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La prevención de riesgos

laborales en las

Oficinas de Entidades
Financieras
INTRODUCCIÓN

ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ..........................................................................................4
1.1. CONCEPTOS BÁSICOS EN MATERIA DE PREVENCIÓN DE
RIESGOS LABORALES ...............................................................................4
1.2. LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES ..................6
2. ACTIVIDAD CON LAS PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE
DATOS ...............................................................................................................9
3. PREVENCIÓN DE RIESGOS GENERALES EN LA UTILIZACIÓN DE
PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE DATOS (PVD´S) .........................11
3.1 CAÍDAS DE PERSONAS AL MISMO NIVEL....................................11
3.2. FATIGA VISUAL .................................................................................12
3.3. SOBRESFUERZOS POR POSTURAS INADECUADAS ..................14
3.4. POSIBLES RIESGOS DERIVADOS DE LA INADECUADA
ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO CON PANTALLAS DE
VISUALIZACIÓN .......................................................................................16
3.5. RIESGO POR CONTACTOS ELÉCTRICOS ......................................17
3.6. RIESGO DE INCENDIO ......................................................................18
4. RECOMENDACIONES GENERALES EN LAS ACTIVIDADES CON
PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE DATOS (PVD´S) .........................19
5. ELEMENTOS DEL PUESTO DE TRABAJO CON PANTALLAS DE
VISUALIZACIÓN ...........................................................................................20

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6. EMERGENCIAS EN EL CENTRO DE TRABAJO....................................23
6.1. ACTUACIÓN EN CASOS DE INCENDIOS.......................................23
6.2. EVACUACIÓN DE LA OFICINA .......................................................26
6.3. ACTIVIDADES GENERALES EN EMERGENCIAS ........................28
7. PREVENCION DEL RIESGO DE ATRACO .............................................28
7.1 PREVENCION DEL RIESGO DE ATRACO .......................................28
8. SEGURIDAD VIAL .....................................................................................32
8.1. INTRODUCCIÓN.................................................................................32
8.2. SEGURIDAD ACTIVA Y SEGURIDAD PASIVA.............................33
8.2.1. ELEMENTOS DE SEGURIDAD ACTIVA..................................34
8.2.2. ELEMENTOS DE SEGURIDAD PASIVA ..................................38
8.3. LA VELOCIDAD. DISTANCIAS DE SEGURIDAD Y TIEMPOS DE
REACCIÓN..................................................................................................46
8.4. EFECTOS DEL ALCOHOL, LAS DROGAS Y LOS FÁRMACOS EN
LA CONDUCCIÓN .....................................................................................49
8.7. ¿QUE HACER EN CASO DE ACCIDENTE? .....................................55
9. PRIMEROS AUXILIOS...............................................................................58
9.1. DEFINICIÓN ........................................................................................58
9.2. PREMISAS............................................................................................58
9.3. VALORACIÓN INICIAL DE LA SITUACIÓN..................................58
9.4. HERIDAS Y HEMORRAGIAS............................................................61
9.5. VALORACIÓN DE UN TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
......................................................................................................................64
9.6. ESGUINCES, LUXACIONES Y FRACTURAS .................................65
9.7. QUEMADURAS ...................................................................................67
9.8. LESIONES OCULARES ......................................................................70
9.9. REACCIONES ALÉRGICAS...............................................................70

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1. INTRODUCCIÓN
1.1. CONCEPTOS BÁSICOS EN MATERIA DE PREVENCIÓN DE
RIESGOS LABORALES
La Prevención de Riesgos Laborales actúa evaluando cada una de las modificaciones,
que se producen en el ambiente de trabajo, y determinando en qué grado, positivo o
negativo, afectan a la salud del trabajador, con el fin de minimizar los efectos negativos
del mismo y crear condiciones y métodos de trabajo que se acerquen al estado ideal de
bienestar físico, mental y social.

Las condiciones de trabajo se suelen clasificar en tres grupos claramente diferenciados:

 Condiciones de seguridad: En este grupo se consideran agentes materiales


que pueden llegar a producir accidentes de trabajo.
 Condiciones del medio-ambiente laboral: En este grupo se incluyen los
contaminantes físicos, químicos o biológicos que pueden afectar en el trabajo.

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De forma general, se considera que pueden producir enfermedades
profesionales.
 Condiciones ergonómicas y psicosociológicas del trabajo: En este grupo se
incluyen, entre otros, los aspectos relacionados con la carga de trabajo y la
organización del trabajo.

La actividad laboral no tiene porqué ser peligrosa; sin embargo, hay tareas muy
concretas en las que no es posible eliminar riesgos y, por lo tanto, los trabajadores se
encuentran expuestos a sufrir accidentes o enfermedades profesionales. Para reducir o
eliminar esos riesgos es necesario adoptar medidas preventivas, pero para ello
previamente deberá conocerse cuáles son concretamente esos riesgos. Se define el
riesgo laboral como “la probabilidad de que un trabajador sufra un determinado
daño derivado del trabajo”. Debe quedar claro que manifestar que existe un
determinado riesgo laboral en un trabajo no significa que dicho riesgo se vaya a
materializar de forma automática y, en consecuencia, provoque un daño inmediato,
bien sea un accidente de trabajo o una enfermedad profesional.

CONDICIONES DE
Desde el punto de vista técnico y preventivo, se entiende como accidente de trabajo
todo suceso anormal, no querido ni deseado, que se presenta de forma brusca e

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inesperada que interrumpe la normal continuidad del trabajo pudiendo causar lesiones a
las personas. Los accidentes no ocurren por casualidad, y la actitud tan extendida de
pensar que un accidente ha ocurrido sin existir una causa que lo desencadene es
errónea. La casi totalidad de los accidentes no son provocados sólo por una causa, sino
que generalmente son varias las que intervienen.

De forma didáctica, puede definirse la enfermedad profesional como el deterioro


lento de la salud ocasionado por la exposición crónica a agentes contaminantes durante
el trabajo.

La Prevención de Riesgos Laborales se desarrolla mediante diferentes técnicas cuyo


objetivo básico es reducir al máximo la probabilidad de que un determinado riesgo se
materialice en un accidente de trabajo o enfermedad profesional.
Estas técnicas pueden agruparse en cuatro grandes disciplinas:
- Seguridad en el Trabajo.
- Higiene Industrial.
- Ergonomía y Psicosociología aplicada.
- Medicina del Trabajo.

1.2. LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

Existe abundante legislación referida a la prevención de riesgos, no obstante para


conseguir los objetivos perseguidos en este manual solamente se hará referencia a la
Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales.

Esta Ley se plantea con el objetivo de definir los mecanismos, garantías y


responsabilidades tendentes a establecer el adecuado nivel de protección de la
seguridad y salud de los trabajadores contra los riesgos derivados de las condiciones de

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trabajo. Su objetivo prioritario es la promoción de la mejora de las condiciones de
trabajo de los trabajadores.

En cuanto a derechos y deberes la Ley continúa la tradición de fijarlos tanto para los
empresarios como para los trabajadores, de manera que se sigue el principio de
considerar la Seguridad y Salud como integrada en el conjunto social de la empresa,
respetando las competencias de cada persona dentro de la organización.

El empresario debe garantizar la Seguridad y Salud de los trabajadores en todos los


aspectos relacionados con el trabajo. En el marco de sus responsabilidades, el
empresario adoptará las medidas necesarias para la protección de la seguridad y salud
de los trabajadores, incluidas las actividades de prevención de riesgos laborales, de
formación y de información, así como la constitución de una organización preventiva y
de los medios necesarios para ello.

Los principios generales de la acción preventiva, referidos en el artículo 15 de la Ley,


que debe cumplir el empresario, son:

- Evitar los riesgos.


- Evaluar los riesgos que no se pueden evitar.
- Combatir los riesgos en su origen.
- Adaptar el trabajo a la persona.
- Tener en cuenta la evolución de la técnica.
- Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún riesgo.
- Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
- Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
-
La Ley establece la figura del Delegado de Prevención. Los Delegados de Prevención
son los representantes de los trabajadores con funciones específicas en materia de

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prevención de riesgos laborales en el trabajo. Deben ser designados por y entre los
representantes del personal.

Las competencias de los Delegados de Prevención establecidas en la Ley de


Prevención son:
- Colaborar con la dirección en la mejora de la acción preventiva.
- Promover y fomentar la cooperación de los trabajadores.
- Ser consultados por el empresario con carácter previo a su ejecución en la
adopción de las decisiones relativas a las acciones preventivas que se
realicen en la empresa.

Los trabajadores están obligados en materia preventiva a:

- Usar adecuadamente las máquinas, aparatos, herramientas, sustancias


peligrosas y, en general, cualesquiera otros medios con los que desarrollen su
actividad.
- Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el
empresario.
- No poner fuera de servicio y utilizar correctamente los dispositivos de
seguridad existentes.
- Informar de inmediato a su superior jerárquico u órgano correspondiente
acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe riesgo para la
seguridad y la salud de los trabajadores.
- Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad
competente.
- Cooperar con el empresario para garantizar unas condiciones de trabajo
seguras.

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El incumplimiento de estas obligaciones, tanto para empresarios como para
trabajadores, en materia de prevención de riesgos, tiene la consideración de
“incumplimiento laboral” según lo establecido en el Estatuto de los Trabajadores y da
lugar a sanciones según establece esta Ley.

Es de reseñar que, además de esta Ley, han aparecido diversos Reales Decretos que
desarrollan técnicamente dicho texto legal. Estos Reales Decretos tienen por objeto
concretar las medidas de prevención que deben ponerse en práctica en diferentes tipos
de trabajo.

2. ACTIVIDAD CON LAS PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE


DATOS

En los últimos años se ha experimentado un aumento muy considerable del uso de


pantallas de visualización de datos (PVD´s) como herramienta de trabajo principal o
secundaria. Actualmente, y con una tendencia en aumento, no sólo los trabajos
técnicos, sino en todos los
sectores de actividad laboral
será imprescindible el uso
de un ordenador para poder
trabajar.

Con esta entrada masiva de


los ordenadores en el
mundo laboral ha sido
necesaria la elaboración de
una legislación que regule
los posibles riesgos
relacionados con estos

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equipos de trabajo.

Así la Unión Europea fijó la Directiva 90/270/CEE de 29 de mayo de 1990, sobre las
disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo con equipos que
incluyen pantallas de visualización, dichos requerimientos fueron transpuestos siete
años después al derecho español a través del Real Decreto 488/1997 de 14 de abril.

En el citado Real Decreto se entiende por puesto de trabajo con PVD´s, al “constituido
por un equipo con pantalla de visualización provisto, en su caso, de un teclado, o
dispositivo de adquisición de datos, de un programa para la interconexión
persona/máquina, de accesorios ofimáticos y de un asiento y mesa o superficie de
trabajo, así como un entorno laboral inmediato”.

Las actividades laborales que se llevan a cabo con estos equipos son innumerables;
para valorar el posible riesgo asociado al uso de las PVD´s, desde el punto de vista de
la prevención de riesgos laborales, deben tenerse en cuenta, entre otros, los siguientes
factores:
- Tiempo de trabajo en la pantalla de visualización.
- Tipo de atención requerida ante la pantalla.
- Grado de complejidad de la tarea realizada ante la pantalla.
- Rapidez de obtención de la información necesaria.

Entre los riesgos laborales más comunes propios de la utilización de las Pantallas de
Visualización de Datos (PVD´s), se encuentran:

1. RIESGOS DE CAÍDAS AL MISMO NIVEL, producidas normalmente por la


existencia de cableado por el suelo procedente del equipo, sin ningún tipo de
protección.

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2. FATIGA VISUAL, provocada por la permanencia prolongada frente a la pantalla o
por una utilización inadecuada de la misma. Puede dar lugar a somnolencia, aumento
del parpadeo, escozores y picores en los ojos, etc.
3. SOBRESFUERZOS POR POSTURAS INADECUADAS, debido a las posturas
estáticas que durante periodos de tiempo prolongados se deben tomar como molestias
en la nuca, cabeza, brazos o columna vertebral.
4. RIESGO DE CONTACTO ELÉCTRICO: Aunque actualmente el problema de
contacto eléctrico es difícil que se presente, es importante seguir teniéndolo en cuenta
debido a la gravedad de las posibles consecuencias.
5. RIESGO DE INCENDIO, debido al calentamiento de los conductores (cables) de
la instalación eléctrica, y el gran número de tomas de enchufes que se cargan sobre el
mismo registro o sobre la misma regleta.

