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(Una fantasía) 3
Sor Juana Inés de la Cruz
Neptuno Alegórico
Lotería 25
Ana García Bergua
Gentes profanas en la Merced 27
Bibiana Camacho
Elena Garro y los tiempos de la fabulación 30
Geney Beltrán Félix
Diversa de mí misma
De cómo Elena cambió su corona por palabras 33
Carmen B. López–Portillo Romano
Una rama dorada para Sandra Pani 36
Moramay Herrera Kuri y Daniel Rodríguez Barrón
El soneto como educación sentimental 39
Entrevista con Darío Jaramillo por Daniel Rodríguez B.
Pagando el derecho a leer: el problema
del copyright en las fuentes tipográficas 42
Irene Soria Guzmán
El libro que leía el príncipe Hamlet 44
José de la Colina
La modernidad en La puerta del infierno de Rodin 46
El arte de la fuga novelesca. Diálogo con Milan Kundera 47
Massimo Rizzante
Leonard Cohen, la verdad del anhelo 51
Arturo G. Aldama
Libros recibidos
Novedades editoriales 53 Ilustración de portada Federico
García Lorca
Quiénes somos
invndación
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castálida |
En este segundo número de Inundación Castálida ofrecemos jugó Alfonso Reyes durante el exilio español en México, es-
un arco muy variado de ideas e historias. Del exilio político al crito por el Dr. César Benedicto Callejas.
amor, del justo homenaje a intelectuales recientemente falle- Desde el otro lado, y en términos de igualdad en impor-
cidos a textos de creación poética y narrativa. tancia tenemos los textos de Fernando Serrano Migallón y
Tinta en alas de papel, nuestro dossier central, gira al Cuauhtémoc Cárdenas sobre el restablecimiento de las rela-
rededor del aniversario número 40 del restablecimiento de las ciones diplomáticas entre México y España.
relaciones diplomáticas entre México y España. Sin embargo, De este modo, ambos rostros configuran una tablilla votiva
no es posible entender la importancia histórica de este hecho cuyo tema comienza a borrarse en el mundo contemporáneo:
sin conocer sus motivos y antecedentes. Por ello, señalamos la certeza de que compartimos la misma historia, que los paí-
dos momentos, separados en la historia pero en el fondo in- ses no pueden vivir aislados y que nadie es extranjero, somos
comprensibles el uno sin el otro: primero el exilio español en una sola especie que vive refugiada en un mundo que no le
México y después el restablecimiento de las relaciones diplo- pertenece.
máticas. Durante la Guerra Civil española, México envió ar- En Neptuno alegórico, nos abandonamos a las artes ama-
mas y voluntarios a luchar del bando de la República Española torias y convocamos a grandes escritores y aquellos que los
contra el general Francisco Franco. Al término de la guerra y acompañaron a lo largo de la vida para que nos hablaran de
con el triunfo de Franco, México rompió relaciones diplomá- la posibilidad y la imposibilidad del amor. Somos “islas de
ticas con España. monólogos sin eco” hasta que encontramos alguien que “nos
Ahora que las políticas de Estado Unidos hacen ostentación amolda el alma perdidiza” como diría el poeta José Gorostiza.
de su ignorancia al rechazar a los refugiados políticos, a los mi- Quizá los artistas sean islas dentro de islas porque su condi-
grantes en busca de mejores o sencillamente nuevas oportuni- ción los convierte en exiliados dentro de su propia comunidad
dades de trabajo y estudio. Ahora que ser migrante es un deli- y dentro de su propia lengua, tal vez por ello nos gusta cono-
to, Invndación Castálida quiere recordarnos que, con mucha cer su vida privada y de manera especial, sus relaciones amo-
frecuencia, los refugiados llevan gratitud y conocimiento a los rosas. Creemos hallar en sus historias un eco de las nuestras,
lugares que los acogen. Los exiliados españoles crearon lugares porque acaso el amor sea nuestra única oportunidad para ha-
de estudio, como el Colegio de México, e hicieron de las facul- cer arte. En Neptuno alegórico encontraremos ejemplos de
tades en la Universidad Autónoma Nacional de México centros devoción entre José Saramago y Pilar del Río; Paulina Lavista
de la enseñanza más moderna de su época. y Salvador Elizondo; Carlos y Silvia Fuentes, entre otros.
México no sólo ha enviado migrantes al extranjero, ha abier- En Diversa de sí misma ofrecemos un mapa que recorre
to con gran generosidad las puertas a oleadas de migraciones los intereses de nuestra Universidad: desde la colaboración de
tanto de España como de Latinoamérica. Nuestro país no sería nuestros maestros, como el poeta Hernán Bravo Varela, hasta
el mismo sin los conocimientos que han aportado los recién un adelanto de los Pequeños Tratados de gran escritor francés
llegados, pero también es justo que se le reconozca, de cara Pascal Quignard que se publican por primera vez en español.
al mundo, la solidaridad que muchos otros países negaron, así Asimismo, recordamos a los escritores John Berger, Ricardo
como su compromiso histórico y público con los necesitados. Pigia, Zygmunt Bauman, y Tzvetan Todorov quienes murie-
A la muerte de Franco, México y España comenzaron a ron recientemente.
buscar el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas que Y finalmente, estrenamos una nueva sección, Ostentando
no se concretaron sino hasta el 28 de marzo de 1977. Así, los primores, que estará dedicada a los creadores que no
por un lado tenemos textos únicos como la memoria de Juan obstante su juventud comienzan a labrarse un nombre en las
Villoro sobre la maleta de uno de los muchos refugiados; un letras. En esta ocasión tenemos una entrevista con Luciano
texto de Paco Ignacio Taibo I sobre su llegada a nuestro país; Concheiro, finalista del premio Anagrama de Ensayo con su
un estudio, entre otros textos, de el papel fundamental que libro Contra el tiempo.
2 | febrero, 2016
Rosa divina
que en gentil cultura
Rosa divina que en gentil cultura
eres con tu fragante sutileza
magisterio purpúreo en la belleza,
enseñanza nevada a la hermosura;
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
4 | febrero, 2017
Anónimo. Los niños españoles llegan al puerto de Veracruz.
(Fototeca, Archivo General de la Nación)
Vimos papeles viejos. Pensé que se trataba de documentos de manera intempestiva, se había quedado sin devolverlos. Esos
la Guerra Civil, pero luego distinguí esforzadas caligrafías, papeles eran su idea fija. Tenía que regresar para que María y
notas en rojo, comentarios al margen, los dibujos entre ge- Pedro supieran que eran sobresalientes y Fernando y Lola se
niales y locos de los niños. “Era maestro”, recordó mi amigo enteraran de que tenían que hacer mayor esfuerzo. Nada im-
y esto bastó para que en el cuarto se condensara el absurdo pediría que él entregara sus exámenes. Ese pequeño archivo
de la guerra, las décadas de exilio, el imposible regreso. Lo expresaba la monomanía de su resistencia.
único que el abuelo sacó de España fueron los exámenes de “Treinta años”, dijo Julián, y bebimos sin decir palabra.
sus alumnos. Como enseñaba en pueblos dispersos y partió de
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
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faltado años de permanencia. Aprendí, entonces, que llegar A los anarquistas la larga estancia en la España de Franco
tarde es no conseguir lugar en la banca. les hacía pensar que jamás podría llegar a ser redimido, a pe-
Por su parte la comunidad de viejos residentes españoles sar de ciertas señales que denunciaban un sentido ácrata de la
no podían mirar con buenos ojos a un personaje que venía existencia.
proclamando su absoluto desprecio por los caudillos. Yo había conseguido situarme en el centro de la tela de ara-
Mi displicente agnosticismo no me hacía apto para las co- ña, sin llegar a ser araña, y con ello me anunciaba a mí mismo
munidades religiosas y mi amistad con socialistas me colocaba un futuro cuajado de problemas.
en situación incómoda ante aquel singular grupo de comunis- Así fue como yo llegué a México y, sin embargo, fui feliz.
tas españoles que apenas conocía a los comunistas mexicanos.
Anónimo.
Niña con uniforme de miliciana saluda con el
puño en alto.
(Archivo Centro de estudios
de la Universidad)
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
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calles, los cafés y las aulas los exiliados hicieron patria, su nue- nuestro país con España. Se trataba, es claro, de un reconoci-
va tierra, esa que ellos mismos ayudarían sustancialmente a miento formal, político, formulado y expresado de un gobier-
incorporar a una modernidad siempre volátil. no a otro. El hecho despertó el natural júbilo de los mexicanos
La España que trajeron los exiliados a su nueva tierra no era y de los transterrados, aquellos nuevos y plenos mexicanos.
ya la España “de charango y pandereta, devota de Frascuelo y Hubo naturalmente excepciones, objeciones. Cómo, pregun-
de María” que lamenta Antonio Machado sino otra, auténtica, taban algunos, se establecen relaciones con una monarquía,
desde luego no lejana a sus aficiones ni a sus devociones pero contraria a la República, que es la parte vencida en la Guerra
sí del todo distante de lo pintoresco, del folklore turístico; Civil y a la que el general Cárdenas apoyó. Lo cierto es que
no era tampoco, ni por asomo, una nación altiva o desdeñosa aquel alegato partía de un olvido grave: nada menos se ponía
sino una consciente de la fraternidad que las condiciones co- entre paréntesis el hecho de que la Historia es una continua
munes ponían de manifiesto. El filósofo asturiano José Gaos, creación de novedades, no se está quieta nunca en cuestión de
que tanta influencia ha tenido en el país, se refería a su refugio sus aconteceres. Lo que es inamovible son sus principios, y los
en México como a un transtierro —para enojo, dicho sea de principios democráticos y de respeto irrestricto a la libertad
paso, de su colega y paisano Eduardo Nicol, quien hallaba quedaban a salvo y garantizados por el nuevo gobierno, poste-
en la locución sólo una fórmula para “quedar bien”. Y así los rior a Franco (muerto en 1975). El presidente López Portillo
mexicanos los conocen, los reconocen: los transterrados. atinaba al animar de nuevo una relación que nunca podrá más
Así los reconoció el presidente José López Portillo cuando que seguir siendo fraternal.
en el segundo lustro de los setenta restableció las relaciones de
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
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hablar del asunto pero Guillermo me mandó un mensaje a los Lo abracé y me dio un par de palmadas en la espalda. Nun-
pocos días confirmando que aceptaban. ca antes hizo algo así. ¿Lo imaginas abrazando? Era un árbol.
Mi parte era simple, te soy sincero. Conseguí otro camarote Con Guillermo sólo cruzó un gesto. Tu primo nunca se creyó
en el barco, oro de por medio, y me dediqué a frecuentar el del todo el asunto del sindicato, qué le vamos a hacer. Quizá
puerto y a beber con los capitanes de guardia y los centinelas era más sensato.
para indagar rutinas y ablandar conciencias en caso necesario. Ya te contaré la travesía hasta Casablanca, que no estuvo
Una madrugada regresé a la pensión y los encontré allí. exenta de aventuras. Allí nos separamos, porque yo no tenía
Sudorosos, apestando a alcohol, con las camisas rasgadas. intenciones de embarcarme a Colombia. Terminé en Cuba y
Guillermo estaba eufórico; León miraba sus botas. allí encontré a mi chica… Luego, hace un par de años, cuando
—Abajo, en el callejón, está el oro. supuse que el asunto del oro estaría ya olvidado, decidimos
—¿Oro? venir a Méjico. Espero que el negocio nos dé un buen dinero.
—El puto oro. Un camión. Oro, joyas. El tesoro. Se lo Algún día nos iremos a California. Con mi voz y la pinta de
quitamos a los comunistas. Ada, lo mismo terminamos de estrellas de cine.
