INSIDE JOB

La falta de regulación en el mercado puede traer consecuencias fatales en el sector

económico del país y del mundo en general, claro ejemplo de esto se puede ver en
Islandia, el cual era un país democrático que se caracterizaba por tener una deuda
pequeña, basaba sus explotaciones en recursos energéticos limpios, entre otros, pero las
decisiones del gobierno en el año 2000, por la cual se desregulariza el sector financiero,
provoca la privatización de los 3 bancos más grandes de ese país, con lo cual tiene
libertad y piden prestamos de alrededor de 120.000 millones de dólares, equivalente a 10
veces el valor de la economía del país, además, gracias a la desregularización, los
banqueros se hacen con fondos públicos, lo cual trae consecuencias tales como el
aumento del valor de la vivienda y por ende una alta inflación en la economía del país.

En Estados Unidos, se presenta la misma situación, por medio de grandes personalidades

en el gobierno, se van eliminando las regulaciones, además de aprobar actas que
anulaban el acta de glass Steagall (ley aprobada después de la gran depresión, para
evitar que los bancos con los depósitos de clientes realizaran operaciones bancarias de
alto riesgo), por ello, los bancos empezaron a prestar grandes sumas de dinero de sus
clientes a los empresarios, las cuales eran operaciones de alto riesgo.

La desregularización y el avance de la tecnología dio paso a la creación de productos

financieros complejos (derivados) a principios de los años 90, con la promesa de que
estos hacían los bancos más seguros, pero en realidad los volvían más inestables; luego
se creo un nuevo sistema en el cual se unían las hipotecas y prestamos con inversiones
en todo el mundo. Los banvos de inversión combinaban las hipotecas con otros
prestamos, tal como lo es un préstamo de coches, con lo cual creaban derivados, llamado
obligaciones de deuda colateral (CDO), luego estos productos eran vendidos a los
inversores.

También se presento corrupción por parte de las empresas que realizaban las
calificaciones a estos CDO, ya que, al ser contratadas por los mismos bancos de
inversión, la mayoría terminaban con una calificación triple a, además, esto lo podían
realizar sin ninguna consecuencia ya que, al ser un pronóstico, no tenían ninguna
responsabilidad si sus “predicciones” resultaban erróneas.
Como consecuencia de todos estos prestamos realizados por parte de los bancos, en los
cuales no tenían en cuenta la capacidad de pago de las personas que recibían los
préstamos, además de recibir la calificación triple A, a pesar del alto riesgo de impago, el
precio de la vivienda se disparó, que trajo como consecuencia la “burbuja financiera” más
grande la historia.

Esta burbuja siguió creciendo ya que la reserva Federal estadounidense no reconocía la

situación, pero en 2008 explotó la crisis financiera, los prestamistas ya no podían vender
hipotecas suprime empaquetadas en derivados a los bancos de inversión, además, cayo
el precio de la vivienda, congelando todo el sistema financiero, bancos como Lehman
Brothers se fueron a la quiebra, Merril Lynch fue absorbida por Bank of America y AIG fue
rescatado por el gobierno. Toda esta deuda generada de forma privada fue rescatada por
medio de los contribuyentes, con un costo para el estado de 700 mil millones de dólares.

El estudio de las consecuencias de esta burbuja financiera y de sus culpables, estuvo

limitada ya que muchos economistas de las escuelas de negocio en EEUU, pertenecían a
los consejos asesores de estas grandes corporaciones financieras, y algunos tenían un
cargo público en la administración.

Como consecuencia de todo está recesión financiera, en Estados Unidos se incremento la

cantidad de ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza, ya que, los salarios altos,
que estaban principalmente en el sector de la tecnología, requerían un nivel de educación
universitario, pero al ser aumentadas las tasas públicas, el ciudadano promedio
estadounidense no podía acceder, por lo que “por primera vez en la corta historia del
país, el ciudadano medio tienen menos educación y un futuro menos próspero que sus
padres”.

Por último, cabe resaltar que NINGUNO DE LOS PARTICIPANTES DE ESTA MASACRE
FINANCIERA HA SIDO CONDENADO.