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21 DÍAS DE AYUNO Y ORACIÓN (2020)

En esta sección cada día publicaremos los devocionales de los 21 Días de Ayuno y
Oración.

Día 21 –

VIVIENDO BAJO CIELOS ABIERTOS


Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los
ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. (SAN JUAN 1:51)

Jesucristo inauguró una nueva era con su venida: el plan de Dios de restaurar su comunión
plena con el hombre se hacía palpable en la vida y ministerio de quien traía la plenitud del
Reino de Dios a esta tierra.

Vivir bajo cielos abiertos ha sido siempre el plan de Dios para todos los seres humanos. Él
siempre busca derramar de su gracia sobre todos aquellos que ha creado. ¡Cuánto sufre
Dios por las barreras que levantamos y que cierran el cielo sobre nosotros! El pecado, la
desobediencia, vivir en nuestras propias fuerzas y caminos, rechazarlo a El como Señor,
hacen que poco a poco nuestros cielos se vuelvan cerrados como de bronce. También
Satanás y sus huestes aprovechan la ocasión para obstaculizar, oprimir, impedir, retrasar. El
enemigo busca entristecernos y adormecernos.

Pero una y otra vez vuelve a aparecer Dios y su gracia. Su amor que supera todo
entendimiento y un llamado al corazón de sus hijos: “Búsquenme y vivirán”(Amós 5:8). El
llamado del Padre a sus hijos sigue resonando en cada generación: «si se humillare mi
pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus
pecados, y sanaré su tierra.» (2 CRÓNICAS 7:14)

Hoy estamos finalizando nuestros 21 Días de Oración y Ayuno y vemos los resultados
inmediatos: cosas retenidas que se desatan, los milagros comienzan a multiplicarse, una
nueva vitalidad se enciende, el poder de Dios comienza a fluir. ¡No detengamos nuestra
búsqueda! ¡No detengamos nuestra oración! Encendamos nuestras vidas y familias en el
poder del Espíritu Santo y veamos como nuestra tierra es sanada. Todo esto no se termina
hoy con el día 21: queda sellado como parte de nuestro estilo de vida y nos hace mirar con
gran expectativa el futuro.

Proclamamos que lo más importante ha sucedido: 1)una gran oposición ha sido quitada de
en medio, 2)nuestra fe está en movimiento, 3)el Espíritu Santo se está derramando en
mayores medidas cada día y 4)en nuestro corazón se va encendiendo el clamor por un
avivamiento.
Proclamemos que también para Vida Sobrenatural hay un «desde ahora» luego de estos
días. ¡Cuánto amor de Dios y misericordia hacia nosotros! Nos rendimos juntos en las
manos de Dios y proclamamos que desde ahora veremos un cielo abierto y ángeles de Dios
subiendo y bajando del trono de Dios, moviéndose libremente, llevando y trayendo
oraciones y respuestas. El clamor y la presencia de Dios van en aumento. ¡Gloria a Dios por
su victoria en estos 21 Días de Oración y Ayuno!

Aplicación Práctica
1. Participá hoy del culto de clausura de los 21 Días en Salón Roma a partir de
las 11 hs. (Estará predicando y ministrando el pastor Nestor Golluscio,
presidente de la Convención Evangélica Bautista Argentina y pastor muy
usado por Dios en nuestro país y en el exterior) ¡Dios hará maravillas!
2. Inscribite en los 40 Días de Oración, Ayuno y Renovación Personal que
comenzarán el próximo domingo (2 de Septiembre). Recibí como un obsequio
de Vida Sobrenatural el libro devocional para participar.
Bendecimos tu vida con cielos abiertos y manifestación de Dios donde quiera que vayas.
Felicitaciones por participar de estos días. ¡Toda gloria a nuestro Dios!

Día 20 –
TIEMPO DE ANIMARNOS A VIVIR EN LO SOBRENATURAL
Es tiempo de que nos animemos a vivir en lo sobrenatural. Es tiempo de dejar atrás todo
temor.

Es tiempo de ser verdaderamente “puertas del cielo”.

Es tiempo de que permitamos que el Señor haga con nosotros y a través de nosotros todo lo
que ha soñado por años. Es tiempo de permitirle cumplir su propósito en nosotros.

Ese “vivir en lo sobrenatural” significa también hacer oraciones osadas, jugarnos e imponer
manos a los enfermos, proclamar la victoria del Señor donde nuestros ojos naturales solo
ven derrota, es creer cada letra de la Palabra del Señor. Cuando hablamos de creer cada
letra no es creerla con nuestro intelecto solamente y olvidarnos de ella cuando se presentan
situaciones difíciles en nuestra vida sino es, justamente creerla en esos momentos y es
ponerla en práctica.

¿Recibiste a Cristo en tu corazón? Eres ahora un hijo/a de Dios. Tienes todos los recursos
del Padre a tu disposición. ¿Hasta ahora has estado viviendo una vida espiritual mediocre?
Es tiempo de cambiar eso, es tiempo de vivir en lo sobrenatural y para hacerlo necesitamos
crecer cada día en nuestra relación con el Señor escudriñando La Palabra, orando sin cesar
y así creciendo en la fe.

Es tiempo de usar todos esos dones que nos ha dado el Señor y que quizás nunca hemos
usado ya sea por temor, por vergüenza, por lo que fuera.
Es tiempo de orar por lo que nunca antes te atreviste, de conquistar esa tierra que el Señor
te dio pero hasta ahora nunca te atreviste siquiera a pisar.

El Pastor Oral Roberts en su libro “Cuando ve al invisible puede hacer lo imposible”


enfatiza la necesidad imperiosa de profundizar la relación con Dios para poder hacer lo
imposible o sea para vivir en lo sobrenatural.

Y el tema es vivir en lo sobrenatural cada día de nuestras vidas y en cada una de las áreas
de nuestra vida. Es un modo nuevo de vivir, un modo que requiere tener la fe de un niño.
“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.” Hebreos
11: 1

Aplicación Práctica
 Hacé una lista de los temas en los que necesitas ayuda sobrenatural,
preséntasela al Señor y dejala en sus manos. Descansa en Él, ocúpate de sus
cosas y pronto verás la respuesta.
Hoy los jóvenes tienen una reunión especial de oración en el Salón Roma. Si sos joven o
adolescente no te la pierdas y animate a participar. ¡Comenzamos a las 20 hs.!

Día 19 –
EL PODER DE LA ORACIÓN
1
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.

Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.

Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.(B) Selah

Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.

No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
(Salmo 32: 1-9)
El salmo 32 es un pasaje que muestra el poder que tiene la oración, sobre nuestras vidas, y
sobre quienes nos rodean.

La bendición que reposa en nosotros es desatada cuando hay una búsqueda genuina de
Dios. Más allá de cómo sea nuestra vida cotidiana, si hacemos parte al Padre Celestial en
todos nuestros asuntos, veremos su mano en cada situación.

