.org//developmenttalk/chart-poverty-rates-fell-
sharply-in-the-new-millennium.
34. Thinley, J. (2012). Defining a New New Economic Paradigm: The Report of the High-Level.
Meeting. Annex II: a prime Minister’s Urgent call to Define a new economic paradigm
based on wellbeing and happiness. United Nations Headquarters, New York.
35. OECD (2011a). Society at a Glance – OCDE Indicadores Sociales accesado el 25/07/2013
desde http://www.oecd.org/social/soc/47572883.pdf.
36. Ricard, M., 2006. Happiness: a guide to developing life’s most important skill. New York:
Little, Brown and Co.
37. Wilkinson, R. G., & Pickett, K. (2011). The spirit level. Bloomsbury Press.
38. Roberto Aceituno M., Gonzalo Miranda H. y Álvaro Jiménez M. (2012). ”Experiencias del
desasosiego: salud mental y malestar en Chile”. Revista Anales de la Universidad de Chile.
39. Diener E, Tay L. Report of the Well-Being Working Group, Royal Governmentof Bhutan
and Report to the United Nations General Assembly Well-Being and Happiness: A New
Development Paradigm.
40. United Nations (2011). UN General Assembly Resolution A/65/L.86 (13 July 2011).
La Felicidad 35
CAPÍTULO 1
Bases científicas y neurobiológicas de la felicidad Marcela Bitran y Attilio Rigotti
Capítulo 1
BASES CIENTÍFICAS Y NEUROBIOLÓGICAS
DE LA FELICIDAD
Introducción
Durante las dos últimas décadas, el bienestar subjetivo y la felicidad se han constituido en un
tema de gran interés para la ciencia. Equipos interdisciplinarios de neurobiólogos, psicólogos
y biólogos moleculares trabajan conjuntamente para identificar las bases biológicas de las
emociones y de estados más globales como la afectividad, el optimismo y la empatía. El
crecimiento exponencial de esta disciplina, bautizada como neurociencia afectiva, ha sido
posible gracias al desarrollo de modernas técnicas de imágenes y trazado neuronal que
permiten ‘ver’ en tiempo real la actividad de regiones específicas del cerebro en respuesta a
distintos estados emocionales y afectivos. Los objetivos de estos estudios son identificar los
correlatos biológicos del bienestar subjetivo y la felicidad, explicar las diferencias individuales
en afectividad y regulación emocional e identificar las anomalías asociadas a enfermedades
que comprometen el bienestar de las personas y su vida emocional.
Las evidencias científicas indican que en el cerebro del ser humano existen núcleos y circuitos
neuronales cuya actividad subyace a nuestros estados afectivos y cuyo deterioro se asocia a
trastornos del ánimo y el bienestar. Gracias a estas redes neuronales podemos experimentar
emociones como la ternura, la empatía, el temor y la pena. El sistema límbico, por ejemplo, está
constituido por varios núcleos y circuitos subcorticales y nos permite asignar valor emocional a
los estímulos externos. Este sistema es fundamental para organizar nuestra conducta, para decidir
si acercarnos o alejarnos de un estímulo, y evaluar el balance riesgo/beneficio que hagamos de la
situación. En esta evaluación, juega un rol fundamental la corteza prefrontal (CPF), que hasta hace
poco se creía participaba exclusivamente en procesos racionales superiores y que en la actualidad
se ha demostrado juega un rol preponderante en la regulación de los estados emocionales.
En este capítulo intentaremos resumir el ‘estado del arte’ del conocimiento científico que
aborda el estudio de las bases biológicas de las emociones y la afectividad. Reflexionaremos
también sobre la importancia de la plasticidad cerebral como una posibilidad de cultivar
nuestro bienestar individual mediante actividades intencionadas. Finalmente, abordaremos el
tema de la biología del bienestar intersubjetivo, revisando las evidencias científicas que apoyan
la idea que gran parte de nuestro bienestar depende de nuestra sincronización biológica con
las demás personas que nos rodean.
Capítulo 1 - La Felicidad 39
Bases científicas y neurobiológicas de la felicidad
Tanto las emociones positivas como las negativas son indispensables para nuestra
supervivencia como seres biológicos, y el balance adecuado entre ellas es fundamental
para un funcionamiento óptimo del ser humano. La teoría de la evolución ha considerado
por mucho tiempo las emociones negativas como un dispositivo adaptativo fundamental
que ha permitido al hombre sobrevivir frente a diferentes tipos de amenazas y condiciones
de riesgo. En contraste, este no ha sido el caso de las emociones positivas, las cuales no
habían ocupado hasta hace poco tiempo un lugar importante en el análisis evolutivo.
40 La Felicidad
Marcela Bitran y Attilio Rigotti
Desde un punto de vista fisiológico, a diferencia de las emociones negativas que activan
el sistema nervioso simpático responsable de la respuesta ‘fight or fly’, las emociones
positivas activan el sistema parasimpático. De esta forma, emociones como la alegría,
compasión, cercanía, confianza y perdón disminuyen la presión sanguínea, la frecuencia
cardíaca y respiratoria y la tensión muscular (10,11), todos estos efectos derivados de una
mayor activación parasimpática. Por otra parte, tanto las emociones positivas como la
conectividad social se asocian a una mayor actividad del nervio vago, un regulador clave
de la actividad del corazón (12). De hecho, estudios realizados con adultos jóvenes sugieren
que la inducción de emociones positivas puede proteger frente al impacto cardiovascular
del estrés, al facilitar la recuperación de la activación fisiológica causada por estímulos
estresantes (13).
La Felicidad 41
Bases científicas y neurobiológicas de la felicidad
nuestro propio cuerpo hacia el cerebro –a través de los receptores exo y propioceptivos- y
transforman esta información en acciones con las que incidimos en el medio circundante.
42 La Felicidad
Marcela Bitran y Attilio Rigotti
especializados, capaces -por así decirlo- de pintar un ‘halo hedónico’ a la sensación; es decir,
de hacer que ‘gustemos’ de la experiencia sensorial. Muchos otros estímulos son capaces
de activar este sistema neuronal, entre ellos algunas drogas adictivas que -se ha sugerido-
actúan secuestrando este circuito cerebral que evolucionó para mediar los efectos
hedónicos de los refuerzos naturales, como la comida y el sexo (19).
El circuito del placer (o la recompensa) está conformado por una red de puntos hedónicos
(ubicados debajo la corteza cerebral), de los cuales el núcleo accumbens es uno de los
principales componentes. La activación neuroquímica de estos puntos hedónicos crea un
espiral cerebral de intenso placer cuando se encuentra con los estímulos apropiados que
generan estos estados de máximo placer sensorial.
Además de este circuito, la experiencia de placer -plantean Berridge & Kringelbach (18)-
estaría codificada en la actividad neuronal de otros sitios en el cerebro anterior, que
incluyen la amígdala y la corteza prefrontal (especialmente en las regiones frontorbital,
cingulada anterior e insular). Así, el placer -generado de la actividad del circuito básico de la
recompensa- pondría en movimiento nuevos circuitos que estarían a cargo de la cognición
(recuerdos) y el aprendizaje, que acompañan a la experiencia placentera. Estos hallazgos
permiten subrayar el hecho que aun la experiencia placentera más simple está compuesta
de un set complejo de procesos psicológicos (ej., desear, gustar, aprender), cada uno de los
cuales posee una base biológica propia (18).
Los circuitos de codificación del placer parecen tener un rol en la anhedonia –incapacidad
de sentir placer–,un síntoma característico de algunas enfermedades como la depresión y la
esquizofrenia. Aunque inicialmente se pensaba que los estímulos hedónicos eran incapaces
de activar los circuitos subcorticales asociados al placer en estos pacientes, la evidencia
reciente señala que la anhedonia se relaciona más bien con deficiencias en la actividad
de las cortezas frontorbital, cingulada anterior e insular, que contribuyen a la codificación
del placer. Es decir, aunque estos pacientes retienen la capacidad de experimentar algunos
placeres básicos, no se activan los mecanismos cognitivos que asignan valor hedónico a
estas experiencias (18).
Neurotransmisores y placer
La dopamina ha sido considerada por excelencia el neurotransmisor del placer. Esta
conclusión deriva de innumerables estudios realizados con técnicas de microdiálisis
cerebral que han reportado liberación de dopamina del núcleo accumbens cuando
animales experimentales están en presencia de un estímulo hedónico como una comida
(20). Sin embargo, la interpretación de estos resultados -en cuanto al rol real de la dopamina
en la experiencia de placer- ha sido discutida. Evidencia reciente sugiere que –más que
generar placer– este neurotransmisor facilitaría la valoración psicológica o la experiencia
La Felicidad 43
Bases científicas y neurobiológicas de la felicidad
Por otro lado, sabemos que un rasgo distintivo de los seres humanos es la experiencia de
placeres de orden superior, que incluyen el logro personal, intelectual, artístico, musical,
altruista y trascendente. Aunque la neurociencia de los placeres superiores tiene un desarrollo
muy incipiente, estas experiencias parecen resultar de una actividad cerebral que se superpone
y resuena con los centros de placer más básicos. Así, el cerebro aparentemente utiliza algunos
de los mecanismos de generación de sensaciones hedónicas para los placeres de orden
superior (15, 18).
44 La Felicidad
Marcela Bitran y Attilio Rigotti
Actualmente, existe amplia evidencia científica que indica que vivencias o intervenciones
específicas pueden cambiar la conectividad sináptica, la densidad del árbol dendrítico de
las células nerviosas y la conductividad neuronal (29). Un hallazgo extraordinario en el área
de la neuroplasticidad fue el descubrimiento de neurogénesis en el cerebro adulto. Este
fenómeno se documentó en el giro dentado –una región del hipocampo relacionada con la
memoria– como consecuencia de la práctica de ejercicio físico regular y de la exposición a
ambientes enriquecidos que generaron nuevas neuronas en animales de experimentación
(28). Esto ha sido demostrado recientemente en seres humanos por un grupo de psiquiatras
y neurocientíficos de la Universidad de Washington en Saint Louis, EE.UU. Ellos reportaron
que los niños criados en un contexto de afectividad positiva tienen un hipocampo más
grande que el resto de los niños, cuando son estudiados al ingreso a la escuela (29).
Según Davidson, los circuitos relacionados con la conducta social y emocional parecen
particularmente sensibles a la experiencia y las vivencias tempranas, y posiblemente
determinan nuestra vulnerabilidad o resiliencia individual (30). En lo que respecta al
bienestar, se ha establecido científicamente que intervenciones que van desde la práctica
del ejercicio físico moderado (31), la terapia cognitiva que permite resignificar las emociones
negativas (32) y hasta intervenciones derivadas de prácticas contemplativas (33-35) inducen
plasticidad y promueven el bienestar subjetivo y las conductas prosociales.
Sin embargo, es fundamental indicar que la neuroplasticidad es una propiedad del cerebro
que funciona para ambos sentidos. Así, se ha demostrado que el cerebro de niños sometidos
a estrés crónico también cambia, modificándose las conexiones neuronales del hipocampo,
la corteza prefrontal y la amígdala (36,37). Más aun, se ha probado que la neurogénesis es
inhibida por estresores físicos y sociales crónicos (38).
La Felicidad 45
Bases científicas y neurobiológicas de la felicidad
El análisis de este tema excede el propósito de este capítulo, sin embargo, por el impacto
que nos parece tendrá para el entendimiento integral del desarrollo bienestar humano,
mencionaremos a continuación algunos estudios relevantes.
Existe otra línea de estudios que han demostrado que los cerebros de las personas que
comparten simultáneamente experiencias emocionales (como ver juntos una película)
46 La Felicidad
Marcela Bitran y Attilio Rigotti
sincronizan su actividad eléctrica (44). El poder compartir con el otro la experiencia subjetiva,
de manera literal, permitiría explicar el contagio emocional y la capacidad de entender la
experiencia de los demás, ambas funciones indispensables para mantener los lazos sociales
básicos.
Conclusión
En este capítulo hemos intentado sintetizar los hallazgos científicos más importantes que
abordan el estudio de las bases biológicas de las emociones y la afectividad. La neurociencia
ha demostrado que los seres humanos poseemos un cerebro maravilloso y plástico; equipado
con circuitos que nos dotan de una vida emocional que nos permite orientarnos en el
mundo, relacionarnos con otros seres humanos y aprender y practicar nuevas estrategias
para aumentar nuestro bienestar y el de los demás. La evidencia disponible ofrece una
enorme oportunidad y permite vislumbrar nuevas perspectivas para la educación de la
positividad y el bienestar de las generaciones futuras.
La Felicidad 47
Referencias bibliográficas
1. Johnson KJ, Waugh CE, Fredrickson BL. Smile to see the forest: Facially expressed positive
emotions broaden cognition. Cogn Emot. 2010; 24:299-321.
2. Cohn MA, Fredrickson BL, Brown SL, Mikels JA, Conway AM. Happiness unpacked:
positive emotions increase life satisfaction by building resilience. Emotion. 2009; 9:361-8.
3. Fredrickson BL, Branigan C. Positive emotions broaden the scope of attention and
thought-action repertoires. Cogn Emot. 2005; 19:313-332.
4. Fredrickson BL. The broaden-and-build theory of positive emotions. Philos Trans R Soc
Lond B Biol Sci. 2004; 359:1367-78.
5. Fredrickson BL, Mancuso RA, Branigan C and Tugade M. Motivation and Emotion 2000;
24:237-258.
7. Vaillant GE. Positive mental health: is there a cross-cultural definition? World Psychiatry.
2012; 11:93-9.
8. Vaillant GE. Spiritual evolution: a scientific defense of faith. New York: Doubleday
Broadway, 2008.
9. Fredrickson BL, Cohn MA, Coffey KA, Pek J, Finkel SM. Open hearts build lives: positive
emotions, induced through loving-kindness meditation, build consequential personal
resources. J Pers Soc Psychol. 2008; 95:1045-62.
10. Ostir GV, Berges IM, Markides KS, Ottenbacher KJ. Hypertension in older adults and the
role of positive emotions Psychosom Med. 2006; 68:727-33.
11. Dockray S, Steptoe A. Positive affects and psychobiological processes. Neurosci Biobehav
Rev. 2010; 35:69-75.
12. Kok BE, Coffey KA, Cohn MA, Catalino LI, Vacharkulksemsuk T, Algoe SB, Brantley M,
Fredrickson BL. How positive emotions build physical health: perceived positive social
connections account for the upward spiral between positive emotions and vagal tone.
Psychol Sci. 2013; 24:1123-32.
13. Kok BE, Fredrickson BL. Upward spirals of the heart: autonomic flexibility, as indexed
by vagal tone, reciprocally and prospectively predicts positive emotions and social
connectedness. Biol Psychol. 2010; 85:432-6.
48 La Felicidad
14. Varela F, Lachaux J-P, Rodríguez E, Martinerie J. The brainweb: phase synchronization and
large-scale integration. Nature Rev Neurosci 2001; 2:229-39.
15. Berridge KC, Kringelbach ML. Neuroscience of affect: brain mechanisms of pleasure and
displeasure. Curr Op Neurobiol. 2013; 23:294-303.
16. Schuyler BS, Kral TR. Jacquart J, Burghy CA. Weng HY, Perlman DM, Bachhuber DR,
Rosenkranz MA, MacCoon DG, van Reekum CM, Lutz A, Davidson RJ. Temporal dynamics
of emotional responding: amigdala recovery predicts emotional traits Soc Cogn Affect
Neurosci. 2012; Dec 7 (epub ahead of print).
17. Urry HL, van Reekum CM, Johnstone T, Kalin NH, Thurow ME, Schaefer HS, Jackson CA,
Frye CJ, Greischar LL, Alexander AL, Davidson RJ. Amygdala and ventromedial prefrontal
cortex are inversely coupled during regulation of negative affect and predict the diurnal
pattern of cortisol secretion among older adults. J Neurosci. 2006; 26:4415-25.
18. Berridge KC, Kringelbach ML. Building a neuroscience of pleasure and well-being.
Psychol Well Being. 2011; 1:1-3.
19. Everitt, BJ, Belin, D, Economidou, D, Pelloux, Y, Dalley, JW, Robbins, TW. Neural mechanisms
underlying the vulnerability to develop compulsive drug-seeking habits and addiction.
Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci. 2008; 363:3125-35.
20. Nicola SM, Taha SW, Kim HL. Fields Nucleus accumbens dopamine release is necessary
and sufficient to promote the behavioral response to reward-predictive cues. Neurosci.
2005; 135:1025-33.
21. Urry HL, Nitschke JB, Dolski I, Jackson DC, Dalton KM, Mueller CJ, Rosenkranz MA, Ryff
CD, Singer BH, Davidson RJ. Making a life worth living: neural correlates of well-being.
Psychol Sci. 2004; 15:367-72.
22. Davidson RJ. Well-being and affective style: neural substrates and biobehavioural
correlates. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci. 2004; 359:1395-1411.
23. Disner SG, Beevers CG, Haigh EAP, Beck AT. Neural mechanisms of the cognitive model
of depression. Nat. Rev. Neurosci. 2011; 12:467-77.
25. Bennett EL, Diamond MC, Krech D, Rosenzweig MR. Chemical and anatomical plasticity
of the brain. Science 1964; 146:610-19.
La Felicidad 49
26. Markham JA, Greenough WT. Experience-driven brain plasticity: beyond the synapse.
Neuron Glia Biol. 2004; 1:351-63.
27. Kaplan MS. Environment complexity stimulates visual cortex neurogenesis: death of a
dogma and a research career. Trends Neurosci. 2001; 24:617-20.
28. Brown J, Cooper-Kuhn CM, Kempermann G, Van Praag H, Winkler J, Gage FH, Kuhn HG.
Enriched environment and physical activity stimulate hippocampal but not olfactory
bulb neurogenesis. Eur J Neurosci. 2003; 17:2042-46.
29. Lubya JL, Barcha DM, Beldena A, Gaffreya M, Tillmana R, Babba C, Nishinoa T, Suzukia H
and Botterona KN., Maternal support in early childhood predicts larger hippocampal
volumes at school age. Proc Natl Acad Sci USA. 2012; 109:2854-59.
30. Davidson RJ, McEwen BS. Social influences on neuroplasticity: stress and interventions
to promote well-being. Nat Neurosci. 2012; 15:689-95.
31. Erickson KI, Voss MW, Prakash RS, Basak C, Szabo A, Chaddock L, Kim JS, Heo S, Alves H,
White SM, Wojcicki TR, Mailey E, Vieira VJ, Martin SA, Pence BD, Woods JA, McAuley E,
Kramer AF. Exercise training increases size of hippocampus and improves memory. Proc
Natl Acad Sci USA 2011; 108:3017-22.
32. Clark DA, Beck AT. Cognitive theory and therapy of anxiety and depression: convergence
with neurobiological findings. Trends Cogn Sci. 2010; 14:418-24.
33. Lutz A, Slagter H, Dunne JD, Davidson RJ. Attention regulation and monitoring in
meditation. Trends Cogn Sci. 2008; 12:163-169.
34. Brown KW, Ryan RM. The benefits of being present: mindfulness and its role in
psychological well-being. J Pers Soc Psychol. 2003; 84:822-48.
35. Kemeny ME, Foltz C, Cavanagh JF, Cullen M, Giese-Davis J, Jennings P, Rosenberg EL,
Gillath O, Shaver PR, Wallace BA, Ekman P. Contemplative/ emotion training reduces
negative emotional behavior and promotes prosocial responses. Emotion. 2012; 12:338-
50.
36. Magariños AM, McEwen BS, Flügge G, Fuchs E. Chronic psychosocial stress causes apical
dendritic atrophy of hippocampal CA3 pyramidal neurons in subordinate tree shrews. J
Neurosci. 1996; 16:3534-40.
37. McEwen BS. Physiology and neurobiology of stress and adaptation: central role of the
brain. Physiol Rev. 2007; 87:873-904.
50 La Felicidad
38. Gould E, McEwen BS, Tanapat P, Galea LA, Fuchs E. Neurogenesis in the dentate gyrus of
the adult tree shrew is regulated by psychosocial stress and NMDA receptor activation.
J Neurosci. 1997; 17:2492-98.
39. Wager TD, Davidson ML, Hughes BL, Lindquist MA, Ochsner KN. Prefrontal-subcortical
pathways mediating successful emotion regulation. Neuron. 2008; 59:1037–50.
40. Tang YY, Lu Q, Fan M, Yang Y, Posner MI. Mechanisms of white matter changes induced
by meditation. Proc Natl Acad Sci USA. 2012; 109:10570-4.
41. Hölzel BK, Carmody J, Vangel M, Congleton C, Yerramsetti SM, Gard T, Lazar SW.
Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry
Res. 2011; 191:36-43.
42. Moscovitch DA, Santesso DL, Miskovic V, McCabe RE, Antony MM, Schmidt LA. Frontal
EEG asymmetry and symptom response to cognitive behavioral therapy in patients with
social anxiety disorder. Biol Psychol. 2011; 87:379-85.
43. Eisenberger NI, Lieberman MD, Williams KD Does rejection hurt? An fMRI study of social
exclusion. Science. 2003; 302:290-2.
La Felicidad 51
CAPÍTULO 2
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
Capítulo 2
EPIDEMIOLOGÍA DEL BIENESTAR SUBJETIVO
EN CHILE
La paradoja anterior fue definida por Easterlin (3) al dar cuenta del caso de Estados Unidos de
mediados del siglo XX. En cualquier época, los individuos más ricos se declaran más felices
que los individuos pobres, pero una sociedad que se torna más rica, no necesariamente se
Capítulo 2 - La Felicidad 55
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
hace más feliz en la misma magnitud o proporcionalidad. Una de las razones que explicaría
dicha paradoja remite al ejercicio de comparación constante que las personas hacen
respecto a otros, lo que se conoce como desigualdad relativa: así, mientras más alto se
perciban en la escala social, más felices son. Incluso, si todos suben de posición social, el
estatus permanece invariable. Una segunda razón, remite a que factores sociales (como
la inseguridad, la desconfianza en las instituciones, entre otras), han contrarrestado los
beneficios asociados a ingresos más altos.
Ahora bien, cabe señalar que la medición del bienestar subjetivo, principalmente remite
a consignar las declaraciones (reportes auto-evaluativos) que las personas realizan sobre
56 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
Para algunos investigadores, los indicadores evaluativos cognitivos, por sí solos, no son
suficientes. Durante el último tiempo –sobre todo desde la Psicología– ha aumentado la
investigación de reportes emocionales, incluso en el plano experiencial (7). Por su parte, en
la corriente eudaimónica, es posible inscribir a Diener con la creación de su escala de 1 a 7
que mide el grado de acuerdo respecto a un conjunto de aseveraciones, y a Seligman desde
la psicología positiva con el índice PERMA.
Ciertamente, una línea de investigación ideal supone la integración de esta triple perspectiva,
no obstante, los estudios comparativos a nivel internacional se centran en la primera de
las dimensiones (evaluativa cognitiva). En este ámbito, la escala de Cantril (Overall Life
Satisfaction, cuya puntuación va entre 0 y10 puntos) es una de las más reconocidas. Siendo
utilizada en la Encuesta Mundial de Valores, por el PNUD, y en la Encuesta Social Europea (8).
El mismo reporte, además señala que los países cuyos habitantes declaran mayor satisfacción
con la vida (considerando el promedio de las puntuaciones obtenidas en la escala de Cantril)
son Dinamarca, Finlandia, Noruega, y los Países Bajos (con promedios cercanos a 8 puntos).
Para América Latina, los que presentan mayores promedios son Costa Rica, Venezuela y
Panamá (con puntuaciones superiores a 7 puntos), seguidos por Colombia, Argentina y
Chile (con puntuaciones que oscilan entre 6 y 7 puntos).
La literatura señala que el bienestar subjetivo corresponde al grado con que una persona
juzga favorablemente la calidad global de su propia vida como un todo (9). De este modo,
este indicador no pretende imponer una definición sobre qué es la felicidad de las personas
encuestadas. Por el contrario, intenta obtener una declaración propia e individualmente
establecida. Al respecto, Veenhoven (9) señala que el bienestar corresponde a un estado
duradero, no pasajero, capaz de trascender estados emocionales instantáneos. De esta
La Felicidad 57
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
manera, se asume que es “algo” que una persona piensa y siente, por lo que puede medirse
a través de la declaración que se realiza sobre ella (auto reportes evaluativos), pudiendo
ser asida mediante entrevistas, encuestas, y otros instrumentos aplicados a la población
general.
58 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
a) Distribución general
Los datos arrojados por Casen 2011 dan cuenta de un panorama general del bienestar subjetivo
en Chile, ya observado en estudios anteriores. A nivel nacional, se registra un promedio de 7,2 de
satisfacción con la vida. Asimismo, la mayoría de los encuestados reporta un grado importante de
satisfacción global con la vida, considerando que el 67% se sitúa en una nota 7 o más, dentro de
una escala de 1 a 10 puntos. De hecho, tal como se observa en el gráfico 1, se muestra una curva
que concentra a casi un tercio de la muestra (31%) en el polo superior (suma notas 9 y 10).
Si bien la Encuesta Casen no evalúa la satisfacción con la vida en relación a campos específicos,
otros estudios como el Informe de Desarrollo Humano, la Encuesta Nacional Bicentenario
(realizada por la Pontificia Universidad Católica & Adimark), La Encuesta Internacional de Bienestar
Subjetivo Infantil (realizada por la Universidad Andrés Bello junto a la Universidad del Desarrollo),
y el Barómetro de la Felicidad (realizado por el Instituto de la Felicidad Coca-Cola y la Pontificia
Universidad Católica), dan cuenta que la satisfacción declarada es mayor, cuando es referida a
ámbitos de la familia (hijos, padres, pareja), que con respecto a otras dimensiones como la
ocupación, la salud o el tiempo de entretenimiento. Dichas diferencias permiten sostener que
las personas son capaces de evaluar o emitir un juicio sobre su vida, discriminando diferentes
aspectos o dimensiones. Al mismo tiempo, este juicio global, no necesariamente va acompañado
de estados emocionales permanentemente positivos; en efecto, estados emocionales negativos
(como rabia o cansancio) pueden ir acompañados de un balance o juicio global más favorable
(5). Por consiguiente, este juicio evaluativo sobre la vida en su conjunto, no es unívoco, sino puede
estar matizado por ámbitos o momentos de insatisfacción.
La Felicidad 59
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
Asimismo, es posible distinguir que el promedio de la escala de satisfacción vital difiere entre
las regiones del país, mostrando las puntuaciones más altas, las regiones de Aysén (7,7) y
Magallanes (8,0); y las más bajas, las regiones del Maule (6,8) y la Araucanía (6,7). Al respecto,
cabe señalar que las primeras corresponden a regiones extremas, cuyos habitantes tienen
un fuerte sentido de comunidad y autonomía (así lo demostraron las movilizaciones sociales
del 2011 y 2012 en dichas zonas). Por su parte, las segundas, corresponden a regiones que
registran los mayores niveles de pobreza y de segregación urbana en sus capitales.
6,0
60 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
8,5
8,0
7,5
7,2 7,2
7,0 6,9
6,5
6,0
Urbana Rural Total
Por otra parte, según la edad, se observa que el segmento más joven (menores de 30 años),
reporta mayores niveles de satisfacción con la vida respecto a los rangos etarios intermedios
y superiores. En mediciones realizadas en otros países, se ha observado que la relación
con la edad tiende adoptar una forma de “U” (12), donde los extremos declaran mayor
satisfacción. De hecho, tomando los datos de Casen 2011, significativamente el mayor nivel
de satisfacción se reporta entre los más jóvenes (de 18 a 39 años), seguido por el de los
mayores de 75 años.
La Felicidad 61
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
8,0
7,5 7,4
7,2
7,0 7,0 7,0 7,1
7,0
6,5
6,0
18-29 años 30-39 años 40-49 años 50-59 años 60-74 años 75 o más años
Según sexo, los niveles de satisfacción con la vida también difieren, tanto a nivel general
como en todos los tramos etarios. Se observa que las mujeres (con un promedio de
satisfacción vital de 7,1) declaran niveles significativamente inferiores que los hombres (con
un promedio de 7,3), tal como se reporta en otros estudios en este campo (12). Asimismo,
se observa que los hombres se declaran más satisfechos con su vida que las mujeres en
todos los rangos etarios, con excepción de los mayores de 75 años. En efecto, cada sexo
posee curvas de promedios de satisfacción vital diferentes: mientras la de los hombres
tiende a la baja hacia la tercera edad (alcanza el promedio 7,0 entre los mayores de 75 años,
siendo el más bajo de todo el ciclo vital masculino), la de las mujeres termina en alza y en
forma de “U” (pues las adultas mayores equiparan el promedio de las mujeres jóvenes -7,2
luego de sufrir un descenso en los tramos intermedios). Estas diferencias a lo largo del ciclo
vital probablemente están asociadas a brechas relacionadas con la integración social, por
ejemplo, ingresos, escolaridad e integración al mercado del trabajo.
62 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
Hombre Mujer
8,5
8,0
7,5
7,5 7,2 7,3
7,1 7,2
7,1
7,0 7,2
7,1
7,0 7,0
6,9 6,9
6,5
6,0
18-29 años 30-39 años 40-49 años 50-59 años 60-74 años 75 o más años
Al observar los datos de la Encuesta Casen 2011, en el Gráfico 6 se aprecia que las personas
con pareja estable y que cuentan con un vínculo legal declaran mayores niveles de
satisfacción (promedio de 7,4), que las personas que no conviven con pareja (promedio
de 7,1). Pese a ello, se observa que personas con pareja “de hecho” reportan niveles de
satisfacción inferiores (promedio de 6,9). Lo anterior, puede estar relacionado con factores
económicos, ya que la proporción de uniones “de hecho”, en términos relativos, es menor en
los sectores de mayores ingresos, por lo cual no es posible extraer inferencias concluyentes
de esta situación. Sin embargo, tanto literatura especializada como otros estudios nacionales
(11), dan cuenta que las personas que tienen más vínculos y apoyos sociales (percepción de
confianza), tienden a reportar mayores niveles de satisfacción.
La Felicidad 63
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
8,5
8,0
7,5 7,4
7,1
6,9
7,0
6,5
6,0
Con unión legal Unión de hecho
La Encuesta Casen, también, permite observar las diferencias de satisfacción vital para
un tipo particular de vínculo, a saber: “terceros no directos”, tales como la participación en
agrupaciones o colectivos, los cuales se refieren a la asociatividad desde la perspectiva del
capital social. En este sentido, se observa que quienes sostienen participar, en al menos una
organización, se declaran más satisfechos con su vida (promedio de 7,3), que aquéllos que
afirman no participar en ninguna (promedio de 7,1).
8,0
7,5 7,3
7,1
7,0
6,5
6,0
Sí No
64 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
Ahora bien, entre quienes participan en alguna organización, quienes declaran mayores
niveles de satisfacción son aquéllos que asisten a un grupo de voluntariado (promedio de
7,8), agrupaciones juveniles o de estudiantes, y clubes deportivos o recreativos (ambos con
promedios de 7,6). Asimismo, destaca que las personas que afirman ser parte de grupos de
identidad cultural, manifiestan menores niveles de satisfacción con la vida (promedio de
6,9), que aquéllos que no participan en ningún grupo u organización (promedio de 7,1).
Pese a lo anterior, aún se debe determinar si estas variables pueden estar afectadas por otros
factores como el nivel socioeconómico, la edad, entre otros. En efecto, según datos de la
misma Encuesta Casen 2011, el 25% de la población participa en alguna de estas instancias,
de las cuales, el 48,4% tiene entre 31 a 59 años.
La Felicidad 65
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
8,5
8,0
8,0
7,5 7,4
7,2
7,0 6,8
6,5
6,5
6,0
ii ii ii iv v
2 El ingreso autónomo, también llamado ingreso primario, se define como todos los pagos que
recibe el hogar como resultado de la posesión de factores productivos. Incluye sueldos y salarios,
ganancias del trabajo independiente, la auto-provisión de bienes producidos por el hogar, rentas,
intereses, pensiones y jubilaciones.
66 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
En el campo económico, la condición laboral también aparece como una variable relevante
para entender la satisfacción con la vida. Según la Encuesta Casen 2011, las personas que
desempeñan alguna actividad laboral (“ocupado”)3 declaran mayores niveles de satisfacción
que aquéllas que se encuentran sin trabajo (“desocupado” o “inactivo”)4. En efecto, el nivel
de satisfacción declarado de las personas ocupadas alcanza un promedio de 7,3, mientras
que el de las inactivas es de 7,1 y siendo el más bajo el de las personas desocupadas, que
alcanza sólo un 6,5.
3 La condición de “ocupado” responde a las personas de 12 años o más que durante la semana
pasada (a la medición), al menos durante una hora, realizaron alguna actividad remunerada (en
dinero o especies), sean estos formales, informales, u ocasionales; excluyendo los quehaceres del
hogar. Asimismo, se incluyen a las personas que estuvieron ausentes temporalmente por licencia,
enfermedad, huelga, etc.
4 La condición de “desocupado” responde a las personas de 12 años o más que durante la semana
(a la medición) no tenían empleo remunerado ni trabajo por cuenta propia. Asimismo, se incluyen a
quienes han buscado trabajo en las últimas cuatro semanas. Por su parte, la condición de “inactivo”
responde a las personas de 12 años o más que durante la semana pasada (a la medición) no tenían
empleo remunerado ni trabajo por cuenta propia, ni buscaron trabajo.
La Felicidad 67
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
8,0
7,5
7,3
7,1
7,0
6,5
6,5
6,0
En relación a lo anterior, la Encuesta Casen 2011 consulta sobre las condiciones y el estado
de salud. Tomando sólo la condición de salud reportada por los entrevistados, el Gráfico 11
indica que aquellas personas que padecen algún tipo de dificultad de salud prolongada
en el tiempo reportan menores niveles de satisfacción vital (con promedios entre 5,3 y
6,9) que las personas que no poseen alguna dificultad (con promedio de 7,2). Al respecto,
destaca que las personas que padecen dificultades psiquiátricas, mentales o intelectuales,
son quienes reportan menores niveles de satisfacción con la vida, con promedios de 5,8 y
5,9, respectivamente.
68 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, Magdalena Browne, Camila Mella y Cristián Ayala
7,2
6,9
6,6
6,4
6,3
5,9
5,8
Ahora bien, otras investigaciones han profundizado en entender la salud no sólo como
presencia o ausencia de enfermedades, sino que también en la percepción que las personas
tienen de su propio estado de salud (14). En este sentido, es relevante considerar que
pueden existir otros elementos que atenúen los efectos de la salud física en la satisfacción
con la vida, tales como: vivir con seres queridos, tener acceso a servicios de salud de buena
calidad, contar con apoyo médico oportuno, entre otros. De esta manera, es posible
sostener que la satisfacción con la vida reportada por los encuestados está relacionada con
la autopercepción de salud y con el nivel de estrés declarado que estos poseen (11).
Esto resulta crucial a la hora de analizar la relación entre bienestar y salud mental, en tanto
es posible identificar nexos claros entre la autopercepción de salud y la satisfacción vital.
Uno de los desafíos del análisis del bienestar, es encontrar una vinculación más directa con
la salud mental, lo que permitiría promover políticas enfocadas al bienestar que a la vez
traigan consigo mejoras en los niveles de salud mental de la población.
La Felicidad 69
Epidemiología del bienestar subjetivo en chile
4. Conclusiones
Se ha presentado un panorama general de la epidemiología del bienestar subjetivo en
Chile, lo que constituye un insumo de carácter descriptivo tanto para la opinión pública,
como para la investigación científica.
Siendo Chile un país en vías de desarrollo, pero con altos niveles de desigualdad
socioeconómica, requiere humanizar las políticas públicas para enfrentar los problemas
propios de sus condiciones socio-históricas. En este sentido, la perspectiva del bienestar
subjetivo entrega luces claras sobre algunas orientaciones útiles para avanzar en el diseño
e implementación de políticas más inclusivas. En efecto, considerar las declaraciones de
satisfacción vital de la ciudadanía, invita a mirar al Estado no sólo como un sistema de
provisión de bienes y servicios, sino que como un agente que incorpora la opinión de sus
ciudadanos como parte inseparable de su actividad.
70 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. CALVO, E., & BEYTÍA, P. (2011). ¿Cómo Medir la Felicidad? Claves para Políticas Públicas,
Universidad Diego Portales, 1-10.
2. INGLEHART, R. (2008). Changing Values among Wester Publics from 1970 to 2006. West
European Politics, Vol. 31, Nos. 1–2, 130 – 146, January–March 2008
3. EASTERLIN, R. A. (1995). Will Raising the Incomes of All Increase the Happiness of All? Journal
of Economic Behavior and Organization, 27, 35 - 47.
4. DIENER, E., & SELIGMAN, M. (2004). Beyond Money: Toward an Economy of Well Being.
American Psycological Society, 5 (1), 1 - 31.
6. DOLAN, P., LAYARD, R., & METCALFE, R. (2011) Measuring Subjective Wellbeing for Public
Policy: Recommendations on Measures. Special Paper No. 23 March 2011. Report to the
ONS, September 2010. Centre for Economic Perfomance. London School of Economics
8. HELLIWELL, J., LAYARD, R., & SACHS, J. (2012). The World Happiness Report. The Earth
Institute, Columbia University
10. VAN HOORN, A. (2007). A Short Introduction to Subjective Well-Being: Its Measurement,
Correlates and Policy Uses. Background paper prepared for OECD Conference on
Measuring Progress of Societies. Istanbul, June 27-30. Recurso en línea: http://www.
oecd.org/dataoecd/5/58/38780041.pdf?contentId=38780042 (recuperado en julio de
2013).
12. TREAS, J., LIPPE, T. V. & CHLOETAI, T.-O. (2011). Is Well-Being U-Shaped over the Life Cycle?
Social Forces, 90 (1), 111–132.
13. PATRICK, D. & ERICKSON P. (1993). Health Policy, Quality of Life: Health Care Evaluation and
Resource Allocation. Oxford University Press. New York.
La Felicidad 71
14. DIENER, E., SUH, E. LUCAS, R., AND SMITH, H. (1999). Subjective Well-Being: Three Decades
of Progress, Psychological Bulletin, 125(2): 276-302.
72 La Felicidad
CAPÍTULO 3
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
Capítulo 3
MIDIENDO EL BIENESTAR SUBJETIVO:
ASPECTOS CONCEPTUALES Y METODOLÓGICOS
1. Introducción
El bienestar es un concepto que a los diseñadores de políticas públicas les interesa. En
efecto, desde el paradigma del desarrollo, la perspectiva del bienestar subjetivo entrega
algunas orientaciones útiles para avanzar en políticas sociales más inclusivas. Considerar
los niveles de bienestar de la ciudadanía, invita a mirar al Estado no sólo como un sistema
de provisión de bienes y servicios, sino como un agente que incorpora la opinión de sus
ciudadanos como parte inseparable de su actividad, es decir, como un representante más
fidedigno de la voluntad general. De este modo, el paradigma del bienestar permitiría
aportar en la construcción de sociedades más humanas, democráticas, y con mayores
niveles de cohesión social.
Desde esta perspectiva, la definición y medición del bienestar pasa a ser un punto crítico en
la medida que participa del diseño e implementación de políticas públicas. Sin embargo, el
bienestar parece un concepto difícil de definir o, más bien, parece no tener una definición
única ni unívoca. En efecto, el bienestar se asocia a términos tales como calidad de vida,
satisfacción con la vida y felicidad, entre otros. Sin embargo, ¿qué es y cómo definimos y
medimos el bienestar?
Como señala Villatoro (1), en términos de desarrollo histórico, los debates sobre el bienestar
se remontan incluso a la Grecia clásica, donde Aristóteles señalaba la distinción entre
bienes externos, corporales y psíquicos, señalando que los tres tipos de bienes deben estar
presentes para la existencia del bienestar. Los bienes externos y corporales son una base para
el desarrollo de los bienes psíquicos, que son los que finalmente llevan al hombre a alcanzar
Capítulo 3 - La Felicidad 75
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
la perfección por medio de la razón. Este enfoque conocido como eudaimónico, es uno de
los que ha sido tomado como base por las políticas públicas, dada su capacidad de priorizar
la medición de elementos objetivos (bienes externos y corporales). En contrapartida, está
el denominado bienestar hedónico, donde la base del bienestar está en la experiencia de
placer y satisfacción vivida por los individuos, es decir, en su propia percepción de felicidad.
No obstante, la dificultad de desarrollar indicadores de medición de dicho concepto que
permitieran la comparación interpersonal, facilitó el desarrollo de un modelo de bienestar
de tipo objetivizante.
Evaluación subjetiva
Bienestar subjetivo del bienestar
(Psicología)
En efecto, su interpretación más usual es que a medida que aumenta el PIB, y mejora la
calidad de la educación, el estado nutricional y de salud de la población, también lo hace
la capacidad de consumo de bienes y servicios, y por tanto, el bienestar de las personas y
el desarrollo de las sociedades. No obstante, los resultados de los procesos de desarrollo
basados en este tipo de bienestar, han generado nuevas preguntas respecto a la capacidad
del mismo de promover de forma aislada, un adecuado desarrollo de las personas y las
sociedades. La desigualdad y el aumento de las enfermedades mentales en las sociedades
avanzadas parecen indicar que no es suficiente.
76 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
Balance emocional
Bienestar
Subjetivo
Satisfacción
con la vida
Una primera dimensión del bienestar subjetivo se vincula con componentes afectivos o
emociones, los que pueden ser tanto positivos (amor, alegría, etc.), como negativos (ira,
tristeza, preocupación, etc.). En rigor, las emociones corresponden a reacciones de corto
plazo, ligadas a eventos específicos (5). Por consiguiente, el bienestar subjetivo se relaciona
La Felicidad 77
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
con la noción de felicidad –que si bien, no ha sido única ni unívocamente definida –enfatiza
la manifestación frecuente de emociones positivas en ausencia relativa de emociones
negativas. Investigaciones recientes han demostrado que existen niveles basales de felicidad,
los que explicarían casi el 50% de la varianza (6), y que reflejarían factores personales,
altamente hereditarios (7).
Una segunda dimensión del bienestar se vincula con la satisfacción con la vida, la cual se
define como el grado en que una persona evalúa positivamente el conjunto de su vida,
incluyendo tanto la evaluación de la propia vida como de su contexto social. De este modo,
el concepto remite a la capacidad de los individuos de evaluar su vida en una escala que
permita distinguir, tanto satisfacción como insatisfacción.
Desde esta perspectiva, la relación entre bienestar subjetivo y salud mental, no consiste
sólo en la ausencia de síntomas de ansiedad, depresión o en la relación entre las emociones
positivas o negativas. Por ende, más allá que sea condición un balance favorable hacia los
afectos positivos, también implica que la persona se respete y valore a sí misma (autoestima),
que tenga relaciones positivas con otros, que perciba apoyo social satisfactorio, que crea
que controla su ambiente, y que atribuye un sentido positivo a su vida y a su desarrollo
personal (10).
78 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
3.1 Emociones
Creada por Lyubomirsky & Lepper en 1999 (13), corresponde a una medida general de
felicidad subjetiva, que evalúa una categoría situacional (molar) de bienestar como
fenómeno psicológico. Esta escala considera la percepción de felicidad de quien responde,
asumiendo que –a pesar de que existen múltiples motivos para ser feliz– las personas
tienen una idea general sobre qué es ser feliz, siendo capaces de distinguir si son felices o
no. Gracias a su validación en distintas poblaciones, ha sido incluida en la Encuesta Mundial
de Valores (World Values Survey) y la Encuesta Social Europea (European Social Survey).
La escala se compone de cuatro ítems, con respuestas tipo Likert (de 7 categorías), cuya
corrección se realiza mediante la sumatoria de los puntajes obtenidos. Así, puntuaciones
sobre 23 puntos indican “alta felicidad”; y puntuaciones bajo 15 puntos, “baja felicidad”. De
La Felicidad 79
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
Para el caso de Chile, la Escala de Felicidad Subjetiva fue validad en 2011 para población
general, adolescentes y universitarios (15). Las características psicométricas de las mediciones
hablan de una adecuada consistencia interna con un valor de Alfa de Cronbach de 0.78; y
un solo factor que explica entre un 59.92 y 72.12% de la varianza.
Esta escala es una inversión de los ítems de depresión de Beck, más la suma de ítems
específicos sobre felicidad. Se puede obtener una medida global de felicidad al sumar
80 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
los 29 ítems, así como 6 dimensiones, las que no muestran un buen funcionamiento en
castellano (16). La puntuación es de tipo Likert de 1 a 4, con frases acordes a lo expuesto en
el ítem correspondiente. La puntuación de esta escala correlaciona r = .57 con una escala de
satisfacción con la vida de Diener, y r = -.52 con la escala de depresión BDI (18).
La Felicidad 81
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
iii) Escala de Afectividad Positiva y Negativa (Positive and Negative Affect Schedule-
PANAS)
Creada por Watson, Clark & Tellegen en 1988 (18), mide la afectividad o estado de ánimo,
es decir, el nivel de bienestar o malestar subjetivo en un lapso de tiempo determinado. La
escala originalmente incluía 27 ítems con dos sub escalas (afectividad positiva y afectividad
negativa), que evaluaban una activación disposicional de estas emociones.
Esta escala ha sido trabajada por distintos autores y está validada en su versión al castellano
(19). La más utilizada tiene 20 preguntas, 10 de cada emoción, validadas para distintos
países de habla hispana, incluyendo Chile (16). Además, existen versiones para niños como
el PANAS-C (20), la cual utiliza 20 ítems y tiene un buen funcionamiento psicométrico y de
discriminación de casos con sintomatología de depresión y ansiedad.
• Interés
• Tensión
• Animación
• Disgusto
82 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
• Energía
• Culpa
• Susto
• Enojo
• Entusiasmo
• Orgullo
• Irritación
• Disposición
• Vergüenza
• Inspiración
• Nerviosismo
• Decisión
• Atención
• Intranquilidad
• Actividad
• Temor
Creada por Cantril en 1965 (21), mide la percepción que tiene la persona de su vida actual.
En efecto, la escala pregunta:
“Imagine una escalera de 10 escalones como la que le voy a mostrar, donde el 0 es la parte más
baja y 10 es la parte más alta. Supongamos que la parte más alta de la escalera representa la
mejor vida posible para usted y la parte más baja de la escalera la peor vida posible para usted,
¿en qué peldaño de la escalera siente que se encuentra actualmente?”
– Rango: 0-10.
– Uso: Informe de Desarrollo Humano Chile, 2012
– Validada en Español
La Felicidad 83
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
En base a la escala original desarrollada por Cantril, este instrumento mide la percepción que
tiene la persona respecto a la satisfacción con su vida actual. En efecto, la escala pregunta:
“¿Cuán satisfecho está usted con su vida en este momento? Por favor use esta tarjeta en
que 0 significa que usted está “completamente insatisfecho” y 10 significa que usted está
“completamente satisfecho”
– Rango: 0-10
– Validada en español
Creada por Diener et al., en 1985 (22), la escala intenta aprehender la evaluación que la
persona realiza sobre su vida, sopesando lo positivo y negativo, para llegar a un juicio
general. Según Diener, las investigaciones sobre satisfacción con la vida se deben centrar en
los juicios subjetivos generales, en lugar de considerar la satisfacción en ámbitos específicos.
Por tanto, es necesario y pertinente preguntarle a la persona por una evaluación global
sobre su vida.
Cabe señalar, que la Escala de Satisfacción con la Vida ha sido validada en distintos idiomas,
incluido el español. Las características psicométricas, en todos los casos, muestran una alta
consistencia interna obteniendo valores Alpha de Cronbach que oscilan entre 0.79 y 0.89.
Asimismo, la validez de constructo ofrece una solución monofactorial que explica alrededor
del 66% de la varianza de la escala (23).
84 La Felicidad
Juan Carlos Oyanedel, María Ángeles Bilbao y Camila Mella
Aseveración 1 2 3 4 5 6 7
1. En muchos aspectos, mi vida se
acerca a mi ideal
2. Mis condiciones de vida son
excelentes
3. Estoy satisfecho con mi vida
4. Hasta el momento, he obtenido las
cosas que quiero en mi vida.
5. Si pudiera vivir mi vida de nuevo, no
cambiaría casi nada
iv) PERMA
4. Conclusiones
El bienestar subjetivo es una de las múltiples dimensiones del bienestar, que a pesar del poco
tiempo que lleva como foco de investigaciones, tiene una considerable producción científica.
No obstante, la multiplicidad de dimensiones y variantes que presenta el tema del bienestar
La Felicidad 85
Midiendo el bienestar subjetivo: aspectos conceptuales y metodológicos
subjetivo, limita su capacidad para convertirse en un concepto de fácil uso para los tomadores
de decisiones.
En este sentido, la decisión tomada por diversos actores (PNUD, Ministerio de Desarrollo
Social) de incorporar indicadores de bienestar subjetivo en encuestas de escala nacional,
facilita la adopción de indicadores simples para la medición de dimensiones del bienestar
(como la escala de satisfacción con la vida – Cantril modificada) por parte de los investigadores
nacionales. Este es un desafío que la comunidad académica debe asumir si tenemos como
norte, no sólo evaluar la equivalencia de escalas con pretensiones metodológicas, sino
también indagar sobre las causas y efectos que el bienestar posee sobre el desarrollo integral
y las políticas públicas.
De las escalas utilizadas actualmente, son justamente las escalas de satisfacción con la
vida (Cantril–Diener) las que a nuestro juicio poseen una mayor capacidad de servir como
“líneas base” para la evaluación de intervenciones en esta materia, dada su simplicidad y su
robustez psicométrica.
Finalmente, es necesario destacar la inexistencia hasta la fecha de estudios longitudinales
referidos a temas de bienestar en el país, lo que presenta nuevos desafíos a la hora de identificar
las causas y los efectos del bienestar subjetivo.
86 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. VILLATORO, P. (2012). La medición del bienestar a través de indicadores subjetivos: Una
revisión. Estudios estadísticos y prospectivos N. 79. Santiago: CEPAL.
2. FELCE, D. (1997). Defining and applying the concept of quality of life. Journal of Intellect
Disabilities Research. 1997 Apr; 41 (Pt 2):126-35.
6. LYUBOMIRSKY, S., SHELDON, K. M., & SCHKADE, D. (2005). Pursuing happiness: The
architecture of sustainable change. Review of General Psychology, 9, 111-131.
7. TELLEGEN, A., LYKKEN, D. T., BOUCHARD, T. J., WILCOX, K. J., SEGAL, N. L., & RICH, S. (1988).
Personality similarity in twins reared apart and together. Journal of Personality and Social
Psychology, 54, 1031-1039.
8. PAVOT, W., & DIENER, E. (2008). The Satisfaction With Life Scale and the emerging
construct of life satisfaction. The Journal of Positive Psychology, 3, 137-152.
10. RYFF, C. Y KEYES, C. (1995). The structure of psychological well-being revisited. Journal of
Personality and Social Psychology, 69, 719-727.
11. LEE, Y.T. AND SELIGMAN, M.E.P. (1997). Are Americans more optimistic than Chinese?
Personality and Social Psychology Bulletin, 23, 32-40.
12. SELIGMAN. M.E.P (2012) Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and
Well-being. New York: Free Press.
La Felicidad 87
15. ARGYLE, M., MARTIN, M., & CROSSLAND, J. (1989). Happiness as a function of personality
and social encounters. In J. P. Forgas, & J. M. Innes (Eds.), Recent advances in social
psychology: An international perspective (pp. 189-203). North-Holland: Elsevier.
16. BILBAO, M.A. (2008). Creencias sociales y bienestar: Valores, creencias básicas, impacto
de los hechos vitales y crecimiento psicológico. Tesis doctoral. Universidad del País
Vasco: España.
17. ARGYLE, M., & MARTIN, M. (1991). The psychological causes of happiness. In F. Strack, M.
Argyle, & N. Schwarz, Subjective Well-Being: An Interdisciplinary Perspective (pp.77-100).
Toronto: Pergamon Press Canada Ltd.
18. WATSON, D; L, CLARK & A, TELLEGEN (1988). Development and Validation of Brief
Measures of Positive and Negative Affect: The PANAS Scales. Journal of Personality and
Social Psychology, Vol.54. Nº6, 103-1070.
19. ROBLES, R. & PÁEZ, F. (2003). Estudio sobre la traducción al español y las propiedades
psicométricas de las escalas de afecto positivo y negativo (PANAS). Salud mental. 26 (1),
69-75.
20. LAURENT, J., S. J. CATANZARO, ET AL. (1999). A Measure of Positive and Negative Affect
for Children: Scale Development and Preliminary Validation. Psychological Assessment,
11(3), 326-338.