Estos riesgos deben ser evaluados en cada puesto de trabajo y, como se ha indicado, su
valoración se realiza teniendo en cuenta factores tales como tiempo de dedicación a las
diferentes tareas, tipo de lugar de trabajo, equipos de trabajo que se utilicen, etc. Esta
evaluación debe ser realizada por técnicos competentes en la materia.

Del resultado de la evaluación de riesgos se derivan las medidas de prevención que


deben ser puestas en marcha para el control efectivo de dichos riesgos.
3. PREVENCIÓN DE RIESGOS GENERALES EN LA UTILIZACIÓN
DE PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE DATOS (PVD´S)
3.1 CAÍDAS DE PERSONAS AL MISMO NIVEL
El orden y la limpieza son fundamentales en todo puesto de trabajo para evitar posibles
caídas de trabajadores en los lugares de trabajo. Se deberá contar con la colaboración
de todos los trabajadores para disminuir la probabilidad de la existencia del posible
riesgo de caída.

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Los equipos de trabajo deberán almacenarse en los lugares establecidos para tal fin, lo
mismo ocurrirá con los consumibles de las pantallas, como pueden ser el tóner, la tinta,
el papel, los disquetes o CD´s, los cuales deberán almacenarse en los lugares
específicos, tanto si son para usar, como cuando son para reciclar o para tirar. En
definitiva, no deberán obstaculizarse las zonas de paso habituales.

Hay que evitar, en la medida de lo


posible, el tendido de los cables
provenientes
del ordenador, impresora, ratón...por
el suelo.

Si por el contrario no hubiera forma


de poder evitar que dichos cables
discurran por el suelo, entonces se colocarán regletas cubrecables que disminuirán la
probabilidad de poder tropezar.

3.2. FATIGA VISUAL


La utilización prolongada de las pantallas de visualización puede ocasionar fatiga
visual que se manifiesta generalmente con picor de ojos, cansancio, inadecuación de la
visión, etc. La fatiga visual se elimina tras una breve adaptación al cesar el trabajo con
PVD´s y volver a la rutina diaria. Hay que eliminar el concepto de que la fatiga visual
produce miopía o problemas oculares permanentes, según lo indican los estudios
científicos más recientes y los organismos y entidades especializadas en este campo.

Para disminuir los posibles trastornos producidos en la visión por el uso de las
pantallas de visualización, se hará necesario actuar sobre: la distancia y ángulo visual

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respecto de la pantalla, los elementos del puesto de trabajo, así como la iluminación,
contrastes, deslumbramientos y reflejos.

El ángulo visual, es decir el comprendido entre el eje normal de la mirada dirigido


sobre el borde superior de la pantalla y el eje imaginario entre el ojo y los datos de la
pantalla, será de aproximadamente unos 20º. La distancia del ojo a la pantalla oscilará
de 60 a 80 cm dependiendo del tipo de trabajo a realizar, pero en ningún caso inferior a
40 cm o superior a 90 cm.

Las luminarias se elegirán y


dispondrán con vistas a evitar
los reflejos en la superficie de
la pantalla. Las ventanas
constituyen una fuente
luminosa que deberá ser tenida
en cuenta al determinar la
posición de la pantalla, para
evitar reflejos.

No es aconsejable la luz natural, como única fuente luminosa, debido a que está sujeta
a variaciones fuertes. Además deberá tenerse en cuenta lo siguiente:
- Ninguna ventana se encontrará delante ni detrás de la pantalla.
- El eje de vista del usuario de la pantalla será paralelo a la línea de ventanas.
- Dentro del puesto de trabajo, la pantalla se colocará en el lado o zona más
alejada de las ventanas.
En cuanto a la iluminación artificial lo más conveniente será una iluminación difusa,
proveniente de fuentes de luz de gran superficie, con una luminancia débil en todas las
direcciones. Un alumbrado puntual dirigido sobre el puesto de trabajo puede ser

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conveniente siempre y cuando no se utilicen lámparas de sobremesa, debido a que a
menudo deslumbran a los operadores de los puestos vecinos.

Lo más habitual será la utilización de los tubos fluorescentes.

En resumen: la imagen deberá ser estable, sin destellos, será conveniente también que
la superficie del teclado sea mate, así como que la superficie de la mesa de trabajo no
sea reflectante, se dispondrá de la iluminación que garantice luz suficiente y un
contraste adecuado, que no produzcan deslumbramientos, no ubicar ninguna lámpara
del techo encima de un puesto de trabajo con pantalla de visualización.

3.3. SOBRESFUERZOS POR POSTURAS INADECUADAS

Como ya se ha indicado anteriormente el trabajo con pantallas de visualización de


datos pueden producir molestias en la nuca, cabeza, brazos y columna vertebral como
resultado del mantenimiento de posturas excesivamente estáticas. Tales trastornos
consisten en contracturas musculares a nivel de los puntos de inserción de los tendones
y de las articulaciones.

Una postura es tanto mejor cuanto menor es el esfuerzo a que se somete al esqueleto y
a la musculatura. Pero toda postura estática es molesta y puede llegar a resultar
perjudicial. Este es el principio más importante a observar para los vicios de actitud
postural. Una organización del trabajo que garantice una actividad mixta puede hacer
mucho en este sentido.

Se recomienda realizar una pausas de descanso cortas y frecuentes. Durante dichas


pautas es aconsejable practicar ejercicios gimnásticos sencillos para relajar la
musculatura del cuello, columna, espalda y brazos. Algunos de los ejercicios más

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habituales para prevenir y relajar los músculos involucrados en las posturas que
adoptan los usuarios de PVD´s son:
- Girar lentamente la cabeza a derecha e izquierda.
- Inclinar lateralmente la cabeza a derecha e izquierda.
- Subir los hombros con los brazos caídos a lo largo del cuerpo y bajar los
hombros.
- Manos en la nuca y espalda recta, a continuación flexionar lentamente la
cintura y dejar caer los brazos de forma alternativa.
- Para finalizar colocar los brazos a la altura del pecho, con los codos
flexionados y un antebrazo sobre el otro, dirigir al máximo los codos hacia
atrás.

En resumen: se aconseja mantener la espalda recta y apoyada al respaldo de la silla,


nivelar la mesa a la altura de los codos, adecuar la altura de la silla al tipo de trabajo y
lo que es muy importante cambiar de posición y alternar ésta con otras posturas.

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Si es necesario para la tarea a desarrollar se utilizará un portadocumentos regulable en
giro, inclinación y altura, que soporte los documentos sin oscilaciones, situado junto a
la pantalla y a su misma altura.

El asiento más adecuado debe ser móvil y de cinco apoyos, con respaldo ajustable en
altura reclinable, con apoyo lumbar, borde de asiento redondeado y profundidad de
asiento regulable. Si la altura de la silla no permite al usuario descansar los pies en el
suelo, se podrá utilizar un reposapiés con superficie antideslizante.

3.4. POSIBLES RIESGOS DERIVADOS DE LA INADECUADA


ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO CON PANTALLAS DE
VISUALIZACIÓN
En todos los trabajos, independientemente de que se necesite o no la pantalla de
visualización de datos, deberá existir una adecuada organización del trabajo, de manera
que sus contenidos posean la mayor variedad posible, y que los trabajadores, en un
momento dado, puedan programar su actividad para evitar la monotonía en el trabajo.
En este sentido, y desde el punto de vista de la prevención de riesgos, se recomiendan
las siguientes medidas:
- Planificar convenientemente el trabajo, delimitando las tareas a realizar y
coordinarlas.
- Repartir adecuadamente la actividad que se va a desarrollar, evitando en la
medida de lo posible los destajos y los trabajos a turnos.
- Buscar una motivación en el trabajo sobre todo en las tareas repetitivas.
- En los casos en los que sea necesario hacer descansos o pausas adicionales.

No debe olvidarse que, además de la organización del trabajo, la formación del


trabajador será crucial a la hora de la prevención de riesgos laborales.

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Dentro de lo posible, se evitarán las prisas y ritmos acelerados, los puestos de trabajo
estarán iluminados convenientemente, evitando los contrastes acentuados de
intensidades de luz, los deslumbramientos y los reflejos producidos por los puntos de
luz.

Es aconsejable proporcionar al usuario una información sobre los resultados de su


trabajo, así como darle oportunidades para que pueda desarrollar su capacidad y
habilidades así como adquirir otras nuevas en relación con las tareas que le conciernen.

3.5. RIESGO POR CONTACTOS ELÉCTRICOS

Es preciso que la instalación eléctrica esté proyectada, puesta en funcionamiento y


controlada por un personal debidamente autorizado, formado y capacitado. La
instalación eléctrica debe prever que no se produzcan contactos directos con las
personas, incendios y/o explosiones, por lo que las instalaciones deberán cumplir las
especificaciones de seguridad de los Reglamentos de Baja y Alta Tensión.

Con carácter general, las normas de seguridad que deben tenerse en cuenta cuando se
realicen trabajos con presencia del riesgo eléctrico son, entre otras, las siguientes:
- Antes de usar un aparato
eléctrico deberá
asegurarse de su buen
estado.
- Revise el estado de los
conductores eléctricos y
las clavijas de conexión,
así como las bases de
enchufe.
- No conecte aparatos directamente con los cables.

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- No tire de los conductores eléctricos para proceder a la desconexión del
aparato.
- En caso de que se detecte una avería, deberá procederse a cortar el suministro
eléctrico mediante el diferencial o interruptor y avisar al personal competente.
- Si deben reemplazarse los fusibles de una instalación, deberán sustituirse por
otros de igual tipo e intensidad nominal, debiendo proceder con las adecuadas
medidas de prevención y protección personal. Este tipo de operaciones serán
realizadas por trabajadores capacitados para realizarlas.

3.6. RIESGO DE INCENDIO


Los puestos de trabajo equipados con pantallas de visualización de datos han dejado de
ser la maraña de cables que hace unos años se observaba en ellos. Hoy en día el
problema del contacto eléctrico no es fácil que se presente, pero sí el problema del
calentamiento de los conductores (cables) de la instalación eléctrica, y el posible
incendio. También la sobrecarga de las tomas de un mismo registro o sobre la misma
regleta.

Se emplearán longitudes de cable suficientes para disponerlos de tal modo que su


mantenimiento sea el correcto: fuera de superficies donde puedan ser pisados o
sometidos a condiciones adversas. Además de mantenerlos alejados de
almacenamientos de papel o cualquier otro material combustible.

En el Real Decreto 486/97 sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en los


lugares de trabajo establece que: “La instalación eléctrica no deberá entrañar riesgos
de incendio o explosión”.

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4. RECOMENDACIONES GENERALES EN LAS ACTIVIDADES CON
PANTALLAS DE VISUALIZACIÓN DE DATOS (PVD´S)

Los sectores de actividad en los que la presencia de equipos de pantalla de


visualización de datos es numéricamente más importante son, por lo general, las artes
gráficas, medios de comunicación, la banca y la administración, así como los sectores
de telecomunicaciones y transporte.

Con carácter general, los usuarios de las pantallas de visualización pueden presentar
algunos leves trastornos, tales como: malestar de cabeza, picor de ojos, lagrimeo,
nerviosismo, dolores de hombros, brazos y manos, cuyo origen hay que buscarlo en
varias posibles causas; algunas de estas causas pueden ser, la carga visual que se
produce y la consiguiente fatiga, los requerimientos de acomodación y adaptación de
los ojos a diferentes distancias e intensidades luminosas, el deslumbramiento, el
centelleo de los caracteres y del fondo de la pantalla, las posturas corporales forzadas
que con demasiada frecuencia se observan en esta clase de trabajo, etc.

A la hora de trabajar con pantallas de visualización de datos se tendrá en cuenta que:

- Los caracteres de la pantalla tales como tamaño, forma y separación, deberán ser
legibles.
- Los contornos de los caracteres de la pantalla son netos para un distancia visual de 50
a 70 cm.
- Durante la lectura con la pantalla completamente llena, resulta fácil cambiar de línea.
- La pantalla no centellea de forma molesta.
- Los caracteres son estables.
- El teclado se desplaza libre e independientemente de la pantalla.