—Coño. León, sí. No volví a saber nada por años. Ni siquiera de Gui-
Era verdad. Un camión pequeño con dos asientos y unas llermo supe más, me quedé con que se marchó a Colombia.
cajas de madera casi inamovibles. Comencé a preocuparme Conociéndolo, imagino que llegó con bien. Vendimos
por la estabilidad del pesquero. Esperamos a que cayera la todo el Casablanca y aunque los compradores franceses eran
noche y acudimos al puerto. El piquete de soldados estaba unos vivos y unos hijos de la mala madre y nos dieron menos
formado por tíos con los que había bebido por días. No nos de la mitad de lo que hubiera valido la mercancía en París, fue
molestaron, ni siquiera nos pidieron el permiso por escrito suficiente para vivir con holgura.
que estaban obligados a solicitar. Les dimos unos paquetes de Pero la vida no es tan puta, querido. ¿Sabes qué tengo aquí?
cigarrillos franceses y se quedaron encantados. Mira, déjame que saque la cartera. Aquí está. Es una revista, el
Tardamos una buena hora en dar con el barquito y luego pedazo de una revista, de agosto del cuarenta y cuatro. Está en
en despertar al capitán, que se asombró al vernos y gruñó por francés, la vi por casualidad en la barbería. Hace menos de dos
el peso excesivo de las cajas. Le dijimos que eran botellas y no años que salió. ¿Ves esto? Es París. Los aliados en París, luego
volvió a preguntar. Resultaron ser cincuenta: pesaban como de echar a los putos nazis. Y ésta de aquí es la bandera de la
trescientas. El barco, por suerte, resistió. Al final de cuentas, República, la del tanque, sí. Son los nuestros, coño, entrando
el pescado pesa tanto como el oro. a saco a París. ¿Y éste? La puta madre de Cristo si no es León
Allí fue León, tu jodido hermano, se negó a subir a bordo. el de allí, con el rifle al hombro. Míralo, míralo. Está de pie.
Dijo que tomaría el camión y volvería al frente. No es que no
hubiera discusión. Luego de años de penurias no voy a con- A Del Val se le había apagado la voz. Yago le devolvió el
tarte nada. Guillermo ni siquiera trató de convencerlo. Dijo, recorte y él lo guardó en una cartera y ésta en la solapa.
muy seguro, pues me voy a Colombia, y León aceptó. Me Se miraron en silencio, los ojos arrasados.
quedo aquí y a la mierda, dijo. Eligió una caja, la más pequeña Méjico, alrededor, rugía.
que vio, y tuvimos que suplicarle que la cambiara porque den-
tro sólo había cucharas.
Alfonso Reyes
y el exilio republicano español
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De este modo, sin saberlo, muchos de quienes luego debe- no hubiera fracasado conjuntamente con el sistema político
rían abandonar su tierra habían abierto las puertas de hogares que podría haberlo garantizado.
e instituciones que les harían más llevadera la vida errante del Si ese esfuerzo de reconstrucción nacional había fracasa-
exiliado. En algunos casos, la colaboración entre españoles y do en la vida política —tanto por su falta de unidad frente
mexicanos servía de puente con otras culturas y también como al enemigo como por la conjura fascista internacional en su
carta de presentación de quienes hacían sus primeras armas en contra— debía encontrar su refugio en el lugar natural de su
la vida literaria y académica de su país; dicha colaboración se origen: la universidad y la vida académica en general. Hom-
afianzó a lo largo de los años y, con el tiempo, antes de que los bres como Cosío Villegas, Reyes, Luis I. Rodríguez y Gilber-
españoles se volvieran también mexicanos o se tendiera entre to Bosques, entre otros incluido el propio general Cárdenas,
ellos el duro nexo del refugio, se había convertido en santo y sabían que el refugio concedido a los universitarios españoles
seña de un grupo de intelectuales en lengua española que com- prestaba un servicio humanitario a sus beneficiarios, pero que
partían preocupaciones y respuestas comunes en temas que también las instituciones mexicanas recibían un enorme be-
igual atañían a la inteligencia de ambas riveras del Océano. neficio después de la sangría y destrucción que había repre-
Y fue ese tema principal, el de la resurrección del pensa- sentado la etapa armada de la Revolución Mexicana; que el
miento español luego de la derrota en la guerra intestina, el concurso de españoles y mexicanos no podría sino representar
que se transformará en el injerto de la rama hispánica en el una renovación integral de la cultura universitaria en México
tronco cultural americano y se traducirá en un renacimiento y un experimento cultural que enriquecería la identidad na-
del que la propia España se beneficiaría a la vuelta de la de- cional y que, también, presentaba al mundo una imagen de ci-
mocracia. No era pues un secreto para nadie que la larguísima vilización y desarrollo apocada en su momento por la imagen
decadencia del pensamiento español había hecho crisis en la del pueblo bárbaro cultivada por la prensa y la literatura desde
dictadura de Primo de Rivera y que había tenido un fallido entonces hacía ya más de veinticinco años. De nuevo, Alfonso
intento de reconstitución en el corto periodo republicano; a Reyes da cuenta de la colaboración añeja y madura de quienes
nadie podía escapar el hecho fundamental de que era ese mis- lo habían recibido en España y que luego serían sus huéspe-
mo esfuerzo el que acompañaba a los intelectuales que habían des en el Colegio de México y en la Capilla Alfonsina; en su
logrado salvar la vida y la libertad y que se disponían a trabajar diagnóstico sobre la situación universitaria en vísperas de la
en México, Argentina, Estados Unidos o Chile para tratar de proclamación de la República Española, el mexicano encuen-
conseguir que el esfuerzo de liberalización y modernización tra entre los paladines de la reforma a muchos que después
2 Alfonso Reyes, Crisis de la Universidad española. Obras comple- 3 Alfonso Reyes, 1919, Máquinas. Obras completas, Tomo VIII,
tas, Tomo III, p. 351. p. 398.
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se considere obligado a hacerlo en tono poético (¡ya con humano y amistoso de Reyes; confirmó en el mexicano uni-
esa Musa hemos cumplido caballerosamente a su tiempo versal la idea de hispanidad como una enorme nacionalidad,
y lugar!), y se figure que el tono científico o discursivo es, como un espacio cultural y una vocación en el ámbito de lo
en el caso, una vejación. “Yo sospecho —me decía José humano; al recoger el día, Reyes sitúa a Gaos como una de las
Gaos— que lo mismo les pasaba a los místicos cuando los inteligencias más potentes que le fue dado conocer. Gaos mu-
teólogos comenzaron a establecer la ciencia de Dios.” Pero rió doce años después del deceso de Alfonso Reyes. En el año
una cosa es orar, y otra filosofar sobre el sentido y alcance de la muerte de Gaos, se publicó un volumen misceláneo en
de la plegaria; una comer, y otra escribir sobre dietética. homenaje al regiomontano. La voz del español, da una mues-
Si entre nosotros se usaran las prácticas de los liceos a la tra tanto del afecto como de la dimensión que para el pensa-
francesa, los niños mismos sabrían que se pueden examinar miento español significó el auxilio de Reyes a la República así
los textos poéticos mediante procedimientos intelectuales, como representa el punto del encuentro en que para ambos,
sin que ello sea un desacato ni tampoco una impertinencia. como para muchos otros, la mexicanidad o la hispanidad se
En cambio, muchos, por acá y por allá, no sólo esperan el convirtieron en meros adjetivos, en facetas de un sólo y enor-
piquete del estro antes de emprender una labor puramente me fenómeno, el de la inteligencia y la expresión:
metódica, sino que, además, se desabrochan el cuello, se
despeinan y hasta entornan los ojos…4 Los años de la primera huelga general revolucionaria en
España y del “desastre de Anual”, germen de al dictadu-
El diálogo llegó a tal grado entre Gaos y Reyes, que el ra de Primo de Rivera con todas las demás consecuencias.
mexicano se permite incluir al español como una interpola- Los años del final de “la guerra europea”, y de los prime-
ción dentro de sus ficciones, convirtiéndolo así también en ros de la post guerra. Años en los que tenía yo a Alfonso
personaje de su pluma, hecho que Gaos festejaba y solía ci- Reyes por un español, miembro “del Centro de Estudios
tar en cada ocasión propicia; en “La mano del Comandante Históricos”, lo que le daba toda la autoridad que ya tenía
Aranda”, Reyes cita un inexistente trabajo de Gaos como una éste. El tenerlo por español debió durar hasta que en la
de las razones metafísicas de la vuelta a la vida de la mano cer- Revista de Occidente, recién fundada, apareció en el número
cenada del militar revolucionario en el que no es nada difícil de noviembre de 1923 “El silencio por Mallarmé”, don-
identificar a Álvaro Obregón: de Ortega decía: “Probablemente sólo los pueblos jóvenes
(mejicano) y Chacón (cubano) —piensan ahora en Mallar-
Pero, una noche, la mano empujó la puerta de la biblioteca mé…” Pero también debí de olvidarlo, porque recuerdo
y se engolfó en la lectura. Y dio con un cuento de Maupas- que quince años después, al venir a México, y durante mu-
sant sobre una mano cortada que acaba por estrangular al chos años más, de la estancia aquí, tuve la impresión de no
enemigo. Y dio con una hermosa fantasía de Nerval, donde haber sabido hasta entonces la verdadera nacionalidad de
una mano encantada recorre el mundo, haciendo primores quien iba a presidir La Casa de España en México. Qué
y maleficios. Y dio con unos apuntes del filósofo Gaos so- importa: ¿qué no será Alfonso Reyes el más español de los
bre la fenomenología de la mano… ¡Cielos! ¿Cuál será el mexicanos, incluyendo en la cuenta al gran Juan del Siglo
resultado de esta temerosa incursión en el alfabeto?5 de Oro? Alguna vez le conté todo esto y lo comentó con
cara animadísima de complacencia.6
Al final de su vida, la presencia de los exiliados españoles se
había consolidado como parte fundamental del patrimonio
La patria en vilo
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
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mientras subsistiera el régimen de Franco, pese a la Doctrina En el año de 1975 cerca del ocaso del régimen franquista el
Estrada que normaba la política exterior del país. La diploma- Presidente mexicano Luis Echeverría, organizó una campaña
cia mexicana de la época argumentaba que dicha doctrina no de condena contra el régimen franquista como consecuencia
podía aplicarse al caso español toda vez que se tratara de un ré- de la ejecución de varios activistas en contra de la dictadura. Su
gimen impuesto por la intervención nazi. Esta propuesta tuvo gobierno no sólo solicitó al Secretario General de la onu, Kurt
éxito cuando la Asamblea General de la onu aprobó una serie Waldheim, la expulsión de España de dicho organismo interna-
de disposiciones contra España por las que se le excluyó de los cional sino que en un acto de abierta confrontación suspendió
organismos internacionales y se recomendó a los países miem- las comunicaciones y los intercambios económicos y culturales
bros a retirar sus representantes diplomáticos en Madrid.4 con dicho país. Esta condena fue interpretada como un artifi-
Dichas medidas en principio tenían la finalidad de aislar cio para recuperar la legitimidad perdida por la represión en
internacionalmente a España y de alguna manera precipitar contra de estudiantes en 1968, cuando Echeverría era Secreta-
el fin de la dictadura de Franco. Todo dio un giro con el ini- rio de Gobernación, y granjearse el apoyo de los grupos de la
cio de la Guerra Fría en 1947. Al dividirse Naciones Unidas izquierda mexicana. La respuesta del gobierno español fue en
en dos bloques, España comenzó a ser considerada como un este mismo sentido y se le acusó de incongruente.6
potencial aliado en contra del bloque comunista, por lo que La muerte del Caudillo Francisco Franco meses después
en 1950 fue revocada la resolución que recomendaba la retira- aceleró las negociaciones para la reanudación de relaciones
da de representantes diplomáticos de España y finalmente en diplomáticas. En un acto sorpresivo José López Portillo
1955 este país será admitido ante la onu.5 anunciaría la intención de su gobierno de reanudar las rela-
ciones diplomáticas entre ambos países. Las negociaciones se
4 Agustín Sánchez Andrés y Pedro Pérez Herrero, Historia de habían cabildeado entre el Comité Ejecutivo de pri, por en-
las relaciones entre México y España 1821-2014, Madrid, Marcial Pons,
2015, p. 177. 6 Luisa Treviño y Daniel de la Pedraja, México y España. Transi-
5 Agustín Sánchez Andrés y Pedro Pérez Herrero, op. cit., p. 179. ción y cambio, México, Joaquín Mortiz, 1983, pp. 111-119.