21. CANTRIL, H. (1965). The pattern of human concerns. New Brunswick, NJ: Rutgers
University Press.
22. DIENER, E., EMMONS, R. A., LARSEN, R. J., & GRIFFIN, S. (1985). The Satisfaction with Life
Scale. Journal of Personality Assessment, 49, 71-75.
88 La Felicidad
ANEXOS
1. Listado de instrumentos para evaluar bienestar
La Felicidad 89
2. Instrumentos validados en Chile y sus propiedades psicométricas
Características
Nombre escala Autores
Psicométricas
BISUMED Bienestar Subjetivo de los Médicos Cronbach: 0,9 Horwitz et al., 2010
90 La Felicidad
CAPÍTULO 4
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Nuria Pedrals y Mónica López
Capítulo 4
LA FELICIDAD EN SERIO:
LA PSICOLOGÍA POSITIVA COMO UN CAMINO
PARA TRABAJAR ACTIVAMENTE EL BIENESTAR
Nuria Pedrals y Mónica López
Ante este desbalance, durante los últimos años, la psicología positiva surge como un nuevo
movimiento dentro de la disciplina, tomando como objeto de estudio los componentes de la
felicidad y sus determinantes, así como una preocupación rigurosa respecto a cómo medirla.
Todo esto con el fin de determinar el rol de la voluntad y de las actividades conscientes en
mejorar la calidad de vida y el bienestar subjetivo.
De este modo, ser feliz vuelve a ser un objeto legítimo del estudio científico. Así, la finalidad de
la psicología positiva es investigar con rigor científico los aspectos que permiten a las personas
florecer, aquellas experiencias y eventos que dan valor y dotan de sentido a la existencia.
Es así como en su discurso señala que “la Psicología Positiva se basa en el supuesto que la gente
quiere algo más que poner fin a sus sufrimientos. La gente quiere llevar una vida con satisfacción
y sentido, cultivar lo mejor de ellos mismos y mejorar sus experiencias personales, familiares,
de trabajo y en la comunidad… Tenemos la oportunidad de crear una ciencia y una profesión
Capítulo 4 - La Felicidad 93
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
que no sólo cure daños psicológicos, sino que también desarrolle fortalezas para permitir a las
personas lograr lo mejor de ellas mismas en la vida…”.
A consecuencia de este gesto, se creó un movimiento estos últimos 13 años, donde los
psicólogos comenzaron a investigar el funcionamiento óptimo de las personas. El primer
gran hito de esta fructífera historia fue la publicación en Junio del año 2000 de un número
especial de la revista American Psychologist sobre felicidad, excelencia y funcionamiento
humano óptimo. Desde ese entonces se han movilizado cientos de psicólogos y se han
otorgado grandes sumas de dinero para investigación en esta área. Han surgido revistas
prestigiosas especializadas en estas materias y se han publicado libros de extensa difusión.
Las definiciones de felicidad y de bienestar han sido objeto de reflexión desde el comienzo
de la humanidad, es por eso que Petersen señala que la psicología positiva tiene una corta
historia con un largo pasado.
Por este motivo, quisiéramos detenernos a mirar su historia y valorar los aportes de
la psicología positiva. Asimismo, buscaremos estructurar con suficiencia el concepto
de bienestar, describiremos el impacto de las emociones positivas y se contestarán
preguntas fundamentales como por ejemplo, de qué depende que seamos más felices
y para qué sirve ser más feliz.
En este sentido, la buena noticia que nos entrega la psicología positiva es que existe
la posibilidad de tener mayor bienestar y ser más feliz. Necesitamos cambiar la mirada
y colocar el foco en descubrir nuestras fortalezas, ser disciplinados en ponernos como
meta cotidiana ejercitar aquellas conductas que mencionaremos y que los científicos
han descubierto nos hacen bien, independiente de nuestra historia, de nuestros fracasos
o problemas. Por último, se verán algunas técnicas y ejercicios que han probado ser
muy útiles para el aumento de la felicidad o bienestar subjetivo, con lo que es posible
visualizar mejor la práctica concreta de la psicología positiva.
Algo de historia
Una revisión sintética por los principales textos de la cultura occidental revela la
continua preocupación de la humanidad por la felicidad. Los griegos, por ejemplo,
tenían una particular forma de entender la felicidad. La palabra exacta era eudaimonía
(ενδαιμονία), la cual más allá del placer de los sentidos, consideraba el desarrollo y el
florecimiento espiritual de la persona. Ya Platón centraría buena parte de su discusión
94 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
ética en la felicidad o eudaimonía. Declara en el Menón “¿no ocurre, en suma, que todo lo
que el alma emprende o sobrelleva bajo la conducción de la prudencia lleva finalmente a la
felicidad?”(1). Aristóteles (2), estudiante aventajado de Platón, fundamenta su ética de la
virtud alrededor de la eudaimonía y se preguntaba cuál era el mayor bien para los seres
humanos. Para Aristóteles la virtud de cualquier cosa está en relación a su función. Así, la
virtud de un cuchillo será cortar bien, la virtud de un caballo será transportar bien a su
jinete y la de un músico será cantar o tocar bien un instrumento. Si el ser humano es un
ser racional, entonces la felicidad del ser humano será una actividad del alma de acuerdo
con la razón. Es así como identifica la vida política y la filosófica como las mejores vidas
para los seres humanos. Pero bien reconoce Aristóteles que no será una sola acción, sino
que “en una vida completa, pues una golondrina no hace verano, y tampoco un solo día; así,
ni un solo día ni un lapso breve hacen a nadie feliz y dichoso” (2). Los pensadores cristianos
perseveraron en esta reflexión. Entre ellos, San Agustín planteó que “no existe, en realidad,
razón alguna para filosofar más que esta: lograr el hombre su felicidad” (3), y Santo Tomás
de Aquino, quien pese a su fuerte inclinación teológica creyó que “la felicidad no es algún
don enviado inmediatamente por Dios, sino que adviene al hombre a causa de la virtud” (4).
Es claro, entonces, que nuestra cultura está imbuida por esta búsqueda de la felicidad
y, ante esta realidad resulta inevitable la pregunta ¿por qué la psicología dejó en un
segundo plano el estudio de la felicidad? Según Gable y Haidt (5), hay tres razones
que explican esta actitud de la psicología, especialmente, durante el siglo XX. Primero,
existe una razón ética, ya que la psicología de la enfermedad se preocupa de aliviar
el sufrimiento ajeno. La compasión por el prójimo lleva al ser humano a priorizar a
quienes sufren por sobre quienes tienen una vida y una salud mental privilegiada. Este
sentimiento de urgencia y compasión han determinado gran parte de los esfuerzos
científicos al estudio de las patologías.
Una segunda razón que justifica la tendencia a enfocarse en los aspectos patológicos,
está vinculada al momento histórico en que surgen los desarrollos principales de la
disciplina. Como ya han indicado Seligman y Csikszentmihalyi (6), antes de 1945 la
psicología tenía como propósito curar las enfermedades mentales, hacer la vida de las
personas más productiva y valiosa, e identificar y nutrir los grandes talentos. La Segunda
Guerra Mundial trajo consigo una redistribución tanto de los patrimonios como de las
preocupaciones de los psicólogos. Millares de psicólogos se volcaron hacia el tratamiento
y la cura de los veteranos de la guerra y sus familias. Además, se crearon fondos estatales
y privados especiales para financiar la investigación sobre la patología y el trauma. Esto
provocó que las principales corrientes dedicaran su tiempo a curar las enfermedades,
dejando los otros dos objetivos a la deriva.
Una tercera razón, de corte estructural y biológico, explica el foco de los psicólogos en
la enfermedad. En su artículo “Bad is Stronger than Good” (7), Baumeister, Bratslavsky,
La Felicidad 95
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Finkenauer y Vohs argumentan que el ser humano es más propenso a percibir las
interacciones, la información y los eventos negativos, que los positivos, por razones
evolutivas. El hombre en su persistente lucha por adaptarse a los diferentes ambientes
naturales, saca provecho de una consciencia superior de las amenazas o potenciales
peligros externos. Por tanto, la negatividad sería un principio general en la interpretación
de los fenómenos psicológicos que estimulan la mente humana.
Compartiendo esta idea, Martin Seligman junto a un grupo importante de colegas, sentían que
el paradigma de curar enfermedades como único objetivo de la psicología era poco satisfactorio.
De esta manera, se intenta revalorizar preocupaciones desatendidas por los psicólogos de su
tiempo, principalmente, las emociones positivas, las fortalezas personales y el funcionamiento
mental óptimo. Usando un término cuyo origen está en Maslow1, Seligman construye todo un
campo intelectual en el que se suplementan las preocupaciones tradicionales de la psicología,
pero a diferencia de la psicología humanista de Maslow, la psicología positiva nunca abandona
la pretensión de encontrar validez científica para sus proposiciones. Es decir, un nuevo enfoque,
pero con los métodos clásicos de validez. Así, para Seligman, la salud mental no es solo la ausencia
de un desorden o patología, sino el desarrollo de una vida significativa. En sus palabras: “curar los
negativos no produce necesariamente los positivos” (8). Así es como la psicología positiva no existe
solo para quienes están enfermos; es un estudio que interpela a cualquiera que desee mejorar la
vida personal y comunitaria. En este sentido, mientras los psicólogos han tratado las debilidades
de sus pacientes como la fuente de la salud mental, la psicología positiva propone centrarse en
las fortalezas.
1
Específicamente en el libro Motivation and Personality (1954).
96 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
En su libro Authentic Happiness (9), Seligman reconoce tres formas en las que podemos
estudiar la felicidad. Una primera forma sería viendo el impacto de las emociones positivas,
tales como el placer, la alegría y la comodidad, las cuales configuran la felicidad hedónica.
Una segunda forma de estudiar la felicidad estaría vinculada al compromiso. En términos
de Aristóteles, sería el modelo de felicidad que sigue una persona virtuosa, que educa sus
pasiones para desarrollarse en todo ámbito de la vida, incluso actuando en contra de sus
placeres inmediatos. En la psicología positiva este tipo de felicidad origina lo que se denomina
la teoría del flujo, creada por Csikszentmihalyi (10), que en términos amplios se refiere al
estado de intensa absorción en el que entran las personas cuando realizan actividades
relacionadas con sus fortalezas. Una tercera forma en la que se podría conceptualizar la
felicidad es el sentido. Mientras que las primeras dos formas de felicidad están vinculadas
a la soledad del individuo, el sentido exige la presencia del resto de los seres humanos. La
vida es dotada de sentido al entregar nuestro placer y nuestro compromiso al servicio de
los demás. Así. Seligman (8) refiere que “la vida con sentido consiste en sentir pertenencia a
algo más allá de sí mismo y la humanidad ha creado instituciones positivas que promueven la
práctica y expresión de este sentido”.
Considerando esto, el concepto que manejaremos en este capítulo está constituido sobre
la base del trabajo de Seligman. La felicidad es un estado subjetivo caracterizado por una
condición emocional y un enfoque positivo que genera energía, compromiso, bienestar
general y satisfacción, además, sentido de la vida y que se revela en el pensamiento, el
ánimo y la conducta de dicha persona. Este concepto coincide con la salud mental positiva
definida por la Declaración de la Organización Mundial de la Salud, 2004, como “…Un
estado de bienestar en el cual un individuo hace realidad sus talentos personales, puede afrontar
la vicisitudes normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de
contribuir a su comunidad.”
Una vez definido lo que la psicología positiva entiende por felicidad corresponde preguntarse
si los efectos de la felicidad son capaces de ser medidos. Las ciencias necesitan datos para
su investigación, por lo que se requiere esta reflexión metodológica. En esta línea, un aporte
La Felicidad 97
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
En los últimos años, la medición del bienestar subjetivo y la felicidad ha comenzado a tener
un papel central –más allá de un interés académico– como una mejor forma de evaluar
el progreso de las sociedades, superando los indicadores económicos como medida del
desarrollo, sino más bien transitando desde la mirada del producto interno bruto a una que
considere la felicidad interna bruta de cada país.
Determinantes de la Felicidad
¿De qué depende que seamos más felices? , o que reportemos un mayor nivel de bienestar
subjetivo? Cuando se aborda esta temática comienzan preguntas que han acompañado a
la humanidad desde siempre: ¿la felicidad es duradera,?, ¿todos podemos llegar a ser más
felices?, entre otras.
Otra definición de este modelo comprensivo nos plantea que solo el 10% de las
discrepancias en los niveles de felicidad se explican por las distintas circunstancias de la
vida. Es decir, que las personas provengan de diferentes niveles socioeconómicos, estén
sanas o enfermas, hayan alcanzado distintos niveles educacionales, sean más agraciados
físicamente, solo incidiría en sus niveles de felicidad en un 10%. Variables como la riqueza y
98 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
la belleza generalmente se sobrevaloran, pero más bien tienen una influencia a corto plazo
y limitada para alcanzar la felicidad. El aceptar que las circunstancias de la vida no son la
clave nos entrega mucha esperanza para mejorar nuestros niveles de felicidad.
¿Porque los cambios en las circunstancias tienen esa baja participación en los niveles de
felicidad? básicamente por la adaptación hedónica. Las personas se adaptan con rapidez
a los cambios, por eso circunstancias que pueden ofrecer momentos de gran felicidad
al poco andar ya no producen la alegría inicial, por ejemplo un aumento de sueldo,
vacaciones, comprar algo, cambiar de casa, etc. Al parecer cuando estamos en la nueva
situación simultáneamente cambian nuestras expectativas y en caso que el cambio haya
sido positivo, aumentan y si el cambio ha sido negativo, recuperamos el nivel basal de
felicidad en un tiempo razonable. Así, la adaptación hedónica permite volver al valor de
felicidad referencial.
Es decir, el ser humano tiene la posibilidad de incidir sobre una parte importante de los
factores de su felicidad (40%). Estos datos parecen aún más auspiciosos si se toman en
consideración las últimas investigaciones sobre la plasticidad del cerebro, tema que será
abordado en otro capítulo. En palabras de Lyubomirsky, la felicidad no consiste en cambiar
nuestra constitución genética o nuestras circunstancias, sino a través de lo que hacemos
en nuestra vida cotidiana y en nuestra manera de pensar. Esto resulta particularmente
esperanzador pues es cuestión de examinar con atención lo que hacen y lo que piensan
habitualmente las personas más felices y de acuerdo a esto, instalar nuevas rutinas y hábitos
que promuevan nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean.
La Felicidad 99
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
todo lo que tienen. A menudo son las primeras en ofrecer ayuda a sus compañeros de trabajo y a
las personas que no conocen”. Son amables y generosos.
Las personas que reportan sentirse contentas con sus vidas evitan compararse con los
demás, este hábito puede resultar muy dañino, pues aumenta la sensación de vulnerabilidad
y amenaza, lo que genera inseguridad. Las personas que tienen buenos niveles de bienestar
subjetivo no se comparan con otros, sino que usan su propio estándar interno para juzgarse
a sí mismos. No se puede ser envidioso y feliz al mismo tiempo.
Se hacen el espacio para saborear los placeres simples de la vida. Instalan el hábito del
ejercicio físico en sus vidas y reconocen el bienestar que eso les produce. Además, están
profundamente comprometidos con metas y propósitos en sus vidas, ya sean de orden
público o privado. Cuando enfrentan dificultades y tragedias se centran en superar el
problema, concentran sus esfuerzos en hacer algo con la situación, desarrollan estrategias
y planes de acción, además de buscar consejos. Si se trata de problemas o crisis donde es
poco lo que pueden hacer, se distraen, practican ejercicio, salen a caminar y buscan apoyo
emocional en personas cercanas, no sufren solos y se abren a la posibilidad de ser ayudados,
reconocen su sufrimiento y pueden hablar de él.
Por ejemplo, una de las rutinas fáciles de realizar es aprender a dar las gracias por las
cosas buenas que suceden durante el día. Tal Ben Shahar en su libro Ganar Felicidad (13)
explica como tener una libreta donde anotar diariamente las pequeñas cosas buenas
del día influye en su bienestar subjetivo. Quisiéramos sugerir el compartir este ejercicio
en familia, pues aún cuando otros miembros de la familia no tengan la costumbre, igual
estarán interesados en saber si lo que se anota en aquel registro cotidiano los incluye
a ellos. Eso permite cambiar el foco de las dinámicas donde en lugar de compartir las
dificultades del día, exclusivamente se agrega lo bueno, las anécdotas y los momentos
gratificantes.
La gratitud, que trataremos más abajo con mayor detalle, ayuda a conectarnos mejor
con los demás, e inhibe las comparaciones envidiosas. Es incompatible con emociones
100 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
La Felicidad 101
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Algo que resultan muy importante a considerar, es que según distintos estudios, las personas
más felices les va mejor en la vida en general, es decir la felicidad sería un agente causal del
éxito y del funcionamiento óptimo de una persona o de una comunidad (20).
Existe evidencia científica que avala que las emociones negativas básicas como el miedo,
la rabia y el desprecio han permitido al hombre sobrevivir a los peligros, pues permiten
responder rápidamente a la amenaza. Sin embargo, en ambientes donde no hay peligros
inminentes, utilizar estas emociones como forma de corregir o educar a un individuo,
estrechan el repertorio de posibilidades conductuales, y hace que las personas se tornen
predecibles restringiendo su rendimiento y disminuyendo su bienestar personal.
102 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
Esta teoría es coherente con el efecto que estas emociones tienen sobre las motivaciones
de las personas, quienes bajo su efecto tienden a ser más creativos, inteligentes, flexibles,
colaboradores, entusiastas, sanos físicamente y tener una mayor capacidad para resolver
problemas complejos. En términos evolutivos, las emociones negativas tendrían efectos
adaptativos a corto plazo, por ejemplo, impedirían que los miembros de una comunidad
consumieran algún producto natural que fuese venenoso. Las positivas, en cambio,
tendrían efectos adaptativos a largo plazo, tales como un buen funcionamiento psicológico,
buenas relaciones interpersonales, éxito académico y profesional, formación de relaciones
duraderas funcionales, como el matrimonio o la familia. Es decir, las emociones positivas
son un factor catalizador del potencial humano, a la vez que son un factor protector contra
dificultades mayores. Por tanto, la teoría describe los efectos de las emociones positivas
en términos de la ampliación de los repertorios mentales y las acciones vinculadas a ellos,
y la construcción de recursos personales de larga duración. Estos recursos median entre
el individuo y su satisfacción con la vida. Esto rompería lo que se ha llamado el “molino
hedónico”, es decir, aquella incansable búsqueda de las personas por obtener emociones
positivas de sus experiencias, porque las antiguas acciones se han vuelto inefectivas. Dado
que los recursos construidos a través de las emociones positivas duran más que ellas, ya
no dependen de la experiencia concreta que los originó y pueden ser utilizados por las
personas para obtener una satisfacción duradera y plena.
Es así como han establecido que las personas, las parejas, las familias y los equipos, requieren
comunicarse desde una emoción positiva al menos tres veces más que desde una emoción
negativa para favorecer el florecimiento, promover el funcionamiento óptimo y el bienestar
subjetivo.
La Felicidad 103
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Esta proporción donde se instala el hábito de vincularse desde las emociones positivas tres veces
más que las negativas, permite que la persona expanda su repertorio de escucha, se abra a la
posibilidad de recibir, aprender y flexibilizar posiciones, permitiendo una conexión empática que
promueve sentimientos profundos de colaboración y contacto genuino, lo cual tiene un fuerte
correlato biológico.
Tiene que ser tres veces más al menos, pues eso permite sobrellevar el poder de las emociones
negativas. En su teoría, Fredickson habla que las emociones positivas tienen la posibilidad de
deshacer el daño eventual que las emociones negativas han generado. Aún así, coloca mucho
hincapié en que las emociones negativas tienen una misión, por eso la proporción para florecer
las incluye, ya que estas tienen un rol importante en corregir, alinear y conectarse desde lo
verdadero. Expresar lo que nos resulta difícil, el enojo, nuestros miedos, los errores, el desacuerdo
es parte del proceso de hacer florecer la relación y a nosotros mismos, de aprender y valorar lo
que sí tenemos y hemos logrado construir, sintiendo orgullo de nuestro crecimiento.
Fredickson utiliza la imagen de un bote donde el mástil de la vela es tres veces más alto que la
quilla. El mástil son las emociones positivas, que permite avanzar en nuestra vida, pero la quilla,
que corresponde a las emociones negativas, coloca los aspectos a superar y corregir a la vista de
las personas para que se hagan conscientes de la necesidad de enfrentarlos y desarrollar la mejor
versión de uno mismo.
Una de los aspectos que enfatiza Fredickson es que las personas se dan pocas oportunidades
para saborear el presente e instalar las emociones positivas, pues la mayor parte del tiempo
están rumiando el pasado o angustiándose por el futuro. Pierden lo único que es real y posible
de disfrutar que es la situación presente.
Este énfasis en el presente hace que una de las actividades que promueven los psicólogos
positivos como factor para incrementar el bienestar subjetivo es la técnica de Atencion Plena
(Mindfullnes).
104 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
De esta manera, las fortalezas fueron excluidas de los estudios científicos al menos hasta hace
diez años cuando comenzó el interés de abordarlas nuevamente como tema. El enfoque de
las fortalezas estudia lo que está bien en las personas. Las fortalezas son una capacidad
preexistente para actuar, sentir y pensar que otorga autenticidad, entusiasmo y energía,
permitiendo el desarrollo y el funcionamiento óptimo. Tenemos éxito en superar nuestras
debilidades solo si hacemos crecer nuestras fortalezas. Es por esta razón que desarrollar
nuestras fortalezas es lo que requiere menos esfuerzo, pero al mismo tiempo es lo que hace
la gran diferencia en lograr el potencial particular de las personas.
La Felicidad 105
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Las fortalezas son parte de nuestra cultura y se remonta a los filósofos griegos. Aristóteles en
la Ética a Nicómaco (2) reflexionó en torno a qué constituía la buena vida, y como se señaló
en párrafos anteriores, esto estaría directamente relacionado con comprometerse con las
virtudes y fortalezas. De hecho, en este importante texto se planteó que para tener una
buena vida debemos exigirnos en ser congruentes con lo mejor de nosotros mismos, o en
palabras desde la psicología positiva, con la mejor versión del sí mismo.
En esta misma línea, Seligman y Petersen en el año 2004 (29) decidieron comenzar una
investigación de gran envergadura donde se preguntaron exactamente qué virtudes y
fortalezas eran reconocidas como tales en las distintas culturas del mundo. Su pretensión
última era agrupar aquellas virtudes que eran comunes a todas las culturas pues esas
corresponderían a la esencia del hombre, es decir aquellas que permitirían llevar esta vida
buena vinculada, componente relevante del bienestar subjetivo.
Cuando un individuo utiliza una fortaleza que ha incorporado a su carácter, las actividades
en las que se ocupa resultan más fáciles y satisfactorias. Concentrarse en las fortalezas
incrementa la capacidad de los individuos para cumplir sus metas. El conjunto de fortalezas
de un individuo dan al carácter un estilo propio e indisociable de su personalidad, a este
estilo se lo ha llamado metafóricamente la firma (signature) del individuo. Para utilizar las
106 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
fortalezas personales se requiere que sean conocidas para poder desplegarlas en contextos
prácticos. Parte importante de la psicología positiva se ha preocupado de elaborar métodos
e instrumentos que permitan la medición de las fortalezas de cada persona. Un cuestionario
disponible para todo público se encuentra en la página www.viacharacter.org, cuya finalidad
es sacar a la luz lo mejor de cada uno. La utilización de este cuestionario ha permitido a
los investigadores concluir ciertas afirmaciones relevantes para la psicología positiva. Se
ha comprobado que el uso de las fortalezas singulares de cada uno (signature strengths)
aumenta la felicidad y disminuye la depresión en un rango de 6 meses (30); también, se ha
encontrado una fuerte vinculación entre el bienestar y el uso de las fortalezas singulares
(31); además, se encontró una influencia curativa de ciertas fortalezas como la esperanza o
el liderazgo en el tratamiento en contra de la depresión (32); entre otras.
La Felicidad 107
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
el resultado final es sólo una excusa para la realización total del proceso en cuestión.
La teoría del flujo comprende que dicha experiencia depende de un balance entre los retos
que presenta una actividad y las habilidades que el agente tenga para realizarla (34). En un
primer momento, Csikszentmihalyi establecía que el balance era suficiente para lograr el
flujo. Así, si los retos excedían las habilidades de la persona, la actividad producía ansiedad;
en cambio, si las habilidades de la persona excedían los retos puestos por la actividad, esta
era desestimada por aburrimiento. Csikszentmihalyi (35) a su vez refiere que para que se
origine el flujo, es necesario que tanto las habilidades como los retos sean altos.
Las investigaciones del flujo han traspasado las puras descripciones fenomenológicas.
Csikszentmihalyi (10), describe la posibilidad de articular una personalidad autotélica, es
decir, que escoge las cosas por su valor en sí mismas y no en referencia a otros bienes.
Aunque el flujo dependa en buena medida de que los retos y las habilidades sean altas, en las
mediciones de LeFevre (36), se encontró un grupo del 40% de trabajadores que, a diferencia
de los demás, se encontraban motivados en situaciones de retos fáciles y habilidades
básicas. Este tipo de personalidad tendría una relación privilegiada con el flujo, ya que podría
tanto entrar en él como permanecer a voluntad todo el tiempo que le sea necesario. Las
personalidades autotélicas que están frecuentemente en flujo tienen la tendencia a estar
en estados positivos en general y sienten que sus vidas tienen más propósito y sentido (37).
Según Csikszentmihalyi y LeFevre (38), tener el rasgo de la personalidad autotélica podría
ser un factor fundamental a la hora de encontrar satisfacción en el trabajo. De esta manera,
la teoría del flujo ha interesado también a investigadores fuera de la esfera misma de la
psicología positiva, como es el caso de la psicología de la auto-determinación (39).
hacer más felices a otros? En esta línea es que queremos compartir algunos ejercicios y
guías terapéuticas que han funcionado bien y pueden aportarnos en este camino:
Ejercicio 1
La visita de agradecimiento
Cuando sentimos gratitud nos beneficiamos del recuerdo agradable de un acontecimiento
positivo en nuestras vidas. Cuando mostramos agradecimiento, fortalecemos nuestras
relaciones, aunque a veces damos gracias sin realmente enfatizar el significado de ese acto
y, por tanto, acaba convirtiéndose en una mera formalidad sin sentido. Es por esto que el
siguiente ejercicio ayuda a reconocer al otro, y a valorar y desarrollar activamente la gratitud.
Cierre los ojos. Recuerde el rostro de alguien que esté vivo y años atrás dijo o hizo algo
que cambió positivamente su vida, alguien al cual nunca le haya dado las gracias como es
debido, alguien con quien podría encontrarse la semana que viene si quisiera. Escriba luego
una carta a ella o él (300 palabras mínimo) y entréguela en persona (11).
Ejercicio 2
Lo que salió bien…
Este ejercicio puede subir el ánimo, ayudar a apreciar más la vida, prevenir los sentimientos
depresivos y aumentar el optimismo. Cuando las personas experimentan adversidades,
pueden sentirse demasiado abrumadas para apreciar las cosas buenas de la vida, por ello
los programas de intervención aportan si establecen como objetivo ayudar a las personas a
reconocer, recordar y celebrar los aspectos positivos de su vida (41).
Un ejercicio que ayuda a este objetivo es el siguiente: antes de dormir escribe al menos
3 cosas que salieron bien en el día, al lado del hecho positivo que describiste, responde
a la pregunta ¿por qué se ha producido? Por ejemplo, “logré correr 6 km por primera vez,
porque me he esforzado entrenando” o “hoy estaba particularmente animada, porque me gusta
despertar con un día asoleado” (11).
Ejercicio 3
La mejor versión de ti mismo
Las personas alcanzan su mejor estado cuando las instituciones (familias, escuelas, negocios,
comunidades) son más positivas. Como consecuencia, las relaciones interpersonales son
enriquecedoras y los rasgos individuales como las fortalezas de carácter, los valores, intereses
y talentos se orientan hacia lo positivo. Las experiencias subjetivas que vivimos se vuelven
hacia esta línea, haciéndonos sentir felicidad, plenitud y flujo. De ahí que sea importante
La Felicidad 109
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
Escribe cuál sería entonces la mejor versión de ti mismo, piensa en qué deberías hacer o
mantenerte haciendo para desarrollar estos 4 dominios de forma óptima.
Ejercicio 4
Conocer y desarrollar tus fortalezas principales.
Conectar a los pacientes con sus fortalezas en vez de intentar corregir solo sus debilidades,
da resultados que permanecen en el largo plazo y que aumentan la motivación y el rapport
en la terapia (41). El conocer qué haces bien y dedicar tiempo a ello, aumenta tu sensación
de eficacia, autoestima, motivación, sentido, entrega, flujo y logro. Además te aporta en
tus relaciones con otros, ayudándote a aceptarte a ti mismo y a relacionarte de forma más
saludable.
110 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
Ingenio, originalidad, Vitalidad y pasión por las Capacidad de perdonar, Esperanza, optimismo,
inteligencia práctica cosas misericordia proyección a futuro
La salud psicológica, tal como lo hemos planteado hasta ahora, implica experimentar más
sentimientos positivos que negativos, sentir satisfacción con la vida, identificar y usar los
talentos y fortalezas, participar en actividades enriquecedoras, tener relaciones positivas,
contribuir a la comunidad, tener significado y propósito, y estar sano y seguro. Es de
considerar también que la ausencia de problemas no es sinónimo de salud psicológica,
podemos tener dificultades e incluso sintomatología, pero al mismo tiempo mantener un
buen funcionamiento, sentir una alta satisfacción con la vida y estar conectados con el uso
activo de nuestras fortalezas.
En este sentido, una tarea clave en la terapia es identificar los recursos del cliente y fomentar
su uso, no sólo para resolver los problemas, sino también para lograr una vida sana y
próspera. Este enfoque equilibrado lleva a un buen rapport con el psicólogo, aumentando
la confianza de sus clientes (41).
Así, el Dr. Tayyab Rashid creó la psicoterapia positiva (PPT) para pacientes deprimidos que
buscaron tratamiento en la Universidad de Pensilvania (42). Al igual que otras psicoterapias,
el efecto se maximiza si se da en contextos de calidez, entendimiento, empatía, confianza y
sinceridad básicos. En esta modalidad de terapia, se evalúan primero los síntomas depresivos
y niveles de bienestar, para luego analizar cómo los síntomas depresivos vienen por falta
de bienestar (emoción positiva, entrega, relaciones positivas, sentido y logro). Seligman ha
descrito la visión general de las 14 sesiones de psicoterapia positiva que se recomiendan
efectivas dentro del manual de tratamiento que creó junto a Rashid. A continuación,
reproducimos el foco de ellas y algunas de las tareas a trabajar:
La Felicidad 111
La felicidad en serio: la psicología positiva como un camino para trabajar activamente el bienestar
3ª Nos centramos en situaciones concretas Desde ahora hasta el fin de la terapia: diario de
en que las fortalezas fomentan el placer, la gratitud en que cada noche se escribe 3 cosas
entrega y el sentido. buenas que le pasaron en el día.
4ª Hablar del rol que los recuerdos buenos y Escribir sobre la ira y la amargura que siente y como
malos tienen en mantener la depresión. alimentan su depresión.
5ª Introducir el perdón para disminuir la Carta de perdón donde escribe ofensa, lo que sintió
ira y amargura, e incluso lograr algunas y su perdón hacia ello si corresponde, no se entrega
emociones positivas respecto a las necesariamente.
situaciones.
9ª Optimismo y esperanza, estilos explicativos. Piensa en 3 puertas que se cerraron y 3 puertas que
Temas negativos son transitorios, específicos se abrieron con ellas.
y con factores externos modificables.
11ª Identificar fortalezas de sus familiares y com- Pedir a la familia que haga cuestionario VIA y luego
prender de dónde surgieron las propias. hacer árbol que incluya todas las fortalezas de la fa-
milia.
112 La Felicidad
Nuria Pedrals y Mónica López
12ª Se introduce el saborear como técnica para Planificar actividades placenteras y llevarlas de acuer-
aumentar la intensidad y la duración de la do el plan. Se entregan técnicas de saboreamiento
emoción positiva. especificas (meditación, escribir, fotografiar,
conversar de lo ocurrido)
13ª Regalar su tiempo Regalar tiempo haciendo algo que exija de su tiem-
po, no el que le sobra. Poner en esta actividad a prac-
ticar sus fortalezas personales.
Conclusiones
A lo largo de este capítulo se han delineado un grupo de elementos que posibilitan el
estudio y desarrollo de la felicidad. Si bien recupera un impulso histórico previo, la práctica y
la teoría de la psicología positiva ha permitido a la disciplina entrar en terrenos inexplorados
por los paradigmas psicológicos anteriores.
Creemos que este camino puede ayudarnos a todos a ser más felices, aumentar nuestro
bienestar y crecimiento personal, aportando con ello a que más allá de lo individual, lo
positivo amplíe su alcance a nuestras parejas, familia, amigos, compañeros de trabajo y
comunidad en general. Creemos que la felicidad plena se alcanza solo en la medida en que
se comparte con otros y que la psicología positiva nos está enriqueciendo día a día con
nuevas formas para ir construyendo bases firmes para hacer un mundo mejor. La invitación
está abierta a todos.
La Felicidad 113
Referencias bibliográficas
1. Platón (2004). Menón. Santiago: Universitaria.
5. Gable S. & Haidt J. (2005). What (and Why) Is Positive Psychology?. Review of General
Psychology, 9(2), 103-110.
7. Baumeister, R.F., Bratslavsky, E., Finkenauer, C. & Vohs, K.D. (2001) Bad is Stronger than
Good. Review of General Psychology, 5, 323-370.
10. Csikszentmihalyi M. (1997). Finding Flow: The Psychology of Engagement With Everyday
Life. New York: Basic Books.
14. Emmons, R. A., & Crumpler, C. A. (2000). Gratitude as a human strength: Appraising
the evidence. Journal of Social and Clinical Psychology, 19, 56-69.
15. Petty, R. E., DeSteno, D., & Rucker, D. D. (2001). The role of affect in attitude change. In
J. P. Forgas (Ed.), Handbook of affect and social cognition (pp. 212-233). Mahwah, NJ:
Erlbaum.
16. Wood, A. M., Maltby, J., Gillett, R., Linley, P. A., & Joseph, S. (2008). The role of gratitude
in the development of social support, stress, and depression: Two longitudinal studies.
Journal of Research in Personality, 42, 854-871.
114 La Felicidad
17. McCullough, M. E., Kilpatrick, S., Emmons, R. A., & Larson, D. (2001). Is gratitude a moral
affect? Psychological Bulletin, 127, 249-266.
19. Emmons, R. A. & Shelton, C.S. (2002). Gratitude and the science of positive psychology.
In: Snyder CR, Lopez SJ, editors. Handbook of Positive Psychology. New York: Oxford Univ.
Press. pp. 459-471.
20. Lyubomirsky, S., King, L. and Diener, E. (2005). The benefits of frequent positive affect:
Does happiness lead to success? Psychological Bulletin, vol. 131, pp. 803-855.
21. Veenhoven, R. (2008). Healthy Happiness: Effects of Happiness on Physical Health and
the Consequences for Preventive Health Care. Journal of Happiness Studies 9, 449-469.
22. Fredrickson, B. (2009). Positivity: Top-notch research reveals the 3 to 1 ratio that will change
your life. NY: Crown Publishing Group.
23. Fredrickson, B. (2001). The Role of Positive Emotions in Positive Psychology: The Broaden-
and-Build Theory of Positive Emotions. Am Psychol 56(3), 218-226.
24. Fredrickson, B. & Losada, M. (2005). Positive Affect and the Complex Dynamics of Human
Flourishing. Am Psychol 60(7), 678-686.
25. Brown, K. W. & Ryan, R.M. (2003). The benefits of being present: mindfulness and its role
in psychological well-being. J Pers Social Psychol 84, 822-48.
26. Grossman, P., Niemann, L., Schmidt, S. & Walach, H. (2004). Mindfulness-based stress
reduction and health benefits. A meta-analysis. J Psychosom Res 57, 35-43.
27. Teasdale, J. D., Segal, Z. V., & Williams, M. G. (1995). How does cognitive therapy prevent
depressive relapse and why should attentional control (mindfulness training) help?
Behaviour Research and Therapy, 33, 25-39.
28. Peterson, C. & Seligman, M. (2004). Character Strengths and Virtues: A Handbook and
Classification. Oxford: Oxford University Press.
29. Gander, F., Proyer, R. T., Ruch, W., & Wyss, T. (2012). Strength-based positive interventions:
Further evidence for their potential in enhancing well-being. Journal of Happiness Studies.
30. Linley, P. A., Nielsen, K. M., Gillett, R., & Biswas-Diener, R. (2010). Using signature strengths
in pursuit of goals: Effects on goal progress, need satisfaction, and well-being, and
implications for coaching psychologists. International Coaching Psychology Review, 5(1),
6-15.
La Felicidad 115
31. Park, N., & Peterson, C. (2008a). Positive psychology and character strengths: Application
to strengths-based school counseling. Professional School Counseling, 12(2), 85-92.
32. Nakamura, J., & Csikszentmihalyi, M. (2002). The concept of flow. In C. R. Snyder & S. J.
Lopez (Eds.), Handbook of positive psychology (pp. 89-105). New York: Oxford University
Press.
33. Csikszentmihalyi, M. (1975). Beyond boredom and anxiety. San Francisco: Jossey-Bass.
34. Csikszentmihalyi, M. (1988). The flow experience and its significance for human
psychology. In M. Csikszentmihalyi & I. Csikszentmihalyi (Eds.), Optimal experience:
Psychological studies of flow in consciousness (pp. 15-35). Cambridge, England: Cambridge
University Press.
35. LeFevre, J. (1988). Flow and the quality of experience during work and leisure. In M.
36. Adlai-Gail, W. (1994). Exploring the autotelic personality. Unpublished doctoral dissertation,
University of Chicago.
37. Csikszentmihalyi, M., & LeFevre, J. (1989). Optimal experience in work and leisure. Journal of
Personality and Social Psychology, 56, 815-822.
38. Kowal, R. & Fortier, M. (1999). Motivational Determinants of Flow: Contributions From
Self-Determination Theory. The Journal of Social Psychology 139, 3.
39. Larson, R., & Csikszentmihalyi, M. (1983). The experience sampling method. New Directions
for Methodology of Social and Behavioral Science, 15, 41-56.
40. Park, N., Peterson, C., & Sun, J.K. (2013). La psicología positiva: Investigación y aplicaciones.
Terapia Psicológica, 31, 11-19.
41. Seligman, M.E.P., Rashid, T., & Parks, A.C. (2006). Positive psychotherapy. American
Psychologist, 61, 774-788.
116 La Felicidad
CAPÍTULO 5
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
Daniel Martínez Aldunate y Lorena Zamora Araya
Capítulo 5
MIRADAS DEL BIENESTAR Y FELICIDAD
EN CHILE DESDE LA SALUD MENTAL
I Mirada
Qué significativo puede ser detenerse en algún momento de la vida para enfrentar una
encrucijada, tomar una decisión o mirar alrededor, y preguntarse ¿he sido feliz? Más revelador
aún puede ser escuchar el eco apesadumbrado de la respuesta, si esta repite “no lo he sido”.
Las personas anhelamos bienestar y felicidad en nuestras vidas y en la de nuestros seres
queridos, queremos que la vida nos resulte y que la mirada hacia atrás nos permita disfrutar
y recordar emocionalmente un cúmulo de buenos momentos que resuman nuestra historia.
(3). A partir de esta realidad es que los problemas psicológicos se convirtieron desde el
año 2008 en Chile en la primera causa de incapacidad transitoria entre los beneficiarios del
sistema público de salud (3). Paralelamente en las ISAPRES, desde el año 2008, los trastornos
mentales representaban el 20,4% de las licencias médicas, siendo así el grupo patológico
con mayor peso relativo (4). De este modo, uno de cada tres días no trabajados por razones
de salud se debe a problemas mentales.
Pensar hoy en el bienestar y la felicidad del futuro de Chile, nos lleva irrenunciablemente a
relevar la importancia de la salud mental como eje del desarrollo.
120 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate y Lorena Zamora Araya
El “II Estudio de carga de enfermedad y carga atribuible” del MINSAL/PUC del año 2008 (7), nos
muestra que las condiciones neuro psiquiátricas son la principal causa de pérdida de años
de vida saludables en la población chilena (AVISA), siendo responsables del 23, 2% del total
de años saludables perdidos, debido principalmente a trastornos afectivos y a problemas
con el alcohol y las drogas. Por otro lado, de acuerdo a la “2a Encuesta Nacional de Salud en
Chile” del MINSAL/PUC del 2009-2010 (8), el 17, 2 % de las personas ha presentado síntomas
depresivos el último año, siendo esto más frecuente a menor nivel educacional. Menos de
la mitad de aquéllos que presentan un trastorno prevalente (46,9%), recibieron cualquier
tipo de atención de salud en los últimos seis meses, en tanto que solamente 38,5% recibió
algún tipo de atención de salud mental. Aún es más preocupante saber que de acuerdo
a las estadísticas de la OCDE del 2011, la tasa de suicidio en Chile ha aumentado en un
55% entre 1995-2009, siendo el país donde más ha aumentado el suicidio, después de
Corea del Sur, falleciendo más de 1.500 personas al año por suicidio (9). ¡Si querer morir es
la máxima expresión del malestar frente a la vida y la sociedad!, tenemos que hacernos la
pregunta:¿qué nos estará ocurriendo como sociedad?
Al mirar la población infanto juvenil en Chile, tenemos recientemente los primeros resultados
publicados del estudio de Vicente et al (10), que nos muestra preocupantemente que más
de un tercio de la población infanto juvenil (38,3%) presenta algún trastorno psiquiátrico en
un período de 12 meses y un 22, 5 % presenta este trastorno con un impedimento severo.
En general, la presencia de estos trastornos se asocia a disfunción familiar y antecedentes
de psicopatología en la familia, es decir, a un mundo adulto enfermo que hemos estado
construyendo.
La Felicidad 121
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
A pesar de estos antecedentes, la salud mental sigue relegada al ámbito sanitario, donde
se terminan medicalizando muchos problemas psicosociales y las tensiones con el modelo
de desarrollo. En la Atención Primaria, donde se espera que se “resuelvan” la mayor cantidad
de casos, se vive a diario que los profesionales consideran injustificadas una alta proporción
de consultas, que trascienden las competencias del equipo, siendo estos casos etiquetados
como “trastornos de la personalidad” o problemas “psicosociales” (3).
Un país que busque el desarrollo no puede seguir desconociendo que uno de cada tres
chilenos /as sufre algún trastorno mental durante su vida, siendo los más afectados los
grupos más vulnerables de nuestra sociedad y aquellos con menor nivel educacional (11).
Una estimación conservadora de los costos de los trastornos mentales oscila entre un 3 a
4% el PIB de los países desarrollados. Se estima que en Chile solo el consumo de drogas
ilícitas y alcohol genera un costo equivalente a un 1,03% del PIB (11).
Además si consideramos la interrelación entre salud mental y física, los costos se hacen
difíciles de dimensionar. Por ejemplo, la depresión, aumenta el uso y costo de los servicios
generales de salud, y las personas con depresión triplican su riesgo de morir de una
enfermedad cardiaca y tienen mayores impedimentos para el auto cuidado y la adherencia
a tratamientos de enfermedades médicas crónicas. En el caso de personas que sufren de
diabetes, el tener además un diagnóstico de depresión aumenta en 4,5 veces los costos de
salud (12).
122 La Felicidad
Daniel Martínez Aldunate y Lorena Zamora Araya
ser incluso de hasta 80 veces lo invertido. Estos beneficios se distribuyen en otros sectores
además del de salud, y la mayoría se realizan en plazos cortos (menos de 5 años), con una
rápida recuperación de los costos.
Finalmente, existe evidencia de una correlación directa entre felicidad y salud mental. Una
revisión de más de 160 estudios llevada a cabo por Ed Diener y un equipo de la Gallup
Organization de Princeton, en New Jersey, ha permitido demostrar de forma “clara” que la
felicidad aumenta la esperanza de vida y mejora la salud física y mental (14), produciendo:
• Mejores relaciones interpersonales, que nos permiten ser personas más sociables y
empáticas, que pueden construir vínculos significativos y gratificantes que se mantienen
en el tiempo. La felicidad nos permite recibir más ayuda cuando la necesitamos.
• Mejor salud mental. Los sentimientos positivos multiplican las conexiones neuronales
del cerebro, lo que nos permite recuperarnos más rápida y profundamente de la pena y
la tristeza. La felicidad nos da una mayor capacidad y rapidez para recuperar la felicidad
y bienestar.
• Un sistema inmunológico más potente, que nos cuida físicamente. Mayor longevidad
y calidad de vida.
La Felicidad 123
Referencias bibliográficas
1. Programa para el Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (PNUD). “Bienestar subjetivo:
el desafío de repensar el desarrollo. Santiago de Chile: Salesianos Impresores Sociedad
Anónima; Agosto 2012.
2. Almeida-Filho N. “Becoming modern after all these years: social change and mental health
in Latin America”. Culture, Medicine and Psychiatry. 1998; volume 22.
4. Miranda Hiriart, G., Alvarado, S., Kaufman J. “Duración de las licencias médicas FONASA
por trastornos mentales y del comportamiento”. Revista Médica de Chile. 2012; (140):
209-215.
9. Rojas, I., “Plan Nacional de Prevención del Suicidio”, en Jornada Suicidio en Chile.
Perspectivas Actuales, Santiago de Chile, Pontificia Universidad Católica, 2008.
10. Vicente, B., Saldivia S., De la Barra F., Mellipán R., Valdivia M., Kohn R. “Salud mental infanto
– juvenil en Chile y brechas de atención sanitarias”. Rev Med Chile. 2012; (140): 447-457.
11. “Estrategia Nacional de Salud Mental: Un Salto Adelante Propuesta para una Construcción
Colectiva”, Documento de Trabajo de Subsecretaria de Salud Pública, Departamento de
Salud Mental de MINSAL, Mayo 2011.
12. Valdés C., Errázuriz P. “Salud Mental en Chile: El Pariente Pobre del Sistema de Salud”.
Instituto de Políticas Públicas Universidad Diego Portales, Agosto 2012; Número 11.
124 La Felicidad
13. Department of Health of London. “DH, Mental Health Promotion and Prevention: The
Economic Case”. M. Knapp, D. McDaid, and M. Parsonage, Editors. January 2011.
La Felicidad 125
Juan Maass Vivanco
II Mirada
A pesar de esto, los psiquiatras aún vemos predominar en nuestras viñetas clínicas de hospital
y consulta pública, dolor y sufrimiento, donde los factores desencadenantes culturales,
sociales y económicos, juegan un papel crucial. La amplia difusión entre los sectores
poblacionales vulnerables (grupos de riesgo) de dependencias crónicas a sustancias, es un
buen ejemplo de cómo la enfermedad es más consecuencia que destino (4).
Como respuesta estatal y cultural, en el Chile actual se han acentuado los modelos
pragmáticos que medicalizan e institucionalizan síntomas y molestias que con frecuencia
son la cara visible de la desesperanza psicosocial y escasamente la expresión nosológica de
trastornos psiquiátricos (5). Un punto relevante en el Chile moderno es haber construido una
política pública para una gran reforma garantista de salud, cuyo propósito ha sido buscar
la equidad pública y privada. Aunque el Modelo ha logrado avances en muchos campos
somáticos, como la salud mentaly especialmente la “depresión”, parece haber cedido rumbo,
dando sustento a un programa específico para el tratamiento médico de la depresión y de
alguna forma -la promoción de la infelicidad-. ¿O no es acaso ese el riesgo? (6).
Amartya Sen1, Premio Nobel de Economía 1998, es uno de los exponentes más lúcidos
del pensamiento económico contemporáneo, comprometido en demostrar y sostener
que el desarrollo se mide, sobre todo, desde las libertades y los derechos humanos, y no
solo a partir del producto interno bruto (PBI). Afirma Amartya Sen que la felicidad es la
combinación de bienes materiales y relacionales (7).
1 Sus teorías se inscriben en el campo de la «elección social», donde pone en cuestión el utilitarismo dominante y propone
integrar «bienes» como la libertad y la justicia en el cálculo del desarrollo.
Para reformar la economía, Amartya Sen propone una verdadera revolución filosófica. Tiene un nombre: «capability», capacidad
o capacitación de cada cual para convertir sus derechos en libertad real.
126 La Felicidad
Juan Maass Vivanco
El Plan Nacional de Salud Mental (2000) del Ministerio de Salud de Chile (8) presenta un
buen ejemplo de definición operacional que “calza” con lo enunciado previamente2. Esta
definición surgida desde la Salud Mental, es coincidente con Amartya Sen, en cuanto al
logro de metas comunes relacionales (promoviendo bienestar subjetivo, bien común y
justicia) y logros materiales (uso de potencialidades para manejo racional del medio).
Amartya Sen parece profundizar la definición de felicidad cuando afirma: “Sin inteligencia
crítica y sin pensamiento libre y creativo, las libertades y los derechos no se reconocen en nuestras
sociedades, simplemente porque las personas no alcanzan a ver los derechos y las libertades
como bienes valiosos, no luchan por ellos y los canjean sin problemas por alguna mercancía”.
En nuestro medio, Armando Roa (9) nos ha dejado en su obra una interesante definición
de Salud Mental que a nuestro juicio es también muy coincidente con el de felicidad de
Amartya Sen, en cuanto acentúa el concepto de “necesidad de intimidad y libre albedrío del
pensar”, como elementos centrales de la plenitud humana.
Aportes de la psiquiatría
¿Podemos aportar los psiquiatras a este debate si el pensamiento psiquiátrico moderno se
construye frecuentemente en contra de la enfermedad mental, más que en busca de la salud
mental y menos de la felicidad?
Dicho de otra forma ¿si la pragmática Psiquiatría actual, integrada a la medicina global y sus
virtudes, reconoce poco o nada conceptos como Salud Mental y Psiquiatría Comunitaria,
será posible incorporar la felicidad dentro de sus intereses?
2 “Se entiende la salud mental como la capacidad de las personas y de los grupos para interactuar entre sí y con el medio
ambiente, de modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de las potencialidades psicológicas,
cognitivas, afectivas, relacionales, el logro de las metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien
común”.
La Felicidad 127
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
Freud (11) en su afán de cuantificar plantea que pensar es un acto experimental con cantidades
pequeñas de energía. Se pregunta: ¿Y cuanta energía se requiere entonces para ser feliz? ¿Se
requiere más energía que en un momento no feliz?
Juan J. López Ibor (12) criticando el concepto de salud de la carta fundamental de la OMS
(completo bienestar físico, psíquico y social), propone otros dos bienestares adicionales: el
bienestar cultural y espiritual. ¿No es acaso también ese un buen concepto de felicidad?
Capponi (13), en una reciente entrevista refiere que “la fuente de la felicidad viene de cuatro
áreas. Una son las relaciones íntimas; la otra, las relaciones en el trabajo; también están las
relaciones que tienes con la sociedad, y la última son los placeres o diversiones”. Considera que
“los chilenos nos hemos entusiasmado mucho con esta última alternativa, que es una felicidad
que nos dan los placeres hedonistas, vivir confortablemente, estar sin problemas y poder resolver
los temas prácticos de la vida. El problema es que esta es una felicidad a corto plazo, porque
existe lo que se llama la adaptación hedonista, o sea que los placeres sensoriales con el tiempo
terminan aburriendo”. Parte de la solución estaría en “invertir más en felicidad de largo plazo”
Por otro lado la más actual definición de felicidad que ofrece el Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua es: 1. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. 2.
Satisfacción, gusto, contento. 3. Suerte feliz. Sin embargo, la RAE ha enmendado esta definición
recientemente y en el avance de la vigésima tercera edición, aparece las siguientes definiciones: 1.
Estado de grata satisfacción espiritual y física. 2. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que
128 La Felicidad
Juan Maass Vivanco
Por lo pronto decimos que la excepcional sensación de euforia y felicidad de este cuadro,
está fuera de la curva de gauss y se aparta de la cultura; tampoco es un ideal para su
familia, su entorno y la sociedad. Concluimos que se trata de una enfermedad, a pesar del
éxtasis y el placer vivenciados. Es aquí cuando los psiquiatras intervenimos y es frecuente
que los pacientes maniacos conocedores de lo que viene, nos soliciten que a través de la
intervención farmacológica no les quitemos ese atributo preciado que es el resplandor del
éxtasis y la felicidad.