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- El teclado está concebido según criterios ergonómicos en cuanto altura, inclinación y
color.
- Existe suficiente espacio para apoyar las manos.
- Las dimensiones del plano de trabajo son las suficientes.
- La mesa tiene una altura mínima de 72 cm.
- Existe espacio suficiente bajo el plano de trabajo para las piernas.
- La mesa es estable y no presenta vibraciones.
- Las luminarias están colocadas de forma paralela a las ventanas.
- Existencia de paneles móviles que permitan, en caso de necesidad, subdividir el local
de forma funcional, para evitar los reflejos y deslumbramientos de ventanas u otros
focos de luz.
- Se encuentra colocada la pantalla de forma que la iluminación no deslumbra al
usuario.
- El borde superior de la pantalla se encuentra a la altura de los ojos o ligeramente más
bajo.
- La silla y mesa de trabajo utilizadas por el usuario de pantallas son adaptables a las
características del mismo.
- Se ha comprobado que la luminosidad y el contraste de los caracteres, y el fondo de la
pantalla, están perfectamente regulados.

5. ELEMENTOS DEL PUESTO DE TRABAJO CON PANTALLAS DE


VISUALIZACIÓN

ASIENTO DE TRABAJO
Las características de la silla de trabajo tienen una gran importancia desde el punto de
vista ergonómico, especialmente en las actividades que se desarrollan en posición de
sentado permanente. Debe servir no sólo para garantizar una adecuada posición de
“sentado”, sino que además debe permitir descargar la musculatura de la espalda y los
discos intervertebrales.

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Entre las medidas preventivas aconsejables para conseguir
un puesto de trabajo lo más cómodo y ergonómico posible
se encuentran las siguientes:
- El asiento será estable, permitirá una postura
cómoda y libertad de movimientos.
- Situar la altura de la silla de forma que, apoyando
la mano sobre la mesa, el antebrazo queda en
posición horizontal.
- El respaldo será recto y graduable en altura.
- Se apoyará la espalda en el respaldo, justo al
comienzo se los homoplatos.
- Para evitar la mala circulación sanguínea de las
piernas, el borde anterior de la silla será redondeado.
- Se apoyará toda la planta del pie en el suelo. Si no es posible se apoyarán en
un taburete o sobre una tarima.
- Estarán provistas de 5 patas.
- El asiento y el respaldo estarán rellenos de un material consistente para
evitar hundimientos.

PANTALLA

La colocación de la pantalla es un punto clave para el posterior desarrollo de


posturas, actividades y sus consecuencias. Entre las especificaciones aconsejables se
encuentran las siguientes:
- Permitirá los giros e inclinaciones.
- Se colocará un buen contraste entre el fondo y los caracteres.

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- La imagen estará estable.
- El usuario se colocará a
una distancia entre el ojo y
la pantalla de
aproximadamente 50 cm.
- Nunca se colocará una
pantalla frente o detrás de
una ventana.
La posición idónea será
paralela a la ventana.
- Colocarla de forma que no
se produzcan reflejos ni deslumbramientos con las luminarias.
- Es aconsejable que la pantalla se encuentre enfrente del usuario, para evitar los
movimientos rotatorios del cuello.
- Es importante mantener limpia la pantalla, para que los caracteres de la misma están
perfectamente definidos y configurados de forma clara.
- Se colocará de forma que su área útil pueda ser vista bajo los ángulos comprendidos
entre la línea de visión horizontal y la trazada a 60º bajo la horizontal.

TECLADO

Lo más importante es, desde el punto de vista ergonómico, utilizar teclados


independientes de la pantalla y desplazables a voluntad, para permitir adaptar la
posición del teclado a las características de la tarea a realizar, así el teclado deberá:

- Ser inclinable e independiente de la pantalla.


- Se habilitará un espacio en la mesa de trabajo de mínimo a 10 cm delante del
borde frontal del teclado para que el usuario pueda apoyar brazos, manos y
muñecas.

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- Se adoptarán precauciones contra el deslizamiento del teclado.
- La ubicación del teclado estará a una altura tal que los brazos y antebrazos
- formen un ángulo de 90º.
- Su superficie será mate para evitar de esta forma los posibles reflejos.

MESA
Las dimensiones de la mesa, su diseño y construcción son decisivos para la correcta
disposición, desde el punto de vista fisiológico, de los puestos de trabajo con pantalla
de visualización de datos. Será aconsejable que la mesa cumpla con los siguientes
requisitos:
- Superficie poco reflectante.
- Estará dispuesta de modo que se tengan las dimensiones suficientes para trabajar
con comodidad.
- Cuando la visualización de documentos sea frecuente, será conveniente la colocación
de un atril o portadocumentos colocado de modo que se reduzcan al mínimo los
movimientos incómodos de cabeza y ojos.
- Será imprescindible un espacio suficiente para el alojamiento de las piernas y
permitir al trabajador una posición cómoda.
- En los trabajos donde se realicen tareas de gran gesticulación la mesa deberá
permitir el apoyo de los antebrazos para el descanso de los mismos.
- Las dimensiones recomendadas serán: 160 cm de largo x 90 cm de ancho.

6. EMERGENCIAS EN EL CENTRO DE TRABAJO

6.1. ACTUACIÓN EN CASOS DE INCENDIOS

En el riesgo de incendio en los locales de oficinas influye el tipo y cantidad de material


combustible presente en la oficina. Sin embargo, son las conductas de las personas en
la mayoría de las ocasiones las que provocan estos incendios.

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Cigarros y colillas.
“PROHIBICIÓN DE FUMAR. Según la normativa laboral vigente está
terminantemente prohibido fumar en todos los centros de trabajo”.

Enchufes
No debe sobrecargarse la instalación eléctrica
enchufando muchos aparatos a una misma
toma. Cuando se presenta el problema de
insuficiente número de tomas de enchufe,
exponga este problema a los especialistas.

Cuadros eléctricos
No almacene ni ponga material combustible próximo a los cuadros eléctricos.
Si se dispone de calefactores portátiles hay que prestar atención a sus posibles peligros,
son equipos de gran consumo eléctrico y pueden sobrecargar la toma de enchufe donde
se encuentran. Además, frecuentemente presentan focos de calor incandescentes
accesibles a la entrada de papeles o parte de la ropa.

Medios de extinción
El centro de trabajo cuenta con un conjunto de medios técnicos para proteger a las
personas que se encuentran frente a un posible incendio así como para facilitar una
correcta evacuación en caso necesario.

Debe evitarse manipularlos innecesariamente, cambiarlos de sitio o colocarlos, ni


siquiera transitoriamente, con objetos.
Casi todos estos medios requieren un entrenamiento específico para poder manejarlos
con eficacia. El único de ellos que de forma generalizada se debe saber conocer su uso
es el extintor.

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Un extintor es un equipo que permite proyectar una sustancia
extintora (polvo, agua, espuma, anhídrido carbónico...) sobre el
fuego. Sirve para atacar fuegos pequeños.
En el propio extintor va indicado la forma de utilizarlo. Deben
conocerse en todo momento esas instrucciones. Si se espera a que
se produzca un incendio para hacerlo no habrá tiempo de
aprenderlas.

Especial atención merecen las zonas protegidas por SISTEMAS AUTOMÁTICOS DE


EXTINCIÓN, por gas específicos o anhídrido carbónico. Se trata de sistemas de
extinción muy limpios por lo que suelen emplearse para la protección de equipos o
materiales delicados (grandes ordenadores, bibliotecas, etc.), si se activa la alarma debe
abandonarse la zona al ser gases asfixiantes o tóxicos.

Han de tenerse las siguientes precauciones:


- Mantener una buena accesibilidad al extintor. No ocultarlo con cajas ni otros
obstáculos.
- No utilizar sustancias conductoras de la electricidad para fuegos en equipos
eléctricos, como son el agua y la espuma. Utilizar extintores de polvo y CO2.
- Actuar con rapidez, el tiempo siempre juega a favor del fuego.
- Si el fuego es de pequeñas dimensiones y se decide atacarlo, situarse entre la puerta
y las llamas, manteniendo ventilado el local, puesto que el fuego consume el oxígeno
que usted necesita.
- Cuando ante un incendio se siente inseguridad y tememos por la propia integridad
física, debe abandonarse el local cerrando la puerta (confirmando que no queda nadie
dentro) y nunca cerrando con llave.
- Hay que tener en cuenta que los gases y los humos son tóxicos y pueden suponer un
peligro para la vida. El 80% de las víctimas de un incendio nunca tuvieron contacto
con las llamas.

-25-
6.2. EVACUACIÓN DE LA OFICINA
Cuando el responsable del centro de trabajo determine la evacuación del local ante una
situación de emergencia, debe hacerse lo antes posible, manteniendo la calma y
siguiendo las instrucciones del personal encargado de dirigir la evacuación.

No utilizar nunca un ascensor como elemento para escapar de un incendio, existe el


riesgo de quedar atrapado en él.

Si no se conoce el local o edificio hay que guiarse por la señalización de evacuación y


salidas de emergencia.

-26-
Es posible que en caso de incendio se produzca un corte en el fluido eléctrico, no
obstante el local cuenta con un sistema de alumbrado de emergencia que garantiza la
iluminación de las vías de evacuación y salidas de emergencia.
Si se tiene que atravesar una zona con mucho
humo o altas temperaturas, debe hacerse
agachado y si es preciso tumbado. Los gases y
el calor se encuentran en las zonas más altas y
van descendiendo progresivamente, pero
siempre queda una pequeña capa de aire a ras
de suelo.

No debe abrirse una puerta que se encuentre caliente (el fuego está próximo). En caso
de tener que hacerlo, debe abrirse muy lentamente.

No hay que detenerse inmediatamente después de salir del edificio, especialmente en


aquellos centros de trabajo de gran ocupación, se bloquearía la evacuación del resto de
los ocupantes.
Si en el momento en que se produce la emergencia se encontrase con alguna visita
ajena al centro de trabajo, no debe abandonarla en ningún momento, realizando juntos
la evacuación.

En los grandes edificios que cuenten con un PLAN DE EMERGENCIA y evacuación,


existen puntos de encuentro donde deben concentrarse todos los ocupantes. Es muy
importante permanecer en ellos hasta que se indique, asegurándose de que los
responsables de la situación de emergencia sepan que están a salvo.

Una de las actividades más peligrosas para los bomberos es la búsqueda de personas en
el interior de edificios en llamas. Hay que evitar que se haga de manera innecesaria.

-27-
6.3. ACTIVIDADES GENERALES EN EMERGENCIAS
Durante la evacuacion de un local se debe acudir al punto de encuentro; debiendo
concentrarse los empleados en un punto que permita el recuento y la confirmación de
que nadie se ha quedado dentro.

Siempre deben mantenerse los pasillos libres, en caso de evacuación facilitará la


misma. Mantenga la calma y transmítala siempre a los demás.

7. PREVENCION DEL RIESGO DE ATRACO


7.1 PREVENCION DEL RIESGO DE ATRACO
La naturaleza de la actividad desarrollada en las entidades financieras puede
convertirlas en un foco atractivo para la actuación de los delincuentes. La seguridad de
la sucursal bancaria es una tarea en la que todos los trabajadores de la misma deben
implicarse y por ello es necesario que conozcan unas normas de actuación que van
orientadas por un lado a incrementar su seguridad personal y por otro lado a evitar o
disminuir los potenciales daños que pudieran derivarse del atraco.

A continuación se indican algunas pautas de actuación que tienen por objeto prevenir
el riesgo de atraco y sus posibles consecuencias.

Medidas de seguridad generales

- Las medidas de seguridad existentes en la Oficina conforman un sistema de


protección orientado a prevenir el atraco y garantizar la seguridad de los
trabajadores.
- Todas las personas que trabajan en la Oficina deben conocer las medidas de
seguridad con que cuenta el centro de trabajo y su funcionamiento.
- Conozca cómo funcionan los sistemas de seguridad de su Oficina y cerciórese
de que están en perfecto estado de funcionamiento.