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cargo de Jesús Reyes Heroles con opositores antifranquistas la reconciliación entre México y España. A partir de 1977,
pertenecientes la Junta Democrática de España.7 El tema para España ha tenido un proceso de democratización indiscuti-
el gobierno mexicano sería qué hacer con los representantes ble, antes hubiera sido impensable que se abriera un proceso
de la República que habían mantenido un gobierno extrate- penal en contra de un miembro de la realeza. Por otro lado,
rritorial en México; resultaba imposible reconocer a la nueva la participación política de la sociedad española aumentó de
Monarquía española sin antes cancelar sus relaciones con la manera sobresaliente, como fue el caso del Movimiento de los
República en el exilio. De ese modo López Portillo se vio en Indignados formado a partir de la manifestación espontánea
la necesidad de romper con la República en el exilio, pese a de la sociedad española el 15 de mayo de 2011, tras los recor-
la oposición de algunos sectores de la izquierda mexicana que tes presupuestales y la crisis económica que inició en el 2008.
vieron en esta decisión una premura innecesaria. Resulta evidente que las relaciones entre ambos países
En marzo de 1977 el gobierno mexicano pactó secretamen- nunca han dejado de ser intensas; sin el reconocimiento diplo-
te con las autoridades del exilio, el Presidente José Maldona- mático, la presencia cultural de México en España y viceversa
do y su Primer Ministro, Fernando Varela, que se trasladaron nunca cesó. Pero después del reconocimiento diplomático la
desde París a México una cancelación conjunta de vínculos importancia de estas relaciones van muchísimo más allá de lo
por ambas partes.8 La inviabilidad ante la transición democrá- cultural. España es el segundo socio comercial e inversor en
tica en España haría que pocos meses después la República en México después de los Estados Unidos. La balanza de fuerzas
el exilio se auto-disolviera. entre ambos países ha cambiado tras el ingreso de España en
Diez días después, el 28 de marzo, en la ciudad de París se la Comunidad Europea. La inversión española en México se
reunieron funcionarios de los gobiernos de Adolfo Suárez y puede ver en todos lados, bancos, empresas energéticas, ho-
José López Portillo para reanudar las relaciones oficiales en- teles y desarrolladoras de infraestructura. Del lado mexicano,
tre ambos países. las inversiones más poderosas han sido en bienes raíces, ali-
Después de la reanudación como un acto de corresponden- mentos y minería. Sin duda la relación de identidad y alianza
cia entre México y España los presidentes respectivos viajaron han beneficiado a los dos países.
a México y a España a hacer una la visita oficial, así como, un En cuanto al pueblo mexicano y al español nunca ha dejado
año más tarde México recibiría por primera vez en su historia de sentirse cercanos, antes de Franco, con Franco y después de
la visita de los reyes de España. Franco. Los estrechos lazos que nos unen son fraternales,
La Transición española y su resultado ganó el reconoci- de respeto, de identidad y admiración recíproca, que van mu-
miento de todos los países y fue sin duda fundamental para cho más allá de la diplomacia.
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mayores de edad continuaban siendo extranjeros a los ojos del De cara a que la reforma del 2002 volvía a excluir a los
Estado Español. nietos de los exiliados y emigrantes españoles, en noviembre
Dado el carácter discriminatorio de esta reforma, a prin- de 2002, Alvar Acevedo López, coordinador general de Mo-
cipios de la década de los años 2000, varios descendientes de rados, hizo una solicitud formal al Defensor del Pueblo, Enri-
exiliados y emigrantes españoles dispersos a lo largo y ancho que Múgica, para que éste apelara en la Corte Constitucional
del planeta, decidieron unir fuerzas para demandar justicia la reforma de la ley en vigor que negaba el pasaporte español
con respecto a su derecho de sangre al acceso a la nacionali- a los hijos de ciudadanos españoles nacidos fuera de España
dad española. Gracias a las posibilidades de organización que como consecuencia del exilio o emigración de sus padres; así
proporcionaba el Internet, en 2001 surgió Morados, un grupo mismo, reclamaban una política integral de asistencia finan-
incluyente que incorporaba a cualquier español en el mundo ciera para personas exiliadas aún con vida y el derecho al voto
afín al objetivo de que España reconociera su derecho de ad- para los hijos y nietos de los exiliados.
quirir la nacionalidad española. Tanto para los descendientes del exilio republicano, como
El 14 de abril del 2001, día del 70 aniversario de la procla- para los descendientes de emigrantes españoles en general, el
mación de la Segunda República Española, Morados inició problema se resumía así: “si en teoría el Código Civil Espa-
una serie de campañas para cumplir ese objetivo. Su primer ñol está fundamentado en el principio del “ius sanguinis”, el
acción fue presentar una solicitud de consideración para la tratamiento que se le está dando al tema de Nacionalidad en
modificación del Código Civil vigente, en materia de nacio- este momento es insuficiente, dado que no está considerando
nalidad, al rey Juan Carlos de Borbón, con copia al enton- a los que habiendo heredado sangre española, por causas no
ces Presidente de Gobierno, José María Aznar, al Senado y al deseadas por nadie, nacieron en un país huésped, producto de
Congreso de los Diputados. Se buscaba obtener el reconoci- las cuantiosas emigraciones que han hecho españoles por el
miento oficial al derecho a acceder a la nacionalidad española mundo.”8
a todos los hijos y nietos de españoles de origen, sin limitación El Defensor del Pueblo desestimó estos reclamos, argumen-
de edad o lugar de nacimiento.5 tando que la Constitución otorga a la Legislatura los poderes
Esta campaña tuvo una respuesta favorable por parte de para decidir quién tiene derecho a la nacionalidad española, y
la Casa Real, la Presidencia Española, el Senado Español, el que la reforma aceptada por el Congreso estableciendo que
Congreso de los Diputados y el Ministerio de Justicia, seña- sólo los hijos de Españoles de origen (es decir, nacidos en Es-
lando la tramitación parlamentaria de nuevas modificaciones paña) podían adquirir la nacionalidad española, no contradecía
al Código Civil en materia de nacionalidad y haciendo mani- a la Constitución. Sin embargo, a partir de la petición original,
fiesta su intención de “favorecer al colectivo de los descen- en 2003 el psoe formuló una nueva propuesta de reforma que
dientes de emigrantes españoles” como uno de los objetivos buscaba remediar esta discriminación en el derecho a transmi-
fundamentales de estas nuevas reformas.6 tir la nacionalidad española, eliminando el requisito de que al
Así, en 2002 con la Ley 36/2002, el Código Civil volvió menos uno de los dos padres hubiera nacido en España.9
a ser modificado en materia de nacionalidad. Sin embargo, No fue hasta 2007, con la entrada en vigor de la Ley de
dichas modificaciones resultaban insuficientes al no satisfacer Memoria Histórica que se volvió a revisar el Código Civil en
plenamente las necesidades de justicia histórica de los des- materia de acceso a la nacionalidad española, recuperación de
cendientes de exiliados españoles: con esta nueva reforma se la misma y derecho a su transmisión. Así, la Ley 52/2007 del
introducía en el artículo 20 la posibilidad de optar por la na- 27 de diciembre de 2007, reconocía y extendía los derechos
cionalidad española sin límite de edad, pero únicamente para de aquellas personas que hubieran sido sujetas a persecución
las personas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente política o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura
español/a y hubiera nacido en España.7 franquista:
Es decir, las modificaciones hechas al Código Civil en 2002
mantenían una clara distinción entre las personas de origen La presente ley amplía la posibilidad de adquisición de la
español (nacidas en España) y las de ascendencia española. Esta nacionalidad española a los descendientes hasta el primer
distinción afectaba directamente a los nietos de los exiliados: grado de quienes hubiesen sido originariamente españoles.
sus padres, hijos nacidos fuera de España de españoles de ori- Con ello se satisface una legítima pretensión de la emigra-
gen, accedían a la nacionalidad ya que sus propios padres ha- ción española, que incluye singularmente a los descendien-
bían nacido en España, por lo que no se planteaba un límite tes de quienes perdieron la nacionalidad española por el
de tiempo o edad para optar por la nacionalidad española; sin exilio a consecuencia de la Guerra Civil o la Dictadura.10
embargo, sus propios hijos, es decir, los nietos de los exiliados
con condición de “españoles de origen”, no podían acceder a Sin embargo, los tardíos reconocimientos que hace la Ley
la nacionalidad española ya que, para que un padre o madre de Memoria Histórica en materia de adquisición o readquisi-
pueda transmitir a sus hijos la nacionalidad española sin límite ción de la nacionalidad española estaban gravemente limita-
de tiempo o edad no es suficiente que éste sea “español/a”, dos a un brevísimo periodo de tiempo de dos años.11
debe ser “español/a de origen” y haber nacido en España.
8 Cf. http://www.morados.net/documentos/solicitudenmien-
5 Cf. http://www.morados.net das.htm
6 http://www.morados.net/documentos/cartas/ministrojusti- 9 Cf. M. T. Echezarreta Ferrer, op. cit., p. 9.
cia.jpg 10 BOE no. 310, 27/12/07, p. 53411. Disponible en línea:
7 Cf. BOE n. 242 de 09/10/2002. Disponible en línea: http:// http://www.boe.es/boe/dias/2007/12/27/pdfs/A53410-53416.pdf
www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2002-19484 11 Cf. BOE no. 310, 27/12/07, p. 53415. Disponible en línea:
Colegio Madrid.
http://www.boe.es/boe/dias/2007/12/27/pdfs/A53410-53416.pdf
12 Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación: “Prue-
ba de la condición de exiliado del abuelo o la abuela”, maec, Gobier-
no de España. Disponible en línea: www.maec.es/es/MenuPpal/
Consulares/SolicitudNacionalidad/Paginas/Pregunta3.aspx. Fecha
de acceso: 4 de diciembre, 2008. Confróntese también: Jefatura del 13 El derecho a la repatriación se estipula en el artículo 13 (2)
Estado, “Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todos tie-
y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes pade- nen derechos a salir de cualquier país, incluyendo el suyo, y regresar
cieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadu- a él”. Disponible en línea: http://www.un.org/es/documents/udhr/
ra”, Disposición Adicional Séptima: Adquisición de la nacionalidad Confróntese también: acnur, La situación de los refugiados en el
española, (BOE número 310 de 27/12/2007), p. 53415. mundo. En busca de la solidaridad, Madrid, 2012.
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
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TINTA EN ALAS DE PAPEL: ESPAÑA - MÉXICO
La política mexicana
y la República Española
(Fragmento)
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NEPTUNO ALEGÓRICO: DEL AMOR
Ophelinha
En cuanto a mí…
Silvia
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NEPTUNO ALEGÓRICO: DEL AMOR
Para ti
Silvia Lemus
me llega tu memoria
puedo olfatear tus letras
caligráficos
de orilla a orilla
geográficos
de oeste a oeste
históricos invocan
verdades de lo incierto
garabatos de la edad
si no entiendo intuyo
a veces soy tan tuya
que con tu tinta pienso
9 de septiembre de 1972
Paulina es siempre lo mejor de un día.
Un poema autobiográfico.
En condición de amor preconcebido; intacto a la delicia de aquel pulso, desvanecía auroras
graves, y arreboles de Guardi, ese instante.
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10 de septiembre de 1972
Me quedaré toda la vida con Paulina porque Paulina me da la libertad de hacer lo que yo quiera.
¿Por qué? Porque Paulina sabe que es a ella a quien yo quiero.