Cuando esa búsqueda se debilita, otras cosas van tomando el lugar que le pertenece a Dios.
Lo negativo, lo malo, y lo superficial van a ocupar ese espacio, y poco a poco sólo
buscaremos su presencia cuando lo necesitemos. Sacar a Dios del centro de nuestras vidas
genera una convivencia con el pecado. Sin notarlo, vamos a ir apartándonos de la perfecta
voluntad que El planeó para nosotros.

La confesión es la herramienta que el Señor nos da para cortar esa actitud que nos lleva a
seguir pecando. Como dice el versículo 3:» Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se
consumió con mi gemir durante todo el día. (NBLH)».

Si profundizamos en esto, veremos que esa carga generada por el pecado es por causa del
enemigo que viene a hacernos sufrir. Pero también en ese gemir hay un pedido de auxilio al
Padre, que en su gracia y amor extiende su mano para salvarnos.

La posibilidad de hablar con Dios a pesar de estar en falta, es una situación que abre
nuestros ojos espirituales, y es en ese momento cuando podemos ver dónde estamos
parados, o dónde hemos caído.

Confesar con nuestra boca es la primera herramienta para huir del pecado, y para poder
encaminarnos en sus propósitos. La confesión nos libera, trae perdón y restauración. Y esto
sólo se genera a través de la oración. Dispongamos nuestro corazón para buscar a Dios en
una forma genuina confesando nuestras faltas. Estas son acciones con un potencial
liberador único; acciones que Dios puso en nuestras manos para que habitemos en su
presencia y cumplamos lo más hermoso, que son los propósitos que El planeó para nuestras
vidas.
10 
Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 
Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
(Salmos 32:10)

Aplicación Práctica
1. Confesemos nuestros pecados y desatemos su bendición sobre nuestra vida y
los que nos rodean. ¡Su perdón nos hace bienaventurados (felices) y nos hace
cantar con júbilo!
 
Día 18 –
NO TEMAS, CREE SOLAMENTE

Mientras estaba todavía hablando, vinieron de casa del oficial de la sinagoga, diciendo:
Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro? Pero Jesús, oyendo lo que se
hablaba, dijo al oficial de la sinagoga: No temas, cree solamente. Y no permitió que nadie
fuera con El sino sólo Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo. Fueron a la casa del
oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho.
Y entrando les dijo: ¿Por qué hacéis alboroto y lloráis? La niña no ha muerto, sino que
está dormida. Y se burlaban de Él. Pero El, echando fuera a todos, tomó consigo al padre
y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró donde estaba la niña. Y
tomando a la niña por la mano, le dijo: Talita cum (que traducido significa: Niña, a ti te
digo, ¡levántate!). Al instante la niña se levantó y comenzó a caminar, pues tenía doce
años. Y al momento se quedaron completamente atónitos. Entonces les dio órdenes
estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.

(Marcos 5: 35: 43)

Jairo era “principal de la sinagoga”. Entre los ancianos tenía la responsabilidad del orden
del culto de los sábados. Pertenecía a una clase social que rechazaba el ministerio de Jesús,
pero la grave enfermedad de su hija le impulsó a buscar su ayuda.

Quizás nosotros rechazamos la iglesia, a DIOS mismo, a aquellos que nos invitan a
participar de algo que desconocemos, pero es tiempo de hacer como menciona el apóstol
Pablo:“poned la mira en las cosas de arriba” (Colosenses 3:2) esto significa  pensar primero
para nuestra vida y para los seres queridos que nos rodean en todo lo Verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo… en esto pensad (Filipenses 4:8) en consecuencia considerar siempre
en la obra favorable de DIOS hacia nosotros.

La crisis de Jairo lo hizo sentirse confundido, temeroso y sin esperanza; como puede
suceder con nosotros frente a las circunstancias diarias que nos tocan atravesar, pero las
palabras que Jesús le dijo en medio de la crisis nos hablan también a nosotros: «No temas.
Cree solamente». En las palabras vivas de Jesús hay esperanza y promesa para nosotros hoy
en día.

Debe ser una realidad constante el creer en Dios como aquel que todo lo puede. Hasta lo
que parece imposible a los ojos y a la supuesta realidad humana es posible para DIOS, y
existe un mejor estado postrero que el primero (porque el postrer estado conlleva la
intervención de DIOS).

El Señor echó fuera a los que lloraban, a los que se burlaban y dudaban de su poder,
rodeándose de aquellos que sí eran capaces de “creer solamente”. Luego sucede el milagro,
donde la niña recobra la vida, momento en el que Jesús dijo a los padres de esta que no
divulgaran la noticia del milagro. Quería que los hechos hablaran por sí solos y el momento
no era el más propicio para una confrontación con los líderes religiosos de la época.
Cuando te sientas como Jairo, tratá de ver tus problemas desde el punto de vista del poder
sobrenatural de Jesús, ve las cosas a través de su Gracia y de su intervención a nuestro
favor. Él es la fuente de toda esperanza y promesa. Y si necesitás la esperanza verdadera de
vida, quizás sea el tiempo de…CREER SOLAMENTE.

Aplicación Práctica:
1. Buscá a Dios y pedile su intervención a tu favor, a favor de la Iglesia y los que
te rodean.
2. Confiá en su palabra Creyendo solamente. ¡Todo es posible para Jesús!
Hoy a las 20 realizaremos una reunión especial de oración de Varones. Será en Salón Roma
(9 y 58, entrada por 58, salón del Primer Piso). ¡Te esperamos para orar juntos!

Día 17
CADA PERSONA VALE
Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un
éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado
de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos
terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.
Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común

(HECHOS 10:10-15 RVR60)

En esta visión, el apóstol Pedro pudo entender un principio del evangelio de Jesucristo que
derriba todas las barreras entre los hombres: cada persona vale.
Esto es lo que a Jesús lo movilizaba en amor para ir por todas las aldeas sanando,
predicando y bendiciendo. ¡Cada persona está hecha a imagen de Dios y merece ser tratada
con dignidad! Estamos tan inmersos en una sociedad que constantemente margina y
desvaloriza a las personas, que aparece como revolucionario este concepto del amor de
Dios hacia toda la gente. «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» (SAN
JUAN 3:16)

Como cristianos, hemos sido enviados a toda persona y a todo lugar a llevar el mensaje de
salvación en Jesucristo. Todos deben tener la oportunidad de escuchar el mensaje. Todos
necesitan escuchar acerca del Reino de los Cielos que ha venido. Todos necesitan un
encuentro con el Dios de poder.  Y Dios quiere utilizarte para que muchos lo conozcan
verdaderamente.