La Felicidad 129
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
Un paciente neurótico habitualmente siente que podría ser feliz y busca estar tranquilo,
en armonía, sin tristeza ni desgano, sin inquietud y sin miedos, no parando de pensar. El
neurótico en su ansiedad solicita con frecuencia al clínico psico-fármacos y más escasamente
psicoterapia a fin de obtener el bienestar deseado. Bienestar que puede encontrar
brevemente, ya que duda y solicita ser re diagnosticado por nuevos síntomas, visitando a
otros especialistas para asegurar su sanidad. Volvemos a encontrar signos de fragilización de
su salud mental, en quienes perfectamente pueden coexistir con momentos felices.
Un paciente psicótico nos dice: “Cuando estoy bien, me siento feliz. Y si estoy bien no están
esas ideas obsesivas (ideas delirantes)… de la infidelidad de Jessenia (su esposa). Ahí me siento
feliz”. Sonríe y juega con sus sobrinos. El paciente tiende a no solicitar ayuda. La familia es
la que se esfuerza durante las crisis, y lo trae a controles. Muchos fármacos forman parte
de su tratamiento. Un proceso de rehabilitación integral y el apoyo social contribuyan a su
bienestar. ¡Lo vemos feliz! Pareciera que la felicidad es posible aún en enfermedades graves
y deteriorantes.
Un paciente limítrofe señala: “Cuando niño yo era feliz,… ahora tengo dudas, veo la felicidad
diferente, a veces soy feliz y en otras ocasiones infeliz. Lo veo así, cuesta ser feliz”. Este tipo de
pacientes se nos apegan o nos rechazan. Buscan aclarar su confusa biografía y no escatiman
esfuerzos con mayor o menor sentido de realidad, para obtener exámenes, fármacos o
terapias. Decepcionados de si y del mundo, atesoran momentos de felicidad, como su
infancia, idealizando momentos de su historia. Formas aberrantes de felicidad que dan
cuenta de la psicopatología subyacente.
Nos dice un joven lesionado en un accidente de tránsito con un TEC secuelar: “Cuando me
enfermé vi la felicidad de otra manera. Me gustaría que el mundo cambie y tenga bienestar.
Necesito tener trabajo y polola. Hoy sería feliz con menos”. La psicopatología traumática acá
irrumpió en la continuidad biográfica y hoy la felicidad más preciada, sería la rehabilitación
psicosocial y la integración.
“Ya estoy muerta en esta vida, ya no tuve felicidad”, nos dice lacónicamente una paciente
depresiva, como perdiendo toda esperanza de encontrar alguna opción futura. No nos
pide nada. En Chile hemos desarrollado un programa particular para estos pacientes, que
comentaremos más adelante.
En síntesis, la práctica clínica nos permite observar que la felicidad subjetiva es posible en las
más variadas patologías mentales, incluso las más graves y complejas, siendo una excepción la
depresión endógena. Es relevante ver que lo que se nos solicita y hacemos como profesionales
de salud mental, raramente promueve la salud y el bienestar, enfocándose principalmente
en una lucha “contra” la enfermedad. Una alianza fuerte de continuidad de cuidados entre los
profesionales de salud mental y los ciudadanos, sin dudas favorecería este ideal (14).
130 La Felicidad
Juan Maass Vivanco
Hoy, a partir de la difusión del concepto económico de “Felicidad Nacional Bruta“, introducido en el
reinado de Bután, la vinculación entre economía, y felicidad tomó estatus público. Preguntamos,
si no es apropiado que la Salud Mental sea parte relevante de este nuevo paradigma.
Veamos por ejemplo lo que ocurre en Europa cuando Luigino Bruni6, economista de Milán
propone la “ética económica, como un bien de primera necesidad”, por lo que solicita a los
3 La paradoja de Easterlin es un concepto clave en la economía de la felicidad. Se trata de un postulado del economista
Richard Easterlin, publicado en un artículo de 1974 con el título “Does Economic Growth Improve the Human Lot? Some
Empirical Evidence”. En lo que respecta a las políticas gubernamentales, esta teoría sugiere que, una vez que las necesidades
básicas están cubiertas, las medidas políticas deberían centrarse en aumentar la satisfacción de los individuos, actuando sobre
la Felicidad Interna Bruta y no en el crecimiento económico, medido por el Producto Interno Bruto.
4 La Teoría Prospectiva (Prospect Theory) fue desarrollada en 1979 por los psicólogos Daniel Kahneman (Premio Nobel de
Economía en el 2002) y Amos Tversk. Esta teoría nos permite describir cómo las personas toman sus decisiones en situaciones
donde tienen que decidir entre alternativas que involucran riesgo, por ej: decisiones financieras. Partiendo de evidencia
empírica, la teoría describe cómo los individuos evalúan las potenciales pérdidas y ganancias.
5 Zamagni, señala que el antídoto al actual modelo consumista no es la disminución económica, sino más bien la economía
civil, que es un modelo de pensamiento italiano que fue dominante en Europa hasta la mitad de los años setecientos Este
modelo considera que mientras la economía civil tiene como finalidad el bien común, la economía política se encamina al
bien total. Así el mercado no va demonizado, va humanizado.
6 El juramento de Bruni para las profesiones económicas debería comprender por lo menos los siguientes puntos:
a) No usaré nunca en mi beneficio la mayoría de las informaciones a las que tendré acceso.
b) Consideraré el mercado como un conjunto de oportunidades para crecer juntos, y no como ámbito de lucha.
c) No trataré nunca a los trabajadores sólo como un costo, como un capital, un recurso, al igual que los demás costos, capitales
y recursos de la economía. Los trabajadores son ante todo personas.
La Felicidad 131
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
economistas realizar un juramento similar al Hipocrático de las profesiones médicas. Se abre así
un puente promisorio entre economía, ética y salud mental.
• Desarrollo sustentable
• Valores culturales
• Conservación del medio ambiente
• Un buen gobierno
Todos estos pilares se incluyen de una u otra forma en nuestra conceptualización de la salud
mental. Si se parte de esta visión de la sociedad, dos podrían ser los aspectos necesarios a
considerar:
• En primer lugar, delimitar claramente cuál es el objetivo, esto es, ¿Qué se entiende por
felicidad?
• En segundo lugar, mostrar ¿Cuáles son los instrumentos más adecuados para medirla?
En este sentido, la visión cambia drásticamente, ya que lo que antes se consideraba como
objetivos pasan a ser instrumentos, contemplando además aspectos de índole cualitativo
que antes no se tenían en cuenta (7,16).
Por eso hoy, ya resultan insuficientes los estudios que contemplan solo el comportamiento
del capital físico o la tecnología, sino que hay que considerar además:
• Si son contaminantes
• Si mejoran la calidad de vida presente y futura
• Si promueven la integración social
Del mismo modo, si se crece como consecuencia de una mayor productividad y consumo,
hay que evitar caer en un materialismo indeseable, donde no se considere la justicia social
ni el cuidado ambiental. Pero no solo economistas salen tras esta cruzada. Los expertos en
leyes internacionales, como R La Porta (17) permiten tener una comprensión de lo que hay
132 La Felicidad
Juan Maass Vivanco
que reparar en el mundo macro, para que el bienestar pueda lograr penetrar en sectores
donde antes no lo hizo7.
Por muchos años los economistas han afirmado que los individuos buscan maximizar la
riqueza para maximizar su utilidad (satisfacción), porque si somos más ricos, somos más
felices. Hay constataciones empíricas que indican que, después de cierto umbral, el aumento
de la riqueza no lleva a mayor bienestar. ¿Por qué? Porque se empieza a perder la capacidad
de transformar los bienes en bienestar, en felicidad humana (18,19).
Hoy “el otro” como persona y las relaciones genuinas son un bien escaso. La sociedad
utilitarista cambia los bienes relacionales por bienes de consumo que descuidan la relación
con el medio ambiente, los derechos humanos y los más vulnerables (9).
7 Este autor y colaboradores, examina las normas legales que abarcan la protección de los accionistas de las empresas y
de los acreedores, el origen de estas normas, y la calidad de su ejecución en 49 países. Los resultados muestran que los
países donde se aplica el derecho común tienen generalmente las más fuertes protecciones, y los países donde impera el
derecho civil latino, las protecciones legales son más débiles para los inversores. Los alemanes y países de tradición civil jurídica
escandinava están situados en el centro. También demuestran que la concentración de la propiedad de las acciones de las
grandes empresas públicas se relaciona negativamente con la protección de los inversores, en consonancia con la hipótesis de
que los pequeños y diversificados accionistas son poco importantes en los países que no protegen sus derechos.
La Felicidad 133
Miradas del bienestar y felicidad en chile desde la salud mental
1. No se preocupe por no ser un genio, porque los genios no son más felices que los demás
9. Viva en pareja
8 Calvo, Cristina: especialista en economía del comportamiento, docente del Programa Amartya Sen de la UBA y ex
coordinadora nacional de Cáritas (Argentina).
134 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. María Ángeles Bilbao; Elza María Techio; Darío Páez; “Felicidad, cultura y valores personales:
estado de la cuestión y síntesis meta-analítica”, Rev. psicol. (Lima) v.25 n.2 Lima dez. 2007
2. Francisco Mochón Morcillo, Namkee Ahn, Rebeca de Juan; “La felicidad de los jóvenes” Rev.
Sociología. VOL 97, NO 2 (2012)
3. INJUV. “La Felicidad de los Jóvenes Chilenos” (entre 15 y 20 años); Encuesta de Campo,
publicada febr. 2013
8. Ministerio de Salud de Chile. “Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría”. 2000.
12. López Ibor, Juan José. Prólogo a la Edición Española. En “Calidad de Vida en los
TrastornosMentales”. Ed Katschnig, Heinz,Freeman, Sartorius, Norman. Masson S.A. 2000.
14. Saraceno, Benedetto; “La Ciudadanía como forma de tolerancia”. Conferencia 2002.
15. Roses Periago, Mirta; “La salud mental: Una Prioridad en la Salud Pública de las Américas”.
Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 18(4/5), 2005
La Felicidad 135
16. Bruni, Luigino “El Ethos del Mercado: una introducción a la economía antropológica y
relacional”. 2010
17. La Porta, Rafael, López-de-Silanes, Florencio, Shleifer, Andrei y Vishny, Robert “. Derecho
y Finanzas” W. Documento de trabajo no. 5661.Cambridge, Mass.: NBER, julio de
1996. “Determinantes legales de financiamiento externo.” J. Finanzas 52 (julio de 1997):.
1131-1150
18. Easterlin, Richard A. (1974) «Does Economic Growth Improve the Human Lot?» in Paul
A. David and Melvin W. Reder, eds., Nations and Households in Economic Growth: Essays
in Honor of Moses Abramovitz, New York: Academic Press, Inc.
20. Frey, Bruno; “Las 10 lecciones de vida y de prudencia mas adecuadas para este tiempo”.
Artículo de Daniel Cohen en El Confidencial. 11 de Julio, 2013.
136 La Felicidad
CAPÍTULO 6
Psicopatología y felicidad Fernando Ivanovic-Zuvic
Capítulo 6
PSICOPATOLOGÍA Y FELICIDAD
Fernando Ivanovic-Zuvic
Sin embargo, se puede ser infeliz aun cuando se den condiciones de bienestar que para la
mayoría de los ciudadanos son adecuadas. La felicidad por lo tanto requiere de algo más
que el bienestar. Este último al parecer la favorece, pero la felicidad posee características
más profundas que llegan al ser mismo del hombre en su dimensión plenamente humana.
Sin embargo, para los investigadores de la salud el concepto de bienestar es útil, pues
contiene parámetros que permiten favorecer la felicidad en los individuos. De hecho, en
la actualidad la forma de medir la felicidad se basa en conceptos tales como bienestar y
calidad de vida.
Una definición de calidad de vida, la caracteriza como el grado de bienestar general que
alcanza una persona tanto en lo físico, mental y social. Se incluyen aspectos tales como
síntomas, disfunción física, funcionamiento social y satisfacción general. Su empleo en la
Esta definición de salud incorpora un concepto valorativo que se acerca a las definiciones
de calidad de vida, pues la salud no es entendida solo como la ausencia de un proceso
patológico, sino además se debe mantener un estado de bienestar mental.
De hecho, la salud mental se define como el estado de bienestar que permite a los individuos
realizar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva,
y hacer una contribución significativa a su comunidad junto a la capacidad de realizarse
intelectual y emocionalmente. Una enfermedad mental provoca una alteración que afecta
a las cogniciones, emociones y comportamiento que lleva a una incapacidad individual y
social. La discapacidad que acompaña a una enfermedad mental limita la vida personal,
muchas veces en forma permanente.
Las patologías mentales tendrán consecuencias en diversas condiciones de vida que incluyen,
menores ingresos, problemas de habitación, bajo nivel de ocupación, menor educación,
carencia de apoyo social, exclusión, discriminación social y mayor morbilidad somática (2).
140 La Felicidad
Fernando Ivanovic-Zuvic
Sin embargo, algunos autores señalan que el concepto de calidad de vida es ambiguo
y difícil de ser medido tanto clínicamente como por test psicométricos. Estos proponen
utilizar más bien el concepto de satisfacción, como el más apropiado (3).
En una muestra danesa el 84.6 % de las personas que señalaron no haber estado felices
durante los últimos cuatro meses poseían historia de enfermedad mental (4). Las personas
diagnosticadas como portadores de desordenes mentales mostraron menor felicidad que
aquellos sin estas patologías. En algunos estudios se encuentra que mientras más severa es
la enfermedad, menores probabilidades de experimentar felicidad. La cronicidad y mayor
comorbilidad se asocia a menores niveles de felicidad.
Los sujetos con trastornos mentales tienden a valorar su estado general en estrecha relación
con las vivencias subjetivas determinadas por el proceso patológico mismo. Esquizofrénicos
perciben la realidad influidos por su peculiar forma de vivenciarse a sí mismos y a los otros,
como resultado de los delirios. Los pacientes crónicos pueden valorar en forma satisfactoria
su nivel de calidad de vida al estar institucionalizados, lo que en ocasiones no concuerda
con las valoraciones efectuadas por la comunidad o desde un observador externo. Es decir,
la felicidad puede no ser completamente valorada por sujetos con trastornos mentales,
debido a las distorsiones cognitivas y afectivas propias de la enfermedad.
Se plantea que la reinserción social plena del sujeto poseedor de una patología mental
es el logro óptimo en la rehabilitación. Sin embargo, en oportunidades se observa que en
algunos, especialmente aquellos con patologías crónicas y deteriorantes, esta ambición no
es factible, ya que por la naturaleza misma de la patología el paciente no está preparado
para asumir los roles que la sociedad le exige a un individuo común, lo que debe ser
ponderado en forma realista en cada caso en particular. De este modo, el abandonar una
institución que lo ha acogido y volver a su hogar, le provoca incertidumbre e infelicidad. De
ahí la necesidad de encontrar un justo equilibrio entre los requerimientos de la sociedad, la
La Felicidad 141
Psicopatología y felicidad
familia y del paciente en particular, equilibrio a menudo inestable y que es tensionado tanto
por la patología misma como por las reglas y demandas sociales que se establecen en un
determinado grupo humano.
Un estudio que incluyó 973 pares de gemelos para ponderar la influencia de los factores
genéticos en la posibilidad de ser feliz, muestra que el estado de bienestar está relacionado
a la personalidad, ya que esta posee una base genética que se constituye como el sustrato
o el reservorio genético para alcanzar la felicidad. En este estudio los factores medidos de
la personalidad fueron el neuroticismo, extraversión, conciencia de sí mismo y sensación
de agrado, los que posen un sustrato genético que favorece la presencia de vivencias de
felicidad (10).
Los sujetos que experimentan cuadros depresivos prolongados tienden a evaluar en forma
negativa la realidad en forma estable y permanente. También la ansiedad es un marcador de
tendencias pesimistas. Algunos estudios muestran que sujetos que presentan satisfacción,
142 La Felicidad
Fernando Ivanovic-Zuvic
ánimo positivo y relativa ausencia de afectos negativos, al ser evaluados en sus experiencias
subjetivas de bienestar, son aquellos que presentan un mayor grado de extraversión, junto a un
mayor interés en actividades sociales. Estos sujetos extravertidos tienen más posibilidades de
encontrar satisfacción y mayor capacidad de goce. Por el contrario, los sujetos con tendencias
neuróticas con patologías depresivas y ansiosas relatan y muestran en los test psicométricos
un estilo atribucional pesimista con un enjuiciamiento más negativo sobre si mismos y los
otros, y por ende con menos satisfacción, bienestar y felicidad. De este modo, la extraversión
y la apertura a nuevas experiencias están positivamente correlacionadas con la felicidad (11).
De este modo existe un estrecho vínculo entre psicopatología y bienestar con una base
genética, la que debería ser considerada en la prevención de la aparición de mayor
psicopatología en adolescentes vulnerables (13).
La Felicidad 143
Psicopatología y felicidad
Otro estudio que analiza el sustrato genético del bienestar y la psicopatología incorporó a
1386 pares de mellizos. Se concluyó que ambos aspectos genéticos y ambientales influyen
en el bienestar y la psicopatología. La genética daría cuenta entre un 41% a un 50% de
la influencia sobre el bienestar individual. A pesar que bajos niveles de psicopatología
reflejan una propensión más alta hacia el bienestar, otros factores genéticos independientes
también pueden jugar un rol favorable en la salud mental. De este modo, si se heredan
factores de riesgo para la aparición de cuadros depresivos o ansiosos, aun así la satisfacción
puede ser lograda. La presencia de antecedentes genéticos para enfermedad mental no
significa que el sujeto está incapacitado para lograr su bienestar. Además, un bajo riesgo
genético para la presencia de psicopatología no asegura el bienestar (14).
De este modo, estudios efectuados para evaluar la influencia de los factores genéticos y
ambientales para patologías e índices de bienestar, indican que ambos factores concurren
en la mantención del bienestar y de la felicidad. Otro estudio con 6576 pares de gemelos en
Noruega mostró que los factores comunes genéticos dan cuenta de alrededor del 45 al 80%
de la influencia. Los mismos genes serían compartidos por hombres y mujeres (15).
Existe una brecha considerable entre las necesidades de atención de los trastornos mentales
y los recursos disponibles. En países desarrollados, que cuentan con sistemas de atención
bien establecidos, entre el 44% y el 70% de las personas con trastornos mentales no reciben
tratamiento. En los países en desarrollo estas cifran son aún mucho más elevadas y llegan
casi al 90%.
144 La Felicidad
Fernando Ivanovic-Zuvic
por un solo trastorno físico que presentan cifras mucho mayores (16).
Pensamos que en todos estos cuadros la capacidad de experimentar felicidad está alterada,
con mayores o menores grados de sufrimiento según sea la gravedad, hasta formas de
completa pérdida de la capacidad de experimentar placer como sucede en la anhedonia
profunda. De este modo, la depresión se constituye en una dificultad real para alcanzar
la felicidad, pues las capacidades mismas están alteradas impidiendo dicha posibilidad. El
ejemplo más claro lo constituyen las depresiones melancólicas donde existe un compromiso
tanto somático como mental, y donde las ideas y los sentimientos vitales expresan la plena
incapacidad de experimentar placer, a tal grado que el término felicidad carece de sentido.
El caso más patente lo constituye el síndrome de Cottard, donde el paciente siente que su
infelicidad será infinita, con ideas de un sufrimiento eterno.
La Felicidad 145
Psicopatología y felicidad
Hoy observamos que en los síntomas que forman parte de un estado de manía, las vivencias
de felicidad son menos comunes, pues lo habitual es la aparición de irritabilidad junto al
compromiso de los ritmos vitales y de la corporalidad. Los pacientes se muestran hoscos y
hostiles, descalificadores de los que lo rodean y/o de la sociedad. El ánimo festivo y alegre
propio de los sujetos con episodios maníacos de años atrás, ha dado paso a un individuo
que intenta imponer sus ideas con fuerza y agresividad, rompiendo la distancia social hacia
los otros, mostrando su enojo, su contrariedad y su escasa tolerancia. De este modo, la
irritabilidad adopta un lugar preponderante tanto en los estados de manía, como en las
depresiones, pues junto a las ideas de tristeza e infelicidad, el sujeto se muestra irritable
dirigiendo esta agresividad hacia sí mismo o hacia otros. Es decir, la irritabilidad es un
aspecto de relevancia en las formas de presentación de estas patologías en la actualidad.
146 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Aristóteles. Moral a Nicomaco. Lima: Universo, 1967.
2. Pressmas SD, Cohen S. Does positive affect influence health?. Psych Bull 2005; 131 (6):
925-71.
4. Bersma AD, Veenhoven R, Margreet H, Graaf R. Do they know how happy they are?. On
the value of self-rated happiness of people with a mental disorder. J Happiness Stud
2011; 12: 793-806.
6. Cloninger CR, Zohar A. Personality and perception of health and hapiness. Journal of
Affective Disorders 2011; 128: 24-32.
12. Hills P, Argyle M. Emotional stability as a major dimension of happiness. Personality and
Individual Differences 2001; 31: 1357-1364.
13. Bartels M, Cacioppo J, van Beijsterveldt T, Boomsma D. Exploring the Association Between
Well-Being and Psychopathology in Adolescents. Behav Genet 2013; 43: 177-190.
La Felicidad 147
14. Kendler S, Myers J, Maes H, Corey K. The Relationship Between the Genetic and
Environmental Influences on Common Internalizing Psychiatric Disorders and Mental
Well-Being. Behav Genet 2011; 41: 641-650.
16. Departamento de Salud Mental y abuso de sustancias. Invertir en Salud Mental. Ginebra:
OMS, 2004.
148 La Felicidad
CAPÍTULO 7
Felicidad en la infancia Capítulo 7 Matías Irarrázaval Domínguez
FELICIDAD EN LA INFANCIA
La felicidad está tomando una importancia cada vez mayor en el mundo de la investigación
científica. En el área de la psiquiatría los estudios sobre la felicidad han aumentado: si en la
década de los noventa los estudios sobre depresión superaban a los de felicidad en una
relación de 27:1, hoy en día esa relación es de 17:1. La Revista de Estudios sobre la Felicidad
(“The Journal of Happiness Studies”) nació en el año 2000, como el primer foro científico
internacional para investigadores de diversas disciplinas, con el objetivo de discutir diversas
propuestas y estudios sobre el tema. Hoy en día es una revista con impacto medible, y un
signo de un interés creciente sobre la felicidad y el bienestar, desde una gran variedad de
perspectivas epistemológicas, que van desde la sociología a la economía, desde la filosofía
a la psicología, desde la educación a la medicina.
La escasa atención que se le ha dado a la felicidad durante la infancia es aún más sorprendente
si se consideran los múltiples beneficios que genera en esta población. Como se desarrollará
en este capítulo, los niños y adolescentes que reportan tener un mayor nivel de felicidad,
poseen mejores cifras de bienestar académico, social e interpersonal. Un mayor nivel de
felicidad también se asocia a una mejor salud, mayor creatividad, mejor productividad y éxito
vocacional, mejores relaciones sociales y mayores niveles de resiliencia. Todas características
deseables para los niños y las futuras generaciones de adultos.
152 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
manifestado con una sonrisa, no necesariamente es feliz. De esta forma, parece ser que la
felicidad corresponde a un estado más que a una emoción, y como tal, es de naturaleza más
permanente en el tiempo.
Por otro lado, en algunos idiomas existe una relación entre felicidad y buena suerte (alemán
gluck/glucklick feliz/afortunado), lo que refleja algo que pudiera mejorar las cosas más de
lo razonable o esperable, especialmente si lo comparamos con la “suerte” de otros. De tal
forma que la felicidad puede incluir implícitamente comparaciones con una expectativa
determinada o con lo que poseen los demás, hecho relevante para el estudio sociológico y
económico de la felicidad, especialmente entre los adolescentes.
La felicidad se asocia al bienestar, que a su vez se relaciona con las emociones, aunque
es importante reconocer que la felicidad no se reduce a las emociones. El bienestar es
la evaluación subjetiva, mediante procesos afectivos y cognitivos, de la propia vida. La
psicología positiva incluye en el bienestar, factores cognitivos y afectivos de evaluación
subjetiva, así como bajos niveles de emociones negativas. Sin embargo hay dificultades
importantes en la comprensión del concepto de bienestar, y en el consenso sobre las
dimensiones que debieran incluirse en su estudio.
Estas consideraciones son suficientes como para poder bosquejar el terreno semántico
de la felicidad, y poder discernir cuáles de estos conceptos son aplicables en la población
infantil. La mayoría de los usos que se le da a la felicidad pueden incluirse dentro de tres
sentidos anteriormente expuestos: a) el sentimiento placentero o alegría, b) el bienestar, c)
la felicidad.
El sentir más inmediato y directo de la felicidad incluye la alegría, que es una emoción o
sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos exteriores como una sonrisa.
Este sentir es transitorio y posee una fenomenología particular, que es la forma característica
como se siente la alegría, y que está presente en todas las culturas y edades. La sonrisa,
como manifestación de la alegría, es uno de los signos precoces de desarrollo psicomotor
infantil, apareciendo entre el primer y segundo mes de vida como una sonrisa refleja para
luego conformarse como una respuesta distintiva al sentimiento de alegría. Es interesante
cómo su presentación en etapas precoces de la vida infantil es un indicador de la enorme
satisfacción y motivación que produce la comunicación y las relaciones sociales en el
bienestar infantil. Su ausencia o falta de desarrollo puede llevar a un deterioro de la calidad
de vida o del bienestar, como ocurre en el autismo, retardo mental o trastornos del lenguaje.
La Felicidad 153
Felicidad en la infancia
lo que suelen expresar la alegría sin reconocer su origen. Sin embargo, cuando el niño logra
asociar el calor maternal o la saciedad después de comer a este sentimiento placentero, son
perfectamente capaces de manifestar su relación, siendo incluso más claros que los adultos.
Por otro lado, cuando los adultos dicen que están “felices” con sus vidas, no se refieren
necesariamente a que están sonrientes todo el día o experimentando permanentemente
el sentimiento grato de la alegría. Muchas veces la apreciación de “estar feliz” tiene relación
con una reflexión del balance entre lo agradable y lo desagradable, con un equilibrio
razonablemente positivo en el tiempo. Esta felicidad no está relacionada necesariamente con
la evaluación de un sentir, sino más bien con juicios acerca del balance de los sentimientos
en un período de tiempo. Algunos autores han denominado a este estado más reflexivo
de la felicidad como un “segundo nivel de felicidad” y muchos investigadores lo incluyen
en el concepto de bienestar. El bienestar no resulta exclusivamente del cálculo neto entre
los momentos positivos y los negativos, sino que incluye además procesos cognitivos más
complejos, como la temporalidad, la permanencia de los objetos y de las emociones, y la
capacidad de comparación entre diferentes alternativas. Es por ello que los niños menores
de 6-7 años, aunque sin duda pueden ser felices, difícilmente son capaces de enjuiciar este
estado permanente y de expresarlo en sus descripciones, por lo que su evaluación requiere
de una descripción más bien objetiva y externa al niño.
Finalmente, existe un tercer nivel de felicidad, como un concepto más amplio y relacionado
con un estilo de vida particular. Aristóteles utiliza el término eudaimonia para referirse a la
vida de una persona que es capaz de desarrollar su verdadero potencial, lo que produce
como consecuencia la felicidad. A pesar de que esa vida puede incluir muchas experiencias
emocionales positivas, esos momentos no están necesariamente incluidos en la definición.
Muchos psicólogos contemporáneos definen la felicidad como la eudaimonia aristotélica
y se refieren a este estado como un “tercer nivel de felicidad”. Sin embargo, la felicidad
asociada a un estilo de vida no es un estado emocional, por lo que no posee un correlato
fenomenológico medible en términos psicológicos. Corresponde más bien a la filosofía el
estudio de este nivel, que algunos autores han denominado la “verdadera felicidad”.
154 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
Es interesante observar que el desarrollo del bienestar subjetivo suele tener elementos
comunes en los niños de diversas culturas. En diferentes partes del mundo los niños expresan
un rango similar de respuestas de satisfacción y seguridad frente al estímulo táctil, el sonido o
el olor de la madre o el cuidador; y los padres usan generalizadamente la misma entonación
para inducir esas respuestas. Paul Ekman y otros psicólogos han corroborado la presentación
La Felicidad 155
Felicidad en la infancia
universal de las emociones básicas, como la alegría, la rabia, el enojo y la tristeza en niños
de diversas culturas y países. Al presentarles fotografías con caras sonrientes, los niños son
capaces de identificar la alegría, la tristeza y el enojo, independiente del origen y enseñanzas
que hayan recibido (6). Estos hallazgos hablan de un desarrollo precoz de la capacidad
de sentir e interpretar emociones relacionadas con la alegría y consecuentemente con la
felicidad. La incapacidad de interpretar adecuadamente las emociones suele presentarse
en patologías como el trastorno de conducta y la personalidad antisocial, que se asocia
frecuentemente a niveles inferiores de felicidad.
Los hallazgos anteriormente expuestos muestran la predisposición natural que poseen los
niños a la alegría y la felicidad, especialmente en compañía de personas que aseguren su
protección y cuidado.
156 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
Incluso, hay quienes piensan que la evaluación subjetiva de la felicidad infantil podría ser
objetivamente errónea, y que profesionales entrenados serían capaces de determinar los
niveles de felicidad con más precisión y estabilidad que el mismo niño.
Sin embargo, muchos investigadores pueden objetar que los indicadores objetivos se
correlacionan sólo levemente con la felicidad, y que el real valor de la felicidad infantil está
más bien en la forma individual de experimentarla, que en los indicadores que se utilizan
para su evaluación objetiva. Uno de los motivos por los que las variables demográficas y
otros factores sociales “objetivos” se correlacionan sólo modestamente con la apreciación
subjetiva de la felicidad es que todos ellos corresponden a indicadores relativamente
imperfectos de calidad de vida, y que no consideran factores contextuales importantes que
moderan las reacciones subjetivas de las personas. Por ejemplo, un niño podría presentar altos
indicadores objetivos de felicidad, como educación, ingreso familiar, y salud, y sin embargo
ser subjetivamente infeliz. Por otro lado, si consideramos que la evaluación subjetiva de
la felicidad es una interacción individual que está necesariamente contextualizada dentro
de un sistema externo de valores y principios morales, la investigación del componente
subjetivo de la felicidad podría perfectamente darnos luces sobre la dimensión objetiva de
la felicidad infantil.
Los instrumentos que se utilizan para evaluar la felicidad infantil se pueden dividir en reportes
(del niño, padres o profesores), evaluación de experiencias, pruebas de deseabilidad social,
medidas implícitas de felicidad y mediciones biológicas. La tabla 1 resume las características,
ventajas y limitaciones de los diversos métodos. Las pruebas más utilizadas actualmente en
la investigación de la felicidad y bienestar infantil son la “Escala Subjetiva de Felicidad” (7), la
“Escala de autoconcepto infantil de Piers-Harris” (8) y el “Cuestionario de Felicidad de Oxford”
(9).
La Felicidad 157
Felicidad en la infancia
158 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
Durante las últimas décadas se han podido identificar diversas variables que están
relacionadas con la felicidad. La mayoría de ellas han sido descritas en adultos, sin embargo
también encontramos algunos trabajos en la población infantil.
Las variables que se relacionan más importantemente con la felicidad infantil son: género,
edad, ingreso económico, educación, apariencia física y salud, temperamento, ambiente
familiar, actividades recreativas y espiritualidad.
En relación al género, se ha demostrado niveles similares de felicidad entre niños y niñas. Esta
asociación suele mantenerse en la adultez, a pesar de que existen estudios que benefician
tanto a un género como a otro dependiendo de su diseño y de la forma de evaluación.
Otros estudios han intentado evaluar las variables familiares con la felicidad infantil. A
pesar de la enorme importancia del ambiente familiar en el funcionamiento y desarrollo
La Felicidad 159
Felicidad en la infancia
infantil, es interesante encontrar que existe escasa evidencia sobre la relación entre el las
características familiares y la felicidad o el bienestar infantil. Por ejemplo, en niños entre 9 a
12 años, no se encontró una correlación entre su bienestar y la edad de los padres, y sólo un
efecto leve entre la cantidad de hermanos y la felicidad (10). Sin embargo, es probable que
en otros grupos etarios, como los preescolares y adolescentes, la significancia sea mayor, ya
que son grupos más sensibles a la disponibilidad parental.
En relación al estado marital de los padres, los estudios sobre felicidad y satisfacción de vida
en los niños no muestran diferencias importantes al considerar exclusivamente esta variable.
Sin embargo, sí se ha encontrado diferencias en los niveles de felicidad infantil según el
grado de conflictividad en la relación parental, independiente del estado marital. Cuando la
relación parental es conflictiva, disminuye la satisfacción, calidad de vida y felicidad de los
niños estudiados. Si la relación de los padres se caracteriza por la violencia y los conflictos
mantenidos, muchas veces los niños se ven involucrados en situaciones traumáticas, o
pueden sentir la necesidad de declarar su preferencia por alguno de los padres, lo que
genera una disminución del bienestar y por tanto de la felicidad. Se puede concluir que uno
de los factores familiares más relevantes para la felicidad infantil es el nivel de conflictividad
parental, que está asociado a la calidad en la relación parento-filial, además de la presencia
de un ambiente propicio para el desarrollo infantil.
La relación entre el ingreso económico y la felicidad es compleja, por todas las variables que
están involucradas en el modelo, como la educación, la salud y la vivienda. Incluso, el ingreso
económico y su variación en el tiempo están más bien relacionados con la autoevaluación
del nivel de vida que con la misma felicidad. Eso explicaría por qué el ingreso familiar, a
pesar de que se asocia positivamente con la felicidad infantil, sólo explica un 2 a 4% de
ella, y no constituye un predictor consistente de la felicidad futura medida por los padres o
profesores (10). En un estudio de Csikszentmihalyi, cuando los niños fueron categorizados
por nivel socioeconómico, el segundo quintil (“clase trabajadora”) mostró el mayor nivel de
felicidad entre los cinco grupos, y los quintiles más altos (“clase media” y “clase media alta”)
los niveles más bajos. De hecho, el quintil de menor ingreso mostró mayores niveles de
felicidad que las clases alta y media alta (11). A nivel macro, este es un fenómeno similar a lo
que ocurre en los Estados Unidos de Norteamérica y Europa: a pesar de que han doblado
su producto interno bruto desde la Segunda Guerra Mundial, los niveles de felicidad de sus
ciudadanos no han aumentado, e incluso han disminuido en algunos lugares (12).
Este fenómeno, aunque complejo y difícil de analizar en unas líneas, podría ser explicado en
parte por la paradoja del hedonismo (13), según la cual la excesiva búsqueda de felicidad en
el placer material o corporal puede finalmente disminuir su nivel. Esta paradoja posee una
verdad importante, y es que los momentos más enriquecedores para los niños suelen ser
160 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
a.3 Educación
La Felicidad 161
Felicidad en la infancia
mejores niveles de felicidad logran un menor ausentismo escolar y una mayor productividad
y desempeño en el colegio.
Diversos estudios han intentado evaluar la relación entre la felicidad infantil con la apariencia
física. Un meta-análisis de más de 25 estudios encontró que las personas con mayor atractivo
físico son vistas por los otros como “más sociables, mentalmente sanas, inteligentes y con más
habilidades sociales” que aquellas menos atractivas (15). Este sesgo de atribución también
puede afectar a los niños. Por ejemplo, se ha observado que profesores de educación básica
tienden a sobrevalorar la inteligencia y popularidad de niños con mayor atractivo físico que
aquellos que no lo tienen, incluso en condiciones experimentales y controlando por el
desempeño del niño (16).
Sin embargo, desde el punto de vista del niño, la relación entre el atractivo físico y la felicidad
parece ser menos importante. Cuando se evalúa el auto-reporte de niños sobre su apariencia
física, prácticamente desaparece la relación entre el atractivo físico con la felicidad.
En relación a la salud ocurre algo diferente. Las enfermedades de alto riesgo vital, como el
cáncer, VIH/SIDA, hepatitis y malaria, y las de alto compromiso funcional, como la depresión,
el abuso de sustancias, las fobias específicas y el trastorno somatomorfo, generalmente
producen un importante impacto negativo en la felicidad de los niños y adolescentes. A
pesar de ello, esta correlación suele ser baja, probablemente por la rápida adaptación que
poseen los niños a la adversidad. Sin embargo, en todos los pacientes infantiles la variable
que está altamente correlacionada con la felicidad es la salud subjetiva, es decir, el estado de
salud percibido por el niño enfermo. Por ejemplo, un niño con alto grado de neuroticismo,
va a estar más vigilante a sus síntomas y probablemente reportará un peor estado de salud
y de felicidad que aquel que tiene menores niveles de ansiedad.
Muchos de estos conceptos están contenidos en lo que se conoce como “calidad de vida”,
que es un indicador de enorme relevancia para la evaluación de las consecuencias de la
enfermedad en los niños y sus familias, y que suele incluirse en las mediciones de la felicidad
infantil.
La relación entre salud y felicidad es bidireccional, es decir, opera en ambos sentidos. Por
ejemplo, la salud está relacionada con la felicidad, y a su vez, mayores niveles de felicidad
se asocian a una mejor salud y menos conductas de riesgo tanto en niños como en
adolescentes. En cuanto a los factores cognitivos que se asocian a una mejor salud, estarían
el optimismo y el estilo emocional positivo. Ambos factores son considerados como una
faceta de la felicidad, y se asocian positivamente a la salud. Por ejemplo, en individuos más
optimistas se ha encontrado una mayor cantidad de células T helper, que están relacionadas
con la respuesta inmune del individuo y disminuyen el riesgo de infecciones. Por otro
162 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
c. Personalidad y temperamento
La Felicidad 163
Felicidad en la infancia
Los niños que son más bien optimistas, de pensamiento positivo y honesto, suelen ser más
felices. La “paradoja de la actitud” (20) explica que la búsqueda de la felicidad en las cosas
que no se poseen suele provocar más infelicidad. En ese sentido, los niños más centrados
en el pasado, o con excesivas preocupaciones, suelen presentar menores niveles de
felicidad. Los niños con actitudes positivas y centradas en el presente, en cambio, presentan
frecuentemente mayores grados de satisfacción y felicidad. Muchas de estas características
positivas pueden ser potenciadas por padres y profesores, y son enseñadas en contextos
terapéuticos a niños que poseen grandes dificultades para tener actitudes y pensamientos
positivos.
d. Relaciones sociales
Las relaciones sociales son uno de los predictores más importantes de la felicidad en la
infancia, al igual que en la adultez. Se ha encontrado que los niños más sociables suelen tener
un mayor grado de felicidad. Así mismo, las actividades que se caracterizan por relaciones
sociales positivas, como son los deportes grupales, las actividades extraprogramáticas con
pares, o las acciones prosociales voluntarias, mejoran el sentido social y se relacionan con
un mayor nivel de bienestar y felicidad. De esta forma, las relaciones sociales se consideran
como un factor importante en la felicidad y el bienestar tanto en niños como en adultos.
e. Actividades recreativas
Las actividades recreativas son positivas para el bienestar físico, e incluso en mayor grado para
el bienestar psicológico de los niños. Diversos estudios han demostrado las ventajas de los
pasatiempos y la recreación en la satisfacción general, y consecuentemente, en la felicidad
164 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
durante la infancia (21). A pesar de que la mayoría de los estudios son observacionales,
lo que limita la asociación causal, algunos estudios de diseño experimental han mostrado
una mejoría estable del bienestar en quienes participan de actividades recreativas. Incluso,
estudios que han evaluado las actividades de recreación en adolescentes de 15 años han
permitido pronosticar su bienestar futuro durante la etapa adulta (21).
Las actividades de tiempo libre son aquellas que prescinden de obligaciones, como el juego no
competitivo, la expresión artística natural y el caminar o escuchar música. Este tipo de ocupaciones
benefician la salud general de los niños y mejoran sus niveles de felicidad mediante diversos
mecanismos. En primer lugar, permiten la recuperación de energía, después de actividades
demandantes, como son las labores académicas en el ambiente escolar. En segundo lugar
pueden tener una función catártica al facilitar la utilización de la energía física y psicológica de los
niños, como ocurre frecuentemente en deportes, danza y otros tipos de expresiones artísticas. En
tercer lugar, las actividades de recreación pueden ofrecer al niño oportunidades para aprender
nuevas cosas y desarrollar habilidades, como en el caso del uso de instrumentos musicales o en
las actividades al aire libre. Finalmente las actividades de tiempo libre promueven el bienestar
infantil y mejoran la felicidad. Diversos estudios han mostrado que las actividades de ocio y los
pasatiempos influyen positivamente en el ánimo, lo que está correlacionado con mayores niveles
de felicidad. Por ejemplo, universitarios que participan en actividades recreativas reportan tener
un mayor grado de felicidad que quienes no lo hacen (22).
Se puede concluir que las actividades de recreación pueden mejorar los niveles de felicidad
al proteger de los efectos de experiencias negativas, mediante la distracción, la relajación,
el apoyo social, y el desarrollo de competencias. El beneficio mayor se obtiene de las
actividades voluntarias más que obligatorias y de aquellas que son activas más que pasivas.
La Felicidad 165
Felicidad en la infancia
f. Espiritualidad
Es necesario considerar, sin embargo, que los diferentes estudios que existen poseen
dificultades metodológicas importantes en la evaluación de la felicidad de los niños y que
su definición en este grupo etario puede ser diversa, y muchas veces representativa de un
tipo específico de religión. A pesar de ello, existe evidencia suficiente de que la espiritualidad
es un componente importante de la felicidad y el bienestar en la infancia.
Figura 1: Factores asociados a la felicidad infantil según teoría ecológica y sistemas bio-psico-
social
A
EM
IST
A
OS
EM A
CR
EM A
IST
ramen
OS
SIS
mpe
S
EX
to
SO
Te
O
ME
M ICR
G
PS
ICO
énalud
S
SOCIAL
Ed
ero
LÓGICO
ad
NIÑO
Act
as
tiv
id
ea
iv
ade
s re cr
Espi
r it u a l i d a d
Ba
ón
r ri
Co l a ci
Educ
o
e gio
Sist n
e m a d e p r o t e cc i ó
S is t i co
Valorema económidad
e s, e t n i c
*Los tamaños de los factores tienen una relación relativa con el efecto que poseen sobre la
felicidad infantil, según la literatura científica.
166 La Felicidad
Matías Irarrázaval Domínguez
Conclusiones:
Diferencias entre la felicidad infantil y adulta. ¿Son son los niños felices?
Existen algunas diferencias entre los factores relacionados con la felicidad adulta y aquellos
asociados a la felicidad infantil. En términos generales, la mayoría de los factores que
son altamente predictivos de la felicidad en los adultos lo son también para los niños.
Por ejemplo, las actividades recreativas, la personalidad y las relaciones sociales, que son
factores relevantes en la felicidad adulta también lo son durante la infancia. En cambio,
los factores demográficos que influyen débilmente en la felicidad adulta se comportan de
igual forma en la niñez. Sin embargo, existen algunos predictores de la felicidad que son
más específicos según la edad. Por ejemplo, los factores relacionados con la familia y el
colegio son tremendamente relevantes para la felicidad de adolescentes, mientras que no
lo son tanto para otras edades. Las mascotas, los pasatiempos y los padres contribuyen
importantemente a la felicidad de escolares tempranos, mientras que en la adolescencia los
objetos materiales cobran más relevancia, y en mayores de 17 años las relaciones sociales y
los logros académicos y sociales son los factores más relacionados con la felicidad.
Por otro lado, existen predictores asociados a la felicidad que son específicos de la población
infantil. Por ejemplo, en la infancia existen más factores de temperamento que los cinco
rasgos de personalidad adulta. Uno de ellos, la actividad, no está incluida habitualmente en
la personalidad adulta, y corresponde a un predictor positivo significativo para la felicidad
infantil.
Por último, podríamos decir que la investigación actual apoya la creencia generalizada de
que los niños son felices. Independiente del origen del reporte, tanto padres, profesores,
como los propios niños, concuerdan que la infancia es una época de mucha felicidad,
incluso más que durante la adultez. Muchos de estos estudios han encontrado que más
del 90% de los niños se autodefinen como “bien felices” o “muy felices”, y la mayoría de
los padres y profesores catalogan a los niños por sobre el punto medio de felicidad (13).
Junto con estos optimistas hallazgos, se ha encontrado que sólo una minoría de niños se
consideran tristes. En estudios de niños canadienses sólo un 3% se consideraron “tristes”, y
en otros estudios realizados en países con más adversidades económicas, como India, los
niños mostraron incluso mayores niveles de felicidad (13).
La Felicidad 167
Felicidad en la infancia
168 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Spinoza, B. Ética demostrada según el orden geométrico (Los Esenciales De La Filosofía);
Tecnos, 2007.
2. Diener, M. L., & Lucas, R. E. (2004). Adults’ desires for children’s emotions across 48
countries: Association with individual and national characteristics. Journal of Cross-
Cultural Psychology, 35, 525-547.
3. Kim-Prieto, C., Diener, E., Tamir, M., Scollon, C., & Diener, M. (2005). Integrating the diverse
definitions of happiness: A time-sequential framework of subjective well-being. Journal
of Happiness Studies, 6, 261-300.
6. Sauter DA, Eisner F, Ekman P, Scott SK. Cross-cultural recognition of basic emotions
through nonverbal emotional vocalizations. Proc Natl Acad Sci U S A. 2010 Feb
9;107(6):2408-12.
8. Piers, E. V., & Herzberg, D. S. (2002). Manual for the Piers-Harris children’s self-concept
scale (2nd ed.). Los Angeles: Western Psychological Services.
9. Hills, P., & Argyle, M. (2002). The oxford happiness questionnaire: A compact scale for the
measurement of psychological well-being. Personality and Individual Differences, 33,
1071-1082.
10. Holder, M. D., & Coleman, B. (2008). The contribution of temperament, popularity, and
physical appearance to children’s happiness. Journal of Happiness Studies, 9, 279-302.
11. Csikszentmihalyi, M., & Hunter, J. (2003). Happiness in everyday life: The uses of experience
sampling. Journal of Happiness Studies, 4, 185-199.
12. Easterlin RA (1995) Will raising the incomes of all increase the happiness of all? J Econ
Behav Organ 27:35-48.
13. Myers, D. G. (2000). The funds, friends, and faith of happy people. American Psychologist,
55, 56–67.
La Felicidad 169
14. Baas, M., De Dreu, C. K. W., & Nijstad, B. A. (2008). A meta-analysis of 25 years of mood
creativity research: Hedonic tone, activation, or regulatory focus? Psychological Bulletin,
134(6), 779-806.
15. Feingold, A. (1992). Good-looking people are not what we think. Psychological Bulletin,
111, 304-341.
16. Clifford, M. M., & Walster, E. (1973). Research note: The effects of physical attractiveness
on teacher expectations. Sociology of Education, 46, 248-258.
17. Cohen, S., Alper, C. M., Doyle, W. J., Treanor, J. J., & Turner, R. B. (2006). Positive emotional
style predicts resistance to illness after experimental exposure to rhinovirus or influenza
a virus. Psychosomatic Medicine, 68, 809–815.
18. Diener, E., & Chan, M. Y. (2011). Happy people live longer: Subjective well-being
contributes to health and longevity. Applied Psychology: Health and Well-Being, 3, 1-43.
19. Steel, P., Schmidt, J., & Shultz, J. (2008). Refining the relationship between personality and
subjective well-being. Psychological Bulletin, 134, 138-161.
21. Sacker, A., & Cable, N. (2006). Do adolescent leisure-time physical activities foster health
and well-being in adulthood? Evidence from two British birth cohorts. European Journal
of Public Health, 16, 331–335.
22. Lu, L., & Hu, C. (2005). Personality, leisure experiences and happiness. Journal of Happiness
Studies, 6, 325-342.
23. Frey, B. S., Benesch, C., & Stutzer, A. (2007). Does watching TV make us happy? Journal of
Economic Psychology, 28, 283-313.
24. Holder, M. D., Coleman, B., & Wallace, J. M. (2010). Spirituality, religiousness, and happiness
in children aged 8–12 years. Journal of Happiness Studies, 11, 131-150.
170 La Felicidad
CAPÍTULO 8
Herramientas para el bienestaren la pareja y la familia Mónica López y María Inés Pesqueira
Capítulo 8
HERRAMIENTAS PARA EL BIENESTAR
EN LA PAREJA Y LA FAMILIA
Unirnos en pareja está inscrito en nuestra biología. En general, tendemos a buscar a un otro
para procrear y perpetuar la especie, aunque estas elecciones no siempre nos lleven a ser
más felices. Estar en pareja también nos aporta al proceso continuo de construcción de
nuestra identidad, pues en este espacio comenzamos a descubrir quiénes somos, pudiendo
mostrarnos ante el otro, aprender mutuamente y transformarnos. Nunca más volvemos a
ser los mismos… La relación de pareja nos ayuda a crecer, a cuestionarnos, a definir qué tipo
de vida quiero vivir, cuáles son mis proyectos más importantes, a ser equipo con el otro en
decisiones que van desde cómo vamos a criar a los hijos, cómo se organizarán los ingresos
económicos o cómo se repartirán las distintas tareas cotidianas para no sobrecargar a
ninguno. La cantidad de temas que surgen en una relación de pareja, son realmente una
enorme oportunidad de aprendizaje a lo largo de toda la vida en común.
Hoy en día, las parejas y familias ya no son las mismas que años atrás. El desarrollo profesional
de la mujer se ha propagado, el rol de proveedor único del hombre se ha reducido, así como
también la familia extensa, dejando a los padres e hijos más solos en la crianza; por otra parte,
cada vez más los jóvenes han ido postergando la decisión de casarse y/o tener hijos. Y todos
estos cambios demandan ajustes y adaptaciones a la vida en pareja y familia.
Datos actuales muestran que Chile es uno de los países de la OECD que más horas destina
al trabajo (1). Diversas exigencias y el estrés de cada día, son aspectos que han ido creciendo
y que afectan las relaciones de pareja en ámbitos que van desde la comunicación hasta la
sexualidad y los tiempos para compartir. Las personas tendemos a relacionarnos en piloto
automático, “arreglando la carga en el camino”, lo que muchas veces tiene un costo emocional
muy alto y conlleva al distanciamiento de las parejas, con las consiguientes insatisfacciones e
infidelidades emocionales y sexuales, tanto en el mundo real como en el virtual.
Hoy se espera de la pareja mucho más que en otros tiempos, esto se manifiesta incluso a nivel
sexual, donde debemos ser buenos amantes, intensos en la pasión y el deseo. Sentimos que
debemos estar siempre proponiendo cosas nuevas para no caer en la rutina, nos exigimos
además ser emocionalmente inteligentes, escuchando, comprendiendo, conteniendo, y
reaccionando adecuadamente ante cada dificultad que pueda surgir. Nos exigimos estar de
buen humor, ser simpáticos y preocupados por nuestra apariencia física, pues hay que seducir
constantemente al otro. Otro requisito es el respeto de los espacios personales, en ese justo
equilibrio entre no invadir, pero estando lo suficientemente cerca como para no perder la
intimidad emocional y la confianza. Transitar este camino puede ser un bello desafío, si se deja
de lado la presión por cumplir a la perfección con cada una de estas exigencias, y si más bien
nos acercamos al otro desde la aceptación, la valoración y la intención de ser cada día mejor
juntos como pareja.
Por otro lado, no resulta fácil ser padres sin dejar de ser pareja, pues la crianza demanda
tiempo y energía, coordinación y diversas exigencias para que el desarrollo de nuestros hijos
sea al máximo de su potencial. Así, hoy la crianza se ha vuelto más compleja, los padres se
sienten más culpables cuando destinan tanto tiempo al trabajo a expensas del tiempo de
familia, les es difícil salir de vacaciones sin los hijos o darse espacios de pareja en general. La
culpa lleva muchas veces a intentar compensar de algún modo a los hijos, cuesta decirles
no y poner límites. Se les intenta apoyar de todas las formas posibles y dentro de eso, los
niños a veces también terminan en una manía de hacer y hacer cosas, incluso estresándose,
entre tanta actividad: colegio, tareas, ballet, piano, inglés, psicopedagogo, psicólogo y hasta
apoyo con coaches infantiles. Los padres quieren dar lo mejor, que no se aburran ni pierdan
oportunidades, que tengan todas las competencias posibles, que estén mejor preparados
para la vida de lo que ellos estuvieron, pero en esas exigencias y autoexigencias, a veces nos
perdemos un poco.