-28-
- Si existe recinto de caja deberá permanecer cerrado desde su interior durante
las horas de atención al público y solo se permitirá la entrada al mismo a
personas autorizadas.
- En las Oficinas con arco detector de metales nunca se franqueará la entrada a
personas que hayan sido detectadas por el arco, salvo que sean clientes
sobradamente conocidos, fuerzas de orden público debidamente identificadas
o personal acreditado de la propia entidad bancaria.
- En caso de observar la presencia de algún individuo sospechoso en la Oficina,
no dude en activar las alarmas.
- Periódicamente debemos asegurarnos del buen funcionamiento de los sistemas
de seguridad y alarma, avisando inmediatamente al Departamento de
Seguridad de las averías que hayan podido detectarse.
- Debe evitarse hacer comentarios en público sobre las medidas de seguridad
que están instaladas en el centro de trabajo.

Medidas preventivas a seguir a la entrada o salida de la Oficina

- Como en algunas ocasiones los atracadores prefieren sorprender a la plantilla


en el momento de las llegada a la Oficina, a primera hora de la mañana,
buscando estar presentes en el momento de la apertura de la caja fuerte o
cámara acorazada, es aconsejable que antes de entrar en la Oficina procure
observar el interior de la misma para comprobar si existe alguna persona o
circunstancia no habitual que le alerte de que sucede algo anormal.
- No permita que permanezcan personas desconocidas en la Oficina fuera del
horario de atención al público.
- Cuando se acerque la hora de cierre al público, extreme las precauciones.
Asimismo permanezca atento al salir de la Oficina por si observa alguna
situación extraña que le llame la atención.

-29-
Medidas preventivas durante el manejo de fondos

- Procure mantener un encaje mínimo en el cajón de trabajo, por cada puesto de


caja.
- Los ingresos recibidos se deben contar de inmediato y si sobrepasan los
mínimos, el exceso se situará en el compartimento de retardo del
submostrador, utilizando para ello la trampilla de escamoteo.
- Debe procurar mantener siempre cerrado el cajón del dinero y con el retardo
activado.
- Realice la preparación de billetes y la carga de cajeros siempre fuera del
horario de atención al público.
- La dispersión de fondos se debe llevar a cabo bajo control y en lugares que
reúnan condiciones de seguridad y con la necesaria reserva acerca de su
ubicación.

Pautas de comportamiento recomendadas durante el atraco:

- Trate de conservar la calma y actúe con serenidad y naturalidad.


- No efectúe movimientos bruscos o sospechosos, pues podría agravar la
situación.
- No hable, salvo para contestar lo que le pregunte el atracador, utilizando
respuestas cortas.
- Obedezca las indicaciones del atracador.
- Si le resulta posible y no corre riesgo, observe al atracador y memorice algún
rasgo físico o de su vestimenta que le resulte llamativo, lugares donde estuvo
y objetos que tocó.
- No realice ninguna acción para obstaculizar el atraco, ni ponga impedimentos
al atracador que dificulten su huída.

-30-
Actuación después del atraco:

- Continúe manteniendo la serenidad, pues debe realizar acciones que serán de


gran utilidad.
- Si hubiese habido heridos, avise al teléfono de emergencias 112 y, hasta la
llegada de la asistencia médica, procure ayudarlos.
- Active la alarma.
- Informe inmediatamente al Departamento de Seguridad.
- Para no borrar huellas, no se acerque a la zona en la que hayan estado los
atracadores.
- Hasta la llegada de la policía, cierre la Oficina y no permita la entrada de
clientes.
- Si le resulta posible, procure escribir los datos que recuerde del atraco:
número de atracadores, sus características físicas y de sus indumentarias, si
portaban disfraces, armas que mostraron, medio que utilizaron en la huida y
dirección que siguieron.

Consejos y recomendaciones para los días posteriores:


- Procure asimilar con normalidad lo sucedido. Aun cuando no es un hecho
lógico ni explicable, desgraciadamente ocurre con alguna frecuencia en la
sociedad en que vivimos.
- Procure comer de forma adecuada y descansar y dormir lo suficiente.
- Realice alguna actividad física o intelectual que le agrade.
- No tenga inconveniente en hablar de lo sucedido con personas próximas.
- En cuanto le resulte posible vuelva a realizar los actos cotidianos, que le
ayudaran a superar y olvidar la situación.
- En caso de considerarlo necesario, no tema en solicitar ayuda
médica o psicológica. A veces esta ayuda es imprescindible para
algunas personas.

-31-
8. SEGURIDAD VIAL
8.1. INTRODUCCIÓN

Tomando como referencia el último Anuario de Estadísticas Laborales (2000)


publicado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se puede afirmar que los
atropellos y golpes con vehículos representan el 2,6 % de los accidentes en jornada
laboral con baja, lo que, en un principio, no parece que tenga una gran significación
dentro de la siniestralidad laboral.

Sin embargo, si acudimos a las estadísticas de accidentes mortales, podemos


observar que suponen la segunda causa de accidentes laborales con resultado
de muerte, siendo la causa del 25,2% de estos accidentes.

-32-
A la vista de estos datos, y dado que una de las obligaciones que señala la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales es la de formar e informar a los
trabajadores sobre los riesgos de sus puestos de trabajo, y las medidas
preventivas a adoptar, queremos contribuir a dicha acción formativa con este
manual, con el que pretendemos desarrollar actitudes positivas entre los
profesionales que desarrollan toda o parte de su actividad al volante de un
vehículo, con el fin de intentar conseguir unas condiciones de circulación más
seguras.

8.2. SEGURIDAD ACTIVA Y SEGURIDAD PASIVA

El mejor accidente es el que no ocurre. Para conseguirlo, los fabricantes han


puesto al alcance de los conductores una serie de sistemas o elementos que le
permiten controlar mejor el vehículo y evitar, en la medida de lo posible, que
se llegue a producir el accidente. A este conjunto de elementos se le denomina
“seguridad activa”.

-33-
Dentro de ellos, se consideran claves los sistemas encargados de mantener la
trayectoria y estabilidad del vehículo, además de los que le unen al suelo:
suspensión, dirección, frenos, amortiguadores y neumáticos. A continuación,
los que, ante una situación de riesgo, ayudan al conductor a controlar el coche
e, incluso, corrigen los errores que pueda cometer: frenos y todos los sistemas
electrónicos que se han desarrollado en los últimos años: ABS, ESP, ASR…
Sin olvidar que hay otros elementos básicos que, sin lugar a dudas, también son
esenciales: los que permiten ver (y ser vistos): alumbrado, parabrisas,
limpiaparabrisas, y todos sus complementos.

No obstante, la evidencia nos demuestra que todo lo anterior no es suficiente


para evitar que se produzca el accidente. Una vez que se produce, es cuando
entran en juego los elementos de la denominada “seguridad pasiva”, que son
aquellos que protegen a los ocupantes del vehículo en caso de accidente y
aminoran sus lesiones. Van desde el diseño de la carrocería hasta el cinturón de
seguridad, pasando por el reposacabezas, los airbags o los dispositivos de
seguridad para niños.
.
8.2.1. ELEMENTOS DE SEGURIDAD ACTIVA
- VISIBILIDAD Y SER VISTOS
El 90% de la información que
recibimos para conducir la
recibimos a través de los ojos: por
eso son esenciales todos aquellos
elementos que posibilitan la
visión. Desde los parabrisas (es
obligatorio desde 1984 que sean
de vidrio laminado, que no se
astilla ni se desintegra en caso de

-34-
impacto) hasta los limpiaparabrisas, que actualmente, en algunos coches, se
ponen en marcha ante las primeras gotas y regulan su velocidad de barrido.
Sin olvidar la revolución que se ha desarrollado en el campo de las luces.

- AMORTIGUADORES Y SUSPENSIÓN
Mantener las ruedas en contacto con la carretera, estabilizar la carrocería y
asegurar el confort es el objetivo de los amortiguadores, uno de los
elementos de seguridad activa más olvidados. Su desgaste, además de
disminuir el confort y aumentar la fatiga del conductor, alarga la frenada,
provoca deslumbramientos y hace imposible el control en situaciones
extremas.

Pero los amortiguadores no son el único componente de la suspensión. De


ella forman parte las barras estabilizadoras, que impiden que el coche se
incline más de la cuenta, los muelles (para mantener la carrocería a cierta
altura del suelo).

- FRENOS: CADA DÍA MÁS EFICACES


Sin duda, los elementos que más se han desarrollado en estos años han sido
los frenos y los sistemas de ayuda a la frenada, que han ido apareciendo
gracias a la electrónica, sobre todo el ABS o sistema antibloqueo de frenos,
sin olvidar otros de reciente aparición, como la asistencia a la frenada de
emergencia o el repartidor electrónico de la potencia de frenada.
Los sistemas ABS representan uno de los mayores avances recientes en
cuanto a seguridad activa de los vehículos.
El ABS utiliza unos sensores de velocidad que establecen cuándo una o
más ruedas comienzan a bloquearse al frenar. Cuando una de las ruedas
inicia el bloqueo, una serie de válvulas hidráulicas limitan o reducen la

-35-
frenada en esa rueda. Este sistema evita su patinaje y ayuda a mantener el
control de la dirección.
El sistema ABS se hace necesario cuando, en una emergencia, hay que
mantener la estabilidad del vehículo, ya que el sistema impide que una
rueda deje de girar y permite, por tanto, que podamos frenar y girar al
mismo tiempo.
Para que la eficacia del sistema ABS sea total, hay que presionar el pedal
del freno con energía hasta que el vehículo se haya detenido totalmente, sin
bombear el sistema con movimientos sucesivos del pie. Las vibraciones
que sentimos en el pie al presionar sobre el pedal de freno son las que nos
indican que el ABS ha entrado en funcionamiento. Algunas de estas
sensaciones que percibimos entonces son:
- • Una especie de ruido de rozamiento.
- • Unas rápidas pulsaciones del pedal de freno.
- • Leves bajadas de la presión normal del pedal.
- • Endurecimiento y pérdida de la flexibilidad habitual en el tacto

El conductor debe familiarizarse con el funcionamiento del ABS leyendo el


manual de instrucciones y probando la frenada en un lugar despejado y
alejado de todo peligro, bajo distintas condiciones de firme (mojado, seco,
nieve, hielo, grava, …).
- NEUMATICOS: AGARRADOS AL SUELO
Los neumáticos de un automóvil constituyen el único y decisivo contacto
con la carretera. Son los encargados de asegurar la adherencia en el
empuje, en la frenada y en el deslizamiento lateral, la dirección del
recorrido del vehículo deseada por el usuario, y la amortiguación de las
imperfecciones del pavimento. Son, por lo tanto, fundamentales para la
seguridad, el comportamiento y la comodidad.

-36-
La característica que influye más negativamente en la seguridad es la presión
de inflado insuficiente, y a pesar de esto, solamente el 50% de los usuarios
comprueba regularmente la presión de sus neumáticos.
Cuando un neumático se usa con presión insuficiente se producen los
siguientes hechos indeseables:

- La cubierta se desgasta irregularmente, más en los flancos que en el


centro, disminuyendo su duración.
- La dirección no es suficientemente precisa debido a la falta de tensión
en el neumático; el volante, además, se vuelve más duro.
- Aumenta el rozamiento y por tanto el consumo de combustible.
- Y lo más importante: Aumenta la temperatura del neumático debido al
excesivo calor producido por el rozamiento contra el pavimento. El
aumento de calor tiene dos consecuencias: la primera es que el
neumático pierde resistencia y duración; la segunda es que la presión
del aire dentro del neumático aumenta directamente proporcional a la
temperatura. La disminución de la resistencia y el aumento de la
presión pueden dar lugar al temido reventón.

- DIRECCIÓN; MANTENER LA TRAYECTORIA

En estos años, la dirección de los coches


ha recibido un importante impulso. Se
ha generalizado la llamada dirección
asistida (reduce la fuerza necesaria para
girar el volante) y se ha perfeccionado
con la llegada del “Servotronic”, que
endurece la dirección con el aumento de
la velocidad. Hoy se abre paso la

-37-
dirección con asistencia eléctrica, suave pero sin perder seguridad según se
incrementa la velocidad.
La dirección también se puede considerar como un elemento de seguridad
pasiva, ya que la columna de dirección (elemento mecánico de unión entre el
volante y la caja de dirección), antaño rígida, en la actualidad la mayoría de los
constructores han optado por la columna de dirección plegable (fraccionada).