Tomemos nuestro lugar como embajadores de Cristo en este mundo. Oremos por otros,
anunciemos que en Jesús hay vida en abundancia. Pongamos las manos sobre los enfermos,
acerquémonos a los leprosos de nuestra sociedad, en el corazón del Padre está que ninguno
se pierda.
Podemos aprovechar estos 21 días para recuperar nuestro lugar de servicio a otros y de
bendición hacia todo aquél que Dios cruce en nuestro camino.

«Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción
de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.»(HECHOS
10:34, 35)

Cuando tuvo esta revelación, Pedro estaba en ayuno como nosotros ahora: que vivamos
experiencias poderosas con su Espíritu Santo que nos transformen la manera de ver la vida
y a quienes nos rodean.

Aplicación Práctica
1. Consagrá tu vida como un instrumento de bendición en las manos de Dios.
2. Prestá atención a los que te rodean en este día: si ves alguien con alguna
necesidad tomá valor y acercate a bendecirlo. Poné tus manos sobre alguna
persona enferma y orá con toda fe.
3. Orá por alguien que necesite un encuentro con Dios. Te sorprenderás cuántos
que te rodean lo necesitan.
Es un gozo servir a los demás y nos cambia la vida. ¡Toda la gloria para Dios!

Día 16
JESÚS, NUESTRO MODELO
Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo.

(Juan 17:18)

El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el
principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo.

(1 Juan 3:8)

Dios Padre envió a Jesús al mundo con un propósito: «destruir las obras del diablo».

Él se tomó el tiempo para que quedara un registro de la vida de Jesús y que pudiésemos
tener un modelo de cómo teníamos que vivir. Es por eso que los cuatro evangelios relatan
cómo Jesús anduvo sobre la tierra.

Jesús es nuestro modelo, y la vida de los apóstoles y discípulos de Cristo en Hechos nos
relatan lo que puede ocurrir en nosotros y a través nuestro si nos atrevemos a vivir como
Jesús vivió.
Cuando Él caminó sobre la tierra anunció las buenas nuevas del reino, sanó a los enfermos,
echó fuera demonios, fluyó en los dones del Espíritu Santo, realizó milagros, etc. Él se
movió entre las personas realizando demostraciones del Poder de Dios y liberando el poder
que había recibido por la unción del Espíritu sobre su vida (Isaías 61:1-3), con el objetivo
de destruir las obras del diablo y demostrar la superioridad de Dios.

Cuando Él asciende a los cielos se produce algo increíble, ya que como el Padre lo había
enviado, así el NOS ENVIÓ A NOSOTROS (La Gran Comisión).

Él nos mostró cómo andar, para que andemos como Él anduvo. Vos y yo hemos recibido el
Espíritu de Dios, y la vida y el poder del Reino para liberar sobre quienes nos rodean las
realidades de los cielos. El mismo Espíritu que estaba sobre Cristo y en Cristo, está sobre
nosotros hoy y aguarda que demos pasos de fe para liberar el potencial de los cielos a través
nuestro, para destruir las obras del diablo y establecer la cultura de los cielos en la tierra.

Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios,
hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo
mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.

(Marcos 16:17-18)

Aplicación Práctica:
1. Observá a tu alrededor y pedí a Dios que te muestre alguien que está
necesitando que Dios obre con poder en su vida.
2. Animate a ofrecerle orar por su situación y orá en ese momento con toda fe y
guiado por el Espíritu Santo.
3. Compartí tu testimonio de conversión y salvación en Cristo. Clamá por las
señales poderosas de sanidades y milagros acompañando la palabra que
predicamos.

Día 15 –
REVISTIÉNDONOS DE PODER
Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el
cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios
estaba con El.

(Hechos 10:38)

«pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos
en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.» (Hechos 1:8)

En su acepción más amplia, “testigo” es aquella persona que es capaz de dar fe de un


acontecimiento por medio de un testimonio.
Dios nos ha concedido el honor de ser sus testigos por medio del testimonio, pero como
nuestro testimonio señala la persona gloriosa y todopoderosa de Jesucristo, no puede ser un
testimonio carente de poder. SOLO UN TESTIMONIO PODEROSO PUEDE MOSTRAR
A UN DIOS PODEROSO.

Por ese motivo el Padre nos ha investido con poder de lo alto para ser sus testigos.

Cuando Jesús anuncio las buenas nuevas del reino lo hizo en el poder del Espíritu dando
muestras de la vida que el Padre da y de su poder, por medio de las señales y prodigios que
realizaba entre las multitudes. En sus días, los cojos andaban, los ciegos veían, los sordos
recuperaban la audición, los oprimidos eran liberados, los muertos resucitaban, los pobres
recibían las buenas noticias del evangelio, el agua se transformaba en vino, se
multiplicaban los alimentos, las tormentas eran frenadas con tan solo una orden, etc. Lo
increíble de todo esto es pensar que sobre el final del evangelio de Juan él nos prometió lo
siguiente:

«En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará
también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.» Juan 14:12

Así como el Padre le dio poder al Hijo, así Jesús nos prometió que vendría sobre nosotros la
persona del Espíritu y nos daría PODER para ser sus testigos. El poder que Dios nos da, no
es el poder de los hombres, no es un poder que procede de este mundo, sino que proviene
de los cielos. Es un poder que debemos pedir y esperar. Es un poder que proviene de Dios y
lo necesitamos para vivir una vida relevante y semejante a la que Jesús tuvo cuando camino
por el mundo.

Pidamos por el Poder del Espíritu para anunciar la buenas nuevas por medio de las señales
que confirman el establecimiento del reino de los cielos en medio nuestro (salvación,
sanidades, echar fuera demonios, milagros, etc.). Dios ha preparado una vida sobrenatural y
poderosa para vos y para mí.

Aplicación Práctica:
1. Continuemos orando en ayuno y oración por cielos abiertos: mayor
manifestación de Dios, salvación, sanidades, milagros. Que Él nos llene de su
poder para ser testigos.
2. Que se suelten muchas cosas retenidas: cae toda oposición a las oraciones de
la Iglesia.
 

Día 14 –
COMUNIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO
Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo viajó por las regiones del interior hasta que
llegó a Éfeso, en la costa, donde encontró a varios creyentes. —¿Recibieron el Espíritu
Santo cuando creyeron? —les preguntó. —No —contestaron—, ni siquiera hemos oído que
hay un Espíritu Santo. —Entonces, ¿qué bautismo recibieron? —preguntó. Y ellos
contestaron: —El bautismo de Juan. Pablo dijo: —El bautismo de Juan exigía arrepentirse
del pecado; pero Juan mismo le dijo a la gente que creyera en el que vendría después, es
decir, en Jesús. En cuanto oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Después, cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y
hablaron en otras lenguas y profetizaron. Había unos doce hombres en total.