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36 | febrero, 2017
Yo no había vivido antes con nadie más que con mis padres y y Pasado anterior, entre otros—, de más de cien cuadernos de
la aventura se planteaba asaz difícil, pero fascinante. Estaba diarios, escritura y dibujo que abarcan del año 1945 al 26 de
yo deslumbrada, no, no había tormentos chinos, había una marzo de 2006, tres días antes de morir, de manera que murió
gran disciplina. Salvador era ordenado y responsable, lleva- como un soldado con su fusil, en su caso, pluma en mano.
ba un orden casi militar, no se le podía mover nada de lugar Cuando regresé a casa después de las ceremonias fúnebres,
porque montaba en cólera, era romántico, celoso, iracundo, con mi pena a cuestas, decidí empezar de inmediato a leer sus
nervioso, tímido en cosas prácticas, simpático, risueño, sen- diarios a los que por primera vez me enfrentaba yo. Los leí to-
timental, ocurrente, puntual, flojo a veces, otras borracho, dos en un término de tres meses. Mi pena se apaciguó porque
difícil, exigente, crítico agudo, obsesivo, macho mexicano, le sus cuadernos me ofrecían el privilegio que pocas mujeres de
gustaban irresistiblemente las mujeres, amaba a los animales mi edad tienen, el de revivir mi vida por medio de su escritura,
y a las plantas, el paisaje de México, comía chile chipotle, ta- de transportarme a tiempos de juventud, madurez y vejez, y
cos de carnitas, chapulines, sopa de fideos y fumaba —a ve- sobre todo de maravillarme por las ideas, proyectos, dibujos,
ces, mariguana—, usaba paliacates, zapatos ingleses y tweed pensamientos, poemas que escribió en ellos. Mi curiosidad se
irlandés (“el Harris tweed es la base, mamacita, de un buen centró, naturalmente, en empezar por los escritos de nues-
saco”, me decía), lloraba con la poesía y sobre todo era un tros primeros años juntos. Me llevé, debo admitir, sorpresas
escritor… siempre acudía a sus cuadernos, siempre escribía en por ciertas infidelidades con mujeres, que hoy miro más con
sus diarios, en ellos vertía todas sus ideas y proyectos, aunque objetividad que con resentimiento, pues entiendo que le eran
éstos fueran banales, y escribía y escribía que escribía, cuan- irresistibles y que es mejor enterarme ahora que entonces,
do no lo hacía se sentía frustrado. “Hoy no pude escribir en pues yo andaba tomando fotografías por el mundo y nunca
mi diario”, se lamentaba. También era un lector voraz: si no me enteré de nada. La verdad sea dicha, nunca faltó una sola
estaba leyendo, estaba escribiendo. Cuando me uní a él, sus noche a casa.
diarios, antes esporádicos, se convirtieron en eso: en verda- Los escribió obviamente para ser publicados, ¿si no qué
deros diarios, era para él casi una obligación escribir aunque otro destino tendrían los diarios en el caso de un escritor?
fuera unas líneas cada día. Eran días duros económicamente, Salvador era ordenado y en cada cuaderno o libreta dejó un
no había becas ni nada que nos ayudara que no fuera el pro- índice de lo que él considera notable, y cada uno lo numeró
ducto de nuestro propio trabajo, el cual era generalmente mal y fechó, inclusive cada página; él sabía que gran parte de su
pagado y a destiempo; nos costaba pagar la renta y hubo días obra eran sus cuadernos. Escribió aproximadamente treinta
en que para comer vendía yo los cascos viejos de las cervezas mil páginas de 1945 a 2006.
que consumía. Éstos fueron los inicios de mi cercanía con sus Alguna vez declaró en los periódicos que sus diarios debe-
diarios, los cuales nunca, antes de su muerte, leí, porque así rían publicarse veinte años después de su muerte, esto por-
lo determinamos, “… nunca leer diarios ajenos, nunca abrir la que vierte opiniones sobre algunas personas que podrían salir
correspondencia del otro”, consignas que nos hicimos porque afectadas; sin embargo, antes de morir cambió de parecer y
pretendimos establecer códigos de ética y respeto mutuo, no tuvo intención de publicar, al menos, los últimos; inclusive
cabalmente cumplido, debo admitir. habló al respecto con su yerno Gonzalo García Barcha, pues
Es imposible narrar al paciente lector toda mi vida con Sal- quería publicar de manera facsimilar sus noctuarios, una serie
vador Elizondo. A mis 69 años la vejez acecha y amenaza con de cuadernos que solía escribir a altas horas de la noche o en
la pérdida de lo que para mí es lo más preciado de los hom- la madrugada hacia 1995, cuando la escritura ya era una ob-
bres, la memoria. Ante esto he decidido dedicar el resto de lo sesión y una constante. También le encomendó a una amiga
que el destino me depare de vida a cuidar, clasificar y difundir suya capturar uno de ellos en su totalidad.
la obra de mi esposo, lo que considero es mi obligación. De Decidí publicar de manera cronológica algunas páginas de
ninguna manera me atrevería yo a emitir juicios críticos de estos Diarios en Letras Libres, que generosamente las acogió
su literatura, soy simplemente la esposa de un gran escritor, durante todo 2008 con el fin de compartirlas con sus lectores
compartí con él prácticamente toda mi vida y naturalmente y darles una idea de su contenido.
llegué a conocer muchos detalles de su biografía: su origen, Han pasado nueve años desde que Salvador murió y lo que
sus dudas, sus cualidades y defectos, sus logros y fracasos… en más extraño es no poder conversar con él, me había yo acos-
fin, soy la persona que más años pasó a su lado. tumbrado a su constante presencia, a las tardes en la verandah
Al morir el 29 de marzo de 2006 dejó un legado, además con whisky y tabaco hablando de las conversaciones del Dr.
de sus libros —Farabeuf, El hipogeo secreto, Narda o el verano, Johnson, de Joyce, de Melville, de Conrad y de tantas cosas
El retrato de Zoe, Cuaderno de escritura, El grafógrafo, Miscast, más…
Camera lucida, Contextos, Estanquillo, Teoría del infierno, Elsinore
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NEPTUNO ALEGÓRICO: DEL AMOR
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Camões precisamente sobre el amor que comienza “Amor es tienen que significar, que es el querer a la persona y por tanto
fuego que arde sin verse” y sigue diciendo, intentando decir, lo manifestarlo de esa forma. Ahora, si hay otros sentimientos
que es el amor y concluye afirmando que no se sabe. El amor como devoción o gratitud o algo parecido, tal vez, no hay nin-
es sentimiento, evidentemente, y la gente dice: “Pero los sen- guna incompatibilidad. Un sentimiento no tiene por qué ser
timientos que pueden ser explicados, analizados, expresados único. Gratitud, sí, pero mejor amor, sin más. Tengo muchas
con palabras”… Sí, pero siempre hay algo que escapa, y lo que razones para pensar que el gran acontecimiento de mi vida fue
escapa, lo que es indecible, lo que pertenece a la categoría de haberla conocido.
lo inefable, lo que no se puede expresar con palabras, es ahí
donde está el amor. El resto es la vivencia cotidiana de dos
personas que viven juntas y que saben que no todo son rosas.
Y que, porque se quieren, porque se aman, están ahí firmes y Hoy tengo ochenta y cuatro años, entonces tenía sesenta y
se acabó. Otras veces no. Yo me divorcié una vez, me separé tres. Ésa es la diferencia. Ahora, lo que le pregunto, y me pre-
otra, y si me preguntara: “¿Quería a las personas con quienes gunto aunque no tenga respuesta, es qué persona de ochenta
vivió?”, respondería: “Claro que sí, claro que las quería”. y cuatro años sería si no la hubiera conocido. El problema
¿Gustar, amar, querer? Sí, son cosas que duran, a veces du- está ahí y es lo que quise decir con “Si yo hubiese muerto
ran mucho, pero no se olvide de la copla que tenemos en la antes de conocer a Pilar, moriría mucho más viejo de lo que
patria: “Dicen que la vida es breve, / mentira, que es bien seré cuando eso tenga que suceder”. Porque, además, estos
larga. / Cabe en ella el amor eterno / y todavía sobra vida”. Y veinte años no han pasado en vano, no son veinte años vividos
qué bien, porque si tenemos la noción de que podemos vivir simplemente uno tras otro, son veinte años llenos de una ri-
intensamente el amor, sólo una vez en la vida, sino dos veces, queza, de una fuerza, de una intensidad… Imagina que no la
o tres, o cuantas tengan que ser, pues mejor que mejor. hubiera conocido, entonces me dirías: “Ah, habría conocido
a otras mujeres”. Con certeza, pero no es de eso de lo que se
trata, no es una cuestión cuantitativa, saber que conocería a
otras mujeres o que no conocería a ninguna, no es eso. Es,
Las dedicatorias me salen con toda naturalidad, no me pre- simplemente, que la conocí a ella, nada más. Eso cambió mi
gunto a mí mismo qué significan, a no ser lo que obviamente vida por completo.
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NEPTUNO ALEGÓRICO: DEL AMOR
El eterno viajero
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OSTENTANDO LOS PRIMORES
Lo que está sucediendo es que se vuelve una mercancía más sentimos que literalmente el tiempo no transcurre, se muestra
que entra a este ciclo de rotación. Ese es el problema. Tene- el instante como algo accesible para todos. Es una resistencia
mos que construir una temporalidad distinta a la del capitalis- tangencial, que no es una resistencia que busque transformar
mo acelerado, no solamente que sea un paliativo que te haga ir el sistema que produce la aceleración, sino simplemente esca-
un poquito para atrás, sino que sea radicalmente distinta. par tangencialmente de él. Pude ser una manera —a la mano
de todos— para escapar de esta aceleración.
En todo esto, ¿cómo defines el instante?
En tu diatriba contra la lentitud, hablabas de ella como un
Es lo radicalmente distinto. Hay que ir por otro camino, ese paliativo porque no mira al otro ni soluciona nada. El instante
otro camino es el del instante. Una temporalidad distinta. En- como fuga tangencial ¿no es también un paliativo que no da
tiendo el instante no como una breve porción de tiempo sino solución?
más bien como un tiempo suspendido, un no tiempo: un para
siempre que no tiene que ver con la eternidad sino más bien Eso es muy importante. Este es un libro profundamente pe-
con el sentir que las horas y los minutos no transcurren. Es simista y —también de una manera— profundamente inútil,
una sensación o una experiencia, más bien, que todos hemos porque no cambia nada. No es un libro que diga “aquí está la
percibido: es el tiempo del encuentro amoroso, el tiempo de la solución”, es un libro bastante desesperanzado en el sentido
cascarita, el tiempo de la borrachera o la sobremesa, el tiempo de que el instante no transforma nada, es un escape además
del baile, el tiempo de la revuelta violenta, pero también el momentáneo, que no deja rastros tras de sí, es una especie
tiempo de la poesía. Entendido así, esos momentos en los que de éxtasis. Pero eso para mí, de todos modos, puede ser muy
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subversivo. Termino el libro con un epílogo intentando en- absorber bajo su lógica muchos tipos de resistencia, nada más
tender qué tipo de subversión puede generar, que es la de la se hacen visibles y los mercantiliza y los traga dentro de sí.
potencialidad. Esta es una alabanza al instante no por lo que
es, sino por lo que puede ser. ¿Qué es aquello que puede ser? ¿Y este tipo de resistencia tangencial, de escapa, no es también
No lo sé. Pero lo que sí creo es que puede abrir un resquicio alcanzado o devorado en algún momento?
o intersticio que permita entrever la otra vida posible, porque
en el momento en que vivimos en el instante, no solamente el Son provisionales, no son totales. Son potencialidad pura. Lo
tiempo no transcurre, también generamos otra relación con el que permiten entrever es otro tipo de vida. Eso es lo que tiene
entorno, con el otro como en el caso del encuentro amoroso. de pesimista el libro, no es una solución final. Con el libro no
El instante es para mí como estar ahogándote y de repente intento decir “esta es la meta”, sino que es un mientras tanto.
salir a respirar, y en ese momento de respiro quizás nos demos Es un libro, digamos, de corte mesiánico pensando en la re-
cuenta que otra vida es posible. Lo cual no me parece poca sistencia, porque se puede emprender en el presente, no está
cosa en el mundo en que vivimos, en donde la crisis de la ima- pensando en 100 años, está pensando en el hoy.
ginación crítica es absoluta.
¿Crees que haya un momento en que esta resistencia pase a ser una
Pensar en el instante como ese punto donde se reúne un “para forma de vida, que ganemos la batalla al mundo acelerado?
siempre” ¿no sería una súper aceleración?