- - LAS AYUDAS ELECTRÓNICAS


Cada vez es más frecuente encontrar, dentro del equipamiento de los vehículos,
una serie de dispositivos electrónicos que contribuyen a facilitar las labores del
conductor, y también a mejorar la seguridad vial. Así, podemos encontrar
desde cámaras de vídeo que nos ayudan a eliminar los ángulos muertos en la
visibilidad trasera, hasta sistemas de radar que nos permiten mantener una
distancia mínima de seguridad con el vehículo que nos precede, pasando por
sensores de distancia que nos ayudan en las maniobras de aparcamiento,
sistemas de navegación, y un largo etcétera.

8.2.2. ELEMENTOS DE SEGURIDAD PASIVA


Reducir las consecuencias que sobre los ocupantes de un coche tiene un
accidente es el objetivo de los elementos o sistemas de la llamada seguridad
pasiva.
- - CARROCERÍA: ESQUELETO PROTECTOR
Una de sus funciones es proteger a los ocupantes en caso de colisión. Debe ser
deformable, para absorber la energía que se genera durante el accidente, y
rígida, para formar una “célula de supervivencia” que proteja a los ocupantes.
Su interior se diseña para que no dañe al pasajero, sin partes duras ni aristas, e
impida, al tiempo, que elementos del coche (columna de dirección o pedales)
penetren en su interior. Hoy, los trabajos se centran en los efectos de los golpes
laterales (barras de protección en las puertas y bloques de poliuretano en su

-38-
interior) y en la compatibilidad de los coches implicados en la colisión (peso,
tamaño y geometría). Los expertos aseguran que, con igual tecnología, los
coches grandes son más seguros y, sobre todo, señalan a los todoterreno como
los más peligrosos. Al ser más altos y con chasis más rígidos, en los golpes
actúan como una barrera indeformable y si es una colisión lateral contra un
turismo, golpean a
los ocupantes de
este último por
encima de las
barreras laterales de
protección de su
coche.

- CINTURÓN DE SEGURIDAD: BIEN ATADOS


El cinturón de seguridad reduce en un 45% las muertes por accidente y su
misión es retener al individuo evitando que se golpee contra el parabrisas, el
tablero de instrumentos o salga despedido del coche. Para valorar su
importancia, basta decir que, debido a la inercia que provoca una colisión, una
persona multiplica por 56 su peso en un choque a 60 Km/h, lo que da idea de
las graves lesiones que se pueden producir al golpearse o salir despedido
durante el mismo.

-39-
La no utilización del cinturón de seguridad es la causa principal de los
traumatismos oculares, de acuerdo con los datos estadísticos recogidos en el
libro blanco “La salud ocular de los españoles”.
Menos de la mitad de los ocupantes delanteros de un vehículo hacen uso del
cinturón de seguridad en las ciudades españolas, según muestran los datos de
un estudio realizado por el RACE. El porcentaje de utilización actual del 47%
supone un descenso con respecto a los datos anteriores obtenidos por la DGT,
según los cuales en 1998 el 54% de los pasajeros delanteros hacían uso de este
sistema básico de protección en tráfico urbano.
En caso de llegar a alcanzarse en nuestro país cuotas de uso urbano del
cinturón de seguridad similares a las de otros países occidentales, en donde el
85% de utilización es habitual, se evitarían cada año en España 69 fallecidos,
447 lesionados graves y 3.514 leves. Ello supondría un ahorro anual total para
la sociedad superior a los 350 millones de euros.

Si no se utiliza el cinturón de seguridad, en caso de parada brusca por frenado o


colisión de un vehículo a una determinada velocidad supone que el conductor o
pasajero continúa a esa misma velocidad en el interior del vehículo, siendo

-40-
propulsado contra el tablero de instrumentos y contra el parabrisas, que estalla,
o incluso puede ser despedido del vehículo.

Una colisión lateral de


vehículos provocará que
los conductores o
pasajeros que no estén
sujetos por el cinturón se
golpeen contra los
cristales laterales u otras
partes fijas del vehículo.
El vuelco del vehículo
también provocará las
mismas consecuencias
que en el caso anterior.
Quienes viajen en el asiento trasero de un automóvil sin abrocharse el cinturón
no podrán evitar, en caso de accidente, el choque contra otros pasajeros.

Las personas que viajan en los asientos delanteros pueden sufrir lesiones si
ocurre un choque de frente y los pasajeros de detrás no tienen abrochados sus
cinturones, debido a que los de detrás serían lanzados contra los de delante.
Si el choque proviene de un costado y un pasajero de los asientos traseros no
tiene abrochado su cinturón de seguridad, podría deslizarse en el asiento hacia
el punto del impacto y empujar a otras personas que tampoco lo lleven puesto,
hacia la ventanilla o la puerta.
Los cinturones actuales disponen de tres anclajes de fijación. La banda inferior
del cinturón debe encontrarse entre la pelvis y los muslos y no sobre el vientre.
La banda superior debe pasar entre el cuello y el hombro. Dado que el cinturón
de dos puntos (aquel que cuenta sólo con la banda pélvica o inferior y que

-41-
todavía es muy fácil de encontrar en las plazas traseras centrales de muchos
vehículos) ofrece mucha menor protección que el de tres puntos (incluso puede
producir lesiones abdominales durante violentas colisiones frontales), su uso
debe evitarse siempre que pueda usarse un cinturón de tres puntos. De todos
modos, es más seguro viajar con un cinturón de únicamente dos puntos que
hacerlo sin ninguno.
Uno de los patrones de uso incorrecto observado reiteradamente es la
incorrecta colocación de la banda superior o torácica del cinturón de seguridad.
Dicha banda debe actuar siempre sobre aquellos puntos del tórax capaces de
resistir mayores esfuerzos: la clavícula y el esternón.
Se ha observado que los conductores retiran esta banda de la clavícula hasta
desplazarla hacia fuera y situarla sobre el brazo, entre el hombro y el codo.
Esta circunstancia aumenta la probabilidad de impacto de la cabeza contra el
salpicadero, el volante o el parabrisas y reduce la efectividad del airbag, a la
vez que incrementa el riesgo de lesiones abdominales y torácicas.
En determinados casos, la postura del ocupante dormido puede llegar a ser
totalmente incompatible con el cinturón de seguridad puesto que, en caso de
reclinarse excesivamente el asiento, la banda torácica puede llegar a actuar
sobre el cuello del ocupante en caso de colisión y provocar lesiones o incluso
ahogamientos.
Evitar llevar ropas de abrigo u otras que dificulten el buen ajuste, asimismo
evitar los dobleces y retorcidos en el cinturón.
Sentirse “atado” con el cinturón de seguridad abrochado es una sensación
relativamente extendida entre los conductores. Puede ser, incluso, su
argumento para no utilizar este dispositivo. Por eso, ante la obligatoriedad de
hacerlo (bajo el miedo a la multa), se ha comercializado una especie de pinza
que impide que la cinta quede ajustada al cuerpo.
Este accesorio, aparentemente inofensivo, puede ser fatal en caso de impacto,
cuando el tejido de la banda cede alargándose. En caso de accidente con esta

-42-
pinza incorporada en el cinturón, cada milímetro que se ha dejado de holgura
se convertirá en, aproximadamente, 8 cm más. Más que suficiente para que el
cuerpo pueda llegar a impactar con el volante.

- AIRBAG: LA BOLSA DE LA VIDA

Si un elemento ha evolucionado en estos últimos años ha sido el airbag. Una


bolsa que se infla en caso de colisión y que, según los expertos, ha demostrado

su eficacia en más del 60% de los accidentes. Primero nación el frontal; más
tarde, los laterales y de cortina; luego el coche se llenó de airbags.

La electrónica ha conseguido muchas mejoras. Los airbags se inflan en función


de la velocidad y la gravedad de la colisión y detienen su hinchado cuando ya

-43-
no es necesario. Llevan sensores que detectan si el asiento está vacío, evitando
el funcionamiento; incluso, Ford está poniendo a punto un sistema que detecta
las características (peso, altura…) del individuo y adapta la velocidad de
inflado.

El uso de gafas durante la conducción despierta cierto miedo entre los usuarios
que disponen de airbag en su automóvil. Los análisis de accidentes han dado
como resultado que, en la mayoría de los casos, las gafas salen despedidas en el
momento del impacto por efecto de la inercia. La bolsa del airbag retiene la
cabeza en los últimos instantes del choque, cuando la desaceleración más
importante ya se ha producido y el cuerpo ha sido retenido con el cinturón de
seguridad, no así las gafas que, sin ningún sistema de retención, salen
proyectadas hacia delante, al igual que otros posibles objetos transportados en
la bandeja o asiento traseros.

- REPOSACABEZAS: SALVAR
EL CUELLO

Dos de cada tres usuarios de coches hacen


mal uso del reposacabezas, cuyo objetivo es
controlar el desplazamiento de la cab eza
del ocupante del asiento y reducir, en caso
de accidente, el riesgo de lesión en las
vértebras que forman el cuello. Una labor
importantísima si tenemos en cuenta que,
según un estudio del Hospital Nacional de
Parapléjicos de Toledo, los accidentes de
tráfico son la primera causa de lesión

-44-
medular en España, cuyas consecuencias pueden ir desde un leve esguince
cervical a una grave tetraplejía.

-45-
8.3. LA VELOCIDAD. DISTANCIAS DE SEGURIDAD Y TIEMPOS DE
REACCIÓN

Durante el año 2000, más de 23.000 infracciones relacionadas con la velocidad


(inadecuada o excesiva) fueron la causa o el agravante de otros tantos
accidentes con víctimas. Las investigaciones han demostrado claramente la
relación entre velocidad y accidentalidad: el número de muertos por accidente
con exceso de velocidad se eleva en un 50% y el de heridos graves, en un 60%.

Pero además, existen situaciones en que circular a una velocidad excesiva o


inadecuada a las condiciones de la vía resulta especialmente arriesgado.

En este sentido, la climatología también cobra aquí especial importancia.


Cuando es adversa, la adherencia de los neumáticos a la calzada se reduce
radicalmente y eso hace más difícil el control del vehículo. Y a mayor
velocidad, menor adherencia. Por eso, los investigadores aseguran que con
lluvia o hielo los conductores deberían reducir su velocidad entre un 30 y un
60% sobre la señalizada para moverse en los mismos márgenes de seguridad de
una carretera seca, cosa poco frecuente, según los expertos, porque los
conductores desconocen cuáles son dichos márgenes y su importancia.

En un coche, sin embargo, la ganancia de tiempo conseguida rodando más


deprisa es mínima: en teoría 11 minutos para hacer 100 Km a 110 Km/h en
lugar de a 90 Km/h; en la práctica, en condiciones normales, la ganancia no
sobrepasa los 5 minutos.
Cuando la velocidad aumenta, los riesgos también aumentan, debido a varias
causas:

• El conductor tiene menos tiempo para observar, prever, actuar, …

-46-
• La distancia necesaria para detener el vehículo aumenta (al doblar la
velocidad, esta distancia se multiplica por 4).
• La adherencia disminuye. Especialmente en las curvas, en las que la
fuerza centrífuga es proporcional al cuadrado de la velocidad.

• En caso de colisión, la importancia de los daños y la gravedad de las


heridas aumentan más que la velocidad (por la energía cinética).

La velocidad debe adaptarse a las condiciones climatológicas, de la calzada, del


tráfico, del vehículo... Respetar los límites de velocidad establecidos no
siempre significa que se circula a una velocidad segura. En particular, debe
disminuirse la velocidad cuando:

• La calzada está en mal estado


• Hay niebla, lluvia, nieve, …
• La calzada está obstruida: obras, peatones…
• Hay circulación densa
• Se aborda una curva, un cambio de rasante…
• Nos acercamos a un paso de cebra, intersecciones…
• El vehículo va muy cargado
• Se está cansado o enfermo

-47-
Las distancias de seguridad están íntimamente ligadas con la velocidad, pues a
mayor velocidad, mayor distancia hay que dejar entre vehículos para poder
realizar, si fuera necesario, una maniobra evasiva. Cuando se circula demasiado
cerca del vehículo de delante se corre el riesgo de colisión.