(Hechos 19:1-7 NTV)

Hay clamores que Dios está restaurando en la vida de la iglesia. Uno de esos clamores está
dirigido al Espíritu Santo y a la necesidad de que El establezca una vez más su soberanía en
medio nuestro.

Este pasaje de las escrituras nos hace reflexionar y pensar en el hecho de que podemos estar
viviendo nuestras vidas cristianas sin comunión y compañerismo con el  Espíritu.
Desconocer la persona del Espíritu es una de las tragedias más grandes que le pueden
ocurrir a la iglesia, ya que ese desconocimiento nos condena a una vida sin PODER.

Así como la semilla necesita buena tierra y condiciones climatológicas óptimas para crecer,
así también todo hijo de Dios necesita del Espíritu de Dios para desarrollar una vida
cristiana normal. Él es la persona de la Trinidad que habita en nosotros con el fin de
desarrollar al máximo la vida del Reino de los Cielos en nosotros y a través de nosotros.

La Biblia dice: «Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos ustedes.» (2 Corintios 13:14 NTV)

¡Necesitamos recuperar la comunión con el Espíritu Santo!

Si deseamos liberar el reino de los cielos en la tierra y sobre nuestras vidas, debemos
ligarnos y relacionarnos con el único agente del Reino de los Cielos que está entre nosotros
hoy, ese agente es una persona de la divinidad y se llama Espíritu Santo.

Aplicación Práctica
1. Buscá en oración una mayor comunión con el Espíritu Santo. Clamá por
nuevas experiencias con Él. ¡Él está con nosotros en todo momento!
2. Participá hoy del culto de Vida Sobrenatural y disfrutá un tiempo maravilloso
junto a la Iglesia y la manifestación del Espíritu Santo.

 
Día 13 –
SER LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO
Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu.

(Efesios 5:18)

Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo.

(Hechos 13:52)

Para algunos de nosotros la frase «Ser llenos del Espíritu Santo» es una frase que
desconocemos, para otros puede ser una frase que ha perdido vigencia y para otros es un
recuerdo nostálgico de un pasado glorioso.

Según la palabra de Dios «ser llenos del Espíritu Santo» es más que una frase, es una
EXPERIENCIA que debemos tener una y otra vez.

Si buscamos en una concordancia bíblica veremos que a la » llenura del Espíritu» siempre
le siguieron las obras y manifestaciones que revelan el reino de los cielos a los hombres.
Nuestro clamor por ser llenos del Espíritu Santo no es una moda o una «Nueva Onda», sino
que es una recomendación del Padre, que resuena en los cielos y llega a nosotros a través de
las escrituras.

Lucas 4:1: «Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán. Y el Espíritu
lo llevó al desierto,»

Además de este pasaje, hay otros que agregan información en relación a como Jesús
necesitaba al Espíritu para llevar a delante su vida y ministerio, ya que dice la Biblia que el
se movía en «el poder del Espíritu» y otro pasaje dice que fue «ungido por el Espíritu».

La vida de Jesús narrada en los cuatro evangelios es el modelo que debemos seguir e imitar,
de la misma manera que los apóstoles lo hicieron. El testimonio de los apóstoles esta en las
escrituras para que veamos lo que puede ocurrir en nosotros y a través de nosotros si nos
animamos a vivir como Jesús vivió. Si Jesús camino sobre la tierra «lleno del Espíritu»,
nosotros debemos anhelar tener vidas como la que el tuvo, vidas llenas del Espíritu Santo
de Dios.

Aplicación Práctica
1. Clamá con todo tu corazón por la llenura de Espíritu Santo.
2. Pedí al Señor que manifieste sus señales mientras anunciamos a Cristo a toda
persona y en todo lugar.
¡Pidamos juntos por la LLENURA DEL ESPIRITU SANTO SOBRE NUESTRAS
VIDAS!
Día 12 –
PERMANECIENDO DESPIERTOS
Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo
despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él.

(Lucas 9:32 Reina-Valera 1960)

Como en muchas otras ocasiones Jesús subió al monte a orar. Esta vez, acompañado por
tres de sus discípulos. Aunque las necesidades de las multitudes que lo seguían
demandaban tiempo y mucha atención del Señor,  él nunca descuidó su comunión con el
Padre.

En su paso por la tierra, Jesús se despojó de su divinidad y escogió vivir como hombre que
dependía absolutamente de Dios. De esa manera modeló un estilo de vida sobrenatural y
nos enseñó el camino para buscar constantemente la presencia de Dios. Fue la intimidad de
Jesús con su Padre Celestial lo que se constituyó en el fundamento para todas las señales,
las maravillas y los milagros que realizó. Y fue esa experiencia la que iba a convertirse en
la experiencia normal de todos los que lo siguieran.

No fue casualidad que Jesús estuviera acompañado por sus discípulos mientras oraba. El
Señor estaba modelando para ellos y para nosotros hoy un camino a seguir de búsqueda de
la gloria de Dios sobre nuestras vidas. Porque es esa manifestación gloriosa de su presencia
la que nos transforma y capacita para ser  los transformadores del  entorno y de las personas
que nos rodean.

Los discípulos estaban rendidos de sueño pero fueron más allá de ese cansancio, de ese
adormecimiento y permaneciendo despiertos, ¡vieron la gloria de Jesús! Su esfuerzo por
vencer  el agotamiento que sentían tuvo una recompensa gloriosa que marcó sus vidas.

Quizás haya circunstancias que pretenden adormecerte, pero que nada te impida de
experimentar  cielos abiertos sobre tu vida para que se manifieste en mayor medida la
presencia de Dios. Despertate de cualquier  situación, permanecé expectante y verás la
gloria de Dios.

Era tan impactante la experiencia que estaban teniendo los discípulos que uno de ellos
sugirió quedarse en ese lugar y de alguna manera conservar ese tiempo de gloria. Pero Dios
les muestra un plan aún mayor. Esa gloria derramada no era solo para ellos sino para ser
desbordada en otros. De la misma manera todo lo que Dios deposite sobre nuestras vidas es
imposible guardarlo solo para nosotros, lo más natural es volcarlo en otros y así ser usados
por el Señor para bendecir a muchos.

Aplicación práctica
1. Despertate de toda situación que pretenda adormecerte.
2. Separá un tiempo especial cada día para buscar más de la gloria de Dios.
Clamá al Señor por su presencia manifiesta en tu vida.
3. Compartí en estos mismos días de esa gloria con otras personas: orando por
necesidades, por salvación, por cielos abiertos sobre otros.
(Hoy nuestra Congregación será aceptada oficialmente como Iglesia afiliada a la
Convención Evangélica Bautista. Demos gloria a Dios por este paso de avance de Vida
Sobrenatural y reafirmemos nuestro compromiso de unidad y servicio.)