La pareja necesita encontrarse, conectarse a través del diálogo, la mirada y el cariño. Necesita
construir una comunicación efectiva en que se manifiesten sus diferencias, donde se puedan
construir acuerdos y se enfrenten temas difíciles a través de la negociación. Se aspira a una
relación que aprenda a superar sus miedos al quiebre del vínculo, por expresar aquello que
nos cuesta del otro. Saber conversar es una competencia que se puede aprender, de modo
de poder comunicar qué necesito del otro. Aprender a pedir, ofrecer y discriminar si entiendo
lo que se me quiere decir o si el otro realmente entiende lo que quiero transmitir, se hace
necesario en la relación de pareja. Sostener lo afectivo, independiente de los desacuerdos
que puedan ocurrir y sin olvidar por qué estamos juntos como pareja, es vital para mantener
un vínculo saludable. A veces nos detenemos a discutir por detalles y perdemos la distancia
necesaria para mirar en perspectiva y diferenciar lo importante de aquello que no lo es.
El mundo ha cambiado y con ello, nuevos desafíos van apareciendo. Estar juntos para toda
la vida es posible, aunque se requieren diversas habilidades y perseverancia. Es necesario
aprender de las crisis, reencantarse y especialmente construir un proyecto en común que
174 La Felicidad
Mónica López y María Inés Pesqueira
a ambos entregue sentido, sin dejar de lado los anhelos y las posibilidades de desarrollo de
cada uno como individuo. Cumple entonces la pareja, un rol de impulsor de los sueños del
otro, una plataforma de despegue.
La flexibilidad para ir adaptándose a las distintas etapas del ser pareja, mientras se transita en
la conformación de los diferentes momentos de una familia, requieren una decisión activa
de querer ser pareja y actuar en consecuencia. Es por eso que en este capítulo quisiéramos
entregarles una visión sobre cuáles son las “herramientas” que han mostrado ser útiles a la
hora de relacionarnos, ayudándonos a incrementar el bienestar en la pareja y en la familia.
Estas propuestas están basadas en investigaciones de especialistas de distintas disciplinas
que han demostrado la efectividad de estas intervenciones, además de nuestra propia
experiencia clínica y docente.
¿Con quién me relaciono hoy, con la pareja que tengo, con la que tenía
hace 10 años o con la que espero que sea?
Cuando comenzamos a relacionarnos con alguien, nos tomamos un tiempo para conocerlo.
Preguntamos, somos curiosos, nos sorprendemos y nos mostramos. Cuando va pasando el
tiempo y ese periodo se consolida, a veces nos olvidamos de continuar conociéndonos o
asumimos que esto ya es y creemos que era solo una tarea del comienzo. Es importante
detenerse y preguntarse quién es esa persona que me acompaña. ¿Lo trato como la persona
que conocí, ha cambiado desde hace diez años, quiere cosas distintas, con qué sueña, qué
le gusta y qué no le gusta, dónde quiere pasar sus vacaciones? ¿Me estoy relacionando
con el que es, con el que era, o con el que me gustaría que fuera? ¿Cómo lo trato y en qué
aspectos le exijo?
A pesar que uno de los objetivos de los mapas de amor es mejorar el conocimiento mutuo,
a nuestro parecer, la idea importante que se quiere transmitir no es el contenido de las
preguntas, si no el cambio de mirada a la pareja. Esta actividad promueve una actitud
abierta a conocerse permanentemente, a borrar la idea de “ya te conozco, ya se todo de ti,
eres predecible”, suplantándola por una mirada que busca descubrir al otro, y relacionarse
con él desde la curiosidad. Esto lo relacionamos con lo planteado por Esther Perel, terapeuta
La Felicidad 175
Herramientas para el bienestaren la pareja y la familia
de parejas, autora del libro Inteligencia Erótica (3), acerca de la distancia y el erotismo. Señala
que en la pareja buscamos por un lado cercanía, estabilidad y compañerismo, pero además,
necesitamos novedad, atracción y aventura. Perel plantea que la máxima cercanía ahoga el
deseo. Cuando uno cree conocer al otro por completo, es cuando se vuelve predecible y ya
no produce interés.
Aquí es donde las ideas de Perel y Gottman convergen, acerca de pensar que ya conocemos
a nuestra pareja, que ya sabemos completar su “mapa de amor”. Perel plantea que para
sostener el amor y el deseo, es necesario acercarnos al otro con curiosidad. Sostiene que
integrar deseo y pasión en una pareja duradera es reconciliar dos necesidades fundamentales
que a veces son vívidas como opuestas. La necesidad de estabilidad y seguridad puede
entrar en conflicto con la necesidad de aventura, misterio y riesgo. Una buena intimidad
no garantiza una buena sexualidad, a veces es difícil sentir que la misma persona nos dé
novedad y seguridad, que sea familiar y diferente a la vez.
Amor y deseo a veces se disocian. Muchas veces escuchamos la frase “lo amo pero no lo
deseo”. El amor necesita conocer, tener menor distancia, no ser amenazante ni generar
tensión. El deseo necesita tomar distancia, jugar al borde de la inseguridad y la novedad.
Cuidar y encargarse de otro es parte del amor pero no del deseo. El deseo necesita algo
desconocido, misterioso, que despierte la curiosidad. Este es uno de los focos de tensión
que se da en nuestras relaciones y que resulta difícil de resolver, ya que si elegimos un
lado, nos distanciamos del otro. Lo que planteamos es la búsqueda de la distancia óptima,
vitalizada por la curiosidad y sostenida por la confianza. La confianza es un eje capaz de
sostener la interrelación entre el amor y el deseo. La confianza permite acercarnos al otro,
logrando una distancia que permite el deseo y la curiosidad.
El concepto de confianza ha sido desarrollado desde una mirada interesante por Rafael
Echeverría, filósofo chileno autor del libro Ontología del lenguaje, quien sostiene que la
confianza es básica para construir relaciones con los demás, sean relaciones de pareja, de
trabajo, de negocios, etc. “Esta condición que resulta esencial para nuestra vida y para las
posibilidades en ella, resulta de un juicio que hacemos sobre los demás (y que los demás,
a su vez, hacen sobre nosotros)” (4). Este juicio considera la sinceridad con que decimos lo
que decimos, la competencia para hacerlo y el cumplimiento de nuestra promesa. Se trata
de que las personas sean sinceras en el momento de hacer una promesa y que tengan la
competencia como para realizar lo que prometieron. Sin embargo, dado que suele existir
un tiempo entre el momento de hacer la promesa y el momento de cumplirla, la sinceridad
no garantiza el cumplimiento.
La confianza se desarrolla y construye en el proceso de ser con uno y ser con los otros. Cuando
la confianza se quiebra, a pesar de que lo vivimos como un absoluto, la ruptura puede
suceder en distintos ámbitos. En este sentido, es importante identificar en las relaciones los
176 La Felicidad
Mónica López y María Inés Pesqueira
aspectos fuertes y aprender a sostenerlos, para poder reparar mejor los débiles o frágiles. El
diálogo se debe orientar hacia el punto que ha llevado al quiebre y no como un absoluto
donde todo se derrumba. Por lo tanto, cuando identificamos el nivel del quiebre (sinceridad,
competencia o cumplimiento), la conversación puede tener un foco que resulta útil, ya que
no plantea una persona poco confiable, sino un quiebre en el proceso de confiar.
Una idea similar plantean los estudios realizados por investigadores del área organizacional,
Zenger y Flokman, autores del libro El líder extraordinario (5). En la búsqueda de dilucidar
las características que tiene un líder, señalan una gran variedad de aspectos útiles para
aumentar la capacidad de influencia en otros, y sus posibilidades de tener éxito en llegar
donde se proponen. Para ser efectivo como líder, se pueden tener distintas características, el
punto fundamental es desarrollar las que son buenas en cada uno. Lo más importante que
se plantea, es que es más útil mejorar lo bueno, ya que lo negativo no es muy mejorable y es
costoso. No llegaremos a ser “los más ordenados” si esa es nuestra debilidad, pero podemos
llevarlo al “suficiente” y preocuparnos de potenciar esas otras características positivas, que
con un poco de energía crecerán con fuerza y compensarán los aspectos bajos. Se plantea
que la persona solo debe esforzarse en mejorar “debilidades fatales”, aquellas que cuando
faltan, afectan la relación de manera irreparable. Parece ser más rentable invertir energía
en las características que nos hacen brillar, hasta llevarlas a ser excepcionales. En estrecha
relación con esto, quisiéramos plantear como “debilidades fatales” de la relación de pareja,
lo que Gottman ha descrito como “los 4 jinetes del apocalipsis”, que son comportamientos
dañinos en la relación de pareja, que podrían ser similares a las debilidades de los líderes
en las organizaciones. Éstos son: la indiferencia, el desprecio (ironía), la defensividad y el
criticismo.
La Felicidad 177
Herramientas para el bienestaren la pareja y la familia
De esta manera, se entiende que es más económico destinar nuestras energías a ampliar lo
bueno, ya que nuestras debilidades (y las de nuestras relaciones) son muy difíciles de mejorar,
y como ya vimos, no es imprescindible. Ahora, esto no solo es más rentable en términos de
economizar energía, sino que también aumenta el nivel de bienestar de los miembros del
sistema familiar y de la pareja. Estamos en una sociedad que por inercia busca evidenciar y
reparar lo malo de cada uno. Si un niño es bueno en lenguaje, biología y ciencias sociales,
pero malo en matemáticas, probablemente recibirá una fuerte ración semanal de lecciones
de matemáticas. Mirémonos, en muchas ocasiones le mostramos al otro mucho más lo que
le cuesta, que lo que le resulta fácil. Esto cansa y no da los resultados que nos gustarían. Tomar
lo que alguien hace bien y hacer que lo haga más, aumentará tanto su efectividad como
su bienestar a largo plazo. Tal como plantea Seligman (6), uno de los mayores referentes en
psicología positiva, es importante crecer, tomar desafíos que nos hagan sentido y donde nos
sintamos capaces. Las personas, parejas y familias crecen y consolidan sus lazos, cuando hacen
más de eso que los hacen fluir.
Vamos a mirar, usar y ampliar lo bueno en nosotros, en nuestra relación de pareja y en nuestra
vida familiar. Esto es simple, pero no es fácil. El mostrar a otro lo “positivo”, el verlo en uno
mismo, es una tarea tan difícil como beneficiosa. No estamos acostumbrados a mirar lo
bueno, lo recibimos como un “cariñito”, como un premio de consuelo. Pensamos que lo dicen
para hacernos sentir bien, pensamos que si lo reconocemos en nosotros estamos siendo auto
complacientes y no nos hacemos cargo de reparar nuestras faltas. Esto no es así. Primero,
como ya se planteó anteriormente, el estar tan centrados en lo negativo no lo repara y no
es una auto-exigencia efectiva. Segundo, porque ese foco hace que perdamos significativas
posibilidades de bienestar, que residen en nuestras virtudes y logros, áreas de talento o de
“flow”, como lo definiría Csikszentmihalyi (7).
Al estudiar los sistemas exitosos, que se llevan bien, disfrutan, y además producen mejores
resultados que otros, es evidente que esto se fundamenta en las relaciones entre sus miembros
más que en sus características personales. Losada, matemático chileno especialista en equipos
de alto desempeño, ha planteado que para que una relación cercana florezca y nos haga
sentir bien, se requiere una proporción de 5 eventos positivos por cada 1 negativo, ya que
el peso que emocionalmente le damos a este último, suele ser mayor. Con 3 positivos por
cada 1 negativo, la relación podría mantenerse bien, pero menos de eso (2 a 1, por ejemplo)
puede llevar a la depresión o insatisfacción. Por otra parte, el máximo de esta proporción
debiese estar en 11 eventos positivos por cada 1 negativo, si es mayor tampoco serviría, pues
la relación se fragiliza entre idealismos y sensaciones de incomodidad. A veces creemos que
para mejorar, debemos resaltar en el otro lo que le falta y hace mal, pero en realidad como
vemos, es lo contrario (8).
178 La Felicidad
Mónica López y María Inés Pesqueira
Lo que hacemos para otro es lo que nos hace mejor a nosotros mismos
Agradecer, perdonar, admirar, mantener una actitud positiva y optimista, ser generoso y
respetuoso, no solo beneficia a nuestra pareja, familia o a las personas que nos rodean, sino
que también a nosotros mismos, ya que el ejercicio de estas buenas prácticas nos enriquece
y nos genera mayor felicidad.
El desarrollo de la gratitud, por ejemplo, según Fredrickson (8) nos ayuda a aumentar
nuestros recursos internos para afrontar las exigencias de la vida, llevándonos a apreciar
lo que tenemos en vez de aquello que nos hace falta. Además, facilita y fortalece nuestras
relaciones con otros, incrementando nuestro bienestar, tanto en lo físico como en lo
emocional.
Múltiples autores han estudiado y propuesto ejercicios para trabajar activamente la gratitud
(6, 9, 10, 11,12 ,13), los que creemos tienen un enorme valor. Por ejemplo: escribir cartas a
tu pareja y a tus hijos expresándoles agradecimiento y reconocimiento hacia todo lo que
valoras de ellos, llevar un diario de gratitud en conjunto, conversar antes de dormir sobre
cuáles fueron las mejores cosas de tu día y todo aquello que te hizo sentir agradecido,
construir cada semana un listado de agradecimiento hacia los distintos miembros de la
familia, entre otras actividades. Estos ejercicios pueden generar una mayor valoración de
nuestras experiencias de vida, disminuyendo nuestras emociones negativas e incluso
previniendo sentimientos de depresión y envidia, comparaciones odiosas, rumiaciones y
frustración por incumplimiento de expectativas. La gratitud nos ayuda a: tratarnos de modo
más amable, a relacionarnos visualizando y expresando más bondad, a confiar más en la
vida y en quienes nos rodean.
Otra experiencia que nos ayuda a crecer en nuestras relaciones es trabajar el perdón hacia
otros y hacia nosotros mismos. Guardar rencor es una experiencia que distancia y que daña
a quien lo guarda, por eso los beneficios de perdonar suelen ser más para quien practica el
perdón que para quien lo recibe, pues a veces esa persona ni siquiera se entera de haberlo
recibido (14).
Hay muchos mitos en relación al perdón que dificultan esta experiencia. Lyubomirsky (11)
plantea que es clave entender que perdonar no significa olvidar ni reconciliarse, no es
minimizar o justificar, sino dejar ir la rabia, el rencor, deseo de venganza u otras emociones
negativas que nos haya producido el hecho.
En una familia, si existe una ofensa o agresión es clave no actuar “como si nada hubiese
pasado”. Muchos padres tras una discusión con sus hijos, donde pueden recibir insultos
o incluso golpes en una pataleta descontrolada, suelen seguir adelante haciendo otra
actividad más agradable para distraerse o recobrar la estabilidad, apenas calmaron la
situación o dieron un castigo. Esto transmite a los hijos que el acto de dañar no es grave,
La Felicidad 179
Herramientas para el bienestaren la pareja y la familia
que el herir es fácil de reparar y pueden perpetuar esas conductas con sus hermanos u
otras personas. Conversar las situaciones cuando ya la rabia se ha disipado, para facilitar la
comprensión de que una ofensa genera una consecuencia emocional, y que es necesario
pedir perdón y prevenir que no vuelvan a ocurrir situaciones de ese estilo, puede ayudar a
todos los miembros a generar un mejor trato y convivencia.
Por otra parte, si dentro de la pareja existen situaciones de dolor acumuladas y sin resolver, son
como espinas que se mantienen clavadas y que a lo largo del tiempo pueden ir agrandando
la herida. Si bien no es posible cambiar el pasado, sí se puede a través de una conversación
sincera y conciliadora, sin actitudes defensivas o con ánimos de culpar o quejarse como
objetivo, validar la consecuencia emocional que trajo la situación. Es importante entender
que no es lo esencial la exactitud de los hechos o si el otro le da la misma importancia que
uno, lo esencial es comprender con empatía que existió una situación que causó dolor, haya
sido o no nuestra intención. No todo puede resolverse, pero al menos pueden empezar por
reconocerse los errores, pedir perdón y buscar caminos que los ayuden a cuidarse, tolerar o
llevar mejor algunas experiencias.
En las relaciones no todo siempre fluye, pero el hecho de salir adelante ante las adversidades,
correr riesgos y atreverse a emprender nuevos desafíos, mientras nos apoyamos en el camino
para cumplir los sueños compartidos, va dando sentido a la vida que se está construyendo
en pareja y familia. Los niños se favorecen de escuchar historias de superación familiar, que
les entreguen optimismo, orgullo y fortaleza para enfrentar las dificultades (“como sus padres
o abuelos ya lo han hecho”), asimismo la pareja se consolida después de cada lucha en la
que han sabido reconocer errores, y donde han crecido en aprendizajes y complicidades.
Así, es clave respetar y ayudar a cada miembro de la familia a conectarse con sus sueños.
Incluso, contribuir a recordárselos y motivarlos a perseverar para alcanzarlos. Ayudar al otro
a florecer como persona, contribuye al florecimiento de la pareja y la familia. Además, nos
permite tomar conciencia de cuáles son aquellas cosas que nos ayudan a desarrollar lo
mejor de nosotros mismos.
En este sentido, uno de los objetivos de estar en pareja es ayudar al otro a vivir sus sueños. Tal
como señala Gottman (2), no es necesario entenderlos o estar de acuerdo, sino acompañar,
colaborar o al menos conversar sobre ellos, comprendiendo la importancia que esto pueda
tener para el otro. Muy a menudo algunos sueños personales quedan postergados, pues
suponemos que así puede funcionar mejor la relación, pero con esto va apagándose uno…
y también la pareja. La idea es ayudar a cumplir los sueños al otro, sin perder la propia
180 La Felicidad
Mónica López y María Inés Pesqueira
identidad o abandonar los sueños propios. Hay que detenerse a reflexionar profundamente
hasta dónde puedo entregar, cuál sería la alternancia en el apoyo a los distintos proyectos para
que no se produzcan desequilibrios, cuáles son mis prioridades, qué es lo imprescindible para
mi felicidad, cómo complementamos o proyectamos en la vida en común lo que cada uno
desea y lo que necesitamos para ser felices, pues no siempre esto coincide.
Cuando me relaciono con el otro de individuo a individuo, con un mundo propio, sueños e
intereses personales, me transformo en un par, en alguien del cual se puede aprender, alguien
a quien admirar, donde yo a pesar de que puedo ser feliz solo, “elijo” estar contigo, pues eso me
enriquece y aumenta mi felicidad. Esto es bastante distinto a relacionarse desde la carencia,
desde la necesidad del otro para poder ser feliz o sentirse completo, desde el miedo y las
dependencias, o girando en función de lo que el otro hace o no hace. Cuando nos dejamos
en un segundo plano, con el tiempo nos frustramos y con frecuencia culpamos de nuestra
postergación o insatisfacción al otro, por no haber entregado con reciprocidad el mismo
cuidado y atención. Debido a esto, es importante hacernos cargo de nosotros mismos y de
nuestras elecciones, tener claro quién queremos ser, qué queremos entregar en pareja y qué
esperamos que nos aporte la relación. Desde esta perspectiva, donde cada uno tenga un
espacio personal para desarrollarse en plenitud, se acrecientan los sentimientos de admiración
mutua, lo que a su vez aumenta el interés y deseo de estar cerca del otro.
En esta misma línea, Bárbara Fredrickson (8) refiere que una de las actividades que nos puede
ayudar a generar emociones positivas e incrementar nuestro bienestar es el aprendizaje de
actividades nuevas. Así, cuando dedicamos un tiempo a cultivar nuestro desarrollo personal,
podemos “sumar” a la relación, experiencias, aprendizajes y la admiración del otro, quien nos
ve motivado y apasionado, iniciando nuevos caminos. Seligman (15), en su último libro sobre
florecimiento humano, nos propuso cinco elementos fundamentales para lograr un mayor
bienestar en nuestras vidas: desarrollar emociones positivas (como la alegría, la gratitud, el
entusiasmo, entre otras), comprometernos con objetivos que nos motiven y nos hagan fluir
(lo que Csikszentmihalyi, creador de la teoría del flujo, reconoce como clave para desarrollar al
máximo nuestro potencial), cultivar relaciones positivas y saludables con otros, construir una
vida que nos dé sentido y sensación de trascendencia en el largo plazo, y alcanzar logros, no
solo en aspectos materiales, sino también poder sentirse capaz de salir adelante frente a las
dificultades, sentir orgullo de sí mismo, sentir que puedes proponerte un desafío y conseguirlo.
Por otra parte, la admiración puede surgir más fácilmente al detenernos a mirar estos aspectos
en nuestra pareja o familia. No siempre todos tienen el mismo nivel de desarrollo, pero la
existencia o tendencia hacia ellos aporta a sentir que se está en buen camino. Mantener y
expresar orgullo y admiración por nuestros padres, hijos y pareja, es una experiencia que
contribuye al gusto de estar con el otro, a la sensación de que su cercanía nos enriquece
y ayuda a crecer, sintiendo que todos vamos aprendiendo en la relación que construimos
juntos.
La Felicidad 181
Herramientas para el bienestaren la pareja y la familia
La felicidad se contagia, por eso es ideal dejar de lado nuestros orgullos, las sensaciones de
deudas, los ropajes de poder y jerarquías y el quién lo hace primero. Podemos empezar por
nosotros y crear dinámicas más positivas en nuestras relaciones, agradeciendo, avanzando en
el perdón, escuchando y retomando los sueños que han quedado postergados, entregando
tiempo a ser pareja (distinto al tiempo que dedicamos a ser familia y estar con los hijos),
reconociendo las fortalezas y recursos que existen, expresando admiración, confiando más,
y amando con más libertad.
Es importante tener en cuenta que todas las personas tenemos voluntad, y que por ende
escogemos qué y cómo desarrollar estos aspectos que incrementan nuestro bienestar. Por
lo tanto, podemos hacernos responsables de nuestras reacciones frente a las diferentes
vivencias. Si bien no podemos escoger lo que “nos ocurre”, sí podemos decidir qué hacer
con lo que nos ocurre y qué actitud tomar frente a la vida.
Ser pareja no consiste únicamente en educar a los hijos, compartir las tareas y hacer el amor.
También involucra dimensiones espirituales, que se refieren a crear una vida interior juntos,
una cultura de símbolos y rituales, y una apreciación de los papeles y objetivos que los unen.
Esto lleva a cada miembro a comprender lo que significa ser parte de esa familia y trabajar
por el bienestar común.
182 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Indicadores de calidad de vida OECD para Chile. En: http://www.oecdbetterlifeindex.
org/countries/chile/#/33444324544.
2. Gottman, J. y Silver, N. (2006). Siete reglas de oro para vivir en pareja. Editorial De Bolsillo.
Buenos Aires.
8. Fredrickson, B. (2009). Positivity. Top notch research reveals. The 3 to 1 ratio that will
change your life. Editorial Three Rivers Press. New York.
9. Seligman, M. E. P., Steen, T. A., Park, N. y Peterson, C. (2005). Positive Psychology progress:
Empirical validation of interventions. American Psychologist, 60, 410-421.
10. Emmons, R.A. (2007). ¡Gracias! De cómo la gratitud puede hacerte feliz. Ediciones B.
España.
14. Bishop, J. & Grunte, M. (2010). Cómo perdonar cuando no sabes cómo hacerlo. Editorial
Sirio. España.
La Felicidad 183
CAPÍTULO 9
Felicidad y vida cotidiana
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
Capítulo 9
FELICIDAD Y VIDA COTIDIANA
Reflexiones desde los hábitos, el sentido de humor y la
capacidad de fluir
Es usual escuchar que la felicidad son solo momentos, diminutos flashes de nuestras vidas
que se generan casi por arte de magia, donde poco o nada interviene nuestra decisión o
nuestra voluntad de ser felices. Sin duda, nadie es indiferente al tema y todos queremos ser
felices. Según Aristóteles “la felicidad es la aspiración suprema de todos los seres humanos”.
Pero aparentemente se cree que este añorado estado está restringido a ciertas actividades
puntuales o circunstancias específicas, que son un paréntesis en nuestra vida cotidiana o un
golpe de suerte venido de las manos de los dioses. Es más, etimológicamente felicidad en
inglés, Happinnes, tiene su raíz en Happ, que significa azar o suerte, una palabra de origen
nórdico que mezcla la buena suerte, el azar y el destino.
Sin embargo, cuando vivimos experiencias simples y cotidianas que nos hacen llegar a
casa “felices”, con una sensación de que el día ha tenido sentido, con un sentimiento de
alegría, paz y tranquilidad por hechos tan sencillos como: practicar nuestro hobby preferido,
compartir un proyecto de barrio con una vecina, reírnos junto a nuestros compañeros por
situaciones triviales en el trabajo, etc., entendemos que aquella felicidad tan “lejana”, tan
dependiente de factores externos, tan esporádica, no solo se mantuvo en el tiempo sino
que nosotros mismos tuvimos mucho que ver con generar ese estado tan deseado. Así
ocurre en distintos aspectos de la vida cotidiana, como cuando enfrentamos con sentido
del humor variadas situaciones tanto en el trabajo como en el hogar, cuando decidimos
unirnos a grupos en nuestra comunidad y luchar por alguna causa en común, cuando
logramos pequeñas metas en algún deporte que nos gusta, cuando ayudamos a alguien
sin esperar nada a cambio o cuando alguien tiene un gesto amoroso o de reconocimiento
hacia nosotros. Es así que el día a día está lleno de oportunidades para ser felices y no por
un golpe de suerte, sino porque tomamos conciencia de nosotros mismos y de nuestro
entorno y tomamos la decisión de ser efectivamente felices.
Una de las maneras de concebir la felicidad en oriente es un estado de armonía del individuo
consigo mismo, así como con su entorno (1). Desde esta perspectiva, tal como lo señaló el
Primer Ministro de Bután (2), la felicidad verdadera y permanente se diferencia de la sensación
de placer efímera y pasajera, que podría considerarse más bien como un momento de
euforia. De acuerdo a esta idea, la felicidad verdadera se encuentra en estrecha relación
con la realización de las propias capacidades, la armonía con la naturaleza y el servicio
a los demás (1). Si bien en los capítulos anteriores se ha escrito acerca de las diferentes
nociones de felicidad, nos parece importante retomar esta concepción para referirnos a la
felicidad en la vida cotidiana. Al respecto, si nos remontamos al origen del término cotidiano,
este proviene del latín quotidiānus, de quotidĭe, que significa diariamente. Así, podemos
considerar que la felicidad en la vida cotidiana se refiere a la manera en que vivimos el
día a día, constituyéndose en un estado interior que determina y a la vez se encuentra
determinado por la manera en que miramos el mundo, donde se incluyen nuestras
percepciones, pensamientos, sentimientos, acciones, reacciones y formas de relacionarnos
con los demás. Así, la felicidad en la vida cotidiana está estrechamente relacionada con la
forma en que vivimos habitualmente cada día, cada momento de nuestra vida, desde lo
más simple hasta lo más complejo.
Si bien existen múltiples determinantes de la felicidad (3), como los factores genéticos y los
contextuales, en este apartado nos centraremos en la importancia que poseen las propias
actitudes y acciones, especialmente los hábitos, para aumentar el bienestar en la vida
cotidiana. Algunas investigaciones (4) señalan que modificar ciertas actitudes y acciones
generan efectos positivos de mayor duración en el tiempo que los efectos producidos
por los cambios positivos ocurridos en el entorno. De esta forma, los efectos positivos que
pueden generarse al iniciar un nuevo proyecto o al adoptar una visión más optimista de la
vida, son más duraderos que los efectos de comprar un auto nuevo o de mudarse a una
casa más grande en un mejor barrio. Así mismo, los cambios que se realizan en las propias
actitudes y acciones cotidianas, pueden promover la apertura a nuevas oportunidades y
posibilidades, generando un cambio en las circunstancias (4).
188 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
queja “porque los demás tienen la culpa” o de evitación “para no pensar en el problema”,
disminuye nuestra autonomía y libertad, haciéndonos dependientes de los otros. En ese
escenario, dejamos de ser protagonistas de nuestra vida y quedamos a la espera de cambios
provenientes del exterior para ser felices.
Ahora bien, en relación a la vida cotidiana, podemos considerar que la vida se compone
de múltiples momentos que van dando forma a cada día y que van construyendo
nuestra experiencia de vida. La manera en que vivimos esos momentos del día a día va
constituyendo nuestro modo habitual de vivir, lo que se encuentra en directa relación
con nuestra experiencia cotidiana de bienestar. La evidencia señala que la modificación
de los patrones de pensamiento y la manera de construir los eventos en la vida puede
incrementar la felicidad (4). Es por ello que, para poder generar una mayor experiencia
de bienestar cotidiano, es necesario producir cambios en nuestras actitudes y acciones
poniendo el foco en los hábitos de cada día. Un hábito es un “modo especial de proceder
o conducirse, adquirido por repetición de actos iguales o semejantes” (4). En otras palabras,
los hábitos constituyen la manera de vivir cada día, por lo que es a través de ellos que
vamos dando forma a nuestras vidas y las vamos conduciendo en cierta dirección. Así, al
repetir una acción determinada todos los días, la vida se va construyendo de cierta manera
y se va delineando una trayectoria, que puede hacernos sentir más o menos felices. Ahora
bien, los hábitos no son solamente las acciones cotidianas, como alimentarse sanamente,
levantarse a cierta hora para ir a trabajar o comer con la televisión encendida. También se
refieren a la manera habitual de pensar, de sentir y de relacionarse. Así, son hábitos las ideas
y prejuicios que tenemos acerca de los demás y el modo de relacionarnos con las personas
y el medio ambiente. También constituyen hábitos las preocupaciones y los temores frente
al futuro, el modo de reaccionar frente a una situación determinada, la manera de resolver
los conflictos, el cristal con el que miramos la vida y lo que nos sucede. Es por esto que
detenerse a reflexionar acerca de los propios hábitos es un elemento central al momento
de evaluar cuán felices somos y qué podemos cambiar para ser más felices en nuestra vida
cotidiana.
La Felicidad 189
Felicidad y vida cotidiana
y que la reflexión acerca de si mismo es una práctica que aumenta los niveles de felicidad
(6,7). A partir de este marco comprensivo es útil detenerse cada cierto tiempo a hacerse las
siguientes preguntas: ¿Qué me hace feliz y qué no? ¿Cuáles son mis prioridades? ¿Cuánto
tiempo dedico a lo importante y a lo que me hace feliz? ¿Cómo uso mi tiempo libre? ¿Cuál
es mi responsabilidad en las circunstancias que estoy viviendo? ¿Qué podría cambiar hoy
para sentirme más satisfecho con mi vida?
Luego de realizar esta reflexión, un segundo aspecto importante para poder generar un
cambio de hábitos en pro de mejorar la satisfacción con la vida cotidiana, es plantearse
metas, eligiendo nuevos hábitos para reemplazar los antiguos. En este sentido, una
investigación (6) demostró que pensar y escribir acerca de las metas de la vida se relaciona
con un aumento en los niveles de bienestar. Sin embargo, las metas deben ser realistas.
Así, en primera instancia se pueden desarrollar muchas ideas acerca de lo que se quisiera
mejorar en la vida cotidiana para sentirse más feliz, para luego seleccionar las metas más
importantes según las propias prioridades y posibilidades de lograrlas, partiendo por la que
sea más cercana y fácil de realizar. Por ejemplo, sentarse a la mesa a cenar en familia puede
ser un hábito importante si se busca mejorar la comunicación diaria entre sus miembros. Sin
embargo, si en casa no se acostumbra a ello y hay hijos de diferentes edades que llegan en
horarios distintos, tal vez se puede partir por acordar comer juntos uno o dos días a la semana,
en vez de intentar cambiar la rutina de todos de una sola vez, ya que esto probablemente
sólo generaría más resistencia y frustración, al no poder lograrlo. Al respecto, es importante
considerar (8) que para que sea más factible lograr las metas, estas deben ser específicas,
por ejemplo “voy a reciclar mis botellas y diarios” en vez de “me gustaría ayudar a proteger
el medio ambiente.” Por otro lado, es fundamental tener en cuenta que para reemplazar un
hábito por otro se necesita tiempo y paciencia, considerando que las equivocaciones y los
aparentes retrocesos forman parte del cambio, por lo que es importante ser perseverante y
seguir practicando el nuevo hábito una y otra vez hasta que logre instaurarse como parte
de la vida cotidiana.
Uno de los factores que la evidencia ha señalado como influyente en el nivel de bienestar de
las personas (9) y que tiene directa relación con la vida cotidiana es el uso del tiempo libre. Al
respecto, se puede observar que en Santiago, producto de las extensas jornadas escolares
y laborales, sumado a los largos trayectos de traslado, en general queda poco tiempo libre
para hacer lo que nos gusta. Por esto mismo, es imprescindible planificar lo que queremos
hacer en nuestro tiempo, para sacar mejor partido de él. Muchas veces el tiempo se nos
pasa “volando” y sentimos que no hemos hecho nada útil o productivo. Generalmente, esto
pasa porque no nos planificamos, no decidimos qué queremos hacer en nuestro tiempo
libre y simplemente nos dejamos estar, sintiendo al final del día que hemos “perdido” o se
nos ha “escapado” el tiempo. La vida moderna está llena de distracciones que atraen nuestra
atención y nos llevan a usar el tiempo en actividades que no necesariamente nos hacen
felices, por lo que es importante planificarnos y usar el tiempo libre en lo que realmente
190 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
es prioritario, lo que nos gusta y nos hace bien. De esta forma, al elegir cómo usar nuestro
tiempo libre de cada día, damos cabida a lo que es relevante para nosotros y sentimos que
la vida tiene más sentido. En general, cuando uno elige lo que quiere hacer y lo hace, se
siente más autónomo y más feliz.
La Felicidad 191
Felicidad y vida cotidiana
Un sentido del humor saludable puede ser una herramienta valiosa de auto cuidado para
prevenir problemas de salud mental a lo largo de toda la vida. Cuando somos niños y estamos
sanos y crecemos en un ambiente saludable, nos es fácil reír y no necesitamos razones para
hacerlo. Pero a medida que crecemos, muchos vamos perdiendo esa capacidad.
Un estudio de García Larrauri (10) muestra que los principales obstáculos para tener un buen
sentido del humor y reír con frecuencia son, en primer lugar, los provenientes de la sociedad,
como una presión social desfavorable hacia el humor y la risa, por temor a ser consideradas
personas inmaduras e irresponsables; en segundo lugar, los relacionados con el tipo de
personalidad, como inhibiciones personales, exceso de autocontrol, introversión o falta de
seguridad y autoestima; y en tercer lugar, los causados por el estrés y/o las preocupaciones
excesivas.
Hay múltiples definiciones para comprender que es el “sentido del humor”, pero muchas
de ellas se centran solo en algún elemento y olvidan el resto. Para Martin (citado en García
Larrauri) (10), el humor se ha de entender como una variable multidimensional en la que
hay que abordar los siguientes aspectos:
García Larrauri (10) ha elaborado un modelo que recoge el concepto de sentido del humor
en su visión amplia, estableciendo cuatro dimensiones que se encuentran interrelacionadas,
se potencian mutuamente y que se pueden poseer en diferente grado:
192 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
del humor generado por las demás personas, reírse de sí mismo y disfrutar de las
situaciones cotidianas.
I. Creación de
Humor
III. Afrontamiento
IV. Utilización del Dimensiones del Optimista de
Humor S.H. Problemas
II. Apreciación de
Humor
• Es una técnica respiratoria. Al reír se limpian y nivelan las vías respiratorias superiores
A nivel cognitivo, mantener una actitud positiva y un sentido del humor saludable tiene las
siguientes consecuencias:
• Se emiten juicios más benévolos con uno mismo y con las demás personas
La Felicidad 193
Felicidad y vida cotidiana
A nivel emocional, se describen las siguientes características de las personas con sentido
del humor:
• Libera la ansiedad
• Reduce el estrés
A nivel social, un sentido del humor saludable causa los siguientes beneficios:
García Larrauri (10) sugiere que para promover el cambio en nuestro sentido del humor es
aconsejable comenzar por tener la intención de mejorarlo, tomando conciencia de dónde
partimos y mostrando una actitud de apertura hacia el humor. En segundo lugar, nos invita
a aprender actuar como una persona que practica el sentido del humor, modificando
comportamientos, pensamientos y sentimientos negativos o desadaptados en el día a día.
Finalmente, nos propone practicarlo diariamente y de forma continuada, para mantenerlo y
disfrutarlo en el tiempo y en lo cotidiano.
Hay pequeñas actividades cotidianas que pueden ayudarnos a encender esa “chispa” del
sentido del humor que todos tenemos, pero lo más importante es descubrir nuestro propio
sentido del humor: ¿Qué me hace reír? ¿Qué es lo que más me divierte? ¿Qué libros, películas,
194 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
situaciones y personas estimulan mi lado alegre? ¿Con qué actividades disfruto? ¿Qué cosas
nuevas puedo aprender? Este proceso de búsqueda y autodescubrimiento nos ayudará
a buscar activamente el humor y el disfrute con las cosas que hacemos habitualmente,
ayudándonos a mirar la vida desde una perspectiva más optimista y animándonos a
compartirlo con las personas que nos rodean.
La Felicidad 195
Felicidad y vida cotidiana
El Flujo o Flow ha sido definido como un estado de experiencia óptima en el cual las
personas se involucran en actividades por la implicancia que tiene esa acción en sí misma,
más que como un medio para lograr un objetivo (propiedad auto-télica). Las personas cuyas
actividades les permiten vivir un estado de flow, se exponen a un alto nivel de uso de sus
habilidades y de desafío, creando una experiencia que es enriquecedora y personalmente
beneficiosa (12).
La experiencia óptima depende, entre otras variables, de la habilidad para controlar lo que
pasa en la conciencia momento a momento. Cada persona logra este estado en base a
su creatividad y esfuerzos individuales. La experiencia óptima ocurre cuando la energía
psíquica o atención se focalizan en metas realistas y cuando las habilidades calzan con la
oportunidad para la acción.
De esta manera, el vivir estados de flujo, hacen que las persona se vayan transformando en
seres más integrales, en individuos que se vuelves cada vez más extraordinarios y felices.
Mihaly Csikszentmihalyi (12), quien acuñó el término de Flow, define 8 elementos que
conforman la Experiencia Óptima y que son los que contribuyen a la felicidad:
196 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
2. Estado de Absorción.
• Al necesitarse todas nuestras habilidades, la atención se absorbe completamente; se
pierde la noción del entorno y de si mismo.
• Nos involucramos tanto en lo que hacemos que la actividad se vuelve espontánea,
casi automática. Es decir, fluimos.
3. Implica tener Metas Claras.
• Desarrollamos un sentido personal fuerte de lo que pretendemos hacer, existiendo
un lineamiento interno. Ej.: correr 5 K o terminar un bordado.
4. Existe un Sistema de Retroalimentación.
• Existe un mensaje, aunque sea simbólico, que nos retroalimenta para informarnos
que estamos cumpliendo nuestra meta. Ej.: Aparecen los primeros brotes de lo que
plantamos o terminamos un capítulo de un libro.
Las actividades que pueden conducir a un estado de flujo son diversas y dependientes del
individuo. Es común encontrar ejemplos de experiencia óptima en las expresiones artísticas
La Felicidad 197
Felicidad y vida cotidiana
Sin embargo, no se requiere ser un gran artista o un deportista excepcional para experimentar
el flujo, la experiencia óptima está al alcance de todos. Es así como el trabajo o la práctica de
un hobby son oportunidades riquísimas para experimentar el flujo.
Practicando un Hobby
Ya sea que nos guste cocinar, jardinear, practicar un deporte, ser parte de un grupo de lectura
o coleccionar postales; la práctica habitual de un hobby nos ayuda a ser más felices.
Además, se ha reportado que las personas que cultivan hobbies creativos manuales, junto a
otras personas, además de sentir los elementos del flujo como abstracción; pérdida del sentido
del tiempo y la combinación de un desafío ajustado a las habilidades, generan también un
aumento en su propio bienestar, debido a la ganancia relacional que significa ser parte de un
grupo que se identifica con la actividad y se provee de compañía, guía y soporte (14).
Microflow
En nuestra vida cotidiana, nos vemos enfrentados en múltiples ocasiones a situaciones que
son tediosas o aburridas, como puede ser: esperar en la fila de un banco, hacer actividades
monótonas, planchar o manejar con mucho tránsito. Este tipo de actividades generalmente
se consideran como experiencias desagradables y por ende tienden a dejarnos con un nivel
de baja energía producto de las emociones poco placenteras que experimentamos en su
ejecución.
El microflujo se define como una actividad que contiene al menos uno de los elementos
de flujo (descritos anteriormente), que se hace en respuesta al aburrimiento o a la amenaza
inminente de este, que se continúa hasta que la fuente del aburrimiento o amenaza concluye
(15).
198 La Felicidad
Pauline Heine Preisler, Moreyba Santana Rodríguez, Tatiana Vogel Domínguez
Todos desarrollamos ciertas rutinas para llenar los espacios aburridos del día. Hay quienes
garabatean, mastican cosas, tararean o tienen algún otro ritual personal. Todas estas rutinas
tienen el propósito de imponer un cierto orden a la consciencia, a través de la ejecución de
una acción que siga un patrón. Estos pequeños juegos ayudan a reducir el aburrimiento,
pero no agregan mucho valor a una experiencia positiva. Para ello se necesita enfrentar un
nivel mayor de desafío y usar un mayor nivel de habilidades.
Las opciones para alcanzar estados de microflujo son múltiples y generalmente muy
personales. Algunos ejemplos son:
-- Inventar una historia con todas las personas presentes en una sala de espera
Tanto para involucrarnos en la práctica habitual de una actividad que nos conduzca a
experiencias profundas de flujo o idear diversas actividades de microflujo para hacer nuestro
día a día más ameno y entretenido, es claro que se requiere de intención y uso de energía,
tanto psíquica como física para llevarlas a cabo. Intención y energía que llevan consigo la
promesa de un mayor bienestar y felicidad en nuestras vidas.
La Felicidad 199
Felicidad y vida cotidiana
Referencias bibliográficas
1. Lu, L. and Gilmour, R. (2004) Culture and Conceptions of Happiness: Individual Oriented
and Social Sriented SWB. Journal of Happiness Studies 5: 269-291, 2004.
5. Chiu, H. (2011) The Connection Between Happiness and Service Businesses: A Preliminary
Study, J Happiness Stud (2011) 12:841-860.
6. King, L. (2001) The Health Benefits of Writing about Life Goals, Pers Soc Psychol Bull 2001
27: 798.
7. Lyubomirsky (2004) Lyubomirsky, S., Sousa, L, Dickerhoof, R.: 2004. ‘The medium is the
message: The costs and benefits of thinking, writing, and talking about life’s triumphs
and defeats’, Manuscript submitted for publication.
9. Dolan, P. et al. (2008) Do we really know what makes us happy? A review of the economic
literature on the factors associated with subjective well-being, Journal of Economic
Psychology 29 (2008) 94-122.
10. García Larrauri B. Programa para Mejorar el Sentido del Humor. Edic. Pirámide. Madrid,
2006.
11. Jáuregui E. El Sentido del Humor, Manual de Instrucciones. RBA Libros. Barcelona, 2012.
12. Csiksezentmihalyi M. FLOW The Psychology of Optimal Experience. 1ª ed., New York:
Harper & Row, Publishers, Inc; 1990.
13. Fredrickson, B.L. POSITIVITY. Top-Notch Research Reveals the 3-to-1 Ratio That ; Will
Change Your Life. 1ª ed., New York: Crown Publishers; 2009.
14. Burt e.l, Atkinson J. The relationship between quiliting and wellbeing. J Publ Health 2011;
34; 1: 54-59.
200 La Felicidad
15. Davis OC. Usin Waiting Time Well: Toward a Theory of Microflow. Final Project to fulfill
requirements for the degree of Doctor of Philosophy in Psychology of the Claremoount
Graduate University; 2010.
La Felicidad 201
CAPÍTULO 10
y bien-estar Simón Guendelman y Bruno Solari
Capítulo 10
MINDFULNESS Y BIEN-ESTAR
El cultivo de mindfulness comparte lugar con otras enseñanzas y prácticas budistas, cuyo
objetivo es reconocer y desarrollar el potencial innato de felicidad, sabiduría y compasión
de todos los seres humanos. La visualización del aporte que estas disciplinas podrían
hacer a nuestra cultura, llevó a Francisco Varela a anunciar que la llegada del budismo
a Occidente supondría una revolución comparable con la invención de la imprenta (1).
En el contexto de la psicología budista, mindfulness hace referencia a los términos Sati y
Sampajanna, ambos provenientes del pali, lengua en que están contenidas las primeras
enseñanzas de Buda (2). Sati alude a la capacidad de prestar atención y focalizar la mente
en un objeto particular (por ejemplo, en la práctica se focaliza la atención en la respiración);
Sampajanna, alude a la capacidad de darse-cuenta o reconocer el estado de la mente en
el momento presente (en la práctica, es el darse-cuenta que ocurre cuándo la mente se ha
ido del momento presente) (3). Sati es un concepto muy relevante dentro de la tradición
budista ya que está incluido en el llamado Noble Óctuple Sendero, en el cual el Buda
enuncia el cultivo del correcto estado de atención-darse-cuenta como un medio para el
alivio del sufrimiento.
El año 1979 Jon Kabat-Zinn diseñó un programa de tratamiento para pacientes con estrés
y dolor crónico basado en la práctica de mindfulness, Mindfulness-Based Stress Reduction
(MBSR). Y si bien se basó en prácticas de meditación budista, utilizó el nombre mindfulness
porque supuso que muchas personas se mostrarían reacias a incorporar prácticas budistas
a sus vidas, pese a los beneficios que éstas pudieran aportarles. Su objetivo fue enseñar
y transmitir estas prácticas independientemente de la religión y tradiciones espirituales
en que se originaron, para que muchas personas pudieran beneficiarse (6,7). Jon Kabat-
Zinn logró su objetivo con creces: a partir de esa fecha las investigaciones y modelos de
tratamiento basados en mindfulness han aumentado en forma exponencial, demostrando
empíricamente su efectividad en diversos cuadros clínicos. Podríamos señalar que, en un
primer momento las investigaciones se enfocaron en demostrar la efectividad empírica de
mindfulness (principalmente en las décadas de los 80 y 90), y posteriormente se ha intentado
comprender el concepto en mayor profundidad, lo que ha significado revisitar la tradición
budista en la cual se origina (8).
Un gran divulgador del pensamiento budista ha sido el Dalai Lama (9), quien señala que
“cuanto mayor sea el nivel de calma de nuestra mente, tanto mayor será nuestra capacidad
para disfrutar de una vida feliz” (pg. 34). Reforzando esto, el monje vietnamita Tich Nhat Hanh
(10) señala que no tenemos que viajar lejos ni hacer costosos retiros, ya que la felicidad y la
paz están presentes en cada paso que damos, aquí y ahora. Estas dos referencias, a pesar
de su simpleza, aluden a dos ejes centrales del pensamiento budista en torno a la felicidad:
la felicidad depende de nuestro estado mental actual y es un inmanente, es decir, ya está
contenida como posibilidad en el momento presente.
La tradición budista establece una distinción entre experiencia placentera y felicidad. Tal
como lo confirman Ekman et al (11), mientras el placer alude a una experiencia positiva
derivada de la estimulación sensorial, la felicidad hace mención a un estado de completo
florecimiento, realización y manifestación de las cualidades y potencialidades humanas
más preciadas. Este estado o capacidad innata, denominado en la psicología budista sukha
(alegría o felicidad) puede cultivarse por medio del entrenamiento en la atención plena,
balance y regulación emocional y la comprensión correcta de la naturaleza de las cosas.
Por tanto, para el budismo es posible cultivar la felicidad mediante el entrenamiento de
la mente1, para lo cual se requiere sin duda una disciplina de práctica a partir de la cual
podemos experimentar una transformación de nuestra actitud, de toda nuestra perspectiva
y enfoque de vida (9).
Para el Dalai Lama (9), este camino de transformación comienza por reconocer e identificar
los factores que conducen a la felicidad y los que conducen al sufrimiento. Esto implica
1 No entendiendo “mente” simplemente como una capacidad cognitiva o intelecto, sino más bien en el sentido de la palabra
tibetana Sem, que incluye intelecto y sentimiento, corazón y cerebro (Dalai Lama, 1999)
206 La Felicidad
Simón Guendelman y Bruno Solari
Mindfulness entonces tiene que ver con la calidad de la conciencia y reflexividad con la que
vivimos nuestras vidas. Podemos, como señala Miró (2) vivir en piloto automático o vivir
con atención plena. La diferencia está en la forma en la que estamos presentes en nuestra
experiencia y vida cotidiana. En el primer caso, si bien estamos físicamente presentes, nuestra
mente se encuentra divagando en cualquier cosa, presa de su automatismo habitual, y por
tanto, nuestra conducta suele ser automática y reactiva. En el segundo caso, en cambio,
estamos presentes en nuestra experiencia con todos nuestros sentidos, la mente está en el
presente y la conducta es reflexiva y balanceada. Estar presente, en español, tiene la doble
acepción de estar en el momento presente pero también, estar con presencia. Ambas
cualidades tienen que ver con la atención plena.
A su vez, para Kabat-Zinn (4) la práctica de mindfulness juega un papel central en los
cambios que experimentan las personas que asisten al programa MBSR. Según él, los
participantes aprenden a reconocer la posibilidad de estabilizar la mente lo suficiente
como para adentrarse en estados de profundo relajamiento, lo que restaura sus cuerpos
y mentes. Simultáneamente, les resulta más fácil ver con mayor claridad la forma en que
están viviendo y, en consecuencia, cómo realizar cambios para mejorar su salud y calidad
de vida. De lo anterior se desprende que mindfulness no es una herramienta para controlar
los pensamientos, colocar la mente en blanco, entrar en estado de trance o disociación, ni
tampoco una técnica de relajación. Alude más bien a desarrollar la capacidad de permitirnos
estar donde estamos, con presencia y apertura y, a su vez, aceptar que el mundo sea
exactamente tal cual es en cada momento.
La Felicidad 207
Mindfulness y bien-estar
Para Kabat-Zinn (4), en tanto, la práctica de mindfulness se sostiene en estos siete factores:
1. No Juzgar: Con la práctica de mindfulness cultivamos una actitud respetuosa con nuestra
experiencia, sin enjuiciarla como buena o mala. Como dice Kornfield (12), “cuando estamos
plenamente atentos es como si pudiéramos inclinarnos con respeto ante nuestra experiencia,
sin ningún juicio ni expectativa” (pg.109).
6. Aceptación: Esta actitud suele ser confundida con la resignación, pero en este
contexto significa ver las cosas tal como son en el presente. No quiere decir que no
podamos cambiarlas o mejorarlas, sino que justo en este momento, las cosas son así
(12). Dado lo anterior, permite responder en lugar de reaccionar.
7. Soltar: Es una forma de dejar que las cosas sean como son en cada momento y
aceptarlas así. Apunta a soltar la lucha de que las cosas sean de una forma distinta de
la que realmente son.
208 La Felicidad
Simón Guendelman y Bruno Solari
Dentro del amplio contexto de las investigaciones sobre la práctica de mindfulness, cabe
destacar la gran variabilidad que existe tanto en los grupos estudiados (población sana,
monjes tibetanos o japoneses, estudios en poblaciones clínicas de distintos tipo); los diseños
metodológicos (tipo corte-transversal, estudios prospectivos sin grupo control, y estudios
randomizados controlados); y en las mediciones utilizadas (auto-reportes, mediciones
psicofisiológicas o distintas técnicas de neuroimagenología).
Los programas de IBM más conocidos son: mindfulness-Based Stress Reduction (MBSR),
reducción de estrés basado en mindfulness, creado por Jon Kabat-Zinn, que fue el programa
pionero, a partir del cual se desarrollaron otros, como el mindfulness-Based Cognitive Therapy
(MBCT), terapia cognitiva basada en mindfulness, diseñado para prevenir recurrencias en
trastornos depresivos; el mindfulness-Based Relapse Prevention (MBRP), intervención basada
en mindfulness para la prevención de recurrencias en adicciones; la Dialectical Behavior
Therapy (DBT), terapia conductual dialéctica, enfocada en el trastorno de personalidad límite,
para reducir conductas suicidas y para-suicidas; la Acceptance and Commitment Therapy
(ACT), terapia de aceptación y compromiso, enfoque de psicoterapia individual orientado por
la “perspectiva” mindfulness (14).
La Felicidad 209
Mindfulness y bien-estar
210 La Felicidad
Simón Guendelman y Bruno Solari
generales, se reconoce que las IBM, como el MBSR, pueden ser eficaces como tratamientos
complementarios a trastornos médicos y psiquiátricos, particularmente en el manejo de
síntomas de estrés, ansiedad y síntomas depresivos.