También existen una serie de factores que influyen en la distancia de frenado:

• Estado del vehículo (frenos, neumaticos, amortiguadores, …)


• Estado de la calzada.
• Condiciones meteorológicas.
• Pericia del conductor.
• Carga del vehículo (en vacío, el frenado será más corto que a plena carga).
• Las características propias de cada vehículo (es aconsejable, si se cambia de
vehículo, probar los frenos antes de emprender la marcha)

-48-
8.4. EFECTOS DEL ALCOHOL, LAS DROGAS Y LOS FÁRMACOS
EN LA CONDUCCIÓN

- EL ALCOHOL Y LA SEGURIDAD VIAL

La acción del alcohol que


interesa desde el punto de vista
de la Seguridad Vial, es la
referente al sistema nervioso,
pues de ella dependen las
modificaciones en las aptitudes
y comportamientos del
conductor.

Los principales efectos del


alcohol sobre la conducción
son los siguientes:

• Falso estado de euforia,


seguridad, optimismo y
confianza en sí mismo.
• Aumenta la despreocupación,
la temeridad y la agresividad.
• Desprecio del peligro,
tendencia a transgredir las
normas y a correr más.
• Falsea la apreciación de
distancias y velocidades.

-49-
• Errores en la conducción y circular en sentido contrario o dirección
prohibida.
• Señalización incorrecta de maniobras, conducción errática y
adelantamientos inadecuados.
• Disminuye los reflejos, la capacidad de movimiento y aumenta el tiempo de
reacción; además, produce sueño y fatiga.
• Reduce el campo visual (efecto túnel) y disminuye la visión y la percepción.
• Modifica la capacidad de juicio, razonamiento, concentración y estado de
ánimo.

- ASÍ AFECTAN LAS OTRAS DROGAS

Todas las drogas afectan a la capacidad para conducir debido a sus efectos
sobre el sistema nervioso central, aunque de forma diferente, según la familia a
la que pertenecen:

• Depresoras. Son las derivadas del opio (morfina, heroína, …), el alcohol, los
barbitúricos, …
• Estimulantes. La cocaína y sus derivados (crack, …), las anfetaminas, la
nicotina, las drogas sintéticas, …
• Alucinógenas. LSD, cannabis, … y los inhalables, como pegamentos, colas,
hidrocarburos, …

Los efectos que producen también dependen de la calidad de la droga, la dosis,


la edad y estado del individuo, las posibles mezclas con otros productos, …
Así, mientras que quienes han ingerido sustancias como la cocaína suelen
practicar una conducción agresiva y temeraria, en el caso de la marihuana el
manejo es torpe y lento. Respecto a las drogas de diseño, fundamentalmente el
éxtasis, su efecto en la conducción es doblemente peligroso: por un lado

-50-
estimulante y, por otro, altera la percepción (visión inadecuada de objetos, falta
de concentración, etc.).

La nicotina es una droga menor muy extendida en su consumo a través del


tabaco y puede producir dos tipos de peligros: distracciones por la caída de la
ceniza y quemaduras; al tener el cigarrillo en la mano provoca de alguna
manera la necesidad de conducir sólo con una mano y por otro lado el humo
del tabaco contiene monóxido de carbono, que puede producir aturdimiento y
disminución de los reflejos.

- MEDICAMENTOS Y CONDUCCIÓN: DÍFICIL EQUILIBRIO


La ingestión de medicamentos puede producir unos efectos que deterioren la
capacidad de conducir o incluso que impidan hacerlo. La Dirección General de
Tráfico ha editado un libro para concienciar a los médicos de la necesidad de
tener en cuenta la conducción a la hora de recetar un tratamiento. Pero también
los pacientes deben saber que los fármacos afectan a la conducción y cómo.
Se estima que el 10% de los muertos o heridos en accidentes de tráfico en
España había tomado alguna medicación psicoactiva. En principio, los
medicamentos se recetan y se toman para curar enfermedades, pero numerosos
estudios demuestran que están en el origen de algunos accidentes de
circulación.
Euforia, sedación, vértigos, disminución de la concentración y de la capacidad
cognitiva, pasividad… Estos son los efectos sobre la conducción de algunos
medicamentos popularmente considerados inocuos, como analgésicos o
antitusivos. También preparados tan habituales como Gelocatil, Aspirina o
Desenfriol pueden deteriorar la capacidad de conducir; y medicinas tomadas
para tratar una úlcera pueden producir niveles de alcoholemia anormalmente
altos para la bebida ingerida. Y no se trata de que produzcan una medida falsa,
sino que los efectos negativos del fármaco se potencian con el alcohol.

-51-
8.5.-LA FATIGA Y LA CONDUCCIÓN

Al conducir hay que estar preparado para, en cuestión de milisegundos,


responder a situaciones que pueden llegar a ser límite. La fatiga, resultado de
un conjunto de factores, hace que sea difícil mantener la atención o que se
cometan equivocaciones o, lo que es más peligroso, a asumir más riesgos para
llegar antes.
Ante la fatiga, y como norma básica, todo conductor debe saber que es preciso
descansar durante la conducción con objeto de reducir la posibilidad de fatiga.
El descanso debe realizarse, como mínimo, cada 2 horas al volante, aunque no
se haya avanzado más que algunos km, o cada 150/200 Km recorridos y debe
durar al menos 20 minutos, siendo deseable una media hora.

La fatiga (se dice que es responsable del 20 ó 30% de los accidentes) hace más
difícil mantener la atención y equivocarse más fácilmente al ejecutar las
maniobras. A medida que ésta crece, mayor es el deseo de llegar al destino (o
alcanzar el objetivo planeado en el viaje), más riesgos se asumen y el
comportamiento es más agresivo.

Principalmente se debe sospechar un alto nivel de fatiga cuando cuesta


concentrarse en la carretera y se realizan maniobras casi inconscientes. La
pesadez de la vista y el parpadeo constante; los zumbidos en los oídos; la
sensación de brazos y pies dormidos; la necesidad de moverse en el coche (que
siempre se acompaña de mayor o menor pérdida de atención) son síntomas que
deben alertar de que el nivel de fatiga es excesivo. Ante la más mínima
sospecha de fatiga, se debe parar y descansar. Tampoco hay que olvidar que
comidas pesadas, ropa inadecuada, excesivo calor y luz de las horas centrales
del día contribuyen a incrementar la fatiga.

-52-
Para que el descanso sea lo más rehabilitador posible y encontrarse “como
nuevo” al volver a conducir, al salir del coche, es preciso dar un paseo,
moverse y hacer ejercicio durante al menos 10 ó 15 minutos y, si han aparecido
síntomas de somnolencia, dormir unos minutos. Luego se puede aprovechar
para beber agua y refrescarse la cara con agua fría, lo que contribuye a nuestro
bienestar.
8.6.-MANTENIMIENTO DEL VEHÍCULO

El uso y el paso del tiempo provocan en los vehículos un desgaste de sus


elementos, que deben ser revisados y reparados si procede, para que su
comportamiento sea en todo momento el deseado.
La conducción de un vehículo en perfecto estado de todos sus elementos limita
considerablemente el riesgo de avería y/o de accidente.
Normalmente todos los vehículos disponen de un manual de revisiones
periódicas fijadas por el fabricante, que indica cada cuántos kilómetros o
tiempo transcurrido se debe proceder a una revisión general del vehículo.
Además, periódicamente, todos los vehículos tienen que pasar por la
obligatoria ITV.
A continuación se detallan los distintos elementos que se tienen que revisar
periódicamente en los vehículos, en aras de la seguridad:

 NEUMÁTICOS
Una simple inspección visual entre 2.000 y 5.000 Km podrá detectar si existen
grietas, abultamientos laterales o deterioro general. La profundidad del dibujo
debe encontrarse entre 1,6 (mínimo exigido legalmente) y 2 mm, y ser
uniforme en toda la banda de rodadura.

-53-
La presión deberá revisarse al menos una vez al mes o cada 5.000 Km y
siempre que se vaya a hacer un viaje largo y rápido, incluyendo la rueda de
repuesto, y siempre con los neumáticos fríos.

 ALUMBRADO
Comprobar periódicamente su buen funcionamiento (intermitentes, marcha
atrás, luz de frenos, posición, cruce, carretera, niebla y warning).
Es obligatorio llevar un juego de lámparas de repuesto.

 SUSPENSIÓN
Al contrario de lo que sucede con las pastillas de freno, cuando se desgastan los
amortiguadores no se enciende ningún testigo en el salpicadero. En
circunstancias normales de uso, los amortiguadores se desgastan de modo muy
progresivo, con lo que el conductor difícilmente observa cambios aparentes y
puede “acostumbrarse” al comportamiento de su vehículo sin prestarle mayor
importancia, incluso cuando los amortiguadores ya representan un peligro
importante.

 FRENOS
Comprobar cada 2.000 Km o mensualmente el nivel del líquido de frenos,
reponiendo si hace falta. Cambiarlo cada 40.000 Km aproximadamente o cada
dos años.
Revisar el desgaste de las pastillas cada 12.000 Km o seis meses, vigilando
igualmente el estado de los discos.
Comprobar periódicamente el estado de las conducciones.

 LIMPIAPARABRISAS
Comprobar periódicamente el funcionamiento del motor, estado de las
escobillas y nivel del líquido de limpiaparabrisas.

-54-
 HÁGALO USTED MISMO… PERO SEGURO
En caso de que decidamos hacer nosotros mismos pequeñas operaciones de
mantenimiento en nuestro vehículo, debemos tener muy claro qué es lo que
estamos haciendo, para evitar sufrir accidentes. En caso de duda, es preferible
acudir a un profesional.
Para realizar reparaciones, debemos cuidar de contar siempre con las
herramientas adecuadas, y que éstas se encuentren en buen estado. Una causa
frecuente de accidentes es el uso incorrecto de herramientas, o el mal estado de
conservación de las mismas.

8.7. ¿QUE HACER EN CASO DE ACCIDENTE?

Nunca resulta grato hablar de la eventualidad de un accidente, pero


desgraciadamente los accidentes existen, estamos todos expuestos a sufrirlos y
lo único que podemos hacer para evitarlos, es respetar las normas y poner
siempre en juego nuestro sentido común.
Además de la prudencia y el sentido común, la obligación que tenemos de
protegernos con el casco, la ropa adecuada y los sistemas de retención
(cinturones de seguridad, airbags, reposacabezas, etc.), es muy importante
también que sepamos qué hacer una vez que el accidente ha ocurrido, tanto si
somos nosotros los accidentados como si nos encontramos con un accidente
sufrido por otros.

- EN CASO DE ACCIDENTE PROPIO


Si es uno mismo el que ha sufrido el accidente y no existen daños físicos que
impidan hacerlo, lo importante es tratar de eliminar la posibilidad de un
segundo accidente, deteniendo el tráfico en ambos sentidos.

-55-
En segundo lugar, si el motor
de alguno de los vehículos
implicados continúa en
marcha, hay que desconectar
inmediatamente el contacto
para evitar un posible
incendio.

- CUANDO EL ACCIDENTE ES AJENO

Al igual que en el accidente propio, lo primero es tratar de que no suceda un


segundo accidente avisando a los vehículos que se acercan y acudiendo
después a parar los motores en marcha.

• PEDIR AYUDA: Hay que avisar a la ambulancia lo antes posible. Se puede


también solicitar ayuda de alguien que pase por el lugar y mandar aviso a la
policía a través de otros conductores (hoy día el aumento de los teléfonos
móviles y los números de emergencia, permiten comunicación instantánea con
la policía, y ésta se encarga de avisar a los servicios de socorro).

-56-
FIJARSE EN LOS HERIDOS: Acercarse al accidente y fijarse en los
heridos, que pueden estar dentro de los vehículos o fuera y hacer una
valoración rápida de los que pueden estar más graves.

