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ARTE POPULAR

TRADICIONAL
Persistencia de
la memoria
Diciembre 2007. Nº 30 Precio: S/. 8.00

ESTILO Y CARÁCTER:
Hilario Mendívil

LAS VIDAS DE LA MADERA:


Las tablas de Sarhua

EL RETO DE LA TRADICIÓN:
Entrevista a Luis Repetto
Walter Hupiú
PRIMITIVO EVANÁN Y POMPEYO BERROCAL:
COLOR Y MEMORIA DE UN PUEBLO

El lenguaje
de las
tablas
Walter Hupiú

de
Sarhua Mariella Checa
Periodista
Walter Hu
piú

Ubicada a siete horas en bus desde Huamanga,


Sarhua es una comunidad que esconde valiosos
secretos. Uno de ellos es la producción de las
llamadas ‘tablas de Sarhua’, que, merced a su
belleza y abundancia de significados, han librado Mientras cosechaba papas,
a una chica se le apareció
al poblado y sus tradiciones del aislamiento y el un hombre que resultó ser
olvido. Buscamos a Primitivo Evanan y a Pompeyo un cóndor; la raptó y tuvo
tres niños cóndor con ella,
Berrocal, últimos herederos de una vastísima y cuenta Pompeyo Berrocal en
singular tradición. sus tablas.
La vida comunal también
se recrea en el trabajo del
maestro.

E
n la habitación que le sirve de taller a Pompeyo escenas del campo, cele- nombre de Condorpasñajepeq,
Berrocal casi no queda un milímetro visible braciones, o elementos que que cuenta cómo un cóndor tomó
de pared: el lugar está cubierto de tablas de la memoria del artista forma humana para seducir a
que nos hablan de la vida en Sarhua. Nos muestran han pasado a poblar la una joven que añoraba compañía
madera: prendas de vestir, mientras cosechaba papas. “La
Walter Hupiú
tubérculos, herramientas, chica estaba pensando en esto,
instrumentos musicales. cuando de pronto se apareció un
Entre todo ese universo bulto. Era un señor todo vestido de
llama nuestra atención negro y con una chalina blanca. Él
un grupo de sirenas. — le propuso que jugaran cargándose
¿Hay sirenas en Sarhua, el uno al otro, y cuando le tocó a él
don Pompeyo? “Sí”, nos el turno le dijo a la chica que cerrara
contesta: “La gente cuenta los ojos. Ella aceptó, y cuando
que allí donde cae agua, volvió a abrirlos, ya estaba volando.
La casa del
maestro existen las sirenas. A esos El cóndor la llevó a su nido, donde
Primitivo sitios hay que llevar los tuvieron tres hijos con cabeza de
Evanán
se ha instrumentos musicales, humano y cuerpo de cóndor”. Efec-
convertido porque ellas los recogen "Lo valioso de las tablas es que nos tivamente, el tablón que da cuenta
en un
amplio y los afinan. Cuando el permiten recordar nuestra vida. Aquí de esta historia muestra diferentes
recién se están haciendo conocidas
taller, donde dueño vuelve, encuentra afinado su instrumento y desde hace 25 ó 30 años", dice tablas se llaman “Sayhuis” y que representan a los momentos del relato: la joven recogiendo tubércu-
se pueden
ver decenas puede ponerse a tocar. Si además quiere encontrar- Pompeyo Berrocal. ausentes, quienes las van levantando poco a poco los, el hombre de negro, la chica sobre el ave, y
de tablas
con miles
se con las sirenas, entonces debe ir solo al mismo antes de dejar la comunidad, a fin de que sus fami- ambos personajes observando a los tres pequeños.
de historias lugar, ya sea a las doce del día o de la noche, pero liares tengan un lugar adónde ir a buscarlos, cuando Pero, además, se ven por un rincón unas botellas
en ellas. Al la nostalgia haga presa de ellos.
costado cuando haya luna llena”. y unas frutas. “Es que el cóndor tuvo que irse a
una de las Con similar detalle, nos cuenta luego que esas Con evidente entusiasmo, comparte luego los giros trabajar a Ica, y por eso trajo vino”, puntualiza.
tablas más
complejas que rumas de piedras que aparecen en otra de sus de una historia que los sarhuinos conocen bajo el Luego de aclararnos que las tablas de Sarhua
encontramos