El MBSR está enfocado particularmente en el manejo del estrés y del dolor crónico, siendo
sin duda el programa de IBM más estudiado. De los estudios y revisiones publicadas, de Vibe
et al publicaron el 2012 la revisión meta-analítica más completa hasta la fecha, involucrando
un total de 31 estudios randomizados-controlados con MBSR, sumando un total de 1942
participantes. Incluyendo poblaciones con patología de salud mental leve a moderada y
patología somática, encontraron un tamaño del efecto moderado (0,5-0,8 Hedges’ g-value)
consistentemente para los indicadores de síntomas de estrés, ansiedad, depresión, bien-
estar, calidad de vida y escalas de mindfulness (17). Implicando que la práctica de mindfulness,
impartida por el MBSR, es efectiva en el alivio sintomático y cultivo del bien-estar en una
amplia gama de dolencias médicas y psicológicas de moderada intensidad.
En cuanto a las evidencias en torno a las otras IBM, en síntesis, cabe destacar: su efecto en
reducción significativa de síntomas ansiosos, en poblaciones con trastornos de ansiedad, y
disminución de rumiación (ACT); la disminución en la prevalencia de recaída de episodios
depresivos, en pacientes con depresión recurrente (3º o 4ª episodio); disminución de
síntomas ansiosos en trastorno bipolar (MBCT); la reducción de conductas suicidas y
para- suicidas, irritabilidad e impulsividad en pacientes con trastorno de personalidad
límite (DBT); y disminución significativa de síntomas de craving y recaída en pacientes con
adicciones (MBRP) (14).
En concordancia con las funciones que desempeñan estas regiones, numerosos estudios en
meditantes expertos o bien meditantes novatos sujetos al programa MBSR, han encontrado
cambios particulares en el procesamiento neural de funciones atencionales, de regulación
La Felicidad 211
Mindfulness y bien-estar
afectiva y de regulación del self. En cuanto a las funciones atencionales, la evidencia indica
que la práctica de mindfulness (en un mediano y largo plazo) aumenta la eficacia de las
funciones atencionales, tanto en el rendimiento de las pruebas, como en cambios en la
respuesta neural subyacente. Estos cambios son especialmente relevantes en atención
sostenida (sati) y en control atencional (sampajanna o monitoreo meta-cognitivo) (19).
Respecto a la regulación del self, recientes estudios han demostrado que la práctica
de mindfulness produciría un cambio en el proceso auto-referencial, pasando de un
procesamiento de tipo narrativo, asociado a regiones como la corteza cingulada posterior
y la corteza prefrontal medial (self auto-biográfico, centrado en el pasado o fututo,
analítico y rumiativo), a un procesamiento experiencial del self, asociado a regiones como
la ínsula derecha, cortezas somato-sensoriales y lóbulo parietal derecho (self experiencial-
corporalizado, focalizado en el presente, procesamiento viscero-somático) (20).
Conclusiones
Mindfulness y una nueva mirada a la salud mental: integrando evidencias
clínicas y neurobiológicas para conectar con el potencial innato de felicidad.
Para la tradición budista todas las personas tenemos a la base, por naturaleza, un potencial
innato de sabiduría, compasión y felicidad. La gran paradoja es que debemos involucrar
disciplina, esfuerzo, voluntad y compromiso para acceder a él. Por eso, la psicología budista
está compuesta por muchas técnicas y ejercicios concretos (mindfulness, entre otros),
concebidos como herramientas para ayudar a recorrer el camino que conduce a actualizar
dicho potencial.
Ahora bien, cuando una persona se acerca por primera vez a una clase de meditación, pese
a la expectativa de encontrar calma y paz, lo más probable es que se encuentre con una
gran sorpresa: descubre que su mente está todo el tiempo activa y dispersa, pensando en
el pasado, proyectando el futuro o enjuiciando lo que le ocurre actualmente (12). El primer
paso consiste entonces, tal como hemos señalado, en tomar conciencia y reconocer nuestra
situación actual, cultivando una actitud benevolente y no enjuiciadora hacia ella.
En dicho sentido, la práctica de mindfulness puede ser concebida como una práctica
transformativa, que al ir desarrollándola va transformando, tanto la relación con nosotros
mismos, como con el mundo que nos rodea. Según el budismo, no existimos de manera
212 La Felicidad
Simón Guendelman y Bruno Solari
separada e independiente unos con otros, sino más bien “intersomos”, en donde todo se
interpenetra mutuamente, surgiendo y dejando de existir según causas y condiciones.
Este punto alude a la noción de interdependencia o interconexión, central en el budismo,
y le otorga la noción de comunidad a la práctica de mindfulness, ya que el desarrollo de
mi potencial de sabiduría, compasión y felicidad se manifiesta al conectar de forma más
completa, genuina y abierta con todos los demás (8,10). En este sentido, la transformación,
paradójicamente consiste en expresar y encarnar este potencial que ya tenemos, por tanto
no es necesario convertirse en algo distinto de lo que uno es.
La Felicidad 213
Mindfulness y bien-estar
214 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Varela F, Thompson E, Rosch E. De Cuerpo Presente. Barcelona: Gedisa; 2005.
2. Miró MT. La Atención Plena (mindfulness) como intervención clínica para aliviar el
sufrimiento y mejorar la convivencia. Revista de Psicoterapia. 2007; XVII (66-67): 31-76.
3. Brown K.W., Cordon S. Hacia una fenomenología del mindfulness: experiencia subjetiva
y correlatos emocionales. En: Didonna F., editor. Manual Clínico de mindfulness. Bilbao:
Desclée de Brouwer; 2011. p. 148-149.
4. Kabat-Zinn J. Vivir con Plenitud las Crisis. Como Utilizar la sabiduría del cuerpo y de la
mente para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad. Barcelona: Kairós; 2003.
7. Kabat-Zinn J, Lipworth L, Burney R. The Clinical Use of Mindfulness Meditation for the
Self-Regulation of Chronic Pain. Journal of Behavioral Medicine. 1984; 8 (2) 163-190.
9. Dalai Lama con Cutler H. El Arte de la Felicidad. Barcelona: Grijalbo Mondadori, S.A.; 1999.
10. Hanh TN. La Paz está en Cada Paso. Santiago: Sello Azul; 2000
11. Ekman P, Davidson RJ, Ricard M, Wallace BA. Buddhist and Psychological Perspectives on
Emotions and Well-Being. Current Directions in Psychological Science. 2005;14(2): 59-63.
13. Shapiro SL, Carlson LE, Astin JA, Freedman B. Mechanisms of mindfulness. Journal of
Clinical Psychology. 2006; 62: 373-386.
14. Baer RA. Mindfulness Training as a Clinical Intervention: A Conceptual and Empirical
Review. Clin Psychol Sci Prac. 2003; 10: 125-143.
La Felicidad 215
15. Irving JA, Dobkin PL, Park J. Cultivating mindfulness in health care professionals: A review
of empirical studies of mindfulness-based stress reduction (MBSR). Complementary
Therapies in Clinical Practice . 2009;15:61-66.
17. De Vibe M., Bjørndal A., Tipton E., Hammerstrøm K T., & Kowalski, K. Mindfulness based
stress reduction (MBSR) for improving health, quality of life, and social functioning in
adults. The Campbell Collaboration. (2012).
18. Hölzel BK, Carmody J, Vangel M, Congleton C, Yerramsetti SM, Gard T, Lazar SW.
Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry
Research Neuroimaging. 2011; 191: 36-43.
20. Marchand WR. Mindfulness Meditation Practices as Adjunctive Treatments for Psychiatric
Disorders. Psychiatr Clin N Am. 2013; 36: 141-152.
216 La Felicidad
CAPÍTULO 11
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
Capítulo 11
HABILIDADES PARA LA VIDA Y BIODANZA:
UN PROCESO INTEGRADOR DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
Humberto Maturana
“Nuestra supervivencia depende del poder curativo del amor, la intimidad y las relaciones.
En el plano físico. En el emocional. En el espiritual. Como personas. Como comunidades. Como
país. Como cultura. Tal vez incluso como especie.”
Dean Ornish
1. Introducción
A partir de nuestro trabajo sobre las habilidades para la vida y la biodanza, hemos intentado
responder a la pregunta sobre cómo lograr un proceso integrador de crecimiento que
signifique mayor satisfacción, bienestar y felicidad, desde la comprensión de lo humano y
desde los nuevos paradigmas de la psicología positiva, la psicología transpersonal y la física
moderna.
Los conocimientos y las experiencias que presentaremos han sido desarrollados a través de
un diplomado llamado “Habilidades para la Vida”, que busca el desarrollo de competencias
humanas, tales como: iniciativa, flexibilidad, tolerancia, independencia, persistencia,
orientación para la acción, trabajo en equipo, efectividad personal, comunicación, aprender a
aprender, expresión de los sentimientos, empatía, y búsqueda del bienestar y la felicidad, etc.
2. Fundamentos Epistemológicos
2.1 Rolando Toro: inconsciente vital y el principio biocéntrico
Rolando Toro
El concepto de ‘inconsciente vital’ ha sido propuesto por Rolando Toro para referirse a la
cognición celular. Es el psiquismo “de los órganos, tejidos y células que obedece a un ‘sentido’
global de autoconservación”, dando origen “a fenómenos de solidaridad celular, creación de tejidos,
defensa inmunológica y, en suma, al acontecer exitoso del sistema viviente.” (1) Su manifestación
en el escenario de la conciencia cotidiana corresponde fundamentalmente al humor
endógeno o bienestar cenestésico (estado global de salud), y se refiere a un estado biológico
que proviene del interior del organismo, que pertenece a lo corporal y que se manifiesta en la
psiquis. Tiene un carácter global, es decir, abarca toda la existencia y todos sus aspectos.
El Principio Biocéntrico –también propuesto por Toro– sostiene que “el Universo está organizado
en función de la vida”, situando “el respeto por la vida como centro y punto de partida de todas las
disciplinas y comportamientos humanos” (2), restableciendo la noción de la sacralidad de la vida.
“El concepto de inconsciente vital permite comprender con profundidad el Principio Biocéntrico
como ‘tendencia’ cósmica que genera vida. El inconsciente vital está así en sintonía con la esencia
viviente del universo. Cuando esta sintonía se perturba, se inicia la enfermedad. El acto de curación
será comprendido, entonces, como un movimiento para recuperar esa sintonía vital.” (1)
A estos conceptos se suma el hecho de que la afectividad aparece como uno de los
componentes psicológicos esenciales en la vida del ser humano. En el desarrollo de la
motricidad, en el nivel de percepción, en la organización de nuestros recuerdos, en el
aprendizaje y en el desarrollo del lenguaje, ésta aparece como un elemento determinante.
Para Toro la afectividad es la inteligencia biocósmica, de modo que desarrollar la afectividad es
trabajar en la raíz nutricia de la vida.
Humberto Maturana afirma que “los seres humanos somos animales cooperadores dependientes
del amor en todas las edades.” Él señala que…”somos el presente de un linaje que surgió definido
a través de la conservación de la relación materno-infantil de aceptación mutua en la confianza
y en la cercanía corporal, de una manera que se extendió más allá de la edad de la reproducción,
en un proceso evolutivo neoténico.” (3) La neotenia implica la expansión de la sensualidad
y la ternura como característica de la relación materno-infantil hacia el ámbito adulto. La
220 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
De acuerdo a Maturana y Nisis, “la capacitación tiene que ver con la adquisición de habilidades
y capacidades de acción en el mundo en que se vive, como recursos operacionales que la persona
tiene para realizar lo que quiera vivir.” (3) Por otra parte, la formación humana “consiste en
la creación de las condiciones que guían y apoyan al niño o niña en su crecimiento como un
ser capaz de vivir en el autorrespeto y respeto por el otro” y cuya…”identidad y confianza no
se fundan en la oposición o diferencia con respecto a otros, sino en el respeto por sí mismo, de
modo que puede colaborar precisamente porque no temen perderse en la relación.” (3) Entonces,
“un niño o niña que crece en respeto por sí mismo puede aprender cualquier cosa, y adquirir
cualquier habilidad si lo desea.” (3)
Martin Buber, plantea que hay dos formas de vivir: en el Yo-Ello y en el Yo-Tu. El Yo –Ello es
la dualidad del objeto-sujeto; el yo separado del tu; es la ‘separatidad’ de Erich Fromm y el
viejo paradigma del observador como ajeno y diferente de lo observado de la física clásica.
Buber nos hace ver que logramos la comunicación en el Yo-Tú, una relación de a dos en la
cual hay diálogo y aparece el contacto. De esta manera el Tú es un sujeto igual que el Yo, y
no un objeto. Esta relación Yo-Tú nos conecta con el mundo del amor y del encuentro con
el otro, de la creación y de la trascendencia donde se manifiesta el espíritu y desaparece el
tiempo y el espacio; solo estamos ahí. En un encuentro verdadero con el otro también se
encuentra a Dios, porque todas las relaciones conducen hacia Dios. No es posible distinguir
entre una verdadera conversación y una oración. Dios es parte de cada encuentro.
“Siguiendo a Buber, Levinas traza un concepto de ética en el cual une lo profano y lo sagrado, lo
humano y lo divino. Acercando filosofía y religión desarrolla una nueva ética a un máximo nivel,
que no parte de un sujeto autónomo, sino de un yo dependiente del otro.”(4)
La Felicidad 221
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
Capra ha desarrollado una visión sistémica que concibe al mundo en términos de relaciones
donde los distintos sistemas se integran entre sí, no siendo posible reducir sus propiedades
a unidades más pequeñas. En vez de concentrarse en ‘ladrillos’ o sustancias básicas, el
enfoque sistémico destaca los principios básicos de la organización, aplicándose los mismos
principios a los sistemas sociales, tales como una familia, una organización y la comunidad.
Los sistemas son intrínsecamente dinámicos, por lo que pensar en sistemas es pensar en
procesos, interrelaciones e interacciones, donde el viejo paradigma del control se sustituye
por el de la cooperación. Capra sintetiza su pensamiento en seis nuevos paradigmas de la
ciencia moderna (5) que nos acercan al pensamiento oriental:
Ha sido uno de los autores que ha desarrollado con mayor profundidad los estudios de
la conciencia, proponiendo un modelo espectral de ella, formado por distintos niveles
que se caracterizan por poseer un concepto de identidad individual propia y fácilmente
222 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
“El octavo hábito consiste en encontrar su voz e inspirar a los demás para que encuentren la
suya.” (6) Encontrar nuestra voz es comprometernos con nuestros talentos y pasión; significa
hacer algo significativo con nuestra vida y tomar el camino de la grandeza en vez del de la
mediocridad. Covey nos anima a reconocer nuestros talentos y a vivir desarrollándolos. Para
ello es necesario que, con disciplina, pasión y conciencia encontremos nuestra visión.
En su último libro ‘La vida que florece’ (8), concibe el bienestar como el resultado de cinco
componentes de acuerdo a un modelo denominado PERMA (en inglés), por la primera letra
de las palabras que designan estos componentes básicos de la felicidad:
• P, por emociones positivas (positive emotions). Son felices quienes viven su vida en
emociones positivas que abren posibilidades.
• E, por compromiso (engagement). Las personas felices tienen un conjunto de
intereses con los que se comprometen y que orientan su actuar.
• R, por Relaciones positivas. La felicidad relacional es un aspecto fundamental de la
felicidad, de modo que el cultivo y cuidado de las relaciones significativas con otros es
fundamental para construir un bienestar.
• M, por sentido (meaning). Son felices quienes tienen un sentido de vida claro y
definido, distinguiéndose al menos tres niveles de sentido: el individual, el social y el
trascendental.
• A, por logro (achievement). La felicidad se revela en la acción concreta y en los logros.
Según esto, la felicidad se construye día a día, con actividades cotidianas concretas que nos
van dejando esa vibración afectiva de un tono positivo.
La Felicidad 223
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
Sachs afirma que entramos en la era del “desarrollo sustentable”, lo que significa ocuparse
no solo de la economía, sino de la sociedad entera, de la justicia y de la naturaleza. Por
otra parte indica que este cuestionamiento cada vez más fuerte al sistema económico se
debería –en parte- a que los jóvenes de hoy tienen habilidades y metas que no encajan con
las que el mercado necesita. Una de ellas es que el éxito no se mediría solo por los ingresos,
sino por la felicidad.
Hoy hay consenso de que la suma de estas dos educaciones está resultando ser insuficiente
y se hace necesario poner énfasis en el fortalecimiento de otras competencias o habilidades,
las que han pasado a ser importantes en la vida cotidiana y fundamentales en las relaciones
con uno mismo, con los demás y con toda la sociedad o comunidad.
Por tales motivos es prioritario hoy, además del saber hacer, el compromiso, la cooperación,
el cumplimiento y la afectividad, entendida ésta como una forma de sociabilizar.
224 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
El aprender a conocer supone aprender a aprender para poder aprovechar las posibilidades
que ofrece la vida; el aprender a hacer tiene el fin de adquirir una competencia que capacite
al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Aprender
a vivir juntos significa desarrollar la comprensión del otro para realizar proyectos en conjunto
y, el aprender a ser es relevante para que aparezca y se exprese nuestra identidad.
Frente a esto, en el año 1993 la Organización Mundial para la Salud (OMS) desarrolló un
programa que promueve la salud entre niños y jóvenes denominado Habilidades para
la Vida, entendidas éstas como las aptitudes necesarias para “tener un comportamiento
adecuado y positivo que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida
diaria.” (10) Las diez habilidades señaladas por la OMS son:
- Conocimiento de sí mismo(a)
- Comunicación efectiva o asertiva
- Toma de decisiones
- Pensamiento creativo
- Manejo de emociones y sentimientos
- Empatía
- Relaciones interpersonales
- Solución de problemas y conflictos
- Pensamiento crítico
- Manejo de tensiones y estrés
- Curiosidad
La Felicidad 225
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
- Independencia
- Saber escuchar
- Presistencia
- Autoestima
- Autovaloración
- Adaptación y flexibilidad
- Motivación de logro
- Compromiso
- Automotivación
- Saber esperar
- Iniciativa
- Optimismo
226 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
Así el ‘hombre fragmentado’ se caracterizaría por una serie de ‘cualidades’ -que más bien nos
parecen defectos:
Por otra parte, las características del hombre cósmico, se integran en los siguientes atributos:
Sensible, Feliz, Pleno, Conectado, Tierno, Armónico, Alineado, Ecológico, Valiente Intuitivo,
Integrado, Sin límites, Segruro, Comprometido, Capaz de percibir e integrarse a la Totalidad,
Capaz de transformar su vida cotidiana en un encuentro poético, Capaz de integrar todos
los dominios de la vida humana (no sólo del hacer), Que vive en el querer ser.
5. Categorías de movimiento
Rolando Toro ha propuesto un modelo en el que agrupa distintos aspectos del movimiento
corporal, en relación con una visión holística del ser humano. Así, ha clasificado el movimiento
humano en varias categorías que consideran no solo los aspectos puramente corporales, sino
otros tan variados como “el movimiento intencional controlado, el movimiento espontáneo, los
automatismos, la postura, el contacto y la caricia, etc.”, generando una concepción integradora
que considera “la actitud existencial, la autoestima, la función del vínculo, etc.” (1)
A partir del trabajo de Toro en Biodanza, las categorías de movimiento se relacionaron con
las habilidades para la vida, de modo que parte del trabajo vivencial se basa en el desarrollo
de las categorías de movimiento. Las categorías aplicadas durante el aprendizaje de las
habilidades para la vida y la biodanza, son las siguientes:
La Felicidad 227
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
• Elasticidad: es la capacidad que tienen ciertas estructuras del cuerpo humano, como la
piel y los músculos, de deformarse por acción de la fuerza y recuperar la forma original
cuando ésta termina.
En un nivel más avanzado hay que distinguir entre el movimiento de un individuo aislado
y el movimiento con un otro o movimiento vinculante. En este caso intervienen nuevos
factores que abarcan la afectividad, la eutonía, el erotismo y la coordinación recíproca, y que
requieren una mayor evolución motora, sensibilidad de la percepción, empatía y un nivel de
‘distinción’ que se caracteriza por el feed-back. (1) Por ejemplo, proponemos la coordinación
rítmica en pareja como un ejercicio básico para inducir la comunicación con el otro.
228 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
• Sincronización rítmica con otro: es la capacidad de danzar al mismo tiempo con otro,
para lo cual hay que escuchar la música, seguir el ritmo y, al mismo tiempo, percibir los
movimientos del compañero.
• Sincronización melódica con otro: aquí en una danza de dos, la melodía despierta
impulsos de conexión afectiva.
La Felicidad 229
Habilidades para la vida y biodanza: un proceso integrador de la evolución humana
230 La Felicidad
Sima Nisis de Rezepka y Sergio Rivera Rosa
La Felicidad 231
Referencias bibliográficas
1. Toro, R. (2005). Curso para la Formación de Profesores de Biodanza. Internacional
Biocentric Foundation. 2005.
4. Begrich, A. El encuentro con el otro según la ética de Levinas, Teología y cultura, año 4,
vol. 7 (agosto 2007).
232 La Felicidad
CAPÍTULO 12
Cristóbal Holzapfel
¿Qué es ser feliz? Capítulo 12
¿QUÉ ES SER FELIZ?
Reflexiones desde la Filosofía
Cristóbal Holzapfel
“Cuando yo tenía 5 años, mi madre me decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui
a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande. Respondí “FELIZ”. Me dijeron
que yo no entendía la pregunta y yo les respondí, que Ustedes no entendían la vida”.1
John Lennon
Tal vez estas palabras adscritas a John Lennon expresan en plenitud lo que concierne a la
felicidad, aquello que justamente de acuerdo con Aristóteles, todos anhelamos.
Sin embargo, en algún sentido la felicidad conlleva siempre algo que pudiera parecer una
limitación, pero que en definitiva es una virtud, cual es la de su no-objetivación. Y esta virtud
importa ya que vale de veras como un ideal, que siempre permanecerá inalcanzable.
De todos modos, diríase, que esto no es sólo exclusivo de la felicidad, sino de todo valor, puesto
que lo mismo uno podría decir de la santidad, la belleza, el honor. Todos estos “valores” tienen
una impronta imborrablemente platónica, en el sentido de que respecto de ellos sólo cuenta el
camino aporético. Con todo, lo relevante que hay en ello es que de todos modos nos aproximamos
a cualquiera de esos “valores” que tienen el carácter de ideales. Y aprovechemos inmediatamente
aquí de agregar que en relación a los ideales, José Ortega y Gasset nos hace ver en sus Estudios
sobre el amor lo siguiente (dirigiéndose en ello galantemente a Victoria Ocampo):
“Y así como la presión atmosférica, la temperatura, la sequedad, la luz excitan, irritan nuestras actividades
corporales, hay en el paisaje figuras corpóreas o imaginarias cuyo oficio consiste en disparar nuestras
actividades espirituales que, a su vez, arrastran en pos el aparato corporal. Esos excitantes psíquicos son
los ideales, ni más ni menos”.2
He aquí pues una visión de los ideales que los pone en conexión con la vida misma, como
que ésta es empujada por ellos. Continúa el español:
1 http://wwatagatapitusberry.blogspot.com/2011/04/cuando-yo-tenia-5-anos-mi-madre-siempre.html
2 Ortega y Gasset, Estudios sobre el amor, Revista de Occidente, Madrid, 1957, p. 1112.
“Cese, pues, la vaga, untuosa, pseudomística plática de los ideales. Son estos, en resolución,
cuanto atrae y excita nuestra actividad espiritual, son resortes biológicos, fulminantes para
la explosión de energías. Sin ellos la vida no funciona. Nuestro contorno, que está poblado,
no sólo de cosas reales, sino también de rostros extraterrenos y hasta imposibles, contiene un
repertorio variadísimo de ellos. Los hay mínimos, humildes, que casi no nos confesamos; los hay
gigantescos, de histórico tamaño, que ponen en tensión nuestra existencia entera y a veces la de
todo un pueblo y toda una edad” (ib.).
“Si el nombre de ideales quiere dejarse sólo para estos mayúsculos no hay inconveniente con tal
de recordar que lo que tienen de ideales no es lo que tienen de grandes, no es su trascendencia
objetiva, sino lo que tienen de común con los más pequeños estímulos del vivir: encantar, atraer,
irritar, disparar nuestras potencias. El ideal es un órgano de toda vida encargado de excitarla. Como
los antiguos caballeros, la vida, señora, usa espuela. Por esto, la biología de cada ser debe analizar
no sólo su cuerpo, sino también describir el inventario de sus ideales. A veces padecemos de una vital
decadencia, que no procede de enfermedad en nuestro cuerpo ni en nuestra alma, sino de una mala
higiene de ideales” (ib.).
Y la felicidad vale también como ideal, como también el bien común, la paz, la justicia o la
libertad. Pero, entonces hay que precisar, en cuanto ideal, la felicidad es “resorte biológico”,
“espuela de la vida”, es decir, aquello que nos está acicateando, incentivando para seguir
adelante, en lo que al final vislumbramos que tal vez habríamos llegado a ser felices.
236 La Felicidad
Cristóbal Holzapfel
nociones abiertas y que, al contrario, las sociedades autoritarias tienden a dejar cautiva una
noción en una sola definición que se presenta como incuestionable.3
Aquí cabe hacer una relación con lo que podemos llamar “pensar negativo”, respecto del cual
la “teología negativa” de Dionisio Areopagita, Meister Eckart, Nicolás de Cusa, entre otros,
como la “ontología negativa” de Heidegger y Jaspers, constituirían diferentes expresiones. El
mentado pensar negativo puede ser extremo y entonces se plantea como “suspensión del
juicio”, o moderado, y entonces se plantea como “predisposición al retiro de representaciones,
definiciones o teorías” que tenemos de esto o lo otro, incluyendo en ello la felicidad. El
pensar negativo es lo que resguarda a la felicidad de caer en cualesquiera objetivación o
identificación con algo en particular.
“Las cuatro condiciones esenciales de la dicha son: la vida al aire libre, el amor de una mujer,
la ausencia de toda ambición y la creación de un nuevo y bello ideal”.
Edgar A. Poe
Con todo, igual corresponde agregar que reconocemos algunos distintivos de la felicidad,
y que permiten una mínima comprensión de ella. Pues bien, esos son los que aparecen
en cualquier diccionario. Por ejemplo, leemos el Diccionario de la RAE que nos ofrece las
siguientes tres acepciones:
3.”Suerte feliz”.4
Con ello nos damos cuenta inmediatamente que estas acepciones declaran de antemano
su insuficiencia. Dejemos de lado la tercera, que no queda para nada clara: “suerte feliz”,
aparte de que concurre en el vicio de definir con las mismas palabras lo que debe definirse.
¿”Complacencia en la posesión de un bien”?, “Satisfacción, gusto, contento?” ¿Y qué tal si el
esfuerzo, el dolor, el abnegado cumplimiento del deber nos hace felices?
La Felicidad 237
¿Qué es ser feliz?
Ludwig Feuerbach, el padre del positivismo alemán, vio esto con meridiana claridad, sólo que
en relación con el placer, razón por la cual viene a ser un representante del «neoepicureismo”.
El sacrificio, incluyendo el autosacrificio, nos puede provocar placer (y, cómo no, esto
corresponde a una experiencia indesmentiblemente posible y humana).
1. Que todo deber es siempre y sin excepción auto-deber, es deber consigo mismo, y
aunque sea deber respecto de otro.
2. Que respecto de sí mismo sólo hay deber relativo a la propia perfectibilidad (en buenas
cuentas de humanizarnos y civilizarnos cada vez más).
3. Que no se justifica un deber de la felicidad propia, dado que la propensión a ésta vendría
dada por naturaleza.
“Lo que cada uno inevitablemente ya de por sí quiere, eso no cae bajo el concepto de deber;
porque éste es una conminación a un fin que aceptamos no sin desagrado. Hay pues una
contradicción en sostener: que se está obligado a procurar su felicidad con todas sus fuerzas”.
Kant5
4. Que se justifica tan sólo el deber respecto de la felicidad ajena. “Yo debo sacrificar parte de
mi bienestar a otros sin esperanza de recompensa.”
“El secreto para hallar la felicidad es el cumplimiento del deber, y éste no se cumple sin trabajo”.
Balmes6
Y en lo sustantivo, si bien un acto para que sea propiamente ético tendría que estar regulado
por el deber, y no en función de la búsqueda de la felicidad, sin embargo, nuestro concepto que
aquí indagamos - la felicidad - es a tal punto insoslayable que el propio Kant reconoce que a
fin de cuentas tiene que haber un encuentro entre deber y felicidad. En otras palabras, que el
cumplimiento del deber te hace feliz, en lo que el filósofo de Königsberg precisa, que esa felicidad
5 Kant, Metaphysik der Sitten, Berlin: Knaur, s/a, “Tugendlehre”, “Teoría de la virtud” 396/386. En lo sucesivo: MdS (las traducciones
de este texto son del autor). /Ed. Cast.: Metafísica de las Costumbres, Madrid: Tecnos, 2005.
6 Este epígrafe y siguientes destacados están tomados de Diccionario de Sabiduría de Tomás Borrás y Federico C. Sainz de
Robles, Madrid: Aguilar, 1963.
238 La Felicidad
Cristóbal Holzapfel
es nada más que moderada, al modo de cierto sosiego. Ahora bien, ese encuentro pleno entre
felicidad y deber es nada más que supuesto; también en este punto Kant aplica su filosofía del
“como si”. Se trata de suponer idealmente que ese encuentro es posible y estaría dado sólo en
Dios.
Tolstoi
Hay otra crítica eudemonológica, que resulta muy interesante y que plantea nuevamente un
original acercamiento a la felicidad. Ésta es la crítica que emprende el fenomenólogo Eugen Fink.
De acuerdo con ella, Fink nos llama la atención de cómo cada cual se encuentra en una cierta loca
carrera por alcanzar la felicidad, trayendo ello consigo un permanente sacrificio de cada momento
presente, cada instante, en aras de alcanzar la felicidad futura.
Petrarca
Y ocurre que la felicidad estaría siempre a nuestro alcance, ya que está en el tiempo libre,
propio del juego, el cual tiene a la vez el carácter de un presente, un ahora que se perpetúa.
La Felicidad 239
¿Qué es ser feliz?
“¡Qué cosa tan extraña es la felicidad! Nadie sabe por dónde, ni cómo, ni cuándo llega, y
llega por caminos invisibles a veces cuando ya no se la aguarda”.
Henrik Ibsen
Hay pues con Fink una clave de la felicidad en el tiempo, y más precisamente en el tiempo libre,
en el disponer de tiempo. Ahora bien, que el juego posibilita el ingreso en el “oasis de la felicidad”
no debería considerarse una exclusividad. El juego es uno de los fenómenos existenciales
fundamentales que fenomenológicamente analiza Fink. Los otros son muerte, trabajo, dominio
y Eros. Pues bien, desde luego a Eros también le correspondería el ingreso en aquel oasis. Es más,
aunque trabajo y dominio induzcan patentemente a un tiempo lleno, un tiempo ocupado (Fink
estima que algo similar ocurre incluso con Eros), un tiempo en el que prima más el esfuerzo
que el goce, y que lleva finalmente a una falta de tiempo, aun así la posibilidad de ingreso en
nuestro oasis no les puede estar vedada. Para decirlo simplemente, hay quien es feliz trabajando,
dominando, y cómo no, amando. Lo que sostenemos implica a la vez que tampoco la felicidad
se vivencia sólo cuando hay disponibilidad de tiempo libre. A lo más, vale ello como una cuestión
de acento, de acuerdo a la cual podemos decir que preferentemente la felicidad se realiza en un
tiempo libre, y menos en un tiempo ocupado.
Estos distintos matices marcan algunas diferencias respecto de la perspectiva de Fink.
Respecto de trabajo y dominio conviene destacar además algunas cuestiones que arrojan
otras miradas sobre la felicidad. Con apoyo en el fenomenólogo, tengamos presente lo
siguiente: 1. Que trabajo y dominio son los fenómenos existenciales fundamentales que
llevan el rumbo de la historia. La historia es precisamente de modo taxativo historia del
trabajo y del dominio. 2. Que el trabajo está supeditado al dominio, ya que es este último
el que por de pronto define quién trabaja y quién no. Los derechos de los trabajadores, los
horarios y salarios laborales, y demás, todo ello está determinado por el dominio y quién
detenta el poder. 3. Que el trabajo y el dominio dividen la sociedad, en cambio el juego, Eros
y la muerte tienden más bien a su unión. 4. La mencionada escisión social está provocada
por quienes están marcados sobre todo por el esfuerzo y quienes más bien tienen amplias
posibilidades de goce.
“El día de la justicia y de la paz, el día que bendecirá la Humanidad futura no está en poder de
nadie, pero de nosotros depende apresurarle”.
Lamennais
240 La Felicidad
Cristóbal Holzapfel
Es visible que los puntos planteados repercuten en la felicidad en una sociedad cualquiera.
Y es justamente en esta perspectiva que la felicidad se ha vuelto un tema crucial en
cada país, cada ciudad, y en el mundo rural. A todas luces la cuestión es que en una
sociedad eminentemente laboral como la actual, el trabajo parece acaparar lo que sea y
el sentido de la existencia humana. La sobrecarga laboral, que se da especialmente en las
grandes ciudades, crea ciudadanos estresados por el trabajo que son más bien infelices.
Probablemente la salida a esta situación no radica únicamente en brindar más tiempo libre,
y consiguientemente trabajar menos, sino antes que eso, que el trabajo, y el modo como lo
realizamos, pueda también apasionarnos.
“Cuando el mundo viva de acuerdo con Tao, los caballos de carrera volverán a tirar de los carros
de basura. Cuando el mundo no viva de acuerdo con Tao, la caballería abundará por los campos.
No hay maldición más grande que el no estar contento. Ni pecado más grande que el deseo de
posesión. Por tanto, el que esté contento con estar contento, siempre estará contento”.
Libro de Tao
3
Tanto la impronta heraclítea como la hegeliana de la dialéctica permiten reconocer en
los fenómenos la tensión que hay en ellos, y junto con esto como ellos son el resultado
(Resultat), lo que emerge a partir de aquella tensión. Tanto si los concebimos como lo que
surge desde la lucha de los contrarios, como el resultado del fenómeno que se niega a sí
mismo y que le permite superarse y elevarse (Aufhebung) a un nuevo estadio. Ello concierne
por cierto a la felicidad.
“La felicidad humana siempre surge desde el fondo del sufrimiento –no es la bienaventuranza
carente de sufrimiento del dios; está atravesada por el saber de su fragilidad, de su naturaleza
fugaz. Nuestra felicidad tiene el color de la tristeza y, en nuestra tristeza, la felicidad finita futura
brilla ya como una estrella en la noche. Esta ambivalencia permite aclarar que muchas de
nuestras “contradicciones” estén encadenadas y atadas entre sí, que no pueden una sin la otra,
que se presuponen recíprocamente. El hombre tiene su posible grandeza sólo en el espacio de su
miseria”.
Eugen Fink
Es más, se justifica agregar que la felicidad es creíble cuando resulta de la infelicidad. Una
supuesta felicidad que no conoce la negación o la contrariedad a lo más es una felicidad
ingenua, y que probablemente se sostiene en algo ilusorio.
La Felicidad 241
¿Qué es ser feliz?
“Es felicidad conocer hasta qué grado podemos llegar a ser desgraciados”
La Rochefoucauld
Con ello rozamos aquí un concepto filosófico fundamental y que ha sido abordado y
tematizado, pero tal vez todavía no suficientemente, tanto en la filosofía como en la
literatura, cual es el de la carencia. Ya Platón plantea en la Politeia que el futuro gobernante
filósofo tiene que ser educado en la carencia. Con un anticipo en Los trabajos y los días de
Hesiodo, en las Geórgicas Virgilio dice que Júpiter deliberadamente provoca carestía entre
los romanos, para hacer de ellos un pueblo fuerte. Agréguese a ello el ejemplo de estadistas,
poetas, científicos, empresarios que han llegado a hacer algo grande, siendo de origen muy
humilde.
Por todo lo dicho, no sólo la infelicidad lleva la contracara de la felicidad, sino también a la
inversa:
Calderón
Es probable que en este sentido del tránsito a saber, el de la felicidad a la infelicidad, sea
el que más claramente revela el ser de la primera. En ello hay que recordar la sentencia de
Esquilo: “sufrir para comprender”. Ello se entiende mejor desde el momento que descubrimos
que Eros, el amor, tiene no solamente un nexo íntimo con la belleza, y con razón es definido
en El Banquete platónico como el “anhelo de procrear en la belleza”, sino a la vez simplemente
con el anhelo de ser feliz.
Demóstenes
242 La Felicidad
Cristóbal Holzapfel
Jaspers en su Psicología de las concepciones de mundo destaca cierta cualidad lumínica del
amor, que precisamente hace que todo resplandezca.8 Y cuando esto se acaba vivenciamos
lo sombrío.
8 Karl Jaspers, Psichologie der Welanschauungen, München: Piper, pág. 123 ss. / Psicología de las concepciones de mundo,
Madrid: Gredos, 1967.
La Felicidad 243
CAPÍTULO 13
Experiencias de participación ciudadana en el bienstar y la felicidad Juan Luis Walker Bozzo
Capítulo 13
EXPERIENCIAS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA
EN EL BIENSTAR Y LA FELICIDAD
I Experiencia
Reflexiones en torno a la aplicación del Open Space en Chile
El neologismo “serendipia” proviene de la palabra inglesa “serendipity”, que alude al azar que
comparten muchos hallazgos y descubrimientos científicos, tanto en el mundo de las ciencias
exactas como en las del comportamiento y los procesos de transformación social. Implica
mucha sincronía, coincidencias inesperadas y coordinaciones espontáneas que surgen entre
los actores que investigan o trabajan temas comunes con pasión y responsabilidad.
La mirada retrospectiva nos ha permitido descubrir con alegría que este fenómeno ha
estado ocurriendo en torno a la temática de la felicidad en Chile y en el mundo, emergiendo
un nuevo paradigma de desarrollo donde confluyen los aportes de distintas disciplinas y
organizaciones, sumándose el respaldo decidido de las Naciones Unidas (1). Este entusiasmo
también ha estado presente en Chile, al replicarse los Open Space Technology (OST) (2), lo
que nos ha permitido “contagiar” en la reflexión y la acción, a otros ciudadanos.
En Junio del año 2010, cuando comenzábamos a soñar este proyecto, nada nos hacía presagiar
el increíble espiral y verdadero vendaval de aprendizajes, iniciativas y descubrimientos
que surgirían compartidamente en el camino. Particularmente nos sorprende la fuerte
consistencia que existe entre los principales resultados del último estudio de desarrollo
humano del PNUD en Chile “Bienestar subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo” (3), y
cómo desde el OST, nos aproximamos desde la participación social y la sabiduría colectiva,
a este complejo y urgente fenómeno de la felicidad humana.
Desde que fuera iniciada por Harrison Owen en 1985, el OS ha sido utilizada más de 100.000
veces en 134 países (4), con grupos que van desde 5 hasta 2.000 personas. Sus usos han sido
muy diversos, desde iniciativas estratégicas hasta el desarrollo de programas sociales, desde
la resolución de conflictos hasta la administración del cambio y mucho más. Existe además
una comunidad mundial de practicantes (5,6), deseosos de apoyar y compartir experiencias
y conocimientos para facilitar espacios abiertos y practicar el arte de hacer menos para
lograr más.
En lo que sigue se precisa, cómo es que todo esto ha sido llevado a la práctica.
248 La Felicidad
Juan Luis Walker Bozzo
La Felicidad 249
Experiencias de participación ciudadana en el bienstar y la felicidad
Hallazgos
Una rápida síntesis de las sugerencias más destacadas surgidas de los propios participantes
en nuestros encuentros, es la siguiente:
Para ver el detalle completo de las conclusiones de cada uno de los Diálogos, se ruega
consultar el reporte final de cada uno de ellos en la fuente antes citada (8).
Hipótesis
Terminamos señalando de un modo preliminar nuestras principales hipótesis de trabajo
futuro que surgen de nuestra experiencia directa:
1. Junto a los continuos avances del conocimiento científico en torno al tema de la felicidad,
que fundamentalmente provienen del ámbito de la psicología positiva y de la salud mental,
resulta imprescindible también generar una “inteligencia colectiva” que presente a las
autoridades científicas y políticas, la sabiduría que tiene el “ciudadano de a pie” sobre estos
temas.
2. La tesis principal aquí es que sólo en espacios de participación activa y de “completitud”
(o de comunidad) obtendremos la suficiente inspiración y fuerza para evolucionar “auto
organizadamente” hacia una familia, un lugar de trabajo, un país y un mundo más feliz.
3. Esto será posible si convocamos a todos los que sientan pasión y responsabilidad para dialogar
creativamente sobre el tema, en un ambiente de libertad real que nos permita avanzar desde el
caos inicial al orden, sintiendo al final un claro sentido de representación, unión y cohesión.
250 La Felicidad
Juan Luis Walker Bozzo
4. En este sentido, para aumentar el “bienestar subjetivo con la sociedad” más que “conferencias”
lo que requerimos son “desconferencias”, donde tanto los ciudadanos, los expertos y las
autoridades, puedan equitativa y horizontalmente conversar y descubrir cómo ser más
felices en su particular contexto cultural, social y político.
La Felicidad 251
Referencias bibliográficas
1. Naciones Unidas. Resolución aprobada por la Asamblea General 65/309. La felicidad:
hacia un enfoque holístico del desarrollo. Se puede ver en: http://www.un.org/ga/
search/view_doc.asp?symbol=A/RES/65/309&Lang=S
8. CDIC. Reportes Diálogos Creativos por la Felicidad. Ver y bajar aquí: http://www.cdic.cl/
wordpress/?p=2322
9. B. Pruitt et al. (con la colaboración del PNUD, ACDI, IDEA y OEA). “Diálogo Democrático –
Un Manual para Practicantes”, 2008. Se puede bajar en: http://www.undp.org/content/
undp/es/home/librarypage/crisis-prevention-and-recovery/democratic_dialogue_
handbook.html
252 La Felicidad
Paulina Silva Ferrada
II Experiencia vida comunitaria y mesas barriales
Paulina Silva Ferrada
II Experiencia
Vida comunitaria y mesas barriales
La experiencia del servicio público en los sectores más vulnerables, tiene mucho de vocación
y voluntariado.
Peñalolén es una comuna del sector oriente muy particular, donde conviven e interactúan
en los mismos espacios y en actividades conjuntas, personas de diferentes estratos
económicos, edades o gustos. Esta tan diversa esta realidad, que es como si Chile entero
estuviera representado en una sola comuna. El peñalolino, entre otras cosas, se caracteriza
por ser muy participativo, defensor de sus derechos y activo socialmente, con el privilegio
de contar aún con los espacios para ello.
Quiero compartir en estas líneas el aporte de las mesas barriales al desarrollo del bienestar
colectivo, desde mi experiencia profesional en esta comuna. Mi primera reunión de trabajo,
con el entonces alcalde de Peñalolén Claudio Orrego, me sorprendió, ya que se encomendó
la labor más hermosa que alguien podría haberme solicitado laboralmente, “tú vas a estar
a cargo de los afectos y de la alegría de los peñalolinos”. Si bien participé en innumerables
eventos y actividades que cumplieron con ese cometido, creo que donde más aprendí y
puse en práctica aquello del “afecto y alegría” fue en las mesas barriales. Tuve la suerte de
participar durante cuatro años de esta experiencia en forma voluntaria; era el día laboral
más largo de la semana y cuando llegaba más tarde a mi casa, sin embargo, era también
cuando llegaba más feliz.
La creación de las “mesas barriales” fue una iniciativa muy particular de la alcaldicia, cuyo
objetivo general fue fortalecer el capital social, y diseñar e implementar un modelo de
participación comunal. Las mesas barriales son instancias de participación e intercambio
entre los diferentes actores locales organizados y no organizados, que intervienen sobre un
mismo radio territorial definido como barrio. Su propósito es definir necesidades, diseñar y
ejecutar acciones en común que apunten al aumento de la calidad de vida del barrio.
Las mesas se dividen por sectores y cada una convoca a 3 o 4 barrios, donde se reúnen juntas
de vecinos, centros de desarrollo, centros de madres, club de adultos mayores y diversas
organizaciones de barrio. Aunque están compuestas por hombres y mujeres de diferentes
edades y actividades, quienes destacan por su participación activa son los adultos mayores.
La Felicidad 253
II Experiencia vida comunitaria y mesas barriales
que las mesas no se centren en ser solo un espacio de alegatos y demandas, sino más bien
una instancia de participación donde convergen iniciativas grupales en pos del bienestar
del barrio y sus organizaciones, en definitiva el foco está en el bien común. El criterio para
formular preguntas y proyectos, es desde una mirada positiva y mirando al futuro, por
ejemplo “cómo encontrar alegría y bienestar en nuestro quehacer como mesa barrial”, en vez
de “qué estrategias incorporar para el cumplimiento de objetivos”.
Son muchas las experiencias y testimonios que dan cuenta del aporte positivo que genera
en sus vidas, el participar en una mesa barrial. Podemos encontrarnos con las “abuelitas” de
un club de adulto mayor, cuyos “sueños y obsesiones” son los viajes que logran organizar para
entretenerse y seguir disfrutando de la vida. A través de fondos concursables, realizando
bingos y desplegando su creatividad, logran generar los fondos necesarios para realizar una
o dos veces al año, viajes fuera de Santiago para conocer nuevos mundo. Luego de disfrutar
de la naturaleza, la comida, el relajo, la compañía y el buen sentido del humor, vuelven a sus
hogares llenos de optimismo, sabiendo que el día ha valido la pena y que hay personas que
se interesan por sus vidas.
En otros casos, los vecinos de un mismo barrio luchan enconadamente para lograr
alarmas comunitarias. Éstas alarmas se trasforman en la primera instancia de reacción de la
comunidad para protegerse mutuamente. A través de una serie de códigos transformados
en distintos tipos de timbres, se interconectan y protegen los vecinos en una misma cuadra
o pasaje previniendo robos o ataques no deseados. La tranquilidad y seguridad que genera
el hecho de saber que están en red con otros, produce sin duda un mayor bienestar y
sentimiento de protección.
Otros vecinos se reúnen con el fin de construir una plaza iluminada, con juegos y árboles
que plantan, cuidan y mantienen entre todos. Estas plazas son las que mejor se mantienen,
pues son el fruto del trabajo comunitario.
Una significativa iniciativa que fue un aporte al desarrollo comunitario, fue la creación
de “Encuentros Interbarriales”, que se realizaron durante tres años consecutivos entre las
comunidades de “Altas Cumbres, Villa El Almendral y El Torreón” del sector de San Luis de
Peñalolén. Tres barrios unidos con un fin común: compartir, hacer participar a la gente y lograr
derribar la apatía cotidiana. Estas actividades invitaban a los vecinos y vecinas en familia a
acercarse al encuentro comunitario, a través de la música, el teatro, el deporte, talleres de
auto cuidado, de reciclaje y muchas otras actividades de bien común. La preparación de
estos encuentros durante meses, distribuyéndonos tareas y gestionando los apoyos, nos
generaba un inmenso bienestar, al vivir el proceso de ir logrando activar y convocar a los
diferentes actores de la comunidad. La felicidad se hacía presente por avanzar en cosas
simples pero significativas; nos prestaron 4 mesas y 50 sillas, logramos conseguir medallas,
copas o diplomas para premiar los juegos deportivos y un cantante nos confirmo que quería
estar. Eran pequeños logros que hacían feliz no solo a quienes estábamos organizando el
254 La Felicidad
Paulina Silva Ferrada
Encuentro, sino que también darían momentos de alegría a las 40, 100 o 200 personas que
asistirían a esta actividad.
Aquella idea de llegar a una edad avanzada y casi retirarse de la vida, ha quedado ya en
el pasado. Estos “adultos mayores” que conforman la mesa barrial nos han demostrado
que todavía tienen mucho que dar y recibir. Muchas abuelas, están a cargo de sus nietos
y vuelven a jugar el rol de madres con todo lo que ello implica, además de seguir como
de dueñas de casa. A pesar de estas responsabilidades se dan el tiempo de pensar en los
demás, participando en sus organizaciones especificas (centros de madres, club de adulto
mayor u otros) y luego, trabajando por el bienestar colectivo en las mesas barriales.
La gran mayoría de estos adultos, coinciden que es el momento de devolverle algo a la vida
y de dejar un legado a las nuevas generaciones. Sea cual sea la vida que les toco vivir, se
sienten agradecidos y en esta última etapa, quieren contribuir con un pequeño grano de
arena para que otros sean felices.
La Felicidad 255
CAPÍTULO 14
Sentido de vida, espiritualidad y felicidad Pedro Alberto Arellano Marín
Capítulo 14
SENTIDO DE VIDA, ESPIRITUALIDAD Y FELICIDAD
Una reflexión desde una historia de vida
El hombre sabio, como la persona feliz, no es aquel que tiene su mente atiborrada de
información y hace alarde de ello. La verdadera sabiduría consiste en descubrir que la
felicidad emerge cuando aceptamos el mundo tal como es, sin pretender acomodarlo como
a nosotros nos gustaría que fuera y, desde esa no resistencia, nos entregamos y donamos el
talento único, particular y precioso que llevamos.
Tu paz interior como tu felicidad dependen, por tanto, de saber que no sacas nada con
luchar con lo que finalmente es, que no puedes elegir lo que crees debería ser, pero que sí
puedes escoger como quieres vivir lo que tienes y lo que te acontece.
Un camino personal
Al iniciar esta reflexión creo bueno señalar que me ubicaré frente a estas preguntas, como
un principiante y un buscador incansable. Haré esta reflexión a partir de estos últimos
treinta años de caminar a tientas, con los sesenta recién cumplidos y con la gratitud
de haber transitado por territorios desconocidos en un camino tan apasionante como
aterrador, tan gozoso como inestable, pero tan lleno de sentido como de felicidad.
Nunca he dejado de sorprenderme cuando recuerdo que la pregunta sobre el “quién soy”,
la inquietud sobre el “sentido de mi vida”, y el “para qué” de lo que hago, hayan recién llegado
en forma manifiesta sólo al inicio de los años ochenta, cuando me aproximaba a los treinta
años de edad. Digo que me sorprende, pues luego de todo lo recorrido, creo que estas
preguntas tan esenciales debieran ser despertadas casi junto al sabor de la leche materna,
como junto al trastabilléo de los primeros pasos en la compañía de padres y maestros.
La explicación que me doy, frente a la ausencia de estas grandes interrogantes en esa primera
mitad de mi vida, tienen que ver con la cultura consumista que en ese momento emergía
con la irracionalidad de sus ofertas sobredimensionadas y promesas incandescentes. Una
época que valorizaba y ordenaba todo a partir del “tener” como del “quehacer”, postergando
o ignorando, la mayoría de las veces, la realidad del “ser”, de la esencia de lo humano.
“El drama del mundo cristiano es la fractura entre la fe y la vida” fueron palabras que hasta hoy
retumban en mi interior como un golpe de gong. Palabras pronunciadas por Juan Pablo II,
que marcaron un nuevo rumbo a mi vida. Constaté que mi forma de vivir terminaría siendo
desintegrada si no modificaba ese modo compartimentado y sin conexión entre los diversos
mundos que constituían mi cotidianidad. Y no quiero decir con ello que no me conducía en
base a valores claros, sino que estaba dividido, fracturado en realidades inconexas, donde
mi quehacer y mi propósito de vida no dialogaban ni estaban en comunión.
Más de cinco años de una profunda búsqueda de sentido, de coherencia y unidad, fuera
del mundo establecido, me permitieron descubrir que era posible crear mi vida a partir de
mi propia voz interior, dejándome llevar, al inicio por sólo susurros suaves y más tarde de
voces claras y precisas, que me han traído hasta aquí con la satisfacción profunda de estar
transitando un camino único, irrepetible y de permanente novedad.
Qué duda cabe que el referente en lo cotidiano sigue siendo aún el “quehacer”, en torno a la
actividad laboral y el “tener” en cuanto a lo material. He ahí la mayor pobreza, el no saber que sólo
trasciende el “ser”, que es lo único que nos constituye en esencia. Esto que nos ofrece, si lo leemos
bien, un sentido a nuestros actos, una manera de ser en el mundo, un “propósito de vida”, es lo
que en el mundo hindú, se llama “Dharma”, aquello único, exclusivo y esencial que nos constituye
como personas, y que de ponerlo en acción, nos ayudará a entregar al mundo nuestra propia
contribución, experimentando por ello un sentido de plenitud y felicidad profundo.