Yo creo que sí, pero se necesitará más que el instante. El ins-
No. Cuando escribí el libro fue una de mis preocupaciones en tante es una chispa que puede ayudar a imaginar nuevas cosas.
términos teóricos y también en la construcción argumentati- Por eso insisto durante todo el libro en la creatividad, no que-
va, diferenciar eso. El instante no dura nada, pero dura siglos. darte en un manual para escapar del tiempo, más bien estar
Construye otro tiempo y otras relaciones. No es el “YOLO” siempre buscando, ser creativo al momento de resistir contra
capitalista, en una parte del ensayo intento entender ese es- esta aceleración, ir buscando distintas formas de acceder al
píritu que han impuesto los raperos como Drake de “You only instante. Será muy distinta la resistencia que se haga en Hong
live once”, sólo se vive una vez, disfruta, gástate el dinero, vive Kong o en Sao Paulo o Nueva York, cada uno tendrá su forma
al límite; que podría parecer un instante, un carpe diem, viven de llegar al instante. Pienso también en los grandes literatos
el aquí y el ahora. El instante no es un “aquí y ahora”, es un que van quebrando poco a poco la idea de que la vida debe de
momento de sublimación, un momento en el que además ge- ser como es, de que no hay salida, ellos van resquebrajando la
neras otra manera de estar en el mundo, que es otra vida. Yo le temporalidad y la forma de vivir el tiempo.
llamo una cronopolítica a lo que estoy planteando porque es
una visión política del tiempo que, según yo, eventualmente Yo pensaba en tu libro como el instante en sí, un detonante para el
lo que construye es otro tipo de vida; porque el tiempo —y pensamiento y la reflexión.
aquí está la raíz heideggeriana y agambeniana del libro— aca-
ba construyendo otra manera de vivir: de pensar la política, la Yo espero que sea así. Me interesaba desde cómo está cons-
economía, pero también otra manera de pensar las relaciones truido que fuera una interpelación constante al lector, un libro
con los otros, con uno mismo y el entorno. El instante trasto- que no está finalizado desde la prosa aforística y fragmentaria
ca todo en su propia temporalidad. hasta las fotografías que lo acompañan, que son de Gabriel
Orozco y que para mí funcionan no como una ilustración o
¿Cómo se incrusta el instante en la resistencia tangencial? reliquias de un instante, sino más bien como maneras de llegar
al instante. Yo los llamo kōanes visuales, los monjes zen saben
El instante es dentro de la resistencia tangencial una cons- que las palabras no alcanzan para transmitir sus enseñanzas, si
trucción conceptual mayor en el sentido que contrario a la ellos explicaran lo que es la iluminación ya no estarías dentro
filosofía política moderna que busca transformar aquello que de ella, entonces lo que hacen son pequeños cuentos o na-
está diferente, es decir la política y las revoluciones rusa o rraciones paradójicas que te hacen experimentarlo tú mismo.
francesa, lo que quiere es escapar, dar la espalda y huir. Ese Para mí así funcionan las fotografías de Gabriel Orozco, son
es el principio del taoísmo, que busca prevenir el combate. kōanes visuales porque lo que hacen es empujarte a vivir tú
Este tipo de resistencias son hoy en día muy importantes, en mismo el instante.
un mundo como el actual donde el capitalismo es capaz de
she said, but I’ll tell you dijo ella, pero escúchame
you don’t know anything. no saben absolutamente nada.
Then we started. Nos pusimos en marcha.
On the way En el camino
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The Story of the Father / La historia del padre
Tony Hoagland
This is another story that I often think about: Esta es otra historia en la que pienso a veces:
the story of the father en la historia del padre
after the funeral of his son the suicide, después del funeral de su hijo, el suicida,
going home and burning all the photographs of that dead boy; que llega a casa para quemar las fotos del muchacho ya muerto;
standing next to the backyard barbecue, que se coloca junto al asador del patio
feeding the pictures to the fire; watching the pale smoke y arroja las imágenes al fuego; que mira levantarse
rise and disappear into the humid Mississippi sky; y desaparecer el humo pálido al interior del bochornoso cielo de
Mississippi;
aware that he is standing at the edge of some great border,
ignorant that he is hogging all the pain. consciente de que está parado al borde de una inmensa frontera,
sin saber que acapara el dolor por completo.
How quiet the suburbs are in the middle of an afternoon
when a man is destroying evidence, Qué tranquilos se encuentran los suburbios en medio de una
breathing in the chemistry of burning Polaroids, tarde
en la que un hombre está destruyendo evidencias,
watching the trees over the rickety fence aspirando la química de Polaroids quemadas,
seem to lift and nod in recognition.
observando los árboles a través de la cerca
Later, he will be surprised desvencijada, cómo parecen levantarse y asentir en señal de
by the anger of his family: reconocimiento.
the wife hiding her face in her hands, Poco después, lo habrá de sorprender
the daughter calling him names, la ira de los suyos:
—but for now, he is certain of his act; now la esposa que se cubre el rostro con las manos
y la hija insultándolo,
he is like a man destroying a religion,
or hacking at the root of a tree. pero él, por ahora, está seguro de lo que hace; ahora
Over and over I have arrived here just in time parece como un hombre que destruyera alguna religión
to watch the father use a rusty piece of wire o hachara las raíces de algún árbol.
to nudge the last photo of the boy Sin parar, he llegado justo a tiempo
into the orange part of the flame: para verlo tomar un alambre oxidado
the face going brown, the memory undeveloping. y, con él, empujar la última foto
del muchacho a la parte naranja de la llama:
It is not the misbegotten logic of the father;
it is not the pity of the snuffed-out youth; el rostro que se tiñe de café, el recuerdo que acaba en negativo.
how it moves around inside of him like smoke; sino la inteligencia antigua del dolor,
es eso lo que admiro:
how it knows exactly what to do with human beings
to stay inside of them forever. cómo se mueve en torno y dentro suyo, como el humo;
Adelanto de la plaquette Ectoplasmas. Cuatro elegías estadounidenses, cuya selección, nota y versiones al español fueron realizadas por Hernán
Bravo Varela, y que será publicada en 2017 por Parentalia Ediciones.
Todas las mañanas del mundo carecen de retorno. Y los ami- Lo conocí en la calle Montorgueil, en casa de Gisèle Celan,
gos. Tácito dice que no hay más que una tumba: el corazón frente a una larga mesa marrón. Había nacido el 14 de agosto
del amigo. Dice que la memoria no es un sepulcro sino una de 1938 en Marsella. Se llamaba Louis Cordesse. Pintaba o
detención en el pretérito indefinido. Esta detención vela; ace- dibujaba. Murió de repente el jueves 9 de junio de 1988. Un
cha y prohíbe el retorno. Dice que la morada en la que residen cáncer, del que quizá no percibió más que la incomprensible
aquellos a quienes se ha amado no es el infierno; que el dolor fatiga, y una hemorragia acabaron con él. Tenía cuarenta y
en el que se anonada el alma que ama no es una morada sino nueve años.
una rabia; que sobre la imagen de cera no se han inscrito más *
que una edad y una expresión. Sólo el amigo –escribía anta- La noción de posteridad no se diferencia de una vendetta que
ño Cornelius Tacitus en su villa de Interamna–, herido por se encarniza. El pasado es una «parte de nuestra vida que está
el abandono pero en absoluto deshecho por el sufrimiento, como consagrada». Pars nostri temporis sacra et dedicata. Estas
puede conservar la huella del sonido y del flujo en el que se diversas regiones del tiempo que se ha vivido están curiosa-
distribuía la voz. Tiene la suficiente distancia para permane- mente más dedicadas a letras de nombres que a partes del
cer fiel a la memoria de la intención que animaba los actos y cuerpo.
es capaz de perpetuar la energía que habitaba las formas de la *
obra en la que, una y otra vez, la potencia que manaba de su Había una puerta acristalada que daba a un pequeño patio ne-
fuente cristaliza y se espesa hasta el punto de apagarse en ella. gro. A través de los cristales que guarnecían el bastidor se veía
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un abedul que poseía seis hojas y cuyo tronco tenía el grosor copiaba su formato. Estos libros aparecieron bajo nombres de
de un dedo de niño. Tampoco puedo imaginar que este árbol autores diversos: M. de Rosny, M. de Recourt, de Bétincour,
siga todavía con vida. Sobre la mesa redonda había embutidos Mobrigny, el señor de Chanteresne… La lista de pseudóni-
que provenían de Colmar. Era a finales de los años setenta. mos de Nicole es tan larga como la que desplegó Marie-Henri
Éramos cinco: Françoise, Mifa, Jean-Pascal Léger, Louis y yo. Beyle, grenoblense. Una de las fobias que sufría Nicole y que
Siempre era de noche. El apartamento estaba situado en un se contaban entre las más raras: nunca se acercaba a las casas
entresuelo de la calle Madagascar. Yo miraba cómo se ahogaba cubiertas de tejas. Por más fanática que fuera su creencia, vivía
en la sombra la silueta de un abedul. en el terror de que una de las tejas se desprendiera del tejado
Era como un pez que muere. Se podían acariciar las pocas y lo hiriera. Una repugnancia mucho más corriente: se nega-
escamas blancas de su piel. Existen en Tokio templos antiguos ba a atravesar los puentes con los ojos abiertos. Vi el mismo
en los que la naturaleza es el centro, el valor, el cuidado, el espanto en Jacques Réda, a pie o sobre dos ruedas. Uno y otro
santuario y el dios, y cuyo jardín tiene el tamaño de una caja. de estos escritores podían recitar entero su Virgilio, cincuenta
Un día en el que la tormenta tronaba, los rayos arrojaban años después, pero les costaba horas decidirse a franquear un
una luz brusca sobre los cristales y las diminutas hojas del ár- pequeño puente de piedra sobre un riachuelo. Nicole tuvo la
bol, me fui de la calle Madagascar con el rostro cubierto de idea de hacer un Traité des péchés mortels inconnus [Tratado de
sudor. Huí presa del pánico. Tenía una propensión a las crisis los pecados mortales desconocidos], con el fin de aterrar a los
fóbicas dignas de las que sufría Pierre Nicole en 1650. Estaba hombres y obstaculizar sus acciones con un apuro más cons-
a merced de las tormentas del mismo modo que un tapón de tante, en tanto que más incierto. Quizá atravesar los puentes
corcho es juguete de las olas que pliegan el agua o la revuel- era un pecado mortal. Despreciaba por su estilo los escritos
ven. De niño, en verano, cerca de la frontera con Bélgica, a que Pascal había dejado y le sorprendía el caso que se les ha-
la orilla del Mosa, cuando se acercaba la tormenta y todas las cía. El estilo de Nicole era de los más limpios que hayan exis-
cosas, las hojas y los gatos, los manojos de zanahorias e incluso tido. Murió a los setenta años, que pasó en París, en una casa
las avispas se inmovilizaban esperando, yo me precipitaba al situada cerca de la plaza Puits-L’Hermite, detrás de la Pitié,
emparrado del jardín para arrancarle a la viña un minúsculo rodeado por las tejas de Philippe de Champaigne y por una
grano de uva; si lograba que no me estallara en la boca mien- bella biblioteca que debía a M. Arnauld. Describió su muerte
tras lo tragaba, podría dormir en paz; entonces la angustia en estas líneas:
soltaba un poco su presa en mi garganta. Debía creer que el «Imagino una habitación amplia pero oscura; un hombre
dios del rayo y del trueno estaba sometido al grano. Parece trabaja toda la vida llenándola de víboras y serpientes; cada
probable que creyera que, tragando un grano de tormenta que día trae una cantidad mayor. Tan pronto como esas serpientes
no reventaba, estaba sustrayendo mi vida a su cólera y mi ca- están en esta habitación se adormecen, amontonándose unas
beza a su rayo. Pero se me partió el corazón. sobre las otras, de modo que incluso permiten a este hombre
* acostarse sobre ellas sin morderle ni hacerle ningún daño; esta
Como lo que el viento se lleva en su huida, las mujeres en sus situación dura bastante tiempo, este hombre se acostumbra a
aguas, las nieves en los mares. estar allí y no teme nada de este montón de serpientes; pero
* cuando menos se lo espera, abriéndose de pronto las ventanas
No sé si fue Louis o fui yo quien tuvo la idea de una serie de que dejan entrar la luz del día, todas esas serpientes despier-
ocho tomos de pequeños tratados. Me gustaba Pierre Nicole. tan de repente y se arrojan sobre ese miserable; lo desgarran
Acababa de descubrirlo. Escribió unos ensayos que tienen la con sus mordiscos y no hay ninguna que no le haga sentir su
misma precisión que los prefacios que compuso Racine. Se veneno.
amaban. Había sido su profesor de latín. La historia no ha »Por terrible que sea esta imagen, no es más que un débil
retenido su nombre pero la memoria añade, en los vivos, el apunte de lo que ordinariamente hacen los hombres y de lo
odio y el miedo; en los directores de colegio, la holgazanería que les sucede el día de su muerte».
y la pérdida de la cultura; en los ministros de la policía, de la *
religión, de la guerra, añade prohibición, censura, hoguera y Había hecho deprisa un pequeño patrón con la ayuda de un
trofeos de victorias. sobre de papel kraft amarillo que me había caído en las manos.