18 19
íaz
Carlos D
Cajitas de Sarhua,
obra de
Primitivo Evanán. Antigua tabla de
Sarhua pintada en
1873, considerada
la tabla familiar
en realidad no cuentan que pudimos contar con el apoyo del dueño de Pompeyo
Berrocal.
historias sino que tratan de la galería, señor Raúl Apesteguía, y del Al costado
de cumplir más bien el doctor Pablo Macera, quien tuvo a su cargo vemos al
maestro
Carlos Díaz rol de la fotografía, don la presentación”, recuerda. Pompeyo,
Pompeyo se enorgullece del Desde el local de la Asociación de Artesanos quien también
es tejedor,
talento artístico de su pueblo. que ahora dirige, en Chorrillos, Evanán trabajando
Para dar cuenta de ello, relata promueve la conservación de una tradición sobre una
vistosa
que se inició en la pintura de y una cultura que ama como todo peruano pollera de
estas obras apenas en 1990 debería, transmitiendo su saber a los integrantes Sarhua.
siguiendo los pasos de su hermano de su familia. Justamente a los miembros más
Carmelón ya que antes burilaba cercanos de ese entorno nos los muestra repre- Durante la
exposición
varayocs en su tierra. Berrocal, sentados en las tablas que cuelgan de las vigas Ruraq maki, uno
que también trabaja con textiles, del techo que corona la habitación, a la usanza de de los puestos
de venta más
nos habla de los ponchos que carac- la comunidad. Hace hincapié en que gozamos de visitados fue
terizan a su gente e, inmediatamente, un singular privilegio, pues en Sarhua estas piezas el de la familia
Evanán.
se cubre con uno. Menciona además —que suelen ser un regalo entre compadres con Abajo Primitivo
las hermosas polleras que solía hacer motivo de la construcción de una casa— quedan Evanán muestra
una de sus tablas
su abuelo y cuya tradición él también ha ocultas a la mirada de quienes no sean los dueños familiares.
heredado. o sus hijos. “Las tablas se colocan en la parte

Walter
Carlos Díaz
”Lo valioso de las tablas es que nos interior de la casa, durante una ceremonia especial

upiúH
permiten recordar nuestra vida. Aquí en la que hay música y comida, y a la que acuden No obstante, don Primitivo tiene también otras

Walter Hupiú
recién se están haciendo conocidas desde hace 25 todos los que han ayudado en la construcción; ellos piezas en las que, ya sea con acrílicos o pintura
ó 30 años. De los limeños, un uno por ciento las son quienes aparecen representados”. De hecho, hecha a base de tierra de colores de Sarhua, aborda
aprecia. Como desconocen, no valoran. Apenas en la tabla que nos muestra se le ve a él mismo, otros temas: la sesión de un curandero, el castigo al
estamos comenzando. Y trabajando bien, podremos pintando al lado de su esposa, así como a tres de hijo desobediente, una fiesta, momentos ocurridos
exportar”, confía. sus sobrinos: el militar, vistiendo su uniforme; el en los tiempos de la violencia, y el que dice es el
fotógrafo, empuñando su cámara; y el maestro, al más solicitado: un matrimonio. “Claro que hay
Don Primitivo lado de una pizarra. Además, como en toda tabla elementos que se repiten de un cuadro a otro, pero
A tres décadas se remonta la llegada a Lima de original, aparecen la Vírgen de la Asunción, en el en tanto son trabajos hechos a mano, se encuentran
Primitivo Evanán, que en 1975 protagonizara, primer cuadro inferior, y, en el superior, el sol junto siempre variaciones”, explica, al comentarnos que
al lado de su maestro Héctor Yucra, la primera a los cerros tutelares. Las grecas que separan las dife- estas variantes del uso tradicional son producto de
exposición de tablas de Sarhua en la capital. “Fue rentes estampas reproducen flores o animales de la la demanda del mercado limeño al que ha tenido
gracias al antropólogo ayacuchano Víctor Cárdenas zona, o simplemente figuras geométricas. que adaptar su producción, aunque sin llegar a la
Carlos Díaz
elaboración en serie, efectuada básicamente con
fines comerciales.
Un recorrido por todo el local de la asociación nos
permite dar fe de la herencia que está dejando don
Primitivo: su sobrino Alfredo Quispe, de 26 años,
dedicado por ahora a dar a los troncos de maguey
ayacuchano el tratamiento necesario para evitar
polillas y decoloración, aprenderá los secretos de la
pintura y se unirá al equipo con el que su tío y otros
sarhuinos impiden, a base de trabajo constante, el
olvido de la tradición.

Gran Maestro

Se debe, sin duda, al maestro Primitivo Evanán,


el conocimiento extensivo de las tablas de
Sarhua. Tras recibir el legado de su maestro,
don Héctor Yucra, Primitivo se convirtió en el
mayor exponente de la pintura rural andina,
encontrando su trabajo un enorme estímulo de
parte de historiadores, antropólogos y conoce-
dores del arte popular andino. En 1977 obtuvo
el Premio Tricentenario del Concurso de Arte
Popular organizado por la Universidad San
Cristóbal de Huamanga y en 1990 recibió las
Palmas Artísticas en el grado de Gran Maestro.

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