Día 11
¡Aclamemos al Señor!”
Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.
Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra. El
someterá a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de
nuestros pies.

Salmo 47:1-3

Aclamemos al Señor porque al estar Él de nuestro lado, todas nuestras


batallas están ganadas. ¡Aún las que todavía no libramos!

Si, el que está de nuestro lado es Él Altísimo, Rey grande, Señor de


Señores, Él se hará cargo. Él va a someter todos los problemas que
enfrentamos o enfrentaremos y obtendrá el mejor resultado de acuerdo
a su voluntad.

¡Caminemos con confianza, caminemos con alegría, sabiendo que Él


está en control!

Pero al caminar, seguramente querrán venir a nosotros pensamientos de


derrota, de desaliento, de temor. Debemos en esos momentos cerrar
nuestra mente a ellos, y proclamar la Palabra del Señor.

Debemos proclamar lo opuesto al pensamiento que quiera venir. Si el


pensamiento es de derrota o desaliento proclamaremos “Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece”, si es de temor y desasosiego “te guardará
de todo mal, él guardará tu alma”. Hay miles de promesas en Su Palabra
que nos dan aliento y valor, que nos fortalecen y dan ánimo.

Hagamos un ejercicio de esto. La Palabra de Dios nos habla del carácter


de Dios, de sus pensamientos para con nosotros. Busquemos en ella,
compartamos con hermanos que sepan más de ella, pidámosle al Señor
en nuestro diálogo diario con Él que llene nuestros pensamientos con
Sus pensamientos.

Aplicación Práctica
1. Tomemos hoy un tiempo en que pongamos delante de Él todas
nuestras preocupaciones y luego comencemos a alabarlo por lo que
Él va a hacer con ellas.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús”

2. Sigamos orando por Cielos Abiertos, por manifestación de


sanidades, salvación y milagros en medio nuestro y por un lugar
nuevo para reunirnos.
 

¡ACLAMEMOS AL SEÑOR!

Hoy Jueves a las 20 realizaremos una reunión especial de oración de


Mujeres. Será en Salón Roma (9 y 58, entrada por 58, salón del Primer
Piso). Te esperamos para orar juntas!

Día 10
Cielos abiertos para adorar
Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo (…) Y al
instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el
cielo, y en el trono, uno sentado.

(Apocalipsis 4:1,2)

Una de las maravillosas revelaciones que tenemos cuando los cielos se


abren sobre nuestras vidas, es la majestad del Señor de señores y Rey
de reyes gobernando con toda gloria, poder y autoridad. Ante semejante
belleza y grandeza indescriptible nace de lo profundo de nuestro ser
adorar al único que es digno de toda exaltación.

La adoración implica postración. Juan describe a los seres vivientes que


se encuentran alrededor del trono, postrados delante del Rey. Al
postrarnos, nos rendimos y nos humillamos reconociendo que todo es de
El, por El y para El. No existe adoración sin rendición. Al hacerlo,
reconocemos cuánto necesitamos de Dios. ¡Sin Él nada podemos hacer!
En el versículo 10 del capítulo 4 de Apocalipsis Juan además lo ilustra
con un hecho impactante: “… Echan sus coronas delante del trono…”.
¡Qué significativo! Toda gloria, distinción, premio, triunfo por grande que
sea no se compara a la gloria del único Rey que está sentado en su
trono. Por lo tanto, la reacción más natural y espontánea que surge es
“echar esas coronas” delante del trono.

Nos hacemos semejantes a lo que adoramos. Ver a Dios nos transforma.


Por eso Jacob luego de un encuentro divino dijo: “Vi a Dios cara a cara, y
fue librada mi alma”. No podemos adorarlo y seguir siendo los mismos.
Nuestras vidas de adoración expuestas ante su presencia dejan en
nosotros cambios indelebles.

Isaías también vio al Señor sentado en su trono y a ángeles y serafines


declarando: “Santo, santo, santo Jehová de los ejércitos” e impactado
por la gloria de Dios se vio a si mismo necesitado de esa santidad en su
vida. Y al instante fue libre de culpa y limpio de todo pecado. Y no sólo
eso sino que fue comisionado por el Señor para cumplir con una gran
tarea.

¿Estás dispuesto a adorar a Dios? Si tu respuesta es si, tus ojos verán al


Rey, tu vida será transformada y cumplirás con el propósito por el cual
fuiste creado al poder decir como Isaías: “Heme aquí, envíame a mi”.

Aplicación práctica:

1. Dedicá un tiempo especial para adorar a Dios. Postrate delante de


su trono reconociendo tu necesidad de El y entregale todo lo que le
pertenece.
2. Permitile al Señor tocar tu vida para limpiarte y transformarte.
3. Respondé al llamado de Dios de cumplir con el propósito de tu
vida.
 

Día 09
Aprendiendo a relacionarme con Dios
Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día,
esperando a la entrada de mi casa. En verdad, quien me encuentra,
halla la vida y recibe el favor del Señor.

(Prov.8:34-35 NVI)

Cuando los cielos se abren sobre nuestra vida, la comunión y relación de


amor que Dios soñó tener con nosotros es posible. Jesucristo entregó su
vida para restaurar  la comunicación con el Padre y nos abrió un
“camino nuevo y vivo” para acercarnos a El. Podemos considerarnos las
personas más bienaventuradas, felices y plenas por poder relacionarnos
con nuestro Dios. Este texto de Proverbios nos muestra tres elementos
que nos ayudan a buscar más de El: escuchar, estar atentos y esperar.

A veces tenemos la tendencia de tener que hablar todo el tiempo, de


pedir, agradecer pero siempre hacer. Y no hacer algo resulta difícil y
hasta incómodo muchas veces. Pero cuando descubrimos el secreto de
simplemente permanecer en quietud delante de Él,  nos sumergimos
íntegramente en sus brazos de amor y gracia y logramos disfrutar de
esa relación viva y fresca que Él diseñó.

Acercarnos a El para escuchar su voz es algo que Jesús valorizó. No sólo


es un error pensar que ciertas personas privilegiadas pueden lograr oír
la voz de Dios sino que también es renunciar a la fe de creer con
expectativas que “sus ovejas oyen su voz”.  Este es un buen tiempo
para seguir el ejemplo de María, aquella mujer que se sentó a los pies
del Maestro tan sólo para escucharlo y ante las críticas y enojos de los
que no entendían, Jesús resaltó: “María ha escogido la mejor parte”.

Estar atentos cada día es presentarnos en su presencia con la convicción


de que en sus misericordias nuevas de cada mañana, Él tiene una
porción especial para entregarnos. Cuando logramos aquietar nuestra
mente de las ansiedades y preocupaciones, nos concentramos sólo en el
Señor sabiendo que de Él recibiremos lo que estamos necesitando.