NO INTENTAR NUNCA SACAR A LOS HERIDOS DEL


INTERIOR DEL VEHÍCULO, A NO SER QUE EXISTA RIESGO
INMINENTE DE INCENDIO: Si algún herido permanece dentro del
vehículo y se le puede atender allí mismo, no intentar sacarlo al exterior, al
moverlo se le puede causar mayor mal del que ya tiene.

ACTUAR DE ACUERDO CON LA IMPORTANCIA DE LAS


HERIDAS: Primero debe atenderse a los heridos que están inconscientes
porque suelen ser los más graves. En segundo lugar, a los que sangren, si la
sangre es abundante (si sale a borbotones). A veces la sangre es muy
escandalosa y produce rechazo, pero eso no quiere decir que el herido que
sangra simplemente, es el más grave. No obstante, es importante cortar la
hemorragia, con un vendaje provisional y si es necesario, por la abundancia
de sangre, con la mano. De todos modos, siempre que sea posible, debemos
evitar tocar cualquier clase de herida.

EN NINGÚN CASO SE DEBE MOVER A UN MOTORISTA


ACCIDENTADO Y JAMÁS INTENTAR QUITARLE EL CASCO,
NI PERMITIR QUE OTROS LO HAGAN. En estos casos, se debe
pedir ayuda inmediatamente y esperar a que lleguen profesionales expertos.

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9. PRIMEROS AUXILIOS
9.1. DEFINICIÓN
Conjunto de actuaciones sobre un accidentado, en los instantes inmediatos al suceso,
dirigidas a prestarle el soporte vital y evitar nuevas lesiones, hasta que se complete la
asistencia por personal especializado.
9.2. PREMISAS
1. Tranquilidad: sin ella no conseguiremos una actuación adecuada.
2. Ante todo no hacer daño: hacer sólo aquello de lo que se está seguro. No empeorar
posibles lesiones como las medulares.
3. Evitar que el accidente se propague y alcance a otras personas: señalizar el lugar
del accidente, abrir ventanas en caso de fuga de gases, apagar la corriente eléctrica, etc.
4. PEDIR AYUDA: es el primer eslabón de la llamada "cadena de supervivencia".
Consiste en activar el Sistema de Emergencias Médicas a través del teléfono unificado
para emergencias: el 112

9.3. VALORACIÓN INICIAL DE LA SITUACIÓN


Ante cualquier accidente se debe realizar una valoración básica del lesionado,
que incluye conocer:
1. Si el paciente se encuentra consciente o no.
Se sacude al paciente suavemente por los hombros, gritándole con voz alta: "Oiga,
¿Qué le pasa?. En caso de sospecha de traumatismo cervical se debe mover lo menos
posible.
2. Si el paciente respira o no.
Es necesario "ver, oír y sentir”, comprobando como el accidentado expande el tórax.
3. Si el paciente tiene pulso o no.
El lugar más fácil para detectar el latido cardiaco es al nivel de la arteria carótida en el
cuello, a cada lado de la nuez.

-58-
Estas 3 acciones son conocidas internacionalmente como el ABC de la
reanimación: (en inglés; A= airway, B= breathing, C= circulation.).

Además en esta fase debemos valorar también la existencia de hemorragias severas


para su corrección inmediata.

Plan de prioridades
Con estas 4 premisas debemos realizar un hipotético plan de prioridades:

1. Si el accidentado está inconsciente pero respira (Plan de Actuación 1):


Se le debe colocar en Posición Lateral de Seguridad (PLS), para evitar que si se
produce un vómito pase a los pulmones.

2. Si está inconsciente y además no respira (Plan de Actuación 2):


Debemos proceder a la apertura de la vía aérea, asegurándonos que no existe ningún
obstáculo que impida la normal entrada y salida de aire a los pulmones.

Para ello se coloca la cabeza en hiperextensión mediante la maniobra frentementón.


Además debemos realizar un barrido digital, extrayendo posibles cuerpos extraños del
interior de la boca, con el dedo índice en gancho (esta maniobra está contraindicada
en niños y en accidentados traumáticos en los que pueda haber lesiones de
columna vertebral).

3. Si no respira pero tiene pulso (Plan de Actuación 3):


Dar 10 insuflaciones con la boca de aire espirado aproximadamente en 1 minuto
introduciendo el aire en la vía aérea del accidentado, manteniendo abierta la vía aérea
mediante la maniobra frente mentón y tapando la nariz del accidentado para evitar que
se pierda el aire.

-59-
Es muy recomendable utilizar mecanismos de barrera: mascarillas, protectores faciales,
etc.

4. Cuando el socorrista comprueba que el accidentado está inconsciente, no


respira y además no tiene pulso (Plan de Actuación 4):
Nos encontramos en una situación conocida como parada cardiorrespiratoria, y debe
iniciarse las maniobras necesarias para mantener y restaurar una circulación eficaz
mediante compresiones torácicas externas ("masaje cardiaco") y la ventilación de los
pulmones con aire espirado, con el objetivo de mantener la oxigenación cerebral y
cardiaca del paciente hasta la llegada de equipos especializados.

Tras la apertura de la vía aérea y del inicio de la


respiración boca a boca, comencemos el masaje
cardiaco.
- Localizamos el área dónde se aplicarán las
compresiones Se apoya el talón de una mano en el
centro del torax y se entrelazan los dedos de
ambas.

O
- Con los brazos extendidos,
perpendiculares a la víctima,
presionar sobre el esternón hasta descenderlo unos 4 cm.

- Se debe repetir con una frecuencia aproximada de 80 a 100 veces


por minuto.

-60-
5. Combinar las ventilaciones y las compresiones:
Tras cada 30 compresiones, se debe abrir la vía aérea y realizar 2 insuflaciones
(relación 30:2). Ya sean uno o dos los reanimadores que participen en la resucitación.

Es conveniente cada 4 ciclos de 30:2 hacer comprobaciones del pulso y respiración por
si se hubiesen recuperado dichas funciones vitales.

9.4. HERIDAS Y HEMORRAGIAS


Las heridas son soluciones de continuidad de la piel y tejidos adyacentes
producidas por agentes externos.

- No olvide protegerse con guantes antes de examinar cualquier herida.


- Tampoco se apresure a tocar con los dedos, ya que puede haber cuerpos extraños
cortantes como cristales.
La forma de presentación más usual de las heridas es la hemorragia, que puede ser
activa o latente, por ello si no objetivamos sangrado es preferible no manipular la zona
hasta encontrarnos en un centro asistencial.

-61-
Aunque existen diferentes clasificaciones de las heridas y de las hemorragias,
probablemente a nivel práctico lo más importante es diferenciar si el sangrado de una
herida es de origen venoso o arterial y establecer criterios de gravedad en función de
las pérdidas.
- En las hemorragias de origen venoso la sangre fluye de forma constante, las pérdidas
son de menor cuantía, por lo que suele ser más fácil su control.
- Las hemorragias de origen arterial las reconoceremos porque la sangre fluye de
forma discontinua, coincidiendo con cada latido del corazón, en ellas las pérdidas
suelen ser muy importantes y de más dificil control por lo que nuestra actuación debe
ser rápida.
En función del volumen de sangre perdido, las hemorragias podemos considerarlas:
Leves: Cuando la pérdida es inferior a 500 ml
Moderadas: pérdida superior a 500 ml e inferior a 1 litro.
Graves: entre 1000 y 1500 ml.
Muy Graves: mayores de 1500 ml de sangre

Como es muy difícil calcular estas cantidades existen otros signos indirectos que nos
pueden ayudar:

Clase I Clase II Clase III Clase IV


% volumen sanguíneo
< 750 ml 750-1000 ml 1500-2000 ml > 2000 ml
perdido
Frecuencia cardiaca < 100 100-120 120-140 >140 lpm
Amplitud del pulso lleno Disminuida + Disminuida ++ débil
Relleno capilar = Disminuido + Disminuido ++ Disminuido +++
Frecuencia respiratoria 14-20/min 20-30/min 30-40/min <35/min
Nivel de consciencia ansioso intranquilo Confuso + Confuso ++

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En el caso de hemorragias moderadas, graves y muy graves: En nuestro medio la
forma más rápida de controlar una hemorragia es mediante la compresión con apósitos
estériles (gasas) y aplicando la presión suficiente sobre la zona hasta que la herida deje
de sangrar. Sí no cesa, no retirar las primeras gasas sino superponer otras.

Una vez colocadas las gasas procederemos a cubrirlas con un vendaje lo más ancho
posible, que servirá para ejercer presión sobre la zona lo que ayudará en la hemostasia.
La elevación del miembro también
favorece el control de la hemorragia.

Asimismo, la compresión de la arteria que aporta la sangre al miembro puede ser útil,
aunque debemos saber localizarla.

Los torniquetes sólo debemos aplicarlos de forma


muy excepcional, y sólo si fracasan las medidas
anteriores. Debe aflojarse cada 15-20 minutos para
permitir la llegada de sangre al resto del miembro.

-63-
En el caso de hemorragias leves:
. Procederemos a la limpieza de la herida con un antiséptico adecuado como povidona
yodada (Betadine) o ciorhexidina (Hibitane) aplicados sobre los bordes de la herida, y
con suero fisiológico el fondo de la misma.
. Si no disponemos de antisépticos, podemos realizar un lavado jabonoso con agua
abundante procurando el arrastre de todos los cuerpos extraños.
Posteriormente cubriremos la herida con apósitos estériles.
. No debemos olvidar que en las heridas sucias, se debe realizar profilaxis
antitetánica. En este sentido el tiempo que pasa desde que se produce la herida se
relaciona directamente con el grado de contaminación.
O
9.5. VALORACIÓN DE UN TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO
Los traumatismos craneoencefálicos (TCE), ya sean aislados o asociados a otras
lesiones traumáticas, son la principal causa de muerte en adultos jóvenes, por lo que
tener criterios para saber reconocer aquellos que potencialmente revisten especial
gravedad y realizar una asistencia urgente puede sernos de inestimable ayuda a lo largo
de nuestra vida.
En principio debemos considerar un TCE susceptible de gravedad siempre que:
1. Haya sido secundario a un traumatismo de gran violencia, por ejemplo, un accidente
de tráfico.
2. Si el paciente se encuentra agitado tras un golpe en la cabeza, sin otra causa que
justifique esta situación.
3. Todo paciente que se encuentre en tratamiento con antiagregantes (Aspirina, Adiro,
etc) o anticoagulado (Sintrom)
- Cuando tengamos una persona inconsciente, debemos aplicar siempre las
consideraciones descritas en el apartado de primeros auxilios. Por tanto, evitaremos la

-64-
manipulación siempre que exista la mínima sospecha de que pueda tener una lesión de
la columna vertebral y por tanto de la médula.

9.6. ESGUINCES, LUXACIONES Y FRACTURAS


Estas tres afecciones tienen en común tres signos más o menos evidentes:
- Dolor.
- Deformidad.
- Impotencia funcional.

Se denomina esguince a las lesiones producidas sobre los ligamentos de una


articulación tras sufrir un traumatismo sin que ocurra desplazamiento de los extremos
óseos.

Dependiendo de la intensidad del traumatismo hablaremos de tres grados:


- Esguince de primer grado: se manifiesta por dolor local, discreta tumefacción y
movilidad conservada.
- Esguince de segundo grado: existe dolor local acusado, mayor tumefacción y
estabilidad de la articulación.
- Esguince de tercer grado: ocurre una rotura completa del ligamento, que origina
además de los tres signos anteriormente descritos, disfunción articular y pérdida de la
estabilidad.
En todos los casos procederemos a aplicar frío local, inmovilización mediante un
vendaje compresivo o una férula y elevación de la extremidad afectada.

Cuando el traumatismo es mayor y ocurre una salida de los huesos de la articulación


sin fractura se denomina luxación.

Hablamos de fracturas cuando el traumatismo es de tal intensidad que sobrepasa la


resistencia flexible del hueso originando una solución de continuidad en el mismo.

-65-
Las fracturas se clasifican en abiertas o cerradas dependiendo de la integridad de la
piel. Las fracturas abiertas constituyen una urgencia absoluta, entrañan peor
pronóstico por el riesgo de infección, que oscilará desde un 2% en el caso de heridas
pequeñas, menores de 1 cm, hasta mayor del 10% en el caso de heridas extensas con
exposición ósea. No debemos olvidar que en las fracturas abiertas, se debe realizar
profilaxis antitetánica.

