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La historia de las relaciones internacionales, tiene una serie de particularidades; pero a partir
del profesor Zorgbibe, nacido el 5 de mayo de 1935, en argel, es un geopolítico francés, profesor
emérito de derecho público, especialista en relaciones internacionales. Esta lectura que se está
analizando, muestra un panorama de los 100 años de las relaciones internacionales emprendidos
entre 1871 y 1945 es decir desde la Europa de Bismarck Hasta el final de la segunda guerra
mundial. El equilibrio de poder1 no quería impedir las guerras, sino limitar la capacidad de los
estados de dominar a los demás. No buscaba la satisfacción de nadie, sino mantener a todos
moderadamente insatisfechos.
También se menciona la estructura de “Un equilibrio para Europa”, que para Zurgbibe, la
reconciliación entre Francia y Alemania parecía algo imposible. El tratado de Francfort firmado
el 10 de mayo de 1871 pretendía aplastar al país vencido, ya que al haberles arrebatado los
territorios de Alsacia y del norte de la Lorena los dejó inmediatamente humillados, lo cual
impide una paz en el territorio Europeo. Benjamin Disraeli 3, jefe en aquel momento de la
oposición conservadora dijo: “Esta guerra (franco-alemana) significa la revolución alemana,
acontecimiento politico más importante del que en su momento fue la Revolución francesa del
pasado siglo”.
1
Hans Joachim, Morgenthau (1985). Política entre naciones, Nueva York: Alfred A. Knopf, p. 187
2
(Schönhausen, 1 de abril de 1815-Friedrichsruh, 30 de julio de 1898), fue un estadista y político alemán y una de
las figuras clave de las relaciones Internacionales.
3
(Londres, 21 de diciembre de 1804-Curzon Street, Londres, 19 de abril de 1881), fue un político aristócrata
británico, que ejerció dos veces como primer ministro del Reino Unido, fue líder de la Muy Leal Oposición
Por otro lado, “La entente de Los Tres emperadores”, fue el Primer Sistema de Bismarck, el
cual consistia en negociar una alianza con las principales potencias continentales (Rusia, Imperio
Austro-Hungaro y Alemania) para esto se dirigió en primer lugar hacia Austria. En 1867 se
formó la monarquia dual (Nación austriaca y húngara) la cual desde un punto de vista politica era
vulnerable, ya que Austria-Hungría aún seguía siendo un gobierno agrícola y en ese momento
estaba empezando la revolución indrustrial. Bismarck tenia un gran rival, el Conde Beust, quien
“despues de 1866, buscó la alianza con Francia y en 1870 se planteó la posibilidad de que
Austria interviniese en la guerra Franco-alemana”. En noviembre de 1871 Beust fue reemplazado
por el hungaro Andrassy.
Del mismo modo, en la crisis de la guerra inminente, Francia logro salir de su derrota
creciendo económicamente y reforzando su ejército con el servicio militar obligatorio; Bismarck
cree que cuando les vallan a apagar la indemnización les declararan la guerra, thiers el dirigente
francés fue reemplazado y esto preocupa a Bismarck quien teme que cambie de partido Francia y
así pueda ser recibido en alguna alianza al dejar de ser una Francia republicana, Rusia defiende a
Francia y se separa de la entente de los tres emperadores.
Con relación a la dificultosa cuestión de oriente, unida a la invencible decadencia del imperio
Otomano, no se había alterado nunca; este es un tema en el cual puede ser útil a todos los que
estamos analizando estos temas, “nuestro objetivo esencial no consiste en tal o cual se presente
una nueva configuración del imperio turco, sino en la posición que las potencias aliadas ocupan
con respecto a ellas mismas (Bismarck, 1876).
Rusia está interesada por dos factores: 1) el interés por el control de los estrechos y el acceso
a los llamados “mares calientes”, 2) el sentimiento de fraternidad eslava. También en esta
situación del oriente, se ve manifestado que Viena teme a la expansión del nacionalismo serbio,
así como el activismo inesperado de los Eslavos en Rusia.
Para poder hablar de un sistema de equilibrio, las normas propias de ellas son las que tienen
que regir predominantemente la conducta de los actores principales. Hasta ese momento, el
poder nunca estuvo repartido equitativamente entre las grandes potencias europeas y las políticas
que habrían podido transformar ese desequilibrio en un sistema de equilibrio complejo nunca
llegaron a aplicarse por razones diversas.5 Aunque el orden establecido en Viena aspirase a
facilitar la formación de equilibrios y garantizar su efectividad, decir que la estabilidad durante el
siglo XIX se mantuvo gracias a un sistema de equilibrio no sería correcto. En primer lugar,
porque no se puede decir que el XIX fuese un siglo de estabilidad. Para 1914 no menos de cuatro
guerras importantes habían involucrado a grandes potencias europeas, numerosos Estados
pequeños habían desaparecido, el Piamonte se había convertido en un reino que abarcaba toda la
península italiana y Rusia era ahora la cabeza de un imperio alemán unificado.
Zorgbibe, Charles. (1997). Historia de las relaciones internacionales. Madrid: Alianza, 348 p.
5
Esther BARBÉ, (1987). “El equilibrio de poder en la Teoría de las Relaciones Internacionales”, Revista CIDOB
d’Afers Internacionals, nº 11.