Cuando se trata de esperar en el Señor muchas veces viene a nuestra


mente una imagen pasiva de esta declaración. Como si tuviéramos que
recostarnos  sin hacer nada hasta que un gran día algo suceda. Pero
cuando la Biblia menciona el esperar implica un enfoque intenso, una
disciplina resuelta y la convicción de que ninguna otra cosa nos
satisfará, llenará y completará como el Señor. La pasión es la que marca
el sendero de la espera paciente en Dios. Tanto el escuchar como el
estar atentos y esperar nos marcan un camino de intensidad, de
enfoque y pasión por Dios que encienden  nuestra relación con El.

Aplicación práctica
1. Tomá tiempo para escuchar la voz de Dios. Para sentarte a sus
pies con expectativas de que oirás su voz.
2. Cada día permanecé atento para recibir lo que el Señor quiere
darte.
3. Esperá en su presencia asegurándote que es una espera llena de
pasión y de enfoque en El y creé que grandes cosas tiene Dios
preparadas para tu vida.
 
Día 08
Aprender a deleitarse en Dios
Deléitate en el Señor,  y él te concederá los deseos de tu corazón.

(Salmos 37:4 NVI)

Aprender a deleitarnos en Dios es una de las claves para vivir en


plenitud nuestra vida cristiana. Vivir bajo cielos abiertos es también vivir
una vida de deleite en Dios.
Deleitarse es disfrutar: significa placer, satisfacción, gozo. ¡Dios quiere
que nos deleitemos en El! Para esto debemos ajustar nuestros sentidos
y pensamientos para comprender que Él está en todo momento y en
todo lugar deseoso de que sus hijos (nosotros) nos relacionemos con Él.
A esto le llamamos «entrar en Su Presencia». En realidad siempre está
con nosotros, ¡sólo debemos percatarnos de Él! Aprendamos a sentir su
Presencia, disfrutar de su obra en nosotros, meditar en su grandeza y su
bondad, gozarnos en su Palabra y en los testimonios de Su amor y
adorarlo. Aprender a sentirlo y ser buenos receptores de su mover es
una experiencia que nos transforma y nos hace plenamente felices. ¡El
es maravilloso!

A partir de esa revelación podemos comenzar a comprender y vivir los


pasajes de la Biblia que nos hablan de la plenitud que alcanzamos en Él:
“de su plenitud tomamos todos” (Juan 1:16), “vosotros estáis completos
en Él” (Colosenses 2:10).
Viviendo la experiencia de disfrutar a Dios, nuestras oraciones pasan a
otro nivel de fe y poder: los deseos de nuestro corazón son concedidos,
nuestras oraciones fluyen en comunión con el Padre y vemos al Dios
Todopoderoso haciendo grandes cosas.

Al deleitarnos en Él nuestro corazón se llena de su corazón, vemos más


de su obra en esta tierra y eso nos conduce a amarlo más y disfrutar
más de su Presencia cada día.

Aplicación Práctica
1. Tomá un momento del día para deleitarte en Su Presencia. No es
necesario hablar mucho, abrí tu corazón a Su Presencia.
2. Al contemplarlo levantá palabras de agradecimiento y alabanza.
Meditá en su grandeza, su poder y bondad hacia tu vida. Abrí tu
corazón y expresale tus sueños y deseos.
3. Declará también los deseos que tenemos como congregación en
este tiempo: cielos abiertos, manifestación de sus milagros,
salvación, sanidades y un lugar propio para congregarnos.
Dios te bendiga en este día!

Día 07
Una mayor medida
“El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez,  para los
que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del
bien y del mal”

(Hebreos 5:14 RV)

Cuando recibimos a Jesús como el Señor de nuestra vida aceptando su


obra en la cruz como sacrificio suficiente para nuestra salvación, Dios
viene a habitar en nosotros. A partir de ese momento, El mismo está en
nosotros. Pero es una realidad el hecho de que existen medidas de su
presencia en las que podemos crecer. El ya nos dio el Espíritu Santo sin
restricción, pero somos nosotros los que podemos  experimentar  o no,
mayores niveles de su presencia.

Al  ver la historia de Moisés en la Biblia nos encontramos con un hombre


que tuvo un deseo ardiente por conocer más de Dios y eso le dio acceso
a una revelación  espiritual que el resto del pueblo no pudo tener. Dios
pudo confiarle a Moisés un nivel superior de revelación porque su
corazón había sido probado y esos encuentros divinos habían modelado
su carácter y le habían permitido alcanzar la madurez necesaria para
recibir esa gloria.

Estos 21 días de ayuno y oración son un buen tiempo para exponer


nuestro corazón ante Dios y permitir que El modele nuestro carácter y
nos transforme cada vez más a su imagen para que pueda concedernos
un mayor nivel de su presencia manifiesta en nuestra vida.

Una cosa es acostumbrarnos a la idea  de que Dios quiere vivir en


nosotros. Otra  muy diferente es entender que desea llenarnos con su
plenitud. No deberíamos conformarnos con menos que eso. Aquellas
personas que parecen tener la más grande medida de la presencia
divina tienden a ser los más hambrientos de ella. ¡Siempre hay más por
lo cual estar hambriento!

A  medida que vamos experimentando más de Dios nuestros sentidos 


se van ejercitando en la percepción espiritual, que nos permite conocer
más a Dios, más de su voluntad y propósito para nuestras vidas. Como
dice 1 Corintios 2:14, “Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
¡Que los cielos se abran sobre nuestras vidas y congregación para que
Dios derrame más de su presencia y nos llene con medidas aumentadas
de su gloria! Que suceda con nosotros como la visión que tuvo el profeta
Ezequiel cuando el agua subía por sus tobillos, sus rodillas y luego hasta
los lomos convirtiéndose ya en un río porque las aguas habían crecido
de manera que debía cruzarse a nado. Esto es una muestra de que
existen medidas en las que podemos  anhelar crecer.

Aplicación Práctica:
1. Tomá un tiempo especial en este día para exponer tu corazón a
Dios y ser moldeado por El.
2. Clamá en oración por recibir una mayor medida de su presencia.
Demostrale al Señor tu hambre por más de El.
3. Participá del culto de Vida Sobrenatural  hoy a las 11 hs en Salón
Roma. ¡Dios quiere llenarte con su Espíritu Santo!
 

Día 05 –
 La luz vence las tinieblas
Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora
novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí,
Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?

(SAN MATEO 27:45, 46 RVR60)

En el momento de la crucifixión de Jesús se estaba librando una batalla


espiritual sin precedentes. Ahí estaba el Hijo de Dios entregando su vida
en sacrificio y cambiando para siempre la historia de la humanidad toda.
Al mismo tiempo era un momento de gran sufrimiento y tribulación para
Jesucristo como hombre, en la antesala de lo que serían su muerte y
posterior resurrección.