Los síntomas que nos harán sospechar la existencia de una fractura son el dolor
espontáneo y a la presión en el lugar de la lesión, la tumefacción o hinchazón, la
impotencia funcional y, en caso de desplazamiento, la deformidad.

El socorrista debe limitarse a inmovilizar la articulación o el miembro afecto. La


inmovilización consiste en colocar un dispositivo que impida el movimiento de la zona
afectada y del hueso o huesos fracturados.

Para la inmovilización de las fracturas se utilizan férulas o tablillas preparadas para


este fin pero, en caso necesario, se pueden improvisar con diversos materiales: trozos
de madera, cartones rígidos, ramas de árbol, mangos de herramientas, etc.

Estas férulas si se colocan directamente sobre la piel, deben envolverse con algodón o
telas antes de colocarlas. Han de tener una longitud suficiente que haga posible la
inmovilización de la fractura y de las articulaciones que estén por encima y por debajo
de la misma. Por ejemplo, si la fractura es de la pierna deben inmovilizarse la rodilla y
la articulación del pie. No deberemos aplicar las férulas sobre los pliegues de las
articulaciones, ni sobre los salientes que forman éstas (codo, rodilla) para evitar roces y
posibles ulceraciones. Por último, y una vez colocadas deberemos fijarlas por medio de
ligaduras; para ello se utilizan vendas de tela o de gasa, pero en caso de no disponer de
ellas pueden emplearse cuerdas o pañuelos, que se fijarán por encima y por debajo de

-66-
la fractura, nunca sobre ella, procurando hacer los nudos encima de las tablillas y nunca
en las flexuras ni salientes de las articulaciones. Tendremos especial cuidado en no
apretar demasiado las ligaduras para no dificultar la circulación sanguínea.

Premisas a tener en cuenta ante una posible lesión ósea o articular


1. No debe moverse, estirar o torcer el miembro herido para saber con seguridad si se
trata de una fractura.
2. Evitar todo desplazamiento inútil del accidentado.
3. No introducir cualquier fragmento óseo que sobresalga de la piel en las fracturas
abiertas.
4. No desnudar ni quitar el calzado, especialmente si se trata de botas, tirando de él.
5. No intentar enderezar el miembro deformado.
6. No debe realizarse el transporte sin haber inmovilizado previamente la fractura, a no
ser que el herido se encuentre en un lugar muy peligroso (incendio, posibilidad de
derrumbamiento, etc.).

9.7. QUEMADURAS
Ante un paciente quemado se deben evaluar una serie de factores, que en su conjunto
determinan la gravedad de la lesión. Estos factores universalmente aceptados son:
1. Edad
2. Extensión de la quemadura
3. Profundidad
4. Causa de la quemadura
5. Afectación de vías respiratorias
6. Patología previa
7. Localización de la quemadura
En cuanto a la edad, tanto en niños como en mayores de 60 años, las quemaduras son
más graves, con menor extensión de las lesiones, comportando peor pronóstico.
Se consideran pacientes de riesgo:

-67-
-Niños menores de 2 años aún con poca extensión de las lesiones.
-Niños menores de 14 años con extensión de la quemadura del 15%.
-Adultos mayores de 60 años con extensión de la quemadura mayor del 15%

A mayor superficie corporal


quemada, mayor gravedad y
peor pronóstico. Aunque
existen numerosas reglas para
el cálculo aproximado de la
extensión quemada, la más útil
y de fácil recuerdo es el
método de la palma de la
mano: la palma de la mano del
enfermo, no la del médico,
representa el 1 por 100 de la
superficie corporal. Otra forma
de calcular la extensión de la
zona quemada es mediante la
denominada “Regla de los 9":

-68-
-Cabeza y cuello: 9%.
-Tronco anterior: 18%.
-Tronco posterior: 18%.
-Extremidad superior: 9%.
-Extremidad inferior: 18%.
-Genitales: 1%.
-Mano (dorso o palma): 1%.

De esta forma es más fácil de calcular de modo inmediato y con bastante exactitud la
superficie corporal quemada. Estas dos variables (edad y extensión) son las principales
determinantes de muerte en quemados.

En cuanto a la profundidad, las quemaduras se clasifican en tres grados:


1º. Grado: se manifiesta por piel roja, sin ampollas y dolor.
2° Grado superficial: piel roja, ampollas e intenso dolor.
2º. Grado profundo: puede haber ampollas, alternan áreas induradas blanquecinas
y áreas violáceas. Existe poco dolor y áreas insensibles al pinchazo.
3º. Grado: coloración blanco nacarado o carbonáceo e insensible.

En caso de quemaduras poco extensas se lavarán durante 10 minutos con agua


corriente. Posteriormente se procederá a la limpieza de la zona con un antiséptico
adecuado como povidona yodada (Betadine ® ) y suero fisiológico al 50%, se aplicará
una gasa de Linitul ®o Tulgrasum ® y a continuación se realizará una cura oclusiva
con Furacin ®, excepto en las quemaduras faciales y se cubrirá con un gasa estéril la
cual se fijará con una venda ligeramente apretada. No deben abrirse las ampollas ni
utilizar sustancias grasas.

Si las quemaduras fueran extensas, se actuará de la siguiente forma:


- Colocar a la víctima acostada, sin levantarle la cabeza.

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- Lavar ampliamente la quemadura durante 15 minutos, y con una presión moderada
(excepto en las producidas por el paso de la corriente).
- Cubrir la zona quemada con gasas estériles y, si fuese muy extensa, envolver al
quemado con una sábana estéril o al menos limpia.
- En caso de que haya quemaduras en los dedos, aislarlos unos de otros mediante gasas.
- Evitar el enfriamiento de la víctima, envolviéndola con mantas sin cubrir el rostro.
- Trasladar al quemado hacia el centro hospitalario, a ser posible un centro de
quemados.
- Al igual que en el caso de heridas sucias o fracturas abiertas, se administrará siempre,
independientemente de la gravedad, la vacunación antitetánica.

9.8. LESIONES OCULARES


La frecuencia de accidentes oculares es muy alta y son casi siempre previsibles y por
tanto evitables. Nunca debemos intentar la extracción de un cuerpo extraño,
limitándose a tapar el globo ocular con una gasa.
Las quemaduras químicas pueden tener graves consecuencias, siendo por tanto urgente
el lavado inmediato y profuso con agua. Debe anotarse el agente químico.
En todos los casos es de gran importancia la valoración y necesidad de tratamiento
precoz por personal especializado.

9.9. REACCIONES ALÉRGICAS

Definición:
Expresión clínica de la reacción adversa desencadenada por el contacto del paciente
susceptible, con diferentes agentes externos a él (medicamentos, alimentos, picaduras
de insectos, etc. ).
Generalmente se desarrolla minutos después del contacto con el agente desencadenante
y suele ser más violenta y grave cuanto menor es el periodo de tiempo transcurrido
entre el contacto y el comienzo de los síntomas. Las picaduras de avispas y abejas en la

-70-
cabeza, cuello o boca pueden ocasionar una hinchazón de estas zonas con riesgo de
obstrucción de las vías aéreas. Por esta razón es, en muchos casos, vital una actuación
decidida y rápida.

Aunque las manifestaciones clínicas de las reacciones alérgicas son muy variadas, las
verdaderamente urgentes son:

- Reacción anafiláctica: se trata de una reacción alérgica generalizada grave que pone
en peligro la vida del paciente y que suele manifestarse como habones, enrojecimiento
de la piel, con o sin hinchazón de partes blandas (párpados o labios), dificultad
respiratoria y en ocasiones taquicardia, mareo e incluso pérdida de conciencia.
Dada la gravedad de este cuadro requiere siempre atención de urgencia:
- Tranquilizar al paciente y colocarlo tumbado sobre su espalda, elevándole las
piernas para mejorar la circulación cerebral en caso de aparecer confusión o mareo y en
posición semiincorporada en caso de existir dificultad respiratoria.
- Si es posible se deben obtener y registrar datos sobre el agente desencadenante y el
periodo de tiempo transcurrido.
En espera de la llegada del servicio médico si la víctima está consciente hay que
reconfortarla y vigilar la respiración y pulso. En algunos casos puede colocarse una
bolsa con hielo alrededor del cuello para intentar disminuir el edema del mismo. Si
existe parada cardiorrespiratoria se comenzarán las medidas generales de reanimación.

Ante una crisis de asma debemos:


- Tranquilizar al paciente y colocarlo en posición semiincorporada, afojándole el
cinturón, la corbata o cualquier prenda que pueda oprimir.
- Instar al paciente a ingerir líquidos lentamente porque con ellos mejorará la
fluidificación del moco. Sin embargo, si su respiración es tan trabajosa que no puede
ingerir prescindiremos de esta medida.

-71-
- No permitir que nadie fume cerca del lugar donde se encuentre el enfermo y evitar
aglomeraciones a su alrededor.
Dado que el tratamiento fundamental es el broncodilatador (Ventolin ®) si el paciente
lo llevara consigo se administrará dos inhalaciones en espera de la llegada del equipo
médico.

-72-
CONTROL DE AUTOEVALUACIÓN
Para que, una vez leído el presente Manual, puedas valorar tu grado de asimilación del
mismo, te recomendamos que respondas a las siguientes preguntas que te formulamos
(solo hay una respuesta válida por cada pregunta):
:
1. Definición de Accidente de Trabajo:
a) La probabilidad de que un trabajador sufra una determinado daño derivado del
trabajo.
b) Suceso anormal, no querido ni deseado, que se presenta de forma brusca e
inesperada que interrumpe la normal continuidad del trabajo pudiendo causar
lesiones a las personas.
2. Enumere las especialidades de la Prevención de Riesgos Laborales:
a) Medicina del Trabajo, Higiene Industrial, Seguridad en el Trabajo y, Ergonomía y
Psicosociología aplicada.
b) Seguridad en el Trabajo, Higiene Química, Ergonomía y Psiquiatría del Trabajo, y
Medicina del Trabajo.
3. ¿Cuál es el objetivo de la Ley 31/95?
a) Definir los mecanismos, garantías y responsabilidades tendentes a establecer el
adecuado nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores contra los
riesgos derivados de las condiciones de trabajo.
b) La Ley 31/95 inspecciona, una vez ocurrido el accidente de trabajo, para elaborar
un informe que entregará, única y exclusivamente al empresario, donde ha ocurrido
dicho accidente.
4. ¿Cuáles son obligaciones de los trabajadores en materia preventiva?
a) Obedecer al empresario sea cual sea el riesgo a correr, siempre que se les haya
proporcionado unos EPl's.
b) No poner fuera de servicio y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad
existentes.

-73-
5. ¿Cuál de los siguientes riesgos laborales es más habitual que se presente en los
trabajos con pantallas de visualización de datos?
a) Fatiga visual.
b) Inhalación de diferentes contaminantes ambientales.
6. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es cierta?
a) La luz natural es la mejor y la única para el trabajo con PVD's.
b) No es aconsejable la luz natural, como única fuente luminosa, en los trabajos con
pantallas de visualización de datos.
7 . La postura de "sentado" es siempre la mejor posición de trabajo, no
necesitando ninguna pausa para descansar, pues el cuerpo está relajado al no
estar de pie.
a) Verdadero.
b) Falso.
8. ¿Es obligatorio el reposamanos en un puesto de PVD's?
a) Sí, porque así lo dice el Real Decreto sobre pantallas de visualización.
b) No, se aconseja que la mano con respecto al brazo esté en línea recta, y todo
aquello que favorezca esta postura es aconsejable hacerlo.
9. ¿Por qué el borde anterior de la silla debe ser redondeado?
a) Para evitar una mala circulación de las piernas.
b) No es cuestión de ergonomía, simplemente es porque queda más estético.
10. Una de las características que debe cumplir un teclado adecuado es que:
a) Se colocará a una distancia tal que permita que las manos y muñecas puedan
apoyarse en la mesa de trabajo.
b) Se colocará pegado al cuerpo para que las manos no tengan que desplazarse.

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