260 La Felicidad
Pedro Alberto Arellano Marín
Desde esta conceptualización, quiero destacar la denominada “Ley del Dharma”, que en
sánscrito quiere decir “propósito de vida”, que aparece en el texto “Las siete leyes espirituales”
de Deepak Chopra, que dice:
“La Ley del Dharma tiene tres componentes. El primero dice que cada uno de nosotros está
aquí para descubrir su verdadero yo, para descubrir por su cuenta que el verdadero yo es
espiritual y que somos en esencia seres espirituales que han adoptado una forma física para
manifestarse.
Cada uno de nosotros está aquí para descubrir su yo superior o su yo espiritual. Esa es la
primera forma de cumplir la Ley del Dharma. Debemos descubrir por nuestra cuenta que
dentro de nosotros hay un dios en embrión que desea nacer para que podamos expresar
nuestra divinidad.
El segundo componente de la Ley del Dharma dice que todo ser humano tiene un talento
único. Cada uno de nosotros tiene un talento (s) tan único en su expresión que no existe
otro ser sobre el planeta que tenga ese talento o que lo exprese de esa manera. Eso quiere
decir que hay una cosa que podemos hacer, y una manera de hacerlo, que es mejor que la
de cualquier otra persona, en este planeta. Cuando estamos desarrollando esa actividad,
perdemos la noción del tiempo y nos introduce en un estado de conciencia atemporal.
El tercer componente de la Ley del Dharma es el servicio a la humanidad, servir a los demás
seres humanos y preguntarse: “¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puedo ayudar a todas las
personas con quienes tengo contacto?” Cuando combinamos la capacidad de expresar
nuestro talento único con el servicio a la humanidad, usamos plenamente la Ley del
Dharma. Y cuando unimos esto al conocimiento de nuestra propia espiritualidad, el campo
de la potencialidad pura, es imposible que no tengamos acceso a la abundancia ilimitada,
porque ésa es la verdadera manera de lograr la abundancia”.
Sentido de la vida
¿Cuál es el significado de mi vida?, ¿cómo puedo encontrar un propósito con el cual servir?
Probablemente ningún ser humano se ha escapado de esta pregunta en algún momento de
su historia, con o sin encontrar respuestas. Las personas de diferentes edades y condiciones
reconocen habitualmente haber estado enfrentadas en algún instante, aunque sea breve,
a cualquiera de estos cuestionamientos. Son pocos los que pueden decir que han resuelto
definitivamente esta pregunta vital.
La Felicidad 261
Sentido de vida, espiritualidad y felicidad
manifiesta la idea de que hay una esencia espiritual y que el camino del ser humano es
despertarla y manifestarla. Esta es la respuesta más concreta a la sensación de sentirnos
incompletos.
Hoy constatamos por la agitación que se expresa en todos lados y en todos los frentes,
que estamos como Humanidad en un tránsito complejo. El paradigma cartesiano que ha
secuestrado nuestra cultura occidental, colocando a la razón como una respuesta a todo,
no puede enfrentar los cuestionamientos más profundos ni tiene respuestas al vacío y al sin
sentido que desgarra nuestras realidades humanas.
Por eso, quienes han querido resolver las incógnitas sobre el sentido de la vida desde el
paradigma racional han fracasado estrepitosamente, sometiendo al hombre a un vacío
tremendo y a un dolor profundo. Muchos propósitos concretos o metas se confunden con
el verdadero significado de la vida. Las personas se equivocan de rumbo cuando quieren
responder a estas preguntas esenciales, buscando alcanzar éxito en los negocios, las
riquezas, el entretenimiento, y tantos otros distractores.
Es indudable que existe todo un campo de posibilidades dadoras de sentido. El ser humano
encuentra propósito en una diversidad de positivas y enriquecedoras actividades culturales,
científicas, artísticas y deportivas. Sin embargo, el auténtico y verdadero sentido, el que
responde a las exigencias más hondas e íntimas del ser humano, el sentido que se inspira
en la dimensión trascendente de la persona, no se satisface con estas actividades o acciones
que, por cierto, pueden ser muy positivas, pero hay que tener presente que son de un orden
distinto. Lo trascendente relacionado con el “ser”, no se puede satisfacer desde lo mundano
del “tener” y el “hacer”.
Algunos consideran que el sentido pareciera tener, más que ver con una intención, un valor
o una idea sublime, a la cual se llega a través del cumplimiento de diversas metas. Otros sin
embargo, como es mi caso, creemos que el sentido o el “propósito de la vida”, tiene que ver
con algo que se va develando con el tiempo, y que permite que el talento único que nos
habita en el interior, se puede donar para el bien de otros.
Gracias y Gratitud
¿Cómo no estar agradecido entonces, cuando estos misterios se van develando y la vida
personal se encamina hacia una experiencia plena de sentido con acciones de entrega y
fecundidad? Gracias y gratitud son finalmente la consecuencia de vivir plenamente en ese
misterio.
Más allá de demostrar que ser agradecido ayuda a quien lo es, resulta interesante saber cómo
durante los últimos años, psicólogos e investigadores han intentado dilucidar los efectos
científicos que produce la gratitud en la vida del ser humano.
262 La Felicidad
Pedro Alberto Arellano Marín
Quizás por ello es que quienes tenemos la conciencia que vivimos sólo sostenidos por la
“Gracia”, como es la experiencia que tengo a consecuencia de este caminar a tientas, o más
aún, de quienes -como también es mi caso- hemos vivido una niñez y una adolescencia sin
ese fuerte referente de los padres, no podemos sino reconocer que el estar vivos y transitando
esta vida feliz, sólo es explicable desde una vida sostenida y conducida desde una “Gracia”,
obviamente divina, infinita y misteriosa, consecuencia de lo cual todo se va traduciendo en
agradecimiento y en gratitud.
Muchos autores señalan por ello que la gratitud es la llave de la felicidad, llave que tiene
muchas veces el costo de la incertidumbre, de lo desconocido, pero que si estamos dispuestos
a transitarla veremos que esa puerta anhelada se abre de par en par. Porque el ser agradecido,
hoy más que nunca, es un acto consciente que requiere voluntad y disciplina. Si somos realistas
es sencillo observar que vivimos en una sociedad dirigida al consumo masivo, donde la lluvia
de quejas empapa desde la clase política hasta el ambiente laboral y familiar más íntimo. Por
ello, parece ser más natural dejarse llevar por el cauce de la crítica y no hacer el esfuerzo de
cambiar la mirada hacia el lado luminoso de la vida y agradecer todo eso que se nos regala
diariamente.
Y es que cuando decidimos ser agradecimos y posar la mirada en los aspectos positivos
y favorables de nuestra existencia, es como si todo cambiara de tono. Estar consientes de
nuestras bendiciones y expresarlo en forma audible no sólo impacta positivamente a quien
recibe esa muestra de gratitud, sino que además a quién la expresa.
Adoptar una actitud de gratitud continua, actúa de forma tranquilizadora frente a las
vicisitudes de la vida, mejora considerablemente las relaciones, tanto en lo personal como en
lo laboral, contribuyendo a ver el entorno de una forma más positiva; mejora el sentimiento
La Felicidad 263
Sentido de vida, espiritualidad y felicidad
Qué mejor para describir este sentimiento de retribución que releer la metáfora de los dos
mares de Palestina:
“En Palestina hay dos mares. El uno es dulce y abunda en peces. Prados, bosques y huertos
adornan sus orillas. Los árboles extienden sobre él sus ramas y alargan las raíces sedientas para
beber de sus aguas saludables. En sus playas juegan grupos de niños, como jugaban cuando
Jesús solía venir por aquí. El amaba este mar. Contemplando su plateada superficie predicó
muchas veces sus parábolas, y en un valle cercano dio de comer a cinco mil personas con cinco
panes y unos pocos peces.
Las cristalinas aguas espumantes de un brazo del Jordán –que llegan a él saltando los cerros–
forman este mar que ríe y canta bajo la caricia del sol. Los hombres edifican sus casas cerca de él
y los pájaros sus nidos, y todo cuanto vive es dichoso con solo estar a su orilla.
El Jordán también desemboca al sur en otro mar. Allí no hay chapoteo de peces, ni susurro de
hojas, ni canto de pájaros, ni risa de niños. Los viajeros evitan esa ruta, a menos que la urgencia
de sus negocios les obligue a seguirla. Una atmósfera densa pesa sobre las aguas de este mar que
ni el hombre, ni la bestia, ni el ave beben nunca.
¿A qué se debe tan enorme diferencia entre dos mares vecinos? No se debe al Jordán,
porque tan buena es el agua que vierte en uno, como la que vierte en el otro, tampoco se
debe al suelo que le sirve de lecho, ni a las tierras que lo circundan. La diferencia se debe
a esto: el mar de Galilea recibe las aguas del Jordán, pero no las retiene, por cada gota que
entra, sale una gota. El dar y el recibir se cumplen allí en idéntica medida. En cambio, el
otro mar es avaro y atesora celosamente lo que recibe. Nunca es tentado por un impulso
generoso. Cada gota que allí cae, allí se queda.
Hay dos mares en Palestina. El mar de Galilea que da y vive. El otro –el que no da nada– se llama
Mar Muerto.”
Finalizo estas reflexiones entonces con la gratitud del que da en gratuidad. Feliz-Si-Dad, es el
desglose que he hecho de la palabra que encierra ese anhelado sentimiento. Felicidad que
necesariamente emerge de esa actitud de amor incondicional, de donarse en lo propio, en
264 La Felicidad
Pedro Alberto Arellano Marín
La Felicidad 265
CAPÍTULO 15
El bien es el mal que no se hace Manfred Max-Neef
Capítulo 15
EL BIEN ES EL MAL QUE NO SE HACE
Sobre crímenes económicos contra la humanidad
Manfred Max-Neef
1. Preámbulo
En la segunda mitad del Siglo XIX, el caricaturista, pintor y poeta de historietas satíricas
ilustradas, el alemán Wilhelm Busch, terminaba una de sus historietas con una reflexión que
desde niño me fascinó por su simplicidad y profundidad: “Das Gute dieser Satz steht fest, ist
stets das Böse was man lesst”, que en mal verso traducido por mí, dice: “El Bien, y esta frase es
base; es el Mal que no se hace”. Tantos volúmenes filosóficos se han escrito sobre el bien, y
aquí, en una sola frase simple y clara quedaba todo contenido.
La razón por la cual hago este comentario es que quienes estamos comprometidos con el
diseño de un nuevo paradigma económico y de desarrollo, pretendemos – aunque suene
petulante – restablecer el Bien después de tanto daño y sufrimiento generado por el modelo
económico neoliberal dominante. Pero para construir ese bien, como dice Busch, hay que
dejar de hacer el mal. Y el problema es que ese mal que nos afecta es difícil de identificar
por no estar tipificado en el lenguaje jurídico ni ser parte del lenguaje cotidiano. Se trata de
un mal que por carecer de nombre ha permanecido inmune. El intento de este ensayo es
inaugurar el concepto de Crimen Económico, y sugerir el modo de enfrentarlo. Pienso que
cumplido los propósitos que aquí se exponen, será más expedito el camino para el ingreso
y la eventual consolidación de un nuevo paradigma.
2. Fundamentación
De acuerdo a lo planteado por la Corte Penal Internacional, un crimen contra la humanidad
es “cualquier acto inhumano que causa graves sufrimientos o atente contra la salud mental o
física de quien lo sufre, cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático contra
una población civil”. Desde mediados del siglo pasado estamos todos familiarizados con
el concepto, principalmente relacionado con agresiones realizadas por motivos políticos,
ideológicos, raciales, culturales, de género, o religiosos. Los ejemplos abundan, y en nuestro
continente Latinoamericano, los ilustran las múltiples dictaduras que se entronizaron en
las décadas de los setenta y ochenta en Sudamérica, y décadas antes en Centroamérica,
provocando sufrimientos personales y colectivos indescriptiblemente crueles.
Hoy nos encontramos libres de esos regímenes atroces. Sin embargo, a pesar del dominio
de supuestas democracias, constatamos ahora en diversas regiones del mundo nuevas
situaciones de enorme sufrimiento social que no encajan en el concepto tradicional de
crímenes contra la humanidad, tales como la tortura, las desapariciones de personas, los
ataques armados, las persecuciones, las deportaciones y los exilios; sino en procesos que
son producto de políticas económicas. En las décadas de los ochenta y noventa, fueron
las políticas de ajuste estructural diseñadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional que provocaron daños sociales tremendamente graves en América Latina,
África, Asia y Europa del Este. Tanto así que después de la crisis asiática (1997–1998),
producto de esas políticas, los organismos de Bretton Woods quedaron profundamente
desprestigiados. Hoy son las supuestas potencias occidentales y sus periferias que sufren
los costos sociales de una crisis financiera sin precedentes desde fines de la década de
los veinte, con tasas exorbitantes de desempleo, pérdida de viviendas y ahorros, ruina
de millones de personas, quiebra de miles de empresas y sociedades, mega-corrupción,
especulación desenfrenada, e inminentes colapsos de economías enteras.
3. Características
Resulta pertinente señalar algunas connotaciones asociadas a determinadas conductas o
políticas de naturaleza económica que puedan ser consideradas como verdaderos crímenes
de lesa humanidad. Para ello seguimos en este acápite, con algunos ajustes y agregados, la
línea argumental del economista español Juan Torres López (1), en una de sus publicaciones.
personas por suicidio que por accidentes de tránsito. Cabe preguntarse honestamente, si
esos suicidios son realmente suicidios, o son asesinatos de un sistema económico perverso.
Los daños que se producen se pueden conocer de antemano y, a pesar de ello, se llevan
a cabo.
Por ejemplo, se sabe perfectamente bien que recortes en el mal llamado gasto social
(debiera llamarse inversión social) producen efectos que se pueden evaluar con bastante
precisión en la mortalidad, en los suicidios, en la expansión de determinadas enfermedades,
en la tasa de pobreza, y otros.
Las conductas y políticas económicas que producen este tipo de daños son el resultado
de presupuestos ideológicos.
En contra de lo que se dice, las políticas económicas no las avalan análisis técnicos que
aseguren su inexorable conveniencia y prácticamente nunca hay contrastación empírica
que asegure su bondad o que justifique la necesidad de aplicarlas. Precisamente porque se
busca el efecto de beneficiar a los grupos de poder, se presentan con una retórica de aparente
rigor, pero cuyas consecuencias ni pueden ni quedan demostradas “ex ante”. Y de hecho es
fácilmente comprobable “ex post” que casi siempre producen efectos muy contrarios a los que
se presentan como justificantes de su adopción. Esto significa, por lo tanto, que se trata de
conductas basadas en una gran dosis de engaño consciente a la población.
Cuando se pregunta ¿quiénes son los responsables de la crisis?, la respuesta más frecuente
es: los mercados. La verdad, sin embargo, es que esos supuestos mercados, tienen nombre
La Felicidad 271
El bien es el mal que no se hace
y apellido. “Son quienes defendieron la liberalización sin control de los mercados financieros; los
ejecutivos y empresas que se beneficiaron de los excesos del mercado durante el boom financiero;
quienes permitieron sus prácticas y quienes les permiten ahora salir indemnes y robustecidos,
con más dinero público, a cambio de nada. Empresas como Lehman Brothers o Goldman
Sachs, bancos que permitieron la proliferación de créditos basura, auditores que supuestamente
garantizaban las cuentas de las empresas, y gente como Alan Greenspan, jefe de la Reserva
Federal durante los gobiernos de Clinton y Bush, opositor a ultranza de la regulación de los
mercados financieros”(2)
“Si tuviéramos nociones claras de qué es un crimen económico y si existieran mecanismos para
investigarlos y perseguirlos se hubieran podido evitar muchos de los actuales problemas. No es
una utopía. Islandia ofrece un ejemplo muy interesante. En vez de rescatar a los banqueros que
arruinaron el país en 2008, la fiscalía abrió una investigación penal contra los responsables. En el
año 2009 el Gobierno entero tuvo que dimitir y el pago de la deuda de la banca quedó bloqueado.
Islandia no ha socializado las pérdidas como lo están haciendo muchos países, sino que ha
aceptado que los responsables fueran castigados y que sus bancos se hundieran” (2). No deja
de ser interesante lo poco que se ha divulgado a través de los medios el caso de Islandia. Es
entendible, ya que de haber generado contagio sería catastrófico para los grupos de poder.
4. Propuesta
Tal como en el pasado se crearon instituciones jurídicas y procedimientos para perseguir y
juzgar los crímenes políticos contra la humanidad, es oportuno en el momento actual, crear
el concepto de crimen económico contra la humanidad. Es urgente que la noción de crimen
económico se integre en el lenguaje ciudadano y se entienda su trascendental importancia
para la consolidación de una auténtica democracia.
272 La Felicidad
Manfred Max-Neef
lo tanto necesario, proponer un paradigma distinto del actualmente vigente que ha sido
responsable de daños tan devastadores. El reconocimiento de un nuevo paradigma debe
ser la base, en el que se sustente el tribunal que proponemos.
Cabe plantear que por iniciativa del Reino de Bhutan con el apoyo de la Asamblea General
de las Naciones Unidas, se ha creado un grupo transdisciplinario de sesenta expertos
internacionales, del cual formo parte, que deberán proponer a la Asamblea un nuevo
paradigma económico y de desarrollo para el mundo, hacia fines del 2014. Las bases
fundamentales del nuevo paradigma son el bienestar y la felicidad de todos los seres
vivientes como propósito final del desarrollo. No siendo posible aquí extendernos en el
contenido del proyecto que se está elaborando, sí podemos identificar ciertos principios
fundamentales que debieran orientar a una nueva economía. Pero antes de ello conviene
aclarar, lo que se debe entender como felicidad en el nuevo paradigma. No se trata de la
visión típicamente occidental de la felicidad como un evento efímero de influencia externa.
Se trata de la visión budista en que: Primero, la verdadera felicidad es producto de un sentido
total de conectividad con nuestro mundo, con la naturaleza, con nuestras comunidades y
sus gentes, con nuestra cultura y nuestra herencia espiritual. Segundo, se manifiesta como
servicio a los demás, reconociendo que la felicidad no puede existir mientras otros sufren.
Tercero, extendiendo nuestra preocupación a otras especies de seres sintientes; por ejemplo,
estimulando la agricultura orgánica para evitar la muerte de millones de microorganismos
producto de los pesticidas, y declarando ilegal todas las formas crueles de crianza industrial
de animales.
Dicho lo anterior, proponemos que una nueva economía debiera satisfacer cinco postulados
fundamentales y un principio moral irrenunciable.
Los postulados son:
a) La economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
b)El desarrollo tiene que ver con personas y no con objetos.
c) El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente
de crecimiento.
d) Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas.
e) La economía es un sub-sistema de un sistema mayor y finito, que es la biosfera, y por lo
tanto el crecimiento permanente es imposible.
El principio moral es:
f ) Ningún interés económico puede bajo ninguna circunstancia estar por sobre la reverencia
por la vida.
La Felicidad 273
El bien es el mal que no se hace
No es difícil percatarse al recorrer los seis principios, que lo que tenemos hoy es, uno por
uno, exactamente lo contrario. También es fácil constatar que respetando estos principios,
los desastres de que somos testigos no habrían podido ocurrir. Teniendo estos principios
como referencia, el tribunal podrá evaluar en cada caso que deba juzgar, y el grado y el tema
en que lo denunciado se aparta de ellos.
5. Estructura y funcionamiento
Inspirado en la experiencia del Tribunal Russell, nuestro tribunal estará conformado por 25
personajes destacados internacionalmente en distintas disciplinas y que representarán a los
cinco continentes. Tendrá sesiones dos veces al año, y según el contenido de las demandas
que se hayan presentado, convocará en calidad de jueces a los miembros más capacitados.
Establecerá y mantendrá estrechas relaciones con medios de difusión a través de las redes
sociales y con instituciones internacionales preocupadas por el desarrollo sostenible y la
justicia social, tales como: Right Livelihood Foundation, World Future Council, Club of Rome
y otras. De ese modo las conclusiones y sentencias del tribunal, podrán tener la más amplia
difusión posible. El tribunal hará llegar igualmente sus planteamientos a los gobiernos
correspondientes en cada caso, y, del mismo modo, a otros gobiernos donde se vislumbran
casos similares, a fin de que puedan tomar las medidas necesarias oportunamente.
El tribunal no tendrá un domicilio fijo, y realizará sus sesiones en distintos lugares del
mundo. No obstante contará con una Secretaría que recibirá las denuncias y consultas, y
cuyo domicilio y dirección deberán establecerse una vez creado el tribunal.
A través de sus relaciones con otras instituciones como las ya indicadas, el tribunal no
actuará sólo con fines de denuncia, sino también con fines educacionales. Por ello sus
planteamientos deberán llegar a instancias de gobiernos y, sobre todo, a Universidades.
Cada sesión del tribunal será dedicada a uno o más casos de crímenes económicos. Para
ello, los denunciantes deberán preparar un dossier con todos los antecedentes pertinentes:
origen del caso, efectos negativos sobre seres humanos y naturaleza (en lo posible
cuantificables), actores involucrados, plena identificación de los responsables del caso
(gobierno, empresas o individuos), identificación de grupos opositores y sus argumentos,
propuestas –si es el caso– de alternativas.
274 La Felicidad
Manfred Max-Neef
Como se expresa más arriba, todo ello será ampliamente difundido, especialmente en
países donde crímenes similares podrían ocurrir o estar ocurriendo.
Se intentará que los miembros del tribunal puedan hacer conferencias y seminarios a través
del mundo, a fin de crear la conciencia sobre los crímenes económicos contra la humanidad.
Con esta nueva conciencia, será posible hacer cambios profundos tanto en las acciones
económicas como en su enseñanza.
La Felicidad 275
Referencias bibliográficas
1. Juan Torres López, “Crímenes económicos contra la humanidad”, 29 Mayo 2013 http://
www.nuevatribuna.es/opinion/juan-torres-lopez/crimenes-economicos-contra-la-
humanidad/20130529153853092767.html
276 La Felicidad
CAPÍTULO 16
La educación positiva: un nuevo paradigma Alejandro Adler
Capítulo 16
LA EDUCACIÓN POSITIVA: UN NUEVO PARADIGMA
Alejandro Adler
Introducción
La educación transforma al ser humano. A través de la transmisión de conocimientos y
habilidades, la educación lo transporta de su estado presente a un estado distinto en el
futuro. Por lo tanto, la educación implica el cambio y el crecimiento del individuo en una
cierta dirección. La pregunta importante al abordar el tema de la educación es, ¿en qué
dirección queremos transformar cognitiva y emotivamente al individuo en su proceso
educativo? En otras palabras, ¿cuál es el propósito de la educación, y cuál debe ser su fin?
El sentido común, junto a estudios más rigurosos en el campo de la psicología positiva, nos
dice que el bienestar integral es una meta fundamental en la vida del ser humano, y podría
decirse que la más importante. Sin embargo, independientemente de ideologías y creencias
morales, es innegable que nos encontramos en una época en la que el progreso se mide,
en gran parte, de acuerdo a la acumulación de dinero y de bienes materiales, desde el éxito
individual hasta el nivel del desarrollo nacional. La gran mayoría de los sistemas educativos
actuales reflejan esta concepción del progreso en la manera en que preparan a los individuos
para el futuro, especialmente durante sus años formativos de niñez y adolescencia. Los
sistemas educativos tratan de preparar al estudiante para tener vidas productivas, pero no
les proveen de herramientas para tener vidas plenas y sanas, con significado y propósito.
les brindará a sus estudiantes las herramientas para disfrutar de vidas productivas y plenas.
Éste es el fundamento de la educación positiva.
Es la intersección de la psicología positiva con la educación la que nos presenta una pregunta
simple y fundamental: ¿educación para qué? La educación positiva responde a esta pregunta
usando décadas de estudios científicos y milenios de contemplación y razón: educación
para la plenitud integral que el ser humano innatamente desea, independientemente de
su cultura o época.
280 La Felicidad
Alejandro Adler
positivas con los demás, autonomía, dominio del medio ambiente, propósito en la vida,
y crecimiento personal). A nivel social, Gallup ha creado el Healthways Well-Being Index,
que incluye variables como evaluación de la vida, salud emocional, salud física, hábitos
saludables, entorno laboral y accesos básicos (7). La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE) ha creado el Better Life Index, compuesto por 11 temas que
se consideran esenciales para la calidad de vida (vivienda, ingresos, empleo, comunidad,
educación, medio ambiente, gobierno, salud, satisfacción con la vida, seguridad, y balance
de vida y trabajo). El índice permite a cada país identificar los temas más importantes para
nación (8).
Un elemento que falta en cada uno de estos modelos enfocados en el bienestar del adulto
es la etapa previa - el bienestar y el funcionamiento de la juventud. La psicología de la
adolescencia y de la niñez se ha centrado principalmente en la psicopatología del desarrollo
y en minimizar los efectos negativos de las enfermedades mentales, y poco en el bienestar
de los jóvenes y en como fomentarlo. La adolescencia es un período particularmente
formativo y que a menudo ha sido ignorado en la psicología contemporánea. El bienestar y
el progreso de los jóvenes a menudo se miden, solo a través de su desempeño académico
(calificaciones y notas).
Al igual que varios componentes son necesarios para definir y entender el bienestar del
adulto, Steinberg y Kern (11) sugieren que es necesario un enfoque multifacético para
comprender el bienestar del joven durante su niñez y su adolescencia. Con este objetivo,
estos autores recientemente han desarrollado un modelo teórico del funcionamiento
psicológico positivo de los jóvenes que se compone de cinco factores que reflejan los cinco
dominios del PRISMA, caracterizado por el acrónimo PRECO: la perseverancia (ejecución de
objetivos hasta alcanzarlos, a pesar de la oposición y retos), las relaciones positivas (relaciones
satisfactorias con los demás que brinden un sentimiento de apoyo y amor recíproco), las
emociones positivas (alegría, confianza, tranquilidad, entusiasmo, etc.), el compromiso e
involucramiento (absorción completa en lo que está haciendo e interés en actividades de la
vida), y el optimismo (esperanza y confianza en el futuro).
Como se observa en el Gráfico 1, PRECO refleja la estructura de los cinco factores del
PRISMA, con dominios de significado y de metas alcanzadas que son más relevantes para
La Felicidad 281
La educación positiva: un nuevo paradigma
ADOLESCENTE ADULTO
Perseverancia Emociones Positivas
Relaciones Positivas Relaciones Positivas
Emociones Positivas Involucramiento y Compromiso
Compromiso e Involucramiento Significado
Optimismo Metas Alcanzadas
Gráfico 2
ADOLESCENCE ADULTHOOD
Positive Emotion Positive Emotion
Engagement Engagement
Relationships Relationships
Optimism Meaning
Perseverance Accomplishment
(Steinberg, 2012)
La educación positiva
Las escuelas tienen un papel fundamental en el establecimiento y el mantenimiento de
valores culturales y sociales. Muchos niños y adolescentes pasan la mayoría de su tiempo
en ambientes escolares. Cabe destacar que, aunque bien intencionados, los sistemas
educativos a menudo establecen un estilo de funcionamiento negativo. Los estudiantes
deben sentarse en silencio y comportarse, o enfrentar acciones disciplinarias. Los profesores
a menudo gastan tiempo y energía frente a la victimización, la intimidación, las peleas, y las
interrupciones de estudiantes, las cuales generan estrés y frustración para los profesores y
un ambiente hostil y no propicio para el aprendizaje. Eventualmente, una parte importante
de los estudiantes, profesores y administradores se amargan ante el proceso escolar. Un
estudio reciente examinó qué palabras utilizan más los adolescentes en los medios de
comunicación social como Twitter y Facebook cuando están hablando acerca de sus
282 La Felicidad
Alejandro Adler
escuelas, y las palabras más comunes que se utilizan son “aburrido,” “estúpido,” y “odio” (13).
La educación positiva propone que el bienestar debe de ser enseñado, por su valor intrínseco
y por su valor instrumental.
A pesar de que las condiciones externas (por ej., crecimiento económico, acceso a servicios
de salud y educación) han mejorado en prácticamente todo el mundo durante los últimos
50 años, la satisfacción general con la vida se ha mantenido esencialmente estable en la
mayoría de los países (15). Durante este mismo período, la prevalencia de la depresión ha
aumentado a un ritmo alarmante. Algunos estudios afirman que la depresión hoy en día, es
cerca de diez veces más frecuente de lo que lo era hace 50 años (16). No solamente se ha
incrementado la prevalencia global de la depresión clínica durante las últimas cinco décadas,
sino que la edad media de un primer episodio es cada vez más temprano (adolescencia).
Hoy en día, uno de cada cinco adolescentes tiene un episodio de depresión clínica antes de
terminar la escuela secundaria (17, 18). Estos resultados confirman la necesidad urgente de
promover un nuevo paradigma educativo que aborde directamente el bienestar psicológico
de los adolescentes.
La investigación psicológica nos enseña que el afecto positivo (alegría, confianza, tranquilidad
y entusiasmo) y el afecto negativo (tristeza, frustración, estrés, miedo y ansiedad), son factores
independientes del estado emocional de una persona en cualquier momento. Los elementos
del afecto positivo y del afecto negativo pueden estar presentes simultáneamente (28). Por
lo tanto, la presencia del afecto positivo es favorable en momentos educativos y eventos
de la vida que requieren creatividad y un pensamiento amplio y holístico, mientras que el
afecto negativo es favorable durante los eventos que requieren un pensamiento crítico y
analítico. Las emociones negativas ya las generan la mayoría de los ambientes educativos,
La Felicidad 283
La educación positiva: un nuevo paradigma
sin embargo, son pocos los que generan un afecto positivo. Tener un repertorio entero de
emociones disponibles y poder activar esas emociones al enfrentar diferentes problemas y
decisiones, es un arte que se puede aprender.
• Las personas con mayor satisfacción en su vida gozan de mejor salud física, mayores
logros profesionales, mejores relaciones sociales, y mayores contribuciones económicas
para su sociedad (1, 2, 3).
• Los optimistas presentan una mejor salud física, incluyendo recuperaciones más
rápidas después de cirugías, se enferman con menor frecuencia, presentan menor
riesgo de mortalidad, y menor incidencia de consumo de tabaco, alcohol, y drogas (29,
30).
• Las personas con más emociones positivas presentan mejores relaciones sociales y
conductas más saludables (1, 2, 3, 31).
• Las personas que sienten más gratitud, experimentan menos síntomas somáticos
(32).
• El afecto positivo reduce los prejuicios hacia miembros de otros grupos raciales,
étnicos, culturales, y religiosos (33).
Hasta la fecha, la mayoría de la psicología positiva se ha enfocado en adultos, y pocos
estudios han investigado el bienestar de los jóvenes. Sin embargo, algunos estudios sobre
la adolescencia han encontrado que:
284 La Felicidad
Alejandro Adler
La educación positiva tiene un fundamento empírico que nos reafirma que el bienestar
se puede enseñar. Existe un gran número de estudios que nos han mostrado que el
bienestar depende en parte de factores genéticos y en parte de habilidades que se puede
enseñar y aprender a través de la vida (40). Más allá de lo que la genética le brinda a cada
individuo, existe evidencia que la educación positiva incrementa el bienestar y mejora el
comportamiento de los estudiantes, aumenta su participación en el aula, les enseña las
herramientas para conseguir objetivos que la mayoría de los padres valoran, y también
mejora su desempeño académico (14).
La Felicidad 285
La educación positiva: un nuevo paradigma
Muchos estudios durante las últimas dos décadas han establecido científicamente la
relación que existe entre la meditación, el altruismo, la conciencia plena (“mindfulness”), y
el bienestar (44, 45). Por ejemplo, las investigaciones realizadas por Martin Seligman indican
que la alegría de llevar a cabo un acto de bondad desinteresada proporciona profunda
satisfacción y bienestar (40). En este estudio, a un primer grupo de estudiantes se les dio
una cantidad de dinero y se les pidió que salieran a divertirse durante unos días, mientras
que a un segundo grupo se les dijo que utilizaran ese dinero para ayudar a los necesitados
(ancianos, enfermos, etc.), y a todos se les pidió que escribieran un informe unos días
después. El estudio demostró que la satisfacción provocada por una actividad placentera,
como salir con amigos, ver una película, o disfrutar de un postre, fue mucho menor y duró
menos que el bienestar causado por la realización de actos de bondad. Durante el día que
los estudiantes realizaron un acto bondadoso y espontáneo, reportaron que tuvieron un
mejor día, que fueron más amables con otros, más apreciados por la gente de su alrededor,
y mejores amigos y parejas.
La investigación colaborativa entre neurólogos y meditadores budistas ha producido
numerosas publicaciones que han establecido con credibilidad científica el vínculo entre
la meditación y sus efectos en el equilibrio emocional y otros componentes del bienestar
psicológico. En las palabras del neuro científico estadounidense Richard Davidson, “la
investigación sobre la meditación demuestra que el cerebro puede ser modificado físicamente
de manera que poca gente podía imaginar.” (46). Por ejemplo, al meditar sobre la bondad y
la compasión (47), los meditadores más experimentados mostraron un gran incremento en
la actividad cerebral de altas frecuencias (ondas gamma) en áreas del cerebro relacionadas
con las emociones positivas y con la empatía.
Barbara Fredrickson ha mostrado los efectos positivos de aprender a generar emociones
positivas a través de la meditación. Trabajó con 140 voluntarios sin experiencia previa en
la meditación y asignó al azar a 70 de ellos, la práctica de meditación de 30 minutos al
día durante siete semanas. Se compararon los resultados con los otros 70 sujetos que
no practicaron ningún tipo de meditación. El resultado fue robusto e impactante. En sus
palabras, “Cuando personas sin experiencia con la meditación aprenden a calmar y aquietar
su mente y ampliar su capacidad de amor y bondad, hay una transformación desde el interior
286 La Felicidad
Alejandro Adler
del individuo hacia afuera. Ellos [los que meditaron] experimentaron más amor, compromiso,
serenidad, alegría y diversión. Y aunque por lo general meditaban solos, experimentaron las
cumbres de sus emociones positivas al interactuar con otros. Sus vidas tuvieron un espiral de
crecimiento”(48). Experimentos posteriores han reconfirmado que los mecanismos detrás de
estos efectos tienen que ver con la activación de conexiones neurológicas y fisiológicas que
repercuten en sus cerebros y otras partes del cuerpo (49).
La literatura científica indica que las personas egoístas están más centradas en disfrutar del
placer hedónico que en el cultivo del bienestar psicológico integral y que, en consecuencia,
sólo disfrutan de un bienestar pasajero y fugaz. Por otro lado, las personas que reducen sus
tendencias egoístas disfrutan una vida con mayor satisfacción y con mayor paz interior y
serenidad (50).
La Felicidad 287
La educación positiva: un nuevo paradigma
El único país que ha incorporado la educación positiva a escala nacional es el Reino Himalaya
de Bután. Desde 1972, este país ha adoptado la felicidad interna bruta (FIB) en vez del producto
interno bruto (PIB), como su índice de desarrollo nacional, a partir del cual se implementan las
políticas públicas del país. Este modelo de desarrollo de la felicidad interna bruta, también
permea el sector de la educación. El lema de la Secretaría de Educación de Bután es,
“Educando para la FIB” (“Educating for Gross National Happiness”). El 95% de los estudiantes del
país asisten a escuelas públicas, y todas estas han adoptado un currículum complementario
al currículum académico tradicional, que incluyen herramientas para la felicidad como la
meditación, la resiliencia, la comunicación efectiva, la toma de decisiones, la compasión y
empatía, el pensamiento crítico y creativo, y el conocimiento de uno mismo. Así como los
estudiantes toman clases de materias tradicionales como matemáticas, literatura, y ciencias,
también toman clases de estas herramientas y habilidades para vivir la vida plena.
Bután es un microcosmo de lo que significa armar un sistema educativo con una respuesta
empíricamente informada y éticamente noble a la pregunta, ¿educación para qué?
La educación es un pilar central del desarrollo humano y de la esencia social y valórica
de nuestras comunidades. Si queremos una sociedad que habilite a los individuo para
desarrollar una vida productiva y plena dentro de comunidades sanas y felices, entonces la
educación positiva proporciona una ruta empíricamente fundamentada para alcanzar ese
digno objetivo.
288 La Felicidad
Referencias bibliográficas
2. Lyubomirsky, S, King, LA & Diener, E 2005, ‘The benefits of frequent positive affect: Does
happiness lead to success?’, Psychology Bulletin, vol. 131, pp. 803-855.
3. Pressman SD, Cohen S. (2005) Does positive affect influence health? Psychology Bulletin,
131: 925-971.
4. Lyubomirsky, S. (2007). The how of happiness: A new approach to getting the life you want.
Penguin.
5. Diener, E, Scollon, CN, & Lucas, RE 2003, ‘The evolving concept of subjective well-being:
The multifaceted nature of happiness’, in PT Costa & IC Siegler (ed.) The psychology of
aging. Elsevier Science, New York.
6. Ryff CD, Keyes CLM. (1995) The structure of psychological well-being revisited. Journal
of Personality.
7. Kahneman, D & Deaton, A 2010, ‘High income improves evaluation of life but not
emotional well-being’, Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 107, no. 38,
pp. 16489-16493.
8. Kerényi, Adam. (2011) The Better Life Index of the Organization for Economic Co-
operation and Development, Public Finance Quarterly, 56, issue 4, p. 518-538.
10. Forgeard, MJC, Jayawickreme, E, Kern, ML & Seligman, MEP 2011, ‘Doing the right thing:
Measuring well-being for public policy’, International Journal of Wellbeing, vol. 1, pp. 79–
106.
12. Duckworth, A.L., Peterson, C., Matthews, M.D., & Kelly, D.R. (2007) Grit: Perseverance and
passion for long-term goals. Journal of Personality and Social Psychology, 9, 1087-1101.
La Felicidad 289
“Toward Personality Insights from Language Exploration in Social Media.” In 2013 AAAI
Spring Symposium Series. 2013.
15. Inglehart, R., Foa, R., Peterson, C. & Welzel, C. (2007) Development, freedom, and rising
happiness: a global perspective, Perspectives on Psychological Science, 3, 264–285.
16. Wickramaratne, P.J., Weissman, M.M., Leaf, P.J. & Holford, T.R. (1989) Age, period and cohort
effects on the risk of major depression: results from five United States communities,
Journal of Clinical Epidemiology, 42, 333–343.
17. Lewinsohn, P.M., Rohde, P., Seeley, J.R. & Fischer, S.A. (1993) Age-cohort changes in the
lifetime occurrence of depression and other mental disorders, Journal of Abnormal
Psychology.
18. Weissman, M.M. (1987) Advances in psychiatric epidemiology: rates and risks for major
depression, American Journal of Public Health, 77, 445–451.
19. Bolte, A, Goschke, T & Kuhl, J 2003, ‘Emotion and intuition: effects of positive and negative
mood on implicit judgments of semantic coherence’, Psychological Science, vol. 14, pp.
416–421.
20. Estrada, CA, Isen, AM & Young, MJ 1994, ‘Positive affect improves creative problem
solving and influences reported source of practice satisfaction in physicians’, Motivation
and Emotion.
21. Fredrickson, BL 1998, ‘What good are positive emotions?’, Review of General Psychiatry,
vol. 2, pp. 300–319.
22. Fredrickson, BL & Branigan, C 2005, ‘Positive emotions broaden the scope of attention
and thought-action repertoires’, Cognition & Emotion, vol. 19, pp. 313–332.
23. Isen, AM, Daubman, KA & Nowicki, GP 1987, ‘Positive affect facilitates creative problem
solving’, Journal of Personality and Social Psychology, vol. 52, pp. 1122–1131.
24. Isen, AM, Rosenzweig, AS & Young, MJ 1991, ‘The influence of positive affect on clinical
problem solving’, Medical Decision Making, vol. 11, pp. 221–227.
25. Kuhl, J 1983, ‘Emotion, cognition, and motivation: II. The functional significance of
emotions in perception, memory, problem-solving, and overt action’, Sprache & Kognition,
vol. 2, pp. 228–253.
290 La Felicidad
26. Kuhl, J 2000, ‘A functional-design approach to motivation and self-regulation: the
dynamics of personality systems interactions’, in M Boekaerts, PR Pintrich & M Zeidner
(ed.), Handbook of self-regulation , Academic Press , San Diego, pp. 111–169.
27. Rowe, G, Hirsh, JB, Anderson, AK & Smith, EE 2007, ‘Positive affect increases the breadth
of attentional selection’, PNAS Proceedings of the National Academy of Sciences of the
United States of America, vol.104, pp. 383–388.
28. Watson, D, Clark, LA & Tellegen, A 1988, ‘Development and validation of brief measures
of positive and negative affect: The PANAS scales’, Journal of Personality and Social
Psychology, vol. 54, pp. 1063–1070.
29. Fry, PS & Debats, DL 2009, ‘Perfectionism and the five-factor personality traits as predictors
of mortality in older adults’, Journal of Health and Psychology, vol. 14, pp. 513-524.
30. Shen, BJ, McCreary, CP & Myers, HF 2004, ‘Independent and mediated contributions of
personality, coping, social support, and depressive symptoms to physical functioning
outcomes among patients in cardiac rehabilitation’, Journal of Behavioral Medicine, vol.
27, pp. 39-62.
31. Salovey, P, Rothman, AJ, Detweiler, JB & Steward , WT 2000, ‘Emotional states and physical
health’, American Psychologist, vol. 55, pp. 110-121.
32. Froh JJ, Yurkewicz C & Kashdan TB 2009, ‘Gratitude and subjective well-being in early
adolescence: Examining gender differences’, Journal of Adolescence, vol. 32, pp. 633-650.
33. Johnson, KJ & Fredrickson, BL 2005, ‘We all look the same to me’: positive emotions
eliminate the own-race bias in face recognition’, Psychological Science, vol. 16, pp. 875–
881.
34. Hoyt, LT, Chase-Lansdale, PL, McDade, TW & Adam, EK 2012, ‘Positive youth, healthy
adults: Does positive well-being in adolescence predict better perceived health and
fewer risky health behaviors in young adulthood?’, Journal of Adolescent Health, vol. 50,
pp. 66-73.
35. Diener, E, Nickerson, C, Lucas, RE & Sandvik, E 2002, ‘Dispositional affect and job outcomes’,
Social Indicators Research, vol. 59, pp. 229–259.
36. Hamre BK, Pianta RC. (2001) Early teacher-child relationships and the trajectory of
children’s school outcomes through eighth grade. Child Development. 2001; 72: 625-638.
37. Bogg T & Roberts BW 2004, ‘Conscientiousness and health-related behaviors: A meta-
analysis of the leading behavioral contributors to mortality’, Psychology Bulletin, vol. 130,
pp. 887-919.
La Felicidad 291
38. Kern ML & Friedman HS 2008, ‘Do conscientious individuals live longer? A quantitative
review’, Health Psychology, vol. 27, pp. 505-512.
39. Roberts, BW, Kuncel, NR, Shiner , R, Caspi, A & Goldberg, LR 2007, ‘The power of
personality: The comparative validity of personality traits, socioeconomic status, and
cognitive ability for predicting important life outcomes’, Perspectives on Psychological
Science, vol. 2, pp. 313-345.
40. Seligman, MEP 2002, Authentic happiness: using the new positive psychology to realize your
potential for lasting fulfillment , Free Press, New York,.
41. Brunwasser, S.M. & Gillham, J.E. (2008) A meta-analytic review of the Penn Resiliency
Programme. Paper presented at the Society for Prevention Research, San Francisco, May.
42. Gillham, J.E., Brunwasser, S.M. & Freres, D.R. (2007) Preventing depression early in
adolescence: the Penn Resiliency Program, in: J.R.Z. Abela & B.L. Hankin (Eds) Handbook
of depression in children and adolescents (New York, Guilford Press), 309–332.
43. Peterson, C. & Seligman, M.E.P. (2004) Character strengths and virtues: a handbook and
classification. New York, Oxford University Press/Washington, DC, American Psychological
Association.
44. Myers, DG 2000, The American Paradox: Spiritual Hunger in an Age of Plenty, Yale University
Press.
45. Diener, E & Seligman, MEP 2004, ‘Beyond money: Toward an economy of well-being’,
Psychological Science in the Public Interest, vol. 5, pp. 1–31.
47. Lutz, A, Greischar, LL, Rawlings, NB, Ricard, M & Davidson, RJ 2004, ’Long-term meditators
self-induce high-amplitude gamma synchrony during mental practice’, Proceedings of
the National Academy of Sciences of the United States of America, vol. 101, no. 46, pp. 16369.
48. Fredrickson, B. L., Cohn, M. A., Coffey, K. A., Pek, J., & Finkel, S. M. (2008). Open hearts
build lives: positive emotions, induced through loving-kindness meditation, build
consequential personal resources. Journal of personality and social psychology, 95(5), 1045
49. Kok, BE & Fredrickson, BL 2010, ‘Upward spirals of the heart: Autonomic flexibility, as
indexed by vagal tone, reciprocally and prospectively predicts positive emotions and
social connectedness’, Biological psychology, vol. 85, no. 3, pp. 432–436.
50. Dambrun, M & Ricard, M ,2011, ‘Self-centeredness and selflessness: A theory of self-
based psychological functioning and its consequences for happiness’, Review of General
292 La Felicidad
Psychology, vol. 15, pp. 138–157.
51. Everly, J. G. S., & Lating, J. M. (2013). A clinical guide to the treatment of the human stress
response. Springer.
52. Adler, A., Unanue, W., Osin, E., Ricard, M., Alkire, S., & Seligman, MEP. (2013) ‘Chapter 6:
Psychological well-being’, in Report on Wellbeing & Happiness: Contributions towards the
RGOB’s NDP Report by IEWG members of the Wellbeing & Happiness Working Group, Royal
Government of Bhutan, in preparation.
La Felicidad 293
CAPÍTULO 17
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
Capítulo 17
FELICIDAD, BIENESTAR
Y DESEMPEÑO ORGANIZACIONAL
“Elige un trabajo que amas y nunca tendrás que trabajar un día en tu vida”
Confucio
1. Introducción
Para la mayoría de las personas en edad activa, el trabajo es uno de los aspectos más
relevantes en su calidad de vida. En este sentido, el trabajo puede ser fuente de desarrollo y
florecimiento personal, como también de sufrimiento, depresión y miseria.
Por otro lado, según datos del Ministerio de Salud de Chile, más de un quinto de los
trabajadores (21%) declaró haberse sentido melancólico, triste o deprimido por un periodo
de dos semanas durante los últimos 12 meses, lo que incluso superaría la prevalencia de
síntomas depresivos del 17,5% en la población general mayor a 15 años (2). Si se considera
que muchas patologías mentales no son reportadas producto de su connotación negativa
dentro de los contextos laborales, la realidad de la salud mental en las empresas de nuestro
país podría ser incluso peor.
vez más con sus resultados. Los momentos menos felices del día serían, consistentemente,
aquellos que pasamos con nuestros jefes (4).
En esta misma línea, la consultora internacional Mercer (5) encuestó a 2.400 británicos
pertenecientes a más de 1.000 compañías privadas de diversos sectores productivos.
Sorprendentemente, más de la mitad de los participantes en el estudio se declararon
“miserables” laboralmente – infelices, depresivos, tristes – y la tercera parte de ellos estaba
evaluando renunciar a su trabajo (4).
Diversas investigaciones científicas han puesto énfasis en entender estas reacciones adversas
al trabajo. Los resultados muestran que uno de los grandes responsables de esta frustración
laboral serían nuestras jefaturas (3, 4). En esta línea, gran parte de los líderes actuales no
estarían siendo capaces de motivar, de dar sentido y de inspirar a sus colaboradores. Por
el contrario, estos “líderes” estarían afectando negativamente el nivel de motivación y
salud mental de sus trabajadores. Por lo tanto, ¿qué tan feliz puede ser en su vida un ser
humano que pasa más de 10 horas promedio vinculado a organizaciones y a jefes que están
deteriorando la calidad de sus vidas?
Otro gran responsable de la infelicidad laboral sería el miedo (4). Por ejemplo, estudios
recientes del mercado laboral británico muestran una significativa disminución de licencias
médicas presentadas por los trabajadores. Al investigar en profundidad los motivos por
los cuales estas licencias médicas habrían disminuido, los resultados son alarmantes. La
New Economic Foundation habría descubierto que la principal razón que esgrimen los
entrevistados no es una mayor satisfacción con sus empleos, ni el gozar de mejor salud. Por
el contrario, sería el temor a perder su fuente laboral. Temor que ha venido aparejado con
incrementos sustanciales en las tasas de depresión, ansiedad, y estrés. El caso chileno no es
muy distinto. Recientemente, la OCDE ha ubicado a nuestro país dentro de las naciones más
enfermas mentalmente del planeta (6).
Por lo tanto, hoy en día cientos de empresas son motivos de infelicidad para sus trabajadores.
Lo anterior deja al descubierto la falta de conocimiento existente acerca del link felicidad-
productividad. Por ejemplo, se ha descubierto que los lugares de trabajo que generan
mayor felicidad a sus empleados, producen mayores niveles de confianza, menor rotación
y ausentismo, mayor creatividad y, por lo tanto, más altos niveles de productividad y de
calidad de vida (7). Sin embargo, parecería ser que los “líderes” modernos desconocen
esta evidencia, por lo que se habrían olvidado de crear felicidad en sus organizaciones.
Lamentablemente al olvidarlo, han perdido transitoriamente la oportunidad de hacer a sus
compañías más rentables, pero también de contribuir al bienestar y a la felicidad de sus
trabajadores y de la sociedad.
Los problemas de salud mental y de infelicidad laboral no sólo representan costos para los
trabajadores. Representan además un altísimo costo tanto para los países como para las
298 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
organizaciones. Por ejemplo, a nivel del presupuesto público, el mayor gasto por licencias
médicas durante los años 2008 y 2009 en Chile estuvo asociado en gran parte a trastornos
mentales y del comportamiento, llegando a un 20,7% del gasto total en estos subsidios a
nivel nacional, del cual un 59,3% sería producto de episodios depresivos de los trabajadores
(8). Por otro lado, los problemas de salud mental de los trabajadores tienen altísimos costos
en rotación, ausentismo y productividad para las empresas, generando problemas tales
como un menor rendimiento físico y mental, una menor motivación, un aumento en los
errores y en las fallas de calidad, un incremento del número de accidentes, y una mayor
tendencia a la fatiga y tensiones entre pares. Todo esto en su conjunto, limitaría directamente
la capacidad organizacional para lograr resultados superiores de manera sustentable.
Datos como los anteriores nos llevan a destacar el rol que las empresas en el mundo
deberían cumplir en la construcción de una mejor sociedad. Las organizaciones tienen
la gran responsabilidad de crear felicidad en sus trabajadores. Hacerlo no sólo redundará
en una mayor productividad (y mayores ganancias) para ellas, sino que permitirá además,
mejorar la calidad de vida y aliviar el sufrimiento de miles de seres humanos que destinan
más de 10 horas al día (al menos en Chile!) a sus trabajos. Promover la felicidad laboral se ha
transformado, por lo tanto, no sólo en un imperativo económico, sino que sobre todo en un
imperativo ético (4).
Arbejdsglaede es una palabra nórdica –que no existe en ninguna otra lengua– y cuyo
significado es simplemente felicidad en el trabajo. Para los suecos, daneses y noruegos el
trabajo puede, y debe, ser sinónimo de motivación y satisfacción laboral. Arbejdsglaede nos
llama por lo tanto, a ver a nuestras organizaciones como lugares de disfrute, de realización
y de crecimiento personal, donde tanto subordinados como jefes cumplen un rol clave
para generarlo. En este sentido, se incentiva a los líderes a crear culturas de confianza,
cooperación y felicidad. Es decir, culturas Arbejdsglaede.
La Felicidad 299
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
hora de generar soluciones efectivas que vayan en pos de mejorar la calidad de vida al
interior de las organizaciones, junto con incrementar el desempeño organizacional de las
empresas.
1 Este apartado está basado fundamentalmente en el trabajo realizado durante décadas por los profesores Ed Diener y Louis
Tay (7).
300 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
ampliar sus horizontes de posibilidades y experiencias. En esta misma línea, se ha visto que
la felicidad mejora las relaciones sociales, lo que incrementaría la cooperación, la confianza
y la lealtad entre los trabajadores y sus clientes (7).
Por otro lado, el economista Oswald descubrió que las personas más felices serían capaces
de producir más (20), mientras que Peterson (21) encontró que trabajadores más felices –
con mayores niveles de optimismo y esperanza – tenían mayor probabilidad de ser bien
evaluados como supervisores. Por el contrario, los estados de ánimo negativos inducidos
por problemas familiares harían decrecer la productividad, lo que pondría de manifiesto la
estrecha relación entre las dinámicas familiares y el comportamiento organizacional (22).