* Le di el patrón a Jean-Pascal Léger, que se lo pasó a Louis
Nicole decía: «Somos como pájaros que están en el aire, pero Barnier y que me lo devolvió. En otra ocasión se lo di a Mau-
que no pueden permanecer en él sin movimiento, porque su rice Olender, que tenía la intención de crear una colección en
apoyo no es sólido». Y lo comentaba de este modo: «El pa- la librería Hachette y que lo conservó.
sado es un abismo sin fondo que se traga todas las cosas pa- —¿Puede usted utilizarlo? —me preguntó.
sajeras; y el porvenir es otro abismo que nos es impenetrable. —Yo no puedo utilizar nada. ¿Para qué sirvo? Ni siquiera
Uno de estos abismos desaparece continuamente en el otro. sé para qué sirvo yo. No puedo utilizar ni mis miembros, ni
Sentimos la desaparición del porvenir en el pasado, y es lo mi corazón, ni mi cabeza, ni siquiera lo visible. Ni mi lengua
que constituye el presente, como el presente constituye toda ni el sol me calientan ni me iluminan.
nuestra vida». *
* El taller servía de almacén para unas cajas llenas de peces fósi-
Durante el reinado de Luis XIV aparecieron trece volúmenes les. Estos peces de colores rojos y azules y amarillos se remon-
con el título de Essais de morale. Me gusta abrirlos y leerlos. Lo taban a antes de los senos, de los hombres, de las respiracio-
que para Pierre Nicole tenía los rasgos del porvenir y que ocu- nes. A antes de que emergiera la tierra, el tiempo, las colas de
pa para nosotros el lugar del pasado quedó ahí a su muerte. Yo caballo, las lenguas. Con un martillo, Louis partía esas piedras
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beneficios que se obtienen de ella a los libros y su belleza más tres primeros tomos, publicados por una galería de pintura,
imperceptible y de un recurso más desigual. sin difusión, se agotaron de milagro. Nadie quiso saber más y
Louis prefirió la política y la razón. Pierre Nicole llamaba cinco tomos quedaron en el cajón. ¿Qué editor se interesaría
raisonnaillerie a los argumentos lógicos que se plantean para por esta suite barroca esperada por el bosque, quizá, un ciego
esconderse uno mismo la verdad, y el pensamiento le parecía y un lobo? Nadie.
demasiado pasional para ser de gran utilidad. Al fantasma de Dejé correr un asunto en el que había puesto tan poca
una librería, a la tristeza de una galería, yo prefería el taller, y voluntad y ningún honor. Existe a veces un parecido entre
luego mi habitación. los movimientos secretos del corazón y aquellos a los que el
* pensamiento se aplica del que se puede tener vergüenza, del
A finales del año 1980 los ocho tomos estaban redactados. que se puede apreciar que es sucio y apasionante, y continuar
Aparecieron tres y sólo dos con grabados, Louis y yo llenos dejándose llevar con intransigencia y continuar sintiendo
de furor. vergüenza por dejarse llevar. Ocurrió que Alain Veinstein leía
* y que una amistad, aun más antigua, nos ligaba. Guardó el
Publico sin echar una mirada atrás, es decir, con la urgencia recuerdo de que habían existido esos tomos. Es cierto que ha
pánica que sentía un vagabundo del tiempo de Meroveo per- ocurrido que la necesidad y la pereza hayan dado lugar a re-
seguido por un lobo. Detrás del rostro de un hombre que ha putaciones que son falsas. En los tiempos en los que Pierre
sido un amigo, lo que percibo es una terrible negrura que se Nicole tenía miedo de las tejas y de los pequeños puentes, no
condensa en el vacío como un agujero de negrura. Una negru- habrían sido suficientes diez años para convencer al editor de
ra más concentrada que una noche. Más concentrada que uno que los publicara y estos pequeños tratados no hubieran visto
de sus grabados. Más efervescente. El hollín mismo. la luz en absoluto. No creo que la vanidad tenga una visión
La chimenea de Cenicienta. suficiente sobre los siglos pasados como para ver incluso las
Me gustan los bosquecillos desde mi infancia, los zarzales sombras y distinguirlas de los reflejos y de los fantasmas. Ho-
donde se recogen las moras levantando los brazos, los inextri- racio dice que si la noche nos ha sorprendido, nuestra vista no
cables árboles de boj. Poco a poco unas formas se dejan ver. es la única que tiene la culpa.
Formas de mujeres oscuras en el enredo de las ramas o de *
las cuerdas que las esconden, las atan, de las que se liberan, y Nunca he tenido otra dirección ni más camino que la pasión
finalmente surgen. Recuerdo las palabras de un vikingo, Tho- que no se agota en mí y que no se retira de mi vientre, de los
rolf el Altivo; que había que mirar siempre con cuidado en bajos de mi vientre, de mis pulmones, de mis manos, de mi
los matorrales, sobre las laderas, entre los árboles, sobre los cabeza y que, a cada instante en que tengo la convicción de
taludes, entre las hojas: quizá un arma brilla. que está a punto de abandonarme, regresa sin cesar como una
* resaca. Pasión que es sonar en silencio. Escribir. Resonar con
Se llama furor ese instante en el que los hombres se vuelven una especie de estruendo en el silencio del cuerpo. Resonar
perros ávidos de sangre, o lobos que aúllan de hambre. Hay más allá del agua negra, resonar en algo que es como la noche
hombres que están casi todo el tiempo furiosos, y poco a poco del mundo antiguo. Pueden usarse las palabras que se quieran.
me voy contando entre ellos. Es el animal tótem de la vieja Es lo que dio lugar a que Jerónimo caracterizase el silencio
Roma, que imponía a sus hijos esa metamorfosis en la bestia de Asella como un «silencio parlante». Un silentium loquens.
peluda y sombría de cuya ubre habían mamado. Nos hemos Toda obra escrita, verdaderamente escrita, es un silencio que
mirado como lobos. habla. Es golpear un tambor de seda para llamar a una mujer
Yo escribía estos tratados con esa alegría furiosa que se sus- que se niega; y hacer que la pena por esta negativa acabe ma-
trae a lo que esconde porque prefiere saltar y porque quiere tando. Corro; acelero el paso hacia unas hojas muy pequeñas
lanzarse. Estos textos no estaban sujetos a ningún orden gene- y los flancos fantasmas de los abedules. Su corteza es agrietada
ral. No debían someterse a nada, ni siquiera al contraste entre y blanca como una ola de tempestad. He visto a los finlandeses
ellos. Ni siquiera tenían que dirigirse de modo ameno hacia emplear sus hojas a modo de té y sumergirlas en cacerolas
la mirada de quienes leen, ni con el deseo de complacer aun- negras. Acelero el paso para inmovilizarme aún más. Toco la
que fuera un poco, ni tampoco buscando encontrar un solo página. Me alelo en el silencio. Me avengo a cuanto esta ne-
sabor ni un solo ser. Ni siquiera ambicionaba hacer pequeñas cesidad ordena, sin saber adónde pretende conducir. Nunca
obras de arte. Éste era el juego que proponían estas páginas le hago preguntas al silencio. No se interroga con palabras a
del tamaño de hojas de abedul: no subordinarse a nada. Las lo otro del lenguaje. Me arrebata más obedecer con los ojos
forzó una pasión, sin saber adónde conduce. La edición de los cerrados a mi propia noche.
De sangre y de sol
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Lawrence se comportó entonces como un «idiota de segunda mo antes que los políticos pensaran en ella», y luego añadió
categoría». un juicio desmesurado: «la filosofía lawrenciana de la sangre
Para Lawrence, la tierra mexicana de pronto lucía superior conduciría a Auschwitz». Para creer aquello al pie de la letra,
a sus pobladores, sus modales eran al parecer superficiales, tendría que soslayarse la responsabilidad de muchas buenas
ocultaban un trasfondo salvaje, tímido y despectivo. En cam- conciencias, cómplices humanistas del ascenso del nacional-
bio, apuntó en Mañanitas mexicanas: «El sol brilla, brilla como socialismo en Europa.
de costumbre, como brilla durante todo el invierno. Es una La de David Herbert Lawrence era una aventura espiritual
delicia sentarse al aire libre y escribir». El correlato de esta que compartía con otros escritores europeos de su genera-
admiración telúrica implicaba su intuición de una violencia ción. En esta nostalgia de lo absoluto, abrevó en los libros de
subterránea que, en cualquier instante, solía despertar el rito Helena Petrovna Blavatsky, Annie Besant, James Pryse, Sri
del sol y de la sangre en esos hombres volcánicos que, a su Aurobindo, y en algunas ideas del misticismo hindú. Por esa
mirada, creían que no hay placer sensual que igualase la vo- proclividad, Lawrence escribió en alguna página que México
luptuosidad de clavar el cuchillo y ver brotar la sangre de la tenía cierto enigma de belleza, como si los dioses estuvieran
herida. Un festejo atávico que le estremecía. todavía aquí. Era una visión que volteaba a la realidad para
Su hechizo por la sangre le ganó muchas animadversiones refrendar un mundo imaginario, una vocación en torno al se-
entre sus contemporáneos, como Bertrand Russell, que es- creto primigenio.
cribiría que: «Lawrence desarrolló toda la filosofía del fascis-
invndación castálida | 55
flejado en él. Otro terror básico, que yo he experimentado en Una de las cosas más asombrosas de los espejos es que existían
sueños, es ver reflejado un rostro plano, sin rasgos. También desde antes que fuera posible fabricarlos. Porque los espejos
he soñado que me miraba en un espejo y veía a otra persona. antiguos, elaborados con piedra pulida, con bronce, con obsi-
La sensación de terror era insoportable. diana, apenas reflejaban nada. Hay espejos etruscos que están
llenos de preciosos dibujos: ¿en qué sentido es un instrumento
El Romanticismo nos enseñó que acaso todos tenemos un doble; y el así un “espejo”? El que motivó mi investigación es un viejo
psicoanálisis nos descubrió ese yo dentro de nosotros que tiene deseos espejo azteca que se encuentra en el Museo de Ciencias Na-
inconvenientes. ¿Hemos interiorizado las lecciones de los espejos? turales de Madrid. Su superficie de obsidiana apenas refleja
sombras. Pero con el tiempo, los hombres aprendieron a ha-
Creo que una de las grandes tragedias de nuestra cultura es cer espejos cada vez más perfectos y más grandes. En nuestra
ese empeño por no comprender el romanticismo. Creo que el época, los espejos lo dominan todo. Estamos llenos, inunda-
negarse obstinadamente a entender lo que es el romanticismo dos de imágenes. Todos los actos y gestos de nuestra vida se
ha conducido a una modernidad fallida, obsesionada con lo convierten en imágenes. Todo el mundo lleva en el bolsillo,
instrumental y con un materialismo fanático y ciego. Siem- o más corrientemente en la mano, un objeto de cristal que
pre me resulta curioso que el romanticismo sea objeto de las refleja el mundo y guarda esos reflejos y los transmite y multi-
más severas críticas por parte de la izquierda, que lo ve como plica. Somos una civilización de copias y reproducciones que
“irracional”, origen del fascismo (a causa de unos pocos textos corre el peligro de perderse en ese laberinto de reflejos que,
de Fichte), reaccionario, ultrareligioso, etc., pero también sea finalmente, ya no reflejan nada.
odiado por la derecha, que lo ve como revolucionario, obse-
sionado con los derechos individuales y con la originalidad, Nada bueno parece venir desde detrás de los espejo: un doble, un
destructor del orden plácido y feliz anterior a la Revolución demonio, nuestros deseos terribles, el mundo al revés, la tentación
francesa. Es curioso, pero es la visión de la derecha la que está de la vanidad... pero al final de su texto introductorio, descubre que
más cerca de lo que es en verdad el romanticismo: el movi- por fin, después de muchos años, comienza a ver su propio rostro.
miento que crea el mundo moderno, la democracia moderna ¿Existe un modo de superar nuestro temor a los espejos?
y el moderno concepto de obra de arte. Otra cosa que no se le
perdona al romanticismo es que creyera en el lenguaje del arte ¿Existe una forma correcta de vivir? Esa es la pregunta, la gran
como método empírico, que creyera que a través del lenguaje pregunta. Es la pregunta que se le hace a un maestro, cuando
del arte se podían investigar los grandes enigmas humanos. uno encuentra a uno, en el caso de que uno se encuentre a
El tema del doble es típicamente romántico porque es una uno. Superar el temor al espejo quiere decir superar el temor
manera de simbolizar todo aquello que hay de desconocido a ver lo que uno realmente es, el temor de ser uno mismo, el
en mí mismo. miedo a vivir, el miedo a morir, pero también el miedo a vivir
en vano por cobardía, por falta de arrojo... Rimbaud fue el que
En el mundo de las selfies, de las redes sociales, ¿los espejos han escribió “yo soy otro”. Y luego, dejó de escribir, y su única
desaparecido o se han multiplicado? Ya sea una u otra la respuesta, obra, realmente lo único que volvió a “crear” fueron un par de
¿qué nos dice del mundo contemporáneo la desaparición o la fotografías: autorretratos. ¿Había llegado, también, a aceptar
multiplicación de los espejos? su propio rostro?