Como a la hora sexta (el mediodía) la tierra se llenó de tinieblas. Algunos


teólogos especulan con que fue por la gran carga de pecado y
enfermedad que estaba llevando Jesús sobre sí, otros hablan de la gran
suma de demonios alrededor de la cruz mirando la escena. De cualquier
manera, lo cierto es que sabemos que en medio de su gran angustia
también el cielo se cerró en oscuridad.

Muchas veces nosotros sentimos lo mismo o vivimos la misma sensación


en medio de nuestros momentos difíciles: pareciera que estamos solos y
que el cielo se ha cerrado sobre nosotros. Una vez más es Jesús quien
nos muestra como salir adelante en victoria.

Su clamor al Padre en ese momento nos enseña que lo que nos sostiene
es nuestra relación de intimidad con Dios. Es esa relación la que hace la
diferencia en momentos de angustia: «Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.» (SALMOS 18:28). ¡Nunca
descuides tu relación personal con Dios! El no necesita que te muestres
fuerte, debemos ser como niños ante nuestro Padre que nos ama (el
clamor de Jesús fue en idioma arameo, seguramente el lenguaje que
aprendió en su niñez). Desarrollemos una relación fuerte con Él y
tendremos victoria en cualquier batalla.

Tenemos promesas de victoria en medio de la oscuridad y nunca


debemos resignarnos. Somos la luz del mundo y la luz prevalece sobre
las tinieblas. En Isaías 60 dice «Levantate, resplandece; porque ha
venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí
que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti
amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.» ¡Tomalo para tu vida!
Aún en los peores momentos, podemos tener una revelación de la
victoria de Jesucristo sobre cualquier circunstancia. Él ya no está en la
cruz: ha resucitado en gloria venciendo al pecado, a la muerte, a
Satanás y a todos sus demonios. Esto es lo que se nos cuenta en Hechos
7 que vio Esteban en visión en un momento de gran angustia: «Pero
Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria
de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los
cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.». Él ha
vencido en la cruz y nos ha dado su victoria para que la disfrutemos
cada uno de nosotros.

Aplicación Practica
1. Dedicá un tiempo para estar en intimidad con Dios: de rodillas
expresale lo que está en tu corazón.
2. Proclamá la victoria de Cristo en la cruz y hace retroceder toda
obra de las tinieblas que quiera venir en tu contra.
3. Alumbrá con la luz de Cristo en este día a todos los que te rodean.
La luz prevalece sobre las tinieblas.
¡Levantate, resplandece en este día para Su gloria

Dia 04 –
La obediencia abre los cielos
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los
cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como
paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste
es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

(SAN MATEO 3:16, 17 RVR60)

La experiencia que tuvo Jesús en el momento de su bautismo nos


muestra lo que ocurre en lo espiritual cuando damos pasos de
obediencia a la voluntad del Padre.

Si por un momento nuestros ojos pudieran ver de manera clara lo que


ocurre a nuestro alrededor nos sorprenderíamos: hay todo un mundo
espiritual del que la Biblia nos habla constantemente. La Palabra de Dios
nos enseña a desarrollar un estilo de vida en el que comprendamos lo
que vemos y lo que no vemos: «porque las cosas que se ven son
temporales, pero las que no se ven son eternas».

No siempre podremos ver lo que a nuestros ojos es invisible, porque


hemos sido llamados a vivir por fe y no por vista, pero podemos pedir
revelación a Dios y creer a lo que nos enseña su Palabra. En su
bautismo, Jesús nos dio ejemplo para que entendamos que en la
obediencia al Padre hay bendición integral para nuestra vida: «es
necesario que cumpla toda justicia» le dijo a quien lo iba a bautizar.
Hacer lo correcto tiene recompensa.

Cada vez que obedecemos a Dios, ocurre algo similar a lo que Jesús
pudo ver y oír ese día: los cielos son abiertos, como sinónimo de
bendición y manifestación de Dios sobre nosotros y nuestra identidad es
afirmada. ¡Tenemos un Padre que nos ama!

Determinate a obedecer a Dios cada día. Tus oraciones tienen el poder


de obrar en lo espiritual y de transformar lo que vemos a nuestro
alrededor.

Aplicación Práctica
1. Tomá la decisión de obedecer a Dios en todos tus caminos.
2. Avanzá hoy en un paso específico de obediencia a la voluntad de
Dios para tu vida: puede ser un cambio personal o acciones de
servicio, pero siempre será un paso de fe que abrirá los cielos sobre
tu vida.¡El te ama y se complace en vos!
3. Orá con toda fe por milagros específicos: la oración es la puerta
para que lo espiritual transforme lo que vemos hoy en algo distinto
que de gloria a Dios.
¡Sigamos orando!
Día 03
Fe para abrir los cielos
«Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se
levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron,
diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis,
hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y
al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron,
diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le
obedecen?
Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su
encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en
gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.»

(SAN MATEO 8:23-28 RVR60)

Muchas veces los cielos se cierran en nuestra vida por una gran
oposición a que avancemos en lo que Dios tiene para nosotros. Y nos
preguntamos qué hicimos mal sin entender lo que está ocurriendo
realmente.

Del otro lado de la orilla a Jesús lo esperaban personas que estaban


oprimidas por Satanás y sus demonios. El enemigo quería impedir por
todos los medios que llegara libertad a esas vidas y una transformación
a aquella región. Así que en pleno viaje fue desatada una tormenta tan
fuerte que hasta los discípulos, acostumbrados a navegar, temían por su
vida.

La oposición a los planes de Dios para nuestra vida es una realidad: en


diferentes momentos pueden levantarse tormentas que buscan
amedrentarnos y llenarnos de temor. Pero Jesús nos mostró cómo
proceder cuando se desatan estas tormentas en nuestra contra o en
contra de la Iglesia.

En primer lugar el Señor nos enseña que Dios es más poderoso que
cualquier tormenta. ¡Esto nos libera de una visión trágica de la vida! La
comunión con Dios produce confianza y nos da revelación de que nadie
es más poderoso que nuestro Padre. Por eso Jesús podía dormir en paz
durante la tormenta. Esa paz interior terminó influyendo sobre su
alrededor trayendo paz a lo que lo rodeaba. La fe en nuestro corazón
tiene el poder de transformar el ambiente que nos rodea. ¡Jesucristo nos
invita a vivir en esta vida de fe que brota de nuestro corazón y se
derrama en otros!
En segundo lugar, el Señor reprendió al mar y a la tormenta. ¡Debemos
levantarnos en autoridad y reprender toda obra del diablo que viene
contra nosotros! Para esto necesitamos utilizar nuestra fe y entender la
autoridad que hay en nuestras palabras y oraciones. No desmayes hasta
ver la calma total para seguir avanzando hacia la otra orilla: Dios tiene
planes para vos y quiere utilizarte para bendición de muchos.