Los descubrimientos anteriores han llevado a la ciencia a preguntarse las razones de esta
relación positiva entre felicidad y desempeño organizacional. Básicamente, la respuesta
radica en que los trabajadores más felices experimentan, en promedio, mejor salud y
mayor cantidad y calidad de relaciones sociales positivas (7). Emociones positivas que
incrementarían la cooperación y la colaboración con sus clientes tanto internos como
externos (27-29), lo que permitiría según Carnevale e Isen (30) llegar a negociaciones
exitosas que beneficien a todas las partes involucradas, logrando generar una vinculación
óptima entre los trabajadores y el mundo que rodea a la empresa.
Por otro lado, se ha descubierto que la satisfacción laboral sería un determinante clave de la
felicidad en el trabajo y por ende de la productividad laboral (31, 32).
La felicidad además generaría mayor éxito a nivel organizacional, lo que es medido ya sea
en términos del valor accionario de la compañía, de las ventas, o de las utilidades de las
empresas. Nuevamente, un factor clave en este proceso es la satisfacción de los empleados,
su involucramiento, sus deseos de permanencia a la organización, y la lealtad y confianza
que se genera con sus clientes internos y externos (36 - 39).
Finalmente, las investigaciones han descubierto que personas más felices tenderían a
mostrar mayor ciudadanía organizacional. Es decir, tenderían a ayudar a otros aunque no sea
parte de su trabajo, a quedarse más tarde si es necesario, a no atentar contra los intereses
La Felicidad 301
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
de la compañía, etc. Resultados como los anteriores se explican fuertemente por la mayor
satisfacción laboral de los empleados más felices, (40-44), situaciones que suelen darse en
organizaciones que potencian la felicidad de sus trabajadores.
Diversas conceptualizaciones han tratado de abordar los elementos que podrían considerarse
parte de este nuevo tipo de bienestar. Dentro de ellos, en la actualidad existe bastante acuerdo
en términos de que este constructo psicológico debería abordar, al menos, 5 elementos: auto-
aceptación, emociones positivas, competencia, crecimiento personal, autonomía y sentido de
vida (15).
302 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
busca evitar castigos, los que también pueden ser externos (despidos) o internos (culpa o
vergüenza).
Diversos investigadores han tratado de entender los factores que promueven o impiden
la motivación intrínseca. Tal como las plantas necesitan nutrientes para sobrevivir, los
seres humanos también los necesitan. Dentro de los nutrientes más importantes para
una vida plena, se encontraría el lograr satisfacer tres necesidades psicológicas básicas:
las necesidades de autonomía, de competencia y de relaciones. Estas tres necesidades
además, serían un componente fundamental de los mencionados elementos del bienestar
psicológico o eudaimónico.
A modo de ejemplo, los objetivos de vida y los valores en nuestras vidas impactan
directamente en la satisfacción (frustración) de estas tres necesidades psicológicas, y por
lo tanto en nuestra felicidad (infelicidad) y motivación intrínseca (extrínseca). Por un lado,
se ha descubierto que cuando la búsqueda de fama, dinero e imagen (valores extrínsecos)
se vuelven relativamente más importante que la búsqueda de desarrollo personal, de
ayuda a la comunidad o de relaciones humanas (valores intrínsecos), la satisfacción de estas
La Felicidad 303
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
Por lo tanto, las organizaciones deben revisar cuidadosamente los estilos de liderazgo imperantes
al interior de ellas. Esto, debido que se ha descubierto que diversos estilos de dirección serían
sumamente perjudiciales tanto para la calidad de vida al interior de las compañías, así como también
para su productividad (53). Este tipo de estilos de liderazgos serían precisamente aquellos que
atentan contra de la satisfacción de las tres necesidades psicológicas básicas, pues se caracterizan
por un control excesivo y por la falta de desafíos en los ambientes que dirigen. Asimismo, existen
aquellos que atentan contra la confianza y ponen el foco principal en las recompensas materiales.
Sin duda debemos aspirar a que todos nuestros trabajadores logren un sueldo digno y justo, pero
esto debe ir a la par con lograr construir relaciones de confianza, incentivar la autonomía, y buscar
la combinación óptima entre las capacidades y desafíos de nuestros trabajadores. Este es el tipo
de liderazgo que necesitan las empresas hoy en día para aumentar la felicidad de sus empleados,
y por ende, el desempeño al interior de las mismas.
En todos los rubros laborales se puede aspirar a la felicidad, por lo que la gran labor que
deben cumplir las empresas hoy en día, debe ser ayudar a sus trabajadores a sentirse
autónomos, competentes y a tener relaciones interpersonales basadas en la confianza
y en la cooperación. Si las empresas lograsen cumplir con estos principios básicos, los
empleadores contarían con trabajadores más felices, y al mismo tiempo más motivados y,
por ende, más productivos.
Bienestar psicológico y sentido de vida
“La preocupación central del hombre no es sólo ganar placer o evitar el dolor, sino
encontrarle un sentido a su propia vida”
Víctor Frank
304 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
El sentido de vida a través del trabajo es otro de los elementos claves en el bienestar
psicológico (o eudaimónico). Sin embargo, a pesar de su reconocida importancia para la
calidad de vida y el desempeño laboral, su estudio ha sido un tema relativamente poco
explorado por la psicología y el management. Afortunadamente, diferentes líneas de
investigación han comenzado a mostrar un interés creciente en las últimas décadas, sobre
todo desde la perspectiva teórica de la Psicología Positiva.
Orígenes teóricos
el interés por el sentido es de larga data. Hace ya más de medio siglo, el neurólogo y psiquiatra
austriaco Viktor Frankl, sobreviviente del Holocausto, anticipó la relevancia de éste para el
bienestar humano (62). Basándose en su experiencia como prisionero en un campo de
concentración nazi, planteó que el sentido de vida era clave para soportar el sufrimiento y
contar con una fuerza motivacional para la vida. De hecho, Frankl fue el único sobreviviente
de su familia en los campos de concentración alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Para él, descubrirle el sentido a su existencia fue clave para superar las atrocidades a las que
fue sometido y lograr sobrevivir. A partir de estas experiencias, desarrolló la logoterapia, un
modelo psicoterapéutico existencialista que buscaba apoyar la búsqueda de sentido del ser
La Felicidad 305
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
humano con el objeto de que cada individuo pueda contar con una vida de mayor plenitud.
Sus primeros pacientes fueron precisamente aquellos que también lograron sobrevivir a la
experiencia traumática de la aberración nazi.
Bajo esta misma línea, Seligman (64) plantea que el sentido de vida es el resultado de la conexión
entre el individuo y un bien superior. En su teoría sobre la Autentica Felicidad, señala que el
sentido consistiría en adherirse a algo mayor a uno, y que mientras mayor sea la entidad a la
cual te puedas adherir, mayor sentido encontrarás en tu vida. En su modelo PERMA sobre el
florecimiento humano (64), el mismo Seligman especifica que el sentido, y consecuentemente
un mayor bienestar, se obtendrían por “pertenecer a y sirviendo a algo mayor que uno mismo”
(p.17). Diversos ejemplos de benevolencia, ayuda a la comunidad, la familia, la política, la justicia
o a un poder espiritual superior, pueden encontrarse en los escritos del autor y sus colaboradores
(65).
2 El sistema de clasificación de fortalezas del carácter VIA busca realizar una descripción de un “buen carácter”, basada en
virtudes centrales humanas de las que se derivan fortalezas personales (en oposición a descripciones psicopatologías sobre la
personalidad como las descritas por el manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM).
306 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
La Felicidad 307
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
A modo de ejemplo, años atrás se descubrió en una pequeña industria pesquera chilena
que las líneas operativas básicas – trabajos rutinarios, repetitivos y de baja complejidad –
poseían un alto sentido de vida a través del trabajo, junto a una alta motivación laboral
y productividad. Los trabajadores entrevistados reportaban consistentemente un
compromiso con su rol de contribuir a otros a través de sus funciones específicas, por
ejemplo, esforzándose para que sus clientes pudiesen disfrutar la calidad de sus cenas al no
tener que lidiar con las espinas. Estos trabajadores – sueldos bajos y sin mucha proyección
laboral – mostraban un esfuerzo significativamente mayor en sus labores diarias, en gran
parte debido al sentido y a la perspectiva que colocaban subjetivamente en su trabajo.
Este ejemplo concreto alude a la capacidad de las personas de encontrar un sentido a sus
trabajos, a través de la conciencia de la contribución de la propia labor en la calidad de
vida de otros, trascendiendo la perspectiva del yo y conectándose con un interés por otros.
Por lo mismo es que la trascendencia ha sido identificada como uno de los mecanismos
fundamentales en la literatura del trabajo con sentido (54). En el caso de la pesquera, sus
trabajadores decidieron trascender a través de la preocupación por las familias clientes de
la empresa.
En resumen, el trabajo sería por lo tanto, una plataforma clave para la interacción entre
las personas. Ser parte de esta plataforma permitiría pertenecer a una entidad mayor que
podría supeditarse a la búsqueda del bienestar de otros y de la sociedad. De esta forma, el
trabajo podría constituirse en un medio para encontrar sentido a nuestra existencia y lograr
la tal anhelada felicidad.
308 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
A nivel individual, el alcanzar el sentido a través del trabajo implicaría abrirse hacia un mayor
nivel de pertenencia, buscando contribuir a algo mayor a sí mismos, independiente de la
naturaleza de su trabajo. Por otro lado, implicaría abandonar los altos niveles de materialismo
imperantes en la actualidad, la auto-absorción y los valores centrados en la promoción
personal y el individualismo. Todo ello, en definitiva, aludiría a una capacidad individual
de toma de perspectiva mayor a las necesidades personales, que pueda involucrar a otros
como fines en sí mismos.
A nivel organizacional, Dutton y Heaphy (72) señalan que las organizaciones que promueven
relaciones constructivas y el sentido de vida de sus trabajadores, incentivan la identificación
social a grupos valiosos para las personas, estimulando las conexiones afectivas entre
las múltiples relaciones laborales –desde compañeros y clientes internos, hasta clientes
externos– humanizando las relaciones al interior de las organizaciones, con el objeto de
aumentar la conectividad interpersonal y una mayor conciencia del servicio como medio
de aumentar el bienestar de los otros.
La Felicidad 309
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
se ha hecho imprescindible. En tal sentido, practicas tales como los bonos y reconocimientos
a los mejores trabajadores generan implícitamente perdedores y conducen a la frustración
y a emociones negativas (envidia, autocrítica e inadecuación) en las organizaciones. Por lo
tanto, estas prácticas debieran ser urgentemente reemplazadas por ambientes y sistemas
de recompensas que incentiven la cooperación y el sentido de vida con y para otros. En
esta línea, la promoción de prácticas organizacionales que estimulen el valor de las acciones
pro-sociales se ha vuelto clave.
En este sentido, los mecanismos para lograr que las personas encuentren sentido de vida
a través de su trabajo, deben también llevarse al plano organizacional. Una organización
que, como parte de su cultura incentiva la búsqueda de sentido de vida, estaría llamada
a desarrollar mayores relaciones significativas con la comunidad local y sociedad a la
que pertenece, proveyendo un servicio que iría más allá de meros fines materialistas y
de ganancias monetarias. Esta contribución a un bien mayor pudiera ser incrementada
apoyando la búsqueda de la felicidad de las personas que componen la organización,
por ejemplo a través de ayudar a que los individuos puedan satisfacer sus necesidades
psicológicas de autonomía, competencia y relaciones interpersonales, junto con reconocer
el impacto de su labor y la de la empresa en la construcción de una mejor sociedad. Este
apoyo organizacional podría prevenir estados perjudiciales de vacío existencial como la
alienación laboral, generando organizaciones virtuosas.
310 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Pamela Maercovich Valiente, Enrique Olguín Fraser y Christian Weldt Jaque
tanto, en la medida que los trabajadores logren sentido en su vida a través del trabajo –uno
de los componentes clave de la felicidad eudaimónica– su bienestar debiera aumentar, lo
que se traduciría en beneficios tanto para las organizaciones como para las sociedades.
Hoy en día, existen organizaciones que cuentan con trabajadores que viven positivamente
su experiencia laboral, logrando ver en el trabajo una fuente de crecimiento y bienestar
permanente. Son personas que están altamente sintonizadas y comprometidas con sus
empresas, caracterizándose por un rendimiento sobresaliente en distintos ámbitos del
quehacer laboral. Estas personas tienden a ser más productivas, creativas y cooperativas, pero
al mismo tiempo gozan de mejor salud, influyen constructivamente en sus colegas y pares,
presentan menores niveles de renuncia y ausentismo, más lealtad hacia sus clientes y hacia
sus jefaturas, y una mayor motivación laboral (7). En definitiva, son individuos más productivos
que florecen a través del trabajo, incrementando el bienestar en sus vidas, pero también el de
la organización a la que pertenecen.
¿Qué hace distinta a estas personas del resto de los trabajadores? La evidencia científica en
desarrollo organizacional de los últimos años ha descubierto que un determinante clave es
la capacidad de ser felices. Capacidad que viene dada por un lado por sus propios atributos
personales, pero también por los ambientes que se generen en sus organizaciones.
La empresa tradicional ha muerto (82). Hoy en día, el reto de las empresas modernas, de las
empresas emergentes, es no sólo responder a la inmediatez de los resultados, sino que además,
aportar a construir una nueva forma de relación laboral donde el cuidado por el entorno, el
medioambiente, la flexibilidad de los desempeños, la creatividad, y las relaciones horizontales
de responsabilidades, sean el motor que la impulsa. En este sentido, las empresas virtuosas
modernas son empresas emergentes donde el trabajador no sólo encuentra la posibilidad
de alcanzar sus metas financieras, sino que también es capaz de ayudar a sus colaboradores a
encontrarle sentido al trabajo, a desempeñarse con autonomía, a formar relaciones de largo
plazo, y a vivir emociones positivas en el día a día. Son empresas que, por sobre todo, ponen el
énfasis en la confianza, la calidad de vida y la felicidad de los trabajadores.
La Felicidad 311
Felicidad, bienestar y desempeño organizacional
Las empresas exitosas han entendido que los factores del éxito organizacional radican
en reducir el “burnout”, el stress y el aburrimiento, enfocándose en permitir y fomentar el
involucramiento, el sentido y las experiencias óptimas dentro de ella (83 - 85). Pero sobre
todo, son empresas que han entendido que la clave del éxito radica en generar un nuevo
paradigma donde el bienestar y la felicidad estén al centro del modelo de negocios. Es así
como las empresas virtuosas modernas han logrado cambiar sus estructuras, sus dinámicas
diarias, y sus visiones tradicionales del management, incrementando no sólo su éxito
comercial, sino que aportado al florecimiento humano.
4. Conclusión
Tras comprender la relevancia de la felicidad en el trabajo y los múltiples beneficios
presentados por la evidencia sobre su impacto positivo tanto a nivel personal, organizacional
y social, pareciera ser que el ser feliz representa una meta inspiradora para guiar las acciones
y los esfuerzos orientados a alcanzar nuestro máximo potencial humano en contextos
laborales. Los posibles caminos enunciados para este fin radican en parte en la satisfacción
en el trabajo de nuestras necesidades psicológicas básicas, pero también en la búsqueda
de sentido a través de lo que laboralmente podemos hacer por una mejor sociedad. En la
medida de que las organizaciones puedan apoyar este proceso, sin duda estarán yendo en
el camino correcto para mejorar su desempeño organizacional, pero por sobre todo estarán
aportando enormemente a la felicidad humana y a mejorar la calidad de vida de la sociedad
a la que pertenecemos.
312 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. Universidad Adolfo Ibáñez, Visión Humana. Zoom al Trabajo, tendencias de los
trabajadores chilenos; 2012.
3. Layard R, Happiness: Lessons from a New Science. 2nd edn. New York: The Penguin
Press; 2011.
5. Mercer Over half of UK employees unhappy at work, says “What’s Working” Surrey.
Accesado el 01/08/2013 desde http://uk.mercer.com/press-releases/1420025; 2012.
7. Diener E., Tay L., A scientific review of the remarkable benefits of happiness for successful
and healthy living. Report of the Well-Being Working Group, Royal Government of
Bhutan: Report to the United Nations General Assembly, Well-Being and Happiness: A
New Development Paradigm, UN, NY; 2012.
10. Helliwell J., Layard, R., Sachs, J. World Happiness Report, New York: The Earth Institute,
Columbia University 2012.
12. Diener E., Tay, L. Review of the day reconstruction method (DRM). Social Indicators
Research; 2013; 1-13.
13. Deci E., L., Ryan, R. M.The “what” and “why” of goal pursuits: Human needs and the self-
determination of behavior. Psychological Inquiry 2000; 4: 227–268.
14. Delle Fave A., Massimini F., Bassi M. Hedonism and eudaimonism in positive psychology.
In: A. Delle Fave, ed. Psychological Selection and Optimal Experience Across Cultures: Social
Empowerment through Personal Growth. 2011: 3-18, New York: Springer.
La Felicidad 313
15. Ryff C. D., Keyes C L M.The structure of psychological well-being revisited. Journal of
Personality and Social Psychology; 1995;69, 719–27
18. Aspinwall L. G.Rethinking the role of positive affect in self-regulation. Motivation and
Emotion 1998; 22: 1-32.
19. Fredrickson B L. The role of positive emotions in positive psychology: the broaden-and-
build theory of positive emotions. American Psychologist 2001; 56: 218-226.
20. Oswald A J., Proto E., Sgroi, D.Happiness and productivity. University of Warwick,
Manuscript submitted for publication; 2012.
21. Peterson S J., Luthans F., Avolio B J., Walumbwa F O., Zhang, Z. Psychological capital and
employee performance: a latent growth modeling approach. Personnel Psychology 2011;
64 427-450.
22. Ashby F G., Valentin V V., Turken U. The effects of positive affect and arousal on working
memory and executive attention. In: S. Moore and M. Oaksford, eds. Emotional cognition:
From brain to behaviour. Amsterdam: John Benjamins, 2002: 245-287.
24. Jovanovic V.,Brdaric D. Did curiosity kill the cat? Evidence from subjective well-being of
adolescents. Personality and Individual Differences 2012; 52: 380-384.
25. Davis M A. Understanding the relationship between mood and creativity: a meta-
analysis. Organizational Behavior and Human Performance 2009; 108, 25-38.
26. Baron R. A., Fortin S P., Frei R L., Hauver, L. A. and Shack, M. L. Reducing organizational
conflict: the role of socially-induced positive affect. The International Journal of Conflict
Management 1990; 1:133-152
27. Barsade S. The ripple effect: emotional contagion and its influence on group behavior.
Administrative Science Quarterly 2002; 47: 644-675.
28. Carnevale P. J., Positive effect and decision frame in negotiation. Group Decision and
Negotiation 2008; 17: 51-63.
314 La Felicidad
29. Forgas J P. On feeling good and getting your way: mood effects on negotiator cognition
and bargaining strategies. Journal of Personality and Social Psychology 1998; 74: 565-
577.
30. Carnevale P J D., Isen, A.M. The influence of positive affect and visual access on the
discovery of integrative solutions in bilateral negotiations. Organizational Behavior and
Human Decision Processes 1986; 37: 1-13.
31. Judge T A., Kinger R. Job satisfaction: Subjective well-being at work. In: M. Eid and R.
Larsen, eds. The science of subjective well-being. New York: Guilford Publications, 2007.
32. Judge T A., Piccolo R F., Podsakoff N P., Shaw J C., Rich B L. The relationship between
pay and job satisfaction: A meta-analysis of the literature. Journal of Vocational Behavior
2010; 77: 157-167.
33. Diener E., Nickerson C., Lucas R E. and Sandvik, E. Dispositional affect and job outcomes.
Social Indicators Research 2002; 59: 229–259.
34. Graham C., Eggers A., Sandip S. Does happiness pay? An exploration based on panel
data from Russia. Journal of Economic Behavior and Organization, 2004; 55: 319-342.
35. Marks G N., Fleming N. Influences and consequences of well-being among Australian
young people: 1980-1995. Social Indicators Research, 1999; 46: 301-323
37. Harter J K., Schmidt F L., Asplund J. W., Killham E A., Agrawal S. Causal impact of employee
work perceptions on the bottom line of organizations. Perspectives on Psychological
Science, 2010; 5: 378-389.
38. Edmans A. Does the stock market fully value intangibles? Employee satisfaction and
equity prices. Journal of Financial Economics, 2011; 101: 621-640.
39. Edmans A. The link between job satisfaction and firm value, with implications for
corporate social responsibility. Academy of Management Perspectives, in press, 2012.
40. Ilies R., Scott B A., Judge T A. The interactive effects of personal traits and experienced
states on intraindividual patterns of citizenship behavior. Academy of Management,
2006; 49: 561-575.
41. Lee K., Allen N J. Organizational citizenship behavior and workplace deviance: the role of
affect and cognitions. Journal of Applied Psychology 2002; 87: 131-142.
42. Organ D W., Ryan K A meta-analytic review of attitudinal and dispositional predictors of
organizational citizenship behavior. Personnel Psychology 1995, 48: 775-802.
La Felicidad 315
43. Spector P E., Fox S. An emotion-centered model of voluntary work behavior: some
parallels between counterproductive work behavior and organizational citizenship
behavior. Human Resource Management Review 2002; 12:269-292.
44. Judge T A., Scott B A., Ilies R. Hostility, job attitudes, and workplace deviance: test of a
multilevel model. Journal of Applied Psychology 2006; 91: 126-138.
45. Yang J., Diefendorff J M. The relations of daily counterproductive workplace behavior
with emotions, situational antecedents, and personality moderators: a diary study in
Hong Kong. Personnel Psychology 2009; 62: 259-295.
46. Ryan R M., Deci E L. Self-determination theory and the facilitation of intrinsic motivation,
social development, and well-being. American Psychologist 2000; 55(1): 68 - 78.
47. Ryan R M., Deci E L. On happiness and human potentials: a review of research on hedonic
and eudaimonic well-being. Annual Review of Psychology 2001; 141–166.
48. Richins M L., Dawson S. A consumer values orientation for materialism and its
measurement: Scale development and validation. Journal of Consumer Research;
Journal of Consumer Research, 1992.
49. Kasser T., Ryan R M. A dark side of the American dream: correlates of financial success
as a central life aspiration. Journal of personality and social psychology 1993; 65(2) 410.
50. Kasser T., Ryan R M. Further examining the American dream: differential correlates of
intrinsic and extrinsic goals. Personality and Social Psychology Bulletin, 1996; 22, 280-
287. doi: 10.1177/0146167296223006
51. Unanue W., Dittmar H., Vignoles V L., Vansteenkiste M. Materialism and wellbeing in
the UK and Chile: Basic need satisfaction and basic need frustration as underlying
psychological processes. Manuscript submitted for publication; 2013c.
52. Unanue W., Dittmar H., Vignoles V L. Life goals and environmental behaviour: Cross-
sectional and longitudinal evidence from the UK and Chile. Manuscript in preparation.
Manuscript in preparation, 2013d.
53. Unanue W. ¿Por qué no somos felices en el trabajo? Accesado el 31/07/2013 desde
http://www.perfilaustral.cl/por-que-no-somos-felices-en-el-trabajo; 2013e.
54. Rosso B D., Dekas K H., Wrzesniewski A. On the meaning of work: A theoretical integration
and review. Research in organizational behavior 2010; 30: 91-127.
55. Peterson C., Park N., Seligman M E. Orientations to happiness and life satisfaction: The full
life versus the empty life. Journal of happiness studies 2005; 6(1): 25-41.
316 La Felicidad
56. Compton W C., M L Smith K A. Cornish and D.L. Qualls, Factor structure of mental health
measures, Journal of Personality and Social Psychology 1996; 71: 406–413.
57. King L.A., J A Hicks, J L Krull, A K. GaisoDel: Positive affect and the experience of meaning
in life, Journal of Personality and Social Psychology 2006; 90: 179–196.
58. Steger M F., P Frazier, S Oishi and M. Kaler: The Meaning in Life Questionnaire: Assessing
the presence of and search for meaning in life, Journal of Counseling Psychology 2006;
53: 80–93.
59. Harlow L L., Newcomb M D., Bentler P M. Depression, self derogation, substance use,
and suicide ideation: Lack of purpose in life as a mediational factor. Journal of Clinical
Psychology, 1986; 42(1): 5-21.
60. French S., Joseph S. Religiosity and its association with happiness, purpose in life, and
self-actualisation. Mental Health, Religion & Culture 1999; 2(2): 117-120
62. Frankl V E. Man’s Search for Meaning: An Introduction to Logotherapy: a Newly Rev. and Enl.
Ed. of From Death-camp to Existentalism. Translated by Ilse Lasch. Pref. by Gordon W. Allport.
Beacon Press,1962.
63. Pratt M G., Ashforth B E. Fostering meaningfulness in working and at work. Positive
organizational scholarship: Foundations of a new discipline 2003; 309-327.
64. Seligman, M. E. Authentic happiness: Using the new positive psychology to realize your
potential for lasting fulfillment. Free Press; 2002.
65. Seligman M E., Steen T A., Park, N., & Peterson, C. Positive psychology progress. American
psychologist, 2005; 60(5): 410-421.
66. Peterson C., Seligman M E. The Values in Action (VIA) classification of strengths. A life
worth living: Contributions to positive psychology, 2006; 29-48.Maslow, A. H. The farther
reaches of human nature. Maurice Bassett,1971.
67. Knin L B., Barrington-Leigh C P., Dunn E W., Helliwell J F., Burns J., Biswas-Diener R., Norton,
M I. Prosocial spending and well-being: Cross-cultural evidence for a psychological
universal, 2013.
68. Baumeister R F., Leary M R. The need to belong: desire for interpersonal attachments as a
fundamental human motivation. Psychological bulletin 1995; 117(3): 497.
69. Diener E., Seligman M E. Beyond money: Toward an economy of well-being. In The
Science of Well-Being. Springer Netherlands; 2009: 201-206.
La Felicidad 317
70. Hogg M A., Terry D J. Attitudes, behavior, and social context: The role of norms and group
membership. L. Erlbaum Associates; 2000.
71. Tajfel H., Turner J C. An integrative theory of intergroup conflict. The social psychology of
intergroup relations, 1979; 33: 47.
72. Dutton J E., Heaphy E D. The power of high-quality connections. Positive organizational
scholarship: Foundations of a new discipline, 2003; 3: 263-278.
73. Weinstein N., Ryan R M. When helping helps: autonomous motivation for prosocial
behavior and its influence on well-being for the helper and recipient. Journal of
personality and social psychology, 2010; 98(2): 222.
74. Arnold K A., Turner N., Barling J., Kelloway E K., McKee M C. Transformational leadership
and psychological well-being: The mediating role of meaningful work. Journal of
occupational health psychology 2007; 12(3): 193.
75. Nord W R., Brief A P., Atieh J M., Doherty E M. Studying meanings of work: The case of
work values.1990.
76. Kamdron T. Work motivation and job satisfaction of Estonian higher officials. International
Journal of Public Administration, 2005; 28(13-14): 1211-1240.
77. Baltes B B., Clark M A., Chakrabarti M. Work-life balance: The roles of work-family conflict
and work-family facilitation. PA Linley, S. Harrington & N. Garcea (Eds.), 2010; 201-212.
78. Wrzesniewski A., Dutton J E. Crafting a job: Revisioning employees as active crafters of
their work. Academy of Management Review, 26(2), 179-201. Reprinted in C. L. Cooper
& W. H. Starbuck (Eds.), Work and Workers: A Three Volume Set. Thousand Oaks: Sage
Publications, 2005.
79. Steger M F., Dik B J. Work as meaning. Oxford handbook of positive psychology and work,
2010; 131-142.
80. Markow F., Klenke K. The effects of personal meaning and calling on organizational
commitment: an empirical investigation of spiritual leadership. International Journal of
Organizational Analysis 2005; 13(1): 8-27.
81. Steger M., Dik B., Duffy R. Measuring Meaningful Work: The Work and Meaning Inventory
(WAMI). Journal of Career Assessment 2012 20: 322 originally published online 19 February
2012 online version of this article can be found at: DOI: 10.1177/1069072711436160
82. Wrzesniewski A., McCauley C., Rozin P., Schwartz B. Jobs, careers, and callings: People’s
relations to their work. Journal of Research in Personality, 1997; 31, 21–33. doi:10.1006/
jrpe.1997.2162
318 La Felicidad
83. Echeverría R. La empresa emergente: la confianza y los desafíos de la transformación.
Santiago: Ediciones Granica, 2008.
84. Csiksezentmihalyi M. FLOW The Psychology of Optimal Experience. 1ª ed., New York:
Harper & Row, Publishers, Inc; 1990.
85. Fredrickson, B.L. POSITIVITY. Top-Notch Research Reveals the 3-to-1 Ratio That; Will
Change Your Life. 1ª ed., New York: Crown Publishers; 2009.
La Felicidad 319
CAPÍTULO 18
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
Capítulo 18
POLITICAS PÚBLICAS PARA UNA SOCIEDAD
QUE PROMUEVE EL BIENESTAR Y LA FELICIDAD
Al abordar las posibles políticas públicas que pudiesen incrementar la felicidad de los seres
humanos, cabe en primer lugar preguntarse por lo apropiado de entregarle un rol activo
a los estados en estas materias. Opiniones a favor y en contra se han esgrimido durante
siglos. En el primer apartado de este capítulo (I), discutiremos algunas de las posturas más
relevantes en este trascendental dilema. A continuación, en los dos apartados siguientes (II
y III), abordaremos la visión de diversas disciplinas (economía, psicología, filosofía, desarrollo
humano, etc.) que han contribuido al debate de cómo generar las condiciones necesarias
que permitan a los seres humanos, a las organizaciones, a los países y al planeta florecer.
En el cuarto apartado (IV) nos adentraremos en recomendaciones específicas de políticas
públicas que aporten a generar las condiciones necesarias para la felicidad y el florecimiento
humano, para entregar en la última sección (V) una visión global de los aspectos más
relevantes que debieran tomar en cuenta los estados que busquen mejorar la calidad de
vida de la población.
Frente a este debate, el Primer Reporte de Felicidad Mundial (2) editado por los destacados
economistas John Helliwell, Richard Layard y Jefrey Sachs, entrega algunas luces sobre este
crucial asunto. En concreto, se plantea que:
1. Los factores que influyen en el estado de felicidad de una persona en el largo plazo son
muy similares a los factores que influyen también en los índices de su “satisfacción con la
vida”. En otras palabras: las políticas públicas que influyen en el bienestar o en la satisfacción
general de la vida de una persona, influyen de forma parecida también en su estado de
felicidad.
Por lo tanto, la felicidad sería mucho más que solamente la búsqueda de placeres y
emociones momentáneas. La búsqueda de la felicidad implicaría caminar hacia el bienestar
y el florecimiento humano, donde el altruismo, la justicia, la auto-realización, y el sentido de
vida, juegan un rol trascendental. En este sentido, los estados podrían (y deberían!) jugar un
papel clave en este proceso.
Sin embargo, además de las confusiones semánticas respecto del concepto felicidad, y de
los problemas de subjetividad involucrados al intentar adentrarnos en ella, diversos autores
ven con escepticismo la posibilidad de entregarle un rol activo al estado en una esfera tan
personal de la vida humana y que entra en el terreno de las libertades positivas y negativas.
“Si el hombre es formado por las circunstancias, entonces hay que formar las circunstancias
humanamente”(3).
Su raciocinio suena noble. Sin embargo, el objetivo estatal de formar a sus ciudadanos
acordes a su “verdadera naturaleza” se puede prestar para justificar la implementación de
gobiernos totalitarios, sean estos del color político que sean. En la historia de la humanidad
han existido suficientes ensayos mal logrados de elites racionales que han pretendido
formar a toda costa a masas “irracionales”, quienes no sabrían cómo alcanzar su desarrollo, su
plena humanidad y su bienestar. Isaiah Berlin (4) lo expresó cristalinamente en su análisis de
la libertad positiva (“libertad para”) y negativa (“libertad de”), pues históricamente habrían
habido regímenes políticos que han limitado ambos tipos de libertades, olvidándose que
una persona puede auto-realizar no solamente porque nadie se lo impide (no-interferencia),
sino porque también puede haber aprendido a determinar el curso de su vida de forma
autónoma y libre, acorde a su propia naturaleza social y racional.
Cabe recordar la novela “Brave New World” de Aldous Huxley (5), donde el Estado era el
324 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
encargado de proveer a sus ciudadanos de una droga que les aseguraba estar siempre
felices. Este ejemplo –siendo evidentemente exagerado– encarna muy bien el temor
frente a un Estado paternalista que se encarga de hacer felices a sus ciudadanos acorde
a una receta definida a nivel estatal. Suena atemorizante, y nos hace recordar a Immanuel
Kant, pues claramente cada uno podría tener su propio concepto de felicidad, siendo casi
imposible que un estado pueda satisfacer todas las distintas visiones humanas.
Nadie me puede obligar a ser feliz a su manera. Cada uno tiene el derecho de buscar su
felicidad a su modo, siempre y cuando no interfiera con el legítimo derecho del otro a buscarla
también (6).
Los planteamientos de Kant se basan en la idea que la felicidad sería el resultado de un
proceso interno y subjetivo, donde es sólo la persona (el “yo”) quien puede interpretar,
valorizar, ponderar y contextualizar las circunstancias externas que influyen en su felicidad,
tal como lo planteó también la famosa cita de Arthur Schoppenauer:
No son las cosas mismas, sino sólo el cómo las vemos, lo que nos hace felices o infelices (7).
Por lo tanto, hoy en día existe relativa claridad respecto de los riesgos de contar con un
estado paternalista que intente influir directamente en la felicidad de su pueblo. De este
modo, parecería ser que el rol de los estados no estaría es esforzarse en producir ciudadanos
felices, sino que más bien en asegurar las condiciones óptimas que permitan que los
individuos puedan alcanzar por ellos mismos la tan anhelada felicidad.
En ese sentido, y con el objetivo de poder diseñar políticas públicas orientadas a incrementar
la felicidad y el bienestar humano, cabría preguntarse por los factores abordables desde el
estado que pudiesen influir en nuestra calidad de vida.
Según el Reporte de Felicidad Mundial (2), los ingresos económicos – y con ellos el
crecimiento económico de un país – ceteris paribus – estarían correlacionados directa
y positivamente con los niveles de felicidad de los individuos. Sin embargo, cuando el
crecimiento viene de la mano de la desigualdad, y cuando ésta es considerada como
injustificada e injusta por la población, los efectos de ambos son tremendamente
perjudiciales para la felicidad y calidad de vida de las naciones y de sus habitantes. En
este sentido, datos en Chile (8) han demostrado que la desigualdad de ingresos lleva a
otro tipo de desigualdad, la desigualdad en el bienestar y la felicidad1. En este escenario,
1 Algunos ejemplos concretos de la desigualdad en el bienestar apuntan a lo siguiente: (a) dos tercios de las personas que se
auto-clasifican como de “clase alta” consideran que la sociedad chilena respeta la dignidad y los derechos de las personas;
(b) todas las personas que se auto-clasifican en clases socioeconómicas más bajas sienten mayoritariamente una falta de
respeto en la sociedad; (c) un 42% de la clase socioeconómica E afirma sentirse frecuentemente sola, contra solo un 14%
de la Clase ABC1; (d) un 87% de la clases ABC1 afirman tener su proyecto de vida algo o muy definido, contra sólo un 52%
de la clase E; (e) las personas de escasos recursos califican su salud peor que aquellos de mayores recursos, y tienen menos
La Felicidad 325
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
una sociedad como la chilena, donde la desigualdad es la más alta de la OCDE, no debe
asombrarse por las inestabilidades que aparecen cuando se enfrenta una severa crisis o
tensiones sociales que ponen en peligro su desarrollo (9).
Por otro lado, el Reporte de Felicidad Mundial (2) descubrió también una serie de factores
adicionales claves abordables desde las políticas públicas, que podrían influir en el bienestar
y la felicidad de las personas y de los países. Dentro de ellos, destacan el mercado laboral,
la salud, la educación, la confianza, la corrupción, el altruismo y un medioambiente
sustentable. Aunque algunas de las políticas públicas actuales ya abordan parte de las
temáticas mencionadas, sin duda no serán suficientes mientras no estén orientados de
forma expresa hacia la felicidad y el bienestar de sus ciudadanos. Y menos aún, mientras no
incluyan mediciones serias de bienestar objetivo y subjetivo como parte de sus indicadores
estándar de progreso económico y social.
Adicionalmente, es vital que cualquier política pública que busque fomentar el bienestar y la
felicidad de sus habitantes no solamente aborde la dimensión individual de estas variables,
sino que además su dimensión colectiva. Esto, dado que la felicidad – como ya indicó
Aristóteles 2.397 años atrás – se encuentra en uno mismo, pero también en nuestra relación
con los demás. Por lo tanto, cobra valor político trascendental el encontrar la manera de
fomentar el sentido colectivo, la confianza y el respeto en la sociedad, junto con la diversidad
y el pluralismo. Quizás es este el mayor desafío para la esfera pública, no sólo por tratarse de
una tarea compleja, sino además por encontrarse en cierta contraposición con la filosofía
política del liberalismo, filosofía que proclama un estado meramente “neutral”. Esta utopía
liberal ha sido muy bien abordada por Renato Cristi (10).
lazos sociales; (f ) mientras que el 90% de ABC1 confirma tomar al menos una semana de vacaciones al año, contra solo un
31% de la clase socioeconómica E.
326 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
los ciudadanos, o lo que el Premio Nobel de Economía Amartya Sen ha llamado la libertad
para el bienestar (“well-being freedom”). Este concepto considera no solamente la igualdad
de oportunidades, sino más bien la igualdad de oportunidades reales. Por ejemplo, no basta
que una persona tenga derecho a voto si nunca tuvo acceso a una educación cívica que
le explicara la importancia y la responsabilidad de tener ese derecho. No basta vivir en un
medioambiente sustentable, si los niños no aprenden cuidarlo y a disfrutarlo. Siguiendo
estas ideas, el estado debería facilitar vía políticas públicas, el desarrollo de capacidades
hedonísticas (condiciones necesarias para disfrutar la vida), pero también de capacidades
eudaimónicas (auto-realización, sentido de vida, altruismo, etc.) con el objeto de incrementar
el bienestar y la felicidad de sus habitantes. Este proceso debería ir acompañado de un
fomento a la des-centralización y a la tolerancia de la diversidad como condición sine qua
non para no caer en las tentaciones de sistemas paternalistas, populistas y/o totalitarios.
En suma, el objetivo de las políticas públicas que busquen fomentar la felicidad y el bienestar
no están en producir ciudadanos felices, sino que más bien en asegurar un marco regulatorio
que contribuya de forma seria al bienestar y a la felicidad de sus ciudadanos. En este sentido,
diversas disciplinas académicas han contribuido al debate de cómo generar las condiciones
óptimas que permitan a los seres humanos, a las organizaciones, a los países y al planeta
florecer y ser felices. En los siguientes apartados discutiremos sus principales planeamientos,
para luego adentrarnos en recomendaciones específicas de políticas públicas.
Evidentemente, la felicidad no está en un vino, ni en ningún otro placer o goce de corto plazo.
Pero lo interesante de la respuesta de Friedrich Engels – comparada con la de Karl Marx – fue
más bien la actitud detrás de ella, evidenciando el humor con el que enfrentaba su vida.
A algunas personas les resulta ser felices de forma más fácil que a otros. Esto, debido a su
disposición natural y a diversos factores internos (base genética, carácter, edad, etc.) que
pueden influir de forma importante sobre la actitud de las personas frente a la vida. Sin
embargo, también existen los factores externos como determinantes del bienestar y de la
felicidad. La famosa frase de José Ortega y Gasset (13) lo grafica claramente:
2 Pelear.
3 Una clase de vino bastante apreciado.
La Felicidad 327
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Siguiendo esta misma línea, una persona podría tener la disposición natural para ser feliz, pero
cuando vive en un medioambiente dañado, o en medio de un gobierno corrupto y poco
transparente, podría ser proclive a desarrollar más bien una vida infeliz.
Los escritos sobre felicidad (eudaimonia) desarrollados por Aristóteles en su obra “Ética a
Nicómaco” son interesantes de considerar al momento de analizar el rol y la importancia de las
políticas públicas sobre la felicidad en los seres humanos (14). Un ser humano es aún más feliz
– sostenía – mientras más logre desarrollar sus propias virtudes humanas. Es decir, mientras
más logre vivir acorde a su propia naturaleza como “ser social” y “ser racional”. Ser feliz no sería,
por tanto, una auto-realización automática, sino más bien el resultado de hábitos virtuosos y
constantes de una persona como miembro activo de su sociedad.
Para el mismo Aristóteles, la calidad de la educación sería fundamental para ello, la cual además
sería una responsabilidad política. Incluso, según el mismo filósofo griego, la educación no
solamente debería enseñar virtudes, sino también transmitir hábitos virtuosos. Y si a la mayoría
de los ciudadanos no les interesan, deberían ser entonces las leyes las que deberían tomar ese
rol, buscando siempre el interés de la misma sociedad.
Sin embargo, sólo a través de virtudes tampoco se puede vivir feliz – sostenía de forma
pragmática Aristóteles – quien siempre llevó una vida acomodada y llena de lujos (sirvientes,
buena cocina y equipamientos). Los bienes no llevan a la felicidad – indicó - pero uno tampoco
podría alcanzar la felicidad sin ellos.
Si la felicidad es el último objetivo del ser humano – seguía pensando – y si esta resulta de una
actividad del alma, el que gobierna la sociedad, el político, debiera también estudiar el alma de
las personas. Así como un oculista estudia el cuerpo humano entero y no sólo los ojos de los
individuos, las políticas públicas, por ende, deberían también considerar el estudio del estado
del alma de su sociedad.
Por lo tanto, se podría decir que para Aristóteles sólo habría autorrealización y felicidad en
el ser humano, si éste aprende a encontrarla, si adquiere hábitos virtuosos, y si es miembro
activo de un colectivo humano que viva orientado hacia el cuidado común y hacia el interés
de terceros. Y en este proceso, el estado debería jugar un papel trascendental.
328 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
la pregunta obvia que resulta de estas reflexiones es… ¿cómo se debe medir entonces la
“calidad de vida”? La respuesta que hemos escuchado por decenas de años es que la mejor
forma de hacerlo, es a través del Producto Interno Bruto (PIB).
Los motivos que llevaron a la economía a medir calidad de vida a través del PIB (que en
definitiva representa ingresos) se remontan al objetivo fundamental de esta ciencia: maximizar
la utilidad de los individuos. Para la disciplina, a mayor ingreso (o mayor PIB per cápita), los
individuos podrían aumentar sus capacidades de consumo, lo que los debiera llevar a mayores
niveles de utilidad, y por ende, de felicidad. Por lo tanto, la economía ha asumido por años que
la felicidad estaría directamente relacionada a la capacidad de obtener bienes.
Por un lado, la psicometría y las neurociencias han demostrado que la felicidad sí puede ser
válidamente medida. Escáneres y resonancias cerebrales nos han mostrado que hay un lado
del cerebro que se “enciende” cuando las personas experimentan felicidad, y que se “apaga”
cuando hay sufrimiento (18). Además, la ciencia nos ha demostrado también que si bien es
cierto que el crecimiento económico ha ayudado a ciertos países a disminuir la pobreza y a
mejorar diversos indicadores económicos, es un grave error asociarlo a calidad vida, y mucho
menos a felicidad. Y más grave aún, es asociar felicidad a capacidad de compra.
La evidencia científica también muestra que por sobre cierto nivel de riqueza, una vez
que las necesidades materiales básicas han sido satisfechas, el mayor ingreso aporta
marginalmente cada vez menos al aumento de nuestra felicidad (18 - 19). Incluso se ha
demostrado que el excesivo foco puesto en el crecimiento económico habría dañado
severamente la calidad de vida de las personas y del planeta, poniendo en grave riesgo
la supervivencia de la especie humana, pues el mundo desarrollado habría alcanzado los
límites de su crecimiento (20- 23).
Por otra parte, se esta observando, sobre todo durante las últimas tres décadas, importantes
incrementos en los niveles de materialismo en el mundo (24). Este materialismo (una
excesiva búsqueda de recompensas materiales) estaría influyendo en forma importante
en el número de enfermedades mentales, al mismo tiempo que habría deteriorado la
solidaridad y la cohesión entre los seres humanos y los pueblos (25 - 26). En este sentido,
recientes investigaciones (27) han asociado al materialismo con aumentos en los niveles
de depresión, ansiedad, estados emocionales negativos, e incluso de enfermedades
físicas. Pero además, el materialismo y el exceso de consumo habrían puesto una presión
sin precedentes sobre la sustentabilidad del planeta que nos ha llevado a la crisis medio-
ambiental más grande y peligrosa de nuestra historia (28).
La Felicidad 329
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Por lo tanto, nuestro modelo actual de desarrollo desconectado de algunos temas y basado
fundamentalmente en el consumo y en la riqueza, habría sido responsable de degradar
ecosistemas, de acelerar la crisis climática, de disminuir la biodiversidad, de aumentar las
inequidades, de generar inseguridades económicas a nivel global, y de incrementar los
endeudamientos, las inestabilidades y los conflictos entre diferentes naciones de nuestro
planeta (29). Esto, dado que la priorización por lo material y lo externo se habría estado
haciendo a expensas de la naturaleza, de las personas, de las comunidades y de la cultura
(29).
Si llevamos los argumentos anteriores a nuestro país, y miramos los datos del banco
Mundial, podemos observar la paradoja de un crecimiento infeliz (16). Chile ha crecido un
120 % en términos reales durante los últimos 15 años (en US$ del año 2000), llegando a
tasas envidiadas no sólo por Latinoamérica, sino que por el mundo entero. Sin embargo,
de acuerdo a datos recientes de la OCDE (30), nuestro país aparece como el segundo país
que más ha aumentado sus tasas de suicidio (55 %), siendo superado sólo por Corea del
Sur. Curiosamente, Corea del Sur ha sido catalogada como parte de los llamados “tigres
asiáticos” por sus altas de crecimiento económico durante las últimas décadas. Pero Chile
no sólo ostenta estos gravísimos indicadores de suicidio, sino que además muestra tasas de
depresión y de obesidad infantil muy similares a lo que le ocurre a los países más enfermos
del planeta.
Es notable que esta errónea forma de comprender y contabilizar nuestra felicidad haya sido
advertida varios siglos antes. Ya en 1729, el Código Legal del Reino de Bután establecía
que “si un gobierno no es capaz de crear felicidad para su pueblo, no habría razón para su
existencia (1). Inspirado en este postulado fundamental, el Cuarto Rey de Bután declaraba
al mundo en el año 1972 que la Felicidad Interna Bruta (FIB) era más importante que el
PIB, desafiando los postulados más básicos del modelo económico neo-liberal. De hecho,
la constitución del Reino de Bután (artículo 9) hace un llamado expreso al estado para
que a través de sus políticas públicas, genere las condiciones necesarias para maximizar la
felicidad de su pueblo (1).
A partir de ese preciso discurso del rey en 1972, el pequeño reino enclavado en los Himalayas
se adentró en la gigantesca y desafiante tarea de orientar sus políticas públicas hacia la
maximización de la felicidad y del bienestar de sus habitantes y de toda forma de vida en
su territorio. Esto, debido que para los butaneses, la Felicidad Interna Bruta mediría en una
forma más holística que el PIB la calidad de vida de una nación, pues el verdadero desarrollo
seria aquel que conjuga tanto el desarrollo material como el desarrollo psicológico y
espiritual de sus habitantes.
330 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
Para lograr su objetivo, Bután, en conjunto con el apoyo de Sabina Alkire de la Universidad
de Oxford, ha creado un Índice de Felicidad Interna Bruta (Gross National Happiness, por su
nombre en inglés) utilizando metodologías científicas altamente validadas en la literatura
sobre desarrollo. Como resultado de diversas investigaciones lideradas por el Centre for
Bhutan Studies y por la Gross National Happiness Commission, se ha descubierto que el
verdadero progreso debería ser medido a través de, al menos, 9 dimensiones: bienestar
subjetivo; salud; educación; diversidad cultural; uso del tiempo; buen gobierno; vitalidad
comunitaria; estándares de vida y; diversidad ecológica. Por lo tanto, estas son las principales
dimensiones que el Reino de Bután utiliza para medir la Felicidad Interna Bruta en su país.
Como puede verse, a diferencia de Bután, nuestra noción occidental de progreso ha estado
ligada por décadas a la maximización del PIB. Sin embargo, este indicador de progreso
material dista tremendamente de ser una medida que refleje la verdadera calidad de vida
de la población (17), sobre todo si consideramos que al diseñarse nunca fue concebido
como una medida de progreso. Es más, fue desarrollado en una época en que el mundo
aún no se percataba de los límites planetarios. Hoy en cambio, el calentamiento global y
la crisis climática actual han puesto de relieve que la maximización de la producción sin
considerar los daños ecológicos y la sustentabilidad del planeta es un objetivo que deja de
ser deseable (29, 31).
Por lo tanto, el mundo necesita urgentemente un cambio en la forma de mirar y medir
su progreso y su calidad de vida, puesto que un sistema que incentiva el consumo y la
producción desmesuradamente (como el actual) es incompatible con la sustentabilidad
planetaria, pero también con la justicia social y con la felicidad compartida con otros .
La Felicidad 331
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
fuerza por reducir las inequidades y la pobreza. Por lo tanto, potenciar la felicidad tanto de
las personas como de los países se ha transformado en un imperativo ético y moral para las
personas, los gobiernos y las políticas públicas.
Recientemente, los más prestigiados científicos sociales alrededor del mundo (2, 17, 18)
han apoyado fuertemente el argumento anterior, comenzado a plantear que los gobiernos
deberían jugar un rol clave en la felicidad humana. En este sentido, la búsqueda de la
felicidad de sus habitantes y de sus naciones debería ser el objetivo central de toda política
pública. Por lo tanto, a través de generar las condiciones necesarias para el florecimiento
humano – potenciando los elementos claves en las instituciones y en las sociedades – los
estados podrían ayudar a construir sociedades más felices, y al mismo tiempo, sustentables
en el tiempo.
De esta manera, el primer gran desafío para lograr el cambio de paradigma pasaría
por incorporar medidas de felicidad y bienestar que complementen los tradicionales
indicadores económicos y sociales de progreso. Esto, con el objeto de contar con índices
que reflejen los verdaderos cambios en la calidad de vida de una nación, y no sólo cambios
en los estándares materiales. El contar con estos indicadores, sin duda permitiría generar los
incentivos necesarios para mejorar la calidad de vida, tanto de nuestra generación como de
las venideras.
Siguiendo con esta línea de pensamiento, en un hecho histórico, en Julio del año 2011
Bután fue apoyado por el Pleno de la ONU –incluido Chile– en la adopción de una de las
Resoluciones de las Naciones Unidas con más trascendencia de los últimos años: Felicidad:
hacia un enfoque holístico del Desarrollo (33).
A continuación, el 02 de abril del año 2012, otro evento impulsado por Bután tuvo lugar en
la sede central de la ONU en Nueva York. Más de 800 participantes, incluidos la Presidenta
de Costa Rica, el Secretario General de las Naciones Unidas, y distinguidos representantes
del mundo académico, espiritual y de la sociedad civil, se reunieron para comenzar a dar
forma a lo que se conocería como el Nuevo Paradigma de Desarrollo. Paradigma diseñado
para promover la felicidad de los seres humanos y el bienestar de toda forma de vida sobre
la tierra, enraizado fuertemente en la creencia de una necesidad de un balance saludable
y respetuoso entre el capital humano, natural, social y cultural, donde se reconoce que la
sustentabilidad ecológica y la distribución justa y eficiente de los recursos, deben ser parte
de los pilares fundamentales de este nuevo modelo de mundo que queremos (29). Como
resultado de este encuentro, el Reino de Bután fue especialmente encomendado por las
Naciones Unidas y diversas otras organizaciones de relevancia mundial para elaborar las
bases de este Nuevo Paradigma de Desarrollo basado en la felicidad y el bienestar.
332 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
Internacionales por un Nuevo Paradigma de Desarrollo (IEWG, por sus siglas en Ingles). El
IEWG, en conjunto con un Comité Ejecutivo especialmente diseñado para tales efectos,
han recibido la misión de volcar todo su conocimiento y expertiz en la construcción de
las bases de este nuevo modelo de desarrollo. El trabajo del IEWG será presentado por
primera vez a la Asamblea General de las Naciones Unidas en sus respectivas sesiones de los
años 2013 y 2014, donde uno de los objetivos centrales de los reportes será discutir sobre
las condiciones que podrían facilitar alcanzar una felicidad sustentable, incluyendo una
descripción de las formas correctas y óptimas de medir y contabilizar lo que necesitamos
para lograrla. Pero además, se buscará entregar recomendaciones concretas en términos
de cómo compatibilizar la gobernabilidad, el uso de recursos, la inversión, las finanzas, el
comercio y las políticas regulatorias con el objetivo principal de lograr un mundo más feliz
y sustentable. Una vez que se hayan dado a conocer las principales conclusiones del IEWG,
los gobiernos del mundo contarán con un listado de recomendaciones y mejores prácticas
que podrán ser utilizadas para lograr la felicidad y el florecimiento de sus habitantes y de
sus naciones.