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agua de este estanque y de esta alma yo he vivido hasta hoy. y ennegrecidas no se dignaban a mirar las alamedas infinitas, y
Pero ahora quisiera unirme de nuevo a ti, permanecer junto a se aventuraron hasta el Liliensee, una charca mal excavada que
ti, viviendo contigo, escuchando el relato de tus vidas de todos por decreto de los viejos príncipes había llegado a obtener el
estos años. Yo soy como tú eras y no conozco de ti más que lo nombre de lago. ¡No puedo recordar aquellos días de paseos
que tú conocías entonces. Comprende mi deseo de saber y y de confidencias sin que por un instante se me encoja el co-
escuchar. Hazme de nuevo tu compañero hasta que partas una razón! Pero tras las primeras horas de efusión, después de los
vez más de esta ciudad exiliada del mundo y del tiempo. primeros días de evocaciones, comencé a sentir un tedio ine-
Asentí con la cabeza y salimos del jardín cogidos de la narrable al escuchar a mi compañero. Ciertas ingenuidades,
mano, como dos hermanos. ciertas brutalidades, ciertos modosgrotescos que continuamen-
Comenzó entonces para mí uno de los períodos más sin- te exhibía me desagradaban. Me percaté, además, al hablar
gulares de mi vida, esta vida mía tan diferente ya a la de otros extensamente con él, de que estaba lleno de ideas ridículas,
hombres. Viví conmigo mismo —con mi yo transcurrido— de teorías ya muertas, de un entusiasmo provinciano hacia co-
algunos días de imprevista alegría. Mis dos yos caminaban por sas y seres que yo ya ni siquiera recordaba. Confiaba en ciertas
las calles mal empedradas, en medio del silencio que reinaba palabras, se conmovía con ciertos versos, se exaltaba ante cier-
desde hacía tanto tiempo en la pequeña capital —¡un silencio tos espectáculos que a mí, en cambio, me inspiraban muecas o
que databa del siglo xviii!—, y conversaban sin cesar tratando sonrisas. Tenía la cabeza llena todavía de ese romanticismo ge-
de recordar todo lo que vieron, a los hombres que conocieron, nérico, desproporcionado, hecho de cabelleras desmelenadas,
los sentimientos que los agitaron, los sueños que dejaron un de montañas malditas, de bosques tenebrosos, de tempestades
amargo sabor en sus espíritus. Las dos almas —la antigua y la y de batallas con redoblar de truenos y tambores, y el corazón se
nueva— buscaron juntas la Universidad, silenciosa y sepulcral le deshacía en aquel pathos germánico (flores azules, luna entre
como un monasterio d e montaña; recorrieron el jardín a la nubes, tumbas de castas novias, cabalgatas nocturnas, etc.), del
francesa, detrás del palacio rococó, donde las estatuas mutiladas que vivían los esmirriados petimetres melancólicos y las ro-
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DIVERSA DE MÍ MISMA
No hay nada de lo humano que no esté atravesado por el Todos los días, mi cuerpo iba haciéndose más pequeño sin
cuerpo. Y no hay nada en el cuerpo que no tenga un límite: que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Desayunaba, comía
intervención; la nostalgia del ser; el anhelo de lo perdido. El y cenaba como una sola tarea, casi sin intervalos de tiempo
cuerpo no es la metáfora de la humanidad, es la metáfora del entre una y otra comida. Mi cuerpo se consumía, aparecían los
tiempo. Donde la contradicción hace nido. No hay ficción huesos. Evitaba mirarme al espejo, pero cada mañana según el
más profunda que el cuerpo. El pensamiento más complejo es hueco de mi vientre calculaba cuantos gramos había perdido.
primero hambre, miedo, sexo, deseo, supervivencia. Al principio, sólo era una mano extendida lo que se hundía a
El cuerpo nunca aparece despojado de significado. Es un partir de los huesos de la cadera, luego fueron las dos, luego el
cuerpo socializado, ideologizado, simbolizado. Vestido o des- puño cerrado, y un día mi vientre resguardó el pájaro muerto
nudo. Enmarcado en un entorno o aislado. Quieto o en mo- que me esperaba en el congelador. Durante esos días recordé
vimiento. los relatos de las niñas y adolescentes anoréxicas y bulímicas
que traté en terapia junto a sus madres. Los relatos que desde
Sobre todo en la ausencia, el cuerpo femenino la superficialidad de la imagen profundizaban y sintetizaban
la historia de las mujeres: reducirse para caber. Reducir sus
Sabemos que una cosa no puede observarse a sí misma, es in- cuerpos, sus ideas, sus pensamientos, sus deseos. Uno de los
animada, es para el que la posee o la mira. Cuando la cosa se rituales de las chicas con anorexia y bulimia, es pesarse, me-
mira, en este caso, el cuerpo femenino, se vuelve discurso y dirse y sacarse fotos diariamente para comprobar los cambios,
recurso. Apropiación. este ritual no es una acto íntimo. Es un acto que debe hacer-
No hay tarea más compleja que el conocimiento de sí mis- se público, compartirse con la idea de convertirse en el ideal
mo. A las mujeres, a través de los siglos, ni siquiera les fue de otras chicas. Hay blogs dedicados exclusivamente a esto:
permitido este conocimiento. Nacían con la escritura sobre intercambiar información, tips, contar la vida propia como el
su cuerpo: de lo que les decían que eran. Animales sin alma, hecho más trascendental. Socializan sus cuerpos, desde la so-
como la iglesia y la filosofía las concibió por mucho tiempo. ledad de sus habitaciones. Todos los días yo pensaba en esto.
Mi trabajo parte de la necesidad de hacer visibles la relación Para mí, adelgazar era la diferencia entre vivir o morir. Sin
del cuerpo con el entorno. Poner en evidencia, cuestionar y cuerpo dejaba de ser yo, de ser persona. Perdía la capacidad
reflexionar sobre la alienación, la identidad, la cotidianidad, de ser y estar en el mundo. De intervenir. El registro de mi
la intimidad, el amor, el deseo, la sexualidad, la violencia, la cuerpo, no era una cuestión narcisista, porque no me intere-
vulnerabilidad, el poder, la mentira, la política. saba hablar de mí sino desde mí. No era yo en la enfermedad.
No es arrogancia usar mi cuerpo como objeto de mi obra, Era el cuerpo como objeto, como idea, des-erotizarlo desde la
es la incapacidad, quizás debido a mi extrema timidez, para poética de la imagen. Un día mientras medía la profundidad
tomar el cuerpo de los otros, como objeto de mi discurso. del hueco de mi vientre apareció la imagen, mi cuerpo era
Haberme asumido como mi propio sujeto/objeto discursivo el nido del pájaro muerto. El vientre vacío, habitado por la
conlleva riesgos y límites. No sólo por la confrontación hacia muerte. Las alas quietas y los ojos del pájaro en negro.
afuera. Sino por las limitaciones técnicas a la hora de la reali-
zación. Porque no sólo soy mi objeto, soy la que construye la
escena, la que dispara, la que mira y es mirada.
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DIVERSA DE MÍ MISMA
John Berger
Daniel Rodríguez Barrón
John Berger (1926-2017) escribió novelas, teatro y poesía,
pero fue reconocido como pintor y sobre todo como crítico
de arte. Es muy infrecuente que un crítico de arte se convierta
Para Víctor Salomón, in memoriam en un intelectual, es decir en una voz pública, regularmente
porque escriben para un corte de entendidos; pero en sus es-
Ante la muerte nos hacemos las viejas preguntas. Es necesario critos, Berger va en sentido contrario, parte de la obra para
recapitular para comenzar de nuevo. John Berger, Zygmunt conseguir una meditación moral sobre la condición humana.
Bauman y Tzvetan Todorov han muerto, los dos primeros en Operaba de este modo: primero se enfrentaba a la obra
enero y Todorov en la primera semana de febrero. Y con ellos, desnudo, es decir, la miraba de tú a tú, con todo lo que sabía
ha muerto una forma de hombre público, aquellos a los que y todo lo que era; luego, poco a poco ajustaba su visión con
llamamos intelectuales, quienes ejercen como la conciencia de respecto a lo que conocía de la vida del artista, y por último,
la humanidad. entraba a escena la época y la sociedad que le había tocado
Julien Benda los definió para siempre: “son aquellos cuya vivir al artista (no hay que olvidar que Berger se decía marxis-
actividad no está esencialmente guiada por objetivos prácticos, ta, es decir veía al arte y a los artistas como resultados de su
todos aquellos que ponen su gozo en la práctica de un arte, una época), y a partir de allí enseñaba un modo de ver. Pero ese
ciencia o la especulación metafísica, o dicho más brevemente, modo de ver las artes plásticas estaba claramente relacionado
en la posesión de ventajas no materiales, y consiguientemente con el modo de actuar en la vida pública.
parecen decirnos: ‘mi reino no es de este mundo’”. Para Berger, ver era entender: “cuando miramos el arte
Pero no nos confundamos. Aunque su reino no sea de este de pasado podemos situarnos en la historia”, es decir com-
mundo, los intelectuales no viven encerrados en su torre de prendemos no sólo nuestro lugar en el mundo —la brevedad
marfil, ni en su doctorado en un campus extranjero, están vi- de nuestra vida, la insuficiencia de nuestros actos— sino tam-
vamente interesados por la justicia y la verdad, denuncian la bién el de los demás; el arte se interesó no sólo por el retrato
corrupción, se oponen a la autoridad cuando es opresiva y se de dioses, diosas, reyes y cortesanos, sino también lavanderas,
colocan del lado del débil, del despojado, del exiliado; y sólo planchadoras, bailarinas que acaso sólo llegaron a formar par-
bajo estas condiciones puede decirse que su reino no es de te del cuerpo de baile, mendigos, y otros seres que desde allá
este mundo. nos preguntan, ¿tú quién eres?, ¿cuál crees que sea tu lugar en
Los tres intelectuales recientemente fallecidos, Berger, el mundo?