Aplicación Práctica
1. Pedile a Dios revelación de su gran poder y autoridad: ¡Él es más
grande que cualquier tormenta!
2. Reprendé durante estos 21 días cualquier oposición a tu propósito
o a tus oraciones. Orá por alguien cercano que necesita fe y
libertad.
3. Declaremos cielos abiertos sobre la Iglesia, nada impedirá que
realicemos la obra de libertad y sanidad a la que Dios nos ha
llamado.

Día 02
Asociándonos con el Cielo
«Cuando recibí esta visión, yo, Daniel, había estado de luto durante tres
semanas enteras. En todo ese tiempo no comí nada pesado. No probé
carne ni vino, ni me puse lociones perfumadas hasta que pasaron esas
tres semanas. Entonces el hombre me dijo: «Daniel, eres muy precioso
para Dios, así que presta mucha atención a lo que tengo que decirte.
Ponte de pie, porque me enviaron a ti». Cuando me dijo esto, me
levanté, todavía temblando. Entonces dijo: «No tengas miedo, Daniel.
Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y
a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo. He
venido en respuesta a tu oración; pero durante veintiún días el espíritu
príncipe del reino de Persia me impidió el paso. Entonces vino a
ayudarme Miguel, uno de los arcángeles, y lo dejé allí con el espíritu
príncipe del reino de Persia. Ahora estoy aquí para explicar lo que le
sucederá en el futuro a tu pueblo, porque esta visión se trata de un
tiempo aún por venir».»
(Daniel 10:2, 3, 11-14 NTV)

El ayuno de Daniel es un tipo de ayuno particular, ya que es un ayuno


con la finalidad de liberar respuestas de los cielos que están retenidas
en los aires por causa del reino de las tinieblas.

La situación que atravesaba Daniel era la siguiente: los cielos donde


reside Dios estaban abiertos, Daniel, el profeta, estaba listo y dispuesto
para recibir, es decir que también estaba abierto, al parecer lo que
estaba cerrado o bloqueado es lo que se encontraba en los aires, o lo
que se conoce como segundo cielo. Es ahí donde las huestes de maldad
se ubican y donde se estaba produciendo el conflicto u oposición. En
medio de esta situación Daniel comenzó a orar y ayunar con el objetivo
de recibir entendimiento de lo que había visto en una visión espiritual.

Fue una oración EN ASOCIACIÓN CON EL CIELO. Como consecuencia,


algo que pertenece al ámbito de los cielos, al reino de Dios, fue soltado
y liberado sobre la tierra.

En el caso de Daniel, la respuesta era una revelación para un sueño o


visión profética que había tenido, pero en nuestro caso puede tener que
ver con sanidades retenidas, ministerios, soluciones para problemas en
nuestras familias (a nivel matrimonial o con nuestros hijos), milagros
financieros, soluciones creativas para problemas laborales, dones, etc.

Dios desea volcar y verter los recursos del Reino sobre nosotros, pero a
veces esa respuesta no llega, no porque no seamos lo suficientemente
buenos, o porque Dios sea malo o este enojado con nosotros, sino
porque en los aires hay huestes de maldad que quieren impedir que las
respuestas del Padre lleguen, nuestra fe sea aumentada y los recursos
del reino desatados en nuestras vidas.
Día 01
21 Días en la presencia de DIOS
«Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren,
y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo
oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.»
(2 CRÓNICAS 7:14 RVR60)

Dios es un Dios personal. Tiene una relación directa con cada uno de nosotros
para que recibamos salvación y comunión con Él.

Nuestra relación personal es intransferible al igual que nuestras decisiones y


respuestas a Dios.

Al mismo tiempo, Él es un Dios de Su Pueblo: es decir que también se


relaciona con el conjunto de sus hijos de acuerdo a diferentes formas de
pertenencia como la familia, la ciudad y sobre todo la Iglesia.

Los dos niveles son importantes: sin cambio personal no hay cambio colectivo
y el cambio colectivo potencia el cambio personal.

Esto se ve en nuestra vida de oración: son fundamentales nuestra oración a


solas (Mateo 6:6) y nuestra oración junto a otros (Mateo 18:19-20). La unidad
y la fe son el ámbito donde Dios se manifiesta.

A la luz del valor que Dios le da a la unidad de su pueblo, el pasaje de 2


Crónicas 7:14 cobra mayor importancia. La enseñanza que recibimos ahí
surge como la solución que Dios provee ante la posibilidad de «cielos
cerrados» (v.13). ¡No está en el deseo de Dios cerrar los cielos! Es decir, él
quiere una comunicación viva y plena entre el cielo donde está su morada y la
tierra.

Los cielos cerrados pueden ocurrir por consecuencia de la desobediencia


(Deuteronomio 28:23) o por el enemigo interponiéndose (Daniel 10: 12-13).
También Satanás busca obstaculizar futuras bendiciones (Mateo 8:23-28) o
asfixiarnos con tribulaciones (Mateo 27:45-46).
¡Dios quiere cielos abiertos sobre nosotros! Es por eso que nos llama como
pueblo a humillarnos, orar, buscar su rostro y convertirnos a Él. Eso es lo que
haremos especialmente durante estos 21 Días de Oración y Ayuno. Tenemos
su promesa de que oirá desde los cielos, perdonará nuestros pecados y sanará
nuestro territorio.

Que sean 21 días de oración a solas y como pueblo. Días de ayuno, oración y
búsqueda. Días de cambio real en nuestras vidas. Días que abrirán un nuevo
tiempo de milagros y manifestación de Dios para bendición de muchos.

Aplicación Práctica:
1. Dedica un tiempo a solas con Dios para buscarlo y orar a Él.
2. Unirte espiritualmente  en oración al resto de los hermanos de Vida
Sobrenatural que estaremos intercediendo juntos en estos días.
3. Determínate a participar cada día de los devocionales

Dios es Poderoso para hacer cualquier cosa que se proponga y para


vencer cualquier tipo de oposición, sin embargo, en su soberanía ha
decidido moverse en asociación con el hombre y llamarnos
“colaboradores”.

Aplicación Práctica
1. Cada día orá por los motivos que nos propusimos en estos 21 Días.
2. Hacé un listado de otros motivos que vengan a tu corazón acerca
de cosas retenidas y agregalas a tu lista de oración diaria.
3. Orá haciendo guerra para que se liberen los aires y acompañá tu
oración con algún ayuno (ver opciones en el material de ayuda).
LEVANTÉMONOS EN ORACIÓN Y AYUNO,  ATEMOS TODO ESPÍRITU DE
MALDAD QUE PUEDE LLEGAR A ESTAR FRENANDO LA RESPUESTA Y
BENDICIÓN QUE PROVIENE DE DIOS.

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