Probablemente lo que está proponiendo Bután y la ONU ha sido uno de los cambios más
radicales que el mundo haya experimentado en pos de su bienestar, y de la disminución de
las injusticias, la miseria y el sufrimiento humano en toda su historia. Y a pesar de que parezca
lejano, la evidencia muestra que el cambio es completamente posible. Jamás la humanidad
ha contado con una mayor abundancia material, ni con el avanzado conocimiento
tecnológico con que contamos en la actualidad. Por lo tanto, el camino hacia un mundo
mejor está al alcance de nuestras posibilidades. Hoy, la humanidad tiene la posibilidad de
torcer su rumbo y navegar hacia un Nuevo Paradigma de Desarrollo que respete los límites
del planeta y que incentive la felicidad y bienestar de todos sus habitantes.
La Felicidad 333
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
etc.). La simple medición de estas variables por parte de los gobiernos, hace que las
autoridades, las personas y las políticas públicas, se interesen por estos temas y le asignen
importancia a la búsqueda de su mejoría. Sin embargo, hoy no contamos con mediciones
oficiales de felicidad y bienestar, lo que es un impedimento claro en el avance de estas
materias. De lograr incluir indicadores de este tipo en las tradicionales “cuentas nacionales”,
nos ayudaría a dar un paso gigantesco hacia la mejora de nuestra calidad de vida. El sólo
comenzar a medir estas variables haría que los seres humanos comenzáramos a preocuparnos
y a hablar de ellas. Y en la medida en que comencemos a hacerlo, la sociedad entera debiera
volcarse a la búsqueda de las herramientas claves de bienestar que le permitan florecer.
Las naciones modernas tienden a emplear los llamados indicadores objetivos (sociales,
económicos, etc.) para asignar recursos y medir el progresos de sus respectivas naciones.
Esto, dado que economistas tradicionales y expertos en políticas públicas han asumido
por decenas de años que todas las actividades en la sociedad (consumo, producción,
externalidades, etc.) pueden ser medidas en términos de costos y beneficios monetarios, lo
que permitiría asignar los recursos escasos de manera eficiente en base a los aspectos más
deseables a alcanzar por una sociedad. Sin embargo, existen al menos dos graves sesgos tras
estos argumentos. Primero, no todas las actividades en el mercado pueden ser medidas (34,
35). Segundo, a pesar de que las tradicionales medidas de progreso efectivamente proveen
útil información a los gobiernos, las organizaciones, las comunidades y a los individuos,
estos sólo muestran una pequeña parte de lo que es importante para las sociedades (17,
36).
Por lo tanto, estos indicadores objetivos deberían ser complementados con medidas que
representen de mejor forma el verdadero cambio en la calidad de vida de los seres humanos
y de sus naciones (2, 17, 18, 36).
334 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
Por lo tanto, los gobiernos deberían comenzar urgentemente a realizar la medición sistemática
de la felicidad y el bienestar, con el objeto de complementar las medidas tradicionales de
progreso económico y social con medidas de bienestar subjetivo. Al hacerlo, las sociedades
podrán evaluar de mejor manera su progreso real y no sólo su progreso material (2, 17, 18,
36).
Los diferentes estudios y encuestas sobre felicidad y bienestar confirman la importancia que
tienen los vínculos sociales para las personas. Ligado a ello existe un set de valores como
la confianza, la solidaridad, el altruismo y el respeto, sin los cuales el tejido social de una
sociedad no puede desarrollarse.
Promover estos valores colectivos por parte del estado podría no obstante estar en cierto
conflicto con la neutralidad valórica que pide la filosofía política liberal. Según ella, el estado
no tendría derecho de imponer una cierta manera de vivir la vida, ni de decir lo que está
bien o mal en materia de valores. El sentido del Estado sería más bien facilitar y administrar
un marco regulatorio que respete a las personas como seres independientes y autónomos,
capaces de elegir su propio destino4.
A primera vista parecería razonable que la política, el derecho y la economía estén sometidos
a una racionalidad formal, valóricamente neutral, pues tal como planteaba Lechner (39)
“Nada peor que un poder moralizador que exige no solamente obediencia, sino amor y fe.
No obstante, hay que considerar que la comunicación estatal casi siempre conlleva valores,
4 Lo interesante es que – en el hecho - todo el espectro político se apodera del concepto de las libertades, explícito o
implícitamente. Las corrientes políticas que prefieren un rol mínimo del Estado en materia económica, sí le exigen al Estado
intromisiones no menores en materia valórica también (por ejemplo, acerca de la definición del concepto del matrimonio), y
las corrientes políticos más liberales en materia valórica, le exigen al Estado por otra parte una fuerte intromisión en materia
económica.
La Felicidad 335
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Por otro lado, los ciudadanos que escuchan, leen o miran las acciones y comunicaciones
estatales tampoco son seres objetivos y cien por ciento racionales. Las personas tienen una
naturaleza subjetiva con esperanzas, sueños, deseos y miedos. Por ende, todo lo que a nivel
ciudadano sea percibido como comunicación o silencio del estado, también será valorizado
de forma subjetiva de acuerdo al ser humano que lo interprete.
“Con la separación de política y fe, de poder y amor, toma cuerpo la autonomía individual.
Pero esa promesa de autonomía con que se inicia la modernidad es pronto contradicha
por el irresistible avance del mercado y de la burocracia. … El proceso social es pensado
exclusivamente desde el punto de vista de la funcionalidad de los elementos para el equilibrio
del sistema … Se debilitan entonces el compromiso moral y los lazos afectivos sobre los cuales
descansa el orden democrático y finalmente a la ciudadanía, le da lo mismo un régimen u
otro. En resumen, el desencanto actual se refiere a la modernización y, en particular, a un
estilo gerencial-tecnocrático de hacer política.”
5 En Chile, existen actualmente más de 90 cuerpos legislativos que regulan la labor social de los ciudadanos, entre las distintas
leyes de donaciones, artículos de leyes específicos, reglamentos, oficios y circulares – formando así un sistema legislativo casi
imposible de entender ni para las organizaciones sociales ni para las empresas o personas naturales que podrían aportar
recursos o horas de voluntariado.
336 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
“Siempre habrá una diferencia no pequeña entre sujetar una muchedumbre y gobernar
una sociedad. Si muchos hombres dispersos se someten sucesivamente a uno solo; por
numerosos que sean, solo veo en ellos a un dueño y a sus esclavos, y no a un pueblo y a su
gente: será, si así se quiere, una agregación, pero no una asociación; no hay allí ni un bien
público ni cuerpo político.”
En definitiva, en palabras de Jean Jacques Rousseau, la diferencia entre una sociedad
individualista y una sociedad con valores colectivos es la diferencia entre una “agregación”
y una “asociación”. Sin embargo, para él la idea del “bien público” podría llegar a concordar
con la filosofía republicana del liberalismo mientras se valoriza la sociedad expresamente
como algo más que la suma de sus individuos, lo que para Rousseau, sería el resultado de
un buen gobierno (40):
De suerte que, si el ciudadano no es nada ni puede nada sin el concurso de todos los demás,
y si la fuerza adquirida por el todo es igual o superior a la suma de las fuerzas naturales de los
individuos, puede decirse que la legislación adquiere el más alto grado de perfección posible.
Por lo tanto, el concepto republicano de la libertad requiere de políticas formativas, ante
todo en materias de valores morales y cívicos como condición sine qua non. Lo anterior
también aplica para el liberalismo más liberal como lo indicaría Michael Sandel (41).
Para este pensador, para que los individuos de una sociedad puedan ejercer su libertad,
deberían no solamente aceptar reglas colectivas y someterse a la voluntad general, sino
deberían también auto-imponerse estas reglas. En otras palabras, el auto-gobierno y la
libertad requieren de participación ciudadana y de un alto compromiso cívico (41). Sentir
responsabilidad por lo colectivo, requiere la formación constante de un “nosotros”, lo que se
construye a nivel valórico.
Por lo tanto, luego de la reflexión precedente, existiría bastante claridad que el estado debe
jugar un rol clave en la trasmisión de valores. Esto, puesto que el fomento de valores cívicos y
principios universales son condición sine qua non para las políticas públicas que pretendan
contribuir al bienestar y la felicidad.
La Felicidad 337
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
actual cultura de consumo, nos bombardea diariamente con mensajes que incentivan
precisamente valores opuestos, tales como aquellos valores centrados en el consumo, el
dinero, el poder, y la competencia (42).
Valores materialistas, aquellos que llevan las personas a centrar sus objetivos de vida en
alcanzar recompensas materiales y extrínsecas (fama, dinero, imagen, etc.) a expensas de
recompensas intrínsecas (auto-desarrollo, involucramiento con la comunidad, relaciones
sociales, etc.) hacen decrecer nuestra felicidad, empeoran la salud mental y ponen en
riesgo la sustentabilidad del planeta (25 – 28, 43). A mayores niveles de materialismo, se ha
visto que aumentan los estados afectivos negativos, los síntomas depresivos, la ansiedad
e incluso los problemas físicos, el individualismo y la agresión. Pero también, a mayores
niveles de materialismo, los estados afectivos positivos, la satisfacción con la vida y la
vitalidad decrecen. Y por último, en la medida que los valores estén centrados en lo material
y en el consumo, los individuos tienden a mostrar peores comportamientos y actitudes
hacia el medio ambiente.
Por lo tanto las inequidades, el hambre y la pobreza no son sólo producto de la falta de
recursos como plantea la economía clásica. Son producto también de nuestra falta de
empatía con los que sufren, como de nuestra excesiva preocupación por lo material y
extrínseco. Basta recordar las palabras de Gandhi quien planteaba decenas de años atrás
que “el mundo tiene suficientes recursos para satisfacer todas nuestras necesidades, pero no
nuestra avaricia”. Entonces, lo que nuestra sociedad requiere con urgencia es la promoción
de valores que pongan en el centro del desarrollo al ser humano y a la naturaleza, y no
al consumo y a lo material. Lo que hoy se necesita tanto en Chile como en el mundo es
promover la honestidad, el respeto, la solidaridad, el altruismo, la empatía, la tolerancia y la
compasión.
Todos los valores mencionados anteriormente son indispensables para lograr un mundo
mejor. Sin embargo, diversos científicos mundiales (Matthiedu Ricard entre ellos), han
estado planteando que en el altruismo y en la empatía, podríamos encontrar la raíz de la
solución a la gran mayoría de los problemas humanos (44).
¿Por qué altruismo y empatía?
Las personas influyen en el carácter de su sociedad, pero también la sociedad influye en
la forma en que las personas viven y piensan. Ello hace recordar nuevamente a Aristóteles,
cuyo concepto de felicidad requería que la persona pueda desarrollarse como ser social
parte de una sociedad.
338 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
preocuparnos más por los demás. Por lo mismo, es importante recordar que el altruismo y
la empatía también existen entre los animales – y en mayor grado entre los más inteligentes
y evolucionados. Por ejemplo, las elefantas amamantan, aman y acarician a las crías ajenas
casi como las suyas. Son capaces de llorar y de cuidar a sus enfermos. Los elefantes son
felices al jugar, y al cuidar a sus amistades durante décadas. De experimentos con primates
se sabe también que a algunos de ellos no solamente les importa su propio bienestar, sino
también el del prójimo, por lo que podrían estar dispuestos a sacrificarse por un otro. Así lo
confirma el biólogo holandés Frans de Waal quien también sostiene que la moral, la empatía
y el altruismo son pilares de la evolución humana (45).
En esta lógica, el altruismo se basa en una especie de reciprocidad indirecta: si una persona
ayuda a una segunda persona de forma anónima, ésta última podría devolverle la mano
a una tercera persona y así sucesivamente, hasta que en algún momento todos reciban
una retribución de vuelta como en una cadena de solidaridad. Es la sociedad la que al final
se beneficia de un encadenamiento de acciones positivas, inspiradas unas en las otras, y
basadas en la confianza al otro. Como consecuencia, el bienestar promedio de la sociedad
aumenta por las acciones altruistas de algunos individuos, lo que consecuentemente
termina beneficiando a todos. Sin embargo, el altruismo es beneficioso incluso aunque
no recibamos nada a cambio. Diversas investigaciones científicas han mostrado que el
altruismo beneficia también a aquel que ayuda a otros, independiente de lo que reciba
a cambio. Esto, porque la acción altruista estimula nuestra fisiología y nuestros procesos
psicológicos internos, llevando a funcionar de mejor forma y a hacernos más felices.
Por lo tanto, más allá de una utopía, el altruismo y la empatía deberían ser valores promovidos
por todos los estados y la sociedad. Sus beneficios tanto para las personas individualmente
que reciben y que dan, para las organizaciones, los países y la sustentabilidad del planeta han
sido demostrados científicamente (32). Por lo tanto, el altruismo y la empatía pueden ser una
de las claves que nos ayude a solucionar los graves problemas de pobreza, desigualdades y
sufrimientos que existe hoy en el mundo.
En resumen, las políticas públicas deberían jugar un rol clave en la promoción de estos
valores universales
¿Dónde empezar?
En primer lugar, en las escuelas! Tal como lo planteara el famoso profesor del London
School of Economics, Richard Layard, las escuelas son el lugar natural donde los niños,
desde pequeños, comienzan su formación como seres humanos. Por lo tanto, es aquí
donde debemos radicar el cambio y empezar a enseñar el valor de la equidad, la justicia,
el respeto y la tolerancia. Es ahí donde los niños deben aprender que el héroe no debe ser
quien tiene más recursos ni más dinero, sino aquel que ayuda a construir un mundo mejor,
disminuyendo las injusticias sociales y protegiendo la tierra.
La Felicidad 339
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
En segundo lugar, a través de la televisión. Sin duda hoy necesitamos una televisión pública,
fuerte e independiente – casi con la autonomía del Banco Central – que no esté sujeta y
limitada al rating, sino que esté orientada a inculcar valores que puedan generar un real
aporte a mejorar nuestra sociedad.
¿Quién podría querer robar, mentir, matar, destruir el planeta o hacer otro tipo de daño si
creció sabiendo que es algo indeseable e inaceptable? ¿Y más aún si cuenta con un modelo
de televisión que fomenta día a día valores pro sociales y no valores, como la competencia,
la avaricia, la fama, el dinero o la belleza, que tan acostumbrados estamos a observar en las
pantallas de la T.V.?
Por lo tanto, aquí radica el desafío para una sociedad del futuro: convocar a la sociedad
entera, y a sus mejores técnicos, a idear este nuevo modelo educacional en valores, que sea
la pieza clave de un Nuevo Paradigma de Desarrollo basado en la felicidad y el bienestar
individual y colectivo.
c. La construcción de confianzas
El valor de lo colectivo y la construcción de confianzas no sólo influyen de forma significativa
sobre la calidad de una democracia – por liberal que sea – sino que también en el nivel de
bienestar logrado a través del desarrollo económico y la innovación tecnológica. Esto, ya que
tal como lo indica la cita de Adam Ferguson (46), es precisamente la inteligencia colectiva,
junto con la memoria colectiva, las que han llevado al ser humano a la prosperidad y al
bienestar a través del intercambio y de la especialización:
Por otro lado, Matt Ridley (47), en su libro “El Optimista Racional” nos entrega argumentos
adicionales para comprender el valor de lo colectivo en el desarrollo de la especie humana:
“Mientras escribo, hay en mi escritorio dos artefactos que tienen aproximadamente el mismo
tamaño y la misma forma: uno es un ratón inalámbrico del ordenador, el otro un hacha de
mano de la Edad de Piedra Intermedia, de medio millón de años de antigüedad….Uno es
una compleja confección de muchas materias, con un intrincado diseño interno que refleja
muchas ramas de conocimientos. El otro es una sola materia que refleja la destreza de un
solo individuo...”
Ambos han sido “hechos por el hombre”, pero uno fue hecho por una sola persona y el otro
por cientos, tal vez millones. A eso me refiero cuando hablo de inteligencia colectiva. No
340 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
hay una persona que sepa hacer un ratón (mouse) por sí sola. La persona que lo armó y la
fábrica no sabían cómo extraer el petróleo que produjo el plástico del ratón, y viceversa. En
algún punto, la inteligencia humana se tornó colectiva y acumulativa de un modo que no
ha ocurrido en ningún otro animal.”
En este sentido, y tal como Aristóteles lo planteaba, valores cívicos tales como la solidaridad
y la confianza deben interpretarse como coeficientes claves en la generación de inteligencia
colectiva humana, que es el motor de nuestro progreso social y tecnológico.
Sintetizando, se podrá decir que el ser humano ha logrado el desarrollo económico actual
gracias a haber desarrollado una inteligencia colectiva. Pero esta clase de inteligencia
requiere de un clima de confianza, el que lamentablemente muchas veces tiende a ser
dañado por un modelo capitalista extremo que incentiva la competencia y el egoísmo
individual (39). Por lo tanto, el estado debería no sólo facilitar el desarrollo económico, sino
que también atender a sus efectos secundarios, fundamentalmente fomentando climas de
mayor confianza en los distintos niveles de nuestra sociedad. Nuestro modelo capitalista
imperante constantemente acarrea efectos colaterales negativos relacionados con el
consumo, la competencia, la flexibilidad laboral, la globalización y la despersonalización de
las relaciones interhumanas. El mejor contrapeso a estos efectos negativos del mercado, es
el “colectivo común”, la asociatividad y la solidaridad entre los ciudadanos, pues tal como lo
planteó Norbert Lechner, cuando los miedos son compartidos, el miedo se deja tolerar (39).
Coherente con lo anterior, diversos estudios en el mundo coinciden en que la extrema libertad
con que cuenta la publicidad comercial habría sido responsable de moldear negativamente
nuestros valores, y de afectar la satisfacción con la vida y la salud mental. Pero lo más grave de
todo, es que se ha comprobado en Reino Unido y en Estados Unidos que los más afectados
La Felicidad 341
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
son los más pequeños. Play Stations, Nintendos, relojes de Ben 10, Barbies, y tantos otros
productos con contenidos psicológicos y simbólicos, sólo apuntan a crear en los niños un
espiral de deseos materiales que tarde o temprano terminarán atacando su bienestar subjetivo.
Todo marketing comercial que estimule estos deseos excesivos por las posesiones, aumenta
los problemas psicológicos de los niños, y a la larga, su auto estima y capacidad de adaptación.
Estos efectos negativos de la publicidad que perjudican a toda la población, afectan sobre
todo a aquellas personas que no tienen sus valores formados y que su visión de lo bueno y lo
malo están aún en desarrollo. Por lo tanto, este tipo de marketing debe ser definitivamente
limitado y controlado en Chile y en el mundo.
Los innegables perjuicios mencionados anteriormente han llevado a que Suecia haya decidido
prohibir todo tipo de publicidad comercial dirigida hacia menores de 12 años (18). Además,
Richard Layard del London School of Economics, ha emprendido una campaña para lograr
que las políticas públicas del Reino Unido sigan las enseñanzas de Suecia y protejan a las
generaciones más jóvenes. La salud mental tanto de los niños como de los adultos está en
riesgo y debe ser resguardada. En Chile hoy tenemos la oportunidad de seguir este camino,
ya que las evidencias y las experiencias están dadas. Si fuimos capaces de prohibir el fumar
en los lugares públicos y de incorporarlo culturalmente, con mayor razón debemos regular la
publicidad hacia menores.
Tenemos el deber ético de proteger el desarrollo y formación de los niños, no sólo
porque son los más fáciles de manipular, sino que también porque esta manipulación
lleva precisamente a los padres a caer en un espiral de gastos y presiones psicológicas
insostenibles, lo que refuerza la insatisfacción creciente en la familia y en la sociedad.
Años atrás habría parecido imposible plantear estos desafíos en Chile. Hoy en este sentido, las
políticas públicas y el estado tienen una responsabilidad y un rol clave que no deben eludir.
La riqueza altamente concentrada tiende a corromper el poder del Estado, mientras que la
pobreza extrema tiende a crear rebeldía, desconfianza y a veces el incumplimiento de las leyes.
Fue ya Jean Jacques Rousseau quien advirtió sobre el impacto negativo de la desigualdad
sobre el pacto social de una sociedad (51):
Por otra parte, cuantas cosas, todas difíciles de reunir, no supone este gobierno! … luego
después mucha igualdad, en los rangos y en las fortunas, pues sin esto no puede subsistir largo
tiempo la igualdad en los derechos ni en la autoridad: finalmente, poco o ningún lujo, porque el
lujo o es efecto de las riquezas, o las hace necesarias; corrompe a la vez al rico y al pobre, al uno
342 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
por la posesión, al otro por la codicia; vende la patria a la molicie y a la vanidad, y priva al estado
de todos sus ciudadanos para sujetarlos los unos a los otros.
Los altos y persistentes niveles de desigualdad en Chile deberían ser una luz amarilla o roja
para el Estado y para la sociedad en su conjunto. La desigualdad incide decisivamente y
negativamente sobre el bienestar y la confianza de las personas. Además, la realidad contradice
los discursos de la elite política y económica, cuando se habla de igualdad de oportunidades,
si la mayoría se siente excluida y con un acceso desigual a los “sistemas funcionales” en el país.
En este sentido, se ha planteado que la calidad deficiente de los sistemas funcionales de los
países podrían ser más tolerables si todos los ciudadanos, especialmente aquellos que inciden
en la elaboración de las políticas públicas (la elite política y económica) estuviesen obligados
a utilizarlos como cualquier ciudadano. Lamentablemente, es una verdad ineludible que las
personas que usan los sistemas disfuncionales y públicos del país (hospitales, transporte,
escuelas, etc.), normalmente no son las personas que deciden las políticas públicas. Por lo tanto,
un gran avance seria que todos, absolutamente todos los ciudadanos de un país, tuviesen que
utilizar los mismos servicios públicos. Sólo de esta forma los hacedores de políticas sentirían en
carne propia los efectos de sus errores y de sus aciertos. Y para esto, es fundamental subrayar
la responsabilidad social de todos los ciudadanos con influencia política (sean ciudadanos
naturales, corporativos o gremios) en la mantención de un contrato social vigente y sostenible
en Chile.
Por último, debemos entender que una sociedad no puede ser feliz si la mayoría de sus
miembros considera que no vive en un clima de respeto, dignidad e igualdad de derechos (8).
Por lo tanto, para lograr impulsar políticas públicas que incidan positivamente en el bienestar
y la felicidad de las personas, se requiere de una gran voluntad política, y por ende de una
sociedad en la cual todos apoyen y promuevan los cambios necesarios. Aunque las elites
del país, no envíen sus hijos a las escuelas y los hospitales públicos, siguen manteniendo
una responsabilidad política clave hacia los problemas de los demás, sobre todo, una
responsabilidad ética, social y humanitaria.
Y que mejor para concluir estas ideas, que el propio Adam Smith en su Riqueza de Las Naciones
(52):
Los criados, los trabajadores y los operarios de todas las categorías constituyen la mayoría de
toda la sociedad política. Y lo que mejora las condiciones de vida de esta mayoría, no puede
ser considerado perjudicial para la sociedad. Ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz, si
la mayor parte de sus miembros son pobres y miserables.
f. Espacios públicos
Otra área clave para las políticas públicas que pretendan impulsar la felicidad de la sociedad
se encuentra en abordar la creación y la mantención del espacio público. Estos espacios,
La Felicidad 343
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
mal diseñados o ejecutados, pueden impedir el bienestar y la felicidad de las personas. Bien
planificados, por el contario, pueden incentivar de forma positiva hábitos que contribuyan
al florecimiento de las sociedades.
En este sentido, hay que considerar que el espacio, como circunstancia importante e
inevitable para cualquier persona, impacta en distintos niveles de sentimientos y bienestar.
Los espacios públicos pueden (i) relajar o activar sentidos, (ii) incentivar a encontrarse
o retirarse, y (iii) pueden ser elementos identificadores. Estos tres aspectos están bajo la
influencia directa de la planificación urbanística. Planificar el carácter y el funcionamiento
de las ciudades, de sus espacios verdes, de sus áreas de vivienda y de comercio, pensar en
la seguridad de los barrios, y diseñar la estética y funcionalidad de las plazas y las viviendas
sociales, impacta de forma directa en el cómo los habitantes viven, se relacionan, se
identifican, y por ende, como se sienten en su vida, es decir, en su felicidad. Por ejemplo,
si se crean parques y plazas como pulmones verdes, y se instalan bancas debajo de los
árboles, las personas pueden relacionarse y relajarse más fácilmente, especialmente en,
medio de la vida vertiginosa de una ciudad. Por el contrario, si no se diseñan espacios para
encontrarse, las personas simplemente no se encuentran (53). Sin el diseño de espacios
públicos comunes, los vecinos no se ven, conversan menos y desarrollan menos lazos de
confianza.
En otro ámbito, también existe evidencia sobre el impacto que tiene la vista de una ventana
hospitalaria en la recuperación de los pacientes, siendo la mirada hacia un árbol y hacia la
naturaleza la que lleva a una recuperación más rápida, y a un uso reducido de analgésicos (54).
g. Salud mental
Las palabras que abrieron el primer reporte sobre Desarrollo Humano en Chile en el año
1990 siguen siendo tan válidas como hace más de 20 años atrás: “La verdadera riqueza
de una nación está en su gente” (55). Por lo tanto, cuidar a las personas, protegiendo y
promoviendo su salud mental, es vital para construir un desarrollo humano sustentable y
saludable.
344 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
sobre propuestas para mejorar la salud mental individual y colectiva, pensado en un modelo
de desarrollo que priorice el bienestar y la felicidad de las personas.
En la misma dirección “La Fundación Victorian para la Salud (VicHealth)” en Australia (57),
ha postulado desde comienzos del 2000 que “las acciones exitosas en promoción de la
salud mental se forjan del trabajo articulado entre el sector público, el privado y actores no
gubernamentales, en lo que respecta a áreas tales como: vivienda, transporte, educación,
trabajo, salud, justicia, comunidad, academia, deporte, artes y recreación, entre otros. Desde
esta perspectiva las acciones promocionales deben considerar los determinantes sociales
y económicos de la salud mental, la participación y apoyo comunitario, en base a una
planificación, implementación e inversión integrada, con una mirada a largo plazo”.
Por lo tanto, la salud mental debe estar integrada intersectorialmente a las diferentes
políticas del país, como por ejemplo en el ámbito educacional y laboral. La educación debe
incorporar desde sus inicios en forma trasversal el trabajo teórico y vivencial de salud mental,
bienestar y felicidad en los alumnos, sus familias, los docentes y para docentes. Frente a las
altas tasas de prevalencias de problemas de salud mental, y la somatización y el acting
out de las emociones, se hace necesario hacer un proceso de “alfabetización emocional”
desde el nacimiento y la etapa preescolar. Hoy existen suficientes evidencias científicas y
estudios de impacto de la importancia de estos temas y de la necesidad de habilitar a las
personas con un repertorio de capacidades y herramientas, que le ayuden a cuidar su salud
mental y su bienestar. El último informe de Desarrollo Humano del PNUD del 2012 sobre
La Felicidad 345
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
Bienestar Subjetivo (8), nos reafirma la idea que es fundamental promover el desarrollo de
“capacidades” en las personas para que puedan formular y realizar sus proyectos de vida en
búsqueda de bienestar. El habilitar estás competencias emocionales, cognitivas, sociales
y de sentido de vida, nos permite “florecer”, como nos dice Martín Seligman en su libro
“Flourish” (58) es decir, tener la posibilidad de dar nuestros mejores colores y talentos, para
“convivir en bienestar”.
346 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
La Felicidad 347
Politicas públicas para una sociedad que promueve el bienestar y la felicidad
V. Conclusiones
En este capítulo hemos tratado de abordar desde diferentes perspectivas (economía,
psicología, filosofía, salud mental, desarrollo humano, etc.) el rol que le compete a los estados
en la generación de las condiciones adecuadas para que las personas y los países aumenten
su bienestar y su felicidad. Se plantearon diversas líneas de intervención, a partir de las cuales
quisiéramos reforzar aquellas que nos parecen en el presente, de mayor relevancia y urgencia.
2. Fomentar diversos valores en nuestra sociedad desde las políticas públicas, tales como
empatía, altruismo, relaciones de confianza, participación y cohesión social, etc.:
348 La Felicidad
Wenceslao Unanue Manríquez, Daniel Martínez Aldunate y Jeannette von Wolfersdorff
sociales en Chile.
b. Fomentar la participación y la asociatividad ciudadana.
c. Incorporar mayores exigencias de transparencia en el gasto fiscal y elaborar un
presupuesto ciudadano, entendible para cualquier persona, que coloque en su centro
políticas públicas que promuevan el bienestar y la felicidad.
d. Reformar el sistema electoral chileno, haciéndolo más inclusivo y representativo.
Implementar estándares de transparencia para las organizaciones y los partidos políticos.
3. Instalar el trabajo de las emociones, el bienestar y la felicidad a lo largo de toda la
educación. Normar y delimitar la publicidad comercial infantil.
4. Asegurar que la política pública urbanística, los sistemas de transporte y obras públicas
incorporen el bienestar de las personas como objetivo primordial del desarrollo.
Estamos seguros que en la medida que los estados consideren estas recomendaciones y
generen progresivamente las condiciones necesarias para aumentar el bienestar y la felicidad
de los seres humanos y del ecosistema, iremos avanzando hacia el verdadero florecimiento
humano, aquel que permita construir un mundo feliz, equilibrado y sustentable.
La Felicidad 349
Referencias bibliográficas
1. Ura K, Alkire S, Zangmo T, Wangd K. A Short Guide to Gross National Happiness Index.
Thimphu, Bhutan: The Centre for Bhutan Studies; 2012. Accesado el 19/07/2013 desde
http://www.grossnationalhappiness.com/wp-content/uploads/2012/04/Short-GNH-
Index-edited.pdf
2. Helliwell J, Layard R, Sachs J. World Happiness Report, New York: The Earth Institute,
Columbia University; 2012.
3. Cita original en alemán: “Wenn der Mensch von den Umständen gebildet wird, so muß
man die Umstände menschlich bilden. Wenn der Mensch von Natur gesellschaftlich
ist, so entwickelt er seine wahre Natur erst in der Gesellschaft, und man muß die Macht
seiner Natur nicht an der Macht des einzelnen Individuums, sondern an der Macht
der Gesellschaft messen.”, Die heilige Familie oder Kritik der kritischen Kritik Karl Marx -
Friedrich Engels - Werke, Band 2, S. 3-223, Dietz Verlag, Berlin/DDR 1972.
4. Berlin I. Two Concepts of Liberty. In Isaiah Berlin Four Essays on Liberty, Eds. Oxford
University Press; 1958.
5. Brave New World, Aldous Huxley (1932), Knopf Doubleday Publishing Group, 2013.
6. Kant, Ausgabe der Preußischen Akademie der Wissenschaften, Berlin 1900ff, AA VIII.
8. Programa para el Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (PNUD). Bienestar subjetivo:
el desafío de repensar el desarrollo. Santiago de Chile; 2012.
10. Cristi, R. La Crítica comunitaria a la moral liberal, Ensayo, Estudios Públicos, 69 (verano
1998).
11. Sen, A. Well-Beiang, Agency and Freedom: The Dewey Lectures 1984. The Journal of
Philosophy. Apr 1985; 4 82), 169-221.
12. Marx and Engels, Works, Second Russian Edition, Vol. 32, Moscow, 1964.
13. Ortega y Gasset, José. Meditaciones del Quijote. Madrid Residencia de Estudiantes; 1914.
14. Aristóteles, traducido por De Azcárate, Patricio; Obras de Aristóteles· volumen 1, Madrid
[1873], Medina y Navarro, Editores; vea especialmente el libro primero, noveno y décimo.
350 La Felicidad
15. Weischedel, Wilhelm; Die philosophische Hintertreppe – Vom Alltag und Tiefsinn grosser
Denker, Nymphenburger Verlagshandlung, 1966.
16. Unanue, W. Chile y el crecimiento infeliz: ¿Por quién debemos votar en las presidenciales?
Accesado el 26/07/20013 desde http://www.elmostrador.cl/opinion/2012/11/22/chile-
y-el-crecimiento-infeliz-por-quien-debemos-votar-en-las-presidenciales/. El Mostrador.
Jueves 22 de noviembre de 2012.
17. Stiglitz J, Sen A, Fitousi J. Mismeasuring Our Lives: Why GDP Doesn’t Add Up, New York:
N.Y., New Press; 2010.
18. Layard R. Happiness: Lessons from a New Science. 2nd edn. New York: The Penguin Press;
2011.
19. Easterlin R. Does economic growth improve the human lot?, PA David, MW Reder,
Editors. Nations and Households in Economic Growth; 1974.
20. Pickett K, James W, Wilkinson, R. Income inequality and the prevalence of mental illness:
a preliminary international analysis. Journal of Epidemiology and Community Health.
2006; 60: 646-647.
23. Eckersley R. Well & good: Morality, meaning and happiness. 2nd ed. Melbourne: Text
Publishing; 2005.
24. Twenge J, Kasser T. Generational Changes in Materialism and Work Centrality, 1976-
2007 Associations With Temporal Changes in Societal Insecurity and Materialistic Role
Modeling. Personality and Social Psychology Bulletin; 2013.
25. Kasser T, Ryan R. A dark side of the American dream: correlates of financial success as a
central life aspiration. Journal of personality and social psychology. 1993; 65(2), 410.
26. Kasser, T. and Ryan, R. M., 1996. Further examining the American dream: differential
correlates of intrinsic and extrinsic goals. Personality and Social Psychology Bulletin.
1996; 22: 280-287.
La Felicidad 351
27. Unanue W, Dittmar H, Vignoles, V.L, Vansteenkiste M. Materialism and well being in the UK
and Chile: Basic need satisfaction and basic need frustration as underlying psychological
processes. Manuscript submitted for publication; 2013.
28. Unanue W, Dittmar H, Vignoles, V.L. Life goals and environmental behaviour: Cross-
sectional and longitudinal evidence from the UK and Chile. Manuscript in preparation.
Manuscript in preparation; 2013.
29. Thinley, J. Defining a New New Economic Paradigm: The Report of the High-Level
Meeting. Annex II: a prime Minister’s Urgent call to Define a new economic paradigm
based on wellbeing and happiness. United Nations Headquarters, New York; 2012.
30. Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD). Health at a Glance;
2011. OECD INDICATORS. Accesado el 23/07/2013 desde http://www.oecd.org/els/
health-systems/49105858.pdf
31. International Energy Agency. Tracking Clean Energy Progress. Energy Technology
Perspectives 2012 excerpt as IEA input to the Clean Energy Ministerial; 2012. Retrieved on
30/04/2012 from http://www.iea.org/papers/2012/Tracking_Clean_Energy_Progress.
pdf
32. Diener E, Tay L. A scientific review of the remarkable benefits of happiness for successful
and healthy living. Report of the Well-Being Working Group, Royal Government of
Bhutan: Report to the United Nations General Assembly, Well-Being and Happiness: A
New Development Paradigm, UN, NY; 2012.
34. Dolan P, White M. How can measures of subjective well-being be used to inform public
policy? Perspectives on Psychological Science. 2007; 2(1): 71-85.
35. Dolan P. Developing methods that really do value the ‘Q’in the QALY’. Health economics,
policy and law. 2008; 3(1): 69.
36. Diener E, Lucas R, Schimmack U, Helliwell J. Well-Being for Public Policy. Oxford: Oxford
University Press; 2009.
37. Helliwell J, Wang S. ‘The state of world happiness’, In J.F. Helliwell, R. Layard & J. Sachs
(eds.), World Happiness Report, New York, The Earth Institute, Columbia University; 2012.
38. Sachs J. Introduction. In J.F. Helliwell, R. Layard, & J. Sachs (Eds.), World Happiness Report.
New York: The Earth Institute, Columbia University; 2012.
352 La Felicidad
40. Jean-Jacques Rousseau, El Contrato social, ó, Principios del derecho político, José Ferrer
de Orga, 1812.
41. Sandel, Michael; Democracy´s Discontent, America in Search of a Public Philosophy, The
Belkap Press of Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1996.
42. Dittmar H. Consumer culture, identity, and well-being: the search for the ‘good life’ and
the ‘body perfect’. European Monographs in Social Psychology Series. Hove & New York:
Psychology Press; 2008.
43. Richins M, Dawson S. A consumer values orientation for materialism and its
measurement: Scale development and validation. Journal of Consumer Research.
Dec 1992; 19(3): 303-316.
45. Frans de Waal, The Age of Empathy: Nature’s Lessons for a Kinder Society, Broadway
Books; 1 edition (September 7, 2010).
46. Ferguson, A. An Essay on the History of Civil Society (1767). Transaction Publishers,
London; 1995.
48. Pickett K, Wilkinson R. The Spirit Level: Why Greater Equality Makes Societies Stronger,
Bloomsbury Press; 2011.
49. Graham C, Felto A. Does inequality matter to individual welfare? An Initial Exploration
Based on Happiness Surveys from Latin America, Economic Studies Program The
Brookings Institution; 2005.
50. Graham C. Measuring Quality of Life in Latin America: What Happiness Research Can
(and Cannot) Contribute. The Brookings Institution and University of Maryland; 2008.
51. Jean-Jacques Rousseau, El Contrato social, ó, Principios del derecho político, Libro 3,
José Ferrer de Orga, 1812.
52. Adam Smith, Wealth of Nations, Book 1 (la cita viene del Chapter 8: Of the Wages of
Labour) W. Strahan and T. Cadell, London, 1776.
53. Baum, Andrew / Valins, Stuart, Architecture and social behavior: Psychological studies of
social density, L. Erlbaum Associates (Hillsdale, N.J. and New York), 1977.
La Felicidad 353
54. Ulrich R. View through a Window May Influence Recovery from Surgery. Science. 1984;
224 (4647): 420-421.
55. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe Sobre Desarrollo Humano.
Santiago de Chile; 1990.
56. “Estrategia Nacional de Salud Mental: Un Salto Adelante Propuesta para una Construcción
Colectiva”, Documento de Trabajo de Subsecretaria de Salud Pública, Departamento de
Salud Mental de MINSAL; Mayo 2011.
57. Victorian Health Promotion Foundation. “VicHealth, Mental Health Promotion Plan 1999-
2002”. Australia; 1999.
59. Hawkins, J.D., Catalano, R.F., Morrison, D.M., O’Donnell, J., Abbott, R.D., and Day, L.E., “The
Seattle Social Development Project. Effect of the First Four Years on Protective Factors
and Problem Behaviours, in Preventing Antisocial Behavior: Interventions from Birth
through Adolescence”, J. McCord and R.E. Tremblay, Editors. 1992, Guilford Press: New
York, N.Y. p. 139–61.
60. Brown, E., Hawkins, J., Arthur, M., Briney, J., and Abbott, R., “Effects Of “Communities
That Care”; on Prevention Services Systems: Findings from the Community Youth
Development Study at 1.5 years. Prevention Science, 2007. 8(3): p. 180-191.
61. Valdés C., Errázuriz P. “Salud Mental en Chile: El Pariente Pobre del Sistema de Salud”.
Instituto de Políticas Públicas Universidad Diego Portales, Agosto 2012; Número 11.
62. Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD). OECD Health Data
2013. Accesado el 15/08/2013 desde http://www.oecd.org/health/health-systems/
oecdhealthdata.
354 La Felicidad
CAPÍTULO 19
Fortalecimiento de capacidades para desarrollar el bienestar subjetivo desde las políticas públicas Pablo A. González
Capítulo 19
FORTALECIMIENTO DE CAPACIDADES PARA
DESARROLLAR EL BIENESTAR SUBJETIVO DESDE LAS
POLÍTICAS PÚBLICAS
Una mirada desde el Informe de bienestar subjetivo del PNUD
Pablo A. González
Hoy se está planteando con fuerza la idea de integrar la felicidad como un fin del desarrollo
y como una guía de las políticas públicas. Así lo ha refrendado la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su resolución 65/309 del 25 de agosto de 2011: “…la necesidad que
se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que
promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de
todos los pueblos… invita a los Estados miembros a que emprendan la elaboración de nuevas
medidas que reflejen mejor la importancia de la búsqueda de la felicidad y el bienestar en el
desarrollo con miras a que guíen sus políticas públicas.”
¿Cómo puede avanzar nuestro país en este sentido? Ese fue uno de los temas centrales del
reciente informe sobre el desarrollo humano en Chile (2). El objetivo de este breve capítulo
es desarrollar las propuestas de PNUD del informe del año 2012, respecto a cómo avanzar
para que las políticas públicas promuevan un mayor bienestar y desarrollo humano.
de la sociedad en que vive. Sobre esta base, sugiere un concepto de “bienestar subjetivo
integral”, que se compone de dos dimensiones: el bienestar subjetivo individual y el bienestar
subjetivo con la sociedad. El primero es medido a través de los indicadores tradicionalmente
usados para este efecto1. El segundo puede evaluarse a través de la satisfacción con las
oportunidades que da Chile a sus habitantes para adquirir las capacidades que se detallan
más abajo, y la confianza en un conjunto de instituciones claves.
Las capacidades son las libertades reales de las personas para desarrollar los proyectos de
vida que desean. Son individualmente apropiadas pero socialmente construidas. A partir
de una revisión de literatura en filosofía política y ciencias económicas y sociales, PNUD
(2) propuso un listado de capacidades para el bienestar subjetivo, que sometió a talleres
deliberativos con distintos grupos sociales. De esto emergió un listado de once capacidades,
las que posteriormente fueron medidas, junto con los indicadores de bienestar subjetivo, en
la encuesta de desarrollo humano 2011.
Esto permitió estimar la relación que existe entre el conjunto de capacidades y las distintas
medidas de bienestar, confirmándolas a través de las variables que la literatura asocia
normalmente con bienestar subjetivo. No es del caso resumir estas estimaciones aquí, basta
mencionar que se utilizaron regresiones lineales y “matching de dosis”, las que resultaron
bastante consistentes. Las capacidades que están más asociadas con las mediciones de
bienestar subjetivo individual son: “tener satisfechas las necesidades físicas y materiales
básicas” (ingresos y vivienda), “tener buena salu cativos con los demás”, “ser reconocido y
respetado en dignidad y derechos” y “tener un proyecto de vida propio”. Las capacidades más
1 Escala de satisfacción vital, escala de la mejor vida posible, afectos positivos, afectos negativos y balance de afectos. Además
se midió una escala de insatisfacción vital y una escala de sufrimiento.
358 La Felicidad
Pablo A. González
asociadas con bienestar subjetivo con la sociedad son “sentirse seguro y libre de amenazas” y
“ser reconocido y respetado en dignidad y derechos”.
Esto significa que las capacidades más asociadas con bienestar subjetivo incluyen algunas
tradicionalmente atendidas por las políticas públicas, que son las que podríamos llamar
“materiales”2, y otras comúnmente desatendidas, como poder tener vínculos significativos
o ser respetado en dignidad y derechos. Atender a estas capacidades impone los mayores
desafíos si se quiere avanzar hacia estrategias de desarrollo más integrales y con mayores
efectos positivos sobre las vidas de las personas.
2 La capacidad comprender el mundo no resultó significativa, pero parece actuar como piso para tener dotaciones mínimas
de las otras capacidades, especialmente necesidades básicas.
La Felicidad 359
Fortalecimiento de capacidades para desarrollar el bienestar subjetivo desde las políticas públicas
¿Qué consecuencias tendría este nuevo enfoque para las políticas públicas? A este respecto
PNUD (2) ofrece dos grandes criterios generales que serían la base de este nuevo paradigma:
incorporar la lógica de las capacidades para el bienestar subjetivo en todas las políticas; y
políticas que actúen directamente sobre las capacidades claves.
Al mismo tiempo, el enfoque presentado por PNUD (2) desplaza la definición de lo que
es calidad, que actualmente está complicando el diseño y la implementación de diversas
políticas, a la definición de lo que es valioso, y esto no pueden hacerlo los expertos, - por
muy preparados que estén,- ni los mercados, - por muy competitivos que sean. Lo que es
valioso debe ser deliberado. Esto es válido para lo que debe perseguir una estrategia de
desarrollo pero es extensible también a cada política específica. Es decir, cada política no
debe pensarse solo a partir de una definición sectorial experta de lo que es calidad (por
ejemplo, en educación, nivel de aprendizaje en matemáticas y lenguaje) sino a partir de
su contribución a todas las capacidades y funcionamientos definidos como valiosos en el
proceso deliberativo. Incluso, en el caso de políticas locales o sectoriales dirigidas a espacios
territoriales definidos, sería deseable que, en la medida que los tiempos y costos lo permitan,
se realice un proceso deliberativo que incluya a todos los involucrados. Esto para acordar las
valoraciones relativas de capacidades y funcionamientos que sean más apropiadas, puesto
que estas valoraciones sin duda variarán entre comunidades.
3 Ver, por ejemplo, las palabras introductorias de John Helliwell, coautor del primer informe mundial de felicidad preparado para
la Asamblea General de Naciones Unidas (ver primer video del día 18 de marzo en http://www.inegi.org.mx/eventos/2013/
Bienestar_subjetivo/presentacion.aspx), donde refiere a sus conversaciones y acuerdos con Amartya Sen en este sentido).
360 La Felicidad
Pablo A. González
Por otra parte, como lo plantea el propio primer informe mundial de la felicidad: “La ciencia
de la felicidad se halla todavía en pañales, y sus implicancias de política son inevitablemente
tentativas y fragmentarias por ahora” (4). Lo mismo es válido para el enfoque de las capacidades
y el desarrollo humano. Si bien se está investigando mucho sobre los determinantes de
las capacidades y del bienestar subjetivo, aún se está en una etapa inicial de acumulación
de conocimientos empíricos y elaboración de teorías explicativas. Es por esto que es
recomendable implementar políticas con un enfoque más abierto y flexible, donde sea posible
la innovación, el aprendizaje y la adaptación. Muchas veces los procedimientos públicos
conspiran contra estas características deseables de las políticas. En lugar de la innovación se
tiende a privilegiar lo que está probado y puede ser repetido. En general no se contemplan
dispositivos de aprendizaje que permitan corregir la marcha, si no que, por el contrario, se
implementan diseños relativamente rígidos y se intenta minimizar las desviaciones. Existen
por lo mismo pocas posibilidades de adaptación que permitan aprovechar el aprendizaje
que se va realizando durante la implementación. Diseños más flexibles, con dispositivos de
aprendizaje (por ejemplo, a través de la propia consulta y participación de los involucrados)
y posibilidades de adaptación (por ejemplo, a través de decisiones importantes delegadas
a los mismos involucrados) pueden producir mejores políticas y más información sobre sus
impactos en capacidades y funcionamientos.
En último término, lo que importa desde el punto de vista del desarrollo humano es la
posibilidad de realizar los proyectos de vida deseados, lo que requiere que las personas
cuenten con ciertas capacidades y que las puedan desplegar socialmente. ¿Cómo se produce
el aumento de las capacidades? PNUD (2) sostiene que para que las personas se apropien de
las capacidades no basta con crear oportunidades y generar incentivos, sino que es necesario
que estas oportunidades hagan sentido en los proyectos de vida de las personas. Para ello se
requiere pensar el ciclo completo de apropiación de las capacidades y su transformación en
el tiempo en funcionamientos concretos. La propuesta de PNUD (2) es considerar, por una
parte, los “factores de apropiación”, esto es que las oportunidades abiertas hagan sentido en el
proyecto de vida de las personas dadas sus capacidades actuales, y por otra, los “escenarios
sociales” para el despliegue futuro de esas oportunidades, es decir que las personas perciban
que esas nuevas capacidades les serán útiles, una vez las hayan apropiado, para realizar sus
proyectos de vida.
Las políticas públicas deben articularse intersectorialmente en torno a los distintos proyectos
de vida, con el objetivo de facilitar que las personas dispongan de las capacidades para
llevarlos adelante. Las políticas no pueden garantizar que los individuos y grupos van a
tener éxito en esta empresa, pero pueden aportar abriendo y nivelando oportunidades,
factores de apropiación y escenarios sociales para que las personas puedan realizarlos.
La Felicidad 361
Fortalecimiento de capacidades para desarrollar el bienestar subjetivo desde las políticas públicas
tradicionales. En efecto, mientras existen políticas bien definidas para educación, salud,
vivienda e ingresos, –las capacidades que hemos llamado materiales– las otras capacidades
recién están comenzando a considerarse en forma explícita en las políticas. A veces son
integradas como parte de la dimensión calidad de las políticas tradicionales y otras son
aludidas tan solo como “externalidades”. Estas capacidades no tradicionales tampoco tienen
una agencia pública a cargo de su promoción.
Este segundo criterio sugiere que no basta con incorporar el efecto de las políticas
tradicionales en las capacidades no materiales. Es necesario diseñar nuevas políticas,
enfocadas en producir las condiciones sociales para que esas capacidades existan.
Por ejemplo, el 59% de los encuestados declaraba sentir que en la sociedad chilena no
se respetaba la dignidad y derechos de las personas como ellos (2). Para modificar esta
percepción se requieren políticas coordinadas, que actúen en distintos niveles. Esto significa,
por un lado, avanzar en las reglas institucionales o incentivos y mecanismos de exigibilidad,
por ejemplo, especificar conductas inadmisibles que serán consideradas discriminación y
asegurar los medios de verificación y los mecanismos para sancionar y castigar en forma
efectiva esas conductas. Y, por otro lado, iniciativas dirigidas a promover una cultura de
mayor tolerancia y respeto, como por ejemplo políticas educacionales o de convivencia
en espacios comunes con los otros distintos, o políticas comunicacionales que difundan
mensajes, conductas o estereotipos positivos o denuncien los comportamientos negativos.
Para que esto sea efectivo es necesario colocar la responsabilidad de diseñar y coordinar
estas acciones en una agencia pública específica (que puede ser nueva o no), dotarla de las
atribuciones para llevarlas adelante y que rinda cuenta al público y a las autoridades de sus
avances concretos.
Estas propuestas representan un cambio mayor en la forma que se hacen las políticas públicas
en Chile. En este momento no hay nada que permita prever que este cambio necesario
pueda realizarse. La experiencia internacional nos muestra que sin un liderazgo político
perseverante al más alto nivel es difícil vencer las naturales resistencias para abandonar
lo habitual, aunque sus limitaciones se vayan haciendo cada vez más evidentes. Pero ese
camino no explorado, más que una posibilidad atractiva, es la única forma de hacerse cargo
de las encrucijadas del presente sin seguir agravando las heridas de la subjetividad. De
responder a los fines de los seres humanos y no de meros robots que ni siquiera existen. De
construir un futuro común en que todos podamos reconocernos y sentirnos partícipes. Más
que un reto para las burocracias, es un desafío a la política.
362 La Felicidad
Referencias bibliográficas
1. PNUD (1990) Definición y medición del desarrollo humano (primer informe mundial),
Bogotá: Tercer Mundo editores.
3. Leppo, K., y Ollila, E. (2013) Health in All Policies: Seizing Opportunities, implementing
policies. Ministry of Social Affairs and Health, Finland: Helsinki.
4. Helliwell, J., R. Layard and J. Sachs (2012) World Happiness Report, New York: The Earth
Institute, Columbia University.
La Felicidad 363
CAPÍTULO 20
“Atreviéndonos a ser felices en un chile más humano”
Capítulo 20
ATREVIÉNDONOS A SER FELICES
EN UN CHILE MÁS HUMANO
Hoy queremos invitarlos a pensar y a construir un Chile que se atreva a mirar el presente y
el futuro desde el bienestar y la felicidad.
-- En una sociedad cuya salud mental individual y colectiva son prioritarias, donde
nos preocupamos de nosotros y de los otros, del bienestar subjetivo, la confianza
interpersonal y el despertar de las emociones positivas.
A partir de esta declaración, queremos invitar a todas nuestras autoridades actuales y futuras,
públicas y privadas, a incorporar en sus decisiones, las preguntas y respuestas que tengan
como norte el bienestar y la felicidad de las personas, de su comunidad y de su ecosistema.
Hoy existe el sustento necesario de la evidencia científica y de la experiencia comparada
que florece en distintas culturas del planeta, para incorporar el bienestar y la felicidad como
un nuevo paradigma del desarrollo, medible y evaluable.
Hoy 20 de marzo de 2013, fecha en que se celebra por primera vez el Día Mundial de la
Felicidad a partir de una propuesta de la ONU, queremos invitarlo:
368 La Felicidad