Bauman y Todorov encarnaron y articularon un mensaje de Ver como Berger era destacar a los excluidos, a los des-
manera pública pero no popular, de hecho, un intelectual no heradados del sistema, campesinos, obreros, inmigrantes,
busca contentar a un público en específico y con frecuencia animales no humanos como los perros por los que sintió una
su trabajo y sus dichos resultan más bien incómodos; pero enorme compasión, Berger hizo en su crítica de arte una crí-
cuidado, tampoco es el gamberro profesional, su objetivo es tica de nuestra sociedad y una revalorización de la solidaridad
la emancipación intelectual, social, cultural, no insulto o el como política personal —sus regalías se iban lo mismo a la
regaño de quien se cree por encima de los hombres, sino la lucha contra el sida que a los Black Panters. Para Berger, el
solidaridad crítica de quien sabe que no hay grupos intocables arte era una experiencia y no se podía entender sin experien-
ni divinos, sino realidades alimentadas y construidas, con ob- cia propia, ganada a pulso: había que salir, ver, hablar con la
jetivos y agendas, porque como subraya Edward W. Said, “in- gente, comer con ellos, escucharlos, sólo entonces “sostenidos
cluso entre los oprimidos también hay vencedores y perdedo- por lo que heredamos del pasado y por lo que testimoniamos,
res”. El mayor riesgo que corre un intelectual es cegarse con tendremos el coraje para resistir y continuar resistiendo en
actitudes vindicativas y no ver el mal que comente su propia circunstancias aún inimaginables. Aprenderemos a esperar en
comunidad, es un exiliado siempre y en todo momento: “Es la solidaridad”.
un principio moral no hacer de uno mismo su propia casa”,
señaló Theodor Adorno.
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Los artistas no tienen el mismo problema porque sus accio- ¿Ya no hay lugar para la utopía?
nes, usualmente, como pintar un cuadro, escribir un libro,
componer una pieza musical no amenazan a la población. Hay un lugar para la utopía, pero la utopía debería ser un ins-
Pueden aburrirlos, eventualmente, o alegrarlos, pero no es un trumento de la mente y no un instrumento para los políticos.
peligro para ellos. Así que los artistas pueden ir tan lejos como Debería invitarnos a buscar mejores maneras de concebir lo
puedan en su arte para mostrar los más altos grados de invo- que es la humanidad, la vida humana, el individuo o la so-
lucramiento en lo que hacen. Sólo el arte más intenso puede ciedad, y no tratar de aplicar insensiblemente las reglas de la
tocar nuestro corazón. Sin embargo, los políticos deben to- utopía a la vida diaria, porque la población no está hecha de
mar en cuenta que ir demasiado lejos en la misma dirección se ángeles sino de individuos imperfectos.
convierte en lo que los griegos llamaban hybris, más allá de la
justa medida, el exceso y el exceso no es bueno. Lo demasiado
bueno no es bueno, dice un viejo refrán.
Zona erógena
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Venus Anadyomene,
Tiziano Vecellio
y la importancia de esas partes mediante el uso de los cosmé- de cabello suelto en el hueco de la nuca, el muro o la corti-
ticos, cosméticos que agregan más color a la pigmentación na color carne que hay atrás y, por doquier, ese juego entre
natural del cuerpo. verdes y rosas tan entrañable para los venecianos. Con todos
Dado que la pintura es el arte apropiado para el cuerpo y esos elementos la mujer pintada nos seduce con los recursos
dado que éste emplea signos visuales y estímulos de atracción visuales de la mujer verdadera. Las dos son cómplices de la
sexual para llevar a cabo la función básica de la reproducción, misma coquetería visual.
empezamos a entender por qué la pintura nunca está muy ale- A Tintoretto lo llamaban así porque su padre era tintorero.
jada de lo erógeno. Tintoretto pintó un lienzo, Mujer con senos Aunque el hijo estaba un grado más allá de esa condición, y
desnudos, que hoy está en el Prado. Esa imagen de la mujer por lo tanto dentro del ámbito acústico, como todo pintor
descubriéndose el seno de manera que pueda ser visto es asi- “daba color” a los cuerpos, la piel, los miembros…
mismo una representación del don, del talento de la propia Imagine ese Tintoretto al lado de Una anciana, de Giorgio-
pintura. En el nivel más simple (con todo su arte) está imi- ne, hecha medio siglo antes. Las dos pinturas juntas muestran
tando a la naturaleza (con toda su astucia) al atraer la tensión que la relación íntima y única que existe entre el pigmento y la
hacia el pezón y si areola. Dos tipos muy deferentes de “pig- carne no por fuerza significa provocación sexual. Al contrario,
mentación” empleados para el mismo propósito. el tema de Giorgione es la pérdida del poder de provocación.
Sin embargo, así como el pezón es sólo parte del cuerpo, su Quizás las palabras nunca podrían expresar como lo hace
revelación es asimismo sólo parte de la pintura. Ésta es tam- esta pintura la tristeza de la carne de una anciana, cuya mano
bién la expresión distante de la mujer, el gesto nada distante derecha hace un gesto tan similar y, sin embargo, tan dife-
de las manos, la ropa diáfana, las perlas, el peinado, el mechón rente del de la mujer de Tintoretto. ¿Por qué? ¿Porque el
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DIVERSA DE MÍ MISMA
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DIVERSA DE MÍ MISMA
In the mood
Notas para un recuerdo de Ricardo Piglia
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dijo: “adiós al amigo” y el recuerdo de una amiga: “El 9 de No tenía como suelen tener los escritores argentinos esa
abril de 2015 le había escrito a Piglia para contarle que, al fin, manera de mirarte por encima del hombro y quedarse por lo
estaba empezando a trabajar en algo complejo, algo en lo que mismo siempre aislado de todos, incomprendido (de hecho,
él me había alentado mucho. Me respondió tres días después. Hernán Ronsino parece ser un hombre destinado a heredarlo,
La última línea de su mensaje decía: Ojalá mi entusiasmo te en el medio puros autores argentinos…), Piglia tenía algo de
ayude en los días difíciles”. unidad y de ver a la literatura como un todo, era raro, porque
Ojalá mi entusiasmo te ayude en los días difíciles. Qué a la hora de ejemplificar sus impresiones siempre hacía refe-
pensar si no pensar en ese navegar siempre para adelante, aun rencia a la literatura argentina, pero tal vez por lo mismo sus
cuando la enfermedad y la muerte estuvieran rondando con pareceres tenían alcance mundial.
sus manos leprosas: escribir y escribir, ese era su sino. Es como Borges, por ejemplo. Cuando le tocó conducir los
De Roberto Bolaño a Álvaro Enrigue, siempre estaba me- programas para la televisión estatal sobre él, todo era tan bo-
tido Ricardo Piglia. De hecho, en el libro El hijo de Mister naerense, tan propio de Borges, que el unitario podría haber
Playa incluí una deliciosa discusión entre Roberto y Ricardo sido transmitido en Rusia e igual nos parecería adecuado.
destinada entre otras cosas a saber de qué parte estaban los Veo la foto de Daniel Mordzinski en una playa. Supon-
escritores latinoamericanos, si todavía podíamos pensar en go que es Cartagena de Indias, en 2014, ¿ya estaba enfermo?
escritores latinoamericanos. Yo nunca lo vi enfermo. La última vez que lo vi fue en una
Cuándo Álvaro escribió Decencia, una novela que me tocó Feria del Libro de Oaxaca y al año siguiente me enteré que
presentar, fue una novela tan pigliana, tan borgiana, ¡tan ar- padecía esclerosis lateral amiotrófica (ela); alguna vez leí que
gentina! Ricardo venía de escribir Blanco nocturno y las dos lamentaba mucho su enfermedad. “Bueno, la experiencia de la
historias me pareció que tenían tantas similitudes. enfermedad es la de la injusticia en estado puro: “¿Por qué a
No lo he hablado con él, sólo en una conferencia de prensa mí?”, se pregunta uno y cualquier explicación es ridícula y no
en Barcelona, donde algo del tema se dejó vislumbrar, pero tiene sentido. La sensación de injusticia llama a la rebelión y a
algo me hacía estar cerca suyo cuando yo pensaba en una nue- la lucha, entonces uno no se queja y eso es un alivio.”
va literatura latinoamericana, una literatura que no tuviera Para acordarme de él, aunque no tengo nada que deter-
que ver con Mario Vargas Llosa, con Gabriel García Már- minar para acordarme siempre de él, elegiré una acepción de
quez, con Carlos Fuentes y pensaba no sólo en Bolaño, en Luis Chitarroni, quien lo nombra “un mítico sobrio”.
Piglia, sino también en Juan José Saer, en Juan Carlos Onetti Me gusta pensar en él como en alguien sobrio más allá de su
(a quién estuvo dedicado su último libro), en Antonio DiBe- mito, porque esa condición lo convierte en un hombre bueno.
nedetto, en Mario Levrero, en Héctor Tizón…y al mismo Y es de ese hombre bueno que tan triste me puso su partida.
tiempo me parecía que él iba a poder ser, por propia naturale-
za, un elemento de unión de todos esos polos.
Novedades editoriales
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Los viajes de Gulliver
Jonathan Swift
Virginie Despentes
La Jaula Abierta y Fondo de Cultura
Vernon Subutex 1
Económica, 2016 42m2
Literatura Random House,
Fabrizio Mejía Madrid
México, 2016
Los viajes de Gulliver fue publicado en Literatura Ra ndom House, 2016
1726 y desde entonces contó con un
Durante años se creyó que el realis- éxito rotundo, en palabras de John “Nunca tuvimos una casa. Siempre en
mo sucio era un coto masculino: de Gray, amigo de Swift, “se leía en todos departamentos; unos con pasillos, otros
Bukowski a Carver pasando por el cu- lados, desde el consejo de ministros acomodados en centímetros cuadrados”,
bano Pedro Juan Gutiérrez y el mexi- hasta la guardería”. El libro entró en el es la frase inicial de 42m2, el nuevo libro
cano Guillermo Fadanelli. La francesa folclore popular, estaba en boca de to- de Fabrizio Mejía Madrid, donde el au-
Virginie Despentes viene a romper esa dos, consiguiendo el efecto que tienen tor de Hombre al agua regresa a escribir
regla y nos muestra que la literatura no hoy en día algunas de las más exitosas ficción pura después de haberse aden-
es asunto de género de sino de calidad. series de televisión. Sin embargo en los trado a revisar durante varios años a los
Vernon Subutex es un cincuentón al que últimos años se ha estigmatizado, sin personajes más oscuros de la vida mexi-
le han dejado sin trabajo, sin dinero y a mucho sentido, como un libro infantil. cana de los últimos años. En esta nue-
una edad en la que no se puede empe- Pero en realidad fue escrito por Swift va novela también hay oscuridad, pero
zar de cero; esto le permite a Despentes como una parodia de los libros de viaje. la oscuridad de los pasillos por donde
despotricar contra la sociedad parisina Aquí es importante señalar, para evitar camina el personaje. Oscuridad, literal-
(y desde luego, la clase media de cual- cualquier encasillamiento, que Los viajes mente en el departamento de 42m2, o
quier país) para señalar de la desigualdad de Gulliver no es estrictamente un libro en su propia memoria, pues en un de-
económica y de la falta de solidaridad de viajes, sino que los viajes funcionan partamento tan pequeño cada objeto se
que se hacen pasar por meritocracia y como un armazón externo para una va convirtiendo en un recuerdo, en una
buen gusto, pero que en realidad son la profunda exploración satírica de la cria- herida distinta. La novela revisa, a tra-
cara de la desesperación y el fracaso so- tura humana. Este intento de recuperar vés de los espacios de un departamento,
cial. De manera brutal, pero divertida, al libro como un texto distópico digno la memoria del personaje principal y va
vemos a este nuevo pícaro arreglárselas de análisis más serios, es lo que trae esta mezclando al mismo tiempo la historia
para sobrevivir en un mundo de verdad nueva edición realizada por La Jaula de algunos de los beats que vinieron a
salvaje. Se trata de la primera parte, de Abierta y el Fondo de Cultura Econó- México, para descubrir qué es lo que los
una trilogía que prometer ser una nueva mica, que con un texto introductorio de hizo venir, qué tenía México que ofre-
Comedia humana. Claude Rawson, traducción de Agustí cer a personajes tan excéntricos y genia-
Bartra, notas de Ian Higgins, y epílogo les como Burroughs, Breton, Traven,
de Roger Bartra; traen Los viajes de Gu- Bowles, Humboldt, Lowry. ¿Cuántos
lliver a las librerías como un texto que recuerdos caben en un departamento de
debería ser revisado en todas las univer- 42m2, cuántos beats caben en México?
sidades, y la casa de cualquier lector.